MEMORIA DESCRIPTIVA DEL

ARTESANO
FRANCISCO RIENDA TRILLO
Mi nombre es Francisco Rienda Trillo, hace ya cerca de 8 años
comencé a explorar el oficio artesano del cuero leyendo libros
antiguos que explican la forma de trabajar la piel sin el uso de
ninguna maquinaria eléctrica.

Al principio todo era un hobby, para satisfacer mi necesidad de

adquirir diferentes conocimientos acerca de las artesanías, pero
este oficio, podemos decir que es adictivo, pues cuando uno
comienza a trabajar el cuero puede ver que no hay límites a la
hora de la creación.

Poco a poco a lo largo de esos 8 años he seguido formándome

autodidácticamente hasta crear un producto único y singular que
expresa mis ideas estéticas y estilísticas, continuando siempre con
la premisa de seguir formándome y seguir sin usar maquinaria
eléctrica, para así crear productos únicos, los cuales puedo
reproducir, pero nunca imitar, debido a que al usar técnicas
solamente manuales es imposible crear copias exactas de cada
producto. Por este motivo creo que es el momento de dar el
siguiente paso y confirmar que soy realmente un artesano
certificado, para cualificar mi trabajo y así tener más posibilidades
de que este sea valorado y poder mercantilizar de forma
profesional mi oficio.

A continuación paso a mostrar los trabajos y técnicas que hoy en

día realizo en mi pequeño taller.
MATERIA PRIMA:

Tras una larga búsqueda al final conseguí encontrar el

cuero que mejor se adaptaba a mi técnica, debido a
que para las herramientas y técnicas que uso necesito
un cuero limpio, no prensado. Hoy en día uso un cuero
adquirido en Villarramiel (Palencia), el cual está curtido
de forma vegetal con taninos de castaño, normalmente
suelo usar la parte del cuero vacuno que se denomina
vaquetilla, aunque para las piezas de más grosor como
los cinturones, prefiero el uso de la parte que se
denomina cuello (pues es mas rígida).

Para los interiores y para forrar las piezas suelo usar

badana de oveja adquirida en la misma ciudad de
Villarramiel, esta piel también está curtida de forma
vegetal y de forma tradicional usando taninos de
avellano y de castaño.
TÉCNICAS:

Todos mis procesos son 100% manuales desde el corte

hasta el pulido final de la pieza con aceite animal.

Comenzamos con el desarrollo del patrón el cual lo

hago a través de plantillas que yo mismo diseño
gracias a mis conocimientos de dibujo técnico.
Posteriormente pasamos el patrón creado al cuero, el
cual lo marcamos con un punzón y luego procedemos
al corte de la pieza con el uso solamente de cuchillas
(normalmente suelo usar un cúter, aunque para
algunos detalles uso un bisturí).

Cuando tenemos el cuero cortado, procedemos a

limpiar la materia prima usando un preparador del
cuero, para así dejar el cuero limpio y abrir los poros
para que tanto el agua como los tintes se fijen
correctamente.
Dependiendo del proyecto a realizar usamos a
continuación diversas técnicas:

Si vamos a repujar, primeramente humedecemos el cuero

para ablandarlo y poder usar la herramienta de repujado.
En este punto nos singularizamos y diferenciamos de la
mayoría de los artesanos nacionales al usar la cuchilla
giratoria para comenzar a trabajar la técnica del
repujado.
Cuando ya hemos pasado las líneas con la cuchilla
procedemos a usar los diferentes troqueles a golpe
de martillo para configurar los relieves.

Tras realizar la construcción del relieve pasamos de

nuevo a usar la cuchilla giratoria para realizar los
cortes decorativos.

El relieve que creamos es totalmente diferente a las

técnicas más usadas en el península que son el
guadamecí trabajado con buriles y usando una
plantilla de volumen (aunque esta técnica también la
dominamos y en diversos proyectos también la
usamos), pero prefiero el uso de la cuchilla, pues deja
el repujado más firme y las líneas de los contornos
mejor delimitadas y marcadas, generando un efecto
con el tintado más sólido.
En caso de solo realizar una decoración de borde,
solo humedecemos la piel para marcar las líneas el
contorno del proyecto y proceder a realizar la
decoración golpe a golpe con diferentes troqueles
de formas definidas.
Si solo vamos a tintar en este proceso no humedecemos la piel y
procedemos al tintado con la técnica de muñequilla, usando un trapo
de algodón para transferir el tinte al cuero.

A la hora del tintado manejo diferentes tipos de pinturas: acrílicas, al

alcohol y al aceite. Para los proyectos repujados suelo usar primero
pintura acrílica para acentuar los detalles y el fondo del diseño, usando
para ello un pincel, luego tras la aplicación de la pintura acrílica suelo
usar una patina envejecida acrílica o al agua dependiendo de la
cromática que quiera conseguir. Estas pátinas las aplico o con esponja o
con borla sintética, retirando el excedente con papel (normalmente
papel de cocina, pues es mas absorvente)
En el tintado de las piezas lisas sin repujado, como he
mencionado anteriormente, usamos la técnica de
muñequilla. Con un trapo de algodón extendemos el tinte
de forma homogénea, la intención es resaltar las vetas
naturales del cuero. Para este proceso suelo utilizar tintes
al alcohol o tintes al aceite.

Tras el tintado de las piezas usamos una laca especial para

proteger la pintura y evitar que se desprenda del cuero,
esta laca la aplicamos a esponja y luego la retiramos y
pulimos con papel.
El montaje de las piezas lo realizamos usando un pegamento especial
para el cuero, extendiendo el pegamento o con una espátula o con un
palito, en función de la superficie que queramos pegar.

Posteriormente, procedemos al agujereado de las piezas ensambladas,

usando para ello un tenedor de 8 puntas, 4 puntas o 2 puntas (según la
superficie dispuesta a ser agujereada). Normalmente usasmos un
tenedor de punta recta, aunque para diferentes proyectos de costuras
usamos también tenedores en ángulo, como por ejemplo cuando
hacemos costuras de borde con tira de cuero, para realizar diferentes
tipos de costuras (punto español, doble cordovan o triple cordobán) así
como para costuras decorativas realizadas con tireta de cuero.
La costura tradicional que realizamos mayoritariamente es la costura
conocida como costura de guarnicionero, usando doble puntada con
hilo encerado, creando de esta manera una costura que aguantará para
siempre, pues el hilo se entrelaza en los agujeros y no se descoserá
nunca. Para coser usamos la tradicional tabla de guarnicionero para
sujetar la pieza mientras cosemos.
Cuando ya tenemos la pieza cosida procedemos al lijado de la pieza,
normalmente lo hacemos a mano usando diferentes tipos de lija,
solamente en piezas muy gruesas procedemos primero a usar una
dremel para el lijado y eliminar de forma más eficiente los restos de
pegamento que pudieran quedar. Normalmente hacemos tres lijados
combinándolos con el tinte especial para cantos.
El matacantado de la pieza lo hacemos de forma manual usando
matacantos de diferentes medidas en función del proyecto que
se está realizando, para su tintado usamos un tinte especial para
cantos realizado en base de aceite. Para el bruñido usamos un
bruñidor de madera de sándalo y finalmente usamos una goma
especial para el pulido del canto llamada Tokonole, la cual en
diferentes proyectos la mezclamos con el tinte usado para el
tintado para crear el color del canto igual que el color que hemos
usado para tintar la pieza. O simplemente usamos el Tokonole
para dejar el canto al natural.

El último paso que realizamos es el engrasado final de la pieza

usando para ello aceite de pata de vaca, para limpiar y abrillantar
el proceso. El aceite lo aplicamos con trapos de algodón.
En el caso de los cinturones, correas de bolsos o pulseras usamos una
herramienta llamada saca-tiras y cortamos la piel con el ancho que
necesitamos para hacer el proyecto.

Para los trenzados usamos tiras de cuero de curtición vegetal, las cuales
ya compramos biseladas y rebajadas, aunque para algunos proyectos
pequeños usamos un lacemaker para sacar nosotros mismos la tireta
del cuero que pretendemos usar.

Los remaches, broches y demás fornituras las colocamos a golpe

usando diferentes boteadores, aunque también usamos la “vulcan”
(prensa manual) para colocarlos.

Cada pieza que sale de nuestro taller es totalmente única y singular,

podemos reproducirla pero nunca hacerla exactamente igual, pues
tanto el color como el diseño siempre va a tener pequeñas variaciones
debido a que los procesos de creación y confección son totalmente
manuales, intentando poner en valor la artesanía más pura y
tradicional.
EJEMPLOS DE PIEZAS FABRICADAS EN EL TALLER
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