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Notas 30 de octubre de 2023.

ESPIRITUALIDAD DE LOS MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA COMUNIÓN.


[Pág. 5] Espiritualidad específica del MESC

La función del MESC no es la de un "repartidor de hostia”; este debe ser, en cambio, un


portador y custodio de lo que puede haber de más sagrado.. No basta sólo la buena
reputación e idoneidad requeridas para su calificación.Además, debe existir una profunda
espiritualidad que lo lleve a amar el Misterio que está portando y compartiendo.

Por añadidura, esa sincera piedad que menciona la Constitución Sacrosanctum Concilium es
favorecida sobremanera por la vocación, que viene a ser como que asegurar que aquellas
cualidades anteriores se den de un modo casi "natural". Pues por vocación se tiene una
manera muy particular de ver y hacer las cosas que sean. Y en este caso particular estamos
hablando de una verdadera vocación de servir con amor, de servir al Señor y al prójimo. Una
de las mejores imágenes que podemos presentar al respecto es la de San Pablo al referirse al
cuerpo, en donde cada cual realiza una función importante y necesaria (1 Cor 12ss).

Nos recuerda el Catecismo: "(...) La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien
espiritual de la Iglesia, es décir, Cristo mismo, nuestra Pascua" (CEC 1324). Tenemos la
grave responsabilidad de ser conscientes del gran don que significa distribuir" todo él bien
espiritual de la Iglesia en Cristo Eucarístico", tal como lo explicitó la Immensae Caritatis al
instituir este nuevo oficio.

Es oportuno decir en este momento que "nadie da lo que no tiene", por tanto, nadie puede
distribuir al Señor si primero no ha procurado tener una experiencia personal con Él. Cuidado
al buscar los momentos propios de oración frente al Señor, la frecuente asistencia al
sacramento de la confesión , la meditación asidua de la Sagrada Escritura, una vida de
caridad, permanecer en estado de gracia, llegar con suficiente tiempo antes de realizar el
servicio para aquietar y disponer el corazón al encuentro.

EL ITINERARIO FORMATIVO DE
LOS DISCÍPULOS MISIONEROS.

6.2 EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS.


278. En el proceso de formación de discípulos misioneros, destacamos cinco aspectos
fundamentales…

a) El Encuentro con Jesucristo. Quienes serán sus discípulos ya lo buscan (cf. Jn 1, 38), pero
es el Señor quien los llama: “Sígueme” (Mc 1, 14; Mt 9, 9). Se ha de descubrir el sentido más
hondo de la búsqueda, y se ha de propiciar el encuentro con Cristo que da origen a la
iniciación cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio
personal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la comunidad. El kerygma no sólo
es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo
de Jesucristo. Sin el kerygma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la
esterilidad, sin corazones verdaderamente convertidos al Señor. Sólo desde el kerygma se da
la posibilidad de una iniciación cristiana verdadera. Por eso, la Iglesia ha de tenerlo presente
en todas sus acciones. (Documento de Aparecida. DA).

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