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INTRODUCIÓN
Se podrán ordenar pericias siempre que para conocer o apreciar algún hecho o
circunstancia pertinentes a la causa, sean necesarios o convenientes conocimientos
especiales en alguna ciencia, técnica o arte. Los peritos deberán tener títulos
habilitantes en la materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse.
Si no estuviera reglamentada la profesión, no hubiere peritos diplomados o inscriptos,
deberá designarse a una persona de conocimiento o de práctica reconocidas.
De acuerdo con este artículo, las pericias pueden ser ordenadas siempre que sean
necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, técnica o arte
para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinentes a la causa. Esto significa
que cuando se requiere de conocimientos específicos para analizar ciertos aspectos de
la causa, el juez puede ordenar una pericia para obtener los elementos necesarios para
la valoración de la prueba.
Además, el artículo establece que los peritos deben tener títulos habilitantes en la
materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse. Es decir, deben ser
expertos en la materia que se les requiere analizar y estar habilitados para ejercer en su
área de especialización.
En conclusión, el artículo 244 del Código Procesal Penal de Buenos Aires establece los
requisitos que deben cumplir los peritos designados para llevar a cabo las pericias
ordenadas por el juez. Esto garantiza que las pericias sean realizadas por expertos en la
materia, lo que aumenta la calidad y la confiabilidad de los informes periciales utilizados
en el proceso judicial.
La prueba pericial es fundamental en la justicia, ya que permite aportar conocimientos
específicos en ciertas áreas técnicas y científicas que son relevantes para la resolución
de un caso en particular. La persona designada como perito debe ser ajena al proceso y
contar con una formación y experiencia especializada en la materia en litigio.
En este sentido, el perito es un auxiliar del órgano judicial que brinda una opinión
fundada y objetiva sobre la cuestión técnica o científica que se plantea en el caso. A
través de un proceso deductivo, el perito aplica sus conocimientos específicos y elabora
su opinión fundada con los elementos ciertos que surgen de la causa en análisis.
En definitiva, la prueba pericial tiene como objetivo suministrar los elementos de juicio
al órgano jurisdiccional, en áreas científicas o técnicas específicas que escapan a la
formación jurídica del juez o los abogados. De esta manera, se asegura una resolución
justa e imparcial en cada caso, en base a la información y el conocimiento especializado
que aporta el perito.
En concordancia con lo dicho, Witthaus sostiene que “La prueba pericial es la opinión
fundada de una persona especializada o informada en ramas del conocimiento que el
juez no está obligado a dominar. La persona dotada de tales conocimientos es el perito,
y su opinión fundada, el dictamen...”
La segunda parte del artículo 244 CPP dispone que “...los peritos deberán tener títulos
habilitantes en la materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse.
Si no estuviera reglamentada la profesión, no hubiere peritos diplomados o inscriptos,
deberá designarse a una persona de conocimiento o de práctica reconocidas...” (De Elía,
Carlos M., “Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires”, Ed. Librería El Foro, Bs. As.,
2003, p. 371.)
En este sentido se expidió la Cámara Penal de La Plata (Sala Tercera) en autos “R.,H. s/
Robos calificados”6 al sostener que “...Una pericia balística no es ineficaz por carecer el
firmante de título habilitante. La exigencia de título está impuesta para los casos en que
la profesión o arte esté reglamentada, de lo contrario basta que la tarea la cubra
cualquier persona entendida con tal que sea mayor de edad (art. 164 C.P.P.). No existe
la profesión de perito balístico reglamentada como pide el texto legal citado...”
Al respecto digamos que “como regla general, el perito debe estar provisto de
conocimientos propios de la materia sobre la cual va a expedirse, para lo que debe
contar con el respectivo título habilitante. Sin embargo, no siempre será necesario la
convocatoria de un profesional; puede ser
del caso que el Fiscal recurra a un práctico o a una persona versada en determinada
técnica para evacuar una consulta lateral a la prueba (por ejemplo, la velocidad posible
de una embarcación). Si el hecho o la circunstancia (...) fueran de tal naturaleza que para
formar juicio acerca de ello fueran precisos conocimientos meramente prácticos pueden
ser citadas personas que no teniendo título oficial poseen conocimientos acerca del
asunto
La prueba pericial se utiliza en una variedad de casos penales, desde casos de homicidio
y violaciones hasta casos de fraude y delitos financieros. Los peritos pueden
proporcionar información sobre temas como la identificación de huellas dactilares, el
análisis de ADN, el examen de documentos falsificados y la evaluación de la salud
mental.
En el ámbito jurídico, la prueba pericial se define como una declaración realizada por
una persona experta en una materia específica que proporciona información científica,
técnica o especializada relevante para el caso en cuestión.
En cuanto a la naturaleza jurídica de la pericia, hay una diversidad de criterios entre los
expertos en derecho. Mientras que algunos como Alsina consideran que la pericia es
simplemente un medio para la obtención de una prueba, otros como Serra Domínguez
la ven como una forma de valoración de las pruebas ya practicadas. La doctrina
mayoritaria, representada por Clariá Olmedo, Palacio, Guasp, Chiovenda y Messina,
sostiene que la peritaje es un "medio de prueba". Esto significa que cuando las partes lo
solicitan, el juez debe ordenarlo, aunque tenga conocimientos similares a los del perito.