Está en la página 1de 71

Unidad Xochimilco

Noveno Trimestre de la Licenciatura en Psicología

El hombre y su relación con el aborto

Profesoras:
Adriana Soto Martínez
Ana María Amuchástegui Herrera

GRUPO: SI04P

Integrantes:
Alma Brenda Corpus Paredes

20 de septiembre del 2016


Índice

Introducción…………………………………………………………………………….2

Tema de investigación & planteamiento del problema………………………..4

Problematización………………………………………………………………………7

Inicio & modificación del planteamiento………………………………………….9

Antecedentes de investigación……………………………………………………12

Construcción del objeto teórico ………………………………………………….17

Estrategia Metodológica…………………………………………………………….21

 Dispositivo grupal

Diseño de Instrumento………………………………………………………………26

Descripción sobre la entrada al campo de intervención…..…………………34

Reflexión sobre la implementación de grupo de discusión………………....37

Categorías de Análisis & Codificación………………………………………..42

 Masculinidad ……………………………………………………49
 Ser mujer…………………………………………………….50
 Decisión de aborto- juventud……………………………………...53
 Responsabilidad………………………………………………....59

Conclusiones……………………………………………………………..…….66

Fuentes de información……………………………………………………….67

 Bibliografia

1
Introducción

En este trabajo abordaremos el tema del aborto, puesto que es un tema


importante en lo social. Queremos saber algunos de los papeles asignados y
asumidos por cada uno de los individuos (hombre y mujer) que van adquiriendo
de la sociedad ante una situación de un embarazo no deseado, profundizando
específicamente en el caso del hombre.

Partiendo del diseño del noveno módulo de la UAM Xochimilco, donde se abordan
la experiencia y el aprendizaje, vamos a abordar la siguiente investigación en una
problemática que nos brinde información y con la cual podamos hacer una
reflexión para la psicología social. La idea es que nuestra experiencia que
obtengamos en lo que es el grupo de discusión al final obtengamos un
aprendizaje y que podamos ir sumando herramientas sobre la problemática de las
instituciones educativas, el trabajo de grupos y las relaciones de poder. Para ello
es necesario precisar que para la siguiente investigación trabajamos con un grupo
dentro de una institución de educación básica que es la secundaria. Así como la
base teórica de imaginario social y las significaciones imaginarias que se
adentran en la sociedad, desde donde podemos ver el panorama de la
institucionalidad y la juventud ya que juegan un posicionamiento importante
todo el tiempo a través de la investigación

Usamos las herramientas aprendidas en el módulo como lo es el dispositivo


grupal que fue estudiado durante este trimestre, para la generación de un
discurso que pudiésemos analizar. Con el fin de entrever cómo se relacionan
los papeles que el hombre ocupa en el orden social y con los que se asume
ante el aborto. Escuchamos lo que los jóvenes (varones) piensan sobre esta
temática, de este modo pudimos comprender el entorno social en el que ellos
viven.

Nos apoyamos en artículos de investigación de América Latina que sirvieron de


ejemplo para poder adentrarme al tema de investigación. Como hemos
mencionado usamos técnicas que fueron obtenidas a lo largo de la carrera y
aprendidas en el trimestre para estudiar el discurso, que van desde codificación
hasta el análisis de los datos. Para hacer una reflexión sobre lo implementado y
sobre el proceso mismo que requirió este trabajo.

2
La motivación acerca de este fenómeno social surge de todo lo que hemos
escuchado a lo largo de nuestra vida y también del que hemos sido participes,
en relación al tema del aborto, en el cual identificamos que la responsabilidad
de decisión y de sus efectos recaen principalmente sobre las mujeres. Sin dejar
de tomar en cuenta las cuestiones éticas que este tema evoca, consideramos
que hace falta escuchar a los hombres como sujetos, y su posición en este
tema, o mejor dicho, escuchar su discurso.

Teniendo en cuenta la conformación del sujeto y la vinculación con un contexto


sociohistórico en el que prevalece la dicotomía masculino/femenino, nos
interesó saber sobre el acontecer de los hombres en relación al tema del
aborto. También saber y escuchar el lugar que ocupa lo masculino en el
discurso sobre el aborto, desde el sujeto.

3
Tema de investigación

El aborto y el papel de los hombres jóvenes.

Planteamiento del problema

El tema del aborto en la actualidad ha tomado gran relevancia, ya que se


vincula directamente con la reproducción y la perpetuación de la especie
humana por un lado, y por otro toca problemáticas que van desde la familia, las
relaciones de poder, pues hay varias instituciones que están implicadas, esto
conlleva la significación para los sujetos.

El aborto connota una idea negativa (no querer tener un hijo) por haber hecho
algo moralmente no aceptable (tener relaciones sexuales sin protección, a
edad temprana, fuera del matrimonio, sin una pareja estable, etc.) recayendo
fuertemente sobre las mujeres. No solamente por cuestiones anatómicas,
donde embarazarse seria el proceso, sino además por las significaciones
sociales1 que limitan a las mujeres, quienes bajo este discurso son pensadas
ya como madres en relación a la división de trabajo, la relación de poder (de
decisión sobre su cuerpo, su trabajo, sus posibles lugares dentro de la
sociedad y los papeles que ocupan en la sociedad), etc

El contacto que hemos tenido con el tema desde la escucha de los discursos
morales, así como en lo personal de implicaciones de discursos percibidos a lo
a lo largo de nuestra nivel académico en los diferentes niveles escolares,
dentro de nuestras respectivas familias, de los medios de comunicación y de
nuestro entorno social. Es a partir de esto que identificamos aspectos
preponderantes dentro del discurso cotidiano que sostienen la argumentación
discursiva.

Cuando se habla sobre ser mujer desde lo instituido por el género, como
plantea Lamas (2000), se da lugar a las designaciones socio-culturales sobre lo

1
Término que usa Casotriadis (2006) para referirse a los sentidos que dan cohesión a la vida
social, en este caso, a la mexicana. También para referirse al conjunto de significaciones
sociales que sostienen a las instituciones. Al entramado de sentidos “que penetran toda la vida
de la sociedad” (Castoriadis, 2006: 78).
. Más adelante ahondaremos en este concepto que forma parte de las bases teóricas del
presente trabajo.

4
que es ser mujer. Ante esto hay mujeres cuestionan el posicionamiento que
concibe la mujer en su máxima expresión cuando se es madre, el mito social
mujer = madre (Fernández, 1993), así como cuando se le desvalora al decidir y
al actuar sobre su sexualidad y su cuerpo.

Si bien aún no se ha vivido el escenario social en el que la estigmatización de


los papeles de las mujeres, la discriminación laboral, o la carga de ser madre
soltera eran confirmadas fuertemente por el discurso social (político, familiar,
mediático, subjetivo), hemos visto cuestiones importantes de la estigmatización
y la discriminación, que se esconden en la cotidianeidad y que se antepone el
discurso de la modernidad, de la equidad de género y del progreso social.
Como dijo Marta Lamas en una entrevista del 2011,

las cosas que a nosotras nos apretaban el zapato hace 40 años a ustedes
ya no les están apretando […] No hay muchas mamás que le hayan dicho a
tu generación “tú quédate a lavar los platos y que tu hermano vaya a jugar
fútbol”..La diferencia es más sutil. Sigue habiendo un trato diferenciado pero
no es tan evidente, y además hay un discurso social sobre la cantidad de
opciones que hay.

Los cambios sociales que han derivado en dar espacios a las mujeres de
manera preponderante por los hombres, no han logrado desestigmatizar del
todo a las mujeres de una función reproductiva (empatándola con su
sexualidad), ni de una función maternal y carácter pasivo. En algunos discursos
cotidianos vemos que hemos adquirido nuevos papeles pero de forma distinta,
es decir, ahora se puede ser proveedora, profesionista, independiente, pero no
se es completamente mujer si no se quiere ser madre.

Los mitos que plantea Ana María Fernández (1993) continúan vigentes,
debilitados en comparación con un par de décadas anteriores, pero continúan
permeando el imaginario social, ya que aún soportan un orden social
jerarquizado de acuerdo a los sexos. Son los mitos que igualan a la mujer y a la
madre, que la naturalizan como un “ser de otro” (1993:257), frágil y
eróticamente pasivo, en espera de un amor romántico.

En la sexualidad, en general, se fue haciendo un tema más abierto, en el


sentido de ser señalada como tal por medios de comunicación, los programas

5
de salud pública y educativa, entre otros, aunque aún sigue siendo un tabú
hablar de ella. Sin embargo el uso permitido de anticonceptivos durante la
década de los años 70 (Amuchástegui, Flores y Aldaz, 2015), junto con la
organización laboral, económica, institucional y mercantil que insertaba a las
mujeres en más puestos, penetro otros ámbitos sociales, como son la
sexualidad y la familia.

Nos adentramos así en la dicotomía marcada en casi cualquier ámbito social:


mujeres y hombres. Entre sus posiciones socialmente aceptadas, en lo sexual,
lo físico, lo laboral, lo intelectual, lo conductual, el ámbito de la familia, lo
económico, etc. lo que podemos condensar en femenino y masculino, mujer y
hombre. Estudiamos estos términos desde algunos estudios de género para
conceptualizar nuestro trabajo y posicionar nuestro análisis en algo más firme
que la noción sobre los roles de género.

Connell (2003) hace un recorrido a través del desarrollo de las distintas teorías
psicológicas y analíticas en el que refleja el uso teórico del concepto de género,
rol de género e identidad de género. De una observación llena de implicaciones
que hizo Freud en sus trabajos respecto a la complejidad de la constitución de
lo masculino en el sujeto y en específico, lo que deriva de su estudio “sobre las
tensiones del carácter masculino y sus vicisitudes en el transcurso de una vida”
(Connell, 2003: 24) remarcan uno de los aspectos de la masculinidad más
importante para Connell, a saber, su no cristalización, es decir, no se le puede
encontrar “en estado puro: las diferentes capas de emoción coexisten y se
contradicen una a la otra; además, cada personalidad es una estructura
compleja, llena de matices, y no una unidad transparente” (2003: 25).

Varios autores mantienen una idea estructural universal sobre la polaridad


entre femenino y masculino dentro de cada persona (en su psique), como Jung
que su teoría “supone que no es posible ningún cambio histórico en su
constitución; lo único que podría cambiar es el equilibrio entre ambos polos”
(Connell, 2003:29). Esto apoya el argumento de Bourdieu sobre la operación
fundamental de división que sostiene todo conocimiento, pues se parte de la
oposición entre lo femenino y lo masculino que a su vez se aprehende en la
cotidianeidad de la práctica (Lamas, 2000)

6
Pretendemos no solo profundizar en las acepciones que esconden una
normatividad detrás, sino también plantean un deber ser de las mujeres y un
deber ser de los hombres. Sin negar la existencia de prácticas determinadas y
simbolizadas a partir de la diferencia anatómica entre mujeres y hombres,
buscamos identificarlas, describirlas y analizarlas. Pero sostenemos que es
conveniente asomarnos a los orígenes y usos teóricos de estos conceptos para
concientizar sobre las significaciones que han generado y mantenido

Problematización

La relevancia social de este tema en México deviene desde antes de la


despenalización del aborto antes de la 12ª semana de gestación, ante el
encuentro de una moral que lo rechazaba rotundamente con una realidad llena
de circunstancias particulares que demandaban su práctica a pesar de las
condiciones insalubres, clandestinas o sin regulaciones médicas, derivando en
tazas altas de mortalidad (La Jornada, 2007). El panorama cambió a partir de la
legalización del aborto en la CDMX en el 2007, en el que se abrió otra
posibilidad de elegir la maternidad o paternidad y de discutir las posturas
normativas de la familia, la educación, la religión y las políticas públicas. Desde
el discurso cotidiano de los jóvenes de secundaría aspiramos entrever estos
aspectos.

Además, los jóvenes son objeto estigmas sobre la sexualidad, que desvaloran
el embarazo a temprana edad –etiquetado como embarazo adolescente– como
algo irresponsable, pues esto implica arruinar su futuro, ya que dejarían la
escuela y no disfrutarían de su juventud. Ejemplo de esto es la estrategia del
Gobierno Federal para reducir el embarazo adolescente, iniciada a principios
del 2015 en la que se establece como parte de sus objetivos “reducir el número
de embarazos de personas jóvenes (entre 15 a 19 años) y erradicar por
completo embarazos en niñas menores de 15 años en un 50%, para el año
2030, así como diseñar mejores políticas públicas en beneficio de las y los
adolescentes” (Dirección General de Derechos Humanos y Democracia, 2015).
Como parte del trabajo interdisciplinario que marcan en su estrategia iniciaron
una campaña junto con el IMSS e INMUJERES, pretendiendo abarcar uno de
los ejes temáticos que contiene la estrategia de difundir información sobre la
salud sexual y reproductiva. Cabe señalar que dicha estrategia no incluye la

7
realización de una campaña de educación sexual para que los jóvenes puedan,
como pretende la iniciativa, tomar decisiones responsables.

A través de los medios de comunicación, específicamente la radio y la


televisión, se difundió un spot de esta campaña (Gobierno de la República,
2015), en el que señalamos algunos puntos a criticar:

● “Si puedes planear un día de diversión puedes planear una vida, ¡tú
vida!”: Manejar en un mismo plano un día de diversión y tu vida es como
reducir toda tu vida a un itinerario a seguir, a un momento en el que uno
organiza un plan, sin considerar lo complejo y lo dinámico de la vida; es igual
a cargar a las jóvenes con una responsabilidad sobre cualquier eventualidad
de la cotidianidad. Así mismo, obturan el espacio para lo no planeado.
● Se puede prevenir: Hablaría un discurso donde se asume que el
embarazo es 100% controlable, que nunca puede pasar algún accidente y que
hay métodos anticonceptivos que sean 100% efectivos y sean reversibles.
● “No dejar que los impulsos ganen” y “lo calenturiento no quita lo
inteligente”: Se empataría con una concepción de los jóvenes como llenos de
impulsos difíciles de controlar, a diferencia de los adultos que ya han
aprendido a controlarlos. Se hablaría de la inadecuación biográfica del yo 2.
● “Primero la escuela, ya después vendrán los hijos” y “se trata de
esperarse, no de desesperarse”: Establecen una naturalización de
organizarse en etapas de acuerdo a la edad, primero una formación
académica, después viene lo laborar y es aquí donde debe de ir la
conformación de una familia, en este caso, tener hijos.
● “Quedar embarazada debe de ser lo más bonito que le puede pasar a
una mujer”: Aquí también ocurre una naturalización de lo que es una mujer
donde observamos el mito mujer=madre3.

2
Con este término, la investigadora, Rossana Reguillo (2010), alude a “esta inadecuación biográfica, por
utilizar la formulación de Bauman, que se refiere a la autopercepción del sujeto de que es responsable,
de manera individual y a partir de sus propias decisiones, de su condición de vida; es él, o ella, quien
resulta inadecuado (o inadecuada) para el orden social”. Gracias a esta inadecuación biográfica, el
Estado, que debiera de ocuparse del bienestar de los ciudadanos, es desligado de dicha tarea y todo el
peso pasa a cada individuo.
3
El término del mito mujer=madre lo retomamos según la concepción de Ana María Fernández (1993),
significando la organización de nuestra sociedad en donde “la maternidad es la función de la mujer y a
través de ella la mujer alcanza su realización y adultez. Desde esta perspectiva, la maternidad da sentido
a la feminidad; la madre es el paradigma de la mujer, en suma; la esencia de la mujer es ser madre”. La
eficacia de este mito social se estructura a partir de tres recursos: 1) la ilusión de naturalidad, que desde

8
● “Yo lo platiqué con mis papás”: la relación de poder no se hace a un
lado, siempre hay que recurrir a una autoridad que sabe más que uno.
● “Nini=ni me infecto ni me embarazo”: intento de empatía con los jóvenes,
usando palabras que usaban.
● “La responsabilidad es tuya. Es de todos. Es tu vida. Es tu futuro. Hazlo
seguro”: Se les imputa a los jóvenes una responsabilidad por todo, su vida y
su futuro como si estos fueran independientes de la educación que el Estado
está brindando o de los factores sociales que van configurando un imaginario
social.

Es así que nos interesó echar una mirada a la conformación de las posturas
ante el aborto, a cómo reciben los jóvenes lo que se dice sobre el aborto y la
sexualidad, sobre los papeles que adquieren, cómo van generando y dirigiendo
sus ideas en relación a estos temas y cómo se pronuncian como sujetos en
conformación.

Quisimos escuchar a los jóvenes varones desde sus propias nociones, desde
sus representaciones hacia sus papeles, en como asumen su masculinidad, así
como desde sus ideas sobre el género y los aspectos sociales que conllevan
con el tema del aborto.

Inicio y modificación del planteamiento del problema

Por medio de estas consideraciones llegamos al planteamiento del problema


final ya que nos surgieron diferentes preguntas. Al inicio de nuestra
investigación esta tuvo modificaciones principalmente en la pregunta inicial, y
en qué grupo íbamos a trabajar e implementar la guía de discusión, también en
que era lo que queríamos saber de cómo se posicionaba el hombre en el
aborto, primero habíamos iniciado con 8 chicos los cuales tenían un rango de
edad entre 18 a 21 años, pero al momento de citarlos solo llegaron 5 de los

un discurso del orden biológico adscribe la maternidad como fenómeno natural, inclusive adjudicando
un “instinto materno” a las mujeres; 2) la ilusión de la atemporalidad, dado que se inscribe la función
materna como natural-biológica en lugar de social, se priva la necesidad de rastreo histórico-social,
económico y cultural de este fenómeno que, gracias al libro de Jacques Donzelot, La policía de las
familias, sabemos que fue creado a partir de prácticas de políticas públicas en base a las necesidades del
Estado que ya no podía encargarse de más niños abandonados durante el Siglo XIX; 3) la relación: a
menos hijos, más mito. Se dice de la limitación-confinamiento que se le hace a las mujeres a que se
ejerzan como madres incondicionales, que de todo por sus hijos y se sacrifique por ellos.

9
ocho que esperábamos, y no se podía trabajar como queríamos porque
algunos no podían asistir por diferentes razones personales, y solo dos de ellos
hablaba. Entonces decidimos buscar en una institución escolar (Secundaria)
para que nos dieran oportunidad de trabajar con un grupo de alumnos hombres
de 8 o 15 personas máximo y realizar la sesión. Al principio de la 1er sesión fue
un poco complicado porque, de los alumnos que se quedaron, algunos habían
sido por decisión propia y otros propuestos por el encargado de cada grupo, los
que se habían quedado por decisión propia nos decían que si estaban
interesados en el tema porque habían visto en la clase de cívica y ética que
habían tenido, un video acerca del aborto, mientras que los demás estaban con
una actitud de flojera o sin querer hablar, o al menos eso es lo que se percibía.
A partir de ahí empezaron a surgir las preguntas dirigidas a nuestro grupo de
interés.

 ¿Qué es el aborto para ellos?

● ¿Creen que la familia influye en una postura o en una decisión respecto


al aborto?
● ¿Cuál es la significación de los hombres en relación al aborto?
● ¿Qué papel juega el hombre en el aborto, cómo se posiciona, y cómo es
que los jóvenes consideran que el hombre juega un papel en el aborto?
● ¿Cómo creen los jóvenes que es la significación de los hombres en el
aborto?
Por medio de todas estas preguntas llegamos a la siguiente, que sería nuestra
pregunta central:

¿Cómo se construye socialmente el papel del hombre en el tema del aborto?

De la cual, existieron modificaciones y pasamos a la formulación de la


pregunta de investigación que finalmente fue:

¿Cuál es el papel del hombre joven en el aborto?

Como ya hemos descrito, nuestro fenómeno social es el del aborto, que es


conocido en la CDMX como la interrupción legal del embarazo (ILE), que
corresponde a realizarse dentro de las primeras doce semanas de gestación.

10
Lo seguimos tomando como aborto, porque es un término coloquial que se ha
dado desde tiempo atrás y en parte porque el término de ILE fue acuñado en
el 2007, también debido a que no solemos hablar del tema cotidianamente. De
hecho algunas de nosotras conocimos el término ya avanzadas las prácticas de
investigación del presente trabajo. Por otra parte, pensamos que esta situación
frente al término sería compartida por los jóvenes con quienes conformaríamos
los grupos de discusión, lo cual resultó ser cierto.

En cuanto al papel del hombre joven, pensamos en que si bien la lucha


feminista ya logró que se reconociera ante la ley el derecho de la mujer a
abortar, probablemente también habría tenido cierto efecto para resignificar el
quehacer del hombre con respecto a sus responsabilidades y derechos
sexuales y reproductivos. Es por ello que nos preguntamos acerca del papel
del hombre tanto en la toma de decisión, como en el proceso pues no se ha
hondado mucho en el tema; cuáles son ahora las tareas que socialmente se le
asignan al hombre en el aborto, que sabemos, muchas veces van más allá de
la conceocioón de la mujer con su propio cuerpo.

Antecedentes de investigación

Una parte fundamental en la construcción del objeto de estudio es la búsqueda


de fuentes de referencia que sirvan como antecedente para fundamentar el
carácter de la investigación. Nos dedicamos a indagar en gran variedad de
trabajos de América Latina en páginas de investigación científicas relacionados
con el tema que nos concierne, para informarnos sobre los estudios
correspondientes que se han hecho sobre el papel del hombre en el aborto .

En uno de los artículos encontrados fue que en la investigación con enfoque


feminista llamada “Los varones y su relación con el aborto” de la autora
Pantelides, Edith Alejandra, es que de este tema, se ha investigado que El
aborto, ya sea espontáneo o provocado, tiene consecuencias individuales y
sociales y éstas son, en su mayoría, negativas.

Pudimos ver que esto se asemeja con lo que habíamos explicado en el


planteamiento del problema, al revisar las campañas gubernamentales de

11
salud en nuestro país pues buscan reducir el embarazo en jóvenes menores de
20 años, lo mismo que el spot “Es tu vida, es tu futuro, hazlo seguro”. Tanto el
aborto como el embarazo implican a las personas, hombres y mujeres, como
individuos, pero a su vez como parte de parejas, familias y como ciudadanos
que forman parte de las estadísticas poblacionales, al igual que de los servicios
de salud públicos y privados que proveen esta práctica

Dice también que muchos hombres experimentan culpa o sufren por la


paternidad perdida y por el impacto psicológico al ver lo que sucede con su
pareja durante el proceso. Nos menciona que el aborto siempre impacta en la
relación de pareja, puede ser una fuente de frustración y pena; incluso puede
llevar a la separación, esta práctica también puede ser responsable de pérdida
de horas de trabajo y tiene costos económicos que pueden recaer en la mujer,
en el varón o en ambos (Pantelides, 2008:39).

Lo mismo creemos cuando hablamos de los efectos positivos o de la simple


implicación de los varones en la práctica puesto que, hablando de parejas
conformadas por dos sujetos, una mujer y un hombre, sentimos que en los
casos en los que la pareja no se desintegra terminado el acto sexual y la mujer
informa al hombre del embarazo, la presencia del varón conlleva acciones,
sentimientos y pensamientos respecto al procedimiento del aborto; por lo que el
papel del hombre en estas situaciones no puede obviarse.

Siguiendo la idea, hay que reconocer a los varones no como “actores


secundarios que solamente pueden colaborar en maneras positivas o negativas
en los procesos experimentados por las mujeres” (Figueroa y Sánchez, 2000
citados por Pantelides, 2008:39), sino como “actores centrales en el proceso
del aborto, que si bien tienen un rol en relación con las mujeres, como su
propia salud mental, bienestar y derechos también están en juego” (Pantelides,
2008:28).

Uno de los temas que aborda alguna de las investigaciones es sobre la práctica
del aborto, que utiliza recursos del sistema de salud, no solamente donde es
legal, sino también donde es ilegal, ya que el sistema público de salud se suele
hacer cargo del tratamiento de los abortos incompletos y complicados.

12
También nos hace mención de que los hombres son actores centrales en el
proceso del aborto que son generalmente vistos como obstaculizadores o como
apoyo a las necesidades, derechos y decisiones de las mujeres, pero
raramente como seres que viven y ejercitan su propia conducta sexual y
reproductiva (Figueroa, 1998; Figueroa y Sánchez,2000; Guevara, 1998). Los
hombres tienen un rol en relación con las mujeres.

Los hombres pueden asumir roles en relación con el aborto al participar en la


toma de decisiones sobre la resolución del embarazo (incluso en la
construcción del propio embarazo como no deseado), al involucrar cuestiones
materiales o aspectos psicológicos antes, durante y después del procedimiento
de aborto. Esa participación, o ausencia de participación, en distintas etapas
del proceso ha sido materia de investigación, así como los efectos que sobre el
hombre tiene la experiencia del aborto. Pero también se han investigado los
conocimientos y opiniones de los varones, hayan o no tenido la experiencia, y
los motivos de éstas.
Sin embargo, dice este autor, Adebayo, A. (1990), “Male attitudes toward
abortion: an analysis of urban survey data”, en Social Indicators Research, 22,
las perspectivas de los hombres deben ser indagadas porque ellos tienen los
roles predominantes en política y en el diseño de las leyes, y porque son los
principales proveedores de servicios de aborto, además de que el embarazo
los involucra también.
Algunas las investigaciones comparan las actitudes de hombres y mujeres.
Walzer (1994) sugiere que las diferencias se deben a que el aborto sería algo
más “práctico” para las mujeres y más “simbólico” para los hombres, quienes
en realidad no conciben. Sin embargo, la evidencia empírica no apoya la idea
implícita de que estas diferencias van siempre en la misma dirección. En la
República Checa y Eslovenia, por ejemplo, las mujeres aceptaban el aborto en
mayor medida que los hombres, pero no se encontró diferencia por sexo en
Croacia y Estados Unidos (Wall e t al ., 1999). Lo opuesto sucedía en la ciudad
de México (Núñez et al ., 1994) y en Bélgica (Presvelou et al ., 1972).

Esta investigación muestra que algunos hombres creen que han cometido un
pecado y se castigan disolviendo la relación (Pinto, 1998).menciona también

13
que tienen sentimientos , algo que es similar al discurso emitido por los jóvenes
de secundaria es que el hombre toma el lugar del cuidado y que esto les
ayuda a los hombres a adaptarse a la experiencia de aborto.

Otra de las investigaciones que encontramos fue de enfoque sociológico “El


lugar de las masculinidades en la decisión del aborto. Sexualidad, Salud y
Sociedad” de las autoras Viveros Vigoya, Mara; Facundo Navia, Ángela. La
investigación habla que el papel que los varones –como genitores y/o como
compañeros eróticoafectivos– desempeñan en la decisión de interrumpir un
embarazo, tema muy poco examinado en los trabajos de cuño sociológico o
antropológico.
En esta investigación marcan la importancia de pensar el lugar que ocupan los
varones en la decisión del aborto. Al mismo tiempo encontramos la similitud en
uno de los discursos de los jóvenes de secundaria en el que mencionan “si la
quiere debe de apoyarla”, es así como vemos que las relaciones amorosas que
son estables tienen importancia pues es uno de los elementos para tomar la
decisión de interrumpir el embarazo .Mediante esto mencionan los papeles de
los que el hombre forma parte en el aborto, una de ellas fue de que el hombre
acompaña a su pareja en el proceso de toma de decisión y en el de la práctica,
también está la posición de que la decisión es solamente femenina entre otras.
.
Sin embargo, se recalca que no se trata de un tema que sea exclusivo de las
mujeres puesto que la toma de decisión del aborto “es un proceso que tiene
efectos en las relaciones afectivo sexuales, ya que obliga a cuestionamientos
sobre proyectos de vida…y puede llevar…a una confrontación de posiciones
morales, filosóficas y religiosas” (Berro y Gómez, 2012:745). Se entra entonces
al terreno de la vida íntima que es donde se evidencian las situaciones y
contextos en los que se pueden ejercer los derechos reproductivos para ambos
géneros. Aunado a estas razones, se estima como necesidad el indagar la
perspectiva masculina al pensar nuestra sociedad como un patriarcado.

Inclusive, se puede decir que esta negociación es una “disputa subjetiva reflejo
de una disputa política entre diferentes discursos sociales que luchan por la

14
definición de la maternidad, la reproducción y el derecho” (Aldaz, Amuchástegui
y Flores, 2015:154). En la CDMX, a partir de la despenalización del aborto en el
2007, se ha observado que “además de la seguridad médica del procedimiento,
la seguridad legal contribuye a que la mujer se sienta tranquila y autónoma, se
asuma como titular de derechos y pueda separar los ámbitos moral y legal a la
hora de tomar su decisión” (Amuchástegui 2009:7); en cuanto al hombre
asumimos que el marco de la legitimidad también le ayuda a separar moralidad
y legalidad, aunque no siempre suceda que reconozca a la mujer como titular
de derechos.

De igual forma, si bien los hombres no experimentan en su propio cuerpo el


aborto, “se relacionan con él a través de la experiencia y el discurso de su
pareja…o a través de las consecuencias para el bienestar de ella, para los
recursos familiares o para su imagen de varones capaces de procrear”
(Pantelides, 2008:32). De acuerdo a estudios sobre el lugar de las
masculinidades en la decisión, ésta “así como la forma de asumir la experiencia
y significarla a lo largo de la vida, parece representar un dilema ético para
muchas mujeres y hombres” (Facundo y Viveros, 2012:136).

Aun así, es importante subrayar las diferencias que se han encontrado en


cuanto al nivel de involucramiento de los hombres en la decisión del aborto
puesto que distintos trabajos sostienen que los hombres buscan ser quien toma
la decisión dado que “la resolución de un embarazo nace de la necesidad de
quitar a la mujer el poder de decidir” (Pinto, 1998 citado por Pantelides,
2008:34), o que tienen una baja participación en todos los aspectos del aborto
debido a que “el modelo de masculinidad predominante está basado en el
control de los cuerpos, la reproducción y la sexualidad femeninos, mientras que
se ignoran las responsabilidades derivadas de la relación sexual” (Guevara,
1998 citada por Pantelides, 2008:34).

Otro aspecto estudiado es la influencia que el varón ejerce sobre la mujer en el


momento de la toma de decisión. Se habla de que se ejerce influencia ya sea
brindando o no asistencia material a la mujer; se puede referir a los casos
donde el hombre se encuentra incapaz de ayudar debido a falta de trabajo,
trabajo mal remunerado, tener ya otra familia, otro matrimonio o no querer
cooperar por falta de compromiso y demás razones. Igual, se influye a través

15
del vínculo que mantienen con la mujer pues “los factores que influyen en el
compromiso…son la naturaleza, duración y fortaleza de la relación y la
disposición de formar una familia con la mujer en cuestión” (Guevara, 1998
citada por Pantelides 2008:36).

Según el investigador Salcedo (1999 citado por Pantelides, 2008:37), que


trabajó con hombres colombianos, en el proceso de toma de decisión hay
situaciones típicas no necesariamente mutuamente excluyentes: que el varón
no sepa del embarazo, que presione a la mujer y no acepte su responsabilidad,
que se discuta entre ambos y la posición masculina prevalezca, que la decisión
sea compartida, o después de la discusión la posición femenina sea la que
prevalece, o que la mujer utilice el embarazo como herramienta para obtener
beneficios.

A su vez la participación durante el proceso del aborto es otro aspecto


estudiado en el que se implica un apoyo en el que se busque el establecimiento
o la persona que realice el aborto, o se pague el procedimiento, o apoyo
emocional hacia la mujer.

Al haber encontrado estudios en el campo de lo social, como lo es el artículo:


“Significados de aborto y opiniones sobre derecho a decidir en varones
uruguayos” de las autoras Elina Carril Berro & Alejandra López Gómez,
Disputa social y disputa subjetiva.
También el articulo Religión, Género y discurso sociales en la legalización del
aborto en México, cuyas autoras son: Ana Amuchástegui, Edith Flores y Evelyn
Aldaz, y finalizamos con” La experiencia del aborto en los hombres y los
derechos reproductivos” en la investigación: consideramos que la mayoría de
los artículos consultados tienen en su mayoría relevancia y similitud con los
propósitos de nuestra investigación, ya que también se relacionan con el
contexto de nuestra sociedad actual.

Construcción del objeto teórico

Dentro de la investigación nos basamos en los postulados teóricos de


Cornelius Castoriadis acerca del imaginario social, las significaciones sociales
imaginarias (SSI) y las instituciones, el retomar estos postulados se debió al

16
hecho de que el tema del aborto se encuentra inmerso en ellas, simplemente
por las ideas/creencias que giran en torno a este y el lugar que la sociedad le
otorga.

Las Significaciones Sociales Imaginarias tienen su nombre porque no son ni


racionales, ni reales, pues proceden de “aquello que todos consideramos como
habiéndoselas con la creación; el imaginario social. Además no son nada si no
son compartidas, participadas, por ese colectivo anónimo, impersonal, que es
también la sociedad” (Castoriadis, 2006:79) y están todas intervinculadas.
Estas operan en tres niveles: representación (pensamientos), acción y afectos
(emocional).

Es en esta trama de vínculos se puede ver la unidad de la sociedad, la cual


continúa aún en situaciones de crisis. “La unidad deriva…de la cohesión interna
de un entretejido de sentidos, o de significaciones que penetran toda la vida de
la sociedad, la dirigen y la orientan” (Castoriadis, 2006:78).

Con esto podemos observar como el tema del aborto se encuentra inmerso
dentro de las significaciones sociales imaginarias, ya que como se mencionó se
encuentra dentro de ese lugar que la sociedad le otorga, ese significado que se
le da a este concepto y como cada sujeto lo representa y manifiesta dentro del
colectivo. Como describe Castoriadis cada sociedad es una institución, un
“conjunto de las herramientas del lenguaje, de las maneras de hacer, de las
normas y de los valores, etcétera. También de todo lo que impone con o sin
sanción formal maneras de actuar y de pensar” (Castoriadis, 2006:77).
Corresponden a una determinada visión acerca de la realidad pues “es un
sistema de interpretación del mundo…es constitución…creación…de su propio
mundo”, pues la sociedad existe según lo instituido debido a que lo instituyente
impulsa la transformación.

De estas instituciones, cabe mencionar que Castoriadis las diferencia:

La institución primera de la sociedad…es el hecho de que la sociedad se


crea a sí misma como sociedad, y se crea cada vez otorgándose
instituciones animadas por significaciones sociales específicas de la
sociedad considerad... se articula y se instrumenta a través de instituciones
segundas…transhistóricas o específicas (Castoriadis, 2002:124).

17
Para seguir entendiendo la pertinencia de las significaciones imaginarias
sociales dentro del aborto se utilizara la investigación grupal, ya que en esta
podemos comprender, construir y reconstruir la “subjetividad colectiva” (Araujo
y Fernández, 1998:246); es en este tipo de trabajo que se puede presenciar y
formar parte de la creación de un discurso grupal en que múltiples voces tejen
“subjetividades plurales” (Araujo y Fernández, 1998:246).

La subjetividad de la que estaríamos hablando aquí alude a un esquema de


referentes los cuales podrían sugerirse como las significaciones sociales
imaginarias del que cada sujeto en determinada cultura y momento histórico-
social es, a la vez, producto y reproductor, producto social y producto
individual. Tal cual explica la Dra. Gladys Adamson, discípula de Enrique
Pichón Riviére (s.f.):

La subjetividad, tal como la concibe Pichón Riviére, es la que se hace


presente en el Grupo Operativo. Esa subjetividad concebida desde su
verticalidad, su historia única y singular pero que se halla inmersa en una
estructura signada por el cara a cara y la presencia corporal múltiple, con
una lógica interactiva y de producción social. Es el sujeto productor y
producido de las estructuras cognitivas, afectivas y de acción o de toma de
decisión que emergerán en condiciones de producción conjunta.

Esto quiere decir que las significaciones sociales nos son dadas por el orden
institucional, pues establece una normatividad, sustento transhistórico y
primordial de toda sociedad, a la cual han de ceñirse los sujetos y de la que les
será difícil sustraerse, las instituciones nos humanizan y como consecuencia
nos inscribimos en un sistema de estatutos, reglas, moral, creencias, prácticas,
convenciones, etc

Cabe señalar que las significaciones imaginarias sociales, las instituciones y el


imaginario social están impregnados en cada sujeto, esto por el hecho de que
siempre vivimos en sociedad, y las significaciones son sociales porque como
acabamos de decir se comparten en colectivo, pero que no son tan fáciles de
identificar debido a que hemos crecido bajo esos “estatutos”.

18
Dentro del trabajo de investigación y el tema de aborto se puede ver no solo lo
que se piensa, cree y conoce acerca del tema, sino lo que significa para cada
sujeto, aquí se puede hacer una diferenciación en el papel que se le
otorga/asigna a la mujer y al hombre dentro de la problemática, como existe el
deber ser en cada uno de ellos y lo que significa el hecho de realizar un aborto,
es por eso que las significaciones sociales imaginarias tienen gran importancia
sobre esta problemática.

En el discurso grupal esperaríamos encontrar reflejo en el lenguaje usado de


todas aquellas instituciones segundas que norman sobre el actuar y pensar de
la reproducción sexual, como lo podría ser la religión, la legalidad, la familia y
en especial el género, ya que especialmente se escogió un grupo de hombres
jóvenes para el trabajo.

Podemos ver cómo se empata con la concepción de imaginario social en


cuanto a que representan un conjunto que opera en los niveles de acción,
representación (pensamientos) y afectos (emociones), que se mencionan al
final del párrafo citado.

Otro de los campos que abordaremos en esta investigación es sobre el género,


para explicar ese deber ser de hombres que se asume en la sociedad, desde la
postura de Marta Lamas y Conell. De acuerdo a los textos de Marta Lamas
(2000) el género “se refiere al conjunto de prácticas, creencias,
representaciones y prescripciones sociales que surgen entre los integrantes de
un grupo humano en función de una simbolización de la diferencia anatómica
entre hombres y mujeres” (2000: pp). Hablamos de genero porque se simboliza
y construye lo que es propio de los hombres (lo masculino) y propio de las
mujeres (lo femenino). Esta construcción simbólica reglamenta y condiciona la
conducta objetiva y subjetiva de las personas.

Connell (2003) menciona que la identidad de género surge del trabajo de


Erikson al sostener que del establecimiento de la identidad del tiene que ver
fuertemente con las “consecuencias cruciales del desarrollo emocional”
(Connell, 2003: 30), posteriormente el concepto fue un eslogan que lograba
identificar un modelo conformado por etapas de formación. Esta categoría se
consolidó ante su aplicación y la invención del concepto de transexual, que

19
junto con los avances médicos y la posibilidad de reasignar género a través de
técnicas quirúrgicas, se volvió en una necesidad de pertenecer a algún género.
Esto derivó en una teoría normalizadora que terminaba por ajustarse a lo que
se esperaba de cada género, del deber ser de cada hombre y de cada mujer
por ejemplo, si un hombre se sometía a una cirugía que reasignara el sexo
buscaba ajustarse a lo que los doctores pensaban que es la conducta y forma
de vestir femeninas. En este camino que tomó la teoría de género se
desdibujaron las contradicciones de género.

En contraposición a esto, en el análisis existencialista “las contradicciones de


género son variables y su resultado no es una identidad. Se produce
socialmente y se vuelven contradicciones precisamente cuando se les
considera formas incompatibles de acción” (Connell, 2003: 37). La
masculinidad y la feminidad también se fijaron a conceptos que correspondían
a una corriente teórica que instituyó un orden social, el concepto de rol
masculino surgió dentro de “la doctrina científica de la diferencia sexual innata
[que] sustentó la resistencia a la emancipación de las mujeres” (Connell, 2003:
39). Es así que la argumentación sobre el deber ser de los lugares discutidos
anteriormente para las mujeres y los hombres fundamentan dicho orden. Las
diferencias sexuales se estudiaron desde este punto, desde el rol sexual, y
algunas de las implicaciones que esto condujo fueron, como lo marca Connell
(2003: 41), “los roles se consideran específicos para situaciones definidas... y
supone que ser un hombre o una mujer significa poner a funcionar una serie
general de expectativas asignadas a cada sexo”, es decir, poner en
funcionamiento el rol sexual. Mediante esto queremos explicar que en nuestro
trabajo hacemos mención de femineidad y masculinidad) para diferenciar que
el género es visto desde el posicionamiento que ocupa en la sociedad y no
desde su sexo como lo dice marta lamas que la autonomía de las mujeres y de
hombres, con sus funciones reproductivas evidentemente distintos, cada
cultura establece un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones
sociales que atribuyen características específicas a mujeres y a hombres. Esta
construcción simbólica se denomina género, reglamenta y condiciona la
conducta objetiva, subjetiva de las personas. Mediante el proceso de

20
constitución del género, la sociedad fabrica ideas de lo que deben ser los

hombres y las mujeres, de lo que se supone es propio de cada sexo .

La masculinidad y la feminidad se entienden así desde el rol sexual,


internalizados, productos del aprendizaje social, con lo que continúamos con la
dicotomía de las diferencias sexuales: el rol sexual masculino y el rol sexual
femenino (Connell, 2003). Pensados como conjuntos ajenos, si llegaban a
tener contradicciones nada más bastaba con encausarlos en sus respectivos
papeles, esto suponía que los roles estaban bien definidos. La aceptación de
estos roles contribuía a la estabilidad social, la salud mental y demás aspectos
sociales. “La teoría funcionalista supuso que las instituciones sociales, las
normas del rol sexual y las personalidades reales concordaban” (Connell, 2003:
43). El término que surgió en la década de los años 50 y que en los años
posteriores condujo múltiples estudios de género, se fracturó en los años 70
ante el feminismo que además cuestionó su aceptación política (Connell,
2003).

Sin embargo nos es útil mencionar la juventud debido a que los jóvenes son
objeto de políticas públicas sobre el control de natalidad y la salud reproductiva,
que ponen como tabú y estigmatizan al embarazo adolescente que nos otras
llamaremos como embarazo a temprana edad, como algo irresponsable, pues
esto implica arruinar su futuro, ya que dejarían la escuela y no disfrutarían de
su juventud. La adolescencia y la juventud son construcciones sociales cuyo
significado descansa menos en alcanzar ciertas edades que en concretar
transiciones especificas mediante las cuales los individuos se constituyen como
sujetos sociales para participar activa y competentemente en procesos más
amplios de reproducción social. (Szasz, Ivonne;2009) La juventud aquí es un
elemento que influye por el campo de investigación en donde estuvimos
involucradas, pues son sujetos sociales que están envueltos en una sociedad
que representan y significan algo que vale la pena observarlo, este proceso tan
significativo que es la juventud en el caso del papel del hombre en el aborto.

21
Estrategia metodológica

Dispositivo grupal

El dispositivo de discusión de grupos es un recurso técnico, “una herramienta


que deriva de la concepción de Pichón Riviére de Grupo Operativo” (Araujo y
Fernández, 1998:247); esto viene a significar que el grupo no lo pensamos
como una simple suma de los integrantes, sino como un sujeto colectivo
producido en el proceso de la discusión grupal.

Por un lado la entrevista grupal es un instrumento útil para materializar un


análisis encaminado a la comprensión de procesos sociales complejos, esta
entrevista comprende la creación de un grupo que permita al investigador
observar a un sujeto colectivo, contextualizando su accionar en un tiempo y
espacio definidos, asistidos por el diseño de una guía sustentada en la teoría,
que buscara que el sujeto grupal pueda hablar a través de su experiencia. Esta
experiencia armará un material de grupo, esencialmente discursivo, que toma
en cuenta no solamente el dialogo mediante la palabra que produce el grupo,
sino la acción del mismo (Baz, 1996).

Por ello, la meta de este dispositivo termina siendo la escucha para “captar la
compleja riqueza de la heterogeneidad puesta en juego ante una tarea en
común” (Baz, 1996)

Como tal, es importante la construcción y mantenimiento del campo de la


entrevista en el cual se privilegia la libre producción del grupo en torno a una
tarea que sería la de discutir un tema específico, con la orientación brindada
por los entrevistadores o solo uno de ellos. Es una herramienta flexible así que
si bien hay que dar cuenta de cómo sucede la interacción entre entrevistadores
y entrevistados, pues esta relación delimita y determina el campo, depende de
los investigadores y su elección de metodología el dividir las tareas del equipo
de investigadores.

Se puede tener a un moderador o coordinador de la discusión que sea quien


dirija/guíe la entrevista interviniendo con “señalamientos y devoluciones del
material creado, que promuevan la reflexión del grupo, que interrogue sobre las
‘certezas’, propicie un discurso lo más espontáneo posible” (Baz, 1996), y se

22
ocupe de mantener un campo de entrevista que permita la comunicación con
un mínimo de reservas por parte de los entrevistados.

Para cumplir con todo, el moderador, de acuerdo a (Gutiérrez, 2009), debe


demostrar confianza para que pueda proyectarla al grupo, tener una actitud que
disipe la ansiedad grupal, motivar la participación e interés por el tema, que
sepa guiar al grupo para que éste no se desvíe y profundice en subtemas que
no tienen relevancia directa; que sepa escuchar para que dé lugar a que el
ritmo de la discusión sea llevado entre todos; todo con el fin de provocar el
discurso grupal.

Un observador que sólo tome notas y/o un observador participante que tome
notas e intervenga en la discusión, son trabajos a cumplir por integrantes del
equipo de investigadores. Lo esencial no es que se tenga a un integrante por
tarea, sino que las tres se cumplan; lo que pasó en nuestro caso es que todas
fuimos moderadoras, observadoras participantes y una, a su vez, se encargó
de tomar notas.

Es necesario hacer esta división de tareas clara y planificarla antes del


encuentro con el grupo, al igual que informarle al grupo de dicha división para
limitar en lo posible las inhibiciones y demás situaciones de incertidumbre que
puedan provocar malestar durante la sesión. En síntesis, es a esto a lo que se
refiere Margarita Baz (1996) cuando describe al dispositivo grupal como
“proceso donde los integrantes ponen en juego sus marcos conceptuales,
afectivos e ideológicos”.

Para poder llevar a cabo una discusión grupal es importante tomar en cuenta
las condiciones básicas mencionadas por Araujo y Fernández (1998), Baz
(1996) y Gutierrez (2009): encuadre (tiempo de cada sesión, función de cada
integrante del equipo, objetivos de la discusión, permiso para grabar, ya sea en
audio o video las sesiones, etc.), promover la idea de que todo lo que se hable
es significativo/importante, escuchar atentamente, hacer pocas preguntas, no
interrumpir el discurso grupal, recordar que todo lo obtenido es confidencial,
etc.

23
En nuestro caso, además, buscábamos que se dinamizara el grupo de tal
manera que la situación discursiva resultante fuera abierta donde las
moderadoras interviniésemos mínimamente y se creara un “espacio y momento
para que el grupo se reconozca y adopte posición que esté o no de acuerdo
con el tema de investigación” (Guitierrez, 2008), y dirigida donde
interviniésemos orientando a que el discurso se centre en el tema; a diferencia
de una situación cerrada donde las moderadoras someten al grupo a una serie
de preguntas sin dar oportunidad a que el discurso espontáneo surja.

Para que la discusión grupal pueda surgir más fluidamente, siguiendo la teoría
de (Gutiérrez, 2009), se planea un guión de discusión que puede servir de
mapa o lista de subtemas a palomear conforme transcurren las reuniones. El
guión puede incluir estímulos que fomenten la discusión, entre los cuales se
pueden incluir, imágenes, viñetas, dinámicas, videos, música, artículos,
noticias, etc. El guion de discusión se tiene como herramienta.

Finalmente, para llegar al análisis del material grupal, se aprovecha la


estrategia de análisis diseñada por G. Rahman (citada por Baz, 1996) en la que
se “parte de una ‘escucha flotante’ y se identifican palabras o grupos de
palabras que se repiten con insistencia, rastreando su significación en la
cadena discursiva”, en sumatoria con la propuesta de la concepción de
operativa de grupos donde se traduce el discurso literal en “emergentes”. Éstos
se definen como “aspectos del acontecer grupal que rompen
monotonía...revelándose como elementos estructurales que sostienen el
movimiento del grupo frente a la tarea” (Baz, 1996), los cuales ayudan a
identificar las metáforas de una subjetividad que refiere al cruce de la
“verticalidad de los integrantes del grupo, la horizontalidad del proceso grupal y
la transversalidad institucional” (Baz, 1996).

Entonces para poder entender mejor el sentido de las entrevistas grupales y el


significado del discurso grupal, uno debe de darse cuenta de que es la creación
de sentido instituidos y sostenidos por formaciones colectivas, (Baz, 1998) lo
que precisamente vamos rastreando, es esto lo que nos rodea, lo que la
experiencia está llenando de sentido a nuestro proceso de aprendizaje por el
cual sin lugar a dudas la subjetividad nos va permeando.

24
En cuanto al mantenimiento del campo y el proceso grupal hay que conservar
al mínimo los niveles de ansiedad del grupo ante el cumplimiento de una
demanda externa (que sería la nuestra), enfocar la atención a la tarea, la
discusión y tema elegidos, y preservar un espacio de expresión abierta, libre,
natural y espontánea. Para ello, es importante tomar en cuenta las condiciones
básicas mencionadas por Araujo y Fernández (1998), Baz (1996) y Brito
(2009):

1. Encuadre como las normas que orientarán el proceso de la entrevista, al


mismo tiempo que servirán de contención: objetivos, expectativas, tarea,
presentación sucinta del tema y del equipo de investigadoras junto con
la función de cada una, cuestión de pedir permiso para grabar sesiones
en audio, agradecer de antemano la cooperación, establecer número de
reuniones, horario, fechas y lugar. Serán enunciadas por la
entrevistadora y acordadas con el grupo y la institución educativa que
nos permitió el trabajo en sus instalaciones.
2. Tiempo y lugar que estructura el momento de acción, el ritmo, el nivel de
concentración en la tarea y el propio cierre de ésta, pues en nuestro
caso dependió de los límites que nos dio la escuela.
3. Intervenciones caracterizadas por hacerse con intención de escuchar;
para ampliar y complementar los conceptos o contextos; animar a tratar
temas colaterales oportunos para los participantes; promover la idea de
que todo lo conversado es significativo.

Más aún, Brito (2009) aconseja que para intervenir se debe ser riguroso y literal
a la hora de usar espejos -devolver frases de las conversaciones-, respetar
manifestaciones del grupo, esperar a una pausa espontánea para sugerir
aspectos a abordar, devolver preguntas del grupo en forma de respuesta o
repetirla para que alguien en el grupo conteste, hacer pocas preguntas que
sean abiertas y respetuosas, no interrumpir el discurso grupal.

Pasando a enfocarse sobre el producto, se tiene este material de grupo,


“producido colectivamente, polisémico, entramado de múltiples relaciones”
(Baz, 1996), como primera aproximación al lenguaje y actuar del grupo,
físicamente, en forma de la grabación de audio y transcripción textual lo más

25
precisa posible4 de las tres sesiones que servirá para su análisis a modo de
método de investigación. Aun así, nunca se tiene que olvidar que “todo registro
se queda corto en relación a riqueza de experiencia grupal...Siempre
trabajamos con fragmentos aunque la expectativa es lograr producir materiales
significativos que posibiliten explorar el problema de investigación” (Baz,
1996)..

Diseño del instrumento

Se empezó por la elaboración de un planteamiento y problematización con


pregunta de investigación, de un tema de nuestra elección, que fue el del
aborto, respecto de una población asignada por el módulo, que viene siendo la
de los jóvenes. Desde ahí, nosotras escogimos centrarnos en el papel del
hombre joven en el aborto, entre 12 y 19 años, a raíz de una percepción
compartida de un vacío en las investigaciones de resignificación del lugar del
hombre.

De igual forma, teníamos como especificaciones que el número de reuniones


fueran tres, de entre cuarenta minutos y una hora cada una, con un grupo que
como mínimo tuviera el doble de cantidad de integrantes que el equipo
investigador, que nos permitiera de preferencia grabar las sesiones en audio,
que probáramos cada quien ser coordinadora, observante-participante y sólo
observante. El lugar, fue delimitado por nuestra conveniencia y la accesibilidad
de la escuela que nos brindó uso del salón del grupo.

Nuestro primer obstáculo fue conseguir un grupo que participara en nuestro


dispositivo de discusión. Este fue un asunto espinoso, tanto por la dificultad de
lograr la cooperación de algún grupo con nuestra investigación, como con la
propia conflictiva de horarios disponibles de los integrantes del equipo.

Al mismo tiempo, es en razón a esto que delimitamos el rango de edad en los


integrantes del grupo puesto que si bien pensábamos realizar el dispositivo con
jóvenes de preparatoria, su semestre escolar se acabó antes de que

4
Aquí se tiene que considerar que el salón de clases que nos brindó la escuela tenía varias ventanas
rotas y siempre había chicos corriendo y gritando en el pasillo y el patio; ruido que distraía en las
sesiones y dificultó la transcripción, inclusive haciendo la grabación inteligible en varios momentos. Sin
embargo las tres grabamos y nos pasamos las grabaciones para poder tener un audio mejor, y discursos
mas tangibles.

26
lográramos que alguna escuela aceptara. Por ello, nuestro rango lo tuvimos
que mover de 16 a 18 años, a 14 a 16 años, con grado de escolarización de
tercero de secundaria. Pero, esto pasó después de haber configurado el guión
para varones de preparatoria y que nuestra primera sesión con este grupo
convocado que tenían de edad entre 18 y 21 años

Mientras tanto, también se planeó y acordó que las tareas de coordinación,


observación participante y observación fueran turnadas y cambiadas en cada
sesión. Sin embargo, después de nuestra primera sesión y con aprobación de
una de nuestras maestras cambiamos a una modalidad donde las tres
cumplíamos con las tres tareas y nos apoyábamos entre sí, puesto que nos
dimos cuenta de que lo que más nos funcionaba y nos daba confianza para
posicionarnos frente al grupo.

Simultánea a la búsqueda de un grupo, se tuvo la planeación y escritura de un


encuadre y un guión de entrevista. En lo referente al guión de entrevista,
además de una lista de preguntas de los subtemas que pensamos emergerían
en la discusión, nos ayudamos de estímulos que llamaran su atención y que
éstos fueran de rápido acceso; es decir, una imagen que con sólo mirarla
provoque una reacción, una viñeta, un artículo o una noticia corta. Así, mientras
se hacía la lectura o se pasaba la imagen por el grupo, no corríamos tanto
riesgo de que tomara mucho tiempo y la atención se dispersara.

Nuestra primera versión del guión fue revisada por una de las maestras, la cual
nos mencionó que algunas de las imágenes eran demasiado agresivas. De
primera, nos gustaría comentar que al buscar imágenes de aborto, inclusive
memes que se supone son para reírse y suelen tener el énfasis de atención en
el texto, nos encontramos con que la mayoría son o muy sangrientas o muy
desafiantes, rayando en lo grosero ya sea hacia la facción “pro-aborto” o la de
“pro-vida”.

Así que, si bien de principio sentimos que realmente podían abrir la discusión y
causar polémica, después reflexionamos que no había necesidad de tal
agresividad, por lo que el guión de entrevista se pensó con ocho imágenes,
cuatro viñetas, tres noticias y un fragmento de un libro que hablaba de la
historia del aborto.

27
Durante nuestra sesión con un grupo que podríamos decir “fallido” (esto se
debió a que de los jóvenes convocados asistieron muy pocos y solo uno hablo),
fue un grupo de jóvenes convocados entre 18 y 21 años de edad en un parque,
les enseñamos solo dos de las imágenes de este guión, ninguna de tal
violencia, todas con el objetivo de hacerlos ponderar su lugar como hombres en
el ámbito del aborto.

En la primera sesión con los jóvenes de secundaria habíamos planeado que se


empezaría con la pregunta:

¿Ustedes qué piensan del aborto?, luego mostrarles las primeras dos
imágenes, las mismas que les mostramos a los jóvenes de preparatoria, los
cuales con esta imagen buscábamos que nos dieran su punto de vista de
acuerdo a lo que decía cada frase, al ver el doble discurso que existe, desde
condenar a los hombres que no se hacen cargo de sus hijos, hasta la
cotidianeidad con la que se piensa en la existencia de madres solteras y
cuántas más hay a diferencia de los padres (varones) solteros.

Al igual que la imagen, intentábamos que deliberaran con respecto a una


posible equivalencia entre el llamado aborto masculino y el aborto femenino
para lo cual complementamos la imagen con la noticia:

28
Regeneración, 7 de marzo de 2016.- El ala juvenil de la formación sueca
Partido Liberal del Oeste (LUF Vast), propone permitir que los hombres
puedan negarse a aceptar la responsabilidad de ser padres dentro de
las 18 primeras semanas de embarazo, el plazo que coincide con el
periodo durante el que una mujer tiene derecho legal a abortar en
Suecia, informa ‘Local’.

“Esto significa que un hombre renuncia a los derechos y a las obligaciones de


la paternidad”, dijo el presidente de LUF Vast. (Administrador Regeneración,
2016)

Como esta noticia toca los temas de legalidad, pensamos que vendría bien
usarla en conjunto con la siguiente imagen que pasaba el ámbito del aborto y
reproducción de ser una cuestión legal a una religiosa, al igual que del campo
de las ciencias; tres instituciones que norman el hacer, pensar y decir del
humano y su reproducción y relaciones sexuales:

Después, se esperaba motivar al grupo a que se pensara en la situación, en la


toma de decisión, al igual que la incitación a discutir el aborto y los distintos
contextos en los que se da la práctica para validarla socialmente como correcta
o incorrecta, la presión que lo social tiene sobre el papel del hombre, así como
el concebir al aborto como posible método anticonceptivo. Para esto se utilizó
una viñeta, un testimonio de un hombre que hablaba acerca de su

29
acercamiento al aborto a partir del segundo embarazo no planeado, habiendo
usado métodos anticonceptivos:

Antes que nada, yo soy el motivo por el que Sally (no es su verdadero
nombre) esté aquí. Es difícil de creer que ésta es la segunda vez que
engendré a un niño fuera de matrimonio. La primera vez, hice lo que creí
era lo correcto: me casé con la chica. Nuestro matrimonio duró 10 años
pero no estaba construido sobre una fundación firme de amor. Más bien
era sobre la culpa y la expectativa. Ahora nuestra niña de 10 años es la
que sufre.

Esta ocasión, (3 años de estar separado de mi ex) estoy aquí. Me


importa mucho Sally, pero no estoy listo para casarme. Para aquellos de
allá afuera, ambas veces usamos protección, condones en el primer
embarazo; esta vez Sally estaba con la pastilla. Me preocupo más por
Sally. Sé que ésta es la decisión correcta para ella, para mí, pero sobre
todo para nuestro hijo no-nacido. No quiero que ella sienta el mismo
dolor que mi hija siente ahora. Algún día será el momento adecuado
para casarme y tener una familia” (Anónimo, s.f.).

Después de esta sesión, nos dimos cuenta de que habíamos planeado


demasiados estímulos y presentarlos todos no iba a dar tiempo y espacio a que
la discusión despegara por sí misma y surgiera un discurso espontáneo. Así,
redujimos las imágenes a sólo las dos antes mostradas y dejamos el resto de
los estímulos; pensando, de todos modos, en practicar un modelo de
intervención en su mayor parte reiterativo. Planeamos hacer que el discurso
surgiera más naturalmente, limitando nuestras intervenciones a repeticiones de
fragmentos del discurso grupal, recurriendo a los estímulos sólo cuando se
estuviera llegando a un estancamiento de argumentos o un silencio demasiado
largo en el grupo.

Con esto nos encontramos con la realidad de que los chicos de secundaria del
grupo con el que trabajamos ni siquiera sabían que era legal el aborto hasta las
doce primeras semanas en la CDMX, nos dimos cuenta de que nuestro guión
no era el adecuado para trabajar con un grupo de jóvenes de un rango menor
al que habíamos planeado pues asumíamos conocimiento y experiencia que

30
nuestro grupo no tenía. Por lo que terminamos mostrándoles sólo la primera
imagen que ellos identificaron como “injusta discriminación hacia el hombre”.

A partir de este encuentro, platicando entre el equipo de investigación


pensamos en brindarles la información necesaria, se tornó en nuestro plan de
acción para la siguiente sesión. Descartamos todo el guión que teníamos y
construimos uno dedicado en su totalidad a la recopilación de información del
aborto, investigando la práctica gratuita de la ILE en las 32 clínicas de la
CDMX, los papeles a presentar como requisito para su realización, las penas
con las que se le castigaba, los países donde es legal, por qué se legalizó en
México. En fin, resultó en una situación compleja puesto que el grupo hacia al
equipo preguntas acerca de la información proporcionada y esta segunda
sesión se convirtió en eso, una sesión informativa,

Al final, notamos que todavía mostraban dudas y el tema parecía haberles


interesado más; ya que se les preguntó si gustaría más información, si tal vez
quisieran un folleto con ésta, a lo que respondieron afirmativamente.

En la tercera sesión, el guión de discusión se configuró tomando en cuenta que


era la última que íbamos a tener con ellos, aprovechamos el tiempo lo mayor
posible y mencionamos los demás estímulos y esto conllevo a tener un buen
cierre, complementando y confirmando los discursos grupales anteriormente
registrados, por lo que se volvió a tener una moderación reiterativa.

3era sesión

Encuadre

Esta es la tercera sesión que les damos, bueno, como algunos de


ustedes saben, nuestro tema es el papel del hombre en el aborto.
Entonces, ya hemos platicado de varias cosas, vamos a retomar algunas
de las cosas que dijeron. Por ejemplo, en las sesiones pasadas habían
recalcado que la decisión del aborto involucraba una, como ustedes lo
dijeron, una “falta de responsabilidad o de conciencia o de madurez”.
Entonces, queríamos que retomaran estos conceptos:
*Responsabilidad
*Conciencia
* Madurez
Por lo que nos surgen preguntas mediante esto
* ¿Cómo los ven en cuanto al aspecto del aborto?

31
Luego formulamos preguntas con lo que ya habían mencionado ellos en
las dos sesiones anteriores:

° ¿A qué se refieren, exactamente con “responsabilidad, conciencia y


madurez”?
° Ustedes mencionaban en la sesión pasada, que el hombre no tenía mucha
responsabilidad en la decisión del aborto y que la mujer tiene más decisión o
autoridad y que respecto al hombre, no tanta, ¿a qué se referían con “no
tanta”?
° Ustedes decían que el papel del hombre es el apoyar la decisión de la mujer,
si la mujer decide abortarlo, ¿qué le toca al hombre hacer, solo decir sí o qué?
° En la primera sesión también decían que en ambos casos en tanto el hombre
como la mujer, si querían tener o no al bebe iban a tener cambios, pero no nos
especificaron qué cambios iba a tener la mujer y qué cambios iba a tener el
hombre.

Poro otro lado en esa misma sesion, el folleto que se había entregado al
principio de la sesión resulto ser un estímulo porque mientras se esperaba a
que un integrante del grupo se uniera, y hablara, otro chico se puso a leerlo y
después preguntó por el contenido del boletín. La tabla que más llamó la
atención fue la de estadísticas del GIRE (2016):

Primero se discutió qué población tenía más abortos y hubo quien rectificó que
la mayor cantidad de abortos no se realizan a una población de entre 15 y 17
años, sino en la de 18 a 24 años, según estadísticas del GIRE (2016). Además,
hubo otro que declaró no entender por qué alguna mujer devota cristiana, lo

32
haría si sus creencias lo estigmatizan como un pecado en extremo espantoso;
abrió la discusión a los matices que puede tener la realidad para que uno tome
la decisión.

Al terminar, también nos dio tiempo de presentarles otro estímulo que dividimos
en dos partes y formaba parte del guión desde el primer esquema. Lo usamos
para que hablaran acerca del tema de paternidad, la comunicación en la pareja
y el papel del hombre joven en la toma de decisión:

Ahora utilizaremos dos fragmentos de entrevistas realizadas para una


investigación en Colombia donde se terminó clasificando tipos de aborto
según el grado de implicación de los hombres en el aborto en seis:
decisión solamente femenina, silenciamiento del deseo de paternidad,
presión directa, presión indirecta, decisión conjunta, los que no son
consultados.

El primer fragmento: "Ha sido una decisión muy complicada porque,


pues porque primero que todo yo tengo muy claro que el cuerpo de la
mujer es de la mujer y esas decisiones son el 98% femeninas, entonces
si ella quería tenerlo, entonces pues lo teníamos y si ella quería abortar,
entonces pues lo abortábamos. Pero básicamente ahí lo que yo hice fue
apoyar, apoyar en un 100% y ya".

Segundo fragmento: "Ese día yo no supe nada, yo estaba estudiando y


cuando llegué la noté enferma y le pregunté qué tenía y ella me decía:
'me siento muy débil, no puedo ni siquiera ir al baño y estoy sangrando'.
Y yo: '¿Cómo que sangrando?, ya mañana entonces te llevamos al
hospital'. Y ella me dijo que no: 'Ya lo que pasó, pasó'. Y respondí:
'¿Cómo? ¿Qué pasó?'. Y ahí me dijo: 'Es que yo estaba embarazada de
tí y aborté'. Entonces lloré y me pegó muy duro, pero nunca la culpé

33
porque no fue capaz de decirme nada. O sea, ella tomó su decisión sin
consultarme".

Finalmente, en relación al registro del material, la tarea de transcripción de las


sesiones se planeó para ser compartida por las tres integrantes del equipo y asi
dividirnos la carga de trabajo.

Descripción sobre la entrada al campo de intervención

En cuanto a la entrada en el campo de intervención, fuimos rechazadas por


varias preparatorias (una privada y otra publica), incluyendo un club deportivo,
en las preparatorias ya no nos dieron permiso de trabajar porque el periodo de
clases ya se había terminado, en el club deportivo nadie nos atendió pues
estaban mal organizados, luego de ello se nos ocurrió crear un grupo, en
donde cada integrante del equipo tenía que reunir a dos personas mínimo, del
género masculino de un rango de edad entre dieciocho y veintitrés años de
edad5 para hacer un grupo de discusión en un jardín de un parque. Esta
6

propuesta no resultó efectiva debido a que sólo asistieron cinco personas, con
tres integrantes del equipo, fungiendo dos como co-coordinadoras y una como
observadora.

Aun así, recuperando lo sucedido en el campo grupal, tuvimos a un grupo de


jóvenes varones en el rango de edad que buscábamos, en cuyo discurso
grupal se demostraron conocimientos básicos acerca de la despenalización del
aborto, las clínicas gratuitas donde se realiza, uno de ellos mencionaba que se
tenía que hacer filas para practicarse el aborto, al igual que el maltrato que
sufren las mujeres que van ahí y, por último, un pronunciamiento general del
grupo a favor de las ILE. Con ellos nos dimos cuenta del discurso que

5
Movimos el rango de edad de entre 12 y 18 años a un rango entre 19 y 23 años por pensar en
que habría más posibilidades de que en este rango los jóvenes tuvieran experiencia de mínimo
con la incertidumbre que surge entre la relación sexual sin uso de método anticonceptivo y la
seguridad de si hubo o no fecundación, en la cual uno puede considerar seriamente las
posibilidades que hay ante un embarazo no planeado; considerarlos en una edad donde el
conocimiento de la despenalización del aborto y sus propias prácticas sexuales ya los hubieran
llevado a tener una posición personal acerca del aborto, más específico, la ILE. Después
tuvimos que mover el rango a una edad más temprana por conveniencia ante un campo en el
que sólo una secundaria nos permitió la intervención con un grupo de jóvenes de tercero, es
decir, entre 14 y 16 años.
6

34
manejaban era el que las mujeres eran libres de tomar la decisión si abortar o
no, pues era una decisión sobre su cuerpo, retomando sus palabras “el cuerpo
de la mujer es de la mujer y por lo tanto es su decisión abortar o no”. Inclusive
cuando mencionaron el posible deseo de la paternidad.

Respecto a las condiciones de producción de la información, tuvimos dificultad


en la sesión con el grupo convocado para esta actividad, la primera y más
grande dificultad fue esta misma petición de asistir porque se pensaba hacer la
discusión con diez personas y sólo asistieron cinco, de los cuales uno no habló.
Además el lugar de reunión no nos ayudó mucho pues había mucho viento, el
ruido en general de las demás personas en el lugar provocaron distracciones
en los participantes que cortaban atención del grupo.

Otra condición que notamos difícil fue que estos jóvenes de 18 años ya tenían
la información y la experiencia de vida en relación a la sexualidad y desde un
principio establecieron estar a favor del aborto ya que lo consideraban como
método anticonceptivo.

Además, este discurso de decir que la mujer es libre de decir porque es su


cuerpo se hizo obvio en las tres sesiones con el grupo de tercero de secundaria

Los jóvenes mayores de diecinueve años ya tienen otra visión de las relaciones
que va más allá de la relación romántica o la violación, que esto se diferenció
de las opciones que mencionaban los jóvenes de secundaria.

Para la siguiente semana, habíamos concretado una cita en la escuela


secundaria general 91, República de Perú, en la cual nos citamos con la
coordinadora y le explicamos de que iba a tratar el tema, como íbamos a
trabajar con el grupo, la entrada a la secundaria resultó accesible, aunque
como requisito nos pidieron una carta de presentación otorgada por la
coordinación de Psicología de la UAM-Xochimilco, la orientadora de la
secundaria nos dio permiso de ir cualquier día de la semana que quisiéramos
a partir de las 12:00, pues en este horario era el receso de los jóvenes, al
momento de concretar la realización de las tres sesiones de discusión grupal
fue como se terminó el lado difícil de buscar el grupo de discusión.

35
Al llegar, el prefecto simplemente nos preguntó si estaba bien que fuera un
grupo de tercero y nos dejó escoger a los chicos para el grupo. Cuando le
pedimos el salón, consintió inmediatamente y procedió a pedirles a los demás
estudiantes que salieran de éste. Para la segunda sesión, le preguntó al
maestro que estaba en turno, si estaba bien tomar el salón y a los alumnos;
por lo cual el maestro accedió.

En la primera sesión, en lo personal estaba muy nerviosa pues al estar en


frente de los estudiantes, tenía formada la idea de que todos los estudiantes
de secundaria eran groseros, mal portados, todos estos atributos que la
sociedad describe, e incluso desde la experiencia de ir en secundaria me había
generado nerviosismo, pero en realidad fue todo lo contrario, ya que fue un
grupo accesible e interesado en la propuesta de trabajo. En esta primera
sesión mejoró la confianza en nuestro trabajo, aunque una de las dificultades
que teníamos en primera instancia fue hacer que la mayoría participara porque
nos habíamos quedado con un grupo grande pues quizás cometimos el error
de haberle dicho al prefecto que estábamos bien con quince personas. Al
momento de trabajar con estos 15 alumnos nos dimos cuenta que era difícil de
trabajar porque se distraían unos con otros y es así como fuimos reduciendo el
número de integrantes en las demás sesiones.

Para la tercera estábamos con un grupo de nueve jóvenes de los cuales sólo
uno no participó.

En nuestras sesiones en la secundaria, las condiciones de producción de la


información se encontraron con la misma dificultad del lugar de reunión en
cuanto a que, si bien la institución rápidamente y sin aparente conflicto nos
permitió el uso del salón del grupo, el salón tenía las ventanas rotas y en
general el ambiente por toda la escuela era de un bullicio tal que en todas las
grabaciones nos costó mucho trabajo la transcripción debido a la enorme
cantidad de ruido que en ocasiones tornó minutos en fragmentos inteligibles.

Uno de los aspectos que nos ayudó a nuestro tema de investigación fue el
hecho de que en la clase de cívica y ética les hayan mostrado un video de un
aborto donde descuartizan a un feto y lo van extrayendo por partes, nos
contaron que este tema había surgido a partir de la clase de las enfermedades

36
venéreas y una de las críticas que hicieron ellos fue que no se les haya
proveído de más información o un lugar para reflexionar y exponer dudas, es
por eso que les genero curiosidad e interés al respecto, podemos decir que
esta situación habla sobre las condiciones de la situación en la educación
pública de México en la que con base al discurso contado por los jóvenes
vemos que la educación sexual consiste en brindar imágenes agresivas y
estigmatizar el sexo como algo malo, que se puede hacer pero sólo trae
consecuencias negativas como enfermedades o embarazos no deseados.

Reflexión sobre la implementación de grupo de discusión

Encontramos pertinente el usar un grupo de discusión para investigar acerca


de nuestro tema porque con el dispositivo se creó un discurso grupal que
manifestó, discursos como son el efecto del poder de las instituciones, estos
discursos atraviesan niveles de la formación social y el sostén de las
estructuras que nos constituyen– de manera inconsciente y mostraron las
relaciones de poder en los jóvenes varones que nos ayudaron en nuestra
investigación.

Cuando concluimos la primera sesión con el grupo de discusion del parque nos
dimos cuenta que utilizamos bastante nuestros estímulos estipulados, y debido
a eso parecía una clase de estímulo- respuesta e incitábamos pocas veces a
responder , debido a eso notamos que hubo poca posibilidad de que hubiera
una interrelación entre los integrantes para que se generara el discurso. Pues
uno de los errores fue que les dábamos un estímulo tras otro no reflexionaban ,
pues hay veces que no pausábamos, y las veces que les enseñábamos un
estímulo era por el miedo a que se quedaran callados, como dicen el “silencio
incómodo” es ahí donde nos falló la coordinación.

La sesión con los chicos del parque nos dejó como aprendizaje seguir un
modelo de intervención profundo , es decir que esos errores cometidos
anteriormente ya mencionados los mejoráramos, pues la sesión en la
secundaria, teníamos que cumplir con los datos acerca de la actitud técnica y el
rol de moderados que menciona Gutiérrez Brito (2008).

37
Nos enfocamos en el papel del moderador para que este tuviera la suficiente
confianza y se dirigiera al grupo libremente para transmitir seguridad, en esa
primera sesión cada una menciono su nombre, y dijimos de que institución
proveníamos, pedimos permiso para grabar, explicamos el objetivo, el tema y lo
que podíamos esperar de ellos es decir implementamos un encuadre

Aunque nuestro guión ya está escrito se tuvo que mover pues tuvimos la
necesidad de replantear el guion pues nuestro grupo de discusión demostró
escasez de información respecto al aborto y la educación sexual, al igual que la
falta de experiencia en la vida tanto de relaciones de pareja como relaciones
sexuales, notamos también que los jóvenes tenían un discurso moralista, lleno
de suposiciones, prejuicios e ideologías respecto al embarazo y lo concebían
sólo como producto de una relación amorosa entre dos personas, o por
“calentura” y por violación.

De esta forma, nos dimos cuenta de que habíamos planeado un guión en el


que asumía conocimiento y experiencia por parte de nuestro grupo, cosa que
no tenía y la segunda sesión se convirtió más en una clase que en una
discusión. En sí, fue una situación cerrada por parte del grupo hacia el equipo
de investigadoras, tan es así que llegamos a pensar en algún momento que
todo lo que nos estaban preguntando era en caso de que les sucediera una
vivencia como el aborto o un embarazo no deseado, hasta que Brenda les hizo
como hincapié en que solo les proporcionábamos información, aunque de
alguna manera sabíamos que podría ser utilizada como cada quien decidiera.
En esta discusión o retroalimentación de información es en donde los jóvenes
vieron la oportunidad de saciar inquietudes, y nosotras para retroalimentar
nuestra inquietud de tener a un grupo de jóvenes tan anhelante de
información y sin tener una fuente de información de suficiente credibilidad.

Durante la segunda sesión, la falta y, por consiguiente, la necesidad de


información relacionada al aborto, sobre las clínicas abortivas que hay en la
ciudad, sobre el procedimiento y sobre su legalidad, surgió como emergente –
de acuerdo a Baz (1996), un aspecto del acontecer grupal que rompe
monotonía, armando la “figura” de discurso; “dimensión subjetiva que aparece
en determinado momento en el proceso grupal, revelándose como elemento
estructural que sostiene el movimiento del grupo frente a la tarea” que en este

38
caso era discutir nuestro tema; puesto que los jóvenes decían necesitar
información que fuera “seria, clara, precisa” y, al retomarse el tema en la
tercera sesión, se mencionó que se confiaba más en la información de persona
a persona que en la del internet pues no era muy confiable.

Este punto fue uno de los emergentes que nos sorprendió, no tanto por su
acontecer, sino porque no le dimos la relevancia necesaria cuando realizamos
el guión, y terminó ocupando casi toda una sesión. Nosotras llevábamos
material para generar discusión, datos que comparaban las penas legales
antes y después de su legislación, los métodos abortivos que hay dependiendo
de las semanas de gestación, etc. Nuestra intervención resultó ser una sesión
de pregunta y respuesta, estas preguntas que estos jóvenes hacían sobre algo
en particular, por ejemplo sobre las 12 semanas de gestación en las que se
permite el aborto, sobre la fecha en la que se legalizó, sobre la edad de la
mayoría de mujeres que han abortado, etc.

Asimismo, resultó claro el emergente en su lenguaje corporal: se reclinaron


hacia el frente de sus asientos y pusieron atención a lo que decíamos, dejaron
de hablar entre ellos y de haber murmullos; pensaban, preguntaban y ponían
atención, no daban sus ideas respecto al tema. Cuando incitábamos a la
discusión, nos preguntaban sobre los temas ya mencionados.

Esta discusión nos sirvió de estímulo, pues logró hacer que se involucraran y
se posicionaron sus opiniones en relación a la subjetividad de cada uno ya que
podían hablar de lo que ellos creían o harían. También hicieron a modo de
petición que la información a la que tienen acceso, no fuera hecha para
transmitirla a niños..

Durante estas sesiones, surgieron varios emergentes como lo fueron la


necesidad de información, la responsabilidad, la necesidad de ser el orgullo de
los padres, la sexualidad como tabú, la religión además de las construcciones
que nosotras hicimos sobre los datos como lo pueden ser la educación sexual,
la condición de ellos como jóvenes con lo que Rossana Reguillo llama
“inadecuación biográfica del yo” (2010), la condición propia del deber ser
hombres, el deber ser de la mujer y un discurso que llamamos de igualdad de
género.

39
Regresando al tema del guión de conducción, cada sesión vimos dominante su
modificación de modo que para la tercera sesión funcionó como una lista de los
temas que se habían repetido en las dos sesiones pasadas a retomar para su
clarificación. Viendo estos cambios, es obvio que tanto el grupo como el trabajo
de moderación atravesaron un proceso de transformación porque si bien el
discurso grupal en la primera sesión pudo a nuestro parecer moralista, para la
tercera ya se hablaba de la existencia de matices, de variables y posiciones
abiertas a seguir razonando la situación; mientras que, el trabajo de
moderación pasó a cobrar más y más confianza ya que los jóvenes eran más
abiertos con nosotras.

Después de esto, la realización del apoyo metodológico para la coordinación (y


conformación) del grupo de discusión del guión y del encuadre, no solamente
ayudaron al entendimiento del carácter operativo, sino que cobraron
importancia sobre todo en el guión, por ser una herramienta que ninguna había
utilizado en trabajos de campo anteriores. En la práctica, surgieron tantas
situaciones que no teníamos previstas, en forma y contenido, que si
hubiéramos tenido un guión más completo y mejor estructurado probablemente
hubiéramos podido dirigir mejor la discusión hacia nuestro tema de interés.

Se vio principalmente que a partir de que en la primera sesión se introduce


sobre la legalidad del aborto (ahora ILE) y en la segunda se les dan las
razones de ésta, y entre otra información, los jovenes fueron reflexionando y
modificando lo que antes tomaban como verdad. Este proceso de cambio es, a
su vez, un proceso de subjetivación grupal donde los jovenes pasaron a
aprender de su realidad a través de su cuestionamiento; hecho posible gracias
a la información de la legalidad y el campo de derecho que les abre la
posibilidad de construirse como ciudadanos.

Como moderadoras, tuvimos dificultades en la dirección del dispositivo


principalmente por los nervios y la falta de experiencia pero conforme
ganábamos experiencia, logramos coordinarnos mejor y ligar los discursos
entre ellas, como Brenda que en la tercera sesión retomó cosas de las
sesiones pasadas lo que ayudó a tener un buen cierre con el grupo.

40
Regularmente fuimos un equipo donde Brenda hacía observaciones y
anotaciones durante las sesiones además de intervenir; Adela, tubo seguridad,
y es asi como funcionó como moderadora principal y Maya intervenía de vez en
cuando; pero, más que nada, vimos que lo que nos acomodaba era que todas
nos apoyáramos entre sí. También nos dimos cuenta de que lo mejor era tener
un plan manejable según como avanzara el grupo, por lo que no todos los
estímulos planeados en el guión les fueron presentados al grupo; de hecho, se
les presentaron sólo tres, por falta de tiempo.

Si bien la primera sesión nos causó mucha alarma por la enorme falta de
información que presentaron, como habíamos anteriormente en el presenta
trabajo, el trabajo como moderadoras nos posibilitó ahondar en dónde estaba
la falta, pues las intervenciones que hicimos fueron en su mayoría retomadas
del discurso grupal que se iba construyendo en lugar de seguir nuestro guión,
es decir, seguimos un modelo reiterativo de intervención.

Para la segunda sesión, tomamos un rol de moderadoras bastante directivas


con una orientación que pasó de la búsqueda de la información para
comprender mejor la realidad social a la transformación de la realidad social
buscando cambiar su condición de falta de información.

Terminando con la tercera, nuestra orientación regresó a ser la de informarnos


de la realidad social percibiendo el cambio ya mencionado en el discurso
grupal. Esto nos deja clara la importancia de la moderación en el trabajo con
grupos porque la actividad cambia de objetivo y se sigue de acuerdo con los
moderadores.

Por todo esto, nuestras experiencias en la co-coordinación, siendo


moderadoras, nos enseñaron acerca de la realidad social de los jóvenes de
secundaria que se encuentran en una situación en escasez donde se quejaban
de que la información que les daban era para niños y ellos ya no eran niños y,
sin embargo, se etiquetaban, una y otra vez, como irresponsables o inmaduros
por su propia condición de jóvenes en lugar de adultos. El hecho de que los
tratáramos con respeto, obtuvimos que el mismo dispositivo tuviera como
objeto la creación de un campo de discusión grupal donde pudieran ser libres
de expresarse, les diéramos un espacio de libre reflexión y contestáramos sus

41
dudas, ese trabajo de moderación, nos brindó la información de su vivencia
como sujetos en procesos de subjetivación que tienen encontradas las visiones
de legalidad y moralidad, el discurso de la igualdad, la división de trabajo y
demás, los cuales les incitamos a meditar aunque sea un poco.

También aprendimos la importancia del dispositivo de discusión del grupo


pudimos darles a este grupo de tercero de secundaria una oportunidad de
reflexionar este tema y cualquier otro en realidad, dado que es un ejercicio
necesario para la subjetivación de cada individuo. En este grupo pudimos ver
que en algunos de los integrantes cambio el punto de vista , aunque no hubo
necesidad de que todos compartieran la misma ideología y respecto a ello la
última sesión cada quien mantuvo su postura.

La implementación de este dispositivo en donde nosotras también participamos


activamente nos cambió a todos los presentes por la implicación que todos
tuvimos al crear el discurso grupal. Al final de cada sesión, nosotras
platicábamos saliendo de la escuela y pudimos notar cómo a través de las
sesiones empezábamos a conocer un poco mejor a los jóvenes.

Fue interesante notar que la falta de información nos impactó a todas de tal
forma que hasta nos sentimos un poco comprometidas a mejorar esa situación
y darles información que considerábamos de vital importancia. Al final, nos
sentimos felices por el cambio que vimos en los jóvenes y el discurso grupal.

Siempre hay que recordar que en investigaciones de psicología social, el objeto


de estudio es un fenómeno social que involucra personas y cualquier
relaciones entre personas contiene afectos, sean amor u odio, hay un vínculo
que se crea con cada encuentro. Así, en nuestra última sesión no nos
resistimos el querer agradecerles su cooperación con algo tangible que en este
caso fue una caja de pan dulce y en el caso de un chico en particular fue
darnos una paleta a cada una de nosotras.

Categorías de Análisis y Codificación

Como bien sabemos en el amplio proceso analítico de una investigación desde


el principio hasta el final, el análisis adquiere mayor relevancia, diversas formas

42
y propósitos según el momento del proceso. En la dinámica grupal, el análisis
se hace al margen del registro, es decir, sobre la marcha y con la marcha del
grupo; en movimiento simultáneo con la situación grupal. (Gutierrez Brito, 2009)

Para el análisis del material del Grupo de Discusión es necesario contar con
una adecuada recopilación de datos, conocer los límites de dicha recopilación y
trabajarla siempre como producto de un Grupo de Discusión, es decir, no
manejar los datos como ajenos, ni entre los sujetos participantes y los
moderadores que conformamos el grupo de discusión. “Los datos de la realidad
son construidos; de acuerdo a las articulaciones que se establezcan,
aparecerán diversas interpretaciones sobre los mismos. Supone la renuncia a
una verdad única y objetividad pura” (Fernández, 1998:68).

Para el registro de los datos nos ayudamos de la grabación de audio,


principalmente, y de anotaciones propias sobre lo observado y dicho durante la
generación del discurso. Esto con la finalidad práctica de obtener un registro
más completo para la transcripción posterior, así como también mantener la
atención en la dinámica producida en cada momento del grupo de discusión.

La transcripción cumple dos funciones primordiales para el análisis de datos,


por un lado permite un registro físico para el control de éstos, para la
“identificación de temas y patrones” (Coffey y Atkinson, 2003: 31) relevantes en
el discurso grupal. Por otro lado, nos permite a nosotros como investigadores
que realizamos la transcripción, familiarizarnos con el discurso, trabajarlo
desde al menos una segunda escucha, de carácter segmentario. Nos referirnos
al proceso de la transcripción, en el que se escuchan fragmentos del audio
varias veces mientras plasmamos palabras escritas de lo escuchado, esto no
permite una continuidad constante del discurso grabado por la disparidad de
tiempos de escritura con la escucha del audio, más la calidad de éste y el ruido
de la grabación. Sin embargo intentamos mantener la literalidad del audio y
conjuntarla con lo que recordamos de sus expresiones y formas de decir. Este
proceso de transcripción permite una segunda identificación de patrones o
temas que llaman nuestra atención, en relación al enfoque de nuestro trabajo y
a nuestra pregunta de investigación; así como voltear a ver aspectos que no
percibimos en alguna de las sesiones con el GD.

43
La teoría orienta al investigador en su búsqueda, pero las categorías de
análisis surgen de la revisión y análisis del trabajo de campo; el método se
articula con las premisas conceptuales pero no es concebido
independientemente del campo donde se interviene. (Fernández, 1998:68)

Después de la primera sesión con el Grupo de Discusión contrastamos el


borrador que habíamos hecho de nuestras categorías de análisis con el
material que se generó en el dispositivo. Es importante mencionar que hubo
una diferencia significativa entre las categorías de análisis que esperábamos
encontrar y el material discursivo, la experiencia de nuestra primera sesión ante
un Grupo de Discusión dentro de una institución educativa pública con jóvenes
de tercero de secundaria no solo nos clarificó un acontecer diferente a nuestro
entorno, sino que ayudó a que replanteáramos los temas relevantes sobre el
aborto para los jóvenes.

Esperábamos que fueran más abiertos con el tema del aborto, que discutieran
sobre sus posturas, en caso de tener alguna, y sobre lo que implican los
procesos regulados del aborto, sobre la legalidad y la ilegalidad en otros
estados. Nos encontramos con una dificultad en este sentido, pues no
contaban con información al respecto y la apertura para hablar sobre lo que
pensaban llevó su tiempo. Tras la primera sesión identificamos los temas que
se trataron, como la decisión sobre el aborto, qué papel adquiría cada quien en
este aspecto, aspectos sobre género y los papeles que juegan, la
responsabilidad, entre otros. Para la segunda sesión brindamos información
con la expectativa de generar mayor discusión y de obtener más contenido
para aproximarnos a responder nuestra pregunta inicial. Tras las asesorías y
un primer análisis que bosquejaba los datos obtenidos de nuestros dispositivos
y nuestra investigación teórica, redirigimos nuestra pregunta de investigación.

Como plantea Baz (1996), el proceso del análisis es fundamental para la


conceptualización del problema de investigación y sus hipótesis, así como para
los aspectos teóricos de los procesos grupales y las preguntas derivadas que
sostienen el diseño de la investigación. En un principio pretendíamos ver cómo
se construían las significaciones sociales relacionadas al discurso de los
jóvenes, considerando el material que obtuvimos con el dispositivo grupal de

44
las primeras sesiones encontramos datos que respondían más al
posicionamiento que ocupaban los jóvenes ante el aborto.

Una vez realizada la transcripción procedimos a la clasificación del material,


empleamos el formato de dos columnas en el que se pone la transcripción del
material discursivo grupal (incluyendo nuestras intervenciones) en la columna
izquierda y en la derecha comienza la codificación del material.

En los 40 minutos aproximadamente con el Grupo de Discusión se generó una


cantidad de datos, analizar esto es complejo, no solo si consideramos que son
más de una sesión sobre un tema sino que buscamos entrever el entretejido de
las significaciones sociales imaginarias. Como plantean Coffey y Atkinson
(2003) la codificación es una condensación “del grueso de nuestros datos en
unidades analizables, creando categorías con ellos o a partir de ellos…
asignándoles etiquetas” (Coffey; 2003. Pag.30). Encontramos adecuadas las
propuestas de estos autores sobre la codificación y la relación que tienen con
el análisis, pues aclaran que la simplificación de la información no es de
carácter mecánico ni simplista, no pretende sustituir el trabajo analítico de los
datos, sino facilitarla.

Por supuesto que hay un trabajo analítico en la propia codificación, lo hay


desde la dinámica del Grupo de Discusión y el discurso que se va generando,
como lo observa Castro (1996), la obtención de información forma parte del
análisis. En nuestro caso, la importancia de la codificación refiere a una tercera
aproximación con el material grupal (si consideramos una primera
aproximación al contacto presencial del material grupal y a la segunda la
transcripción). La codificación organiza y recupera datos, así como permite su
interpretación (Coffey y Atkinson, 2003).

La codificación que realizamos fue de acuerdo a los bloques que plantean los
autores referenciados, aspectos que identificamos en el discurso escrito
mediante la lectura individual (de cada una de nosotras) de cada sesión. Cada
quien clasificó los datos de acuerdo a la agrupación de éstos por la semejanza
de los aspectos que trataban, también conforme a las categorías que
planteamos reflexivamente después de cada sesión. Además de las categorías
de análisis, en la columna derecha indicamos en letra negrita las instituciones

45
que aparecían directa o indirectamente en el discurso, con un asterisco hicimos
notas sobre nuestra intervención, y anotábamos nuestras hipótesis o
preguntas.

I1 – Alguno de ustedes sabe ¿qué se debe de hacer en caso de aborto?


*La pregunta va cargada de
P13 – ¿Recurrir a un especialista? A un profesional. un supuesto: que hay algo
correcto o adecuado sobre
Px – Un master.
qué hacer en caso de
(risas) buscar (?) abortar.

I3 – En la imagen que acaban de ver, ¿qué planteaba sobre el hombre?


(murmullos, varias respuestas inteligibles)
Px – Que el hombre es irresponsable y que…(¿?)
-Género: discriminación.
I3 – ¿Y ustedes qué piensan de esto?
-Papel que asume el hombre:
Px – Que es discriminación hacia el hombre. el hombre debe ser
responsable. [enlazado con el
(risas) comentario anterior]

P13 – Discriminación, ¡ja! ̴Hipótesis 1: el discurso


grupal manifiesta la idea de
que el hombre es más capaz
que la mujer de ser
I3 – ¿Por qué sería discriminatorio? responsable.

P1 – Porque antes, los hombres eran los que mandaban en el hogar, y es,
bueno en la mayoría de las familias antes los hombres mandaban en el -Papel que asume el
hogar y ahora hay una igualdad dentro del hogar, ya eso se me hace un hombre: el hombre
poco….como se dice…ofensivo. Porque personas que son buenas, son mandaba en el hogar.
bueno tienen valores ¿no? Y hay otras que no, que pueden llegar a ser Familia
-Igualdad de género:
una persona muy bueno que (¿?) no cabe. Y eso las mujeres creen que,
igualdad en el hogar.
bueno algunas mujeres, no todas, creen que todos los hombres son pero -Papel que asume el hombre:
no, es un estereotipo. el hombre apoya a tomar la
mejor decisión. Hay un
P8 – En el caso de la imagen, sería por ejemplo, en donde el hombre supuesto sobre que hay una
que obliga a la mujer a abortarse pero cuando los dos deciden, decisión más adecuada.
obviamente, ese caso pues no tiene que existir, o sea, los dos tienen -Cuerpo de la mujer y
la misma responsabilidad, por ejemplo, si la mujer decide que no, el Decisión de aborto: su cuerpo
hombre tiene que darle un apoyo para decidir la mejor opción su decisión.

porque si tenerlo le haría perder los estudios o que otra cosa, bueno, por ejemplo,
cualquier cosa. Bueno hay casos, por ejemplo, los papás corren a la hija porque se
embarazó y pues eso también ya es, por ejemplo, ya es algo negativo. Y tambien,
cuando el hombre toma la decisión, no se le tiene que ver como que él es un
malvado, por así decirlo o porque la mujer es la que tiene el cuerpo y ella también

46
puede oponerse si el hombre está en contra pero en sí se tienen que poner de
acuerdo para que los dos decidan lo mismo. Y pues y así.

En el ejercicio siguiente que es el de la clasificación del material y sobretodo


análisis del material, trabajamos con el formato de las tres columnas, una
columna por sesión, donde por categoría de análisis seleccionamos fragmentos
que identificábamos con cada categoría. Esto permitió la vinculación de los
discursos y que pudiésemos relacionar las categorías de análisis hacia nuestra
pregunta de investigación. A continuación seleccionamos un ejemplo de estos
ejercicios.

Economía
Primera Sesión Segunda Sesión Tercera Sesión
P9- yo creo que es primero, P13- Yo digo que primero S7- Pues primero seria hablar
cuando ya está embarazada y deberían evaluar en qué con los padres ¿no? Para
quiere abortar, es valorar la condiciones van a tener al llegar a una conclusión sobre
situación, ver si el niño , qué niño, por ejemplo sin son si se va abortar o no.
va a comer, qué de dónde adolescentes obviamente no S8- Evaluar las condiciones
van a sacar el dinero, ver a van a tener el dinero o la también, las condiciones en
donde van a vivir y ver que, capacidad de tener una casa, las que crecería el niño,
no traerlo nada más para que o una, o donde este el niño ¿cómo podrían tenerlo?
sufra y sea un niño que le bien, o comprarle comida o
quito la felicidad a sus padres todo eso, lo que necesita.
… creo que la adopción es
una alternativa más, no lo sé,
más alejada a lo del aborto
porque ya ahorita hay
muchos niños abandonados y
el proceso de adopción es
muy lento y la verdad no
sería justo traerlo y que pase
lo mismo (..)

En este ejemplo, hablan de que hay que pensar si se tienen sustentos


económicos para tener un bebe y puede entreverse que hay cierta idea de que
la maternidad y la paternidad requiere cierta responsabilidad económica.

Esto nos pudo brindar la facilidad de que, una vez descompuesto el discurso,
entretejerlo. Esta fue la parte de la resignificación conceptual de acuerdo a
nuestros apoyos teóricos. Para no desligar el fragmento del discurso analizado,
lo acompañamos de la pregunta o intervención inmediata anterior al fragmento,
de una descripción más personalizada con la categoría de análisis y de las

47
relaciones que encontramos con otras categorías, describiendo dicha relación
tanto por la vinculación directa como por indirecta, es decir, si es de forma
explícita o no, así como de otra columna en la que colocábamos ideas o
material que consideramos importante con el fragmento.

Tras realizar esta codificación en las tres transcripciones proseguimos a


estudiarlas en equipo, relacionarlas y vincularlas con nuestros apoyos teóricos.
Discutimos sobre la importancia de cada categoría y modificamos la
conceptualización que manejamos. Por ejemplo modificamos la etiqueta de una
categoría inicial: Rol de Género, en la que tratábamos los siguientes temas:

 Masculinidad. El deber ser de los hombres: Valiente, fuerte, el que


provee. Sustentar económicamente al bebé…a la familia.
 Mujer. Mito mujer = madre. Discurso social: si la mujer tiene relaciones
sexuales entonces es una “fácil”. Cambios después del embarazo:
“Emociones”. “Estar cuidando al niño constantemente y dejar de lado
todo lo que antes se podía hacer, o sea tener limitado lo que podría
hacer…la mujer está más al pendiente del bebé”. “Repercusiones
físicas: se les queda la panza…sí, flacidez”.

Después de las lecturas sobre teoría de género, tratadas en la primera parte


del presente trabajo, convenimos en la inadecuación de dicho término para una
categoría de análisis. Ya que se da por sentado un papel que debe ser
cumplido ante situaciones particulares, habla de un deber ser y tiene un papel
funcionalista que implica que debe de usarse y ser tal cual se espera.
Desglosamos esta categoría en masculinidad y en papeles asumidos por los
hombres ante el aborto.

Otro aspecto que salió al momento de la discusión de las categorías fue el de


trabajar con las categorías que nos sirvieran mejor a nuestro tema de interés y
desarrollarlas más, cabe mencionar que ninguna tiene menor valor debido a
que se relacionan entre sí, para poder responder la pregunta de investigación.

Con todo esto y una depuración minuciosa de las categorías de análisis que
consideramos, aún después de estos tres ejercicios, consideramos categorías

48
y subcategorías de análisis, haciendo referencia a la importancia con respecto
a nuestro tema. Acompañaremos las categorías de algunos fragmentos para
ejemplificar sus sentidos.

Masculinidad

Nos referimos a los aspectos sobre el deber ser del hombre, que la sociedad
marca como normas sociales, por ejemplo, aquellas frases que escuchamos en
los discursos cotidianos tales como: “los hombres tienen que ser valientes”, o
“los hombres son quienes proveen en la casa”, o “el hombre no debe llorar”;
con esto se hace referencia, como lo mencionaba en el objeto teórico, a que
existen aspectos que simbolizan y construyen lo que es propio de los hombres
y lo que es propio de las mujeres, y es por eso que esta categoría obtuvo el
nombre de masculinidad, para dar un ejemplo de lo ya anterior, que de igual
manera se encuentra en el discurso de los jóvenes al expresar que:

–Exacto, no más fíjate en la mujer, con ella sí consideran que es una fácil.

–… normalmente el que incita a la mujer al acto es el hombre

Sin embargo, si hablamos sólo de diferencias entre los hombres y las mujeres
como grupo, no requeriríamos en absoluto los términos masculino y femenino.
Podríamos hablar sólo de hombres y mujeres, o varón y hembra, pues los
términos masculino y femenino van más allá de las diferencias de sexo, y
aluden a cómo los hombres “deben” comportarse socialmente, y como las
mujeres “deben” hacerlo respectivamente, en materia de género, Las
definiciones normativas reconocen estas diferencias y ofrecen un modelo la
masculinidad de lo que los hombres debieran de ser.

Uno de los argumentos con los que podríamos ejemplificar la teoría de roles
sexuales, trata a la masculinidad precisamente como una norma social para
referirse a la conducta de los hombres. (Conell; 1997.pag.4) A continuación
abordamos lo que es ser mujer de acuerdo a los discursos emitidos por los
jóvenes de secundaria, ponemos esta categoría ya que nos ayuda a hablar
sobre ese deber ser de lo que es ser mujer en una sociedad, lo ya antes
mencionado en este trabajo, que son las posiciones socialmente aceptadas,

49
entre la dicotomía hombre y mujer, tanto en lo sexual, lo físico, lo laboral, lo
intelectual, lo conductual, el ámbito de la familia, lo económico, etc.

1.1 ser mujer

Lo consideramos como subcategoría porque fue un argumento usado


continuamente para colocar a la mujer como la que tiene mayor peso
sobre la decisión del aborto.

Sesión 1

–Que… pues que… bueno yo digo que, la mujer es la que… tendría que…
bueno siento que es más difícil para la mujer porque ahí es donde es su
cuerpo, o sea (?)

–Bueno que es a la que le van a hacer todo el proceso

–Implica riesgos. Para la mujer…

Otro de los fragmentos que nos aporta ideas a la categoría para el


análisis del discurso es:
S7 –Bueno es diferente el pensamiento de las personas, por ejemplo, en mi opinión,
yo diría que tuviera el niño y que ya lo adoptara, pero las mujeres no quieren tener esa
represión social de estar embarazadas, todo eso, entonces por eso deciden abortar,
antes de que se les note la panza.
P2 – Bueno, aparte de las emociones, el estar cuidando al niño constantemente y
dejar de lado todo lo que antes que podía hacer, o sea tener limitado lo que podía
hacer, por ejemplo, si tienes un hijo, ya no puedes…desvelarse, por ejemplo, ver
películas desvelándote, jugar, tendría un impacto sobre ti, y después, si hay un
impacto sobre ti, también sobre el niño porque, o sea, cuando tú estás cuidando al
niño y si te duermes cuando le estás dando de comer, puede hacer algo malo, puede
caerse de algún lugar o puede pasar cualquier riesgo, eso es lo que cambia, la mujer
está más pendiente del bebé.

El mandato cultural de la maternidad no se cuestiona, sólo se concede, dado


que aquélla ha ocupado históricamente una parte medular de la subjetivación
de género y de la identidad de las mujeres en México. “La equivalencia
mujer/madre, construida históricamente, se vuelve aquí tanto naturaleza como
identidad, o mejor, identidad natural. Para serlo, una mujer tiene que ser
madre” (Amuchástegui, 2013). Otra de las cuestiones que trae el mito
mujer/madre en esta investigación es que a pesar de los elementos que
articulan la figura materna como omnipotente, el mito favorece una mentalidad
en donde la victimiza, pues constata a la maternidad como amor, servicio. La

50
valoración social de las mujeres como madres y el nivel de gratificación hacia
ellas las compensa profundamente, y de esta manera facilita la aceptación de
las propias madres del mito impregnado de sacrificio y victimización.

La capacidad femenina de gestar y parir, y el arduo trabajo de crianza y


atención, son considerados para la mayoría de las personas como la esencia
de las mujeres. El entramado que sostiene el mito de la madre es la
femeneidad, no en el sentido del estereotipo o de las consignas comerciales de
lo que es "ser femenina", sino como el proceso psíquico que lleva a las mujeres
a asumirse, sentirse y vivirse como tales. La maternidad, un trabajo ligado a la
afectividad (un trabajo de amor se suele decir), recibe a cambio dosis más o
menos elevadas de gratificación psíquica y de poder en el campo interpersonal
de la familia y la pareja. (Lamas. M. 1995). En contraparte, podríamos
mencionar los diferentes imaginarios sociales de lo que tiene que hacer el
hombre en un caso como lo es el aborto, quizás dando adjetivos de que el
hombre puede y tiene que ser el “fuerte” y al que no le afecta ni física,
emocional ni psíquicamente esta situación.

En el siguiente fragmento desarrollamos la masculinidad explicando el cómo se


hace la construcción de lo que debe ser un hombre en la sociedad.

“Tú dices que si un par de jóvenes tienen relaciones a los doce años y se embarazan,
ya son responsables, ¿de qué?

P1 – Tal vez, de su acción, ahí si ya lo dejaría a decir: ustedes hicieron esto, bueno,
ahora háganse cargo del niño, o al menos, ahí si ya tendría un poco más de cargo de
conciencia.
I1 – ¿A qué te refieres con “cargo de consciencia”?
P1 – Es que depende porque es que de hecho, creo que eso ya no lo dije bien, creo
que debería de haberlo formulado de una mejor manera, permíteme un segundo…es
que después del aborto, ya le afecta diferente a la mujer que al hombre porque la
mujer es la que bien lo tuvo ahí (señala su vientre) y yo pensaría que como que
sienten que al habérselo quitado antes de tiempo, podría sentirse incompleta, algo le
falta, mientras que por parte del hombre, el hombre podría embarazar a mil mujeres
que tuvieran que abortar y él realmente no va a sentir una diferencia con su cuerpo, él
sencillamente no está embarazado, la mujer embarazada es la que está teniendo el
trauma, entre comillas, hay mujeres a las que realmente no les afecta eso.

51
Las autoras Carril Berro E. & López Gómez A. (2012), sostienen que no se
nace varón, sino que se llega a serlo luego de un proceso de socialización que
moldea al niño en la masculinidad que su cultura y la sociedad lo prescriben.

Este modelo predominante de masculinidad al que hacen referencia las autoras


impone mandatos, propone ideales; un ejemplo es cuando el joven participante
de las entrevistas dice: “el hombre podría embarazar a mil mujeres que tuvieran
que después abortar y el no va a sentir nada”, traduciéndolo como virilidad y
fuerza, sin sentimiento, lo que a su vez le imprime significados a la vida de los
varones. Estos mandatos les señalan lo que se espera de ellos y pasan a ser el
referente con que se comparan y son comparados los hombres. Es por eso que
retomamos la masculinidad más como un proceso, de un conjunto de
prácticas que se inscribe en un sistema sexo/género culturalmente específico
para la regulación de las relaciones de poder, de los roles sociales y de los
cuerpos de los individuos (Connell, 1997)

En la primera sesión se plantearon varios casos, qué sucedían cuando había


un desacuerdo sobre tener o no un hijo. Se dijo que la mujer adquiere mayor
poder de decisión dadas las diferencias anatómicas.

– ¡Ah! Pues no mucha porque su… él… ¿cómo se podría decir? La mujer tiene
más… mayor decisión o autoridad respecto al hombre porque ella va a tenerlo,
ella va a tener todo un… cambio en su vida. En el hombre…

Con el discurso anterior de los jóvenes de secundaria se pudo generar


discusión sobre el cuerpo de la mujer, debido a que cobró relevancia por el
hecho de tener un feto en el que este puede llegar a ser un hijo, es decir, la
mujer vista como madre, valorada como tal. En esta situación no se discutía la
validez de que la mujer decidía sobre su cuerpo. En contraste, por ejemplo, no
se mencionó nada sobre el ejercicio de la sexualidad y la decisión que cada
quien tiene sobre su cuerpo.

Decisión de aborto / Juventud

En esta categoría abordamos sobre la toma de decisión de abortar en relación


con el embarazo a edad temprana, ya que se concibe como un problema,

52
debido a que en la etapa de la “juventud” se tiene como normatividad que ser
joven es seguir reglas o mandatos de acuerdo a la edad. Por ejemplo en
algunos casos de discursos que he escuchado, y que también de alguna
manera me implica es que cuando vas a secundaria lo que se espera es que
termines de estudiar, llegar a prepa y así lograr ser universitario. Un ejemplo de
esto sería que los jóvenes de nuestra investigación mencionan que quieren ser
el orgullo de los padres y cuando ocurre una situación como el embarazo ya te
ven mal, o ya no es lo mismo, dicho en sus palabras de la siguiente manera: “
dejas de ser su orgullo”, y es por eso que el embarazo a edad temprana hay
que asumirlo de alguna forma. Para abordarlo hay varias perspectivas y
posturas. Así como acciones que determinan la conclusión del embarazo. Se
refiere, tal cual, a la decisión de abortar, lo que hay que considerar aspectos de
quién la asume, de qué depende, cómo se decide, lo que se piensa al respecto,
etc.

– ¿Y a qué creen que se deba esta pena de hablar sobre el aborto?


– No sé.
– Falta de información, que no sepas demasiado sobre el tema y piensas que alguien
se pueda burlar de ti.
– Exacto, no más fíjate en la mujer, con ella si consideran que es una fácil y (¿?)
– Más bien, a las dos partes les hacen muchas ofensas porque, como el papel que
nos enseñaron el otro día de, al hombre lo ven como un irresponsable, un inmaduro,
un maldito, aunque yo en ese papel yo vi mal que a la mujer si la vieran como pro-
aborto, porque eso no es una cosa que hacen las mujeres que abortan, también a las
mujeres que abortan he visto yo que a veces emiten un papel de ser unas “chicas
fáciles”, (¿?) o sea no sé (¿?) se me fue el dato, o sea las dos partes que influyen
mucho a la mujer les entran muchos pensamientos negativos que pueden influir contra
la persona

En el caso del aborto, la forma en que se vive este hecho o acción es


determinante. No es sólo un tema que tenga que ver con puntos de vista y
valores individuales, es fundamentalmente un hecho con alto significado moral
y político. La experiencia de los hombres ante el aborto forma parte de las
relaciones institucionales de poder, un poder que es aún menos visible porque
ocurre en dos espacios considerados femeninos: el de la reproducción y el de
las emociones. También esto lo podemos ejemplificar con lo que dicen los
jóvenes:

53
S10 – Ah sí, es que, a eso iba mi intención de que, sí es cierto que una vez que pasa
esto (aborto) ya como que te ven de una forma distinta a la que…como te tenían
desde su punto de vista y a la persona le afectaría eso bastante.

I2 – ¿Te refieres ahí a los padres o…?

S10 – Al hijo, pues a los del problema en sí.

Ellos mencionan que si ya pasaste por la experiencia de aborto, la sociedad te


ve de una forma distinta, o sea que hablan mal de ti

- Sí, porque, por ejemplo, con la presión de los padres, tu, tu desde que eras
pequeño, siempre necesitabas, bueno algunos casos no en todos, sentir felices,
buenos que tus padres estuvieran orgullosos de ti, buscar su atención, su…
– ¿Su orgullo?
– Bueno sí, entonces a lo mejor, cuando algo te salía mal como que te sentías
impactado, ya no volveré a cometer ese error,
– Te sientes frustrado.
– Bueno, sino más bien, se me olvidó la palabra, bueno el punto es que estas
pensando en lo que hiciste mal y si lo puedo volver a evitar, por ejemplo si tienes baja
calificación, algo muy básico, después cuando sabes que se te (¿?), por ejemplo,
embarazarte, piensas que tus papas ya jamás van a, o sea, sí porque sí hay unos
padres que te pueden echar, los pueden abandonar y tú puedes creer que te van a
hacer eso pero no lo hacen, entonces te preguntas si va a haber algo peor, porque así
somos los humanos, no puede pasar algo malo sin que pensemos que puede haber
algo más malo detrás de eso. Después, si no pasa nada tú te vas a quedar como…
aparte de los problemas que tienes con tu familia, los amigos, porque ellos tampoco
pasaron lo que tú estás pasando en este momento así que no te pueden ayudar, solo
tienes el apoyo de tú y tu pareja, y si la pareja no está, estás peor, estás solito.

De la sesión con los jóvenes de secundaria tomamos el fragmento anterior, en


el que podemos identificar el discurso del orden de Ana M. Fernández en el
que expone que es un espacio de racionalidad, que se basa en el ámbito de la
moral, del cual menciona que son normas sociales dictadas por la sociedad,
que podrían ser el seguir una línea de vida respecto a tu edad, o estigmatizar
la sexualidad, tener relaciones sin protección, o embarazarse cuando se es
joven esta mal.

Una de esas formas de tener normas o tecnologías sociales de manipulación


como lo llama esta autora, es por medio de las instituciones como lo es en este

54
caso la familia en esta se dicta el discurso del deber ser de cada hombre o
mujer. Una muestra de ello lo es, el hijo menor el cual no debe cometer
errores, fallarles a los padres, ser el orgullo de estos, lo podemos ejemplificar
tal cual como lo mencionan los jóvenes de secundaria en este fragmento en el
que ellos si creen que haya presión por parte de los padres y la sociedad al
tomar la decisión de abortar ya sea hombre o mujer. Los comportamientos
reproductivos de hombres y mujeres están en directa relación con las
condiciones sociales y subjetivas en que transcurre su vida.

Es por medio de esto que se forma un estigma del que son objeto el embarazo
y la maternidad temprana y es, en contexto, donde se acumulan juicios entre
los que se encuentran aquellos que dicen que es a destiempo, que incumple
expectativas de lo que se considera una adolescencia “normal”, entre otros. La
adolescencia y la juventud son construcciones sociales cuyo significado pone
menos énfasis en alcanzar ciertas edades, que en concretar transiciones
especificas mediante las cuales los individuos se constituyen como sujetos
sociales para participar activa y competentemente en procesos más amplios de
reproducción social, esta presión social permite a los jóvenes construirse de un
imaginario social en el que tener hijos cuando aún se es adolescente
representa una violación a las normas, la ruptura de una trayectoria
normalizada, o al menos en el imaginario colectivo

– ¿Qué los jóvenes son unos calenturientos?


(risas)
– Es que es todo lo que se me ocurre para justificar porque hay, porque es el mayor
porcentaje, eso más la falta de…
– Responsabilidad.
– Falta de responsabilidad y de conciencia

Estas líneas anteriores nos llevan a pensar que los jóvenes en tanto sujeto
social, constituyen un universo social cambiante y discontinuo, cuyas
características son el resultado de la categoría sociocultural asignada por la
sociedad particular (Reguillo pag.50). En cada joven la identidad social no es
absoluta sino que están articuladas por elementos sociales, económicos y
políticos, esto quiere decir que a través de las significaciones que se adquieren
del entorno se construye una identidad determinada.

55
Por ejemplo los jóvenes que formaron parte del grupo de discusión, al referirse
a ellos mismos como “calenturientos” por tener falta de responsabilidad al
momento de tomar la decisión de tener relaciones y no cuidarse , podría
llevarnos a pensar que es esta acción la razón por la cual hay un elevado
porcentaje de abortos entre algunos jóvenes, y es de esta manera como
podemos decir que son construcciones de “ser jóvenes” según nuestra
sociedad y que se asumen en este papel; por lo tanto es el único responsable
de su condición, mediante eso ellos describen al hombre como un ser
inseguro, indeciso, irresponsable, inmaduro e inconsciente de sus actos.

Esta categoría revelo gran parte de los papeles que juega el hombre joven ante
el aborto, debido a que se relaciona con el momento de tomar la decisión de
abortar, el fragmento siguiente reafirma lo que estamos diciendo.

Sesión 2

– Pues yo creo que lo principal es que primero entre ellos discutan el problema, por
ejemplo, en la lectura dice que cada uno tiene sus diferentes miedos, que los
platiquen y busquen la manera de solucionar ambos miedos de una manera que
los beneficie a los dos y no solo a uno porque si uno intenta solucionar sus miedos
por su parte va a afectar a la otra persona y puede que la otra persona haga lo
mismo y se cree un lío de otro problema, o sea, que pasen de que una persona
está embarazada a tener problemas entre las dos familias y pues más conflictos.

-Por eso, las personas confían más en que le diga otra persona a que lo de una
máquina, bueno, algunas personas, no todas, por ejemplo, ahorita, los que están en
primaria, ¿no? Les dice algo el internet y se lo creen y después se lo van a preguntar a
sus padres o al maestro y le dicen que no, que era de otra manera, pero ellos lo
siguen creyendo en ese momento. Ya se les quedó la idea porque, obvio, en el
internet…aunque se los diga alguien de…Se los explique así como…de una forma…

En este fragmento el lugar privilegiado que se le atribuye a esta experiencia


tiene mucho que ver con el hecho de que ésta sanciona socialmente la
adquisición del estatus adulto, inaugura una nueva etapa del ciclo vital
masculino y es una experiencia transformadora, que “desarrolla” al joven,
asignándole nuevas responsabilidades. La paternidad brinda prueba pública de
la virilidad, mostrando la capacidad masculina de engendrar hijos

56
Para explicar uno de los papeles en los que se asume el hombre retomamos el
siguiente fragmento del discurso de los jóvenes en el que exponen el papel del
hombre apoyador.

-Yo pienso que, que ya el hombre, la decisión para apoyar o no al bebé, es más como
de apoyar la decisión de la mujer, o sea, si ella dice que no, pues, ni modo, vas a tener
que ser, que apoyar esa decisión, por ejemplo, también, si la quiere o no, él es el que
tiene que apoyar esa decisión porque es el cuerpo de la mujer y ella es la que se está
siendo todo y lo va a tener. Y pues no estoy seguro pero pienso que la decisión sería
para apoyar a la mujer. *

La ausencia de información acerca de los comportamientos reproductivos de


los varones ha reforzado la significación imaginaria social de lo que son las
mujeres las únicas responsables de la reproducción biológica, quedando fuera
del análisis tanto las formas de participación e implicación subjetiva de los
varones, como los procesos de negociación y ejercicio del poder, presentes en
las relaciones sexuales y conductas reproductivas de hombres y mujeres

Podemos decir que para algunos hombres, el no tener capacidad biológica de


embarazarse parecería ser el argumento por el cual la responsabilidad debería
caer en las mujeres, y el no poder embarazarse establecería un punto de corte
entre sexualidad y reproducción

I2 – A ver, les leo el otro fragmento: “Ha sido una decisión muy complicada, porque
primero que todo, yo tengo muy claro que el cuerpo de la mujer es de la mujer, y esas
decisiones son el 98% femeninas. Entonces, si ella quería tenerlo, entonces pues lo
teníamos, y si ella quería abortar, entonces pues lo abortábamos, pero básicamente
ahí lo que yo hice es apoyar, apoyar en un 100% y ya”.
P2 – Pero ¿apoyar en qué modo?
I2 – Al que te imagines.
P2 – Como por ejemplo ¿llevarla al, al médico?
I2 – Pues , ahí ustedes ¿cómo apoyarían?
P2 – Llevándola al médico.
Px – También dando dinero (risas) aportando dinero.
P2 – También investigando si sus padres ya sabían o no, bueno preguntarle a ella
también es investigar…también, poder hablar con ella para que se sienta mejor o…
salir, terminar la relación, tal vez, para que no se sienta mal o culpable consigo misma.

Como mencionamos anteriormente en esta categoría de decisión de aborto


aborda algunos de los papeles que pudimos encontrar en el discurso del joven
y que otro de los lugares que ocupa y se posiciona el hombre es el de

57
proveedor-acompañante, al decir que una manera de apoyar a la mujer en la
decisión de abortar o no, es dándole dinero o llevarla al médico. En este caso
podemos ver que el modelo que predomina de masculinidad impone mandatos,
propone ideales y le imprime significados a la vida de los varones. Estos
mandatos les señalan lo que se espera de ellos y pasan a ser el referente con
que se comparan y son comparados los hombres, así como una fuente de
tensión y conflictos cuando se quiere distanciarse de ellos por el riesgo de
perder el reconocimiento de sus pares (Conell,1997) .Esta masculinidad
dominante caracteriza a los hombres como personas importantes, y seres
activos, autónomos, fuertes, potentes, racionales, emocionalmente controlados,
heterosexuales y proveedores.

Las formas de pensar, la conducta, las actitudes y cualquier otra característica


asignada por género, no tienen una base natural que no pueda ser modificada,
por el contrario como ya hemos dicho son atributos socialmente construidos, y
por medio de instituciones como la familia y la escuela estos atributos son
asignados a cada género. El género, de forma descriptiva, puede ser definido
como “la red de creencias, rasgos de personalidad, actitudes, valores,
conductas y actividades que diferencian a hombres y mujeres” (Burin & Meler,
2000, p. 23). Esta supuesta diferencia entre hombres y mujeres es producto de
un proceso histórico de asignaciones de características y construcciones
sociales para cada género, que por medio de mecanismos de poder implícitos
a esta organización histórica.

Responsabilidad

Uno de los argumentos que manejan los jóvenes de acuerdo a decidir si


abortar o no, es que la responsabilidad resulta un problema para los
jóvenes, puesto que el aborto llega a plantearse como un acto de
irresponsabilidad. También hay cierta culpa asociada a este tema, pues
llega a considerarse la responsabilidad como la asunción de un castigo, y
manejan también que la falta de información acerca del embarazo,
métodos anticonceptivos y del aborto puede ser una de las razones de

58
irresponsabilidad y es asi como identificamos que otro de los papeles del
hombre es ser responsable ante esta situación, y en la sesiones nos dicen:

Sesión 1

–Que está mal porque se supone que si en una relación, que dos personas
participaron, no es bueno que priven de la libertad a un niño que por su
equivocación de no usar protección va a nacer.

Sesión 3

–Yo creo que sería más del embarazo, o sea, al momento de tener relaciones
porque si tú tuvieras responsabilidad, no tendrías relaciones o te hubieras
protegido de una manera correcta, o sea, usando métodos anticonceptivos
seguros.

– Pero ¿quién es más responsable de lo que pasó?


-- Por eso lo quería discutir para luego sacar la conclusión y decirla.
– Es que justo para eso estamos aquí; es un discusión de grupo.
– Yo creo que los responsable son los dos por, ¿no protegerse adecuadamente?
– Pero ¿qué tal si se rompe el condón?
– Pero también, si se rompió el condón, pues, compran pastillas, ¿no?

El tema de la responsabilidad estuvo ligado estrechamente a la decisión de


aborto. Uno debe hacerse responsable de sus actos. Marcaron diferencias al
respecto por el género, insinuando una responsabilidad mayor por el hombre,
ya sea por su control emocional en comparación con la mujer, o porque es el
que incita a la mujer al acto sexual. Plantean que la mujer es más sensible al
proceso, se ve más afectada, ante esto, le corresponde al hombre mantener
cierta cordura para que se pueda llegar a una decisión objetiva, considerando
sobre todo, los aspectos ya mencionados que corresponden a la normalización
de la juventud.

En los fragmentos siguientes identificamos cómo es la información que reciben


y cómo les gustaría que fuera. Ellos mencionan que es importante contar con
información adecuada. No solamente hace referencia a lo que se dijo en el GD
sino que cómo emergente, cambió la dinámica a partir de nuestra intervención.
Hicieron preguntas específicas y hubo mayor participación.

59
“Pero, la información no va ligada a la responsabilidad…tanto, o sea, la información te
la dan; después, con la información que tienes, tú decides qué hacer, eso significa
responsabilidad, pero si tienes, no tienes información tú no puedes especular qué
pasaría…sin tener la información. Es como el conocimiento empírico y el conocimiento
científico.”

“ Pues, bueno, puede afectar en la responsabilidad de una manera muy fuerte ya que
no tienes lo, se puede decir, las armas para defenderte de ciertas cosas, por ejemplo,
si una persona te dice que quiere tener sexo contigo y tú no quieres; si no tienes la
información, si no te han platicado tus padres o no has buscado en internet, si no te
han informado los profesores, no tienes la manera de defenderte, o sea, cómo decir
“no” de una manera que no sea agresiva.”

Estas son nuestras principales categorías de análisis. Mediante estas


categorías respondimos a nuestra pregunta de investigación, pues revelaron
algunos papeles en los que se colocaba el hombre joven. Al relacionarlas y
estudiarlas con la teoría que consultamos logramos ver cómo se sustentan
parte de estos papeles. Es decir, dónde y cómo se coloca el hombre joven ante
las situaciones relacionadas con el aborto y, por tanto, el embarazo de jóvenes.

Lo planteamos así porque pareció que en todo momento se asumió que el


embarazo de jóvenes o a edad temprana es un embarazo no deseado, y es
que ante comentarios como:

– Yo creo que ningún adolescente quiere tener un hijo, no quiere ser un


embarazo no deseado, por eso existe el aborto, ya eso sería planeado
cuando tenga una edad mayor, cuando seas mayor de 18 años o ya tengas
algún beneficio, o algo para ver con qué puedes mantener y quieres…

No hubo alguna reacción. Al considerar algunas razones por las cuales no se


quisiera tener un hijo hablaban de cuestiones económicas y de los nulos
beneficios que obtendrían por esto. Se entrevé la institución de juventud que
permea en la sociedad, se asumen como jóvenes adolescentes que tiene que
respetar las etapas de la vida, no deben embarazarse o embarazar a alguien,
pues un joven no va a tener poder económico (adquisición o decisión en su
gasto). Cuando sea mayor ya puede aspirar a esto. En este sentido el aborto
se ve como una alternativa que ayuda a los jóvenes, mas no se toma con un
acto de responsabilidad.

60
Y es que desde un inicio manifestaron que una de las formas en que se vive el
aborto es a través de la estigmatización que se tiene del tema

Cabe mencionar también los deslizamientos de sentidos que estuvieron


presentes en la mayoría del discurso, que pudo ser de una forma no
consciente. Nos referimos a la acción de usar palabras por otras que no sean
sinónimos, empatando los significados. No importa la temporalidad de esta
acción, lo relevante es la estrecha relación (una sinécdoque) de significaciones
sociales y sus implicaciones. No es tal cual una equivalencia de sentidos (por
esto especificamos que no son sinónimos) sino que una palabra x se usa en
lugar de otra y, comúnmente pasa que y implica x pero no necesariamente al
revés. Los dos deslizamientos de sentidos que estuvieron presentes fueron el
de Niño → Feto y Madre → Mujer. El primero es muy claro, en los fragmentos
siguientes se referían al feto como niño, como cuando se le priva de su libertad.

–Bueno es algo muy fuerte, por ejemplo ver a un niño, bueno era… sí es un
feto, pero ver un feto cortado..

Este deslizamiento deja ver la postura moral predominante en nuestra sociedad


respecto al aborto. Postura que claramente identifican los jóvenes, y que la
asimilan desde lo instituido, sin necesidad de ser miembros de alguna religión.

I3 – Y ¿ustedes qué piensan del aborto?

P8 – Depende la ideología de la persona, qué piensa. Qué opina sobre las


cosas.

I1 – Ustedes en particular ¿qué piensan del aborto? (Px: ¿en qué?) En lo


particular ¿qué piensan del aborto?

Px – Depende del tipo de persona.

(murmullos)

P10 – Es que depende del tipo de persona.

I2 – ¿Depende de qué?

P10 – De la persona, por ejemplo si es una persona, no sé, que es muy


católica pues va a estar en contra del aborto, porque se les dice que es

61
malo matar a alguien ¿no? (P1: ¡no! Es bueno) Y pues también depende de
la otra persona, por ejemplo de la que está embarazada de que ella no
quiere tener al bebé, no sé, por alguna situación o algo.

Estas respuestas también corresponden a un momento particular del Grupo de


Discusión ante la pregunta dirigida a sus ideas personales no contestaron
desde ellos, sino desde el discurso social, relativizaron la diversidad de
posturas dependiendo de la religión y la ideología, pero no al momento de ser
más concretos con las posturas solamente abordaron la postura que reprueba
el aborto. Esto refiere a lo que perciben del orden social, a lo producido en el
entorno de la familia, la escuela, las instituciones públicas y privadas, las calles,
etc. Podemos decir que encontramos dos posturas a lo largo del discurso, por
un lado la que le basta con un argumento de vida: matar es malo, y una
relativista, en la son tantos aspectos a considerar y no queda bien definida.
Esta puede usarse también como una forma de evadir el pronunciamiento ante
alguna postura, porque solamente habían dos: a favor y en contra.

–en cada grado que va pasando, eso también ha sido muy polémico
porque tiene dos bandos y los dos bandos tienen muy buenos argumentos.

–De la persona, por ejemplo si es una persona, no sé, que es muy católica
pues va a estar en contra del aborto, porque se les dice que es malo matar
a alguien ¿no? (P1: ¡no! Es bueno) Y pues también depende de la otra
persona, por ejemplo de la que está embarazada de que ella no quiere
tener al bebé, no sé, por alguna situación o algo.

Es como menciona el artículo “religión, género discursos sociales en la


legalización del aborto en México”, de las autoras (Amuchástegui, Flores y
Aldaz; 2010) en el cual hacen mención de que las políticas de planificación
familiar habían logrado difundir la idea de que tener hijos y cuándo tenerlos es
una elección, la noción de interrumpir un embarazo como opción reconfigurar la
arena de la disputa política. Es así como en este argumento en la entrevista
alguno de los jóvenes de estas sesiones tiene como imaginario social que una
persona que se realiza el aborto es la de que puedes “ir al infierno y pagar
pecados”, este discurso lo vemos transmitido desde de la institución de la

62
religión y que a su vez es transmitido por la familia, por los significados que se
le dan a esa acción desde tiempo atrás, formando diferentes posturas morales.

Otro discurso presente, al respecto, era el de igualdad de género, las


condiciones y preferencias de decisión y responsabilidad no adquirían un
mayor estatus por el género, sino que era algo de dos.

– Es de los dos el cambio.

– ¿Mande?

– Es de los dos el cambio.

– Si ya sé pero o sea, es más (¿?) de la mujer que del hombre, porque la


mujer puede morir al dar a luz al niño.

– Es decisión de los dos si quieren tenerlo (P1: sí), pero… es que hay que
ver quién está de acuerdo y quién no. Qué tal si el hombre no quiere por
los cambios y la mujer que tal si no quiere por, también por el mismo
problema, pero es como que está indecisivo.

–Yo creo que los dos deberían de tener la misma responsabilidad si


quieren tener igualdad de género, creo que ninguno debería tener más
responsabilidad sobre el otro, creo que los dos deberían tener no la misma
opinión pero si la misma responsabilidad. O sea que fuera 50 y 50.

La masculinidad, junto con el discurso de la Decisión de aborto y la


Responsabilidad dejar ver los lugares en los que se asumen los jóvenes
varones. Papeles que creen necesarios cubrir. En contraste parece que la
mujer tiene claro su papel, decidir si interrumpe el embarazo o no, si carga con
él o no. Quedan justificadas sus inseguridades y sus emociones.

– Yo. Bueno también tiene un… el tener un hijo o abortarlo tiene un


impacto psicológico en las dos personas. Bueno principalmente en la
mujer, porque si aborta, puede decir, si yo hubiera tenido a mi hijo qué vida
habría tenido, empieza a imaginarse cosas, empieza a imaginarse a su
hijo. Pero si lo tuvo, empieza a imaginar cómo habría sido su vida sin su
hijo y le haría más daño al niño que ella misma si no lo tuviera. Y al

63
hombre, pues, también le podría pasar lo mismo pero a menor escala,
porque los hombres, las mujeres son más unidas con los niños, o sea, ellas
los tienen ellas los tienen, desde bebés los empiezan a cargar, y es un
instinto maternal. Por eso.

El hombre adquiere los papeles cotidianos establecidos en la sociedad, las


formas en las que puede intervenir ante una situación de embarazo no deseado
son, quien apoya a la mujer –la cuida, la acompaña a la clínica, ser
responsable de sus actos, –considerando las influencias de presión social y
presión familiar, las circunstancias económicas, la edad de ambos– y quien
provee el dinero para acudir al doctor para el aborto.

Con esto contestamos nuestra pregunta de investigación, el hombre se


posiciona en los papeles de apoyador, proveedor, acompañante, y el deber ser
responsable. Estos papeles estuvieron acompañados de un continuo contraste
ante la mujer, reforzando los aspectos históricos de la teoría de género, la
dicotomía femenino-masculino.

Hay que aclarar que a pesar de los papeles que asumieron, ante la decisión
sobre el aborto la decisión de abortar recaía en la mujer.

Como plantea Castro (1996) la codificación de la información funge también


como un indicador de hallazgos, un identificador de los significados, es un
intento de los investigadores de clasificar una palabra, una frase o una sección
de texto en categorías específicas significativas que tengan sentido dentro del
marco teórico que se esté utilizando. A esto deviene la resignificación, como
juego entre la identificación de posibles significaciones, su codificación que
permite vislumbrar cómo se usan y la importancia que tienen en el discurso
para luego descifrara, o de-codificarla. Es decir, explicaciones teóricas que son
consistentes. Esto establece una distancia entre el fenómeno original y las
reducciones que se llevan a cabo a lo largo de la obtención de la información.
El apoyo que se tiene en pequeñas muestras, no representativas en términos
estadísticos, no está exento de la validez de la propia información obtenida, o
del trabajo de ella. Lo que se pretende mediante el análisis teórico y
metodológico en términos cualitativos es derivar a “conclusiones acerca de la

64
vinculación esencial entre dos o más características en términos de algún
esquema explicatorio sistemático” (Castro, 1996: 74).

Del análisis de datos rescatamos tres hallazgos que consideramos importantes


señalar por la relevancia con nuestra pregunta de investigación, así como con
el tema.

 Papeles del hombre joven en el aborto: Quien apoya a la mujer –quien


provee, la acompaña a la clínica, el que deber ser responsable de los
actos.
 Otro hallazgo fue la demanda de información. Prácticamente ocupo la
segunda sesión. Pues cambio la dinámica con el grupo, y nosotros les
brindamos información respecto al ILE así ellos comenzaron a preguntar
dudas. El discurso pareció pausarse para enriquecerse de la
información, la transcripción, de acuerdo a nuestro formato, contenía
párrafos en negrita que indicaba nuestra gran cantidad de
intervenciones, contrastadas con las muchas preguntas que nos
realizaban. Esto conllevo a que demandaran información clara y precisa,
no infantil, como la información que les llegaba. Mostraron mucho interés
ante los temas que difundimos mediante el folleto y la información del
ILE. Esto nos da cuenta de la educación sexual y reproductiva que
reciben de los programas públicos. Es deficiente, y los jóvenes
mostraron una auténtica inquietud por estos temas. Además que
argumentaron que para hacerse más responsables necesitan
información confiable, de acceso fácil.
 Después de este ejercicio fue sorprendente cómo gran parte del
discurso generado en el Grupo de Discusión concordó con el discurso
de la campaña del gobierno federal Es tu vida, es tu futuro. ¡Hazlo
seguro!

Conclusiones

La participación masculina en la decisión del aborto es muy variable: depende


de muchos factores, tanto externos como subjetivos, y un mismo hombre
puede tener distintas formas de participación en estas decisiones a lo largo de
su vida.

65
También nos pudimos dar cuenta en que los diferentes discursos de los
jóvenes de secundaria estos reproducían discursos de las instituciones como lo
eran la familia, la moral, la religión y una que para nosotras era importante la
escuela, pues en esta se implementan recursos que instituyen en los jóvenes,
podríamos pensar que uno de ellos es causar pánico o asco como lo decían
estos jóvenes al poder pasar por la situación de un embarazo a temprana edad.
Al trabajar con estos jóvenes nos permitió voltear a mirar a un grupo que no ha
sido del todo bien estudiado , pues aunque hayamos encontrado trabajos que
se asemejan a nuestro tema de investigación, nos dimos cuenta que sobre el
campo del aborto y hombres falta mucho por a hondar,

El discurso de la responsabilidad es uno de los argumentos más reflejados en


el grupo de discusión, pues mencionan que esta responsabilidad implica estar
bien informado y es así como surgió uno de los papeles de los hombres es ser
responsable ante la situación, este discurso es una de las diferencias a las
otras investigaciones encontradas.

Muchos de estos hombres jóvenes reprodujeron la significación de la


maternidad como idea central de la subjetividad e imaginario femenino, pues
mencionaban que la mujer tendría mayores cambios con el aborto y embarazo
en comparación con los hombres, dejando en evidencia que todavía se
encuentran predominantes los mandatos culturales ya que podríamos decir que
esto condiciona sus elecciones de vida, y posiblemente sus prácticas
cotidianas. Se encontró una relación directa entre los significados sobre aborto
y las opiniones acerca del derecho a decidir, como la aceptación a que las
mujeres puedan decidir por sí mismas, pues es su cuerpo, Otro de los papeles
que encontramos fue el hombre proveedor- acompañante pues en el análisis
nos dimos cuenta que para tomar la decisión de abortar o no, de tener él bebe
o no, se tiene que tomar en cuenta la economía, y que para realizar el aborto
una de las formas de apoyar a la mujer es ser proveedor traducido como pagar
los gastos médicos y he aquí donde decimos que es acompañarla al médico a
practicarse el aborto.
Otros aspectos que salieron en nuestra investigación fueron la postura moral
a través de una ideología o pensar que se pronuncia ante el tema, pues
sostiene lo que se cree como estar a favor o en contra.

66
La Violación sexual surgió en el discurso del grupo de discusión como una de
las posibilidades en donde solo en este caso se debería practicar el aborto

Algo que encontramos diferente al primer grupo en el que implementamos el


guion de discusión fue que como tercera opción o una salida para no abortar,
era dar en adopción al hijo y parte del discurso se daba cuando se hablaba
sobre el embarazo a edad temprana, y cuando se piensa qué hacer ante el
embarazo.

Fuentes de información

Boletín 7

México. Dirección General de Derechos Humanos y Democracia de la


Secretaria de Relaciones Exteriores (9 de febrero de 2015), Boletín informativo
‘La Política de Derechos Humanos en México’. D.F.: SER

Recuperado el 9 de junio de 2016 en:


https://embamex2.sre.gob.mx/reinounido/images/stories/reinounido/DerechosH
umanos/2015/Esp/boletin7.pdf

Video

Gobierno de la República (23 de enero de 2015), Es tu vida, es tu futuro. ¡Hazlo


seguro! “Campaña del Consejo Nacional de Población para la prevención integral del
embarazo no planificado e infecciones de transmisión sexual en adolescentes.” Recuperado el
9 de junio de 2016 en:

https://www.youtube.com/watch?v=W5LmCOg9QeY

Fuentes electrónicas

● Adamson, Gladys (s.f.) “Concepción de subjetividad en Enrique Pinchón


Riviére”. Escuela de Psicología Social del Sur, recuperado el 15 de
agosto del 2016 en: http://www.psicosocialdelsur.com.ar/contenido.asp?
idtexto=5
● Anónimo (s.f.) “Tell your story” en Men and Abortion, recuperado el 6 de
junio del 2016 en: http://www.menandabortion.com/story.html
● “Proponen legalizar ‘aborto masculino’ en Suecia” en Regeneración,
visitado el 8 de junio del 2016: http://regeneracion.mx/proponen-
legalizar-aborto-masculino-en-suecia/
● GIRE (2016) “Cifras”, recuperado el 10 de julio del 2016, en:
https://www.gire.org.mx/nuestros-temas/aborto/cifras

67
Bibliografía

· Amuchástegui, A, et. al. (6 de agosto del 2009) “’Lo bueno es la seguridad’: la


interrupción legal del embarazo como ejercicio de derechos” en Letra S, núm
157, pp. 6-7.

· Aldaz, Evelyn, Amuchástegui Ana y Flores Edith (2015) Disputa social y disputa
subjetiva. Religión, gñenero y discursos sociales en la legalización del aborto
en México en Revista Estudios de Género, La Ventana, núm 41, enero-junio
2015, pp. 153-195, 739-771

· Baz, Margarita (1996) “El dispositivo de investigación como instrumento de


investigación: cuestiones metodológicas” en Intervención grupal e
investigación, Cuadernos TIPI 4, Depto. De Educación y Comunicación, UAM
– Xochimilco, México.

· Carril Berro, Elina y López Gómez, Alejandra (2012) "Significados de aborto y


opiniones sobre derecho a decidir en varones uruguayos". Estudios
Sociológicos, Colegio de México, vol. 30, num. 90 Septiembre-Diciembre, pp.
739-771. Recuperado de:
http://www.bidi.uam.mx:2067/stable/pdf/41938036.pdf?_=1469090951341

. Castro, Roberto (1996) “En busca del significado: supuestos, alcances y


limitaciones del análisis cualitativo” [consultado en copias]

. Coffey, Amanda y Paul Atkinson (2003). “Los conceptos y la codificación” en


Encontrar el sentido a los datos cualitativos. Estrategias complementarias de
investigación. Universidad de Antioquia.

. Connell, R. W. (2003) “La ciencia de la masculinidad” en Masculinidades.


UNAM. Primera edición en español.

Connell. R.W. (1997) “ La organización social de la masculinidad” en: Teresa


valdés y osé Olavavarría (editores) Masculinidad/es: poder y crisis, Isis
internacional,
Chile, 1997.- pp.31-48-

· Facundo Navia, Ángela y Viveros Vigoya, Mara (2012) "El lugar de las
masculinidades en la decisión del aborto". Revista Latinoamericana Sexualidad,
salud y sociedad, Rio de Janeiro, Brasil, Dossier 1, num. 12, Diciembre, pp.
135-163.

· Fernández, Ana María (1993) “Madres más, mujeres menos: los mitos sociales
de la maternidad“, La mujer de la ilusión. Pactos y contratos entre hombres y
mujeres, Paidós, Buenos Aires.

68
· Fernández, Lidia (1998) Construyendo el problema de investigación, en Área
de Investigación ‘Subjetividad y Procesos Sociales’, Encrucijadas
metodológicas en Ciencias Scoailes, UAM – Xochimilco.

· Figueroa Perea, Juan Guillermo y Sánchez Olguín, Verónica (2000) "La


presencia de los varones en el discurso y en la práctica del aborto". Papeles de
Población, Universidad Autónoma del Estado de México, México, vol. 6, num.
21 Julio-Septiembre, pp. 242-266.

· Gabriel Araujo y Lidia Fernández (1998) “La entrevista grupal: herramienta de


la metodología cualitativa de investigación”, en Szasz, Ivonne y Lerner, Susana
(coords.), Para comprender la subjetividad. Investigación cualitativa en salud
reproductiva y sexualidad, El Colegio de México, México.

· Guevara Ruiseñor, Elsa (2001) "La experiencia del aborto en los hombres y los
derechos reproductivos". Revista de Estudios de Género. La ventana,
Universidad de Guadalajara, México, vol. 5, num. 14 Diciembre, pp. 242-266.

· Gutiérrez Brito, Jesús (2008) Dinámica del grupo de discusión, Centro de


Investigaciones Sociológicas, España.

· Lamas, Marta (1995) “Madrecita Santa”, en Florescano, Enrique (coord.) Mitos


mexicanos, Ed. Aguiar, México.

· Pantelides, Edith Alejandra (2008) "Los varones y su relación con el aborto.


Revisión de la bibliografía y sugerencias para la investigación". Revista
Latinoamericana de Población, vol. 2, num. 3 Julio-Diciembre, pp. 27-46.

69
70

También podría gustarte