Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fallo
Fallo
83610/2021
#35941254#331985047#20220621131117193
La decisión mereció la apelación de la peticionaria, cuyo
memorial de agravios fue presentado el 10 de mayo de 2022 y no
mereció sustanciación.
Finalmente, la cuestión se integra con el dictamen del
señor Fiscal General del 8 de este mes y año, quien propicia que se
confirme la resolución apelada.
II. Las críticas de la recurrente -formuladas como primer
agravio- se centran en que la partida de nacimiento original de Rosa
Clara Riva, fue emitida en la comuna de Cólico, Italia y se encuentra
en idioma extranjero (italiano), por lo que mal puede ser emitida por
el Registro Civil y utilizarse válidamente en nuestro país.
Postula -entonces- que la certificación constituye un
instrumento público que prueba la existencia de la partida de
nacimiento, cuya falta de consideración -a su entender- constituye un
error.
A partir de ello, esgrime que con la documental
acompañada a fojas 12/13, correspondiente al certificado de
autenticidad de la traducción de la partida de nacimiento de Rosa
Clara Riva, cumplió con las previsiones de los artículos 97, 123, 289
290, 292, 293 y 296 del Código Civil y Comercial de la Nación.
Luego, como segundo agravio, refiere que la certificación
es original y que no se le solicitó a lo largo del trámite acompañar
copia alguna.
III. La informacioń sumaria se circunscribe al ambito
́ de
lo que se ha dado llamar procesos de jurisdiccioń voluntaria, en los
que la funcioń judicial -ante asuntos de indole
́ “no contenciosa”, que
suponen la inexistencia de un conflicto- se limita a verificar un
supuesto de hecho e integrar, constituir o acordar eficacia a ciertos
́
estados o relaciones juridicas privadas y que, a los fines que aquí
interesa, importa un acto de constatacioń respecto de la existencia de
́
un extremo factico determinado, no mediando controversia alguna a
#35941254#331985047#20220621131117193
Poder Judicial de la Nación
CAMARA CIVIL - SALA I
#35941254#331985047#20220621131117193
V. Ahora bien, retomando lo normado sobre la cuestión,
no puede pasarse por alto que el verdadero nombre y apellido de las
personas se comprueba con su acta de nacimiento (artículo 96 del
Código Civil y Comercial de la Nación), en ese lineamiento la
certificación de la traducción de la partida acompañada en autos para
cumplir con tal fin, por más flexible que sea la mirada para abarcar la
situación, no logra colegirse con entidad para cumplir ese cometido.
Repárese que de lo hasta aquí relevado, queda claro que
que para acreditar el nacimiento en el extranjero la ley exige los
instrumentos otorgados según las leyes del lugar donde se producen,
con las legalizaciones que establecen las convenciones
internacionales o -en su caso- disposiciones consulares de este país,
agregándose -en el caso- la traducción por traductor público
matriculado en esta jurisdicción y legalizada ante el Colegio de
Traductores (conforme artículos 6 y 10 inciso d) de la ley 20305).
Tales pautas legales, a todas luces no se encuentran
reunidas en la certificación efectuada por el juzgado de la traducción
de la partida, que se advierte sólo como eso; es decir, la certificación
del cumplimiento de uno de los requisitos -traducción- del que ni
siquiera surge el traductor público interviniente ni que haya sido
legalizado por el Colegio de Traductores.
A su vez, siguiendo el argumento de la apelante se
coincide en que la certificación da cuenta de la existencia de la partida
que fue motivo de la traducción; sin embargo, contrariamente a lo
aducido por la peticionaria, no acredita el nacimiento -como prevé la
ley- sino que deja en evidencia la falta de presentación de la partida
sobre la que enarbola el pedido de identidad de persona.
Nótese que lo requerido en autos, gira en torno a que los
datos que surgirían de una partida de nacimiento extranjera -que no se
adjuntó- sean considerados los correctos frente a las partidas de
matrimonio y de defunción emitidas en este país.
#35941254#331985047#20220621131117193
Poder Judicial de la Nación
CAMARA CIVIL - SALA I
#35941254#331985047#20220621131117193
que pueda ser evaluada la necesidad de recurrir a ese documento
como medio probatorio y su eficacia para cumplir con la acreditación
propugnada por la apelante.
Por lo demás, en lo que hace a lo propuesto como
segundo agravio, también corresponde aquí seguir al dictamen del
señor Fiscal General, por cuanto la resolución apelada refiere a que no
se ofreció acompañar el original de la partida y no así de la mentada
certificación.
VI. En síntesis, la falta de adjunción de la partida de
nacimiento de la que surgirían los datos correctos -nombre y año de
nacimiento- de quien fuera la bisabuela de peticionaria, conducen a
coincidir con el rechazo de la información sumaria en los términos en
que fue incoada; sobre todo, cuando la certificación de la traducción
de la partida acompañada, pone en evidencia la existencia de la
partida de nacimiento en cuestión y con ello no se concreta la
posibilidad de otro medio probatorio que contempla el artículo 98 del
Código Civil y Comercial de la Nación.
Lógico corolario de lo expuesto, importa -pues- la
desestimación del recurso interpuesto por la peticionaria María
Cecilia Recalde.
VII. Por lo hasta aquí apuntado, de conformidad con lo
dictaminado por el señor Fiscal General, SE RESUELVE: confirmar
en todo cuanto decide y ha sido materia de agravio la resolución de 8
de abril de 2022, con costas de alzada por su orden dado la ausencia
de contradictorio (artículos 68 segundo párrafo y 69 del Código
Procesal).
El presente acuerdo fue celebrado por medios virtuales y
el pronunciamiento se suscribe electrónicamente de conformidad con
lo dispuesto por los puntos 2, 4 y 5 de la acordada 12/2020 de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.
La vocalía número 27 se encuentra vacante.
#35941254#331985047#20220621131117193
Poder Judicial de la Nación
CAMARA CIVIL - SALA I
#35941254#331985047#20220621131117193