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introducción

La antropología cultural estudia la sociedad y la cultura humanas, describiendo


y explicando, analizando e interpretando las similitudes y diferencias culturales.
Para estudiar e interpretar la diversidad cultural los antropólogos culturales
realizan dos tipos de actividad: la etnografía (basada en el trabajo de campo y
la etnología (basada en la comparación transcultural).
La etnografía proporciona una descripción de un grupo, una sociedad o cultura
particulares. Durante el trabajo de campo el etnógrafo recoge datos que luego
organiza, describe, analiza e interpreta para construir y presentar esa
descripción que puede tomar la forma de un libro.
un artículo o una película. Tradicionalmente los etnógrafos han convivido con
pequeñas comunidades y estudiado el comportamiento local, las creencias, las
costumbres, la vida social, las actividades económicas, las políticas, y la
religión.
La perspectiva antropológica resultante del trabajo de campo etnográfico suele
diferir radicalmente de las de la ciencia política o de la economía. Tales
disciplinas se centran en las organizaciones y políticas nacionales y oficiales y,
con frecuencia, en las élites.
Sin embargo, los grupos tradicionalmente estudiados por los antropólogos
solían ser relativamente pobres y nada poderosos. Con frecuencia, los
etnógrafos han podido observar prácticas discriminatorias para con tales
pueblos, que sufren escasez de alimentos, dietas deficientes, y otros aspectos
de la pobreza.
La perspectiva antropológica es diferente, no necesariamente mejor. Los
expertos en ciencia política estudian los programas que desarrollan los
planificadores nacionales, y los antropólogos ven cómo funcionan estos
programas en el plano local.

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Índice

1. PORTADA……………………………………………………… pág. 1
2. INTRODUCCIÓN……………………………………………… pág. 2
3. ÍNDICE…………………………………………………………… pág. 3
4. CONTENIDO…………………………………………………… pág. 4-7
5. CONCLUSIONES……………………………………………… pág. 8
6. BIBLIOGRÁFICA………………………………………………… Pág. 9
7.Anexos……………………………………………………………. Pág. 10

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Concepto Antropológico de cultura

Tanto en el conocimiento científico como, sobre todo, en el conocimiento


ordinario, se suelen confundir los conceptos de conocimiento, información,
saber y cultura. A menudo la cultura se usa como acumulación de
conocimientos o para designar una cualidad deseable que podemos adquirir
leyendo, yendo con frecuencia al teatro, a exposiciones o conciertos.

En el fondo, hablamos de inconsistencias que no solo están presentes en el


conocimiento ordinario, sino también en el científico. Son confusiones, propias
de la ciencia de la modernidad, ya estudiadas por Robert Merton (1977) y
derivadas de las bases sociológicas trazadas por las ciencias sociales con Max
Weber [1967] y Max Scheler [1960] para el análisis de las ideologías.

Asimismo, para muchos políticos la cultura es la forma de resolver la pobreza,


las drogodependencias, los abusos, los crímenes, la falta de legitimidad y hasta
la competitividad industrial. Politólogos y pensadores, como Samuel Huntington
(1997), anunciaban en 1993 una nueva fase de la historia, en la que "las
causas fundamentales de conflicto dejarían de ser económicas o ideológicas:
"las grandes divisiones de la humanidad y la fuente dominante de conflictos
serán culturales". También es muy habitual pensar que la cultura construye
fronteras entre los individuos y los grupos sociales.

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Antropología de la alimentación

La antropología trata de los aspectos biológicos y sociales de los humanos, y


dentro de esos aspectos esta su alimentación o su cultura alimentaria. Por
tanto, la antropología aborda las consecuencias que la alimentación ha tenido,
a lo largo de la historia sobre nuestra especie como factor de progreso
evolutivo. Igualmente tiene la visión de considerar al hombre como especie
zoológica, tratando sus características peculiares como consecuencia de su
evolución y adaptación al ambiente.

De acuerdo con la Dra. Aguirre (2006), la antropología especula sobre las


posibilidades que nos impone nuestra condición de omnívoros, y la importancia
que ha tenido en el proceso de hacernos humanos la diversidad de productos
que entran a formar parte de lo que designamos comida", junto a los aspectos
acerca de lo que comemos, y el lugar que la alimentación ocupa en la
definición misma de quiénes somos. Cada sociedad, cada cultura tiene sus
propios gustos culinarios, que los trasmite a quienes forman parte de la misma,
siendo sello distintivo de ella.
La cultura también proporciona normas sobre los alimentos que podemos
comer. con ciertas connotaciones según el tipo de sociedad. En definitiva, la
comida es asimismo una forma de lenguaje que nos ayuda a entender lo que
somos.
La alimentación es un comportamiento íntimamente ligado al humano, no solo
como un hecho fisiológico, sino también ampliamente asociado con la cultura.
Por medio de la alimentación y más explícitamente con las múltiples
preparaciones de la comida, pueden transmitir sentimientos, pensamientos y
actitudes como una manera más de comunicarnos.

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Aparición de la agricultura

Tras el frío periodo glacial hace unos 20.000 años la temperatura de la tierra
comenzó a aumentar, hasta el punto que hace unos 15.000 años se fundió el
hielo que cubría Europa, y a medida que retrocedían los glaciares, los bosques
sustituyeron las llanuras cubiertas de pastos que alimentaban a los grandes
mamíferos. El cambio climático o la depredación humana incidieron en la
desaparición de la mega fauna del pleistoceno, provocando la caída de la caza
mayor, y nuevos cambios en la alimentación. El hombre en esa época glacial,
disponía ya de armas eficaces para la caza y manejaba el fuego, lo que tuvo
una especial importancia en su supervivencia. En las zonas costeras, continuó
consumiendo pescados y mariscos, y en las llanuras comenzó los trabajos de
selección y cultivo de plantas de interés alimenticio, considerado como el
nacimiento de la agricultura.

En euro Asia, la domesticación de plantas y animales se hizo simultáneamente,


de manera que la población se reunió en pequeños núcleos o aldeas y, unos
dos mil años después, dependía sobre todo de los cereales. En América, en
cambio, aunque habían domesticado el maíz, se siguió migrando tras animales
de caza, de manera que el asentamiento se postergó hasta que se agotaron las
reservas proteicas. En todo caso, ambas modalidades formaron parte de una
intensificación regional generalizada, que sentó las bases de un nuevo sistema
de producción y de consumo alimentario.

La intensificación de la producción al comienzo del Neolítico, fue muy eficiente


en términos productivos, pero el precio que se pagó fue muy alto: El medio
ambiente pierde diversidad ya que al agricultor le interesa ocupar el espacio
con unas pocas especies, las que él consume, y al homogeneizar el medio lo
hace más frágil, más susceptible a la difusión de plagas y a que un mal manejo
lo degrade. El deterioro ambiental debido al agotamiento de los suelos fue la
causa del abandono de muchas aldeas neolíticas, pueblos de agricultores que
supieron superar las oscilaciones estacionales, pero fueron incapaces de hacer
frente a la degradación medioambiental (Aguirre, 2006).

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Condicionantes de la alimentación

En todo lo relacionado con la comida, la elección de los alimentos que forman


nuestras dietas e incluso en el propio acto de comer, se ponen en marcha
procesos de diferente orden, biológicos, ecológicos, psicológicos y culturales.
económicos, políticos y religiosos, así como los relacionados con la salud, la
publicidad, y todos ellos condicionan nuestro comportamiento alimentario.
Dentro de los condicionantes biológicos destacan los anatomo-fisiológicos que
señalan la importancia de la función del digestivo, comenzando por la boca
dotada de una dentadura que cuenta con caninos e incisivos cortantes como
los carnívoros, y molares y premolares para triturar los alimentos como los
herbívoros. Un potente estómago asociado a equipos enzimáticos para
completar la digestión, junto a un intestino delgado de gran longitud, que
permita la adecuada absorción de los nutrientes de la digesta estomacal para
su posterior metabolización.

En la ingestión de la comida también intervienen aspectos sensoriales como


color, olor, sabor, textura, etc., que influyen directamente en la aceptación o
rechazo de una comida y. que, en muchos casos, está de acuerdo con las
tradiciones culinarias de los consumidores. De estos condicionantes
sensoriales destaca el sabor con una aceptación diferente al espectro gustativo
(dulce, salado, ácido, amargo). En general la mayoría de las toxinas naturales
tienen un gusto amargo, por lo que son rechazadas por los animales. La
preferencia por el dulce es innata en los mamíferos, que favorece la lactancia
por el sabor dulzón de la leche por la lactosa que contiene, así como el
consumo de carbohidratos simples (frutas, miel, azúcar).

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Conclusión

En última instancia, la intersección entre cultura, alimentación y antropología


revela la intrincada conexión entre la historia evolutiva de la humanidad, sus
hábitos alimentarios y la manera en que estas prácticas se arraigan en
identidades culturales únicas. La alimentación trasciende su mero aspecto
biológico para convertirse en un lenguaje cargado de significados, capaz de
comunicar tradiciones, valores y pertenencia social. La transición de la caza y
recolección a la agricultura marca una etapa crucial en la relación entre la
humanidad y el entorno, con impactos que van desde la sostenibilidad
ambiental hasta la estructura de las sociedades.

A través de los condicionantes biológicos y sensoriales, así como los aspectos


culturales, económicos y políticos, nuestras elecciones alimentarias se
entrelazan con la complejidad de nuestra existencia. Reconocer cómo la cultura
influye en lo que comemos y cómo lo comemos, nos proporciona una visión
más profunda de nosotros mismos como seres sociales y adaptativos. La
antropología de la alimentación nos invita a explorar la narrativa evolutiva que
nos ha llevado a depender no solo de la nutrición, sino también de la
comunicación y la identidad cultural a través de lo que ponemos en nuestros
platos.

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Bibliografía

Antropología de la Alimentación:

Harris, M. (1985). "Bueno para comer: enigmas de alimentación y cultura."


Alianza Editorial.
Mintz, S. W., & Du Bois, C. M. (2002). "El antropólogo cocinero." Siglo XXI
Editores.
Counihan, C. M., & Van Esterik, P. (Eds.). (2012). "El manjar de los dioses:
estudios sobre la comida y la cultura." Siglo XXI Editores.

Aparición de la Agricultura:

Diamond, J. M. (1999). "Armas, gérmenes y acero: breve historia de la


humanidad en los últimos trece mil años." Editorial Debate.
Harlan, J. R. (1992). "Crops & Man." American Society of Agronomy.

Condicionantes de la Alimentación:

Rozin, P. (1996). "The process of choosing food." En L. L. Birch (Ed.),


"Development of food preferences" (pp. 97-124). American Psychological
Association.
Shepherd, R., & Raats, M. M. (2006). "The psychology of food choice." CABI
Publishing.
Shepherd, J. (Ed.). (2014). "Nutrition and food choice: Exploring the psychology
of food" (Vol. 1). Springer.

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Anexos

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