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Saberes ancestrales un enfoque para la educación propia articulada con las pautas de
crianzas de los niños y niñas wayuu
Autora: Ana María Pérez Deluque
Licenciatura en Etnoeducación e Interculturalidad
Diplomado en Pedagogía Para La Educación Intercultural
Facultad de ciencias de la Educación
Correo: anamariaperez@uniguajira.edu.co

Resumen
Los Wayuu consideran que los saberes transmitidos por sus ancestros son esenciales en la
educación, es por ello que integrar estos conocimientos en la enseñanza y crianza fortalece la
identidad cultural, preserva el patrimonio y enseña habilidades relevantes para la comunidad. El
objetivo del ensayo es demostrar cómo los saberes ancestrales pueden ser utilizados para lograr
una educación enriquecedora y coherente para los niños y niñas con las pautas de Crianza de la
comunidad Wayuu. Se utilizará la etnografía descriptiva como metodología para interpretar el
proceso formativo desde las vivencias.

Palabras claves: Saberes ancestrales, enfoque educativo educación propia, pautas y


crianzas.

Abstract
The Wayuu consider that the knowledge transmitted by their ancestors is essential in
education, which is why integrating this knowledge into teaching and upbringing strengthens
cultural identity, preserves heritage and teaches relevant skills for the community. The objective
of the essay is to demonstrate how ancestral knowledge can be used to achieve an enriching and
coherent education for children with the Parenting guidelines of the Wayuu community.
Descriptive ethnography will be used as a methodology to interpret the formative process from
experiences.
Key words: Ancestral knowledge, educational approach, own education, guidelines and
upbringing.

Saberes ancestrales un enfoque para la educación propia articulada con las pautas
de crianzas de los niños y niñas wayuu

La cultura Wayuu es reconocida por su gran riqueza cultural, en la que destacan los
conocimientos ancestrales transmitidos de generación en generación. La educación propia de la
comunidad prioriza la instrucción de sus niños, niñas y adolescentes, y utiliza diversos métodos
de enseñanza que se enfocan en la oralidad, el conocimiento práctico, y el papel que cada
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individuo juega en la sociedad (Melo, 2019:89). La familia desempeña un papel primordial en la


transmisión de la cultura a través de la oralidad y en el desarrollo del plan de vida de cada
miembro. Los saberes ancestrales comprenden una amplia gama de áreas, como la cosmovisión,
la medicina tradicional, las técnicas agrícolas, la artesanía y las tradiciones culturales, y han sido
transmitidos por las comunidades indígenas a lo largo de la historia. En el caso de la comunidad
Wayuu, ubicada en La Guajira entre Colombia y Venezuela, los saberes ancestrales son
esenciales en su identidad, desarrollo y crianza de los niños y niñas.

Sumado a lo anterior, el panorama cultural mundial ha experimentado un cambio


significativo. Los factores culturales tienen una influencia directa en el proceso de desarrollo
personal de cada individuo, lo que puede generar efectos positivos o negativos en su formación.
En el caso de la sociedad wayuu, los factores dominantes que introducen elementos propios del
pensamiento occidental están generando un gran desequilibrio. A pesar de esto, la educación
propia de la comunidad se basa en el reconocimiento y valoración de los saberes y prácticas
ancestrales, considerados legítimos y relevantes para la cultura wayuu. Esta educación implica la
integración de saberes ancestrales en el currículo escolar para fomentar su enseñanza y
transmisión, lo que permite a los niños y niñas wayuu adquirir los conocimientos y habilidades
necesarios para su cultura y entorno.

En el pasado, los Wayuu recibían educación en su hogar donde cada familia tenía la
responsabilidad de enseñarles desde su nacimiento hasta su muerte, los valores, costumbres,
comportamientos y conocimientos esenciales que necesitaban. Esta educación era parte de un
plan de vida y se llevaba a cabo con la participación de los ancianos, la familia, los guías
espirituales y las autoridades tradicionales indígenas. Hoy en día, la educación de los niños y
niñas Wayuu recae en diferentes establecimientos etnoeducativos, lo que ha llevado a una
separación entre la educación y la familia. Según Ibarra (2014),

la educación propia se refiere a la educación que se recibe en el hogar y su


entorno, mientras que la etnoeducación se refiere a la educación que se recibe en la
escuela y busca rescatar la cultura propia de los étnicos y terminar con la
discriminación dentro de las instituciones educativas. (pág. 57).
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Es esencial tener en cuenta que la combinación de los saberes ancestrales con las normas
y prácticas de crianza de los niños y niñas Wayuu está basada en el respeto por la tradición y la
participación activa de la comunidad en la educación de los niños. Aunque la cultura Wayuu
cuenta con una gran cantidad de conocimientos y prácticas ancestrales que se han transmitido de
generación en generación y que son vitales para la supervivencia y el bienestar de la comunidad,
no es adecuado imponer un enfoque educativo foráneo a su cultura desde las aulas. En su lugar,
se busca establecer un diálogo entre los saberes ancestrales y las necesidades y demandas de la
sociedad contemporánea. Es importante destacar que se necesita un enfoque que involucre a los
padres, abuelos y otros miembros de la comunidad en un papel no como educadores, sino como
poseedores del conocimiento.

En la educación de los niños y niñas Wayuu, se trata de integrar los saberes ancestrales
con las pautas y formas modernas de crianza, de manera que estos puedan desarrollarse de
manera completa y en sintonía con su entorno cultural y natural. Para ello, es crucial contar con la
comunidad y sus miembros, quienes juegan un papel activo en la transmisión de estos saberes
ancestrales y en la formación de los niños. Este proceso se logra a través de la observación, la
imitación y la práctica de las actividades cotidianas y rituales que forman parte de la cultura. Es
en estas instancias donde los sabedores transmiten conocimientos y valores a través de la
participación en actividades tales como la recolección de alimentos, la confección de artesanías y
la narración de historias. A través de estas interacciones, los niños y niñas Wayuu aprenden no
solamente habilidades prácticas, sino también valores como el respeto por la naturaleza, la
solidaridad y la responsabilidad comunitaria.

Ahora bien, la integración de los saberes ancestrales en la educación propia de los Wayuu
contribuye a fortalecer su identidad cultural y a preservar su patrimonio. Al reconocer y valorar
los conocimientos y prácticas transmitidas por sus antepasados, los niños y niñas Wayuu se
sienten orgullosos de su cultura y desarrollan una conexión más profunda con sus raíces. Desde
las perspectivas anteriores se puede trabajar desde el siguiente interrogante ¿Cómo se pueden
integrar de manera armoniosa los saberes ancestrales y la educación formal para lograr una
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educación integral y enriquecedora para los niños y niñas Wayuu, y cuál es el papel de la
comunidad y los padres en este proceso?

Efectivamente, la implementación de los saberes ancestrales en el contexto de aula


permite crear entornos educativos que reflejen la cultura Wayuu y promueva el respeto y la
valoración de los saberes ancestrales. Para lograr esto, se pueden decorar las aulas con elementos
tradicionales, incorporar arte y música indígena en el currículo y organizar eventos comunitarios
para compartir y celebrar los saberes ancestrales. Además, la integración armoniosa de los
saberes ancestrales y la educación formal requiere un enfoque colaborativo y participativo que
involucre a la comunidad Wayuu, los padres y los docentes. Al reconocer y valorar estos saberes
en el currículo escolar y en la crianza de los niños, se crea un entorno educativo enriquecedor que
promueve el desarrollo integral y la identidad cultural de los Wayuu.

El presente ensayo se inscribe en la línea de investigación educativa de la Didáctica en


contexto, que se enfoca en mejorar la enseñanza y el aprendizaje a través de la comprensión y
aplicación del contexto en el que se desarrollan los procesos educativos. Dicha didáctica busca
conectar la teoría y la práctica educativa, y se enfoca en adaptar los métodos y contenidos
educativos a las necesidades específicas de los estudiantes y de su entorno. A través de la
integración de los saberes ancestrales en el currículo escolar y las pautas de crianza, se promueve
la preservación del patrimonio cultural y se permite que los niños y niñas Wayuu adquieran
conocimientos y habilidades relevantes para su comunidad, lo que fomenta un aprendizaje
significativo y relevante. El enfoque educativo se fortalece mediante la valoración y el respeto
hacia los saberes ancestrales, empoderando así a los Wayuu y promoviendo su desarrollo integral.

En la actualidad, los modelos educativos occidentales han reemplazado los aportes


etnoeducativos propios de los territorios, lo que produce un desequilibrio cultural en la educación
de las etnias. Además, los factores culturales tienen un gran poder para transformar el proceso de
desarrollo cultural de individuos, grupos, colectivos, comunidades, naciones y países de manera
negativa. Es importante resaltar que la educación propia es un proceso de formación integral,
tanto individual como colectivo y comunitario, que busca fortalecer la identidad cultural de los
pueblos indígenas, preservando su autonomía, valores, lengua, conocimientos y prácticas propias.
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En este contexto, resulta crucial que los niños y niñas wayuu del resguardo indígena
Buenavista tengan acceso a una educación propia, basada en los procesos de formación ancestral
y en los aportes de la etnoeducación propia del contexto, con el objetivo de establecer un
proyecto de vida que garantice la preservación de su identidad cultural. Para este fin, se llevó a
cabo un análisis de los motores de búsqueda bibliográficos pertinentes a través de la revisión de
repositorios documentales como Redalyc, Scielo, Google Académico, Springer Link, CERN
Document Serve, Refseek, Academia.edu, Scholarpedia y Dialnet, cuyos resultados se localizan
en los primeros tres. El proceso se apoya en una bitácora de búsqueda diseñada y completada
para registrar los resultados de la búsqueda anterior, la cual utiliza criterios como el motor de
búsqueda, la fecha, el criterio de búsqueda y la cantidad de resultados.

Desde lo anterior, se tiene en cuenta que la diversidad cultural, así como la riqueza de
conocimientos de los pueblos indígenas son fundamentales para una educación inclusiva y
equitativa, en este contexto, los saberes ancestrales juegan un papel crucial, ya que representan la
sabiduría acumulada a lo largo de generaciones y son la base de la identidad y la cosmovisión de
los pueblos nativos. En este escrito, se explorará el enfoque de los saberes ancestrales como una
herramienta para la educación propia e intercultural, centrándonos en los Wayuu y su relación
con las pautas y creencias propias de su cultura. Desde este aspecto autores como Cueto,
Espinosa, Guillén, y Seminario, (2016) destacan que la problematización sobre las relaciones
entre saberes tradicionales y contexto educativos para configurar prácticas de enseñanza deben
atender las necesidades, deseos y aspiraciones de los estudiantes ubicados en su contexto y que
permitan reconocer a la escuela como un espacio propicio para conocerse, encontrarse y también
para cambiar sus formas de pensamiento y sus prácticas cuando se considera conveniente.

De igual manera, la integración de las prácticas ancestrales en la pedagogía propia tiene


varios beneficios. En primer lugar, permite que los estudiantes indígenas y afrodescendientes se
sientan valorados y respetados en el aula, lo que puede mejorar su autoestima y motivación para
aprender. Además, las prácticas ancestrales pueden ser una forma efectiva de transmitir
conocimientos y valores culturales que son importantes para la comunidad, desde lo anterior los
autores Teteye, Teteye, Teteye y Cataño, (2013) expresan que:
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“El conocimiento tradicional, que vincula las prácticas del aula con las
condiciones locales, aporta el conocimiento que se ha cultivado en las escuelas de
generación en generación durante miles de años y ayuda a desarrollar actividades
culturales propias de las comunidades, lo que facilitará la construcción de puentes
claros de conocimiento. a favor de las comunidades locales.” Al establecerse como un
diálogo intercultural podemos reconocer algunas características tradicionales que
crean experiencias educativas que pueden cambiar las prácticas educativas” (p. 16).

Durante la investigación de antecedentes, se encontraron dos informes relevantes del centro


de documentación de la Universidad Pedagógica Nacional. Uno de ellos es el estudio de Prada,
Sissas y Torres titulado "Concepciones de educación propia en los proyectos educativos
comunitarios de las comunidades indígenas Kankuamo, Misak y Murui, en camino para la
reflexión de otras educaciones”, que fue publicado en el 2016. El trabajo trata sobre la Educación
Propia, que se refiere a una lucha sociocultural que surge de la contradicción entre la propuesta
educativa del Estado y la educación en busca del reconocimiento y el fortalecimiento del
conocimiento indígena, desde la perspectiva de González (2012, p. 35).

De igual forma, en los entornos educativos de la comunidad, también se resalta la


relevancia de la educación en la identidad cultural, el mantenimiento de tradiciones y la
trasferencia de conocimientos ancestrales. Es sabido que la educación propia no solamente
comprende la adquisición de aptitudes y destrezas técnicas, sino que es un enfoque global que
involucra el crecimiento personal, social y espiritual del individuo. Además, estos proyectos
educativos en la comunidad se centran en que haya una participación activa de la comunidad en
la toma de decisiones y en la ejecución de las estrategias educativas. La educación es considerada
como una responsabilidad de toda la comunidad, y cada miembro tiene un papel importante que
desempeñar.

Reflexionar sobre las ideas que se presentan en torno a la educación propia en los proyectos
educativos comunitarios de las comunidades indígenas Kankuamo, Misak y Murui implica
centrarse en sus propias concepciones. La educación propia es una alternativa viable para
promover la inclusión y el respeto por la diversidad cultural dentro del sistema educativo.
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Incorporar las prácticas culturales tradicionales en el proceso educativo representa un


reconocimiento y una valoración de la riqueza de la diversidad cultural de los pueblos indígenas y
fomenta una educación más equitativa e inclusiva. Asimismo, la educación propia puede mejorar
el rendimiento académico de los estudiantes indígenas, al proporcionar un entorno de aprendizaje
más familiar y acogedor al integrar estas prácticas en el proceso educativo.

Cabe resaltar que, para lograr la implementación exitosa de la educación propia, es esencial
que los docentes se formen adecuadamente en cuanto a las prácticas culturales y tradicionales de
las comunidades con las que trabajan y que se establezcan medios efectivos de colaboración y
participación de las mismas en el proceso así se realiza en las comunidades indígenas
Kankuamo, Misak y Murui implica un verdadero y comprometido esfuerzo por parte de los
docentes e instituciones educativas, es esencial que los docentes se formen adecuadamente en
cuanto a las prácticas culturales y tradicionales de las comunidades con las que trabajan y que se
establezcan medios efectivos de colaboración y participación de las mismas en el proceso
educativo. En este tema resulta relevante la investigación "Cuna y vida: Sistematización de la
experiencia educativa en la Casa de Pensamiento Intercultural Semillas Ambira Pijao (2015-
2016)" realizada en 2017, ya que se enfoca de manera específica en las dinámicas y experiencias
educativas que ocurren en esta comunidad en particular.

Esta investigación muestra diversas formas de educar por medio del respeto hacia los
demás, sus formas de ser y estar, y la resignificación de los conocimientos ancestrales de las
comunidades indígenas. Para lograr una integración armoniosa entre los conocimientos
ancestrales y la educación formal, es fundamental enfocarse en la colaboración y la participación
de los padres, docentes y la comunidad Wayuu, así mismo valorar y reconocer los saberes
ancestrales en el aula permitirá incluir una parte importante del patrimonio cultural y establecer
una relación más significativa con el conocimiento, creando así un ambiente educativo
enriquecedor que fomente el desarrollo integral y la identidad cultural de los Wayuu.

De acuerdo a lo anterior, en la investigación destaca la importancia de la educación


intercultural como un medio para promover el diálogo y el entendimiento entre las diferentes
culturas. Cabe resaltar que, en el contexto educativo, la interacción entre prácticas, saberes y
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pautas de crianza a través de estrategias metodológicas interculturales es fundamental para


reconocer y valorar la diversidad de los estudiantes y reflejar sus realidades vivenciales.
Reconocer y valorar los saberes ancestrales, es esencial reconocer la riqueza y la importancia de
los conocimientos y tradiciones transmitidas por generaciones en la comunidad Wayuu. Esto
implica valorar y respetar las costumbres, la lengua, la cosmovisión y las prácticas culturales
desde la cultura y crianza de los Wayuu.

Según varios autores, es necesario adaptar el plan de estudios escolar para que los saberes
ancestrales de la cultura Wayuu sean incluidos en él, lo que implica agregar contenidos
relacionados con la historia, la lengua, la tradición oral, las artes y la ecología propias de la
comunidad Wayuu. De esta forma, se estimula un sentido de pertenencia y se refuerza la
identidad cultural de los niños y niñas. Los saberes ancestrales y las pautas de crianza son
considerados una parte vital de la educación de los niños wayuu, ya que se transfieren a través de
la observación, la imitación y la experiencia práctica de generación en generación.

De este mismo modo, en la cultura wayuu, la educación no se limita a la escuela formal,


sino que es un proceso integral que abarca todos los aspectos de la vida cotidiana. La crianza de
los niños es responsabilidad de toda la comunidad, y los padres, abuelos y otros miembros de la
familia desempeñan un papel crucial en su educación. Así mismo, las pautas de crianza wayuu se
basan en el respeto, la disciplina y la responsabilidad, desde allí los niños aprenden a respetar a
sus mayores, a obedecer las normas de la comunidad y a ser responsables de sus acciones desde
una edad temprana. También se les enseña a valorar la importancia de la familia y de la
comunidad en su desarrollo personal y social.

Cabe resaltar que la educación wayuu es un proceso integral que abarca tanto los saberes
ancestrales como las pautas de crianza, y tiene como objetivo formar individuos responsables,
respetuosos y comprometidos con su comunidad y su cultura. Los padres desempeñan un papel
fundamental en la educación de sus hijos. Es importante establecer una comunicación abierta y
constante con los padres para involucrarlos en el proceso educativo. Esto puede incluir reuniones
periódicas, talleres para padres, y la promoción de su participación en actividades escolares.
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Además, se puede fomentar la creación de grupos de padres en los que se compartan y discutan
estrategias para integrar los saberes ancestrales en la educación de sus hijos.

Desde esa perspectiva, para lograr una educación integral y enriquecedora para los niños y
niñas Wayuu, es esencial valorar y respetar los saberes ancestrales, fomentar el diálogo
intercultural, adaptar el currículo escolar, involucrar activamente a la comunidad y fortalecer la
comunicación y colaboración con los padres. Al hacerlo, se promueve una educación que integra
los conocimientos tradicionales y académicos, y se respeta la identidad y cultura de la comunidad
Wayuu articulada con las pautas de crianza de los niños y niñas Wayuu se basa en la integración
de los saberes ancestrales en el proceso educativo. Esto implica reconocer y valorar los
conocimientos y prácticas culturales de la comunidad, y utilizarlos como herramientas para la
educación y formación de los niños y niñas.

Por ejemplo, en la cultura Wayuu, la educación se enfoca en la formación integral de los


niños y niñas, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales. Los saberes
ancestrales, como la medicina tradicional, la música, la danza y la artesanía, son utilizados para
fortalecer estos aspectos y transmitir valores y conocimientos importantes para la comunidad.
Además, la educación propia articulada con las pautas de crianza de los niños y niñas Wayuu se
enfoca en la participación activa de la comunidad en el proceso educativo. Esto implica una
colaboración estrecha entre los docentes y los líderes y representantes de la comunidad, y una
valoración de los conocimientos y prácticas culturales de la comunidad.

Los saberes ancestrales son conocimientos, prácticas y valores transmitidos de generación


en generación, que forman parte de la identidad y cultura de un pueblo o comunidad. En el caso
particular de los wayuu, estos saberes están ligados a su cosmovisión y a las pautas de crianza de
sus hijos. En congruencia con lo anterior, la educación propia de los wayuu se basa en la
transmisión de estos saberes, y se articula con las pautas de crianzas de los niños y niñas de la
comunidad. En lugar de un modelo educativo occidentalizado, donde se busca formar individuos
aptos para el mundo laboral, la educación propia de los wayuu busca formar personas conscientes
de su lugar en el mundo, y comprometidas con la preservación de su cultura y medio ambiente.
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La educación propia se diferencia de la formación occidental en que no sigue una


estructura jerárquica de contenidos. No se basa en un currículum preestablecido, sino
que durante el proceso se van creando estrategias políticas que se adaptan a las
necesidades específicas de cada situación. No existe una única forma estipulada de
educación como en la perspectiva occidental; en cambio, se busca en el camino la
creación de pedagogías que permitan a los niños aprender lo que los adultos saben.
Esta perspectiva fue expresada por la Autoridad 2 en un grupo de discusión el 15 de
septiembre de 2018. (pág. 18).

Sin embargo, los conocimientos y técnicas de crianza transmitidos de generación en


generación han sido desvalorizados por la educación formal occidental, que impone un modelo
uniforme y homogéneo que no se ajusta a la realidad y necesidades de las distintas comunidades,
es fundamental valorar los conocimientos y saberes ancestrales, así como la educación propia,
como instrumentos esenciales para la preservación de la cultura, la identidad y el medio ambiente
de las comunidades de esta manera, se logra el desarrollo de habilidades y destrezas necesarias
para la vida en su entorno específico, brindando una solución auténtica, apropiada y útil a la
realidad.

Como docentes, desde el aula y la práctica pedagógica se debe promover el reconocimiento


y valoración de los saberes ancestrales, y la educación propia de los wayuu, como un
enriquecimiento para la sociedad como un todo. La diversidad cultural es un valor que debemos
apreciar y valorar, y la educación propia y saberes ancestrales son manifestaciones de esa
diversidad. al reconocer la importancia de estos saberes, no solo se preserva la cultura y
tradiciones, sino que se da validez a la sabiduría que se ha desarrollado a lo largo de siglos de
experiencia. Tomando como referencia a las autoridades Nasa cuando plantean:

La educación propia es crucial para el florecimiento y preservación de la


identidad, cultura, autoridad y organización de un pueblo. A través de esta educación,
se garantiza que los valores de la comunidad se mantengan y se transmitan de
generación en generación. En Bogotá, la educación es igualmente importante para
consolidar la identidad de la comunidad y para fomentar el diálogo intercultural. En
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general, la educación propia es un camino hacia el crecimiento colectivo de la


comunidad, como expresó la Autoridad 5 durante un Conversatorio celebrado el 8 de
septiembre de 2018. (Pág. 33).

Para alcanzar una educación pedagógica ideal, es esencial combinar la educación propia de
los indígenas con la educación formal y la cultura de los estudiantes. Además, la educación
propia es un componente fundamental para el desarrollo, conocimiento, adopción y progreso de
las comunidades indígenas. A través de la etnoeducación, se busca educar a los jóvenes Wayuu y
preservar las costumbres de la comunidad mediante un equilibrio entre los saberes tradicionales y
la educación occidental reforzando la identidad cultural de la cultura Wayuu, la educación propia
puede ser implementada en los centros etnoeducativos.

Como resultado del contexto interactivo dado en el aula, la educación propia es el modelo
de educación diseñado por una comunidad, en el que se utilizan los saberes ancestrales para guiar
la enseñanza. Este modelo se basa en la transmisión de estos saberes, y se centra en la formación
de individuos comprometidos con la preservación de su cultura y medio ambiente. En lugar de un
enfoque en la formación de individuos aptos para el mundo laboral, la educación propia busca
formar personas conscientes de su lugar en el mundo, y comprometidas con la preservación de su
cultura y su medio ambiente. Así mismo, el conocimiento operado por los docentes que ejercen la
profesión está diferenciados por cada educando lo que poco posibilitan una comprensión de las
prácticas educativas a partir de la pertinencia y calidad de la educación valorada en el contexto de
una comunidad, y los saberes tradicionales presentados en una metodología educativa de carácter
intercultural.

De la misma manera, es importante destacar que los conocimientos ancestrales y la


educación propia representan herramientas fundamentales para la preservación de la cultura e
identidad de las comunidades, la transmisión de estos conocimientos permite la preservación y
transmisión de la cultura y la identidad de una comunidad a las futuras generaciones. Asimismo,
el enfoque en la cultura y la identidad de la comunidad permite a las personas comprender su
lugar en el mundo y sentirse conectadas con su grupo cultural. Por otro lado, la escuela ha
contribuido significativamente a la reproducción de las clases sociales, la segregación y la
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determinación del lugar diferenciado de cada grupo e individuo en el sistema, al decidir quiénes
tienen acceso o son privados del conocimiento científico.

Saberes ancestrales en la educación propia wayuu

La educación propia wayuu se basa en la transmisión de saberes ancestrales, que son


considerados fundamentales para el desarrollo de la comunidad, estos saberes incluyen
conocimientos sobre la naturaleza, la agricultura, la pesca, la caza, la artesanía, la medicina
tradicional, la música y la danza, entre otros, de allí que la transmisión de estos saberes se realiza
de forma oral, a través de historias, mitos, leyendas y rituales, y se complementa con la
observación y la práctica. Cabe resaltar que la educación propia wayuu se enfoca en el desarrollo
integral de la persona, y no solo en la adquisición de conocimientos técnicos. Se busca fomentar
valores como la solidaridad, la cooperación, el respeto y la responsabilidad, y se promueve la
participación activa de los niños y niñas en la vida comunitaria, de esta forma, se busca fortalecer
la identidad cultural y la autoestima de los wayuu, y preservar su patrimonio cultural.

El Artículo 14 garantiza el derecho de los pueblos indígenas para controlar sus instituciones
y sistemas educativos, permitiéndoles impartir educación en sus propios idiomas y con métodos
culturales que correspondan a su estilo de enseñanza y aprendizaje, es fundamental que la
educación en el ámbito de los pueblos indígenas sea autónoma, es decir, que se ajuste a su forma
de vivir, sus esperanzas y características específicas de sus procesos de enseñanza como parte de
la autonomía de los pueblos indígenas en el ámbito educativo. En la comunidad wayuu, los
saberes ancestrales son fundamentales para su educación propia y se integran de manera natural
en las prácticas de crianza de niños, la transmisión de estos conocimientos se realiza
principalmente de manera oral, a través de historias, mitos, leyendas y rituales, complementados
con observación y práctica.

Pautas de crianza en la educación de la infancia wayuu

En el contexto formativo wayuu, la crianza de los niños se cimenta en la transmisión de


saberes ancestrales y en su participación activa en la vida de la comunidad, esto se hace desde
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temprana edad, integrando actividades cotidianas de la comunidad, como recolectar agua,


preparar alimentos, hacer artesanías y música, lo que fomenta su autonomía y capacidad de
adaptación al entorno. Además, la crianza wayuu se orienta en el desarrollo integral de la persona
y promueve valores como la solidaridad, la cooperación, el respeto y la responsabilidad, los niños
son educados en un ambiente de tolerancia y respeto, y se les enseña a valorar la diversidad
cultural, lo que les permite participar activamente en la vida de la comunidad y a tomar
decisiones de manera colectiva.

Articulación de los saberes ancestrales y las pautas de crianza.

Los conocimientos tradicionales y las prácticas de crianza de los niños y niñas wayuu están
estrechamente relacionados y se complementan mutuamente. La participación de los niños y
niñas en la vida comunitaria permite la transmisión activa de los conocimientos tradicionales,
mientras que las prácticas de crianza se basan en la transmisión de dichos conocimientos. Esto se
hace con la finalidad de fortalecer la identidad cultural y la autoestima de los wayuu, y conservar
su patrimonio cultural. La integración entre los conocimientos tradicionales y las prácticas de
crianza de los niños y niñas wayuu se lleva a cabo de forma natural, mediante la observación y la
práctica. Los niños y niñas aprenden por medio de la imitación y su activa participación en las
actividades cotidianas de la comunidad, lo que fomenta su autonomía y capacidad de adaptación
al entorno, así como su enseñanza para tomar decisiones de forma colectiva.
La educación en las comunidades indígenas y tradicionales implica un proceso fundamental de
integración de los saberes ancestrales y las pautas de crianza. Los saberes ancestrales son
conocimientos transmitidos de generación en generación, perfeccionados por estas comunidades
a lo largo del tiempo, y las pautas de crianza son las normas y prácticas utilizadas para educar y
formar a los niños y niñas en estas comunidades, en muchas culturas, los saberes ancestrales y las
pautas de crianza están estrechamente relacionados y se complementan, lo que permite que los
niños y niñas aprendan por medio de la observación y la práctica.

A partir de lo anterior, la articulación de los saberes ancestrales y las pautas de crianza


también tiene como objetivo preservar la identidad cultural y el patrimonio de estas comunidades
los saberes ancestrales son una parte fundamental de la cultura y la historia de estas comunidades,
y su transmisión de generación en generación es esencial para su supervivencia y desarrollo. Por
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otro lado, las pautas de crianza son una forma de transmitir estos saberes y valores a las nuevas
generaciones, y de asegurar su continuidad, en la actualidad, la articulación de los saberes
ancestrales y las pautas de crianza se enfrenta a diversos desafíos, como la discriminación y la
exclusión de estas comunidades también han afectado su capacidad para transmitir sus saberes y
valores a las nuevas generaciones.

La educación propia en los Wayuu:

La educación propia busca preservar y valorar los saberes y la cultura de los pueblos
indígenas en el proceso de enseñanza, en el caso de los Wayuu, este enfoque implica reconocer y
fortalecer los saberes ancestrales en el currículo escolar y en las prácticas de crianza, de esta
manera se promueve la interculturalidad y el respeto por la diversidad cultural. Este enfoque se
basa en la idea de que la educación debe abordar el desarrollo integral de la persona en todas sus
dimensiones, y tener en cuenta las particularidades culturales y sociales de cada comunidad
donde la educación propia considera los saberes y la cultura de la comunidad como
fundamentales para el desarrollo de los estudiantes, y busca transmitirlos a través de métodos y
estrategias pedagógicas coherentes con la cultura y la cosmovisión de la comunidad.

La incorporación de los saberes ancestrales wayuu en la educación propia y en las pautas de


crianza de los niños y niñas tiene múltiples beneficios, en primer lugar, fortalece la identidad
cultural de los Wayuu y promueve un sentido de pertenencia y orgullo por su herencia ancestral.
Además, estos saberes proveen a los niños y niñas de herramientas para enfrentar los desafíos
contemporáneos sin perder de vista sus raíces y tradiciones. Este enfoque también promueve la
interculturalidad y el diálogo de saberes, al reconocer y valorar los conocimientos de los Wayuu,
se fomenta un ambiente educativo inclusivo que respeta y valora la diversidad cultural lo cual
puede crear un puente entre los saberes ancestrales y los conocimientos modernos, permitiendo
una educación enriquecedora que combina lo mejor de ambos mundos.

Para trabajar desde el currículo una educación propia ligada a los saberes ancestrales
Wayuu, es importante partir de la construcción conceptual de la enseñanza propia , que valora y
respeta los conocimientos, valores y prácticas de la cultura Wayuu, es necesaria la inclusión de la
cosmovisión Wayuu en el currículo, y dar prioridad a las prácticas y conocimientos ancestrales
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para garantizar la preservación de la cultura y sabiduría de la comunidad, también es importante


fomentar las prácticas pedagógicas propias para la transmisión de los saberes ancestrales Wayuu
y la revalorización de su patrimonio cultural. De esta forma, se puede trabajar desde el currículo
una educación propia ligada a los saberes ancestrales Wayuu, que permita una formación
holística y respetuosa de la diversidad cultural.

La integración de los saberes ancestrales wayuu en la educación propia y las pautas de


crianza son fundamentales para preservar la identidad cultural y promover una educación
inclusiva, desde este enfoque reconoce que los saberes ancestrales son fuente de conocimiento y
proporciona a los niños y niñas las herramientas necesarias para desarrollarse plenamente en el
mundo contemporáneo sin perder de vista su herencia cultural. Cabe resaltar que las políticas
educativas y las instituciones deben apoyar la incorporación de estos saberes en los currículos
escolares y en las prácticas de crianza, lo que implica establecer espacios de diálogo y
colaboración entre la comunidad wayuu y los actores educativos para implementar efectivamente
este enfoque.

En este sentido, la educación propia indígena se basa en la idea de que las comunidades
indígenas tienen el derecho de desarrollar y gestionar sus propios sistemas educativos, donde se
destaca la importancia de transmitir no solo conocimientos académicos, sino también preservar la
cultura, fortalecer la identidad y promover el respeto por la naturaleza y la comunidad a través de
los saberes, las tradiciones y las lenguas indígenas. Por otro lado, las pautas de crianza en las
comunidades indígenas se basan en los valores, creencias y prácticas tradicionales de cada
cultura, enfatizando el respeto, la colaboración, la responsabilidad, la relación armónica con el
entorno natural y la transmisión de conocimientos y habilidades de generación en generación.
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Para trabajar en un currículo que incluya una educación propia basada en las pautas de
crianza Wayuu, es necesario incorporar la cosmovisión de esta cultura en el plan de estudios,
desde allí, se requiere promover prácticas pedagógicas que permitan la transmisión de saberes
ancestrales Wayuu y la revisión de su patrimonio cultural, es fundamental priorizar las prácticas y
conocimientos ancestrales para garantizar la preservación de la cultura y sabiduría de la
comunidad. De esta manera, será posible lograr una articulación entre la educación propia
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indígena y las pautas de crianza educativas implica reconocer y fortalecer el papel de la


comunidad y la familia en la educación de los niños y niñas, esto implica la participación activa
de los padres, los ancianos y los miembros de la comunidad en el proceso educativo, tanto dentro
como fuera de las instituciones formales de enseñanza.

En este sentido, es importante que los sistemas educativos oficiales reconozcan y valoren
los saberes y las prácticas culturales de las comunidades indígenas, e integren estos elementos en
los currículos escolares lo cual implica incluir contenidos relacionados con la historia, la
cosmovisión, los idiomas indígenas y los conocimientos tradicionales en las clases y actividades
escolares, para fortalecer los saberes ancestrales, es a través de la transmisión de conocimientos
de padres a hijos, se ha preservado la sabiduría ancestral y se ha mantenido una conexión
armoniosa entre el ser humano y la naturaleza a partir de allí es importante que se valore y
fomente este tipo de educación en la actualidad, para así promover la diversidad cultural y el
respeto a las tradiciones y cosmovisiones indígenas, desde allí se puede enriquecer la formación
de los estudiantes con perspectivas culturales diferentes y contribuir a una educación más integral
y completa para el ser humano.

Desde la implementación de la educación propia indígena es crucial para fortalecer las


pautas de crianza, a través de la transmisión de conocimientos de generación en generación, se
han establecido prácticas y valores que fomentan una conexión respetuosa entre los niños, la
comunidad y la naturaleza, esto puede permitir y promover la educación propia indígena, se
brinda una oportunidad para preservar y fortalecer estas prácticas y valores. Esto incluye una
atención especial a las necesidades específicas de los niños y jóvenes, así como una comprensión
más profunda de la cultura, valores y prácticas comunitarias. Igualmente, la educación propia
indígena puede reforzar la autoestima y la identidad cultural de los niños, lo que los equipa con
las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del mundo moderno sin perder su conexión
con sus raíces culturales.

En este sentido, tanto el modelo educativo Wayuu Ana'a Akuaipa como las estrategias
educativas del Ministerio de Educación para áreas rurales y comunidades indígenas, requieren
que las instituciones educativas étnicas desarrollen estrategias pedagógicas específicas y
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contextualizadas para la comunidad indígena Wayuu para generar cambios reales en la sociedad,
en el contexto de una vida en la que las desigualdades y las políticas públicas impuestas chocan
con el pensamiento y la vida de los grupos más vulnerables del departamento, como las
comunidades indígenas.

Este enfoque integral considera no solo la satisfacción de las necesidades físicas de los
niños, sino también su equilibrio emocional y espiritual, de esta manera, los niños y jóvenes
tienen la posibilidad de participar activamente en su comunidad y el medio ambiente, valorar su
cultura y patrimonio ancestral, y desarrollar su identidad cultural y espiritual; es esencial apreciar
y fomentar la educación autóctona y las prácticas de crianza para proteger y transmitir la
sabiduría ancestral. Para lograr esto, es fundamental que la educación y la crianza respeten la
diversidad cultural y las perspectivas culturales de cada comunidad indígena, y se establezcan
espacios de diálogo y reflexión para seguir consolidando la conexión entre la educación y las
prácticas de crianza indígenas.

Desde el contexto de la etnoeducación los estilos de crianza de los Wayuu pueden ser
incluidos en el currículo educativo como parte de una educación propia y una valoración de la
diversidad cultural. Para incorporar los estilos de crianza wayuu en el currículo, se pueden
realizar actividades y talleres que enseñen sobre las prácticas y valores de crianza de la
comunidad, y cómo estos difieren o se complementan con otras culturas. También se pueden
incluir cuentos, historias y leyendas que ilustren los diferentes estilos de crianza wayuu y su
importancia en la cultura de la comunidad. Bajo esta perspectiva, el Proyecto Etnoeducativo de la
Nación Wayuu (2014:30) plantea sobre las prácticas sociales en la educación: desde muy
temprana edad, niños (as) son orientados hacia una formación integral mediante un proceso de
consejos y charlas, dadas por las abuelas y mayores de la familia, actividad que se realiza en la
frescura y el silencio del amanecer.

En conclusión, es fundamental promover la formación de docentes indígenas y la


interculturalidad en las instituciones educativas, así mismo los docentes deben recibir
capacitación adecuada para comprender y valorar la diversidad cultural, y deben ser sensibles a
las necesidades y particularidades de los estudiantes indígenas, de la misma manera se deben
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crear espacios de diálogo y colaboración entre los educadores, los padres y la comunidad para
construir una educación inclusiva y respetuosa de la identidad cultural, fomentando la
articulación de la educación propia indígena con las pautas de crianza educativas ambas
promueven una educación que se alinea con los valores y las necesidades de las comunidades
indígenas, fortaleciendo su identidad y contribuyendo a la preservación de sus conocimientos y
tradiciones.

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