Obligaciones

provenientes de
hechos lícitos sin
convenio
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 Antecedentes
Por tradición, los hechos lícitos sin convenio han recibido el
nombre de cuasi contratos, pero la doctrina moderna ha
prescindido de ese termino, tal es el caso de nuestro código civil.
En el Código Civil de 1877 se regulaban los cuasicontratos bajo
cuatro principios de equidad que eran la base de las obligaciones
que se formaban sin convenio, así:

a. Cada uno quiere lo que le sea útil;

b. Nadie debe enriquecerse en detrimento de otro;
c. El que quiere aprovecharse de un hecho, no puede dejar de
someterse a sus consecuencias;
d. El hombre debe responder de los perjuicios que cause, no solo
por hecho propio, sino también por su descuido o imprudencia.
El Código Actual regula estos actos o negocios como hechos lícitos que generan
obligaciones, siendo estos:

a) La gestión de negocios.
b) El enriquecimiento sin causa.
c) La declaración unilateral de voluntad.

Arts. 1605 al 1644 del Código Civil

 La Gestión de Negocios
• Definición.

La gestión de negocios es un hecho lícito por el cual una persona sin ostentar
representación legal o contractual de otra, interviene en actos de gestión que a
ésta le interesan. Art. 1605 C.C.

Tiene su motivación en el hecho de que por diversas razones, los titulares de los
derechos no pueden ejercer los mismos y no tienen mandatario que vele por sus
intereses y entonces surge la figura del gestor de negocios que, por voluntad
unilateral decide actuar en su favor.
Ej.
En la vida real muchos ciudadanos emigran hacia otros países, logrando conseguir
trabajo y envían remesas que se invierten en compra de bienes. Si todo se hiciere
dentro de lo que corresponde, lo ideal seria que enviaran un mandato para que se
ejerciera su representación, pero debido a los trámites y gastos que ello implica, ya es
práctica corriente que el ciudadano inmigrante actúe a través de un gestor de negocios
que compre los bienes y los inscriba a su favor, pues el notario hará comparecer al
gestor, quien pagará el precio de la cosa y aceptara la compraventa para la persona
por quien ejerce actos de gestión.
 Similitudes y diferencias con el mandato

Similitudes.

• En ambas figuras jurídicas se encargan de asuntos ajenos.

• Los gastos en que se incurra por el cumplimiento y desempeño de
los negocios ajenos les serán indemnizados.
• Ésta encomienda tiene lugar principalmente por la no presencia de
sus titulares.
• Tanto del gestor como del mandatario tienen obligación de dar
cuenta de su administración al titular de los derechos al tenerse
por terminada la gestión o el encargo de los negocios ajenos.

• Tanto el mandatario como el gestor quedan obligados a desempeña

r con diligencia el mandato o la gestión que realicen en favor del
tercero, debiendo responder por los daños y perjuicios que causen.

• En ambas figuras existe un aprovechamiento de las ventajas

obtenidas en los negocios realizados
Diferencias
• La figura del mandato cuenta con la aceptación previa que realiza el mandatario del cargo
recaído en su persona, de lo que carece la figura de la gestión de negocios ya que el gestor en
ningún momento acepta la gestión que realiza.
• En la figura del contrato, existe un concurso de voluntades que le dan nacimiento al mismo y
vienen a ser un elemento esencial para su formación, en la gestión de negocios se observa que
existe aceptación de carácter tácita,
• El mandato es solemne, toda vez que tienen como requisito esencial constar en escritura pública
sin cuyo requisito no tendrán validez no pudiendo existir, en cambio la figura de la gestión de n
egocios no existe ni se encuentra fundamentada en un documento que le de carácter de o
bligatorio que compela a su cumplimiento.
 Enriquecimiento sin causa

• Antecedentes.

El segundo principio de equidad a que aludía el Código de 1877, es decir el de

“Nadie debe enriquecerse en detrimento de otro”, es la base del enriquecimiento
sin causa regulado en el artículo 1616 del Código Civil.

Cualquier contrato que se celebre produce alteraciones en el patrimonio de las

partes, pero si la alteración patrimonial no tiene causa y como consecuencia una
apersona se ha enriquecido indebidamente, nace la obligación de restituir el
provecho, la mejora o el beneficio obtenido.
Debe establecerse que nuestro código prevé el enriquecimiento sin causa, no
sólo como consecuencia de un pago indebido, sino también de cualquier otro
hecho que produzca el mismo efecto: enriquecerse sin causa.
Art. 1616 C.C.

No puede alegarse enriquecimiento sin causa en los contratos válidamente

celebrados.
Art. 1617 C.C.
• En materia de pago indebido, éste puede ser por error,
sin causa o por un acto ilícito.

• Todo pago indebido obliga a restituirlo, porque de lo

contrario quien lo recibió se enriquecería injustamente
a costa de quien los efectuó.

• Art. 1618 C.C.

 Buena fe y mala fe en el enriquecimiento ilícito
Buena fe:
Si se recibe la cosa de buena fe y se enajena, estará obligado a restituir el precio recibido o a
ceder la acción para reclamarlo del comprador. Si la enajenación se realiza a titulo gratuito, no
subsistirá. Art. 1620 C.C.

Mala fe:
Si se recibe lo que no se debía con mala fe, se esta obligado a restituir el bien o el precio recibido
por su enajenación, además responderá por los frutos, intereses legales y detrimento de los bienes.
Art. 1621 C.C.
• Prescripción.

La acción para recobrar lo indebidamente pagado prescribe

en un año contado desde la fecha en que se hizo el pago
indebido.

Art. 1628 C.C.

 Declaración unilateral de voluntad

Se entiende por declaración unilateral de la voluntad la exteriorización de la voluntad sancionada

por la ley: que implica para su autor la necesidad jurídica de conservarse en aptitud de cumplir,
voluntariamente, una prestación de carácter patrimonial pecuario o moral, en favor de una persona
que eventualmente puede llegar a existir o si, ya existe, aceptar la prestación ofrecida, o con la
cual hace nacer a favor de una persona determinada, un derecho, sin necesidad de que esta acepte,
o finalmente, con la cual extingue para si un derecho ya creado a su favor.
Clases de declaración unilateral
de voluntad

• Oferta al público.
• Promesa de recompensa.
• Títulos al portador.
 Oferta al público
Es una declaración unilateral de voluntad, hecha a toda persona que
pueda tener conocimiento de ella, con la expresión de los elementos
esenciales de una prestación que se ofrezca cumplir, seria y hecha
con el ánimo de satisfacer en su oportunidad, si fuere el caso.

Art. 1629 C.C.

 Promesa de recompensa

Acto jurídico unilateral por el cual una persona hace oferta

pública a personas inciertas o indeterminadas de una
gratificación por realizar determinado acto o conseguir
determinado resultado.

Art. 1630 C.C.

 Titulos al portador
Son aquellos que no están expedidos a favor de persona determinada, contengan o no
la cláusula “al portador”.

Este tipo de titulo de crédito crea para quien lo genera, la obligación de pagar la
prestación que el mismo contiene, independientemente de la persona que al fin de
cuentas sea el titular del mismo.

Art. 1638 C.C.