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Sent. Sala Civil y Penal TSJM 2 Marzo 2022
Sent. Sala Civil y Penal TSJM 2 Marzo 2022
DE MADRID
SALA DE LO CIVIL Y PENAL
SENTENCIA Nº
ANTECEDENTES DE HECHO
FUNDAMENTOS DE DERECHO
2.- Según consta en el oficio policial obrante al folio 354 del Tomo I
de la Pieza Documental del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Nº 6 de
Madrid, la diligencia fue autorizada mediante Auto de 20 de septiembre de
2018 “con el objeto de hallar e intervenir cualquier efecto de interés para la
investigación, ya fuesen las extremidades o la cabeza que completasen el
torso humano que dio pie a la apertura de las presentes diligencias, como
cualquier otro indicio o dato que diera luz a la localización de CÉSAR R.
V. y Heidy Johana PAZ B., ambos actualmente en paradero desconocido”.
La conclusión a la que llegamos no es otra que la de respaldo a la
decisión ahora cuestionada. Concurrían motivos y datos previos suficientes,
determinantes de la necesidad de la medida de investigación; la solicitud
fue objeto de un juicio de ponderación razonado y explícito (esto no se
cuestiona en el recurso); y ni de esta motivación, ni de la concreción de la
parte dispositiva del Auto que se censura por la defensa puede desprenderse
vulneración alguna del derecho a la presunción de inocencia del apelante
(que si bien es regla de juicio en la fase oral, antes despliega también su
vigencia como regla de tratamiento). No es verdad que en el auto se
imponga la necesidad a la dotación policial de localizar restos humanos,
que es, precisamente, el motivo en que se apoya la defensa para cuestionar
la decisión judicial. No puede asumirse desde ningún punto razonable este
sesgo con el que se califica la autorización de entrada y registro, ni que con
la resolución judicial “se obligase” a descubrir nada en concreto. Por el
contrario, se trataba simplemente de investigar un entorno determinado y
de posible relación con lo que a todas luces era un delito, de más que
palmaria gravedad tras el hallazgo de los restos humanos mutilados en la
nave industrial; además lo descubierto hasta ese momento, aun siendo una
fase incipiente de la investigación, presentaba conexión razonable con la
persona del investigado. Por todo ello no podemos concluir de otro modo
que aceptando correcto encaje de la actuación judicial en el artículo 546 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Tampoco es cierto que la decisión judicial tuviese solamente por
objeto la localización de César R. o de Heidy. Tan reduccionista lectura
colisiona frontalmente con el texto de la resolución. Basta leer la página 8
del propio recurso para que aflore la inconsistencia de la afirmación: la
parte dispositiva del Auto al que hacemos referencia autoriza el registro
domiciliario “al objeto de hallar e intervenir cualquier efecto de interés
para la investigación que está llevando a cabo el Grupo VI de
Homicidios… respecto de los hechos de los que tuvo constancia el día 13
de agosto de 2018, tanto de los restos humanos que completarían el torso
hallado… como cualquier otro indicio o dato que diera luz a la
localización de CÉSAR R. V. y HEIDY PAZ B.…”
Ninguna quiebra, en suma, podemos hallar en la justificación y
proporcionalidad de la medida, en su traducción a través de la resolución
motivada del Juzgado de Instrucción, ni tampoco en la corrección de su
práctica (Acta manuscrita incorporada a los folios 351 y siguientes de la
misma pieza documental).
El motivo, en conclusión, ha de ser desestimado.
7.4.- Ningún quebranto de las reglas sobre las que debe girar el
análisis y la valoración de la prueba encontramos tampoco en la
declaración como hecho probado de que el acusado trasladó la pesada
maleta con los restos de Heidy desde su domicilio en el taxi hasta la nave
industrial sita en la calle XXXXXXXX, 3.
Se niega también base probatoria a esta conclusión en el recurso por
la falta de huellas dactilares ni ADN del taxista en la maleta, que éste
ayudó al acusado a guardar en el vehículo, así como en la falta de restos
biológicos de la víctima en el maletero del coche.
Las pruebas tenidas en cuenta por el Jurado para dar por probado este
hecho (correspondiente a la proposición séptima del objeto del veredicto)
son reseñadas en el acta y recogidas en la Sentencia: son la verificación de
la llamada del acusado a “Teletaxi”, el testimonio del taxista (que identifica
a César como el pasajero de aquél viaje y ofrece ilustrativos detalles de su
contenido), así como la inspección ocular del lugar.
No resulta imprescindible en absoluto que de forma complementaria
a estas pruebas tuviese forzosamente que contar la acusación con restos
biológicos en el interior del maletero o con restos de ADN del taxista en la
pesada maleta que ayudó a transportar. La exigencia de estas evidencias
añadidas por parte del apelante en su recurso no puede considerarse como
un impedimento para la validación de la conclusión del Jurado a la luz de la
explicación de su convencimiento sobre el contenido de la proposición. Por
otra parte, la incardinación en lo razonable que encuentra este hecho (a la
luz de la prueba valorada por los integrantes del Jurado), nos parece
totalmente correcta.
FALLAMOS