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F RJ\1,\s DE LA PRíVATIZi\CJó:s;
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299
r · pasa o y futuro h
que preocu , arse de s1' m ·
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om re se rpon e a pensar en ;u
dero; apren,He a contar· sab
y po_
ªJe, que establece
' asta entonces no hab1'a t 'd
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co. Luego resulta que este
p~op10 m~·erés, inmediato y veni-
Un nuevo sentimiento de la infa n cia
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JJ1-entalmente
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mutac:;_10n cu tura ' 1
imposible que establezcamos una crono ogi l
d ¡ •- que es fund a-
Este_c;.<1m_b.i_o de actitud respecto ~ run?,' . definida. Es
1 t ene una urac10n m-=--
-:- A 1:alta de c~r-
¡ , a preosa.
· es ya que a evo uc1
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l ·o'n no lle-
rezas tenemos algunas o bservacwn ' .e d ¡ fu _
po de vivir. ' e que nene el tiempo contado; el tiem- , ' . es sufriendo, por e,ecto e as er
vo el mismo,. paso en
. todas part ' f
, bruscos renazos, alla ' aceleraciones
Afin_d resolyerlome·or .b . . zas polltlcas y socia 1es, aqu1 . d d l de innovación po~·
te entre la iración a . ~ J posi le_ll!_c._Qntrad1cc1ón que se sien-
- VlVJry 1a voluntad d - - repentinas. Nadie duda de que la cm~ ' ufª~ dad donde emer-
zan a modi - los com orr - -.- - -- - . ~_p.crp~t!Ja~ se em_pie- excelencia, diera la pauta. ¿Acaso !.I.Ol e en/ ~:;amilia modernz ·
culo no se · ·ta al terr p dami l en tos familiares. El espíritu de cál- , gió progresivamente, desde el s1g o ¡XV,_ ad d del Rºnacimien-
eno e a mercan , · · , J . • h"os) En a cm a "
gia familiar n una fi d cia; se msmua en a estrate- reducida a la pareJa con sus _IJ . d . d desa!!.ª[ecer b
establezcaní orma esconocida hasta entonces, lleva a que se to la relación íntima con la t1erra ma re u en e .ª d E
, -: ,- · pier e. • n canse-
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y la usura h b~=~as nJ1as.hE1 d~b~te sobre el préstamo con interés percepción de_la suces10n de las est ªc10nes se
. d eva O a acer ªJustes con el Cielo y al estableci- . _
cuencia, la reterenc1a a los antf!pasa_ os,_
. d gue hasta axer era esen -
.. ·em
~ento ednt:~va~ estructuras comerciales; las contradicciones de los cial, se debilita: en 1a ci!_Ia;_d,~ada:y__e_z.hay_menos;t0QJ': ~~~o~~e l~
mtereses. e ªJeconlosd
. e1m
· d'IVI'd uosereso1verán mediante ajus- n~ gue dedicarles; en cuanto a los problem_as e esten a
1
tes Suces vo 1, a medida que se vaya debilitando el espíritu del linaje •-are1·a- evidentemente · ya no van a so1uct onarse . con recursosh
Y que se vayan acrecentando los poderes del individuo. P ' d' tru1do por e1,, om-
"naturales" y mágicos. En este me 10 recons -
A este nuevo modo de rel~ción ent:.t_e_elindividuo_y: el gru- bre 1 en esta ciudad del Renacimiento "pensada como cuerp_o c~da
P? correspo de una n?eva imagen del cuerpo. Mientras que los vez con más frecuencia, la reducción a la familia n~c~ea~ impbca
vmculos de ependencia respecto de los parientes se vivían antaño
I
.1 del siglo XVI, como Simon de Vallambert-, no puede ser sino funes-
del parenter o, ya no borra la personalidad. to para su desarrollo y su salud. Por ejemplo, las deformaciones
300
1..-< JND l\ líJU,\ UZ.~CIÓS OEL 1"1.' IO
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FORMAS DE LA PRIVATI7-ACIÓN
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y tal vez haya que ver en esta
Portamiento conformes a1 ecoro. •• · , n privada
Las n__J ~~relaciones· u . d .
con sus !:ujbs influyen cl g e es~ablecen es_tQs "nuevos p_adc__e_s_" en la que se con-
actitud represiva frente a una ed ucacw
estos úJ tim
· s. Los texto aro st · · 1
cede demasiada importancia a ª arec
e tividad una de las razon es
d e a'.- en - - los-_compor_tam1ent0s
· de_ ' . •
1
de ese "oue o niño" Es s, de o~ siglos XVI y xvrr se hacen eco de que la Iglesia y el Estado se hagan cargo d;l ~15tem~ e1Jcatt-
· mas esp1erto '
va Y causa sombro p . , mas ma duro; esto se obser- vo. Este paso pr:Qg!esivo de lo privado a lo pu~li_co comc1 e,_en
L ouise Boulgeo · · or e¡emplo, ª comienzos del siglo .XVII efecto, con la voluntad del poder p olítjso y_rel1g1oso de ~ol)_q~ -
f is, partera de la reina M , d M 'd. . , lar el conjuntQ de 1~-socli!dad. ~ las nuevas es;11:1cturas e ucao-
sus l nstruccibnes a su hi •a ue" ._ ana e e 1cis, anota en
muy sutileÍ" E J q los runos pequeños del presente son vas en particular las de los colegios, cuentan rap1damente con la
· s entonces cuando ¡ ¡· . adhesión de los padres. En efecto, éstos s~ con_vencen de que_su
denunc· 1' l os mora 1stas empiezan a
ecto diar ' c~~p acenci~ culpable de los padres y las madres res- hijo está siempre a merced de instintos pnmanos que es p~eciso
Pe
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e shuf hi¡os. Y su discurso se extiende a lo largo del siglo
on mue a b1·d ' 1
sa una ª naturaleza ha inspirado a los padres amor
os --observa Locke en 1693- pero si la Razón no
·
contener y de que es importante "someter sus deseos al gob1er~o
de la Razón". Llevar a un niño a~escuela es, ,R_9r tanto. susn:.a~tle
a la naturaleza ~Pero la causa esencial de tal adhesión seguramente
mode~a _ese fecto ~atural con una extrema circunspección, dege- no es ésa. La nueva educación debe su éxito a gue conforma los
nera facilm~~~e en indulgencia excesiva. Que los padres y madres ~spíritus y, aJ mismo- t:!_em_p_o, ~esponde a las exigenci_as -~e un
amen a sus F,JOS pequeños, es l<í más justo; su deber les obliga a iñdividualismo que aumenta sin ce~. N o_hay con trad1cc10n de
ello. P ero ~f bre todo, no contentos con amar sus personas hasta l
'
la "privatización" del niño dentro de la familia nucle~ co_n la ed_u -
llegan a estunar sus defectos". Y estos padres "demasiado apasio- cación pública que se le d~ U n a conciencia de la vida que ya n o
nados de su~?!jos" no se dan cuenta del daño que les causan, "pues
i implica el respeto de las antiguas solidaridades y que pretende valo-
cuando los ~ os se hacen mayores y sus malos hábitos crecen en 1 rar al individuo obliga a volverse hacia terceros, preceptores y direc-
proporción, los padres, que ya no pueden regalarles ni juguetear
con ellos, cbmienzan a decir que son unos pillos, unos espíritus
ij tores de estudios, que tienen como misión hacer que el niño ~cce-
da a conocimientos que no podría recibir de sus padres. Estos
ariscos y llebos de malicia". "Pero si a un niño se le acostumbró comprenden, en efecto, que la reducción del espacio privado
a tener pled a libertad de hacer todo lo que quiso mientras llevó podría frustrar al niño, ya que ellos mismos son incapaces de dar-
el sayo vaqu~ro, ¿por qué ha de parecemos extraño que pretenda el le una formación distinta de la que antaño recibía de la comur.i-
mismo priv:/legio y que use de todas sus mañas para seguir dis- dad.
frutándolo t uando llega a llevar las calzas?". Así pues,[seefectúa un doble paso:\lel<! f,µnilia tronafl a la fan,j-
N o se rondena la_privati_Z:;3ción de la_educa~Í.911, lo q1:1~se teme lia nyc;leE!'; de ~ ~ educación pública comunitaria_y_abiert?, desti-
es que, en ce.i¡idida de este modo, teng-ª consecuen_ci-ªs nefa~tas P.!!!ª-. nada_a integrar al niño en la colecti'2dad para que adopte l_o s_
el niño. El "~ o" es causa de demasiadas debilidades. ¿Acaso cier- intereses y los sistemas c!_e representación de la estirpe, a una edu-
tas madres no llegan a tener comportamientos absolutamente exe- caci9n _pública de tipo escolar, destinada también a integrJ lrky~
crables? Coh10 las que, nada más dar a luz, por tanto impuras, no mismo tiempo, a facilitar el 4esarro1Jo de sus_c~ acidad_es.
saben "gua.rifarse de ese celo indiscreto que tienen de abrazar y
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1
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• C(ÓN DE.L r,1 If;O
L.~ ¡;,J DfVJDUl•LlZA ·
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celibato, P
ostula la a~ncia__
steridad de un ro.ve
. 1superior, a una pos
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reridad espinUJaJ.
xvn se desarro ª e
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ll n Francia toda
al d
.. es,~pulos de moral reügi9sa y a preocupag_ones d~_sarácter
, p.Q.. En el transcurso del siglo ,_c. . de Cristo: el carden _e
'Publico. Esta legislación, poco aplicada en su momento, es taro- ., la llllaocia d al movi-
.. bién el testimonio de los prim~os balbuceos de una política de 1 una corriente de devoc10n a ratorio contribuyen a ar
• protección a la primera infancia, primicias de una intervención más
! ' rulley luego, el Carmen yel O les de devoción destacan
Be , ul Los manua . · -
amplia del Estado en las cuestiones demográficas. miento alcance pop ar. del "Dios-niño" , cuya IDocenCI: y
Pero, cienamente, fue la ,difusión de modelos ideológicos lo . entonces los rasgos humanos fi l reunidos alrededor del belen.
que convirtió en esencial el cometido de la Iglesia y del Estado. dulzura tanto emocionan a l~s e Tesh au refiere en su obra, El
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Un sacerdote d e O r e3:11s,d
Pierre ure '
que en la escuela de
ChAa-
Estos modelos de niño son modelos fuera de lo común: no por ello
11.r· - J ' publica a en 1665 , "
han contribuido en menor grado a Ja "privatización" de la ima- Santo rvzno esus, " olado" de la diócesis, puede verse. un
gen del niño. Modelos inaccesibles, vinieron a reforzar la emer- . teauvieux, un burgoalld~ul e está envuelto en sus mantillas
gencia del niño como individuo gran_Niño Jesús de ta t:dos~:squ e quieran ser sencillos y peque-
en la sociedad occidental./ tendiendo las manos qul . - " En una sociedad en la
La Iglesia, que supo utilizar 'l · · almente a os runos •
ños como e y pr~alp . • terio sacerdotal basado en el míe-
ug:
IDlillS
el soporte textual e iconográfico : que durante tres s1g os, un l
i do hace a codos sensibles a los peligros _ de la carne, _d el cuerpo,
que ofrecía la imprenta, difundió
1
dos modelos: el del niño místico Y de pecado, la imagen de ~tos ~os eJemplares viene en apoyo e
1
el del Niño Cristo. Al exaltar las vir- nuevas formas de piedad mtenor. .
tudes de los que tienen una fe lo Todos estos "emblemas de amor divino" no impiden q:3-e en
bastante fuerte para soportar los la misma época se d.i.fu.nda ~ mo?e~o laico de .I_:IDº e..~cepc1onal,
peores tormentos corporales, que en el extremo opuesto del runo rmst1co y del N~o-Cnst~ , ):'ª que
pueden llevarle_s a lá m~e_rte pre- es en esta tierra en donde llega a realizarse: el ruño prodigio. En
matura, la corriente rrustrca con- el siglo XVII, libros y retratos dan a conocer a algunas de estas fi~-
tribuyó a valorar al individuo. A ella ras. Por ejemplo, en 1613 se publica La c-ivilidad -moral de los mnos
se debe la creación del modelo de compuesta en latín por Erasmo, traducida en francés por Claude Hardy,
santidad infantil: la imagen del parisiense, de nueve años de edad. En cuanto al "pequeño .,,de Beau-
hombre-santo excepcional es tam- chasteau", nacido hacia 1630, desde los siete años habla varias len-
bién la del niño-santo excepcional, guas y, a los doce, publica un libro de poemas. Pero es cierto que
como Pedro de Luxemburgo o el siglo .XVIII, con Amadeus, soporta bien la comparación .. .
Catalina de Siena. Desde su más A los niños reales no se les pide que den a conocer sus méri-
temprana edad, estos niños no tu- tos: son ya niños públicos. Sobre todo si se trata del delfín. Su naci-
La doma del espíritu requiere, vieron más ambición que consa-
a veces, la doma del cuerpo. miento tiene lugar en público, y, durante su primera infancia, para
(París, Bibl. Nac.)
grarse a Dios, y ese amor a Dios les él no existe en realidad la vida privada; se le vigila constantemente,
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F~RJ"1As
! Dt LA PRTVATl2;1,c1óN
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se observa t incl
uso sean
b a e 1 texto ue de' , n, ota el menor d LA INDIVIDUALIZACIÓN DEL NIÑO 307
n.iñ · 1 Jo .n.eroard e sus gesto
o vive a la vista d 1 , médico del - s, como prue-
súbditos ª tn . e a corte; pero pe pequeno Luis XIII El cuerpo en Occiden.te..A una concepción de la vida que era la de
' as nene se a ser futu . · la estirpe y 1a comunidad la sustiruy:ó otra: la de la fami!ia nucJ~g,
por lo men s a pa dcontacto con ellos L ro padre de sus
A una condició~ en la que lo "público" JI' lo ''.Privado" dese_mpeñaba.11
En la se~~a m · r~e d e e_llos, es la mon~d o q~e le da a conocer, su papel.eníalormación del niño, siguió otra qu~ gliaba los
nacimiento~ . It~ ·. el siglo XVII, má ~ mas que el grabado.
ñación de I pnnc1pescos ocupan u:
s aun e_n el siglo XVIII, los
dereshos de !~ madrei ~bre todo del ¡2adre sobre S.Jlhijo. Pero,
en un clima de creciente individualismo, mientras que se trataba
tiempos f:b::~a, que se ha converti~~::o ~r~mo~dial en la acu- de favoE_ecer el desarrollo total del viñQ, la pareja, alentada por fa
de imp . .} a es al aumento de pobl . privilegio real. En esos · Iglesia y por el Estado, delegó part~de sus poderes y re§P.QllS..ahh
dead nnu~ e~ las conciencias la im ac1on, es un medio seguro lidades en el educador. Al modelo rural siguió un modelo urbano
l a de su h1¡os y también de . . agen de una pareja real ro- y el deseo de tener hijos no ya para garantizar la permanencia del
e augusto .emplo. InVItar a cada matrimonio a seguir ciclo, sino simplemente para darles cariño y recibirlo de ellos.