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Una magistratura, en la Antigua Roma, fue un cargo y conjunto de atribuciones con las cuales se
investía a un ciudadano para que desempeñara determinadas funciones relacionadas con la
administración y dirección política de la ciudad.
En la República romana, finalizada la monarquía (año 509 a. C.), el lugar del rey fue ocupado por
dos magistrados a los que se llamó primero pretores y luego cónsules.
Según la tradición romana, la aristocracia –para evitar los abusos en que habían incurrido los
antiguos reyes– estableció una serie de medidas limitantes al poder de los nuevos oficiales. Así,
se dispuso que cada uno tuviera veto sobre las decisiones del otro (intercessio); que gobernaran
solo por un año; que las penas o castigos que impusieran pudieran ser apeladas ante las
asambleas del pueblo (provocatio ad populum) y que, una vez terminado su mandato, fueran
responsables por los actos contrarios a la ley que hubiesen podido cometer en el cargo.
Con el tiempo, las funciones de los cónsules se disgregaron en una serie de nuevas magistraturas,
a saber: la cuestura (447 a. C.); la censura (443 a. C.); la pretura urbana (367 a. C.); la edilidad
(365 a. C.), y la pretura peregrina (242 a. C.). Todas ellas compartían las características de ser
colegiadas, temporales y responsables.
Dichas magistraturas constituían el gobierno regular de la ciudad y por ello eran llamadas
ordinarias. Frente a ellas, atendiendo la necesidad de contar con una conducción unitaria y firme
para los períodos de crisis, se creó la dictadura (en torno al año 500 a. C.) la cual fue incorporada a
la constitución republicana con el carácter de magistratura extraordinaria. Otras magistraturas de
igual carácter, pero de existencia restringida a determinados períodos de la República, fueron: el
decenvirato y el triunvirato.
Principales Magistraturas durante la Monarquía:
a) El Rey era electivo; el Senado suscitaba el candidato y lo proponía a la
Asamblea de ciudadanos. El prestigio del monarca era considerable por ser
jefe supremo del ejército y pontífice máximo de la religión. Si bien le
correspondía el nombramiento de los funcionarios, su autoridad distaba
mucho de ser absoluta, pues requería en general la aprobación del Senado y
de la Asamblea que limitaban su poder.
b) El Senado romano reclutado entre los jefes de familia–patres familias–, era
un Consejo de ancianos, venerables sacerdotes del hogar que constituían la
más sagrada autoridad y la más augusta asamblea que fuera dado concebir.
Daban su parecer en todo asunto del Estado y ejercían el más exacto
contralor. En ausencia del Rey, el Senado gobernaba el Estado y lo mismo a
su muerte hasta que se nombrara un sucesor. Ya importante en tiempo de
los Reyes, el Senado vió culminar su influencia bajo el régimen de la
República, en cuyo periodo la historia de Roma puede resumirse en la
historia del Senado.
c) A la Asamblea podían concurrir todos los ciudadanos, es decir los patricios
que no eran senadores (y más tarde sus clientes). Convocada por el rey o por
el senado, le correspondía ratificar la elección del monarca, aprobar la paz y
la guerra y discutir proyectos de ley.
El Senado y la Asamblea amplificaron poco a poco sus atribuciones y limitaron a tal extremo el
poder real que el monarca se vió pronto en la obligación de no resolver nada sin el consentimiento
de esos dos cuerpos del Estado: el Senado y la Asamblea. De ahí que los reyes, sintiéndose
esclavos en su cargo, intentaron obrar con independencia, lo que explica a su vez su frecuente
eliminación por el Senado.
Versión Resumida:
Versión Larga:
Su nombramiento recayó en los Comicios Centuriados y con el mismo ceremonial religioso que se
usaba para la elección del cónsul. La insignia de su cargo era la toga pretexta. Al Pretor
correspondían además las funciones consulares cuando los cónsules estaban ausentes.
El pretor era patricio hasta el 337 a. C. en que pudieron acceder a la pretura los plebeyos.
Progresivamente los plebeyos ostentaron la magistratura en la mayoría de las ocasiones.
El pretor de Roma dividió sus funciones a partir del 242 a. C.: el Praetor Urbanus se ocupó de las
cuestiones de los ciudadanos; y el Praetor Peregrinus de las cuestiones suscitadas entre
ciudadanos romanos y no ciudadanos. La división de funciones fue necesaria por el incremento de
las causas.
A fines del siglo III a. C. los Decemviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que
pasaron a los Triunviri nocturni.
Simultáneamente a estos Cuestores judiciales existieron los Cuestores administrativos, en los que
el rey delegaba la administración de los fondos públicos. Con la república sus funciones pasaron a
los cónsules, que las delegaron en dos cuestores civiles (para el Tesoro público) y dos cuestores
militares (para las arcas del Ejército). Más tarde su nombramiento pasó a los comicios tribunados.
Magistraturas extraordinarias
La dictadura
La dictadura era en la Antigua Roma el gobierno extraordinario que confería a una persona, el
dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de
guerra;5 la dictadura nació, al parecer, a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en
ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del
Senado que tenía la potestad de determinar cuándo era necesario el nombramiento y quién debía
ocupar el cargo. Dicho cargo tenía una duración de 6 meses. En un principio, solo los patricios
podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a
los plebeyos.
a) Potestas: capacidad de mando inherente al cargo que capacita para dar órdenes. Sus
elementos: Intercessio: oposición a la decisión de un colega, veto.
b) Nombramiento de funcionarios.
c) Derecho a representar a la República ante un particular como en una firma.
d) Auspicium: derecho de buscar la aprobación de los dioses. Obligatoriedad de consultar los
auspicios en nombramientos, en guerra y comicios.
e) Imperium: dos clases, el militar que ejercen los magistrados fuera de la ciudad; comprende
la administración de los territorios conquistados, convocar al ejército y acuñar moneda
para el ejército. El imperium domi es el que se ejerce dentro de la ciudad, cuyo atributo
principal es el derecho a la coacción: derecho a actuar de forma ejecutiva y judicial si un
subordinado no acataba las órdenes.
f) Iurisdictio: poder para intervenir en asuntos judiciales.
El derecho penal no era de carácter público al principio, éste era ejercido por
el pater familiae, gracias al derecho de la patria potestad. También abarcaba
tres divisiones de acuerdo al ámbito en que se desenvolvía:
c) Imperio:
Las fuentes del derecho en Roma fueron seis: Las Leyes, Los Plebiscitos, Los Senadoconsultos, Las
Constituciones Imperiales, Los Edictos y Las Respuestas de Los Prudentes.