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14. Las obligaciones naturales.

Las obligaciones naturales se encuentran definidas en el art. 1470 inc. 3º:


"Naturales. Las que no confieren derecho para exigir su cumplimiento, pero que
cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas."

A) Características.

Las principales características de esta clase de obligaciones son las siguientes:

aa) No dan o no confieren derecho para exigir su cumplimiento; pero ya hemos


dicho que estamos con Fernando Rozas en que sí dan acción para exigir su
cumplimiento, pero la acción es enervable.

Lo anterior viene a ser confirmado por lo dispuesto en el art. 1471: "La sentencia
judicial que rechaza la acción intentada contra el naturalmente obligado, no
extingue la obligación natural." Si la acción no es enervada con la
correspondiente excepción, la sentencia definitiva deberá acoger la demanda en
virtud de lo dispuesto en los arts. 160 y 768 n°4, ambos del Código de
Procedimiento Civil.

bb) Dan derecho para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ellas. Es
decir, la obligación es causa suficiente para el pago, y quien paga no puede
repetir lo pagado, porque ha pagado bien. Así, al regular el Código el pago de lo
no debido, dispuso en el art. 2296: "No se podrá repetir lo que se ha pagado para
cumplir una obligación puramente natural de las enumeradas en el artículo 1470."

B) Las obligaciones naturales están taxativamente enumeradas en el inciso


3º del artículo 1470.

La mayoría de los autores estima que la enumeración del art. 1470 no es taxativa,
es decir, estiman que hay otros casos además de los enumerados en dicho
artículo que también constituyen obligaciones naturales1. Fernando Rozas, y lo
compartimos, cree que esos otros casos son obligaciones civiles imperfectas y no
naturales.

A nuestro juicio existen los siguientes argumentos para afirmar el carácter


taxativo del art. 1470:

1. Al enumerarlas, el art. 1470 dice: "tales son".

2. El inciso final del art. 1470 dice que "para que no pueda pedirse la restitución
en virtud de estas cuatro clases de obligaciones es necesario (...)"

3. El art. 2296 dice que "no se podrá repetir lo que se ha pagado para cumplir una
obligación puramente natural de las enumerados en el artículo 1470".

1
"Como enseñaba en sus clases don Manuel Somarriva, en realidad el precepto quiso ser
taxativo, pero se le escapó cuando menos un caso." Abeliuk M., René. ob. cit., pg. 272, nota al pie
n°310.
Los que piensan que la enumeración del art. 1470 no es taxativa, se fundan
precisamente en el tenor literal de dicha disposición, porque dice "tales son" y lo
toman en un sentido ejemplar y, sobre todo, porque hay otros casos en el Código
en que se autoriza al acreedor para retener lo pagado. Somarriva argumenta
especialmente con los juegos de destreza intelectual.

Nosotros pensamos que esos casos en que se autoriza al acreedor para retener
lo pagado, pero que no se encuentran enumerados en el artículo 1470 son
obligaciones civiles imperfectas, según lo que se ha dicho precedentemente.
Estas obligaciones se caracterizan por:

1. No dan acción y por tanto si el demandado no se defiende el Juez no puede


condenarlo porque no podría crearles una acción, según se explicó
precedentemente.

2. Las cauciones constituidas por terceros para seguridad de estas obligaciones


pasan a tener la naturaleza de la obligación principal, porque no rige el art. 1472 y
en consecuencia, lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Luego, si la
obligación principal es civil imperfecta, la caución también lo es.

3. Estas obligaciones tampoco pueden ser novadas porque el art. 1630 dice que
para que las obligaciones sean novadas deben valer a lo menos naturalmente y
estas obligaciones no son civiles propiamente, ni tampoco naturales.

Los siguientes son ejemplos de obligaciones civiles imperfectas:

a) Obligación de pagar la multa en los esponsales (art. 99).

b) Obligación de pagar el premio en los juegos de destreza intelectual y de las


apuestas recaídas en ellas y de apuestas recaídas en los juegos de destreza
física (arts. 2260 y 2263).

c) El pago de intereses que no se han estipulado (art. 2208 y art. 15 de la Ley


18.010).

d) Algunos piensan que la disposición del art. 1468 cuando expresa que: “no
podrá repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilícita a
sabiendas” también sería un caso de obligación civil imperfecta. Nosotros
creemos que se trata más bien de una sanción a la mala fe, que de una
obligación civil imperfecta, puesto que la obligación principal adolecía de un vicio
de nulidad absoluta y este caso sería similar a la sanción del art. 1683 que priva
de la acción de nulidad al contratante que sabía o debía saber el vicio que
invalidaba el contrato.

e) También suelen citarse el caso del heredero beneficiario o del deudor que
goza del derecho a pagar con beneficio de competencia y pagan más de lo que
están obligados(arts. 1247 y 1625). Estimamos que estos casos no constituyen
una obligación civil imperfecta, sino que corresponden a la renuncia de un
beneficio, en virtud del artículo 12 del Código Civil. Debe tenerse en cuenta que
no siempre el no invocar un beneficio importa su renuncia. Para saber si importa
o no renuncia es necesario examinar si legalmente es posible invocarlo cuando
ya no se lo hizo en una oportunidad anterior.

C) Clases de obligaciones naturales.

Las obligaciones naturales pueden agruparse en dos clases:

aa) Obligaciones civiles nulas (Artículo 1470 N° 1 y 3).


bb) Obligaciones civiles degeneradas o desvirtuadas (Artículo 1470 N° 2 y 4)

aa) Obligaciones civiles nulas. Artículo 1470 Nº 1 y 3.

i) Artículo 1470 n°1. "Las contraídas por personas que teniendo suficiente juicio y
discernimiento, son, sin embargo, incapaces de obligarse según las leyes, como los
menores adultos;"

Se ha discutido si esta disposición se aplica sólo a los menores adultos


exclusivamente, como piensa Alessandri, o también a los pródigos interdictos.
Creemos que se aplica a ambos; la expresión "como los menores adultos" indica
que es un mero ejemplo. Cabe agregar además que antes de la reforma
introducida por la Ley N°18.802 esta disposición comprendía a la mujer casada
en sociedad conyugal, toda vez que ésta también era considerada relativamente
incapaz.

El art. 1447 al referirse a los incapaces absolutos, dice en su inciso 2º que sus
actos no producen ni aún obligación natural y no admiten caución. Asímismo, el
inciso final del art. 1447 dispone: "pero la incapacidad de las personas a que se
refiere este inciso (que enumera los incapaces relativos) no es absoluta y sus
actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo ciertos respectos,
determinados por las leyes".

Por lo tanto es evidente que los actos del pródigo interdicto, relativamente
incapaz, producen obligación natural y cuando cuenta con la autorización de su
curador produce obligación civil perfecta.

El argumento de Alessandri se basa en el art. 445, inc. 1º, que dice que “la
disipación deberá probarse por hechos repetidos de dilapidación que manifiesten
una falta total de prudencia."2 Creemos que el argumento, francamente, no viene
al caso. La falta total de prudencia no puede asemejarse a la demencia3.

Recordemos, a este respecto, que nosotros dijimos el estudiar el acto jurídico,


2
Abeliuk opina en el mismo sentido. Ob. cit., pg.268.
3
Cuando el n°1 del art. 1470 expresa “por personas que teniendo suficiente juicio y
discernimiento, son sin embargo incapaces de obligarse según las leyes (…)”, puede inducir al
equívoco en que incurre Alessandri. Pero creemos que resulta claro que una persona que es
declarada interdicta por disipación o prodigalidad tiene suficiente juicio y discernimiento, y no es
comparable a un demente ni tampoco a un impúber. El demente carece simplemente de juicio,
y los impúberes si bien no carecen de juicio, la ley al declararlos incapaces absolutos lo hace
con el único objeto de protegerlos, al igual como lo hace con los sordomudos que no pueden
darse a entender por escrito.
que los actos de los absolutamente incapaces no pueden producir ninguna clase
de obligación muchos piensan que sus actos debieran ser inexistentes porque
éstos carecerían de voluntad, pero el Código los sanciona con la nulidad
absoluta.

Sin embargo, lo cierto es que los absolutamente incapaces si tienen voluntad, por
cuanto la voluntad es inherente a toda persona, "pero lo que sucede es que por
razones internas, biológicas o psicológicas no podrán generalmente expresarla
en forma válida. Por eso la ley, en protección a ellos, no les da valor a las
obligaciones que contraigan ni admite que sean caucionadas."4

En este orden de ideas, se discute si es necesaria la declaración de nulidad del


acto celebrado por el relativamente incapaz para que la obligación sea natural.
Alessandri y Fueyo piensan que si es necesaria, porque dicen ellos que la nulidad
opera por declaración judicial y mientras no la haya, la obligación es sólo anulable
y es una obligación civil (arts. 1687 y 1689). Fernando Rozas y, estamos de
acuerdo, al igual que Abeliuk, Somarriva y Claro Solar, estimamos lo contrario,
esto es, la obligación es natural ab initio. Sostenemos lo anterior por tres razones:

1. El art. 1470 Nº 1 usa la expresión "contraídas";

2. El art. 1471 dice: "La sentencia judicial que rechaza la acción intentada contra
el naturalmente obligado, no extingue la obligación natural". Por lo tanto si dice
que la sentencia que rechaza la acción no extingue la obligación natural, ésta
tiene que haber existido desde antes.

3. El art. 2370 le da acción al fiador contra el deudor principal; y el art. 2375 Nº 1


dispone que el fiador no tendrá acción cuando la obligación del principal deudor
es puramente natural y no se ha validado por la ratificación o por el lapso de
tiempo. No olvidemos que la nulidad sólo se puede sanear antes de ser
declarada.

ii) Artículo 1470 Nº 3: "Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que
la ley exige para que produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto
por un testamento que no se ha otorgado en la forma debida;"

Alessandri, Somarriva y Fueyo, sostienen que este caso es aplicable sólo a los
actos unilaterales porque el Código sólo se refirió al testamento y, normalmente el
Código cuando quiere referirse a los actos bilaterales, habla de convención o
contrato. Agregan que si se otorgara una compraventa de un bien raíz por
escritura privada no se podría obligar a cumplir ni aún como obligación natural,
porque el Conservador de Bienes Raíces no inscribiría, y no se le podría obligar
al vendedor a otorgar escritura pública porque ese pago no sería voluntario, no
como lo exige el inciso final del art. 1470.

Claro Solar opina que debe interpretarse este número en forma amplia. Fernando
Rozas comparte dicha opinión, señalando que la palabra "actos" es genérica, que
la referencia al testamento es meramente ejemplar, y que el problema de la
4
Lecaros Z., Raúl. El acto jurídico en el Código Civil Chileno. Santiago. Editorial Universidad
Católica de Chile, 1997, pg. 62.
inscripción del inmueble en el Conservador de Bienes Raíces es un problema del
Reglamento del Conservador y no del Código y, por último, que hay otros
contratos que podrían cumplirse en esta situación, como cuando falta la
insinuación en las donaciones entre vivos.

Nosotros pensamos que están más cerca de la verdad Claro Solar y Fernando
Rozas, sólo que hemos de agregar que si la solemnidad omitida es el instrumento
público, por aplicación del art. 1701, el acto es inexistente y no produce obligación
alguna. Si consiste en otra solemnidad cualquiera, el acto es nulo y produce
obligación natural, como en el caso de la donación entre vivos no insinuada y
como en el pacto de separación total de bienes y de participación en los
gananciales del art. 1723 celebrado por cónyuges menores de edad.

Nuevamente en esta clase de obligaciones naturales se plantea la cuestión si


acaso es necesaria la declaración judicial de la nulidad. Según Alessandri, sí es
necesaria la declaración judicial de la nulidad, por lo dispuesto en los arts. 1687 y
1689. Fernando Rozas, al igual que Abeliuk, y los compartimos, piensan lo
contrario, esto es, que la obligación es natural ab initio. Sostenemos lo anterior en
virtud de los siguientes argumentos:

1. El n°3 del art. 1471 dice: "Las que proceden de actos ..."

2. El art. 1471 dispone que: "La sentencia que rechaza la acción intentada contra
el naturalmente obligado, no extingue la obligación natural."

Claro Solar, sustentando esta última doctrina, agrega además, que las
obligaciones del n°1 y 3 del art. 1470 sólo son naturales hasta la declaración de
nulidad, puesto que declarada judicialmente la nulidad, ésta opera con efecto
retroactivo y se mirará como si las partes nunca hubieren celebrado el acto o
contrato, como si nunca hubiesen contraído obligación alguna, y por lo mismo, si
con posterioridad a la declaración de nulidad el "deudor" paga, su pago carece de
causa y podrá repetir lo pagado. 5 Estamos de acuerdo con Claro Solar, y
afirmamos, en consecuencia, que estas clases de obligaciones son naturales
desde el momento que se contraen hasta la declaración de nulidad.

Siguiendo el predicamento anterior, el pago de estas obligaciones antes de la


declaración de nulidad importa el pago de una obligación natural, y se suceden
los efectos descritos en el art. 1470. Pero, ¿qué ocurre si con posterioridad al
pago es declarada la nulidad? En este caso, y pese a los efectos retroactivos de
la nulidad, el acreedor de la obligación natural tiene una excepción para retener lo
que se le ha dado en pago de la obligación natural, por así disponerlo el referido
art. 1470. En este sentido, las obligaciones naturales vienen en constituirse en
una nueva excepción a los efectos retroactivos de la nulidad establecidos en el
art. 1687.

bb) Obligaciones Civiles Degeneradas o Desvirtuadas. Artículo 1470 Nº 2 y 4.

i) Artículo 1470 n°2: "Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción;"


5
Claro Solar, Luis. Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, Tomo X. Santiago.
Editorial Jurídica de Chile, 1979, N°32.
Lo primero que hay que decir es que no son las obligaciones las que se extinguen
por la prescripción, sino las acciones (art. 2514); de otro modo no habría
obligación natural porque ésta se habría extinguido.

¿Es necesaria la declaración judicial de la prescripción para que la obligación sea


natural? Alessandri estima que la prescripción no opera de pleno derecho sino en
virtud de sentencia judicial. Dice que el art. 2493 al señalar: "El que quiera
aprovecharse de la prescripción debe alegarla; el juez no puede declararla de
oficio", está señalando que opera en virtud de declaración judicial.

Pensamos lo contrario. Creemos que de la expresión “el que quiere aprovecharse


de la prescripción debe alegarla” radica en que siendo un beneficio, como todo
beneficio debe invocarse y, por lo mismo, es renunciable en virtud del art. 12.
Cabe agregar, que invocando el beneficio de la prescripción la sentencia que la
declare opera con efecto retroactivo, es decir, la obligación se entiende
prescrita desde la época en que se cumplieron los requisitos legales.

La tesis de Alessandri lleva a concluir que sería lo mismo el cumplimiento


voluntario de la obligación natural que la renuncia tácita de la prescripción. En
nuestro concepto la prescripción opera de pleno derecho y el juez sólo constata
que se han cumplido los requisitos para que ella opere. Además, la renuncia de la
prescripción sólo puede hacerse después de cumplida conforme al tenor del art.
2494, y por lo tanto, resulta que si la ley prohibe la renuncia antes de cumplida, y
para Alessandri ella no estaría cumplida hasta la sentencia, no tendría forma de
distinguir el cumplimiento voluntario de la obligación natural y la renuncia de la
prescripción.

Lo anterior es capital porque si se renuncia la prescripción expresa o tácitamente


la obligación es civil y da derecho para exigir su cumplimiento.

Nosotros pensamos que las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción,


son naturales desde la sentencia judicial que declara la prescripción. Sostenemos
esto, no por la tesis de Alessandri -porque creemos que la prescripción opera de
pleno derecho-, sino porque una interpretación sistemática de la ley nos obliga a
distinguir la renuncia tácita de la prescripción del pago voluntario de una
obligación natural. Para ello se deben distinguir tres situaciones:

1° El lapso de tiempo de la prescripción no se ha cumplido. En este caso si el


deudor paga, soluciona una obligación civil.

2° El lapso de tiempo de la prescripción ha transcurrido, pero no ha sido


declarado judicialmente. La prescripción se ha cumplido, siempre que concurran
los demás requisitos legales, y ya puede renunciarse al tenor del art. 2494. En
este caso si el deudor paga, ha renunciado tácitamente a la prescripción, y
entonces, la obligación sigue siendo civil. Por tanto, si el pago ha sido sólo
parcial, el acreedor tiene derecho para exigir el saldo insoluto.

3° El lapso de tiempo de la prescripción ha transcurrido, se alegó la prescripción y


ella ha sido declarada judicialmente. Si el deudor paga no ha renunciado a la
prescripción, porque ésta ya fue declarada por una sentencia judicial firme. En
este caso, se ha solucionado una obligación natural. Por tanto, si el pago fue
parcial, el acreedor no tiene derecho para exigir el saldo insoluto.

De esta forma, y conforme a lo prescrito por el art. 22 inciso 1º relativo a la


interpretación de la ley, y por el art. 1562 relativo a la interpretación de los
contratos, pero que la doctrina uniformemente considera aplicable a cualquiera
norma jurídica, se da una solución armónica y eficaz a la renuncia tácita de la
prescripción y al cumplimiento de una obligación natural.

ii) Artículo 1470 n°4. "Las que no han sido reconocidos en juicio por falta de
prueba."

Debe tratarse necesariamente que la obligación no haya sido probada en el juicio,


para que la obligación “degenere” en natural. Tres son los requisitos que exige
esta obligación natural:

1. Existencia de un juicio.
2. Un deudor absuelto por sentencia firme.
3. Que la absolución no se funde en una excepción de fondo que enerve la
acción.

Aunque se acostumbre a decir que este caso se trata de obligaciones civiles


“degeneradas” o “desvirtuadas”, no estimamos que ello sea así; la obligación
misma que se ha discutido en el juicio no tiene ningún defecto que la degenere o
desvirtúe, solamente no se probó su existencia en el juicio.

La importancia de este nº4 del art. 1470 es radical. De no existir esta disposición,
como el art. 1698 establece que incumbe probar las obligaciones a quien las
alega, sino se probó la existencia de la obligación en el juicio, la sentencia
declarará que no existe tal obligación y, en consecuencia, si con posterioridad se
pagara, se pagaría lo no debido. La consagración del nº4 del art. 1470 implica
que el legislador discrimina la existencia de la obligación de su prueba y, por
tanto, quien paga una obligación que sabe existente (si la cree existente y en
verdad no lo es, se habría pagado por error de hecho y estaríamos frente a un
pago de lo no debido), paga bien, paga una obligación natural y no puede repetir
lo pagado.

Obviamente, estas obligaciones naturales lo son en virtud de una sentencia


judicial.

D) Efectos de las Obligaciones Naturales.

Las obligaciones naturales producen los siguientes efectos:

aa) Dan derecho para retener lo pagado en razón de ellas.

Las obligaciones naturales son causa suficiente para el pago. Así lo dispone el
art. 2296 al decir: "No se podrá repetir lo que se ha pagado para cumplir una
obligación puramente natural de las enumeradas en el art. 1470".
Para que se pueda retener lo pagado, es necesario que el pago se haya hecho
voluntariamente por el que tenía la libre administración de sus bienes, conforme
lo dispone el inc. final del art. 1470: "Para que no pueda pedirse la restitución en
virtud de estas cuatro clase de obligaciones, es necesario que el pago se haya
hecho voluntariamente por el que tenía la libre administración de sus bienes."

¿Qué debe entenderse porque el pago se haya hecho voluntariamente? Algunos


piensan que el pago debe haber sido hecho a sabiendas de que la obligación era
natural6. Fernando Rozas piensa lo contrario y lo compartimos. Voluntariamente
significa hecho libre y espontáneamente, sin vicios. Por lo demás el art. 2297
dice: "Se podrá repetir aún lo que se ha pagado por error de derecho, cuando el
pago no tenía por fundamento ni aún una obligación puramente natural.” Por lo
tanto, a contrario sensu, no se puede repetir ni aún habiendo error de derecho si
el pago tenía por fundamento a lo menos una obligación natural. El que se
conozca o no que se trataba de una obligación natural no es relevante. El que
debe, debe pagar, sea que se encuentre obligado por una obligación civil o bien
por una natural. Por eso la existencia de las obligaciones naturales es un
elemento moralizador del derecho, que permite cumplir las obligaciones como lo
haría un buen padre de familia, pese a que ellas ya no son exigibles.

En cuanto al segundo requisito, es decir, que quien paga tenga la libre


administración de sus bienes, está demás, porque no es así. Pagar no siempre
envuelve transferir el dominio, es decir, no requiere necesariamente capacidad
de enajenar. El pago es la prestación de lo que se debe y ello no siempre
envuelve enajenación. Por ejemplo, el comodatario que restituye la cosa prestada
paga, presta lo que se debe, pero no transfiere el dominio.

bb) Las obligaciones naturales pueden ser novadas.

Dice el art. 1628: "La novación es la sustitución de una nueva obligación a otra
anterior, la cual queda por tanto extinguida". De este artículo debe destacarse
que la novación es un modo de extinguir las obligaciones y, también, un contrato,
toda vez que produce una nueva obligación.

Puede sustituirse una obligación civil por una natural y viceversa. Así resulta del
art. 1630: "Para que sea válida la novación es necesario que tanto la obligación
primitiva como el contrato de novación sean válidos, a lo menos naturalmente".

Lo anterior es lógico, toda vez que dijimos las obligaciones naturales son causa
suficiente para el pago, y siendo el pago el modo natural de cumplir las
obligaciones, también éstas pueden extinguirse por medio de la novación.

Sin embargo de lo anterior, no pueden ser compensadas por el ministerio de la


ley. El art. 1655 define la compensación: "Cuando dos personas son deudoras
una de otra, se opera entre ellas una compensación que extingue ambas deudas,
del modo y en los casos que van a explicarse." Y el art. 1656 n°3 exige como
requisito para que opere la compensación legal que ambas obligaciones sean
actualmente exigibles, lo que excluye a las obligaciones naturales. Pero nada
6
Claro Solar, Luis. Ob.cit., Tomo X, Nº45.
impide que pueda producirse una compensación voluntaria.

cc) Las obligaciones naturales pueden ser caucionadas.

Dispone el art. 1472. "Las fianzas, hipotecas, prendas y cláusulas penales


constituidas por terceros para seguridad de estas obligaciones, valdrán". Esta
norma nos está diciendo que cuando un tercero otorga una caución para
asegurar el cumplimiento de una obligación natural, vale, es decir, la caución vale
como obligación civil. Este asunto no deja de ser curioso, porque la obligación
accesoria debería seguir la suerte de la principal. El art. 1472 rompe este
principio cuando la caución la otorga un tercero. Si la caución la otorga el mismo
deudor principal, por no estar comprendido en el artículo 1472, se aplica el
principio general y la obligación accesoria es natural porque la principal también
lo es.

Aunque sea curioso, parece justo, porque el tercero normalmente conocerá la


situación. Sin embargo es conveniente revisar los cuatro casos del art. 1470.

i) Artículo 1470 Nº1. Si la caución la otorga un tercero capaz, la obligación es civil


por el art. 1472. Si la otorga el mismo deudor es obligación natural porque lo
accesorio sigue la suerte de lo principal.

ii) Artículo 1470 Nº2. Si prescrita la obligación un tercero otorga la caución es civil
por el art.1472. Si la otorga el deudor, hemos de distinguir:a) si se otorga una vez
cumplida la prescripción, pero antes que ésta sea declarada judicialmente, el
deudor habrá renunciado a la prescripción y la caución será civil al igual que la
obligación principal; y b) si se otorga una vez declarada judicialmente la
prescripción, se habrá caucionado una obligación natural, y la caución también
será natural, en virtud del principio que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

iii) Artículo 1470 Nº 3. Si hay una obligación nula absolutamente y la cauciona un


tercero es civil por lo dispuesto en el art. 1472. Si la cauciona el mismo deudor, es
natural porque no se puede renunciar a la nulidad absoluta y, lo accesorio sigue
la suerte de lo principal.

iv) Artículo 1470 Nº 4. Si la cauciona un tercero es civil por lo dispuesto en el art.


1472. Si la cauciona el propio deudor es civil, porque estará reconociendo una
deuda, y la obligación principal se convierte en civil.

v) La Fianza en las obligaciones naturales.

La fianza es una caución personal, en la cual el fiador es siempre un tercero


distinto al deudor principal. Así la define el art. 2335: "La fianza es una obligación
accesoria, en virtud de la cual una o más personas responden de una obligación
ajena, comprometiéndose para con el acreedor a cumplirla en todo o parte, si el
deudor principal no la cumple.
La fianza puede constituirse, no sólo a favor del deudor principal, sino de otro
fiador."

La fianza es subsidiaria puesto que el tercero debe pagar sólo si el deudor


principal no paga, en virtud del beneficio de excusión, conforme al art. 2357: "El
fiador reconvenido goza del beneficio de excusión, en virtud del cual podrá exigir
que antes de proceder contra él se persiga la deuda en los bienes del deudor
principal, y en las hipotecas o prendas prestadas por éste para la seguridad de la
misma deuda."

El art. 2358 nº3 no concede beneficio excusión al que afianza una obligación
natural. De este modo, si alguien afianza a un menor de edad, no goza de
beneficio de excusión.

El fiador, por lo general, tiene acción de reembolso cuando paga, y además, se


subroga en los derechos del acreedor a quien pagó para repetir en contra del
deudor principal (arts. 2370 inc.1º y 1610 Nº3). Sin embargo el fiador de una
obligación natural no tiene acción de reembolso, conforme al art. 2375, n°1. "Las
acciones concedidas por el artículo 2370 no tendrán lugar en los casos
siguientes: 1° Cuando la obligación del principal deudor es puramente natural, y
no se ha validado por la ratificación o por el lapso de tiempo".

dd) La sentencia que rechaza la acción no extingue la obligación natural.

El art. 1471 prescribe: "La sentencia judicial que rechaza la acción intentada
contra el naturalmente obligado, no extingue la obligación natural." No confiriendo
derecho la obligación natural, lo lógico es que la sentencia rechace la acción
intentada por el acreedor, pero ello no obsta a que el deudor siga igualmente
obligado, pese que su obligación no sea exigible.

ee) Excepción a los efectos retroactivos de la nulidad.

Las obligaciones naturales establecidas en los números 1 y 3 del artículo 1470


las hemos llamado nulas o rescindibles porque ellas conllevan un vicio de
nulidad; la incapacidad relativa en el primer caso, la falta de una solemnidad que
no sea requisito de existencia en la segunda. También hemos dicho que estas
obligaciones son naturales ab initio, es decir, desde el momento que se contraen
y no desde que la nulidad ha sido declarada judicialmente como sostiene parte de
la doctrina.

Según Claro Solar, quien sostiene nuestra tesis, una vez declarada la nulidad, la
obligación se mira como si nunca hubiese existido, y por tanto, si el deudor paga,
su pago carece de causa y podrá repetirlo de conformidad con el artículo 2297.
Pero, ¿que ocurre si el naturalmente obligado paga y con posterioridad es
declarada la nulidad?

En este evento, y según lo afirmado en este trabajo, el deudor habría pagado una
obligación natural, y el acreedor tendrá en consecuencia una excepción para
retener lo pagado de conformidad con el art. 1470, haciendo excepción al efecto
retroactivo de la nulidad prescrito en el art. 1687.

Por tanto, el pago de una obligación natural viene a constituirse en una nueva
excepción a los efectos retroactivos de la nulidad entre las partes

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