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N

INTRODUCIÓN

La prueba pericial es un medio de prueba utilizado en el sistema de justicia penal para


aportar información técnica o científica que sea relevante para el caso en cuestión. Los
expertos que proporcionan la prueba pericial se conocen como peritos y tienen
conocimientos especializados en una determinada área, como la medicina forense, la
ingeniería, la contabilidad, la psicología, entre otras.

El objetivo principal de la prueba pericial es proporcionar al juez, al jurado y a las partes


involucradas en el proceso penal información especializada para ayudar en la toma de
decisiones. La prueba pericial puede ser utilizada para respaldar o refutar las
acusaciones en un caso penal, y puede ser crucial en la determinación de la verdad y la
justicia en un caso.

Los principios fundamentales que rigen la prueba pericial son la imparcialidad, la


objetividad y la competencia del perito. El perito debe ser imparcial y no tomar partido
por ninguna de las partes involucradas en el caso. Además, debe ser objetivo al evaluar
y presentar la información técnica o científica. Finalmente, el perito debe ser
competente en su área de conocimiento y debe seguir los estándares éticos y
profesionales en la práctica de su oficio.

En la prueba pericial, el perito proporciona una opinión basada en su experiencia y


conocimiento especializado. Esta opinión puede ser presentada tanto por escrito como
verbalmente, y debe estar respaldada por pruebas científicas o técnicas confiables.

Es importante destacar que la prueba pericial no es infalible y puede estar sujeta a


errores. Sin embargo, la prueba pericial sigue siendo un medio importante para obtener
información técnica y científica relevante en casos penales, y puede ser utilizada para
ayudar a resolver casos de manera justa y precisa.

En resumen, el módulo 1 de este curso se enfoca en proporcionar una introducción a la


prueba pericial, incluyendo su definición, su objetivo en el contexto de la justicia penal,
y los principios fundamentales que rigen la prueba pericial. Este módulo es esencial para
comprender la importancia de la prueba pericial en el sistema de justicia penal y
establecer una base sólida para el resto del curso.
1.1. La prueba pericial en el sistema penal: definición y objetivos

El Código Procesal Penal Buenos Aires en su Artículo 244 establece la Facultad de


ordenar las pericias y la Calidad habilitante.

Se podrán ordenar pericias siempre que para conocer o apreciar algún hecho o
circunstancia pertinentes a la causa, sean necesarios o convenientes conocimientos
especiales en alguna ciencia, técnica o arte. Los peritos deberán tener títulos
habilitantes en la materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse.
Si no estuviera reglamentada la profesión, no hubiere peritos diplomados o inscriptos,
deberá designarse a una persona de conocimiento o de práctica reconocidas.

De acuerdo con este artículo, las pericias pueden ser ordenadas siempre que sean
necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, técnica o arte
para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinentes a la causa. Esto significa
que cuando se requiere de conocimientos específicos para analizar ciertos aspectos de
la causa, el juez puede ordenar una pericia para obtener los elementos necesarios para
la valoración de la prueba.

Además, el artículo establece que los peritos deben tener títulos habilitantes en la
materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse. Es decir, deben ser
expertos en la materia que se les requiere analizar y estar habilitados para ejercer en su
área de especialización.

En aquellos casos en que no esté reglamentada la profesión, o no haya peritos


diplomados o inscriptos, se deberá designar a una persona de conocimiento o de
práctica reconocidas para llevar a cabo la pericia. En estos casos, el perito deberá
demostrar su experiencia y conocimientos en la materia en cuestión para que su informe
tenga la debida credibilidad y validez.

En conclusión, el artículo 244 del Código Procesal Penal de Buenos Aires establece los
requisitos que deben cumplir los peritos designados para llevar a cabo las pericias
ordenadas por el juez. Esto garantiza que las pericias sean realizadas por expertos en la
materia, lo que aumenta la calidad y la confiabilidad de los informes periciales utilizados
en el proceso judicial.
La prueba pericial es fundamental en la justicia, ya que permite aportar conocimientos
específicos en ciertas áreas técnicas y científicas que son relevantes para la resolución
de un caso en particular. La persona designada como perito debe ser ajena al proceso y
contar con una formación y experiencia especializada en la materia en litigio.

En este sentido, el perito es un auxiliar del órgano judicial que brinda una opinión
fundada y objetiva sobre la cuestión técnica o científica que se plantea en el caso. A
través de un proceso deductivo, el perito aplica sus conocimientos específicos y elabora
su opinión fundada con los elementos ciertos que surgen de la causa en análisis.

Es importante destacar que la función pericial no se limita a la emisión de un informe,


sino que también incluye la participación activa en la audiencia o juicio oral. Durante
este proceso, el perito puede ser interrogado por las partes y el juez para aclarar dudas
o ampliar su opinión.

En definitiva, la prueba pericial tiene como objetivo suministrar los elementos de juicio
al órgano jurisdiccional, en áreas científicas o técnicas específicas que escapan a la
formación jurídica del juez o los abogados. De esta manera, se asegura una resolución
justa e imparcial en cada caso, en base a la información y el conocimiento especializado
que aporta el perito.

En concordancia con lo dicho, Witthaus sostiene que “La prueba pericial es la opinión
fundada de una persona especializada o informada en ramas del conocimiento que el
juez no está obligado a dominar. La persona dotada de tales conocimientos es el perito,
y su opinión fundada, el dictamen...”

La segunda parte del artículo 244 CPP dispone que “...los peritos deberán tener títulos
habilitantes en la materia a la cual pertenezca el punto sobre el que han de expedirse.
Si no estuviera reglamentada la profesión, no hubiere peritos diplomados o inscriptos,
deberá designarse a una persona de conocimiento o de práctica reconocidas...” (De Elía,
Carlos M., “Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires”, Ed. Librería El Foro, Bs. As.,
2003, p. 371.)

En este sentido se expidió la Cámara Penal de La Plata (Sala Tercera) en autos “R.,H. s/
Robos calificados”6 al sostener que “...Una pericia balística no es ineficaz por carecer el
firmante de título habilitante. La exigencia de título está impuesta para los casos en que
la profesión o arte esté reglamentada, de lo contrario basta que la tarea la cubra
cualquier persona entendida con tal que sea mayor de edad (art. 164 C.P.P.). No existe
la profesión de perito balístico reglamentada como pide el texto legal citado...”

Al respecto digamos que “como regla general, el perito debe estar provisto de
conocimientos propios de la materia sobre la cual va a expedirse, para lo que debe
contar con el respectivo título habilitante. Sin embargo, no siempre será necesario la
convocatoria de un profesional; puede ser
del caso que el Fiscal recurra a un práctico o a una persona versada en determinada
técnica para evacuar una consulta lateral a la prueba (por ejemplo, la velocidad posible
de una embarcación). Si el hecho o la circunstancia (...) fueran de tal naturaleza que para
formar juicio acerca de ello fueran precisos conocimientos meramente prácticos pueden
ser citadas personas que no teniendo título oficial poseen conocimientos acerca del
asunto

Es importante destacar que el perito no es subalterno del juez, sino un auxiliar de la


justicia que colabora en la investigación de los hechos aportando su ciencia y/o técnica.
A diferencia del testimonio y la inspección judicial, la pericia presenta notas exclusivas
que la caracterizan. Mientras que la inspección judicial es realizada por el propio
receptor de la prueba, la pericia es llevada a cabo por un tercero imparcial que es
llamado a colaborar en el proceso sin desempeñarse como sujeto en el mismo.

En resumen, la naturaleza jurídica de la pericia es un tema discutido entre los expertos


en derecho, pero la doctrina mayoritaria considera que es un medio de prueba y el
perito es un auxiliar de la justicia que colabora en la investigación de los hechos
aportando su ciencia y/o técnica. La pericia se diferencia del testimonio y la inspección
judicial por su carácter de tarea llevada a cabo por un tercero imparcial que no
desempeña un papel activo en el proceso.

La prueba pericial es una herramienta importante en el sistema de justicia penal que


permite a los tribunales obtener información científica y técnica especializada sobre un
caso. El objetivo de la prueba pericial es ayudar a los tribunales a tomar decisiones
informadas basadas en hechos científicos y técnicos.

La prueba pericial se utiliza en una variedad de casos penales, desde casos de homicidio
y violaciones hasta casos de fraude y delitos financieros. Los peritos pueden
proporcionar información sobre temas como la identificación de huellas dactilares, el
análisis de ADN, el examen de documentos falsificados y la evaluación de la salud
mental.

Al utilizar la prueba pericial, los tribunales pueden obtener información científica y


técnica que les permita tomar decisiones informadas en casos penales. Sin la prueba
pericial, los tribunales pueden no tener acceso a la información que necesitan para
tomar decisiones precisas y justas.
1.2. Definiciones legales y científicas de la prueba pericial

En el ámbito jurídico, la prueba pericial se define como una declaración realizada por
una persona experta en una materia específica que proporciona información científica,
técnica o especializada relevante para el caso en cuestión.

Desde una perspectiva científica, la prueba pericial implica la aplicación de métodos


científicos y técnicos para examinar pruebas y proporcionar información relevante sobre
el caso. Los peritos pueden utilizar técnicas como la espectroscopía, la cromatografía y
la microscopía para analizar pruebas en un caso.

Ambas definiciones son importantes para comprender la naturaleza de la prueba pericial


y su papel en el sistema de justicia penal. La definición legal es relevante para
comprender cómo se utiliza la prueba pericial en el contexto de los procedimientos
judiciales, mientras que la definición científica es relevante para comprender los
métodos y técnicas que los peritos utilizan para proporcionar información relevante.

En cuanto a la naturaleza jurídica de la pericia, hay una diversidad de criterios entre los
expertos en derecho. Mientras que algunos como Alsina consideran que la pericia es
simplemente un medio para la obtención de una prueba, otros como Serra Domínguez
la ven como una forma de valoración de las pruebas ya practicadas. La doctrina
mayoritaria, representada por Clariá Olmedo, Palacio, Guasp, Chiovenda y Messina,
sostiene que la peritaje es un "medio de prueba". Esto significa que cuando las partes lo
solicitan, el juez debe ordenarlo, aunque tenga conocimientos similares a los del perito.

Es importante destacar que el perito no es subalterno del juez, sino un auxiliar de la


justicia que colabora en la investigación de los hechos aportando su ciencia y/o técnica.
A diferencia del testimonio y la inspección judicial, la pericia presenta notas exclusivas
que la caracterizan. Mientras que la inspección judicial es realizada por el propio
receptor de la prueba, la pericia es llevada a cabo por un tercero imparcial que es
llamado a colaborar en el proceso sin desempeñarse como sujeto en el mismo.

En resumen, la naturaleza jurídica de la pericia es un tema discutido entre los expertos


en derecho, pero la doctrina mayoritaria considera que es un medio de prueba y el
perito es un auxiliar de la justicia que colabora en la investigación de los hechos
aportando su ciencia y/o técnica. La pericia se diferencia del testimonio y la inspección
judicial por su carácter de tarea llevada a cabo por un tercero imparcial que no
desempeña un papel activo en el proceso.
Los 5 principios fundamentales que rigen la prueba pericial en el ámbito judicial

Especialidad: El perito debe ser una persona con conocimientos especializados y


comprobables en la materia objeto de la prueba. Debe estar capacitado para aplicar sus
conocimientos a la situación específica del caso.

Imparcialidad: El perito debe ser imparcial y objetivo en su análisis y conclusión. No debe


tener ningún interés personal en el resultado de la prueba.

Fundamentación: La conclusión del perito debe estar fundamentada en hechos y


conocimientos científicos y técnicos reconocidos en la materia. Debe explicar
detalladamente los métodos utilizados y el razonamiento empleado para llegar a sus
conclusiones.

Claridad y comprensión: La presentación de la prueba debe ser clara y comprensible


para el juez, los abogados y el público en general. Debe evitar tecnicismos innecesarios
y utilizar un lenguaje comprensible.

Contradicción y refutación: Las partes tienen derecho a contradecir la prueba pericial y


presentar sus propias pruebas periciales para refutar la opinión del perito designado por
el juez. Esto garantiza el derecho al debido proceso y a la defensa de las partes.

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