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Este documento describe el trabajo de Estela Casados sobre las diferencias de género en el acceso de las mujeres a la esfera pública en el estado de Veracruz, México. Analiza dos organizaciones de mujeres rurales, Morix y La Flor de Tetelzingo, que promovieron proyectos productivos permitiendo a las mujeres desarrollarse más allá del ámbito doméstico. A pesar de la oposición inicial, las organizaciones lograron éxito económico y algunas mujeres alcanzaron posiciones de liderazgo previamente cerradas a el
Este documento describe el trabajo de Estela Casados sobre las diferencias de género en el acceso de las mujeres a la esfera pública en el estado de Veracruz, México. Analiza dos organizaciones de mujeres rurales, Morix y La Flor de Tetelzingo, que promovieron proyectos productivos permitiendo a las mujeres desarrollarse más allá del ámbito doméstico. A pesar de la oposición inicial, las organizaciones lograron éxito económico y algunas mujeres alcanzaron posiciones de liderazgo previamente cerradas a el
Este documento describe el trabajo de Estela Casados sobre las diferencias de género en el acceso de las mujeres a la esfera pública en el estado de Veracruz, México. Analiza dos organizaciones de mujeres rurales, Morix y La Flor de Tetelzingo, que promovieron proyectos productivos permitiendo a las mujeres desarrollarse más allá del ámbito doméstico. A pesar de la oposición inicial, las organizaciones lograron éxito económico y algunas mujeres alcanzaron posiciones de liderazgo previamente cerradas a el
Indagar sobre la manera en que se tenderse de su responsabilidad publica,
experimentan las diferencias de ge- posee, asimismo, otra vertiente que nero en la practica se vuelve urgente abre un abanico de opciones participa- ante la evidencia de que enfrentamos tivas a los diferentes actores sociales en a un mundo cada vez mas polarizado, su interaction con las instancias de en el que se agudizan las desigual- gobierno; participaci6n que les per- dades de todo tipo merced a las mite desarrollar mecanismos y practi- polfticas globo-neoliberales que, al cas para involucrarse en la definition, privatizar el mundo publico, han ejecuci6n y monitoreo de las polfticas generado una crisis tanto en la es- publicas, es decir, la llamada interven- fera publica como en la privada. Las tion ciudadana en el ejercicio del asimetrfas exacerbadas funcionan de poder. El ideal de nuestros tiempos es, manera fetichizada ya que el capital entonces, la democracia participativa. global opera bajo un disfraz racista y Este ideal no deja de suscitar basado en el genero, donde el racismo importantes consideraciones con y el sexismo ocultan relaciones de respecto a la problematica de genero. poder transnacionales y clasistas. Una ^Es la participation ciudadana el de las repercusiones inmediatas de mejor vehfculo para lograr condi- esta situation para los sectores mis ciones mas sim^tricas entre hombres vulnerables de la poblacion es el y mujeres?, ^es la participaci6n escaso flujo del gasto publico encami- femenina factor suficiente para nado al sector social, el cual se ve obtener esta equidad?, <que implica- reducido a tratar de impulsar estrate- ciones y significados, cuales costos y gias de autoayuda, ante la contracci6n beneficios tiene para las mujeres el al mfnimo de los programas guberna- acceso a posiciones de liderazgo? mentales que buscan afanosamente el Para reflexionar sobre estas cues- adelgazamiento del Estado. tiones, Estela Casados nos ofrece un Un panorama como este, en el que texto que fue premiado con su publi- los Estados nacionales intentan desen- cation por haber sido la mejor tesis de posgrado de la D i r e c c i 6 n de Ciencias Sociales y Humanidades de * Estela Casados Gonzalez, Crecer como mujeres. la Universidad Autonoma Metropo- Ciudadahla rural en Veracruz, U A M - X , Mexico, 2003. litana, Unidad Xochimilco, lo que hace patente su calidad en el abordaje los irresponsables vaticinios de su de la problematica de genero con aniquilaciOn de nuestra flamante secre- relation al acceso de las mujeres a la tario de Agricultura, Javier Usabiaga. esfera publica en el estado de Vera- Pero esta es una lucha que esta resul- cruz, tema por demas relevante y muy tando costosa a las sociedades rurales, poco trabajado. y particularmente al estado de Vera- Estela se apoya en tres categorfas cruz, en los ultimos tiempos: aunque clave —genero, poder y ciudadama—, no inedito, el fenOmeno de la mi- a traves de las cuales va dibujando un gration international, al que los vera- contexto dominado por la diferen- cruzanos se han recientemente inser- ciaciOn. Espacios, funciones, activi- tado de forma masiva, esta involu- dades, derechos y obligaciones, cuali- crando a mas de 10% de la poblaciOn dades y calidades nos hablan de una total del estado que equivale a mas de jerarquizaciOn social donde ser hom- ochocientos mil personas. bre o ser mujer condiciona la expe- iQue les queda, pues, a las mujeres riencia de vida en su totalidad. Y es por sino defender con unas y dientes su ello que el ambito domestico, como aliento vital? Ven partir a sus hombres territorio cercado donde transcurre la echando su tristeza a la espalda y se vida de las mujeres rurales, configura multiplican, aumentan sus jornadas los intersticios donde surge la posi- de trabajo, diversifican sus actividades bilidad de acceder a una vida mas y se las ingenian para procurar a los activa polfticamente. Curiosamente, suyos el alimento diario, o parten son los escollos y carencias que impi- tambien dejando atras hijos y padres den a las mujeres cumplir a cabalidad ancianos con la esperanza de labrarles su papel de genero en el maternaje y a aquellos un mejor futuro. la reproduction de la esfera fntima, En el contexto de esta lucha cotidia- los que las mueven a la busqueda de na, Estela nos presenta la gestaciOn y la fuerza de la colectividad en deman- desarrollo de dos organ izaciones de da de satisfactores privados. mujeres en el estado de Veracruz, una Para quienes observamos de cerca la vinculada al movimiento cafetalero: dramatica situation del campo en las Mujeres Organizadas de la RegiOn Mexico, las historias se repiten con de Ixhuatlan del Cafe (Morix) y La apenas variation: Ixhuatlan del Cafe y Flor de Tetelzingo, que aglutina a un Tetelzingo son una caso mas que agre- grupo surgido desde las C o m u n i - gar al interminable inventario de dades Eclesiales de Base. Ambas orga- comunidades que en plena agonfa se nizations impulsaron proyectos pro- empenan en su subsistencia, a pesar de ductivos que han brindado a sus inte- grantes la posibilidad de traspasar los tarias integradas por mujeres (molino espacios meramente domesticos para de nixtamal, tienda de abasto, tosta- involucrarse en la vida polftica de su dora de ca.(6), quienes pudieron localidad e inclusive para ocupar, en desarrollar actividades extradomesti- algunos casos, posiciones de liderazgo cas que les permitieron generar ingre- que han estado tradicionalmente ce- sos y desarrollar espacios de creci- rradas a las mujeres rurales. miento, no obstante las severas crfti- La primera es una organization de cas de la comunidad. Algunas de estas relativamente nueva creation que mujeres contaban con la ventaja de concentra a seis grupos de trabajo haber participado en las fuertes movi- encargados de cinco tiendas de abasto lizaciones de cafeticultores de media- y una tortillerfa, y que se ha man- dos de los anos ochenta y en los actos tenido a pesar de un entorno hostil, de protesta en pro del establecimiento tanto por la oposicion de la comu- de un basurero en la localidad, nidad, que tachaba a sus integrantes aunque en ese momento no tuvieran de "alborotadoras del gallinero", cohesi6n grupal, ya que, como decfa como por dificultades logfsticas, falta un dirigente de la U G O C P , habfa "vie- de experiencia, conflictos internos, jas juntas, pero no organizadas". analfabetismo y severas presiones Estela nos ofrece, en la propia voz familiares. Sin embargo, contaron de sus entrevistadas, la narraci6n de con financiamiento y el apoyo de reli- los caminos recorridos, inicialmente giosos y de organizaciones no guber- con pasos vacilantes, temores, indeci- namentales que les impartieron talle- siones y tropiezos, aunque paulatina- res de autorreflexi6n y capacitaci6n mente fueron adquiriendo mayor para el trabajo. La agrupaci6n les ha seguridad hasta lograr que la red de brindado la oportunidad de verse tiendas de abasto funcionara lo bas- reflejadas unas en otras y de compar- tante bien como para trascender la tir problemas y logros, lo cual les ha oposici6n de las familias y la hostili- permitido construir lazos de con- dad de las comunidades. El exito de fianza y solidaridad que no hubieran la empresa les gan6 el respeto de sus hecho de haber continuado recluidas anteriores detractores y el recono- en el cerco domestico. cimiento de sus capacidades, al grado La segunda, Morix, nace a princi- que tres de ellas desempenaron cargos pios de los anos noventa, a traves de en la dirigencia de la U G O C P y una la Uni6n General Obrera, Campesina fue regidora municipal, no sin haber y Popular ( U G O C P ) , cuando se ponen tenido que hacer enormes esfuerzos en marcha microempresas comuni- y veneer una serie de oposiciones y oportunismos. Y en este punto me las mujeres hayan obtenido derechos detengo para que los lectores puedan ciudadanos e igualdad juridica, se les disfrutar por si mismos el largo y tor- considera incompetentes para el que- tuoso aprendizaje que esto entran6 y hacer politico. las repercusiones que las propias Esta idea parece haber permeado mujeres consideran que ha tenido esta incluso el discurso de organismos experiencia en sus vidas. gubernamentales y no gubernamen- Hay o t r o p u n t o sobre el que tales que trabajan para las mujeres. La quisiera ahora detenerme brevemente, autora denuncia el riesgo que se corre y que se refiere al potencial heurfstico de crear una nueva forma de subordi- que tiene el trabajo de Estela, es decir, naci6n al vincular el discurso de el ser £ste un vehfculo para la re- desarrollo al de g^nero, pues ^ste flexion sobre un factor que es particu- ultimo tiene una percepci6n devalua- larmente interesante: la posibilidad da de la mujer rural, ya que considera real que tienen las mujeres de trascen- a esta como un ente pasivo sin tomar der la subordinaci6n y llegar a esta- en cuenta la idea de desarrollo que dios mas igualitarios, a eso que Elias poseen las propias mujeres. De esta llama "el cambiante equilibrio de manera, se provocan y perpetuan poder" entre los generos. Elias emplea nuevos lazos de dependencia de las esta notion para encarar los procesos mujeres con respecto a los promo- de aceleracion y desaceleraci6n hacia tores de aquellos organismos. la simetria intergen^rica, que este La violencia simbolica, esa apre- autor atribuye a una tendencia civi- ciaci6n de inferioridad e incapacidad lizatoria de larga d u r a t i o n . D o s introyectada y aceptada por las pro- aspectos quiero destacar en este sen- pias afectadas, se ejerce a cada paso tido: la v i o l e n c i a simb61ica y la que dan las mujeres, obligdndolas a relation entre poder y autoridad. luchar no solo contra la oposici6n de Estela nos presenta una serie de maridos tachados de mandilones y obsticulos para la participaci6n fe- poco hombres por dejar a sus "viejas menina en la esfera poh'tica debido a andar de argiienderas" y de otras factores harto conocidos: su g^nero, mujeres que condenan su "salida del su dependencia ffsica y exposition a huacal", sino incluso en contra de la violencia sexual, su dependencia elias mismas y sus culpabilidades por econ6mica, su menor disponibilidad "desatender" el ambito domestico. de tiempo para dedicarse a la vida Estas percepciones se evidencian poh'tica y que se traduce en un ejerci- con mayor fuerza en el espacio cio desigual de la ciudadan/a. Aunque publico donde obstaculizan a las mujeres en el desempeno de sus fun- traves del ejercicio de las funciones ciones. Generalmente, a las mujeres especfficas que les delega la sociedad, se les atribuye un actuar centrado en al ser ellas las encargadas de reproducir su entorno inmediato, ligado a la no solo los cuerpos de otros sino los cotidianidad y a la esfera l'ntima, con esquemas culturales, su inclusion en la poco interns en el bienestar social, lo sociedad y en la polftica, como pro- cual se traduce no en negar la posibi- ductoras de moral y de costumbres, las lidad de ejercer el poder, sino de vincula con esferas e instituciones ejercerlo con completa autoridad. extradomesticas. Tales ideas se reflejan en una concep- Mediante los tftulos que ostentan ci6n claramente senalada por Estela, como madres —reproductoras, res- respecto a una cultura polftica ponsables de la cohesion familiar—, femenina de tipo localista y parro- las mujeres pueden desarrollar estrate- quial, con intereses, valoraciones y gias que, colectiva o individualmente, practicas centradas en microespacios. lleven en su seno los germenes del Sin embargo, la autora tambien cambio. Ejemplos de ello son los casos precisa que esta es una concepci6n que que Estela nos ha presentado en su puede ser aprovechada por las propias texto. Aunque muchas de estas mani- mujeres para promover cambios desde festaciones no impliquen necesaria- lo local a partir de su propia vision del mente el cuestionamiento de un orden desarrollo. El texto muestra c6mo la dado, ponen en evidencia la partici- participaci6n activa de las mujeres es pation activa y el protagonismo de las tolerada e, incluso, alentada en tanto mujeres en la consecuci6n de mejores se constituya en una extensi6n de sus condiciones materiales y su capacidad de transformaci6n. funciones en el ambito domestico, y de ello habrfa que tomar ventaja, Este " c a m b i a n t e e q u i l i b r i o de porque implica una toma de concien- poder" entre los generos, en sus vari- cia de su subordination de genero. antes de subordination, resistencia, Pareciera ser que en la actualidad asis- alianza y redes de solidaridad, debe timos a un momento en el que las ser estudiado en la dinamica que pre- luchas por lograr una mayor simetrfa sentan sus modalidades concretas, ya entre los generos se encuentran plena- que es en el ambito local donde se mente legitimadas. En esta coyuntura, manifiestan las continuidades mar- el tema de los poderes femeninos cadas por la tradition y los elementos resulta relevante. Si las mujeres pueden que prefiguran las transformaciones. desarrollar espacios de poder poniendo Y en esta direcci6n, uno mis de los en practica sus alianzas y resistencias a a c i e r t o s de Crecer como mujeres es presentarnos los aprendizajes y las sa- tisfacciones que estas veracruzanas han obtenido en su deambular por los caminos de la gestion de lo que, a la lectura, mas bien se antoja una epica.
Rosio Cordova Plaza
Instituto de Investigaciones Historico-Sociales, Universidad Veracruzana