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INTRODUCCIÓN

CAPITULO I

LOS ACUERDOS DE PAZ EN EL SALVADOR.

1. CONCEPTO

2.NATURALEZA JURÍDICA

3.BREVE RESEÑA HISTÓRICA

4.PROCESO DE NEGOCIACIÓN

4.1.Acuerdos de Ginebra

4.2.Acuerdo de Caracas

4.3.Acuerdo de San José

4.4.Acuerdo de México

4.5.Reunión de Caraballeda y Querétaro.

4.6.Acuerdo de Nueva York

4.7.Acta de Nueva York

4.8.Acuerdo de Chapultepec.
CAPÍTULO II

LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN EL SISTENA JUDICIAL.

1.CONCEPTOS, NATURALEZA JURÍDICA Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

1.1.Conceptos

1.2.Naturaleza Jurídica

1.3.Evolución Histórica

2.ASPECTOS DOCTRINARIOS EN LA REFORMA CONSTITUCIONAL.

3.PROCESO DE REFORMA JUDICIAL EN EL SALVADOR, COMO RESULTADO DE LA


SUSCRIPCIÓN DE LOS ACUERDOS DE PAZ.

4.LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN EL DERECHO COMPARADO CON LOS PAÍSES DE


AMERICA LATINA.
CAPITULO III
EL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, COMO INSTITUCIÓN GARANTE DEL
PRINCIPIO DE INDEPENDENCIA JURÍDICA.

1.CONCEPTO, NATURALEAJURÍDICA Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

1.1.Concepto y Naturaleza Jurídica

1.2.Evolución Histórica del Consejo Nacional de la Judicatura.

2.MPORTANCIA Y FUNCIONAMIENTO DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA

3.ATRIBUCIONES Y FINALIDADES DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

3.1.Atribuciones.

3.2.Finalidades del Consejo Nacional de la Judicatura.

4.ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

5 ESTUDIO COMPARATIVO DE LA INSTITUCIÓN DEL CONSEJO NACIONAL DE LA


JUDICATURA, EN RELACIÓN A OTROS PAÍSES DE IBEROAMERICA.

6.BREVE ANÁLISIS COYUNTURAL DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.


CAPITULO IV

RETRASOS E INCUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS DE PAZ, EN LO RELATIVO AL


FUNCIONAMIENTO DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

1.CAUSAS Y FACTORES QUE INCIDEN EN LA PROBLEMÁTICA…

1.1.La Excesiva Centralización o Concentración de funciones político-administrativas, por parte de


la Corte Suprema de Justicia.
1.2.La Política Partidista del Sistema Judicial, en lo relativo al Sistema de Administración de
Justicia.

1.3.La Falta de Voluntad Política, en el avance hacia El Mejoramiento del Sistema de


Administración de Justicia.

1.4.Carencia de Recursos Humanos y Económicos.

2.CONSECUENCIAS QUE GENERA EL RETRASO E INCUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS


DE PAZ, EN LO QUE SE REFIERE AL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.
CAPÍTULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.

1.Conclusiones sobre problemática planteada


2.Propuesta de Soluciones Concretas

3.BIBLIOGRAFÍA
ANEXO

ANEXO 1. ACUERDOS DE PAZ

ANEXO 2. CALENDARIO DE EJEUCION DE LOS ACUERDOS DE PAZ.

ANEXO 3. TEXTO DE LAS REFORMAS CONSTITUCIONALES, APROBADAS EL 29 DE ABRIL


DE 1994.

ANEXO 4. LEY DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

ANEXO 5. CUESTIONARIO DE ENTREVISTA, CEDULAS DE ENCUSTAS Y TABULACIONES DE


DATOS.

__________________________

INTRODUCCIÓN

Ante todo queremos dejar constancia en estas primeras líneas del propósito que nos anima en la
selección e investigación de la tarea que nos hemos encomendado, la que hace referencia
específicamente a un hecho histórico y trascendental de la vida de nuestro país, como lo es la
Suscripción de los Acuerdos de Paz, donde toma relevante interés el Proceso de Reforma
Constitucional, y de manera muy particular lo relativo a la Institución del Consejo Nacional de la
Judicatura como punto esencial de la citada Reforma en el campo Judicial. Ello nos ofrece una
oportunidad acaso única y por consiguiente histórica, de profundizar en el estudio de los contextos
señalados, para acercarnos a lo que podríamos llamar Líneas Generales de un Ordenamiento
Jurídico, construido según los Principios Básicos sobre los que se sostiene la vida social y
comunitaria que según otro instrumento puede como el Derecho basado en la Justicia, servir de
soporte a la Consolidación de la Paz tan anhelada por el pueblo salvadoreño.

En el marco señalado, la razón fundamental que nos motivó en la presente investigación, es sin
duda, la existencia de un marcado desinterés y falta de importancia a que se ha visto sometida una
Institución innovadora como lo es El Consejo Nacional de la Judicatura, que a través de su precoz
existencia ha asumido matices diferentes en cada uno de los países donde se ha implantado; que
debido a la relativa importancia otorgada al CNJ, por revestir este una relevante significación en el
Sistema Jurídico Salvadoreño, y construir el pilar fundamental donde descansa el Principio de
Independencia Judicial, necesario e indispensable para el logro de una correcta y sana
Administración de Justicia.

Enunciado lo anterior, nuestro tema investigación está referido específicamente, a los Retrasos en
el Cumplimiento de los Acuerdos de Paz en lo que concierne al Consejo Nacional de la Judicatura
como Instituto Garante de la Independencia Judicial, a partir de la Reforma Constitucional de 1991.
Se hace posible entonces, dejar en claro que el desarrollo del CNJ respecto al cumplimiento del
Calendario de Ejecución de estos; y por otro lado tanto la Ley Primaria como Ley del CNJ, no
recogen a plenitud la esencia misma de los Acuerdos logrados, siendo acá donde estriba la virtual
importancia que nos orienta en la presente investigación, la cual enmarcada a partir de la Reforma
Constitucional de 1991 a la fecha, sin dejar de lado el estudio de sus antecedentes históricos.

En otro contexto, por el índice que precede, puede observarse el camino que hemos seguido en
esta exposición de ideas elaboradas en un primer plano, una Introducción en la que nos
encontramos, destinada a dar cuenta de este estudio; luego damos inicio al desarrollo de un
esquema capitular, que se desglosa de la siguiente manera: I-Los Acuerdos de Paz en El Salvador:
enmarcándose en este, su concepto y naturaleza jurídica, reseña histórica, y el proceso de Diálogo
Negociación. II-La Reforma Constitucional en el Sistema Judicial: estableciendo se acá, conceptos,
naturaleza jurídica y evolución histórica, así como aspectos doctrinarios, Proceso de Reforma
Judicial, y un estudio comparativo de esta con algunos países de América Latina. III-El Consejo
Nacional de la Judicatura, como Institución Garante del Principio de Independencia Judicial: en
este apartado desarrollamos su concepto, naturaleza jurídica y Evolución Histórica, continuando
con el desarrollo de su importancia y Funcionamiento, Atribuciones, Finalidades, su estructura
Orgánica, y un estudio comparativo de la Institución en relación a oros países Iberoamericanos. IV-
Retrasos e Incumplimiento de los Acuerdos de Paz, en lo relativo al Funcionamiento del Consejo
Nacional de la Judicatura: donde se enfatiza en las Causas y Factores que inciden en la
Problemática, y las Consecuencias que genera la misma. Y V-Este último se dedica a dejar
constancia de unas Conclusiones a que llegamos al final de nuestra investigación, y a la vez
dejando plasmado nuestro criterio propósitivo, al virter algunas Recomendaciones como posibles
alternativas de soluciones a la Problemática.

También queremos destacar que la Metodología abordada en la presente investigación, nos ha


permitido ir recabando poco a poco la información, que ha sido sometida posteriormente a un
análisis pormenorizado, en el que la reflexión en orden a las diversas realidades sociales y
jurídicas, resulta imprescindible, trasciende más allá de una investigación puramente jurídico-
formal: razón por lo cual la metodología empleada se encuentra ligada a una combinación de los
llamados Métodos de Investigación Lógico Deductivo (Modelo de Investigación Jurídico-Teórico),y
el Experimental Inductivo, (Modelo de Investigación Jurídico-Social).

Cabe mencionar así mismo que la presente tarea investigativa, no ha sido del todo un éxito, pues a
lo largo de la misma, hubo tropiezos y dificultades que afrontar, específicamente en el desarrollo
del Plan de Trabajo de Campo, en la aplicación de Entrevistas y Encuestas a los sectores
seleccionados y, sin embargo, consideramos que tales dificultades, son ingredientes que van
inmersos en todo proceso de investigación, que, aunque se ponga todo un empeño en combatirlos,
persisten en el mismo.

Finalmente queremos dejar en claro que con la presente investigación no pretendemos otra cosa
que una modesta contribución al mejor conocimiento de nuestro tema de estudio, aportando con
ello aunque mínimamente, material de apoyo para aquellos estudiosos del Derecho, afanosos de
continuar el estudio de esta materia.
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CAPÍTULO I

LOS ACUERDOS DE PAZ EN EL SALVADOR.

1.CONCEPTO

Lograr una conceptualización de “Los Acuerdos de Paz” en El Salvador, resulta tan complejo como
los acuerdos mismos, debido a los alcances y significado que estos han tenido en verdadero
Estado Democrático de Derecho, y a todas las expectativas que tanto el proceso de Paz, como los
Acuerdos surgidos a raíz del mismo, generaron a nivel nacional e internacional.

En virtud de lo anterior, hemos logrado integrar una variedad de elementos, con el fin de definir un
concepto que enmarque el significado real de los Acuerdos de Paz.
“Los Acuerdos de Paz” en El Salvado, se definen como un conjunto de Pactos o Convenios
Políticos, suscritos entre el Gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional, como resultado de un largo proceso de Paz y que amparados en convenios
internacionales y bajo la verificación de las Naciones Unidas, obligan a las partes a su fiel
cumplimiento, con el sólo fin de dar por terminado el conflicto armado en nuestro país y consolidar
las bases para la reunión de la Sociedad Salvadoreña, en aras de fortalecer la constitución de un
verdadero Estado Democrático de Derecho.

Los Acuerdos de Paz son en realidad un pacto nacional para refundar el País, encaminándolo
hacia la reconciliación y la continuidad de los cambios democráticos.

2.NATURALEZA JURÍDICA

Así como definir su concepto, resulta difícil determinar la naturaleza de un hecho trascendental SUI
GENERIS, como son los Acuerdos de Paz, ya que estos nacen en virtud f una necesidad de dar
por terminado un conflicto armado, sin precedente en la historia de El Salvador; y que son
resultado de todo un largo y completo proceso de negociación, derivado a raíz de una
confrontación y la existencia de una guerra que no se quería reconocer por parte del Gobierno
Salvadoreño.

El Proceso de Diálogo-Negociación, conocido como Proceso de Paz en El Salvador, trae consigo el


logro de Acuerdos Políticos, que amparados internacionalmente, traen consecuencias jurídicas de
alcances impredecibles, las que surtirán efecto en la realidad socio-política de nuestro país de
manera estructural, sentando las bases para consolidar el proceso de cambios, que se está
experimentando.

Queda planteado entonces, que la naturaleza de los Acuerdos de Paz, es de carácter político: no
puede considerársele naturaleza jurídica, en el sentido que, no obstante constituir fuente de
derechos, pragmáticamente hablando, formalmente no lo son, en virtud de que no constituyen
norma jurídica, por la sencilla razón de que estos no fueron ratificados por la Asamblea Legislativa,
para poder así adoptar la calidad de Ley de la República, y aunque puede equipararse a los
Tratados o Convenios Internacionales, estos no lo son; en consecuencia no se le puede otorgar,
desde el punto de vista formal una naturaleza jurídica. El hecho mismo, que la Asamblea
Legislativa ratificara las reformas Constitucionales, surgidas a raíz de la suscripción de los
Acuerdos de Paz, y no así la esencia o contenido de los Acuerdos mismos, nos da razón de
suficiente para sustentar que no se les puede conceder naturaleza jurídica, por no constituir norma
jurídica, sino puramente Acuerdos Políticos, no obstante lo trascendental de estos.

Más sin embargo, cabe mencionar que si entonces tal situación desde un punto de vista más
amplio, entendido el sistema jurídico como el punto de partida y de encuentro de una compleja
variedad de hechos de Derecho, que trasciende el fortalecimiento e incorpora una visión crítica y
transformista del Derecho; podría manifestarse, que los Acuerdos de Paz constituyen norma
jurídica, y podría otorgárseles una naturaleza de carácter jurídica.

Con lo expuesto en párrafo anterior, se concluye que los Acuerdos de Paz, formalmente no
constituyen norma jurídica pero, vistos a través de un enfoque puramente material, sí lo
constituyen, en consecuencia podemos otorgarle una naturaleza jurídica.

La teoría tradicional divide al ámbito del Derecho en Derecho Público y Derecho Privado; teoría
que viene a ser derogada por la teoría moderna, la que va más allá al dividir al Derecho, en
Derecho Público, Derecho Privado y Derecho Social.

En base a la teoría moderna, podemos hacer una clasificación de los Acuerdos de Paz, y tal como
al principio mencionamos, resulta muy difícil, en virtud de que no se puede enmarcar dentro de un
ámbito del Derecho en específico, sino ACONTRARIO SENSU, es decir, el contenido de los
Acuerdos engloban en su totalidad y en forma integral al Derecho mismo, teniendo a la vez,
elementos de Derecho Público, Privado y Social.

3.BREVE RESEÑA HISTÓRICA.

La firma de los Acuerdos de Paz, entre el Gobierno de El Salvador (GOES) y la guerrilla del Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), otorga una apertura a un proceso de
cambios en el camino hacia el logro de la democratización real del pueblo salvadoreño; este
acontecimiento es merecedor de un análisis exhaustivo, del porqué de la guerra y cuales son las
expectativas que genera y las perspectivas de futuro que este país tiene, ya con un proceso de paz
de carácter irreversible.

Para encontrarle lógica a lo planteado anteriormente, es de urgente necesidad hacer una


cronología de los acontecimientos socio-políticos ocurridos por décadas en nuestro país; el cual
históricamente ha venido siendo dirigido y conducido bajo una dictadura militar. Este régimen es lo
que vino a generar una dictadura militar. Este régimen es lo que vino a generar una acumulación
de necesidades insatisfechas en todos los niveles de la vida social y humana, lo que viene a dar
como resultado la gestión de un golpe de Estado, el 15 de octubre de 1979, como última opción
para democratizar el país y lograr para el estallido del conflicto armado que se veía venir, y que al
no tener éxito, da apertura al surgimiento del conflicto armado, en el cual nos vimos involucrados
por más de 12 años, y que recién finalizó.

A la continúa inestabilidad socio-política, debemos sumarle una serie de errores y horrores


cometidos por la clases dirigente, constituida a través de los años por una Oligarquía que ha
establecido una serie de alianzas, con el único fin de seguir en el Poder, incluso por encima del
devenir histórico y en contra de los cambios modernizantes que en el mundo van generando los
proceso democratizadores que se están produciendo.

Dentro de lo que caracteriza al pueblo salvadoreño, tenemos su tenacidad, laboriosidad y su


imaginación para buscarle soluciones a los conflictos; quizá por ello, y a pesar de que las
condiciones no le eran favorables, El Salvador sostuvo en su territorio una de las luchas armadas
más intensas, y pese a que no tiene selvas profundas, estar súper poblado, tener escasez de
territorio y el hecho de contar con un buen sistema de carreteras, el movimiento guerrillero
salvadoreño, no solo subsistió durante más de dos décadas, sino incluso llegó a poner en jaque en
varias ocasiones a un ejército sostenido y asesorado por la primera potencia mundial, debido al
ingenio y la valentía del pueblo salvadoreño, y tal como la historia lo ha demostrado, logro superar
las más adversas condiciones.

A la guerra propiamente dicha, la precedieron diez años de conflicto Socio-Político muy álgido y
lucha guerrillera urbana desde 1970-1980, acompañado de fraudes electorales, intentos de golpes
de estado y exilio de los políticos de oposición.

Lo expuesto en el párrafo anterior, hizo creer ala Oligarquía del país y sus aliados
norteamericanos, que el movimiento guerrillero Salvadoreño sería únicamente una guerrilla urbana,
y que no pasaría de los comandos urbanos, que a lo mucho secuestrarían a empresarios sin mayor
fuerza, y acciones esporádicas, que no irían más allá de la creación de pequeños frentes populares
demandando mayor Justicia Social.

Los primeros movimientos significativos del proceso guerrillero de El Salvador, en su época más
moderna surgen en la década de los 70’, (1), dando como resultado, el nacimiento del FMLN en
octubre de 1980, como una unión de todas esas fuerzas y algunos pequeños grupos más; este
movimiento, surge como respuesta a una dictadura milita-oligárquica, cuya función única ha sido
garantizar mediante la represión indiscriminada el orden social establecido para mantener el Status
Quo económico y hegemónico.
……………………………..
(1)En 1970 las Fuerzas Populares de Liberación (FPL); en 1972 el Ejército Revolucionario del Pueblo, actualmente Expresión
Renovadora del Pueblo (ERP), en 1975nació la Resistencia Nacional (RN); en 1978 surge el Partido Revolucionario de los
Trabajadores Centroamericanos, (PRTC); desde 1930, existía el Partido Comunista (PCS), quien no creía en la Revolución Armada
Popular, sino en las elecciones como vehículo para el cambio, es hasta 1979 cuando modifica su criterio.

Después del fracaso del bloque militar modernizante del 79, se llega al convencimiento en todas
las organizaciones populares de que era necesario irse a la lucha armada en forma total y
definitiva, aunque ello significara el desarrollo de una guerra civil, la que se definió como una lucha
popular prolongada; instalándose el enfrentamiento armado en el país y la política queda relegada
al apoyo militar, formándose el Frente Democrático Revolucionario (FDR), (2), que junto al FMLN
declaran una guerra abierta al gobierno salvadoreño y fuerza armada, comenzando el 10 de enero
de 1981.
…………………………………….
(2)Alianza entre Coordinadora Revolucionaria de Masas (C.R.M.), el Frente Democrático (M.N.R. M.P.S.C. Y MIPTES)

La ofensiva del 10 de enero, no logra los objetivos trazados por la insurgencia, ya que la victoria
final derivada de una insurrección popular no llega y loa militares captan que hay una diferencia
esencial entre el querer y el poder; por lo que no queda a la oposición más que el exilio o la
clandestinidad, en virtud de que ya miles de dirigentes sindicales, campesinos, universitarios, y
políticos, habían sido asesinados por los Escuadrones de la Muerte, en una cacería humana sin
precedentes.

Los E.E.U.U. intentaron negociar con el FMLN-FDR, antes de que se lanzara la ofensiva del 81,
recibiendo una respuesta negativa. La no obtención por parte de la guerrilla, deja a los militares
salvadoreños y a los asesores norteamericanos sugestionados por las condiciones geográficas,
que predisponían la pronta derrota de la insurgencia, por lo que los deseos de negociación, que
esta vez eran expresados por la guerrilla, tampoco fueron escuchados.

La Declaración franco-mexicana, internacionalmente otorga reconocimiento a la representatividad


de las fuerzas insurgentes, con lo que se oxigena la guerrilla en las relaciones a nivel internacional;
en ese entonces los costos políticos que tuvieron que pagar fueron inmensos para ambas
naciones, diez años después la historia demostró que tenían razón y lo que en aquellos momentos
propusieron, (3), pudo llevarse a la práctica, en diciembre de 1991, con la diferencia de que se
hace hoy sobre miles y miles de cadáveres que pudieron haberse evitado.
………………………………
(3)Reacuérdese la declaración Franco Mexicana en junio de 1981, en la cual planteaba la necesidad de una negociación que le
diera una solución política al conflicto, reconociendo para ello, el carácter de Fuerza Representativa a la Alianza FDR-FMLN.

Muchas de las acciones del Ing. Duarte, como el diálogo con la guerrilla, sus reuniones con la
dirigencia de esta, en La Palma y Ayagualo a finales de 1984, son puras acciones cosméticas que
le llevaron recias confrontaciones con las fuerzas militares, las que se vieron agudizadas cuando
este realizó una negociación con los insurgentes a consecuencia del secuestro de su hija, a finales
de 1985.

Desde 1982, en que se elige una Asamblea Constituyente, las condiciones nacionales en que las
elecciones de 1984 son convocadas y la manera en que se desarrolla el evento electoral, se podía
predecir que Duarte no tenía ni la mínima posibilidad política, social, ni económica de tener el
control, ni gobernar el país.

El proceso de pacificación no fue fácil, ya que en su fase inicial el conflicto era percibido como un
fenómeno históricamente necesario y de carácter irreconciliable, por lo que se consideraba legítimo
el buscar la victoria de carácter militar sobre el enemigo.
4.PROCESO DE NEGOCIACIÓN

El arribo a la presidencia del Lic. Félix Alfredo Cristiani Burkard, modifica el discurso de FMLN, en
el sentido de abrir un proceso de negociación con los auténticos dueños del país, sin
intermediarios, ya que Cristiani era el idóneo miembro y representante de la Oligarquía y parecía
estar claramente ligado a la administración norteamericana; lo que vendría a radicalizar a algunos
sectores de la ultra-derecha, que creyeron que si los insurgentes querían negociar era porque
estaban débiles, mientras otros se rehusaban absolutamente a la negociación, aferrándose a la
creencia ideológica en la viabilidad de una derrota militar de la insurgencia.

Pese a todos los obstáculos, la presión internacional y la presión popular interna se impusieron y la
mesa de Diálogo-Negociación se instaló en Costa Rica, en medio de una coyuntura interna de
tremenda violencia en los campos de guerra y de presencia aumentada de los Cuerpos
Paramilitares (Escuadrones de la Muerte), que asesinaban a los renacidos líderes de los
movimientos sindicales. (4)
………………………………..
(4)Una Bomba colocada en Fenastras, asesina a partes importantes de sus Dirigencia (10 personas)

4.1.ACUERDO DE GINEBRA.

Es difícil negar, que el salto cualitativo, de una etapa de simple diálogo a su nivel más alto de la
negociación, fue resultado de la ofensiva militar de gran envergadura lanzada por el FMLN, aunque
hay que dejar establecido el nexo entre la ofensiva y la negociación, ya que tiene su razón de ser
en el relativo fracaso de esta, que por lo que hubiera podido tener de exitosa.

En noviembre de 1989, el FMLN logra estremecer las estructuras de Poder del Estado
Salvadoreño, impactando la opinión pública mundial con su sorprendente demostración de fuerza,
capacidad y audacia; conmocionando a la población de la capital y modificando profundamente su
percepción de guerra, ya que el FMLN, tuvo bajo su control un considerable número de Barrios y
Colonias por una cantidad significativa de días. No obstante, su espectacular accionar, la
insurgencia falló en objetivos estratégicos de carácter principal y no consigue pese al enorme costo
que pagó en el intento, que la población de los barrios populares se sumara en proporciones
considerables, con la intención de cambiar el carácter de la ofensiva y transformarla en un hecho
insurreccional.

En virtud de lo anterior, el pensamiento estratégico de la insurgencia se traslada de la barricada a


la mesa de negociación, aunque el abrir la negociación había sido concebido como el objetivo
mínimo de la ofensiva, al ver la imposibilidad de alcanzar la toma del Poder ya que el esfuerzo
hecho en la misma fue inimaginable, volcándose por unanimidad la conducción rebelde a favor de
la negociación, ya que resultaba difícil el permanecer unidos alrededor de una estrategia de
continuidad de la guerra, sino centrados en torno al intento de abrir un nuevo escenario y otras
alternativas estratégicas encaminadas ahora en la dinámica diplomática.

Por el lado del gobierno, resultaba difícil justificar su estrategia guerrerista de largo plazo, debido a
los acontecimientos de noviembre su tesis sobre el debilitamiento de la insurgencia perdió
credibilidad, así como la propaganda sobre la Fuerza Armada como defensora del pueblo, tras el
bombardeo realizado sobre las Colonias y Barrios Populares, al igual que su discurso acerca de su
legitimidad democrática, con las primeras noticias reveladas sobre el involucramiento castrense en
el asesinato de los sacerdotes Jesuitas.

Si de hacer señalamiento se trataba, de los diversos planteamientos, del cual aparecía como
triunfador, este no sería tanto el de las partes contendientes, como el de la sociedad civil
salvadoreña, cansada la guerra y ansiosa de un acuerdo que pusiera fin al holocausto que
estábamos viviendo en nuestro país; lo que hace que las partes beligerantes, se dieran cuenta de
la visión argumentada, lo cual obliga a rectificar o modificar su propia percepción de la guerra.

Fue así como a escasos cuatro meses de la mayor y más feroz confrontación bélica de toda la
guerra, cuando todavía era vacilante la voluntad política de sus protagonistas; a pesar de ello, el 4
de abril de 1990, las partes se reúnen en Ginebra, en la subsede de las Naciones Unidas, para
firmar un acuerdo en virtud del cual se daba inicio de manera oficial el proceso de negociación.

A partir de entonces, el proceso de negociación cobraría una dimensión internacional de carácter


definitivo y sería esta, determinante en la culminación exitosa de dicho proceso; ya que en el
documento textualmente se enunciaba el papel que iban a jugar posteriormente otras gobiernos
que coadyuvaría al buen éxito del proceso.

El acuerdo de Ginebra era definido en cuádruple, quedando establecidos los cuatro objetivos del
proceso:

a)Terminar el conflicto armado por la vía política;


b)Impulsar la democracia del país;

c)Garantizar el irrestricto respeto a los derechos humanos;

d)Reunificar a la sociedad salvadoreña.

Quedaba así, enfatizada la intención de generar algo más que una paz, entendida como una
simple situación de no guerra, sino que , el propósito era cimentar una paz verdadera, que
atendiera, tanto los efectos de la confrontación, como sus causas, obtener una solución definitiva al
conflicto, con una paz que posteriormente sería definida como “firme y duradera”.

4.2.ACUERDOS DE CARACAS.

El acuerdo de Ginebra, al que nos hemos referido fue complementado con el de Caracas,
(documento suscrito el 21 de mayo de 1990) en el que se diseña una Agenda General y un
Calendario del Proceso de Negociación, teniendo su importancia en el procedimiento acordado, en
virtud de que la totalidad del proceso quedaría posteriormente condicionado por los mismos.

En Caracas, se establecen las fases del proceso Acuerdos Políticos en varios aspectos (ver anexo
1) que permitieran el cese del enfrentamiento armado, y luego el establecimiento de garantía y
condiciones necesarias para la reincorporación del FMLN, dentro de un marco de plena legalidad a
la vida civil, institucional y política del país; quedando diseñada de tal manera que, en la primera
fase, a la parte gubernamental le tocaría responder por los seis primeros puntos de la Agenda, (ver
anexo 1), mientras que la insurgencia esperaba pacientemente el cumplimiento de los Acuerdos
Políticos para otorgar su primer pago (la concertación del cese de fuego), afirmando de esta
manera que al equipo gubernamental le habían metido un gol en el primer minuto de juego, por lo
que le tocaría jugar presionado con un gol en contra el resto del partido.

Se precisaba que el fin del conflicto armado como complemento de la misma fase, debería ser
alcanzado antes de mediados de septiembre de 1990. (5)
……………………………………
(5)Según se preveía en el numeral 1 del acuerdo de Ginebra.

Para la segunda fase, que posibilitaría la inserción legal del FMLN, la vista estaba puesta
claramente en el proceso electoral de marzo de 1991; se esperaba que estuviera completa entre
diciembre de 1990 y marzo de 1991, luego de haber alcanzado el cese de fuego.

La historia nos iba a demostrar pronto la inimaginable complejidad del proceso de negociación, la
insuficiente voluntad política de las partes para simplificarlo y lo ilusoria que resultó ser un corto
calendario como el acordado en Caracas.

4.3.ACUERDO DE SAN JOSE SOBRE DERECHOS HUMANOS.

Aunque la agenda de Caracas, tal como se indicaba en una nota incierta en el propio documento,
no suponía que los temas deberían discutirse en orden taxativo, sin embargo la discusión se centró
inicialmente en el primer numeral de la Agenda, referente a la FF.AA., y tal como pudo haberse
previsto se estancó rápidamente, por ser este uno de los puntos más difíciles y el más delicado. Al
respecto las posiciones eran demasiado contrapuestas, los intereses muy grandes y los riesgos de
una temprana concesión en esta temática eran peligrosos, para que el proceso avanzara tomando
el tema de la FF.AA., como punto inicial.

Pero fue, la habilidad de Álvaro de Soto, (Representante Personal del Secretario General de la
ONU), la que sacó del impasse en el que se encontraba el proceso, sondeando la posibilidad de
lograr resultados en otros de los puntos proponiendo audazmente dejar por el momento
“congelado” el tema aludido y dedicarle el tiempo que restaba de la reunión a ultimar detalles sobre
el punto de los Derechos Humanos; siendo así, que la ronda que se celebró en San José, de Costa
Rica, la que parecía condenada al fracaso más rotundo, emergiendo con el primero de los
Acuerdos “sustantivos”, conocidos como Acuerdos de San José sobre Derechos Humanos (6); el
cual contiene un largo documento desglosado en 19 puntos, (ver anexo 1), precedida de una parte
introductoria dedicada a varios considerandos de orden jurídico.
…………………………………..
(6)Acuerdo suscrito el 26 de julio de 1990, 3n San José, Costa Rica.

Es indispensable resaltada dos aspectos sustanciales del Acuerdo de San José, en primer lugar,
los considerandos mencionan que “El ordenamiento jurídico de El Salvador consagra el
reconocimiento de los Derechos Humanos y hace referencia así mismo a los tratados en los que El
Salvador es parte, lo que es indicativo de la responsabilidad que se atribuye al Estado en esta
materia”. Por parte del FMLN, su obligación es menor, por el hecho de no constituir, ni representar
Estado alguno; en segundo lugar, destacar que la Misión de las Naciones Unidas, según el
Acuerdo “iniciará el ejercicio de sus funciones a partir del cese del enfrentamiento armado”, lo que
significó que el aspecto más decisión del Acuerdo de San José (instalación de la ONU en suelo
salvadoreño), quedaba aplazado hasta que se llegara a Acuerdos en el resto de los temas y
logrado el cese de fuego; lamentablemente esto, le restaba eficacia práctica a corto plazo.

Por atraparte, no solo fue imposible cumplir con el calendario, que estipulaba alcanzar Acuerdo
Políticos para concertar el cese del enfrentamiento armado, antes que terminara el mes de
septiembre, sino que, finalizaba 1990 en medio del estruendo bélico y con síntomas de una
escalada en la dinámica militar. En este contexto se propagandizó la idea de “una nueva ofensiva”
por parte del FMLN en la que la del 89; constituyéndose en lo más espectacular la utilización por
primera vez en la forma masiva del armamento antiaéreo sofisticado, del tipo misiles tierra-aire.

Lo anterior alertaba a la comunidad internacional, sobre los riegos que corría el proceso, en caso
de que las partes se levantaran de la mesa de negociación.

Al mismo tiempo los Presidentes Centroamericanos en una declaración (Conjunta), sumadamente


parcializada se pronunciaron en contra del FMLN, a quien hacían responsables exclusivos del
recrudecimiento bélico, calificándolo de “Escalamiento cualitativo”, por el uso del armamento
sofisticado; elogiando a la vez, la “Posición Contractiva” del gobierno del Presidente Cristiani, su
voluntad política y su buena fe para el cumplimiento de los Compromisos de Paz; tal declaración,
no contribuía en lo absoluto al esfuerzo por negociar una solución política.

El Objetivo de la mayoría de mandatarios Centroamericanos derechistas era muy claro y estaba


explícito en su declaración (7).
……………………………………
(7)Declaración hecha en Puntarenas, el 17 de diciembre de 1990; contenía en su parte resolutiva el Acuerdo Conjunto de
Mandatarios Centroamericanos en el que pedían a todos los pueblos y gobiernos del mundo poner fin a toda la ayuda militar,
económica, logística y publicitaria de que goza aún el FMNL en varios lugares del mundo; comprometiéndose por su parte a
impulsar una intensa actividad diplomática conjunta y coordinada, ante la comunidad internacional, de manera especial ante
aquellos gobiernos con vínculos e intereses en el conflicto salvadoreño.

La evidencia de lo equivocado que estaba el cálculo de la declaración se da en primer lugar, por el


escaso eco que esta tuvo en la administración Norteamericana, quien prefirió mantener abiertas las
opciones que ofrecía la mesa de negociación, antes que clausurarla tal como los Mandatarios del
áreas pretendían; por otra parte la misma era derrotada definitivamente por el FMLN, quien
aprovecha no solo el importante escenario de las conversaciones CA-CEE, (8), sino también
atendiendo al conocimiento de los resultados del proceso electoral en El Salvador , para desarrollar
una brillante operación diplomática, que culmina a mediados de marzo de 1991, al lograr introducir
su nueva propuesta sobre el desarrollo de la negociación, siendo del carácter operativo y estaba
viva, mientras que otro lado la declaración hecha por los mandatarios en forma conjunta, había
nacido muerta y quedaba en consecuencia enterrada.

En virtud de que el escenario político interno no había experimentado cambio alguno con las
elecciones del 91, ya no tenía sentido esperar la instalación del nuevo parlamento, por lo que
resultaba más lógico y coherente tratar de acelerar en lo posible la dinámica negociadora; siendo
esta la esencia de la propuesta presentada en Managua por el FMNL(9).
……………………………………….
(9)Propuesta hela a mediados de marzo de 1991, durante el desarrollo de una reunión conjunta de CA-CEE.

Además de hacer un considerado atraso ene. Calendario inicial, la falta de credibilidad por parte de
la sociedad salvadoreña, la preocupación que había respecto a que ello era moratorio por la
comunidad internacional y lo conveniente que resultaba el alimentar la credibilidad en la propia
buena fe y voluntad política, la razón puntual que daba origen a la nueva iniciativa para rescatar el
Proceso de Negociación, era el hecho de que el FMLN había consentido el reformar la constitución
en base al procedimiento legalmente establecido para ello (Art. 248 Cn.), por lo que cualquier
reforma constitucional aprobada en un período legislativo leería ser ratificada en el siguiente; lo que
significaba que las reformas que no fueran presentadas antes del día 1 de mayo a la Asamblea
Legislativa , de entonces, tendría que esperar para entrar en vigencia otros 3 años, hasta que
fuesen ratificadas por el Parlamento electo en 1994.

La paralización del proceso se le atribuyó al hecho de haber trabajado concentradamente en un


solo punto de la agenda, (Cual era el tema de la Fuerza Armada), por lo que la esencia de su
planteamiento estaba en incluir en las discusiones otros dos puntos (10), y el trabajar de manera
simultánea sobre los tres temas. En la propuesta se hace un llamado al FMLN a hacer un máximo
esfuerzo por alcanzar Acuerdos sobre la Reforma Constitucional, antes que terminara el período de
la Asamblea Legislativa, que finalizaba el 30 de abril de 1991; para los otros dos temas proponía
un mes más, hasta el 30 de mayo de para perfilar acuerdos definitivos. Dicha propuesta, fue
tomada a bien por la comunidad internacional, por lo que el gobierno tuvo que rectificar su inicial
posición de rechazo.
……………………………………….
(10) 1-Las condiciones para el cese de fuego, 2-Las reformas constitucionales .
4.4.ACUERDOS DE MÉXICO
Ya para estos precisos momentos, la negociación se había convertido en el centro del debate
político, en virtud de haberse concentrado, tal como se proponía el esfuerzo, en las reformas
constitucionales, acelerando con ello súbitamente la dinámica del proceso de negociación,
trasladando en consecuencia la discusión a la palestra política salvadoreña.

Fueron los sectores de extrema derecha los que precipitaron el giro de la coyuntura, al desatar
desde el momento que se toma la decisión de reanudar las conversaciones, una fuerte campaña
contra la negociación, calificando las actitudes gubernamentales de “Tolerantes y Pusilánimes”
emplazando al Presidente de la República a “Cumplir con su mandato constitucional”; (11)
apareciendo posteriormente múltiples y diversos pronunciamientos sobre el punto.
………………………………..
(11)Campo pagado publicado en el Diario de Hoy el día 22 de marzo de 1991.

Las acusaciones de ultra-derecha, llegaron al grado de calificar, tanto al Presidente de la República


como al Presidente del Partido Oficial de “Traidores”.

Ante los acontecimientos hubo la necesidad de la visita a El Salvador de personalidades


Estadounidenses (12), con el doble propósito, primero reforzar la posición de Cristiani y de imponer
una línea de moderación a los sectores de Poder en El Salvador.
…………………………………….
(12)Gral. Colin Powell, Jefe del Estado Mayor; y Bernard Aronson, Secretario de Estado para asuntos Hemisféricos.

Sin duda, hacía muchos años que no se vivía en El Salvador, un debate político tan intenso como
el que se desarrolló en torno a las reformas constitucionales; ya que en este lapso la constitución
fue objeto de discusión, análisis, crítica, defendida por unos, atacadas por otros, diseccionada
artículo por artículo. Según la ideología tradicional del sistema la constitución era algo intocable e
incuestionable perdiendo en consecuencia lo anterior debido al intenso debate ya que cualquiera
se atrevía a emitir opinión. En definitiva, sí a nivel ciudadano se había alcanzado un consenso, este
era, el que la constitución podía y debía ser modificada, Conclusión a la cual se había llegado en la
misma mesa de negociación, donde la discusión no estaba si se le debía o no hacer reformas a la
constitución, sino en cuáles y cómo.

Ahora bien, mientras en El Salvador el debate estaba centralizado en los aspectos de mayor
polémica; (13) en la mesa de negociación las partes se ponían de acuerdo en una serie de
aspectos que tenían relación con el resto de puntos de la agenda.(14)
…………………………………………..
(13)Principalmente sobre el artículo 248 Cn., relativa al mecanismo de Reforma Constitucional; y el artículo 105 Cn. Referido al
límite máximo de Tenencia de la Tierra.
(14)Resultaba evidente que el texto Constitucional, necesitaba modificaciones de fondo, en lo relativo a los temas de Fuerza
Armada, Reestructuración
de los Sistemas Electoral y Judicial, Derechos Humanos, y la nueva Policía Civil, entre otros.

Sorprendentemente, lo que no se había logrado en un año de discusiones, se alcanzaba en un solo


salto en unas pocas semanas, con la ayuda de Álvaro de Soto; con dichos acuerdos, no solo la
letra sino, también el espíritu de la Carta Magna era transformado.

Las reformas aprobadas se referían al sometimiento al Poder civil por parte de la FF.AA.; la
creación de nuevas instituciones como la Procuraduría General para la Defensa de los Derechos
Humanos, la Policía Nacional Civil y el Tribunal Supremo Electoral.

Los Acuerdos de Reforma impactaron, por la sencilla razón que estas venían a remover uno de los
obstáculos principales que la derecha más ideologizada había interpuesto, para evitar la solución
negociada. Reiteradamente, se había pronunciado sobre aspectos “Innegociables”, en virtud de
que no podía contrariar la Constitución; ahora con las Reformas aprobadas dejaba de haber
cualquier posible contraposición entre Constitución y Negociación, puesto que de hecho la primera
se ajustaba al servicio de la segunda; por lo que al superar este obstáculo, da la pauta para
enrumbar verdaderamente el proceso hacia la negociada. A diferencia del Acuerdo sobre Derechos
Humanos que no venía a alterar e forma directa la Estructura de Poder, este de ahora era un
resultado sustantivo que iba al núcleo mismo del problema y que reflejaba que la negociación iba
en serio, a partir del cual se entra en una nueva fase del proceso de negociación, la fase de la
toma de Acuerdos, y que para la ultra-derecha los Acuerdos representaban una traición. Eran
vistos como el principio del fin, de ahí que se lanzara decididamente a tratar de revestir,
primeramente mediante una campaña por la no “ratificación” parlamentaria de las reformas, luego
con una fuerte crítica al Ejecutivo, acusándolo de estar “cediendo todo a cambio de nada”, la que
logra efectivamente paralizar temporalmente la iniciativa gubernamental en la mesa de
negociación; para culminar con el alentamiento hacia la FF.AA. a que se lanzase una operación
militar de grandes dimensiones, con el objetivo de pensionar la coyuntura y presionar, desde el
frente de batalla, sobre el espacio de maniobra diplomática del FMLN. Igualmente era presionada
al mismo tiempo la capacidad negociadora del gobierno, con una no disimulada actividad
conspirativa que mantendría presente la amenaza golpista.

Por iniciativa del Secretario General de la ONU, se conformaba e instalaba de inmediato, la Misión
de Verificación de la ONU en El Salvador; con lo que las Naciones Unidas se hacía presente en el
país, para verificar sobre el terreno la situación de Derechos Humanos. Para entonces, los rumores
de preparativos de un golpe de Estado se hicieron intensos, lo que obliga a la Casa Blanca a
intervenir apresuradamente; a raíz de ello el Presidente Cristiani, viaja a Washington, cuyo motivo
era consolidar la posición del mandatario salvadoreño y de conjurar cualquier intento golpista; dado
que, no solo la FF.AA. había lanzado un fuerte operativo militar, sino que los Escuadrones de la
Muerte habían multiplicado su actualidad criminal y grupos anónimos de ultra-derecha llagaban
incluso a amenazar a los integrantes de la ONUSAL.

4.5.LAS REUNIONES DE CARABALLEDA Y QUERETARO.

La intervención estadounidense conseguía apuntar al gobierno salvadoreño, salvando con ello el


proceso de negociación, quedando dicha administración comprometida con el proceso de solución
política negociada.

No obstante lo anterior, el proceso seguía estancado, en virtud del endurecimiento de las


posiciones y la creciente intransigencia de las partes, impulsado por la espiral de violencia
desatada en El Salvador. Era así, como la ronda de conversaciones desarrolladas en Caraballeda,
(15) lejos de culminar con un acuerdo de cese al fuego, tal como prescribía el nuevo calendario
acordado, resultaba ser la antesala de una feroz escalada bélica por parte de los dos bandos.
…………………………………………..
(15)Venezuela, entre 25 de mayo y el 2 de junio de 1991.

Pronunciamientos a favor y en contra se desataron, en diferentes medios de comunicación, por


ambas partes; pero las Naciones Unidas expresaba en forma imparcial que “las negociaciones no
se han estancado y el proceso continúa”; mientras que, en el siguiente encuentro, iniciado a
mediados de junio en Querétaro (México), motiva al Sr. Álvaro de Soto a declarar rebosante
optimismo “Esta es una negociación con perspectiva de éxito”.

Para estos momentos el compromiso de confidencialidad que rodeaba al proceso, impedía que la
gente pudiera formarse una posición mínimamente sustentada; ya que, solo se rumoraba sin que
se confirmara nada en lo absoluto que las discusiones seguían centradas en los temas referentes a
FF.AA., Comisión de la Verdad, PNC y Cese de Fuego. Pero, era evidente que la negociación se
encontraba en una situación de impasse, al llegar a un punto del proceso, en el que se necesitaban
concesiones fundamentales en los puntos más sensibles, comprobándose que una dificultad
adicional provenía del propio formato de la agenda acordada; es decir, que el diseño de una
negociación en dos etapas, según el cual los mismos temas de la primera fase deberían discutirse
en una segunda, hasta alanzar nuevos acuerdos, que permitieran avanzar del cese de fuego al fin
definitivo del enfrentamiento armado; lo que implicaba que al momento de decidir que podían
ceder, a cambio de qué y cuándo, en cada uno de los distintos aspectos, se le complicaba en gran
medida, el cálculo político de las partes. Por lo tanto, conlleva a que el FMLN, planteara la
posibilidad de fusionar las dos etapas previstas en una sola, desestimando en consecuencia su
anterior conceptualización de “Una paz armada” o cese de fuego prolongado; dicha propuesta
enfrentó incomprensión y rechazo por parte de fuerzas de diversas tendencias y por razones
diferentes.

No obstante lo anterior, la prolongación del estancamiento negociador mantuvo la oportunidad de


la propuesta, siendo esta estudiada con interés por el mediador, como un procedimiento realista
para desentrampar la negociación; al mismo tiempo las primeras impresiones negativas al
respecto, incluso las del gobierno, iban siendo modificadas al grado de lograr un relativo consenso,
en cuanto a concluir que “Era mejor una solución en dos momentos”, en virtud de lo cual, Álvaro de
Soto al referirse al punto expresaba: “Pedirle al FMLN un cese de fuego sin darle garantías
seguras, sería como solicitarle que se aviente a una alberca sin agua”, y si justamente el objetivo
establecido para la segunda etapa de la negociación, era acordar las garantías para la
reincorporación del FMLN a la vida civil, política e institucional del país; si se quería incluir ahora,
eso era posible sólo funcionando ambas etapas.

Para lograr dar un salto cualitativo en la negociación, era necesario, además de una mayor presión
internacional, del involucramiento directo del mediador, por lo que para el mes de septiembre,
mientras su representante se reunía alternadamente con una y otra parte, en un trabajo
preparatorio de una sesión decisoria, el Secretario General buscaba garantizar un respaldo
suficiente a su intervención mediadora, utilizando la diplomacia internacional; obteniendo como
resultado en forma sucesiva el pedido del grupo de países amigos, después del consenso en el
seno del Consejo de Seguridad y por último, la solicitud conjunta de los E.E.U.U y la exURSS.

En virtud de lo anterior, Pérez de Cuellar convoca al Gobierno y al FMLN, para adquirir


compromisos decisivos, con el objetivo de “Cortar el nudo Gordiano” de la negociación, es decir:
abordar el futuro de las Fuerzas Militares de ambas partes; y cuya participación personal la
condicionaba, a una reunión con representantes del más alto nivel de ambas partes, lo que vendría
a constituirse en una auténtica “cumbre” en la negociación.

4.6.ACUERDOS DE NUEVA YORK.

Era evidente que, al subir el nivel de los representantes, se elevaría al mismo tiempo el nivel de la
negociación, por lo que los sectores guerreristas se vuelven a lanzar a una desesperada campaña,
en un intento por evitar el avance del proceso de negociación, en el sentido de tomar y adquirir
compromisos decisivos, en primer lugar, buscando que el Lic. Cristiani desistiera de viajar a Nueva
York. Al quedar claro que semejante desaire al Secretario General no iba a afectarlo el mandatario,
exigieron que este, no dialogara directamente con la contraparte; y que, en virtud de querer evitar
la confrontación con la extrema derecha el Gobierno adoptó la misma postura, proclamando en
forma oficial que “Cristiani no dialogará con el FMLN, sino, sólo con el Secretario General de ONU”;
concentrándose en este punto, gran parte del debate político en nuestro país, mientras que en
Nueva York, resultaba irrelevante. El tema central, era el punto de la FF.AA., y frente a este era
que la delegación gubernamental quedaba confrontada, debiendo Cristiani y su equipo negociador
dar respuestas precisas a cuestiones muy concretas, por lo que prácticamente, la dinámica
negociadora no era con la contraparte, sino, más bien se veían en la situación de tener que
negociar principalmente consigo mismo.

Los Acuerdos alcanzados en esta larga y difícil ronda negociadora, dados a conocer el día 25 de
septiembre eran de trascendencia definitiva; en virtud de haber conseguido el propósito de
deshacer el impasse y darle un impulso final a la negociación. “El nudo Gordiano”, se había
cautelosamente deshecho, visualizándose que antes de que el Secretario General, terminara su
mandato al frente de la máxima organización internacional al fin del año, el acuerdo de Paz podría
posiblemente ser alcanzado.

El proceso de negociación continuaría, según una “agenda concentrada” (16). El más espinoso
problema del Poder militar, el famoso “nudo Gordiano”, quedaba resuelto en sus grandes rasgos en
el acuerdo de Nueva York, donde de un total de ocho puntos, seis de ellos estaban referidos a
dicho tema, (ver anexo), en los cuales establecen la realización de una depuración de la Institución
Castrense, mediante un proceso de evaluación del cuerpo de oficiales, a partir de criterios de
profesionalismo, respeto a los derechos humanos y capacidad de adaptación a la nueva realidad
democrática que los Acuerdos generarían; las partes no pudieron ponerse de acuerdo sobre el
nombre de la comisión que iba a llevar a cabo la “depuración” respectiva; quedando así mismo,
acordada la reducción de la FF.AA., aunque pendiente de negociarse su cuantía y modalidad, a
establecerse de acuerdo al criterio de un tamaño correspondiente a tiempo de paz”.

En las primeras valoraciones que se realizaban respecto a los acuerdos alcanzados, el mandatario
salvadoreño declaraba optimista, “que la paz estaba cerca”, mientras que por la representación
insurgente, el entonces Comandante Schafik Nadal opinaba que, “hoy se ha abierto una ancha
avenida ala negociación, pero todavía hay que recorrerla”; lo que era sintetizado por Diego Arrúa al
manifestar que “este era el verdadero principio del fin”(17)
……………………………………….
(17)Opinión expresada ante el embajador Venezolano, ante Naciones Unidas, al momento de firmar el Acuerdo de Nueva York.

La guerra de palabras desatada, no era lo más preocupante; sino, las actitudes desafiantes de
altos oficiales en cargos de máxima responsabilidad en la Institución Castrense, por un lado
rechazando categóricamente el acuerdo de incorporación de excombatientes del FMLN en la futura
PNC, al expresar que “a la sociedad no le conviene delincuentes en la policía”; y por otro,
interpretando a su modo lo acordado e insinuando la posible indisciplina del ejército al decir: “que la
EE.AA. se reformará y convertirá la PN en una Guardia Civil, cuando el FMLN haya depuesto las
armas; de lo contrario nada” (18)
……………………………….
(18)Declaraciones hechas a los Medios de Comunicación, por parte del General René Emilio Ponce y el General Orlando Zepeda;
Ministro y Viceministro de Defensa, respectivamente.

Mientras tanto, sin embargo, la dinámica del proceso de negociación seguía sin mayores tropiezos;
se acordaba el 11 de octubre, en México, (Comisión para la Consolidación de la Paz) la instalación
de COPAZ. Un día más tarde el FMLN y el Gobierno iniciaban nuevas pláticas, según el esquema
de la “Negociación Comprimida” (Negociación Concentrada), y con el compromiso adquirido de
trabajar ininterrumpidamente hasta lograr obtener un Acuerdo definitivo; decidiendo luego de
pasados 10 días, darse un receso; no sin antes, haber alcanzado consenso en once de los catorce
puntos de que constaba la agenda (ver Acuerdo de Nueva York, Anexo 1), quedando algunos
pendientes. El mecanismo que se seguía era el del “refrigerador” (19), y tal como explicaba Álvaro
de Soto, “nada está acordado, hasta que estuviese acordado todo”. Al reanudar el proceso de
negociación, a principio de noviembre, la coyuntura había tomado un giro desfavorable con el
incremento de las acciones militares de ambas partes; por lo que el Presidente Cristiani, llegó
incluso a amenazar con que el gobierno “Podría levantarse de la mesa”; era preciso distensionar el
ambiente político a fin de favorecer el ritmo negociador, por lo que al ver rechazada su propuesta
de una tregua informal, el FMLN decide realizar una tregua unilateral, declarándola a partir del 16
de noviembre, como señal de buena voluntad y poder con ello, oxigenar al gobierno del acoso al
que se le había sometido por parte de la ultra-derecha.
…………………………………
(19)Los acuerdos ya alcanzados con una redacción definitiva, se congelan quedando listos par ser incorporados al Acuerdo Final
Global.

El alto mando de la FF.AA. rechazó en forma precipitada el anuncio calificándolo de


propagandístico; sin embargo, la posición insurgente era consistente, al grado que enfatizaba que,
“La decisión era unilateral, por lo que no establecía ninguna pre-condición al gobierno, es más, a
este ni siquiera le hemos pedido se pronuncie” (20)
………………………………….
(20)Declaración hecha por el Dirigente del FMLN, Schafik Nadal.

No obstante, el mandatario salvadoreño, aliviado ante el levantamiento de la más fuerte campaña


de sabotaje impulsada por la insurgencia, promete por su parte implementar medidas unilaterales
de correspondencia; tal reacción era la que se podía esperar en buena lógica política, ya que
según lo argumentaba el ex -comandante del FMLN, Leonel González “El gobierno fue informado
con anterioridad de nuestra decisión, lo que suponía que esperamos reciprocidad”. Pero el alto
mando del ejército dispuso otra cosa al lanzar operativos militares en forma simultánea a todas las
zonas de retaguardia de la guerrilla (Chalatenango, Guazapa, San Vicente, Usulután y Morazán);
sin embargo, el Frente no se dejaba arrastrar por la evidente y destacada provocación y anuncia
serenamente la decisión de no suspender la tregua unilateral, pero que, respondería a los ataques
con acciones puramente defensivas al mismo tiempo en que se declaraba “En ofensiva de Paz”.

Lo que al alto mando no había logrado entender, era que la coyuntura venía determinada por la
negociación, y que en tal sentido la tregua militar se constituía en un hecho esencialmente político,
por lo que no convenía enfrentarlo con medidas militares; en virtud de lo cual, los sectores
guerreristas perdían con esta una de sus últimas batallas; ya que la Paz iba a imponerse.

4.7.ACTA DE NUEVA YORK.

En diciembre, se despejan el camino para que las delegaciones de máximo nivel de las partes, se
reunieran nuevamente en Nueva York, antes de que expirara el mandato de Javier Pérez de
Cuellar, en la Secretaría General de la ONU, para tratar de dejar listo el paquete global de
Acuerdos, para que el siguiente Secretario General, pudiera recibirlo.

Tal como se había hecho tradición del proceso de negociación salvadoreño, las partes apuraban
asta el último instante, los tiempos de discusión, antes de lograr Acuerdos; lo que venía a añadirle
un ingrediente dramatizante a las coyunturas negociadoras, por lo que el nuevo encuentro en
Nueva York a fines de diciembre, no fue la excepción, sino todo lo contrario. El regateo de unos y
otros alargaba innecesariamente los debates, y no es sino hasta el filo de la medianoche del 31 de
diciembre, a escasos 4 minutos para que terminara 1991, y con el finalizaba oficialmente el período
de Javier Pérez de Cuellar, en la Secretaría General de la ONU, cuando de la sala de sesiones, en
la que estaba instalada la mesa de negociación, sale la buena nueva, la que era esperada
ansiosamente a nivel internacional, pero en especial por aproximadamente unos 5 millones de
salvadoreños, lo que permite el festejo del año “nuevo”(1992), para El Salvador, llegando por fin el
muchas veces proclamado “Año de la Paz”.

Los Representantes de las Declaraciones (21), firmaban, junto al Secretario General un escueto
comunicado, denominado oficialmente “Acta de Nueva York” en el que las partes declaran haber
“alcanzado Acuerdos definitivos”, que “culminan la negociación sobre todos los temas sustantivos”.
“Su ejecución pondrán termino definitivo al conflicto armado salvadoreño”; sin embargo, quedaba
todavía pendiente de negociar dos cuestiones de procedimiento (22).
………………………………………
(21)El Presidente Alfredo Cristiani, y el Comandante Schafik Handal.
(22) 1-El Calendario de Ejecución, 2-La Modalidad que se adoptaría en el proceso de ponerle fin a la estructura Militar del FMLN, y
la Reincorporación de sus integrantes a la vida civil, política e institucional del país.

En el acta de Nueva York, aparece también un elemento que era novedoso, sobre el papel y
funciones de las UN. En su desempeño como mediador, en virtud de la justificada desconfianza del
organismo internacional, respecto a que las partes fueran realmente a concertar en los tiempos
requeridos los compromisos aún pendientes lleva al Secretario General, a insistir que debía quedar
incluido en el acta que, si la reunión prevista entre el 5 y el 10 de enero no arrojaba resultados
positivos, “Las partes se comprometen a aceptar la fórmula que sobre los asuntos pendientes les
presentara el Secretario General”. Garantizándose de esta forma, que efectivamente “Los
Acuerdos finales de Paz serían suscritos en la ciudad de México el 10 de enero” tal como se
especificaba en la última frase del acta de Nueva York.
La posibilidad, de que fuese la ONU, quien adoptase la decisión final no llegó a concretizarse,
aunque se estuvo cerca de ello, puesto que la ronda negociadora debió incluso ser prolongada
más allá del 10 de enero, aunque, no huno necesidad de utilizar este recurso extremo; el hecho de
haber previsto y aceptado tal eventualidad, significaba que el FMLN y el Gobierno concedían, que
en un momento determinado el Secretario General en última instancia interviniera y decidiera.

La posibilidad de que la ONU, asumiera la función de arbitraje sería retomada posteriormente en el


transcurso de la aplicación de los Acuerdos en un momento de crisis del proceso de Paz, en el que
la ONU propondría soluciones de obligatorio cumplimiento por las partes.

Una vez terminado el mandato de Javier Pérez de Cuellar, el equipo Boutros Boutros Ghali, no solo
conversó la línea seguida por el diplomático peruano que le había precedido en el cargo, sino que,
mantuvo además en sus puestos a sus principales ayudantes en la negociación Salvadoreña (23)
………………………………
(23)El Británico Marrak Goulding, Secretario Adjunto de Operaciones de Paz; y el Peruano Alvarado de Soto, quien merecidamente
fue ascendido al cargo de Consejero Político del nuevo Secretario General de las Naciones Unidas.

La posición de EE.UU., como antiguo aliado de la Oligarquía y de los militares Salvadoreños había
variado sustancialmente, pasando de la prioridad antes concedida a la afinidad ideológica y al
anticomunismo, a privilegiar ahora una línea de modernización y democratización del País, lo que
le puede aportar estabilidad y desarrollo, concepto que implica incluir a fuerzas políticas como el
FMLN, pocas horas después de haber concluido el Acuerdote Nueva York; como muestra de un
gesto de reconciliación, explicando luego a los medios de un gesto de reconciliación, explicando
luego a los medios de comunicación que “Era importante hacerles saber que la guerra estaba
terminada para nosotros también”. Enfatizando además que “apoyaba los Acuerdos de Paz, y que
no eran vistos por los EE.UU. como un mal necesario para finalizar la guerra y que creían en las
Reformas que habían sido negociadas”.

Las solemnes ceremonias en el Castillo de Chapultepec, en pleno corazón de la ciudad capital de


México. Este país recibía el honor de ser anfitrión de la firma de los Acuerdos, justo precio por su
gran hospitalidad mostrada en reuniones anteriores y su importante contribución a favor de la
solución negociada desde la temprana fecha, como lo era junio de 1981. Los Presidentes de los 4
gobiernos “amigos” y los Mandatarios del área Centroamericana estarían presentes, en una
ceremonia, presidida por el Secretario General de la UN., marcaba un hilo en la historia
contemporánea de solución de conflictos y en las relaciones internacionales en su conjunto.

4.8.ACUERDOS DE CHAPULTEPEC.

En el discurso de Chapultepec, un ex comandante del FMLN enfatizó que el Acuerdo de Paz era
“Expresión del nuevo consenso de la nación”, que implicaba un nuevo pacto social, una especie de
refundación del Estado y de la Nación salvadoreña(24)
…………………………………………
(24)Dicho por el Comandante del FMLN Schafik Handal, durante el discurso de Chapultepec.

El discurso del Presidente Cristiani, por su parte, en un tono marcadamente conciliatorio, reconocía
que el conflicto había tenido su origen interno, señalado como causa principal el que nunca hubo
una auténtica democracia en el País y que, para construirla, sería imprescindible el aporte y
participación del FMLN.

De las distintas transformaciones las relativas al Poder militar y policial eran, sin ninguna duda, las
más decisivas, el fin de la hegemonía militar sobre la nación civil.

Había otras transformaciones, no menos importantes que afectan a la estructura Judicial, al


Sistema de Garantías de los Derechos Humanos, al Sistema de Garantías de los Derechos
Humano, al Sistema Político, Electoral y al Marco Legal de las Relaciones Laborales. Aspectos
relativos al tema socio-económico, eran tocados más de fondo a la dinámica que pudiese haber
tomado el foro de Concertación.

Los Acuerdos de Paz son, con todo y lo que puede señalarse, lo mejor que los Salvadoreños
tenemos, por lo que deben ser defendidos con toda decisión y procurar su aplicación integral y sin
alteraciones, ni en su letra, ni en su espíritu. Esa debe ser la mejor base para levantar un nuevo
país que por largo tiempo hemos deseado, en virtud de lo cual, debemos unificar esfuerzos y sacar
entre todos a El Salvador del atraso económico y cultural, de la marginalidad y miseria en la que
sobreviven grandes mayorías de salvadoreños y de la violencia social y política en que el país está
todavía sumergido y contribuir así a la consolidación de una Paz con Justicia Social.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

-Jack Spence, et. al; “Un informe sobre dos años de Progreso de los Acuerdos de Paz en El
Salvador”. Hemisphere Initiatives, Cambridge, Massachussets; San Salvador, El Salador, Marzo de
1994.
-“Acuerdos de El Salvador en el Camino de la Paz” Reimpresión hecha por ONUSAL; Imprenta El
Estudiante, San Salador, Noviembre de 1993.

-“El Salvador: La Transición Socio-Política de la Guerra a la Paz”; Cuaderno de Trabajo Nº 14,


Centro de Investigación y Acción Social CINAS, Junio de 1922.

-Cuadernos del IEJES Nº 3; “Justicia y Democracia, Los Vectores de la Paz, 1ª Edición, La


Pirámide, S.C. de R.L., San Salvador, Marzo de 1922.

-Constitución de la República de El Salvador de 1983 (Con sus reformas); Editorial Jurídica


Salvadoreña, D.O. Nº 19 Tomo Nº 314, Enero de 1922.

-Gobierno de El Salvador, y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional. “Acuerdos de Paz
en El Salvador”.Chapultepec, México, 1922.

-ASACS BULLETIN; “Siguen Flotando Acuerdos de Paz”; Nº 106; San Salvador, Noviembre de
1991.

-ASACS; “Tendencias Actuales de la Resolución del Conflicto Salvadoreño”, San Salvador, Mayo
de 1993.
CAPITULO II

LA REFORMA CONSTITUCIONAL EN EL SISTEMA JUDICIAL.

1. CONCEPTOS, NATURALEZA JURÍDICA Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA REFORMA


CONSTITUCIONAL.

1.1.CONCEPTOS.

Previo a un estudio profundo de la Reforma Constitucional en nuestro país, se vuelve imperiosa la


necesidad de conceptuar la misma, y obtener así un enfoque claro y objetivo de los diversos
elementos que la conforman.

Por Reforma Constitucional debemos entender la modificación del texto Constitucional, practicando
de conformidad al procedimiento y por los Órganos que ella misma preestablece para efectuar
dicho cambio; es decir que se trata de una manera formal de obtener el cambio de la Constitución,
lo que surge cuando la misma contiene lagunas o vacíos legales, e incluso para adaptarla al
momento político e histórico que se viva. (Bertrand Galindo, y otros; 1992, pp. 176).

Sistema Judicial es el conjunto de Principios o Normas que entrelazadas una s a otras, contribuyen
a la finalidad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado por la autoridad competente, bajo los límites de
la norma; esto con el propósito último de lograr una pronta y cumplida justicia. (Osorio, Manuel;
1984, pp. 421 y 710).

Con lo expresado en los dos conceptos anteriores, podemos concluir afirmando que la Reformas
Constitucional en el Sistema Judicial, no es más que la modificación total o parcial de la norma
Constitucional, con el objeto de suprimir, complementar, sustituir o variar su texto en lo que
respecta al conjunto de preceptos que regulan lo concerniente al Órgano Judicial, encargado de
ejercer la administración de justicia.

1.2.NATURALEZA JURIDICA.

Es muy importante hacer énfasis, en cuanto a establecer el punto de partida de toda reforma
Constitucional, para poder justificar así la modificación de la Carta Magna con el objeto de
adaptarla a una realidad jurídico-política, y con ello consolidar el desarrollo de un Estado de
Derecho que propugne por una verdadera justicia social y un bienestar general a la población.

La naturaleza Jurídica de la reforma a la Ley Primaria, es de Derecho Constitucional, ya que el


Artículo 248 de nuestra Constitución Política vigente, permite la reforma parcial de la misma, el cual
manifiesta que podrá acordarse por la Asamblea Legislativa con el voto de la mitad más uno de los
diputados electos.

Hemos podido observar que a través de la historia política de nuestro país, todas y cada una de las
Constituciones que hemos adoptado a partir de la de 1824, consagran y regulan dentro de su texto
la forma y mecanismo de reforma a las mismas, por lo que en todas érase incluye un precepto que
permite su transformación. Con ello queda demostrado que la Reforma Constitucional en nuestro
país, tiene su fundamento en la Ley Primaria, lo que en términos generales la convierte en una
Constitución de tipo flexible, permitiendo así su modificación parcial de acuerdo a la realidad
jurídica y al momento político que vive el país.

En los primeros cuatro años de la presente década hemos experimentado diversas reformas de
carácter Constitucional, las que tienen su asidero legal como ya se dijo, en la Constitución misma,
y sus antecedentes en las discusiones vertidas en el proceso de Diálogo-Negociación, donde
resaltó uno de los grandes problemas que había dado origen al conflicto bélico, como lo era la mala
distribución de la tierra y el alto grado de injusticia social que aún impera en nuestro país. Tal
proceso de Diálogo-Negociación viene a culminar con la suscripción de los Acuerdos de Paz, que
pone fin al conflicto armado, y logra introducir reformas Constitucionales en el campo de la Fuerza
Armada y Seguridad Pública, Sistema Judicial y de Derechos Humanos, y Sistema Electoral.

1.3.EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

A partir del año 1821, nuestro país finaliza con la primera parte del proceso Centroamericano de
Independencia Política, al romperse la relación con la corona española, y que hasta dos años
después que se consumó este proceso, con la promulgación de la primera Constitución, la que
reguló también por primera vez, el mecanismo que se iba a adoptar para realizar su reforma, por lo
que en iba a adoptar para realizar su reforma, por lo que en su Artículo 80 estipulada que el
Congreso podía, transcurridos dos años de la misma, sin necesidad de ejercer un trámite especial,
pero no podían alterarse los artículos referentes a la Independencia, la forma Federal del Estado, el
Territorio y la División de Poderes.

Por su parte, la Constitución de 1841 en su Artículo 90 estatuía que se podían hacer reformas
parciales a la Constitución, a propuesta de la cuarta parte de los representantes en cualquiera de
las dos Cámaras Legislativa, pudiendo acordarse tal reformas por los dos tercios de votos de los
diputados electos, y con la sanción del Órgano Ejecutivos; cuando la opinión pública exigía el
cambio en su totalidad, se proponía y acordaba en los términos referidos, y además se convoca a
una Asamblea Constituyente para que la dictase; en esta Constitución no se establecía mayores
requisitos que los necesarios para reformar una Ley Secundaria, por lo que existía flexibilidad.

La Constitución de 1864 aumentó los requisitos de reformas, siendo necesarias dos Asambleas
Legislativas para su aprobación; así el Artículo 102 manifiesta que las reformas debían publicarse
en la prensa, y se tenía por Ley después de aprobada por la próxima legislatura; y cuando la
opinión pública y el bienestar general lo demandaba, se hacía por una Representación Nacional
Constituyente.

El procedimiento de reforma más largamente mantenido con algunas variantes, es el establecido


por las Constituciones de 1871, 1872, 1880, 1883, 1886, 1945, 1950 y 1962, conforme a los
Artículos 127, 130, 133, 137, 148, 171, 222 y 223 de las citadas Constituciones; en ellas la reforma
podía acordarse por los dos tercios de votos de los representantes electos; en las cuatro primeras
ese integraban el Congreso (Representantes y Senado), y en las restantes para la Asamblea
Legislativa.

Es a partir de la Constitución de 1880, que se requiere además que en la resolución de reforma se


puntualizara el Artículo o Artículos a reformarse, y publicarse en el Diario Oficial, para que la
siguiente Legislatura volviese a tomar en consideración tal resolución, y si esta ratificación lo
resuelto por la Legislatura anterior, se convoca a una Asamblea Constituyente, para que si lo
tejiese a bien decretase la reforma.

Las Constituciones de 1886 y 1945, no permitían la reforma de los Artículos que prohibían la
reelección del Presidente, Vicepresidentes y sus designados, así como lo concerniente a la
duración del Período presidencial.

La Constitución de 1939 presentó variantes en cuanto al procedimiento de reforma, y en su Artículo


188 establecía tres vías de reforma, cuales eran:

a)Por una Constituyente, convocada por Acuerdo en Actas plebiscitarias, autorizados por los dos
tercios de los ciudadanos hábiles para votar; b)Por una Constituyente que debía convocarse cada
veinticinco años para introducir innovaciones que la experiencia política exigiera o demandara; y
c)Por los Asambleas Legislativas consecutivas; la primera con no menos de dos tercios de votos
de los diputados electos, debiendo señalarse el Artículo o Artículos que habrían de suprimirse o
reformarse; la segunda con igual número de votos, y si ratificaba lo resuelto por la anterior
decretaba la reforma.

Los Artículos comprendidos en lo referente a Forma de Gobierno, Derechos y Garantías, los


Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la Hacienda Pública Nacional, y los procedimientos de
reforma de la Constitución y Leyes Constitucionales, solo podían reformarse por una Asamblea
Constituyente.
En la Constitución derogada por el Golpe de Estado de octubre de 1979 no se regulaba la iniciativa
de reforma, por lo que se entendía que se aplicaba lo dispuesto para las Leyes Secundarias; esto
era así por que la iniciativa de reforma descansaba en los órganos constituidos. Por otra parte, era
una Asamblea Constituyente la que decretaba las reformas, cuyo acuerdo y proyecto habían sido
acordados y ratificados por dos Asambleas sucesivas.

La Constitución de 1962, no contemplaba Artículos no reformables, por lo que la competencia de la


Asamblea Constituyente podía calificarse de ilimitada; en cambio la Constitución vigente establece
límites a la Reforma Constitucional, al prohibir expresamente la reforma a los Artículos referentes a
la Forma de Gobierno, a los Limites del Territorio, y a la Alternabilidad en la Presidencia de la
República; Artículos 83, 84 y 88 respectivamente.

En resumen, nuestro país desde su Independencia ha conservado una Constitución con un


mecanismo de reforma un tanto complejo, pues este ha estado sujeto a una categoría superior y de
mayor rigor en comparación a las Leyes Secundarias; sin embargo en nuestro país ha existido más
de una decena de Constituciones cuyos procedimientos de reforma no han tenido eficacia en la
vida, nacional, sino que han sido las conmociones políticas el factor fundamental de las
transformaciones constitucionales, desde la promulgada de la Constitución de 1824, hasta la actual
Constitución de 1983, decretada luego del Golpete Estado de 1979; es decir, que en todos los
periodos históricos de El Salvador, ha existido un total irrespeto a la norma Constitucional, donde
se han quebrantado sus procedimiento de reforma.

2.ASPECTOS DOCTRINARIOS DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL.

En lo que respecta a la Reforma Constitucional, existe una diversidad de autores que aunque
convergen unos con otros, todos reflejan un interés pleno en dar su aporte científico en el estudio
de esta materia.

La primera situación que surge con respecto a este punto, es la posición de todos los autores que
afirman que las Constituciones no son eternas, y por ende están sujetas a sufrir modificaciones o
reformas en su texto. La doctrina jurídica sobre la Reforma Constitucional, fundamentalmente
presenta tres enfoques sobre la naturaleza del poder que se ejercita cuando se modifica la norma
Constitucional.

Existe un sector de la doctrina que hace una diferenciación entre modificaciones y


transformaciones de la Constitución, en donde la modificación implica la reforma en aspectos no
sustanciales y conserva los rasgos esenciales de la Constitución; por otro y básico de los principios
Constitucionales; en este último caso, funciona un simple Poder de revisión, el cual esta sujeto al
orden jurídico vigente; y en la modificación, un Poder Constituyente con carácter ilimitado de hacer
ver en este enfoque, es el hecho que la sola modificación no proviene de una capacidad
Constituyente ya que su proceso está regulado por la Constitución; es decir que tiene carácter
limitado.

El constitucionalista Sánchez Viamonte, considera que el Poder Constituyente se pone de


manifiesto tanto en la etapa de primigeneidad, que es el momento en donde se construye la
primera Constitución, como cuando de reforma posteriormente en la etapa de continuidad; el Poder
Constituyente jamás se llega a agotar en su ejercicio. En conclusión para este autor toda reforma
Constitucional es obra del Poder Constituyente, ya sea en la etapa de Primigeneidad como
Continuidad.

En el transcurso del tiempo entre las dos etapas citadas, el Poder Constituyente se encuentra en
reposo; sin embargo, en la etapa de continuidad, este Poder se encuentra condicionado por un
orden constitucional vigente. El pueblo se autolimita para el futuro como titular del Poder
Constituyente; es decir que para este autor, toda reforma constitucional es obra de este Poder, ya
que en ambas etapas se observa esa iniciativa de reforma constitucional vigente. El pueblo se
autolimita para el futuro como titular del Poder Constituyente; es decir que para este autor, toda
reforma constitucional es obra de este Poder, ya que en ambas etapas se observa esa iniciativa de
reforma.

Existe otro enfoque que tiene mayor aceptación en la doctrina, el cual determina que toda Reforma
Constitucional, es fuente del Poder Constitucional derivado; en otras palabras, la Reforma puede
ser parcial y total, y es derivado porque proviene de su capacidad, de sus límites, de su forma de
exponerse de la Constitución a cuya revisión se aplica.

En síntesis, la doctrina jurídica apunta únicamente por sus autores, a estimar que el acto
reformador de la norma constitucional, emana del ejercicio del Poder Constituyente derivados;
existiendo una sola posición doctrinaria que no le da naturaleza constituyente a la reforma, sino
que manifiesta que esta constituye una simple modificación a la Constitución, y hace recaer esa
capacidad en u poder Constitucional, cuando se realicen reformas que cambien el contenido de la
Constitución.

De acuerdo a la doctrina, el proceso de reforma se integra por las siguientes etapas: a)iniciativa,
b)Acuerdos de Reformas, y c)Ratificación.

La iniciativa al proceso de Reforma Constitucional, está a cargo exclusivamente de los


representantes de la Asamblea Legislativa; pero además, existe un criterio más extenso, y es de
que esa iniciativa también sea competencia del Órgano Ejecutivo. El establecimiento de la Iniciativa
Popular merece una especial referencia, que tiene como apoyo la soberanía popular; se ha
positivado en este caso ese pensamiento, acudiendo a un porcentaje mínimo del cuerpo Electoral.

El acuerdo de Reforma a la Constitución decretado por el Órgano señalado en la misma, es de


naturaleza Política y no constituye una función legislativa común; por ello, los doctrinarios
sostienen que el Órgano Ejecutivo, no puede vetar dicho acuerdo, y para ello a veces se exige una
votación calificada; en este acuerdo se debe determinar los Artículo a reformar y las nuevas
reformas propuesta. La ratificación del acuerdo anterior, puede verificarse por el mis Órgano que lo
ha decretado, con votación calificada, por otro habilitado al efecto, o por una Consulta Popular, lo
cual dependerá del grado de rigidez del procedimiento de reforma.

La doctrina, ha manifestado que la ratificación del Acuerdo de Reforma tiene dos fronteras, las
cuales son: 1)La Ratificación no puede involucrar más Artículos que los aprobados en el Acuerdo
de Reforma, aunque si pueden rechazarse algunos de ello; 2)Las cláusulas pétreas y anacrónicas
que contienen ciertas Constituciones, hacen imposible lograr una modificación del texto
Constitucional.

3.PROCESO DE REFORMA JUDICIAL EN EL SALVADOR, COMO RESULTADO DE LA


SUSCRIPCIÓN DE LOS ACUERDOS DE PAZ.

El proceso de Reforma Judicial en nuestro país dentro del ámbito señalado, se enmarca al menos
desde el año 1987, donde se puso de manifiesto la necesidad urgente de realizar reformas
sustanciales al Órgano Judicial, para que de esta forma, se lograra una Independencia en la
Administración de Justicia; de tal manera, que desde esa época, se da comienzo a una serie de
Acuerdos Biliares entre las dos partes en conflicto, con lo cual conllevarían al logro de una
pacificación total en el país.

Se da pues nacimiento a este proceso de Paz, con la firma de los Acuerdos de Esquipulas II,
celebrados el siete de agosto de 1987, cual fue diseñada por el Presidente de Costa Rica en aquel
entonces Oscar Arias, quien planteó una solución global para la pacificación en el Istmo
Centroamericano, basado en la consolidación de la Democracia, promoviendo un Diálogo Nacional,
una Amnistía General, un Cese al Fuego, celebraciones de Elecciones Libres y Limpias, y el
repudio a los grupos insurgentes y a las fuerzas irregulares.

El 27 de julio de 1989, se pidió la intervención del Secretario General de las Naciones Unidas de tal
época, (Javier Pérez de Cuellar) para que interpusiera sus oficios y lograr así la pacificación en la
región; petición que fue hecha por los cinco Presidentes del Istmo; y es en diciembre del mismo
año, que en forma separada el Gobierno de El Salvador, y el frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), pidieron al Secretario General de la ONU que les asistieran en la
búsqueda de la Paz; con el proceso de pacificación y acabar con el conflicto bélico, el cual quedó
establecido en el llamado “Acuerdo de Ginebra”, suscrito el 4 de abril de 1990, y en el que se
señaló los cuatro objetivos del proceso, cuales eran: a) Terminar el conflicto armado por vía
política, b)Impulsar la Democratización del país, c)Garantizar el irrestricto respecto a los Derechos
Humanos, y d)Reunificar a la Sociedad Salvadoreña.

Las partes diseñaron una Agenda General y un Calendario del proceso de Negociación, que fue
firmado en Caracas el 21 de mayo de 1990, cuyo objeto inicial sería el de lograr Acuerdos Políticos
para la concertación de un Cese del Enfrentamiento Armado, en el cual se abarcó dentro de este
Acuerdo lo referente al Sistema Judicial dentro de la Reforma Constitucional; acá se establecieron
dos fases del proceso así: 1)Acuerdos Políticos que permitieron el Cese del Enfrentamiento
armado y las Garantías y condiciones necesarias para la reincorporación del FMLN dentro de un
marco de plena legalidad a la vida civil, institucional y político del país.

El 26 de julio del mismo año, las partes firmaron el primer Acuerdo en el proceso de Negociación,
relacionado nuevamente con el irrestricto respeto a los Derechos Humanos, celebrados en San
José, Costa Rica, el cual fue pieza fundamental para la creación de la Misión de Observaciones de
la ONU, según resolución 693 del Consejo de Seguridad de la misma, quienes supervisarían todos
los cuales estaban compuestos por un triple componente así: a)Una división de Derechos
Humanos, b)Otra Militar, y c)Una de observadores Policiales para verificar los Acuerdos.

Es durante las discusiones del Proceso de Diálogo- Negociación, que surgió uno de ,os verdaderos
problemas que habían originado el conflicto armado, el cual era el desequilibrio en la distribución
de la tierra en un país que es relativamente pequeño y con una súper población, y la marcada
injusticia social que aún persiste; a medida que se lograban avances en Negociación, se hizo
evidente la necesidad de enmendar la Constitución, para lograr incorporar los Acuerdos de Paz en
el Ordenamiento Jurídico Salvadoreño.

Entre polémicas de sectores conservadores más importantes del país, que observaron en este
proceso un generar inminente para sus intereses económicos, hizo generar la primera crisis en el
proceso de Negociación; pero esto no fue obstáculo para firmar un nuevo Acuerdo, en donde se
establecerían Reformas Constitucionales para el Sistema Judicial, Fuerza Armada y Derechos
Humanos; este acuerdo celebrado en México fue firmado el 27 de abril de 1991, y en él se creó la
llamada “Comisión de la Verdad”.

En la agenda de Caracas, se negoció el conjunto de Acuerdos Políticos sobre el Sistema Judicial,


en lo concerniente exclusivamente a lo que respecta al Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ),
como también a la Designación de los Magistrados a la Corte Suprema de Justicia, y sobre la
Carrera Judicial.

Ambas partes, convencidos de la necesidad de dar un impulso final al Proceso de Negación que
llevaban a cabo con la activa participación del Secretario General de la ONU, para que se pudiera
alanzar a corto plazo el conjunto de Acuerdos Políticos requeridos para terminar definitivamente el
conflicto, decidieron celebrar el Acuerdo de Nueva York, en donde se creó un conjunto de
condiciones y garantías que aseguraran el cumplimiento de dichos Acuerdos; así mismo, se creó
una Comisión Nacional para la Consolidación de la Paz (COPAZ).

El 13 de enero de 1992, se firma el Acta de Nueva York en donde ambos sectores manifestaran
haber alcanzado Acuerdos que finalizan la Negociación, sobre todos los puntos que quedaron
inconclusos cuando se firmó el Acta de Nueva York del 31 de diciembre de 1991.(1)
…………………………..
(1)Negociar el Calendario de Ejecución de los Acuerdos y la modalidad del fin de la estructura militar del FMLN, y la reincorporación
de sus integrantes, dentro de un marco de plana legalidad, a la vida civil, política e institucional del país.

Con la firma de los Acuerdos de Paz celebrados en Chapultepec el día 16 de enero de 1992, se
logran reafirmar todos los Acuerdos celebrados con anterioridad entre las partes en negociación,
con la cual se pone fin a un conflicto de intereses contrapuestos entre ambos sectores. Si bien es
cierto, los Acuerdos de Paz no hicieron más que asumir la necesidad de reformar la Constitución
en lo referentes al Órgano Judicial y a los otros aspectos citados, pero no lograron satisfacerla; por
ello la Comisión de la Verdad y el Secretario General de las Naciones Unidas Boutros Boutros
Ghali, retomaron el tema con mayor profundidad, siendo el Centro de Estudios para la Aplicación
del Derecho (CESPAD), y otros, quien presenta su propuesta de Reforma a la Constitución en lo
que respecta al Órgano Judicial, (2), la cual va encaminada a la búsqueda de la Independencia
Interna en el citado Órgano, pues esta es una cualidad esencial.
………………………..
(2)Institutos de Estudios Jurídicos de El Salvador (IEJES). Abril de 1994.

Para el logro de una sana Administración de Justicia, obteniendo una independencia absoluta de
los Jueces y Magistrados en el ejercicio de sus fundaciones jurisdiccionales, y puedan estar
sometidos exclusivamente a la Constitución y a las leyes.

4. LA REFORMA CONSTITUCIONAL, EN EL DERECHO COMPARADO CON LOS PAÍSES DE


AMERICA LATINA.

Como de todo es sabido, muchos de los países Latinoamericanos, divergen uno de otros en cuanto
a su ordenamiento Constitucional; razón por la cual se hace de vital importancia el estudiar la
Reforma Constitucional en el Derecho Comparado; ya que con ello podemos estudiar y analizar las
experiencias de las distintas sociedades que conforman la gran Nación de América Latina, en su
lucha por establecer alternativas Institucionales para obtener un cambio Político, Social y
Económico, que conlleve al acercamiento de los pueblos y a la práctica de una vida democrática
estable, enmarcada en los pilares de la Justicia y la Paz Social.

Este estudio comparativo obedece a ciertas similaridades o afinidades en cuanto a la forma de


Estado y Gobierno del país que se estudie, en relación al proceso de reforma en la Constitución del
mismo; a ello se limita nuestro estudio comparativo, en tanto el espacio Social de Latinoamérica.

En muchas constituciones de estos países, no se dice expresamente a quienes compete LA


Iniciativa de Reforma Constitucional; en estos casos los depositarios de la iniciativa son los mismos
que la poseen para la Legislación Secundaria; tal es la situación de las Constituciones de
Argentina, Bolivia, Colombia y otros, que le confieren al acto de Reforma Constitucional un trámite
de aprobación de dos legislaturas.

En otras constituciones se ha querido calificar, cualificar y a la vez limitar la iniciativa de reforma a


sujetos expresamente señalados en los preceptos fundamentales; entre estas se encuentran las de
Costa Rica, la cual requiere de una proposición firmada por diez diputados; la de República
Dominicana, que exige la proposición de reforma, el apoyo de la tercera parte de los miembros de
una de las cámaras, o bien, la iniciativa del más amplia, al incluir a legisladores, Presidente de la
República, Corte Suprema de Justicia, e iniciativa Popular; entre otras.
Dentro del grupo de constituciones que expresan de modo manifiesto los sujetos que poseen
iniciativa de reforma, existen las que diferencian entre Iniciativa de Reforma Parcial e Iniciativa de
Reforma Total, tal como lo establece la de la República de Nicaragua.

La tendencia de las Constituciones más recientes, es en primer lugar a expresar de modo


manifiesto, quienes poseen iniciativa de reforma; y en segundo lugar a incluir o ampliar más sujetos
con Iniciativa de Reforma Constitucional; como ejemplo de esto, tenemos la Constitución de
Guatemala, que le otorga Iniciativa de Reforma al Presidente de la República, a diez diputados, a
la corte de Constitucionalidad y al pueblo a través de petición suscrita por no menos de cinco mil
ciudadanos.

En los procedimientos establecidos en las Cartas Magnas de los países de la región, en cuanto a
Reformas se refiere, se pueden distinguir cuatro mecanismos de reforma, así:

1)Aprobación de dos Legislaturas generalmente en sucesión inmediata entre ellas, y con votos
calificados de dos tercios de sus miembros. 2)Aprobación de la necesidad de Reforma por el
Congreso Legislativo Ordinario, con voto calificado de los dos tercios de sus miembros, ya
aprobación por Convención del Órgano Constituyente convocado al efecto. 3)Aprobación del
Congreso Legislativo Ordinario y Ratificación por Consulta Popular; en estos casos generalmente
se pierde el voto calificado del Congreso, que la Consulta Popular en la forma establecida por las
Constituciones, y 4)Un procedimiento mixto, en el cual se establece en una misma Constitución,
diferentes tipos de mecanismos, dependiendo de los contenidos o alcances de la Reforma, ya sea
total o parcial, y del tipo de entidad o sujeto que ha desarrollado a Iniciativa Constitucional de
Reforma.

En tanto, la mayoría de Constituciones de América Latina, se inscriben en los primeros tipos; es


decir, que exigen la aprobación de dos legislaturas o de una sola y del Órgano Constitucional,
convocado al efecto. Estas regulaciones de mecanismos, se encuentran en las Constituciones de
vigencia más antiguas, o bien de corte tradicional en cuanto a ello se refiere: por ejemplo, las
Constituciones de Argentina, Bolivia, Honduras, Costa Rica y El Salvador, exigen este tipo de
mecanismos de Reforma, y la existencia de este, supone una menor agilidad en los procesos de
Reforme Constitucional; ya que generalmente, habrá que esperar el funcionamiento en dos
períodos del Órgano Legislativo, o bien, convocar una Constituyente.

Las Constituciones más recientes, o de una concepción más ágil en lo que respecta a su forma,
han adoptado el mecanismo de aprobación, en donde el Órgano Legislativo puede decretar su
reforma, en el voto calificado de las dos terceras partes de sus miembros electo, y ratificarlas
mediante Consulta Popular; esto implica mayor celebridad para dar vigencia a la reforma, puesto
que ello puede ocurrir en el período de funcionalidad de una misma Legislatura.

El designado procedimiento mixto, se encuentra en menor número de Constituciones, y la que


mejor ejemplifica esta situación es Uruguay, en donde la Iniciativa ciudadana de Reforma, es
sometida a decisión Popular en la elección más inmediata.

De modo diferente se procede cuando la iniciativa de Reforma la Realizan Senadores, sus


representantes y el Poder Ejecutivo, situación que requiere de la aprobación mayoritaria de la
Asamblea General y la aprobación mayoritaria de la Asamblea General y la Aprobación de una
Convención Nacional Constituyente, convocada al efecto; la Constitución de Guatemala cae dentro
de esta clasificación, ya que para la reforma de cualquier artículo del Capítulo I (Derechos
Individuales), del Título II (Derechos Humanos), se convoca a la Asamblea Nacional Constituyente,
la cual aprueba o no las reformas previamente señaladas por el congreso; y para cualquier otra
reforma, el procedimiento que se sigue, implica la aprobación del Congreso y la Ratificación
Popular.

Entre algunas características fundamentales que le dan una naturaleza especial a la mayoría de
Constituciones en cuanto al procedimiento de reforma, puede citarse las siguientes: a)Las
Regulaciones a la Iniciativa de Reforma, b)Los Procedimientos Especiales de Reforma
constitucional, y c)La Ausencia de Veto Presidencial; este último no se encuentra establecido en el
proceso de Reforma Constitucional, de tal modo, que la ausencia de objeciones presidenciales que
detengan u obstaculicen dicho proceso, reviste a la Reforma Constitucional de una naturaleza
extraordinaria y superior al proceso de formación de las Leyes Secundarias.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

-Bertrand Galindo, Francisco, et, al.; “Manual de Derecho Constitucional” Tomos I y II, 1ra. Edic.,
Talleres Gráficos de la UCA, San Salvador, 1992.

-Osorio, Manuel, “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”. Buenos Aires, Argentina,
Edit. Heliasta S. de R.L., 6ta Edic. 1984.

-Tinetti, José Albino, “Estudios Constitucionales en los Programas de Capacitación de Miembros


del Sistema de Administración de Justicia”. Revista de Ciencias Jurídicas; San Salvador, Año I Nº
2; 1992.

-Cuadernos del IEJES (Instituto de Estudios Jurídicos de El Salvador) Nº 2: “El Proceso de


Reforma Judicial en El Salvador”, “Reforma Constitucional en el Derecho Comparado con los
Países de América Latina”; 1ra. Edic.; La Pirámide, S.C. de R.L., San Salvador, El Salvador,
Agosto de 1991.

-Cuadernos del IEJES, Nº 5; “Una Nueva Constitución, para un Nuevo País”; 1ra. Edic., Imprenta
La Equidad, Asoc. C. de R.L., San Salvador, Enero de 1993.

-Constitución de la República de El Salvador, de 1983, Decreto Nº 38; Edic. Nº 234, D.O. Tomo Nº
281, Dic. 1983.

-Constitución de la República de El Salvador, de 1983 (Con sus reformas); editorial Jurídica


Salvadoreña, D.O. nº 19 Tomo Nº 314, Enero 1992.

CAPÍTULO III

EL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA, COMO INSTITUCIÓN


GARANTE DEL PRINCIPIO DE INDEPENDEMCIA JUDICIAL.

1.CONCEPTO, NATURALEZA JURÍDICA Y EVALUACIÓN HISTÓRICA.

1.1.CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA.

Es difícil elaborar un concepto general sobre esta Institución que ha asumido matices muy diversos
en los países donde funciona y también a lo largo del tiempo; a tal efecto la Ley define al Consejo
Nacional de la Judicatura como “Una Institución Independiente, encargada de proponer candidatos
para los cargos de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Magistrados de Cámaras de
Segunda Instancia, Jueces de Primera Instancia, Jueces de Paz”. (Art. 187 Cn. 1983 Reformada).
Cuando la Ley manifiesta que es una Institución Independiente, quiere decir con ello que el
Consejo no formará parte de ningún Órgano del Estado, ni estará influenciado por Partido Político
alguno u otro organismo cualquiera, convirtiéndose con ello en un instrumento fundamental para
dar garantía a la Independencia Judicial, tanto externa por medio de la cual el Órgano Judicial
ejercerá sus funciones sin interferencia de los otros Órganos del Estado, como interna, por la cual
todo funcionario encargado de administrar Justicia queda exento de dependencia jerárquica, es
decir de la influencia de sus superiores en grado.

De este modo, puede definirse la Institución del Consejo Nacional de la Judicatura, como un
Organismo Independiente del Órgano Judicial y de los otros Órganos del Estado, creado
primordialmente para garantizar la Independencia del primero y la de los funcionarios que lo
integran, y encargado de proponer a la Asamblea Legislativa, candidatos para los cargos de
Magistrados de la Corte Suprema de Justicia; y a esta última, candidatos para los cargos de
magistrados de Cámaras de Segunda Instancia, así como para Jueces de Primera Instancia y de
Paz.

Referente a la naturaleza Jurídica del Consejo Nacional de la Judicatura, puede manifestarse que
este nace con la Constitución de 1983, instituido como un Órgano auxiliar de la Corte Suprema de
Justicia, de gran importancia para el buen funcionamiento de la Carrera Judicial, y encargado de
proponer candidatos solo para los cargos de magistrados de las Cámaras de Segunda Instancia, y
Jueces de Primera Instancia. Surge entonces a raíz de la llamada División de Poderes, establecida
en el Artículo 86 de nuestra Constitución, en lo que manifiesta que”…los Órganos del Gobierno
ejercerán el Poder Público independiente, dentro de las respectivas atribuciones y competencias
que establece la Constitución”; acá es entonces donde tiene su fundamento la Institución del
Consejo, que fue creado con la pretensión de garantizar la Independencia del Órgano Judicial, de
los otros Órganos del Estado.

1.2.EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

Como ya se dijo anteriormente, el Consejo Nacional de la Judicatura nace con la Constitución de


1983, como un organismo auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, y de gran importancia para el
buen funcionamiento de la Carrera Judicial. El Artículo 187 de la Constitución de 1983, no
reformada, al respecto decía: “El Consejo Nacional de la Judicatura es el Órgano encargado de
proponer candidatos para los cargos de Magistrados de la Cámaras de Segunda Instancia y
Jueces de Primera Instancia. La Ley determinará la forma de designación de sus miembros, sus
requisitos, la duración de sus funcionarios y demás materias atingentes al Consejo”. Tal organismo
quedó regulado en el citado Artículo, creado con el fin de asegurar la Independencia del Órgano
Judicial, establecida en la División de Poderes, a que se refiere el Artículo 86 de la misma
Constitución. Una vez constituida la Institución del Consejo Nacional de la Judicatura, se hizo
necesario crear la Ley que diera regulación al mismo, para lo cual la Corte Suprema de Justicia,
tenía un plazo de un año, lo cual quedaba enmarcado en una disposición constitucional; sin
embargo, luego que entró en vigencia la Constitución, pasaron los años y la Corte Suprema de
Justicia no creaba la Ley que regulara al Órgano del Consejo Nacional de la Judicatura, violando
de esta forma la disposición constitucional que lo establecía; lo anterior atendía a intereses
partidistas, ya que las Cortes Supremas de Justicia de aquel entonces, pretendían continuar
hegemonizando los cargos públicos para determinados sectores. Con ello se explica que la
institución del Consejo quedaba en letra muerta, y fue hasta el mes de octubre de 1989, que la
citada Ley a que hacemos referencia salió publicada en el Diario Oficial, es decir, seis años
después de haberse publicado, en el período de un año luego de dicha proclamación.

A lo anterior hay que agregar que la citada Ley entró en vigencia en el mes de noviembre de 1989,
pero el Consejo no fue integrado inmediatamente, por lo que cabe mencionar que este comenzó a
operar en los primeros meses del año de 1990, con una deficiente organización, y con facultades
mínimas, ya que se le otorga la función de de proponer candidatos, pero no nombrarlos, es decir,
proponía pero no decidía; cosa que aún se mantiene actualmente, cuando debería darse al
Consejo más campo jurídico, y encargable la administración de toda la carrera judicial.

El Consejo empieza entonces a funcionar, a principios de año 1990, y fue a partir de los Acuerdos
de Paz firmados en México el 26 de julio de 1990 por el Gobierno de El Salvador y el Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que se establecieron reformas Constitucionales, en lo
que respecta a la Fuerza Armada, Sistema Judicial, Seguridad Pública, Derechos Humanos y para
el Sistema Electoral. El acuerdo firmado en México estaba relacionado con el respeto irrestricto a
los Derechos Humanos, y con la firma del mismo se pone remanifiesto la necesidad de reformar la
Constitución para incorporar los Acuerdos en el Ordenamiento Jurídico Salvadoreño; es así como
incorporan reformas al Sistema Judicial, y dentro de este se conviene en redefinir la estructura del
Consejo Nacional de la Judicatura, para integrarlo de manera que se asegure su independencia de
los Órganos del Estado y de los Partidos Políticos; se reconviene así mismo la integración a dicho
Consejo, no solo de jueces sino de sectores de la Sociedad que no estén directamente conectados
con la Administración de Justicia.

Sobre este punto puede decirse, que salea la luz la necesidad de fundamentar un Consejo
Nacional de la Judicatura, encargándose de la función de proponer candidatos para los caros de
magistrados de la Corte Suprema de Justicia de los Órganos Legislativo y Ejecutivo, de los
Partidos Políticos, y de cualquier otra influencia, pues ello sería un elemento importante y
sustancial en una correcta y sana administración de justicia.

Con la citada reforma Constitucional se modificó por completo la estructura y composición del
Consejo Nacional de la Judicatura, encargándole la función de proponer candidatos para los
cargos de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Cámaras de Segunda Instancia, y Jueces
de Primera Instancia y de Paz; así como también confirmarle la dirección en la organización y
funcionamiento de la Escuela de Capacitación Judicial. El espíritu de los Acuerdos de Paz,
pretendía reformular las funciones del Consejo, concediéndole la facultad no solo de proponer, sino
de nombrar Jueces y magistrados, para asegurar aún más la independencia tanto interna como
externa del Órgano Judicial, pero esto no fue posible alcanzarlo, logrando solo redefinir la
estructura del Consejo.

A raíz de la guerra interna que vivió nuestro país, se puso en evidencia la necesidad de liberar al
Órgano Judicial de la influencia o dependencia política a que estaba ligado, para lo cual era
menester que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia fueran elegidos a propuesta del
Consejo Nacional de la Judicatura; y de igual manera garantizar la independencia de los
magistrados de Segunda Instancia, Jueces de Primera Instancia y de Paz, quienes eran elegidos
por la sola voluntad de la Corte Suprema de Justicia, con lo que no se garantizaba la
independencia de los mismos por la estructura verticalista y jerarquía que los supeditaba al
Supremo Tribunal. Por lo antes expresado se hizo necesario redefinir la estructura del Consejo
Nacional de la Judicatura.

Las Reformas Constitucionales nacidas a raíz de los Acuerdos de México, fueron aprobadas por la
Asamblea Legislativa saliente, el 30 de abril de 1991, ratificadas posteriormente por la Asamblea
entrante. En los Acuerdos se dispuso que debería reformarse la Ley reguladora del Consejo
Nacional de la Judicatura, dentro de los noventa días siguientes a la ratificación de la Reforma
Constitucional por la Asamblea Legislativa entrante; y se elegiría un nuevo Consejo Nacional de la
Judicatura dentro de los noventa días siguientes a la sanción de dicha Reforma legal.

La Reformas Constitucionales antes citadas, se incorporaron por decreto Legislativo Nº 64 del 31


de octubre de 1991, y entraron en vigencia el 30 de noviembre del mismo año. A partir de
entonces, la Constitución regula al Consejo Nacional de la Judicatura en su Artículo 187, como una
Institución Independiente con el voto calificado de las dos terceras partes de los diputados electos;
estableciéndose que una Ley determinará lo concerniente a dicha materia.
Es así como son con fecha 11 de diciembre de 1992, se decreta la nueva Ley del Consejo Nacional
de la Judicatura, y se deroga la anterior contenida en el Decreto Legislativo Nº 348 del 5 de octubre
de 1989. Quedó pendiente a partir de entonces, elección del nuevo Consejo Nacional de la
Judicatura; para lo cual ya con anterioridad, en el mes de marzo de 1992, los gremios de Abogados
y demás sectores involucrados eligen ternas para llevar los Candidatos a la Asamblea Legislativa.
Los Candidatos sumaban un total de sesenta, los cuales iban ser reducidos a veintidós, que
confortarían los once propietarios y los once suplentes; en septiembre del mismo año, la Asamblea
Legislativa estudió las ternas propuestas, y fue hasta el mes de abril de 1993, que el Consejo
quedó finalmente integrado, el cual inició su trabajo con la presentación de ternas para Jueces de
Paz, en junio de 1993.

2.IMPORTANCIA Y FUNCIONAMIENTO DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

De todos es sabido que la Institución del Consejo Nacional de la Judicatura ocupa un punto de
relevante importancia en nuestro Sistema de Administración de Justicia. Basta solo analizar que la
citada Institución ha sido creada con el fin primordial de garantizar la Independencia del Órgano
Judicial, lo cual constituye un fundamento básico y esencial de toda sana administración de
Justicia, para reafirmar su importancia.

Un elemento básico del Consejo, es su Independencia que a su vez garantice la Independencia del
Órgano Judicial y la de los funcionarios que lo integran. La Independencia de dicha institución de
Partidos Político determinado, se encuentra respaldad por la disposición Constitucional establecida
en el Artículo 187, que establece que sus miembros serán elegidos por la Asamblea Legislativa con
el voto de las dos terceras partes de los diputados electos.

La nueva Organización dada al Consejo Nacional de la Judicatura, tiene su base en erradicar lo


nocivo del anterior Sistema Constitucional, con el cual el nombramiento de magistrados de la Corte
Suprema de Justicia se hacía por el Partido Político mayoritario de la Asamblea Legislativa; y
permitía el nombramiento, traslado y remoción de jueces y magistrados, directamente por la Corte
Suprema de Justicia, lo cual atentaba contra la independencia del Órgano Judicial e iba en
detrimento de una sana administración de Justicia.

Por lo expuesto, el Consejo Nacional de la Judicatura no podía estar supeditado a un Partido


Político en especial, no a la Corte Suprema de Justicia, ya que es su función principal evitar la
elección directa e independiente que hacía la Asamblea Legislativa, y proponer a esta candidatos
para magistrados de las Cámaras de Segunda Instancia, así como para Jueces de Primer Instancia
y de Paz. No podía entonces integrarse el Consejo con magistrados de la Corte Suprema de
Justicia, pues siéndolo así resultaría que los proponentes serían los mismos electos; de acá deriva
la independencia del Consejo, y consecuentemente, la importancia del mismo dentro del Sistema
Judicial. El Consejo funciona entonces como un Órgano Independiente, encargado de proponer
candidatos a los cargos de magistrados y Jueces; esta integrado por once concejales propietarios,
entre los que figuran tres abogados en ejercicio, dos abogados propuestos por la Corte Suprema
de Justicia que no sean magistrados, un Magistrado propietario de Cámara de Segunda Instancia,
un Juez propietario de Primera Instancia, un Abogado docente de Facultad de Jurisprudencia y
Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, dos Abogados docentes universitarios de las
otras facultades, escuelas o Departamentos de Derechos de Universidades privadas, y un miembro
del Ministerio Público; todo de conformidad como lo establece el Artículo 6 de la Ley del Consejo
Nacional de la Judicatura. Con la integración del Consejo en la forma establecida, se asegura su
independencia de los Órganos del Estado y de los Partidos Políticos, contrario a la asignación
establecida en la derogada Ley del Consejo Nacional de la Judicatura, (1), donde no garantizaba
en nada la Independencia del Órgano Judicial y la de los miembros que lo conforman necesaria
para una correcta y sana administración de Justicia.
……………………………….
(1)Decreto Legislativo, Nº 348, 5 de octubre de 1989.
En cuanto a la elección de los miembros del Consejo, estos según establece el Artículo 187 inc. 3
Cn. y el Artículo 7 de la Ley del Consejo Nacional de la Judicatura, son elegidos por la Asamblea
Legislativa, con el voto calificado de las dos terceras partes de los diputados electos; tal forma de
elección garantiza obviamente la Independencia de la citada Institución, de un partido político
determinado; la Ley establece así mismo que los miembros electos durarán en sus funciones por
un período de tres años, y no podrían ser reelectos para el período inmediato siguiente.

Otro aspecto de una importancia en cuanto al Consejo, es lo referente a la Escuela de


Capacitación Judicial, cuya dirección en su organización y funcionamiento se ha encomendado al
Consejo, y con el cual se pretende asegurar el continuo mejoramiento de la formación profesional
de los jueces y demás funcionarios judiciales; así como también investigar la problemática judicial
del país, y promover soluciones a la misma.

La forma como se encuentra estructurado actualmente el Consejo, constituye sin duda, un gran
avance en el desarrollo de un Estado Democrático de Derecho, con miras hacia una correcta y
sana administración de Justicia, pero para que esto último se logre, es menester y base importante
la Independencia del Órgano Judicial tanto externa como interna, esta última entendida como la
posibilidad real del funcionario judicial de ejercer sus funciones con sujeción exclusiva a la
Constitución y a las Leyes, sin ninguna clase de presión o dependencia de sus superiores en
grado. El papel que juega actualmente el Consejo Nacional de la Judicatura, es de suma
importancia para la consecución de la Independencia Judicial; sin embargo, hay que considerar
que con su funcionario no se logrará a plenitud tal propósito, por lo que se hace necesario formular
reformas al respecto, a fin de ampliar su campo de acción, y otorgarles no sólo la facultad de
proponer sino también la de nombrar Jueces y Magistrados, lo cual sería un paso trascendental en
el desarrollo y consolidación para un buen Sistema de Administración de Justicia.

3. ATRIBUCIÓNES Y FINALIDADES DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

3.1.ATRIBUCIONES.

El Consejo Nacional de la Judicatura, como Institución garante del Principio de Independencia


Judicial, nació como se dijo anteriormente con la Constitución de 1983, como un Organismo
auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, y donde se le atribuía como función principal el proponer a
dicho tribunal candidatos para los cargos de Magistrados de las Cámaras de Segunda Instancia y
Jueces de Primera Instancia. En tal sentido obvia lo relativo a la propuesta de candidatos para los
cargos de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Jueces de Paz, con lo que se atentaba
contra el desarrollo del Principio de Independencia Judicial, necesario para una cumplida y sana
Administración de Justicia. Cabe mencionar acá que la derogada Ley del Consejo Nacional de la
Judicatura, otorgaba a dicha Institución, otra serie de atribuciones puramente interno-
administrativas, las cuales eran: Garantizar la selección técnica y moral de magistrados de
Cámaras de Segunda Instancia y Jueces de Primera Instancia, promoviendo la superación de los
mismos y a la vez, constituirse en un organismo colaborador de la Corte Suprema de Justicia; sin
embargo, como ya se dijo el hecho mismo que el Consejo fuera un organismo auxiliar de la CSJ,
no se aseguraba en nada la Independencia tanto interna como externa del Órgano Judicial, razón
por la cual con la suscripción de los Acuerdos de Paz en México, se puso de manifiesto la
necesidad de redefinir y reestructurarla Institución del CNJ otorgándole más atribuciones, para lo
cual hubo que realizar reformas pertinentes en tal sentido y formular una nueva Ley reguladora de
la citada institución, que garantizará la Independencia del Órgano Jurisdiccional.

Es así como en virtud de los Acuerdos de Paz firmados el 27 de abril de 1991, se abre camino a
una reforma Constitucional que abarca el Sistema Judicial, en donde se redefine la institución del
CNJ, y se le otorgan a esta más facultades de las ya expresadas.
La vigente Ley del Consejo Nacional de la Judicatura, contenida en el Decreto Legislativo Nº 414
de fecha 11 de diciembre de 1992, establece como atribuciones principales al Consejo las
siguientes:

1-Proponer a la Asamblea Legislativa, candidatos para los cargos de magistrados de la Corte


Suprema de Justicia; esta atribución del Consejo surgió con las reformas Constitucionales nacidas
de los Acuerdos de Paz, pues anteriormente tales magistrados eran electos sin que fueran
propuestos por el Consejo Nacional de la Judicatura, pues no era atribución suya. Para hacer
efectiva la presente atribución, el Consejo lleva un registro de Abogados propuestos por las
entidades representativas de los Abogados de El Salvador, del cual selecciona un número triple de
los magistrados a elegir y los propone a la Asamblea Legislativa para que verifique la selección y
nombramiento. El CNJ efectúa la selección de candidatos tomando muy en cuenta la experiencia
profesional y académica, honorabilidad, cultura y demás atributos similares que reúnan los
Abogados, con el objeto final que los funcionarios nombrados sean los más idóneos para ello, y
abran camino hacia el mejoramiento del Sistema de Administración de Justicia.

2-Proponer a la Corte Suprema de Justicia, candidatos para los cargos de Magistrados de las
Cámaras de Segunda Instancia, Jueces de Primera Instancia y Jueces de Paz. En cuanto a esta, el
Consejo hará la selección de candidatos en los mismos términos expresados en la atribución
anterior, con la única variante que en relación al cargo de Juez de Paz., puede este ser ejercido por
egresados de Derecho cuando así se determine, el Consejo Nacional de la Judicatura hará la
propuesta respectiva, tomando en cuenta la nómina de estudiantes egresados que le proporcionen
los decanos o directores de las Facultades o Escuelas de Derecho o Ciencias Jurídicas de las
Universidades del País.

Para hacer efectiva la presente atribución, siempre que sea creada una nueva plaza de magistrado
o juez o quede vacante una de las ya existentes, el CNJ previo al informe de la Corte Suprema de
Justicia, dentro del plazo de 15 días a partir de este, propondrá a dicho tribunal las ternas
respectivas a efecto que verifique dicho nombramiento.

3-Otra Atribución del CNJ y quizá una de las más importantes, es la Evaluación de Magistrados y
Jueces. El Consejo deberá evaluar la actividad judicial por lo menos una vez al año, y presentar a
la Corte Suprema de Justicia un informe detallado y fundamentado de la evaluación realizada.

Para la realización de la evaluación, debe tomar en cuenta diversos criterios de la actividad judicial,
dentro de los que se mencionan la observancia de los plazos para la práctica de diligencias
judiciales, la eficiencia y celeridad de la actividad del Tribunal, las sanciones impuestas al Juez por
los Tribunales superiores en grado, entre otras. Con esta Atribución del Consejo se persigue
solventar las deficiencias de las actuaciones judiciales, mediante el informe a la Corte Suprema de
Justicia para que tome las providencias pertinentes, a fin de mejorar el Sistema de Administración
de Justicia.

4-Otra Atribución del Consejo nacida a raíz de los Acuerdos de Paz, es la de dirigir la Organización
y funcionamiento de las Escuela de Capacitación Judicial. Esta Atribución es otra de relevante
importancia en lo que respecta al desarrollo de la Independencia Judicial, ya que la citada Escuela
tiene por objeto primordial la capacitación teórica y práctica de los jueces, magistrados, personal
judicial y Ministerio Público, así como también la investigación de la problemática judicial y
promover soluciones inmediatas la misma. De igual manera es la encargada de realizar tareas de
investigación para verificar deficiencias e irregularidades del Sistema de Administración de Justicia,
encontrar sus causas y buscar soluciones alternas.

Es atribución entonces del CNJ, velar por el eficaz funcionamiento de la Escuela de Capacitación
Judicial, y regular lo relativo a la Organización de la misma, contribuyendo de esta manera al
desarrollo de la actividad Judicial, y por ende de la Administración de Justicia en general.

Cabe mencionar que además de las cuatro atribuciones antes mencionadas encomendadas al
Consejo, este tiene otras Atribuciones más de carácter interno-administrativas, y entre las cuales
se encuentran la e nombrar al Director de la Escuela antes citada, determinar las políticas a seguir
para el cumplimiento de sus fines, llevar un registro de Abogados que reúnan los requisitos para
optar a los cargos de Magistrados y Jueces, y otras más de carácter similar, las cuales son
necesario cumplir para el logro de sus objetivos.

3.2.FINALIDADES DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

La Ley del CNJ enuncia cinco objetivos principales que la Institución citada persigue como
vanguardia de la Independencia del Órgano Judicial. Tales objetivos están enmarcados en la
consecución y logró un mejoramiento en el Sistema de Administración de Justicia, siendo ellos los
siguientes:

-Garantizar la objetividad e igualdad de oportunidades en la selección de Magistrados y Jueces, así


como la Idoneidad de los mismos. Se pretende con ello crear espacios para los que los Abogados
del País puedan formar parte sin privilegio alguno y en iguales condiciones de las propuestas que
el Consejo verifique para los cargos de Magistrados y Jueces, y tener acceso así a la carrera
judicial atendiendo a las condiciones idóneas para optar a dichos cargos; con ello es evidente que
se garantiza la Independencia del Órgano Judicial.

-Asegurar el continuo perfeccionamiento de la formación profesional de Magistrados, Jueces,


personal judicial y Ministerio Público este objetivo lo logra el Consejo a través de la dirección de la
Escuela de Capacitación, encargada de capacitar teórica y prácticamente a los mismos, haciendo
más efectiva y sana la carrera judicial.

-Organizar y Administrar la Escuela de Capacitación Judicial, bajo el principio de extender los


beneficios de sus gestiones a los Magistrados, Jueces, personal judicial, Ministerio Público y a la
ciudadanía en general.

-Un objetivo más del Consejo Nacional de la Judicatura, es el de estudiar e investigar la


problemática judicial y sugerir soluciones inmediatas a la misma, para el mejoramiento de la
Administración de Justicia.

-Un último objetivo del Consejo, es el de asegurar que los participantes del Sistema de
Administración de Justicia, obren en estricto cumplimiento a la función asignada y dentro de los
lineamientos a un Estado democrático de Derecho.

4.ESTRUICTURA ORGÁNICA DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

En cuanto a la estructura misma, el CNJ tal como lo establece el Artículo 3 del Reglamento de su
Ley, se encuentra organizado de la manera siguiente:

a)El Pleno.
b)El Presidente.
c)El Secretario.
d)La Escuela de Capacitación Judicial.
e)Las Unidades Técnicas.
f)Las Comisiones Especiales.
El Pleno es el encargado de establecer las políticas y criterios fundamentales de actuación de
establecer las políticas y criterios fundamentales de actuación de los Órganos y Funcionarios del
Consejo, al que le darán cuenta e informarán periódicamente; esta constituido entonces por los
once concejales propietarios de que habla el Artículo 6 de la Ley del CNJ, y son elegidos como ya
se ha dicho, en votación nominal y pública con el voto calificado de las dos terceras partes de los
diputados electos en la Asamblea Legislativa.

El presidente por su parte, es el encargado de ejercer la representación legal del Consejo, así
como establecer y mantener las relaciones oficiales del mismo; este es elegido en la primera
sesión realizada por el Consejo, una vez instalado el mismo.

El Secretario del Consejo es el elegido de la misma forma que el Presidente, quien debe reunir los
requisitos establecidos en la Constitución para optar al cargo de Juez de Primera Instancia; siendo
sus atribuciones auxiliar al Presidente en el cumplimiento de sus funciones, proponer al mismo el
nombramiento y remoción del personal del Consejo, entre otras.

La Escuela de Capacitación Judicial, es la encargada de ejercer la capacitación teórica y práctica


de Magistrados y Jueces, del Personal Judicial y del Ministerio Público, así como de investigar la
Problemática Judicial. Su conducción corresponde al Pleno, y debe contar para el desarrollo de sus
funciones con un Director, un Sub Director, un Jefe de Sección, y Personal Docente, Administrativo
y de Servicio; siendo el primero el responsable del buen funcionamiento de la Escuela y el
encargado de ejecutar los acuerdos tomados por el Consejo, y será nombrado por este para un
período de dos años.

La Escuela cumple sus finalidades a través del desarrollo de tres programas, los cuales son el de
Formación Profesional, el de Actualización de Personal y el de Estudio e Investigación de la
Problemática Judicial. El Primero está destinado a quienes aspiren a ingresar al Órgano Judicial; el
segundo tiene por finalidad mejorar la formación del personal de Servicio, actualizando sus
conocimientos y tecnificándolos.

Las Unidades Técnicas con las cuales el Consejo cuenta para el cumplimiento de sus atribuciones
son las siguientes:

a)Unidad Técnica de Selección.


b)Unidad Técnica de Planificación, investigación y Estudio.
c)Unidad Técnica Administrativa y Financiera.

Las citadas Unidades deben cumplir con sus Atribuciones que le son encomendadas por el
Consejo, y este podrá crear otras Unidades más que estime convenientes de acuerdo a las
necesidades y dinámicas que su labor requiera.

El Secretario del Consejo es el encargado de ejercer la dirección general, coordinador y control de


trabajo de las citadas Unidades Técnicas.

En lo que las Comisiones Especiales se refiere, como elemento integrante de la estructura


Orgánica del Consejo Nacional de la Judicatura, puede manifestarse que tanto la Ley como el
Reglamento de la citada Institución, no previó lo relativo a la regulación de las mismas, por lo que
en tal sentido existen vacíos y lagunas legales en ellas, lo que hace evidente la urgente necesidad
de establecer su regulación a la mayor brevedad posible.

5. ESTUDIO COMPARATIVO DE LA INSTITUCIÓN DEL CONSEJO NACIONAL DE LA


JUDICATURA EN RELACIÓN A OTROS PAÍSES IBEROAMERICANOS.

La Institución del CNJ, tal como es denominada en nuestro país es de reciente factura, pues
cuenta con una breve historia en los diversos países donde ha sido implantada, a excepción de los
países europeos en donde ha funcionado desde hace ya varios años. Cabe mencionar que esta
adopta diferentes denominaciones retomando a la vez diversos matices, características y
modalidades, de acuerdo al país donde ha sido innovada.

Si bien es cierto la citada Institución reviste la misma naturaleza y persigue los mismos objetivos y
finalidades en los diversos países donde funcional, asume papeles diferentes en lo que respecta a
su estructura, Organización y Atribuciones, pues para el caso en algunos Estados se le otorgan
amplias funciones, y en otros se le encomiendan funciones limitadas, tal como sucede en el caso
de nuestro País, cuya máxima atribución es la de proponer candidatos para los cargos de
Magistrados y Jueces. A continuación exponemos brevemente algunos lineamientos generales de
la forma en que funciona la citada Institución en algunos países del área Iberoamericana en
comparación con el nuestro.

En Brasil por ejemplo, funciona el llamado Consejo General de la Magistratura, cual es regulado en
Artículo 120 de la Constitución, y está conformado por siete miembros del Supremo Tribunal
Federal, elegidos por el mismo, y conoce de las reclamaciones contra miembros de los Tribunales,
sin perjuicio de la competencia disciplinaria a él asignada.

En la República de Perú, la Constitución en su Artículo 145 contempla el Consejo Nacional de la


Magistratura, el que está integrado por siete miembros, siendo estos el Fiscal de la Nación que lo
preside, dos representantes de la Corte Suprema, un representante de la Federación Nacional del
Colegio de Abogados del Perú, y otro del de Lima, y dos representantes de las facultades de
Derecho de la República; dichos miembros son elegidos por un período de tres años, y pueden ser
reelegidos por otro período igual; es además la Institución encargada de hacer propuestas al
Presidente de la República para el nombramiento de los Magistrados de la Corte Suprema, y de las
Cortes Superiores. En lo que respecta a la propuestas para Magistrados de Primera Instancia y
demás cargos de inferior Jerarquía, opera el llamado Consejo Distrital de la Magistratura, uno por
cada sede de la Corte.

El Consejo Nacional de la Magistratura, es el encargado además de recibir denuncias sobre la


situación de los Magistrados de la Corte Suprema.

En Venezuela, el Consejo de la Judicatura es la Institución destinada por la Constitución en su


Artículo 217, para asegurar la Independencia, eficacia, disciplina, y decoro de los Tribunales; actúa
como un cuerpo colegiado y está integrado por nueve miembros, cinco de los cuales son de la
Corte Suprema de Justicia en la Sala Político-Administrativa, dos integrantes del Congreso de la
República, y dos del Ejecutivo Nacional.

El Consejo de la Judicatura en Venezuela tiene funciones y atribuciones muy amplias, pues es el


encargado de designar a los jueces de los Tribunales Superiores colegiados, jueces de los
Tribunales Superiores colegiaos, jueces superiores y de Primera Instancia de la Jurisdicción
Ordinaria y Especial, etc.; en resumen, por la misma extensión de atribuciones que posee impide
toda concentración Orgánica de jueces y magistrados, contrario a nuestro país donde solo se
cuenta con atribuciones limitadas.

En lo que respecta a España, funciona el Consejo General del Poder Judicial, como un Órgano de
Gobierno del mismo; esta integrado por el Presidente del Tribunal Supremo que lo preside, y por
veinte miembros más nombrados por el Rey para un período de cinco años, doce de los cuales son
elegidos entre jueces y magistrados, cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y otros
cuatro a propuesta del Senado. Tiene funciones muy amplias entre las que se destacan las
propuestas para el nombramiento del Presidente del Tribunal Supremo, y para dos magistrados del
Tribunal Constitucional; nombramiento de Jueces y Magistrados, régimen disciplinario de
Secretarios de Juzgados y Tribunales, elaboración y aprobación del anteproyecto de su
Presupuesto, y otras serie de atribuciones de carácter administrativo.

En Portugal, funciona el llamado Consejo Superior de la Magistratura, como un Órgano Superior de


gestión y disciplina de la Magistratura Judicial, ejerce jurisdicción sobre los funcionarios de justicia.
Esta conformado por el Presidente del Supremo Tribunal de Justicia, y dieciséis vocales, dos de los
cuales son designados por el Presidente de la República, y siete Jueces elegidos en armonía con
el Principio de Representación Proporcional.

Finalmente como se ha dicho, las formas como los distintos países han puesto en práctica estas
ideas, son muy variadas. En algunos casos, cual sería el modelo español o venezolano, el Consejo
ha asumido plenamente las funciones administrativas del Órgano Judicial, por lo que podría decirse
que el Consejo es el Órgano de gobierno de este último. En otros, se le encomiendan funciones
más limitadas como en el caso de El Salvador, aunque se tiene la impresión de que acá esto ha
sido más bien el resultado de la desconfianza y la no credibilidad en una institución desconocida e
innovadora.

6.BREVE ANALISIS COYUNTURAL DEL CONSEJO NACIONAL DE LA JUDICATURA.

La Institución del Consejo Nacional de la Judicatura, actualmente presidida por el Doctor José
Eduardo Tomasino Hurtado, a través de la Escuela de Capacitación Judicial que dirige y asistida
esta por la unidad de Capacidad del Proyecto de Reforma Judicial II, se encuentra desarrollando
en el presente año (1994) una considerable cantidad de Cursos de Capacitación dirigidos a
Magistrados, Jueces, Fiscales, Defensores Públicos, Procuradores, Colaboración Jurídicos y
personal de apoyo judicial de todo el país, logrando con ello el cumplimiento de sus finalidades
para la cual fue creado, las cuales son garantizar la objetividad e igualdad de oportunidades en la
selección de Magistrados y Jueces, y la idoneidad de los mismos; asegurar el continuo
perfeccionamiento de la formación profesional de Magistrados, Jueces, Personal Judicial y
Ministerio Público; asegurar que los participantes del Sistema de Administración de Justicia obren
en estricto cumplimiento a la función asignada y dentro de los lineamientos a un Estado
Democrático de Derecho; entre otras.

Para el cumplimiento de las finalidades establecidas, el Consejo Nacional de la Judicatura diseñó y


programó para el presente año (1994) sesenta y seis cursos de Capacitación dirigidos a personas
que se encuentran directamente conectados con el sector justicia, (Jueces, Ministerio Público,
etc.).
El programa Capacitación dio inicio en febrero del presente año, con el primer curso sobre el tema
“El Anteproyecto del Código Procesal Penal”, actividad dirigida a Jueces, Magistrados de lo Penal,
Fiscales y Defensores Públicos; han sido ejecutados así mismo cursos sobre Proceso Penal,
Derecho Probatorio, sobre la Oralidad en el Proceso Penal, Capacitación en Derecho de Familia,
entre otros. Las actividades de Capacitación realizados en el presente año por el Consejo y la
Escuela de Capacitación Judicial, han sido divididas en dos períodos que comprenden el primero
del mes de febrero a junio, que recién finalizó; y el segundo que dio inicio en el mes de julio y
finalizará, según programa, en el mes de noviembre del mismo año.

La población a quien la Esuela capacita es diversa y amplia, en el sentido que atiende al personal
profesional dentro del Órgano Judicial, a los que ejercen labores administrativas, personal
profesional que se encuentran dentro del Ministerio Público, personal subalterno del Despacho
Judicial, entre otros, como ya se dijo. De igual manera, la Escuela, en materia de aspirantes, ha
desarrollado cursos para Magistrados y Jueces de Familia, previo proceso de preelección por el
Consejo; y a la vez tiene programado diversos cursos que serán dirigidos a la población que desee
ingresar al órgano Judicial y Ministerio Público.

Consideraos que en el presente año, la Escuela de Capacitación Judicial, va por buen camino, y
aunque tal vez no a plenitud, se encuentra cumpliendo su cometido para lo cual fue creada,
constituyendo en gran medida al buen funcionamiento del Consejo Nacional de la Judicatura, para
lograr el desarrollo de una buena administración de Justicia.

El Actual Consejo Nacional de la Judicatura, integrado en el mes de abril de 1993, se encuentra


presidido por el Doctor José Eduardo Tomasino Hurtado, y por los miembros propietarios
siguientes: Doctor Carlos Mario Cativo Rivas, Doctor Luis Ricardo Merino Avalos, Doctor José
Ernesto Figueroa Álvarez, Doctor René Madecadel Perla Jiménez, Doctor José Enrique Burgos
Martínez, Doctor Jorge Eduardo Tenorio, Doctor Luis Nelson Segovia, Doctor José Ernesto
Bernabé Elías, Doctor Cesar Augusto Calderón, y el Lic. Marcos Gregorio Sánchez Trejo
(Secretario).
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.

-Enrique Ruíz Vadillo. “REGIMEN LEGAL BASICO DE LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS”,


Ediciones Cultura Hispánica; Instituto de Cooperación Iberoamericana. Comisión Nacional V
Centenario, 1986.

-Revista “Nuestra Justicia”; Órgano Informativo del Consejo Nacional de de la Judicatura y de su


escuela de Capacitación Judicial. Año 1, Nº 1, Enero-Agosto de 1994; San Salvador.

-Constitución de la República de El Salador de 1983; Edición Nº 234, D.O. tomo Nº 281, Diciembre
de 1983.

-Constitución de la República de 1983 (Reformada); Editorial Jurídica Salvadoreña, D.O. Nº 19,


tomo Nº 314 Enero de 1992.

-Ley del Consejo Nacional de la Judicatura (Derogada); Decreto Nº 384, Octubre de 1989.

-Ley del Consejo Nacional de la Judicatura; Decreto Nº 414, Diciembre de 1992.

-Reglamento de la Ley del Consejo Nacional de la Judicatura (Derogado); acuerdo Nº 332, C.S.J.
Septiembre de 1990.

-Reglamento de la Ley del Consejo Nacional de la Judicatura; acuerdo N 1, C.S.J., Julio de 1993.
CASPÍTULO IV

RETRASOS E INCUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS DE PAZ, EN LO


RELATIVO AL FUNCIONAMIENTO DEL CONSEJO NACIONAL DE
LA JUDICATURA.
Como se dijo anteriormente, el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) desde su creación, ha
experimentado diversos retrasos en su desarrollo, por la misma falta de importancia que se le ha
concedido, lo cual es el fruto de la desconfianza en una institución nueva y desconocida, lo que da
como resultado que a esta se le hayan encomendado en nuestro país, atribuciones más limitadas,
en comparación a otros países de Latinoamérica; es así, que a raíz de los Acuerdos de Paz se
redefine su naturaleza con el objeto de adecuarla al verdadero rol que debe desempeñar. Sin
embargo en la actualidad, la citada Institución ha sufrido diversas dificultades, lo que se traduce en
retrasos e incumplimientos de los Acuerdos señalados, en virtud que la normatividad jurídica del
CNJ no recoge la esencia de los mismos, como en adelante se explica.
1.CAUSAS Y FACTORES QUE INCIDEN EN LA PROBLEMÁTICA.

El Consejo Nacional de la Judicatura, si bien es cierto en la actualidad ha experimentado una


mejora respecto a su funcionalidad, a través de su breve historia ha adolecido de fallas
sustanciales internas, lo que transforma en un retraso y estancamiento de su actuación como tal,
contrario así el texto y reflejo de los Acuerdos de Paz. Ello conlleva a un detrimento en el pleno
desarrollo de la Independencia del Órgano Judicial, necesaria para el establecimiento de la
democracia, la consolidación de un verdadero Estado Democrático de Derecho.

Cabe hacer mención en este contexto, que la existencia del CNJ como organismo de carácter
Constitucional, data de una década, pues nace a partir de la promulgación de la Constitución de
1983, en el mes de diciembre de ese año; sin embargo, formalmente es a partir de 1989 que este
asegura su existencia jurídico-legal, a través de la creación de la Ley del CNJ.

No obstante lo anterior, hasta entonces el CNJ no tenía una estructura Orgánica, y fue hasta en el
mes de marzo de 1990, que fue instalado el primer Consejo Nacional de la Judicatura. Para
entonces este actuaba como u Organismo auxiliar y dependiente de la Corte Suprema de Justicia,
lo cual se concibe como un atentado contra la Independencia Judicial.

Con lo expresado, podemos establecer que esta Institución nacida con la Constitución de 1983, no
se le dio el espacio ni la importancia suficiente para su desarrollo, ya que transcurrieron seis años a
partir de la vigencia de la Constitución citada, para formular la Ley reguladora del referido
Organismo, lo que se traduce en una carencia de voluntad política para el mejoramiento de nuestro
Sistema de Administración de Justicia, a través del desarrollo del Principio de Independencia
Judicial.

Posteriormente a raíz de los Acuerdos de Paz firmados en México, en los que se establecieron
Reformas Constitucionales al Sistema Judicial, de Derechos Humanos, Fuerza Armada, y Sistema
Electoral, se configura al CNJ como una institución Independiente tanto de la Corte Suprema de
Justicia como de los otros Órganos del Estado y de los Partidos Políticos, redefiniéndose su
estructura y dotándole de más atribuciones de las ya encomendadas, como anteriormente fue
explicado, y con lo cual se pretendió asegurar la Independencia del Órgano Judicial.

No obstante que la nueva institución ha contado a partir de entonces con el apoyo integral para
desarrollarse como tal, ha sufrido deficiencias y retrasos en su funcionamiento, tanto en su aspecto
jurídico-legal, como en el orgánico. Tan es así, que los Acuerdos de Paz citados, establecían que
debería crearse una nueva Ley del CNJ en virtud que eran insuficientes las regulaciones de la Ley
Orgánica anterior; para ello se estableció que la nueva Ley debería ser aprobada a más tardar
dentro de los noventa días siguientes al establecimiento del Cese del Enfrentamiento Armado, el
cual fue verificado el día uno de febrero de 1992, por lo que la nueva Ley debió a más tardar
aprobarse el día uno de mayo del mismo año, lo cual no se llevó a cabo, y fue hasta el once de
diciembre del mismo año, en que se aprobó la citada Ley. Por otro lado los Acuerdos de Paz
establecían que el nuevo CNJ debía de elegirse e instalarse a más tardar noventa días luego de la
aprobación de la nueva Ley, que según calendario de los Acuerdos de Paz debió verificarse el día
luego de la aprobación de la nueva Ley, que según calendario de los Acuerdos de Paz debió
verificarse el día treinta de julio de 1992, pero como la Ley no se aprobó en el plazo establecido
sino en la fecha antes citada, el nuevo Consejo tampoco fue cumplido, integrándose oficialmente
hasta el mes de abril del mismo año.

El espíritu de los Acuerdos de Paz, entendido no como el texto o letra misma de aquellos, sino
como lo que trasciende de dicho contenido refleja la necesidad de redefinir la Institución del CNJ,
en el sentido de otorgarle no solo la atribución propositiva de candidatos a los cargos de
magistrados y jueces a todo nivel, sino también la de designar el nombramiento de Magistrados de
Cámara, Jueces de Primera Instancia y Jueces de Paz; con ello se lograría una descentralización o
desconcentración político-administrativa del Supremo Tribunal, constituyéndose en un Organismo
que funcionara a base de Independencia judicial. Sin embargo por razones de índole político y
otros aspectos a que haremos mención posteriormente, no se lograron establecer reformas en tal
sentido, por lo que la Corte Suprema de Justicia continúa con la Atribución de elección de
Magistrados y Jueces; lo anterior se transforma en una flagrante violación a loa Acuerdos de Paz.

Con todo lo antes expresado, se confirma que ha existido incumplimiento de los Acuerdos de Paz
en lo que respecta particularmente al CNJ; y como causas y factores que tienen un alto grado de
incidencia en la problemática planteada se señalan entre otras como principales las siguientes:
a)La Excesiva Concentración o Centralización de Funciones político-Administrativas, por parte de
la Corte Suprema de Justicia, b)La Politización Partidarista del Sistema Judicial, c) La Falta de
Voluntad Política para el avance hacia el Mejoramiento del Sistema de administración de Justicia, y
d)La Falta de Recursos Económicos y Humanos.

1.1.LA EXCESIVA CENTRALIZACIÓN O CONCENTRACIÓN DE FUNCIONE POLÑITICO-


ADMINISTRATIVAS, POR PARTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA (1).

Una de las causas fundamentales por las cuales ha habido retraso en el cumplimiento de los
Acuerdos de Paz en el marco del CNJ, es obviamente la creciente centralización de Poder por
parte del Supremo Tribunal, entendida esta como la facultad amplia e ilimitada que ejerce la C.S.J.,
como máximo Tribunal del Órgano judicial, en la dirección, comando y control, sobre todos los
órganos que la integran; contrario a lo que sucede en la descentralización administrativa, la que se
manifiesta cuando la plenitud de la competencia ejercida por el Órgano se declina de manera
parcial a favor de algún órgano que realiza una actividad especial, y por su mayor eficacia se le
reconoce alguna se las atribuciones del Órgano Superior. La anterior facultad ilimitada del
Supremo Tribunal, se refleja en nuestros país, por el hecho mismo que este tiene concentradas en
su poder las funciones jurisdiccional, fiscalizadora y Administrativa del Órgano Judicial.
………………………………….
(1)En teoría Administrativa, Concentración y Centralización, significan lo mismo. Osorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas,
Políticas y Sociales.

No puede negarse ni mucho menos refutarse, que el problema medular en el Sistema de


Administración de Justicia en nuestro país, es la excesiva centralización de Atribuciones, y por
ende de Poder en manos de la CSJ; en definitiva, esta situación obstaculiza el desarrollo y
funcionamiento de la Institución del CNJ, ya que le cierra espacio para desarrollar planamente sus
actividades como tal, y sin duda la misma situación alienta el debilitamiento e invalida el Principio
de Independencia Judicial, tan necesario para una sana y correcta Administración de Justicia.

El anterior factor se traduce en tres ámbitos que son los siguientes:

a)Jurisdicción: En este ámbito la CSJ tiene la facultad de decisión en lo relativo a la jurisdicción


Constitucional, con lo que se facilita la posibilidad que ignore o evada la norma Constitucional,
interpretándola de conformidad a sus intereses, o con criterio civilista y no constitucionalista.

b)Fiscalizador: En este aspecto, la Corte tiene un Poder excesivo en lo concerniente al control, y


actuación de Jueces, Magistrados, Abogados, Notarios, y hasta Estudiantes de Derecho; es así,
como dicho tribunal nombra, traslada, amonesta y suspende a Jueces y Magistrados, autoriza a los
Notarios para ele ejercicio de la Protección, quienes pueden ser suspendidos, amonestados e
inhabilitados por la misma; de igual forma autoriza el ejercicio de la profesión de Abogados, con
facultades para suspender en sus funciones.

c)Administrativos: Finalmente, la Suprema Corte tiene la facultad de administrar lo relativo al


Órgano judicial, en lo que comprende por ejemplo la construcción de obras de infraestructura como
Centros Judiciales, ejercer control en el Presupuesto de sueldos y gastos del Órgano Judicial, etc.
Lo antes expresado, refleja la necesidad de implantar un real proceso de descentralización de
Atribuciones de la CSJ, para garantizar así la Independencia Judicial, y cumplir con los Acuerdos
de Paz firmados en México.

Es obvio que a la CSJ como máximo Tribunal del Órgano Judicial, debe atribuírsele
exclusivamente la función jurisdiccional, otorgando la función administrativa y fiscalizadora a otros
Organismos Institucionales con competencia limitada; para ello, diversas Instituciones de carácter
gubernamental y no gubernamental, (2), han hecho propuestas de Reforma Constitucional a la
Asamblea Legislativa, con el objeto primordial de desarrollar esa descentralización de Poder por
parte del Supremo Tribunal, más sin embargo las mismas no han sido tomadas en cuenta. Tales
reformas han sido encaminadas a independizar la jurisdicción Constitucional, a través de la
creación del Tribunal de Justicia Constitucional; a trasladar todas las facultades de nombramiento
de Jueces y Magistrados, su remoción, destitución, ascensos, promocione, y vigilancia disciplinaria,
al campo de actualización del CNJ; a trasladar las facultades de autorización, suspensión,
inhabilitación, etc., de Abogados y notarios a la creación del Consejo Nacional de la Abogacía y
Notariado, entre otras; ello con el fin último de descentralizar el absoluto Poder del Supremo
Tribunal, tan nocivo para el buen funcionamiento del Sistema de Administración de Justicia, Cabe
aclarar en este sentido, que las propuestas de reformas en lo relativo a la creación del Consejo
Nacional de la Abogacía y Notariado, quien tendrá el control, del ejercicio de dichas profesiones,
han sido aprobadas recientemente, con la única variante, que la facultad de autorización de dichos
ejercicios queda siempre en facultad de la CSJ (Ver anexo 3).
………………………….
(2)Instituto m¡ de Estudios Jurídicos de El Salvador (IEJES); Centro de Estudios para la aplicación del Derecho (CESPAD), y otros.

Como ya se ha dicho, las propuestas de Reforma Constitucional a que nos referimos, hechas a la
Asamblea Legislativa, en la mayoría de casos no han sido aprobadas, lo que implica la continuidad
y permanencia de decisiones y actuaciones arbitrarias y hegemónicas por parte de la CSJ,
limitando así y desnaturalizando la verdadera razón de creación del CJN. Esto se ha reflejado a
través de la práctica, cuando al quedar vacante una plaza de Magistrado o Juez, o es creada una
nueva, la CSJ ha elegido y nombrado ya en varias ocasiones a quienes ostentarían dichos cargos,
haciendo esto con absoluta arbitrariedad, sin que proceda una propuesta por parte del CNJ, y sin
que tales funcionarios hayan sido previamente capacitados para ello en la Escuela Judicial.

Lo enunciado anteriormente, genera que los funcionarios al haber sido nombrados en forma
arbitraria, procedan en sus actuaciones en forma parcial, con sujeción a la CSJ, actuando en forma
dócil, sumisa y complaciente a las órdenes, llamadas y sugerencias de los Magistrados de la Corte,
lo que contradice el Principio Constitucional de la Independencia Judicial, por el cual los Jueces y
Magistrados en lo referente al ejercicio de la función jurisdiccional deben ser independientes, y
estar sometidos exclusivamente a la Constitución y a las Leyes.

Otro ejemplo más de la excesiva Concentración de Poder por parte de la Corte Suprema de
Justicia, es el hecho mismo que la remoción de algunos de los miembros del CNJ queda a la libre
apreciación de la primera, lo que atenta contra la Independencia de dicha Institución, quedado
supeditada en tal sentido a las decisiones de la Corte; sin embargo, a tal respeto cabe citarse que
actualmente han sido aprobadas determinadas reformas, referidas específicamente al proceso de
Destitución de los miembros del Consejo, donde se establece que estos solo podrán ser destituidos
por el voto calificado de las dos terceras partes de los Diputados electos de la Asamblea
Legislativa. Tal reforma fue aprobada en virtud que tanto la Constitución como la Ley Secundaria
del CNJ, no previeron lo relativo a la destitución de los miembros del Consejo constituyéndose ello
en un vacío o laguna legal; y mientras las reformas hechas al respecto no sean ratificadas, la
remoción y destitución de los Concejales, queda siempre a la discreción y arbitrio de la CSJ.

Así mismo, es la CSJ quien elabora el proyectos de Presupuesto General del Órgano Judicial,
incluido el Presupuesto mismo del CNJ, lo que debería ser Atribución de esta última Institución;
esto en el sentido que la Administración del Presupuesto referido, es una Atribución puramente
administrativa, concentrada en la CSJ, para lo cual se hace necesario, trasladar dicha facultad a
otro Organismo Institucional con competencia limitada, siendo para el caso el más idóneo el CNJ,
pues es este el encargado de investigar la problemática judicial, y buscar soluciones inmediatas a
la misma. Por otro lado, el hecho de que la Corte administre el Presupuesto mismo del CNJ, atenta
contra el Principio Constitucional de su Independencia. Lo dicho anteriormente no significa querer
convertir al Consejo Nacional de la Judicatura en un cuarto Órgano del Estado; sino simplemente
asegurar su autonomía. Se recomienda entonces, que tanto la CSJ y el CNJ elaboren su propio
Presupuesto, lo sometan a la aprobación de la Asamblea Legislativa y verificada esta sea
administrado por el segundo.

1.2.LA POLITIZACIÓN PARTIDARISTA DEL SISTEMA JUDICIAL, EN LO RELATIVO AL


SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Tal y como se ha expresado anteriormente, uno de los factores que inciden en gran medida en la
problemática planteada es la fuerte Politización Partidarista ejercida dentro del Sistema Judicial,
por diversos sectores hegemónicos del espectro político de nuestra sociedad.

De todos es sabido, que a través del devenir histórico, nuestro Sistema Judicial ha estado viciado
por injerencias de carácter político partidario, que favorecen el estancamiento de una correcta y
sana Administración de Justicia. Esta situación aún persiste en la actualidad del Órgano Judicial, y
una carencia en Independencia del mismo, tanto interna como externa, a tal grado que nuestro
Sistema Judicial ha venido en decadencia y ha perdido credibilidad.

El Derecho Salvadoreño, ha sido siempre un Instrumento al servicio de los Poderes Económicos,


Político y Militar, valiendo en consecuencia muy poco los derechos e intereses del sector
económicamente débil; es decir, que el Derecho y el Sistema Judicial en El Salvador, funciona y
han funcionado históricamente en reversa, ya que no buscan implantar el valor justicia, sino
legalizar o al menos formalizar las injusticias que cometen los sectores conservadores para
defender sus privilegios ancestrales de clases dominantes.

Lo anterior significa que sectores portadores de cuotas de Poder dentro del Sistema Político, logran
influir en lo relativo al Sistema de Administración de Justicia por el solo hecho de manejar el
aparato Estatal, desnaturalizando con ello el verdadero rol de un Estado Democrático de Derecho.

El Órgano Judicial a través de su historia, no ha contado nunca con la tan anhelada Independencia
Judicial con respeto a los otros Órganos del Estado, tal como lo enuncia claramente el Artículo 86
de nuestra Carta Magna, pues siempre ha estado supeditado a la voluntad y decisiones de los
Órganos Ejecutivo y Legislativo, por el mismo Sistema de elección de los funcionarios judiciales del
Supremo Tribunal, contemplado en el Artículo 186 de la Constitución de 1983.

No obstante que con la actual Constitución reformada, se modificó el mecanismo de elección y


nombramiento de los citados funcionarios, pretendiéndose con ello minimizar el ingrediente
político-partidista, este aún influye y persiste, tal y como se pudo comprobar con la elección de los
actuales funcionarios de la CSJ; prueba de ello, es la crisis institucional que enfrentó nuestro país,
en virtud de la actuación irresponsable e inconstitucional de nuestros representantes en la
Asamblea Legislativa, donde debido al elemento político partidario existente en el seno de la
misma, se originó un entrampamiento en la elección y nombramiento de la Suprema Corte,
poniéndose de manifiesto el encuentro de dos posiciones totalmente divergentes, en el sentido de
que cada una de ellas pretendía imponer su candidato en la Presidencia, demostrando con ello los
intereses políticos de ambas partes por controlar al máximo Tribunal.
Otro ejemplo claro de la forma en que influye la Politización del Sistema Judicial en la Problemática
planteada, es el hecho mismo que la Ley primaria, prevé al igual que la Ley de el CNJ, la Elección
de sus miembros propietarios y suplentes, por el voto calificado de las dos terceras partes de los
Diputados electos de la Asamblea Legislativa. Ello hace previsible, que dos o más fuerzas políticas
que representen en la Asamblea dicha mayoría se repartan los puestos, acentuando de esa forma
la participación de la justicia, que no es más que la politización real del sector judicial.

Respecto a lo anterior, hay que agregar que esta situación será inevitable, pues en una u otra
Asamblea existirán siempre esas fuerzas políticas que representan la mayoría en la misma; para
solventar lo anterior, se recomienda que los miembros del CNJ deben ser designados por el sector
institucional o social al cual representen y no por intermedio de la Asamblea Legislativa, lo que
garantizaría su Autonomía e Independencia, y por ende la no politización del mismo. (3).
……………………………..
(3) Recomendación de la División de Derechos Humanos, al Secretario General de las Naciones Unidas para El Salvador.

Otro hecho más referente a la politización aludida, es la limitante que existe en la composición del
CNJ, ya que no ha permitido la integración al mismo de personas de otros sectores sociales que no
estén directamente vinculados al Sistema de Justicia, lo que podría contribuir a su Independencia y
a la mejora del citado sistema, tal y como fue previsto en texto de los Acuerdos de Paz. El texto de
los Acuerdos de Paz establece en relación al Consejo Nacional de la Judicatura, lo siguiente: “Se
convierte en redefinir la estructura del CNJ para que este integrado de manera que se asegure su
Independencia de los Órganos del Estado y de los partidos políticos, así como la integración al
mismo, no solo de jueces, sino también de los sectores de la sociedad que no estén directamente
conectados con la administración de justicia”.

Lo anterior explica que para asegurar la independencia del CNJ, el texto de los Acuerdos de Paz,
refleja claramente la necesidad de incorporar en la estructura orgánica de la citada Institución,
sectores de la Sociedad que no participen directamente en el sistema de Administración de
Justicia, como podría ser el caso de Asociaciones Comunales, Gremiales, Profesionales,
Institucionales no Gubernamentales, etc., como por ejemplo, UNTS, IEJES, etc. Sin embargo,
venos que tal situación no ha sido satisfecha, ya que actualmente el CNJ, no incluye entre sus
once Concejales, ningún miembro representante de los sectores sociales indicados.

Los dos aspectos últimamente citados, ponen de manifiesto que con ello no se garantiza en forma
satisfactoria la Independencia del CNJ respecto a los otros Órganos del Estado y a los Partidos
Políticos, con lo que concluimos que el origen de la Politización en el ámbito judicial, se encuentra
inmerso en el inadecuado mecanismo de elección y nombramiento de los funcionarios judiciales,
los que viene a influir en el estancamiento de la Independencia Judicial y por ende
desnaturalización con ello la razón de ser del CNJ.

1.3.LA FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA EN EL AVANCE HACIA EL MEJORAMIENTO DEL


SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

La falta de una voluntad Política real para lograr el verdadero cumplimiento de los Acuerdos de
Paz, es un factor que tiene incidencia en el retraso de la ejecución de los mismos; estos obedece
en gran medida a la existencia de intereses creados por parte de sectores que se resisten a los
cambios estructurales en nuestra sociedad, pues ven reflejada en el espíritu de los Acuerdos, una
amenaza que atenta contra los privilegio de que ha gozado históricamente, en virtud de ostentar el
Poder por muchos años.

Los Acuerdos de Paz establecen reformas Constitucionales, las cuales vienen a modificar la
estructura la estructura del Poder existente que se había consolidado a través de los años, lo que
implica que los sectores que compartían el Poder, pierden toda oportunidad de influir en la toma de
decisiones referente a la dirección del engranaje político.
En este sentido, los Acuerdos alcanzados sobre Reformas Constitucionales, (4) ocasionan un
impacto de primer orden, a tal grado que sectores con intereses propios, se ven en la necesidad de
realizar una campaña en contra de a Aprobación de las Reformas y de la ratificación de las
mismas. No obstante lo anterior se logran aprobar reformas Constitucionales en varios aspectos de
los que ya se ha hablado anteriormente, y las que van dirigidas a mejorar la Administración de
Justicia, y combatir con ello al monstruo de la impunidad en que se había convertido esta.

La falta de Voluntad Política a que nos referimos se ha hecho evidente en cuanto al Consejo
Nacional de la Judicatura, en la escasa importancia que se le ha brindado al mismo, como una
Institución nueva; pues luego de su creación transcurrieron muchos años para formular su Ley, y
para que fuera integrado orgánicamente. La misma, se sigue manifestando cuando al querer
modificar nuestra Constitución, para trasladar al CNJ Atribuciones que se encuentran concentradas
en la CSJ, las propuestas de reforma no son tomadas en consideración.

Finalmente puede manifestarse que las reformas de 1994 fueros aprobadas por las Asamblea
Legislativa saliente, excluyéndose aquellas referidas al CNJ, y que iban encaminadas a trasladar a
dicha Institución, las atribuciones necesarias e indispensables para propiciar el desarrollo del
Principio de Independencia Judicial.

1.4.CARENCIA DE RECURSOS HUMANOS Y ECONÓMICOS.

Otro factor más que tiene un grado de incidencia en la problemática planteada, aunque no en la
misma magnitud que los anteriores, es la falta o carencia de Recursos Humanos y Económicos en
el CNJ, tan necesarios para la buena realización de sus actividades, derivadas del contenido
genérico de los Acuerdos de Paz.

Es obvio, para que una institución funcione a plenitud en la realización eficiente de sus actividades
y en el logro de sus finalidades, debe contar con el apoyo financiero necesario para ello, y con el
recurso humano calificado que garantice eficacia en la misma. Bajo esta perspectiva, cabe señalar
que el CNJ a través de su precaria existencia, se ha visto limitado en cuanto a los dos elementos
aludidos; por un lado si bien es cierto, el Consejo ha contado con un presupuesto, este ha estado
limitado y supeditado al Poder discrecional de la Corte Suprema de Justicia, pues es ella la facultad
en la dirección y manejo del Presupuesto del Órgano Judicial; de tal suerte que cualquier ajuste
presupuestario que deba realizarse al CNJ, lo hará la CSJ en recomendación de la Asamblea
Legislativa y sin consulta de la Institución.

Lo anterior significa que el CNJ en cuanto a su presupuesto se encuentra supeditado al máximo


Tribunal, desnaturalizando así relativamente su Independencia, por lo que si cuenta con un
presupuesto bajo, no podrá cumplir a plenitud con sus objetivos, y cualquier ajuste al mismo,
dependerá del arbitrio o Poder discrecional de la Corte Suprema de Justicia.

Como resultado de la limitante en su asignación presupuestaria, surge ¡otra más que influye de
igual manera en la problemática aludida, como lo es la falta de recursos humanos, en forma idónea
y suficiente para el buen desempeño de la actividad del Consejo.

En resumen, la falta de recurso humano y financiero en la Institución del CNJ, si bien es cierto no
es un factor de influencia predominante en la problemática que atañe a aquel, repercute en
determinada medida en la misma, tanto en el respaldo de su independencia como tal, así como en
su función garante del Principio de Independencia Judicial.

2.CONSECUENCIAS QUE GENERA EL RETRASO E INCUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS


DE PAZ, EN LO QUE SE REFIERE A LA INSTITUCIÓN DEL CONSEJO NACIONAL DE LA
JUDICATURA.

Es muy importante hacer énfasis en las consecuencias que puede generar en la vida institucional
del país el no cumplimiento y el retraso en el desarrollo y ejecución de los acuerdos de Paz, en lo
que se refiere a otorgarle al CNJ atribuciones que actualmente se encuentran concentradas en
manos de la CSJ, contribuyendo ello al estancamiento del desarrollo del Principio de
Independencia judicial.

Las Atribuciones aludidas, tal como lo establecen los Acuerdos de Paz vendrían a contrarrestar la
Dependencia Judicial que ha afectado y afecta en la actualidad al Sistema de Administración de
Justicia; sin embargo, como ya se ha mencionado, las reformas acordadas en 1991 otorgaron al
CNJ la facultad de proponer candidatos para los cargos a Magistrados a la CSJ, y jueces de Paz;
así mismo, se le confía la dirección en la Organización y funcionamiento de la Escuela de
Capacitación Judicial, lo que reduce mínimamente la actuación de el CNJ.

A fin de contribuir a la consolidación de los Acuerdos de Paz, se propuso a la Asamblea Legislativa


en el mes de abril de 1994, reformas que vendrían a garantizar la Independencia Judicial,
trasladando al CNJ las facultades de elección y nombramiento de Jueces y Magistrados, su
remoción, destitución, ascensos y promociones, así como también la vigencia disciplinaria de los
mismos, entre otras.

Las anteriores propuestas de Reforma, no fueron aprobadas por la Honorable Asamblea


Legislativa, lo que viene a dar como resultado un retraso o establecimiento en el cumplimiento de
los Acuerdos de Paz. Aunado a lo anterior hemos podido observar que la CSJ ha restado espacio
al CNJ, en el sentido que ha realizado nombramientos de Jueces y Magistrados con absoluta
arbitrariedad, haciendo caso omiso de la facultad que se le atribuye al CNJ de proponer las ternas
de candidatos para dichos nombramientos.

En virtud de lo antes expresado, se generan diversas consecuencias que vienen a poner en peligro
la Institucionalidad de nuestro Sistema Judicial, entre las que podemos citar entre otras, el
establecimiento en el desarrollo de la Independencia Judicial, la falta de Independencia
Institucional del CNJ, detrimento en el mejoramiento del Sistema de Administración de Justicia, y
un total alejamiento en la consecución de un verdadero Estado Democrático de Derecho. Es obvio
que lo anterior se deriva de la situación en que queda el CNJ, ya que este no asegura
satisfactoriamente su Independencia respecto a los Órganos del Estado, y ello mismo contribuye al
mantenimiento de la Dependencia Judicial que por décadas ha existido, beneficiando con ello, la
persistencia de lo que denomina “Trafico de Influencias”, y que al final se traduce en un detrimento
en el desarrollo de una sana administración de Justicia, pues la cualidad esencial para lograrla es
precisamente la Independencia Judicial, sin la cual no se podrá nunca construir un verdadero
Estado Democrático de Derecho por el cual se ha propugnado.

BIBLIORAFÍA CONSULTADA

-Revista de Ciencias Jurídicas Nº 2; “Derecho Penal, Derecho Constitucional y Educación Jurídica”;


Año I, Enero de 1992.

-IX, X y XI Informe del Director de la División de Derechos Humanos, al Secretario General de


ONUSAL; Agosto de 1993 a Octubre de 1993; Noviembre de 1993 a Febrero de 1994 y Marzo de
1994 a Julio de 1994.

-Ley del Consejo Nacional de la Judicatura; Decreto Nº 414, Diciembre de 1992.

-Ley del Consejo Nacional de la Judicatura (Derogada); Decreto Nº 348, Octubre de 1989.
-Reglamento del Consejo Nacional de la Judicatura; Acuerdo Nº 1, C.S.J.; Julio de 1993.

-Entrevistas realizadas a miembros de la ONUSAL, Magistrados de Cámara del País, y Miembros


de Fracciones Políticas.

-Encuestas realizadas al Sector Jurídico-Profesional Estudiantes de Derecho, y Sector No


Profesional del País.
CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOEMNDACIONES.

1.CONCLUSIONES SOBRE LA PROBLEMÁTICA PLANTEADA.

Al hacer un análisis amplio y un recorrido de las diversas etapas y elementos plasmados en el


anterior desarrollo de nuestro proceso de Investigación y los resultados obtenidos en el mismo,
puede concluirse lo siguiente:

1.1.Que los Acuerdos de Paz a pesar que no se encuentran plasmados en la regulación taxativa de
las fuentes de Derecho que enuncia la Ley, podemos enmarcarlos dentro de las mismas, en virtud
que al momento de sus suscripción vienen a modificar o alterar el ordenamiento jurídico-normativo
vigente en nuestro país; ya que estos incorporan Reformas sustanciales a la Constitución de la
República en materia de Fuerza Armada, Seguridad Electoral; que los mismos además de dar por
finalizado el conflicto armado, sientan las bases para la reunificación de la Sociedad Salvadoreña
con el afán de fortalecer y consolidar el desarrollo de un verdadero Estado Democrático de
Derecho. No obstante loa anterior, la Reforma Constitucional surgida en tal sentido, refleja el
contenido de los Acuerdos de Paz en forma relativa, ya que la misma mínimamente viene a
desarrollar el contenido de los Acuerdos, dejando de lado aspectos sustanciales derivados de
estos, los cuales eran y sigue siendo necesario implementar a plenitud, para la consecución de los
fine trazados. De tal suerte que se hace de vital importancia implantar y aprobar nuevas Reformas
sustanciales a la Constitución, que asimilen el espíritu y contenido Universal de los Acuerdos de
Paz; y que para garantizar el pleno cumplimiento de los mismos, se hace necesario la participación
de todos y cada uno de los miembros y sectores de la Sociedad, pues es un compromiso que
debemos asumir todos, sin dejar de reconocer que no obstante hay vacíos, incumplimientos,
defectos, imperfecciones, etc., en los mismos estos representan un paso trascendental en la
Historia Política, Jurídica y Social de nuestra Nación.

1.2.El Consejo Nacional de la Judicatura nace ligado a la idea del Auto-Gobierno Judicial, como un
Órgano independiente de los Órganos del Estado y de los Partidos Políticos, a quien se le
encomienda las funciones administrativas necesarias para la Administración de Justicia. No
obstante lo anterior, en nuestro país el CNJ tiene funciones muy limitadas en relación a las que
debiese tener como Institución, cuya razón de ser es la de garantizar la Independencia Judicial, y
de igual manera no se asegura la Autonomía de que debe gozar, ya que, en cierta medida, se
encuentra relativamente ligada en forma jerárquica a la CSJ pues esta tiene determinado Poder de
decisión en aquella, como por ejemplo, en la facultad de remover o destituir a los miembros de
aquella; así como también en lo que respecta a elaborar y administrar el Presupuesto de la misma.
Lo relativo a la destitución de los miembros del Consejo, ha tratado de superarse con el texto de
las Reformas aprobadas en abril del presente año, y aún no ratificadas, que establece
expresamente que aquellos solo podrán ser destituidos por el voto de las dos terceras parte de los
Diputados electos de la Asamblea Legislativa.

Que por las limitadas funciones asignadas al Consejo y la politización partidista misma del Sistema
Judicial, este no alcanza a cumplir sus finalidades, ya que a través de la práctica hemos podido
percibir el nombramiento de jueces y Magistrados por parte de la CSJ, haciéndolo a su absoluta
arbitrariedad, sin que los candidatos a optar a dichos cargos sean propuestos por la citada
Institución, lo que desnaturaliza la existencia de la misma.

1.3.Que para alcanzar la consecución de un Estado Democrático de Derecho que refleje el


desarrollo de una correcta y sana Administración de Justicia es de vital importancia asegurar la
Independencia del Órgano Judicial, cual es el fundamento básico y esencial de los aspectos
señalados, vista dicha Independencia tanto en su carácter externo, por lo cual el ,órgano Judicial
debe actuar con absoluta Libertad y autonomía, en relación a los otros Órganos del estado, así
como en su carácter interno, por lo cual todo funcionario encargado de administrar justicia, debe
preceder en sus actuaciones con absoluta Independencia sin presiones e injerencias de sus
superiores en grado. Que para asegurar la Independencia antes citada, fue creado y a la vez
redefinido el CNJ, el cual en su origen no aseguraba casi nada de la Independencia Judicial, pues
no era más que un Organismo auxiliar y dependiente de la CSJ, por lo cual a raíz de los Acuerdos
de Paz fue necesario redefinir y reestructurar su composición, concibiéndolo ya como una
Institución Independiente. No obstante lo citado, cabe entonces mencionar que la referida
Institución ha adolecido de retrasos y deficiencias en su funcionamiento, y no ha reflejado el
verdadero propósito y contenido de los Acuerdos de Paz, influyendo acá como factor
predominante, la excesiva concentración o centralización de Poder, así como de funciones Político-
Administrativas por parte de la CSJ; situación que desnaturaliza la razón de creación de la citada
Institución.

1.4.Que la excesiva Concentración de Poder en manos de la CSJ, la fuerte politización partidista


de que adolece nuestro Sistema Judicial, y la falta de voluntad Política hacia el Mejoramiento del
Sistema de Administración de Justicia, son factores predominantes que influyen en gran medida,
en lo que concierne a los retrasos e incumplimiento de los Acuerdos de Paz en el marco del
funcionamiento del CNJ, el cual debe reflejar la verdadera esencia de los mismos y que tal
situación viene a producir fuertes repercusiones en el Sistema Judicial de nuestro país, ya que por
un lado viene a restarle desarrollo al Principio de Independencia Judicial, generando con el mismo,
un estancamiento en la consecución de la democracia como método de Gobierno en un Estado de
Derecho.

1.5.Que para todo lo antes expresado, se vuelve imperiosa la necesidad de buscar alternativas
básicas que le den solución inmediata a los retrasos aludidos en marco del CNJ y en lo relativo al
desarrollo del Principio de Independencia Judicial, para lo cual debe tomarse en cuenta la gran
cantidad de propuestas de reforma constitucional que diversos sectores de la sociedad han
remitido a la Asamblea Legislativa, y las cuales no han sido aprobadas, ni aún tomadas en
consideración y que van encaminadas principalmente a coadyuvar al desarrollo de la
independencia judicial; asimismo combatir la excesiva concentración o centralización de funciones
político administrativas de la CSJ, tan nociva para el buen funcionamiento del Sistema de
administración de justicia.

Las conclusiones expuestas anteriormente, merecen ser relacionadas con las hipótesis planteadas
en el diseño de investigación respectivo, y capítulos correspondientes de esta investigación, con el
fin de fundamentar su verificación.

La hipótesis general formulada en el primer párrafo del diseño citado, y que literalmente dice: “Que
la aplicabilidad de funciones y atribuciones del CNJ, como Institución garante del Principio de
independencia Jurídica, obedece primordialmente a: una excesiva centralización de funciones y
atribuciones por parte de la CSJ, lo que genera el irrespeto y violación de los Acuerdos de Paz,
todo ello debido a una total falta de voluntad política, por parte del gobierno central, y una fuerte
concentración de Poder económico, político y militar en menos del sector hegemónico del país”. La
cual ha sido comprobada IV numeral 2; cuya evidencia permite elaborar las conclusiones
enumeradas en los numerales que nos preceden.
La hipótesis específica, formulada en el párrafo 2 y que literalmente dice: “Es notorio que se esta
dando una flagrante violación a los Principios constitucionales, y por ende haciendo aún más
deficiente el Sistema de la administración de Justicia en nuestro País. Es obvio que de seguir así,
la institucionalizad de nuestro Sistema judicial irá en decadencia, concentralizandose en un total y
real incumplimiento en el horizonte, una ruptura total de los logros obtenidos con dichos acuerdos,
no descartándose en consecuencia la posibilidad que a un mediano plazo, pueda quebrantarse la
valiosa Paz lograda, originándose nuevamente el estallido de un nuevo conflicto interno de carácter
militar”. Esta ha sido comprobada en el capítulo I numeral 4 y 5 cuya verificación permite elaborar
la conclusión establecida en el numeral 1.4.

La hipótesis específica consignada en el párrafo 3 y que a tenor de su letra dice: “se hace
necesario hacer reformas más estructurales en la institucionalidad político-administrativa del
Sistema de la administración de justicia, creando un proceso de descentralización o
desconcentración de funciones y atribuciones de la CSJ”. Ha sido verificada a través del capítulo IV
numeral 1.1. cuya verificación ha dado lugar a verter las conclusiones de los numerales 1.1. y 1.5.

La hipótesis específica establecida en el párrafo 3, y que expresamente dice: “Se requiere además,
de una verdadera voluntad política de los sectores involucrados en el proceso de reforma judicial,
para lograr así un real cumplimiento a la reformas constitucionales derivadas de los Acuerdos de
Paz”. Hipótesis que se verificó en los capítulos IV numeral 1.3. y que da pauta a la conclusión
enunciada en el numeral 1.4.

Por último la hipótesis que reza: “Un real cumplimiento de las reformas constitucionales derivadas
de los Acuerdos de Paz, con el afán de lograr una Independencia del Sistema Judicial, y con ello
contribuir al mejoramiento del Sistema de la administración de justicia en nuestro país, que esté
orientada a la consecución y consolidación de la Paz con Justicia Social”; ha sido comprobada y
corroborada a lo largo del desarrollo capitular de la presente investigación y que cimentar las
conclusiones enunciadas en la mayoría de los numerales, con excepción del numeral 1.2.

2. PROPUESTAS DE SOLUCIONES CONCRETAS A LA PROBLEMÁTICA.

Reiteradamente hemos afirmado que el problema medular de nuestro Sistema de la administración


de justicia, tiene su origen en la creciente y excesiva centralización o concentración de funciones
político-administrativas en manos de la CSJ, el cual junto a otros factores como la Politización
Partidarista del Sistema Judicial, y la falta de voluntad Política hacia el mejoramiento del mismo,
influye en gran medida en los atrasos e incumplimientos que han sido generados en los Acuerdos
de Paz, como resultado del funcionamiento deficiente del CNJ.

Loa anterior, hace previsible la necesidad de dictar ciertas Recomendaciones, como posibles
alternativas o propuestas de solución a la problemática planteada a un corto o mediano plazo,
pudiendo mencionar entre otras las siguientes:

Se recomienda implantar un real proceso de Descentralización de las Funciones Político-


Administrativas que se encuentran dentro del ámbito potestativo de la Corte; hemos dicho ya que la
centralización de funciones en manos de dicho Tribunal, obstaculiza el desarrollo del Principio de
Independencia Judicial y contradice en todo caso la búsqueda del buen funcionamiento del sistema
de administración de Justicia y contradice en todo caso la búsqueda del buen funcionamiento del
sistema de administración de Justicia. Se propone para ello transferir las funciones fiscalizadora y
administrativa de que actualmente goza el Supremo Tribunal a otros entes especiales del Órganos
al cual pertenece.

Este proceso de descentralización lleva implícito ala incorporación de Reformas Constitucionales


en varios aspectos; por un lado se recomienda transferir la función de elección y nombramiento de
Jueces y Magistrados de Segunda Instancia, al CNJ, tal y como debiese ser de acuerdo al reflejo
de los Acuerdos de Paz; así como también asignar a dicha Institución la elaboración y
administración de del Presupuesto del Órgano Judicial y todo lo relativo a la función puramente
administración, donde se compromete lo concerniente a la inhabilitación, remoción, suspensión,
etc., de Jueces y Magistrados.

Por otro lado se propone que todas las facultades de autorización en el ejercicio de la Profesión de
Abogados y Notarios, sea trasladad al campo de acción del recién creado Consejo Nacional de la
Abogacía y Notariado. Consideramos entonces que este proceso de descentralización, mejoraría
sustancialmente nuestro Sistema de Administración de Justicia, por lo que se hace indispensable
ratificar a la mayor brevedad posible las reformas aprobadas el 29 de abril de 1994; y tomar en
consideración, todas aquellas otras que habiendo sido propuestas, no fueron aprobadas por la
Asamblea Legislativa, así como también las que puedan surgir más adelante encaminadas al
mismo fin.

Recomendaos de igual manera, en lo que respecta al mecanismo de elección y nombramiento de


los Magistrados del Supremo Tribunal, que este sea modificado en el sentido de que el Presidente
del mismo sea designado mediante una Elección Popular, Tomando en cuanta que los candidatos
a optar a dichos cargos, sean avalados por el CNJ, y que reúnan los requisitos y lineamientos que
la Ley exige para ello, manteniéndose el actual mecanismo de elección y nombramiento, respecto
a los demás Magistrados del citado Tribunal. Consideramos que lo anterior produciría efectos
favorables en el mejoramiento del Sistema de Administración de Justicia, contribuyendo a la vez,
aunque en forma relativa, a la despolitización partidaria del mismo.

En lo que respecta al CNJ, recomendamos se modifique el actual mecanismo de elección de sus


Concejales, ya que este conlleva a una despolitización partidaria del mismo, por el simple hecho de
ser elegidos por la Asamblea Legislativa con el voto calificado de las dos terceras parte de los
Diputados electos; lo anterior significa que las dos o más fuerzas políticas que representen en la
Asamblea dicho porcentaje, se repartan los cargos, acentuando de esta forma la Politización a que
se hace referencia, lo que permite que no se asegure satisfactoriamente y de manera eficaz, la
Independencia del CNJ, respecto a los Órganos del Estado y a los Partidos Políticos.

Como alternativa eficaz a lo anterior, proponemos al igual como lo hace la División de Derechos
Humanos de ONUSAL, que los miembros del Consejo deben ser designados por el sector
Institucional o social al cual representen, de conformidad a la Ley y no por intermedio de la
Asamblea Legislativa, haciéndose necesario en tal sentido, reformar el Artículo 187 de nuestra
Carta Magna. Creemos entonces que con este mecanismo de elección, se garantizaría en gran
medida la Independencia y Autonomía de la que debe gozar el CNJ.

Recomendaciones de igual manera, reformar la Constitución de la República, incorporándole al


Artículo 131 dos literales más, en el sentido de que se aclare ala facultad de la Asamblea
Legislativa en cuanto a destituir a los miembros del CNJ y del Consejo Nacional de Abogacía y
Notariado, para que estén acorde con los Arts. 187 inciso 3 y 190 inciso 4º Cn.

Finalmente, propone al Presidente de la República, a los Diputados de la Asamblea Legislativa y la


CSJ, quienes tiene iniciativa de Ley, tomar en consideración y a la vez impulsar el fiel cumplimiento
de las recomendaciones vertidas por ONUSAL, la Comisión de la Verdad y el Grupo Conjunto, y de
manera particular, las que respectan al Sistema Judicial, con el objeto de coadyuvar al desarrollo y
mejoramiento de la Administración de Justicia en nuestro País, ya que al no hacerlo perjudica el
Proceso de Paz, entorpeciendo los esfuerzos en la consecución de un verdadero Estado
Democrático de Derecho. Por otra parte, en base al Artículo 131 ordinal 25 Cn., se propone que el
contenido global de los Acuerdos de Paz firmados en Chapultepec el 16 de enero de 1992, sean
ratificados por las Honorable Asamblea Legislativa, por establecerlo así expresamente dicho
precepto Constitucional, lo que aún no se ha verificado.

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