Prioridad de la Tecnología en la Filosofía Educativa, desde uno de los

componentes propuesto:
1. acceso universal a la educación
2. personalización del aprendizaje
3. innovación educativa o preparación para el futuro.

Se continua con una ronda del Grupo A, para que presente su postura sobre el
enfoque holístico y humano en la filosofía educativa

En conclusión, la prioridad de la tecnología en la filosofía educativa es

respaldada por una serie de argumentos sólidos que abordan cuestiones
fundamentales en la educación contemporánea. La tecnología desempeña un
papel crucial al proporcionar acceso universal a la educación, superando
barreras geográficas y económicas, y permitiendo una mayor inclusión.
Además, facilita la personalización del aprendizaje, reconociendo la diversidad
de estilos y necesidades de los estudiantes, lo que coincide con las visiones de
filósofos como John Dewey y Jean-Jacques Rousseau. La tecnología también
impulsa la innovación educativa al ofrecer nuevas formas de aprendizaje,
evaluación y colaboración, al tiempo que prepara a los estudiantes para un
futuro cada vez más tecnológico.

Sin embargo, es importante reconocer los desafíos y contrargumentos

relacionados con la brecha digital y la necesidad de abordarla con soluciones
tecnológicas. La tecnología no es una panacea, pero puede ser una herramienta
poderosa cuando se implementa de manera estratégica y equitativa.

Por todo esto, la educación del futuro debe enfocarse en el desarrollo de

habilidades relevantes para el siglo XXI y adaptarse a un mundo en constante
cambio. La tecnología es una aliada clave en este proceso, pero su éxito
depende de una planificación cuidadosa, la formación adecuada de educadores y
un compromiso continuo con la innovación educativa. La educación 4.0 nos
desafía a repensar y transformar la forma en que aprendemos y enseñamos, con
un enfoque en la personalización, la inclusión y la preparación para los desafíos
y oportunidades del futuro.