Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SC3432-1
¿Por qué algunos chicos se motivan para estudiar y a otros hay que perseguirlos? ¿Por qué algunos se
esfuerzan, perseveran y logran sus objetivos mientras que otros se frustran y abandonan?
Si bien es cierto que la razón puede ser multicausal, en muchos casos los chicos no pueden hacerle frente
a los desafíos académicos porque no saben estudiar, es decir, no han desarrollado hábitos de estudio. En
estos casos, cuanto antes reciban ayuda, antes podrán desarrollar la autonomía necesaria para lograr sus
objetivos académicos.
Podemos acompañar a nuestros hijos en el proceso, pero los responsables de estudiar y cumplir
con sus obligaciones son ellos. No aprobar debe ser un aprendizaje para ellos, no un castigo para
nosotros. Cada acción genera una consecuencia y deberán hacerse cargo de no haber estudiado en el
momento oportuno o pedir ayuda cuando debieron hacerlo.
No debemos olvidarnos de que, como adultos, somos custodios de la autoestima y autoconfianza de nuestros
hijos, por lo tanto debemos cuidar mucho lo que les decimos y nuestra actitud frente a la situación que haya
generado algún fracaso escolar. Que nuestro hijo se sienta mal no hará que se comporte mejor. Pero si se
siente bien acerca de él mismo, podrá colaborar mejor. Lo que buscamos no es que deje de hacer lo
que no queremos por miedo, sino por su propia satisfacción.
Lidiar con un niño desafiante, enojado o frustrado porque no quiere estudiar requiere de un enfoque
calmado, cálido, objetivo y asertivo, y despersonalizar lo que está sucediendo. Es importante estar calmados
para poder responder y no reaccionar y no permitir que esta situación atente contra la armonía familiar.
- Destina tiempo para acompañarlos y guiarlos en el desarrollo de hábitos de estudio. A estudiar, se aprende.
Si bien puede no estar preparado para enseñarles matemática, puedes enseñarle a organizar su tiempo, a
tener carpetas, cuadernos y materiales completos, a completar sus carpetas si faltaron, a llevar una agenda
con las tareas a completar, listas de tareas, a organizar el sector de estudio para no tener que interrumpirse,
etc. O simplemente, a estar cerca para que se sientan acompañados.
- Procura que minimicen las interrupciones: no al celular cerca, sí a un vaso de agua para evitar levantarse
porque tienen sed, etc.
- Ayúdalo a identificar cómo estudian mejor: ¿con música o en silencio? ¿con comida cerca, o no?, ¿Con
compañeros o solos?, ¿sentados en el piso o en una mesa?, ¿antes de ir al colegio o después?
- Aliéntalo a procesar lo que leen para que lo entiendan, no a repetir de memoria. Es importante que estudien
para saber, no solo para aprobar. Cuando los chicos estudian para aprobar, se olviden lo estudiado al poco
tiempo.
- Trata de hacerlo interesante. Cuanto más involucrados en el tema estén, más fácil será que se sienten a
estudiar. Que utilicen diferentes recursos o busquen tutoriales interesantes va a facilitar que se motiven
más, en vez de solo tener que leer de un apunte, por ejemplo.
- No nos olvidemos que lo de la multitarea es un mito: Debemos hacer una cosa a la vez. Cuando nos
distraemos, nos cuesta mucho volver a concentrarnos, por eso, asegúrate de que tu hijo “prepare” su lugar
de estudio: que no lo interrumpan, que no esté viendo tv al mismo tiempo, o mandando mensajes por
WhatsApp.
- Alienta que estudie con amigos: somos seres sociales. Cuando estudiamos con uno o dos amigos,
haciéndonos preguntas y repasando, ayudamos a que la información llegue mejor a la memoria de largo
plazo.
- Hay que repetir para recordar. Si leemos una vez y pasamos a otro tema, el cerebro no lo toma como
importante y no generamos conexiones neuronales fuertes. Hay que repetir la información, pero en
diferentes momentos y de diferentes maneras. Estudiar en varios días diferentes, repitiendo la información
en sus palabras, es más efectivo que estudiar todo en un solo día.
- Pausas activas: cuando la atención decae, de nada sirve insistir. Recuérdale a tu hijo que tome recreos
activos breves. Que salga a caminar, que baile, que se mueva. Este movimiento hará que su mente vuelva
a estar en condiciones de retener la información.
- Fomenta que duerma muy bien la noche anterior: No dormir después de estudiar e ir derecho a rendir un
examen es muy poco beneficioso. En cambio, si estudia, y después duerme bien a la noche, va a recordar
mucho más, porque el sueño consolida la memoria.
. https://www.infobae.com/opinion/2021/09/09/los-chicos-y-el-estudio-como-acompanar-sin-hacerlo-por-ellos/
Agradecemos su compromiso y apoyo en esta tarea tan importante para el desarrollo integral de nuestros
estudiantes.
Les deseo un excelente mes, que el Señor Jesús, Nuestra Señora de La Presentación y Marie
Poussepin, los acompañen y que en sus familias reine la unión, la paz y el amor.