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CURSO
TEMA
DOCENTE RESPONSABLE
ALUMNO
2023
Piura-Perú
1. INTRODUCCIÓN
La enfermedad del hígado graso, también conocida como esteatosis hepática, es una afección
caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado. Se considera un trastorno del metabolismo
lipídico, ya que implica alteraciones en el procesamiento y transporte de los lípidos en el organismo. Esta
acumulación de grasa puede ser causada por factores como la obesidad, el consumo excesivo de
alcohol, la diabetes y la resistencia a la insulina. A medida que la enfermedad progresa, puede dar lugar
a inflamación y daño hepático más severo. La comprensión del metabolismo lipídico y sus alteraciones
en el hígado graso es fundamental para el diagnóstico, tratamiento y prevención de esta condición. En
esta breve introducción, exploraremos los conceptos clave relacionados con el hígado graso y su vínculo
con el metabolismo lipídico.
2. OBJETIVOS
Comprender el metabolismo lipídico normal y cómo se ve afectado en el hígado graso.
Explorar las causas y factores de riesgo asociados con el desarrollo del hígado graso.
Investigar los mecanismos moleculares y celulares implicados en la acumulación de grasa
en el hígado.
3. CUESTIONARIO
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cirrosis hepática se define como "una
condición clínica consecuencia de enfermedades crónicas del hígado que están caracterizadas por
la presencia de fibrosis y la conversión nodular de la arquitectura hepática normal hacia una
estructura parenquimatosa regenerativa" (OMS, 2021).
La fisiología del hígado abarca una amplia gama de funciones esenciales para el
metabolismo y la homeostasis del cuerpo.
Hepatitis viral crónica: Puede provocar una inflamación prolongada del hígado,
daño hepático progresivo y finalmente cirrosis hepática.
La cirrosis hepática es una condición en la cual el hígado sufre daño crónico y progresivo, lo
que lleva a la formación de cicatrices y a la alteración de su estructura y función normal. Este
proceso de cicatrización y fibrosis hepática tiene un impacto significativo en la fisiología del
hígado.
Hay una función metabólica alterada ya que el hígado descompone los nutrientes,
regula los niveles de glucosa en sangre, sintetiza proteínas y metaboliza los lípidos.
En la cirrosis hepática, la capacidad del hígado para llevar a cabo estas funciones
se ve comprometida. Puede haber disminución en la síntesis de proteínas
plasmáticas, alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos y disfunción en el
metabolismo lipídico.
Disminución de la desintoxicación: El hígado es responsable de desintoxicar y
eliminar sustancias nocivas del cuerpo. En la cirrosis hepática, la capacidad de
desintoxicación del hígado se ve disminuida, lo que puede llevar a una acumulación
de toxinas en el cuerpo.
Alteración en la producción y flujo de bilis: La cirrosis hepática puede afectar la
producción y el flujo normal de bilis, lo que puede resultar en problemas de digestión
y absorción de grasas y vitaminas liposolubles.
Hipertensión portal: La cirrosis hepática puede causar una resistencia al flujo
sanguíneo dentro del hígado, lo que lleva a un aumento de la presión en la vena
porta y a la formación de hipertensión portal. Esto puede resultar en la formación de
venas colaterales y el desarrollo de várices esofágicas y gástricas.
Alteración en el metabolismo hormonal: El hígado juega un papel importante en el
metabolismo hormonal, incluyendo la inactivación y eliminación de hormonas. En la
cirrosis hepática, este proceso puede verse afectado, lo que puede llevar a
desequilibrios hormonales en el cuerpo.
Disfunción inmune: El hígado desempeña un papel crucial en la función
inmunológica y la eliminación de patógenos. En la cirrosis hepática, puede haber
una disfunción del sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones y
otras complicaciones.
b. ¿Qué pruebas bioquímicas se encuentran alteradas en el hígado graso? ¿por qué?
El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición en la cual se
acumula grasa en el hígado. Algunas pruebas bioquímicas que pueden estar alteradas en el hígado
graso incluyen:
Es importante tener en cuenta que el hígado graso puede tener múltiples causas y a menudo es el
resultado de la interacción de varios factores, como la genética, el estilo de vida y las condiciones de
salud subyacentes. Si tienes preocupaciones sobre el hígado graso, es recomendable consultar a un
médico para una evaluación y un diagnóstico precisos.
d. ¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes de la cirrosis hepática?
FASES DE LA ENFERMEDAD
1. Fase compensada: En esta etapa inicial, el hígado aún conserva cierta capacidad
funcional a pesar de la presencia de fibrosis. El daño hepático es leve y la función hepática se
mantiene dentro de límites normales o cerca de lo normal. Es posible que los síntomas sean
mínimos o inexistentes en esta fase, y los análisis de sangre pueden mostrar valores dentro de
los rangos normales, aunque puede haber indicios de anomalías hepáticas.
ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA
Se clasifica actualmente en tres categorías, y es otra de las grandes complicaciones de la
cirrosis relacionada con la pérdida de la capacidad funcional de las células hepáticas y la
aparición de cortocircuitos porto sistémicos que exponen al cerebro a diversas toxinas,
principalmente amonio proveniente del área intestinal. Su presencia en insuficiencia hepática
aguda (tipo A) se asocia a sobrevida de 10 al 40%. La encefalopatía tipo C también se asocia a
un pobre pronóstico con sobrevidas de solo 42% a un año y 23% a 3 años, después de la
aparición del primer episodio.
ASCITIS
La ascitis es una de las complicaciones más conocidas de la enfermedad en fases avanzadas y
se relaciona con la presencia de hipertensión portal e insuficiencia funcional hepática. Alrededor
de 50% de los pacientes con cirrosis desarrollan ascitis en un plazo de 10 años después del
diagnóstico.8 La existencia de un episodio de ascitis clasifica al paciente en la categoría de
cirrosis descompensada y obliga a establecer maniobras terapéuticas específicas ya que se
asocia a un mal pronóstico, con 50% de mortalidad a 3 años.
3. Fase terminal: También conocida como cirrosis descompensada terminal, esta etapa es la
más avanzada y grave de la enfermedad. En esta fase, el hígado está gravemente dañado y su
función se encuentra significativamente comprometida. Las complicaciones son severas y
pueden incluir insuficiencia hepática, hipertensión portal grave, insuficiencia renal, infecciones
recurrentes y desarrollo de cáncer de hígado (hepatocarcinoma). En esta etapa, el pronóstico es
pobre y el tratamiento se centra en el cuidado paliativo y el trasplante de hígado.
HIPERTENSIÓN PORTAL
La cirrosis hepática puede causar un aumento en la presión de la vena porta, que es la
principal vena que lleva la sangre al hígado desde los órganos digestivos. Esto puede dar
lugar a la formación de várices esofágicas y gástricas, que son venas dilatadas en el
esófago y el estómago que pueden romperse y causar hemorragias graves.
INSUFICIENCIA HEPÁTICA
En casos avanzados de cirrosis, el hígado puede perder su capacidad para funcionar
adecuadamente, lo que puede resultar en insuficiencia hepática. Esto se manifiesta como
una disminución significativa de las funciones metabólicas y sintéticas del hígado, lo que
puede llevar a problemas graves en todo el cuerpo.
CARCINOMA HEPATOCELULAR
La cirrosis hepática también aumenta el riesgo de desarrollar carcinoma hepatocelular, que
es el tipo más común de cáncer de hígado. La presencia de cirrosis es un factor de riesgo
importante para el desarrollo de esta forma de cáncer.
INFECCIONES
Las infecciones bacterianas constituyen una manifestación común en la cirrosis hepática.
Comparado con el 5-7% de tasa de infección nosocomial descrita en la población general, los
pacientes con cirrosis presentan una tasa del 30-40%. Los factores de riesgo más importantes
para el desarrollo de infecciones son la hemorragia gastrointestinal y el deterioro avanzado de la
función hepática. Las infecciones más frecuentes son la peritonitis bacteriana espontánea (25%),
infecciones del tracto urinario (20%), neumonía (15%) y bacteremia espontánea (12%). La
mortalidad en pacientes cirróticos que desarrollan nfecciones bacterianas es alta, entre el 25-
50%.
El HGNA se asocia a menudo con niveles anormales de lípidos en la sangre, como el colesterol
total, los triglicéridos y el colesterol LDL (lipoproteína de baja densidad). Estos niveles pueden
estar elevados en comparación con los valores normales. Muchas personas con HGNA también
presentan resistencia a la insulina, lo que significa que las células no responden adecuadamente
a la insulina. Esto puede conducir a niveles altos de glucosa en sangre (hiperglucemia) y
aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Es importante tener en cuenta que no todos los individuos con HGNA presentarán todas estas
alteraciones.
f. ¿Cómo se explica desde el punto de vista bioquímico el papel del hígado y el estrés
metabólico en el hígado cirrótico?
Algunos aspectos clave del papel del hígado y el estrés metabólico en el hígado cirrótico son:
Es importante tener en cuenta que el estrés metabólico en el hígado cirrótico puede tener
efectos sistémicos en todo el cuerpo, afectando diferentes órganos y sistemas. Además, la
cirrosis hepática también puede desencadenar respuestas inflamatorias y proinflamatorias en el
organismo, que contribuyen aún más al estrés metabólico y al deterioro de la función hepática.
g. ¿Por qué puede darse la intoxicación por amoniaco en la cirrosis qué puede poner en
peligro la vida?
La intoxicación por amoníaco es una complicación grave que puede ocurrir en pacientes con
cirrosis hepática avanzada. En condiciones normales, el hígado es responsable de desintoxicar
el amoníaco, un producto de desecho del metabolismo de las proteínas, convirtiéndolo en urea,
que se elimina a través de la orina. Sin embargo, en la cirrosis hepática, la función hepática está
comprometida y el hígado no puede realizar adecuadamente esta conversión de amoníaco a
urea. Como resultado, los niveles de amoníaco en la sangre pueden aumentar, lo que se conoce
como hiperamonemia.
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