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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
EXTENSIÓN ACADÉMICA MARACAIBO
PROGRAMA: DOCTORADO EN EDUCACIÓN
CÁTEDRA: SEMINARIO I UNIDAD I

RELACIÓN SUJETO-OBJETO
Informe

Participante: Hermógenes González


Profesor: Felixberto Soto

Agosto, 24,2023
INTRODUCCIÓN

Desde los primeros indicios de la existencia del ser humano en este


mundo, éste siempre ha sentido curiosidad por conocer acerca de todo lo que
le rodea, de tal manera que desde entonces ha buscado la manera de entender
la existencia de las cosas y de sí mismo. A partir de esta inquietud, el hombre
fue integrando a su vida herramientas que la permitieran interactuar con el
medio, de forma tal que fue descubriendo la utilidad de cada elemento, tal es el
caso de los utensilios para picar piedras, para cazar, para preparar comida,
para construir objetos entre otros.
En este devenir de la dinámica vivencial, el ser humano por su condición
gregaria innata en su ser, fue evolucionando a medida que iba descubriendo
sus potencialidades de forma instintiva, rudimentaria y natural, puesto que no
tenía un conocimiento previo referencial que le permitiera tener información de
cómo hacer las cosas, de cómo eran, de cuál era su procedencia, y es en ese
momento donde comienza el incipiente periplo del conocimiento mas no el
conocimiento en sí mismo.
Con el paso del tiempo, hoy podemos decir que a pesar de que estos
primeros habitantes no tenían conciencia de “conocimiento”, dieron los
primeros pasos para grandes creaciones, descubrimientos e invenciones que
en la actualidad los científicos más experimentados intentan conseguirle una
explicación, como es el caso de las grandes pirámides, que a pesar de tantas
investigaciones hechas, estudios realizados y excavaciones efectuadas, aún
quedan muchos misterios por aclarar. Esta es solo una pequeña referencia
entre muchas otras.
Ahora bien, en este sentido lo que pretendo con este informe es dar
luces a la relación que existe entre el sujeto cognoscente y el objeto de
conocimiento, para ello pretendo disertar acerca de la Teoría del Origen del
Conocimiento, el Conocimiento Ordinario, el Conocimiento Científico, de
Ciencia, del Método Científico, la Epistemología y el Paradigma, sus diferentes
acepciones y características, de acuerdo con reconocidos autores.

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RELACIÓN SUJETO-OBJETO

Como toda relación se establece de forma bilateral, es decir, se trata de


un sujeto que necesita conocer un objeto determinado ya sea una cosa, una
persona o un fenómeno, que sería el objeto por conocer. Para que esto
suceda, el sujeto debe tener una serie de condiciones que le permitirían
acceder al conocimiento de dicho objeto. Sin embargo son muchas las posturas
que han surgido con respecto a esta relación en cuanto a si es posible para el
sujeto tener algún conocimiento de la realidad a través del objeto en cuestión.
En torno a esta disyuntiva Hessen & Hessen (2003), se propuso
resolverla dándole nombre a las diferentes posturas como se muestra en el
siguiente cuadro:

Cuadro1. Posibilidad del Conocimiento


Postura radical que afirma que es imposible conocer. Su principal
representante es Gorgias de Leontini (484-374 A.C.): quien expresó:
AGNOSTICISMO “Nada existe y si algo existe no es y si algo existe no es cognoscible por
el hombre”. Lo que muestra es una contradicción lógica.
Postura moderada que afirma no saber si es posible conocer; aparece
con Pirrón (365-270 A.C.): “Las cosas no se pueden conocer, la duda
ESCEPTICISMO es la única forma de sabiduría”. El sujeto no puede aprender el objeto.
Los sentidos nos engañan. El hombre comete muchos errores y hay
diversidad de opiniones respecto de una misma cosa.
Postura que reconoce la posibilidad del conocimiento; Pitágoras (585-
500 A.C.): “El punto es la unidad que tiene una posición”. Existe una
DOGMATISMO confianza total en el poder de la razón para conocer. Ante esta verdad,
la comunidad y en especial sus integrantes, pueden asumir alguna de
estas tres posiciones: ignorancia, búsqueda o sabiduría.
Postura que reconoce que el conocimiento sí es posible, dado que
podemos tener algún grado de certeza, pero rechaza que el
conocimiento sea absoluto, ya que indica que el conocimiento es sólo
RELATIVISMO producto de la experiencia y esta es relativa, por lo cual no hay
verdades universales ni absolutas. Pitágoras y Crítias fueron sus
representantes.
Postura que acepta que el hombre pueda llegar a conocer y por ende a
poseer la verdad, llegando a tener los conocimientos que le den
CRITICISMO certeza, sin embargo, se hace indispensable justificar racionalmente la
forma como se llega al conocimiento; Aristóteles, Descartes y Kant,
fueron sus principales representantes.
Postura que acepta la posibilidad del conocimiento, que gracias a la
interacción del sujeto objeto se convierte en fundamento de la verdad y
PRAGMATISMO de certeza; la verdad es práctica y se confunde con lo útil y valioso.
Nietzsche, James, Simmel y Dewey, fueron sus principales exponentes.
Fuente: Hessen & Hessen Teoría del Conocimiento (2003), En Di Marco-Morales
(2015).

Por su parte Martínez-Miguélez (2006), plantea otra característica, objeto


de frecuente discusión, referente a la comunicabilidad de la ciencia (p. 2). “Si

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un conocimiento no es comunicable –suele decirse– no es científico. La razón
principal de ello es que el conocimiento se considera como algo intersubjetivo
que debe gozar de cierto consenso entre la comunidad científica”. Asimismo,
destaca la percepción de Sabino (1980), indicando que “el conocimiento no es
sólo la relación entre sujeto y objeto, ya que se desenvuelve dentro de las
ciencias sociales y de la conducta” (p. 26).
Volviendo al tema del origen del conocimiento, Di Marco-Morales (2015),
se plantea el siguiente cuestionamiento “¿el conocimiento se origina por la
experiencia o por la razón?” en otras palabras “si el hombre viene de por sí
provisto de ciertos conocimientos o requiere adquirirlos en el transcurrir del
desarrollo de sus propias facultades sensibles e intelectivas a la vez” (p. 153).
En este orden de ideas, retomo de nuevo el aporte de Hessen & Hessen
(2003), quien menciona “algunas fuentes las cuales buscan darle solución al
problema del origen del conocimiento” (p. 24). Así lo muestra en el cuadro 2.

Cuadro 2. Origen del Conocimiento


El conocimiento tiene su origen en la razón (la experiencia no cuenta).
Descartes en su libro El discurso del Método indica que es
indispensable tomar una actitud radical frente a todo lo que uno da por
RACIONALISMO aceptado; se duda de la existencia de todo, lo que lleva a deducir su
gran principio: “Pienso, luego existo”, haciendo derivar del pensar su
existencia. Aquí prima el sujeto frente al objeto. Leibnitz, desea que
todo sea claro y demostrable por la razón.
El origen está en la experiencia, ya que todo lo que tenga que ver con el
pensamiento inevitablemente ha tenido que pasar por los sentidos; la
objetividad del mundo se demuestra a través de las sensaciones
EMPIRISMO externas. Berkeley sostiene que el conocimiento se reduce a un
conjunto de impresiones o sensaciones o ideas, que proceden de una
sustancia espiritual: Dios.
Busca una integración al sostener que en todo conocimiento, tanto la
razón como los sentidos desempeñan una función necesaria.
INTELECTUALIS- Aristóteles formuló esta teoría al sostener que las ideas son conceptos
MO mentales con fundamento en lo real; además conocer científicamente
es conocer las cosas por sus causas.
El conocimiento es un compendio entre los datos proporcionados por la
experiencia y la estructura del sujeto. Kant, que es su representante,
consideraba que el racionalismo llegaba a verdades universales y
APRIORISMO necesarias pero que no sabía explicar la relación de esas verdades con
la experiencia. En su obra “La crítica de la razón pura” pone de
manifiesto que se debe hacer un análisis exhaustivo de la facultad de la
razón, determinando sus fuentes y límites.
Fuente: Di Marco-Morales (2015), basado en Hessen (Teoría del Conocimiento, 2002)

Con base en lo planteado, puedo inferir que el origen del conocimiento


no es una cuestión temporal, es decir, no se trata de cuando comenzó y mucho
menos de cuando termina, siempre estuvo, solo que el sujeto cognoscente en

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todos los tiempos ha buscado respuestas a todo lo que en su entorno convive e
interactúa con él y esa dinámica fue evolucionando hasta alcanzar el espacio
exterior, también los intrincados recorridos del comportamiento humano, los
complicados fenómenos de la naturaleza y hasta la inteligencia artificial último
logro de los recursos tecnológicos en la actualidad.

El Conocimiento Ordinario Vs Conocimiento Científico

El Conocimiento Ordinario, también llamado acientífico o vulgar (del


vulgo), o de sentido común, es lo que se conoce como el saber popular, aquel
conocimiento que surge de la interacción en la cotidianidad de una sociedad
entre los sujetos de cultura similar, el cual según Cerón (2017), “opera como
especie de entendimiento práctico que compone un sistema de esquemas
incorporados que, constituidos en el curso de la historia colectiva, son
adquiridos en el curso de la historia individual y funcionan en la práctica y para
la práctica” (p. 2).
Por su parte Durkheim (1985), fue enfático al referirse al hombre como
ser gnoseológico, quien mediado por la sociedad y su cultura asume una
actitud tal que:

[…] no puede vivir en medio de las cosas sin formular sus ideas
sobre ellas y de acuerdo a las cuales arregla su conducta. Pero
como estas nociones están más cerca y más a nuestro alcance que
las realidades a que corresponden, tendemos naturalmente a
sustituirlas a estas últimas y a hacer de ellas la materia prima de
nuestras especulaciones (p. 45).

Esta calidad de conocimiento, por sus características acientíficas tiende


a confundir las cosas de su entorno debido a la idea que se va formando de
ellas, pues el conocimiento que tiene de las cosas es superfluo, lo que a simple
vista puede percibir del objeto creando una imagen mental según sus
creencias. A esto Glazer (1987), se refiere cuando expresa que: “El
pensamiento mítico-religioso, el especulativo, el fetichismo, el animismo, el
totemismo, entre otros tipos de explicaciones sobre el mundo, así como la
filosofía y la sabiduría sapiencial de los pueblos en sus proverbios y leyendas,
etcétera, ejemplifican este rubro” (p. 72).
De este modo, Cerón (2017), explica que las estructuras vitales ya
mencionadas “tienden a funcionar como estructuras estructuradas y
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estructurantes de acuerdo con los cánones y estándares de la sociedad en la
que es socializado cada cuerpo biológico que la habita, lo cual produce los
haberes informacionales más rudimentarios como un conocimiento-a-la-mano”
(p. 2). De esto se deduce que el hombre sencillo de la vida diaria, suele no
sentir la necesidad de trascender este nivel cognitivo, pues con éste resuelve
sus “problemas” cotidianos.
Con respecto al Conocimiento Científico, el mismo Cerón (2017),
presenta un recorrido de los diferentes niveles de conocimiento en relación a la
ciencia, el cual he resumido en el cuadro 3:

Cuadro 3. Niveles de conocimiento en relación a la ciencia.


El conocimiento Es el tipo de conocimiento no científico llamado vulgar, ordinario o
acientífico de sentido común.
Al estar en los límites de la ciencia moderna, el conocimiento
El conocimiento
precientífico es un híbrido informacional que no siempre
precientífico
desemboca hacia el conocimiento científico propiamente dicho.
Todo campo de conocimiento que no sea científico, pero se
anuncia como tal es pseudocientífico o falsa ciencia (Bunge,
Conocimiento
2010). Pseudociencias aún influyentes son, por ejemplo, la de los
pseudocientífico
zahoríes, la investigación espiritista y el psicoanálisis (Bunge,
2004: 32)
La protociencia posee un rango mayor que el conocimiento
pseudocientífico y se caracteriza por su condición embrionaria de
ciencia que puede tener un objeto serio de estudio tomado de
forma cuidadosa, pero sin un corpus ni un objeto teorético ni
Conocimiento experimental claro, lo que no le permite llegar a cuajar en aquella.
protocientífico “La diferencia entre la ciencia y la protociencia es una cuestión de
grado, la diferencia entre protociencia y pseudociencia es
cualitativa” (Bunge, 2010: 132). La herbolaria, el vitalismo, el
biomagnetismo, la homeopatía, la frenología, la grafología, la
alquimia, por mencionar algunas.
La ciencia moderna y sus producciones, a pesar de lo que
El conocimiento pareciera, es una empresa muy reciente y su objeto de estudio es
científico la realidad empírica, tangible (Bunge, 2004), y es el ulterior
desarrollo del género humano en los últimos dos siglos.
Fuente: Di Marco-Morales (2015). Cuatro niveles de conocimiento en relación a la
ciencia. Una propuesta taxonómica.

Ahora bien, por tratarse del Conocimiento Científico el motivo del


informe, me extenderé con algo más de información al respecto. Sin
profundizar, en el problema de lo que sea la realidad empírica, afirma Di Marco-
Morales (2015), que se “puede partir de un supuesto ontológico fundamental:
toda realidad posee existencia, pero no todo lo que existe es real”. Tal como
señala Bunge (2004), “la realidad, tal como la conocemos, hoy, no es un sólido
bloque homogéneo, sino que se divide en varios niveles o sectores,

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caracterizado cada uno de ellos por un conjunto de propiedades y leyes
propias” (p. 254). Podría ejemplificarse lo anterior con algo muy sencillo. Los
rayos infrarrojos y los ultravioleta siempre han existido, pero sólo han sido una
realidad cognoscible para la humanidad a partir de su detección y posterior
estudio a partir de 1800 y 1801 por las investigaciones de Herschel y Ritter,
respectivamente.
En lo que respecta al tema, Marín (2009), indica que la ciencia tampoco
es ajena a su contexto, pues “en el campo de la ciencia moderna toda la
actividad científica está fuertemente mediatizada por la sociedad, y no sólo por
la comunidad científica” (p. 36). Sin embargo, siguiendo a Di Marco-Morales
(2015):

[…] el conocimiento científico es objetivo, sistemático, metódico,


riguroso, fundamentado, explicativo, y hasta predictivo, hay
diferentes formas de concebirlo, producirlo y de practicarlo, lo que a
la vez lleva a tomar posturas consideradas no pocas veces como
excluyentes entre sí, aunque todas ellas posean el reconocimiento
de científico.

Basado en los planteamientos previos, puedo decir que el Conocimiento


Científico es aquel conocimiento que se obtiene desde una cuidadosa
organización de procesos de indagación teórica, sistematización metodológica,
análisis profundo e interpretación de lo concebido cognitivamente a fin de
proporcionar cambios, soluciones o teorías acerca de los hallazgos que se
obtengan una vez concluido el proceso, de manera que a través del
intercambio comunicativo sea divulgado para el beneficio de otros interesados.

Ciencia, Método Científico, Epistemología y Paradigma

El término Ciencia tiene tantas acepciones como campos de conocimiento


han surgido a través de la evolución del conocimiento, y de como éste se ha
venido extendiendo en los diferentes niveles y contextos académicos y
científicos a lo largo de la historia y del planeta. Es por ello que me subrogo a lo
planteado por Rojas-Crotte (2009), aludiendo a Geymonat, Olivé y Martínez
Miguélez:
Olivé se hace la pregunta “¿Qué es la Ciencia?” y remite de
inmediato a la imposibilidad de definirla brevemente, pero también

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hace un par de acotaciones: primero, es posible acercarse a una
idea de lo que la Ciencia es, planteando preguntas relativas a sus
fundamentos y elementos, su desarrollo histórico y su dimensión
social; segundo, la pregunta por el significado de lo que la Ciencia es
no puede responderse solamente acudiendo a un saber científico,
sino metacientífico, porque la pregunta es en sí metacientífica, dado
que exige un esfuerzo reflexivo que se coloca fuera del ámbito
propiamente científico. (p. 205)

Como complemento a lo expuesto por los autores precedentes, se


presenta en este apartado lo emitido por Martínez-Miguélez (2006), en la
introducción de su capítulo 3 del libro Epistemología y Metodología Cualitativa
en las Ciencias Sociales:

Nuestro objetivo fundamental, aquí, será clarificar e ilustrar que el


problema reside en el concepto restrictivo de "cientificidad"
adoptado, especialmente en las ciencias humanas, que mutila la
legitimidad y derecho a existir de una gran riqueza de la dotación
más típicamente humana, como los procedimientos que se asientan
en el uso de la libertad y la creatividad. Esta gran riqueza de
dotación exige en el investigador, por un lado, una gran sensibilidad
en cuanto al uso de métodos, técnicas, estrategias y procedimientos
para poder captarla, y, por el otro, un gran rigor, sistematicidad y
criticidad, como criterios básicos de la cientificidad requerida por los
niveles académicos.

En este contexto de Ciencia y cientificidad, lo que prevalece es tener la


firme certeza que el conocimiento que se produzca mediante el proceso
investigativo que emprendemos, debe ser suficientemente sustentado,
eficientemente sistémico e inteligentemente analizado, reflexionado e
interpretado, indistintamente del enfoque, paradigma o método seleccionado,
ya que de ello depende el éxito del proceso. En función de esto es necesario
entender el Método Científico, Epistemología y Paradigma de los cuales
presento las diversas definiciones de reconocidos autores.
En cuanto al Método Científico Según Tamayo y Tamayo (2012), “El
método científico es un conjunto de procedimientos por los cuales se plantean
los problemas científicos y se ponen a prueba las hipótesis y los instrumentos
de trabajo investigativo” (p.30). Siguiendo a Bonilla y Rodríguez (2005), citado
en Bernal (2010), “El método científico es el conjunto de postulados, reglas y
normas para el estudio y la solución de los problemas de investigación” (p. 58).
Para, Bunge (1970), el método científico es un rasgo característico de la

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ciencia, tanto de la pura como de la aplicada. Afirma que, donde no hay método
científico no hay ciencia. Así mismo, Arias (2012), el método científico es el
conjunto de pasos, técnicas y procedimientos que se emplean para formular y
resolver problemas de investigación mediante la prueba o verificación de
hipótesis (en Santa Cruz, 2015).
Por lo tanto y de acuerdo con los autores, el Método Científico (MC)
consiste en una secuencia lógica y sistémica del procedimiento empleado
mediante el cual se busca resolver problemas de investigación, a partir de la
verificación de hipótesis con el apoyo de los instrumentos de investigación a fin
de incrementar el conocimiento, lograr cambios contextuales o generar teorías
emergentes.
Como todo método, el MC presenta determinadas etapas en secuencia
lógica que de acuerdo con Ruiz (2007), para su aplicación son estructuradas de
la siguiente manera:
1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia para
contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su
relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de la verdad de las conjeturas y la fidelidad de las
técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y
formular los nuevos problemas originados por la investigación.
Esta secuencia del MC, está dirigida hacia un objetivo o propósito, en
cuyo recorrido para lograrlo lleva implícita una dinámica que se inicia con la
Fase de la Observación, es cuando el sujeto conocedor (investigador) entra en
contacto con el fenómeno, y algo sabe de éste que lo induce a continuar
indagando. Habiendo obtenido un grado de verdad, se pasa a un segundo
momento, se trata de la Fase del Planteamiento de la hipótesis, que
fundamentada en conocimientos previos y en los datos por recoger, podría ser
demostrada; por último tenemos la Fase de Comprobación, la cual depende del

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grado de generalidad y sistematicidad de la hipótesis. Las evidencias que
comprueban o desaprueban son igualmente estimables. Esto es en términos
generales lo que constituye el MC.
Ahora bien, la Epistemología no es más que la forma de conocer la
realidad que nos circunda, es decir los instrumentos y técnicas empleados por
el investigador que le permitirán obtener el conocimiento esperado del
fenómeno investigado. Desde esta perspectiva surgen varios aspectos que
determinan nuestra visión del mundo fenoménico por conocer, dos de los
cuales son expuestos por Martínez-Miguélez (2006), en los siguientes términos:

[…] Así, a todo nivel, pero, en las ciencias humanas sobre todo -
relacionadas con el estudio del hombre: su desarrollo, educación,
aspectos psicológicos, sociológicos, culturales, éticos y espirituales
—, desde mediados del siglo xx en adelante, se han replanteado en
forma crítica las bases epistemológicas de los métodos y de la
misma ciencia. Como ya hemos insistido, en la actividad académica
se ha vuelto imperioso desnudar las contradicciones, las aporías, las
antinomias, las paradojas, las parcialidades y las insuficiencias del
paradigma que ha dominado el conocimiento científico en los últimos
tres siglos.

En este sentido, puedo decir que de acuerdo con el autor en la


actualidad hay una cierta libertad o nuevas formas de conocer la realidad, la
cosmovisión del mundo ha cambiado, puesto que la academia científica se ha
despojado de las restricciones impuestas en el pasado. Por otro lado, y
contextualizando este hecho a los estudios de postgrado, el mismo Martínez-
Miguélez refiere lo siguiente:

Los estudios avanzados, de cuarto nivel -ya sean de especialización,


maestría, doctorado o posdoctorado-, aunque se coloquen en
niveles diferentes, comparten una idea central: ubican a sus alumnos
en las fronteras del conocimiento y tratan de habilitarlos
mentalmente para ampliarlas. Pero esta tarea se enfrenta con un
obstáculo básico: la inercia mental.

En este aspecto se trata de la forma de percibir lo observado y la idea que


de éste nos hacemos, ya que la dinámica psicológica de nuestra actividad
intelectual tiende a ser selectiva en cada observación, no precisamente lo que
es de utilidad desde el punto de vista informacional, sino la que nos representa
un significado personal debido a la inferencia de las experiencias y

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conocimientos previos, por lo que se nos dificulta “ver más allá” de ese objeto o
fenómeno. De este modo, podemos decir que tendemos a ver lo que
esperamos ver, lo que estamos acostumbrados a ver o lo que nos han sugerido
que veremos. Y, así, realmente no conocemos hasta dónde lo que percibimos
es producto de nosotros mismos y de nuestras expectativas culturales y
sugestiones aceptadas y no de lo que en realidad debemos descubrir.
En cuanto a lo que Paradigma se refiere, éstos determinan cómo se
conceptualiza el objeto de estudio, los problemas a tratar, los métodos y
técnicas a utilizar, la forma de explicar, interpretar o comprender los resultados
de la investigación realizada. Es por esto que es fundamental tener algún
dominio de las bases filosóficas del conocimiento y tomar al respecto, alguna
postura como investigador.
Thomas Kuhn (1971) en su libro “La Estructura de las Revoluciones
Científicas” (ERC), según Guba (1990, citado por González, 2005): “la persona
más responsable de introducir ese concepto en nuestra conciencia colectiva,
usó el término en no menos de 21 maneras diferentes” (p. 15). En este sentido
el mismo González desarrolla un conjunto de consideraciones teóricas y
conceptuales acerca del término paradigma:

[…] para intentar aclarar las dimensiones epistemológica, axiológica,


sociológica, teleológica, ontológica y metodológica de este vocablo
que, durante las tres últimas décadas, ha predominado tanto en el
universo discursivo de la investigación (Ciencias Naturales), como
en el de aquellas disciplinas que abordan el ámbito de lo social.
Específicamente en los ambientes académicos y, en particular, en
las instituciones encargadas de formar profesionales, entre cuyos
planes de estudio se incluyen cursos de “Introducción a la
Investigación”, “Metodología de la Investigación” y otros similares, se
observa el uso reiterado y, muchas veces inapropiado del término
paradigma, lo que ha conducido a una vulgarización del mismo; por
ello, parecen ser adecuados los estudios que se orienten hacia la
recuperación de su sentido y significado auténticos (p. 15).

Con base en lo expuesto por el autor presento las propuestas de los


diferentes teóricos mencionados por González (2005), los cuales explicaré
mediante el cuadro 4, donde se señalan los autores y su propuesta conceptual
con respecto al término paradigma:

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Cuadro 4. Tentativas conceptuales del término paradigma.
Margaret Masterman Puso en evidencia la polisemia con la que el propio Kuhn
(1975) había utilizado el término paradigma. Registró y analizó
cuidadosamente, llegando a la conclusión de que todos
ellos pueden ser agrupados en las siguientes tres
categorías: (a) paradigmas metafísicos o
metaparadigmas, los cuales abordan cuestiones
filosóficas fundamentales, tales como las siguientes:
¿Qué es la realidad? (ontología); ¿Cómo se produce el
conocimiento? (epistemología); ¿Qué es lo bueno o
correcto? (ética); (b) paradigmas sociológicos, que se
refieren a los logros científicos o a las estructuras
político/institucionales; (c) paradigmas de constructos,
que se refieren a las herramientas, modelos, lenguaje y
reglas de la investigación científica.
Maritza Montero (1992) Parte del trabajo de Masterman indicando que los grupos
de significado que ella identificó, aluden a sendas
maneras de concebir los paradigmas, los cuales pueden
ser interpretados como: (a) entidades metafísico-
filosóficas, (b) entidades sociológicas, y (c) artefactos o
constructos concretos. Según su ámbito de aplicación,
obtiene los siguientes grupos de definiciones: (a)
aquellas que conciben el paradigma como un modelo
filosófico o epistemológico; (b) las que lo conceptualizan
como un modelo metodológico del cual se originan
instrumentos, herramientas y modos de actuar para la
solución de los problemas; y (c) las que lo asumen como
un modelo o ejemplar de logro científico.
Egon Guba (1990) Utiliza las respuestas que se den a las siguientes tres
preguntas fundamentales: (a) Pregunta ontológica: se
refiere a la forma y naturaleza de la realidad y, por tanto,
a lo que es posible conocer; (b) Pregunta epistemológica
que se refiere a la naturaleza de la relación entre el
sujeto cognoscente y el objeto que puede ser conocido y,
en consecuencia, a la posición que debe asumir el
investigador respecto a su objeto de conocimiento y, (c)
Pregunta metodológica que se refiere a la forma como el
investigador puede proceder para hallar el conocimiento
de aquella realidad que cree que puede ser conocida.
Con base en las respuestas dadas a estas interrogantes,
Egon Guba logra definir los siguientes paradigmas de la
investigación social y, más específicamente, de la
investigación educativa: (a) Paradigma (Post) positivista;
(b) Paradigma de la Teoría Crítica y, (c) Paradigma
Constructivista.
José Ramón Ortiz (1998) Basado en los tres significados generales que
Masterman (1975) les atribuyó, Ortiz (1998) alude a una
categorización de los paradigmas en la Investigación en
Ciencias Sociales, e identifica tres paradigmas que se
corresponden, respectivamente con los que plantea
Guba (1990): (a) paradigma cientificista (postpositivista),
(b) paradigma ideológico (teoría crítica), y (c) paradigma

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hermenéutico (constructivista).
Morales y Moreno (1993) Afirman que para caracterizar un paradigma se han de
tener en cuenta los siguientes cinco criterios: (a) la
posición que adopta en torno al método de las ciencias;
(b) la respuesta que da a la relación entre sujeto y objeto;
(c) el modo de abordar el problema de la objetividad; (d)
los objetivos que le atribuyen a la investigación; y, (e) la
noción de causalidad que sustenta.
Hernández Rojas (1998) Los componentes definitorios de la estructura de un
paradigma son los siguientes: (a) Problemática, es decir,
espacio de la realidad que los integrantes de la
comunidad científica que lo suscriben deciden abordar
(considerar, asumir, establecer) como campo (ámbito) de
análisis, estudio e investigación; (b) Fundamentos
Epistemológicos, los cuales se refieren a las
concepciones acerca del conocimiento y sus procesos de
producción; (c) Supuestos Teóricos, constituidos por los
conceptos, principios, proposiciones, enunciados,
postulados, hipótesis, explicaciones constituyentes de la
matriz disciplinar compartida por los miembros de la
comunidad; (d) Prescripciones Metodológicas,
conformadas por el "conjunto de métodos,
procedimientos, técnicas y reglas que acepta la
comunidad de profesionales y que utilizan para el
trabajos deconstrucción y refinamiento (investigación) del
paradigma" (p. 68); (e) Proyecciones de uso o aplicación,
"planteamientos, propuestas, procedimientos y técnicas
de aplicación (derivados especialmente de los principios
y supuestos teóricos) que proponen los paradigmas para
analizar y solucionar problemáticas concretas de un
espacio determinado de la realidad" (p. 68).
Fuente: adaptado de: ¿Qué es un paradigma? Análisis teórico, conceptual y
psicolingüístico del término. González (2005).

De igual forma González (2005), recopiló el aporte de diferentes teóricos


que emitieron diversas definiciones para referirse al término paradigma, los
cuales transcribo textualmente para guardar la fidelidad del texto empleado por
cada autor:
1. Briones (citado por Hurtado y Toro, 1997). Un paradigma de
investigación es una concepción del objeto de estudio de una ciencia, de los
problemas para estudiar, de la naturaleza de sus métodos y de la forma de
explicar, interpretar o comprender los resultados de la investigación realizada.
2. Capra (1996). Paradigma científico es una constelación de alcances,
términos, valores, técnicas, etc. que tiene una comunidad científica en común y
que son aplicados por esa comunidad para la definición de problemas y
soluciones legítimas. Paradigma Social sería una constelación de términos,
valores, percepciones y prácticas que tienen en común una comunidad y que

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forma una determinada vista, percepción de la realidad que es el substrato de
la manera como esta sociedad se auto -organiza.
3. Contreras (1996). De acuerdo con Kuhn, un paradigma es un sistema
de creencias, principios, valores y premisas que determinan la visión que una
determinada comunidad científica tiene de la realidad, el tipo de preguntas y
problemas que es legítimo estudiar, así como los métodos y técnicas válidos
para la búsqueda de respuestas y soluciones. En consecuencia el enfoque o
paradigma en que se inscribe un estudio, sustenta el método, propósito y
objetivos de la investigación.
4. Damiani (1997). "Un paradigma constituye un sistema de ideas que
orientan y organizan la investigación científica de una disciplina, haciéndola
comunicable y modificable al interior de una comunidad científica que utiliza el
mismo lenguaje" (p. 56).
5. García Guadilla (1987). El paradigma hace referencia a un consenso
institucionalizado, implícito, en cuyo marco se insertan los criterios de acuerdo
con los cuales se enjuicia la validez del quehacer profesional de los miembros
de la comunidad que comparten el paradigma, el cual proporciona problemas
de investigación y modos de abordarlos, así como también criterios para
enjuiciar la validez de las soluciones propuestas, vocabulario e instrumental,
tanto conceptual como práctico.
6. González (1997). Un paradigma constituye un marco conceptual en e l
que se inscriben, como supuestos básicos subyacentes, creencias y valores a
los cuales los integrantes del grupo que lo comparten se adhieren fuertemente,
sin que sean siempre explícitos o conscientes.
7. Martínez (1989). Los paradigmas son "diferentes sistemas de reglas del
juego científico", son "estructuras de razonamiento o de la racionalidad"; por
ello, constituyen la lógica subyacente que guía el corazón de la actividad
científica y, en último término, proporcionan la explicación de los sistemas de
explicación" (p. 18).
En resumen, un paradigma proporciona a los miembros de la comunidad
científica que lo aceptan, una visión global de su campo de trabajo, de las
normas de investigación y de los posibles problemas a resolver, tanto como de
los patrones y tipos de soluciones posibles, aceptables; de modo que el

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paradigma organiza y define la práctica profesional de los miembros de la
comunidad que lo aceptan.

CONCLUSIONES

Después de haber transitado la indagación hecha para la elaboración del


presente informe, cabe destacar que del conocimiento y dominio que tengamos
acerca de los diferentes elementos que hacen parte del proceso de
investigación científica, como los descritos en este documento y todos los que
en ellos subyacen, estaremos encaminados a la realización de una
investigación adecuada al protocolo del nivel académico.
Es por ello que estamos llamados a posesionarnos del conocimiento
necesario, entre ellos las técnicas, los diferentes métodos de investigación para
seleccionar el que mejor se adapte a nuestra temática de estudio, línea de
investigación y propósitos definidos, partiendo de la exposición de la
problemática que nos motivó para realizar tal investigación para así lograr los
cambios y transformaciones socio-educativas esperadas.
Desde estas conjeturas, ya cumplida la finalidad de la asignación
académica, también espero llevar a buen final la investigación que me permitirá
obtener el ansiado título de cuarto nivel, en este caso el de Doctor en
Educación, en pro de mi crecimiento personal y profesional, así como darle la
satisfacción a mi familia.

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