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ISFD “Prof Alberto Mario Crulcich” ISAC

Carrera: Profesorado de Teatro – Turno Tarde

Carrera: Profesorado de Artes Visuales – Turno Mañana

Curso: 3° Tercer Año

Materia: Sociología de la Educación – 1° Cuatrimestre

Profesora: De La Fuente, María José

CLASE N° 5

Unidad N° 2: Educación, Estado y Sociedad.

Contenidos:

1.4 Presupuestos teóricos de una tipología de la dominación. Los tipos puros de dominación.
Burocracia y educación.

1.4.1 Las sociedades disciplinarias: el poder disciplinario sobre los cuerpos. Los instrumentos del
poder disciplinario. La sanción normalizadora. El examen.

1.4.2 Las sociedades post-disciplinarias y la crisis de las instituciones.

Los tipos puros de dominación. Burocracia y educación.

Retomemos los aportes del Profesor Emilio Tenti Fanfani (2013), quien nos dice:

La dominación – nos dice Max Weber- o sea la probabilidad de hallar obediencia a un mandato
determinado, puede fundarse en diversos motivos: puede depender directamente de una
constelación de intereses, o puede depender también de la mera costumbre, o puede fundarse en
el puro afecto, en la mera inclinación personal del súbdito. Es decir, que el interés, la costumbre y
el afecto pueden constituir las bases sobre las que se sienta una conducta obediente por parte de
un súbdito. Los tres tipos de dominación: racional, tradicional y carismática, se construyen a partir
de lo que se consideran las bases o fundamentos de la legitimidad, porque según sea la clase de
legitimidad pretendida es fundamentalmente diferente el tipo de obediencia.

Recordemos que en la Clase 3, cuando abordamos los diferentes sociólogos y lo estudiamos a Max
Weber, vimos los tipos de dominación. Entonces, recordamos que los tres tipos de dominación
son:

⮚ Dominación Racional: que descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones


estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la
autoridad (autoridad legal). Por ejemplo: Todos obedecemos la constitución nacional,
obedecemos los decretos del Presidente sobre la cuarentena debido a la pandemia,
obedecemos las normas de la institución escolar, etc., en todos esos ejemplos está
presente la autoridad legal.
⮚ Dominación Tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las
tradiciones que rigieron desde tiempos lejanos y en la legitimidad de los señalados por
esa tradición para ejercer la autoridad (autoridad tradicional). Por ejemplo: el tinkunaco
en La Rioja, es un ejemplo de lo que se refiere a la religión de un pueblo, pero también
hay otras tradiciones que no están ligadas a la religión.
⮚ Dominación carismática: que descansa en la entrega extraordinaria a la santidad,
heroísmo o ejemplaridad de una persona (autoridad carismática). Por ejemplo personas
que por algún carisma, cualidad o virtud sobresalen del resto de la sociedad. Aquí
encontramos a los líderes políticos, religiosos, o artísticos.

El desarrollo del modo de dominación racional-burocrático no deja de producir consecuencias


sobre ciertos niveles específicos de la sociedad, es especial, lo que Weber denomina
“cultura”. La burocratización de la sociedad hace sentir sus efectos sobre las formas
educativas en general.

¿Dónde vemos o visualizamos a la burocracia en la sociedad?


La vemos cuando vamos a realizar un trámite y dicho trámite tiene que pasar por varias
oficinas de cada organismo del Estado, y en cada oficina se requiere un determinado tiempo
para pasar a otra oficina o instancia. También lo vemos cuando tenemos que realizar un
trámite en un Banco, o en otro organismo del Estado, tenemos que realizar la fila (uno detrás
de otro) o sacar un número o turno para poder ser atendido. Incluso para realizar las compras
en un supermercado tenemos que hacer fila para abonar el monto de la compra realizada.

Seguimos con el tema de la Burocracia…


A medida que se fueron desarrollando las organizaciones modernas, se fueron constituyendo
las especialidades y las disciplinas, mediante la autonomización de procesos y técnicas. Por
ejemplo, en el campo de la organización industrial, la división del trabajo, fruto del desarrollo
tecnológico produce una segmentación de los procesos globales generando paulatinamente
las disciplinas y especialidades y avanzando hacia unidades cada vez más simples y
“específicas”.

Por ejemplo, también lo encontramos en el campo de la Medicina, actualmente existen


especialidades de especialidades. Antes existían menos especialidades y era muy común el
médico de cabecera que era un médico generalista. Actualmente existen tantas
especialidades, que se podría decir que hay especialidades de especialidades.

¿Qué pasa en el campo de la Educación?


La burocratización de los aparatos de enseñanza, su complejización, su fragmentación,
posibilita la constitución de nuevas disciplinas: pedagogía, didáctica, evaluación, supervisión,
etc. Por ejemplo, en el caso de la didáctica, vemos que ésta se diversifica en didáctica general
y didáctica especiales y dentro de éstas últimas, se clasifican a su vez en más didácticas. Por
ejemplo: tenemos la didáctica por niveles educativos: didáctica para el nivel inicial, didáctica
para el nivel primario, didáctica para el nivel secundario y didáctica para el nivel superior.
Tenemos didácticas por cada disciplina: didáctica de la matemática, didáctica de la lengua,
didáctica de las ciencias sociales, didáctica de las ciencias naturales, etc. Tenemos didáctica
para contextos urbanos y didáctica para contextos rurales. Y así sucesivamente. Podríamos
seguir así con cada disciplina.

Entonces se puede observar que esta fragmentación pareciera no tener límites propios. Por
otra parte, la burocratización de la escuela impone una serie de requisitos para su
autorreproducción como institución. Así por ejemplo, necesita producir los especialistas que
requiere su propio mantenimiento y expansión (no sólo los maestros, sino también
administradores, didáctas, planificadores, supervisores, etc., constituyéndose de esta forma
en uno de los más relevantes “consumidores” de sus propio producto).

El funcionario-especialista que demanda la burocracia es pues un producto o un resultado del


sistema educativo, en la medida en que las organizaciones modernas exigen credenciales
educativas o “exámenes” y “concursos” que certifiquen el saber del candidato (agente o actor
social). Por ejemplo, en el caso de La Rioja, concretamente vemos que para acceder a los
cargos de una institución educativa existen concursos denominados de ascenso y jerarquía
para los cargos de supervisores y directores de las escuelas de los niveles obligatorios de la
educación: Nivel Inicial, Nivel Primario y Nivel Secundario. En el caso del Nivel Superior que se
trata de un nivel no obligatorio, vemos que para el cargo de rector de los Institutos Superiores
de Formación Docente (ISFD) el docente es seleccionado para el cargo de rector o Vicerrector
a través de la Junta de Clasificación perteneciente al Nivel Superior, mediante el listado de
Orden de Mérito.
Disciplina: los cuerpos dóciles

El Profesor Emilio Tenti Fanfani (2013) nos manifiesta lo siguiente:

En el transcurso de los siglos XVII y XVIII la disciplina se ha convertido en la forma más


difundida de dominación. Nace así un “arte del cuerpo” que no tiende únicamente al
aumento de sus habilidades, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo mecanismo,
lo hace tanto más obediente cuanto más útil. La disciplina fabrica así cuerpos sometidos y
ejercitados, cuerpos “dóciles”. Esta disciplina se introduce lentamente en diversos ámbitos de
la sociedad: en las escuelas, en los hospitales, en el ejército, y va formando un tejido social
complejo que va cubriendo toda la sociedad. Para ello, se han desarrollado técnicas
minuciosas. La disciplina influye ante todo en la distribución de los individuos en el espacio.
Para ello emplea varias técnicas, a saber:

▪ La clausura: como un lugar cerrado sobre sí mismo. Entonces encontramos el colegio-


internado, el cuartel, el taller cerrado de una fábrica o de otras empresas de
producción.
▪ Los denominados “espacios analíticos”: que significa que a cada individuo le
corresponde un lugar, y en cada lugar hay un individuo. Por ejemplo: cuando las
personas hacemos fila, cada persona tiene un lugar que no es el mismo que el lugar
que tiene la persona que está antes ni de la persona que está después. Si una persona
tiene el número 77 significa que está antes de la persona que tiene el 78 pero está
después de la persona que tiene el número 76.
▪ Los “emplazamientos funcionales”: Significa distribuir a las personas y a las cosas en
el espacio de manera que sean fácilmente localizables. Por ejemplo, en las fábricas es
necesario distribuir a los individuos (empleados/ obreros) en un espacio en el que es
posible aislarlos y localizarlos. En una escuela los actores institucionales (alumnos,
docentes, directivos, secretarios, bedeles o preceptores, administradores de red,
bibliotecarios, personal de maestranza) se los puede localizar de manera fácil. Los
alumnos se encuentran en las aulas, los docentes en las aulas y/o sala de profesores,
los secretarios en Secretaría, los directivos en la Dirección, etc.

Los Instrumentos del Poder Disciplinario:

El poder disciplinario utiliza tres instrumentos, a saber:

⮚ La Vigilancia Jerárquica: Es el arte de mirar sin ser visto. Para ello se desarrolla una
arquitectura no para ser vista o para mirar al exterior sino para ver mejor en su
interior. Surge una arquitectura para modelar individuos, para conocerlos mejor,
modificarlos, “enderezarlos”. Los campamentos, hospitales, escuelas, talleres, se
convierten en máquinas de observación, algo así como “microscopios de la conducta”,
de tal modo que una sola mirada es suficiente para verlo todo. Se trata de construir
espacios-aparatos donde exista un punto central de observación y control
permanente. El control debe ser lo bastante discreto de tal manera que no
obstaculice la actividad que se disciplina.

Por ejemplo: en las organizaciones educativas o escuelas se registra la aparición de


mecanismos disciplinarios y de los funcionarios encargados de ejercerlos. Los preceptores en
las escuelas secundarias tienen esa función de manera explícita.

⮚ La Sanción Normalizadora: En el corazón de todos los sistemas disciplinarios funciona


un pequeño mecanismo penal. Estos mecanismos controlan las pequeñas conductas,
los gestos, los movimientos, las actividades cotidianas, las maneras de ser, la palabra,
el cuerpo, etc. Toda porción de actividad es penable y los castigos se aplican con
procedimientos de los más sutiles, como por ejemplo: humillaciones, indiferencias,
gestos, miradas, adjetivos, hasta castigos más severos. Es importante destacar que en
las escuelas, los alumnos eran castigados por mala conducta desde la época de
Sarmiento. Hay experiencias que cuentan que los alumnos cuando no realizaban la
tarea eran golpeados en sus manos por el propio maestro, lo que ocurría en diversos
países, de allí surge la frase “letra con sangre entra”. Actualmente está penado por la
ley golpear a los alumnos. El docente – en ese caso- puede tener graves sanciones,
por ello es que actualmente no existen tantos hechos de violencia física. Sin embargo,
sí existen en la actualidad hechos de violencia psicológica y simbólica de docentes
hacia alumnos y también de alumnos hacia docentes.
⮚ El Examen: Es el procedimiento mediante el cual se integran o se unen: la jerarquía
que vigila y la sanción que normaliza. A través de la clasificación que realiza el
docente durante la evaluación de un trabajo o actividad de un alumno, el docente
está clasificando y castigando al mismo tiempo. Esta técnica altamente ritualizada
(prácticamente es un ritual generalizado) implica una relación de dominación. Por eso
la relación entre el alumno y el docente es asimétrica, ya que no es equitativa por
cuanto ambos actores escolares y sociales, difieren en el conocimiento o saberes y en
el poder que poseen.

Escuela Disciplinaria y Escuela Post disciplinaria o Contemporánea


La profesora y socióloga Marcela Martínez (2005) nos manifiesta:

“La escuela ya no es lo que era”, “padecemos una crisis de valores”, son expresiones que ponen de
manifiesto el desánimo padecido por buena parte de la población docente. Estas expresiones
expresan que hay un desacople de las escuelas contemporáneas o post disciplinarias (que son las
escuelas actuales) respecto del funcionamiento de las escuelas ordenadas bajo el modelo
disciplinario.

La escuela disciplinaria era un eslabón ineludible en la construcción de ciudadanía y, por ende,


uno de los escenarios en los que se llevaba adelante la realización de la promesa de ascenso social.
Este aspecto resultaba fundamental: la escuela cumplía una promesa. La escuela disciplinaria era
previsible, tenía modos asegurados de llevar adelante su gesta socializadora. Los actores conocían
su parlamento. Estaba claro lo que debían decir los maestros y también lo que debían responder
los alumnos. La interacción en las escuelas disciplinarias se encuadraba en una previsibilidad
tranquilizadora.

La eficacia social de la escuela inserta en el engranaje disciplinario era indudable y sincrónica a la


formación del Estado nacional. La escuela gratuita y laica se promulga en 1884 a través de la ley
1420. Si bien la organización del sistema incluía los tres niveles de formación, sólo la escuela
primaria era finalizada por un pequeño porcentaje de la población total. La escuela fundadora fue
la máquina a vapor que traccionaba la integración de una población compuesta por retazos del
mundo, ya que muchos alumnos eran inmigrantes: hijos de españoles, italianos, etc.

Una máquina productora de argentinidad. Argentinidad construida a través de técnicas de


disciplina y de regulación corporal encuadrada en el modelo disciplinario –así llamó Foucault al
mecanismo de fortalecimiento institucional que funciona a través de los centros de encierro, la
escuela entre otros- que construyó un modo reconocible de componer las coordenadas espacio-
temporales. Esto es, una red de instituciones con capacidad para establecer un interior con reglas
claras de funcionamiento, para moldear subjetividades que reconocían en la familia, en la escuela,
en la fábrica, ámbitos de autoridad.

La dinámica escolar productora de cuerpos dóciles, sometidos a las rutinas indispensables para
una exitosa integración social, resultó efectiva en la sociedad argentina del siglo XX. La movilidad
social era una promesa cumplida: llegábamos más lejos que nuestros padres, muchos de nosotros
somos la encarnación misma de cuando nuestros padres decían: M’hijo el doctor …

Nuestros padres mayoritariamente no tenían estudios formales. Con mucha suerte habían
terminado la escuela primaria. Pero podían proyectar el futuro de sus descendientes: “Si vas a la
escuela, vas a llegar más lejos que yo, vas a ascender en la escala social”. También los padres
decían: “Lo único que voy a dejarte es el estudio”.

¿Cuándo se produce el quiebre?


Pero ya no estamos en esa escuela. ¿Cuándo se produce ese quiebre? ¿En qué momento la
escuela necesita ser pensada de otro modo? Los 70 en la Argentina, pero también en el mundo,
anuncian el fin de la época que creía en un futuro mejor. Para Eric Hobsbwam el último tercio del
siglo XX se caracteriza por la desintegración de las pautas que regían las relaciones entre los
seres humanos y la ruptura de los vínculos inter-generacionales, entre pasado y presente. Si
nuestros padres predecían el futuro de sus hijos, nuestra vida transcurre, en cambio, en un
escenario en el que la incertidumbre es la experiencia cotidiana.

Porque si la escuela fundadora, encuadrada en el modelo disciplinario, tenía como objetivo la


construcción de un destino nacional compartido y la consolidación de un cuerpo social unido; la
escuela contemporánea, que denominaremos post disciplinaria, en cambio, opera con la irrupción
de una multiplicidad de modos de vida que no logra homologar. La vida en su multiplicidad de
formas de expresión también asistía a la escuela fundadora, es decir a la escuela disciplinaria. En
nuestro país, fue justamente esta multiplicidad de formas de vida (alumnos de familias de
inmigrantes) lo que demandaba la construcción del pueblo argentino, de la argentinidad. Pero la
eficacia institucional residía, justamente, en encajar esta multiplicidad de formas de vida,
costumbres, etc. en la estrechez del molde disciplinario.

La multiplicidad de modos de vida fue moldeada efectivamente en la escuela disciplinaria. La


escuela pública disciplinaria producía un modo de vida. Su eficacia social estaba garantizada y
resultaba comprobable. En la escuela post disciplinaria o contemporánea, en cambio, la
multiplicidad de formas de vida ya no se aplana en el molde, sino que conserva sus aristas. Los
docentes comprobamos, por ejemplo, que los jóvenes portan una variedad de modos de vida
que no están dispuestos a someter al juicio de los adultos, ni menos del maestro o profesor. Los
adolescentes o jóvenes en la actualidad pueden prescindir de las mediaciones adultas para
acceder al mundo. La multitud de adolescentes que asiste diariamente a las escuelas medias o
secundarias, no se transforma fácilmente en un educando “normalizado”, en un educando o
alumno “homologable”.

Los alumnos están cada vez menos dispuestos a quedarse en el molde en el que los adultos
desearían acomodarlos. Mayoritariamente, los jóvenes no son aburribles. Los jóvenes no
aburribles aportan un verdadero problema para la gestión institucional, en definitiva, se
convierten en un problema para las autoridades educativas.
Trabajo Práctico N° 2

Consigna de Trabajo:

1- Lea el fragmento del Registro de Clase de una escuela Primaria denominada Escuela N° 1
y el fragmento de los sucesos de un niño del Nivel Inicial o Jardín de Infantes
denominado Escuela N° 2.
2- Elabore un escrito según la siguiente guía de preguntas:
a) ¿A qué escuela o corriente pertenecen la Escuela N° 1 y la Escuela N° 2? A la escuela
disciplinaria? O a la escuela Post-disciplinaria? Fundamente la respuesta. Para
fundamentar tenga en cuenta las características que presentan ambas escuelas
(disciplinaria y post-disciplinaria) que fueron desarrolladas en la presente Clase 5 y
luego las relaciona con lo que usted observa en la escuela N° 1 y la escuela N° 2.
b) En los tiempos actuales, cuál cree usted que debería ser el rol de la escuela y del
docente en la educación de los alumnos, sean éstos niños, adolescentes o jóvenes.
c) Qué piensa Usted sobre el siguiente pensamiento: “la escuela de hoy tiene
problemas de la sociedad posmoderna sin embargo, no está preparada para
solucionarlos ya que su organización, estructura y la rigidez del pensamiento de sus
docentes y fundamentalmente de la gestión directiva corresponden o son típicas de
la escuela de la modernidad, es decir de la escuela disciplinaria”.

Fragmento de un Registro de Clase en una Escuela Primaria

ESCUELA N°1

D: “Bueno, comenzamos a acomodarnos cada uno en su asiento”

Las niñas comienzan a sentarse.

D: “No tenemos que hacer ruido, se sientan en silencio”.

D: “Silencio, vamos a continuar. Hoy nos demoramos más que ayer, tienen que hacer las cosas
más rápido”

D: “Muy bien, a partir de este momento vamos a hacer silencio por respeto a las compañeras que
van a pasar a leer. Estén atentas porque el próximo trabajo será escribir un trabajo de lo que las
compañeras leyeron. Cuando Catherina pase, yo tengo que estar atenta porque la próxima
actividad será realizar la tarea no de lo mío, sino de mi compañera. Álamo, quiero fuerte la
lectura, el comentario, explíqueles a sus compañeros por qué lo eligió y quién es la autora, como
si usted fuese la maestra”.

La niña comenta el cuento que leyó ante la maestra y sus compañeras. Habla en voz más bien
baja.

D: “Escúchame Catherina ¿quién es la autora?”

A: “Liliana”.

D: “¿Y quién es Liliana? Has investigado a la autora?”

La niña no contesta.

D: “No sabes porque siempre estás conversando! Elegí un capítulo para leerlo y te pido que leas
en voz alta, si no vas a tener un reprobado en Lengua”.

La niña comienza a leer en voz alta el capítulo.

D: “Está bien, la comprensión está bien, ¿qué observaron en el trabajo de Catherina?”

A: “Más voz”.

A: “Le faltó decir el título”.

D: “Bien, no dio el nombre del título.

A: “Y no corría la lectura porque se paraba”

D: “Bien, tenía que leer de corrido y con más entonación”.

Una niña participa.

D: “No es que yo le dí el trabajo sólo para leer, sino que del compañero yo tengo que aprender”.

A: “Tengo que respetar los signos de exclamación”

D: “En este momento no sólo te estoy evaluando a vos sino también a Belén que más
correcciones te ha realizado, o sea que ella estaba muy atenta.

D: “A ver ahora Fernández Johana, usted empiece, haga de cuenta que es la maestra para que
todos la escuchemos. Comience Johana.”.

La niña comienza a leer, parada al lado de su asiento. Las compañeras la miran y la escuchan. Hay
silencio en la sala de clase.

D: “Hasta ahí no más Johana ¿qué más?”

La niña comienza a explicar quién es la autora.


D: “Vamos a la parte positiva ¿qué opinión tienen ustedes respecto a la lectura?”

A: “Bien, dijo el título, todo”

A: “Y no tuvo vergüenza”

A: “Respetaba los signos de puntuación”.

A: “Hacía ademanes”

D: “Eliana, te faltó decir o dar el comentario del libro. Si el libro tenía capítulos, si tenía dibujos,
colores, páginas, si te resultó pesada la lectura. Vamos a ir mejorando, hasta el 20 de diciembre
quizás salgan profesoras de literatura. Tráeme tu carpeta”.

D: “Fabiana, silencio! Por qué estas conversando?”

La alumna Fabiana se dirige al frente de la clase. La niña comienza a leer (no se escucha mucho).
Las compañeras la escuchan y la miran en silencio.

D: “Perfecto, a ver ¿qué más podés decir de ese libro?”

La alumna dice quién es la autora. Y comenta la biografía de manera sintética de ella.

D: “¿Qué más Fabiana? ¿Tenés algo más para comentarnos? ¿Trajiste láminas, dibujos?”

A: “Dijo bien la información de la autora”.

A: “Explicó lo del libro”.

A: “Dio buena información de los capítulos”.

A: “Leyó de corrido y nunca se paró en una cosa que no entiende”.

A: “Que ella dijo la fecha mal, dijo otra fecha”.

D: “Te faltó un poco! Te faltó Fabiana. Te faltó decir por qué escogiste el libro? Qué tiempo te
llevó? Si había cosas que no entendías? Bueno, traiga su cuaderno. Pase Lourdes Díaz”.

La niña pasa al frente de la clase.

D: “Comience”.

La alumna tiene el libro en la mano y comienza a explicar quién es la autora. Explica lo que le
gusta del libro.

D: “¿Qué más?”

Toca el timbre.
D: “Preparen los útiles y salgan ordenadas en fila. Cuidadito con el desorden porque las llevaré a
la dirección”.

Son las 12:20 hs, finaliza la clase.

Fragmento de sucesos de un alumno en una escuela de Nivel Inicial (Jardín de Infantes)


ESCUELA N° 2

Pablo tiene 5 años. En los primeros días de clase, se niega a entrar al aula, dice: “Estos son todos
unos boludos, y la boluda ésta –refiriéndose a la maestra- me molesta. Se mete con todo. Yo
quiero hacer lo que yo quiero… y nada más”.

Cuando Pablo llega a la escuela y en el marco del proceso de conocimiento inicial, cuenta, “yo sé
todo, soy más fuerte que vos y que todos….” Pablo le dice a la maestra “te voy a contar un
secreto: a mí ya me echaron de dos jardines, porque soy el más fuerte y además soy malo”.

Pablo se muestra muy agresivo, le pega a grandes y chicos.

Mariana, la maestra de Pablo, en la reunión semanal con la directora cuenta después de la


primera semana: “Estoy agotada, Pablo me tiene en tensión, nada de lo que pienso para él me
sirve. Me parece que si armo algo con él solo…No sé, me parece que él necesita partir de allí, de
un lugar exclusivo”.

Mariana le ofrece a su alumno Pablo un “lugar único” y lo invita a transitar una serie de
experiencias que tendrán efecto en su subjetividad. En este espacio, Pablo comienza a hacer
construcciones, sus obras son brillantes: arma “bombas nucleares” para hacer explotar la escuela,
máquinas complejas para matar compañero y directores. Es allí donde se produce un encuentro,
una cosa común, que arma un lazo entre Mariana y Pablo.

Esta primera invitación era vivida con gran interés y compromiso, cada mañana Pablo traía desde
su casa cartones, tubos y demás elementos para sus construcciones y también artefactos ya
construidos.

Mariana no sabe qué necesita Pablo pero percibe que algo tiene que armar con él. Y esa
percepción la empuja a ensayar, a crear situaciones nuevas.

Así se empezó a construir con él una agenda del día organizada del siguiente modo:

1) El primer momento de la mañana, exclusivo para él, que se llamó “construcciones”.


2) Un segundo momento de “actividad compartida con el grupo”.
3) Un tercer momento de “patio” donde, luego de participar de actividades más reguladas,
se le ofrecía un espacio más flexible.
4) Y el cuarto y último momento del día en que podía “hacer lo que se me cantas las golas”
(un detalle no menor es que Pablo le dice a Mariana que no se puede poner en la agenda
“bolas”, y por eso la sustituye por “golas”. En este espacio el juego con el docente era
propuesto por Pablo. En un primer momento corría, gritaba, y Mariana fue
transformando los gritos en juegos de eco, las carreras sin sentido en carreras
compartidas, y los golpes en ritmo.

Luego de un tiempo, Mariana le propuso a Pablo hacer sus construcciones en el marco de un


proyecto del grupo.

Hoy Pablo cursa su primer grado, está aprendiendo a leer y a escribir y ha comenzado a armar sus
primeros núcleos de amistad.

En este proceso, la maestra va creando paso a paso las condiciones para que se produzca un
encuentro, para que haga comunicación.

BIBLIOGRAFÍA

_ Martínez, M. ; “Los fundadores de la sociología y su vigencia en el análisis de la sociedad


contemporánea”, Especialización en Constructivismo y Educación, Buenos Aires, FLACSO-
Argentina y UAM.
_ Tenti Fanfani, E. (2013) Sociología de la Educación. Editorial Universidad Nacional de
Quilmes. Bernal, Provincia de Buenos Aires. Argentina.
_Southwell, M. (2012) Entre generaciones. Exploraciones sobre educación, cultura e
instituciones. Editorial HomoSapiens- FLACSO. Rosario. Argentina.

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