-Pero es que no nos tiene que

ver. Nos trepamos al lomo, y pasea

mos por todo el monte.
-Te gustaría, bichita!
-S, pero si vamos bien agarradi
52 tos. me da miedo ir tan alto. Historia de la vizcacha 53
Ee demsiado erande el
elefante. y la lechuza
-A mí no me da miedoy ya an
duve muchas veces dijo el bicho
colorado, poniéndose más colorado
todavía.
Todavía andan por aht. Y al bicho
colorado le parece que es muy lindo
cómo cantan el tordo y la calandria.
Y le parece que son hermoSos los ni -Tenemos que hacer algo dijo la
dos del horneroy el hueco en el ár lechuza.
bol que hizo el pájaro carpintero. Sí, sídijo la vizcacha, aquf
Hace mucho que andan muy jun cada uno hace lo que quiere, y eso es
titos, y niel elefante ni la elefanta, culpa del piojo.
distrafdos en sus cosas, se dieron -Del piojo y de ese elefante que
se vino a vivir en nuestro monte.
cuenta de que los dos bichos colo
rados se habían quedado a vivir ahí Por qué tiene que quedarse aquí?,
arriba, haciendo lo más parecido que nos quita todo el aire que respira
mos.
hay a dar la vuelta al mundo.
-Y nos quita el espacio.
-Y además come mucho.
 -Y se lo pasa charlando con ela Pero no se les ocurría ninguna
sapo, seguramente hablarndo mal de maldad. O mejor, se les ocurrían
nosotrOs.
muchas, pero ninguna servía. En
-iLas cosas que dirán! Ffjese queronces, dijo la lechuza:
hastael carancho no nos da más bo- -IPor qué no hacemos lo que sa
54 lilla y se dedica a volar muy alto. bemos hacer? 55
-Sí, sí, ese elefante es un bicho Yquà sabemos hacer? -pre
peligroso. Y con esa nariz que tiene,guntó la vizcacha.
se respira todo el aire. Hablar mal de los bichos. Pero
-Cualquier día nos quedamos hacerles creer que el que habla mal
Sin aire para nosotros, que somos los de ellos es el elefante.
dueños de este monte. Entonces, comenzaron las habla
-Habría que hacer algo, doña le durías en el monte.
chuza, y yo comenzaría por echarlo Alguien ijo que alguien había di
al elefante.
cho que le
-Eso es fácil. Hay que planearrefa del sapodijeron
que el elefante se
algo para que los otros bichos le ten por petisoy jetón.
gan bronca.
Alguien oyó que alguno había es
Cuchado que el elefante decía que el
-iQué podríamos hacer! piojo era un bicho insignificante.
-No sé, pero hay que ponerse aAlguno repitió que le habían con
pensar. Y tenemos que comenzar ya tado que oyeron cuando el elefante
mismo.
Y la lechuza y la decía que el puma es un jaguar sin
ron.
vizcacha pensa manchas.
Y que el jaguar es un
Siete días y
siete noches pensaron. puma man
chado.
 Muchos empezaron a decir que
parecía que el elefante quería pisar
les las orejas a todos.
Y que el dueño de todo el aire es
el elefante.
S6 Yal que no le guste que se vaya.
Y que después de todo, si no se
van, los va a echar uno por uno.
Y que les va a pisar las patas y la
cola y las orejas.
Ylos rumores corrieron. Corrieron
por arriba y por abajo. A algunos,
les entró miedo, y trataban de estar
siempre lejos del elefante.
A otros les dio rabia, pero tam
bién se alejaban de ese elefante tan
peligroso.
-iNo puede ser! -le dijo el pio
jo al sapo. No puede ser que el
elefante diga que usted es petiso y
jetón.
-Menos va a andar diciendo que
usted es un bicho insignificante. No,
amigo piojo, aquí pasa algo raro.
-Y lo voy a averiguar ya mismo,
porque sospecho de dónde salen esas
barbaridades dijo el piojo.
 Yse fue. Se fue silbando bajito, di Ycontó con pelos y señales todo lo
simulado entre los yuyos, para el lado que había averiguado. Después dijo:
donde estaba la lechuza. Cuando la -Y ahora tenemos que resolver
vio conversando con la vizcacha, qué hacemos con estos dos bichos
se hizo más chiquito, aplastándose chismosOs.
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contra el suelo y se acercópara ofriYo me como a la vizcacha y 59
qué hablaban. asunto arreglado! dijo el puma.
-1Todo va marchando bien! Si nohay más remedio, yo pue
dijo la lechuza. dÏ comerme a la lechuza dijo el
-Tenemos que seguir un poco jaguar.
más, y chau, elefante. iNo hay nadie or-Eso es muy aburrido -protestó
como usted para los chismes, amiga la pulga yo creo que conviene di
lechuza! vertirnos un poco.
-Es cuestión de práctica, y usted -iDivertirnos? iEso lo mejor!
sabe que yo tengo mucha práctica. dijo el sapo-. ¿Y qué hacemos?
El piojo, sin hacer ruido, corrió Hacer que se enojen entre ellas
hasta donde estaba el sapo. Después, dijo la pulga.
llamaron a la pulga, al mono, al bi Y por el monte comenzaron a co
cho colorado, al jaguar, al tapir, al Irer otros rumores.
yacaré, al puma y por último al ele Que la vizcacha decía que la le
fante. chuza no sabía volar.
Si ustedes quieren, yo me voy Que la lechuza decía que la vizca
-dijo el elefante. cha era un bicho estúpido.
No, don elefante -dijo el pio Que la vizcacha se reía del chisti
jo-, usted no se va. do de la lechuza.
 Que la lechuza se refa de los dien
tes de lavizcacha.
Y que la vizcacha...
Y que la lechuza..
Al poco tiempo, la vizcacha y la
60 lechuza trataban de estar lo más le Fin de la historia
jos posible una de la otra. 51

La lechuza no
ba pasando. Y loentendíaloque
esta
que menos podía
entender era por qué todos los bichos
paseaban en lomo de elefante, como
si no supieran que era un animal
perverso que les iba a respirar todo
el aire del monte.
Pero lo peor de todo era que el mo -Me parece que mne falta algo, don
nito daba saltos mortales en el lomo sapo dijo el piojo.
del elefante y la miraba y se refa. Amí también me anda faltan
La lechuza podía dar vuelta a la do algo dijo el bicho colorado.
cabeza, podfa cerrar los ojos, pero se -Saben lo que pasa? Ustedes es
guía oyendo la risa del monito. t¥n extrañando que las cosas anden
-Dígame, don piojo preguntó mal. Les gusta la pelea, y ahora que
el yacaré icómo se dio cuenta de en el monte está todo tranquilo, no
que eran inventos de la lechuza? se quedan conformes.
-Muy fácil. iA quién se le ocurre -Sí, por aquí está tranquilo, pero
pensar que el sapo es petiso y jetón? tal vez estemos haciendo falta en
otro lugar del mundo.
 -Y usted se cree que puede arre
glar las cosas de todo el mundo! INo
suena medio pretencioso?
-Yo solo no, don sapo, ¿pero qué
le parece juntos?
-Así es diferente. ¿Los tres?
62
están locos si piensan que se van so
los. Y no se olviden que los tres mos
queteros eran cuatro.
Pero eran cuatro hombres, con
ellos no peleaba ninguna mujer-di
jo el sapo. 63

-Claro -dijo el bicho colora La pulga se puso bizca de bronca.

do, no me van a dejar a mí. Asf
hacemos como en el cuento que
nos contó don sapo cuando vino de
Buenos Aires, ese de Los Tres Mos
queteros.
-iPor dónde comenzamos!
guntóel piojo.
-Lo más cerca es Castelli, o Tres
Isletas, o Saénz Peña, esas grandes
ciudades por donde yo inicié mi pri
mera vuelta al mundo.
Que yo sepa, donde más es
tamos haciendo falta es en Buenos
Aires dijo el sapo Y eso sólo
para comenzar.
-iUsted, don sapo, con esas an
tigüedades! iNi se le ocurra!
Ninguno dijo nada.
Y ahí est¥n, el piojo, el sapo, el bi
cho colorado y la pulga, mirando el
pre río y pisando fuerte, esperando que
pase un buen camalote, en el que
piensan viajar para arreglar las cosas
que andan mal en Buenos Aires. Y
eso sólo para comenzar.

iEntonces vamoS para allá! Se

entusiasmóel bicho colorado.
-iUn momento, un momento!
gritó la pulga. Ya los escuché,