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TEMA Nº 14

EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

LA EJECUCIÓN FORZOSA

Efectos de las obligaciones.

Las obligaciones, dan derecho a exigir su cumplimiento, es ahí donde surge el


deber del deudor de cumplir la prestación, para liberarse.

Como se menciono los contratos tienen por objeto hacer nacer obligaciones, en
tanto que las obligaciones tienen por objeto la prestación debida por el deudor a su
acreedor, estas obligaciones se clasifican en dar, hacer o no hacer.

La ejecución forzosa

El Código Civil en su artículo 1465 preceptúa que “El acreedor puede ocurrir ante
la autoridad judicial para que disponga la ejecución forzosa de la obligación por el
deudor, ya mediante el cumplimiento de la prestación misma o ya por equivalente
con el embargo y venta forzosa de los bienes”.

Al nacimiento de una obligación, la primera posibilidad y con toda seguridad la


más corriente, consiste en que el deudor cumpla con la prestación debida a su
acreedor y con ello, se libere de la obligación.

Pero existen situaciones en las que el deudor niega o retarda el cumplimiento de la


prestación, por cuyo motivo, el acreedor no tiene otra alternativa que recurrir al
cumplimiento forzoso, ante esa posibilidad, la ley concede al acreedor el derecho y
los medios legales para que este pueda exigir el cumplimiento de la obligación
forzoso. Al respecto el artículo 291 del Código Civil establece: I. El deudor tiene el
deber de proporcionar el cumplimiento exacto de la prestación debida. II. El
acreedor, en caso de incumplimiento, puede exigir que se haga efectiva la
prestación por los medios que la ley establece. Y los medios (arts. 1465 y s.), de
exigir el cumplimiento.

Mediante la intervención de los tribunales, el Estado pone a disposición del


acreedor la fuerza social para obtener el cumplimiento efectivo de las obligaciones.
Esta es la ejecución forzosa (Planiol y Ripert).
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La ejecución forzosa, comprende normas de derecho sustantivo (arts. 1465 a 1485


del c.c.) y, en su mayor parte, normas sobre el procedimiento ejecutivo en general
(arts. 486 y s. del p.c.). Aunque es obvio, no debe dejar de advertirse que el
procedimiento de ejecución forzosa tiene sentido práctico, cuando el deudor es
solvente: de otro modo, aunque jurídicamente idóneo deviene inútil en la realidad
de los hechos (Messineo).

En las civilizaciones arcaicas (Mazeaud), el acreedor tenía, como instrumento de


ese carácter coactivo de la obligación el derecho de dar muerte o de vender como
esclavo a su deudor. Luego ese derecho se transformó en la facultad del acreedor,
para someter a su deudor a prisión particular y hacerle trabajar hasta el total pago
de su crédito, facultad que fue reemplazada por la prisión pública por deudas,
mediante la cual y con intervención judicial el acreedor hacía encarcelar a su
deudor.

El Dr. Hugo Sandoval Saavedra, afirma que, en Bolivia, se encuentra el primer


precedente de la abolición del apremio corporal en la Constitución Política de
Estado de 1871, cuyo artículo 12, suprimió la prisión por deudas.

Posteriormente las Leyes de 19 de diciembre de 1905 y de 1º de abril de 1932, se


elimina el apremio corporal en materia civil, asimismo se tiene como otro
antecedente la Ley Nº 1602 de 15 de noviembre de 1994, o más conocida como
Ley Blatman.

El Código Civil vigente, en su artículo 1466, declara de modo imperativo, la


inexistencia del apremio corporal para la ejecución forzosa de las obligaciones
reguladas por dicho Código.

Por lo expuesto si en el procedimiento de la ejecución forzosa de las obligaciones,


no se puede obtener el cumplimiento de la prestación originalmente debida, el
cumplimiento se lo debe realizar por su equivalente, con el embargo y la posterior
venta judicial de los bienes embargados.

No puede dejar de mencionarse que, como emergencia al retardo o la negativa del


cumplimiento de la obligación por parte del deudor, el acreedor tiene la facultad de
pedir a la autoridad judicial que se adopten las medidas precautorias necesarias, así
como las medidas para la conservación del patrimonio del deudor.

Por lo que se concluye, que además de tratar el cumplimiento forzoso de la


obligación, en el presente tema también se analizará la indemnización por daños y
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perjuicios, como consecuencia directa de las medidas precautorias y de


conservación del patrimonio del deudor, porque al no existir el apremio corporal
para poder conseguir el cumplimiento forzoso de una obligación, sólo queda la
alternativa de dirigirse contra el patrimonio del deudor.

Al respecto, el Código Civil en artículo 1335 expresa como regla que los bienes
patrimoniales del deudor que se ha obligado personalmente, constituyen la garantía
común de sus acreedores, es decir, que el acreedor que no tenga una garantía real
que respalde su crédito, tiene un derecho general de garantía sobre el patrimonio
del deudor.

La ejecución forzosa en especie

El Código Civil regula este tema de la ejecución forzosa de las obligaciones,


porque se tiene que mencionar que existen diferentes clases de obligaciones, en
función a la naturaleza de cada una.

a. Ejecución forzosa de la obligación de dar

De acuerdo al Código Civil en su artículo 1467, donde señala que: “Si el deudor no
ha cumplido con la obligación de entregar una cosa mueble o inmueble
determinada, el acreedor puede ser autorizado a entrar en posesión de ella”.

Su objeto consiste en la obligación que tiene el deudor de entregar una cosa o un


bien en favor del acreedor, pero si este no lo realiza, la voluntad del deudor
renuente puede quedar sustituida por la del juez, quien, inclusive de modo
coercitivo, puede poner al acreedor en poder de la cosa.

A tal efecto el artículo 429 del Código Procesal Civil establece:


(OBLIGACIONES DE DAR). I. Para la ejecución de una sentencia que ordene el
cumplimiento de una obligación de dar cuyo objeto sea algún bien determinado
que se halle en el patrimonio del deudor, se librará mandamiento para desapoderar
de ella al obligado y entregarla al actor, con el auxilio, en su caso, de la fuerza
pública.

El parágrafo II del mismo artículo señala: “Si fuere imposible la ejecución en


especie o no se encontrare en el patrimonio del obligado, sino en la de un tercero
que tenga título con fecha anterior al embargo, se procederá a la ejecución por el
valor del bien, más daños y perjuicios que se liquidarán por la vía incidental.
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b. Ejecución forzosa de la obligación de hacer

Las obligaciones de hacer se caracterizan por una actividad que tiene que ejecutar
el deudor a favor del acreedor, se caracteriza por la realización de un servicio ya
sea físico o de carácter intelectual.

Al respecto el Código Civil prevé en su artículo 1468 parágrafo I que: “Si la


obligación de hacer no se cumple, el juez, a pedido del acreedor, puede disponer
que el deudor ejecute la obligación, o que, a su costa, la ejecute otro”.

Por lo manifestado, se establece dos posibilidades:

a. Que el deudor ejecute la obligación originaria, o


b. Que, si no lo hace, porque puede resistirse o negarse a ello, la ejecutará otro,
pero con cargo al deudor.

El apartado II, del indicado artículo señala que “En las obligaciones de hacer, que
por su naturaleza sólo pueden ser ejecutadas por el deudor, su inejecución se
resuelve en el resarcimiento del daño causado”.

Puede en razón a lo mencionado, darse casos en los que al acreedor le interese


únicamente que el deudor ejecute la prestación respectiva, pero si el deudor no
quiere, no hay modo de obligarlo físicamente, por lo que sólo podrá obtener el
cumplimiento por equivalente, es decir, el resarcimiento del daño causado.

Ejecución forzosa de la obligación de no hacer

Se refiere a aquellas obligaciones por las cuales el deudor, se abstiene de ejecutar


ciertos actos, ya que viola derechos de terceros se caracterizan por su contenido
negativo, que de no mediar esta obligación el deudor habría podido efectuar.

Al respecto el Código Civil en el artículo 1469 parágrafo I, señala que “Si se ha


violado una obligación de no hacer, el acreedor puede solicitar a la autoridad
judicial que haga cesar la violación u ordene se destruya lo hecho, a costa del
obligado”.

Lo que obedece a que, como se recordará, se expuso que la obligación de no hacer


importa una abstención del deudor que no fue observada por éste.
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El apartado II. del mencionado artículo, dispone que “Si la destrucción de la cosa
fuese contraria a la economía nacional, el acreedor sólo puede reclamar el
resarcimiento del daño”.

El embargo y la venta forzosa de los bienes del deudor

Como se ha venido señalando, sobre el cumplimiento por equivalente, este se


consigue a través del embargo y la posterior venta judicial de los bienes del deudor.

El Código Civil en su artículo 1470, señala que el embargo y la venta forzosa de


los bienes del deudor, se ejecuta según las reglas del Código de Procesal Civil,
pero tendrá lugar en la medida necesaria para la satisfacción del crédito del
acreedor, lo que es coherente, pues no se puede afectar ilimitadamente del
patrimonio del deudor.

Asimismo, preceptúa el apartado III del enunciado artículo, que puede obtenerse el
embargo y venta forzosa contra los bienes de un tercero, nos referimos
específicamente al fiador, cuando estos bienes se encuentran vinculados al crédito
como garantía.

a. Bienes gravados

El acreedor con garantías reales, tiene constituido en su favor un derecho real,


como hipoteca, prenda o anticresis o si cuenta con un privilegio legal sobre
determinados bienes gravados, los cuales debe someter al embargo, con carácter
previo, a los no gravados siempre y cuando el importe de su crédito supere el valor
de los bienes gravados, no puede embargarlos si antes no somete previamente a
venta judicial los primeros.

El Código Civil en el artículo 1471, tiene su razón de ser en el hecho de que el


acreedor está garantizado la obligación con un derecho real o privilegio, por el
consentimiento de las partes, por lo que se prevé que no puede embargarse otros
bienes, sin antes llevar adelante el embargo y venta judicial de los que se
encuentran gravados.

Pero en el caso de que los bienes gravados, resultara insuficiente para cubrir la
efectividad de la prestación debida, le abre la posibilidad al acreedor para que se
dirija contra los demás bienes del deudor, en tal caso se aplicaría en favor del
acreedor el artículo 1335 del Código Civil el cual señala que, todos los bienes
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muebles e inmuebles del deudor constituye garantía común de los acreedores,


exceptuándose los inembargables.

b. Extensión del embargo

De acuerdo con el Código Civil el artículo 1472, establece que el embargo


comprende los accesorios, pertenencias y frutos de la cosa.

Tiene como fundamento el principio de que lo “accesorio sigue la suerte de lo


principal”, fuera de que, en muchos casos se volvería inútil o perdería su valor si
no se involucra en el embargo sus accesorios.

c. Inscripción del embargo

La inscripción del embargo, en el registro al cual corresponda según sean estos


inmuebles o muebles sujetos a registro, es imprescindible para los efectos
señalados en el Código Civil en su artículo 1473 que señala: “Cuando el embargo
afecta a bienes inmuebles o muebles sujetos a registro, solo surte efectos contra
terceros desde su inscripción en el registro.

Por lo manifestado, se puede señalar que el embargo constituye una limitación a la


libre disposición de los bienes por parte del deudor.

El artículo 1474 del Código Civil establece que, no tiene efecto con respecto al
acreedor embargante, los actos de disposición o de constitución de gravamen sobre
el bien embargado, efectuados por el deudor con posterioridad a la efectivización
del embargo.

Asimismo, el artículo 328 del Código Procesal Civil, establece que el acreedor que
hubiere obtenido en forma prioritaria el embargo o secuestro de los bienes de su
deudor tendrá derecho a cobrar íntegramente su crédito, intereses, costas y costos,
con prelación a otros acreedores.

Asignación de los bienes embargados

La asignación de los bienes embargados a favor del acreedor ejecutante, tiene lugar
siempre y cuando, que dentro del proceso en el que se llevó adelante la subasta del
bien embargado, no se presenten postores, no obstante que se practiquen las
rebajas de ley.
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Al existir esta posibilidad, y de acuerdo con el artículo 1482 del Código Civil y
con sujeción a las condiciones y al trámite establecido por el artículo 422 parágrafo
II del Código Procesal Civil, el acreedor podrá adjudicarse el bien en el valor de la
última base.

d. Extinción de derechos de terceros sobre la cosa vendida

Conforme el Código Civil en su artículo 1479 parágrafo I., señala que cuando el
bien que se subasta está gravado con hipotecas o anticresis, se tiene
necesariamente que citar a los acreedores respectivos, éstas se extinguen desde el
momento en el que el adjudicatario consigna el precio de la venta a la orden del
juez.

O sea, que los indicados acreedores deberán hacer valer sus derechos antes de la
correspondiente sentencia, para poder preservar sus intereses. Donde podrán
plantear una tercería de dominio excluyente, o una tercería de pago preferente, o
cuidar que el precio que se obtenga en la subasta cubra su crédito.

Pero de no ser así, porque hubo descuido, falta de interés o porque estos acreedores
no pueden conseguir que el valor del bien subastado suba en la forma indicada, el
gravamen respectivo quedará extinguido.

Cuando el objeto de la venta judicial es una cosa mueble, el Código Civil en su


artículo 1479 parágrafo II. señala que si el propietario o quien tenía otro derecho
real sobre este bien, no lo hizo valer, ya no puede hacerlo frente al adjudicatario de
buena fe, ni puede repetir contra los acreedores la suma distribuida. Se concluye
entonces, que el propietario o el acreedor, deben preservar sus propios intereses,
bajo alternativa de verse perjudicados, se debe recordar que nadie puede suplir la
negligencia propia, ni atribuir responsabilidad a otro en base a la propia culpa.

El trámite de la venta judicial, se debe aclarar que este como los otros temas en
estudio, serán tratados en otro curso donde corresponda a su contenido.
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