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DE GUATEMALA
SEDE CHIMALTENANGO
LIC. LUIS ALBERTO CHAVEZ MOLINA
ABOGADO Y NOTARIO
EL NEGOCIO JURIDICO
¿Qué es un Hecho Jurídico?
Son aquellos fenómenos o sucesos que devienen de la naturaleza,
totalmente ajenos a la voluntad del hombre y sin embargo producen
efectos jurídicos en la vida y en el patrimonio.
¿Qué es un Acto Jurídico?
Artículo 1517 CC
Requisitos de Validez
• Capacidad legal del sujeto que declara su voluntad
• Consentimiento que no adolezca de vicio (error, dolo, violencia,
simulación)
• Objeto licito. La materia o sustancia del negocio jurídico debe estar
siempre permitido por la ley.
Cumplidos los requisitos que señala el artículo 1251 del CC las personas
tienen un amplio margen de libertad para que busquen
unilateralmente o por acuerdo con otras, los resultados jurídicos de
creación, modificación, transmisión o extinción de derecho.
Intencionalidad de las partes en el Negocio
Jurídico
El objeto del negocio jurídico debe ser licito y posible, pues no tiene
sentido alguno admitir propósitos contrarios a la ley o humanamente
irrealizables . Art. 1538
Limitaciones que impone el Código Civil para
celebrar negocios jurídicos
• Negocio ajeno
• Justificación. La intromisión debe ser necesaria y oportuna
• Interés o beneficio del propietario Art. 1610 CC
• Espontaneidad del gestor
• Ausencia de ánimo de lucro
Obligaciones del gestor
• Realizar la gestión con diligencia y buena fe. La buena fe consiste en
la genuina convicción de que lo que hace es correcto y producirá
resultados favorables para el propietario. Art. 1607 CC
• Dar aviso al propietario tan pronto como le sea posible, y esperar su
decisión, a menos que haya peligro en la demora. Art. 1606 CC. Si
por causas insuperables le fuere imposible continuar, puede
separarse de la gestión solicitando previamente autorización al juez
competente, pues si incurre en abandono injustificado de lo que
inicio, será responsable de los daños y perjuicios que por ese motivo
sufra el propietario.
• Mantenerse dentro del giro normal del negocio. Art. 1610 del CC. El
gestor queda facultado para cuidar, conservar y administrar en
beneficio del propietario, pero no para transformar, ni menos para
realizar actividades que pongan en riesgo el asunto, ni para enajenar,
gravar o limitar la propiedad del dueño.
• Rendir cuentas al propietario
• Entregar al propietario los bienes que le pertenezcan, y los frutos
producidos
• Resarcir al propietario los daños y perjuicios que con culpa hubiere
causado.
Obligaciones del Propietario
1. Responder el aviso que le dio el gestor
a) El propietario responde rechazando la gestión, ésta terminará en el
momento en que el propietario o su representante se apersonen. El
gestor si puede reclamar del propietario los gastos necesarios que
hubiere realizado, siempre y cuando la gestión haya sido encaminada
a evitar daños o perjuicios y a producir beneficios para el propietario,
de lo contrario el propietario no puede ser obligado a pagar por lo
absolutamente inútil.
b) El propietario responde ratificando la gestión. Dicha ratificación
puede ser expresa o tácita. Es tacita la ratificación cuando el
propietario aprovecha los beneficios de la gestión. Art. 1611 y 1612
del CC.
Debe entenderse que la gestión no se convierte estrictamente en
mandato pues no cumple las solemnidades de éste, pero si tiene los
efectos del mandato retrotraídos del momento en que se inicio la
gestión.
2. Pagar los gastos necesarios y útiles que el gestor hubiere efectuado.
Art. 1613
3. Indemnizar al gestor por los daños y perjuicios que hubiere sufrido,
sin su culpa, en el desempeño de la gestión. Art. 1609
5. Responder ante terceros de las obligaciones contraídas en su
interés por el gestor, aun en caso que la gestión hubiere tenido por
objeto evitar algún daño o perjuicio inminente y manifiesto y no
resultare provecho alguno. El gestor actúa en favor del propietario,
no en su nombre, por lo tanto las obligaciones ante terceros las
contrae el gestor en su propio nombre, pero desde la ratificación de
la gestión el propietario queda obligado a responder de ellas.
NEGOCIOS JURÍDICOS BILATERALES O
CONTRATOS
Definición Doctrinaria:
El contrato es el negocio jurídico bilateral, constituido por el acuerdo
pleno, consciente y libre de voluntades de dos o mas personas
particulares, iguales ante la ley, que fundado en una causa lícita
produce efectos jurídicos idóneos para crear, modificar, transmitir o
extinguir obligaciones de naturaleza patrimonial.
Artículos: 1257, 1258, 1259, 1260, 1303 inciso 2º. Y 1310 del CC
Dolo:
“El dolo vicio de la voluntad o del consentimiento tiene un significado
distinto: dolo es el error provocado, inducido por acción o por omisión,
sea por la contraparte en el acto jurídico bilateral, sea por un tercero:
es un vicio en la voluntad porque afecta la intención, del mismo modo
que el error, produciendo en el sujeto que lo padece una falsa
representación o valoración de la realidad (contrato). Art. 1261 CC.
Consiste en obrar de mala fe, es decir con mala intención, para engañar
a la otra parte que es miembro de determinado contrato. Art. 1519 del
CC “Los contratos deben ejecutarse de buena fe y según la común
intención de las partes” Art. 17 LOJ “Los derechos deben ejercitarse
conforme a las exigencias de la buena fe”
• Dolo por Acción (dolo activo): decir o hacer para engañar 1263 CC
• Dolo por Omisión (dolo pasivo): callar, no advertir, para provocar el
engaño 1263CC
Clases de Dolo:
• Dolo Principal, causante o determinante:
Determina la voluntad de tal forma que sin él, el negocio no se hubiere
realizado. Art. 1262 CC. Se refiere a un factor importante, que decide
al otro a contratar, de tal manera que, si no hubiese existido ese
comportamiento o conducta indiciosa, el contrato no se hubiese
celebrado. Recae sobre el motivo último que determinó la voluntad de
quien, mediante el engaño, consintió en la contratación.
• Dolo Incidental:
Este recae sobre aspectos no determinantes de la contratación; y por
su menor gravedad, no invalida el contrato. Únicamente da lugar al
resarcimiento de daños y perjuicios causados. No produce la nulidad
del negocio jurídico pero al existir el mismo genera el resarcimiento de
daños y perjuicios.
• El que invoca el engaño como motivo para anular el contrato, debe
probar el dolo de su contraparte. El que procedió dolosamente no
puede demandar la anulación del contrato invocando su propio dolo.