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acuñando es un símbolo de una realidad desconocida, una realidad que puede ser tanto un
espíritu como cualquier otra cosa; podría tratarse, incluso, del mismo Dios” (Carl Gustav
Jung, 2008, Obras Completas, Vol. XI. Comentario Psicológico al Libro Tibetano de la
El sentido último de la religión en la vida del hombre. ¿Por qué ella ocupa un lugar tan
a la mera necesidad del hombre de creer en algo para darse atisbos de seguridad, de tierra
firme. Sin embargo, en una época en que gran parte de su población, tanto viejas como
nuevas generaciones, se sienten perdidas o padecen algún tipo de mal psíquico; una época
en que <<lo espiritual>> es visto como un misterio irracional poco interesante o absurdo, la
tomándolo del teólogo Rudolf Otto, el cual será desarrollado aquí más adelante- puede ser
aspecto que nos parece tan significativo –y en breve nos adentraremos en las causas de tal
religión por el autor Carl Gustav Jung, enfocándonos en la problemática del papel
psicológico que cumplen los ritos, confesiones, dogmas y aquello que él mismo llama la
Para la elaboración de esta tarea, nos centraremos en establecer como primera medida los
elementos que consideramos más importantes para una conceptualización clara de qué es la
religión. Después, pretendemos señalar y analizar el origen, los efectos y funciones de ésta
1. La religión
La religión está compuesta por dogmas, ritos, símbolos que se construyen en la historia a
parte del espíritu de muchas personas, ya sea por cultura, obligación, dominación o una
experiencia de lo numinoso derivado del contacto con tales dogmas o ritos; algo que
podemos observar con ciertas religiones que tienen una extensión de afiliados
impresionante, en las que llegamos a poder hablar de miles de millones de religiosos según
Por tal razón es que la religión, lo religioso, se nos muestra como un aspecto impactante
para la vida humana. En ocasiones, se ha visto ésta limitada a una herramienta de las que
muchas personas se han servido para construir una isla de seguridad, debido a que las
religiones como se han constituido hasta ahora, ofrecen al humano una descripción amplia
y total del mundo, así como una guía completa de cómo relacionarse con el mundo; qué
rechazar, qué elegir, qué es bueno, qué es malo. Todo esto, en relación con la idea de
divinidad que se contenga en ella: qué rechaza su Dios, qué le garantiza su propia
salvación, qué debe cultivar y mejorar en sí mismo para estar en equilibrio con lo divino o
el infinito. Y de esta manera el ser humano puede encontrar una sensación de seguridad, en
que su experiencia inmediata del mundo y todo aquello que se le presenta, tanto interior
como exteriormente, se ve cobijada –o más bien velada por la cosmovisión derivada de sus
peligros que depara la vida en el mundo, las experiencias que le mostraban que la
naturaleza sin medir las fuerzas de su poder destructivo podía arrasar con el humano sin
seguridad de que una absoluta providencia velaba por ellos en este mundo insensible, pues,
en contraste con todos los males, se aferraba de aquello que tomaba por gracia divina. La
idea de Dios, lo religioso, era percibido por el padre del psicoanálisis como un mero
escampadero del gran misterio que supone la naturaleza para el hombre, además de una
movilidad infantil del hombre primitivo a reproducir la seguridad que encontraba con su
padre. “Las representaciones religiosas provienen de la misma necesidad que todos los
Sin embargo, para el psicólogo Carl Gustav Jung, lo religioso tendría un origen menos
haría ello parte de ésta última. Lo religioso, las experiencias primarias de ello, serían
experiencias significativas en el que al sujeto se le aparece algo, una idea, una fuerza, algo
que va más allá de él mismo, de sus ideas comunes de mundo, afectando la consciencia del
su poder y las amenazas o beneficios que de ellos pueden seguirse para la existencia
humana son lo suficientemente grandes como para que se les preste una atención y que la
grandeza, belleza y significación de que están revestidos son tales que ha de tributárseles un
Es así como una experiencia numinosa y primaria, la cual ha podido afectar a bastantes
individuos, los cuáles, llevados por el poderoso efecto de ella o el convencimiento de que
una verdad ha sido revelada, serán portadores del mensaje que tal experiencia les ha
ofrendado y de acuerdo al poder de tal conocimiento, idea, espíritu, puede impactar a los
demás de una manera tal que también afectará significativamente sus conciencias y los
convencerá también esa idea o revelación. A partir de allí, se instaurarán los ritos, dogmas,
creencias y valores que componen a una religión. Un ejemplo de una experiencia con tales
características es el Dios revelado en Cristo, Jesús, el cual no fue un caso aislado de un ser
de éste, que nada más el acto acercárseles, describirían, conllevan una experiencia religiosa,
de lo numinoso. Es decir, esta fue una experiencia que no fue única para el cristianismo o
para esa zona del mundo. De estas características, podríamos hablar de varios hombres que
también tuvieron una gran influencia en sus tierras. Buddha, Mahoma, Zaratustra, Confucio
o el más reciente Ce Áktl Topiltzin Quetzalcóatl son ejemplos de ellos. Todos ellos fueron
Vemos pues, una gran importancia en el hecho mismo de tales experiencias primarias. Son
ciertos sujetos los que han tenido una experiencia íntima con algo numinoso y que, a partir
una religión. La cristiana, esa experiencia religiosa primaria de Dios revelado en Cristo y
éste como el mensajero de la divinidad que llegó a redimir los pecados humanos, ha sido
una confesión que se ha extendido por todo el mundo. Sin embargo, como se ha observado
en la historia, fue una religión que por el ardor de sus autoridades parece más bien haberse
se dio a partir de la experiencia numinosa de algunos individuos, parece que ella ha querido
puesto que el objetivo era dejar intacta la autoridad de su propio dogma, interpretaciones
que de esa primera experiencia se empezaron a construir y, tal vez, alejar de ella. Y tal
Ahora bien, parece ser entonces que tales dogmas e interpretaciones de la experiencia
primaria han calado perfectamente en el espíritu de las personas, y aquí podemos coincidir
presentarse el mundo en tal situación y por tal, el ser humano está en búsqueda de una
descripción de éste, que le otorgue una sensación de seguridad y explicación de todo cuanto
“Lo que comúnmente y por lo general recibe el nombre de religión es hasta tal punto un
sucedáneo, que me pregunto si acaso esta especie de religión, que yo preferiría llamar
A su vez, puede darse que Dios, entendido de cierta manera y como un ente supremo que
vela por el bienestar humano, otorga una sensación de seguridad por el mundo, alimentada
por la fe en tal idea, situación que puede asimilarse a la búsqueda del amparo paternal de un
infante ante lo que se le presenta como terrorífico en el mundo, es así como la angustia de
vivir escindido se ve aplacada por tal fuerza eterna y que se pueda vivir, a pesar de las
limitaciones de ciertos dogmas y morales religiosos, con la espalda un poco más recta al
enfrentar un día a día que en el fondo, y en muchas ocasiones, se nos presenta como
numinoso resulta siendo un lenitivo más para las asperezas del mundo y el sí mismo.
Sin embargo, cabe destacar que esto puede alejarse de las experiencias propias de lo
numinoso, las experiencias más fuertes y reveladoras se dan allí. Se quiere decir aquí que
humanos sobre una experiencia descrita por otra persona, sino que hacen parte de las
posibilidades del ser humano en calidad de tal. Si Jesús en sí mismo fue una experiencia
numinosa para muchos otros, él tuvo que haber pasado por experiencias de lo numinoso
que venían directamente del mundo. Lo interesante aquí, es que tales experiencias,
argumentar lógicamente, ya sea con agudeza, ya sea de manera primitiva. Las percepciones
contenidas allí provienen de algo que va más allá de la propia consciencia, así como lo es
en el texto Psicología y Religión de Jung, que tuvo uno de sus pacientes. En éste, que tenía
un hombre, una voz que sentenciaba observaciones sobre la religión que se le escapaban
totalmente al común discurrir consciente del soñador. Era algo ajeno, algo que superaba su
propia consciencia, pero aun así, se manifestaba en sus, que normalmente se entienden
Es de esta manera que entendemos que aquellas experiencias llamadas religiosas, pueden
separarse, en algunos casos como una forma de malinterpretación, o en otros, con una vasta
resultaron en enseñanzas por parte de algunos individuos a sus sociedades que hasta el día
de hoy siguen teniendo vigencia. De aquí podemos deducir que tales experiencias
numinosas son lo primordial en la función religiosa del alma, ya que expresan algo que
proviene de lo más profundo de nuestra ella y del mundo mismo, a lo que habría que
experiencias que dan constancia de algo mucho más grande que lo abarca, algo que está
Es de esta manera que concluimos entonces que la religión tiene dos sentidos, uno en tanto
utilizado como lenitivo para salvaguardar la propia seguridad y otro en tanto experiencia
profunda y natural que nace a partir de nuestra propia experiencia inmediata del mundo y
mostrarle la naturaleza más profunda del alma humana y el mundo mismo; las fuerzas más
esenciales a ella misma, entendimiento a través el cual puede liberarse el alma humana.
Referencias
Freud, S. (1992). Obras Completas Vol. 21. Buenos Aires: Amorrortu Editores.