M08 MIG Módulo I Material Alumnado SIAC

Máster en Igualdad de Género
MATERIAL DEL ALUMNADO
Módulo 1: Fundamentos de la Igualdad de Género
I
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Introducción al Módulo 1: Fundamentos de la igualdad de género
1. Fundamentos conceptuales: el enfoque de género en la intervención social. ...................... 2
1.1. Intervención social con un enfoque de género................................................................ 2
1.1.1. ¿Qué es el género? ................................................................................................ 4
1.1.2. El género como desigualdad .................................................................................. 8
1.1.3. El género y las diferencias culturales .................................................................... 11
1.1.4. ¿Es que los hombres no tienen género? ............................................................... 14
1.1.5. ¿Qué es la perspectiva o mirada de género? ........................................................ 15
1.2. ¿Qué es la igualdad de género? .................................................................................... 18
1.3. ¿Por qué hay que integrar la perspectiva de género en la intervención social? ............. 19
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1.4. ¿Qué implica la perspectiva de género en la intervención social? ................................. 22
1.5. ¿Qué son las acciones positivas en la intervención social? ............................................ 24
2. Nuevas masculinidades ...................................................................................................... 25
2.1. Masculinidad tradicional o hegemónica ........................................................................ 25
2.2. Procesos de cambio en los hombres ............................................................................. 26
3. Lenguaje y comunicación no sexista: por un lenguaje y una comunicación no sexita ......... 29
4. Documentos para la consulta ............................................................................................. 31
5. GLOSARIO DE TÉRMINOS.................................................................................................... 33
6. BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 50
Introducción al Módulo 1: Fundamentos de la Igualdad de
Género
Las mujeres se han ido incorporando al mercado laboral, pero no solo ha
aumentado su presencia en este ámbito, su participación creció en la educación, la
cultura y aunque en menor medida, también en las esferas de poder. A pesar de
esta transformación, este movimiento no está ayudando a que los hombres ocupen
esferas consideradas tradicionalmente como femeninas, por ejemplo, no están
asumiendo el trabajo reproductivo y de cuidados.
En este módulo podremos ver el camino que se ha recorridos hacia una sociedad
más igualitaria y comprobaremos como se ha ido asentando la presencia los
grandes pasos por parte de las mujeres, pero resulta imprescindible la implicación
de los hombres, puesto que este proceso nos afecta a todos y todas, mujeres y
hombres.
Conceptos clave: Acción Positiva, Igualdad De Oportunidades, Coeducación,
Discriminación Positiva, Doble Jornada, Feminismos, Género, Lenguaje no sexista, 2|
Machismo, Mainstreaming, Movimiento feminista, Patriarcado, Planes de igualdad,
Roles de género, Segregación, Sexismo, Socialización de género, Techo de Cristal,
Transversalidad, Violencia de Género
1. Fundamentos conceptuales: el enfoque de género en la

intervención social.
1.1. Intervención social con un enfoque de género
Con frecuencia en la intervención social se emplea el concepto de género de un modo
inadecuado. Esto sucede cuando interpretamos que se está haciendo un trabajo con enfoque
de género por el hecho de destinar proyectos o recursos sociales a mujeres en situación de
vulnerabilidad, obviando que el género atraviesa cualquier tipo de actividad que organice una
entidad. Cuando queremos aplicar un enfoque de género debemos tener en cuenta que se va a
aplicar a todos los colectivos y temas en los que incide la actividad programada.
Para muchas personas el acceso a la formación, capacitación o espacio de reflexión sobre el

género no es posible o se encuentra con escasas oportunidades debido a que hasta el momento
actual no se le ha dado al tema una auténtica prioridad. Otras veces, las personas se manifiestan
con resistencias o incluso con oposición a los objetivos de una perspectiva de género. Abordar
la igualdad entre mujeres y hombres tiene un significado muy concreto, supone redistribuir el
poder dentro de nuestro entramado social, y algo así puede resultar difícil de aceptar,
especialmente cuando esto supone replantearnos nuestras propias formas de vida y la manera
en que nos relacionamos en cada uno de los ámbitos en que nos desenvolvemos: laboral,
familiar o de pareja. Exige una gran valentía y un esfuerzo importante, cuando en muchas
ocasiones no contamos con la energía suficiente después de haber tenido que enfrentarnos a
otros problemas. En otras ocasiones lo que nos paraliza es el miedo a vivir nuevas situaciones,
formas de relacionarnos desconocidas o que pueden resultar incómodas, al inicio. Tendemos a
querer dejar las cosas como están, nos acomodamos en lo conocido incluso cuando vemos en
nuestro entorno las injusticias que se provocan por un trato desigual, y no confiamos en la
eficacia de las alternativas que se nos proponen desde un nuevo enfoque.
Ante el panorama que describimos, la sensibilización en materia de género, la comprensión de

hasta qué punto afecta a nuestras vidas y a nuestras organizaciones resulta necesario para poder
asumir este concepto.
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En este tema no solo necesitamos comprender, sino también aceptar, lo cual supone:
• Debemos conocer los fundamentos y lo que implica la vida en uno y otro género, y por
supuesto observar y comprender su relación con la intervención social, antes de iniciar
una propuesta metodológica.
• Cuando incorporamos la perspectiva o enfoque de género en nuestro día a día
profesional y personal, empezaremos a cuestionarnos determinadas prácticas de
protección, asistencialismo o victimización basadas en la idea de vulnerabilidad que
pueden ahondar más en la dependencia, minusvaloración y por tanto en la
discriminación por razón de género.
• Es cierto que tanto hombres como mujeres se pueden encontrar afectados por
situaciones de vulnerabilidad, nadie lo discute. Pero no es menos cierto que las mujeres
viven determinadas situaciones propias de su condición de género que provocan unos
determinados problemas que los hombres no suelen sufrir en la misma medida. Por lo
tanto, la siguiente conclusión resulta inevitable, el género desde esta perspectiva no es
una causa de vulnerabilidad, sino una causa de discriminación.
Lo que venimos a concluir es que el hecho de ser mujer no lo podemos considerar como como
un factor de vulnerabilidad en sí misma, en base a la construcción de género, con lo que nos
encontramos es con una causa de discriminación que a su vez genera vulnerabilidades
diferentes que interactúan con otras con las que también se pueden encontrar los hombres.
Cuando hablamos de género introducimos una mayor comprensión de las dificultades con las
que se encuentran las mujeres. Desde esta perspectiva se potencia la función de
empoderamiento sobre la de protección, aunque ésta última también sea necesaria en
ocasiones. No nos encontramos ante una cuestión de protección o de asistencia, no, de lo que
hablamos es de no discriminar y ejercer derechos propios.
1.1.1. ¿Qué es el género?
En la década de los años 70 y en un contexto de crítica feminista surge el concepto de género,

desde una nueva perspectiva, con el planteamiento de las diferencias entre mujeres y hombres,
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sobre las que se asentaron los cimientos de la historia de la discriminación de las mujeres.
En el siglo XVIII se proclamó la primera declaración de los derechos humanos (1789), momento
desde el cual filósofos y pensadores se enfrentaron al reto de tener que justificar que las mujeres
no fueran incluidas como titulares de los derechos de la ciudadanía. Para dichas justificaciones
recurrieron a argumentos bien variopintos, desde las diferencias de tipo biológico,
argumentando una supuesta naturaleza que pretendía explicar una serie de dificultades para
poder ejercer sus propios derechos y para poder tomar decisiones sobre sus propias vidas,
consiguiendo de este modo excluirlas del ámbito púbico y por supuesto también de la política.
Las mujeres eran consideradas seres de categoría inferior, y por tanto dependientes y
obligatoriamente subordinadas a una tutela y vigilancia por parte de los varones, quedando
relegada a funciones reproductivas y al ámbito de las atenciones domésticas y de cuidados,
mientras tanto los hombres serían los encargados de dirigir la sociedad y de participar tanto en
la política como en los diferentes espacios públicos, pudiendo por tanto escribir la Historia y
desarrollar la Cultura y la Ciencia.
El pensamiento feminista y todo el movimiento que nació en torno al mismo empezó a construir
un discurso alternativo: las diferencias de tipo biológico no pueden explicar de ninguna manera
la discriminación sufrida por las mujeres. Se comprende que el género es una construcción de
tipo cultural, que se basa en un pensamiento patriarcal con privilegios para los varones y
subordinación para las mujeres, y que por tanto conlleva a la creación de una sociedad injusta
que puede y debe cambiar.
La primera en referirse al concepto de género fue Simone de Beauvoir, en su obra “El Segundo
Sexo” (1949).
“No se nace mujer, se llega a serlo”

Simón de Beauvoir
El término de género en los años 70 también fue acuñado por Kate Millet (“Política Sexual”, ed.
Cátedra, Madrid, 1995) pero no será hasta la década de los 90 cuando la lucha contra la
desigualdad entre mujeres y hombres empieza a formar parte de las políticas públicas. El
acontecimiento precursor del hecho que acabamos de relatar sería la IV Conferencia de las 5|
Mujeres en el año 1995.
Los “estudios de género” vinieron a revolucionar las ciencias sociales: el marxismo,

funcionalismo, estructuralismo y otras corrientes teóricas no habían tratado ni mirado hacia la
opresión que sufría la mitad de la población, las mujeres…Por primera vez empieza a trasladarse
la distinción entre lo biológico y lo cultural a la voluntad humana y a su esfera de
responsabilidad.
Concepto
Al hablar de género, nos referimos a cómo la sociedad define lo que es ser un hombre y una
mujer. El género es un concepto que difiere de el de sexo (hecho biológico) ya que el género se
construye social y culturalmente, cambia con el paso del tiempo y difiere de una cultura a otra.
La atribución diferenciada de roles y de oportunidades en función del hecho de ser hombre o

mujer provoca situaciones de desigualdad e injusticia, veamos a continuación las características
del género en distintas circunstancias.
El género es aprendido, no dado
El proceso socializador perdura toda la vida, pero es especialmente influyente en la etapa infantil
y juvenil. A través de la psicología diferencial sabemos que los niños y las niñas, a la edad de tres
años, tienen ya adquirida la identidad sexual y también la identidad de género. Pueden distinguir
a qué sexo pertenecen ellos mismos y los otros, y tienen una clara conciencia de las principales
atribuciones de su género.
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¿Cómo lo aprendemos?
El aprendizaje vicario o social lo que nos dice es que aprendemos además de por experiencia
propia, también por experiencia ajena. Mediante la imitación de comportamientos, la
imposición de prohibiciones, los permisos para determinadas conductas, las sanciones ante
otras y con los refuerzos que se nos aplican, nos vamos adecuando al modelo femenino a al
masculino. Esto además sucede en todos los espacios a la vez, la familia en primer lugar, como
primer ámbito de socialización, la escuela posteriormente, con el “grupo de iguales”, al
empaparnos del lenguaje predominante, en los lugares de culto, los medios de comunicación…
¿Qué aprendemos?
• En el caso de las mujeres se les enseña que tienen una gran y exclusiva capacidad para
las relaciones de tipo afectivo, se las socializa desde el desarrollo de su rol de
reproducción, de cuidado del otro y de atención personal. Los roles femeninos ocupan
un segundo lugar, provocan además dependencia y su carecen de visibilidad, fuera del
ámbito social y recluidas en el entorno familiar.
• A los hombres se les asignan unos roles de gran valor social y que los preparan para el
éxito en el mundo público y profesional, también serán de su propiedad los ámbitos
laborales, económicos, científicos y tecnológicos. Su socialización busca la producción y
son educados de tal forma que su autoestima depende de los logros en los ámbitos que
acabamos de mencionar. Reciben los varones, desde que son niños, mensajes de
visibilidad, dominio y superioridad.
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Ten en cuenta que...
• Desde el momento en que llegamos a este mundo, en el nacimiento, o incluso desde

antes, se va conformando nuestra identidad, es por eso por lo que la asunción de un rol,
femenino o masculino posee una enorme fuerza y además lo adquirimos desde la
absoluta inconsciencia, lo cual dificulta que podamos tomar decisiones reflexionadas al
respecto. La adscripción a uno u otro género nos parece algo totalmente natural, pero
lo que sucede en realidad es que se encuentra “naturalizado”.
• El género se incluye dentro de nuestra propia identidad, identidad individual y también

social; es decir forma lo que somos y cómo nos percibimos y cómo nos ven el resto de
las otras personas o cómo vemos a las demás personas. No podemos desligar el género
con el que nos identificamos del resto de componentes de nuestra identidad o de otras
características personales o sociales como son la raza, la nacionalidad, estatus social, la
edad, la existencia o no de un grado de discapacidad, las enfermedades que podamos
padecer, adicciones…Todas estas circunstancias están entrelazadas de una manera
compleja y afectan a nuestro desarrollo tanto personal como social.
• El género cambia y evoluciona, a pesar del mandato predominante en nuestra cultura.

Las relaciones entre los distintos géneros y la manera en que se entiende que deben
comportarse las mujeres y los hombres va variando en función de factores diversos:
puede cambiar por la evolución que se produce en la sociedad y también en la política;
puede cambiar debido a los procesos migratorios que se van produciendo de un modo
global y también puede cambiar porque tanto las personas como la propia cultura van
evolucionando por caminos diferentes.
Las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres las podemos encontrar en todas las
culturas y sociedades. Estas diferencias afectan tanto a los roles que cada uno lleva a cabo, como
a la utilización del tiempo, el acceso a los recursos y por supuesto también, la disponibilidad de
oportunidades en la toma de decisiones.
1.1.2. El género como desigualdad
Las relaciones de género tienen un componente importante de poder y desigualdad. El género

normalmente coloca a la mujer, únicamente por el hecho de serlo, en una posición subordinada
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a la del conjunto de hombres, los cuales se colocan a su vez, en una posición de dominio,
cumpliendo con su mandato de género.
Con esto no queremos decir que todas las mujeres se encuentren sometidas al varón de la
misma manera, no, existen otras circunstancias que también afectan a la forma en que se
establecen estas relaciones de dominio y subordinación, así: la edad, nacionalidad, clase social…
En cambio, el género, dentro de cada categoría mencionada, seguirá constituyendo un
“distribuidor desigual de oportunidades”, colocando a las mujeres en un lugar desventajado
para el acceso a recursos y a todo tipo de oportunidades.
¿Dónde o cómo se expresan esas desigualdades?
Las desigualdades se expresan en todos los ámbitos de la vida de una persona. En este sentido
es muy importante que mantengamos una mirada crítica, desde este enfoque de género para
poder percibir más allá de lo evidente o lo políticamente correcto, ya que de forma inconsciente
tendemos a no ver estas desigualdades, a quitarles importancia o incluso a justificarlas.
Como decíamos todos los ámbitos de la vida se ven afectados por estas desigualdades, en la
educación y en la salud, en la economía y en las relaciones de trabajo y también en la forma en
que es concebida la mujer y el hombre en los medios de comunicación, en los momentos de
conciliación de la vida laboral, familiar y personas, en el ámbito jurídico y en el político. Y por
último la expresión más extrema de la desigualdad se encuentra en la violencia de género.
A continuación podemos observar algunos ejemplos.

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Si miramos al sistema educativo, podemos
observar como se mantiene, aún a día de hoy, la
segregación en las carreras técnicas, en las
ingenierías y en las ciencias en general, en estas
carreras sigue siendo mayoritaria la presencia
masculina.
La Generalitat de Cataluña realizó un estudio

desde su servicio de salud, en él se muestra
cómo los servicios de atención cardiológica
actúan de una forma mucho más lenta ante los
infartos de las mujeres. Esto se debe a que se
considera un problema principalmente de hombres y los protocolos que se han elaborado están
pensados para su propia casuística.
Ahora vamos a mirar hacia la economía. En este ámbito nos encontramos con el fenómeno de
la feminización de la pobreza. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo nos advierte
de que de los 1.300 millones de personas en situación de pobreza en el mundo, el 70 % son
mujeres, lo cual encuentra su explicación en el hecho de que las mujeres tienen menores
oportunidades económicas.
En los medios de comunicación se muestran imágenes sexistas o que desvalorizan a la mujer.

Un estudio reciente muestra que los propios medios de comunicación se encuentran con
dificultades clara para poder otorgar un papel más importante a la mujer o para resaltas sus
experiencias y opiniones.
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En el mundo laboral sigue existiendo una preferencia hacia la contratación de hombres en los
trabajos considerados de mayor prestigio y mayor responsabilidad. A las mujeres se les sigue
preguntando por su vida familiar y sobre sus intenciones reproductivas. Y las dificultades de
conciliación de la vida laboral y familiar siguen afectando mucho más al desarrollo de la carrera
profesional de las mujeres.
También el terreno laboral observamos el siguiente fenómeno, el sistema de reproducción

social se encuentra sostenido por la labor no remunerada de las mujeres, su peso en la economía
está contabilizado, en el estado español supera más de la mitad de su Producto Interior Bruto
(PIB).
Cuando nos colocamos en el extremo (no por ello poco frecuente) de la desigualdad de género,
nos encontramos con la violencia de género. La Red de Mujeres Feministas contra la Violencia
de Género, nos coloca ante los ojos un dato devastador, en los últimos años fueron asesinadas
cerca de 100 mujeres, un 70 % a manos de su pareja o expareja.
Los espacios en los que se toman las decisiones siguen estando necesitados de mujeres, esto lo
indica cada año el Instituto de la Mujer cuando muestra los porcentajes de mujeres que ocupan
puestos en los Ministerios, Secretaría de Estado, subsecretaría y en las direcciones generales. .
1.1.3. El género y las diferencias culturales
La sociedad en la que vivimos es compleja, y las relaciones de género se ven afectadas por esta
complejidad. Un ejemplo de ello nos lo podemos encontrar en las diferencias que existen en los
diversos colectivos de personas inmigrantes que viven y conciben sus relaciones de género y las
de la sociedad que los acoge.
Al intervenir a nivel social con personas inmigrantes surge habitualmente esta pregunta ¿nos
podemos plantear los mismos objetivos de igualdad con comunidades que parten de culturas
tan diferentes?
¡RECUERDA!
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Las formas y los modos en los que se manifiesta la desigualdad pueden ser diferentes
de una cultura a otra y las circunstancias que determinan estas desigualdades son
también muy diversas.
Por esto trabajar desde el enfoque de género hace que tengamos que preguntarnos lo siguiente:
¿Cómo son las relaciones de género dentro del grupo para el que trabajamos o con el que
pretendemos hacerlo?
No obstante, tampoco podemos decir que el género se construye de una manera única o
estática, sino que sigue un proceso, al igual que sucede con la trayectoria de vida de cada una
de nosotras y nosotros. Y por supuesto, tenemos que entender que, dentro de una cultura, las
formas de vivir el género son muy diversas, no debemos contribuir a mantener prejuicios y
estereotipos sobre los distintos grupos culturales, ni tampoco debemos idealizar nuestra propia
cultura como si fuera la más avanzada al respecto de la igualdad de género. ¡Ojo, podemos
llevarnos más de una sorpresa!
Es importante ante cualquier intervención social tener en cuenta el contexto en el que se

produce y, en el caso de las personas inmigrantes respecto de las desigualdades de género,
también el marco en el que se lleva a cabo el proyecto y la estrategia migratoria que se
desarrolle.
Es muy probable que en la comunidad de origen las personas vivieran el género y asumieran los
distintos roles o papeles de una manera diferente y que el proceso migratorio hubiera hecho
mudar estas responsabilidades en un sentido positivo, hacia el empoderamiento o en otro que
no lo es, hacia una sumisión mayor o hacia una relación de mayor dependencia todavía.
No podemos obviar que una parte importante de los procesos

migratorios genera familias transnacionales, teniendo que
reacomodar las relaciones y creando nuevos contextos que
influyen en el género.
Además, las vivencias que estas personas vayan teniendo en los

países de acogida pueden generar configuraciones nuevas: más 12 |
conservadoras, más liberales, más democráticas, más
autoritarias… Quizás los proyectos que cada persona se plantea
están más sometidos de lo que pueda parecer a las estrategias
de tipo familiar.
El hecho de que las mujeres inicien procesos de migración en

solitario permita que puedan hacerse más dueñas de su propio
destino…. Migración y género se influyen mutuamente, siendo
imprescindible, como ya dijimos, contextualizar tanto el
proceso, como las relaciones que se producen durante el
mismo, tratando de aproximarnos a la realidad, sin idealizaciones ni suplantaciones con
procesos que llevamos desde afuera.
El género, es una atribución viva, va cambiando, es un proceso, evoluciona y se va adaptando.

Los ejemplos que vamos a mostrar a continuación lo demuestran.
FACTORES QUE INFLUYEN EN EL GÉNERO:
• Tradiciones culturales: Cuando pensamos en las tradiciones culturales en las que existe
desigualdad de género, nos vienen a la cabeza países exóticos, aunque sabemos que
una gran parte de las actitudes machistas se gestaron en nuestra propia sociedad. Hasta
hace unas pocas décadas, en España, una mujer no podía salir sola a lugares públicos,
las escuelas segregaban al alumnado en función de su sexo, las formas de vestirse y los
comportamientos también estaban delimitados claramente en función de si se era
hombre o mujer. La opinión política de las mujeres no se tenía en cuenta y los hombres
no podían acceder a espacios reservados a las mujeres. Estas tradiciones fueron
cambiando con el paso de los años y esto provocó también que los sistemas jurídico,
político y social se fueran adaptando a estos cambios.
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• La experiencia migratoria: Los procesos migratorios también pueden comportar
cambios en las relaciones de género puesto que muchas mujeres se convierten en la
vanguardia de estos procesos y en las principales proveedoras de ingresos para las
familias de origen. Además al entrar estas mujeres en contacto con la sociedad de
acogida, suponiendo que esta sea más igualitaria en términos de género, se puede
producir un proceso de empoderamiento propiciado por este encuentro. Ahora bien,
debemos contemplar y atender a la posibilidad de que ante una reunificación familiar
se puedan generar conflictos derivados de la ruptura de los roles tradicionales.
• Factores religiosos: La proliferación de ciertos fundamentalismos religiosos puede
llevarnos hacia un retroceso en los derechos de las mujeres, el reconocimiento de su
papel en la sociedad y el alcance de cotas de poder político. Al mismo tiempo, el
desarrollo de doctrinas conservadora que contemplen a la mujer como la única que
puede desempeñar roles de cuidado de la familia también puede tener repercusiones
importantes en los avances sociales que ya se hayan alcanzado en dirección a la igualdad
de oportunidades. De dirigirnos hacia una laicización del Estado sería posible alcanzar
una mayor apertura ante la igualdad de género.
• La edad: A lo largo de la vida las personas cambiamos la manera en que vivimos y
sentimos nuestra género y las relaciones en torno al mismo. En la edad adulta solemos
identificarnos con el modelo que prevalece en nuestra sociedad, pero existen otros
muchos momentos diferentes, tanto en la adolescencia como en la infancia o en el
momento de la senectud, ya que en estos momentos los distintos agentes sociales
suelen ser más flexibles respecto de las expectativas de género.
• Las políticas: Las relaciones de género también se ven influenciadas por las políticas, a
veces, en los casos más insospechados. Así, una política excesivamente impositiva en los
productos de primera necesidad puede afectar en mayor medida a las mujeres, en
función de los roles y responsabilidades que estas tengan asumidos. Un ejemplo de esta
circunstancia se produce en algunas regiones de China, donde el infanticidio femenino
o el aborto de fetos femeninos provoca una reducción del número de niñas frente al de
los niños, lo cual junto a la política del hijo único favorecer la preferencia por los hijos
varones. Pero también contamos con ejemplos positivos en este sentido, en la adopción, 14 |
por parte de los gobiernos, de leyes de igualdad y políticas dirigidas a conseguir las
mismas oportunidades entre mujeres y hombres.
1.1.4. ¿Es que los hombres no tienen género?
Las mujeres han sido las que, desde sus experiencias vitales de discriminación, quienes se han
organizado y quienes han reivindicado los cambios hacia la igualdad de género, por ser
precisamente el grupo desventajado. Sin embargo, precisamente el género se refiere a la
construcción de ambos géneros el femenino y el masculino, ambos han de ser analizados desde
la perspectiva de género.
Para que produzca la igualdad de

género es necesario que los cambios
se den también por parte de los
hombres. Es necesaria una redefinición
de los derechos y responsabilidades
tanto de mujeres como de los hombres
y esto en todas las esferas de la vida, la
familia, el trabajo y la sociedad en su
sentido más amplio.
Motivar a más hombres es el desafío más importante con el que se encuentra el camino hacia
la igualdad. Ellos deben de participar como socios de este proceso de redefinición de las visiones
y estrategias para lograr una sociedad más justa desde la perspectiva de género.
Pero ¿qué tienen los hombres que ganar en ello?
La primera limitación que sufren los hombres se encuentra en su propio desarrollo personal, y
también social puesto que las normas que se imponen sobre la manera en que deben de vivir su
propia masculinidad también tienen unos rasgos marcados socialmente. Los hombres tienen
que ser fuertes, mostrar dureza ante la vida, no pueden expresar libremente sus emociones, no
pueden ser comunicativos, se fomentan actitudes violentas en ellos…
Cuando un hombre no responde al modelo de masculinidad hegemónica, al mostrar su

homosexualidad, al ser hombres pacíficos, sensibles, asumir roles de cuidado…en estos casos,
su salud y su calidad de vida se ve afectada, han transgredido su mandato de género. Este tipo 15 |
de comportamientos los hace más vulnerables a riesgos asociados a su integridad física o a la
forma de desarrollar su sexualidad.
1.1.5. ¿Qué es la perspectiva o mirada de género?
La perspectiva o mirada de género tiene en cuenta las diferencias y desigualdades que existen
en la realidad de mujeres y hombres, visibiliza la manera en que el género afecta a las
oportunidades de las personas para resolver problemas y dificultades, es decir, el modo en que
afecta a sus vidas en general.
A este acto le llamamos “ponerse las gafas de género”.

¿Y por qué tenemos que poner estas gafas?
Porque la tendencia, lo más habitual, es que no tengamos en cuenta las diferencias que se
producen por razón de género, solemos obviarlas sin darnos cuenta, tendemos a no darles
importancia, en definitiva, invisibilizamos las circunstancias que afectan particularmente a las
mujeres, porque el parámetro universal es el de los hombres.
La mirada de género es nueva, implica una mayor amplitud y una observación completa de la
realidad. Así presupone la necesidad de un aprendizaje y de un enriquecimiento, nos aporta una
mayor sensibilidad social y esta es una cualidad imprescindible de la intervención social.
Por otra parte, nos permite adaptar mejor los recursos de los que disponemos a las
necesidades individuales de cada persona, tanto mujer como hombre. Contribuye, por tanto, a 16 |
generar una mayor equidad de género, y en consecuencia, a la mejora de la calidad, eficacia,
eficiencia e impacto de programas y proyectos sociales.
Desde este enfoque, partiendo de un diagnóstico de relaciones de género preexistente, se

pretende recrear éstas de una forma más equitativa e igualitaria tanto para las mujeres como
para los hombres, como resultado de un proceso de cambio social sostenido en el tiempo.
Quizás un proyecto social no pueda incidir en cambios demasiado profundos, pero sí pueden
contribuir a que se produzca un mejor reconocimiento de la realidad social, además de facilitar
los cambios en áreas determinadas previamente.
La mirada o perspectiva de género tiene entre sus objetivos:
• Identificar las diferencias de roles e identidades de género y si valoración desigual a

nivel económico y social.
• Identificar las dificultades con las que se encuentran las mujeres en el acceso y control
de los recursos que necesitan para satisfacer sus necesidades.
• Identificar las dificultades con las que se encuentran las mujeres para tomar decisiones
necesarias para llevar sus proyectos de vida con libertad.
La perspectiva o mirada de género, es en último término, una perspectiva transformadora como

se explica en el siguiente esquema:
Perspectiva transformadora de género
Relaciones,
valoraciones,
comportamientos,
actitudes, roles,
posiciones, tareas que
definen lo masculino y
lo feminino.
17 |
Concepción emergente,
Concepción tradicional, históricamente negada,
históricamente dominante,
género es igual a sexo, génro como conductas
conductas biológicamente GÉNERO adquiridas
determinadas, inmodificables. socioculturalmente,
modificables,
Dónde y cómo se expresa
Jerárquica
- Relaciones entre los Aspiración a igualdad
sexos
Rígida y excluyente - División del trabajo Convencional y modificable
- Espacios y ámbitos
Público (hombre), privado (mujer) de experiencia Público y privado compartido
- Valoración social de
Hombre valioso, mujer desvalorizada cada género Masculino y femenino equivalente
- Posición en los
Hombre dominante Mujer subordinada sistemas de Igualdad de derechos y
parentesco, oportunidades
producción, política,
subjetividad y
ciudadanía
Fuente: E. García Price

1.2. ¿Qué es la igualdad de género?
El concepto de igualdad ha ido evolucionando, y en ello el pensamiento feminista ha sido clave,

el acento se ha ido poniendo en la necesidad de tomar en cuenta las diferencias que existen
entre mujeres y hombres, somos distintos en cuanto a atributos, si se quiere, pero éstos no
pueden ser utilizados como fundamento para la discriminación, sino como un constructo de la
propia individualidad. Esta afirmación presupone la posibilidad esencial de la igualdad, solo
podemos ser iguales los que nos reconocemos como individuos y por tanto, diferentes entre sí.
Cuando promovemos la igualdad entre mujeres y hombres no lo hacemos con intención de que
amos sean algo idéntico, no, más bien, equivalente, otorgarles igual valoración.
Con la igualdad de género pretendemos acabar con aquellas discriminaciones que están basadas
en el sexo, otorgándole el mismo valor, iguales derechos y las mismas oportunidades a mujeres
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y hombres de una determinada sociedad.
No llega con la llamada “igualdad formal”, la que proclama la Constitución Española en el

artículo 14, éste recoge el principio de no discriminación por razón de sexo: “Los españoles son
iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
El principio de igualdad incluye, además de la igualdad formal, tratar del mismo modo a todas
las personas, las acciones positivas como una manera de lograr una igualdad de hecho, es por
tanto un concepto más amplio. Esta igualdad se consigue superando los obstáculos que la propia
sociedad pone a las mujeres para el acceso a una igualdad real.
Nuevamente en la Carta Magna, encontramos medidas dirigidas a la consecución de la deseada

igualdad real. El artículo 9.2 contempla lo siguiente: “Corresponde a los poderes públicos
promover las condiciones para que la libertad y la igualdad el individuo y de los grupos sociales
en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica,
cultural y social”.
Lo que vamos a afirmar a continuación puede parecer contradictorio, pero resulta necesario,
imprescindible.
“La igualdad permite, atendiendo a los preceptos constitucionales y a los principios

que la promueven, establecer tratos diferentes respecto de los colectivos
históricamente discriminados, por razón de sexo en este caso, para así revertir, de
facto, tal discriminación.”
Estas medidas, llamadas de “acción positiva” no deben considerarse como privilegios o

discriminaciones de tipo inverso, no, más bien son formas concretas de llevar a cabo la igualdad,
tal como se explica en el epígrafe en el que se describen las acciones positivas.
1.3. ¿Por qué hay que integrar la perspectiva de género en la intervención social? 19 |
En primer lugar, conviene tener muy claros los argumentos que fundamentan la integración de
la perspectiva de género en nuestro trabajo, tanto hacia nosotras y nosotros (trabajando
nuestras propias inseguridades o dudas), como respecto de las personas que componen los
equipos en los que vamos a trabajar.
No debemos olvidar que, a nivel práctico, nuestros planteamientos van a generar ciertas
resistencias e incomprensiones. Detenernos a explicar el significado de lo que hacemos es un
paso previo imprescindible en el proceso de integración de la perspectiva de género en la
práctica y por eso planteamos a continuación cuatro órdenes de razones que sostienen la
pertinencia de incluir esta perspectiva en la intervención social:
RAZONES POLÍTICAS
Los posicionamientos políticos a nivel internacional y a nivel estatal reconocen la igualdad de

género como una prioridad en la acción social que no se puede posponer por más tiempo. La
equidad de género es un objetivo y estrategia de la integración social con el doble
convencimiento de que:
• Los objetivos de desarrollo e integración social solo son posibles alcanzando la equidad
de género.
• Para promover un modelo de sociedad sostenible, la equidad de género es
imprescindible.
RAZONES DE EFICIENCIA 20 |
• El conjunto de las mujeres está siendo subutilizado como recurso humano, se están
perdiendo oportunidades para el desarrollo social.
• Las inversiones realizadas en las mujeres, bien sea para la generación de ingresos, bien
en su formación y educación o en su salud, tiene una repercusión positiva, a su vez, en
la salud, bienestar y educación de sus hijas e hijos y también en la sociedad en general.
RAZONES ÉTICAS
• Conseguir la equidad de género es una cuestión de derechos humanos fundamentales

de las personas y forma parte de las bases de la democracia. Además, es un proceso que
está en proceso de conseguirse.
• La justicia social y redistributiva pide una equidad de género, va más allá de meras
declaraciones formales, reivindica acciones que procuren una igualdad real.
• No es posible el progreso social en una sociedad que parte de la exclusión de la mitad
de su población.
RAZONES TÉCNICAS
• La equidad de género es un instrumento para la mejora de la eficacia y de la calidad de

las intervenciones sociales.
• Cualquier intervención social, tanto en las políticas públicas como en programas o 21 |
proyectos del ámbito privado o del tercer sector, tiene un impacto sobre el género y las
relaciones que se sustentan en él.
• No existen intervenciones sociales “neutras” respecto del género. Si pretendemos
mejorar la calidad de vida de las personas es necesario saber en qué y cómo se influye
sobre el género.
• El análisis de género permite conocer la realidad sobre la que trabajaremos y evita que
la planificación de las intervenciones sociales se haga sobre supuestos o ideas
preconcebidas acerca de la vida de las mujeres, pudiendo realizar un ajuste entre
necesidades y recursos sociales.
1.4. ¿Qué implica la perspectiva de género en la intervención social?
Desde el momento en que aplicamos una perspectiva de género en nuestras intervenciones, nos
estamos posicionando a favor de la igualdad. Cada intervención, en cada programa, proyecto o
actividad que desempeñemos en favor de colectivos con dificultades o en situación de
vulnerabilidad, serán analizados desde el enfoque de género. Con esta nueva mirada empezarás
a tener en cuenta las desigualdades y diferencias en función del género, así, en la relación con
personas mayores, personas con diversidad funcional, personas migrantes o refugiadas,
personas afectadas por VIH, población que ha sido privada de libertad, personas con adicciones
diversas, personas en situación de exclusión, pobreza o desempleo.
Gracias a contemplar la perspectiva de género podemos observar las realidades sociales

fijándonos en sus diferentes circunstancias, lo cual nos permite detectar las diferentes
experiencias y dificultades que están afectadas por la construcción del género, pudiendo así
adaptar las intervenciones sociales a dichas diferencias. 22 |
La perspectiva de género en la intervención social nos aporta:
Herramienta diagnóstica Herramienta de intervención
Permite conocer mejor la Permite adaptar las

vida de las personas intervenciones para una
mayor igualdad de género
La perspectiva y el análisis de género consiguen poner en evidencia las desigualdades y por ello
nos obliga a buscar estrategias que traten de compensar estas desigualdades. Esto último nos
permite afirmar que la perspectiva de género posee una dimensión política y que no es solo una
mera técnica o instrumento que nos facilita promover cambios sociales o seguir profundizando
en las discriminaciones por cuestión de género.
Transitamos un camino que va del análisis de vulnerabilidades a un análisis de discriminación

porque lo que les sucede a las mujeres se explica precisamente desde esa discriminación, no se
trata de una vulnerabilidad que pueda sufrir un colectivo determinado. Desde la perspectiva de
género se pone el foco en los obstáculos con los que se encuentran las mujeres para llegar a una
participación en los diferentes ámbitos sociales, en la cultura o en la economía no como
personas vulnerables, sino como personas que ven sus derechos vulnerados por su pertenencia
al género femenino.
Dejamos de concebir la vulnerabilidad como algo natural e innato para las mujeres y pasamos a
explicar esta vulnerabilidad como un factor social o ambiental que procede de la amenaza de
la violencia, la discriminación y el sexismo. Estamos ante una vulnerabilidad de naturaleza
política en la que se encuentra presente una vulneración de derechos, discriminación y falta de
reconocimiento de las diferencias de género. Pasamos a concebir estas diferencias como algo
positivo, una posible elección, no una justificación para considerar a las mujeres como seres
inferiores, desvalorizándolas y discriminándolas. La perspectiva de género entiende la diferencia
y su respeto al igual que se entendemos las diferencias por razón de origen o raza.
Ante esta nueva visión, proponemos un cambio en el enfoque de las intervenciones y proyectos
sociales. Las mujeres dejan de ser consideradas como un producto de una determinada
23 |
vulnerabilidad “natural” permitiendo así una mejora en la calidad de vida, un aumento en la
participación y un primer paso para acompañarlas en su propio proceso de empoderamiento
real y sostenible.
El acercamiento de estos dos procesos es inevitable:
Protección
Vulnerabilidad
Las mujeres como
Las mujeres como
grupo susceptible de
grupo vulnerable
protección
Equidad
Discriminación
Las mujeres en igualdad
Las mujeres como de oportunidades
grupo discriminado
Empoderamiento
1.5. ¿Qué son las acciones positivas en la intervención social?
Definimos las acciones positivas como los medios concretos a través de los cuales podemos
materializar una determinada estrategia de promoción de la igualdad de oportunidades dentro
del contexto de proyectos de intervención social. Se trata de instrumentos os estrategias que
permiten superar los obstáculos que las mujeres se encuentran para participar y beneficiarse de
los distintos proyectos.
Algunos de estos ejemplos son los que se enumeran a continuación:
• Cursos de formación, programas de orientación profesional o ayudas a empresas para

la contratación preferente de mujeres.
• Facilidades para acceder a créditos o activos financieros que permitan a las mujeres
iniciar sus proyectos empresariales.
• Campañas de sensibilización, formación o sistema de cuotas para promover la 24 |
participación política.
• Adaptación de horarios y condiciones económicas para mejorar el acceso y
permanencia en programas de formación.
• Medidas como permisos, guarderías, adaptación de horarios que faciliten la
conciliación de la vida laboral y familiar, etc.
Ahora bien, tenemos que entender que todas estas acciones no constituyen unos privilegios
para las mujeres con intención de discriminar a los hombres, no, se trata de formas concretas
de hacer efectiva la igualdad, dirigidas a colectivos que sufren discriminación. Son medidas
legales, admitidas en las sociedades democráticas y que buscan una redistribución de
oportunidades y la superación de determinados obstáculos que las mujeres experimentan de
una forma sistemática. Estas medidas se toman para responder a una situación de
discriminación histórica y que vienen a “concretar la realización de la igualdad” (Tribunal
Constitucional).
Algunas de estas acciones positivas no son más que adaptaciones que se incluyen en los
proyectos para adaptarse a las circunstancias particulares de las mujeres o de personas con
cargas familiares o hijas e hijos a su cargo, por ejemplo, el sistema de escuelas infantiles. Otras
de estas medidas suponen apoyos directos o ventajas determinadas que lo que hacen es
promover la participación de las mujeres en ciertos ámbitos tradicionalmente vetados a ellas.
Un ejemplo puede ser la propuesta de formaciones específicas para la inserción de mujeres en
sectores masculinizados (construcción) o en puestos de responsabilidad o toma de decisiones,
para lo cual se plantean sistemas de cuotas.
2. Nuevas masculinidades
2.1. Masculinidad tradicional o hegemónica
Al hablar de masculinidad tradicional a lo que nos referimos es a un conjunto de valores,

creencias, actitudes, mitos, estereotipo y conductas que de alguna manera legitimas y permite
que los hombres ostenten el poder y que cuenten con autoridad para ejercerlo.
El androcentrismo es una visión parcial del mundo, que parte de la afirmación de que lo que
los hombres han hechos representa a toda la humanidad o, dicho de otro modo, todo lo
25 |
realizado por el género humano es un éxito exclusivo de los hombres. Presupone que lo que
resulta buenos para los hombres lo es también para la humanidad entera, y toma la experiencia
masculina como el patrón único a seguir en las experiencias humanas.
Por tanto, el androcentrismo sólo valora lo que los hombres han hecho.
Por patriarcado entendemos una forma de organización política, religiosa y social basada en la
idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que los hombres se encuentran en una posición
superior a la de las mujeres.
La masculinidad tradicional está sustentada en una visión androcéntrica dentro de una sociedad
y una cultura patriarca que se basa en la autoridad y liderazgo del varón sobre la mujer.
En este sistema los hombres predominan sobre las mujeres y las estructuras de producción y
reproducción del poder se crean sobre la base de la desigualdad. Ante este panorama es
inevitable que nos preguntemos…
¿Por qué se mantiene este modelo tradicional de

masculinidad?
Son básicamente dos los motivos por los que se sustenta este modelo:
• La estructura social sobre la que se sustenta sigue sin cambiar de una manera
determinante. Aunque se nos muestra un cambio aparente y un abandono de viejas
normas y estructuras, esto no es del todo real. Las mujeres han dado pasos importantes
hacia la igualdad, pero la mayor parte de los hombres no han avanzado de la misma
manera.
• El modelo hegemónico cuenta con unos mandatos claros hacia los hombres,
imponiendo una forma estereotipada y estricta de pensar, ser y estar en el mundo. En
este modelo se asientan los privilegios y el poder que los hombres ostentan, lo cual
sopone unas consecuencias graves y muy dañinas para las mujeres. Pero también se
trata de un sistema que perjudica a los hombres, estas dificultades se definen como los
“problemas de género de los hombres” y se consideran específicos de la masculinidad
porque afectan de forma significativa a los hombres. Estas consecuencias negativas
26 |
provienen del mismo sistema sexista que discrimina a las mujeres.
Como podemos comprobar los hombres, si bien, no todos, ni en el mismo grado, a través del
modelo de masculinidad hegemónica solo generan graves problemas de género, sino que
también los protagonizan y padecen.
2.2. Procesos de cambio en los hombres
Estos procesos de cambio no solo se producen a nivel individual, sino que existe un movimiento
colectivo que busca la efectiva igualdad entre mujeres y hombres. Se han organizado desde hace
20 años aproximadamente en una serie de estrategias de crecimiento personas que se mueven
en ámbitos públicos o sociales.
Grupos de trabajo personal o de liberación de los hombres
El trabajo de este tipo de grupos se basa en el análisis y deconstrucción de los efectos nocivos
que la socialización de género tiene sobre los hombres. Se parte de la idea de que los
estereotipos de la masculinidad dominante resultan perjudiciales para el bienestar personal de
los hombres, provocando entre otros efectos una incapacidad emocional, dolor y aislamiento,
sobreexplotación y comportamientos arriesgados y violentos.
Estos grupos se organizan y actúan a través de una herramienta principal, el trabajo en grupos
de hombres. Se trata de espacios de encuentro respetuoso, lugares de confianza e intimidad
grupal para visibilizar, tomar conciencia y deconstruir el modelo de masculinidad sexista, el cual
fue aprendido y aprehendido durante el proceso de socialización en la infancia.
27 |
Se trata de grupos que se centran en el plano personal y psicológico, pero también realizan
acciones públicas de sensibilización, denuncia de la violencia contra las mujeres, promoción de
la salud, etc.
Hombres por la igualdad
Los movimientos de Hombres por la igualdad y de liberación de los hombres tienen muchos
puntos en común, y además en muchas ocasiones comparten los mismos espacios, reflexiones
y prácticas.
En algunas ocasiones, los grupos de hombres por la igualdad promueven la creación de grupos
de reflexión y crecimiento personal, mientras que de los grupos de liberación surgen también
iniciativas y dinámicas que, a su vez, generan grupos de hombres por la igualdad.
Hemos visto los puntos en los que estos dos movimientos se encuentra, pero también existen
ciertas diferencias entre unos y otros. El movimiento de liberación masculina tiende a poner la
vista sobre los efectos dañinos que causa la socialización sexista de la masculinidad a nivel
personal, mientras que el movimiento por la igualdad busca una proyección más hacia afuera,
hacia lo social y lo político, centrándose en denunciar el poder y la violencia machista. También
analizan las injusticias de género y los beneficios que reporta el cambio hacia posiciones más
igualitarias.
El movimiento de los hombres hacia la igualdad propone un proceso de reflexión y de puesta en

práctica para conseguir el cambio personal de los hombres hacia posicionamientos igualitarios.
Plantean de forma complementaria al empoderamiento de las mujeres, un desarme moral de
los hombres, lo que se entiende como un análisis crítico de la identidad masculina.
Es característico de este movimiento el reconocimiento del patriarcado como el lugar de origen

de una sociedad injusta y desigual, lo cual coloca a los hombres en una situación ventajista solo
por el hecho de serlo.
Plantean y reivindican “estar dispuestos a perder privilegios para ganar en igualdad, desde el
convencimiento de que con el cambio ganamos”.
28 |
A continuación, presentamos algunos de los ejes que tienen en común diversos grupos del
movimiento por la igualdad:
• Compromiso de los hombres con su propio cambio personal, en cuanto a la expresión

de los afectos, gestión de la frustración, vivencia de la sexualidad, compromiso contra
la homofobia, etc.
• La lucha activa contra la violencia de género y la discriminación hacia las mujeres.
• Asunción de las responsabilidades de cuidado de las personas de una forma igualitaria.
• Apoyo, impulso y visibilidad de modelos de masculinidad positivos alejados del modelo
tradicional de hombre y acerándose a los cuidados, conductas pacíficas y sensibles, etc.
• Compromiso de los hombres con el cambio en el ámbito público, generando una masa
de hombres a favor de la igualdad, la defensa de estrategias de conciliación, renuncia a
29 |
espacios de poder, propuesta de cambios legislativos…
3. Lenguaje y comunicación no sexista: por un lenguaje y una

comunicación no sexita
Cuando se adoptó la primera Declaración de los “derechos del hombre” de 1789, el término
estaba concebido en un sentido restringido, los derechos reconocidos estaban literalmente
reservados a los hombres, a las personas de género masculino. Hoy es día es inaceptable
continuar hablando de derechos del hombre, cuando podemos utilizar otra terminología
igualitaria, por ejemplo “derechos humanos” o “derechos de las personas”, aquí no cabe
equívoco.
El lenguaje resulta muy importante, ya que éste puede ir modificando la visión que tengamos
del mundo. Una lengua depurada de elementos sexistas puede tener una influencia importante
en el modo que tenemos de percibir el mundo y lo contrario es también cierto: si seguimos
utilizando un lenguaje sexista contribuimos a mantener una realidad que invisibiliza y
minusvalora a las mujeres.
Además la lengua está viva y debe adaptarse a las nuevas necesidades. Las mujeres deben ser
nombradas con el reconocimiento y valoración de su papel tanto en la vida pública como en la
vida privada, lo cual implica que la palabra “persona”, “vecindad” o “ciudadanía”,etc. resultan
cada vez más adecuadas y justas para nombrar y representar al género humano.
Además las mujeres se han venido incorporando a cargos, oficios, profesiones y titulaciones que
antes tenían vetadas y tienen el derecho a denominarse en femenino. Son necesarios por tanto,
cambios en el lenguaje para nombrar a las mujeres, sin que una interpretación rígida de sus
reglas pueda impedirlo. Tenemos la gran suerte de que la lengua castellana esté en constante
evolución y de que tenga riqueza suficientes, sin necesidad de forzar las cosas, para dar
respuesta a este desafío.
Pautas básicas para un lenguaje no sexista:
• No utilizar el masculino, ya sea en singular para referirse a una mujer (“usuario” no, 30 |
“usuaria” si), o en plural para denominar a un grupo de mujeres (“usuarios” no,

“usuarias” si) o a un grupo mixto (“usuarios” no, “usuarios y usuarias” si), ya que es un
hábito del lenguaje sexista que invisibiliza a las mujeres y las excluye del proceso de
representación simbólica que pone en funcionamiento la lengua.
• No es una repetición nombrar en masculino y femenino cuando se representa a grupos
mixtos. Cuando se dice niños y niñas, padres y madres, ciudadanos y ciudadanas no se
da una repetición, pues se refiere a colectivos distintos.
• Si lo que queremos nombrar es el conjunto tendremos que utilizar la palabra
“ciudadanía”. Conviene utilizar palabras genéricas, sean en masculino o femenino que
incluyen sin lugar a dudas a mujeres y hombres por igual. Por ejemplo: “el pueblo
madrileño”, “el vecindario”, “ser humano”, “persona”, “víctima”, “gente”.
• En muchas ocasiones el discurso está construido como si únicamente existiera el sujeto
masculino y las mujeres sólo existieran en relación a él. Es necesario evitar que se
nombre a las mujeres como dependientes, complementos o subalternas.
• La designación asimétrica (Señor sin diferencia por estado civil/ Señora o Señorita
diferenciado su estado civil) de mujeres y hombres responde a una tradición
discriminatoria para las mujeres que debe modificarse.
• Muchos formularios siguen expresándose exclusivamente en masculino: “firma del
cliente”, “el asegurado”, “el titular”. Esas expresiones se pueden hacer en masculino y
femenino o utilizando barras. Desde el año 1995 todas las titulaciones y las profesiones
tienen designaciones en masculino y femenino, de acuerdo con una orden del Ministerio
de Educación y Ciencia basada en un dictamen de la Real Academia, por lo que si trata
de mujeres lo correcto es decir: abogada, psicóloga, arquitecta, ingeniera, médica,
técnica, trabajadora social, etc.
• Y sobre todo olvídate del @ o la x. Ejemplo: todxs
4. Documentos para la consulta

A continuación, te recomendamos una serie de libros con los que podrás profundizar en el 31 |
módulo que nos ocupa y que seguro serán una excelente base para tu posterior práctica
profesional así como para la realización de los ejercicios que te proponemos.
Feminismo para principiantes
Nuria Varela
Feminismos negros Una antología. VV.AA.
Talleres de sueños Ed. 2012
UNA APROXIMACIÓN A LAS TEORÍAS FEMINISTAS.
Samara de las Heras Aguilera

32 |
FEMINISMOS PERIFÉRICOS, FEMINISMOS-OTROS: UNA

GENEALOGÍA FEMINISTA DECOLONIAL POR REIVINDICAR.
Rocío Medina Martín.

5. GLOSARIO DE TÉRMINOS
ACCIÓN POSITIVA
Este concepto surge en los años 60 del siglo pasado en Estados Unidos y otros países anglófonos.
Se trataba de una propuesta que los gobiernos planteaban como una lucha contra las
desigualdades, principalmente del ámbito laboral, las cuales sufren diferentes colectivos, pero
que al inicio estaba vinculada a la discriminación racial. Cuando este concepto se traslada al
ámbito de la Unión Europea tendrá como objeto fundamental de actuación a las mujeres.
En el ámbito comunitario, Unión Europea, se establece esta definición respecto de las acciones
positivas en materia de género: “estrategias destinadas a establecer la igualdad de
oportunidades por medio de medidas que permitan contrastar o corregir aquellas
discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales”.
Alfonso Ruiz Miguel incorpora el término discriminación inversa en relación con la acción 33 |
positiva, definiéndola como “una forma de diferenciación para la igualdad”. Opta por la palabra
inversa en el sentido de que alude “a la inversión de una discriminación precedente, mediante
una discriminación de signo opuesto”. Distingue este concepto del de acción positiva o
afirmativa, señalando que tienen un carácter discriminatorio y no solo desigual. (…). (Palabras
para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
ACOSO SEXUAL
Referido a todo comportamiento de tipo sexual, tanto verbal como físico, no deseado por la
persona que sufre el acoso, llevada a cabo en diferentes espacios de la vida cotidiana,
aprovechándose la persona acosadora de una posición de superioridad o confianza y que
repercute en las condiciones del entorno convirtiéndolas en hostiles, intimidatorias y
humillantes para la persona acosada. El acoso sexual es una expresión más de las relaciones de
poder que ejercen los hombres sobre las mujeres. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica
Vecinal).
AGENTE PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA LAS MUJERES
Se trata de un perfil profesional impulsado desde la Unión Europea en los años 80. Una figura
ocupacional que se ha consolidado en deferentes países de la Unión. En España esta figura fue
reconocida por la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO). Sus competencias profesionales
generales abarcan el “diseño, gestión y evaluación de programas de acción positiva referidos a
la igualdad de oportunidades para la mujer en los terrenos de la educación, formación
profesional, empleo y en general todas las formas de participación ciudadana”.
En el año 2013 se incorpora en Formación Profesional la enseñanza del Ciclo Superior en

Promoción de la Igualdad de Género cuya competencia general “consiste en programar,
desarrollar y evaluar intervenciones relacionadas con la promoción de la igualdad de trato y de
oportunidades entre mujeres y hombres aplicando estrategias y técnicas del ámbito de la
intervención social, detectando situaciones de riesgo de discriminación por razón de sexo y
potenciando la participación social de las mujeres”.
ANDROCENTRISMO
El androcentrismo es una visión del mundo según la cual los hombres son el centro y la medida
de todo comportamiento, para cuyo fin se ocultan y se hacen invisibles las aportaciones y
contribuciones de las mujeres a la sociedad. Desde este planteamiento la experiencia masculina 34 |
sería la universal, la principal y la que representa a la humanidad, obviando la experiencia

femenina. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
AUTORIDAD FEMENINA
Este concepto fue elaborado por el feminismo de la diferencia sexual, aportando por la
constitución de una autoridad femenina que se construye de una forma diferente a como se
construye la masculina y tradicional. Se sustenta sobre la oposición y cuestionamiento de las
jerarquías y el poder. Se emplea la palabra como el instrumento básico a partir del que se
articula otro tipo de autoridad que, es a su vez, otro tipo de autoridad (nadie es autoridad): la
autoridad fluye mediante la palabra.
Para Lia Cigarini "(...) la autoridad femenina no replica a la autoridad tradicional (...), porque la
diferencia femenina no se mide con la masculina (...) Nuestra búsqueda de autoridad es un
ataque directo al sistema de poder masculino (...) La práctica que crea autoridad simbólica de
mujeres debe crear también una realidad social o no existe. (...) Y dar los instrumentos para la
crítica del sistema de poder. O no existe". (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
CIUDADANÍA
Entendemos ciudadanía como el conjunto de derechos que las personas tienen como sujetos,
así como los deberes que de ellos se derivan. Ahora bien, ese conjunto de derechos se va
transforma y evoluciona de forma paralela a como lo hace la sociedad. Marshall distingue, en
este sentido, tres etapas a lo largo de los siglos:
Ciudadanía civil: durante el siglo XVIII, vinculada a la libertad y los derechos de propiedad.
Ciudadanía política: en el siglo XIX, en torno al derecho al voto, la organización social y política
Ciudadanía social: segunda mitad del siglo XX, relacionada con los sistemas educativos y el
Estado de Bienestar
Desde la perspectiva de género, el debate en torno al concepto de ciudadanía está muy

vinculado con las relaciones de poder o de dominación de los hombres sobre las mujeres,
negándoles el ejercicio de esta. 35 |
El derecho a la propiedad, al voto y a la libertad para organizarse, fueron alcanzados por las
mujeres más tarde que por parte de los hombres, entendiendo que éstas ocupan una ciudadanía
de segunda. Un importante grupo de mujeres constituyen las más severas bolsas de pobreza,
soportan un grado de violencia mayor, reciben salarios más bajos y por tanto cuentan con
muchos menos recursos que el género masculino.
Marshall señala que ser ciudadana o ciudadano de pleno derecho implica hoy “el derecho a un
mínimo bienestar y seguridad económica hasta el compartir al máximo el patrimonio social y a
vivir la vida de acuerdo con los estándares imperantes en la sociedad". (Palabras para la
Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
COEDUCACIÓN
La coeducación es un método de intervención a nivel educativo cuyas bases se asientan en el

reconocimiento de las potencialidades e individualidades de niñas y niños, independientemente
de su sexo. Es, por tanto, educar desde la igualdad de valores de todas las personas. Este
concepto fue incorporado en la legislación educativa desde la Ley General de Ordenación del
Sistema Educativo (LOGSE) y ha ido tomando un peso mayor en las siguientes reformas legales
del Sistema Educativo.
La coeducación exige una intención explícita de revisar las pautas sexistas de la sociedad y
también de las propias instituciones, especialmente en las vinculadas a la educación, ya que
desde ellas se construye y se transmiten los estereotipos de lo masculino y lo femenino.
CUOTA DE PARTICIPACIÓN
Es sistema de cuotas establece la reserva de una cantidad determinada o espacio de

participación para diferentes colectivos con el objetivo de que puedan participar en actividades
de tipo social, político y económico. Es una acción positiva que supone el establecimiento de
unos porcentajes de presencia de mujeres para paliar la escasa participación en algunas
actividades en las que es mayoritaria la presencia masculina. (Palabras para la Igualdad.
Biblioteca Básica Vecinal).
CURRÍCULO OCULTO
Los procesos de formación, contenidos y valores colocan a los hombres como un referente. Esto
36 |
es así en todas las disciplinas y materias, por tanto, las niñas no tienen las mismas oportunidades
de aprender a través de modelos femeninos que les permitan referenciar esquemas de éxito en
campos del pensamiento y de las ciencias. Ante este panorama el aprendizaje, en apariencia
neutro, implica tomar el modelo masculino como único a emular, es el que está disponible para
su aprendizaje. Tener en cuenta las características que nos diferencias ayuda a trazar una
trayectoria personal y profesional que trascurra al margen de la adjudicación de roles sociales.
DEMOCRACIA PARITARIA
Es esta una forma de organización social y política en la que se produce una igualdad en cuanto
a número de participantes de los diferentes colectivos que componen la sociedad y que forman
parte de los órganos de decisión y de gobierno.
Las mujeres han sido apartadas históricamente de la participación política y social. No se les ha
considerado ciudadanas de pleno derecho. Aún hoy en día, la mayor parte de las democracias
mantienen una escasa presencia de mujeres en órganos de poder, lo cual resulta incompatible
con la consideración de una sociedad como igualitaria. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca
Básica Vecinal).
DIFERENCIA
Diversidad de actitudes y comportamientos. La diferencia entre los sexos es la base del

feminismo que reivindica que se valoren las cualidades que se atribuyen a las mujeres frente a
a valores supuestamente masculinos que han venido promoviendo sociedades con
desigualdades y agresividad. El temor de la teoría feminista actual es que la sola igualdad política
y laboral, nos haga imitar valores que exalta el patriarcado y, además considera que el
igualitarismo no es un patrón justo para las mujeres, puesto que mujeres y hombres somos
diferentes.
DISCRIMINACIÓN
Consiste en el trato desfavorable que se da a una persona por el hecho de pertenecer a un

determinado colectivo, obviando sus propias capacidades personales. Tipos:
• Discriminación directa (en función del sexo): situación de discriminación que se

37 |
manifiesta de forma explícita o que está expresamente prohibida por el ordenamiento
jurídico.
• Discriminación indirecta (en función del sexo): Situación en la que una ley o reglamento,
una determinada política o práctica concreta, tiene una apariencia de neutra, pero su
impacto es desproporcionadamente adverso sobre los miembros de uno u otro sexo, sin
que pueda justificarse por factores objetivos.
• Discriminación positiva: medidas dirigidas a un grupo, con las que se busca la supresión
y prevención de una discriminación o compensar las desventajas que resultan de
determinadas actitudes, comportamientos y estructuras existentes.
DOBLE JORNADA
Situación en la que las mujeres se encuentran desempeñando un trabajo remunerado en un

horario laboral y que, además desarrollan las tareas que implican el trabajo reproductivo sin
poder compartirlo con sus compañeros hombres.
EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES - EMPOWERMENT
La Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekín) acuñó este término para hacer
referencia al aumento de mujeres en procesos de acceso al poder y toma de decisiones. En la
actualidad es una expresión que conlleva también la toma de conciencia del poder que de forma
individual o colectiva ostentan las mujeres y que guarda relación con la recuperación de la
dignidad de las mujeres como personas.
EQUIDAD
Consiste en la imparcialidad y justicia entre mujeres y hombres aplicada a la distribución

equitativa de responsabilidades y beneficios.
ESTEREOTIPOS
Son modelos de conducta social que se basan en visiones preconcebidas, que adjudican una
serie de valores y de conductas a las personas en función del grupo al que pertenezcan por razón
de sexo, edad, etnia o raza, salud, etc.)
EVALUACIÓN DEL IMPACTO EN FUNCIÓN DEL GÉNERO
Análisis de las propuestas políticas para valorar si afectan o no a las mujeres de forma diferente
38 |
a como afectan a los hombres, identificando aquellos factores que causan desigualdades y
sugiriendo acciones para hacerlas desaparecer o adaptarlas y así neutralizar la discriminación
que provocan y fomentar la igualdad.
ESPACIO DOMÉSTICO
Espacio y tiempo identificado con el ámbito reproductivo, considerado de “inactividad”. En este

espacio es en el que se da la crianza, los afectos y el cuidado de personas dependientes y donde
se cubren las necesidades personales. Es un lugar que tradicionalmente se ha reservado para las
mujeres.
ESPACIO PRIVADO
Espacio y tiempo personal que no se da a otras personas, alejado del espacio doméstico y
también del público. En este espacio la persona se cultiva para después presentarse ante el
ámbito público. Soledad Murillo lo define así: "Es el lugar del tiempo singular, de lo propio, la
condición de estar consigo mismo de manera crítica y reflexiva, es el culto a la individualidad y
responde a la cualidad de ocuparse de sí mismo". Murillo pone de manifiesto cómo la privacidad
es una parcela que también está vetada a las mujeres, solo los hombres pueden hacer uso de
ella, ya que en el caso de las mujeres tiende a confundirse con lo doméstico, hurtándoles ese
espacio privado.
ESPACIO PÚBLICO
Este espacio se identifica con el ámbito productivo en el que se desarrolla la vida laboral, social,
política y económica, se trata del lugar para la participación social y para el reconocimiento ante
los demás. Este espacio ha sido tradicionalmente reservado para los hombres.
FEMINISMO O FEMINISMOS
Corriente de pensamiento en defensa de la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres

y hombres. Es un movimiento que se encuentra en evolución constante y que constituye una
forma diferente de entender el mundo, las estructuras sociales y las relaciones de poder entre
los sexos.
Constituye actualmente un auténtico motor que produce cambios importantes en el siglo actual
y en el sistema de valores sociales, logrando que las instituciones modifiquen sus políticas 39 |
sociales y económicas. “El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar
colectivamente” Simone de Beauvoir.
En la actualidad podemos hablar de dos grandes corrientes dentro del feminismo: el feminismo
de igualdad y el feminismo de la diferencia.
El feminismo de la diferencia se centre en el sentido, el significado que se le da al hecho de ser

mujer. Procura el reconocimiento de los valores que se han considerado femeninos
tradicionalmente y les da autoridad y poder social, al margen de las estructuras patriarcales.
Mientras, el feminismo de la igualdad tiene como aspiración una sociedad en la que se logre la
integración de las individualidades, una vez superados los estereotipos. Defiende la igualdad de
derechos entre mujeres y hombres y, así, la posibilidad de participar de una forma equitativa en
todas las estructuras sociales. La igualdad no pretende homogeneizar, sino, reconocer la
diversidad de mujeres y hombres.
Esta corriente de pensamiento se ha visto siempre rodeada de mitos, estereotipos y

descalificaciones de pensamiento.
GÉNERO
En los años 70 las investigaciones feministas muestran que el sexo no es un concepto válido para
explicar las diferentes actividades que desempeñan hombres y mujeres en las distintas culturas
a lo largo de la historia. Se introduce en aquel momento el concepto de género como una
categoría de análisis que facilita el diferenciar y separa lo biológico, atribuido al sexo, de lo que
es cultural, por tanto, determinado por el género.
Para Gerda Lerner el género "es la definición cultural de la conducta considera apropiada a los
sexos en una sociedad y en un momento determinados". Carole Pateman, por su pare afirma:
"la posición de la mujer no está dictada por la naturaleza, por la biología o por el sexo, sino que
es una cuestión que depende de un artificio político y social". Alicia Puleo sostiene que el género
"es el carácter construido culturalmente, de lo que cada sociedad considera masculino o
femenino". Joan W. Scott subraya que: "El género se concreta en las diversas prácticas que
contribuyen a estructurar y dar forma a la experiencia. El género es una construcción discursiva
40 |
y cultural de los sexos biológicos".
En definitiva, el género y las relaciones que genera son "construcciones sociales" que varían de
unas sociedades a otras y de unos tiempos a otros, y como tales, susceptibles de modificación,
de reinterpretación y de reconstrucción.
IGUALDAD
Aspecto relativo a la igualdad ante cualquier situación.
IGUALDAD DE DERECHO
Es la equiparación entre mujeres y hombres mediante medidas legislativas. Lo que se viene a

llamar igualdad formal ante la ley. Esta igualdad se produce, en los países europeos con
regímenes democráticos, después de la primera guerra mundial al restaurarse el principio de
igualdad ante la ley y tras el reconocimiento del derecho a la educación, al trabajo retribuido y
al voto de las mujeres. En España este principio se consagra con la promulgación de la
Constitución Española de 1978.
IGUALDAD DE GÉNERO
Relación de equivalencia en el sentido de que las personas tienen el mismo valor,

independientemente de su sexo, y por ello son iguales. Para Celia Amorós “la igualdad de género
es el concepto normativo regulador de un proyecto feminista de transformación social".
La igualdad no excluyente entre mujeres y hombres se desarrolló en Francia en la época de la

Ilustración en la obra de Condorcet y Olympe de Gouges, aunque ya en 1673 Poulain de la Barre
publicara su obra “De la igualdad de los sexos”. Con todo, la teoría que dominaba en aquella
época, representada por Kant y Rousseau aún mantenían la consideración de las mujeres como
pertenecientes a la especie humana, pero sin un estatuto pleno de sujetos.
Durante años la idea de igualdad ha sido protagonista en la mayor parte de las reivindicaciones
y movimientos de mujeres. Como principio, el de igualdad entre hombres y mujeres es de los
que menos ha evolucionado en lo que se refiere al significado de reconocimiento de derechos y
libertades fundamentales. 41 |
Los derechos humanos siguen siendo vulnerados y con especial inmunidad den el caso de las
mujeres. No podemos afirmar que exista actualmente la total equiparación en el tratamiento de
mujeres y hombre en algún lugar del mundo.
IGUALDAD DE HECHO
Consiste en la paridad real y efectiva entre mujeres y hombres. La igualdad formal, es decir la
que se reconoce en el ordenamiento jurídico no es suficiente para cambiar las costumbres y
estructuras de la desigualdad. En este sentido, el mecanismo de la acción positiva tiene como
fin trabajar activamente y contrarrestar las desigualdades de partida para que la igualdad de
oportunidades sea una realidad.
IGUALDAD FORMAL E IGUALDAD REAL
El ordenamiento jurídico formado por los distintos textos normativos, así constituciones,
tratados, reglamentos o convenios, reconocen la necesidad de velar por la igualdad como un
derecho que debe gozar de ciertas garantías. La igualdad real, por su parte, se registra mediante
el análisis de aquellas instancias sociales en las cuales, a pesar de que se promulgue el principio
de igualdad real, ésta no se lleva realmente a la práctica. Este fenómeno sucede, por ejemplo,
en el ámbito del empleo, en las tasas reproductivas, en la participación en la vida política, en el
sector primario y en los órganos de decisión, entre otros.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE HOMBRES Y MUJERES
Se fundamenta en el principio de igualdad y se refiere a la necesidad de que las desigualdades

entre mujeres y hombres sean corregidas en la sociedad. Es la garantía de que las mujeres
puedan participar en las diferentes esferas (económicas, política, participación social, de toma
de decisiones) y actividades (educación, formación, empleo) en las mismas condiciones en las
que lo hacen los hombres.
INDICADORES DE GÉNERO
Son variables para el análisis que describen la situación de las mujeres y los hombres en la
sociedad. Un conocimiento, a través de la perspectiva de género, de la realidad social, laboral,
formativa y económica. Requiere la utilización de indicadores que faciliten la comparación y
42 |
posibilita la identificación de diferencias que puedan alimentar los estereotipos de género. Su
uso supone una aproximación a la situación
Los indicadores de género se utilizan para valorar la incidencia de determinados factores que
implican diferencias de comportamiento entre mujeres y hombres y la desagregación de los
datos por sexo es un indicador básico que da paso a una explicación de la realidad.
LENGUAJE NO SEXISTA
Es el empleo, en el uso cotidiano y técnico, de un tipo de lenguaje que elimina los enunciados
únicamente masculinos, puesto que esta acepción masculina encierra una subestimación de la
representación femenina en las descripciones en las que se emplea. Para compensar esta
situación se recomienda la introducción del género femenino y la búsqueda de términos
genéricos que contengan ambos géneros en su composición semántica.
MACHISMO
Comportamiento que desvaloriza a las mujeres. Una particular forma de organizar las relaciones
entre los géneros. El énfasis en la virilidad, la fuerza y el desinterés por asuntos domésticos es
lo que lo caracteriza. El ejercicio del poder se hace de una forma desigual lo que conduce a llevar
relaciones asimétricas en la relación. Estas desigualdades transcurren por un eje claro, la
posiciñon de género (femenino o masculino), manifestándose en ámbiros de poder y en la
familia.
Desde los procesos de socialización se ha legitimado la creencia en la posición superior del

hombre: el poder personal y la autoafirmación en posesión de la razón y la fuerza del hombre y
la definición de la mujer como inferior a su servicio. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica
Vecinal).
MAINSTREAMING
Una "política de mainstreaming" es aquella que tiene en cuentra las cuestiones relativas a la
igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y lo hace de forma transversal en todas
las acciones y políticas, y no solo aborda este tema de una manera exclusiva hacia las mujeres
con acciones directas. (Guía Europa perspectiva de género. Carrefour Europeo)
Se trata de un término anglosajón que se utiliza para designar la integración de las políticas en
43 |
materia de igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, de tal forma que el eje vertebrador
de las mismas sea la igualdad.
En los últimos años el meanstreaming ha sido proclamado tenta en la acción estructural de la

Unión Europea, como en las políticas de cada uno de les estados que la componen
MOVIMIENTO FEMINISTA
"El feminismo es una forma de pensar y una manera de vivir". Simone de Beauvoir.
Se trata de un movimiento integrado por mujeres feministas que se organizan en torno a

colectivos diversos, asambleas, plataformas y asociaciones de mujeres que comparten la
conciencia de grupo oprimido por la ideología del patriarcado. Su carácter es social, filosófico,
político y reivindicativo preconizando la igualdad de derechos entre mujeres y hombres y la
libertad para poder elegir el modelo de vida que desean, más allí de roles y estereotipos sexistas.
Siempre han existido mujeres con una conciencia clara acerca de las desigualdades que les
rodeaban y sometían por el hecho simple de ser mujeres. En torno al 1788 es cuando empieza
a observarse un movimiento organizado. Es en este año cuando empieza a aparecer “Cuadernos
de quejas” escritos por mujeres que desean cambiar aspectos diversos de la sociedad. En el año
1971 es cuando se publica Los Derechos de la Mujer y de la Ciudadanía, de Olympia de Gouges
en el cual se pide la abolición del matrimonio y su sustitución por un “contrato social” basado
en la paridad. Desde entonces se fueron sucediendo reivindicadciones de toda clase. En 1972 se
publica Vindicación de los derechos de la mujer, de Mary Vollstonecraft, que reivindica el
derecho al trabajo, educación, paridad de modales y emancipación económica. La "Declaración
de Sentimientos", de Séneca Falls, fue firmada por 32 hombres y 68 mujeres, y se pronunciaba
en favor de la igualdad de derechos sobre la propiedad, la custodia de hijas e hijos, el salario de
trabajo, el derecho para suscribir contratos y el derecho al voto. Es precisamente la
reivinvdicación de las mujeres por el derecho al voto, un principio básico de cualquier sociedad
democrática.
Durante esta época, miles de mujeres utilizaron su imaginación, tanto por Europa como
América, aunaron fuerzas y dedicaron su vida a la conquista de un derecho que hoy en día se
consedera fundamental, el derecho a elegir libremente quién representa sus intereses.
El actual movimiento feminista es heredero de las mujeres mencionadas y de muchas otras que
luchan en el mundo entero, en este momento, por lograr una sociedad más justa, para mujeres
44 |
y hombres.
Los orígenes del feminismo español, se remontan a 1960, alrrededor de reivindicaciones

concretas: derecho al divorcio, los centros de planificación familiar, supresión de la pena de
adulterio, discriminaciones salariales, y un largo etc.
Con el lema de “lo personal es político”, se forman grupos de reflexión acerca de temas de la
vida cotidiana, las relaciones personales, igualdad legal, sexualidad, etc.
Hoy en día no podemos hablar de un solo movimiento feminista, sino de una suma de corrientes
diferentes y tendencias que abordan distintas perspectivas en su lucha por una sociedad en
equidad. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
NORMATIVA EN MATERIAL DE IGUALDAD DE TRATO Y DE OPORTUNIDADES
Se trata de normas y fragmentos específicos dirigidos a eliminar obstáculos para el pleno

desarrollo e incorporación social de las mujeres a la vida social en en todos sus ámbitos. Son
normas que existen tanto en el contexto comunitario como en los cuerpos legales nacionales.
En cada una de las legislaciones nacionales, los Estados Miembro de la UE, el principio de no
discriminación por razón de sexo, se encuentra en la mayor parte de los textos constitucionales.
ORGANISMOS PARA LA IGUALDAD
Entidades que lo que hacen es promover políticas de igualdad de oportunidades entre mujeres
y hombres. Tienen como finalidad garantizar e impulsar condiciones que posibiliten una igualdad
real en todos los ámbitos de la sociedad. Son entidades que promueven políticas de igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres.
Con la finalidad de lograr una mejor vertebración de las actuaciones llevadas a cabo, existenen
España entidades que inician y desarrollan estas políticas, así el Instituto de la Mujer,
Organismos para la Igualdad en las Comunidades Autónomas, las Concejalías para la igualdad en
entidades locales.
PATRIARCADO
En su sentido literal significa "gobierno de los padres" pero cuando hablamos desde el
feminismo es refiriéndonos a él como un sistema social de dominación masculina sobre las
45 |
mujeres que ha ido adoptando formas diversas a lo largo de los distintos momentos de la
historia. Alicia Puleo hace una distinción entre patriarcados de coerción "los que estipulan por
medio de leyes o normas consuetudinarias sancionadoras con la violencia aquello que está
permitido y prohibido a las mujeres" y los patriarcados de consentimiento, donde se da la
igualdad formal ante la ley, y que define como " los occidentales contemporáneos que incitan a
los roles sexuales a través de imágenes atractivas y poderosos mitos vehiculados en gran parte
por los medios de comunicación".
El feminismo de la diferencia sexual se postula al respecto del patriarcado, afrimando que ya ha

terminado en tanto que para las mujeres ya no significa nada: "descubierto y denunciado por
éstas, las mujeres ya no le dan su crédito; como prueba de ello se puede observar cómo hoy las
mujeres deciden sus destinos, sus opciones y determinan sus obligaciones.” Librería de Milán.
PLANES DE IGUALDAD
Son estrategias encaminadas a conseguir la participación activa de las mujeres en los distintos
ámbitos sociales definiendo unos objetivos que se concretatan en acciones, a corto y medio
plazo. Estas actuaciones implican a diferentes entidades públicas así como a los agentes sociales.
Estos planes pueden ser comunitarios, estatales, regionales o locales dependiendo del ámbito
territorial en que se desarrollen.
POLÍTICAS DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
El artículo 14 de la Constitución Española de 1978 recoge lo siguiente: "Todos los españoles son
iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza
o sexo".
En contra de este precepto constitucional, las mujeres y los hombres han construido sus vidas
en a base normas culturales en las que predomina el poder de los hombres sobre las mujeres,
predominio de valores, de jerarquías, de significantes. Esta sociedad basada en el "modelo
patriarcal", ha atribuido espacios de actuación diferentes en función del sexo de las personas.
La aplicación de la igualdad legal sólo contribuye a seguir produciendo y reproduciendo
desigualdades porque tratar por igual las desigualdades solo ayuda a perpetuarlas y a
legalizarlas.
Las vivencias de las mujeres y sus continuas luchas de reivindicación provocan que los poderes
públicos se vean obligados a adoptar medidas que permitan un trato más favorable para 46 |
dterminados colectivos. Igualdad de oportunidades significa garantizar que mujeres y hombres

puedan participar en diferentes esferas (económica, política, participación social, de toma de
decisiones...) y actividades (educación, formación, empleo...) sobre bases de igualdad.
Las Políticas de igualdad de oportunidades incorporan la perspectiva de género en la

planificación, desarrollo y evaluación de las políticas generales en materia de educación, salud,
empleo, participación, urbanismo, etc. (Palabras para la Igualdad)
PRINCIPIO DE NO DISCRIMINACIÓN
El principio de no discriminación por razón de sexo es proclamado en varias normas

internacionales. La Dedaraci6n Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, contiene una declaración genérica
de igualdad, sin distinción de sexo. El Convenio europeo para la protección de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales, de 4 de noviembre de 1950, proclama el principio
de igualdad en el goce de los derechos y libertades reconocidas, sin distinción por razón de sexo.
El Tratado Constitutivo de la Comunidad Económica Europea, de 25 de marzo de 1957, en su
artículo 119 aborda explícitamente "la igual-dad de retribución entre trabajadores masculinos y
femeninos para un mismo trabajo".
La Convención sobre eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres,
celebrada en diciembre de 1979 y organizada por Naciones Unidas, define la discriminación
contra las mujeres como: "Toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga
por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por las
mujeres, con independencia de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y de la
mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas políticas,
económicas, sociales, cultural y civil o en cualquier otra esfera".
En España, el principio de igualdad se recoge en el artículo 14 de la Constitución Española de

1978. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal).
ROLES DE GÉNERO
Son los papeles que mujeres y hombres desempeñan, en virtud del aprendizaje denominado
socialización y que se desarrolla a lo largo de toda la vida. Cuenta con agentes sociales y
dispositivos de los que se sirve para que sea realmente eficaz: los cuentos, las recompensas, los 47 |
jeugos infantiles, así como las expectativas que marcan diferencias entre lo que respecta a un
niño y a una niña en su futuro profesional y personal. En los roles de género una diferencia clave
se encuentra en la posibilidad de conciliar los espacios familiar y laboral, lo hace únicamente el
género femenino: la doble jornada o el cuidado de personas en situación de dependencia.
SEGREGACIÓN EN EL MERCADO LABORAL
Se trata de la concentración de mujeres en alguna ocupación concreta o en determinadas

familias profesionales que, por lo general, tienen las siguientes características: condiciones de
empleo poco satisfactorias, bajos salarios y pocas oportunidades de formación continua y
adquisición de cualificaciones añadidas. Son, por tanto, empleos feminizados, fuente de
desigualdades en el mercado laboral, ya que su remuneración y el valor asociado a ellos es
menor. Existen dos tipos de segregación, pudiendo ser vertical, cuando las mujeres se
concentran en puestos de baja responsabilidad, y horizontal, cuando la concentración se
produce en determinadas ocupaciones /familias profesionales.
SEXISMO
Esta teoría se basa en la inferioridad del sexo femenino que viene determinada por las
diferencias de tipo biológico entre mujeres y hombres. La construcción de un orden en el que
las mujeres son consideradas inferiores a los hombres implica una serie de comportamientos y
actitudes estereotipados que conducen a la subordinación de un sexo con respecto al otro.
Hay autoras que inciden en las diferencias entre machismo y sexismo, ya que mientras el
machismo es una actitud inconsciente - cuando a una persona con comportamientos machistas
se le explica su actitud puede optar por abandonarlos- el sexismo representa una actitud
consciente que propicia la subordinación y dominación del sexo femenino.
SOCIALIZACIÓN DE GÉNERO
Aprendizaje de vida en relación con los modelos que se van trasnmitiendo de una generación a
otra respecto de los roles femeninos y masculinos. La familia, la escuela, los grupos de iguales y
el trabajo son los agentes de socialización principales. La socialización diferencial de género
supone la sdscrición a cada sujeto de la responsabilidad en torno al desarrollo en su papel social.
Así, la responsabilidad masculina estará ligada al ámbito productivo, mientras que la
responsabilidad femenina tendrá en el cuidado y el ámbito reproductivo su punto de referencia. 48 |
TECHO DE CRISTAL
Se trata de una barrera invisible que las mujeres encuentran, y no los hombres, en un momento
dado de su desarrollo, cuando llegan a un punto determinado muy pocas mujeres consiguen
superarlo y por tanto se estancan en su carrera profesional. Este estancamiento proviene de
diversas causas pero mayoritariamente es debido a prejuicios empresariales sobre la capacidad
de la mujer para el desempeño de puestos de responsabilidad, así como debido a las
responsabilidades reproductivas y de cuidados, momentos vitales que suelen coincidir con las
fases álgidas del itinerario profesional.
TRANSVERSALIDAD
Consiste en la integración de la perspectica de género en el conjunto de políticas. Se logra la

transversalidad cuando se integran de forma sistemática las necesidades, prioridades y
situaciones respectivas de mujeres y hombres en todas y cada una de las políticas y medidas
generales con el fin último de lograr la igualdad. Se tendrán en cuenta de una forma activa y
abierta estas medidas, desde la fase de planificación, ejecución y supervisión y evaluación. VER
MAINSTREAMING.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Las Naciones Unidas reconocen en 1980, que la violencia contra las mujeres es el crimen
encubierto más frecuente del mundo. Su Declaración sobre la violencia contra las mujers define
ésta como "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres,
inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se
produce en la vida pública o privada".
Las agresiones de todo tipo que las mujeres padecen, son una manifestación más de la
desigualdad que existe entre mujeres y hombres. Esta violencia fundamentada en la supuesta
superioridad de un sexo sobre otro, afecta a toda la sociedad en su conjunto y se convierte en
uno de los problemas más graves, tanto a nivel político como social, y sigue siendo parte de la
realidad cotidiana.
Las manifestaciones de la vilencia de género son muy variadas: desde las más evidentes, malos 49 |
tratos físicos y psicológicos, en el ámbito doméstico, a las agresiones sexuales, acoso sexual,
violaciones...hasta la más sofisticada como lo es la publicidad en la que se proyectan imágenes
de mujeres con cuerpos que no se corresponden con la realidad.
El número de mujeres muertas o maltratadas en todo el Planeta a manos de sus parejas o

exparejas es tan significativo y generalizado que es necesario un reconocimiento del mismo y
ello nos lleva a hablar de violencia de género: violencia doméstica, agresiones sexuales,
mutilaciones, etc. (Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal)
6. BIBLIOGRAFÍA
• CEDPA (1996). Serie de manuales de capacitación de CEDPA: Género y Desarrollo. CEDPA
• Centro de mujer peruana Flora Tristán (2007). Manual de formación política y gestión
local con equidad de género. CMP Flora Tristán.
• COSUDE (2004). Estrategias del Programa por País para Ecuador. COSUDE, Oficina de
Cooperación.
• De la Cruz, C. (1998). Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en
proyectos y programas de desarrollo. Emakunde.
• García, A. (2009). Género y desarrollo humano: una relación imprescindible. Ayuda en
Acción, Entreculturas e InteRed.
50 |

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Máster en Igualdad de Género

MATERIAL DEL ALUMNADO

Módulo 1: Fundamentos de la Igualdad de Género

Máster en Igualdad de Género

1. Fundamentos conceptuales: el enfoque de género en la

Para muchas personas el acceso a la formación, capacitación o espacio de reflexión sobre el

Ante el panorama que describimos, la sensibilización en materia de género, la comprensión de

1.1.1. ¿Qué es el género?

En la década de los años 70 y en un contexto de crítica feminista surge el concepto de género,

“No se nace mujer, se llega a serlo”

Los “estudios de género” vinieron a revolucionar las ciencias sociales: el marxismo,

La atribución diferenciada de roles y de oportunidades en función del hecho de ser hombre o

El género es aprendido, no dado

• Desde el momento en que llegamos a este mundo, en el nacimiento, o incluso desde

• El género se incluye dentro de nuestra propia identidad, identidad individual y también

• El género cambia y evoluciona, a pesar del mandato predominante en nuestra cultura.

1.1.2. El género como desigualdad

Las relaciones de género tienen un componente importante de poder y desigualdad. El género

A continuación podemos observar algunos ejemplos.

La Generalitat de Cataluña realizó un estudio

En los medios de comunicación se muestran imágenes sexistas o que desvalorizan a la mujer.

También el terreno laboral observamos el siguiente fenómeno, el sistema de reproducción

1.1.3. El género y las diferencias culturales

Es importante ante cualquier intervención social tener en cuenta el contexto en el que se

No podemos obviar que una parte importante de los procesos

Además, las vivencias que estas personas vayan teniendo en los

El hecho de que las mujeres inicien procesos de migración en

El género, es una atribución viva, va cambiando, es un proceso, evoluciona y se va adaptando.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL GÉNERO:

1.1.4. ¿Es que los hombres no tienen género?

Para que produzca la igualdad de

Pero ¿qué tienen los hombres que ganar en ello?

Cuando un hombre no responde al modelo de masculinidad hegemónica, al mostrar su

1.1.5. ¿Qué es la perspectiva o mirada de género?

A este acto le llamamos “ponerse las gafas de género”.

¿Y por qué tenemos que poner estas gafas?

Desde este enfoque, partiendo de un diagnóstico de relaciones de género preexistente, se

La mirada o perspectiva de género tiene entre sus objetivos:

• Identificar las diferencias de roles e identidades de género y si valoración desigual a

La perspectiva o mirada de género, es en último término, una perspectiva transformadora como

Perspectiva transformadora de género

Fuente: E. García Price

1.2. ¿Qué es la igualdad de género?

El concepto de igualdad ha ido evolucionando, y en ello el pensamiento feminista ha sido clave,

No llega con la llamada “igualdad formal”, la que proclama la Constitución Española en el

Nuevamente en la Carta Magna, encontramos medidas dirigidas a la consecución de la deseada

“La igualdad permite, atendiendo a los preceptos constitucionales y a los principios

Estas medidas, llamadas de “acción positiva” no deben considerarse como privilegios o

Los posicionamientos políticos a nivel internacional y a nivel estatal reconocen la igualdad de

• Conseguir la equidad de género es una cuestión de derechos humanos fundamentales

• La equidad de género es un instrumento para la mejora de la eficacia y de la calidad de

Gracias a contemplar la perspectiva de género podemos observar las realidades sociales

La perspectiva de género en la intervención social nos aporta:

Herramienta diagnóstica Herramienta de intervención

Permite conocer mejor la Permite adaptar las

Transitamos un camino que va del análisis de vulnerabilidades a un análisis de discriminación

El acercamiento de estos dos procesos es inevitable:

Algunos de estos ejemplos son los que se enumeran a continuación:

• Cursos de formación, programas de orientación profesional o ayudas a empresas para

Al hablar de masculinidad tradicional a lo que nos referimos es a un conjunto de valores,

¿Por qué se mantiene este modelo tradicional de

2.2. Procesos de cambio en los hombres

Grupos de trabajo personal o de liberación de los hombres

Hombres por la igualdad