Buenos Aires, Argentina

Lunes 4 de septiembre de 2023

AÑO LXXXVII Nº 165 TOMO LA LEY 2023-E ISSN: 0024-1636 - RNPI: 5074180

Doctrina

Reavivando el necesario debate sobre

el incumplimiento alimentario
Los usos de la Canasta de Crianza de la Primera Infancia,
la Niñez y la Adolescencia como punto de inflexión
Sabrina Cartabia Groba Marisa Herrera
Abogada (UBA). Jefa de Gabinete de la Subsecretaría de Políticas de Género Doctora en Derecho (UBA). Investigadora del CONICET. Profesora (UBA y UN-
y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires. Coordinadora del Infor- DAV).
me “Incumplimiento de la Obligación Alimentaria en la Provincia de Buenos
Aires”.

SUMARIO: I. Introducción.— II. Usos de la Canasta de Crianza de la Primera Infancia, la Niñez y la Adolescencia en el reclamo de la obligación alimentaria.— III. Palabras de cierre.

I. Introducción De acuerdo con el “Informe 2022. In-
cumplimiento de la obligación alimen-
Quienes tenemos un fuerte compromiso taria en la Provincia de Buenos Aires: Un
y posicionamiento ideológico —reflejado problema estructural que profundiza las
en el principio “lo personal es político”— desigualdades de género” (1), el 65 % de
con la mirada feminista del Derecho —y de los padres de la Provincia de Buenos Ai-
la vida en general— advertimos que ciertas res incumplen con el pago de la obliga-
conflictivas sociales están en la agenda ju- ción alimentaria. UNICEF confirma esto
rídica con mayor presencia y contenido por a nivel nacional, ya que de acuerdo con
impulso de este enfoque. En este caso, nos sus investigaciones el 50,2% de los hoga-
referimos a las obligaciones alimentarias, res en los que no vive el padre no recibió
a una institución clásica que compromete dinero en concepto de cuota alimentaria
a las relaciones de familia sobre la cual en en los últimos 6 meses, y el 12,0% solo re-
los últimos tiempos habría adquirido una cibió algunos meses (2). Es decir, 3 de cada
fuerte reconceptualización, alejándose de 5 hogares a cargo de mujeres no reciben
este modo de la mirada tradicional sobre la obligación alimentaria en tiempo y for-
la cual ha girado su elaboración doctrina- ma. En tanto, el 59% de los hogares mo-
ria como jurisprudencial, y transportarse a nomarentales destina más de la mitad o
otro plano más profundo y complejo como casi todos sus ingresos al pago de deudas
el que se deriva del siguiente gráfico como o atrasos (3), mientras que el 73% de estos
síntesis de esta afirmación clave. hogares se endeuda para comprar comida
o medicamentos.
¿Cuánto habría quedado de aquella
Violencia perspectiva clásica sobre la obligación ali-
económica mentaria desde una mirada contemporá-
nea? Con solo observar alguno de los ele-
mentos clave que configuran la obligación
alimentaria desde su lado más cruel, como
Interseccio- Vulnera- lo es su incumplimiento, sintetizados de
nalidad bilidad manera gráfica, se podría afirmar sin hesi-
tación alguna que “ha corrido mucha agua
debajo del puente” y ello, precisamente, a
la luz de la revisión crítica que propone el
enfoque de género, es decir, en palabras
Cuidados de Deza, el que devela “las distintas for-
mas en que la sociedad se ha conformado
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723) lasmujeres.gba.gob.ar/gestor/uploads/OBLIGACI%-
(1) Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y C3%93N%20ALIMENTARIA%2021.6.pdf
Diversidad Sexual de la PBA (2022), Incumplimiento de (2) UNICEF (2022). Encuesta rápida sobre la situa-
la obligación alimentaria en la Provincia de Buenos Aires: ción de la niñez y adolescencia. Sexta ronda. Recupe-
Un problema estructural que profundiza las desigualda- rado de: https://www.unicef.org/argentina/informes/
des de género. Recuperado de: https://ministeriode- bases-de-microdatos-encuesta-de-percepcion-y-acti
Nota a fallo
Andy Warhol: ¿artista revolucionario o infractor de derechos de autor?
históricamente de manera jerárquica pre-
disponiendo poder para todo lo asociado
culturalmente con lo masculino y subal-
ternizando —en términos de poder— todo
lo asociado culturalmente con lo femeni-
no. Esa inferioridad de poder se construyó
a lo largo de la historia sobre cuatro pila-
res: la violencia de género legitimada por
las estructuras sociales, la falta de demo-
cratización de los vínculos familiares y el
cuidado, la heteronorma como regla social
y las visiones estereotipadas acerca de los
roles sexuales. Todas las instituciones del
derecho pueden ser revisadas a través de
estos temas” (4).
En este marco, la deuda alimentaria de-
bida a niños, niñas y adolescentes (NNA)
no es solo un incumplimiento que afecta
a los derechos de un grupo social vulne-
rable atravesado por una protección espe-
cial enmarcado en la Convención sobre los
Derechos del Niño; sino que ello encierra
una mayor complejidad al comprometer
de manera directa derechos de las mujeres
con la consecuente extensión legislativa ro-
busta que gira en torno a otro instrumento
internacional de derechos Humanos como
lo es la Cedaw, ambos de jerarquía consti-
tucional, de conformidad con lo dispuesto
en el art. 75 inc. 22, y reforzado a raíz de las
acciones positivas que les cabe a ambos
colectivos en el siguiente inc. 23 del mismo
articulado constitucional.
En otras palabras, desde la obligada pers-
pectiva interseccional, el incumplimiento
tudes-de-la-poblacion
(3) CEPAL y DNEIyG (2023). Estudio sobre financia-
miento de los hogares y usos de medios de pago con
perspectiva de género en Argentina. En prensa.
(4) DEZA, Soledad, “Transversalizar la enseñanza
transfeminista del derecho”, Rev. Código Civil y Comer-
LA LEY A.I.
(Análisis Inteligente)
by TR + Microsoft Copilot
Continúa el A.I. en p. 2
¿Cuáles son los 5 puntos principales de esta
doctrina?
1. Las autoras plantean que la obligación
alimentaria es una institución jurídica que ha
sido revisada críticamente desde el enfoque
de género, ya que implica una problemática
social que afecta principalmente a las muje-
res, así como a los niños, niñas y adolescen-
tes. El artículo busca reavivar el debate sobre
el incumplimiento alimentario y proponer
una herramienta para su abordaje: la Canasta
de Crianza de la Primera Infancia, la Niñez y la
Adolescencia.
2. Presentan los conceptos de cuidado, co-
rresponsabilidad y justicia distributiva como
ejes para analizar la obligación alimentaria
desde una perspectiva de derechos huma-
nos. También explican el rol del Estado y la so-
ciedad civil en la garantía de los derechos de
los niños, niñas y adolescentes, y la necesidad
de una reforma legislativa que contemple la
realidad social y económica de las familias.
3. Describen la metodología utilizada para
elaborar la Canasta de Crianza, que consis-
te en un instrumento que estima el costo
económico del cuidado de los niños, niñas y
adolescentes en función de sus necesidades
básicas y específicas. La Canasta se basa en
datos estadísticos oficiales y en un enfoque
multidimensional e interseccional.
4. Al aplicar la Canasta de Crianza a dife-
rentes escenarios familiares se evidencian
resultados, considerando variables como el
género, la edad, la discapacidad, la ruralidad
y la migración. Los resultados muestran que
el costo del cuidado varía significativamente
según estas variables y que las mujeres asu-
men mayoritariamente la responsabilidad del
cuidado, lo que implica una desigualdad de
género y una vulneración de derechos.

Josefina Bercetche Oscar Flores 4 5. Concluyen en que la Canasta de Crianza

es una herramienta útil para visibilizar el va-
lor económico del cuidado, para determinar
el monto adecuado de la obligación alimen-
CORREO
ARGENTINO FRANQUEO A PAGAR

CENTRAL B CUENTA N° 10269F1

2 | Lunes 4 de septiembre de 2023
Continuación del A.I. de p. 1
taria y promover la corresponsabilidad entre
los progenitores. Asimismo proponen que
la Canasta sea incorporada al ordenamiento
jurídico como un criterio orientador para los
operadores judiciales y las partes involucra-
das en los procesos de fijación o modificación
de cuotas alimentarias.
¿Cuál es el tema jurídico debatido?
El incumplimiento de la obligación alimen-
taria en Argentina. Discute cómo el enfoque
feminista del Derecho ha llevado a una mayor
atención y contenido en la agenda jurídica
sobre las obligaciones alimentarias. Se señala
que la obligación alimentaria ha sido objeto
de una fuerte reconceptualización, alejándo-
se de la mirada tradicional y adquiriendo un
enfoque más profundo y complejo. El artículo
también menciona un informe que indica que
el 65% de los padres en la Provincia de Bue-
nos Aires no cumplen con el pago de la obli-
gación alimentaria y que 3 de cada 5 hogares
a cargo de mujeres no reciben la obligación
alimentaria en tiempo y forma. Las autoras
sugieren que el enfoque de género puede
ayudar a revisar críticamente las instituciones
del Derecho y abordar problemas como el
incumplimiento de la obligación alimentaria.
¿Dónde encontrar más información en línea
sobre el tema?
“Incumplimiento de la obligación alimenta-
ria” en Argentina.gob.ar
Este artículo del gobierno argentino descri-
be cómo el incumplimiento de la obligación
alimentaria por parte de los progenitores
constituye una grave vulneración a los dere-
chos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes
en Argentina. También se discuten las polí-
ticas públicas para abordar este problema y
garantizar el acceso a la justicia.
Alimentos de los hijos e hijas
Este artículo del gobierno argentino descri-
be en qué consiste la obligación alimentaria
hacia ellos, quién fija la cuota y cómo cum-
plirla.
alimentario como objeto de estudio propio
dentro del género obligación alimentaria
merece una fuerte revisión teórica con cla-
ros ribetes prácticos que estén a la altura
del salto cualitativo que significa pasar de
ser la violación a derechos de NNA a cons-
tituir también una elocuente conculcación
del derecho de las mujeres a una vida libre
de violencias.
¿Acaso, es casualidad que tres de las
cuestiones más actuales que rodean a
los alimentos sean divisados y auspicia-
dos en esta clave compleja, como lo que
proponen los feminismos? Nos referimos
al debate en torno a la prescripción de la
obligación alimentario que ha renovado el
interesante fallo del Juzgado en lo Civil en
Familia y Sucesiones IV de Tucumán del
13/06/2023 (5); la solicitud presentada por
el Estado argentino para que la Corte Inte-
ramericana de Derechos Humanos emita
cial. Núm. Especial: XXVIII Jornadas Nacionales de De-
recho Civil, Año VIII, Nro. 5, septiembre- octubre 2022,
p. 247.
(5) JCiv., Fam. y Suc. Nº4, Tucumán, O. D. F. c/ B. S.
s/ alimentos, 13/06/2023.
(6) La solicitud se puede compulsar en https://www.
corteidh.or.cr/docs/opiniones/soc_2_2023_es.pdf
(7) Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géne-
ro y Diversidad Sexual de la PBA (2022), Incumpli-
miento de la obligación alimentaria en la Provincia de
Buenos Aires: Un problema estructural que profun-
diza las desigualdades de género. Recuperado de:
una Opinión Consultiva sobre el derecho
al cuidado como derecho humano, en los
términos de la Convención Americana de
Derechos Humanos (6), y la Canasta de
Crianza de la Primera Infancia, la Niñez y
la Adolescencia (CC), que elabora desde
julio de 2023 el INDEC. En esta oportuni-
dad nos concentraremos en la última cues-
tión enumerada con el objetivo de seguir
movilizando e interpelando los cimientos
tradicionales sobre los cuales se ha edifica-
do el denominado “régimen jurídico de los
alimentos”.
II. Usos de la Canasta de Crianza de la Pri-
mera Infancia, la Niñez y la Adolescencia en
el reclamo de la obligación alimentaria
De acuerdo con el “Informe 2022. In-
cumplimiento de la obligación alimen-
taria en la Provincia de Buenos Aires: Un
problema estructural que profundiza las
desigualdades de género” (7), elaborado
por el Ministerio de las Mujeres, Políti-
cas de Género y Diversidad Sexual de la
Provincia de Buenos Aires, las madres y
NNA suelen enfrentar números vallados a
la hora de reclamar la obligación alimen-
taria que retardan el pago. Uno de ellos
es la demora a la hora de determinar el
monto tanto de los alimentos provisorios
como de los definitivos, siendo el costo de
la crianza un punto controvertido sobre
el que las partes prueban y debaten. Esta
situación inspiró el impulso institucional
para que el Estado determine el valor mí-
nimo de gasto que requieren NNA, ya que
la praxis demuestra que es necesario con-
tar con parámetros razonables para la fi-
jación del monto de la obligación alimen-
taria. A su vez, son necesarias pautas para
mantener actualizado el monto fijado, con
el objetivo de mantener los valores para
que resulte suficiente.
Por lo que, la Canasta de Crianza impul-
sada por la Dirección Nacional de Econo-
mía, Igualdad y Género, de la Secretaría
de Política Económica del Ministerio de
Economía de la Nación (8) y medida por el
INDEC, publicada de manera mensual des-
de julio de 2023, es una herramienta que
permite construir un valor de referencia
respecto al costo de bienes y servicios esen-
ciales y de cuidado de NNA. La fijación por
parte del Estado de un piso mínimo busca
otorgar eficacia al pago de los alimentos
derivados de la responsabilidad parental
de manera rápida, a la luz de la protección
del derecho humano a una vida digna y a
un nivel de vida adecuado, y en conexión
con el principio de tutela judicial efectiva
en un tiempo razonable que permita aten-
der la apremiante necesidad económica
que conlleva la crianza.
El juicio de alimentos está planteado en
el “derecho en los libros” como un proceso
especial que se caracteriza por la celeri-
dad de su curso. El Código Civil y Comer-
cial dispone en el art. 543 que “La petición
de alimentos tramita por el proceso más
breve que establezca la ley local, y no se
acumula a otra pretensión”. En total sinto-
nía con el art. 706 del CCyC, es decir, con
el respeto al principio de la tutela judicial
efectiva y con la obligación de facilitar el
acceso a la justicia, especialmente tratán-
dose de personas vulnerables, y atendien-
https://ministeriodelasmujeres.gba.gob.ar/ges-
tor/uploads/OBLIGACI%C3%93N%20ALIMENTA-
RIA%2021.6.pdf
(8) Disponible en: https://www.argentina.gob.ar/
economia/igualdadygenero/indice-crianza
(9) MOLINA de JUAN, Mariel, en HERRERA, Marisa,
CARAMELO, Gustavo y PICASSO, Sebastián (directo-
res), Código Civil y Comercial de la Nación Comentado,
ob. cit., p. 256.
(10) Este cálculo se realiza en base a la Canasta
Básica Total (CBT) del Gran Buenos Aires (GBA) del
INDEC que incluye el costo de adquisición de los ali-
do a la premura que requiere la atención
del derecho alimentario, toda vez que lo
que se reclama en este tipo de procesos
está destinado a cubrir necesidades ac-
tuales e impostergables (9). Sin embargo,
en el “derecho en la práctica” estos proce-
sos suelen ordinarizarse y estar plagados
de estrategias dilatorias que llevan ade-
lante los demandados que generan que
los procesos demoren años frustrando el
objetivo para el que fueron concebidos.
Es por esa razón que contar con esta-
dística oficial que permita estimar “prima
facie” las necesidades del alimentado in-
cluyendo tanto el costo mensual para la
adquisición de bienes y servicios (10) y el
costo de cuidado que surge a partir de la
valorización del tiempo que este requie-
re (11) es un dato útil para agilizar los re-
clamos alimentarios.
Este dato público presenta el costo mí-
nimo de la crianza y cuidados de NNA. Es
un piso, y no un techo ya que está calcula-
da sobre la base de la Canasta Básica Total
(CBT) del Gran Buenos Aires (GBA) que
difunde todos los meses el INDEC para la
medición de la pobreza y a la remunera-
ción mínima de la categoría “Asistencia y
cuidado de personas” del Régimen Espe-
cial de Contrato de Trabajo para el Perso-
nal de Casas Particulares. Contar con este
dato y presentarlo en el contexto de nego-
ciaciones particulares o frente a la justicia
permite dinamizar los procesos, ya que
quien demande por un monto que no su-
pere al valor de la Canasta de Crianza no
tendrá la necesidad de presentar prueba
respecto de cuál es el gasto que conlleva
criar. A su vez este dato es relevante por su
actualización mensual que permitirá, en
caso de no existir una cláusula explicita
para la actualización del monto en el con-
venio privado o no habiendo el Poder Ju-
dicial establecido en su sentencia o deter-
minación de los alimentos provisorios, ser
utilizada de manera supletoria para evitar
que los montos queden desactualizados.
A continuación profundizaremos en los
diversos usos que tiene esta herramienta
pionera a nivel mundial.
II.1. Negociación en convenios privados y
uso supletorio para determinar la actuali-
zación de los montos
La Canasta de Crianza es una herramien-
ta que permite dinamizar las negociacio-
nes en convenios privados, ya que otorga
un marco a la conversación entre las partes
aportando un dato objetivo respecto al cos-
to de los bienes, servicios y cuidados que
requieren NNA. Por otra parte, su uso en
los litigios, al permitir acortar los tiempos
procesales puede funcionar como un pun-
to de inflexión que motive un cambio de
posición en los padres reticentes a acordar
y en sus representantes legales. Al fijarse
un marco de referencia de los costos las
posibilidades de litigio se limitan; esto fun-
ciona como un ordenador que impulsa a la
firma de un convenio.
En segundo lugar, es relevante señalar
que la Canasta de Crianza puede utilizarse
también para determinar la actualización
de los montos, pues la falta de actualiza-
ción del valor de las obligaciones alimenta-
mentos necesarios para cubrir los requerimientos
energéticos mínimos, como el de los bienes y servi-
cios no alimentarios (vestimenta, transporte, educa-
ción, salud, vivienda, etcétera) multiplicado por un
coeficiente según la edad.
(11) Para la estimación del costo del cuidado se con-
sidera en primer término el tiempo teórico requerido de
cuidado para cada uno de los tramos de edad. A su vez,
las horas de cuidado se valorizan tomando la remune-
ración de la categoría “Asistencia y cuidado de perso-
nas” del Régimen Especial de Contrato de Trabajo para
el Personal de Casas Particulares.
rias es una constante que afecta al derecho
a la vida digna de NNA. En este sentido, es
habitual que una vez acordado o estable-
cido judicialmente, el monto para la obli-
gación alimentaria no se actualice. Según
los datos aportados por el Ministerio de las
Mujeres de la PBA, en el 56,5% de los casos
no se ha fijado un mecanismo de actualiza-
ción que permita afrontar el encarecimien-
to del costo de vida de sus hijas e hijos y
la modificación de sus necesidades según
edad (12). Esta frecuente omisión se com-
plementa con la existencia de la Ley Nacio-
nal 23.928, del año 1991, que estableció la
prohibición de indexación, o actualización,
para todo tipo de obligación, incluyendo la
alimentaria. La imposibilidad de pactar, o
de establecer judicialmente alguna pauta,
o variable de ajuste para actualizar tales
obligaciones y evitar su depreciación mo-
netaria, obliga a las personas a tener que
acudir a la justicia, e iniciar incidentes de
manera continua para lograr el aumento
de la obligación alimentaria. Esto perju-
dica a las personas más vulnerables como
son NNA y las mujeres, que son sus cuida-
doras principales, y tienen que afrontar los
gastos y honorarios de cada proceso judi-
cial. A su vez, esta prohibición genera el
aumento constante del litigio judicial, pues
el aumento en los precios de los productos
que componen la canasta familiar, y demás
prestaciones incluidas en el amplio con-
cepto de alimentos, es un hecho habitual, y
la ley actual exige judicializar cada actuali-
zación de cuota.
Esta imposibilidad legal de fijar un índi-
ce de actualización de la cuota a pagar en
los procesos de alimentos ha sido objeto
de cuestionamientos observándose dis-
tintas posiciones jurídicas en relación a su
constitucionalidad/convencionalidad. Ya
que la necesidad de que la cuota no pierda
su valor o sea insuficiente por el cambio de
las necesidades está íntimamente relacio-
nada con la tutela efectiva del derecho ali-
mentario. En este sentido, el criterio judi-
cial actual entiende que “La cuota alimen-
taria como deuda de valor debe ajustarse,
ya que el cálculo que conlleva es fácil y
permite su inmediata aplicación, evitando
discusiones donde por su simpleza el re-
curso será atendido fijándose como cuota
alimentaria a la fecha de la sentencia de
primera instancia la cantidad pedida con
más el Índice de Precios al Consumidor
(IPC), nivel general a nivel nacional acu-
mulado, ya que el IPC es un indicador que
mide la evolución promedio de los precios
de un conjunto de bienes y servicios repre-
sentativos del gasto de consumo de los ho-
gares residentes en un área determinada.
Dicho índice es informado mensualmente
por el INDEC y podrán aplicarlo las par-
tes para ajustar la cuota alimentaria con
practicidad con los datos que se informan
en el sitio oficial de ese organismo” (13). A
partir de la publicación de la Canasta de
Crianza, entendemos que poder aplicar
su variación mensual para cada tramo de
edad ofrece una pauta más específica que
el IPC, para realizar ajustes y actualizacio-
nes. De esta manera, cuando las partes no
establezcan un mecanismo para realizar
el ajuste correspondiente, la variación se-
ñalada puede usarse en forma supletoria
para llenar el vacío y aportar respuestas a
las partes.
(12) Ministerio de las Mujeres, Políticas de Géne-
ro y Diversidad Sexual de la PBA (2022), Incumpli-
miento de la obligación alimentaria en la Provincia
de Buenos Aires: Un problema estructural que pro-
fundiza las desigualdades de género. Recuperado
de: https://ministeriodelasmujeres.gba.gob.ar/ges-
tor/uploads/OBLIGACI%C3%93N%20ALIMENTA-
RIA%2021.6.pdf
(13) CApel. Sala I CC, Gualeguaychú, Entre Ríos; “D.
S. E. en nombre y representación de sus hijos menores
de edad vs. L. S. D. s. Incidente aumento cuota alimen-
taria”, 24/04/2020.

II.2. Determinación del monto de los ali-
mentos provisorios y definitivos en proceso
judicial
Para poder profundizar sobre las virtu-
des, aportes y desafíos del índice en aná-
lisis, en el campo de las obligaciones ali-
mentarias que mayor importancia tienen
desde el punto de vista práctico, como son
aquellas que comprometen a NNA, es da-
ble tener en cuenta una clasificación bási-
ca, como lo son los alimentos provisorios
y los definitivos y su innegable diferencia
como la interacción o vinculación entre
ambos.
En particular, es dable destacar el pa-
pel fundamental que gira en torno a los
alimentos provisorios fundado, principal-
mente, en dos ideas-fuerza: 1) la urgencia
propia de los alimentos como tales y 2) el
bendito tiempo que insumen los procesos
de alimentos, máxime cuando aún se ca-
rece de una cuantificación sobre el monto,
el cual se deben establecer en un procedi-
miento especial para su determinación. En
este contexto, el dictado de una resolución
judicial que establece alimentos como me-
dida cautelar constituye una cuestión cen-
tral ante el incumplimiento alimentario
desde el punto de vista práctico, que, no es
más ni menos, que la efectividad precisa y
concreta ante una situación de vulneración
de derechos humanos.
Por otra parte, se debe tener en cuenta
otra consideración de carácter general que
impacta de manera directa en la cuestión
alimentaria. Nos referimos a la ineludible
interacción entre fondo y forma que se
profundiza en el campo de las relaciones
de familia por las características propias
que la rodean, a tal punto que el propio
Código Civil y Comercial prevé un capí-
tulo especial dedicado a los “Procesos de
Familia” (Título VIII del Libro Segundo) en
el que se destaca, entre otros principios,
el de especialidad (art. 706), oficiosidad
(art. 710), las cargas de las pruebas diná-
micas (art. 711) y la competencia amplia
en los procesos de alimentos (arts. 716 y
719). Por otra parte, el texto civil y comer-
cial regula los cimientos de las obligacio-
nes alimentarias en el Título V referido al
“Parentesco”, cuyo capítulo 2 sobre “De-
beres y derechos de los parientes” dedica
la Sección 1ra a los “Alimentos”, en el que
se establecen ciertas reglas que rigen a
modo de piso mínimo a todos los proce-
sos de alimentos tal como se deriva de lo
dispuesto en el art. 670: “Medidas ante el
incumplimiento. Las disposiciones de este
Código relativas al incumplimiento de los
alimentos entre parientes son aplicables a
los alimentos entre padres e hijos”. En este
marco es dable destacar que el art. 544 que
integra el mencionado capítulo 2 del Tí-
tulo V sobre “Parentesco” se concentra en
los alimentos provisorios estableciéndose
que “Desde el principio de la causa o en
el transcurso de ella, el juez puede decre-
tar la prestación de alimentos provisiona-
les, y también las expensas del pleito, si se
justifica la falta de medios”. ¿Qué momen-
to sería el más propicio para ordenar ali-
mentos provisorios, dada la urgencia y la
complejidad que encierran los alimentos
debidos a los hijos/as menores de edad en
atención a la interacción de derechos hu-
manos aludida entre derechos de infancia
y derechos de las mujeres? La respuesta
decanta en favor del “principio de la cau-
sa”, tal como lo señala en primer término el
citado art. 544.
Ahora bien, cabría interrogarse si esta
lógica es la que prima en la regulación de
los procesos de alimentos desde los có-
(14) Para profundizar sobre esta cuestión ver HE-
RRERA, Marisa, “La perspectiva de género desde el
procedimiento civil o el proceso civil en clave feminis-
digos procesales de familia sancionados,
sabiendo que estas adaptaciones proce-
dimentales a los grandes cambios que ha
introducido el Código Civil y Comercial
en materia de relaciones de familia aún si-
guen siendo una deuda pendiente en va-
rias provincias.
Veamos algunas de las regulaciones lo-
cales más actuales o las sancionadas de
manera más reciente, entendiéndose que
estas suelen observar una mejor o ade-
cuada técnica legislativa a los fines de to-
mar cabal dimensión sobre las virtudes y
también desafíos que presenta el índice en
análisis.
El Código de Procedimiento del Fuero de
Familia, Niños, Niñas, Adolescentes y Adul-
tos Mayores de La Rioja, sancionado en el
2023, se concentra en los “Alimentos Pro-
visionales” en su art. 133. Allí se asevera
que “El cumplimiento de la etapa previa
no es exigible para demandar alimentos
provisionales. Rigen, supletoriamente,
sobre medidas cautelares en lo que sean
compatibles. Se podrá articular directa-
mente ante el juez, aun antes del pedido
de alimentos definitivos”. Como se puede
observar, el modo en que se encuentra
redactado no reflejaría la urgencia y el
rol preponderante que ostenta esta medi-
da cautelar en los procesos de alimentos.
¿Los alimentos provisorios pueden o de-
ben dictarse en todo proceso de alimentos
definitivos? Desde el obligado enfoque de
derechos humanos y, más aún, tomándose
la doble dimensión aludida en torno a que
el incumplimiento alimentario, cuando se
trata de NNA, no solo conculca derechos
de estos, sino también de sus principales
cuidadores que suelen ser las madres, de
allí todo el bagaje normativo en materia de
derechos de las mujeres; por lo tanto, los
alimentos provisorios no deberían ser una
facultad judicial como la que se deriva del
“Se podrá” que expresa esta disposición,
sino una obligación judicial proceder a
su fijación “Desde el principio de la cau-
sa”, como lo señala el mencionado art. 544
del Código Civil y Comercial, en su carác-
ter de texto jurídico base sobre el cual se
debe edificar la regulación procesal-local
al respecto. Como se puede concluir, aquí
se seguiría un enfoque clásico sobre los
alimentos provisorios en un doble sentido:
1) que la carga de su demostración sigue
sobre las espaldas de las mujeres que re-
claman alimentos y 2) que los alimentos
provisorios no constituyen un deber judi-
cial, sino una facultad.
Asimismo, y desde la alegada interac-
ción entre alimentos provisorios y defini-
tivos, el Código Procesal de Familia, Niñez
y Adolescencia de San Luis, sancionado en
el 2021, dispone en su art. 204 dedicado a
regular los requisitos de la demanda de ali-
mentos que esta deberá “a) Contener datos
suficientes para acreditar el vínculo y/o las
circunstancias en las que se funda; b) Es-
timar del monto que se reclama; c) Acom-
pañar toda la documentación que la parte
actora tuviese en su poder y que haga a su
derecho; d) Ofrecer la prueba testimonial
con hasta un máximo de tres [3] testigos,
debiendo acompañar el pliego interroga-
torio; e) Denunciar los ingresos que la o
el alimentante percibe, si se tuviese cono-
cimiento; o en su caso caudal económico
aproximado a los efectos de la fijación de
alimentos provisorios; f ) Denunciar los in-
gresos que percibe quien reclama, excepto
si se tratase de alimentos que involucren
a niñas, niños y adolescentes, incapaces
o personas con capacidad restringida; y
g) Denunciar la existencia de otros sujetos
acreedores de la prestación alimentaria
ta”, Revista de Derecho Privado y Comunitario: Pers-
pectiva de género y su impacto en el Derecho Privado,
2022-1, Rubinzal Culzoni, Santa Fe, p.127 y ss.
por parte del mismo alimentante”. Como
se puede advertir, se sigue un enfoque tra-
dicional en el que la carga de la prueba re-
cae en las mujeres y no en quienes están
en las mejores condiciones de probar el
caudal económico del demandado u obli-
gado alimentante. ¿Acaso, no es el propio
demandado que puede probar y así com-
probar lo que gana, tanto si se trata de una
persona que tiene un empleo o trabajo for-
mal como si fuera informal? ¿Qué sucede
si quien demanda desconoce o no tiene
cabal conocimiento de lo que gana el deu-
dor alimentario para la fijación de los ali-
mentos definitivos, pero, en especial, para
los provisorios? Alguien podría alegar que
esta falta de información podría retrasar la
fijación de una obligación que es urgente.
Precisamente el índice en análisis vendría
sortear este tipo de inconvenientes prác-
ticos, lo cual demuestra, de manera elo-
cuente y contundente, el aporte que se de-
riva de esta nueva herramienta conceptual
en clave no solo cuantitativa, sino también
cualitativa.
En este punto es dable destacar la regu-
lación que sigue el Código Procesal de Fa-
milia de San Juan sancionado en el 2022, en
el que se explicita en el inc. 5) del art. 221
dedicado a las “Reglas generales” de los
procesos de alimentos que en lo relativo a
la “Capacidad económica del alimentante:
sobre el demandado recae la carga de acre-
ditar la cuantía y modalidad de percepción
de sus ingresos económicos”. De este modo
se recepta uno de los tantos avances que
ha significado la revisión de los alimentos
en clave feminista, como es dimensionar
la aplicación del principio de las cargas
probatorias dinámicas (14). Ahora bien, se
observaría una contradicción y, por ende,
mantenerse un enfoque clásico, al dispo-
ner el art. 231 de la ley procesal sanjua-
nina que la demanda de alimentos debe
“Denunciar aproximadamente el caudal
económico de quien deba suministrarlos
y de quien los reclama, como así también
los beneficios sociales que percibieran”
(inc. 3); es decir, una vez más, la carga de
la prueba recae sobre los hombros de las
personas vulnerables como son las muje-
res que deben batallar en el justicia para
lograr la determinación de la cuantifica-
ción o monto de la cuota alimentaria, sin
decir absolutamente sobre el rol principal
que debe asumir la fijación de alimentos
provisorios en el primer proveído.
Como se puede advertir, las legislaciones
procesales especializadas o focalizadas en
las relaciones de familia, infancia y ado-
lescencia —incluso las más recientes— no
introducen aportes significativos en la re-
gulación de los procesos de alimentos que
estén acordes con la necesaria —y bienve-
nida— revisión crítica que ha introducido
la perspectiva de género en esta materia.
Todo lo contrario; parecería que los avan-
ces doctrinarios y jurisprudenciales al res-
pecto se habrían quedado en esa órbita y
no habrían tenido la habilidad de permear
y así modernizar las prácticas con las con-
secuencias positivas para la efectivización
del derecho alimentario en tanto derecho
humano.
Si bien la aplicación de los datos que
aporta la Canasta de Crianza en los re-
clamos alimentarios no requiere de una
reforma legal que la habilite, estos aires
tradicionales serían revisados a la luz del
nuevo texto que aún no se ha difundido so-
bre el Anteproyecto de Código Procesal Ci-
vil, Comercial y de Familias de la Provincia
de Buenos Aires cuyo art. 742 proyectado
establece en su segundo párrafo que “La
jueza o juez debe fijar el importe teniendo
(15) TR LALEY AR/JUR/93495/2023
Lunes 4 de septiembre de 2023 | 3
en cuenta las necesidades de la persona
alimentada, la cuantía de la deuda, la ca-
pacidad económica de la persona alimen-
tante y el índice que surge de la canasta de
crianza de la primera infancia, la niñez y
la adolescencia del Instituto Nacional de
Estadística y Censo como base, cuando
sea pertinente”. De este modo, no solo se
receptan las reglas básicas para la fijación
de alimentos como ser las necesidades de
la persona o las personas alimentadas, la
cuantía de la deuda y la capacidad econó-
mica del alimentante, sino que además se
recepta de manera expresa, como un deber
judicial, tener en cuenta el índice que sur-
ge de la canasta en estudio.
De este modo, se dimensiona desde la
ley el valor interpretativo que tendría la
información actualizada que brinda el IN-
DEC en el que se tiene en cuenta, a modo
de piso mínimo, las necesidades de NNA,
como así también el costo de su cuidado,
en absoluta concordancia con otra nor-
mativa clave del Código Civil y Comercial
como lo es el art. 660, que le otorga valor
económico al trabajo en el hogar.
Esta dimensión ya habría aterrizado en
el ámbito jurisprudencial al contar con el
primer precedente en el que se ha aplica-
do la canasta en análisis. Nos referimos a
lo resuelto por el Juzgado de Familia Nº2
de Lomas de Zamora del 01/08/2023 (15).
Dicen que las casualidades existen, justo el
día que la legislación civil y comercial cum-
ple 8 años de vigencia. Se trata de una reso-
lución que fija alimentos provisorios al en-
tender, con acierto, que “los mismos serán
fijados en esta etapa de proceso en la que
aún no se ha producido prueba alguna que
demuestre los extremos invocados por la
actora, estimándose ´prima facie´ tanto las
necesidades del alimentista como las posi-
bilidades del alimentante” y, por lo tanto,
se procede a establecer “en el equivalente
al 50% de la canasta de crianza fijada por el
Instituto de Estadísticas y Censo (INDEC)
para la franja etaria de 6 a 12 años (la que
actualmente tiene un valor de $ 93.932) ...”.
III. Palabras de cierre
La publicación por parte del Estado Na-
cional de la Canasta de Crianza establece
la presunción de que NNA, por ser perso-
nas en proceso de desarrollo, requieren de
un sostén material y económico que, por
su condición, no es posible que puedan
auto-proveerse. Desde julio de 2023 el piso
mínimo de las necesidades alimentarias de
NNA se encuentran tabuladas por el IN-
DEC.
Habiéndose determinado la pertinencia
de la obligación legal, uno de los principa-
les obstáculos que impiden garantizar de
manera oportuna el derecho alimentario
a NNA son las dificultades y demoras para
establecer su monto. A su vez, la doctrina y
jurisprudencia es unánime al afirmar que
la fijación requiere de un mecanismo que
permita su actualización, con mayor ur-
gencia aún en contextos socio-económicos
inflacionarios, para evitar el derroche de
recursos (humanos, económicos, judicia-
les, etc.) que implica obligar a la progenito-
ra a cargo a iniciar incidentes de aumento.
En este sentido, la Canasta de Crianza se
presenta como una herramienta de actua-
lización o ajuste específica para esta temá-
tica y sencilla de aplicar.
Párrafo aparte merece la primera resolu-
ción que aplica la Canasta de Crianza men-
cionada, destacándose la fuerte y positiva
repercusión mediática que ha obtenido, lo
cual augura un lugar de relevancia en las
prácticas del derecho alimentario desde
una perspectiva contemporánea.
En definitiva, la Canasta de Crianza brin-
da respuestas a dos de los principales obs-
4 | Lunes 4 de septiembre de 2023
táculos advertidos en los procesos alimen-
tarios: determinar el monto cuando no se
puedan comprobar los ingresos del obli-
gado y su actualización. Sin lugar a duda
constituye un primer y loable paso que se
da desde el Estado para revertir el incum-
plimiento parental que condena a la pobre-
za a las madres y sus hijas e hijos.
Nota a fallo
Derechos de autor
Fotografía. Serie en homenaje a un artista.
Obra transformadora. Uso lícito o fair use.
Disidencia.
1. - Las obras originales —en el caso, foto-
grafías— tienen derecho a la protección
de los derechos de autor, incluso frente a
artistas famosos. Dicha protección inclu-
ye el derecho a elaborar obras derivadas
que transformen el original. No obstan-
te, el uso de una obra protegida puede
ser lícito si, entre otras cosas, el uso tie-
ne una finalidad y un carácter suficien-
temente distinto del original. En el caso,
la fotografía original y la copia que el ac-
tor hizo de esa fotografía en una imagen
otorgada bajo licencia a una edición es-
pecial de una revista dedicada a Prince
comparten sustancialmente la misma fi-
nalidad, y el uso es de naturaleza comer-
(*) Traducción realizada por: Josefina Bercetche y
Oscar Flores
Andy Warhol: ¿artista revolucionario
o infractor de derechos de autor?
Josefina Bercetche
Abogada (Univ. Torcuato di Tella). Master de Derecho (LL.M.) (Univ. de Nueva
York). Relatora de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán.
SUMARIO: I. Introducción.— II. Los hechos del caso.— III. Normativa aplicable.— IV. El voto mayoritario.— V. La punzante disidencia de la jueza Kagan.— VI. Consideraciones adi-
cionales.— VII. Conclusión.
I. Introducción
¿Cuál es la frontera que separa el tomar
obras ajenas anteriores como fuente de
inspiración artística y violar los derechos
de autor del artista original? En el recien-
te fallo Andy Warhol Foundation for Visual
Arts, Inc. v. Goldsmith (1) del 18 de mayo
de 2023, la Corte Suprema de los Estados
Especial para La Ley. Derechos reservados (Ley 11.723)
(1) La opinión de la Corte, que contó con una mayo-
ría de 7-2, fue emitida por la jueza Sonia Sotomayor,
con la adhesión de los jueces Thomas, Alito, Gorsuch,
Kavanaugh y Barrett. El juez Gorsuch formuló un voto
concurrente al que adhirió la jueza Jackson. El voto di-
sidente fue redactado por la jueza Elena Kagan y contó
con la adhesión del juez John Roberts, presidente del
Tribunal.
(2) Andy Warhol Found. for Visual Arts, Inc. v. Goldsmith,
11 F.4th 26 (2d Circuit 2021).
(3) El concepto de “fair use” es una construcción ju-
risprudencial del Derecho norteamericano que no tie-
ne un instituto análogo en nuestra legislación. A los
efectos de esta traducción, hemos empleado el término
“uso lícito”.
Cita on line: TR LALEY AR/DOC/2123/2023
Más información
Pellegrini, María Victoria, “La violencia
económica, el incumplimiento de la obliga-
ción alimentaria parental y la prescripción
cial, por lo que este no ha ofrecido ningu-
na otra justificación convincente para el
uso no autorizado de la fotografía.
2. - El significado de una obra secundaria, en
la medida en que razonablemente pueda
percibirse, debe considerarse en la medi-
da necesaria para determinar si la finali-
dad del uso es distinta del original.
3. - El primer factor de análisis de uso lícito
considera si el uso de una obra protegi-
da por derechos de autor tiene una fina-
lidad diferente, lo cual es una cuestión
de grado, y el grado de diferencia debe
sopesarse contra la naturaleza comer-
cial del uso. Si una obra original y un uso
secundario comparten los mismos fines
o fines muy similares, y el uso secunda-
rio es de naturaleza comercial, es proba-
ble que el primer factor pese en contra
del uso lícito, a falta de otra justificación
para la copia.
4. - No hay nada en la Ley de Derechos de
Autor que interpele a los jueces a espe-
Unidos ofreció una respuesta a tal interro-
gante.
Al confirmar la sentencia de la Cá-
mara Federal de Apelaciones (Segundo
Circuito), (2) la Corte sostuvo que una
determinada explotación comercial
ocurrida en 2016, respecto de la obra
Orange Prince de Andy Warhol, no goza-
(4) Al respecto, se puede consultar las siguientes
notas: “¿El fin de la apropiación en el arte?: la Corte
Suprema de EE.UU. falló contra Andy Warhol”, Info-
bae, 19/5/2023, https://www.infobae.com/cultu-
ra/2023/05/19/el-fin-de-la-apropiacion-en-el-arte-
la-corte-suprema-de-eeuu-fallo-contra-andy-war-
hol/; “La Corte Suprema de EE.UU. dictamina que la
Fundación Andy Warhol violó los Derechos de Autor”,
Pecados del Arte, 19/5/2023, https://pecadosdelarte.
com/noticia/487/actualidad/la-corte-suprema-de-
ee.uu.-dictamina-que-la-fundacion-andy-warhol-
violo-los-derechos-de-autor.html; Seisdedos, Iker,
“El Supremo de Estados Unidos sentencia que War-
hol violó los derechos de una fotógrafa al usar un re-
trato de Prince”, El País, 18/5/2023, https://elpais.
com/cultura/2023-05-18/el-supremo-de-estados-
liberatoria”, RDF 110, 81, TR LALEY AR/
DOC/1223/2023
Auberge, Julieta Michelle - Di Nunzio, María
Eugenia, “Prestaciones alimentarias: la flexibili-
dad probatoria y la perspectiva de género como
ejes centrales para su determinación”, RDF
2023-IV, 229, TR LALEY AR/DOC/1439/2023
cular sobre la finalidad que un artista
pueda tener en mente cuando trabaja en
un proyecto concreto ni a hacer crítica de
arte y evaluar el carácter estético de la
obra resultante. En lugar de ello, el pri-
mer factor de uso lícito establecido por
la Ley ordena a los tribunales que se cen-
tren en “la finalidad y el carácter del uso,
incluyendo si dicho uso es de naturaleza
comercial o tiene fines educativos no lu-
crativos”. A partir de sus propios térmi-
nos, la Ley centra la atención en el uso
concreto que se cuestiona. Y pide que se
evalúe si la finalidad y el carácter de ese
uso es diferente de (y por lo tanto com-
plementa) o es el mismo que (y por lo
tanto sustituye) una obra protegida por
derechos de autor. Es una investigación
comparativamente modesta centrada en
cómo y por qué razón una persona está
utilizando una obra protegida por dere-
chos de autor en el mundo, no en el es-
tado de ánimo de cualquier artista o la
calidad estética de cualquier creación
(voto concurrente del juez Gorsuch al
cual adhirió la jueza Jackson).
Oscar Flores
Abogado (UNT). Doctor (UBA), área de Derecho Constitucional. Relator de
la Corte Suprema de Justicia de Tucumán. Profesor titular regular de la Cá-
tedra Derecho Constitucional “C” de la Facultad de Derecho y Ciencias So-
ciales (UNT). Director de la Carrera de Doctorado en Derecho de la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales (UNT). Miembro de la Asociación Argentina
de Derecho Constitucional. Participante del Capítulo Argentino de ICON•S, International Society of
Public Law.
ba de protección legal según la doctrina
jurisprudencial del fair use (uso líci-
to) (3) y, por ende, violó los derechos de
autor de otro artista, la fotógrafa Lynn
Goldsmith.
El caso ha sido seguido de cerca por crea-
dores y comercializadores de contenido
de todo tipo (artistas, fotógrafos, museos,
unidos-sentencia-que-warhol-violo-los-derechos-
de-un-fotografo-al-usar-un-retrato-de-prince.html;
CASCONE, Sarah, “In a Landmark Ruling Against the
Andy Warhol Foundation, the Supreme Court Has Si-
ded With Photographer Lynn Goldsmith”, Artnet News,
18/5/2023, https://news.artnet.com/art-world/
the-supreme-court-ruling-lynn-goldsmith-andy-war-
hol-foundation-2304684; MANGAN, Dan, “Supreme
Court rules against Andy Warhol Foundation in co-
pyright case over Prince photo”, CNBC, 18/5/2023,
https://www.cnbc.com/2023/05/18/supreme-court-
rules-against-andy-warhol-foundation-in-copyright-
case-over-prince-photo.html; “Estados Unidos: la
Corte falló en contra del artista Andy Warhol por de-
rechos de autor de la imagen de Prince”, Palabras del
Derecho, 21/5/2023, https://palabrasdelderecho.
Libro recomendado
Manual de Derecho de las Familias
Autora: Marisa Herrera
Edición: 3ª, 2023
Editorial: Abeledo Perrot, Buenos Aires
5. - “Impedir a los autores posteriores” y a
los artistas “mejorar obras anteriores”
—como hace hoy la mayoría— “frustrará
el fin mismo que se pretende alcanzar”
con la ley de derechos de autor. Sofoca-
rá la creatividad de todo tipo. Impedirá
el arte, la música y la literatura nuevos.
Frustrará la expresión de nuevas ideas y
la obtención de nuevos conocimientos.
Empobrecerá nuestro mundo (del voto
disidente de la jueza Kagan al que se ad-
hirió el juez Roberts).
SC Estados Unidos, 18/05/2023. – Andy
Warhol Foundation for the Visual Arts. Inc.,
petitioner c. Lynn Goldsmith, et Al. (*)
[Cita on line: TR LALEY US/JUR/2/2023]
[El fallo in extenso puede consultarse en
Atención al Cliente, https://www.laley-
next.com.ar/ o en Proview]
etc.), y tuvo amplia repercusión en diver-
sos medios de prensa de todo el mundo (4).
II. Los hechos del caso
La Corte hace hincapié en las circunstan-
cias fácticas en torno a la creación y el uso
de la obra en cuestión, denominada Oran-
ge Prince, lo que aconseja una compren-
com.ar/articulo/4295/Estados-Unidos-la-Corte-fa-
llo-en-contra-del-artista-Andy-Warhol-por-derechos-
de-autor-de-la-imagen-de-Prince; “Andy Warhol
estate loses US Supreme Court copyright fight over
Prince paintings”, The Guardian, 18/5/2023, https://
www.theguardian.com/artanddesign/2023/may/18/
andy-warhol-copyright-prince-paintings-lawsuit;
EDECIO BRITO, Adrián, “Fallo histórico: Andy Warhol
infringió derechos de autor, según Corte Suprema de
Estados Unidos”, Concierto, 18/5/2023, https://www.
concierto.cl/2023/05/andy-warhol-infringio-dere-
chos-de-autor-segun-corte-suprema-de-estados-uni-
dos/?v=1687359495129; MORÁN, Iker, “La sentencia
contra Warhol, un triunfo para los derechos de la profe-
sión fotográfica”, Photolari, 22/5/2023, https://www.
photolari.com/la-sentencia-contra-warhol-un-triun-

sión detallada de los hechos que dieron
lugar a la controversia.
Para ello, debemos remontarnos al año
1984, cuando la fotógrafa estadounidense
Lynn Goldsmith (5) otorgó una licencia a
la revista Vanity Fair sobre una fotografía
de su autoría (un retrato en blanco y ne-
gro del artista Prince) (6). Los términos del
acuerdo comercial entre las partes fueron
los siguientes: a cambio de U$S 400, Vani-
ty Fair podía utilizar la foto de Prince por
“una única vez” como “referencia artística
para una ilustración” en la revista, con la
expresa aclaración de que “no se concede
ningún otro uso”.
A partir de esa licencia, Vanity Fair con-
trató al artista Andy Warhol (7) para que
creara una nueva ilustración de Prince en
su conocido estilo pop sobre la base de la
fotografía Goldsmith; esa ilustración fue
publicada en la portada de la revista en
su edición del mes de noviembre de 1984.
Destacamos que la publicación citaba a
Lynn Goldsmith por aportar la “fotografía
fuente”.
Ahora bien, a partir de esa fotografía li-
cenciada, Andy Warhol también creó lo
que se denominó la “Serie Prince”, esto es,
quince imágenes adicionales del músico,
entre ellas Orange Prince.
Muchos años después, en 2016, cuando
Andy Warhol ya había fallecido y sus de-
rechos habían pasado a la Andy Warhol
Foundation for the Visual Arts (en adelante,
“AWF”), a cambio de U$S 10.000, AWF otor-
gó una licencia sobre Orange Prince a la re-
vista Condé Nast, dueña de la revista Vanity
Fair, para ilustrar un artículo conmemora-
tivo del cantante, que había muerto hacía
poco tiempo. Lynn Goldsmith no obtuvo
ninguna contraprestación por esa publica-
ción y tampoco fue citada como titular de
la “fotografía fuente”.
Goldsmith se enteró de la existencia de
las obras de la Serie Prince (inclusive Oran-
ge Prince) cuando vio a Orange Prince en
la portada de la revista de Condé Nast. Al
ver la imagen, Goldsmith se puso en con-
tacto con AWF y le informó que entendía
que AWF había infringido sus derechos de
autor. Acto seguido, AWF demandó judi-
cialmente a Goldsmith con el fin de que se
declare que no existió violación a sus dere-
fo-para-los-derechos-de-la-profesion-fotografica/;
“La Corte Suprema de EUA falla en contra de la Funda-
ción Andy Warhol por los derechos de autor de una fo-
tografía de Prince”, El Economista, 19/5/2023, https://
www.eleconomista.net/actualidad/La-Corte-Supre-
ma-de-EUA-falla-en-contra-de-la-Fundacion-Andy-
Warhol-por-los-derechos-de-autor-de-una-fotogra-
fia-de-Prince-20230519-0007.html; SCHNEIDER, Ja-
ron, “Supreme Court Rules Andy Warhol’s Prince Art
is Copyright Infringement”, Petapixel, 18/5/2023, ht-
tps://petapixel.com/2023/05/18/supreme-court-ru-
les-andy-warhols-prince-art-is-copyright-infringe-
ment/; QUINN, Melissa, “Supreme Court rules against
Andy Warhol’s estate in copyright dispute over Prince
image”, CBS News, 19/5/2023, https://www.cbsnews.
com/news/andy-warhol-supreme-court-prince-pho-
tograph/; STENNING, Tanner, “Did the Supreme Court
‘over-protect’ Lynn Goldsmith’s photo of Prince in co-
pyright ruling against Andy Warhol?”, Northeastern
Global News, 18/5/2023, https://news.northeastern.
edu/2023/05/18/andy-warhol-prince-lynn-goldsmi-
th/; “Terremoto en el mundo del arte: el Supremo de Es-
tados Unidos sentencia que Andy Warhol violó los de-
rechos de una fotógrafa al usar una imagen de Prince”,
La Voz de Galicia, 21/5/2023, https://www.lavozdega-
licia.es/noticia/cultura/2023/05/21/supremo-esta-
dos-unidos-sentencia-warhol-violo-derechos-fotogra-
fa-usar-imagen-prince/00031684658811919924823.
htm; KIM, Chloe, “US Supreme Court rules Andy War-
hol image violated copyright”, BBC News, 18/5/2023,
h t t p s : / / w w w. b b c . c o m / n e w s / w o r l d - u s - c a n a -
da-65641796; GOPNIK, Blake, “Ruling against Warhol
shouldn’t hurt artists. But it might”, New York Times,
chos de autor y, en subsidio, que el uso fue
“lícito” (fair use). Goldsmith contrademan-
dó por violación de derechos de autor.
El juez federal de primera instancia falló
a favor de AWF y su defensa de fair use de la
obra original de Goldsmith, mientras que la
Cámara Federal de Apelaciones revocó esa
sentencia por considerar que hubo infrac-
ción a los derechos de autor de Goldsmith.
La Corte, por mayoría (7 a 2), confirmó la
sentencia de la Cámara sosteniendo prin-
cipalmente que la fotografía original de
Prince y la publicación en Condé Nast de
Orange Prince compartieron “sustancial-
mente la misma finalidad” de naturaleza
comercial, es decir, eran “retratos de Prince
utilizados en revistas para ilustrar historias
sobre Prince”.
III. Normativa aplicable
Esta controversia se suscita en torno a
la aplicación del principio jurisprudencial
de de fair use (uso lícito), codificado en la
Ley Federal de Derechos de Autor (8), que
dispone que en ciertos casos artistas se-
cundarios pueden “tomar prestadas” obras
protegidas por derechos de autor sin la au-
torización del titular.
La doctrina de fair use sirve para dotar
a creadores de contenido de cierta flexibi-
lidad a la hora de utilizar obras existentes
protegidas por derechos de autor (9). Ex-
plica Amy Adler que ese instituto brinda
una “protección fundamental basada en
la Primera Enmienda [...] frente a los dere-
chos de monopolio que la ley de copyright
concede a los creadores de obras originales
[...] disminuye el riesgo de que ‘una protec-
ción [de los derechos de copyright] excesi-
vamente amplia ahogue, en lugar de pro-
mover’ los objetivos subyacentes de la ley
de copyright al impedir referencias a obras
anteriores en el desarrollo de obras nuevas.
La defensa del fair use es ‘necesaria para
cumplir el propósito esencial de los dere-
chos de autor, ‘promover el progreso de la
ciencia y de las artes útiles’” (10).
La disposición normativa que codifica el
instituto de fair use es la siguiente:
“107. Limitaciones a los derechos exclu-
sivos: Uso lícito (fair use). No obstante lo
dispuesto en las cláusulas 106 y 106A, el
19/5/2023, https://www.nytimes.com/2023/05/19/
arts/design/warhol-prince-supreme-court-copyri-
ght.html; FEITELBERG, Rosemary, “Supreme Court
Rules in Favor of Photographer in Dispute With Andy
Warhol Foundation”, Women’s Wear Daily, 18/5/2023,
https://wwd.com/fashion-news/fashion-scoops/
supreme-court-prince-andy-warhol-lynn-goldsmi-
th-1235657218/?cx_testId=1&cx_testVariant=cx_1&cx_
artPos=0#cxrecs_s; VELTMAN, Chloe, “Supreme Court
sides against Andy Warhol Foundation in copyright in-
fringement case”, National Public Radio, 18/5/2023,
https://www.npr.org/2023/05/18/1176881182/su-
preme-court-sides-against-andy-warhol-founda-
tion-in-copyright-infringement-cas; FEITELBERG, Ro-
semary, “Supreme Court Victor Lynn Goldsmith Talks
Warhol, Prince and Celebrity Facades”, Women’s Wear
Daily, 19/5/2023, https://wwd.com/eye/people/ly-
nn-goldsmith-prince-photograph-andy-warhol-su-
preme-court-interview-1235658276/; SALTZ, Jerry,
“Warhol Against the Supreme Court and Beyond”, Vul-
ture, 20/5/2023, https://www.vulture.com/2023/05/
warhol-against-the-supreme-court-and-beyond.html;
O’DONOGHUE, Saskia, “What does the US Supreme
Court ruling against Andy Warhol’s estate mean for
art?”, Euronews, 23/5/2023, https://www.euronews.
com/culture/2023/05/23/what-does-the-us-supre-
me-court-ruling-against-andy-warhols-estate-mean-
for-art; CASCONE, Sarah, “Lynn Goldsmith Told an
Artist to Remove His Own Prince Paintings, Inspired
by Her Lawsuit Against the Warhol Foundation, From
Instagram”, Artnet News, 02/6/2023, https://news.
artnet.com/art-world/lynn-goldsmith-ryan-mont-
gomery-prince-paintings-2313917; KAROL, Peter J.,
uso lícito (fair use) de una obra protegi-
da por derechos de autor, incluido el uso
mediante reproducción en copias o fono-
gramas o por cualquier otro medio especi-
ficado en dicha cláusula, con fines de crí-
tica, comentario, información periodística,
educación (incluidas múltiples copias para
uso en el aula), academia o investigación,
no constituye infracción de los derechos de
autor. Para determinar si el uso que se hace
de una obra en un caso concreto es un uso
lícito (fair use), los factores que se tendrán
en cuenta incluirán:
1. la finalidad y el carácter del uso, inclu-
yendo si dicho uso es de naturaleza comer-
cial o si tiene fines educativos no lucrativos;
2. la naturaleza de la obra protegida por
derechos de autor;
3. la cantidad y sustancialidad (substan-
tiality) de la porción utilizada en relación
con la obra protegida en su conjunto; y
4. el efecto del uso sobre el mercado po-
tencial o el valor de la obra protegida.
El hecho de que una obra sea inédita no
impedirá por sí mismo que se considere
uso lícito (fair use), si esa determinación
toma en cuenta todos los factores recién
mencionados”.
En el fallo que analizamos se discutió
únicamente el apartado [1] de la referida
norma, es decir, si “la finalidad y el carácter
del uso” de la obra original en el marco de
licencia sobre la obra Orange Prince, para
su publicación junto con un artículo de re-
vista sobre Prince, debía considerarse fair
use o si, por el contrario, infringió los dere-
chos de autor de Goldsmith.
IV. El voto mayoritario
La mayoría de la Corte confirmó la sen-
tencia de la Cámara Federal de Apelacio-
nes y sostuvo que el uso de la fotografía de
Lynn Goldsmith por parte de AWF no cons-
tituyó fair use y, por ende, violó los dere-
chos de autor de la fotógrafa.
IV.1. El “uso específico” impugnado como
violatorio de los derechos de autor
En primer lugar, la Corte señaló que “[l]a
disposición normativa sobre el uso lícito
“After Warhol. The transformative impact of Warhol v.
Goldsmith”, Artforum, 05/6/2023, https://www.art-
forum.com/slant/the-transformative-impact-of-war-
hol-v-goldsmith-90667; MEYER, Richard, “The Su-
preme Court Is Wrong About Andy Warhol”, The
New York Times, 05/6/2023, https://www.nytimes.
com/2023/06/05/opinion/supreme-court-andy-war-
h o l . h t m l (c o n a c c e s o e n t r e e l 1 9 / 5 / 2 0 2 3 y e l
28/6/2023).
(5) Lynn Goldsmith (nacida en 1948) es una artista
norteamericana, directora de cine, fotógrafa de retra-
tos de famosos y fotógrafa de rock & roll. También ha
realizado fotografía artística con imágenes conceptua-
les y con su pintura. Taschen, Rizzoli y Abrams han pu-
blicado libros con su obra. En 1985, recibió el premio
World Press Photo (Cfr. https://en.wikipedia.org/wiki/
Lynn_Goldsmith). Sus obras pueden consultarse en la
siguiente dirección: lynngoldsmith.com/wordpress/
(con acceso el 12/6/2023). En Instagram, @lynngolds-
mith.
(6) Prince Rogers Nelson (Mineápolis, 7 de junio
de 1958 - Chanhassen, 21 de abril de 2016), conocido
simplemente como Prince, fue un cantante, composi-
tor, bailarín, letrista, empresario, productor, músico y
multinstrumentista estadounidense (Cfr. https://es.wi-
kipedia.org/wiki/Prince).
(7) Andrew Warhol (Pittsburgh, 6 de agosto de
1928-Nueva York, 22 de febrero de 1987) fue un artista
plástico y actor estadounidense que desempeñó un pa-
pel crucial en el nacimiento y desarrollo del pop art (Cfr.
https://es.wikipedia.org/wiki/Andy_Warhol).
(8) Cláusula 107 del Título 17 del United States Code.
(9) “SCOTUS Warhol Decision Articulates Narrow
Lunes 4 de septiembre de 2023 | 5
(fair use), y en particular el primer factor
[apartado(1)], requiere un análisis del ‘uso’
específico de la obra protegida por dere-
chos de autor que se impugna como viola-
torio de [tales] derechos” (11).
Subrayó que el uso impugnado por
Goldsmith —y por ende el holding resul-
tante— tiene un alcance muy limitado,
comprendiendo únicamente la licencia
comercial sobre Orange Prince (obra ba-
sada en la fotografía de Goldsmith) que
AWF le concedió a la revista Condé Nast,
quedando fuera de la controversia (y en
consecuencia potencialmente a salvo) la
creación en sí u otros usos —incluso de
naturaleza comercial— de las obras de la
Serie Prince, todas ellas basadas en la fo-
tografía de Goldsmith (12).
A su vez, la Corte observó que la fotó-
grafa Goldsmith regularmente licenciaba
sus retratos de famosos a revistas y que, de
hecho, había licenciado otra fotografía de
Prince a la revista People para su edición
conmemorativa tras la muerte del artista.
Señaló que, en definitiva, tanto la fotografía
original como la obra Orange Prince consti-
tuían “retratos de Prince utilizados para re-
presentar a Prince en artículos de revistas
sobre Prince” (13), por lo cual concluyó que
esos usos, por Goldsmith y AWF respecti-
vamente, comparten “sustancialmente” la
misma finalidad (14).
IV.2. La “nueva expresión” en la obra se-
cundaria no alcanza para dejarla a salvo
El voto mayoritario citó el precedente
Campbell v. Acuff-Rose Music (15), donde
la Corte sostuvo que la cuestión “central”
del primer factor de análisis de fair use es
determinar si la nueva obra “simplemente
sustituye el objeto de la creación original
(reemplazando el original), o si por el con-
trario, añade algo nuevo, con una finalidad
adicional o carácter diferente” (16).
En Campbell se discutió si la banda de
rock 2 Live Crew había violado los derechos
de autor del cantante Roy Orbison por ha-
ber realizado una nueva versión de su can-
ción “Oh, Pretty Woman” (17). La Corte eva-
luó el primer factor de análisis de fair use
y sostuvo que la nueva canción de 2 Live
Crew, “Pretty Woman”, podía considerarse
fair use. En ese caso, la Corte entendió que
la labor de 2 Live Crew claramente impli-
Limitation to Transformative Fair Use”; The National
Law Review, 18/5/2023, https://www.natlawreview.
com/article/scotus-warhol-decision-articulates-na-
rrow-limitation-to-transformative-fair-use, con acceso
el 28/6/2023.
(10) ADLER, Amy, “Fair Use and the Future of Art”,
New York University School of Law Review, Vol. 91:559,
p. 573 (Junio 2016), disponible en https://www.nyu-
lawreview.org/wp-content/uploads/2018/08/NYU-
LawReview-91-3-Adler.pdf (con acceso el 28/6/2023).
(11) Párrafo nº 40 del voto mayoritario.
(12) “La misma copia puede constituir uso lícito
cuando se utiliza para un fin, pero no para otro. [...] En
este caso, la fotografía de Goldsmith protegida por de-
rechos de autor fue utilizada de múltiples formas. Esta
Corte limita aquí su análisis al uso específico impugna-
do como infractor -la licencia comercial sobre Orange
Prince otorgada por AWF a Condé Nast- y no se pro-
nuncia sobre la creación, exhibición o venta de ninguna
de las obras originales de la Serie Prince” (apartado (a)
(2) del Syllabus).
(13) Párrafo nº 43 del voto mayoritario.
(14) Ibídem.
(15) 510 U.S. 569 (1994). La decisión puede con-
sultarse aquí: https://www.law.cornell.edu/supct/
html/92-1292.ZO.html (con acceso el 27/6/2023).
(16) Párrafo nº 30 del voto mayoritario.
(17) Para información adicional sobre este litigio,
ver: VILE, John, “Campbell v. Acuff-Rose Music, Inc.
(1994)”, The First Amendment Encyclopedia, disponi-
ble en https://www.mtsu.edu/first-amendment/ar-
ticle/251/campbell-v-acuff-rose-music-inc. Ver tam-
bién: https://en.wikipedia.org/wiki/Campbell_v._Acu-
6 | Lunes 4 de septiembre de 2023
có “nueva expresión”, puesto que la banda
modificó la letra de modo tal que alteró el
significado y el mensaje original, e inclu-
so cambió el género de rock a rap. Ahora
bien, según la interpretación del holding de
Campbell que hace el voto mayoritario (no
compartida por la disidencia), ello por sí
solo resultó insuficiente para concluir que
se trataba de un caso de fair use; y fue rele-
vante también el hecho de que obra secun-
daria se tratara de una “parodia”, que tiene
la “nueva finalidad de comentar o criticar
la obra original” (18).
Con este precedente en mente, en el fa-
llo bajo análisis la mayoría resolvió que, si
bien el hecho de que exista “nueva expre-
sión puede ser relevante para determinar
si el uso [secundario] tiene una finalidad
o carácter suficientemente distintos, no
es, por sí sola, determinante del primer
factor” (el resaltado nos pertenece) (19).
Agregó que “la finalidad adicional o el ca-
rácter distinto [...] es una cuestión de gra-
do” y que “debe sopesarse frente a otras
consideraciones, tal como el ánimo de
lucro” (20).
En otras palabras, el voto mayoritario
de la Corte de los EE.UU. interpretó que
—a los efectos del primer factor de análi-
sis de fair use— no alcanza con el hecho
de que la obra secundaria aporte “nueva
expresión”; ello constituye una sola de
las consideraciones a analizar a la hora
de determinar si hubo o no fair use de la
obra original.
Es de interés señalar que, en un obiter
dicta aparentemente en defensa del arte tí-
picamente warholiano, el voto mayoritario
trajo a colación otra obra célebre de Andy
Warhol, la serie de latas de sopa Campbe-
ll que —por las dudas, aclaramos— nin-
guna relación tienen con el aquí citado
fallo Campbell, y pareció argumentar que
—a diferencia de Orange Prince— la serie
Campbell Soup cans estaría amparada por
el fair use:
“Sin embargo, no todas las obras de War-
hol, ni todos sus usos, dan lugar al mismo
análisis de fair use. De hecho, [la obra]
Soup Cans ilustra correctamente la distin-
ción que aquí se establece. La finalidad
del logotipo de [la empresa] Campbell es
publicitar sopa. Los lienzos de Warhol no
comparten esa finalidad. Más bien, la serie
Soup Cans utiliza obras protegidas de Cam-
pbell para hacer un comentario artístico
sobre el consumismo, una finalidad que es
ortogonal a la publicidad de la sopa. Por lo
tanto, el uso no sustituye a los objetos del
logotipo publicitario. Además, existe otra
justificación evidente para el uso por War-
hol del logotipo de Campbell. Su serie Soup
Cans apunta al logotipo. Es decir, la obra
original protegida por derechos de autor
es, al menos en parte, el objeto del comen-
tario de Warhol. Es la propia naturaleza del
logotipo de Campbell, bien conocido por
el público, diseñado para ser reproducido
y símbolo de un artículo cotidiano de con-
sumo masivo, lo que permite el comenta-
rio. Por lo tanto, el uso de la obra protegi-
da por derechos de autor no solo sirve para
una finalidad completamente diferente que
es la de comentar el consumismo en lugar
ff-Rose_Music,_Inc. (con acceso el 27/6/2023).
(18) Párrafo nº 34 del voto mayoritario.
(19) Párrafo nº 23 del voto mayoritario.
(20) Ibídem.
(21) Párrafo nº 49 del voto mayoritario.
(22) Párrafo nº 51 del voto mayoritario.
(23) La cláusula 101(2) de la ley federal de derechos
de autor dispone que, entre los “derechos exclusivos
sobre obras protegidas por derechos de autor” se en-
cuentra el derecho de “crear obras derivadas basadas
en la obra protegida”.
(24) Párrafo nº 33 del voto mayoritario.
(25) Párrafo nº 3 del voto disidente.
de anunciar sopa, sino que también ‘evoca’
la obra original para ‘arrojar luz’ sobre la
obra en sí, no sólo sobre la temática de la
obra [como se sostuvo en] Campbell, 510
U.S., en 579, 588. En este caso, por el con-
trario, el uso que AWF hace de la fotografía
de Goldsmith no apunta a la fotografía en
sí, y AWF no ha ofrecido otra justificación
convincente para el “uso” (el resaltado es
nuestro) (21).
Respecto de la cuestión de uso “trans-
formador”, el voto mayoritario señaló que
“[desde lo resuelto en] Campbell no puede
interpretarse que [el primer factor de fair
use] ampara cualquier uso que agregue
nueva expresión, significado o mensaje. De
ser así, el concepto de ‘uso transformador’
engulliría el derecho exclusivo del titular
del copyright de crear obras derivadas” (el
resaltado nos pertenece) (22).
Esta última consideración tomó en cuen-
ta el argumento de Goldsmith (basado en
el texto expreso de la ley de derechos de au-
tor), según el cual el alcance del concepto
de “uso transformador” no debe interferir
con el derecho del autor original a crear y
explotar “obras derivadas”, expresamente
consagrado en la normativa federal de co-
pyright (23). Por ello, la Corte sostuvo que
“el grado de transformación requerido para
hacer un uso ‘transformador’ de una obra
original debe ir más allá del requerido para
calificar como obra derivada” (24).
V. La punzante disidencia de la jueza Kagan
El voto disidente, emitido por la jueza
Elena Kagan con la adhesión del Presiden-
te de la Corte, el juez John Roberts, criticó
en duros términos el voto mayoritario, el
cual —según Kagan— dejó la doctrina de
fair use “hecha pedazos” (25).
Con comentarios irónicos y punzan-
tes, en un tono que sorprendió a algunos
académicos (26), Kagan sostuvo que “hay
muy pocas pruebas en el fallo de hoy de
que la mayoría realmente haya visto estas
imágenes” (27) y que quienes firmaron el
voto mayoritario deberían “volver a la es-
cuela” (28). Cerró su voto expresando que
lo resuelto “sofocará la creatividad de todo
tipo. Impedirá el arte, la música y la litera-
tura nuevos. Frustrará la expresión de nue-
vas ideas y la obtención de nuevos cono-
cimientos. Empobrecerá nuestro mundo”.
Dijo Kagan: “Probablemente hayan oído
hablar de Andy Warhol; probablemente
hayan visto su arte. Saben que replanteó
y reformuló —en una palabra, transfor-
mó— imágenes creadas por otros. Latas
de sopa Campbell y cajas de Brillo. Fotos
de íconos famosos: Marilyn, Elvis, Jackie,
Liz y, lo más relevante aquí, Prince. Así es
como Warhol se ganó un lugar destacado
en cursos de Introducción a la Historia
del Arte de todas las universidades. Por
eso puede sorprender que la opinión de la
mayoría describa la [obra] de Prince como
una ‘modesta alteración’ de la fotografía de
Lynn Goldsmith —el resultado de algunos
‘recortes’ y ‘aplanamientos’— con la mis-
ma ‘naturaleza esencial [...]. En un fallo
reciente, [la] Corte utilizó los cuadros de
Warhol como el ejemplo perfecto de un uso
( 26) Cfr., Podcast “Strict Scrutiny ” de fecha
22/5/2023, conducido por las profesoras de derecho
constitucional estadounidense, Melissa Murray, Leah
Litman y Kate Shaw; https://crooked.com/podcast-se-
ries/strict-scrutiny/.
(27) Párrafo nº 30 del voto disidente.
(28) Párrafo nº 2 del voto disidente.
(29) Párrafo nº 3 del voto disidente.
(30) Párrafo nº 4 del voto disidente.
(31) Párrafo nº 3 del voto disidente.
(32) Párrafo nº 42 del voto disidente (la cita ha sido
simplificada).
(33) 141 S. Ct. 1183 (2021).
‘que añade algo nuevo e importante’, que es
‘transformador’ y, por lo tanto, favorece la
procedencia de fair use. Google LLC v. Ora-
cle America, Inc., [...]. Esa Corte le habría
dicho a esta Corte que volviera a la escuela.
Y lo que es peor, ese curso de repaso sería
aparentemente insuficiente. Porque no es
solo que la mayoría no se da cuenta de lo
mucho que añadió Warhol; es que a la ma-
yoría no le importa” (29).
Concretamente, Kagan disintió con la
mayoría en cuanto a la relevancia que se le
debió dar a la “nueva expresión” en la obra
secundaria de Warhol, sosteniendo que la
mayoría subestimó su aporte creativo. En
efecto, según Kagan, lo único relevante
para la mayoría fue el hecho de que existió
explotación comercial de la obra secunda-
ria: “La mayoría sostiene que, como War-
hol concedió la licencia de su obra a una
revista —como también hizo Goldsmith en
ocasiones—, el primer factor no lo ampa-
ra. [...] No importa lo diferente que sea la
obra de Warhol de la foto original, ni cuán-
ta ‘nueva expresión, significado o mensaje’
haya añadido. No importa que la serigrafía
y la fotografía no tengan las mismas carac-
terísticas estéticas y no transmitan el mis-
mo significado. No importa que, debido a
esas diferencias, el editor de la revista no
considere que una sustituye a la otra. Lo
único que importa es que Warhol y la re-
vista realizaron una transacción comercial
de licencia, similar a la que podría haber
realizado Goldsmith. Dado que el artista
tenía una finalidad comercial, toda la crea-
tividad del mundo no podía salvarlo” (30).
Más aun, según Kagan, el voto mayorita-
rio se apartó del principio jurisprudencial
según el cual, si una obra es “transforma-
dora”, en principio debería encontrarse
amparada por el apartado 1 de fair use: “Al
adoptar esa postura de indiferencia [res-
pecto a la contribución creativa de War-
hol], la mayoría hace algo novedoso (aun-
que en derecho, a diferencia del arte, rara
vez es bueno ser transformador). Antes de
hoy, evaluábamos ‘la finalidad y el carác-
ter’ del uso de una copia planteándonos la
siguiente pregunta: ‘¿Añade la obra algo
nuevo, con una finalidad adicional o un ca-
rácter diferente, alterando el [original] con
una nueva expresión, significado o mensa-
je?’ [...]. Cuando lo hacía en un grado sig-
nificativo, calificamos la obra de ‘transfor-
madora’ y sostuvimos que el primer factor
de análisis de uso lícito (fair use) favorecía
al copiador (aunque otros factores podían
pesar más que ese). Pero la decisión de hoy
—a pesar de todas las vacilaciones de la
mayoría— deja nuestra doctrina del primer
factor hecha pedazos” (31).
A su vez, Kagan señaló que la práctica de
copiar o imitar obras anteriores constituye
un aspecto fundamental en la historia del
arte: “En la literatura, en la ciencia y en el
arte, hay y puede haber pocas cosas, si es
que puede haber alguna que sean nuevas
y originales en su totalidad [...] Toda obra
toma prestado, y necesariamente debe ha-
cerlo [...] Los propios creadores lo saben
perfectamente. Aquí está Mark Twain so-
bre el tema: ‘El núcleo, el alma —vayamos
más lejos y digamos la sustancia, el grueso,
el material real y valioso de las obras crea-
(34) Cfr. BARNES, Robert - DE VYNCK, Gerrit, “Su-
preme Court sides with Google in multibillion-do-
llar copyright dispute with Oracle”, The Washington
Post, 5 de abril de 2021, disponible en https://www.
washingtonpost.com/politics/courts_law/supreme-
court-google-oracle/2021/04/05/9572a480-7778-
11eb-8115-9ad5e9c02117_story.html, con acceso el
09/6/2023.
(35) Párrafo nº 39 del voto disidente.
(36) Ver nota al pie nº 15.
(37) Párrafo nº 40 del voto mayoritario.
(38) “El análisis aquí podría ser diferente en cuanto
a ambos factores si Orange Prince apareciera en una re-
tivas— todo se extrae consciente e incons-
cientemente de un millón de fuentes exter-
nas’. [...] La apropiación, el mimetismo, la
cita, la alusión y la colaboración sublimada
[...] son una especie de condición sine qua
non del acto creativo, que atraviesa todas
las formas y géneros del ámbito de la pro-
ducción cultural” (32).
Por último, entendió que el voto mayo-
ritario se apartó de lo resuelto en el ya ci-
tado precedente Campbell y también en
Google v. Oracle (33). En este último caso,
la controversia surgió cuando la empresa
Google utilizó un software denominado
API (application programming interfa-
ce) de Oracle, que sirve para que distintos
sistemas operativos puedan comunicarse
unos con otros. La Corte determinó que
Google estaba amparado por el fair use y
por lo tanto no violó los derechos de Ora-
cle. Según algunos profesionales de la in-
dustria, este fallo incentiva la competencia
y la innovación por parte de desarrollado-
res de escala chica y empresas start up (34).
Kagan señaló que en ambos precedentes
el uso en cuestión era “manifiestamente
comercial” (35), pero que ello no fue deter-
minante para la decisión de la Corte, que
en ambos casos resolvió que existió fair use
por parte del usuario secundario.
VI. Consideraciones adicionales
VI.1. Alcance limitado del fallo
Es importante destacar que el voto ma-
yoritario, expresa y deliberadamente, li-
mitó el objeto de la litis a la licencia co-
mercial sobre Orange Prince que AWF le
otorgó a Condé Nast, evitando así abordar
cuestiones más amplias tales como si la
creación en sí misma de las obras de la
Serie Prince o su exhibición o venta cons-
tituirían fair use (36).
Al respecto, sostuvo que “una misma co-
pia puede constituir uso lícito cuando se
utiliza para un fin, pero no para otro” (37),
señalando incluso que el uso de Orange
Prince como ilustración para un artículo
que fuera sobre Warhol en vez de Prince
podría modificar el análisis (38).
En su opinión concurrente con la mayo-
ría, el juez Gorsuch también sugirió que el
análisis podría variar si el uso discutido im-
plicara, por ejemplo, la exhibición de Oran-
ge Prince en un museo o en un libro, inclu-
so con fines de lucro (39), y señaló que “[d]
e acuerdo con la ley que el Congreso nos
ha brindado, cada uso cuestionado debe
ser evaluado en sus propios términos” (40).
Ante estas consideraciones de la Corte,
pareciera que toma una postura favorable a
que estas cuestiones deban ser analizadas
caso por caso, incluso con respecto a una
misma obra secundaria, donde —a la hora
de aplicar el test de fair use— las circuns-
tancias fácticas que se presenten en cada
caso cobrarán importancia.
VI.2. Acerca de la contienda entre el voto
mayoritario y la disidencia
Conforme surge de nuestra reseña ut
supra del voto de la jueza Kagan, el en-
vista de arte junto a un artículo sobre Warhol”; nota al
pie nº 12 del voto mayoritario.
(39) “[S]i bien en este caso nuestra interpretación
del primer factor de uso lícito no favorece a la Funda-
ción, podría hacerlo en otros casos. Si, por ejemplo, la
Fundación hubiera intentado exhibir la imagen de Prin-
ce del Sr. Warhol en un museo sin ánimo de lucro o en
un libro con ánimo de lucro que comentara el arte del
siglo XX, la finalidad y el carácter de ese uso bien po-
drían apuntar a un uso lícito”; párrafo nº 11 del voto del
juez Gorsuch.
(40) Párrafo nº 11 del voto del juez Gorsuch.

frentamiento principal entre la mayoría
y el voto disidente surge con respecto
a la relevancia que debe darse al aporte
creativo, la “nueva expresión”, de la obra
secundaria; y si es suficiente como para
ampararla bajo el paraguas de fair use,
incluso cuando se explote comercialmen-
te. Según la lectura de Kagan del Derecho
aplicable, cuando una obra secundaria
es “transformadora” respecto de la origi-
nal, su uso —aunque fuera de naturale-
za comercial— debería “favorecer” una
interpretación de fair use. En efecto, su
disconformidad con el voto mayoritario
puede reducirse a una oración: “[d]ado
que [Warhol] tenía una finalidad comer-
cial, toda la creatividad del mundo no po-
día salvarlo” (41).
Por el contrario, el voto mayoritario sos-
tiene que por más que exista “nueva ex-
presión” en la obra secundaria, ello no es
suficiente para que se encuentre a salvo
de cuestionamientos por parte del artista
original.
Con respecto a esta discusión, que en
nuestra opinión es la más rica que emerge
de este fallo, nos parece relevante hacer al-
gunas consideraciones.
En primer lugar, el voto minoritario pasa
por alto un importante argumento de la
mayoría, basado en el texto de la Ley Fe-
deral de Derechos de Autor, la cual protege
expresamente el derecho exclusivo del titu-
lar a crear “obras derivadas” que “transfor-
men” o “adapten” su obra original.
En efecto, la cláusula 101 de la referida
norma dispone que, entre los “derechos
exclusivos” del titular de la obra original,
se encuentra el derecho a “crear obras de-
rivadas basadas en la obra protegida”. Y,
dentro del concepto de “obras derivadas”,
la norma incluye “cualquier otra forma en
la que una obra pueda ser rehecha, trans-
formada o adaptada” (42) (el resaltado nos
pertenece).
Así las cosas, al confrontar la postura mi-
noritaria con el texto expreso de la norma
aplicable, no queda claro cómo se resguar-
daría el derecho exclusivo de los creadores
originales a crear obras derivadas (trans-
(41) Párrafo nº 4 del voto disidente.
(42) Cláusula 101 del Título 17 del United States Code.
(43) Párrafo nº 8 del voto concurrente del juez Gor-
such.
(44) Nota al pie nº 22 del voto de la mayoría.
(45) El Museo de Arte Moderno (MOMA) define al
concepto de apropiación como “el préstamo, la copia y
la alteración intencionales de imágenes y objetos exis-
tentes. Es una estrategia que los artistas han utilizado
durante milenios, pero que adquirió un nuevo signifi-
cado a mediados del siglo XX con el auge del consu-
Jurisprudencia
Animales salvajes
Acción de amparo. Pedido de restitución de
un animal a la familia que lo cuidó 17 años.
“Estado de humanización” del animal. Re-
chazo de la demanda.
Toda vez que el traslado de un animal
—mono— al lugar donde actualmente
se encuentra alojado fue ejecutado a
partir de una orden judicial dictada en
el marco de una causa penal en trámi-
te, se presenta con claridad el supues-
to de inadmisibilidad consagrado por
el art. 2 inc. “b” de la ley 16.986, que
veda la vía del amparo cuando el acto
formadoras), expresamente consagrado
por la Ley Federal de Derechos de Autor.
En segundo lugar, nos parece valioso el
aporte de la mayoría en cuanto a que pa-
reciera señalar como ajeno a la tarea ju-
risdiccional el sopesar el valor del aporte
creativo u otros factores subjetivos de una
determinada obra de arte.
En ese sentido, el juez Gorsuch en su
voto concurrente se pregunta: “¿Acaso la
imagen del Sr. Warhol pretende represen-
tar a Prince como un ícono ‹más grande
que la vida›, mientras que la fotografía de
la Sra. Goldsmith intenta proyectarlo bajo
una luz más ‹vulnerable›? [...] ¿O los fines
artísticos latentes en las dos imágenes y su
carácter estético en realidad son más si-
milares? Afortunadamente, la ley no exige
que los jueces nos enredemos con cuestio-
nes que van tanto más allá de nuestra com-
petencia” (43).
El voto de Sotomayor es más contun-
dente aun: “Una vez más, la Corte no
niega que Warhol fuera una figura impor-
tante en el arte americano. Pero deja la
valoración de sus obras en manos de los
críticos [...] Sea cual fuere la contribución
de Orange Prince, la fotografía de Golds-
mith forma parte de esa contribución. Un
tribunal no necesita, de hecho no debería,
evaluar el valor relativo de dos obras para
decidir sobre un reclamo de uso lícito (fair
use)” (44).
Sin perjuicio de lo recién expuesto, tal
como señala Kagan en su candente disi-
dencia, es innegable que la copia, inspira-
ción o “apropiación” (45) siempre han es-
tado presentes en el arte, y, más aun, se-
gún los expertos en la materia, esa técnica
ha adquirido una nueva “urgencia” en la
cultura contemporánea debido a cues-
tiones tales como la tecnología y la pro-
ducción masiva (46). “El uso por parte de
los artistas visuales de imágenes y objetos
preexistentes y, en muchos casos, prote-
gidos por derechos de autor, se ha con-
vertido en un elemento integral de gran
parte del arte de los siglos XX y XXI [...].
Con la expansión de la publicidad y la
cultura de consumo tras la Segunda Gue-
rra Mundial, y una renovada crítica de la
mismo y la proliferación de imágenes a través de los
medios de comunicación de masas, desde las revistas
a la televisión”. Cfr. https://www.moma.org/learn/
moma_learning/themes/pop-art/appropriation/ con
acceso el 30/6/2023.
(46) ADLER, Amy, ob. cit.
(47) “SCOTUS Warhol Decision Articulates Narrow
Limitation to Transformative Fair Use”; The National
Review; 18/5/2023; https://www.natlawreview.com/
article/scotus-warhol-decision-articulates-narrow-li-
mitation-to-transformative-fair-use
impugnado emana de un órgano del
Poder Judicial.
CFed. La Plata, sala III, 15/06/2023. - Salla-
go, Alberto Efraín y otro c. Ministerio de Am-
biente y Desarrollo Sostenible de la Nación
s/ amparo ambiental.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/79896/2023]
Costas
Sin costas.
distinción entre el arte elevado y la cultu-
ra popular, muchos artistas incorporaron
cada vez más imágenes apropiadas a sus
obras [...]” (47).
Por último, sin perjuicio del esfuerzo de
la mayoría de limitar el scope [alcance]de
su decisión, señalamos que, al tomar un
camino en donde ciertos usos con respec-
to a una misma obra serían lícitos mien-
tras que otros no, ello podría derivar en
una mayor incertidumbre legal para los
artistas secundarios: “Al limitar su deci-
sión a la cuestión de las licencias, la mayo-
ría cree claramente que ha dejado espacio
para que los creativos hagan lo suyo. Pero,
¿y si esos creativos no están tan conven-
cidos [...] Podrían empezar a ‘deslizarse
por la colina del miedo’ de buscar licen-
cias para cada apropiación que tengan en
mente, y no crear nada que no puedan li-
cenciar” (48). Igualmente, ante un holding
tan arraigado a las circunstancias fácticas
presentadas, pareciera que “la sentencia
no hará que los museos se apresuren a
consignar las obras que poseen a las os-
curas profundidades de sus sótanos, como
podría haber provocado una sentencia
contra Warhol más abarcadora” (49).
VI.3. El futuro del “fair use”
Ciertamente la cuestión de la licitud de
la copia u apropiación de obras anterio-
res no es nueva y, tal como lo expusimos
antes, en tiempos recientes, ciertos facto-
res sociales y culturales han incluso au-
mentado su relevancia: “La proliferación
de la fotografía, el cine, el vídeo, la pro-
ducción y la manipulación de imágenes
digitales, incluidas las redes sociales, ha
proporcionado a los artistas un abanico
cada vez mayor de herramientas para uti-
lizar y un entorno omnipresente sobre el
que opinar” (50).
A esa lista podríamos agregar el uso cada
vez más generalizado de programas de In-
teligencia Artificial (IA), los cuales “apren-
den” a través de la absorción de enormes
cantidades de imágenes (muchas de ellas
protegidas por derechos de autor). Resal-
tamos en particular los programas de IA
“generadores”, que —a partir de lo apren-
dido— generan nuevo contenido, lo que ya
(48) GOPNIK, Blake; “The ruling against Warhol
should not hurt artists. But it might”; New York Times,
20-5-2023; https://www.nytimes.com/2023/05/19/
arts/design/warhol-prince-supreme-court-copyright.
html
(49) Ibídem.
(50) “SCOTUS Warhol Decision Articulates Narrow
Limitation to Transformative Fair Use”; The National
Law Review, 18/5/2023, https://www.natlawreview.
com/article/scotus-warhol-decision-articulates-na-
rrow-limitation-to-transformative-fair-use, con acceso
2ª Instancia.- La Plata, junio 15 de 2023.
Considerando: I. Antecedentes.
1. Alberto Efraín Sallago y Nélida Ma-
bel Maldonado, ambos domiciliados en la
ciudad de Carhué (Provincia de Buenos
Aires) promovieron, en representación
de “Panchita” —ejemplar de mono cara-
yá (Alouatta carayá)—, acción de amparo
contra el Ministerio de Ambiente y Desa-
rrollo Sostenible de la Nación y el Minis-
terio de Desarrollo Agrario de la Provincia
de Buenos Aires. Ello con el fin de solicitar
que: a) se ordene la inmediata restitución
de “Panchita” a su domicilio para volver a
Lunes 4 de septiembre de 2023 | 7
ha dado lugar a controversias judiciales en
cuanto al fair use de esas imágenes preexis-
tentes (51).
De hecho, en respuesta a esta nueva for-
ma de generar contenido, el 16 de marzo
del 2023 la Oficina de Derechos de Autor de
los Estados Unidos (U.S. Copyright Office)
lanzó una nueva iniciativa para examinar
la Ley de Derechos de Autor y las cuestio-
nes planteadas por la IA, incluyendo el al-
cance de tales derechos en las obras gene-
radas utilizando herramientas de IA (52).
Según el comunicado, esa iniciativa es una
respuesta directa a los recientes y sorpren-
dentes avances en las tecnologías de IA
“generadora” y a su uso cada vez mayor por
parte de particulares y empresas.
VII. Conclusión
“Solíamos pensar en un artista como
alguien que se sentaba en la naturaleza
o en su buhardilla, trabajando solo para
crear algo nuevo de la nada. Pero ahora
que nos bombardean con imágenes, el
artista más importante puede ser el que
sabe revisar el arte (o la basura) de los
demás, el que funciona como un cura-
dor, un editor o incluso un ladrón. En un
mundo repleto de imágenes, quizá el me-
jor artista no sea el que genera una ima-
gen, sino el que sabe qué imagen tomar:
el que pueda nadar en el mar de imáge-
nes en el que actualmente nos ahogamos
y elegir la que flotará. Warhol, como de
costumbre, fue uno de los primeros en
verlo; como explicó un crítico, Warhol se
dio cuenta de que lo más crucial para ha-
cer arte había pasado a ser ‘elegir la ima-
gen fuente adecuada’” (53).
Seguramente, el fallo aquí comentado no
será el último que se pronuncie sobre estas
cuestiones, y —en esta disciplina tan anti-
gua que se va reinventando todo el tiem-
po— será tarea de los legisladores y juristas
adaptar el derecho aplicable, de manera de
fomentar la creatividad como valor social
y cultural, manteniendo el equilibrio entre
los aportes tanto de los creadores origina-
les como de los artistas secundarios.
Cita on line: TR LALEY AR/DOC/2124/2023
el 28/6/2023.
(51) Cfr. “Getty Images Sues Stability AI for Copyright
Infringement2, JD Supra, 03/3/2023, https://www.
jdsupra.com/legalnews/getty-images-sues-stabili-
ty-ai-for-8302472/, con acceso el 30/6/2023.
(52) Cfr. “Copyright Office Launches New Artificial
Intelligence Initiative”, 16/3/2023 https://www.co-
pyright.gov/newsnet/2023/1004.html, con acceso el
21/6/2023.
(53) ADLER, Amy, ob. cit.
habitar junto a su familia conviviente (fa-
milia Sallago) —en carácter de cuidador
responsable— bajo seguimiento del órga-
no de control que judicialmente se dispon-
ga; b) se traslade con carácter de urgente
a “Panchita” a un centro de rescate o san-
tuario habilitado que se encuentre dentro
de la provincia de Buenos Aires mientras se
resuelve la cuestión de fondo, como Temai-
kén, Eco Parque y/o Complejo Ecológico
de América, con expreso pedido de que en
el supuesto de que no quieran recibirla o
se decida dejarla sola en una jaula (siendo
un ser social que vive en comunidad y que
ya “se encuentra en estado de humaniza-
ción”) se designe como depositario legal a
8 | Lunes 4 de septiembre de 2023
la familia Sallago; c) eventualmente, se le
permitan visitas periódicas a la familia.
En el escrito de inicio, luego de fundar
su legitimación y de desarrollar la concu-
rrencia de los presupuestos de admisibili-
dad de la vía, relataron que en el año 2005
su hijo Rodolfo Efraín Sallago viajaba ha-
bitualmente con su camión a la provincia
de Chaco. Durante uno de esos viajes vio
al costado de la ruta una monita, la cual
se encontraba sola y con grandes posibi-
lidades de morir. Según expusieron, era
muy común que aparecieran en esa zona
animales al costado de la ruta debido al
desmonte o comercialización de sus ma-
dres. Resaltaron el contexto de la época
de los hechos descriptos aludiendo a una
mentalidad donde no se tenía conciencia
de que no se debían domesticar animales
silvestres o que existían zoológicos, al que
la monita podía ser derivada para pasar el
resto de su vida enjaulada. Por eso, enfati-
zaron, “hace 17 años el Sr. Sallago la cargó
a la monita a su camión, y solo pensó en
la acción, ‘estoy salvándole la vida a un ser
vivo que necesitaba ser salvado’”.
Desde allí “Panchita” fue adoptada como
un miembro más de la familia, mantenien-
do en todo momento contacto con una ve-
terinaria de Bahía Blanca que les indicaba
todos los cuidados y atenciones necesarias
para su desarrollo y subsistencia.
Los actores describieron las cualidades y
los comportamientos de “Panchita” en los
siguientes términos: “Era única, era muy
inteligente, copiaba lo que veía, o le alcan-
zaba los chiches o peluches y jugaba, se su-
bía a nuestros hombros cuando la llevába-
mos a pasear. Andaba suelta, la llevábamos
a un parque, siempre andaba con nosotros,
se subía arriba de las plantas y había un Eu-
caliptus que era su árbol preferido”.
Prosiguieron su relato haciendo referen-
cia a que el día 7 de marzo del corriente
año se apersonaron en su domicilio agen-
tes de la Brigada de Control Ambiental per-
teneciente al Ministerio de Ambiente y De-
sarrollo Sostenible de la Nación, que reali-
zó un allanamiento y procedió al secuestro
de “Panchita”. La depositaron en una jaula
y la trasladaron a la provincia de Córdoba
(al Centro de Rescate Proyecto Carayá, ubi-
cado en La Cumbre) sin comida ni agua, ya
que según les fue informado llegó a ese lu-
gar deshidratada.
Esa orden de allanamiento y secuestro
fue dictada por el titular del Juzgado Fede-
ral de Pehuajó en el marco de la causa FLP
46208/2022 caratulada “N.N. s/ Infracción
de Ley 22.421”, donde el organismo denun-
ciante fue la Dirección de Flora y Fauna
(Ministerio de Desarrollo Agrario bonae-
rense).
A juicio de los amparistas, el proceder
de los entes estatales involucrados resulta
contradictorio, ya que “en plan de proteger
a un ejemplar Carayá lo trataron como una
cosa en todo momento y actuaron aun en
contra de sus intereses y sentimientos, en
forma atropellada”. Ello por “no haber ana-
lizado cuestiones previas, a la convenien-
cia de sacar a esta mona de su familia con
quien había convivido 17 años, sumado a
una serie de irregularidades respecto a su
traslado y el asesorarse respecto al lugar a
donde se la llevó”.
Después de explayarse sobre diversos as-
pectos de un estudio experimental llevado
a cabo por el psicólogo Harry Harlow ati-
nentes al carácter sintiente de los simios,
su aprendizaje, sus maneras de expresar
sus preferencias y estados anímicos y su
vinculación afectiva con los seres huma-
nos, los actores sentaron las diferencias
entre los denominados “santuarios” y “cen-
tros de rescate”.
Y en lo que atañe particularmente al sitio
al que fue trasladada “Panchita”, pusieron
de resalto los siguientes interrogantes: 1) si
la institución posee habilitación nacional;
2) si realmente cumple con las condiciones
de santuario o centro de rescate, ya que es
un lugar a la vista de todos, cobra entrada
a los humanos que visitan el lugar, dejando
de ser santuario por ese solo hecho; 3) si
recibe donaciones y cuáles son sus desti-
nos; 4) cuál es la situación tributaria; 5) si
las personas registradas a cargo del lugar
son expertas y poseen título habilitante
para coordinar un lugar de esas caracterís-
ticas; 6) qué cantidad de especímenes ha-
bitan allí; 7) si la intervención humana se
realiza desde una mirada antropocéntrica
en la conformación de tropas de carayá o
de manera natural por los gustos, prefe-
rencias o competencias de la especie; 8) si
las circunstancias ambientales y climáticas
que posee La Cumbre (Provincia de Cór-
doba) resultan propicias para “Panchita”,
donde los inviernos son crudos y obligan
a que ella —habiendo nacido en un clima
selvático— los deba transitar bajo techo,
durmiendo tapada y en un colchón.
En ese orden de ideas —concluyeron—
“se la saca de un ‘cautiverio’ para deposi-
tarla en otro cautiverio, porque un animal
de esa edad (17 años), siendo su promedio
de vida 20, es muy difícil que pueda ser in-
sertado nuevamente en la selva, general-
mente quedan encerrados allí”.
Después del repaso de distintos prece-
dentes jurisprudenciales en los que se les
ha reconocido a los animales el carácter de
sujeto de derecho y su cualidad de “seres
sintientes”, a lo que añadieron el plexo nor-
mativo local e internacional involucrado,
los actores solicitaron que “se decrete de
manera urgente una medida cautelar por
la cual se ordene a las demandadas que de
forma inmediata cese su conducta ilegal y
arbitraria y proceda realizar el traslado de
Panchita a un establecimiento habilitado”.
Finalmente, para robustecer la admisibi-
lidad de la vía articulada, los actores seña-
laron que “la construcción de la tutela judi-
cial animalista debe canalizarse por la vía
de amparo, pues se ven vulnerado los de-
rechos constitucionales a la vida, a la salud,
a la integridad física, al derecho a ser oídos
y a una vida digna, el derecho a sus víncu-
los afectivos y relaciones construidas en
la familia multiespecie”, vulnerándose su
centro de vida. Y en ese sentido, “por más
que su vida debería ser con otros congéne-
res la cantidad de años que posee la hace
un caso especial, y de imposible inserción
en la vida silvestre y o en su habitad (sic)
natural. Panchita no sabría qué hacer en
su habitad (sic) natural, y es probable que
tampoco sobreviva en él”.
Los actores acompañaron prueba docu-
mental consistente en imágenes fotográfi-
cas, las actas del procedimiento y una nota
testigo firmada por distintos vecinos de
Carhué, requirieron que se designe a un
perito etólogo de oficio a fin de que realice
un amplio informe del estado de salud de
“Panchita”, del sitio donde se encuentra y
sobre si es acorde a sus necesidades bási-
cas. Ofrecieron prueba testimonial, pidie-
ron el libramiento de distintos oficios y que
se designe una Comisión de Seguimiento
interdisciplinaria para que se informe so-
bre los avances de la reinserción de “Pan-
chita”.
2. La demanda fue presentada ante la
justicia federal de Bahía Blanca, la cual se
declaró incompetente en razón del territo-
rio y dispuso su remisión al Juzgado Fede-
ral de Pehuajó. Ello en razón del domicilio
de los amparistas y de que el allanamiento
que motivó la interposición de esta acción
de amparo fue ordenado por el titular de
dicha sede judicial, lo cual marca una co-
nexidad ineludible que obstaculiza la in-
tervención de un magistrado distinto.
II. La decisión recurrida.
El señor juez a cargo del Juzgado Federal
de Primera Instancia de Pehuajó se decla-
ró competente, rechazó in limine la acción
de amparo y la medida cautelar impetrada.
Asimismo, dispuso el envío de copia de su
pronunciamiento para ser agregado a la
causa FLP 46280/2022 “N.N. s/ infracción
ley 22.421 denunciante: Dirección de Flora
y Fauna, Min. de Desarrollo Agrario Pcia.
Bs. As.”, del registro de la Secretaría Penal
de ese Juzgado para que, en ese marco, se
canalizara la pretensión de los actores.
Para así resolver el magistrado argumen-
tó, en lo sustancial, que tanto de la docu-
mental acompañada como de los hechos
narrados no surge de manera palmaria la
inexistencia de otras vías idóneas que per-
mitan obtener la protección del derecho
vulnerado.
En lo que respecta al anticipo precauto-
rio, sin perjuicio de aclarar que su suerte
ya quedaba sellada con el rechazo de la
acción, puso énfasis en que “Panchita” está
alojada en un centro de rescate, rehabili-
tación y conservación de primates propi-
cio para las características del motivo de
traslado y la especie, según la información
que surge del sitio web oficial. Por otro lado
—agregó— la parte actora en ningún mo-
mento indicó, por ejemplo, que el animal
padezca alguna afección a su salud o pecu-
liaridad que amerite el dictado de una me-
dida precautoria que coincida con el objeto
de la acción.
III. El recurso y los agravios.
Contra esa decisión los amparistas de-
dujeron recurso de apelación, cuyos agra-
vios pueden resumirse así: a) es evidente
que no existe una vía más idónea, en vir-
tud de que fue en el marco de una orden
judicial que se procedió a “secuestrar a la
mona Panchita” y ello no puede ser exa-
minado por un organismo administrativo;
b) el accionar de los organismos públicos
involucrados como de los entes privados
que actualmente tienen en guarda a “Pan-
chita”, resulta manifiestamente contrario al
orden jurídico vigente en lo que se refiere
ya no solo a las personas humanas sintien-
tes sino a la fauna en general, tal y como lo
muestran la normativa que esgrimió la jus-
ticia para ordenar el secuestro y derivación
de “Panchita”; c) el sentenciante ha inter-
pretado erróneamente el objeto de la ac-
ción, en tanto no es plausible articular un
procedimiento administrativo en virtud de
la urgencia que amerita el caso. Tampoco
es acertado que se les exija el agotamiento
de la vía administrativa, por cuanto en este
caso se vela por el bienestar del animal, lo
cual debe tener una respuesta rápida y cer-
tera.
Los amparistas adjuntaron a su escrito
recursivo la reproducción digital de los su-
cesivos correos electrónicos intercambia-
dos con la Dirección Nacional de Biodiver-
sidad con el fin de requerir la información
que luego reeditó en el escrito inaugural de
este pleito.
IV. Tratamiento de la cuestión.
1. Atento las argumentaciones desarro-
lladas por el magistrado de grado y lo me-
dular de los agravios de los recurrentes,
corresponde señalar inicialmente que este
Tribunal viene decidiendo, siguiendo ante-
riores precedentes (ver, entre muchos, in re
“Aguilar, Gregoria y otro”, Expte. 10140 de
esta Sala, sent. del 10/10/2005) que si bien
el artículo 3 de la ley 16.986 autoriza el re-
chazo in limine de la acción, ello se justifi-
ca sólo en supuestos excepcionales.
En efecto, en armonía con lo decidido
por otros tribunales federales del país (ver,
por todos, LA LEY del 21/1/2004, in re “Ara
Monti, Carlos”, Cámara Civil y Comercial
Federal, sent. 21/10/2003), dicho rechazo
sólo puede adoptarse con criterio estricto y
reservarse para aquellos supuestos en que
no exista duda alguna respecto de su inad-
misibilidad, es decir, que resulte tan ma-
nifiesta como para ser declarada en forma
categórica y sin necesidad de la verifica-
ción de supuestos de hecho que requieran
mayor debate o prueba.
2. Ahora bien, en el caso se presenta una
circunstancia no controvertida que no pue-
de soslayarse: el traslado de “Panchita” al
lugar donde actualmente se encuentra alo-
jada fue ejecutado a partir de una orden
judicial dictada en el marco de una causa
penal en trámite e impulsada, precisamen-
te, por la misma plataforma fáctica que an-
tecede al origen de este litigio.
En efecto, conforme se desprende de la
prueba documental allegada a estas actua-
ciones, en el expediente FLP 46280/2022
“N.N. s/ infracción ley 22.421 denunciante:
Dirección de Flora y Fauna, Min. de Desa-
rrollo Agrario Pcia. Bs. As.” se ordenó el re-
gistro domiciliario de la finca de los ampa-
ristas. En el decurso de esa diligencia, ade-
más de hallarse otros animales, productos
y subproductos de fauna silvestre (como
un ñandú, una cotorra dentro de una jaula,
una taxidermia de yacaré, cráneos con as-
tas de ciervo de los pantanos, entre otros),
se produjo la incautación del ejemplar de
mono carayá para que el juzgado intervi-
niente dispusiera su destino.
3. En este marco, se presenta con clari-
dad el supuesto de inadmisibilidad consa-
grado por el art. 2 inc. “b” de la ley 16.986,
que veda la vía cuando el acto impugnado
emana de un órgano del Poder Judicial.
Así lo ha entendido una consolidada ju-
risprudencia de la Corte Suprema de Jus-
ticia de la Nación, al señalar que la acción
de amparo no puede ser utilizada como
accesorio para obstaculizar el ejercicio
de acciones judiciales, porque mediante
esta indirecta vía se soslayaría la inadmi-
sibilidad del amparo contra decisiones
adoptadas por el Poder Judicial, estable-
cida en el art. 2º, inc. b), primera parte,
de la ley 16.986 (Fallos: 316:1837). Ello
se conecta con otros lineamientos senta-
dos por el Alto Tribunal, al indicar que es
ajeno al amparo el planteo de cuestiones
en las que están en juego actos u omisio-
nes relativos a órganos del Poder Judicial
en ejercicio de la función jurisdiccional,
máxime si las normas procesales ordi-
narias prevén suficiente tutela para los
eventuales agravios que puedan aquellos
irrogar (Fallos: 317:706).
4. En el caso, como ya lo dispuso el ma-
gistrado, la petición de los amparistas será
canalizada en la causa FLP 46280/2022
“N.N. s/ infracción ley 22.421 denunciante:
Dirección de Flora y Fauna, Min. de Desa-
rrollo Agrario Pcia. Bs. As.”, del registro de
la Secretaría Penal del Juzgado intervinien-
te, circunstancia que termina de sellar la
suerte desfavorable de la apelación traída
a examen.
5. Lo expuesto en el considerado que an-
tecede también subsume a la presentación
realizada por la parte actora el 22/05/2023,
por la que se manifestó que en el expedien-
te FLP 46280/2022 se declaró la inexisten-
cia de delito y que —según sus dichos— el
lugar donde se encuentra “Panchita” en
este momento no posee habilitación na-
cional, provincial ni personería jurídica
vigente, requiriendo en consecuencia que
ella sea trasladada al Complejo Ecológico
de América (América) y que se le permitan
visitas periódicas a la familia.
 Lunes 4 de septiembre de 2023 | 9

En efecto, atento esos “hechos nuevos”
denunciados, todas esas peticiones deben
ser articuladas ante el juez de grado, quien
en función del temperamento que adoptó
en la causa penal podrá disponer lo que
estime corresponder sobre el lugar de per-
manencia del animal y el acceso de la fami-
lia Sallago en los términos solicitados.
Por todo expuesto, se resuelve: Confir-
mar la resolución apelada en todo lo que
decide y fuera materia de agravio, con los
alcances que se desprenden de los consi-
derandos “IV.4” y “IV.5” de este fallo, sin
costas. Regístrese, notifíquese y devuélva-
se, previa comunicación a través de oficio
electrónico al juzgado interviniente. Nota:
Se deja constancia de que el doctor Rober-
to A. Lemos Arias suscribe la presente en
virtud del estado de vacancia de dos voca-
lías de esta Sala Tercera y de lo establecido
por la Acordada 4/23 de la Cámara Federal
de Apelaciones de La Plata. — Carlos A. Va-
llefín — Roberto A. Lemos Arias.
indicando que debe ser efectuada por es-
critura pública, con cita del art. 1618 inc. a
Cód. Civ. y Com. de la Nación.
Argumentaron los recurrentes que lo
decidido implica una aplicación retroac-
tiva de la ley, que la cesión quedó per-
feccionada al haber sido ratificada en el
expediente, que la homologación es un
acto de forma para lograr la inscripción
y consolidar el dominio en cabeza de los
cesionarios y que el Juzgado homologaba
e inscribía tales cesiones, enumerando
expedientes de esa época en las que así
se procedió.
Desestimada la reposición por resolu-
ción del 25/04/2023 y sustanciado el re-
curso en esta Alzada con el heredero Jorge
Manuel Riaño y Cambiaso del cedente José
María Riaño, quien postula la confirma-
ción de lo resuelto (ver presentación del
07/07/2023), se está en condiciones de re-
solver (arts. 246 y 270 Cód. Proc. Civ. y Co-
mercial).

II. En esa tarea adelanto que el recurso

Cesión de derechos no puede prosperar.

hereditarios Como dije en Expte. Nº ZGR-7885-2011

Requisitos. Escritura pública.
La escritura pública es la única forma
idónea para instrumentar la cesión de
derechos hereditarios. Ningún derecho
adquirido violenta la denegación de ho-
mologación del instrumento privado pre-
sentado en el expediente, aunque haya
sido con base normativa en el art. 1618
CCyC, ya que no es la aplicación retroac-
tiva de una nueva regulación en cuanto
a las formalidades exigibles, sino la ra-
tificación de una corriente interpretativa
ampliamente seguida del art. 1184 inc. 6
Cód. Civil.
CCiv. y Com., Junín, 17/08/2023. - Zacarele
de Riaño, María s/ Sucesión.
“Bertoldo”, sent. del 15/11/2016 LS 57
Nº 207 la cuestión no ofrece dudas con el
nuevo código ni “tampoco con anteriori-
dad. Categóricamente dijeron las XI Jor-
nadas Nacionales de Derecho Civil (Bel-
grano 1987) Comisión 6 “IV) Forma: El
contrato de cesión de derechos heredita-
rios debe celebrarse por escritura pública
art. 1184, inc. 6º del Cód. Civil); si se rea-
liza por cualquier otro instrumento rigen
los artículos 1185 y concs. del Cód. Civil”
y de lege ferenda “III) Debe mantenerse
el régimen vigente en cuanto a la forma
de la cesión de derechos hereditarios.”; la
CNCiv. en pleno feb. 24 1986 “Rivera de
Vignati María F.M. s/ Suc.” ED, 117-311
“La escritura pública es la única forma
idónea para instrumentar la cesión de
derechos hereditarios”

En el mismo sentido y con claridad

[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/105220/2023]
Jurisprudencia vinculada
Cámara 1a de Apelaciones en lo Civil y Co-
mercial de San Isidro, sala I; 04/08/2010;
“Leroux, Ricardo y ot.”; TR LALEY AR/
JUR/55120/2010; Cámara 1a de Apelacio-
nes en lo Civil y Comercial de Bahía Blanca,
sala II; 30/12/2009, “Zuain María”; TR LA-
LEY AR/JUR/58811/2009.
Costas
2da instancia: a los recurrentes.
2ª Instancia.- Junín, agosto 17 de 2023.
1a.- ¿Se ajusta a derecho la sentencia
apelada? 2a.- ¿Qué pronunciamiento co-
rresponde dictar?
1ª cuestión. — El doctor Guardiola dijo:
I. Llegan las actuaciones por la apelación
deducida en subsidio de la revocatoria in-
terpuesta el 18/04/2023 (art. 241 Cód. Proc.
Civ. y Comercial) por Victoria del Carmen
Navarro de Riaño, Héctor Leonardo Riaño
y Navarro y la Dra. Forconi en calidad de
gestora de Mariela Fabiana Riaño y Na-
varro (art. 48 Cód. Proc. Civ. y Comercial)
contra la resolución del 12/04/2023 por la
cual la Sra. Jueza de Paz Dra. Daniela Mar-
tin rechazó el pedido de homologación de
la cesión de derechos hereditarios formali-
zada por instrumento privado presentado
al expediente el 18/06/1996 (ver fs. 47/48),
—prescindiendo de la incumbencia profe-
sional subyacente— dijo la XVI Jornada No-
tarial Argentina (Mendoza 1976) Tema II.
Primera parte “6) La escritura pública es
el único medio de formalización del con-
trato de cesión de derechos hereditarios
determinado por el Cód. Civil. Admitir otra
interpretación, como la de quienes preten-
den dar eficacia a las actas judiciales o ins-
trumentos privados reconocidos judicial-
mente, significaría contemplar también la
posibilidad de adoptar el mismo mecanis-
mo para todos los supuestos enunciados
en el art. 1184 del Cód. Civil, lo que jurídi-
camente es inaceptable. No son aplicables
las normas de la cesión de créditos (ar. 1455
del Cód. Civil) ni las de otros instrumentos
jurídicos. La escritura pública, requisito
sustancial para la validez del contrato, es
preceptuada como forma ad solemnitatem.
Dentro de la moderna clasificación de las
formas, cabe conceptuar que la cesión que
tratamos es de solemnidad relativa por
cuanto la falta de instrumentación exigida
produce, por vía de conversión, un efec-
to distinto al que las partes pretendieron
(art. 1185 Cód. Civil).”
Esa interpretación fue la adoptada por
este tribunal (Exptes. Nº 38587 “Gatti”
sent. del 11/12/2003 LS 44 Nº 658; Nº 39273
“Chemile” sent. del 23/03/2004 LS 45
Nº 213; Nº 50140 “Siri” 04/07/2013 LS 54
Nº 369) y avalada por la SCBA durante la
vigencia del Cód. Civil derogado, zanjando
todo debate al exponer que “...la cesión re-
quiere siempre la escritura pública. Cierta
jurisprudencia, interpretando mal los al-
cances de los arts. 3346, 3347 y 3349, que
admiten la renuncia por instrumento pri-
vado con eficacia entre coherederos, ha re-
suelto que a la cesión de derechos heredi-
tarios, se le aplican estas normas, de modo
que el acto auténtico solo se le requeriría
a los efectos de su oponibilidad a terceros.
Disentimos de esta apreciación, por con-
trariar las normas expresas sobre las for-
mas y por aplicar las disposiciones relati-
vas a un supuesto distinto, como lo es la re-
nuncia de derechos adquiridos por la acep-
tación...” (sent. del 09/11/2005, recaída en
causa Ac. 90.994 “G., P. s/ Sucesión”), doc-
trina que ratifica en autos “Scazziota, Cata-
lina Andrea c. Sánchez Asins, Encarnación
s/ Nulidad de acto jurídico” 16/03/2016 TR
LALEY AR/JUR/12324/2016.
Ningún derecho adquirido violenta la
denegación de homologación aunque haya
sido con base normativa en el art. 1618
Cód. Civ. y Com. de la Nación, ya que no es
la aplicación retroactiva de una nueva re-
gulación en cuanto a las formalidades exi-
gibles sino la ratificación de una corriente
interpretativa ampliamente seguida del
art. 1184 inc. 6 del Código anterior, aunque
existieren precedentes del mismo órgano
judicial que se apartaran de su recto sen-
tido.
Doy así mi voto por la afirmativa.
Los doctores Volta y Castro Durán, adu-
ciendo análogas razones, dieron sus votos
en igual sentido.
2ª cuestión. — El doctor Guardiola dijo:
Atento el resultado arribado al tratar la
cuestión anterior, preceptos legales cita-
dos y en cuanto ha sido materia de recurso:
—artículo 168 de la Constitución Provin-
cial—, estimo que corresponde: I. Deses-
timar el recurso de apelación deducido y
consiguientemente, mantener la resolu-
ción atacada, con costas de Alzada a los re-
currentes (art. 68 del Cód. Proc. Civ. y Co-
mercial). Difiérese la regulación de hono-
rarios profesionales para su oportunidad
(arts. 31 y 51 de la ley arancelaria).
Así lo voto.
Los doctores Volta y Castro Durán, adu-
ciendo análogas razones, dieron sus votos
en igual sentido.
Por los fundamentos consignados en
el acuerdo que antecede, preceptos lega-
les citados y en cuanto ha sido materia de
recurso, artículos 168 de la Constitución
Provincial y arts. 266, 267 del Cód. Proc.
Civ. y Comercial, se resuelve: I. Desestimar
el recurso de apelación deducido y con-
siguientemente, mantener la resolución
atacada, con costas de Alzada a los recu-
rrentes (art. 68 del Cód. Proc. Civ. y Comer-
cial). Difiérese la regulación de honorarios
profesionales para su oportunidad (arts. 31
10 | Lunes 4 de septiembre de 2023
y 51 de la ley arancelaria). Regístrese, no-
tifíquese automáticamente, conforme lo
dispuesto por el art. 10 del Ac. 4013 SCBA.
y oportunamente remítanse al juzgado
de origen. — Ricardo M. Castro Durán. —
Juan J. Guardiola. — Gastón M. Volta.
Astreintes
Prestaciones de salud para un niño con dis-
capacidad.
Si las sanciones conminatorias fue-
ron impuestas para que se efectiviza-
ra el esquema prestacional e insumos
requeridos para la debida atención de
las patologías que padece un niño que
presenta certificado de discapacidad,
corresponde rechazar los argumentos
vertidos por la obra social, que alega
que parte de los insumos estaban en
proceso de entrega, y confirmar el pro-
nunciamiento recurrido.
CFed. San Martín, sala I, 09/08/2023. -
Centurión, Mabel Silvana, en rep. de O.D.G.
c. Obra Social del Personal de la Industria
Plástica (OSPIP) s/astreintes.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/100307/2023]
2ª Instancia.- San Martín, agosto 9 de
2023.
Considerando: I. Vienen estos autos a
conocimiento del Tribunal, en virtud del
recurso de apelación en subsidio inter-
puesto por la demandada contra el pro-
nunciamiento del 04/05/2023, en el cual
el Sr. juez “a quo” —en lo que aquí con-
cierne— hizo efectivas las astreintes or-
denadas en fecha 16/03/2023, debiendo
la actora practicar la pertinente liquida-
ción en debida forma.
II. La recurrente se agravió, expresando
que la fecha de entrega de la reposera de
baño, según la ortopedia Aranguren, era del
25 al 20 de abril del corriente año, mientras
que la silla postural se hallaba en proceso
de fabricación con las nuevas ruedas e iba
a ser entregado a mediados de abril.
Puso de relieve que, por un lado, la ac-
tora se negaba a recibir la prestación de
fonoaudiología con el profesional que su
mandante le brindaba y, por otro lado, los
insumos de estimulación visual habían
sido encargados, de modo que se hallaban
en proceso de entrega.
Por último, hizo reserva del caso federal
y solicitó que se revocara la providencia re-
currida, ya que no había existido incumpli-
miento alguno, para lo cual consideró que
había adjuntado la documentación corres-
pondiente.
Posteriormente, la actora contestó los
agravios vertidos por la accionada.
III. Ante todo, cabe señalar que no es
obligación examinar todos y cada uno de
los argumentos propuestos a considera-
ción de la Alzada, sino sólo aquellos que
sean conducentes para fundar sus con-
clusiones y resulten decisivos para la solu-
ción del caso (Fallos: 310:1835, 311:1191,
320:2289, entre otros; este Tribunal, sala II,
causa 1077/2013/CA3, Rta. el 23/08/2016).
IV. Ello aclarado, resulta oportuno recor-
dar que las astreintes —atento su carácter
provisional— no se ven afectadas por el
principio de la cosa juzgada y mucho me-
nos por el de la preclusión procesal y pue-
den ser objeto de revisión, respecto de su
reajuste o cese por el ulterior cumplimien-
to de la obligación de hacer que le fuera
impuesta al obligado (Fallos: 326:3081).
De esta manera, el Art. 37 del Cód. Proc.
Civ. y Com. de la Nación dispuso que las
condenas se graduarán en proporción al
caudal económico de quien deba satisfa-
cerlas y podrán ser dejadas sin efecto, o ser
objeto de reajuste, si aquel desiste de su re-
sistencia y justifica total o parcialmente su
proceder.
En tal sentido, la Corte Suprema de Justi-
cia de la Nación ha afirmado que las sancio-
nes conminatorias suponen una sentencia
condenatoria que impone un mandato que
el obligado no satisface deliberadamente, y
procuran vencer la resistencia del renuen-
te mediante una presión psicológica que lo
mueva a cumplir; de ahí que los jueces han
de graduarlas con la intensidad necesaria
para doblegar la porfía del obligado (Fa-
llos: 320:186).
Por otro lado, la aplicación de estas san-
ciones exige que se configure una conduc-
ta del deudor —en sentido lato— que dé
cuenta de un ánimo doloso o de una acti-
tud gravemente negligente o la obstinación
en incumplir un mandato judicial (Conf.
esta Sala, Causa Nº 110676/2019/2, Rta. el
08/07/2020 y sus citas).
Expuesto ello, corresponde analizar las
particularidades relevantes del “sub lite”,
para apreciarlas en función de los princi-
pios enunciados precedentemente:
a) El 30/11/2022 el magistrado de gra-
do hizo lugar parcialmente a la medida
cautelar solicitada —la que fue confirma-
da por esta Sala en fecha 02/02/2023— y,
en consecuencia, ordenó a la Obra Social
del Personal de la Industria Plástica que
le otorgara la cobertura integral, mediante
prestadores propios o contratados, de las
prestaciones de: a) traslados —desde su
domicilio a las terapias y centro terapéu-
tico—; b) cuidadores —24 horas, de lunes
a lunes—; c) estimulación visual —3 veces
por semana—; d) kinesiología respira-
toria —4 veces por semana—; e) terapia
ocupacional y fonoaudiología en domici-
lio —3 veces por semana—; f ) psicología
—2 veces por semana—; g) terapia ocupa-
cional, kinesiología, psicomotricidad e hi-
droterapia a realizarse en centro terapéu-
tico —4 veces por semana—; h) insumos
ortopédicos, consistentes en: reposera de
baño, silla de posicionamiento y de trasla-
do con Tilt fijo, bipedestador y andador.
Asimismo, dispuso, para el caso de no
contar con prestadores propios o contra-
tados, la cobertura de las prestaciones
médicas mencionadas a los valores allí es-
tablecidos y rechazó la solicitud de que se
le brindaran los insumos para la estimula-
ción visual.
b) El 29/12/2022 la actora denunció el
incumplimiento, manifestando que no se
había entregado la silla postural y de baño,
como tampoco prestado las terapias de ki-
nesio-respiratoria, la TEO y fonoaudiolo-
gía.
c) El 13/02/2023 el “iudex a quo” fijó
como sanción conminatoria la suma de
$5.000 por cada día de retardo, la que co-
menzaría a correr a partir del día siguiente
y podría ser dejada sin efecto o reajustarla
en caso de corresponder.
d) El 22/02/2023 la demandada hizo un
breve relato del estado de cumplimiento
de los insumos ortopédicos (tal como la
reposera de baño, silla de posicionamien-
to y de traslado con Tilt fijo, bipedestador y
andador), las terapias en domicilio (psico-
fisiología respiratoria, terapia ocupación y
fonoaudiología y psicología) e insumos de
estimulación visual.
Además, hizo hincapié en que, tal como
había puesto en conocimiento, el menor
tenía la cobertura de internación domici-
liaria, psicomotricidad, hidroterapia y tras-
lados.
e) El 15/03/2023 la accionante contestó
lo informado por la obra social demanda-
da, reiterando los incumplimientos denun-
ciados, haciendo hincapié en que tanto la
silla postural, bipedestador y andador no
se habían entregado y que, si bien la accio-
nada había autorizado las prestaciones de
terapia ocupacional, fonoaudiología y psi-
cología, aquella había presentado un pre-
supuesto sin especificar los profesionales
encargados de brindarlas.
f ) El 16/03/2023 el magistrado de grado
fijó como sanción conminatoria la suma de
$5.000 por cada día de retardo, la que co-
menzaría a correr a partir del día siguiente
y podría ser dejada sin efecto o reajustarla
en caso de corresponder.
g) El 27/03/2023 la demandada expuso
que la fecha estimada de entrega de la re-
posera de baño, según la ortopedia Aran-
guren, era del 25 al 30 de abril de 2023,
mientas que la silla postural —con las nue-
vas medidas solicitadas— y los insumos de
estimulación visual estaban en proceso de
entrega.
También, señaló que, en relación al pe-
dido de fonoaudiología, ésta estaba dispo-
nible, pero el problema radicaba en que la
actora se negaba a recibir al profesional
ofrecido.
h) El 30/03/2023 la actora reiteró la de-
nuncia de incumplimiento de las presta-
ciones médicas detalladas con anteriori-
dad. En lo que aquí concierne, refirió que,
toda vez que al centro de rehabilitación
debía concurrir diariamente, los horarios
que ella le informaba para que se le brin-
dara fonoaudiología al menor era el único
que le quedaba libre para que se le pudiera
otorgar dicha prestación en el domicilio.
i) El 31/03/2023 la juez de grado inti-
mó a la accionada para hiciera efectiva la
medida cautelar dictada en autos, dentro
del plazo de 5 días, bajo apercibimien-
to de aplicar sanciones conminatorias de
$10.000 por cada día de retardo.
j) El 10/04/2023 la demandada retiró lo
manifestado en fecha 27/03/2023 y, pos-
teriormente, la accionante solicitó que
se hiciera efectivo el apercibimiento dis-
puesto por la magistrada de grado en fecha
31/03/2023.
k) El 04/05/2023 el juez de grado dictó la
providencia aquí examinada.
V. Sentado ello, cabe señalar que, con
anterioridad al dictado de la providencia
recurrida —mediante la cual hizo efec-
tiva las astreintes ordenadas en fecha
16/03/2023—, el magistrado de grado —en
dos oportunidades— ya le había impuesto
a la demandada las sanciones conminato-
rias por la suma de $5.000 (vid. providen-
cias del 13/02/2023 y 16/03/2023).
En tales condiciones, si bien la demanda-
da —en su presentación recursiva— alegó
que ciertos insumos ya estaban en proce-
so de entrega y que la madre del menor se
negaba a recibir al profesional que le iba a
brindar fonoaudiología, lo cierto es que di-
chos argumentos importan una reiteración
de la postura planteada ante la instancia
de grado en diversas ocasiones (vid. pre-
sentaciones del 22/02/2023, 10/04/2023 y
21/03/2023), por lo que no puede conside-
rarse que ello contribuya a los fines de pro-
bar el cumplimiento de la manda judicial
aquí ordenada.
Ello así, la accionada, pese a haber
acompañado un informe en el que se
detallaron las sesiones brindadas por
las prestaciones de pediatría, psicomo-
tricidad, kinesiología, fonoaudiología,
terapia ocupacional e hidroterapia, no
acreditó haber dado un efectivo cumpli-
miento a la totalidad de lo reclamado, tal
como la entrega de la silla postural (con-
forme lo requerido), —bipedestador y
andador— y demás prestaciones médicas
aquí ordenadas.
En virtud de ello, teniéndose presente
que las sanciones conminatorias fueron
impuestas para que se efectivizara el es-
quema prestacional e insumos requeridos
para la debida atención de las patologías
que padece un menor —quien presenta
certificado de discapacidad—, correspon-
de rechazar los argumentos vertidos por la
recurrente y confirmar el pronunciamiento
aquí apelado.
En mérito de lo expuesto, el Tribunal re-
suelve: Confirmar el pronunciamiento del
04/05/2023, en cuanto fue materia; con
costas en la Alzada a la demandada, ven-
cida en lo sustancial (Arts. 14, ley 16.986;
68 y 69 del Cód. Proc. Civ. y Com. de la
Nación). Regístrese, notifíquese, hágase
saber a la Dirección de Comunicación Pú-
blica de la CSJN (Acordada 24/2013 y ley
26.856) y devuélvase. Nota: Se deja cons-
tancia que el Dr. Marcelo Darío Fernández
no suscribe la presente por hallarse excu-
sado. Conste. — Juan P. Salas. — Marcos
Morán.
Compensación
económica
Prueba del desequilibrio económico luego
del quiebre convivencial.
Queda evidenciado que con motivo del
quiebre convivencial ha sufrido la acto-
ra un desequilibrio económico respecto
de su exconviviente, que debe ser com-
pensado (arts. 2, 3, 524, 525 CCyC,
375 y 384 Cód. Proc.), pues al haberse
constatado que durante la vigencia de
la unión la contribución mayoritaria de
la actora era su dedicación al cuidado
del hogar y las hijas del matrimonio,
mientras que la del demandado era la
atención del negocio de reparación y
venta de motocicletas y sus accesorios,
producida la ruptura, aquella se halla-
ba en una situación de desventaja res-
pecto de quien pudo continuar con su
negocio habitual.
CCiv. y Com., Trenque Lauquen, 09/08/2023.
- V. H. A. c. G. G. A. s/ acción compensación
económica.
[Cita on line: TR LALEY AR/JUR/103682/2023]
2ª Instancia.- Trenque Lauquen, agosto 9
de 2023.
1ª ¿es procedente la apelación del 12/04/2023
contra la sentencia de fecha 03/04/2023?
2ª ¿qué pronunciamiento corresponde emi-
tir?
1ª cuestión. — El doctor Lettieri dijo:
La sentencia de fecha 03/04/2023 resuel-
ve rechazar la demanda de fs. 31/36 sopor-
te papel de V. H. A. contra su ex conviviente
G. G. A. (la demanda puede verse también
en formato digital en el archivo adjunto al
trámite procesal del 14/04/2023 “Copias -
Acompaña”).
El resultado no conformó a la actora, quien
apeló aquella sentencia el 12/04/2023; con-
cedido el recurso libremente el 13/04/2023,
se cumple el trámite recursivo ante esta Cá-

mara con la expresión de agravios de fecha
02/05/2023 (se presentaron escritos dupli-
cados) y la contestación del 15/05/2023.
Tras la providencia del 19/05/2023, la cau-
sa puede ser resuelta.
2. Los agravios de la apelante atinentes al
caso, consisten en lo siguiente:
2.1. No se tuvieron en cuenta las cir-
cunstancias que surgen de este expediente
y otros conexos, en lo relativo a la pareja
conformada, la edad de las hijas, sus cui-
dados, los bienes conseguidos y el progreso
de los mismos;
2.2. Que existen dos cuestiones que ro-
dean la situación familiar, efectivamen-
te acreditados: una derivada de la parte
fáctica (convivencia por unos 11 años, el
nacimiento de 3 hijas que aún son meno-
res de edad, que adquirieron un lote de
terreno y construyeron una casa, que el
demandado se independizó laboralmente
y montó su propio taller, en el que además
comercializa motocicletas, repuestos e in-
sumos, que adquirieron un rodado para
uso personal y luego mejoraron con otro
último modelo (que posee G.), que aquél
cuenta con beneficios tales como apor-
tes previsionales y cobertura de salud, a
diferencia de ella y sus hijas, que todos
los bienes muebles e inmuebles adquiri-
dos durante la unión convivencial fueron
inscriptos a nombre del demandado; otra
que resulta ser la práctica, pues no se ha
hecho el ejercicio de evaluar las condicio-
nes fácticas descriptas, comenzando por
la edad de las hijas (quienes al momento
de disolución de la pareja contaban con 9
y 8 años y la menor con apenas meses de
edad), que quien se encargó del cuidado
y asistencia de ellas fue la madre, y que
no resulta posible pensar que el padre,
mientras se dedicaba a reparar motos en
un taller se ocupara de cuidar a las tres ni-
ñas, menos a la menor de escasos meses,
a quien siquiera reconoció. En este punto,
desacredita los dichos de los testigos pro-
puestos por G.
2.3. Que no ha quedado acreditado que
ella pudiera sostener en el tiempo un em-
pleo por ocuparse del hogar y las niñas;
aquí se explaya sobre los informes labo-
rales de la Municipalidad de Hipólito Yri-
goyen y Recard SA, a la vez que se ocupa
de los testimonios de M. y C., los que tilda
de falsos.
2.4. Que si está viviendo en el hogar fa-
miliar, ello obedece a que las niñas viven
allí y han quedado a su cuidado, lo que
formó parte del acuerdo alimentario sus-
cripto.
2.5. Entiende acreditado el desequilibrio
económico de las partes, que surge del
análisis de la evolución temporal de la si-
tuación económica de cada uno, del que se
evidencia la disparidad económica, siendo,
a su criterio, manifiesto que el reparto de
roles decidido por la pareja perjudica el
presente de la actora y condiciona su fu-
turo, provocando un desequilibrio injusto
entre ambos.
2.6. Al sentenciar, se descartó lo dis-
puesto por los arts. 441 y 524 del Cód. Civ.
y Comercial, apartamiento que juzga in-
justificado o infundado; dice que el juez
se apartó de la realidad existente entre
las partes sin explicar los motivos por los
que decidió desechar sus derechos sobre
los bienes conseguidos durante la unión
convivencial, mientras que alega que es-
tán acreditados los presupuestos para que
proceda la compensación económica.
Tales los agravios, brevemente reseñados.
3. Ahora bien, ¿de qué hablamos cuan-
do hablamos de compensación econó-
mica derivada de los arts. 524 y siguien-
tes del Cód. Civ. y Comercial? Palabras
más, palabras menos, hablamos del de-
recho-deber derivado de las relaciones
familiares que faculta al excónyuge o
exconviviente a ejercer una acción per-
sonal para exigir al otro el cumplimiento
de una prestación, destinada a corregir
el desequilibrio económico manifiesto
existente entre ellos para remediar conse-
cuencias injustas; todo con motivo de una
doble causa o fuente: la vida en común y
su ruptura (cfrme. Mariel F. Molina de
Juan, “Compensación económica - Teoría
y práctica”, p. 22 y ss., ed. Rubinzal - Cul-
zoni, año 2018).
Al decir del juez Torres en un fallo ema-
nado de la Suprema Corte de Justicia pro-
vincial, “Si bien el Cód. Civ. y Comercial
no define qué debemos entender por com-
pensación económica, a partir de su conte-
nido (arts. 441 y 524, Cód. Civ. y Comercial)
algunos autores señalan que “...se trata de
un derecho reconocido al cónyuge o con-
viviente a quien el divorcio o cese del pro-
yecto de vida en común produce un des-
equilibrio manifiesto, que representa un
empeoramiento de su situación y que tiene
por causa adecuada el vínculo matrimo-
nial o la unión convivencial y su ruptura”
(Pellegrini, María Victoria; “Dos preguntas
inquietantes sobre la compensación eco-
nómica”, en RCCC, año III, Nº 2, marzo de
2017, p. 29, TR LALEY AR/DOC/356/2017).
En igual sentido, se dice que es el instituto
mediante el cual el “...cónyuge o convivien-
te que ha sufrido un desequilibrio duran-
te el matrimonio o la unión convivencial,
tiene derecho a exigir al otro una compen-
sación por el empeoramiento padecido, al
momento del divorcio o el cese de la con-
vivencia” (Solari, Néstor, “Algunas cuestio-
nes sobre la compensación económica”, en
RCCC, año III, Nº 2, marzo de 2017, p. 57)
—v. voto del mencionado juez, sentencia
de la SCBA firmada entre el 11/02/2022 y
21/03/2022, causa C. 124.589, “M. L. F. con-
tra C. M. E. Acción de Compensación Eco-
nómica”, cuyo texto completo se encuentra
en Juba en línea).
Sobre el caso, a esta altura del proceso
las partes acuerdan que mantuvieron una
relación de convivencia de 11 años, desde
mediados del año 2007 hasta mediados del
año 2018, período durante el cual encararon
un proyecto de vida familiar en común, co-
ronado con el nacimiento de 3 hijas (v. for-
mularios de denuncia de violencia familiar
de fs. 8/11 vta., sentencia del 03/04/2003;
escrito de agravios del 02/05/2023 p.III y
su contestación 15/05/2023 p.II párrafo 2º;
art. 509 Cód. Civ. y Comercial).
De suerte que lo que debe establecerse
ahora es si concurre aquel menoscabo o
detrimento económico para la actora, de-
rivado de la ruptura convivencial con el
demandado, que la sentencia apelada dice
que no ha ocurrido, pero la actora insiste
con que sí.
Dilema cuya solución puede hallarse a
través de la guía prevista en el art. 525 el
Cód. Civ. y Comercial, que brinda pautas
sobre cómo poder establecerlo, y dentro
de la que pueden hallarse el estado patri-
monial de cada quien al inicio y la finali-
zación de la relación, la dedicación que
cada conviviente prestó a la familia y la
crianza y educación de los hijos, así como
la que debe prestar con posterioridad al
cese, la edad y estado de salud no solo de
los convivientes sino de su descendencia,
la capacitación laboral y la posibilidad
de acceder a un empleo, la colaboración
prestada a las actividades económicas
del otro, y la atribución de la vivienda fa-
miliar. En el entendimiento, cabe aclarar,
que no se trata de una enumeración taxa-
tiva, de modo que es posible evaluar ésas
u otras circunstancias, no se encuentran
jerarquizadas ni responden a un orden de
prioridades y, en cada caso, cualquiera
de ellas puede ser tomada como deter-
minante frente a las otras (cfrme. Mariel
F. Molina de Juan, obra citada, p. 156 y
siguientes). En este caso, se desprende
del propio reconocimiento del deman-
dado que durante esa convivencia, pun-
tualmente en el año 2013 y con 5 años
ya transcurridos de relación, comenzó a
dedicarse en un local alquilado a la repa-
ración y venta de accesorios de motoci-
cletas (v. fs. 46 vta. soporte papel) y que
en el año 2017 se edificó una vivienda por
medio de PROCREAR; aunque atribuye la
chance de haber podido efectuar ambas
cosas a ahorros propios y préstamos de
familiares (v. escrito de fs. 45/48 soporte
papel). Por el informe de AFIP que está
en el trámite de fecha 03/02/2022, se sabe
que no solo está destinado a la reparación
de motocicletas y venta de accesorios sino
que desde el mismo inicio del año 2013
también estuvo destinado a la venta de
tales vehículos, lo que habla de una enver-
gadura mayor a la que el apelado quiere
otorgarle. Y se trata de un negocio cuyo
giro comercial no ha hecho más que in-
crementarse, a poco que se vea en aquel
informe la evolución de los montos decla-
rados desde el año 2013.
Y aunque —como dijera— atribuyó el
demandado a que ese negocio, al igual que
la construcción de la vivienda familiar, fue-
ron impulsados por ahorros propios y ayu-
da de sus familiares, cierto es que ningu-
na prueba puede adverar esos dichos aun
cuando él se encontraba en mejores con-
diciones para hacerlo, por lo que es dable
razonar que no fue así, por lo menos en el
marco de esta causa (arg. arts. 710 Cód. Civ.
y Comercial, 375 y 384 Cód. Proc.).
Además, en aspectos que quedan acre-
ditados no solo por el informe de fecha
14/12/2021, sino también por la consul-
ta efectuada en la Dirección Nacional
del Registro de la Propiedad Automotor
(DNRPA), a la que se tiene acceso desde
la página web de la SCBA, que durante la
vigencia de la relación (entre el 2007 y el
2018) el demandado adquirió en el 2010
un motovehículo marca Suzuki dominio ...
modelo 1994, en enero de 2018 una camio-
neta Toyota Hilux doble cabina dominio ...
modelo 2013; y luego de la ruptura accedió
a otros cuatro vehículos: otra camioneta
Toyota dominio ... modelo 2016, y tres mo-
tovehículos, dominios ..., ... y ... Sin perder
de vista, tampoco, que del informe de ins-
pección que le realizara la AFIP en el año
2021 que se puede hallar en el trámite de
fecha 3/2/2022, surge que en el año 2019
vendió una camioneta Toyota dominio ...
modelo 2014 para adquirir la otra Toyota
modelo 2016 ya referida; camioneta que no
figura en aquel listado actual de automo-
tores y moto vehículos consultado por no
encontrarse más dentro de su titularidad,
pero que integró su patrimonio en algún
momento de la unión convivencial atento
las fechas detalladas.
Por otra parte, de las declaraciones testi-
moniales prestadas surge lo siguiente: se-
gún la testigo M. (quien presta declaración
el 28/03/2022), V. se ocupaba de las niñas
y de la vivienda, sin recordar que tuviera
algún otro trabajo (aunque se verá que sí,
aunque esporádicos); de su lado, el testigo
L., al declarar también en esa fecha, ex-
pone que ella tuvo algunos trabajos, de lo
que deduce que podía trabajar —estudiar,
dice, no sabe—, y que el padre cuidaba las
niñas en su taller cuando no estaban en el
colegio; en cuanto al testigo M. —también
en esa fecha— expone que el demandado
tiene el negocio de motos y V. ahora coci-
na y hace tortas, que tienen 2 niñas y que
las cuidaba él la mayor parte del tiempo
pero ahora no tiene trato y no sabe quién
las cuida, que tenían cuidadoras antes, que
Lunes 4 de septiembre de 2023 | 11
V. tuvo algunos trabajos; por fin, el testi-
go I., quien también declara en la misma
ocasión, relata que tienen dos hijas, que
el demandado las iba a buscar al colegio,
que no sabe si actualmente tiene trato con
ellas, que V. tuvo algunos trabajos y refiere
los de Recard y el Municipio y otro en una
carnicería; por fin, el testigo C., ya dice que
tienen 3 hijas, que las ha visto en el taller
de G. cuando la pareja estaba junta porque
las cuidaba él, que ahora no las ve más en
el taller.
Del análisis conjunto de todos aquellos
testimonios, cuanto más ha quedado es-
tablecido que la actora contaba con algu-
nos trabajos esporádicos, como surge de
los informes de Recard y del Municipio de
Hipólito Yrigoyen (v. informes de noviem-
bre de 2020), no sostenidos en el tiempo,
ya que en el primero solo se mantuvo la
relación laboral durante 2 meses y en el
segundo durante 4; a la vez que no se ad-
vierte que los ingresos producidos por ta-
les trabajos le hubieran permitido acceder
a bienes que se encontraran en su propio
patrimonio al momento de la ruptura de
la unión convivencial, mientras que sí se
encuentran los referidos en párrafos an-
teriores en cabeza del accionado (arg.
art. 456 cód. proc.). En este punto cobra
relevancia el testimonio de M. sobre que
quien se ocupaba de las niñas durante la
convivencia, era V. casi con exclusividad
(v. testimonio del 28/03/2022), en la medi-
da que los testigos M. e I. se refieren solo a
2 hijas, que en realidad son 3, lo que resta
credibilidad a sus dichos pues se trata ése
de un dato que no deberían desconocer si
—como dicen— tenían conocimiento de
la dinámica familiar, ya que desconocen
la existencia de A., nacida en febrero de
2018, de la que fuera menester que se ini-
ciara reclamo filiatorio al negar G. que fue-
ra su hija (v. sentencia del 30/11/2022 del
Expte. 15046 que puede verse a través de la
MEV de la SCBA), quien además contaba
con escasos meses al producirse la ruptu-
ra, pues nació en febrero de 2018 y el quie-
bre se produjo a mediados de ese mismo
año. Por lo que mal podría haber estado a
su cuidado en el taller, como dice saber el
testigo C., adoleciendo el testimonio de L.
del mismo defecto (art. 456 Cód. Proc.). En
fin; por los motivos expuestos y de acuer-
do a las constancias de la causa, no apare-
cen justificados los dichos de los testigos
que intentan convencer que además de
ocuparse de su negocio, el demandado
se ocupaba del cuidado de las niñas, sino
más bien que los roles asignados durante
la vigencia de la unión convivencial eran
el de atender el negocio por parte de G. y
dedicación al cuidado del hogar y las niñas
por parte de V., lo que siguió haciendo des-
pués a poco de ver que no tiene trato con la
menor A. y es muy escaso el que tiene con
G. y C. (v. Expte. 9675/19 en trámite ante el
Juzgado de Paz de Hipólito Yrigoyen). Lo
que permite inferir que luego del quiebre
familiar las niñas continúan al exclusivo
cuidado de su progenitora (arg. arts. 375 y
384 Cód. Proc.). Por fin, lo que se encuen-
tra es que, cuanto más, luego de producido
el quiebre familiar, lo que ha hecho la ac-
tora es dedicarse a un emprendimiento de
comidas en su propio domicilio (v. testi-
monios citados de M. y de I.), mientras que
el demandado ha proseguido con su acti-
vidad comercial; y mientras que —siempre
según datos de la causa— esa actividad no
le ha permitido a la actora acceder a algún
bien de envergadura, sí ha podido G. ad-
quirir algunos, como la nueva camioneta
modelo 2016 y las motos dominios ..., ...
y ...). Lo que ya deja ver la disparidad en
que se ven situados ambos luego de la rup-
tura de la unción convivencial.
En fin; se desprende de todo lo anterior
que las partes iniciaron la relación con-
vivencial casi en paridad de condiciones
económicas, para luego, al producirse la
12 | Lunes 4 de septiembre de 2023

ruptura, emerger G. de esa unión con un
negocio cuyo giro comercial denota que
le permitió continuar con la organización
negocial que mantenía durante la vigen-
cia de su unión con la actora, mientras
que esta no solo continuaba teniendo a
su cargo la educación y crianza de las tres
hijas menores de edad de la pareja, sino
que ya no contaba con el sostén económi-
co que derivaba de aquella actividad del
demandado, como era establecido según
los roles asumidos por la pareja durante
la relación convivencial. Además de con-
tar aquél con posterioridad al quiebre con
numerosos bienes muebles registrables
cuyo valor significativo no puede desco-
nocerse (tales como 2 camionetas Toyota
Hilux y tres motovehículos, entre otros),
mientras que de V. no ha podido hallarse
siquiera un solo bien cuya titularidad pue-
da asignársele.
Queda evidenciado, pues, que con mo-
tivo del quiebre convivencial ha sufrido
la actora un desequilibrio económico
respecto de su ex conviviente, que debe
ser compensado (arts. 2, 3, 524, 525 Cód.
Civ. y Comercial, 375 y 384 Cód. Proc.),
pues al haberse constatado que durante
la vigencia de la unión, la contribución
mayoritaria de la actora era su dedica-
ción al cuidado del hogar y las hijas del
matrimonio, mientras que la del deman-
dado era la atención del negocio de re-
paración y venta de motocicletas y sus
accesorios, producida la ruptura aquella
se hallaba en una situación de desven-
taja respecto de quien pudo continuar
con su negocio habitual (arts. 2, 3, 524,
525 incs. a, b y c del Cód. Civ. y Comer-
cial, 375, 384, 456 y concs. cód. proc.).
El análisis precedente proviene de una
visión con perspectiva de género que a
producido cambios profundos a la hora
de impartir justicia, constituyendo una
obligación legal, y que tiene como uno de
sus principios, evitar que a través de un
rigor formal se desentienda de los hechos
que componen la realidad, generando
inconscientemente una discriminación
en el acceso a la justicia de la recurrente
para la tutela de sus derechos e intereses
legítimos, logrando de este modo, para el
caso, donde subyace una asimetría basa-
da en el género, equilibrar el proceso pro-
curando la igualdad efectiva de condicio-
nes (del voto del juez Torres, en el fallo
ya mencionado, con cita de los arts. 2, 3,
6 y 7 incs. “b”, “d”, “f ” y “g”, Convención de
Belém do Pará; 3, Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Dis-
criminación contra la Mujer; 24, CADH;
Observación General 21, Comité de De-
rechos Económicos Sociales y Culturales,
párrs. 10, 12 y 17; Recomendación Gene-
ral 28, CEDAW, párr. 18; Observaciones
Finales de la CEDAW sobre Argentina del
16 de agosto de 2010, ptos. 23 y 24; art. 16
incs. “e”, “i”, ley 26.485; todo ello a la luz
de lo recomendado en la Res.SCBA1091,
del 19/05/2023, referido el proyecto guía
‘Prácticas aconsejables para juzgar con
perspectiva de género’).
4. En suma, corresponde estimar la
apelación del 12/04/2023 contra la sen-
tencia de fecha 03/04/2023; con costas
de ambas instancias por este segmento
a la parte apelada vencida (art. 68 Cód.
Proc.) y diferimiento de la resolución
sobre los honorarios ahora (arts. 31 y 51
ley 14.967).
En cuanto al monto de la compensación,
cabe deferir su tratamiento al juzgado ini-
cial, por aplicación de un criterio que no es
nuevo ya que esta Cámara ha decidido que
al ser revocada una sentencia absolutoria
de 1ª instancia, corresponde al juzgado
expedirse sobre los rubros de compen-
sación y su eventual cuantía (ver, a modo
de ejemplo, entre muchos otros: sentencia
del 19/10/2022, Expte. 93216, RS-64-2022
y sentencia del 05/11/2019, Expte. 91366,
L.48 R.100). Tal mi voto.
El doctor Gini dijo:
Adhiero al voto del doctor Lettieri
(art. 266 del Cód. Proc.).
2ª cuestión. — El doctor Lettieri dijo:
Corresponde estimar la apelación del
12/04/2023 contra la sentencia de fecha
03/04/2023 y deferir el tratamiento del mon-
to de la compensación al Juzgado inicial; con
costas de ambas instancias por este segmento
a la parte apelada vencida (art. 68 Cód. Proc.)
y diferimiento de la resolución sobre los ho-
norarios ahora (arts. 31 y 51 ley 14.967).
Así lo voto.
El doctor Gini dijo:
Que adhiere al voto emitido en primer
término al ser votada esta cuestión.
Por lo que resulta del precedente Acuer-
do, la Cámara resuelve: Estimar la apelación
del 12/04/2023 contra la sentencia de fecha
03/04/2023 y deferir el tratamiento del mon-
to de la compensación al Juzgado inicial; con
costas de ambas instancias por este segmen-
to a la parte apelada vencida y diferimiento
de la resolución sobre los honorarios ahora.
Regístrese. Notifíquese de acuerdo al art. 10
AC 4013 T. o. AC 4039. Hecho, radíquese
electrónicamente en el Juzgado de Familia
—sede Trenque Lauquen—. — Carlos A. Le-
ttieri. — Jorge J. M. Gini.

Edictos
Ante el Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial Fe-
deral Nº 10, Secretaría Nº 19, sito en
Libertad 731, 9º piso de esta ciudad,
tramita el pedido de ciudadanía ar-
gentina de el/la Sr./Sra. ABRAHAM
JOSÉ LAUCHO MARTINEZ de nacio-
nalidad venezolana con 95.844.400
según Exp. Nº 2812/2022 “LAUCHO
MARTÍNEZ, ABRAHAM JOSÉ s/SO-
LICITUD DE CARTA DE CIUDADA-
NÍA”. Por ello cualquier persona que
tuviere conocimiento de algún acon-
tecimiento que estimara podría obs-
tar a dicha concesión, deberá hacer-
lo saber a este Juzgado. Publíquese
por dos días.
Buenos Aires, 18 de abril de 2022
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 05/09/23
Ante el Juzgado Nacional de Prime-
ra Instancia en lo Civil y Comercial
Federal Nº 10, Secretaría Nº 19,
sito en Libertad 731 9º piso de esta
ciudad, tramita el pedido de ciuda-
danía argentina de el Sr. GUSTAVO
ENRIQUE BOLÍVAR SÁNCHEZ de
nacionalidad venezolana con DNI
95.809.079 según el expediente
“BOLÍVAR SÁNCHEZ GUSTAVO EN-
RIQUE s/SOLICITUD DE CARTA DE
CIUDADANÍA” Exp. Nº 19171/2022.
Por ello cualquier persona que tu-
viere conocimiento que estimara
podría obstar a dicha concesión,
deberá hacerlo saber a este Juzga-
do. Publíquese por dos días.
Buenos Aires, 27 de febrero de 2023
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 05/09/23
Ante el Juzgado Nacional de Pri-
mera Instancia en lo Civil y Co-
mercial Federal Nº 10, Secretaría
Nº 19, sito en Libertad 731, 9º piso
de esta ciudad, tramita el pedi-
do de ciudadanía argentina de el/
la Sr./Sra. SVETLANA KAREVA de
nacionalidad rusa con 95.716.871
según Exp. Nº 6330/2022 “KARE-
VA, SVETLANA s/SOLICITUD DE
CARTA DE CIUDADANÍA”. Por ello
cualquier persona que tuviere cono-
cimiento de algún acontecimiento
que estimara podría obstar a dicha
concesión, deberá hacerlo saber a
este Juzgado. Publíquese por dos
días.
Buenos Aires, 1 de junio de 2022
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 05/09/23
Ante el Juzgado Nacional de Prime-
ra Instancia en lo Civil y Comercial
Federal Nº 10, Secretaría Nº 20,
sito en Libertad 731, 9º piso de esta
ciudad, tramita el pedido de ciu-
dadanía argentina del Sr. ANTON
MYKOLAYCHUK de nacionalidad
rusa con pasaporte Nº 761872164
según Exp. Nº 13072/2022 “MYKO-
LAYCHUK, ANTON s/SOLICITUD DE
CARTA DE CIUDADANÍA”. Por ello
cualquier persona que tuviere cono-
cimiento de algún acontecimiento
que estimara podría obstar a dicha
concesión, deberá hacerlo saber a
este Juzgado. Publíquese por dos
días.
Buenos Aires, 8 de agosto de 2023
María Lucila Koon, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 05/09/23
El Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial Fe-
deral Nº 8 a cargo del Dr. Marcelo
Gota, secretaría Nº 16 a mi cargo,
sito en Libertad 731 7º piso de Capi-
tal Federal, hace saber que EKATE-
RINA KONOVALOVA de nacionali-
dad rusa con Pasaporte 727784079
ha peticionado la concesión de la
ciudadanía argentina, a fin de que
los interesados hagan saber a este
Juzgado las circunstancias que pu-
diesen obstar a dicho pedido. Publí-
quese por dos días. El presente de-
berá ser publicado por dos veces en
un lapso de quince días en el Diario
LA LEY.
Buenos Aires, 3 de julio de 2023
Juan Martín Gavaldá, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 04/09/23
2985/2022. BARNIQUEZ PIÑERO,
ALEXIS GERALDINE s/SOLICITUD
DE CARTA DE CIUDADANÍA. El Juz-
gado Nacional de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial Federal Nº 2,
Secretaría Nº 3 interinamente a mi
cargo, de Capital Federal, informa
que BARNIQUEZ PIÑERO, ALEXIS
GERALDINE, DNI Nº 95.936377, soli-
citó la declaración de Carta de Ciuda-
danía Argentina. Cualquier persona
que conozca algún impedimento para
la concesión del beneficio, podrá ha-
cerlo saber a través del Ministerio Pú-
blico. Publíquese por dos días dentro
de un plazo de quince días.
Buenos Aires, 29 de noviembre de
2023
Luciana Montorfano, sec.
LA LEY: I. 04/09/23 V. 04/09/23

Director Editorial: Fulvio G. Santarelli PROPIEDAD DE LA LEY S.A.E. e I. linkedin.com/showcase/thom-

Jefa de Redacción: Yamila Cagliero Administración, Comercialización y Redacción: Thomsonreuterslaley
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Guadalupe Grande Érica Rodríguez Impreso en La Ley, Rivadavia 130, Avellaneda, 0810-266-4444
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Jonathan A. Linovich Marlene Slattery Provincia de Buenos Aires.