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CASTILLO APARICIO, Johnny E.; Op. cit., p. 51.
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RAMOS RIOS, Miguel Angel y RAMOS MOLINA, Miguel. Violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo
familiar. Lex& Iuris Editorial. Lima. Enero 2018, pág 35.
Así, en atención a que la actividad jurisdiccional no está orientada a identificar y
condenar culpables ni a reconocer derechos a favor de la parte denunciante sino
principalmente a proteger a la mujer y a la familia como instituto natural y fundamental
de la sociedad, evitando que en su interior se produzcan actos de violencia, así como
procurar el restablecimiento del clima de paz y armonía que debe imperar en las
relaciones interpersonales a través de medidas de protección o medidas cautelares,
conforme lo regula el artículo 6° del Decreto Supre mo N° 009-2016-MIMP que aprueba
el reglamento de la Ley N° 30364, y que en la prese nte etapa de protección la finalidad
del proceso es proteger los derechos de las víctimas y prevenir nuevos actos de
violencia, contra las mujeres y contra los integrantes del grupo familiar corresponde a
este Órgano Jurisdiccional dictar medidas de protección a favor de la denunciante
presuntamente agraviada, teniendo en cuenta la gravedad e implicancia de los hechos
denunciados; sin perjuicio que en todo caso puedan dilucidarse en la instancia
penal correspondiente, en atención a que en la presente etapa procede la
relativización de la prueba, cuya valoración objetiva está reservada para la etapa de
sanción.
Por consiguiente, apreciándose indicios de violencia psicológica en agravio de la
denunciante, que habría sido cometidos por el denunciado y además, atendiendo a que
el presente proceso tiene una finalidad preventiva ante nuevos actos de violencia,
corresponde a éste Órgano Jurisdiccional dictar medidas de protección a favor de la
agraviada que el caso concreto amerita; para ello deberá considerarse que el objeto de
las mismas es neutralizar o minimizar los efectos nocivos de la violencia ejercida por la
persona denunciada y permitir a la víctima el normal desarrollo de sus actividades
cotidianas con la finalidad de asegurar su integridad física, psicológica y sexual o la de
su familia3. Ello sin perjuicio de que a nivel fiscal (etapa de sanción) se realicen actos
de investigación para lograr atribuir el hecho delictivo denunciado al imputado, actividad
probatoria que en esta etapa (preventiva) no puede realizarse, empero es evidente que
para dictar las medidas de protección este despacho cuenta con un mínimo probatorio
como ha sido referido en líneas supra.
DECIMO: Medidas de Protección.
10.1. Las medidas de protección en general y su finalidad.
El objeto de las medidas de protección es neutralizar o minimizar los efectos nocivos de
la violencia ejercida por la persona denunciada, y permitir a la víctima el normal
desarrollo de sus actividades cotidianas; con la finalidad de asegurar su integridad
física, psicológica y sexual, o la de su familia, y resguardar sus bienes patrimoniales. El
juzgado las dicta teniendo en cuenta el riesgo de la víctima, la urgencia y necesidad de
la protección y el peligro en la demora.
Por otro lado, se debe precisar que las medidas de protección a dictarse a favor de la
parte agraviada deben ser sustentadas en los Principios de Razonabilidad y
Proporcionalidad, consagrados en el numeral 6 del artículo 2° de la Ley N° 30364, lo
que implica que se debe ponderar la proporcionalidad entre la eventual afectación
causada y las medidas de protección y de rehabilitación a adoptarse, para lo cual se
debe hacer un juicio de razonabilidad de acuerdo a las circunstancias del caso, a fin de
emitir decisiones que permitan proteger efectivamente la vida, la salud y la dignidad de
las víctimas.
10.2 Las que se ajustan al caso en concreto y justificación.
Estando a lo antes señalado, se advierte una situación de supuesta violencia en la
modalidad de violencia psicológica, por lo que se debe tener en cuenta que no es la
primera vez que se habría suscitado un hecho de violencia (conforme a lo manifestado
en su denuncia policial). En atención a ello el supuesto fáctico consiste en que la
3
De conformidad con lo establecido en el artículo 22° primer párrafo de la Ley N° 30364, modificado por Decreto
legislativo N° 1386.
agraviada refiere que ha sido víctima de violencia psicológica en forma constante por
parte de su conviviente; teniendo en cuenta lo alegado por la denunciante, se colige
que resulta creíble pues existe una sindicación verosímil, coherente, persistente en la
incriminación sin ambigüedades, generalidades o vaguedades, en consecuencia existe
una alta probabilidad de que su petición de medidas sea atendida; por otro lado, debe
tenerse presente que el presente proceso tiene una finalidad preventiva ante nuevos
actos de violencia, dada la situación sui generis, en atención a que la actividad
jurisdiccional no está orientada a identificar y condenar culpables ni a reconocer
derechos a favor de la parte agraviada sino principalmente a proteger a la mujer y a la
familia como instituto natural y fundamental de la sociedad, evitando que en su interior
se produzcan actos de violencia, así como procurar el restablecimiento del clima de
paz y armonía que debe imperar en las relaciones interpersonales a través de medidas
de protección o medidas cautelares, conforme lo regula el artículo 6° del Decreto
Supremo N° 009-2016-MIMP que aprueba el reglamento de la Ley N° 30364;
corresponde a este Órgano Jurisdiccional dictar medidas de protección a favor de la
agraviada sustentadas en el Principio de Razonabilidad y Proporcionalidad, consagrado
en el numeral 6) del artículo 2° de la Ley N° 30364 , que el caso concreto amerita, las
mismas que deben estar orientadas al cese inmediato de los insultos, gritos,
ofensas, amenazas, agresiones físicas y psicológicas, puesto que si se vuelve a
repetir otro hecho de violencia similar puede generar en la victima mayor afectación en
su integridad psíquica, máxime si la victima tiene derecho a su integridad psíquica, el
mismo que constituye uno de los derechos fundamentales que resulta ser afectado por
la violencia familiar, el cual “se expresa en la preservación de las habilidades motrices,
emocionales, e intelectuales”, se puede afirmar que la violencia psicológica trae mayor
repercusión en el ser humano, porque puede llegar a ocasionar daño psíquico el cual
tendría que requerir de extensos tratamientos para poder lograr la estabilidad
emocional de la persona, lo que dígase de paso también podría ocasionar afectación
en los demás miembros de la familia por ser estos testigos presenciales y si hablamos
de los hijos (menores de edad) quienes se encuentran en fase de desarrollo de sus
habilidades psicológicas y de su personalidad se encuentran vulnerables frente a ésta
nociva experiencia, y además porque la victima tiene derecho a su integridad física, el
cual se encuentra contenido en el inciso 1) del artículo 2° de la Constitución Política del
Perú que señala: “Toda persona tiene derecho: a la vida, a su identidad, a su integridad
moral, psíquico o física y a su libre desarrollo y bienestar.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos establece que: “la
integridad física hace referencia a la plenitud corporal del individuo; de allí que toda
persona tiene derecho a ser protegida contra agresiones que puedan afectar o lesionar
su cuerpo, sea destruyéndola o causándole dolor físico o daño a su salud”4. Por otro
lado, se debe disponer que la denunciante y el denunciado reciban terapia
psicológica para que deponga su conducta agresiva, controle sus impulsos, ello
en mérito a que lo que se pretende es evitar otro hecho de violencia de la misma
naturaleza; medidas que han sido dispuestas en mérito conforme a lo dispuesto en el
Artículo 22° de la Ley 30364, modificado por el D ecreto Legislativo 1386, ello con la
finalidad de prevenir que se susciten nuevos actos de violencia en cualquiera de sus
modalidades y/o inclusive hechos de mayor gravedad.
DÉCIMO PRIMERO: Evaluado los actuados se corrobora la existencia de actos que constituye
violencia familiar en agravio de la denunciante quien se encuentran en estado de especial
vulnerabilidad por lo que es del caso dictar medidas de protección con la finalidad de
salvaguardar su integridad física y psicológica o en todo caso mejorar su relación familiar.
4
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras.
DECIMO SEGUNDO: Remisión de copias al Ministerio Público.
Así, también estando a lo señalado, se advierte indicios razonables de la actos de violencia
psicológica contra la mujer y/o contra los integrantes del grupo familiar, por lo que corresponde
remitir lo actuado a la FISCALÍA PROVINCIAL PENAL DE TURNO DE LA MAR; en atención a
lo dispuesto en el artículo 16-B de la Ley N° 30364 , incorporado por el Decreto Legislativo N°
1386; precisándose que se debe remitir copias certificadas de los actuados pertinentes, en
atención a que la autoridad policial remite en forma paralela, los mismos actuados a sede
fiscal, quedándose por tanto en secretaria el expediente a efectos de garantizar el
cumplimiento y posterior evaluación de las medidas de protección dictadas en este despacho.