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LOS CUASICONTRATOS.
El artículo 1371 del código civil define los cuasicontratos como los hechos
puramente voluntarios del hombre, de los cuales resulta un compromiso cualquiera
respecto a un tercero, y algunas veces un compromiso reciproco por ambas partes.
Conforme a lo dispuesto por el artículo 1371, son necesarios tres requisitos para
la existencia del cuasicontrato:
PAGO DE LO INDEBIDO
Inexistencia la deuda:
Sea porque jamás ha existido;
Sea porque existiendo realmente una obligación, el deudor por error, paga a otra
persona, en lugar de al verdadero acreedor.
Sea que existiendo la deuda, no es pagada por el verdadero obligado, sino por
otra persona que por error creía ser el deudor.
Sea porque al verificarse el pago, la obligación estaba sujeta, en cuanto a su
existencia, a una condición suspensiva pendiente.
Cuando una persona que se cree deudora por error, ha pagado una deuda, tiene el
derecho a repetir contra el acreedor. El solvens debe haber creído en la existencia de la
deuda, ya que quien paga a sabiendas que no debe, consiente en una liberalidad o
quiere pagar una deuda ajena. En consecuencia, no se beneficia con la acción de
repetición.
La obligación principal que nace del pago de lo indebido consiste en la obligación, para
el accipiens, de restituir lo cobrado indebidamente. Pero la cuantía de la obligación
dependerá de la buena o mala fe de quien recibió el pago.
Accipiens de mala fe: Si por justicia se entiende tratar igual a los iguales y desigual
a los desiguales, es justo que quien actúe de buena fe reciba un tratamiento distinto de
aquel que obra de mala fe. En consecuencia:
1. El accipiens debe restituir la cosa recibida, y los frutos que haya producido,
sobre todo los intereses si el pago ha consistido en una suma de dinero, esto así
por lo que establece el artículo 1378 del Código Civil.
2. El artículo 1379 dispone que si el accipiens ha enajenado la cosa recibida, debe
el valor de la misma en el día del reembolso, sea cual sea el precio que haya
percibido al enajenarla.
3. Si la cosa ha parecido, aunque haya sido por caso fortuito, el accipiens debe
valor de aquella en el día del reembolso.
Accipiens de buena fe. El accipiens de buena fe no debe sufrir por el pago recibido;
por lo tanto, no se halla obligado, frente al solvens, sino en la medida de su
enriquecimiento. En consecuencia:
1. Debe restituir la cosa recibida, pero conserva los frutos y los intereses: todo
poseedor de buena fe hace suyos los frutos.
2. Si el accipiens de buena fe ha enajenado la cosa recibida, debe solamente el
precio que haya percibido, y no el valor de la cosa.
3. El accipiens de buena fe queda liberado si la cosa perece por caso fortuito.
El pago de lo indebido hace que nazca, con cargo al solvens, una obligación
accesoria, la de rembolsar los gastos útiles o necesarios efectuados por el accipiens para
la conservación de la cosa que haya recibido y que deba restituir.
Esa obligación de restitución que pesa sobre el enriquecido está limitada por el
importe del enriquecimiento y del empobrecimiento, el enriquecido no puede quedar
obligado a más de lo que se haya enriquecido, ni a menos de lo que se haya
empobrecido el demandante. El enriquecimiento se aprecia en la fecha de la demanda
formulada por el empobrecido.
PROMESA UNILATERAL
Dominicano?
La fuente de la obligación es el hecho que le da nacimiento, lo cual se halla
fundamentado sobre la existencia o no de la voluntad en la formación de la obligación.
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0cuasicontratos.,compromiso%20reciproco%20por%20ambas%20partes.
https://fc-abogados.com/es/el-enriquecimiento-sin-
causa/#:~:text=El%20que%20sin%20causa%20leg%C3%ADtima,y%20el%20deudor%
20el%20enriquecido.