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CONCEPTO DE PERITO:

De acuerdo con lo que se ha expuesto de la posición de Alsina, la definición que


trae este autor, es la siguiente: “perito es un técnico que auxilia al juez en la
constatación de los hechos y en la determinación de sus causas y efectos,
cuando media una imposibilidad física o se requieran conocimientos especiales
en la materia”.

Guasp expresa el concepto de perito diciendo que es “la persona que, sin ser
parte, emite con la finalidad de promover la convicción judicial de un determinado
sentido, declaraciones sobre datos que habían adquirido ya índole procesal en el
momento de su captación” En este concepto Guasp se destaca a la pericia como
uno de los medios de prueba personales, en los que el instrumento productor de
la convicción judicial es una persona, que en este caso, es un tercero, sin otra
relación con litigio que el encargo procesal que recibe del juez para percibir o
enjuiciar ciertos datos ya incorporados al proceso en el momento de recibir el
encargo.

El perito es el tercero, calificado y capacitado técnicamente idóneo, quien es


llamado a dar su opinión y dictamen fundado en un proceso, acerca de la
comprobación de hechos cuyo esclarecimiento requiere conocimientos especiales
sobre determinada actividad, técnica o arte, del cual es ajeno el juez.

DESIGNACIÓN DE LOS PERITOS.

Es muy difícil encontrar un sistema de organización de la prueba pericial que


conduzca a llenar las existencias técnicas y prácticas de un adecuado dictamen
pericial. La atención se ha proyectado especialmente en lo que toca a la
designación de los peritos, porque se piensa que si cada litigante nombra el
experto que le corresponde, generalmente el experto designado actuará de
acuerdo con la posición que interese defender a la parte que lo ha propuesto, y
de esa manera los dictámenes periciales de ante mano se sabe que serán
opuestos y contradictorios. Que, en ese evento, toca decir la última palabra al
llamado “tercero para el caso de discordia”, quien a su vez asume funciones de
tercero dirimente de la antagónica situación de los expertos de las respectivas
partes contendientes.

Por ellos se h dicho que sería mejor el nombramiento directo, por parte del Juez,
de un solo experto, para evitar la estéril discusión sobre los dictámenes opuestos
de los expertos nombrados por los litigantes. Este sistema del nombramiento de
experto por parte del Juez estuvo en vigor en nuestro medio forense en el
procedimiento de trabajo (art. 352 del Código de Trabajo anterior) Pero en la
práctica no dio resultado y se volvió a la designación de expertos por cada parte
(Art. Del Dto. 1441 del Congreso de la República).

La norma relativa a que las partes sólo podrán recusar a los expertos que
hubieren designado, por causas posteriores al nombramiento se explica por si
sola, ya que la parte debe tener buen cuidado de hacer la selección de su experto
antes de proponerlo. Pero si con posterioridad a la designación ocurrieren hechos
que ameriten su recusación, la parte debe hacer valer esta incompatibilidad.

La norma estableció que la resolución que se dicte en los incidentes de


recusación de expertos no es apelable, con la finalidad ya indicada de que esta
diligencia no se vea obstaculizada de su desarrollo.

Luego que se hubieren designados a los expertos y eliminado las


incompatibilidades que pudieran existir, el juez dicta una resolución que debe
contener:

1. Confirmación del nombramiento de los expertos

2. Fijación de los puntos sobre lo que deberá versar el dictamen; y

3. Determinación del plazo dentro del cual deberán rendir su dictamen,


pudiendo exceder del término ordinario de prueba.

FACULTADES DE LOS PERITOS

No hay ninguna disposición especial en el Código que establezca hasta donde


llegan las facultades de los expertos, lo cual en cierta forma es lógico, porque se
trata de apreciaciones de tipo técnico que quedan fuera de control de las normas
jurídicas.

Sin embargo, si puede plantearse el problema en relación a los puntos que son
objeto de la prueba pericial. Aquí si tiene importancia la consideración de las
facultades de los peritos, porque éstos, en su dictamen no pueden salirse de los
puntos determinados por el juez en su resolución.

Es también indudable que los expertos pueden desenvolverse con entera


independencia, y en ese sentido, pueden recabar privadamente las informaciones
que les parezcan oportunas en lo que toca a los hechos que se discutan, aunque
es obvio que esas informaciones si provienen de personas a quienes les consten
los hechos no tendrán ninguna fuerza probatoria como prueba testimonial. Sin
embargo, sí creemos que los expertos no pueden valerse de medios de prueba
que no figuren en el proceso y que no hayan sido aportados por las partes o
llevados a la causa por el juez en el caso de las diligencias para mejor proveer.
De otra manera, podrían incorporarse al proceso, a través de la diligencia pericial
elementos de prueba que las partes no han propuesto y sobre los cuales no se ha
ejercido el debido control en su recepción.

RESPONSABILIDADES DE LOS PERITOS

En este ámbito, el perito será responsable de los daños, materiales y morales, y


los perjuicios que su actuación cause a las partes o a terceros por la falta de la
diligencia que le es exigible en la realización de un peritaje.

La situación que origina responsabilidad para los expertos puede ser de índole
civil o de naturaleza penal. En el primer caso, puede suceder que el experto
nombrado, que haya aceptado el cargo y a quien se le hubiere discernido éste, no
cumpla su cometido dentro del término fijado por el juez. A esta posibilidad se
refiere el artículo 168 del Código Procesal: “Si al ven-cimiento del plazo señalado
a los expertos no fuese presentado el dictamen, el Juez declarará caducado el
encargo, salvo que las partes, de común acuerdo, solicitaren el otorgamiento de
un nuevo plazo, que no podrá exceder de la mitad del anterior y que se contará a
partir del vencimiento del mismo.1

ANALISIS DE SENTENCIA APELACION AMPARO 7242-2019


1
Aguirre Godoy Mario, Derecho Procesal Civil de Guatemala tomo 1, Centro Editorial VILE, Guatemala 1973
(pag. 666 a la 674)
La sentencia apelación amparo expediente 7242-2019 encontramos una
resolución de la corte de constitucionalidad en la que nos da fecha de emisión y
así mismo nos dice que procederá a la revisión de la sentencia emitida ya que fue
sometida a apelación y amparo en contra del Juez de Primera Instancia Civil,
Económico Coactivo, trabajo y previsión social del municipio de San Benito del
departamento de Petén.

Como segundo punto encontramos lo que son los antecedentes, en la cual se


encuentra el primer amparo lo que es una narración en la cual nos describe los
actos reclamados, los violaciones que denuncia, hechos que motivan el amparo y
producción del actos reclamados, este expediente nos indica que fue dado con
lugar la solicitud para el diligenciamiento de medios de prueba dándole audiencia
y con plazo fijado, en la cual sabemos que todo esto conlleva un proceso y la ley
nos estipula plazos en la cual se deben rendir, no diligenciadas estas pruebas en
el momento oportuno estas no podrán ser presentadas, así mismo si el Juez no
las cree necesarias o estas podrán ser rechazadas.

De los actos reclamados esta la resolución del diligenciamiento de pruebas de


expertos, y que el Juez de primera instancia declaró sin lugar el recurso de
revocatoria en la cual fue presentado ya que no estaban de acuerdo con la
resolución de los medios de prueba, como violaciones de denuncia, se presentó el
derecho a la tutela judicial efectiva en la cual esto significa que piden la
posibilidad de deducir ante el órgano jurisdiccional la pretensión necesaria para
defender y proteger sus derechos e interés legítimos frente a cualquier conducta o
actuación que pudiera afectarlos.

Este proceso nace por el desacuerdo de una compraventa en la cual fue


autorizada por un notario, por un lado, esta como vendedor el hijo y como
comparadora la madre, pero quien interpuso la demanda es la esposa del
vendedor ya que este ha fallecido; y es por ello que aquí se solicita como medio
de prueba el dictamen de un experto en la cual este se encarga de examinar las
firmas pactas en el protocolo por el supuesto vendedor.

Debido al desacuerdo durante el proceso también se plantío la insistencia de que


las pruebas fueron diligenciadas después del plazo correspondiente en la cual no
tenían porqué dar lugar, pero el juez determinó sin lugar los recursos presentados
ya que consideró el medio de prueba importante y presentado en el plazo
correspondiente.

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