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En cuanto a los hechos se señala que desde el 2003 de manera incipiente y desde el 2006
y 2009 y hasta el 2011 la Polar realizó una práctica reiterada y sistemática denominada
“renegociación por sistema”, la cual consiste en que un número cada vez mayor de créditos
pasaron a componer la cartera de créditos vigentes de la empresa. Lo anterior, mediante la
renegociación unilateral que desarrollaba, colocando al día la deuda, además de conceder
nuevos plazos para el pago, sin previo abono, consentimiento ni conocimiento de los clientes.
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ALUMNO MAGÍSTER DERECHO CIVIL PATRIMONIAL UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES.
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Asimismo, se expresa que Prince Waterhouse Coopers, encargada de realizar las auditorías
externas de la Polar, no advirtió las situaciones anómalas ni el falseamiento doloso de la
información prestada. No obstante, que los datos entregados revelaban que no es normal que
tantas personas renegociaran sus deudas.
En virtud de lo anterior, la AFP deduce recurso de apelación. Sin embargo, una sala de la
Corte de Apelaciones confirmó la sentencia en todos sus extremos.
I. EL PROBLEMA JURÍDICO
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CORRAL (2016) PP. 21-22.
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CORRAL (2016) PP. 21-22.
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solidarias, “pues, por una parte, la ley no ha establecido expresamente la solidaridad y, por
otra, no estamos en presencia de una obligación con pluralidad de deudores que debe
satisfacerse en su totalidad por cada uno de ellos; pues, como se ha dicho, se trata de
obligaciones diversas, aunque coincidentes total o parcialmente en el objeto de las
prestaciones debidas”4.
En lo que sigue, para determinar la forma en que deben ser condenados la Polar y Price
Waterhouse Coopers:
II. INTERPRETACIÓN TRADICIONAL DE LA UNIDAD DE ACCIÓN DEL ART. 2317 DEL CÓDIGO CIVIL
Uno de los presupuestos que dispone el articulo 2317 para que opere la solidaridad
consiste en que debe tratarse de un “mismo delito o cuasidelito”. A este respecto, expresa
Mendoza-Alonzo que “el legislador utilizó la terminología propia de la época en la que la
concepción de la responsabilidad civil estaba asociada a una visión penal-sancionatoria de la
misma”6. Según Mendoza- Alonzo esto es así, debido a que “el uso de la terminología ‘delito’
o ‘cuasidelito’ civil corresponde a un enfoque que se centra en el dañante (su intención) y no
se condice con la actual mirada que se tiene de la responsabilidad civil en la que el foco
central es el daño y su reparación integral”7.
4
CORRAL (2016) PP. 21-22.
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LA CUAL CONSISTE EN LA INTERPRETACIÓN DOMINANTE, TANTO EN LA DOGMÁTICA COMO JURISPRUDENCIA
CHILENA.
6
MENDOZA- ALONZO, (2021), P.273.
7
MENDOZA- ALONZO, (2021), P.273.
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Asimismo, Mendoza- Alonzo de una interpretación del tenor de la norma señala que
“entendemos que tanto el daño como el hecho que lo causa debe ser el ´mismo´, por lo que
ambos elementos -causa y daño- están estrechamente vinculados”8.
Por otra parte, Alessandri refiere que “para que proceda la responsabilidad solidaria
establecida por el art. 2317, es indispensable que un mismo y único delito o cuasidelito haya
sido cometido por dos o más personas, es decir, que el hecho ilícito de donde deriva el daño
sea ejecutado por dos o más personas, en otros términos, que haya pluralidad de sujetos, pero
unidad de hecho”9.
En el mismo sentido Barros expresa que “(…) existe en esta situación un solo hecho, en
que participan dos o más personas conjuntamente. Es el caso de una concertación dolosa para
engañar a un tercero; de los carteles monopólicos; de participación de varias personas en una
actividad que realizan conjuntamente, sin que se sepa quién precisamente causó el daño
(actos de matonaje, accidentes con ocasión de una cacería donde participan muchos); y, en
general, de la coparticipación según es definida en el derecho penal (coautoría, complicidad
y encubrimiento). Lo característico en estos casos es que el hecho tiene una orientación final
que es compartida, de diferentes maneras, por quienes intervienen en su ejecución. Así, se ha
fallado, por ejemplo, que es un caso de coparticipación el de ‘profesionales y empresas que
participan en el complejo proceso de construir un edificio’ (…)”10.
8
MENDOZA- ALONZO, (2021), P.273.
9
ALESSANDRI (1943), PP.488-289.
10
BARROS, (2005), PP. 421-422.
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ROL Nº 2.838-2015 CARATULADOS “WOLDE ANRIQUEZ JUNGHANNS CON CAPTAGUA S.A. Y OTRO.
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embargo, la dogmática tradicional ha interpretado que uno de los presupuestos para su
aplicación es que el daño sufrido por la víctima se origine de un mismo hecho12.
III. INTERPRETACIÓN AMPLIA DE LA UNIDAD DE ACCIÓN ART. 2317 DEL CÓDIGO CIVIL
Como se expresó en el acápite anterior, del caso sub lite, se desprende que no concurre
uno de los presupuestos que según la interpretación de la dogmática “tradicional” y la
sentencia de la Corte Suprema referida señalan el cual corresponde a que el daño sufrido por
la victima se origine de un mismo hecho.
Debido a no ser posible la aplicación del artículo 2317, que tiene como presupuesto la
interpretación referida, se ha recurrido a la figura de las obligaciones in solidum. Sin
embargo, esta institución de origen francés se creó ante la falta de una regla como la del 2317
del Código Civil chileno. Así, Aedo y Munita señalan respecto de las denominadas
obligaciones in solidum que “el traslado de la figura en análisis al sistema chileno ha tenido
un devenir distinto, en la medida que el Código Civil chileno, a diferencia del francés y de
todos aquellos atentos a su tradición, consagró una regla de responsabilidad solidaria en el
caso de concurrir copartícipes del daño. Andrés Bello fue, por consiguiente original”13. En el
mismo sentido, expresa Mendoza- Alonzo que “la obligación concurrente o in solidum tuvo
su origen en Francia como solución jurisprudencial ante la falta de un artículo como el 2317
c.c. chileno”14.
12
ALESSANDRI (1943), P.352; BARROS, (2005), P.443.
13
AEDO Y MUNITA, (2021), P.431.
14
MENDOZA- ALONSO, (2021), P.269.
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Por otra parte, en el art. 2317 del Código civil se presentan las excepciones a la
solidaridad, las cuales corresponden a las hipótesis de los artículos 2323 y 2328. En este
sentido, al existir excepciones, debe interpretarse la regla general en sentido amplio.
El art. 2325 del Código Civil expresa la hipótesis de responsabilidad por el hecho ajeno.
La cual consiste en el derecho a repetir del tercero civilmente responsable en contra del
agente directo del daño. Esta hipótesis, supone que el tercero fue demandado y pagó el total
de la deuda, pues, debido a lo anterior, nace el derecho a repetir contra el agente directo del
daño por la parte correspondiente. De esta hipótesis, se desprende que existen dos hechos,
uno del tercero civilmente responsable y otro del agente directo del daño. Sin embargo, pese
a la existencia de dos hechos, existe solidaridad. Ya que, la hipótesis del articulo referido
supone que el tercero civilmente responsable pagó el total y por ello, tiene derecho a repetir
contra el agente directo del daño. En efecto, no obstante, la existencia de dos hechos, hay
responsabilidad solidaria.
4°) Que en el caso concreto no existe duda que el supuesto fáctico que origina el daño,
es el actuar ilícito de quien se desempeñaba hasta ese entonces como auxiliar del
establecimiento educacional del que era alumna la víctima, acaecido el día 16 de abril
del año 2007. Sin embargo, cabe destacar que no es este siniestro por sí sólo el que
genera la responsabilidad pues no existe una sola acción que determine su
configuración, sino que la producción del daño se debe a la participación simultánea
de varias culpas, a saber, la omisión culpable que determina la responsabilidad de la
codemandada, motivada por la ausencia de medidas de seguridad cuya falta reprocha
el fallo a la Corporación demandada, así como por la mantención de instalaciones
sanitarias inadecuadas. Se trata de un caso en que el agente ha participado de la omisión
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ROL N° 1035-2019 DEL 7 DE ENERO DE 2020.
16
ROL N°10.658-2017 DEL 10 DE MAYO DE 2018.
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dañosa, pues no sólo ha contribuido a la producción del daño, sino que, atendida la
complejidad del hecho ilícito, ha participado en su producción. Justamente, en
consideración a las circunstancias que originan la responsabilidad de los demandados,
es factible establecer la unidad de hecho que origina la solidaridad, siendo del caso
destacar que es aquello lo que permitió accionar en contra de los demandados en la
forma como se dedujo la pretensión.17
En efecto, según se desprende del voto en contra referido, no obstante, la existencia de dos
hechos existe responsabilidad solidaria.
CONCLUSIONES
Sin embargo, para prescindir de las obligaciones in solidum, basta con una interpretación
amplia del articulo 2317 en lo referente a la “unidad de acción”. Esta interpretación, tiene su
justificación, por una parte, en las excepciones de los artículos 2323 y 2328 que conllevarían
a interpretar la regla general de manera “amplia”. Por otra, en la genesis de las obligaciones
in solidum las cuales se aplicaron debido a una falta de regulación normativa en la hipótesis
en que dos o más personas sean responsables de un mismo hecho.
En efecto, se debe acoger la solidaridad no siendo para ello necesario adoptar las
obligaciones in solidum como lo ha hecho la postura dominante en la dogmática civil chilena.
Satisface interpretar el articulo 2317 de forma amplia por los argumentos expresados.
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ROL N° 38145-2017. CORTE SUPREMA.