Está en la página 1de 23

La alegría y belleza

de caminar juntos
Entramos en
dialogo con Dios y
nos disponemos
espiritualmente
entonando el
canto:
«Iglesia
peregrina de
Dios».
ORACION PARA EL SINODO

Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.


Tú que eres nuestro verdadero consejero: ven a nosotros,
apóyanos, entra en nuestros corazones. Enséñanos el
camino, muéstranos cómo alcanzar la meta.
Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y
pecadoras. No permitas que la ignorancia nos lleve por
falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento, para que no
dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios y
falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos
del camino de la verdad y la justicia, sino que en nuestro
peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida
eterna.
Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los
siglos. Amén.
II Contemplamos: Unidos en la Misión
III Discernimos:
SINODALIDAD

Este termino, que normalmente lo entendíamos cuando se hablaba de las


asambleas convocadas por los obispos para dialogar y tomar decisiones
pastorales (Sínodo de los Obispos), ahora lo podemos entender en su sentido más
amplio, referido a un modo de ser Iglesia y que debe tocar al ser mismo de cada
persona y estructura pastoral.
Elementos fundamentales en la identidad de la Sinodalidad
1. La sinodalidad tiene algunos términos afines: comunión,
integración, solidaridad, eclesialidad, concordia,
corresponsabilidad, participación, interrelación,
interdependencia, interacción.

2. La Sinodalidad desde su enfoque teológico, hunde sus


raíces en Dios, en cuanto que hizo su morada entre
nosotros , haciéndose el Emmanuel y por lo mismo
caminando con la humanidad.

3. La Sinodalidad es expresión de comunión de amor en la


familia Trinitaria, Padre. Hijo y Espíritu Santo. Donde
juntos y, a la vez, respetando sus diferentes momentos,
asumen la misión salvífica de la humanidad.
Ilumina inspira fortalece

Crea
4.- El
autor de la comunión
Sinodalidad es el Espíritu
Santo, quien habita y hace une
idónea a la comunidad
eclesial para este
cometido.

Como Señor de la historia,


es precursor, motivador,
acompañante, renovador y
continuador de la
Sinodalidad en la Iglesia.
5. El Modelo de toda Sinodalidad en la
Iglesia es la persona de Jesús, que vive
Sinodalmente vínculos con la Trinidad, y
como Verbo encarnado, establece vínculos
con todos los seres humanos.

6. La misión de la Iglesia hunde sus raíces en


el bautismo, por lo que cada creyente
“participa de la función profética de Cristo”.

Encontrar los caminos que Dios muestra


requiere un acto de Sinodalidad donde,
pastor y pueblo, dialogan, planean, caminan
y construyen juntos.
7. La Sinodalidad requiere la actitud de abajamiento, anonadamiento, para ponerse al
servicio del otro. La expresión máxima de comunión y Sinodalidad es la
kénosis (vaciamiento)de Cristo.
El Papa Francisco habla de la Iglesia Sinodal como una pirámide invertida.

Laicos y consagrados
*SINODALIDAD
INICIA CON UN Diáconos
CAMBIO DE
MENTALIDAD
OBISPOS Y CONSAGRADOS
Presbíteros
SON LOS PRIMEROS Arz./Obispos
SERVIDORES
EVITANDO TODA TENDENCIA
CLERICALISTA Y cardenales
AUTORITARIA.
8. La Sinodalidad se debe expresar en las formas de organización
pastoral.

Organización en la
Diócesis Curia
diocesana

Colegio de
consultores
Canónigos

Obispo

Consejo
Consejo
Pastoral
presbiteral
Diocesano
Organización
en la
parroquia

Consejo
Parroquial
de
Pastoral

Párroco
9. La Sinodalidad comprende varios espacios para su vivencia
dialogal y vinculante.

Hacia adentro de la Iglesia: Movimientos eclesiales,


parroquia, diócesis, vida consagrada, laicos, presbíteros,
conferencias episcopales, curias, asambleas pastorales o
sinodales, grupos específicos de la Iglesia (teólogos ,
misioneros, catequistas, consejos pastorales, económicos,
administrativos … cada uno con su mística Sinodal en si
mismos y todos para edificar sinodalmente la gran
comunidad eclesial.
Hacia afuera de la Iglesia: Existen grandes espacios que son
a la vez interlocutores de la Sinodalidad de la Iglesia: la
sociedad, la cultura, las confesiones religiosas cristianas o no
cristianas, las ONG’s (organizaciones no gubernamentales),
grupos sociales específicos …
• Si tuvieramos que hacer una síntesis de cuál es esa Iglesia
Sinodal que se requiere en este tercer milenio, y donde esta
involucrado el ministerio de la catequesis, podríamos decir:

Conciencia de ser un solo cuerpo donde


todos, consagrados y laicos son
corresponsables de la misión de Cristo,
compartiendo los dones que Dios les ha
dado.
• La unidad, el caminar juntos, el trabajo compartido, el diálogo, la
corresponsabilidad, la capacidad de compartir los logros, los
acuerdos pastorales…, son el mejor testimonio, espiritualidad y
método para la iglesia de hoy, sobre todo porque es la mejor
manifestación de estar unidos a Cristo, principio de comunión y
fraternidad.

Se trata de asumir la
Sinodalidad como un
estilo de vida.

La Sinodalidad, en ese sentido, es una bendición y oportunidad


para el ministerio de la catequesis y para toda la pastoral.
Pequeña Reflexión
IV. PROPONEMOS: UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
• Para reflexionar y compartir:
1. A la luz de los visto en este taller y en este
cuento del carpintero, ¿Qué tan significativo
te parece el deseo del Papa Francisco, de ser
una Iglesia Sinodal en este tercer milenio, y
que repercusión tiene para la sociedad y para
tu parroquia?
2. ¿Que actitudes se requieren para trabajar
sinodalmente?
v. CELEBRAMOS: FORMAMOS EL CUERPO
MÍSTICO DE CRISTO

La figura de Cristo se hace visible solo cuando cada


Uno nosotros tomamos el lugar que nos corresponde
Porque tenemos diferentes dones.

El único deseo que tenemos es trabajar Unido a Cristo


ORACION FINAL:
Gracias, Padre misericordioso, por este nuevo
impulso que nos das a retomar nuestro
ministerio catequístico desde la espiritualidad
de la sinodalidad, Ayúdanos a seguir
descubriendo la belleza y la riqueza de caminar
juntos; a valorar la presencia de aquellos con los
que colaboramos en tu misión; a reconocer y
compartir los dones que cada uno de nosotros
tiene. Que nuestras comunidades de
catequistas erradiquen todo deseo contrario a la
comunión y sinodalidad que quieres de
nosotros. Te lo pedimos por Cristo nuestro
Señor. Amén.

También podría gustarte