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Constitución Política

Y Derechos Humanos

CONSTITUCIÓN POLÍTICA
Y
DERECHOS HUMANOS

UNIDAD III:
DERECHOS HUMANOS Y FUNDAMENTALES1

ELVIS OROZ FIGUEROA


Docente

1Nota: El presente material es una transcripción adaptada -con fines estrictamente académicos- de la obra Derechos Humanos,
de la autora Flaminia Maietti, 2017.

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TEMA 1:

ELEMENTOS DEFINITORIOS

Para entender la disciplina del Derecho Internacional de los Derechos Humanos es necesario analizar y
comparar las definiciones aceptadas por la doctrina, así como conocer los principios inspiradores y los
caracteres fundamentales de los derechos humanos.

1. Definición de Derechos Humanos y premisas terminológicas

La investigación acerca del fundamento de los derechos humanos tiene como objetivo
encontrar una explicación racional de la existencia de esos derechos. El concepto de los
derechos humanos va íntimamente relacionado con lo que se considere su fundamento, ya que
el concepto que se maneje sobre ellos dependerá de la fundamentación aceptada.
Históricamente se han presentado varios tipos de justificaciones del nacimiento de los derechos
humanos, que se han desarrollado en verdaderas corrientes de pensamiento. Aquí trataré hacer
una síntesis de las tres principales fundamentaciones:

1. Fundamentación iusnaturalista, que consiste en la consideración de los derechos humanos


como derechos naturales.
2. Fundamentación historicista, la cual emerge de la consideración de los derechos humanos
como derechos históricos.
3. Fundamentación ética, por la que se considera que los derechos humanos deben ser
considerados como derechos morales (Fernández, 1982).

El fundamento iusnaturalista de los derechos humanos se basa en que estos son inherentes a la
naturaleza humana. Así, la naturaleza es la esencia y característica de cada ser, por lo que hablar
de los derechos naturales como inherentes a la naturaleza humana implica considerar que son
derechos propios de la naturaleza humana; es decir, se supone el reconocimiento normal, natural
y espontáneo de esos derechos que le son propios a los seres humanos (Polo, 2016). Dicho
fundamento está avalado por más de veinticinco siglos de aceptación, sobreviviendo siempre a
las críticas del positivismo, renaciendo en todas las épocas, aun con la oposición de muchos
juristas. El iusnaturalismo sostiene en general la existencia de reglas de derecho natural superiores
al derecho positivo. Este derecho natural es inmutable y eterno, y su conocimiento se produce por
medio de la razón o la revelación, según la corriente.
El fundamento historicista, en cambio, sostiene que los derechos humanos están basados en
las necesidades sociales y la posibilidad de satisfacerlas. Se niega absolutamente la
fundamentación en la naturaleza humana, basándose en la evolución que se ha ido
desarrollando a través de la propia historia de los derechos humanos, cuyo catálogo varía y se
amplía de acuerdo con las propias necesidades del hombre. Por ejemplo, los primeros derechos
fueron los de la vida, la libertad y los derechos políticos; una vez adquiridos, surgen los derechos

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sociales, como el derecho a la vivienda, a la salud, a la seguridad social. Al cambiar las


circunstancias sociales y estando asegurados los anteriores, empiezan a exigirse los derechos de
la colectividad, como el derecho a la paz y a vivir en un ambiente sano y los derechos a la
autodeterminación de los pueblos, etcétera.
El fundamento ético tiene muchos seguidores, que consideran que los derechos humanos son
derechos morales, cuya fundamentación no está en la moral particular de cada quien, sino en
la moralidad colectiva, constituida por las normas mo- rales de la sociedad de cada época. Sin
embargo, la objeción a este punto de vista estriba en que la moralidad en una sociedad es
sumamente variada y conflictiva, y además en el hecho de que en una época determinada
confluyen diversos criterios morales, por lo que se carecería de un fundamento único (Moreno,
2007).

Pasamos ahora a analizar algunas definiciones dadas por la doctrina acerca del concepto de
derechos humanos. Entre las definiciones más relevantes es pertinente incluir las siguientes:

A. Definición tautológica

«Los derechos del hombre son los que corresponden al hombre por el hecho de ser hombre».
Esta definición no aporta ningún elemento nuevo que permita caracterizar tales derechos y es
muy repetida en la doctrina.

B. Definición formal

«Los derechos del hombre son aquellos que pertenecen y deben pertenecer a todos los
hombres, y de los que ningún hombre puede ser privado». Esta definición no especifica el
contenido de los derechos.

C. Definición teleológica

«Los derechos del hombre son aquellos que son imprescindibles para el perfeccionamiento de
la persona humana, para el progreso social o para el desarrollo de la civilización». Esta
definición apela a ciertos valores, susceptibles de diversas interpretaciones (Moreno, 2007).
Una definición se denomina teleológica cuando explica la razón de algo en función de su fin,
y efectivamente esta definición explica la razón de los derechos humanos en función de sus
fines, definidos como el perfeccionamiento del ser humano, el progreso social y el desarrollo
de la civilización.
Una definición que ha sido aceptada por la doctrina es la de Pérez Luño, destacado jurista
y filósofo del Derecho español, la cual establece lo siguiente: «Los derechos humanos son un
conjunto de facultades e instituciones que, en cada momento histórico, concretan las
exigencias de la dignidad, la libertad y la igualdad humana, las cuales deben ser reconocidas
positivamente por los ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional». (Pérez, 1984,
p. 46). Esta definición es descriptiva, aunque siga teniendo una fuerte carga teleológica
porque también explica la razón de los derechos humanos en función de su fin, como vimos
anteriormente.
Una definición hoy en día reconocida por la mayor parte de la doctrina y por la
comunidad internacional en general es la dada por la Oficina del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACNUDH), a saber: «Los derechos humanos son
derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar
de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra

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condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos
derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles». Esta es una definición
fuertemente descriptiva, que menciona los caracteres principales de los derechos humanos y
se basa en el principio de no discriminación, que como, se verá más adelante, es uno de los
principios básicos de nuestra disciplina.

2. Caracteres y principios de los Derechos Humanos

Los Derechos Humanos tienen unos principios y caracteres propios que permean toda la disciplina
objeto de nuestro estudio. Entre los principios de los derechos humanos corresponde mencionar
el principio de universalidad, el de inalienabilidad, el de imprescriptibilidad, el de inviolabilidad, el
de interdependencia e indivisibilidad, el de igualdad, el de corresponsabilidad y el de
transcendencia a la norma positiva. Ahora pasaremos a analizar en detalle de cada uno de ellos:

Principio de universalidad

El principio de la universalidad de los derechos humanos es uno de los principios fundamentales


del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Según este principio, todos los Estados de la
comunidad internacional tienen el deber de promover y proteger todos los derechos humanos y
las libertades fundamentales de los individuos. Por lo tanto, se puede afirmar que la promoción
y la protección de los derechos humanos representa un asunto universal, propio de toda la
comunidad internacional.

Principio de inalienabilidad

Los derechos humanos no deben suprimirse, no es posible renunciar a ellos, salvo en determinadas
situaciones y con las debidas garantías procesales.

Principio de imprescriptibilidad

Los derechos humanos tendrán vigencia en tanto existan los seres humanos, su existencia no ha
de extinguirse nunca.

Principio de inviolabilidad

Es necesario protegerlos y garantizarlos en toda circunstancia y en todo momento.

Principio de interdependencia e indivisibilidad

Los derechos humanos constituyen un conjunto integral e interdependiente, por lo tanto, para
llegar a protegerlos de manera eficiente es necesaria la protección tanto de los derechos civiles
y políticos, cuanto de los derechos económicos, sociales y culturales. La negación de un derecho
significa poner en peligro el conjunto de la dignidad de la persona. No se puede disfrutar
plenamente del derecho a la educación si la persona no está bien alimentada o si carece de una
vivienda adecuada.

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Principio de igualdad

Los derechos humanos protegen de igual manera a todos los seres humanos, sin distinción alguna.
Este principio, enunciado negativamente, es el principio de no discriminación. La no discriminación
es un principio transversal en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Está presente en
todos los principales tratados de derechos huma- nos y constituye el tema central de algunas
convenciones internacionales, como la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer.

Principio de corresponsabilidad

Según este principio, todos somos responsables de forma individual y colectiva para que a cada
individuo se le garanticen sus derechos humanos. Si se viola un derecho humano de una persona,
la responsabilidad recae sobre la comunidad internacional entera; por ende, sobre cada uno de
nosotros. Todos somos responsables para que los derechos humanos sean reconocidos y
garantizados para todos los seres humanos.

Principio de trascendencia a la norma positiva

Para que los ciudadanos de un Estado vean reconocidos sus derechos humanos, no es necesario
que un Estado los reconozca de manera explícita en su legislación. Además, cabe mencionar
que la comunidad internacional reconoce un núcleo duro de los derechos humanos como jus
cogens (derecho inderogable), es decir como parte del derecho imperativo o perentorio que no
admite ni la exclusión ni la alteración de su contenido. Por lo tanto, aunque un Estado no sea
parte de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos, estos
derechos deben ser garantizados.
En cuanto a los caracteres de los derechos humanos, procede mencionar su no inmutabilidad,
su carácter histórico, su no taxatividad y su carácter procesal, absoluto, sistémico, dialectico y
expansivo. Pasamos ahora a analizarlos uno a uno:

No inmutabilidad

No es posible establecer un catálogo específico de derechos humanos que tenga validez general
al margen del momento histórico.

Carácter histórico

El concepto de los derechos humanos se encuentra en continuo desarrollo, nunca se inmoviliza,


sino que se desarrolla en las diferentes épocas históricas. Es incorrecto afirmar que exista un
concepto apriorístico de los derechos humanos.

No taxativos

Los derechos humanos no pueden ser incluido en un catálogo definitivo; al contrario, cabe resaltar
que su existencia depende de otros factores, como las fuentes de poder, las necesidades de los
seres humanos en los diferentes momentos históricos, la interpretación formulada por las ideologías
dominantes y las diferentes formas de organi- zación social, política y económica de la sociedad.

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Por eso, a la hora de garantizar los derechos humanos, muchas Constituciones nacionales, como
las de Venezuela, Bolivia y Argentina, establecen un numerus apertus de derechos, lo que
equivale a afirmar que el enunciado de los derechos no debe entenderse como negación de
otros que no se mencionen expresamente.

Carácter procesal

Esta característica deriva del proceso de evolución de los derechos humanos, por eso se habla
de tres generaciones de tales derechos. Puede tratarse de un proceso de evolución, pero
también de uno de involución, como se registró históricamente con las dictaduras militares.

Carácter de absolutos

No pueden ser infringidos justificadamente y tienen que ser satisfechos sin ninguna excepción.
Cuentan con prevalencia frente a decisiones políticas y normas jurídicas que no preserven valores
recogidos en la Constitución, además son extrapatrimoniales porque no pueden ser reducidos a
una mera valoración económica, y son originarios o innatos. Los derechos humanos imponen una
obligación concreta a las personas y al Estado de respetarlos, aunque no exista una ley que así lo
determine (Martínez De Vallejo Fuster, 1992, p. 50).

Carácter sistémico

Los derechos humanos constituyen un sistema bien estructurado, por lo tanto, se asevera que son
interdependientes. Cuando uno de los derechos humanos se afecta, automáticamente empiezan
a quebrarse los demás. Por ejemplo, si se quiebra el derecho a la libertad de expresión, empiezan
a quebrarse inmediatamente después los de- rechos políticos. Considerando la perspectiva
opuesta, se puede afirmar que la protección de un derecho específico produce un efecto en
cadena que garantiza la protección de los demás.

Carácter expansivo

Está relacionado con el carácter histórico. Se manifiesta en el surgimiento de tres sucesivas


generaciones de derechos, la concreción de nuevos derechos, la universalización de los derechos
humanos en el plano mundial, tanto en relación con los derechos garantizados cuanto con sus
garantías y la translación de los derechos humanos y de sus garantías desde un sistema jurídico a
otro y desde unas culturas a otras (Gross Espiell, 1988).

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