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GUÍA DE LECTURA

Ranciere: Sobre políticas estéticas

- ¿Qué es el arte post utópico según el autor?


Es el arte que aparece como consecuencia de la utopía estética, idea de
radicalismo del arte que se atribuía la capacidad de transformación radical
de las condiciones de vida colectiva. Este arte post utópico está relación
con la posmodernidad y caída de los grandes relatos que se sostenían en la
modernidad y que justificaban el mundo. El propósito del arte se transforma
entonces de una época a otra: del propósito de cambiar el mundo a un
trabajo sobre los pequeños relatos. Ambos propósitos son del orden de lo
político.
Hay dos grandes teorías sobre el presente post utópico del arte. La primera
(filósofos e historiadores del arte) pretende aislar el radicalismo de la
investigación y de la creación artística de las utopías estéticas de la nueva
vida. Piensa en un arte que expresa algo distinto de la experiencia
cotidiana, en el arte de una fuerza que hace pedazos la experiencia común.
Esa fuerza es lo de lo sublime kantiano. (1ra teoría: la política estética del
arte de lo sublime).
La segunda (artistas y profesionales de instituciones artísticas), piensa en
un arte de la redisposición de objetos e imágenes que forman el mundo
común ya dado, el trabajo a partir de microrelatos no muy distintos de la
vida ordinaria. En ese sentido es lo contrario de la idea de lo sublime. Esta
postura piensa en un arte que crea lazos entre los individuos (caso de la
política estética del arte relacional).
Ambas tienen en común que instauran una idea del teatro en torno a la idea
de comunidad, similitud que se erige sobre la caída de la emancipación y
progreso que expresaba la modernidad respecto del arte.
- ¿Cómo define la estética de la política y la política de la estética?

La estética de la política consiste en la reconfiguración de la división de lo


sensible, en introducir sujetos y objetos nuevos y hacer visible aquello que
no lo era, es un proceso de creación de discensos. Tiene que ver con el
mundo de las imágenes, lo que tiene voz, quien decide sobre el discurso.

La política de la estética es la manera en que las prácticas y las formas de


visibilidad del arte intervienen en la división de lo sensible y en su
reconfiguración, en el que recortan espacios y tiempos, sujetos y objetos, lo
común y lo particular. (dos formas de la política estética: el arte relacional y
el arte de lo sublime).
En resumen:

Creo que lo político sería incluir lo que no tiene voz y la estética la manera
de lograrlo.

Desde el segundo punto de vista, la estética es la que puede operar en


distintos sentidos según la política que opere sobre ella (si le da voz a
quienes no la tienen u otras posibilidades como el arte x el arte, el arte
crítico, etc).

La política del arte consiste en interrumpir las coordenadas normales de la


experiencia sensorial (sea desde la postura que sea se busca lograr algo
con el arte, tiene un fin comunitario y en función de ese objetivo se muestra
o se deja de mostrar algo).

- ¿Cuál es la diferencia entre política y policía?


Ranciere opone la política a la policía. Mientras que la primera es del orden
del disenso, la puja, el desacuerdo x el sentido de las cosas, la policía es la
política ya institucionalizada, ya coagulada por un núcleo duro de poder. La
policía, a diferencia de la política está dentro del orden del acuerdo y del
consenso porque está atravesada por la fuerza y una dominación.
La política no es el ejercicio del poder o la lucha por él, es la configuración
de un espacio específico, la circunscripción de una esfera particular de
experiencia.

- ¿A qué llama repartición/redistribución de lo sensible?


La redistribución de lo sensible es lo que el arte debe realizar para que
todos tengamos acceso a lo sensible. Es la tarea que para Ranciere tiene el
arte, abrir las posibilidades de lo que puede ser representado, correr los
límites de lo posible, de lo decible. De esa forma, el arte le da voz a lo que
no tiene voz, hace visible lo que no lo era al trabajar en el borde de lo
simbolizable, en el límite del lenguaje.
- ¿Qué es el arte de lo sublime?
Es una de las herramientas que permite la redistribución sensible, una
forma de ejercer la política estética.
La estética de lo sublime pone al arte bajo el signo de la deuda inmemorial
contraída con Otro absoluto. Pone en crisis las ideas de mundo o de
realidad en tanto las considera categorías imaginarias, dado que no hay un
solo mundo o una sola realidad sino que hay muchas y que su construcción
es meramente una idea humana. Lo sublime como tal para Kant es todo lo
no simbolizable, lo que no podemos integrar a lo que conocemos. El arte de
lo sublime apuesta a que la percepción desborde la posibilidad de significar.
Este tipo de arte plantea una comunión metafísica. Las obras no hablan de
nada conocido en términos discursivos, plantean mundos alternativos
incognosibles en términos de razón. Es un arte perturbados que confronta
desde una conciencia distinta de la cotidiana.
- ¿Qué es el arte relacional?
Es otra de las herramientas que permite la redistribución sensible, otra
forma de ejercer la política estética. Este tipo de arte encuentra su
condición de existencia en el encuentro de la obra con el espectador, de
manera que la obra termina de constituirse en ese entre, en ese
intercambio que instaura una experiencia y un escenario común que
permite ir hacia lo desconocido y lo no imaginable a través de lo colectivo,
ampliando también los márgenes del mundo. La estética relacional rechaza
la idea de autosuficiencia de la obra. Su idea esencial es que el arte
consiste en construir espacios y relaciones para reconfigurar material y
simbólicamente el territorio común.

- ¿Cuál es, entonces, la función política del arte? Y ¿en qué plano de las
manifestaciones artísticas se juega?
La función política del arte es la de redistribuir lo sensible y darle voz a lo
que no tiene voz, a aquello que aún no entró en el orden del lenguaje, del
discurso social. Implica dar cuenta de experiencias que aun no pueden ser
simbolizadas o que nos parece irrepresentable, al darle tiempo y espacio
desde lo estético a lo que es puro ruido, el arte tiene la posibilidad de
expandir los límites de lo posible, de lo decible y de lo pensable.
En este sentido, el arte es poderoso o peligroso por su cualidad de
representar lo irrepresentable, tiene ese potencial porque puede trabajar
para hacer visible lo invisible de la misma manera que lo hace la ciencia
pero desde un lugar simbólico.

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