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Mentes sanas y políticas enfermas.

Resumen ejecutivo

Autoridades

Mediante la Resolución núm. 283, emitida el 10 de junio de 2021 por el Senado de la República, fueron designadas las
autoridades del Defensor del Pueblo:

Pablo Ulloa Defensor del Pueblo de la República Dominicana


Ana Leticia Martich Mateo Primer Adjunta
Darío Antonio Nin Segundo Adjunto
Roberto Carlos Quiroz Primer Suplente
Miguel Antonio Puello Segundo Suplente

Conducción general Pablo Ulloa

Dirección Alicia Rodríguez, directora general de la Oficina de Oportunidades

Coordinación Mónica Pérez Eró, encargada del Observatorio de Gobernanza


e implementación y Estado de Derecho

Equipo de investigación Mónica Pérez Eró


Alpha Consulting

Equipo técnico Stephannie Acosta, asistente de investigación

Colaboración Alicia Santana, coordinadora de vinculación y articulación


Dominic Fuentes, asesora de comunicación estratégica

Diseño y diagramación Dirección de Comunicaciones, Defensor del Pueblo

Corrección de estilo Nathalie Jerez, consultora creación de publicaciones


y cuidado editorial

República Dominicana
ISBN 978-9945-9264-8-4

Cita bibliográfica
Defensor del Pueblo. Mentes sanas y políticas enfermas.
Resumen ejecutivo. Octubre, 2022.

El Defensor del Pueblo es el órgano constitucional encargado de salvaguardar las prerrogativas personales y colectivas de
las personas en la República Dominicana, así como de velar por el correcto funcionamiento de la administración pública.
A través de la Oficina de Oportunidades y el Observatorio de Gobernanza y Estado de Derecho, la institución se dedica a la
construcción de ciudadanía responsable impulsando el empoderamiento social, la educación y la investigación en materia de
derechos fundamentales.
Tabla de contenidos

Estado actual de la salud mental en República Dominicana: avances y desafíos 4

Cifras de salud mental relativas al COVID-19 9


Limitantes de las estadísticas sobre salud mental 11

Marco normativo 12

Constitución dominicana 13
Ley General de Salud (No. 42-01) 14
Ley sobre Salud Mental (No. 12-06) 14
Ley sobre Discapacidad en la República Dominicana (No. 5-13) 15
Ley que crea el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (No. 87-01) 16
Reglamento sobre el Seguro Familiar de Salud y el Plan Básico de Salud 17
Ley sobre Drogas y Sustancias Controladas de la República Dominicana (No. 50-88) 18
Ley que crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (No. 22-01) 19
Código Penal de la República Dominicana (abril 2021) 19
Proyecto de Ley que garantiza el acceso, prevención, tratamiento y rehabilitación en 20
materia de salud mental

Análisis de actores claves involucrados en salud mental 21

Hallazgos de las entrevistas y encuestas aplicadas a experiencia de pacientes “MNS” 23


y familiares

Propuesta de políticas públicas para el abordaje de la salud mental desde la protección 29


de derechos en República Dominicana

Consideraciones finales 32
Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Estado actual de la salud mental


en República Dominicana:
avances y desafíos

El concepto de salud mental ha evolucionado de forma tal, que no solo se enfoca en los estudios
acerca del estado físico, sino que se extiende al bienestar emocional y conductual de las personas.
Esta evolución del concepto también incluye las prácticas, priorizaciones y dimensiones de abordaje.
En este orden, el concepto de salud mental, según la rama de estudio desde la cual se aborde, puede
observarse como un modelo bio-psico-social; que incluye la relación del individuo con su entorno
(OMS); el crecimiento mutuo como consecuencia de un estado de equilibrio (psiquiatría); la adaptación
del individuo al entorno (psicología); o visto como un factor que incide sobre la salud mental (ámbito
social). Para los fines de este estudio, debido al interés final de formular propuestas de políticas
públicas con un enfoque de derechos humanos, se considera el concepto de salud mental desde el
ámbito social.

Partiendo de este, resulta crucial incluir en este estudio el concepto de trastornos mentales,
neurológicos y por consumo de sustancias (MNS), siendo un grupo heterogéneo de enfermedades que
tienen su origen en un conjunto complejo de factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales. El
mismo hace alusión a las distintas manifestaciones que se pueden presentar donde la salud mental
se encuentra en un estado de deterioro. Es relevante resaltar que estas cuentan con grandes impactos
a nivel social y familiar, y que en los últimos años ha habido un creciente interés en los determinantes
sociales de la salud mental.

En ese sentido, el tema de salud mental ha constituido un gran desafío para el mundo y las estadísticas
lo develan. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022) aproximadamente una de cada
ocho personas en el mundo vive con algún trastorno mental, siendo las afecciones más comunes los
trastornos de ansiedad y depresivo, tanto en hombres como mujeres. Cabe mencionar que el suicidio
representa más de uno de cada 100 fallecimientos y es la principal causa de muerte en la juventud.
Asimismo, que los trastornos mentales son la principal causa de años perdidos por discapacidad y
aportan la mayor carga de enfermedad (17,3 % a nivel mundial).

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En el último Informe Mundial de Salud Mental, la OMS (2022) indica como factores que obstaculizan
la búsqueda de ayuda por parte de las personas con trastornos mentales los siguientes: la mala
calidad de los servicios, los bajos niveles de conocimientos sobre salud mental y la estigmatización
y discriminación. También, señalan que en numerosos lugares no existen servicios formales de salud
mental o que aun cuando esos servicios están disponibles, suelen ser inaccesibles o inasequibles.
Como resultado, las personas suelen optar por sufrir un malestar mental sin alivio antes que arriesgarse
a la discriminación y exclusión que conlleva el acceso a los servicios de salud mental.

Y, si bien se han realizado esfuerzos para el desarrollo de políticas, pactos internacionales para
la protección y promoción de la salud mental, así como inversiones en atención, tratamientos,
rehabilitación y prevención, las cifras de personas padeciendo algún tipo de problemas de salud
mental va en aumento. Se manifiesta el gran obstáculo de los pacientes al acceso a los tratamientos
y cobertura de su prestadora de servicios, llegando a superar el 70 %, debido a que más del 45 % de la
población mundial vive en un país donde hay menos de 1 psiquiatra por cada 100.000 personas y aún
menos neurólogos (OMS, 2020).

En Latinoamérica y el Caribe, se presentan obstáculos mayores, debido a que las cifras son aún más
preocupantes en la región. Se observa, que la brecha existente entre la necesidad de tratamiento y su
prestación supera el 60-70 % en la población. Aproximadamente 65,000 personas mueren por suicidio
cada año en la región, siendo más frecuente en hombres, una tasa de 7,3 por 100,000 habitantes (11,5
hombres y 3,0 mujeres). La depresión es el principal trastorno mental en esta región, más frecuente en
mujeres.

En este sentido, al estudiar la República Dominicana aun contando con marcos normativos para la salud
mental, existen grandes brechas que impiden a la sociedad acceder a la información, tratamientos,
rehabilitación y protección de calidad. Los datos evidencian que la salud mental no constituye una
prioridad para el Estado dominicano.

Según lo estudiado, aproximadamente el 20 % de la población dominicana vive con un trastorno


mental, siendo el trastorno de ansiedad el primer lugar en prevalencia, con un total de 570.312 casos
atendidos; representando el 5,7 % seguido con un 4,7 % la depresión, reportándose un total de 464.164
casos atendidos.

Es importante destacar que no se dispone de investigaciones o encuestas comunitarias a nivel


nacional sobre la morbilidad, solo estudios limitados sobre la prevalencia por demanda en servicios de
salud. El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS), para el 2019 solo había publicado
estimaciones sobre la prevalencia de los trastornos mentales.

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La brecha constituye una gran amenaza para la sociedad, debido a que estos servicios cuentan con
grandes obstáculos de costo y tratamiento para la clase media y de bajos ingresos económicos. Por
otro lado, los marcos normativos no están siendo desempeñados como se estipulan, debido a que
presentan limitaciones de servicios de salud mental, altos costos, desinformación y demás. Esto
demuestra la alta negligencia del Estado dominicano en el aspecto de la salud mental.

Por otra parte, al observar el evolutivo de los últimos 5 años (2017-2021) de estadísticas sobre suicidio,
se identifican entre 500 y 600 casos por año para un total de 3,097 casos. Además, se destaca más
de un 80% de casos en hombres, para un total de 84,5 % de suicidios masculinos en los últimos cinco
años, y efectuándose en mayor medida en Santo Domingo, Santiago y el Distrito Nacional.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE, 2021)

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En síntesis, la tasa de suicidio ha ido en constante aumento en los últimos 20 años. En el periodo 2000-
2014, se observa un aumento de 5 a 7 suicidios por cada cien mil habitantes mayores de cinco años y
del 2015 al 2017 la tasa aumentó de 5,5 a 6,36 %.

Este estudio resalta datos realmente alarmantes que nos arrojan información suficiente para una
inmediata intervención estatal entorno a la salud mental. Resulta preocupante que, de un total de 138
centros médicos públicos a nivel nacional que ofrecen algún servicio de salud mental, solo 53 centros
reportan servicios de psiquiatría, siendo así solo un 38 % de presencia en esta especialidad. Aunque
todos los centros reportan servicios de psicología, solo se reportan 15 centros a nivel nacional con
unidades de intervención en crisis, representando el 10,9 % del total, observándose 2 regionales con
cero (0) intervenciones en crisis.

La mayor concentración de centros médicos públicos con servicios de salud mental está en el Gran
Santo Domingo y Monte Plata, abarcando un 29,7 % del total de centros nacionales con este servicio.
Las regionales de Enriquillo (Barahona, Bahoruco, Pedernales e Independencia) El Valle (Azua, San
Juan y Elías Piña) abarcan cada una menos del 5% del total de centros.

Mapa de distribución de centros públicos con servicios de salud mental

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Servicio Nacional de Salud (SNS, 2021)

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Con respecto a la disponibilidad de camas para internamientos, según el servicio de Salud Mental para
la población Infanto-Juvenil por Regionales de Salud, solo se observa un total de 16 camas a nivel
nacional, con mayor concentración en la Regional Metropolitana y otras 5 regionales sin este servicio.
Hay 113 camas identificadas bajo la especialidad de psiquiatría, siendo un 1,38% del total de camas
por especialidad.

Es importante entender que en el modelo de atención actual del Servicio Nacional de Salud se establece
un esquema piramidal en el que coindicen, como parte de una misma red, el Primer Nivel y el Nivel de
Atención Complementario, con atención de especialización de mediana y alta complejidad, como se
observa a continuación:

Estructura del Modelo de Atención del Sistema Nacional de Salud (MISPAS, 2017)

Fuente: elaboración propia a partir de Modelo de Atención para el Sistema Nacional de Salud (MISPAS, 2017)

En lo referente al Sistema de Salud Mental, la Ley No. 12-06 contempla que este subsistema del SNS
abarque todos los establecimientos de asistencia a nivel público y privado en todos los niveles de
atención, incluyendo los sistemas de rehabilitación. Para la salud mental, el modelo de tres niveles de
atención se mantiene al igual que para el resto del sistema, pero solo en la documentación, pues en

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la práctica el Primer Nivel de Atención no es la única vía de entrada al sistema ni existen servicios de
salud mental en todos los dispositivos establecidos para Atención Primaria o Complementaria.

En adición, dentro de la red de servicios de salud mental, la ley plantea una Unidad de Intervención en
Crisis en cada hospital general de segundo nivel, servicios ambulatorios de día e incluir atenciones
para poblaciones específicas como infantes, adultos mayores, víctimas de violencia y personas con
trastornos adictivos. Estos servicios deben ser ofrecidos por recursos humanos especializados, y en
caso de no existir, deberán capacitarse y se debe designar al personal adecuado. También incluye
unidades de atención primaria (UNAP), centros comunitarios de salud mental, hospitales, consultorios,
hogares y familias sustitutas, entre otros. Desde el Departamento de Salud Mental del MISPAS, así
como desde el mismo departamento del SNS, se corroboró que aún no se cumplen estos mandatos
y que en gran medida se debe a la falta de profesionales de psiquiatría y su concentración en las
zonas metropolitanas; lo que incumple los principios de accesibilidad planteados por organismos
internacionales (OMS, 2013; ONU, 2017a).

Los profesionales categorizados como psicólogos, en todos los niveles de atención, representan
menos de un 2 % del total de recursos humanos del Servicio Nacional de Salud (SNS), incluido a nivel
administrativo. Según el MISPAS, en 2019 las consultas externas relativas al área de salud mental
representan un 4,4 % del total de 577,402 consultas. La consulta externa relativa a salud mental con
mayor cantidad de servicios ofrecidos fue la identificada como Consejería, con un total de 275,774;
seguido de las consultas de psicología con 191,511. Es importante destacar que no se especifica el
porqué de la diferenciación entre sicología y psiquiatría en servicios identificados como salud mental,
aunque la demanda de las consultas de psicología casi duplica la de psiquiatría.

Cifras de salud mental relativas al COVID-19

Por otra parte, nos encontramos con los retos y datos producto de la pandemia por COVID-19. Dentro
de la documentación compartida desde la Oficina Nacional de Estadística (ONE) se encontraba el
Boletín Demográfico y Social de marzo 2022, el cual recopiló las estadísticas durante la pandemia por
COVID-19, con un bloque especial de salud mental.

En este, se reportaron un total de 11,297 intervenciones de ayudas psicológicas y psiquiátricas


desarrolladas desde el inicio de la pandemia (marzo 2020) a febrero 2022 desde el Ministerio de Salud
Pública y el Servicio Nacional de Salud. Del total de intervenciones realizadas, las mujeres representan
el 68 % del total, con un 32 % de hombres.

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Distribución porcentual, según género, que recibió servicios durante pandemia por COVID-19

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) (2022)

De igual forma, se presentan estadísticas sobre la razón principal por la cual la persona solicitó los
servicios de intervención. La principal causa fue la ansiedad, seguida por trastornos del sueño, no
obstante, señalan que algunas de las intervenciones tenían más de una problemática a tratar.

Razón de solicitud de servicio de salud mental durante pandemia por COVID-19

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE, 2022)

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Limitantes de las estadísticas sobre salud mental

Durante la búsqueda de informes y estadísticas para contextualizar la realidad de la salud metal en


la República Dominicana se identificaron algunas limitantes importantes que se destacan en este
apartado con la doble funcionalidad de, por un lado, especificar las limitantes del estudio y a la vez
resaltar una oportunidad de mejora en las estadísticas sobre salud mental del país.

En primer lugar, la falta de información relevante. Al consultar las páginas oficiales de instituciones
como el Repositorio Institucional del Servicio Nacional de Salud y la Oficina Nacional de Estadística,
cuya misión principal es “Satisfacer la demanda de estadísticas oficiales”, no se observan indicadores
específicos del área de salud mental. De igual forma, no se hacen evidentes otros datos dentro de
las estadísticas y datos del apartado de Salud que haga referencia específica a este sector, sino que
dentro de reportes de salud en general o de servicios de salud, se identifican algunos datos relativos a
salud mental. Esta limitante es de gran importancia porque, como se observó anteriormente, para los
planes nacionales y demás proyectos a implementar se hace necesario establecer una línea base y
una meta que se evalúa y monitorea su cumplimiento a través de las estadísticas disponibles.

Además, el hecho de que no se encuentren datos como los diagnósticos en salud mental de las personas
que asisten a los servicios, pudiendo presentarse según las características socioeconómicas de la
población (edad, género, composición familiar) o tipos de terapias recibidas, dificulta realizar análisis
de mayor profundidad que permitan identificar poblaciones claves para planificar intervenciones
focalizadas.

De igual forma, las estadísticas suelen presentarse en informes, a nivel nacional o regional, y no es
posible acceder a las bases de datos para hacer nuevos cruces estadísticos o identificar los datos
desagregados a nivel provincial para fines de investigación.

Otra limitante por considerar es que las estadísticas presentadas, en la mayoría de los casos,
corresponden a fechas de 2 años atrás o más, siendo estas las estadísticas más recientes. Se añade,
que muchas de las estadísticas identificadas son reportes de un año específico y no se observa
continuidad de la recolección que permitiría realizar comparaciones evolutivas. Esto refleja la falta de
sistematización en la recolección y/o publicación de las estadísticas sobre salud mental, lo que limita
en gran medida conocer la situación actual a nivel país.

Cabe destacar que para poder contextualizar la salud mental con la data presentada anteriormente
se hace necesario recurrir a múltiples fuentes como el Ministerio de Salud Pública y Asistencia
Social (MISPAS), el Servicio Nacional de Salud (SNS), el Consejo Nacional de Drogas (CND), la Oficina

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Nacional de Estadísticas (ONE), el Centro de Atención Psicosocial y Desarrollo Humano (RESIDE) y


la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL). En algunos casos, se evidenció data
incoherente, por lo que se pone de evidencia un sistema interinstitucional de estadísticas desarticulado
que dificulta el acceso a la información.

Resulta notable como la información presentada solo hace referencia a los servicios ofrecidos desde
las instituciones gubernamentales, por lo que existe un importante hueco de información sobre salud
mental a nivel privado, lo que se suma al hecho de que la data, al ser recolectada a partir de los registros
institucionales de quienes ofrecen los servicios, no se tiene información sobre quienes no acceden a
estos; recordando que las dificultades de acceso aún permanecen a nivel país. Por tanto, podríamos
estar ante una situación de subregistro de casos por la metodología de recopilación de información
limitada que se practica desde las instituciones del Estado en temas de salud mental.

Marco normativo

Para entender el contexto legal en que se enmarca la situación de la salud mental en el país, como parte
fundamental del entendimiento del enfoque desde los derechos humanos, se presenta a continuación
el marco legal relacionado según la vigencia a 2022.

El marco legal de la República Dominicana con relación a salud mental cuenta con leyes fundamentales
en las que se establecen seguridad social para las personas con discapacidad, se describe la naturaleza
del servicio y las instituciones relacionadas, así como la protección de los derechos fundamentales. No
obstante, la puesta en práctica, como coinciden todos los actores participantes, no se implementa en
su totalidad. En este sentido, se destaca una propuesta de obligación a las ARS a la cobertura de los
servicios de salud mental mediante un proyecto de ley que así lo establece.

A modo de resumen, se muestra una tabla con las leyes y documentos relacionados, seguido por una
descripción a mayor profundidad de cada uno:

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Fuente: elaboración propia

Constitución dominicana

La Constitución dominicana plantea como función esencial del Estado la protección de los derechos
de todas las personas; incluyendo el respeto de la dignidad. En su artículo 61 establece el derecho a la
salud, como parte de los derechos fundamentales de la sección de derechos económicos y sociales.
Dicho artículo plantea que todas las personas tienen derecho a una salud integral, refiriéndose
específicamente al rol del Estado como entidad que debe velar por la prevención y tratamiento de todas
las enfermedades, mediante el aseguramiento al acceso de medicamentos de calidad, ofreciendo la
asistencia médica gratuita.

Además, la Constitución contempla el derecho a la seguridad social, responsabilizando al Estado de


garantizar el acceso universal a una adecuada protección a todas las personas ante enfermedad,
discapacidad, desocupación y vejez. De igual forma, abarca en su artículo 58 la Protección de las
personas con discapacidad, siendo el Estado el encargado de proteger, promover y asegurar el
cumplimiento de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con alguna
discapacidad.

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Ley General de Salud (No. 42-01)

Esta plantea como objetivo la regulación de las acciones del Estado como garante del derecho a
la salud, según lo que establece la Constitución. Hace énfasis en la salud como un medio para el
desarrollo del bienestar común, abarcando el ámbito educativo, social, económico, político, etc., por lo
que indica que no se limita al sector salud y los servicios relacionados tampoco dependen de una única
institución. No obstante, especifica que la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social,
actual Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MISPAS), es la encargada de las disposiciones
de la Ley No. 42-01, sus reglamentos y demás disposiciones legales que se promulguen en efecto de
esta.

Esta ley establece las acciones relativas al alcoholismo, tabaquismo y las drogas que puedan
causar dependencia. El artículo 40 indica que el MISPAS es el encargado de reglamentar, junto
a otras instituciones, las iniciativas para evitar y combatir el alcoholismo, el tabaquismo y la
farmacodependencia a través de la promoción de la salud y actividades de investigación relacionadas
con las causas y hábitos de consumo. Aun así, en este apartado no se observan artículos referentes al
tratamiento y rehabilitación en cuanto a casos de adicciones a sustancias.

También la ley contiene un apartado de las enfermedades mentales y trastornos de la conducta. El


artículo 89 expone que la atención de la salud mental se abarcará desde una perspectiva integral,
garantizando la preservación de los derechos y dignidad de las personas y un tratamiento igualitario.
Resalta que se garantizarán los servicios de rehabilitación para una atención adecuada para las
personas con enfermedades mentales y/o trastornos conductuales. Sin embargo, este apartado
tampoco especifica que estos servicios serán garantizados desde el Estado ni la función del MISPAS.

Ley sobre Salud Mental (No. 12-06)

Promulgada en febrero de 2006, tiene como fin principal regular el derecho de todas las personas
a una salud mental con la mejor atención disponible. Especifica que la institución gubernamental
responsable de la aplicación de esta ley es la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (actual
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, MISPAS), desde la Subsecretaría de Estado de Salud
Mental que se crea con esta ley.

Dentro de las funciones esperadas de la entidad reguladora, MISPAS, se contempla que desarrollen
acciones de forma permanente para promover la salud mental; así como promover acciones contra la
estigmatización de las personas con trastornos mentales y la protección de sus derechos humanos.
También contempla la implementación de programas a nivel educativo para lograr diagnósticos

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tempranos, con la población trabajadora y los privados de libertad; así como realizar de forma periódica
estudios epidemiológicos que permitan diseñar acciones de prevención y atención específica. Otras
funciones del MISPAS, y específicamente del área de Salud Mental, abarcan la elaboración del
presupuesto anual y el Plan Nacional de Salud Mental, todo lo relativo al Sistema de Salud Mental
(conducción, regulación y coordinación) y la promoción de capacitaciones para el personal de salud
mental.

Otro aspecto importante que destaca esta ley es el derecho de las personas a tener acceso a la mejor
atención que esté disponible, en los centros públicos y privados, en todos los niveles de atención,
primaria, secundaria y terciaria; contemplando la atención en la comunidad o cerca de los hogares
de los ciudadanos o, en caso de no ser posible, velar por su regreso a la comunidad en el menor
tiempo posible. Además, destaca como derechos el vivir y trabajar en la comunidad, el ser tratado con
humanidad y respeto, así como a ejercer todos sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales,
culturales y las libertades fundamentales.

En esta ley se ve reflejada una visión de la salud mental desde el modelo comunitario y con un enfoque
social, entendiéndose la salud mental como un concepto bio-psi-social multifactorial; ya que se
observan elementos como la atención desde la comunidad, la reinserción social de los pacientes y el
trato digno durante la atención.

Ley sobre Discapacidad en la República Dominicana (No. 5-13)

Esta ley ampara y garantiza la igualdad de derechos y la equiparación de oportunidades a todas las
personas con discapacidad y regula las personas morales, sin fines de lucro, cuyo objeto social sea
trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Indica que las políticas generales de los distintos entes y órganos del Estado deben contemplar el
desarrollo integral de las personas con discapacidad como eje transversal, siendo éstas reflejadas en
sus líneas de acción en cualquier ámbito de la actuación pública, tomando en cuenta las necesidades,
los derechos y las demandas de esta población en todo el territorio nacional.

En cuanto a políticas de salud, el Estado tiene la obligación de velar por la protección de la salud de las
personas con discapacidad y que la política general de los servicios de salud les asegure su acceso
efectivo, igualitario y de calidad al diagnóstico, la atención, habilitación, rehabilitación y los dispositivos
de apoyo necesarios, que proporcionen el adecuado estado de bienestar en términos físicos y mentales
para una integración eficaz a la sociedad.

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Ley que crea el Sistema Dominicano de la Seguridad Social (No. 87-01)

Esta ley tiene por objetivo crear el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), el cual está
compuesto por todas las instituciones públicas, privadas y mixtas y los recursos físicos, humanos y
normas relacionadas a algún tipo de actividad de seguridad social. El Consejo Nacional de Seguridad
Social (CNSS) es el encargado de dirigir, regular, establecer políticas y garantizar la extensión del SDSS.
Esta ley expresa como finalidad del SDSS la regulación de los derechos y deberes del Estado y de los
ciudadanos que estén relacionados con el financiamiento relativo a la protección de la población ante
riesgos por:

• Enfermedad
• Discapacidad
• Vejez
• Cesantía por edad avanzada
• Sobrevivencia
• Maternidad
• Infancia
• Riesgos laborales

En cuanto al Seguro Familiar de Salud, la ley establece cobertura del Plan Básico de salud. También
contempla la familia, un asegurado puede incluir sus hijos e hijastros menores de 18 años, o de 21
años si es estudiante; no obstante, sin importar la edad, si el hijo o hija posee alguna discapacidad
continúa bajo cobertura. Además, se ofrece cobertura para los indigentes y sus familiares bajo el
Régimen Subsidiado. Este seguro solo ofrece prestaciones en dinero para subsidios por enfermedad
en el Régimen contributivo y no para los regímenes Subsidiado y Contributivo-Subsidiado.

El Plan básico de Salud del Seguro Familiar de Salud está integrado por los siguientes servicios:

• Promoción de la salud y medicina preventiva


• Atención primaria de salud, incluyendo emergencias, servicios ambulatorios y a domicilio,
atención materno infantil y prestación farmacéutica
• Atención especializada y tratamientos complejos, si se cuenta con referimiento del primer nivel,
abarcando emergencias, asistencia ambulatoria especializada, hospitalización, medicamentos
y asistencia quirúrgica
• Exámenes diagnósticos
• Atención odontológica y preventiva
• Fisioterapia y rehabilitación

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• Prestaciones complementarias, incluyendo aparatos, prótesis médica y asistencia técnica a


personas con discapacidad.

Todos estos servicios están limitados bajo la misma condicionante, deben ser del listado de
prestaciones que determine el CNSS.

En cuanto a las ARS, la ley plantea que están tienen como función asumir el riesgo de garantizar
una protección de calidad, oportuna y satisfactoria a sus beneficiarios. Estas deben contar con
Proveedoras de Servicios de Salud (PSS) en los tres niveles de atención (Atención Primaria y Atención
Complementaria de segundo y tercer nivel). También se hace mención del Seguro Nacional de Salud
(SeNaSa) que es la aseguradora pública, que debe cumplir las mismas funciones de las demás ARS.
En el artículo 133 la ley establece que los servicios que no sean incluidos en el Plan Básico de Salud
serán cubiertos por los afiliados o por los empleadores, pero que el CNSS los reglamentará para evitar
pagos excesivos.

Reglamento sobre el Seguro Familiar de Salud y el Plan Básico de Salud

Cómo indica la ley 87-01, el Consejo Nacional de Seguridad Social elaboró el Reglamento sobre el
Seguro Familiar de Salud y el Plan Básico de Salud, con fecha de promulgación de 2003. En dicho
documento se establece que se creará un catálogo de actividades, intervenciones y procedimientos
que abarcará el Plan Básico de Salud, el cual deberá ser revisado cada 2 años como mínimo para fines
de agregar, modificar o suprimir alguno de los rubros.

En este sentido, se analizó el Catálogo de Prestaciones del Plan de Servicios de Salud (PDSS) de la
Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL), en su última versión 7.0 de octubre 2019,
a partir de la Resolución 482-07 del CNSS. Dentro del conjunto de servicios que abarca, se identificó
en el Subgrupo 1.3 de Tratamiento Integral Niños y Niñas, calificado como cobertura ilimitada, que
contempla las consultas de psiquiatría y psicología clínica. De igual forma, como parte de la atención
ambulatoria del Segundo Nivel de atención, se incluyen también consulta psiquiátrica y de psicología
clínica bajo cobertura ilimitada. Otro servicio que se identificó relacionado con la Salud Mental fue
la consulta de psicología clínica con cobertura ilimitada como parte del sub-grupo de servicio pre-
transplante ante casos de trasplante renal.

Al comparar los servicios de salud mental que ofrece la versión actual del catálogo con lo planteado en
la Ley General de Salud, la Ley sobre Salud Mental y la Ley General sobre La Discapacidad vigentes en
el país, se observan algunos incumplimientos importantes en el abordaje integral de la salud mental.
Por ejemplo, el artículo 18 de la Ley No. 12-06 indica que los servicios de salud mental deben incluir

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rehabilitación que promueva la reintegración social; y el artículo 31 de la Ley No. 42-01 indica que el
Estado debe garantizar la atención a las personas discapacitadas, incluyendo la recuperación física,
psíquica y sensorial. No obstante, el catálogo actual no ofrece cobertura para rehabilitación más allá de
la física ya que no se observa cobertura para terapias conductuales, del habla, entre otras. Igualmente,
en el catálogo no se incluye cobertura para diagnósticos dentro de psicología como evaluaciones
psicométricas.

Ley sobre Drogas y Sustancias Controladas de la República Dominicana (No.50-88)

Con esta ley se crea la Dirección Nacional de Control de Drogas, cuya función es velar con el
cumplimiento de esta ley; prevenir y reprimir el consumo, distribución y tráfico ilícito de las sustancias
controladas; entre otras. Además del Consejo Nacional de Drogas que tendrá como objetivo principal
asesorar al Poder Ejecutivo en la temática; y revisar, diseñar e implementar las campañas y estrategias
nacionales contra el consumo de drogas ilícitas.

Por otro lado, se crea una Comisión multidisciplinaria bajo la dependencia del MISPAS para asesorar
a la fiscalía competente sobre las condiciones de las personas adictas sometidas ante la ley por
posesión de drogas controladas. La comisión es la encargada de determinar si se debe enviar a la
persona a un centro de tratamiento para su desintoxicación, rehabilitación y reinserción social; o si por
el contrario será sometido a las acciones de la justicia. Esta ley hace mención de que el período de
rehabilitación será contemplado en la pena impuesta por su violación a la ley, pero que el mismo puede
ser liberado en caso de curación total. En caso de no contar con centro públicos, el tribunal podrá
disponer que la persona sea internada en un centro privado, pero los gastos deberán ser costeados
por el acusado, sus familiares u otras fuentes. También establece que esta comisión, junto a MISPAS,
asumirá la responsabilidad del tratamiento y rehabilitación de las personas adictas a las cuales se les
haya ordenado tratamiento.

En el artículo 76 la ley establece que los montos generados por las multas impuestas por violación de
esta ley serán destinados a la implementación de programas de prevención, rehabilitación y educación
contra el uso, abuso, consumo, distribución y tráfico ilícito de drogas. Específicamente, se destinará un
15 % para las instituciones que trabajen con la regeneración de las personas adictas a drogas; un 40 %
para las necesidades de la Dirección Nacional de Control de Drogas; y un 20 % para prevenir y educar
contra el uso de drogas desde el Consejo Nacional de Drogas.

Obsérvese que esta ley, con más de 30 años de vigencia, ofrece pocos detalles sobre el proceso de
rehabilitación para las personas adictas a sustancias, se ve reflejado que la misma no es entendida
como una enfermedad mental que requiere tratamiento como tal al hacer mención de que la persona

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

debe cubrir los costos del tratamiento y referirse a la curación de estas, cuando los profesionales
del área expresan que la recaída es parte del tratamiento por su frecuencia. Además, es importante
recalcar que desde El Estado no existen centros específicos para tratamiento de adiciones a sustancias
como reportó la entrevistada del Consejo Nacional de Drogas, sino que se ofrecen los servicios desde
las ONG y centros privados altamente costosos; lo que evidencia la falta por parte del MISPAS y, en
general, la poca prioridad que se le ha puesto al tema desde el Estado.

Ley que crea el Colegio Dominicano de Psicólogos (No.22-01)

En la misma se indica que esta institución rige, junto al Código de Ética y esta ley, el ejercicio profesional
de los psicólogos del país. El ejercicio profesional abarca la investigación, la docencia y cualquier área
de especialización. El CODOPSI también tiene como función actuar como asesor del Estado en materia
de psicología; velar por el establecimiento de los servicios públicos de psicología; velar por la buena
formación de los profesionales del área; entre otras.

Código Penal de la República Dominicana (abril 2021)

En relación con la temática de salud mental, se identificó que este documento presenta circunstancias
específicas bajo las cuales se admiten excepciones o agravantes como cuando los casos conllevan,
como agresor o víctima, a poblaciones vulneradas como personas enfermas, con discapacidad, entre
otras.

El Código aborda el concepto de discriminación, definiéndole como cualquier distinción que se realice
por razón del estado de salud mental, discapacidad, entre otras razones. La discriminación por estas
u otras razones establecidas en el Código es castigada cuando la discriminación implique rehusarse
o condicionar suministrar un bien o servicio; trabar una actividad económica; rehusarse o condicionar
una oferta de empleo o contrato, o sancionar o despedir a una persona por estas razones.

Por otro lado, el artículo 129 establece que, ante casos de orden de protección como pena accesoria,
se impondrá al infractor la asistencia obligatoria a programas terapéuticos o de orientación familiar
por un tiempo mínimo de 6 meses. Estos servicios pueden ser provistos por una institución pública o
privada. En el caso de la víctima de violencia, se estable la orden de suministrar servicios, atención a la
salud y orientación para toda la familia; así como indemnización por estos gastos.

De igual forma, plantea medidas de protección de las personas adultas que son abandonadas y no
pueden protegerse por sí mismos colocando sanciones para quienes tienen la obligación de vigilancia
o cuidado del adulto. Sin embargo, no se establece el cómo se determina la obligación de cuidado.

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Proyecto de Ley que garantiza el acceso, prevención, tratamiento y rehabilitación en materia de


salud mental

Desde la Cámara de Diputados, presentado por el diputado Aníbal Díaz, se identificó un proyecto de
ley que tiene como objetivo principal, establecer el marco legal para poder garantizar el acceso a
los servicios, la promoción, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación en el ámbito de la salud
mental. En este sentido, resalta que la atención debe basarse en un modelo de atención comunitario,
sin discriminación y con miras a erradicar la estigmatización de las personas con problemas de salud
mental.

El proyecto establece la necesidad de declarar de interés público las políticas públicas en salud mental
y su proceso de creación, coordinación, supervisión y evaluación. Además, propone como enfoques
transversales la cobertura sanitaria universal y la inclusión social; con un enfoque multisectorial.
En este sentido, propone en su artículo 5 la cobertura de los seguros de salud públicos y privados
de los servicios de salud mental, abarcando acceso a medicamentos, tratamientos ambulatorios,
internamientos u hospitalizaciones y productos sanitarios adecuados y de calidad. Especifica que
los psicofármacos del Cuadro Básico de Medicamentos Esenciales aprobados por el MISPAS deben
siempre estar disponibles, de forma sostenida y permanente, dentro de todos los niveles de atención
de las prestadoras de servicios de salud mental; asegurando una actualización de dicho Cuadro Básico
de Medicamentos Esenciales para que los fármacos incluidos cubran todos los problemas de salud
mental.

De igual forma, propone que las compañías aseguradoras brinden cobertura de diagnóstico, tratamiento
y rehabilitación en salud mental, incluyendo cobertura para el tratamiento de las adicciones. En el
caso de las personas en condición de pobreza o pobreza extrema, se plantea que sean incluidos en el
Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) si tienen alguna discapacidad mental y no cuentan con seguro.
Por último, establece la necesidad de un reglamento para el régimen disciplinario ante las infracciones
u omisiones de los artículos de esta ley.

Cabe destacar, que esta propuesta de ley si abarca algunos servicios relevantes que no están
especificados en otras leyes como la cobertura en el tratamiento de adicciones y la cobertura de
diagnóstico y rehabilitación en salud mental. En ambos casos, estos servicios podrían incluirse con la
modificación del Catálogo de Prestaciones del Plan de Servicios de Salud (PDSS).

En este sentido, se considera más relevante para el abordaje de la salud mental desde una perspectiva
de derecho humanos identificar las trabas que han impedido que el Estado ejecute lo que estipulan

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

las leyes ya vigentes a formular nuevas propuestas que resultan reiterativas y para las cuales ya están
estipulados los procedimientos que se requieren para la puesta en práctica.

Análisis de actores claves involucrados en salud mental

A partir de una encuesta donde participaron un total de 22 instituciones relativas a la salud mental,
incluyendo instituciones gubernamentales, educativas, centros privados y semi-privados, las ONG,
organismos internacionales y gremiales, se identificaron de manera objetiva algunos puntos relevantes,
brechas y obstáculos con los que cuenta la salud mental en la República Dominicana, las cuales
constituyen:

1. Las brechas en el sistema de atención de salud mental del país, identificando la carencia de
supervisión y seguimiento por parte de las autoridades con los proyectos y programas desarrollados.
Al igual que, la actualización de legislaciones con el objetivo que se ajusten a la realidad. Así como
la limitación de información y de recursos.
2. Con los pacientes y familiares se observó las limitantes de acceso a los servicios de salud mental
y recalcaron cómo las dificultades económicas, por el alto costo del servicio y las brechas de
cobertura, implican en algunos casos, el no recibir los servicios que requieren por su condición o
abandonar los tratamientos.
3. Desde el sector privado, los psicólogos y psiquiatras señalaron que perciben una falta de supervisión
en relación con el trabajo que se hace en salud mental, lo cual limita la calidad del servicio, pero
también existe una falta de oferta educativa efectiva para la especialización en psicología por parte
de las universidades públicas y privadas que trae consigo una gran cantidad de profesionales de la
psicología laborando en otras áreas o en desempleo.
4. Otra problemática destacada frecuentemente por los entrevistados fue la estigmatización, y
muchas veces discriminación, que reciben las personas con trastornos MNS. Aunque destacan
que hay una mayor apertura de parte de la población a hablar del tema y la estigmatización se
ha ido disminuyendo, es una realidad que aún persiste y se debe trabajar. Incluso, esta llega a
presentarse entre los profesionales de la salud de otras áreas que cuestionan el trabajar con dicha
población.

En vista que la salud mental debe abordarse como un elemento integral que se influencia por múltiples
factores sociales relacionados entre sí, las intervenciones destinadas a promover y proteger la salud
mental requieren de la participación de un gran número de sectores, actores y partes interesadas.

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Respecto a la atención de poblaciones específicas, desde el Consejo Nacional de Drogas, reiterado por
algunos profesionales de práctica privadas y varias ONG, confirman que desde el Estado no se ofrecen
servicios para tratar personas con trastornos adictivos, solo están a nivel privado o de organizaciones y
fundaciones sin fines de lucro. De igual forma, desde la Plaza de la Salud, la Superintendencia de Salud y
Riesgos Laborales (SISALRIL) y otros especialistas privados consultados, confirman que no se ofrecen
cobertura desde las ARS para las pruebas diagnósticas que se requieren en el ámbito de la salud mental.

De esta forma, se pone de manifiesto la necesidad de ir más allá de la creación de documentación


pertinente que, si bien es un elemento base para la toma de decisiones y la planificación de la ejecución,
no se traduce en mejoras palpables del sistema al nivel establecido en la documentación y, por tanto,
tampoco en mayor protección, promoción y garantía del derecho a la salud mental por parte del Estado.

Claramente existe una brecha importante en cuanto a los derechos humanos para las personas con
trastornos MNS. Es necesario ver la salud mental como un estado de bienestar desde un modelo
bio-psi-social, pues la problemática no se limita al derecho fundamental de acceso a la salud física y
mental, sino que traspasa a vulnerar otros derechos económicos y sociales como el derecho al trabajo,
a la vivienda, a la alimentación y a la educación. Así lo reporta el Informe anual del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre “Salud mental y derechos humanos” en el que
se describe un ejemplo claro de cómo estos derechos son factores determinantes de la salud mental
y repercuten sobre el derecho a la salud mental a modo de ciclo bidireccional (ONU, 2017).

Esquema de relación de derechos y la vulneración del derecho a la salud mental

Fuente: elaboración propia a partir de propuesta de Naciones Unidas (2017)

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

En el esquema anterior se refleja cómo al vulnerarse el derecho a la salud mental, debido a la falta de
acceso a los servicios por incumplimiento del rol del Estado, se traduce en un ciclo de vulneración de otros
derechos humanos fundamentales, como la educación, el trabajo, la vivienda, la alimentación, que pueden
abarcar muchos otros derechos, que a la vez repercuten sobre la salud integral y la calidad de vida de los
ciudadanos. Por tanto, resultaría de vital importancia para cualquier Estado responder a la salud mental
con propuestas desde distintos ámbitos que aborden de forma transversal los derechos humanos, por la
evidente correlación de estos con el estado de salud y bienestar, tanto mental como física.

Hallazgos de las entrevistas y encuestas aplicadas a experiencia de


pacientes “MNS” y familiares
A pesar de los esfuerzos en desarrollar políticas públicas y pactos internacionales para la protección y
promoción de la salud mental, los sistemas de salud todavía no han brindado una respuesta apropiada a la
carga de trastornos mentales, las cifras lo revelan.

En los países con ingresos bajos, solo el 4,7 % de los individuos pudieron recibir el tratamiento que
necesitaban, y el 22,4 % de las personas que recibieron un tratamiento mínimamente adecuado pertenece
a los países con altos ingresos.

A los fines de conocer la perspectiva de la salud mental en República Dominicana desde el punto de vista de
las personas con dificultades de salud mental y sus familiares, se realizaron entrevistas a 60 participantes;
33 personas con dificultades de salud mental y 27 familiares. Debido a la cantidad de participantes y la
forma de selección de estos, los resultados que aquí se presentan no son representativos de la realidad
nacional, pero muestran la opinión de actores relevantes para este estudio, los pacientes y los familiares.

Entre los hallazgos principales, se presenta una mayor incidencia de casos relacionados con depresión y
ansiedad.

Diagnóstico de los pacientes

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Estas condiciones, generalmente, son tratadas mediante servicios de terapia individual y medicación.
Esto nos remite a otro hallazgo importe y es el alto costo de la salud mental en la República Dominicana.
Desde los profesionales del área, hasta los pacientes y sus familiares, hicieron referencias a los gastos
que implica acceder a los servicios en el país, considerando que no es sostenible a largo plazo, a pesar
de tratarse, en muchos casos de enfermedades crónicas o de tiempos indeterminados.

Los costos son precisamente la razón principal de la poca adherencia al tratamiento en salud mental,
considerando que, además de los múltiples servicios de atención que puede requerir una persona con
trastornos MNS (terapia individual, terapia familiar, medicamentos, etc.), algunos deben incurrir en
gastos paralelos como transporte y otros no están en condiciones idóneas para trabajar, por lo que no
cuentan con los ingresos que requiere tratar su condición.

Más del 60 % destacó que si ha tenido que abandonar su tratamiento de salud mental principalmente
por la falta de recursos económicos, que también es la razón principal por la que algunos no han
recibido estos servicios y la segunda razón de elección de un centro o profesional para su tratamiento.

Abandono al tratamiento

Fuente: elaboración propia a partir de datos levantados mediante encuesta

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

El costo a nivel de medicamentos resulta elevado y puede estar relacionado con que los medicamentos
para los cuales se ofrece cobertura son limitados, ya que solo se ofrece para los medicamentos incluidos
en el cuadro básico de medicamentos elaborado por el MISPAS, que desde el punto de vista de las
personas entrevistadas desde la Plaza de la Salud es muy limitado. Además, se relaciona con el hecho
de que actualmente el costo de cobertura en medicamentos es de un máximo de RD$ 8,000.00, y los
medicamentos de psiquiatría suelen ser muy costosos, como reportan los profesionales entrevistados.

A las personas participantes se les realizaron preguntas sobre la posesión de seguro médico de salud,
su uso y cobertura, y los costos que genera a los pacientes. A continuación, se presentan algunos
gráficos al respecto.

Uso del seguro y cobertura en salud mental

Seguro de salud

Fuente: elaboración propia a partir de datos levantados mediante encuesta

La mayoría reportó poseer seguro médico de salud en su mayoría contributivo complementario, lo cual
significa que poseen mayor cobertura que el Plan Básico de Salud, sin embargo, menos de la mitad
indicó utilizar su seguro para los servicios de salud mental que requieren pues, aunque se observan
variaciones de una cobertura de 15 % a 25 % o de 76 % a 95 % en servicios de salud mental, existen
casos en que sus seguros no ofrecen cobertura o existe un monto de diferencia que deben cubrir
costeado por ellos y es aproximadamente de RD$ 9,000 mensuales.

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Recordemos que la mayoría de los pacientes reportó asistir a un centro a nivel privado, y que algunos
profesionales entrevistados indicaron que la red de cobertura a nivel privado es limitada por la falta
de acuerdos entre profesionales del gremio y las ARS por un tema de costo-efectividad. Por tanto,
dar respuesta a esta problemática es parte fundamental de la problemática de salud mental actual,
considerando que a nivel público se reportaron otras dificultades como la disponibilidad de dispositivos
a nivel nacional y alta demanda de los servicios que lleva a una larga lista de espera.

Existe una clara necesidad de revisión y actualización del cuadro básico de medicamentos desde la
perspectiva de salud mental, y una mayor cobertura por parte de las ARS que permita un aumento de
la accesibilidad a los servicios, sobre todo en el sector público para las familias de menos recursos.

Además, se observa una mayor asistencia por parte de mujeres jóvenes; no obstante, es muy importante
observar que las estadísticas de suicidios a nivel nacional, la cual va en aumento, presentan una
preponderancia masculina muy marcada. Estos datos podrían servir para trabajar, desde el Estado, la
estigmatización hacia buscar ayuda profesional, principalmente en hombres, y desarrollar estrategias
preventivas y de promoción de la salud que alcance la población más vulnerable. Si se entiende la
relación de los factores determinantes de la salud mental, el abordaje esperado, desde el modelo
comunitario, también debe abarcar promoción y prevención de estos factores de forma intersectorial,
como resalta la ONU.

De igual forma, se hicieron preguntas sobre las posibles incidencias que ha causado la situación de
salud mental de los pacientes en diversos ámbitos de su vida. En el gráfico siguiente se observarán
los ámbitos en los que se reportó mayores dificultades y luego se describe a mayor profundidad las
experiencias descritas por los participantes por cada uno de los aspectos mencionados.

Incidencia de la dificultad de salud mental

Fuente: elaboración propia a partir de datos levantados mediante encuesta

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

Con relación a la vida en pareja de los pacientes participantes, señalan que han presentado dificultades
por su inestabilidad emocional que en algunos casos genera inseguridades y consideran que se
presentan sin razón de ser. También reportan distanciamiento de su pareja, pérdida del interés e incluso
separación; mientras que otros indican que su condición de salud mental les dificulta conseguir pareja.
Por último, algunos expresan que su pareja no muestra comprensión ante su diagnóstico y por tanto
se generan discusiones constantes que deterioran la relación. Incluso, una de las participantes reporta
que sufrió violencia de género de parte de su pareja por su situación de salud mental.

En cuanto a la percepción que tienen sobre si mismos los pacientes indican que su situación de
salud mental les ha generado una baja autoestima. La mayoría señala un sentimiento de inutilidad,
incapacidad e insuficiencia. También expresan sentimientos de derrota, inseguridades, irresponsabilidad
y aislamiento. En general, como expresa uno de los participantes, la autopercepción está marcada por
un monólogo interno muy pesimista y saboteador que los lleva a dudar de sí mismos.

Respecto a las relaciones interpersonales, la mayoría de los participantes indican que se han aislado de
sus amistades y otros expresan que sienten desconfianza de sus allegados. También hacen mención
de que el aislamiento es tanto causa como consecuencia de situaciones de incomprensión que se han
generado en sus relaciones.

También indicaron presentar problemas en el ámbito de la salud física reportan que han desarrollado
conductas dañinas asociadas a la mala alimentación y sedentarismo que los lleva a aumento de
peso. Algunos reportan que también han presentado fatiga constante y falta de motivación para
realizar sus actividades cotidianas. Además, se reportan variedad de síntomas físicos siendo los más
frecuentes dolores de cabeza, dolores musculares y algunos indican problemas gastrointestinales y
dermatológicos como caída del pelo.

Al igual que en los demás ámbitos de relaciones, los participantes comentan que su relación con
familiares se ha visto afectada por incomprensión que lleva a provocar discusiones y aislamiento.
Esta situación genera irritabilidad en los pacientes e incluso una persona mencionó percibir que sus
familiares lo consideran incapaz por su diagnóstico y otra indica ser víctima de abuso verbal por parte
de los familiares.

En cuanto al ámbito laboral, la mayoría de los comentarios señalan una baja productividad, e incluso
un despido, por la falta de motivación y concentración que experimentan en sus labores. Además,
algunos mencionaron conflictos con compañeros y superiores.

Por último, en el ámbito en que menos personas reportaron observar consecuencias por su situación
de salud mental fue en el rol del cuidador/a. Aquellos que reportaron incidencias indican que hay un

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

desinterés y poca motivación por realizar sus labores del hogar y que se ha vuelto difícil cumplir este
rol por olvidos, irresponsabilidades y descuidos, como ellos los llaman.

En general, los comentarios y estadísticas recolectados durante este estudio ponen de relevo otras
brechas de mayor relevancia, que ya están abarcadas a nivel de leyes, como el acceso al servicio,
identificando pocos centros públicos disponibles, personal insuficiente, servicios centralizados en las
zonas urbanas, escasez de medicamentos a precios accesibles, entre otras problemáticas destacadas
anteriormente que reflejan, principalmente, limitantes de presupuesto y falta de priorización a la salud
mental. Por consiguiente, se observan obstáculos en la aplicabilidad de lo pautado, por lo que una
propuesta de ley no necesariamente se traduce en soluciones para enfrentar las problemáticas de
salud mental en el país.

La estrecha relación de la salud mental y sus múltiples determinantes sociales muestran la relevancia
de abordar la problemática desde la perspectiva de los derechos humanos, abarcando más que el
derecho a la salud, los derechos económicos, sociales, culturales, civiles, todos los derechos humanos,
en dónde el Estado debe ser el garante llamado a respetarlos, protegerlos y promoverlos desde todas
las entidades públicas y sin espacio a la discriminación y la exclusión.

Las consecuencias del diagnóstico de salud mental comentadas por los participantes reflejan la relación
bidireccional entre factores determinantes, ambientales y sociales, que traen como consecuencia las
dificultades de salud mental y que a la vez agravan otras problemáticas sociales y, por consiguiente,
empeora la salud mental de las personas. Por ejemplo, se evidencia una alta frecuencia de conductas
de aislamiento y sentimientos de incomprensión que incluso han llegado a discusiones y violencia y
consecuencias en la salud física que pueden llevar al desarrollo de otras enfermedades que también
requieren atención médica. Además, mencionan que su diagnóstico de salud mental los ha afectado
negativamente en todos los ámbitos de su vida evidenciado la mirada integral desde la que debe ser
vista.

La falta de disponibilidad de estadísticas oficiales es un reflejo más de la falta de priorización estatal


hacia la salud mental; lo que a la vez dificulta la toma de decisiones basadas en evidencias. Además,
esto resalta una falta de seguimiento y monitoreo de los proyectos y propuestas implementados. En
políticas públicas es vital contar con datos que permitan identificar si las propuestas están dando los
resultados esperados ya que “lo que no se mide, no mejora”.

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Defensor del Pueblo de la República Dominicana

Propuesta de políticas públicas para el abordaje de la salud mental


desde la protección de derechos en República Dominicana

A partir de los resultados de este estudio, se presentan un conjunto de líneas temáticas relevantes para
generar cambios en el abordaje de la salud mental y la protección de los derechos de las personas con
trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias (MNS) en el país, y de esta manera
identificar, abordar y reducir las brechas de acceso y cobertura en materia de salud mental:

1. Sistematización de datos estadísticos: donde se realice un estudio diagnóstico de la situación


de la red de atención de salud para pacientes con trastornos MNS, con alcance nacional, con el
propósito de dimensionar las brechas y demandas por regional de salud. Además, se elabore
un plan de sistematización de datos estadísticos.

2. Monitoreo y regulación: partiendo de una revisión y actualización del marco legal y regulatorio
para robustecer las normativas para el ejercicio profesional y definir mecanismos de monitoreo
que garanticen el cumplimiento y la calidad.

3. Desestigmatización y protección de derechos: diseñando campañas de divulgación sobre los


derechos de los pacientes con trastornos MNS y desestigmatización. Así como iniciativas de
alianza y asociaciones de personas con trastornos MNS y sus familiares.

4. Ampliación de cobertura y acceso a servicios: requiere una revisión y actualización del


catálogo del PDSS para ampliar la cobertura en salud mental.

5. Articulación interinstitucional: donde se desarrollen iniciativas de diálogo entre actores clave


en materia de cobertura y seguridad social para la generación de acuerdos o alianzas.

Para poder identificar el logro o nivel de avance de los resultados a largo plazo de las propuestas
presentadas, se propone un conjunto de indicadores de éxito a tomar en cuenta durante el monitoreo
de dichas propuestas:

• Informes epidemiológicos oficiales certeros y actualizados sobre los trastornos mentales,


neurológicos y por consumo de sustancias, considerando los servicios ofrecidos tanto a nivel
público como privado.

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

• Informes de evaluación de las iniciativas implementadas con datos concretos y verificables,


que evidencian un nivel alto de implementación de líneas estratégicas alineadas a los objetivos
de desarrollo sostenible, el Plan Decenal de Salud y otras políticas.
• Informes de implementación de planes actualizados en los repositorios institucionales que
aporten transparencia en el manejo de los recursos y trazabilidad de los resultados obtenidos.
• Dispositivos que brindan servicios de salud mental en los tres niveles de atención de la red
pública en cada Regional de Salud y que cuentan con personal calificado y suficiente para
atender las demandas.
• Instrumentos legales y regulatorios actualizados y con normativas robustas.
• Mayor número de profesionales de salud mental del sector privado afiliados a la red de
prestación de servicios del Plan Básico de Salud.
• Catálogo del PDSS que brinda cobertura para otros servicios de salud mental: hospitalización,
evaluación y diagnóstico, otras modalidades de tratamiento.
• Informes de encuestas de satisfacción de los usuarios de la red de atención sobre la calidad
percibida del servicio.
• Existencia de organizaciones y recursos de apoyo social y comunitario para las personas con
trastornos MNS y sus familiares.
• Informes de resultados de campañas y proyectos de desestigmatización.

A partir de estas propuestas, identificadas desde las brechas y oportunidades destacadas durante el
diagnóstico de la salud mental, se podrá velar, desde el Estado, por una mayor garantía y protección de
los derechos de las personas con trastornos MNS y de la población en general, que en algún momento
requiera los servicios de salud mental para lograr un trato digno y un mayor bienestar general que
conllevan a un aumento de la calidad de vida.

En este sentido, se presenta a continuación el esquema resume de la teoría del cambio propuesta
como resultado del diagnóstico de salud mental realizado:

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Mentes sanas y políticas enfermas. Resumen ejecutivo

Consideraciones finales
Como se ha planteado, brindar una respuesta a las problemáticas de salud mental requiere un abordaje
de derechos humanos que permita identificar y abordar los factores determinantes. Se hace imperiosa
la generación de soluciones que permitan reducir las brechas en los derechos fundamentales de las
personas que viven con un trastorno MNS, así como los factores que obstaculizan la búsqueda de
ayuda y el acceso a servicios dignos y de calidad. Algunos de esos obstáculos han sido identificados
a nivel global, entre ellos la mala calidad de los servicios, los bajos niveles de conocimientos sobre
salud mental, la estigmatización y la discriminación hacia las personas con trastornos MNS. Estas
barreras vulneran el derecho fundamental a la salud mental.

Dado que los factores determinantes son multisectoriales, las iniciativas con el objetivo de promover
y proteger la salud mental requieren de la participación de múltiples actores y sectores. Una adecuada
intervención adopta un modelo intersectorial que comprende las esferas civil, cultural, económica,
política y social (OMS, 2004; 2022).

En este sentido, las propuestas de intervención en materia de derechos de las personas con trastornos
MNS en la República Dominicana requieren la articulación y alianza de distintos actores clave, entre
ellos los organismos regulatorios en materia de salud, seguridad social, actores legislativos y otros. El
Defensor del Pueblo, como entidad constitucional, juega un rol importante en esta red multisectorial,
principalmente de abogacía por la protección de los derechos de las personas con trastornos MNS
y de mediación en las demandas por iniciativas que garanticen el acceso y la cobertura universal de
los servicios en el ámbito de salud mental.

En conclusión, la salud mental debe ser prioridad para el Estado dominicano y todo el mundo. Se
deben ampliar las facilidades médicas y mejorar las infraestructuras disponibles y asegurar la
cobertura de las ARS. También es necesario que se garantice la existencia de las diversas terapias
medicamentosas en el programa de medicamentos de alto costo y asegurar el acceso a las familias
de menores ingresos, así como desde el Seguro Nacional de Salud se lleve una jornada permanente
de concientización sobre salud mental y sus diversas manifestaciones, a fin de ir desmontando el
estigma social que actualmente persiste frente a este tipo de padecimiento.

Desde el Defensor del Pueblo, estamos comprometidos con impulsar mejoras al sistema de
salud mental. Por lo que abogamos por acciones que abarcan un marco normativo adecuado a
los nuevos tiempos, diseño de campañas de divulgación sobre los derechos de los pacientes y sus
familiares; iniciativas de diálogo entre actores clave en materia de cobertura y seguridad social para la
generación de acuerdos o alianzas dirigidas a: 1) la ampliación del número de profesionales de salud
mental afiliados a las redes de prestadores de servicio; 2) transparentar los costos de tratamiento
para su modulación y regularización; 3) una mayor articulación entre los sectores. Acciones en estas
líneas temáticas se traducen en mayor acceso y ejecución de la cobertura actual en el sector privado
y reducción de la brecha entre los servicios públicos y privados.

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