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Instituto infantil y Juvenil

“Desarrollo a Escala Humana”


Filosofía 9
Desempeño: Interpretar las principales caracteristicas de la Razón y el correspondiente paso del
mito al logos en la filosofía occidental
GUSTAVO LEYVA
Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa/
Universidad Federal ABC-Centro de Ciencias Naturales e Humanas, Brasil

El término razón (griego: λόγος y también νοῦς;


latín: ratio; italiano: ragione; francés: raison; portugués: razão; inglés: reason; alemán: Vernunft) ha
desempeñado un papel central en la filosofía occidental prácticamente desde los inicios de ésta. Ya desde la
antigüedad griega, este término se entiende en dos sentidos distintos y, al mismo tiempo, indisolublemente
relacionados, a saber: por un lado, la razón se comprende como una suerte de principio cosmológico que
organiza el mundo y, en general, el universo y lo que existe en su totalidad; por el otro, la razón se entiende
como una capacidad específicamente humana que distingue al hombre del resto de los seres vivos. En lo que
viene a continuación me referiré a cada uno de estos dos sentidos en la forma en que fueron entendidos ya
en la antigüedad griega (1a y 1b). Posteriormente, me detendré en el modo en que fue redefinida la
comprensión de la razón con la emergencia del mundo modern.

. Ya desde la antigüedad griega puede encontrarse la idea de que existe un principio ordenador del cosmos
que se identifica con la razón. Esta idea se remite tanto en el Timeo de Platón como, en la Metafísica de
Aristóteles, a diversos exponentes de la filosofía presocrática. Así, por ejemplo, en Anaxágoras se habla de
un νοῦς [nous] como un principio que produce el movimiento y, a la vez, la separación en la materia, siendo
puro, infinito, autónomo e idéntico a sí mismo. Heráclito, por su parte, ofrece una comprensión
del logos [λόγος] como un principio que todo lo domina al modo de una suerte de fuego eterno que ha
creado y ordenado el cosmos en su totalidad. El eco de estas ideas parece resonar en diálogos platónicos
como el Filebo o el Timeo, donde la razón (νοῦς) se concibe como causa del devenir, como “reina del cielo y
de la tierra” cuyo orden excluye la contingencia. En el Timeo, por su parte, esta razón pasa a ser identificada
con Dios, concebido éste como un principio ordenador del mundo que comprende a las ideas contenidas en
los seres existentes y las transmite al mundo visible.

1b. Ya en el Fedón, Platón plantea una distinción clara entre razón [διάνοια, λόγος, νόησις], por un lado, y
percepción [αἴσθησις] y cuerpo [σῶμα], por el otro. De acuerdo con esto, la razón y la verdad pueden ser
alcanzadas no solamente en contra de la percepción sensible vinculada al cuerpo. Esta distinción se
comprende, a su vez, no sólo en el marco de una cierta psicología o teoría de la mente, sino también en el
plano de una teoría del conocimiento, lo mismo que en el horizonte de una diferenciación de carácter
ontológico entre dos niveles de realidad: la razón se refiere así a la realidad verdadera de lo inteligible,
comprendido a su vez como invariante, mientras que la aprehensión sensible remite a una realidad variable
y contingente. En este sentido, mientras que la razón ha de conducir a un conocimiento verdadero y libre de
error [γνώμη, ἐπιστήμη], la sensibilidad llevará a una mera opinión [δόξα].
En forma aún más clara, Aristóteles designará con los términos λόγος y νοῦς; una facultad del alma
específicamente humana. Así, por ejemplo, en De Anima la razón aparece en la cúspide de tres facultades
que se comprenden en niveles sucesivamente superiores, a saber: la facultad de la alimentación, la de la
percepción y, finalmente, la del pensamiento. En sus escritos éticos, Aristóteles acoplará a esta distinción
una segunda que distinguirá una parte superior del alma, a saber, aquella que posee el logos, y otra inferior,
de carácter irracional pero capaz, no obstante, de obedecer al logos. Colocándose en el interior de la
tradición platónica, Aristóteles establece también una distinción en el interior de la parte superior del alma
separando aquella orientada a la aprehensión de la esencia de una cosa, parte a la que denominará
precisamente νοῦς en el sentido estricto de la palabra. Es importante destacar, sin embargo, que, a
diferencia de Platón, Aristóteles introduce una diferenciación entre una razón teórica, por un lado, y una
razón práctica, por el otro. La primera de ellas se dirige a lo que no puede ser de otro modo (y es aquí donde
se localizan el saber [ἐπιστήμη] y la razón [νοῦς] en sentido estricto), mientras que la segunda lo hace a lo
que puede ser y comportarse de distinta manera (Aristóteles piensa aquí en la existencia de una razón tanto
en el ámbito de la producción como en el de la praxis, es decir, de la acción humana). En textos como
la Política, finalmente, Aristóteles comprende al ser humano como el único entre los seres vivos dotado
de logos, estableciendo con ello una identificación entre la posesión de la razón y la del lenguaje que
perdura hasta nuestros días.

2. La emergencia de las ciencias naturales modernas posibilitó una redefinición en la comprensión de la


razón, que pasó a identificar y a reducir a la razón en general con la forma que ésta adoptaba en las ciencias
naturales modernas. Diversos filósofos han analizado a este respecto el modo en que ya con Galileo se
delinea con claridad una comprensión de la razón que opera con ayuda de la matemática para establecer
relaciones cuantitativas y mensurables entre magnitudes y relaciones tanto espaciales como temporales.
Esta transformación en la comprensión de la razón se ha asociado en ocasiones a la reducción de la razón a
una mera facultad cognitiva subjetiva [ratio, intellectus] y, de ese modo, a la emergencia de la noción de
sujeto en el pensamiento moderno. Acaso puede apreciarse esto en forma clara en pensadores como
Thomas Hobbes, para quien la actividad de la razón [ratio, reason] se entiende ante todo como la actividad
de calcular, deducir y extraer conclusiones. La razón opera para ello con conceptos, comprendidos como
nombres generales [general names] que la razón establece por medio de definiciones claras. Así entendida,
la razón conduce en el plano teórico a la ciencia, partiendo desde conceptos hacia afirmaciones y desde
éstas hacia los silogismos, para, de ese modo, tener acceso a un conocimiento verdadero y seguro, al que los
hombres, señala Hobbes, denominan ciencia, cuyo paradigma está dado para él por la geometría. En el
ámbito práctico, por su parte, la razón se relaciona con la autoconservación del hombre a fin de permitirle a
éste mantenerse en vida por el mayor tiempo posible. Para ello, la razón calcula las consecuencias de
nuestras acciones y nos permite evaluar las ventajas o desventajas que tiene para la conservación de
nuestra vida mantenernos en una determinada situación, por ejemplo, la diseñada por el estado de
naturaleza, o bien buscar salir de ella.
Posteriormente, ya en la época de la Ilustración, en filósofos como Kant, la razón pasa a ser
comprendida en un sentido amplio como la totalidad de la facultad superior de conocimiento a partir de
principios. Comprendida en este sentido, forman parte de la razón el entendimiento [Verstand] (esto es, la
facultad de las reglas, de las categorías y de los conceptos), la facultad de juzgar y, finalmente, la razón en
sentido estricto, como facultad de determinación de la acción a partir de reglas y principios universales. La
razón aparece de este modo vinculada a principios y reglas universales de validez incondicionada, sea en el
plano del conocimiento (razón teórica), sea en el ámbito de la acción (razón práctica). Así comprendida, la
razón aparece articulada, sea en saberes como el de la ciencia, en prácticas, en hábitos y en instituciones
(por ejemplo, las propias de un Estado de derecho democrático), y ofrece un parámetro para evaluar tanto
el progreso de una sociedad como el de una época en su conjunto (por ejemplo, la de
la Aufklärung [Ilustración]). Es en este marco conceptual que puede ser comprendida la tentativa de Hegel
en dirección de una concepción de la razón que, por un lado, sea capaz de unificar la razón teórica y la razón
práctica y cuyo despliegue, por otro lado, pueda ser localizado y descifrado en diversas configuraciones
intersubjetivas, sea en el ámbito de la familia, de la sociedad civil o del derecho a lo largo de la historia.
Tomado de: https://www.fondodeculturaeconomica.com/dife/definicion.aspx?l=R&id=11

1. ¿Cómo entiende la Razón?


2. ¿Cuál es la Etimología de la palabra Razón?
3. Mentefacto de la Razón
Los Filósofos de la naturaleza y sobre el cosmos y el origen de la vida
La filosofía siempre ha intentado aportar una explicación a lo que ocurre a nuestro alrededor. Filósofos
como Tales de Mileto, Pitágoras y Platón intentaron entender la naturaleza a través de sus teorías. Descubre
lo que dice la filosofía clásica sobre el cosmos y el origen de la vida.
Es uno de los siete sabios griegos y el considerado primer filósofo de la naturaleza de la historia. Fue el
primero que afirmó que la Tierra era circular y que el agua es el principio de la vida universal. Como
elemento responsable del origen de la vida, su función es actuar como conductor de la naturaleza. Tales de
Mileto fue también el primero en dividir el año en estaciones y en 365 días; se adelantó a la geometría
plana, antes que Euclides, y predijo un eclipse solar en el año 585 a.C.
Además de darle el significado a la filosofía (amor a la sabiduría), fue el primero en utilizar la
palabra «cosmos» a partir de la teoría armónica de los números. Esta teoría considera que los
números son principios absolutos en la aritmética, principios aplicados en la música. Magnitudes
en estados de reposo en la geometría y magnitudes en movimiento en astronomía. Esta solo es
una de las grandes aportaciones que realizó este gran filósofo de la naturaleza.

En su búsqueda por utilizar la filosofía para entender el origen de la vida, Anaximandro afirmó que
el universo y la naturaleza están conformadas por el «apeirón» o pequeñas partículas de materia
indeterminada que son infinitas. Este filósofo fue el primero en postular que la vida se genera en
el agua y que los organismos se regeneran y evolucionan al adaptarse a sus medios ambientes. Se
adelantó a las teorías de Darwin, Lamarck y Oparin.

El cosmos es uno y se renueva constantemente. Fue el primero en introducir en la cosmología la idea de


periodicidad, es decir, el constante movimiento del cosmos. Además, habló de la dilatación y condensación
de la materia por el calor y frío del aire, lo que se conoce como «condensación» y «rarefacción».

Este filósofo de la naturaleza fundó junto con Leucipo la escuela atomista. Aunque la teoría del átomo se
atribuiría a John Dalton en el s.XIX, Fue el primero en concebir una teoría en la que la naturaleza estaba
conformada por átomos. En su teoría, la psique o el alma del hombre estaría formada por átomos esféricos,
livianos, suaves, refinados. Además, formuló el problema matemático de la teoría de los límites y los
primeros postulados del cálculo diferencial. Los textos originales de dichas teorías fueron descubiertos en la
época de Newton.

las ideas más allá en su famosa afirmación de que "todo fluye en la vida" (Panta Rhei en griego, que significa
que todo o todas las cosas cambian). Si uno entiende que el cambio es la única constante en la vida,
entonces reconocerá más fácilmente lo que Heráclito está diciendo en sus "oscuros" escritos cuando afirma
cosas como: "El camino hacia arriba y el camino hacia abajo son uno y el mismo. Vivos y muertos, despiertos
y dormidos, jóvenes y viejos, son lo mismo". Estas cosas son lo "mismo" en el sentido de que todas están
sujetas al cambio, surgen de un cambio para desvanecerse en otro y todas las cosas, constantemente, están
en un flujo y son, en ese sentido, lo mismo.

Tales de Mileto (624 a.c) Anaximandro (610 a.c) Anaxímenes (585 a.c) Demócrito (460 a.c)

Pitágoras (569 a.c) , Heráclito de Éfeso ( 500 a.c)

Elementos o principios: Números, Infinito o indeterminado, El aire, Átomos, Agua

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