Está en la página 1de 8

Frenos a la innovación

Las barreras hacia lo nuevo

Referencias
LECCIÓN 1 de 2

Las barreras hacia lo nuevo

Todo lo nuevo y distinto genera fuerzas de resistencia que


obstaculizan el proceso de innovación empresarial. Para que este
evento se dé, es preciso superar la resistencia al cambio y las
barreras que frenan la innovación.

De manera explícita o implícita, aparecen en las organizaciones, empresas y equipos distintos tipos de
frenos a la innovación que atentan contra la búsqueda e implantación de lo nuevo y distinto. Esta dificultad
aparece como un lugar común, a partir de lo cual los equipos de trabajo deben aprender a lidiar con estas
particularidades que se atraviesan en los procesos de innovación.

Los líderes de proyecto son los primeros que deben identificar tanto a nivel macro como micro los frenos
que obstaculizan el descubrimiento de ideas nuevas que proyecten innovación. Solo cuando son
identificados claramente, se pueden intervenir eficazmente.

En el desarrollo de esta lectura, vamos a ir conociendo y describiendo los principales frenos a la innovación
que aparecen, e intentaremos reflexionar sobre sus causas y consecuencias a la hora empezar a gestionar
el proyecto o su progreso, ya que dichos frenos atraviesan todas las situaciones. Para tal fin, tomaremos
aportes del Ordóñez (2013).

Entre los grandes frenos a la innovación, aparecen:


Derrotismo.

Facilismo.

Teorización excesiva.

No reconocer la resistencia al cambio.

Poca sinergia de equipo.

Enfoque altamente analítico.

Cada uno de estos frenos a la innovación presenta su particularidad, la cual debe ser reconocida y superada
para poder dar lugar a la aparición de ideas y soluciones innovadoras que permitan el crecimiento y
proliferación de avances en las organizaciones y proyectos.

Figura 1: La barrera de la innovación


Fuente: Herrero, 2014, https://goo.gl/8GURD2

Derrotismo

Quizás la actitud que conspira de peor manera contra las transformaciones positivas sea el derrotismo, un
sentimiento que se retroalimenta en los ambientes de trabajo modernos. Las oficinas monótonas, donde
pocas veces ocurren cambios -o peor aún- donde cualquier cambio es considerado un peligro, son un
terreno fértil para el “yo no puedo” que se convierte rápidamente en “no podemos”.
Este proceso de creciente degradación creativa provoca una suerte de autodeterminismo que convierte las
supuestas incapacidades en cualidades inmodificables que actúan como causas de acontecimientos
negativos. (Ordóñez, 2013, p. 149).
 
El derrotismo es uno de los frenos de la innovación que impacta de manera principal a nivel individual, pero
se propaga de persona a persona y, por eso mismo, implica una afectación de equipo.
 
La actitud de desvalorización personal y grupal suele ir acompañada por un entorno rígido y poco
cambiante, lo cual obstaculiza el proceso de generación de ideas y nuevos puntos de vista acerca de
situaciones y posibilidades distintas.
 
Los líderes de proyectos deben aprender a identificar aquellos discursos y prácticas negativas que
aparecen en las personas de la empresa o equipo de trabajo, y en consecuencia generar intervenciones
que posibiliten mejores visiones acerca de ellos mismos. De este modo, se apuntalará a mejorar la actitud
personal frente a lo nuevo.

Facilismo

Consiste en subestimar la complejidad propia de la implementación de una innovación y la consecuente
búsqueda de atajos para resolver problemas a corto plazo.  El potencial creativo se reduce a “atar todo con
alambre”, hacer “como si las cosas hubieran cambiado, pero, en realidad, no cambiaron nada” o justificar el
fracaso de la innovación propuesta.
Esta conducta implica una renuncia -la mayoría de las veces tácita- a los objetivos planteados al
emprender una innovación. (Ordóñez, 2013, p. 149).
 
Este segundo freno a la innovación suele desplegarse en momentos donde el derrotismo aparece y
acompaña. El facilismo cae en el abandono total de lo que implica la innovación: tanto los procesos que se
deben llevar a cabo para lograrlo como las instancias de ejecución y evaluación que son necesarios
considerar al momento de innovar.
 
El facilismo implica no asumir plenamente lo que significa innovar y los aportes que este punto genera
tanto a nivel personal como de equipo. Los cambios y el potencial creativo no están habilitados de manera
correcta, ya que no se quiere comprender en su totalidad lo que genera lo nuevo.

Teorización excesiva

“Constituye otro freno a la innovación. Prevalece el deseo de lucimiento profesional sobre el de integrarse al
objetivo común definido para la organización. Es un mecanismo usado frecuentemente para defender una
situación de privilegio adquirida” (Ordóñez, 2013, p. 150).
 
Este freno de la innovación destaca la actitud egoísta que suele aparecer en los equipos de trabajo, ya sea
a nivel individual dentro de un equipo de trabajo o entre departamentos de la empresa que no se suman a
los objetivos planteados.
 
La causa de esta barrera radica en no perder posiciones ganadas por miedo a que lo nuevo irrumpa con su
lugar, por lo cual aparecen argumentaciones que “defienden” dicha posición actual, lo cual imposibilita la
incorporación de otro punto de vista.
 
La teorización excesiva debe ser trabajada con intervenciones que comuniquen de manera clara y precisa
los beneficios nuevos que aportaría la innovación a ellos y a su posición actual.

No reconocer la resistencia al cambio



También conspira contra la innovación el no reconocer la resistencia al cambio. Es una conducta muy
relacionada con el sano estado de entusiasmo y excitación que provoca el desarrollo creativo de una idea y
la posibilidad de que se ponga en práctica una propuesta propia. Muy identificado y a veces obnubilado con
su ideal de cambio, el autor de la innovación espera que todo el mundo comprenda, tan pronto como lo hizo
él, los beneficios que traerá su propuesta. (Ordóñez, 2013, p. 149).
 
Este freno de la innovación es acompañado por otras manifestaciones propias de la curva del cambio. No
reconocer la resistencia al cambio implica la imposibilidad de tolerar lo nuevo y distinto, ya que el ideador
del proceso de innovación, al estar entusiasmado por el logro, no puede visualizar que los otros necesitan
tiempo y explicaciones extra para poder ver lo que él ya ve.
 
La negación de la resistencia al cambio debe ser intervenida con estrategias comunicativas que potencien
el diálogo entre las partes y que, de esta manera, se despeje todo tipo de duda, inquietud e incertidumbre
acerca de lo que se vendrá y de cómo se llevará a cabo el proceso de innovación.

Poca sinergia de equipo



Otro de los frenos que acontecen en los procesos de innovación está relacionado con la falta de
participación por parte de los miembros del equipo de trabajo. Esta particularidad se puede dar por diversas
causas, pero la principal es la falta de conocimiento a nivel grupal de las preferencias personales,
motivaciones o expectativas de logro, entre otros temas que hacen al encuentro de equipo.
 
Esta barrera de la innovación obstaculiza el desarrollo del proceso creativo, de modo que es interesante
realizar intervenciones iniciales que preparen y doten al equipo de herramientas para poder incursionar en
el proceso de innovación. Esto se hace a través del empleo de diversas técnicas y dinámicas grupales que
favorecen la interacción entre pares, donde se prioriza el conocimiento profundo y sincero del otro para
poder optimizar los vínculos. Una vez que se mejora la concordancia de equipo, es más factible poder
iniciar procesos de innovación.

Enfoque altamente analítico



Este freno de la innovación requiere de la atención plena de todos los miembros de la organización antes
de encarar un proceso de innovación, ya que el exceso de enfoque en cuestiones numéricas y lógicas
dificulta la aparición de nuevas ideas y puntos de vista del negocio que no tengan que ver con lo puramente
racional. Esto implica que, cuando la empresa y organización se han caracterizado por un alto desempeño
analítico en la resolución de problemas, el potencial creativo se enlentece, de modo que se vuelve
necesario aplicar más técnicas de creatividad que habitualmente.
 
Es importante considerar que, para poder superar esta barrera de la innovación, el líder de proyecto y los
miembros del equipo deben estar estimulados para encontrarse abiertos y receptivos a lo nuevo y distinto,
donde se pone en juego un área de conocimiento distinta de la analítica y racional que los invita a
incursionar por otras zonas diferentes a las habituales. Por tal motivo, identificar si este enfoque se prioriza
en la organización es clave para poder cambiar y evolucionar, y que de ese modo no represente un gran
obstáculo de la innovación en su primer momento.
Mira el siguiente vídeo:

Video format not supported.

Reuse 
LECCIÓN 2 de 2

Referencias

Herrero, J. (2014). [Imagen sin título sobre barreras para innovar]. Recuperado de
https://implantaciondelaestrategia.com/2014/12/17/como-derribar-las- barreras-organizativas-a-la-
innovacion/

Ordóñez, R. (2013). Introducción. Cambio, creatividad e innovación. Argentina: Ediciones Granica S. A.

También podría gustarte