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PRACTICA 9.

Actividad Motora
Introducción:
La actividad motora del cuerpo humano es esencial para nuestra capacidad de
movimiento y desempeña un papel fundamental en nuestra vida diaria. Desde caminar
y correr hasta realizar actividades más complejas como bailar, jugar deportes o tocar un
instrumento musical, la actividad motora nos permite interactuar con nuestro entorno y
llevar a cabo una amplia variedad de tareas.
El sistema motor humano está compuesto por varios componentes interconectados que
trabajan en conjunto para producir y controlar el movimiento. Estos componentes
incluyen el sistema nervioso central (SNC), que consta del cerebro y la médula espinal,
así como el sistema nervioso periférico (SNP), que está formado por los nervios que se
extienden desde el SNC hacia todo el cuerpo.
El SNC juega un papel fundamental en la planificación y coordinación del movimiento.
El cerebro, en particular, es responsable de procesar la información sensorial y generar
las señales motoras necesarias para llevar a cabo una acción específica. Estas señales
se transmiten a través de la médula espinal y los nervios periféricos hasta los músculos
y las articulaciones correspondientes, lo que resulta en el movimiento deseado.
El control motor también implica la interacción de otros sistemas del cuerpo, como el
sistema musculoesquelético. Los músculos son los encargados de generar la fuerza
necesaria para producir el movimiento, mientras que las articulaciones actúan como
puntos de conexión entre los huesos, permitiendo el movimiento y la estabilidad.
Además de permitirnos movernos, la actividad motora tiene numerosos beneficios para
la salud. El ejercicio físico regular mejora la resistencia cardiovascular, fortalece los
músculos y huesos, ayuda a mantener un peso saludable y contribuye a la salud
mental y emocional.
En resumen, la actividad motora del cuerpo humano es esencial para nuestro
funcionamiento diario. Gracias a la coordinación entre el sistema nervioso y el sistema
musculoesquelético, podemos realizar una amplia gama de movimientos que nos
permiten interactuar con nuestro entorno y mantenernos saludables.

Material:
Por alumno:
● Un espejo de 30 X 30 cm
● 8 estrellas dibujadas de 10 X10 cm
Procedimiento:
1. Colocar sobre la mesa la hoja que tiene dibujada la estrella
2. Colocar el espejo de forma perpendicular a la hoja
3. Mirando directamente la hoja realiza el primer ejercicio (control).
4. Sin ver directamente la hoja, sólo a través del espejo traza una línea entre las dos
líneas que forman la estrella
5. Realiza en ejercicio 7 veces

Resultados:

Imágenes 1: Ejercicio de control. Imagen 2: Ensayo realizado frente al espejo.

Graficas:
Discusión de resultados:
En la práctica pudimos poner a prueba nuestra memoria motora, pues con cada dibujo
que hacíamos, era mucho más fácil completarlo y en algunos casos con menos errores,
asi comprobando que nuestro cerebro fue aprendiendo o acostumbrándose a hacer el
dibujo viéndolo a través del reflejo.
Conclusión:
Los primeros intentos de dibujar la estrella fueron bastante torpes, de igual manera
había momentos en los que no sabía hacia donde mover la mano y mejor retrocedía o
simplemente ya no podía escribir, aunque con base a mis resultados me costó mucho
trabajo no equivocarme. En proceso en donde mi mano no respondía lo podría explicar
que fue a causa de que las motoneuronas no recibían las señales correctas por parte
de la corteza cerebral y por eso no podía inervar los músculos para llevar a cabo la
acción de dibujar la línea en dirección correcta a lo que veía el espejo.

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