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DERECHO CIVIL III

ANGEL ESTEBAN CASTILLO LR-20-30093

LOS CUASICONTRATOS.

El artículo 1371 del código civil define los cuasicontratos como los hechos
puramente voluntarios del hombre, de los cuales resulta un compromiso cualquiera
respecto a un tercero, y algunas veces un compromiso reciproco por ambas partes.

Conforme a lo dispuesto por el artículo 1371, son necesarios tres requisitos para
la existencia del cuasicontrato:

1. º Que sean hechos jurídicos lícitos.


2. º Que tales hechos sean puramente voluntarios.
3. º Que no exista convención.

PAGO DE LO INDEBIDO

El presupuesto inicial de esta institución es la inexistencia de una obligación


entre quien paga y quien acepta el pago, ya que todo pago presupone la existencia de
una deuda; si esta no existe, la entrega no tiene razón jurídica de existir y debe ser
restituida. En consecuencia, hay pago indebido cuando:

 El solvens (quien efectúa el pago) no es el deudor.


 Si el accipiens (quien recibe el pago) no es acreedor.
 Si el acto no tiene objeto, porque se paga algo distinto, y no hay acuerdo en la
sustitución
 Si carece de causa- fuente- porque nada se debe.

El pago es indebido cuando la obligación que el pago estaba destinado a


extinguir, no existía entre el solvens y el accipiens ni para el derecho civil, ni el derecho
natural.

Requisitos del pago de lo no debido.

Para que el accipiens este obligado a restituir lo que ha recibido deben


encontrarse reunidos tres requisitos: a) el solvens debe haber pagado una deuda que no
existía; b) es preciso que el solvens haya incurrido en un error al pagar; se requiere que
el accipiens no haya destruido su titulo de crédito.

Inexistencia la deuda:
 Sea porque jamás ha existido;
 Sea porque existiendo realmente una obligación, el deudor por error, paga a otra
persona, en lugar de al verdadero acreedor.
 Sea que existiendo la deuda, no es pagada por el verdadero obligado, sino por
otra persona que por error creía ser el deudor.
 Sea porque al verificarse el pago, la obligación estaba sujeta, en cuanto a su
existencia, a una condición suspensiva pendiente.

Error del solvens.

Cuando una persona que se cree deudora por error, ha pagado una deuda, tiene el
derecho a repetir contra el acreedor. El solvens debe haber creído en la existencia de la
deuda, ya que quien paga a sabiendas que no debe, consiente en una liberalidad o
quiere pagar una deuda ajena. En consecuencia, no se beneficia con la acción de
repetición.

El accipiens no debe haber destruido el titulo.

El accipiens no debe haber destruido a consecuencia del pago, su titulo de


crédito. La acción de repetición por error contra el acreedor que tenía derecho al pago se
debilita por lo dispuesto en la segunda oración del artículo 1377, según la cual" este
derecho cesa en el caso en que el acreedor ha suprimido su título por consecuencia del
pago". Se parte aquí de la premisa de que el acreedor no se daba cuenta del error del
solvens y, recibiendo de buena fe el pago, destruyó su título, es decir, el documento en
que constaba su crédito. Si el acreedor se viese obligado a restituir el pago, estaría en la
imposibilidad de accionar contra su verdadero deudor por falta de prueba, por esa razón
se deniega, en ese supuesto, la acción de repetición al solvens, a quien se le reserva el
repetir contra el deudor. Esa regla solo beneficia al accipiens de buena fe.

Efectos del pago indebido.

La obligación principal que nace del pago de lo indebido consiste en la obligación, para
el accipiens, de restituir lo cobrado indebidamente. Pero la cuantía de la obligación
dependerá de la buena o mala fe de quien recibió el pago.

Accipiens de mala fe: Si por justicia se entiende tratar igual a los iguales y desigual
a los desiguales, es justo que quien actúe de buena fe reciba un tratamiento distinto de
aquel que obra de mala fe. En consecuencia:
1. El accipiens debe restituir la cosa recibida, y los frutos que haya producido,
sobre todo los intereses si el pago ha consistido en una suma de dinero, esto así
por lo que establece el artículo 1378 del Código Civil.
2. El artículo 1379 dispone que si el accipiens ha enajenado la cosa recibida, debe
el valor de la misma en el día del reembolso, sea cual sea el precio que haya
percibido al enajenarla.
3. Si la cosa ha parecido, aunque haya sido por caso fortuito, el accipiens debe
valor de aquella en el día del reembolso.

Accipiens de buena fe. El accipiens de buena fe no debe sufrir por el pago recibido;
por lo tanto, no se halla obligado, frente al solvens, sino en la medida de su
enriquecimiento. En consecuencia:

1. Debe restituir la cosa recibida, pero conserva los frutos y los intereses: todo
poseedor de buena fe hace suyos los frutos.
2. Si el accipiens de buena fe ha enajenado la cosa recibida, debe solamente el
precio que haya percibido, y no el valor de la cosa.
3. El accipiens de buena fe queda liberado si la cosa perece por caso fortuito.

Obligación del solvens.

El pago de lo indebido hace que nazca, con cargo al solvens, una obligación
accesoria, la de rembolsar los gastos útiles o necesarios efectuados por el accipiens para
la conservación de la cosa que haya recibido y que deba restituir.

GESTIÓN DE NEGOCIOS AJENOS

Entre los requisitos de la gestión de negocios ajenos, algunos conciernen al


dueño, algún otro al gestor y otros, por último, son relativos al acto de gestión o
administración.

La gestión de negocios ajenos es la segunda de las dos fuentes autónomas de


obligaciones que los redactores del Código Civil francés clasificaron entre los
cuasicontratos. La gestión de negocio: es un acto en virtud del cual una persona
denominada gestor, interviene o se ocupa de los asuntos de otra, denominada dueño, sin
obligación legal o convencional de hacerlo

En cierto sentido, la gestión de negocios ajenos tiene analogía con el mandato;


pero difiere sensiblemente de este, porque no se basa en un acuerdo de voluntades.

Requisitos de la gestión de negocios ajenos.


A. Requisitos relativos al dueño.
a) El dueño no debe haber consentido en la gestión; el consentimiento del
dueño convertiría el negocio en un mandato. La gestión de negocios ajenos
obliga al dueño fuera de su voluntad; su capacidad no se exige.
b) El dueño no debe haberse opuesto a la gestión; la persona que interviniera
en los asuntos ajenos contra la voluntad del dueño, incurriría en una culpa
delictual.

B. Requisitos relativos al gestor.

El gestor debe tener la intención de administrar los negocios de otro, pero no


es indispensable que obre por el exclusivo interés del dueño.

Por administrar el gestor sin la voluntad de obligarse, su capacidad es


indiferente. Pero posee cierto influjo sobre la validez de los actos jurídicos que haya
podido celebrar en su propio nombre: tiene el derecho a demandar la nulidad de los
mismos y, en ese caso, el dueño no está obligado para con él.

C. Requisitos relativos al acto de gestión.

El acto de gestión puede ser un hecho material o un acto jurídico. Debe


presentar dos requisitos: 1. Debe ser útil en el momento que se cumpla, aun cuando,
como resultado de circunstancias posteriores, no procure ningún enriquecimiento al
dueño. 2. No debe exceder del límite de los actos de administración.

Efectos de la gestión de negocio.

A. Obligaciones del gestor.


a) Frente a terceros, el gestor no está obligado más si ha celebrado con ellos
algunos actos jurídicos en su propio nombre.
b) Tres obligaciones pesan sobre el gestor de negocios con respecto al dueño:
Debe concluir el acto que haya emprendido. Debe administrar como buen
padre de familia; su culpa se aprecia in abstracto, por preferencia a la del
buen padre de familia; pero el juez tiene el poder de moderar el
resarcimiento. Debe rendir cuentas de su gestión ante el dueño.
B. Obligaciones del dueño de negocio.
a) Está obligado, con respecto a terceros, por los actos útiles que se hayan
celebrado por el gestor, en su propio nombre, para la administración.
b) Debe indemnizar al gestor por todos los gastos útiles o necesarios.
Los redactores del Código Civil presentaron los cuasicontratos como una
fuente autónoma de obligaciones, junto a los contratos, a los delitos y
cuasidelitos. Asimismo intentaron, en una definición, reunir los rasgos
característicos de los cuasicontratos: "Los cuasicontratos son los hechos
puramente voluntarios del hombre, de los cuales resulta un compromiso
cualquiera respecto a un tercero, y algunas veces un compromiso recíproco
por ambas partes.
Nuestra legislación sólo regula dos tipos de cuasicontratos: la gestión
de negocios ajenos y el pago de lo indebido, la jurisprudencia es quien ha
añadido el tercer cuasicontrato, el enriquecimiento sin causa.
Los cuasicontratos en el Código Civil están regulados en el título IV,
el cual se dedica al estudio de los compromisos que se hacen sin
convención, dicho título en su primer capítulo establece las reglas de los
cuasicontratos desde el artículo 1371 al 1381, los cuales transcribiremos
a continuación:

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

El que sin causa legítima, se enriquece a expensas de otro, está obligado a la


restitución.

El cuasicontrato de enriquecimiento sin causa hace que nazca una obligación de


la que el empobrecido es acreedor y el deudor el enriquecido.

Esa obligación de restitución que pesa sobre el enriquecido está limitada por el
importe del enriquecimiento y del empobrecimiento, el enriquecido no puede quedar
obligado a más de lo que se haya enriquecido, ni a menos de lo que se haya
empobrecido el demandante. El enriquecimiento se aprecia en la fecha de la demanda
formulada por el empobrecido.

Los requisitos para el enriquecimiento sin causa son los siguientes:

 El empobrecimiento debe ser la consecuencia del enriquecimiento


 El empobrecido no debe haber incurrido en ninguna culpa.
 El empobrecido no debe haber obrado en su propio interés.
 El enriquecimiento no debe tener una causa legítima, es decir, no debe resultar
del cumplimiento de un acto jurídico válido o de la aplicación de una
disposición legal o consuetudinaria.

PROMESA UNILATERAL

De acuerdo con el artículo 1956 del Código Civil:

Artículo 1956.- Por la promesa unilateral el promitente queda obligado, por su


sola declaración de voluntad, a cumplir una determinada prestación en favor de otra
persona.

¿Es fuente de obligaciones en el Derecho

Dominicano?
La fuente de la obligación es el hecho que le da nacimiento, lo cual se halla
fundamentado sobre la existencia o no de la voluntad en la formación de la obligación.

LAS FUENTES VOLUNTARIAS: La obligación encuentra su fuente en la voluntad


del deudor.

http://jurisconsultosuasdianos.blogspot.com/2010/12/obligaciones.html#:~:text=Los%2
0cuasicontratos.,compromiso%20reciproco%20por%20ambas%20partes.

https://fc-abogados.com/es/el-enriquecimiento-sin-
causa/#:~:text=El%20que%20sin%20causa%20leg%C3%ADtima,y%20el%20deudor%
20el%20enriquecido.

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