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Trastornos de Ansiedad
Trastornos de Ansiedad
DE CAMPECHE
FACULTAD DE MEDICINA
PSIQUIATRÍA
GENERALIDADES
Los trastornos de ansiedad están asociados con una morbilidad significativa y a menudo son
crónicos y refractarios al tratamiento. Los trastornos de ansiedad pueden considerarse una
familia de trastornos mentales distintos, pero relacionados, que incluyen los siguientes:
1. Trastorno de pánico
2. Agorafobia
3. Fobia específica
4. Trastorno de ansiedad social o fobia social
5. Trastorno de ansiedad generalizada
ANSIEDAD NORMAL
Se caracteriza por una sensación de aprensión difusa, desagradable y vaga, a menudo
acompañada de síntomas vegetativos como cefalea, diaforesis, taquicardia, opresión torácica,
malestar epigástrico e inquietud, y que se manifiesta por la incapacidad de estar sentado o de
pie durante mucho tiempo.
ANSIEDAD PATOLÓGICA
Consideraciones neuroanatómicas:
● Sistema límbico: Recibe inervación noradrenérgica, serotoninérgica, y contiene una
alta concentración de receptores GABAA.
El aumento de la actividad de la vía septohipocámpica puede conducir a la ansiedad
y la circunvolución cingulada se ha implicado en la fisiopatología del TOC.
● Corteza cerebral: La corteza frontal puede estar implicada en la producción de
trastornos de ansiedad.
Se ha implicado la corteza temporal como lugar fisiopatológico de estos trastornos
TRANSTORNO DE PÁNICO
La crisis intensa y aguda de ansiedad acompañada por la sensación de catástrofe inminente
se conoce como trastorno de pánico. La ansiedad se caracteriza por períodos discretos de
pánico intenso que pueden ir de varias crisis en un solo día a algunas durante 1 año. Los
pacientes con un trastorno de pánico presentan varias enfermedades concomitantes,
principalmente la agorafobia, que alude al miedo o la ansiedad relacionados con algunos
lugares de los que puede ser difícil escapar.
Epidemiología: Afecta a las mujeres con una frecuencia de dos a tres veces superior en
comparación con los varones, aunque el infradiagnóstico del trastorno en varones puede
contribuir al sesgo de la distribución. El único factor social contribuyente a la aparición del
trastorno de pánico es el antecedente reciente de divorcio o separación. El trastorno aparece
con mayor frecuencia en los adultos jóvenes (la edad de presentación 25 años), aunque tanto
el trastorno de pánico como la agorafobia pueden aparecer a cualquier edad.
Etiología.
• Factores biológicos. Un considerable número de evidencias indica que la alteración
de la regulación de los sistemas noradrenérgicos cerebrales también es responsable
de la fisiopatología del trastorno.. Se ha descrito que el sistema nervioso autónomo
de algunos pacientes con este trastorno presenta un aumento del tono simpático, se
adapta con lentitud a los estímulos repetidos y responde excesivamente a los
estímulos moderados. Los principales sistemas de neurotransmisores implicados son
los noradrenérgicos, serotoninérgicos y el del GABA. La disfunción serotoninérgica
es bastante evidente en el trastorno de pánico, y en varios estudios con fármacos
agonistas-antagonistas serotoninérgicos mixtos se ha demostrado un aumento de las
tasas de ansiedad.
• Factores genéticos: En diversos estudios se ha observado que los familiares de
primer grado de pacientes con trastorno de pánico presentan un incremento del riesgo
de cuatro a ocho veces superior para el trastorno de pánico que los familiares de
primer grado de otros pacientes psiquiátricos.
• Factores psicosociales: Muchos pacientes describen los ataques de pánico como si
aparecieran sin motivo aparente y no estuviera implicado ningún factor psicológico,
aunque la exploración psicodinámica revela a menudo un claro desencadenante
psicológico.
Diagnóstico
• Ataque de pánico: Un ataque de pánico, también denominado crisis de angustia, se
define como un período de pánico o malestar intenso que puede durar de minutos a
horas. Estas crisis pueden aparecer en otros trastornos mentales diferentes del
trastorno de pánico, particularmente en fobias específicas, en la fobia social y el
TEPT.
• Trastorno de pánico: Algunas encuestas comunitarias han indicado que los ataques
de pánico son frecuentes, y uno de los aspectos más importantes en el desarrollo de
los criterios diagnósticos para el trastorno de pánico es la determinación del número
o la frecuencia umbral de estos ataques necesaria para cumplir el diagnóstico. El
resultado del establecimiento de un umbral demasiado bajo es el diagnóstico de
trastorno de pánico en pacientes sin deterioro por un ataque de pánico ocasional; en
cambio, si se fija un umbral demasiado alto, se produce una situación en la que los
pacientes con un deterioro provocado por los ataques de pánico no cumplen los
criterios diagnósticos.
Cuadro clínico: El ataque comienza a menudo en un período de 10 min, durante el cual los
síntomas crecen en intensidad con rapidez. Los principales síntomas mentales son el miedo
extremo y la sensación de muerte y catástrofe inminentes. Los signos físicos suelen consistir
en taquicardia, palpitaciones, disnea y diaforesis. La crisis suele durar de 20 a 30 min y
raramente más de 1 h. La exploración formal del estado mental durante un ataque de pánico
puede mostrar cavilación, dificultades para hablar (tartamudeo) y pérdida de memoria.
Tratamiento farmacológico:
• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): La paroxetina y la
paroxetina de liberación lenta (LS) tienen efectos sedantes y tienden a calmar
inmediatamente a los pacientes, lo que favorece el cumplimiento terapéutico y reduce
el abandono. El citalopram, el escitalopram, la fluvoxamina y la sertralina son los que
se toleran mejor después de la paroxetina. La dosis de 5 a 10 mg/día de paroxetina o
de 12,5 a 25 mg de paroxetina LS durante 1 a 2 semanas, y posteriormente aumentar
la dosis en 10 mg/día de paroxetina o 12,5 mg/día de paroxetina LS cada 1 a 2
semanas, hasta un máximo de 60 mg de paroxetina o 62,5 mg de paroxetina LS.
• Benzodiacepinas: El alprazolam ha sido la benzodiazepina más utilizada para el
trastorno de pánico, aunque los estudios controlados han demostrado que el
lorazepam posee una eficacia idéntica. Pueden usarse razonablemente como primer
fármaco para el tratamiento del trastorno de pánico, y un serotoninérgico debe
incrementarse lentamente hasta alcanzar una dosis terapéutica. Después de 4 a 12
semanas, las benzodiazepinas pueden retirarse lentamente (durante 4 a 10 semanas)
mientras se continúa con el serotoninérgico.
• Tricíclicos y Tetracíclicos: los datos demuestran que, entre los tricíclicos, la
clomipramina y la imipramina son los más efectivos en el tratamiento del trastorno
de pánico.
• Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO): provocan una menor
sobreestimulación que los ISRS o los tricíclicos, pero para que sean efectivos pueden
requerirse dosis completas al menos durante 8 a 12 semanas.
AGORAFOBIA
La agorafobia alude al miedo o la ansiedad relacionados con algunos lugares de los que puede
ser difícil escapar. Puede ser la más discapacitante de las fobias, porque puede interferir
significativamente con la capacidad funcional del individuo en el entorno laboral y social,
fuera de su hogar. Se cree que el miedo de padecer un ataque de pánico en un sitio público
del que sea difícil escapar constituye la causa de la agorafobia.
Cuadro clínico
• Uso de un transporte público, como el autobús, el tren, coches o aviones.
• Espacios abiertos, como parques, centros comerciales o aparcamientos.
• Espacios cerrados, como tiendas, ascensores o teatros.
• Estar entre una multitud o haciendo cola.
• Encontrarse solo fuera de casa.
• El temor o la ansiedad deben ser persistentes y durar al menos 6 meses.
Psicoterapia
• Psicoterapia de apoyo: Supone el uso de conceptos psicodinámicos y una alianza
terapéutica para favorecer el afrontamiento adaptativo. Se facilitan y refuerzan las
defensas adaptativas y se desalientan las desadaptativas.
• Psicoterapia orientada a la introspección: El objetivo es ayudar a que el paciente
aumente su capacidad de comprender la relación entre la enfermedad y los conflictos
psicológicos que, si no están resueltos, pueden manifestarse como síntomas en el
comportamiento.
• Terapia conductual: Entre las técnicas destacan el refuerzo positivo y negativo, la
desensibilización sistemática, la inundación, la implosión, la exposición gradual, la
prevención de la respuesta, la detención del pensamiento, las técnicas de relajación,
la terapia para el control del pánico, el autocontrol y la hipnosis.
• Terapia cognitiva: El tratamiento es a corto plazo e interactivo, con deberes para
hacer en casa y tareas que realizar entre las sesiones, que se centran en corregir las
asunciones y cogniciones distorsionadas.
• Terapia virtual: Se han desarrollado programas informáticos que permiten a los
pacientes verse a sí mismos como avatares que se sitúan posteriormente en espacios
abiertos o abarrotados de gente (un supermercado).
Diagnóstico
A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo
está expuesto al posible examen por parte de otras personas. Algunos ejemplos son
las interacciones sociales (mantener una conversación, reunirse con personas
extrañas), ser observado (comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas
(dar una charla).
B. El individuo tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad
que se valoren negativamente (es decir, que lo humillen o avergüencen, que se
traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad.
o En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas,
quedarse paralizados, aferrarse, encogerse o el fracaso de hablar en
situaciones sociales.
D. Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.
E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la
situación social y al contexto sociocultural.
F. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más
meses.
G. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o
deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
H. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de
una sustancia (una droga, un medicamento) ni a otra afección médica.
I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explican mejor por los síntomas de otro
trastorno mental, como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un
trastorno del espectro autista.
J. Si existe otra enfermedad (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración
debida a quemaduras o lesiones), el miedo, la ansiedad o la evitación deben estar
claramente no relacionados con esta o ser excesivos.
Tratamiento: Tanto la psicoterapia como el tratamiento farmacológico son útiles para las
fobias sociales; diversos tratamientos están indicados para el tipo generalizado y para las
situaciones de actuación.
Diagnóstico
• Criterios de la DM5
A. Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante
más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación
con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.
C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes
(y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han
estado ausentes durante los últimos seis meses):
1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
2. Facilidad para fatigarse.
3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o
sueño inquieto e insatisfactorio).
D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento.
E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (una
droga, un medicamento) ni a otra afección médica (hipertiroidismo).
F. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental.
Cuadro clínico: Las características esenciales del trastorno de ansiedad generalizada son la
ansiedad y la preocupación sostenidas y excesivas acompañadas de síntomas de tensión o
inquietud motora. La ansiedad resulta excesiva e interfiere con otros aspectos de la vida del
individuo. Este patrón debe ocurrir la mayoría de días durante un mínimo de 3 meses. La
tensión motora se manifiesta principalmente por medio de temblores, nerviosismo y cefaleas.
Los pacientes con un trastorno de ansiedad generalizada suelen acudir a un médico de familia
o un internista por un síntoma somático.
Sadock BJ, Ruiz P, Sadock VA. Sinopsis de psiquiatría: ciencias de la conducta, psiquiatría
clínica. Barcelona: Wolter Kluwer; 2015.