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Una zoonosis es una enfermedad infecciosa que ha pasado de un animal a

humanos. Los patógenos zoonóticos pueden ser bacterias, virus, parásitos o


agentes no convencionales y propagarse a los humanos por contacto directo o
a través de los alimentos, el agua o el medio ambiente. Representan un
importante problema de salud pública en todo el mundo debido a nuestra
estrecha relación con los animales en el medio agrícola, la vida cotidiana
(animales de compañía) y el entorno natural. Las zoonosis también pueden
causar alteraciones en la producción y el comercio de productos de origen
animal destinados a la alimentación y otros usos.

Las zoonosis representan un gran porcentaje de todas las enfermedades


infecciosas recientemente identificadas, así como de muchas de las ya
existentes. Algunas enfermedades, como la provocada por el VIH, comienzan
como una zoonosis, pero más tarde mutan en cepas exclusivas de los
humanos. Otras zoonosis pueden causar brotes recurrentes de enfermedades,
como la enfermedad por el virus del Ebola y la salmonelosis. Otras, como la
COVID-19 causada por el nuevo coronavirus, tienen el potencial de causar
pandemias mundiales.

Los métodos de prevención de las enfermedades zoonóticas difieren para cada


patógeno; sin embargo, varias prácticas se consideran eficaces para reducir el
riesgo a nivel comunitario y personal. Las directrices seguras y adecuadas para
el cuidado de los animales en el sector agrícola ayudan a reducir la posibilidad
de que se produzcan brotes de enfermedades zoonóticas de origen alimentario
a través de alimentos como la carne, los huevos, los productos lácteos o
incluso algunas verduras. Las normas relativas al agua potable limpian y a la
eliminación de desechos, así como a la protección de las aguas superficiales
en el medio natural, también son importantes y eficaces. Las campañas
educativas para promover el lavado de manos después del contacto con
animales y otros cambios comportamentales pueden reducir la propagación de
las enfermedades zoonoticas en la comunidad cuando se producen.

La resistencia a los antimicrobianos es un factor que complica el control y la


prevención de las zoonosis. El uso de antibióticos en los animales criados para
la alimentación está muy extendido y aumenta la posibilidad de que aparezcan
cepas de patógenos zoonóticos farmacorresistentes capaces de propagarse
rápidamente en las poblaciones animales y humanas.
Los patógenos zoonóticos pueden propagarse a los humanos a través de
cualquier punto de contacto con animales domésticos, agrícolas o salvajes. Los
mercados en los que se vende la carne o los subproductos de animales
salvajes son particularmente peligrosos debido al gran número de patógenos
nuevos o no documentados que se sabe que existen en algunas poblaciones
de animales salvajes. Los trabajadores agrícolas de las zonas en que se
utilizan mucho los antibióticos para los animales de granja pueden correr un
mayor riesgo de verse afectados por patógenos resistentes a los actuales
antimicrobianos. Las personas que viven en lugares adyacentes a zonas
silvestres o en zonas semiurbanas con un mayor número de animales
silvestres corren el riesgo de contraer enfermedades de animales como ratas,
zorros o mapaches. La urbanización y la destrucción de los hábitats naturales
aumentan el riesgo de enfermedades zoonóticas al incrementar el contacto
entre los seres humanos y los animales salvajes.

CONTROL Y MANEJO DEL CARACOL GIGANTE AFRICANO

El Caracol gigante africano, un molusco gigante considerado una amenaza


nacional desde lo ambiental, lo agrícola y la salud pública, es una especie
invasora oriunda de Kenia, Mozambique y Tanzania, vigilada de cerca por los
técnicos de la Dirección Territorial de Salud de Caldas.

La vigilancia y control está enmarcada en un Plan Interinstitucional de los


sectores ambiental, salud y defensa para la prevención, manejo y control del
caracol africano (Achatina fulica). Las autoridades ordenaron la restricción del
uso de esta especie para cualquier fin e impiden su fomento, comercio y cría en
cautiverio.

La presencia del caracol es normal en el 70% de los municipios de Casanare,


Arauca y Vichada, pero hay informes en el sentido de que su propagación
avanza inusitadamente en todo el territorio nacional, En Caldas su presencia es
particularmente fuerte en La Dorada y Rio sucio. Su vigilancia es una de las
obligaciones que tienen las alcaldías municipales y la división de Salud
Ambiental de la DTSC.

Entre los meses de marzo a junio, y octubre a diciembre, incrementan los


reportes de casos por la presencia del caracol africano. La CVC, a través de la
fundación Ecobiosis, están visitando los lugares donde más aparece dicho
vector. 
En Calima El Darién, se realizó una capacitación a varios actores sociales de
esta localidad, con el fin que conocieran los protocolos definidos para la
recolección del caracol gigante africano, especie invasora que hace muchos
años está presente en el Valle del Cauca.

En algunos lugares de la zona rural de esta localidad ya hace presencia este


molusco, lo cual tiene preocupados a los campesinos, por el daño que pueda
generar en sus cultivos.

Cabe recordar que el caracol puede medir hasta 10 centímetros de largo y ha


sido considerado por expertos como una amenaza para la agricultura y la
diversidad biológica, pues devora, en corto tiempo, grandes extensiones de
vegetación, que constituye su principal alimento. 

"Las recomendaciones que se le dan a la comunidad es realizar la recolección


de manera segura, es decir, con los implementos necesarios como lo son los
guantes de látex y tapabocas, así como mantener limpias las zonas donde
puede reproducirse este molusco", afirmó Hilda Marina Obando Colonia,
profesional universitario de la CVC regional Pacífico Este.

Desde el punto de vista ambiental, está comprobado que el caracol africano


desplaza a otras especies y destruye ecosistemas. Consume caracoles más
pequeños y típicos de las regiones, lo que representa un peligro para el
equilibrio ecológico. Destruye cultivos y puede consumir más de 800 clases de
plantas, tubérculos, árboles frutales, leguminosas (fríjol, soya), cacao y algunas
ornamentales. Se puede ver en plantaciones de papaya, yuca, plátano, banano
y en cultivos de café.

No es venenoso, pero usualmente es portador de un parásito que causa


dolores abdominales y meningitis. Es hermafrodita (tiene ambos sexos a la vez)
y se reproduce asombrosamente. Es polífago, es decir, permanece con un
hambre voraz que calma comiendo cuanto encuentra, incluso el cemento de las
paredes, rico en carbonato de calcio.

La caza de control del caracol africano está permitida, pero debe ajustarse a
las instrucciones de la autoridad ambiental regional; los métodos que se utilicen
no
podrán ocasionar perjuicios a las demás especies, ni causarán la eliminación o
extinción de especies nativas.

El caracol africano puede ser vector de nematodos que pueden transmitirse al


ser humano y a animales silvestres y causar la meningoencefalitis eosinofílica o
la ileocolitis eosinofílica, ambas enfermedades confirmadas en nuestro
continente. Esas enfermedades se producen por el consumo de alimentos
crudos o mal lavados como los vegetales y frutas que se encuentran en
contacto con las larvas del parásito o a través de hospederos intermediarios
como moluscos y caracoles terrestres.

No debe manipularse con las manos desnudas y deben cubrirse al. menos con
plástico.

¿Por qué el caracol africano es una amenaza?

 Trasmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte a personas o


animales.
 A través de su baba este caracol causa graves enfermedades en el sistema
nervioso central como la meningoencefalitis eosinofílica y digestivas como
la ileocolitis eosinofílica.
 Desplaza especies nativas y causa daños irreparables a nuestros
ecosistemas, dado que sobrevive en todos los climas.
 Acaba con cultivos, generando grandes pérdidas económicas. 

La Secretaría Distrital de Ambiente como autoridad ambiental hace un llamado


a la ciudadanía para prevenir que este molusco que afecta negativamente la
biodiversidad, la salud pública y la productividad agrícola de Colombia, no sea
comercializado, manipulado o transportado desde y hacia otras regiones del
país.

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