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ROLLO LAICOS EN LA IGLESIA -

Introducción
1.- El mundo necesita ser salvado. Se encuentra profundamente en crisis. Nos decían
en el rollo «Gracia» que ese plan que Dios tenía preparado para todos los hombres, y
para cada uno de nosotros en particular, el propio hombre lo quebró. No se trata de
grietas superficiales sino de sacudidas traumatizantes. Es todo un mundo el que hay
que salvar desde sus propias bases fundamentales. «Se puede hablar ya de una
verdadera metamorfosis social y cultural que redunda también sobre la vida religiosa»
(G. S. 4) (Realizar un breve paneo -conforme la bibliografía- de las realidades actuales
negativas y su contradicción con las positivas. Debe particularizarse en función de
cada realidad regional y personal del rollista).
2.- La causa de la crisis está en el hombre. En cada hombre existe egoísmo, la
envidia, el afán que impulsa a la opresión de los demás. El bien y el mal sólo pasan
por el corazón del hombre. «Es, por consiguiente, el hombre pero el hombre todo
entero -cuerpo y alma, corazón y conciencia, inteligencia y voluntad- el que hay que
salvar» (G. 5. 3).

B2- La Iglesia transmite la salvación al mundo


2.1.- Sin embargo, frente a ese panorama que aparenta ser desalentador, hay
Alguien que no se resigna a perder al hombre: Dios, que desde siempre le salió al
encuentro, enviando primero sus profetas -a lo largo de todo el Antiguo Testamento-
luego, cuando fue el tiempo oportuno, a su propio Hijo y su Espíritu, y podríamos
preguntarnos; ¿después de toda esta entrega total de Dios, después de Cristo, qué?
2.2.- Esa entrega total de Dios, a lo largo de la historia del hombre, se transforma
en la única solución radical y totalizante. Dios, por intermedio de su hijo Jesucristo, y la
acción de su Espíritu, deja a la Iglesia como depositaria de su mensaje evangélico,
desde donde hoy nos habla y se entrega y desde donde nos ofrece su Plan de Salvación,
Sin embargo, el hombre, que sigue dándole la espalda a Dios, comienza a preguntarse:
¿será ésta una solución eficaz? A simple vista parecería no haber dado el resultado
esperado. Con todo, la Iglesia está inserta en el mundo compartiendo los gozos y las
esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, porque ha
sido instituida por Cristo para ser sacramento de salvación universal. La Iglesia, en
definitiva, es el signo e instrumento de la íntima vinculación entre Dios y el género
humano.

B3-. Qué es la Iglesia


3.1.- Falsos conceptos acerca de la Iglesia
3.1.1.- Normalmente sucede que en las conversaciones de la vida cotidiana al
tratar de preguntarnos qué es la Iglesia o al hacer referencia a ella, se tiene una visión
o concepto distorsionado, más por ignorancia, por no haber observado o reflexionado en
profundidad, confundiendo -entonces- el verdadero concepto de lo que es Iglesia.
3.1.2.- No es el templo de piedra material, iglesia con minúsculas, sino algo vivo y
con mayúsculas
3.1.3.- No es una mera sociedad religiosa con vínculos jurídicos, desentendida del
hombre, sino algo visible y espiritual a la vez.
3.1.4.- No es sólo un ámbito sentimentalista o un lugar para la piedad de
mujeres rezadoras.
3.1.5.- No es exclusivamente la Jerarquía.
3.1.6.- A la par de conceptos erróneos acerca de la Iglesia, existen también de
parte de las personas actitudes frente a ella, entre las que podemos mencionar la
indiferencia, el criticismo o la simple ignorancia entre otras que visualizamos a
diario.
En fin, existe un sinnúmero de conceptos equivocados acerca de lo que es la
Iglesia de los que solamente esbozamos algunos.

3.2.- Concepto y definición de la Iglesia


La palabra «Iglesia» significa y designa Asamblea del Pueblo de carácter religioso. En
ella, Dios convoca a su pueblo desde todos los confines de la tierra. La palabra Iglesia
designa a toda la comunidad universal de los creyentes.
3.2.1.- Es el Cuerpo Místico de Cristo. Cristo mismo que vive en la historia. Es
Cristo mismo, vivo y actual.
3.2.2.- Es el Pueblo de Dios, luz, sal y fermento del mundo.
Reunión de los que creen, esperan y aman. Comunidad de creyentes, unidos
en la esperanza, realizando el amor a Dios y a los hombres.
Comunidad de creyentes, prefigurada desde el origen del mundo, preparada
en la historia del pueblo de Israel y en el antiguo testamento y manifestada por la efusión
del Espíritu para ser perfeccionada al fin de los tiempos (L. G. 2).
La Iglesia es un misterio, no porque nos permanezca «oculta» sino que es
«misterio» porque se nos va revelando por Dios a través de los ojos de la Fe.
La Iglesia es Comunión de los Santos integrada por la Iglesia triunfante. es decir, los
que están gozando de Dios en el Cielo; la Iglesia purgante, los que purifican su estado
antes de ingresar al Paraíso y por último, la Iglesia peregrinante, es decir, nosotros,
Pueblo de Dios en marcha. Toda la Iglesia es comunión,
—La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la
unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano, ella se propone
presentar a sus fieles y a todo el mundo con mayor precisión su naturaleza y su
misión universal.»
María, Madre de Cristo, es Madre de la Iglesia (M. C. 28, R 291 - P. 288. L. G. 62).

B4- Misión de la Iglesia


(En este punto tratar brevemente la Historia de la Salvación: Hech. 5)
4.1.- La felicidad pensada por Dios para el hombre fue quebrada por el pecado
original. A partir de allí se fractura aquella infinita armonía, el hombre se dispersa
por el pecado cometido y, sin embargo, Dios, que no se resigna a dejar de comunicarle
aquel plan original, elige al Pueblo de Israel para celebrar con él una Alianza e instruirle
gradualmente para que en él se comunique a todos los hombres su Plan. Esto sirvió de
preparación y figura de la Alianza nueva y perfecta que habría de celebrarse en Cristo Si
de la revelación completa que habría de hacerse por el mismo Verbo de Dios hecho
carne.
4.2.- Cristo es el Sumo y Eterno Sacerdote, porque restaura todo en el Padre y
ofrece al Padre su propio sacrificio; es Profeta por cuanto -Verbo Encarnado- anuncia,
con su Vida y con la Buena Nueva, el Plan de Dios, y es Rey, por fin, porque -Hijo de
Dios- instaura un reino de Verdad, Justicia, Amor y Paz distinto a los reinos temporales de
los hombres
4.3.- La Iglesia, continuadora de la Misión de Cristo, es por eso Cuerpo Místico
Cristo, que es su Cabeza, Ella también tiene la triple misión sacerdotal, profética y real
que ejercita
para el cumplimiento de aquella que es su misión concreta: la salvación de todo el
género humano.
4.4- La misión de la Iglesia es evangelizar « Evangelizar constituye, en efecto la
dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para
evangelizar; es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la Gracia, reconciliar
a los pecadores con Dios...
» (E. N. 14).

B5- ¿Quiénes forman la Iglesia?


Todos los fieles cristianos incorporados a Cristo por el Bautismo e integrados al
Pueblo de Dios. Dentro de este Pueblo existe un ordenamiento jerárquico integrado
por:
5.1.- El Papa.
5.2.- Los obispos sucesores de los apóstoles, responsables de organizar y dirigir
la comunidad cristiana, la Iglesia particular de cada diócesis.
5.3.- Los sacerdotes y diáconos, colaboradores de los obispos, hombres como nosotros
pero con una vocación especial para servir a Dios.
5.4.- Los religiosos y religiosas, hombres y mujeres consagrados a servir a Dios
mediante los votos particulares para extender el Reino de Dios según sus propios
carismas.
5.5.- Junto a ellos integran el Pueblo de Dios los laicos, que somos nosotros: están
Uds., estoy yo, nosotros somos Iglesia. Cada uno de Uds. es Iglesia: vos..., vos..., vos...,
vos..., vos. Todos somos Iglesia.

B6- Quién es el cristiano laico


6.1.- Definición: «Los fieles que, en cuanto incorporados a Cristo por el
Bautismo, integrados al Pueblo de Dios y hechos partícipes, a su modo, de la función
sacerdotal, profética y real de Cristo, ejercen en la Iglesia y en el mundo la misión de
todo el pueblo cristiano en la parte que a ellos corresponde».
6.2.- Es propio de nosotros los laicos, por nuestra propia vocación personal,
estar presentes como Iglesia en el corazón del mundo, por el laico es Iglesia, no es
que sólo
«pertenezca» a la Iglesia o esté» en la Iglesia, El laico es Iglesia.
6.3.- La raíz primera que origina la condición del cristiano en el Misterio de la
Iglesia, y que está en la base de su vocación y dinamismo es su Bautismo (Ch. L. 9).
6.4.- A nosotros los laicos, por nuestra índole secular, nos corres- conde extender
el Reino de Dios en las realidades temporales, según nuestra vocación y nuestra propia
actividad. En las condiciones ordinarias de nuestra vida familiar, social, política,
profesional, laboral, estamos llamados a ser fermento de evangelio, es decir, llamados a
contribuir y ser parte importante de la santificación del mundo.
6.5.- Estamos llamados a ser Iglesia, es decir, estamos llamados a ser
sacerdotes, profetas y reyes en nuestra realidad cotidiana.
Y ¿de qué forma o modo los laicos somos sacerdotes, profetas y reyes? (Ch.
L. 14). 6.5.1.- Sacerdotes: Así como Cristo -Sumo Sacerdote- ofreció su vida, el
laico está
llamado -en la función sacerdotal- a ofrecer al Padre la totalidad de su vida cotidiana,
trabajo, familia, amigos, éxitos, fracasos, tensiones, etc.
6.5.2.- Profetas: Cristo, Profeta del Padre, nos transmite también aquella función.
Llevamos la Palabra de Dios al mundo con nuestra voz y la hacemos creíble con nuestra
vida. Este testimonio nos habilita ya la vez nos compromete a anunciar a Dios con la
palabra y con
los hechos y también a ser denunciantes de aquellas situaciones
cotidianas que atentan contra la verdad, la justicia y la paz.
6.5.3.- Reyes: Cristo, Señor y Rey del Universo, nos da el
señorío propio de nuestra vocación Laical. En la función real,
somos llamados en lo propio de nuestra vida y de nuestras
realidades temporales a instaurar el Peino de Justicia, Verdad, Amor y
Paz. Ello implica ser rey y dueño de mí mismo ya que nadie puede
dar lo que no tiene.

B7- Vocación y misión del laico


7.1.- Los laicos estamos llamados a ser la avanzada de la Iglesia,
la vanguardia temporal de la Evangelización. Hemos sido llamados por
Dios para estar en el mundo, para evangelizarlo, porque el mundo es
la gran tarea del cristiano laico. Es todo el mundo el que hay
que transformar: de selvático en humano y de humano en divino, y
nosotros debemos comenzar por nuestra propia realidad temporal
teniendo en cuenta que cada uno hará lo propio en la suya.
7.2.- Los laicos, nosotros, no podemos abandonar el lugar que
ocupamos en el mundo ya que hemos sido llamados a dar frutos en
el lugar donde Dios nos colocó. En el vasto ámbito de la actividad
temporal, en cualquiera de nuestras actividades diarias, allí
debemos estar nosotros, los laicos, siendo fermento, luz y sal en
las realidades cotidianas, construyendo un mundo nuevo, siendo
artífices de la unidad.

7.3.- Para cumplir nuestra misión en el mundo debemos ser:


Hombres y mujeres comprometidos y
acompañando la realidad cotidiana. Con una
formación humana integral.
Abiert
os al
diálog
o.
Auténti
cos en
su
testim
onio.
Servid
ores de
la
comuni
dad.
Audaces e inteligentes protagonistas de la hora actual.

B8- Conclusión
Ser un cristiano laico es: saber convertir nuestra libertad en
punto de partida para ir transformando en Cristo, y según Cristo, el
mundo que nos rodea, en todo momento y dentro de la vía de la
normalidad.
Se trata de ser Santo a lo 20…
 Hombres que, invadidos por el Espíritu, salgan a la calle
pisando fuerte.
 Hombres capaces de tomarse en serio la maravillosa
realidad de la Gracia, que es su Ideal: ser HU0 de Dios,
Hermano de Cristo y Templo del Espíritu Santo.
 Hombres dispuestos a proyectar a Cristo en todas las
encrucijadas de la vida.
 Hombres que enjuicien todos los problemas de la vida con
criterios cristianos.
 Hombres que vivan en Gracia y de la Gracia con el
máximo de Gracia posible.

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