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Historia Educación Uned Cap 1
Historia Educación Uned Cap 1
HISTORIA DE LA EDUCACION
/ ''' Vp>CfÜ;
Editorial universitaria
Ramón Areces UflED
índice
INTRODUCCIÓN 15
Primera Parte
Grandes líneas en la historia del pensamiento pedagógico
(antigüedad-siglo x v iii )
:e 7
5.3. Fin y objetivos de la educación........................................................ . 49
5.4. Contenido y fuentes de la educación................................................ 50
5.5. Figura y función del educador............................................................ 51
5.6. Instituciones educativas....................................................................... 54
Resum en..................... 56
Bibliografía com plem entaria......................................................................... 57
8 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
Resum en.................... 106
Bibliografía com plem entaria..................................... 106
ÍNDICE 9
1.2.2. La naturaleza caída y redim id a................................................ 160
1.2.3. El nuevo enfoque del tem a del hom bre......... ........................ 161
1.3. El concepto de educación.................................................................... 161
1.3.1. Factores del perfeccionamiento hum ano................................ 161
1.3.2. Las diferencias individuales.............................. 162
1.3.3. Las etapas del proceso form ativo............................................ 163
1.3.4. Los agentes de la educación. Los padres y los pedagogos.. 164
1.3.5. Los estudios................................................................................. 165
1.3.6. La figura del preceptor o maestro............................................ 166
1.3.7. La cultu ra..................................................................................... 166
1.4. El fin de la educación.......................................................................... 167
1.5. Los contenidos de la educación.......................................................... 168
1.5.1. Las buenas letras y los estudios de hum anidad..................... 168
1.5.2. Las artes liberales.......................................... 168
1.5.3. El plan de estudios hum anístico.............................................. 169
1.5.4. Los cursos gram aticales............................................................ 169
1.5.5. El curso de retórica..................................................................... 170
1.5.6. Las artes del Q uadrivium .......................................................... 170
1.5.7. La Filosofía Moral y la Historia.............................................. 171
2. Barroco, Disciplinarismo y Realismo pedagógico................................. 172
2.1. Contexto social, cultural y pedagógico............................................ 172
2.2. Concepto y fines de la educación...................................................... 173
2.3. Los contenidos de la educación.......................................................... 175
3. Ilustración y Modernidad: Bases para la secularización de la cultura 179
3.1. El contexto histórico de la modernidad ilustrada........................... 179
3.2. Concepto de Ilustración....................................................................... 182
3.3. Singularidad geográfica....................................................................... 183
3.4. Características....................................................................................... 186
3.4.1. El racionalismo............................................................................ 186
3.4.2. El naturalism o............................................................................. 187
3.4.3. La felicidad y el mito del progreso......................................... 189
3.4.4. La religión natural...................................................................... 190
3.4.5. La secularización de la cultura................................................. 191
3.4.6. La educació n............................................................................... 193
Resumen.............................................................................................................. 194
Bibliografía com plem entaria......................................................................... 198
10 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
Segunda Parte
Corrientes en el pensamiento pedagógico contemporáneo
(siglos xix-xx)
ÍNDICE 1 1
CAPÍTULO 7. LAS TEORÍAS PERSONALISTAS EN EL MUNDO
CO N TEM PO R Á N EO ........................................................ 291
Esquem a............................................................................................................. 291
1. Introducción.................................................................................................. 291
2. La concepción personalista de Emmanuel M ounier............................. 293
3. El personalismo educativo en Sujom linski............................................. 295
4. La pedagogía de la conciencia y el método crítico en Freire............... 299
4.1. “Yo, Paulo Freire” ................................................................................ 299
4.2. Ideario educativo de Freire: alfabetización y concientización.... 301
4.3. La teoría de la com unicación educativa........................................... 304
4.4. Educación bancaria y educación liberadora.................................... 305
4.5. El método crítico y dialógico para la educación liberadora......... 309
5. La experiencia de la Escuela de Barbiana............................................... 313
Resum en............................................................................................................. 320
Bibliografía com plem entaria......................................................................... 322
12 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
5. El neoliberalismo y las teorías de la postmodernidad.................. .... 362
5.1. El neoliberalismo educativo................................. ....... ...................... 362
5.2. Las teorías de la postm odemidad y la educación..... ........... .......... 366
Resum en....................................................................................... ...................... 370
Bibliografía com plem entaria .............................. .......................................... 372
ÍNDICE 1 3
CAPITULO 1
Escuela y educación en las
antiguas culturas orientales1
Esquem a
C a r a c t e r iz a c ió n de l as A n t ig u a s C u l t u r a s O r ie n t a l e s . L a e d u c a c ió n e n l a a n t ig u a In d ia :
el contexto histórico, el concepto de educación, la figura del educador o maestro, la condición de
discípulo, el fin de la educación, el contenido y las fuentes, recursos didácticos e instituciones. L a
e d u c a c ió n e n l a a n t ig u a C h i n a : contexto histórico, concepto de educación, fin y objetivos de la
educación, contenido y fuentes de la formación, figura y función del educador. L a e d u c a c ió n e n
e l a n t ig u o E g i pt o : contexto histórico, figura y función del educador, fuentes y contenido de la
formación, aprendizaje de contenidos y recursos didácticos, instituciones educativas. Resumen.
Bibliografía básica. L a e d u c a c ió n e n e l a n t ig u o pu e b l o h e b r e o : contexto histórico, concepto de
educación, fin y objetivos de la educación, contenido y fuentes de la educación, figura y función del
educador, instituciones educativas. Bibliografía complementaria.
1 Este tema ha sido elaborado con materiales preparados en su día por el profesor Emilio Redondo García,
catedrático de Historia de la Educación y maestro de una pléyade importante de pedagogos españoles.
1. El origen de la cultura hindú hay que situarlo hacia el año 2000 a. de C , cuan-
do tiene lugar la llegada de los primeros grupos arios a las márgenes de los ríos Indo
y Ganges, procedentes de las mesetas de Asia central. La voz “ario” (arya) equivale a
“hombre venerable”, “hombre de honor”. Con la palabra arya los arios querían signi-
ficar que «ellos eran los que avanzaban, venciendo y dominando, distinguiéndose de
los no arios, que eran los empujados y echados, o bien, dominados; [...] se sentían
22 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
con derecho a ser venerados por los pueblos oprimidos como algo superior. [...] La
cultura aria lleva en este mismo calificativo una significación de aristocracia, de
sentimiento de superioridad respecto de otro pueblo, del dominado; y no tardó mu-
cho en desarrollarse en ella un sentimiento de distinción interna, es decir, dentro de
la. misma raza dominadora».2
24 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
8. íntimamente ligados a esta concepción antropológica y cosmológica están el
concepto de reencarnación o trasmigración de las almas —metempsicosis— y una
visión pesimista de la existencia humana, que se halla radicalmente permeada por el
dolor; el dolor es la ley universal de la vida humana. La fuente de este dolor ontoló-
gico y universal está en la solidaridad del ser humano con el cosmos y en el someti-
miento de la vida humana a la ley cósmica, que condena al hombre a un indefinido
y doloroso proceso de reencarnaciones. La entrada del elemento educativo en esta
concepción del mundo y de la vida está precisamente en este enfoque pesimista de la
existencia humana, que ahora debe ser convenientemente matizado. La visión hindú
de la condición existencial del hombre da pie, efectivamente, para ese enfoque: pero
el hindú “siempre piensa, cree y espera en una vida real y no aparente, instalada más
allá del devenir del tiempo y del sufrimiento. Por lo tanto, hay lugar para un proceso
de perfección, cuya trayectoria parte de la realidad empírica de la vida humana y fija
su meta en la realidad trascendental del espíritu”.
2. Las extraordinarias cualidades y preparación que exige una función de tal en-
vergadura y que componen la figura del guru, aparecen diseñadas con mucho detalle
en la tradición hinduista. Paradójicamente, la primera nota definitoria de un auténtico
guru es su condición de “discípulo”: no habla en nombre propio ni enseña una doc-
trina original; es portavoz y representante de una determinada escuela y, como tal,
transmite fielmente la doctrina original comunicada, desde tiempo inmemorial, por
los primeros maestros de la escuela, a través de una sucesión ininterrumpida de gurus
y discípulos: él forma parte de esa cadena de comunicación y es, a su vez, custodio y
transmisor fiel del tesoro de esa tradición.
La escuela Vedanta señala como cualidades especificas del guru las siguientes:
ha de ser un buen conocedor de las escrituras [srotriya], en el sentido de tener bien
asimilado personalmente su contenido, constituido por verdades que se consideran
eternas e infalibles; ha de estar sin pecado [avrjina]; y ha de carecer de apetitos
[akamahata]. El guru, para ser un buen guía —seguro y eficaz—, necesita haberse
liberado del pecado y de todas las pasiones y tendencias desordenadas que impliquen
esclavitud o cualquier clase de imperfección: soberbia, vanidad, hipocresía, egoísmo,
etc. La libertad interior es condición sine qua non del magisterio. Se entiende que
26 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
sólo quien ya es perfecto puede conducir a los demás a la perfección. Es decir, que se
valora mucho más la sanidad moral —la “hombría de bien” — que la eficacia técnica.
Finalmente, y por encima de todo, el guru tiene que ser un “brahmanista”; es decir,
hallarse establecido en el brahmán, vivir insertado en la divinidad y tener, como con-
secuencia, una experiencia inmediata de lo divino. En una palabra, el guru debe ser
ante todo “santo”, un “iluminado” y depositario de la sabiduría divina.
28 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
2.5. El fin de la educación
1. Los ideales o tipos de perfección a los que apunta la antigua educación hindú,
aparecen diseñados en su literatura. El diseño del tipo ideal de varón que presenta el
Rig-Veda se expresa en las súplicas a los dioses, en relación con el hijo deseado: en
ellas se pide que concedan al que les ruega un hijo varón, robusto, piadoso con los
dioses, fiel cumplidor de las ceremonias del culto, honrando así a los dioses de sus
ascendientes, lleno de sabiduría y de mérito, eminente en buenas obras, enérgico y
dócil, invencible en los combates, experto en los negocios, glorioso entre los hom-
bres y que honre a su padre sin querer gobernarlo nunca, ni cuando el padre sea viejo;
que este hijo continúe la tradición familiar rindiendo culto a los dioses de su padre, y
que a su vez tenga un hijo de las mismas condiciones. En el Ramayana, el «diseño»
del ideal masculino está encamado en el príncipe Rama: obediente y respetuoso con
sus padres; lleno de amor y de consideración por Sita, su esposa; leal y afectuoso con
sus parientes y amigos; respetuoso y humilde ante los dioses.
6 El término Veda procede de la raíz vid [“conocer”, “percibir”, “aprender”], significa “conocimiento”
o “doctrina sagrada”.
7 f o n t y pu ig , pe d r o , «La educación en el periodo de los Vedas...», o. c., p. 61.
8 Aranyaka viene a significar “meditación hecha en la selva”. Dicha palabra se deriva de aranya, que
significa “bosque, selva, país apartado”, donde solían vivir sabios anacoretas, que aceptaban bajo su
dirección espiritual y adoctrinamiento a jóvenes que deseaban perfeccionar su conocimiento de los
Veda.
30 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
apólogos y disertaciones político-morales que expresan los valores principales y los
ideales de formación propios del hinduísmo.3) Los Puranas [“antigüedades”]. Son
historias y relatos tradicionales versificados. Durante siglos han suministrado buena
parte del contenido de las creencias y de las prácticas de los hindúes. 4) Los Miman-
sas [“investigación sistemática”]: contienen fábulas y preceptos morales de carácter
e intención ético-didácticos.
32 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
islote de civilización aislado en medio de gentes bárbaras. Hacia el siglo xi se inau-
gura una nueva y poderosa dinastía: la de los Tcheu o Chou que estableció un código
para la nobleza y otro para la clase popular. Pero sus enemigos dieron al traste con la
dinastía que arrastró una larga y penosa etapa de decadencia.
3. En relación con las características generales de la cultura china cabe decir en pri-
mer lugar que se presenta —en contraste con la cultura hindú — con un fuerte sentido
político, administrativo y burocrático sobre el sentido religioso. Como consecuencia
del tradicionalismo y conservadurismo, están muy arraigados los principios de autori-
dad y jerarquía, y existe una mareada tendencia al formalismo ritual y legalista. El sen-
tido pragmático y utilitario, que prevalece sobre el sentido estético, tiene su expresión
más acusada en la ausencia de idealismo que caracteriza al arte chino, y en el notable
desarrollo que alcanzó la industria y la agricultura: seda, algodón, porcelana, pólvora,
papel, brújula, imprenta canales de riego, de navegación, etc. El pueblo chino, con
frecuencia, se ha bastado a sí mismo, gracias a la extensión y fertilidad de su suelo: de
aquí su tendencia al aislacionismo. Finalmente, un rasgo temperamental —la paciencia,
la meticulosidad y la cortesía— y una concepción antropocéntrica de la vida: el hombre
forma con la tierra y el cielo una especie de trinidad natural. A diferencia de la India
antigua, la antigua China no destaca por su sentido religioso y trascendente.
34 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
3.3. Fin y objetivos de la educación
36 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
2. Estos contenidos curriculares estaban prescritos en diferentes obras que no
tenían un carácter sagrado pero sí se consideraban clásicas o canónicas. No contenían
un depósito doctrinal que debiera ser recibido, custodiado y trasmitido por una clase
sacerdotal. Se trataba de una recopilación de las viejas tradiciones, de una restaura-
ción y reelaboración de la sabiduría tradicional, realizada por c o n f u c io y sus discípu-
los con fines morales y pedagógicos. Los libros clásicos chinos se hallaban divididos
en dos grupos que han suministrado durante siglos el contenido a la educación China:
el de los libros “preconfucianos” y el de los “confucianos”. Los libros preconfucianos
eran los siguientes:
Por último, los Anales de Primavera y Otoño, contienen una escueta colección de
hechos, correspondientes al principado de Lu.
17 Cfr. c a l in o , o . c ., p. 18.
38 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
2. Su fuerza de carácter, un ju no es accesible por la violencia; pero sí con
suaves maneras. Es afable, pero refractario a toda imposición violenta; puede
llegar al patíbulo, pero no a la humillación. Su vida es frugal y sencilla.
40 HISTORIA DE LA EDUCACION
se diversifica y se materializa en las figuras del faraón, el visir, el sacerdote y el escri-
ba-, aparte de los padres, en el ámbito doméstico. El perfil del educador ideal —en sus
diferentes versiones— presenta la doble faceta de la competencia o eficiencia propia
del sabio, y de la calidad o excelencia moral, propia del hombre bueno.
2. En primer lugar aparece la figura del faraón, que ostenta un poder absoluto. Se
considera como la encarnación del dios-Sol. Asumía oficialmente la función sacer-
dotal, la función de gobierno y la administración de la justicia. Él mismo se constituía
en Tribunal Supremo, y cualquier causa de cierta entidad podía elevarse hasta él en
determinadas circunstancias. Estaba rodeado y asistido por un equipo de sacerdotes,
escribas, intendentes y altos dignatarios. Un Consejo de ancianos [Saru], constitui-
do por los cortesanos más provectos y experimentados, era su gabinete consultivo.
Como corresponde a persona de tan alto rango y, por añadidura, de carácter divino,
el faraón era asistido, servido y atendido por una numerosa y variopinta legión de
personajes de toda la escala social: ministros, generales, lavanderas, guardianes de
ropero, barberos, peluqueros, manicuras, perfumistas, etc. La inscripción de una tum-
ba identifica a su ocupante como “Inspector de la Caja Cosmética, Portador de las
Sandalias Reales”.
3. En una escala inferior está la figura del visir. Una figura de alto rango con
múltiples atribuciones: primer ministro, director de hacienda, juez supremo (adjunto
al faraón), etc. Era un figura clave en un gobierno bien organizado. Un relieve de
una tumba egipcia muestra al visir saliendo de su casa muy de mañana para sentarse
en su despacho a escuchar peticiones de los pobres y “oír —dice la inscripción de la
tumba— lo que dice el pueblo en sus demandas, sin hacer ninguna distinción entre
pequeños y grandes”.Un rollo de papiro nos ha trasmitido el supuesto discurso de un
faraón al dar posesión de su cargo a un nuevo visir: “Atiende al despecho del visir;
vigila bien todo lo que allí se hace. Mira, es el firme sostén del país entero [...].
El visirato no es dulce, sino amargo [...]. No debe mostrar respetos personales a
príncipes ni consejeros; no debe hacer para sí esclavo a nadie [...]. Cuando un pe-
ticionario venga del Egipto superior o inferior [...], atiende tú a que todo sea hecho
de acuerdo con la ley, a que todo sea hecho según la costumbre adecuada [dando a
cada uno], según su derecho. Abominación para el dios es mostrar parcialidad [...].
Mira al que te es conocido como al que te es desconocido; y al que está próximo al
rey como al que está lejos [de su Casa]. Un príncipe que haga esto, durará aquí en
tal lugar [...]. El temor a un príncipe procede de su justicia [...] [He aquí las reglas]
que se te imponen”19.
4. En una escala inferior estaría la figura del sacerdote, que constituye otro de los
puntales de la organización político-social y religiosa del pueblo egipcio. Gozaba de
una destacada posición, dentro de la estructura socio-política, y de notable prestigio,
poder e influencia, como depositario —junto con el escriba— del saber y de la cien-
cia, y como responsable de la educación de la juventud. Aunque la función sacerdotal
no era por ley hereditaria, de hecho pasaba de padres a hijos, de manera que los sa-
cerdotes llegaron a constituir una clase que, con el paso del tiempo, se fue haciendo
más rica, influyente y poderosa que la misma aristocracia feudal. Las ofrendas que
los fieles ofrecían a los dioses proveían a los sacerdotes de lo necesario para su sus-
42 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
tenía la mujer en tiempos anteriores se convirtió, bajo la influencia griega, en un pri-
vilegio exclusivo del marido.
2. A esta fuente de Información hay que añadir una vasta y variada producción
literaria de tipo sapiencial, didáctico y moralizante, de la que se toman los conteni-
dos básicos de la educación y de la enseñanza. Estas producciones literarias —que
pertenecen al género llamado sboyé: “enseñanza”, “doctrina”, “sabiduría”— suelen
llevar el título de “instrucciones”, “enseñanza”, “preceptos”, “consejos”, que algún
personaje importante, sabio da ordinariamente a un hijo suyo como parte importante
de su formación y preparación para la vida. Entre los libros más importantes pueden
destacarse:
44 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
4.4, Aprendizaje de contenidos y recursos didácticos
46 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
5. LA EDUCACIÓN EN EL ANTIGUO PUEBLO HEBREO
23 Cfr. “El marco histórico del Antiguo Testamento. Perspectivas actuales”, Scripta Tehologi-
ca, 27 (1995 /3 ), p. 751-788.
24 Gn 5,1.
25 Si 15, 14-18.
26 Jn 18, 36.
27 Hb 13, 14.
28 Cfr. k it t e l . G y f r ie d r ic h , G. Grande léssico del Nuovo Testamento. Brescia, 1974; voz paideija. vol.
IX, c. 128-135.
29 Pr 3, 11-12.
48 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
herida, el que llaga y el que luego cura con su mano!»30. Al hombre -—se lee en el
Eclesiástico —, Dios «al principio le llevará por recovecos, miedo y pavor hará caer
sobre él, con su disciplina le atormentará y le pondrá a prueba con sus preceptos,
mas luego le volverá al camino recto, y sus secretos le revelará»31.
30
Job 5, 17-18.
3¡
Si 4, 17-18.
32
Cfr. KiTTEL, g y f r ie d r ic h , g . o. c., vo z paid e ija, vol. IX, c. 140-152.
33
Lev 20, 26.
2. El canon de la Biblia hebrea quedó fijado por los judíos palestinienses, cerca
ya de la era cristiana. En los albores, lo formaban 24 libros, distribuidos en 3 grupos:
la Toráh —la Ley— , compuesta por cinco libros: el Génesis, el Éxodo, el Levítico, el
libro de los Números y el Deuteronomio; los Nebiim —los Profetas—, integrado por
los escritos de los primeros profetas: Josué, Jueces, libros i y n de Samuel, libros i y
ii de los Reyes; y de los profetas posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y los Profetas
Menores-, finalmente, los Ketubiim —“las restantes escrituras” — con once libros: los
Salmos, los Proverbios, el libro de Job, el Cantar de los Cantares, el libro de Ruth, el
de las Lamentaciones, el Eclesiastés (libro de Qóhelet); los libros de Esther, Daniel,
Esdras-Nehemías y los libros i y ii de las Crónicas o Paralipórnenos.
34 Ez 3, 7.
50 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
Eclesiástico y el libro de la Sabiduría, escritos ambos en griego en el siglo n antes
de C. Toda esta literatura se utilizó en la escuela y suministró el contenido para la
enseñanza oral.
5. Al canon bíblico hay que añadir —en la alta Edad Media— el Talmud353 6—pa-
labra hebra que significa “enseñanza” — , que contiene toda una serie de tradiciones,
las doctrinas, las ceremonias y la policía —las “normas cívicas —, que el Pueblo de
Israel suele observar tan rigurosamente como la misma Ley de Moisés. Constituye
también el Código completo, —civil y religioso— de la Sinagoga, y tiene por obje-
to la explicación de la Ley de Moisés, según el espíritu de la tradición oral. Tras la
vuelta del exilio nace la escuela [bet-ha-midrash], en la que se concentra la actividad
intelectual. El fruto de la actividad de las escuelas, que se extienden desde el siglo íí a.
de C. al siglo vi d. de C , es el Talmud, que fue elaborado por los más acreditados ra-
binos pertenecientes a las dos Escuelas principales: la de Jerusalén y la de Babilonia.
2. En esa tarea docente Dios cuenta con diferentes ayudantes. En primer lugar
aparece el padre de familia. Es él quien desempeña la triple función de jefe, educador
y sacerdote; y debe —por estos títulos— transmitirles el legado religioso del pasado
nacional: se trata de una catequesis básica que comprende los elementos esenciales
de “la fe de nuestros padres”, es decir, los preceptos de la ley divina. Además de la
catequesis elemental de los preceptos de la Ley, corresponde a los padres instruir a
sus hijos pequeños en los conocimientos elementales, en las costumbres y conducta
moral y trasmitirles las tradiciones nacionales —los “hechos memorables” de la his-
toria patria—, tradiciones esencialmente religiosas, por ejemplo, el rito de la Pascua.
En los primeros años, la educación de los niños —especialmente la moral*39— está
encomendada a la madre o a la nodriza.40Durante estos años, el niño aprende a andar,
pasa buena parte del tiempo jugando en las calles con figuras de barro cocido —las
niñas, con muñecas —, cantando y danzando.41 Al comienzo de la adolescencia, el
muchacho pasa al cuidado del padre: su educación se considera uno de los deberes
más sagrados.42 También le corresponde al padre la formación profesional de los hi-
jos varones. Los oficios y las técnicas correspondientes solían transmitirse de padres
a hijos. El papel educativo del padre, que deriva del concepto de padre-jefe de fami-
lia, explica que el sacerdote o el maestro sean llamados “padre”43, y que la relación
maestro-discípulo se exprese por los términos de “padre” y de “hijo”44.
52 HISTORIA DE 1A EDUCACIÓN
atención pastoral del pueblo. La misión propia del sacerdote era la oblación de los
sacrificios, la administración de los bienes del Templo y su vigilancia, y la instrucción
religiosa, m o i s é s , al recibir en el Sinaí la Ley de Dios con la misión de enseñarla al
pueblo, se convirtió en el primer maestro de Israel. Luego serán los levitas los en-
cargados de enseñar e interpretar la Ley, de manera que pueda informar la vida del
pueblo. El marco y la ocasión para la enseñanza de la Ley lo constituyen habitual-
mente las fiestas que se celebran en los santuarios y, posteriormente, en el Templo de
Jerusalén..
5. La figura del profeta constituye otro de los referentes pedagógicos más im-
portantes de la cultura hebrea. La palabra “profeta” es una transliteración de la voz
griega prophétes, un derivado de prófemi, que significa “predecir” y también “hablar
en nombre de otro”. Lo más característico de la figura y de la misión específica del
profeta, el indicador de su identidad, es su condición de mensajero, de ‘portavoz’ de
y a h v é h e intérprete de sus palabras: «pondré mis palabras en su boca —le había dicho
el Señor a m o i s é s — y él les dirá todo lo que yo le mande». Por eso todo auténtico
profeta tiene una conciencia muy viva de su condición de instrumento del Señor, de
que las palabras que profiere y el mensaje que comunica no son suyos: él no habla en
nombre propio ni tiene palabra o mensaje propio que comunicar; al mismo tiempo,
tiene también una conciencia muy clara de su responsabilidad como depositario de la
palabra del Señor y de la autoridad de que ha sido revestido.
46 Cfr Le 2, 46.
2. Por lo que respecta a la escuela cabe decir que la enseñanza escolar organizada
no está documentada hasta época relativamente tardía; en todo caso, no antes de la
vuelta del exilio [año 537]. Eíasta esa fecha, parece que la educación era casi exclu-
sivamente familiar. La información que nos proporciona la Biblia no permite afirmar
otra cosa. En todo caso, la existencia de la escuela (bet-midrash o bet-ha-midrash:
“casa de instrucción o de estudio”) es incuestionable en el siglo n a. de C.47
3. Aunque los textos del Antiguo Testamento no dicen nada al respecto, otros textos
nos permiten constatar la existencia de tres niveles de enseñanza:48 un nivel superior,
destinado a la formación de los futuros rabinos o maestros de la Ley; un nivel medio,
equivalentemente, grosso modo, a una enseñanza secundaria —de los 16 a 17 años—,
y una enseñanza elemental, a partir de los 6 ó 7 años. Esta última —la escuela elemen-
tal [beth-sepher, en hebreo: “casa del libro”] — parece que fue la última en aparecer.
La tradición rabínica atribuye su origen al hermano de la reina s a l o m é , Simeón b e n
s c h e t a h , presidente del sanedrín, en el siglo i d. de C., quien habría establecido la dis-
posición de que «los niños deben ir a la escuela»49. Pero fue en el año 64 después de C.
cuando el Sumo Sacerdote, j o s h u a b e n g a m a l a , dispuso que se crearan, con carácter
obligatorio, escuelas para niños de 6 a 7 años en todas las ciudades de Palestina. Cada
ciudad debería tener al menos una escuela elemental. Si la ciudad era muy grande, o
se hallaba divida por un río difícil de atravesar, debería tener dos escuelas. Si la ciudad
era pobre, la sinagoga serviría de escuela durante la semana. Disponía también que si
el número de alumnos en edad escolar no sobrepasaba los 25, la escuela sería atendida
por un solo maestro; a partir de los 25, la ciudad costearía un ayudante; para más de
cuarenta alumnos el maestro contaría con un ayudante; para 50, habría dos maestros.
Pero si el número de alumnos era inferior a 25, sería el hazzan —el sacristán de la si-
47 Si 51,23-30.
48 Cfr. VOELTZEL, R ., o. c . , p. 43 y s s .
49 Talmud de Jerusalem, Kethouboth, VIII, 8. París, 1886, tomo VIII, p. 110.
54 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
nagoga— quien se haría cargo de la escuela. La escuela secundaria habría sido creada
por S i m e ó n b e n s c h e t a h , hacia el año 75 a. de C. La datación de la escuela superior sería
muy anterior: hacia finales del siglo vi a. de C. El Pirké Aboth establece —cronológica
y temáticamente— los diversos grados o niveles de instrucción del alumno: «A los 5
años debe comenzar los estudios sagrados; a los 10 años debe dedicarse al estudio de
la tradición; a los ¡3 años, debe conocer y cumplir los mandamientos de Yahvé; a los
15 años debe perfeccionar sus estudios».
4.. Es difícil precisar, desde el punto de vista de los contenidos, los límites de los
tres niveles escolares. A lo largo del proceso de instrucción, parece que el muchacho
debía ir asimilando gradualmente tres disciplinas: 1) el conocimiento de los «manda-
mientos, leyes y preceptos»; 2) el conocimiento de la historia del pueblo de Israel,
que era la memoria aleccionadora y agradecida de cómo Dios había elegido, amado,
formado, castigado y liberado a su pueblo; 3) el conocimiento de la “Sabiduría»: la
sabiduría se define negativamente por su contrario: la necedad, la carencia de instruc-
ción y de disciplina, la locura; positiva y pedagógicamente, la sabiduría consiste en
el conocimiento práctico de los medios que conducen a la felicidad.50 Otras materias
como las ciencias físico-naturales, las matemáticas, la medicina, la astronomía, la
arquitectura, etc., no entraban en el plan de formación a título de disciplinas distintas
y autónomas, sino en forma de nociones subordinadas y al servicio del estudio de la
Ley.
Re sum en
1. Existen las antiguas culturas orientales que, si bien no todas tienen el mismo
peso en nuestro mundo occidental, sin embargo deben ser consideradas como una
presencia histórica que hoy, geográfica y culturalmente, se nos manifiestan en toda
su riqueza. La fuerza de su presencia secular nos hace ir a la búsqueda de los valores
que las fundamentan y dan permanencia a su proyección histórica. Unos valores que
se pueden sintetizar en cuatro características comunes: 1) el tradicionalismo y con-
servadurismo: en todas estas culturas existen un “depósito doctrinal” —de carácter
predominantemente religioso, científico o cultural —, que debe ser reverentemente
recibido, fielmente conservado y transmitido, y del que se toma el contenido de la
educación; 2) la primacía del principio de autoridad, que se traduce —en el ámbito
53 Le 2, 46.
34 Cfr. Talmud de Babylone, Berakhoth, París, 1871, p. 291.
33 Cfr Talmud de Jerusalem, París, 1871, pp. 80 y ss.
56 Cfr Mí 23, 6-7.
56 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN
educativo— en una aceptación reverente de ese depósito doctrinal, que se considera
como un tesoro, y en una alta estima y veneración del saber y de la figura del maes-
tro, figura que a menudo se identifica con la del sacerdote y/o con la del gobernante;
3) estas civilizaciones florecen a menudo en el seno de sólidas organizaciones estatales
que se extienden uniformemente sobre grandes territorios, y en las que poderosas clases
o “c a s ta s ” sacerdotales, guerreras, etc., suelen monopolizar el poder y el saber; y, final-
mente, 4) presentan una estructura social rígidamente diferenciada y jerarquizada, que a
menudo se justifica y fundamenta en una concepción religiosa o filosófica.
2. Dentro de las culturas antiguas merece especial interés el estudio del mundo
hebreo, ya que pese a ser una cultura oriental por su origen, el estudio del m u n d o
ju d ío , como pueblo errante y portador de una cultura y una religión, ha marcado la
historia de la civilización cristiana y por ende occidental. No menos importante es
la a n tig u a c u ltu r a c h in a , que puede considerarse uno de los pueblos más antiguos y
cultos de la historia. Su devenir histórico puede sintetizarse en tres etapas: la a r c a ic a
o p r im itiv a , de carácter a g r íc o la y m a tr ia r c a l, que llega hasta el siglo x x iii a. de C.;
la feudal, de carácter guerrero y patriarcal, que llega hasta el siglo v a. de C ; y la
im p e r ia l , marcada por los funcionarios mandarines, que llega hasta comienzos del
siglo xx. Igualmente importante por su valor histórico es la c u ltu r a e g ip c ia . Una
forma homogénea y continua de 4000 años de historia cuyo valor religioso, espiri-
tual y científico, ha marcado una parte importante de la historia de la Humanidad.
Finalmente cabe hacer referencia a la antigua cultura hindú, cuyo sistema de castas:
b r a h m a n e s o sacerdotes, k s a tr iy a s o guerreros, v a is y a s o cultivadores, y s u d r a s o
trabajadores humildes ha marcado de carácter religioso y ascético la historia orien-
tal durante siglos.