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PNFPS – 18 DE FEBRERO DE 2019 – ESCUELA ANTONIO DEL VISO

INTEGRANTES:
 CABRERA, NORMA
 OTERO, MARCELA
 RODRIGUEZ, VIRGINA
 CECILIA SEQUEIRA
 PEANO, PAULINA
Momento 2
¿En qué medidas estas dimensiones y componentes del oficio de enseñar
están presentes en los debates que sostiene en nuestra escuela y en los
acuerdos que establecemos?
¿Alguno de ellos tienen más peso que otros? ¿Algunos están ausentes?
¿Este oficio se aprende de una vez y para siempre? ¿Es inmutable?
¿La enseñanza es un derrotero que a veces derrota?
¿Cuáles son algunas de las capacidades que los y las docentes son
desafiados a construir y desarrollar?
En la mayoría de los debates desarrollados en las reuniones se encuentran
presentes casi todas las dimensiones del oficio de enseñar como “teoría”,
faltaría llevar a la práctica más seguido el “hacer”, como docentes e
institución y una autoevaluación.
En los acuerdos institucionales los oficios de enseñar que tienen más peso
son el saber, ya que estamos en permanente proceso de capacitación y
muy buena voluntad para hacerlo, y el sentir, tomando compromisos y
teniendo sentido de pertenencia hacia la institución.
El que sentimos que está más ausente es el oficio de “hacer”, ya que en
muchas oportunidades nos vemos desbordadas con imprevistos que no se
encuentran en nuestras planificaciones, nos demandan más proyectos y
actividades de los que podemos realizar, y creemos que, según el grupo y
el año lectivo, esto debería ser contemplado en las autoevaluaciones
institucionales.
Tanto el oficio de enseñar, como el de aprender, no se realizan de una vez
y para siempre, sino que se encuentran en constante cambio y
retroalimentación, constituyendo un verdadero desafío para el docente,
que va mutando de acuerdo a la realidad de cada año lectivo.
A veces nos sentimos “derrotadas” por situaciones o emergentes que no
podemos solucionar porque no tenemos los medios o no tenemos
injerencia en ellos, sin embargo pensamos que “sentirse derrotados”
habla de un docente comprometido con su tarea y con pericia para poder
detectar aquellos aspectos de sus prácticas que debería repensar, junto
con la capacidad de pedir ayuda si la necesita.
Suponiendo que nos paramos en las capacidades a construir y desarrollar,
consideramos como desafío la formación del docente de acuerdo con las
exigencias actuales. Hay que asumir, como sostiene Antelo, que “el guion
para trabajar en una escuela se ha vuelto borroso y obliga a los actores a
desplegar una reescritura personal y constante”, proyectándose hacia
horizontes muchas veces inciertos y azarosos.
La empatía con los alumnos, estableciendo y fortaleciendo vínculos con
éste para poder visualizar sus necesidades y capacidades y acompañar los
aprendizajes.
Y por último, asumir un actividad fuertemente política, comprometida
con la formación de la ciudadanía activa y la construcción de una sociedad
mas justa, as libre y por lo tanto mas humana
Momento 3

ESTUDIANTE
 Sujeto activo
 Sujeto de diálogo
 Sujeto que interpela
 Permanente cambio
 Sujeto de derecho
 Sujeto que aprende colectivamente
 sujeto que debe conocer el por qué y para
qué aprende.

INTERACTÚAN IMPACTAN

DOCENTE SABERES
 Flexible pero regulado
 Currícula
por el docente
 Campos y Teorías POSICIONAMIENTO  Con una finalidad e
intencionalidad
 Proyectos
 Con medios apropiados
institucionales y
(recursos)
áulicos
 Interrelacionados con
 Acuerdos de otras áreas y campos
convivencia  Atendiendo a la
 diversidad.

REFLEXIÓN:
Horacio Ferreira propone salir del triángulo estático “docentes – saberes -
estudiantes” que antes hacían a las prácticas educativas rígidas y
mecánicas, para pensarlas de acuerdo a las prescripciones de hoy, a las
cuales el docente debe atender y conocer en base a su profesionalización
para enseñar a estudiantes que dialogan, exponen sus pensamientos,
interpelan, que deben conocer el por qué y para qué aprenden lo que
aprenden y, para lo cual el perfil de este docente debería ser el de aquel
que parte de las potencialidades de los alumnos, y los acompaña con su
con su mirada y su intervención necesaria a realizar un recorrido de
acuerdo a sus capacidades.
Entendemos también que este docente que acompaña no está
posicionado en una sola teoría de enseñanza aprendizaje, sino que las
integrará según la necesidad de los estudiantes, atendiendo a la
diversidad y a la potencialidad de cada uno de ellos, y que los cambios que
se realizan durante el trayecto educativo de construcción del
conocimiento implicarán la mejora de aquellos aspectos que impactaron
positivamente en los alumnos, capitalizándolos para la profundización de
los conocimientos adquiridos y la adquisición de nuevos conocimientos, y
descartando aquellos que “hoy” fueron irrelevantes o negativos para los
mismos, ya que la evaluación es constante y retroalimenta el proceso.

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