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RELACIÓN SUJETO-OBJETO
Informe
Agosto, 24,2023
INTRODUCCIÓN
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RELACIÓN SUJETO-OBJETO
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un conocimiento no es comunicable –suele decirse– no es científico. La razón
principal de ello es que el conocimiento se considera como algo intersubjetivo
que debe gozar de cierto consenso entre la comunidad científica”. Asimismo,
destaca la percepción de Sabino (1980), indicando que “el conocimiento no es
sólo la relación entre sujeto y objeto, ya que se desenvuelve dentro de las
ciencias sociales y de la conducta” (p. 26).
Volviendo al tema del origen del conocimiento, Di Marco-Morales (2015),
se plantea el siguiente cuestionamiento “¿el conocimiento se origina por la
experiencia o por la razón?” en otras palabras “si el hombre viene de por sí
provisto de ciertos conocimientos o requiere adquirirlos en el transcurrir del
desarrollo de sus propias facultades sensibles e intelectivas a la vez” (p. 153).
En este orden de ideas, retomo de nuevo el aporte de Hessen & Hessen
(2003), quien menciona “algunas fuentes las cuales buscan darle solución al
problema del origen del conocimiento” (p. 24). Así lo muestra en el cuadro 2.
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todos los tiempos ha buscado respuestas a todo lo que en su entorno convive e
interactúa con él y esa dinámica fue evolucionando hasta alcanzar el espacio
exterior, también los intrincados recorridos del comportamiento humano, los
complicados fenómenos de la naturaleza y hasta la inteligencia artificial último
logro de los recursos tecnológicos en la actualidad.
[…] no puede vivir en medio de las cosas sin formular sus ideas
sobre ellas y de acuerdo a las cuales arregla su conducta. Pero
como estas nociones están más cerca y más a nuestro alcance que
las realidades a que corresponden, tendemos naturalmente a
sustituirlas a estas últimas y a hacer de ellas la materia prima de
nuestras especulaciones (p. 45).
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caracterizado cada uno de ellos por un conjunto de propiedades y leyes
propias” (p. 254). Podría ejemplificarse lo anterior con algo muy sencillo. Los
rayos infrarrojos y los ultravioleta siempre han existido, pero sólo han sido una
realidad cognoscible para la humanidad a partir de su detección y posterior
estudio a partir de 1800 y 1801 por las investigaciones de Herschel y Ritter,
respectivamente.
En lo que respecta al tema, Marín (2009), indica que la ciencia tampoco
es ajena a su contexto, pues “en el campo de la ciencia moderna toda la
actividad científica está fuertemente mediatizada por la sociedad, y no sólo por
la comunidad científica” (p. 36). Sin embargo, siguiendo a Di Marco-Morales
(2015):
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hace un par de acotaciones: primero, es posible acercarse a una
idea de lo que la Ciencia es, planteando preguntas relativas a sus
fundamentos y elementos, su desarrollo histórico y su dimensión
social; segundo, la pregunta por el significado de lo que la Ciencia es
no puede responderse solamente acudiendo a un saber científico,
sino metacientífico, porque la pregunta es en sí metacientífica, dado
que exige un esfuerzo reflexivo que se coloca fuera del ámbito
propiamente científico. (p. 205)
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ciencia, tanto de la pura como de la aplicada. Afirma que, donde no hay método
científico no hay ciencia. Así mismo, Arias (2012), el método científico es el
conjunto de pasos, técnicas y procedimientos que se emplean para formular y
resolver problemas de investigación mediante la prueba o verificación de
hipótesis (en Santa Cruz, 2015).
Por lo tanto y de acuerdo con los autores, el Método Científico (MC)
consiste en una secuencia lógica y sistémica del procedimiento empleado
mediante el cual se busca resolver problemas de investigación, a partir de la
verificación de hipótesis con el apoyo de los instrumentos de investigación a fin
de incrementar el conocimiento, lograr cambios contextuales o generar teorías
emergentes.
Como todo método, el MC presenta determinadas etapas en secuencia
lógica que de acuerdo con Ruiz (2007), para su aplicación son estructuradas de
la siguiente manera:
1. Enunciar preguntas bien formuladas y verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia para
contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez a contrastación esas técnicas para comprobar su
relevancia y la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de la verdad de las conjeturas y la fidelidad de las
técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y
formular los nuevos problemas originados por la investigación.
Esta secuencia del MC, está dirigida hacia un objetivo o propósito, en
cuyo recorrido para lograrlo lleva implícita una dinámica que se inicia con la
Fase de la Observación, es cuando el sujeto conocedor (investigador) entra en
contacto con el fenómeno, y algo sabe de éste que lo induce a continuar
indagando. Habiendo obtenido un grado de verdad, se pasa a un segundo
momento, se trata de la Fase del Planteamiento de la hipótesis, que
fundamentada en conocimientos previos y en los datos por recoger, podría ser
demostrada; por último tenemos la Fase de Comprobación, la cual depende del
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grado de generalidad y sistematicidad de la hipótesis. Las evidencias que
comprueban o desaprueban son igualmente estimables. Esto es en términos
generales lo que constituye el MC.
Ahora bien, la Epistemología no es más que la forma de conocer la
realidad que nos circunda, es decir los instrumentos y técnicas empleados por
el investigador que le permitirán obtener el conocimiento esperado del
fenómeno investigado. Desde esta perspectiva surgen varios aspectos que
determinan nuestra visión del mundo fenoménico por conocer, dos de los
cuales son expuestos por Martínez-Miguélez (2006), en los siguientes términos:
[…] Así, a todo nivel, pero, en las ciencias humanas sobre todo -
relacionadas con el estudio del hombre: su desarrollo, educación,
aspectos psicológicos, sociológicos, culturales, éticos y espirituales
—, desde mediados del siglo xx en adelante, se han replanteado en
forma crítica las bases epistemológicas de los métodos y de la
misma ciencia. Como ya hemos insistido, en la actividad académica
se ha vuelto imperioso desnudar las contradicciones, las aporías, las
antinomias, las paradojas, las parcialidades y las insuficiencias del
paradigma que ha dominado el conocimiento científico en los últimos
tres siglos.
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conocimientos previos, por lo que se nos dificulta “ver más allá” de ese objeto o
fenómeno. De este modo, podemos decir que tendemos a ver lo que
esperamos ver, lo que estamos acostumbrados a ver o lo que nos han sugerido
que veremos. Y, así, realmente no conocemos hasta dónde lo que percibimos
es producto de nosotros mismos y de nuestras expectativas culturales y
sugestiones aceptadas y no de lo que en realidad debemos descubrir.
En cuanto a lo que Paradigma se refiere, éstos determinan cómo se
conceptualiza el objeto de estudio, los problemas a tratar, los métodos y
técnicas a utilizar, la forma de explicar, interpretar o comprender los resultados
de la investigación realizada. Es por esto que es fundamental tener algún
dominio de las bases filosóficas del conocimiento y tomar al respecto, alguna
postura como investigador.
Thomas Kuhn (1971) en su libro “La Estructura de las Revoluciones
Científicas” (ERC), según Guba (1990, citado por González, 2005): “la persona
más responsable de introducir ese concepto en nuestra conciencia colectiva,
usó el término en no menos de 21 maneras diferentes” (p. 15). En este sentido
el mismo González desarrolla un conjunto de consideraciones teóricas y
conceptuales acerca del término paradigma:
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Cuadro 4. Tentativas conceptuales del término paradigma.
Margaret Masterman Puso en evidencia la polisemia con la que el propio Kuhn
(1975) había utilizado el término paradigma. Registró y analizó
cuidadosamente, llegando a la conclusión de que todos
ellos pueden ser agrupados en las siguientes tres
categorías: (a) paradigmas metafísicos o
metaparadigmas, los cuales abordan cuestiones
filosóficas fundamentales, tales como las siguientes:
¿Qué es la realidad? (ontología); ¿Cómo se produce el
conocimiento? (epistemología); ¿Qué es lo bueno o
correcto? (ética); (b) paradigmas sociológicos, que se
refieren a los logros científicos o a las estructuras
político/institucionales; (c) paradigmas de constructos,
que se refieren a las herramientas, modelos, lenguaje y
reglas de la investigación científica.
Maritza Montero (1992) Parte del trabajo de Masterman indicando que los grupos
de significado que ella identificó, aluden a sendas
maneras de concebir los paradigmas, los cuales pueden
ser interpretados como: (a) entidades metafísico-
filosóficas, (b) entidades sociológicas, y (c) artefactos o
constructos concretos. Según su ámbito de aplicación,
obtiene los siguientes grupos de definiciones: (a)
aquellas que conciben el paradigma como un modelo
filosófico o epistemológico; (b) las que lo conceptualizan
como un modelo metodológico del cual se originan
instrumentos, herramientas y modos de actuar para la
solución de los problemas; y (c) las que lo asumen como
un modelo o ejemplar de logro científico.
Egon Guba (1990) Utiliza las respuestas que se den a las siguientes tres
preguntas fundamentales: (a) Pregunta ontológica: se
refiere a la forma y naturaleza de la realidad y, por tanto,
a lo que es posible conocer; (b) Pregunta epistemológica
que se refiere a la naturaleza de la relación entre el
sujeto cognoscente y el objeto que puede ser conocido y,
en consecuencia, a la posición que debe asumir el
investigador respecto a su objeto de conocimiento y, (c)
Pregunta metodológica que se refiere a la forma como el
investigador puede proceder para hallar el conocimiento
de aquella realidad que cree que puede ser conocida.
Con base en las respuestas dadas a estas interrogantes,
Egon Guba logra definir los siguientes paradigmas de la
investigación social y, más específicamente, de la
investigación educativa: (a) Paradigma (Post) positivista;
(b) Paradigma de la Teoría Crítica y, (c) Paradigma
Constructivista.
José Ramón Ortiz (1998) Basado en los tres significados generales que
Masterman (1975) les atribuyó, Ortiz (1998) alude a una
categorización de los paradigmas en la Investigación en
Ciencias Sociales, e identifica tres paradigmas que se
corresponden, respectivamente con los que plantea
Guba (1990): (a) paradigma cientificista (postpositivista),
(b) paradigma ideológico (teoría crítica), y (c) paradigma
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hermenéutico (constructivista).
Morales y Moreno (1993) Afirman que para caracterizar un paradigma se han de
tener en cuenta los siguientes cinco criterios: (a) la
posición que adopta en torno al método de las ciencias;
(b) la respuesta que da a la relación entre sujeto y objeto;
(c) el modo de abordar el problema de la objetividad; (d)
los objetivos que le atribuyen a la investigación; y, (e) la
noción de causalidad que sustenta.
Hernández Rojas (1998) Los componentes definitorios de la estructura de un
paradigma son los siguientes: (a) Problemática, es decir,
espacio de la realidad que los integrantes de la
comunidad científica que lo suscriben deciden abordar
(considerar, asumir, establecer) como campo (ámbito) de
análisis, estudio e investigación; (b) Fundamentos
Epistemológicos, los cuales se refieren a las
concepciones acerca del conocimiento y sus procesos de
producción; (c) Supuestos Teóricos, constituidos por los
conceptos, principios, proposiciones, enunciados,
postulados, hipótesis, explicaciones constituyentes de la
matriz disciplinar compartida por los miembros de la
comunidad; (d) Prescripciones Metodológicas,
conformadas por el "conjunto de métodos,
procedimientos, técnicas y reglas que acepta la
comunidad de profesionales y que utilizan para el
trabajos deconstrucción y refinamiento (investigación) del
paradigma" (p. 68); (e) Proyecciones de uso o aplicación,
"planteamientos, propuestas, procedimientos y técnicas
de aplicación (derivados especialmente de los principios
y supuestos teóricos) que proponen los paradigmas para
analizar y solucionar problemáticas concretas de un
espacio determinado de la realidad" (p. 68).
Fuente: adaptado de: ¿Qué es un paradigma? Análisis teórico, conceptual y
psicolingüístico del término. González (2005).
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forma una determinada vista, percepción de la realidad que es el substrato de
la manera como esta sociedad se auto -organiza.
3. Contreras (1996). De acuerdo con Kuhn, un paradigma es un sistema
de creencias, principios, valores y premisas que determinan la visión que una
determinada comunidad científica tiene de la realidad, el tipo de preguntas y
problemas que es legítimo estudiar, así como los métodos y técnicas válidos
para la búsqueda de respuestas y soluciones. En consecuencia el enfoque o
paradigma en que se inscribe un estudio, sustenta el método, propósito y
objetivos de la investigación.
4. Damiani (1997). "Un paradigma constituye un sistema de ideas que
orientan y organizan la investigación científica de una disciplina, haciéndola
comunicable y modificable al interior de una comunidad científica que utiliza el
mismo lenguaje" (p. 56).
5. García Guadilla (1987). El paradigma hace referencia a un consenso
institucionalizado, implícito, en cuyo marco se insertan los criterios de acuerdo
con los cuales se enjuicia la validez del quehacer profesional de los miembros
de la comunidad que comparten el paradigma, el cual proporciona problemas
de investigación y modos de abordarlos, así como también criterios para
enjuiciar la validez de las soluciones propuestas, vocabulario e instrumental,
tanto conceptual como práctico.
6. González (1997). Un paradigma constituye un marco conceptual en e l
que se inscriben, como supuestos básicos subyacentes, creencias y valores a
los cuales los integrantes del grupo que lo comparten se adhieren fuertemente,
sin que sean siempre explícitos o conscientes.
7. Martínez (1989). Los paradigmas son "diferentes sistemas de reglas del
juego científico", son "estructuras de razonamiento o de la racionalidad"; por
ello, constituyen la lógica subyacente que guía el corazón de la actividad
científica y, en último término, proporcionan la explicación de los sistemas de
explicación" (p. 18).
En resumen, un paradigma proporciona a los miembros de la comunidad
científica que lo aceptan, una visión global de su campo de trabajo, de las
normas de investigación y de los posibles problemas a resolver, tanto como de
los patrones y tipos de soluciones posibles, aceptables; de modo que el
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paradigma organiza y define la práctica profesional de los miembros de la
comunidad que lo aceptan.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
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Arias, F., (2012), El proyecto de investigación: Introducción a la metodología
científica. Caracas, Venezuela: Episteme. C. A. recuperado de:
https://abacoenred.com/wp-content/uploads/2019/02/El-proyecto-de-
investigaci%C3%B3n-F.G.-Arias-2012-pdf-1.pdf
Hessen & Hessen (2003). Teoría del conocimiento. Bogotá. Momo Ediciones.
https://books.google.co.ve/books?
id=LWe0PAAACAAJ&dq=editions:ISBN950039412X&hl=es
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Kuhn, T. (1971). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura
Económica. México. Traducción de Agustín Contin. Recuperado de:
https://materiainvestigacion.files.wordpress.com/2016/05/kuhn1971.pdf
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