Está en la página 1de 4

El ser humano desde sus dimensiones

Por Stefanny Gómez Viecco


Bertha Contreras Mendoza

La preocupación por el hombre y por todo aquello cuanto lo rodea, data desde la antigüedad
y continúa aún en nuestros días, siendo objeto de estudio desde diferentes disciplinas como la
filosofía, la antropología, la psicología, la pedagogía y la religión entre otros y teniendo en cuenta
el contexto histórico del momento. Así, por ejemplo, pasamos de concebir a un hombre ya no solo
en virtud de la razón, su relación con Dios, la política y con el medio, sino a concebir un hombre
como un ser pluridimensional, es decir, en un sentido más íntegro, que se aborda desde su parte
biológica y cognitiva hasta su parte ética, espiritual y vocacional y que la relación armónica entre
cada una de ellas determina según el escritor Miguel Martínez Miguélez el grado de desarrollo y
madurez de su personalidad.

Este mismo autor en su libro “Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral”,


nos presenta la propuesta de la psicología del Desarrollo Humano en donde se concibe al hombre
desde 5 aspectos para su desarrollo armónico integral. Estos campos son: Desarrollo
Neurofisiológico, Desarrollo Cognitivo, Inteligencia y Creatividad, Desarrollo Psicológico,
Afectivo y Social, Desarrollo Moral, Ético y de Valores y Desarrollo Vocacional y Profesional. Es
decir que hay aspectos inherentes al ser humano como tal desde su nacimiento y otros que hacen
parte del medio.

El Desarrollo Neurofisiológico se relaciona con el correcto funcionamiento de nuestro


cerebro. Algunos agentes externos como una alimentación adecuada generan sin lugar a dudas un
sano desarrollo físico, químico y biológico. Bogen, 1976 afirma que “muchos elementos internos
de nuestro cerebro se activan solamente con operaciones muy específicas y, si estas actividades no
se realizan (de una manera particular durante las etapas del desarrollo infantil y juvenil cuando las
neuronas y sus sinapsis dependen mucho del uso), las neuronas involucradas pueden sufrir un
proceso regresivo, dejando profundas deficiencias funcionales en su maquinaria Integradora”.

Por su parte, el Desarrollo Cognitivo, Inteligencia y Creatividad, como su nombre bien lo


indica, involucra procesos cognitivos básicos como la sensación, la percepción, la atención y la
memoria, así como procesos cognitivos de carácter superior como el lenguaje, la inteligencia y la
creatividad. Este desarrollo se fortalece a lo largo de la vida y es precisamente el raciocinio y la
creatividad lo que diferencia al ser humano de los animales. Torrance (1971) afirma que el
pensamiento creativo es un proceso que percibe elementos que no encajan o que faltan, de formular
ideas o hipótesis sobre esto, de probar estas hipótesis y de comunicar los resultados, tal vez
modificando y volviendo a probar la hipótesis.

De otro lado, el Desarrollo Psicológico, Afectivo y Social, tiene muy en cuenta el clima
afectivo y las interacciones sociales. Se cree que un buen ambiente afectivo y social propicia una
armonía y equilibrio en nuestro sistema hormonal y endocrino, que dan como resultado un
desarrollo óptimo y sano. De acuerdo al pedagogo suizo Johann Pestalozzi “El amor es la única y
eterna base sobre la cual se puede formar humanamente nuestra naturaleza”. Es por esto que como
docentes debemos propiciar un clima cálido en nuestras aulas y fomentar la autoconfianza en
nuestros estudiantes.

El Desarrollo Moral, Ético y de Valores en tanto, en tanto, tiene en cuenta los intereses
personales de cada individuo, sus creencias, la forma de ver la vida y de concebir el mundo. Luego
de observar doscientas biografías la sicóloga humanista Charlotte Bühler (1967) observó que cada
individuo al perseguir distintos objetivos estructuraba su vida y el sistema de valores según su
propósito. Según Piaget en El criterio moral en el niño (1932), los estadios del desarrollo moral
de los individuos se corresponden con los estadios “naturales” (y no meramente culturales) del
desarrollo de la capacidad cognitiva (o inteligencia). La hipótesis de la que parte es "toda moral
consiste en un sistema de reglas y la esencia de cualquier moralidad hay que buscarla en el respeto
que el individuo adquiere hacia estas reglas".

Ya por último, citamos el Desarrollo Vocacional y Profesional, relacionada con la


capacidad de autogestión de cada individuo, Miguel Martínez Miguélez, en su artículo
Dimensiones Básicas de un desarrollo Humano Integral sostiene que “El nuevo profesor será un
animador, un experto en la mayéutica, que buscará situaciones problemáticas de la vida y las
propondrá a sus alumnos, situaciones que tengan en cuenta todas las dimensiones del ser humano:
inteligencia, sensibilidad y cuerpo, ya que la neurociencia actual nos demuestra que existe esa
relación estrecha, como señalamos, entre la inteligencia y la afectividad; esto le permitirá llevar a
sus alumnos a lo que pueden llegar a ser. Los nuevos alumnos buscarán las soluciones trabajando
con la información que está por todas partes en su ambiente”.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, es importante que desde las escuelas se escatimen
esfuerzos porque realmente se aborde el individuo de una manera integral, es decir, desde sus
dimensiones y no como tradicionalmente aún se hace en muchas escuelas, solo desde su dimensión
cognitiva y se trabaje desde la formación integral para lograr ciudadanos capaces de generar
transformaciones sociales a través del pensamiento crítico, la autenticidad y la libertad, siendo
capaces de autorregularse. Algo muy importante hoy por hoy de acuerdo a las nuevas teorías de
la educación para la formación integral del educando, es la cooperación en el aula, el trabajo en
equipo y la dinámica de grupo, tratando siempre de estimular la creatividad, resolución de
problemas y el trabajo en equipo.

Tengamos siempre presente que desde hace mucho tiempo el alumno dejó de ser concebido
como ese recipiente vacío que había que llenar. Hoy por el contrario se le apuesta a que el
estudiante sea capaz de lograr su propia emancipación del conocimiento, es decir, que sea capaz
de generar una transformación, primero de su sí mismo, de su realidad inmediata y luego de gestar
un cambio social.

He aquí de que el docente cuide de su quehacer pedagógico. Alguien afirmaba que el


mejor docente no es quien más sabe, sino aquél que es capaz de generar mejores preguntas a sus
estudiantes, es decir, aquél que es capaz de generar el interés en sus alumnos, de despertar en
ellos la curiosidad por aprender y de generar respuesta a sus propios interrogantes, cuidando
siempre de que sus alumnos no se acostumbren al mundo que habitan, sino que quieran siempre
transformarlo.
Referencias

1). Universidad Internacional de Valencia. (2018). Desarrollo Cognitivo, emocional y


social en la etapa infantil. La necesidad de psicoterapia. Recuperado de
https://www.universidadviu.com/desarrollo-cognitivo-emocional-y-social-en-la-etapa-infantil-la-
necesidad-de-psicoterapia/

2). Angels Varó. (2008). El desarrollo moral de los seres humanos. Recuperado de
https://www.nodo50.org/filosofem/spip.php?article9

3). Martínez, M. (2009). Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral.


Revista de la Universidad Bolivariana, Volumen 8, Nº 23, 2009, p. 119-138.

También podría gustarte