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Esta pregunta fundamental la formula el propio Jesús a sus Discípulos en el evangelio de San
Mateo 16, 13-20, ¿Quién dicen que soy Yo?.-
“...... Respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o
alguno de los profetas”.
Jesús le replicó: “Feliz eres, Simón Hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado la carne
ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos
”.
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Carisma y Espiritualidad del MCJ
Si bien la respuesta sobre quien es Jesús ya ha sido formulada por la Iglesia en esta primera
formulación de Pedro, la persona de Jesús es un Misterio y por lo tanto inagotable, inefable e
inabarcable.
Ejemplos paradigmáticos en la historia de la Iglesia son las ordenes medievales como los
Franciscanos que fundan su vida espiritual en la experiencia del Cristo Pobre y Fraterno, los
Dominicos que acentúan la figura del Cristo Predicador, a los Mercedarios que sustentan su
vida espiritual sobre la figura de un Cristo Liberador. Otros destacan la humildad, otros el
silencio y la oración. La figura del Cristo obrero inspiro a muchos movimientos de trabajadores
católicos, que basaron su espiritualidad en este aspecto.
El Espíritu Santo regala a un fundador o a una comunidad esta experiencia o visión particular
del misterio de Cristo (carisma) , sobre el cual se funda una espiritualidad y un apostolado
particular y esto es la que funda o constituye un “Movimiento”.-
Incluso la Acción puede ser la misma que la otros movimientos (puede haber misioneros
salesianos, franciscanos, verbitas o dominicos) o incluso distintas actividades dentro del mismo
movimiento, pero el estilo de cada uno de ellos debería ser claramente particular y distintivo, si
es que el movimiento tiene una identidad y promueve desde la misma una pertenencia.-
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Asumiendo que nuestro movimiento carece de una definición expresa sobre este punto
postulamos dos criterios o parámetros necesariamente complementarios: 1) La visión
fundacional y 2) La historia del Movimiento.
Entendemos como un posible error, en el análisis del carisma, creer que la revelación del
mismo es exclusiva y excluyente de la etapa fundacional o de su fundador. Desde este punto
de vista bastaría con preguntarle al o los fundadores cual fue su visión y clausurar con ello todo
planteo posterior.
Si bien todo carisma es una respuesta a una necesidad histórica determinada, es justamente la
misma historia la que muestra como los carismas subsisten y se enriquecen aun cuando la
necesidad original ha desaparecido o variado. [2]
Así, la primera experiencia de cursillos fue pensada desde y para la Acción Católica y esta fue
la primera “depuración” que tuvo que llevar a cabo para encontrar la universalidad de su
identidad. Incluso hay testimonios de lo que les costo renunciar a ciertos elementos de su
hispanidad fundacional, cuando el movimiento se universalizo
La misma Iglesia Primitiva fue concebida en Jerusalén desde y para los judíos por eso al
mismo Pedro le costo mucho distinguir y superar elementos de esa cultura que inicialmente se
estimaron fundamentales (Hch 11,1-18)
El tiempo demostró que eran accesorios y el primer concilio de Jerusalén mostró de manera
insoslayable la tensión entre jerarquía y profecía, en la polémica con San Pablo sobre la
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Por ello entendemos que un sano discernimiento del carisma no puede ignorar estos dos
momentos la fundación y la historia, ambas frutos y signos del mismo Espíritu.
Para estas “tradiciones” fundamentales, solo el tiempo es prueba, confirmación u olvido pero –
claro esta – la mirada sobre nuestras tradiciones deberá hacerse desde la amplitud de todo el
Movimiento en su realidad actual, sin atacar ni defender las costumbres de cada diócesis, sino
mas bien con el asombro de quien esta dispuesto a descubrir la diversidad de tesoros que han
florecido en “las primaveras” de nuestro movimiento.- (ver Asamblea de Formosa –
Conclusiones mesa 2 del viernes 13/08/99))
Nos hacemos a nosotros mismos el interrogante de Mt 16, 13-20, ¿Quién Es Cristo Para
Nosotros Los Circulistas? r
eiterando sobre este punto, la ausencia de otro documento de reflexión sobre el carisma y la
espiritualidad del MCJ, que no sea el preámbulo del estatuto de 1974, - por lo cual, con mucha
humildad y respeto ponemos a consideración de todos ustedes esta experiencia particular
Entendemos que la visión particular de Cristo, sobre la cual se sustenta la espiritualidad del
MCJ esta centrada en la experiencia de amistad en Cristo es decir nuestro acento o la
originalidad de nuestra experiencia encuentra su raíz en la experiencia del “CRISTO AMIGO”.
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Así expresado este sintagma parece no decir casi nada y nos sentimos tentados a adicionarle
algo que lo haga mas concreto: “... amigo de.........algo, amigo de los jóvenes,... amigo de los
niños,.. de los pobre....o del cualquier tipo de persona a la que queremos destacar,
relativizando “la amistad” a ese “destinatario de la amistad”
Pero, nuestro postulado procurara no caer en ese lugar común de adjetivizar la amistad, para
intentar – en cambio - adentrarnos en su substancia. Para ello no tenemos una fuente mejor
que la palabra de su autor.
Antes de eso es bueno aclarar que la amistad es siempre una experiencia intransferible como
la vida misma, por eso buscamos la pautas en la fuente de la vida, Amor Eterno que se hace
palabra (verbo) para transmitir la Vida de Dios de la forma mas profundamente humana y esa
constelación de sentimientos, verdades, razones, opciones que nacen de la experiencia
humana del Amor trascendente e incondicional es llamada por el mismo Cristo Amistad
Entendemos, desde la perspectiva de la experiencia (que implica algo así como dejarse
atravesar) que mas allá de las cuestiones de cristología, mariología o eclesiologia o
metodologica que se puedan aprender en los tres días de un Eslabón, el gran descubrimiento
que los circulistas hemos experimentado en cada eslabón es que: ... NOS HA LLAMADO
AMIGOS.-
Por eso postulamos - y sometemos a consideración de todo el MCJ - que la clave y raíz del
Carisma del MCJ esta centrada en el capitulo 15 (todo) del Evangelio de San Juan, cuya
medula, para los circulistas esta en el Versículo 15 del mismo.-
“Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he
llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes”
Jn. 15,15
Este versículo nos permite leer todo el evangelio desde una clave de amistad para lo cual hay
que precisar el sentido de esta palabra ya que, en el mejor de los casos el sentido común la
asocia a un mero sentimiento, con consecuencias no siempre verdaderamente evangélicas
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Para nosotros Cristo no es el amigo de ... sino que Cristo encarna el misterio mismo de la
amistad y toda verdadera amistad tiene reminiscencias de Cristo, toda verdadera amistad tiene,
el aroma de este misterio, y eso lo hace universal al mensaje por cuanto implica la “plenitud a
todos los anhelos del hombre” aún del no creyente.-
VI - LA AMISTAD DE CRISTO:
La escena misma en la que Jesús revela este misterio de amistad dice estas palabras es
profundamente estremecedora.-
Es de noche. Ha llegado el momento de compartir la última comida con sus discípulos, hay
gestos de una gran confianza que llegan a una profunda intimidad. Judas moja su pan en el
plato del Maestro.
Tras lavar los pies a sus discípulos comienza a pronunciar sus palabras de despedida
anunciando que vuelve al Padre En un clima indescriptible de embeleso y tensión. Jesús va
desgranando, frase a frase su “sermón” (Jn capítulos 13 al
17) con profecías sobre la negación de Pedro, la traición de Judas, exhortaciones,
advertencias, ruegos al Padre, la síntesis del nuevo mandamiento del amor.... . El águila de
Juan remonta vuelos extraordinarios sobre el horizonte del misterio redentor y la “luz que era
desde el principio va revelando los perfiles del misterio y la promesa que se estaba cumpliendo
ante sus ojos.
El cap. 15 comienza con la metáfora de la Vid y los sarmientos para mostrar que la vida no es
posible sin la comunión en un solo cuerpo. Tras ello un pedido de entrañable cariño: Permanez
can en mí
tras lo cual renueva la promesa de su fidelidad
y yo permaneceré en ustedes.....Yo los he amado a ustedes como el Padre me ama a mí.
Permanezcan en mi amor
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El maestro sentado frente a sus discípulo, hay profundo silencio de recogimiento, una escucha
intensa y cautivante en el circulo de apóstoles elegidos por Cristo para compartir ese momento
de intimidad, de repente, en el centro del sermón, una revelación deslumbrante que genera
perplejidad en todos ellos.
En griego la palabra es "doulos." No es una persona que trabaja por otro durante el día y en la
noche regresa a su propia casa. El "doulos" vive con su amo, pertenece a él y en efecto es su
propiedad. La traducción más exacta es "esclavo," pero no en un sentido de degradación. Sin
embargo el esclavo tiene que hacer la voluntad de su amo - y, como dice Jesús, a pesar de no
entender toda orden.
Pero hay más y no hay que evitarlo con una falsa humildad, Jesús nos dice algo increíble
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El mismo nos da la clave: "les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre." Es decir,
somos sus amigos porque nos comparte toda su verdad, no hay secretos, ni mascaras, Jesús
acaba de revelar una dimensión de Dios, totalmente distinta a todo lo imaginado hasta ese
momento, acaba de revelar la imagen de un Dios Amigo, que es capaz de llevara la amistad
hasta el máximo imaginable del mayor amor: “dar la vida por los amigos”, no hay mas... no hay
mayor amor , no hay nada superior.
Los apóstoles sienten que nunca volverán a ser los mismos tras esa revelación. El silencio es
profundo y el corazón late mas fuerte, Los apóstoles sentados en circulo con la mirada fija en el
Señor que los acaba de llamar amigos y de explicarles que ese “titulo” se le da a aquellos a los
que no se les esconde u oculta nada y el que conoce a este Amigo, conoce a Dios. “...quien
me ve a mi, ve al padre (Jn 14, 9)
El orgullo y la dignidad es mayor cuando el propio Jesús les revela que el mismo los ha elegido
“Soy yo quien los escogí a ustedes” ¿qué mas puede querer o esperar alguien en la vida
que escuchar este capitulo de Juan, para darse cuenta de su valor y de su dignidad?.
Pero esta amistad tiene una consecuencia imprescindible con la que termina el capitulo 15 de
Juan “Ámense los unos a los otros”-
Para que todo lo anterior sea real y fructifique esta es la condición “Ámense los unos a los
otros”- Jesús no deja de
ser jamás nuestro amigo, pero para que nosotros podamos serlo a su vez, debemos entender
que el amor - si es real -
no se cierra en si mismo sino que se abre a los demás. El amor es profundamente misionero
Por un momento, las miradas se buscan...”...los unos a los otros...” Los apóstoles
celebrando la cena pascual y entre ellos
el Verbo” eterno del Padre, les ha lavado los pies, los ha llamado amigos y les ha
mandado vivir ese amor entre ellos
, sentados en circulo con el Señor respiran un momento de eternidad porque ya no son un
circulo de siervos o discípulos,
ahora son un circulo de amigos
en “El Amigo” que se despide, entregando su cuerpo y su sangre como comida a fin de
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Este circulo de amigos es la primera célula de la Iglesia, que luego se expandiría por el mundo
hasta el último rincón. Muchos años mas tarde estas mismas personas, en lugares lejanos, con
nuevos hermanos, rememorarían este momento de amistad para volver a vivir la fuerza
sacramental de esos instantes. Eso los mantendría en pie hasta el fin, y el fin de muchos fue el
martirio en el cual entregaron la vida por “El Amigo” hacia realidad el sueño del “mayor amor”
posible.
Entendemos que esta experiencia es el núcleo del eslabón, la médula de nuestro Kerygma, el
Cristo que anunciamos y sometemos a consideración de todo el MCJ esta profunda convicción
que nos anima.
En el infinito misterio de Cristo, que la Iglesia toda va iluminando con el transcurrir de los siglos,
nuestro movimiento centra su identidad en la experiencia eucarística donde el propio Jesús nos
ha llamado amigos.-
Fin del Fragmento (El documento continúa explicando los tres elementos constitutivos de la
Amistad en Cristo: Amor, Verdad y Libertad, cuya indispensable lectura recomendamos para
comprender el sentido del carisma del MCJ).-
En Cadena
Comisión de Historia
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I – Introducción
II - Espiritualidad
VI - La amistad de Cristo:
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[3] Por tanto, ningún carisma dispensa de la relación y sumisión a los Pastores de la Iglesia. El
Concilio dice claramente: "El juicio sobre su autenticidad (de los carismas) y sobre su ordenado
ejercicio pertenece a aquellos que presiden en la Iglesia, a quienes especialmente corresponde
no extinguir el Espíritu, sino examinarlo todo y retener lo que es bueno (cf. 1 Ts. 5, 12.19-21)"
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, con el fin de que todos los carismas cooperen, en su diversidad y complementariedad, al bien
común
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