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Tasa de mortalidad infantil en Chile:

Un abordaje sociosanitario

Valentina Cid, Valentina Jeria, Ignacio Fredes, Matias Velasquez, Trinidad Lara, Sol Zamorano

Cátedra: Indicadores Sociales.


Profesora: Claudia Campillo.
Ayudantes: Javiera Agüero y Gabriela Valdivia.

30 de junio de 2023.
Resumen: El presente trabajo tiene como objetivo elaborar una propuesta de mejora en la medición
y comprensión de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) y su relación con la dimensión socioeconómica.
Para esto se ha hecho revisión de diferentes estudios sobre el indicador y los aspectos que influyen
en su variación. Se aprecia cómo el factor socioeconómico y estructural de la población ha perdido
relevancia en la medición, por lo que se busca reposicionar este ámbito en un lugar de relevancia.

Palabras clave: Tasa de Mortalidad Infantil, Condición Socioeconómica, Cobertura sanitaria.

Abstract: The objective of this study is to develop an improved proposal for measuring and
understanding the Infant Mortality Rate (IMR) and its relationship with the socioeconomic
dimension. To achieve this, a review of various studies on the indicator and the factors influencing its
variation has been conducted. It is evident that the socioeconomic and structural factors of the
population have lost relevance in the measurement, so the aim is to reposition this aspect to a place
of importance.

Keywords: Infant Mortality Rate, Socioeconomic Status, Health Coverage.

Introducción

La mortalidad infantil consiste en el fallecimiento entre el rango etario de 0 días y 5 años de edad, la
cual se puede provocar por diferentes factores. Uno de los indicadores más habituales para
estudiarla es la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) la cual refiere a la cantidad de niños fallecidos cada
1000 nacidos vivos. Este indicador permite comprender la salud infantil en términos generales de
una comunidad, evaluar el aumento o disminución de la mortalidad en el tiempo y poder hacer
comparaciones entre comunas, ciudades, regiones y países. En Chile, la mortalidad infantil se ha
estudiado desde inicios del siglo XX y hasta el año 1970 representaban un 24% de las muertes en
Chile (Kaempffer y Medina, 2006). Hoy sigue siendo una problemática vigente y se presenta
mayormente en los sectores más vulnerados y desfavorecidos de la sociedad.

Este tópico ha sido ampliamente estudiado en las ciencias sociales, ya que se considera
universalmente como un indicador que refleja el estado de salud de la población en su conjunto y las
condiciones socioeconómicas en las que ésta se desarrolla. En este sentido, estudios como los de
Morales, Landerretche y Martínez (2015) y los de Kaempffer y Medina (2006) dan cuenta que
algunas investigaciones que posicionan a la desigualdad socioeconómica como factor que hace variar
la TMI. A pesar de la existencia de una tendencia favorable en la reducción de la tasa de mortalidad
infantil, se reconocen marcadas diferencias a lo largo del territorio, especialmente en las comunas de
bajos ingresos (Morales, et al. 2015). Esto demuestra que el fenómeno de la mortalidad infantil es
complejo y está influido por una serie de variables y dimensiones que merecen ser analizadas más
detenidamente.

En este sentido, resulta relevante identificar los vacíos y áreas de mejora en la medición de los
factores que inciden en el aumento de la Tasa de Mortalidad Infantil. El análisis de variables
económicas, como el ingreso, la pobreza y el desempleo, han demostrado una asociación significativa
con la mortalidad infantil (Morales et.al, 2015). Además, se ha observado que otras variables como la
escolaridad promedio, el tamaño de población, la natalidad, la cobertura de agua potable, la
proporción de población urbana, la densidad de población, la cobertura de alcantarillado, el gasto en
salud municipal per cápita y la tasa de médicos también están correlacionadas con la TMI en
diferentes contextos y años (Morales et.al, 2015).

Lo anterior conduce este trabajo a identificar los factores que inciden en la variación de la Tasa de
Mortalidad infantil. Primero se llevará a cabo una revisión bibliográfica relacionada al indicador y las
variables que inciden en su comportamiento. A través de este análisis se busca identificar los vacíos y
las áreas que se consideren exploradas de forma insuficiente. Finalmente, este trabajo propone un
primer acercamiento a un sistema de indicadores que integre la dimensión socioeconómica en
asociación con la cobertura sociosanitaria, mediante la operacionalización de sus componentes. Así
se pretende incorporar nuevas y mejores variables pertinentes que permitan observar la mortalidad
infantil de forma más completa y asertiva.

Problemas encontrados

El problema que se identifica en los estudios de la mortalidad infantil aluden a la multiplicidad de


factores que pueden influenciar en un aumento, disminución o distribución de este fenómeno. En
específico, se considera que aquellos factores como la desigualdad y componentes estructurales de
la sociedad pueden influyen en los niveles de mortalidad infantil y la forma en que esta se comporta.
Esto se plantea sin perjuicio de los diferentes trabajos y mediciones que hoy se llevan a cabo por
organizaciones nacionales e internacionales, las cuales han sabido abordar una cantidad importante
de elementos que repercuten en la muerte de infantes. A pesar de lo anterior, este trabajo sostiene
que los estudios y mediciones que abordan la relación entre la desigualdad y la mortalidad infantil
pueden mejorarse.

Mediante esta representación de la problemática, es posible determinar las causas de la mortalidad


infantil que escapan de factores referidos únicamente a elementos asociados al acceso a la salud,
mediante una perspectiva integral que aporte elementos tanto sociales como sanitarios a la
discusión (González et.al, 2020). Por lo tanto, el concebir la mortalidad infantil desde su causalidad
socioeconómica y de desigualdades sociales, permite un abordaje que le otorga una dimensión social
a la salud, además de fundamentar la necesidad de la multidisciplinariedad para el combate de la
mortalidad infantil (Vanegas et.al, 2021). Por otro lado, permite dar cuenta de que aún cuando desde
las lógicas neoliberales imperantes se pretende propiciar el desarrollo de la mayor cantidad de vidas
potencialmente productivas (Lynch y Oddone, 2017), no se atiende a las desigualdades sociales que
van en detrimento de aquella clase social que constituye en mayor medida la fuerza de trabajo
(Behm, 2014).

Se vuelve relevante, por tanto, problematizar la mortalidad infantil desde una posición que permita
dar una explicación multicausal, considerando los factores socioeconómicos de las comunidades y las
desigualdades latentes en la sociedad, por cuanto la bibliografía indica que gran parte de las muertes
infantiles son evitables (Vanegas et.al, 2021). Dicha evitabilidad reside, en gran parte, en la asistencia
activa a controles médicos, la recepción de información respecto a la buena salud maternoinfantil y a
la participación en programas sociales que velan por la salud de les niñes desde su nacimiento
(González et.al, 2020; Vanegas et.al, 2021). Al comprender la TMI desde esta perspectiva se abren
más y mejores condiciones para combatir los focos que provocan su alza, además de determinar
cuáles son las dimensiones que tienen más peso en su variación.

Discusión

Las investigaciones realizadas sobre los factores condicionantes en la TMI en Chile han generado un
disenso entre los autores, quienes no presentan un posicionamiento claro sobre qué factor tiene un
mayor impacto en esta variación. Aunque se mencionan las condiciones socioeconómicas, la
causalidad de enfermedades, y el acceso a servicios de salud como posibles influencias, no hay
consenso al respecto.

En los siguientes gráficos, (1 y 2) se puede observar que la TMI en Chile presentó una notable
disminución en el período 1980-1996, pasando de 33,3 fallecimientos por cada 1000 habitantes a
11,1 fallecimientos por cada 1000 habitantes. Sin embargo, desde el año 1997 hasta el año 2020, la
disminución, si bien se ha mantenido, ha visto una constante desaceleración. En dicho período, el
gráfico 2 indica que la disminución de la TMI ha sido de 5,5 puntos.

Gráfico 1:

(Fuente: Kaempffer y Medina, 2000)


Gráfico 2:

(Fuente: Organización Panamericana de la Salud.)

En relación a ello, Donoso (2004) destaca que las cifras promedio de la mortalidad infantil en Chile no
reflejan adecuadamente las desigualdades entre los diferentes sectores de la población. Según su
interpretación de los datos otorgados por CASEN (2000) e Instituto Nacional de Estadísticas (2000), la
mortalidad infantil se correlaciona significativamente con la población bajo la linea de la pobreza y de
desocupados, e inversamente con el ingreso promedio mensual de los hogares (Donoso, 2004).
Estableciendo <0,05 como nivel de significación estadística en correlación de Pearson, Donoso (2004)
señaló una correlación de 0,03 entre mortalidad infantil y población bajo la línea de la pobreza y 0,01
entre mortalidad infantil y población desocupada laboralmente. En esa línea, en Morales, et al
(2015), se señala que Flores y Cerda (2012), midieron la desigualdad en TMI por comunas de distinto
nivel socioeconómico en la Región Metropolitana, y concluyeron que, si bien esta habría disminuido
entre comunas, ha persistido una brecha importante hasta el año 2006

Por el contrario, Kaempferr y Medina (2006), no asocian la disminución de la TMI a condiciones


socioeconómicas, sino a causas sanitarias o niveles de escolaridad de la madre. Dicha tesis, coincide
parcialmente con lo planteado por Vanegas, et al (2021), quienes afirman que los factores de riesgo
en los fallecimientos, se concentran en causas sanitarias o enfermedades respiratorias, demeritando
la idea de que las condiciones socioeconómicas inciden en la variabilidad de la TMI.

Fuentealba (2021), en una investigación mas reciente, menciona que no es correcto establecer una
relación directa entre ingresos comunales y TMI. Si bien revela que existe una relación inversa entre
el Producto Interno Bruto (PIB) y mortalidad infantil en Chile, esta ha ido disminuyendo a partir de
1996, a pesar de que el PIB ha incrementado. A través de la siguiente tabla, Fuentealba (2021)
expone el índice de Correlación de Pearson entre Pobreza por Ingresos y Pobreza Multidimensional
con la Tasa de Mortalidad Infantil en Chile:

En ese sentido, al analizar la correlación de la pobreza medida tanto por ingresos como
multidimensional, se obtiene que existen relaciones débiles, pero estadísticamente significativas para
los años 2015 y 2017 para la pobreza por ingresos; y para el año 2017 para la pobreza por ingresos y
multidimensional (Fuentealba, 2021). Dichos estudios, si bien contradicen lo expuesto por Donoso,
se puede explicar si se considera el espacio temporal entre ambos estudios y la desaceleración que
ha sufrido la disminución de la TMI a partir de 1996 hasta la fecha.

En Morales, et al (2015) se afirma que los factores económicos, por sí solos, no son suficientes para
explicar las variaciones que esta tasa experimenta en países o regiones. Por lo tanto, para explicar la
variación de la TMI, se propone establecer una asociación entre los ingresos socioeconómicos
comunales y la accesibilidad a servicios de salud por comuna. Para ello, se evalúa una correlación de
indicadores de desigualdad en TMI comunal, con desigualdad en ingreso en salud municipal por
inscrito (ISMpi), evaluando su asociación a desigualdad en TMI (Morales, et al. 2015).

Para efectos de ese estudio, Morales, et al (2015), categoriza las distintas comunas en tres perfiles:
1. Perfil "Bueno": Comunas con menor pobreza, alta escolaridad, alta cobertura de
servicios básicos, mayor tamaño poblacional y proporción de población urbana, menor
dependencia al Fondo Común Municipal (FCM) y disponibilidad de SAPU (Servicio de
Atención Primaria de Urgencia). Ejemplos de estas comunas son Las Condes, Vitacura, La
Reina, Providencia y Ñuñoa (RM), Viña del Mar (V Región), Antofagasta (II Región).
2. Perfil "Malo": Comunas con alta pobreza, menor escolaridad, menor gasto municipal en
asistencia social per cápita, alta dependencia al FCM, menor cobertura de servicios
básicos, menor población comunal y urbana. Ejemplos de estas comunas son Lonquimay
(IX Región), Panguipulli y Río Bueno (XIV Región), Combarbalá y Los Vilos (IV Región),
Coelemu (VIII Región), Chañaral (III Región).
3. Perfil "Mayores recursos sanitarios": Principalmente, comunas con alta Inversión en
Salud Municipal per cápita (InSMpi) y secundariamente, menor distancia al hospital base.
Ejemplos de estas comunas son Mariquina (XIV Región), Ancud (X Región), Rengo (VI
Región), Lumaco, Reinaco y Angol (IX Región), Lo Barnechea (RM).

El análisis que se presenta en Morales et al (2015) presenta que las comunas con el perfil
socioeconómico "Bueno" y "Mayores recursos sanitarios" exponen una menor Tasa de Mortalidad
Infantil (TMI) con una disminución del 24,2% y 23,7%, respectivamente. Por otro lado, las comunas
con el perfil "Malo" tuvieron un aumento del 41% en la TMI. (Morales et al, 2015) Todos los
coeficientes fueron significativos al 99% de confianza. (Morales et al, 2015). Estos resultados darían a
conocer que la mortalidad infantil en Chile está influenciada por las condiciones socioeconómicas de
las comunas y la disponibilidad de recursos sanitarios, especialmente los recursos municipales
destinados a la atención primaria de salud. Algunas comunas logran tener bajas tasas de mortalidad
infantil a pesar de las limitaciones socioeconómicas, gracias a una mayor inversión en salud
municipal.

Se ha podido observar que, en lugar de abordar de manera integral la relación entre el nivel
socioeconómico y el acceso sociosanitario, la mayoría de los estudios anteriores se han focalizado en
analizar uno de estos factores de manera aislada dependiendo del contexto histórico en el que se
sitúen.

En el estudio de González, et al (2019) se encontró que la comuna de Las Condes, que tiene uno de
los mayores ingresos promedio de la Región Metropolitana (RM), presenta la menor TMI, con una
cifra de 4,88 defunciones por mil Nacidos Vivos (NV) en el decenio estudiado. Por otro lado, la
comuna de Independencia, que se encuentra en un área con un menor nivel socioeconómico,
registra una tasa mucho más alta, alcanzando 12,7 defunciones por mil NV. Estas disparidades se
repiten en otras comunas de la RM. Por ejemplo, Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Ñuñoa y
Pudahuel, que son comunas con mayores ingresos, presentan tasas de TMI inferiores a 6 por mil NV
(Gonzales, et al 2019). Mientras tanto, comunas como San Bernardo e Independencia, con menores
ingresos socioeconómicos, exhiben tasas de TMI más elevadas (Gonzales, et al 2019).

El estudio de Morales et al. (2015) destacó encontró una clara asociación entre el nivel
socioeconómico de las comunas, el acceso sociosanitario y a servicios de la salud, en correlación con
las tasas de mortalidad infantil. Las comunas con menores ingresos socioeconómicos, sumado a baja
cobertura sanitaria, presentaron tasas más altas de mortalidad infantil. En ese sentido, cabe agregar
que las comunidades con menores ingresos socioeconómicos tienden a enfrentar mayores barreras
para acceder a servicios de salud de calidad, lo que puede contribuir a tasas más altas de mortalidad
infantil. Su investigación también encontró que las comunas con menores ingresos socioeconómicos
tenían una menor cobertura de programas de salud preventiva, como la vacunación infantil y los
controles prenatales. Esto sugiere que las disparidades en el acceso a servicios de salud preventiva
pueden contribuir a las diferencias en las tasas de mortalidad infantil entre comunidades con
diferentes niveles socioeconómicos.
Por otro lado, las comunas con mayores ingresos socioeconómicos suelen contar con una mayor
disponibilidad de servicios de salud, acceso a atención médica especializada y una mayor inversión
en programas de prevención y promoción de la salud infantil. Estos factores contribuyen a una mejor
atención médica y a tasas más bajas de mortalidad infantil en estas comunidades. La integración de
esta dimensión socioeconómica permite identificar las desigualdades en el acceso a servicios de
salud y las condiciones sanitarias, así como las disparidades en la distribución de recursos y
oportunidades en diferentes comunidades. Al entender que los ingresos socioeconómicos son un
factor determinante en la TMI, se pueden diseñar políticas y programas específicos que aborden las
brechas existentes y promuevan un acceso equitativo a la atención médica y a las condiciones
necesarias para el bienestar de los niños.

Las estadísticas otorgadas por los estudios de González, et al (2019) y Morales, et al (2015) respaldan
la relación entre los ingresos socioeconómicos, cobertura sociosanitaria y su correlación con la TMI
en Chile. La integración de esta dimensión socioeconómica-sociosanitaria en el análisis de la TMI es
resulta indispensable para comprender las inequidades y diseñar estrategias efectivas que aborden
las disparidades en el acceso a la atención médica y las condiciones de salud en diferentes
comunidades.

Por todo ello, visualizar la Tasa de Mortalidad Infantil desde un enfoque sociosanitario y en relación a
dimensiones de desigualdad territoriales podría significar un gran avance en lo que concierne al
desarrollo social. Pues nos permite tener mayor conocimiento acerca del efecto que posee la
desigualdad socioeconómica en la desigualdad de acceso y resultados de salud, y por ende, en la
mortalidad infantil. A su vez, dicha ampliación de la medición del fenómeno contribuye a la
obtención de información que posteriormente puede ser utilizada para crear políticas sociales
universalistas y focalizadas en la población en situación de vulnerabilidad (Venegas et.al, 2021), que
sean lo suficientemente correctivas para enfrentar los niveles de desigualdad estructural y, por ende,
que permitan alcanzar una distribución equitativa en la asignación de recursos en salud,
garantizando el acceso, igualdad de oportunidades y calidad de atención en dicha área del bienestar
social (Morales et.al, 2015).

Marco metodológico

La metodología utilizada en este trabajo para el análisis y elaboración del sistema de indicadores
integrados se basó en un enfoque riguroso y coherente con los objetivos planteados. A continuación,
se detalla cómo se llevó a cabo el proceso de análisis y operacionalización, junto con las limitaciones
y ventajas asociadas:

1. Revisión bibliográfica: Se realizó una exhaustiva revisión bibliográfica con el fin de


comprender la literatura existente sobre la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) y sus
variables asociadas. Esta revisión permitió identificar los vacíos y áreas que habían sido
exploradas de forma insuficiente, así como las variables socioeconómicas relevantes que
debían ser consideradas en el análisis.
2. Selección de variables socioeconómicas: Se seleccionaron cuidadosamente las variables
socioeconómicas pertinentes que podrían influir en la TMI. Estas variables incluyeron el
nivel de ingresos socioeconómicos, el acceso a servicios de salud y las condiciones
sanitarias, entre otros factores relevantes identificados en la revisión bibliográfica.
3. Operacionalización de variables: Una vez seleccionadas las variables socioeconómicas, se
procedió a la operacionalización de dichas variables. Esto implicó definir indicadores
cuantitativos y cualitativos que permitieran medir y evaluar cada componente
socioeconómico de manera precisa. Por ejemplo, para el nivel de ingresos
socioeconómicos, se pueden utilizar indicadores como el ingreso per cápita o la tasa de
pobreza.
4. Análisis estadístico: Se llevó a cabo un análisis estadístico de los datos disponibles para
examinar las relaciones entre las variables socioeconómicas seleccionadas y la TMI. Esto
incluyó técnicas de correlación, análisis de regresión u otros métodos estadísticos
relevantes para determinar la asociación entre las variables y la mortalidad infantil.

Cabe decir que, la elaboración de un sistema de indicadores integrados puede presentar ciertas
limitaciones. Estas pueden incluir la disponibilidad y calidad de los datos socioeconómicos, la posible
falta de representatividad en la muestra seleccionada, y la necesidad de tomar en cuenta otros
posibles factores que podrían influir en la TMI y que no fueron considerados en este estudio. Sin
embargo, a pesar de las limitaciones, el enfoque de integrar la dimensión socioeconómica en
asociación con la cobertura sociosanitaria permite una comprensión más completa de los
determinantes de la mortalidad infantil al considerar una asociatividad que incorpora un número de
variables más integral sobre la variación de la TMI. Además, al operacionalizar las variables
socioeconómicas, se puede cuantificar y medir de manera precisa la influencia de estas variables en
la TMI. Esto facilita la identificación de áreas prioritarias de intervención y la formulación de políticas
y programas más efectivos para reducir la mortalidad infantil.

En resumen, la metodología utilizada en este trabajo para el análisis y elaboración del sistema de
indicadores integrados fue adecuada y coherente con los objetivos planteados. A través de una
revisión bibliográfica, la selección y operacionalización de variables socioeconómicas relevantes, y el
análisis estadístico de los datos, se buscó comprender y cuantificar la relación entre la dimensión
socioeconómica y la TMI en Chile. Aunque existen limitaciones, la integración de variables
socioeconómicas en el análisis permite una visión más completa y una base sólida para la toma de
decisiones en salud pública.

Análisis de datos

En los trabajos revisados y los datos que se desprenden de sus investigaciones se ha observado una
preocupación por la dimensión socioeconómica. De lo anterior es posible observar que en los
estudios sobre mortalidad infantil en latinoamérica este ámbito se reduce al nivel de escolaridad de
la madre e ingresos de hogar. A pesar de lo anterior, el trabajo de Medina y López (2011) en México
hace una relación entre el grado de desarrollo humano, las carencias y la mortalidad infantil. Su
investigación logra enlazar y afirmar que la pobreza multidimensional en compañía de otros factores
socioeconómicos, se vinculan con la variación de la TMI y otros indicadores del fenómeno en
distintas ciudades del país.
Sin perjuicio de lo anterior, se considera que el estudio de estas dimensiones en Chile deben hacerse
desde el propio contexto nacional e incluso a nivel regionales o comunales. Esto entendiendo la
existencia de diferencias por la centralización de recursos y la desigualdad existente entre las
comunas de cada país. Dicho esto, la dimensión socioeconómica que se comprende en en este
trabajo debe poder ser utilizada para cada uno de estos contextos y así poder ser desagregada por
comunas, ciudades y regiones, además de poder ser estudiados en distintos periodos temporales. A
continuación se presentan los indicadores que consideramos pertinentes para ese objetivo y su
justificación:

1. Ocupación: Posee las variables a) Empleado, b) Desempleado o c) Jubilado. Consideramos


este factor relevante en tanto influye directamente en la cobertura de salud (privada o
pública), seguros y en los ingresos de la madre o cuidadores.
2. Tipo de empleo: Posee las variables a) informal o b) formal. Este factor también se considera
por su impacto en los niveles de ingreso y previsión social.
3. Género: Posee las variables a) Cis Femenino, b) Cis Masculino, c) Transfemenino, d)
Transmasculino o b) no binarie. Se considera relevante por la desigualdad, violencia y
discriminación que puede sufrir quien cuida del niño por su género socializado. Esto
comprende brecha salarial, violencia de género y las diferentes experiencias de
discriminación que puedan vivir.
4. Composición del grupo familiar: De forma preliminar este indicador debiera expresarse en
términos números (cantidad de integrantes por familia) debido a que la medición de ingreso
por hogar no permite comprender los ingresos per cápita del grupo familiar, por lo que no es
suficiente para determinar la condición económica del niño. Además a futuro podrían
trabajarse elementos como el hacinamiento y su influencia en la salud.

Por otra parte, se ha podido observar que la cobertura sanitaria, constituye una dimensión no
considerada preliminarmente dentro de los principales factores que inciden en el comportamiento
de la TMI en las distintas comunas del país. Si bien en Kaempferr y Medina (2006) o Lopez (2021) se
señala la causalidad a enfermedades respiratorias o problemas sanitarios, en estas y la mayoría de
los estudios revisados, no se contempla la cobertura sanitaria como una dimensión relevante para
explicar la variación de la TMI en Chile.

A propósito, Morales (2005) establece una importante asociatividad entre cobertura sociosanitaria y
condiciones socioeconómicas de las comunas, para explicar la variación de la TMI en Chile. A partir
de esta correlación, se genera una propuesta que presenta de manera más integral la propensión al
aumento o disminución de la TMI en Chile:

1. El acceso a servicios públicos indica qué facilidades presentan los residentes de distintas
comunas para ser atendido en casos de presentar problemas relacionados a la salud. Este
indicador puede traducirse en las siguientes variables:
1.1. La cantidad de Servicios Públicos de Salud (APS), representa la sumatoria de
posibilidades que poseen los habitantes para atenderse en caso de urgencia
relacionadas a enfermedades en infantes. Dicho de esta forma, en escenarios donde
se presenten más APS, resulta más probable que los residentes sean atendidos a
mayor brevedad.
1.2. Del mismo modo, la distancia entre el lugar de residencia y el centro de salud público
más cercano establece con qué facilidad los residentes se pueden trasladar desde su
domicilio al centro de salud más próximo.

Dado que aún no existe suficiente bibliografía para establecer qué impacto tiene el acceso a servicios
privados de salud en los residentes comunales para tratar urgencias relacionadas a la mortalidad
infantil, no es posible generar un sistema de indicadores que precise el nivel de influencia de este
tipo de cobertura en la problemática estudiada. No obstante, se propone de forma preliminar un
sistema de indicadores similar al utilizado en el acceso a servicios públicos, a modo de cuantificar,
para futuras investigaciones, qué nivel de impacto puede tener el servicio privado de salud en la
incidencia del riesgo de mortalidad infantil.

La tabla de operacionalización se adjunta al final de este documento como ANEXO 1.

Conclusión

El trabajo presentado hasta ahora se ha introducido en las formas en que la Tasa de Mortalidad
Infantil se relaciona con otras dimensiones más allá de los aspectos epidemiológicos o de salud. A
raíz de la investigación bibliográfica realizada sobre trabajos tanto nacionales como internacionales,
se ha podido concluir que tanto la dimensión socioeconómica y la cobertura sanitaria de carácter
público pueden influir en la variación de la TMI. Lo anterior puede ser reflejado en los datos que
tienden a concluir que las comunas con mayores niveles de ingresos socioeconómicos y una mejor
cobertura sanitaria presentan tasas más bajas de mortalidad infantil, mientras que aquellas con
menores ingresos y una cobertura sanitaria deficiente muestran tasas más altas.

A pesar de lo anterior, consideramos que dado el contexto de cada comuna, ciudad y región del país
determinan las maneras en que estos factores impactan en la TMI, por lo que la propuesta de
indicadores apunta a hacer un estudio situado y comparable entre localidades y a través del tiempo.
Además, queda pendiente integrar la incidencia del sector privado en la gestión de la salud en Chile,
entendiendo que ocupa un puesto considerable en el mercado de la atención sanitaria. A su vez, la
calidad de la cobertura, la competencia público-privado en términos de previsión social (Isapres o
Fondo Nacional de Salud), infraestructura y atención podrían ser evaluados en el futuro.

En instancias próximas se sugiere continuar explorando la relación entre la dimensión


socioeconómica, la cobertura sanitaria y la mortalidad infantil, incluyendo otros factores relevantes,
como la calidad de atención, la educación de las madres y el entorno ambiental. Además, es
fundamental seguir monitoreando y evaluando las políticas y programas implementados para reducir
la mortalidad infantil, con el objetivo de identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias en
función de los hallazgos. En resumen, este estudio ha proporcionado una perspectiva integral y
enriquecedora sobre la relación entre la dimensión socioeconómica, la cobertura sanitaria y la TMI
en Chile. Se pretende seguir avanzando en la comprensión de este problema y abordando las
desigualdades existentes para así alcanzar mejores resultados en la reducción de la mortalidad
infantil en el país mediante intervenciones que contemplen todas las aristas mencionadas en este
trabajo.
Referencias Bibliográficas

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comunal. Facultad de Medicina. Departamento de Salud Pública. Pontificia Universidad
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Donoso E. (2004). Desigualdad en mortalidad infantil entre las comunas de la provincia de


Santiago. Revista Med Chile.
ANEXO 1

Constructo Dimensiones Indicadores Variables Índices Fuentes

Socioeconómica Ocupación de la Empleado-desempleado- Registro


Mortalidad madre o Jubilado Social de
infantil (0 a 5 cuidador/es Hogares
años) Formal - Informal (RSH)

Tipo de empleo de Nivel de ingreso de Madres Servicio


la madre o (Según medición nacional) de
cuidadores Condición Impuestos
socioeconómica Internos
Ingresos Nivel de ingreso familiar de vida (SII)
(Según medición nacional)

Femenino-Masculino
Trans-No binario

Género

Cantidad de personas que


conviven en el hogar

Composición del
grupo familiar

Cobertura sanitaria Acceso a servicios Cantidad de Servicios Públicos INE


públicos de Salud (APS)
MINSAL
Distancia entre lugar de Índice de
residencia y centro de salud protección BME
público más cercano sociosanitaria.

Acceso a servicios Cantidad de Servicios Privados


privados de Salud

Distancia entre lugar de


residencia y centro de salud
público más cercano.

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