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NOSFERATU

Obra maestra de Murnau y una de las películas más representativas del


expresionismo alemán, aunque tiene un espíritu muy romántico
En esta obra todo tiene una dimensión oculta, un doble significado y un
carácter equívoco y amenazante de todas las figuraciones; inquietud que no se basa
en lo que ocurre, sino en lo que oscuramente se sugiere que tal vez pudiere ocurrir, es
decir, vemos como parece que Nosferatu ataca, pero nunca le vemos atacar como tal
Está ambientada en 1838 y es una adaptación de la novela de Bram Stoker
“Dracula” aunque el productor lo intentara ocultar cambiándole el nombre
al vampiro. La viuda de Stoker consiguió que se destruyeran la mayoría de
las copias por los derechos de autor del libro.

Argumento: Hutter y su mujer ellen viven felizmente en una ciudad


llamada Wisborg, pero un excéntrico agente inmobiliario manda a Hutter a
Transilvania para cerrar una venta con el conde Orlok “Nosferatu”. La casa
que le vende es la que está justo enfrente de la casa de Hutter y su esposa.
Al negociar hutter y el conde, este ve una foto de ellen, y se interesa mucho
por ella. cierran el trato y hutter es acechado por el condo., hutter huye del
castillo intentando volver a casa, mientras que el conde va en barco hasta
wisborg para instalarse en su nueva casa, trayendo la peste consigo.

Personajes: Hutter es la imagen misma de la simpleza; con su sonrisa y


su aire pueril, desprecia todo lo que trasciende su raquítico sentido común;
su miope racionalismo de andar por casa le impide leer los continuos
signos que la realidad le pone ante los ojos. Por el contrario, Ellen encarna
la visión esotérica, es decir, la capacidad de percibir sutilmente los aspectos
ocultos, pero también la verdadera firmeza de alma, la madurez de la que
Hutter obviamente carece y que dejará patente en el desenlace de la acción.
El vampiro, por su parte, no es una figura especialmente odiosa. Incluso
podría decirse que parece más merecedor de compasión que otra cosa.
Frente a Hutter y Ellen, jóvenes, agraciados, felices, podemos imaginar la
triste soledad de Orlok en su castillo, con su aspecto tan poco favorecido,
enfermizo y demacrado, seducido por la imagen de Ellen. Nosferatu, más
que ser responsable del mal, parece atrapado por él. De hecho, es detrás de
un enrejado como lo vemos, ya en Wisborg, en su nueva casa, esos
edificios de verticalidad incierta, con ventanas como nichos de cementerio,
que nos sugieren otro mundo en el que Nosferatu estaría prisionero
(fotograma 3). Si podemos asociar a Nosferatu con el mal es solo en la
medida en que queramos identificar a la muerte con el mal. Pero no hay en
él signo alguno de crueldad o perversión, ni voluntad de provocar
sufrimiento; Nosferatu, cumple, sin entusiasmo, su función de difundir la
muerte; nada más.
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Es en Knock (Alexander Granach), más humano que Nosferatu (es decir,


más parecido al común de los humanos), en quien sí podemos encontrar sin
dificultad los signos del mal. Mediocre personajillo subalterno de risa
histérica y malévola, aficionado a comer moscas (fotograma 4), podemos
imaginarlo sin dificultad regocijándose con el dolor ajeno y haciendo sufrir
al prójimo; no así a Nosferatu, sereno, impasible, distante, con una
dignidad de la que Knock carece por completo
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La relación Ellen-Orlok es, obviamente, decisiva. Cuando el vampiro entra


en la habitación de Hutter, Ellen despierta y, a distancia, advierte a su
marido del peligro, pero, sobre todo, establece telepáticamente un pacto
con el vampiro: ella misma se le entregará, si deja libre a Hutter. Nosferatu
acepta y se retira, de forma en principio inexplicable, sin consumar su
ataque. No hay motivo aparente que justifique su retirada, que solo de ese
modo puede ser explicada. Las imágenes, lo revelan de manera sutil sin
necesidad de palabras: en el momento de consumar la agresión, Nosferatu
se aparta de Hutter y vuelve la cabeza hacia atrás, hacia nuestra derecha,
como si mirase a alguien (fotograma 5). Pero ¿a quién puede mirar, sino a
Ellen, que aparecerá en el contraplano, a la derecha de la pantalla, con los
brazos tendidos en actitud suplicante en dirección a él (fotograma 6)? El
espacio cinematográfico se apodera aquí del espacio real. El montaje es
perfecto en esta escena, centro sobre el que pivota la película.

Temas:
El tema central, el sacrificio, queda desde ese momento planteado. Un
sacrificio para salvar a la persona amada, sin duda, pero también a la
comunidad: mientras todos en la ciudad cierran sus ventanas ante el
anuncio de la peste, buscando su protección personal, Ellen, al contrario,
abrirá de par en par la suya (fotograma 7 - en una de las múltiples rimas
internas) en signo de ofrecimiento al vampiro, acción en la que algunos han
visto, de forma a mi modo de ver reduccionista, una mera simbología
sexual.
La luz vs las tinieblas, como al final el mal se come todo lo bueno y
bonito, las aspiraciones en la vida y el amor.

Desdoblamiento, tema típico de Murnau, el propio conde se desdobla en


nosferatu, y por eso al principio hay una escena de Hutter enfrentado a si
mismo en el espejo Desdoblamiento, presencia de la dualidad, repetida
obsesivamente a lo largo del film: el personaje central, por ejemplo, es a la
vez Orlok (Max Schreck), noble aristócrata, y Nosferatu, el vampiro; pero
el propio Nosferatu se desdobla en Nosferatu-Knock; y solo la
imposibilidad física de estar en dos lugares a la vez nos lleva a
diferenciarlo del conductor del carruaje que recoge a Hutter.

LA Ellen espera más al Nosferatu que a su marido.

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