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"EL FUNCIONARIO A CARGO"

ses, 1510112001, Ro1 N' 5733-04


0
MARiA NlAGDALENA. ÜSSANDÓN 'iVIDOW

l. NOTAS DEL CASO

. La Excma. Corte Suprema conoce del caso por vía de recurso de casa­
ción en el fondo presentado en favor del director de Obras Municipales,
quien había sido condenado como autor del delito de "malversación cul­
posa" previsto y sancionado en el artículo 234 del Código Penal, cometido
en perjuicio de la Municipalidad de Melipilla. La cuestión versaba sobre
un contrato de alcantarillado para aguas servidas de dos poblaciones de
la comuna, en que el imputado estaba a cargo de supervisar, coordinar y
controlar que la empresa diera cabal cumplimiento a sus obligaciones. Lo
que se le imputaba al director de Obras es que, debido a su inexcusable
negligencia al no controlar debidamente los avances fisicos de la obra, per­
mitió que se hicieran pagos que no correspondían a la empresa encargada,
defraudando a la municipalidad en la suma de$ 25.563.373.
La Corte Suprema procedió a anular de oficio señalando que "ni el fallo
de primer grado, ni el de segunda instancia, que lo confirma con mayores
consideraciones, contienen los razonamientos necesarios sobre un elemen­
to esencial del tipo delictivo tenido por establecido, cual es el de que los
caudales o efectos sustraídos por terceros se encuentren a cargo del fun-

Abogada. Doctora en Derecho. Profesora de Derecho penal, Pontificia Universidad


Católica de Chile.
''" �L-\Ri.-\ �UGD,\..LEN.-\ OSS.-\i�ÓN WIDOW ··EL FUNCIONARIO . .\CARGO". ses. 1510\/2007. ROLNº
5733.04 ! 15

cionario público al que se pretende imputar negligencia inexcusable en la una relación de hecho, que importa resguardo, custodia"'; i'vlERA habla de
custodia de los mismos". Debido a esto, decide absolver al condenado y "un cuidado especial de los caudales o efectos, derivado, precisamente,
revocar la sentencia en cuanto daba lugar a la demanda civil. del caroo desempeñado por el agente"", mientras que POLITOFF, MATUS y
Rru,rrRE� se refieren a "una especial relación de custódia, derivada de su
función pública"'. Después de este repaso por la doctrin� el fallo _termina
2. TESIS DEL TRIBUNAL procurando asignar un contenido a este deber de custodia recumendo al
.
diccionario, en el que custodiar.se define como "guardar con cu1'dado y
El fallo que analizamos se enmarca entre muchos otros que se refieren vigilancia", mientras que resguardo significa "guardia, seguridad que se
a los requisitos de los delitos de malversación y, más específicamente, a la pone en una Cosa".
especial relación que debe darse entre el funcionario y los caudales que tie­
De este modo, nuestra Corte Suprema concluye la necesidad de acredi­
ne "a su cargo". Se trata de un tema que no ha dejado de ser controvertido y
tar que el imputado hubiera cumplido "funciones de. guardador, preceptor,
que ha sido objeto de decisiones contradictorias en nuestros tribunales, con
recaudador v administrador de los dineros que se g1raron a ese contratis­
consecuencias prácticas muy relevantes debido a la diversidad de penas
ta"', aspee!� que luego enfati�a al advertir que?º _se c�mpro�ó legalmente
asociadas a las figuras aplicables. publico �specíficamente en­
que el acusado obró en su calidad de agente .
En el caso que analizamos la resolución de la Corte se basa fundamen­ caroado
.-:::, de la custodia, resguardo o segundad de los dmeros pagados por
la Municipalidad de Melipilla a la empresa contratista
. ,,7
talmente en dos argumentos. El primero, compartido por la doctrina y que
no ha sido mayormente cuestionado, es que la hipótesis culposa del delito Como en el caso examinado no se había acreditado este requisito sine
de malversación de caudales públicos, contenida en el artículo 234 del Có­ qua non del tipo delictivo, el tribunal considera �oficioso abocarse a de­
digo Penal, se estructura sobre los mismos elementos que la figura del ar­ terminar si existió O no algún grado de neghgenc1a de parte del imputado.
tículo 233 a la que hace referencia. Así, la alusión a los "caudales o efectos
públicos o de particulares de que se trata en los tres números del artículo
anterior" implica que han de ser caudales o efectos que estén "a cargo 3. REFLEXIÓN JURÍDICA
del empleado público", como dice el artículo 233 1• Esto nos va a permitir
reflexionar considerando lo resuelto a propósito de dicha disposición por En relación con las figuras de malversación de los articulas 233, 234
nuestros tribunales y por nuestra doctrina. v 235 del Código Penal, se ha discutido permanentemente sobre cuál es
Ía relación que debe existir entre el funcionario público y los caudales o
El segundo argumento, sobre el que se extiende latamente la sentencia
efectos sustraídos . En la primera de estas figuras y, por referencia a esa
de reemplazo, dice relación con la forma en que debe interpretarse la exi­
disposición, también en la del artículo 234, se alude al funcionario que
gencia de que los bienes estén "a cargo" del funcionario, requisito al que
"teniendo a su caroo caudales o efectos públicos o de particulares en de­
nuestro máximo tribunal añade que ello sea ,:en razón de sus funciones"2.
pósito, consignaciÓn O secuestro", mientras que el artículo 235 alude a los
En este sentido, el fallo cita numerosa doctrina nacional que define esa
''caudales o efectos a su cargo".
idea con expresiones más o menos análogas: según LABATUT y BUNSTER,
ha de tratarse de caudales o efectos a cargo del empleado público, en
razón de sus funciones; a lo que BUNSTER agrega que "es esencialmente 3 8tJNSTER (1949), p. 52.
4 ivlERA (1970), p. 41.
El fallo alude a esta interpretación contextual del artículo 234 citando la SCS de 22 de 5 POLITOFF et á/. (2005), p. 492.
abril de 1954, R.T. LI, 2ª parte, secc. 43, p. 40. 6 Considerando 6º de la sentencia de reemplazo.
2 Considerando 1 °dela sentencia de reemplazo. , '
7 Considerando 8º de la sentencia de reemplazo (el destacado es nuestro).

C.-1.PfTIJLO IJI. DE LOS CRÍMENES Y Sli\lPLES DELITOS C. .>J>(TIJLOIII. DE LOS CRÍMEh"ES Y SJi\lPLES DELITOS
COI\IETIDOS POR EMPLE.-\DOS PÚBLICOS EN EL DESEi\lP�O DE SUS C.-\RGOS (TiTULO V) COI\IETIDOS POR Ei\lPLE.-\DOS PÚBLICOS EN EL DESEMPEJ>:O DE SUS CARGOS (TiTULO V)
P6gs. l/3 -130 Págs.113-130
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..EL R,'NC[ON.-1.RIO A CARGO". ses. 1510!1:!007, ROL Nº 5733.04 117

Dentro de la complejidad del tema, se pueden distinguir varios aspec­


tos que, aunque íntimamente entrelazados, son distinguibles y pueden ser
.·1t.

Como los términos en cuestión son usados en el ámbito punitivo y el
Código Penal no ha proporcionado una definición de estos vocablos, de
objeto de diversas soluciones según cómo se fundamente cada figura y
conformidad con el artículo 20 del Código Civil corresponde entenderlos
cómo se diferencien entre sí. Podemos reconocer al menos cuatro cuestio­
según el uso general que se les puede asignar, lo que implica considerarlos
nes debatidas: a) si se requiere celebrar un contrato o adquirir la tenencia
"en el sentido común y corriente del que recibe dinero o efectos a título de
de los caudales o efectos a título de depósito, 9onsignación o secuestro;
mera tenencia con obligación de responder de ellos"".
b) si se requiere que los caudales o efectos estén efectiva y materialmente
en poder del funcionario; c) si la aplicación de la fi gura de malversación Por otra parte, si se entendiese que la confi guración del delito exige
propia (art. 233) se restringe a los supuestos en que el funcionario públi­ acreditar la celebración de un contrato de depósito o de secuestro, tal como
co tenga los caudales como depositario, y d) si se requiere una especial están definidos en los artículos 2215 y 2249 del Código Civil, o la realiza·
relación de custodia asociada a los deberes del cargo que el funcionario ción de un acto de consignación, según lo dispuesto en el artículo 1599 del
ejerce. mismo cuerpo legal, se restringiría tanto la esfera de aplicación del artículo
233 ¡;que de este modo se estrecharía casi hasta desaparecer"!!.
Aunque no todos estos aspectos son directamente tratados en el fallo,
en lo que sigue haremos algunas consideraciones sobre cada una de estas Más aún, según la historia del establecimiento de esta disposición, la
cuestiones, revisando la posición de la Corte Suprema al respecto. referencia al depósito, consignación o secuestro de los bienes habría sido
'
' introducida solo en conexión con los caudales o efectos de particulares,
que excepcionalmente se incorporan como objeto material de este delito 1 ',
3.1. Sobre la necesidad de un contrato o de la adquisición de por lo que no sería aplicable respecto de los bienes públicos. Y respecto de
la tenencia de los caudales o efectos a título de depósito, ' esos bienes de Particulares, como decíamos, dichas menciones no tendrían
1
consignación o secuestro como objeto exigir la celebración de un contrato específico, sino aludir
a que el empleado no los guarde de modo puramente voluntario, sino en
En torno a este punto no se ha planteado mayor controversia; existe cumplimiento de sus obligaciones funcionarias.
consenso' al afirmar que las expresiones empleadas en el artículo 233 no lo
Ni siquiera la interpretación propuesta por i'vfaÑALICH -quien restringe
han sido para asignarles el sentido técnico que les confiere el Código Civil,
sino que deben entenderse en su sentido natural y obvio, como ejemplos el ámbito típico del peculado a los supuestos en que el funcionario público
tenga los bienes a su cargo para su sola conservación, es decir, como de­
ilustrativos de la relación que debe existir entre el funcionario y los bienes
sustraídos 9 .
1 positario- supone que la aplicación del artículo 233 dependa de la validez
jurídico-civil del respectivo depósito. Como él mismo reconoce, asignar un

8 Píl'l'..i.. (2012), p. 183, se atreve a decir que doctrina y jurisprudencia son unánimes en 10 L.-'.BATUT (2005), p. 78. En el mismo sentido, BtiNSTER (1949), p. 51, y Pl"NA (2012),
este sentido. DEL Rio (1939), p. 410, pareció inicialmente dar una interpretación téc­ p. 183.
nica a estos términos, definiéndolos por referencia a los artículos del Código Civil;
11 BUNSTER (1949), p. 50.
pero poco después modifica su posición cuando alude, sin mayores referencias a la
legislación civil, a la necesidad de que el empleado tenga los caudales o efectos "a 12 ETCHEBERRY (1997) IV, da cuenta de que ni el Código español que sirvió de modelo, ni
título de depósito, consignación, secuestro o administración". DEL Rio ( 1947), p. 314 el proyecto original de la comisión, incluían fondos de particulares. Pero en la Comi­
(el destacado es nuestro). sión Redactora del Código Penal, durante la sesión 154, el comisionado Reyes advirtió
Así, BUNSTER (1948), pp. 47 y ss., quien cita numerosa jurisprudencia de la Corte Su­ que la disposición sólo aludía a los caudales o efectos públicos a cargo del empleado "i
9 nada se dice de los fondos de particulares que pueden también quedar en la caja públi­
prema en este sentido (nota 50, p. 49); ETCHEBERRY (1997) IV, pp. 238-239; LAe.-1.ruT
ca que dirije, sea por vía de depósito, consignación, etc.". En consecuencia, se acordó
(2005), pp. 79-80; iYL,ros )' R'..\ÚREZ (2015) Il, p. 286; PIÑ.\ (2012), p. 183, i· RooRi­
añadir el caso de los fondos de particulares, pero al hacerlo se incorporó también los
GUEZ )' ÜSSANDÓN (2008), p. 393.
títulos de tenencia que había invocado Reyes a rriodo ejemplar.
111. DE LOS CR�IENES Y Sl�IPLES OELJTOS
CAPÍTULO
cm,IETIDOS POR E�IPLE.-'.DOS PÚBLICOS EN EL DESEMPEÑO DE sus CARGOS (TITULO V}
CAPÍTULO rn. DE LOS CRÍ�IENES y SIMPLES OELITOS
C0�1ETIDOS POR E�IPLE.-\DOS PÚBLICOS EN EL DESE.\!PEf:10 DE SUS CARGOS (TiTULO V)
Pdgs. l/3- /30
Pdgs. 1/3. /30
118 M. .\Ri..\�L.\GD . .U.ENAOSS.--\.,\j1)ÓN WIDOW "'EL FliNCION.J,..UO A CARGO" - ses. 15/01/2007. ROL N
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5733-04 119

sentido técnico a esas referencias significa que "sólo puede ser autor de pe­ la ley adoptaba una perspectiva más bien restrictiva, requiriendo "una os­
culado, en los términos del art. 233, aquel funcionario que tenga a su cargo tentación material más o menos directa del objeto a cargo" 15.
los respectivos caudales o efectos a modo de depositario, esto es, para que En España, en cambio, la ley empleaba la expresión que luego pasó
los guarde y los restituya, parafraseando el art. 2215 del Código Civil" 13• a nuestra legislación: que el funcionario tuviera los bienes :•a su cargo".
Por todo lo anterior, sorprende que una sentencia reciente de la Corte En dicho país, según una extendida corriente doctrinal y jurisprudencia!,
de Apelaciones de Santiago, de 22 de junio de 2015, Rol Nº 2051-2014, bastaba la simple disponibilidad jurídica sobre los caudales o efectos, no
sea enfática al afirmar exactamente lo contrario de lo que ha sostenido la siendo necesario que estos se hallasen en posesión directa del funciona­
doctrina y jurisprudencia. Dice: ria l'. Esto permitía entender que el tipo penal abarcaba casos de ostenta­
ción material, administración, ÍJ?-tervención o, incluso, fiscalización sobre
"[ ... ] para la configuración del delito, los caudales o fondos malversados han
los caudales 17 •
de estar en poder del empleado público, pero por alguno de los tres títulos que
se indican taxativamente en el artículo 233 del Código ya indicado: en depósi­ Nuestra doctrina, en tanto, no se ha dedicado a estudiar con detalle este
to, instituto a que se refiere el artículo 2211 del Código Civil, en consignación, asunto, salvo contadas excepciones.
tratada en el artículo 1599 del mismo Código, o en secuestro, definido en el
Entre los que se han abocado al tema destaca, en primer lugar, GUZMÁN
artículo 2249 del mismo texto legal. Y ocurre que en la especie, ninguno de
DALBORA, quien parte de la base de que "la referencia típica a las circuns­
estos títulos concurre, o al menos ello no quedó probado" (considerando 6º).

. 1
tancias en cuya virtud el empleado detenta los bienes representa el presu­
El fallo de la Corte Suprema que analizamos, en tanto, mantiene la in- puesto básico del peculado, pues de otra forma es imposible concebirlo" 13•
terpretación tradicional en la medida en que solo se refiere a la necesidad de Considera luego que "tener a su cargo" implica que los bienes han sido
acreditar que el funcionario acusado haya cumplido fimciones de custodia · "confiados al cuidado o a la procura del sujeto agente, lo cual supone que
respecto de los fondos. Más todavía, ni siquiera restringe esas funciones a éste tena un poder sobre ellos, poder que no coincide con la posesión [ ... ]
las que corresponden a un depositario, sino que amplia las posibilidades a aunque tampoco se restringe a la detentación material, directa y tangible,
"las funciones de guardador, preceptor, recaudador y administrador de los como la del cajero respeto de los fondos de su caja, 'ya que la función de
dineros que se giraron a ese contratista" 1�. custodia y conservación puede cumplirse de muy diversos modos, según la
naturaleza del servicio'" 19•

3.2. Sobre la necesidad de que los caudales o efectos estén efec­ En contra de esta concepción amplia se manifiesta PIÑA. Destaca que
tiva y materialmente en poder del funcionario a cargo la redacción del artículo 233 del Código Penal ha permanecido inalterada
desde la original, salvo en cuanto a la expresión de la pena, mientras que
En otros sistemas legales la cuestión sobre la necesidad de una tenen­ en España la extensión a un concepto amplio de disponibilidad jurídica de
cia material de los caudales o de los instrumentos que permiten acceder a los caudales se habría consolidado merced a una reforma que incorporó
ellos aparecía resuelta por las expresiones contenidas en los tipos penales la referencia a que el funcionario tuviera los caudales "a su disposición".
respectivos, figuras en su mayoría han sido derogadas o modificadas al día Aunque esta anotación fuera abandonada en posteriores modificaciones a
de hoy. En Italia, por ejemplo, durante mucho tiempo se exigió que los
objetos los tuviera el funcionario a titulo de posesión; en el ordenamiento 15 Pil'J.-1.(2012),p.185.
alemán, por su parte, se requería la custodia de los bienes. De este modo, 16 Lo constatan N[oR.-1.tES PR.-1.Ts y NloR.-1.tES G.-1.Rci.-1. (2009), p. 1734.
17 MIR Puro (2000), p. 296.
13 MA�.\LICH (2012), p. 367. 18 Guz;ciN (2007), p. 308.
°
14 Considerando 6 de la sentencia de reemplazo. 19 GtizM.�N' (2007),p. 309, con cita a Suíirez i\rlontes.

CAPITULO IlI. DE LOS CRf:-.IENES Y SIMPLES DELITOS CAPITULO III. DE LOS.CRIMENES Y Sl:-.IPLES DELITOS
COMETIDOS POR EMPLEADOS PÚBLICOS EN El DESEMPENO DE SUS CARGOS (TÍTULO V) co:-.1ET1DOS POR EMPLE..>.bbs PÚBLICOS EN EL DESEMPEÑO DE sus C.-\RGOS (TITULO V)

Prigs. 113- 110 Pdgs. JJJ-130


120 �JARiA �l�GDALENA OSSANDÓN \l,,1DOW
"EL FL'NCION.-VUO A CARGO� - ses. 15!0112007. ROL Nº 5733-04 121

la legislación debido a su equivocidad, su incorporación significó que en


En esta misma línea se ubica la teoría propuesta por MAÑALICH, que
su momento fuera interpretada como una ampliación del tipo a los casos en
revisaremos más adelante, en tanto restringe el ámbito de aplicación del
que el funcionario, sin tener los caudales bajo su custodia inmediata, tenía
la posibilidad de transferirlos'°. peculado a los supuestos en que el funcionario tenga el carácter de depo­
sitario de los caudales o efectos, los que recibe para su mera conserva­
Por otra parte, añade, aunque los títulos que menciona el articulo 233 de ción24 .
nuestra legislación penal no son taxativos, todos ellos importan la tenencia
y entrega material de las cosas y no su mera disponibilidad". Ahora bien, la enunciación de todos estos argumentos deja en evidencia
que la opción restrictiva es solo una posibilidad, una interpretación que no
Otro argumento en favor de esta interpretación, según el mismo autor, se impone necesariamente. Ni el sentido literal de la descripción típica ni,
radica en que, si se hubiera querido incluir las hipótesis en que el funcio­ menos, la perspectiva teleológica, hacen perentorio que exista una custodia
nario puede disponer o administrar los caudales aun sin detentar su tenen­ material, que suponga la tenencia física de los caudales o efectos.
cia o custodia material, el legislador podría haber recurrido a la misma
expresión que utiliza el artículo 236 del Código Penal para describir el Quien tiene mayores facultades no deja, por ello, de "estar a cargo" de
delito de aplicación pública diferente. En dicha disposición se sanciona al esos bienes y es responsable por ellos. En este sentido, Ley de Organización
empleado público que arbitrariamente diere a los caudales o efectos "que y Atribuciones de la Contraloria General de la República equipara en un
administra" una aplicación pública diferente. Las facultades asociadas a mismo nivel de responsabilidad a los funcionarios a quienes corresponde
la idea de administrar son mayores que las que importa la mera tenencia la custodia o administración de los bienes, sin asociarla a su tenencia ma­
simple custodia o depósito de los fondos públicos, y que para la inversió� terial. En este sentido, el articulo 60 dispone que "todo funcionario cuyas
y determinación del destino de los bienes "resulta irrelevante la tenencia O atribuciones pennitan o exijan la tenencia, uso, custodia o administración
custodia, pudiendo cometerse el delito a través de operaciones puramente de fondos o bienes a que se refiere el articulo l ', será responsable de éstos,
presupuestarias y contables"". Pero el legislador no parece haber querido en conformidad con las disposiciones legales y reglamentarias", y el ar­
dar este alcance amplio a la hipótesis regulada en el artículo 233, al no tículo 68 agrega que "todo funcionario que tenga a su cargo la recaudación,
haber empleado una referencia similar a la del articulo 236. administración o custodia de fondos o bienes del Estado, de cualquiera
naturaleza, deberá rendir caución para asegurar el correcto cumplimiento
Por último, PIÑA destaca que la aplicaciónjurisprudencial del tipo pe­
de sus deberes y obligaciones". Del mismo modo, el articulo 85 establece
nal tiende a ser restrictiva, como demuestra especialmente la descripción
que "todo funcionario, como asimismo toda persona o entidad que reciba,
de los cargos o funciones de que han estar revestidos quienes pueden ser
custodie, administre o pague fondos de los mencionados en el artículo l ',
considerados sujetos activos del delito. Cita una serie de ejemplos juris­
rendirá a la Contraloría las cuentas comprobadas de su manejo en la forma
prudenciales en que el supuesto de hecho revela siempre una vinculación
y plazos que determina esta ley. Cuando un :funcionario, al ser requerido
material del autor con los caudales, sea directamente (como en el caso de
por la Contraloría, no presente debidamente documentado el estado de la
los cajeros), o por tener acceso a los instrumentos que permiten su mani­
pulación o sustracción (talonarios de cheques, tarjetas de débito, claves del
sistema de transferencias electrónicas de fondos)". 24 La necesidad de una tenencia material de las cosas resulta de esa obligación de conser­
vación que caracterizaría a la malversación propia del artículo 233. Es muy elocuente,
en este sentido, la referencia que hace a la teoría de Carrara, autor que llega a afirmar
20 PIÑA (2012), pp. 186-187. que para que se configure el peculado seria necesario "que el depositario público sea
deudor de especies, no de cantidades". Si bien JV1añalich advierte que el maestro ita­
21 Pfü (2012), p. 187. liano incurre en una confusión, pues lo decisivo es que el funcionario tenga una obli­
22 PIÑA (2012), p. 187. gación de conservación (no de administración o inversión de los caudales) lo que "no
23 Pfü (2012), pp. 185 y 190. depende de si esta obligación recae sobre una cosa específica o, en cambio, sobre una
cosa genérica". ivl.\Ñ.-\LICH (2012), p. 368.
C. .\PÍTULOIII. DE LOS CRÍMENES y Slfo.JPLES DELITOS
COI-.IETIDOS POR EMPLE . .\DOSPÚBLICOS EN EL DESEI-.IPEÑO DE SUS CARGOS (TiTULO V) CAPiTULO III. DE LOS CRiMENES Y Slfo.lPLES DELITOS
CO/',IETIDOS POR EMPLEA.OOS PÚBLICOS EN EL DESE�IPEÑO OE SUS CARGOS (T(TULO V)
Pdgs. /JJ- JJO
Págs. 113- 130
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es, el cumplimiento de los fines propios de la Administración29 • En este
cuenta de los valores que tenga a su cargo, se presumirá que ha cometido

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sustracción de dichos valores[.. .]"". sentido, aunque quizás al tiempo de dictación de nuestro Código Penal
podía justificarse una restricción del tipo de malversación propia -el más
Exigir la tenencia material de los caudales o efectos en la fürura
º con- grave entre las figuras de malversación- a los supuestos de detentación
templada en el artículo 233 supondría reservar la aplicación de la forma material de bienes de valor considerable, hoy no cabe duda de que la
más grave de malversación solo respecto de "funcionarios que ocupan po­ mayor lesión que puede sufrir el bien jurídico no es tanto la pérdida de
siciones jerárquicas menores al interior de la administración y que tienen bienes materiales específicos, como la sustracción de los dineros que se
escaso o nulo poder de decisión sobre los caudales o efectos materialmente
administran.
en su poder''26• En cambio, se dejaría fuera del tipo conductas que pueden
ser de mayor gravedad, propias de quien tienen facultades de administra­
ción o disposición respecto de esos bienes27• 3.3. Sobre la restricción de la figura de malversación propia
Por último, aunque es la consideración fundamental. resulta necesa­ a los supuestos en que el funcionario público tenga los
rio acudir al fundamento de los delitos funcionarios, en general, y del de caudales o efectos como depositario, para su sola conser­
malversación propia, en particular, para delimitar su ámbito de aplicación. vación
Estimamos que este fundamento radica en la infracción de un especial
deber positivo institucional de velar por la integridad del patrimonio pú­ La delimitación de los ámbitos de aplicación de la malversación propia
_ (art. 233) y la malversación por distracción (art. 235) ha sido objeto de
blico con que el Estado debe realizar su cometido. Este especial énfasis
en el deber del funcionario queda de manifiesto en la particular regulación gran controversia.
que .se hace del delito de malversación propia: su penalidad agravada, la Tradicionalmente se ha recurrido, en primer lugar, a un criterio subje-·
forma en que se describe la conducta típica -sustraer o consentir en que tivo para diferenciarlos, radicando la demarcación entre estas figuras en el
se sustraiga-y la adición de una figura culposa en el artículo 234 CP28 • ánimo del sujeto activo al momento de la sustracción. Si existe intención
Pues bien, dicho deber existe tanto respecto del funcionario que detenta de reintegrar o de usar solo temporalmente los fondos se configuraría la
figura del articulo 235, en cuanto en él se hace referencia a una aplicación
�aterialmente un bien como de quien, sin tener el objeto efectiva y mate­
rialmente en su poder, puede disponer de él. de los fondos; mientras que el artículo 233 menciona una sustracción que
estarla informada por el ánimo de señor y dueño. Objetivamente ambas
Si se mantiene una perspectiva centrada en el bien jurídico, podemos
figuras serian idénticas, porque existe una disposición indebida de fondos;
llegar a idéntica conclusión. Porque los delitos de malversación tienen
mientras que la verificación o no del reintegro tendría efectos solo en rela­
como objeto de tutela a la Administración Publica en su aspecto fun­
ción con la penalidad aplicable, sin cambiar la clase de delito.
cional, materializado en la correcta gestión del patrimonio público para
la satisfacción de los intereses generales de la comunidad. En otras pa­ La tesis objetiva, por su parte, considera que el reintegro es el elemento
labras, no se protege el patrimonio estatal como un ente estático en sí
1 caracteristico y determinante del delito del articulo 235 CP. Según este
mismo considerado, sino en relación con la función que se le asion�' esto punto de vista, tanto en el tipo del. articulo 233 como en el del 235 existe
"

25 También el Estatuto Administrativo obliga a rendii fianza a los funcionarios cuando en 29 Cfr. DEL\. ivl.-.\.T.-.\. (1997), p. 444, y RooR.iGUEZ y ÜSS.-1..:.'\"DÓN (2008), p. 388. En este sen­
razón de su cargo tengan la administración y custodia de fondos o bienes (art. 61 L). tido, también, ivl.-1.YER (2007), p. 231, entiende que existe un bien jurídico común en
figuras como la malversación, el fraude al Fisco, los delitos tributarios y aduaneros,
26 8.-1.L�L-.\.CED.-.\. (20!4), p. 104.
el que considera que comprende tanto "tanto el patrimonio estatal como la actividad
27 Nos pronunciamos en este sentido en Oss.-1.NoóN (2012), p. 174. que ejercen los entes públicos tendiente a la obtención de ingresos y a la realización de
28 Con más detalle, ÜSS.-.\.NDÓN (2012), pp. 164-172. gastos para la satisfacción de necesidades colectivas".

CAPITULO III. DE LOS CRiMENES Y SIMPLES DEUTOS C..>J>ÍTULO Ill. DE LOS CRlMENES Y S!MPLES DELITOS
COl',JET[DOS POR EMPLEADOS PÚBLICOS EN EL OESE,\IPEilO DE SUS CARGOS (TiTULO V) COMETIDOS POR EMPLEADOS PÚBLICOS EN EL DESEMPEÑO DE SUS CARGOS (TITULO V)

Pdgs. IJJ- /JO Págs. J/J. JJO


1 �LUÚ.-1. MAGDALENA OSS.-1.NDÓN wtoow
�EL FUNCIONARIO.--\. CARGO�. ses. !5/0lf.!007, ROL Nº 5733.04
124 125

1
una sustracción, pero la primera disposición se aplica cuando no se verifica
patrimonio o los bienes de que puede disponer sirvan para el objetivo que
el reintegro total y oportuno de lo sustraído.
se pretende alcanzar con ellos. Por lo tanto, bien puede afirmarse que esos

l Un tercer criterio, en tanto, supone que las figuras son mutuamente ex­
cluyentes y se definen en atención a la posición jurídica o competencia que
tiene el funcionario respecto de los caudales o efectos que están a su cargo.
bienes están a su cargo o bajo su responsabilidad, que debe custodiarlos
tanto en su materialidad como en su funcionalidad.
Pero cabe todavía hacer una precisión relacionada especialmente con
La figura del artículo 233 sería aplicable solo al funcionario que tiene los
supuestos como el que es objeto de la sentencia, en el sentido de que incluir
caudales o efectos coma depositario, es decir, en pos de la mera conserva­
en el ámbito de aplicación del artículo 233 los casos en que el funcionario
ción de los bienes; mientras que el tipo del artículo 235 estaría referido al
está a cargo de la administración de los bienes no supone que esta figura
funcionario que tiene lo's caudales o efectos con facultades de administra­
abarque hipótesis como la que fue objeto del recurso.
ción o inversión, quien puede actuar como mandatario3º.
Las facultades de administración se refieren a la posibilidad de invertir
Ahora bien, la aplicación de esta última tesis puede ser objetada por las
los cauda°ies o efectos, de decidir sobre su destino y asignarles una finali­
mismas razones por las que nos oponemos a la exigencia de una tenencia
dad específica. Pero un caso como el del director de Obras que debe su­
material de los caudales o efectos, según lo que acabamos de reseñar.
pervigilar el cumplimiento de las obligaciones asociadas a un contrato, lo
Nos parece que la expresión "tener a su cargo" tiene la amplitud necesa­ que permitirá que se realicen los pagos correspondientes, no habilita para
ria para abarcar tanto las hipótesis en que el funcionario es un depositario, afirmar que esté a cargo de los bienes, ni siquiera como administrador. No
encargado de la conservación y restitución de un objeto, como aquellas en puede ampliarse esa referencia a cualquier intervención que incida en la
que tiene mayores facultades, pudiendo disponer de los caudales o efectos disposición final de los caudales o efectos.
que tiene a su cargo. En ambas situaciones el funcionario es responsable de
Esta conclusión es clara respecto de la figura de malversación propia
esos caudales o efectos, los que están bajo su cuidado o custodia.
del artículo 233 del Código Penal. Pero respecto de la malversación cul­
Como advertíamos al comenzar este comentario, la Corte Suprema cita posa del artículo 234 cabe advertir, siguiendo a GuzMh'1, que "el círculo
varios textos que describen la posición del funcionario a cargo de los cau­ de posibles sujetos se ensancha: tanto pueden serlo el empleado que tiene
dales o efectos como una de la que deriva una especial relación de custodia, ----,¡ los fondos a su cargo como el superior suyo que ha de vigilar y controlar
cuidado o resguardo de los bienes. En su significado común, todos esos tér­ su actividad"". Aunque esta ampliación no afecta la decisión de la Corte
minos son también aplicables a quien dispone de facultades de administra­ Suprema en el caso que analizamos, supone cuestionar uno de sus argu­
ción respecto de los caudales o efectos. Si acudimos al Diccionario de la mentos iniciales: que la hipótesis de malversación culposa descrita en el
' lengua española nos encontramos con que la expresión a cargo de indica artículo 234 se estructura sobre los mismos elementos que la figura del
que algo está confiado al cuidado de una persona; el cuidado significa tanto artículo 233.

l la ª'solicitud y atención para hacer bien algo", como la "acción de cuidar",


y esta última implica "poner diligencia, atención y solicitud en la ejecu­
Desde el punto de vista de nuestra jurisprudencia, es bastante claro que

1
no se ha intentado una restricción de la malversación propia solo a los
ción de algo", "asistir, guardar, conservar". Del mismo modo, los términos
funcionarios que actúan como depositarios, sino que es frecuente que se
guardar o custodiar dicen relación con el cuidado, vigilancia, defensa y mencione la posibilidad de que revista la calidad de sujeto activo de este
preservación del daño de aquello que se guarda o custodia. Quien goza de ilícito el funcionario que administra los caudales o efectos".

l
facultades de administración debe hacerlo con diligencia y atención para la
consecución de la finalidad pública que se pretende, debe velar porque el
31 Gum,N (2007), pp. 316-317.
31 En esta linea puede incluirse la ses Rol Nº 5733-04, de 15 de enero de 2007, como
también la ses Rol Nº 2379-12, de 15 de junio.de 2012.
30 ivlsRU!CH (2012), pp. 366 y SS.

C..>,.PÍTULO Ill. DE LOS CRi:-OIENES Y Sl:-OIPLES DELITOS


C . ...PÍTULO III. DE LOS CRÍ�!ENES Y Sl�IPLES DELITOS
COt.lETIDOS POR E1'.IPLE..>,.DOS PÚBLICOS EN EL OESEMPE!'IO DE SUS C..>,.RGOS (TiTULO V)
C01'.[ETIOOS POR El',!PLE.... oos PÚBLICOS EN EL DESE1'.IP8'lo DE sus CARGOS (TiTULO V)
Ptigs. 113 • 130
Págs. 113-130
126
'IDÓN WIDOW
;..L�.-1..;..uao.-u.EN.-1.. OSSA..... ..EL FlTNCION.-1.R.10 .-1. C.-1.RGO" • ses, 1510112007. ROL ¡,. :5733.04
--o 127

3.4. Sob�e la necesidad de una especial relación de custodia La jurisprudencia de nuestro máximo tribunal, sin embargo, ha sido bas-
asociada a los deberes del cargo del funcionario tante uniforme en sentido contrario, sin exigir una tan especial vinculación:
Este es uno de los aspectos más desarrollados por nuestra doctrina tal "[... ] esta Corte no comparte la exigencia propuesta en doctrina y hecha suya
c?:"º lo había sido también por la española antes de la completa modifica­ por la sentencia casada, de que los bienes públicos o privados estén vinculados
c'.o� de estas figuras en el año 201533 , llegando ambas a conclusiones bien al funcionario por una especial relación de custodia determinada por disposi­
ciones legales o reglamentarias del Derecho Administrativo. En opinión de esta
sunilar�s. Mayoritariamente se exige que se trate de objetos vinculados
Corte, el artículo 233 del Código Penal sólo hace referencia al funcionario que
al functonano por un� especial relación de custodia, esto es, una relación tiene fondos '.a su cargo', es decir, que estén bajo su protección y resguardo"36•
de custodia necesaria, en virtud de disposiciones leoales o reglamentarias
q�e así lo dete;111inen3'. En consecuencia, las disp�siciones del Derecho Los argumentos sobre los que se apoya esta forma de interpretar el tipo
publico, Y pa �1cularmente las del Derecho administrativo, serán las que penal son dos: en primer lugar, que se trata de un requisito doctrinal que
determ1;1en cuando los caudales o efectos están al cuidado del funcionario no emana del texto legal. La norma solo hace referencia al funcionario que
por razon de su cargo. Entendemos que este es un requisito indispensable tiene fondos "a su cargo", es decir, que estén a su cuidado, disposición o
toda vez que es lo que confiere mayor gravedad a esta figura". responsabilidad; pero "ni el art. 233 ni ningún otro precepto exige que el
funcionario tenga las especies o valores en virtud de un precepto expreso
Si un fi:ncionario público sustrae fondos que no están a su cargo, pero de la ley o reglamento"37•
a los que ti�ne acceso con ocasión del ejercicio de su cargo, por simples
_ En segundo lugar, se agrega que la redacción de este precepto fue toma­
circ�nstanc1�s de hecho, o que están a su cargo, pero no en razón de sus
functones, smo �ue de modo informal o accidental (como el caso del em­ da del Código Penal español, que tampoco exigía nada más; solo posterior-
. mente en ese país se agregó la exigencia de que estuviese a su cargo '"por
�eado de � tr1bun�l en relación con los fondos depositados en la caja
erte de mrnmo, baJo la custodia del secretario), solo estaría afectando razón de sus funciones", reforma que nunca fue adoptada en Chile y que
e1 patrunomo fiscal Y los deberes generales de honestidad pero no ese aun en España había sido objeto de una interpretación controvertida, pues
pa �i�ular debe: positivo de resguardo del patrimonio del E�tado. El bien pese a la nueva redacción legal, todavía había alguna jurisprudencia que
Jundico prNe �1do no resultará lesionado en la misma medida que si actúa aceptaba una posesión de hecho de los fondos como requisito suficiente
- para configurar el ilícito.
en contrad1 cc1on con sus deberes específicos, y no quedaría justificada una
_
pena s�penor � la del delito común de hurto o apropiación indebida. En un Sin embargo, la debilidad argumental de esta posición ha permitido que
_
caso asi bastar1a sanc10nar por el delito común, eventualmente agravado de se levanten fallos de otros tribunales que adhieren -e incluso exageran- la
conformidad con el artículo 12 Nº 8. posición doctrinal". Es el caso, por ejemplo, de la Corte de Apelaciones de
�or otra parte, la expresión "teniendo a su cargo" puede considerarse
e�uivalente a la �xigencia de que se actúe "abusando de su oficio" conte­ 36 SCS Rol Nº 38490-2017, de 24 de agosto de 2018, que hace refer encia a una
mda en otros dehtos funcionarios, expresiones por medio de las c�ales se jurisprudencia estable en esta línea. En términos similares, la ses Rol Nº 735-2003,
les confiere, precisamente, la calidad de tales. de 30 de enero de 2006.
37 SCS Rol Nº 38490-2017, de 24 de agosto de 2018, considerando 7° , con referencia a
la ses de 13 d e agosto de 1965, en Fallos del }Jes Nº 81, p. 189, )' 18 de diciembre de
33 Vid., portodos, ENTRE'-' (1999), pp. 6!-63_ 1996, en Gaceta Jurídica Nº 199, p. 89. Incluso en España, pese a que el tipo vigente
34 Por todo L BATUT �2005), p. 79, ETCHEBERRY {l 998), tomo IV, p. exige que los bi enes estén a cargo del funcionario "por razón de sus funciones", alguna
P· 310, ae�reº:a amplitud al conc epto aceptando que el encar o veno238. Guzi\L.\.'l (2007), j jurisprudencia minoritaria todavía acepta una posesión de hecho de los fondos como
g oa dado tamb"ren • por ·' t requisito suficiente para confi gurar el ilícito, cfr. C.-1.T.-1.t.l.'i ( 1999), p. 262 ..
una resoluc1on
· · o por 1a costumbre administrativa. Lo si gueAGU ILu{ (2011), p. 33.
35 En esta linea, ETCHEBERRY (1998), tomo IV, p. 238. 38 Por ejemplo, la SCA de Coyhaique, Rol Nº 31-2009, de 28 de abril de 2009, exige
"qu e se trate de objetos vinculados al funcionario por una especial relación de custo-
C.�PiTULO [IJ. DE LOS CRi/'IJENES Y S!/'IJPLES DEUTOS
CAPITULO JI], DE LOS CRl/'IIENES Y SIMPLES DELITOS
CO/'IJETIDOS POR E/'IIPLEAOOS PÚBLICOS EN EL DESE:,.ffEÑO DE SUS CARGOS (TITULO V)
CO/'IIETIDOS POR E.\IPLEADOS PÚBLICOS EN EL DESEMPEÑO DE SUS C.�RGOS (TÍTULO V)
Págs. /JJ. 130
Págs. 113- 130
..EL FúriCiONAR!O A CARGO� · ses. !:üOir.?007. ROL N" 5733.04 l�
r
128

BALl.L�CEDA, Gustavo (20 14): "La malversación de caudales públicos y el


Concepción, que invoca la ley para excluir al alcalde del ámbito de aplica­
fraude al Fisco en el Derecho penal chileno", en Revista de Derecho,
ción del artículo 233:
Universidad San Sebastián, Nº 20.
"9°. Que el alcalde, según lo dispone la Ley Orgánica Constitucional de
Municipalidades, es la máxima autoridad de la lvfunicipalidad, y en tal calidad BUNSTER, Álvaro ( 1948): La malversación de caudales públicos (Santiago:
le corresponderá su dirección y admiillstrac ión superior y la supervigilancía de Universidad de Chile).
su funcionamiento. Sus atribuciones se encuentran señaladas en el artículo 63 , CATALÁc'I, Jesús ( 1 999): Los delitos cometidos por autoridades y fimcio·
entre las cuales no se contempla tener a su cargo1 cauda les o efectos públicos o narios públicos en el nuevo Código Penal (Barcelona: Bayer Hnos.
de particulares en deP,ósito, consignación o secuestro, obligación que compete SA}
al Tesorero Municipal. Sólo le corresponde administrar los recursos fmancie­
ros de la Municipalidad de acuerdo con las nonnas sobre administración del DE LA MATA. Norberto (1997): "La obligación de control de la Administra·
Estado'))9 • ción en relación a delitos cometidos por particulares", en AsúA Adela
(ed.), Delitos contra la Administración Pública (Bilbao: Instituto Vasco
La diversidad de pareceres que se advierten en los últimos fallos citados
de Administración Pública).
resulta verdaderamente preocupante, en especial en relación con figuras
que, como decíamos al comenzar, contemplan consecuencias penológicas DEL Rio, Raimundo (1947): Manual de Derecho penal (San Antonio, Edi·
muy diversas, pese a la cercanía de sus presupuestos. torial Nascimento).
--- ( 1 939): Elementos de Derecho penal (Santiago: Editorial Nasci­
mento).
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tiago: Editorial Metropolitana).
ErcHEBERRY, Alfredo (1 998) Derecho penal. Parte especial, tomo IV,
3' edición (Santiago: Editorial Jurídica de Chile).
dia derivada de su función pública, por cuanto tos caudales o efectos deben estar ai Guz,L,N, José (2007): "La malversación de caudales públicos en el Código
cuidado del funcionario por razón de su cargo, emanado de la ley o de w1 reglamento, penal chileno", en ÉL ,usMo, Estudios y defensas penales, 2ª edición
y por tanto queda excluido de este delito !a apropiacíón de bienes o fondos que el fun�
cíonario tiene at:::ceso con ocasión del ejercicio de su cargo o por mero accidente. (Santiago: LexisNexis).
Que en el caso de autos y tal como lo señala la sentencia recurrida la figura punible LABATUT, Gustavo (2007): Derecho penal, tomo Il, 7' edición, reimpresión
que debe aplicarse aI condenado es efectivamente la del ardculo 239 del Código Penal (Santiago: Editorial Juridica de Chile).
por cuanto, y como ya se ha dicho anteriormente, el imputado no tenia a su cargo el
resguardo de caudales o fondos públicos, puesto que sus labores, en su calidad de atL....:i­ wlAtALICH, Juan Pablo (2012): "La malversación de caudales públicos y et
liar deljefe de Departamento de Educación en materia contable Rene Pinto, conforme fraude al Fisco como delitos especiales", en Política Criminal N' 14,
a su contrato de trabaj o �· el reglamento interno anexado al mismo, era conf�cionar
materialmente los decretos de pagos, Henar cheques, enviar p!aniUas virtuales al Ban­ art. 4°.
co Estado, y además tenia la calidad de habilitado para el manejo administrativo de MAYER, Laura (2007): "El patrimonio del Estado como objeto de prole.:·
la documenra.ción financiera del DAEWl, pero en ningún caso tenía a su disposición y
en consecuencia el manejo de: los fondos municipales, y por consiguiente no concurre ción penal", Revista de Derecho Pontificia Universidad Católica de
la especial relación de custodia derivada de su función pública, que es el elemento o Va/paraíso, XXIX.
presupuesto fáctico nonnati vo de toda malversación".
MIR, Carlos (2000): Los delitos contra la Administración Pzíblica en el
39 SCA de Concepción, Rol Nº 1 3060-2002, de 7 de abril de 2006. En el n:,Jsmo sentido1 nuevo Código Penal (Barcelona: Bosch).
la SCA de Concepción, Rol N' 359 1-2001, de 7 de julio de 2006.

C;,l'!TlJt.O llf. DE tos Cf<IME'NES Y SlMPLES Ol:Lt'fOS


c.... PÍTULO JU. De LOS CRÍ:O.lfi.NES y S[Mf'LES OELHOS
�1Ef1 DOS POR EMl'tEAOOS ?00L!COS EN l.:L DESEM?� 06 St;"S C,\RG{)S (TITULO V)
co�nrnoos POR EMl'lEACOS: Púsucos EN EL OESB1,1¡,¡;:f:;Q 0E Sl.,"S C.4.RC-OS {TiTULO V) .
Págs. JIJ � JJ()
Pégs. l! J - JJO
l30

MORALES, Fennin (2009): "La malversación", en QuNrERO, Gonzalo (dir.),


r
Comentarios a la Parte especial del Derecho penal, 8' edición (Cizur
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JURISPRUDEKC!A CITADA

Corte Suprema de Chile, Rol N' 38490-2017, de 24 de agosto de 2018.


Corte Suprema de Chile, Rol N" 2379-12, de 15 de junio de 2012.
Corte Suprema de Chile, Rol N� 735-2003, de 30 de enero de 2006.
Corte de Apelaciones de Concepción, Rol Nº 13060-2002, de 7 de abril
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Corte de Apelaciones de Concepción, Rol N' 3591-2001, de 7 de julio
de 2006.
Corte de Apelaciones de Coyhaique, Rol N' 31-2009, de 28 de abril de
2009.
Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N' 2051-2014, de 22 de junio de
2015.

CAPiTI:LO Ill. Ds LOS C!\JMENF.S y Sl:MPLES oarros


COMETIDOS !'011. EM?l.EAOOS PÚBLICOS EN El OESEMFE:il:O DE SUS CARGOS (TíTUtO V)
pogs, 111-130

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