Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SUMA TEOLÓGICA
traducida directamente del latín
POR
D. H I L A K I O ABAD DE APAKICIO,
Doctor en Derecho civil y canónico, Abogado del Ilustre Colegio de Madrid,
R. P. MANUEL MENDÍA,
COTi L A COLABORACIÓN DEL
E. P. POMPILIO DÍAZ,
Profesores de ciencias matemáticas,filosóficasy naturales en las Esencias Fías,
TOMO I V
MADHID
N I C O L A S MOYA, EDITOR
LIBRERÍA IMPRENTA
Carretas, S Gnrcíla80,
1883
j-'ERMISO D E L j Í M M O . J S E Ñ O R j w A R D E N A L yA:RZOBISPO D E J^OLEDO.
<r Por cuanto de Nuestra orden ha sido examinado detenidamente el tomo cuarto
de la Suma de Santo Tomás de Aquino, traducida al castellano por D . Hilario
Abad de Aparicio, y no habiendo hallado en dicho volumen, según la censura,
cosa alguna contraria á la fe católica, dogmática y moral, damos nuestra licencia
para su impresión y publicación. »
Y DE LA TERCERA PARTE
DE L A SUMA TEOLÓGICA.
PARTE S. -».!» 0
\ de operación
Don de milagros 17S
\ manerade v i v i r . . diversidad de vida. a c t i v a — contemplativa — comparación e n -
tre ambas 179-82
en general 1S3
de perfección 184
ACTOS < de ministerios. oficios — estados.
episcopal.' 185
religioso 186-89
PAUTE a."
Í
\ condiciones y oficios <
con relación sacerdocio 22
Dios Padre. adopción 23
predestinación 24
' con relación á \ adoración de Cristo-Me-
nosotros ,. ) diacion 25-26
Después de haber hablado de cada una de las virtudes y vicios que pertenecen á las condiciones y
estados de todos los hombres, debemos considerar ahora las cosas, que pertenecen especialmente
á algunos hombres. Ahora bien : hay entre los hombres tres clases de diferencias fundadas en las
cosas que pertenecen á los hábitos y á los actos del alma racional: 1." según las diversas gracias
gratis-datas ; porque, como se dice (I Cor. 1 2 ) , hay divisiones de gracias: á unos es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría, á otros palabra de ciencia, etc. 2.° Difieren también según las
diversas vidas, esto es, activa y contemplativa, que se consideran según los modos diversos de
operación, por lo cual se dice también (ibid } que hay divisiones de las operaciones. Uno empero
es el género de la operación en Marta, que estaba afanada de continuo en las faenas de la casa,
lo cual pertenece á la vida activa; y otro el de María, la cual sentada á los pies del Señor oia
su palabra, lo cual pertenece á la vida contemplativa, como se lee (Luc. 10). 3." Según la diversi-
dad de cargos y estados, como se dice (Ephes. 4 , 1 1 ) : él mismo dio á unos ciertamente Apóstoles
y á otros Profetas,y á otros Evangelistas y á otros Pastores y Doctores, lo cual pertenece á l o s
diversos ministerios, de los que se dice (I Cor. 12, 5 ) : hay repartimientos .de ministerios. Debe
empero observarse respecto de las gracias gratis-datas, que son objeto de la primera considera-
ción, que unas de estas pertenecen al conocimiento, otras á la locución y otras á la operación:
mas todas las que pertenecen al conocimiento pueden comprenderse bajo la profecía, porque la
revelación profética se estiende no solo á los acontecimientos futuros de los hombres , sino también
á las cosas divinas, ya en cuanto á las cosas , que se proponen á todos para ser creídas, las cuales
pertenecen á la fe; ya en cuanto á los más altos misterios conocidos de los perfectos y que pertene-
cen á la sabiduría. La revelación profética es acerca de las cosas que pertenecen á las sustancias
espirituales, por las que somos inducidos ó al bien ó al mal, io cual pertenece al discernimiento de
espíritus. Se estiende asimismo á la dirección de los actos humanos, lo cual pertenece á la ciencia,
como después se demostrará ( C. 1 7 7 ) : y por tanto primeramente debemos considerar la profecía, y
luego el rapto, que es cierto grado de profecía.
Acerca de la profecía ocurren cuatro consideraciones: 1 . sobre su esencia; 2. sobre su causa;
a a
Respecto á la primera consideración examinaremos seis puntos : 1.° La profecía pertenece al co-
nocimiento? i." Es un hábito ?3.° i Es solo de los futuros contingentes ? 4.° El profeta conoce todo
lo que es profetízame? o.° Distingue las cosas que recibe de la divinidad de las que ve por su propio
espíritu?6.° Puédelo falso caer bajo la profecía?
4.° Así como la revelación pertenece fetas como prafatores, puesto que (porro
al entendimiento, así la inspiración pa- fantur), hablan de lejos y predicen
rece pertenecer al afecto, por la razón la verdad sobre los acontecimientos fu-
de que importa cierta moción. Pero la turos. En cuanto á las cosas, que son
profecía se dice ser inspiración (1) ó reveladas por Dios y que esceden el co-
revelación, según Casiodoro (Prolog, nocimiento humano, no pueden ser con-
super Psal. c. 1). Luego parece que la firmadas por la razón humana, á la que
profecía no pertenece más al entendi- esceden, según la operación de la virtud
miento que al afecto. divina, conforme á lo que se dice (Matth.
Por el contrario, se dice (i Reg. 9, 9), ult. 2 0 ) , predicaron en todas partes,
porque el que se llama hoy profeta se obrando el Señor con ellos y confirmando
llamaba antes vidente ; y la visión per- su doctrina con los milagros, que la
tenece al conocimiento : luego también acompañaban. Por consiguiente el don de
la profecía. los milagros pertenece en tercer lugar á
Conclusión. La profecía consiste [ 1 ] la profecía como cierta confirmación de
primaria y principalmente en el conoci- la anunciación profética ; por lo cual se
miento ; secundariamente [ 2 ] en la es- dice (Deut. ult. 10) : de allí adelante no
presion por los profetas de su revelación se levantó en Israel un Profeta como
divina para edificación de otros ; y en Moisés, á quien el Señor conociese cara á
tercer lugar [ 3 ] en la operación de mila- cara, en toda suerte de señales y por-
gros como confirmación de sus predic- tentos.
ciones. Al argumento 1.° diremos, que aque-
Besponderémos, que la profecía con- llos pasajes hablan de la profecía en
siste primera y principalmente en el co- cuanto á esto tercero, en concepto de
nocimiento, puesto que los profetas cono- prueba de la profecía.
cen las cosas lejanas y apartadas del Al 2.° que el Apóstol habla allí en
conocimiento de los hombres. Por lo cual cuanto á la enunciación profética.
pueden decirse profetas de upó (por), Al 3." que aquellos profetas, que se
que es lejos (procul) y tpxvóc (phanos), dicen insanos y necios, no son verdade-
que es aparición, porque se les manifies- ros profetas sino falsos ; de quienes se
tan algunas cosas que están lejanas. Así dice (Jerem. 2 3 , 1 6 ) , no queráis oir Zas
pues, como dice San Isidoro (Etym. 1. palabras de los profetas, que os profe-
7 , c. 8 ) , « en el antiguo Testamento se tizan y os engañan; hablan visión de su
» llamaban videntes, porqjie veían las corazón, no de la boca de Dios, y (Ezech.
y> cosas que los demás no veían, y sabían 13 , 3 ) , esto dice el Señor : ay de los pro-
» de antemano las que se hallaban escon- fetas insensatos, que siguen su propio
» didas en el misterio»; por cuya razón espíritu y nada ven !
también los gentiles los llaman vates de Al 4.° que en la profecía se requiere
vi mentís, como allí mismo se lee antes. que la intención de la mente se eleve á
Pero, como, según se lee (i Cor. 12, 7 ) , percibir las cosas divinas ; por lo cual se
á cada uno es dada la manifestación del dice (Ezech. 2 , 1 ) , hijo del hombre, pon-
Espíritu para provecho, y más adelante te sobre tus pies y hablaré contigo. Mas
(14, 12), procurad abundar en ellos para esta elevación de la intención se hace por
edificación de la Iglesia; sigúese que moción del Espíritu Santo ; por lo cual
la profecía consiste secundariamente en allí mismo se añade, y entró en mí el es-
el lenguaje, según que los profetas cono- píritu y me puso sobre mis pies. Pero,
ciendo lo que les ha sido enseñado por la después que la intención del alma se ha
divinidad, lo anuncian para edificación elevado hasta lo supremo, percibe las
de los demás, según estas palabras (Is. cosas divinas ; así pues se añade allí mis-
2 1 , 10) : lo que oí del Señor de los ejér- mo, y oí al que me hablaba. Requiérese
citos Dios de Israel, esto os he anuncia- por lo tanto para la profecía la inspira-
do. Según esto, como dice San Isidoro ción respecto á la elevación de la mente,
(Etym. 1. 7, c. 8.), pueden decirse pro- según aquello (Tob. 3 2 , 8 ) , la inspira-
ción del Omnipotente da la inteligencia;
(1) Más bien aspiratio testualmente. y la revelación en cuanto á la percep-
CUESTIÓN C L X X I . — A R T Í C U L O S I Y II.
fecta, según aquello (Ps. 3 5 , 10), por tu cesando la ilustración actual, queda cierta
lumbre veremos tu lumbre. Resta pues aptitud, para que sea ilustrado de nuevo
decir que la luz profética está en el alma con más facilidad, como también la mente
del profeta á modo de cierta pasión ó im- una vez escitada á la devoción vuelve
presión transeúnte; y esto se significa más fácilmente después á la primitiva de-
(Exod. 3 3 , 22) , cuando pasare mi gloria, voción : por lo cual San Agustín en su
te pondré en el agujero de la peña...; y libro De orando Deum (Epist. 130 ó 121,
( n i Reg. 19, 11) se dice á Elias, sal c. 9) dice ser necesarias oraciones con-
fuera y ponte sobre el monte delante del tinuas, para que no se estinga total-
Señor, y lié aquí que pasa el Señor....: de mente la devoción concebida. Puede de-
lo cual se deduce que, así como el aire cirse no obstante que alguno es llamado
necesita siempre de nueva iluminación, profeta, aun cesando la ilustración actual
así también la mente del profeta necesita profética por misión divina, según aque-
siempre de nueva revelación; al modo que llo (Jerem. 1, 5), y te píese por profeta
el discípulo, que todavía no ha aprendido entre las naciones.
los principios del arte, necesita ser ins- Al 3.° que todo don de la gracia eleva
truido acerca de cada uno de ellos. Por al hombre á algo que es superior á la na-
esto dice Isaías (c. 50, 4 ) : por la mañana turaleza humana; lo cual puede tener
me levanta el oido, para que le oiga como lugar de dos modos : 1.° en cuanto á la
á maestro. Esto mismo designan estas sustancia del acto, como hacer milagros
locuciones, que caracterizan á los profe- y conocer lo incierto y oculto de la di-
tas, según que se dice que el Señor ha vina sabiduría (1), y para estos actos no
hablado á tal ó cual profeta ó que la pa- se da al hombre el don habitual de la
labra del Señor se ha hecho entender ó el
gracia ; 2.° en cuanto al modo del acto,
Señor estendió su mano sobre él. El há-
mas no en cuanto á la sustancia del mis-
bito empero es forma permanente. Luego
mo, como amar á Dios y conocerle en el
es manifiesto que la profecía, propiamente
hablando, no es hábito. espejo de {sus) criaturas ; y para esto se
le da el don habitual de la gracia.
Al argumento 1.° diremos, que aquella
división del Filósofo no comprende en
A l i T Í C U L O I I I . — L a profecía e s solo de
absoluto todo lo que está en el alma, sino
los futuros c o n t i n g e n t e s ? (2)
lo que puede ser principio de los actos
morales, que á veces se producen por la
pasión, otras por el hábito y otras por la 1." Parece que la profecía es solo de
simple potencia, como se ve en los que los futuros contingentes; porque dice
obran alguna cosa por el juicio de la ra- Casiodoro (Prolog, super. Ps. 100, 1) que
zón, antes de tener el hábito. Puede re- «la profecía es la inspiración ó reve-
ducirse la profecía á la pasión, si se toma » lacion divina, que da á conocer los su-
el nombre de pasión por cualquiera re- » cesos de las cosas con una verdad in-
cepción, según lo que dice el Filósofo )) mutable »; y el evento pertenece á los
(De an. 1. 3 , t. 12) que «entender es futuros contingentes. Luego de solos es-
» cierto padecer » : porque, así como en tos se hace la revelación profética.
el conocimiento natural el entendimiento 2.° La gracia de la profecía se distin-
posible es pasivo por la luz del entendi- gue por oposición de la sabiduría y de la
miento agente; así también en el conoci- fe, que tienen por objeto las cosas divi-
miento profético el entendimiento humano nas ; y del discernimiento de espíritus,
lo es por la ilustración de la divina luz. que es de los espíritus creados ; y de la
Al 2° que, así como en las cosas cor- ciencia, que es sobre las cosas humanas,
porales, ausente la pasión, queda cierta como se ve (i Cor. 12). Mas el hábito y
aptitud para que sufran de nuevo, al el acto se distinguen según los objetos,
modo que el leño una vez inflamado "se como consta por lo ya dicho (1 . -2. C. 54, a a>
inflama después más fácilmente; así tam- a. 2 ) . Luego parece que la profecía no
bién en el entendimiento del profeta, se refiere á alguno de estos, y por con-
(1) Como dice David de sí propio ( Ps. 1, 7 ). ria propia d é l a profecía, pero sin escluir otros hechos cuales-
(2) Que en efecto c o n s t r u y e n principalísiiuamcnle la mnte- quiera.
- CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULO III. 5
siguiente solo es acerca de los futuros puño...? Igualmente contiene cosas que
contingentes. pertenecen á las costumbres de los hom-
3.° La diversidad de objeto causa la bres (Is. 5 8 , 7 ) , parte con el hambriento
diversidad de la especie, como resulta de tu pan...; contiene lo perteneciente á los
lo espuesto (l. -2. C. 5 4 , a. 2 ) . Si pues acontecimientos futuros, según aquello
a ÍC
una profecía se refiere á los futuros con- (Is. 4 7 , 9 ) , te vendrán estas dos cosas
tingentes y otra á otras cosas, parece se- súbitamente en un solo dia, esterilidad y
guirse que no es la misma la especie de viudez. — Debe considerarse sin embar-
profecía. go que, puesto que la profecía tiene por
Por el contrario, dice San Gregorio objeto las cosas que están lejos de nues-
(super Ezech. hom. 1) que «una profecía tro conocimiento; tanto más propiamente
» tiene por objeto lo futuro », como esto pertenecen algunas á la profecía, cuanto
que se dice (Is. 7 ) , hé aquí que concebirá más lejanas existen del conocimiento hu-
una Virgen y parirá un hijo ; otra es de mano ; y de estas hay tres grados : 1.° de
lo pasado, como lo que se dice (Gen. 1), las que están lejos del conocimiento hu-
en el pñncipio creó Dios el cielo y la mano, ya según el sentido ya según el
tierra; y otra de presente, como lo que entendimiento, mas no del conocimiento
se lee (i Cor. 1 4 ) , si todos profetizan y de todos los hombres ; como conoce algún
entrase algún infiel, las cosas de su co- hombre por el sentido las que le están
razón se hacen manifiestas. Luego la presentes según el lugar, y otro no las
profecía no es solo sobre los futuros con- conoce así, porque están para él ausen-
tingentes. tes. Así es como Eliséo conoció proféti-
Conclusión, ¿ a revelación profética [ 1 ] camente lo que su discípulo Giezi había
se estiende á todo lo divino y humano, hecho en su ausencia, como consta ( i v
espiritual ó corporal; siendo su objeto [ 2 ] E.eg. 5 ) : é igualmente los pensamientos
tanto más propio, cuanto más dista del del corazón de uno se manifiestan profé-
conocimiento humano ; y [ 3 ] principal- ticamente á otro, como se dice (i Cor.
mente los futuros contingentes. 1 4 ) ; y de este modo aun las cosas, que
Responderemos, que la manifestación, uno sabe demostrativamente, pueden ser
que se produce por alguna luz, puede reveladas á otros proféticamente. 2.° De
estenderse á- todas aquellas cosas que las que esceden umversalmente al cono-
están sometidas á esta l u z ; como la vi- cimiento de todos los hombres, no porque
sión corporal se estiende á todos los co- no sean cognoscibles en sí, sino por de-
lores, y el conocimiento natural del alma fecto del conocimiento humano: como
se estiende á todas aquellas cosas que el misterio de la Trinidad, que fue reve-
están bajo la luz del entendimiento agen- lado por los serafines diciendo , Sanctus,
te. El conocimiento profético empero tie- Sanctus, Sanctus..., según consta (Is. 6).
ne lugar por la luz divina, por la que El 3.° y último grado es de las cosas
pueden ser conocidas todas las cosas tanto que están lejos del concoimiento de to-
divinas como humanas, así espirituales dos los hombres, porque no son cog-
como corporales; y por esto la revela- noscibles en sí mismas ( 3 ) , como los fu-
ción profética se estiende á todas estas, turos contingentes, cuya verdad no está
como á las que pertenecen á la escelen- determinada. — Y , puesto que lo que
cia de Dios y de los ángeles ( 1 ) se hizo existe universalmente y secundum se es
por ministerio de los espíritus (Is. 6 , 1 ) , más principal que lo que existe particu-
donde se dice, vi al Señor sentado so- larmente y por otro, por esto á la pro-
bre un solio escelso y elevado, cuya (2) fecía pertenece más propiamente la reve-
profecía también contiene lo perteciente lación de sucesos futuros ; y aun de aquí
á lo corporal natural, según aquello (Is. parece tomarse el nombre de profecía, per
4 0 , 12) ¿quién midió las aguas con su lo cual dice San Gregorio (super Ezech.
(1) Algunos intérpretes modernos prefieren seguir aquí la mada áurea adopta también dicha variante.
redacción de García, angelicorum spirilitltm, que cu verdad no (2) Algunas ediciones modernas ponen quin en lugar de
nos parece .más verosímil que la del testo, conforme con todos ctijiiSy y el códice de A Icañiz ejus.
los manuscritos y las ediciones antiguas más correctas, in- (3) V. P. 1." C. 1-1, a. 13.
clusas las romanas, de las que no obstante la moderna lia-
6 CUESTIÓN C L X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV.
ma: y por tanto no es menester que co- como dice San Jerónimo (Pelagius, ex-
nozcan todas las cosas profetizables; sino posit. Symb. ad Damas.); y se manda á
que cada uno de los profetas conoce de los profetas (Jerem. 2 3 , 28), el profeta
ellas algunas; según la revelación espe- que tiene sueño cuente el sueño, y el que
cial de esta 6 aquella cosa. tiene mi palabra hable mi palabra con
Al argumento 1.° diremos, que el Se- verdad. Luego el profeta puede discernir
ñor revela á los profetas (1) todas las qué tiene por espíritu de profecía de lo
cosas, que son necesarias ala instrucción que ve de otro modo.
del pueblo fiel; mas no todas á todos, 3.° Mayor es la certeza, que se ad-
sino unas á unos y otras á otros". quiere por la divina luz, que la que se
Al 2:° que la profecía es como algo tiene por la luz de la razón natural; y
imperfecto en el género de la divina re- por la luz de la razón natural el que
velación; por lo. cual se dice (i Cor. 13, 8)tiene la ciencia sabe de cierto que la tie-
que « las profecías no existirán mási>, y ne : luego el que tiene la profecía por la
que en parte profetizamos, esto es, imper- luz divina está mucho más cierto de que
fectamente. Mas la perfección de la di- la tiene.
vina revelación tendrá lugar en la patria; Por el contrario, dice San Gregorio
por lo cual se añade: cuando viniere lo (sup. Ezech. hom. 1) : « debe saberse que
que es perfecto, abolido será lo que es en » algunas veces los santos profetas, cuan-
parte. No es pues necesario que nada » do son consultados, dan ellos mismos,
falte á la profética revelación, sino que B por consecuencia del gran hábito que
nada falte de aquello á que se ordena la »tienen de profetizar, respuestas de su
profecía. » propio espíritu, que creen proceder del
Al 3.° que el que tiene alguna ciencia » espíritu de profecía».
conoce los principios de aquella ciencia, Conclusión. El profeta conoce y sabe
de los que dependen todas las cosas que con plena certidumbre lo que le ha sido
pertenecen á la misma; y por esto el que revelado por Dios [1] en espíritu de pro-
tiene perfectamente el hábito de alguna fecía; mas no siempre [ 2 ] con distinción
ciencia sabe todas las cosas que á ella perfecta entre lo que conoce por espíritu
pertenecen : pero por la profecía no se divino ó por instinto propio.
conoce en sí mismo el principio de los Besponderémos, que la mente del pro-
conocimientos profetizables, que es Dios. feta es instruida por Dios de dos modos:
Luego no hay paridad. 1.° por espresa revelación, 2.° por cierto
instinto muy oculto, « que esperimentan
ARTÍCULO V . — ¿ E I profeta discierne » los entendimientos humanos sin saber-
siempre qué dice por espíritu propio, y qué lo », como dice San Agustín (sup. Gen.
por espíritu de profecía ? ad litt. 1. 2, c. 17). De las cosas pues,
que el profeta conoce espresamente por
l.° Parece que el profeta discierne espíritu de profecía, tiene la mayor cer-
siempre qué es lo que dice por espíritu teza , y tiene por seguro que estas le han
propio, y qué por espíritu de profecía; sido reveladas por Dios; por lo cual se
pues dice San Agustín (Confess. 1. 6, c 13) dice (Jerem. 26, 15), en verdad el Señor
que « su madre decía que ella discernía me envió á vosotros, para que hablase
» no sé por qué sabor, que ella no podía en vuestras orejas todas estas palabras:
» esplicar con las palabras la diferencia de otra manera, si el profeta no tuviese
» que había entre la revelación de Dios por sí mismo certeza de esto, la fe que
» y los sueños de su alma». Pero la pro- se apoya en las palabras de los profe-
fecía es la revelación divina, como queda tas no sería cierta; y podemos acep-
dicho (a. 3). Luego el profeta discierne tar como prueba de la certeza profética
siempre lo que dice por espíritu de profe- la acción de Abraham, que advertido en
cía de lo que habla por espíritu propio. visión profética se preparó á sacrificar á
2.° «Dios no manda algo imposible», su hijo unigénito, lo cual de ningún modo
(1) El pasaje aducido en el argumento se refiere á los cas- por las exhortaciones de los profetas, escitándolo á peni-
tigos públicos ó comunes, que Dios en su benigna miseri- tencia.
- cordia no suele imponer al pueblo, sin prevenirle de antemano
8 CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULOS V Y VI.
hubiera hecho, si no hubiera estado segu- ñor tuvo misericordia acerca del mal que
rísimo de la revelación divina. Mas res- había dicho les haría, y no lo hizo. Luego
pecto á las que conoce por instinto su- en la profecía puede hallarse lo falso.
cede algunas veces que no puede discer- 3.° Detoda (proposición) condicional,
nir plenamente, si las pensó por alguna cuyo antecedente es necesario en abso-
inspiración divina ó por el espíritu pro- luto, el consecuente lo es igualmente :
pio : y no todas las cosas que conocemos puesto que el consecuente en la condicio-
por inspiración de Dios se nos manifies- nal es al antecedente como la conclu-
tan bajo la certeza profética, pues tal sión á las premisas en el silogismo ; y en
instinto es cosa algo imperfecta en el gé- el silogismo no se puede deducir lo nece-
nero de la profecía ; que es como deben sario sino de proposiciones necesarias,
entenderse las palabras de San Gregorio. como se prueba (Posterior. 1. 1, t. 17):
Sin embargo, para que no pueda resultar pero, si la profecía no puede contener lo
de esto algún error, « los profetas son falso, esta condicional, « si una cosa ha
» inmediatamente corregidos por el Espí- » sido profetizada, sucederá», es necesa-
3> ritu Santo, que les hace conocer la ver- riamente verdadera. El antecedente de
» dad, y se reprenden á sí mismos (1) de esta condicional es necesario en absoluto,
» haber dicho algo falso », como añade el puesto que es del pasado. Luego también
mismo Santo (ibid.). la consecuencia será necesaria absoluta-
Con lo cual quedan contestados todos mente : lo cual repugna, puesto que en-
los argumentos propuestos, pues los pri- tonces la profecía no sería de los contin-
meros se fundan en las cosas que son re- gentes ; por lo cual es falso que la profe-
veladas por espíritu profético. cía no pueda contener lo falso.
Por el c o n t r a r i o , dice Casiodoro
A R T Í C U L O VI. — ¿ l a s c o s a s , q u e s o n (Prolog, in Ps. c. 1) que ala profecía es
conocidas ó anunciadas proféticnnieute, pue- »la inspiración ó revelación divina, que
den ser falsas (2)? »anuncia los acontecimientos con ver-
» dad inmutable »; y no sería inmutable
l.° Parece que las cosas, que se cono- esta verdad de la profecía, si en ella
cen ó anuncian proféticamente, pueden pudiera contenerse lo falso. Luego no
ser falsas : porque la profecía es de los puede contenerlo.
futuros contingentes, según lo dicho (a. 3); Conclusión. Lo falso no puede ser ob-
mas estos pueden no verificarse, pues de jeto de la. profecía.
lo contrario acaecerían necesariamente. Besponderémos que, según resulta evi-
Luego en la profecía puede haber fal- dente de lo dicho (a. 1, 3 y 5 ) , la profe-
sedad. cía es cierto conocimiento impreso en el
2.° Isaías presagió proféticamente á entendimiento del profeta por revelación
Ezequías diciendo, dispon de tu casa, divina á modo de cierta enseñanza ; y la
porque mprirás tú y no vivirás; y sin verdad del conocimiento es la misma en
embargo su vida duró después quince el discípulo y en el que enseña, puesto
años más, como consta ( i v Reg. 2 0 , 7) que el conocimiento del que aprende es
é (Is. 38, 1). Asimismo el Señor dice la semejanza del conocimiento del que
(Jerem. 18, 7), dice el Señor : de repente enseña, como también en las cosas natu-
hablaré contra una nación y contra un rales la forma del engendrado es cierta
reino, para desarraigarlo y destruirlo y semejanza de la forma del que engendra:
esterminarlo ; (v. 8) si aquella nación se y en este concepto dice San Jerónimo
arrepintiere de su mal, de que yo la he (implic. super illud Dan. 2 , respondentes
reprendido, yo también me arrepentiré ergo chaldmi) <r que la profecía es cierto
del mal que he pensado hacer contra ella. » signo de la divina presciencia ». Es pre-
Y esto se ve en el ejemplo de los ninivi- ciso pues que sea la misma la verdad del
tas, según aquello (Jonás, 3 , 1 0 ) , el Se- conocimiento y enunciación profética, que
(1J Como se y e en lo anunciado por el profeta Natán á los saducéos que « debían despreciarse y no merecen crédito
David respecto de la edificación del templo (n Reg. 7). alguno los dichos de los profetas». Claro es que en tan erró-
(2)-Los herejes llamados apclilas pretendían « ser de todo neos supuestos la verdad (le las divinas revelaciones queda
punto falsas las profecías, como contradictorias entre sí » ; y destituida del más poderoso fundamento de su demostración;
CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULO VI. 9
proviene del conocimiento divino, en el aquello (Is. 7, 14), hé aquí que una vir-
que es imposible se halle lo falso según lo gen concebirá; pero otras la revelación
dicho (P. 1. , C, 14, a. 13 y 15; y C. 16,
a
profética es la semejanza impresa de la
a. 8). Luego en la profecía no puede ha- divina presciencia, según que conoce el
llarse lo falso. orden de las causas con sus efectos, y
Al argumento 1.° diremos, que según entonces á veces el acontecimiento su-
lo dicho ( P . 1. , C. 22, a. 4) la certeza
a
cede de otro modo que se ha profetiza-
de la divina presciencia no escluye la con- do, sin que la profecía sea falsa por esto:
tingencia de los futuros singulares; puesto porque el sentido de la profecía es que la
que se refiere á ellos, según que están pre- disposición de las causas inferiores ya de
sentes y determinados de antemano posi- los actos naturales ya de los actos huma-
tivamente : y por esto también la profe- nos es tal-, que debe resultar en efecto lo
cía, que es la semejanza impresa ó signo que se predice. En este sentido se entien-
de la presciencia divina, no escluye la den aquellas palabras (Is. 38, 1), mori-
contingencia de los futuros por su verdad rás y no vivirás, esto es, la disposición
inmutable (1). de tu cuerpo se ordena á la muerte; y lo
Al 2.° que la presciencia divina mira á que se dice (Jon. 3 , 4), aún cuarenta
las cosas futuras en dos conceptos : 1.° dias y Nínive será destruida, es -decir,
como son en sí mismas, esto es, en cuanto sus méritos exigen que sea destruida. Se
le están presentes; y 2.° según, que exis- dice metafóricamente que Dios se arre-
ten en sus causas, es decir, en cuanto ve piente, en cuanto, aunque no cambia
el orden de las causas á sus efectos. Y, su designio, cambia sin embargo la sen-
aunque los futuros contingentes, según que tencia, al modo del que se arrepiente (2).
existen en sí mismos, sean determina- Al 3.° que, siendo una misma la ver-
dos; sin embargo, según que existen en dad de la profecía y la de la presciencia
sus causas, no son determinados hasta el divina, como se ha dicho; de este modo
punto de no poder suceder de otra ma- aquella condicional, « si algo ha sido pre-
nera : y, si bien este doble conocimiento » dicho, sucederá », es verdadera, como
está siempre unido en el entendimiento esta otra, « si una cosa ha sido prevista,
divino; no lo está sin embargo siempre en » sucederá »; porque en una y otra es im-
la revelación profética, puesto que la im- posible que el antecedente no exista.
presión del agente no siempre se iguala Luego el consecuente es necesario, no
á su virtud. Por consiguiente la revela- según que es futuro respecto á nosotros,
ción profética es á veces una semejanza sino en tanto que se le considera en su
impresa de la divina presciencia, según presente, según que está"sometido á la
que tiene por objeto los futuros contin- presciencia divina, como se ha dicho ( P .
gentes en sí mismos, y entonces suceden 1. , C. 14, a. 13, al 2.°) (3).
a
(1) Los futuros contingentes se realizan fy no puédemenos dónales, debiendo entenderse no habrán de realizarse sin la
de suceder así en sentido compuesto, aunque sí en absoluto) condición insinuada en ellas, como en la de Tíínive si sus habí-
según se hallan previamente en la presciencia y providencia tantes no hicieren penitencia.
divinas. (S) Puede también consultarse la C. i 10, a. 3 , de esta misma
(2) Estas y semejantes profecías son propiamente condi. Parte 2. -*2.<e,
a
CUESTIÓN CLXXII.
Causa de la profecía.
1.° La profecía es natural?—2,° Proviene de Dios por mediación de los ángeles? — 3 . ° Se requiere
para la profecía disposición natural ? — <i.° Se requiere la bondad de costumbres? — 5 . ° Hay alguna
profecía de los demonios? — 6.° Los profetas de ios demonios dicen alguna vez lo verdadero?
peces las tempestades futuras, lo que se y portante tal precono cimiento de los fu-
ve por sus movimientos, alejándose del turos no puede provenir de la naturaleza,
sitio de la tormenta. Luego mucho más sino solamente de la revelación divina.
pueden los hombres preconocer natural^ Mas los futuros pueden ser preconocidos
mente lo futuro perteneciente á ellos, y en sus causas por conocimiento natural
aun por el hombre ; como el médico pre-
(1J Contra el error de Averróes y Algazel, según los
conoce la salud ó la muerte futuras en
cuales «la profecía es natural ». algunas causas, cuyo orden con sus efec-
CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULO I. 11
la gracia divina inspirando las profecías. los ángeles medianeros entre Dios y los
Al 4.° que la luz profética se estiende hombres, como más participantes que
también á la dirección de los actos hu estos de la perfección de la bondad divi
manos ; y según esto la profecía es nece na; por esta razón las iluminaciones y
saria para el gobierno del pueblo, y prin revelaciones divinas son transmitidas de
cipalmente en orden al culto divino, para Dios á los hombres por medio de los án
el que no basta la naturaleza, sino que se geles; y el conocimiento profético tiene
requiere la gracia. lugar por la iluminación y revelación di
vina. Luego es evidente que se hace por
medio de los ángeles.
A R T Í C U L O II. — b a revelación profé
Al argumento 1.° diremos, que la cari
tica s e h a c e por medio de ios á n g e l e s ?
dad, según la que el hombre se hace
amigo de Dios, es una perfección de la
l.° Parece que la revelación profética voluntad, sobre la que solo Dios puede
no se hace por medio de los ángeles: obrar; pero la profecía es la perfección
porque se dice ( Sap. 7 , 2 7 ) que la sabi del entendimiento, en el cual aun el án
duría de Dios se difunde en las almas gel puede influir, según lo dicho ( P. 1. , a
santas, y forma amigos de Dios y pro C. 111, a. 1 ) : y por tanto no hay seme
fetas; y constituye amigos de Dios in janza entre una y otra.
mediatamente. Luego también forma Al 2° que las gracias gratisdatas se
profetas inmediatamente sin mediación atribuyen al E spíritu Santo, como á pri
de los ángeles. mer principio; el cual sin embargo obra
2° La profecía se cuenta .entre las semejante gracia en los hombres mediante
gracias gratisdatas ; y estas provienen el ministerio de los ángeles.
del E spíritu Santo, según aquello (i Cor. Al 3.° que la operación del instru
1 2 , 4 ) , hay repartimiento de gracias, mento se atribuye al agente principal, en
mas uno mismo es el Espíritu. Luego la cuya virtud obra el instrumento. Y , puesto
revelación profética no se hace mediante que el ministro es como el instrumento;
el ángel. hé aquí porqué la revelación profética,
3.° Dice Casiodoro (in Prol. sup. Ps. que se hace por ministerio de los ánge
с. 1) que « la profecía es una revelación les, se dice ser divina.
« divina в ; y, si esta se hiciera por me
dio de los ángeles, se diría revelación A R T Í C U L O I I I . — Se requiere para la
angélica. Luego la profecía no se hace profecía la disposición natural ? (1)
por medio de los ángeles.
Por el contrario, dice San Dionisio (De 1.° Parece que se requiere para la pro
cosiest, hier. c. 4 ) : «nuestros gloriosos fecía la disposición natural : porque la
» padres han recibido las visiones divi profecía es recibida por el profeta según
в ñas por mediación de las virtudes ce la disposición del recipiente, puesto que
в lestes»; y habla allí de las visiones sobre aquello (Amos, 12), Dominus de
proféticas. Luego la revelación profética Sion rugiet, dice la Glosa de San Jeró
se hace por mediación de los ángeles. nimo (ord.): «es natural que todos los
Conclusion. El conocimiento prof ético B que quieren comparar una cosa con otra
se obtiene por mediación de los ángeles. B tomen de ellas las comparaciones que
Besponderemos que, como dice el Após B han esperimentado, y en las que han
tol ( Н о т . 13, 1 ) , las cosas que provie sido educados », v. gr. los navegantes com
nen de Dios son ordenadas ; y el orden paran sus enemigos á los vientos y su
de la divinidad requiere, según dice San daño al naufragio. Así también Amos,
Dionisio (ibid.), que los seres ínfimos sean que fue pastor de ganado, asimila el te
regidos por los intermedios: siendo pues mor de Dios al rugido del león. Pero lo
(1) Confútase aquí la herética doctrina de Rabí Moisés, de que entre los judíos había ciertas escuelas de profetas como
que « el hombre puede disponerse suficíentetuente á la gracia preparatorias ó predispositivas á la subsiguiente elección
»de la profecía, y que Dios no elige para profeta indistinta divina ; pero no lo es menos que frecuenlísimamente infun
n mente á cualquiera, sino precisamente á quien por sus día Dios BU espíritu profético á hombres rudos y sencillos sin
" medios naturales se halle preparado a ella n. E s bien sabido tal predisposición,
CUESTIÓN CI.XXII. — ARTÍCULOS III Y IV. 13
que es recibido en alguno á modo de re- así como Dios, que es causa universal en
cipiente, requiere disposición natural. el obrar, no preexige disposición alguna
Luego la profecía requiere disposición de materia en los efectos corporales,
natural. sino que puede producir á la vez lá~ma-
2.° La profecía es especulación más teria y la disposición y la forma; así
elevada que la déla ciencia adquirida; y también en los efectos espirituales no
la indisposición natural impide la espe- preexige disposición alguna; sino que
culación de la ciencia adquirida, pues, puede simultáneamente producir con el
muchos por indisposición natural no pue- efecto espiritual la disposición consi-
den llegar á adquirir las ciencias especu- guiente, cual se requiere según el orden
lativas. Luego mucho más se requiere de la naturaleza. Y ademas podría tam-
para la contemplación profética. bién producir ala vez por creación el su-
3.° La indisposición natural es mayor jeto mismo, esto es, el alma, y disponerla
obstáculo que el impedimento accidental; en su misma creación á la profecía, dán-
y por algo accidental que sobreviene se dole la gracia profética.
impide la especulación de la profecía, Al argumento 1.° diremos, que es indi-
pues dice San Jerónimo (super Matth.) (1) ferente á la profecía que se empleen ta-
que «en el tiempo, en que se verifican les ó cuales imágenes para espresarla (3);
» actos conyugales, no será dada la pre- y por lo tanto la operación divina no
B sencia del Espíritu Santo, aunque el cambia al hombre en este concepto, sino
B que cumpla el deber de la generación que la virtud divina remueve lo que acaso
B parezca ser profeta B. Luego mucho repugna á la profecía.
más la indisposición natural impide la Al 2.° que la especulación de la cien-
profecía; y así parece que se requiere cia resulta de causa natural; y la natu-
para la profecía la buena disposición na- raleza no puede obrar sin una disposición
tural. precedente en la materia: lo que no debe
Por el contrario, dice San Grego- decirse de Dios, que es la causa de la
rio (in hom. Pentecost. 30 in Evang): profecía.
»llena (el Espíritu Santo) al niño que Al 3.° que, si no se removiera alguna
» toca la cítara y lo hace, salmista; llena indisposición natural, podría impedir la
» á un pastor vaquero ocupado en sajar si- revelación profética, v. g. si alguno estu-
B cómoros y le hace profeta (2)». Luego viese destituido totalmente del sentido
no se requiere alguna disposición prece- natural ; como también es alguno impe-
dente-para la profecía, sino que depende dido del acto de profetizar por alguna
de sola la voluntad del Espíritu Santo, pasión vehemente de ira ó de concupis-
de quien se dice ( i Cor. 12, 11): todas cencia, cual es la del acto carnal, ó por
estas cosas obra un solo y mismo Espíri- cualquiera alguna otra pasión. Pero la
tu , repartiendo á cada uno como quiere. virtud divina, que es causa de la profe-
Conclusión. Dios en sus efectos espi- cía , remueve tal indisposición natural.
rituales y por consiguiente para la comu-
nicación del espíritu de profecía no ha ARTÍCULO I V . — Se requiere la bondad
menester predisposición alguna de la ma- de las costumbres para la profecía? (4)
teria, ni aun sujeto recipiente, pudiendo
infundirlo en el alma al crearla. 1.° Parece requerirse la bondad de
Besponderemos, que según lo dicho costumbres para la profecía: porque se
(a. 1) la profecía en su sentido verda- dice (Sap. 7, 27) que la sabiduría de Dios
dero y absoluto proviene de la inspira- se difunde por las naciones en las almas
ción divina ; pues la que resulta de causa santas y forma amigos de Dios y profe-
natural no se dice profecía sino secundum tas. Pero la santidad no puede existir sin
quid. Debe sin embargo considerarse que, la bondad de las costumbres y la gracia
(1) Orígenes, (liom. 6 in ¡Víím.'); si bien en San Jerónimo oráculos ó revelaciones recibidas de Dios.
(cpisi. 11 ad Ageruch.) se halla algo parecido. (i) Los ejemplos de Balaam y Caifas, que seguramente no
(2) Alude manifiestamente á David y Amos. eran santos y sin embargo hablaron inspirados como profeta s
(3) Asi quo comunmente los profetas emplean su propio (iYítm. 22, y Joami. II, 59), bastarían á justificar la doctrina
lenguaje y estilo personales en la manifestación de sus del Santo en este puntò.
14 CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULO IV.
santificante. Luego la profecía no puede por lo cual dice San Agustín (De Trin.
existir sin estas dos cosas. 1. 14, c. 18): «si el Espíritu-Santo no
2.? Los secretos no se revelan sino á » concede á uno el hacerle amador de
los amigos, según aquello (Joan. 15, 15), » Dios y del prójimo, no pasa de la iz-
mas á vosotros os he llamado amigos, » quierda á la derecha ». Por consiguiente
porque os he hecho conocer todas las cosas todo lo que puede existir sin caridad pue-
que he oido de mi Padre: y, puesto que de también existir sin la gracia santifi-
Dios revela á los profetas sus secretos, cante , y por tanto sin bondad de cos-
como se dice (Amos, 3) ; parece que los tumbres. La profecía empero puede
profetas son amigos de Dios, lo cual no existir sin la caridad, lo cual es notorio
puede tener lugar sin la caridad. Por lo por dos razones : 1. por el acto de am-
a
tanto parece que la profecía no puede bas ; porque la profecía pertenece al en-
existir sin la caridad, la que no existe sin tendimiento, cuyo acto precede al de la
la gracia santificante. voluntad, que la caridad perfecciona; por
3.° Dícese (Matth. 7, 15), guardaos cuya razón el Apóstol (i Cor. 13) con-
de los falsos profetas, que vienen á vos- numera la profecía entre las demás cosas
otros con vestidos de oveja, y dentro son pertenecientes al entendimiento, que
lobos robadores. Pero todos los que están pueden poseerse sin caridad ; 2.° del fin
sin gracia parecen ser interiormente lobos de ambas, porque la profecía es dada
rapaces. Luego todos son falsos profetas; para utilidad de la Iglesia , como las de-
y de consiguiente ninguno es verdadero mas gracias, gratis-datas, según aquello
profeta, sino el que es bueno por la (i Cor. 12, 7 ) , á cada uno es dada la ma-
nifestación del Espíritu para provecho;
gracia.
mas no se ordena directamente á que el
4.° Dice el Filósofo (De somn. et vig.
afecto del mismo profeta se una á Dios,
lib. De divinat. per somn.) que, « si la á lo que se ordena la caridad : y por esto
»adivinación por sueños proviene de la profecía puede existir sin la bondad de
» Dios, es inconveniente el otorgarla á costumbres en cuanto á la propia raíz de
» cualquiera y no á los varones mejores ». esta bondad. Pero, si consideramos la bon-
Constando pues que el don de profecía dad de las costumbres según las pasiones
proviene de Dios, sigúese que no se da del alma y las acciones esternas, en tal
sino á los varones mejores. caso es impedido alguno en la profecía
Por él contrario, (Matth. 7, 22) álos por la malicia de sus costumbres ; porque
que habían dicho, Señor ¿pues no pro- para la profecía se requiere la mayor
fetizamos en tu nombre ? se responde: elevación de la mente á la contemplación
nunca os conocí; mas el Señor conoce á espiritual , que en verdad es impedida
los que so?i suyos, como se dice ( n Tim. por la vehemencia de las pasiones y la
2 , 19). Luego la profecía puede existir desordenada ocupación en cosas este-
en los que no son de Dios por la gracia. riores : por lo cual se lee también de los
Conclusión. Puede la profecía existir hijos de los profetas (iv Reg. 4) que
en quien carece de bondad de costumbres habitaban juntamente con Eliséo, como
en cuanto á la raíz primaria de la bon- haciendo vida solitaria, para no ser im-
dad , que es la caridad ; si bien las malas pedidos en el don de la profecía por las
pasiones y operaciones de algún modo la ocupaciones del mundo (1).
escluyen ó impiden.
Responderemos, que la bondad de las Al argumento 1.° diremos, que á veces
costumbres puede considerarse en dos se da al hombre el don de la profecía, ya
conceptos: 1.° según su raíz interior, que por utilidad de otros, ya para la ilustra-
es la gracia santificante ; 2.° en cuanto á ción de la propia mente : y estos son
las pasiones interiores del alma y accio- aquellos, á cuyas almas transfiriéndose
nes esteriores. Mas la gracia santificante la sabiduría divina por la gracia santifi-
se da principalmente, para que el alma cante, los constituye en amigos de Dios
del hombre se una á Dios por la caridad; y profetas. Mas otros consiguen el don
(l)Así la prol'ecia como las demás gracias gratis-datas, que por cuya razón sin esta y aun con muchos y acaso enormes
se conceden para editicacion y en provecho de otros, no supo- vicios ó pecados puede uno ser profeta, como igualmente
nen la gracia santificante como necesaria en el agraciado ; doctor ó predicador, sacerdote ó ministro sacro.
CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULOS IV Y V . 15
de profecía solo para utilidad de otros, los vino. Luego ninguna profecía puede pro-
cuales son como los instrumentos de la venir del demonio.
operación divina ; por lo cual San Jeró- 2.° Para el conocimiento profético se
nimo dice sobre aquello (Matth. 7) ¿pues requiere alguna iluminación, según se ha
no profetizamos en tu nombre ? « el pro- dicho (C. 171, a. 2) ; y los demonios no
B fetizar, hacer milagros y lanzar los de- iluminan el entendimiento humano, se-
» monios no es á veces del mérito del gún lo espuesto (C. 109,a 3). Luego nin-
B que obra, sino que hace esto ya por guna profecía puede provenir de los de-
» invocación del nombre de Cristo, ó se monios.
B le concede para condenación de los que 3.° No es eficaz el signo que se refiere
B invocan, y utilidad de los que ven también á los contrarios. Pero la profecía
B y oyen, B es signo de la confirmación de la fe ; por
Al 2.° que San Gregorio (Hom. 27 in lo cual sobre aquello (Rom. 12), sive pro-
Evang.) esplicando aquel pasaje, dice: phetiam secundum rationem fidei, dice la
« cuando amamos los secretos del cielo, Glosa (ord. Ambr.) : « advierte que en la
B que hemos aprendido ,ya los conocemos; B enumeración de las gracias comienza
B porque el amor mismo es el conocimien- B por la profecía, que es la primera prueba
B to. Les dio á conocer todas las cosas, B de que nuestra fe es razonable ; puesto
B porque separados de los deseos terre- B que los creyentes, recibido el Espíritu
B nales obraban inflamados en el fuego s> Santo, profetizaban ». Luego la profe-
B del amor más abrasador ». Y de este cía no puede ser dada por los demonios.
modo no siempre se revelan los secretos Por el contrario, dícese ( n i Reg. 18,
divinos á los profetas. 19): congrega delante de mí á todo Is-
Al 3.° que no todos los malos son lo- rael en el monte Carmelo, y á los cua-
bos rapaces, sino solo aquellos que tie- trocientos y cincuenta, profetas de Baal,
nen intención de dañar á otros ; pues dice y los cuatrocientos profetas de los bos-
el Crisóstomo (super. Matth. hom. 19 in ques, que comen de la mesa de Jezabel.
Oper. imperf.) que « los católicos docto- Mas estos tales eran adoradores de los
B res, aunque sean pecadores, se dicen demonios. Luego parece también que al-
» siervos de la carne ; mas no lobos rapa- guna profecía proviene de los demonios.
B ees, porque no tienen el propósito de Conclusión. La profecía propia y ab-
B perder á los cristianos B. Y , puesto que solutamente tal solo puede hacerse por
la profecía se ordena á la utilidad de revelación divina, si bien puede en algún
otros, es evidente que los tales son falsos modo decirse profecía esa misma revela-
profetas ( 1 ) , porque no han sido man- ción hecha por medio de los demonios.
dados por Dios para esto. Responderemos que, según se ha di-
Al 4.° que los dones divinos no se dan cho (C. 171, a. 1), la profecía importa
siempre á los mejores en absoluto, sino á cierto conocimiento, que existe lejos del
veces á los que son mejores en cuanto á conocimiento humano. Es empero evi-
la perfección de tal don. A s í pues Dios dente que el entendimiento de un orden
da el don de profecía á aquellos, á quie- superior puede conocer algunas cosas, que
nes juzga más conveniente darlo. están distantes del conocimiento de un
entendimiento inferior. Sobre el entendi-
ARTÍCULO V. — Alguna profecía pro- miento humano está, no solo el divino,
viene de los demonios? (2) sino también el de los ángeles buenos y
malos según el orden de la naturaleza;
1.° Parece que ninguna profecía pro- y por esto los demonios conocen también
viene de los demonios : porque la profe- por su natural conocimiento cosas , que
cía es la revelación divina, como dice están lejos del conocimiento humano, y
Casiodoro (in Prolog, sup. c. 1). Pero que pueden revelar á los hombres. Pero
lo que se hace por el demonio no es di- hay cosas, que sobre todo y en absoluto
(t) Entendiéndose tales, no solamente los que presagian (2) Parece indudable s e g ú n el testimonio de los antiguo^
lalsedades, que no alcanzan su cumplimiento, sino también y escritores y SS. PP. que los demonios pronunciaran ciertos
aun principalmente los que con sus predicciones falsas ó ver- oráculos de carácter profético, los cuales no obstante bien
daderas ó con sus doctrinas intentan seducir ó perder las examinados resulta no haber sido profecías propiamente
alma-;, induciéndolas á error ó á prevaricación. dichas.
16 CUESTIÓN CLXXII.—ARTÍCULOS V Y VI.
(1) Ya dejamus repetidamente anotado que la tal Obra im- » miente ». Lo que no parece admisible es lo de la edición de
perfecta no es de San Juan Crisóstomo, por más que se le haya Padua, numquaminterdum mcnlitiir, ni aun gramaticalmente
atribuido por algunos. hablando.
(2) Intercluí» falsa dicit, Syiritns Sanctus numqnam, se íee co- (3) Hállase en el comentario conocido por su nombre, pero
munmente. Acaso sería preferible, aunque no bien justificada que se cree escrito por el diácono romano Hilario, quien
como g e n u i n a , la redacción propuesta por el P. Nicolai : después se mostró luciferiano ; y por lo mismo hoy suele
htterdum verum dicit, Spirilus Sanclun numqnam mentitnr ; « el designarse llamándolo Ambrosiaslro.
» diablo dice alguna vez la verdad, el Espíritu-Santo jamás
CUESTIÓN CLXXII.—ARTÍCULO VI. 3.1
cimiento. Mas es imposible encontrar creen tales cosas, son inducidos más ala
algo en las cosas, que esté privado total- verdad por sus palabras: por lo cual aun
mente del bien ; por lo cual es asimismo las Sibilas (3) predijeron muchas cosas
imposible que haya algún conocimiento, verdaderas sobre Cristo. Pero, aun cuan-
que sea totalmente falso sin mezcla de do los profetas dé los demonios son ins-
alguna verdad ; y por esta razón dice truidos por los demonios, predicen algu-
Beda (Comment. in Luc. c. 17, super nas cosas verdaderas ; á veces por virtud
illud Decem viri leprosi) ; y San Agustín de la propia naturaleza, cuyo autor es el
(Qq. Evang. 1. 2, q. 49) que «no hay una Espíritu Santo; y otras también por re-
» doctrina falsa, que no esté mezclada á velación de los buenos espíritus, como
» veces con alguna verdad ». Por consi- consta por San Agustín (sup. Gen. ad.
guiente aun la misma doctrina de los de- litt. 1. 12, cap. 19). Así pues aquello ver-
monios, por la que instruyen á sus profe- dadero que los demonios enuncian pro-
tas, contiene algunas cosas verdaderas, viene del Espíritu Santo.
por las que se hace aceptable; pues así el Al 2.° que el verdadero profeta siem-
entendimiento es llevado á lo falso por la pre es inspirado por el Espíritu de ver-
apariencia de la verdad, como la volun- dad, en el que no hay falsedad, y por lo
tad al mal por la apariencia de bondad. tanto nunca dice lo falso; mas el profeta
Hé aquí porqué también dice el Crisós- de la falsedad no siempre es instruido
tomo (super Matth. hom. 19 in opere por el espíritu de ella, sino que á veces
imperf.), «ha sido concedido al diablo es inspirado por el Espíritu de la verdad:
» decir á veces la verdad, para hacer sus y aun el mismo espíritu de falsedad anun-
»mentiras más aceptables con alguna cia á veces lo verdadero y á veces lo fal-
» rara verdad (1) ». so, según lo dicho (al 1.°).
Al argumento 1.° diremos, que los pro- Al 3.° que las cosas propias de los
fetas de los demonios no siempre hablan demonios se dicen ser aquellas que tienen
por revelación de estos, sino á veces por por sí mismos, esto es, las mentiras y los
inspiración divina, como se lee manifies- pecados; mas las que pertenecen á la
tamente de Balaam, á quien se dice ha- propia naturaleza no las tienen de sí
bló el Señor (Num. 22), aunque fuese mismos, sino de Dios. Por virtud de su
profeta de los demonios (2) ; puesto que propia naturaleza preanuncian á veces
Dios se vale también de los malos en pro- lo verdadero, como se ha dicho (aquí y en
vecho de los buenos : y por esto mismo el 1.°). Se vale también de ellos Dios,
preanuncia algunas verdades por los pro- para que sea hecha por los mismos la ma-
fetas de los demonios; ya para que se nifestación de la verdad, cuando les son
haga más creíble la verdad, que en- revelados por los ángeles los divinos
tonces es atestiguada por sus contrarios; misterios, según lo dicho (ibid).
ya también porque, cuando los hombres
(I) Lo cual en nada desvirtúa la fuerza demostrativa de las (2) Concuerdan con esta opinión San Basilio (episí. SOJ, San
profecías á favor de la divinidad de Cristo y de la verdadera Agustín (serm. 103), el Crisóstomo {liom. 2o in Matlh.), Teodo-
religión, por cnanto las falsas se distinguen fácilmente por reto (q. liO in A'itm.) y muchos otros.
determinados caracteres, siendo entre ellos los más notables (3) V. lo dicho en la C. 2, a. 7, al 3.° de esta misma Parte
según Drioux y otros teólogos modernos: 1.° que los demo- 2 . - 2 . (tomo 3.° pág. 21). No se infiere de las palabras del
a M
nios nunca predicen futuros libres, pues les son completa- Santo Doctor que las Sibilas fuesen en absoluto verdaderas
mente desconocidos ; 2." que no son sus oráculos claros y ter- profetisas, aunque acerca de Cristo anunciasen la verdad y lo
minantes, sino siempre ambiguos ó equívocos y de dudosa ó fueran accidental ó escepcionalmente ; ni menos que fueran
aun contraria interpretación, como aquel de la Pitonisa, rfico fieles creyentes ni que se salvasen, por más que no han fal-
fi&i reiitflHos vincere possc que lo mismo si-gnitica « podrían
y tado quienes pretendieran sacar tales deducciones, violen-
» vencer ó ser vencidos los romanos »; y 3.°que no son ciertos tando el testo de este y del otro citado pasaje.
y fallan en su realización.
1." Los profetas ven la esencia misma de Dios?— 2.° La revelación profética se hace por la influen-
cia de algunas especies, ó por sola la influencia de la luz ? —3.° La revelación profética va acompa-
ñada siempre déla enajenación de los sentidos?— 4." La profecía se hace siempre con conocimiento
de las cosas que son profetizadas ?
ARTÍCULO I. •—• i o s profetas ven vision beatífica en el cielo ; y así [2] los
la
esencia misma de Dios (1)? profetas no lo ven ó adquieren en la mis-
ma divina esencia, sino en ciertas seme-
l.° Parece que los profetas ven la esen- janzas ó representaciones mediante la
cia misma de Dios: porque sobre estas ilustración de la divina luz.
palabras (Is. 38), dispon á tu casa... dice Responderemos, que la profecía im-
la Glosa (ord.): «los profetas pueden leer porta el conocimiento divino como exis-
» en el libro mismo de la presciencia de tente lejanamente; por lo cual se dice de
» Dios, en el que están escritas todas las los profetas (Hebr. 11), erant a longé as-
cosas». Pero la presciencia de Dios es su picientes (veian de lejos). Mas los que
misma esencia. Luego los profetas ven se hallan en la patria en el estado de la
la esencia misma de Dios. bienaventuranza no ven las cosas como
" 2.° Dice San Agustín (De Trin. 1 9, lejanas, sino más bien como próximas,
c. 7) que « en aquella eterna verdad, por según aquello (Ps. 139, 14), habitarán
» la que son hechas todas las cosas tem- los rectos con tu rostro. Es por lo tanto
»porales, vemos con la mirada de la evidente que el conocimiento profético es
» mente la forma, según la cual existi- distinto del perfecto, que tendrá lugar en
s mos y según la cual obramos ». Pero los la patria; de consiguiente también se
profetas tienen entre todos los hombres distingue de este como lo imperfecto de lo
el conocimiento más elevado de las cosas perfecto, y al advenimiento de este úl-
divinas. Luego los mismos ven principal- timo aquel es destruido, como lo mani-
mente la divina esencia. fiesta el Apóstol ( i Cor. 13). Hubo al-
3." Los futuros contingentes son pre- gunos que, queriendo distinguir el co-
conocidos por los profetas según la ver- nocimiento profético del de los bien-
dad inmutable ; y de este modo no se aventurados, dijeron que los profetas veu
hallan sino en Dios. Luego los profetas la misma divina esencia, que llaman es-
ven al mismo Dios. pejo de la Trinidad; mas no según que
Por el contrario, la visión de la divina es el objeto de los bienaventurados, sino
esencia no se pierde en la patria; y la según que están en ella las razones de los
profecía se acaba,como consta(i Cor. 13). futuros acontecimientos : lo cual es de
Luego la profecía no se verifica por la todo punto imposible; porque Dios es el
visión de la divina esencia. objeto de la beatitud según su misma
Conclusión. El conocimiento proféti- esencia, conforme á lo que dice. San
co [1] difiere del perfecto reservado á la Agustín (Confess. 1. 5, c. 4): <r bienaven-
(1) Obvia es por demás con lo y a espuesto la respuesta aventurados á los profetas, lo cual es incompatible con su
n e g a t i v a ; pues la visión de la divina esencia en sí misma estado actual de viadores.
como de s u y o beatífica haría impecables y plenamente bien--
CUESTIÓN CLXXIII. — ARTÍCULOS I V II.
»turado es el que te conoce, aunque no Al 3.° que, por lo mismo que los fu-
» conozca lo demás, es decir, las criatu- turos contingentes están en Dios según
» ras». Mas no es posible que alguno vea la verdad inmutable, puede imprimir en
las razones de las criaturas en la misma la mente del profeta un conocimiento se-
esencia divina, de modo que no vea á esta; mejante, sin que le vean en su esencia.
ya porque la misma esencia divina es la
razón de todas las cosas, que son hechas, ARTÍCULO I I . — ¿Enn»revelaciónpro-
y la razón ideal no añade sobre la esen- fética imprime Dios e n la mente del profeta
cia divina, sino la relación á la criatura; nuevas especies de l a s c o s o s , ó solo una
ya también porque primero es conocer nueva lux ?
algo en sí, lo que es conocer á Dios, se-
gún que es objeto de la beatitud, que l.° Parece que en la revelación profé-
conocer aquello por comparación á otro, tica no se imprimen por Dios en la mente
que es conocer á Dios según las razones del profeta nuevas especies de las cosas,
de las cosas existentes en el mismo. Y sino solamente una nueva luz ; porque,
por tanto no puede ser que los profetas como dice la Glosa de San Jerónimo
vean á Dios según las razones de las (ord. in princip. comment. Amos, 1),
criaturas, y no según que es el objeto de « los profetas usan de las imágenes de las
la beatitud. Debe pues decirse que la » cosas, éntrelas que han vivido». Pero,
visión profética, no es la visión de la mis- si la visión del profeta se vesificase por
ma esencia divina, ni en la misma ven algunas especies impresas de nuevo, nada
las cosas que ven, sino en ciertas imáge- obraría allí el género de vida anterior.
nes según la ilustración de la divina luz; Luego no se imprimen de nuevo algunas
por lo cual dice San Dionisio (De ccelest. especies en el alma del profeta, sino so-
liier. c. 4 ) , hablando de las visiones pro- lamente la luz profética.
íeticas, que « el Teólogo sabio dice ser 2.° Como dice San Agustin (sup. Gen.
» divina aquella visión, que se verifica ad litt. 1. 12, c. 9), <r la visión imaginaria
» por la semejanza de las cosas, que ca- » no hace al profeta , sino solo la visión
» recen de forma corporal,.por referencia »intelectual »; por lo cual se dice (Dan-
» de los que las ven á las divinas »: y es- lo 1): que es menester inteligencia en la
tas imágenes iluminadas por la luz divina visión. Pero la visión intelectual, como
más bien se parecen á un espejo que á la dice en el mismo libro (c. 5 ) , no se hace
esencia de Dios ; porque en el espejo re- por algunas imágenes, sino por la verdad
sultan (6 aparecen) las especies que pro- misma de las cosas. Luego parece que la
vienen de otras cosas, lo que no puede revelación profética no se hace por la
decirse de Dios. Pero tal ilustración de impresión de algunas especies.
la mente profética puede decirse espejo, 3.° Por el don de profecía el Espíritu
en cuanto refleja allí la semejanza de la Santo comunica al hombre lo que es su-
verdad de la divina presciencia, y por perior á la facultad de la naturaleza.hu-
esto se dice espejo de la eternidad, como mana; y el hombre puede por su facultad
representando la presciencia Dios, que natural formar cualesquiera especies de
ve todas las cosas en su eternidad pre- las cosas. Luego parece que en la revela-
sencialmente, según lo dicho (C. 171, ción profética no se infunde especie al-
a. 6, al 3.°). guna de las cosas, sino solo la luz inte-
Al argumento 1.° diremos, que se dice ligible.
que los profetas ven en el libro de la Por el contrario, dícese (Os. 12,10),
presciencia de Dios, en cuanto de la yo les multipliqué visiones y por mano de
presciencia misma de Dios resulta la ver- los profetas me he hecho conocer. Mas
dad en la mente del profeta. la multiplicación de las visiones no tiene
Al 2 .° que se dice que el hombre ve en lugar según la luz inteligible, que es co-
la primera verdad la propia forma, por la mún á toda visión profética, sino solo
que existe, en cuanto se refleja la seme- según la diversidad de las especies, con-
janza de la primera verdad, por la que forme á las que es también la asimilación.
en la mente humana el alma tiene el co- Luego parece que en la revelación pro-
nocerse á sí misma. fética se imprimen nuevas- especies de las
20 CUESTIÓN CLXXIII. — ARTÍCULO II.
del Señor le guió. Así pues es evidente parece que son dichas ó hechas algunas
que la revelación profética se hace á ve- cosas, que no se dicen ó hacen, hay ena-
ces por sola la influencia de la luz, y otras jenación de los sentidos. Luego la profe-
también por especies impresas de nuevo cía siempre se hace con enajenación de
v. ordenadas de otro modo. los sentidos.
Al argumento 1.° diremos, que según 2.° Cuando una virtud se aplica muy
lo diclio á veces en la revelación profética intensamente á su operación, otra poten-
son ordenadas por Dios las especies ima- cia es abstraída de su acto, como los que
ginarias preaceptadas por los sentidos de se aplican con vehemencia á oír algo, no
un modo conveniente, para revelar la ver- perciben por la vista las cosas que están
dad, y entonces la vida anterior tiene in- ante ellos mismos. Mas en la vision pro-
fluencia sobre las mismas imágenes, mas fética el entendimiento se eleva estraor-
no cuando son impresas totalmente por dinariamente, y se preocupa en su acto.
causa estrínseca. Luego parece que esta vision tiene lugar
Al 2.° que la visión intelectual no se siempre con abstracción de los sentidos.
hace según algunas semejanzas corpora- 3.° Es imposible que la misma cosa se
les é individuales, pero sí según alguna dirija á la vez apartes opuestas; y en la
semejanza inteligible : por lo cual dice vision profética el entendimiento se di-
San Agustín (De Trin. 1. 9, c. 11), que rige principalmente á recibir de lo supe-
« el ánimo tiene alguna imagen de la es- rior: luego no puede dirigirse á la vez á
» pecie conocida », cuya imagen inteligi- las cosas sensibles; y por lo tanto pa-
ble en la revelación profética es impresa rece necesario que la revelación profé-
por Dios á veces inmediatamente, y otras tica se haga siempre con abstracción de
resulta de las formas imaginarias según la los sentidos.
ayuda de la luz profética; porque por las 4.° Por el contrario, dícese ( i Coi'. 14,
mismas formas imaginadas se ve más sutil 32), los espítus de los profetas están su-
la verdad según la ilustración de más jetos á los profetas; lo cual no podría
brillante luz. ser, si el profeta no fuera dueño de sí
Al 3.° que el hombre puede producir mismo hallándose privado del uso de los
por su virtud natural cualesquiera formas sentidos. Luego parece que la vision
imaginarias, considerando estas formas en profética no se hace con enajenación de
absoluto; mas no para ordenarlas á re- los sentidos.
presentar las verdades inteligibles supe- Conclusion. No hay enajenación de
riores á su entendimiento, pues para esto los sentidos en en el profeta [1] al repre-
es necesario el auxilio de la luz sobre- sentarse algo en su mente por especies es-
natural. . teriormente sensibles, ni es indispensa-
ble [2] cuando le ilustra la luz inteligible
ARTÍCULO I I I . — ¿ i a visión profética por medio deformas inteligibles; pero si
se produce siempre con abstracción de los [3] cuando la, revelación profética se
sentidos ? (1) realiza por formas imaginarias, para
que no se refiera á lo percibido esierior-
1.° Parece que la visión profética tiene mente por los sentidos ; en cuyo caso [4]
siempre lugar con la abstracción de los .se hace sin desarreglo natural por alguna,
sentidos; porque se dice (Num. 12, 6): causa ordenada, ya natural ó espiritual
si alguno fuere entre vosotros profeta del ó divina.
Señor, me le apareceré en visión ó le ha- Responderemos, que según lo dicho
blaré por ensueño. Mas, como dice la Glo- (a. 2) la revelación profética se hace de
sa (2) al principio del Salterio, «la vi- cuatro maneras : según el influjo de la
» sion que es por sueño y visiones tiene luz inteligible, por la inmisión de las es-
»lugar por medio de las cosas, que pare- pecies inteligibles, según la impresión, ú
» cen ser dichas ó hechas ». Pero, cuando ordenación de las formas imaginables y
(1) Es decir, de modo que el profeta nada perciba por los parte cosa á esto parecida, aunque distingue los dos modos
sentidos e s t e m o s . de profecía insinuados, á saber per visiones (como á Isaías y
(2) Manuscrita antigua, que en la moderna impresa no se Ezequiel) y per somnla (como á Daniel y Salomón;.
hallan tales palabras, ni Casiodoro dice espresamente por su
22 CUESTIÓN C L X X I I I . — A R T Í C U L O S HI Y I V .
según la espresion de las formas sensi- ó natural (como por medio del sueño)
bles. Es evidente empero que no se hace ó espiritual (como por la vehemencia de
abstracción de los sentidos, cuando se re- la contemplación), según se lee de San
presenta algo á la mente del profeta por Pedro (act. 10),-que al orar en el ce-
especies sensibles, ya formadas especial- náculo tuvo un arrobamiento de espíritu
mente para esto por Dios como la zarza ( in excessu mentís) ; 6 ya por virtud
manifestada á Moisés (Ex. 3) y la escri- divina, que lo arroba, según aquello
tura á Daniel (Dan. 5), ya también pro- (Ezech. 1, 3), fie allí sobre él la mano
ducidas por otras causas ; de modo sin del Señor.
embargo que se ordena según la Provi- Al argumento 1.° diremos, que aquella
dencia para representar algo profética- autoridad habla de los profetas, á quie-
mente, como por el arca de Noé se sig- nes se imprimían ú ordenaban formas
nificaba la Iglesia. Asimismo no es ne- imaginarias, ya durmiendo, lo que se
cesario que se produzca la enajenación significa por el sueño; ya en la vigilia,
de los sentidos esteriores, para que la lo que se significa por la visión.
mente del profeta sea ilustrada por la Al 2.° que, cuando la mente se aplica
luz inteligible 6 informada por especies en su acto á las cosas ausentes, que es-
inteligibles; puesto que en nosotros se tán distantes de los sentidos, entonces
tiene el perfecto juicio del entendimiento de la vehemencia de la intención se sigue
por la conversión á las cosas sensibles, la enajenación de los sentidos; pero,
que son los primeros principios de nues- cuando la mente se aplica en su acto á la
tro conocimiento ( 1 ) , según se lia de- disposición ó juicio de las cosas sensibles,
mostrado ( P . 1. , C. 8 4 , a. 7). Pero,
a
no es inevitable que se abstraiga de los
cuando la revelaciónprofética se verifica sentidos.
mediante formas imaginarias, es necesa- Al 3.° que el movimiento de la mente
rio que se haga abstracción de los senti- profética no es según la propia virtud,
dos, par a que tal aparición de las imáge- sino por la virtud del influjo superior : y
nes no sea referida á las cosas, que se por esto, cuando por influjo superior la
sienten • esterior mente. La abstracción mente del profeta se inclina á juzgar ó
empero de los sentidos se hace á veces disponer algo sobre las cosas sensibles,
perfectamente, de modo que el hombre no se produce la enajenación de los sen-
nada perciba por los sentidos; y otras tidos, sino solo cuando se eleva la mente
imperfectamente, es decir, que perciba á la contemplación de algunas más su-
algo por ellos, aunque no discierna las blimes.
cosas, que esteriormente percibe, de las Al 4.° que se dice que los espíritus de
que ve imaginativamente : por lo que dice los profetas están sujetos á los profetas
San Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, en cuanto á la enumeración profética,
c. 12): entonces las «imágenes de los de que allí habla el Apóstol, esto es,
» cuerpos, que se forman en el espíritu porque hablan por su propio sentido las
» son vistas, como los cuerpos mismos cosas que vieron, no con la mente pertur-
» por el cuerpo, de tal modo que á la bada, como los poseídos según dijeron
s vez distinga tanto el hombre, que tiene Priscila y Montano ( 2 ) , sino que los
3> presente ante sus ojos, como el que mismos se someten más bien en la misma
» está ausente, si bien está presente á los revelación profética al espíritu de profe-
» ojos de su espíritu ». Sin embargo tal cía, esto es, al don profetice
enajenación de los sentidos no tiene lugar
en los profetas con desorden alguno de ARTÍCULO I V . — I . o s profetas conocen
la naturaleza, como en los poseídos ó siempre l a s cosas que profetizan? (3)
furiosos, sino por alguna causa ordenada 1.° Parece que los profetas conocen
(1) No en el concepto de axiomas fundamentales de la ciencia, á Priscila ) que los profetas anunciabaan lo futuro arrobados
sino únicamente como iniciación ó punto de partida de dicho en estasis por la violencia del frenesí y el eslravío de sus
conocimiento. corazones.
(2) Tanto él como sus dos profetisas predilectas Priscila y (3) Sin cuyo requisito el profeta no lo es propia y estricta-
Maximila propalaban (juzgando sin duda por los arrebatos mente tal á j uicio del Santo Doctor angélico. Combate aquí la
diabólicos que en sí mismos esperimentaban, según hacen herética opinion de Montano mencionada en la nota prece-
notar San Agustín y San Jerónimo aunque llamando Frisca
( dente, refiriéndose a los verdaderos profetasi
CUESTIÓN CLXXIIÍ.—ARTÍCULO I V . 23
siempre las cosas que profetizan; porque, y á veces á estas tres cosas simultánea-
como dice San Agustín (sup. Gen. ad mente; otras solo á dos de ellas, y ciertas
litt. 1. 12, c. 9), « aquellos, á quienes se otras á una solamente: y sucede que
» demostraban los signos por medio de cualquiera de estas va acompañada de
» algunas imágenes de cosas corporales, algún defecto de conocimiento; porque,
» no tenían la profecía, á no ser que cuando la mente del profeta es movida
» concurriera la aplicación de la mente, para apreciar ó percibir alguna cosa, á
B para que fueran también entendidas». veces es inducido para que aprenda aque-
Pero las cosas, que son entendidas, no lla cosa; y otras para que conozca ademas
pueden ser desconocidas. Luego el pro- que le ha sido revelada por Dios. Así
feta no ignora lo que profetiza. mismo también á veces es movida la
2.° Mayor es la luz de la profecía que mente del profeta á decir alguna cosa,
la luz de la razón natural; y todo el que de modo que comprende lo que el Espí-
tiene la ciencia por la luz natural, no ig- ritu Santo quiso espresar por estas pala-
nora las cosas que sabe. Luego todo el bras, como David, que decía ( n Reg.
que por la luz profética enuncia algunas 2 3 , 2), el Espíritu del Señor habló por
cosas, no puede ignorarlas. mí. Mas á veces aquel, cuya mente es
3." L a profecía se ordena á la ilumi- movida para espresar algunas palabras,
nación de los hombres, por lo cual se no entiende lo que el Espíritu Santo se
dice (il Petr. 1, 19): tenemos la palabra propone por ellas, como se ve en Caifas
de los profetas, á la cual hacéis' bien de (Joan. 10). Igualmente también cuando
atender como á una antorcha, que luce el Espíritu Santo mueve la mente de al-
en lugar tenebroso. Pero nada puede ilu- guno á hacer algo, á veces entiende qué
minar á otros, si no está en sí iluminado. es lo que esto significa, como es noto-
Luego parece que el profeta es ilumi- rio de Jeremías, que ocultó su cinturon
nado antes, para conocer las cosas que en el Eufrates, según consta (Jerem. 13);
enuncia á los demás. mas otras veces no lo entiende, como los
Por el contrario, dícese (Joan. 11, soldados, repartiendo las vestiduras de
51): mas esto no lo dijo de sí mismo Cristo, no entendían lo que esto signifi-
(Caifas); sino que, siendo Sumo Pontí- caba. Luego, cuando alguno conoce que
fice aquel año, profetizó que Jesús había es movido por el Espíritu Santo á apre-
de morir por la nación, etc. Pero Cai- ciar ó significar algo por palabra ú obra,
fas no conoció esto. Luego no todo el que esto pertenece propiamente á la profe-
profetiza conoce las cosas que profetiza. cía (1) : mas, cuando es movida y no lo
Conclusion. Aun los verdaderos pro- conoce, no hay perfecta profecía, sino
fetas, cuya mente es movida á aprender ó cierto instinto profetice Debe saberse
espresar ó hacer algo por instinto pro fó- no obstante que, puesto que la mente del
tico, y no siempre con profecía propia- profeta es un instrumento deficiente se-
mente dicha, no conocen del todo cuanto gún lo dicho ; aun los verdaderos profe-
en sus visiones ó palabras ó hechos se tos no conocen todas las cosas, que se
propone el Espíritu Santo. propone el Espíritu Santo en sus visiones
Responderemos, que en la revelación ó palabras ó hechos.
profética es movida la mente del profeta Con lo dicho quedan contestados los
por el Espíritu Santo, como el instru- argumentos propuestos ; porque los pri-
mento deficiente respecto del agente meros razonamientos hablan de los verda-
principal. Es movida la mente del pro- deros profetas, cuya mente es ilustrada
Jeta , no solo para aprender alguna cosa, por Dios de un modo perfecto.
sino también para hablar ó hacer alqo,
(tj Recuérdese lo consignado en la nota anterior, enten- | conoce lo que v e ó dice ó hace, siéndolo solo participativa-
diéndose que no hay verdadera profecía, cuando el profeta no mente.
CUESTIÓN CLXXTV.
Division de la profecía.
1." División de la profecía en sus especies. —2.° La profecía qué es sin la visión imaginaria , es
la más principal ? —3.° Diversidad de grados de la profecía. — <l.° Moisés fue el más escelente de
los profetas? —o.° Algún comprensor puede ser profeta? — 6 . ° La profecía creció en el curso del
tiempo?
(1.) INo todo empero ; pues debe tenerse en cuenta que frecuencia v a precedida de juramento en las divinas Escri-
muchos de esos conocimientos son más bien objeto de la fe. turas.
(2) Véase lo dicho en la nota 2, página 13. (4) Más exactamente predetermina (pmiefinll).
(3) Sin intervención alguna de cousas segundas y que con
2fi
á mayor número de personas y más dis- con el auxilio empero de la divina luz.
tantes de la salud; mas en las que no se Al 4.° que la ilustración del rayo di-
buscan por sí sino por causa de otras, vino no se realiza en la presente vida
por cuanto más pocas é insignificantes sino bajo el velo de algunas imágenes;
cosas puede el agente alcanzar su inten- puesto que es connatural al hombre según
to, tanto mayor parece ser su virtud, el estado de esta vida no entender sin
como se alaba más al médico, que con imágenes. A veces sin embargo bastan
menor número de medicinas y más sua- las imágenes, que son abstraídas por los
ves (1) puede sanar al enfermo. La vi- sentidos de algún modo común, y no se
sión imaginaria empero no se requiere exige alguna visión imaginaria propor-
propter se en el conocimiento profético, cionada por Dios ; y así se dice que la
sino por causa de la manifestación de la revelación profética se hace sin la visión
verdad inteligible : y por esto tanto más imaginaria.
principal es la profecía, cuanto menos
necesita de ella. ARTÍCULO I I I . — ¿Pueden distinguir-
Al 3.° que nada impide que algo sea s e los grados de la profecía s e g ú n la visión
mejor en absoluto, y reciba no obstante imaginaria ?
en una acepción menos propia cierto
predicado ; como el conocimiento de la l.° Parece que no pueden distinguirse
patria es más noble que el de este mun- los grados de la profecía según la visión
do: el cual sin embargo se dice más pro- imaginaria : porque el grado de una cosa
piamente fe, puesto que la palabra fe im- no se considera según lo que ella es por
plica imperfección del conocimiento. Asi- causa de otra, sino según lo que es per
mismo la profecía importa cierta oscuri- se ; mas en la profecía se requiere la vi-
dad y alejamiento de la verdad inteligi- sión intelectual por causa de ella misma,
ble (2); y por esto más propiamente se y la visión imaginaria por causa de otra
dicen profetas los que ven por la visión cosa, como se ha dicho (a. 2, al 2.°).
imaginaria, aunque aquella profecía sea Luego parece que los grados de la profe-
más noble que la que es por la visión in- cía no se distinguen según la visión ima-
telectual ; con tal que la verdad revelada ginaria, sino solo según la intelectual.
sea la misma en una y otra. Pero, si es 2.° A un solo profeta parece pertene-
infundida por Dios á alguno la luz inte- cer un solo grado de profecía. Pero á uu
lectual, no para conocer algunas cosas solo profeta se le hace revelación según
sobrenaturales, sino para juzgar según la las diversas visiones imaginarias. Luego
certeza de la verdad divina las cosas, la diversidad de la visión imaginaria no
que pueden ser conocidas por la humana; diversifica los grados de la profecía.
así tal profecía intelectual es inferior á la 3.° Según la Glosa (Casiod. 1 sup. pro-
que tiene, lugar con la visión imaginaria, log. Hieron. in Psal.) en el principio del
que conduce á la verdad sobrenatural, de Salterio la profecía consiste en dichos y
cuyo modo tuvieron la profecía todos hechos, y en el sueño y la visión. Luego
aquellos, que se enumeran en el orden de no deben distinguirse más bien los grados
los profetas : quienes también se dicen de profecía según la visión imaginaria, á
por esto especialmente profetas, porque la que pertenece la visión y el sueño, que
ejercían ministerio profético; por lo cual según los dichos y hechos.
hablaban en nombre de Dios diciendo al Por el contrario, el medio diversifica
pueblo, hcec dicit Dominus, lo que no los grados del conocimiento; como la
hacían los que escribieron los libros san- ciencia propter quid es más elevada, por-
tos , la mayor parte de los cuales habla- que existe por un medio más noble, qué la
ban casi siempre de las cosas que pueden ciencia quia est (3) ó también que la opi-
conocerse por la razón humana, no en nión. Pero la visión imaginaria en el
nombre de Dios, sino en el suyo propio, conocimiento profético es como cierto me-
(1) Leniorá ó letllentia, calmantes ó (según hoy dicen} anes- dudablemente verdadero profeta, aunque veía con plenísima
tésicas, es decir, que mitigan el dolor ó ío hacen cesar. claridad todo cuanto anunciaba.
(2) Sin que por esto se entienda ser de esencia de la pro- (3) Ciencia propter quid es la llamada también (¡ príor/j y
fecía ese conocimiento como enigmático ¡ pues Cristo, fue ii>- guia est viene á sef como a posterior!.
át? CUESTIÓN CLXXIV.--ARTÍCULO III.
dio. Luego los grados de la profecía de- alma del hombre abstraído de las cosas
ben distinguirse según la visión imaginaria. sencillas durante el sueño ; 2." diversifí-
Conclusión. Los grados de la profecía canse los grados de profecía en cuanto á
propiamente dicha se distinguen según la la espresion de los signos por los que se
visión imaginaria. espresa la verdad inteligible. Y, puesto
Responderemos, que según lo dicto que los signos más espresivos de la ver-
(C. 173, a. 2) la profecía, en la que es dad inteligible son las palabras, hé aquí
revelada mediante la luz inteligible al- porqué parece ser más elevado el grado
guna verdad sobrenatural por la visión de profecía, cuando el profeta oye las
imaginaria, ocupa el grado medio entre palabras, que espresan la verdad inteli-
aquella profecía en la que es revelada la gible, ya en la vigilia, ya durmiendo,
verdad sobrenatural sin la visión imagi- que cuando ve algunas cosas significati-
naria y aquella en que por la luz inteli- vas de la verdad, como las siete espigas
gible sin visión imaginaria es dirigido el llenas significan los siete años de abun-
hombre á conocer ó hacer las cosas que dancia (Gren. 41); en cuyos singos también
pertenecen á la vida humana. Pero es la profecía parece ser tanto más elevada,
más propio de la profecía el conocimiento cuanto son más espresivos, como cuando
que la operación; y por esto el ínfimo Jeremías vio el incendio de la ciudad
grado de la profecía es cuando alguno es bajo la imagen de una olla encendida,
movido por un instinto interior á hacer como se dice ( Jerem. 1) ; 3.° muéstrase
algo esteriormente, como se dice de ser más elevado el grado de profecía,
Sansón (Judie. 15, 14) que entró en cuando el profeta no solo ve los signos
él el Espíritu del Señor, y como suele de las palabras ó de los hechos, sino que
consumirse el lino al olor del fuego, del también ve ya en la vigilia ya en el sue-
mismo modo rompió y deshizo las ligadu- ño á alguno que le habla ó que le de-
ras con que estaba atado. El segundo muestra algo; porque por esto se mani-
grado de profecía es cuando alguno es fiesta que la mente del profeta se apro-
ilustrado por una luz interior para cono- xima más á la causa, que revela la
cer algunas cosas, que sin embargo no profecía; 4." puede considerarse la su-
esceden los límites del conocimiento na- perioridad del grado profético por la con-
tural, como se dice de Salomón ( n i Reg. dición del que es visto, porque más alto
4 , 32) que pronunció parábolas y dis- grado de profecía es si el que habla ó
putó de los árboles desde el cedro, que manifiesta es visto en la vigilia ó en el
está sobre el Líbano, hasta el hysopo, que sueño bajo la forma de ángel, que si lo
salé de la pared ; y trató de los animales es bajo la de hombre ; y aún más elevada
y de las aves y de los reptiles y de los si es visto en el sueño ó en la vigilia bajo
peces; y todo esto fue por inspiración la representación de Dios, según aquello
divina, pues se dice anteriormente : dio (Is. 6,1), vi al Señor sentado. Mas sobre
Dios la sabiduría á Salomón y una pru- todos estos grados está el tercer gé-
dencia estremada. Estos dos grados em- nero de profecía, en el que se manifiesta
pero son inferiores á la profecía propia- la verdad inteligible y sobrenatural sin
mente dicha, puesto que no llegan hasta la visión imaginaria, la que no obstante
la verdad sobrenatural. Mas aquella pro- escede á la razón de la profecía propia-
fecía, en la que se manifiesta la ver- mente dicha, según lo espuesto (a. 2,
dad sobrenatural por la visión imagi- al 3.°). Por lo tanto dedúcese que los
naria, se diversifica 1." según la dife- grados de la profecía propiamente dicha
rencia que hay entre el sueño, que se se distinguen según la visión imagina-
produce durmiendo, y la visión, que se ria (1).
produce durante la vigilia, lo cual per- Al argumento 1.° diremos, que la dis-
tenece al más alto grado de la profe- creción de la luz inteligible no puede ser
cía ; porque parece ser mayor la fuerza conocida por nosotros sino según que es
de la luz profética del que ocupado du- juzgada por algunos signos imaginarios ó
rante la vigilia en las cosas sencillas se sensibles ; y por esto la diversidad de la
abstrae de ellas y se eleva á las sobrena-
turales, que aquella que encuentra el ( i j Por cuanto á causa de la condición humana no tiene,
lugar sin algún auxilio de i m á g e n e s , según advierte Silvio
CUESTIÓN C L X X I V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 29
luz intelectual se aprecia según la diver- Por él contrario, dícese (Deut. ult. 10): •
sidad de las imágenes. y de allí adelante no se levantó en Israel
Al2.°que según lo dicho (C. 171, a. 2) un profeta como Moisés.
la profecía no tiene lugar al modo de C o n c l u s i ó n . Moisés fue en abso-
hábito inmanente, sino más bien á la luto mayor que todos los demás profe-
manera de pasión transeúnte. Por lo tan- tas (5), aun cuando en algún concepto
to no hay inconveniente en que á un solo puedan considerarse superiores á él algu-
y mismo profeta le sea hecha la revela- nos otros.
ción profética varias veces según diver- Responderemos que, aunque respecto
sos grados. de algo algún otro de los profetas fuese
Al 3.° que los dichos ó hechos, de que mayor que Moisés, sin embargo en abso-
allí se hace mención, no pertenecen á la luto Moisés fue mayor que todos los de-
revelación de la profecía, sino á la mani- mas : porque en la profecía, según resul-
festación, que se hace según la disposi- ta de lo dicho (a. 3 ; y a. 1, C. 171), se
ción de aquellos, á quienes se descubre considera el conocimiento tanto según la
lo que ha sido revelado al profeta ; y esto visión intelectual como según la visión
se hace á veces por palabras y otras por imaginaria, y la manifestación y confir-
hechos (1). Mas la manifestación y la mación por medio de los milagros. Moisés
operación de los milagros se refiere con- fue pues más escelente que los otros 1.°
siguientemente á la profecía, según lo en cuanto ala visión intelectual, porque
dicho (C. 171, a. 1). vio la esencia misma de Dios (6), como
San Pablo en el arrobamiento, según dice
ARTÍCULO I V . — Moisés fue más e s c e - San Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12,
Icntc que todos los profetas ? (2) c. 2 7 ) ; por lo cual se dice (Num. 12, 8)
que claramente y no por enigmas vio al
1.° Parece que Moisés no fue el más Señor; 2.° en cuanto á la visión imagi-
escelente de todos los profetas ; porque naria, que tenía como á su arbitrio, no
dice la Glosa (3) al principio del Sal- solamente oyendo las palabras, sino tam-
terio que « David se dice el profeta por bién viendo al que le hablaba con repre-
» escelencia ». Luego Moisés no fue el sentación de Dios ; y no solo durmiendo
más escelente de todos. sino también despierto, por lo que se
2.° Mayores milagros fueron hechos dice (Exod. 33, 11 ); y el Señor habla-
por Josué, que hizo parar el sol y la ba á Moisés cara á cara, como suele un
luna, como consta (Jos. 10), y por Isaías, hombre hablar á su amigo ; 3.° en cuan-
que hizo retroceder al sol (Is. 38), que to á la manifestación, porque hablaba á
por Moisés que dividió (las aguas) del todo el pueblo de los fieles en nombre de
Mar rojo; y asimismo por Elias, de quien Dios, como proponiendo de nuevo la ley,
se dice (Eccli. 48, 4) ¿quién otro puede mientras que los otros profetas hablaban
gloriarse como tú que sacaste á un
s
al pueblo en nombre de Dios, como indu-
muerto del infierno? (4). Luego Moisés ciendo á la observancia de la ley de
no fue el más escelente de los profetas. Moisés, según aquello (Malach. 4, 4),
3.° Dícese (Matth. 11, 11) que entre acordaos de la ley de Moisés mi siervo;
los nacidos de mujeres no se levantó ma- 4.° respecto á la operación de los mila-
yor que Juan el Bautista. Luego Moisés gros , que hizo á la vista de todo el pue-
no fue el más escelente de todos los pro- blo de los infieles; por lo que se dice
fetas. (Deut. ult. 10), y de allí adelante no se
(1) Pudiendo según eslo distinguirse profecías más ó menos Profeta sin nombre adjunto ni otro aditamento se entiende
perfectas, s e g ú n que las palabras ó hechos sean más ó menos precisamente David.
claros y terminantes. /4) Ab inferís, del sepulcro ó de las entrañas d é l a tierra,
. (2) Esta comparación debe entenderse únicamente respecto por lo que añade el testo bíblico y del poder de la muerte.
de los profetas d o l ^ n l i g u o Testamento, según se colige de la (5) Del antiguo Testamento según lo dicho en la nota 2.
solución al arg. 3.° Refútase aquí la herejía de Adelfio, quien (ü) Aunque de algunos otros profetas se lee también que
pretendía que « las profecías debían llamarse sueños fantás- vieron al Señor cara á cara y que hablaron familiarmente con
» ticos », y la de Hermán Rissuich, según el cual « Moisés no é l ; ninguno empero conversaba con Dios como Moisés ordi-
luc suscitado por Dios, y si malo y estúpido, ni recibió de él naria y casi habitualmcntc. Lo cual dejie entenderse, no en la
» visiblemente la l e y , ni le habló cara á cara». propia esencia divina, sino en formas visibles y corpóreas,
(3) Manuscrita antigua, en la que se dice ademas que por conforme á lo espueslo en la P. l."-2.* C. 9S, a. 3 , al 2.*
30 C U E S T I Ó N C L X X I V . — - A R T Í C U L O S IV Y V .
levantó en Israel un profeta como Moisés, después de la muerte pueden decirse pro-
á quien el Señor conociese cara á cara fetas.
en toda suerte de señales y portentos, como Por el contrario, ( n Petr. 1 , 19) la
los que por su misión hizo en tierra de palabra profética es comparada á una an-
Egypto á Faraón y á todos sus siervos y torcha que luce en lugar tenebroso. Pero
á toda la tierra de él. entre los bienaventurados no hay oscuri-
Al argumento 1.° diremos, que la pro- dad alguna. Luego no pueden decirse
fecía de David toca de cerca á la de profetas.
Moisés en cuanto á la visión intelectual, Conclusión. De ningún modo, es de-
puesto que uno y otro recibieron la reve- cir, ni por parte del conocimiento ni del
lación de la verdad inteligible y sobre- que conoce, pueden decirse profetas los
natural sin la visión imaginaria; mas la bienaventurados, que ven la verdad en sí
visión de Moisés fue más escelente en misma y no de lejos.
cuanto al conocimiento de la divinidad, Responderemos, que la profecía im-
y David conoció y espresó más plena- porta cierta visión de alguna verdad so-
mente los misterios de la Encarnación brenatural, como existente lejos, lo cual
de Cristo. tiene lugar de dos modos: 1.° de parte
Al 2.° que los signos de aquellos pro- del conocimiento mismo, porque la verdad
fetas fueron mayores según la sustancia sobrenatural no es conocida en sí misma,
del hecho; y no obstante los milagros de sino en algunos de sus efectos ; y aún es-
Moisés fueron mayores según el modo de tará más distante, si esto se verifica por
hacerlos, porque fueron hechos á todo el las figuras de cosas corporales que por
pueblo. los efectos inteligibles; y tal es sobre
Al 3.° que Juan pertenece al nuevo todo la visión profética, que se realiza
Testamento, cuyos ministros son preferi- por figuras y semejanzas de las cosas cor-
dos aun al mismo Moisés, porque vieron porales; 2.° la visión está lejos de parte
la verdad más de cerca y más claramen- del mismo vidente, porque no ha conse-
t e , como consta ( n Cor. 3). guido totalmente su última perfección,
según aquello ( n Cor. 5, 6), mientras
A R T Í C U L O V . — Hay también algún estamos en el cuerpo, vivimos ausentex
grado de profecía en los bienaventurados? del Señor. De ninguno de estos dos mo-
dos los bienaventurados están lejos (de
l.° Parece que hay también algún esta visión), por lo que no pueden decirse
grado de profecía en los bienaventurados: profetas.
porque Moisés, según se ha dicho (a. 4), Al argumento 1.° diremos, que aquella
vio la esencia divina; y no obstante tam- visión de Moisés fue pasajera á modo de
bién se dice profeta. Luego por igual ra- pasión, no permanente á la manera de la
zón los bienaventurados pueden decirse bienaventuranza; por lo cual aún era vi-
profetas. dente de lejos, y en este concepto tal vi-
2.° L a profecía es una divina revela- sión no pierde la razón de profecía.
ción; y las divinas revelaciones se hacen Al 2.° que á los ángeles se hace la
también á los ángeles bienaventurados: revelación divina, no como existentes le-
luego también los ángeles bienaventura- jos de ella, sino como unidos ya total-
dos pueden decirse profetas. mente á Dios; por cuyo motivo tal reve-
3.° Cristo fue comprensor desde el lación no tiene carácter de profecía.
instante de su concepción, y sin embargo Al 3.° que Cristo era á la vez com-
él mismo se llama profeta(Matth. 13, 57), prensor y viador; y así es que en cuanto
donde dice,?io hay profeta sin honra sino era comprehensor, no le compete la razón
en su patria. Luego aun los compren- de profecía, sino solo en el concepto de
sores y los bienaventurados pueden de- viador.
cirse profetas. Al 4.° que Samuel aún no había lle-
4.° Dícese de Samuel (Eccli. 4 6 , 23), .gado al estado de beatitud: por consi-
alzó su voz desde la tierra, profetizando guiente, aun suponiendo que según la
que sería destruida, la, impiedad de la na- voluntad de Dios el alma de Samuel pre-
ción. Luego por igual razón otros Santos dijera á Saúl el éxito de la guerra según
CUESTIÓN CLXXIV. — ARTÍCULOS V Y IV. 31
lla haberse escritos libros de profetas an- Cristo, según aquello (Joan. 14,1), creéis
tes del tiempo de Isaías, á quien se dijo en Dios, creed también en mí. Si pues
(Is. 8, 1) : tómate un libro grande y es- hablamos de la profecía, en cuanto se or-
cribe en él con estilo de hombre; después dena á la fe de la deidad, creció según
de cuyo tiempo muchos profetas escribie- tres distinciones de los tiempos, á saber,
ron sus profecías.. Luego parece que se- antes de la ley, bajo la ley y bajo la gra-
(1) Véase lo dicho acerca de esto en la P. 1." C. Sil, a. 8 al progresivamente más claras y perfectas, á medida que se
I o
y al 2.° y su nota 2 ( tomo 1." página 735 ). aproximaban al advenimiento del Mesías.
(2) Lo que aquí se investiga es si las profecías ihan siendo
32 CUESTIÓN CLXXIV.—ARTÌCOLO VI.
CUESTIÓN CLXXV.
Del rapto m.
l.° Elalmadel hombre es arrebatada hacia las cosas divinas ? — El rapto pertenece a la potencia
cognoscitiva, ó á la apetitiva? —3." San Pablo en su rapto vio la esencia de Dios? —4.° Fueenajenado
de los sentidos? — 5." En aquel estado el alma fue separada totalmente del cuerpo?—6.° Qué s u p o y
qué ignoró acerca de esto ?
ARTÍCULO I. — El olma del hombre es arrebatada por Dios hacia las cosas di-
arrebatada hacia las cosas divinas ? vinas.
3.° El rapto lleva consigo cierta vio-
1.° Parece que el alma del hombre no lencia; y Dios no nos gobierna por la
es arrebatada hacia lo divino : porque el violencia y la coacción, como dice el
rapto ó arrobamiento se define por al- Damasceno (De orth. fid. 1. 2, c. 30).
gunos « la elevación por una fuerza de Luego la mente del hombre no es arre-
» naturaleza superior de lo que es con- batada hacia las cosas divinas.
»forme á la naturaleza á lo que está Por el contrario, dice el Apóstol ( n
i> sobre ella »; y es conforme á la natu- Cor.. 12, 2 ) , conozco á.un hombre en
raleza del hombre el que sea elevado á Cristo, que fué arrebatado hasta el tercer
las cosas divinas, pues dice San Agustín cielo; sobre lo cual dice la Glosa (ord.
(Confess.) : « nos hiciste, Señor, para Petri Lombardi) : « arrebatado, esto es,
» t í , y nuestro corazón está inquieto, » elevado contra la naturaleza. »
» hasta que descanse en tí ». Luego el Conclusión. El rapto ó arrobamiento
alma del hombre no es arrebatada á las del alma humana tiene lugar impropia-
cosas divinas. s mente por su abstracción de lo sensible
2.° Dice San Dionisio (De div. nom. aun á lo que la es natural pero sin su
c 8 , lect. 4 : y c. 9, lect. 4) que « la propio intento ; y propiamente siendo ele-
ajusticia de Dios se considera en que vada por el divino Espíritu á lo sobrena-
» distribuye á todos los seres lo que les tural con enajenación de los sentidos.
» conviene según su modo y dignidad». Responderemos, que el rapto lleva
Pero el que alguno se eleve sobre lo que consigo cierta violencia, como se ha dicho
es conforme á la naturaleza no pertenece (arg. 3.°); « y se dice violento lo que
al modo ó dignidad del hombre. Luego »tiene su principió fuera de sí, de suerte
parece que la mente del hombre no es » que el que es objeto de la coacción en
(1J Act. 11, 2 8 ; y 21, 41. « elevación de lo que es según la naturaleza á lo que la es
(2) En el sentido en que aquí se loma puede definirse . » superior por virtud de superior naturaleza «.
SUMA. TEOLÓGICA . — TOMO IV.
34 CUESTIÓN C L X X V . — ARTÍCULOS I Y II.
» nada contribuye á ella, según se dice contra su propósito : mas no .se toma así
(Ethic. 1. 3 , c. 1). Cada ser contribuye en su sentido propio.
al acto hacia el cual tiende según su pro- Al argumento 1.° diremos, que es na-
pia inclinación ó voluntaria ó natural; y tural al hombre dirigirse á las cosas di-
por lo tanto es menester que el que es vinas por la aprensión de las sensibles,
arrebatado por una causa esterior lo sea según aquello (Rom. 1, 20), las cosas de
hacia algo diverso de aquello á que tiende él invisibles se ven después de la creación
su inclinación, cuya diversidad se consi- del mundo, considerándolas por las obras
dera de dos modos : 1.°, en cuanto al fin criadas. Pero el modo de elevarse alguno
de la inclinación, como si una piedra, que á las cosas divinas con abstracción de los
naturalmente se inclina á caer hacia abajo, sentidos no es natural al hombre.
se arroja á lo alto ; 2.° en cuanto al modo Al 2.° que al modo y dignidad del
de dirigirse, como si una piedra cae con hombre pertenece el ser elevado á lo di-
más rapidez que la que tiene por su movi- vino, por lo mismo que ha sido hecho á
miento natural.-Así pues también el alma imagen de Dios. Y , puesto que el bien
humana se dice ser arrebatada, hacia lo divino escede infinitamente á la facultad
que está fuera de su naturaleza; 1.° en humana, necesita el hombre ser ayudado
cuanto al término del rapto, como cuan- sobrenaturalmente para obtener este bien,
do es arrebatada á los suplicios, según lo cual se realiza por cualquier beneficio
estas palabras (Ps. 49, 22), no sea que de la gracia. Por consiguiente la eleva-
os arrebate, y no haya quien os libre; ción del alma á Dios por medio del rapto
2.° en cuanto al modo connatural al hom- no es contraria á su naturaleza, sino su-
. b r e , que consiste en entender la ver- perior á la facultad de esta.
dad por las cosas sensibles; y por esto, Al 3.° que las palabras del Damasce-
cuando es abstraída de la. aprensión de no deben entenderse en cuanto á las co-
las cosas sensibles, se dice ser arrebatada, sas que han de hacerse por el hombre;
aunque se eleve á cosas, á que natural- mas en cuanto á las que esceden la fa-
mente se ordena, con tal que esto no se cultad del libre arbitrio es necesario que
realice por propia intención; como suce- el hombre sea elevado á ellas por cierta
de en el sueño, que es conforme á la na- operación más fuerte ; la cual puede de-
turaleza, por cuya razón no puede lla- cirse en cuanto á'algo coacción, estoes,
marse propiamente rapto. Esta abstrac- si se considera el modo de la operación:
ción, cualquiera que sea su objeto, puede mas no, si se atiende al término de la
provenir de tres causas : 1. de causa a
operación, al cual se ordenan la natura-
corporal, como sucede en los que su- leza é intención del hombre.
fren enajenación por alguna enfermedad;
2. de la virtud de los demonios, como
a
(1) Que puede ser como espontánea en virtud de la propia violencia alguna estraña, cual se supone acompaña siempre
y natural volubilidad del alma, que no la permite persistir al rapto.
.largo tiempo, en ^.n i ^ s n i o intento ó consideración; pero sin
CUESTIÓN CLXXV ARTÍCULO II. 35
» za; pero San Pedro, á quien libertó el apetito se aficiona á algo con vehemencia,
» ángel arrebatado en estasis, no estuvo puede suceder que la violencia del afecto
» fuera de sí, sino sobre sí mismo ». Pero enajene al hombre de todas las demás co-
el hijo pródigo cayó por su voluntad en sas. Tiene también el afecto en la potencia
el fondo del abismo. Luego también aque- apetitiva, esto es, cuando alguno se de-
llos, que son arrebatados á las cosas supe- leita en las cosas, á que es arrebatado:
riores , sufren esto por afecto. por cuya razón el Apóstol dijo haber
3.° Sobre aquello (Ps. 30, 1), en tí, sido arrebatado no solamente al tercer
Señor, esperé, no quedaré jamás confuso, cielo, lo cual pertenece á la contempla-
dice la Glosa (interl. Aug. ) : « el ésta- ción del entendimiento, sino también al
» sis en griego se llama en latín excessus paraíso, lo cual pertenece al afecto.
» mentís, y se produce de dos maneras, Al argumento 1.° diremos, que el rapto
» ya por temor de las cosas terrenas, ya añade algo al estasis : porque este im-
» por el arrobamiento del espíritu hacia porta simplemente el transporte fuera do
y> las cosas celestiales y con olvido de las sí, es decir, colocarse fuera de su ordena-
»inferiores ». Pero el temor de las cosas ción ; mientras que el rapto añade á esto
terrenas pertenece al afecto. Luego tam- cierta violencia. Puede pues el estasis
bién el rapto de la mente á las cosas su- pertenecer á la potencia apetitiva, como
premas, que se mira como opuesto, per- cuando el apetito de alguno se dirige á
tenece al afecto. las cosas, que están fuera de sí mismo;
Por el contrario, á propósito de lo que y en este sentido dice San Dionisio que
se lee (Ps. 115), yo dije en mi enajena- el amor divino produce el estasis, esto es,
ción, todo hombre es mentiroso, dice la en cuanto hace que el apetito del hombre
Glosa (Ord. Aug.): « se dice aquí estasis, tienda hacia las cosas amadas; por lo que
» cuando la mente se enajena, no por te- después añade que « aun el mismo Dios,
» mor, sino que se eleva á lo alto por al- » que es causa de todos los seres, se sale
» gima inspiración de revelación». Es así » fuera de sí por esceso de su amor ó bon-
que la revelación pertenece á la potencia » dad, estendiendo su Providencia á todas
intelectiva. Luego también el estasis ó el »las cosas existentes ». Por otra parte,
rapto. aunque esto se dijera espresamente del
Conclusión. Propiamente hablando [1] rapto, no se designaría por ello sino que
el rapto no puede pertenecer á la poten- el amor era su causa.
cia apetitiva sino á la cognoscitiva; aun- Al 2.° que hay en el hombre dos clases
que [2] su-causa puede radicar en la de apetito, á saber, el intelectivo-, que se
apetitiva por razón del afecto ó delecta- llama voluntad, y el sensitivo, que se de-
ción adjunta. nomina sensualidad. Ahora bien : es pro-
Responderemos, que podemos hablar pio del hombre que el apetito inferior se
del rapto de dos modos : 1.° en cuanto á someta al superior, y que este mueva al
aquello á que alguno es arrebatado, y de inferior. Luego el hombre puede salir
este modo, propiamente hablando, el rapto fuera de sí relativamente al apetito de
no puede pertenecer á la potencia apetiti- dos modos : 1.° cuando el apetito intelec-
va, sino solamente á la cognoscitiva; por- tivo tiende totalmente á las cosas divi-
que se ha dicho (a. 1) que el rapto está nas, dejando á un lado aquellas, á que le
fuera de la propia inclinación del que es inclina el apetito sensitivo; y así San
arrebatado, y el mismo movimiento de la Dionisio dice (De div. nom. c. 4, ibid.)
virtud apetitiva es cierta inclinación al que «San Pablo, arrebatado en estasis
bien apetecible; por lo que propiamente » por la virtud del amor divino, dice :
Iiablando, por apetecer el hombre algo, » vivo yo, ya no yo, sino Cristo es quien
ao es arrebatado, sino que se mueve per » vive en mí»; 2.° cuando, dejando á un
ie; 2.° puede ser considerado el rapto en lado el apetito superior, es llevado el
iuanto á su causa, y en este concepto hombre por completo á las cosas, que
mede estar su causa de parte de la virtud pertenecen al apetito inferior, y de este
ipetitiva (1): porque, por lo mismo que el modo « aquel que apacentó puercos cayó
»bajo de sí mismo »; y este esceso ó es-
(1) El amor, el goce y la delectación pueden ser causa del
apto; pero á veces son sus efectos.
tasis más se aproxima al concepto del
36 CUESTIÓN C L X X V . — ARTÍCULOS II Y III.
rapto que el primero, puesto que el ape- consta ser falso. Luego San Pablo en el
tito superior es más propio del hombre. rapto no vio la esencia de Dios.
Por consiguiente, cuando el,hombre se 3.° La fe y la esperanza no pueden
abstrae por la violencia del apetito infe- existir á la vez con la visión de la divina
rior del movimiento del apetito superior, esencia, según consta (i Cor. 13); y San
apártase más de lo que le es propio. Sin Pablo en aquel estado tuvo fe y esperan-
embargo, como no hay allí violencia, por- za : luego no vio la esencia de Dios.
que la voluntad puede resistir á la pasión, 4.° Como dice San Agustín (sup. Gen.
falta la verdadera razón del rapto; á me- ad litt. 1. 12, c. 6 y 7), «según la visión
nos que la pasión sea tan vehemente que »imaginaria se ven ciertas semejanzas de
quite del todo el uso de la razón, como »los cuerpos ». Pero se dice haber visto
sucede en los que enloquecen por la ve- San Pablo en su rapto ciertas semejan-
hemencia de la ira ó del amor. Es de con- zas, v. gr., del tercer cielo y del paraíso,
siderarse empero que estos dos estasis, como consta ( n Cor. 12). Luego parece
que existen con relación al apetito, pue- haber sido arrebatado á la visión imagi-
den el uno y el otro producir el de la vir- naria más bien que á la visión de la di-
tud cognoscitiva; ya porque la mente sea vina esencia.
arrebatada á las cosas inteligibles, enaje- Por el contrario, San Agustín dice
nada de los sentidos; ya porque sea arre- (Epist. ad Paulinam 147 ó 112, c. 13)
batada á alguna visión imaginaria ó apa- que «la sustancia misma de Dios pudo
rición fantástica. » ser vista por algunos, que vivían en el
Al 3.° que, así como el amor es el mo- » mundo,-como por Moisés y San Pablo,'
vimiento del apetito respecto del bien, » que en su rapto oyó palabras inefables,
así el temor lo es respecto del mal. De » que no es permitido al hombre hablar».
consiguiente por igual razón puede re- C o n c l u s i ó n . Es lo más conveniente
sultar del uno y del otro el esceso de la afirmar que San Pablo en su rapto vio
mente, sobre todo siendo el temor cau- la divina esencia.
sado por el amor, como dice San Agustín Responderemos, que algunos (2) dije-
(De civ. Dei, 1. 14, c. 7 y 9) (1). ron que San Pablo en el rapto no había
visto la misma esencia de Dios, sino cier-
ARTÍCULO I I I . — v i o s a n rubio en su to resplandor de su claridad. Pero San
rapto la e s e n c i a de Dios ? Agustín establece abiertamente lo con-
trario, no solo en el libro De vid. Deum
1.° Parece que San Pablo no vio en su (ibid.), sino también super Gen. ad litt.
rapto la esencia de Dios : porque, así 1. 12, c. 28, y consta en la Glosa (ord.
como se lee de San Pablo que fue arre- sup. ilhid,usque ad tertium ccelum, II Cor.
batado hasta el tercer cielo, así también 12), y las palabras mismas del Apóstol
de San Pedro (Act. 10,10) que fe sobre- lo confirman; pues dice « haber oido pa-
vino un esceso de espíritu; pero San Pe- y> labras inefables, que no es lícito al hom-
dro en su esceso. no vio la esencia de » bre hablar». Mas tales cosas parecen
Dios, sino cierta visión imaginaria. Luego ser las que pertenecen á la visión de los
parece que ni San Pablo vio la esencia bienaventurados, que escede al estado de
de Dios. la presente vida, según aquello (Is. 64, 4):
2.° La visión de Dios hace al hombre ojo no vio, salto tú, ó Dios, lo que has
bienaventurado. Pero San Pablo en aquel preparado para los que te aman. Y por
rapto no fue bienaventurado; de otro eso se dice más convenientemente que vio
modo jamas hubiera vuelto á la miseria á Dios por esencia (3).
de esta vida, sino que su cuerpo hubiera Al argumento 1.° diremos, que la mente
sido glorificado por la abundancia de la humana es arrebatada por Dios para
gloria de su alma, como lo será en los contemplar la verdad de tres modos :
santos después de la resurrección: lo cual •1.° para que la contemple por ciertas
{1J Donde llama temor al amor mismo sustrayéndose á lo c. 38, y hom. S in Ezech.) y San León (serm. De trtimfigural.).
que le contraría. ('¿) « Salvo el respeto profundísimo que debemos á nuestro
(2) Entro ellos San Ambrosio {De fi.de. 1. S, c. ult.), San Ci- Doctor, dice espresamentc Silvio, parécenos más probable l:i
rilo (1. 1, in Joan. c. 22, y 1. 4, c. 8), San Gregorio (Moral. 1.18, opinión contraria... ».
ARTÍCULOS III Y ÍV. 31
semejanzas imaginarias, y tal fue el es- da á entender que Dios le mostró la vida,
ceso de la mente que embargó á San en la que ha de ser visto eternamente.
Pedro ; 2.° para que la contemple por 2.° Por el tercer cielo puede entenderse
efectos inteligibles, como fue el rapto de alguna visión sobremundana, y puede
David, que dice (Ps. 115 , 2 ) , Ego di.vi decirse tercer cielo por tres razones: 1. a
in excessu meo, omnis horno mendax ; 3.° según el orden de las potencias cognosci-
para que la contemple en su esencia, y tivas ; de modo que se diga primer cielo
tal fue el rapto de San Pablo y también la visión sobremundana corporal, que
el de Moisés; y esto de un modo conve- tiene lugar por el sentido, como fue vista
niente : porque, así como Moisés fue el por Daniel la mano que escribía en la
primer doctor de los judíos, así San Pa- pared (Dan. 5) ; y el segundo cielo es .
blo fue el primer doctor de las gentes. la visión imaginaria, como la que vio
Al 2.° que la divina esencia no puede Isaías y San Juan en el Apocalipsis, y
ser vista por el entendimiento creado, el tercer cielo la visión intelectual, como
sino por medio de la luz de la gloria, de espone San Agustín (sup. Gen. ad litt.
la que se dice ( P s . 35, 10),por tu lum- 1. 12, c. 28) ; 2. puede decirse tercer
a
bre veremos la lumbre, y de esta luz se cielo según el orden de las cosas cognos-
puede participar de dos modos: 1 á la cibles , llamándose primer cielo el cono-
manera de forma inmanente, y así hace cimiento de los cuerpos celestes, el 2.° el
bienaventurados á los santos en el cielo; de los espíritus celestiales, y 3.° el cono-
2.° á modo de cierta pasión transitoria, cimiento del mismo Dios ; 3. puede de-
a
tampoco fue necesario que en San Pablo del alma se concentre allí, de modo que
se verificase esta abstracción para ver la ninguna otra cosa entienda de las imáge-
esencia de Dios. nes, sino que sea llevada totalmente á
3." San Pablo, después de haber visto Dios. Luego es imposible que el hombre
á Dios por esencia, recordó aquellas co- en el estado de viador vea á Dios por
sas que había, visto en esta visión; por lo esencia sin abstracción de los sentidos (1).
cual decía ( i i Cor. 12, 4 ) , oí palabras Al argumento 1.° diremos, que según
secretas, que al hombre no es lícito ha- lo dicho (a.'3, al 2.°) después de la re-
blar. Pero la memoria pertenece á la surrección habrá en los bienaventurados,
parte sensitiva, como se ve (De mem. et que verán la esencia de Dios, una super-
remin. c. 1). Luego parece que también abundancia de gloria, que refluirá del
San Pablo, viendo la esencia de Dios, no entendimiento á las potencias inferiores
estuvo enajenado délos sentidos. y hasta el cuerpo ; por lo que según la
Por el- contrario, dice San Agustín misma regla de la visión divina el alma
(sup. Gen ad litt. 1. 12, c. 2 7 ) : «en atenderá á las imágenes y cosas sensi-
» esta vida nadie es arrobado á esta vi- bles. Mas tal abundancia de gloria no
y> sion, á menos que uno muera de cierto tiene lugar en los que son arrebatados,
» modo, ya sea que el alma salga to- como se ha dicho (a. 3 , al 2.°). Por lo
»talmente del cuerpo, ó se halle pri- que no hay paridad.
» vada ó separada del uso de los sentidos Al 2.° que el entendimiento del alma
» carnales ». de Cristo estaba glorificado por la luz
Conclusión. Es imposible que el hom- habitual de la gloria, por la que veía la
bre en el estado de la presente vida vea á divina esencia con mucha más amplitud
Dios por esencia sin abstracción de sus que algún ángel ú hombre. Era viador
sentidos. por la pasibilidad del cuerpo, según la
Responderemos, que el hombre no que era un poco menos que los ángeles,
puede ver la esencia divina por otra po- como se dice (Hebr. 2) dispensativa-
tencia cognoscitiva que por el entendi- mente, y no por algún defecto por parte
miento ; mas el entendimiento humano del entendimiento. Luego no hay la mis-
no se convierte á lo inteligible, sino por ma razón respecto de él que de los demás
mediación de las imágenes, que recibe de viadores.
los sentidos por las» especies inteligibles, Al 3." que San Pablo, después que
y en las que considerando sobre las sen- cesó de ver la esencia de Dios, recordó
sibles las juzga y las dispone: y por esto lo que había conocido en esa visión por
en toda operación, por la que nuestro en- algunas especies inteligibles, que queda-
tendimiento es abstraído de las imágenes, ron habitualmente en su entendimiento
es necesario que se abstraiga de los sen- por este hecho; como también cesando lo
tidos. Ahora bien : en el estado de viador sensible quedan algunas impresiones en
es necesario que el entendimiento del el alma, de las que se acuerda después
hombre sea abstraído de las imágenes, si refiriéndolas á las imágenes: por lo que
ve la esencia de Dios ; pues la esencia de ni podía reproducir por el pensamiento
Dios no puede ser vista por imagen al- todo aquel conocimiento ó espresarlo por
guna, ni tampoco por alguna especie palabras.
inteligible creada ; puesto que la esencia
de Dios escede infinitamente, no solo á ARTÍCULO V . — ¿ E l alma de San r a b i o
todos los cuerpos de los que son repre- en aquel estado fue separada totalmente del
sentaciones las imágenes, sino también cuerpo? (2)
á toda criatura inteligible. E s imprescin-
dible pues que, cuando el entendimiento 1.° Parece que el alma de San Pablo
del hombre se eleva á la altísima visión en aquel estado fue separada totalmente
de la esencia de Dios, toda la intensión del cuerpo: porque dice el Apóstol ( n
(1) Aun los que niegan haber visto el Apóstol la divina (2) Después de observar el Santo que la tal separación nc
esencin, dice Silvio, convienen en que se halló enajenado de fue de todo punto necesaria, deja indeciso ó al menos sin
los sentidos, cuyas funciones quedaron sin duda en suspenso, determinar categóricamente si tuvo ó no efecto,
según se colige de sus propias palabras.
CUESTIÓN CLXXV. - ARTÍCULOS V Y VÍ. 30
Cor. 5, 6), mientras estamos en el cuerpo, considerar dos cosas: 1. qué es natural
a
vivimos ausentes de Dios; porque anda- al hombre, 2. qué es lo que por virtud
a
mos por fe y no por visión. Pero San P a - divina debe ser hecho en el hombre sobre
blo en aquel estado no estaba ausente su naturaleza.—Por cuanto el alma está
del Señor; porque veía á Dios por espe- unida al cuerpo como forma natural del
cie, según lo dicho (a. 3). Luego no esta- mismo, conviene al alma la natural acti-
ba en el cuerpo. tud de entender por la conversión á las
2.° L a potencia del alma no puede ele- imágenes; de lo cual no es privada por
varse sobre su esencia, en la cual radica. la virtud divina en el rapto, puesto que
Pero el entendimiento, que es potencia no se muda su estado, como se ha dicho
del alma, fue abstraído de las cosas cor- (a, 3, al 3.°), y permaneciendo este esta-
porales en el rapto por la elevación á do, quítase del alma la conversión actual
la contemplación divina. Luego mucho á las imágenes y cosas sensibles, á fin de
más la esencia del alnia fue separada del que no se impida su elevación á lo que
cuerpo. escede á todas las imágenes, según lo di-
3.° Las fuerzas del alma vegetativa cho (a. 3). Por esto en el rapto no fue
son más materiales que las del alma sen- necesario que el alma se separase del
sitiva; y, para ser arrebatado y ver la cuerpo, de modo que no le estuviese uni-
esencia divina, era menester que-el en- da como forma ( l ) ; mas sí lo fue que su
tendimiento fuese abstraído de las fuer- entendimiento quedase abstraído de la
zas ó potencias del alma sensitiva, según percepción de imágenes y cosas sensibles.
lo dicho (a. 4). Luego mucho más era Al argumento 1.° diremos, que San
preciso que lo fuese de las del alma ve- Pablo en aquel rapto estaba alejado del
getativa; pues, cesando la operación de Señor en cuanto á su estado, puesto que
ellas, ya no queda de modo alguno el todavía era viador; mas no en cuanto al
alma unida al cuerpo. Luego parece fue acto, por el que veía á Dios por la espe-
necesario en el rapto que el alma de San cie , según resulta de lo dicho (a. 3, al
Pablo estuviese separada totalmente del 2. y3.°)
ó
(1) En cuyo supuesto habría que admitir que durante el finendo cierta vision en rapto de San Benito, quien dice llamó
rapto estuvo realmente muerto, resucitando después ; lo cual á voces al diácono Servando como testigo de tan insigne pro-
no parece conforme al sentido de la Escritura santa : y así digio.
parece comprobarlo ademas el testimonio de San Gregorio re-
40 CUESTIÓN CLXXV. — A R T I C U L O VI.
porque él mismo dice ( n Cor. 12, 2), sion de Dios á Jerusalen : y este fue el
conozco á un hombre en Cristo arrebata- sentido de cierto judío, según espresa
do hasta el tercer cielo; y hombre designa San Jerónimo en el prólogo sobre Da-
el compuesto de alma y cuerpo, mientras niel, donde dice: «pretendía (eljudío)
que por otra parte el rapto difiere de la » que nuestro Apóstol no se atrevía a
muerte: luego parece que él mismo supo » afirmar que hubiera sido arrebatado
que el alma no habia sido separada de su » en el cuerpo, sino que dijo, sive in cor-
cuerpo por la muerte, y esto es lo que pore sive extra corpus nescio. Pero San
dicen comunmente los doctores. Agustín reprueba este sentido (sup. Gen.
2.° D e las mismas palabras de San ad litt. 1. 12, C. 2, 3 , 4 y 28), por lo que
Pablo consta que él supo á dónde había el Apóstol dice que supo haber sido arre-
sido arrebatado, puesto que dice hasta el batado hasta el tercer cielo: sabía por lo
tercer cielo. Resulta pues que supo si tanto que el lugar, á donde había sido ar-
estuvo en cuerpo ó no : puesto que, si supo rebatado, era el tercer cielo, y no una
que el tercer cielo era algo corporal, es semejanza imaginaria de él. De otra ma-
consiguiente que supiera que su alma no nera si llamó tercer cielo á la imagen de
estaba separada del cuerpo; porque la este, pudo decir por igual razón que ha-
visión de la cosa corpórea no puede tener bía sido arrebatado en su cuerpo, dando
lugar sino por el cuerpo. Luego parece el nombre de cuerpo á la imagen de su
que no ignoró por completo si su alma propio cuerpo, cual aparece en los sue-
estuvo separada .del cuerpo. ños. P e r o , si él sabía que era verdadera-
3.° Como dice San Agustín (sup. mente el tercer cielo, sabía por consi-
Gen. ad litt. 1. 12, c. 28), « él mismo en guiente ó que este cielo era alguna cosa
B el rapto vio á Dios por aquella visión, espiritual é incorpórea, y que por tanto
» por la que ven los santos en la patria». no podría ser arrebatado allá su cuerpo;
Pero los santos, por lo mismo que ven á ó que era algo corpóreo, y entonces el
Dios, saben si sus almas están separadas alma no podía ser arrebatada hasta él
de los cuerpos. Luego también supo esto sin el cuerpo, á menos que se separase
San Pablo. de él. Así pues es preciso tomar las pa-
Por el contrario, dícese ( n Cor. 12, labras de San Pablo en otro sentido,
3); sifué en el cuerpo ó fuera del cuerpo, esto es, que el Apóstol supo que fue arre-
no lo sé, Dios lo sabe. batado según el alma, y no según el
Conclusión. Ni antes ni después del cuerpo, y que ignoró cuáles habían sido
rapto supo San Pablo si su alma perma- entonces las relaciones del alma con el
neció durante él unida al cuerpo como cuerpo, esto es, si estuvo allí con ó sin
forma, ó separada por la muerte. el cuerpo. Acerca de esto algunos hablan
Responderemos, que es preciso cole- diversamente: pues unos dicen qué supo
gir la verdad de esta cuestión de las pa- el Apóstol que su alma estaba unida al
labras mismas del Apóstol, por las que cuerpo como forma, pero ignoró si había
dice saber algo, esto es, que fue arreba- sido privado del uso de sus sentidos, ó
tado hasta el tercer cielo; y que ignora si las operaciones del alma vegetativa (1)
algo, esto es, sifué en el cuerpo ó fuera habían sido interrumpidas. Pero el que
del cuerpo. Lo cual puede entenderse de fuera hecha abstracción de los sentidos
dos modos: 1.° que estas palabras sive in- no lo pudo ignorar, puesto que supo ha-
corpore sive extra corpus no se refieran ber sido arrebatado ; mas el que fueran
á la existencia misma del hombre ,que es interrumpidas las obras del alma vegeta-
arrebatado, como si ignorase si su alma tiva no era cosa de tanta importancia
estaba todavía en su cuerpo ó n o ; sino que fuera preciso hacer cuidadosa men-
al modo del rapto, de suerte que igno- ción de ella. Resulta pues que el Após-
rase si su cuerpo fue arrebatado ó no á tol ignoró si el alma estuvo unida al
la vez que su alma hasta e! tercer cielo cuerpo como forma, ó separada del cuer-
ó n o , y solamente el alma, como se dice po por la muerte. Otros concediendo
(Ezech. 8) que fue transportada en vi- esto dicen que el Apóstol no supo
(1) Segnn lo ya insinuado (tomo 2.° pág. 32G, n." I) actúan á la enajenación de los sentidos, cual se supone y requier»?
aun durante el sueño, y por consiguiente no ofrecen obstáculo en el rapto,
CUESTIÓN CLXXV.—ARTÍCULO VI. 41
cuando era arrebatado, porque toda su también que la muerte procurada por
atención estaba convertida hacia Dios; Dios se llamase rapto, y en este sentido
pero lo supo después al considerar lo que habla San Agustín (sup. Gen ad litt.
había visto. Pero esto contraría también 1. 12 , c. 3 ) , c< dudando el Apóstol acerca
á las palabras del Apóstol, que distingue » de esto ¿ quién de nosotros se atreverá
en ellas lo pasado de lo futuro ; pues dice » á estar seguro de ello ? » Por consi-
de presente saber que fue arrebatado ha- guiente los que de esto hablan lo hacen
cía catorce años, y al presente ignorar si más bien por conjeturas que con certeza.
lo fue en el cuerpo ó fuera del cuerpo. Y Al 2.° que el Apóstol supo que ó aquel
por esto debe decirse que antes y des- tercer cielo era algo corpóreo, ó que vio
pués ignoró si su alma estuvo separada algo incorpóreo en aquel cielo; lo cual
del cuerpo'; por lo cual San Agustín pudo realizarse por su entendimiento,
(sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 5) después de aunque su alma no estuviese separada
una estensa discusión dice que «solo del cuerpo.
» resta quizá entendamos que ignoró esto Al 3.° que la visión de San Pablo en
r> mismo, si cuando fué arrebatado hasta el rapto en cuanto á algo fue semejante
B el tercer cielo, su alma estuvo en el á la de los bienaventurados, esto es,
» cuerpo, como se halla, cuando se dice en cuanto á lo que veía ; y en cuanto á
» que el cuerpo vive, ya del que vigila, algo desemejante, es decir, en cuanto al
» ya del que duerme, ya en éxtasis ena- modo de ver, puesto que no vio tan per-
jenado de los sentidos del cuerpo; ó fectamente como los santos que están
» bien, si salió por completo del cuerpo, en el cielo. Por lo cual dice San Agus-
» quedando este cadáver ». tín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 36):» aun-
Al argumento 1.° diremos, que por la y> que arrobado el Apóstol de los sentidos
figura synécdoque se da á veces el nom- » carnales hasta el tercer cielo, « le faltó
bre de hombre á una de sus partes, y » para el conocimiento pleno y perfecto
principalmente al alma, que es la parte » de las cosas, cual lo tienen los ángeles,
más eminente del hombre. Aunque tam- » pues no sabía si .estaba en el cuerpo ó
bién puede entenderse por esto que » fuera deLcuerpo; no se echará esto de
aquel, de quien cuenta el rapto, no era » menos ciertamente en los que recobren
un hombre en el momento de este, sino » sus cuerpos en la resurrección de los
catorce años después. Por lo que dice, » muertos, cuando esto corruptible se re-
sé de un hombre, y no dice, sé que un vestirá de incorrupción ».
hombre fué arrebatado. Nada impediría
CUESTIÓN CLXXYI.
Don de lenguas.
Son de considerarse ahora las gracias gratis-datas que pertenecen á la locución : 1." el don de len
guas ; 2." la gracia de la palabra de sabiduría ó de ciencia.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos : 1," Por el don de lenguas el hombre adquiere la cien-
cia de todas las lenguas ? — 2.° Comparación de este don con la gracia d é l a profecía.
que salen con ímpetu de Jacob llena- cuanto las palabras de ellos hubieran
rán defruto la superficie de la tierra. Los sonado á los oidos de los oyentes de dis-
que erau enviados eran pobres y no po- tinta manera qne habían sido pronuncia-
derosos ; y no hubieran encontrado fácil- das : y por eso dice la Glosa (ord. Be-
mente ai principio quienes interpretasen das, Act. 2) que « hubo mayor milagro
fielmente sus palabras á otros ó les espli- B en que ellos mismos hablasen todos los
casen á estos las palabras de otros, prin- géneros de lenguas»; y San Pablo ( i
cipalmente porque eran enviados á los Cor. 14, 18) : gracias doy á mi Dios,
infieles ; y por eso fue necesario que Dios porque hablo en la lengua, de todos vos-
les proveyera acerca de esto por medio otros.
del don de lenguas ; pues, así como entre Al 3.° que Cristo había de predicar
las naciones entregadas á la idolatría se personalmente á una sola nación, esto es,
introdujo la diversidad de lenguas, según á los judíos ; y así, aunque él mismo sin
se dice (Gen. 11); así también, cuando género de duda poseyera perfectísima-
los pueblos debían ser llamados al culto mente la ciencia de todas las lenguas (1)
de un solo Dios, convino se aplicase un no fue necesario sin embargo que ha-
remedio contra semejante diversidad me- blase todas ellas. Por lo que, como dice
diante el don de lenguas. San Agustín (sup. Joan, tract. 3 2 ) ,
Al argumento 1." diremos que, según ce aunque también ahora es recibido el
se dice (i Cor. 12, 7 ) , la manifestación » Espíritu Santo, nadie habla las lenguas
del Espíritu es dada para utilidad: por »de todas las naciones; porque en la
esto San Pablo y los demás Apóstoles » Iglesia misma" se habla el idioma de to-
fueron instruidos suficientemente por Dios » das ellas, y el que no está en ella no
en las lenguas de todas las naciones, en » recibe al Espíritu Santo ».
cuanto se requería para la enseñanza de
la fe; pero en cuanto á lo que el arte ARTÍCULO I I . — E I «ion «le l e n g u a s e s
humano añade para ornato y elegancia m á s cscclente que l a gracia de la profecía?
del lenguaje el Apóstol era instruido en
su propia lengua, mas no en la estran- l.° Parece que el don de lenguas es
jera ; como también fueron instruidos su- más escelente que la gracia de la pro-
ficientemente en la sabiduría y ciencia, fecía: porque lo que es propio de lo
en cuanto requería la enseñanza de la fé, mejor parece ser mejor, según se dice
mas no en cuanto á todas las cosas, que ( T o p . 1. 3 , c. 1. loe. 1 2 ) ; y el don
se conocen por la ciencia adquirida, v. gr. de lenguas es propio del nuevo Testa-
las conclusiones de la aritmética ó de la mento , por lo que se canta en la Sequen-
geometría. tia (2) de Pentecostés «: otorgando él
Al 2.° que, aunque cada una de estas » mismo hoy á los apóstoles de Cristo un
dos cosas hayan sido posibles, esto es, » don estraordinario é inaudito en todos
que hablando una sola lengua fueran en- » los siglos » ; al paso que la profecía
tendidos por todos, ó que hablasen todas compete más bien al antiguo Testamento
las lenguas ; sin embargo fue más conve- según aquello (Hebr. 1, 1), habiendo
niente que hablasen todas las lenguas, hablado Dios muchas veces y en muchas
porque esto pertenecía á la perfección de maneras á los padres en otro tiempo por
su ciencia, por la que podían no sola- los profetas. Luego parece que el don de
mente hablar, sino entender lo que los lenguas es más escelente que el don de
otros decían. P o r el contrario, si todos profecía.
hubieran entendido su idioma, bien que 2.° Aquello, por lo que somos ordena-
ellos no hablasen más que una sola len- dos á Dios, parece ser más escelente
gua, este efecto hubiera tenido lugar por que aquello, por lo que lo somos á loa
la ciencia de los que les hubieran oido hombres. Mas por el don de lenguas el
hablar, ó bien de cierta ilusión, por hombre se ordena á Dios, y por la pro-
tiempo más en el misal de la Orden de Predicadores ó Domi-
(1) Pueden consultarse sobre esto en la 3." P. la C. 7, a. 7,
a l 3 . ° | y CC. 10 y 12, nicos, pero reemplazada hoy por la tan conocida : Veni, Sánete
(2) Que ya no se usa según el rito romano y comenzaba : Spiritus, et emitte cvelitus lucis tute radium,,., en la que solo se
Smetl Splritus adsit vobU grafía,... atribuida por algunos á
hace mención general de los siete dones [mcrum seplenarium),
cierto rey de Francia por nombre Roberto y conservada algún
44
fecía álos hombres; pues se dice (i. Cor. célente que el don de lenguas, considerado
14, 2) : el que habla una lengua no habla en sí. 2.° Porque el don de la profecía
á hombres sino á Dios ,- mas el que pertenece al conocimiento de las cosas,
profetiza habla á los hombres para edi- que es más noble que el de las voces, al
ficación. Luego parece que el don de qué pertenece el don de lenguas. 3.°Por-
lenguas es más escelente que el don de que el don de profecía es mg,s útil, y
profecía. esto lo prueba el Apóstol (i Cor. 14) dé
3.° El don de lenguas permanece habi- tres modos : 1.° porque la profecía es
tualmente en el que lo tiene y está en la más útil para edificación de la Iglesia, á
mano del hombre usar de él cuando qui- la que nada aprovecha el que habla len-
siere ; por lo cual se dice (i Cor. 14,18), guas , si no se sigue la espresion de lo que
gracias doy á mi Dios, porque hablo en dice ; 2.° en cuanto al mismo que habla,
lengua de todos vosotros. Mas no es lo el que si recibiese el don de hablar di-
mismo respecto del don de la profecía, versas lenguas, pero sin entender lo que
según lo dicho (C. 171, a. 2). Luego pa- espresase, lo cual pertenece al don de
rece que el don de lenguas es más esce- profecía, su espíritu no se edificaría; 3.°
lente que el don de profecía. en cuanto á los infieles, por causa de los
4.° La interpretación de las palabras que parece haberse dado principalmente
parece contenerse bajo la profecía, por- el don de lenguas, y que reputarían locos
que las Escrituras se esponen según el á los que hablasen lenguas ; como tam-
mismo espíritu con que han sido dadas. bién los judíos reputaron ebrios á los
Pero la interpretación de las palabras se Apóstoles, que las hablaban, según se
pone después de los géneros de las len- dice (Act. 2). Por las profecías son con-
guas (i Cor. 12). Luego parece que el vencidos los infieles, pues se les mani-
don de lenguas es más escelente que el fiestan las cosas recónditas de su co-
don de la profecía, sobre todo en cuanto razón.
á alguna parte ella. Al argumento 1.° diremos que, según
Por el contrario, dice el Apóstol ( i queda dicho (C. 174,a. 2 , al 1.°), perte-
Cor. 14, 5 ) : mayor es el que profetiza nece á la escelencia de la profecía el que
que el que habla lenguas. alguno sea iluminado, no solamente por la
Conclusión. El don de profecía su- luz inteligible, sino que también perciba
pera al de lenguas en los tres conceptos: la visión imaginaria; y de igual modo per-
1.° en sí mismo, 2.° en su objeto y 3.° tenece á la perfección de la operación del
por razón de su respectiva utilidad. Espíritu Santo, que no solo llene la
Responderemos, que el don de profe- mente de la luz profética y la fantasía
cía (1) escede al don de lenguas de tres con la visión imaginaria, como sucedía
modos : 1.° porque el don de lenguas se en el antiguo Testamento, sino también
refiere á la pronunciación de diferentes enseñe esteriormente el órgano de la pa-
palabras, que son signos de alguna ver- labra, para que profiera diversos signos
dad inteligible, cuyos signos también son de locuciones, lo que se ha cumplido en
las mismas imágenes, que aparecen se- el nuevo Testamento según aquello (i
gún la visión imaginaria; por lo cual San Cor. 14. 2 6 ) , cada uno de vosotros tiene
Agustín (sup. Gen. ad. litt. 1. 12, c. 8) salmo, tiene doctrina, tiene revelación,
compara el don de lenguas á la visión tiene lengua, tiene apocalipsis, esto es,
imaginaria. Se ha dicho antes (C. 173, revelación profética.
a. 2) que el don de profecía consiste en Al 2.° que por el don de la profecía el
la iluminación misma de la mente, para hombre se ordena á Dios según el espí-
conocer la verdad inteligible : por consi- ritu, lo que es más noble que ordenarse
guiente, así como la iluminación profé- á el según el lenguaje : y dícese que el
tica es más escelente que la visión ima- que habla una. lengua no habla á los hom-
ginaria, según se ha demostrado (C. 174, bres, esto es, al entendimiento de ellos ó
a. 2); así también la profecía es más es- á su utilidad, sino al entendimiento de
?• solo Dios y á su alabanza. Mas por la
(1) A u n entendido simplemente del conocimiento de c u a . profecía se ordena alguno á Dios y al
lesquiera cosas sobrenaturales, y no precisamente por la pre-
dicción de lo futuro. prójimo: luego es un don más perfecto.
C U E S T I Ó N C L X X V I . —- A R T Í C U L O II. 45
CUESTIÓN CLXXYII.
Gracia gratis-data que consiste en la palabra a).
Hemos de considerar la gracia gratis-data que consiste en la palabra, de la que dice el Apóstol
i i Cor. 12, 8) , ti otro es dada por el Espíritu Santo palabra de sabiduría , á otro palabra de cien-
cia, en los dos artículos siguientes: 1.° Alguna gracia gratis-data consiste en la palabra? 2." A quié-
nes compete esta gracia?
(1) Tal es el llamado comunmente en los catecismos Don de (2) La santificante directa y. principalmente; é indirecta-
sabiduría y el Don de ciencia, según aquello de San Pablo mente la gratis-data , por cuanto se concede para l a s a l v a -
í l Cor. 12) : termo mpientiai el sermo xctenlice. per Spiritnm cion de otros.
Sanclmn.
46 CUESTIÓN CLXXVI1. — ARTÍCULO I.
también á las mujeres : porque á esta Iglesia, y esto no se concede á las muje-
gracia pertenece la enseñanza según lo res, 1.° y principalmente á causa de la
dicho (a. l ) ; y el enseñar compete a l a condición de su sexo femenil, que debe
mujer, pues se dice (Prov. 4, 3): fu! estar sometido al varón, como se ve (Gen.
unigénito delante de mi madre y me en- 3), y el enseñar y persuadir pública-
señaba. Luego esta gracia compete á las mente en la Iglesia no pertenece á los
mujeres. subditos sino á los prelados; lo cual sin
2.° Mayor es la gracia de la profecía embargo pueden hacer los subditos varo-
que la de la palabra, como es mayor la nes por comisión, porque no tienen tal
contemplación de la verdad, que su anun- sujeción por su sexo natural como las
ciación. Mas la profecía se concede á las mujeres, sino que esta sumisión proviene
mujeres, como se lee (Judie: 4) de Dé- de causa accidental; 2.° para que no sean
bora, y ( I V Reg. 22) de Oída profetisa incitados á lo inhonesto los ánimos de los
mujer de Sellum, y (Act. 21) de las cua- hombres, pues se dice (Eccli. 9, 11), 6'?/
tro hijas de Felipe ; y también dice el trato enciende como fliego; o.° porque
Apóstol (i Cor 11, ó), toda mujer que comunmente las mujeres no son perfectas
ora ó profetiza etc. Luego parece que en la sabiduría, de modo que pueda en-
mucho más compete á la mujer el don de comendárselas convenientemente la ense-
la palabra. ñanza pública.
3." Dícese (i Petr. 4, 10), cada uno Al argumente 1.° diremos, que aquella
según la gracia que recibió comuníquela autoridad habla de la enseñanza priva-
tí los otros como buenos dispensadores; da, por la que el padre instruye al hijo.
y así puesto que algunas mujeres reciben Al 2.° que la gracia de la profecía se
la gracia de la sabiduría y de la ciencia, considera según la mente iluminada por
que no pueden administrarla á otros sino Dios ; de cuya parte no hay en los hom-
por la gracia de la palabra ; sigúese que bres diferencia de sexo, según aquello
esta gracia compete á las mujeres. (Coloss. 3, 10), vistiéndoos del hombre
Por el contrario, dice el Apóstol (i nuevo, que se renueva conforme á la ima-
Cor. 14, 34); las mujeres callen en las gen de aquel que lo creó, donde no hay
Iglesias ( ); y (i Tim. 2, 12); no per- macho ni hembra. Pero la gracia de la
mito á la mujer que enseñe. Mas esto palabra pertenece á la instrucción de los
pertenece principalmente á la gracia de hombres, entre los cuales se halla dife-
la palabra. Luego esta no compete á las rencia de sexo. Luego no hay paridad
mujeres. entre lo uno y lo otro.
Conclusion. Puede competer á las mu- Al 3.° que algunos administran de di-
jeres el don de la palabra [1] para su ferente manera la gracia recibida de Dios
uso privado ó familiar ; no empero [2] según la diversidad de su respectiva con-
para su ejercicio público enseñando á dición. Por consiguiente las mujeres, si
los fieles de uno y otro sexo en toda la tienen la gracia de la sabiduría de la
Iglesia. ciencia, pueden comunicarla según la en-
Responderemos, que se puede hacer señanza privada, mas no públicamente.
( l ) Los c u á q u e r o s y o l i o s s e d a ñ o s h e r é t i c a s p r u i - c d e n U ' s la p a l a b r a d i v i n a p ú b l i c a ó p r i v a d a m e n t e : lo c u a l e s m a n i -
c la c o m ú n s e n l i n a d e l p r o t e s t a n t i s m o r e c o n o c e n y a i l j u d i - fiestamente contrario á la t e r m i n a n t e d o c t r i n a d e S. Pablo
an a l a s m u j e r e s i n d i s t i n t a m e n t e y lo m i s m o q u e á l o s h o n i - d e la I g l e s i a c a t ó l i c a .
u'ey , s e a n c l é r i g o s ó l e g o s , e l d e r e c h o d e p r e d i c a r y e n s e ñ a r
CUESTIÓN CLXXYIII,
(1) Entendiéndose bimembre esta clasificación en señales (ó operación, cuales son los taumaturgos y muchos Santos "
prodigios y portentos, es decir, milagros señalados y asom- aun sus reliquias é i m á g e n e s , como bien claramente se es-
brosos) y virtudes, ó sean , pruebas de la virtud ó poder de pone en la solución (al íí.°)
D i o s , que obra los milagros por si ó por instrumentos de su (i) V. lo dicho en la C. U t , a. 1, de la P.
CUESTIÓN CLXXV1II.—ARTÍCULO I. 49
(Marc. ult. 20), confirmando su doctrina pío poder (Jos. 10, 12), sol, detente so-
con los milagros que la acompañaban. Y bre Gabaon, añádese después: no hubo
esto con razón, pues es natural al hom- antes ni después dia tan largo, obede-
bre el que aprenda la verdad inteligible ciendo á la voz de un hombre.
por efectos sensibles. — De consiguiente, Al 2.° que habla allí el Señor de los
así como el hombre guiado por la razón milagros que han de realizarse en tiempo
natural puede llegar á alguu conocimiento del Antecristo; de los que dice el Apóstol
de Dios por los efectos naturales ; así por (ii. Thess. 2, 9) que la venida del Ante-
algunos sobrenaturales efectos, que se cristo será según operación de Satanás en
dicen milagros, es inducido al conoci- toda potencia, y en señales y en prodi-
miento sobrenatural de las cosas, que gios mentirosos; y como espresa San
debe creer. Y por esto la operación de Agustín ( D e civ. Dei, 1. 20, c. 19),
milagros pertenece á la gracia gratis- « suele ser ambigno si se llamaron signos
data (1). » y prodigios mendaces porque ha de en-
Al argumento 1.° diremos que, así co- » ganar los sentidos mortales por medio
mo la profecía se estiende á todo cuanto » de imágenes, de modo que parezca ha-
puede ser conocido sobrenaturalmente; j> cer lo que no hace ó porque aquellos
así la operación de las virtudes se es- » aunque serán verdaderos prodigios,
tiende á todo lo que puede hacerse so- » conducirán á la mentira á los que los
brenaturalmente , cuya causa es la divina » crean ». Le dicen empero verdaderos,
omnipotencia, que que no puede ser co- porque las mismas cosas serán verdades
municada á criatura alguna. Y por esto como los magos de Faraón hicieron ver-
es imposible que el principio de obrar mi- daderas ranas y verdaderas serpientes;
lagros sea alguna cualidad inmanente en mas no tendrán el verdadero carácter de
el alma. Sin embargo puede suceder que, milagros, pues se harán por virtud de
así como la mente del profeta es movida causas naturales, como se ha dicho ( P .
por inspiración divina, para conocer so- 1. C. 114, a 4). Pero la operación de los
a
(1) Eunomio, Eustatio y Vigilando decían que «los mila- procurándola él mismo.
» gros de los Sanios eran ilusorias imposturas de los demo- (3) Portento según San Isidoro [ttym. I. 2) denota osten-
>• nios » ; y los pobres de Lyon que » no había en la Iglesia ni sión de lejos , y prodigio predicción ó verídica enunciación
» un solo verdadero milagro ». previa.
(2) Anunciándosela (observa S i l v i o ) , no impidiéndosela ó
50 C U E S T I Ó N CLXXVIII. — A R T Í C U L O S I Y II.
Acerca de esta materia se ofrecen cuatro consideraciones : 1. división de la vida en activa y con-
a
templativa; 2. la vida contemplativa: 3. la vida activa; •].* comparación de la vida activa con la
a a
contemplativa.
Sobre la 1. estudiaremos : 1.° Se divide convenientemente la vida en activa y contemplativa? —
a
(1J A la esposicion de las diversas gracias gratis-dalas sigue anticipación, conque y a el Doctor Angélico insinúa harto cla-
muy oportunamente la de las operaciones de los diversos ramente la tan celebrada distinción gradual del naturalista
miembros de la Iglesia. sueco Linneo acerca de los caracteres de los diversos reinos
(2) En algunas ediciones (inclusa la áurea} se lee generan, de la naturaleza : lapides crescimi, vegetabilia crescimi el vivimi,
tur ( son engendradas}. ammalia crescimi, vivunt et scntiunt ; homines autem crescimi,
(3) S e g ú n la división oportunamente mencionada (P. 1." vivant, seiUiunt, raìiocinanlur et inveniunt atque inventa cu-
C. 79 , a. 1 1 } del entendimiento humano en especulativo ó slodiunt.
oontemplativo y práctico ó activo. Notemos aquí de paso la
CUESTIÓN CLXXIX. — ARTÍCULOS I Y II. 53
blanco y negro : igualmente pues bajo lo razón, pertenecen á la vida activa, que
activo y lo contemplativo se comprende por medio de acciones ordenadas provee
lo que está compuesto de uno y otro. Sin á la necesidad de la vida presente ; pero,
embargo como en una mezcla predomina si sirven á cualquiera concupiscencia, per-
alguno de los simples, así también en el tenecen á la vida voluptuosa, que no se
género medio de la vida resalta unas ve- contiene bajo la vida activa. Mas los
ces lo contemplativo y otras lo activo. esfuerzos humanos, que se ordenan á la
Al 3.° que todas las aplicaciones de las consideración de la verdad, pertenecen á
acciones humanas, si se ordenan á la ne- la vida contemplativa.
cesidad de la vida presente según la recta
CUESTIÓN CLXXX.
Vida contemplativa.
c. 18, y hom. 14 in Ezech.) que «E.a- a. 1 y 4). Luego también la vida con-
» quel, que se interpreta principio vis- templativa tiene algo en la potencia afec-
» t o (1), significa la vida contemplativa ». tiva ó apetitiva.
Mas la visión del principio corresponde Conclusión. La vida contemplativa
propiamente al entendimiento. Luego la tiene por término la delectación en el
vida contemplativa pertenece propiamen- afecto, aunque esencialmente consiste en
te al entendimiento. la operación del entendimiento.
3.° Dice San Gregorio (super Ezech. Responderemos que, como se ha di-
homil. 14) que « á la vida contemplativa cho (C. 79, a. 1 ) , se dice ser contem-
»pertenece desistir de la acción este- plativa la vida de aquellos que se entregan
(1) 0 {vhionis prlncipium) principio de la visión scgnn píum ó vldens Deum) que ve á Dios como principio ó el princi-
San Gregorio, aunque San Jerónimo interpreta (víiens princi- pio en Dios.
CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS I Y Ií. 55
C. 12, a. 1), puesto que la intención es 1.° Parece que las virtudes morales
sobre el fin, que es el objeto de la volun- pertenecen á la vida contemplativa,
tad ; y por esto la vida contemplativa en porque dice San Gregorio (super Ezech.
cuanto á la esencia misma de la ac- hom. 14) que «la vida contemplativa es
ción (1) pertenece al entendimiento, » retener el amor de Dios y del prójimo
mientras que en cuanto á lo que mueve » con la mente. » Pero todas las virtudes
•í ejercer tal operación, pertenece á la morales sobre cuyos actos se dan los pre-
voluntad, la cual mueve todas las otras ceptos de la ley, se reducen al amor de
potencias y aun el entendimiento á su Dios y del prójimo ; puesto que la ple-
acto, como se ha dicho (l. -2. C. 9, a 05
nitud de la ley es el amor, como se dice
a. 1). Mas la potencia apetitiva nos (Rom. 13, 10). Luego parece que las
mueve á contemplar algo, ya sensible ó virtudes morales pertenecen á la vida
intelectualmente ; unas veces por amor contemplativa.
á la cosa vista, puesto que, como se dice 2.° La vida contemplativa se ordena
(Matth. 6, 21), donde está tu tesoro allí principalmente á la contemplación de
está también tu corazón, otras por amor Dios; pues dice San Gregorio (super
al conocimiento mismo que uno adquiere Ezech. ibid.) que, menospreciando todos
de la inspección. Por esto San Gregorio »los cuidados, se enardece el ánimo
(hom. 14, in Ezech.) constituye la vida » para la faz de su Criador » ; y ninguno
contemplativa en el amor de Dios, esto puede llegar á esto sino por la pureza,
es, en cuanto alguno se enardece por que causa la virtud moral; pues se dice
este amor á contemplar su belleza. Y, (Matth. 5 , 8 ) , bienaventurados los lim-
puesto que cada uno se deleita, cuando pios de corazón, porque ellos verán á
ha conseguido lo que ama; por eso la Dios; y (Hebr. 12 , 14), seguid la paz
vida contemplativa tiene por término la con todos y la santidad, sin la cual nin-
delectación, que consiste en el afecto, guno verá á Dios. Luego parece que las
del que proviene el amor. virtudes morales pertenecen á la vida
Al argumento 1.° diremos que, por lo contemplativa.
mismo que la verdad es el fin de la con- 3.° Dice San Gregorio (super Ezech.
templación, tiene razón de bien apeteci- ibid.) que « la vida contemplativa bella
ble y amable y deleitable ; y en este » existe en el ánimo »; y por eso es sig-
concepto pertenece á la potencia ape- nificada por Raquel, de la que se dice
titiva. (Gen. 29) que era de rostro Iwmoso.
Al 2." que á la visión misma del pri- Pero la hermosura del ánimo se consi-
mer principio, esto es, de Dios (2) in- dera según las virtudes morales y princi-
cita el amor del mismo; por lo que dice palmente según la templanza, como dice
San Gregorio (super. Ezech., ibid.) San Ambrosio (De offic. 1. 1, c. 4 3 , 45
que « la vida contemplativa, menospre- y 46) (5). Luego parece que las virtu-
» ciando todos los cuidados, se enardece des morales pertenecen á la vida con-
» para ver la faz de su Criador. » templativa.
Al 3.° que la potencia apetitiva (3) Por el contrario, las virtudes morales
mueve no solamente los miembros cor- se ordenan á las acciones esteriores; y
porales para ejecutar las acciones exte- dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 18,
riores, sino también el entendimiento, á ibid.) que ce á la vida contemplativa per-
ejecutar la operación de la contempla- » fenece descansar de la acción esterior.»
ción, como se ha dicho. Luego las virtudes morales no pertenecen
á la vida contemplativa.
rece que se requieren muchos actos para los sentidos, para conocer algunos efec-
la vida contemplativa. t o s , las imaginaciones, el discurso de la
4.° Se dice pertenecer á la vida con- razón sobre signos diversos ó todo lo que
templativa la oración, la lectura y la conduce al conocimiento de una verdad
meditación. También pertenece á la vida intentada ; aunque según San Agustín
contemplativa el oido, pues de María, ( D e T r i n i t , 1. 1 4 , c . 7 ) p o r conocimiento
por la cual se significa la vida contem- puede entenderse toda operación actual
plativa, se dice (Luc. Rentada 10,39) que del entendimiento. L a meditación empe-
á los pies del Señor, oía su palabra. L u e - ro parece pertenecer al curso de la razón
go parece que se requieren m u c h o s actos por algunos principios, que conducen á
para la vida contemplativa. la contemplación de alguna verdad, y á
Por el contrario, se dice aquí vida la esto mismo pertenece la consideración se-
operación,-á la que el hombre tiende g ú n S a n B e r n a r d o (ibid. a r g . 3.° y 2 , c. 2),
principalmente. L u e g o , si son muchas aunque según el filósofo (de anima. 1. 3,
las operaciones de la vida contemplativa, t. 1) t o d a o p e r a c i ó n d e l entendimiento se
no existirá u n a sola vida contemplativa, llama consideración. P e r o la contempla-
sino muchas. ción pertenece á la misma intuición sim-
Conclusión. La vida contemplativa ple de la verdad. P o r esta razón el mis-
tiene un solo acto final y perfectivo , que m o Ricardo dice ( D e contempl. 1. 1. c.
es la contemplación misma de la. verdad, 4) que « l a contemplación es la concen-
aunque consta de varios á él conducentes. » trada intuición (contuitus) penetrante
Responderemos, que ahora hablamos » y libre del ánimo en las cosas q u e inten-
de la vida c o n t e m p l a t i v a , según que per- » ta ver, mientras que la meditación es la
tenece al h o m b r e ; y existe esta diferen- » mirada del espíritu ocupado en la ave-
cia entre el hombre y el ángel, como i> r i g u a c i o n d e l a v e r d a d , y el pensamien-
consta por San Dionisio ( D e div. nom. » to es la reflexión del ánimo propenso á
c. 7, l e e . 2 ) , q u e e l á n g e l v e l a v e r d a d por » la divagación.»
la simple aprehensión, mientras que el A l 2.° q u e especulación (speculatio),
hombre llega progresivamente por medio como dice en el mismo paraje la Glosa
de muchas cosas á la intuición de la ver- de San Agustín (ord. D e T r i n . 1. 1 5 , c . 8),
dad pura. A s í pues la vida contemplativa, viene de la palabra (speculum) espejo,
tiene su realidad un solo acto, en el que no de (specula) altura; y ver algo por
se perfecciona finalmente, á s a b e r , la medio de un espejo es ver la causa por
contemplación de la verdad, d e c u y o a c t o el efecto, en el que brilla su imagen;
t i e n e s u u n i d a d ; tiene empero muchos ac- por consiguiente la especulación parece
tos, por los que llega á este acto final, d e reducirse á la meditación.
los que unos pertenecen á la acepción de A l 3.° q u e la admiración es una espe-
los principios, por los que procede á la cie de temor resultante de la aprensión
contemplación de la verdad ( 1 ) ; otros de alguna cosa, que escede nuestra fa-
pertenecen á la deducción de los princi- cultad ; y por lo tanto la admiración es
pios q u e conducen á la verdad de aquello, el acto consiguiente á la contemplación
cuyo conocimiento se busca; y el último de una verdad sublime, pues se h a dicho
acto completivo es la contemplación mis- (a. 1) q u e l a contemplación se determina
m a de la verdad. e n el afecto.
A l argumento 1.° d i r e m o s , que el pen- A l 4.° q u e el hombre llega al conoci-
samiento según Ricardo de San Víctor miento de la verdad de dos modos: l.°por
(ibid. arg. l.°) parece pertenecer á la ins- lo que recibe de otro; y en este caso, en
pección de muchas cosas, por las cuales c u a n t o á lo q u e el h o m b r e recibe d e Dios,
procura alguno colegir u n a simple verdad. la oración es necesaria según aquello
Por consiguiente pueden comprenderse ( S a p . 7 , 7 ) , invoqué y vino en mí el espí-
bajo el p e n s a m i e n t o las percepciones de ritu de sabiduría; p e r o e n c u a n t o á l o
que recibe del hombre, es necesario el
oido en cuanto á lo que recibe por la voz
(1) Cuales son principalmente la audición , lección , medi- del q u e habla, y la lectura de lo que re-
tación , oración , etc., según especifica en la solución á los
argumentos y especialmente al i." cibe de lo transmitido por escrito; 2,° es
CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS III Y IV.
necesario que aplique su propio esfuerzo, rio de la Trinidad. Pero solo lo último
y así se requiere la meditación. parece pertenecer á la verdad divina. Lue-
go la contemplación de la verdad no solo
ARTÍCULO I V . — ¿La vida contempla- se refiere á la verdad divina, sino tam-
tiva consiste solamente en la contemplación bién á la que se considera en las criaturas.
de Dios, ó también en la consideración de una 4.° En la vida contemplativa se busca
verdad cualquiera? la contemplación de la verdad, en cuanto
es la perfección del hombre; y cualquie-
l.° Parece que la vida contemplativa ra verdad es perfección del entendimiento
no solo consiste en ls>. contemplación de humano. Luego en cualquiera contem-
Dios, sino también en la consideración de plación de la verdad consiste la vida con-
cualquiera verdad; porque se dice (Ps. templativa.
138, 14), maravillosas tus obras y mi al- Por el contrario, dice San Gregorio
ma lo conoce mucho. Pero el conocimien- (Moral, 1. 6, c, 18 ó 28) que « en lacou-
to de las obras divinas se verifica por al- » templacion se busca el principio, que es
guna contemplación de la verdad. Luego » Dios. »
parece pertencer á la vida contemplativa, Conclusión. Pertenece principalmente
no solo el contemplar la verdad divina, á la vida contemplativa la contemplación
sino también cualquiera otra. de la verdad divina, y secundaria ó dis-
2.° San Bernardo (De considerat. 1. 5, positivamente (2) la de los divinos efec-
c u l t . ) dice que «la 1. contemplación es
a
tos conducentes al conocimiento de Dios.
B la admiración de la majestad; la 2. la a
Responderemos que, como ya se ha
» de los juicios de Dios"; la 3. la de sus a
dicho (a. 2), algo pertenece á la vida
» beneficios; la 4. la de sus promesas. »
a
contemplativa de dos modos: principal-
Mas entre estas cuatro solo la 1. perte- a
mente y secundaria ó dispositivamente.
nece á la verdad divina, y las otras tres Pertenece principalmente á la vida con-
pertenecen á sus efectos. Luego la vida templativa la contemplación de la verdad
contemplativa no solo consiste en la con- divina, puesto que tal contemplación es
sideración de la verdad divina, sino tam- el fin de toda la vida humana; por lo que
bién en la consideración de la verdad con dice San Agustín (De Trinit. 1. 1, c. 8)
relación á los efectos divinos. que «la contemplación de Dios nos es
3.° Ricardo de San Víctor (De con- » prometida como el fin de todas las ac-
templ. 1. 1, c, 6) distingue seis especies de »-cioues y perfección eterna de gozos, 2>
contemplaciones; de las cuales la 1 . es a
la cual en la otra vida será perfecta, cuan-
por la sola imaginación, cuando conside- do veremos á Dios cara á cara, y así nos
ramos las cosas corporales ; la 2. existe a
hará también perfectamente bienaventu-
en la imaginación según la razón, esto es, rados. Pero ahora la contemplación de
según que consideramos el orden y la dis- la divina verdad nos compete imperfecta-
posición délas cosas sensibles ; la 3. existe a
mente, esto es, por espejo y en enig-
en la razón según la imaginación, esto es, ma ; por lo cual nos es hecha cierta in-
cuando por medio de la inspección de las coación de la bienaventuranza, que co-
cosas visibles nos elevamos á las invisi- mienza aquí, para que se continúe en la
bles; la 4. existe en la razón según la
a
otra vida. Por esta razón también el Fi-
razón, á saber, cuando el ánimo medita lósofo (Ethic, 1. 10, c. 6 , 1 y 8) coloca la
sobre cosas invisibles, que la imaginación felicidad última del hombre en la con-
no conoció ; la 5. es superior á la ra-
a
templación del bien supremo inteligible.
zón (1) cuando conocemos por revela- Mas como por los efectos divinos somos
ción divina las cosas, que por la razón conducidos á la contemplación de Dios,
humana no pueden comprenderse, y la según aquello (Rom. 1, 20) las cosas de
6. es superior á la razón y fuera de ella,
a
Dios invisibles se ven después de la crea-
cuando por iluminación divina conocemos ción del mundo, considerándolas por las
•las cosas que parecen repugnar á la razón obras criadas ; de ahí es que también la
humana, como las que se dicen del miste- contemplación de los efectos divinos per-
(1) Mas no fuera ó contra ella , según el testo literal del esta 5 . especie y la siguiente ti."
a
mismo Ricardo, lo cual hace resaltar m a s í a antítesis entre (2) En conformidad con la Conclusión del a. 2,
CUESTIÓN CLXXX. — A R T Í C U L O S IV Y V . 59
dirige hacia distintos puntos de vista, se del alma no hay error ; como es evidente
atribuye al movimiento oblicuo. que no lo hay respecto de la inteligencia
Al argumento 1.° diremos, que los mo- de los primeros principios que conoce-
vimientos corporales esteriores se oponen mos por simple intuición. Entonces, pre-
al descanso de la contemplación, que se vias estas dos cosas, se distingue en ter-
concibe como exenta de las ocupaciones cer lugar la uniformidad conforme á los
esteriores; pero los movimientos de las ángeles, según que, prescindiendo de
operaciones inteligibles pertenecen al des- todo (1), persiste en la sola contempla-
canso mismo de la contemplación. ción de Dios, y esto es lo que dice : des-
Al 2.°, que el hombre conviene con los pués, hecha uniforme en la unión, esto
ángeles en el entendimiento en el género: es, en conformidad todas con las poten-
pero la potencia intelectiva es muy supe- cias unidas es conducida como por la
rior en el ángel que en el hombre ; y por mano á lo bello y al bien. El movimiento
lo tanto es preciso asignar estos movi- recto en los ángeles no puede tomarse de
mientos de distinta manera en los hom- que en la consideración proceda de una
bres que en los ángeles, según que se re- cosa áotra, sino solamente según el or-
fieren diferentemente á la uniformidad. den de su providencia, es decir, según que
En efecto, el entendimiento del ángel el ángel superior ilumina á los inferiores
tiene un conocimiento uniforme bajo dos por los ángeles intermedios, y esto es lo
puntos de vista: 1.°, porque no adquiere que dice que los ángeles tienen un mo-
la verdad inteligible de la variedad de las vimiento directo, cuando proveen á los
cosas compuestas ; 2.°, porque no entien- que les están sometidos, á través de todo
de la verdad de las cosas inteligibles dis- lo recto, esto es, según las cosas que es-
cursivamente, sino por simple intuición. tán dispuestas en orden recto: pero dis-
Al contrario el entendimiento del alma tingue el movimiento recto del alma, se-
recibe la verdad inteligible de las cosas gún que procede de las cosas esteriores
sensibles, y la entiende con cierto dis- sensibles al conocimiento de las inteligi-
curso de la razón misma. Por eso San bles. Distingue en el ángel el movimiento
Dionisio asigna el movimiento circular en oblicuo, compuesto del movimiento recto
los ángeles, en cuanto ven á Dios uni- y del movimiento circular, en cuanto se-
formemente y sin cesar sin principio y gún la contemplación de Dios provee á
fin; como el movimiento circular, care- los inferiores ; y pone en el alma este mo-
ciendo de principio y fin, se obra unifor- vimiento oblicuo, misto de recto y cir-
memente alrededor del mismo centro : al cular, según que el alma al razonar usa
paso que en el alma, antes que llegue á de las luces divinas.
esta uniformidad, se exige la remoción Al 3.° que aquellas diferencias de mo-
de esa su doble diversidad, 1.° la que vimientos , que se consideran según k
proviene de la diversidad de las cosas diferencia de lo que está en alto y eu
exteriores, esto es, según que abandona bajo, á derecha é izquierda, delante y
las cosas esteriores, y esto es por lo que atrás y en diversas direcciones, todas se
primeramente pone en el movimiento cir- contienen bajo el movimiento recto ó el
cular del alma la reconcentración en sí oblicuo ; puesto que por todas se designa
misma con el alejamiento de las cosas el discurso de la razón : el cual si es del
exteriores ; 2.°, es preciso alejar la segun- género á la especie, ó del todo á la parte
da diferencia, consistente en el discurso será, como el mismo espone, subiendo ó
de la razón; y esto es lo que sucede, bajando; si parte de uno de los contra-
cuando todas las operaciones del alma se rios al otro, será de derecha á izquierda;
reducen á la simple contemplación de la si de las causas ó los efectos, será avan-
verdad inteligible, y esto es que lo que zando ó retrocediendo ; y si es según los
dice en segundo lugar, que es necesaria accidentes ó circunstancias del objeto
una circunvolución uniforme de las poten- próximo ó remoto, será circular. Mas el
cias intelectuales del alma, es decir, que discurso de la razón, cuando va de 1"
el alma, habiendo cesado de discurrir, fije sensible á lo inteligible según el orden de
bus miradas en la contemplación de la
(l) Es decir, abstrayéndose de los objetos estemos y á"
11
la razón natural, pertenece al movimien- Gregorio dice (Super Ezech. ibid) que
to recto ; pero cuando sigue las luces « la vida contemplativa es de una dulzu-
divinas, al movimiento oblicuo, como » ra muy agradable ».
consta de lo diclio (al 2.°). Sola la inmo- Conclusión. A la vida contemplativa
vilidad de que habla, pertenece al movi- no solo va adjunta la delectación por la
miento circular. De donde resulta evi- contemplación misma sino la más grata
dente que San Dionisio describe de una y superior á todo deleite humano por ra-
manera mucho más completa y sutil el zón del mismo divino amor.
movimiento de la contemplación. Responderemos que alguna contem-
plación puede ser deleitable de dos mo-
ARTÍCULO V I I . — i . « contemplación dos : 1.° por razón de la misma operación
(lene delectación? puesto que á cada uno es deleitable la
operación que le conviene según su pro-
1.° Parece que la contemplación no pia naturaleza ó su hábito. Mas la con-
tiene delectación; porque ésta pertenece templación de la verdad compete al hom-
á la potencia apetitiva ; y la contempla- bre según su naturaleza, según que es
ción consiste principalmente en el enten- animal racional, de donde proviene que
dimiento (1). Luego parece que la de- «todos por naturaleza desean saber, y
lectación no pertenece á la contempla- » por consiguiente se deleitan en el cono-
ción. » cimiento de la verdad »; y aún se hace
2.° Toda coutienda y todo certamen esto más agradable al que tiene el hábito
impide la delectación; y en la contem- de la sabiduría y de la ciencia, de lo que
plación hay contienda y certamen ; pues proviene el que alguno contempla sin di-
dice San Gregorio (super Ezech. hom. ficultad. 2.° Hácese deleitable la contem-
14) que « el alma, cuando se esfuerza en plación por parte del objeto, esto es, en
» contemplar á Dios, como colocada en cuanto alguno contempla la cosa amada;
» un combate, unas veces como que triun- como sucede también en la visión corpo-
» fa, puesto que por la inteligencia y el ral , que se hace agradable, no solo por-
» sentimiento gusta algo de la luz incir- que el ver mismo es cosa agradable, sino
» cunscrita-; y otras sucumbe porque des- también porque ve uno á la persona ama-
»pues de haberlo gustado desfallece de da. Consistiendo pues la vida contempla-
» nuevo ». Luego la vida contemplativa tiva principalmente en la contemplaciou
no tiene delectación. de Dios, á la que mueve la caridad, como
3.° La delectación sigue á la opera- se ha dicho (a. 1 ; y a. 2 , al 1.°) ; de ahí
ción perfecta, como se dice (Ethic. 1. 10, es que en la vida contemplativa, no solo
c. 4 ) ; mas la contemplación del viador hay delectación por razón de la misma
es imperfecta, según aquello (i Cor. 13, contemplación, sino también por razón
12), ahora vemos como por espejo en os- del mismo amor divino ; y en ambos con-
curidad. Luego parece que la vida con- ceptos su delectación escede á todo delei-
templativa no tiene delectación. te humano ; porque también la delecta-
4.° La lesión corporal impide la delec- ción espiritual es mejor que la carnal,
tación ; y la contemplación produce le- como se ha dicho (l. -2. C. 31, a. 3) al
a ffi
sión corporal, por lo que (Gen. 32) se tratar de las pasiones ; y el mismo amor
dice que Jacob, después de haber dicho, con que es amado Dios por caridad, es-
vi al Señor cara á para, cojeaba, porque cede á todo amor. Por esta razón se dice
Dios le había tocado el nervio del muslo (Ps. 33, 9), gustad y ved que el Señor es
y se le había desecado. Luego parece suave.
que en la vida contemplativa no hay de- Al argumento 1.° diremos, que la vida
lectación. contemplativa, aunque esencialmente con-
Por el contrario, dícese de la contení-' siste en el entendimiento, sin embargo
placion de la sabiduría (Sap. 8, 16), ni tiene principio en el afecto, esto es, en
su conversación tiene amargura, ni tedio cuanto alguno es incitado por la caridad
su trato, sino alegría y gozo; y San á la contemplación de Dios. Y puesto
que el fin corresponde al principio, de
(1) Conforme a, lo espuesto en el a. 1. ahí es que también el término y fin de la
6-1 CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS VII Y VIII.
(1) Convalescat aliquis ad amorem Dei s e g ú n el testo (le la (2) TNo solo absolutamente hablando, sino tanihien con
Suma , pero mejor y más espresivamenle conforme al literal respecto á nosotros,
autógrafo de San Gregorio SOZHS convalescat in nobis amar Dei, (lì) « Alguna vez » dice, aLiiiuanOu.
B se vigorice solo en nosotros el amor de,Dios ».
CUESTIÓN - CLXXX. - - ARTÍCULO VII. 65
Responderemos, que una cosa puede como se ha dicho (a. 6, al 2.°). Por con-
llamarse duradera en dos conceptos, se- siguiente , aunque en cuanto á esto la con-
gún su naturaleza y con respecto á nos- templación no pueda durar mucho tiempo,
otros : en sí misma es evidente que la sin embargo en cuanto á otros actos de
vida contemplativa es duradera por dos ella puede durar largo tiempo.
razones; ya porque versa acerca de cosas Al 3.° que el Filósofo dice que la vida
incorruptibles é inmóviles, ya porque no contemplativa es superior al hombre, por-
tiene contrario; pues á la delectación que que nos compete según que existe en nos-
hay en la consideración, nada es contra- otros algo divino, esto es, el entendimien-
rio, como se dice (Topic. 1. 1, c. 13, loe. to, que es en sí incorruptible ó impasible;
y por consiguiente su acción puede ser
más duradera.
(I) « Ouc !o que conviene al hombre como lal » srgun la
fr;ise original griega.
Vamos a tratar de la vida activa en los cuatro artículos siguientes: 1.° rertonecon todas las obras
de las virtudes morales á la vida activa? —2.° Y la prudencia? —3.° Y la doctrina? —i." Duración de
la vida activa.
ARTÍCULO I. — Todos ios actos tie las morales no pertenecen á la vida activa.
virtudes morales pertenecen a la vida activa? Por el contrario, dice San Isidoro (De
summo bono, c. 15) : « en la vida activa
l.° Parece que no todos los actos de » deben primero ser estirpados todos los
las virtudes morales pertenecen á la vida » vicios ejercitándose en buenas obras,
activa : porque la vida activa parece con- » para pasar en seguida en la vida con-
sistir solamente en las cosas, que se re- »templativa á considerar la luz divina
fieren á otro, pues dice San Gregorio » por la sola perspicacia del espíritu».
(sup. Ezech. hom. 14) que «la vida ac- Pero todos los vicios no se estirpan sino
» tiva consiste en dar pan al hambriento»; por los actos de las virtudes morales,
y al fin, después de haber enumerado Luego los actos de las virtudes morales
muchas cosas que pertenecen á otro, aña- pertenecen á la vida activa.
de, « y en dispensar á cada uno lo que le Conclusión. Las virtudes morales per-
» es conveniente ». Es así que no por to- tenecen esencialmente á la vida activa.
dos los actos de las virtudes morales nos Responderemos que, como se ha dicho
ordenamos á otros, sino solo según la (C. 179, a. 1), la vida activa y la con-
justicia y sus partes, como consta de lo templativa se distinguen seguii las diver-
dicho (C. 58, a. 1 y 2; y l. -2.*, C. 60,
a
sas aficiones de los hombres, que tienden
a. 2 y 3). Luego no pertenecen á la vida á fines diversos; de los que uno es la con-
activa los actos de todas las virtudes sideración de la verdad, que es el fin de
morales. la vida contemplativa, y otro la opera-
2.° Dice San Gregorio (super Ezech. ción esterior, á la que se ordena la vida
hom. 14) que « Lia que fue legañosa pero activa. Pero es evidente que en las vir-
» fecunda, significa la vida activa, la cual tudes morales no se busca principalmente
» mientras está ocupada en una obra, ve la contemplación de la verdad, sino que
» menos ; pero que escitando tanto por la se ordenan á obrar; por lo cual dice el
» palabra como por el ejemplo al prójimo Filósofo (Ethic. 1. 2, c. 2 ; y 1. 10, c.
» á imitarla, engendra muchos hijos en la ult.) que «para la virtud poco ó nada
» obra buena »; y esto más parece perte- »aprovecha el saber» (1) : de consi-
necer á la caridad, por la que amamos guiente es notorio que las virtudes mora-
al prójimo, que á las virtudes morales. les pertenecen esencialmente á la vida
Luego parece que los actos de las vir- activa. Por esto el Filósofo (Ethic. 1. 10,
tudes morales no pertenecen á la vida c. 7 y 8) ordena las virtudes morales á la
activa. felicidad activa.
3.° Como se ha dicho (C. 180, a. 2), Al argumento 1.° diremos, que entre
las virtudes morales disponen á la vida las virtudes morales la principal es la jus-
contemplativa : y, como la disposición y
la perfección se refieren á lo mismo, pa- (1J La ciencia especulativa ó el simple conocimiento del
bien de poco ó nada sil-ve para que el hombre sea virtuoso,
rece por consiguiente que las virtudes si no procura ademas practicar el bien conocido.
CUESTIÓN CLXXXI. — ARTÍCULOS I Y II.
ticia, por la que alguno se ordena á otro, contemplativa, sino al género de vida in-
como lo prueba el Filósofo (Ethic. 1. 5, termedió, que distingue San Agustín
c. 1). -Por esta razón la vida activa se (De civ. Dei, 1. 19 c. 2 y 19) (1).
describe por las cosas que se ordenan á Por el contrario, el Filósofo (Ethic.
otro, no porque consiste solamente en 1. 10, c. 8 ó 12) dice pertenecer la pru-
ellas, sino porque en ellas consiste más dencia á la felicidad activa, á la que per-
principalmente. tenecen las virtudes morales.
Al 2. que por los actos de todas las
a
Conclusión. El conocimiento de la pru-
virtudes morales puede alguno dirigir al dencia propiamente dicha [1] pertenece
bien con su ejemplo á los prójimos; lo directamente á la vida activa; aunque
cual atribuye San Gregorio allí á la vida en su acepción más lata por cualquier
activa. conocimiento humano [2] pertenece en
Al 3.° que así como la virtud, que se parte á la contemplativa.
ordena al fin de otra virtud, pasa en Responderemos que, como se ha dicho
cierto modo á su especie; así también, (a. I , a l 3 , 1^-2.* C. 18, a. 7), lo que se
cuando alguno usa de las cosas que son ordena á otra cosa como á su fin, princi-
de la vida activa, únicamente según que palmente en las cosas morales, es atraído
disponen á la contemplación, se compren- á la especie de esto á que se ordena; co-
den bajo la vida contemplativa; mas en mo « el que fornica por robar, más bien
las que tienden á las obras de las virtu- » se llama ladrón que fornicador », según
des morales, según que son buenas en sí el Filósofo (Ethic. 1. 5 , c. 2). Es evi-
mismas, y no como disposisiones á la vida dente empero que el conocimiento de la
contemplativa, las virtudes morales per- prudencia se ordena á las operaciones de
tenecen á la vida activa: aunque también las virtudes morales, como á su fin; por-
pueda decirse que la vida activa es una que es la recta razón de lo que debe ha-
disposición á la vida contemplativa. cerse, según se dice (Ethic. 1.6, c. 5) : por
lo cual también los fines de las virtudes
morales son principios de la prudencia
ARTÍCULO II. — la prudencia perte-
como dice el Filósofo en el mismo libro.
nece ú la vida activa ?
Luego, así como se ha dicho a. 1, al 3),
l.° Parece que la prudencia no perte- que las virtudes morales en el que las or-
nece á la vida activa: porque, así como dena al descanso de la contemplación,
la vida contemplativa pertenece á la po- pertenecen á la vida contemplativa; así
tencia cognoscitiva, así la activa á la el conocimiento de la prudencia, que se
potencia apetitiva; y , siendo así que la ordena por sí á las operaciones de las vir-
prudencia no pertenece á la potencia ape- tudes morales, pertenece directamente á
titiva, sino más bien á la cognitiva, si- la vida activa, si se tómala prudencia
gúese que la prudencia no pertenece á la en su sentido propio, en el que de ella
vida activa. habla el Filósofo; pero en su acepción
más genérica, esto es, según que com-
2.° Dice San Gregorio (super Ezech. prende cualquier conocimiento humano,
hom. 14) que « la vida activa, mientras en este caso la prudencia relativamente
» se ocupa en la obra, ve menos » ; por á alguna parte de sí misma pertenece á
cuya razón se significa por Lia, que te- la vida contemplativa, según lo cual dice
nía los ojos legañosos. Mas la prudencia Tulio (De oírle. 1. 1; tit. De quatuor vir-
requiere ojos claros, para que el hombre tutibus unde omnia officia manant) que
juzgue rectamente sobre lo que ha de « se suele mirar como muy prudente y
hacer. Luego parece que la prudencia no » sabio al que puede ver lo verdadero y
pertenece á la vida activa. » explicar la razón de ello con gran pe-
3.° La prudencia ocupa el medio entre » netracion y rapidez».
las virtudes morales y las intelectuales.
Mas así como las virtudes morales per- Al argumento 1.° diremos que las ope-
tenecen á la vida activa, según se ha di- raciones morales se especifican por el fin,
cho (a. 1), así las intelectuales á la con- como se ha dicho (l. -2. C. 18, a. 4 y 6);
a íe
y por esto á la vida contemplativa perte- 3.° Así como la contemplación es acto
nece aquel conocimiento, que tiene el fin de la vida contemplativa, lo es también
en el conocimiento mismo de la verdad; la oración; mas la oración, por la cual
mas el conocimiento de la prudencia, que uno ora en pro de otro, pertenece, no
tiene más bien el fin en el acto de la po- obstante, á la vida contemplativa. Luego
tencia apetitiva, pertenece á la vida ac- parece pertenecer á la vida contempla-
tiva. tiva el que alguno haga conocer á otro
Al 2.°, que la ocupación de las cosas por la enseñanza la verdad meditada.
exteriores nace que el hombre vea menos Por el contrario, dice San Gregorio
en las cosas inteligibles, que están sepa- (sup. Ezech. hom. 14): «la vida activa
radas de las sensibles en las que consis- » consiste en dar pan al que tiene ham-
ten las operaciones de la vida activa; » bre y enseñar las palabras de la sabi-
y sin embargo la ocupación exterior de » duría al que las ignora».
la vida activa hace que el hombre vea Conclusión. La doctrina (ciencia ó
más claro en el juicio de lo operable, lo acto de enseñar) es propia únicamente de
cual pertenece á la prudencia, ya por la la vida activa; )nas como concepción 6
esperiencia, ya por la atención del espí- aprensión interna de la verdad pertenece
ritu, puesto que « adonde te dirigieres en parte á la activa y en parte á la con-
» allí prevalece el ingenio», como dice templativa.
Salustio (in Conjur. Catil. orat. Ca?saris). Responderemos, que el acto de la en-
Al 3.°, que se dice que la prudencia señanza tiene dos objetos; pues la ense-
es el medio entre las virtudes intelectua- ñanza tiene lugar por la palabra, y ésta
les y morales relativamente á que en el es el signo que hace oir el concepto inte-
sujeto conviene con las virtudes intelec- rior. Luego es objeto de la enseñanza lo
tuales, mientras que en la materia con- que es materia ú objeto del concepto inte-
viene totalmente con las morales. Pero rior; y en cuanto á este objeto unas veces
aquel tercer'género de vida es medio en- la enseñanza pertenece á la vida activa,
tre la vida activa y la contemplativa en y otras á la contemplativa: á la activa,
cuanto á las cosas sobre que se ocupa, cuando el hombre concibe interiormente
puesto que á veces se ocupa en la con- alguna verdad, para por ella regirse en
templación de la verdad, y otras en las la acción esterior; y á la contemplativa,
cosas esteriores. cuando el hombre concibe interiormente
alguna verdad inteligible, en cuya con-
ARTÍCULO III. — E i c n s e ñ a r es acto de
sideración y amor se deleita. Por esta ra-
l a vida activa, ó de la contemplativa ?
zón dice San Agustín (in 1. De verb.
l.° Parece que el enseñar no es acto Domini, serm. 27, c. 1) : « elijan para sí
de la vida activa, sino de la contempla- »la mejor parte, es decir, de la vida
tiva: pues dice San Gregorio (superEzech. » contemplativa, dediqúense á la palabra,
hom. 5) que « los hombres perfectos ha- » suspiren por la dulzura de la doctrina,
» cen conocer á sus hermanos los bienes »ocúpense en la saludable ciencia»;
» celestiales, que ellos han podido al mé- donde dice manifiestamente que la ense-
»nos contemplar como en un espejo, y ñanza pertenece á la vida contemplati-
» encienden sus corazones en el amor de va. El 2." objeto de la enseñanza es por
y> la claridad íntima». Pero esto perte- parte de la palabra, que se pronuncia
nece á la enseñanza. Luego el enseñar es para ser oida; y en este concepto el ob-
acto de la vida contemplativa. jeto de la enseñanza es el mismo que
2.° El acto y el hábito parecen redu- oye: así que en cuanto ú este objeto toda
cirse al mismo género de vida; y el en- enseñanza (1) pertenece á la vida activa,
señar es acto de sabiduría, pues dice el á la que pertenecen las acciones este-
Filósofo (Metaphys. c. 1) que « el signo riores.
» del que sabe es poder enseñar ». Lue- Al argumento 1.° diremos, que aquel
g o , perteneciendo la sabiduría ó la cien- pasaje habla espresamente de la ense-
cia á la vida contemplativa, parece que ñanza en cuanto á la materia, según que
también la enseñanza pertenece á la
(tj Como ocupación eslerna que e s , ya se haga de palabra
misma. ' ó por escrilo.
CUESTIÓN CLXXXI. — A R T Í C U L O S TU Y I V , 69
sobre las cosas, que pertenecen á la dis- vida activa. Pero no se nos promete la
pensación de los misterios de Dios, un semejanza de los ángeles en cuanto al
ángel enseña á otro purificándole, ilumi- régimen de la criatura inferior, que no
nándole y perfeccionándole, y según esto nos compete según el orden de nuestra
tienen algo de la vida activa, todo el naturaleza, como compete á los ángeles,
tiempo que dura el mundo, por cuanto sino en cuanto á la visión de Dios.
se dedican á regir á la criatura inferior; Al 3.° que la duración de la vida ac-
lo cual se significa por el hecho de que tiva en el estado presente, que escede á
Jacob vio á los ángeles subir en escala, la duración de la vida contemplativa, no
cosa que pertenece á la contemplación, proviene de la propiedad de ambas vidas
y bajar, lo cual pertenece á la acción. consideradas en sí, sino del defecto de
Mas, como dice San Gregorio (Moral. nuestra naturaleza que hace que el peso
1. 2 , c. 2 ) , « no salen fuera de la visión de nuestro cuerpo nos aleje de la alteza
» divina de tal modo, que sean privados de la contemplación. Por esta razón San
» de los goces de la contemplación in- Gregorio añade en el mismo lugar que el
» terna. » Por esto no se distingue en ce espíritu, repelido por su misma debili-
ellos la vida activa de la contemplativa, » dad de tanta elevación, vuelve á caer
como en nosotros, que somos impedidos » en sí mismo. »
de la contemplación por las obras de la
CUESTIÓN CLXXXII.
Comparación de la vida activa con la contemplativa.
1.° Cuál es mejor ó mas digna? 2.° Cuál es de mayor mérito? 3.° La vicia contemplativa es im-
pedida por la activa ? 4.° Orden de una y otra.
A R T Í C U L O I . — l a vida activa es
manda al fabricante de frenos. Pero á la
mejor que l a contemplativa? vida activa pertenece el disponer y man-
dar sobre la contemplativa, como consta
l.° Parece que la vida activa es mejor por lo que dice el Señor á Moisés (Exod.
que la contemplativa: porque « lo que es 19, 21) desciende y requiere al pueblo,
» propio de los mejores parece ser más no sea caso que pretenda pasar los lími-
» honroso y mejor, según el, Filósofo tes señalados para ver al Señor. Luego
( Topic. 1. 3 , c. 1, loe. 11 ) ; y pues la la vida activa es mejor que la contem-
vida activa pertenece á los mayores, es plativa.
decir, á los prelados que están constitui- 3.° Nadie debe abstraerse de lo más
dos en honor y potestad, por lo que dice elevado para aplicarse á cosas menores;
San Agustín (De civ. Dei, 1. 19, c. 19) pues dice el Apóstol (i Cor. 12, 31) as-
que <* dentro de la acción no debe ser pirad pues á los mejores dones: y algu-
» amado en esta vida el honor ó el po- nos hacen abstracción del estado de la
la der;» parece por lo tanto que la vida vida contemplativa y se ocupan en la
activa es mejor que la contemplativa. vida activa, como se ve en los que son ele-
2.° En todos los hábitos y actos el vados á alguna prelacia. Luego parece
mandar corresponde al más eminente, al que la activa es mejor que la contempla-
modo que el militar como más principal tiva.
CUESTIÓN CLXXX1I.—ARTÍCULO I. 11
Luego la vida contemplativa es más emi- tiene por objeto las cosas divinas, y la ac-
nente que la activa. tiva las humanas; por lo cual dice San
Conclusión. La vida contemplativa\_l~\ Agustín (1. De verbis Dom. serm, 27, c. 2)
es en absoluto mejor que la activa; si al principio era el Verbo ; lié ahí lo que
bien [2] accidentalmente y por razón de María escuchaba, y el Verbo se hizo car-
la actual necesidad es preferible en ge- ne, hé aquí á quien Marta servía; 8. a
y respecto de los propios objetos, esto razón (Luc. 10, 43), cuando dice María
es, de las cosas iutelegibles ; mientras eligió la mejor parte, la cual no la será
que la vida activa se ocupa de las cosas quitada; esponiendo lo cual dice San
esteriores, por cuya razón Raquel, pol- Agustin (1. De verbis Domiu, ibid), «no
la cual se significa la vida contemplati- » tu la maja, sino aquella la mejor : oye
va, se interpreta el principio de la vista » porqué es la mejor; porque no le será
mientras que la vida activa es significada » quitada ; tú empero serás algún dia des-
por Lia, que era de ojos legañosos, como » cargada del peso de la necesidad : la
dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 18); » dulzura de la verdad es eterna. » Sin
2. porque la vida contemplativa puede
a
embargo secundum quid y en algún caso
ser más continua, aunque no en cuanto es preferible elegir la vida activa á causa
al sumo grado de contemplación, como de la necesidad de la vida presente; como
se ha dicho (C. 180, a, 8 al 2.°; y C. 181, también dice el Filósofo (Top. 1. 3, c. 2,
a. 4 , al 3.° ); por lo que también María, loe. 40) que « vale más filosofar que en-
símbolo de la vida contemplativa, se des- » riquecerse, pero para el que padece ne-
cribe sentada continuamente á los pies cesidad es mejor enriquecerse.»
del Señor ; 3. porque es mayoría delec-
a
» pero menos, cuando descienden á los B Raquel para ver el principio. » Luego
B cuerpos, B Por esta razón es evidente la vida activa es más meritoria que la vida
que la vida activa no-impera directamente contemplativa.
á la vida contemplativa, sino que dispo- 2.° L a vida contemplativa es cierta
niendo á la vida contemplativa, prescribe incoación de lafelicidad futura; por lo que
ciertas obras de la vida activa, en lo cual sobre aquello (Joan ult.) sic eian voló
más sirve á la vida contemplativa, que la manere doñee veniam, dice San Agus-
domina; y esto es lo que dice San Gre- tín (Tract. 124), «puede decirse esto
gorio (sup. Ezech. ibid.) que «la vida B más abiertamente : sígame la acción per-
» activa se llama esclavitud, y la contem- B fecta informada con el ejemplo de mi
» plativa libertad.» B pasión, pero subsista la contemplación
Al 3.° que para las obras de la vida B comenzada, hasta que yo venga, y cuan-
activa á veces alguno se aparta de la con- » do viniere será perfeccionada, B y San
templación á causa de alguna necesidad Gregorio dice (sup. Ezech. ibid.) que
de la vida presente, pero no de modo que «la vida contemplativa comienza aquí,
se vea obligado á abandonar totalmente B para ser perfeccionada en la patria ce-
la contemplación; por lo cual dice San » lestial. B Pero en aquella futura vida
Agustín (De civ. Dei, 1, 19, c. 19) : <r el no tendrá lugar el estado de merecer, sino
» amor de la verdad busca un santo repu- el de la recompensa por los méritos.
lí) so ; la caridad se sacrifica á las obras de Luego la vida contemplativa parece que
» justicia, que acepta, es decir, á las obras j tiene menos razón de mérito que la vida
» de la vida activa, cuya carga si nadie ! activa, pero tiene más razón de premio.
» l a impone, debemos consagrarnos al es- ! 3.° Dice San Gregorio (sup. Ezech.,
\ colígese de la hom. 12), que « ningún sa-
B tudio y á la contemplación de la verdad;
' » crificio es más grato á Dios que el celo
B pero, si se impone, debe aceptarse por
B de las almas; » y por el celo de las al-
B necesidad de la caridad: pero ni aun en
mas se entrega alguno á las ocupaciones
» tal caso se lia de abandonar del todo la de la vida activa. Luego parece que la
B deleitación de la verdad, no sea sus- ¡ vida contemplativa no es más meritoria
» traida aquella suavidad y oprima esta | que la activa.
B necesidad. » Así pues es evidente que,
cuando uno es llamado de la vida con- | Por el contrario, dice San Gregorio
templativa á la activa, esto no se hace á ! (Moral. 1. 6, c. 18): « grandes sonlosmc-
á manera de sustracción, sino de adi- B ritos de la vida activa, pero son mejo-
ción (1). B res los de la contemplativa » (2):
Conclusion. La vida contemplativa [1]
ARTÍCULO I I . — i . « vuia activa es iie ' es de suyo más meritoria que la activa,
mayor mérito une la contemplativa? ¡ si bien [2] puede alguno merecer más en
j las obras de la activa, ya por su mayor
l.° Parece que la vida activa es de amor á Dios, ya por privarse de las dul-
mayor mérito que la contemplativa ; pues j zuras de la contemplación en interés de
se dice mérito por relación á la recom- su gloria.
pensa, y la recompensa es debida al tra- Responderemos, que el principio de
bajo, según aquello ( i Cor. 3 , 8), Cada merecer es la caridad, como se ha dicho
uno recibirá su propio galardón según su (1. , 2. C. ult. a. 4): así que, consistien-
a a
(1J Consagrándose por el mismo hecho á los ejercicios de elogiando indirectamente su solícita actividad , aunque pos-
la vida activa sin perjuicio de continuar dedicándose á la ; poniéndola á la tranquila contemplación de su hermana
contemplación. j María.
(2) No censurando las afanosas atenciones de Marta, sino
CUESTIÓN CLXXXII. ARTÍCULOS II Y I I I . ''i'é
pues dice San Gregorio (sup. Ezech. B cosas corporales, ó si desechan las que
hom. 14) que « Lia es legañosa y fecunda, B acaso lleven con la m a n o de l a discre-
t> puesto que la vida activa, cuando se B cion. B L u e g o e lejercicio de la vida ac-
B ocupa de una obra, ve menos. » Luego tiva contribuye á la contemplativa, cal-
la vida activa impide la contemplativa. m a n d o las pasiones interiores, de las que
3.° Uno de los contrarios es impedido provienen las imágenes, por las que s e
por el otro ; y la vida activa y la contem- impide la contemplación.
plativa parecen tener contrariedad entre D e esto s edespi-ende l a contestación
sí, puesto que la vida activa se ocupa en á los a r g u m e n t o s ; porque aquellos razo-
muchas cosas, y la contemplativa en con- namientos proceden en cuanto á l a ocu-
templar sólo, por lo que se distinguen pación m i s m a de los actos esteriores ; más
por oposición..Luego parece que la vida n o e ncuanto al efecto, que es la m o d e -
contemplativa es impedida por la activa. ración de las pasiones.
Por el contrario, dice San Gregorio
ARTÍCULO I V . — 1.a vida activa es un-
(Moral. 1. 6 . c. 17), « los que desean con-
t e s que In contemplativa?
» servar la ciudadela de la contemplación,
B ejercítense antes en el campo de las bue- l.° P a r e c e que l a vida activa n o e s
B ñas obras.» anterior (2) á la contemplativa ; por que
Conclusión. La vida activa [ 1 ] por sti la vida contemplativa pertenece directa-
ocupación en obras esteriores impide en m e n t e a l a m o r " d e D i o s (3), y l a a c t i v a a l
algo la contemplativa ; más [2] contribu- amor del prójimo; y , c o m o e l amor de
ye á fomentarla como moderadora de las D i o s precede a l amor del prójimo, e n
pasiones internas. cuanto e l prójimo e s a m a d o á causa de
Responderemos, que la vida activa Dios, parece por consiguiente que tam-
puede considerarse de dos modos : 1.° en bién la vida contemplativa es antes que
cuanto al estudio mismo y ejercicio de las la activa.
acciones esteriores ; y de esta manera es 2.° D i c e S a n G r e g o r i o ( s u p . E z e c h .
evidente que la vida activa impide á la h o m . 14) : « d e b e s a b e r s e q u e , a s í c o m o
contemplativa, en cuanto es imposible B el b u e n o r d e n d e v i v i r c o n s i s t e e n diri-
que alguno se ocupe á la vez en las ac- B girse de la vida activa á la contempla-
ciones esteriores y se dedique á la con- B tiva, así por lo c o m ú n el espíritu vuelve
templación divina; 2.° puede considerarse B ú t i l m e n t e d e la vida c o n t e m p l a t i v a á la
la vida activa en cuanto arregla y orde- B activa, B L u e g o l a vida activa n o e s
na las pasiones interiores del alma ; y en absolutamente anterior á l a vida con-
tal concepto la vida activa ayuda á la templativa.
contemplación, la cual se impide por el 3.° L a s c o s a s q u e c o m p e t e n á v a r i o s ,
desorden de las pasiones interiores. Por no parecen coordinadas por necesidad;
esta razón dice San Gregorio ( Moral. 1. mas l a vida activa y l a contemplativa
6. ibid.): <r cuando algunos desean rete- c o n v i e n e n á diferentes sujetos, p u e s dice
B ner la ciudadela de la contemplación, S a n G r e g o r i o ( M o r a l . 1. 6 , c . 1 7 ) : « m u -
B ejercítense antes en el campo délas bue- B chas veces los que podían sosegados
B ñas obras, á fin de que sepan con cui- B contemplar á Dios , cayeron oprimidos
y> dado, si ya no irrogan mal alguno á los B por las ocupaciones; y m u c h a s los que
» prójimos; si sufren con igualdad de » vivieran bien ocupados en las cosas hu-
x> ánimo los que el prójimo les ha inferido, B m a n a s , h a n perecido bajo la espada de
B si no se deja llevar el alma de la ale- B su reposo m i s m o . » L u e g o la vida acti-
B gría por las cosas temporales, si la pér- v a no es antes que la contemplativa.
» dida de estas no las hiere de una tris-
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n G r e g o r i o
B teza escesiva ; y ademas mediten si, al
( s u p . E z e c h . h o m . 3) : « l a v i d a a c t i v a e s
» reconcentrarse en sí mismos para" re-
» antes en tiempo que l a contemplativa
» flexionar sobre las cosas espirituales,
B puesto que por la b u e n a obra se tiende
» no llevan consigo sombras (1) de las
« á la contemplación. »
(1) V. la C. ISO, a S, 2." jimo , lo cual basta al actual propósito para contestar á este
(2) Con anterioridad de tiempo ó precediéndola. argumento 1,°
(i!) En el cual no obstante se incluye y refunde, el del pro-
CUESTIÓN CLXXXII •ARTÍCULO IV.
Procederemos á considerar ahora la diversidad de los estados y oficios humano? : 1." Los oficios y
estados de los hombres en general, y 2.° Del estado de los perfectos en especial.
Sóbrelo primero, estudiaremos cuatro puntos : 1." Qué es lo que produce estado en los hombrea? —
2 Debe haber en los hombres diversos estados ó diversos oficios? — 3.° Diferencia de ofie¡os.—4.° Di-
0
ferencia de estados.
solo la obediencia de los mandatos di vi-, donde por causa de estado se entiende lo
nos basta para la razón de un estado. perteneciente á la libertad. ( 3 ) . Luego
2.° La palabra estado parece importar parece que no varía el estado del hom-
inmobilidad seguii aquello (i Cor. 15, bre sino lo que pertenece á la libertad ó
58), permaneced estables é inmóviles; á la esclavitud.
por lo que dice San Gregorio (sup. Conclusión. El concepto de estado
Ezech. hom. 21) : « e s una piedra cua- propiamente entraña la condición de li-
» drada y como dotado de estabilidad por bertad ó esclavitud, lo mismo en lo espi-
»todos lados el que no cae por cambio ritual que en lo civil.
» alguno de lado » : y , como la virtud es Responderemos, que estado hablando
la que hace obrar de una manera inmu- con propiedad, significa cierta diferencia
{[) Donde el Filósofo asigna tres condiciones necesarias á en las (lernas.
la virtud : ul sciens, ut eligens el immübiliter operrtur, « conoci- (3) a 0 á la esclavitud », adicionan aquí casi todas las erIL
» miento, libre elección y constancia ó perseverancia en el ciones, aunque no constan espresamente ni en el testo ni en
» obrar ». la Glosa de la Decretal citada, tomándolas de la común cos-
(2) Solo en la edición áurea hallamos exploratores (investi- tumbre en el Derecho así civil como canónico.
gadores) en lugar de procttralnres, que unánimemente s e l e s -
CUESTIÓN CLXXXIII. — ARTÍCULOS I Y II. 77
de posición, según la que algo se dispone quietud se halla el que está sentado ó
de conformidad con el modo de su natu- echado, sin embargo no se dice que está
raleza corno en cierta inmovilidad; por (en pie derecho).
ser natural al hombre tener la cabeza Al 3.° que el oficio se dice por com-
elevada, fijar los pies en la tierra y dis- paración al acto ( 3 ) , mientras que el
poner en el orden conveniente todos los grado según el orden de superioridad ó
demás miembros intermedios, lo que no inferioridad; mas para el estado se re-
sucede en verdad cuando el hombre está quiere la inmovilidad en lo concerniente
echado ó sentado ó recostado, y sí solo á la condición de la persona.
cuando permanece en pie, como tampoco
se dice que está cuando se mueve, sino ARTÍCULO I I . — » e » e haber cu ia i g l e -
cuando se halla quieto. De ahí es que s i a diversidad de oficios ó estados ? (4;
también en las mismas acciones humanas
se dice tener el negocio algún estado se- 1.° Parece que en la Iglesia no debe
gún el orden de la propia disposición con haber diversidad de oficios ó estados;
cierta inmovilidad ó quietud: por consi- porque la diversidad repugna á la unidad;
guiente entre los hombres no constituye y los fieles son llamados á la unidad de
estado lo que cambia fácilmente con re- Cristo, según aquello (Joan. 17, 22),
lación á ellos y que les es estrínseco, para que sean una sola cosa en nosotros,
como el ser uno rico ó pobre, constituido como también nosotros somos una cosa
en dignidad ó plebeyo ó alguna otra si- misma. Luego en la Iglesia no debe ha-
tuación parecida. Por esta razón se dice ber diversidad de oficios ó estados.
también en el derecho civil (lib. Cassius 2.° L a naturaleza no hace por mu-
y sig., ff. De renatosibus) que « se priva chos (medios) lo que puede hacer por
» más bien de una dignidad que del es- uno solo; y la operación de la gracia es
» tado á aquel, á quien se escluye del mucho más ordenada que la operación de
» senado » ; y solo parece afectar al es- la naturaleza: sería pues más conve-
tado del hombre lo que respecta á su niente que las cosas, que pertenecen á
obligación personal, es decir, según que los actos de la gracia, fueran adminis-
uno es (sui juris vcl alieni) libre ó de- tradas por los mismos hombres, de ma-
pendiente de otro, y esto no por alguna nera que no hubiera en la Iglesia diver-
causa leve ó de fácil mutación, sino por sidad de oficios y estados.
algo permanente, que es lo que implica 3.° E l bien de la Iglesia parece con-
el concepto de libertad 6 esclavitud. Por sistir principalmente en la p a z , según
consiguiente, el estado pertenece propia- aquellos ( P s . 147, 3 ) , que puso por tus
mente á la libertad ó á la esclavitud téminos la paz, y ( n Cor. ult. 11) se
tanto en lo espiritual como en lo civil. dice, tened paz, y el Dios de la paz y de
Al argumento 1.° diremos, que la rec- la caridad será con vosotros. Pero la di-
titud considerada como tal no pertenece versidad impide la paz, la cual parece
á la razón de estado, sino solo en cuanto ser causada por la semejanza, según aque-
es connatural al hombre con la adición llo (Eccli. 13,19), todo animal ama á su
de cierto reposo : así es que en los otros semejante; y el Filósofo dice (Politic.
animales no se requiere la rectitud para 1. 5 , c. 4) que « l a menor diferencia
decir que están como tampoco se dice de » produce disensiones en una ciudad.»
los hombres, por recta que sea su posi- Luego parece que no es conveniente haya
ción ó actitud, si no están en quie- en la Iglesia diversidad de estados y
tud (1). oficios.
Al 2.° que la inmovilidad no basta Por el contrario, dícese (Ps. 44) eu
para la esencia del estado (2); porque en alabanza de la Iglesia que está revestida
(1) Con cierta inmobilidad ó en condiciones de perma- rioridad en quien la ejerce, y que ratificado f digámoslo asij
nencia. ó perpetuado por el carácter de estabilidad ó inmovilidad pasa
(2) Pues debe acompañar á la rectitud esencial á la natura- á erig'irse en estado, cual se verifica en el episcopado, pues
leza humana. el obispo nunca deja ya de serlo.
(3) A las operaciones ó ejercicios, que desempeña el que (i) Téngase presente la definición del Concilio Tridentino
lo licnc ó practica, en benelicio ó utilidad de otros; lo cual {ses. 23, can. tí): « si alguien dijere no haber en la Iglesia
constituye una condición personal transitoria y muy acci- » católica por divina institución una jerarquía, que consta de
dental, como lo es asimismo por lo común el grado de supe- » obispos , presbíteros y ministros ; sea anatema ».
18 CUESTIÓN CLXXKIII.—ARTÍCULOS II Y I I I .
de variedad á la redonda; por lo que la todo el cuerpo está coligado (por la fe)
Glosa (ord. Cassiod. sup. illud., circun- y unido (por la caridad) por toda coyun-
data varietate) dice que « la Reina esto tura por donde se le suministra el ali-
» es, la Iglesia se adorna con la doctrina mento, esto es, sirviendo uno sirve á otro.
» de los apóstoles y la confesión de los Al 2.° que, así como la naturaleza no
» mártires y la pureza de las vírgenes y produce por muchos (medios) lo que puede
» con el llanto de los penitentes. » producir por uno solo, de la misma ma-
Conclusión. Hay en la Iglesia diver- nera no coarta á uno aquello para lo cual
sidad de estados y oficios para su per- se requieren muchas cosas, según San
fección , necesidad de acción y ornato. Pablo ( i Cor, 12, 17), si todo el cuerpo
Responderemos que la diversidad de fuese ojo ¿ dónde estaría el oido ? Por esta
estados y oficios en la Iglesia se refiere á razón también en la Iglesia, que es el
tres cosas : 1. ala perfección de la misma cuerpo de Cristo, fue preciso diversificar
a
Iglesia; pues, así como la perfección en los miembros según los diversos oficios,
el orden de las cosas naturales, que se estados y grados.
encuentra en Dios de una manera simple Al 3.° que, así como en el cuerpo na-
y uniforme, no puede encontrarse en la tural se contienen diferentes miembros eu
universidad de las criaturas sino de una unidad por la virtud del espíritu que los
manera disforme y multiplicadamente: vivifica, del que faltando se separan los
así también la plenitud de la gracia, que miembros del cuerpo; así también en el
se reúne en Cristo como cabeza, redunda cuerpo de la Iglesia se conserva la paz
diversamente en sus miembros, para que de los diversos miembros por virtud del
el cuerpo de la Iglesia sea perfecto; y Espíritu Sauto, que vivifica el cuerpo de
esto es lo que dice San Pablo (Ephes. 4. la Iglesia, como se ve (Joan. 6). Por
11): él mismo dio á unos ciertamente esto dice el Apóstol (Ephes. 4 , 3), solí-
Apóstoles, y otros profetas y á otros citos en guardar la unidad del espíritu
Evangelistas, y á otros Pastores y Doc- en vínculo de paz. Pero alguno se sepa-
tores para la consumación de los Santos; ra de esta unidad del espíritu, cuando
2. á la necesidad de las acciones, que son busca lo que le es propio ; como en una
a
Iglesia, la cual consiste en cierto orden; qne no haya disensión en el cuerpo sino
por cuya razón se dice ( n i Reg. 10, 5), que todos los miembros conspiran entre
que, viendo la Rusia de Sabá toda la sa- sí á ayudarse los unos á los otros.
biduría de Salomón y las habitaciones ARTÍCULO I I I . — LOS o«c¡os s e distin-
de sus criados y las varias clases de los g u e n por los actos ?
ministros, estaba cómo fuera de sí. Por
esto también dice el Apóstol ( u Tim. 1.° Parece que los oficios no se distin-
2 , 2 0 ) , que en una casa grande no solo guen por los actos : porque son infinitas
hay vasos de oro y de plata sino también las diferencias de los actos humanos tan-
de madera y de barro. to en lo espiritual como en lo temporal;
y no puede haber una distinción cierta
Al argumento 1.° diremos, que la di- de cosas infinitas. Luego no se puede
versidad de los oficios y estados no im- distinguir de una manera cierta los ofi-
pide la unidad de la Iglesia, que se per- cios humanos por la diversidad de los
fecciona por la unidad de la fe y de la actos.
caridad y del socorro mutuo, según es-
(I) En alg-unos manuscritos se omite nos, y el testo de 1¡>
tas palabras (Ephes. 4 , 16) ,./?or el cual V u l g a l a dice : ücus tcinpcrqvit corpus ei cui dccral,...
¡
CUESTIÓN C L X X X I I I . — ARTÍCULOS III Y V I . 79
flj En conformidad con la conclusión del a. 2. (1) Asignante así el principio, medio y fin ó término de la
Í-) Que se reducen á éslos tres : sacerdotal ó episcopal, r e - perfección.
ligioso ó monacal y conyugal ó matrimonial. (5) En algunas ediciones antiguas en lugar de el specie
(3) La Vulgata pone domibus en lugar de gradibiu ; si bien differentice se l e e et specics et di/fereiili<E, que de n i n g ú n mudo
San Jerónimo lo interpreta por casas construidas á modo de es admisible según Kicolai atendida la regla común ante-
torres ó alcázares, que en efecto suelen constar de diversos predicamenlal.
cuerpos ó pisos, como también aún las casas entre nosotros.
80 CUESTIÓN CLXXXII i. — A R T Í C U L O IV.
Estudiaremos ahora las cosas que pertenecen al estado de la perfección, al que se ordenan los otros
estados: porque la consideración de los oficios, en cuanto á otros actos, corresponde á los legislado-
res; mas en cuanto á los misterios sagrados, pertenece á la consideración de los órdenes, de los que
se tratará en la 3. parte. Con relación al estado de los perfectos ocurren tres consideraciones :1. de
a a 1
estado de la perfección en general; 2 . de las cosas que pertenecen á la perfección de los obispos;
a
Sobre la 1. se ofrecen estos ocho puntos : l.°La perfección se considera según la caridad?—2° Puede
a
alguno ser perfecto en esta vida? —3.° La perfección de esta vida consiste principalmente en los con-
sejos, ó en los preceptos? —4.°Todo el que es perfecto se halla en estado de perfección? —5." Los pre-
lados y religiosos se hallan especialmente en estado de perfección?—6." Todos los prelados están en
estado de perfección i—n." Qué estado es más perfecto, el de los religiosos ó el de los obispos? —
8.° Comparación de los religiosos con los curas y arcedianos.
Al 2.° que alguuo puede llamarse per- fecto (1). Luego nadie es perfecto en
fecto de dos maneras : 1. en absoluto, esta vida.
a
relativo, cuya perfección en verdad se hom. 14), « el fuego del amor, que co-
observa según algo esterior, tal como lo » mienza á arder en esta vida, se inflama
blanco ó negro ó algo semejante. Pero la » más cuando viere al mismo que ama »;
vida cristiana consiste especialmente en la y tampoco en cuanto al amor del próji-
caridad, por la que se une el alma á Dios: mo, porque no podemos en esta vida amar
y por esta razón se dice (i Joan. 3 , 14), á todos los prójimos actualmente, aunque
el que no ama está en muerte. De consi- los amemos habitualmente : mas el amor
guiente la perfección de la vida cristiana habitual es imperfecto. Luego parece que
se considera absolutamente según la ca- nadie puede ser perfecto en esta vida.
ridad, y relativamente según las virtu- Por el contrario: la ley divina no in-
des : y, puesto que lo que existe absolu- duce á lo imposible ; pero induce á la
tamente es lo más principal y lo mayor perfección, según aquello (Matth. 5,48),
respecto de otros, de ahí es que la per- sed perfectos, como lo es vuestro Padre,
fección de la caridad es principalísima que está en el cielo ; parece por consi-
respecto de la perfección que se considera guiente que alguno puede ser perfecto en
según otras virtudes. esta vida.
Al 3.° que se dice que la paciencia tiene Conclusión. La perfección absoluta-
obra perfecta en orden á la caridad, esto mente total tanto por parte del que ama
es, en cuanto proviene de la abundancia como por la del objeto amable [1] no es
de la caridad el que alguno tolere pacien- accesible á criatura alguna y compete á
temente las adversidades, según aquello solo Dios; mas en el primer concepto [2]
(Rom. 8, 35) quién nos separará del amor lo es al hombre en el cielo y no al via-
de Cristo? tribulación? ó angustia? etc. dor, sino solo [3] en cuanto á superar
todo obstáculo á la moción del amor de
Dios.
ARTÍCULO I I . — i'uedc alguno ser per-
Responderemos que, como se ha di-
fecto cu e s t a vida ?
cho (a. 1.), la perfección de la vida cris-
tiana consiste en la caridad ; y la perfec-
1 P a r e c e que nadie puede ser perfecto ción implica cierta universalidad, puesto
en esta vida : porque dice el Apóstol que, como se dice (Physic. 1. 3 , t. 63),
(i Cor. 13, 10), cuando viniere lo que es es perfecto aquello, á lo que nada falta.
perfecto, abolido será lo que es en parte; Luego pueden considerarse tres clases de
y lo que es en parte no se destruye en perfección : 1 . perfección absoluta, que
a
188, 16), tus ojos vieron en mí lo imper- fección, que se considera según la totalidad
absoluta por parte del que ama, esto es,
según que el afecto tiende siempre actual-
. (1) imperado según la interpretación do los Setenta, y mente hacia Dios según todo su poder; y
mejor informe según Teodoreto l'undada en Síniaco, y que San
A g u s l i n y Casiodoro comentan en él mismo sentido.
• tal perfección no es posible en esta vi-
CUESTIÓN C L X X X I V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 83
(1) El Concilio de Trento fulmina anatema contra el que « no hasy consejo alguno en el Evangelio »; 2.° que « no existe
afirme que el hombre puede en el curso de su vida evitar » diferencia alguna entre el precepto y el consejo » ; 3.° que
todos los pecados aun veniales sin especial privilegio de Dios « todo lo recomendado por Cristo en el Evangelio es precep-
( m. 6, can. 23). nlivo».
(2) Son de notar aquí tres errores de Calvino : 1.° que
84 CUESTIÓN CLXXX1V. — ARTÍCULO III.
Por esfa razón dice San Jerónimo [sup. bien existe cierta perfección de la caridad
Math. c. 19, sup illud, ecce nos reliqui- perteneciente á la especie misma de la
mus) que, puesto que no basta abando- caridad, que consiste en amar á Dios sobre
narlo solamente, Pedro agrega lo que es todas las cosas y no amar nada contra él,
perfecto y te hemos seguido. Pero San y hay también otra perfección de caridad
Ambrosio sobre aquello (Lucas. 5), sigúe- en esta vida, á la que alguno llega por
me, dice : « manda le siga, no con paso algún desenvolvimiento espiritual; por
» corporal, sino con él afecto del espíri- ejemplo, como cuando el hombre se abs-
» tu, cosa que se hace por la caridad.» tiene de cosas lícitas ( 2 ) , para entre-
Por consiguiente del modo mismo de ha- garse más libremente al servicio de Dios.
blar se deduce que los consejos son cier-
tos instrumentos para llegar á la perfec- ARTÍCULO I V . -— Todo el que es per-
ción, cuando se dice, si quieres ser per- fecto está e n estado de perfección ?
fecto, ve y vende etc., como si se dijera,
haciendo esto llegarás á este fin. 1.° Parece que todo el que es perfecto
Al 2.° que, como dice San Agustín está en estado de perfección : pues, así
(lib. De perfectione justitia?, c. 8 ) , « l a como por el desarrollo corporal se llega
» perfección de la caridad se preceptúa al á la perfección corporal, así por el espiri-
» hombre en esta vida ; porque no se corre tual se llega á la perfección espiritual,
»bien, si no se sabe á dónde se ha de como se ha dicho (a. 3 , al 3.°). Pero des-
« correr : y ¿ cómo se sabría, si no fuera pués del aumento corporal se dice hallar-
» manifestado por algunos preceptos ? » se alguno en el estado de edad perfecta.
Mas, como lo que cae bajo precepto pue- Luego también parece que después del
de ser cumplido de distintas maneras, aumento espiritual, cuando ya alguno ha
no se hace alguno trangresor del pre- conseguido la perfección, se halla en el
cepto, por no cumplirlo del mejor modo, estado de la perfección.
sino que basta lo cumpla de alguna ma- 2.° Por la misma razón, porque algo
nera (1); y la perfección del amor divino se mueve de contrario á contrario, se
es generalmente de precepto, de tal suerte mueve también de lo menor á lo mayor,
que de este no se escluye la perfección como se dice (Phys. 1. 5 , t. 19). Pero
de la patria, como dice San Agustín (ibid.) cuando uno es movido del pecado á la
sino que « evade la transgresión dei pre- gracia, se dice .que cambia de estado, se-
» cepto el que de cualquier modo alcanza gún que se distingue el estado de la cul-
»la perfección del amor divino. » E l gra- pa del estado de la gracia. Luego parece
do ínfimo del divino amor consiste en no que por igual razón, cuando alguno pro-
amar nada más que á él, ni contra é l , ni gresa de menor á mayor gracia hasta lle-
tanto como á é l ; á cuyo grado de perfec- gar á lo perfecto, alcanza el estado de
ción el que falta, no cumple en manera perfección.
alguna el precepto. Pero hay otro grado 3.° Consigue alguno el estado por li-
de amor perfecto, que no puede cumplir- brarse de la esclavitud ; y por la caridad
se en esta vida, como se ha dicho (a. 2); se libra alguno de la esclavitud del pe-
á cuyo amor el que falta es evidente que cado, puesto que la caridad cubre todas
no es transgresor del precepto. De la las culpas, como se dice (Prov. 10, 12):
misma manera tampoco quebranta el pre- más, puesto que se dice alguno perfecto
cepto el que no llega á los grados medios según la caridad, como se ha espuesto
de la perfección, con tal que llegue al (a. 1) ; parece por consiguiente que todo
ínfimo. el que tiene la perfección, tiene por esto
_ Al 3.° que, así como el hombre tiene mismo el estado de perfección.
cierta perfección de su naturaleza tan Por el contrario, algunos se hallan en
luego como nace, la cual pertenece á la estado de perfección, los cuales carecen
razón de la especie, y otra perfección, á por completo de la caridad y de la gracia,
laque llega por su desarrollo ; así tam- como los malos obispos ó los malos reli-
i l ) Al menos en s u grado ínfimo, cuando la observancia
(2) Como el matrimonio, la posesión de riquezas y otras
del precepto admite división en grados, y según se esplica a
análogas, á que renuncian voluntariamente y por voto los
continuación. que hacen profesión de vida monástica.
86 CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULOS IV Y V.
gipsos. Luego parece por el contrario que la predicha obligación se haga con algu-
algunos tienen la perfección de la vida, na solemnidad, como se observa en todo
los cuales sin embargo no tienen el estado lo que entre los hombres obtiene una fir-
de perfección. meza perpetua. Así pues, se dice propia-
Conclusión. Dícese propiamente ha- mente hallarse alguno en estado de per-
llarse uno en estado de perfección [ 1 ] no fección , no porque tiene el acto del amor
por sus actos de amor perfecto, sino por perfecto, sino porque se obliga perpetua-
obligarse perpetua y solemnemente a la mente con alguna solemnidad á las cosas
vida perfecta ; y así [ 2 ] pueden ser per- que pertenecen á la perfección. También
fectos algunos, sin hallarse en estado de sucede que algunos se obligan á lo que
perfección, y no serlo otros constituidos no. observan y algunos cumplen lo á que
en él (1). no se obligaron, como consta (Matth. 21,
Responderemos que, como se ha dicho 28) de los dos hijos ; de los cuales uno al
(C. 183, a. 1 ) , el estado pertenece pro- decirle su padre trabaja en mi viña, con-
piamente á la condición de libertad ó de testó, no quiero, y luego fué; y el otro
esclavitud ; y la libertad ó esclavitud es- respondiendo dijo, voy, mas no fué. Por
piritual puede considerarse en el hombre consiguiente nada impide que sean per-
de dos maneras : 1. según lo que se obra
a fectos algunos (3) que no estañen estado
en lo interior, y 2. según lo que se obra
a de perfección, y que algunos en estado
en lo exterior. Y , puesto que, como se perfección, sin embargo no sean perfec-
dice (i Reg. 16, 7 ) , el hombre ve lo que tos (4).
aparece, mas el Señor ve el corazón, de Al argumento 1.° diremos, que por el
ahí es que según la disposición interior aumento corporal progresa alguno en las
del hombre se considera la condición del cosas, que pertenecen á la naturaleza, y
estado espiritual en él por relación del así consigue el estado de la naturaleza;
juicio divino : más según lo que se obra principalmente, porque lo que es confor-
esteriormente se considera el estado es- me á la naturaleza es en cierto modo in-
piritual del hombre por relación ala Igle- mutable, en cuanto la naturaleza es de-
sia : y en este sentido tratamos ahora de terminada á una sola cosa. De la misma
los estados, esto es, según que de su di- manera por el desarrollo espiritual inte-
versidad resulta cierta belleza de la Igle- rior consigue alguno el estado de la per-
sia. Debe considerarse empero que en fección en cuanto al juicio divino; pero
cuanto á los hombres, para que alguno en cuanto á las distinciones de los estados
alcance un estado de libertad ó de es- eclesiásticos no obtiene alguno el estado
clavitud, se requiere : 1.° alguna obliga- de perfección sino por el progreso en las
ción (2) ó exención [absolution), pues no acciones esteriores.
porque alguno sirva á otro se hace es-
Al 2.° que también aquel razonamiento
clavo , dado que también los libres sirven,
procede en cuanto al estado interior ; y
según aquello (Galat. 5 , 1 3 ) , servios unos
sin embargo, cuando alguno pasa del pe-
á otros por la caridad del espíritu ; ni
cado á la gracia, pasa de la esclavitud á
porque alguno deje de servir se hace libre,
la libertad lo cual no sucede por el pro-
como se ve por los siervos fugitivos : sino
greso simple de la gracia, sino cuando al-
que propiamente es siervo el que está á
guno se obliga á las cosas, que son de la
obligado á servir, y libre el que está exen-
gracia.
to de la esclavitud ; 2.° se requiere que
Al 3.° que aquel razonamiento procede
(1) Porque este estado es una condición esterior de los que abrazado alguno cualquiera de estos tres estados, que lo son
s e constituyen siervos de Dios, para consagrarse á las obras propia y verdaderamente según lo indicado en la nota 2 ,
de perfección, y no dejan de pertenecer á él aun cuando no página 79.
cumplan sus compromisos ó no lleguen á la perfección com- (3) Como ciertas almas fervorosas que en el mundo y aun
pleta y verdadera ; la cual por su parte consiste esencialmente en el matrimonio y á pesar de sus ocupaciones seculares se
en la íntima adhesión á Dios por amor que puedo obtenerse ejercitan en la práctica de las más eminentes virtudes y
sin hacer profesión ó adoptar el estado de perfección. aman á Dios con toda la perfección posible en esta vida.
(2) Perpetua y contraída con determinadas formalidades Nadie ignora que hay grandes Santos canonizados, que nunca
constitutivas de su solemnidad, según se espone á conti- pertenecieron á estado de perfección, y muchos también que
nuación y en conformidad con lo dicho al principio d é l a nota no habían tomado estado, como vulgarmente suele decirse.
precedente. Así la soltería y la viudez no son estados, porque (4) Como los religiosos malos ó simplemente imperfectos,
el libremente célibe y el viudo pueden á su arbitrio dejar de que obligados á vivir aspirando al menos á serlo no alcanzan
serlo, cuando gusten, pasando á casarse ú ordenarse ó entrar á tanto ó quizá v i v e n menos recatada y cristianamente quo
en religión ; libertad de que se han despojado los que y a han muchos seglares y gentes del mundo.
CüESTÍON CLXXXIV. — A R T Í C U L O S IV Y V. 87
(1) Contra los errores de Juan Wiclef, según el cual « e l (3J Equivalente á {famulanles) servidores, si bien el uso de
» monje en religión privada es inhábil para la observancia de los escritores sagrados lo aplican por escelencia y sin adición
»los divinos preceptos, mientras no apostate de ella, en la alguna á los siervos de Dios.
« que ningún religioso puede salvarse » , añadiendo ( según (4) Especialmente los caracterizados ó investidos de dig-
se lee en las actas del Concilio de Constanza, ves. 8, por quien nidad episcopal.
fue condenado) que n desde el papa, que es el primer obispo, (5) A quienes deben ademas por su propio cargo y digni-
abasta el último religioso todos son herejes » ; y de Ivs pobres dad administrar los bienes espirituales. Los teólogos y escri-
de í.xjon, quienes decían que « los obispos son los escribas y tores ascéticos suelen hacer la distinción de que el religioso
» fariseos perseguidores de los Apóstoles ». está obligado á caminar constantemente hacia la perfección
(2) Antigua manuscrita, teslualmente conforme con el propia de su estado, en tanto que el obispo se supone ya
V. Beda, y solo sustancialmente con San Agustín en el lugar constituido en ella.
citado,
88 CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULOS V Y VI.
se dice (Joan. 10, 15). Por esto dice el siásticos se hallan en estado de perfec-
Apóstol (i Tim. ult. 12), habiendo tam- ción : "pues dice San Jerónimo (sup. Ep.
bién hecho buena confesión ante muchos ad Tit. c. 1, sup. illud, constituas per ci-
testigos, esto es, «en su ordenación», vitates, etc.): « en otro tiempo el sacer-
como dice la Glosa (interl. ibid.). Aplí- » dote era lo mismo que el obisj>o », y des-
case también cierta solemnidad de consa- pués añade: «luego así como los presbí-
gración á la vez que la profesión predi- »teros saben que por costumbre de la
cha, según aquello ( n Tim. 1, 6), que » Iglesia son subditos del que es su pre-
avives la gracia de Dios que hay en tí » pósito, así los obispos sepan que ellos
por la imposición de mis manos, lo cual » más por esta costumbre que por la ver-
espone la Glosa (interl.) de la gracia epis- » dad de la disposición del Señor son ma-
copal; y dice San Dionisio (De eccl. » yores que los presbíteros y que deben
hierarch. c. 5) que « el Sumo Sacerdote, » regir en coniun la Iglesia ». Es así que
» esto es, el obispo recibe en su ordena- los obispos se hallan en estado de perfec-
$> cion las Santas Escrituras que se le co- ción. Luego también los presbíteros en-
» locan sobre la cabeza; para demostrar cargados de la cura de almas.
» que participa de toda la virtud jerár- 2.° Así como los obispos reciben el
» quica íntegra, y que él es no sólo el que cargo de las almas con la consagración,
»ilumina á todos (lo cual pertenece á las así también los presbíteros curados y los
» santas palabras y acciones), sino que arcedianos, de los que sobre aquello (Act.
j> también transmita esto á otros ». 6), escoged pues, hermanos, de entre vos-
Al argumento 1.° diremos, que no se otros siete varones de buena reputa-
buscan el principio y el aumento por sí ción, etc., dice la Glosa (ordin. Bedte):
mismos sino á causa de la perfección; y «los Apóstoles querían que se establecie-
por eso para el solo estado de perfección » sen en la Iglesia siete diáconos, que
son tomados algunos hombres con cierta » fuesen de un rango más elevado y como
obligación y solemnidad. » columnas del prójimo alrededor del al-
Al 2.° que los hombres toman el estado »tar ». Luego parece que los mismos es-
de perfección, no como profesando ser tán también en estado de perfección.
perfectos, sino para profesar que tienden 3.° Así como los obispos se obligan á
á la perfección; por lo que dice el Após- poner su alma por sus ovejas, así también
tol (Philip. 3 , 12), no que ya la haya al- los presbíteros curados y los arcedianos:
canzado ó que sea perfecto, mas voy si- y, como esto pertenece á la perfección de
guiendo por si de algún modo podré al- la caridad, según se ha dicho (a. 2), pa-
canzarla, y después añade: todos los que rece por consiguiente que también los
somos perfectos vivamos en estos senti- presbíteros curados y los arcedianos se
mientos. Por consiguiente no comete al- hallan en estado de perfección.
guno mentira ni simulación por no ser Por el contrario, dice San Dionisio
perfecto el que abraza el estado de per- (De eceles. hierarch. c. 5):-« el orden de
fección , sino por separar su ánimo del in- »los Pontífices es consumativo y perfec-
tento de la perfección. »tivo (2), el de los sacerdotes ilumina-
Al 3.° que el martirio consiste en el »tivo y para dar luz, y el de los minis-
acto más perfecto de la caridad (1); pero »tros purificativo y discretivo». De lo
el acto de la perfección no basta para es- cual se deduce con evidencia que la per-
tablecer un estado, como se ha dicho fección se atribuye á solos los obispos.
(a. 4). Conclusión. Ño todos los prelados, sino
únicamente los obispos se hallan consti-
A R T Í C U L O V I . — Todos ios prelados tuidos en estado de perfección.
eclesiásticos se hallan en estado de perfec- Responderemos, que en los presbíteros
ción? y diáconos, que tienen la cura de las al-
mas pueden considerarse dos cosas, á sa-
1.° Parece que todos los prelados ecle- ber, el orden y el cuidado : el orden mis-
mo se refiere á cierto acto en los oficios
divinos, por lo que se ha dicho (C. 183,
(1) V. lo espuesto en la C. 124j a. 3 (tomo 3.° pági 757).
a, 3 , al 3.°) que la distinción de los órde-
(2) Operativo de la perfección.
CUESTIÓN CLXXXIV.—ARTÍCULO VI. 8ÍÍ
nes se contiene bajo la distinción de los Por esta razón San Pablo se sirve comun-
oficios, y así en el hecbo mismo de que mente del nombré de presbíteros en cuan-
algunos reciben el orden sagrado, reciben to á ambos, cuando dice ( i Tim. 6, 18),
la potestad de ejecutar ciertos actos sa- los presbíteros que gobiernan bien sean
grados ; pero no se obligan por eso mismo tenidos dignos de este doble honor; y asi-
á las cosas que son propias de la perfec- mismo también del nombre de obispos,
ción, sino por cuanto en la Iglesia Occi- por lo que dice (Act. 20, 28), hablando
dental en la recepción del orden sagrado á los presbíteros de la Iglesia de Efeso:
se hace voto de continencia, lo cual es mirad por vosotros y por toda la grey,
una de las cosas que pertenecen á la per- en la cual el Espíritu Santo os ha puesto
fección, como se dirá (C. 186, a. 4). Así por obispos, para gobernar la Iglesia de
es evidente que por recibir alguno el or- Dios. Pero en realidad siempre hubo dis-
den sagrado, no queda absolutamente tinción entre ellos (2) aun en tiempo de
constituido en estado de perfección, aun- los Apóstoles, como consta por San Dio-
que se requiera la perfección interior, para nisio (De eccl. hierarch. c. 5); y (Luc. 10)
que uuo ejerza dignamente tales actos; sobre aquello, post hac autem designavit
como ni por parte del cuidado que reci- Dominus..., dice la Glosa (ord. Bed.):
ben, pues no se obligan por solo esto con « así como el tipo de los obispos existe
el vínculo de voto perpetuo á retener la » en los Apóstoles, así el de los presbí-
cura de almas ; sino que pueden abando- » teros de segundo orden en los setenta y
narlo ó para entrar en religión aun sin » dos discípulos ». Después sin embargo,
para evitar el cisma, fue necesario distin-
licencia del obispo, como se ve (Decret.
guir también sus nombres, esto es, que se
19, C. 2, c. Duce sunt), ó bien con licen-
llamasen los mayores obispos y los meno-
cia del obispo puede un arcediano dimitir
res presbíteros; y el decir que los presbí-
su cargo ó la parroquia y recibir una pre- teros no se diferencian de los obispos, es
benda simple sin cura de almas, lo que de incluido por San Agustín entre las here-
ningún modo sería lícito, si estuviera en jías (lib. De hieres. 53), donde manifiesta
estado de la perfección, porque ninguno que los arríanos decían que ninguna dife-
que pone su mano en el arado y mira rencia debía hacerse entre un presbítero
atrás, es apto para el reino de Dios, y un obispo.
como se dice (Luc, 9, 62). Mas los obis-
pos, puesto que se hallan en estado de Al 2.° que los obispos tienen princi-
perfección, á no ser por la autoridad del palmente la cura de las ovejas de su
Sumo Pontífice, á quien solo pertenece diócesis ; mientras que los presbiteros y
el dispensar en los votos perpetuos, no los arcedianos (3) desempeñan algunas
pueden abandonar la cura episcopal, y administraciones bajo la dirección de los
por ciertas causas, como se dirá (C. 185, obispos. Por esta razón sobre aquello
a. 4). Por lo tanto es evidente que no to- (i Cor. 12), aliis opitulationes, aliiguber-
dos los prelados (1) se hallan en estado nationes..., dice la Glosa (interl.); opitu-
de perfección, sino solo los obispos. lationes ó auxilios, esto es, los que auxi-
Al argumento 1.° diremos, que pode- lian á los mayores, c< como Tito á San
mos hablar del presbítero y del obispo en x> Pablo ó los arcedianos á los obispos;
dos conceptos : 1.° en cuanto al nombre, y> gobernaciones, ó bien, prelacias de los
y de este modo en otro tiempo no se dis- » inferiores, como son los presbíteros que
tinguían los obispos y presbíteros ; pues » enseñan al pueblo ». También dice San
se llaman obispos « porque sobresalen », Dionisio (De eccl. hierarch. c. 5) que,
como dice San Agustín (De civit. Dei, « así como vemos á la jerarquía univer-
1- 19, c. 19); mientras que en griego se x> sal terminada en Jesucristo, así tam-
llaman presbíteros como más ancianos. » bien cada función en el propio jerarca
(1) V. lo dicho al fin de la nota 5, páp. 87. partido, cuyajurisdiccion delegada por el obispo respectivo
(2) Verdad histórica y dogmática negada por Aerio, W i - depende en todo de su arbitrio y no tiene otra amplitud que
clef y todos los presbiterianos, cuyo error fue anatematizado la que el mismo prelado ó acaso alguna constitución sinodal
por el concilio de Trento contra todos los que dijeren que los diocesana les asignen ; reservándose la denominación de arce-
obispos no son superiores á los presbíteros, según ya había diano á una de las dignidades en los cabildos catedrales, como
insinuado no tan espresamente el Concilio 2." de Sevilla, c. es bien sabido.
(3) Mamados hoy comunmente vicarios ó arciprestes de
9(1 CUESTIÓN CLXXXÍV. —
cunstancias calamitosas, por las que desgraciadamente v e n i - en lugar de Causa12, según va rectificada en-el testo:
mos atravesando en nuestro suelo y fuera de é l ; mientras los (4) Cu-jus curca superiníendunt, son como superinlendenles en-
pueblos sumidos en la miseria y consternados por el peligro cargados de velar por las ovejas y los corderos, sobre el clero
se han visto no pocas veces abandonados por los facultativos y el pueblo ; que tal es la significación etimológica de la |>a.
y hasta por las autoridades locales y h a B t a por sus propias labra e-ptecopox.
CUESTIÓN CLXXXIV. ARTÍCULOS VII Y V I I I . 91
Responderemos que, como dice San j> Soberano Pastor ». Pero es signo de
Agustín (super. Gen. ad litt. 12 c. mayor amor el que el hombre sirva aun
16) (1) i el agente es siempre superior á otro á causa de su amigo, que si solo
» al paciente »: y como en el género de la quiere servir al amigo.
perfección según San Dionisio (De casi, Al 3.° que, como dice San Gregorio
hier. c. 5) los obispos son como perfec- (in Pastorali, p. 2 , c. 1), « sea el pre-
cionadores y los religiosos los perfec- » lado el primero en la acción, absorto
cionados, perteneciendo lo uno á la ac- x> más que todos en la contemplación »,
ción y lo otro á la pasión ; es por tanto puesto que á ellos corresponde no solo
evidente que el estado de perfección es contemplar por sí mismos, sino aun por
mejor en los obispos que en los religiosos. la instrucción de los demás. Por esta ra-
Al argumento 1.° diremos, que la re- zón San Gregorio (sup. Ezech. hom. 5)
nuncia de los bienes propios puede con- aplica á los hombres perfectos lo que de
siderarse de dos maneras : 1. según que los que vuelven de la contemplación se
a
es en acto, y en este caso no consiste dice (Ps. 144, 7): rebosarán de la memo-
esencialmente en ella la perfección, sino ria (2) de tu suavidad.
que es cierto instrumento de la perfec-
ción, como se ba dicho (a. 3), por lo que ARTÍCULO V I I I . — L O S presbíteros,
nada impide que el estado de perfección curados y los arcedianos tienen mayor perfec-
exista sin la renuncia de los bienes pro- ción que los religiosos.
pios, como diremos también sobre otras 1.° Parece que también los presbíteros,
observancias esteriores ; 2. puede consi- curados y arcedianos, tienen mayor per-
a
derarse según la preparación, esto es, de fección que los religiosos: porque San
manera que esté dispuesto el hombre si Crisóstomo dice (Dial de Sacerdot. 1.16,
fuese preciso, á abandonarlo ó darlo todo; c. 4, implic. c. 7 ) : « S i me presentas un
y esto pertenece directamente á la per- » monje tal como lo fué Elias, hablando
fección. Por esta razón dice San Agus- »hiperbólicamente; no deberá ser sin
tín (De Qurest. evangel. 1. 2, q. 11): » embargo comparado á aquel que en-
« Dios manifiesta que los hijos de la sa- » tregado á los pueblos y obligado á so-
» biduría entienden que la justicia con- » brellevar los pecados de la multitud
j¡> siste, no en comer ni en la abstinencia, 7> persevera inmóvil y fuerte; 5> y poco
» sino en la igualdad de ánimo para so- después dice (c. 7) : « s i alguno mepro-
» portar la pobreza ». Conforme á lo cual y> pusiera elegir lo que más me agradase
dice el Apóstol (Philip. 4 , 32), sé lo » entre el oficio sacerdotal y la soledad
que es la abundancia y la penuria. Pero » de los monjes, elegiría sin comparación
los obispos están obligados principal- » lo que dije primero ; » y en el mismo
mente á despreciar todo lo suyo en honor libro (c. 5) dice : « si se comparan las fa-
de Dios y por la salvación de su grey, »tigas del monje con las del sacerdote
cuando fuere preciso, ya dándolo á los » que cumple bien sus deberes, se encon-
pobres de su rebaño, ya soportando con »trará que hay entre uno y otro tanta
alegría el robo de sus bienes. » distancia, como entre un simple ciuda-
Al 2.° que proviene de la abundancia » daño y un rey.» Luego parece que los
del amor divino eso mismo de que los sacerdotes que tienen la cura de las al-
obispos se apliquen á lo perteneciente al mas son más perfectos que los religiosos.
amor del prójimo, por cuya razón el Se- 2.° Dice San Agustín (epist. ad Valer,
ñor preguntó primeramente á Pedro si le epist. 21 ó 148): «medite tu prudencia
amaba y después le encargó del cuidado » religiosa que nada hay en esta vida y
de su grey ; y San Gregorio dice (in Pas- » sobre todo en esta época más difícil,
torali p. 2 , c, 1): « si la carga pastoral es » más laborioso y más espuesto que el
» un testimonio de amor, el que es vir- » cargo del obispo, presbítero ó diácono;
» tuoso y rehusa apacentar el rebaño de »pero nada más santo ante Dios, si se
» Dios, queda convicto de que no ama al j> desempeña como manda nuestro Em-
» perador. » Luego los religiosos no son
(1) río así en términos espresos como en equivalencia. más perfectos que los presbíteros ó los
(2) La Vulg-ata dice : memoriam
miclarunt.
abundando; suavilatls luaj.
diáconos.
92 CUESTIÓN C L X X X I V . — ARTÍCULO VIIÍ.
3.° Dice San Agustín (a. Aurel. epist. B conducido por la ley privada, ninguna
60 ó 7 6 ) : <r es cosa excesivamente deplo- B razón exige que sea coartado por la ley
» rabie elevar á los monjes á un orgullo B pública.B Pero no es conducido alguno
B tan ruinoso y juzgar á los clérigos dig- por la ley del Espíritu Santo, que allí se
» nos de tan grave afrenta, que se diga llama ley privada, sino á algo más perfec-
» que un mal monje es un buen clérigo, to. Luego parece que los religiosos son
» siendo así que á veces aun un buen más perfectos que los arcedianos ó los
» monje apenas hace un clérigo media- presbíteros curados.
B no; B y poco antes observó « que no se Conclusión. El estado religioso [1] es
B debe dar ocasión á los servidores de más perfecto que el de los curas y arce-
BDios,(esto es, á los monjes) de que dianos en cuanto á la bondad de su gé-
B piensen ser con más facilidad elegidos nero de vida; pero inferior [2] con res-
B para algo mejor (es decir, para el cle- pecto á la dificultad de desempeñar bien
B ricato) degenerando en peores, ó sea de- sus deberes, no obstante su mayor estre-
B jando su vida monacal, B Luego parece chez,por razón de los peligros estemos de
que los que están en el estado clerical la cura de almas ; y más aún [3] en los
son más perfectos que los religiosos. religiosos no investidos de orden sacro.
4.° No es lícito pasar de mayor á me- Responderemos, que no se comparala
nor estado. Pero es permitido pasar del superioridad de dos individuos por rela-
estado monástico al oficio de presbítero ción á lo que tienen de común sino en lo
con cura de almas, como consta (16, c. que difieren. Pero en los curas y arcedia-
1, c. 28) por el decreto del Papa Grela- nos hay tres cosas que considerar, á sa-
sio, que dice : « si hubiere algún monje, ber, el estado, el orden y el oficio. Per-
B que por el mérito de su vida venerable tenece al estado el que sean seculares, al
B parezca digno del sacerdocio, y el abad orden el que sean sacerdotales ó diáco-
B bajo cuya autoridad milita por Cristo nos , y al oficio el tener á su cargo la cura
B nuestro rey, pide que se le haga presbí- de almas. Sí pues consideramos con se-
B tero, debe el obispo elegirlo y ordenar- paración a u n religioso por su estado (1),
» lo en el lugar que juzgue » (oportuno); un diácono ó sacerdote en cuanto al or-
y San Jerónimo dice al monje Rústico den y un cura de almas según su oficio,
(epist. 4 ) : « vive en el monasterio de como son muchos de los monjes y canó-
B modo que merezcas ser clérigo.» Luego nigos regulares ; en lo primero sobresale
los presbíteros curados y los arcedianos y en los otros será igual: pero, si difiere
son más perfectos que los religiosos. el segundo del primero en estado y oficio,
5° Los obispos se hallan en estado conviniendo en el orden, como son los re-
más perfecto que los religiosos, como ligiosos, sacerdotes y diáconos, que no tie-
consta de lo dicho (a. 7). Pero los pres- nen cura de almas; es evidente que el se-
bíteros curados y los arcedianos en el gundo será superior al primero en estado,
mero hecho de ejercer la cura de almas, inferior en oficio é igual en orden. Debe
son más semejantes á los obispos que los pues considerarse cuál preeminencia es ma-
religiosos. Luego son de mayor perfección. yor, si la del estado ó la del oficio; para lo
cual parece debe atenderse á dos cosas,
6.° L a virtud consiste en lo difícil y
que son la bondad y la dificultad. Si se
bueno, como se dice (Ethic. 1. 2, c. 3);
hace la comparación según la bondad, se
y es más difícil el que alguno viva bien
antepone el estado religioso al oficio de
en el cargo de presbítero curado ó de ar-
presbítero curado ó arcediano; porque el
cediano que en el estado de religión.
religioso obliga toda su vida al estudio de
Luego los presbíteros curados ó los ar-
la perfección, mientras que el presbítero
cedianos tienen virtud más perfecta que
ó arcediano no se obliga por toda su vida
los religiosos.
á la cura de almas, como el obispo; como
Por el contrario, dícese (19, q. 2, c. tampoco le incumbe tener cuidado prin-
DUEB); c< si alguno administra una parro- cipal de sus subditos, como al obispo,
» quia bajo la dirección del obispo y vive sino que su oficio se limita á cumplir al-
B secularmente é inspirado por el Espíritu
B Santo quisiere salvarse en algún mo-
(!) En algunas ediciones se lee (statum por slalu) el estado
lí nasterio ó regla canónica puesto que es religioso,
CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULO VIH. 93
(1) No precisamente legos en el sentido insinuado en la minado sus estudios y demás ejercios de preparación á él.
nota anterior los cuales por regla general nunca reciben órde- (2) Es decir, sean legos simplemente ó aspirantes á i n g r e -
nes clericales, y aun en algunas corporaciones religiosas sar en la clerecía, viviendo empero honesta y cristianamente;
hacen voto espreso de no ser promovidos á ellas ; debiendo pues los que se entregan al desorden y abandono desús debe-
entenderse más bien de los jóvenes profesos con destino al res cristianos en general no se cuidan por lo común de tales
sacerdocio, cuando hayan llegado á la edad competente y ter- dificultades y peligros.
CUESTIÓN CLXXXY.
De lo p e r t e n e c i e n t e al e s t a d o de los o b i s p o s .
Vamos á tratar de lo perteneciente al estado de los obispos, sobre lo cual se ofrecen estos ocho
puntos : 1." Es lícito apetecer el episcopado? —2.° Es permitido rehusarlo Analmente? 3.° Es preciso
elegir el mejor para el episcopado? —4." Puede el obispo pasar a l a religión ? —o." Le es licito abando-
nar á sus subditos corporalmente ? — 6.° Puede tener algo propio ? — 7.° Peca mortalmente no dando
1
a los pobres los bienes eclesiásticos ? — 8.° Los religiosos que son elevados al episcopado, están obli-
gados á las observancias regulares ?
ARTÍCULO I. — E s lícito desear el epis- á los obispos, Luego parece que es lau-
copado ? dable desear el episcopado.
Por el contrario, dice San Agustín
1.° Parece que es lícito desear el epis- (De civ. D e i , 1. 19, c. 19): « el lugar
copado ; pues dice el Apóstol (i Tim. » superior sin el que no puede ser regido
3, 1), quien desea el episcopado buena » el pueblo, aun Guando sea administrado
obra desea, y es lícito y laudable desear » como conviene, se apetece sin embargo
una buena obra. Luego también es lau- »inconvenientemente.
dable desear el episcopado. Conclusion. Aspirar al episcopado es
2.° E l estado de los obispos es más ilícito [1] si en ello se busca medro tem-
perfecto que el de los religiosos, como poral ó el honor adjunto, por cuanto ar-
se ha demostrado (C. 184, a. 7). Y, como guye codicia ó ambición; presuntuoso [2]
es laudable el desear pasar al estado re- en el que sin manifiesta necesidad lo pre-
ligioso, también lo es por consecuencia tende aun en provecho de los prójimos;
el desear ser promovido al episcopado. pero plausible [3] el que desea sin pre-
3. Dícese (Prov. 1 1 , 26), quien es- sunción ejercer el misterio episcopal,
conde el trigo será maldito en los pueblos; sintiéndose digno y capaz ó movido del
mas la bendición sobre la cabeza de los celo de caridad sin presunción ni aspira-
que lo venden; pero el que es idóneo por ciones mundanales, ó hallándose investido
su vida y ciencia para el episcopado pa- de tan alta dignidad.
rece esconder los frutos espirituales, si se Responderemos que en el episcopado
sustrae del episcopado; mientras que al pueden considerarse tres cosas: 1. - es prin-
a
aceptarlo se pone en el lugar del que dis- cipal y final, esto es , l a operación epis-
tribuye los alimentos espirituales. Luego copal, por la cual se provee á la utilidad
parece que es laudable desear el episco- de los prójimos, según aquello (Joann.
pado y vituperable el rehuirle. ult. 17), apacienta mis ovejas; la 2. es a
4.° Los hechos de los Santos, que se Ja elevación del grado, porque el obispo
mencionan en la Sagrada.Escritura, nos es constituido sobre otros, según aquello
son propuestos como modelo, según (Matth. 2 4 , 45), siervo fiel y prudente
aquello (Rom, 15, 4), todas las cosas, á quien el Señor puso sobre su familia; la
que han sido escritas, para nuestra ense- 3. que es consecuencia de las anteriores
a
ñanza están escritas. Pero se lee (Is. .6) es el respeto y el honor y las ventajas
que Isaías se ofreció para el oficio de la temporales, según aquello ( i Tim. 5,
predicación, que compete principalmente 17), los presbíteros, que gobiernan bien
96 CUESTIÓN C L X X X V . — A R T I C U L O I.
son dignos de doblada honra. Luego el c. 8 ) , «el Apóstol dijo esto en aquel
apetecer el episcopado por razón de estos » tiempo , en que el que estaba á la ca-
bienes á el anejos es evidentemente ilícito » beza del pueblo era conducido el pri-
y acusa codicia ó ambición, por lo que » mero á los tormentos del martirio », y
dice el Señor contra los fariseos (Matth. en este caso, al desear el episcopado no
23, 6), aman los primeros puestos en los se podía desear otra cosa sino la obra
banquetes y las primeras sillas en las si- buena ; por lo cual dice San Agustín (De
nagogas, y ser saludados en la plaza y civ. Dei, 1. 19, c. 19) que « el Apóstol
que los hombres los llamen Rabbí. En » al decir, el que desea el episcopado de-
cuanto á lo 2°,es decir, en cuanto á la » sea. una obra buena », quiso dar á en-
preeminencia del grado; el desear el tender lo que es el episcopado, puesto
episcopado es presuntuoso; por lo cual ar- que es nombre de obra, no de honor ; por-
guye el Señor á los discípulos (Matth. que la palabra episcopus es derivada de
20,25) que aspiraban á la primacía, di- (epi) sobre, y (scopus) cuidado intenso:
ciendo isabeis que los príncipes de las gen- por consiguiente, si se quiere, podemos
tes avasallan á sus pueblos, y así San traducir al latin superintendere (velar
Crisóstomo(hom. 66, in Matth) dice que desde lo alto), de modo que entienda
« por esto se ve que es propio de los gen- que no es obispo quien desea presidir y
io tiles desear el primado y de esta ma- no ser útil; porque en la acción (como
» ñera calma los deseos de su alma por dice un poco antes), no debe ser amado
i) esta comparación tomada de los genti- ni el honor ni la potencia en esta vida,
» les. » Pero el desear ser útil á los pró- puesto que todas las cosas son vanidad
bajo el sol; sino la obra misma que se
jimos es en sí laudable y virtuoso: mas
hace por el honor ó la potencia. Sin em-
puesto que en razón del acto episcopal,
bargo, como dice San Gregorio (Pastor
esta carga tiene aneja la elevación del
ibid.) « San Pablo alabando el deseo de
grado, parece presuntuoso que alguno » la obra buena, cambia en temor lo que
desee presidir á otros, para ser útil á » ha sido objeto de sus elogios, cuando
los subditos, no mediando una necesidad » añade : es preciso que el obispo sea irre-
manifiesta é inminente, como dice San »prensible, como si dijera: alabo lo que
Gregorio (Pastor p. 1, c. 7) que era » buscáis, pero antes sabed lo que bus-
« entonces laudable desear el episcopado, » cais. »
» cuando no había duda alguna de Ue-
» gar por él á los más graves suplicios »; Al 2.°, que no se debe razonar de la
por lo que no se encontraba con facilidad misma manera sobre el estado religioso y
quien echara sobre sí esta carga, sobre el estado episcopal por dos motivos:
todo cuando alguno no era escitado á ella 1.°, porque para el estado episcopal se
sobrenaturalmente por el celo de la cari- exige antes la perfección de la vida como
dad, como también observa el mismo consta por lo que el Señor preguntó
doctor (Pastor p. 1, c. 7) que «Isaías, á San Pedro si le amaba más que los
» deseando ser útil á los prójimos, ape- demás, antes de confiarle el oficio pas-
la teció laudablemente el oficio de la pre- toral ; mientras que para el estado re-
» dicacion. » Sin embargo puede alguno ligioso no se exige antes la perfección,
apetecer sin presunción el hacer tales sino que es el camino que conduce á ella,
obras, si ya se halla en este oficio siendo por lo cual no dijo el Señor (Matth. 9),
digno para cumplirlas, de modo que se si eres perfecto ve y vende todo lo que
desee la buena obra, mas no el primado tienes, sino si quieres ser perfecto, siendo
de la dignidad. Por esta razón San Cri- la razón de esta diferencia que, según San
sóstomo dice (super Matth. hom. 3 5 , in Dionisio (De eccles. hier. c, 5) la perfec-
oper. imperf.) «bueno es desear una ción pertenece activamente al obispo,
» buena obra; pero es vanidad desear el como al que perfecciona (1), y pasiva-
» primado de honor; porque la primacia mente al monje como al perfeccionado:
» quiere á quien la elude y aborrece al y se requiere que uno sea perfecto, para
» que la desea. »
Al argumento 1.° contestaremos que, (1J Perfeclorefíi; nopcrfectuñem, como -se ve en a l g u n a etiiciuu
como dice San Gregorio (Past. p. 1. tic las menos corréelas.
C U E S T I Ó N CLXXXV. — A R T Í C U L O S I Y II. 97
poder guiar á otros á la perfección, lo » ció justo : cuya carga si nadie la im-
cual no se exige antes del que debe ser » pone, es justo entregarse á conocer y
guiado á la perfección; pero es presun- » contemplar la verdad; pero, si se impo-
tuoso el que alguno se crea perfecto, mas » ne, debe recibirse á causa de la nece-
no el que tienda á la perfección; 2.° por- » sidad de la caridad (1)».
que el que abraza el estado religioso se Al 4.° que, como dice San Gregorio
somete á otros, para obtener lo espiri- (Past. p. 1, c. 7 ) , « Isaías, que quiso ser
tual, y esto es lícito á todos; por lo que » enviado, se vio antes purificado por
dice San Agustín (De civ.Dei,l. 19, c. 19): » medio de un carbón del altar; á fin de
« á nadie se prohibe el estudio de cono- » que nadie tenga la temeridad de acer-
» cer la verdad, lo cual pertenece á un » carse á los sagrados misterios, sin estar
» reposo laudable». Pero el que pasa al » puro : y por consiguiente, como es muy
estado episcopal es ascendido para pro- » difícil á cada individuo poder recono-
veer á otros, y nadie debe apropiarse » cerse purificado, hay más seguridad en
esta elevación, según aquello (Hebr. 5,4), » declinar el oficio de la predicación».
ninguno toma para sí esta honra, sino
el que es llamado de Dios ; y San Cri- ARTÍCTJLO-II. — E s lícito rehusar ente-
sóstomo dice (super Matth. hom. 25, ramente el episcopado impuesto ?
in op. imperf.): « ni es justo ni útil de-
» sear el primado de la Iglesia, porque l.° Parece que es lícito rehusar ente-
)) ¿quién en sano juicio quiere someterse ramente el obispado impuesto: porque,
» de buen grado á tal esclavitud y peligro como dice San Gregorio (Pastor, p. 1,
» de tener que dar cuenta por toda la c. 7 ) , «deseando Isaías ser útil á los
» Iglesia, sino acaso el que no teme el » prójimos por medio de la vida activa,
»juicio de Dios abusando secularmente » deseó el oficio de la predicación; y al
» del primado eclesiástico, para conver- » contrario Jeremías, queriendo unirse
» tirio en secular ? » » fuertemente al amor del Criador por la
Al 3.° que la dispensación de los ali- » vida contemplativa, se escusó de cum-
mentos espirituales no debe hacerse al » plir esta misión». Mas nadie peca, si
arbitrio de cualquiera, sino principal- no quiere abandonar lo mejor, para adhe-
mente según la voluntad y disposición de rirse á lo menos bueno. Luego, predomi-
Dios, y secundariamente según el arbitrio nando el amor de Dios al amor del pró-
de los prelados superiores, acerca de los jimo y siendo la vida contemplativa pre-
que dice el Apóstol (i Cor. 4, 1), así ferida á la vida activa, como consta de lo
nos tenga el hombre como ministros de dicho (C. 25, a. 1; y C. 26; a. 2; y
Cristo, y dispensadores de los misterios C. 182, a. 1); parece que no peca el que
de Dios: y por eso no se entiende que rehusa enteramente el episcopado.
oculta el alimento espiritual aquel, á 2.° Como dice San Gregorio (Past.
quien no compete por oficio ni se le ha p. 1, c. 7), «es muy difícil que alguno
confiado por el superior, si desiste de la » pueda conocer que está purificadoy
corrección ó gobernación de otros; sino » nadie debe acercarse álos ministerios (2)
que se entiende que lo oculta, si descuida » sagrados, sin estar purificado». Luego,
la dispensación, cuando le incumbe por si alguno no cree que está purificado,
oficio, ó si rehusa recibir con pertinacia no debe aceptar la carga episcopal, de
este cargo, que se le quiere imponer por cualquier manera que se le ordene.
un superior; por lo cual dice San Agustín 3.° Dice San Jerónimo sobre San
(De civ. Dei, 1. 19, c. 19) : « el amor de Marcos (Prólogo, super Marcum) (3) que
* la verdad busca el santo reposo; la ne- «'este se cortó el dedo pulgar después de
» cesidad de la caridad acepta el nego- » (abrazar) la fe, para hacerse, incapaz
(1) En cuyo caso es hasta meritoria.la tal aceptación y aun el concepto de legítimo ; ni el Marcos mencionado es el evan-
el apetecer .el cargo episcopal, no solo por subvenir á la ne- gelista, sino un anacoreta, según puede comprobarse por los
cesidad sino también ademas por la sumisión de la obediencia. Anales de Baronio (año 45 de Cristo, núm. 44} y porque
(2) No misterios, según equivocadamente ponen la edición ademas no se le atribuye tal hecho en el ritual de la orden
áurea y alguna otra. de Sto. Domingo, publicado en 1254, es decir, precisamente
(3) Ni el tal prólogo es genuino de San Jerónimo, aunque en en vida del mismo Sto. Tomás, donde únicamente se lee que
la glosa ordinaria se inserta como tal y Lirano lo comenta e n
« hecho obispo fundó la Iglesia de Alejandría ».
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 1 •
98 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO II.
quisiere remover este impedimento, está mas ; y alguno es mejor por cuanto ama
obligado á obedecer humildemente , por más á Dios. Luego parece que no debe
lo cual (Exod. 4, 10), habiendo dicho ser elevado al episcopado sino el que es
Moisés, os ruego Señor, yo no soy elo- mejor que los demás.
cuente desde ayer y antes de ayer, el 2.° El Papa Símaco dice ( c. Vilissi-
Señor le contestó : yo estaré en tu boca y mus, 1, q. 1): « se debe mirar como el
te enseñaré lo que has de hablar. Final- » más vil el que tiene una dignidad más
mente otras veces no puede quitarse el » elevada que los demás, sin serles su-
impedimento ni por el que ordena, ni por » perior en ciencia y santidad ». Pero el
aquel á quien se ordena, como si un ar- que sobresale en ciencia y santidad es
zobispo no pudiera dispensar de una ir- mejor. Luego ninguno debe ser elevado
regularidad ; por consiguiente el subdito al episcopado, si no es mejor que los
no está obligado á obedecerle, para re- demás.
cibir el episcopado ó también las órdenes 3.° En cualquier género lo menor es
sagradas, si es irregular. regido por lo mayor, como lo corporal es
Al 3.° que aceptar el episcopado no es regido por lo espiritual y los cuerpos in-
en sí necesaria para la salvación, pero se feriores por los superiores, según dice San
hace necesario por precepto del superior; Agustín (De Trinit. 1. 3 , c. 4) : y, como
y respecto de las cosas, que son así nece- el obispo es escogido para regir á los de-
sarias para la salvación, puede alguno lí- mas, debe por consecuencia ser mejor
citamente poner obstáculo, antes de que que ellos.
exista el precepto : de otra suerte no sería Por el contrario, dice la Decretal (c.
lícito á ninguno pasar á segundas nup- Cum dilectus, De electione, etc.) (3) que
cias , ni por esto se le impediría la recep- « basta elegir al bueno ; y no -es preciso
ción del episcopado ó del orden sagrado. » elegir al mejor ».
Pero esto no sería lícito en las cosas que Conclusión. El que elige obispo [1] no
por sí son necesarias para la salvación, está obligado á elegir precisamente al
por cuya razón San Marcos no obró con- más digno por su caridad y santidad,
tra precepto, al cortarse el dedo ; aun- sino al más idóneo para instruir, defen-
que es creíble que esto lo hizo por reve- der y gobernar á la Iglesia ; y en cuanto
lación del Espíritu Santo, sin la que á al electo [2] basta que no se reconozca
nadie es permitido mutilarse. Pero el que indigno, hasta el punto de serle ilícito
hace voto de no recibir el episcopado, si aceptar, aunque no se sienta mejor que
por esto tiene la intención de obligarse á otros.
no aceptarlo ni por obediencia al pre- Responderemos, que acerca de la pro-
lado superior, hace un voto ilícito (1) ; moción de alguno al episcopado hay que
y si tiene la intención de obligarse, cuan- considerar algo por parte del que es pro-
to está en él, á evitar esta carga ó á no movido y algo por parte del que le pro-
recibirla sino en una inminente necesidad, mueve. Por parte del que le eleva, sea
el voto es lícito, porque se obliga á hacer escogiéndole ó proveyendo, se requiere
lo que es conveniente que haga un hom- que lo elija tal que dispense fielmente los
bre. misterios divinos, los cuales deben ser
dispensados en interés de la Iglesia, se-
ARTÍCULO I I I . — ¿ E s preciso que el gún aquello (i Cor. 14, 12), procurad
<iue es elevado al episcopado s e a mejor (2) abundar en ellos para edificación de la
que los d e m á s ? Iglesia. Pero los divinos misterios no se
confian á los hombres por causa de su
l.° Parece necesario que el que es ele- recompensa, la que deben aguardar en
vado al episcopado sea mejor que los lo futuro ; y por eso el que debe elegir á
demás : porque el Señor preguntó á San alguno para obispo ó procurar que lo sea,
Pedro, á quien había de confiar el oficio no está obligado á promover al que es me-
pastoral, si le amaba más que á los de- jor absolutamente, lo cual es conforme á
(1) Y por consiguiente nulo ya en su raíz misma según la (2) No en absoluto el más santo, sino el más apto y útil
doctrina de San Alfonso de Ligorio (1. 3, n.° 206) y eomun para el régimen de la Iglesia y bien de los fieles.
entre los doctores. (3) Do Alejandro III en un concilio de Letran.
100 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS III Y IV.
la caridad ; sino al mejor relativamente Al 2.° que aquel pasaje debe enten-
al régimen de la Iglesia, esto es, al que derse en cuanto al celo del que está cons-
sea capaz de instruir y defender la Igle- tituido en dignidad, porque debe procu-
sia y gobernarla pacíficamente (1). Por rar mostrarse tal que aventaje á los de-
esta razou Sau Jerónimo dice (sup. illud mas en ciencia y santidad. Por esta
"C. 1, ad Tit. et constituas per civit ) razón dice San Gregorio [Pastor. 2, c. 1):
« que algunos no procuran erigir para co- « la acción del prelado debe transcender
»lumnas de la Iglesia á los que cono- » tanto á la del pueblo, cuanto suele dis-
» cen que han de serla más útiles, sino » tar la vida del pastor de su rebaño ».
» á los que ellos aman más ó aquellos, Pero no debe imputársele si antes de
» por cuyos obsequios están sobornados ser prelado no fue más escelente, de modo
» ó cautivos, ó los que están recomen- que por esto deba ser reputado vilísimo.
» dados por grandes personajes ó (por Al 3.° que, como se dice (i Cor. 12, 4,
» no hablar de algo peor ) de gentes que 5 y 6 ) , hay repartimientos de gracias,
»han comprado por presentes el ha- de operaciones y de ministerios : por con-
» cerse clérigos». Mas esto pertenece siguiente nada impide que alguno sea más
á la acepción de personas, que en ellos idóneo para el oficio de gobernar, el cual
es un pecado grave: por lo cual sobre sin embargo no sobresale en la gracia de
aquello (Jac. 2 ) , hermanos mios, no que- la santidad. Pero es lo contrario en el ré-
ráis en acepción de personas , dice la gimen del orden natural, en el que lo
Glosa (ord. Aug., epist. 167 ó 29, ad que es superior en este orden tiene pol-
Hieron.): « si relacionamos con las digni- lo mismo mayor idoneidad para disponer
» dades eclesiásticas lo que se ha dicho lo inferior.
» de la distancia que hay entre el que
» está sentado y el que está de pie, üo ARTÍCULO IV. — 4 P u e d o lícitamente
.» se debe creer que es pecado tener la el obispo abantlonar el cuidado episcopal,
» fe de la gloria del Señor en acepción para pasar al estado religioso ?
» de personas : porque ¿ quién tolerará
» que se elija á un rico para ocupar la 1.° Parece que el obispo no puede lí-
» silla de honor en la Iglesia, postergan- citamente abandonar el cuidado episco-
»do á un pobre más instruido y más pal, para pasar á la religión; porque á na-
» santo?» Mas por parte del quees elegido die es lícito pasar de un estado más per-
no se requiere que se repute mejor que los fecto al menos perfecto, pues esto es
otros, pues esto sería soberbio y presun- volver la vista atrás, lo cual es condena-
tuoso ; sino que basta que no halle en sí ble según el dictamen del Señor, que dice
cosa alguna, por la que se le haga ilícito (Luc. 9, 62), ninguno, que pone su mano
aceptar el cargo episcopal (2). Por esta en el arado y mira atrás, es apto para el
razón, aunque San Pedro fuera interro- reino de Dios : y el estado episcopal es
gado, si amaba más al Señor que los más perfecto que el estado religioso, como
demás, en su contestación no se prefirió se ha dicho (C. 184, a. 7). Luego, así
á los demás, sino que simplemente con- como no es lícito volver del estado reli-
testó que amaba á Cristo. gioso al mundo ; así tampoco es lícito pa-
Al argumento 1.° diremos que, el Se- sar del estado episcopal al religioso.
ñor sabía que por don suyo San Pedro 2.° El orden de la gracia es más per-
tenía idoneidad para gobernar la Iglesia fecto que el de la naturaleza; y según la
y para lo demás, y por eso le interrogó naturaleza no se mueve la misma cosa á
sobre el ampr más amplio; para demos- fines contrarios : por ejemplo, si una pie-
trar que, cuando por otra parte se en- dra cae naturalmente de lo alto, no
cuentra un hombre capaz de gobernar la puede naturalmente volver á lo alto.
Iglesia, debe atenderse principalmente Siendo pues según el orden de la gracia
en él á la escelencia del divino amor. lícito el pasar del estado religioso al es-
{1J Lo cual debe asimismo y según el Concilio de Trento nales de edad, costumbres, instrucción y prudencia.
(ses. 24, cap. 18) hacerse esíensivo á las elecciones de párro- (2) Pero sí queda obligado á procurar mostrarse en su
cos y demás cargos eclesiásticos análogos aun de inferior cate- nueva posición modelo ó ejemplar de virtud y ciencia, como
goría, atendiendo principalmente á sus circunstancias perso- luego dice en la solución al 2.°
CUESTIÓN CLXXXV.—ARTÍCULO IV. 101
tado episcopal, no es lícito por el con- de sus subditos de muchas maneras (3):
trario pasar del estado episcopal al es- ya á causa del defecto propio, ya' de
tado religioso. la conciencia, como si es homicida ó si-
. 3.° En las obras de la gracia nada moniaco ; ó también del cuerpo, como
debe ser ocioso. Pero el que una vez ha si es anciano ó está débil, ó también de
sido consagrado para obispo retiene per- ciencia suficiente para gobernar, ó tam-
petuamente la potestad espiritual de con- bién de la irregularidad, como si es bi-
ferir órdenes y de hacer otras cosas se- gamo; otras por defectos de los subditos,
mejantes, que pertenecen al oficio epis- á los que no puede hacer el bien, por
copal ; cuya potestad parece permanecer cuya razón dice San Gregorio ( Dialog.
ociosa en el que dimite el cargo episco- 1. 2, c. 2) : « debe soportarse con igual-
pal. Luego parece que el obispo no puede » dad de alma á los malos allí donde se
dimitir el cuidado pastoral y pasar al es- » encuentran algunos hombres de bien,
tado religioso. » que se ayuden ; pero donde no se saca
Por el contrario : nadie está obligado » provecho alguno de los buenos el tra-
á lo que es en sí ilícito ; y los que piden » bajo es á veces estéril respecto de los
ser relevados del cuidado pastoral son » malos ; por lo que sucede frecuente-
compelidos á dimitir, como consta (ex- » mente en el espíritu délos perfectos que,
trav. De renunt. c. Quídam) (1). Luego » cuando ven que su trabajo es sin fruto,
parece que el abandonar el cuidado pas- » emigran de un lugar á otro, para traba-
toral no es ilícito. j a r con fruto» : otras veces por parte de
Conclusion. No es lícito al obispo re- otros, como cuando se suscita escándalo
nunciar á su cargo, mientras puede ser sobre la prelacion de alguna persona;
útil á la salvación de sus diocesanos, sin pues, como dice el Apóstol ( i Cor. 8,13),
legítimo impedimento y competente auto- si la vianda sirve de escándalo á mi her-
rización (2). mano, nunca jamás comeré carne, con tal
Responderemos, que la perfección del que sin embargo no provenga el escán-
estado episcopal consiste en que alguno dalo de la malicia de algunos, que quie-
se obliga por el amor de Dios á velar por ren conculcar la fe ó la justicia de la
la salvación de los prójimos; y por consi- Iglesia; pues por tal escándalo no debe
guiente se obliga á conservar el cuidado dimitirse el cuidado pastoral, según aque-
pastoral, tanto tiempo como pueda ser llo ( Matth. 15, 14), dejadlos, esto es, los
útil á la salvación de los subditos á él que se escandalizaban de la verdad de la
encomendados, la cual no debe descuidar doctrina de Cristo, ciegos son y guías de
ni por el reposo de la contemplación di- ciegos. Sin embargo es preciso que, así
vina, puesto que el Apóstol sufría con como alguno toma el cuidado de regir por
paciencia estar distraído de la contempla- providencia del prelado superior, así tam-
ción de la vida futura, para cuidar de las bién lo abandone por mandato del mismo
necesidades de los fieles, según aquello á consecuencia de las causas predichas;
(Philip. 1, 2 2 ) , no sé en verdad qué es- y así (Extrav. De reunt. c. Nisi cum
coger, pues me veo estrechado por dos pridem) dice Inocencio I I I : ce aunque
partes; tengo deseo ser desatado de la » tuvieras alas, para procurar volar á la
carne y estar con Cristo, que me es mu- » soledad, están tan unidas á las ligadu-
cho mejor ; mas el permanecer en la carne » ras de los preceptos que no eres libre
es necesario por vosotros, y persuadido » para volar sin nuestro permiso». Én
de esto sé que quedaré; ni por evitar efecto : á solo el Papa es lícito dispensar
cualquiera adversidad, ó lucrar, puesto en el voto perpetuo, por el que alguno se
que, como se dice (Joan. 10, 2 ) , el buen obliga al cuidado de de los subditos, re-
pastor pone su alma por sus ovejas. Sin cibiendo el episcopado.
embargo sucede á veces que el obispo se Al argumento 1.° diremos, que la per-
ve impedido de atender á la salvación fección de los religiosos y obispos se con-
(1) Del concilio 4." de Letrnn (can. 281 bajo Inocencio III y (3) Algunos comprenden todas las causas aludidas en el
refiriéndose, no solo á los obispos, sino también á los demás testo en el siguiente dístico:
encargados de la cura de almas. Debllis, ignarus¡ malo conscim¡ Hregularis,
(2) Reservada hoy esclusivamente al Sumo Pontífice. Qucm mala plebs odit, dans scandala, laidere possit.
102 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS IV Y V.
sidera según diversos conceptos: porque que sobreviene la potencia permanece sin
á la perfección de la religión pertenece el el acto, como por la enfermedad del
cuidado que alguno pone para la propia ojo cesa el acto de la vision; y así mismo
salvación, al paso que á la perfección no hay inconveniente en que por un im-
del estado episcopal incumbe el cuidar de pedimento que sobrevenga quede sin acto
la salvación de los prójimos. Por consi- la potestad episcopal.
guiente todo el tiempo que alguno pueda
ser útil á la salvación del prójimo, otro A R T Í C U L O V . — E S permitido ai 4
que se entregue á las obras de perfección modidad temporal ó también la salud cor-
en un monasterio. poral á la salvación espiritual de los pró-
Por el contrario, el Señor mandó á jimos. Por esto dice San Gregorio (ibid):
los Apóstoles, cuyos sucesores son los c no puede compartir el peligro de su re-
obispos (Math. 10, 23) : cuando os per- » baño el que le dirige, no por amor á
siguieren en una ciudad, huid á otra. » sus ovejas, sino por el lucro terrenal;
Conclusión. El obispo (é igualmente » y así no se atreve á desafiar el peligro,
el párroco ó cura de almas) no puede [1] » por no perder lo que ama». Pero el que
lícitamente abandonar su grey, mientras se aleja para evitar el peligro sin detri-
su presencia personal las sea necesaria, mento de su grey, no huye como un mer-
aun con detrimento ó peligra en lo tem- cenario.
poral ; pero sí [2] cuando su ausencia Al 2.° que el que responde por alguno,
puede suplirse suficientemente por otro. si no puede cumplir por s í , basta que
Responderemos, que en toda obliga- cumpla por medio de otro. Por consi-
ción debe atenderse principalmente al guiente un prelado, si tiene impedimento,
fin de ella, y los obispos se obligan á á causa del cual no puede cuidar perso-
cumplir el cargo pastoral por la salva- nalmente de sus subditos, salva su res-
ción de los subditos : por lo tanto, cuando ponsabilidad, si lo hace por medio de
la salvación de los subditos exige la pre- otro.
sencia de la persona del pastor, no debe Al 3.° que el que es elevado al episco-
este abandonar personalmente á su grey, pado abraza el estado de perfección se-
ni por alguna comodidad temporal ni gún algún género de ella, del que si se le
aun por algún peligro personal inmi- impide, no está obligado á otro género de
nente, puesto que el buen pastor está perfección, de tal modo que le sea nece-
obligado á poner su vida por sus ovejas. sario pasar al estado religioso; sin em-
Pero, si en ausencia del pastor puede bargo le incumbe el estricto deber de
proveerse suficientemente por otro á la conservar la intención de trabajar por la
salvación de los subditos, en este caso es salvación de los prójimos, si hay ocasión
permitido al pastor abandonar corporal- y la necesidad lo requiere.
mente el rebaño ya por alguna utili-
dad de la Iglesia, ya por algún peligro ARTÍCULO VI.— E S lícito ai obispo te-
personal (1). Por esta razón dice San nor algo propio ? (2).
Agustín (ep. ad Honoratum, 228 ó 180):
« huyan de ciudad en ciudad los siervos l.° Parece que no es lícito al obispo
» de Cristo, cuando alguno de ellos es poseer algo propio : porque dice el Señor
» buscado con empeño por sus persegui- (Matth. 19, 21) , si quieres ser perfecto,
» dores, sin que sea abandonada la Igle- ve y vende lo que tienes y dalo á los po-
» sia por los otros que no son buscados bres , y ven y sigúeme; por lo que se ve
» así; mas, cuando el peligro es común á que la pobreza voluntaria se requiere
»todos, los que necesitan-de otros no parala perfección. Es así que los obis-
» sean abandonados por aquellos de quie- pos son elevados al estado de perfección.
» nes necesitan » ; porque « si es perjudi- Luego parece que no les es lícito poseer
» cial que el piloto abandone su nave en cosa propia.
»la calma, ¿ cuánto más en la tempes- 2.° Los obispos ocupan en la Iglesia
» tad ? » como dice el Papa Nicolás I y el lugar de los Apóstoles, como dice la
consta (7, q. 1, c. Sciscitaris). Glosa (ord. Beda3, sup. illud, Designa-
Al argumento 1.° diremos, que huye vit, etc. Luc. 10) ; y el Señor mandó á
eomo mercenario el que antepone la co- los Apóstoles que nada poseyeran propio,
(1) Abonan esta doctrina los ejemplos del mismo Cristo en (2) Wiclef decía que «el tenerlos eclesiásticos posesiones es
su huida á Egipto eludiendo la persecución de Heródes y a » contrario á la Sagrada Escritura», y que» son herejes, no solo
Nazaret á su regreso por temor á Arqueláo [Síatth. 2) y al es- » b s poseedores c l é r i g o s , sino también los legos propietarios
conderse, cuando trataron de arrojarle desde la cima de una » de bienes temporales » : doctrina terminantemente conde-
montaña (Lúe. 4, 4) y tratando de prenderle los judíos nada por los cánones apostólicos, por el papa Urbano 1.° y
[loan. 10); bien así como el de San Pablo en el hecho de esca- por el concilio Agatense en tiempo del papa Martino, como
lar el muro de s u prisión bajando colgado en una espuerta también por el de Constanza.
[Mí. 9).
104 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO VI.
según aquello (Matth. 10, 9), no poseáis vivir sin lo propio. Por consiguiente no
oro ni plata ni dinero en vuestras fajas; están obligados los obispos á vivir sin
por lo que también San Pedro dice en su propiedad.
nombre y en el de todos los Apóstoles, Al argumento 1.° diremos que, como se
hé aquí que nosotros todo lo hemos deja- ha demostrado (C. 184, a. 3), la perfec-
do y te habernos seguido (Matth. 19, 27). ción de la vida cristiana no consiste esen-
Luego parece que los obispos están obli- cialmente en la pobreza voluntaria ; mas
gados á la observancia de tal mandato, esta concurre como instrumento á la per-
de modo que nada posean propio. fección de la vida. Por consiguiente no
3.° Dice San Jerónimo en su carta á es preciso que donde hay mayor pobreza
Nepociano (epist. 2) : «la palabra griega haya mayor perfección; antes por el con-
»clero xX7¡poí {cleros) equivale ala latina trario, puede haber gran perfección con
»sors {suerte) ; por lo cual se da á los gran opulencia; pues de Abraham, á
» eclesiásticos el nombre de clérigos, por- quien se dijo (Gen. 17, 1) anda en mi
» que son de la suerte del Señor, ó porque presencia y sé perfecto, se lee haber sido
» el Señor mismo es su suerte ó porción ; rico.
»y el que posee al Señor no puede poseer Al 2.° que aquellas palabras del Se-
»nada fuera de él. Pero si tiene oro, plata, ñor pueden entenderse de tres modos :
«posesiones ó un rico mobiliario, no se 1.° místicamente, de manera que no po-
» digna el Señor de ser su parte con todos seamos ni oro ni plata, es decir, que los
»sus otros bienes». Luego parece que no predicadores no se apoyen principalmente
solo los obispos sino también los clérigos en su sabiduría y elocuencia temporal,
deben carecer de propiedad. como lo esplica San Jerónimo (sup.
Por el contrario, dícese ( 12, q. 1, illud Matth. 1 0 ) , ni dos túnicas; 2°
c. 19) : « dejen los obispos á sus herede- según la esplica San Agustín (De con-
» ros, si quieren, sus bienes propios, los sensu Evang. 1. 2 , c. 3 0 ) , de modo que
» que ellos han adquirido ó los que tie- se comprenda que el Señor dijo esto, no
» nen de patrimonio ». ordenándolo, sino más bien permitién-
Conclusión. Los obispos no están por dolo ; porque les permitió que fuesen á
su cargo obligados á dejar de tener pro- predicar sin oro ni plata ni otros ajuares,
piedad. puesto que recibirían lo necesario para
Responderemos que nadie está obli- su sustento de aquellos á quienes predi-
gado á lo que es de supererogación, á no caban, por lo que añade, porque digno
ser que se obligue á ello especialmente es el trabajador de su alimento ; de modo
por voto. Por esta razón dice San Agus- empero que, si alguno viviese á sus es-
tín (epist. ad Paulinam et Armentarium, pensas en la predicación del Evange-
127 ó 45) : « puesto que ya hiciste voto, lio, esto pertenecería á la supereroga-
» ya te obligaste, no te es permitido ha- ción, como dice San Pablo de sí mismo
» cer otra cosa; antes de que hubieras ( n Cor. 4); 3.° según lo entiende el Cri-
» hecho tu voto, eras libre de quedar in- sóstomo (Hom. 2, in illud Rom. 16, sa-
» ferior» (1). Pero es evidente que el vivir lutate Priscillam), de manera que se en-
sin propiedad, es cosa de supererogación, tienda que el Señor ha dado estos pre-
porque no cae bajo precepto sino bajo ceptos á sus discípulos relativamente á la
consejo ; así que (Matt. 19,17), habiendo misión, con que eran enviados para pre-
diqho el Señor á un joven, si quieres en- dicar á los judíos, á fin de escitar por esto
trar en la vida, guarda los mandamien- su confianza enla virtud de él mismo, que
tos, anadeen seguida, si quieres ser per- proveería á sus necesidades, sin que ellos
fecto, ve y vende cuanto tienes y dalo á hiciesen gasto alguno. Sin embargo este
los pobres. Mas los obispos no se obligan precepto no obligaba á los mismos ni á
en su ordenación á vivir sin lo propio; ni sus sucesores á predicar el Evangelio sin
tampoco se requiere por necesidad para tener nada propio : porque se lee de San
el cargo pastoral, á que se obligan, el Pablo (li Cor. 12) que recibía estipendio
(1) Es decir, en estado menos perfecto, cual es el del ma- tin según la autorizada opinión de B e d a , quien la cita como
trimonio. Por cierto que Erasmo pretende sin fundamento de este.
atribuir esta carta á San Paulino, siendo BU autor San A g u s -
CUESTIÓN C L X X X V . — A R T Í C U L O S VI Y VII. 105
de otras Iglesias, para predicar á los co- maso (De paupert. c. Clericos, 1, q. 2 ) :
rintios ; y así es evidente que poseía algo « es conveniente sustentar á costa de la
que otros le habían enviado. Por otra, » Iglesia á los clérigos, á quienes nada
parte parece necio decir que tantos san- » ayudan sus parientes y allegados; pero
tos pontífices como San Atanasio, San » los que pueden vivir de • su patrimonio
Ambrosio y San Agustín, hubieran que- » ó con sus propios recursos, si aceptan
brantado dichos preceptos, si se hubiesen » lo que es de los pobres, cometen é in-
creido obligados á observarlos. B curren en sacrilegio ». Por esta razón
Al 3.° que toda parte es menor que el dice el Apóstol (i Tim. 5,16): si alguno
todo. Luego tiene otras posesiones con de los fieles tiene viudas, manténgalas y
Dios aquel, cuyo fervor se disminuye no sea gravada la Iglesia, á fin de que
acerca de lo que es de Dios, mientras se haya lo que baste para las que son ver-
aplica á las cosas que son del mundo; y daderamente viudas. Luego con mucha
así no deben los obispos ni los clérigos mayor razón pecan mortalmente los obis-
poseer bienes en propiedad, de modo que pos, si no distribuyen á los pobres lo que
por cuidar lo propio falten en lo pertene- les sobra de los bienes eclesiásticos.
ciente al culto divino. Por el contrario: muchos obispos no
dan á los pobres lo que les sobra, sino
ARTÍCULO V I L — ¿ p e c a n mortalmente que parece lo emplean laudablemente en
los obispos, si no distribuyen á los pobres los aumentar las rentas de la Iglesia.
bienes de ln I g l e s i a . que administran ? Conclusión. Pueden los obispos [1]
disponer en provecho propio ó distribuir
l.° Parece que pecan mortalmente los á otros á su arbitrio los bienes deputados
obispos, si no distribuyen á los pobres los á su uso ; pero [2] si retienen los destina-
bienes de la Iglesia, que administran ; dos á los pobres ó á los ministros y al
porque dice San Ambrosio esplicando culto en cantidad notable, pecan mortal-
aquello (Luc. 12), el campo de un hom- mente y están obligados á la restitución.
bre rico habia llevado abundantes frutos Responderemos, que no debe decirse lo
(serm. 64, De temp.): «nadie llame mismo de los bienes propios, que los obis-
» propio lo que ha tomado del bien co- pos pueden poseer, que de los bienes ecle-
» mun en mayor cantidad de lo que ne- siásticos ; porque en los bienes propios
» cesita y que violentamente ha arreba- tienen verdadero dominio, y de consi-
» tado » ; y después añade : c< no es mé- guiente por la naturaleza misma de las
»nos criminal quitar al que tiene que cosas no están obligados á darlos á los
» denegar al indigente, pudiendo y es- demás, sino que pueden guardarlos para
» tando en la abundancia ». Pero el qui- sí ó también darlos á otros á su arbitrio.
tar lo ajeno violentamente es pecado Sin embargo pueden pecar en la dispen-
mortal. Luego los obispos pecan mortal- sación de estos bienes por la desordena-
mente, si no dan á los pobres lo que les ción de su voluntad, por la que acontece
sobra. ó que se den á sí mismos más de los que
2.° Sobre aquello (Is. 3) el robo hecho conviene, ó que no socorran á los demás
al pobre está en vuestra casa, dice la tanto como el deber de la caridad lo
Glosa de San Jerónimo (ordin.) que exige ( 1 ) ; mas no están obligados á la
«los bienes de la Iglesia son de los po- restitución, porque tienen sobre sus bie-
li» bres » ; y todo el que se reserva lo que nes dominio, al paso que de los bienes
es de otro, ó lo da á otros, peca mortal- eclesiásticos son dispensadores ó admi-
mente y está obligado á la restitución. nistradores ; por lo cual dice San Agus-
Luego, si los obispos se reservan para sí tín á Bonifacio (epist. 185 ó 50): « si po-
los bienes eclesiásticos que les sobran, ó » seemos privadamente lo que nos basta,
los dan á sus parientes ó amigos, parece y> aquellos bienes no son nuestros sino de
que están obligados á la restitución. » los pobres, de los que en cierto modo
3.° Mucho más puede alguno recibir » somos administradores ; mas no nos los
de los bienes de la Iglesia lo que nece- » apropiamos por medio de una condena*
sita, que amontonar lo supérfluo ; y San
Jerónimo dice en su carta al Papa Dá- (1) V.'en la S.'-í.» C, 32, a. 5 y 0.
106 CUESTIÓN C L X X X V. — A R T Í C U L O VII.
para el porvenir con provecho de la Igle- Por el contrario, dícese (Decret. 16,
sia y de las necesidades de los pobres, q. 1, c. 3): « sobre los monjes, qufe han
obra laudablemente. Pero, si hay nece- » permanecido largo tiempo en los mo-
sidad inminente de dar á los pobres, es lí nasterios y después llegasen al orden
un cuidado supérfiuo y desordenado el » del clericado, establecemos que no de-
que alguno lo conserve para el futuro, » ben separarse del primer propósito ».
cosa que prohibe el Señor (Matth. 6 , 3 4 ) Conclusión. Los religiosos promovidos
cuando dice, no andéis cuidadosos por el al episcopado continúan obligados á la
dia de mañana. observancia de todas las reglas monásti-
cas no impeditivas del buen desempeño
ARTÍCULO V I I I . — ¿ i o s religiosos, «ue de sus funciones pastorales, y especial-
son promovidos al episcopado, e s t á n obliga- mente al uso de su hábito; pudiendo dis-
dos á las observancias regulares? pensarse en las demás según las circuns-
tancias personales y locales.
l.° Parece que los religiosos, que son Responderemos, que según lo dicho
promovidos al episcopado, no están obli- (C. 184, a. 7) el estado religioso perte-
gados á las observancias regulares : por- nece á la perfección como cierto camino
que se dice (18, q. 1, c. Statutum) que hacia ella, y el estado episcopal perte-
« la elección canónica absuelve al monje nece á la perfección como cierto magis-
» del yugo de la regla de la profesión terio de perfección; por lo que el estado
»monástica, y la ordenación sagrada religioso se compara al estado episcopal,
» hace de un monje un obispo ». Pero las como la enseñanza al magisterio y la
observancias regulares pertenecen al yugo disposición á la perfección: mas la dis-
de la regla. Luego los religiosos eleva- posición no se destruye cuando sobrevie-
dos al episcopado no están obligados á ne la perfección, á no ser en cuanto á
las observancias regulares. aquello en que repugna á la perfección;
2.° El que asciende de un grado infe- pero en cuanto á lo que la es conveniente
rior al grado superior no parece estar se afirma más ; como al discípulo cuando
obligado á lo que es del grado inferior; llegare á ser maestro no le conviene ser
como se ha dicho antes (C. 88, a. 12, oyente, y sí le conviene leer y meditar
al 1.°) que el religioso no está obligado á aun más que antes. Así pues debe decirse
observar los votos, que hizo en el mundo. que, si entre las observancias regulares
Pero el religioso que es elevado al epis- hay algunas que no son impedimento al
copado asciende á algo mayor, como se cargo pontifical, sino que ayudan más
ha demostrado (C. 184, a. 7). Luego bien á conservar la perfección, como es
parece que el obispo no está obligado á la continencia, la pobreza y otras seme-
lo que estaba obligado á observar en el jantes, el religioso, aun siendo ya obispo,
estado religioso. está obligado á observarlas, y por consi-
3.° Parece que los religiosos se obli- guiente á llevar el hábito de su religión,
gan principalmente á la obediencia y á que es el signo de esta obligación. Pero,
vivir sin propiedad. Pero los religiosos, si hay observancias regulares, que no se
que son elevados al episcopado, no están avienen con el cargo pontifical, como es
obligados á obedecer á los prelados de la soledad, el silencio y algunas absti-
sus religiones, puesto que son superiores nencias ó vigilias graves, por las que se
á ellos: ni tampoco parece que están hiciese impotente corporalmente para ej er-
obligados á la pobreza, puesto que, como cer el cargo pontifical, no esta obligado
se dice en el decreto ya alegado (arg. 1.°), á semejantes observancias (1). En cuan-
aquel « á quien la sagrada ordenación to á otras puede usar de dispensa, según
»hace obispo de monje que era, tiene lo que requiera la necesidad de la per*
»poder de reivindicar con derecho su sona ó del cargo y la condición de los
» herencia paterna como legítimo here- sujetos con quienes vive; al modo con
» dero ». A veces también se les confiere que también los prelados de las órdenes
el derecho de hacer testamento. Luego
mucho menos están obligados á las ob- (1) Elogiase mucho y con razón el celo de San Martin y
San Antonino de Florencia por la observancia estricta de las
servancias regulares. reglas de su respectivo instituto, siendo ya obispos.
108 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO VIII.
(1) Según el derecho antiguo los religiosos promovidos al 1 con el objeto de que pudiesen acrecentar con ella los bienes y
orden episcopal recobraban su derecho á la herencia paterna, rentas de la Iglesia encomendada á su régimen pastoral.
CUESTIÓN CLXXXYI.
Cosas en que propiamente consiste el estado religioso (U.
Son de estudiarse á continuación las cosas que pertenecen al estado religioso, sobre las cuales se
ofrecen cuatrd consideraciones : 1. cosas en que principalmente consiste el estado religioso; 2." las
a
que licitamente pueden convenir á los religiosos; 3. distinción de las religiones; 4. entrada en re-
a a
ligión.
Acerca de la 1. examinaremos diez puntos : .1." El estado de los religiosos es perfecto? 2.° Los reli-
a
giosos están obligados á todos los consejos? 3.° Se requiérela pobreza voluntaria para el estado re-
ligioso? 4.° Y la continencia? 5.° Y la obediencia? 6.° Se requiere que estas cosas caigan bajo el voto?
1. Suficiencia de estos votos. 8.° Comparación de ellos entre sí. 9.° El religioso peca siempre mortal-
a
mente, cuando quebranta el estatuto de su regla? 10. En igualdad de circunstancias peca más en el
mismo género de pecado el religioso que el seglar?
Luego los religiosos (1) pertenecen al pias de ellas; sino también los actos de
estado de perfección. San Dionisio ( D e todas las virtudes, según que se refieren
eccles. hier. c. 6, ibid.) dice también que al servicio y honor de Dios, se convierten
»los que se llaman servidores de Dios en actos de religión. Así pues, si alguno
» están unidos á la amable perfección por consagra toda su vida al servicio divino,
» medio de la pureza de su abnegación y toda su vida pertenece á la religión; y en
» sacrificio». tal concepto, por la vida religiosa, que ha-
Conclusión. El estado de religión lo es cen, se llaman religiosos los que se hallan
ciertamente de perfección. en estado de perfección (2).
Responderemos, que según resulta de Al 3.° que, como se ha dicho (C. 184'
lo dicho ( C. 141, a. 2 ) lo que conviene a. 5 y 6 ) , la religión designa un estado
comunmente á muchos se atribuye por an- de perfección por la intención del fin. Por
tonomasia á aquel, á quien conviene esce- lo cual no es menester que cualquiera, que
lentemente; como el nombre de fortaleza está en religión sea ya perfecto, sino que
lo reivindica para sí aquella virtud, que tienda á la perfección. Así sobre aquello
conserva la firmeza del alma respecto de (Matth. 19), si quieres ser perfecto ,
lo que hay más difícil; y el de templanza dice Orígenes (tract. 8 in Matth.) que
la virtud, que atempera las mayores delec- « aquel, que cambió sus riquezas por la
taciones. Mas la religión según lo demos- B pobreza, para hacerse perfecto, no se
trado ( C. 81, a. 2 ) es cierta virtud por la B hará del todo perfecto en el tiempo
que alguno hace algo en servicio y culto » mismo en que entregara sus bienes á los
de Dios; y así se dicen religiosos por anto- » pobres, sino que desde aquel dia la con-
nomasia aquellos, que totalmente se dedi- » templacion de Dios comenzará á condu-
can al servicio divino, como ofreciéndose á » cirle á todas las virtudes». Y de este
Dios en holocausto, por lo cual dice San modo en la religión no todos son perfec-
Gregorio (sup. Ezech. hom. 20 ) : « hay tos, sino unos incipientes y otros profi-
» algunos, que nada reservan para sí mis- cientes.
B mos; sino que inmolan á Dios Todopo- Al 4.° que el estado religioso ha sido
» deroso sus sentidos, su lengua, su vida instituido principalmente para adquirir la
B y todos los bienes que han recibido». perfección por ciertos ejercicios, con los
Consistiendo pues la perfección del hom- que se destruyen los impedimentos á la
bre en unirse totalmente á Dios, como perfecta caridad. Removidos estos obs-
resulta de lo dicho (C. 184, a. 2); sigúese táculos, se destruyen mucho mejor las
que la religión designa un estado de per- ocasiones del pecado, por el que es quita-
fección. da totalmente la caridad. Por consiguien-
Al argumento 1.° diremos, que es de te, perteneciendo á la penitencia cortar
necesidad para la salvación ofrecer algo las causas de los pecados, sigúese que el
para el culto de Dios; pero el que alguno estado religioso es un lugar muy conve-
se consagre totalmente á su servicio con niente de penitencia. Por lo cual se acon-
todo lo que posee pertenece á la perfec- seja (Decret. 33, q. 2, cap. Admonere) á
ción. uno, que había dado muerte á su mujer,
Al 2.° que, según se ha dicho (C. 81, entrar más bien en un monasterio, lo cual
a. 1, al 1.°; y a. 4, al 1.° y 2.°) al tratar dice que es más leve que hacer penitencia
déla virtud de la religión, pertenecen á pública, permaneciendo en el siglo.
esta no solamente las ofrendas de los sa-
crificios y otras cosas tales, que son pro-
(l) Así llamados de la voz latina rcligio ( ligadura estrecha): (2) "Wiclef enseñaba que « ningún monje puede salvarse
antiguamente llamábanse en griego terapeutas, por estar » en religión privada, cuya vida es inhábil para la observan-
esclusivamente consagradas al culto y servicio de Dios ; ó » cia de los preceptos divinos ; que todas las religiones indis-
monachos [ monjes ) en razón de la singularidad de su vida ; y » tintamente fueron introducidas por el diablo; que los que
también ascetas (ejercitadores) por su habitual ejercicio de la » v i v e n en ellas no pertenecen á la religión cristiana ; y que
vida perfecta. Posteriormente se los designó por sanclimoniales » Agustín , Benito, Bernardo y demás fundadores de órdenes
ó m á s a b r e v i a d a m e n t e m o K i a i e s f m o n a c a l e s ) , regulares, padres, » religiosas pecaron por serlo y han sido condenados, si no es
conventuales, mendicantes, etc., y (de los nombres de sus « q u e se arrepintieran de e l l o » . Amoldo por su parte decía
respectivos fundadores y peculiares estatutos ) dominicos, que K todos los moradores del claustro están fuera de la cari-
franciscanos,... recoletos, mínimos, predicadores, misione- » dad y se condenan, porque falsifican la doctrina de Cristo».
ros, ete.
a
CUESTIÓN C L X X X V I . — A R T Í C U L O II. 111
mente á los religiosos. Luego también les y este es cierta disciplina ó ejercicio para
incumbe hacer todos los bienes que pue- llegar á la perfección, á la cual algunos
den; y en este concepto parece que cada se esfuerzan por llegar según diversos
uno de ellos está obligado á cumplir todos ejercicios, como también el médico puede
los consejos. valerse de diversos medicamentos para
3.° Si no se requiere para el estado de sanar al enfermo. E s empero evidente
perfección el que alguno cumpla todos los que al que trabaja para un fin no le con-
consejos, parece ser suficiente si cumple viene por necesidad el que haya conse-
algunos. Pero esto es falso, porque mu- guido el fin, sino que se requiere que
chos que viven en el siglo cumplen algu- tienda á él por algún medio; y así el que
nos consejos, como se ve en los que guar- abraza el estado religioso no está obliga-
dan la continencia. Luego parece que do á tener la caridad perfecta, sino á di-
cualquier religioso, que se halla en estado rigirse y aspirar á tener caridad perfec-
de perfección, está obligado á todas las ta. Por igual razón no está obligado á
cosas, que son propias de la perfección; y cumplir aquellas cosas, que son consi-
tales son todos los consejos. guientes á la perfección déla candad, sino
Por el contrario: nadie está obligado á procurar cumplirlas; y á ello falta des-
sino por propia obligación á lo que es de preciándolas: por consiguiente no peca
supererogación. Pero no todo religioso si las descuida, sino si- las desprecia.
se obliga á todas las cosas, sino á algunas Asimismo no está obligado á todos los
determinadas, unos á estas y otros á otras. ejercicios, por los cuales se llega á la
Luego no todos están obligados á todas. perfección, sino á aquellos que le están
Conclusión. El que abraza el estado re- determinadamente tasados según la regla
ligioso contrae el deber, no de tener ya que ha profesado (2).
caridad perfecta, sino de caminar á ella Al argumento 1.° diremos, que el que
procurando ejercitarse en todo lo condu- pasa á la religión no profesa ser perfecto,
cente á ella; mas no peca omitiéndolo, y sino que profesa trabajar, para adquirir
sí solo despreciándolo; pero queda obliga- la perfección : como también aquel que
do á los ejercicios de perfección determi- entra en las escuelas no declara ser sabio,
nados en los estatutos de la orden que sino que promete estudiar para adquirir
profesa. la ciencia. Por lo cual, como dice San
Responderemos, que algo pertenece á Agustín ( D e civ. Dei, 1. 8, c. 2 ) , «Pitá-
la perfección de tres modos: 1.° esencial- »goras no quiso llamarse sabio, sino
(1) No todos, sino únicamente los tees esenciales y los i n - vancia de las reglas obliga solo a p e n a , y no á culpa; es decir,
cluidos en los estatutos ó reglas de su respectiva profesión, no lleva adjunto reato de pecado, y sí únicamente el de las
si bien deben procurar la observancia de todos los demás como' penitencias que el superior imponga al transgresor: á no me-
medios de aspirar á la perfección y progresar en ella. diar menosprecio ó escándalo ó afectar la infracción á la esen-
(-) En la generalidad de las órdanes religiosas la obser- cia de los preceptos ó los votos.
112 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS II Y III,
(1) Impúgnase aquí la anticatólica doctrinade Spangeberg, por nombre Desiderio, que no solo la llama inútil sino también
según el cual «la pobreza voluntaria es de todo punto inútil»; perjudicial; conformes todos ellos con ererror de Vigilancio,
de Guillermo del Santo A m o r , que proclama ilícita la pobreza quien reprobaba el voto de pobreza.
actual dando solo por licita la habitual; y de cierto heresiárca
CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULO III. 113
(1) Joviniano y posteriormente Juan d e WestfaUa con Lu- escritos y testimonios á todas luces respetables y bajo todos
tero y demás sectarios de la Reforma reprobaron la continen- conceptos aun por no pocos d e los escritores hostiles al catoli-
cia ó celibato clerical y monacal, negando s u utilidad y des- cismo en otros diversos puntos. Así la historia de acuerdo
echando toda razón ó causa de su profesión. La simple compa- con la razón y con la fe justifica diariamente la observación
ración de la conducta por lo común ejemplar del clero católico hoy más que nunca palmaria del contraste de los protestantes
especialmente en las misiones y en casos de epidemia y otras convertidos á la Iglesia católica, de ordinario los más hones-
calamidades públicas, en que tan eminentes servicios y bri- tos y piadosos en sus costumbres y doctrinas, con los clérigos
llantes rasgos de benéfico heroísmo han dado y dan siempre tránsfugas á las sectas libres del protestantismo, cuya apos-
que admirar, con el retraimiento de los ministros de todas las tasia suele comunmente señalarse y recibir s u sanción defini-
sectas disidentes cargados de mujer y familia y espléndida- tiva ó (decir pudiéramos) característica, como concluyen la
mente dotados en s u vida ordinariamente cómoda y rodeada generalidad de las comedias, con una boda.
ilctodo género de recursos hasta el lujo y ostentación más (2) Tanto es así que, como espresamente dice Inocencio III
escandalosos á los ojos de la multitud sencilla y bien predis- (c. Ciim ad monaslerium, t i t . De statu monacli.), « l a abdicación de
puesta, bastaría á demostrar con toda evidencia l a incontes- » la propiedad, bien así como la guarda de la castidad, es tan
table preferencia del celibato eclesiástico; si y a no estuviese » aneja á la regla monacal que ni el sumo Pontífice puede dis-
harto concluyentcmente demostrada no ménosque por la espe- )! pensar acerca de ellas »-
nencia práctica en los hechos, por multitud innumerable de
116 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS IV Y V .
aquella perfecta intención de dirigirse á » monio, y pudo ser casto sin la unión
Dios, lo cual espresa San Agustín (So- » conyugal; pero entonces no fue conve-
liloq. 1. 1, c. 10): «nada pienso que pone » niente». Sin embargo, porque los anti-
» el alma del hombre más fuera de sí guos patriarcas fueron perfectos conser-
» misma como las caricias de la mujer y vando sus riquezas y viviendo en el ma-
» aquel contacto de cuerpos, sin el cual no trimonio, lo cual pertenecía á la grandeza
»puede poseerse la mujer» ; 2.° á causa de la virtud, no por esto los que son dé-
del cuidado, que impone al hombre el biles deben presumir de sus fuerzas, hasta
gobierno de su mujer, de los hijos y de el punto de creerse capaces de llegar á
las cosas temporales, que son necesarias la perfección á pesar de las riquezas y del
para el sostenimiento de la familia; por matrimonio; como ningún inerme preten-
lo cual dice el Apóstol, (i Cor. 7, 32) de acometer á sus enemigos, porque
que el que está sin mujer está cuidadoso Sansón matara con la quijada de un asno
de las cosas que son del Señor, cómo ha á muchos enemigos : pues aquellos Pa-
de agradar á Dios ; mas el que está con triarcas, si hubieran vivido en época,
mujer está afanado en las cosas del mun- en que hubiera sido necesario guardar la
do, cómo ha de dar gusto á su mujer.— continencia y la pobreza, las habrían
Así pues requiérese para la perfección re- observado cuidadosamente.
ligiosa la continencia perpetua, como la Al 3.° que aquellos modos de vivir,
pobreza voluntaria. En su consecuencia, según los que los hombres usan del ma-
así como Vigilancio fue condenado, por- trimonio, no son propia y absolutamen-
que igualó las riquezas á la pobreza; así te hablando religiones, sino secundum
Joviniano, porque igualó el matrimonio quid (2), esto e s , en cuanto participan en
á la virginidad. algo de lo perteneciente al estado reli-
Al argumento 1.° diremos, que la per- gioso.
fección no solo de la pobreza sino tam-
bién de la continencia fue introducida por ARTÍCULO V. — I - a obediencia perte-
Cristo, quien dice (Matth. 19, 1 2 ) : hay nece á l a perfección religiosa? (3)
eunucos, que á sí mismos se castraron por
amor del reino de los cielos ; y después 1.° Parece que la obediencia no perte-
añade, el que puede comprenderlo que lo nece á la perfección religiosa: porque
comprenda. Y , para que no se quitara á parecen pertenecer á la perfección reli-
alguno la esperanza de llegar á la per- giosa aquellas cosas, que son de supere-
fección, elevó á este estado aun á aque- rogación , á las que no todos están obli-
llos, á quienes halló ligados por el matri- gados ; y todos lo están á obedecer á sus
monio : mas, como no podía hacerse sin prelados, según aquello (Hebr. ult. 1),
injuria el que los maridos abandonasen á obedeced á vuestros superiores, y estadios
sus mujeres, como se hacía sin injuria el sumisos. Luego parece que la obediencia
que todos dejasen las riquezas; por esto no pertenece á la perfección religiosa.
á Pedro, á quien halló unido en matrimo- 2.° La obediencia parece pertenecer
nio, no le separó de su mujer; pero alejó propiamente á los que deben ser regidos
del matrimonio á San Juan, que quería por el dictamen ajeno, lo cual es de in-
casarse (1). discretos; mas dice el Apóstol (Hebr. 5,
Al 2.° que, como dice San Agustín 14) que el manjar sólido es de los per-
(lib. De bou. conjug. cap. 22), «la casti- fectos , de aquellos que por la costumbre
» dad de los célibes es mejor que la de tienen los sentidos ejercitados para dis-
» las bodas, de las que Abraham prac- cernir el bien y el mal: luego parece que
»tico una y poseyó habitualmente las dos; la obediencia no pertenece al estado de
» porque vivió castamente en el matri- los perfectos.
(1) S. Ignacio tepist. ad Philadelph.) y San Epifanio (liares. 58) la dependencia de los respectivos superiores y el orden <l fl
niegan espresamente que el evangelista San Juan pensara elecciones y régimen en sus reuniones ó capítulos.
nunca en casarse, lo propio que insinúan harto claramente (3) Piefútase aquí la herética cuanto antisocial doctrina tic
San Jerónimo (1. 1 contra Jovin. c. 14) y San A g u s t í n (tract. ult. los begardos y begüinas, quienes decían que « los que hnn
in Joannem). » llegado y a á estado de perfección no están obligados á olie-
(2) Por la observancia ele ciertas reglas ó estatutos análogos » decer á potestad humana alguna ».
á los de las órdenes religiosas propiamente dichas, ademas de
CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULO V. 117
3.° Si se requiriese la obediencia para guno, según cuyo arbitrio sean instruidos
la perfección religiosa, sería menester ó ejercitados, para llegar á aquel fin,
que conviniera á todos los religiosos ; mas como los discípulos bajo el maestro: y
no conviene á todos, pues hay algunos, por eso es menester que los religiosos se
que hacen vida solitaria, y no tienen su- sometan á la instrucción y órdenes de al-
periores, á quienes obedecer: tampoco pa- guno en las cosas, que pertenecen á la
rece que los prelados de las órdenes reli- vida religiosa; por lo cual se dice (7, q.
giosas están obligados á la obediencia. 1, cap. Hoc nequáquam) que «la vida de
Luego la obediencia no parece pertenecer »los monjes es vida de sumisión y apren-
á la perfección religiosa. » dizaje» ; y, sometiéndose el hombre al
4.° Si se requiriera el voto de obedien- imperio é instrucción de otro por medio
cia para la religión, seguiríase que los de la obediencia, sigúese que esta se re-
religiosos estarían obligados á obedecer quiere para la perfección religiosa.
en todo á sus prelados, así como por el Al argumento 1.° diremos, que obede-
voto de continencia están obligados á abs- cer á los prelados en lo perteneciente á
tenerse de todos los goces carnales. Pero la necesidad de la virtud no es obra de
no están obligados á obedecer á sus pre- supererogación, sino común á todos ; mas
lados en todo, según queda demostrado el obedecer en lo perteneciente al ejerci-
(C. 104, a 5 ) al tratarse de la virtud de cio de la perfección incumbe propiamente
la obediencia. Luego no se requiere el á los religiosos, y es comparada esta obe-
voto de obediencia para el estado reli- diencia á la otra como lo universal á lo
gioso. particular. En efecto : los que viven en
5.° Los servicios más principalmente el siglo conservan algo para sí y dan algo
gratos á Dios son los que se hacen para Dios , y en este concepto están so-
libremente y no por necesidad, según metidos á la obediencia de los prelados;
aquello ( n Cor. 9 , 7 ) , no con tristeza ni mas los que viven en religión se entregan
como por fuerza. Pero las cosas que se totalmente á sí y con sus bienes á Dios,
hacen según la obediencia se hacen pol- según se infiere de lo dicho (a. 3). Luego
la necesidad del precepto. Luego las su obediencia es universal (1).
obras buenas, que uno hace espontánea- Al 2.° que, como dice el Filósofo
mente, son más dignas de alabanza. Pol- (Ethic. 1. 2, c. 1 y 2), «los hombres que
lo tanto el voto de obediencia no compete » se ejercitan en las obras llegan á formar
á la religión, por la que los hombres pro- »hábitos de ellas, y adquiridos estos
curan llegar á lo mejor. » pueden ejecutar mucho mejor aquellas
Por el contrario : la perfección religio- » mismas obras». Así pues obedeciendo
sa consiste principalmente en la imitación llegan á la perfección los que aún no la
de Cristo, según aquello(Matth. 19, 21), han conseguido ; y los que ya han conse-
si quieres ser perfecto sigúeme. guido la perfección están más prontos á
Pero en Cristo se recomienda sobre todo la la obediencia, no como necesitando ser
obediencia, según estas palabras (Philip. dirigidos para adquirirla, sino para con-
2 , 8 ) , se hizo obediente hasta ¡a muerte. servarse así en lo que á ella pertenece.
Luego parece que la obediencia perte- Al 3.° que la sumisión de los religiosos
nece á la perfección religiosa. se considera principalmente con relación
Conclusión. La obediencia se requiere á los obispos, quienes son comparados á
también como necesaria para el estado de estos, como los que perfeccionan á los
perfección. perfeccionados, según consta por San
Responderemos, que según lo dicho Dionisio (De eccl. hier. c. 6), donde tam-
(a. 2 y 3) el estado religioso es cierta bién dice que «el orden de los monjes
disciplina ó ejercicio, para dirigirse á la » está sometido á las virtudes perfectas
perfección; y es conveniente que todos » de los pontífices y es enseñado por las
los que se instruyen ó ejercitan, para lle- » divinas luces de estos», por lo cual ni
gar á algún fin, sigan la dirección de al- los ermitaños ni los prelados de las re-
(1) Asi que algunos definen esta obediencia religiosa como » ciones de su regia, obedeciendo en todo a un padre espi-
«virtud, por la que los religiosos v i v e n según las prescrip- » ritual ».
118 CUESTIÓN CLXXXVI.—-ARTÍCULOS V Y VI.
ligiones (1) están exentos de la obedien- » es la de los sarabaitas (3), puesto que
cia de los obispos : y, si lo están por » se ocupan de sus propias necesidades,
completo ó en parte, están sin embargo » y libres del yugo de los ancianos tienen
obligados á obedecer al Sumo Pontífice, » la libertad de hacer lo que bien les pa-
no solamente en las cosas que son comu- » rece : sin embargo pasan los dias y las
nes á otros, sino también en las que espe- » noches trabajando más que los ceno-
cialmente pertenecen á la disciplina de la » bitas ».
religión.
Al 4.° que el voto de obediencia perte- ARTÍCULO V I . -— ¿ S o requiere para la
neciente á la religión se estiende á la dis- perfección religiosa que la p o b r e z a , la conti-
posición de toda la vida humana, y en nencia y la obediencia caigan bajo el voto? (4).
este concepto el voto de obediencia tiene
cierta universalidad (2), aunque no se es- 1.° Parece que no se requiere para la
tienda á todos los actos particulares ; de perfección religiosa que las tres cosas
los que algunos no pertenecen á la reli- predichas, á saber, la pobreza, la con-
gión , puesto que no son de las cosas que tinencia y la obediencia, caigan bajo
atañen al amor de Dios, y del prójimo, voto : porque la regla, según la cual se
como frotarse la barba ó levantar una debe llegar á la perfección, ha sido trans-
paja del suelo y semejantes, que no caen mitida por el Señor, quien al dar la for-
bajo el voto ni la obediencia; pero otras ma de la perfección dice (Matth. 1 9 , 2 1 ) :
son contrarias á la profesión religiosa. No si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo
sucede lo mismo respecto del voto de que tienes, y dalo á los pobres, sin hacer
continencia, por el cual se escluyen los mención alguna del voto. Luego parece
actos enteramente contrarios á la per- que no se requiere el voto para la disci-
fección religiosa. plina religiosa.
Al 5° que la necesidad de coacción 2.° El voto consiste en cierta promesa
produce lo involuntario, y por este mo- hecha á Dios, y así después de haber di-
tivo escluye la razón de alabanza y de cho el Sabio (Eccl. 5, 3), si hiciste algún
mérito; pero la necesidad consiguiente voto á Dios, no tardes en cumplirlo, añade
á la obediencia no es necesidad de coac- al punto, porque le desagrada la promesa
ción, sino de libre voluntad, en cuan- infiel y necia. Pero donde hay presenta-
to el hombre quiere obedecer, aunque tal ción de la cosa no se requiere la promesa.
vez no quiera hacer lo que le es mandado Luego basta á la perfección religiosa que
considerado en sí : y así, puesto que el alguno guarde la pobreza, la continencia
hombre por el voto de obediencia se so- y la obediencia sin voto.
mete á causa de Dios á la necesidad de 3.° Dice San Agustín á Polencio (De
hacer algo, que en sí no le agrada, por adult. conjug. lib. 1, cap. 1 4 ) : «lo más
lo mismo esto que hace es más acepto á » grato entre nuestros deberes es hacer
Dios, aunque sea menor; porque el hom- » por amor lo que nos sería permitido no
bre no puede ofrecer á Dios cosa mayor » hacer». Ahora bien : es, permitido no
que someter su voluntad á la de otro por hacer lo que se hace sin voto, lo cual no
causa de él. Por esta razón se dice en las es lícito sobre las cosas que se hacen
conferencias de los Padres (coll. 18, con voto. Luego parece ser más grato á
cap. 7) que «la peor especie de monjes Dios que uno guarde sin voto la pobreza,
(1) Hablando en absoluto por razón de su estado y prescin- según hace notar San Jerónimo (epist. liad Eustocltium}
f y
diendo de lodo privilegio, como ios concedidos por el derecho según otros saruvim equivalente á (rebeldes) rebelles.
canónico y nuevamente sancionados por el Concilio de Trento (4) Contra los errores de los lamperianos, que aseguraban
(ses. 25, De reformat, c. 14J á los regulares, declarándolos ser los votos de ningún provecho y aun condenables, por
exentos de la jurisdicción episcopal, especialmente dentro de cuanto parecen inducir á los hombres cierta necesidad y
sus monasterios.ó conventos, segnn después insinúa el mismo coacción ; de los pseudo apóstoles, según los cuales más per-
santo Doctor angélico. fecto es vivir sin voto que con él i y de Lulero que reprobaba
(2) De donde claramente puede colegirse, como observa en general y absolutamente todo .voto, añadiendo que cada
S i l v i o , que el voto de obediencia en religion se estiende á cual debe vivir libremente sin sujeccion á l e y humana; erro-
todos los actos virtuosos no solo estemos sino aun internos, res todos condenados por el papa Honorio y posteriormente
pudiendo el superior imponer unos y otros á sus subditos. por cien otras disposiciones de v a n o s sumos Pontífices y con-
(3) O renuitas (que rehusan someterse) según la fuerza de cilios, y de hecho por la aprobación de tantas órdenes reü'
significación de aquella, voz en lengua egipcia; llamados giosas, cuya profesión se hace por votos.
también remobollt en hebreo por la arrogancia de sus maneras,
CUESTIÓN C L X X X V L — ARTÍCULOS VI Y VII. 119
la continencia y la obediencia. Luego no que, como San Mateo y San Marcos re-
se requiere el voto para la perfección re- fieren, «San Pedro y San Andrés si-
ligiosa. » guieron al Señor, sin atar sus barcas á
Por el contrario : bajo la ley antigua » tierra, cual si hubieran de volver al
los nazarenos eran santificados por el » mismo sitio, sino como para seguir al
voto, según aquello (Num. 6 , 2 ) , hom- » que les mandaba». Mas esta inmobili-
bre ó mujer, cuando hubieren hecho voto dad de resolución en seguir á Cristo se
de santificarse, y quisieren consagrarse confirma por el voto, y así se requiere el
al Señor ; y por estos se significan voto para la perfección religiosa.
aquellos, que llegan á la cima de la per- Al 2.° que la perfección religiosa re-
fección, como dice la Glosa de San Gre- quiere, como dice San Gregorio (ibid.), el
gorio (ibid. Moral. 1. 2 , c. 26). Luego se que alguno cumpla todo lo que ofreció á
requiere el voto para el estado de per- Dios por el voto. Pero el hombre no
fección. puede dar á Dios en acto toda su vida;
Conclusión. Para la profesión dé la porque no existe toda á la vez, sino que
vida perfecta en el estado religioso es ne- es sucesiva. Luego el hombre no puede
cesaria la obligación por voto á la obe- dar á Dios toda su vida de otro modo que
diencia, castidad y pobreza. por la obligación del voto.
Responderemos, que pertenece á los Al 3.° que entre las cosas, que nos es
religiosos el que vivan en el estado de permitido no dar, se cuenta nuestra pro-
perfección, según resulta de lo espuesto pia libertad, que es lo más caro al hom-
(C. 174, a. 5). Mas para el estado de per- bre entre las demás cosas. De consi-
fección se requiere la obligación respecto guiente , cuando alguno por propia volun-
á las cosas que son propias de ella, cuya tad se quita por el voto la libertad de
obligación se hace á Dios por medio del abstenerse de las cosas que pertenecen
voto. Es evidente empero por lo dicho al servicio de Dios, esto se le hace muy
(a. 3 , 4 y 5) que la pobreza, la continen- agradable ; por lo cual dice San Agustín
cia y la obediencia pertenecen á la per- (ep. ad Armentar; et Paulinam, 127 ó
fección de la vida cristiana; y por eso el 45): «no te pese de haber hecho voto,
estado religioso requiere que alguno se » antes bien regocíjate de no serte ya lí-
obligue á estas tres cosas por voto. Por » cito lo que te sería con daño tuyo.
lo cual dice San Gregorio (super Ezech. » Feliz necesidad la que compele á cosas
hom. 20): «cuando uno promete á Dios » mejores».
)) omnipotente por voto todo lo que posee,
»toda su vida, todo su saber, es holo- ARTÍCULO V I L — ¿Se dice con r a z ó n
» causto» ; lo cual pertenece, según aña- qne l a perfección religiosa consiste en los tres
de después, á los que abandonan el siglo votos diclios? (3)
presente (1).
Al argumento 1.° diremos, que el Se- 1.° Parece decirse inconvenientemente
ñor dijo pertenecer á la perfección de la que la perfección religiosa consiste en
vida el que alguno le siga, no de un modo los tres votos mencionados : porque la
cualquiera, sino sin mirar nunca atrás. perfección de la vida consiste más bien
Así pues él mismo dice (Luc. 9, 62): en los actos interiores que en los esterio-
ninguno, que pone su mano en el arado y res, según aquello (Rom. 1 4 , 1 7 ) , el reino
mira atrás, es apto para el reino de Dios. de Dios no es comida ni bebida, sino jus-
Y, aunque algunos de sus discípulos re- ticia y paz y gozo en el Espíritu Santo;
trocedieron, no obstante cuando les pre- y por el voto religioso se obligan al-
guntó á los otros ¿por ventura os queréis gunos á las cosas, que pertenecen á la
retirar también vosotros? contestó San perfección. Luego deberían pertenecer
Pedro por ellos diciendo: Señor, ¿á quién más bien á la religión los votos de los
iremos? Según esto dice también San actos interiores (v. g^de la contemplación,
Agustín (De consensu Evang. 1. 2, c. 17) del amor de Dios y del prójimo, y otros
(1) Merece consultarse sobre esto el opúsculo del mismo » voto fuera de lo contenido en los divinos preceptos *. Con-
santo Doctor titulado Contra retrahentes d religione. súltese la doctrina católica del Concilio de Trento (ses. 24,
(2) Calvino ensoñaba crae «nada puede ofrecerse á Dios por can. 9 ; y ses 25 , c. 1 , De regular, et monial,).
120 CUESTIÓN C L X X X V I . — ARTÍCULO VII.
fección. Pero hay otras muchas cosas, en que se escluye por el voto de obediencia.
que se ejercitan los religiosos, como la Asimismo la inquietud de los cuidados
abstinencia, las vigilias y semejantes. seculares afecta al hombre principalmente
Luego parece decirse inconvenientemente por relación átres cosas: 1. acerca de
a
que estos tres votos pertenecen esencial- la dispensación de las cosas esteriores, y
mente al estado de perfección. este cuidado se quita al hombre por el
3.° Por el voto de la obediencia se obli- voto de pobreza ; 2. con relación al go-
a
ga alguno á cumplir todas las cosas según bierno de la mujer y de los hijos, la que
el mandato del superior, las cuales per- se elimina'por el voto de la continencia;
tenecen al ejercicio de la perfección. 3. acerca de la disposición de los propios
a
Luego basta el voto de obediencia sin los actos, la cual desaparece con el voto de
otros dos. obediencia, por el que alguno se pone á
4.° A los bienes esteriores pertenecen, la disposición de otro. Igualmente hay
no solamente las riquezas, sino también holocausto, cuando alguno ofrece á Dios
los honores. Luego, si por el voto de po- todo lo que posee, como dice San Grego-
breza los religiosos renuncian á las rique- rio (sup. Ezech. hom. 20). Ahora bien:
zas terrenas; es menester que haya tam- el hombre posee tres clases de bienes se-
bién otro voto, por el cual desprecien los gún el Filósofo (Ethic. 1. 1, c. 8): 1. de
a
rium) (1) que «la custodia de la casti- que alguno ofrece á Dios principalmente
» dad y la renuncia de la propiedad son por el voto de continencia, según el que
)) cosas anejas á la regla monacal». renuncia á las mayores delectaciones cor-
Conclusión. El estado religioso es porales ; 3. el bien del alma, que alguno
a
constituido propiamente por los tres di- ofrece á Dios totalmente por medio de la
chos votos integrantes de la perfección obediencia, por la que alguno ofrece á
religiosa. Dios la propia voluntad, según la que el
Responderemos, que el estado de reli- hombre usa de todas las potencias y há-
gión puede ser considerado de tres modos: bitos del alma. Con razón pues se hace
1.° según que es cierto ejercicio para ten- consistir la integridad del estado religioso
der á la perfección de la caridad ; 2.° se- en estos tres votos.
gún que tranquiliza el ánimo humano de Al argumento 1.° diremos, que según
todos los cuidados esteriores, conforme se lo dicho (a. 1) el voto religioso se ordena
dice (i Cor. 7, 32), quiero que viváis sin como á su fin á la perfección de la cari-
cuidado; 3.° según que es cierto holo- dad, á la cual pertenecen todos los actos
causto, por el que alguno ofrece total- interiores de las virtudes, de las que es
mente á Dios á sí propio y lo suyo : y se- madre la caridad según aquello (i Cor.
gún esto el estado religioso se completa 13, 4 ) , la caridad es paciente, es benig-
por estos tres votos. l.° En cuanto al na Así pues los actos interiores de las
ejercicio de la perfección se requiere que virtudes, como de la humildad, de la pa-
alguno aleje de sí aquellas cosas, por las ciencia y semejantes, no caen bajo el
que pudiera ser impedido de que su voto religioso, que se ordena á los mismos
afecto tienda totalmente á Dios, en lo como al fin.
que consiste la perfección de la cari- Al 2.° que todas las otras observancias
dad; y tales son estas tres: 1. la co- a
de las religiones se ordenan á los tres
dicia de los bienes esteriores, que se votos principales dichos. En efecto: si hay
en las órdenes religiosas algunos estatu-
(1) De Inocencio III al convento sublacense ó lublacense,
y a antes aducida (C. S 8 , a. 11, nrg. Por el contrario). tos para procurarse el alimento (como el
CUESTIÓN C L X X X V Í . — A R T Í C U L O S VII Y VIII. Í21
(1) No es necesario para constituir estado verdaderamente Juan XXII (Extrav. Quoruíndam exigit) : «grande es en verdad
religioso que los tres votos sean solemnes, bastando al efecto »la pobreza, mayor la continencia y suma la obediencia ; pues
los simples, según consta de la bula de Gregorio XIII Ascen- » por la primera se predomina á las cosas, por la segunda á la
dente Domino, y conforme á la reciente práctica de la Iglesia, » carne y por la tercera á la mente y al ánimo». Hé aquí por-
que generalmente hoy erige en verdaderas religiones muchas qué en algunas religiones no se hace al profesar otro voto
congregaciones (en especial de mujeres) bajo la única garan- formal y espreso que el de obediencia.
tía y con el solo compromiso de los votos simples. (3) Es decir, que nunca ó difícilmente se dispensa.
(2) Así consta expresamente de estas palabras del papa (4) La citada en la nota 1 de la página 120.
122 CUESTIÓN CLXXXVI. — ARTÍCULOS VIH Y IX.
Mas cualquiera, que reitera frecuente- Al argumento 1.° diremos, que el que
mente uua cosa que no debe hacer, pa- profesa la regla no hace voto de guardar
rece pecar por desprecio. Luego parece todo lo que está en la regla, sino de abra-
que, si el religioso traspasa frecuente- zar la vida regular, que consiste esencial-
mente lo prescrito en la regla, peca mor- mente en las tres cosas predichas. Por
talmente. • esta misma razón en ciertas religiones con
Por el contrario: el estado religioso es mayor cautela algunos profesan, no la
más seguro que el de la vida del siglo, por regla, sino vivir conforme á ella, esto es,
lo cual San Gregorio (Moral, in epist, ad procurar conformar sus costumbres á lo
Leand. episc. sup. exposit. lib. J o b , c. 1) que ella prescribe, como cierto modelo;
compara la vida del siglo al mar alboro- y esto es lo que se destruye por el des-
tado y la vida religiosa á un tranquilo precio : mas en otras órdenes se profesa
puerto. Pero, si toda transgresión de las aún más cautamente obedecer según la
cosas contenidas en la regla obligase al regla, de modo que nada contraría á la
religioso bajo pecado mortal, el estado profesión, sino lo que lo es contra el pre-
religioso sería peligrosísimo á causa de cepto de la regla ; y la transgresión ú
la multitud de las observancias. Luego no omision.de las demás cosas obliga sola-
toda transgresión de las cosas contenidas mente bajo pecado venial, puesto que co-
en la regla es pecado mortal. mo se ha dicho ( a . 7, al 2.°), estas dis-
Conclusión. La transgresión de las re- posiciones son referentes á los votos prin-
glas salvos los preceptos y los votos no cipales. Ahora bien : el pecado venial es
induce pecado mortal, á no mediar pre- una disposición al mortal, como se ha
cepto formal de obediencia verbal ó escrito dicho ( l . - 2 . C. 88, a. 3), en cuanto
a M
ciente al ejercicio esterior, como son to- cierta pena. Luego, así como en la ley
das las observancias estériores, entre las civil la transgresión del estatuto legal no
que hay algunas, á las cuales el religioso siempre constituye un delito digno de
se obliga por el voto de la profesión; y este pena capital ; así tampoco en la ley de la
votóse refiere principalmente á las tres co- Iglesia todas las ordenanzas ó públicos
sas predichas, á saber, pobreza, continen- estatutos obligan bajo pecado mortal: y
cia y obediencia; y todas las demás se or- de la misma manera ni todos los estatu-
denan á estas. Por esto la transgresión de tos de una regla.
estas tres obliga bajo pecado mortal, mas Al 3.° que alguno peca por desprecio,
la délas otras no ; á no ser por desprecio cuando su voluntad rehusa someterse á
á la regla, pues esto contraría directa- un precepto de la ley ó de la regla, y obra
mente á la profesión, por la que alguno por lo mismo contra la dicha ley ó regla;
hace voto de una vida regular ; ó por mas, cuando al contrario por alguna causa
causa de precepto, hecho de viva voz por particular, v. g. la concupiscencia ó la
el prelado ó espreso en la regla, pues esto ira, es inducida á hacer algo contra los es-
sería obrar contra el voto de obediencia. tatutos de la ley ó de la regla, no peca
124 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS IX Y X .
por desprecio sino por alguna otra c'ausa; rem. 23, 9), quebrantado fue mi cora-
aunque frecuentemente recaiga en el mis- zón en medio de mí, y después añade,
mo pecado por la misma ó semejante porque el profeta y el sacerdote se han
causa: pues, como dice San Agustín (lib. amancillado, y en mi casa he hallado el
De natura et grat. c. 39), ano todos los mal de .ellos. Luego los religiosos y los
» pecados se cometen por el desprecio de que viven en estado de perfección en
» la soberbia». Mas la frecuencia del pe- circunstancias iguales pecan más grave-
cado conduce dispositivamente al despre- mente.
cio, según aquello (Prov. 18, 3), el im- Conclusión. DI pecado cometido por
plo, habiendo llegado al profundo de los algún religioso puede ser [1] más grave
pecados, desprecia. que el del seglar en la misma especie por
razón del voto anejo ó por desprecio ó por
ARTÍCULO X . — ¿ E I religioso peca mas escándalo ; y más leve por debilidad ó
gravemente que el s e g l a r , en el mismo genero ignorancia y en secreto.
de pecado? Responderemos, que el pecado come-
tido por los religiosos puede ser más grave
l.° Parece que el religioso no peca más que el pecado de la misma especie cometido
gravemente en un mismo género de pe- por seglares de tres modos: 1.° Si es
cado que el seglar : porque se dice ( I I contra el voto de religión, v. g. si el reli-
Paralip. 30, 18), el Señor, que es bueno, gioso fornica ó hurta, puesto que forni-
será propicio á todos los que de corazón cando obra contra el voto de continencia,
buscan al Señor Dios de sus padres, y y hurtando contra el de pobreza, y no
no les imputará la falta de no estar bien solo contra el precepto,de la ley divina;
purificados; y los religiosos parecen se- 2.° si peca por desprecio, pues por esto
guir al Señor Dios de sus padres con todo parece ser más ingrato á los beneficios
su corazón, más bien que los seglares, que divinos, por los que ha sido elevado al
en parte entregan á Dios á sí y lo suyo estado de perfección, como dice el Após-
y se reservan el resto, como dice San tol (Hebr. 10) que el fiel merece más gra-
Gregorio (sup. Ezech. hom. 20). Luego ves castigos, porque pecando huella por
parece que se les imputa menos, si faltan desprecio... al Hijo de Dios; y así el Señor
en algo á la santificación. se queja diciendo (Jerem 11, 15) ¿cómo
2.° Cuando alguno bace buenas obras, es que mi querido ha cometido muchas
Dios se irrita menos contra los pecados maldades en mi casa? 3.° el pecado del
de este; pues se dice ( n Paralip. 19, 2): religioso puede ser mayor á causa del es-
al impío das socorro, y te estrechas en cándalo, puesto que hay muchos que le
amistad con los que aborrecen al Señor, observan; por lo cual se dice (Jerem. 23,
y por eso merecías la ira del Señor; mas 14), en los profetas de Jerusalem vi una
se han hallado en tí obras buenas. Pero semejanza de adúlteros y camino de men-
los religiosos hacen mayor número de tiras ; y fortificaron las manos de los
obras buenas que los seglares. Luego, si muy malos, para no convertirse cada uno
cometen algunos pecados, Dios se irrita de su malicia. Mas, si el religioso, no por
menos contra ellos. desprecio sino por debilidad ó por igno-
3.° La presente vida no se pasa sin pe- rancia, comete sin escándalo (como en
cado, según aquello (Jac. 3 , 2) todos oculto) algún pecado, que no es contrario
tropezamos en muchas cosas. Luego, si al voto de su profesión, peca más leve-
los pecados de los religiosos fuesen más mente en este mismo género de pecado,
graves que los de los seglares, seguiríase que el seglar; puesto que, si su pecado es
que los religiosos serían de peor condición leve, queda absorbido por decirlo así por
que estos; y en este concepto no sería las muchas obras buenas que practica; y,
sano el consejo de entrar en religión. si es mortal, se levanta más fácilmente
Por el contrario: del mayor mal más de él (1) 1.° á causa de su intención, que
parece debe dolerse; y parece que nos tiene puesta en Dios ; y , aunque sea in-
debemos doler más de los pecados de terrumpida por un momento, vuelve con
aquellos, que se hallan en estado de san-
(l). Salva siempre por supuesto la doctrina espuesta en
tidad y de perfección, pues se dice (Je- la C. 113 de la l.*-2.n y especialmente en sus na. 3 y C,
CUESTIÓN CLXXXVI. — ARTÍCULO X. 125
facilidad á lo que antes era. Así sobre Al 2.° que Josafat, á quien son dirigi-
estas palabras (Ps. 36), cum ceciderit, das estas palabras, no pecó por malicia
non collidetur, dice Orígenes (hom. 4): sino por cierta debilidad de la humana
« si el injusto peca, no se arrepiente ni miseria.
» sabe corregirse de su pecado ; en tanto Al 3.° que los justos no pecan fácil-
» que el justo sabe enmendarse y corre- mente por desprecio, sino que caen algu-
» girse», como aquel que dijera (nescio nas veces en algún pecado por ignorancia
hominem) « no conozco á este hombre, ó debilidad, del que fácilmente se levan-
» sabe después llorar muy amargamente, tan ; y , si llegan á pecar por desprecio,
»así que observó la mirada del Señor; y se hacen muy malos y sumamente incor-
»el que vio desde la azotea de su casa á regibles, según aquello (Jerem. 2, 20),
»una mujer y la deseara sabe decir, pec- quebraste mi yugo, rompiste mis atadu-
» cavi et malum coram te feciD. 2° Es ras y dijiste, no serviré; porque en todo
ayudado también por sus compañeros, cerro alto y bajo todo árbol frondoso eras
para levantarse, según aquello (Eccl. 4, tú echado en tierra como ramera. Por lo
10); si alguno cayere, le sostendrá el otro. cual dice San Agustín (epist. ad plebem
¡Ay del solo! que, cuando cayere, no tiene Hipponens. 78 ó 147) : « desde que co-
quien le levante. » meneé á servir á Dios, como difícil-
Al argumento 1.°diremos, que aquella » mente he encontrado hombres mejores
autoridad habla de las culpas que se co- » que los que han progresado en los mo-
meten por debilidad ó ignorancia; mas no » nasterios , tampoco los he visto peores
de las que se cometen por desprecio. » que los que cayeron en los monasterios».
CUESTIÓN C L X X X Y I I .
Sobre este tema resolveremos seis tesis : 1. Les es lícito enseñar, predicar y hacer otras cosas ta-
a
les ? — 2. Y entrometerse en los negocios del siglo ? — 3 Están obligados á trabajar manualmente?
a 1
—4. Les es permitido vivir de limosnas? — 5. Y mendigar ? — 6. Y llevar vestidos más viles que
a a a
los demás.
ABTÍCULO I . — ¿Es permitido á ios rell- Isiderio flib. cont. Vigilant., c. 6, que
empieza Multa in orbe): «el monje no
giosos e n s e ñ a r , predicar y desempeñar otras
(unciones parecidas ? (1) » tiene el oficio de doctor, sino de ge-
» mir ». Asimismo el Papa León dice
1.° Parece que no es permitido á los (epist. ad Theodoretum 120, in Ven.
religiosos enseñar, predicar y hacer otras edit. 62, et apud Quesn. 93) como se ve
cosas á este tenor : pues se dice (7, 1, c. (16, q. 1, c. Adjicimus): « escepto los
Hoc nequáquam) en un canon del Concilio » sacerdotes del Señor nadie se atreva á
de Constantinopla: « la vida de los » predicar, bien sea monje ó lego, el que
monjes es una vida de sumisión y de » se gloría con el nombre de cualquiera
disciplina, y no les pertenece enseñar ó » ciencia ». Y, como no es lícito traspa-
presidir ó alimentar á otros ». También - sar su propio oficio y el estatuto de la
San Jerónimo dice á Ripario y á De- Iglesia; parece por consiguiente que no
{1) Guillermo del Santo Amor sostenía el error de que no procurarse el sustento con el trabajo de sus manos : proposi-
era lícito á los religiosos predicar ni administrar sacramentos ción condenada por Alejandro IV y y a aquí impugnada.
ó ejercer funciones del ministerio sagrado, sino que debían
126 CUESTIÓN CLXXXVII.—ARTÍCULO I.
es permitido á los religiosos enseñar, pre- car , puesto que todo hombre tiene en sí
dicar y ejercer otras funciones parecidas. la razón y la obligación á la ley de Dios,
2.° E n el estatuto del Concilio Niceno á las que contraría el pecado ; y de este
que se encuentra (16, q. 1, c.Placuit) se modo se dice no ser á alguno lícito pre-
dice lo siguiente : « ordenamos á todos dicar, enseñar ó hacer algo análogo,
» de una manera firme é indisoluble que porque tiene en sí algo que repugna á
» el monje no dé penitencia á nadie, sino estas acciones, ya por razón de precepto,
» entre ellos, como es justo; que no de como á los que son irregulares por esta-
2> tierra á los muertos, sino al monje, que tuto de la Iglesia no se permite ser pro-
» haya vivido con él en el monasterio ó movidos á órdenes sagrados ; ya á causa
» alguno de sus hermanos, que por casua- del pecado según aquello (Ps. 49, 16),
» lidad hubiere venido á morir á su mo- mas al pecador dijo Dios ¿ por qué tú
lí nasterio ». Pero, así como estas cosas hablas de mis mandamientos ? y de este
pertenecen al oficio de los clérigos, así modo no es ilícito á los religiosos predicar,
también el predicar y enseñar. Luego, enseñar y cumplir otras funciones análo-
» siendo distinto el carácter del monje gas ; ya porque no están obligados por el
» que el del clérigo », como dice San J e - voto ó por precepto de la regla á abste-
rónimo á Heliodoro (epist. 1 ) ; parece nerse de ellas, ya también porque no se ha-
que no es lícito á los religiosos predi- cen menos idón'eos para esto por conse-
car, enseñar y desempeñar otras fun- cuencia de haber cometido algún pecado,
ciones parecidas. sino más idóneos por el ejercicio de la
3.° Dice San Gregorio (in Registro, santidad que han tomado: y es en verdad
1. 4, epist. 1) : « nadie puede cumplir las insensato el decir que, porque alguno es
» funciones eclesiásticas y continuar de- promovido en santidad, se haga menos
» bidamente en la regla monástica », y es- apto para ejercer los cargos espirituales.
to mismo se lee (16, q. 1, c. 2). Pero los . Por esto también es absurda la opinión
monjes están obligados á perseverar or- de algunos, que dicen que el mismo estado
dinariamente en la regla monástica. Lue- de religión induce impedimento para el
go parece que no pueden dedicarse á las ejercicio de tales funciones ; cuyo error
funciones eclesiásticas ; y , como el ense- refuta el Papa Bonifacio I V por las ra-
ñar y predicar pertenecen á estas fun- zones antes espuestas, diciendo, como
ciones, parece que no les es lícito predi- consta (16, q. 1, c. 25) : « h a y quienes
car ó enseñar ó hacer algo semejante. » sin apoyarse sobre fundamento alguno,
Por el contrario, dice San Gregorio y » inflamados por un celo más bien de
consta (16, q. 1, c. 24) : « en virtud de » acrimonia que de amor, aseguran con
» este decreto, que hemos dado por nues- » la mayor audacia que los monjes, que
» tra autoridad apostólica y por deber de » han muerto para el mundo y viven para
» piedad, sea permitido á todos los sacer- » Dios, son indignos de ejercer las fun-
» dotes monjes, que llevan la imagen de » ciones sacerdotales, no pueden dar pe-
»los apóstoles, predicar, bautizar, dar la » nitencia, ni cristiandad, ni absolver por
» comunión, orar por los pecadores, im- » medio de la potestad que Dios les ha
» poner penitencia y perdonar los pe- » dado en el ejercicio sacerdotal ; pero se
»cados». B engañan enteramente ». Y lo prueba:
Conclusión. Es lícito á los religiosos 1.° porque no es contrario á su regla,
ejercer la predicación, administración pues añade ; « porque ni San Benito,
de sacramentos y demás funciones sacras, » maestro ilustre de la vida monástica, lo
no precisamente por razón de su estado, » prohibió en manera alguna », como ni
sino en virtud de las sagradas órdenes y tal prohibición se encuentra en las otras
por jurisdicción ordinaria ó delegada re- reglas ; y 2.° combate este error por la
cibidas. idoneidad de los monjes, añadiendo :
Responderemos, que se dice que algo » cuanto más escelente es uno, tanto más
no es lícito á alguno de dos maneras : » potente es en ellas, esto es, en las obras
1. porque tiene en sí lo que es contra- espirituales ». 2. Dícese que algo no es
a
a
(1) El santo Concilio de Trento (ses. 22 y 24) prescribe y bracíon de bodas, bautizos, funerales y administración de
recomienda á los regulares dejen siempre á salvo en el uso los últimos sacramentos hay peculiares y terminantes dispo -
de sus funciones y privilegios los derechos parroquiales, i n - siciones canónicas, prohibitivas de toda intrusión en la juris-
culcando ademas á los fieles la frecuente asistencia á sus par- dicción parroquial bajo penas tan severas como las de nuli-
roquias, y debiendo por lo mismo los religiosos (según observa dad (en cuanto al matrimonio), pecado mortal y aun esco-
Silvio) abstenerse de toda insinuación, que directa ó indirec- niunion, cual la en que incurren los que administran la
tamente pudiera retraerlos de la debida dependencia de sus Extrema-Unción sin permiso del párroco fuera de los casos
inmediatos legítimos pastores. Así en la práctica se inculca á urgentísimamente estremos ; si bien considerándose los supe-
los feligreses la asistencia á la misa parroquial en los días riores regulares locales como legítimos párrocos de sus do-
iestivos, á fin de que se enteren de las advertencias y amo-, mésticos ó dependientes propiamente comensales, no empero
nestaciones de sus respectivos párrocos, y aun se da por nulo de los convictores ó estudiantes y cualesquiera pupilos ó
el cumplimiento pascual, no comulgando en la propia parro- huéspedes, aun cuando moren con los religiosos bajo cual-
quia; á no mediar autorización espresa de losr señores curas quier otro concepto.
para hacerlo con validez canónica en cualesquiera iglesias ó
(2) Esto es, ocupaciones conducentes á procurar lo necesa-
conventos, costumbre que en efecto viene poco ha generali-
rio á la vida y evitar los obstáculos á su oonservacion ; no
zándose en España por razones sumamente atendibles y de
los afanes de la ambición y la codicia ú otros cualesquiera v i -
no dirícil alcance, en obsequio principalmente y para mayor
cios, que á nadie son lícitos.
facilidad y estimulo de los mismos fieles. En cuanto á la cele-
128 CUESTIÓN CLXXXVII. — A R T Í C U L O S II Y III.
(1) Nobilísima matrona, que con sus riquezas y eminente (4) No solo y precisamente con las manos, sino por medio
caridad sustentaba á los fieles pobres e;i las inmediaciones de do cualesquiera otros miembros corporales. Wiclef decía que
Corinto, y se hallaba entonces en Roma con ocasión de cier- « los monjes están obligados á proporcionarse el sustento cun
tos negocios interesantes ante el César y los tribunales roma- )i el trabajo de sus manos » ; y por el contrario los entusiastas
nos, según esplican Teodoreto y Haymon. » pretendían que ningún trabajo corpóreo les es permitido
(2) Del Concilio de Calcedonia (can. 3). »áun para la conservación de su vida, debiendo consagrarse
(3) En la Vulgata falta el no, sin el que en verdad parece «siempre y esclusivamente á la oración ». Sabido es que el
más natural y congruente el sentido; y sin embargo lcr halla- primero fue condenado por el Concilio de Constanza (scs. S),
mos unánimemente en todos los ejemplares y ediciones de la como asimismo los últimos en el 4.° de Cartago, que enseña
SUMA. la doctrina contraria.
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO III. 129
de los que allí habla, ce que se resisten B ¿ cómo esplicarse esta contradicción de
í á las advertencias más saludables del B querer leer y no obrar en conformidad
» Apóstol, no que se les tolere como á B con la lección ? » ; 4.° con respecto á la
»más débiles, sino que también predi- predicación dice (c. 18) : « si la predica-
» quen como más santos? » Luego parece B cion les ocupa tanto que no pueden de-
que los religiosos están obligados á tra- B dicarse álos trabajos corporales, ¿pueden
bajar manualmente. » dedicarse todos á ella en el monasterio?
2.° Sobre aquello ( n Thess. 3), si al- » y, si no pueden todos ¿ por qué quieren
guno no quiere trabajar, no coma, dice »todos ser dispensados de trabajar por
la Glosa (ord. Aug. in lib. De op. monach. » este pretesto? pero, aunque todos pu-
c. 1 et 2) : <r hay quienes pretenden que » dieran, deberían hacerlo alternando, no
» San Pablo ha hablado en este pasaje » solo para que los demás se ocuparan en
B de las obras espirituales y no del tra- B los trabajos necesarios, sino aun porque
»bajo corporal, al que se dedican los B basta que uno solo hable y muchos le
» agrícolas y artesanos »; y más adelante B oigan ». Luego parece que los religiosos
(c. 2) : « pero se esfuerzan en vano en no deben cesar del trabajo manual á causa
» envolverse y envolver á los demás en de tales obras espirituales, á que'se de-
»tinieblas, no solo para dispensarse de dican.
»hacer lo que la caridad aconseja útil- 4.° A propósito de estas palabras (Luc.
» mente, sino ni aun para comprenderlo B; 12), vended lo que poseéis..., dice la Glosa
y á continuación (c. 3) : « quiere que los (ord.): «haced partícipes no solo de vues-
» siervos de Dios trabajen corporalmente, B tros manjares á los pobres, sino también
»para que vivan ». Pero los religiosos B vended vuestras posesiones, á fin de
son llamados principalmente siervos de » que, una vez despreciado lo que poseéis
Dios, porque se entregan por completo al B por Dios, trabajéis después con vuestras
servicio divino, como se ve por San Dio- B manos, para que viváis y deis limosnas».
nisio (De eceles. hier. c. 6). Luego pa- Pero á los religiosos (1) incumbe dejar
rece que están obligados á trabajar con todo lo suyo en propiedad. Luego parece
sus manos. que también es propio de ellos vivir con
3.° Dice San Agustín (in lib. De oper. el trabajo de sus manos y hacer limosnas.
monach. c. 17) : « quisiera saber qué ha- 5.° Los religiosos parece que están
» cen los que rehusan trabajar corporal- obligados principalmente á imitar la vida
» mente, y á qué se dedican : ellos contes- de los apóstoles, puesto que profesan el
»tan, nos dedicamos a l a oración, á can- estado de perfección; y los apóstoles tra-
»tar salmos, á leer y á predicar la pala- bajaban por sus propias manos, según
»bra de Dios B. Pero estas cosas no es- aquello (i Cor. 4, 12), trabajamos obran-
cusan del trabajo corporal y lo prueba do por nuestras propias manos ( 2 ) .
por cada una de ellas. En efecto : 1.° ha- Luego parece que los religiosos están
bla refiriéndose á la oración : « más pronto obligados á trabajar manualmente.
»se oye una oración hecha por el que Por el contrario: para observar los
» obedece que diez mil por el que la des- preceptos, que comunmente se imponen
» precia B , entendiendo por despreciado- á todos, lo mismo están obligados los re-
res é indignos de ser oidos á los que no ligiosos que los seglares; y el precepto
trabajan corporalmente ; 2.° tratando de de trabajar corporalmente se propone en
las alabanzas de Dios observa que «tra- general á todos, como consta ( u Thess.
bajando corporalmente pueden entonar 3, 6), que os apartéis de todo hermano
» con facilidad cánticos divinos B ; 3.° en que ande fuera de orden..., designando
cuanto á la lectura dice : «los que dicen bajo el nombre de hermano el Apóstol á
» que se dedican á la lectura, ¿no encuen- todo cristiano, y ademas ( i Cor. 7, 12),
»tran en ella lo que manda el Apóstol? si algún hermano tiene una mujer infiel...,
(1) Al ingresar en religión; pues ya religiosos de hecho mismo considera en sentido lato como apóstoles j pues no
nada tienen ni pueden tener propio, de que desprenderse. consta que los demás apóstoles se ocupasen en trabajos de
(2) Dícelo de sí mismo personalmente, ó también según manos, sin duda porque los fieles proveían suficientemente á
Haymon de S. Bernabé y de Sostenes y otros consocios del sus necesidades, en lo que no se mostraban tan generosos los
Apóstol en el ejercicio de la predicación, á quienes por esto corintios, s e g ú n lo insinúa el mismo S. Pablo (i Cor. 9).
SUMA T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 9
130 CUESTIÓN CLXXXV1I. — ARTICULO III.
(1) Como los llamados hoy serenos y los encargados de d.-ncia oficial y pública y los portadores de pliegos ú órdenes
guarderías rurales ó domésticas y de la custodia do cuales- de los jefes militares ó autoridades civiles, como igualmente
quiera oíros intereses confiados á su vigilancia. cuantos viajando ó andando prestan servicios á otros por su
(2) Cuales son los correos ó conductores de la corrcspon- retribución ó compromisos ó deberes de cualquier género,
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO III. 131
derecho natural; por consiguiente sobre que los religiosos no están obligados á
aquello (n Thess. 3 ) , que os apartéis de distintos deberes que los seglares, sino á
todo hermano que anduviese juera de or- causa de la profesión de la regla ; por lo
den, dice la Glosa (interl.), «de otro tanto, si en los estatutos-de la regla no
» modo que el que el orden natural exi- se contiene algo concerniente al trabajo
» ge » ; y habla de los que se abstenían manual, no están obligados de otra ma-
del trabajo manual, por lo que también nera á trabajar manualmente los religio-
la naturaleza dio al hombre manos en sos que los seglares.
lugar de armas y de vestidos, que dio á
(1) Tomada de S. Ambrosio ; y no de S. A g u s t í n , como entregaban sus bienes para los usos y necesidadescomunes
equivocadamente se v e anotado al margen en varias edicio- de todos (Act. 4 ) ; por cuya razón pudieran muy bien conside-
nes de la Suma. rarse en tal concepto como verdaderos frailes, no siendo otro
(2) Véase lo dicho en la nota 4 de la página 123. el origen de esto dictado atribuido i los que por votos profe-
(3) Denominación que posteriormente vino á quedar limi- san en las óideues religiosas la fraternidad de aquella vida
tada á los religiosos, que hacen vida común á la manera de común, según adelante se insinúa (C. 188, a. 7) al fin del
los primitivos cristianos en tiempo de los apóstoles, á quienes desarrollo de la tesis,
132 CUESTIÓN CLXXXV1I. — ARTÍCULOS III Y IV.
Al 3.° que alguno puede dedicarse de corporalmente, cuando no tienen por otra
dos modos á todos aquellos trabajos es- parte con que vivir, ó con que hacer li-
pirituales, que San Agustín allí designa, mosnas, en el caso en que esto último es
1.° como sirviendo al bien común, 2.° de precepto ; pero no de otra manera,
como atendiendo al interés particular. como se ha dicho, y en este sentido habla
Luego los que públicamente se dedican la Glosa citada.
á las predicnas obras espirituales, se es- Al 5." que el haber trabajado los após-
cusan por tales obras espirituales de las toles corporalmente una veces fue por
corporales por dos razones : 1. porque a
necesidad y otras por supererogación:
es preciso que estén ocupados totalmente por necesidad, cuando de otro modo no
en tales obras ; 2. porque á los que las
a
podían encontrar el sustento , por lo cual
ejercen se debe el suministro del alimento sobre aquello ( i Cor. 4 ) , trabajamos
por aquellos á cuya utilidad sirven. Pero obrando por nuestras propias manos,
los que se dedican á las predichas obras, dice la Glosa (interl.), «porque nadie
no como públicas sino como privadas, no » nos da » ; por supererogación, como se
es preciso que las tales les eximan de las ve por el Apóstol (i Cor. 9 ) , donde dice
corporales ni tampoco se hace preciso que que no hizo uso del poder que tenía de
se les alimente con estipendios de los fie- vivir del Evangelio. Usaba el Apóstol
les ; y de los tales habla San Agustín, de esta supererogación por tres motivos :
pues lo que dice, « pueden también los 1.° para quitar la ocasión de predicar á
» que trabajan corporalmente entonarlos los falsos apóstoles, porque predicaban
» cánticos divinos á imitación de los obre- solamente por intereses temporales ; por
» ros que narran cuentos, sin cesar por cuya razón dice ( i l Cor. 11, 12), mas
» eso de trabajar », es evidente que no esto lo hago y lo haré para cortarles la
puede entenderse de los que cantan las ocasión,... (1); 2.° para evitar el grava-
horas canónicas en la Iglesia, sino délos men de aquellos á quienes predicaba, por
que recitan salmos ó himnos como oracio- lo que dice ( n Cor. 12,13) ¿qué es en
nes privadas.Igualmente lo que dice déla lo que vosotros habéis sido inferiores á las
lectura y la oración debe referirse á las otras Iglesias, sino en que yo mismo no
oraciones y lecturas privadas, las que os fui gravoso? 3.° para dar ejemplo de
también hacen á veces los legos ; mas no trabajo á los ociosos; y en tal concepto
á los que oran públicamente en la Igle- ( n Thess. 3 , 8) dice, trabajando noche
sia ó leen públicamente en las escuelas, y dia... para ofreceros en nosotros mis-
por cuya razón no dice, « los que dicen se mos un dechado que imitaseis. Sin em-
» ocupan en enseñar ó instruir », sino bargo no hacía esto el Apóstol en los lu-
« los que dicen dedicarse á la lectura ». gares en que tenía ocasión de predicar
Del mismo modo también se espresa so- todos los dias, como en Atenas, según
bre la predicación, no la que se hace pú- dice San Agustín (in lib. De operibus
blicamente al pueblo, sino la que se hace monach. c. 18). Pero no por esto están
especialmente á unos ó á pocos á mane- obligados los religiosos á imitar en esto
ra de amonestación privada ; por lo cual al Apóstol, puesto que tampoco lo están
dice señaladamente , « si á alguno ha dé á todas las obras de supererogación;
» dirigirse la predicación » ; porque, como como ni los demás apóstoles trabajaban
dice la Glosa (interl. super illud, ser- corporalmente.
mo meus et predicatio, i Cor. 2) , « ser-
»mon es lo que se hace privadamente, A R T Í C U L O I V . — E S lícito a ios religio-
» y predicación la que se hace en pú- sos vivir de limosnas ? (1).
» blico ».
Al 4.° que aquellos que todo lo despre- l.° Parece que no es lícito á los reli-
cian por Dios están .obligados á trabajar giosos vivir de limosnas : porque el Após-
(l) Vénse aquí anticipada y concluyentemente convictos » mendicantes en su profesión » ; y de Lutero, que procla-
les errores de Juan "Wicleff, quien decía «queda ipso facto es- maba prohibida la mendicidad por la ley divina, émulo en
» comulgado todo el que da limosna á los frailes, obligados á esto del famoso Diotréfes mencionado por S. Pablo, quien ni
«sustentarse por el trabajo de .sus manos y no por la mendici- acogía por sí á los fieles pobres ni consentía que otros ios so-
»dad » ; del ya citado Guillermo, que enseñaba que «los mon- corriesen, espulsando á unos y otros de la Iglesia. El propio
»jes ó frailes no pueden vivir de limosnas, ni salvarse los modelo parecen sin duda haberse propuesto imitar d su ma-
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO IV. 133
tol (i Timoth. 5) manda que las viudas, mismos os diéramos la forma, dice la
que pueden sustentarse de otra manera, Glosa (ordin. Ambrosii) : « el ocioso, que
no vivan de limosnas de la Iglesia, á y> frecuentemente come en la mesa de
fin de que estas sostengan á las que son »otro, debe necesariamente adular al
verdaderamente viudas ; y San Jeróni- y> que le alimenta j>; y también se dice
mo dice al Papa Dámaso ( C 185, a. 7, (Exod. 2 3 , 8 ) , no recibas presentes,
arg. 3.°) que «los que puedan sustentarse que ciegan á los avisados y trastornan
» con los bienes de sus padres y propios, las palabras de los justos ; y ademas se
» si reciben algo de lo de los pobres, co- lee (Prov. 22, 7 ) , quien toma prestado
x> meten ciertamente un sacrilegio, y por siervo es de quien le presta, lo cual es
» consecuencia de este abuso comen y be- contrario á la religión : por lo cual, sobre
»ben su juicio». Pero los religiosos aquello ( n Thess. ult.), para daros no-
pueden vivir del trabajo de sus manos, si sotros mismos forma..., dice la Glosa:
están sanos. Luego parece que pecan co- « nuestra religión llama los hombres á la
miéndose las limosnas de los pobres. 7> libertad ». Luego parece que los reli-
2.° El vivir á espensas de los fieles es giosos no deben vivir de limosnas.
una merced acordada á los que predican 5.° Los religiosos están obligados prin-
el Evangelio en recompensa de sus fati- cipalmente á imitar la perfección de los
gas ó de su trabajo, según aquello apóstoles ; por cuya razón dice el após-
(Matth. 10, 10), digno es el trabajador tol (Philipp. 3 , 15), todos los que somos
de su alimento. Pero el predicar el Evan- •perfectos vivamos en estos sentimientos.
gelio no pertenece á los religiosos, sino Pero el Apóstol no quería vivir á espen-
más bien á los prelados, que son pastores sas de los fieles, para quitar la ocasión á
y doctores. Luego los religiosos no pue- los falsos apóstoles, como dice el mismo
den vivir lícitamente de las limosnas de ( n Cor. 11), y para no escandalizar á
los fieles. los débiles, como se ve (i Cor. 9). Luego
3.° Los religiosos están en estado de parece que por las mismas causas deben
perfección; y es más perfecto dar limos- abstenerse los religiosos de vivir de li-
nas que recibirlas, pues se dice (Act. 20, mosnas ; por lo cual dice también San
35), cosa más bienaventurada es dar que Agustín (libro De oper. monach. c. 28):
recibir. Luego no deben vivir de limos- «alejad de vosotros ese tráfico vergonzo-
nas, sino más bien darlas del producto » so, con el que vuestra dignidad se en-
de su trabajo. » cuentra ofendida y que es un escándalo
4.° A los religiosos pertenece evitar » para los débiles; y haced ver á los
los impedimentos de la virtud y las oca- i> hombres que no buscáis una vida fácil
siones del pecado ; y la aceptación de li- » en la ociosidad, sino el reino de Dios
mosnas da ocasión de pecado é impide el » por medio de una vida estrecha y pe-
acto de la virtud, por lo que sobre aque- » nitente ».
llo (il Ephess. ult. 8 ) , para que nosotros Por el contrario, como dice San Gre-
ñera los flamantes filántropos de nuestros días , clamando en afan de apoderarse hasta de los cementerios, tratando de re-
todos tonos contra el pauperismo y poniendo á contribución emplazar hasta ese nombre consagrado por la tradición in-
la mendicidad de los desgraciados indigentes, siquiera carez- memorial por el más poético y gentil de necrópolis, pero con
can de salud ó de trabajo, para poder vivir de otros recursos, la mira harto transparente de incautarse de los no desprecia-
á pretesto de orden público y con el fin de no molestar á los bles recursos suministrados para tan utilitarios fines por la
opulentos y sibaritas, que acaso v i v e n desliogadamente en la piedad cristiana, que siempre y no sin razón ha considerado
crápula y con el más ostentoso cinismo á espensas de los mis- á las personas y congregaciones de carácter religioso, como
mos pobres, c u y a miseria esplotan obligándolos á pagar u u más fieles y celosos administradores del patrimonio de los po-
tributo inicuo é increíble, ó recogiéndolos á su despecho en bres. Tíi la desamortización de los bienes monacales y ecle-
asilos de nueva creación y ponderado organismo administra- siásticos en común, ni la supresión de la llamada por escarnio
tivo ; promoviendo por otra parte espectáculos, diversiones, bazofia de los conventos, ni la usurpación de todos los dere-
rifas y cien otros medios de allegar recursos á beneficio (di- chos y propiedades del clero y de la Iglesia, fecundos ma-
cen) de los asi acogidos, cuyos productos se disipan en su ma- nantiales de beneficencia verdad en pro de los menesterosos,
yor parte, buenamente distribuidos entre empleados, e s p e - han bastado á satisfacer la insaciable codicia de los esplota-
dientes, derechos y gastos estudiados ó inútiles : bien á dife- dores de la indigencia pública : es preciso apurar hasta el úl-
rencia de la económica cuanto religiosa administración de los timo estremo esa nueva industria de vivir cómodamente sin
hospicios y hospitales ú otros análogos establecimientos ver- trabajar á cuenta de los desgraciados, en tanto que se ponde*
daderamente benéficos regidos por el elemento clerical y pia- ran y decantan hasta las nubes los sentimientos benéficos á
doso bajo la protección del catolicismo, y cuya secularización favor del pueblo de la nueva generación de sus avaros sobera-
á lodo trance parece constituir el desiderátum de la moderna nuelos.
filantropía, que ni aun á los muertos perdona en su ávido
134 CUESTIÓN C L X X X V l i . — A R T Í C U L O IV.
gorio (Dialog. L' 2, c. 1), «habiendo es- ser debida á alguno de dos modos : 1.° á
» tado San Benito tres años dentro de causa de la necesidad, que hace todas las
» una caverna, se alimentó de lo que le cosas comunes, como dice San Ambrosio
» daba el monje Román, después de ha- (colígese del sermón (34 De temp). Por
» ber abandonado su casa y sus padres»; consiguiente, si los religiosos padecen
pero, estando robusto, no se lee que hu- necesidad, pueden lícitamente vivir de las
biera ganado su vida con el trabajo de limosnas; cuya necesidad puede existir de
sus manos. Luego los religiosos pueden tres maneras : 1. á causa de la debili-
a
lícitamente vivir de las limosnas. dad del cuerpo, por la que sucede que no
Conclusión. Lícito es á los religiosos pueden buscarse el sustento con el tra-
y clérigos vivir sin trabajo manual [1] bajo corporal; 2. si lo que adquieren
a
de los bienes muebles é innmebles donados por el trabajo corporal no les basta para
por los príncipes ó cualesquiera fieles á su sustento, por lo que dice San Agus-
los conventos é iglesias, en tanto y con tín (lib. De oper. monacli. cap. 17) que
tal que [2] observen sus estatutos y « las buenas'obras de los fieles no deben
desempeñen los oficios de su respectiva » faltar á las necesidades de los siervos
institución; como también [3] recoger li- » de Dios, que trabajan corporalmente,
mosnas para sus necesidades mendigan- » á fin de que el tiempo que ellos em-
do, y [4] aceptar ó aun exigir como de- » pléan en perfeccionarse interiormente,
bidos á sus servicios espirituales y tem- » y eu el que no pueden estar consagra-
porales los estipendios autorizados por la » dos á las obras corporales, no se vean
Iglesia: siendo por el contrario ilícito [5] » oprimidos por la indigencia » ; 3. á a
á religiosos y seglares indistintamente vi- causa del hábito antiguo de aquellos que
vir en la ociosidad y sin necesidad ni uti- no estaban acostumbrados á trabajar ma-
lidad alguna de las limosnas destinadas nualmente, y por esto dice San Agustín
á los pobres. (ibid. cap. 21) que, «si tenían en el siglo
Responderemos, que á cada cual es » algo con qué vivir fácilmente sin traba-
lícito vivir de lo que es suyo, ó de lo que »jar y lo han distribuido á los pobres
le es debido; y algo se hace de alguno » para entregarse á Dios, es preciso creer
por la liberalidad del donante: así que » en su debilidad y tolerarla» ; porque los
los religiosos y los clérigos, cuyos monas- tales, que han sido educados delicada-
terios ó iglesias han recibido de la muni- mente , suelen no poder soportar el tra-
ficencia de los príncipes ó de cualesquiera bajo corporal. 2.° Puede ser debida á
fieles recursos con que sostenerse, pue- otro una cosa por razón de sus servicios,
den vivir de ellos lícitamente, sin traba- ya temporales, ya espirituales, según
jar con sus manos, y sin embargo es cierto aquello (i Cor. 9. 11), si nosotros os he-
que viven de limosna. Por consiguiente mos sembrado las cosas espirituales ¿ es
de la misma manera también, si los fieles gran cosa si recogemos las vuestras car-
hacen á los religiosos algunas donaciones nales? Según esto por cuatro conceptos
de cosas muebles, pueden vivir lícita- pueden vivir los religiosos de las limos-
mente de ellas ; porque es un absurdo de- nas, como co.sas que les son debidas:
cir que uno pueda recibir por vía de li- 1.° si predican con autorización de los
mosna grandes posesiones, mas no pan ó prelados ; 2.° si son ministros del altar,
una módica suma de dinero. Pero, puesto puesto, que según se lee (iCor. 9, 13),
que estos beneficios parecen haber sido los que sirven al altar, participan del
cedidos á los religiosos, para que puedan altar, y así es que el Señor ordenó á los
dedicarse más libremente á los actos re- que predican el Evangelio vivir del Evan-
ligiosos , de los que desean hacerse par- gelio, por cuya misma razón dice San
tícipes los que les suministran los bienes Agustín (1. De operibus monach. c. 21):
temporales, el uso de estos dones se les « si son evangelistas, confieso que tienen
haría ilícito, si desistieran de los actos » potestad de vivir á espensas de los fie-
religiosos; puesto que en este caso de- » les; si ministros del altar, dispensado-
fraudarían, cuanto está en ellos, la in- » res de los sacramentos, no se apropian
tención de los que les otorgaron tales be- » esta potestad, sino que la reivindican
neficios. Por otra parte una cosa puede » con justo título » ; y esto es así, porque
C U E S T I Ó N C L X X X V I I . — A R T Í C U L O IVv 135
el sacrificio del altar, donde quiera que » Luego los tales no pueden escusarse
sea ofrecido, es común á todo el pueblo »de trabajar por debilidad corporal,
de los fieles; 3.° si se aplican al estudio » puesto que la costumbre de su pasada
de la Sagrada Escritura en interés co- » vida los desmiente». Y después añade
mún de toda la Iglesia, según lo cual dice (c. 25): « si no quisieren trabajar, no co-
San Jerónimo contra Vigilancio (c. 5, » man; pues no se humillan los ricos á
Multa in orbe): « en la Judéa basta » la piedad, para que los pobres se hagan
» boy (1), no solamente entre nosotros, » orgullosps: y no conviene en manera al-
» sino entre los hebreos, subsiste la cos- » guna que en esta vida, en que trabajan
» tumbre de que los que meditan la ley » los senadores, estén ociosos los artesa-
» de Dios dia y noche, y los que no tie- » nos ; y que haya rústicos delicados allí,
» nen sobre la tierra otras posesiones (2) » donde acuden los que eran dueños de
» que Dios mismo, sean sostenidos con » vastos dominios, después de haber re-
» los socorros que reciben de las sina- » nunciado á sus goces ».
» gogas y de todo el mundo»; 4.° si Al argumento 1.° diremos, que aque-
dan al monasterio los bienes temporales, llas autoridades deben entenderse en
que tenían, pueden vivir de las limos- tiempo de necesidad, esto es, cuando no
nas hechas al monasterio. Por esto dice se pudiera de otro modo socorrer á los
San Agustín (Hb. De operibus monach. pobres ; pues entonces estarían obligados,
c. 25) que «los que, habiendo abando- no solamente á desistir de recibir limos-
» nado ó distribuido todo lo que tienen, nas , sino también á distribuir de sus bie-
» quisieren por una piadosa y saludable nes , si tienen algunos, para el sustento
» humildad ser contados en el número de de los pobres.
» los pobres de Cristo; la caridad fra- Al 2.° que á los prelados compete la
»terna y la cosa común deben encar- predicación por oficio, pero á los religio-
» garse de su subsistencia... Si trabajan sos puede competerles por comisión; y
» corporalmente, serán dignos de elogio; así, cuando trabajan en el campo del Se-
» mas, si no quieren, ¿quién se atreverá ñor, pueden vivir de él, según aquello
» á obligarlos» ? y no se debe atender, (il Timoth. 2 , 6 ) , conviene que el labra-
como se añade (ibid.), « en qué monaste- dor, que trabaja, recoja de los frutos el
» rio ó en qué lugar-ha dado un religioso primero ; lo que esphea la Glosa (3)
»todo lo que tenía á sus hermanos, (ord.) diciendo que «se trata del.predica-
» puesto que todos los cristianos no for- » dor, que en el campo de la Iglesia cul-
» man más que una sola república». Pero, » tiva los corazones de los fuertes por
si hay algunos religiosos, que sin necesi- » medio de la palabra de Dios». Pueden
dad y sin hacer nada útil, quieren vivir también vivir del Evangelio los que sir-
ociosos con las limosnas que se dan á los ven á los predicadores; por cuya razón
pobres, esto les es lícito; y así dice San sobre aquello (Rom. 15), si los gentiles
Agustín (lib. De oper. monach. c. 22): han sido hechos partícipes de sus bienes
» muchas veces entre los que hacen pro- espirituales, deben también ellos asistir-
»fesion de servir á Dios hay quienes les en los temporales, dice la Glosa (4)
» salen de una condición servil, de la vida (interl.) que «se trata aquí de los judíos,
» del campo, del ejercicio de las artes y » que enviaron predicadores de Jerusa-
» de los trabajos del pueblo ; sobre los lem». Hay también otras causas, por
» cuales no está claro si han venido con las cuales se debe á alguno el que viva á
» propósito de servirá Dios, ó si huyendo espensas de los fieles, como se ha dicho.
» de una vida pobre y laboriosa, han que- Al 3.° que en igualdad de circunstan-
» rido estar ociosos, alimentados y vesti- cias es más perfecto dar que recibir; y
» dos y ser ademas honrados por aquellos, sin embargo el dar ó abandonar todo lo
» que antes los solían despreciar y hollar. que se posee por Cristo y recibir lo mó-
(1) Haicin Judaia nsque hodiésegún el manuscrito de Alcañiz (3) Tomada de Haymon.
7 las ediciones posteriores á la de García: en algunas otras se (4) Anónima, si bien se halla asimismo en Lombardo y pa-
lee, Hxc undique nsque hodie. rece colegirse implícitamente de Teodoreto y otros intér-
(2) Parlem, aunque en algunos ejemplares se lee patrem, su- pretes.
primiéndose ademas luego las palabras symgogarum el.
136 C U E S T I Ó N C L X X X V I I . — A R T Í C U L O S IV Y V.
dico para e! sustento de la vida es mejor con los que están fuera, y no codiciéis
que dar algo particularmente á los po- cosa alguna de nadie; donde dice la
bres, como consta de lo dicho (C. 176, Glosa (ord. Petr. Lomb.) : « por eso es
a. 3 , al 6.°). »preciso trabajar y no estar ocioso,
Al 4.° que el recibir presentes para » puesto que el trabajo es honesto y es
aumentar riquezas, ó recibir de alguien » como luz para los infieles; y no de-
el sustento que no se le debe, sin utili- » seareis lo que es de otro, mucho menos
dad y sin necesidad, da ocasión de pe- í pidáis ó toméis alguna cosa ». Y sobre
cado ; lo cual no tiene lugar en los reli- aquello ( i i Thess. 3 ) , si alguno no
giosos, como consta de lo dicho. quisiere trabajar..... dice la Glosa (oi'd.
Al 5.° que, cuando aparece manifiesta Aug., lib. De oper. monach. c. 13):
la necesidad y utilidad de que los reli- « quiere que los siervos de Dios trabajen
giosos vivan de las limosnas sin trabajar »corporalmente, para que tengan con
corporalmente, no se escandalizan por » que vivir y no se vean obligados por la
esto los débiles, sino los maliciosos al » indigencia á pedir lo necesario ». Pero
modo de los fariseos, cuyo escándalo esto es mendigar. Luego parece que es
enseña el Señor á despreciar (Matth. 15). ilícito mendigar, omitiendo el trabajo
Pero, si no fuera evidente la necesidad corporal.
y la utilidad, podría originarse de ello 3.° Lo que está prohibido en la ley y
el escándalo de los débiles, cosa que se es contrario á la justicia no compete á'los
debería evitar. Sin embargo el mismo religiosos ; y el mendigar está prohibido
escándalo puede amenazar por parte de en la ley divina, pues se dice (Deuter. 15,
aquellos, que usan viviendo en la ocio- 4), absolutamente no habrá entre vos-
sidad de los bienes comunes. otros ninguno menesteroso ni mendigo;
y (Ps. 36 . 25), no he visto ni justo des-
ARTÍCULO V . — E S lícito & ios religio- amparado, ni su linaje buscando pan ; y
sos mendigar? (1) según el derecho civil el mendigo sano
es castigado ( 3 ) , como se ve en el có-
1.° Parece que no es lícito á los reli- digo de los mendigos robustos. Luego no
giosos mendigar : porque dice San Agus- compete á los religiosos mendigar.
tín (lib. De oper. monach. c. 28), ce el 4.° « La vergüenza se tiene de un acto
» enemigo astuto ha dispersado por to- »torpe » , como dice el Damasceno
3> das partes tantos hipócritas bajo el (Orth. fid. 1. 2 , c. 15); y San Ambrosio
3> hábito de monjes, que recorren las pro- dice (De offic. 1. 1, c. 30), «la vergüen-
» vincias » ; y después añade : « todos » za de pedir revela nobleza de padres».
» piden, de todos (2) exigen ó el pro- Luego el mendigar es vergonzoso, y por
» vecho de una indigencia lucrativa ó el tanto no compete á los religiosos.
y> precio de una santidad aparente». 5.° Compete principalmente el vivir
Luego parece que debe ser reprobada la de limosnas á los que predican el Evan-
vida de los religiosos que mendigan. gelio , según lo estableció el Señor, como
2.° Dícese (i Thess. 4 , 1 1 ) trabajad se ha dicho (a. 4). Sin embargo no les
con vuestras manos, como os lo tenemos compete el mendigar, puesto que sobre
mandado, y que converséis honestamente aquello ( u Tim. 2 ) , laborantem agri-
(1) A los errores consignados y comentados en la nota 1, pá- rio perjuicio de los verdaderos indigentes é inválidos para el
gina 1 3 2 , hay que añadir aquí el de los famosos pobres de trabajo; cual sucede hoy también entre nosotros con no po-
Lyon, paraquienes «las religiones mendicantes fueroninven- cos holgazanes, que ostentando cicatrices y padecimientos
» ciones de los malos demonios» : error herético, en que abun- ficticios afectan simuladas necesidades, para cuya pondera-
dan los que caliíican de holganza y reprueba» como escanda- ción llevan algunos su crueldad al estremo de alquilar y
losa y ridicula la costumbre de los frailes mendicantes, autori- atormentar desventuradas criaturas de estraños padres, para
zada y aún recomendada por la Iglesia como útil y meritoria, escitar con sus lágrimas y quejidos la pública compasión y
de pedir limosna de pueblo en pueblo y de puerta en puerta. esplotar así la candida beneficencia de muchos incautos, con-
(2) Pues el omnes precedente a exigunl debe tomarse en acu- tribuyendo ademas con tan indignos procederes á desautori-
sativo, equivalente al ablativo ab ómnibus, según hace notar zar prácticamente el antiguo y consabido proloquio español
Kicolai en consonancia con la intención de S. A g u s t í n . « haz bien, aunque no sepas á quien» , en vista de que con
(3) Por disposición de los emperadores Graciano, Valenti- harta frecuencia fomentan inconscientemente con s u genero-
niano y Téodosio (lib. 11, tít. 26, ley Cunctis) contra los vaga- sidad no siempre debidamente premeditada la holgazanería y
bundos, que sin necesidad y pudiendo por su robustez dedi- el vicio, en lugar de socorrer según su buena intención legí-
carse á trabajos lucrativos vivían de la mendicidad en-noto- timas necesidades y miserias,
CUESTIÓN CLXXXVIl. — ARTÍCULO V. 137
colam, etc., dice la Glosa (ord. sup. gunos mendigan por humildad (3), co-
illud, De fructibus percipere) (1) : « el m o toman sobre sí otras cosas algo ig-
» Apóstol quiere que el evangelista en- nominiosas, á modo de medicina eficaz
» tienda que el tomar lo necesario de contra la soberbia, que quieren destruir
» aquello, en que trabaja, no es mendici- ó en sí propios ó también en otros por
» dad sino un d e r e c h o x>. L u e g o parece medio del ejemplo: p u e s , así c o m o la en-
que no compete á los religiosos el men- fermedad, que proviene del esceso del
digar. calor, se cura eficacísimamente por las
Por el contrario: compete á los religio- cosas que esceden en frialdad, así la in-
sos vivir á imitación de Cristo; y este clinación á la soberbia se cura eficacísi-
mendigó, según aquello (Ps. 39, 18), yo mamente por medio de las cosas que pa-
soy mendigo y pobre (2), sobre lo cual recen en estremo humillantes. Y por esto
espone la Glosa (ord. Cassiod.) : « esto se dice (Decret. D e p e e n , d i s t i n t . 2, cap.
» dijo Cristo de sí á causa de su forma de Si quis semel) : « ejercítase la humildad
» s i e r v o t> ; y más adelante, «es mendigo » sometiéndose á los cargos más humil-
» el q u e pide á otro, y pobre el que n o se » des y entregándose á los ministerios más
2> b a s t a á s í propio »; y ( P s . 69), yo soy y> i n d i g n o s ; porque de este modo podrá
indigente y pobre, sobre lo cual dice la » curarse el vicio de la arrogancia y de
Glosa (interl. y ord. Cassiod.), « egenus, B la gloria h u m a n a x>. P o r lo cual San
» esto es, que pido; y pobre, es decir, Jerónimo (epist. ad O c e a n u m ) reco-
» insuficiente para mí, porque no tengo mienda á Fabiola, que deseaba recibir
» riquezas mundanas »; y San Jerónimo un salario después de haber distribuido
en una de sus cartas dice : « cuida que, sus riquezas por amor de Cristo. Esto
»mientras tu Señor mendiga, esto es, mismo hizo San Alejo, quien, después de
» Cristo, no acumules riquezas ajenas ». haber dejado todos sus bienes por Cristo,
L u e g o es conveniente á los religiosos el se regocijaba de haber recibido limosnas
mendigar. aun de sus propios servidores; y del beato
Conclusión. La mendicidad [1] ejer- Arsenio se lee en las vidas de los Padres
cida discretamente por humildad y para (1. 5, libello 6, n. 3) que dio gracias á
ejemplo y utilidad común es lícita y lau- Dios de haberle puesto en la necesidad
dable ; como asimismo [2] por necesidad; de pedir limosna. P o r lo cual también se
pero ilícita [3] por codicia ú ociosidad. impone á algunos como penitencia por
Responderemos, q u e a c e r c a d e l a culpas g r a v e s el que h a g a n una peregri-
mendicidad pueden considerarse dos co- nación mendigando. P e r o , puesto que la
sas : u n a de parte del acto mismo, que humildad así c o m o las demás virtudes no
lleva unida cierta abyección , pues los debe p r a c t i c a r s e s i n d i s c r e c i ó n , conviene
que no solo son pobres sino que se ha- tomar discretamente la mendicidad para
llan tan indigentes que necesitan reci- la humillación, de modo que por esto no
bir d e otros el a l i m e n t o para vivir, pa- incurra el hombre en la codicia ú otra
recen ser los más abyectos entre los pasión deshonrosa. 2.° P u e d e c o n s i d e -
hombres; y bajo este punto de vista al- rarse la mendicidad de parte de lo que
fl) Tomada de S. Agustín (De operibns momch. c. 15). niños, huérfanos, viudas, ancianos, enfermos ó en general
(2J Como de hecho consta haber pedido agua á la Samari- menesterosos; y creando con el propio objeto sociedades ó
tana (Joann. 4), el asnillo para su ingreso en Jerusalen congregaciones de carácter visiblemente benéfico, en las que
(Luc. 111), el salón donde celebró la Pascua (Lúe. 22) y li- la recaudación y administración se organizan conveniente-
mosna para sustentarse durante el triduo en que estuvo au- mente, distribuyendo los diversos cargos conducentes á tan
sente de sus padres (Lúe. 2) según todas las probabilidades y piadosos fines entre los'miembros de la respectiva asociación,
el parecer común de los intérpretes. que los desempeñan gratuitamente : y lo propio realizan tam-
(3) Lo cual es licito aun á los ricos conservando sus bienes, bién algunas con destino á la erección y restauración de tem-
según doctrina común de los teólogos, con tal que lo hagan plos, provisión de ornamentos y vasos sagrados y demás aten-
con discreción. Así se ve hoy con frecuencia a personas opu- ciones del culto y decoro de sus ministros, como igualmente
lentísimas y de la mas aristocrática jerarquía dirigirse perso- al sostenimiento de comunidades religiosas de uno y otro
nalmente ó por esquelas de invitación á otras de las diversas sexo, especialmente de las consagradas al ejercicio de la be-
clases sociales en demanda de verdaderas limosnas, aunque neficencia y de la enseñanza y demás exigencias de la mise-
ordinariamente bajo el nombre de colectas ó suscriciones, con ria, hoy tan generalizada y creciente merced á la supresión
destino al socorro de las necesidades de los desvalidos, á quie- d é l o s recursos antes abundantísimos suministrados por las
nes las distribuyen después á domicilio ó en ciertos centros instituciones católicas, según y a dejamos mencionado en la
previamente designados, ó bien destinan los fondos así recau- nota 1 de la página 132.
dados á la erección de asilos benéficos, para albergar en ellos
CUESTIÓN CLXXXVlI. r - A R T Í C U L O S V Y VI.
uno adquiere mendigando; y en este Al 4.° que hay dos clases de deshonra,
concepto puede ser inducido el hombre á una de inhonestidad y otra de un efecto
mendigar por dos motivos : 1.° por el de- esterior, como es vengonzoso al hombre
seo de poseer riquezas ó vivir ociosamente, estar enfermo ó ser pobre ; y tal ver-
y tal mendicidad es ilícita; 2° por nece- güenza de la mendicidad no pertenece á
sidad ó utilidad: por necesidad como la culpa, sino que puede pertenecer á la
cuando alguno no puede tener de otra ma- humildad según lo dicho.
nera con que vivir, si no mendiga ; y por Al 5.° que á los que predican se les
utilidad, como si uno se propone algo útil, debe por débito el sustento por aquellos,
que no puede llevar á cabo sin las limos- á quienes predican; no obstante, si quie-
nas de los fieles, como se piden limosnas ren pedirlo, mendigando no como cosa
para la construcción de un puente ó de debida, sino como un favor, esto revela
una iglesia ó de cualesquiera otras obras, una humildad más grande.
que redundan en utilidad común, como
los estudiantes piden para poder dedi- ARTÍCULO V I . — ¿ E S permitido á i o s r e -
carse al estudio de la sabiduría (1). De ligiosos usar vestidos m á s viles que los que
este modo la mendicidad es lícita tanto u s a n los demás? (4)
á los seglares como á los religiosos.
Al argumento 1.° diremos, que San 1.° Parece que no es lícito á los reli-
Agustín habla espresamente allí de los giosos usar vestidos más viles que los
que mendigan por codicia. demás : porque según el Apóstol ( i
Al 2.° que la primera Glosa habla de Thess. últ. ) debemos abstenernos de
la petición que se hace por codicia, como todo lo que tiene apariencia de mal; y la
se ve por las palabras del Apóstol; más vileza de los vestidos tiene aspecto de
la otra habla de aquellos, que sin utili- mal, pues dice el Señor (Matth. 7, 15),
dad alguna (2) piden lo necesario para guardaos de los falsos profetas, que vie-
vivir en la ociosidad: pero no vive en la nen á vosotros con vestidos de ovejas; y
ociosidad el que vive útilmente de cual- sobre aquello (Apoc. 6), ecce eqúuspal-
quier modo que sea. lidus..., dice la Glosa (ord. sup. illud, et
Al 3.° que por aquel precepto de la ecce equus niger): « viendo el diablo que
ley divina no se prohibe á alguno el men- » no puede salir con su empresa ni por
digar, sino que se prohibe á los ricos » manifiestas tribulaciones ni por notorias
apegarse de tal modo á sus riquezas, que » herejías, envía falsos hermanos, que
por esto se vean algunos obligados á »bajo el hábito de religión hacen el
mendigar. La ley civil impone pena á los » papel de caballo negro y rojo, pervir-
mendigos sanos, que mendigan no por » tiendo la fe ». Luego parece que los re-
utilidad (3) ni por necesidad. ligiosos no deben usar de vestidos viles.
(1) Alude ostensiblemente á la costumbre tan común en s u ter civil, pero de acuerdo con el eclesiástico y sin la funesta
época de las llamadas estudiantinas, grupos de escolares, que intervención de la política, que en censurable connivencia con
durante las vacaciones intercursalcs recorríanlos pueblos y la ciencia de los libres pensadores frustra y envenena la de los
comarcas con el objeto de recaudar medios de costear entre celosos y desinteresados emisarios del catolicismo para la pro-
año sus libros y ropas y demás gastos indispensables en la pagación de la verdad y del saber profundo y sólido.
prosecución de sus estudios académicos : de las que aun queda (2) Parecen holgar aquí las palabras qitam facinnl subsi-
algún raro v e s t i g i o , suficiente á recordar lo económico de las guientes á utilUate, como ya hizo observar el P. Rubeis, y que
carreras facultativas en tiempos no muy remotos, en que las por lo mismo no traducimos.
matrículas eran' gratuitas, los trajes modestos en su parca (3) TNieolai propone se lea aquí debililalem en lugar de utill-
uniformidad y los alimentos y hospedajes accesibles á las for- talem, que se lee en el testo en conformidad con los códices
tunas menos desahogadas ; en contraste con los dispendiosos manuscritos y antiguas ediciones, singularmentelasde Pádua;
derechos académicos y exigencias de la moderna cultura, que cuya autoridad y unanimidad nos deciden á no participar de
hacen casi de todo punto inabordable el acceso á las profesio- la opinión del sábio^comentarista, tanto más cuanto que en la
nes científicas de cuantos no disponen por sus familias de un utilidad se comprende bien claramente la debilidad ó falta de
capital no menos considerable que el que habrá de producir á robustez y aptitud de los aludidos para el trabajo ú otra in-
los mas de ellos su ejercicio oficialmente autorizado. Esto re- dustria productiva de lo necesario al sustento de tales men-
v e l a bien á las claras la sinceridad de tantas y tan decantadas digos, á pesar de los argumentos y esplicaciones del repetido
protestas de popularización de la instrucción pública, que se anotador.
pretende hacer gratuita, obligatoria y libre, á coro unísono
(4) Según el ya repetidamente ci¡ado Guillermo del Santo
con las violentas é intempestivas cuanto injustificables decla-
Amor « el uso de trajes ó hábitos groseros (es decir de poco
maciones contra el oscurantismo y menguada enseñanza pró-
«'coste, aunque decentes por su forma y aseo) denigran la
digamente dispensada medio siglo há por las comunidades re-
» fama y buen nombre de los religiosos, quienes por lo mismo
ligiosas y el elemento clerical en los conventos y seminarios
»no deben usarlos ». Demuéstrase aqui lo erróneo y anticató-
y aún en las universidades y demás establecimientos de carne-
lico de semejante pretensión.
CUESTIÓN' CLXXXVII. — ARTÍCULO VI.
(1) Del Concilio 2.° de Nicca ó 7.° ecuménico (can. 16). inconsciente prodigalidad de las gentes del siglo ; pero no es
(2) De TNínive, al oir la intimación del profeta de que la menos cierto que los que así se espresan ni piensan como
ciudad sería destruida, si en el término de cuarenta dias no hablan por punto general ni creen en tales patrañas ; prueba
hacian penitencia sus moradores. Véase la nota 2 de la pági- de ello es harto terminante que los que á tal lenguaje asocian
na 178 en el tomo l.° C. 19, a. 7, de la P. 1." una vida regalada y ociosa á cuenta quizá de mayores humi-
(3) No en el sentido de que solo compele á los criminales ó llaciones y disgustos de todo genero nunca se deciden á abra-
de vida antes desarreglada ó escandalosa , como no lia faltado zar esa otra, que tan sin razón vilipendian, en la seguridad
quien pretendiera interpretarlo ; sino por austeridad volun- de que no lo pasarían en ella mejor ó más á satisfacción de sus
taria y espíritu de mortificación, para santificarse y aspirar á instintos de goces é inacción que la en que por despecho y á
la perfección aun los más inocentes y de conducta ejemplar impulsos ademas de cierta incalificable envidia tratan de dis-
en el siglo y en el claustro. Harto frecuente es también en culpar su mal proceder con la denigración d é l o s que conside-
nuestros dias la calumniosa imputación de que los religiosos ran (no sin razón en el fondo) como más dichosos y honrados
o muchos d e ellos adoptan tal estado en busca de comodidad y que ellos.
holganza, para vivir sin trabajar á espensas de la candidez é
140 CUESTIÓN cLXxxvir. — ARTÍCULO VI.
29); 2.° para ejemplo de otros ; p o r l o ñor en las obras de santidad nada deben
cual sobre aquello ( M a t t h . 3 ) , tenía un hacer los hombres por apariencia, lo cual
vestido de pelos de camello, d i c e l a G l o s a sucede principalmente, cuando uno hace
(ord.) (1), «el que predica la peniten- algo n u e v o ; por lo que dice el Crisós-
» cia ostenta el hábito de la penitencia » ; tomo (super Matth. hom. 13, in opere
y 3.° por vanagloria, como dice San i m p e r f . ) : « el que ora nada nuevo h a g a ,
Agustín ( D e serm. D o m . i n m o n t e , 1. 2, » que llame la atención de los hombres,
c . 12) que «puede haber jactancia en los » ya clamando, ya dándose golpes de pe-
» mismos harapos más miserables». Cuan- » cho, ya estendiendo las manos », porque
» do pues s e h a c e uso de vestidos viles por con la misma novedad escitan la atenta
los dos primeros motivos,es laudable; mas consideración de los hombres. Sin em-
por el tercero es vicioso. P u e d e c o n s i d e - bargo no toda novedad tal es reprensi-
rarse el traje vil y andrajoso, en cuanto ble, puesto que puede ser hecha bien ó
tiene por causa la avaricia ó el descuido, mal; por lo que dice San Agustín ( D e
y en este concepto también denuncia vicio. serm. D o m . in monte, 1. 2, c. 12) que,
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que la vileza « cuando uno en la profesión de la fe
de los vestidos no tiene por sí apariencia » de Cristo atrae sobre sí las m i r a d a s de
de mal, y antes b i e n esto es desprecio de » los hombres por su esterior desaliñado
la gloria mundana. D e aquí es que los » y grosero, como lo hace voluntaria-
malos ocultan su malicia bajo el traje mi- » mente y no á impulso de la necesidad,
serable, por lo cual dice San Agustín » se puede conocer por todas sus demás
( D e s e r m . D o m . i n m o n t e , ! . 2, c . 24) que » acciones si obra así en desprecio del
« las ovejas no deben dejar su vestido, » fausto redundante ó lo hace por algún
» porque la m a y o r parte de las veces los » m o t i v o de ambición». M a s parecen
» lobos se ocultan bajo este traje ». obrar esto principalmente sin ambición
A l 2.° que San Jerónimo habla allí de los religiosos, que llevan un hábito vil
los vestidos viles, que se llevan por la c o m o e m b l e m a de su profesión, por la que
gloria humana. profesan el desprecio del mundo (2).
A l 3.° que según la enseñanza del Se-
(1J Tomada de San Jerónimo, según anotan algunas edicio- contra los religiosos que, olvidados de la modestia y humil-
nes refiriéndose á cierto Comentario sobre San Marcos, que dad convenientes á su estado, hacen reprensible ostentación
sin razón se le atribuye ; pero propia y más literalmente del de lujoso ornato en la delicadeza de las telas y afectado porte
V. Beda. de sus hábitos ó trajes.
(2) San Bernardo clama con tanto vigor como elocuencia
CUESTIÓN CLXXXYIII.
Diferencia de religiones.
1." Hay diversas religiones, ó una sola? 2.° Puede instituirse algún orden religioso paralas obras de
la vida activa?3.° Puede ordenarse alguna religión para la guerra? 4.° Puede establecerse alguna re-
ligión para la predicación y obras de esta clase ? 5.° Y para el estudio de las ciencias ? 6.° La religión
que se ordena á la vida contemplativa es mejor que la que se ordena á la vida activa ? 1." El tener
algo en común disminuye la perfección de la religión ? 8," La religión de los solitarios debe ser prefe^
rida ala de los que viven en sociedad ?
ARTÍCULO I . — Hay solo u n a reli- la especie, sino que es uno solo, donde
gión» a) quiera que exista; por lo cual dice San
J e r ó n i m o al o b i s p o E v a g r i o (2) : «donde
1.° Parece que no h a y sino una sola » quiera que haya obispo, y a sea en
religión : porque no puede haber diversi- » R o m a , ya en Engubio ó en Constanti-
dad en lo que es total y perfecto, por lo » nopla ó en Regio, es del mismo mérito
cual no puede haber más que un solo » y del mismo s a c e r d o c i o D. L u e g o por
primer sumo bien , según lo demostrado identidad de razón existe una sola re-
(P. 1. ,
a
C. 6, a . 2, 3 y 4). Pero, según ligion.
dice San Gregorio (super. Ezech. hom. 4.° D e la Iglesia debe ser estirpado
20), « h a y holocausto, cuando uno ha todo lo que puede ser causa de confusion;
» ofrecido á Dios omnipotente por voto y de la diversidad de religiones parece
» todo cuanto posee, toda su vida y todo puede introducirse cierta confusion en el
y> l o que siente », sin lo que no se dice pueblo cristiano, c o m o dice cierta decre-
haber religión. L u e g o parece que las re- tal (cap. Ne nimia, D e relig. dom.). L u e g o
ligiones no son muchas, sino una sola- parece que no debe haber diversas reli-
mente. giones.
2.° L a s cosas, que convienen en lo Por el contrario, está escrito (Ps. 44,
esencial, n o se diversifican sino per acci- 10) que pertenece al ornato de la reina el
dens; y sin los tres v o t o s esenciales d é l a estar rodeada de variedad.
religión n o existe religión alguna, según Conclusion. Ilácese razonable distin-
lo d e m o s t r a d o ( C . 186, a. 6 y 7). L u e g o ción de varias religiones ó institutos reli-
parece que las mismas religiones n o se di- giosos bajo el doble concepto de sus diver-
versifican específicamente, sino solamente sos fines y ejercicios.
per accidens. Responderemos q u e , s e g ú n r e s u l t a d e
3.° E l estado de perfección conviene l o e s p u e s t o ( C . 187, a. 2 ; y C . 186, a. 7),
tanto á los religiosos como á los Obispos, el estado religioso es cierto ejercicio, por
s e g ú n s e h a d e m o s t r a d o ( C . 185, a. 5 y 7). el cual alguno se ejercita para la perfec-
Pero el e p i s c o p a d o no se diversifica por ción de la caridad. H a y empero diversas
(1) Neciamente han dicho algunos herejes que « siendo sola les con jardines, arboledas, viveros ó planteles y otras partes
»una la religión de Cristo, es rasgar su túnica inconsútil la destinadas á diversos fines conducentes á la utilidad y adorno
» admisión de varias » : y decimos neciamente porque el más del todo.
rudo alcanza sin dificultad que cada una de las llamadas reli- (2) El códice de Alcañiz pone Eliandrum, por error material
giones en el concepto de órdenes ó congregaciones religiosas sin duda: y en el testo de S. Jerónimo no consta la palabra epi-
no es mas que una parte y peculiar manifestación de la reli- scopum inserta en las Decretales fdist. 93, y no 94 como se cita
gión católida única, á la manera que una gran huerta puede en algunos ejemplares, c. 24) y que parece no convenir al su-
"IUJ bien sin multiplicarse constar de varios huertos parcia- j e t o citado, s e g ú n advierte Nicolai.
142 CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTÍCULOS I Y II.
obras de caridad, á las que puede dedi- Según esto es evidente que la comunidad
carse el h o m b r e , y también h a y diversos de los votos esenciales es c o m p a t i b l e con
modos de ejercicios ; pueden y por esto la diversidad de las órdenes religiosas, ya
distinguirse las religiones en dos concep- á causa de las diferentes disposiciones, ya
tos : 1.° según la diversidad de aquello á también por la diversidad de fines, según
que se ordenan, c o m o s i u n o r d e n r e l i - se desprende de lo espuesto (aquí, y C.
gioso se ordena á dar hospitalidad á los 186, a. 7, al 2.°).
peregrinos, y otro á visitar ó redimir cau- A l 3.° que en las cosas, que pertene-
tivos ; 2.° según -la diversidad de los ejer- cen á la perfección, el obispo se ha á
cicios, v. gr. que en una religión se cas- modo de agente y el religioso á modo de
tiga el cuerpo por la abstinencia de los paciente, según lo dicho (C. 184, a. 7);
alimentos, en otra por el ejercicio de y el agente aun en las cosas naturales,
obras manuales, ó por la desnudez, ú cuanto más superior es, tanto es m á s uno:
otra cosa semejante (1). Pero, como el mas las cosas, que son pacientes, son di-
fin es lo principalísimo en cada cosa, ma- versas ; por lo cual razonablemente el
yor es la diversidad de las religiones, que estado episcopal es uno solo y diversas
se considera según los diversos fines, á las religiones.
que se ordenan, que la que se estima se- A l 4.° que la confusión se opone á la
gún los diversos ejercicios. distinción y al orden. P o r c o n s i g u i e n t e de
A l argumento 1.° diremos, que es co- la multitud de órdenes resultaría confu-
m ú n en todo orden religioso que el indi- s i ó n , si h u b i e r a diferentes órdenes relati-
viduo debe entregarse totalmente al ser- vamente á una misma cosa y á los mis-
vicio de Dios , y en este concepto no h a y m o s medios sin necesidad y utilidad ; por
diversidad entre las órdenes religiosas, lo que, para evitar esto, -se d i s p u s o (3)
esto es, que en una religión alguno re- que no se funde una nueva religión sin
tenga algo suyo y en otro diversamente; autorización del S u m o Pontífice.
pero difieren según las diversas obras, en
las que el h o m b r e puede servir á Dios, y ARTÍCULO I I . — ¿ D e b e establecerse
según que puede disponerse á este servi- a l g u n a religión para l a s obras de l a vida ac-
cio de diversas maneras. tiva? (4).
A l 2.° que los tres votos esenciales de
religión pertenecen al ejercicio de la re- l.° Parece que no debe instituirse reli-
ligión, como cosas principales, á las que gión alguna para las obras de la vida ac-
se reducen todas las demás (2), según tiva : porque todo orden religioso perte-
l o d i c h o ( C . 186, a. 7, in corp. y al 2.°). nece al estado de la perfección, como
Ahora bien : cada cual puede disponerse resulta de lo dicho ( C . 184, a. 5); y
á observar todas estas cosas de diverso la perfección del estado religioso consiste
m o d o : v. gr. para guardar el voto de la en la contemplación de las cosas divinas,
continencia se dispone alguno por la so- pues dice San Dionisio ( D e ccel. hier.
ledad del lugar, por la abstinencia, por c . 6) que «los religiosos se denominan
la vida c o m ú n y por otras cosas análogas. » así, porque se consagran al puro servi-
(1) Es bien sabido cuanto digno de observarse que las di- sus individuos y el ejercicio de la caridad y demás virtudes
versas instituciones religiosas nacidas en el seno de la Igle- conducentes á su perfección.
sia en los diversos siglos responden siempre á las necesida- (3) En el concilio lateranense -1.° (can. 13} bajo Inocen-
des de cada época, reformándose unas y creándose otras nue- cio III (lib. 3, Dccrct. tít. 30, c. iVe nimia): nadie ignora sin
vas á medida que lo exijen las circunstancias respectivas, y embargo haber sido aprobadas con posterioridad al citado de-
sirviendo ademas de estímulo á la puntual observancia y re- creto multitud casi innumerable de corporaciones religiosas
novación del fervor en las antiguas la oportuna aparición y con aprobación y merecido encomio por su oportuna utilidad,
adecuados estatutos de las de nueva creación : coino asimismo como la de los Mínimos por Sisto IV, las de los Capuchinos y
la supresión de algunas por autoridad pontificia, cuando la Clérigos Regulares por Clemente VII, la Compañía de Jesús
relajación de costumbres ó la inobservancia común y como por Paulo III y tantas otras, sin contar las que en la acluili-
autorizada por la connivencia de sus prelados ó la inoportu- dad brotan frecuentemente del germen siempre tan fecundo
nidad de su primitivo objeto ú otras causas poderosas y alen- como benéfico de la caridad y piedad católicas.
dibles así lo han aconsejado. f-1) Contra el error de Apolofanio, que, ridiculizando al
(2) Distinguiéndose unas de otras por algún voto peculiar Apóstol S. Pablo con el dictado de circuidor del mundo, poi-
y característico, espresivo del respectivo objeto ó fin inmedia- que lo recorría predicando y ejerciendo obras de la vida ac-
to, como el de la redención de cautivos, la predicación, las t i v a , verdaderas limosnas espirituales, venia á decir que «n°
misiones, la enseñanza, etc. y por los medios á él encamina- »clebe instituirse religión alguna para el ejercicio de las
dos y espresqs en las reglas ó estatutos de cada una ; siendo » obras de la vida activa
siempre y en todas el fin principal común la santificación de
CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULO II. 143
(I) Cual se -ve en la edición de Douai y en otras las más colaij y Nestorio (adulterado al parecer por los copiantes).
autorizadas; y no Rcslorius, como escriben la coloniense y la (2) Susceptionis dice el testo original, esto es, recepción ó
áurea ; ni mucho menos Nesluros, que también hallamos en al- acogida, sobreentendiéndose de peregrinos ó huéspedes; por
guna, como queriendo amalgamar en una especie de término lo que rectamente el. Santo Doctor tradujo para mayor clarU
medio los dos nombres Nesteros (que es el legítimo según Ni- dad por hospitalitatis.
144 CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULOS II Y I I I .
(1) Que difieren de los monjes en el concepto de solitarios lio 3.° de Letran en tiempo de Alejandro I I I , so pretesto de
aplicado á estos según la interpretación de S, Jerónimo, pero no hallarse ellos comprendidos en la denominación de monjes.
conviniendo con ellos en cuanto á la unidad ó comunidad de (3) Contra el error de Lutero, de que . n o es lícito pelear
fin, que es el mismo en unos y otros s e g ú n S. Dionisio Areo- » contra los turcos, por ser esto contrariar á Dios, que por me-
pagita. Véase las notas 3 , página 131 y 1 de la 142. » dio de ellos visita nuestras iniquidades » ; condenado por el
(2) De Inocencio III al Arzobispo de Santiago de Galicia papa León X en defensa de las órdenes militares, creadas
con ocasión de ciertos canónigos, regulares que defendían su principalmente para combatir á los mahometanos con especia-
habilitación para el ejercicio de la abogacía, no obstante la lidad en la edad media.
prohibición impuesta á los monjes por el canon 10 del conci-
CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTÍCULOS III Y IV. 145
(1J Política ó profana y sin objeto señaladamente piadoso ó (2) Impugnación del ya citado Guillermo y sus secuaces.
benéfico ; es decir, mundana, según se la denomina ó califica La orden de Predicadores fue aprobada y confirmada por el
en el lugar citado en el arg. 3.° tomado de la epístola 00 ó 02, papa Honorio III en 1216.
cap. 10, del papa León á Rústico.
SUMA TEOIÓGICA. — TOMO IV. 10
146 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O IV.
toles, según consta (Luc. 9), y después con las armas corporales. Así pues es
yen religiones para predicar y oir las de él á todas las ciudades y lugares, á
confesiones, no por propia autoridad, sino donde había de ir él mismo ; y f u e c o n v e -
por la de los prelados superiores é infe- niente que ademas de los prelados ordi-
riores, á quienes pertenece por su cargo : narios fueran elevados otros á tales car-
y en este concepto ayudar álos prelados gos, á causa de la multitud del pueblo
en tal ministerio es propio de estas ór- fiel y la dificultad de encontrar bastan-
denes religiosas. tes personas para distribuirlas á cada
A l 3.° que no se concede por los pre- pueblo, como también fue necesario se
lados á los tales religiosos el que cada instruyeran órdenes religiosas para la
cual pueda indiferentemente predicar ú guerra, por falta de príncipes seculares
oir l a s confesiones, sino según la dispo- p a r a resistir á los infieles en algunas co-
sición de los que están al frente de tales marcas.
religiones, ó según lo ordenen los prela-
dos de las mismas. ARTÍCULO V . — ¿ n e n e instituirse al-
A l 4.° que el p u e b l o fiel no está obli- gún orden religioso para estudiar (2).
gado por débito de derecho á suministrar
los gastos sino á los prelados ordinarios, l.° Parece que no d e b e instituirse or-
que reciben por esta causa los diezmos den alguno religioso, para dedicarse al
y ofrendas de los fieles y otras rentas estudio : porque se dice (Ps. 70, 16),
eclesiásticas. M a s , si algunos quieren porque no conocí la literatura, me inter-
prestar gratuitamente á los fieles estos naré en las obras del poder del Señor,
servicios, sin exigir de ellos imperiosa- es decir, en la virtud cristiana, según la
m e n t e (1) remuneración alguna; no por Glosa (interl.). P e r o la perfección de la
esto están sobrecargados, porque pue- virtud cristiana parece pertenecer sobre
den acordar voluntariamente una sub- todo á los religiosos. L u e g o n o es propio
vención temporal, á la que, aunque no de los m i s m o s dedicarse al estudio de las
estén obligados por la fuerza del dere- letras.
cho, lo están sin embargo por deuda de 2° L o que es un principio de disen-
caridad; no empero que á ellos de modo sión no compete á los religiosos, quienes
les sea penoso y á los otros exención, se congregan en unidad de la paz. Pero
como se dice ( n Cor. S, 13). Pero, si el estudio es causa de disensión, pues de
no se hallase quienes quisieran h a c e r gra- él h a n salido las diversas aun sectas entre
tuitamente estos servicios, estarían obli- los filósofos ; por lo que dice San Jeró-
gados los prelados ordinarios en caso de nimo (sup. Epist. ad Titum. c. 1, sup.
insuficiencia personal á buscar personas illud, et constituas per civitates): « án-
idóneas al efecto, suministrándoles ellos D tes que por instigación del diablo se
los recursos. i> h i c i e r a n estudios en la religión, y se
A l 5° que en los setenta y dos discí- » dijese á los pueblos, y o sigo la opinión
pulos están representados no solamente » de Pablo, yo la de Apolo, yo la de
los curas párrocos, sino cualesquiera otros » Céfas... ». L u e g o parece que no debe
eclesiásticos d e orden inferior, q u e ayudan instituirse orden religioso para estu-
álos obispos en su ministerio; pues no se diar.
lee que se asignaran algunas parroquias 3.°,La profesión de la religión cris-
determinadas á los setenta y dos discípulos, tiana debe ser diferente de la de los gen-
sino q u e los enviaba de dos en dos delante t i l e s (3); pero entre estos algunos pro-
(1) En uso de su legítimo derecho, que el Apóstol inculca demas documentos pontificios, conciliares é históricos, en su
con su propio ejemplo(I Cor. 9) n o s e alegue ó haga valer sin descabellada pretensión sobre la esclusiva fuente de doctrina
urgente necesidad. en el único manantial de la santa Biblia, condenaron todo
(2) El emperador apóstata Juliano en su implacable odio otro estudio fuera del de su testo literal arbitraria é indivi-
contra los Libros santos prohibió todo estudio literario á la dualmente interpretado á inspiración del divino espíritu,
juventud cristiana con el impío propósito de hacer inaccesible quien según ellos enseña singularmente á cada cual en su in-
el conocimiento de la sagrada Biblia, mandando quemar cuan- terior el verdadero sentido é interpretación del sacro testo.
tos ejemplares pudieran haberse á mano y martirizando á sus Consúltese á este propósito lo espuesto en la nota 2, pág. 916
poseedores ú ocultadores ; los biblistas con miras bien diver- del tomo 1.°, C 117, a. 1 de la 1." Parte.
sas, aunque no menos perturbadoras del orden religioso esta- • (3) « Y d é l a de los seglares» , observa Píicolai pudiera
blecido por el catolicismo así en el dogma como la moral y añadirse en aclaración y nuevo vigor de la segunda premisa;
disciplina según las enseñanzas bíblicas pero legítimamente mas para esto sería preciso espresar en la primera el estado
interpretadas por la tradición y los escritos de los SS. PP. y religioso ó de perfección, toda vez que la religión cristiana,
148 CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTICULO V.
fesaban la filosofía, y aun ahora ciertos » placion los límites de su capacidad, lle-
seglares se dicen profesores de algunas » gan hasta los errores más perversos;
ciencias. .Luego á los religiosos no com- » y , mientras descuidan ser humildemente
pete el estudio de las letras. » discípulos de la v e r d a d , se hacen maes-
Por el contrario, San Jerónimo » tros de errores » ; por cuya razón se
(epist. ad Paulin.) le invita á instruirse dice 2 , 3), pensé en mi corazón
(Eccl.
e n e l e s t a d o m o n á s t i c o , d i c i e n d o : ce a p r e n - apartar mi carne del vino, para trasla-
» damos en la tierra cosas, cuya ciencia dar mi corazón á la sabiduría y evitar la
» nos quede en el cielo », y más ade- necedad. 2. El estudio de las letras es ne-
a
lante : « m e esforzaré por saber con- cesario á los religiosos instituidos para, la
» tigo todo lo que me preguntares». predicación y otros ejercicios análogos;
Conclusion, Conveniente institución por lo cual dice el A p ó s t o l ( T i t . 1, 9) del
tudio y enseñanza de las ciencias, artes tos actos,que abrace firme la palabra de
y letras. fe, que es según doctrina, para que así
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o pueda exhortar según sana doctrina y
(a. 2) la religion puede ordenarse á la convencer á los que contradicen. Y n o s e
vida activa y á la contemplativa; y entre puede argüir que los apóstoles fueron
las obras de la vida activa son más prin- e n v i a d o s , á predicar, sin haber estudiado
cipales las que se ordenan directamente á las letras ; porque, como dice San Jeró-
tras compete pues á los religiosos por tres mas adquieren ordinariamente por el ejer-
razones: 1. e n c u a n t o á l o q u e e s p r o -
a
cicio y diaria meditación de la ley de
180, a . 4), en la que es dirigido el hom- mientos lascivos, y por el trabajo del es-
bre por el estudio á considerar lo divino; tudio castiga la carne, según aquello
justo (Ps. 1, 2) que en la ley del Señor para repodrir las carnes ; s i r v e t a m b i é n
meditará dia y noche, y ( E c c l i . 39, 1), para quitar el deseo de las riquezas, por
la sabiduría de los antiguos indagará, el lo cual se dice 7, 8), juzgué que las
(Sap.
sabio, y se empleará en los profetas ; 2." riquezas nada son en comparación á ella,
ayuda indirectamente e l e s t u d i o d e l a s y ( i M a c h a b . 12, 9 ) , y nosotros no te-
esto es, los errores, que frecuentemente nuestro consuelo los Santos libros, que
ocurren en la contemplación de lo di- están ¿7i nuestras manos. E s ú t i l a d e m a s
vino á los que desconocen las Escritu- para documento de obediencia (1), se-
ras, como se lee en las conferencias de gún lo que dice San Agustín (lib. D e
de los antropomorfitas, es decir, de los que » lectura, queriendo darse á ella?» Y así
creen que Dios tenía forma humana. Así e s e v i d e n t e q u e puede instituirse conve-
dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 17) nientemente alguna religión para el estu-
que «algunos, traspasando en la contem- dio de las letras.
de cuya profesión se habla en ella en general, incluye no me- dones, que de esta virtud ofrecen de continuo los buenos
nos á los seglares que a los religiosos. libros.
(1) Por los numerosos cuanto edificantes ejemplos y galar-
C U E S T I Ó N CLXXXVI1I. — A R T Í C U L O S V Y VI. 149
hay entre ellos, por esto la escelencia de así c o m o en las demás cosas « los fines
una orden religiosa respecto de otra se » de las primeras están unidos á los prin-
religión, que se ordena á fin mejor en tante redimir cautivos que dar hospitali-
(1) Práctica ó ejecución de las observancias prescritas, para (4) Cual sucedería en el de peligrar en la Iglesia la fe ó la
lograr su peculiar fin ú objeto. libertad, pues entonces sería preferible y más meritorio luchar
(2) E n la Vulgata se halla intercalada la abundancia de... y batirse con riesgo de la vida en pro de sus derechos que
(3) Refiriéndose peculiarmente al cargo episcopal, aunque contemplar ó predicar.
con ocasión de la vida religiosa ó monástica, según el testo (5) Arcliludo en lodos los manuscritos y la generalidad de
de la Decretal aducida en el argumento, las ediciones contestes, aunque en alguna se lee altitudo.
CUESTIÓN C L X X X V H I . — A R T Í C U L O S VI Y VII. 151
Así pues no es mejor el orden religioso, en cierto modo á cada uno de los que
porque tenga observancias más austeras, viven en la comunidad; por lo cual San
sino porque sus reglas están más discre- Jerónimo en su carta al obispo Helio-
tamente ordenadas al fin del mismo : doro (2) dice hablando de algunos : «son
como para la continencia se mortifica » más ricos siendo monjes que cuando
más eficazmente la carne por la absti- » eran seglares; poseen riquezas bajo la
nencia de la comida y bebida, que perte- » enseñanza de Cristo pobre, que no tu-
necen al tambre y á la sed, que por la » vieron bajo el imperio del demonio ri-
privación de los vestidos, que pertenece » co ; la Iglesia estima ricos á los que
al frió y á la desnudez, y que por el tra- )) fueron antes en el mundo mendigos».
bajo corporal. Pero el que uno posea riquezas propias
destruye la perfección religiosa. Luego
ARTÍCULO V I I . — i E I tener algo e n
también es contrario á esta perfección el
común disminuye l a perfección de l a reli-
que se tenga algo en común.
gión ?(1)
4.° San Gregorio (Dialog. 1. 3, c. 9)
1.° Parece que el tener algo en común refiere de cierto santísimo varón llamado
disminuye la perfección de una religión: Isaac que, « habiéndole rogado humilde-
porque dice el Señor (Mattli. 19, 21), si » mente sus discípulos que aceptase las
quieres ser perfecto, vé y vende cuanto »tierras que le ofrecían para las necesi-
tienes y dalo á los pobres ; de lo cual se » dades del monasterio, é l , guarda solí-
infiere que el carecer de las riquezas del » cito de su pobreza, sostuvo su opinión,
mundo pertenece á la perfección de la » diciendo: el monje, que busca en la
vida cristiana. Pero los que tienen algo » tierra posesiones, no es monje »; lo que
en común no carecen de las riquezas se entiende de las propiedades comunes,
mundanas. Luego parece queno alcanzan que le ofrecían para las necesidades del
por completo la perfección de la vida monasterio. Luego parece que el tener
cristiana. algo en común destruye la perfección de
2.° Pertenece á la perfección de los la religión.
consejos que el hombre esté libre de los 5.° El Señor enseñando la perfección
cuidados mundanos; por lo cual el Após- de la religión á sus discípulos (Matth.
tol, al aconsejar la virginidad, dijo (i Cor. 10, 9) dice : no poseáis oro ni plata en
7, 3 2 ) , quiero que viváis sin inquietud. vuestras fajas, no alforja para el camino;
Pero al cuidado de la presente vida per- por lo que, como dice San Jerónimo,
tenece que algunos se reserven algo para «condena á los filósofos vulgarmente
el futuro, cuya solicitud prohibe el Se- »llamados bactroperates (3), que como
ñor á sus discípulos (Matth. 6, 34) dicien- »despreciadores del siglo, y teniendo
do, no andéis cuidadosos por el dia de » todas las cosas por nada, llevaban con-
mañana. Luego parece que tener algo en » sigo las provisiones». Luego parece que
común disminuye la perfección de la vida guardar algo, ya sea como propio ya en
cristiana. común, disminuye la perfección de la re-
3.° Las riquezas comunes pertenecen ligión.
(1) « La posesión de bienes en común disminuye la perfec- radoras protestas de inicuo despojo ante los cientos de milla-
» cion d é l a pobreza evangélica» según la herética doctrina res de fincas inhumanamente confiscadas á los contribuyentes
de los begardos ó fratrieelos, pues « Cristo y susapóstoles nada para la exacción de impuestos exorbitantes é indefinidamente
» poseyeron en común ni pudieron estos poseer sin menoscabo crecientes, después de verse privados del antiguo recurso do
» de su perfección y sin pecado» : errores terminantemente pastos, leñas y demás productos de los llamados bienes de
condenados por los papas San Clemente mártir y San Urbano, propios y comunes de las municipalidades, á quienes la fuerza
Clemente VI, Inocencio VI y Urbano V (en cuya época fueron irresistible de la lógica ha hecho y a llegar su turno espropia-
anatematizados y entregados al fuego sus fautores) y por dor, como irá tocando á la propiedad particular de los mismos
Juan XXII en sus bulas Cüm inter nonmillos., Quia quorumdam espoliadores de h o y en sí ó en sus herederos no muy remotos,
y Sánela Romana. El Concilio de Trento declara á las comuni- dada y no atajada la marcha progresiva de propaganda teó-
dades religiosas hábiles para poseer en común toda clase de rica y práctica de tales doctrinas radicalmente niveladoras y
bienes muebles é inmuebles sin detrimento de la perfección socialistas.'
de su estado, que bien al contrario se propone conservar y (2) Consta también en su epist. 1 fie laude viles solitarios, 2 á
promover. No así piensan ni obran los leguleyos y políticos Nepociano De vita elcricorum y 3 fie marte Nepotiani.
gobernantes de los pueblos en su actual autonómica soberanía (3) « Portadores de cayado y alforja», dictado.con que se
con sus igualadoras teorías de desamortización y destrucción de designaba á los filósofos cínicos despreciadores del mundo ; y
toda propiedad colectiva; cuyos resultados de aplicación prác- no bactroperitas (poco instruidos), cual se v e en alguna edición
tica lamentan estos entre siniestros gritos de despecho y ater- no de las más aceptables entre las antiguas.
152 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O VII.
Por el contrario, dice San Próspero entre espinas este es el que oye la palabra
( D e vita contempl. 1. 2, ' c . 9) y consta de Dios, pero los cuidados de este siglo
( x n q. 1, c.Expedit): «bastante se m u e s - y el engaño de las riquezas ahogan la pa-
B t r a (1) que se debe despreciar todo lo labra ; 2° e l a m o r d e l a s r i q u e z a s , q u e
» que es propio, para ser perfecto, y que se a u m e n t a con la posesión de ellas ; por
» sin m e n o s c a b o de la perfección se pue- lo cual dice San Jerónimo (sup. Matth.
» den poseer los bienes de la Iglesia, que c. 19, sup. illud, facilius est camelum)
B son ciertamente bienes comunes ». que , « puesto que las riquezas poseidas
Conclusión. La posesión de bienes ó B difícilmente se desprecian, no dijo el
riquezas en cantidad módica para nece- B Señor q u e es^ i m p o s i b l e que el rico en-
sario sustento [1] no se opone á la per- » tre en el reino de los cielos, sino difícil));
fección de la vida cristiana; sí empero [2] 3.° la vanagloria ó vanidad, que de ellas
la propiedad; siendo la superabundan- nace, según aquello ( P s . 48, 7), los que
cia [3] aun en común impedimento no confían en su poder y se glorían en la
totalmente esclusivo ; mas no así la con- muchedumbre de sus riquezas. E l p r i -
grua suficiencia [ 4 ] , considerada la po- mero pues de estos tres inconvenientes
breza relativamente al fin común de las no puede separarse por completo de las
religiones de vacar al. servicio divino. riquezas, ya sean grandes ó pequeñas;
Compete pues la abundancia [5] á las porque es necesario que el hombre se
religiones de vida activa en socorro de los cuide con alguna solicitud de la adquisi-
pobres, moderada á la contemplativa y ción ó conservación de las cosas esterio-
suficientemente parca á las que transmi- res. Pero, si l a s cosas esteriores no son
ten á otros lo contemplado; y es confor- buscadas, ó no se poseen sino en peque-
me á la perfección [6] según el ejemplo ña cantidad, cuanto bastan para el sim-
de Cristo y sus apóstoles conservar di- ple sustento; tal solicitud no es un.gran
nero y cualesquiera otros bienes en co- impedimento para el h o m b r e , por lo que
mún para el sustento de los religiosos y tampoco repugna á la perfección de la
los pobres. vida cristiana: pues no toda solicitud
bre San M a t e o (cap. 19, sup. illud, et p l i c . c. 16, y más espresamente D e op.
secuti sumus te); «puesto que no basta monach. c . 26): « no dice esto, de modo
B abandonar todas las cosas, añade San B que no se procuren estas cosas, en cuanto
las riquezas se quitan ciertos obstáculos ferencia en esto, según que se posean
á la caridad, que son tres principalmen- como propias ó en común muchas ó po-
te : 1.° la solicitud que llevan consigo cas riquezas: porque la solicitud, que se
las riquezas; por lo cual dice el Señor tiene por las riquezas propias, pertenece
(Matth. 13, 22), y el que fue sembrado al amor privado, por el que uno se ama
(i) Con el ejemplo de San Paulino, quien, habiendo v e n - su propiedad, no dejó ya obispo de aceptar y conservar los de
dido y distribuido entre los pobres cuantiosos bieneB raíces de su iglesia con fidelísima cuanto celosa administración.
C U E S T I Ó N C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O vil. 153
traía la bolsa, le había dicho Jesús: com- » todos sus bienes que, no queriendo re-
pra lo que habernos menester para el dia » servarse ni aun el alimento de un dia ni
de la fiesta, ó que diese algo á los pobres. » un solo denario y obrando á este tenor,
D e lo cual se infiere que guardar el di- » repentinamente han sido alucinados,
nero ó cualesquiera otras cosas comunes » hasta el punto de que no han podido
para el sustento de los religiosos - de la » llevar á debido término la obra comen-
misma congregación ó cualesquiera otros zada»: y, como dice San Agustín (lib.
pobres es conforme á la perfección, que De oper. mouach. c. 23), si estas pala-
Cristo nos enseñó con su ejemplo. Pero bras del Señor, nolite solliciti esse in
también los discípulos después de la re- crastinum, se entienden de tal suerte
surrección , de quienes toda religión tomó que nada se guarde para el dia siguiente,
su origen, conservaban el precio de las eso se hará impracticable para los que
heredades y lo distribuían á cada uno se- están alejados durante algún tiempo de
gún su necesidad. la vista de los hombres, viviendo entre-
A l argumento 1.° diremos, que según gados profundamente á la oración; y des-
lo espuesto (C. 184, a. 3, y al 1.°) de pués añade : «¿acaso son tanto más san-
aquellas palabras del S e ñ o r n o s e entiende » tos, cuanto difieren más de las aves? »
que la misma pobreza sea la perfección, y ademas (cap. 2 4 ) : « porque, si se les
sino instrumento de la perfección; y, como » insta según -el Evangelio á no conservar
se ha demostrado (C. 186, a. 8), es el » cosa alguna para el dia de mañana,
mínimo entre los tres principales instru- » respionden con muchísima razón ¿ por-
mentos de la perfección ; porque el voto » qué pues el Señor mismo tenía una
de la continencia es superior al voto de » bolsa para guardar el dinero recogido?
la pobreza y el de obediencia á uno y otro. )) ¿porqué, cuando amenazaba el hambre,
M a s , puesto que el instrumento no se » fue enviado trigo con anticipación á los
busca p o r sí sino por causa del fin (1); » santos Padres? ¿porqué los apóstoles
no tanto algo se h a c e mejor cuanto ma- » procuraron lo necesario, para socorrer
y o r es el i n s t r u m e n t o , sino en cuanto es » la indigencia de los santos?» Luego lo
más adecuado al fin: como el m é d i c o no que se dice, nolite solliciti esse in crasti-
sana tanto más, cuanto da mayor medi- num, significa según San Jerónimo que
cina, sino cuanto esta es m á s adecuada « nos basta pensar en el tiempo presente,
á la enfermedad. Así pues no es menes- » y dejemos á Dios las cosas futuras, que
ter que un orden religioso sea más per- » son inciertas, según San Crisóstomo
fecto, por cuanto tiene mayor pobreza, (hom. 16 in opere imperf.) (2) : «basta
sino en cuanto esta es m á s proporcionada » el trabajo que sufres por las cosas ne-
al fin común y especial. Y , si se conce- » cesarías, no quieras trabajar inútilmente
diese que el esceso de la pobreza hiciera » por las supérfluas »; y según San Agus-
m á s perfecto un orden religioso, en cuanto tín (De serm. Dom. in monte, 1. 2 , c. 17),
es más pobre, no lo haría sin embargo « cuando obramos algo bueno, no pense-
más perfecto en absoluto; porque pudiera » mos en las cosas temporales, que se sig-
suceder que otra lo escediese en las cosas » nifican por el dia de mañana, sino en
pertenecientes á la continencia y obe- » las eternas ».
diencia ; y en tal caso sería m á s perfecto Al 3.° que aquellas palabras de San
en absoluto, puesto que lo que escede en Jerónimo tienen su aplicación, cuando
las cosas mejores, es mejor en absoluto, hay abundancia de riquezas, que se po-
A l 2.° que por lo que dice el Señor seen como propias, ó por cuyo abuso se
(Matth. 6, 34), nolite solliciti esse in enorgullecen y se entregan á la molicie
crastinum, n o s e e n t i e n d e q u e n o d e b a aun los individuos de la comunidad; mas
reservarse cosa alguna para lo futuro; no ha lugar, cuando las riquezas son
pues- esto sería peligroso, como lo de- moderadas y se conservan en común para
muestra San Antonio (in collat. Patrum, solo el sustento de la vida necesario á
collat. 2, c. 2) diciendo «haber visto á cada cual : pues la misma razón hay para
» a l g u n o s tan aferrados en el a b a n d o n o de que cada uno use de las cosas necesarias á
(1) Aristóteles [Departtbut mtmalium, 1.1, c. S; y Eí/iic. 1.3, (2) Que ya elejamos repetido no era obra s u y a ; pero algo
e.íúS). semejante insinúa en su propia homilía 23.
CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 155
la vida que para conservarlas en común. 3.° Entre los otros votos de un orden
Al 4.° que Isaac rehusaba aceptar las religioso el de obediencia es el más esce-
tierras que le ofrecían, para no acumular lentc, y la humildad es la virtud más
riquezas superfinas, cuyo abuso fuera un acepta á Dios. Pero la obediencia y la
obstáculo á la perfección de la religión; humildad se observan más en sociedad
por lo cual San Gregorio (ibid.) añade: que en la soledad; pues dice San Jeró-
« así él temía perder la seguridad, que le nimo al monje Rústico (epist. 4): « en
» inspiraba su pobreza, como los avaros » la, soledad pronto se desliza la soberbia,
» ricos suelen guardar sus riquezas pere- » duerme á su voluntad y hace lo que
» cederás ». No se lee sin embargo que » quiere » ; y él mismo enseña lo contra-
rehusara recibir algunas cosas necesarias, rio al que vive en sociedad, diciendo :
para conservar el sustento de la vida en « no hagas lo que quieres, come lo que
común. »te se ordene, ten cuanto recibas, somé-
Al 5.° que el Filósofo (Polit. 1. 1, c. » tete á quien no quieras, sirve á tus
5 y 6) dice que el pan y el vino y otras » hermanos, teme al jefe del monasterio
cosas semejantes son riquezas naturales, » como á Dios, ámale como á un padre».
y el dinero riqueza artificial; y de aquí Luego parece que la religión de los que
el que. ciertos filósofos no querían hacer viven en sociedad es más perfecta que la
uso del dinero sino de otras cosas, como de los que hacen vida solitaria.
viviendo conforme á la naturaleza. Y por 4.° Dice el Señor (Luc. 11, 3 3 ) , nin-
esto San Jerónimo (ibid.) por la palabra guno enciende una antorcha, y la pone en
del Señor, que prohibe igualmente-lo uno un lugar escondido, ni debajo de un cele-
y lo otro, demuestra que lo mismo viene mín ; y los que hacen vida solitaria pare-
á ser tener dinero que otras cosas nece- cen estar en lugar escondido, sin prestar
sarias á la vida. Y más, aunque el Señor utilidad alguna á los hombres. Luego pa-
ordenara á los que eran enviados á la rece que su religión no es más perfecta.
predicación que no las llevasen para el 5.° Lo que es conforme á la naturaleza
camino; sin embargo no prohibió guardar- del hombre parece pertenecer á la per-
las en común. Ya hemos indicado de qué fección de la virtud. Pero el hombre es
modo deben entenderse aquellas palabras naturalmente animal sociable, como dice
del Señor CC. 185, a. 6, al 2.»;y l . - 2 . 8 s
el filósofo (Polit. 1.1, c. 2). Luego pa-
C. 108, a. 2, al 3.°). rece que hacer vida solitaria no es más
perfecto que hacer vida social.
ARTÍCULO VIII.— ¿Es m á s perfecta la Por el contrario, dice San Agustín
religión de los que viren en sociedad <iue la de (lib. De oper. monach. c. 23) que « son
lostjue hacen vida solitaria? » más santos los que separados de la vista
» de los hombres á nadie permiten acer-
l.° Parece que es más perfecta la reli- » carse á ellos, aplicados únicamente á
gión de los que viven en sociedad que la » sus fervientes oraciones » (1).
de los que hacen vida solitaria: porque Conclusión. — La vida solitaria debi-
se dice (Eccl. 4 , 9 ) , mejor es que estén damente observada es de suyo más per-
dos juntos que uno solo, porque tienen la fecta que la de los que viven en comuni-
ventaja de su compañía. Parece pues ser dad ; pero peligrosísima, si se toma sin el
más perfecta la religión de los que viven conveniente ejercicio previo, ano suplir-
en sociedad. lo el influjo estraordiñario de la divina
2.° Dícese (Matth. 18, 20), donde es- gracia.
tán dos ó tres congregados en mi nombre, Responderemos, que la soledad, así
allí estoy yo en medio de ellos ; y nada como también la pobreza misma, no es la
puede ser mejor que la compañía de esencia misma de la perfección, sino su
Cristo. Luego parece que vivir en con- instrumento ; por lo cual en las conferen-
gregación es mejor que hacer vida soli- cias de los Padres (collat. 1, c. 7) dice
taria. el abad Moisés que «. se debe seguir la
(1J Hablando al parecer de los que solo por algún tiempo se cable á los que por toda la -vida se entregan solitarios a esos
retiran á la soledad, para entregarse al recogimiento de la mismos ejercicios de perfección.
contemplación, siendo de consiguiente con mayor razón apli-
156 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O Vili.
CUESTIÓN CLXXXIX.
Ingreso en religion.
1.° Los que no están ejercitados en la observancia de los preceptos deben entraren religion? 2.° Es
licito que algunos se obliguen por voto á entrar en religion ? 8.° Los que se obligan por voto al ingreso
en religion están obligados á cumplirlo ? 4.° Los que hacen voto de entrar en religion están obligados
a permanecer allí perpetuamente? 5." Los niños pueden ser recibidos en la religion? 6."Deben re-
traerse algunos de entrar en religion por atender á sus padres ? 7.° Los curas párrocos ó los arcedianos
pueden pasar à la religion ? 8.° Puede pasarse de un orden religioso á otro ? 9.° Debe alguno inducir
áotros á entrar en religion? 1 0 . Se requiere para el ingreso en religion, grande deliberación con
0
flj No en el concepto de estar obligados á ello, sino si es ó laguna en el lugar de esa palabra. Así Nicolai, que justiüca
conveniente ó decoroso que lo hagan, según observa Silvio. y comprueba su rectificación.
(2) No de los anglos, como se lee en algunas ediciones, (3) Ascendendum f y no accedendum, que espresa mucho
contándose entre ellas la áurea, que sin embargo anota al menos) esí, repone el citado comentarista.
margen la variante. En varios manuscritos se halla un vacío
158 CUESTIÓN CLXXX1X. — A R T Í C U L O I.
sea la caida el que trata de elevarse á 5.° De las cosas primeras debe pasarse
la cumbre por entre precipicios, prescin- á las posteriores; y los preceptos son an-
diendo de los graduales senderos ; pues teriores á los consejos, puesto que son
sabemos que las paredes construidas no más comunes, y sus relaciones no son re-
reciben el peso del tejado, sin que haya cíprocas, pues todo el que observa los
desaparecido antes la primera humedad, consejos guarda los preceptos, mas no
para evitar cargando sobre ellas, sin que viceversa. El orden conveniente es el
se hayan afirmado, vengan al suelo con pasar de los primeros á los posteriores.
todo el edificio. Luego parece que no Luego no debe uno pasar á la observan-
deben algunos entrar en religión, si no cia de los consejos en un orden religioso,
están ejercitados en los preceptos. sin estar antes ejercitado en los pre-
4.° Sobre aquello ( P s . 130), sicut ceptos.
ablactatus est supe?' matre sua, dice la Por el contrario: el Señor llamó á la
Glosa (ord.) (1) : ce somos concebidos observancia de los consejos al publicano
»primeramente en el seno de nuestra Mateo, que no se había ejercitado en la
B madre la Iglesia, mientras' se nos ins- de los preceptos; pues se dice (Luc. 5,
)) truye en los rudimentos de la fe ; des- 11) que, dejadas todas las cosas, le siguió.
» pues somos (por decirlo así) alimentados Luego no es necesario que alguno se ejer-
B en su seno, aprovechando en los mis- cite en la observancia de los preceptos,
B mos principios ; luego salimos á la luz, antes de pasar á la perfección de los con-
B cuando somos regenerados por el bau- sejos.
B tismo ; en seguida la Iglesia nos lleva Conclusión. El ingreso en religión es
B como en sus brazos y nos alimenta con conveniente á los ya ejercitados en los
» su leche, formándonos después del bau- preceptos divinos para su mayor perfec-
B tismo en las buenas obras y nutriéndo- ción, y á los que no lo están para evitar
» nos con leche de la pura doctrina á más fácilmente el pecado y hacerse pro-
B medida que creemos ; hasta que ya he- gresivamente perfectos.
B chos mayores dejamos la leche de Responderemos que, según resulta de
» nuestra madre, para acercarnos á la lo dicho (C. 188, a. 1), el estado reli-
J> mesa del padre, esto es, á la pura doc- gioso es cierto ejercicio espiritual, para
B trina, en la que se predica el Verbo he- conseguir la perfección de la caridad; lo
» cho carne, llegar al Verbo', que estaba cual se realiza, en cuanto por las obser-
B Dios en el principio » ; y después añade: vancias de la religión se remueven los
B porque los bautizados el Sábado Santo impedimentos de la caridad perfecta; y
»son conducidos (por decirlo así) en estos son los que implican el afecto del
B brazos de la Iglesia- y alimentados con hombre en lo terrenal, y por la aplicación
B leche hasta el dia de Pentecostés, en del afecto del hombre á las cosas terre-
» cuyo tiempo nada difícil se prescribe, nas, no solo se impide la perfección de la
» no se ayuna, ni hay que levantarse á caridad, sino que también á veces se pier-
» media noche, y después confirmados por de la misma caridad, cuando por una
» el Espíritu Paráclito y como desteta- desordenada conversión á los bienes tem-
B dos comienzan á ayunar y observar porales se aparta el hombre del bien in-
B otras cosas difíciles. Muchos empero conmutable, pecando mortamente. Esto
B trastornaron este orden, como los here- hace evidente que las observancias de un
» jes y los cismáticos, separándose antes orden religioso, así como destruyen los
B de tiempo de la leche, y de aquí su obstáculos de la caridad perfecta, así
B ruina B ; y parece que perturban este también quitan las ocasiones de pecar;
orden los que entran en religión ó indu- como es notorio que el ayuno, las vigilias
cen á entrar á otros, antes que se hayan y la obediencia y otras cosas análogas se
ejercitado en la observancia más fácil de retrae el hombre de los pecados de la gula
los preceptos, y en su consecuencia pa- y de la lujuria y de cualesquiera otros
rece que son herejes ó cismáticos. pecados. Por esto el entrar en religión no
solamente conviene á los que están ejerci-
tados en los preceptos para alcanzar ma-
fi} De Pedro Lombardo.
yor perfección, sino también á los que no
CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULO I. 159
lo están, para que eviten más fácilmente y las rameras os irán delante al reino de
los pecados y lleguen á la perfección. Dios.
Al argumento 1.° diremos, que San A l 2.° que lo sumo y lo ínfimo pueden
Jerónimo dice ( s u p . M a t t h . c. 19, acerca entenderse de tres maneras : 1. a
en el
de estas palabras, lime omnia
servavi); mismo estado y en el mismo hombre, y
«el adolescente miente d i c i e n d o , todas en este sentido es evidente que nadie se
B estas cosas he observado desde mi ju- hace superior repentinamente, porque
» ventud; p o r q u e , s i h u b i e r a c u m p l i d o cada individuo viviendo rectamente pro-
» perfectamente con la obra este precep- gresa durante el curso de su vida, para
B t o , amarás á tu prójimo como á tí mis- llegar al g r a d o m á s e l e v a d o ; 2. a
por com-
%mo, ¿cómo se hubiera retirado triste paración á los diversos estados, y así no
» después, ve y vende cuanto tienes
al oir, es preciso que el que quiere llegar á un
» y dalo á los pobres ? B A h o r a b i e n : d e b e estado superior comience por el menor,
entenderse haber mentido en cuanto á la como no es menester que cualquiera que
perfecta observancia de este precepto; quiere ser clérigo, se ejercite antes en la
por lo cual dice Orígenes (sup. Matth. vida laica; 3. a
en cuanto á diversas per-
tract. 8) que « está escrito en el Evan- sonas, y de este modo es notorio que uno
B gelio s e g ú n los Hebreos que, cuando el comienza inmediatamente, no solo por un
x> S e ñ o r l e hubo dicho, ve y vende lo que estado más elevado, sino aun por el más
» tienes, el rico c o m e n z ó á rascarse la ca- alto grado de santidad, superior al que
Bbeza, y el Señor le dijo: ¿cómo dices otro alcanza en el curso de toda su vida,
» cumplí la ley y los profetas, cuando está A este propósito dice San Gregorio
B escrito en la ley, amarás á tu prójimo (Dialog. 1. 2, c. 1) : «reconozcan todos
» como á tí mismo? H é aquí una multitud B cuál fue la gracia y perfección de vida,
» de hermanos tuyos hijos de Abraham, B por las que comenzó San Benito desde
» que están cubiertos de miseria, m u - B su infancia ».
» riendo de hambre; y tu casa está llena A l 3.° que según lo dicho (implic. C.
»de muchos bienes, y nada absoluta- 184, a. 6) los órdenes sagrados preeli-
í> m e n t e sale de ella para socorrerlos. Así g e n la santidad, al paso que el estado re-
spues el Señor redarguyéndole dice, si ligioso es un ejercicio para alcanzar la
)) quieres ser perfecto, vé...; pues es impo- santidad. P o r consiguiente la carga de las
» sible cumplir el m a n d a m i e n t o que dice, órdenes debe ser impuesta á las paredes
» amarás á tu prójimo como á tí mismo, ya' secas por la santidad, mientras que el
» y ser rico y sobre todo poseer tantas peso de la vida religiosa seca las paredes
» h a c i e n d a s B. Esto debe entenderse del (esto e s , á los hombres) del humor de los
perfecto cumplimiento de este precepto, vicios.
porque imperfectamente y de un modo A l 4.° que, como se ve claramente pol-
general es verdad que había observado las palabras de aquella Glosa, se habla
los p r e c e p t o s (1); puesto que la perfec- principalmente del orden de la doctri-
ción consiste principalmente en la obser- n a (2), según el cual se d e b e pasar de lo
vancia de los preceptos de la caridad, más fácil á lo más difícil. Así, cuando
como se ha demostrado (C. 184, a. 3). dice que «ciertos herejes y cismáticos
Así que, para demostrar al S e ñ o r que la B pervierten este orden B , es evidente por
perfección de los consejos es útil tanto á lo que sigue que se trata del orden de la
los inocentes como á los pecadores, no doctrina, porque continúa: « él dice lo ha
solo llamó al joven inocente, sino tam- B observado (este orden), comprometién-
bién á M a t e o p e c a d o r : si b i e n M a t e o si- B dose en su execración B : así no sola-
guió al q u e le l l a m a b a , pero n o el joven; mente he sido humilde en lo d e m á s , sino
porque más fácilmente se convierten los también en la ciencia, porque pensaba hu-
pecadores á la religión que los que pre- mildemente ; puesto que primero fui nu-
sumen de su inocencia, á los cuales dice trido con l e c h e , que es el V e r b o hecho
el.Señor (Matth. 2 1 , 31), los publícanos carne, para crecer y llegar de este modo
(l) No siendo cierto por lo tanto, como algunos pretenden mientos, como ni que su pregunta ó consulta al Salvador no
í refuta San Juan Crisóstomo (hom. 64 in Maith.), que era si- tenía otro objeto que esplorar su parecer por la respuesta.
mulada ó falsa su aserción de haber observado los manda- L(2) Tanto en el que enseña como en el que aprende.
160 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS I Y II.
3.° Nadie debe dar á otro ocasión de A l 2.° que aquella autoridad de S a n
r u i n a , p o r l o c u a l s e d i c e ( E x o d . 21, 33), Gregorio se entiende de la violencia ab-
sv alguno abriese una cisterna..., y cayere soluta ; mas la necesidad, que resulta
en ella buey ó asno, pagará el dueño de la de la obligación del voto, no es absoluta,
cisterna el precio de las bestias ; y , p o r sino necesidad del fin, puesto que des-
haberse obligado algunos por voto á en- pués de h e c h o el voto no se p u e d e alcan-
trar en religión, c a e n frecuentemente en zar el fin de la salud, sino cumpliéndolo:
la desesperación y en diversos pecados. y tal necesidad no debe evitarse ; pues,
L u e g o parece que no deben algunos obli- como dice San Agustín (epist. ad P a u -
garse por voto á entrar en religión. lin. 127 ó 45), « es una feliz necesidad
Por el contrario, se dice ( P s . 75, 12), » la que obliga á lo mejor ».
haced votos y cumplidlos al Señor Dios A l 3.° que hacer voto de ingresar en
vuestro; s o b r e l o c u a l d i c e l a G l o s a religión es cierta confirmación de la vo-
(ord. A u g . ) que « hay votos que son pro- luntad en lo que es mejor ; y por eso en
pios de c a d a u n o , como la castidad, la cuanto tiene de sí, no da ocasión al hom-
» virginidad y otros ». A hacer estos vo- bre de ruina, sino m á s bien le aparta de
tos nos invita la Sagrada Escritura, y ella. M a s el q u e alguno por ser trans-
esta no invita sino á lo que es mejor. gresor del voto se h a g a peor, esto no de-
Luego es mejor que alguno se obligue roga la bondad del voto; como no des-
por voto á entrar en religión. truye la bondad del bautismo el que al-
Conclusión. Es de suyo laudable y gunos pequen más gravemente después
conveniente obligarse por voto á entrar de haberlo recibido.
en religión.
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o ARTÍCULO I I I . — ¿Eiqne seobiigó por
( C . 88, d. 6) al tratarse del voto, una voto á Ingresar e n religión e s t á obligado á
misma obra hecha por voto es más lau- entrar e n e l l a ? (2)
dable que si s e h a c e sin é l ; y a porque el
prometer por voto es acto de religión, 1.° Parece que el que se h a obligado por
que tiene cierta escelencia entre las vir- voto al ingreso en religión no está obli-
tudes ; ya porque por el voto se afirma gado á entrar en ella; porque se dice
la voluntad del hombre para hacer el (Decr. 17, q . 2, cap. 1):. ce e l presbítero
luntad afirmada en el bien por medio del » ni escribió la p r o m e s a , sino que puso su
(1) Estaba prohibida, pero se tenía por válida, la profesión « l o s monjes son libres en salir de sus monasterios y casarse,
hecha ante el legítimo superior regular por sí ó por delegado si quieren », según Lutero ; como asimismo decir con "Wiclef
antes del año completo de noviciado ; hoy empero por dispo- que « los que ingresan en • religión se hacen inhábiles para
sición del Concilio de Trento (ses. 25, c. 15) está declarada « l l e g a r al reino de los cielos, sino apostatan de e l l a » . La
nula y no induce obligación alguna. doctrina de este artículo es una palmaria confutación de tales
(2) Error condenado por Inocencio III y Bonifacio y por los herejías.
concilios arelatense, de Constanza y Tridentino es el de que
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO IV. 11
162 CUESTIÓN CLXXX1X. — ARTÍCULO III.
todos sus pecados (1): porque, si el retraen de entrar y son escitados á salir.
hombre haciendo algunas limosnas puede L u e g o parece que aquel que entra en re-
satisfacer inmediatamente por sus peca- ligión , para cumplir el v o t o q u e y a hicie-
dos, s e g ú n a q u e l l o ( D a n . 4 , 2 4 ) , redime ra, está- obligado á permanecer en ella
tus pecados con limosnas ; c o n m u c h a perpetuamente.
más razón basta para satisfacer todos los 3.° E l voto de religión se reputa como
pecados el que alguno se entregue total- voto perpetuo ; y por lo tanto es prefe-
mente al servicio de Dios por la entrada rido á los votos temporales, como se ha
en religión, la cual e s c e d e á t o d o género dicho ( a . 3, al 3.°;y C. 88, a . 12, al 1.°),
de satisfacción, i n c l u s a la de pública pe- M a s esto, n o sería así, si a l g u n o después
nitencia, como se ve (Decret. 33, q. 1, de emitido voto de religión entrase con
c. Admonere); como también el holo- propósito de salir. L u e g o parece que el
causto escede al sacrificio, s e g ú n dice San que promete por voto entrar en religión
Gregorio (super Ezech. hom. 20). P o r está obligado á permanecer también per-
(i) Esto no debe entenderse literalmente sino previa la con- después del año completo de probación.
fesión sacramental, único medio de obtener la remisión de los (2) Mas no cumpliría su voto, que se supone hecho con la
pecados mortales después del bautismo ; ó bien, como dice sinceridad de probar si le conviene ó no profesar y continuar
Silvio, refiriéndolo á la indulgencia plenaria concedida por siempre en ella, saliendo inmediatamente después de su i n -
Paulo V en 23 de Mayo de 1606 en su bula Romanas Pontifex, greso, como oportunamente advierte S i l v i o ; porque con se-
conforme ala doctrina del Santo Doctor así bien interpretada, mejante satisfacción material defraudaría en realidad su pri T
a los que toman el hábito religioso ó profesan válidamente mera formal intención.
164 CUESTIÓN CLXXXIX. — A R T Í C U L O S IV Y V.
hecho sin uso de razón ; pero aun con que sucede las más de las veces. Pero, si
este [5] es nula la profesión hecha antes pasa de la edad de la pubertad, no puede
de la pubertad. Pueden no obstante [6] ser anulada por la autoridad de los pa-
ser admitidos á la vida común en reli- dres ; y, si no tuviese el pleno uso de la
gión los niños impúberes con el consenti- razón, no quedaría obligado para con
miento de sus padres. Dios. 2.° Otro es el voto solemne (1),
Responderemos, que según lo dicho que hace monje ó religioso, el cual de-
(a. 2 , al 1.°) el voto de religión es de pende de las disposiciones de la Iglesia
dos clases : uno simple, que consiste en por la solemnidad que le es aneja: y,
sola la promesa hecha á Dios, que pro- puesto que la Iglesia tiene en cuenta lo
cede de la deliberación interior de la que sucede en el mayor número de casos,
mente ; y este voto toma su eficacia del la profesión hecha antes del tiempo de la
derecho divino, pudiendo no obstante ser pubertad, por más que uno tenga el pleno
impedido de dos modos : 1.° por falta de uso de la razón, 6 sea capaz de dolo, no
deliberación, como se ve en los furiosos, tiene su efecto para hacer que el que profesa
cuyos votos no son obligatorios, según sea ya religioso. Y sin embargo, aunque
consta (Extrav. De regular, et transeunt. antes de los años de la pubertad no pue-
adrelig. cap. Sicut tenor); é igual razón dan profesar, pueden no obstante con la
milita respecto de los niños, que aún no voluntad de sus padres ser recibidos en la
tienen el debido uso de razón, por el que religión, para ser en ella nutridos; como
sean capaces de dolo ; cuyo uso se des- se lee de San J u a n Bautista (Luc. 180),
arrolla por lo común en los niños hacia que el niño crecía y era fortificado en es-
los catorce años, y en las niñas á los píritu y estaba en los desiertos. Por lo
doce, que se llaman años de la pubertad; cual, como refiere San Gregorio (Dialog.
anticipándose empero en algunos y re- 1. 2 , c. 3), los romanos ilustres comenza-
tardándose en otros, según la diversa ron á entregar á San Benito sus hijos,
disposición de la naturaleza ; 2.° se im- para que los criase para Dios omnipo-
pide la eficacia del voto simple, si algu- tente, lo que es muy conveniente según
no promete á Dios lo que no está en su estas palabras (Thren. 3 , 27), bueno es
propio poder, v. gr., si el siervo aun te- para el hombre el haber llevado el yugo
niendo uso de razón hace voto de entrar desde su mocedad; por lo que también
en religión ó se ordena ignorándolo su por costumbre común son dedicados los
dueño ; pues este puede revocarlo, según niños á aquellos oficios ó artes, en que se
consta (Decret. dist. 54, cap. Si so-vis). han de ocupar durante su vida.
Y, puesto que los niños ó niñas, antes de Al argumento 1.° diremos, que la edad
llegar á la pubertad, están naturalmente legítima, para que alguno sea tonsurado
bajo la patria potestad en cuanto á la y haga voto solemne de religión, es el
disposición de su vida; podría el padre tiempo de la pubertad (2), en el que el
revocar su voto ó aceptarlo, si le plu- hombre puede usar de su espontánea vo-
guiese, como espresamente se dice de la luntad ; pero antes de ella puede ser le-
mujer (Num. 30). gítima la edad y ser tonsurado para edu-
Así pues, si el niño antes de la edad carse en religión.
de la pubertad emite un voto simple, sin Al 2.° que el estado de religión se or-
tener aún el uso pleno de su razón, no dena principalmente á conseguir la per-
queda obligado por el voto: pero, si tiene fección, según se ha demostrado (C. 186),
el uso de la razón antes de la pubertad, a. 1, al 4.°); y en este concepto conviene
lo queda, en cuanto es en sí, por su voto; á los niños, que son fáciles de dirigir. Dí-
pudiendo sin embargo la obligación ser cese como consecuencia que es un estado
anulada por la autoridad del padre, en de penitencia, en cuanto por la obser-
cuya potestad existe todavía ; puesto que vancia de la religión se quitan las oca-
la ordenación de la ley, por la cual uno siones de pecar, como se ha espuesto
está bajo el poder de otro, se refiere á lo (C. 187, a. 6).
(1) Entiéndase de la solemnidad eslrínseca, que en efecto de esta misma Parte (tom. 3-° pág\ 558).
está al arbitrio de la Iglesia, pues respecto <le la intrínseca (2) V. en el t. 3.° la nota 1 de su pág-. 556.
debe tenerse presente lo espuesto y anotado en la C. 88, art. 11,
166 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS V Y VI.
Al 3.° que, así como no sou. obliga líos á quienes debe dinero ; y los que
1
dos los niños á jurar según el Canon (1), deben dinero á algunos no pueden entrar
así tampoco lo son á hacer voto. Pero, si en religión, porque dice San Gregorio
se han comprometido á hacer algo por (Regist. 1. 7, indict. 1, epist. 1 1 , D ecr.
voto ó juramento, están obligados ante dist. 5 3 , c. Legem) que «los que están
Dios, si tienen uso de razón ; mas no » obligados por razones públicas, cuando
para con la Iglesia antes de los catorce » piden (entrar) en un monasterio, de
años. » ningún modo deben ser recibidos, si
Al 4.° que (Num. 30) no es vituperada » antes no quedasen libres de los nego
la mujer constituida en la edad pupilar, » cios públicos ». Luego parece que mu
si hace voto sin el consentimiento de sus cho menos pueden entrar los hijos en re
padres, que puede sin embargo ser anu ligión, prescindiendo de los deberes fi
lado por ellos ; por lo cual consta que no liales.
peca, haciendo voto, pero se entiende Por el contrario, dícese (Matth. 4,
que se obliga por voto cuanto es de su 22) que Santiago y San Juan, dejando
parte sin perjuicio de la autoridad pa las redes y á su padre, siguieron al Se
terna. ñor ; lo cual, como dice San Hilario (can.
3 , in Matth.), «nos enseña á seguirá
ARTÍCULO V I . — ¿Oebo alguno retraer » Cristo, sin dejarnos retener por los cui
s e de entrar e n religión por consideración á » dados de la vida secular y por los com
s u s padres ? (2) » promisos de la casa paterna ».
Conclusión. Así como es ilícito al pa
1.° Parece que algunos deben retraer dre [1] entrar en religión con absoluto
se de entrar en religión y atender á sus abandono de sus hijos, lo es también al
padres : porque no es lícito omitir lo que hijo [2] en absoluta necesidad de él por
es de necesidad, para hacer lo que es li parte de sus padres ; fuera de la ewaZ[3]
bre á la voluntad; y el atender á los puede ingresar en religión sin su permiso
padres es de necesidad de precepto, es y aun contra su mandato.
preso en cuanto á honrarlos (Exod. 20), Responderemos que, como se ha dicho
por cuya razón dice á su vez el Apóstol (C. 101, a. 2 , al 2.°) tratando de la pie
(i Tim. 5 , 4 ) , si alguna viuda tuviese dad, los padres tienen como tales carác
hijos ó nietos, aprenda primero á gober ter de principio ; y por tanto les incumbe
nar su casa y á corresponder á sus pa naturalmente cuidar de sus hijos. Por
dres. Y , como el entrar en religión es esta razón no es permitido á quien tiene
cosa enteramente libre para la voluntad, hijos entraren religión, omitiendo ente
parece por consiguiente que nadie debe ramente el cuidado.de ellos, esto es, sin
omitir los deberes hacia sus padres por proveer de qué manera podrán ser edu
entrar en religión. cados; porque se dice (i Tim. 5 , 8 ) que,
2.° Mayor aparece ser la sujeción del si alguno no tiene cuidado de los suyos,
hijo al padre que la.del siervo al Señor; negó la fe y es peor que un infiel. Mas
pues la filiación es natural, mientras que per accidens conviene á los padres el ser
la servidumbre proviene de la maldición ayudados por sus hijos, en cuanto se en
del pecado, como consta (Gen. 9). Pero cuentran en alguna necesidad: por lo
el siervo no puede omitir los deberes tanto debe decirse que, estando los padres
para con su Señor, con el fin de entrar en en necesidad tal que no puedan ser fá
religión ó recibir orden sagrado, según cilmente socorridos de otro modo que por
consta (D ecret. dist. 54, c. Si servus). sus hijos, no es lícito á estos entrar en la
Luego mucho menos, puede el hijo omi religión, olvidando los deberes para con
sus padres (3). Pero, si no se hallan en
tir sus deberes para con sus padres, para
tal necesidad que les sea muy preciso el
entrar en religión.
servicio de sus hijos, pueden, omitido el
3.° Por mayor deuda está obligado al
cuidado para con sus padres, entraren
guno para con sus padres que para aque
(1) Citado en el arg. 3." y que es del concilio de Ilíberi ó (3) Así lo tiene declarado espresamente (can. Si qtii №h
del hibernense fó irlandés) según Bucardo. dub. 30) el concilio de Gangre en Paflagonia.
(2; Véase la C. 101, a. 4.
CUESTIÓN CLXXXIX. — ARTÍCULOS VI Y VII. 167
A l 2.° que, habiendo sido establecida » ajena con peligro de su propio bien-
pierde el h o m b r e por ella aquellas cosas hombre por algún débito no puede en-
que en otro caso le competerían, es de- trar en religión, á menos que pague lo
tenece al S e ñ o r : mas el hijo no sufre de- que se obligó con peligro de la suya; pa-
trimento alguno, por estar sujeto al pa- rece que no le es permitido entrar en re-
dre, hasta el punto de que no pueda dis- ligión, dejando este cargo.
A l 3.° que el q u e está obligado á algo cura de almas, entrasen en religión, que-
cierto n o puede lícitamente dejarlo, pu- darían los pueblos sin el cuidado d e sus
(1J La Vulgata dice en forma interrogativa : ¿ no obedeceré- pítulo 4.° del 1. IV de los R e y e s .
nios.mucho más al Padre de los espíritus, y viviremos? (4) Conversalionis según Nicolai, fundado en el testo del
(2) Está prohibido por Sisto V y Clemente VIH admitir en mismo S. Gregorio y en el manuscrito de la Suma ; y no con-
religión á los que tienen deudas, sin satisfacerlas antes de s u servationis, cual se -lee en la moderna edición de Drioux y al-
ingreso. guna otra.
(3) Del código de Justiniano. Léase á este propósito el ca-
168 CUESTIÓN C L X X X I X . — ARTÍCULOS VII Y VIII.
matrimonio por palabras de presente, está « porque es imposible que un solo y mismo
obligado á cumplirlo antes de la cópula » hombre haga brillar en sí mismo y á la
carnal, porque esto puede hacerlo en- » vez todas las virtudes; pues, si uno
trando en religión. Si pues uno puede lí- » quisiere cultivarlas todas, recaería ne-
citamente pasar de una religión á otra, » cesariamente en el estremo de que, al
estará obligado á hacerlo, si lo hubiese » seguirlas todas, no conseguiría alguna
prometido con voto, estando en el siglo ; » en su integridad » ; porque las diversas
lo cual parece ser inconveniente, pues de religiones tienen cierta preeminencia se-
esto podría resultar la mayor parte de las gún las diversas obras de virtudes. Puede
veces grande escándalo. Luego ningún sin embargo pasar alguno laudablemente
religioso puede pasar de una religión á de una religión á otra por tres causas:
otra más estrecha. 1.° por el celo de más perfecta religión, y
Por el contrario, dícese (Decret. 20, esta preeminencia, como se ha dicho
q. 4, c. 1) (1) : «las vírgenes sagradas, (C. 188, a. 6), no se considera únicamente
» si en interés de su alma y por tener una según la austeridad (3) sino principal-
» vida más severa han resuelto pasar á mente según el objeto á que se ordénala
» otro monasterio, decididas á permane- religión, y secundariamente según la dis-
» cer en él, el Santo Concilio lo permite»; creción de las observancias proporciona-
y lo propio parece aplicable á cualesquie- das al debidofin"; 2.° á causa de la deca-
ra religiosos. Luego puede alguno pasar dencia de su orden de la debida perfección,
lícitamente de una religión á otra. v. g. si en una religión más severa los re-
Conclusión. No es plausible en gene- ligiosos comienzan á vivir de un modo
?'aZ[l] el tránsito de una á otra religión menos observante, se pasa laudablemente
áotra religión, aun (4) menor, pero donde
sin grave necesidad ó utilidad. ; mas [2]
hay más observancia (5) ; por lo que en
puede serlo para algunos por la triple ra-
las conferencias de los Padres (collat. 19,
zón de celo de mayor perfección, inobser-
c. 3 , 5 y 6) el abad Juan dice de sí
vancia ó decadencia, regular en la propia mismo que « de la vida solitaria, en la
ó complexión débil ó enfermiza y con la » que había profesado, pasó á otra menos
debida autorización. » severa, esto es, de los que viven en
Responderemos, que no es loable pa- » sociedad, porque la vida eremítica ha-
sar de una religión á otra, á no ser por » bía comenzado á declinar y relajarse en
grande necesidad ó Utilidad; ya porque » su observancia» ; 3.°por enfermedad ó
de esto se escandalizan la mayor parte de debilidad, por la que* á veces no puede
las veces los antiguos compañeros, ya alguno observar los estatutos de una
también porque más fácilmente aprove- religión más rígida, y sí los de otra más
cha uno en la orden en que ya vive que espansiva. Mas en estos tres casos puede
en otra desconocida, en igualdad de cir- haber diferencia: porque en el 1.° se debe
cunstancias. Por lo cual en las conferen- por humildad pedir licencia, la que sin
cias de los Padres (collat. 14, c. 5) dice embargo no puede negársele, contal que
el Abad Nestéros (2) : « á cada cual es conste que aquella religión es más severa;
» útil según su propósito adoptado que y, si se duda de esto con probabilidad,
» con sumo empeño y diligencia se apre- debe consultarse el juicio superior, como
»sure por llegar á la perfección de la consta (Extra De regularib. et transeunt.
»obra emprendida, sin separarse jamas ad relig. cap. Licet), é igualmente se re-
» de la profesión que una vez abrazara »; quiere el juicio del superior en el 2.° caso;
J después añade (c. 6) dando la razón,
brillarán como estrellas por toda la eter- » sus maestros, vuelve á su vómito y nue-
nidad. Podría sin embargo ocurrir en » vamente gentil se hace digno de mayor
esta inducción desorden entres conceptos: » castigo, como prevaricador». E s pues
1.° s i u n o o b l i g a s e á o t r o por violencia á ya evidente que n o es vituperable el atraer
entrar en religión, lo cual está prohibi- á otros al culto de Dios ó la religión,
do (1) (Decret. 20, q . 3, cap. Prcesens); sino solo que alguno dé al que se con-
2.° si a l g u n o atrae á otro á un monaste- vierte mal ejemplo, por el que se haga-
rio con simonía mediando interés, lo cual peor.
se p r o h i b e a s i m i s m o (Decret. ibid. q. 3, A l 3.° que en lo mayor se incluye lo
c. Quam pios); no entendiéndose haberla, menor; y por esto el que está obligado
cuando se da á un pobre en el siglo lo por voto ó juramento á entrar en religión
necesario, educándolo para religioso, ó a. m e n o r p u e d e l í c i t a m e n t e ser inducido á
sin p a c t o s e l e h a c e n p e q u e ñ o s obsequios » pasar á otra m a y o r » ; á no mediar algo
para captarse su familiaridad ; 3,°si se le especial que lo impida, como enfermeda-
seduce con mentiras (2), puesto que des , ó la esperanza de mayor adelanto en
al a s í i n d u c i d o a m e n a z a el peligro de re- la menor. Mas el que esté obligado por
troceder, al hallarse engañado, y así lo voto ó juramento á entrar en religión
postrero de aquel hombre se haga peor mayor no puede ser inducido lícitamente
que lo primero, c o m o s e d i c e ( L u c . 11,26). á entrar en otra menor, sino por alguna
Al argumento 1.° diremos, que los que causa especial evidente, y esto con dis-
(1) Y bajo pena de escomunion mayor lata respecto de los por el obispo ú ordinario.
que ejercen tal violencia con las jóvenes ó mujeres, fulminada (3) V. la nota 4 de la página 802 en el tomo 1.°
por el Concilio de Trento (scs. 25, cap. 18, De rcgularibm). (4) "No acerca de la bondad del ingreso en sí mismo, que es
(2) Representando la vida religiosa cual no es ó con colo- indudable, ni aun respecto de la posibilidad de amoldarse á
res y detalles ficticios, que la hagan aliciente en cierto modo la vida religiosa ; sino más bien acerca de los impedimentos
por ponderadas ventajas ó comodidades y seguridad del sus- ó dificultades personales y sobre la acertada elección de la re-
tento y medio personales ú otras razones análogas y munda- ligión más conveniente á cada c u a l : porque Guillermo del
nales. Para evitar semejantes seducciones, ordena el santo santo Amor y sus secuaces exigían muchísimos consejos y
Concilio (ses. 25, cap. 17) se esplore la-intencion y disposi- largo tiempo de premeditación, con el fin de anular así mu-
ciones del pretendiente antes de la recepción del hábito y an- chas vocaciones y disminuir por consiguiente el número de
tes también de la profesión del novicio ó novicia por los res- aspirantes y religiosos. Medítese bien la discreción de la doc-
pectivos superiores, y peculiarmente respecto de las jóvenes trina aquí consignada.
172 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULO X.
PARTE TERCERA.
^ R Ó L O G O .
analítico que precede , en que con toda claridad y distinción proponemos en reducido estracto s u resumen. Siendo su asunto
eminente y esclusivamente teológico , economizaremos notas y aclaraciones de carácter polémico, en razón á que los teólogos
católicos fácilmente pueden consultar alguna de tantas obras verdaderamente apologéticas del dogma , tan detalladas como
profundas; y los impugnadores por su parte, sobre poder utilizar ese mismo recurso, no darían acaso gran importancia á
observaciones tan poco autorizadas como las que podrían estar á nuestro corto alcance ; dejando y a ademas sólida y suficiente-
mente sentados los principios fundamentalmente filosóficos de las materias propiamente teológicas, y rebatidos los argu-
mentos contrarios á la enseñanza de la Iglesia', especialmente en la 1." Parte ,-bien así como en la 2 . los concernientes de un
a
modo más directo á la disciplina eclesiástica y á los errores y preocupaciones más comunes y deplorables contra e l l a , tanto en
las teorías modernas como en su aplicación práctica á ios hechos, particularmente en las esferas gubernamentales.
(2) Nombre común entre los latinos de la asunción de la naturaleza humana por el Verbo divino bajo su única persona, la
segunda de la Santísima Trinidad, en unión hipostática, según se esplicará oportunamente. Los 'griegos la llaman con
San Juan Damasceno {De orlh. fii. 1. 3 , c. 11) mrMs ( unión á ó con la carne) y también con San Basilio ( m Ps. 10 ) interpre-
tado por San Ambrosio ( 1 . 1 De virginlbus J cnsomatósis (incorporación ó asunción de cuerpo); si bien , para declinar el error de
Apolinar, que solo reconocía en Cristo la carne ó el cuerpo sin el alma, han preferido algunos denominarla cnantropósia
(inhumanacion ó suscepción de humanidad ú hombre), como en efecto la llama San Ambrosio (De fide. 1. 5, c. 5) y mejor (c. (i)
asunción do la naturaleza humana.
CUESTIÓN PRIMERA.
Conveniencia de la Encarnación.
Acerca de la 1. estudiaremos seis puntos: 1," Fue conveniente que Dios se encarnase? —2." Fue ne-
a
cesario parala reparación del género humano? — 3.° Si no hubiese pecado el hombre, se habría Dios
encarnado? — 4 . " Se encarnó más principalmente para borrar el pecado original que el actual?—
5.° Hubiera sido conveniente que Dios se encarnase desde el principio del mundo? — 6.° Su encarna,-
cion debió diferirse hasta el fin del mundo ?
(i) Los apelitas, maniquéos y otros herejes negaron la rea- de Constantinopla (Collat. 6). ,
lidad del cuerpo de Cristo, enseñando que «la Encarnación es (2) Alusión casi completamente literal á los dos primeros
a indignado Dios » ; error terminantemente condenado por el versos de la tan conocida Epístola de Horacio d los Pisones, lla-
Concilio de Calcedonia (act. 1) con inclusión del de los prodia- mada también vulgarmente y con razón su Arte poética.
nistas, quienes decían que «Cristo no vino en carne», y de Sa- (3) Cid parva pulatur según el testo literal de San Agustín,
turnino , que « Cristo apareció en el mundo solo como en aunque en algunas ediciones de la SUMA se lee cui par vix,
» sombra», en conformidad con los maniquéos según los cuales redacción tan inadmisible como la de parrnn en alguna otra,
«Cristo no fue verdadero hombre, sino fantasma de tal» ; y (4) En opinión de otros, no en la suya propia, como puede
anatematizado también por el concilio 6." de Toledo y por el verse en las obras de San Agustín (t. 2, epist. 2), donde pide
papa León I en su epístola á Flaviano inserta en el Concilio ó 0
al Santo solución de esa dificultad.
SDHA TEOLÓGICA.—'TOMO IV. 12
178 CUESTIÓN I.—ARTÍCULO I.
(1) Rebátese la herejía de Pedro Abelardo de que «Cristo (4) Tal es en efecto la opinión unánime d é l o s S S . PP. tanto
» Hijo de Dios no se encarnó para librar al hombre » ; bien así griegos como latinos : y , si bien Petavio (De incurn. 1.2, c. 13,
como Teodoro de Bizancio decía que « Cristo no es Salvador»: núm. ó) atribuye á San Anselmo el parecer contrario, San
errores condenados en el Símbolo de la fe de Nicéa formulado Buenaventura y Alejandro de Hales le defienden, diciendo
y reproducido por los Concilios de Constanlinopla, Efeso, hablaba únicamente de cierta necesidad hipotética, como así
Calcedonia y todos los demás posteriores á ellos. mismo creen más verosímil Billuart y oíros teólogos moder-
(2) En el códice de Alcañiz faltan estas palabras, sed homo, nos. San Atanasio (orat. 3 contra árlanos) dice que « pudo li-
Mí viichtr, sathfacere potuü pro pcccalo. » bramos con sola su palabra », San Cirilo de Alejandría
(3) El citado códice en lugar de las frases siguientes pone: (De incarnat. contra apollinaristas) (solo nutu) « con solo que-
tta etiam videíur quod ei iitiptUaret ad delelionem peccati actum » rerlo », y San Juan Damasceno (De fide orth. 1. 3, c. 10J «con
contrarium, « asimismo parece que le imputara el acto contra- » su virtud omnipotente ».
» rio para borrar el pecado ». (5) V. la nota precedente.
180 CUESTIÓN I. — ARTÍCULO II.
A l argumento 1.° diremos, que todas cual « ¡oh culpa feliz, que mereció tener
las otras causas, que se han asignado »tal y tan grande Redentor! »
(1) Tal es la opinión de los escotistas con Suarez, Isambert tuvo por igualmente probables (Sent. 3, MU. 1, q. i , a. 3) am-
•y algunos otros, quienes sin embargo no están acordes en el bas opiniones.
modo de esponerla. (3) Refutación previa é indirecta del sistema optimista de
(2J Así opinan comunmente los tomistas con la mayoría de Malebranche.
los teólogos, como lo más probable ; si bien su ilustre caudi- (4J Que se atribuye originariamente á San Ambrosio, aun-
llo en algún tiempo, y antes de haber estudiado la cuestión que á Zósimo su primitiva institución ; y Santo Tomás á San
con la madurez y profundidad que después consagró á ella, Gregorio, en cuya época y a estaba en uso.
CUESTIÓN I. — ARTÍCULO I V . 183
veniente que Dios se encarnase desde el prin- luego Dios se encarnó en el tiempo más
l.° Parece que hubiera sido conve- pio del género humano.
(1) Tal es la doctrina constantemente sostenida por el A n - Ve Baplismo, cap. Maje-res 5, Sed adhuc),
gélico Doctor, cual se colige también de Inocencio 111 ( E x t r a (2) La universalidad de la gracia y virtud de Cristo.
CUESTIÓN í. — ARTÍCULO V. 185
dad del tiempo, aunque sea posterior por diferirse la Encarnación hasta el fin del
naturaleza. A s í pues á la imperfección mundo.
de la naturaleza humana precede en du- Responderemos q u e , a s í c o m o no fue
ración la eterna perfección de Dios ; pero conveniente q u e D i o s s e e n c a r n a s e d e s d e
la sigue su perfección consumada en la el principio del m u n d o , así no lo fue que
unión á Dios. la Encamación se difiriese hasta el fin
del mundo ; l o c u a l e s n o t o r i o , 1.° p o r l a
unión de la divina y humana naturaleza;
ARTÍCULO V I . — Debió diferirse l a E n -
pues, c o m o se h a dicho (a. 5, al 3.°), lo
carnación hasta el fin del mundo? (1)
perfecto precede de un modo en tiempo á
lo imperfecto, y de otro por el contrario
1.° Parece que la obra de la Encar- lo imperfecto precede en tiempo á lo per-
nación debió ser diferida hasta el fin del fecto ; porque en lo que de imperfecto se
mundo : porque se dice ( P s . 91, 11), mi hace perfecto lo imperfecto precede en
vejez por vuestra abundante misericordia, tiempo á lo perfecto, mas en lo que es
esto es, « en los últimos tiempos » , como causa eficiente de la perfección lo per-
dice la Glosa (interl. y August.). Pero el fecto precede en tiempo á lo imperfecto;
tiempo de la Encarnación es principal- y en la obra de la Encarnación concurren
mente el tiempo de misericordia según estas dos cosas, puesto que la naturaleza
aquello ( P s . 101, 14), porque viene el humana en la Encarnación misma ha sido
tiempo de apiadarse de ella. L u e g o l a llevada á la suma perfección; y por esto
Encarnación debió diferirse hasta el fin n o convino que la E n c a r n a c i ó n se realiza-
del mundo. se desde el principio del g é n e r o humano.
2.° C o m o s e h a d i c h o ( a . 5, a l 3.°), lo Pero el mismo Verbo encarnado es la
perfecto es en el m i s m o sujeto temporal- causa eficiente de la perfección de la na-
mente posterior á lo imperfecto. L u e g o turaleza humana, según aquello (Joan. 1,
lo que principalmente es perfecto debe 16), de su plenitud recibimos todos nos-
ser a b s o l u t a m e n t e lo ú l t i m o en el tiempo. otros ; y p o r t a n t o no debió diferirse la
Pero la suma perfección de la naturaleza obra de la Encarnación hasta el fin del
h u m a n a está en su unión al V e r b o , puesto mundo ; m a s l a p e r f e c c i ó n d e l a g l o r i a , á
que en Cristo se complació habitar toda l a c u a l h a d e s e r l l e v a d a e n ú l t i m o tér-
la plenitud de la Divinidad, como dice el mino la naturaleza humana por el Verbo
Apóstol (Coloss. 1). L u e g o la Encar- encarnado, tendrá lugar al fin del mun-
nación debió diferirse hasta el fin del do. 2.° P o r el efecto de la h u m a n a salud;
mundo. pues, como se dice (lib. D e qq. vet. et
3.° N o es conveniente que se h a g a por novi Testam. q. 83) (3), « en poder del
y una sola venida de Cristo, que tendrá » padecerse. Vino pues, cuando supo que
lugar al fin del mundo, podía bastar » debía venir en auxilio del género hu-
leza. L u e g o no convino que antes viniera » porque, como por consecuencia de cier-
en medio de los años la liarás notoria (2). » á A b r a h a m , para que fuese el tipo de
Conclusión. De ningún modo convenía » vicio, dio después por medio de Moisés
(1J Como sienten l o s j ú d í o s e n su indefinida espectacion del (3) No de San Agustín, según se ve anotado al margen en
Mesías, cuya venida y a realizada se obstinan en rio querer algunas ediciones, sino de cierto hereje lueiferiano llamado
reconocer. Hilario, como demuestra Belarmino ; aunque en las palabras
(2) Palabras que la Iglesia insinúa referirse al misterio do aducidas nada hay censurable.
la Encarnación, ingiriéndolas en el Oficio de la Natividad de (4) Obsolescere; no abolescere, cual se v e citado en algunos
Cristo. ejemplares.
CUESTIÓN I. — ARTÍCULO V I . 181
» d e l a f e , q u e o b r a p o r a m o r í>, y á l a T> l a 2. p a r a j u z g a r a l m u n d o . P o r q u e ,
a
senectud, q u e es l a s e s t a e d a d , á c a u s a » si n o h u b i e r a h e c h o e s t o , t o d o s s e h u -
del n ú m e r o d e l o s t i e m p o s , p u e s t o q u e » b i e s e n p e r d i d o á l a v e z , porque todos
»pecaron, y tienen necesidad de la gloria
» de Dios ( R o m . 3 , 2 3 ) » . E s p u e s e v i -
(i) Que se computa desde la cautividad de Babilonia hasta d e n t e q u e n o d e b i ó d i f e r i r s e h a s t a e l fin
el nacimiento de Cristo, siguiendo á ella la 7. hasta el iin del
a
Es de considerarse á continuación el modo de la unión del Verbo encarnado: 1.° respecto de la unión
m i s m a ; 2.° en cuanto á la persona asumente; 3.° acerca de la naturaleza tomada. Sóbrelo l.°estu~
diarémos doce puntos : 1.° La unión del Verbo encarnado se operó en la. naturaleza? - 2.° Lo fue en la
persona? — 3.° Y en el supuesto ó hipóstasi ? — 4." La persona ó hipóstasi de Cristo después de la En-
carnación es compuesta? — 5.° Se realizó alguna unión del alma y del cuerpo en Cristo? —6.° La na-
turaleza h u m a n a fue u n i d a accidentalmente al Verbo? — 1.° La unión misma es algo creado? — 8.° Es
lo mismo que la asunción? - 9.° La unión de las dos naturalezas es la mayor de las uniones?—10. La u
unión de las dos naturalezas en Cristo fue hecha por la gracia? —11.° La precedieron algunos méri-
tos? —12.° La gracia de la unión fue natural al hombre Cristo?
(1) La contestación negativa en el concepto de no haberse do y por León U y otros Pontífices y concilios posteriores,
refundido en una sola y misma las dos naturalezas divina y todos en conformidad con la doctrina de San Cirilo en su
humana es un dogma, de fe declarado por los concilios de epístola sinódica al Concilio 1.° de Efeso y con los símbolos
Constantinopla y de Calcedonia ( act. 5 J en corroboración del constantinopolitano y de San Atanasio, condenatorios de las
2.° do Efcso y por el papa León I (epist. 21 ad Flavianum) con- diversas herejías de Arrio, Sabelio, Apolinar, -Eutíques,
tra Eutíques, quien pretendía que « en el momento de la En- Dióscoro, Orígenes ó Adamancio y tantos otros acerca de este
» carnación la carne fue convertida en la divinidad, teniendo tan fundamental é interesantísimo punto de la fe católica.
» por consiguiente Cristo con su única persona la sola también (2) Suprimida aquí no sin razón la palabra (IÍÍIOJ « única »,
» naturaleza divina » ; así como por el contrario los arríanos que aparecía en varias ediciones antiguas y aun códices ma-
y priscilianitas solo reconocían en Cristo la naturaleza h u m a - nuscritos.
na, y Apolinar dogmatizaba que « en la obra misma de la E n - (3) La palabra unius se echa de menos en algunas ediciones
» carnación algo del Verbo se convirtió en carne » : errores entre las antiguas.
anatematizados ademas por los concilios 1.°, 2,° y 6.° de Tole-
CUESTIÓN II,—ARTÍCULO I. 189
»table, indiviso, inseparable ; sin que lo cual no puede hacerse sino en las cosas,
» jamás desapareciera esta diferencia de cuya forma es composición ú orden ó fi-
B naturalezas por causa de la unión». gura; como de muchas piedras amonto-
Luego la unión no h a sido hecha en la nadas sin orden alguno por la composi-
naturaleza. ción sola se hace un m o n t ó n , m a s de pie-
Conclusión. Es imposible que la unión dras y maderas dispuestas según algún
del Verbo encamado se realizase en la orden y adaptadas á alguna figura se
naturaleza. forma la casa. Según esto algunos (2)
Responderemos q u e , p a r a e v i d e n c i a r supusieron que la unión tenía lugar por
esta c u e s t i ó n , es menester considerar qué modo de confusión, que es sin orden ó
primeramente ha sido impuesto este nom- figura no es forma substancial, sino ac-
bre, para significar la generación de los cidental, y así se seguiría que la unión
que ha de nacer (nascitura); después estas no se hace una sola simpliciter, sino
fue e m p l e a d o este nombre de naturaleza, secundum quid, puesto que subsisten va-
gún ló cual dice el Filósofo (Phys. 1. 2, das, como de los elementos se hace lo
esto es, la esencia de la especie, que la vertirse en otro, puesto que es incorrup-
definición significa ; de ahí es que esta tible, ni otro en la misma, por ser ella
«la naturaleza es lo que da á cada cosa pues la carne difiere de cualquiera es-
Así pues ahora hablamos de la natura- que el P a d r e ni que la Madre ; 3.° por-
leza, según que significa esencia ó quod que no puede hacerse mezcla de cosas
(1) Tanto activa como pasiva, según claramente se colige (•1) Commixlionis en todas las ediciones posteriores ¿García;
del contesto. pero en el códice de Alcañiz y en algunas ediciones antiguas,
(2) Los eutiquianos principalmente. como las romanas, complexianis.
(3) Algunos pocos leen commasmtionis, en lugar de commm- (5) Alguna vez sin embargo se halla en los S S . PP. con la
«raíimis, que es lo común. denominación de mixíon ó mixtura, queriendo designar sim-
190 CUESTIÓN l i . — A R T Í C U L O S I Y II.
v i n a . 3.° S e h a c e a l g o d e a l g u n a s c o s a s A l 2.° q u e d e l a l m a y d e l c u e r p o se
n o m e z c l a d a s ó t r a n s f o r m a d a s , sino i m - constituye en cada u n o d e nosotros doble
perfectas, como del alma y del cuerpo se unidad de naturaleza y de p e r s o n a : de
n a c e el h o m b r e , é i g u a l m e n t e d e los d i - n a t u r a l e z a , s e g ú n q u e e l a l m a s e u n e al
versos m i e m b r o s s e c o n s t i t u y e u n solo cuerpo, perfeccionándolo formalmente, de
cuerpo. M a s esto n o p u e d e decirse d e l modo q u e d e dos se h a g a u n a naturaleza,
m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n : 1.° p o r q u e c o m o d e l a c t o y d e l a p o t e n c i a ó d e la
u n a y otra n a t u r a l e z a , es decir, l a divina m a t e r i a y d e l a f o r m a ; y r e s p e c t o á esto
y l a h u m a n a , es perfecta s e g ú n s u r a z ó n ; no se considera l a semejanza, puesto que
2 . ° porque la naturaleza divina y l a h u - la naturaleza divina n o puede ser forma
m a n a n o pueden constituir algo por modo d e c u e r p o , c o m o s e h a p r o b a d o ( P . 1. , a
plemente la union en su sentido recto y con sencillez de len- á las dos naturalezas divina y humana, reconociendo, no un
guaje, bien lejos de la intención perversa de Eutíques y los solo Cristo Dios y Hombre á la v e z , sino separadamente un
suyos en el uso de esa misma voz ; por cuya razón la recha- Hijo de Dios y otro hijo del hombre ; contra Severo de Antio-
zan como herética San Juan Damasceno (De orlh. fiel. 1. 3, c. 3) quía, que enseñaba « no haber en Cristo unión personal sub-
y San Bernardo , quien sin embargo la llama (serm. 2 de nata' » sistente en las dos naturalezas, y sí solo habitual, es decir,
li Domini) nolani commixturam, entendiéndola inconfusa. » según cierto hábito ó propiedad y condición divina; por la
(1) Quien no obstante so queja en su carta á Juan de A n - » que, siendo únicamente hombre, operaba milagros por la
tioquía de no haber sido bien interpretadas sus palabras por » asistencia en cierta participación de la virtud divina». Juan
Eustacio, á quien por lo mismo reconvienen los Padres del Hus por su parte reconocía un solo Cristo en las dos natura-
Concilio. lezas divina y h u m a n a , sin mencionar empero la única per-
(2) Conforme á la letra del Simbolo de San Atanasio : non sona divina, en la que se verifica la unión de ambas según la
duo, sed unus est Christus ; unm autem, non confusione substantias, doctrina católica, clara y espresamente formulada por los con-
sed unitale persona;. cilios 5.° de Conslantinopla (confes 8, c. 5 y 7), Constanza
(3) Del Verbo : tal es la doctrina de la Iglesia contra Nes- (ses. 13) y Toledanos 1." (can. 21), 2.° y 0.°
torio, que distinguía ep Cristo dos personas, correspondientes
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O II. 191
otros ; y la p e r s o n a l i d a d p e r t e n e c e á la a b s o l u t a m e n t e s e p a r a d a s , sino p o r q u e e n
d i g n i d a d , c o m o se l i a d e m o s t r a d o ( P . 1. , a
el supuesto se incluye l a n a t u r a l e z a m i s -
C . 29, a. 3, al 2.°). L u e g o , c o m o la n a - m a d e l a e s p e c i e y se s o b r e a ñ a d e n c i e r t a s
t u r a l e z a h u m a n a t e n g a en n o s o t r o s p r o p i a otras, que están fuera de la razón d e la
personalidad, con mayor razón tuvo pro- especie ; p o r lo q u e el supuesto es signi-
pia p e r s o n a l i d a d en C r i s l o . ficado c o m o u n t o d o , q u e t i e n e l a n a t u r a -
3.° C o m o d i c e B o e c i o ( l i b . D e d u a b . leza como parte formal y perfectiva de
n a t . ) (1), « p e r s o n a es la s u s t a n c i a in- é l ; y p o r e s t o e n l o s c o m p u e s t o s (3) d e
j> d i v i d u a l de la n a t u r a l e z a r a c i o n a l » ; y m a t e r i a y f o r m a l a ' n a t u r a l e z a n o se p r e -
el V e r b o de D i o s t o m ó la n a t u r a l e z a hu- dica del s u p u e s t o , pues n o decimos q u e
m a n a i n d i v i d u a l , p o r q u e la n a t u r a l e z a e s t e h o m b r e s e a s u h u m a n i d a d . P e r o , si
u n i v e r s a l n o s u b s i s t e secundum se, s i n o h a y a l g u n a c o s a , e n la' q u e n o h a y a e n
que se c o n s i d e r a en la s i m p l e c o n t e m p l a - absoluto otra cosa fuera d e la razón d e
c i ó n , c o m o d i c e el D a m a s c e n o ( O r t h . fid. la especie ó d e su n a t u r a l e z a , como su-
1. 3, c. 11). L u e g o la h u m a n a n a t u r a l e z a cede e n D i o s ; e n ella el supuesto y l a
tiene su p e r s o n a l i d a d en C r i s t o ; y de n a t u r a l e z a n o difieren e n r e a l i d a d , sino
c o n s i g u i e n t e n o p a r e c e q u e la u n i ó n h a y a solo s e g ú n l a r a z ó n d e e n t e n d e r : p o r q u e
sido h e c h a en la p e r s o n a . la n a t u r a l e z a se d i c e , s e g ú n q u e es cierta
Por el c o n t r a r i o , se lee en el S í n o d o esencia; y la misma se dice supuesto,
de C a l c e d o n i a ( A c t . 5): « r e c o n o c e m o s según q u e es subsistente. Y lo q u e se h a
» un s o l o y m i s m o H i j o U n i g é n i t o , D i o s dicho del supuesto debe entenderse d e la
» Verbo, Nuestro Señor Jesucristo, no persona en la criatura racional ó intelec-
» p a r t i d o ó d i v i d i d o en d o s p e r s o n a s » . t u a l ; p o r q u e l a p e r s o n a n o es o t r a cosa
L u e g o la u n i ó n f u e h e c h a en la p e r s o n a . que « la sustancia individual d e la natu-
Conclusión. La unión de la naturaleza r a l e z a racional», según Boecio. P o r
humana á la divina en el Verbo se rea- consiguiente todo lo q u e está e n u n a
lizó en su divina persona. persona, y a pertenezca ó no á su natu-
Responderemos, q u e la p e r s o n a s i g n i - raleza, le está unido en la persona. Si
fica o t r a c o s a q u e la n a t u r a l e z a ; p o r q u e pues la naturaleza h u m a n a no se u n e al
la n a t u r a l e z a s e g ú n l o d i c h o (a. 1) de- Verbo de Dios en la persona, de ningún
signa la e s e n c i a de la e s p e c i e , q u e la de- m o d o s e l e u n e (4); y a s í s e q u i t a t o t a l -
finición s i g n i f i c a : y , si á l a s c o s a s , q u e m e n t e l a fe d e l a E n c a r n a c i ó n , l o c u a l
p e r t e n e c e n á la r a z ó n de la e s p e c i e , nin- es s u b v e r t i r t o d a l a fe cristiana. L u e g o ,
guna o t r a c o s a p u d i e r a h a l l a r s e u n i d a , dado q u e el V e r b o t e n g a unida á sí la
n i n g u n a n e c e s i d a d h a b r í a de d i s t i n g u i r naturaleza humana, m a s no pertenecien-
la n a t u r a l e z a d e l s u p u e s t o de la n a t u r a - d o á s u n a t u r a l e z a d i v i n a ; s i g ú e s e q u e la
l e z a , q u e es el i n d i v i d u o s u b s i s t e n t e en unión fue hecha en la persona del Verbo,
aquella n a t u r a l e z a ; p u e s t o q u e c a d a in- y no en la naturaleza (5).
dividuo s u b s i s t e n t e en a l g u n a n a t u r a l e z a A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n -
sería p o r c o m p l e t o l o m i s m o c o n su na- que en Dios la naturaleza y la persona no
t u r a l e z a . M a s s u c e d e h a l l a r s e en c i e r t a s sean en realidad diferentes, sin e m b a r g o
cosas s u b s i s t e n t e s a l g o , q u e n o p e r t e n e c e difieren s e g ú n el m o d o d e significar,
á la r a z ó n de la e s p e c i e , es d e c i r , l o s como se h a d i c h o ; puesto q u e la persona
accidentes y l o s principios q u e l a s i n d i - designa l a esencia p o r m o d o subsistente:
vidualizan ; c o m o p r i n c i p a l m e n t e s e ve y , como la naturaleza h u m a n a está unida
en l a s q u e s o n c o m p u e s t a s de m a t e r i a y al V e r b o d e t a l m o d o q u e el V e r b o s u b -
forma (2) : y p o r e s o en l a s t a l e s la na- siste e n ella, m a s n o d e m o d o q u e se l e
t u r a l e z a y el. s u p u e s t o d i f i e r e n a u n r e a l - añada algo á la razón de su naturaleza,
m e n t e (secundum rem), n o c o m o c o s a s ó q u e s u naturaleza se transforme en
(1) El titulo íntegro es De ditabus naturis el una persona Christi, lizarse en la persona ; á diferencia de la accidental y como de
contra Bniychen el Nestorium. adjuntos estrínsecos, que no es ni puede ser personal hablan-
ft) V. en la 1 . P. la C. 3, a. 3, y sus notas, tomo 1.°
a
do con propiedad. '
m- 23 y 24. (5) Dogma definido por el concilio de Efeso, confirmado por
(3) Como ni en los demás seres creados cualesquiera, según el de Calcedonia y espresamente consignado y recitado por
se espresa luego ( 0 , 1 7 , a. 1). disposición de la Iglesia en los Símbolos apostólico, niceno y
(4) Por unión propiamente sustancial, que solo puede rea- de San Atanasio.
192 C U E S T I Ó N I I . — A R T Í C U L O S II Y III.
o t r a ; p o r eso la unión de la n a t u r a l e z a s i n o e n s u j e t o m á s p e r f e c t o , e s t o e s , en
h u m a n a a l V e r b o de D i o s se hizo e n la la persona del V e r b o de D i o s ; sigúese
p e r s o n a , no en la naturaleza. q u e no tiene personalidad p r o p i a : así que
A l 2.° q u e l a p e r s o n a l i d a d e n t a n t o l a u n i ó n fue h e c h a e n l a p e r s o n a ( 2 ) ,
pertenece á la dignidad y perfección de
alguna cosa, en cuanto pertenece á la ARTÍCULO III. — ¿La unión del Verbo
dignidad de a l g u n a cosa y á su perfec- encarnado b a sido becba en el supuesto ó hi-
c i ó n e l q u e e x i s t a per se; l o c u a l s e e n - pos tas i? (3)
tiende en el n o m b r e de persona. P e r o
es m á s d i g n o á a l g u n o e x i s t i r e n o t r o 1 ° P a r e c e q u e l a u n i ó n d e l V e r b o en-
m á s d i g n o q u e é l q u e el e x i s t i r per se; y c a r n a d o no h a sido h e c h a en el supuesto
así l a n a t u r a l e z a h u m a n a es m á s d i g n a ó en la hipóstasi ; p o r q u e dice S a n A g u s -
e n C r i s t o q u e en n o s o t r o s , p o r lo m i s m o t í n ( E n c h i r . c . 35): « l a s u s t a n c i a d i v i n a
q u e e n n o s o t r o s c o m o e x i s t e n t e per se » y h u m a n a , u n a y o t r a es u n s o l o H i j o
tiene propia personalidad, mientras que » d e D i o s ; p e r o l a u n a p o r c a u s a del
en Cristo existe en la persona del V e r b o ; » V e r b o y la otra por causa del hombre».
a s í c o m o t a m b i é n el s e r c o m p l e t i v o d e E l p a p a L e ó n dice t a m b i é n (epist. ad
la especie pertenece á la dignidad de F l a v . 28 e d i t . v e n . ) , « b r i l l a u n a d e e s t a s
l a f o r m a , y s i n e m b a r g o l o s e n s i t i v o es » por los m i l a g r o s y s u c u m b e l a o t r a á
m á s noble e n el h o m b r e á c a u s a de l a » l a s i n j u r i a s ». P e r o u n a y o t r a difieren
unión á forma más noble completiva: que e n el s u p u e s t o . L u e g o l a u n i ó n d e l V e r b o
l o es e n el b r u t o a n i m a l , e n e l q u e e s e n c a r n a d o n o h a s i d o h e c h a e n él su-
forma completiva. puesto.
A l 3.° q u e e l V e r b o d e D i o s « n o t o - 2.° L a h i p ó s t a s i n o es o t r a c o s a que
» m ó la naturaleza h u m a n a en universal, la sustancia p a r t i c u l a r , como dice Boe-
» s i n o e n el á t o m o , e s t o e s , e n e l i n d i v i - c i o ( l i b . D e d u a b . n a t u r . ) ; y es e v i d e n t e
» d ú o » (1), c o m o dice el D a m a s c e n o que en Cristo h a y cierta o t r a sustancia
( O r t h . fid. 1. 3 , c. 11): d e o t r a m a n e r a j>articular i n d e p e n d i e n t e d e l a hipóstasi
sería menester que á cada h o m b r e con- d e l V e r b o , á s a b e r , el c u e r p o y el a l m a
viniera ser V e r b o d e D i o s , como conviene y el c o m p u e s t o d e e l l o s . L u e g o h a y en
á C r i s t o . D e b e s a b e r s e sin e m b a r g o q u e e l m i s m o o t r a h i p ó s t a s i a d e m a s d e l a hi-
n o t o d o i n d i v i d u o e n el g é n e r o d e l a s u s - póstasi del V e r b o .
t a n c i a , aun en la naturaleza racional, 3.° L a h i p ó s t a s i d e l V e r b o n o s e c o n -
t i e n e r a z ó n d e p e r s o n a ; sino solo a q u e l t i e n e en a l g ú n g é n e r o , ni b a j o l a especie,
q u e e x i s t e per se, m a s n o e l q u e e x i s t e c o m o c o n s t a d e l o q u e s e h a d i c h o ( P . I."
en otro m á s perfecto: así la m a n o de S ó - C . 3 , a. 5 ) . P e r o C r i s t o , s e g ú n q u e se
crates , aunque sea cierta cosa individual, h i z o h o m b r e , e s t á c o n t e n i d o b a j o l a es-
n o es s i n e m b a r g o p e r s o n a ; p u e s t o q u e p e c i e h u m a n a ; p o r q u e dice S a n Dionisio
n o e x i s t e per se, s i n o e n u n s u j e t o m á s ( D e d i v . n o m . c. 1, l e c t . 2) : « el q u e es-
p e r f e c t o , es d e c i r , e n su t o d o . L o p r o p i o » c e d e s u p e r e m i n e n t e m e n t e e l o r d e n todo
p u e d e s i g n i f i c a r s e e n el h e c h o d e d e c i r s e » d e la n a t u r a l e z a e n t e r a vino á consti-
la persona sustancia individual: porque » tuirse d e n t r o de los t é r m i n o s de nues-
l a m a n o n o es s u s t a n c i a c o m p l e t a , s i n o » t r a n a t u r a l e z a ». M a s n o se contiene
parte de sustancia. L u e g o , aunque esta b a j o l a e s p e c i e h u m a n a , s i n o c o m o cierta
h u m a n a naturaleza sea cierto individuo hipóstasi de la especie h u m a n a . Luego
en el g é n e r o d e l a s u s t a n c i a ; sin e m b a r - e n C r i s t o h a y o t r a h i p ó s t a s i a d e m a s de
g o , c o m o n o e x i s t e per se s e p a r a d a m e n t e , l a h i p ó s t a s i d e l V e r b o d e D i o s , resul-
(1) Es decir, según él mismo esplica, a ni tomó todas las mia por cierto dio ocasión á que el concilio de Efeso formulase
» hipóstasis », ni era individuo subsistente en sí mismo como la tan piadosa y repetida como lacónica y eficaz oración del
hombre-Dios, hasta que comenzó á subsistir en su propia hi- Ave Haría.
póstasi en virtud de la simultánea unión de las dos natura- (3) Refutación directa y concluyente de la herejía llamada
lezas á s u única persona d i v i n a , en la que y a antes subsistía feliciana, que mediante cierta infundada distinción entre per-
6 i n la humana con sola la divina. sona é hipóstasi ó supuesto reconocía en Cristo una sola per-
(2) Pudiéndose por lo mismo decir con toda verdad y pro- sona pero con dos supuestos ó hipóstasis ; error tan antiíilo-
piedad en sentido estrictamente católico que la Santísima sófico como heterodoxo, ya procediese de ignorancia ó de
Virgen María es Madre de Dios, y no solamente Madre de malicia, condenado por León I (epist. 11 ad Juliamm contra
Cristo, como impíamente pretendiera Kestorio, cuya blasfe- Eutychen).
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O III. 193
h i p ó s t a s i d e D i o s y o t r a d e l h o m b r e (2), m e n t e la h i p ó s t a s i es á l a q u e se a t r i -
como si l a u n i ó n f u e s e h e c h a e n l a p e r s o - b u y e n e n c o n c r e t o (4) l a s o p e r a c i o n e s y
n a , no en l a h i p ó s t a s i ; lo c u a l es n o - propiedades de la naturaleza, y también
toriamente erróneo por tres razones: las cosas que pertenecen á la razón de
1. p o r q u e l a p e r s o n a n o a ñ a d e s o b r e l a
a
• l a n a t u r a l e z a :• p o r q u e d e c i m o s q u e e s t e
hipóstasi, sino u n a n a t u r a l e z a d e t e r m i - hombre raciocina, que tiene la facultad
nada, á s a b e r , l a r a c i o n a l , s e g ú n lo q u e d e r e i r y q u e es a n i m a l r a c i o n a l ; y p o r
dice B o e c i o ( l i b . D e d u a b . n a t . ) q u e . e s t a r a z ó n se dice ser e s t e h o m b r e su-
« p e r s o n a es l a s u s t a n c i a i n d i v i d u a d e l a p u e s t o , esto e s , p o r q u e de él es de quien
» n at u ral eza r a c i o n a l » : y así es lo m i s m o se dicen estas cosas, que le p e r t e n e c e n y
atribuir propia hipóstasi á la h u m a n a n a - las recibe como sus p r e d i c a d o s . Si p u e s
turaleza en Cristo que la propia persona; h a y otra hipóstasi en Cristo ademas de la
lo c u a l e n t e n d i é n d o l o l o s S a n t o s P a d r e s hipóstasi del V e r b o , sigúese q u e de al-
condenaron e s t e d o b l e e r r o r en el o.° C o n - g u n o otro q u e del V e r b o se verifican las
cilio c e l e b r a d o e n C o n s t a n t i n o p l a ( C o - c o s a s , q u e son del h o m b r e , como h a b e r
llat. 8, c a n . 5 ) , d i c i e n d o : « s i a l g u n o n a c i d o de la V i r g e n , p a d e c i d o , crucifi-
» i n t e n t a i n t r o d u c i r e n el m i s t e r i o d e cado y s e p u l t a d o . Y esto h a sido t a m b i é n
» Cristo dos s u b s i s t e n c i a s ó dos p e r s o n a s , c o n d e n a d o (5) c o n a p r o b a c i ó n d e l C o n -
»sea anatematizado». E n efecto: la cilio d e E f e s o ( i b i d . c a n . 4) e n e s t a s p a l a -
Santa Trinidad no esperimentó adición b r a s : « si a l g u n o a t r i b u y e c o n s e p a r a c i ó n
de p e r s o n a ó s u b s i s t e n c i a , p o r h a b e r s e » á dos personas ó subsistencias las pala-
encarnado solo de ella el V e r b o d e D i o s . » b r a s q u e se h a l l a n e n l a s E s c r i t u r a s
L a s u b s i s t e n c i a es e m p e r o l o m i s m o q u e » evangélicas y apostólicas, ó las di-
la cosa s u b s i s t e n t e , l o q u e e s p r o p i o d e l a » c h a s de C r i s t o p o r los s a n t o s , ó p o r él
h i p ó s t a s i , c o m o se v e p o r B o e c i o ( 1. D e » mismo de sí, aplicando unas como al
d u a b . n a t u r . ) . 2. P o r q u e , si s e c o n c e d e
a
» h o m b r e entendido s e p a r a d a m e n t e del
que l a p e r s o n a a ñ a d a a l g o s o b r e l a h i - » V e r b o de Dios y otras como adjudica-
póstasi, en lo c u a l p u e d a h a c e r s e la » b l e s (6) á D i o s e n c o n c e p t o d e V e r b o
unión; e s t o n o e s o t r a c o s a q u e l a p r o p i e - » de D i o s P a d r e ; sea escomulgado». A s í
dad p e r t e n e c i e n t e á l a d i g n i d a d , s e g ú n p u e s es evidente ser herejía condenada en
lo q u e se d i c e p o r a l g u n o s q u e l a p e r s o n a otro tiempo por la Iglesia decir que en
es la h i p ó s t a s i , p e r t e n e c i e n t e á l a d i g n i - Cristo hay dos hipóstasis ó dos supues-
(1) Entre los que cuentan algunos á Nestorio y Dióscoro en (31 Accidental y estrínseca únicamente, y no la intrínseca
los principios de su claudicación, más esplícHamente clara y y sustancial designada por el nombre de persona.
herética después. (4) Nos atenemos en esta versión al hipérbaton indicado por
(2J Confundiendo la hipóstasi ó persona con la sustancia ó Nicolai.
naturaleza á pretesto del uso indistinto de las dos voces esen- (5) Por San Cirilo, autor de los anatematismos allí consig-
cia é hipóstasi , según observa San Juan Damasceno (1. 3, c. 3), nados, como presidente del referido concilio.
quien declara su fe en estos términos : « reconocemos una sola (6) Decibiles ó dicibiles, malamente latinizado, y equiva-
• y misma hipóstasi de humanidad y deidad, confesando las lente á Deo congruentes ó Dea dignas según la más moderna edi-
»dos naturalezas unidas en esa única hipóstasi». V . en el ción greco-latina de los Concilios.
lomo i . ° p á g . la 258, C. 29, a. 2.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV. 13
194 CUESTIÓN II.—ARTÍCULOS III Y I V .
» ralezas, mas una sola hipóstasi, com- hombre ; si pues el alma y el cuerpo fue-
» puesta de ambas i> (1). ron unidos en C r i s t o , sigúese que de la
Conclusión. La persona de Cristo [ 1 ] unión de estos fue constituida alguna
según lo que es en sí (2) es absoluta- hipóstasi, mas no la hipóstasi del V e r b o
mente simple; mas [ 2 ] según la razón de de D i o s , que es eterna. L u e g o en C r i s t o
persona (3) es compuesta. habrá alguna persona ó hipóstasi ademas
Responderemos, que la persona ó hi- de la hipóstasi del V e r b o , lo cual es con-
póstasi de Cristo puede ser considerada tra lo ya dicho (a. 2 y 3).
de dos modos : 1.° según lo que es en sí, 2° D e la unión del alma y el cuerpo
y en este concepto es absolutamente sim- se constituye la naturaleza de la humana
ple, como también la naturaleza del Ver- especie; y dice el D a m a s c e n o (orth.fid.1.
bo ; 2° según la razón de persona ó 3 , c. 3) que « en el S e ñ o r Jesucristo no
hipóstasi, á la cual pertenece subsistir » hay que considerar especie común ».
en alguna naturaleza, y bajo este aspec- L u e g o no se hizo en él la unión del alma
to ¡apersona de Cristo subsiste en dos na- y del cuerpo.
turalezas ; por lo que, aunque haya allí 3.° El alma no se une al cuerpo, sino
un solo subsistente, hay sin embargo en para vivificarlo ; pero el cuerpo de C r i s t o
él doble diversa razón de subsistir ; y podía ser vivificado por el V e r b o mismo
así se dice persona compuesta, en cuanto de D i o s , que es fuente y principio de vida.
lo uno subsiste en dos. L u e g o en C r i s t o no hubo unión del alma
Con lo dicho queda contestado el ar- y del cuerpo.
gumento 1.° Por el contrario : el cuerpo no se dice
Al 2.° diremos, que aquella composi- animado sino por la unión del alma ; y
ción de la persona de naturalezas no se el cuerpo de C r i s t o se dice animado, se-
dice ser por razón de las partes (4), sino g ú n lo que la I g l e s i a canta (6), « t o -
más bien por razón del número ; como » mando un cuerpo animado, se dignó na-
todo aquello, en que dos cosas convienen, » cer de V i r g e n i>. L u e g o en C r i s t o hubo
puede decirse compuesto de ellas. unión de alma y cuerpo.
Al 3.° que no en toda composición se Conclusión. Necesario es confesar so-
verifica que lo que es compuesto sea pena de herejía que en Cristo el alma
homogéneo de los componentes, sino solo estuvo unida al cuerpo.
en las partes de lo continuo ; porque lo Responderemos, que C r i s t o se dice
continuo no se compone sino de conti- hombre unívocamente con los otros hom-
nuos , en tanto que el animal se compone bres, como existiendo de la misma espe-
de alma y cuerpo, de lo que ni uno ni cie, según aquello del A p ó s t o l ( P h i l i p p .
otro es animal. 2, 7), hecho á la semejanza de hombres.
M a s pertenece á la razón de la especie
ARTÍCULO V . — ¿ H a sido h e c h a a l g u n a humana que el alma se una al cuerpo:
union del alma y del cuerpo en Cristo ? (5). porque la forma no constituye la especie,
sino por h a c e r s e acto de la materia ; y
l.° Parece que en Cristo no hubo esto es el término de la generación, por
union de alma y cuerpo : porque de la la que la naturaleza tiende á la especie.
union del alma y del cuerpo se produce P o r lo cual es necesario decir que el alma
en nosotros la persona ó hipóstasi del fue unida al cuerpo en Cristo ; y lo con-
trario es herético , c o m o d e r o g a t i v o d e l a a l h o m b r e s i n l a m a t e r i a ( A r i s t . M e t . 1.
v e r d a d de l a h u m a n i d a d de Cristo. 1, t . 6, 25 y s i g . ) . P e r o e n t o n c e s e l H i j o
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e p a r e - d e D i o s n o h u b i e r a t o m a d o l a c a r n e , con-
cen h a b e r sido m o v i d o s p o r e s t a r a z ó n t r a l o q u e s e d i c e ( L u c . ú l t ° . 39), el espí-
los q u e n e g a r o n l a unión d e l a l m a y d e l ritu no tiene carne y huesos, como veis
cuerpo en Cristo, á saber, p a r a no verse que yo tengo. A s i m i s m o t a m p o c o p u e d e
obligados p o r esto á admitir en él u n a d e c i r s e q u e e l H i j o d e D i o s a s u m i ó la
n u e v a p e r s o n a ó h i p ó s t a s i (1), p u e s t o n a t u r a l e z a h u m a n a , c o m o está e n todos
que veían q u e en los puros h o m b r e s d e l a los individuos d e l a m i s m a especie ; por-
unión del alma al cuerpo se constituye la que así h a b r í a asumido á todos los hom-
persona. P e r o esto acontece en los puros bres. Solo q u e d a p u e s , c o m o dice des-
h o m b r e s , porque el alma y el cuerpo se p u é s e l D a m a s c e n o ( i b i d . c . 11), q u e
u n e n e n ellos de t a l m o d o q u e existen »tomóla naturalezahumanaenélátomo»,
per se (2); a l p a s o q u e e n C r i s t o s e u n e n e s t o e s , e n e l i n d i v i d u o ; n o e n v e r d a d en
recíprocamente, como adjuntas á otro más otro individuo, q u e sea supuesto ó hipós-
principal, que subsiste en la naturaleza t a s i d e a q u e l l a n a t u r a l e z a , d i s t i n t o d e la
c o m p u e s t a de ellos. A s í q u e p o r l a unión p e r s o n a d e l H i j o d e D i o s . 2.° P u e d e en-
d e l a l m a y d e l c u e r p o e n C r i s t o n o se t e n d e r s e e l d i c h o d e l D a m a s c e n o , de
constituye nueva hipóstasi ó persona, modo q u e n o sea referido á l a naturaleza
sino q u e c o n c u r r e ese m i s m o c o m p u e s t o h u m a n a , c o m o si n o r e s u l t a s e d e l a u n i ó n
en la persona ó hipóstasi persistente ; ni del a l m a y del c u e r p o u n a sola naturaleza
p o r esto se sigue q u e l a unión del a l m a c o m ú n , q u e es l a h u m a n a ; sino q u e debe
y d e l c u e r p o e n C r i s t o s e a d e m e n o r efi- referirse á la unión d e las dos naturale-
cacia que en nosotros, puesto que la z a s , e s d e c i r , l a d i v i n a y l a h u m a n a , de
misma conjunción á lo m á s n o b l e , n o las q u e n o se c o m p o n e algo tercero, que
r e b a j a su v i r t u d ó d i g n i d a d , sino q u e l a s e a c i e r t a n a t u r a l e z a c o m ú n : p u e s t o que
a u m e n t a : á l a m a n e r a q u e el a l m a s e n - en t a l caso aquello n a t u r a l m e n t e podría
sitiva en los animales constituye la espe- p r e d i c a r s e d e m u c h o s ; y e s t o m i s m o es
cie,. p o r c u a n t o es considerada como su s u p e n s a m i e n t o , p u e s a ñ a d e , « p o r q u e ni
ú l t i m a f o r m a ; m a s n o e n l o s h o m b r e s (3), » es e n g e n d r a d o , ni j a m á s d e l a d e i d a d y
aunque en nosotros sea m á s poderosa » l a h u m a n i d a d se e n g e n d r a r á o t r o Cristo,
y m á s noble, y esto p o r causa de la » Dios perfecto en deidad y humanidad,
unión de la perfección ulterior y m á s » y e l m i s m o t a m b i é n h o m b r e p e r f e c t o ».
n o b l e , esto e s , del alma racional, según A l 3.° q u e e l p r i n c i p i o d e l a v i d a cor-
t a m b i é n s e h a d i c h o ( a . 2, a l 2.°). p o r a l e s d o b l e : u n o e f e c t i v o , y d e este
A l 2.° q u e l a s p a l a b r a s d e l D a m a s c e - m o d o e l V e r b o d e D i o s e s p r i n c i p i o de
n o p u e d e n e n t e n d e r s e d e d o s m o d o s : 1.° t o d a v i d a , y d e o t r o e s a l g o p r i n c i p i o de
refiriéndolas á la h u m a n a n a t u r a l e z a , la v i d a f o r m a l m e n t e : p o r q u e , c o m o «vivir
que en verdad no tiene razón d e especie » es p a r a los seres v i v i e n t e s e x i s t i r » ,
c o m ú n , s e g ú n q u e e s t á e n u n solo i n d i - s e g ú n d i c e e l F i l ó s o f o ( D e a n . 1. 2 , t . 37),
v i d u o , sino s e g ú n q u e es a b s t r a í d a d e a s í c o m o c a d a s e r e x i s t e f o r m a l m e n t e por
t o d o individuo, c o m o se considera e n la s u f o r m a , a s í e l c u e r p o v i v e p o r e l alma;
pura contemplación, ó según que está en y d e e s t e m o d o n o s e a d m i t e q u e e l cuerpo
todos los individuos. M a s el hijo de D i o s v i v e p o r e l V e r b o , e l c u a l n o p u e d e ser
no asumió la humana naturaleza, según la forma del cuerpo.
que está en la sola consideración del en-
tendimiento ; porque en este caso no h u - ARTÍCULO V I . — 1.a n a t u r a l e z a buinn-
b i e r a t o m a d o la m i s m a c o s a d e l a n a t u r a - n a fue unida a l Terbo de Dios accidental-
leza h u m a n a , á menos que se dijera q u e mente? (4)
l a h u m a n a n a t u r a l e z a e s c i e r t a idea s e p a -
r a d a , ' c o m o los platónicos consideraron 1.° P a r e c e q u e l a n a t u r a l e z a h u m a n a
(1) Distinta de la divina, eludiendo incurrir e n la herejía ser por razón de s u todo, subsistente en sí y no en otro.
de Westorio, que atribuía á Cristo dos personas, divina y h u - (3) V. en el t. 1." la nota 1 de su pág. 923.
mana. (4) Los Concilios 5.° de Conslantinopia íconsult. 4), latera-
(2) Con subsistencia separada y distinta de cualquier otro nense (am(. 8, cap. 13) bajo Martino I y de Calcedonia (acl 1)
CUESTIÓN II. ARTÍCULO VI. 197
definieron contra Nestorio -y Teodoro la unión sustancial (y (2) Obrando la divinidad por medio de ella á la manera que
no accidental ni aun esencial ó según la naturaleza) de la hu- el alma funciona mediante el cuerpo.
mana al Verbo, conforme á la doctrina de este articulo. (3) For cuya razón fueron rechazados por el Concilio de
(1) Según uno de los axiomas filosóficos insertos e n e l t . i . ° Efeso en los ilustrados anatematismos de San Cirilo,
de las obras del V. Beda y tomados de Aristóteles (Met. 1.12).
198 CUESTIÓN II.—ARTICULO VI.
(1) Desconociendo los unos el verdadero y propio concepto (3) Que consiste en que de varias esencias resulte una sola,
de la voz supuesto ó hipóstasi, y los otros lo que realmente se como suponía Eutíques, confundiendo en Cristo la divina y
requiere para constituir verdadera humanidad, que es la la humana refundidas según él en una misma.
unión personal del alma y el cuerpo bajo la subsistencia indi • (4) Union propiamente sustancial y personal ó hiposfática,
vidual ó hipóstasi; sea esta humana (como en la generalidad según la cual de las dos naturalezas inconfusas resulta una
de los individuos hombres, ó bien d i v i n a , cual lo es única y sola persona ó individuo subsistente en ellas.
esclusivamente en Jesucristo. (5) A cuyo propósito dice San León que « el Dios Verbo,
(2) Entre sí,, sino cada cual separadamente al Verbo. » invisible en sí, se hizo visible en lo nuestro », que asumió.
CUESTIÓN II. — ARTÍCULOS VI Y VII. 199
dice S a n C i r i l o ( e p i s t . a d m o n a c h o s t o d a r e l a c i ó n , q u e se considera e n t r e
- ¿ E g y p t i , 1) « d i c e l a E s c r i t u r a q u e e s t e
:
Dios y l a criatura, existe realmente en
fl) Según lo esplicado en la nota 4 de la página 198. (3) V. en el 1.1.» la nota 1 de su pág. 146.
_ (2) Noblscum Detts, Dios con nosotros, lo cual se verificó m e - (4) Pues Cristo, siempre Dios ab-wterno, solo empezó á ser
diante la Encamación. hombre desde el momento de su Encarnación.
200 C U E S T I Ó N II. — A R T Í C U L O S VII Y Vili.
la criatura, por cuya mutación se engen- acción y la pasión del uniente y el unido
dra tal relación; y no existe realmente ó del asumente y el asumido. Luego pa-
en Dios, sino únicamente según la razón, rece ser lo mismo la unión y la asunción.
puesto que no proviene según la mu- 3.° Dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3,
tación de Dios. Así pues debe decirse c. 11) : « una cosa es la unión, otra la
que esta unión (1), de que hablamos, no » encarnación; porque la unión demues-
está realmente en Dios, sino solamente » tra la sola copulación, sin decir cuál
según la razón; en tanto que en la hu- » ha sido el término de esta conjunción,
mana naturaleza, que es cierta criatura, » en tanto que la humanacion y la en-
existe realmente : y por esto es necesario » carnación determinan á quién se ha he-
decir que es cierta cosa creada. » cho la copulación ». Es así que igual-
Al argumento 1.° diremos, que esta mente la asunción no determina cuál ha
unión no está realmente de Dios, sino sido el término de esta conjunción. Luego
únicamente según la razón ; porque se la unión parece ser lo mismo que la
dice unido Dios á la criatura, porque asunción.
realmente la criatura está unida á Dios Por el contrario: se dice que la di-
sin mutación de este. vina naturaleza está unida, mas no asu-
Al 2.° que la razón de relación, como mida.
también la de movimiento, depende del Conclusión. Entre la unión y la asun-
fin ó del término ; pero su ser depende ción son muy de notar estas tres diferen-
del sujeto: y, puesto que tal unión no cias: 1. y principal que la unión designa
a
tiene ser real sino en la naturaleza creada relación entre las cosas imidas, y la
según lo dicho, sigúese que tiene ser asunción las respectivas acción y pasión
creado. del asumente y lo asumido; 2. que aque- a
Al 3.° que se dice creador el hom- lla se enuncia como ya realizada, y esta
bre, y que es Dios, á causa de la unión, como en el acto de efectuarse; 3. que la a
en cuanto esta tiene por término la hi- asunción fija el término a quo y ad quem,
póstasi divina. Sin embargo no se sigue y la unión ninguno de ambos determina.
de esto que la unión misma sea creador Responderemos, que según lo dicho
ó Dios ; puesto que el decirse algo (a. 7) la unión importa cierta relación de
creado, esto atañe más bien al ser de la divina naturaleza y de la humana, se-
ello mismo (2) que á su razón. gún que convienen en una sola persona ;
y toda relación, que comienza á existir
ARTÍCULO V I I I . — m unión «leí v e r b o en tiempo, es causada por alguna muta-
encarnado e s lo mismo que la asunción? (3) ción (5), la cual consiste en la acción y
la pasión. Asi pues debe decirse que la 1. a
fl) No como sustancial ó hipostálica, sino !en el solo con- conventio, osconomia, obtemperatio y aún algunas otras ; debe no
cepto ele habitud ó relación entre ambas naturalezas resultante obstante y por lo mismo distinguirse cuidadosamente entre la
de su unión. uiwm y la asuiicion, que no son formalmente lo mismo segua
(2) Por cuanto el ser de la unión relativa proviene del su- la doctrina de este articulo, y a insinuada por el concilio 0. J
jeto (que es creado), y no del término (que es increado), según de Toledo (cap, 1) y más esplicitamente por el
observa Drioux. (-1) Physic. c. 5, t. '18.
(3) Aunque entre los latinos se designa indistintamente la (5) Ya en ambos estremos, ya en Bolo uno, cual sucede en
Encarnación del Verbo divino por las voces, susceptio, assum- la de que aquí se trata.
ptio incarnatlo, inhumanatlo, incorporatio, foederatio, commixliOf
f
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O S VIII Y IX. 201
(1) A causa de la infinita distancia entre los dos estremos espuesto en este artículo y condensado en su Conclusión.
que se unen, infinito el uno como divino, y finito el otro, que (3) Prescindiendo del 3." allí también mencionado de grati-
es la naturaleza humana. tud ó recompensa de algún beneficio, y que no hace al actual
(2) Tal es en efecto la doctrina del concilio do Orange (c. 3 propósito.
y 14) en tiempo de León I, debiendo entenderse en el sentido
CUESTIÓN I I . — ARTÍCULOS X Y XI. 203
por ser esto superior á la facultad de su puede decirse que se dice haber habitado
naturaleza. Pero la naturaleza humana en Cristo corporalmente, esto e s , no co-
se e l e v a á D i o s de dos modos : 1.° por la m o en sombras, como habitó en los Sa-
operación, esto es, con la que los Santos cramentos de la antigua ley, de los que
conocen y aman á D i o s ; 2.° por el ser se dice allí mismo que son sombra de las
personal, c u y o m o d o es singular á Cristo, cosas futuras; mas el cuerpo es Cristo,
en el cual h a sido t o m a d a la naturaleza esto es, según que el cuerpo se contra-
humana, para estar en la persona del pone á la sombra. Algunos indican tam-
Hijo de Dios. E s evidente empero que bién que se dice haber habitado corpo-
para la perfección de la operación se re- ralmente en Cristo la divinidad, es decir,
quiere q u e la p o t e n c i a sea perfeccionada de tres m o d o s , á la manera que el cuerpo
por el hábito; mas el que la naturaleza tiene tres dimensiones: 1.° por esencia,
t e n g a el ser e n s u s u p u e s t o no se verifica presencia y potencia, como en las demás
mediante algún hábito. A s í pues debe criaturas; 2.° por la gracia santificante,
si se toma la gracia por la
decirse q u e , como en los Santos; 3.° por la unión
voluntad misma de Dios, que hace algo personal, que es lo propio al mismo
gratuitamente, ó que tiene á alguno como Cristo.
grato ó acepto; la unión de la Encama- Por lo dicho es obvia la respuesta
ción ha sido hecha por la gracia, como a l 3.°; puesto que la unión de la Encar-
también la unión de los Santos á Dios nación no h a sido h e c h a solamente por la
por el conocimiento y el amor: mas, si gracia habitual, como los otros Santos
por la gracia se entiende el mismo don se unen á D i o s , sino según la subsistencia
gratuito de Dios, a s í e s o m i s m o , q u e h a c e ó persona.
que la humana naturaleza se una á la
persona divina, puede decirse cierta gra- ARTÍCULO X I . — ¿ Precedieron á la
cia, en cuanto esto se hizo sin méritos al- unión del Verbo encarnado algunos méri-
gunos precedentes; no empero de modo tos ? (1)
que sea alguna gracia habitual, m e d i a n t e
la que se h a g a tal unión. 1.° Parece que la unión de la Encar-
A l argumento 1.° diremos, que la gra- nación fue resultado de algunos méritos:
cia, que es accidente, es cierta seme- porque sobre estas palabras (Ps. 32),
janza de la divinidad participada en el jíat misericordia tua super nos, quemad-
hombre. M a s por la Encarnación no se modum..., d i c e l a G l o s a ( o r d . i m p l i c ) :
dice h a b e r participado la naturaleza hu- « a q u í s e i n s i n ú a e l deseo d e l Profeta
mana de semejanza alguna de la divina » sobre la Encarnación y el mérito de su
naturaleza, sino que se dice estar unida » cumplimiento». L u e g o la Encarnación
á la m i s m a d i v i n a naturaleza en la per- cae bajo el mérito.
sona del Hijo; y la cosa misma es ma- 2.° Todo el que merece algo merece
yor que su semejanza participada. a q u e l l o , sin lo que no puede ser habido.
Al 2 .° q u e la gracia habitual está so- Pero los antiguos padres merecían la
lamente en el alma ; en tanto que la gra- vida eterna, á la que no podían llegar
cia, esto e s , el d o n gratuito de D i o s , que sino por la Encarnación, pues dice San
consiste e n unirse á la p e r s o n a divina, p e r - Gregorio (Moral. 1. 1 3 , c. 15): « los que
tenece á toda la n a t u r a l e z a humana, que » vinieron á este mundo antes de la ve-
se c o m p o n e de alma y cuerpo: y por este » nidade Cristo, cuanta quiera que fuera
modo se dice «haber habitado corporal- » la virtud de la justicia que tuviesen,
» mente en Cristo la plenitud d e la divi- » salidos de sus cuerpos, de ningún modo
nidad»; puesto que la naturaleza di- »podían ser recibidos inmediatamente
vina e s t á u n i d a , n o s o l a m e n t e al alma, » en el seno de la patria celestial, porque
sino t a m b i é n a l c u e r p o . A u n q u e también » aún no había venido el que colocaría
(1) Contra la herejía principalmente de Focio ó Folino, con- a Cristo hombre fue por sus méritos como tal sublimado á la
denada por el concilio 1.° de Constantinopla (can. I) reprodu- » unión hipostálica con Dios ». Tal es la doctrina objeto de
ciendo los anatemas de los 318 Pl>. del de Nicéa en Bitinia este artículo y ya antes insinuada en el anterior al núm. 2 d e
contra los errores de Eunomio, Arrio, Macedonio, Apolinar y su Conclusión ; debiendo entenderse del mérito de condigno en
ei mismo Focio con sus respectivos secuaces, condenados tam- las obras del hombre Cristo ó de otros hombres cualesquiera.
bién con Celestio y Pelagio en el de Efeso, y reducida á que
204 CUESTIÓN II. — ARTÍCULOS XI Y XII.
flj No desde luego por razón de s u naturaleza humana, de union y habitual. A s í se desprende de los concilios ya ci-
según se colige de lo espuesto en el anterior (a. 11), aunque sí tados 1.° de Efeso (can. 10) y 6." ecuménico bajo San Cirilo
puede decirse natural como causada por la divina en la hu- {can. 2).
mana ; sino en cuanto tuvo desde su concepción la doble gracia
CUESTIÓN II.—ARTÍCULO XII. 205
(1) A la naturaleza misma, que no podría existir sin ello (2) Innata en ellos, ó más bien nacida con ellos ; no como
según la disposición y otorgamiento gratuito del mismo Dios natural consecuencia de los principios do su naturaleza consi-
al efecto de constituirse y conservarse tal. derada en sí misma.
CUESTIÓN III.
1.° Conviene á la persona divina asumir? 2.° Conviene á la naturaleza divina? 8." La naturaleza
puede asumir, hecha abstracción de la personalidad ? 4 . ° Una persona puede asumir sin otra? 5.°
Cualquiera persona puede asumir ? 6.° Muchas personas pueden asumir una sola naturaleza en nú-
mero? 7.° Una persona puede tomar dos naturalezas numéricamente? 8.° Fue más conveniente en
cuanto ala persona del Hijo de Dios que tomase la naturaleza humana, que respecto de otra per-
sona divina ?
A R T Í C U L O I . — c o n v i e n e á i a perso- m a r u n a n a t u r a l e z a , lo c u a l es asumir.
n a divina tomar l a naturaleza creada ? (1) Conclusión. Con toda propiedad com-
pete á la persona divina asumir natura-
1.° P a r e c e q u e n o c o n v i e n e á l a p e r - leza creada.
sona divina tomar naturaleza creada : R e s p o n d e r e m o s , que en la palabra
p o r q u e la p e r s o n a divina significa a l g o a s u n c i ó n s e i m p o r t a n d o s c o s a s , q u e son
e r n i n e n t e m e n t e p e r f e c t o ; y lo p e r f e c t o es e l p r i n c i p i o d e l a c t o y s u t é r m i n o ; por-
a q u e l l o , á que n o p u e d e hacerse adición. q u e s e d i c e asumir c o m o t o m a r p a r a sí,
L u e g o , siendo a s u m i r como t o m a r p a r a sí, y l a p e r s o n a es á la vez principio y tér-
d e m o d o q u e lo a s u m i d o se a ñ a d a al a s u - mino de t a l asunción : principio , porque
m e n t e ; p a r e c e q u e n o es conveniente a á la p e r s o n a c o m p e t e p r o p i a m e n t e obrar,
la persona divina t o m a r u n a naturaleza y t a l a s u m e i o n d e l a c a r n e s e h i z o p o r la
creada. a c c i ó n d i v i n a ; i g u a l m e n t e l a p e r s o n a es
2.° A q u e l l o , á q u e a l g o s e a s u m e , c o - e l t é r m i n o d e e s t a a s u n c i ó n , p o r q u e se-
m u n í c a s e en cierto m o d o á lo q u e á ello g ú n l o d i c h o ( C . 2, a. 1 y 2) l a u u i o n se
es a s u m i d o ; a l m o d o que l a d i g n i d a d se hizo en la p e r s o n a , no en la naturaleza:
c o m u n i c a al q u e es e l e v a d o á ella. S i e n - y d e e s t e m o d o e s e v i d e n t e q u e compete
d o p u e s d e esencia d e la p e r s o n a el q u e muy propiamente á la persona tomar la
s e a i n c o m u n i c a b l e , c o m o se h a d i c h o en naturaleza.
l a 1. P a r t e ( C . 29, a. 1); s i g ú e s e q u e n o
a
A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e , siendo
c o n v i e n e á la p e r s o n a divina a s u m i r , lo i n f i n i t a l a p e r s o n a d i v i n a , n o p u e d e ha-
c u a l es t o m a r p a r a sí. c é r s e l a a d i c i ó n ; p o r l o c u a l d i c e S a n Ci-
3.° L a p e r s o n a es c o n s t i t u i d a p o r l a n a - r i l o ( e p i s t . s y n o d a l . E p h e s . c o n c i l . Cy-
t u r a l e z a ; y es i n c o n v e n i e n t e q u e lo c o n s - rillus et Synodus ex JEyypti e t c . , c a n . 5,
tituido a s u m a al constituyente, p o r q u e el 3 . ° g e n e r a l , p a r t . 1, c . 2 6 ) : « n o e s por
efecto n o obra sobre su causa. L u e g o no » a p o s i c i ó n c o m o e n t e n d e m o s e s t e modo
conviene á la persona t o m a r naturaleza. » d e u n i ó n » , c o m o t a m b i é n e n l a unioii
Por e l c o n t r a r i o , S a n A g u s t í n ( F u l - d e l h o m b r e c o n D i o s , q u e es p o r l a gra-
g e n t i u s , D e fide a d P e t r . c . 2) d i c e : c i a d e a d o p c i ó n , n o s e a ñ a d e á D i o s cosa
í a q u e l Dios (el U n i g é n i t o ) t o m ó en su a l g u n a ; sino q u e lo q u e es divino se añade
» p e r s o n a l a f o r m a , es d e c i r , l a n a t u r a l e - a l h o m b r e , y p o r c o n s i g u i e n t e n o es Dios
» za de siervo ». P e r o D i o s u n i g é n i t o es perfeccionado sino el h o m b r e .
persona. L u e g o compete á la persona to- A l 2° q u e l a p e r s o n a s e d i c e i n c o m u -
(1) Dogma de fe y a antiguamente definido por el conci- tenido en la doctrina de los primeros Concilios generales men-
lio 6.° de Toledo (can. 1) y clara aunque implícictamente con- cionados en la precedente C. 2.
CUESTIÓN III. — ARTÍCULOS I Y II. 207
(1) Incompatible con toda limitación á determinado género singularidad, esto e s , en lo que es propio del Hijo Dios; no
° especie, cual la recibe la personalidad finita de s u natura- en lo que es común á toda la Trinidad, según espresa decla-
•eza misma, al completar con ella su propia subsistencia indi- sacion del concilio 6.° de Toledo (ses. 6, cap. 1).
vidual. (4) En el concilio de Calcedonia (orí. 2, epísí. ad Joan, episc.
(2) Y condenado como herético en los sabelianos. Antioch.).
(1) No por sí misma solo como perteneciendo intrínseca- cepto R nada queda ».
mente á la esencia, al modo de los atributos indicados en el (4) Opinión común entre los tomistas, dice Billuart; porqué-
testo ; sino en el concepto de procedente de principios comu- reconocen en Dios una subsistencia común y absoluta, dis-
nes, como las operaciones ad extra. Kicolai. tinta de las subsistencias relativas constitutivas de las perso-
(2) E s decir, considerando la naturaleza divina sin las per- nas. Es muy de notarla conclusión de que « puede concebirse
sonas que en ella reconoce la fe católica, cual la entienden «asumente la naturaleza», y no (como parecía lógico) que
los gentiles y j u d í o s ; ó bien, prescindiendo completamente K puede asumir » ; porque se considera al efecto como persona,
s
d e las personas, como si no existiesen. aunque no lo es ; lo cual desmiente á los que malamente atri-
(3j Perteneciente á la subsistencia ó h i p ó s t a s i ; que la buyen al Santo Doctor la admisión de cierta subsistencia ab-
esencia común subsiste aún con tal abstracción hipotética : soluta sin concepto alguno de persona, insistiendo, (como lo
mas, como la esencia considerada en sí misma y no subsistente hace hasta cinco vecesj en las voces subsistente (al í.°), «perso-
en acto operativo no es realmente entidad, sino solo en nues- nalidad única» (al 2.°) y (al 3 ° ) supuesto subsistente como en
tro modo de entender; no sin razón se supone que e n tal con- equivalencia de persona.
CUESTIÓN III. — ARTÍCULOS III Y I V . 209
en sí, circunscrito lo demás, será algo sola persona divina, sin que convenga á
subsistente, y por consiguiente persona, otra.
por existir en la naturaleza intelectual. 2.° A s í como decimos encarnada la
Luego, así c o m o , puestas ahora las pro- persona del H i j o , así también la natura-
piedades personales en D i o s , decimos leza; pues « toda la naturaleza divina se
tres personas; a s í , escluidas por el en- » encarnó en una de sus hipÓ3tasis»,
tendimiento las propiedades personales, como dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3,
quedará en nuestra consideración la na- c. 6 ) : y , pues la naturaleza es común á
turaleza divina como subsistente y como las tres personas; luego también la asun-
persona. Y por este modo puede enten- ción.
derse que asuma la naturaleza humana 3.° A s í como la naturaleza humana
por razón de su subsistencia ó personali- fue asumida por Dios en Cristo, así tam-
dad ( 1 ) . bién los hombres son asumidos por él
Al 2.° q u e , aun circunscritas por el mismo mediante la gracia, según aquello
entendimiento las personalidades de las ( R o m . 1 4 , 3 ) , Dios lo asumió. E s así
tres personas, quedará en el entendi- que esta asunción pertenece en común á
miento una personalidad de D i o s , como todas las personas. L u e g o también la
entienden los j u d í o s , en la cual podrá primera.
terminarse la asunción, como ahora de- Por el contrario, dice San Dionisio
cimos que se termina en la persona del ( D e div. nom. c. 2, lect. 1 y 2) que « e l
Verbo. » misterio de la Encarnación pertenece
Al 3.° que, abstraída la personalidad » á la Teología discreta (5), según la
por el entendimiento, se dice no quedar » cual se dice algo distintamente de las
nada por modo de resolución (2), como » personas divinas».
siendo una cosa lo que se somete á la Conclusión. La asunción, por lo que
relación y otra la relación misma ; pues hay en ella de principio de acción, es co-
todo lo que se considera en Dios se con- mún á las tres personas; mas lo conve-
sidera como supuesto subsistente. Sin niente al concepto de término compete á
embargo puede algo de lo que se dice de una sola, y no a otra.
Dios entenderse sin otra cosa, no por Responderemos, que según lo dicho
modo de resolución, sino por el modo y a (a. 1) la asunción importa dos cosas, el
dicho. acto delasumente y el término déla asun-
ción : el primero procede de la virtud di-
vina, que es común á las tres personas,
ARTÍCULO I V . — P u e d e u n a persona
al paso que el término de la asunción es
sin otra asumir n a t u r a l e z a creada? (3)
la persona, según se ha dicho ( i b i d . ) ;
y por eso lo que hay de acción en la
1.° Parece que una persona no puede asunción es común á las tres personas,
asumir la naturaleza creada, sin que otra mas lo perteneciente á la razón de tér-
la asuma: porque « las obras de la Tri- mino conviene á una sola persona, de tal
»nidad son indivisas» ( 4 ) , como dice modo que no conviene á otra (6), porque
San Agustín (Enchirid. c. 3 8 ) ; y , así las tres personas hicieron que la natura-
como es única la esencia de las tres per- leza humana fuese unida á la única per-
sonas, así también sola una la operación: sona del Hijo.
siendo pues el asumir cierta operación, no A l argumento 1.° diremos, que aquel
puede por consiguiente convenir á una razonamiento procede de parte de la ope-
(1) En cuyo caso la naturaleza humana se uniría primaria nes á toda la Trinidad, como la paternidad y la filiación, la
é inmediatamente á la subsistencia absoluta, y solo mediata misión y la Encarnación, e t c , ; á diferencia de la que deno-
y secundariamente á las subsistencias relativas. Drioux. mina conjunta y versa sobre los atributos comunes, en los
[-) O bien, hecha efectiva y real la separación, según ad- que no se' distinguen las personas entre sí, cuales son la dei-
vierte Silvio. dad, sabiduría, bondad, etc.
(3) Dogma de fe definido por el concilio de Nicéa y consig- (tí) En cuanto á la realidad del hecho. Práxeas, Hermóge-
nado en su Símbolo, como también por el G.° de Toledo nes y Sabelio con sus secuaces negaban pudiera encarnarse el
(can. 1). Hijo sin el Padre. Pió se trata pues de una absoluta necesidad
{i\ Inseparables, s e g ú n interpreta el concilio fi.° de To- ó incompatibilidad, de modo que no pueda convenir á otra ó
ledo (c. 11). á las otras personas, según después (a. 3 y 4) se hace notar
(6) Llama así á la que trata de las cosas , que no son comu- con toda claridad.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV 14
210 CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O S IV Y V .
(!)• Como esplica (ibid.) el Damasceno. (3) Como de potencia absoluta ó esencial en cuanto a las
(2) S. Anselmo (De incamat. c. 4) parece haber opinado ne- operaciones ad extra; no ad intra y en lo relativo ó nocional,
gativamente, si bienios tomistas interpretan en buen sentido cual es la potencia de engendrar, por ejemplo.
sus palabras. Drioux.
CUESTIÓN III. — A R T Í C U L O S V Y VI. 211
(1) Resultando únicamente Taita de claridad y exactitud en mente diversos : lo cual tampoco es compatible con la indi-
»1 lenguaje-, lo que desvirtúa ó aun anula el argumento adu- visa unidad absolutamente inmuliiplicablc de la naturaleza
cido piir S. Anselmo, fundado en esa supuesta confusión. divina.
U) V. en la 1.« P. la C. 13, a. S. (5) Solo por cierta comunicación ó transferencia de lengua-
(3) Así se desprende de la doctrina del Concilio de Floren- je ; no empero como propiamente aplicables á la naturaleza
cia, condensada en el Símbolo de S. Atanasio, y de la Cons- divina los atributos predicables de la humana y reciproca-
titución ó decreto del papa Eugenio IV sobre la unión de los mente, sino refiriendo unos y otros á la persoua, según el
jacobinos : opinión común por otra parte entro los teólogos, mismo esplica y se espondrá más claramente en toda la C. 1G,
á escepcion de los escotistas. especialmente en su a. 3 .
(!) Entendida numéricamente; que específicamente se (G) Distinta de la persona divina, que no puede ni debe á
multiplica de hecho en los individuos humanos numérica- su vez distinguirse de la hipóstasi, como se v e por la insis-
212 CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O VI.
sino u n a n a t u r a l e z a a s u m i d a á l a p e r - » u n i ó n s e c o n s t i t u y e u n s o l o e s p í r i t u »,
s o n a ó h i p ó s t a s i d i v i n a : lo, c u a l n o s e s e g ú n a q u e l l o ( i C o r . 6 , 1 7 ) , el que se ad-
realiza p o r la potencia d e l a naturaleza hiere á Dios un Solo espíritu es.
h u m a n a , sino p o r l a d e l a p e r s o n a divina. A l 2.° q u e e n t a l s u p u e s t o l a n a t u r a l e z a
E s empero t a l l a condición d e l a s divi- h u m a n a s e r í a t o m a d a n o e n u n i d a d , no
nas personas, que u n a d e ellas n o escluye d e u n a s o l a p e r s o n a , s i n o e n l a u n i d a d de
á l a otra de l a comunidad de l a misma na- c a d a u n a d e l a s p e r s o n a s : e s t o e s , de
t u r a l e z a , sino solo d e l a d e l a m i s m a p e r - modo que, así como l a divina naturaleza
sona. L u e g o , p u e s t o q u e « en el misterio t i e n e u n i d a d n a t u r a l c o n c a d a u n a d e las
» d e l a Encarnación toda la razón del h e - p e r s o n a s , así l a n a t u r a l e z a h u m a n a tea-
» cho es l a p o t e n c i a d e quien lo e j e c u t a » , d r í a u n i d a d c o n c a d a u n a p o r l a asun-
según dice S a n A g u s t í n (epist. a d . V o l u - ción.
s i a n . 132 ó 3 ) , s e d e b e j u z g a r m á s b i e n A l 3.° q u e a c e r c a d e l m i s t e r i o d e la
acerca de esto según la condición d e l a E n c a r n a c i ó n se establece l a comunica-
divina persona asumente q u e según l a ción d e l a s propiedades pertenecientes á
condición de l a n a t u r a l e z a h u m a n a t o - l a n a t u r a l e z a , p u e s t o q u e t o d o l o que
m a d a . A s í p u e s no es imposible á las di- c o n v i e n e á l a n a t u r a l e z a p u e d e s e r pre-
vinas personas que dos ó las tres tomen d i c a d o d e l a p e r s o n a (2) s u b s i s t e n t e en
una sola naturaleza humana ; y sí sería e s a n a t u r a l e z a , s e a c u a l q u i e r a e l n o m b r e
imposible que tomaran una sola hipóstasi d e n a t u r a l e z a c o n q u e s e s i g n i f i q u e . Así
ó una sola persona humana, c o m o d i c e p u e s e n l a h i p ó t e s i h e c h a p o d r í a n pre-
t a m b i é n S a n A n s e l m o ( l i b . 2 , Cur Deus d i c a r s e d e l a p e r s o n a d e l P a d r e t a n t o las
homo, c . 9) q u e « m u c h a s p e r s o n a s n o cosas q u e son d e l a n a t u r a l e z a humana
» p u e d e n t o m a r u n solo y m i s m o n o m b r e c o m o l a s q u e s o n d e l a d i v i n a ; é igual-
» e n u n i d a d d e p e r s o n a » (1). m e n t e d e l a persona d e l H i j o y d e l Es-
A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e , h e c h a p í r i t u S a n t o : m a s n o lo q u e conviniese á
l a s u p o s i c i ó n d e q u e l a s t r e s p e r s o n a s t o - l a p e r s o n a d e l P a d r e p o r r a z ó n d e l a pro-
m a s e n u n a sola n a t u r a l e z a h u m a n a , sería p i a p e r s o n a p o d r í a s e r a t r i b u i d o á la
verdadero decir que las tres personas eran persona del Hijo ó del Espíritu Santo á
u n solo h o m b r e p o r r a z ó n d e s u ú n i c a c a u s a d e l a d i s t i n c i ó n d e p e r s o n a s , que
naturaleza h u m a n a : pues, así como ahora s u b s i s t i r í a . L u e g o p o d r í a d e c i r s e q u e , así
e s e x a c t o d e c i r q u e l a s t r e s p e r s o n a s s o n c o m o e l P a d r e e s i n g é n i t o , a s í e l hom-
u n solo D i o s á causa d e su ú n i c a n a t u r a - b r e s e r í a i n g é n i t o , s e g ú n q u e l a palabra
leza divina, así lo sería decir que eran u n hombre s e t o m a s e p o r l a p e r s o n a d e l Pa-
solo h o m b r e á c a u s a d e l a u n i d a d d e l a d r e . M a s , s i a l g u n o f u e s e m á s a l l á , di-
naturaleza humana ; ni l a palabra único c i e n d o , « e l h o m b r e e s i n g é n i t o , e l Hijo
(unus) i m p o r t a r í a u n i d a d d e p e r s o n a s i n o » es h o m b r e , l u e g o el hijo es i n g é n i t o D ;
unidad en la naturaleza h u m a n a , puesto h a b r í a f a l a c i a d e figura d e d i c c i ó n (3) ó
que no podría argüirse que, porque las d e a c c i d e n t e (4) : a s í c o m o a h o r a deci-
tres personas son u n solo h o m b r e , fuesen m o s q u e D i o s e s i n g é n i t o , p o r q u e el Pa-
u n o solo e n a b s o l u t o , d a d o q u e n a d a i m - d r e e s i n g é n i t o ; y s i n e m b a r g o n o pode-
p i d e decir q u e l o s h o m b r e s , q u e s o n m u - m o s d e d u c i r q u e e l H i j o s e a ingénito,
chos en absoluto, sean uno e n cuanto á aunque sea Dios.
a l g o , v. gr. u n pueblo : y , c o m o dice S a n
A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 7 , c . 3 ) , « d i v e r s o
» e n n a t u r a l e z a es el E s p í r i t u d e D i o s y
» el espíritu del hombre ; pero p o r l a
t e n c i a , con que repite como sinónimas estas dos voces, contra concreto, pues lo propio de una persona no puede atribuirse
los que admitían una nueva hipóstasi rechazando al propio á otra. Bueno será consultar acerca de esta comunicación (le
tiempo la nueva persona. Nicolai. predicados lo que más adelante (C. 16J se esplica detenida y
(1) Lo que San Anselmo parece querer ampliar á la natu- minuciosamente.
raleza según e l modo de espresarse los Padres, cuando dicen (3) Tránsito de un géneroá otro.
humanidad por hombre ; por más que el Doctor Angélico trate (4) De lo dicho secundum quid ó con referencia á alguna cir-
de interpretar sus palabras en el más recto y aceptable sen- cunstancia ó en algún caso particular á lo aürmado en ab-
tido. V . l a nota 2 , página 210. soluto.
(2) Debiendo entenderse de la predicación ó atribución en
CUESTIÓN III. — ARTÍCULO VII. 213
que existirían dos hombres por causa de raleza humana sea asumida por la divina
las dos naturalezas, sin que hubiese allí persona, se requiere que la divina natu-
dos supuestos ; como por el contrario las raleza se una con unión personal á toda
tres personas se dirían un solo hombre á la naturaleza tomada, esto es, según
causa de la única naturaleza humana todas sus partes. Pero la relación de las
asumida, según lo dicho (a. 6, al 1.°). dos naturalezas tomadas con la persona
Mas esto no parece ser cierto, puesto divina sería uniforme, y no asumiría una
que debe usarse de los nombres, según á la otra : por consiguiente no sería me-
que han sido impuestos para significar ; nester que una de ellas se uniera total-
lo cual debe regularse según la conside- mente á la otra, esto es, que todas las
ración de lo que pasa entre nosotros. Por partes de una estuviesen unidas á todas
esta razón respecto del modo de signifi- las partes de la otra.
car y consignificar es menester conside-
rar lo que hay entre nosotros, en quienes ARTÍCULO V I I I . — ¿ F u e más convc-
jamas el nombre impuesto por razón de nicntc q u e la persona del Hijo tomase la na-
alguna forma se dice en plural sino por turaleza humana que otra persona divina?
la pluralidad de los supuestos: pues el
hombre, que tiene puestos dos vestidos, l.° Parece que no fue más convenien-
no se dice dos individuos vestidos., sino te que el Hijo de Dios se encarnara que
uno solo con dos vestidos; y el que tiene el Padre ó el Espíritu Santo : porque
dos cualidades se dice en singular que es por el misterio de la Encarnación han
de tal manera según estas dos cualidades. sido conducidosloshombr.es al verdadero
Mas la naturaleza tomada en cuanto á conocimiento de D i o s , según 'aquello
algo es á manera del vestido, aunque no (Joan. 18, 37 ), yo para esto nací y para
haya semejanza en cuanto á todas las esto vine al mundo, para dar testimonio
cosas, según lo dicho (C. 2, a. 6, al 1.°): á la verdad; y, por haberse encarnado la
y por eso, si la persona divina asumiese persona del Hijo, muchos han sido pri-
dos naturalezas humanas, por causa de la vados del verdadero conocimiento de
unidad del supuesto se diría un solo Dios, puesto que lo que se dice del Hijo
hombre con dos naturalezas humanas. según la naturaleza humana lo refieren á
Sucede empero que muchos hombres se la persona misma del Hijo; como Arrio,
dicen un solo pueblo, porque convienen que supuso la desigualdad de las perso-
en algo uno; mas no por la unidad del nas, por esto que se dice (Joan 14, 28),
supuesto : asimismo también, si dos per- mi Padre es mayor que yo: cuyo error
sonas divinas tomaran una sola naturale- no hubiera tenido lugar, si la persona del
za humana numéricamente, diríanse un Padre se hubiese encarnado ; puesto que
solo hombre, según lo dicho (a. 2, al 1.°), nadie juzgaría al Padre menor que el
no por la unidad del supuesto, sino en Hijo. Luego parece que hubiera sido más
cuanto convienen en algo uno. conveniente se encarnase la persona del
Al 3.° que la naturaleza divina y la hu- Padre que la del Hijo.
mana no se refieren en el mismo orden á 2.° El efecto de la Encarnación parece
una sola persona divina; sino que prime- ser cierta recreación (2) de la naturale-
ramente se compara á la misma natura- za humana, según estas palabras (Gralat.
leza divina, como que es una sola cosa num. 15), en Jesucristo nada vale, ni la
con ella ab ceterno; mas la naturaleza circuncisión ni el prepucio, sino la nueva
humana se compara posteriormente á la criatura.Pero la potencia de crear se
persona divina como tomada -ex tempore apropia al Padre. Luego hubiera sido
por la divina persona, no para que la más oportuno que se encarnase el Padre
naturaleza sea la misma persona, sino que el Hijo.
para que la persona de Dios subsista en 3." La Encarnación se ordena al per-
la naturaleza humana: porque el Hijo de don de los pecados, según aquello (Matth.
Dios es su deidad, pero no es su huma- 1, 21), llamarás su nombre Jesús, por-
nidad (1); y por. eso, para que la natu- que él salvará (3) á su pueblo de los pe-
. (1) V. sobre esto la C. 16, a. 5, y C 17, a. 1. (3) Según la significación de Salvador propia del nombre de
(2) Nueva creación ó restauración de la criatura. Jesús en lengua hebrea, y que en griego equivale á médico.
CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O VIII. 215
cados de ellos; mas la remisión de los raleza, por cuanto el Verbo es el concepto
pecados es atribuida al Espíritu Santo de la eterna sabiduría, de la que se deriva
(Joan. 20, 22), recibid el Espíritu San- todo saber humano (2) :'y por esto el
to; á los que perdonareis los pecados, hombre se perfecciona en la sabiduría, que
perdonados les serán. Luego era más es su perfección propia, según que es ra-
conveniente que se encarnase la persona cional, en el hecho de ser partícipe del
del Espíritu Santo que la persona del Verbo de Dios, como el discípulo se ins-
Hijo. truye recibiendo la palabra del maestro;
Por el contrario , dice el Damasceno según lo cual se dice (Eccli. 1,5), la fuente
(Orth. fid. 1. 3 , c. 1) : «en el misterio de de la sabiduría es el Verbo de Dios en las
»la Encarnación se ha manifestado la sa- alturas. Y así para la consumada per-
» biduría y virtud de Dios : la sabiduría, fección del hombre fue conveniente que se
» puesto que halló el secreto de pagar de uniese personalmente á la naturaleza hu-
» un modo convenentísimo la deuda difí- mana el Verbo mismo de Dios. 2.° Puede
» cil; la virtud, porque al vencido le hizo considerarse otra razón de esta conve-
3>nuevamente vencedor»: y , como la niencia por el fin de la unión, que es el
virtud y la sabiduría se apropian al Hijo, cumplimiento de la predestinación de los
según aquello (i Cor. 1, 24), Cristo vir- que han sido preordenados á la heredad
tud de Dios y sabiduría de Dios; sigúese celestial, que no es debida sino á los hijos,
que fue conveniente que se encarnase la según estas palabras (Rom. 8, 17), si
persona del Hijo. hijos, también herederos ; por lo que ha
Conclusión. Fue lo más conveniente sido conveniente que por aquel que es
que se encarnase la persona del Hijo ó hijo natural los hombres participasen de
Verbo por su mayor semejanza con la su filiación según la adopción, como dice
naturaleza humana. el Apóstol (ibid.)(29),á los que conoció
Responderemos, que fue lo más con- en su presciencia, á estos también pre-
veniente que se encarnase la persona destinó para ser hechos conformes á la
del Hijo : 1.° por parte de la unión (1), imagen de su Hijo. 3.° H a y otra razón de
porque se unen convenientemente las co- congruencia tomada del pecado de nues-
sas, que son semejantes; y de un modo tros primeros padres, al cual se aplica el
se observa cierta común conveniencia de remedio por medio de la Encarnación;
la persona del Hijo, que es el Verbo de pues el primer hombre había pecado ape-
Dios, con todas las criaturas ; porque el teciendo la ciencia, como lo prueban las
verbo del artista, esto es, su concepto, palabras de la serpiente, que le prometie-
es la semejanza ejemplar de las obras que ra la ciencia del bien y del mal: fue por
son hechas por él. Por consiguiente el lo tanto conveniente que fuera conducido
Verbo de Dios, que es su concepto eter- á Dios por el Verbo de la verdadera sa-
no, es la semejanza ejemplar de toda biduría el hombre, que se había alejado
criatura : por lo que, así como por la de él por el apetito desordenado de la
participación de esta semejanza las cria- ciencia.
turas han sido establecidas en sus propias Al argumento 1.° diremos•,que nada
especies, pero de una manera movible; h a y , de que no pueda abusar la malicia
asimismo fue conveniente que la criatura humana, cuando abusa aun de la bondad
fuese representada relativamente á su misma de Dios, según aquello (Rom. 2,4),
perfección eterna é inmutable por la ¿ ó menosprecias las riquezas de su bon-
unión del Verbo con ella, no participada dad? Por consiguiente, aunque la perso-
smo personal: porque, si un objeto de arte na del Padre se hubiera encarnado, el
se deteriora, el artista lo restaura por la hombre hubiese podido tomar de ahí oca-
forma del arte concebida, según la cual sión de algún error; como si el Hijo no
lo ha producido. De otro modo tiene una hubiera podido reparar la naturaleza hu-
conveniencia especial con la humana natu- mana.
Al 2.° que la primera creación de las
cosas fue hecha por el poder de Dios
(1) Considerada en sí misma ó en cnanto á los estrenaos
unidos.
Padre por medio del Verbo; por lo que
(2) Conforme á lo espuesto en la i." P. C. 34, a. 1. la recreación debió ser hecha mediante
216 CUESTIÓN III. — A R T Í C U L O VIII.
el Verbo por el poder de Dios Padre, don de los pecados se bace por el Espí-
para que esta correspondiera ala creación, ritu Santo como por don de Dios : por
según aquello ( n Cor. 5, 19), Dios es- lo tanto fue más conveniente para la jus-
taba en Cristo, reconciliando el mundo tificación de los hombres que se encar-
consigo. nase el Hijo, de quien el Espíritu Santo
Al 3.° que es propio del Espíritu Santo es don (1).
ser don del Padre y del Hijo; y el per-
CUESTIÓN IV.
Modo de la unión por parte de la naturaleza humana asumida.
Pasaremos á tratar de la unión por parte de lo asumido: 1.° acerca de lo que fue asumido por el
Verbo de Dios; 2.° De las (cualidades) coasuntas, que son las perfecciones y defectos : y, como el
Hijo de Dios tomó la naturaleza humana y sus partes, por eso acerca de lo 1.° ocurren tres con-
sideraciones: 1. en cuanto á la misma naturaleza humana; 2. en cuanto á sus partes; 3. en cuanto
a a a
al orden de la asunción.
Sobre lo 1.° examinaremos seis puntos: 1.° La naturaleza humana es más asumible por el Hijo de
Dios que alguna otra naturaleza?2.° Tomó la persona? 3." Tomó al hombre? 4.» Hubiera sido conve-
niente que tómasela naturaleza humana separada de todo individuo ? 3.° Lo hubiera sido que la to-
mase en cada uno de sus individuos? 6.° Lo hubiera sido que la tomara en algún hombre engen-
drado de la estirpe de Adán ?
4.° Competiendo á Dios la suma per- pias causas; mas no de lo que les con-
fección, tanto más semejante es algo á él, viene según las causas primeras y uni-
cuanto es más perfecto. Siendo pues el versales : como decimos que una enfer-
universo entero más perfecto que sus medad es incurable, no porque no pueda
partes, entre las que se encuentra la na- ser curada por Dios, sino porque no
turaleza humana ; el universo todo es puede serlo por los principios propios del
por lo misma más susceptible de ser asu- sujeto. De este modo pues se dice que
mido que la naturaleza humana. alguna criatura no es asumible, no para
Por el contrario, dícese (Prov. 8, 31) quitar algo á la potencia divina, sino
por boca de la sabiduría engendrada (1) para manifestar la condición de la cria-
mis delicias son estar con los hijos de los tura, que no tiene aptitud para esto.
hombres; y así parece que hay cierta Al 2.° que la semejanza de la imagen
congruencia en la unión del Hijo de Dios se considera en la naturaleza humana,
á la naturaleza humana. según que es capaz de Dios, esto es, lle-
Conclusión. Sola la naturaleza hu- gando hasta él por la propia operación
mana es asumible por el Hijo de Dios. del conocimiento y del amor; al paso
Responderemos, que algo se dice asu- que la semejanza de vestigio se consi-
mible como apto para ser asumido por dera solo según alguna representación
una persona divina; cuya aptitud no existente en la criatura por la impresión
puede entenderse según la potencia pa- divina ; pero no de que la criatura irra-
siva natural, que no se estiende á lo que cional, en la que existe tal semejanza,
escede el orden natural, sobre el cual se pueda llegar hasta Dios por sola su ope-
encuentra la unión personal de la cria- ración. Mas lo que no alcanza á lo me-
tura con Dios. Así que se dice algo asu- nor no tiene aptitud para lo que es ma-
mible según la congruencia con la unión yor ; como el cuerpo, que no es apto
predicha ; la que se considera bajo dos para ser perfeccionado por el alma sen-
aspectos en la naturaleza humana; esto sitiva, lo es mucho menos para serlo por
es, según su dignidad y necesidad : se- la intelectiva: y mucho mayor y más
gún la dignidad, puesto que la natura- perfecta es la unión á Dios según el ser
lezo humana, en cuanto es racional é in- personal, que la que es según la opera-
telectual, es naturalmente apta para lle- ción. Así que la criatura irracional, que
gar en alguna manera al Verbo mismo es incapaz de ser unida á Dios por la ope-
por su operación, esto es conociéndole y ración, no tiene congruencia para serle
amándole ; y según la necesidad, porque unida según el ser personal (3).
tenía necesidad de reparación, por cuanto Al 3.° que algunos dicen que el ángel
estaba sometida al pecado original. Es- no es susceptible de ser asumido, porque
tas dos cosas convienen á solo la natura- desde el principio de su creación es per-
leza humana ; porque á la criatura irra- fecto en su personalidad, por no estar so-
cional falta la dignidad conveniente, y á metido á la generación y corrupción ; y
la naturaleza angélica la conveniencia de de consiguiente no podría ser asumido á
la necesidad predicha. Luego dedúcese la unidad de persona divina, á menos
que sola la naturaleza humana es asu- que su personalidad no fuese destruida:
mible (2). lo cual ni conviene á la incorruptibilidad
Al argumento 1.° diremos, que las de su naturaleza, ni á la bondad del asu-
criaturas toman su peculiar denomina- mente, á la que no está bien que cor-
ción de lo que les compete según sus pro- rompa algo de la perfección en la cria-
(1) A la Increada parecen referirse las palabras aducidas; diciendo que « todo e s o , igualmente indigno de D i o s , le es
pero la Iglesia las aplica singularmente al Hijo de Dios como » no obstante igualmente posible ».
procedente del Padre y aun en concepto de humanado, y tam- (3) Sin que por eso repugne en absoluto la tal unión, así
bién a la Madre de Cristo en los Oficios de sus festividades. como el Verbo continuó hipostáticamente unido á su cadáver
(2) Por el Hijo ó por cualquiera de las tres personas divi- insensible é irracional durante su permanencia en el sepul-
nas y entendiéndose por razones de decoro ó congruencia, y cro , comunicándole en la manera posible su personalidad, no
no de cualquier modo en absoluto ; pues bien podría Dios en concepto de t a l , sino bajo la razón de subsistencia consti-
asumir otra cualquiera naturaleza creada, por más indigno de tutiva de supuesto ó individualidad, por no ser capaz de de-
él que á nosotros nos parezca, como argüía Tertuliano (1. De nominarse persona propiamente la criatura irracional, según
carne Chrisii, c. 4) á Marcion, é insinúa también San Gregorio oportuna é ingeniosamente observa Billuart.
Niseno en su Discurso catequético 17, llamado Magno (c. 27)
218 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULOS I Y II.
tura asumida. Pero esto no parece escluir que «Dios asumió la naturaleza del hom-
totalmente la conveniencia de la asun- » bre, no la persona ».
ción de la naturaleza angélica : porque Conclusión. El Hijo de Dios de nin-
Dios, produciendo una nueva naturaleza gún modo asumió persona humana.
angélica, puede unírsela en unidad de Responderemos, que algo se dice ser
persona ; y así nada alteraría de lo pre- asumido, porque es tomado para algo; por
existente en ella. Mas según lo dicho consiguiente lo que es asumido es preciso
falta la conveniencia de parte de la ne- que se preentienda á la asunción, como
cesidad ; porque, aunque la naturaleza lo que es movido localmente se entiende
angélica esté sometida al pecado en al- anterior al movimiento mismo. Mas la
gunos, su pecado empero es irremedia- persona no se preentiende en la natura-
ble (1), como se ha demostrado en la 1. a
leza humana á la asunción, sino que más
Parte (C. 64, a. 2). bien se ha como su término, según se ha
Al 4.° que la perfección del universo dicho (C. 3 , a . I y 2 ) : porque, si se pre-
no es la perfección de única persona ó su- entendiera, ó sería preciso que se corrom-
puesto, sino de lo que es uno en posición piera, y así en vano sería asumida, ó que
ú orden, cuyas múltiples partes no sOn permaneciese después de la unión, y en-
asumibles, según lo dicho (aquí y al 1.°). tonces serían dos personas, una la del
Luego precisamente solo la naturaleza asumente y otra la asumida; lo cual es
humana es asumible. erróneo (3), como se ha demostrado (C.
2, a. 6). Sigúese pues que de ningún modo
ARTÍCULO II. — E I m j o c í e n n o s asu- el Hijo de Dios asumió persona humana.
mió persona ? $)
Al argumento 1.° diremos, que el Hijo
1.° Parece que el Hijo de Dios asumió de Dios asumió la naturaleza humana en
persona : porque dice el Damasceno (1. 3, el átomo, esto es, en el individuo, que no
c. 11) que «el Hijo de Dios tomó la na- es cosa distinta del supuesto increado, que
turaleza humana en el átomo, esto es, es la persona del Hijo de Dios. Luego no
» en el individuo»; y el individuo de se sigue que fuese asumida persona.
naturaleza racional es persona, como Al 2.° que á la naturaleza asumida no
consta por Boecio (lib. De duab. nat.). le falta su propia personalidad por causa
Luego el Hijo de Dios asumió persona. del defecto de algo que pertenezca á la
2.° Dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3, perfección de la humana naturaleza; sino
c. 6) que « el Hijo de Dios asumió las por la adición de algo, que es superior á
» cosas, que plantó en nuestra naturale- la humana naturaleza, cual es la unión á
» za »; y en ella plantó la personalidad : la persona divina.
luego el Hijo de Dios asumió la persona. Al 3.° que la consunción no implica
3.° Nada es consumido sino lo que allí destrucción de algo que antes exis-
existe, é Inocencio I I I dice en una de- tiera, sino el impedimento de lo que pu-
cretal (Paschas. Diac. 1. 2 , De Spiritu diese existir de otra manera: porque, si
Sancto, c. 4 , y concilio de Francfort, la naturaleza humana no hubiera sido
año 794, epist. ad episc. Gallise, tom. 7 asumida por la persona divina, la natu-
Conc.) que «la persona de Dios consu- raleza humana tendría su propia persona-
»mió la persona del hombre ». Luego lidad; y por tanto se dice que la persona
parece que la persona del hombre fue to- consumió á la persona, aunque impropia-
mada primero. mente, puesto que la persona divina im-
Por el contrario, dice San Agustín pidió por su unión que la naturaleza hu-
(Pulgentius) (lib. De fid. ad Petr. c. 2) mana tuviera su propia personalidad.
(1) No en absoluto, sino convenientemente según el modo » no fue uno solo sino muchos ». No hay para qué repetir que
de la divina Providencia ; y ademas porque ol ángel cayó por tales errores fueron ya anatematizados como heréticos por los
su propia voluntad y el hombre por voluntad ó instigación Concilios 5.° y 6.° ecuménicos y por los de Calcedonia y Flo-
ajena, siendo este por lo mismo más digno de misericofdia, rencia en tiempo de Eugenio IV, toledano 6.° y uvormaciense
Drioux. ó wormense, declarando este que « el Hijo de Dios no tomó
(2) De haber sido así resultarla la Trinidad convertida en » persona de hombre, sino naturaleza humana » , ademas de
cuaternidad , s e g ú n dice el concilio 6." de Toledo (can. 1) ¡ y la espresa y repetida condenación de Nestorio, de la que ya
en efecto los herejes llamados chancinzarios admitían en Cristo se ha hablado.
dos personas, « una que padeció y otra aparte mera especta- (3) Y herético.
« dora de la Pasión»; como los eleeséos pretendían que «Cristo
C U E S T I Ó N I V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 219
(1J Según la doctrina de los concilios de Efeso, 5.° de Cons- (2) Coincidiendo con la herejía de Nestorio.
tantinopla y de Calcedonia no debe decirse que el Verbo tomó (3) « No asumió al hombre, sino que se hizo hombre », dice
al hombre, y sí más bien con San Cirilo (nota 3) que «se hizo S. Cirilo á Valeriano; y lo repite refutando á Teodoreto, que
• hombre»; por más que los S S . PP. y aún la Iglesia mis- defendía á Nestorio.
ma usen impropiamente alguna vez aquella locución en el pia- (4) Que así considerada no es otra cosa que la naturaleza
doso sentido, en que se interpreta ( a l l . ° ) en conformidad con común de todos los hombres, en cuyo concepto no tiene otra
e
l papa Julio y con el Símbolo constantinopolitano. existencia que la intelectual á nuestro modo de entender.
220 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULO IV.
2.° E n t o d a s l a s c o s a s l o q u e e s l o m á s l a m a t e r i a s e n s i b l e , q u e f o r m a p a r t e de
noble debe atribuirse á D i o s ; y en cada su definición, c o m o las c a r n e s y los hue-
g é n e r o l o q u e e x i s t e per se e s l o m á s p r i n - sos e n l a definición d e l h o m b r e . P o r con-
cipal : luego el H i j o de Dios debió asu- siguiente no puede ser q u e la naturaleza
m i r a l h o m b r e per se; e l c u a l s e g ú n l o s h u m a n a e x i s t a f u e r a d e l a m a t e r i a sensi-
p l a t ó n i c o s ( A r i s t . M e t . 1. 1, t . 6 y 25) e s b l e . Si n o o b s t a n t e fuese subsistente de
la misma naturaleza h u m a n a separada de este modo la naturaleza humana, no hu-
los individuos. L u e g o el H i j o d e D i o s biera sido conveniente que el Verbo de
debió asumir esta. Dios la tomase: 1.° p o r q u e e s t a a s u n -
3.° L a n a t u r a l e z a h u m a n a n o e s a s u - c i ó n t i e n e p o r t é r m i n o l a p e r s o n a , y es
m i d a p o r el H i j o de D i o s , s e g ú n se sig- c o n t r a r i o á l a r a z ó n d e f o r m a c o m ú n el
nifica e n c o n c r e t o p o r e s t e n o m b r e homo, q u e e x i s t a e n u n a p e r s o n a , d a d o q u e se
c o m o s e h a d i c h o ( a . 3) ; s i n o q u e s e s i g - i n d i v i d u a l i z a e n e l l a ; 2.° p o r q u e á la
nifica , s e g ú n q u e e s t á e n los i n d i v i d u o s , n a t u r a l e z a c o m ú n n o p u e d e n atribuirse
c o m o se infiere d e lo dicho (ibid.). L u e g o sino operaciones c o m u n e s y universales,
el H i j o de Dios asumió la n a t u r a l e z a h u - s e g ú n l a s q u e e l h o m b r e n o m e r e c e ni
m a n a , según q u e está s e p a r a d a d e los d e s m e r e c e ; n o o b s t a n t e q u e a q u e l l a asun-
individuos. c i ó n f u e h e c h a , p a r a q u e e l H i j o de
Por el contrario, d i c e e l D a m a s c e n o D i o s t o m a d a l a n a t u r a l e z a m e r e c i e s e por
( O r t h . fid.l. 3 , c. 11): « D i o s , V e r b o e n - n o s o t r o s ; 3.° p o r q u e l a n a t u r a l e z a así
» carnado,no asumió aquella naturaleza, e x i s t e n t e n o es sensible sino inteligible; y
» q u e es c o n s i d e r a d a p o r l a p u r a c o n t e m - el H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a l e z a hu-
» placion; pues esta no sería encarnación, m a n a , p a r a a p a r e c e r e n e l l a v i s i b l e á los
» s i n o d e c e p c i ó n ó ficción d e e n c a r n a - h o m b r e s , s e g ú n a q u e l l o ( B a r u c h , 3 , 38),
c i ó n » (1). P e r o l a n a t u r a l e z a h u m a n a , después de esto fue visto en la tierra y
según que está separada ó abstraida de conversó con los hombres. A s i m i s m o t a m -
los i n d i v i d u o s , s e c o n s i d e r a e n l a c o n - bién no pudo ser tomada la naturaleza
templación desnuda; puesto que « no humana por el Hijo de Dios , según que
» subsiste s e g ú n sí m i s m a » , como dice el existe en el entendimiento divino; p o r q u e
m i s m o D o c t o r . L u e g o el H i j o d e D i o s a s í n o e s o t r a c o s a q u e l a n a t u r a l e z a di-
no tomó la naturaleza humana, según v i n a , y p o r e s t e m o d o e s t a r í a desde
que está separada de los individuos. ab-aterno e n e l H i j o d e D i o s l a n a t u r a -
Conclusión. Sí la naturaleza humana l e z a h u m a n a . Tampoco conviene decir
subsistiese p e r s e independientemente de que el Hijo de Dios asumió la naturaleza
todos los individuos [ 1 ] , no habría po- humana, según que está en el entendi-
dido ser convenientemente asumida por el miento humano: p o r q u e e s t o n o s e r í a otra
Verbo de Dios; corno ni pudo serlo [ 2 ] c o s a q u e e l e n t e n d e r s e q u e a s u m í a l a na-
cual existe en el entendimiento divino, ni t u r a l e z a h u m a n a ; y a s í , si n o l a a s u m í a
debe decirse que lo fue [3] cual se halla e n l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s , e l entendi-
en el humano. m i e n t o s e r í a f a l s o , n i s e r í a o t r a c o s a esta
Responderemos, q u e l a n a t u r a l e z a d e l a s u n c i ó n d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a que
h o m b r e ó de cualquiera otra cosa sensi- u n a ficción d e l a e n c a r n a c i ó n , c o m o dice
ble, fuera del ser que tiene en los singu- el D a m a s c e n o (ibid.).
lares , puede entenderse de dos modos: A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l Hijo
1.° c o m o t e n i e n d o e l s e r p o r s í m i s m a d e D i o s e n c a r n a d o e s e l S a l v a d o r común
f u e r a de l a m a t e r i a ; s e g ú n s u p u s i e r o n l o s d e t o d o s l o s h o m b r e s ; n o p o r l a comuni-
p l a t ó n i c o s ; 2.° c o m o e x i s t i e n d o e n e l d a d d e l g é n e r o ó d e l a e s p e c i e , q u e se
entendimiento, y a h u m a n o y a divino. a t r i b u y e á l a n a t u r a l e z a s e p a r a d a d e los
Per se n o p u e d e s u b s i s t i r , c o m o l o p r u e b a i n d i v i d u o s , s i n o p o r c o m u n i d a d d e causa,
e l F i l ó s o f o ( M e t . 1. 7, t . 26, 27, 39, 51 s e g ú n q u e e l H i j o d e D i o s e n c a r n a d o es
y sig.); puesto que á la naturaleza de la l a c a u s a u n i v e r s a l d e l a s a l v a c i ó n hu-
especie d e las cosas sensibles p e r t e n e c e mana.
A l 2.° q u e e l h o m b r e per se n o s e en-
(i) Puesto que en tal concepto no tiene ser real y en acto,
según lo dicho en la nota precedente, y el Verbo no tendría
c u e n t r a e n l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s , de
unida á sí la carne, sino solo ficticia ó imaginariamente. m o d o q u e e x i s t a f u e r a d e l o s singulares,
C U E S T I Ó N IV. — A R T Í C U L O S IV Y V . 221
como supusieron los platónicos ; aunque (Orth. fid. 1. 3 , c. 11) que « el Hijo de
algunos digan que Platón no entendió » Dios no tomó la naturaleza humana,
que exista el hombre separado, sino en B que se considera en la especie, pues ni
el entendimiento divino (1) : y así no » asumió todas sus hipóstasis».
convino que fuese tomado por el Verbo, Conclusión. No convino que la natu-
puesto que le estuvo presente ab aterno. raleza humana fuese asumida por el
Al 3.° que, aunque la naturaleza hu- Verbo en todos sus individuos ó en las hu-
mana no sea tomada en concreto, de manidades distribuidas en cada uno de
modo que se preentienda el supuesto á la sus supuestos singulares.
asunción ; sin embargo ha sido tomada Responderemos, que no fue conve-
así en el individuo, puesto que lo ha sido niente que la naturaleza humana fuese
para existir en él. asumida por el Verbo en todos sus su-
puestos: 1.° porque sería destruida la
ARTÍCULO V. — * E I HIJO de n i o s de- multitud de supuestos de la humana na-
bió (2) asumir l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n todos turaleza , que le es connatural; pues, co-
los Individuos ? mo en la naturaleza tomada no hay lu-
gar á considerar otro supuesto fuera de la
1.° Parece que el Hijo de Dios debió persona asumente, según lo dicho (a. 3);
asumir la naturaleza humana en todos si no hubiese naturaleza humana sino asu-
los individuos: porque lo que primera- mida (4), seguiríase que no existiría sino
mente y per se es tomado es la natura- un solo supuesto de la naturaleza humana,
leza humana; y lo que conviene per se á que es la persona asumente; 2.° porque
alguna naturaleza conviene á todos los esto derogaría la dignidad del Hijo de Dios
existentes en la misma naturaleza. Luego encarnado, según que es el primogénito
fue conveniente que la naturaleza hu- entre muchos hermanos conforme á la
mana fuese asumida por el Verbo de naturaleza humana, como lo es de toda
Dios en todos sus supuestos. criatura (5) según la divina; pues en-
2.° La Encarnación divina provino de tonces todos los hombres serían de igual
la caridad divina, por lo cual se dice dignidad ; 3.° porque es conveniente que,
(Joan. 3 , 16), de tal manera amó Dios así como un solo supuesto divino se en-
al mundo, que dio á su Hijo unigénito. carnó, así tomase una sola naturaleza
Pero la caridad hace que alguno se co- humana, para que de ambas partes se
munique á los amigos cuanto es posible; encuentre la unidad.
y fue posible al Hijo de Dios tomar va- Al argumento 1.° diremos, que ser
rias naturalezas humanas (3) según lo asumida conviene á la naturaleza huma-
dicho (C. 3 , a. 7), y por igual razón to- na considerada en sí, esto es, porque no
das. Luego fue conveniente que el Hijo la conviene por razón de la persona, como
de Dios tomase la naturaleza humana en á la naturaleza divina la conviene asu-
todos sus supuestos. mir por razón de la persona ; mas no la
3.° El sabio operador perfecciona su conviene secundum se, como pertenecien-
obra por la vía más breve, que le es posi- te á sus principios esenciales, ó como
ble; y el camino hubiera sido más breve, propiedad suya natural, por cuyo modo
si todos los hombres hubieran sido asu- convendría á todos sus supuestos.
midos á la filiación natural que el que Al 2.° que el amor de Dios á los hom-
por un solo hijo natural sean admitidos bres se manifiesta, no solo en la asun-
muchos á la adopción de hijos, como se ción misma de la naturaleza humana,
dice (Galat. 4 ) . Luego la naturaleza sino principalmente por lo que ha sufrido
humana debió ser tomada por el Hijo de en la naturaleza humana por los otros
Dios en todos los supuestos. hombres, según aquello (Rom. 5, 8), Dios
Por el contrario, dice el Damasceno hace brillar su caridad en nosotros, por-
(1) Como todas las ideas de los demás seres según s u teoría. algun manuscrito. Así con razón lo repone Nicolai.
(!) Congruentemente, no por débito de necesidad impres- (4) Es decir, si no hubiese naturaleza alguna humana ó h u -
cindible. manidad singular, que individual y personalmente no hubiera
(3) No de hombres (hominum), cual se ve en la áurea y al- Dios asumido,. -.
guna otra edición; y mucho menos naturas homo in una en (5) Coloss. 1, 15.
222 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULOS V Y VI.
que, aun cuando éramos enemigos, murió 3> sido vencido, por quien venciese al ene-
Cristo por nosotros; l o q u e n o h u b i e r a » migo del género humano » ; y e s t o p o r
t e n i d o l u g a r , si h u b i e s e t o m a d o l a n a t u - t r e s r a z o n e s : 1. porque parece pertene-
a
1." El Hijo de Dios debió asumir un cuerpo verdadero ? — 2.° Debió asumir un cuerpo terreno , esto
es, la carne y la sangre ? — 3.° Asumió el alma ? — 4.° Debió asumir el entendimiento ?
ARTÍCULO I . — E I H I J O c i e m o s d e b i ó » e n g a ñ ó , n o es l a v e r d a d . P e r o Cristo
asumir verdadero cuerpo ? (1) » es l a v e r d a d . L u e g o s u cuerpo n o fue
» u n fantasma ». E s pues así evidente
1.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s n o a s u - que asumió u n cuerpo verdadero.
mió u n c u e r p o v e r d a d e r o : p o r q u e s e d i c e Conclusión. Nació el Hijo de Dios con
( P h i p p . 2) que fue hecho á semejanza de verdadero cuerpo, y no putativo ó imagi-
los hombres; y l o q u e e s s e g ú n l a v e r - nario.
dad n o s e d i c e s e r s e g ú n l a s e m e j a n z a . Responderemos q u e , s e g ú n s e d i c e
Luego el H i j o d e D i o s n o t o m ó u n cuer- ( l i b . D e e c e l e s . D o m a g t . (3) c a p . 2),
po v e r d a d e r o . del Hijo de Dios nació, no putativamente,
2.° L a a s u n c i ó n d e l c u e r p o (2) e n n a d a x> como teniendo un cuerpo imaginario,
derogó l a d i g n i d a d d e l a d i v i n i d a d , p u e s » sino un cuerpo verdadero 3>; s o b r e l o
dice el P a p a L e ó n ( s e r m . D e n a t i v . 1) cual pueden aducirse tres razones : l a 1 . a
(1) Contra el error de los maniquéos y marcionitas y de mente ficticias y estériles l a Encamación y la' redención.
Cerdon y Colorbosio con Simón, Basílides, Saturnino y todos V. la nota 1 de la página 177.
los gnósticos y otros herejes posteriores, que solo reconocían (2) Algunos leen hmnanitatis en lugar de corporis, sin duda
en Cristo un cuerpo fantástico y aparente óaéreo, n o d e carne, por el contraste con divinilatis ; pero más comunmente corporis.
asegurando por lo mismo que no era verdadero hombre : los (3) Obra de Genadio,, con cuyo nombre la cita el mismo
Concilios de Nicéa y Efeso, Constantinopla y Calcedonia, Flo- Santo Tomás en su Cadena áurea de acuerdo con el papa Adria-
rencia y i.o de Toledo con otros muchos posteriores han do- n o , Alger y Walfrido Estrabon , autor hereje y posteriora
tando unánime y constantemente l a realidad del cuerpo de San Agustín, á quien otros infundadamente la atribuyen;
«estro Señor Jesucristo, sin la que habrían sido completa- pero que en este punto nada tiene no católico.
224 CUESTIÓN V. — ARTÍCULOS I Y II.
flj Ya queda anotado antes de ahora que el citado libro no « a l g u n a » ; como Apolinar y los menotilas pretendían que
es de San Agustín, sino de San Fulgencio, bajo cuyo nombre « no tonyi carne nueva, sino que y a antes de bajar la tenía en
lo cita Bertrán en su libro De corpore el sanguine Domini, t. 40 » el cielo de la sustancia misma del Padre » : errores anatema-
bibliotheca Palrum. tizados por Eugenio IV en el Concilio de Florencia y por los
(2j Como el de los demás hombres : contra la herejía de Va- de Efeso l . ° ( c m . 1) y 5.° de Constantinopla [cap. 6), al definir
lentín, quien decía que «Cristo enviado por el Padre trajo que « Cristo es verdadero Hijo según la carne de la Santa y
» consigo un cuerpo celeste, pasando con él por la Virgen gloriosa Virgen María.
«[como por un resquicio ó acueducto, sin tomar de ella carne
C U E S T I Ó N V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 225
fl) Más bien algún nial compilador de sus escritos, por lo » alma ', vino á concedérsela después pero sin entendimiento,-
1"°c l
diálogo se tiene por supositicio.
l a l
diciendo que « el Verbo hacíalas veces de este » : condenados
-) Obispo de Alejandría (episl. Pasch. p. 2, act. 1). uno y otro por los concilios 1.° de Efeso {can. 13) y romano en
(•) Contra Arrio y Apolinar, quien sin embargo, retrac- tiempo de San Dámaso y por los de Calcedonia y de Florencia.
tando su primitivo error de que « el Hijo de Dios no tenía V. la nota 1 de la página 219.
SUMA. TEOLÓGICA.—TOMO I V . 15
226 CUESTIÓN V . — ARTÍCULO III.
m e n t o ( I s . 1, 1 4 ) , vuestras calendas y t e s i e s c o n t r a r i a á l a v e r d a d m i s m a de la
vuestras solemnidades las aborrece mi E n c a r n a c i ó n ; p o r q u e l a c a r n e y l a s de-
alma; P e r o , c o m o d i c e S a n A g u s t í n m a s p a r t e s d e l h o m b r e d e b e n s u especie
( Q q . 1. 83, q . 80), l o s e v a n g e l i s t a s r e f i e - a l a l m a . P o r c o n s i g u i e n t e , s u p r i m i d a el
ren en sus narraciones q u e Jesús se a d - a l m a , n o h a y h u e s o ó c a r n e , s i n o en sen-
miró y se enojó y c o n t r i s t ó , y q u e t u v o t i d o e q u í v o c o , c o m o c o n s t a p o r el Filó-
h a m b r e , hechos que demuestran que tuvo sofo ( D e a n . 1. 2, t . 9 ; y M e t . 1. 7, t . 34).
alma verdadera, c o m o e l q u e c o m i ó y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , cuando
durmió y se fatigó prueban h a b e r tenido s e d i c e Verbum caro factum est,\& carne
v e r d a d e r o c u e r p o ; p u e s d e o t r o m o d o , si s e t o m a p o r t o d o e l h o m b r e , c u a l si se
se t o m a n estas cosas e n sentido m e t a f ó - d i j e r a Verbum homo factum est, c o m o en
rico bajo el pretesto d e q u e se leen otras e f e c t o s e d i c e ( I s . 40, 5), verá toda carne
semejantes de Dios en el antiguo T e s t a - al mismo tiempo lo que habló la boca del
m e n t o , s e d e s t r u i r á l a fe d e l a n a r r a c i ó n Señor; y t o d o e l h o m b r e e s significado
e v a n g é l i c a ; porque u n a cosa es lo q u e se p o r l a c a r n e , p u e s t o q u e , c o m o se dice
. a n u n c i a p r o f é t i c a m e n t e e n figuras, y o t r a e n l a s p a l a b r a s c i t a d a s , p o r l a c a r n e se
lo q u e s e ha e s c r i t o h i s t ó r i c a m e n t e pol- h i z o v i s i b l e e l H i j o d e D i o s , p o r l o que
los E v a n g e l i s t a s s e g ú n l a p r o p i e d a d d e s e a ñ a d e , y vimos su gloria; ó porque,
las cosas. 2. E l susodicho e r r o r d e s t r u y e
a
c o m o o b s e r v a S a n A g u s t í n ( Q . 1. 83, <\-
C U E S T I Ó N V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 227
1
I ) No i efectivamente ó de hecho, sino formalmente.
s o 0 sámente condenado por Clemente V en el concilio de Viena y
№ C. 2, a. 5, al 2.» por E ugenio IV en el de Florencia, como también por el
(3) Terminante é intencional refutación del error de Apo 1.° de Toledo contra los priscilianistas.
nar mencionado en la nota 3 de la página 225, y más espre (4) V . la nota 1 de la página 224.
228 CUESTIÓN V. — ARTÍCULO IV.
1." El Hijo de Dios tomó la carne mediante el alma? 2.° Tomó el alma mediante el espíritu (5) ó
la mente? 3.° Fue tomada antes por el Verbo el alma que la carne? 4.° La carne de Cristo fue antes
tomada por el Verbo que unida al alma? 5.° Toda la naturaleza humana fue tomada 'por medio de
sus partes? 6." Lo fue mediante la gracia ? • 4
la carne p o r m e d i o d e l a l m a .
e l g r a d o d e d i g n i d a d , c o m o d e c i m o s ser
3.° S e p a r a d o e l m e d i o , s e p á r a n s e l a s
los ángeles medios entre los hombres y
cosas q u e p o r é l s e u n e n , c o m o q u i t a d a
D i o s ; 2. s e g ú n l a r a z ó n d e l a c a u s a l i -
a
la superficie c e s a r í a e l c o l o r d e l c u e r p o ,
d a d , cual se dice existir u n a causa m e -
que e s t á u n i d o á é l p o r l a superficie.
dia e n t r e l a p r i m e r a y e l ú l t i m o e f e c t o .
Pero, s e p a r a d a e l a l m a p o r l a m u e r t e , a ú n
E s t e s e g u n d o orden e s c o n s i g u i e n t e e u
queda l a u n i ó n d e l V e r b o á l a c a r n e ,
a l g ú n m o d o al primero ; p u e s , como dice
como d e s p u é s s e d e m o s t r a r á ( C . 5 0 , a. 2
S . D i o n i s i o ( D e d i v . n o m . c. 4, l e c t . 3, un-
(1) Cronológico ó de tiempo. te se tomaba en general como sinónima de esencia.
(2) En su más estricta y perfecta significación, sin distin- (4) Opinión común entre los escolásticos, tomada de San
guirlo de la m e n t e , en cuanto se refiere á la parte inferior, Agustín y de San Juan Damasceno, de la que únicamente
y en el sentido mismo en que habla el Apóstol (i Cor. 14,15). disiente Durando, y espresamente consignada en el edicto de
(3) Sogun el UBO adoptado posteriormente e n la Iglesia con Constantino Pogonato aprobado por León 11 y por el 6.° Sino-
arreglo á la interpretación de los g r i e g o s ; pues antiguamen- do (act. 13).
230 CUESTIÓN VI. — A R T Í C U L O S I Y II.
plic. ; y c 12 y 13. Coelest. hier.), « Dios al Verbo de Dios el alma que el cuerpo.
» obra en las cosas que le están más re- Al 3 . ° que nada impide que algo sea
»motas por medio de las que le están causa de alguna cosa respecto á su apti-
» más próximas ». Así pues, si atende- tud y conveniencia ; lo cual suprimido,
mos al grado de dignidad, el alma ocupa sin embargo no se quita aquello : porque,
el medio entre Dios y la carne, y según aunque el ser hecha alguna cosa depende
esto puede decirse que el Hijo de Dios de algo; no obstante, una vez que ya lo ha
unió á sí la carne mediante el alma; mas sido, ya no depende de ello; como, si en-
también según el orden de causalidad el tre algunos es causada la amistad por al-
alma misma es en algún modo causa de gún intermediario, separado este aún
la carne, que debía unirse al Hijo de queda la amistad : asimismo, si se toma
Dios : pues no sería asumible, sino por el una mujer en matrimonio á causa de su
orden que tiene con respecto al alma ra- belleza, la cual en esta hace conveniente
cional, de la que le proviene el que sea la unión conyugal, persevera esta toda-
carne humana ; porque se ha dicho (C. vía, aunque desapareza la hermosura.
4, a. 1) que la naturaleza humana es De igual modo, separada el alma, sub-
asumible con preferencia á las demás. siste la unión (2) del Verbo á la carne.
Al argumento 1.° diremos, que se pue-
den considerar dos órdenes entre la ARTÍCULO I I . — ¿ E I HIJO de DIOS tomó
criatura y Dios : 1.° según que las cria- el a l m a mediante el espíritu (3) ó l a mente?
turas son causadas por Dios y dependen
de él como del principio de su ser ; y así l.° Parece que el Hijo de Dios no
por la infinidad de su virtud Dios influye tomó el alma mediante el espíritu : por-
inmediatamente sobre toda cosa, causán- que lo mismo no constituye un medio en-
dola y conservándola ; y á esto pertenece tre sí mismo y alguna otra causa; y el
el estar Dios inmediatamente en todas espíritu ó la mente no es distinto en
por esencia, presencia y potencia (1) ; esencia del alma misma, como se ha de-
2.° empero hay otro orden, según el cual mostrado (P. 1. C. 77, a. l , a l l . ° ) .
a
las cosas se reducen á Dios como á su Luego el Hijo de Dios no asumió el alma
fin, y en cuanto á esto se halla un medio mediante el espíritu ó la mente.
entre la criatura y Dios : puesto que las 2.° Aquello, mediante lo cual es he-
criaturas inferiores se reducen á Dios por cha la asunción, parece ser más asumible;
medio de las superiores, como dice San y el espíritu ó la mente no es más asu-
Dionisio (lib. Ecclesiast. hie?arch. c. 5): mible que el alma, de lo cual es prueba
y á este orden pertenece la asunción de que los espíritus angélicos no son asumi-
la naturaleza humana por el Verbo de bles, según lo ya dicho (C. 4 , a. 1).
Dios, que es el término de la asunción; Luego parece que el Hijo de Dios no to-
y por esto se une á la carne por medio mara el alma mediante el espíritu.
del alma. 3 . ° El posterior es tomado por el pri-
Al 2.° que, si la hipóstasi del Verbo mero mediante el anterior; y el alma de-
de Dios se constituyese en general por la signa la esencia misma, que es natural-
humana naturaleza, seguiríase que el mente antes que su potencia misma, que
cuerpo le estaría más próximo, por ser la es la mente. Luego parece que el Hijo
materia, la cual es el principio de indivi- de Dios no asumió el alma mediante el
duación ; como también el alma, que es espíritu ó la mente.
la forma específica, se halla más cerca Por el contrario, dice San Agustín
de la naturaleza humana. Pero, como la (lib. De agone christ. c. 18) ; «la invi-
hipóstasi del Verbo es anterior y más » sible é inconmutable verdad tomó el
elevada que la naturaleza humana, tanto » alma por medio del espíritu, y el cuerpo
más próximo á ella se halla lo que hay » por medio del alma.»
en la naturaleza humana, cuanto es más Conclusión. El Verbo de Dios asumió
eminente : y por tanto más próxima está el alma humana mediante el espíritu ó
(1) S e g ú n lo espuesto en la 1 .* P. C. 8, a 3 . (3) En concepto de parte superior o intelectiva del ánima;
- '2J Inmediata y con independencia de su información por entendiéndose por esta sus potencias inferiores, según so
el alma. colige de la solución al 3.°
C U E S T I Ó N V I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 231
entendimiento, como la carne mediante el asumida por el Verbo antes que la carne:
alma. porque el Hijo de Dios tomó la carne
Responderemos, que según lo espuesto mediante el alma, según queda dicho
(a. 1) « se dice haber tomado el Hijo (a. 1); y antes se llega al medio que al
» de Dios la carne mediante el alma», estremo. Luego el Hijo de Dios asumió
ya á causa del orden de dignidad, ya antes el alma que el cuerpo.
también por la conveniencia de la asun- 2.° El alma de Cristo es más digna
ción. Ambas cosas se encuentran, si que los ángeles, según aquello (Ps. 96,
comparamos el entendimiento, que se 8), adoradle todos sus ángeles. Pero los
llama espíritu, á las demás partes del ángeles fueron creados desde el principio,
alma ¿ pues el alma no es asumible según como se ha demostrado (P. 1. C. 4 6 , a. a
(1) V. la nota 1 de la página 218. (act. 11} de Constantinopla según la carta de Sofronio pa-
(2) Nicéforo Calisto (1.17, c. 2S) atribuye á Orígenes ó Ada- triarca de Jerusalen á este ú l t i m o , y por el papa León I
mando el error de que « el alma de Cristo existia y a en el (epist. 11) escribiendo á Julián obispo de Coa, ciudad de la
*M ' .
6 0
^
a n t e s
' e s e al cuerpo en el seno de la Virgen
u e s c u n
Arabia feliz.
»María >, condenado como herético por los Sínodos 5.° y C.° (3) La V u l g a t a dice gloHam ejus en lugar de eum.
232 CUESTIÓN VI.—ARTÍCULOS III Y I V .
(1J Ó sea, Tratado sobre los principios. consta de la epístolade S. Cirilo á Westorio muy recomendada
(2) V. adelante la C. 33, a. 2. por el de Calcedonia ; como también por Eugenio IV en el de
(3) La respuesta afirmativa está condenada como herética Florencia.
por los concilios 5." de Constantinopla y 1." de Efeso, según
CUESTIÓN VI.—ARTÍCULO IV Y V . 233
l't) Predispuesta la materia á recibirla. (4) Precisamente al contrario , es decir , tomó las partes
(2) No como repugnante en absoluto á su esencia, sino úni- (cuerpo y alma) mediante el todo (la humanidad ó naturaleza
camente á su condición ó estado natural. humana): así lo declaró Eugenio IV én el Concilio d e Flo-
P) En el concepto común, según el cual todo fue hecho por rencia y queda ya previamente demostrado en principio
»1 Verbo f no en el peculiar de la unión lupostática en la E n - ( C 4 , a. 6.).
carnación,
Í3i CUESTIÓN VI. —ARTÍCULOS V Y VI.
diante el alma, porque esta es más seme- En la Encarnación conviene atender so-
jante á Dios que el cuerpo. Siendo em- bre todo al orden, que proviene de parte
pero las partes de la naturaleza humana del agente ; puesto que, como dice San
más simples que el cuerpo, parecen ser Agustín (epist. ad Volusian. 137 ó 3),
más semejantes á Dios, que es simplicí- « en tales cosas toda la razón del hecho
simo, que el todo. Luego tomó el todo » es la potencia del que las hace ». Es
mediante las partes. evidente empero que según la intención
3.° E l todo resulta de la unión de las del que obra antes es lo completo que lo
partes; mas la unión se entiende como el incompleto, y por consiguiente el todo
término de la asunción, en tanto que las que las partes; y por eso debe decirse que
partes se conciben con prioridad respecto el Verbo de Dios tomó las partes de la na-
de ella : luego tomó el todo por las partes. turaleza humana mediante el todo; pues,
Por el contrario, dice el Daniasceno así como tomó el cuerpo por causa del
(Orth. fid. 1. 3, c. 16) : « en nuestro Se- orden ó relación, que tiene con el alma
» ñor Jesucristo no vemos las partes de racional; así tomó el cuerpo y el alma
»las partes, sino los elementos más próxi- por causa del orden, que tiene con la na-
»mos (1), de que se compone, es decir, turaleza humana.
»la deidad y la humanidad ». L a huma- Al argumento 1.° diremos, que por
nidad empero es un todo, que se compone aquellas palabras no se da á entender
de alma y cuerpo, como de partes. Luego otra cosa, sino que el Verbo, tomando
el Hijo de Dios tomó las partes mediante las partes de la naturaleza humana, la
el todo. tomó toda entera ; y así la asunción de
Conclusión. Tomó el Verbo las partes las partes es antes en la vía de la opera-
ó elementos de la naturaleza humana por ción, en el entendimiento, no en tiempo;
medio de esta, que es el todo, á que se mas la asunción de la naturaleza es an-
ordenan. terior en la vía de la intención, lo cual
Responderemos que, cuando se dice eá existir antes en absoluto, según lo
algo medio en la asunción de la Encar- dicho.
nación, no se designa orden de tiempo, Al 2.° que Dios es de tal manera sim-
puesto que simultáneamente se hizo la ple que á la vez es perfectísimo; y por
asunción del todo y de todas las partes; esto el todo es más semejante á Dios que
pues se ha demostrado (a. 3 y 4) que el las partes, en cuanto es más perfecto.
alma y el cuerpo se unen á la vez entre Al 3.° que la unión personal es el tér-
sí, para constituir la naturaleza humana mino de la asunción ; no empero la unión
en el Verbo: mas allí se designa el orden de la naturaleza, que resulta de la con-
de la naturaleza. Así por lo que es ante- junción de las partes.
rior en la naturaleza es asumido lo que
es posterior; y en la naturaleza hay dos
clases de prioridad : 1. de parte del agen-
a ARTÍCULO V I . — r,a naturaleza huma-
t e , y 2. de parte de la materia; pues
a n a fue tomada mediante la gracia ¥ (8)
estas dos causas son preexistentes á la
cosa. Por parte del agente es primero en 1.° Parece que el Hijo de Dios tomó
absoluto (simpliciter) aquello que prime- la humana naturaleza mediante la gracia:
ramente está en su intención, pero relati- porque por la gracia somos unidos á Dios,
vamente (secundum quid) lo que es an- y la naturaleza humana fue unida á Dios
terior á aquello, por lo que comienza su en Cristo sobre todo. Luego aquella
operación : y esto porque la intención es unión fue hecha por medio de la gracia.
anterior á la operación, mas por parte de 2.° Como el cuerpo vive por el alma,
la materia es primero aquello que antes que es su perfección, así el alma por la
existe en la transmutación de la materia. gracia. Pero la naturaleza humana se hace
(1J Las dos naturalezas divina Y humana unidas inmedia- mismo debía llamarse Deífero, Y no Dios; Y á Teodoro (le
tamente en la única persona divina del Verbo. Mopsuesta, que admitía la unión habitual, mas no la personal
(2) El concilio de Florencia condenó como herejes á Píes- subsistente en las dos naturalezas ; Y asimismo
torio , que deducía la dualidad de personas en Cristo de su (can. 5) Y el 5." de Constantinopla (act. 1) condenando al impío
supuesta asunción de la naturaleza humana por gracia, en S e v e r o , declarándole « acéfalo Y segregado de Dios Y de I»
CUYA virtud según él habitaba Dios en Cristo, á quien por lo «Santa Iglesia católica Y apostólica».
CUESTIÓN VI.—ARTÍCULO VI. 235
II) A s í c o m u n m e n t e l a g e n e r a l i d a d d e l a s e d i c i o n e s c o n e l (3) I n t r í n s e c a a l m i s m o c u e r p o .
códice d e A l c a ñ i z y o t r o s , a u n q u e l a e d i c i ó n á u r e a c o n a l g u n a (4) E s t r i n s e c a a l a l m a m i s m a .
otra m e n o s a u t o r i z a d a p o n e per graliam. (5) Hálito ó espiración, ó aire emitido délos pulmones,
(1) C o m o á s u p r i n c i p i o y a u t o r , y s o l o p o r a p r o p i a c i ó n n o que modificado por la l a r i n g e y más ó menos articulado ó
esclusiva ; p u e s t a m b i é n s e a t r i b u y e al P a d r e ( R o m . 1 ; i C o r . m o d u l a d o p o r los d i v e r s o s ó r g a n o s v o c a l e s e n u n c i a ó p r o f i e r e
1 ; C o l o s s . l ; T i t . 5 , . . . ) y a l H i j o ( R o m . 10 ; i C o r . 16 ; G a l a t . lo q u e el e s p í r i t u p i e n s a ò s i e n t e .
tyO;....).
CUESTIÓN VIL
Gracia de Cristo según que es cierto hombre singular.
Hemos de considerar ahora las cosas coasuntas par el Hijo de Dios en la naturaleza humana : 1."
las que pertenecen á la perfección y 2.° las que conciernen al defecto.
Acerca de lo 1 "son de considerar tres cosas: 1." la gracia de Cristo; 2. su ciencia ; 3 . su potencia.
a a
La gracia de Cristo debe ser estudiada bajo dos puntos de vista : 1." su gracia, según que es cierto
hombre singular; 2." su gracia, en cuanto es la cabeza de la Iglesia ; porque de la gracia de la unión
se ha tratado ya (C. 2).
Acerca de lo 1.° examinaremos trece puntos: 1." Hubo en el alma de Cristo alguna gracia habi-
tual ? — 2.° Existieron en Cristo virtudes ? —3.° Hubo en él fe? —.i.°Y esperanza?—o. Y dones ? - 0
6.° Hubo en Cristo don de temor? —"7.° Existieron en Cristo fas gracias gratis-daias? —8." Hubo en
Cristo profecía?— 9.° Existió en él la plenitud de la gracia? —10.° Tal plenitud es propia de Cristo?-
11.° La gracia de Cristo es infinita?— 12.° Pudo aumentarse?—13° De qué manera esta gracia se refiere
á la uriion ?
Responderemos, que es necesario re- que esta operación fuese perfecta en él.
conocer en Cristo la gracia habitual por A l 3.° q u e l a h u m a n i d a d d e C r i s t o e s
tres m o t i v o s : 1.° p o r c a u s a d e l a u n i ó n d e instrumento de la divinidad, no como
su alma al V e r b o d e D i o s ; p u e s t o q u e , instrumento inanimado, q u e n o obra e n
en c u a n t o a l g o r e c e p t i v o s e h a l l a m á s m o d o a l g u n o , sino q u e e s s o l a m e n t e
próximo á l a c a u s a i n f l u y e n t e , t a n t o m á s puesto e n a c c i ó n ; y sí como u n instru-
participa d e l a i n f l u e n c i a d e l a m i s m a ; mento animado por el alma racional, que
y , pues e l influjo d e l a g r a c i a p r o v i e n e e s m o v i d o d e m o d o q u e t a m b i é n obra : y
de D i o s , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 83, 12), el por esto para l a conveniencia de la acción
Señor dará la gracia y la gloria ; d e a h í fue p r e c i s o q u e t u v i e s e l a g r a c i a h a b i t u a l .
es que f u e m u y c o n v e n i e n t e q u e a q u e l l a
alma recibiera e l influjo d e l a g r a c i a d i - ARTÍCULO I I . — o u » o e n cristo vir-
vina ; 2.° p o r l a n o b l e z a d e a q u e l l a a l m a , tudes ? (i)
cuyas o p e r a c i o n e s d e b í a n n e c e s a r i a m e n t e
tocar m u y d e c e r c a á D i o s p o r e l c o n o c i - 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o v i r -
miento y e l a m o r , p a r a l o c u a l e s n e c e s a - tudes : porque Cristo t u v o la abundancia
rio que l a n a t u r a l e z a r a c i o n a l s e a e l e v a d a d e l a g r a c i a ; y l a g r a c i a b a s t a , p a r a obrar
por la g r a c i a ; 3.° p o r l a h a b i t u d d e l m i s m o todas las cosas rectamente , según aque-
Cristo c o n r e s p e c t o al g é n e r o h u m a n o ; llo ( i l Cor. 12, 9 ) , te basta mi gracia.
pues Cristo e n c u a n t o h o m b r e e s media- L u e g o en Cristo no hubo virtudes.
dor entre Dios y los hombres, c o m o s e 2.° S e g ú n e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 7, c. 1),
dice (i T i m . 2 ) , y p o r e s t o era preciso la virtud s e contrapone á u n hábito h e -
que tuviese la gracia, que redundase tam- roico ó divino, que se atribuye á los h o m -
bién en los otros, s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . b r e s d i v i n o s (2), y e s t e h á b i t o c o n v i e n e
1, 16), de su plenitud recibimos todos y principalmente á Cristo. L u e g o Cristo no
gracia por gracia. t u v o v i r t u d e s , sino a l g o m á s e l e v a d o q u e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o la virtud.
es verdadero D i o s s e g ú n l a p e r s o n a y n a - 3.° S e g ú n l o d i c h o e n la 2. P a r t e a
turaleza d i v i n a s . P e r o , p u e s t o q u e c o n l a ( l . a - 2 . s C . 65, a. 1 y 2) s e t i e n e n t o d a s
unidad d e p e r s o n a q u e d a l a d i s t i n c i ó n d e las virtudes simultáneamente; pero no
n a t u r a l e z a s , c o m o s e infiere d e l o d i c h o fue c o n v e n i e n t e á C r i s t o t e n e r t o d a s l a s
( C . 2, a. 1 y 2), e l a l m a d e C r i s t o n o e s virtudes, c o m o es notorio acerca d e l a li-
divina por s u e s e n c i a ; y a s í e s p r e c i s o beralidad y magnificencia, que tienen su
que se h a g a d i v i n a p o r l a p a r t i c i p a c i ó n , acto respecto de las riquezas, que Cristo
que es s e g ú n l a g r a c i a . d e s p r e c i ó , s e g ú n a q u e l l o ( M a t t h . 8, 20),
A l 2.° q u e á C r i s t o , e n c u a n t o e s H i j o el Hijo del hombre no tiene donde re-
natural d e D i o s , l e e s d e b i d a l a h e r e d a d cueste su cabeza; y t a m b i é n l a t e m p l a n z a
eterna, q u e e s l a m i s m a b i e n a v e n t u r a n z a y a u n l a c o n t i n e n c i a s e refieren á l a s m a -
increada, p o r u n a c t o i n c r e a d o d e c o n o - las concupiscencias, que n o existieron en
cimiento y d e a m o r d e D i o s , e s t o e s , e l C r i s t o . L u e g o C r i s t o n o t u v o l a s vir-
mismo p o r e l q u e e l P a d r e s e c o n o c e y tudes.
ama á sí m i s m o ; d e c u y o a c t o e l a l m a n o Por el contrario, s o b r e e s t a s p a l a b r a s
era capaz á c a u s a d e l a d i f e r e n c i a d e n a - ( P s . 1. 2 ) , sino que en la ley del Señor
turaleza : l u e g o e r a m e n e s t e r q u e l l e g a s e está su voluntad, d i c e l a G l o s a ( o r d . C a s -
á Dios por acto creado d e fruición, el siod.): « aquí se muestra Cristo lleno d e
cual n o p u e d e e x i s t i r s i n o p o r l a g r a c i a . » t o d o b i e n ». P e r o l a b u e n a c u a l i d a d d e
Asimismo t a m b i é n , e n c u a n t o e s e l V e r - la mente es virtud. L u e g o Cristo fue
bo de D i o s , t u v o f a c u l t a d d e obrar b i e n lleno de toda virtud.
todas l a s c o s a s p o r o p e r a c i ó n d i v i n a . M a s , Conclusión. Cristo poseyó todas las
como a d e m a s d e l a o p e r a c i ó n d i v i n a e s virtudes.
preciso r e c o n o c e r e n é l o p e r a c i ó n h u m a - Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
na, s e g ú n s e v e r á ( C . 19, a. 1), d e b i ó e n l a 2. P a r t e (l. -2.« C . 110, a, 3 y 4),
a a
existo e n é l l a g r a c i a h a b i t u a l , p o r l a a s í c o m o l a g r a c i a s e refiere á l a e s e n c i a
t (1) Tanto intelectuales como morales, que no impliquen (2) Dictado que el mismo Aristóteles refiere atribuido por
imperfección. Homero á Héctor.
238 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS II Y III.
(1) Que no repugnasen á la dignidad de su alma ; pues los (3) Ó comprar lo necesario para el próximo dia festivo
que importan alguna imperfección la revelarían en su alma y (v. 29).
potencias, lo cual es incompatible con su perfectísima san- . (1) V. en el t. 3." la C. 155, a. 2, al 3." y al 5.°, pág. 912.
tidad. (5) Tomada de San Agustín {Qq. 1. 2, q. 43).
(2) V. en la l.'-2® la C. 01, a. 5, en el t. 2."
CUESTIÓN VI. — ARTÍCULOS III Y IV. 239
dro (Joan. ult. 1 7 ) , Tú sabes todas las persona de Cristo, en tí, Señor, esperé;
cosas. Luego en Cristo no hubo fe. y la virtud de la esperanza es por la que
Conclusión. No era posible que Cristo el hombre espera en Dios. Luego esta
tuviese fe, siendo perfecto comprensor virtud existió en Cristo.
desde su misma concepción. 2.° La esperanza es la espectacion de
Responderemos que, según se ha di- la futura bienaventuranza, como se ha
cho en la 2 . Parte ( 2 . - 2 . C. 1 , a. 4 ) , demostrado en la 2 . Parte (2. -2. C. 1 7 ,
A A 8S A A !E
esperanza respecto de algunas cosas, que Cristo recibir los dones del Espíritu
todavía no había obtenido, aunque no Santo.
fe respecto de cualesquiera; puesto que, 3.° Cuatro dones parecen pertenecer
ánn cuando conociera plenamente todas ala contemplación de esta vida, á saber,
las. cosas, lo cual escluía totalmente de la sabiduría, la ciencia, el entendimiento
él la fe, sin embargo no tenía aún ple- y el consejo, que pertenece á la pru-
namente todas las que pertenecían á su dencia : por lo cual aun el Filósofo
perfección, como la inmortalidad y la (Ethic. 1. 6, c. 3) enumera estos entre
gloria del cuerpo, que podía esperar. las virtudes intelectuales. Pero Cristo
Al argumento 1.° diremos, que esto tuvo la contemplación de la patria. Lue-
no se dice de Cristo según la esperanza, go no tuvo semejantes dones.
que es virtud teológica ; sino porque es- Por el contrario, dícese ( I s . 4, 1 ) ,
peró ciertas otras cosas aún no tenidas, echarán mano de un solo hombre siete
según lo espuesto. mujeres, es decir según la Glosa (interl. y
Al 2.° que la gloria del cuerpo no ord. Iíieron.), «los siete dones del Espí-
pertenece á la beatitud, como consis- » ritu Santo á Cristo ».
tiendo principalmente en ella la bienaven- Conclusión. Existieron en Cristo los
turanza, sino por cierta redundancia de don es em in entísim a mente.
la gloria del alma, según lo dicho en la Responderemos, que según lo dicho en
2. Parte (l. -2. C. 4 , a. 6). Por consi-
a a ffi
en la 2 . Parte (l. -2. C. 18, a. 1) los
a a :E
guiente la esperanza, según que es virtud dones son propiamente ciertas perfeccio-
teológica, no respecta á la beatitud del nes de las potencias del alma, según que
cuerpo, sino á la del alma, que consiste son naturalmente aptas para ser movidas
en la fruición divina. por el Espíritu Santo; y es por otra
Al 3.° que la edificación de la Igle- parte evidente que el alma de Cristo era
sia por la conversión de los fieles no per- movida perfectísimamente por el Espíritu
tenece á la perfección de Cristo, por la Santo, según aquello (Luc. 4 , 1), mas
que es perfecto en s í , sino según que in- Jesús lleno del Espíritu Santo se volvió
duce á otros á la participación de su per- del Jordán y era llevado por el Espíritu
fección. Y , puesto que la esperanza se al desierto : lo cual hace notorio que en
dice propiamente respecto de algo, que Cristo existieron los dones de un modo
se espera tener por el mismo que espera, muy escelente.
no puede decirse propiamente que con- Al argumento 1.° diremos, que lo que
venga á Cristo la virtud de la esperanza es perfecto según el orden de su natura-
por la razón aducida. leza necesita ser ayudado por lo que es
de naturaleza más elevada ; como el
hombre, por perfecto que sea, necesita
A R T Í C U L O V . — ¿ n u i > o e n cristo dones?
ser ayudado de Dios : y de este modo las
virtudes, que perfeccionan las potencias
l.° Parece que no existieron los dones del alma, según que son guiadas por la
en Cristo : porque, según se dice comun- razón, por más perfectas que sean, ne-
mente, los dones se dan para auxilio de cesitan del auxilio de los dones, que per-
las virtudes ; y lo que es perfecto en sí feccionan las potencias del alma, según
no ha menester auxilio esterior : como que son movidas por el Espíritu Santo.
pues en Cristo existieron las virtudes Al 2.° que Cristo no es recibidor y
perfectas, parece que en él no hubo donante de los dones del Espíritu Santo
dones. en un mismo concepto; sino que da como
2.° No parece ser del mismo dar y re- Dios (2) y recibe como hombre. Por
cibir dones; puesto que dar es del que lo cual dice San Gregorio (Moral. 1. 2,
tiene, y recibir del que no tiene. Pero á c. últ.°) que « el Espíritu Santo jamás
Cristo conviene dar dones, según estas » abandonó á la humanidad de Cristo,
palabras ( P s . 67, 1 9 ) , dio dones á » de cuya divinidad procede. »
los hombres (1). Luego no conviene á Al 3.° que en Cristo no solo hubo co-
sed dal (omitido lo interpuesto) secundum quod homo , por erroi
( 1 J La Vulgata d i c e : accepisti dona in hominibus.
(2) En algunas pocas ediciones y entre ellas la áurea se lee de imprenta al parecer.
CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS V Y VI. 241
(I) Pedro Abelardo negaba existiese en Cristo el temor ciencia», ó acaso «más escelente que la ciencia».
''al y casto ó (como lo denomina S . A g u s t í n aludiendo al (3) No por esta misma per se y en absoluto, sino por la
>• 18) sonto; y fue condenado por Inocencio II, siendo e n u aneja potestad de castigar.
«ado su error entre las herejías por Alfonso de Castro. (4) 0 quizá también en su concepto de desconfianza según
1 ) E s decir, «mayor que la que puede conocerse por la Nicolai.
S U M A T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 16.
242 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULO VII.
esto no fue menester que hablase muchas feta como viador y respecto de lo que los
lenguas ; mas no le faltó el conocimiento demás ignoraban, sabido y presagiado
de todas ellas, pues aun los secretos de por él (2).
los corazones no le eran desconocidos, Responderemos, que se dice profeta
como después se dirá (C. 10, a. 2 ; y como que habla ó ve de lejos, esto es, en
C. 12, a. 1), de los que son signos cuales- cuanto conoce y habla de cosas que están
quiera palabras. Sin embargo' este cono- lejos de los sentidos de los hombres; como
cimiento no le fue inútil, como no tiene también dice San Agustín (contra Faust.
inútilmente un hábito el que no usa de . 1. 16, c. 18). Debe empero considerarse
él, cuando no es oportuno. que no puede decirse alguno profeta, por-
que conoce y anuncia las cosas que están
ARTÍCULO V I I I . — H u b o e n c r i s t o pro- lejos para otros, con quienes él mismo no
fecía? está: lo cual es evidente según el lugar
y el tiempo; porque, si alguno que viviese
l.° Parece que Cristo no tuvo profe- en la Galia conociera y anunciara á otros
cía : porque esta importa cierto conoci- habitantes en la misma las cosas que en-
miento oscuro é imperfecto, según aque- tonces se obrasen en la Siria, sería pro-
llo (Num. 12, 6 ) , si alguno fuese entre fético; al modo que Eliséo dijo á Griezi
vosotros profeta del Señor, me le apare- (iV R>eg. 3) cómo el hombre había des-
ceré en visión ó le hablaré por ensueño. cendido del carro y le había salido al en-
Pero Cristo tuvo el pleno y completo cuentro. Pero, si alguno estando en Siria
conocimiento, mucho más que Moisés, anunciase las cosas que allí pasan, no
del cual se añade allí que vio á Dios cara sería profético. Lo mismo es claro res-
á cara y no por enigmas. Luego no debe pecto del tiempo: porque profético fue lo
suponerse en Cristo la profecía. que Isaías preanuució, que Ciro rey de
2.° Así como la fe tiene por objeto las los persas había de reedificar el templo
cosas que no se ven y la esperanza las de Dios, como consta (Is. 44); pero no
que no se tienen, así la profecía es de las lo fue cuando Esdras refirió este suceso,
cosas que no están presentes sino distan- en cuyos dias se realizó. Si pues Dios ó
tes ; porque se llama profeta como que los ángeles ó también los bienaventura-
habla de lejos. Pero en Cristo no se re- dos conocen y anuncian lo que está leja-
conoce fe ni esperanza, según se ha dicho no de nuestro conocimiento, esto no per-
(a. 3 y 4). Luego tampoco se debe supo- tenece á la profecía; porque en nada
ner en Cristo la profecía. atañen á nuestro estado. Pero Cristo se
3.° El profeta es de un orden inferior al hallaba en nuestro estado antes de la Pa-
del ángel; por lo que también de Moisés, sión, en cuanto no solamente era com-
que fue el supremo de los profetas, según prensor sino también viador; y así era
lo espuesto en la 2. P . (2. -2. , C. 174, profético el que conocía y anunciaba las
a a ÍC
a. 3), se dice (Act. 7) que habló con el cosas que se hallaban distantes del conoci-
ángel en la soledad. Pero Cristo no es miento de los otros viadores: por cuya
inferior á los ángeles según el conoci- razón se dice hubo en él profecía.
miento de su alma, sino solo según la Al argumento 1.° diremos, que por
pasibilidad del cuerpo, como consta aquellas palabras no se manifiesta ser de
(Hebr. 2 ). Luego parece que Cristo no esencia de la profecía el conocimiento
fue profeta. enigmático, cual es el que se tiene por el
Por el contrario, se predice de Cristo sueño y en visión ;>sino que se establece
(Deut. 18, 15), el Señor Dios os levan- solamente un paralelo de los otros profe-
tara de entre vuestros hermanos ten P R O - tas , que percibieron las cosas divinas por
FETA (1); y de sí mismo dice (Matth. 13, el sueño y en visión, con Moisés, que
5i ; y Joan. 4), no hay profeta sin honra claramente y sin enigma vio á Dios, y
sino en su patria. que es llamado profeta (3)_ según aque-
Conclusión. Cristo fue verdadero pro- llo (Deut. ult.° 10), de allí adelante no
(1) Lo que aplican á Crislo S. Pedro y S. Esléban (Act. 3 (2) V. la nota 1 de la pág. 6 y la 3 de la pág. 22 en este
y Oí y asilo interpretan también S. Irenéo (con!, hecres. 1. 3, mismo tomo.
« • l ! ) y S . Cirilo (1.1 in Joan. c. 24). (3) Aunque comprensor á la vez.
244 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS VIII Y IX.
(1) Con cuyo carácter de verdadero profeta consta por el Luc. 21J y muchos otros acontecimientos futuros.
Evangelio haber predicho su e n t r e g a , muerte y resurrección (2) 0 eficacia.
(Matth. 1 6 , 10), la destrucción de Jerusalen (Matth. 2 4 , y
C U E S T I Ó N "VII. — A R T Í C U L O S I X Y X . 245
(1) No solo la actual, que justifica efectivamente y de h e - (3) De viadores, que caminamos al cielo nuestra patria.
c h o ; sino también la habitual, que lo hace formalmente (4) Las circunstancias de su estado, como el carácter ó d i g -
( I - M . * C. 211, a . 2 ) . nidad del cargo á que uno es destinado por Dios.
(2) Peculiar y esclusivamente , ó de solo él.
246 CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O S X Y Xí.
(1) Wo empero en el sentido m i s m o , en que solemos dis- el ministerio de la predicación y aun para el martirio según
tinguir la suficiente actual de la eficaz. la originaria significación de s u mismo nombre Kstébanj
(2) Por Dios mismo , no solo para socorrer á las viudas ele- equivalente á corona.
gido al efecto por los apóstoles ( A c t . 6 ) , sino también para (3) En la Vulgata no consta la palabra Filio.
CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS XI Y XII. 247
al H i j o d e D i o s , l o c u a l h a s i d o o t o r - » P a d r e engendró al V e r b o pleno y p e r -
gado g r a t u i t a m e n t e á l a n a t u r a l e z a h u - » fecto , así este se h a unido pleno y p e r -
mana ; y c o n s t a q u e esta gracia es in- » f e c t o á l a n a t u r a l e z a h u m a n a » ; 3.°
finita, s e g ú n q u e l o e s l a p e r s o n a m i s - p u e d e referirse á l a g r a c i a h a b i t u a l , e n
ma del V e r b o ; 2. o t r a e s la gracia
a
cuanto l a gracia de Cristo se estiende á
habitual, q u e p u e d e s e r c o n s i d e r a d a d e todo lo que es propio de la g r a c i a ; por
dos modos : 1.° según que es cierto ente, lo cual S a n A g u s t í n esponiendo esto
y así es necesario que sea ente finito; ( f r a c t . 14) d i c e : « l a m e d i d a e s c i e r t a d i -
pues está e n e l a l m a d e C r i s t o c o m o e n » v i s i ó n de d o n e s ; porque á uno se da por
su s u j e t o , y e l a l m a d e C r i s t o e s u n a » del Espíritu palabra de sabiduría, á
criatura, q u e t i e n e c a p a c i d a d finita (1); » otro lenguaje de ciencia; p e r o C r i s t o ,
por c o n s i g u i e n t e e l s e r d e l a g r a c i a , p u e s » q u e d a , n o recibe con medida».
no escede á s u s u j e t o , n o p u e d e s e r infi- A l 2.° q u e l a g r a c i a d e C r i s t o t i e n e u n
nito; 2.° p u e d e c o n s i d e r a r s e según la pro- e f e c t o i n f i n i t o , y a p o r l a infinidad p r e d i -
fia razón de la gracia (2), y entonces l& cha de la gracia, y a por la unidad de la
gracia de Cristo puede decirse infinita, divina persona, á la cual está unida el
porque n o e s t á l i m i t a d a , e s decir, p o r q u e alma de Cristo.
tiene todo l o q u e p u e d e p e r t e n e c e r á l a A l 3.° q u e l o m e n o r p u e d e l l e g a r á l a
razón d e l a g r a c i a , y no se le da según cantidad de lo mayor por aumento en las
cierta medida: l o c u a l p e r t e n e c e a l c o n - cosas, que tienen cantidad de u n a sola
cepto d e l a g r a c i a , p u e s t o q u e s e g ú n e l razón. P e r o la gracia de otro hombre s e
designio d e D i o s , á q u i e n c o m p e t e m e d i r compara á l a d e Cristo, c o m o cierta vir-
la gracia, s e confiere a l a l m a d e C r i s t o tud p a r t i c u l a r á l a u n i v e r s a l : p o r l o q u e ,
como á cierto p r i n c i p i o u n i v e r s a l d e g r a - así c o m o l a v i r t u d d e l f u e g o , p o r m u c h o
tificación e n l a n a t u r a l e z a h u m a n a (3), que c r e z c a , no puede igualar á la virtud
según aquello ( E p h . 1, 6), nos ha hecho d e l s o l ; a s í l a g r a c i a d e otro h o m b r e ,
agradables en su amado Hijo; como si crezca cuanto quiera, no puede igualarse
dijéramos q u e l a l u z d e l s o l e s infinita, á la gracia de Cristo.
no según su p r o p i o s e r , sino p o r r a z ó n d e
la l u z , p u e s t o q u e t i e n e t o d o l o q u e p u e d e ARTÍCULO X I I . — i a gracia de cristo
pertenecer á l a e s e n c i a d e l a l u z . pudo (6) a u m e n t a r s e ?
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s o
que se d i c e , q u e e l Padre no da al 1.° P a r e c e q u e l a g r a c i a d e C r i s t o p u d o
Hijo (4) el Espíritu con medida, s e e s - a u m e n t a r s e : p o r q u e á t o d o l o finito p u e d e
pone : 1.° d e l d o n , q u e D i o s P a d r e dio á hacerse adición; y a s í , habiendo sido la
su Hijo d e s d e t o d a l a e t e r n i d a d , e s t o e s , g r a c i a d e C r i s t o finita, c o m o s e h a d i c h o
la naturaleza d i v i n a , q u e e s d o n i n f i n i t o ; ( a . 11), p u d o p o r c o n s i g u i e n t e s e r a u -
sobre l o c u a l dice c i e r t a G l o s a ( i n t e r l . ) , mentada.
« para que e l H i j o s e a t a n g r a n d e , c u a n t o 2.° E l a u m e n t o d e l a g r a c i a s e h a c e
» í o es el P a d r e » ; 2.° p u e d e referirse a l por la virtud divina, s e g ú n aquello ( n
don, que es d a d o á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , Cor. 9, 8),poderoso es Dios,para hacer
para que s e a u n i d a á l a d i v i n a p e r s o n a ; abundar en vosotros toda gracia. Pero,
lo que t a m b i é n e s d o n i n f i n i t o , y a s í l a s i e n d o infinita l a v i r t u d d i v i n a , n o p u e d e
Glosa (ord.) (5) d i c e ( i b i d , ) : « c o m o e l ser c i r c u n s c r i t a á l í m i t e a l g u n o . L u e g o
(1) Entitativamente en el género físico; no así estimativa- Cristo; por más que no todos asienten á esta opinión bas-
mente en el orden moral. tante común y unánime.
(2) En cuanto á sus efectos, que precisa y formalmente (5) La antigua ó manuscrita ; no la impresa ó n u e v a , me-
produce como tal gracia en orden á todos,... Micolai. nos terminante al actual propósito.
(3) Limitación , que á todas luces escluye el tal principio (6) Trátase aquí del aumento físico ó intensivo de la gra-
de gratificación ó santificación con respecto á la naturaleza cia en Cristo y de poder de Dios en absoluto. La opinión más
angélica, digan lo que quieran los que no m u y cautamente común y según Billuart aun la más conforme con Santo To-
atribuyen esto al Santo Doctor, queriendo pasar por tomis- más está por la afirmativa f considerado Cristo hipotética-
as; si bien es también principio do ciertos efectos concer- mente solo como viador); decidiéndose por la negativa los
nientes al orden de la gracia en esta misma naturaleza. Ni- escotistas y entre los tomistas Cayetano y Kazario con algu-
colai. nos otros. Téngase presente la Conclusión del precedente a. 11
(i| La adición de la palabra Fiíio en el testo de la Suma en su núm. 3 , bajo cuyo concepto la doctrina de este a. 12
tiene por visible objeto esplicar la frase bíblica según la e s - en el núm. 2 de su Conclusión combate la herejía de los begar-
posicion de S. Agustín , S . J u a n Crisóstomo, S . Cirilo, R u - dos, condenada por el papa Clemente, de que « no puede uno
perto y otros doctores y t e ó l o g o s , que lo interpretan de » progresar siempre en la gracia».
248 CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O XII.
de l o s s u p u e s t o s é i n d i v i d u o s ; y a s í l a f o r m a d e l f u e g o y a p r e e x i s t e n t e . P e r o la
acción y por consiguiente la gracia, que n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o s e u n i ó á la
ordena á la m i s m a , presupone la hipós- p e r s o n a d e l V e r b o d e s d e e l principio y
tasi o p e r a n t e , y esta no se presupone en sin s u c e s i ó n : por c o n s i g u i e n t e la gracia
la naturaleza humana antes de la unión, h a b i t u a l n o se e n t i e n d e c o m o p r e c e d i e n d o
s e g ú n r e s u l t a d e l o d i c h o ( C . 4 , a. 2). á la u n i ó n , sino como consiguiente á
P o r e s t o l a g r a c i a de l a u n i ó n p r e c e d e e l l a (2), a l m o d o d e c i e r t a p r o p i e d a d n a t u -
racionalmente á la gracia habitual. ral. Por l o c u a l dice S a n A g u s t í n ( E n c h i r .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e S a n c. 4 0 ) q u e « l a g r a c i a e s e n c i e r t o modo
A g u s t í n l l a m a allí g r a c i a á l a v o l u n t a d » natural á Cristo h o m b r e » .
gratuita de D i o s , que distribuye gratui- A l 3.° q u e l o c o m ú n e s anterior á lo
t a m e n t e sus beneficios; y por esto dice p r o p i o , si a m b o s s o n d e u n s o l o g é n e r o ;
q u e s e h a c e u n o cristiano por l a m i s m a p e r o e n l a s c o s a s q u e s o n d e g é u e r o s di-
g r a c i a , por la q u e Cristo se hizo h o m - v e r s o s n a d a i m p i d e q u e l o p r o p i o s e a an-
b r e , porque ambos efectos lo fueron de la terior á l o c o m ú n : y , p u e s l a g r a c i a de la
v o l u n t a d g r a t u i t a d e D i o s sin m é r i t o s . u n i ó n n o e s d e l g é n e r o d e l a g r a c i a habi-
A l 2.° q u e , a s í c o m o l a d i s p o s i c i ó n e n t u a l , s i n o q u e e s superior á t o d o g é n e r o ,
la v í a de la generación precede á la per- c o m o t a m b i é n l a m i s m a p e r s o n a divina;
fección á que dispone en las c o s a s , que n a d a s e o p o n e á q u e e s t o p r o p i o s e a an-
s e p e r f e c c i o n a n s u c e s i v a m e n t e (1); a s í terior á l o c o m ú n , p u e s t o q u e l o p r o p i o no
es n a t u r a l m e n t e p o s t e r i o r á l a p e r f e c c i ó n , s e h a p o r a d i c i ó n á l o c o m ú n , sino que
que y a alguno h a c o n s e g u i d o : c o m o el m á s b i e n e s p r i n c i p i o y o r i g e n d e l o que
calor, que fue disposición para la forma es común.
de f u e g o , es un efecto dimanado de la
(1) En las que debe preceder no solo racionalmente sino g ú n lo dicho en la nota 3 de la página 249,
también en t i e m p o , á no tratarse de la última perfección se- (2) Como causada por una de sus dos naturalezas, la divina.
C U E S T I Ó N YIII.
Gracia de Cristo, según que es la cabeza de la Iglesia.
1.° Cristo es la cabeza de la Iglesia? — 2.° Es la cabeza de los hombres en cuanto á los cuerpos, ó
solamente en cuanto á las almas? —S.° Es la cabeza de todos los hombres? —4.°Lo es de los ángeles?
— 5." La gracia de Cristo, según la que es la cabeza d é l a Iglesia, es la misma que su gracia habitual,
según que es un hombre singular? — 6 . ° Es propio de Cristo ser la cabeza de la Iglesia?—1." El dia-
blo es la cabeza de todos los m a l o s ? - 8 . ° Puede decirse también el antecristo cabeza de todos los
malos?
(1) Dogma de fe definido por los Concilios 1.° de Efeso y hombre y cabeza del hombre Cristo.
Tridentino (ses. 0 , c. 10). (3) Senex : la V u l g a t a longcevus.
(2) Pero inmediatamente antes dice : cabeza de la mujer el
252 CUESTIÓN "Vili. — A R T Í C U L O S I Y II.
(1) Cierto hereje llamado A g u s t í n de Roma y mencionado »Iglesia » : error y a condenado por los dichos concilios contra
por el concilio de Basiléa (ses. 2 2 ) decía que « no todos los los donatistas , que en el siglo 4.° enseñaban que « Cristo era
"beles justificados son miembros de Cristo, sino solos los » solo cabeza de los predestinados y que los malos ó pecado-
» predestinados » ; y Juan Hus (Conc. do Constanza, ses. 25) » res no son miembros de la Iglesia », y posteriormente repro-
l u o " ' reprobo, aunque alguna vez esto en gracia según la
e
ducido por Wiclef, Lutero, Calvino y otros herejes.
"presentejusticia, nunca6in embargo es parte de la santa
254 CUESTIÓN V I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .
á los á n g e l e s ; y a s í , s e g ú n q u e e s h o m A l 2.° q u e l a I g l e s i a s e g ú n e l e s t a d o
b r e , n o es c a b e z a de l o s á n g e l e s . de esta vida es la congregación de los
Por el contrario, dice e l A p ó s t o l ( C o fieles, y s e g ú n e l d e l a p a t r i a e s l a c o n
loss. 2, 10), el que es cabeza de todo gregación de los comprensores : pero
Principado y Potestad; y l a p r o p i a r a Cristo n o solo fue viador, sino también
zón h a y r e s p e c t o d e l o s á n g e l e s d e l o s comprensor ; y por esto, no solo es cabe
otros ó r d e n e s . L u e g o C r i s t o e s c a b e z a d e z a d e l o s fieles, s í q u e t a m b i é n d e l o s
los á n g e l e s . comprensores, como que.tiene plenísima
Conclusión. Cristo no solo es cabeza m e n t e l a gracia y l a gloria.
de los hombres sino también de los án A l 3.° q u e S a n A g u s t í n h a b l a allí p o r
geles. cierta asimilación de la causa (2) al
Eesponderémos q u e , c o m o s e h a d i efecto, esto e s , según que la cosa corpo
cho ( a . 1, a l 2.°), d o n d e h a y u n s o l o r a l o b r a e n e l c u e r p o , y l a espiritual e n
cuerpo, e s n e c e s a r i o r e c o n o c e r u n a s o l a las cosas espirituales. S i n embargo la h u
cabeza; y se dice por analogía u n solo manidad de Cristo por virtud de la natu
cuerpo u n a s o l a m u l t i t u d , o r d e n a d a p o r raleza espiritual, esto e s , divina, p u e d e
sus diversos a c t o s ú oficios á u n m i s m o causar algo no solo e n los espíritus d e
fin. A h o r a b i e n : e s e v i d e n t e q u e a s í l o s l o s h o m b r e s , sino t a m b i é n e n l o s e s p í r i t u s
hombres c o m o l o s á n g e l e s s e o r d e n a n á de los á n g e l e s , por causa de su mayor
un solo fin, q u e e s l a g l o r i a d e l a d i v i n a unión á D i o s , es decir, s e g ú n l a unión
fruición; y a s í e s q u e e l c u e r p o m í s t i c o personal.
de la I g l e s i a n o s e c o m p o n e s o l o d e l o s
h o m b r e s , sino t a m b i é n d e l o s á n g e l e s : y ARTÍCULO V. — *ьа gracia de cristo,
de todo e s t e c o n j u n t o e s c a b e z a C r i s t o , según l a cual es cabeza de l a Iglesia, es la
puesto q u e s e h a l l a m á s c e r c a n o á D i o s misma que s u gracia habitual, según la que
y participa c o n m a y o r p e r f e c c i ó n d e s u s e s c i e r t o h o m b r e s i n g u l a r ? (3).
dones, n o s o l o q u e l o s h o m b r e s , s i n o t a m
bién q u e l o s á n g e l e s ; y d e s u influencia l.° P a r e c e que no es la misma la gra
reciben n o s o l o l o s h o m b r e s sí q u e t a m c i a , por l a q u e Cristo es cabeza de l a
bién los á n g e l e s , p u e s s e d i c e ( E p h e s . 1, I g l e s i a , que la gracia singular de aquel
20 y 21) que D i o s P a d r e le constituyó, h o m b r e ; p u e s d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 5,
á su derecha en los cie
esto e s , á C r i s t o , 15): si por el pecado de uno murieron
los sobre toda Potestad y Principado y muchos, mucho más la gracia de Dios y
Virtud y Dominación y sobre todo nom el don por la gracia de un solo hombre,
bre que se nombra, no solo en este siglo, que es Jesucristo, abundó sobre muchos.
mas aun en el venidero; y todas las cosas P e r o u n o e s el p e c a d o a c t u a l d e l m i s m o
sometió bajo los pies de él: y p o r e s t o A d á n , y otro e l p e c a d o o r i g i n a l q u e t r a n s
Cristo no solamente es cabeza de los hom mitió á la posteridad. L u e g o una es l a
bres, sino también de los ángeles (1); gracia personal, que es propia del mismo
por lo cual s e l e e ( M a t t h . 4 , 2) q u e se Cristo; y otra su g r a c i a , en cuanto es c a
acercaron los ángeles y le servían. b e z a de la I g l e s i a , c u y a gracia se deriva
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a i n de é l á o t r o s .
fluencia de C r i s t o s o b r e l o s h o m b r e s t i e n e 2.° L o s h á b i t o s s e d i s t i n g u e n s e g ú n
lugar p r i n c i p a l m e n t e e n c u a n t o á l a s a l los actos (4): pero l a gracia personal
mas, s e g ú n l a s q u e l o s h o m b r e s c o n v i e de Cristo se ordena á u n a c t o , esto e s , á
nen con l o s á n g e l e s e n n a t u r a l e z a d e l g é la santificación de s u alma ; y su gracia
nero , aunque n o e n l a d e l a e s p e c i e ; y c o m o c a b e z a s e o r d e n a á otro, e s d e c i r , á
por razón d e e s t a c o n f o r m i d a d p u e d e d e santificar á o t r o s . L u e g o u n a e s l a g r a c i a
cirse Cristo c a b e z a d e l o s á n g e l e s , a u n personal del mismo Cristo y otra es su
que le falte l a c o n f o r m i d a d e n c u a n t o a l gracia en cuanto es cabeza de l a Iglesia.
cuerpo. 3.° S e g ú n l o d i c h o ( C . 6, a, 6) e n
(1) Según su respectiva condición. ten en este punto de la opinión del Doctor angélico.
(2) E jemplar, no eficiente y á modo do agente físico ó como (4) Próxima ó inmediatamente ; pues mediata y remota
productiva propiamente. mente se distinguen por los objetos, como los actos mismos
(3) Solo Vázquez y algunos pocos teólogos modernos disien según 1Q espuesto e n la l."2.» C. 5 4 , a. 1 y 2
256 CUESTIÓN VIII. — ARTICULOS v Y VI.
C r i s t o s e d i s t i n g u e u n a triple g r a c i a : l a d e n a t u r a l e z a , e s d e r i v a d o d e l p e c a d o ac-
de l a union, l a de c a b e z a y l a gracia sin- t u a l d e l m i s m o , q u e e s p e r s o n a l ; puesto
gular de aquel hombre. P e r o la gracia q u e e n é l l a p e r s o n a c o r r o m p e l a natura-
singular d e Cristo e s distinta de l a gra- l e z a , m e d i a n t e c u y a c o r r u p c i ó n e l pecado
cia d e l a u n i o n . L u e g o t a m b i é n e s d i s t i n - d e l p r i m e r h o m b r e s e d e r i v a á l a posteri-
ta de l a gracia de cabeza. d a d , s e g ú n q u e l a n a t u r a l e z a corrompida
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . 1, 16), c o r r o m p e l a p e r s o n a (1). M a s l a gra-
todos recibimos de su plenitud; y es n u e s - c i a n o s e d e r i v a d e C r i s t o á n o s o t r o s me-
tra c a b e z a , según q u e recibimos de él. d i a n t e l a n a t u r a l e z a h u m a n a , sino por
L u e g o , en cuanto t u v o la plenitud de la s o l a l a a c c i ó n p e r s o n a l d e l m i s m o Cristo.
gracia, es nuestra cabeza: y, como tuvo L u e g o n o d e b e n d i s t i n g u i r s e e n Cristo
la plenitud de la gracia, según que exis- d o s g r a c i a s , d e l a s q u e u n a corresponda
tió en él de u n modo perfecto la gracia á l a n a t u r a l e z a y otra á l a p e r s o n a , como
p e r s o n a l , s e g ú n l o d i c h o ( C . 7, a. 9 ) ; s i - e n A d á n s e d i s t i n g u e n e l p e c a d o d e na-
gúese que es nuestra cabeza según la gra- turaleza y el de la persona.
cia p e r s o n a l , y e n t a l c o n c e p t o l a g r a c i a A l 2.° q u e l o s d i v e r s o s a c t o s , d e los
como cabeza n o e s u n a y otra l a gracia q u e u n o e s l a r a z ó n y l a c a u s a d e otro,
personal. n o diversifican e l h á b i t o . M a s e l acto
Conclusion. La misma es en la esen- p e r s o n a l d e l a g r a c i a , q u e e s h a c e r for-
cia, aunque diversa en la razón, la gra- m a l m e n t e (2) s a n t o a l q u e l a p o s é e , es
cia personal justificante del alma de l a r a z ó n d e l a j u s t i f i c a c i ó n d e o t r o s , que
Cristo y la que justifica á otros por él p e r t e n e c e á l a g r a c i a d e l a c a b e z a . De
como cabeza de toda la Iglesia. c o n s i g u i e n t e p o r e s t a d i f e r e n c i a n o se di-
Responderemos q u e , c o m o c a d a c o s a versifica l a e s e n c i a d e l h á b i t o .
obra e n cuanto es ente e n a c t o , es m e - A l 3.° q u e l a g r a c i a p e r s o n a l y l a gra-
nester q u e el a c t o , por el cual aigo exis- c i a d e c a b e z a s e o r d e n a n á a l g ú n acto ;
t e en a c t o , s e a e l m i s m o p o r el. q u e obra; m a s l a g r a c i a d e l a u n i o n n o s e ordena
como es el mismo el calor, por el que el al a c t o , sino a l ser p e r s o n a l : y p o r tanto
fuego es cálido, y por el que calienta. M a s l a g r a c i a p e r s o n a l y l a g r a c i a d e cabeza
no todo a c t o , por el cual algo está e n a c - c o n v i e n e n e n l a e s e n c i a d e l h á b i t o , mas
t o , b a s t a p a r a q u e s e a p r i n c i p i o d e obrar n o l a g r a c i a d e l a u n i o n ; a u n q u e l a gra-
e n o t r o s -: p o r q u e , s i e n d o e l a g e n t e s u p e - c i a p e r s o n a l p u e d a d e c i r s e e n c i e r t o modo
rior a l p a c i e n t e , c o m o dice S a n A g u s t i n g r a c i a d e l a u n i o n , e n c u a n t o produce
( s u p . G e n . a d l i t t . 1. 12, c. 1 6 ) , y e l F i - c i e r t a c o n g r u e n c i a c o n l a u n i o n : y en
l ó s o f o ( D e a n . 1. 3 , t . 9); e s p r e c i s o q u e e s t e c o n c e p t o e s u n a m i s m a p o r esencia
el a g e n t e ejerza su acción sobre otros con l a g r a c i a d e l a u n i o n y l a g r a c i a d e ca-
cierta superioridad. S e h a dicho antes b e z a y l a g r a c i a d e p e r s o n a s i n g u l a r , di-
( a . 1, y C. 7, a. 9) q u e e n e l a l m a d e firiendo s o l o r a c i o n a l m e n t e .
Cristo es recibida l a gracia e n grado el
m á s e m i n e n t e ; y p o r e s t o -de a q u e l l a ARTÍCULO V I . — E I s e r c a n e z a d e in
eminencia de l a g r a c i a , q u e recibió, l e I g l e s i a e s p r o p i o (3) d e C r i s t o ?
compete q u e aquella gracia s e derive á
otros, lo cual pertenece al carácter d e l . ° P a r e c e q u e s e r c a b e z a d e l a Igle-
c a b e z a . A s í q u e es la misma según la sia n o e s p e c u l i a r d e C r i s t o : porque se
esencia la gracia personal, por la-cual es d i c e ( i R e g . 15, 17), cuando eras peque-
justificada el alma de Cristo, que su gra- ñito en tus ojos, fuiste hecho cabeza de
cia, según la que es cabeza de la Iglesia, las tribus de Israel ; y l a I g l e s i a es
y que justifica á otros ; difiere sin em- u n a s o l a e n e l n u e v o y a n t i g u o Testa-
bargo según la razón. m e n t o . L u e g o p a r e c e q u e p o r i g u a l ra-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l p e - z ó n a l g ú n otro h o m b r e a d e m a s d e Cristo
c a d o original e n A d á n , q u e es el pecado p o d r á ser c a b e z a d e l a I g l e s i a .
(1) Wo la persona del mismo Adán , que corrompió la natu- lai en conformidad con la doctrina del Concilio de Trento
raleza ; sino la de los que de él heredan s u pecado, según («es. 6 , c. 7 ) , que la llama « causa formal de la justificación »•
advierte Nicolai. (3) Esclustvamonte, sin que otro ademas pueda serlo.
(2) Tal es la legítima construcción de la frase según Kico-
CUESTIÓN VIII.—ARTÍCULO VI. 25*7
demás nombres predicbos puede" denotar- tambien los gobierna esteriormente , di-
se, no solo la autoridad principal, sino rigiendo los actos de estos á algún fin.
también la secundaria. Luego así puede decirse alguno cabeza
de alguna multitud, ya según ambos
ARTÍCULO VII. — E I dianio es c a n e z a conceptos, esto es, según la influencia
de todos los malos ? (1). interior y esterior gobernación; y de este
modo Cristo es la cabeza de la Iglesia,
l.° Parece que el diablo no es cabeza ' según lo dicho (a. 6), ó ya únicameute
de todos los malos : porque pertenece á según el gobierno esterior; y así todo
la razón de cabeza el que imprima la príncipe ó prelado es cabeza de la mul-
sensación y el movimiento á los miem- titud sometida á él. De este modo dicese
bros , como dice cierta Glosa (Petri el diablo cabeza de todos los malos; pues,
Lomb. super illud, Ephes. 1 , ipsum de- como se dice (Job, 4 1 , 25), él es el rey
dil caput etc.) Pero el diablo no tiene la de todos los hijos de la soberbia. Perte-
virtud de comunicar la malicia del peca- nece empero al que gobierna conducir á
do, lo cual proviene de la voluntad del su fin á los gobernados, y el fin del dia-
pecador. Luego el diablo no puede ser blo es separar de Dios á la criatura ra-
llamado cabeza de los malos. cional ; por lo cual desde el principio in-
2.° El hombre se hace malo por cual- tentó separar al hombre de la obediencia
quier pecado. Pero no todos los pecados del divino precepto : y la misma aversión
provienen del diablo, lo cual es evidente de Dios tiene razón de fin, en cuanto se
respecto de los demonios, que pecaron no apetece bajo pretesto de libertad, según
por persuasión de otros ; y asimismo no aquello (Jerem. 2, 20), desde el siglo que-
todo pecado del hombre procede del dia- brantaste el (2) yugo, rompiste las ata-
blo, pues se dice (lib. De ecles. dogm. duras, y dijiste, no serviré. En cuanto pues
c. 82) : « no todos nuestros malos pensa- algunos son conducidos á este fin pecan-
» mientos son siempre escitados por ins- do, caen bajo el gobierno y dirección del
» tigacion del diablo, sino que algunas diablo ; y por esto se dice su cabeza.
» veces se originan del movimiento de Al argumento 1.° diremos que, aun-
» nuestro arbitrio ». Luego el diablo no que el diablo no influya interiormente (3)
es la cabeza de todos los malos. sobre el alma racional, sin embargo in-
3.° Una sola cabeza manda á un solo duce al mal por la sugestión.
cuerpo; mas toda la multitud de los Al 2.° que el jefe no sugiere siempre
malos no parece tener algo en que esté á cada uno de sus subditos, para que
unida, puesto que sucede que lo malo es obedezcan á su voluntad; sino que pro-
contrario á lo malo, y también procede pone á todos el signo de ella, que los
de diversos defectos, como dice San Dio- unos siguen inducidos, y otros de su
nisio (De div. nom. c. 4 , p. 4 , lee. 22). propia voluntad: como se ve en el jefe de
Luego no puede decirse que el diablo es un ejército, cuya bandera siguen los sol-
cabeza de todos los malos. dados, aun sin que nadie les persuada.
Por el contrario, sobre aquello (Job, Así pues el primer pecado del diablo, que
18), memoria illius pereat de térra, dice peca desde el principio, como se dice
la Glosa (ord. Greg. Moral. 1. 14, c. 11): (i Joan. 3), fue propuesto á todos para
« de todo malo se dice que vuelve hacia seguirle; y algunos le imitan por suges-
» su cabeza, es decir, hacia el diablo ». tión del mismo, y otros le siguen espon-
Conclusión. El diablo es cabeza de to- táneamente sin escitacion alguna. En
dos los malos en cuanto á su estertor go- este concepto el diablo es cabeza de to-
bernación. dos los malos, en cuanto le imitan, se-
Responderemos, que según lo dicho gún aquello (Sap. 2 , 24),por la envidia
(a. 6) la cabeza influye sobre los miem- del diablo entró la muerte en el mundo,
bros, no solo interiormente, sino que y le imitan los que son de su partido.
(1) Contra Juan Hus y los llamados predestinados, que decían reccion.
que « el predestinado por Dios á la vida eterna jamás puedo (2) La Vulgata añade meum, mi yugo.
» ser miembro del diablo, aunque practique obras malas». (3) V. l."-2.¡e C. SO, a. 1 y s i g .
Entiéndese cabeza de los malos en cuanto á su esterior di-
CUESTIÓN VIII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 259
Acerca de la ciencia de Cristo en general debemos considerar dos cosas: 1 . qué ciencia tuvo a
Sobre lo l.° examinaremos cuatro puntos: 1." Tuvo Cristo alguna ciencia ademas de la divina? -
2.° Tuvo la ciencia que tienen los bienaventurados ó comprensores? —3.° Tuvo la ciencia innataó
infusa? — 4. Tuvo alguna ciencia adquirida ?
a
( 1 ) Es dogma de fe espresamente definido por los primeros lectivas, divina y humana, ó bien dos entendimientos y
Concilios ecuménicos que en Cristo hay dos operaciones inte- voluntades, contra la herejía de Macario que las negaba.
CUESTIÓN IX. — ARTÍCULOS I Y II. 261
(1) Ctmsummari según las antiguas Biblias : la Vulgala mente por Dios al sujeto ; mas aquí se consideran como u" a
creada tiene el alma de Cristo otra cien- conocimiento, q u e tiene l u g a r por las
cia creada, ya como infusa, por la que especies innatas, no incluye algo opuesto
conoce las cosas en su propia naturaleza al c o n o c i m i e n t o b i e n a v e n t u r a d o : p o r l o
por medio de especies inteligibles propor- cual no h a y paridad entre u n o y otro.
cionadas á la mente humana, ya beatífi- A l 2.° q u e l a d i s p o s i c i ó n s e r e l a c i o n a
ca con el conocimiento del Verbo y de c o n l a p e r f e c c i ó n d e d o s m o d o s : 1.° c o m o
todo en él. v í a c o n d u c e n t e á l a p e r f e c c i ó n : 2.° c o m o
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o el e f e c t o p r o c e d e n t e d e e l l a ; p u e s p o r e l
( a . 1) era c o n v e n i e n t e q u e l a n a t u r a l e z a c a l o r s e d i s p o n e l a m a t e r i a á recibir l a
humana t o m a d a p o r e l V e r b o d e D i o s forma de f u e g o , la cual cuando l l e g a , no
no fuese i m p e r f e c t a ; p e r o t o d o l o q u e p o r e s o c e s a e l c a l o r , sino q u e p e r m a n e c e
está en p o t e n c i a es i m p e r f e c t o , si n o s e c o m o c i e r t o e f e c t o de t a l f o r m a . A s i m i s -
reduce al a c t o ; y e l e n t e n d i m i e n t o h u - m o l a opinión c a u s a d a p o r e l s i l o g i s m o
mano p o s i b l e e s t á en p o t e n c i a p a r a t o d o d i a l é c t i c o es c a m i n o p a r a l a c i e n c i a , q u e
lo i n t e l i g i b l e , y s e r e d u c e a l a c t o p o r l a s se a d q u i e r e p o r l a d e m o s t r a c i ó n , l a q u e
especies i n t e l i g i b l e s , q u e s o n c i e r t a s for- adquirida, puede no obstante permane-
mas c o m p l e t i v a s d e l m i s m o , c o m o s e i n - c e r el c o n o c i m i e n t o q u e p r o v i e n e d e l si-
fiere d é l o e s p u e s t o ( D e an. 1. 3, t. 32 y logismo dialéctico, como consecuencia de
38). Y por e s t o es p r e c i s o r e c o n o c e r e n la ciencia d e m o s t r a t i v a , que es por la
Cristo u n a c i e n c i a i n n a t a , e n c u a n t o p o r c a u s a ; porque el que conoce la causa
el V e r b o de D i o s h a n s i d o i m p r e s a s en el puede por lo mismo conocer con m a y o r
alma de C r i s t o , q u e l e e s t á u n i d a p e r s o - razón los signos p r o b a b l e s , de los cuales
nalmente, l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s r e s p e c - procede el silogismo dialéctico : y del
to de t o d a s l a s c o s a s , p a r a l a s q u e el e n - mismo m o d o en Cristo permanece á la
tendimiento p o s i b l e e s t á e n p o t e n c i a ; v e z con la ciencia de la beatitud la cien-
como t a m b i é n p o r e l V e r b o de D i o s f u e - cia i n n a t a , n o c o m o c a m i n o p a r a l a b e a -
ron impresas e n l a m e n t e a n g é l i c a l a s t i t u d , sino c o m o c o n f i r m a d a p o r e s t a .
especies i n t e l i g i b l e s d e s d e el principio de A l 3.° q u e el c o n o c i m i e n t o b i e n a v e n -
la creación d e l a s c o s a s , s e g ú n c o n s t a p o r turado no tiene lugar por la especie, q u e
San A g u s t í n ( s u p . G e n . a d l i t t . 1. 2, c. 8). es u n a s e m e j a n z a de l a e s e n c i a d i v i n a ó
Por lo t a n t o , a s í c o m o e n l o s á n g e l e s de l a s c o s a s q u e s e c o n o c e n e n l a d i v i n a
según el m i s m o D o c t o r ( s u p . G e n . a d l i t t . esencia, como consta de lo y a dicho en
1. 4, c. 22, 24 y 30) s e r e c o n o c e n d o s l a 1. P a r t e ( C . 12, a. 2); sino q u e t a l
a
guna ciencia esperimental adquirida: por- Dios y la naturaleza nada hacen en vano,
que todo lo que fue conveniente á Cristo como hace ver el Filósofo (De ccelo, 1. 1,
lo tuvo del modo más escelente ; pero t. 3 ; y 1. 2,t. 59), mucho menos en el alma
Cristo" no tuvo escelentísimamente la de Cristo hubo cosa alguna en vano ; y
ciencia adquirida, pues no se dedicó al vano es lo que no tiene operación propia,
estudio de las letras, por el que se ad- puesto que toda cosa existe á causa de su
quiere perfectísimamente la ciencia, según operación, según se dice ( D e ccelo, 1. 2,
se dice (Joan. 7, 1 5 ) , maravillábanse t. 17 ) : y la operación propia del enten-
los judíos y decían: ¿cómo sabe este le- dimiento agente es hacer inteligibles en
tras, no habiéndolas aprendido? Luego acto las especies, abstrayéndolas de las
parece que en Cristo no hubo alguna imágenes ; por lo que se dice (De an. 1. 3,
ciencia adquirida. t. 18) que « el entendimiento agente es
2.° A lo que está lleno no puede aña- » por el que puede hacerse todo ». A s í
dírsele algo; y la potencia del alma de pues es necesario decir que en Cristo
Cristo fue llena por las especies inteligi- existieron algunas especies inteligibles
bles infundidas por la divinidad, según lo recibidas en su entendimiento por la ac-
dicho (a. 3 ) : luego no pudieron sobreve- ción del entendimiento agente: lo que
nir á su alma algunas especies adqui- equivale á decir que tuvo la ciencia ad-
ridas. quirida, que algunos llaman esperimental.
3.° En el que ya tiene el hábito de la Por lo tanto, aunque yo haya escrito de
ciencia no se adquiere un nuevo hábito otra manera en otra parte (Sent. 3, C. 3,
por las cosas que recibe del sentido, por- a. 3 , c. 5) debe decirse haber existido
que entonces dos formas de la misma es- en Cristo la ciencia adquirida, que ¡PRO-
pecie existirían á la vez en un mismo piamente es la ciencia según el modo
(sujeto); pero el hábito que primera- humano, no solo por parte del sujeto que
mente existía se confirma y aumenta. la recibe, sino también por parte de la
Luego, como Cristo tuvo el hábito de la causa agente ; porque tal ciencia se atri-
ciencia infusa, no parece que por las cosas buye á Cristo según la ley del entendi-
que percibió por el sentido adquiriese al- miento agente, que es connatural al alma
guna otra ciencia. humana. Mas la ciencia infusa se atribu-
Por el contrario, dícese (Hebr. 5, 8), ye al alma humana según la luz infundida
siendo Hijo de Dios, aprendió la obedien- de lo alto, cuyo-modo de conocer es pro-
cia por las cosas que padeció; y la Glosa porcionado á la naturaleza angélica. La
(interl. Iiaym.) dice, «esto es, esperi- ciencia empero de los bienaventurados,
» mentó». Luego hubo en Cristo algu- por la que se ve la esencia misma de Dios,
na ciencia esperimental, que es la ciencia es propia y connatural á solo Dios, según
adquirida. se ha dicho en la 1. Parte (C. 12, a. 4).
a
CUESTIÓN X.
Ciencia bienaventurada del alma de Cristo.
Son de considerarse en la actualidad cada una de las predichas ciencias; mas, como ya se
lia tratado en la 1. Parte (C: 14) de la ciencia divina, réstanos ahora hablar de las otras tres : 1." de la
a
ciencia bienaventurada ;• 2." de la ciencia infusa; y S.° de la ciencia adquirida. Pero, quedando tam-
bién espuestas ya muchas consideraciones acerca de la ciencia beata, que consiste en la visión de
Dios (P. 1. , c. 121, parece que solo debe tratarse aquí de las que pertenecen propiamente al alma de
a
Cristo.
Acerca de lo cual examinaremos: 1." El alma de Cristo comprendió al Verbo ó la esencia divi-
na?-2.° Conoció todas las cosas en el Verbo? — 3 . ° Conoció lo infinito en el Verbo? — 4 . ° Ve al Verbo
ó la esencia divina más claramente que cualquiera otra criatura?
(1) Adecuada y exactamente , conociéndolo tanto como es »Dios tan clara é intensamente como Dios se v e á sí mismo »;
cognoscible. El concilio de Basiléácondenófses. 22) la siguiente censura aprobada por Nicolao V y Martino V.
proposición de Agustín de Roma : « el alma de Cristo ve á
266 CUESTIÓN X. — ARTÍCULOS I Y II.
P o r el contrario, dice S a n A g u s t í n » g o b e r n a r l a u n i v e r s a l i d a d ». A s i m i s m o
( Q q . 1. 83, q. 14), « l o q u e se c o m p r e n d e el a l m a de C r i s t o v e t o d a l a e s e n c i a de
» á sí m i s m o e s finito p a r a sí ». P e r o l a D i o s , m a s n o l a c o m p r e n d e ; p o r q u e no la
e s e n c i a d i v i n a n o e s finita e n . c o m p a r a - v e t o t a l m e n t e , es d e c i r , n o t a n perfecta-
c i ó n al a l m a d e C r i s t o , p u e s t o q u e l a e s - m e n t e c o m o es v i s i b l e , s e g ú n l o espuesto
( P . 1. , C . 12, a. 7).
a
c e d e i n f i n i t a m e n t e . L u e g o el a l m a de
C r i s t o n o c o m p r e n d i ó al V e r b o . A l 3.° q u e a q u e l l a s p a l a b r a s d e San
C o n c l u s i ó n . El alma de Cristo, creada A g u s t í n d e b e n e n t e n d e r s e d e l a gracia
y finita, no comprende propiamente la de la u n i ó n , p o r l a q u e t o d o l o que se
divina esencia, increada é infinita. d i c e d e l H i j o de D i o s s e g ú n la d i v i n a na-
R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o c o n s t a de t u r a l e z a , s e d i c e t a m b i é n d e l H i j o del
l o d i c b o ( C . 2 , a. 1 y 6), d e t a l m a n e r a h o m b r e p o r l a i d e n t i d a d d e s u p u e s t o . Eu
fue h e c h a l a u n i ó n d e n a t u r a l e z a s e n l a e s t e s e n t i d o p u e d e d e c i r s e verdadera-
p e r s o n a de C r i s t o , q u e n o o b s t a n t e l a m e n t e que e l H i j o d e l h o m b r e e s com-
propiedad de cada naturaleza permaneció p r e n s o r de l a d i v i n a e s e n c i a , n o s e g ú n el
i n c o n f u s a , e s t o e s , de t a l m o d o q u e « l o a l m a , sino s e g ú n l a d i v i n a n a t u r a l e z a ; p o r
» i n c r e a d o p e r m a n e c i ó i n c r e a d o y lo c r e a - c u y o m o d o t a m b i é n p u e d e decirse que el
» d o permaneció bajo los límites de la H i j o d e l h o m b r e es creador.
» criatura » , c o m o d i c e el D a m a s c e n o
( O r t h . fid. 1. 3 , c. 3 y 4). M a s es i m p o -
A R T Í C U L O II. — E I m i n a d e c r i s t o co-
s i b l e q u e a l g u n a criatura c o m p r e n d a l a
n o c i ó t o d a s l a s c o s a s e n e l V e r b o ? (3)
d i v i n a e s e n c i a , s e g ú n se h a d e m o s t r a d o
( P . 1. C . 12, a. 1, 4 y 7); p o r q u e l o i n -
a
(1) Connumcraiur comunmente, aunque en la áurea y algu- (3) Según los agnoetas é ignoitas «la humanidad del V^crbo
nas otras se lee conformalur. » según la subsistencia á ella unida no conoce el último diay
(2) Lo cual esplica Silvio dé la humanidad por razón ó á i n - » la hora de toda la consumación » ; Amoldo por el contrario
flujo de la divinidad ; pero Nicolai opina haber querido decir afirmaba que u el Hijo de Dios había asumido humanida"
San Isidoro, según la opinión de algunos en su época, que el » igual y tan potente como la divinidad » : errores condena-
alma de Cristo entendía por el entendimientodivino, como i n - dos como heréticos por las mismas autoridades mencionadas
sinúan á su vez Hugo de San Víctor (Summa Sent. tract. 1, c. en la nota 1 de la página 265.
10) y San F u l g e n c i o [ad Fsrrandum, resp. 3).
C U E S T I Ó N X . — A R T Í C U L O II- 261
lo q u e él m i s m o p u e d e h a c e r , l o q u e s e a l m a d e C r i s t o n o p u e d e c o n o c e r l o s infi-
dice conocer p o r la simple inteligencia, nitos.
s e g ú n l o d e m o s t r a d o ( P . 1. , C . 14, a . 9).
a
3.° N a d a p u e d e h a b e r m a y o r q u e l o
L u e g o el a l m a d e C r i s t o s a b e p o r l a infinito. P e r o m u c h a s m á s cosas se con-
ciencia d e l a visión t o d o lo q u e D i o s c o - tienen en l a ciencia divina, absolutamen-
noce en sí mismo ; m a s n o todo lo q u e c o - te h a b l a n d o , q u e en l a ciencia del alma
noce D i o s en sí mismo p o r la ciencia de d e C r i s t o , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2). L u e g o
simple inteligencia ; y así Dios sabe m á s e l a l m a d e C r i s t o n o c o n o c e l a s c o s a s in-
en sí m i s m o q u e el a l m a d e Cristo. finitas.
. A l 3.° q u e l a c a n t i d a d d e l a c i e n c i a n o Por el contrario: el a l m a d e C r i s t o co-
se considera solamente según el n ú m e r o n o c e t o d a su p o t e n c i a y t o d a s l a s cosas
de l a s cosas q u e se pueden s a b e r , sino s o b r e q u e tiene p o d e r . P u e d e purificar
también según la claridad del conoci- u n a infinidad de p e c a d o s , s e g ú n estas p a -
m i e n t o : pues, a u n q u e la ciencia del a l m a l a b r a s ( i J o a n . 2 , 2 ) , él es propiciación
de C r i s t o , q u e tiene en el V e r b o , se por nuestros pecados, y no tan solo por
e q u i p a r e á la ciencia d e l a visión, q u e los nuestros, mas también por los de todo
D i o s tiene e n sí mismo respecto al n ú - el mundo. L u e g o e l a l m a d e C r i s t o c o n o -
m e r o d e las cosas escibles ; sin e m b a r g o ce los infinitos.
la ciencia de Dios escede infinitamente Conclusión. El alma de C?'isto [1] no
respecto de la claridad del conocimiento conoce los infinitos en acto, pero sí [2] en
á l a ciencia del alma d e C r i s t o , porque el Verbo los infinitos en potencia.
la l u z increada del divino entendimiento Responderemos, q u e l a c i e n c i a n o t i e -
escede infinitamente á la luz creada, que n e p o r o b j e t o s i n o e l e n t e , p u e s t o q u e el
es r e c i b i d a e n el a l m a d e C r i s t o : a u n q u e , ente y lo v e r d a d e r o se convierten (2).
a b s o l u t a m e n t e h a b l a n d o , l a ciencia divina P e r o s e d i c e a l g o e n t e d e d o s m o d o s : 1."
esceda á la ciencia del alma de C r i s t o , n o a b s o l u t a m e n t e , e s t o e s , l o q u e e s ente en
solo c u a n t o a l m o d o d e conocer, sino acto; 2° secundum quid, e s d e c i r , el
t a m b i é n respecto al n ú m e r o d e las esci- ente en potencia; y , p u e s t o q u e , c o m o se
b l e s , s e g ú n lo dicho. d i c e ( M e t . 1. 9, t . 2 0 ) , u n a c o s a e s c o n o -
c i d a , s e g ú n q u e e s t á e n a c t o , y n o según
q u e s e h a l l a e n p o t e n c i a , l a c i e n c i a tiene
A R T Í C U L O III. — E Iaium de cristo co-
p o r o b j e t o p r i m e r a y p r i n c i p a l m e n t e el
n o c i ó e n e l V e r b o l a s c o s a s i n f i n i t a s ? (1)
e n t e e n a c t o , y s e c u n d a r i a m e n t e e l ente
en p o t e n c i a , el c u a l n o es cognoscible
1.° P a r e c e q u e e l a l m a d e C r i s t o n o p o r sí m i s m o , sino s e g ú n q u e se conoce
p u e d e conocer l a s cosas infinitas e n el a q u e l l o en c u y a p o t e n c i a e x i s t e . L u e g o
V e r b o : p o r q u e r e p u g n a á l a definición respecto al primer modo de la ciencia el
d e l infinito el q u e se c o n o z c a l o infinito, alma de Cristo no sabe los infinitos, por-
s e g ú n s e d i c e ( P h y s . 1. 3, t . 63) q u e « e l q u e n o s o n i n f i n i t o s e n a c t o (3), a u n q u e
» infiuito es t a l , q u e , c u a l q u i e r a q u e s e a l a se consideren t o d a s l a s c o s a s , cualesquie-
» estension q u e d e él se p e r c i b a , t o d a v í a r a q u e e x i s t e n en a c t o s e g ú n cualquier
» q u e d a siempre algo m á s q u e recibir ». t i e m p o ; p u e s t o q u e el e s t a d o d e la gene-
A h o r a b i e n : es imposible q u e l a defini- r a c i ó n y c o r r u p c i ó n n o d u r a h a s t a lo-infi-
ción sea s e p a r a d a de lo definido; p u e s t o nito. P o r consiguiente es cierto elnúmero,
que esto sería existir simultáneamente n o s o l a m e n t e d e l a s c o s a s q u e e x i s t e n sin
cosas c o n t r a d i c t o r i a s . L u e g o es imposible g e n e r a c i ó n y c o r r u p c i ó n , sino también
q u e el a l m a d e C r i s t o sepa los infinitos. las q u e p u e d e n s e r e n g e n d r a d a s y corrom-
2.° L a c i e n c i a d e l o s i n f i n i t o s e s i n f i n i - p e r s e . En cuanto al segundo modo de fe
t a ; y l a ciencia del a l m a de Cristo n o ciencia el alma de Cristo sabe en el Verbo
p u e d e ser infinita, pues su capacidad es las cosas infinitas; p u e s s a b e , c o m o se
finita, puesto que es creada. L u e g o el ha d i c h o (a. 2 ) , todas las que están en
potencia de la criatura. P o r l o cual, c o m o Al 2.° que nada impide que sea infi-
en p o t e n c i a d e l a criatura h a y c o s a s infi- nito de un modo algo que es finito de
nitas , s a b e d e e s t a m a n e r a l a s c o s a s infi- otro modo, cómo si imaginamos en las
nitas c o m o p o r c i e r t a c i e n c i a d e s i m p l e cantidades una superficie que sea infinita
i n t e l i g e n c i a , m a s n o p o r l a c i e n c i a de l a en longitud y finita según su latitud.
visión. Así pues, si los hombres fuesen infinitos
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o infi- en número, tendrían infinidad en algo,
nito s e g ú n l o d i c h o e n l a 1. P a r t e ( C . 7,
a
esto es, según la multitud; pero según la
a. 1) se d i c e d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n l a naturaleza de su esencia serían finitas,
razón d e l a f o r m a , y así s e d i c e infinito porque su esencia estaría limitada por la
n e g a t i v a m e n t e , e s d e c i r , l o q u e e s l a for- naturaleza de una sola especie. Pero lo
ma ó el a c t o n o l i m i t a d o por l a m a t e r i a ó que es infinito en absoluto según la ra-
s u j e t o , en que s e r e c i b a , y e s t e infinito zón de su esencia, es Dios, como se ha
en sí m i s m o es p r i n c i p a l m e n t e c o g n o s c i - dicho (P. 1. , C. 7, a. 2); y el objeto
a
(1) En algún concepto ó g é n e r o , como en el de longitud ó (act. 8 , c. 1 1 ) , lateranense (can. 17) en tiempo de Martina I
cualquiera de las tres dimensiones. y 6.° de Constantinopla (act. 1 1 ) ; como también por el papa
(2) Orígenes decía que « el Hijo de Dios no puede ver al Gelasio (Decret. dist. 15, cay. Sánela Romana).
» Padre ni ser visto por el Espíritu-Santo » : errores conde- (3) V. la nota 3 de la página 262.
nados como heréticos por los Concilios 5.° de Constantinopla
CUESTIÓN X. — ARTÍCULO IV. 271
CUESTIÓN XI.
Ciencia innata ó infusa del alma de Cristo.
1.° Sabe Cristo todas las cosas por medio de esta ciencia? — 2.° Pudo hacer uso de esta ciencia sin
laconversion á las imágenes ? — 3 . ° Esta ciencia fue discursiva? —4.° Comparación de esta ciencia
con la angélica. — 5.° Fue ciencia habitual ? — 6." Fue distinta por hábitos diversos ?
cosas. y e s t o e s e v i d e n t e p r i n c i p a l m e n t e acerca
Conclusión. El alma de Cristo conoció d e l a s a l m a s d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s . Pero
por la ciencia infusa [ 1 ] todo cuanto el C r i s t o a n t e s d e s u P a s i ó n n o s o l o fue
hombre puede conocer por su entendimien- v i a d o r s i n o t a m b i é n c o m p r e n s o r ; por
to agente y por revelación divina más c u y a r a z ó n s u a l m a p o d í a c o n o c e r las
clara y plenamente que las otras almas; s u s t a n c i a s s e p a r a d a s p o r e l m o d o con que
no empero así [2] la divina esencia. conoce el alma separada.
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o A l 3 . ° q u e e l c o n o c i m i e n t o d e l a s cosas
( C . 9, a. 1) f u e c o n v e n i e n t e q u e e l a l m a s i n g u l a r e s n o p e r t e n e c e á l a perfección
de Cristo fuese enteramente perfecta, d e l a l m a i n t e l e c t i v a s e g ú n e l conoci-
siendo reducida toda su potencialidad al m i e n t o e s p e c u l a t i v o ; p e r t e n e c e sin em-
acto: E s pues de tenerse e n cuenta que e n b a r g o á s u p e r f e c c i ó n s e g ú n e l conoci-
el a l m a h u m a n a , c o m o e n c u a l q u i e r cria- m i e n t o p r á c t i c o , q u e n o s e p e r f e c c i o n a sin
tura, se consideran dos clases de potencia el c o n o c i m i e n t o d e l o s s i n g u l a r e s , en los
p a s i v a , u n a p o r c o m p a r a c i ó n al a g e n t e n a - q u e a c t ú a s u o p e r a c i ó n , c o m o s e dice
tural y l a otra a l a g e n t e p r i m e r o , q u e ( E t h i c . 1. 6, c. 7 ó 9). A s í q u e se re-
p u e d e r e d u c i r á u n a criatura c u a l q u i e r a á q u i e r e p a r a l a p r u d e n c i a l a memoria de
algún acto m á s elevado que el acto, al l a s c o s a s p a s a d a s , e l c o n o c i m i e n t o de las
cual e s reducida por el agente n a t u r a l ; y p r e s e n t e s y l a p r e v i s i ó n d e l a s futuras,
esta ha solido llamarse potencia de obe- c o m o dice T u l i o e n s u R e t ó r i c a (lib. 2,
d i e n c i a e n l a criatura. U n a y o t r a c l a s e d e D e i n v e n t . ) . P o r c o n s i g u i e n t e , habiendo
potencia d e l alma de Cristo fue reducida t e n i d o C r i s t o l a p l e n i t u d d e l a prudencia
al a c t o s e g ú n e s t a c i e n c i a i n f u n d i d a pol- s e g u n e l d o n d e c o n s e j o , s i g ú e s e que co-
l a d i v i n i d a d . Y p o r e s t o s e g ú n e l l a el n o c i ó t o d a s l a s c o s a s s i n g u l a r e s presentes,
alma de Cristo conoció 1.° todo lo que el pasadas y futuras.
hombre puede conocer por la virtud de la
luz del entendimiento agente, c o m o s o n ARTÍCULO I I . — ¿cristo pudo uacet
t o d a s l a s c o s a s q u e p e r t e n e c e n alas c i e n - u s o «lo e s t a c i e n c i a , s i n r e c u r r i r á l a s imá-
cias h u m a n a s ; 2.° conoció por ella Cristo genes?
todas las que se dan á conocer á los hom-
bres por medio de la divina revelación, l . ° P a r e c e q u e e l a l m a d e Cristo no
y a pertenezcan al don de sabiduría, y a p u d o e n t e n d e r s e g u n e s t a c i e n c i a , sino
a l d o n (1) d e p r o f e c í a , y a á c u a l q u i e r a c o n v i r t i é n d o s e á l a s i m á g e n e s : porque,
otro d o n d e l Espíritu Santo ; pues todas c o m o s e d i c e ( D e a n . 1. 3 , i m p l i c . t. 18,
31 y 3 9 ) , l a s i m á g e n e s s e c o m p a r a n al
(1) E n sentido lato de donación gratuita ó gracia gratis-
data. a l m a i n t e l e c t i v a h u m a n a c o m o l o s colores
CUESTIÓN X I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 213
2.° E l h o m b r e n e c e s i t a c o m p a r a r y a d m i t e en C r i s t o e l c o n s e j o , q u e supone
discurrir racionalmente, p a r a inquirir l a s d u d a , y p o r c o n s i g u i e n t e l a e l e c c i ó n , que
cosas q u e ignora. P e r o el a l m a d e Cristo i n c l u y e e n s u r a z ó n t a l c o n s e j o ; m a s no
conoció todas las cosas, según se h a s e e s c l u y e e n C r i s t o el u s o d e l c o n s e j o .
d i c h o ( c . 10, a . 2). L u e g o e u é l n o h u b o A l 2.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e del
ciencia discursiva ó comparativa. d i s c u r s o y c o m p a r a c i ó n , s e g ú n q u e se
3.° L a c i e n c i a d e l a l m a d e C r i s t o f u e o r d e n a n á l a a d q u i s i c i ó n d e la c i e n c i a .
al m o d o d e los c o m p r e n s o r e s , q u e se ase- A l 3.° q u e l o s b i e n a v e n t u r a d o s s e ase-
m e j a n á los á n g e l e s , s e g ú n dice ( M a t t h . m e j a n á l o s á n g e l e s e n c u a n t o á l o s dones
2 2 ) ; y en los ángeles n o existe la cien- d e l a s g r a c i a s ; s i n e m b a r g o q u e d a entre
cia discursiva ó c o m p a r a t i v a , como consta e l l o s u n a d i f e r e n c i a r e l a t i v a m e n t e á su
p o r S a n D i o n i s i o ( D e d i v . n o m . c. 7, l e c t . n a t u r a l e z a : y p o r esto el u s o d e razonar
2). L u e g o t a m p o c o e n e l a l m a d e C r i s t o y discurrir es c o n n a t u r a l á las almas de
h u b o ciencia discursiva ó comparativa. l o s b i e n a v e n t u r a d o s , m a s n o á l o s án-
P o r el contrario: Cristo tuvo alma geles.
racional, según se h a demostrado ( C . 5 ,
a. 3 ) ; y e s o p e r a c i ó n p r o p i a d e l a l m a ARTÍCULO IV. — E s t a ciencia en
racional comparar y discurrir d e u n a C r i s t o f u e m a y o r q u e l a c i e n c i a d e l o s ángeles?
cosa á otra. L u e g o en Cristo h u b o l a
ciencia discursiva ó comparativa. - 1.° P a r e c e q u e e s t a c i e n c i a f u e menor
C o n c l u s i ó n . La ciencia infusa en el e n C r i s t o q u e e n l o s á n g e l e s : p o r q u e la
alma de Cristo pudo ser colativa (1) ó p e r f e c c i ó n e s p r o p o r c i o n a d a a l objeto
discursiva en cuanto á su uso, no en su p e r f e c t i b l e ; y e l a l m a h u m a n a s e g ú n el
adquisición. o r d e n d e l a n a t u r a l e z a e s i n f e r i o r á la
R e s p o n d e r e m o s , q u e a l g u n a ciencia n a t u r a l e z a a n g é l i c a . A s í p u e s , c o m o esta
puede ser discursiva ó comparativa d e c i e n c i a , d e q u e h a b l a m o s a h o r a , h a sido
d o s m a n e r a s : 1. respecto á su adquisi-
a
c o m u n i c a d a a l a l m a d e C r i s t o p a r a su
ción, c u a l s u c e d e e n n o s o t r o s , q u e p r o - p e r f e c c i ó n ; p a r e c e q u e f u e i n f e r i o r á la
cedemos al conocimiento de u n a cosa p o r c i e n c i a , p o r l a q u e s e p e r f e c c i o n a l a na-
m e d i o d e o t r a , como al d e l efecto p o r l a s turaleza angélica.
c a u s a s y v i c e v e r s a ; y de este modo la 2.° L a c i e n c i a d e l a l m a d e C r i s t o fue
ciencia del alma de Cristo no fue dis- e n a l g ú n m o d o c o l a t i v a y d i s c u r s i v a , lo
cursiva ó colativa, p u e s t o q u e e s t a c i e n - c u a l n o p u e d e d e c i r s e d e l a c i e n c i a angé-
cia, de q u e a h o r a h a b l a m o s , le fue otor- l i c a . L u e g o l a c i e n c i a d e l a l m a d e Cristo
g a d a por la divinidad, y no adquirida por fue inferior á l a ciencia d e los ángeles.
i n v e s t i g a c i ó n d e l a r a z ó n ; 2.° p u e d e 3.° C u a n t o m á s i n m a t e r i a l e s alguna
;
(1) No de la misma especie ínfima que la nuestra, advierte (3) Esto es , simplemente potencial á modo de hábito en re-
discretamente Silvio ; sino del mismo género en el concepto poso ó inactivo, cual se halla en quien no ejerce la ciencia
común de ciencia. que posee ; pero sí habitual por parte del principio, en cuanto
( ) Adaptándose á su capacidad y forma, al modo que el
2
siempre vio como ve ahora la esencia divina.
liquido en su vasija.
216 CUESTIÓN XI.—ARTÍCULOS V Y VI.
Espíritu-Santo.
CUESTIÓN X I . — A R T Í C U L O VI. 277
Al 3.° que la luz infusa por Dios es la Cristo especies propias de las cosas sin-
razón común de entender las cosas que gulares, para conocer con propio conoci-
son reveladas por él, como también la luz miento cada una de ellas; y según esto
del entendimiento agente lo es de las fue menester que hubiera en el alma de
que son conocidas naturalmente. Así Cristo diversos hábitos de la ciencia, se-
pues convino que hubiese en el alma de gún lo dicho.
CUESTIÓN XII.
Ciencia adquirida del alma de Cristo.
Tratemos á continuación de la ciencia de Cristo adquirida ó esperimental: 1.° Según esta ciencia
conoció Cristo todas las cosas ? — 2.° Hizo adelantos en ella? — 3.° Aprendió algo del hombre ? — 4.° Re-
cibió algo de los ángeles ?
2° P r o g r e s a r e s p r o p i o d e l o i m p e r - v i n a n o p u e d e s e r a u m e n t a d a . S i pues
fecto, pues lo perfecto n o admite adición. i n d e p e n d i e n t e d e l h á b i t o i n f u s o de la
P e r o n o h a y que suponer en Cristo cien- c i e n c i a n o h a y e n e l a l m a d e C r i s t o algún
cia imperfecta. L u e g o Cristo n o p r o g r e s ó h á b i t o d e l a c i e n c i a a d q u i r i d a , como
s e g ú n esta ciencia. p i e n s a n a l g u n o s , y á m í m e h a parecido
3.° D i c e e l D a m a s c e n o ( o r t h . fid. 1. 3, a l g u n a v e z (3, D i s t . 14, C . 1 , a . 3 , q. 5);
c . 22) : « l o s q u e d i c e n q u e C r i s t o a d e - n i n g u n a c i e n c i a f u e a u m e n t a d a e n Cristo
» l a n t a b a en sabiduría y gracia como r e - s e g ú n l a e s e n c i a , s i n o s o l o p o r l a espe-
x> c i b i e n d o a d i c i ó n d e s e n t i d o , n o r e s p e - r i e n c i a , e s t o e s , p o r l a c o n v e r s i ó n de las
(1) Como en una sola causa conoció todos sus efectos, y to- m e j a n t e s , y todos los contrarios en solo uno por la perspica-
das las causas en un soló efecto, y en un símil todos sus se- cia de su entendimiento. Nicolai.
CUESTIÓN XII. — ARTÍCULOS I I Y III. 279
(1) Esta doctrina concilla perfectamente los diversos pare- nion de Westorio, suponen á Cristo antes puro hombre por
ceres de los S S . P P . , de los que unos no admiten en Cristo algún tiempo é inhabitado después por el Verbo mediante
ignorancia alguna de cualquier género, suponiéndola otros cierta unión accidental.
en algún modo por razón de su humanidad, y entre estos San (3) Aunque el testo evangélico no dice allí espresamente
Atanasio, San Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Cirilo que les respondiese (respondenlem),- colígese harto claramente
eje Alejandría, griegos, y de los latinos San Ambrosio y San del contesto, donde se lee (v. 47J que se admiraban iodos de su
Hilario con algunos otros. prudencia y (responsisj respuestas.
p o r D i o s c a b e z a d e l a I g l e s i a , y aun de » h o m b r e s en l a tierra á l o s d o c e a ñ o s de
t o d o s l o s h o m b r e s , s e g ú n l o d i c h o ( C . 8,a. y> e d a d , p o r q u e s e g ú n el u s o de la razón
3), p a r a q u e t o d o s r e c i b i e r a n p o r é l m i s m o » la e n s e ñ a n z a de l a d o c t r i n a no es opor-
n o s o l o l a g r a c i a sino t a m b i é n p a r a q u e » t u n a sino en la e d a d p e r f e c t a (2)».
recibieran d e él l a e n s e ñ a n z a de la v e r -
d a d ; p o r l o c u a l é l m i s m o dice ( J o a n . 1 8 , ARTÍCULO IV. — A p r e n d i ó c r i s t o oi-
37), pa-ra esto nací y para esto vine al g o d e l o s á n g e l e s 'i
mundo ¡para dar testimonio á la verdad:
y p o r t a n t o no fue conveniente á su dig- 1.° P a r e c e q u e C r i s t o r e c i b i ó de los
nidad el que fuese enseñado por hombre á n g e l e s c i e n c i a : p o r q u e se d i c e ( L u c .
alguno. 22, 43) q u e apareció á Ci'isto un ángel
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , s e g ú n del cielo, que le confortaba ; y la confor-
d i c e O r í g e n e s (sup. L u c . h o m . 18, y t a c i ó n s e h a c e p o r m e d i o de l a s palabras
h o m . 19), « el S e ñ o r i n t e r r o g a b a , n o p a r a c o n f o r t a t i v a s d e l q u e e n s e ñ a , s e g ú n aque-
» a p r e n d e r a l g o , sino p a r a instruir p r e - llo ( J o b . 4,3), lié aquí que enseñaste á
» g u n t a n d o , c o m o q u e de u n a f u e n t e de muchos y diste vigor á manos cansadas,
» e n s e ñ a n z a d i m a n a el p r e g u n t a r y c o n - tus palabras sostuvieron á los que vacila-
y> t e s t a r s a b i a m e n t e ». A s í el E v a n g e l i s t a ban. L u e g o C r i s t o ha sido instruido por
a ñ a d e q u e todos los que le escuchaban se los á n g e l e s .
admiraban de su prudencia y de sus res- 2.° D i c e S a n D i o n i s i o ( D e ccelest.
puestas. h i e r a r c h . c. 4) : « v e o p u e s q u e aun el
A l 2.° q u e e l q u e a p r e n d e d e l h o m b r e » m i s m o J e s ú s , s u s t a n c i a sobresustancial
no recibe inmediatamente la ciencia de » d e las s u s t a n c i a s s o b r e c e l e s t i a l e s , vi-
l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s , que h a y e n l a » n i e n d o á la n u e s t r a sin transmutación,
m e n t e d e l m i s m o , sino m e d i a n t e l a s p a - » s e s o m e t e o b e d i e n t e m e n t e á l a s forma-
l a b r a s s e n s i b l e s , c o m o s i g n o s de los c o n - » c i o n e s d e l P a d r e y de D i o s por media-
c e p t o s i n t e l i g i b l e s . P e r o , así c o m o l a s D cion de l o s á n g e l e s ». P a r e c e p u e s que
palabras formuladas por el h o m b r e son el m i s m o C r i s t o quiso s o m e t e r s e al orden
signos de su ciencia i n t e l e c t u a l , así las de la l e y d i v i n a , q u e d i s p o n e q u e los
criaturas f o r m a d a s p o r D i o s s o n s i g n o s d e h o m b r e s s e a n i n s t r u i d o s p o r m e d i o de los
s u s a b i d u r í a ; p o r l o c u a l se d i c e ( E c c l i . ángeles.
1, 10) q u e Dios derramó la sabiduría 3.° A s í c o m o e l c u e r p o h u m a n o está
sobre todas sus obras. A s í p u e s c o m o e s s o m e t i d o por el o r d e n n a t u r a l á l o s cuer-
m á s d i g n o ser e n s e ñ a d o p o r D i o s q u e por p o s c e l e s t e s , así t a m b i é n la m e n t e huma-
e l h o m b r e , así es m á s d i g n o recibir l a n a á l a s de l o s á n g e l e s . P e r o el c u e r p o de
c i e n c i a p o r m e d i o d e l a s criaturas s e n s i - C r i s t o e s t u v o s u j e t o á las i m p r e s i o n e s de
bles que por la enseñanza del hombre. l o s c u e r p o s c e l e s t e s , p u e s sufrió calor en
A l 31° q u e J e s ú s a d e l a n t a b a e n l a c i e n - el estío y frío en i n v i e r n o , c o m o asimis-
cia e s p e r i m e n t a l , como también en l a m o t o d o s l o s d e m á s p a d e c i m i e n t o s huma-
e d a d , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2). M a s , a s í n o s . L u e g o t a m b i é n su m e n t e humana
c o m o se requiere edad oportuna, parece e s t a b a s o m e t i d a á las i l u m i n a c i o n e s de los
que el hombre reciba la ciencia por m e - espíritus sobrecelestes.
dio d e l a i n v e s t i g a c i ó n ; a s í t a m b i é n p a r a Por el contrario, dice S a n Dionisio
que la adquiera por medio de la enseñan- ( C c e l e s t . h i e r . c. 7) q u e « l o s á n g e l e s su-
za. E l Señor empero nada h i z o , que n o » p r e m o s p r o p o n e n al mismo Jesús cues-
f u e r a c o n g r u e n t e á s u e d a d (1) ; y p o r » t i o n e s y q u e a p r e n d e n la ciencia de su
eso no prestó oidos á los discursos de » o b r a d i v i n a y de la carne t o m a d a por
doctrina, sino en aquel t i e m p o , en que » n o s o t r o s , que J e s u s les e n s e ñ a sin
podía por la v í a de la esperiencia haber » i n t e r m e d i a r i o » (3). M a s no pertenece
conseguido tal grado de ciencia ; y según al m i s m o e n s e ñ a r y ser e n s e ñ a d o . L u e g o
esto dice San Gregorio ( s u p . E z e c h . C r i s t o n o r e c i b i ó - c i e n c i a de l o s ángeles.
hom. 2 ) : « dignóse interrogar á los Conclusión. El alma de Cristo nada
(1) Orígenes hace notar que en su niñez enseñaba á sus predicación pública.
coetáneos lo conveniente á ellos con su ejemplo. (3) Por sí mismo personalmente.
(1) La de treinta años, en que comenzó su enseñanza por la
CUESTIÓN XII. — ARTÍCULO IV. 281
1." Tuvo el alma de Cristo la omnipotencia en absoluto ? 3.° La tuvo con relación á la inmutación
de las criaturas ?3.° Y respecto á su propio cuerpo? 4.° La tuvo respecto á la ejecución de su vo-
luntad ?
(1) Agustín de Roma decía virtualmente que « e l alma de dicho fue condenado en el concilio de Basilea.
» Cristo era en absoluto omnipotente », en el hecho de ase- (2) Por ciencia de vision, no por la de simple inteligencia,
gurar que « su naturaleza humana e s la misma persona del conforme á lo dicho en el lugar citado en el testo.
» Verbo y verdaderamente Dios natural y propio ». Y a queda (3) Principio quo únicamente, y no quod.
CUESTIÓN XIII.—ARTÍCULOS I Y II. 283
el n o m b r e de cielo y t i e r r a se e n t i e n d e d e p a r t e d e l a t r a n s m u t a c i ó n d e l a s cria-
t o d a c r i a t u r a , c o m o s e v e c u a n d o se d i c e t u r a s q u e e s d e t r e s m o d o s : 1.° n a t u r a l ,
( G e n . 1, 1), en el principio crió Dios el e s t o e s , q u e se h a c e p o r el a g e n t e propio
cielo y la tierra. L u e g o p a r e c e q u e e l s e g ú n el o r d e n d e l a n a t u r a l e z a ; 2." mi-
alma de Cristo tiene la omnipotencia l a g r o s o , q u e se r e a l i z a p o r el a g e n t e so-
respecto á la inmutación de las cria- b r e n a t u r a l d e u n m o d o superior a l orden
turas. y c u r s o c o m ú n d e l a n a t u r a l e z a , c o m o la
2.° E l a l m a d e C r i s t o es m á s p e r f e c t a r e s u r r e c c i ó n d e l o s m u e r t o s ; 3.° s e g ú n
que cualquiera criatura; y cualquier cria- q u e t o d a c r i a t u r a es r e d u c i b l e á la nada.
t u r a p u e d e ser movida por alguna otra, L a 2. d i s t i n c i ó n d e b e t o m a r s e d e p a r t e
a
p u e s d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 3, d e l a l m a d e C r i s t o , q u e p u e d e s e r consi-
c . 4) q u e , « a s í c o m o l o s c u e r j j o s m á s d e r a d a d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n l a pro-
» crasos é inferiores son regidos p o r los p i a n a t u r a l e z a y v i r t u d , y a n a t u r a l , ya
D m á s s u t i l e s y p o t e n t e s c o n c i e r t o or- g r a t u i t a ; 2.° s e g ú n q u e es i n s t r u m e n t o
is d e n , a s í t o d o s l o s c u e r p o s p o r e l e s p í - del V e r b o de D i o s unido á ella personal-
» r i t u de la v i d a , y el espíritu de la vida m e n t e . S i p u e s h a b l a m o s d e l a l m a de
» irracional por el espíritu racional d e la C r i s t o s e g ú n l a p r o p i a n a t u r a l e z a y vir-
» v i d a , y el e s p í r i t u d e l a v i d a r a c i o n a l t u d , y a u a t u r a l , y a g r a t u i t a ; t u v o poder
» d e s e r t o r y p e c a d o r p o r el e s p í r i t u d e p a r a p r o d u c i r a q u e l l o s e f e c t o s , q u e son
» la vida racional, piadoso y j u s t o » . M a s c o n v e n i e n t e s al a l m a , v. g. p a r a gober-
el a l m a de C r i s t o m u e v e t a m b i é n á los n a r al c u e r p o y d i s p o n e r los a c t o s huma-
mismos espíritus supremos iluminándolos, n o s , y t a m b i é n p a r a i l u m i n a r p o r medio
c o m o d i c e S a n D i o n i s i o ( D e ccelest. h i e - d e l a p l e n i t u d d e l a g r a c i a y d e l a cien-
r a r c h . c . 7). L u e g o p a r e c e q u e el a l m a d e c i a á t o d a s l a s c r i a t u r a s r a c i o n a l e s , que
Cristo tiene la omnipotencia respecto á se a p a r t a n d e su p e r f e c c i ó n , d e la ma-
la inmutación de las criaturas. n e r a q u e e s t o c o n v i e n e á l a c r i a t u r a ra-
3.° E l a l m a d e C r i s t o t u v o p l e n í s i m a - c i o n a l . M a s , si h a b l a m o s d e l a l m a de
m e n t e l a g r a c i a d e los milagros ó virtu- C r i s t o , s e g ú n q u e e s i n s t r u m e n t o del
d e s , comió t a m b i é n l a s d e m á s g r a c i a s . V e r b o á ella u n i d o , en este concepto
P e r o toda inmutación de las criaturas t u v o l a v i r t u d i n s t r u m e n t a l , p a r a hacer
p u e d e pertenecer á la gracia de los mi- t o d a s las m u t a c i o n e s m i l a g r o s a s ordeua-
l a g r o s , p u e s t o q u e a u n los c u e r p o s c e - b l e s a l fin d e l a E n c a r n a c i ó n , q u e es res-
lestes fueron inmutados milagrosamente t a u r a r t o d a s l a s c o s a s q u e e x i s t e n en el
en su o r d e n , como p r u e b a S a n Dionisio cielo ó e n la t i e r r a . L a s inmutaciones
( e p i s t . a d P o l y c a r p u m , 7) (1). L u e g o e l e m p e r o d e l a s c r i a t u r a s , s e g ú n son sus-
alma de Cristo tuvo la omnipotencia res- c e p t i b l e s d e v o l v e r á la n a d a , correspon-
pecto á la inmutación de las criaturas. d e n á l a c r e a c i ó n d e l a s c o s a s , s e g ú n que
P o r el c o n t r a r i o : t r a n s m u t a r las cria- s o n p r o d u c i d a s d e l a n a d a . Y p o r esto,
t u r a s c o m p e t e al m i s m o q u e tiene el p o - a s í c o m o s o l o D i o s p u e d e c r e a r , a s í solo
d e r d e c o n s e r v a r l a s ; y esto es p r o p i o él p u e d e r e d u c i r á la n a d a las criaturas;
d e s o l o D i o s , s e g ú n a q u e l l o ( H e b r . 1, 3), s i e n d o t a m b i é n él solo q u i e n l a s conserva
sustentándolo todo con la palabra de su e n el s e r p a r a q u e n o c a i g a n e n l a nada.
virtud. L u e g o e s e s c l u s i v o d e s o l o D i o s A s í p u e s debe decirse que el alma de
tener la omnipotencia respecto de la in- Cristo no tiene la omnipotencia respecto
mutación de las c r i a t u r a s ; y por t a n t o de la inmutación de las criaturas.
e s t o n o c o n v i e n e al a l m a d e C r i s t o . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , como
C o n c l u s i o n . Debe decirse en absoluto d i c e S a n J e r ó n i m o (2) ( s u p . l o e . M a t t h .
que el alma de Cristo no es omnipotente c i t . i n a r g . ) , « l a p o t e s t a d h a s i d o dada
(1J Refiriéndose principalmente al eclipse de sol ocurrido tiva respecto del sol, que astronómicamente produce sus
en ta muerte del Señor contra el curso ordinario de la natu- eclipses.
raleza, por no hallarse la luna entonces en la posición rela- (2) Tomándolo de San Hilario.
CUESTIÓN XIII.—ARTÍCULOS II Y I I I . 285
(1) l a cual puede entenderse recibida de la virtud divina, leerse acaso qui, ó bien eral (estaba) en lugar de ( t e n i a ) ha-
Y no precisamente del alma de Cristo. bebat.
(2) ÍH 5uo; mas Kicolai sospecha no sin razón que debe
286 CUESTIÓN X I I I . — A R T Í C U L O S III Y IV.
(1) A u n la gratuita y santificante ; pues la santidad no | (2) Ya queda repetido que no es de San Agustín el citado
confiere per se el poder inmulador, como puede hacerlo la i libro,
procedente de gracia gratis-data. I
CUESTIÓN XIII. — A R T Í C U L O IV. 287
Conclusión. El alma de Cristo pudo sino lo que debía hacerse por otros, lo
ejecutar por propia virtud [1] cuanto por c u a l n o d e p e n d í a d e su v o l u n t a d h u m a n a ,
sí misma quiso ; y por virtud divina [2] A s í en la epístola del papa A g a t o n
cuanto en tal concepto quería, como ins- ( a c e p t a d a e n el 6.° C o n c i l i o C o n s t a n t . 3.°
trumento de la divinidad. a c t . 4) s e l e e : « c o n q u e ni e l C r e a d o r y
R e s p o n d e r e m o s , q u e e l a l m a de Cristo » el R e d e n t o r de todos p u d o estar o c u l t o
1.° c o m o para
quiso a l g o d e d o s m o d o s : » e n l a tierra ? á n o ser q u e e s t o s e r e -
cumplirlo por sí mismo, y así d e b e d e - » duzca á su voluntad h u m a n a , que se
cirse q u e pudo todo lo que quiso, p u e s n o » d i g n ó t o m a r t e m p o r a l m e n t e ».
convendría á s u s a b i d u r í a el q u e quisiera A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o
hacer a l g o p o r sí, q u e n o e s t u v i e r a s o m e - ( M o r a l . 1. 19, c. 14), « e l S e ñ o r o r d e -
tido á su v i r t u d ; 2.° quiso algo,para que » nando callar sus virtudes h a dado ejem-
se cumpliera por la virtud divina, como » pío á sus s e r v i d o r e s , p a r a q u e e l l o s d e -
la resurrección d e l p r o p i o c u e r p o y o t r a s » s é e n t e n e r o c u l t a s s u s v i r t u d e s , y sin
tales obras m i l a g r o s a s , que no podía por » embargo estas se manifiestan á su p e -
propia virtud, sino en cuanto era instru- » sar, p a r a ser p r o v e c h o s a s á o t r o s » . A s í
mento de la divinidad, s e g ú n s e h a d i c h o pues aquel precepto designaba la volun-
(a. 2). tad del m i s m o , que rehuía la gloria h u -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o m a n a , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 8 , 5 0 ) , no
observa S a n A g u s t í n ' ( Q q . v e t . e t n o vi busco yo mi gloria. Q u e r í a sin e m b a r g o
Test.), « l o q u e h a s i d o h e c h o , e s t o d e b e absolutamente, sobre todo según s u di-
» decirse h a b e r l o q u e r i d o C r i s t o ; p o r q u e v i n a v o l u n t a d , q u e se p u b l i c a s e el m i l a -
» es de a d v e r t i r q u e a q u e l l o s e e f e c t u ó e n gro h e c h o para utilidad de otros.
» l o s confines d e l o s g e n t i l e s , c u a n d o t o - A l 3.° q u e C r i s t o o r a b a , y a p o r l a s c o -
» davía no era e l t i e m p o d e p r e d i c a r l e s : s a s q u e d e b í a n ser h e c h a s p o r l a v i r t u d
í sin e m b a r g o l a e n v i d i a era l a q u e i m - divina, y a también por lo que h a b í a de
» pedía recibir á l o s q u e d e e l l o s m i s m o s hacer por su voluntad humana; puesto
» venían á la f e ; y a s í n o q u i s o ser p r e - que la virtud y operación del alma de
d i c a d o por l o s s u y o s , p e r o sí el ser r e - Cristo d e p e n d í a n d e D i o s , q u e obra en
»querido; y así s u c e d i ó » . O puede de- nosotros el querer y el hacer, c o m o s e
cirse que e s t a v o l u n t a d d e C r i s t o n o t u v o d i c e ( P h i l i p . 2, 13).
por objeto l o q u e d e b í a h a c e r s e p o r e l l a ,
CUESTIÓN XIY.
Defectos del cuerpo tomados por el Hijo de Dios.
Debemos tratar ahora de los defectos, que Cristo tomó en la naturaleza humana: 1." de los defectos
del cuerpo. 2." de los del alma.
Sobre lo 1." examinaremos : 1." El Hijo de Dios debió tomar en la naturaleza humana los defectos
del cuerpo?—2.° Tomó la necesidad de estar sometido á estos defectos ? —3.° Contrajo estos defec-
tos? —4.° Tomó todos estos defectos?
(1) Julian de Halicarnaso , hereje acéfalo, decía que «e^ anatematizados por Clemente IV en el concilio de Víena, por
» cuerpo de Cristo era incorruptible desde su misma concep- Eugenio IV en el,de Florencia, por el 1.° de Efeso (can. 12 y
ta cion »; los afartodocitas que « l a carne que Cristo tomó d é l a 13 ) y por el 1.° de Toledo contra los priscilianitas con apro-
» Virgen fue incorruptible antes de la Pasión »; y los fanta bación del papa León.
siastas que « Cristo no tomó cuerpo humano pasible » : errores
CUESTIÓN XIV. —ARTÍCULO i. 289
mis ojos á los montes, de donde me vendrá persona, para que no os fatiguéis desfü'
el socorro. L u e g o f u e c o n v e n i e n t e q u e el lleciendo en vuestros ánimos.
Hijo d e D i o s t o m a s e l a c a r n e s o m e t i d a á A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a s a -
las e n f e r m e d a d e s h u m a n a s , p a r a q u e p u - tisfacción p o r los p e c a d o s d e o t r o tiene
diera ser t e n t a d o y s u f r i r en e l l a , y de como materia las penas, que alguno su-
este m o d o p r e s t a r n o s a u x i l i o . fre p o r e l p e c a d o d e otro ; p e r o tiene p o r
Conclusión. Fue conveniente que el principio el h á b i t o d e l a l m a , p o r e l q u e
cuerpo tomado por el Hijo de Dios estu- se inclina á q u e r e r satisfacer p o r o t r o , y
viese sometido á los padecimientos y de- d e él r e c i b e s u eficacia l a satisfacción;
fectos humanos. p u e s e s t a n o s e r í a eficaz, si n o p r o c e d i e -
Responderemos, q u e fue conveniente r a d e la caridad, como después se dirá
que el cuerpo tomado por el Hijo de Dios S u p p l e m . C . 14, a . 2). A s í q u e c o n v i n o
estuviese sometido á las enfermedades y q u e el a l m a de Cristo fuese perfecta e n
defectos humanos, y principalmente por cuanto al hábito d e las ciencias y virtu-
tres r a z o n e s : 1. p o r q u e e l H i j o d e D i o s
a
des, para que tuviera la facultad-de sa-
encarnándose vino á este m u n d o , p a r a tisfacer ; y que su cuerpo estuviese sujeto
satisfacer p o r e l p e c a d o d e l g é n e r o h u - á las enfermedades, p a r a q u e n o le fal-
mano; y u n o s a t i s f a c e p o r e l p e c a d o d e tase" l a m a t e r i a d e l a s a t i s f a c c i ó n .
otro, t o m a n d o p a r a s í l a p e n a d e b i d a p o r A l 2.° q u e s e g ú n l a r e l a c i ó n n a t u r a l ,
el p e c a d o d e l o t r o . S i e n d o p u e s l o s d e f e c - que h a y entre el a l m a y el cuerpo , d e l a
tos c o r p o r a l e s , e s d e c i r , l a m u e r t e , e l gloria del alma r e d u n d a la gloria al cuer-
hambre, la sed y semejantes penas del p e - po. P e r o esta relación natural en Cristo
cado, q u e f u e i n t r o d u c i d o e n e l m u n d o p o r estaba sometida á la voluntad de la di-
A d á n , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 5, 12), por vinidad del mismo, d e la q u e resultó q u e
un solo hombre entró el pecado en el mundo la b e a t i t u d permaneciese e n el a l m a y n o
y por elpecado la muerte; s i g ú e s e q u e f u e se d e r i v a s e a l c u e r p o ; p e r o q u e l a c a r n e
conveniente e n c u a n t o a l fin d e l a E n c a r - sufriese l a s c o s a s , q u e c o n v i e n e n á l a n a -
nación, q u e . t o m a s e e n s u n a t u r a l e z a y turaleza pasible, según lo q u e dice el
en v e z d e n o s o t r o s e s a s p e n a l i d a d e s , s e - D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, c . 15) q u e
gún e s t a s p a l a b r a s ( I s . 53, 4): en ver- « p o r beneplácito d e la voluntad divina
dad tomó sobre sí nuestras enfermedades. y> s e p e r m i t í a á l a c a r n e s u f r i r y o b r a r l o
2.° P a r a e s t a b l e c e r l a fe d e l a E n c a r - » q u e l a e s p r o p i o ¡>.
nación : p o r q u e , n o s i e n d o c o n o c i d a d e A l 3.° q u e l a p e n a s i g u e s i e m p r e á l a
los h o m b r e s l a n a t u r a l e z a h u m a n a d e culpa actual ú original, unas veces del
otra m a n e r a , s i n o s e g ú n q u e e s t á s u j e t a que es c a s t i g a d o , y otras d e a q u e l , p o r
á tales d e f e c t o s c o r p o r a l e s ; si s i n e s t o s quien u n o sufriendo l a s penas satisface.
defectos e l H i j o d e D i o s h u b i e s e t o m a d o Y a s í sucedió e n C r i s t o , s e g ú n s e dice
la n a t u r a l e z a h u m a n a , p a r e c e r í a n o h a b e r ( I s . 53, 5), fue llagado por nuestras ini-
sido v e r d a d e r o h o m b r e n i q u e h u b i e s e t e - quidades, quebrantado fue por nuestros
nido v e r d a d e r a c a r n e , s i n o f a n t á s t i c a , pecados.
como s u p u s i e r o n l o s m a n i q u é o s . Y por- A l 4.° q u e l a e n f e r m e d a d t o m a d a p o r
t a n t e , c o m o s e d i c e ( P h i l i p p . 2 , 7), se C r i s t o n o i m p i d i ó e l fin d e l a E n c a r n a -
anonadó á sí mismo tomando forma de ción, sino q u e l o p r o m o v i ó m á s y m á s ,
siervo, hecho á semejanza de hombres y según lo dicho. Y , aunque p o r estas en-
hallado en la condición como hombre; f e r m e d a d e s se escondiese s u divinidad,
por lo q u e t a m b i é n S a n t o T o m á s f u e v u e l - manifestábase no obstante la humanidad,
to á l a fe p o r la c o n t e m p l a c i ó n de las que es el camino p a r a llegar á D i o s , s e -
Hagas d e C r i s t o , c o m o s e d i c e ( J o a n . 20). g ú n a q u e l l o ( R o m . 5 , 2 ) , por Jesucristo
3. P o r e l e j e m p l o d e p a c i e n c i a , q u e
a
tenemos acceso á Dios. M a s l o s a n t i g u o s
nos d a s o b r e l l e v a n d o c o n v a l o r l a s p a - p a t r i a r c a s d e s e a b a n e n el Cristo n o l a
siones (1) y d e f e c t o s h u m a n o s ; p o r l o f o r t a l e z a c o r p o r a l sino l a e s p i r i t u a l , p o r
cual se d i c e ( H e b r . 1 2 , Z),sufiió tal la cual venció al demonio y curó l a d e -
contradicción de los pecadores contra su bilidad h u m a n a .
(1) Como consecuencia natural y general de la degradación tradicionalmente reconocida casi por unanimidad entre todos
de la naturaleza humana, producida por e l pecado originario los doctores católicos en el sentido mismo de la mencionada
de Adán, prescindiendo de toda exención ó privilegio á s u definición. V. adelante la C 27, a. 2, al 3.°, y las espiracio-
favor, del que por ahora no se trata. nes del P. Martínez Vigil en la tercera Parte de s u Introduc-
(2) Esto es, de la masa seminal infecta por el pecado, cuya ción, inserta al principio del tomo 1.°
infección debía naturalmente y por efecto de la generación (3) Las antiguas ediciones romanas ponen Chrislus en lu-
misma de su cuerpo mancillarlo, á no interponerse preven- gar de caro Cliristi. t
tivamente la gracia de Cristo, que la preservó de incurrir en (4) Tampoco es racional inferir de aquí que la culpa se h a -
dicha infección. No hay pues motivo formal y serio, para de- llase en la naturaleza individual de la Virgen, debiendo en-
ducir do estas palabras que el Doctor Angélico opinase con- tenderse por el contrario que ni lomó culpa ni tomarla podía
tra la doctrina hoy y a dogmática de la Concepción Inmacu- de dicha naturaleza, en la que nunca existió en virtud de
lada de la Santísima Virgen según la declaración del inmor- la preservación mencionada en la nota 2.
tal Pontífice Pió I X en s u definición d e l 8 de Diciembre, (o) V . la C 15, a. 5, al 1."
de 1851, y que hasta dicha fecha era cuestionable, aunque
292 CUESTIÓN XIV. — ARTÍCULOS III Y I V .
( l j Como término y consumación de todos los demás. ni prestarse ala detracción ó la calumnia, como inculpabl»
(2) La epilepsia según Apuleyo. por parte del individuo ; no indetreclabiles, como malameni
(3) ¡ndelráctibiles, que no deben ni suelen echarse en rostro se lee por algunos.
CUESTIÓN X I V . — A R T Í C U L O IV. 293
asumiera todos, sino solamente aquellos los hombres por el pecado del primer pa-
que bastaban para satisfacer por el pe- dre ; mas no otros defectos , aunque sean
cado de toda la naturaleza bumana. menores que la muerte. Por lo cual no
Al 3.°que la muerte sobrevino á todos hay paridad.
CUESTIÓN XV.
1.° Hubo pecado en Cristo? —2.° Existió en él el fómes del pecado ? — 3.° Hubo en él ignorancia —
4.° Su alma fue pasible? — 5.° Hubo en él dolor sensible ? — 6.° Y tristeza? — /. Y temor ? — 8.° Y ad-
1 0
34, 23) , no recibe el Altísimo los dones la naturaleza h u m a n a , sino solo material-
de los impíos. 2." A s i m i s m o p o r e l p e c a d o mente ; pero activamente del Espíritu
no demuestra tampoco la verdad de la S a n t o : c o m o t a m b i é n e l m i s m o Aclan
naturaleza h u m a n a : porque el pecado no t o m ó m a t e r i a l m e n t e s u c u e r p o d e l barro
pertenece á ella, c u y a causa es D i o s ; de la tierra, y activamente de D i o s . Y
sino que es m á s bien contra l a naturaleza por esta razón Cristo n o p e c ó en A d á n ,
é introducido por sugestión del diablo, e n e l c u a l e s t u v o s o l a m e n t e s e g ú n la
c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 2, materia.
c . 3 0 ; y 1. 3 , c . 20). 3.° P o r q u e p e c a n d o A l 3.° q u e C r i s t o n o s h a d a d o u n gran-
no p u d o dar ejemplo d e virtud, p u e s t o d e a u x i l i o p o r s u t e n t a c i ó n y P a s i ó n , sa-
que el pecado la contraría. A s í pues tisfaciendo por nosotros ; pero el pecado
Cristo no tomó en modo alguno el defecto n o c o o p e r a á l a s a t i s f a c c i ó n , sino q u e más
del pecado, ni original ni actual, s e g ú n b i e n l a i m p i d e , c o m o s e h a d i c h o (aquí,
lo que se dice ( i P e t r . 2, 22), que no y C . 4, a. 6, a l 2.°). A s í q u e n o convino
hizo pecado. q u e t u v i e r a e n sí p e c a d o , sino q u e estu-
A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s q u e , v i e s e c o m p l e t a m e n t e p u r o d e p e c a d o : de
c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3. o t r o m o d o l a p e n a q u e sufrió l e hubiera
c. 25), s e d i c e a l g o d e C r i s t o d e d o s m o - sido debida por su propio pecado.
d o s : 1° s e g ú n l a p r o p i e d a d n a t u r a l é A l 4." q u e D i o s h i z o p e c a d o á Cristo,
hipostática, como se dice que D i o s se n o p o r q u e t u v i e r a p e c a d o e n s í , sino por-
hizo h o m b r e , y que padeció por nosotros; q u e l e h i z o h o s t i a p o r e l p e c a d o , como
2° s e g ú n l a p r o p i e d a d p e r s o n a l y h a b i - t a m b i é n se d i c e ( O s . 4 , 8 ) , comerán los
t u a l , esto e s , como se dicen de él algu- pecados de mi pueblo, e s d e c i r , l o s sa-
nas cosas según que nos representa, las c e r d o t e s , q u e s e g ú n l a l e y c o m í a n l a s víc-
que no le convienen de modo alguno con- t i m a s o f r e c i d a s p o r e l p e c a d o . S e g ú n este
siderado en sí mismo. P o r consiguiente s e n t i d o s e d i c e ( I s . 5 3 , 6) q u e e l Señor
también entre las siete reglas de T i c o - puso en él la iniquidad de todos, e s t o es,
nio, q u e e s p o n e S a n A g u s t í n ( D e d o c t r . p o r q u e l e e n t r e g ó p a r a q u e f u e s e l a víc-
c h r i s t . 1. 3 , c. 3 1 ) , « l a p r i m e r a s e e s t a - t i m a p o r l o s p e c a d o s d e t o d o s l o s hom-
3> b l e c e d e l S e ñ o r y d e s u c u e r p o , e s d e c i r , b r e s ; ó b i e n , l e h i z o p e c a d o , e s t o es,
» cuando se j u z g a como una sola persona teniendo la semejanza de la carne del pe-
» la de Cristo y de la Iglesia » : según cado, c o m o s e d i c e ( R o m . 8 ) ; y esto á
e s t o , hablando Cristo en nombre de sus c a u s a d e l c u e r p o p a s i b l e y m o r t a l , que
m i e m b r o s , dice ( P s . 2 1 , 2 ) , Verba deli- tomó.
ctorum meorum, no que hubiera delitos A l 5.° q u e u n p e n i t e n t e p u e d e d a r ejem-
en l a c a b e z a m i s m a . p l o l a u d a b l e , n o p o r h a b e r p e c a d o , sino
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n e n e l h e c h o d e sufrir v o l u n t a r i a m e n t e la
( s u p . G e n e s , a d l i t t , 1. 10, c. 19 y 20), pena por el p e c a d o . P o r consiguiente
Cristo no estuvo enteramente en A d á n y C r i s t o dio e l m á s g r a n d e e j e m p l o á los
en los demás patriarcas del mismo m o d o p e n i t e n t e s , h a b i e n d o q u e r i d o sufrir la
que nosotros e s t u v i m o s ; pues nosotros p e n a , n o p o r e l p e c a d o p r o p i o , sino por
e s t u v i m o s e n A d á n s e g ú n e l principio g e - el de otros.
nerador y según l a sustancia corporal,
esto e s , puesto q u e , como dice él mismo A R T Í C U L O I I . — n u i » o c u c r i s t o c i ro-
(ibid.), « viendo e n el g e r m e n visible lo m e s (1) d e l p e c a d o ?
» corpóreo é invisible el c o n c e p t o , lo uno
y> y l o o t r o s e d e r i v ó d e A d á n ; p e r o C r i s t o 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o e x i s t i ó el fó-
» t o m ó de l a carne de la V i r g e n la visi- m e s d e l p e c a d o ; p o r q u e e l f ó m e s d e l pe-
D b l e sustanpia de l a c a r n e , m a s l a razón c a d o y l a p a s i b i l i d a d d e l c u e r p o ó s u mor-
» d e s u c o n c e p c i ó n n o p r o v i n o d e semine t a l i d a d s e d e r i v a n d e l m i s m o principio,
» virili, s i n o d e o t r o o r i g e n m u y d i v e r s o y e s d e c i r , d e l a s u s t r a c c i ó n d e l a justicia
B superior» : por l o que no estuvo en o r i g i n a l , p o r l a q u e l a s p o t e n c i a s ó fuer-
A d á n s e g ú n l a razón s e m i n a l , sino solo z a s inferiores d e l a l m a e s t a b a n sometidas
s e g ú n l a s u s t a n c i a corporal. A s i p u e s
(1) Habitual y desordenada concupiscencia del apetito sen-
Cristo n o recibió activamente de A d á n sible.
C U E S T I Ó N X V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 295
de p a r t e d e a l g u n a c r i a t u r a , y p o r t a n t o e n t e n d e r y sentir s e d i g a sufrir a l g o el
no fue p a s i b l e ; p u e s e n v a n o h u b i e r a h a - alma de este m o d o , sin e m b a r g o según
bido e n e l l a l a p o t e n c i a d e s u f r i r , si n o l o e s p u e s t o e n l a 2 . P a r t e ( l . - 2 . " C . 22,
a a
(1) Negáronlo Cerdon y los maniquéos, albanenses y oíros blan te y con espresas palabras hallarse gozando alegres en
herejes, diciendo que o los padecimientos de Cristo eran fan- sus tormentos.
»tástícos ó aparentes » : Eugenio IV condenó como herética (3) 0 aun la turbación procedente del dolor, que atenuase
tal doctrina en el Concilio de Florencia. la firmeza y constancia de su designio en sufrir, y el dolor
(2) Entre los cuales s e refiere d e San Tiburcio, Santa Doro, causado por la debilidad de la naturaleza, según insinúa en
tea, San Vicente y San Lorenzo, que demostraron en su sem- su tratado contra los arríanos (c. 31 in McitUi. é i» Ps. 53).
CUESTIÓN XV. — ARTÍCULOS V Y VI. 299
tristará el justo por cosa que le acontez- cuando alguno se entristece por la pér-
ca, y por esta razón los estoicos decían dida de la gracia ó del dinero. El alma
que nadie se entristece sino por la pér- de Cristo pudo aprender interiormente
dida de sus bienes; mas el justo no reputa algo como nocivo, ya en cuanto á sí,
como bienes suyos sino la justicia y la como lo fue en Pasión y muerte, ya en
virtud, que no puede perder, pues de cuanto á otros, como el pecado de los dis-
otra manera el justo estaría sometido á la cípulos, ó también el de los judíos que le
fortuna, si se entristeciera por la pérdida daban la muerte. Por lo tanto, así como
de los bienes materiales. Pero Cristo fue en Ciñsto pudo existir verdadero dolor,
justo en grado eminente, según aquello también pudo haber en él verdadera tris-
(Jerem. 23, 6), este es el nombre que le teza, de otro modo sin embargo que en
llamarán, el Señor nuestro Justo. Luego nosotros según las tres (reservas) (3)
no hubo tristeza en él. que hemos indicado (a. 4 ) , cuando ha-
3.° Dice el Filósofo (Ethic. 1. 7, c. 13 blamos en general de las pasiones del
y 14) que «toda tristeza es un mal y que alma de Cristo.
» debe huirse »; y en Cristo no hubo mal Al argumento 1.° diremos, que la tris-
alguno, de que debiera huir. Luego no teza se escluye de Cristo como pasión
existió en Cristo la tristeza. perfecta; pero fue iniciada en él como
4.° San Agustín (De Civ. Dei, 1. 14, propasion (4): por lo cual se dice (Matth.
c 6) dice que «la tristeza tiene lugar 2 6 , 37), empezó á entristecerse y an-
»sobre las cosas que nos suceden contra gustiarse; « porque una cosa es contris-
» nuestra voluntad». Pero Cristo nada »tarse y otra empezar á contristarse»,
padeció contra su voluntad; pues se dice como indica San Jerónimo (ibid.).
(1) Los maniquéos decían « ser simplemente metafórica la (1) En el concepto mismo indicado en la Conclusión del a- 4.
•tristeza de Cristo repelidas veces mencionada en el Evan- (3) Objeto, principio y efecto.
g e l i o »,
(4) Pasión iniciada ó como amago de pasión.
3ÓÓ CUESTIÓN X V . — A R T Í C U L O S VI Y V i l .
Al 2.° que, según dice San Agustín voluntarias en orden al fin, que es la re-
(De Civ. Dei. 1. 14, c. 8 ) , por tres per- dención del género humano.
turbaciones ( 1 ) , á saber, la codicia, la
alegría y el temor, los estoicos suponían ARTÍCULO V I I . — Existió en cristo ei
en el alma del sabio tres buenas pasiones, temor ?
es decir, por la codicia la voluntad, pol-
la alegría el gozo, y por el miedo la pre- l.° Parece que en Cristo no existió el
caución. Mas por la tristeza negaron que temor: porque se dice (Prov. 28, 1), el
pudiera haber algo en el ánimo del sa- fisto como león confiado estarcí sin terror;
bio, porque la tristeza se tiene del mal y Cristo fue eminentemente justo: luego
que ya sucedió, y no juzgan que pueda en Cristo no hubo temor alguno.
acontecer al sabio cosa mala; y tenían 2.° Dice San Hilario (De Triu. 1. 10):
esta opinión, porque no creían que algo «pregunto á los que piensan, así, si es
fuese bueno sino lo honesto que hace » razonable que temiera la muerte el que,
buenos á los hombres, ni que algo fuese » alejando de sus apóstoles todo temor
malo sino lo inhonesto, por lo que se » de la muerte, les exhortó á la gloria del
hacen malos los hombres. Y , aunque » martirio». Luego no es razonable que
lo honesto sea el bien principal del hom- en Cristo hubiese temor.
bre y lo inhonesto el mal principal, puesto 3.° El temor no parece ser sino de lo
que son cosas que pertenecen á la razón malo, que el hombre no puede evitar;
misma que es lo principal del hombre; pero Cristo podía evitar tanto el m a l de
hay sin embargo ciertos bienes secunda- pena que sufrió, como el mal de culpa,
rios del hombre, que pertenecen al cuerpo que acontece á otros: luego eu Cristo no
mismo, ó á las cosas esteriores que le hubo temor alguno.
sirven. En este concepto puede existir Por el contrario, dícese(Marc. 14, 33),
en el ánimo del sabio la tristeza en cuanto comenzó Jesús a atemorizarse y á an-
al apetito sensitivo según la aprensión gustiarse.
de tales males ; no empero de modo que Conclusión. Hubo en Cristo verdadero
esta tristeza perturbe la razón. Y según temor [1] en cuanto al movimiento natu-
esto se entiende que no contristará al ral del apetito sensitivo repeliendo toda
justo lo que le acaeciese, pues no es lesión del cuerpo; no empero [2] en
perturbada su razón por ningún suceso. cuanto á la incertidumbre del futuro
En este concepto existió en Cristo la evento.
tristeza como propasion, mas no según Responderemos que, así como la tris-
la pasión. teza es causada por la aprensión del mal
Al 3.° que toda tristeza es un mal de presente, así el temor por la del m a l fu-
pena; mas no siempre es mal de culpa, turo. Mas la aprensión del mal futuro,
sino únicamente cuando procede de afecto si tiene completa certeza, no produce te-
desordenado. Por lo cual dice San Agus- mor. Por lo cual dice el Filósofo (Eliet.
tín (De civ. D e i , 1. 14, c. 9 ) , « cuando 1. 2 , c. 5) que el temor no existe sino
» estas afecciones siguen la recta razón, donde hay una esperanza de evasión;
» y cuando son aplicadas donde y cuando porque, cuando no hay esta esperanza,
» conviene, ¿quién se atreverá á decir- se considera el mal como presente, y en-
» las enfermedades ó viciosas pasiones?» tonces más bien produce tristeza que te-
Al 4.° que nada impide que algo sea mor. Así pues el temor puede ser consi-
contrario en sí á la voluntad, lo cual sin derado en dos conceptos: 1.° en cnanto
embargo es querido por razón del fin á á que el apetito sensitivo rehuye natural-
que se ordena; como la medicina amarga mente lo que daña al cuerpo, ya por 1»
no es querida por sí misma, sino solo se- tristeza, si el mal es presente, ya por el
gún que se ordena á la salud. Y de este temor, si es futuro: y de este modo el te-
modo la muerte de Cristo y su Pasión mor existió en Cristo, como también la
fueron involuntarias consideradas en sí tristeza; 2.° según la incertidumbre del
y causantes de la tristeza, aunque fueran acontecimiento futuro, como cuando por
la noche tememos algo de algún ruido,
(1) Eupatias, que significa « buena pasión » ó buen afecto
de pasión-. ignorando lo que sea; y en este concepto
CUESTIÓN X V . — A R T Í C U L O S VII Y VIII. 301
os I*o como el conocimiento mismo de algo nuevo é insó- (2) Conviene tener aquí presente lo espuesto en la 1/-2.1C
, sino en concepto de la consiguiente intensa aplicación (tomo 2.°) C. 46, y especialmente en su a. 4.
alma á ello por la atención ó el afecto.
302 CUESTIÓN XV.—ARTÍCULOS IX Y X .
Hemos de tratar á continuación de las consecuencias de la unión : 1.° en cuanto á las cosas que
convienen á Cristo en sí mismo;2.° de las que le convienen con relación á Dios Padre; 3." de lasque s
le convienen por comparación á nosotros. Acerca de 101.° ocurren dos consideraciones : 1." las cofas
que convienen á Cristo según el ser y ser hecho ; 2." las que le convienen según ¡a razón deuniüad.
Sobre la 1." consideración examinaremos doce puntos: 1." Esta proposición, Dios es hombre, es
verdadera ? —2.° Esta otra, el Hombrees Dios, es verdadera? — 3." Puede decirse que Cristo es un
hombre dominico? —4.° Las cosas, que convienen al Hijo del hombre, pueden predicarse del
Hijo de D i o s , y al contrario? — 5.°Las que convienen al Hijo del hombre pueden predicarse de
la naturaleza divina, y de la humana las que convienen al Hijo de Dios?—6.° Esta proposición, el
Hijo de Dios se hizo hombre, es verdadera? — 1." Lo es esta, el hombre se hizo Dios? — 8." Y esta otra,
Cristo es criatura, es verdadera? — 9.° Esta proposición, este hombre (mostrando á Cristo) comenzó
á ser ó existió siempre, es verdadera? —10.° Lo es esta otra, Cristo , según que es hombre, es cria-
tura ? —11.° Lo es esta otra, Cristo según que es hombre es Dios ? — 12.° Esta proposición. Cristo, se-
gún que es hombre, es hipóstasi ó persona, es verdadera?
ARTÍCULO I . — Es verdadera esta pro- 3.° Dice San Atanasio (Symb. fiel)
posición , Dios es hombre? que, « así como el alma y la carne es un
» solo hombre, así Dios y el hombre son
l.° Parece que esta proposición, Dios » un solo Cristo ». Pero esta proposición
es hombre, es falsa: porque toda proposi- el alma es_ cuerpo es falsa. Luego tam-
ción afirmativa en la materia remota es bién lo es esta otra, Dios es hombre,
falsa; y esta proposición, Dios es hombre 4.° Según se ha demostrado eu la
está en materia remota, puesto que las 1. Parte (C. 39, a. 3 ) , lo que se predica
a
formas significadas por el sujeto y el pre- de Dios, no de un modo relativo siuo ab-
dicado están en estremo distantes. Lue- solutamente, conviene á toda la Trinidad
go, como la proposición indicada es afir- y á cada uua de las personas. Pero el
mativa, parece que es falsa. nombre hombre no es relativo sino abso-
2.° Más convienen entre sí ( 2 ) las luto. Si pues se predica verdaderamente
tres personas divinas que la naturaleza de Dios, seguiríase que toda la Trinidad
humana y la divina. Pero en el misterio y cada persona sería hombre : lo que es
de la Trinidad no se predica una persona evidentemente falso.
de otra ; porque no decimos que el Padre P o r el contrario, dícese (Philip. 2, 6)
es Hijo ó al contrario. Luego parece que que, siendo en forma de Dios, se anona-
ni la naturaleza humana puede predicarse dó á sí mismo tomando forma de siervo,
de Dios, de modo que se diga que Dios hecho á semejanza de hombre y hallado
es hombre. en la condición (3) como hombre. Por
(1) Locuciones propias y apropiadas acerca del misterio de ma ó indivisa y totalmente única.
la Encarnación, ó bien, lo que los teólogos llaman comunica- (3) Habita, actitud, disposición ó modo habitual de ser y
ción de idiomas ó traslación de l e n g u a j e , y que algunos de- obrar; na en el concepto de traje ó v e s t i d o , aunque San
finen : « recíproca predicación ó atribución verbal de las pro- Agustín y Beda lo interpretan así á veces en sentido no del
» piedades de las dos naturalezas divina y humana». todo propio.
(2) Ó se identiñean más por razón de su esencia simplicísi-
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULO I. 305
_ (i) Dando á la palabra Dios su propio sentido, pero usando Kestorio, que suponía á Cristo morada ó habitación peculiar
impropiamente de la voz hombre. de Dios, como puede verse en el cuerpo del a. G de Ja C 2,
(2) Usando propiamente de la voz hombre y solo impropia debiendo entenderse según él en sentido moral y no propio la
mente del nombre Dios, en abierta oposición con la doctrina frase « Dios es hombre », al modo que uno dice de su amigo
V lenguaje de los maniquéos ; pues su error consistía en decir <( es otro yo ».
que „ Cristo era únicamente hombre », ó que « no existía (3) Porque con toda propiedad y verdad se predica lo uno
m Í № u e
* ? fuese hombre » ; herejía poco diferente de la de de lo otro.
SOMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . " 20
306 CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S I Y II.
(1) V. lo dicho en la nota i de la pág. 300. trina, suponiendo ser uno el hombre y otro el Señor.
(2) Según lo esplicado en la nota 3 de la página 30S. (4) O parlicipativamente, cual se dice « hombre de Dios ó
$1 O dominical, es decir, hombre del Señor, según el len- » del Señor» de algún santo ó profeta, y con preferencia se
Suaje herético de los apolinaristas y otros secuaces de su doc- llama á la Virgen « madre del Señor «.
308 CUESTIÓN XVI.— ARTÍCULOS III Y I V .
(4) Y los apolinaristas, según hace notar San Gregorio Na- (3J La comunicación de lenguaje ó reciprocidad de predica-
cianceno (oral. 51J y queda consignado en la n o t a 3 , pág. 307. dos, de que aquí propiamente se trata, es de fe según los
(2) Como lo demuestra San Cirilo { 1. De incarnalione c. 1 1 ) ; Concilios de Efeso ( can. 1 ) , lateranense en tiempo de Mar-
así como el Concilio de Efeso (can. 5) prohibió por l a s mismas tino I (consult. 5, c. 6), 6." ecuménico (act. 11 y 18) y floren-
razones y principalmente por su sabor nestoriano el dictado tino bajo Eugenio I V .
de « d e í f e r o » .
CUESTIÓN XVI.—ARTÍCULO IV. 309
f ) Conforme á esto advierte Silvio que, si bien Cristo se (2) En sentido propio y no metafórico, cual lo hacían los
dice á veces (Sin. 6.°ocí. 2) y a corpóreo ya incorpóreo, no paganos.
puede empero decirse igualmente « no corpóreo »; porque esta (3) Pronunciado por Teodoro de Ancira sobre la natividad
locución indicaría que de ningún modo es corpóreo. t del Salvador.
310 CUESTIÓN xvi.—ARTÍCULOS IV Y V.
(l) Contiene este artículo varias reglas para el recto uso errores de la reciprocidad de predicados, discretamente em-
de la comunicación de lenguaje, con el objeto de evitarlas pleada en el bueti sentido católico por la Iglesia en yarius
herejías de Eutíques, Dióscoro y los acéfalos; quienes decían documentos de sus concilios y de la liturgia.
que « la naturaleza divina de Cristo padeció y fue crucifi- (2) Conforme á lo espucslo en la nota 2, página 300.
» cada » ; como Apolinar afirmaba que n Cristo sufrió Pasión (31 De que propiamente se predica.
» en su divinidad, la cual murió y resucitó con la humani- (1) Que según su etimología griega significa ungido, y se
» dad » ; Agustín de Roma que «la naturaleza humana en aplica por antonomasia al Hijo de Dios .
» Cristo es verdaderamente Cristo m i s m o y su propia persona (5) Epist. 83, c. 7, á los obispos de Palestina contra Nesto-
» ó la persona del Verbo ó Dios natural y propio » ; y á este rio y más directamente contra Eutíques.
tenor otros diversos herejes, que han abusado en pro de sus
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS V Y VI. 311
(1) Asi consta como de fe por el Símbolo de Nicca, en que (4) Del Verbo, uno de los supuestos ó personas de la natu-
terminantemente se dice 0/ homo faclus csí. raleza divina.
[% O la designa y representa, como completando ó indivi- (5) O que tienen ser absoluto, en contraposición d i a s q u e
dualizando su humanidad. lo tienen solo relativo ó accidental, de las que se habla á con-
(3) Obispo de los corintios. tinuación.
312 CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .
mente de algo sin su cambio ; como el Dios humanado por razón de que se hizo
bombre se encuentra á la derecha, sin hombre. Luego se dice el hombre deifi-
haber cambiado y solo por el movimien- cado por la razón de que se hizo Dios ; y
to del que se pone á su izquierda. En es- por consiguiente esta proposición el hom-
tos casos pues no es preciso que todo lo bre se hizo Dios es verdadera.
que se dice ser hecho sea mudado, por- 4.° Cuando se dice Dios se hizo hom-
que esto puede acaecer por el cambio de bre, el sujeto de este hecho ó mutación
otro; y de este modo decimos de Dios no es Dios, sino la naturaleza humana,
Domine, refugium factus est nobis (Ps. que significa este nombre hombre. Pero
89, 1 ) : mas el ser hombre conviene á aquello, á lo que se atribuye el hecho,
Dios por razón de la unión, que es cierta parece ser el sujeto del mismo. Luego la
relación ; y por eso el ser hombre se pre- proposición el hombre se hizo Dios es
dica nuevamente de Dios sin mutación más verdadera que esta Dios se hizo
suya por la mutación de la humana na- hombre.
turaleza, que es asumida en la persona Por el contrario, dice el Damasceno
divina ; y así, cuando se dice Dios se hizo (Orth. fid. 1. 3, c. 2 ) : « no decimos
hombre, no se entiende que haya habido » hombre deificado, sino Dios humana-
alguna mutación de parte de Dios, sino » do ». Ahora bien : ser hecho Dios es lo
solo de parte de la humana naturaleza. mismo que ser deificado. Luego esta pro-'
Al 3.° que el hombre supone la perso- posición el hombre se hizo Dios es falsa.
na del Hijo de D i o s n o simplemente, Conclusión. Es falsa en absoluto la
sino según que subsiste en la humana proposición «.el hombre se hizo Dios )) en
naturaleza ; y por eso, aunque esta pre- su sentido propio (1).
posición Dios se hizo persona del Rijo Responderemos, que esta proposición
de. Dios sea falsa, sin embargo esta otra el hombre se hizo Dios puede entenderse
Dios se hizo hombre es verdadera, por- de tres modos : 1.° de modo que este par-
que se unió á la humana naturaleza. ticipio (factus) hecho determine absolu-
tamente ya el sujeto ya el predicado; y
ARTÍCULO VII. — Esta proposición en este sentido es falsa, porque ni aquel
•el hombre se hizo Dios, e s v e r d a d e r a ? hombre, de quien Dios se predica, es he-
cho, ni Dios es hecho, como después se
1.° Parece que esta proposición el dirá (a. 8 y 9): y en el mismo sentido esta
hombre se hizo Dios es verdadera : por- proposición « Dios se hizo hombre » es
que se dice (Pom. 1, 2 ) , el cual había falsa; mas no es este sentido, en el que
prometido antes por sus Profetas en las aquí se toman estas proposiciones; 2.°
santas Escrituras acerca de su Hijo, que puede entenderse de modo que la palabra
fue hecho del linaje de David según la (factus) hecho determine la composición,
carne. Pero Cristo, según que es hom- siendo este el concepto, homo factus est
bre, proviene del linaje de David según Deus,esto es, ha sido hecho que el hom-
la' carne. Luego el hombre se hizo Hijo bre sea Dios; y en este sentido estas dos
de Dios. proposiciones homo factus est Deus y
2." Dice San Agustín ( D e Trin. 1. 1, Deus factus est homo son verdaderas. No
c. 13): «tal era aquella suscepción, que es este empero el sentido propio de estas
»hiciera á Dios hombre y al hombre locuciones ; á menos que se entienda, se-
» Dios ». Pero por razón de aquella sus- gún que la palabra homo no tiene una
cepción -esta proposición Dios se hizo suposición personal, sino simple ( 2 ) :
hombre es verdadera. Luego también lo pues, aunque este hombre no sea hecho
es esta otra el hombre se hizo Dios. Dios, porque este supuesto, es decir, la
3.° Dice -San Gregorio Nacianceno persona del Hijo de Dios fue Dios al-
(epist. 1 ad Cledonium, u orat. 5 1 ) : aterno; sin embargo el hombre, hablan-
« Dios se humanó en verdad, y el hom- do en general, no fue siempre Dios; 3.
» bre se deificó, ó de cualquier modo lo se entiende propiamente, según que este
» haya espresado alguno». Pero se dice participio factus aplica el ser hecho al
(1) Por cuanlo el sujeto hombre en ella representa ó susti- (2) Representando solo á la naturaleza, y significando asi
tuye ala persona, que es Dios ab alterno. que Dios tomó naturaleza humana.
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS Vil Y VIII. 313
nombre en su respecto á Dios, como al Dios y Dios fuese hombre; en cuyo sen-
término del ser hecho. Y en este sentido, tido ambas locuciones son verdaderas,
supuesto (1) que en Cristo es una mis- según se ha dicho.
ma la persona y la hipostasi y el supues- Lo mismo es de decirse al 3.°, porque
to de Dios y del hombre, como se ha de- ser deificado es lo mismo que ser hecho
mostrado (C. 2, a. 3), esta proposición Dios.
es falsa; porque, cuando se dice homo Al 4.° que el término puesto en el su-
factus est Deus, la palabra (homo) hom- jeto es empleado materialmente, es decir,
bre tiene supuesto personal : pues el ser por el supuesto ; mas colocado en el pre-
Dios no se verifica respecto del hom- dicado, se emplea formalmente, esto es,
bre por razón de la naturaleza humana, por la naturaleza significada: y así, cuan-
sino por la de su supuesto ; y aquel su- do se dice el hombre es hecho Dios, el
puesto de la naturaleza humana, que real- mismo ser hecho no se atribuye á la hu-
mente es Dios, es lo mismo que lahipós- mana naturaleza, sino al supuesto de la
tasi ó la persona del Hijo de Dios, que humana naturaleza, que es Dios ab-ceter-
siempre fue Dios. Por consiguiente no no; y por tanto no le conviene ser hecho
puede decirse que este hombre comenzó Dios. Mas, cuando se dice Dios se hizo
á ser Dios, ó que sea hecho Dios, ó que hombre, se comprende que la palabra
haya sido hecho Dios. Pero, si fuese dis- factio tiene por término la misma natu-
tinta la persona ó hipóstasi de Dios y la raleza humana ; y por esto, propiamente
del hombre (2), de modo que ser Dios hablando, esta proposición Dios se hizo
se predicara del hombre y viceversa por hombre es verdadera ; pero es falsa esta
cierta conjunción de los supuestos ó de otra, el hombre se hizo Dios: como, si
la dignidad personal ó del afecto ó habi- Sócrates, habiendo sido primero hombre,
tación, como los nestorianos dijeron ; en- después se hizo blanco, mostrando á Só-
tonces por igual razón podría decirse que crates se dijese, este hombre se ha hecho
el hombre se hizo Dios, esto es, unido á blanco hoy, esta proposición sería verda-
Dios, como también que Dios se hizo dera ; mas sería falsa esta otra, esto
hombre, esto es, unido al hombre. blanco hoy se ha hecho hombre. Sin em-
Al argumento 1.° diremos, que en aque- bargo , si por parte del sujeto se pusiera
llas palabras del Apóstol este relativo algún nombre, significando la naturaleza
qui, que hace relación á la persona del humana en abstracto; podría de este modo
Hijo de Dios, no debe entenderse por significarse como sujeto de la hechura
parte del predicado, como si alguno exis- (factionis), como si se dice que la natu-
tente del linaje de David según la carne raleza humana se ha hecho del Hijo de
hubiese sido hecho Hijo de Dios, en cuyo Dios.
sentido procedía la objeción; sino que
debe entenderse por parte del sujeto, de ARTÍCULO V I I I . — E s t o p r o p o s i c i ó n
modo que sea este el sentido, que el Hijo Cristo es criatura, e s v e r d a d e r o ? (3)
de Dios se hizo, «esto es, hombre, para
» honor del Padre, como la Glosa (interl.) 1.° Parece que esta proposición Cristo
» espone, existente del linaje de David, es criatura es verdadera : porque el
»según la carne», como si dijera, «el papa San León dice (serm. 3 Pente-
»Hijo de Dios se ha hecho teniendo cost.)-: «convención nueva é inaudita;
» carne del linaje de David para honor » Dios, que es y era, se hace criatura ».
» de Dios ». Pero se puede predicar de Cristo que se
_ Al 2.° que aquélla frase de San Agus- ha hecho Hijo de Dios por la Encarna-
tín debe entenderse en aquel sentido, se- ción. Luego esta proposición Cristo es
gún que por aquella suscepción de la En- criatura es verdadera.
carnación se hizo que el hombre fuese 2.° Las propiedades de una y otra na-
(1) Como en efecto es dogma de fe católica, según queda de- agarenos que « es simplemente una criatura más escelente
mostrado. » que todas las demás » i y Asterioque K es la virtud de Dios,
(2) Es decir, si hubiese en Cristo dos personas distintas, » pero mera criatura y puro hombre » : errores idénticos en el
una divina y otra humana,... fondo y condenados como heréticos por Eugenio IV en el con-
(3) Ebion, Cerinto, Carpócratos, Arrio, Artemon y Nestorio cilio de Florencia y por Paulo IV. Véase en la i." P. la C. 2 7 ,
dogmatizaban q u „e C r i s l 0 . naturaleza » ¡ los
n 0 e s D ¡ o s u m a. I.
314 CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S VIII Y IX.
(1) Según el hereje Félix « hay en Cristo dos hipóstasis »; bien sabido que este heresiarca fue condenado por el conci-
y los chancinzarios reconocían en él « dos personas, una que lio 1.° de Efeso (c. 2 , 3 y 6) y nuevamente después con Teo-
•padeció y otra que no », coincidiendo con la herejía de N e s - doro de Mbpsuesta y demás secuaces de sus heréticas doctri-
lono, que asimismo admitía en Cristo « dos personas, una de nas por Eugenio IV en el de Florencia.
»la divinidad y otra de la humanidad ». Ya queda dicho y es (2) Verdadero hombre, como los demás.
318 CUESTIÓN XVI. ARTÍCULO XII.
(1) Virtualmente, en cuanto la completa confiriéndola sub- (3) Y con más razón y propiedad el alma, que subsiste se-
sistencia individual ; no empero formalmente como originada parada del cuerpo, sin ser no obstante persona por razón lie
de sus propios principios ó como supuesto humano. lo incompleto de tal subsistencia transitoria ó accidental.
(2) Completamente per se y á manera de todo adecuada- (4) V. lo dicho á este propósito en la 1." P., C . 29, a. 2.
mente subsistente, según se esplica luego (al 2.°).
CUESTIÓN XVII.
Hemos de considerar ahora las cosas que pertenecen á la unidad de Cristo en común ; porque de
las que pertenecen á la unidad ó pluralidad en especial se tratará determinadamente en su lugar
oportuno; como ya dejamos espuesto (C. 9) que en Cristo no hay una ciencia únicamente, y veremos
más adelante (C 35) que en Cristo no hay un nacimiento solamente. Debe considerarse pues 1." la
unidad de Cristo en cuanto al ser, 2." en cuanto al querer, 3.° en cuanto á obrar.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos: l.° Cristo es uno, ó dos? —2,° Hay en él un solo ser ?
(1) Contra la herejía de los elceséos, que aseguraban que (2) Con esclusion de su divinidad.
tristo no era uno, sino muchos », anatematizada en el S í m - (3) Como el ser Dios.
>lo de San Atanasio y por los Concilios de Florencia, ó." de (4) Como el ser humano ú hombre.
onstantinopla y t . ° d e Efeso.
320 CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O I.
en masculino; porque el género neutro algún manuscrito ; ni Celidonio, como aparece en la antigua
de París, y ya queda anotado antes de ahora.
CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O S I Y II. 321
algo, q u e h i c i e r a r e f e r i r l a f r a s e a l s u p u e s - A l 1. q u e l a p a l a b r a el otro
a
(alterum)
to, esta locución sería v e r d a d e r a , c o m o importa diversidad de accidente ; y p o r
sise dijera, « C r i s t o es s o l a m e n t e lo q u e esto la diversidad de accidente basta p a r a
» e s el h o m b r e » . S i n e m b a r g o n o s e q u e a l g o se d i g a en a b s o l u t o el o t r o . P e r o
sigue q u e s e a a l g o o t e o q u e h o m b r e , p u e s - l a p a l a b r a lo otro (aliud) i m p o r t a d i v e r s i -
to que l a p a l a b r a otro s i e n d o r e l a t i v o , q u e d a d de s u s t a n c i a , y sustancia se dice n o
espresa l a d i v e r s i d a d d e s u s t a n c i a , s e r e - solo l a n a t u r a l e z a sino t a m b i é n el s u p u e s -
fiere p r o p i a m e n t e a l s u p u e s t o , c o m o t o - t o , ( M e t . 1. 5 , t . 15) ; y p o r e s t o l a d i -
dos los r e l a t i v o s , q u e e s t a b l e c e n u n a r e - versidad de naturaleza no basta para que
lación p e r s o n a l ; p e r o s í s e s i g u e , l u e g o a l g o s e d i g a e n a b s o l u t o l o o t r o (aliud), á
tiene o t r a n a t u r a l e z a . no h a b e r diversidad de supuesto. P e r o la
A l 4.° q u e , c u a n d o s e d i c e c< C r i s t o e s d i v e r s i d a d de n a t u r a l e z a p r o d u c e lo o t r o
algo q u e es e l P a d r e » , l a p a l a b r a a l g o ( a l i u d ) secundum quid, e s t o e s , s e g ú n l a
(aliquid) s e t i e n e p o r l a n a t u r a l e z a d i - n a t u r a l e z a , si n o h a y d i v e r s i d a d d e s u -
vina, q u e t a m b i é n s e p r e d i c a e n a b s t r a c t o puesto.
del P a d r e y d e l H i j o (1). P e r o , c u a n d o
se dice « C r i s t o es a l g o , q u e n o e s el P a - ARTÍCULO I I . — E n cristo hay única-
» d r e » , la p a l a b r a a l g o se t o m a n o p o r la m e i i t i - u n Rolo s e r ? (?)
misma n a t u r a l e z a h u m a n a , s e g ú n q u e es
significada e n a b s t r a c t o , s i n o s e g ú n q u e 1.° P a r e c e eme e n C r i s t o n o h a y ú n i -
se significa e n c o n c r e t o ; n o s e g ú n u n s u - c a m e n t e u n solo s e r , sino dos : p o r q u e
puesto d i s t i n t o , s i n o s e g ú n u n s u p u e s t o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, c. 13)
indistinto, e s t o es , s e g ú n q u e s u b s i s t e e n que las cosas anejas á l a n a t u r a l e z a son
la n a t u r a l e z a , y n o e n l a s p r o p i e d a d e s , dobles en C r i s t o . P e r o el ser es u n a c o n -
que l a i n d i v i d u a l i z a n . Y p o r e s t o n o s e secuencia de l a n a t u r a l e z a , p u e s el ser
deduce q u e C r i s t o s e a u n a c o s a y o t r a , ó viene de la forma. L u e g o en Cristo h a y
que s e a d o s ; p o r q u e e l s u p u e s t o d e l a dos seres.
humana n a t u r a l e z a en C r i s t o , q u e es l a 2.° E l s e r d e l H i j o d e D i o s e s l a m i s -
persona d e l H i j o d e D i o s , n o e n t r a e n m a n a t u r a l e z a divina y es e t e r n o . P e r o el
número con la n a t u r a l e z a d i v i n a , q u e se ser del h o m b r e Cristo n o es la divina n a -
predica d e l P a d r e y d e l H i j o . t u r a l e z a , sino q u e es el ser t e m p o r a l .
Al 5 . ° q u e e n el misterio de l a divina L u e g o e n C r i s t o n o h a y u n solo s e r ú n i -
Trinidad l a n a t u r a l e z a d i v i n a se p r e d i c a camente.
aun en a b s t r a c t o d e l a s t r e s p e r s o n a s ; y 3.° E n l a T r i n i d a d , a u n q u e s e a n t r e s
por esto p u e d e d e c i r s e e n a b s o l u t o q u e las p e r s o n a s , h a y sin e m b a r g o u n solo
las t r e s p e r s o n a s s o n u n a s o l a c o s a . P e r o s e r (3) á c a u s a d e l a u n i d a d d e l a n a t u -
en el m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n n o s e raleza. P e r o en Cristo h a y dos naturale-
predican a m b a s n a t u r a l e z a s e n a b s t r a c t o zas, aunque h a y a u n a sola persona. L u e g o
de C r i s t o ; y p o r t a n t o n o p u e d e d e c i r s e en Cristo n o h a y ú n i c a m e n t e u n ser,
en a b s o l u t o q u e C r i s t o s e a d o s . sino dos.
Al 6 . ° que se dice d o s , como teniendo 4.° E n C r i s t o e l a l m a d a a l g ú n ser a l
dualidad, n o en a l g u n o o t r o , sino en el c u e r p o , p u e s t o q u e es s u f o r m a ; m a s n o
mismo d e q u i e n l o s d o s s e p r e d i c a n . P e r o le d a el ser d i v i n o , p o r q u e este ser es in-
los p r e d i c a d o s s e d i c e n d e l s u p u e s t o d e - creado. L u e g o en Cristo h a y otro ser
signado p o r e s t e n o m b r e C r i s t o . P o r c o n - ademas del ser divino, y por tanto no
siguiente , a u n q u e C r i s t o t e n g a l a d u a l i - h a y en él u n ser únicamente.
dad de n a t u r a l e z a s ; s i n e m b a r g o , p u e s t o Por el c o n t r a r i o : c a d a c o s a se d i c e
que no t i e n e d u a l i d a d d e s u p u e s t o s , n o e n t e , e n c u a n t o se dice u n a ; p o r q u e lo
puede d e c i r s e q u e C r i s t o e s d o s . u n o y el e n t e , se c o n v i e r t e n . S i p u e s en
(1) Pío s o l o s i m u l t á n e a , s i n o a u n s e p a r a d a m e n t e conside- » y mediante cierta virtual participación del poder divino
rados,
» o b r a b a m i l a g r o s , s i e n d o e m p e r o solo h o m b r e » : d u a l i d a d
P ) S e g ú n N e s t o r i o « C r i s t o n o fue ú n i c o e n s u d i v i n i d a d y p e r s o n a l y s u s t a n c i a l d e s t r u c t o r a d e la u n i d a d h i p o s t á t i c a , y
."humanidad, sino s e p a r a d a m e n t e u n Hijo d e Dios y otro hijo c o n d e n a d a p o r e l c o n c i l i o 5 . ° d e C o n s t a n l i n o p l a (cap. 3 ) y p o r
" hombre » ; y S e v e r o d e A n t i o q u í a e n s e ñ ó q u e « la u n i ó n el p a p a F é l i x c o n t r a la h e r e j í a d e P e d r o , o b i s p o d e A n t i o q u í a ;
.» en C r i s t o n o f u e p e r s o n a l s u b s i s t e n t e e n l a s d o s n a t u r a l e z a s , en s u carta al mismo.
» sino h a b i t u a l y s e g ú n c i e r t a c o n d i c i ó n d i v i n a , s e g ú n l a c u a l (3) S u s t a n c i a l y a b s o l u t o , a u n q u e t r e s e n t i d a d e s r e l a t i v a s .
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV.
21
322 CUESTIÓN XVII. — ARTÍCULO II.
Cristo hubiera dos seres y no uno sola- sucediese que después de constituida la
mente , Cristo sería dos y no uno. persona de Sócrates le sobreviniesen las
Conclusión. No recibió Cristo con su manos ó los pies ó los ojos, como sucede
naturaleza humana nuevo ser personal, en el ciego de nacimiento (2) ; no por
y sí solo nueva actitud individual de su esto adquiriría Sócrates otro ser, sino
ser preexistente c.on respecto á ella. solamente cierta relación con estos (miem-
Responderemos que, puesto que en bros ) : porque se diría que existe, no sola-
Cristo hay dos naturalezas y una sola mente según las cosas que antes tenía,
hipóstasi, es necesario que las cosas que sino también según las que después le
pertenecen en Cristo á la naturaleza sean sobrevinieron. Así pues, como la humana
dos, y las que pertenecen á la hipóstasi naturaleza está unida al Hijo de Dios
una sola. Mas el ser pertenece á la natu- hipostática ó personalmente, según se lia
raleza y á la hipóstasi: á la hipóstasi dicho (C. 3 , a. 5 y 6 ) , y no accidental-
como á lo que tiene el ser, y á la natu- mente ; sigúese que según la naturaleza
raleza como aquello por lo cual algo tiene humana no le sobreviene un nuevo ser
el ser; pues la naturaleza se significa por personal, sino solamente una nueva rela-
modo de forma, la que se dice ente, por- ción del ser personal preexistente con la
que por ella algo es, como por la blan- naturaleza humana; de modo que se
cura es algo blanco, y por la humanidad diga ya subsistir aquella persona, no
alguno es hombre. Debe empero consi- solo según la divina naturaleza, sino tam-
derarse que, si hay alguna forma ó natu- bién según la humana.
raleza, que no pertenezca al ser perso- Al argumento 1.° diremos, que el ser
nal de una hipóstasi subsistente ; aquel sigue á la naturaleza, no como que tiene
ser no se dice ser de aquella persona en el ser, sino como por la que algo existe;
absoluto, sino secundum quid, como el mas el ser resulta de la persona ó de la
ser blanco es el ser de Sócrates, no en hipóstasi, como teniendo el ser. Por esta
cuanto es Sócrates, sino en cuanto es razón más retiene la unidad según la
blanco: y nada impide que un tal ser se unidad de la hipóstasi, que tiene la dua-
multiplique en una sola y misma hipósta- lidad según la dualidad de naturaleza.
si ó persona; porque una cosa es el ser, por Al 2.° que aquel ser eterno del Hijo de
el cual Sócrates es blanco, y otra aquel, Dios, que es la divina naturaleza, se
por él que es músico. Pero aquel ser, que hace el ser del hombre, en cuanto es to-
pertenece á la misma hipóstasi ó persona mada la naturaleza humana por el Hijo
en sí misma, es imposible que se multi- de Dios en la unidad de persona.
plique en una hipóstasi ó persona; puesto Al 3.° que según lo dicho (P. 1. C. 3, a
que es imposible que no sea uno solo el a. 3 y 4 ; y C. 39, a. 1), puesto que la
ser de una cosa. Si pues la naturaleza hu- persona divina es lo mismo que la natura-
mana se uniese al Hijo de Dios, no hipos- leza, y en las personas divinas no hay otro
tática ó personalmente, sino accidental- ser de persona ademas del ser de natura-
mente , como algunos ( 1 ) supusieron ; leza ; y por esto las tres personas no tie-
sería menester admitir en Cristo dos se- nen sino un solo ser. Mas tendrían un
res, uno según que es Dios y otro según triple ser, si en ellas fuese uno el ser de
que es hombre : así como en Sócrates se la persona y otro, el ser de naturaleza.
supone un ser según que es blanco y otro Al 4.° que el alma en Cristo da el ser
según que es hombre; porque el ser al cuerpo,' en cuanto hace al mismo ani-
blanco no pertenece al ser mismo perso- mado en acto; lo cual es darle el com-
nal de Sócrates, mas el tener una cabeza plemento de la naturaleza y de la espe-
y el ser corpóreo y animado todo perte- cie. Pero, si se concibe el cuerpo perfecto
nece á una sola persona de Sócrates; y por medio del alma sin la hipóstasi, que
por esto de todas estas cosas no se forma tenga el uno y la otra; este todo com-
más que un solo ser en Sócrates : y, si puesto de alma y cuerpo, según que
(1) Los nestorianos, según ya queda anotado en la C. 2, (Joann. 9), á quien le fueron abiertos, y no dados, según el
a. 6, p á g . 196. testo. No hay pues alusión .a dicho ciego del Evangelio, como
(2) Suponiendo que recibe ojos, que antes no tuviese ; no lijeramente anota Drioux.
precisamente como el de quien se habla en el Evangelio
CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O II. 323
es d e s i g n a d o b a j o e l n o m b r e de h u m a - s e g ú n q u e s e refiere á l a n a t u r a l e z a h u -
nidad, n o s e significa c o m o l o q u e e s , sino m a n a ; s i e n d o la c a u s a d e e s t a r e l a c i ó n
como por l o q u e a l g o es : y p o r e s o e l el alma, en cuanto perfecciona la natura-
ser mismo es d e l a p e r s o n a s u b s i s t e n t e , l e z a h u m a n a d a n d o f o r m a al c u e r p o .
C U E S T I Ó N XVIII.
1." Hay en Cristo una voluntad divina y otra humana? 2.° En la naturalezahumana de Cristo es una
la voluntad de la sensualidad y otra la de la razón ? 3.° Por parte de la razón hubo en Cristo muchas
voluntades? 4.° Hubo en Cristo libre albedrío? 5.° La voluntad humana de Cristo fue del todo con-
forme á la voluntad divina en lo querido? 6." Hubo en Cristo alguna contrariedad de voluntades ?
(1) Contra la herejía de los monotelilas, que solo admitían 5.° y 6." de Constantinopla y el de Florencia bajo Eugenio IV'
en Cristo una voluntad, la divina únicamente según Macario anatematizaron como fautores de dicha doctrina herética
Antioquía, y o refundidas en una la divina y la humana, ademas á Ciro de Alejandría, Teodoro Faranciano, Paulo.
»?«e existían en él separadas antes de su unión con la carne», Pirro, Pedro y otros.
según Sergio de Constantinopla. Los Concilios generales 4.°,
324 ' CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULO I.
luntad. P e r o , para suponer esto, parecen Hijo de Dios tomó la voluntad humana
haber sido movidos por diversos moti- en la humana naturaleza. Mas por la
vos : porque Apolinario no admitió en asunción de la humana naturaleza nin-
Cristo una alma intelectual, sino que el guna diminución sufrió el Hijo de Dios
Verbo estuviese en lugar del alma ó en las cosas, que pertenecen á la divina
también en lugar del entendimiento. Pol- naturaleza, á la cual compete tener vo-
lo tanto, como la voluntad está en la ra- luntad, como se ha demostrado ( P . 1. , a
porque opinaban que la naturaleza hu- 105, a, 4): y de este modo también Cristo
mana en Cristo jamas era movida por seguía la voluntad divina según la volun-
propio movimiento, sino solo según que tad humana, según aquello ( P s . 39, 9 ) ,
era movida por la divinidad, como consta para hacer tu voluntad, Dios mió, guí-
(epist. synodica Agathonis papas, y cons- selo. Por lo cual dice San Agustín ( cont.
ta en el Conc. const. 3.° gener. 6.° Maxim. 13, c. 26) : «. cuando dijo el Hijo
act.4) (2). Y por esto en el 6.° Sínodo B al Padre, no lo que yo quiero sino lo que
celebrado en Constantinopla (act. 18, B tú quieres, ¿qué te sirve añadir ó decir
Symb. const. 150 P P . ) se determinó que B tus palabras: manifiesta verdadera-
debe decirse que en Cristo hay dos v o - » mente su voluntad sometida á su geni-
luntades ; donde se lee así : ce según lo B tor , como si nosotros negásemos que
» que los profetas nos han enseñado en B la voluntad del hombre debe estar so-
B otro tiempo de Cristo, y lo que él B metida á la voluntad de D i o s B ?
B mismo nos ha dicho y el Símbolo que A l 2.° que es propio del instrumento
» nos han transmitido nuestros P a d r e s , el ser movido por el agente principal,
B declaramos en él dos voluntades natu- mas de diverso modo según las propieda-
» rales y dos operaciones naturales » : y des de su naturaleza : porque el instru-
fue necesario espresarse a s í ; porque es mento inanimado, como el hacha ó la sier-
evidente que el Hijo de Dios tomó la ra , es movido por el artífice por solo el
naturaleza humana perfecta, como se ha movimiento corporal; al paso que el ins-
demostrado (C. 2 , a. 5); y á la perfec- trumento animado por el alma sensible
ción de la naturaleza humana pertenece es movido por el apetito sensitivo, como
la voluntad que es su potencia natural, el caballo por el ginete ; y el instrumen-
como también el entendimiento, según to animado por el alma racional es mo-
resulta de lo espuesto ( P . 1. , C. 79 y a
(1) En la facultad ó parte racional, ó sea , en toda la parte todos los ortodoxos, en la que a f i r m a que ninguno de sus pre-
superior del alma, comprendiendo el entendimiento y la vo- decesores había errado en la fe católica, sin escluir á Honorio,
luntad. quien sin razón por consiguiente pretendieran algunos haber
(2) Tanto en la dirigida al Concilio mismo con instrucciones sido allí condenado entre los monotelitas ; como la que escri-
directivas, leida (act. i) y unánimemente aceptada (act. S) por bió al emperador Constantino Pogonato.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULOS I Y I I . 325
(1) Aliqualiter, es decir, con deliberación y consejo. (3) Pío en su tratado 12 sobre San Juan, como frecuente-
(2) Stnmalilatis, en su concepto de facultad natural sensi- mente se ve anotado al margen ; y también lo insinúa Beda,
tiva , no como potencia apetitiva viciosa y repugnante á la refiriéndose al testo de San Pablo ( Rem. 8 J, in similitudincm
razón. carnis peccati.
324 ' C U E S T I Ó N X V I I I . — A R T Í C U L O I.
v i d o p o r l a v o l u n t a d d e e s t a , c o m o por
80). L u e g o e s n e c e s a r i o d e c i r q u e e l e l m a n d a t o d e l s e ñ o r s e m u e v e el siervo
(1) E n la facultad ó parte racional, ó sea , en toda la parte • todos los ortodoxos, en la que a f i r m a que ninguno de sus pre-
superior del alma, comprendiendo el entendimiento y la vo- decesores había errado en la fe católica, sin escluir á Honorio,
luntad. quien sin razón por consiguiente pretendieran algunos haber
(2) Tanto en la dirigida al Concilio mismo con instrucciones sido allí condenado entre los monotelilas ; como la que escri-
directivas, leida (act. 4) y unánimemente acoptada (ací. S) por bió al emperador Constantino Pogonato.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULOS I Y II. 325
á hacer a l g u n a c o s a , p o r q u e e l s i e r v o e s l a r a z ó n , y e n e l a p e t i t o s e n s i t i v o lo
como un i n s t r u m e n t o a n i m a d o , s e g ú n irascible y l o concupiscible. P e r o l a s e n -
dice el F i l ó s o f o , ( P o l i t . 1. 1, c. 3 y 4 ; y s u a l i d a d significa e l a p e t i t o s e n s i t i v o .
Etliic. 1. 8 , c. 2). A s í p u e s l a h u m a n a L u e g o no existió e n Cristo la voluntad
naturaleza e n C r i s t o f u e e l i n s t r u m e n t o de s e n s u a l i d a d .
de la d i v i n i d a d , p a r a q u e s e m o v i e s e p o r 2.° S e g ú n S a n A g u s t í n ( D e T r i n .
propia v o l u n t a d . 1. 12 , c. 13) l a s e n s i b i l i d a d s e significa
A l 3.° q u e l a p o t e n c i a m i s m a d e l a v o - por la serpiente; pero en Cristo nada h u -
luntad e s n a t u r a l , y r e s u l t a n e c e s a r i a - bo de e s t a , pues t u v o la semejanza del
mente d e l a n a t u r a l e z a ; p e r o el m o v i - animal venenoso sin el v e n e n o , como dice
miento ó e l a c t o d e e s t a p o t e n c i a , q u e el m i s m o D o c t o r ( D e p e c c a t o r . meritis e t
también s e l l a m a v o l u n t a d , á v e c e s e s r e m i s s . 1. 1, c. 3 2 , s u p e r i l l u d J o a n . 3,
natural y n e c e s a r i a , v . g r . r e s p e c t o d e l a sicut exaltavit Moyses serpentem in de-
felicidad ; p e r o o t r a s p r o v i e n e n d e l libre serto) (3). L u e g o e n C r i s t o n o h u b o v o -
arbitrio d e l a r a z ó n , y n o e s n e c e s a r i o ni luntad de sensualidad.
natural, c o m o r e s u l t a d e l o e s p u e s t o 4.° L a v o l u n t a d s i g u e á la n a t u r a l e z a
(P. 1. , C . 82, a. 2 ; y l . - 2 . * C . 5, a. 8;
a a
s e g ú n l o d i c h o ( a . 1). P e r o e n C r i s t o n o
y C. 6, a. 1). Y n o o b s t a n t e l a m i s m a h u b o sino u n a n a t u r a l e z a a d e m a s d e l a
razón, que e s e l p r i n c i p i o d e e s t e m o v i - divina. L u e g o e n Cristo n o h u b o sino
miento, e s n a t u r a l : p o r e s t o a d e m a s d e una sola voluntad humana.
la v o l u n t a d d i v i n a e s m e n e s t e r r e c o n o c e r Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A m b r o s i o
en Cristo l a v o l u n t a d h u m a n a , n o s o l o ( a d G r a t . i m p e r a t . 1. 2 , D e fide, c. 3):
según q u e e s p o t e n c i a n a t u r a l ó s e g ú n « u n a es la voluntad que llama suya ;
que es m o v i m i e n t o n a t u r a l , sino t a m b i é n » porque como hombre aceptó m i triste-
en cuanto e s m o v i m i e n t o r a c i o n a l . » za » ; por lo cual se da entender que la
A l 4.° q u e , a l d e c i r s e q u e quiere d e t r i s t e z a p e r t e n e c e en C r i s t o á l a v o l u n -
alguna m a n e r a (1), s e d e s i g n a d e t e r m i - tad humana. P e r o la tristeza pertenece
nado m o d o d e q u e r e r ; y e l m o d o d e t e r - á la sensualidad, como se h a demostrado
( P . 2 . C . 2 3 , a. 1 y 3 ; C . 25, a. 5 ; y
a
minado se refiere á l a c o s a m i s m a d e l a
que es el m o d o . P o r t a n t o , p e r t e n e c i e n d o C . 3 5 , a. 1 y 2). L u e g o p a r e c e q u e e n
la voluntad á l a n a t u r a l e z a , e s o m i s m o Cristo h a y la voluntad de sensualidad
también q u e e s e l q u e r e r d e a l g u n a m a - ademas de la voluntad de la razón.
nera p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a , n o s e g ú n Conclusión. Debe decirse que hubo en
que es c o n s i d e r a d a a b s o l u t a m e n t e , sino Cristo la sensualidad llamada voluntad
según q u e e x i s t e e n t a l h i p ó s t a s i . P o r por participación.
consiguiente t a m b i é n l a v o l u n t a d h u m a - Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
na de Cristo t u v o c i e r t o m o d o d e t e r m i - ( a . 1) e l H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a -
nado , por l o m i s m o q u e e x i s t i ó e n l a h i - leza humana con todo lo perteneciente á
póstasi d i v i n a , e s t o e s , d e m o d o q u e s e la perfección de la misma naturaleza; y
moviese siempre s e g ú n e l arbitrio d e l a en la naturaleza humana se incluye t a m -
divina v o l u n t a d . b i é n l a n a t u r a l e z a a n i m a l , c o m o e n la
especie se incluye el género. L u e g o es
ARTÍCULO I I . ¿Hubo e n Cristo a l g u n a conveniente que el Hijo de D i o s t o -
voluntad d e s e n s u a l i d a d (2) a d e m a s d é l a v o - mara también con la naturaleza humana
luntad ile l a r a z ó n ? las cosas que pertenecen á la perfec-
ción de la naturaleza animal, entre las
l.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o a l - que se cuenta el apetito sensitivo, que
guna v o l u n t a d d e l a s e n s u a l i d a d (sensi- s e dice s e n s u a l i d a d ; y p o r e s t o es pre-
tiva) independientemente d e l a v o l u n t a d ciso decir que en Cristo existió el ape-
de la razón : p o r q u e dice e l F i l ó s o f o ( D e tito sensual ó la sensualidad. D e b e s a -
&. 1. 3, t. 42) q u e l a v o l u n t a d r e s i d e e n
a
b e r s e t a m b i é n q u e la s e n s u a l i d a d ó el
(1) Aliqualüer, es decir, con deliberación y consejo. (3) No en su tratado 12 sobre San Juan, como frecuente-
(2) SemuaWalis, en su concepto de facultad natural sensi- mente se ve anotado al margen ; y también lo insinúa Beda,
tiva, no como potencia apetitiva viciosa y repugnante á la refiriéndose al testo de San Pablo ( R o m . 8 J, in similitudinem
carnis peccali.
326 CUESTIÓN X V I I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
(1) Voz que designa cualquier simple acto de volición. las voluntades divina, de razón, de carne y de piedad, con la
(2) Acto de volición deliberado y precedido del consejo, ó que se condolía (Luc. 19) de los niales-ajenos. Resulta pues
bien, de la facultad cognoscitiva, por la que de algún modo ser dos las voluntades de Cristo (divina y humana) en cuanto
aprendemos el objeto. á la naturaleza j tres (divina, racional creada y sensitiva) por
(3) Entre ellos Hugo de San Víctor en su tratado Le quator razón de las potencias ) y l a s cuatro enumeradas con respecto
voluntatibus Chrlstij donde enumera según los modos de querer al modo de querer.
CUESTIÓN XVIII. — A R T Í C U L O S III Y IV. 327
libre a r b i t r i o : p o r q u e d i c e el D a m a s c e n o e s t o , a d m i t i é n d o s e en Cristo l a v o l u n t a d
( O r t h . fid. 1. 3, c. 14), « si q u e r e m o s c o m o r a z ó n , es necesario también admi-
» hablar con p r o p i e d a d , es imposible d e - tir la elección, y de consiguiente el libre
» cir e n el S e ñ o r • y v ( ü ¡ j . t v , e s t o e s , d i c t a m e n
1
arbitrio, cuyo acto es la elección, s e g ú n
» o p e n s a m i e n t o ó e s c o g i t a c i o n , yirpocupecnv s e h a d e m o s t r a d o ( P . 1. i b i d . ; y l . - 2 . ,
a a ffi
» ó s e a , e l e c c i ó n ». P e r o e n l a s c o s a s , q u e C . 13, a. 1).
son d e f e , d e b e h a b l a r s e s o b r e t o d o c o n A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l D a -
propiedad. L u e g o en C r i s t o no h u b o elec- masceno escluye de Cristo la elección,
ción ; y p o r c o n s i g u i e n t e n i l i b r e a r b i t r i o , según que entiende que esta palabra im-
cuyo a c t o es l a e l e c c i ó n . p o r t a dubitación. M a s esta dubitación no
2.° D i c e el F i l ó s o f o ( E t h i c . l i b . 3, es de n e c e s i d a d d e l a elección, p o r q u e
c. 4 o 6) q u e « l a e l e c c i ó n p e r t e n e c e a l también conviene á Dios elegir, según
» a p e t i t o d e l p r e a c o n s e j a d o ». M a s e l a q u e l l o ( E p h . 1), elegit nos inipso, e t c . ) ,
aunque en Dios no h a y a dubitación al-
g u n a . Sin e m b a r g o la dubitación tiene
(1) Dogma de fe impugnado por Lutero, Calvino y Jansenio, lugar en la elección, en cuanto existe en
quienes enseñaban que « Cristo solo tuvo libertad de coacción,
» mas no la de natural necesidad ». una naturaleza ignorante. L o mismo debe
328 C U E S T I Ó N X V I I I . — A R T Í C U L O S IV Y V .
U) Según lo espuesto en la nota 3 de la página 326. Calvino por su parte dijo que « l a ley de Dios y su voluntad
(2) Considerado únicamente en sí mismo y como meramente » son frecuentemente contrarias entre sí ». V. lo dichoá este
sensitivo, y no subordinado por cierta participación y obe. propósito en la nota 2, pág. 17S, del t. f."
diente á la razón. (í) Combate ó lucha según su etimología griega.
.13) Cierto apóstata premonstratense, cuyo nombre no ha (5) A s í lo declaró terminantemente el Concilio 6.° ecumé-
conservado la historia, llegó á proferir la horrenda blasfemia nico (act. i) y posteriormente el de Florencia.
oe que « Cristo se condenó, porque desesperó en la cruz » ; y
CUESTIÓN XVIII.—ARTÍCULO VI.
(1) Considerada absolutamente en sí misma y como natura- concluye Kicolai que no debe entenderse quería absoluta y
leza, en cuyo concepto no la compete deliberar ú ordenar una decididamente.
Cosa á otra como á s u fin, siendo esto propio de la voluntad (2) No 1. 2, c. 15, como equivocadamente se ve citado en
considerada como razón y en cierto modo relativa : de donde ediciones antiguas.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULO VI. S31
Cristo, puesto que por su razón juzgaba á la parte sensitiva, según que esta im-
en absoluto ser mejor que se cumpliera plica temor del infortunio inminente,
por su Pasión la voluntad divina acerca como dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 2,
de la salud del género humano. H u b o c. 1 5 ) .
sin embargo en Cristo agonía en cuanto
CUESTIÓN XIX.
1.° Hay en Cristo una sola operación de la divinidad y la humanidad, ó muchas? — 2 . " Hay en
Cristo muchas operaciones según la naturaleza humana? —3.° Mereció Cristo algo para s í según la
operación humana? — 4." Mereció por ella algo para nosotros?
(1) Según Macario de Antioquía « en Cristo hubo una sola nados con sus autores como heréticos por el Concilio 6.° de
•operación, la d i v i n a » ; y para Sergio de Constantinopla Constantinopla (act. 1G) y por el lateranense (can. 1 0 , 1 1 , 1 2 ,
«lasdos virtudes opératrices en Cristo antes de la union se 13 y 14) bajo Martino I.
refundieron después de ella en una sola» : errores conde.
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO I.
« cómo la misma operación es de diversa (Const. 3.° general, act. 10) las palabras
» potestad? ¿por ventura una potencia del hereje Severo, que decía así: «las
» menor puede obrar como una mayor, ó » cosas que se hacían y obraban por
» puede haber una sola operación donde » Cristo, que es uno, son muy diferen-
» hay diversa sustancia ? » B tes ; pues unas son aplicables á Dios, y
Conclusión. Hay en Cristo dos distin- B otras humanas, como andar corporal-
tas operaciones, divina y humana', cada » mente sobre la tierra es ciertamente
cual con sus respectivas forma y virtud » una cosa humana, mientras que debe
propias; usando la divina de la humana » atribuirse á Dios el conceder que anden
y participando esta de aquella como su B sanos los (2) que con sus piernas inúti-
instrumento. » les no pueden absolutamente caminar
Responderemos, que los herejes antes » sobre la tierra. Pero un solo sujeto, es
mencionados (1) ( C . 18, a. 1), que ad- B decir, el Verbo encarnado obró esto y
mitieron en Cristo una sola Voluntad, re- » aquello, y no es lo uno de esta natura-
conocieron también en él una sola opera- B leza y lo otro de la otra; ni, porque las
ción : y, para que se comprenda mejor la B cosas operadas son diversas, definiremos
opinión errónea de estos, debe conside- » por eso con razón dos naturalezas ope-
rarse que do quiera hay muchos agen- Brantesy dos.formas ». Mas en esto se en-
tes ordenados, el inferior es movido por gañaban, porque la acción del que es mo-
el superior, como en el hombre el cuerpo vido por otro es doble: una que tiene
es movido por el alma y las fuerzas in- según su propia forma, y otra que tiene
feriores por la razón. Así pues las accio- según que es movido por otro ; como la
nes y movimientos de un principio infe- operación del hacha según su propia for-
rior son más bien ciertas^ cosas obradas ma es la incisión, y según que es movida
que operaciones. Mas lo que pertenece al por el artífice su operación es hacer un
principio supremo, es propiamente la banco ó escaño. La operación pues, que
operación : como si decimos que en el pertenece á alguna cosa según su forma,
hombre el andar que es propio de los pies es su propia operación, y no pertenece al
y el palpar que lo es de las manos, son motor, sino según que este se vale de ella
ciertas obras del hombre, de las que el para su operación; como el calentar es la
alma obra lo uno por medio de los pies y operación propia del fuego, mas no del
lo otro por medio de las manos. Y, puesto artífice, sino en tanto que se sirve del
que el alma misma es la que obra por fuego para calentar el hierro. Pero aque-
estos dos medios, sigúese que por parte lla operación, que es de la cosa solamente
del sujeto que obra, que es el primer según que es movida por otro, no esotra
principio motor, la operación es una y en independiente de la operación misma del
nada difiere ; mas por parte de las cosas motor: como hacer un escaño no es una
obradas hállase diferencia. Y , como en operación del hacha separadamente de la
el hombre puro el cuerpo es movido por operación' del artífice, sino que el hacha
el alma y el apetito sensitivo por el racio- participa ó contribuye instrumentalmente
nal, así en nuestro Señor Jesucristo la á la operación de aquel. Y por eso, donde
naturaleza humana era movida y regida quiera que el motor y lo movido tienen
por la divina; y por esto decían que la diversas formas ó virtudes operativas,
operación es la misma é indiferente de allí es menester que sea una la operación
parte de la misma divinidad que obra, del motor y otra la operación propia de
aunque las cosas obradas sean diversas, lo movido, aunque lo movido participe de
esto es, en cuanto la divinidad de Cristo la operación del motor y este se valga de
hacía una cosa por sí misma, como sobre- la operación de lo movido, y así el uno y
llevarlo todo por el poder de su Verbo, el otro obren por recíproca cooperación.
y otra por la naturaleza humana, como Así pues en Cristo la naturaleza humana
el andar corporalmente. De aquí es que tiene su propia forma y virtud, por la
se refieren en el 6.° Concilio general cual obra, é igualmente la divina. Luego
(i) Macario y Sergio con Ciro de Alejandría: no empero el y de propósito el mártir San Máximo en su diálogo con Pirro.
papa Honorio, á quien ademas de lo dicho en la nota 2 de (2) Paralíticos.
la pág. 324 vindica de la imputación de tal error espresamente
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO I. 333
Cristo, en tanto que es cierta naturaleza, en la naturaleza nutritiva, con los anima-
una operación propia ademas de la divina, les en la naturaleza sensitiva, con los án-
como se ha dicho. geles en la naturaleza intelectiva, como
Al 3.° que pertenece á la hipóstasi también los demás hombres. Pero una es
subsistente obrar, pero según la forma y la operación de la planta en cuanto tal y
la naturaleza de que la operación recibe otra la del animal considerado como tal.
su especie. Y por tanto de la diversidad Luego Cristo, en cuanto es hombre, tie-
de formas ó naturalezas proviene la di- ne muchas operaciones.
versa especie de operaciones ; pero de la 2.° Las potencias y los hábitos se dis-
unidad de la hipóstasi resulta la unidad tinguen según los actos, y en el alma de
numérica en cuanto á la operación de la Cristo hubo diversas potencias y diversos
especie: como el fuego tiene dos opera- hábitos. Luego también diversas opera-
ciones diferentes en especie, es decir, ilu- ciones.
minar y calentar según la diferencia de 3.° Los instrumentos deben ser pro-
la luz y del calor; y sin embargo es una porcionados á las operaciones; mas el
en número la iluminación del fuego, que cuerpo humano tiene diversos miembros
á la vez alumbra. Asimismo en Cristo es según la forma (3). Luego deben ser
preciso que haya dos operaciones diferen- acomodados á las diversas operaciones.
tes en especie según sus dos naturalezas; Hay pues en Cristo diversas operaciones
pero cada una de sus operaciones es una según la humana naturaleza.
numéricamente en Cristo hecha á la vez, Por el contrario, como dice el Damasce-
como un solo andar y una sola curación. no (Orth. fid. 1. 3, c. 15), «la operación si-
Al 4.° que el ser y el obrar es de la x>gue á la naturaleza». Es así que en Cris-
persona por la naturaleza, pero de dife- to hay solo una naturaleza humana. Lue-
rente manera : porque el ser pertenece á go en Cristo hay únicamente una sola
la constitución misma de la persona, y en operación humana.
este concepto se refiere á ella como á su Conclusión. Mucho mejor debe reco-
término, por lo cual la unidad de la per- nocerse en Cristo que en cualquier otro
sona requiere la unidad del ser completo hombre una sola operación propia y ab-
y personal; al paso que la operación es solutamente humana, como procedente de
un efecto de la persona seguu alguna la razón por la voluntad ó apetito de la
forma ó naturaleza. Así que la plurali- razón, aparte de otras no del todo pro-
dad de las operaciones no perjudica á la piamente humanas.
unidad personal. Responderemos que, puesto que el
Al 5° que una cosa es lo propio obra- hombre es lo que es según la razón, se
do (1) de la operación divina y otra lo llama humana en absoluto la operación
de la operación humana en Cristo : como que procede de la razón por medio de la
es efecto propio de la operación divina la voluntad, que es el apetito de la razón.
curación del leproso, y efecto propio de Mas, si hay alguna operación en el hom-
la humana naturaleza es su contacto. bre, que no procede de la razón y la vo-
Concurren sin embargo ambas operacio- luntad, no es en absoluto operación hu-
nes á un solo efecto, según que una na- mana, sino que conviene al hombre según
turaleza obra en común con la otra, con- alguna parte de la naturaleza humana :
forme á lo dicho (2). unas veces según la naturaleza misma del
elemento corporal, como la fuerza de gra-
ARTÍCULO I I . — H a y e n cristo mu- vedad, que le atrae hacia abajo ; otras
chas operaciones humanas ? según la virtud del alma vegetativa, co-
mo el nutrirse y crecer; y otras según la
l.° Parece que en Cristo hay varias parte sensitiva, como ver y oir, imaginar
operaciones humanas : porque Cristo en y recordar, desear é irritarse ; entre cu-
cuanto hombre comunica con las plantas yas operaciones hay diferencia : porque
fl) El efecto ó término propio. cita nominalmente á San Juan Crisòstomo y San Cirilo con
(2) Con la autoridad de San Leon papa, reproducida casi li- otros SS. PP.
teralmente por San Juan Damasceno en su autógrafo griego (3) Accidéntalo parcial, no sustancial ó total.
(Be fide orlh. 1. 3 , c. 15), aunque sin nombrarle, á pesar de que
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULOS II Y I I I . 335
las operaciones del alma sensitiva obede- j hay en Cristo una sola operación con ma-
cen de cierta manera á la razón, y por lo yor razón que en cualquiera otro hombre.
tanto son en algún modo racionales y hu- Al argumento 1.° diremos, que la ope-
manas , esto es, en cuanto obedecen á la ración de la parte sensitiva y también de
razón, como consta por el Filósofo (Ethic. la nutritiva no es propiamente humana,
1. 1, c. últ.); mas las operaciones propias según lo dicho : y sin embargo en Cristo
del alma vegetativa, ó también de la na- estas operaciones fueron más humanas
turaleza del cuerpo elemental, no están que en otro.
sometidas á la razón; por lo cual de nin- Al 2.° que las potencias y los hábitos
gún modo son racionales ni humanas en se diversifican por relación á los objetos:
absoluto, sino solamente según la parte y por esto la diversidad de operaciones
de la humana naturaleza. Ya queda dicho corresponde de este modo á diversas po-
(a. 1) que, cuando el agente inferior obra tencias y hábitos diversos, como también
por la propia forma, entonces su opera- corresj)onde á diversos objetos. Mas no
ción es otra que la del agente superior ; pretendemos escluir de la humanidad de
mas, cuando el agente inferior no obra Cristo tal diversidad de operaciones,
sino según que es movido por el superior, como tampoco la que resulta de la di-
entonces es la misma la operación del uno versidad de instrumentos; sino solo aque-
y del otro. Por consiguiente en todo hom- lla que es según el primer principio ac-
bre puro la operación del cuerpo mate- tivo, como se ha dicho.
rial y del alma vegetativa es otra que la Con lo espuesto es también evidente
de la voluntad, que es propiamente hu- la contestación al 3.°
mana (1), y asimismo la operación del
alma sensitiva en cuanto á lo que no es ARTÍCULO III. — 1.a acción humana
movido por la razón ; pero respecto de lo de Cristo p u d o s e r l e m e r i t o r i a ?
que lo es la operación del alma sensitiva
y racional es la misma. El alma racional l.° Parece que la acción humana de
empero no tiene más que una sola opera- Cristo no pudo serle meritoria : porque
ción, si atendemos al principio mismo de Cristo antes de su muerte fue compren-
la operación, que es la razón ó la volun- sor, como lo es ahora ; y no es del com-
tad ; mas se diversifica según que se re- prensor el merecer, porque la caridad del
fiere á diversos objetos. Algunos llamaron comprensor pertenece al premio de la
á esta diversidad diversidad de cosas eje- beatitud, pues según ella se considera la
cutadas más bien que de operaciones, juz- fruición : por consiguiente no parece ser
gando de la unidad de operación sola- principio de merecer, puesto que el mé-
mente por parte del principio operativo ; rito y la recompensa no son lo mismo.
pues en este sentido es en el que se trata Luego Cristo antes de su Pasión no me-
aquí de la unidad ó pluralidad de las recía, como ni merece ahora.
operaciones en Cristo. Así pues en todo 2.° Nadie merece lo que es debido; y,
hombre puro hay únicamente una sola por ser Cristo Hijo de Dios por natura-
operación, que se llama propiamente hu- leza, le es debida la herencia eterna, que
mana; pero independientemente de ella los demás hombres merecen por sus bue-
hay otras que no son propiamente hu- nas obras. Luego Cristo no pudo mere-
manas , según lo dicho. Mas en el hom- cer algo para sí, puesto que desde el
bre Jesucristo no había movimiento al- principio fue Hijo de Dios.
guno de la parte sensitiva, que no fuera 3.° Todo el que tiene lo que es lo prin-
ordenado por la razón, y aun las mismas cipal, merece propiamente lo que es con-
operaciones naturales y corporales perte- secuencia de lo poseído. Pero Cristo tuvo
necían de algún modo á su voluntad, en la gloria del alma, de la cual según el
cuanto era su voluntad que su carne obra- orden común se sigue la gloria del cuerpo,
se y sufriera las cosas que le son propias, como dice San Agustín (epist. ad Dios-
como se ha dicho (C. 18, a. 5) : por esto cor. 118 ó 56). Mas en Cristo se verificó
dispensativamente que la gloria del alma
(l) La operación, se entiende, como procedente de la deli-
beración, condición propia de la naturaleza del hombre, con-
no se derivase al cuerpo. Luego Cristo
mine á lo espuesto en la l.*-2.«> C 1. no mereció la gloria del cuerpo.
336 CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO III.
Consideraremos ahora las cosas, que convienen á Cristo por relación al Padre; de las cuales unas
se dicen de él según su relación con el Padre, v. gr., que le estuvo sometido, que oró al mismo, que
le sirvió en el sacerdocio; y otras se dicen ó podrán decirse según la relación del. Padre con el
mismo, v, gr. si el Padre le adoptó, y si le predestinó. Debemos pues considerar: ].° la sumisión de
Cristo á su Padre; 2.° su oración; 3.° su sacerdocio ; 4.° su adopción ; 5." su predestinación.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos ; l.° Estuvo sometido Cristo al Padre ? — 2.° Lo estuvo a
sí mismo ?
atribuye asimismo á Cristo, en cuanto pide decir que Cristo está sometido al
todas las cosas, que han sido hechas P a d r e , ó que es su siervo según la na-
acerca de la humanidad de Cristo, se turaleza humana.
creeu realizadas por divina disposición; A l 3.° q u e , como dice San Agustín
por lo cual dice San Dionisio (Ccelest. ( D e Trin. 1. 1, c. 8 ) , « Cristo entregará
liierarch. c. 4) que Cristo se somete á las » el reino á Dios y al P a d r e , cuando á
órdenes de Dios Padre : y esta es la su- » los j u s t o s , e n quienes ahora reina por
misión de servidumbre, según que toda » la f e , los lleve á la especie », es decir,
criatura sirve á D i o s , sometiéndose á sus á ver la esencia misma, común al Padre
órdenes, conforme á lo que se dice ( S a p . y al H i j o , y entonces estará totalmente
16,24), la criatura sirviéndote á tí su sometido al Padre no solamente en sí
Hacedor; y según esto también el Hijo de sino también en sus miembros por la plena
Dios (Philipp. 11, 10), se dice haber t o - participación de la divina bondad. Enton-
mado la forma de siervo. L a 3 . sumisión a
ces también todas las cosas le estarán
también la atribuye á sí mismo, diciendo plenamente sometidas por el cumpli-
(Joan. 8, 29), yo hago siempre lo que á miento final de su voluntad sobre ellas;
el agrada; y esta es la sumisión de su aunque también le están ahora sometidas
obediencia al Padre hasta la muerte: por todas en cuanto á la potestad, según
lo cual se dice (Philipp. 2 , 8) que se aquello (Matth. ult. 20), me ha sido dada
hizo obediente al Padre hasta la muerte. toda potestad en el cielo y en la tierra.
Al argumento 1.° diremos q u e , así
como no debe entenderse en absoluto que
Cristo sea criatura, sino solamente según
(1) Ko solamente según la humanidad , sino también en el » lo engendró siervo ó adoptivo, sino negar que lo engendró
concepto de Verbo ó de Hijo, negando que era verdadero » Dios?» corroborando así el sentido testual de San Juan Da-
Dios. masceno de que « no es siervo como hombre distinto en su-
(2) El concilio de Francfort consigna contra Félix y Eli- » puesto del Verbo de Dios », cual pretendía Kestorio , que
pando lo siguiente : « ¿qué otra cosa es decir que la Virgen suponía en Cristo u n a persona de señor y otra de siervo.
340 CUESTIÓN XX.—ARTÍCULO II.
tasi. Pero las que le convienen según la señor y siervo de sí mismo según diver-
humana naturaleza deben atribuírsele más sos conceptos.
bien con determinación, esto es, de modo Al 3.° que á causa de las diversas par-
que digamos que Cristo es absolutamente tes del hombre, de las que una es supe-
máximo y Señor y presidente; mas el rior y otra inferior, dice también el Fi-
que esté sometido ó sea siervo ó menor lósofo (Ethic. 1. 5, c. ult.°) que hay jus-
debe atribuírsele con determinación, es ticia del hombre á sí mismo, en cuanto
decir, según la humana naturaleza (1). lo irascible y lo concupiscible obedece á
Al argumento 1.° diremos, que San la razón. Por lo tanto, según este modo
Cirilo y el Damasceno niegan ser Cristo puede también decirse un hombre sujeto
Señor de sí mismo, según que por esto y servidor de sí mismo según sus diver-
se importa la pluralidad de supuestos, sas partes.
que es requerida para que alguien sea en La contestación á los demás argu-
absoluto señor de alguno. mentos es evidente después de lo dicho ;
Al 2.° que en absoluto es preciso que porque San Agustín afirma ser el Hijo
el señor sea uno y otro el siervo; puede menor que sí mismo ó sometido á sí se-
sin embargo guardarse alguna razón de gún la naturaleza humana, no según la
señor y de siervo, según que lo mismo.es diversidad de los supuestos.
CUESTIÓN XXI.
Oración de Cristo.
V Conviene á Cristo el orar? —2.° Le conviene según su sensualidad? — 3.° Le conviene orar por sí
mismo, ó únicamente por otros? — 4.° Fueron oidas todas sus oraciones?
(1) A no ser tales (advierte Billnart) que no haya lngar á » bían condenarse las vigilias de los Santos ».
ambigüedad, como diciendo que padeció y murió, etc. (3) San Agustín la define (De serm. Dom. in monte, 1.2, c. 1):
(2) Los herejes llamados níctagos tenían por supersticioso o conversión del corazón á Dios », y también (serm. 230 De tan-
y contrario á la ley divina el orar por la noche y de madruga- pare) « ascensión de lo terrestre á lo celeste ».
da, tiempo destinado al descanso; y Vigilando decía que nde-
342 CUESTIÓN X X I . — ARTÍCULOS I Y II.
(2) Que por lo mismo no era necesaria sino en el supuesto ó exaudí nos ; para evitar los errores de los nestorianos y w-
de haber sido determinado por el Padre que no obtuviese rianos, que reputaban á Cristo puro hombre.
ciertas cosas de otro modo que mediante la oración. (4) La parte inferior del alma, ó sea, el apetito sensitivo
(3) Por esto la Igicsia en sus oraciones públicas nunca acos-
CUESTIÓN XXI. — ARTÍCULOS II Y I I I . 343
ble fue tomado por Dios en la unidad » hombre manifiesta una voluntad pri-
de persona, como también toda otra par- » vada de hombre, cuando dice, pase de
te de la naturaleza humana. L u e g o mu- » mí este cáliz; pues esta era la voluntad
cho más pudo ascender á D i o s orando. » humana queriendo algo propio y como
por el contrario, dícese (Philipp. 2) » privado. P e r o , como quiere que sea el
que el Hijo de D i o s según la natura- » nombre de recto corazón y que se di-
leza que tomó se hizo á semejanza de » rija á Dios, añade, sin embargo no como
hombres. Pero los otros hombres no oran yo quiero, sino como tú; como si dijera,
según la sensualidad. L u e g o tampoco » mírate en m í , puesto que puedes que-
Cristo. » rer algo propio, aunque Dios quiera otra
Conclusión. Cristo no oró según su » cosa» .
sensualidad [ 1 ] como siendo su oración A l argumento 1.° diremos, que la carne
acto de ella; y sí [2] en cuanto su ora- se regocija en Dios vivo, no por el acto
ción espresaba el afecto de su sensuali- de la carne que se eleva á D i o s , sino
dad, como abogando por ella. por la redundancia del corazón en la car-
Responderemos, que orar según la ne, según que el apetito sensitivo sigue
sensualidad puede entenderse de dos mo- el movimiento del apetito racional.
dos : 1.° siendo la oración misma acto de A l 2.° q u e , aunque el apetito sensitivo
la sensualidad; y en este sentido Cristo quiso lo que la razón pedía, sin embargo
no oró según ella, porque esta fue en pedir esto orando no era de la sensibili-
él de la misma naturaleza y especie que dad sino de lá razón, como se ha dicho.
en nosotros (1), y este apetito no puede A l 3.° que la unión en la persona es
orar en nosotros por dos razones: 1. por- a
según el ser personal, lo cual pertenece
que el movimiento de la sensualidad no á cualquiera parte de la humana natura-
puede pasar de las cosas sensibles, y por leza ; pero la elevación de la oración tie-
tanto no puede elevarse á Dios, lo cual ne lugar por el acto que no conviene sino
se requiere para la oración; 2. porque a
á la razón, como se ha dicho. L u e g o no
la oración importa cierta ordenación, hay paridad.
esto e s , según que uno desea algo como
debiendo ser cumplido por Dios, y esto es ARTÍCULO I I I . -•— F u e c o n v e n i e n t e q u e
propio de sola la razón. D e consiguiente Cristo o r a s e por'sí ?
la oración es acto de la razón, como se
ha demostrado en la 2. Parte (2. -2. ,
a a £e
(1) Pues su corrupción, por la que tiene ese nombre vulgar (2) En nuestro provecho y para nuestro ejemplo, según
T de la que Cristo no participó de modo alguno, es en tal con- hace observar San Ambrosio (i» Lite. 6).
cepto estraña á dicha especie ó naturaleza.
344 CUESTIÓN X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV.
domin.) : « el doctor de la paz y maestro por lo cual dice espresamente sibi non
»de la unidad no quiso orar oculta y proficiebat deprecationis sermo: porque,
» privadamente ; para que alguno, cuan- como se dice (Ps. 9), el Señor oyó el de-
)) do ruega, ruegue por sí únicamente ». seo de los pobres, con mucha más razón
Pero Cristo cumplió lo que enseñó, se- sola la voluntad de Cristo tiene fuerza
gún aquello (Act. 1, 1 ) , comenzó Jesús de oración ante el Padre; por lo cual él
á hacer y enseñar. Luego Cristo jamas mismo decía (Joan. 1 1 , 4 2 ) , yo bien sa-
oró por sí solo. bía que siempre me oyes ; mas por el
Por el contrario, el mismo Señor dice pueblo que está alrededor lo dije, para
orando (Joan. 1 7 , 1) : glorifica á tu que crean que tú me has enviado.
Hijo. Al 2.° que Cristo quería sufrir lo que
Conclusión. Cristo oró por sí mismo, sufría en aquel tiempo. Pero quería no
aun espresando el afecto de su voluntad obstante conseguir después de su Pasión
deliberada ademas del sensitivo, para la gloria del cuerpo, que aún no tenía,
darnos ejemplo de orar y mostrar á su cuya gloria la esperaba del Padre como
Padre autor de todo bien. de su autor ; y por esto la pedía al mis-
Responderemos, que Cristo oró por sí mo convenientemente.
de dos modos : 1.° espresando el afecto de Al 3.° que la gloria misma, que Cristo
la sensualidad, como se ha dicho (a. 2), orando pedía, pertenecía á la salud de
ó también el de la simple voluntad, que otros, según aquello (Rom. 4 , 2 5 ) , re-
se considera como naturaleza; como sucitó para nuestra justificación ; y por
cuando rogó que pasase de sí el cáliz de tanto aun aquella oración, que hacía
la Pasión ; 2.° espresando el afecto de la por sí, era en cierto modo en favor de
voluntad deliberada, que se considera otros: como igualmente todo hombre,
como razón, v. gr. cuando pidió la glo- que pide á Dios algún bien, para servir-
ria de la resurrección, y esto razonable- se de él en utilidad de otros, no ora para
mente ; porque, según se ha dicho (a. 1), sí solo, sino también para otros.
Cristo quiso hacer oración al Padre,
para darnos ejemplo de oración y mani- A R T Í C U L O I V . — i a o r a c i ó n d e cristo
festar ser su Padre el autor, de quien f u e s i e m p r e e s c u c h a d a ?
procedió eternamente según la divina
naturaleza, y que según la humana tiene l.° Parece que la oración de Cristo no
de él cuanto tiene de bien. Mas, así como fue siempre escuchada: porque pidió que
tenía en la naturaleza humana algunos el cáliz de su Pasión fuese separado de
bienes ya recibidos del Padre, así tam- él, como consta (Matth. 2 6 ) ; y sin em-
bién esperaba de él otros aún no habidos, bargo no lo fue. Luego parece que no
sino que debía percibir. Así pues como toda oración suya fue escuchada.
daba gracias al Padre por los bienes ya 2.° El mismo oró para que se perdo-
percibidos en la humana naturaleza, re- nase el pecado á sus crucificadores (Luc.
conociéndole autor de ellas, según consta 2 2 ) ; mas aquel pecado no fue perdonado
(Matth. 2 6 , y Joan. 11) ; así también, á todos, porque los judíos fueron casti-
para reconocer al Padre como autor, gados por aquel pecado. Luego parece
orando le pedía las cosas, que le falta- que no toda oración suya fue oida.
ban según la naturaleza humana, v. gr. 3.° El Señor oró por los que habían
la gloria del cuerpo y otras cosas seme- de creer en él por la palabra de los após-
jantes. Y en esto nos dio también ejem- toles, para que todos fuesen en él (l)
plo, para que demos gracias por los do- uno, y para que llegasen á estar con él.
nes que hemos recibido, y pidamos orando Pero no todos llegan á esto. Luego no
los que aún no tenemos. toda oración suya fue escuchada.
Al argumento 1.° diremos, que San 4.° Dícese en la persona de Cristo (Ps.
Hilario habla en cuanto á la oración vo- 2 1 , 3 ) , clamaré durante el dia, y no me
cal, que no le era necesaria por causa de oirás. Luego no toda oración de Cristo
sí mismo, sino solamente por la nuestra; fue escuchada.
Por el contrario, dice el Apóstol
(1) Y en el Padre \Joann. 17 , 20). (Hebr. 5 , 7 ) , ofreciendo con gran cía-
CUESTIÓN XXI. — ARTÍCULO IV. 345
mor y con lágrimas, fue oido por su re- » estos sin desesperación, sin sentido d e
verencia ( 1 ) . » dolor, sin miedo á l a m u e r t e ». O b i e n ,
C o n c l u s i ó n . Toda oración de Cristo s e g ú n S a n J e r ó n i m o ( s u p . h u n c loe.) dice
fue siempre atendida, como realizada e s p r e s a m e n t e este cáliz, « e s t o e s , el
siempre su voluntad aun humana, siem- » p u e b l o d e los j u d í o s , q u e , si m e d i e -
pre conforme con la divina. » r e n m u e r t e , n o puede escusarles s u
R e s p o n d e r e m o s , q u e según lo dicho » ignorancia, pues tienen leyes y profe-
(a. 3 , a l 2.°) l a o r a c i ó n e s e n c i e r t a m a - » t a s q u e m e anuncian todos los dias» (3).
nera i n t e r p r e t a t i v a d e l a v o l u n t a d h u - O bien según S a n Dionisio d e Alejandría
maua. L a p l e g a r i a p u e s d e l q u e r u e g a ( C a t . grase.) l o q u e d i c e , alejad de mí
es e s c u c h a d a , c u a n d o s e c u m p l e s u v o - este cáliz, esto n o significa, n o m e acon-
luntad. M a s l a v o l u n t a d e n a b s o l u t o (2) t e z c a á m í esto ; p o r q u e , si n o a c o n t e -
del h o m b r e e s l a v o l u n t a d d e r a z ó n ; p u e s ciera, n o podría ser alejado : pero, así
queremos a b s o l u t a m e n t e a q u e l l o , q u e c o m o lo q u e p a s ó ni e s t á i n t a c t o n i p e r m a -
queremos s e g ú n l a r a z ó n d e l i b e r a d a : y n e n t e , a s í el S a l v a d o r pide q u e l a t e n t a -
lo q u e q u e r e m o s s e g ú n e l m o v i m i e n t o d e ción, q u e l e a t a c a l i j e r a m e n t e , s e a disi-
la s e n s u a l i d a d ó t a m b i é n s e g ú n e l m o v i - p a d a . S a n A m b r o s i o ( s u p . illud L u c .
miento d e l a s i m p l e v o l u n t a d , q u e s e c o n - 2 2 , Pater, si vis, e t c . ) , y O r í g e n e s
sidera c o m o n a t u r a l e z a , n o l o q u e r e m o s ( T r a c t . 35 i n M a t t h . ) y e l C r i s ó s t o m o
en a b s o l u t o , sino secundum quid, e s t o ( H o m . 8 4 in M a t t h . ) dicen q u e Cristo
es, si n a d a s e o p o n e p o r p a r t e d e l a r a - hizo esta petición, como recusando l a
zón d e l i b e r a d a . P o r l o c u a l t a l v o l u n t a d muerte por su voluntad natural. P o r con-
más bien d e b e d e c i r s e v e l e i d a d q u e v o - s i g u i e n t e , si se e n t i e n d e q u e pidió p o r
luntad a b s o l u t a , e s t o e s , p o r q u e e l h o m - esto q u e otros m á r t i r e s fuesen h e c h o s
bre q u e r í a e s t o , si o t r a c o s a n o s e o p u - imitadores de s u Pasión según S a n H i -
siera. M a s s e g ú n l a v o l u n t a d d e l a r a z ó n lario ( i b i d . ) , ó si pidió q u e n o le per-
Cristo n i n g u n a o t r a c o s a q u i s o , s i n o l o turbase el temor de beber el cáliz, ó que
que supo q u e D i o s q u e r í a ; y p o r e s t o no le retuviera el temor de l a m u e r t e ; lo
toda voluntad de Cristo absolutamente, q u e p i d i ó t o d o s e h a c u m p l i d o : m a s , s i
aun la humana, fue cumplida, porque s e e n t i e n d e q u e p i d i ó , b e b e r e l c á l i z d e l a
fue conforme con la de Dios ; y por con- m u e r t e ó l a P a s i ó n ó n o b e b e r l o d e m a n o
siguiente todas sus oraciones fueron es- d e l o s j u d í o s , l o q u e p i d i ó n o s e r e a l i z ó ;
cuchadas : p o r q u e l a s o r a c i o n e s d e l o s p u e s t o q u e l a r a z ó n , q u e p r o p u s o e s t a p e -
otros s o n c u m p l i d a s , s e g ú n q u e s u s v o - t i c i ó n , n o q u e r í a q u e e s t o s e c u m p l i e r a ;
luntades s o n c o n f o r m e s á l a d e D i o s , sino q u e p a r a nuestra enseñanza quería
como s e dice ( R o m . 8 , 2 7 ) , el que escu- m a n i f e s t a r n o s s u v o l u n t a d n a t u r a l y e l
driña los corazones sabe, e s t o e s , a p r u e b a m o v i m i e n t o d e l a s e n s u a l i d a d , q u e e s p e -
lo que desea el espíritu, e s t o e s , lo q u e r i m e n t a b a c o m o h o m b r e .
hace d e s e a r á l o s S a n t o s , puesto que A l 2.° q u e e l S e ñ o r n o o r ó p o r t o d o s
pide por los Santos según Dios, e s d e - s u s c r u c i f i c a d o r e s , n i p o r t o d o s l o s . q u e
cir, e n c o n f o r m i d a d á l a d i v i n a v o l u n t a d . h a b í a n d e c r e e r e n é l ; s i n o s o l a m e n t e p o r
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l l a los q u e eran predestinados p a r a q u e p o r
petición d e l a t r a s l a c i ó n d e l c á l i z s e e s - él c o n s i g u i e r a n l a vida e t e r n a .
pone d e v a r i o s m o d o s p o r l o s S a n t o s : Con lo dicho es evidente asimismo l a
pues S a n H i l a r i o ( s u p . M a t t h . c . 3 1 ) r e s p u e s t a a l 3.°
dice, « a l p e d i r q u e p a s e d e é l , n o p i d e A l 4.° q u e , c u a n d o d i c e , clamaré y no
» que á él s e l e e x i m a , sino q u e p a s e á me oirás, d e b e e n t e n d e r s e e n c u a n t o a l
» otro a l a l e j a r s e d e é l ; p o r l o c u a l r u e g a afecto de l a sensualidad, q u e rehuía l a
» por los q u e h a b í a n d e s u f r i r d e s p u é s d e m u e r t e ; m a s es oido e n c u a n t o a l afecto
» él,de m o d o q u e s e a e l s e n t i d o , c o m o y o de l a razón según lo dicho.
»bebo este cáliz d e P a s i ó n , b é b a n l o a s í
(1) Activares decir, de él á su Padre ; no pasiva por razón y sin ordenar al ñn l o que quiere, según lo espuesto en la
oe su propia dignidad, si bien San Bernardo lo interpreta así C. 18, a. 6 : observación que aleja toda contradicción.
a veces. (3) Interpretaciones ambas demasiado violentas é inverosí-
(2) Que decidida y resueltamente quiere a l g o ; no en el sen- miles al parecer ; por cuya razón es más comunmente aceptada
l
«o de simple voluntad natural precedente á la deliberación la siguiente.
CUESTIÓN XXII.
Sacerdocio de Cristo.
Vamos á tratar ahora del sacerdocio de Cristo , sobre lo cual se ofrecen seis artículos: 1.° Convie-
ne á Cristo ser sacerdote ? — 2.» Hostia de su sacerdocio. — 3.° Su efecto. - 4." El efecto de su sacerdo-
cio pertenece á él mismo, ó solamente á otros ? - 5.° Eternidad de su sacerdocio. - 6. Debe ser lla- #
(1) A s í lo declara como de fe el Santo Concilio de Trento (2) La Vulgata dice,': en sus entrañas, y ¡a escribiré ni el
(ses. 22, cap. 1) refiriéndose al de Efeso (can. 10) contra los zon de ellos.
socinianos. (3) Según la Vulgata teniendo un gran PonUflce.
CUESTIÓN X X I I . — ARTÍCULOS I Y II. 34T
h o m b r e s e c o n s e r v e e n el e s t a d o d e g r a - y e n e s t e c o n c e p t o t i e n e c a r á c t e r d e víc-
cia, uniéndose siempre á D i o s , en quien t i m a , e n l o c u a l n o c o n v i e n e c o n los sa-
consiste su p a z y su s a l v a c i ó n ; por c u y a crificios d e l o s g e n t i l e s (2).
r a z ó n t a m b i é n se i n m o l a b a en l a a n t i g u a A l 3.° q u e l a s a n t i d a d d e l a h u m a n i d a d
ley la víctima pacífica p o r la salvación d e C r i s t o d e s d e el p r i n c i p i o n o impide
d e los q u e la o f r e c í a n , c o m o se ve ( L e v i t . q u e l a m i s m a n a t u r a l e z a h u m a n a , cuando
3); 3.° p a r a q u e el e s p í r i t u d e l h o m b r e se f u e o f r e c i d a á D i o s e n l a P a s i ó n fuese
u n a p e r f e c t a m e n t e á D i o s , lo cual t e n d r á s a n t i f i c a d a d e u n a n u e v a m a n e r a (3),es
l u g a r sobre t o d o en la gloria. P o r esta d e c i r , c o m o h o s t i a a c t u a l m e n t e ofrecida
r a z ó n t a m b i é n en l a a n t i g u a l e y se ofrecía e n t o n c e s ; p o r q u e a d q u i r i ó l a a c t u a l san-
el h o l o c a u s t o , c o m o t o d o q u e m a d o , s e g ú n t i f i c a c i ó n d e v í c t i m a p o r l a a n t i g u a cari-
s e d i c e ( L e v i t . 1). P e r o t o d o s e s t o s b i e n e s d a d y p o r l a g r a c i a d e u n i ó n , q u e l a san-
nos los h a p r o c u r a d o Cristo por su h u m a - tifica a b s o l u t a m e n t e .
n i d a d . E n e f e c t o : 1.° h a n s i d o b o r r a d o s
n u e s t r o s p e c a d o s , s e g ú n a q u e l l o ( P o m . 4, ARTÍCULO I I I . — 4 E l e r e c t o d e l sacer-
2 5 ) , fue entregado por nuestros pecados; d o c i o d e C r i s t o l e s l a e s p i n e l o n d e l o s peen-
2° p o r é l h e m o s r e c i b i d o l a g r a c i a q u e d o s ? (4)
n o s s a l v a , s e g ú n e s t a s p a l a b r a s ( H e b r . 5,
9 ) , fue hecho autor de salud eterna para 1.° P a r e c e q u e e l e f e c t o d e l sacerdocio
todos los que le obedecen; 3.° p o r é l m i s m o d e C r i s t o n o es l a e s p i a c i o n d e los peca-
hemos conseguido la perfección de la glo- d o s ; p o r q u e e s p r o p i o d e s o l o D i o s borrar
r i a ( H e b r . 10, 19), tenemos confianza de l o s p e c a d o s , s e g ú n a q u e l l o ( I s . 43, 25),
entrar en el santuario por la sangre de yo soy el que borro las iniquidades por
Cristo, e s t o e s , e n l a g l o r i a c e l e s t i a l . P o r amor de mí. P e r o C r i s t o n o es sacerdote
10 t a n t o el mismo Cristo en cuanto hom- c o n s i d e r a d o c o m o D i o s , s i n o considerado
bre, no solo fue sacerdote, sino también c o m o h o m b r e . L u e g o e l s a c e r d o c i o de
hostia perfecta, siendo á la vez víctima C r i s t o no e s p í a los p e c a d o s .
por el pecado y hostia pacífica y holo- 2° D i c e el A p ó s t o l ( H a j b r . 10,1) que
causto. l a s v í c t i m a s d e l a n t i g u o T e s t a m e n t o no
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o podían hacer perfectos; de otra manera
. n o se dio m u e r t e , sino q u e se e s p u s o v o - hubieran cesado de ofrecerse, porque nin-
luntariamente á la m u e r t e , según aquello guna conciencia tendrían ( 5 ) los peca-
( I s . 5 3 , 7 ) , se ofreció porque el mismo dores, una vez suficientemente purifica-
lo quiso; p o r l o c u a l s e d i c e h a b e r s e o f r e - dos; mas en ellos se hace memoria de los
c i d o é l m i s m o (1). pecados cada año. P e r o d e l a m i s m a ma-
A l 2.° q u e l a m u e r t e d e l h o m b r e C r i s - n e r a s e h a c e m e n c i ó n d e los p e c a d o s bajo
to p u e d e c o n s i d e r a r s e p o r r e l a c i ó n á dos e l s a c e r d o c i o d e C r i s t o , c u a n d o se dice,
c l a s e s d e v o l u n t a d : 1. p o r r e l a c i ó n á l a
a
perdónanos nuestras deudas ( M a t t h . 6,
v o l u n t a d d e los q u e le m a t a r o n , y en este 12) ; y t a m b i é n s e o f r e c e c o n t i n u a m e n t e
sentido no tiene carácter de v í c t i m a ; por- e l s a c r i f i c i o d e l a I g l e s i a , p o r l o q u e en el
q u e n o se dice q u e los q u e m a t a r o n á m i s m o p a s a j e s e d i c e , el pan nuestro de
Cristo ofrecieron á D i o s u n a víctima, cada dia dánosle hoy. L u e g o p o r el sa-
sino h a b e r delinquido g r a v e m e n t e ; y los c e r d o c i o d e C r i s t o n o s e e s p í a n los pe-
s a c r i f i c i o s i m p í o s d e los g e n t i l e s , p o r l o s cados.
cuales ofrecían h o m b r e s á los í d o l o s , t e - 3.° E n l a a n t i g u a l e y s e inmolaba
n í a n a n a l o g í a c o n e s t e p e c a d o ; 2. l a a
p r i n c i p a l m e n t e u n c a b r í o p o r el pecado
m u e r t e de Cristo p u e d e considerarse por d e l p r í n c i p e , ó u n a c a b r a p o r el pecado
relación á la voluntad del paciente, que d e a l g u n o d e l p u e b l o , ó u n b e c e r r o por el
v o l u n t a r i a m e n t e se ofreció á e s t a P a s i ó n ; p e c a d o del s a c e r d o t e , c o m o consta (Le-
(1) Supónese aquí que no es requisito esencial al sacrificio (4) Es de fe que Cristo satisfizo verdadera y propiamente
que el sacerdote mismo mate la víctima ofrecida, según la por nosotros ; y no solo impropia y metafóricamente con su
opinión de Valencia, Suarez y otros. predicación, consejo y ejemplo, como pretendían los soei-
(2) Ni de losjudíos imitadores de los ritos gentílicos. nianos.
( 3 J Mediante cierta consagración al honor y culto de Dios ¡ (5J Ultra añade aquí el sacro testo, dando así mayor énfasis
no por la adquisición de nueva san tidad, según ordinariamente á la frase.
suele entenderse la frase ser santificado.
CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULO III. 349
(1) Dogma de fe según el Concilio tridentino (ses. 22) contra (2) Como sacrificio cruento, según se colige del contesto; si
los melquisedequianos, quienes decían que a el sacerdote bien puede asimismo significar la víctima misma ofrecida,
» Melquisedech no fue puro hombre, sino el Cristo ó el E s p í - cual se v e luego en la C. 73, a. 6..
» ritu-Santo ».
CUESTIÓN XXII.—ARTÍCULO Vi. 353
26 in Joan, y c. Quia passus, D e con- que no tuviese estas cosas, sino porque
sécrate dist. 2) la « unidad eclesiástica en la Sagrada Escritura no se lee esto de
» constituida por la participación del sa- él. Por esto mismo, como dice el A p ó s -
í orificio de Cristo ». P o r esta razón tam- tol en el mismo lugar, se asemejó al Hijo
bién en la nueva l e y el verdadero sacri- de D i o s , que en la tierra no tiene padre
ficio de Cristo se comunica á los fieles ni en el cielo madre y sin genealogía, se-
bajo la especie del pan y del vino. gún aquello ( I s . 5 3 , 8) ¿ su generación
Al 3.° que se dice Melquisedech sin quién la contará ? y como Dios no tiene
padre, sin madre, sin genealogía y que principio ni fin de dias.
ni tiene principio de dias ni fin, no por-
CUESTIÓN XXIII.
Adopción de Cristo.
Trataremos de si conviene á Cristo la'adopcion (1), sobre lo cual son de considerar cuatro puntos:
1." Conviene á Dios adoptar hij os ? — 2." Conviene esto á solo Dios Padre ?—3.° Es propio de los hom-
bres ser adoptados por hijos de Dios ?—4." Se puede decir Cristo hijo adoptivo?
(1) Aunque también en la divinidad se apropia especial- {2J Y según los Setenta ángeles de Dios.
mente al Padre, (3) O « inteligibilidad » seg.un algunas ediciones.
356 C U E S T I Ó N X I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .
(1) Sino real y sólida y subsistente en el estertor, a u n (4) Propia y principalmente, según rectiñea Wicolai.
cuando por nadie sea concebida intelectualmente. (5) Así lo afirmaban heréticamente con. Arrio, Nestorio y
(2) Por los apóstoles y por cuantos niodiante ellos habían de Félix obispo de Urgel y Elipando arzobispo de Toledo á fines
creer e n Cristo. del siglo 8.° los boposiacos ó donosiacos : doctrina condenada
(3) En su sentido lato y comprensivo aun de los ángeles por varios Pontífices y concilios, entre estos el de Letran bajo
como sustancias intelectuales. Martino I (can. 6 y 8).
CUESTIÓN X X I I I . — A R T Í C U L O IV.
per se; y por esto Cristo, que es Hijo na- tos para ello, así este hombre fue hecho
tural de Dios, en mañera alguna puede Cristo sin méritos. Sin embargo h a y di-
llamarse hijo adoptivo; por más que, se- ferencia en cuanto al término, cual es que
guu los que admiten en Cristo dos perso- Cristo por la gracia de la unión es Hijo
nas ó dos hipóstasis ( 1 ) ó dos supuestos, natural, mientras que otro por la gracia
nada impediría llamarse con razón á Cristo habitual es hijo adoptivo. P e r o la gracia
hombre hijo adoptivo. habitual en Cristo no hace hijo adoptivo
Al argumento 1.° diremos q u e , así del que no es hijo, sino que es cierto
como la filiación no conviene propiamente efecto de la filiación natural en el alma
á la naturaleza, así tampoco la adopción: de Cristo, según aquello (Joan. 1, 14),
por consiguiente, cuando se dice que la vimos la gloria de él, gloria como de
humildad de la carne es adoptada, esta Unigénito del Padre, lleno de gracia y
es una locución impropia ; y por ella se de verdad.
sobreentiende la unión de la naturaleza A l 3.° que el ser criatura y también
humana á la persona del Hijo. siervo ó estar sometidos á D i o s , no solo
Al 2.° que aquella comparación de San atañe á la persona, sino también á la na-
Agustín debe entenderse en cuanto al turaleza : lo cual no puede decirse de la
principio, esto e s , porque, así como todo filiación, y por eso no hay paridad.
hombre obtiene el ser cristiano sin méri-
CUESTIÓN XXIV.
Predestinación de Cristo.
Sobre esta materia estudiaremos: 1.° Cristo fue predestinado ? —2.° Lo fue como hombre?—3.° Su
predestinación es modelo de la nuestra? — 4." Es causa de nuestra predestinación?
cirse que Cristo haya sido predestinado humana, porque es falso decir que la na-
Hijo de Dios. turaleza humana es el Hijo de Dios, á no
Por el contrario, dice el Apóstol ser que uno esforzando el sentido quiera
( R o m . 1, 4) hablando de Cristo, el que espresarse así : « el que ha sido predesti-
ha sido predestinado Hijo de Dios con 1> nado Hijo de Dios con poder», esto es,
poder. fue predestinado para que la naturaleza
Conclusión. Ds necesario confesar que humana se uniese al Hijo de Dios en per-
la unión de das dos naturalezas en la per- sona. Resta pues que la predestinación
sona de Cristo fue objeto de la eterna pre- se atribuya á la persona de Cristo, no
destinación de Dios, en cuyo concepto se según sí misma ó según que subsiste en
dice que Cristo fue predestinado. la naturaleza divina, sino según que sub-
Responderemos que, como consta de siste en la naturaleza humana. P o r esta
lo dicho en la 1. Parte (C. 23, a. 1 y 5),
a
razón, habiendo dicho el A p ó s t o l , el que
la predestinación tomada en su sentido le fue hecho del linaje de David según la
propio es cierta preordenacion divina ab carne, añade, el que ha sido predestinado
oBterno de las cosas que deben ser hechas Hijo de Dios con poder, para dar á en-
en un tiempo por la gracia de Dios. Dios tender que según que fie hecho del linaje
pues hizo en tiempo por medio de la gra- de David según la carne, es predestinado
cia de la unión que el hombre fuese Dios Hijo de Dios con poder : porque, aunque
y Dios fuera hombre. Tampoco puede sea natural á esta persona considerada en
decirse que Dios no preordenó ab ceterno sí misma ser el Hijo de Dios en la poten-
que haría esto en un tiempo; puesto que cia, sin embargo no la es natural esto
se seguiría que se había ofrecido algo según la naturaleza humana, con arreglo
nuevo al entendimiento divino. P o r lo á la que la conviene por la gracia de
tanto es preciso decir que la unión misma unión.
de las naturalezas en la persona de Cristo A l 3.° que Orígenes (super epistolam
cae bajo la predestinación eterna de Dios, ad R o m . cap. 1) dice que la letra de este
y en razón de esto se dice que Cristo es pasaje está concebida a s í , el que ha sido
predestinado. destinado Hijo de Dios con poder, de
A l argumento 1.° diremos, que el modo que no se designe anterioridad al-
Apóstol habla allí de la predestinación, g u n a , y por tanto no hay dificultad.
con que somos predestinados nosotros á Otros refieren la anterioridad, que se de-
ser hijos adoptivos. Pero, así como Cristo signa eñ el participio prmdestinatus, no
es el Hijo naturalde Dios por un modo á lo que es ser el Hijo de D i o s , sino á su
singular que á nadie le es dado, así por manifestación según la manera acostum-
cierto modo particular es predestinado. brada de hablar en las Santas Escritu-
A l 2 . ° q u e , como se dice en la Glosa ras , por el que se dice que las cosas son
(ord. sup. i l l u d , qui prcedestinatus est hechas cuando son conocidas ; de suerte
Filius) y se ve por San Agustín (lib. D e que el sentido sea que Cristo ha sido
prasdest. sanct. cap. 15, R . 1), algunos predestinado, para manifestarse Hijo de
dijeron que la predestinación debe enten- Dios. Pero así no se entiende la predes-
derse de la naturaleza y no de la perso- tinación en su sentido propio : porque se
na, esto e s , porque á la naturaleza hu- dice que uno es propiamente predestina-
mana se ha hecho esta gracia de unirse d o , según que es dirigido hacia el fin de
al Hijo de Dios en la unidad de persona. la beatitud; y , como la beatitud de Cristo
Pero según esto la locución del Apóstol no depende de nuestro conocimiento, por
es impropia por dos motivos: 1.° por una eso debe decirse mejor que aquella ante-
razón común; porque no decimos que la rioridad, que indica el participio prades-
naturaleza de alguien es predestinada, tinatus, no se refiere á la persona según
sino el mismo supuesto; dado que ser sí misma, sino en razón de la naturaleza
predestinado es ser dirigido á la salva- humana, esto e s , porque aquella persona,
ción, lo cual es propio del supuesto, que aunque fue ab alterno Hijo de D i o s , sin
obra á causa del fin de la beatitud; 2.° embargo el Hijo de Dios no existió siem-
por una razón especial; puesto que el ser pre subsistente en la naturaleza humana.
-Hijo de Dios no conviene á la naturaleza Por esto dice S a n Agustín (lib. D e pra-
CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULOS I Y II. 359
dest. sanct. c. 15) : « Jesús ha sido pre- 3.° L o que debe ser hecho alguna vez
» destinado, para que el que había de ser en el tiempo ha sido predestinado de toda
» según la carne hijo de David, fuese en la eternidad. Mas esta proposición « el
»la virtud Hijo de Dios ». También se » Hijo de Dios se hizo hombre » es más
debe considerar que, aunque este partici- verdadera que esta « el hombre ha sido
pio pradestinatus importe anterioridad, » hecho Hijo de Dios », como se ha de-
lo mismo que el participio factus, sin mostrado ( C . 16, a. 6 y 7). Luego es
embargo de distinto modo: porque ser más verdadera esta proposición « Cristo
hecha pertenece á la misma cosa, según » como Hijo de Dios ha sido predesti-
que existe en sí misma ; mientras que ser » nado á ser hombre » que su contraria
predestinado pertenece á alguien, según « Cristo como hombre fue predestinado
que está en la aprensión de alguno que » á ser Hijo de Dios ».
preordena. Pero lo que se halla bajo una Por el contrario, dice San Agustín
forma y naturaleza en realidad puede (lib. De preedest. sanct. c. 15) : « deci-
aprenderse, ya según que existebajo esta » mos (1) que el mismo Señor de la glo-
forma, ya también absolutamente : y, » ria ha sido predestinado, en cuanto el
puesto que no conviene absolutamente á » hombre se ha hecho Hijo de Dios».
la persona de Cristo el que comenzase á Conclusión. Solo en cuanto homlre ó
ser Hijo de Dios, mientras que la convie- por razón de su naturaleza humana fue
ne, según que se la entiende ó aprende Cristo predestinado á ser Hijo de Dios.
como existente en la naturaleza humana, Responderemos, que en la predestina-
esto es, porque llegó un tiempo en que ción pueden considerarse dos cosas : una
el Hijo de Dios fuese existente en la na- por parte de la misma predestinación
turaleza humana; sigúese que esta pro- eterna, y según esto importa cierta an-
posición « Cristo ha sido predestinado terioridad respecto de lo que es objeto
i> Hijo de Dios », es más verdadera que de la predestinación; y la otra según el
esta otra «Cristo fue hecho Hijo de efecto temporal, que es verdaderamente
» Dios ». algún don gratuito de Dios. Luego debe
decirse que en ambos conceptos se atri-
ARTÍCULO I I . — ¿ E S f a i s o e s t o : cristo buye la predestinación á Cristo en razón
como h o m b r e h a s i d o p r e d e s t i n a d o á s e r H i j o de la sola naturaleza humana ; porque
de Dios ? esta naturaleza no ha estado siempre
unida al Verbo, y también le ha sido
l.° Parece que es falsa esta proposi- dado por la gracia el unirse al Hijo dé
ción « Cristo como hombre ha sido pre- Dios en la persona : por lo tanto la pre-
i> destinado para ser Hijo de Dios » : destinación conviene á Cristo solamente
porque cada uno es en algún tiempo lo por razón de la naturaleza humana; y
que ha sido predestinado á ser, pues que así dice San Agustín (De preedest. sanct.
la predestinación de Dios no falta. Lue- i b i d ) : « l a elevación, á que la natura-
go , si Cristo como hombre ha sido pre- »leza humana ha sido predestinada, es
destinado á ser Hijo de Dios, parece se- » tanta, tan escelsa y grande que no ha-
guirse que es Hijo de Dios como hom- » bría lugar más superior para elevarla».
bre ; y esto es falso. Luego también lo Pero decimos que conviene á alguien
primero. como hombre lo que le conviene por ra-
2.° Lo que conviene á Cristo como zón de la naturaleza humana ; y así
hombre conviene á cualquier hombre, debe decirse que Cristo como hombre ha
porque es de la misma especie con los sido predestinado á ser Hijo deDios (2).
otros hombres. Luego, si Cristo como Al argumento 1.° diremos que, cuando
hombre ha sido predestinado para ser se dice « Cristo como hombre ha sido
Hijo de Dios, seguiríase que á cualquier » predestinado para ser Hijo de Dios »,
hombre conviene esto. Pero esto es falso: esta determinación « como hombre » pue-
luego también lo primero. de referirse al acto significado por el par-
(i) DUimus; pero el testo literal de San Agustín es [didici- concilio 2.° de Toledo, espresando que, ni hecho ni predesti-
*>»») «hemos aprendido ». nado como Dios, debe no obstante creerse nacido y hecho y
- (2) Así lo declara terminantemente en su profesión de fe el > predestinado, por -haber nacido de la Virgen María.
360 CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULOS II Y I I I .
¡1) Más pvopia y exactamente que en el orden inverso, cual (3) Merece consultarse sobre esto el Concilio Tridentino en
i enuncia en el argumento. s u sesión 6 . cap. 2, 5, 0, 7 , 1 1 , 1 1 , 10, etc.
8
Adoración de Cristo.
Trataremos ahora de las cosas, que pertenecen á Cristo por relación á nosotros; y 1." sobre la ado-
ración de Cristo, con que nosotros le adoramos; 2.° de que es nuestro mediador ante Dios.
Sóbrelo 1.° espondrémos: 1." Debe adorarse la divinidad de Cristo y su humanidad por una y mis-
ma adoración ? — 2 . La carne de Cristo debe ser adorada con adoración de latría? — 3 . La adoración
a a
de latría debe darse a l a imagen de Cristo ?—4. Debe tributarse á la cruz de Cristo ? — 5 . Y á su Ma-
a a
(1) Nestorio y como él sustancialmente Félix de Urgel y los nico (acl. ó conf. 8, cap. 9 y 13| y por el 1." de Efeso (can. 8),
chanzinzarios negaron debía ser adorada ; la humanidad de
7
como también por el 4.° de Constantinopla, congregado en
Cristo con el mismo culto de latría que su divinidad, fundán- tiempo del emperador Justiniano para completar la obra del
dose en s u herética dualidad de personas : error condenado 6.° general.
por el Concilio 2.° de Constantinopla, que fue el 5.° ecumé-
CUESTIÓN XXV.—ARTÍCULOS I Y II. 363
que en estas partes se honra al todo ; por se manifiesta que haya dos adoraciones,
cuya manera también puede honrarse al sino dos causas de adoración.
hombre en alguna cosa esterior, por A l 3.° que el alma de Cristo, si no es-
ejemplo, en su vestido ó en su imagen ó tuviera unida al Verbo de D i o s , sería lo
en su representante. L a causa del honor que hay más principal en este hombre, y
es el motivo, por el que el que es hon- por ló tanto se le debería honrar prin-
rado tiene alguna escelencia : porque el cipalmente, por cuanto el hombre es lo
honor es la reverencia tributada á alguien que hay más importante en él. Pero,
á causa de su superioridad, como se ha puesto que el alma de Cristo está unida
dicho en la 2. Parte (2. -2.* C. 103, a.
a a
á una persona más digna, se debe sobre
1). Y por esto, si en un mismo hombre todo honrar á aquella persona, á la cual
hay muchas causas de honor, como la se une el alma de Cristo. Sin embargo
dignidad, la ciencia y la virtud ; el honor no por esto se disminuye la dignidad del
será uno de parte del que es honrado, alma de Cristo, sino que se aumenta,
pero múltiple por relación á las causas como también se ha dicho ( C . 2, a. 2,
que lo motivan; porque el hombre es á al 2.°).
quien se honra por su ciencia y por su
virtud. A s í pues, existiendo en Cristo ARTÍCULO I I . — i l a h u m a n i d a d d o
una sola persona de la naturaleza divina Cristo d e b e s e r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e la»
y humana, una hipóstasi y un solo su- t r í a ? (2)
puesto; no hay más que una sola adora-
ción y un solo honor relativamente al que 1.° Parece que la humanidad de Cristo
es adorado : pero por parte de la causa, no debe ser adorada con adoración de
por que se le honra, puede decirse que hay latría : porque (sup. P s . 98), adorad el
más de una adoración, es decir, que se estrado de sus pies, porque es santo, dice la
le honre con un honor por su sabiduría Glosa (ord. antig. m s . ) : «nosotros ado-
increada y con otro por su sabiduría » ramos sin impiedad la carne tomada por
creada. Pero, si se supusieran en Cristo » el Verbo de D i o s , porque nadie come
muchas personas ó hipóstasis, seguiríase » s u carne espiritualmente sin adorarla
que habría absolutamente muchas adora- » antes ; no digo con aquella adoración,
ciones : y esto es lo que se condena por » que es latría, la cual solo es debida al
los concilios ; pues se dice en los capítu- » Criador )>. P e r o la carne de Cristo es
los de San Cirilo (1) (epist. ad Néstor, una parte de su humanidad. L u e g o la
in conc. Ephes. gener. 3.° p. 1, c. 26): humanidad de Cristo no debe ser adorada
«si alguno se atreve á decir que se debe con adoración de latría.
» coadorar al hombre tomado con el Dios 2.° E l culto de latría á ninguna cria-
y>Verbo, como á otro de otro, y no honra tura es debido ; pues que los gentiles son
J> más bien con una misma adoración á reprobados^ porque adoraron y sirvieron
»Emanuel, según que el Verbo se ala criatura, como se dice (Rom. 1,
» hizo carne ; sea escomulgado ». 25). E s así que la humanidad de Cristo
Al argumento 1.° diremos, que en la es criatura. L u e g o no debe ser adorada-
Trinidad son tres los que reciben honor, con adoración de latría.
mas una sola es la causa del honor; mien- 3.° L a adoración de latría se debe á
tras que en el misterio de la Encarnación Dios en reconocimiento del soberano do-
sucede lo contrario. P o r lo tanto de un minio, según estas palabras (Deuter. 6,
modo es uno el honor de la Trinidad y de 13), adorarás (3) al Señor tu Dios y á
otro lo es el honor de Cristo. él solo servirás. M a s , , siendo Cristo con-
Al 2.° que la operación no es la que se siderado como hombre menor que el P a -
honra, pero es la razón del honor: y así, dre ; sigúese que su humanidad no debe
por haber en Cristo dos operaciones, no ser adorada con adoración de latría.
(1) Los doce anatematismos, que formuló contra Nestorio, terminantes del de Nicéa contra Pablo de Samosata, reprodu-
de los que el 8.° constituye el canon S del Concilio de Efeso, cidas en el de Efeso (parte 3.° cap. 6).
presidido por él á nombre del papa Celestino. (3) Temarás (iimebis) dice allí el testo bíblico; pero en el
(¡) Asi consta de los Concilios citados en la nota al epí- Evangelio (Mallh. 4, 10) se lee adorabis,
grafe del artículo precedente, y en especial por las palabras
364 CUESTIÓN XXV. — ARTÍCULOS II Y I I Í .
porque se dice (Exod. 20, 4 ) , no harás movimiento que se refiere á la cosa; mas
para tí obra de escultura nifigura algu- el segundo, que se refiere á la imagen
na ; y ninguna adoración debe hacerse como tal, es uno y el mismo con el que se
contra el precepto de Dios. Luego la ima- refiere á la cosa. Así pues debe decirse
gen de Cristo no debe ser adorada con que á la imagen de Cristo, en cuanto es
adoración de latría. cierta cosa (por ejemplo, un madero la-
2.° No debemos hacer lo mismo que brado ó pintado), ninguna reverencia se
los gentiles, según San Pablo (Ephes-5). le tributa; porque esta no~es debida sino
Pero á los gentiles se les culpa principal- á la naturaleza racional. Dedúcese pues
mente de que mudaran la gloria de Dios que se exhibe reverencia solamente en
incorruptible en semejanza de figura de cuanto es imagen, y así se sigue que se tri-
hombre corruptible, como se dice (Rom. buta la misma reverencia á la imagen de
1, 23). Luego la imagen de Cristo no Cristo y á Cristo mismo(l). Luego, como
debe ser adorada con adoración de latría. se adora á Cristo con adoración de latría,
3.° A Cristo se debe la adoración de es consiguiente que su imagen debe ser
latría por razón de su divinidad, mas no adorada con culto de latría.
por razón de su humanidad. Pero no se Al argumento 1.° diremos, que por
debe dicha adoración á la imagen de su aquel precepto no se prohibe hacer cual-
divinidad, que está impresa en el alma quiera escultura ó semejanza, sino hacer-
racional. Luego mucho menos á la ima- las para adorarlas; por lo que añade, no
gen corporal, que representa la humani- las adorarás ni les darás culto.Y, puesto
dad del mismo. que, como se ha dicho, lo mismo es el
4.° Parece que nada debe hacerse en movimiento hacia la imagen y hacia la
el culto divino, sino lo que ha sido insti- cosa; del mismo modo se prohibe la ado-
tuido por Dios; por cuya razón el Após- ración de la imagen que se prohibe la
tol (i Cor. 11, 23) al enseñar la doctrina adoración de la cosa, de la que es ima-
que recibió sobre el sacrificio de la Igle- gen. Por lo cual allí se entiende prohi-
sia, dice, yo recibí del Señor lo que tam- birse la adoración de las imágenes, que
bién os enseñé á vosotros. Pero en la Es- hacían los gentiles en veneración á sus
critura no se encuentra tradición alguna dioses, esto es, á los demonios. Por
sobre la adoración de las imágenes. Lue- esta razón se dice antes, no tendrás dio-
go la imagen de Cristo no debe ser ado- ses ajenos delante de mí. Ademas, siendo
rada con la adoración de latría. el verdadero Dios incorpóreo, ninguna
Por el contrario, San Juan Damasce- imagen corporal podía representarle ;
no (Orth. fid. 1. 4 , c. 17) cita á San puesto que, como dice San Juan Damas-
Basilio, que dice: « el honor de la imagen ceno (ibid.), « es de suma locura é im-
»llega al prototipo», esto es, al ejem- » piedad dar figura á lo que es divino ».
plar. Pero el mismo ejemplar (esto es, Pero, puesto que en el nuevo Testamen-
Cristo) debe ser adorado con adoración to Dios se hizo hombre, puede ser adora-
de latría. Luego también su imagen. do en su imagen corporal.
Conclusión. A laimágen de Cristo [ 1 ] Al 2.° que el Apóstol prohibe comu-
considerada como un objeto material cual- nicar en las obras infructuosas de los gen-
quiera ninguna reverencia es debida; mas tiles , mas no en las obras útiles; y la
como a tal imagen ó representación suya adoración de las imágenes debe compu-
[2] debe tributársela adoración de latría. tarse entre las obras infructuosas bajo
^ Responderemos que, como dice el Fi- dos puntos de vista: 1.° en cuanto á que
lósofo (lib. De memoria et reminiscentia, algunos de ellos adoraban las mismas imá-
p- 2), el movimiento del alma hacia la genes como ciertas cosas, creyendo exis-
imagen es de dos maneras : 1. ala mis-
a
tir en ellas algún numen á causa de las
ma imagen, según que es una cosa; 2. á a
respuestas, que los demonios daban en
la imagen según que es la imagen de otro ellas, y otros tales efectos admirables;
objeto; y entre estos dos movimientos 2.° por causa de las cosas de que eran
hay esta diferencia : que el primero, por imágenes ; pues fabricaban tales imáge-
el que uno se mueve hacia la imagen, se-
gún que es cierta, cosa, es. distinto del (1) Pero absoluta á Cristo y relativa á su i m a g e n .
366 CUESTIÓN X X V . — A R T Í C U L O S III Y I V .
nes de algunas criaturas, á las que vene- está unida al Hijo de Dios en persona;
raban en ellas con la veneración de latría. lo cual no puede decirse de la cruz. Lue-
P e r o nosotros adoramos con adoración go la cruz de Cristo no debe ser adorada
de latría á la imagen de Cristo, que es con adoración de latría.
verdadero D i o s , no por causa de la mis- 3.° A s í como la cruz de Cristo fue
ma i m a g e n , sino por la cosa de que es instrumento de su Pasión y muerte, así
imagen, como se ha dicho. también otras muchas cosas, como los
A l 3.° que á la criatura racional se l a clavos, la corona y la lanza ; á los cua-
debe respeto por sí misma; y por consi- les sin embargo no tributamos culto de
guiente , si se diese á la criatura racional, latría. L u e g o parece que la cruz de Cris-
en la que está la imagen de D i o s , adora- to no debe ser adorada con adoración de
ción de latría, podría haber en ello una latría.
ocasión de error, cual es que el movi- Por él contrario: damos culto de latría
miento del que adora se fijaría en el hom- á aquel, en quien ponemos esperanza de
bre, en cuanto es cierta cosa, y no se re- salvación ; y en la cruz de Cristo pone-
feriría á Dios, de quien es imagen: lo cual mos la esperanza de salvación ; pues la
no puede tener lugar tratándose de una Iglesia canta (3) :
imagen esculpida ó pintada en una mate- O crux , ave , spes única !
ria sensible. Hoc passionis tempore
A u g e piis justitiam,
A l 4.° que los apóstoles por inspira- Reisque dona veniatn.
ción familiar del Espíritu Santo trans- Salve ¡oCruz! nuestra esperanza:
mitieron á la Iglesia la observancia de Hora en tiempo de Pasión
ciertas cosas, que no dejaron en sus es- Añade gracia a los justos
Y da al criminal perdón.
critos, pero que la Iglesia ha observado
en la sucesión de los fieles: por lo que L u e g o la cruz de Cristo debe ser ado-
dice el mismo Apóstol ( n Thess. 2 , 14), rada con adoración de latría.
estad firmes y conservad las tradiciones, Conclusión. Tribútase adoración de
que aprendisteis ó por palabra, es decir, latría [ 1 ] á la cruz misma, en que fue
de viva v o z , ó por carta, esto e s , por clavado el Redentor, por la doble razón
escrito ; y entre tales tradiciones se en- de su contacto y representación ; é igual-
cuentra la adoración de las imágenes de mente [2] por solo este último concepto ú
Cristo. P o r esta razón se dice que San otras cruces de cualquier materia.
L u c a s (1) pintó una imagen de Cristo, Responderemos q u e , como se h a di-
que se conserva en Roma. cho (a. 3 ) , el honor ó reverencia no es
debido sino á la naturaleza racional, pues
ARTÍCULO I V . — cruz do cristo de- á la criatura insensible no se le deben
b e s e r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e l a t r í a ? (2) sino por razón de la naturaleza racional;
y esto en dos conceptos: 1.° en cuanto
1.° Parece que la cruz de Cristo no representa la naturaleza racional; 2.° en
debe ser adorada con adoración de latría: cuanto se le une de cualquier modo. Del
porque ningún hijo piadoso venera la primer modo acostumbraron los hombres
afrenta de su padre, por ejemplo, el láti- á venerar la imagen del r e y , y del se-
g o con que ha sido azotado ó el leño en gundo su vestido ; pero veneran una
el que fue suspendido, sino que más bien y otro con la misma veneración que
le tiene horror; y Cristo sufrió una muer- veneran al rey. L u e g o , si hablamos de la
te oprobiosísima en el madero de la cruz, cruz misma, en que Cristo fue crucifica-
según aquello ( S a p . 2, 20), condenémos- do, de ambas maneras debemos venerarla,
le á la muerte más infame: luego no de- á saber : de una, en cuanto nos represen-
bemos venerar la cruz, sino más bien ta la figura de Cristo estendido en ella;
aborrecerla. y de otra por el contacto que tuvo con ¡os
2.° L a humanidad de Cristo es adora- miembros de Cristo y porque fue regada
da con adoración de latría, en cuanto con su sangre: por esta razón de ambas
(1) S e g ú n refieren TNicéforo (1. 2, c. 43) y Metafrastes citado contra la doctrina dogmática de los Concilios 6.° y 7.° ecumé-
por Baronio al año 48, § 26. nicos y 2.° de TSicéa.
(2) Negábalo.y enseñó á negarlo el célebre Claudio de Turin "(3) En el Himno de la Pasión,
CUESTIÓN XXV ARTÍCULOS IV Y V . 367-
(1) Con culto relativo, según lo dicho en la nota 1, pág. 365. debido á solo Dios, y superior al de simple dulía bajo la d e -
(2) Los coliridianos pretendían que « l a Virgen María debía nominación de hiperdulía, conforme á la doctrinadel Concilio
ser adorada como Dios » ; bien al contrario de los antidico- 2.° de Nicéa, 7.° ecuménico y otros posteriores, más ó menos
arlanitas, que la negaban todo culto. La Iglesia católica tiene terminantes sobre este punto.
a termino medio, venerándola con culto inferior al de latría,
368 CUESTIÓN XXV. — ARTÍCULOS V Y VI.
l.° Parece que las reliquias de los lamente su cuerpo ó las partes de su
Santos en manera alguna deben ser ado- cuerpo, sino también algunas cosas este-
radas : porque no debe hacerse algo, que riores, como sus vestidos y otras cosas
pueda ser ocasión de error ; y el adorar semejantes (2) : y, siendo manifiesto que
las reliquias de los muertos parece perte- debemos tener en veneración á los San-
necer al error de los g e n t i l e s , que hacían tos de Dios, como miembros de Cristo,
especie que el cuerpo vivo, y por consi- esta razón también el m i s m o Dios honra
guiente no parece ser numéricamente el convenientemente estas reliquias, ha-
(1) V i g i l a n d o decía que «las reliquias de los Santos, carnes (2) Como San Atanasio refiere haberle dejado San Antonio
» y huesos de muerto, no debían ser veneradas por el pueblo su capa ; y á este su túnica San Pablo el primer ennitañoi
» ni estraidas de sus sepulcros para engarzarse en cajas de oro s e g ú n escribe San Jerónimo.
» ó plata » ; los llamados huérfanos las destruían de hecho , y (3) Como los que consta se realizaron en la invención, exal-
Wiclefl' y Eunomio tachaban de idolatría su veneración, in- tación y aparición de la santa Cruz del Salvador en tiempo tío
cluyendo la de las del Salvador : doctrina herética visible- Constantino Magno y su madre Santa Helena, según refieren
mente contraria á las terminantes declaraciones de los Conci- Eusebio, Sozomeno y el Diácono Pablo ; y los operados ante
lios 2." de Kicéa (act. 3), 3.° de Braga (can. 5) y de Trento las reliquias del protomártir San Esteban mencionados ( Se
(scs.25). civ. Bei, 1. 22, c, 8) por San A g u s t í n , quien dice.(Confe®. 1. . 9
CUESTIÓN X X V . — A R T Í C U L O VI. 369
CUESTIÓN XXYI.
Manifestaremos ahora porqué se dice Cristo mediador de Dios y de los hombres .sobre lo cual re-
solveremos dos tesis •. 1. Es propio de Cristo ser mediador de Dios y de los hombres?—2. Le con-
a a
2.° L o que conviene á los ángeles bue- dor de Dios y de los hombres.
<!• ') ademas haber presenciado él mismo los que tuvieron y V i g i l a n d o decía que a los Santos en el cielo no interceden
logar ante las d é l o s S S . Gervasio y Protasio, halladas por re- » por los v i v o s , ni por lo mismo deben ser invocados en nues-
velación hecha á San Ambrosio. » tro auxilio ». El Concilio de Tronto (ses. 23) establece como
O) Vigilando censuraba á los cristianos, imputándoles tal dogma la invocación de los Santos y su mediación entre Dios
supersticiosa práctica, por la que los denominaba cinerarios é y nosotros.
idolatras, según reñere San Jerónimo. (3) Cuando Dios hablaba á Moisés entre llamas de fuego,
(2) Según los herejes llamados pobres do Lyon «los Santos para intimar su l e y á losjudíos.
»no ruegan por nosotros ni oyen las oraciones de los fieles »;
SUMA T E O L Ó G I C A . — T O M O IV. 24
310 CUESTIÓN XXVI. — ARTÍCULO I.
» persona d e C r i s t o , p a r a q u e n o s e d i g a unir:' y e s d e l a e s e n c i a d e l m e d i o q u e
» que n o h a y m á s q u e u n s o l o C r i s t o , n i diste d e ambos estremos ; y el mediador
» una s o l a s u s t a n c i a ; n o s e a q u e , a l a l e - los une por lo mismo que lleva á uno lo
»jar de n o s o t r o s l a i d e a d e q u e e s m e d i a - q u e p e r t e n e c e a l o t r o . Ninguna de estas
» dor, se d i g a s o l a m e n t e q u e él e s H i j o dos condiciones puede convenir á Cristo
» de D i o s ó hijo d e l h o m b r e » . P e r o n o como Dios, sino solo como hombre: p o r -
es H i j o d e D i o s y d e l h o m b r e , c o n s i d e r a - q u e c o m o D i o s n o difiere d e l P a d r e y d e l
do como h o m b r e , s i n o q u e l o e s t o d o á l a E s p í r i t u S a n t o e n n a t u r a l e z a y en p o t e s -
vez como D i o s y c o m o h o m b r e . L u e g o t a d de d o m i n i o ; y t a m p o c o el P a d r e y el
tampoco d e b e d e c i r s e q u e e s m e d i a d o r de Espíritu Santo tienen algo que no sea del
Dios y d e l o s h o m b r e s , c o n s i d e r a d o c o m o Hijo, de manera que no h a y a posibilidad
hombre. para él de transmitir á otros lo que es d e l
2.° A s í c o m o C r i s t o e n c u a n t o e s D i o s P a d r e y d e l E s p í r i t u S a n t o . P e r o ambas
conviene c o n e l P a d r e y c o n e l E s p í r i t u cosas le convienen como hombre; p o r q u e ,
Santo, así e n c u a n t o e s h o m b r e c o n v i e n e según que es h o m b r e , dista de D i o s en
con los h o m b r e s . P e r o , p o r l o m i s m o q u e naturaleza y de los hombres en dignidad
en cuanto e s D i o s c o n v i e n e c o n e l P a d r e de l a gracia y de l a gloria. E n cuanto e s
y el E s p í r i t u S a n t o , n o p u e d e l l a m a r s e t a m b i é n h o m b r e l e c o n v i e n e unir á l o s
mediador e n c u a n t o e s D i o s : p o r q u e s o - hombres á D i o s , dándoles los preceptos
bre aquello ( i T i m o t h . 2) mediador de y d o n e s d e e s t e y s a t i s f a c i e n d o (2) y p i -
Dios y de los hombres, etc., dice l a G l o s a d i é n d o l e p o r e l l o s (3). P o r c o n s i g u i e n -
(ord. A u g . , C o n f e s s . 1. 10, c. 43} : « e n t e con toda verdad se dice mediador co-
»cuanto e s V e r b o , n o e s m e d i o , p u e s t o mo hombre.
» que es i g u a l á D i o s y D i o s a n t e D i o s A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , si s e
» y á la v e z u n s o l o D i o s » . L u e g o t a m - sustrae l a naturaleza divina de Cristo, se
poco c o m o h o m b r e p u e d e l l a m a r s e m e - sustraerá por consiguiente de él l a pleni-
diador p o r l a c o n v e n i e n c i a q u e t i e n e c o n t u d s i n g u l a r d e l a s g r a c i a s , q u e le c o n -
los hombres. viene según que es el unigénito del P a -
3 . ° S e dice C r i s t o m e d i a d o r , e n c u a n t o d r e , c o m o se dice ( J o a n . 1); y de e s t a
nos reconcilió c o n D i o s , l o c u a l h i z o d e s - plenitud viene el estar constituido sobre
truyendo e l p e c a d o q u e n o s s e p a r a b a d e todos los hombres y m á s cercano á Dios.
él. P e r o c o n v i e n e á C r i s t o d e s t r u i r e l p e - A l 2.° q u e C r i s t o c o m o D i o s e s i g u a l
cado, n o c o m o h o m b r e , s i n o c o m o D i o s . en t o d o al P a d r e : pero también en l a n a -
Luego C r i s t o , e n c u a n t o e s h o m b r e , n o turaleza h u m a n a escede á los otros h o m -
es mediador, sino e n c u a n t o e s D i o s . bres ; y por lo tanto como hombre puede
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n ser m e d i a d o r , m a s n o c o m o D i o s .
(De civ. D e i , 1. 9, c. 15): « C r i s t o n o e s A l 3.° q u e , a u n q u e c o n v e n g a á C r i s t o
»mediador p o r r a z ó n d e s e r e l V e r b o , c o m o D i o s destruir e l p e c a d o p o r s u p r o -
J> puesto q u e e l V e r b o s o b e r a n a m e n t e i n - p i a p o t e n c i a , s i n e m b a r g o le c o n v i e n e
» mortal y en a l t o g r a d o d i c h o s o e s t á m u y c o m o hombre satisfacer por el pecado
J> lejos de l a s m o r t a l e s m i s e r i a s ; sino q u e del g é n e r o h u m a n o ; y en este sentido se
» es mediador c o m o h o m b r e » . dice mediador de D i o s y de los hombres
Después de haber tratado de la unión de Dios y. del hombre y de las consecuencias de esta unión,
réstanos considerar las cosas, que el Hijo de Dios increado hizo y sufrió en la naturaleza humana,
que le fue unida. Dividiremos en cuatro partes esta última consideración: 1.° Consideraremos lo
perteneciente á su venida á este mundo ; 2.° lo concerniente al de su vida en él; 3-° su salida de esto
mundo; 4.°su exaltación después de esta vida. Sobre lo 1.° deben examinarse cuatro cosas : 1. la a
ción es preciso considerar : 1.° algo de lo que pertenece á la Madre que le concibió ; 2.° lo referente
al modo de concebirle; y 3.° lo concerniente á la perfección de la prole concebida. Por parte de la
Madre consideraremos cinco cosas : 1. su santificación ; 2. su virginidad ; 3. su desposorio; 4. su
a a a a
Sobre la 1. estudiaremos seis puntos: 1.° La B. Virgen, Madre de Dios fue santificada ¿intes de su
a
nacimiento del seno (de su madre)? — %° Lo fue antes de su animación? — 3.° Foresta santificación
le fue quitado totalmente el fómes del pecado?—4.° Obtuvo por dicha santificación no pecar nunca?-
5." Obtuvo por ella la plenitud de las gracias ? — 6.° La fue propio ser así santificada ?
(1) Anunciación de la Virgen la llama Baronio en su Martiro- (2) Tal e s la doctrina común y h o y y a dogmática de I"
logio, siguiendo al Crisológo (serm. 140 y 142), como la Iglesia Iglesia con el unánime dictamen de todos los SS. PP- y D ' nt
(1) Ya queda anotado no es suya l a tal obra, que algunos l e pues proponerse este punto de discusión, al parecer del todo
atribuyen. inútil, si no fuera con el visible .propósito de limitar en lo po-
(2) IJosíiam, aunque algunos l e e n (oüium) puerta. sible la infección del pecado originario á la de la masa cárnea
(3) El epígrafe de este articulo, así formulado y no obs- y material del cuerpo informe aún de aquel feto,que había de
tante su solución negativa ( c o m o evidentemente no podía ser mas no era todavía siquiera el cuerpo de la futura Madre
menos de serlo) en la priir.era parte de la Conclusión, que al Inmaculada de Dios ? Dada la opinión entonces reinante y co_
parecer raya en futilidad, demuestra á todas luces el esfuerzo n i u n de que la animación del feto n o se verifica en el momento
do ingenio, con que el Santo Doctor angélico trató de esqui- mismo de su generación ó concepción, como lo prueban las an-
var la cuestión concreta sobre la Concepción Inmaculada de tiguas precauciones y disposiciones concernientes á los abortos
María, en la imposibilidad de decidirla por entonces según la antes de los 40 ú SO dias acontar desde el principio del emba-
devotísima piedad de sus íntimas convicciones en pro de la razo! claro es que durante todo ese tiempo el embrión no tenía
prcrogaliva singularísima de la Santísima Virgen, que parece personalidad ni era por consiguiente susceptible de culpabili-
juzgaba inotorgable en los términos en que recientemente dad de ningún genero, siendo no obstante por otra parle una
ha sido definida como dogma por el inmortal Pontífice Pió I X , porción de la masa humana corrompida en Adam por su preva-
salva la inexorable universalidad de la divina justicia en la ricación. Para darnos pues cuenta imparcial del objeto ó fin de
transmisión de la culpa original á todos los descendientes de este punto así propuesto, conviene tener presentes tres cir-
Adam sin cscepcion alguna : porque ¿cómo había de ser santi- cunstancias del respetabilísimo Autor : 1." su incuestionable
ficada antes de s u animación, cuando aún no existía? ¿á q u é devoción y entusiasmo por toda clase de privilegios de la Sari-
374 CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO II.
como se ha cucho (a. 1), más gracia fue en tí. Pero mayor pureza hubiera tenido
dada á la B. Virgen Madre de Dios que la B. Virgen, si jamás hubiera estado sii
á alguuo de los Santos; y parece haberse alma contaminada del pecado original.
concedido á algunos el ser santificados Luego la fue concedido el ser santificada
antes de la animación ; puesto que, como antes que su carne se animase.
se dice (Jerem. 1 , 5 , antes que te forma- 3.° Como se ha dicho (a. 1, arg. Por
ra en el vientre, te conocí, y el alma no el contrario), no se celebra fiesta sino
se infunde antes de la formación del cuer- de algún Santo; y no obstante algunos
po : de la misma manera también dice celebran la fiesta de la Concepción de la
San Ambrosio de San Juan Bautista B. Virgen. Luego parece que en su mis-
(super. Luc. c. 1, sup. illud, et Spiritu ma concepción fue santa, y así que fue
Sancto replebitur), que ce aún no tenía el santificada antes de su animación.
y> espíritu de vida, y ya tenía el espíritu 4.° Dice el Apóstol (Rom. 1 1 , 16), si
»de gracia». Luego con mayor razón la raíz es santa, también los ramos; y la
pudo ser santificada la B. Virgen antes raíz de los hijos son sus padres: luego
de su animación. pudo la B. Virgen ser santificada en sus
2.° Fue conveniente, como dice San padres antes de su animación.
Anselmo (lib. De conceptu virginali, Por el contrario : las cosas, que tuvie-
c. 18) que ce aquella Virgen brillase con ron lugar en el antiguo Testamento, sou
» pureza tal, que no pudiera compren- figura del Nuevo, según aquello (i Cor.
» derse mayor bajo de Dios ¿>; por cuya 10, 11), todas estas cosas les acontecían
razón se dice ( Cant. 4, 7 ) ; toda eres á ellos en figura. Pero por la santificación
hermosa, amiga mia, y mancilla no hay del tabernáculo, de la que se dice (Ps. 45,
'tisima Virgen , a quien desde luego reconoce los de su e x e n - las decisiones de la Iglesia, que por entonces y en atención á
ción de toda culpa actual, el uso de la razón desde su anima- los disturbios promovidos por algunos de los concertantes
ción misma, la asunción de su cuerpo ya glorioso al cielo, y hubo de coartar la discusión en los escritos como en las pol-í-
tantos otros admitidos por l a piadosa tradición de los fieles, micas orales. 2 . Prescindiendo de que hayan sido ó no su'uep-
a
monio y llenóle la gloria del Señor, Lue- siendo susceptible de culpa solo la cria-
go tampoco l a B . Virgen fue santificada, tura racional, la prole concebida no es
sino después que fueron perfectas todas culpable antes de la infusión del alma
sus cosas, á saber, el cuerpo y el alma. racional: y así, si la B. Virgen hubiera
Conclusión. La santificación de la B. sido santificada de cualquier modo antes
Virgen María [ 1 ] no puede concebirse de ser animada (3), nunca (4) habría
tintes de su animación ; en cuyo caso [2] incurrido en la mancha del pecado origi-
jamás habría incurrido en la mancha de nal ; y por lo tanto, no hubiera necesita-
culpa original ni necesitado de la reden- do de la redención y de la salvación ( 5 ) ,
ción del pecado por Cristo, lo cual es in- que es por Cristo, de quien se dice (Matth.
conveniente (1) según la fe católica: y 1, 21), él salvará á su pueblo de sus pe-
se realizó [3] después (2) de su anima- cados. Mas es inconveniente que Cristo
ción. no sea el Salvador de todos los hombres,
Responderemos, que la santificación como se dice ( i Timoth. 4 ) . Luego si-
de la B. Virgen no puede entenderse an- gúese que la santificación de la B. Virgen
tes de su animación por dos razones: 1. a
fue después de la animación (6).
porque la santificación de que hablamos Al argumento 1.° diremos, que el Se-
(1J No porque la opinión contraria deba inevitablemente conveniente mencionado en la nota precedente y por otra el no
juzgarse errónea, sino porque se presta fácilmente y con menos grave de su contrariedad á la definición dogmática, que
riesgo de error á deducir que Cristo no fue Salvador de todos ni pudo prevenir ni puede admitirse contradijese de antema-
los hombres sin escepcion : inconveniente, que la Santa Igle- no, dada su ortodoxia nunca desmentida y como instintiva-
sia en su sapientísima é inspirada discreción y por boca de su mente previsora en todas las cuestiones teológicas.
memorable Pontífice Pió IX ha tenido el acierto de eludir (3) Y por consiguiente más bien en la sustancia ó materia
declarando á la Madre de Dios preservada (prcevenía) en virtud de sus progenitores, que indudablemente según la fe se ha-
de los méritos de Cristo de incurrir en la mancha original en llaba infecta originariamente, que en la suya propia aún no
el momento mismo de su animación ó (decirse pudiera) del constituida como tal.
tránsito de su generación activa á la pasiva ; de manera que (A) E s t o e s , ni aun en la masa orgánica, de que había de
ni hubo instante alguno anterior á su animación propiamente ser formado su cuerpo, y que por lo mismo debería en tal hi-
dicha, en el que fuese ya santificada, ni otro alguno en ella ó pótesi considerarse y a purificada ó inmune en sus ascendien-
posterior á ella, en que estuviese la Señora sometida al domi- tes á lo menos inmediatos ; lo cual implicaría la insostenible
nio satánico ; anticipándose así preventivamente Dios á lomar exención, no solo de sus padres San Joaquín y Santa Ana,
posesión de su futuro tabernáculo en el momento mismo, en sino también por idénticas razones de sus abuelos y bisabue-
que había de ser presa y victima de su enemigo ; al modo los etc., hasta llegar al mismo Adam ; quedando así desmen-
mismo que el Verbo en su Encarnación previno la personali- tida la doctrina inconcusa de la sucesiva propagación de la
dad humana de Cristo, informando con su propia persona divi- mancha originaria desde él hasta la misma Santísima Virgen.
na el cuerpo del niño ya suficientemente dispuesto á su inme- Hé aquí la razón de la insistencia como sistemática y mani-
diata animación, antes que según las leyes naturales fuese fiestamente intencionada en alejar á todo trance la inconve-
informado por personalidad h u m a n a , á la que en el hecho niencia de la santificación ante animationcm ; como también la
mismo no dio lugar. La culpa y la gracia, el diablo y Dios, de su solución en los términos post animationcm, cuya legítima
hallábanse (por decirlo así) como á competencia en acecho del interpretación y a dejamos indicada en la nota i .
momento crítico, en que debiera comenzar la subsistencia
( 5 ) Recelo ó escrúpulo, á que no parece realmente haber
personal de aquella niña de bendita espectacion ; y , llegado
lugar, teniendo en cuenta que no ha menester ser redimida
que fue, Dios se anticipó á Satán, infundiendo en su alma (al
la que no puede hallarse cautiva antes de su existencia per-
serlo esta en el cuerpo) la gracia preventivamente sanlifica-
sonal ; pero que el Santo Doctor apura (por decirlo asi) en
dora, cuando había de entrar en ella la infección de la man-
gracia de la integridad del dogma de la redención universal-
cha original, que así no permitió se apoderase de ella ni por
mente común, y que es lo que principalmente le retrae de es-
un solo momento, recibiendo la masa informe y naturalmente
presarse más resueltamente propicio á la inmunidad en el acto
infecta un alma purísima en lugar de la mancillada, que sin
mismo de la animación, temeroso de vulnerar en lo más mí-
aquella preservación escepcional habría de haber recibido
nimo un dogma notoria é indudablemente católico, por prevé"
según la ley universalísima del contagio adámico. Así es que
nir favorablemente otro , que sería mas no lo era aún mani-
ni Santo Tomás prejuzga la doctrina definitiva de la Iglesia,
fiestamente canónico, aunque sí incluido en la creencia tradi-
m esta la verdad dogmática sobre este punto, al prohibir la
cional de la Iglesia no del todo manifiesta y decisivamente.
condenación de una ú otra de ambas opiniones.
(6) Esta proposición sería en la actualidad sospechosa y te-
(2) Es decir, después de su generación activa y en el mo- meraria, cuando menos, sin las salvedades preinsertas en la
mento mismo de su concepción pasiva ó de su animación real, nota l y s i g u i e n t e s , que por cierto en justicia no pueden
al ser constituida en personalidad humana. Tal debe ser en menos de hacerse en justificación de la indeficiente y sincerí-
nuestro concepto y según lo espuesto en la nota 3, pág. 373, sima adhesión del Santo en todos sus escritos á la para él
5
H la.interpretación de esta posterioridad, más que de tiempo siempre inviolable doctrina de la Iglesia.
de intelectualidad lógica; salvándose así por una parte el in-
376 CUESTIÓN XXVII. — ARTICULO II.
ñor dice haber conocido á Jeremías antes mientras que la B . Virgen contrajo el
de su formación en el ú t e r o , esto es, con pecado original (5), pero fue purificada
el conocimiento de predestinación; pero de él antes que saliese del seno (mater-
añade que le h a santificado, no antes de no ) (6). Esto es lo q u a s e espresa (Job,
su formación, sino antes que saliese del 3,9), donde se dice sobre la noche del
vientre : y lo que dice San Ambrosio, pecado espere la luz. ( e s t o e s , á
original,
que San J u a n Bautista no tenía aún el C r i s t o ) , y no la vea; puesto que nada
espíritu de vida, cuando y a tenía el espí- manchado cae en ella, c o m o s e d i c e
ritu de la gracia, no debe entenderse se- ( S a p . 7, 25), W2 el nacimiento de la au-
g ú n que el espíritu de vida se dice el rora cuando se levanta, e s t o e s , d e l a
alma vivificante, sino según que se dice B. Virgen, que e n s u n a c i m i e n t o (7) es-
espíritu d e v i d a el aire respirado esterior- tuvo exenta del pecado original.
mente (1). O bien puede decirse que no A l 3.° que, aunque la Iglesia Romana
tenía aún el espíritu de vida, esto es, el no celebre la concepción de la B . Virgen,
alma en cuanto á las manifiestas y com- tolera sin e m b a r g o la costumbre de algu-
pletas operaciones del mismo. nas Iglesias, que celebran aquella festi-
A l 2.° que, si el a l m a de la Bienaven- vidad. P o r consiguiente tal solemnidad
turada Virgen nunca hubiese sido con- no debe ser reprobada totalmente (8).
tagiada del pecado original (2), esto de- N i sin embargo, porque se celebra la
rogaría á la dignidad de Cristo (3), se- fiesta de la Concepción, se da á entender
gún la que es el Salvador universal de que e n su Concepción fuese Santa ; sino
todo3. Por lo tanto bajo Cristo, que no que, como se ignora en qué tiempo fue
necesitó ser s a l v a d o , c o m o Salvador uni- santificada, se celebra la fiesta de su san-
versal, la m a y o r pureza fue la de la B . tificación m á s bien que la de la Concep-
Virgen (4): porque Cristo en manera ción en el mismo dia de su Concep-
alguna contrajo pecado original, sino que ción (9).
fue Santo en su misma concepción, según A l 4.° que hay dos clases de santifica-
aquello 1, 35), lo Santo, que na-
(Lúe. ción : la una de toda la naturaleza, esto
cerá de tí, será llamado Hijo de Dios; es, en cuanto toda la naturaleza humana
(1) Quiere decir claramente que recibió la gracia viviendo página 375.
-ya en el útero materno, aunque sin haber salido aún á respi- (4) Incomparable é indefinidamente superior por lo tanto á
rar el aire libre fuera de él. Si pues el Bautista y Jeremías la de cuantas almas hayan sido ó hubieren de ser purificadas
fueron privilegiados antes de nacer con la gracia de la santi- de la mancilla original antes de su nacimiento á la vida extra-
ficación y purificados de la mancha original, ¿no había de uterina.
serlo la Madre de Dios con otra distinción más señalada que (5) Conforme a l o dicho en la nota 3, pág. 375.
la de anterioridad respecto de ellos en algunos meses ó dias ú (G) En el momento mismo (y no antes ni después) de su ani-
horas ó aun instantes, siendo posible al Hijo como Dios pres- mación pasiva, según lo e s p u e s t o -
cindir hasta de los segundos y momentos sin menoscabo de (7) Y mucho antes de él, ya perfectamente concebida y
ninguno de sus divinos atributos ? ¿y no había de estar tal idea animada en el seno maternal.
al alcance del ingenio verdaderamente angélico y perspicací- (8) Hé aquí una locución, que prefiriríamos encontrar sin
simo del Santo Doctor? Hé aquí pues una de las más obvias el adverbio lotaliler, el cual nos atrevemos á sospechar haya
razones, que nos inducen á repetir que. su opinión íntima no sido intercalado y no consignado en el testo autógrafo: porque,
pudo menos de coincidir plena y estrictamente con la antes si bien se esplica lo de no ser censurable la celebración de la
tradición no bien definida y y a actualmente dogma declarado mencionada iiesta, toda vez que la Iglesia la toleraba y aun
de la Iglesia. realmente la autorizaba y veía con satisfacción ; eso de total-
(2) Es muy de notarse que el papa Sisto IV fulminó esco- mente parece indicar que en algún modo era en sentir del An-
munion (posteriormente puesta en vigor por motivos de ac gélico reprensible ; si bien es harto notoria su intención do
tualidad por el Concillo de Trento, sess. 5) contra los que di- salvar tal costumbre de algunas iglesias particulares, á pesar
jeran « ser herética la opinión de haber sido la B. V. conce- de no estar sancionada por la común de la Iglesia universal
» bida sin pecado original» : ¿cómo había de ser herética, en su práctica por entonces, en razón de las circunstancias
cuando entrañaba el futuro dogma espreso de fe? Lo que esto mencionadas en la nota 3 de la página 373.
prueba es el embrollo de la cuestión en aquellos tiempos por (!)) Por estas mismas razones se ha considerado general-
efecto de las polémicas entre los teólogos, que en su sistemá- mente como la principal entre todas las fiestas de la B. V. la
tico empeño de discutirlo todo y cada cual bajo el aspecto de su A.suncion ó glorificación, como el término felicísimo de
más halagüeño á sus ideas ó pretensiones de nombradla lle- todas sus gracias y glorias, al modo que también so celebra la
garon á veces á hacer prevaleciese en teoría la opinión con- muerte más bien que el nacimiento de los Santos ; pero, rati-
traria á la que en el fondo do la tradición piadosa del pueblo ficada ya la santificación é impecabilidad y gracia sobrehu-
creyente constituía el germen de la futura definición dogmá- mana de la Señora en virtud del dogma de su Concepción In-
tica, en c u y a defensa puso su oportuno veto el ilustre Pontí- maculada, nada tiene de estraño se celebre actualmente con
fice como depositario leal é inviolable custodio de la verdadera pura ó íntima satisfacción de la piedad de los fieles creyentes
doctrina. ¿ Cómo pues en tales circunstancias había de espre- esta última solemnidad no menos que aquella, como el princi-
sar Santo Tomás su opinión concreta con la libertad propia de pio de todas las gracias y prcrogalivas singularísimas, cuyo
s u ingenuidad verdaderamente angelical, coartada por tanta complemento se festeja en la de su elevación al cielo en cuerpo
y alma, que, no hallándose aún garantida por el dogma, pa-
contrariedad?
rece en efecto no alcanzar á la de la Inmaculada Concepción.
(5) Téngase muy presente lo consignado en la nota 5 de la
C U E S T I Ó N X X V I I . — A R T Í C U L O S II Y III. 377
(1) ¡Sueva y leniilnanle comprobación de lo consignado en i) voluntad de María fue alguna vez en su acto estulta fsíc
1 1
ñola 3 de la página 373. »contra justicia 6 inobediente, á saber, cuando no amó la
(2) Contraía herejía de Raimundo Lulio, espinosamente con- » muerte de su Ilijon,
denada l' ' Concilio do Trcnto (scs. G, can. 23) de que « la
01 c l
CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO III.
(1) Con l a precaución' y en el sentirlo indicados en l a (2) En sentido piadoso y acomodaticio según San Jerónimo
nota 1 de la página 376. y San Ambrosio.
C U E S T I Ó N X X V I I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 379
< cuanto son ilustrados con cierto conociiniento ó cierta interior ignorancia parcial de ellos.
más perfecta de los misterios divinos, disipándose (2) Así se colige del Concilio de Trento (ses. 6, can. 23).
380 ECU STIÓN XXVII. — ARTÍCULOS IV Y V .
hermosa, amiga mia, y no hay en tí man entienda que el Señor cohibió en ella, no
cilla ( 1 ) . un movimiento desordenado de vanaglo
A l argumento 1.° diremos, que en la ria por relación á ella, sino lo que pudiera
B . Virgen después de su santificación en ser interpretado por otros.
el seno subsistió el fómes del pecado,
pero encadenado, esto es, de modo que no
A R T Í C U L O V . — A i a n . v i r g e n con.<¡¡.
se dejase llevar de cualquiera movi
g u i ó p o r e s t a s a n t i l l c u c i o n l a p l e n i t u d d e to
miento desarreglado, que se anticipase á
d a s l a s g r a c i a s ¥ (3)
la razón: y, aunque á esto contribuyera
la gracia de la santificación, sin embargo
no bastaba para ello ; de otra suerte por 1.° Parece que la B . Virgen no ob
la virtud de esta gracia la hubiera sido tuvo por su santificación en el seno la
otorgado el que ningún movimiento pu plenitud ó la perfección de la gracia:
diera existir en su sensualidad, sin estar porque esto parece pertenecer al privile
prevenido por la razón: y entonces no gio de Cristo, según aquello (Joan. 1,
tendría el fómes, lo cual es contrario á 1 4 ) , le vimos como Unigénito del Padre
lo que se ha dicho ( a . 4 ) . P o r consi lleno de gracia y de verdad; y lo que es
guiente es preciso decir que lo que com propio de Cristo no debe atribuirse á
pletó este encadenamiento fue la acción otro. L u e g o la B . Virgen no recibió cu
de la providencia divina, que no permi la santificación la plenitud de las gra
tía que surgiera de este fómes movi cias.
miento alguno desordenado. 2.° Nada queda que agregar á lo que
A l 2.° que Orígenes (hom. 1 7 in L u c . está lleno y perfecto ; puesto que « per
y otros doctores ( 2 ) entienden aquella »fecto es aquello á que nada falta»,
frase de Simeón del dolor, que sufrió en como se dice (Physic. lib. 3 , t. 6 3 y G4),
la Pasión de Cristo. Pero San Ambrosio Pero la B . Virgen recibió adición de gra
(in hunc loe.) dice « significarse por la cia, cuando concibió á Cristo ; puesto
» espada la prudencia de María, que no que se ha dicho ( L u c . 1, 3 5 ) , el Espíritu
» ignoraba el misterio celestial; porque Santo vendrá sobre tí, y ademas cuando
» la palabra de Dios es viva y fuerte y fue elevada á la gloria. L u e g o parece
y> más aguda que la espada más afi que no tuvo en su primera santificación
» l a d a ». Otros por la espada entienden la plenitud de las gracias.
la duda, la que sin embargo no debe en 3.° Dios nada hace en vano, como se
tenderse como duda de infidelidad sino de dice ( D e ccelo, lib. 1 , t. 3 2 ; y 1. 2 , t. 59);
admiración y discusión : porque dice S a n y en vano hubiera tenido ciertas gracias,
Basilio (epist. ad Optimum, 3 1 7 ) que no ejerciendo nunca el uso de ellas:
« la B . V i r g e n , estando al pie de la cruz pues no se lee ó que enseñase, lo que es
» y observándolo todo, después del tes acto de sabiduría, ó que hiciese mila
y> timonio de San Gabriel, después del lagros, que es acto de la gracia gratuita
» inefable conocimiento de la concepción mente dada. L u e g o no tuvo la plenitud
» divina, después de haber sido testigo de las gracias.
» de tantos milagros, vacilaba » , esto es, Por el contrario, el Á n g e l dijo diri
v i e n d o por una parte á su Hijo sufrir giéndose á ella ( L u c . 1 , 2 8 ) , Dios te sal
tormentos ignominiosos y por otra al ve , llena de gracia ; lo cual al esplicarlo
considerar sus maravillas. San Jerónimo (serm. D e assumptione, ó
A l 3.° que San Crisóstomo se escedió epist. ad Paul, et E ustoch.) ( 4 ) dice:
en aquellas palabras ; las cuales pueden « bien llena de gracia María ; puesto que
sin embargo esplicarse de modo que se » á los demás les es dada por partes, y
(1] Con los mismos argumentos podría demostrarse su in » era buena por naturaleza y que tenía por sí misma la \№
munidad del pecado original, según oportunamente advierte » piedad de hacer el bien », coincidiendo en esto con la herejía
D r i o u x ; por más que Kicolai insinúa lo contrario, fundándose de Pelagio, que atribuía á las fuerzas humanas lo que es propio
en la distinción de que el pecado original no to cometemos de la gracia.
propiamente, sino que lo contraemos por su natural propa (4) Así se ha venidoanotando a l a margen en casi todas'ns
gación. ediciones ; pero es de San Pedro Crisólogo (serm. 113 Be »»•
(2) San Gregorio Wiseno entre ellos. nunUatíone).
(3J E l mencionado llaimttndo Lulio dijo que o María Virgen
CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO V. 381
Conclusión. La Santísima Virgen de- la que se hacía idónea para ser Madre
bió obtener de Cristo su Hijo mayor ple- de Cristo, y esta fue la perfección de la
nitud de gracia que los demás por razón santificación; la 2. perfección de la gra-
a
de su más intima unión con él. cia existió en la B. Virgen por la presen-
Eesponderémos q u e , c u a n t o m á s s e cia del Hijo de Dios encarnado en su
acerca a l g o al p r i n c i p i o e n u n g é n e r o seno ; y la 3 . es la perfección del fin, que
a
(1) Bernardo de Lutzemhurgo en su catálogo de los herejes (2) Pero sí el singularísimo privilegio de ser inmune ó pre-
dice que los maniquéos enseñaban que « el precursor de Cristo servada de toda mancha original.
» Juan Bautista fue condenado, porque no creyó en Cristo ».
CUESTIÓN XXVII.—ARTÍCULO VI. 383
Jesús,para
aquello ( H e b r . u l t . 1 2 ) , san- C r i s t o . L a p r u e b a de ello es q u e á la B .
tificar al pueblo por su sangre, padeció V i r g e n l a fue concedido el n o p e c a r m á s ,
fuera de la puerta, c u y a P a s i ó n a n u n c i ó ni m o r t a l ni venialmente (1) ; mientras
Jeremías con anticipación de la m a n e r a q u e á ellos se c r e e q u e solo les fue o t o r -
más c l a r a p o r s u s p a l a b r a s y p o r s u s m i s - g a d o el n o p e c a r m á s m o r t a l m e n t e , m e -
terios y l a figuró a n t e s d e l m o d o m á s e s - diante la protección de su gracia divina.
preso p o r s u s s u f r i m i e n t o s ; 2.° p o r e l A l 2.° q u e e n c u a n t o á o t r o s p u n t o s
bautismo, s e g ú n a q u e l l o ( i Cor. 6 , 1 1 ) , de vista p u d i e r o n los S a n t o s e s t a r m á s
mas habéis sido lavados, mas habéis sido unidos á Cristo que J e r e m í a s y San J u a n
santificados; á c u y o b a u t i s m o p r e p a r ó B a u t i s t a ; p e r o q u e estos lo e s t u v i e r o n
San J u a n á l o s h o m b r e s p o r el s u y o . m á s estrechamente en cuanto á la figura
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a B . espresa de la santificación del mismo,
V i r g e n , q u e fue e l e g i d a p o r D i o s p a r a c o m o se h a d i c h o .
madre, o b t u v o u n a g r a c i a de santificación A l 3.° q u e l a c o m p a s i ó n , d e q u e h a b l a
mayor q u e S a n J u a n B a u t i s t a y J e r e - e n él J o b , n o significa l a v i r t u d infusa,
mías, q u e lo fueron p a r a ser e s p e c i a l e s sino cierta inclinación n a t u r a l á el a c t o
prefiguradores d e l a santificación de de esta virtud.
CUESTIÓN XXVIII,
Virginidad de la B. María.
Vamos á tratar de la virginidad de la Madre de Dios, sobre la cual e x a m i n a r e m o s : 1.° Fue virgen
al concebir ? — 2.° Lo fue en el parto;? — 3.° Quedó virgen después del parto ? — 4.° Hizo voto de virgi -
nidad ?
(1) No habiendo podido quedar en ella reato ni vestigio Cerinto, Joviniano y otros que « Cristo fue [originado) de uno
alguno ó consecuencia del pecado original, en que no incur- a y otro sexo y nacido de su padre José » ó engendrado por é l ,
rió : por cuya razón fue condenada por Pió V y Gregorio X1U según atestigua (nares. 24) San Epifanio con referencia á Ce-
la proposición 73 de Miguel Bayo, en que aseguraba que « la rinto. Así el Símbolo apostólico y el constantinopolitanocomo
» B. Virgen sufrió todas las penalidades de la vida por causa los concilios, todos cuantos han tratado de este punto , decla-
u
del pecado original y murió por débito próximo del mismo». ran ser de fe que María quedó Virgen en el parto y antes y
(2) Contra la herejía de los antidicomarianitas, 6 c g u n los después de él, siendo entre ellos el inás esplícito el lateranense
cuales a María engendró parto de varón » ó no fue virgen al (can. 2 y 3) en tiempo de Martino I, como también el papa
concebir á su Hijo, sino que « lo engendró ó concibió en s u Paulo IV en su bula publicada á este mismo propósito.
»útero de semen viril », Los j udíos y Aquila decían con Ebion
384 CUESTIÓN XXVIII. — ARTÍCULO I.
(1) Como también de Carpócrates, según dice San A g u s t i n (2) Del que dice poco antes que « concurrieron en él tod<
(De nares, cap. 7). » los bienes de las nupcias: prole, fidelidad y sacramento».
CUESTIÓN XXVIII.—ARTÍCULOS I Y II. 385
(1) Contra Joviniano y otros herejes, que decían « haber por Paulo IV y por los concilios 1.° de Efeso y Télense en su
•perdido María su virginidad en el parto », según atestigua rescripto al papa Siricio.
San Agustín (cont. Julián. I. 1 , arg. 2 ) . Dogma d e fe declarado
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 25
386 CUESTIÓN XXVIII. — ARTÍCULO II.
del que nacía, que es el Verbo de Dios, para manifestar su divinidad, nace de
puesto que el Verbo no solamente es v i r g e n : pues tal parto conviene á Dios,
concebido en el corazón sin corrupción, como dice San Ambrosio en el himno de
sino que procede de él también sin cor- la Natividad.
rupción. P o r consiguiente, para que se A l 3.° que algunos dijeron que Cristo
manifestase que aquel sería el cuerpo del en su nacimiento había tomado el dote
mismo Verbo de D i o s , fue conveniente de la sutileza; así como, cuando anduvo á
que naciese del seno incorrupto de la pie enjuto sobre las aguas del mar, dicen
virgen. P o r esto se lee en el discurso del que había tomado el de la agilidad. Pero
concilio de Efeso: « l a que pare una carne esto no concuerda con lo que ya se lia
T> pura pierde su virginidad; pero, puesto determinado ( C . 14) ; porque tales dotes
» que el Verbo de Dios nació en la carne, del cuerpo glorioso provienen de la re-
» guarda la virginidad, manifestándose dundancia de la gloria del alma sobre
» por esto que él es el Verbo ; porque ni el cuerpo, como se dirá al tratar de los
» nuestro verbo, cuando es producido, cuerpos gloriosos (Supplem. C. 95). Ade-
» corrompe el espíritu, ni Dios Verbo mas se ha dicho ( C . 14, a. 1, al 2.°) que
» sustancial al querer nacer ba destruido Cristo antes de su Pasión permitía á su
» l a virginidad». 2. F u e conveniente esto carne hacer y sufrir lo que la es propio; y
a
niente en fin que el que había mandado » de la madre » ; y [San Dionisio dice
(1) Por Teodoro de Aueira sobre la natividad de Cristo. » corrupta » ; aunque San Jerónimo no hace mención de c s t e
(2) Contra Joviniano, quien según San Agustín (¡taires. 82) error en sus libros contra el citado hereje.
« destruía la virginidad de María, diciendo que al parir fue
CUESTIÓN X X V I I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 387
(1) Contra Helvidio (citado en e l testo), Joviniano y Lúeas tratándose de la lícita y cohonestada por el matrimonio.
Mernbcrger, que aseguraban que «María había concebido (3) El 14 De natuli Domini, ó el 25 en el apéndice de varios
» y parido otros hijos ademas de Cristo su unigénito.» La sermones ; aunque parece no ser del referido Doctor, quien sin
Slesia canta post parlimi Virgo inviolata permansisli, con forme á embargo espresa algo muy parecido en su sermón 2 , como
las terminantes declaraciones del concilio télense y de los también San Jerónimo y San Ambrosio, y así lo esplica ó in-
papas Siricio y Paulo IV, contra los antidicomarianitas. terpreta también RuRno entre las obras de San Cipriano sobre
if) Del que ordinariamente usa la sagrada Escritura, para el Símbolo de los apóstoles.
designar con cierto decoro el acto de la cópula, especialmente
388 CUESTIÓN X X V I I I . — A R T Í C U L O III.
(1) Spaliosior se lee comunmente en las ediciones antiguas y Uor) « más singular » , y en la edición de Pádua (speciosior)
en algunos manuscritos; pero en el códice de Alcañiz (specia- « más bella».
CUESTIÓN XXVIII.—ARTÍCULOS III Y IV. 389
CUESTIÓN XXIX.
1.° Debió nacer Cristo de mujer desposada?—2.° Hubo verdadero matrimonio entre María Madre
del Señor y San Jo sé ?
(1) No empero ilícita ni denigrante la virginidad, s e g ú n (2) Ciertos modernos maniquéoshan sostenido la donosa he-
hacen observar San Jerónimo y San Ignacio, comprobándolo rejía de que « María no fue mujer » ; cuya refutación se da
con los ejemplos de Elíseo, Jeremías y Daniel con sus tres aquí por eoncluyente en el hecho de demostrar que fue casad»
compañeros. y virgen.
CUESTIÓN XXIX. — ARTÍCULO I. 391
» se'estado en cinta sin estar c a s a d a , pa- ria: pero h a y otros, que s o n p a r a la com-
» recería que había querido ocultar su probación de la fe, y estos d e b e n ser ma-
» falta con la mentira ; pero estando ca- nifiestos.
» sada no tuvo motivo para mentir, pues- A l 3.° que, como dice San Agustín
» to que el p r e m i o del matrimonio y la ( D e T r i n i t . 1. 3 , implic. c . 7 y 8), e l dia-
» gracia de las b o d a s es la fecundidad de blo puede muchas c o s a s p o r v i r t u d d e su
» las mujeres » : cuyas dos cosas contri- naturaleza, de las que sin e m b a r g o es im-
buyen á afirmar nuestra fe. 3.° Para qui- pedido por la virtud divina. D e este modo
tarla escusa á las vírgenes, q u e p o r s u puede decirse que el diablo podía cono-
descuido no evitan la infamia. P o r esto cer por virtud de su naturaleza que la
dice San Ambrosio (ibid.): « n o fue con- Madre de Dios no había sido corrompi-
» veniente que las, v í r g e n e s , que tienen da, sino que era virgen; sin embargo
» mala reputación, pudiesen. alegar por Dios le prohibe conocer el modo del
» pretesto que hasta la Madre de Dios parto divino. E s t o empero n o o b s t a , para
» p a r e c e r í a h a b e r s i d o d i f a m a d a . 4.° Por- que el demonio conociese después d e al-
que por esto se significa á toda la Igle- guna manera que era Hijo de D i o s : por-
sia, que siendo virgen se ha desposado sin que ya era tiempo de que Cristo mostra-
embargo con un solo varón Cristo, c o m o se su valor contra el diablo y q u e sufriese
dice San San Agustín (lib. D e sancta la persecuciou por el suscitada. P e r o du-
v i r g i n i t a t e , c . 12). A ú n puede darse una rante su infancia era preciso impedir que
5. a
razón, cual es la de que la M a d r e del la malicia del diablo le persiguiera dema-
Señor fue desposada y virgen, por cuanto siado vivamente, cuando Cristo no estaba
en su persona se honra la virginidad dispuesto ni á sufrir ni á desplegar su
y el matrimonio contra los herejes que poder, sino que se mostraba s e m e j a n t e en
han atacado á la una y al otro (1). todo á los d e m á s niños. P o r esto el Papa
creer qué la B . Virgen Madre de Dios « que los magos vieron (2) y a d o r a r o n al
su matrimonio á la unión carnal; sin em- » rente de los d e m á s niños ». Sin embar-
bargo dejó esto á la voluntad de Dios, go San Ambrosio (sup. L u c . ibid.) pare-
por cuya razón en nada sufrió detrimen- ce más bien referir esto á los miembros
(1) Y lo propio pudiera decirse y probarse en cuanto á su pro- San José , informado por el ángel del misterio operado en sn
creación ó generación , según discretamente advierte Silvio; santísima cónyuge y perfectamente conforme con la voluntad
toda v e z que fue concebida y engendrada sin injuria alguna y operación de Dios en ella.
á la santidad del matrimonio ni á los derechos conyugales de (2) Téngase presente lo espuesto en la nota 3, pág. 393.
CUESTIÓN X X X .
1." Fue conveniente que se la anunciara lo que había de engendrarse en ella? —3.° Por quién debía
anunciársela esto ? — 3.° De qué manera se la debía anunciar? —4.° Orden de la anunciación.
, (1) No aquí en la tierra, según se colige de la solución á este (2) « Divino » según el moderno intérprete, ó como «pnn-
mismo argumento; sino en el cielo, como cania la Iglesia en » cipal obra de Dios ».
él dia de su Asunción.
C U E S T I Ó N X X X . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 397
la M a d r e d e D i o s ; p o r c u y a r a z ó n d i c e » en el P a d r e , t o d o en t o d a s las c o s a s , y
San J e r ó n i m o ( s e r m . A s s u m p t i o n i s ) (1) » a u n e n l a v i r g i n a l c e l d i l l a (4)».
« con r a z ó n es e n v i a d o u n á n g e l á l a V í r - A l 4.° q u e a l g u n o s d i c e n q u e G a b r i e l
5) g e n , p u e s t o q u e l a v i r g i n i d a d e s s i e m - fue d e l o r d e n s u p r e m o d e los á n g e l e s ;
» pre p r ó x i m a á e l l o s ; p o r q u e v i v i r e n l a p o r l o c u a l d i c e S a n G r e g o r i o ( h o m . 34
» carne s i n l a c a r n e n o es u n a v i d a t e r r e - in E v a n g . ) : « e r a digno q u e el á n g e l
» n a , sino c e l e s t i a l » . » más elevado viniera á anunciar la m á s
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a M a - » g r a n d e d e l a s n u e v a s ». P e r o d e e s t o n o
dre de D i o s e r a s u p e r i o r á l o s á n g e l e s e n r e s u l t a q u e fuera el s u m o entre t o d o s
cuanto á l a d i g n i d a d , p a r a l a q u e e r a e l e g i - los órdenes c e l e s t i a l e s , sino r e s p e c t o d e
da por D i o s ; p e r o e n c u a n t o a l e s t a d o p r e - l o s á n g e l e s : p o r q u e f u e d e l orden d e l o s
sente d e l a v i d a e r a i n f e r i o r á e l l o s , p u e s t o a r c á n g e l e s , por lo cual t a m b i é n la Iglesia
que C r i s t o m i s m o t a m b i é n e n r a z ó n d e s u m i s m a le d a este n o m b r e , y el mismo S a n
vida p a s i b l e por un poco fue hecho menor Gregorio dice (homil. D e c e n t u m ovi-
que los ángeles, c o m o se d i c e ( H e b r . 2, b u s , ibid.) que « s e llaman arcángeles
9). Sin e m b a r g o , p u e s t o q u e C r i s t o f u e á » los q u e a n u n c i a n l a s cosas m á s g r a n -
la vez v i a d o r y c o m p r e n s o r , n o n e c e s i t a - » d e s » . L u e g o es b a s t a n t e c r e í b l e q u e
ba ser i n s t r u i d o p o r l o s á n g e l e s e n c u a n t o s e a e l s u m o e n e l o r d e n de l o s a r c á n g e -
al c o n o c i m i e n t o d e l a s c o s a s d i v i n a s . P e r o l e s ; y , como dice S a n Gregorio mismo
su M a d r e a ú n n o e s t a b a e n e l e s t a d o d e ( i b i d . ) , « e s t e n o m b r e c o n v i e n e á s u ofi-
los c o m p r e n s o r e s , y p o r e s o d e b í a n i n s - » cío » ; p o r q u e G a b r i e l q u i e r e decir for-
truirla los á n g e l e s a c e r c a d e l a c o n c e p - t a l e z a de D i o s . L u e g o por la fortaleza
ción d i v i n a . d e D i o s d e b í a ser a n u n c i a d o el S e ñ o r d e
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n las v i r t u d e s y el fuerte en los c o m b a -
(serm. D e a s s u m p t i o n e , c . 4) (2) «la t e s , que venía á destruir las potestades
» B . V i r g e n M a r í a b a sido e s c e p t u a d a aéreas.
» con r a z ó n d e c i e r t a s r e g l a s g e n e r a l e s ;
» porque ni t u v o m u c h o s h i j o s , ni e s t u v o ARTÍCULO I I I . — ¿ E l ángel anunciante
i) bajo l a p o t e s t a d d e l v a r ó n , e s t o e s , d e l dcltió a p a r e c e r s e á l a H. V i r g e n e n f o r m a
» marido, la que concibió á Cristo en sus corporal?
»castas entrañas p o r o b r a del E s p í r i t u
)) S a n t o » . P o r c o n s i g u i e n t e n o d e b i ó s e r l.° P a r e c e q u e el á n g e l a n u n c i a n t e n o
instruida e n e l m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n debió aparecerse á la V i r g e n en forma
por l a m e d i a c i ó n d e u n v a r ó n , s i n o p o r c o r p o r a l : p o r q u e « es m á s d i g n a la v i -
la de u n á n g e l . P o r e s t a r a z ó n t a m b i é n » sion i n t e l e c t u a l q u e l a c o r p o r a l » , c o m o
fue ella i n s t r u i d a a n t e s q u e S a n J o s é ; d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . G e n . a d l i t t . 1.
pues ella lo s u p o a n t e s d e c o n c e b i r , m i e n - 12, c. 24); y p r i n c i p a l m e n t e e s m á s c o n -
tras q u e S a n J o s é l o s u p o d e s p u é s . v e n i e n t e al á n g e l m i s m o , p u e s el á n g e l
A l 3.° q u e , c o m o s e v e p o r e l p a s a j e es visto e n su s u s t a n c i a p o r l a visión in-
de S a n D i o n i s i o ( c i t a d o p o c o h á ) l o s á n - t e l e c t u a l , m i e n t r a s q u e por la visión cor-
geles c o n o c i e r o n e l m i s t e r i o d e l a E n c a r - p o r a l es v i s t o e n l a f o r m a c o r p o r a l t o -
nación ; y sin e m b a r g o p r e g u n t a b a n á m a d a . P e r o , así como p a r a anunciar la
Cristo, d e s e a n d o s a b e r d e él d e u n a m a - concepción divina convenía que viniese
nera m á s p e r f e c t a l a s r a z o n e s d e e s t e u n m e n s a j e r o d e orden s u p e r i o r , d e l a
misterio, q u e s o n i n c o m p r e n s i b l e s á t o d o misma manera también convendría que
entendimiento c r e a d o . P o r e s t a r a z ó n S a n fuera visto de la m a n e r a m á s elevada.
M á x i m o (3) m á r t i r d i c e : <r n o s e d e b e L u e g o p a r e c e q u e e l á n g e l a n u n c i a n t e se
«dudar que los á n g e l e s c o n o c i e r a n l a apareció á la V i r g e n p o r visión i n t e -
« E n c a r n a c i ó n f u t u r a ; y sin e m b a r g o lectual.
«ocúlteseles la concepción i n v e s t i g a b l e 2.° L a v i s i ó n i m a g i n a r i a ( 5 ) p a r e c e
» del S e ñ o r y s u m o d o , c o m o e s t a b a t o d o ser m á s n o b l e q u e l a visión c o r p o r a l ,
(1) Sermón malamente atribuido á San Jerónimo, y que (1) Puede consultarse sobre esto en la 1 . P. la C. 57, a. 5
a
c o m o l a i m a g i n a c i ó n es u n a p o t e n c i a m á s d e l o q u e s e a n u n c i a b a ; p o r q u e nosotros
e l e v a d a q u e el s e n t i d o . P e r o e l á n g e l s e p e r c i b i m o s l a s c o s a s , q u e e s t á n sometidas
apareció á S a n J o s é en sueños según la á l a v i s t a , d e u n a m a n e r a m á s c i e r t a que
v i s i ó n i m a g i n a r i a , c o m o s e v e ( M a t t h . 1, a q u e l l a s q u e i m a g i n a m o s . P o r e s t a razón
y 2). L u e g o p a r e c e q u e t a m b i é n d e b i ó el C r i s ó s t o m o d i c e ( s u p e r . M a t t h . hom.
a p a r e c e r s e á l a B . V i r g e n en visión i m a - 4) q u e « el á n g e l n o se m o s t r ó á l a Vír-
ginaria y no corporal. » g e n e n s u e ñ o s , s i n o d e u n a m a n e r a vi-
3.° L a v i s i ó n c o r p o r a l d e u n a s u s t a n - T> s i b l e : p o r q u e d e s d e e l m o m e n t o que
cia e s p i r i t u a l d e j a a t ó n i t o s á l o s q u e l a » e l l a r e c i b í a d e l á n g e l u n a revelación
v e n ; p o r c u y a r a z ó n se c a n t a t a m b i é n » t a n g r a n d e , n e c e s i t a b a a n t e s d e cum-
d e l a V i r g e n m i s m a expavescit Virgo de » p l i r s e e s t e s u c e s o d e l a v i s i ó n solem-
lumine. P e r o m e j o r h u b i e r a s i d o q u e s u » n e » (1).
a l m a hubiese sido preservada de t a l tur- A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e la vi-
b a c i ó n . L u e g o n o fue c o n v e n i e n t e q u e t a l s i ó n i n t e l e c t u a l es m e j o r q u e l a visión
a n u n c i a c i ó n se hiciera p o r visión cor- i m a g i n a r i a ó c o r p o r a l , si es s o l a . P e r o el
poral. m i s m o S a n A g u s t í n d i c e ( s u p . G e n . ad
Por e l contrario, S a n A g u s t í n ( s e r m . l i t t . 1. 12, c. 9) q u e e s m á s e s c e l e n t e la
25 i n A p p . ) i n t r o d u c e á l a B . V i r g e n p r o f e c í a , q u e t i e n e s i m u l t á n e a m e n t e la
h a b l a n d o a s í : « vino á m í el a r c á n g e l v i s i ó n i n t e l e c t u a l é i m a g i n a r i a , que la
» S a n G a b r i e l con rostro brillante, con q u e t i e n e s o l o u n a d e l a s d o s (2) ; y la
» vestido resplandeciente y con apostura B . V i r g e n n o s o l o p e r c i b i ó l a visión cor-
» a d m i r a b l e ». P e r o e s t a s c o s a s n o p u e d e n p o r a l , s i n o t a m b i é n l a i l u m i n a c i ó n inte-
p e r t e n e c e r sino á u n a visión c o r p ó r e a . l e c t u a l : p o r c o n s i g u i e n t e t a l aparición
L u e g o el á n g e l a n u n c i a n t e s e a p a r e c i ó á f u e m á s n o b l e . H u b i e r a s i d o sin embargo
la V i r g e n e n visión c o r p ó r e a . m á s n o b l e , si h u b i e r a v i s t o e n s u sustan-
Conclusión. El ángel anunciador de c i a a l á n g e l m i s m o p o r v i s i ó n intelectual;
la Encarnación á la Madre de Dios de- p e r o e l e s t a d o d e l h o m b r e v i a d o r (3) no
bió aparecérsela, cual en efecto se pre- c o n s e n t í a q u e v i e s e a l a n g e l e n s u esencia.
sentó , en forma corpórea. A l 2.° q u e l a i m a g i n a c i ó n e s en efecto
Responderemos, q u e el ángel anun- u n a p o t e n c i a m á s e l e v a d a q u e el sentido
ciante se apareció á la Madre de Dios en e s t e r i o r ; sin e m b a r g o , p u e s t o q u e el prin-
figura corporal, y esto fue conveniente: c i p i o d e l c o n o c i m i e n t o h u m a n o es el sen-
1.° e n c u a n t o á l o q u e e r a a n u n c i a d o . E n t i d o , p o r e s o h a y e n é l c e r t e z a mayor;
e f e c t o : el á n g e l h a b í a venido á a n u n c i a r d a d o q u e s i e m p r e es p r e c i s o q u e los prin-
la E n c a r n a c i ó n de D i o s invisible, por la c i p i o s d e l c o n o c i m i e n t o s e a n m á s ciertos.
q u e se hiciese v i s i b l e ; p o r c u y a r a z ó n E n s u c o n s e c u e n c i a S a n J o s é , á quien
t a m b i é n fue c o n v e n i e n t e q u e p a r a la d e - s e a p a r e c i ó e l á n g e l e n s u e ñ o s , no tuvo
claración de esta cosa la criatura invisi- u n a a p a r i c i ó n t a n e s c e l e n t e c o m o la B,
ble tomase la forma, bajo la cual apare- Virgen.
ciera visiblemente, puesto que todas las A l 3.° q u e , c o m o d i c e S a n Ambrosio
a p a r i c i o n e s del a n t i g u o T e s t a m e n t o ' se ( s u p . L u c . c . 1, s u p . i l l u d , apparuit Mi
preordenan á esta aparición, por la que ángelus), « s o m o s t u r b a d o s y enajenados
el H i j o d e D i o s se a p a r e c i ó en c a r n e . » d e n u e s t r o a f e c t o , c u a n d o somos sor-
2.° F u e c o n g r u e n t e á l a d i g n i d a d d e » p r e n d i d o s p o r el e n c u e n t r o d e una po-
M a d r e d e D i o s , q u e no solo en la m e n t e » t e s t a d s u p e r i o r c u a l q u i e r a »; y esto su-
sino t a m b i é n en su seno corpóreo h a b í a c e d e n o s o l o e n l a v i s i ó n c o r p o r a l sino
d e recibir al H i j o d e D i o s ; y p o r eso no t a m b i é n e n l a v i s i ó n i m a g i n a r i a . P o r esta
solo su m e n t e sino t a m b i é n sus sentidos r a z ó n ( G e n . 15, 12) s e d i c e que ¡puesto
corporales d e b í a n ser reanimados por la ya el sol (4), cayó sobre Ábraham n
v i s i ó n a n g é l i c a . 3.° C o n v i n o á l a c e r t e z a profundo sueño, y sobrecogióle un gratule
(1) Estraordinaria é insólita. esencia misma de Dios (y mucho mejor la del ángel), valién-
(2) Por medio de semejanzas corporales, conforme á lo e s - dose de los ejemplos de San Pablo y de Moisés.
puesto en la 2.'-2. C 174, a. 2 a l l
,RÍ 0
(4) Occutuisset según el testo de la Suma ; mas la Vulgal»
(3) Mediante el uso de los sentidos, pues con enajenación dice (occmnbcret) á la caída del Sol.
de ellos enseña no haber inconveniente, en que viese aun la
CUESTIÓN XXX. — ARTÍCULOS III Y I V . 399
(1J Queda y a repelido que la citada obra no es de San c. 19), San Justino (Dial, cum Tryj>h.) t San Crisólogo (scrm. 112)
Agustín, quien precisamente indica (hom. 44 De quincuagésima) y varios otros S S . l'P.
lo contrario, como asimismo San Irenéo (1. 3 , ' c . 3 3 ; y 1. 5,
CUESTIÓN X X X I .
Al tratar de la concepción del Salvador lo haremos : 1." respecto á la materia de la que fue conce-
cebido su cuerpo; 2.° acerca del autor de la concepción; y 3.° sobre el modo y orden de la concepción.
Sobre lo 1.° examinaremos ocho puntos : l.° La carne de Cristo fue tomada de Adán?— 2.° Lo fue de
David? —3.° Genealogía de Cristo, que se espone en el Evangelio. — 4.°Fue conveniente que Cristo na-
ciese de mujer? — S.° Fue formado su cuerpo de la purísima sangre de la Virgen? — 6.° La carne de
Cristo estuvo en los antiguos padres según algo determinado? — "7.° La carne de Cristo estuvo en
los padres espuesta al pecado?— 8.° Fue diezmada en los lomos de Abraham?
(1) Refutación directay terminante délas herejíasde Simón, le atribuía « carne antesecular y consustancial al Verbo en el
Cerdon, Marcion, Basílides, los maniquéos, gnósticos y dona- » cielo antes de s u descensoála tierra» ; y de los mennonitas,
tistas, quienes pretendían « ser fantástico el cuerpo de Cristo»; según los cuales a Cristo tomó cuerpo, no de la carne de la
Valentín, que lo suponía « celeste y no de nuestra misma » Virgen, sino de la sustancia misma de Dios. Padre ».
» naturaleza, aunque verdadero hombre » : de Apolinar, que
SOMA T E O L Ó G I C A . . — ' TOKIO IV. 26
402 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULOS I Y II.
(1J Bien puede decirse también el cuerpo de Cristo celes- C 27, a. 2) de la Santísima é Inmaculada Virgen.
tial, esto es, glorioso é incorruptible después de su resurrec- (3) Fausto maniquóo decía que « Cristo no fue de la estirpe
ción, y aun antes en atención á su modo de vivir celeste y » de David según la carne », ó lo que es lo mismo, que « no la
perfecto, según la interpretación del Crisóstomo ( h o m . 42 in i » tomó de la descendencia de David »: herejía manifiesta según
a i í C o i . 1 5 ) ; y Teodoreto añade que puede decirse del cielo, lo espuesto on el a. 1 y en la C. 2S, a. 1 y 2 con referencia i
designando su última venida como juez, para conducir á éí la bula de Paulo IV allí citada en la nota
consigo á los s u y o s . (4) La Vulgata dice (mihi) para mí.
(2) A escepcion (por supuesto y conforme á lo dicho en la
CUESTIÓN XXXI.—ARTÍCULOS II Y I I I . 403
se dice (Gen. 20, 7), es profeta y orará San Gregorio Nacianceno (implic. in
por tí (1) ; y David fue rey y profeta. carm. 38, D e genealog. Christi) y San
La 3. razón es que en Abralíam c o -
a
Agustín ( D e consensu E v a n g . 1. 1, c. 2
menzó primeramente la circuncisión, y en y 1. 2 , c. 3) diciendo que « p o r un de-
David se manifestó sobre todo la elec- » creto supremo sucedió que la raza real
ción de D i o s , según aquello que se dice » se uniera á la sacerdotal, con el fin de
(i Beg. 13, 1 4 ) , el Señor se ha buscado » que Cristo, que es rey y sacerdote, na-
un varón según su corazón. Y por esto » ciese de ambos según la carne». P o r
Cristo es llamado muy especialmente esta razón también Aaron, que fue el pri-
hijo de ambos, para que se demuestre mer sacerdote según la ley, tomó de la
que él es para la salvación tanto á la tribu de Judá en matrimonio á Isabel
circuncisión como á la elección de los gen- hija de Aminadab. A s í pues pudo suce-
tiles. der que el padre de Isabel tuviese alguna
Al argumento 1.° diremos, que esta mujer de la estirpe de D a v i d , por razón
objeción fue del maniquéo F a u s t o , que de la cual la B . V i r g e n , que fue de la
quería probar que Cristo no era hijo de estirpe de D a v i d , fuese parienta de Isa-
David, puesto que no fue concebido de bel ; ó más bien por el contrario que el
San José, hasta quien conduce San Ma- padre de la B . Virgen que era de la raza
teo su genealogía; contra el cual res- de D a v i d , tuviera una esposa de la raza
ponde San Agustín (cont. Faust. 1. 23, de A a r o n ; ó , como dice San Agustín
c. 8 , y c. 9) que, «diciendo el mismo (contra Faust. 1. 2 3 , c. 9), si San J o a -
í> Evangelista que San José es el esposo quin el padre de María fue de la estirpe
» de María y que Cristo es del linaje de de Aaron ( c o m o aseguraba el hereje
» David; ¿ qué resta sino creer que M a - Fausto por ciertos escritos apócrifos), se
íría no fue estraña al parentesco de D a - debe creer que la madre de San Joaquin
» vid, y que ella no ha sido en vano Ua- fue de la estirpe de D a v i d , ó también su
5> mada la esposa de San J o s é á causa de esposa, de tal suerte que por algún modo
»la unión de sus corazones, aunque no digamos que María fue de la estirpe de
»se haya unido á él corporalmente ; y David.
)) que más bien por consideración á la A l 3.° que por aquel pasaje del profe-
» dignidad del varón el orden genealó- t a , como dice San Ambrosio (sup. L u c .
» gico es llevado hasta San J o s é ? » ; y c. 3 super illud, quifuit Salathiel) no se
y después ( c . 9) añade: « así también niega que Jeconías había de tener descen-
spues creemos haber sido María del linaje dientes, y por consiguiente Cristo es de
»de David, porque creemos á las Escri- su progenie. Y el haber reinado Cristo no
ü> tarasque dicen ambas cosas, que Cristo es contrario á la profecía; porque no reinó
» es del linaje de David según la carne, con honor secular, pues él mismo dijo,
»y que María es su Madre, no cohabi- mi reino no es de este mundo.
t a n d o con varón, sino permaneciendo
» virgen » ; pues, como dice San J e -
rónimo (super Matth. c. 1, super illud, ARTÍCULO I I I . — ÍIM genealogía de
Heli; como si dijera que Cristo, por la sidera c o m o hijo de Heli. P o r esto dice
misma r a z ó n que se llama hijo de José, San M a t e o , Jacob genuit Joseph; mien-
puede llamarse hijo de Heli y de todos tras que San L ú e a s , que describe la ge-
los q u e d e s c e n d i e r o n de la estirpe de D a - neración legal^ no dice hubiese engen-
vid, como dice el Apóstol ( R o m . 9, 5), drado algún otro. Y , aunque el D a m a s -
de quiénes ( e s t o e s , d e l o s j u d í o s ) descien- ceno diga (Orth. fid. 1. 4 , c. 1 5 ) que la
de también Cristo según la carne. S a n B. Virgen María pertenecía á San José
Agustin (De quajstionihus Evangel. 1. 2 , según aquel orígen/por el cual se dice
q . 5) a c l a r a e s t o d e t r e s m a n e r a s , dicien- su padre Heli, porque dice eme ella des-
do : « t r e s causas se ofrecen, de las que cendía de Melchi; sin embargo debe
s alguna siguió el E v a n g e l i s t a : p u e s ó un creerse que ella traería también su origen
»Evangelista llamó padre de José á de Salomón según algún modo por aque-
» aquel por quien fue engendrado, mas llos padres, que enumera San Mateo, el
T¡ o t r o h a d e s i g n a d o ó á su abuelo mater- cual se dice q u e refiere la generación car-
j> no ó á alguno de sus parientes en línea nal de Cristo, sobre todo diciendo San
i ascendente; ó el u n o era el padre natu- Ambrosio (sup. illud Luc. 3 , qui fuit
»ral de José, mientras que el otro era Salathiel) que Cristo descendió del li-
j> s u p a d r e a d o p t i v o ; ó bien según la eos- naje de Jeconías.
j) t u m b r e d e l o s j u d í o s , habiendo muerto A l 3 . ° que, como dice San Agustin
simo sin t e n e r h i j o s , el otro al recibir la ( D e consensu Evang. 1. 2 , c. 4 ) ,« San
Í esposa d e este á título de pariente, atri- » Mateo se había propuesto insinuar el
íbuyó al y a muerto el hijo que engen- » origen real de la persona en Cristo,
» dró » ; l o c u a l t a m b i é n es un género de » mientras que San L ú e a s el sacerdotal;
adopción l e g a l , como dice el mismo San » por cuya razón en la genealogía de San
A g u s t i n ( D e c o n s e n s u E v a n g e l . 1. 2 , c. 3 ) . » Mateo se significa que nuestro Señor
Esta última causa es la más verdadera, y> J e s u c r i s t o h a t o m a d o n u e s t r o s pecados,
la c u a l d i s t i n g u e también San Jerónimo » es decir, que por su origen carnal tomó
(super M a t t h . c. 1, sup. illud, Jacob au- » la semejanza de la carne del pecado»;
tem genuit Joseph), y Eusebio de Cesá- mientras que San L ú e a s hace notar en la
rea a f i r m a que así lo dejó escrito en su suya la abolición de nuestros pecados, la
Historia eclesiástica ( 1 . 1 , c. 7 ) el histo- cual es producida por el sacrificio de Cris-
riador africano; porque dicen que M a - to. Por este motivo San Mateo enumera
than ( 1 ) y Melchi tuvieron cada uno un las generaciones siguiendo el orden des-
lujo e n distintos tiempos de una misma c e n d e n t e , al p a s o q u e S a n L ú e a s s i g u e el
mujer llamada Esta ( 2 ) ; porque M a - orden ascendente. D e ahí es también que
than, que d e s c i e n d e d e S a l o m ó n , la había San Mateo desciende desde el mismo
tomado primero por esposa y murió de- D a v i d por Salomón, en cuya madre pecó
jando u n solo hijo llamado Jacob : des- aquél; y San L ú e a s ascendió al mismo
pués d e c u y o f a l l e c i m i e n t o , p u e s t o q u e la D a v i d por Nathan, cuyo nombre tenía el
ley n o i m p i d e á l a v i u d a c a s a r s e con otro profeta por quien D i o s espió el p e c a d o de
hombre, M e l c h i , que desciende de M a - David. Y de ahí es también que, puesto
tlian y q u e era de la misma tribu, mas qué San Matéo'quiso significar á Cristo
no d e l a m i s m a f a m i l i a , t o m ó por esposa descendiente á nuestra mortalidad, con-
la v i u d a q u e Mathan había dejado, con m e m o r ó desde el principio de su E v a n g e -
la c u a l tuvo también un hijo llamado lio las generaciones desde A b r a h a m hasta
Heli; y así de p a d r e s diferentes se hacen José y siguiendo el orden d e s c e n d e n t e
Jacob y Heli hermanos uterinos : de los hasta el nacimiento de Cristo m i s m o ;
cuales el primero, esto es, J a c o b , ha- mientras que San L ú e a s no las refiere
biéndose casado por mandato de la ley desde el principio sino desde el bautismo
con l a m u j e r d e H e l i que murió sin hijos, de Cristo, no siguiendo el orden descen-
engendró á J o s é que fue su hijo natural, dente, sino el ascendente, representán-
pero q u e p o r p r e c e p t o de la ley se con- dole sobre todo como sacerdote venido
para la espiacion de los pecados, donde
(1) Así los códices y ediciones más esmerados ; aunque en refiere el testimonio de J u a n diciendo, he
¡%unossc lee Datan.
ahí el que quita los pecados del mundo;
( ) Algunos leen Esca.
2
406 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO III.
mas siguiendo el orden ascendente pasa reposo de la vida futura, pues seis veces
á Abraham y llega á D i o s , con quien so- siete son cuarenta y dos. P o r otra parte
mos reconciliados por la purificación y el número catorce, puesto que proviene
espiacion. E l también tomó con razón de la suma de diez y cuatro , puede tener
el origen de adopción, puesto que somos la misma significación que la que se atri-
hechos hijos de Dios por adopción; mien- buye al número cuarenta, que resulta de
tras que el Hijo de Dios fue hecho hijo la multiplicación de estos dos mismos
del hombre por la generación carnal. P o r números. Pero el número, de que se sirve
otra parte demostró suficientemente que San Lúeas en la genealogía de Cristo,
él no había llamado' á José hijo de Heli, significa la universalidad de los pecados;
porque fuera engendrado por este; sino porque el número diez como- número de
porque había sido adoptado por é l , pues- justicia se manifiesta en los diez precep-
to que dice que A d á n es hijo de Dios, tos de la ley. Pero el pecado es la trans-
habiendo sido creado por Dios. E l n ú - gresión de la ley, y la transgresión del
mero cuadragenario también pertenece al número diez es el once. E l número siete
tiempo de la vida presente á causa de las significa universalidad, puesto que todo
cuatro partes del mundo, en el que pasa- el tiempo transcurre por períodos de
mos nuestra vida mortal bajo el reinado siete dias : y , como siete veces once
de Cristo. Pero dicho número cuarenta son setenta y siete, así este número
contiene cuatro veces el número diez, y significa la universalidad de los pecados,
el número diez es producido por la suma que son destruidos por Cristo.
desde el uno al cuatro siguiendo la pro- A l 4.° que, como dice San Jerónimo
gresión aritmética. Podría referirse tam- (sup. Matth. c. 1, sup. illud, Joram au-
bién el número diez al Decálogo y el tem genuit, e t c . ) , « puesto que el rey Jo-
número cuatro á la vida presente ó á los » ram se había mezclado con la raza de
cuatro Evangelios, según los cuales Cris- » la m u y impía J e z a b e l , por este motivo
to reina en nosotros. P o r esto San M a - » su memoria se borra hasta la tercera
teo, recomendando la persona real de » generación, para que no figurase en el
Cristo, enumeró cuarenta personas, sin » orden de la santa natividad ». Así, co-
contar á él mismo. M a s esto debe en- mo dipe el Crisóstomo ( h o m . in Mattli,
tenderse, si el mismo J e c o n í a s , que se in oper. imperf.), « cuanta bendición fue
menciona al fin del segundo cuaternario, » sobre J e h ú , que se había vengado de
es el mismo que el que figura en el prin- » l a casa de A c a b y J e z a b e l , tanta fue
cipio del tercero, como quiere San A g u s - » la maldición sobre la casa de Joram á
tín ( i b i d . ) , quien dice que se ha hecho » causa de la hija del impío Acab y
esta repetición para significar que en J e - » J e z a b e l , de manera que sus hijos que-
conías se produjo cierta declinación hacia y> den escluidos d e l n ú m e r o de los Eeyes
las gentes estrañas, cuando tuvo lugar x> hasta la cuarta generación, según estas
la transmigración á Babilonia, lo cual I> palabras ( E x o d . 20), vengaré la iniqíd-
también anunciaba con anticipación que » dad de los padres sobre los hijos hasta
Cristo iría de la circuncisión al prepu- 7> la tercera y cuarta generación ». Ade-
cio. Mas San Jerónimo dice ( s u p . illud mas debe observarse que también los
Matth. 1, et post transmigrationem), otros reyes, que entran en la genealogía
que hubo dos Joaquines, esto e s , J e - de Cristo, fueron pecadores ; pero no fue
conías, que son el padre y el hijo ; los continua su impiedad; porque, como se
cuales el uno y el otro están compren- dice (in lib. Qusestionum veteris et noví
didos en la genealogía de Cristo, para Testamenti, q. 8 1 ) , « S a l o m ó n quedó
que las generaciones por el Evangelista » sobre el trono por el mérito de su padre,
designadas sean distinguidas en tres cate- » y Eoboam por el mérito de Asa su
gorías de catorce cada una, las cuales se x> hijo. P e r o la impiedad de estos tres fue
elevan á cuarenta y dos personas. E s t e , *> constante ».
número también conviene á la santa I g l e - A l 5° que, como dice San Jerónimo
sia ; porque es producido por el número (sup. Matth. c. 1, sup. illud, Judas, ge-
seis que significa el trabajo de la vida nuit, e t c . ) , « en la genealogía del Salva-
presente y el número siete que indica el » dor no se encuentra ninguna de las san-
C U E S T I Ó N X X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV. 407
»tas mujeres, sino las que la Escritura que es perfecto en la naturaleza humana.
x> reprende; para que el que había veni- Luego parece que no debió tomar de la
3>do por los pecadores, al nacer de peca- mujer la carne, sino más bien de varón,
» dores, borrase los pecados de todos». como Eva fue formada de la costilla del
Así se menciona á Thamar, que es vitu- varón.
perada por su iucesto (1); á Raab, que 2.° Cualquiera que es concebido de la
fue una mujer pública; á Ruth, que fue mujer está encerrado en su seno. Pero
una mujer de raza estranjera; á Bersa- no conviene que Dios, que llena el cielo
beé, mujer de Urías, que fue adúltera, y la tierra según el profeta (Jerem. 23),
la cual sin embargo no es designada por se encierre en el pequeño seno de una
su nombre propio, sino por el de su es- mujer. Luego parece que no debió ser
poso, ya á causa de su pecado que la concebido de mujer.
hizo cómplice de adulterio y homicidio, 3.° Los que son concebidos de mujer
ya también porque al nombrar á su ma- contraen cierta impureza ; por cuya ra-
rido venga á la memoria el pecado de zón se dice (Job. 25, 4) ¿por ventura
David. Y, puesto que San Lúeas se pro- puede justificarse el hombre comparado
pone designar á Cristo como espiador de con Dios, ó comparecer limpio el nacido
los pecados, no hace mención de tales de mujer ? Pero en Cristo ninguna im-
mujeres: pero cita los hermanos de Judá, pureza debió existir; porque él mismo
para manifestar que pertenecen al pueblo es la sabiduría de Dios, de la que se dice
de Dios ; mientras que Ismael, hermano (Sap. 7, 25), nada manchado cae en ella.
de Isaac, y Esaú, hermano de Jacob, ha- Luego parece que no debió tomar carne
biendo sido separados del pueblo de Dios, de la mujer.
no hay mención de ellos en la genealogía Por el contrario, di cese (Galat. 4, 4),
de Cristo: y lo hace también así, para Dios envió á su Hijo, hecho de mujer.
destruir el orgullo de su nacimiento; por- Conclusión. Fue convenientísimo que
que muchos de los hermanos de Judá Cristo tomase carne de una mujer, para
tuvieron madres esclavas, y sin embargo ennoblecer así á toda la naturaleza hu-
todos eran simultáneamente patriarcas y mana y confirmar mejor la verdad de su
jefes de tribus. En cuanto á Fáres y Encarnación.
Zara son nombrados juntos, como dice Responderemos que, aunque el Hijo
SanAmbrosio (sup. Luc. c. 3, sup. illud, de Dios pudo tomar la carne humana de
quifuit Pfiares), porque ellos represen- cualquiera materia que hubiese querido,
tan la doble vida de los pueblos : la una sin embargo fue muy conveniente que la
según la ley, que está representada por tomara de una mujer : 1.° porque por
• Zara; y la otra según la fe , que lo está esto toda la naturaleza humana fue en-
por Fáres. Habla de los hermanos de noblecida ; por lo cual dice San Agustín
Jeconías, porque todos remaron en di- (lib. 83, qq. 11): <rla liberación del
versos tiempos, lo cual no había sucedi- »hombre debió manifestarse en uno y
do con otros reyes; ó porque su iniqui- » otro sexo : luego, puesto que convenía
dad y miseria fueron semejantes. » que Cristo tomase el sexo del hombre,
que es el más noble; convenía que la li-
ARTÍCULO IV. — Fue conveniente que » beracion del sexo femenino se manifes-
Cristo n a c i e r a d e u n a m u j e r ? ¡2) »tase en haber nacido de una mujer ».
2.° Porque por esto se confirma la verdad
1.° Parece que la materia del cuerpo de la Encarnación ; por lo que dice San
de Cristo no debió ser tomada de una Ambrosio (lib. De incarnat. c. 5) : « mu-
mujer: porque el sexo masculino es más » chas cosas encontrarás en Cristo con-
noble que el sexo femenino ; y fue con- » formes á la naturaleza y superiores á
veniente sobre todo que Cristo tomase lo sella ; pues conforme á la condición de
(1) Por haberse u n g i d o meretriz, sentándose en una encru- (2) Apeles pretendía heréticamente que « Cristo no tomó
cijada, por donde había de'pasar su suegro Judas, con el ob- » su carne de madre, sino de los elementos » ; y análogos e r -
jeto de tener coito con él, aunque no por liviandad, sino porque rores sostenían Cerdon, Valentín y los mennonitas, según y a
se negaba á darla por marido á su hijo Sela, á lo que se creía queda espuesto en la nota 5S0.
con derecho según la l e y .
408 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO IV.
3> la naturaleza estuvo en el seno, esto es, Í carne en el seno de su madre al mismo
» del cuerpo d é l a mujer, y superior á Hijo de D i o s , como si no existiera fuera
» ella el haber concebido y engendrado » de él y como si hubiera abandonado el
» una virgen ; para que creyeses que era » gobierno del cielo y de la tierra y se
x> Dios el que renovaba la naturaleza y D alejase de su Padre. Pero vosotros, ma-
» hombre el que nacía de hombre con- » niquéos, no comprendéis enteramente
» forme á la condición natural3>. Tam- 3> estas cosas, por ese espíritu con que
bién dice San Agustín epist. ad Volu- x> no pensáis sino en fantasmas corpora-
sianum, 137 ó 3) : « s i Dios omnipoten- x> les 3>; porque, como dice (ep. ad Volu-
» t e críase al hombre formado de cual- sianum, 137), « esta es la idea de los
x> quier materia, no del útero materno, x> hombres que no son capaces de conce-
» sino presentándolo repentinamente á la » bir más que cuerpos, de los que nin-
» vista, ¿ no confirmaría la opinión erró- » guno puede estar todo en todas partes,
3> n e a , dando lugar á que se creyese no 3> puesto que es necesario que tenga cada
x> haber tomado de modo alguno al hom- 3> porción de las innumerables partes dis-
x> bre verdadero ? y , haciéndolo todo ad- 3> tinto lugar. E l alma es bien distinta de
B mirablemente ¿ suprimiría lo que ha 3> la del cuerpo : cuánto más la de Dios,
hecho misericordiosamente ? Mas ahora x> que es el criador del alma y del cuerpo
» de tal manera apareció mediador entre 3> y sabe estar en todas partes y no estar
» Dios y el hombre que adunando ambas x> contenido en lugar alguno, ha sabido
» naturalezas en la unidad de la perso- 3> venir sin alejarse de donde estaba, y
» na sublimase con lo insólito lo ordina- 3> ausentarse sin abandonar el lugar de
x> rio, atemperando aquello con esto 3>. 3> donde había venido 3>.
3.° Porque por este modo se completa A l 3.° que en la concepción del hom-
toda la diversidad de la generación hu- bre, que nace de la mujer, no hay algo
mana ; pues el primer hombre fue hecho inmundo, en cuanto es obra de Dios; por
del fango de la tierra sin varón y. sin mu- cuya razón se dice (Act. 10, 15), lo que
j e r , y E v a fue hecha de varón sin mu- Dios creó (1) no lo llames tú común,
jer , mas los demás hombres nacen de va- esto e s , inmundo. Sin embargo hay allí
ron y mujer. Por consiguiente quedaba alguna impureza, que proviene del pe-
un cuarto modo propio á Cristo, cual era cado, según que uno es concebido con
el nacer de mujer sin varón. concupiscencia por la unión del hombre
A l argumento 1.° diremos q u e , puesto y de la mujer; la cual sin embargo no
que el sexo masculino es más noble que tuvo lugar en Cristo, como se ha mani-
el femenino, por eso tomó la natura- festado ( C . 29, a. 2). Esto no obstante, si
leza humana en el sexo masculino. Sin hubiese allí alguna inmundicia, no se
embargo, para que no se despreciara el habría manchado por ella el Verbo de
sexo femenino, fue conveniente que t o - D i o s , que en manera alguna es suscepti-
mara la carne del cuerpo de una mujer. ble de cambio ó alteración. P o r esta ra-
P o r esta razón dice San Agustín (lib. zón dice San Agustín (lib. D e quinqué
D e agone christiano, c. 11) : « varones, hasresibus (2), c. 5) : « Dids el criador
i> no queráis despreciaros á vosotros mis- 3> del hombre, hijo del hombre, dice:
» mos ; el Hijo de Dios tomó forma de 3> ¿ qué hay en mi nacimiento que te in-
» varón. Mujeres, no queráis desprecia- 3> quieta ? no he sido concebido por la
» ros á vosotras mismas; el Hijo de Dios 3> concupiscencia y da pasión ; yo creóla
3> nació de mujer ». madre, de la que he nacido. Si el rayo
A l 2.° que, como dice San Agustín 3> solar sabe desecar las inmundicias
(cont. Paust. 1. 2 3 , c. 10) á Fausto, que 3> de las cloacas, no sabe mancharse con
le hacía esta objeción , « l a fe católica, x> ellas, ¿ cuánto más puede limpiar el
x> que cree que Cristo Hijo de Dios ha x> esplendor de la luz eterna, donde quie-
» nacido de una virgen según la carne, 3> ra que dirija sus rayos, sin que se pue-
3> no encierra en manera alguna según la 3> da manchar él mismo ?
(1) La Vulgata puri/lcavit. un apostrofe á los maniquéos, que no reconocían en Cristo sino
un cuerpo fantástico.
(2) Paganos, judíos, maniquéos, sabelianos y arríanos: es
CUESTIÓN xxxi. — A R T Í C U L O V. 4Ó9
(1) Así consta de los concilios i." de Efeso (c. 13), calcedo- ni en las ediciones más correctas.
nense y de Lctran (can. 3 v 4) bajo Marlino I. (4) MatrU según la mayoría de las ediciones i aunque Kico-
(2) En la fiesta de la Anunciación y que también se repite lai repone maris (del macho ó varón) según la letra de Aristó-
en todo el Adviento: Dcus, qui de B. Mariat Virginis ulero Veroum teles y aun de algunos manuscritos; debiendo siempre e n t e n -
'««m... caracul susclpere valuislt,... derse que el Espíritu Santo dispuso la tal materia de modo que
(3) Redunda en algunas ediciones (inclusa la áurea) el g e - supliese en la madre la virtud viril.
nitivo determinante ejus, que no se encuentra en códice alguno
410 CUESTIÓN X X X I . — ARTÍCULOS V Y VI.
Sed hoc in conceptione Christi non fuit, tampoco Cristo estuvo en Adán y Abra-
quia operatione Spiritus Sancii talis san- ham según algo determinado, y p ^ o r
guis in utero Virginia adunatus est et misma razón tampoco en los otros padres.
t i ) O (lo qué es lo mismo y más claro según los modernos (3) Corpulentam subsleniationem ó según el testo literal da
intérpretes) sine semine. San A g u s t í n (c. 20 y no 1 9 ) subslanliam cmporalem, q«
(2) Lo que aquí se indaga es si existió en el cuerpo de Adán también llama después visibilis corpuleníia.
ó de alguno de sus descendientes progenitores de Cristo al- (4) De aquí el llamarnos él mismo [llcbr. 2, 12) hermano'-
guna partícula de sustancia ó materia, de l a q u e precisamente (5) En términos equivalentes en cuanto al senttdo} n 0
A R T Í C U L O V I I . — <•«• c o m o d e c r i s t o
Al argumento 1.° diremos q u e , cuando e s t u v o e n l o s p a d r e s s o m e t i d a a l p e c a d o ? (4)
se dice que Cristo fue en Adán según la
sustancia corporal, no debe entenderse 1.° Parece que la carne de Cristo no
que el cuerpo de Cristo fue en Adán fue manchada por el pecado en los anti-
cierta sustancia corporal; sino que tal guos padres : porque se dice (Sap. 7) que
sustancia de Cristo, esto es j la materia en la divina sabiduría nada manchado
que tomó de la V i r g e n , fue en Adán co- cae; y Cristo, es la sabiduría de Dios,
mo en el principio activo, pero no como como se dice (i Cor. 1). Luego su carne
en el principio material; esto e s , que por jamas fue manchada por el pecado.
la virtud generativa de Adán y de todos 2.° San Juan Damasceno dice (Orth.
los que descienden de él hasta la B . Vir- fid. 1. 3 , c. 2 y c. 1 1 ) que Cristo tomó
gen se hizo que aquella materia se prepa- las primicias de nuestra naturaleza. Pero
rase para concebir el cuerpo de Cristo, en el primer estado la carne humana no
"ero aquella materia no fue formada en estaba inficionada por el pecado. Luego
(1) Galatinoyatgunosotrospretendían(erróneamentesegun (3) Virtud activa existente en el semen paterno parala for-»
Silvio) que Dios había designado en Adán cierta parte de su macion del feto.
sustancia, que fue pasando ó siendo transmitida de unos en (4) O infecta del pecado, esto es ¿ existió en la carne de los
otros de sus descendientes directos separadamente y con su padres ó progenitores de Cristo alguna porción inmune de p e -
primitiva determinación, hasta que de ella fue formado el cado, de la que había de formarse el cuerpo de Cristo? La con
cuerpo de Cristo. testación á esta pregunta debe ser negativa según la doctrina
(2) Nomitfris, cual equivocadamente se v e en algunos ejem- aquí sentada.
plaáes.
4Í2 CUESTIÓN X X X l . — A R T Í C U L O Vil.
(1) V. las notas 3 y 4 de la pág. 375 y la 3 de la 373 al prin- cuerpo de Cristo ; pues en esta, así individualmente consii
cipio. rada, nada había ya de que pudiera ser purificada.
(2) Entendiéndose la carne así en general ó en común, que (3) Primi, aunque en la áurea y alguna otra edición se 1
fue en efecto desinfeccionada en la parte de que se formó el purí, lo que no parece aceptable.
CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO VIII. 413
é l , como descendiente de él por razón mismo que Abraham dio diezmos á Mel-
seminal. Pero no es así del cuerpo de quisedec como á mayor, se manifiesta
Cristo, como se ha dicho (a. 7 ) . que el sacerdocio de Melquisedec, se-
A l 3.° que se dice que la carne de gún que es la figura de Cristo, es más
Cristo fue en los antiguos padres someti- grande que el sacerdocio levítico. Pero
da al pecado según la cualidad que tuvo el sacerdocio de Cristo no sigue el orí-
en sus padres, que fueron diezmados, gen de la carne, sino la gracia espiritual:
mas no según la cualidad que tiene, se- y por esto puede ser que el padre dé dé-
gún que. está en acto en Cristo, el cual cimas á algún sacerdote como el menor
no ha sido diezmado. al m a y o r ; y sin embargo su hijo, si es
A l 4.° que el sacerdocio levítico se pontífice, es mayor que aquel sacerdote,
derivaba según el origen de la carne ; y no por el origen de la carne, sino por la
por lo tanto no fue menor en Abraham gracia espiritual que tiene de Cristo.
que en L e v í . P o r consiguiente, por lo
CUESTIÓN XXXII.
Acerca de esto examinaremos: l.° ¿El Espíritu Santo fue el principio activo de la concepción de
Cristo? —2.° ¿Puede decirse que Cristo fue concebido del Espíritu Santo ? —8.° ¿Puede decirse que el
Espíritu Santo es padre de Cristo según la carne? —4.° ¿La B. Virgen hizo algo activamente en la
concepción de Cristo?
que efectuada por toda la Trinidad. (Eom. 1), según una Glosa (interl.) des-
Responderemos, que toda la Trini- pués de haber dicho de Cristo, el que ha
dad operó la concepción del cuerpo de sido predestinado para ser Hijo de Dios
Cristo ( 1 ) ; y sin embargo se atribuye con poder, se manifiesta por lo que sigue
esto al Espíritu Santo por tres razones: inmediatamente; según el espíritu de san-
1. porque conviene esto á la causa de la
a
tificación, esto e s , porque fue concebido
Encarnación, que se considera por parte del Espíritu Santo : y el ángel que
de Dios; puesto que el Espíritu Santo es anuncia este misterio por lo que había
el amor del Padre y del H i j o , como se dicho al principio, el Espíritu Santo ven-
ha manifestado en la 1. Parte ( C . 37,
a
drá sobre tí, concluye, y por esta razón
a. 1); y proviene del amor soberano de lo que de tí nacerá santo, se llamará
Dios, el que el Hijo de Dios tomase para Hijo de Dios.
sí la carne en el seno virginal; por lo A l argumento 1.°diremos, que la obra
cual dice (Joan. 3 , 16), de tal manera de la concepción es á la verdad común á
amó Dios al mundo, que dio á su Hijo toda la Trinidad ; sin embargo se atribu-
Unigénito ; 2. porque esto conviene á la
a
ye de una cierta manera á cada persona.
causa de la Encarnación por parte de la E n efecto : al Padre se atribuye la auto-
naturaleza tomada ; pues por esto se da ridad respecto á la persona del Hijo, que
í entender que la naturaleza humana fue por tal concepción tomó para sí la natu-
tomada por el Hijo de Dios en la unidad raleza humana; al Hijo se atribuye la
de persona, no por méritos algunos, sino asunción misma de la carne ; y al E s p í -
solo por la gracia, que se atribuye al ritu Santo la formación del cuerpo, que
Espíritu Santo según aquello ( i Cor. es tomado por el Hijo ; porque el mismo
12, 4), hay repartimiento de gracia, mas Espíritu Santo es el Espíritu del Hijo,
tino mismo es el Espíritu ; por cuya ra- según aquello (Gralat. 4 , 6), ha enviado
zón dice San Agustín (Enchirid. c. 40): Dios el Espíritu de su Hijo. Pero así
« este modo con que Cristo nació del E s - como la virtud del alma qum est in semi-
spíritu Santo, nos insinúa la gracia de ne, per spiritum quiin semine includitur
» Dios, por la que el hombre sin méritos forma el cuerpo en la generación de los
» anteriores desde el principio de su na- demás hombres; de la misma manera
»turaleza, en que comenzó á existir se la virtud de D i o s , que es el Hijo mis-
¡> uniese al Verbo de Dios en tanta uni- mo, según aquello ( i Cor. 1, 24), Cristo
»dad de persona, que el Hijo de Dios virtud de Dios, formó por medio del
» fuese el mismo que el Hijo del hombre Espíritu Santo el cuerpo que t o m ó ; y
»y el hijo del hombre el mismo que el esto también demuestra las palabras del
»Hijo de D i o s » ; 3 . porque conviene
a
ángel que dice, Spiritus sanctus super-
al término de la Encarnación ; pues esta veniet in te, como para preparar y for-
tuvo por término el que el hombre, que mar la materia de Cristo ; et virtus Altis-
era concebido, fuese Santo é Hijo de simi, esto e s , Cristo, obumbrabit tibi,
Dios. Pero ambas cosas son atribuidas al esto e s , la luz incorpórea de la divinidad
Espíritu Santo; pues por él los hombres recibirá en tí un cuerpo de humanidad;
se hacen hijos de D i o s , según aquello « porque la sombra es formada por la luz
(Gralat. 4, 6), por cuanto vosotros sois » y por un cuerpo » , como dice San Gre-
hijos, ha enviado Dios á vuestros cora- gorio (Moral. 1. 18, c. 12) ; y por el A l -
zones el Espíritu de su Hijo, que clama tísimo se entiende aquí el P a d r e , cuya
Mba, Padre. E l es también el espíritu virtud es el Hijo.
de la santificación, como se dice ( R o m . A l 2.°, que la misión se refiere á la
1). Luego, así como otros ,son santifica- persona ausente, la cual es enviada por
dos espiritualmeute por el Espíritu San- el Padre; pero la concepción se refiere
to, para ser hijos adoptivos, así Cristo al cuerpo tomado, el que se forma por la
es concebido por medio del Espíritu operación del Espíritu Santo. Por lo
•Santo en santidad, para que fuese el tanto, aunque la misión y la concepción
Hijo natural de Dios. P o r esta razón sean lo mismo subjetivamente, sin em-
bargo, puesto que difieren racionalmen-
(1) Como todas las operaciones llamadas ai extra. t e , la misión es atribuida al Padre, efec-
416 CUESTIÓN XXXII. — ARTÍCULOS I Y II.
tuar la concepción al Espíritu Santo, y hecho cierta mezcla del Espíritu Santo
asumir la carne al Hijo. y de la materia que suministró la Virgen;
A l 3.° q u e , como dice San Agustín lo cual es evidentemente falso. Luego no
(lib. D e quffistionibus veteris et novi T e s - debe decirse que Cristo ha sido conce-
tamenti, q. 52), se puede entender este bido del Espíritu Santo.
pasaje de dos maneras : 1. . porque la a
Por el contrario, dícese(Matth. 1 , 1 8 ) ,
casa de Cristo es la Iglesia que él edi- antes que concurriesen se halló haber
ficó para sí con su sangre; 2 . , puede de- a
concebido en el vientre del Espíritu Santo.
cirse también que su cuerpo es su m o - Conclusión. Razonablemente decimos
rada como se dice su templo. P e r o la que Cristo fue concebido del Espíritu
obra del Espíritu Santo es la obra del Santo, refiriéndonos á la formación del
Hijo de Dios á causa de la unidad de na- cuerpo asumido por su operación, como
turaleza y de voluntad. también por su consustancialidad con él
en cuanto á la persona asumente.
ARTÍCULO I I . — » c n e d e c i r s e c r i s t o Responderemos, que la concepción no
c o n c e b i d o d e l E s p i r i t o S a n t o ? (1) se atribuye esclusivamente al cuerpo de
Cristo, sino también á Cristo mismo en
1.° Parece que no debe decirse Cristo razón de su cuerpo. Pero en el Espíritu
concebido del Espíritu Santo : porque so- Santo se consideran dos clases de rela-
bre aquello ( R o m . 2), deély por élson to- ción respecto de Cristo: porque respecto
das las cosas, dice la Glosa de San A g u s - al Hijo de D i o s , que se dice haber sido
tín (ord. lib. D e nat. boni, c. 27) : « es concebido, tiene relación de consustan-
» preciso observar que no dice de ipso, cialidad, mientras que respecto al cuerpo
» sino ex-ipso ; porque por él son los cie- la tiene de causa eficiente (2). Mas esta
» los y l a tierra, puesto que él los bizo; preposición de designa ambas relaciones,
» mas no de é l , puesto que no son de su como cuando decimos que un hombre es
» sustancia. Pero el Espíritu Santo no de su padre; y por esto podemos decir
» formó el cuerpo de Cristo de su sus- convenientemente que Cristo fue conce-
» tancia». L u e g o no debe decirse Cristo bido del Espíritu Santo, de manera que
concebido del Espíritu Santo. la virtud eficiente del Espíritu Santo se
2.° E l principio activo, del que algo refiera al cuerpo tomado, y la consus-
es concebido, es como el semen en la g e - tancialidad á la persona asumente.
neración. Pero el Espíritu Santo no fue A l argumento 1.° diremos, que el
semen en la concepción de Cristo; por- cuerpo de Cristo, puesto que no es con-
que .dice San Jerónimo (Pelagio) en la sustancial al Espíritu Santo, no puede
esplicacion de la fe católica: « nosotros decirse propiamente concebido de el Es-
» no decimos, como algunos perversísi- píritu Santo (de Spiritu Sancto), sino
» mámente opinan, que el Espíritu Santo más bien por el Espíritu Santo (ex Spi-
»fuisse pro semine, sino que decimos ritu Sancto), como lo dice San Ambro-
» que por la potencia y virtud del Crea- sio ( D e Spiritu Sancto, 1. 2 , c. 5) (3):
» dor ha sido operado, es decir, formado « l o que viene de alguno, viene ó de su
el cuerpo de Cristo ». L u e g o no debe de- » sustancia ó de su potencia ; de su sus-
cirse que Cristo fue concebido del Espí- » tancia, como el hijo que procede del
ritu Santo. » padre; de su potencia, como todo lo
3.° Nada uno se forma de dos sino por » que Dios h a c e ; y así es como María
cierta mezcla. Pero el cuerpo de Cristo » concibió en su seno del Espíritu Santo?.
fue formado de la Virgen Maria. L u e g o , A l 2.°, que sobre este punto parece
si se dice que Cristo ha sido concebido haber cierta diferencia entre San Jeró-
del Espíritu S a n t o , parece que se ha nimo (4) y ciertos otros doctores, que
(1) A s í lo enseña el concilio de Letran (can. 2 y 3) en tiempo (4) Más bien Pelagio hablando como católico en su espía»» -
de Martino I. cion del Símbolo dirigida al papa Inocencio, pero recibida por
(2) Por cuanto el Espíritu Santo es consustancial á Cristo en su sucesor Zózimo, según espresamente atestigua San A£« s-
cuanto Dios, y causa eficiente de su cuerpo y concepción h u - lin, aunque rechazándola como capciosa y redactada por si
mana. autor fingiéndose fraudulentamente católico , de modo qu»
(3) No c. 25, como malamente se v e citado en algunos ejem- pudiera creerse de San Jerónimo.
plares ; pues el tal libro consta de solos 12 capítulos.
CUESTIÓN XXXII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 417
afirman que el Espíritu Santo in concep otros santos se forman por el E spíritu
tione Cristi fuisse pro semine ; pues dice S a n t o , así también el cuerpo de Cristo
Crisóstomo (super Matth. hom. 1 in es formado por el E spíritu Santo. P e r o
Op. iniperf.): <r el E spíritu Santo prece los otros santos, á causa de la predicha
i) dio al Unigénito de D i o s , que había de formación, se llaman hijos de toda la
»entrar en el seno de la V i r g e n , para Trinidad ( 3 ) , y por consiguiente del Es
i> que, precediendo aquél en la santifica píritu Santo. L u e g o parece que Cristo
j) cion, nazca é s t e , esto e s , Cristo según debe llamarse hijo del E spíritu Santo,
í> el cuerpo, divinitate ingrediente pro en cuanto su cuerpo ha sido formado
»semines. También el Damasceno dice por él.
(Orth. fid, 1. 3 , c. 2) : « l a sabiduría y la 3.°.Se dice Dios nuestro padre, por
» virtud de Dios la cubrieron con su som que nos hizo, según aquello (Deuter.
»bra, como una semilla divina» (1). 32, 6) : ¿por ventura no es él tu padre,
Pero es fácil resolver esta dificultad: por que te poseyó é hizo y te crió? Pero el
que, según que la virtud activa se en Espíritu Santo hizo el cuerpo de Cristo,
cuentra in semille, así el Crisóstomo y el como se ha dicho (a. 1): L u e g o el E spí
Damasceno comparan al E spíritu Santo ritu Santo debe decirse padre de Cristo
á la semilla ó también al H i j o , que es la según el cuerpo formado por el mismo.
virtud del Altísimo. P e r o , según que Por el contrario, dice San Agustín
in semine se entiende la sustancia corpo (Enchir. c. 40): « nació Cristo del E spí
ral, que es transformada en la concep » ritu Santo, no como hijo; y de la V í r
ción, San Jerónimo niega Spiritum Sanc » gen María, como hijo».
tum fuisse pro semine. Conclusión. De ningún modo debe de
Al 3.° que, como dice San Agustín cirse Cristo hijo del Espíritu Santo ni
(Enchirid. c. 40), no se dice del mismo de toda la Trinidad.
modo Cristo concebido ó nacido del Es R e s p o n d e r e m o s , que los nombres de
píritu Santo y de María Virgen ; por paternidad y maternidad y de filiación
que de la Virgen María lo fue mate resultan de la generación; no de una g e
rialmente, pero del E spíritu Santo efec neración cualquiera, sino propiamente de
tivamente; y por lo tanto, no tuvo aquí la de los vivientes, y sobre todo de la de
lugar la mezcla. los animales: porque no decimos que el
fuego engendrado es el hijo del fuego que
ARTÍCULO III.— AE I E spíritu santo le engendra, á no ser metafóricamente;
debo s e r l l a m a d o p a d r e d e C r i s t o s e g ú n l a sino que decimos esto solamente en los
carne ? (2) animales, cuya generación es más per
fecta. Sin embargo, no todo lo que se
1.° Parece que el E spíritu Santo debe engendra en los animales recibe el nom
llamarse padre de Cristo según la huma bre de filiación, sino solo lo que es en
nidad: porque según el Filósofo ( D e g e gendrado á la semejanza del que lo en
neratione animalium, 1. 1, c. 2) el padre gendra. P o r lo q u e , como dice San A g u s
da el principio activo en la generación y tín (E nchirid c. 39), no decimos que el
la madre suministra la materia. P e r o l a pelo, que nace del hombre, es hijo del
B. Virgen se dice Madre de Cristo á hombre ; ni tampoco decimos que el hom
causa de la materia que suministró en la bre que nace est filius seminis ; porque ni
concepción de éste. L u e g o parece que el pelo tiene analogía con el hombre, ni
también el E spíritu Santo pueda decirse el hombre, que nace ex semine la tiene
su padre, por haber sido el principio ac con este ( 4 ) , sino con el hombre que lo
tivo en la concepción del mismo. engendra; y , si hay semejanza perfecta,
2.° Así como las almas (mentes) de será perfecta la filiación ; tanto en las
(1) Locución, que debe referirse al Hijo, y no al E spíritu del concilio 2.° de Toledo, que niega y condena tal error.
Santo; pues añade luego films Dei consubsiantialis Patri velut se (3) E n equivalencia, llamándolos (Joann. i , 1 2 ; Лот. 8, 11;
mimtio divina. Gal. 3, 15,..J hijos de Dios.
(2) Confútase aquí la herejía llamada suencfeldiana¿ según (4) E ste último ejemplo no se halla en San Agustín : y el
la cual «la naturaleza humana de Cristo es engendro del E s del cabello, como también el de la lombriz ó gusano y el
»puitu Santo, padre de Cristo s e g ú n la humanidad, en cuyo del piojo.
c
" °nceplo lo engendró » ; conforme á la doctrina terminante
SOMA TEOIÓGICA.— TOMO I V . 21
418 C U E S T I Ó N X X X I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .
(i)'Efectuando la formación del feto en suplemento d e l sino hecho por el Espíritu «anto, s e g ú n observa San Agustín.
varón ó de la virtud viril. De no ser así, no se diría nacido ó Wicolai.
concebido del Espíritu S a n t o , cual se espresa en el Símbolo; (!¡) 0 bien, sin intervención de la concupiscencia.
CUESTIÓN XXXII. — ARTICULO IV. 419
lud natural y sobrenatural : por virtud las condiciones de padre de Cristo sino
natural, porque suponen que en cual- de madre; no recibió por consecuencia
quiera materia natural bay algún princi- en la concepción de Cristo la potencia
pio activo; de otra suerte creen que no activa, ni ejerció función alguna, por la
existiría la transformación natural: en lo que se erigiese en padre de Cristo: ó bien,
cual se engañan porque la transformación según algunos dicen nada hizo, de donde
se llama natural á causa de un principio se sigue que la tal potencia activa se la
intríuseco, no solo activo, sino también habría conferido superfluamente. Debe
pasivo; pues dice espresamente el Filó- pues decirse que en la misma concepción
sofo (Phys. 1. 8, t. 29 y sig.) que en los de Cristo nada operó activamente la B.
cuerpos graves y ligeros bay un principio Virgen, que solo suministró la materia;
pasivo del movimiento natural y no un pero sí hizo activamente algo antes.de la
principio activo. Tampoco es posible que concepción, preparando la materia, para
la materia obre para su formación, puesto que fuese apta á su realización.
que no existe en acto : ni es tampoco po- Al argumento 1.° diremos, que aquella
sible que algo se mueva á sí mismo, sino concepción tuvo tres privilegios : á saber,
se divide en dos partes, de las que una haber sido sin pecado origina, no del
sea la que mueve y la otra la movida; lo hombre puro sino de Dios y hombre, y
cual sucede solo en los animales, como se concepción de virgen; y estos tres los
prueba (Pbys. 1. 8, t. 30). Por su virtud tuvo del Espíritu Santo. Por esto dice el
sobrenatural, porque dicen que se re- Damasceno en cuanto á lo 1.° que el Es-
quiere para ser madre que no solo sumi- píritu Santo vino sobre la Virgen purifi-
nistre la materia (qua? est sanguis mens- cándola, esto es, preservándola de con-
truus sed etiam semen, quod commixtum cebir con pecado original; en cuanto á
virili semini babet virtutem activam in lo 2.° dice, ce y dándola la virtud suscep-
generatione. Y, como en la B. Virgen »ti va del Verbo de Dios », esto es, que
nulla fuit facta resolutio seminis á causa concibiese al Verbo de Dios; y en cuanto
de su integérrima virginidad, dicen que á lo 3.° dice, ce concediéndola á la vez la
el Espíritu Santo la otorgó virtud activa 5> generativa », esto es, que permanecien-
en la concepción del cuerpo de Cristo, la do Virgen, pudiese engendrar; no acti-
que otras madres tienen per semen reso- vamente, sino pasivamente, como lo ob-
lutum. Mas esto no puede sostenerse; por- tienen las demás madres ex semine viri.
que, dado que cada cosa es por su opera- Al 2.° que la potencia generativa en la
ción, según se dice (De ccelo, 1. 2, t. 17), mujer es imperfecta por relación á la po-
la naturaleza,no distinguiría para la obra tencia generativa que existe en el varón.
de la generación los sexos masculino y Por lo tanto, así como en las artes el arte
femenino, si no fuese distinta la opera- inferior dispone la materia y el superior
ción de aquel de la de este; y en la ge- da la forma, como se dice (Phys. 1. 2,
neración son distintas las operaciones del t. 25); así también la virtud generativa
agente y del paciente. Resulta pues que de la mujer prepara la materia y la virtud
toda la virtud activa está de parte del activa del hombre da forma á la materia
varón, siendo de la hembra la pasiva; ra- preparada.
zón por la que no hay distinción de ma- Al 3.° que, para que la transmutación
cho y hembra en las plantas, en las que sea natural, no se requiere que haya en
ambas fuerzas se refunden en una. Así la materia un principio activo, sino sola-
pues, no habiendo la.B. Virgen recibido mente pasivo, como se ha dicho.
CUESTIÓN XXXIII.
Trataremos del modo y orden de la concepción de Cristo, sobre lo cual investigaremos : i.° ¿El
cuerpo de Cristo fue formado en el primer instante de su concepción ? — 2.° ¿ Fue animado en el pri-
mer instantede su concepción?—3.° ¿Fue tomado por el Verbo en el primer instante de la concep-
ción ? — 4.° & Aquella concepción fue natural ó milagrosa ?
bien porque no hay aumento sin movi- miento local de la materia al lugar de la
miento local, bien porque procede de la generación.
virtud del a l m a , operando y a en el A l 4.° que el aumento se produce por
cuerpo formado y que no obra sino en el la potencia aumentativa de lo mismo que
tiempo. Pero la formación misma del es aumentado; mientras que la forma-
cuerpo, en la que consiste principalmente ción del cuerpo tiene lugar por la poten-
la razón de la concepción, fue instantá- cia generativa, no del que es engendrado,
nea, por dos razones : 1. por la virtud sino del que engendra ex semine, in quo
a
infinita del agente, esto e s , del Espí- operatur vis formativa ab anima patris
ritu Santo, por el que fue formado el derivata. Pero el cuerpo de Cristo no fue
cuerpo de Cristo, como se ha^dicho (C. formado ex semine viri, como se ha di-
32, a. 1); pues tanto más pronto puede cho ( C . 3 2 , a. 1 ) , sino por obra del E s -
algún agente disponer la materia, cuanto píritu Santo. P o r consiguiente debió ser
es de mayor virtud; y por consiguiente tal esta formación, como convenía al E s -
el agente de virtud infinita puede dispo- píritu S a n t o ; al paso que su acrecenta-
ner instantáneamente la materia para la miento fue producido según la potencia
forma debida; 2 . por parte de la per- aumentativa del alma de Cristo, la que
a
sona del H i j o , cuyo cuerpo se formaba; siendo conforme la misma especie con la
pues no era conveniente que tomase el nuestra, del mismo modo debió ser au-
cuerpo humano sino formado. M a s si an- mentado aquel cuerpo, como son aumen-
tes de la formación perfecta hubiera pre- tados los^ cuerpos de los otros hombres,
cedido algún tiempo de la concepción, para que por eso se manifestase la ver-
no podría atribuirse toda la concepción dad de la naturaleza humana.
al Hijo de D i o s , la cual no se le atribuye
sino en razón de su asunción. Y por esto ARTÍCULO I I . — ¿ E I cuerpo de cristo
en el primer instante, en que la materia fue animado e n e l primer instante de s u con-
reunida llegó al lugar de la generación, cepción ?
el cuerpo de Cristo fue perfectamente
formado y asumido ; y así se dice que el l.° Parece que el cuerpo de Cristo no
Hijo de Dios ha sido concebido, lo cual fue animado en el primer instante de su
no podría decirse de otra manera (1).- concepción porque dice el P a p a León en
Al argumento 1.° diremos, que aquel su carta á Juliano (edit. V e n . 3 5 , q. 25,
doble pasaje de San Agustín no se re- n. 1 1 ) : « n o era de otra naturaleza la
fiere únicamente á la formación del x> carne de Cristo que la nuestra ; ni tam-
cuerpo de Cristo, sino á la formación si- » poco le fue inspirada desde el principio
multáneamente con determinado aumento » otra alma que á los demás hombres ».
(1) Mlcéforo ( 1 , 1 7 , c. 28) aduce el siguiente anatematismo » primeramente formado en el útero d é l a Santa Virgen y que
uno de los concilios de Constantinopla, sin determinar cuál » después se unió á él el Dios Verbo y su alma, ya antes exis-
'ese :« si alguno dice ó siente que el cuerpo del Señor f u e tente ; sea anatema.
422 CUESTIÓN XXXIII.—ARTÍCULO II.
E s así que á los otros hombres no se les Espíritu Santo, es necesario decir que
infunde el alma en el primer instante de el Verbo de Dios tomó el cuerpo de
su concepción. L u e g o tampoco debió ser Cristo en el instante mismo en que era
infundida al cuerpo de Cristo en el pri- concebido. Pero se ha manifestado (C.
mer instante de su concepción. 6 , a. 1 y 2 ) , que el Verbo de Dios tomó
2.° E l alma, como cualquiera forma na- el cuerpo mediante el a l m a ; y el alma
tural, requiere determinada cantidad en mediando el espíritu, esto e s , el entendi-
su materia. Pero en el primer instante de miento. L u e g o fue preciso que en el pri-
su concepción el cuerpo de Cristo no tuvo mer instante de la concepción fuera ani-
tanta cantidad, cuauta tienen los cuer- mado el cuerpo de Cristo por su alma
pos de los otros hombres, cuando son ani- racional.
mados, de lo contrario, si continuamente A l argumento 1.° diremos, que el prin-
se hubiese aumentado después, ó habría cipio de la inspiración del alma puede
nacido más pronto ó hubiese sido en su considerarse de dos modos : 1.° según la
nacimiento de mayor tamaño que los disposición del cuerpo, y así no fue ins-
otros niños: de cuyas hipótesis la pri- pirada el alma en el cuerpo de Cristo por
mera es contraria á San Agustín ( D e otro principio que en los cuerpos de los
Trinit. 1. 4 , c. 5 ) , donde prueba que demás hombres : porque, así como ins-
aquel estuvo por espacio de nueve meses tantáneamente de formado el cuerpo de
en el seno de la V i r g e n ; y la segunda es otro hombre se infunde el alma, así fue
contraria al Papa León que (serm. en Cristo: 2.° solamente según ei tiempo;
Epiphan.4, c. 3) dice que los Magos y así puesto que el cuerpo de Cristo fue
encontraron al niño Jesus « que en nada formado de una manera perfecta antes
» era diferente (1) de la generalidad de en tiempo, también fue animado tempo-
» la infancia humana ». L u e g o el cuerpo ralmente antes.
de Cristo no fue animado en el primer A l 2.° que el alma requiere la debida
instante de su concepción. cantidad en la materia á la que se in-
3.° Donde quiera que hay antes y des- funde ; pero esta cantidad tiene una
pués, es preciso que haya muchos instan- cierta latitud, puesto que puede ser más
tes. Pero según el Filósofo ( D e genera- ó menos grande. Pero la cantidad corpo-
tione animalium, 1. 2, c. 3 y c. 4 ) en la ral, que t i e n e , cuando en él se infunde
generación del hombre se requiere antes y primeramente el alma , es proporcionada
después ; pues antes es lo v i v o , luego el á la cantidad perfecta, á la que llegará
animal, y después el hombre. L u e g o la por el aumento ; esto e s , de modo que
animación de Cristo no pudo perfeccio- los cuerpos de hombres mayores tengan
narse en el primer instante de su con- mayor cantidad en la primera animación.
cepción. Mas Cristo en la edad perfecta tuvo una
Por el contrario, dice San Juan D a - cantidad conveniente y moderada, á la
masceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 2): así que que se proporcionaba la cantidad que
» existió la carne, fue simultáneamente tuvo su cuerpo en el tiempo en que son
» la carne del Verbo de D i o s : é instan- animados los cuerpos de los demás hom-
ce táneamente su carne animada por un bres ; sin embargo la tuvo menor en el
» alma racional é intelectual i¡>. principio de su concepción. Mas aquella
Conclusión. El cuerpo de Cristo debió pequeña cantidad no era tan pequeña,
ser y fue informado por su alma racional que no pudiera conservarse en ella la ra-
en el instante mismo de su concepción. zón de cuerpo animado, siendo así que
Responderemos que, para que la con- en tal cantidad son animados los cuerpos
cepción sea atribuida al mismo Hijo de de ciertos hombres pequeños (2).
D i o s , como confesamos en el Símbolo, A l 3.° que en la generación de los
cuando decimos, que fue concebido del otros hombres tiene lugar lo que dice el
(í) Dissimilem según el testo literal del mismo San León y (2) Como los que vulgarmente llamamos enanos, porque «o
la mayoría de los mejores impresos y manuscritos ; no discre- crecen hasta obtener la estatura ordinaria ; ó también pigmeos
tum, como se lee en algún códice y e n las ediciones romanas voz que en griego significa codo, cuya longitud apenas alcan-
y alguna otra, entre las que la áurea anota sin embargo mar- zan ó esceden, según observa San A g u s t í n (Pe civ. Dci, 1- '6,
ginalmente l a variante. c. 8) refiriéndose á Plinio y Gelio.
CUESTIÓN XXXIII.—ARTÍCULOS II Y I I I . 423
(1) Consúltese lo espuesto en la 1." P. C. 76, a. 3, al 3." ; y enos que « Cristo era puro hombre y no verdadero Dios, de-
C- li8, a. 2, al 2.» » biendo llamarse solo hombre divino ».
(2) Según Fotino «Cristo fue primeramente puro hombre y Í3) V. la C. 6, a. i y 2.
* l">es consiguió ser Hijo de Dios por el mérito de su buena
lles
(4) Perfecta y humana, cual no lo es ni puede decirse pro-
•rola» : herejía condenada por Eugenio IV en el concilio de piamente tal en su forma de simple embrión ó feto antes de su
' orencia °ntra el mismo Fotino, Ebion, Ccrinto, Marcion, ' animación.
c
Vamos á tratar de la perfección de la prole concebida, sobre lo cual se ofrecen estos cuatro ar-
tículos: 1.° ¿Fue santificado Cristo por la gracia en el primer instante de su concepción? — 2.° ¿Tuvo
en el mismo instante el uso del libre albedrío ?—3.° ¿Pudo merecer e n e l mismo instante? — 4 . ° ¿Fue
plenamente comprensor en el mismo instante?
c i r , p o r q u e , c u a n d o n o fue h o m b r e , n o p o r l o t a n t o el u s o d e l l i b r e a l b e d r í o es
t u v o s a n t i d a d h u m a n a ; y p o r eso á la a c t o d e l a v o l u n t a d y d e l a r a z ó n ó del
vez fue h e c h o h o m b r e y h o m b r e s a n t o ; e n t e n d i m i e n t o . P e r o el a c t o d e l entendi-
p o r l o c u a l d i c e el á n g e l ( L u c . 1), lo m i e n t o p r e s u p o n e e l a c t o d e l s e n t i d o , que
Santo que de tí nacerá; l o c u a l a l e x p l i - n o p u e d e e x i s t i r s i n l a c o n v e n i e n c i a de
c a r l o S a n G r e g o r i o ( M o r a l . 1. 18, c. 27) l o s ó r g a n o s , l o s c u a l g s n o p a r e c e haber
dice : « afírmase que J e s ú s n a c e r í a santo, e x i s t i d o e n el p r i m e r i n s t a n t e d e l a con-
» p a r a distinguir su s a n t i d a d de la n u e s - c e p c i ó n d e C r i s t o . L u e g o p a r e c e que
» t r a : p o r q u e n o s o t r o s , si s o m o s h e c h o s C r i s t o n o p u d o t e n e r e l u s o d e s u libre
» s a n t o s , n o n a c e m o s sin e m b a r g o t a l e s , a l b e d r í o e n el p r i m e r i n s t a n t e d e su con-
T> p o r q u e e s t a m o s s u j e t o s á l a c o n d i c i ó n cepción.
» misma de nuestra naturaleza corrupti- P o r e l c o n t r a r i o , d i c e S a n Agustín
» b l e ; m i e n t r a s q u e solo n a c i ó s a n t o v e r - ( l i b . D e T r i n i t a t e ; G r e g . i n Registro,
» d a d e r a m e n t e el q u e n o h a sido conce- l i b r o 9, e p i s t . • 6.1) : « t a n l u e g o como el
¿ b i d o p o r l a u n i ó n c a r n a l ». » V e r b o e n t r ó e n e l s e n o d e l a Virgen,
A l 3.° q u e el P a d r e o b r a d e u n a m a - » c o n s e r v a n d o á l a v e z l a v e r d a d de la
n e r a l a c r e a c i ó n d e l a s c o s a s p o r el H i j o » p r o p i a n a t u r a l e z a , se h i z o c a r n e y hom-
y de otra t o d a la T r i n i d a d la santifica- » b r e p e r f e c t o ». P e r o e l h o m b r e perfec-
c i ó n d e l o s h o m b r e s p o r el h o m b r e C r i s - t o t i e n e e l u s o d e l l i b r e a l b e d r í o . Luego
t o : p o r q u e el V e r b o de D i o s tiene l a C r i s t o t u v o e n el p r i m e r i n s t a n t e de su
m i s m a v i r t u d y l a m i s m a o p e r a c i ó n cOn c o n c e p c i ó n el u s o d e l l i b r e a l b e d r í o .
D i o s P a d r e , p o r c u y a r a z ó n el P a d r e n o C o n c l u s i ó n . Cristo tuvo según su hi-
o b r a p o r el H i j o , c o m o p o r i n s t r u m e n t o manidad el pleno uso de su libre albedrío
q u e m u e v e lo m o v i d o ; al p a s o q u e la h u - desde el momento mismo de su concepción.
m a n i d a d d e C r i s t o es c o m o i n s t r u m e n t o R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o s e h a dicho
d e l a d i v i n i d a d , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 13, ( C . 7, a. 12; y C . 19, a. 3 ; y C . 33, a,
a. 3) : y p o r l o t a n t o l a h u m a n i d a d d e 3 , a l 3.°), á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , que
C r i s t o es s a n t i f i c a n t e y s a n t i f i c a d a . t o m ó C r i s t o , c o n v i e n e l a p e r f e c c i ó n es-
p i r i t u a l , e n l a c u a l n o p r o g r e s ó , sino que
ARTÍCULO I I . — ¿ c r i s t o e n ci primer
l a t u v o i n m e d i a t a m e n t e d e s d e el princi-
i n s t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n t u v o e l u s o del li-
p i o . P e r o l a p e r f e c c i ó n ú l t i m a n o consis-
bre albedrío ?
l.° P a r e c e que Cristo como hombre tí) No c. 3 , cual se cita en ediciones antiguas.
CUESTIÓN XXXIV.—ARTÍCULOS II Y III. 427
tuvo la plenitud de la gracia santificante, que el uso del libre albedrío, que tuvo
asi tuvo la plenitud de la verdad conoci- Cristo como hombre en el primer instan-
da, según aquello (Joan. 1, 1 4 ) , lleno de te de su concepción, no fue meritorio.
gracia y de verdad. Por consiguiente, 3.° L o que una vez ha merecido algu-
(1) Elícito por la polencia, siendo esla misma autonomás- ( 3 ) Ya se entienda lo natural en contraposición á lo volun-
licamente el acto primero. tario, en cuyo sentido quiere decir que no merecemos por las
(2) Y en efecto mereció, ofreciéndose como víctima por la pasiones (C. 24, a. 1 al 3 . " en la t.'-i."); y a como opuesto á lo
redención del género humano, según hace constar el Apóstol sobrenatural, y en este concepto no podemos merecer por ello
(Hebr. 10, 8 y 9) reproduciendo las palabras del Salmo 119, sin la gracia (C. 114, a. 2 y 3 J .
v
. i : ecce nenio,... ut faclam, Beus, vohmlalem luam.
428 CUESTIÓN XXXIV. — ARTÍCULOS III Y IV.
( i ) Y continuó mereciendo sin interrupción hasla el mo- (2) « Cual lo era la naturaleza que Cristo asumió », añade
mento mismo de su muerte mediante el uso continuo de su aquí Mediéis, adición que no se v e aceptada por las demás
libre albedrío, sin que nada le impidiese el ejercicio de sus ediciones ni consignada en códice alguno.
virtudes en sus operaciones internas.
CUESTIÓN XXXIV. — ARTÍCULO IV. 429
cepcion, cuando aún no había sufrido io dicho (a. 3), no fue conveniente que
pasión alguna. Cristo en su concepción recibiera la gracia
3.° L o que no conviene ni al hombre habitual solamente sin el acto; pues reci-
ni al ángel parece ser propio de D i o s , y bió la gracia sin medida, como se ha dicho
por tanto no conviene á Cristo como ( C . 7, a. 9, 10 y 12), Pero la gracia del
nombre. P e r o no conviene ni al hombre viador, siendo inferior á la gracia del
ni al ángel ser siempre bienaventurados, comprensor; tiene una medida menor
porque, si lo hubieran sido por natura- respecto d é l a gracia del comprensor (1).
leza, no habrían pecado después. L u e g o Por lo cual es evidente que Cristo en el
Cristo como hombre no fue bienaventu- primer instante de su concepción recibió,
rado en el primer instante de su concep- no solo tanta gracia, cuanta tienen los
ción. comprensores, sino también mayor que
Por el contrario, dícese ( P s . 6 4 , 5 ) todos estos. Y , puesto que aquella gracia
bienaventurado aquel que escogiste y to- no fue sin el acto, es consiguiente que
maste; lo cual según la Glosa (ord. Aug.) fue comprensor en acto, viendo á Dios
se refiere á la naturaleza humana de por esencia más claramente que las de-
Cristo, que fue tomada por el Verbo de mas criaturas.
Dios en la unidad de persona. P e r o en A l argumento 1.° diremos q u e , como
el primer instante de la concepción fue se ha dicho (C. 19, a. 3, al 1.°), Cristo
tomada la naturaleza humana por el no mereció la gloria del alma, según la
Verbo de Dios en la unidad de persona. que se dice que es comprensor; sino la
Luego en el primer instante de su con- gloria del cuerpo, á la que llegó por su
cepción Cristo como hombre fue bien- Pasión.
aventurado, lo cual es ser comprensor. D e lo espuesto se deduce la contesta-
Conclusion. Cristo fue perfecto com- ción al 2.°
drensor en acto desde el primer instante A l 3.°, que Cristo, porque fue Dios y
de su concepción, viendo á Dios por hombre, tuvo también en su humanidad
esencia más claramente que todas las de- algo que no tuvieron las otras criaturas,
mas criaturas. esto e s , el ser bienaventurado inmediata-
Responderemos q u e , como consta de mente desde el principio.
(1) Lo cual según Silvio debe entenderse, no de la gracia aventurados ; sino respecto de su término final ó posesión per-
habitual del comprensor en cuanto a su intención, que puede fecta é inamisible.
•ser igual y aun mayor en algún viador que en algunos bien-
C U E S T I Ó N X X X V .
Natividad de Cristo.
del nacimiento.
porque dice San Agustín (Fulgentius, no. Como al sujeto se atribuye á l o que
libr. De Jide ad Petrum, c. 2) : « l a na- nace; y esto es propiamente la hipóstasi,
» turaleza eterna y divina no podría ser ñ o l a naturaleza: porque, siendo e l nacer
» concebida y nacer de la naturaleza hu- ser en cierto modo engendrado , al m o d o
» mana, sino según la verdad de esta na- que se engendra una cosa, para que exis-
» turaleza». Si pues conviene á la natu- ta, de la misma manera nace algo p a r a
raleza divina ser concebida y nacer por que exista. M a s el ser es propiamente d e
razón de la naturaleza humana, mucho la cosa subsistente; porque la forma que
más conviene á ésta. no subsiste se dice que existe solamente,
2.° Según el Filósofo ( M e t . 1. 5,t. 5 ) , puesto que es algo ; mientras que la p e r -
« la palabra naturaleza se ha tomado de sona ó hipóstasi se significa por modo del
» nacerá; y las denominaciones se hacen que subsiste (1), y la naturaleza s e sig-
con arreglo á la conveniencia de la seme- nifica por modo de la forma, por la que
janza. L u e g o parece que el nacimiento algo subsiste. Y por eso el nacimiento
más pertenece á la naturaleza que á la como al sujeto naciente se atribuye pro-
persona. piamente á la persona ó hipóstasi, no a
3.° N a c e propiamente lo que comienza la naturaleza; pero como al término se
á existir por el nacimiento. P e r o por el atribuye el nacimiento á la naturaleza;
nacimiento de Cristo no comienza á exis- pues el término de la generación y de
tir la persona de Cristo, sino su natura- cualquier nacimiento es la forma, y la
leza humana. L u e g o parece que el naci- naturaleza se significa por modo d e la
miento pertenece propiamente á la natu- forma. P o r esta razón se dice que el n a -
raleza , no á la persona. cimiento es el camino á la naturaleza,
Por el contrario, dice el Damasceno como consta por el Filósofo (Phisyc.
(Orth. fid. 1. 3 , c. 2 , 3 y 6), «. el naci- 1 . 2 , t. 14) ; porque la intención de la
» miento es de la hipóstasi, no de la na- naturaleza termina en la forma ó natura-
»turaleza ». leza de la especie.
Conclusión. La natividadó nacimiento
(1) Siendo ella la que propiamente nace en esta ó aquella
se atribuye á la persona ó hipóstasi como naturaleza.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULOS I Y II. 431
Al argumento 1.° diremos, que á causa cimiento, por el que nació del P a d r e , no
de la identidad que hay en Dios entre la sufre interrupción, puesto que es eter-
naturaleza y la hipóstasi, á veces la na- no i^4), lo cual sin embargo se requiere
turaleza se toma por la persona ó hipós- para legitimar la palabra bis; por que
tasi;- y según esto dice San Agustín (1) se dice que corre dos veces el que corre
que la naturaleza divina ha sido conce- con interrupción. Luego parece que en
bida y nacida, puesto que la persona del Cristo no deben considerarse dos naci-
Hijo fue concebida y nacida según la mientos.
naturaleza humana. Por el contrario, dice el Damasceno
Al 2.°, que ningún movimiento ó mu- (Orth. fid. 1. 3 , c. 7 ) : « confesamos dos
tación se denomina por el sujeto que es » nacimientos de Cristo ; uno eterno, que
movido, sino por el término del movi- » es del Padre ; y el otro, por el que vino
miento , del que trae la especie; y por » en estos últimos tiempos por nosotros».
esto el nacimiento no se denomina por la Conclusión. Hay en Cristo dos natu-
persona que nace, sino por la naturaleza ralezas ó término de nacimiento: una
que tieue por término el nacimiento. eterna, por la que procede del Padre; y
Al 3.°, que la naturaleza, propiamente otra temporal, según la que nació de
hablando, no comienza á existir, sino más madre.
bien es la persona la que comienza á Responderemos que, como se ha dicho
existir en alguna naturaleza, puesto que, (a. 1 ) , la naturaleza se compara al naci-
como se ha dicho, la naturaleza se signi- miento como el término al movimiento ó
fica como por la que algo e s , mientras mutación; y el movimiento se diversifica
que la persona se indica como la que tiene según la diversidad de los términos, como
ser subsistente. consta por el Filósofo (Physic. 1. 5 , t. 4 1
y 42). Pero en Cristo hay dos naturale-
ARTÍCULO I I . — D e b e a t r i b u i r s e & zas, divina y humana, de las cuales la
Cristo a l g ú n n a c i m i e n t o t e m p o r a l ? (2) una la recibió ab aterno del P a d r e , y la
otra la recibió temporalmente de la Ma-
1.° Parece que no debe atribuirse á dre : y por eso es necesario atribuir á
Cristo nacimiento alguuo temporal: por- Cristo dos nacimientos ; uno, por el que
que nacer es como cierto movimiento de nació eternamente del Padre, y otro, por
cosa no existente antes que nazca y « que el que nació temporalmente de la Madre.
i> debe al beneficio del nacimiento el exis- Al argumento 1.° diremos, que esta
tir» (3). Pero Cristo existió ab (¡eterno. fue la objeción de cierto hereje llamado
Luego no pudo nacer temporalmente. Feliciano, la cual San Agustín (lib. Con-
2." Lo que es perfecto en sí no nece- tra Felicianum, c. 12) refuta a s í : « su-
sita del nacimiento ; y la persona del Hijo » pongamos, dice, como muchos quieren,
de Dios fue perfecta ab (Eterno. Luego » que hay en el mundo un alma general;
no necesita del nacimiento temporal, y » que vivifique todas las semillas con un
por lo tanto parece que no nació tempo- » movimiento inefable, de manera que sin
ralmente. »identificarse con las cosas, que son pro-
3.° El nacimiento conviene propiamente » ducidas, dé la vida ella misma á las
á la persona; y en Cristo no hay más que » que han de ser engendradas, esto es,
una sola persona. Luego hay en él un » que cuando ésta ha llegado al útero
solo nacimiento. » para formar la materia pasible para sus
4.° Lo que nace en dos nacimientos » fines, hace que lo que no consta tiene
nace dos veces. Pero parece falso decir, » la misma sustancia que ella, forme una
« Cristo nació dos veces »; porque su na- » misma con ella, y por la actividad del
(1) Más bien San Fulgencio, quien parece haber tomado esa Los arríanos negaban el primero suponiendo en Cristo única-
locación dol uso de los g r i e g o s . mente naturaleza humana ; y por el contrario los proclianos ó
(2) Es dogma de fe, definido por el Concilio 5.° general de proclianitas desconocían el segundo, admitiendo en él solo la
Constantmopla (act. 2, cap. 2),'por el de Letran (can. 4) bajo naturaleza divina.
Marlino I, por el 1." d e Nicéa y por todos los posteriores legí- (3) Id agens beneficio nativitalis, ut sil, ó b i e n , id estagens...
timos, que han reproducido "el.Símbolo de ISicéa en per.fecta según el testo de San Agustín conforme con el manuscrito; no
consonancia con el apostólico que « deben atribuirse á Cristo indigens, cual se v e en algunas ediciones. Kicolai.
»dos nacimientos : eterno el uno por el que procede del Padre; (4J V . la definición de la eternidad según Boecio en el 1.1."
• y temporal el otro como hijo en cuanto hombre de su madre». pág. 65, C. 10, a. 1 de la 1.' P.
432 CUESTIÓN XXXV.—ARTÍCULOS II Y I I I .
» alma y pasividad de la materia de las que corre en dos tiempos, así puede de
» dos sustancias un solo hombre; y así cirse que nace dos veces el que nace una
» decimos que el alma nace del útero (1), vez en la eternidad y otra en el tiempo;
» n o porque antes que naciese no haya porque la eternidad y el tiempo difieren
в sido enteramente en cuanto á lo que la mucho más que dos tiempos, aunque uno
» concierne. A s i , pues, de una manera y otro designen una medida de duración,
» más sublime aún el Hijo de Dios nació
в como hombre de su M a d r e , al modo ARTÍCULO I I I . — *«•« n. virgen puede
» mismo que se enseña que el alma nace decirse ¡Madre de Cristo según su nacimiento
» con el cuerpo, no porque ambos tengan temporal? (SJ
» l a misma materia, sino porque de las
в dos se hace una sola persona. Sin em 1.° Parece que según el nacimiento
в bargo, no decimos que el Hijo de D i o s temporal de Cristo la B . Virgen no puede
» comenzase desde el principio de su car decirse su M a d r e ; porque, como se ha
в n e , no sea que alguno crea temporal la dicho ( C . 32, a. 4 ) , la B . Virgen María
» deidad; ni reconocemos la carne del nada obró activamente en la generación
» Hijo de Dios eterna, para que no pen de Cristo, sino solo suministró la mate
в sernos que recibió, no la verdad de ria. Pero esto no parece ser suficiente
» cuerpo h u m a n o , sino cierta i m a g e n » . para la razón de madre : de otra suerte
A l 2.° que este fue el razonamiento de se diría que la madera es madre de una
Nestorio que San Cirilo refuta en una cama ó de un escaño. L u e g o parece que
carta (2) (conc. E phes. parte 1, c. 8) la B . Virgen no puede decirse Madre de
cuando d i c e : « no decimos que el Hijo Cristo.
» de Dios haya tenido necesidad por sí de 2.° Cristo nació milagrosamente de la
» un segundo nacimiento después del que B . Virgen ( 4 ) ; y la generación milagro
в tiene de su Padre : porque es insensato sa no basta para la razón de maternidad
» é ignorante decir que el que existió án ó de filiación; pues no decimos que E va
» t e s de los siglos todos y coeterno con el fuese hija de Adán. L u e g o parece que
в P a d r e , tenga necesidad de comenzar tampoco Cristo debe decirse hijo de la
врага existir una segunda vez. Pero, B . Virgen.
» puesto que procedió de mujer uniéndose 3.° Parece pertenecer á la madre de
» así según la subsistencia por nosotros y cisio seminis; m a s , como dice el Damas
» por nuestra salvación lo que es huma ceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 2 y 7 ) , el cuerpo
» no; por esto se dice nacer carnalmente». de Cristo fue formado por el E spíritu
A l 3.° que el nacimiento pertenece á la Santo, no seminalmente, sino como ac
persona como á su sujeto, y á la natura tor : luego parece que la B . Virgen no
leza como á su término. Pero es posible debe decirse Madre de Cristo.
á u n sujeto tener muchas transmutacio Por el contrario, léese (Matth. 1,1S),
nes, las cuales sin embargo es necesario la generación de Cristo era así : estando
que varíen según los términos; lo cual María Madre de Jesús desposada con
empero no lo decimos, como si el naci José, etc.
miento eterno fuese un cambio ó movi Conclusión. La Santísima Virgen es
miento, sino porque se significa por modo verdadera y natural Madre de Cristo se
de mutación ó movimiento. gún su nacimiento temporal.
A l 4.° que se puede decir Cristo nacido Responderemos, que la B. Virgen es
dos veces según dos nacimientos: porque, verdadera y natural Madre de Cristo;
así como se dice que corre dos veces el porque, como se ha dicho ( C . 5, a. 2) (5),
(1J Tío como el cuerpo, que es formado en el útero mismo. guraba a haber tomado Cristo su carne, no de madre, sino de
B
(2) La 4 . , dirigida á Nestorio é inserta en las actas de los » los elementos », Apolinar que se la atribuía « antesecular V
Concilios de E f e s o , Calcedonia (act. 1 ) y 6.° ecuménico » consustancial traída del cielo », comolos mennonitas 1c su
(mt. 11)'. ponían « cuerpo tomado de la sustancia misma de Dios Padre
(3) A s í se colige de lo espuesto en la C. 3 1 , a. 4, 5, y 6 en » en el cielo, y no de la carne de la Virgen ».
conformidad con los santos E vangelios, que llaman á María (4) De su vientre y en su vientre, pues la concepción misa»
Madre de Jesús (Joan. 2) y Madre del Señor (Luc. 1) contra la la hizo y a madre, siéndolo por 'consiguiente antes del parto
herejía de Valentín, quien decía que « la Bienaventurada Vír mismo.
» g e n no es verdadera Madre de Cristo, que pasó por ella sin (5) Ténganse también presentes l a C 31, a. 5 ; y C 32, a.
stomar nada de ella » ; coincidiendo con él Apeles, que ase
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULOS III Y I V . 433
(1) San Juan Damascano (1. 3, c. 12) indica no ser conve- y varios otros Pontífices.
niente emplear la denominación de Cristipara, para evitar el (3) No en el sentido de concupiscente sensualidad, sino para
error de Nestorio, que abusaba de ella con el objeto de no indicarque realmente lo engendró d e s u propia carne ysangre,
llamarla Deipara. según lo espuesto en la C 31, a. 5.
(2) Contra la herejía do Ibas, Edisorio, Teodoro y Nestorio, (4) En el que la concepción de Cristo fue y a completamente
según los cuales o Moría no es ni debe decirse Madre de Dios»; perfecta ; á diferencia de los demás niños, cuya concepción se
anatematizada por los concilios 1.° de Efeso, 6." de Constanti- perfecciona después paulatinamente.
nopla, Calcedonensey de Letran, como también por Paulo IV
SOMA T E O L Ó G I C A TOMO IV. 28
434 C U E S T I Ó N X X X V . — A R T Í C U L O S IV Y V .
l a n a t u r a l e z a h u m a n a , como se h a dicho » n e r a c i o n d e C r i s t o ; p o r q u e el V e r b o de
( C . 33, a. 3 ) ; e s c o n s i g u i e n t e q u e p u e d e » D i o s n a c i ó d e l a s u s t a n c i a d e D i o s Pa-
decirse v e r d a d e r a m e n t e q u e D i o s fue con- » d r e ; p e r o p u e s t o q u e t o m ó c a r n e es n e -
cebido y nacido d e la V i r g e n . P e r o se » c e s a r i o c o n f e s a r q u e n a c i ó d e m u j e r se-
llama u n a mujer madre de alguno, por » g u n l a c a r n e » . L u e g o d e b e d e c i r s e que
haberlo concebido y engendrado : por lo l a B . V i r g e n s e d i c e M a d r e d e D i o s , no
c u a l s i g ú e s e q u e la B. Virgen se dice ver- p o r q u e s e a l a m ' a d r e d e l a d i v i n i d a d , sino
daderamente Madre de Dios; p o r q u e solo p o r q u e es l a M a d r e s e g ú n l a humanidad
s e p o d r í a n e g a r q u e l a P>. V i r g e n e s M a - d e l a p e r s o n a q u e t i e n e l a d i v i n i d a d y la
d r e d e D i o s e n el caso e n q u e ó l a h u m a - humanidad.
nidad hubiera estado sometida á la con- A l 3.° q u e e s t e n o m b r e D i o s , aunque
cepción y al nacimiento antes que aquel s e a c o m ú n á l a s t r e s p e r s o n a s , sin em-
h o m b r e hubiese sido el H i j o d e D i o s b a r g o u n a s v e c e s s e e m p l e a p o r sola l a
como supuso Fotino, ó que la humanidad p e r s o n a d e l P a d r e , o t r a s p o r s o l a l a del
n o h u b i e s e sido t o m a d a en la u n i d a d d e H i j o ó d e l E s p í r i t u S a n t o , c o m o se lia
persona ó hipóstasi del V e r b o de Dios, e s p u e s t o ( C . 16 , a . 1 y 2):. y a s í , cuando
c o m o s u p u s o JSTestorio (1). P e r o a m b a s se d i c e : « l a B . V i r g e n e s M a d r e d e
hipótesis son erróneas : por consiguiente » D i o s » , e s t e n o m b r e D i o s s e p o n e por
es herético negar que la B. Virgen es Ma- sola la p e r s o n a del H i j o encarnada.
dre de Dios.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s t a f u e ARTÍCULO V - — n o y e n cristo dos oiia.
la objeción d e N e s t o r i o , la cual se refuta clones?
diciendo q u e , a u n q u e en la E s c r i t u r a no
se h a l l e e s p r e s a m e n t e dicho q u e l a B . V i r - l . ° P a r e c e q u e e n C r i s t o h a y d o s filia-
g e n sea la M a d r e de D i o s ; se encuentra c i o n e s : p o r q u e e l n a c i m i e n t o e s c a u s a de
sin e m b a r g o en ella d e u n a m a n e r a e s - filiación; y e n C r i s t o h a y d o s nacimien-
p r e s a q u e J e s u c r i s t o es el v e r d a d e r o t o s . L u e g o t a m b i é n h a y e n é l d o s filia-
D i o s , como se v e ( i J o a n , u l t . ) , y q u e ciones.
la B . V i r g e n es l a M a d r e d e J e s u c r i s t o 2.° L a filiación, p o r l a q u e alguien se
c o m o c o n s t a ( M a t t h . 1). D e d o n d e s e s i - dice hijo d e a l g u n o c o m o d e l a madre ó
g u e por necesidad de las palabras de la d e l p a d r e d e p e n d e e n a l g u n a m a n e r a del
E s c r i t u r a m i s m a q u e es M a d r e d e D i o s . m i s m o : p o r q u e e l s e r d e l a r e l a c i ó n con-
T a m b i é n se dice ( B o m . 9 , 5 ) , q u e d e l o s s i s t e e n r e f e r i r s e e n a l g u n a m a n e r a á al-
j u d í o s e s de quienes desciende también g o ; p o r c u y a r a z ó n d e s t r u i d o u n o d e dos
Cristo según la carne, que. es Dios sobre r e l a t i v o s e l o t r o s e d e s t r u y e también.
todas las cosas bendito en los siglos. P e r o P e r o l a filiación e t e r n a , p o r l a c u a l Cris-
no proviene d e los j u d í o s sino m e d i a n t e t o e s H i j o d e D i o s P a d r e , n o d e p e n d e de
l a B . V i r g e n : p o r l o c u a l el que es sobre l a M a d r e , p u e s t o q u e n a d a e t e r n o de-
todas las cosas Dios, bendito en los siglos, p e n d e d e l o t e m p o r a l . L u e g o C r i s t o no
es v e r d a d e r a m e n t e n a c i d o d e la B . V i r - es H i j o d e m a d r e p o r filiación eterna.
gen como de su M a d r e . P o r l o t a n t o d e n i n g ú n m o d o e s s u hijo,
A l 2.° q u e a q u e l l a es l a o b j e c i ó n d e l o c u a l e s c o n t r a l o y a d i c h o ( a . 4), ó es
JSTestorio. P e r o S a n C i r i l o e n u n a c a r - p r e c i s o q u e l o s e a p o r c i e r t a o t r a filia-
t a (2) c o n t r a e s t e h e r e j e , q u e c o n s t a e n c i ó n t e m p o r a l . L u e g o h a y e n C r i s t o dos
e l C o n c i l i o d e E f e s o ( p . i , c. 2, n ú m . 12), filiaciones.
la refuta d i c i e n d o : « así c o m o el a l m a 3:° U n o d e l o s r e l a t i v o s s e p o n e en la
» del hombre nace con su propio cuerpo d e f i n i c i ó n d e l o t r o ; d e l o q u e e s notorio
» y es r e p u t a d a c o m o u n a sola cosa c o n q u e u n o d e l o s r e l a t i v o s s e especifica por
» é l , y habla demasiado superfluamente e l o t r o . P e r o u n a y m i s m a c o s a n o puede
» el q u e p r e t e n d i e r e q u e l a q u e e s M a d r e e x i s t i r e n d i v e r s a s e s p e c i e s . L u e g o pare-
» d e la c a r n e , n o lo sea t a m b i é n del a l m a : c e i m p o s i b l e q u e u n a y l a m i s m a relación
» t a l algo sucedido reconocemos en la g e - t e n g a p o r t é r m i n o estreñios absolutamen-
(1) Y también Focio, que lo tenía por puro hombre, aunque (2) Dirigida á los presbíteros, diáconos y monjes y demás
unido después al Verbo, ^ quien tampoco reconocía oomo ver- solitarios d e Egipto.
dadero Dio?.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULO V. 435
te diversos. Pero Cristo se dice Hijo del sas diversas diferentes en especie, parece
Padre eterno y de Madre temporal que por lo tanto que también las relaciones
son términos enteramente diversos. L u e - difieren en especie. Por consiguiente nada
go parece que Cristo no pueda decirse impide que haya así muchas relaciones
hijo del Padre y de la madre por la mis- diferentes en un mismo sujeto : c o m o , si
ma relación. L u e g o hay en Cristo dos uno es maestro de algunos en gramática
filiaciones. y de otros en lógica, es distinta la rela-
Por el contrario, como dice el D a - ción del magisterio en ambos ; y por eso
masceno (Orth. fid. 1. 3, c. 13), las co- por razones diversas uno y el mismo hom-
sas que son de la naturaleza se multipli- bre puede ser maestro de diversos discí-
can en Cristo, mas no las que son de la pulos ó de los mismos según diversas en-
persona. Pero la filiación pertenece sobre señanzas. Mas sucede á veces que algu-
todo á la persona; porque es una propie- no tiene relación con muchos individuos
dad personal, como consta por lo que se según diversas causas, aunque de la mis-
ha dicho P . 1. ( C . 40, a. 2,3 y 4). L u e -
a
ma especie; como cuando alguno es pa-
go en Cristo hay solamente una filiación. dre de diversos hijos, ^egun los diversos
C o n c l u s i ó n . Deben reconocerse en actos de la generación: por lo cual la
Cristo dos filiaciones correspondientes á paternidad no puede diferir en especie,
¡tusdos nacimientos eterno y temporal en siendo los actos de las generaciones los
cuanto al concepto de perfecta filiación ; mismos en. especie, y puesto que no pue-
pero una sola eterna por razón del único den concurrir á la vez muchas formas
sujeto de esta, que no puede ser sino su de la misma especie en el mismo sujeto,
único supuesto eterno. no es posible que haya muchas paterni-
Responderemos, que acerca de esto dades en el que es padre de muchos hijos
hay diversas opiniones : porque algunos, por generación natural ; pero sería dis-
atendiendo á la -causa de la filiación, que tinto, si fuera padre de uno por genera-
es el nacimiento, suponen en Cristo dos ción natural y de otro por adopción. E s
filiaciones, como también dos nacimien- evidente empero que Cristo no nació por
tos. Otros considerando el sujeto de la uno y el mismo nacimiento del Padre
filiación, que es la persona ó la hipóstasi ab-ceterno y de su madre temporalmente;
del Hijo, admiten en Cristo únicamente ni el nacimiento no es de una sola espe-
una filiación, como también una sola hi- cie. P o r consiguiente en cuanto á esto
póstasi ó persona (1) : porque la unidad sería preciso decir que hay en Cristo di-
de la relación ó su pluralidad no se con- versas filiaciones, la una temporal y la
sidera según los términos, sino según la otra eterna. Pero puesto que el sujeto de
causa ó él sujeto; porque, si se conside- la filiación no es la naturaleza ó parte de
rase según los términos, sería preciso que ella, sino solamente la persona ó la hipós-
todo hombre tuviera en sí dos filiaciones, tasi, y en Cristo no hay hipóstasi ó per-
una por la que se refiriese al padre y otra sona sino eterna ; no puede haber en Cris-
á la madre. Pero para el que considera to filiación alguna, sino la que existe en
rectamente esta cuestión aparece que ca- la hipóstasi eterna. Mas toda relación,
da cual se refiere por la misma relación que se dice de Dios en el tiempo, no pone
á su padre y madre en razón de la unidad en el mismo Dios eterno algo real, sino
de causa ( 2 ) ; puesto que por el mismo solamente racional, como se ha demos-
nacimiento nace el hombre de su padre y trado P . l . ° " ( C 1 3 , a. 7 ) ; y por esto la
madre, y por consiguiente por la misma filiación, por la que Cristo se refiere á la
relación se refiere á ambos : y la misma Madre no puede ser una relación real,
razón hay del maestro que enseña á mu- sino solamente según la razón; y así, en
chos discípulos la misma doctrina,, y del cuanto á a l g o , ambas opiniones dicen ver-
señor, que gobierna á muchos subditos dad ; porque, si atendemos á las razones
por la misma potestad. M a s , si hay cau- perfectas de la filiación, es preciso decir
U) Ambas opiniones resultan aquí conciliarias, como se v e al paso que la madre solo pasivamente y como causa material;
en la doble conclusión. ambas causalidades parciales vienen á refundirse en una sola
(2) Total y completa ó inmediata y próxima : porque, si para la completa y perfecta generación. — DRIOUX.
bien el padre concurro activamente y á modo de causa eficiente
436 CUESTIÓN X X X V . — A R T Í C U L O S V Y VI.
que hay en él dos filiaciones según la es una sola la relación, y por parte del
dualidad de sus nacimientos; pero si otro muchas; como en los hombres por
atendemos al sujeto.de la filiación, que parte de los padres se halla la doble re-
no puede ser sino el supuesto eterno, no lación, una de paternidad y otra de ma-
puede haber en Cristo realmente sino la ternidad, las que son diferentes en espe-
filiación eterna. S e dice no obstante hijo cie, puesto que el padre es el principio
relativamente á la madre por la relación, de la generación por distinta razón que
que se coentiende á la relación de mater- la madre. Pero si fueran muchas por una
nidad que se refiere á Cristo, como tam- misma razón principio de una misma ac-
bién se dice Dios Señor por una relación ción ( c o m o cuando muchos juntos arras-
de razón, que se concibe simultánea- tran un navio) en todos habría una sola
mente con la relación real, por la que la y misma relación. D e parte de la prole
criatura está sometida á Dios ; y , aun- existe una sola filiación según la cosa,
qne la relación de dominio no sea real en pero doble, según la razón, en cuanto
D i o s , se dice sin embargo realmente S e - corresponde á ambas relaciones de los
ñor por la sujeción real de la criatura padres según las dos relaciones del en-
al mismo. E igualmente Cristo se di- tendimiento. A s í también respecto á algo
ce realmente hijo de la Virgen Madre hay en Cristo solamente una filiación
por la relación real de la maternidad á real, que mira al Padre eterno; sin em-
Cristo. bargo hay en él otra relación temporal,
A l argumento 1.° diremos, que el naci- que se refiere á la madre temporal.
miento temporal causaría en Cristo una
filiación temporal real, si hubiese allí
ARTÍCULO VI. — xaeió cristo simio-
sujeto capaz de esta filiación ; lo cual en
l o r d e l a m a d r e ? (1)
verdad no puede ser, pues el mismo su-
puesto eterno no puede ser susceptible de
relación temporal, como se ha dicho. N i 1.° Parece que Cristo no nació sin do-
puede decirse susceptible de recibir la lor de la madre: porque, así como la
filiación temporal en razón de la natura- muerte de los hombres provino del peca-
leza humana, como tampoco aun del na- do de los primeros padres según aquello
cimiento temporal; puesto que sería pre- (Genes. 2 , 17) : en cualquier dia que co-
ciso que la naturaleza humana estuviera miereis de él, moriréis; así también el do-
en alguna manera sujeta á la filiación, lor del parto según aquello (Genes. 3,
como lo está al nacimiento ; porque cuan- 16): con dolor parirás los hijos. Pero
do se dice que un etiope es blanco en ra- Cristo quiso sufrir la muerte. Luego pa-
zón á su dentadura, es preciso que la rece que por igual razón el parto de este
dentadura del etiope sea el sujeto de la debió ser con dolor.
blancura. Pero la naturaleza humana en 2.° E l fin es proporcionado al princi-
manera alguna puede ser sujeto déla filia- pio ; y el fin de la vida de Cristo fue con
ción, puesto que esta relación mira direc- dolor según aquello ( I s . 5 3 , 4 ) : en ver-
tamente á la persona. dad él cargó con nuestros dolores. Luego
A l 2.° que la filiación -eterna no depen- parece que también en su nacimiento
de de la madre temporal ; pero á esta hubo dolor del parto.
filiación eterna se coentiende una rela- 3.° E n el libro « D e l nacimiento del
ción temporal dependiente de la madre, » Salvador » se refiere que al nacimiento
según la cual se dice Cristo hijo de la de Cristo concurrieron parteras, las cua-
madre. les parecen ser necesarias á la que pare
A l 3.° que lo uno y el ente son consi- con dolor. L u e g o parece que la B . Vir-
guientes, como se dice (Met. 1. 4 , t. 3). gen parió con dolor.
Y por esto, así como sucede que en uno Por el contrario, San Agustín dice
de los estremos la relación es cierto ente (serm. D e n a t i v i t . ) dirigiéndose á la Vir-
y en el acto no hay ente, sino solamente gen Madre : « ni en la concepción, dice,
razón como de la ciencia y su objeto dice
el Filósofo ( M e t . 1. 3 , t. 2 0 ) ; así tam-
(I) Así lo tienen declarado los Concilios 0." ecuménico de
bién sucede que por parte de un estremo Constantinopla (p. 6, can. 79).
CUESTIÓN xxxv. — ARTÍCULOS VI Y VII. 437
» eres hallada sin pudor, ni en el parto Por esto se manifiesta que la narración
» con dolor ». (1) de aquel libro, que es apócrifo ( 3 ) , es
Conclusión. La B. Virgen no solo no falsa. P o r lo que San Jerónimo dice con-
esperimentó en su parto dolor alguno tra Helvidio (c. 4) : « en él no hubo co-
(como ni corrupción en su integridad, » madrona alguna ni partera ; ella fue
C. 28, a. 1), sino que parió con inefable » madre y comadrona á la vez. Envolvió,
gozo. y> añade, al niño en paños, y lo colocó
Responderemos, quod dolor parientis » en el pesebre ; cuyo parecer echa por
causatur ex apertione meatuum, per quos » tierra los delirios de los libros apó-
proles egreditur. Pero se ha dicho (C. 28, » crifos ».
a. 2) que Cristo salió del seno cerrado de
la madre; et sic nulla violentia apertio- ARTÍCULO V I I . — c r i s t o d e b i ó n a c e r
nis meatuum ibi fuit. P o r esta razón en en Belén ?
aquel parto no hubo dolor alguno, como
tampoco corrupción alguna; sino que l.° Parece que Cristo no debió nacer
hubo en él un intensísimo gozo, por haber en Belén ; porque se dice ( I s . 2 , 3 ) : de
nacido el hombre Dios al m u n d o , según Sion saldrá la ley y la palabra del Señor
aquello (Is. 35, 2), copiosamente brotará de Jerusalen. Pero Cristo es verdadera-
como lirio, y con mucha alegría y ala- mente el Verbo de Dios. L u e g o debió
banzas saltará de contento. nacer en Jerusalen para el mundo.
Al argumento 1.° diremos, que el do- 2.° D í c e s e (Matth. 2) haberse escrito
lor del parto en la mujer es consecuen- de Cristo que será llamado Nazareno, lo
cia de su unión carnal con el hombre. cual se toma de lo que se escribe (Is. 11,
Por lo que ( G e n . 3 ) después de haber 1 ) : de su raíz subirá una flor, por-
dicho: con dolor parirás, se añade : y que Nazaret se interpreta flor (4). P e r o
estarás bajo la potestad de tu marido. se denomina alguno principalmente por
Pero como dice San Agustín (2) (serm. el lugar de su nacimiento. L u e g o parece
De Assumpt. P>. Virginis), « esceptúase que Cristo debió nacer en Nazaret,
» de esta sentencia la Virgen Madre de donde también fue .concebido y ali-
» Dios; la cual, puesto que concibió á mentado.
» Cristo sin la concurrencia del pecado y 3.° E l Señor nació en este mundo,
»sin detrimento de la unión carnal, en- para anunciar la verdad de la fe según
sgendró sin dolor y sin violación de la aquello (Joan. 18, 37), yo para esto nací
)) integridad permaneció con el pudor ín- y para esto vine al mundo, para dar tes-
Dtegro de la virginidad ». Cristo empero timonio á la verdad. Pero esto pudiera
recibió voluntariamente la muerte, para hacerse con más facilidad, si hubiera
satisfacer por nosotros, no como por ne- nacido en la ciudad de R o m a , que tenía
cesidad de aquella sentencia, puesto que entonces el imperio del orbe, por lo que
él mismo no era deudor de la muerte. también San Pablo, escribiendo á los R o -
Al 2 .° q u e , así como Cristo muriendo manos, dice ( R o m . 1 , 8 ) : vuestra fe es
destruyó nuestra muerte; así también divulgada por todo el mundo. L u e g o pa-
con su dolor nos libró de los dolores, y rece que no debió nacer en Belén.
por eso quiso morir con dolor: pero el Por el contrario, se dice (Mich. 5 , 2),
dolor de la Madre al parir no pertenecía y tú, Belén Epharata, pequeña eres entre
á Cristo, que venía á satisfacer por nues- los millares de Judá ; de tí me saldrá el
tros pecados; y por tanto no fue preciso que sea denominador en Israel.
que su Madre pariese con dolor. Conclusión. Cristo quiso nacer en
Al 3.° que se dice ( L u c 2) que la B . Belén.
Virgen envolvió en paños y colocó en el Responderemos que Cristo quiso na-
pesebre al mismo niño que había parido. cer en Belén por dos razones : 1. por- a
que fue hecho de la raza de David se- Ephesi. (1) part. 3 , c. 9), « s i hubiera
gún la carne como se dice ( R o m . 1, 3), x> elegido á la gran ciudad de B o m a , se
quien también se había hecho promesa » creería que había cambiado el mundo
especial de Cristo según aquello ( I I x> á causa de la potencia de sus conciuda-
Reg. 23, 1 ) : dijo el varón, á quien fue » d a n o s , si hubiera sido el hijo de un
ordenado acerca del Cristo del Dios de » Emperador, atribuirían al poder l a
Jacob ; y por eso quiso nacer en Belén, » utilidad. P e r o , para que se conociese
donde nació D a v i d , á fin de que según » que su divinidad había transformado
el lugar mismo de su nacimiento se mani- » el universo, escogió una madre pobre
festasen que la promesa, que le había » y una patria más pobre. Y como Dios
sido hecha se había cumplido : y esto de- )) eligió la parte débil del mundo para
signa el Evangelista al decir ( L u c . 2), » confundir la fuerte » , como se dice (i
porque era de la casa y familia de Da- Cor. 1 , 27); por eso también para mani-
vid ; 2. porque, como dice San Grego-
a
festar más su potestad, colocó en Poma
rio (hom. 8, in E v a n g . ) , « Belén se in- mismo, que era la cabeza del mundo, la
» terpreta casa del pan » , y el mismo cabeza de su Iglesia en señal de victoria
Cristo es el que dice, yo soy el pan vivo, perfecta y para que de ella se derivase l a
que descendió del cielo. fe al mundo entero según aquello ( I s .
A l argumento 1.° diremos q u e , así 26, 5) : abatirá la ciudad altiva... la pi-
como David nació en Belén, así también sará el pie del pobre , es decir, de Cristo,
eligió á Jerusalen, para establecer en los pasos de los menesterosos, esto e s , de
ella la silla del reino y edificar allí el los Apóstoles Pedro y Pablo (2).
templo de D i o s , y así escogió á Jerusa-
len, para que esta fuese á la vez la ciu- ARTÍCULO V I I I . — n a c i ó c r i s t o cu
dad real y la ciudad sacerdotal. Pero el t i e m p o o p o r t u n o ?
sacerdocio de Cristo y su reino se con-
sumó principalmente en su Pasión; y por l.° Parece que Cristo no nació en
eso eligió convenientemente á Belén para tiempo oportuno : porque Cristo había
la natividad, y á Jerusalen para la P a - venido para llamar á los suyos á la liber-
sión. D e la misma manera también con- tad ; pero nació en tiempo de la esclavi-
fundió por esto la gloria de los hombres, tud, tiempo en que salió un edicto de
que se glorían de traer su origen de no- César A u g u s t o , para que fuese empa-
bles ciudades, en las que quieren tam- dronado todo el mundo como tributario,
bién ser honrados principalmente; Cristo según se ve (Luc. 2). L u e g o parece que
por el contrario quiso nacer en una ciu- Cristo no nació en tiempo oportuno.
dad oscura y sufrir el oprobio en una ciu- 2.° L a s promesas sobre el nacimiento
dad noble. de Cristo no habían sido hechas á los
' A l 2.° que Cristo quiso florecer según gentiles según aquello ( R o m . 9, 4): de
el trato virtuoso no según el origen car- los cuales son las promesas. Pero Cristo
nal. Y por eso quiso ser educado y ali- nació en tiempo, en que un rey extraño
mentado en la ciudad de Nazaret, pero dominaba, como consta (Matth. 2, 1):
quiso nacer en Belén como lugar extran- cuando hubo nacido Jesús en Belén tiem-
jero : porque, como dice San Gregorio po del rey Herodes). L u e g o parece que
(ibid.), « p o r la humanidad, que había no nació en tiempo conveniente.
» tomado, nacía (por decirlo así) en un 3.° E l tiempo de la presencia de Cristo
» lugar, qué leerá extraño, no según su po- en este mundo se compara al dia, í
li der sino según su naturaleza » ; y tam- causa de ser él mismo la luz del mundo;
» bien como diceBeda(c. 5 in L u c ) , « n a - de donde dice el mismo (Joan. 9 , 4 ) , es
»cía en un establo, para prepararnos mu- necesario que yo obre las obras de aquel,
» chas moradas en la casa de su Padre ». que me envió mientras que es de dia. Pero
A l 3.° que como se dice (Serm. conc. en el verano los dias son más largos que
(1) Pronunciado por Teodoro de Ancira, según ya queda ni determinan, referirse á la ciudad de Roma, nunca pisada
anotado. por los pies de Cristo, según observa San Jerónimo, quien por
(2) Según la Glosa antigua y moderna ; si bien ni una ni lo mismo espresa su convicción de que se trata más bien de
otra nombran espresamente á San Pedro y San Pablo, como Jerusalen.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULO VIII. 439
Vamos á tratar de la manifestación de Cristo ya nacido, y sobre esta materia dilucidaremos ocho
puntos : 1.° El nacimiento de Cristo debió ser manifiesto á todos? — 2 . ° Debió manifestarse á algu-
nos? — 3.° A quiénes debió manifestarse? — 4.° Debió él mismo manifestarse á sí propio, ó más bien
ser manifestado por otros? — 5.° Por qué otras cosas debió ser manifestado? — 6.° Orden de las mani-
festaciones.— /. De la estrella, por la que se manifestó su nacimiento.—8.° Veneración de los Magos,
1 0
(1J Esta manifestación puede hacerse de dos maneras ; una magos, á Simeón y Ana. A los pastores, pues, y á los magos
que llaman por visión, y otra que se dice por atestación. La pri- no pudo hacerse otra manifestación, que por atestación no
mera se verifica inmediatamente por el sujeto, y la .segunda fuera ; porque los ángeles atestiguaron á los pastores, la es-
mediante testigos. No convienen los espositores en el sentido trella á los magos y la revelación á Simeón y Ana. — »!• Ch.
en que habla el Santo relativamente á este"particular ; pues (2) (Salmo 14, v. 2.) Dice el testo cum accepero tempus ego jas-
mientras que unos afirman que en la manifestación de que se trata tilias juúicabo, esto es, como se dice en el testo caldeo ; cuantío
en este artículo se hace abstracción de la distinción referida, llegare el tiempo elegido ab alterno, es decir, en el dia del jui-
suponiendo que incluye á la de visión y atestación indiferen- cio entonces juzgaré las justicias, ó lo que es justo y equita'
temente ; otros distinguen asegurando que el testo se refiero tivo, — M. Ch.
á aquella manifestación, tal cual fue hecha á los pastores, á los
CUESTIÓN X X X V I . — A R T Í C U L O S I Y Ií. 441
miento de Cristo no- debió manifestarse á condiciones de los hombres; porque, como
los magos. dice San Agustín (serm. de Epiph. 32 de
3.° Cristo había venido para libertar á Tempore, c. 1 ) , « los pastores fueron is-
todo el mundo de la potestad del diablo, » raelitas, los magos gentiles; los prime-
por cuya razón se dice (Malach. 1, 11), »ros de cerca, los segundos de lejos, sin
desde donde nace el sol hasta donde se » embargo unos y otros concurrieron á la
pone grande es mi nombre entre las gen- » piedra angular». También hubo entre
tes. Luego no debió manifestarse sola- ellos otra diferencia; pues los magos (1)
mente á los del Oriente, sino también de- fueron sabios y poderosos, y los pastores
bió manifestarse á algunos de todos los sencillos y rústicos. Manifestóse á los jus-
países. t o s , esto e s , á Simeón y á A n a , y á los
4.° Todos los sacramentos de la anti- pecadores, que son los magos. Manifes-
gua ley eran figura de Cristo. Pero los tóse también á los varones y á las muje-
sacramentos dichos se dispensaban por res, á saber, para significar por esto que
ministerio de los sacerdotes legales. Lue- ninguna condición humana se escluye de
go parece que más bien debió manifes- la salud de Cristo.
tarse el nacimiento de Cristo á los sacer- A l argumento 1.° diremos, que aquella
dotes en el templo que á los pastores en manifestación del nacimiento de Cristo
el campo. fue cierta previa señal de la plena mani-
5.° Cristo nació de Madre Virgen y era festación, que debía tener lugar después:
niño en edad. Luego parece que hubiese y, así como en la segunda manifestación
sido más conveniente que Cristo se mani- se anunció la gracia de Cristo por este y
festase á jóvenes y vírgenes que á ancia- sus A p ó s t o l e s , primero á los judíos y des-
nos y casados ó viudas, como á Simeón pués á los gentiles ; así llegaron á Cristo
y á Ana. primeramente los pastores, que eran las
Por el contrario, se dice (Joan. 13, primicias de los judíos, como los más cer-
18), yo sé los que escogí, y las cosas, que canos ; y después vinieron los magos de
se hacen según la sabiduría de D i o s , se países lejanos, « l o s cuales fueron las pri-
hacen convenientemente : luego conve- » micias de las naciones » , como dice San
nientemente fueron elegidos aquellos, á Agustín (serm. 30 de Temp.).
quienes se manifestó el nacimiento de A l 2.° q u e , como dice San Agustín
Cristo. (serm. de Epiph. ibid.), « a s í como pre-
Conclusión. Comprendiendo la reden- » valece la impericia en la rusticidad de
ción que había de verificar Jesucristo á » los pastores, así prevalece la impiedad
toda clase de hombres, fue congruente » en los sacrilegios de los magos; sin em-
que á todas las condiciones de ellos les » bargo á unos y otros se les aplicó aquella
fuese manifestada su natividad, esto es, » piedra angular, como que vino á elegir
á los magos y á Simeón, á Ana y á los » lo que es insensato, para confundir á los
pastores. » sabios, y no á llamar á los justos, sino
Responderemos, que la salvación que » á los pecadores; para que ningún mag-
había de ser por Cristo, pertenecía á toda » nate se ensoberbeciese, ni ningún débil
diversidad de hombres; porque, como se » desesperase». Sin embargo hay quienes
dice (Coloss. 3, 11), en Cristo no hay va- dicen que estos magos no fueron maléfi-
ron y mujer, gentil y judío, siervo y libre, cos, sino sabios astrólogos, que entre los
J así de los demás : y, para que este ca- persas y caldeos se llaman magos.
rácter se prefigurase en el mismo naci- A l 3.° que, como dice el Crisóstomo
miento de Cristo, manifestóse á todas las (hom. 2 in Op. imperf.), « l o s magos vi-
(1) Se llaman así magos porque eran hábiles en el estudio de los más célebres astrónomos de la antigüedad. Ademas
del curso de los astros. Estos reyes generalmente se creo fue- esas ciudades están al oriente de Je-rusalen, y se puede en
ron naturales de la Caldea ; sin embargo, no se está precisa- veinte dias de marcha trasportarse á Belén desde las orillas
mente de acuerdo acerca de su país; pues mientras unos los del Eufrates. Orígenes, que era U n sabio y el hombre más ins-
hacen venir del fondo de la Arabia feliz, otros los hacen ori- truido en tales materias, asegura que los magos se .ocupaban
ginarios de la India. Los mejores autores parece les dan la de la astrología. Drexello se burla de Orígenes con este m o -
Persia por patria, cuya opinión se cree más probable. Los nora- tivo, lo que prueba que estaba poco versado en la historia del
yes de Gaspar, Melchor y Baltasar, que se les aplica son com- antiguo Oriente, en donde todo astrónomo era á la vez y se
pletamente babilónicos. En efecto, Babilonia y después de sus consideraba como astrólogo. — M. Ch.
tuinas Selencia, situada á unac cria distancia, fueron la morada
444 CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULOS Ifl Y ÍV.
(1J Este hecho lo refiere Eusebio como sucedido algunos mismo dia de la Natividad, ó sea en la olimpiada 1!)4 ó año 42
años antes del nacimiento de Cristo, es decir, en la olim- deAuguslo.
piada 184 ó año 3." del reinado de Augusto ; mas no en el
CUESTIÓN XXXVI.—ARTÍCULOS IV Y V. 445
(I) Conviniendo con l a doctrina de muchos S S . PP. de la la faz del mundo, nacería de una virgen pura é inmaculada en
Iglesia, el abate Orsini dice : que los magos caldeos , hábiles la región más occidental del Asia. — M. Ch.
en el estudio del curso de los astros, divisaron una estrella de (2) Aquí dice Bossuet, que esa estrella, que parecía no afec-
primera magnitud, á la que reconocieron por su marcha es- tar nada más que á los ojos sensibles, fue ademas asequible á
traordiuaria y otras señales no menos ciertas, deducidas del los sentimientos del corazón. A la presencia de esta señal Dios
vaticinio de Balaan, según el cual debía aparecer radiosa tocó á los magos por medio de aquella inspiración de que nos
sobre el horizonte en la época del alumbramiento de la Santí- habló Jesucristo diciendo : nadie puede venir ámi, si mi Pddre
sima Virgen. Acorde con las antiguas tradiciones de Irán, re-
no lo trajere. — Daioux.
cogidas por Abulfarage, Zerdascht, el restaurador del magis-
(3) Esto es, á todos los niños que tenían la edad de dos años,
ni
°,grande astrónomo, muy versado, ademas, en la teología
y á los que á ella no habían llegado. — Dmoux.
oe los hebreos, y al que algunos hacen discípulo de Jeremías,
(4) Parece que esto se dijo en otro sentido, como se deduce
V otros, más probablemente, de Daniel, anunció bajo los pri-
de las palabras s i g u i e n t e s : et transferí regna atque constiluit; si
meros sucesores de Ciro y poco tiempo después del restableci-
bien puede también interpretarse analógicamente. — Diuoux.
miento del templo, que u n niño d i n n o , destinado á cambiar
448 CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .
( l j Cuándo y cómo, Simeón el justo y timorato, y Ana la Iglesia, como enseñan M. Cano (Be Loe. theolog. 1.2, c. 5, ad n),
profetisa esperaban la redención de Israel, pnede verse en el Jansenio, Baronio y otros muchos. — Dnioux.
lugar citado v. 57 y siguientes Dnioux. (3) En este articulo prueba el Doctor angélico con v a r i a s
(2) Tal es la opinión común y la tradición de la antigua razones, que la estrella aparecida á los magos no fue del nu-
CUESTIÓN X X X V I . — A R T Í C U L O VII. 449
recio á los magos, fue una de las estre- otra, particularmente creada por Dios á
llas celestes: porque dice San Agustín este efecto.
(serm. Epiph. implic.) : « mientras pende Responderemos que, como dice el Cri-
» á los pechos y envuelto Dios en viles sóstomo (sup. Matth. hom. 6 ) , es evi-
¡>pafiales, repentinamente brilló una nue- dente por muchas razones que aquella
» va estrella en el cielo ». Luego fue una estrella, que se apareció á los magos, no
estrella celeste la que se apareció á los fue una de las estrellas celestes : 1. por- a
Pero los ángeles, que aparecieron á los apareció de noche, sino también en medio
pastores, fueron verdaderamente de los del dia, lo cual no es propio de la virtud
ángeles del cielo. Luego la estrella, que de una estrella ni aun de la luna; 3. por- a
se apareció á los magos, fue verdadera- que unas veces aparecía y otras se ocul-
mente de las estrellas celestes. taba ; así cuando entraron en Jerusalen,
3.° Las estrellas, que no están en el cielo se ocultó, y cuándo abandonaron á He-
sino en el aire, se llaman estrellas come- rodes se les apareció; 4. porque no tenía a
tas , las cuales no aparecen en los naci- movimiento continuo ; pues avanzaba
mientos de los reyes, sino más bien son cuando era preciso que los magos avan-
indicios de su muerte. Pero aquella es- zaran, y se paraba cuando era oportuno
trella significaba el nacimiento del rey; que se detuvieran, como sucedía con la
por cuya razón dicen los magos (Matth. columna de la nube en el desierto ( 1 ) ;
2 , 2 ) : ¿dónde está el Rey de los judíos 5. puesto que no demostraba el parto de
a
que lia nacido? porque vimos su estrella la Virgen, manteniéndose elevada, sino
en el Oriente. Luego parece que fue uña descendiendo; porque se dice (Matth. 2,
de las estrellas celestes. 9) que la estrella, que los magos habían
Por el contrario, dice San Agustín visto en el Oriente, iba delante de ellos,
(contra Faustum, 1. 2 , c. 5): «no era hasta que llegando se paró sobre donde
D ésta de aquellas estrellas, que desde el estaba el niño. D e lo que se desprende
» principio de la creación siguen su mo- que las palabras de los magos, vimos su
» vimiento bajo la ley del Criador, sino estrella en el Oriente, no deben enten-
» que al nuevo parto de la Virgen apa- derse como si hubieran visto en Oriente
reció un nuevo astro». una estrella, que se encontraba en la
Conclusión. Atendiendo á que la es- tierra de Judá, sino porque la vieron en
trella aparecida á los magos verificó sus el mismo Oriente y les precedió hasta la
movimientos desde el Septentrión al Me- Judéa; aunque algunos consideran esta
diodía en la parte del aire muy próxima opinión como dudosa. Por otra parte no
a la tierra, en oposición con lo que se ve habría podido demostrar con distinción
suceder con las demás estrellas, es razo- la casa, si no hubiese estado cerca de la
nable creer que dicha estrella no fue de tierra; y, como dice el mismo (ibid.),
las que lucen sobre el firmamento, sino « esto no parece ser propio de una estre-
mero de las celestes, como opinan muchos intérpretes de la regular, ni que le fuese propio ; tan presto se avanzaba á la
Sagrada Escritura. Según las referidas tradiciones de Irán, cabeza de la caravana siguiendo siempre una linea recta hacia
los magos, siguiendo el curso de una estrella desconocida en el Occidente, tan pronto permanecía estacionario encima de
el horizonte, y dejando detras de ellos la-ciudad de los seléu- las tiendas levantadas para pasar la noche, y parecía balan-
eidascon sus elegantes edificios de madera de palmeras, en cearse blandamente en el seno de las nubes ; á la punta del
que el viento del desierto, llorando sobre ruinas inmensas, dia daba la señal de marcha, como antes había-dado la de de-
parecía referir á esos silenciosos restos los siniestros oráculos tención. Así io sintió también Calcidio, filósofo pagano, que
del hijo de Amos; salieron del país do los dátiles y tomaron e l vivía hacia el fin del siglo 3 . ° ; y del mismo parecer fueron
camino arenoso de la Palestina. Delante de ellos, á la manera San Juan Crisóstomo y San A g u s t í n . — M. Ch.
de la columna luminosa que guiaba hacia las desiertas playas (1) Esto es conforme con lo que se dice en el Éxodo c. 16:
del Mar Rojo las turbas fugitivas de Israel, marchaba la estre- ;?ias el Señor iba delante de ellos en forma de columna de nube, vara
na del Slaias. Ese nuevo astro, libre de las leyes invariables manifestarles el camino durante el dia. — Dnioux.
que rigen á los globos del firmamento, no tenía movimiento
SUMA TEOLÓGICA.— TOMO I V . 29
450 CUESTIÓN XXXVI.—ARTÍCULOS VII Y VIII.
2), «habiendo nacido y muerto muchos » esas piedras que indican en los caminos
» reyes de los judíos, á ninguno de ellos » l a s distancias, las cuales muestran el
» buscaron los magos para adorarle. L u e - » camino y no andan ». L a Providencia
»go no era á un rey de los judíos tal quiso también que, al desaparecer la es-
scomo lo habían sido estos monarcas, á trella, los magos fuesen á Jerusalen guia-
» quien estos estranjeros, venidos de tan dos por las luces humanas, buscando en
»lejos y que habían dejado su país, pen- la ciudad real al rey nacido, á fin de que
j saban ofrecer estos honores; sino supie- el nacimiento de Cristo fuera primero
» ron ser el nacido t a l , que al adorarle no anunciado públicamente á Jerusalen se-
y> dudarían en lo más mínimo que conse- gún aquello (Is. 2, 3) : de Sion saldrá la
» guirían la salvación, que viene de Dios». ley y la palabra del Señor de Jerusalen;
Al 2.° que por aquella anunciación de y también, para que con la noticia de los
los magos se presignificaba la constancia magos, que venían de lejos, se condenase
de las naciones, que confiesan á Cristo la pereza de los judíos que estaban cerca.
hasta la muerte : por lo que dice el Cri- A l 4.° q u e , como dice el Crisóstomo
sóstomo (alius auctor super Matth. hom. (alius auctor sup. Matth. hom. 2 , in Op.
2, iu Op. imperf.) q u e , «cuando consi- imperf.), « si los magos, buscando un rey
» deraban al rey futuro, no temían al rey » de la tierra, le hubieran encontrado, en
i) presente; aun no habían visto á Cristo » tal caso se hubieran confundido; porque
i y ya estaban dispuestos á morir por él B. » hubieran tomado sin causa la molestia
Al 3.° que, como dice San Agustín (in » de un viaje tan l a r g o ; por lo que ni le
serm. Epiph., ut s u p . ) , « l a estrella, que » hubieran adorado ni ofrecido presentes.
» guió á los magos al lugar, en que estaba B Pero en el caso presente, como busca-
» con la madre virgen el niño Dios, podía » bau al rey celestial, aunque ninguna
» guiarlos á la misma ciudad de Belem en » escelencia real verían en é l , sin embar-
»la que nació Cristo; sin embargo se B g o contentos con el testimonio de la
»sustrajo á su vista hasta eme los judíos » sola estrella, le adoraron ; pues ven al
» dieran testimonio acerca de la ciudad, B hombre y reconocen á Dios y ofrecen
» en que Cristo nacería » ; á fin de que, B presentes adecuados á la dignidad de
confirmados con este doble testimonio, B Cristo; oro como á un rey grande, in-
como dice el P a p a L e ó n (serm. 4 de i> cienso, del que se hace uso en el sacri-
Epiph. c. 2 ) , «buscasen con una fe más D ficio de Dios, como á Dios, y mirra, que
» ardiente á aquel, á quien manifestaban i) sirve para embalsamar los cuerpos, á
»la claridad de la estrella y la autoridad i fin de demostrar como debía morir por
»de la profecía ». A s í « ellos mismos B la salvación de todos B ; en lo cual tam-
» anuncian á los judíos el nacimiento de bién, como dice San Gregorio (hom. 10,
» Jesucristo y preguntan el lugar, creen, in E v a n g . ) «somos instruidos á fin de
í> buscan, como significando á los que an- » q u e , guiados por la luz de la sabiduría,
í> dan por la fe y desean ver, como dice » ofrezcamos ante la presencia del rey
)) San Agustín (ibid). L o s judíos, al indi- » nacido, oro (por el cual se significa la
» caries el lugar del nacimiento de Cristo, B sabiduría); incienso (por el que se es-
i> se asemejaron á los que construyeron el » presa la devoción de la oración), se le
» arca de N o é , que dieron á otros el me- » ofrecemos á D i o s si podemos por el ejer-
ndiode librarse, pereciendo ellos en el » cicio de la oración servirle de olor gra-
5> diluvio. L o s que indagaban, oyeron y B t o ; y en fin, mirra (que indica la mor-
»se fueron; dijéronselo y se quedaron » tificacion de la carne), si mortificamos
»con ellos los doctores que son como » los vicios carnales por la abstinencia B.
CUESTIÓN XXXVIL
Trataremos ahora de la circuncisión de Cristo; y puesto que esta es cierta profesión , que se hace
de observar la ley, según aquello (Galat. 5,3): protesto á todo hombre que se circuncida, que está
obligado aguardar toda la ley; á la vez que esto examinaremos otras prescripciones legales obser-
vadas acerca del niño Jesús sobre lo cual estudiaremos : 1." Su circuncisión. — 2.° La imposición del
nombre. — 3.° Su oblación. — 4.° La purificación de la madre.
diatamente. x
circuncisión, q u e e n otro t i e m p o había
2.° T o d a a c c i ó n d e C r i s t o e s i n s t r u c - D i o s e s t a b l e c i d o ; 3. p a r a c o m p r o b a r q u e
a
ción n u e s t r a ; p o rl o c u a l s e dice ( J o a n . e r a d e l a d e s c e n d e n c i a d e A b r a h a m , el
13, 15) : ejemplo os he dado, para que, c u a l h a b í a r e c i b i d o e l m a n d a t o d e la cir-
como yo he hecho, vosotros también ha- c u n c i s i ó n e n s e ñ a l d e l a f e q u e t e n í a del
gáis. M a s n o s o t r o s n o d e b e m o s s e r c i r - m i s m o ; 4 . p a r a q u i t a r e l p r e t e s t o á los
a
chará nada. L u e g o p a r e c e q u e t a m p o c o su e j e m p l o l a v i r t u d d e o b e d e c e r : p o r lo
Cristo debió ser circuncidado. q u e f u e c i r c u n c i d a d o e l o c t a v o d i a , como
3.° L a c i r c u n c i s i ó n h a s i d o o r d e n a d a l a l e y l o o r d e n a b a ; 6. p a r a q u e , t o m a n d o
a
(1) San Epifanio (liares. 30, § 28) señala también esta causa al pecado consiguiente. •— Dnioux.
como primera. — DRIOUX. (3) S e g ú n lo que dice el A p ó s t o l ; testifico d lodo homlm q«<¡
(2) Pues como dice B o s s u e t ; fue conveniente que llevase debe circuncidarse, porque es deudor del cumplimiento de Id W
Jesucristo la marca del pecado, así como debió sufrir la pena universal. — DBIOUX .
CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULOS I Y II.
453
cuncision hecha por medio de la remoción que la verdad evangélica debe correspon-
de la película carual en el miembro de la der á la preanunciacion profética, y los
generación, significaba la espoliacion de profetas preanunciaron antes otro nom-
la antigua generación, de cuya antigüe- bre de Cristo, pues se dice ( I s . 7, 14):
dad somos libertados por medio de la pa- hé aquí que concebirá una Virgen y pa-
sión de Cristo, y por tanto la verdad de rirá un Hijo y será llamado su nombre
esta figura no fue plenamente cumpli- Emmanuel; y (8, 3): llama su nombre,
mentada en el nacimiento de Cristo, sino date priesa á quitar despojos, apresúrate
en su pasión, antes de la cual la circun- á la presa ; y (9, 6) : será llamado su
cisión conservaba su virtud (1) y estado; nombre; Admirable, Consejero, Dios
así que fue conveniente que Cristo como fuerte, Padre del siglo venidero, Prin-
hijo de Abraham fuera circuncidado an- cipe de la paz ; y (Zach. 6, 12) hé aquí
tes de su pasión. el varón, su nombre Oriente. L u e g o in-
Al 2.° que Cristo recibió la circunci- convenientemente es llamado su nombre
sión en el tiempo, en que la circuncisión Jesús.
era de precepto. P o r lo tanto su acción 2.° D í c e s e ( I s , 62, 2) : te será puesto
debe ser imitada por nosotros, para que un nombre nuevo, que el Señor nombrará
observemos las cosas, que son de pre- con su boca (3). Pero este nombre de
cepto en nuestro tiempo, puesto que cada Jesús no es un nombre n u e v o , sino que
cosa tiene su tiempo y sazón, como se dice fué dado á muchos en el antiguo Testa-
(Eccless. 8, 6), y ademas, como dice mento , como consta también por la g e -
Orígenes (hom. 34 in L u c ) , « como so- nealogía misma de Cristo ( L u c . 3).
» mos muertos con Cristo, que muere y L u e g o parece que inconvenientemente se
» resucitamos con Cristo, que resucita, le dio el nombre de Jesús.
» así hemos sido circuucidadoá por él con 3.° E s t e nombre Jesús significa salva-
»la circuncisión espiritual, y por lo tanto ción, como consta por lo que se dice
» no necesitamos de la circuncisión car- ( M a t t h . 1, 21) : parirá un hijo y llama-
» nal»; y esto es lo que dice el Apóstol rás su nombre Jesús, porque él salvará á
(Coloss. 2, 11) : en el que, esto e s , en su pueblo de los pecados de ellos. P e r o la
Cristo, estáis circuncidados de circunci- salvación no ha sido hecha solamente
sión no hecha por mano en el despojo del por Cristo en la circuncisión, sino tam-
cuerpo de la carne, sino en la circunci- bién en el prepucio, como consta por el
sión de Cristo. Apóstol ( R o m . 4). L u e g o inconvenien-
Al 3.° q u e , así como Cristo recibió temente le fue impuesto á Cristo este
por voluntad propia nuestra muerte, la nombre en su circuncisión.
que es efecto del pecado, no teniendo en Por el contrario, está la autoridad
sí pecado alguno con el fin de librarnos de la Sagrada Escritura, en la que se
de la muerte y hacernos morir espiri- dice ( L u c . 2, 21) : después que fueron
tualmente para el pecado ; así también pasados los ocho dias para circuncidar
recibió la circuncisión que es el remedio al niño, llamaron su nombre Jesús.
del pecado original, sin tener este pe- Conclusión. Convenientemente fue im-
cado, con el fin de librarnos del yugo de puesto á Jesucristo por el ministerio del
la ley y producir en nosotros una circun- Ángel el nombre de Jesús.
cisión espiritual, es decir, para cumplir Responderemos, que los nombres de-
la verdad (2) recibiendo la figura. ben corresponder á las propiedades de
las cosas. Y esto es notorio en los nom-
ARTÍCULO I I . — F u e I m p u e s t o c o n r c - bres de géneros y de especies ; puesto
nienteinente n o m b r e á Cristo? que, como se dice ( M e t . 1. 4, t. 28), « l a
B razón que el nombre significa, es la de-
l.° Parece que fue inconveniente- » finicion » , que designa la naturaleza
mente impuesto nombre á Cristo; por- propia de la cosa. P e r o los nombres de
(1) Alean., su verdad. — D R I O B X . (3) Este lugar se le aplica á Jesucristo por acomodación; pero
(2) El lugar en que se verificó la circuncisión, según San en sentido propio le pertenece á Simeón, á quien estaba pro-
Epifanio, (¡tares. 20) fue Belén, y esto, porque no había ningún metido un nombre nuevo, esto es, el nombre de la Iglesia de
lugar deputado para circuncidar, antes bien podía hacerse en Cristo y del pueblo romano, como esponen San Jerónimo, San
cualquier sitio privado. — Dnmux. Cirilo y otros PP. — Daioux.
454 CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULO II.
los hombres singulares se imponen siem- que hemos sido salvados; porque nos sacó
pre por alguna propiedad de aquel, á de la esclavitud del diablo, cuyos des-
quien se le impone, y a por el tiempo, pojos destruyó según aquello (Colors,
como se dá el nombre de algunos san- 2, 15) : despojando los principados y po-
tos á los que nacen en el dia de su festi- testades, los sacó confiadamente. Cuando
vidad; y a por el parentesco, como se da se dice : vocabitur nomen ejus Admira-
al hijo el nombre del padre ó de alguno bilis, e t c . , se significa el camino y el tér-
de su familia : tal sucedía con los parien- mino de nuestra salvación, esto e s , en
tes de San Juan Bautista que querían cuanto somos conducidos por el consejo
llamarle Zacarías como su padre, y no admirable de la divinidad y por su virtud
J u a n , puesto que nadie había en su li- á la herencia de la otra vida, en la que
naje que se llamase con este nombre, será perfecta la paz de los hijos de Dios
como se dice (Luc. 1, 61) ; y a también bajo el gobierno del mismo Dios. L o que
por el suceso, como J o s é llamó al pri- se dice : ecce vir, Oriens nomen ejus se
mogénito suyo Manases, diciendo : Dios refiere al mismo objeto que lo primero,
me ha hecho olvidar de todos mis traba- es decir, al misterio de la Encarnación
jos (Genes. 4 1 , 5 1 ) : y a también por al- según que en las tinieblas nació la luz
guna cualidad de aquel, á quien se im- á los rectos de corazón ( P s . 1 1 1 , 4).
pone el nombre ; como se dice (Genes. A l 2.° que á los que existieron áutes
25), que porque el que salió primero era de Cristo, pudo convenir este nombre
bermejo y todo velludo á semejanza de Jesús según alguna otra razón, por ejem-
piel, fué llamado su nombre Esau, que plo, porque fueron causa de la salvación
significa rubio. P e r o los nombres, que temporal ó particular; pero bajo el punto
Dios ha dado á algunos, significan siem- de vista de la salvación espiritual y uni-
pre algún don gratuito que les ha dado versal ( 1 ) , este nombre es propio de
divinamente. A s í dijo á Abraham ( G e - Cristo, y según esto se dice que es nom-
nes. 17, 5 ) : serás llamado Abraham, bre nuevo.
porque te he puesto por padre de muchas A l 3.° q u e , según se lee (Genes. 17),
gentes. Y (Matth. 16, 18) dijo á San Abraham recibió de Dios á la vez la
Pedro : tú eres Pedro y sobre esta piedra imposición del nombre y el mandato de
edificaré mi Iglesia. L u e g o , puesto que la circuncisión. P o r eso se acostumbró
le era concedido á Cristo este don de la entre los judíos á imponer nombres á los
gracia, para que por él se salvasen to- niños en el mismo dia de la circuncisión,
d o s , por eso fue llamado conveniente- como si antes da ella no hubieren tenido
mente de Jesús, esto es Salvador, ha- un ser perfecto, como también se hace
biendo preanunciado el ángel este nom- ahora con los niños en el bautismo. Por
bre no solo á su madre, sino también á lo cual sobre aquello ( P r o v . 4 ) : yo fui
J o s é , que era su futuro ayo (nutritius). hijo de mi padre, tiernecito y unigénito
A l argumento 1.° diremos, que en t o - delante de mi madre, dice la Glosa (or-
dos aquellos nombres se significa en cier- din) : « ¿ por qué Salomón se llama uni-
ta manera este nombre Jesús, que es » génito delante de su madre, siendo
significativo de salvación ; porque el » así que la Escritura atestigua que tuvo
nombre Emmanuel que se interpreta, » un hermano uterino, que le había pre-
Dios con nosotros, designa la causa de » cedido, sino porque éste murió iume-
la salvación, que es la unión de la natu- » diatamente de nacer sin recibir nom-
raleza divina y humana en la persona del » bre, por lo que le considera como si no
Hijo de D i o s , por la que se hizo que » hubiese vivido ? » P o r esta razón
D i o s estuviese con nosotros, como parti- Cristo recibió la imposición del nombre
cipando de nuestra naturaleza. A l decir: á la vez que fue circuncidado (2).
voca nomen ejus; accélera, spolia de-
tráhe, e t c . , se designa el enemigo, de
(1) Porque solo él trajo sobre ei mundo la salud universal, mentó en que por la circuncisión se rasgaban sus carnes, se
perfecta é íntegra de los cuerpos y de las almas, juntamente nos dio á conocer la sangre que debía derramar para ser nues-
con la temporal y eterna. — Dmoux. tro Salvador. — Dnioux.
(2) Dice Bossuet; que imponiéndosele nombre en el m o -
CUESTIÓN XXXVII.—ARTÍCULO III. 455
prendía ; y 2.° por la especial, que hacía como dice San Gregorio Niceno (hab. in
relación á solo los primogénitos. Caiena S. Thom. sup. illud Lucas 2:
Responderemos que, como se ha di Sanctum Domino, etc.). « aquel precepto
cho (a. 1, in corp. al 3.°), Cristo quiso » de la l e y parece cumplirse en solo Dios
ser hecho bajo la ley para reducir á los » encarnado de una manera singular y de
que estaban bajo ella y para que la justi Í diferente modo los demás; pues el solo
ficación de la ley se cumpliese espiritual y> concebido inefablemente, é incompren
mente en sus miembros (2). M a s de la y> siblemente dado á l u z , virginalem ute
prole nacida se consigna en la antigua ley x> rum aperuit, non antea connubio rese
(i) Por aquel misterio cumplió Jesucristo lo dicho por el pro la justificación de la ley se cumpliese eti nosotros que no andamos
feta (Malach. c. 3), vino inmediatamenteásu tcmploel dominador según la carne, sino según el espíritu. — Dwoux.
á quienbuscais, y el ángel del testamento d quienqucreis.—Viwovx.. (3) Tal pecado no era'otra cosa que la inmundicia legal con
(2) Lo cual fue tomado por el Apóstol (Пот. 8 . 4 y 5) cuando traída por el flujo de sangre, y por cuya inmundicia no era
dice: que Dios ¡tabla enviado á su Що en semejanza de carne depe permitido tocar cosa alguna sagrada. — D RLOUX.
ca
to, ttun del pecado, condenando al pecado en la carne, para que
456 CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULOS III Y I V .
Consideraremos ahora el bautismo con que Cristo fue bautizado; y puesto que Cristo fue bautizado
por el bautismo de Juan trataremos: 1.° el bautismo de Juan en general; 2.° del bautismo de Cristo.
Sobre lo primero estudiaremos: 1.° Fue con veniente que Juan bautizase ? — 2.° Aquel bautismo fue
de Dios? — 3.° Confirió gracia ? — 4.° Debieron ser bautizados otros ademas de Cristo con aquel bau-
tismo ? — 5.° Debió cesar aquel bautismo después de bautizado Cristo ? — 0.° Los bautizados con el
bautismo de Juan debían después ser bautizados con el bautismo de Cristo ?
( M a l a e h . u l t . 4 ) : acordaos de la ley de b a u t i z a d o p o r J u a n , p a r a c o n s a g r a r el
Moisés mi siervo. L u e g o t a m p o c o J u a n b a u t i s m o , c o m o d i c e S a n A g u s t í n (Sup-
d e b i ó i n t r o d u c i r u n n u e v o r i t o d e b a u t i z a r . J o a n i m p l i c . t r a c t . 5 ) ; 2 . , p a r a manifes-
a
(1) Téngase presente, que Juan bautizaba por inspiración (2) En el E v a n g e l i o de San Juan (1, 6) se lee : I I I I W * *
del Espíritu-Santo, según aquello (Joann. 1J quien me envió d llamado Juan fue enviado por Dios : vino este cn testimonio /IÍÍI'ÍJd"
r
bautizar en agua, él mismo me dijo i aquel sobre el cual vieres el testimonio de la luz. — Dnioux.
Espirilu..—Dnioux.
CUESTIÓN XXXVIII.—ARTÍCULOS I Y 11. 459
que « Juan bautizó para q u e , guardando cramental que es de Dios trae su nom-
i el orden de su precursion, el qué había bre de un hombre puro. A s í no se dice
i> previniese naciendo al Señor, que nace- que el bautismo de la nueva l e y es de
»ría, prevendría bautizando también al P e d r o ó de P a b l o , sino de Cristo. P e r o
j) Señor que bautizaría» ; 4 . , para que aquel bautismo trae el nombre de Juan,
a
induciendo á los hombres á la penitencia según aquello, (Matth. 2 1 , 25) : ¿el bau-
los preparase á recibir dignamente el tismo de Juan de dónde era? ¿Del Cielo
bautismo de Cristo. P o r lo que en el mis- ó de los hombres? L u e g o el bautismo de
mo lugar dice el venerable B e b a (in hom. J u a n no fue de Dios.
Circuncis. qua3 est interhom. totuis anni) 2.° Toda doctrina que procede nueva-
que ff el bautismo de San Juan sirvió mente de Dios es confirmada por algu-
i> tanto antes del bautismo de Cristo, co- nos prodigios; por esta razón el Señor
» mo la doctrina de la fe sirve á los cate- (Exod. 4) dio á Moisés la potestad de
i>eumenos, aún no bautizados»; porque hacer milagros; y San P a b l o dice (Hebr.
así como aquel predicaba la penitencia, 2 , 3) : la cual (esto e s , la salud), ha-
preanuuciaba el bautismo de Cristo y biendo comenzado á ser anunciada por el
atraía al conocimiento de la verdad que Señor, fue después confirmada entre
apareció en el mundo; así los miuistros nosotros por aquellos que la oyeron, con-
de la Iglesia instruyen primero á los ca- firmándola al mismo tiempo Dios con se-
tecúmenos, después les reprenden sus p e - ñales. Pero se dice de J u a n Bautista
cados, y por último, les prometen el per- ( J o a n 10, 41) : Juan en verdad no hizo
don de ellos por el bautismo de Cristo. ningún milagro. L u e g o parece que el
Al argumento 1.° diremos, que el bau- bautismo con que bautizó no fuese de
tismo de San J u a n no era per se un sa- Dios.
cramento, sino como cierta cosa sacra- 3.° L o s sacramentos que han sido ins-
mental, que dispone al bautismo de tituidos por D i o s , se contienen en algu-
Cristo ; por consiguiente pertenecía en nos preceptos de la Sagrada Escritura.
algún modo á la ley de Cristo, mas no á P e r o el bautismo de J u a n no se manda
la ley de Moisés. por precepto alguno de la Sagrada E s -
Al 2.° que San Juan no sólo fue pro- critura. L u e g o parece que no fue de Dios.
feta, sino más que profeta, como se dice Por el contrario, es lo que se dice (Joan.
(Matth. 11); porque fue el término de 1, 33) : aquel que me envió á bautizar en
la ley y el principio del Evangelio (1). agua, me dijo : Sobre aquel que tu vieres
Por consiguiente pertenecíale escitar á descender el Espíritu, etc.
los demás de palabra y obra á seguir la Conclusión. El bautismo de San Juan
ley de Cristo más que á la observancia Bautista fue solamente un rito prescrito
de la ley antigua. por Dios.
Al 3.° que aquellos bautismos ó ablu- Responderemos, que en el bautismo
ciones de los,fariseos eran vanos, como de Juan pueden considerarse dos cosas;
que solo se referían á la limpieza del que son el rito mismo del bautismo y el
cuerpo ; mientras que el bautismo de San efecto de este bautismo. E l rito del bau-
Juan se refería á la purificación espiri- tismo no fue de los hombres sino de Dios
tual, porque atraía á los hombres á la el cual por revelación familiar del Espí-
penitencia, como se ha dicho. ritu Santo envió á J u a n á bautizar (2).
P e r o el efecto de aquel bautismo fue del
ARTÍCULO I I . — E l b a u t i s m o d o J u a n hombre, puesto que nada se hacía en él
fnc de Cristo? que el hombre no pudiera hacer (3). L u e -
go no fue de solo D i o s , sino en cuanto
l.° Parece que el bautismo de J u a n Dios obra en el hombre.
no fue de D i o s ; porque ninguna cosa sa- A l argumento 1.° diremos que por el
(1) Al. toda » — Dnioux. (4) Lulero, Zwinglio, Calvino y otros novadorescnscñaM"
(2) A s í lo sienten con el Crisóstomo casi todos los esposito- que no hubo diferencia alguna entre el bautismo de Juany c
res, sin embargo de que algunos ponen penitencia en lugar de de Jesucristo; mas esto fué condenado por el Concilio de rrento
paciencia. — Dnioux. (ses. 7, De capí. can. \), si alguno dijere, que el bautismo Je '««•
(3) Como advierte Kicolai, tal precepto no fue necesario que tuvo igual virtud que el bautismo de Jesucristo, sea anntemti^
se espresase en la Escritura relativamente á nuestros sacra- Por el contrario, los Socinianos dijeron, que el bautismo
m e n t o s . — DRIOUX. Juan era puramente humano. — Dntoux.
CUESTIÓN XXXVIII. — ARTÍCULOS III Y I V . 461
(Juan 1, IV): la gracia y la verdad fue no se había instituido para esto, sino que
hecha por Jesucristo. Y por esto el bau- solo era preparatorio para el bautismo
tismo de Juan no conferia la gracia, sino de Cristo como se ha dicho (aquí y a . 1).
solamente preparaba á ella de tres mo- Mas en cuanto á los sacramentos tienen
dos: 1.° por su doctrina que induce á los su efecto de la fuerza (ó eficacia) de su
hombres á la fe de Cristo ; 2.° acostum- institución.
brando a los bombres al rito del bautismo
de Cristo; y 3.° preparándolos por la pe- ARTÍCULO I V . — ¿ B e b i e r o n s e r b a u t i -
nitencia á recibir el efecto del bautismo zados otros a d e m a s de Cristo, c o n el b a u t i s m o
de Cristo. de J u a n ?
Al argumento 1.° diremos, que en
aquellas palabras como dice B e d a (c. 2 l.° Parece que solo Cristo debió ser
in Marc. sup. illud : fuit Joannes in de- bautizado con el bautismo de J u a n ; por-
serto), puede entenderse dos clases de que, como se ha dicho (a. 1), Juan bau-
bautismo : uno que Juan confería bauti- tizó, para que Cristo fuese bautizado,
zando, el cual se dice bautismo de peni- como dice San Agustín (sup. Joan. tract.
tencia, puesto que aquel bautismo era 13). Pero lo que es propio de Cristo no
una exortacion á la penitencia y cierta debe convenir á los demás. L u e g o nin-
protestación por la que los bombres ofre- gunos otros debieron^ ser bautizados con
cían hacer penitencia (1); y otro es el bau- aquel bautismo.
tismo de Cristo, por el que se perdonan 2.° Todo el que es bautizado, ó recibe
los pecados, cuyo bautismo no podía dar algo del bautismo, ó confiere algo á este.
Juan, sino que solamente le predicaba di- Pero nadie podía recibir cosa alguna del
ciendo: él os bautizará en Espíritu Santo. bautismo de J u a n , puesto que en él no
0 puede decirse que predicaba el bautis- se confería la gracia, como se ha dicho
m o de la penitencia, esto es, el que induce (a. 3 ) ; ni alguno podía conferir algo al
a l a penitencia, la que condude á los hom- bautismo sino Cristo, que « santificó las
bres al perdón de los pecados. O puede » aguas por el contacto de su purísima
decirse también que por el bautismo de » carne ». L u e g o parece que solo Cristo
Cristo, como indica San Jerónimo (alius debió ser bautizado con el bautismo de
auctor, sup. illud Marci 1 : prmdicans Juan.
baptismum peen.), « s e da la gracia por 3.° Si eran bautizados otros con aquel
»la que se perdonan los pecados gratui- bautismo, esto no era sino para que se
»tamente ; pero lo que es consumado preparasen al bautismo de Cristo; y en
»por el esposó, es iniciado por el padri- tal concepto parecía conveniente que, así
» no de la boda » , esto es por Juan. P o r como el bautismo de Cristo se confiere á
esta razón se dice que bautizaba y pre- todos, grandes y pequeños, gentiles y j u -
dicaba el bautismo de la penitencia para díos , también se confiriese del mismo
la remisión de los pecados, no porque él modo el bautismo de J u a n . Pero no se
lo perfeccionase, sino porque preparán- lee que fuesen bautizados por él los ni-
dolos disponía para esto á los hombres, ños , ni tampoco los gentiles; pues se dice
Al 2.° que aquella confesión de los pe- (Mar. 1, 5), que salían á él todos los de
cados (2) no se hacía para obtener inme- Jerusalen y eran bautizados. Luego pa-
diatamente el perdón de ellos por el bau- rece que solo Cristo debió ser bautizado
tismo de J u a n , sino para obtenerle por por Juan.
la penitencia consiguiente y por el bau- Por el contrario, dícese ( L u c . 3 , 21):
tismo de Cristo, al que preparaba aque- aconteció que como recibiese el bautismo
lla penitencia. todo él pueblo, también fice bautizado Je-
Al 3.° que la circuncisión había sido sús , y estando él orando se abrieron los
instituida para remedio del pecado origi- cielos.
nal ; mientras que el bautismo de Juan Conclusión. No solo convino que Jesu-
(1) Qua profitebanhir homines, se pmnitenliam acíitros; donde en la C. 68 se hace evidente, según advierte Silvio, el sentido
ebe advertirse, que en algunas ediciones no se halla el pro- del Autor, á s a b e r ; que esta confesión no sería solamente
nombre se. _ Dmoux. • general sino que también particular d e los crímenes ó peca-
(2) Cotejada esta respuesta con la doctrina del a. 6.° al 1.° dos, al menos más graves. — Dmoux.
462 CUESTIÓN X X X V I I I . — ARTÍCULOS IV Y V .
(1) De aquí nada puede concluirse en favor de los anabap- eficaz por institución para dar la gracia y remisión de lospo
tistas, y en contra el Sacramento del bautismo administrado cades á los n i ñ o s , no valiendo solo como quieren los sectario*
en la Iglesia á los párvulos, porque como ya se ha dicho, el para significar y escitar la fe. — D R I O U X .
bautismo de Jesucristo no es bautismo de penitencia; y ademas (2) Ál., baptizado in Christo. — DRIOUX.
porque, como dice S i l v i o , dicho bautismo de Jesucristo es
CUESTIÓN XXXVIII. — ARTÍCULOS V Y VI. 463
(í) Parece que el Maestro de las Sentencias así lo dedujo sobre San Lúeas. « Y por eso, escribe, una cosa fue el bautismo
del testo de San Ambrosio (De Spiritu S. c. 3) en que se dice : » penitencia, y otra el de gracia». Así San Basilio distinguía
« Juan no bautizaba en su bautismo, sino en la remisión de tres clases de bautismos, el de Moisés, el de Juan y el do Cristo.
» los pecados, en Jesús que venía ». Mas tal deducción no era El i . ° , que prometía á Cristo, confería solo la pureza lega!;
conforme ; pues San Ambrosio habla de la remisión futura de el 2.°, que anunciaba próximo al Mesías, exhibíala gracia ya
los pecados y la infusión de la gracia que debía verificarse por cercana ; mas el 3 , ° e r a el que daba la supereminencia de la
el bautismo de Cristo, y solo concede el efecto del temor de los gracia, es decir, la gracia completa y perfecta. — M. Ch.
castigos al bautismo dé penitencia ; como se infiere de la expo- (2) Así lo sienten otros PP. como Evodio Anlioqueno, Cle-
sición que hace del Salmo 37, diciendo : « E l bautismo de mente Alejandrino, añadiendo que solo San Pedro fue bauti-
» Juan es el ojo de los castigos, el bautismo de Cristo es el ojo zado por Cristo; mas por San Pedro lo fueron San Aiubes,
» de las gracias ». Lo que se confirma en el libro 2.° c. 278 Santiago y San Juan , y por estos todos los demás.—Daio»*-
CUESTIÓN X X X V I I I . — A R T Í C U L O VII. 465
CUESTIÓN XXXIX.
Del bautismo de Cristo.
Vamos á tratar del bautismo de Cristo acerca del cual estudiaremos: 1.° Debió ser bautizado
Cristo?2.° Debió ser bautizado con el bautismo de Juan? 3.° Del tiempo del bautismo. 4.° Del lugar.
5.° Del hecho que le fueron abiertos los cielos. 6.° De la aparición del Espíritu Santo en figura de pa-
loma. 1." Aquella paloma fue un verdadero animal ? 8." De la voz del testimonio paterno.
ARTÍCULO I. — Fno conveniente owe y reposar sobre él, este es el que bautiza.
Cristo f u e r a b a u t i z a d o ? (2) L u e g o n o l e convino ser bautizado.
P o r e l contrario, e s l o q u e s e dice
1.° P a r e c e q u e n o f u e c o n v e n i e n t e q u e ( M a t t h . 3 , 1 3 ) , q u e vino Jesús de la Ga-
Cristo f u e r a b a u t i z a d o ; p o r q u e s e r b a u - lilea al Jordán para ser bautizado por él.
tizado e s s e r l a v a d o , y s e r l a v a d o n o C o n c l u s i ó n . Aunque Cristo no nece-
c o n v e n í a á C r i s t o , e n q u i e n n o h u b o i m - sitó .ser bautizado quiso no obstante serlo
p u r e z a a l g u n a . L u e g o p a r e c e q u e n o f u e pora santificar las aguas y purificar
c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o f u e r a b a u t i z a d o . nuestras manchas, esplicando así lo que
2.° C r i s t o r e c i b i ó l a c i r c u n c i s i ó n p a r a nosotros debíamos hacer.
cumplir l a l e y . E s a s í q u e e l b a u t i s m o n o R e s p o n d e r e m o s , que fue conveniente
p e r t e n e c í a á l a l e y . L u e g o n o d e b i ó s e r q u e C r i s t o f u e s e b a u t i z a d o : 1.° p o r q u e ,
bautizado. como dice S a n Ambrosio (Super, L u c .
3.° E l p r i m e r m o t o r e n c u a l q u i e r g é - s u p . i l l u d c . 3 : Factum estautem, e t c . ) ,
nero e s i n m ó v i l s e g ú n a q u e l l o m o v i d o , « e l S e ñ o r f u e b a u t i z a d o , n o q u e r i e n d o
que é l p r o d u c e ; a l m o d o q u e e l c i e l o , » s e r p u r i f i c a d o , s i n o p u r i f i c a r l a s a g u a s ,
que e s e l p r i m e r a l t e r a n t e , n o e s a l t e r a - u p a r a q u e , p u r i f i c a d a s p o r l a c a r n e d e
ble. P e r o C r i s t o e s e l p r i m e r o q u e b a u - » C r i s t o , q u e n o c o n o c i ó p e c a d o , t u v i e -
tiza s e g ú n a q u e l l o ( J o a n 1 , 33) : sobre » s e n l a v i r t u d b a u t i s m a l ( 3 ) » y p a r a
aquel que tú vieres descender el Espíritu » d e j a r l a s a g u a s s a n t i f i c a d a s á l o s q u e
(1) Tengase presente que según la opinión del angélico (3) Lo cual es conforme con lo que la Iglesia pide en la ben-
Mtor, el Sacramento del bautismo fue instituido cuando dición' de la fuente bautismal cuando dice, mida purifican*,
"'{° bautizado por San Juan en el Jordán. — Ditioox.
f u e
aqua regenerans, es decir, que todos los que por ella sean lava-
W Sobre esta materia V. á Bossuet {Élévations sur les myslé- dos consigan la indulgencia de una purificación perfecta me-
*i semine 22, elemt. 2."). • DRIOUX. diante la gracia del Espíritu Santo, i— DRIOUX.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 80
466 CUESTIÓN V X X I X . — A R T Í C U L O S I Y II.
Al 2.° que el bautismo de los judíos hombres, debió ser bautizado antes de los
ordenado en la ley era solamente figura treinta años.
tivo ; mientras que el bautismo de J u a n 3.° E l indicio de la sabiduría infusa
era en alguna manera real, en cuanto por Dios debió manifestarse sobre todo
inducía á los hombres á abstenerse de los en Cristo. M a s se manifestó en Daniel
pecados. Pero el bautismo de Cristo en tiempo de su niñez, según aquello
tiene la eficacia de limpiar del pecado y (Dan. 1 3 , 45): despertó el Señor el
conferir la gracia. Cristo no tenía nece Santo espíritu de un mancebo de poca
sidad de recibir la remisión de los peca edad, cuyo nombre era Daniel. L u e g o
dos, que no había en é l , ni tampoco la mucho más Cristo en su infancia debió
gracia, de que estaba lleno: de la misma ser bautizado y enseñar.
manera también, siendo él la verdad, no 4.° E l bautismo de Juan se ordena al
le convenía lo que se hacía solo en figu bautismo de Cristo como á su fin. Pero
ra(l). Por lo tanto, fue más conveniente el fin es lo anterior en la intención y lo
que fuese bautizado con un bautismo me posterior en la ejecución. L u e g o ó Cristo
dio que con alguno de los estremos. debió ser bautizado el primero ó el últi
Al 3.° que el bautismo es cierto re mo por Juan.
medio espiritual; pero cuanto más per Por el contrario, es lo que se dice
fecto es algo, tanto menor remedio nece (Luc. 3 , 21): aconteció que, como reci
sita. D e consiguiente, por l o mismo que biese el bautismo todo el pueblo, también
Cristo es la misma perfección, fue conve fue bautizado Jesús y estando él oran
niente que no fuese bautizado con el do, etc.; y más adelante :y el mismo Je
bautismo perfecto; como aquel que está sús comenzaba á ser corno de treinta
sano no necesita de medicina eficaz. años.
Conclusión. Cristo fue bautizado con
ARTICULO I I I . — c r i s t o f u e b a u t i z a d o venientemente á la edad de treinta años.
en t i e m p o c o n v e n i e n t e ? (2) Responderemos, que Cristo fue con
venientemente bautizado á los treinta
1.° Parece que Cristo no fue bautizado años : 1.°, porque Cristo era bautizado
en tiempo conveniente; porque Cristo fue como comenzando entonces á enseñar y
bautizado para escitar con su ejemplo á predicar, para lo cual se requiere la
á otros al bautismo. Y los fieles de Cristo edad perfecta, cual es la de treinta años.
son bautizados laudablemente, no solo Por esta razón se lee (Genes. 4 1 , 46),
antes de los treinta años, sino también que José tendría treinta años cuando re
en la edad infantil. L u e g o parece que cibió el gobierno del Egipto. D e la misma
Cristo no debió ser bautizado á los treinta manera también se lee de David ( n K e g .
años. 5, 4) que era de treinta años cuando co
2.° No se lee que Cristo hubiera ense menzó á reinar. También E zequiel co
ñado ó hecho milagros antes del bautis menzó á profetizar á los treinta años,
mo (3). Pero hubiera sido más útil al como se ve (Ezech. 1); 2.°, porque, como
mundo si hubiera enseñado en tiempo an dice el Crisóstomo(super Matth. hom. 1 0 ) ,
terior, comenzando á los veinte años ó debía suceder que después del bautismo
también antes. L u e g o parece que Cristo, de Cristo, comenzase á cesar la ley. P o r
que había venido por utilidad de los consiguiente, Cristo vino al bautismo á
(1) La circuncisión era también figurativa; sin embargo, nacimiento del Salvador. Los que sienten que Jesucristo nació
Cristo la observó por razones diversas según se ha dicho en el año 748 ó 19 de la fundación de Roma, guardada la época
la C. 37, a. 1. —Dmoux. tiberiana, no pueden colocar el bautismo de Cristo en el año
(2) TÍO convienen los teólogos en el año en que Cristo fue 15 ó 16 de Tiberio ó sea el 7S2 ú 83 de la fundación de Roma,
bautizado. Pues unos, apoyados en el (c. 3) de San Lúeas, su á no ser que supongan que Cristo fue bautizado el año 33 ó
poniendo que San Juan Bautista incoó su ministerio en el año 34 de su edad. Otros quo, apoyándoso en el E vangelio, sos
décimoquinto de Tiberio, afirman que Jesucristo fue bautizado tienen que Cristo fue bautizado cum essel quasiannorum triginta,
á los 30 años de su edad. Consta, pues, que Tiberio consiguió y nacido en el año 748 ó 49, defienden, que esto sucedió el dia
la autoridad imperial el 19 d e Agosto del Jaño 707 de l a fun 6 de Enero del 779 de la fundación de Roma, es decir, cuando
dación de Roma; luego el año 15 referido de Tiberio corres Cristo cumplía los 30 años ó pocos dias d e s p u é s . — M . Ch.
ponde al año 182 de la fundación de Roma y en el cual (3) Y l a razón es porque el primer milagro que Jesucristo
principió a bautizar San Juan. Mas si se dice que Cristo nació, obró según se dice en el fe. 2) de San Juan, fue cuando con
see;<№ el Martirologio romano en el año 752 de la fundación virtió el agua en vino en las bodas de Canaan. — Dmoux.
de Roma, entonces debe decirse que principiaba el año 30 del
468 C U E S T I Ó N X X X I X . — A R T Í C U L O S III Y I V .
(l) Por esü el Concilio de Trento anatematizó á todos los (2) Ya hemos dicho que es incierto el dia y año en que si
que enseñaban que el Sacramento del bautismo, á imitación verificó el bautismo de Cristo, como igualmente sucede reía
de Cristo, debía diferirse hasta la edad de 30 años. (V. dicho tivamente á la adoración de los magos y del primer mila?; 11
2.° L a palabra Jordán significa des- cia, y á tal descenso debe referirse la
censo : y por el bautismo se sube más palabra Jordán.
bien, que se baja ; por lo que también se A l 3.° que como dice San Agustín (in
dice (Matth. 3 , 16) q u e , bautizado Je- Serm. de Epiphan.), « a s í como retroce-
sús, subió luego del agua. L u e g o parece » dieron las aguas del Jordán, del mismo
que fue inconveniente que Cristo fuera » modo, una vez que Cristo fue bautí-
bautizado en el Jordán. » zado, retrocedieron también los peca-
3.° Cuando los hijos de Israel pasaron » dos ». O bien se significa por esto que
el Jordán, las aguas del rio retrocedie- contra el descenso de las aguas, se re-
ron, como se lee ( J o s u é , 4) y también montaba el rio de las bendiciones.
(Ps. 113). M a s los que son bautizados,
no caminan atrás sino adelante. L u e g o A R T Í C U L O V. — Bautizado Cristo, de-
no fue conveniente que Cristo fuese bau- b i e r o n a b r i r s e l o s c i c l o s (1) ?
tizado en el Jordán.
Por el contrario, es lo que se dice l . ° Parece que bautizado Cristo no de-
(Marc. 1 , 9 ) , que Jesús fue bautizado bieron abrirse los cielos ; porque estos
por Juan en el Jordán. deben abrirse para aquel, que tiene nece-
Conclusión. Fue conveniente que Jesu- sidad de entrar en el cielo como existente
cristo se bautizase en el rio Jordán para fuera del cielo. Pero Cristo estaba siem-
designar por medio de este bautismo la pre en el cielo según aquello (Joan. 3,
entrada en el reino de Dios. 13): el hijo del hombre, que está en el
Responderemos, que el rio Jordán fue cielo. L u e g o parece que los cielos no de-
aquel, por el que entraron los hijos de bieron abrirse para él.
Israel en la tierra de promisión. P e r o el 2.° L a apertura de los cielos ó se en-
bautismo de Cristo tiene de especial en- tiende espiritual ó corporalmente. Más
tre todos los bautismos el hacer entrar no puede entenderse corporalmente, pues-
en el reino de D i o s , el cual es significado to que los cuerpos celestes son impasi-
por la tierra de promisión: por esta razón bles é infrangibies, según aquello ( J o b .
se dice (Joan. 3 , 5) : no puede entrar en 37, 18): ¿acaso tu juntamente con él fa-
el reino de Dios, sino aquel que fuese na- bricaste los cielos, que son muy sólidos,
cido de agua y de Espíritu Santo. A lo como si fuesen vaciados de bronce? Tam-
que también pertenece el que Elias divi- poco puede entenderse espiritualmente,
dió las aguas del Jordán, cuando debía porque los cielos no .habían estado cerra-
ser elevado en u n carro de fuego al cielo, dos antes á los ojos del Hijo de Dios.
como se dice (4 R e g . 11); porque pasan- L u e g o parece que se dice inconveniente-
do por el agua del bautismo, se franquea mente q u e , bautizado Cristo, fueran
por el fuego del Espíritu Santo la entrada abiertos á él los cielos.
al cielo. Por consiguiente fue conveniente 3.° A los fieles se les abrió el cielo por
que Cristo fuera bautizado en el Jordán. la pasión de Cristo según aquello (Hebr.
Al argumento 1.° diremos, que el paso 10, 19): teniendo confianza de entrar en
del mar Rojo prefiguró el bautismo, en el Santuario porla sangre de Cristo. P o r
cuanto que este borra los pecados ; mien- consiguiente ni aun los bautizados por el
tras que el paso del Jordán, en cuanto á bautismo de Cristo pudieron entrar en el
que abre la puerta del cielo, que es el cielo, si habían muerto antes de su pa-
efecto más principal del bautismo , se sión. Luego, con mayor razón debieron
cumplió por solo Cristo ; y por esto fue abrirse los cielos durante su pasión, que
más conveniente que Cristo fuera bauti- durante su bautismo.
zado en el Jordán, que en el mar. Por el contrario, dice el Evangelista
Al 2.° que en el bautismo se sube por (Luc. 3 , 21); también fue bautizado Je-
el movimiento de la gracia, que requiere sús y estando él orando se abrió el Cielo.
el descenso de la humildad, según aque- Conclusión. Bautizado Cristo fue con-
llo (Jao. 4, 6 ) : y á los humildes da gra- gruente que los cielos se abriesen para
(4) Los cíelos que aquí se dicen abiertos no deben en teñ- llas, sino los aéreos en que se hizo tal mudanza en que se v i o
irse, seKuu Silvio, los sidéreos ó en donde están las estre- la apertura que aquí se dice.—Daioux.
CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULO V.
(1J Es decir, después que el bautismo fue santificado y tu- (3) No solo ex parte sui, como si fuera únicamente univer-
viese virtud de santificar á los bautizados.—Daioux. sal, sino también ex parte nostri, es decir, por todos los hom
(2) En otras ediciones se lee á lados, es decir, que en lugar bres, aunque no á todos aproveche.—Dnioux.
de hominibus dice ómnibus,—DKIOTJX,
CUESTIÓN XXXIX.—ARTÍCULOS V Y VI. 471
' (1) La respuesta afirmativa es cierta } porque todas las (2) V ademas lo que se dice en el c. 3 , v . 16 de San Mateo,
cosas que se hacen divinamente por necesidad deben también y c. 1, v . 10 de San Marcos.—Dnioux.
resultar como muy convenientes.—DRIOUX.
4T2 CUESTIÓN XXXIX.—ARTÍCULO VI.
t i n ( d e T r i n i t . 1. 2 , c . 6 ) , s e d i c e h a b e r A l 4 .° q u e e l E s p í r i t u S a n t o apareció
descendido e l Espíritu sobre Cristo e n s o b r e C r i s t o b a u t i z a d o en figura d e p a l o -
figura c o r p o r a l c o m o p a l o m a , n o p o r q u e m a p o r c u a t r o r a z o n e s : 1. á c a u s a d e l a
a
(1) En el testo se dice, según unos per significalionismodum; ticos c. 2, se atribuyen al Esposo ¡ veni, columba mea informal-
mas según otros debe leerse per aclionin modum.—Dmoux. nibw pelrcs in caverna maceriai.—DRIOUX.
(2) Aquí se alude a las palabras que el cántico de los can-
C U E S T I Ó N XXXIX. — ARTÍCULOS VI Y V I I . 473
j> l i b e r t a d o r » . 4 . a p a r e c i ó e l E s p í r i t u
a
(1) Aquí el Doctor angélico responde afirmativamente, tada en la (sent. i, dlst. 16, quast. 1, itrí. 3, ai 3 , segün a d '
aunque no sea menos probable la doctrina por é l mismo s e n - v i e r t e Silvio).—DRIOUX.
474 CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULOS VII Y VIII.
c o m o e l E s p í r i t u S a n t o e s l l a m a d o espíri- S a n t o , s e g ú n q u e a p a r e c i e r o n sensible-
tu de verdad, c o m o c o n s t a ( J o a n . 16), m e n t e , s e d i c e n h a b e r s i d o e n v i a d o s visi-
por eso también él mismo formó l a ver- b l e m e n t e . P e r o n o c o n v i e n e a l P a d r e ser
dadera paloma, e n l a q u e aparecería, e n v i a d o , c o m o consta p o r S a n Agustín
aunque n o la tomara, e n la unidad d e l a (De Trin. 1. 2 , c . 12). L u e g o t a m p o c o
persona. P o r esta razón, después d e l o el aparecer.
predicbo añade S a n Agustín: «así como 2.° L a v o z e s s i g n i f i c a t i v a d e l v e r b o
» n o convenía que e lHijo d e Dios enga- c o n c e b i d o e n e l c o r a z ó n . Y e l P a d r e no
» ñase á los hombres ; así tampoco con- e s .el V e r b o . L u e g o i n c o n v e n i e n t e m e n t e
» venía que engañase el Espíritu Santo. se manifiesta e n l av o z .
t> M a s n o e r a d i f í c i l a l D i o s o m n i p o t e n t e 3.° E l h o m b r e C r i s t o n o c o m e n z ó á
» que h a criado d e l a nada al m u n d o e n - ser H i j o d e D i o s e n e l b a u t i s m o , como
tero, formar e lcuerpo verdadero d e u n a a l g u n o s h e r e j e s h a n p e n s a d o , s i n o q u e lo
» paloma sine l concurso d eotras palo- f u e d e s d e e l principio d e s u concepción.
» m a s ; c o m o n o l e f u e difícil f o r m a r u n L u e g o l a v o z d e l P a d r e d e b i ó atesti-
» cuerpo verdadero e n e lseno d e M a r í a g u a r l a D i v i n i d a d d e C r i s t o m á s b i e n en
» sin e ls e m e n viril; puesto q u e l a cria- el nacimiento q u e e n s u bautismo.
» t u r a c o r p o r a l o b e d e c e á l a orden y á l a Por el contrario, d i c e e l E v a n g e l i s t a
»voluntad d e l Señor, para formar a l ( M a t t h . 3 , 17) : Y he aquí una voz de
» hombre e n lasentrañas d el amujer y los cielos que decía: este es mi Hijo el
» para formar e n este m u n d o l a palo- amado , en quien me he complacido.
í> m a y>. (1). Conclusion. Fue conveniente que en el
A l argumento 1.°diremos, que s e dice bautismo de Cristo, el Padre se declarase
haber descendido el Espíritu Santo bajo en la voz.
l a figura ó s e m e j a n z a d e p a l o m a , n o p a r a Responderemos q u e , c o m o s e h a dicho
escluir l a verdad d el ap a l o m a , sino para ( a . 6 ) , e n e l b a u t i s m o d e C r i s t o , q u e fue
enseñar que no apareció bajo la forma d e el m o d e l o d e l n u e s t r o , d e b i ó d e mostrarse
su sustancia. lo q u e s e p e r f e c c i o n a e n e l n u e s t r o . Pero
A l 2.° q u e n o f u e s u p e r f l u o f o r m a r l a e l b a u t i s m o , c o n q u e s o n b a u t i z a d o s los
paloma verdadera, para que el Espíritu fieles, se c o n s a g r a p o r l a invocación y
Santo apareciese e n ella, puesto que por v i r t u d d e l a T r i n i d a d s e g ú n aquello
la m i s m a verdad d el a p a l o m a s e significa ( M a t t h . u l t . 1 9 ) : id pues, y enseñada
la verdad d e l Espíritu Santo y d e s u s todas las gentes bautizándolas en el nom-
efectos. bre del Padre y del Hijo y del Espíritu
A l 3.° q u e l a s p r o p i e d a d e s d e l a p a l o - Santo, y p o r e s o (( e n e l b a u t i s m o de
m a c o n d u c e n d e l m i s m o m o d o á significar » C r i s t o y>, c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o (Sup.
su naturaleza q u e á significar los efectos i l l u d M a t t h . 3 : Et cece aperti, e t c . ) , « s e
del Espíritu Santo ; porque por lo mismo » d e m u e s t r a e l misterio d e l a Trinidad;
que la paloma tiene tales propiedades, s e » p o r q u e e l S e ñ o r e s b a u t i z a d o e n l a na-
manifiesta q u e l a p a l o m a significa a l E s - » t u r a l e z a h u m a n a : e l E s p í r i t u Santo
píritu Santo. » d e s c i e n d e s o b r e é l en figura d e p a l o m a
» y s e o y e l a v o z (2) d e l Padrea q u e da
ARTÍCULO V I I I . — ¿Fue conveniente
)) t e s t i m o n i o d e l H i j o » . P o r l o t a n t o fue
q u e d e s p u é s d e b a u t i z a d o Cristo s e o y e s e l a c o n v e n i e n t e q u e e l P a d r e se m a n i f e s t a s e
voz d e l P a d r e q u e l e reconocía como mijo?
por esta voz en a q u e l b a u t i s m o .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a mi-
l.° P a r e c e , q u e inconvenientemente s i ó n v i s i b l e a ñ a d e algo á l a a p a r i c i ó n ,
después d ebautizado Cristo fuese oida esto es, l a a u t o r i d a d del q u e e n v i a ; y por
la v o z del P a d r e , que l e reconocía c o m o e s o el H i j o y el E s p í r i t u Santo, q u e pro-
H i j o ; porque e l Hijo y e l Espíritu v i e n e n d e o t r o , s e d i c e n s e r e n v i a d o s vi-
(tj San Ambrosio fue de opinión contraria, según Opiato apropiacion, fue sin embargo otra de'toda la Trinidad, puesto
Milevitano contra Parmeniano y San A g u s t í n , diciendo: que era operación ad extra ; y así como advierte Silvio, fuá
« descendió el Espíritu Santo en especie, no en realidad de formada, para espresar á solo el Padre, de igual modo que la
» paloma». (De.sacram. 1. 1, c. 5).—Dmoux. especie de paloma Se dice enviada para significar la represen-
(2) Esta voz aunque se dice formada por el Padre según tación del Espíritu Santo.—Dniotix.
CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULO "Vili. 475
siblemente y no solo que aparecen ; pero mana y como en la paloma solo se demos-
el Padre, que no procede de otro, puede tró el Espíritu S a n t o , según consta por
aparecer, mas no puede ser enviado visi- Agustin ( F u l g e n c i o ) [in lib. de fide ad
blemente. Petrum c. 9.)
Al 2.° que el Padre no se muestra en A l 3.° que la divinidad de Cristo no
la voz, sino como el autor de la voz ó que debió manifestarse á todos en su naci-
habla por ella : y puesto que es propio miento, sino más bien ocultarse en los de-
del Padre producir el V e r b o , lo cual es fectos de la edad infantil. Pero cuando
decir ó hablar, por eso se manifestó el y a llegó á la edad perfecta, en la que era
Padre muy convenientemente por la voz, preciso que enseñase, que hiciera mila-
que significa el Verbo ( 1 ) ; por lo que gros y que convirtiese á el á los hombres,
también la misma voz emitida por el P a - entonces, su divinidad debía manifestarse
dre atestigua la filiación del V e r b o ; y por el testimonio del Padre para que su
así como la especie de paloma, en la que doctrina se hiciese más creíble. P o r esto
se ha demostrado el Espíritu S a n t o , no dice el mismo ( J o a n . 5, 37) : el Padre
es la naturaleza misma del Espíritu Santo, que me envió, el dio testimonio de mí. Y
ni la especie de hombre, en la que se de- esto es lo que sucede principalmente en el
mostró el mismo H i j o , es la naturaleza bautismo, por el cual renacen los hom-
misma del Hijo de D i o s , así también la bres en hijos adoptivos de Dios. Pero los
voz misma no pertenece á la naturaleza hijos adoptivos de Dios son instituidos á
del Verbo ó del Padre que habla. P o r semejanza del hijo natural, según aquello
esta razón (Joan. 5, 37) dice el Señor : ( K o m . 8, 2 9 ) : los que conoció en su
vosotros nunca habéis oido su voz, esto es, presciencia,, á estos también predestino,
ladelPadre, ni habéis visto su semejanza. para ser hechos conformes á la imagen de
Por lo que, como dice el Cnsóstomo su Hijo. P o r esta razón dice San H i l a -
(Sup. Joan. hom. 39), «induciéndolos rio ( S u p . Matth. cap. 1), que « e l Espí-
ípoco á poco al dogma filosófico ( 2 ) , » ritu Santo descendió sobre Jesús des-
)) les manifiesta porque D i o s no tiene ni » pues de bautizado, y se oyó la voz del
»voz ni forma sensible, sino que es supe- » Padre que decía : este es mi hijo amado ;
írior á las figuras y a las lenguas ». Y 2> para q u e , por lo que se consumaba en
como la Trinidad entera operó la paloma x> Cristo, conociéramos que después del
y aun la naturaleza humana tomada por » bautismo, el Espíritu Santo viene sobre
Cristo, así también la formación de la » nosotros y nos franquea las puertas del
voz ; pero sin embargo en la voz solo se » cielo y que somos hechos hijos de D i o s
anuncia el P a d r e , como el que habla, » por la adopción de la voz del Padre ».
como solo el Hijo tomó la naturaleza hu-
(1) 0 lo que es lo mismo signo del Verbo; así como aquellas (2) INo en el sentido que ahora se toma la palabra filosófico',
cosas que se declaran por medio de la -voz son notas de las pa- sino en el de San Juau Crisòstomo, para designar un sentido
siones del alma, como dice el filósofo en el libro de la inter- sublime, cual es el de que se trata.—DRIOUX.
pretación. — Dmoux.
CUESTIÓN XL.
D e l m o d o de v i v i r de C r i s t o .
ARTÍCULO I. — F u e c o n v e n i e n t e q u e f o r m e , p o r q u e s i e m p r e d e b i ó a p a r e c e r en
Cristo viviese e n t r e los h o m b r e s ? él l o q u e e s m e j o r . M a s a l g u n a s veces
C r i s t o b u s c a b a l o s l u g a r e s s o l i t a r i o s ale-
l . ° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó v i v i r j á n d o s e d e l a m u l t i t u d ; p o r l o c u a l dice
e n t r e l o s h o m b r e s s i n o h a c e r u n a v i d a S a n R e m i g i o (Sup. Matt. habitur in
s o l i t a r i a ; p o r q u e e r a p r e c i s o q u e C r i s t o Cap. S. Thom. c . 5 ) : « t r e s r e f u g i o s se
m a n i f e s t a s e p o r s u m a n e r a d e v i v i r n o » l e e q u e t u v o e l S e ñ o r , l a n a v e , el
s o l a m e n t e q u e e r a h o m b r e , s i n o t a m b i é n » m o n t e y e l d e s i e r t o ; á u n o d e l o s que
D i o s . P e r o n o c o n v i e n e á D i o s v i v i r e n - i> s e r e t i r a b a , c u a n t a s v e c e s l a m u l t i t u d
t r e l o s h o m b r e s ; p o r q u e s e d i c e D a n . » l e o b l i g a b a » . L u e g o t a m b i é n siempre
2, 11) : sino los dioses (Y) los cuales no d e b i ó h a c e r u n a v i d a s o l i t a r i a .
tienen comercio con los hombres; y e l P o r e l c o n t r a r i o : e s l o q u e s e dice
F i l ó s o f o d i c e ( P o l i t . 1. 1, c . 2 ) q u e « e l ( B a r u c h . 3 , 38) : después de esto fue visto
» q u e v i v e s o l i t a r i o , ó e s u n a b e s t i a , e s t o en la tierra y conversó con los hombres.
» es, silo hace por causa d efiereza, ó C o n c l u s i ó n . Jesucristo no debió ocul-
» e s D i o s , s i l o h a c e p o r c a u s a d e c o n - tarse llevando una vida solitaria, sino
» t e m p l a r l a v e r d a d » . L u e g o p a r e c e q u e más bien adoptar la pública.
no f u e conveniente q u e Cristo viviese R e s p o n d e r e m o s q u e l a v i d a d e Cristo
entre los hombres. d e b i ó s e r t a l , c o m o c o n v i n i e s e a l f i n d e la
2.° C r i s t o m i e n t r a s v i v i ó e n c a r n e m o r - E n c a r n a c i ó n , s e g ú n e l q u e v i n o a l m u n d o .
t a l , d e b i ó l l e v a r u n a v i d a p e r f e c t í s i m a . P e r o v i n o a l m u n d o p a r a m a n i f e s t a r la
P e r o l a v i d a p e r f e c t í s i m a e s c o n t e m p l a - v e r d a d , c o m o d i c e e l m i s m o ( J o a n . 18,
t i v a , c o m o s e h a d e m o s t r a d o e n l a s e - 37) : yo para esto nací, y para esto vine
g u n d a p a r t e (2 -2. C . 182, a . 1 y 2); al mundo, para dar testimonio á la ver-
a !E
y á l a v i d a c o n t e m p l a t i v a c o n v i e n e s o - dad ; y p o r e s o n o d e b í a o c u l t a r s e , ha-
b r e t o d o l a s o l e d a d s e g ú n a q u e l l o (Oseae. c i e n d o u n a v i d a s o l i t a r i a , s i n o mostrar-
2, 14) : yo la atraeré y la llevaré al de- s e e n p ú b l i c o p r e d i c a n d o p ú b l i c a m e n t e .
sierto y la hablaré al corazón. L u e g o p a - P o r l o c u a l ( L u c . 4, 43) d i j o á a q u e l l o s
r e c e q u e C r i s t o d e b i ó l l e v a r u n a v i d a q u e q u e r í a n d e t e n e r l e : á las otras ciu-
solitaria. dades es menester también que yo anuncie
3.° L a v i d a d e C r i s t o d e b i ó s e r u n i - el reino de Dios ; pues para esto he sido
enviado : 2." p a r a l i b r a r á l o s h o m b r e s del
p e c a d o , s e g ú n a q u e l l o ( i T i m . 1, 1 5 ) :
(1) Así hablaron los caldeos adivinos para esensarse de e s -
plicar el sueño de Nabucodonosorsegun este quería.—Dnioux. Jesucristo vino á este mundo, para sal-
CUESTIÓN XL. — ARTÍCULOS I Y II.
(lj E n otras ediciones conformes con San Jerónimo se dice: (2) Por esta razón los Apóstoles pudieron decir : os anun
Mebant publicanum á peccatis, etc. E n la edición romana se ciamos... lo que fue desde el principio, lo que oimos, lo que vimos
«o, viicranl publicani á peccatis ad meliova eonversi locura inve con nuestros propios ojos, lo que miramos y palparon nuestras manos
"«Ptraireníia;.—DRIOUX. del Verbo de la vida. a
( 1 . Joann. c. 1). — D KIOUX.
4*78. CUESTIÓN XL. — ARTÍCULO II.
fl) Fíjese l a atención en que aquí so habla de la pobreza, gele la necesidad misma, resultando la desgracia social siem-
cosa muy diferente del pauperismo, que ni es conforme al pre y cuando las naciones han llegado á ser material y moral-
Evangelio , ni nunca se conoció en las antiguas sociedades mente pobres.—M. Ch.
católicas. El pauperismo , plaga de la moderna civilización, es (2; Lo cual es conforme con lo que de él estaba escrito en el
un efecto de los malos gobiernos, así como el hacer la felici- Salmo 39 : mas yo soy mendigo y pobre. Lo mismo se repite en
dad general es como consecuencia de los gobiernos buenos. el Salmo 69, 108 y en los trenos de Jeremías cap. 3.°
fiiperismo conduce á la desmoralización, hacia la cual i m -
480 CUESTIÓN X L . — ARTÍCULO III,
otro para concedemos las espirituales ri » pobre de dinero; y esto te lo espresa
quezas, y en fin para que su predicación » el pesebre ». (1)
no se atribuyera á la codicia. A l argumento 1.° diremos, que los que
Responderemos, que fue conveniente quieren vivir virtuosamente, deben evi
á Cristo llevar una vida pobre en esto tar la superabundancia de las riquezas y
mundo : 1.° Porque esto era adecuado al la mendicidad, en cuanto son ocasiones
oficio de la predicación, para el que se de pecar; porque la abundancia de las
dice haber venido (Marc. 1, 3 8 ) : vamos á riquezas es ocasión de enorgullecerse; y
las aldeas y ciudades más cercanas para la mendicidad lo es de hurtar y mentir ó
predicar también allí ; porque para esto también de perjurar. Y puesto que Cristo
he venido. Pero es preciso que los que no era capaz de pecado, no debía evitar
predican la palabra de D i o s , para entre la mendicidad por la causa por la que
garse completamente á la predicación, Salomón la evitaba. Sin embargo ni toda
estén enteramente libres del cuidado de mendicidad es ocasión de hurtar ó de
las cosas seculares ; lo cual no pueden perjurar como parece añadir Salomón
hacer los que ponen riquezas. P o r esta (ibid.) sino solo aquella que es contraria
razón el Señor m i s m o , al enviar á los á la voluntad, para evitar la cual el hom
Apóstoles á predicar, les dijo (Matth. bre hurta y perjura. Pero la pobreza vo
10, 9 ) : no poseáis oro, ni plata; y los luntaria no tiene este peligro ; y tal po
mismos Apóstoles dicen ( A c t . 6) : no es breza es la que Cristo eligió.
justo que dejemos nosotros lá palabra de A l 2.° que puede uno llevar una vida
Dios y que sirvamos á las mesas. 2° común en cuanto al alimento y al vestido,
Porque así como tomó la muerte corpo no solamente poseyendo riquezas, sino
ral , para darnos la vida espiritual; así también recibiendo de las mujeres y de
soportó la pobreza corporal para darnos los ricos lo necesario, lo cual también su
las riquezas espirituales, según aquello cedió con Cristo; porque se dice (Luc. 8,
( i l Cor. 8 , 9 ) : sabéis la gracia de nues 2 y 3 ) : que algunas mujeres seguían á
tro Señor Jesucristo ; se hizo pobre por Cristo que le asistían de sus haciendas,
amor vuestro, á fin de que vosotros fue Por lo que, como dice San Jerónimo (super
seis ricos por su pobreza. 3.° P o r temor á Matth. sup. illud cap. 27 : erant ibi mu
que, si poseyese riquezas, se atribuyera lleres), « f u e costumbre judaica, y no
su predicación á codicia. P o r esto, dice » estaba mal visto según las costumbres
San Jerónimo (Sup. Matth. in illud cap. )) antiguas el que las mujeres administra
10 : nolite posidere aurum) q u e , « si sus » sen de su hacienda alimento y vestido
» discípulos hubiesen tenido riquezas, pa » á sus maestros. Pero como esto podía
» recería que no predicaban por causa de » escandalizar á los gentiles, San Pablo
» la salvación de los hombres, sino por » dice que no lo admitió ». A s í pues se
» causa de lucro » ; y lo mismo dirían de podía llevar una vida común sin las in
de Cristo. 4.° Para que se manifestase quietudes que impiden el oficio de la pre
tanto mayor la virtud de su divinidad, dicación, mas no la posesión de las ri
cuanto más abyeta parecía por su po quezas.
breza. P o r lo que se dice (in quodam A l 3.° que la humildad en el que es
sermone E phesini conciba et habetur ih pobre por necesidad, no es muy recomen
eo concil. part, 3 , c. 9) : « eligió todo lo dable ; sino que, en el que lo es volunta
» pobre y v i l , todo lo mediano y muchas riamente, como lo fue Cristo, la misma
» v e c e s oscuro, para que se conociese pobreza es indicio de una grande hu
2> que su Divinidad había transformado mildad.
» el mundo ;, por eso eligió una madre
(i) A lo cual puede añadirse, que faltando los hombres or consideración ; puesto que son hijos de un padre y creador
gullosos y mundanos á las leyes de la naturaleza, de la piedad de quien continuamente necesitan los auxilios ; y así á todos
y de la justicia por el desprecio que hacen de sus semejantes, comprende la obligación de orar á Él con el Santo Rey Baviil
constituidos en la indigencia y en la desgracia, convino que y decirle : Inclina tu oído, Señor, y escúchame ; porque soy l><№
Jesucristo eligiese una vida pobre, á fin de dignificar la misma y necesitado (Salm. 85, v . 1) hasta al mismo Jesucristo, en
pobreza y restituir al necesitado á la consideración que le es euanto hombre, aplican alegóricamente esta oración los expo
debida ante los ojos de Dios y de la razón. Todos los hombres, sitores.—M. Ch.
pues, son pobres en cierto sentido, en cuyo caso merecen tal
CUESTIÓN XL. — ARTÍCULO IV. 481
(1) Como se ve, aquí se establecen dos conclusiones; una las cuatro razones que dá el Santo seguidamente.
que prueba por los hechos y otra por l a conveniencia; la pri- (2) Consta de la C 44, a. 3, que Jesucristo nunca llevó á
mera consta de lo antedicho; mas la segunda se contiene en cabo las curaciones corporales sin las espirituales.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 31
482 CUESTIÓN XL.—ARTÍCULO IV.
C U E S T I Ó N XLI.
De l a t e n t a c i ó n de C r i s t o .
Sobre esta materia examinaremos cuatro puntos: 1.° Fue conveniente que Cristo fuese tentado?
2.° Del lugar de la tentación. 3." Del tiempo. 4." Del modo y orden de la tentación.
tado en el desierto; porque Cristo quiso librar del destierro á Adán, el cuál fue
ser tentado para servirnos de ejemplo, echado del Paraíso al desierto, y también
como se ha dicho (a. 1). Pero el ejemplo para enseñarnos por su ejemplo que el
debe proponerse manifiestamente á los diablo tiene envidia de los que tienden á
que deben ser informados por él. L u e g o lo que hay más perfecto.
no debió ser tentado en el desierto. A l argumento 1.° diremos, que Cristo
2.° E l Crisóstomo dice (super Matth. es propuesto á todos como ejemplo p o r
hom. 12) que « el diablo se apresura más la f e , según aquello ( H e b r . 12, 2 ) : po-
» á tentar, cuando ve solitarios ; por lo niendo los ojos en el autor y consumador
» que tentó primero á la mujer cuando se de la fe, Jesús. Mas la fe, como se dice
» encontraba sin el marido » ; y así pare- (Rom. 10, 17), es por el oido, y no por
ce que Cristo, por retirarse al desierto la vista ; por eso se dice (Joan, 20, .29):
para ser tentado, se espuso él mismo á la Bienaventurados los que no vieron y cre-
tentación. L u e g o siendo su tentación yeron. Y por e s o , para que la tentación
nuestro ejemplo, parece que también los de Cristo nos sirviera de ejemplo, no fue
demás deben esponerse á recibir las ten- necesario que la viesen los hombres, sino
taciones, lo cual sin embargo parece ser que bastó que se les contase.
peligroso, puesto que más bien debemos A l 2.° que hay dos ocasiones de t e n t a -
evitar las ocasiones de ellas. ción. U n a por parte del hombre ; p o r
3.° San Mateo (4) cuenta que en la ejemplo, cuando alguno se espone próxi-
segunda tentación el diablo le llevó á la mamente al pecado, no evitando las oca-
santa ciudad y le puso sobre la almena siones de pecar, y tal ocasión de t e n t a -
del templo; lo cual en verdad no tenía ción debe ser evitada, según lo dicho á
lugar en el desierto. L u e g o no solamente L o t (Genes. 19, 17): no te par-es en toda
fué tentado en el desierto. esta comarca alrededor de Sodoma. L a
Por el contrario, dícese (Marc. 1, 13) otra ocasión de tentación es por parte del
que Jesús estuvo en el desierto cuarenta diablo, que « siempre envidia á los que
dias y cuarenta noches y le tentó Satanás. »tienden a l o mejor», como dice S a n
Conclusión. Convino que Cristo fuese Ambrosio (ibid.), y tal ocasión de tenta-
tentado en el desierto, á fin de que el hom- ción no debe ser evitada. P o r esta razón
bre, arrojado fuera del Paraíso, quedase dice el Crisóstomo (alius auctor, sup.
libre del destierro. Matth. hom. 5 in Op. imperf.), q u e no
Responderemos q u e , como se ha di- solamente fue llevado Cristo al desierto
cho (a. 1, al 2.°), Cristo se manifestó por el Espíritu, sino «todos los hijos de
voluntariamente al diablo para ser tenta- » Dios que tienen el Espíritu Santo; por-
do ( 1 ) , como también á sus miembros » que no se contentan con permanecer
para ser muerto ; de otra manera el dia- » ociosos, sino que el Espíritu Santo los
blo no se hubiera atrevido á llegarse á él. » insta á emprender alguna obra grande,
Pero el diablo tienta más á uno cuando » cual es estar en el desierto relativamen-
está solitario, porque según se dice (Eccle. » te al diablo, porque no hay allí injus-
4, 12), si alguno prevaleciese contra el » ticia en la que el diablo se deleite. Tam-
uno, los dos le resisten. D e ahí el que » bien toda obra buena es desierta res-
Cristo se fue al desierto como á un cam- » pecto á la carne y al mundo, porque no
po de batalla para ser tentado allí por el » es conforme á la voluntad de la carne
diablo. P o r lo cual dice San Ambrosio » ni á la del mundo». Pero no es peligro-
( Super L u c , c. 4 ) , que « Cristo se iba so dar al diablo tal ocasión de tentación,
í> al desierto para provocar al demonio porque es más bien un consejo del Espí-
» en é l ; porque si él no hubiera com- ritu Santo, que es el autor de la obra per-
» batido, esto e s , el demonio, no le hu- fecta, que una impugnación del diablo en-
» biera este vencido para m í » , e s t o e s . vidioso.
Cristo. Añade aún otras,razones, dicien- A l 3.° que algunos dicen que todas las
do que Cristo obró así por misterio, par-a tentaciones fueron hechas en el desierto;
(1) Wo h a y inconveniente alguno en la locución llevado por del mismo Jesucristo. Algunos, no obstante, aunque con
el espíritu, pues según los S S . PP. no implica fuese así llevado menos probabilidad, suponen; que el espirita de que aquí se
al desierto; sin embargo de que esto sucediese por voluntad habla hace referencia al Espíritu Santo.—M. Ch.
C U E S T I Ó N X L I . — A R T Í C U L O S III Y IV. 485
to debió sor después del ayuno? después del bautismo, así después del
ayuno. D e lo cual dice San Crisóstomo
l.° Parece que l a tentación de Cristo ( S u p . M a t t h . h o m . 13): « p a r a que apren-
no d e b i ó s e r d e s p u é s d e l a y u n o , porque » d a s c u a n g r a n d e b i e n es el a y u n o y qué
se h a d i c h o ( C . 40, a . 2), que no conve- j> e s c u d o es contra el diablo, y porqué
nía á C r i s t o l a a u s t e r i d a d d e l a v i d a . P e r o » d e s p u é s d e l b a u t i s m o n o es p r e c i s o e n -
parece q u e f u e d e u n a a u s t e r i d a d e s t r e m a » tregarse á l a l a s c i v i a , sino al ayuno,
el n o h a b e r comido en cuarenta dias y » por eso ayunó Cristo no necesitando
cuarenta n o c h e s ; p u e s así se e n t i e n d e q u e » hacerlo, sino para enseñarnos » : 3.°
ayunó c u a r e n t a d i a s c o n s u s n o c h e s , p u e s - porque después del ayuno se siguió el
to q u e , c o m o d i c e San Gregorio (hom. h a m b r e , q u e dio al diablo l a audacia de
16, i n E v a n g . ) , <r d u r a n t e e s t e t i e m p o n o a t a c a r l e , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1, a l 1.).
3> t o m ó a b s o l u t a m e n t e a l i m e n t o a l g u n o » . Pero cuando el Señor tuvo hambre, como
Luego no parece que tal ayuno debió dice S a n Hilario (Sup. Matth. cap. 3),
preceder á l a t e n t a c i ó n . « no fue por indigencia ó por necesidad,
2.° D í c e s e ( M a r c . 1,13) que estuvo en » sino que abandonó al h o m b r e á su n a -
el desierto cuarenta dias y cuarenta no- » turaleza ; porque el diablo no d e b í a ser
ches, y fue tentado del demonio. P e r o » vencido por D i o s sino por l a carne ».
ayunó c u a r e n t a d i a s y cuarenta noches. Por esta razón también, como dice el
Luego parece que no fue tentado por el Crisóstomo (ibid), « no ayunó más tiem-
diablo d e s p u é s d e l a y u n o , s i n o d u r a n t e e l » po que Moisés y E l i a s , p a r a que no p a -
ayuno. » reciese; increíble la a s u n c i ó n _de la
3.° N o se s a b e q u e C r i s t o a y u n a s e s i n o » carne».
una s o l a v e z . P e r o n o s o l a m e n t e f u e t e n - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o c o n -
tado u n a s o l a v e z p o r e l d i a b l o , p u e s se vino á Cristo la vida austera, para mos-
4 , 13), que acabada toda
dice ( L u c . trarse igual á aquellos á quienes predicó.
tentación se retiró de él el diablo hasta el P e r o nadie debe t o m a r el oficio de l a p r e -
tiempo. L u e g o , a s í c o m o n o p r e c e d i ó el d i c a c i ó n , si primero no fuese.purificado y
ayuno á l a s e g u n d a t e n t a c i ó n , a s í n i d e - p e r f e c c i o n a d o e n l a v i r t u d , c o m o se d i c e
bió p r e c e d e r á l a p r i m e r a . también de Cristo ( A c t u u m 1,1), que
Por el contrario, d í c e s e ( M a t t h . 4 , 2): Jesús comenzó á hacer y enseñar. P o r l o
habiendo ayunado cuarenta dias y cua- tanto Cristo inmediatamente después del
renta noches, después tuvo hambre, y en- bautismo tomó un género de vida auste-
tonces se llegó á él el tentador. r a , p a r a e n s e ñ a r n o s q u e es p r e c i s o que
Conclusión. Fué conveniente que Jesu- los d e m á s , después de haber domado su
cristo quisiese ser tentado después del carne pasen al oficio de l a predicación
' yuno para nuestro ejemplo é instrxtc-
a
según aquello ( i . Cor.9, 29) : mas cas-
l CÍOB, es decir, para que aprendamos á ser tigo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre,
\ humildes en medio del bien que disfru- porque no acontezca que habiendo predi-
\ tamos. cado á otros, me haga yo mismo repro-
| Responderemos, q u e C r i s t o q u i s o c o n - bado.
scientemente s e r t e n t a d o d e s p u é s d e l A l 2.°, que aquellas palabras de San
| a y u n o : 1.° por el ejemplo, puesto que se- M a r c o s p u e d e n entenderse a s í ; que es-
486 CUESTIÓN X L I . — ARTÍCULOS III Y I V .
(1J Téngase en cuenta la esposicion de V. Beda que va al (2) El orden y modo de la tentación de Cristo fácilmente s«
fin y que hace referencia á otras tentaciones, anteriores á las comprende sin más que considerar la narración del Evange-
referidas ; porque pudo suceder muy bien que el diablo for- lio ; pues por ella se nos manifiesta, que dicha tentación se
jase otras tentaciones, tomadas de formas corporales, para verificó por sugestión (hé aquí el modo); y que procedió ileto
tentar á Jesucristo., así como se lee que echó mano de ellas menos á lo más¿ de las cosas leves á las graves (lié a<I»' ' e
(I) Tengase presente, que cuando se dice que Cristo fue Juan y los llevó al monte transfigurándose delante de ellos.—M • Cll.
trasportado al monte por el diablo, no debe entenderse como (2) En este sentido se habla (I." Joann. c. 2, v . 10) I»''»" 1
si esto se hubiera verilicado por Satanás poniéndose al Señor que liabla en el mundo es concupiscencia de la carne y concupiscen-
sobre sus hombros ó espaldas i sino es á la manera, como se cia de los ojos y soberbia do la vida.
dice en San Mateo, c. 17, que Cristo lomó d Pedro, Santiago y
CUESTIÓN XLII.
De la doctrina de Cristo.
Vamosátratar de la doctrina de Cristo^ l.°¿Debió Cristo predicar solamente á los judíos ó tam-
bién á los gentiles? 2.° ¿Debió evitar la turbación de los judíos en su predicación ? 3.° ¿ Debió predi-
car pública ú ocultamente? 4." ¿Debió enseñar solamente de palabra ó también por escrito. Del
tiempo en que comenzó á enseñar, ya se ha hablado (C. 39, a.'3), al tratar de su bautismo.
(1) t o mismo se lee en San Marcos 1, 2 2 ; mas en San Lúeas fiestamente, que Jesucristo no predicaría mas que en la Tierra
i o2, la significación de estas palabras es más clara ; pnes se Santa y á los israelitas (Élivaliom sur les mysléres, sem. 25,
bce allí, i n potcstatc eral sermo ipsltis. élévat. i . ° )
(i) También puede conocerse tal potestad por la excelencia hombre debe pedir por medio de la oración dominical y del
de la doctrina, y por la irreprensibilidad de la vida moral. Lo modo de v i v i r ; y ésto de tal manera enseñado é inculcado a
primero es claro si se atiende a l o manifestado de la Trinidad, los hombres que, testigo la esperiencia, los cristianos, obran-
diciendo Jesucristo : Padre, hice conocer tu nombre á los hombres do en conformidad con el Evangelio, llevan siempre una vida
todos y ademas, por la esplicaclon que él hizo de la resurrec- arreglada, henchida de toda clase de buenas obras y en un
ción, de la eterna felicidad, etc. Lo segundo es evidente por todo opuesta al vicio. Pues según la historia, los que cumplen
lo que dice San Mateo c. 5, hablando de los actos excelentísi- con la doctrina de Cristo nada en ellos se ve de culpa»''
mos de virtudes, llamados .bienaventuranzas, di lo que el nada de supersticioso y liada de fanático*— M. Ch.
C U E S T I Ó N X L I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 491
(1) Exige el orden natural y moral, que Dios debe ser pre- vacion ó salud de la multitud; y por eso, allí en donde esas
ferido á la sociedad y ésta al hombre : l u e g o , cuando el bien reprensiones escluyen dicho fin ó no aprovechan para alcan-
de Dios media la sociedad debe ser postergada , y cuando el zar la referida salud, no son convenientes, y tales correccio-
'ñen de ésta interviene , debe ser postergado el hombre. D e nes serían vanas, l o d o lo cual se v e cuan ajeno era de lapre-
¡{rual manera, cuando interviene la salvación temporal del dicacion de Cristo.— M. Ch.
pueblo, como insinúa Aristóteles en el libro 5 . " de su Política * (3) V. sobre el escándalo todo lo que queda dicho en la
debe ser postergada la salud de los hombres particulares. Y C. 23, 2 . ' - 2 . « a . 0 y C. 43, a. 1.
si esto es uua verdad razonable relativamente al orden natu- (4) Atiéndase á lo que las l e y e s morales dictad sobre la
ral y moral, ¿con cuánta más razón debe esto decirse con res- corrección fraterna, teniendo en cuenta, que el Apóstol habla
pecto al orden espiritual y eterno del género humano? — en la citada primera carta á Timoteo de las reprensiones g e -
M. Ch. nerales y comunes ; mas no de aquellas obras que se hacen
(2) Adviértase, que toda la razón de ser, que tienen las re- por motivo de la comisión de crímenes públicos y de la natu-
prensiones públicas de los superiores, lleva por objeto l a sal- raleza más grave.—M. Ch.
492 C U E S T I Ó N X L I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
(1) V. estensamente descrito este sermón de Jesucristo en quiso fuese manifiesta al mundo ; y lo otro, porque nunca
el Evangelio de San Juan, desde el C. 13, hasta el 17 in- creyó ajeno de lo que publicó una clara y universal ense-
clusive. ñanza. Lo cual era contrario á la conducta que observaban
(2) No hay que olvidar que Jesucristo enseñó todo pública- los filósofos antiguos, que enseñaban á sus discípulos la ver-
mente, y nada en oculto; lo uno, porque toda su enseñanza dadera doctrina, dejando la falsa para las turbasi—M; Ch.
CUESTIÓN XLII. — A R T Í C U L O S III Y IV. 493
jsu doctrina en tinieblas; sino que dice doctrina por escrito; porque la escritura
» esto p o r q u e t o d o s s u s d i s c u r s o s s o n t i - se h a inventado para transmitir la doc-
j nieblas p a r a l o s h o m b r e s c a r n a l e s , y su t r i n a á l a m e m o r i a de las generaciones v e -
s¡ p a l a b r a e s n o c h e p a r a l o s i n f i e l e s . Así nideras. P e r o l a ciencia de Cristo debía
j> es q u e l o q u e h a s i d o d i c h o p o r é l , q u i e - durar eternamente según aquello (Luc.
3) re q u e d e b a h a b l a r s e c o n l i b e r t a d d e f e 2 1 , 33): el cielo y la tierra pasarán;
j>y d e c o n f e s i ó n » . O según San Jeró- mas mis palabras no pasarán. Luego pa-
nimo ( i n h u n c . l o e ) , h a b l a c o m p a r a t i v a - rece que Cristo debió transmitir su doc-
mente, p o r q u e é l i n s t r u í a á s u s d i s c í p u l o s trina por escrito.
en l a J u d e a l u g a r p e q u e ñ o c o n relación 2.° L a l e y antigua h a sido previamente
á todo e l m u n d o , en el que debía p u b l i - la figura de C r i s t o , según aquello (Heb.
carse l a d o c t r i n a d e C r i s t o p o r l a p r e d i - 10, 1) : teniendo la ley la sombra de los
cación d e l o s A p ó s t o l e s . bienes venideros. P e r o l a l e y a n t i g u a f u e
A l 2.° q u e e l S e ñ o r n o m a n i f e s t ó t o d a s descrita por D i o s , según aquello (Exod.
las p r o f u n d i d a d e s d e s u s a b i d u r í a p o r su 24, 12): te daré dos tablas de piedra y la
doctrina, n o solo á l a s t u r b a s sino a u n á ley y mandamientos que he escrito. L u e g o
sus d i s c í p u l o s , á q u i e n e s d i j o ( J o a n . 16, parece que también Cristo debió escribir
12): aun tengo que deciros muchas cosas, su doctrina.
mas no las podéis llevar ahora. S i n e m - 3.° C o r r e s p o n d í a á C r i s t o , q u e había
bargo t o d o l o q u e é l j u z g ó d i g n o d e t r a n s - venido para alumbrar á los que están de
mitir á l o s d e m á s r e s p e c t o d e s u s a b i d u r í a , asiento en tinieblas y en sombra de muerte,
no l o p r o p u s o en oculto, sino pública- c o m o se d i c e ( L u c . 1, 79), escluir las
mente, a u n q u e n o fuese c o m p r e n d i d o de ocasiones del error y abrir el camino de
todos. P o r e s t a r a z ó n d i c e San Agustín l a fe. P e r o esto lo h u b i e r a h e c h o escri-
(sup. t r a c t . 113): « al decir al S e ñ o r : «he biendo su doctrina ; porque dice San
s hablado p ú b l i c a m e n t e a l m u n d o » ; debe A g u s t í n ( D e c o n s e n s u E v a n g . 1. 1, c. 7),
entenderse e s t o como si h u b i e r a dicho: « que á algunos suele llamarles l a aten-
« muchos m e o y e r o n ». Y no obstante lo » cion, porque el mismo Señor nada es-
que d e c í a n o e r a m a n i f i e s t o , p o r q u e n o l e » cribió, de modo que sea necesario creer
entendían. » á otros que escribieron de é l : esto pues
A l 3.° q u e e l S e ñ o r h a b l a b a á l a s t u r - » lo preguntan aquellos y sobre todo los
bas e n p a r á b o l a s , c o m o s e h a d i c h o , p o r - » p a g a n o s , q u e n o se a t r e v e n á c u l p a r ó
que n o e r a n d i g n o s n i c a p a c e s d e recibir » á blasfemar de Cristo y le atribuyen
la v e r d a d d e s n u d a , que exponía á sus » m u y escelente s a b i d u r í a ; m a s sin em-
discípulos. E n c u a n t o á l o q u e se d i c e q u e » b a r g o se l a a t r i b u y e n como hombre; y
no les hablaba sin parábolas, debe en- » dicen que sus ¿ i s c í p u l o s h a n dado á s u
tenderse, s e g ú n e l C r i s ó s t o m o ( h o m . 48 » maestro más que lo que e r a , al llamarle
in M a t t h . ) e n c u a n t o á a q u e l discurso; » H i j o de D i o s y V e r b o de D i o s , por el
aunque por otra parte habló muchas » que todo ha sido h e c h o » ; y después
cosas á l a s t u r b a s s i n p a r á b o l a s . O según añade : « parece que estarían dispuestos
San A g u s t í n ( i n l i b D e qua?st. Evang. » á creer esto de a q u e l p o r q u e el mismo
scilicet s e c u n d u m M a t t h . C . 15) se d i c e » escribiese de sí m i s m o , n o porque otros
esto, «no porque nada habló propia- » predicasen de él á su arbitrio ». Luego
»mente, sino p o r q u e c a s i n o pronunció parece que Cristo debió transmitir su
» discurso a l g u n o , e n q u e n o significase doctrina por escrito.
i> a l g o p o r l a p a r á b o l a , a u n q u e e n é l d i - Por el contrario, e n e l canon d e l a S a -
j e s e propiamente algo ». grada Escritura ningún libro escrito se
encuentra por él.
ARTÍCULO I V . — D e b i ó C r i s t o d e j a r s u
Conclusión. Fue congruente que otros,
doctrina p o r e s c r i t o ? (1)
y no el mismo Cristo, escribiesen la doc-
1.° P a r e c e q u e Cristo debió dejar su trina de él, tanto para manifestar la es-
(i) Como quiera que en el ministerio de la enseñanza deben dio de escrito; y lo otro, porque debiendo ser también la tra-
concurrir todos los modos de practicarla provechosamente, y dición un fundamento de nuestra fe, lo conducente á ambos
«los pueden ser por palabra y por escrito, de aquí, que Jesu- objetos era el modo verbal con que enseñó Jesucristo. —
cristo enseñase solo por medio de la palabra; lo uno, porque M. Ch.
»sta enseñanza no escluye s u manifestación posterior por m e -
494 CUESTIÓN XLII. — ARTÍCULO IV.
(1) Esto s e comprende fácilmente atendiendo á lo que el otro lugar reprendía á los judíos, porque habían derramado
mismo Señor dijo en el Evangelio : Jerusalem, Jerusalem, qua- la sangre de los que profetizaban y hacían milagros en nom-
tics volui congregare filios lúes, sicut gallina, etc., el noluisli. Y en bre de Dios.—M. Ch.
i
C U E S T I Ó N XLIII.
Vamos á tratar ahora de los milagros hechos por Cristo ; y l . ° en general. 2.° en particular de cada
género de milagros, y 3.» en particular de su transfiguración. Sobre lo primero examinaremos cua-
tro puntos:
l.° Debió Cristo hacer milagros? 2.° Los hizo por virtud divina? 2.° En qué tiempo comenzó á
hacer milagros ? 4.° Fue suficientemente manifestada su divinidad por los milagros?
[1) Esto e s , con gran poder y gloria grande , como se vertir, que entre dichos dos filósofos media alguna diferencia
dice en el testo griego. de apreciación, que consiste en que Bonnet establece dos se-
(2) Esto es, por una demostración sobrenatural que pruebe ries de causas creadas por Dios ; una, que produce los efectos
de una manera concluyente la doctrina, imposible de demos- comunes, como v . g el nacimiento y ocaso del Sol, la revolu-
trarse de otro modo, para creer firmemente. A fin de compren- ción del sistema planetario e t c . ; otra, que dispone las causas
der lo cual será conveniente manifestar lo que sobre la inte- que intervienen para el milagro, atendida la razón de tiem-
ligencia del verdadero milagro, y con el objeto de combatir á pos y circunstancias ; todo preparado así por el autor supremo
Espinosa, han dicho algunos filósofos modernos, entre ellos para verificar estos fenómenos divinos fuera del orden acos-
Bonnet y Houtteville. Estos, sin salirse de la común defini- tumbrado y leyes de la naturaleza, como sucedió en la resur-
ción que los teólogos hacen del milagro, añaden alguna cosa rección de Lázaro. Houtteville opina, ademas, que Dios desde
lije creen á propósito para conseguir dicho objeto. Según un principio dispuso todas las cosas de tal m o d o , que estas
Ji ' ™Uugro no es otra cosa que un acontecimiento maravi-
8 e
siempre se verificasen ó sucediesen,bien fuerannaturalesóbien
loso y estupendo, nacido de la armonía desconocida, aunque que nos pareciesen maravillosas. De todos modos y sin calificar
natural, de las leyes que rigen el universo. Es también de ad- la apreciación de estos filósofos sobre elconocimiento de los mi-
496 CUESTIÓN XLIII. — ARTÍCULOS I Y II.
lagros, nos parece no haber necesidad de recurrir á e l l a para necesarias para que haya verdadero milagro : 1." que sea sen-
rebatir los errores de los racionalistas, siendo suficiente al sible, 2 . que no pueda hacerse por las criaturas, 3 . que ¡o
a a
efecto la definición común que los teólogos con el angélico sea fuera del orden natural y 4." que dirija á Ios-hombres ala
Doctor dan sobre el milagro. Pues por ella, el milagro, que divinidad, y á lo bueno y verdadero. — M. Ch.
Según su etimología viene de la palabra latina mirando, esto (1) Como se dice (Esther. c. 8, v . 81 del anillo de Asuero,ó
es, maravilla, porque escede la comprensión del hombre, no es de las cartas selladas con dicho anillo para su mayor crédito y
otra cosa, que un suceso acaecido fuera del orden de toda la na- firmeza.
turaleza creada, ó divinamente ejecutado fuera del orden comun- (2) E s decir, omnipotente, que hace de conveniente manera
mente observado en las cosas. Si á estas definiciones se añade, todo lo que hace.
que tal acontecimiento es contra io r
á las leyes comunes de la na- (3) Y también en el mismo lugar (Matth. c. 1 5 , v, 3ü).
turaleza, tendremos la definición general del milagro, y solo' (4) Esto es falso realmente si se habla de las cosas que
debemos añadir e n este l u g a r , que son las cuatro condiciones hacía Jesucristo, esto es, del modo que las hacía. — M. Ch.
CUESTIÓN XLIII, — ARTÍCULOS II Y l l í . 497
(1) Como se prueba por las reglas de los silogismos. mando un todo, á fin de que lo intentado en la conclusión
(2) 0 con más claridad : todas las obras que me encargó el aparezca más claro y más firme. Así pues, la 3 . debe ser con- a
Padre liacer, y que yo practico, dan testimonio de mi, á quien envió siderada como el nervio y lazo de perfección de las dos pri-
el Padre : y en San Juan {10, 25J se d i c e : os hablo y no me meras -, entonces viene á resultar la demostración eficacísima
creéis ; lo que yo hago en nombre de mi Padre dd de mi testimonio. de que Jesucristo es verdadero Dios, y también la convicción
(3) Dichas tres maneras deben tomarse u n i d a s , ó como for- para los idiotas ó impíos de la verdad de estos milagros-
CUESTIÓN XLIII.—ARTÍCULO IV. 499
propiamente en hacer milagros entre las criaturas, que es de lente con que se verifican por el que los hace, y cuya cscelen-
lo que se trata, sino más principalmente en el modo de hacerlos, cia brilla en el hecho de haber él mismo nacido de una Virgen,
es decir, potestativamente, y , ademas, de cierta manera esce- resucitado de entre los muertos y subido á los cielos.
CUESTIÓN XLIY.
Trataremos de cada una de las especies de milagros ; y 1.° De los milagros que hizo con relación á
las sustancias espirituales; 2.° De los milagros que hizo con relación á los cuerpos celestes. 3.° De los
que hizo con relación á los hombres. 4.° De los que hizo con relación á las criaturas irracionales.
(1) En este sentido, cuando el espíritu inmundo (Matth. 1, (2) Lo cual aplican San Cirilo y otros PP. á los pseudo-pro-
M) esclamaba : sé quien eres, sanio de Dios i Cristo le amenazó, fetas, que estaban influidos por el espíritu maligno.
diciendo : cdllate,
502 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULO I.
Cristo hizo fueron ciertos argumentos de que sabían que él era el Cristo P e r o e l
la fe, que él mismo enseñaba. P e r o debía c o n f e s a r q u e e r a é l e l H i j o d e D i o s , más
suceder que por la virtud de su divinidad e r a p o r s o s p e c h a q u e p o r c e r t e z a . D e lo
escluyese e l poder d elos demonios, d e c u a l d i c e B e d a ( s u p e r . L u c . c . 14, se-
los hombres q u e habían d e creer e n él, c u n d u m ejus o r d . ) « e t d a j m o n i a Filium
s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 12, 31) : ahora será D e i c o n f i t e b a n t u r . » Y c o m o d i c e después
lanzado fuera el príncipe de este mundo. ( i b i d . ) : s a b í a n q u e é l e r a e l C r i s t o , por-
Por lo tanto fue conveniente también que q u e a l v e r l e e l d i a b l o f a t i g a d o p o r el
entre otros milagros libertase á los p o - a y u n o , c r e y ó q u e era h o m b r e verdadero;
seídos de los demonios. m a s c o m o n o l e v e n c i ó p o r l a teutaciou,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a s í c o - d u d a b a s i sería e l H i j o d e D i o s . Mas
m o los hombres debían ser libertados por a h o r a p o r l a p o t e n c i a d e l o s m i l a g r o s en-
Cristo del poder de los demonios, d e l a t e n d i ó ó m á s b i e n s o s p e c h ó q u e f u e s e el
m i s m a manera debían por é l asociarse á H i j o d e D i o s . P o r eso p u e s aconsejó á
J o s á n g e l e s s e g ú n a q u e l l o ( C o l o s s . 2, 20): l o s j u d í o s c r u c i f i c a r l e , n o p o r q u e pensó
pacificando por la sangre de su cruz, q u e C r i s t o e r a e l H i j o d e D i o s , s i n o por-
tanto lo que está en el cielo como lo que q u e n o previo q u e s u m u e r t e s e r í a su
está en la tierra. P o r l o t a n t o , a c e r c a d e p r o p i a r u i n a : p u e s d e e s t e m i s t e r i o (2)
los ángeles n o convenía mostrar otros m i - o c u l t o d e s d e s i g l o s , d i c e e l A p ó s t o l (i,
lagros á los hombres sino e l que los á n - C o r . 2 ) : lo que no conoció ninguno de los
geles se apareciesen á los hombres; cosa príncipes de este siglo ; porque si le hu-
que tuvo lugar en su nacimiento, resu- bieran conocido, nunca hubieran crucifi-
rrección y ascensión. cado al Señor de la gloria.
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n A l 3.° q u e C r i s t o n o h i z o m i l a g r o s en
( D e c i v i t . D e i , 1. 9, c . 21), « C r i s t o s e l a e s p u l s i o n d e l o s d e m o n i o s p o r utilidad
» dio á conocer de los demonios, tanto d e ellos sino p o r u t i l i d a d d e l o s hombres,
» como quiso, pero quiso tanto como fue p a r a q u e e l l o s m i s m o s l e g l o r i f i c a s e n . Por
» p r e c i s o - ; y s e dio' á c o n o c e r á e l l o s n o l o t a n t o p r o h i b i ó l o s h a b l a r l o q u e perte-
» como á los santos ángeles, por l oque c í a á s u a l a b a n z a : 1.° p o r e l e j e m p l o ,
» constituye la vida eterna, sino por cier- p o r q u e c o m o d i c e S a n A t a n a s i o (implic.
» t o s efectos temporales d es u virtud». i n e p i s t . d e s y n o d o A n i m . e t S e l e u c . et
Primeramente a l ver que Cristo tenía C r i s o s t o m u s c o n c . 2 d e L a z . ) «reprimía
hambre después de haber ayunado, pen- » l a s p a l a b r a s d e l d i a b l o , a u n q u e dijera
saron q u e n o era el H i j o de Dios. P o r lo » v e r d a d , p a r a a c o s t u m b r a r n o s también
c u a l s o b r e a q u e l l o ( L u c . 4 ) : sifilius Dei » á n o c u i d a r n o s d e e l l o s , a u n q u e parezca
es e t c . , d i c e S a n A m b r o s i o : « ¿ q u é s i g - » q u e n o s d i c e n l a v e r d a d ; p u e s e s ilícito
» nifica esta m a n e r a d e espresarse, sino » q u e , t e n i e n d o n o s o t r o s l a s a g r a d a Es-
» que conocía que vendría e l Hijo d e » c r i t u r a , s e a m o s i n s t r u i d o s p o r e l dia-
» Dios, pero.que no juzgó que había ve- » b l o » ; p u e s e s t o e s p e l i g r o s o , porque
s n i d o a lver las flaquezas corporales»? l o s d e m o n i o s m e z c l a n f r e c u e n t e m e n t e lo
P e r o después, vistos los milagros(.1),con- v e r d a d e r o c o n l o f a l s o . 2.° p o r q u e ; como
jeturó por sospecha que é l era e l Hijo d i c e e l C r i s ó s t o m o ( i n C a t e n a S . Th.),
de Dios. P o r esta razón sobre aquello « n o c o n v e n í a q u e s e a p r o p i a r a n l a gloria
( M a r c . 1 ) : scio quod sis sanctus Dei, » d e l c a r g o a p o s t ó l i c o n i e s t a b a b i e n que
dice e l Crisóstomo (habetur i n Catena » p u b l i c a s e n e l m i s t e r i o d e C r i s t o c o n len-
S. Thomas e t i n lib. C . vet. e t novi » g u a e m p o n z o ñ a d a , p o r q u e l a alabanza
T e s t a m . q u a e s t . 66, i n t e r o p . A u g u s t i n i ) » e s d i s p l i c e n t e e n b o c a d e pecadores?.
q u e « n o t e n í a n o t i c i a c i e r t a y firme d e 3.° p o r q u e , c o m o d i c e B e d a ( L o e . sup.
» l a venida de D i o s , pero q u e sabía que c i t . e t . T e o p h . i n h u n c . l o e . ) : « n o quería
» é lmismo era el Cristo prometido en l a » e n c e n d e r p o r e s t o l a e n v i d i a d e l o s ju-
» l e y » ; por lo cual se dice ( L u c . 4 , 4 1 ) » d i o s . A s í m a n d a t a m b i é n á s u s mismos
(1J El mismo Santo (C. 47, a. 5) añade ; que veian en él ninguna de las potestades seculares, ninguno de los filósofo!
todas las señales que los profetas habían vaticinado. y ninguno dO los demonios, como esplica en otro lugar Santo
(2) O de esta sabiduría divina, escondida en el misterio, Tomás,
que no conoció alguno de los príncipes de este s i g l o , esto es,
CUESTIÓN X L I V . — ARTÍCULOS I Y II. 503
»ponerse naturalmente enfrente d e este » por l a m i s m a parte del sol, sino por l a
» astro», esto e s , q u e estuviese diame- » diametralmente opuesta ». E l Crisós-
tralmente o p u e s t a a l sol (1). A s í e s e v i - tomo añade u n quinto milagro (sup.
dente q u e . e l c u r s o o r d i n a r i o d e l o s t i e m - M a t t h . h o m . 79) diciendo q u e « l a s t i -
pos n o s e a l t e r ó , p u e s t o q u e p o r l a v i r t u d » nieblas duraron tres horas, mientras
divina s e h i z o q u e l a l u n a s e a p r o x i m a s e » que u n eclipse d e s o l pasa e n u n m o -
sobrenaturalmente a l sol fuera d e l tiem- » mentó, porque n o dura mucho tiempo
po d e b i d o y q u e s e p a r á n d o s e d e l s o l s e » como saben aquellos que observaron ».
restituyese á s u propio l u g a r e n e l t i e m - P o r esto s e d a á entender q u e l a luna
po c o n v e n i e n t e . E l t e r c e r m i l a g r o e s q u e quedó inmóvil debajo d e l sol; á menos
el e c l i p s e n a t u r a l c o m i e n z a s i e m p r e p o l - que n o digamos q u ee ltiempo, q u e las
la p a r t e o c c i d e n t a l d e l s o l y l l e g a h a s t a tinieblas duraron, s e cuenta después d e l
la o r i e n t a l ; y e s t o e s a s í , p u e s t o q u e l a instante e n que e l sol comenzó á obscu-
luna s e g ú n s u m o v i m i e n t o p r o p i o , p o r e l recer hasta el e n que recobró completa-
que s e m u e v e d e o c c i d e n t e á o r i e n t e , e s mente s uclaridad. P e r o según dice Orí-
más r á p i d o q u e e l s o l e n e l s u y o ; y p o r genes (Super. M a t t h . ibid.) « contra esto
consiguiente l a l u n a viniendo d e occi- » dicen l o s hijos d e este siglo : ¿ c ó m o
dente a l c a n z a a l s o l y l e p a s a d i r i g i é n - » ninguno d e los Griegos ó Bárbaros e s -
dose a l o r i e n t e . P e r o e n t o n c e s l a l u n a » cribió este h e c h o t a n admirable ? » y
ya h a b í a p a s a d o a l s o l y d i s t a b a d e é l d i c e q u e c i e r t o l l a m a d o P h l e g o n (3) e s -
un s e m i c í r c u l o , c o m o e s t a n d o e n o p o s i - cribió e ns u s crónicas q u e esto sucedió
ción ; p o r l o c u a l f u e p r e c i s o q u e v o l v i e - bajo el principado d e Tiberio César, pero
se hacia e l o r i e n t e p o r e l l a d o d e l s o l y no indicó que esto tuviera lugar e n ple-
que t o c a s e á é l m i s m o p r i m e r a m e n t e p o r nilunio. L u e g o pudo suceder que todos
su p a r t e o r i e n t a l , m a r c h a n d o d e s p u é s los astrólogos, que existieron entonces,
hacia e l o c c i d e n t e . Y e s t o e s l o q u e d i c e : no s e cuidaron d e observar este eclipse,
« vimos t a m b i é n c o m e n z a r e l eclipse p o r porque n o e r a el tiempo d e observarlo;
i> e l o r i e n t e , e s t e n d e r s e h a s t a l a e s t r e m i - y creyeron que aquella obscuridad suce-
» d a d d e l d i s c o d e l s o l , (2) p u e s t o q u e día p o r alguna cosa q u epasaba e n e l
)) el s o l s e e c l i p s ó t o t a l m e n t e ) , y d e s p u é s aire. M a s en E g i p t o , d o n d e rara v e z apa-
» retroceder » . E l cuarto milagro fue q u e recen nubes á causa d e l a serenidad del
en e l e c l i p s e n a t u r a l e l s o l c o m i e n z a á aire, llamó l a atención d e S a n Dionisio
reaparecer p r i m e r o p o r l a p a r t e m i s m a y sus compañeros al observar l o que he-
que p r i m e r o c o m e n z ó á o b s c u r e c e r s e , e s mos descrito acerca d e aquella obscu-
decir, p o r q u e l a l u n a a l l l e g a r b a j o d e l ridad.
sol l e p a s a hacia e l o r i e n t e p o r s u m o v i - A l 3.° q u e C r i s t o d e b í a m o s t r a r s u d i -
miento n a t u r a l y a s í d e j a p r i m e r o t a m - vinidad principalmente p o rmilagros e n
bién l a p a r t e o c c i d e n t a l d e l s o l q u e p r i - el m o m e n t o e n q u e a p a r e c í a mejor e n é l
mero o c u p a . P e r o e n t o n c e s , v o l v i e n d o l a la debilidad según l anaturaleza humana:
luna m i l a g r o s a m e n t e d e o r i e n t e á o c c i - y por esto e ne l nacimiento d e Cristo
dente, no s efue m á s allá del sol para e s - apareció e n e l cielo una n u e v a estrella.
tar m á s o c c i d e n t a l q u e é l ; s i n o d e s p u é s D e donde dice S a n M á x i m o ( i n serm.
que^ l l e g ó a l t é r m i n o d e l s o l , s e v o l v i ó JSTativit. 4 ) : « s i d e s p r e c i a s e l p e s e b r e ,
hacia e l o r i e n t e , y p o r t a n t o l a p a r t e d e » eleva u n poco los ojos y v e e n e l cielo
sol q u e o c u p ó ú l t i m a m e n t e , l a a b a n d o n a » una estrella n u e v a , que indica al m u n -
también primero ; y a s í p o r l a parte » d o el nacimiento d e l Salvador ».M a s
oriental c o m e n z ó e l e c l i p s e ; p e r o c o m e n - en l a pasión apareció mayor la debilidad
zó p r i m e r o á a p a r e c e r l a c l a r i d a d e n l a acerca d e la humanidad d e Cristo, y por
parte o c c i d e n t a l . Y e s t o e s l o q u e d i c e : esto fue preciso que s e manifestasen m a -
<f h e m o s v i s t o p o r s e g u n d a v e z e l d e c r e - yores milagros acerca d e l o s principa-
» cimiento y l a reaparición d e l a luz n o les astros, q u e iluminan a l mundo. Y
(1) Se dice oposición diametral, cuando una cosa so opone á (3) De este eclipse, verificado en la pasión del Señor y sobro
otra directamente. sus resultados, V. lo que dice Bossuet en su Discurso sobre la
(-) 0 hasta la estremidad solar ; puesto que dicha estremi- historia universal (pág. ,99, edic. de Versalles).
dad es la terminación de la luz del sol.
506 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULOS II Y III.
como dice el Crisóstomo (Super. Matth. tan la una de la otra. Pero la enferme-
hom. 8 9 ) «. este es el signo que prometía dad del cuerpo no es causada siempre del
» dar á los que se lo pedían, diciendo. pecado, como se ve por aquello que dijo
» E s t a generación depravada y adúltera el Señor (Joan 9 , 3) : ni este pecó ni sus
» reclama un signo y no la será dado, padres, para haber nacido ciego. Luego
» sino el signo del profeta J o n á s , indi- no fue preciso que perdonase los pecados
» cando la cruz y la resurrecion y>, ade- á los hombres que buscaban su curación
más « -es mucho más admirable que se corporal, como se lee que hizo con el pa-
» hiciese esto por el que estaba y a Orud- ralítico (1) ( M a t t h : 9 ) , sobre todo por-
is ficado, que cuando andaba por la que siendo menos la curación corporal
»tierra ». que el perdón de los pecados, no parece
ser argumento suficiente que pueda per-
A R T Í C U L O III. — ¿Obró Cristo c o n v e - donar los pecados.
nientemente milagros con relación á los hom- 4.° L o s milagros de Cristo fueron he-
bres? chos para confirmar su doctrina y dar
testimonio de su divinidad, como se ha
l.° Parece que inconvenientemente dicho ( C . 4 3 , a. 4). Pero ninguno debe
obró Cristo milagros con relación á los impedir el fin de su obra. L u e g o parece
hombres ; porque en el hombre es m e j o r que Cristo no obró convenientemente al
el alma que el cuerpo : y Cristo hizo mu- mandar á algunos de los que él había cu-
chos milagros acerca de los cuerpos, y rado milagrosamente, que no lo dijeran
no se lee que hiciera alguno acerca de á nadie, como se vé (Matth. 9 y Mace,
las almas ; porque ni convirtió á algunos 8 ) , sobre todo puesto que mandó á otros
incrédulos á la fe por su virtud, sino amo- publicar los milagros que él había hecho
nestando y manifestando los milagros en su favor, como se lee que dijo al que
exteriores ; ni que hiciese sabios á algu- libertó de los demonios (Marc. 5, 19):
nos fatuos. L u e g o parece que no obró vete á tu casa á los tuyos y cuéntales
convenientemente milagros con relación cuan grandes cosas hizo el Señor contigo,
á los hombres. Por el contrario, dícese (Marc. 7,37):
2° Como se ha dicho ( C . 4 3 , a. 2), bien lo ha hecho todo ; á los sordos ha
Cristo hacía milagros por la virtud divi- hecho oir y á los mudos hablar.
na, de la que es propio obrar súbita y per- Conclusión. A fin de manifestarse
fectamente sin la ayuda de alguien. Pero Cristo Dios Salvador de todos los hom-
Cristo no siempre curó súbitamente á los bres, convino que hiciese milagros entre
hombres respecto al cuerpo, pues se dice ellos.
(Marc. 8 , 23) q u e , tomando al ciego por R e s p o n d e r e m o s , que los medios deben
la mano lo sacó fuera de la aldea, y es- ser proporcionados al fin ; porque Cristo
cupiéndole en los ojos, y poniendo las pia- había venido al mundo y enseñaba para
nos encima, le preguntó si veía algo, y hacer salvos á los hombres, según aque-
él alzando los ojos, dijo : veo los hombres llo ( J o a n 3 , 17) : no envió Dios su Hijo
como árboles que andan. Y le puso otra al mundo, para juzgar al mundo, sino
vez las manos sobre los ojos, y comenzó á para que el mundo se salve por él. Por
ver, y fue sano de modo que veía clara- lo tanto fue conveniente que Cristo, cu-
mente todas las cosas. A s í es evidente rando particularmente á los hombres por
que no le curó súbitamente, sino que sus milagros, mostrase que él era el Sal-
primero lo curó imperfectamente y por vador universal y espiritual de ellos (2).
medio de su saliva. L u e g o parece que no A l argumento 1.° diremos que los me-
hizo convenientemente milagros con r e - dios se distinguen del fin mismo. Pero los
lación á los hombres. milagros hechos por Cristo se ordenaban
3.° N o conviene que se destruyan si- como á su fin á la salud de la parte ra-
multáneamente las cosas, que no resul- cional, que consiste en la luz de la sabi-
do las almas, como sucedió esto último infundiendo la sabidu-
(1) Conocido es el modo con que Jesucristo verificó este ría divina en sus discípulos. De donde resulta que es falso lo
hecho diciéndole : confia , hijo , se te perdonan los pecados Lo
que se dice e n el primer argumento sobre que Jesucristo no
mismo puede verse en San Marcos c. 2 , y San Lúeas c. 5.
(2) Los milagros que Jesucristo hacía acerca délos hombres hizo milagro alguno en las almas, y sí solo en los cuerpos.
versaban, no solo sobre la salud de los cuerpos, si qlie también
C U E S T I Ó N X L I V . — ARTÍCULO III. 50*7
fl) La aparición de este milagro puede decirse mayor en con que aventaja á las demás plantas, fue secada súbitamente
razón á q u e , no obstante su natural humedad y gran arraigo hasta las raíces.
CUESTIÓN XLY.
De l a t r a n s f i g u r a c i ó n de C r i s t o .
1.° Fue conveniente que Cristo se transfigurase ? 2.° La claridad de la transfiguración fue claridad
gloriosa? 3.° De los testigos de la transfiguración. 4.° Del testimonio de la voz paterna.
(1) Dice el Apóstol (2. Cor. 3 , 7 ) sí el ministro de muerte gra- mente, sino in quale : sin embargo aquí no se trata sino de la
bado con letras sobre piedra, fue en gloria, de manera que los hijos cualidad, en cuanto es un ente real que se diferencia de las
lie hvacl no podían mirar la cara de Moisés por la gloria de su sem- demás categorías. En este sentido Aristóteles la define d i -
blante, la que liabia de perecer ¿ como no será mucho más en gloria ciendo : qualitas est, ex qua quale nominamur. Esta definición, ó
el ministerio del espírilut Porque si el ministerio de condenación más bien descripción, parte de lo concreto, como más conocido,
fue gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia. á lo abstracto, que es menos ; y de lo simple, como es la pala-
Esto con lo demás que se sigue en dicho capítulo prueba s u - bra qualitas, á lo compuesto, quale. Téngase presente para e n -
ficientemente la conveniencia de la transfiguración. tender, ademas, este argumento, que son cuatro las especies
(1) Es decir, a l a sustancia corporal, perdiendo su primitiva de cualidad ; 1." la que se llama hábito y disposición ; 2," po-
forma y dejando la verdad de ella, ó tomando un cuerpo de tencia é impotencia ; 3." pasión y cualidad posible ; 4.* forma
diferente sustancia, y a espiritual ó y a aérea. y figura. La forma pertenece á las esencias de las cosas y se
(3) Aunque á la diferencia que h a y en los cuerpos, y á los predica de ellas ; mas la figura es propia de las superficies y
accidentes, comunes ó propios, se les suele llamar cualidad; se predica de los sujetos secundum quantilatem, pero con res-
pues todo accidente no puede predicarse in quid ó sustancial- pecto al pene vel mole se habendum. — M.. CJi.
.512 CUESTIÓN XLV. — ARTÍCULOS I Y II.
en el reino de Dios. Y por esto fue con- mar; la sutileza, cuando salió del seno
veniente que manifestase á sus discípulos virginal, la impasibilidad cuando se eva-
la gloria de su claridad que es lo mismo dió ileso de las manos de los judíos, que
que transfigurarse, pues en esta claridad querían precipitarle ó apedrearle. Y sin
transfigurará los s u y o s , como se dice embargo no se dice haberse transfigurado
(Philip. 3 , 2 1 ) : reformará nuestro cuer- por ellas, sino por sola la claridad, que
po abatido, para hacerlo conforme á su pertenece al aspecto de la misma per-
cuerpo glorioso. D e lo cual dice el B . sona.
B e d a ( S u p . Marc. c. 77) : « en su pia-
D dosa previsión les permitió gozar du- ARTÍCULO I I . — 4 t a c l a r i d a d d e cristo
» rante un tiempo muy corto, la contem- en la transfiguración fue claridad glorio-
» placion de la alegría que dura siempre s a ? (3)
í para hacerles sobrellevar con mayor
» fortaleza la adversidad B . 1.° Parece que aquella claridad no fue
A l argumento 1.° contestaremos que, claridad gloriosa; porque dice una glosa
como dice San Jerónimo ( S u p . Matth. (Bedaí sup. illud Matth. 17 transfigura-
in illud cap. 17 : et transfiguratus est), tus est, coram eis) : « en un cuerpo mor-
« nadie crea que Cristo hubiera perdido B tal manifiesta no la inmortalidad, sino
B en su transfiguración su antigua forma B una claridad semejante á la futura iu-
» y su rostro, ó que hubiera perdido la B mortalidad B . Pero la claridad de la
» verdad del cuerpo, y hubiese tomado un gloria es la claridad de la inmortalidad.
» cuerpo espiritual ó aéreo B ; sino que el L u e g o aquella claridad, que Cristo ma-
B Evangelista nos manifiesta, de qué modo nifestó á sus discípulos, no fue la clari-
se transfiguró, diciendo: resplandeció su dad de la gloria.
rostro como el sol; y sus vestiduras frie- 2.° Sobre estas palabras ( Luc. 9 ) non
ron hechas blancas como la nieve. « E n gustabunt mortem, doñee videant regnum
B I O cual se manifiesta el esplendor del Dei, dice la glosa (interl.), esto es, «la
B rostro y se describe el candor de las B glorificación del cuerpo en la represeu-
B vestiduras ; no se destruye la sustancia, »tacion imaginaria de la beatitud fu-
B sino se cambia la gloria. » B tura B . Pero la imagen de alguna cosa
A l 2.° que la figura se considera por no es la cosa misma. L u e g o aquella cla-
relación á la estremidad del cuerpo; por- ridad no fue la claridad de la beatitud.
que la figura es lo que se halla compren- 3.° L a claridad de la gloria no existe
dido en ciertos términos ó en ciertos lími- siuo en el cuerpo humano. Pero la clari-
tes. A s í pues todas aquellas cosas, que se dad aquella de la transfiguración apare-
consideran con relación á la extremidad ció no sólo en el cuerpo de Cristo sino
de su cnerpo, parecen pertenecer en cier- también en sus vestiduras, y en una nube
to modo á la figura. M a s , así como se luminosa que cubrió á los discípulos.
considera el color, también la claridad de L u e g o parece que aquella claridad no fue
un cuerpo que no es transparente en su la claridad de la gloria.
superficie. Y por esto la asunción de la Por el contrario, ( Super illud Mattli.
claridad se dice transfiguración ( 1 ) . 1 7 ) : transfiguratus est: ante eos, dice
A l 3.° que entre las predíchas cuatro San Jerónimo : « cuál ha de ser en el dia
dotes sola la claridad es cualidad de la B del juicio, tal apareció á los discípu-
misma persona en sí misma ( 2 ) . M a s las B I O S » ; y (super illud Matth. 1, 6),
otras tres dotes no son percibidas sino en doñee videantfiilium hominis venientem in
algún acto ó movimiento ó pasión. Cristo regno suo) dice el Crisóstomo (hom. 57,
pues manifiesta en sí mismo algunos indi- in M a t t h ) , « que queriendo mostrar lo
cios de aquellas tres dotes, v. g. la agili- » que es la gloria, en que después ha de
dad, cuando anduvo sobre las olas del B venir, se la reveló en la vida presente
(1J Esto e s , la mudanza esterior del cuerpo de Jesucristo en (3) La Iglesia en el oficio de la Transfiguración d e l Señor,
cuanto á la figura por la adquisición de un esplendor no acos- dice : Jesucristo esplendor del Padre y figura de su sustancial ¡«
tumbrado, no por la inmutación de s u sustancia. dignó aparecer hoy glorioso sobre un monte elevado conduciendo todas
(2) E s decir, que tal cualidad, y no otra, á no intervenir las cosas por la palabra de su. virtud, y purificando los pecados. De
otros actos ó movimientos, puede inmutar los sentidos de la donde se deduce, con cuánta razón el Doctor angélico afiraHi
persona. que la claridad del cuerpo de Jesucristo fue la de la gloria.
CUESTIÓN XLV. — ARTÍCULO II. 513
ícomo les era posible conocerla, para y> sobrenaturalmente, y el agua instable
¡> que ya no se doliesen en la muerte del » sosteniendo la gravedad de sus pies ma-
í Señor». » feriales y terrenos». D e consiguiente no
Conclusión. Aquella claridad, que Je- debe decirse, como indica H u g o de San
sucristo tomó en la transfiguración, fue Victor (id. habet Innocent. 111,1. 4, de
ciertamente la claridad de la gloria en Myster. missse, c. 12), que Cristo asumió
cuanto á la esencia, mas no en cuanto al las cuatro dotes ; la claridad en la trans-
modo (1). figuración; la agilidad, andando sobre el
Responderemos, que aquella claridad mar; la sutileza, saliendo del seno virgi-
que tomó Cristo en la transfiguración, nal ; y la impasibilidad en la cena, cuan-
fue la claridad de la gloria en cuanto á la do dio á comer su cuerpo sin dividirlo;
esencia, mas no en cuanto al modo de ser. porque la palabra dote indica algo de in-
Porque la claridad del cuerpo glorioso se manente en los cuerpos gloriosos, en
deriva de la claridad del alma, como dice tanto que Cristo tuvo milagrosamente las
San Agustín (in epist. ad Dioscorum, cosas que pertenecen á estas dotes. Y
118 ó 56). Y asimismo la claridad del lo mismo es respecto al alma sobre la vi-
cuerpo de Cristo en la transfiguración se sión, por la cual San Pablo vio á Dios
derivó de la diviuidad del mismo, como en el rapto, como se ha dicho (2. -2. C. a as
p í r i t u S a n t o ó 1«. v i r t u d d e l P a d r e , c o m o J u a n c o m o t e s t i m o n i o de s u transfigura-
dice Orígenes ( H o m . 3, in Matth.), c i ó n , sino á todos los discípulos.
por l a que son protegidos los santos en Por el c o n t r a r i o : e s t á l a a u t o r i d a d de
la futura gloria. A u n q u e también puede la Escritura Evangélica (Matth. 17
significar convenientemente la claridad M a r c . 9, y Luc. 9).
del m u n d o renovado que será el taber- Conclusión. Fue conveniente que Je-
náculo de los santos: por lo cual dispo- sucristo , al transfigurarse para mani-
niendo San Pedro hacer tabernáculos, festar á los hombres su gloria, exhibiese
una nube luminosa cubrió á los discí- testigos, no solo posteriores, como Pedro,
pulos. Santiago y Juan ; sino anteriores, como
Moisés y Elias.
R e s p o n d e r e m o s q u e C r i s t o quiso
ARTÍCULO I I I . — Adujéronseconve-
t r a n s f i g u r a r s e , p a r a m a n i f e s t a r s u gloria
nientemente testigos de la transfiguración ?
á los hombres y estimularlos á desearla,
s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1); m a s á l a gloria
1.° P a r e c e que no fueron conveniente- de la eterna bienaventuranza s o n lleva-
mente aducidos testigos de l a transfigu- d o s l o s h o m b r e s p o r m e d i o d e C r i s t o , no
ración, porque cada cual puede dar tes- s o l a m e n t e l o s q u e d e s p u é s d e é l existie-
timonio principalmente de las cosas c o n o - r o n , s i n o t a m b i é n l o s q u e l e precedieron.
cidas. P e r o en tiempo de l a transfigura- A s í p u e s c u a n d o m a r c h a b a á s u pasión,
ción de Cristo no había hombre alguno t a n t o l a s t u r b a s q u e l e s e g u í a n , corriólas
que supiera por esperiencia lo que sería que iban delante le gritaban Hosanna
la gloria futura, y sí solo los ángeles. ( M a t t h . 21), como pidiéndole l a salud.
L u e g o los testigos de l a transfiguración Por lo cual fue conveniente que hubiera
debieron ser m á s b i e n los ángeles que los en la transfiguración testigos de los pre-
hombres. cedentes, como Moisés y Elias y de los
2.° P a r a los testigos de l a v e r d a d no que le seguían, como Pedro, Santiago y
conviene ficción a l g u n a sino l a v e r d a d ; y Juan, para que esta palabra fuera ates-
Moisés y E l i a s no estuvieron allí verda- tiguada por dos ó tres testigos.
d e r a m e n t e , sino i m a g i n a r i a m e n t e : pues A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e Cristo
dice cierta G l o s a ( Colligitur. ex. lib. 3, p o r m e d i o d e s u t r a n s f i g u r a c i ó n manifestó
de M i r a b i l i b u s 1, S c r i p t u r s e , c. 9 y 10 á l o s d i s c í p u l o s l a g l o r i a d e l c u e r p o , que
inter. op. Ang. super. illud. Luc. 9: pertenece á solos los h o m b r e s . P o r lo
erantautemMoyss. e t E l i a s , etc.): «debe tanto adúcense convenientemente acerca
» saberse q u e n o aparecieron allí los cuer- d e e s t o c o m o t e s t i g o s l o s h o m b r e s , no los
» pos ó las almas de Moisés y E l i a s , sino ángeles.
» que aquellos cuerpos fueron formados A l 2.° q u e a q u e l l a G l o s a s e d i c e ser
» en una criatura subalterna. Puede t a m - tomada del libro que se t i t u l a ; de mira-
» bien c r e e r s e , que esto fue h e c h o por bilibus sacra scriptura, q u e n o es libro
» ministerio angélico, de modo que los a u t é n t i c o , s i n o q u e s e a t r i b u y e falsamente
» ángeles tomasen (1) las personas de á San Agustín. Así pues n o h a y que
» e s t o s » . L u e g o n o p a r e c e q u e estos t e s - atenerse á aquella Glosa; porque dice
tigos fueron convenientes. espresamente S a n J e r ó n i m o (sup. MattL
3.° Dícese (Act. 10, 43) que á Cristo in illud, c. 17) : et apparuerunt illú
dan testimonio todos los profetas. Luego Moyses, e t c . : « d e b e c o n s i d e r a r s e que uo
M o i s é s y E l i a s no debieron estar allí so- » quiso dar á los escribas y f a r i s e o s las
los como testigos, sino t a m b i é n todos los » señales celestes que le p e d í a n ; mas
profetas. » a q u í , p a r a a u m e n t a r l a f e d e s u s apos-
4.° L a g l o r i a de C r i s t o es p r o m e t i d a á » t o l e s , l e s d a u n a s e ñ a l e n e l c i e l o : Elias
todos Ios-fieles de C r i s t o , á quienes quiso » d e s c i e n d e d e d o n d e h a b í a s i d o coloca-
encender el deseo de aquella gloria por » d o , y M o i s é s s a l e d e l o s i n f i e r n o s » . Lo
medio de la transfiguración. Luego no c u a l n o d e b e e n t e n d e r s e c o m o s i e l alma
solo debió tomar á P e d r o , Santiago y á de Moisés v o l v i e s e á t o m a r s u cuerpo;
s i n o que a p a r e c i ó s u a l m a p o r m e d i o de
(!) Esto es, sus individuos ó sujetos que tenían esta forma.
a l g ú n c u e r p o , que tomó, como aparecen
CUESTIÓN X L V . — A R T Í C U L O S III Y IV. 515
Son de considerarse ahora las cosas pertenecientes á la salida de Cristo del mundo; y l.° su pa-
sión: 2." su muerte ;3.° su sepultura; 4.° su bajada á los infiernos. Sóbrela pasión ocurren tres re-
flexiones: 1.* acerca de la pasión m i s m a ; 2 . de su causa eficiente; 3 . del fruto de la pasión.
a a
En cuanto á la pasión misma examinaremos doce puntos: 1.° Fue necesario que Cristo sufriera por
la libertad de los hombres? — 2.° Era posible que el hombre fuera libertado de otro modo ?—3.° Aquel
modo fue el más conveniente? —4.°Fue conveniente que sufriera en la cruz? - o . ° Déla generalidad
de su pasión. — 6.° El dolor que sufrió en la pasión fue el más grande? — 1." Sufrió toda su alma? —
8." Su pasión le impidió el gozo de la fruición ? — 9.° Del tiempo de la pasión.—10.° Del lugar.—11.° Fue
conveniente que fuera crucificado con los ladrones? —12.° La pasión de Cristo debe ser atribuida á
ladivinidad?
desierto; así también es necesario que sea decreto acerca de la pasión de Cristo,
levantado el Hijo del hombre para que preauunciada en las Escrituras y prefi-
todo aquel que cree en él no perezca, sino gurada en las observancias del antiguo
que tenga vida eterna; y esto se entiende Testamento, era necesario que se cum-
de su elevación en la cruz. L u e g o parece pliera, y esto es lo que se dice (Luc. 22,
que fue necesario que Cristo padeciera. 22) : y en verdad el Hijo del hombre va,
Conclusión. Aunque no fue necesario según lo que está decretado, y (Luc. ult.
que Jesucristo padeciese por necesidad de 44) : estas son las palabras que os hablé
coacción, tanto por parte de Dios que estando aún con vosotros, que era nece-
tenía decretado que el mismo Cristo pade- sario que se cumpliese todo lo que está
ciese, cuanto por parte de este que volun- escrito de mí en la ley de Moisés, en los
tariamente aceptó la pasión ; sin embar- Profetas y en los salmos, porque así está
go convino, á fin de merecer para nos- escrito y así era menester que el Cristo
otros la vida eterna y cumplir en un padeciese y resucitase al tercer dia de
todo lo predicho en las Santas Escritu- entre los muertos.
ras, que satisfaciese al Padre por el pe- A l argumento 1.° diremos, que aque-
cado de los hombres. lla razón procede de la necesidad de
Responderemos q u e , como enseña el coacción de parte de Dios.
Filósofo (Met. 1. 5,t. 6), lo necesario se A l 2.° que procede de la necesidad de
toma en muchos sentidos : 1.° significa coacción de parte del hombre Cristo.
que es imposible que una cosa se haya A l 3.° que el ser libertado el hombre
de otra manera según su naturaleza ; y por la pasión de Cristo fue conveniente
así es evidente que no fue necesario que á la misericordia y justicia de este. Con-
Cristo sufriera, ni por parte de Dios ni venía á su justicia puesto que por su pa-
por parte del hombre : 2.° di cese algo sión Cristo satisfizo por el pecado del
necesario, por alguna cosa esterior, la género humano; y de este modo el hom-
que si es causa eficiente ó motora produ- bre fue libertado por la justicia de Cris-
ce necesidad de coacción; como cuando to ; y á la misericordia porque no pudieu-
alguno no puede marchar por causa de la do el hombre satisfacer por sí mismo por
violencia del que le detiene: si aquello, el pecado de toda la naturaleza humana,
que esteriormente produce la necesidad, como y a se ha dicho ( C . 1, a. 2), Dios
es el fin, se dice algo necesario hipotéti- le dio á su Hijo para satisfacer por él
camente en vista de un fin, como cuando según aquello ( R o m . 3 , 24): justifica-
algún fin no puede existir en manera al- dos gratuitamente por la gracia del mis-
guna, ó no se le puede realizar convenien- mo, por la redención que es en Jesu-
temente sino en tanto que se le- presupo- cristo, á quien Dios he puesto en propi-
ne. N o fue pues necesario que Cristo pa- ciación por la fe en su sangre. Y esto fue
deciese con necesidad de coacción, ni por de misericordia más abundante que si
parte de D i o s , que decretó que Cristo hubiera perdonado los pecados sin satis-
sufriera, ni de parte de Cristo mismo, facción. P o r lo cual se dice (Ephes. 2,4):
que sufrió voluntariamente. F u e empero Dios que es rico en misericordia, por su
necesario por necesidad del fin ; el cual estremada caridad con que nos amó, dan
puede entenderse de tres modos : 1.° de cuando estábamos muertos por los peca-
parte de nosotros que fuimos redimidos dos, nos dio vida juntamente en Cristo.
por su pasión, según aquello (Joan. 3 , A l 4.° que el pecado del ángel no fue
14) : es necesario que sea exaltado el remediable, como el pecado del hombre,
Hijo del hombre,para que todo aquel que según consta de lo y a espuesto en la
crea en él, no perezca, sino que tenga 1.a P . ( C . 64, a. 2).
vida eterna. 2.° de parte del mismo Cris-
t o , el cual mereció por la humildad de la ARTÍCULO I I . — ¿Hubiera sitio posible
pasión la gloria de su exaltación : y á esto
l i b e r t a r a l g e n e r o u u m n n o d e o t r o m o d o que
pertenece lo que se dice ( L u c . ult. 26):
p o r l a p a s i ó n d e C r i s t o ? (1
¿ pues qué no fue menester que Cristo pa-
deciese estas cosas, y que así entrase en 1.° Parece que no fue posible otro
su gloria? 3.° de parte de D i o s , cuyo
(1) Téngase en cuenla lo dicho en el artículo anterior.
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO II. 519
modo para libertar al género humano, otra manera, supuesta la divina pres-
que la pasión de Cristo : porque dice el ciencia.
Señor (Joan. 12, 24) : si el grano de tri- Responderemos, que algo puede de-
go que cae en la tierra, no muriere, el cirse posible ó imposible de dos modos:
solo queda ; mas, si muriere, mucho fru- 1.° simplemente y en absoluto ; 2.° hipo-
to lleva ; sobre lo cual dice San Agustín téticamente. Hablando pues simplemente
(tract. 5 1 , in J o a n . ) , que « él á sí mismo y en absoluto fue posible á Dios libertar
»se llamaba grano ». Por consiguiente si al hombre de otro modo que por medio
no hubiera sufrido la muerte, no se hu- de la pasión de Cristo, puesto que no hay
biera obtenido de otra manera nuestra cosa imposible para Dios, (1) como se
liberación. dice ( L u c . 1, 37). Pero hipotéticamente
2.° Dice el Señor ( M a t t h . 26, 42) al hablando fue imposible ; porque es impo-
Padre : Padre mió, sino puede pasar este sible que la presciencia de Dios se enga-
cáliz sin que yo lo beba hágase tu volun- ñe, y que su voluntad ó disposición se ha-
tad ; y se habla allí del cáliz de la pa- gan nulas ; supuesta esta presciencia y
sión. Luego la pasión de Cristo no podía preordinacion de Dios acerca de la pa-
omitirse; por lo cual también dice San sión de Cristo no era posible á la vez que
Hilario (c. 3 1 , in Matth) : « este cáliz Cristo no sufriera, ó que el hombre fuera
» no podía pasar, sin que él le beba, pues- librado, por otro modo que por su pasión.
» to que no podemos ser reparados sino Y la misma razón puede aplicarse á las
» por su pasión ». cosas que son presabidas y preordenadas
3.° L a justicia de Dios exigía que el por Dios como se ha demostrado en la
hombre fuese librado del pecado, satis- 1. P . ( C . 14, a. 13).
a
(1) Entiéndase esta frase pura Dios no es imposible cosaalguna quiere hacer todo lo que hace, y no cosa alguna que envuelva
m relación á la potencia que llaman los teólogos absoluta; mas I contradicción. — M. Ch.
0
si se refiere á la que dicen ordinaria, según la cual, Dios I
520 C U E S T I Ó N X L V I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
(1) Esta doctrina se opone al error de los socinianos que su- inestimable de caridad! entregaste ü tu ¡lijo para redimir al siervo.
ponían, que la redención debía haberse verificado por medio (3; En cuanto al precio grande de la redención deben distin-
de la predicación y el ejemplo de Jesucristo, sin necesidad de guirse dos cosas ; una, si este precio fue equivalente y con-
dar á la divina justicia una satisfacción digna, e t c — M. Ch. digno •. otra, si lo fue ¡vuela ápices jwls. La 1." es cuestión dog-
(2) La Iglesia, consiguiente á esta doctrina, hace preces en . mática ; mas la 2." es solo controvertible. — M. Ch.
el dia de la bendición del cirio pascual, esclamando : ¡oh amor I
C U E S T I Ó N X L V I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 521
(1) Se advertirá, que la figura de lacruz era diferente; una formación de un madero puesto de pié derecho con .otro tam-
tenia la forma de una 1, á la cual se condenaban los malhe- bién derecho que cruzaba la parte superior" en figura de T y
chores, lns cuales sufrían el'tormento, pasándoles el madero en esta fue en la que murió Jesucristo. No convienen los crí-
por medio del cuerpo hasta salirles por la boca : otra dis- ticos respecto del título ó inscripción puesta á la cruz, si fde
puesta á manera de X ; otra que tenía la hechura de horca de fijado en el vértice de la misma correspondiente á la parte de
ios dientes, como una Y, á la cual se ataban los reos con los la cabeza ó si fue colocado en otra tabla diferente.—M. Ch,
pies hacia arriba i ademas existía la 4.', que consistía en la
522 CUESTIÓN Xtvi. — ARTÍCULO IV.
(1J Tal conveniencia puede estenderse también al tiempo (2) Lo cual es conforme con lo que se canta en el prefación
en que se verificó, el cual según los cronólogos más acredita- la Cruz : ut linde mors orícbatur, inde vita resnrgcret, et qui
dos fue el año 782 de la fundación de Roma, el 15 del imperio Ugno vincebat in Ugno quoque vincerelur.
de Tiberio César, 1.° de la olimpiada, 202, 29 déla era vulgar, (3) (Efes. c. 3 , 18). Para que podáis comprender con todos Ka
•y 33 de la edad del mismo Jesucristo—M. Ch. santos cual sea la latitud y longitud, ó la sublimidad y loprofuni''
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IV Y V. 523
»enseña» : 7.° porque este género de carne de Cristo fue mortal, habiendo te-
muerte corresponde á muchas figuras; nido la semejanza de pecado: y por esto
pues según dice San Agustín en un ser- Moisés la llama maldita, como el A p ó s -
món de pasión (habet aliquid serm. 101), tol la denomina pecado, diciendo ( n . Cor.
j del diluvio de las aguas fue libertado el 5, 2 1 ) : aquel que no había conocido pe-
j género humano en un arca de madera; cado , se hizo pecado por nosotros, esto
j cuando salió el pueblo de Dios de E g i p - es, por causa de la pena del pecado. « N o
j t o , Moisés dividió las aguas con una » debe admirarnos que se haya dicho que
jvara, destruyó á Faraón, y redimió al » h a sido maldito por D i o s , porque si
j pueblo de Dios ; el mismo Moisés arro- » D i o s no hubiera odiado el pecado y
»jó al agua un leño, y convirtió el agua » nuestra muerte, no hubiera enviado á
j amarga en dulce ; con una vara de ma- » su H i j o , para someterse á ella y des-
lí dera hirió la piedra espiritual, para » truirla. Confiesa pues que recibió la
D hacer brotar el agua ; y para vencer á » maldición por nosotros, el que confesáis
sAmalech, Moisés tenía sus brazos es- » haber muerto por nosotros». P o r lo cual
»tendidos sobre la vara: el arca del T e s - se dice (Galat. 3 , 13): Cristo nos redi-
¡» tamento donde estaba la ley de Dios mió de la maldición de la ley, hecho por
s era de madera ; de modo que todas estas nosotros maldición.
¡> cosas debían conducir gradualmente á
Í los hombres á venerar el santo madero ARTÍCULO V . — c r i s t o s u f r i ó t o d a cia-
í de la cruz» (1). se de padecimientos ?
Al argumento 1.° diremos, que el altar
de los holocaustos, en el que se ofrecían l.° Parece que Cristo sufrió toda cla-
los sacrificios de los animales, era hecho se de padecimientos ; porque dice San
de madera, como consta ( E x o d . 2 6 ) ; y Hilario ( D e Trin. 1. 1 0 ) : « e s cierto que
en cuanto á esto, la verdad corresponde » el Hijo de D i o s , para cumplir el miste-
á la figura; mas no es necesario que lo » rio de su muerte ha consumado en él
sea en cuanto á todas las cosas porque » todos los sufrimientos humanos, cuando
entonces no habría semejanza, sino reali- » inclinada la cabeza,exhaló su espíritu».
dad, como dice el Damasceno (Orth. fid. L u e g o parece que Cristo sufrió todos los
1. 3, c. 26). Sin embargo según el pen- padecimientos humanos.
samiento del Crisóstomo ( i d etiam hab. 2.° Dícese (Is. 52, 13): mirad que mi
Athan. ibid. a. 3 , al 2.°): c< no se le de- siervo tendrá inteligencia, ensalzado y
í capita como á San J u a n , ni es dividido elevado será, y sublimado en gran mane-
acornó Isaías, para que su cuerpo sea ra : como muchos se pasmaron, así será
í entregado á la muerte íntegro é indivi- sin gloria su aspecto.entre varones, y su
J>sible, y no sirva de ocasión ó motivo á figura entre los hijos de los hombres. Pero
s los que quieren dividir la Iglesia » . E n
Cristo fue ensalzado según que tuvo toda
lugar del fuego material, hubo en el ho- gracia y toda ciencia, por lo cual, mu-
locausto de Cristo el fuego de la caridad.chos admirándole se pasmaron. L u e g o
Al 2 .° que Cristo rehusó tomar sobre parece que no fue g l o r i o s o , sufriendo
silos sufrimientos reprensibles que per- todos los padecimientos humanos.
tenecían al defecto de ciencia ó de gra- 3.° L a pasión de Cristo ha sido orde-
cia ó también de virtud, mas no aquellos nada á la liberación del hombre del peca-
que se refieren á la injuria que se le había
do , según lo dicho (a. 3 ) ; y Cristo vino
de inferir esteriormente, mucho menos á libertar á los hombres de todo género
cuando dice el Apóstol. ( H e b . 12, 2 ) :
de pecados. L u e g o debió sufrir todo g é -
sufrió cruz menospreciando la deshonra. nero de padecimientos.
Al 3.° que, como dice San Agustín Por el contrario, dícese (Juan. 19,
(cont. Faust. 1. 14, c. 6 ) , el pecado es 32), que vinieron los soldados, y quebra-
maldito, y por consiguiente la muerte y ron las piernas al primero, y al otro, que
la mortalidad proviniente del pecado. L a fue crucificado con él; mas cuando vinie-
ron á Jesús, no le quebrantaron las pier-
(1) Basílides falsamente supuso, que no fue Jesucristo ver- nas. L u e g o no sufrió todo padecimiento
daderamente el que padeció en la Cruz, sino el Cirineo trans-
iormado en la figura de Cristo. humano.
524 CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS V Y VI.
(1) Lo cual aplica San Pedro á Jesucristo con los Apóstoles. (3) Do es raro ver en la historia eclesiástica herejes y filó-
(2J Algunos herejes llegaron á suponer, que Jesucristo en sofos impíos como Cerdon y Marcion que pretendieron soste-
esta vida sufrió las penas y dolores de los condenados en el ner como una verdad el manifiesto absurdo de que Jesucristo
infierno, de igual manera que Calvino llegó con su blasfemia no padeció verdaderos dolores. Mas la Iglesia condenó como
hasta decir, que el mismo Cristo emitió durante sus sufrimien- errores tales asertos, según particularmente puede verse en
tos una voz de desesperación. la definición del Concilio de Florencia.
CUESTIÓN X L V I . — A R T I C U L O VI. 525
aeración de l a razón por medio de cierta que es según Dios, engendra penitencia
derivación ó redundancia de l a s . p o t e n - estable para la salud. P o r l o t a n t o Cristo
cias superiores á las inferiores, lo c u a l no p a r a satisfacer por los pecados de todos
t u v o l u g a r en Cristo que p a d e c í a , puesto l o s h o m b r e s t o m ó la t r i s t e z a , la mayor
que, según el Damasceno (Orth. fid. 1. e n c a n t i d a d a b s o l u t a , p e r o q u e no esce-
3 , c . 15), € dejó hacer á cada u n a de las d í a la regla d e la razón. E n cuanto al
j> p o t e n c i a s del alma lo que las era pro- d o l o r s e n s i b l e e s t e r i o r l a v i r t u d m o r a l no
» p i ó » . 4. a
P u e d e considerarse la m a g n i - le disminuye directamente, p o r q u e tal
t u d del dolor de Cristo en su pasión por- dolor no obedece á l a r a z ó n , sino que
que tomó voluntariamente (1) estos p a - s i g u e la n a t u r a l e z a d e l c u e r p o ; sin em-
d e c i m i e n t o s y e l d o l o r c o n e l fin d e l i b e r - b a r g o l e d i s m i n u y e i n d i r e c t a m e n t e p o r la
tar á los h o m b r e s del p e c a d o , y por c o n - redundancia de las potencias sujDerioresá
siguiente tomó t a n t a c a n t i d a d de dolor, las inferiores, lo cual no sucedió en Cris-
como correspondía á la magnitud del t o , c o m o s e h a d i c h o ( a q u í y C . 45, a. 2).
fruto que Luego por
de ello resultaba. A l 3.° que el dolor del a l m a separada
todas estas causas consideradas simultá- q u e s u f r e p e r t e n e c e al e s t a d o d e la f u t u r a
neamente aparece manifiesto que el dolor c o n d e n a c i ó n , la c u a l e s c e d e á t o d o mal
de Cristo fue el mayor. d e e s t a v i d a , c o m o l a g l o r i a d e l o s san-
A l argumento 1.° diremos que aquel tos escede á t o d o b i e n d e la v i d a pre-
razonamiento procede solamente de una sente. Así pues c u a n d o d e c i m o s que el
de las causas de que a c a b a m o s de h a b l a r , d o l o r d e C r i s t o es e l m a y o r , n o le c o m -
esto es de la lesión c o r p o r a l q u e es l a paramos al dolor del a l m a separada (2).
causa del dolor sensible; pero el dolor de E l c u e r p o d e A d á n e m p e r o n o p o d í a su-
C r i s t o paciente se a u m e n t a m u c h o más f r i r , m i e n t r a s n o p e c a s e y e n t o n c e s se h a -
p o r l a s otras c a u s a s , s e g ú n se h a dicho. c i a m o r t a l y p a s i b l e , y h u b i e r a sufrido me-
A l 2.° q u e l a v i r t u d m o r a l m i t i g a de n o s q u e e l c u e r p o d e C r i s t o p o r l a s razo-
u n a m a n e r a diferente l a tristeza interior, n e s p r e d i c h a s . D e l a s q u e t a m b i é n es evi-
y de otra el dolor exterior sensible ; por d e n t e q u e a u n s u p o n i e n d o p o r imposible
que disminuye directamente la tristeza q u e A d á n h u b i e s e p a d e c i d o e n e l estado
interior, estableciendo en ella un medio, d e la i n o c e n c i a , h u b i e r a s i d o m e n o r su
como en su propia materia, y la virtud dolor que el de Cristo.
m o r a l establece el medio en las pasiones, A l 4.° que C r i s t o n o s o l a m e n t e sufrió
c o m o se h a d i c h o en l a segunda parte p o r la p é r d i d a d e l a v i d a c o r p o r a l propia,
(l. -2.
a ! e
C. 44, a. 1 y 2), no según la can- sino también por los p e c a d o s d e todos
t i d a d r e a l , sino s e g ú n la cantidad propor- l o s d e m á s : c u y o d o l o r e s c e d i ó e n Cristo
c i o n a l , es d e c i r , d e m a n e r a q u e l a p a s i ó n á todo dolor de c u a l q u i e r c o n t r i t o ; ya
no esceda l a regla de l a razón. Y puesto p o r q u e p r o c e d i ó d e m a y o r s a b i d u r í a y ca-
que los estoicos pensaban que ninguna r i d a d , p o r l a s q u e s e a u m e n t a e l dolor de
tristeza sería útil para algo, por eso c o n t r i c i ó n , ya t a m b i é n p o r q u e sufrió a l a
creían que discordase totalmente de la v e z p o r t o d o s l o s p e c a d o s , s e g ú n aquello
r a z ó n , y por consiguiente que debía estar ( I s . 53, 4 ) : en verdad cargó con muchos
totalmente exento de ella el sabio. Pero dolores. P o r o t r a p a r t e la v i d a corporal
en realidad de verdad h a y una tristeza de Cristo fue d e t a n t a d i g n i d a d , espe-
laudable, como lo prueba San Agustín c i a l m e n t e p o r l a D i v i n i d a d q u e l e estaba
( D e c i v . D e i , 1. 14, c . 9), esto es, c u a n - u n i d a , q u e s u p é r d i d a m i s m a p o r u n a hora
do procede del amor santo, como cuando e r a m á s d e p l o r a b l e q u e la p é r d i d a d e la
a l g u n o se entristece p o r los p e c a d o s p r o - vida de otro hombre por siempre. Por
pios ó ajenos. E s también útil cuando esto dice e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 3, c. 9),
tiene por fin satisfacer por el pecado se- q u e « e l v i r t u o s o a m a t a n t o m á s s u vida,
g ú n aquello (ir. Cor. 7, 10): la tristeza » c u a n t o m e j o r s a b e q u e e s ; y s i n embar-
(IJ Aquí la voluntariedad debe tomarse en el sentido de (2) Según el parecer de varios teólogos, no es improba!) e
apartar la mente de la consideración de todas aquellas cosas que alguna de las penas que se padecen en el purgatorio se>
que pueden causar tristeza y dejar á cada uno de los tormentos menos acerba que las sufridas por Jesucristo en su pasión y
obrar según s u acerbidad, y á cada una de las fuerzas y pp- muerde,
íencias del alma sufrir lo que les es propio.
CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS VI Y V I I . 527
u go l a e s p o n e p o r e l b i e n d e l a v i r t u d » . 'ó.
a
Cuando la pasión sensible llega
De la misma manera también Cristo es- hasta l a r a z ó n , entonces se d i c e q u e es
puao s u v i d a m u y a m a d a , p o r e l b i e n d e c o m p l é t a l a pasión, la cual no existió en
l a c a r i d a d s e g ú n a q u e l l o ( J e r e m . 12, 7) C r i s t o , pues solo existió en él l a propa-
¿í mi amada alma en manos de sus ene- sion, como dice San Jerónimo (Sup.
migos. illud Matth. 26 : Ccepit contristar i); por
A l 5.°, que la inocencia del paciente lo que también S a n Dionisio (inepist. ad
disminuye el dolor de l a pasión en cuanto J o a n . E v a n g . 10) d i c e <r s u f r í a l a s p a s i o -
al n ú m e r o ; p o r q u e , c u a n d o s u f r e u n c u l - » n e s q u e se l e inferían según que solo
p a b l e , se d u e l e n o s o l a m e n t e d e l a p e n a , » l a s j u z g a b a s (3). L u e g o no parece que
sino t a m b i é n d e l a c u l p a , m i e n t r a s q u e e l Cristo padeció según toda su alma.
inocente s o l a m e n t e d e l a p e n a , c u y o d o l o r 4.° L a pasión causa el dolor ; pero en
sin e m b a r g o s e a u m e n t a e n é l p o r l a i n o - el entendimiento especulativo no h a y d o -
cencia, en c u a n t o considera que el dolor l o r , p u e s t o q u e n i n g u n a t r i s t e z a se opone
que se l e h a c a u s a d o es m u y indebido; á l a delectación, que resulta de l a con-
por l o q u e t a m b i é n a u n o t r o s s o n m á s r e - templación, como dice el Filósofo (Top.
prensibles, si no le compadecen según 1. 1, c. 13, l o e . 2). Luego parece que
aquello (Is. el. justo perece y
5 7 , 1): Cristo no padecería según toda su alma.
no hay quien lo recapacite en su corazón. Por e l c o n t r a r i o , e s l o q u e se d i c e d e
Al 6.° que Cristo quiso librar a l gé- la persona de Cristo ( P s . 8 7 , 4 ) : rellena
nero h u m a n o d e l o s p e c a d o s , n o p o r su está mi alma de males; la Glosa interl.
poder s o l o , s i n o t a m b i é n p o r s u j u s t i c i a . A u g u s t . ) , « no de vicios sino de dolores,
Y por eso n o solo c o n s i d e r a c u á n t a vir- » que el alma padece en unión con el
tud t e n d r í a s u d o l o r d e l a d i v i n i d a d q u e » cuerpo, ó de m a l e s » , esto e s , compa-
le es u n i d a , s i n o t a m b i é n cuánto dolor deciendo á los que perecen dei pueblo.
suyo b a s t a r í a s e g ú n l a n a t u r a l e z a huma- P e r o no hubiera estado su a l m a rellena
na p a r a t a n t a s a t i s f a c c i ó n (1). d e estos m a l e s , si no hubiera padecido
según toda su alma. L u e g o Cristo pade-
ARTÍCULO V I I . — p a d e c i ó c r i s t o sc- ció según toda su a l m a (4).
gtm t o d a s u a l m a ? (2)
Conclusión. Uniéndose toda la esencia
1.° Parece que Cristo no padeció se- del alma con el cuerpo, y existiendo toda
gún t o d a s u a l m a ; p o r q u e c u a n d o e l c u e r - ella en todo el cuerpo, igualmente que en
po p a d e c e , p a d e c e e l a l m a per accidens, cada una de las partes del mismo cuerpo,
en c u a n t o e s e l a c t o d e l c u e r p o . P e r o el debe decirse que padeciendo Jesucristo en
alma no es e l a c t o d e l c u e r p o s e g ú n c a d a el cuerpo sufrió tal padecimiento según
una de s u s p a r t e s , p u e s t o q u e e l e n t e n d i - toda el alma y todas sus partes inferiores;
miento n o es a c t o d e n i n g ú n c u e r p o , c o - mas no según la razón por parte del objeto
mo se d i c e ( D e a n i m a 1. 3 , t. 6 y 12). que le sirvió de gozo y deleite r sin em-
Luego parece que Cristo no padeció se- bargo tomó todas las pasiones según ra-
gún toda s u a l m a . dican en el alma.
2.° C a d a potencia del a l m a padece por Responderemos, q u e el t o d o s e d i c e
su o b j e t o . P e r o e l o b j e t o d e l a p a r t e s u - por relación á las partes ; y las partes del
perior d e l a r a z ó n s o n l a s r a z o n e s e t e r n a s a l m a se l l a m a n p o t e n c i a s de e s t a . Luego
« á que e l l a se a p l i c a , c o n s u l t á n d o l a s y se d i c e q u e t o d a e l a l m a p a d e c e , e n c u a n -
» contemplándolas » como dice S a n A g u s - to sufre según su esencia ó en cuanto pa-
tín ( D e T r i n i t . 1. 12, c. 7 ) . P e r o Cristo dece s e g ú n todas sus potencias. M a s debe
no p u d o s u f r i r d a ñ o a l g u n o p o r l a s r a z o - considerarse que alguna potencia del a l m a
nes e t e r n a s , p u e s t o q u e e n n a d a l e con- p u e d e s u f r i r d e d o s m o d o s : 1.° p o r l a p a -
trarían. Luego parece que no padeció sión propia, lo que tiene lugar según que
según t o d a s u a l m a . sufre de parte de s u objeto, como si l a
vista sufre por una luz demasiado abun- cuando la pasión de la parte sensitiva l l e g a
dante ; 2.° sufre alguna potencia por la hasta inmutar la razón de la rectitud de
pasión del sujeto sobre el que se funda; su acto de modo que siga á la pasión y no
como sufre la vista sufriendo el sentido tenga el libre albedrío sobre e l l a . M a s
del tacto en el ojo sobre el que se funda así no llega en Cristo la pasión d e la
la v i s t a ; por ejemplo cuando el ojo ha parte sensitiva hasta la razón, sino p o r
recibido un golpe ó se dilata por el ca- parte del sujeto, como se ha dicho.
l o r . — A s i pues debe decirse que si enten- A l 4.° que el entendimiento especula-
demos el alma entera en razón de su tivo no puede tener dolor ó tristeza por
esencia, entonces es evidente que toda el parte de su objeto, que es lo verdadero
alma de Cristo ha sufrido; porque toda la absolutamente considerado y que consti-
esencia del alma se une al cuerpo de tal tuye su perfección; sin embargo puede
modo que toda está en todo y toda en llegar á él el dolor ó la causa del dolor
cada una de sus partes. Y por esto su- por el modo ya dicho.
friendo el cuerpo y dispuesto á separarse
del alma, toda el alma sufría. Pero si en- ARTÍCULO VIII. —¿Eiaimaentera
tendemos el alma entera según todas sus d e C r i s t o g o z a b a e n s u p a s i ó n d e i u bienaven-
potencias, hablando de este modo de los t u r a n z a ? (2]
sufrimientos propios de ellas, sufría en
verdad según todas sus potencias inferio- 1.° Parece que el alma de Cristo no
res, porque en cada una de las potencias gozase toda entera de la bienaventuranza
inferiores del alma que tienen por objeto en el momento de su pasión; porque es
las cosas temporales se encontraba algo imposible sufrir y gozar á la v e z , puesto
que era causa del dolor de Cristo como que el dolor y el gozo son contrarios.
se ve por lo dicho (a. 6) : pero bajo este Pero toda el alma de Cristo sufría el
punto de vista la razón superior no sufría dolor en el tiempo de su pasión, c o m o se
en Cristo por parte de su objeto, esto es, ha demostrado (a. 7). L u e g o no podía
de Dios (1) que no era la causa del do- ser que toda entera gozase.
lor del alma de Cristo, sino de delecta- 2.° Dice el Filósofo ( E t h i c . 1. 7,c. últ),
ción y de gozo : mas según aquel modo que la tristeza, si es vehemente, no sólo
de pasión por el que se dice que alguna impide la delectación contraria, sino cual-
potencia sufre por parte de su sujeto, en quiera otra ; y recíprocamente (3). P e r o
este caso todas las potencias del alma de el dolor de la pasión de Cristo f u e el
Cristo sufrían; porque todas las poten- más grande, como se ha manifestado
cias del alma radican en su esencia á la (a. 6 ) ; y de la misma manera también la
que llega la pasión cuando padece el delectación de la fruición es la mayor,
cuerpo del cual es acto. como se ha dicho en el principio d e l a se-
A l argumento 1.° diremos que aunque gunda parte (1 . -2. C. 4). Luego no pudo
a IE
el entendimiento, según que es cierta po- ser que el alma entera de Cristo padecie-
tencia, no es acto corporal, sin embargo se y gozase á la vez.
la esencia del alma, en la que radica la 3.° E l goce bienaventurado es según
potencia intelectiva, es acto del cuerpo, el conocimiento y el amor de las cosas
como se ha dicho en la primera parte divinas, como consta por San Agustín
( C . 77, a. 6 y 8). ( D e doct. christ. 1. 1, c . 4 y 10). Pero no
A l 2.° que aquel razonamiento procede todas las facultades del alma llegan á co-
de la pasión que resulta de parte del ob- nocer y amar á Dios. L u e g o no gozaba
jeto propio, según la que la razón supe- toda el alma de Cristo.
rior no sufrió en Cristo. Por el contrario, es lo que dice el Da-
A l 3.° que se dice ser el dolor pasión masceno (Orth. fid. 1. 3, c. 15), que « l a
perfecta por la que se perturba el alma, i> Divinidad de Cristo permitió á la carne
( 1 ) Cristo padeció por los pecados de los hombres según la venturanza en cuanto á toda el alma en el sentido de com-
razón superior los aprendió como ofensas de Dios ; de aquí se prender la esencia, mas no las potencias de la misma alma.
siguió.la .tristeza que afectaba al apetito sensitivo, a la vez (3) Si el goce es vehemente en sumo grado no solo escluye
que á la voluntad. la tristeza opuesta á él, si que también toda tristeza.
(2) Se dice que en su pasión Jesucristo gozaba de la biena-
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO VIII Y IX. 529
« h a c e r y p a d e c e r lo q u e la e s p r o p i o » . l a f r u i c i ó n es p o r p a r t e d e l a p o t e n c i a , á
Luego por i g u a l r a z ó n , siendo propio del l a que está sometido.
alma d e C r i s t o , e n c u a n t o e r a b i e n a v e n - A l 2.° q u e a q u e l l a s p a l a b r a s d e l F i l ó -
t u r a d a , g o z a r , su p a s i ó n no i m p e d í a l a sofo, son verdaderas en razón de l a r e -
fruición. d u n d a n c i a q u e n a t u r a l m e n t e se p r o d u c e
Conclusión. Aunque toda el alma de de u n a potencia del a l m a á o t r a ; pero
Jesucristo gozase de Dios por esencia du- esto n o t u v o l u g a r e n C r i s t o , c o m o se h a
rante su pasión, sin embargo no gozaba dicho.
de la fruición de los bienaventurados se- A l 3.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o p r o c e d e
gún todas sus potencias, sino solamente de l a t o t a l i d a d del a l m a respecto á sus
según la parte superior de la razón. potencias.
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
(a. 7), e l a l m a e n t e r a p u e d e e n t e n d e r s e ARTÍCULO I X . — P a d e c i ó Cristo en
según s u e s e n c i a y s e g ú n t o d a s s u s p o t e n - t i e m p o c o n v e n i e n t e ? (2)
cias. S i p u e s s e e n t i e n d e s e g ú n s u e s e n -
cia, en este c a s o e l a l m a e n t e r a g o z a b a , 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o p a d e c i ó e n
en c u a n t o e s e l s u g e t o d e l a p a r t e s u p e r i o r tiempo conveniente; porque la pasión de
del a l m a , á l a q u e p e r t e n e c e g o z a r d e l a C r i s t o e r a figurada p o r l a i n m o l a c i ó n d e l
Divinidad ; p a r a que así como l a pasión cordero p a s c u a l ; por lo que dice t a m b i é n
es a t r i b u i d a á l a p a r t e s u p e r i o r d e l a l m a e l A p ó s t o l ( i . C o r . 5, 7) : Cristo, que es
por r a z ó n d e l a e s e n c i a , d e l m i s m o m o d o nuestra Pascua, ha sido inmolado. P e r o
el goce e s a t r i b u i d o r e c í p r o c a m e n t e á l a el cordero pascual era inmolado el dia
esencia d e l a l m a p o r r a z ó n d e s u p a r t e c a t o r c e p o r l a t a r d e , c o m o se dice ( E x o d .
superior. M a s s i c o n s i d e r a m o s e l a l m a t o d a 12). L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o d e b i ó p a -
por r a z ó n d e t o d a s s u s p o t e n c i a s , e n t o n - decer entonces, lo c u a l consta ser falso ;
ces no t o d a e l a l m a g o z a b a , n i d i r e c t a - porque en aquel tiempo celebró la P a s c u a
mente, p o r q u e l a f r u i c i ó n n o p u e d e s e r e l con sus d i s c í p u l o s , s e g ú n aquello ( M a r c .
acto de t o d a s l a s p a r t e s d e l a l m a (1), 14, 12) : el primer dia de los ázimos,
ni por l a r e d u n d a n c i a d e l a g l o r i a , p o r q u e cuando sacrificaban la Pascua; y a l d i a
cuando C r i s t o e r a v i a d o r , n o e r a p r o - siguiente padeció.
ducida l a r e d u n d a n c i a d e l a g l o r i a de l a 2.° L a p a s i ó n d e C r i s t o s e d i c e su
parte s u p e r i o r á l a i n f e r i o r , n i d e l a l m a a l e x a l t a c i ó n , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 3, 14):
cuerpo. P e r o p u e s t o q u e r e c í p r o c a m e n t e es necesario que sea levantado el Hijo del
la p a r t e s u p e r i o r d e l a l m a n o e r a i m p e d i - hombre. P e r o e l m i s m o C r i s t o s e d i c e s o l
da con r e l a c i ó n á l o q u e es p r o p i o p o r l a de justicia, como consta ( M a l a c h . ult.).
parte i n f e r i o r , e s c o n s i g u i e n t e q u e l a p a r - L u e g o parece que debió padecer en la
te s u p e r i o r d e l a l m a g o z a b a p e r f e c t a - h o r a de s e s t a , c u a n d o el sol está en s u
mente, s u f r i e n d o C r i s t o . m a y o r a l t u r a ; habiendo sucedido lo con-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l g o z o t r a r i o s e g ú n se v e p o r l o q u e se d i c e
de l a f r u i c i ó n n o c o n t r a r í a d i r e c t a m e n t e a l ( M a r c . 15, 25) : era pues la hora de ter-
dolor d e l a p a s i ó n , p o r q u e t a l e s c o s a s n o cia cuando lo crucificaron.
se r e f i e r e n á l a m i s m a c o s a . P e r o n a d a i m - 3.° A s í como el sol está todos los dias
pide q u e l o s c o n t r a r i o s e x i s t a n e n e l m i s - á su m a y o r altura á l a h o r a de sesta, de
mo s u j e t o , a u n q u e n o s e g ú n e l m i s m o c o n - l a m i s m a m a n e r a lo está en todo el año en
cepto ; y a s í e l g o z o d e l a f r u i c i ó n p u e d e el solsticio del estío. L u e g o debió p a d e -
pertenecer á l a p a r t e s u p e r i o r d e l a r a z ó n cer más bien al rededor del solsticio del
por su a c t o p r o p i o , m i e n t r a s q u e e l d o l o r estío, que al rededor del equinoccio de la
de l a p a s i ó n e s s e g ú n el s u j e t o . A la primavera.
esencia e m p e r o d e l a l m a p e r t e n e c e el 4.° P o r l a p r e s e n c i a d e C r i s t o e n e l
dolor d e l a p a s i ó n p o r p a r t e d e l c u e r p o , m u n d o e r a este i l u m i n a d o s e g ú n a q u e l l o
del q u e e s f o r m a ; a l p a s o q u e e l g o z o d e (Joan 9, 5 ) : mientras que estoy en el
(1) Se supone que el alma, no siendo compuesto alguno fi- facultad de la misma alma, según se espresa el Filósofo.
deo, carece de partes componentes, en cuyo caso la parte de (2) Sobre el tiempo en que padeció Jesucristo, v. la nota 1
lúe aquí se habla no es propiamente tal, sino más bien cierta pág.522.
SUMA TEOIÓGICA.—TOMO IV. 31
530 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO IX.
(1) Pío antes, porque debía iluminar á las generaciones pri- haberse endurecido en sus incredulidades y pecados. Por con-
mitivas humanas con la luz de la futura pasión, y dejarlas siguiente debió suceder todo esto en et tiempo que se verifico-
abandonadas en cierto sentido á sus propias fuerzas, para que (2) La Pascua se celebrabaentónces, según mandaba la ley,
deseasen los auxilios que habían de provenir de ella al mundo: en la luna H." por la tarde. De aquí nació en los primeros si-
no tampoco después, porque en ese caso los hombres pudieran glos de la Iglesia la herejía de los quatordecimianos.
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IX.
531
torce de la l u n a q u e e n t o n c e s l l e g ó á la » se celebra en lapasion del Señor comenzó
q u i n t a f e r i a , p o r q u e el q u i n c e de la l u n a 3> á s e r p r e p a r a d a á l a s n u e v e d e l a n o c h e ,
era el d i a s o l e m n í s i m o de la P a s c u a e n t r e » e s decir, cuando todos los príncipes d e
los j u d í o s , y a s í al m i s m o d i a S a n J u a n s>los s a c e r d o t e s d i j e r o n : reo es de muerte.
l l a m a el dia antes de la fiesta de la Pas- » L u e g o desde aquella hora d e l a noche
cua, á c a u s a de la d i s t i n c i ó n n a t u r a l » hasta e l acto m i s m o de crucificarle pasa-
d e l o s d i a s ; S a n M a t e o le l l a m a el p r i m e r 3> r o n l a s s e i s h o r a s d e p r e p a r a c i ó n , hora
dia de l o s á z i m o s , p o r q u e , s e g ú n el r i t o de y>parasceve sexta , s e g ú n S a n J u a n y
los j u d í o s , la s o l e m n i d a d d e la fiesta co- 3> e r a l a t e r c e r a h o r a d e l d i a s e g ú n S a n
m e n z a b a d e s d e la t a r d e d e l d i a a n t e r i o r . 3> M a r c o s . 3) S i n e m b a r g o , a l g u n o s d i c e n
E n c u a n t o á lo q u e s e d i c e q u e e l l o s co- que esta diferencia proviene d e l a falta
m e r í a n l a P a s c u a e l d i a q u i n c e de la l u n a , d e c o p i a e n t r e l o s G r i e g o s ; p u e s l a s figu-
debe e n t e n d e r s e q u e a l l í la P a s c u a n o s e ras que representan e ln ú m e r o tres y e l
dice el c o r d e r o p a s c u a l , q u e h a b í a s i d o n ú m e r o seis s e parecen bastante entre
i n m o l a d o el d i a c a t o r c e , s i n o el a l i m e n t o ellos.
pascual, e s d e c i r , los p a n e s á z i m o s q u e A l 3.° q u e , c o m o s e d i c e ( l i b . D e
d e b í a n c o m e r s e p o r l o s p u r i f i c a d o s . Por q u m s t i o n i b u s v e t e r i s e t n o vi T e s t a m e n t i ,
lo q u e el C r i s ó s t o m o ( i b i d . ) d a o t r a e s p l i - q . 55, i n t e r o p . A u g . ) : c< e l S e ñ o r q u i s o
c a c i o n , d i c i e n d o q u e la P a s c u a p u e d e to- 3> p o r s u p a s i ó n r e s c a t a r e l m u n d o y r e -
m a r s e p o r t o d a la fiesta d e l o s j u d í o s q u e » formarle, cuando le había creado; e s
duraba siete d i a s . » decir, e n e l equinoccio, que e sl a época
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n 3> e n q u e c o m e n z ó e l p r i n c i p i o d e l m u n -
( D e c o n s . E v . 1. 3, c . 13), « e r a c a s i la I) d o ; y e n e m e e l d i a e s m a y o r q u e l a n o -
» h o r a d e s e s t a (1) c u a n d o e l S e ñ o r » c h e , p u e s t o q u e p o r l a p a s i ó n del~ S a l -
»fué entregado por P i l a t o s p a r a ser cru- 3> v a d o r s o m o s l l e v a d o s d e l a s t i n i e b l a s á
í chicado », c o m o d i c e S a n J u a n « p o r q u e 3> laluz3>. Y p u e s t o q u e l a l u z s e r á p e r f e c -
» n o e r a l a h o r a de s e s t a p l e n a m e n t e , s i n o t a á l a s e g u n d a v e n i d a d e Cristo, el tiem-
í casi s e s t a , e s t o e s l a h o r a d e q u i n t a c o n - po d e s u segundo advenimiento es com-
D c l u i d a y c o m e n z a d a a l g o la de s e s t a , parado por este motivo a l estío e n este
« c u a n d o e s t a n d o C r i s t o p e n d i e n t e d e la p a s a j e ( M a t t h . 24, 32) : cuando su
)>Cruz s e p r o d u j e r o n l a s t i n i e b l a s . P e r o ramo está ya tierno y las hojas han bro-
s>se e n t i e n d e q u e f u é l a h o r a de t e r c i a tado, sabéis que está cerca el estío ; pues
» c u a n d o l o s j u d í o s c l a m a r o n q u e el S e ñ o r del mismo modo cuando vosotros vieseis
u ñ i e r a c r u c i f i c a d o ; y se d e m u e s t r a d e la todo esto, sabed que está cerca y á las
5>manera m á s v e r d a d e r a q u e e l l o s le c r u - puertas; y e n t o n c e s s e r á t a m b i é n l a m a -
)) c h i c a r o n c u a n d o g r i t a r o n q u e e r a p r e c i s o yor exaltación d e Cristo.
» hacerlo. L u e g o p a r a q u e n i n g ú n a d v e r - A l 4.° q u e C r i s t o q u i s o s u f r i r e n s u
s a r i o c o n v i r t i e s e el p e n s a m i e n t o d e c r i - j u v e n t u d p o r t r e s r a z o n e s (2). 1. P a r a
a
(l)Sabido es, que los judíos dividían la noche en cuatro (2) Sin embargo de lo advertido en notas anteriores, tén-
M
gilias, y el dia en cuatro horas que llamaban prima, tertia, gase presente, que no todos los cronólogos convienen en la
sala y nona. Por eso San Juan dijo que Jesucristo murió á la edad en que murió Jesucristo ; pues. Baronio y algunos más,
hora sexta, es decir, un poco antes del medio dia, á la vez que aunque con menos probabilidad, dicen, que murió al incoarse
San Marcos pudo enseñar, que la crucifixión se verificó en la el año 34 de su edad ; mientras que otros, con la sentencia
ñora (erara, es decir, cuando y a estaba próxima la sexta y más común afirman, que sucodió al principio del año trigé-
concluía la tocia. simo tercio.
532 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IX Y X .
(1) Así opinan Orígenes, San Epifanio, San Ambrosio, S a n (3) San Pedro en su carta 1." c. 2, v . 21 dice : Puesparaeslo
Agustín, San Atanasio, San Cipriano, San Juan Crisóstomo y fuisteis llamados, puesto que Cristo padeció tumbicn pornosotros, de-
otros PP. y Doctores de la Iglesia. jándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas.
(2) En la i." á los Corintios c . l dice el A p ó s t o l : Y per lo (4) En S a n Marcos, c. 15, v . 27 y 28 se dice : Y crucificaron
mismo sois vosotros en Jesucristo, el cuul nos ha sido hecho por Dios con el dos ladrones, el uno á su derecha, y el otro d su izquierda. Y
tíittdurla y santificación, y justificación, y redención : para que se cumplió la Escritura en que se lee : y fue contado con los malos.
como está cscriío ; el que se gloria, gloríese en el Sefior.
534 CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS XI Y XII.
et hom. 84 in J o a n ) , «para hacerle par- » disciplina austera ; mas los que lo ha-
» tícipe de la sospecha que se tenía de » cen por la gloria eterna, son clesig-
» ellos. M a s no sucedió a s í ; pues riada » nados por la fe del ladrón que estaba
» se dice de ellos, mientras que la cruz » á la derecha ; mientras que los que lo
» de este es honrada en todas partes : los » hacen por instinto de la gloria del mnu-
» reyes deponiendo sus coronas colocan la » d o , imitan las disposiciones y los actos
» cruz en sus vestidos de púrpura, en sus » del ladrón que estaba á la izquierda.»
» diademas, en sus armas, en la mesa sa- A l ar-gumento 1.° diremos, que así
» g r a d a ; y la cruz brilla en el mundo en- como Cristo no debió sufrir la muerte,
tero». Respecto al orden establecido por sino que se sometió voluntariamente á
Dios, Cristo fue crucificado con los ladro- ella, para vencerla por su potencia; así
nes ; 1.° porque, como dice San Jerónimo tampoco tuvo mérito para ser colocado
(Super Matth. sup. illud c. 27 : venerunt con los ladrones, sino que quiso ser depu-
in locum qni, etc.,) «así como Cristo se tado con los inicuos para destruir con su
» hizo por nosotros el maldito de la cruz, virtud la iniquidad. P o r lo que dice el
» de igual manera es crucificado como Crisóstomo ( S u p . Joan. hom. 8 4 ) que
» culpable entre culpables para la salva- « no fue menos difícil convertir al ladrón
» cion de todos» ; 2.°, como dice el P a p a » sobre la cruz y hacerle entrar en el pa-
L e ó n (Serm. 4 de Pass.) «fueron cruci- » raíso, que romper las piedras».
» ficados dos ladrones el uno á su dere- A l 2.°, que no convenía que sufriese
» cha y el otro á su izquierda, para de- algún otro con Cristo por la misma causa:
» mostrarnos bajo la imagen misma del por lo que añade Orígenes (ibid) : «los
» patíbulo la distinción que deberá ha- »hombres estaban todos en pecado y
» cerse de todos los hombres en el dia » todos tenían necesidad que otr'o mu-
» del juicio.» También San Agustín dice » riese por ellos, no ellos por otros».
(Sup. Joan, tract. 31): «la cruz misma, A l 3.° q u e , como dice San Agustín
» si te fijas, fue tribunal; porque en me- ( D e consensu Evangelist. 1. 2, c. 16),
» dio se encuentra el j u e z ; á un lado el « podemos entender que San Mateo lia
» que creyó y fue libertado, y al otro el » puesto el plural por el singular, cuando
» que le insultó y fue condenado. Y a sig- » dijo : los ladrones le injuriaban.^ 0
» niñeaba por ello lo que haría con los » p u e d e decirse según San Jerónimo
» vivos y los muertos ; á unos los pon- (sup. illus Matth. 27 : latrones impro-
» dría á su diestra, á los otros á su iz- peraban?), que «ellos al principio le blas-
» quierda.» 3.° Según San Hilario (Cap. » femaron ambos, y después, vistos sus
» 83 in Matth.) «hubo dos ladrones cru- » prodigios, creyó uno de ellos».
» cificados, el uno á su derecha y el otro
» á su izquierda, para enseñar que el g é -
» ñero humano había sido llamado todo ARTÍCULO X I I . — m p a s i ó n «io crísio
» entero al sacramento de la pasión del d e b e a t r i b u i r s e li s u d i v i n i d a d (1) ?
» Señor. P e r o , puesto que por la dife-
» rencia que hay entre fieles é infieles es l.° Parece que la pasión debe Cristo
» hecha la división de todos por é l , po- debe atribuirse á su divinidad ; pues se
» niendo á los unos á su derecha y á los. dice ( i Cor. 2, 8) : si le-hubieran cono-
» otros á su izquierda,uno de los dos, el cido, nunca hubieran crucificado al Se-
» que está colocado á su diestra, se salva ñor de la gloria. Pero el Señor de la
» por la justificación de la fe.» 4.° P o r - gloria es Cristo según la divinidad. Lue-
» q u e , como dice B e d a , (super Marc. c. g o la pasión de Cristo le compete según
» 44 secundum ejusord.), «los ladrones, la divinidad.
» que fueron crucificados con el Señor, 2.° E l principio de la salud humana es
» significaban á los que bajo la fe y la la misma divinidad según aquello (Ps.
» confesión de Cristo, sufren la agonía 36, 39) : mas la salud de los justos viene
» del martirio ó todas las penas de una del Señor. L u e g o si la pasión de Cristo
(1) Afirmaban los apolinaristas, que Jesucristo fue cruci- Ya se ha dicho en la C. 10, a. 4 y 5, que este error fue con-
ficado y muerto según s u naturaleza divina ; contra ellos pa- denado en muchos Concilios.
rece ser que el Doctor Angélico establece el presente artículo.
CUESTIÓN XLVI.—ARTÍCULO XI. 535
Vamos á tratar de la causa eficiente de la pasión de Cristo en los seis artículos siguientes : 1.° ¿Fue
muerto Cristo por otros ó por sí mismo ? 2." ¿Por qué motivo se entregó á la pasión ? 3.° Le entregó
el Padre para padecer? 4.° ¿Fue conveniente que sufriese por mano de los gentiles, ó más bien por
los judíos? 5.° ¿Le conocieron sus matadores? 6.° Del pecado de los que mataron á Cristo.
dice que mata á alguien aquel que le ducirlo, y de este modo los persegui-
quita la vida. L u e g o Cristo no fué muerto dores de Cristo le mataron, porque hi-
por otros, sino por sí mismo. cieron lo que se necesitaba para h a c e r l e
2.° L o s que son muertos por otros, morir, con intención de matarle , siguién-
sienten desfallecer su naturaleza poco á dose el efecto ; porque su muerte resultó
poco, y esto se ve sobre todo en los cru- de esta causa. 2.° Se dice que algo es cau-
cificados; porque como dice San A g u s - sa de alguna cosa indirectamente, c u a n -
tín ( D e Trin. 1. 4 , c. 13), «suspendidos do no lo impide pudiendo hacerlo; así
» de la cruz sufrían una muerte lenta ». es que se dice que uno moja á otro,
Pero en Cristo no sucedió e s t o ; pues porque no cierra la ventana, por la que
clamando Jesús segunda vez con grande entra el a g u a ; y de este modo el mismo
voz entregó el espíritu, como se dice Cristo fué causa de su pasión y muerte
(Matth. 27, 50). L u e g o Cristo no fué porque ambas podía impedirlas ; ( 1 ) ;
muerto por otros, sino por sí mismo. 1.° reprimiendo á sus enemigos, de m a -
3.° L o s que son muertos por otros, nera que ó no quisiesen ó no pudiesen
mueren por la violencia y por lo tanto matarlo ; 2.° porque" su espíritu tenía la
involuntariamente, porque lo violento se potestad de conservar la naturaleza do
opone á lo voluntario. Pero dice San su carne de modo que no fuera oprimido
Agustín ( D e Trinit. 1. 4 , ibid.") que « e l por ninguna de las heridas que se le hu-
» espíritu de Cristo no abandonó la carne bieran causado, cuyo poder en verdad
» contra su voluntad, sino porque quiso, tuvo el alma de Cristo porque estaba
» cuando quiso y como quiso ». L u e g o unida al Verbo de Dios en la unidad de
Cristo no fué muerto por otros, sino por la persona, como dice San Agustín (De
sí mismo. Trin. 1. 4 , c. 13). L u e g o , puesto que el
Por el contrario dícese ( L u c . 18,33): alma de Cristo no echó de su propio
después que le azotaron, le quitaron la cuerpo el daño que se le causó, sino que
vida. quiso que la naturaleza corporal sucum-
(1) Como sucedió, cuando intentaron los judíos precipitarlo cuando tomando piedras para arrojarlas sobre él, se esconda
d é l o alto de un monte, en cuya ocasión según San Lúeas, 4, {Joan. 8, 69) y salii del templo.
29, se libertó de sus manos pasando por medio de ellos: y ademas,
CUESTIÓN X L V I I . — ARTÍCULOS I V II. 531
biese á aquel m a l , se dice que puso su 2 . ° L o que alguno hace por necesidad
alma ó que murió voluntariamente. de precepto se dice que lo hace por obe-
Al argumento 1.° contestaremos que, diencia. Y Cristo no padeció por necesi-
cuando se dice : nadie me quita mi alma, dad sino voluntariamente. L u e g o no pa-
se entiende, contra mi voluntad ; porque deció por obediencia.
se dice propiamente que se quita algo á 3.° L a caridad es virtud más escelente
uno cuando se le arrebata contra su v o - que la obediencia. Mas se lee que Cristo
luntad sin que pueda resistir. padeció por caridad, según aquello
Al 2.° que Cristo, para mostrar que la ( E p h e s . 5,2) : andad su caridad, así
pasión que sufría no le quitaba la vida como Cristo también nos amó y se entregó
violentamente, conservó la naturaleza á sí misino por nosotros. L u e g o la pa-
corporal en su fortaleza, de modo que, sión de Cristo más debe atribuirse á la
hasta estando en los últimos momentos caridad que á la obediencia.
de su vida, dio un grito muy grande el Por el contrario, dícese (Philip. 2,
cual se cuenta entre los otros milagros 8) : se Hizo obediente al Padre hasta la
que han acompañado á s u muerte. P o r muerte.
lo cual se dice (Marc. 15, 39) : y cuan- Conclusion. Fué muy conveniente que
'do el Centurion, que estaba enfrente vio Jesucristo padeciese por obediencia.
que así clamando había espirado dijo: Responderemos, que fué muy conve-
verdaderamente este hombre era hijo de niente que Cristo padeciese por obe-
Dios. F u é también admirable enlamuerte diencia.
de Cristo que murió antes que los que l.° Porque esto convenía á la justifi-
eran atormentados con el mismo género cación humana para que como por la des-
de muerte. P o r esta razón se dice (Joan. obediencia de un solo hombre muchos fue-
19, 32), que quebraron las piernas al ron hechos pecadores; así también serán
•primero y al otro que fué crucificado con muchos hechos justos por la obediencia de
eZpara que muriesen pronto; mas cuando uno solo, como se dice ( R o m . 1, 19.)
vinieron á Jesús, viéndole ya muerto 2.° F u é conveniente esto para la recon-
no le quebrantaron las piernas; y (Mar. ciliación de Dios con los hombres : por
15,44) se dice que Pilatos se maravillaba esta razón se dice (Rom. 5, 10): fuimos
de que tan pronto hubiese muerto. Por- reconciliados con Dios por la muerte de
que , así como su naturaleza corporal fué su Hijo, esto e s , en cuanto la misma
conservada por voluntad suya en su vi- muerte de Cristo fué cierto sacrificio
gor hasta el fin ; así, cuando quiso, su- muy acepto á Dios según aquello (Efes.
cumbió súbitamente á los malos trata- 5,2): se entregó á sí mismo por nos-
mientos que había recibido. otros ofrenda y hostia á Dios en olor de
Al 3.° que Cristo á la vez que sufrió suavidad. Pero la obediencia es preferida
violencia para morir, murió sin embargo á todos los sacrificios, según aquello (1
voluntariamente, porque la violencia in- R e g . 15, 22) : mejor es la obediencia que
ferida á su cuerpo prevaleció tanto, como las víctimas. P o r lo tanto fué conve-
él mismo quiso. niente que el sacrificio de la pasión y
muerte de Cristo procediese de la obe-
ARTÍCULO I I . — m u r i ó c r i s t o p o r o b e - diencia. 3.° F u é conveniente esto á su
diencia (i) ? victoria, por la que triunfó de la muerte
y su autor; pues el soldado no puede ven-
l.° Parece que Cristo no murió por cer, si. no obedece al capitán, y así el
obediencia ; porque la obediencia se re- hombre Cristo obtuvo la victoria porque
fiere al precepto : y no se lee que se h u - fué obediente á Dios según aquello (Prov.
biese mandado á Cristo que padeciese. 21, 28) : el hombre obediente contará la
Luego no padeció por obediencia. victoria.
/
fl) La obediencia de Jesucristo se halla espresada e v i d e n - fruientes ) : Yo soy el buen Pastor y conozco mis ovejas, y tas mías
temente por las palabras del Apóstol en su carta á los fílopcn me conocen, como el Padre me conoce, asi conozco yo al Padre : y
ses (c. 2, v , 8) en donde se dice : se humilló á si mismo, hecho pongo mí alma por mis ovejas... nome la quita ninguno ; mas yo la
obediente hasta la muerte, y muerte de cnts ; á la v e z que se de- pongo por mi 7nismo : poder tengo para ponerla, y poder tengo para
duce del testo del E v a n g e l i o de San Juan ( c . 1 0 , v . 11 y si- Volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padret
538 CUESTIÓN X L V I I . — A R T Í C U L O S II Y, I I I .
A l argumento 1.° diremos que Cristo bol contrariando el mandato de Dios (1),
recibió de su Padre el mandato de pade- A l 2.° que la obediencia, aunque im-
cer ; porque se dice (Joan. 10, 18) : po- porte necesidad por relación á lo que se
der tengo para ponerla y poder tengo manda, sin embargo importa la voluntad
para volverla á tomar: este mandamiento respecto al cumplimiento del precepto: y
recibí de mi Padre, esto e s , ponerla y tal fué la obediencia de Cristo ; porque la
volverla á tomar : ce de lo q u e , como dice pasión misma y la muerte consideradas
» el Crisóstomo (hom. 59 in J o a n ) , » no en sí, repugnaban á la-voluntad natural;
» debe entenderse que primero esperase sin embargo quería Cristo cumplir la vo-
» á oir y que tuviese necesidad de apren- luntad de Dios con relación á esto según
» der, sino que nos enseñó el procedi- aquello ( P s . 3 9 , 9) : para hacer tu vo-
» miento voluntario y destruyó la sospe- luntad, Dios mió, quíselo. P o r esta razón
» c b a d e contrariedad con su Padre». Sin decía (Matth. 26, 42) : si no puede pasar
embargo, puesto que en la muerte de este cáliz sin que yo le beba , hágase tu
Cristo se consumó la ley antigua, según voluntad.
lo que dijo él mismo al morir (Joan. 19, A l 3.° que por la misma razón pade-
3 0 ) ; todo está consumado; puede enten- ció Cristo por Caridad y obediencia;
derse que padeciendo cumplió todos los puesto que también cumplió los precep-
preceptos de la l e y antigua. E n efecto tos de caridad por obediencia y fué obe-
cumplió los morales que se fundan en los diente por amor al Padre que le man-
preceptos de caridad, en cuanto padeció daba.
ya por amor á su Padre según aquello
(Joan. 14, 31) : para que el mundo co- ARTÍCULO I I I . — n i o s p a d r e entregó
nozca que amo al Padre y como me dio el n C r i s t o á In p a s i ó n ? (2)
mandamiento el Padre, así hago. Levan-
taos y vamos de aquí, esto e s , al lugar de 1.° Parece que Dios Padre no entregó
la pasión ; y también por amor al próji- á Cristo á la pasión ; pues parece ser ini-
m o , según aquello (Gralat. 2. 2 0 ) : me cuo y cruel el entregar al inoceute á la
amó y se entregó á sí mismo por mí. Cristo pasión y á la muerte. Pero como se dice
en su pasión cumplió los preceptos cere- (Deuter. 32, 4) : fiel es Dios y sin nin-
moniales de la l e y , que se refieren prin- guna iniquidad. L u e g o no entregó á
cipalmente á los sacrificios y á las obla- Cristo inocente á la pasión y á la muerte.
ciones, en cuanto todos los sacrificios an- 2.° N o parece que alguno se ha entre-
tiguos fueron figurativos de aquel sacrifi- gado por sí mismo y por otro á la muerte.
cio verdadero, que Cristo ofreció mu- Y Cristo se entregó á sí mismo por nos-
riendo por nosotros. P o r esta razón se otros, según lo que se dice ( I s . 53,12):
dice (Coloss. 2. 16) : ninguno os juzgue entregó su alma á la muerte. Luego no
por la comida ó por la bebida ó por res- parece que Dios Padre le entregase.
pecto del dia de fiesta ó de neomenia que 3.° Judas es vituperado porque entregó
son sombra de las cosas venideras; mas á Cristo á los judíos según aquello (Joan.
el cuerpo es de Cristo, es decir, porque 6, 71) : uno de vosotros es diablo, lo cual
Cristo es comparado á aquellas cosas lo decía por Judas que le había de en-
como el cuerpo á la sombra. Cumplió tregar. D e la misma manera también son
por último en su pasión los preceptos j u - vituperados los judíos que le entregaron
diciales de la l e y que tienen principal- á P i l a t o s , según lo que dice él mismo
mente por objeto satisfacer á los que han (Joan. 18, 35) : tu. nación y los Pontífi-
sufrido una injuria, puesto q u e , como se ces te han puesto en mis manos. También
dice ( P s . 68), pagó lo que no robó , con- Pilatos le entregó para ser crucificado,
sintiendo ser clavado en la cruz por la como se ve (Joan. 19, 16). E s así que
fruta que el hombre había robado del ár- no hay comunicación entre la justicia y ti
(1) De donde se sigue, que Jesucristo en su pasión cumplió se refiere á las tres personas de la Santísima Trinidad, ó l'' '
6 1
los mandatos de su eterno Padre, referentes al derecho divino, se entienda personalmente, en cuanto hace relación á la pn-
natural y positivo según su género, y por tanto, satisfizo la mtra de dichas Personas, la doctrina que aquí deja sentada el
justicia de toda especie de derechos y preceptos. Doctor angélico es verdadera en absoluto.
(2) Bien sea tomada la palabra Padre esencialmentecncuanto
CUESTIÓN X L V l I . — A R T Í C U L O S III Y I V .
539
injusticia, como se dice (11. Cor. 6 14). cual se manifiesta la severidad de Dios
Luego parece que Dios Padre no entre- que no quiso perdonar el pecado sin l a
gó á Cristo á la pasión. pena ; lo cual hace notar el A p ó s t o l ,
Por el contrario, dícese ( P o m . 8, 32): cuando dice ( P o m . 8, 32): no perdonó
Dios no perdonó aun a su propio Hijo, aun á su propio Hijo. Y su bondad, en
sino que lo entregó por todos nosotros. que el hombre, no pudiendo satisfacer
Conclusión. El eterno Padre entregó suficientemente por medio de alguna
á su Hijo á la pasión, decretando que pena, que él mismo sufriría, le dio uno
Cristo padeciese por la libertad del gé- que satisfaciera por é l ; lo cual indicó el
nero humano, infundiéndole á la vez A p ó s t o l , diciendo : lo entregó por todos
tanta caridad que quisiese padecer, y no nosotros ; y ( P o m . 3, 25) : á quien , esto
eximiéndole de las penas consiguientes, es, Cristo, Dios ha propuesto en propia-
sino esponiéndolo á sus perseguidores. cion por la fe en su sangre.
Kesponderémos q u e , como se ha di- A l 2.° que Cristo, considerado como
cho (a. 2 ) , Cristo padeció voluntaria- Dios se entregó á sí mismo á la muerte
mente por obediencia al Padre. P o r con- con la misma voluntad y acción con que
siguiente, Dios Padre le entregó á la el Padre le entregó ; pero como hombre,
pasión en tres conceptos : 1.° según que se entregó por voluntad que su Padre le
preordenó por su voluntad eterna la pa- inspiró. P o r consiguiente, no h a y con-
sión de Cristo, para libertar al género trariedad en q u e el Padre haya entre-
humano según aquello que se dice ( I s . gado á Cristo y que él se entregara á sí
53, 6) : cargó el Señor sobre él la ini- mismo.
quidad de todos nosotros; y más ade- A l 3.° que la misma acción es juzgada
lante, el Señor quiso quebrantarle con de distinto modo en el bien ó en el mal
trabajos : 2.° en cuanto le inspiró la v o - según que procede de diversa raíz. Pero
luntad de padecer-por nosotros, infun- eh-Padre entregó á Cristo, y este á sí
diendo en él la caridad, de donde se mismo por caridad, y por eso son alaba-
sigue (ibid) : se ofreció, porque él mismo dos : mientras que Judas le entregó por
lo quiso : 3.° no protegiéndole en la pa- codicia, los judíos por envidia y Pilatos
sión, sino esponiéndole á sus perseguido- por el temor mundano, con que temió al
res ; por lo que también se lee (Matth. 27, César (3) ; por lo tanto, estos son vitu-
46) que pendiente de la cruz decía Cristo: perados.
Dios mió, Dios mió, ¿por qué me has
abandonado"!, (1) es decir, por qué lo es- ARTÍCULO IV. — Fué conveniente
puso al poder de sus perseguidores, como q u e Cristo p a d e c i e s e d e p a r t e d e l o s g e n t i l e s ?
espresa San Agustín (de Gratia novi
Testam. epist. 140, ó 120, c. 6 y 10). l.° Parece que no fué conveniente que
Al argumento 1.° diremos, que es im- Cristo padeciese de parte de los gentiles;
pío y cruel entregar á un hombre ino- porque, como por l a muerte de Cristo
cente á la pasión y muerte contra su v o - los hombres debían ser librados del pe-
luntad (2). P e r o Dios Padre no entre- cado, parecía conveniente que pecasen
go así á C r i s t o , sino inspirándole la muy pocos en su muerte. M a s pecaron
voluntad de padecer por nosotros ; en lo en su muerte los judíos, de los que se
dice (Matth. 21, 38) : este es el heredero, A l argumento 1.° diremos, que Cristo,
venid, matémosle. L u e g o parece que hu- para manifestar la abundancia de su ca-
biera sido conveniente que en el pecado ridad, por la que padecía, puesto eu la
de la muerte de Cristo no hubieran sido cruz pidió perdón por sus perseguidores:
complicados los gentiles. y por esto, para que el fruto de esta pe-
2.° L a verdad debe-corresponder á la tición llegara á los judíos y gentiles,
figura : y los gentiles, no ofrecían los quiso Cristo padecer por parte de los
sacrificios figurativos de la antigua ley, unos y de los otros.
sino los judíos. L u e g o tampoco la pasión A l 2.° que la pasión de Cristo fue la
de Cristo, que fue un verdadero sacri- oblación de su sacrificio en cuanto Cristo
ficio, debió ser cumplida por mano de sufrió por propia voluntad la muerte por
los gentiles. caridad ; más según que sufrió de parte
3.° Como se dice (Joan. 5 ) , los j u - de sus perseguidores, no fue sacrificio,
díos buscaban el modo de matar á Cristo, sino un pecado gravísimo.
no solo porque no observaba el sábado, A l 3.° que, como dice San Agustín
sino también porque decía ser D i o s su (tract. 114 in J o a n . ) , «diciendo los ju-
P a d r e , haciéndose igual á Dios. Mas B dios : no nos es lícito matar á nadie,
esto parecía ser solamente contrario á la B entendieron que no les era lícito matar
ley de los judíos ; por lo cual también » á nadie á causa de la santificación de la
decian ellos mismos (Joan. 19, 7) : según » fiesta, que ellos habían comenzado á ce-
la ley debe morir, porque se hizo Hijo de » l e b r a r ( l ) » . O decían esto como dice
Dios. L u e g o parece haber sido inconve- el Crisóstomo (hom. 82 in J o a n . ) , « por-
niente que Cristo padeciese no de parte » que querían que este fuera muerto, no
de los gentiles, sino de los judíos y ser » como transgresor de la l e y , sino como
falso lo que dijeron : á nosotros no nos » enemigo público, puesto que se hacía
es permitido matar á nadie, puesto que B rey y no correspondía á ellos juzgarle».
hay muchos pecados que la ley castiga O porque no les era lícito crucificar (lo
con la muerte, como consta (Levit. 20). cual deseaban), sino apedrear cual hicie-
Por el contrario ; el mismo Señor dice ron con San Esteban. O mejor debe de-
( M a t t h . 20" 19) : le entregarán á los cirse que los Romanos, á quienes estaban
gentiles, para que le escarnezcan y azo- sometidos, les habían privado de la fa-
ten y crucifiquen. cultad de matar (2).
Conclusión. Fué conveniente que Jesu-
cristo principiase á padecer por medio de ARTÍC U L O V . — ÍJOS p e r s e g u i d o r e s de
los judíos, y después se consumase su pa- Cristo l e c o n o c i e r o n ?
sión por los gentiles, á quienes le entre-
gáronlos mismos judíos. 1.° Parece que los perseguidores de
Responderemos que en el modo mis- Cristo le conocieron, porque se dice
mo de la pasión de Cristo se prefiguró ( M a t t h . 21, 3 8 ) , que los labradores,
su efecto ; pues primeramente la pasión cuando vieron al hijo, dijeron entre sí:
de Cristo produjo el efecto de la salud este es el heredero, venid, matémosle; so-
en los j u d í o s , de los cuales la mayor bre lo que dice San Jerónimo (id habetit
parte fueron bautizados en la muerte de Rabanus et Eloss. ord. in hunc. loe):
Cristo, como consta ( A c t s . 2 y 3) : 2.° « el Señor prueba manifiestamente por
con la predicación de los judíos pasó el B estas palabras de los judíos que los
efecto de la pasión de Cristo á los genti- » príncipes de los judíos crucificaron al
les. P o r lo tanto, fué conveniente que B Hijo de Dios no por ignorancia, sino
Cristo comenzase á padecer por parte B por envidia ; porque entendieron que él
de los judíos y 'después entregándole á B era aquel á quien el Padre dice por el
los judíos los gentiles, terminase su pasión B profeta ( P s . 2) : pídeme y te daré ¡as
á mano de estos. B gentes en herencia». L u e g o parece que
Jí) Así lo afirman muchos PP. entre ellos San Cirilo, San San Esteban mediante el permiso de los romanos; roas en
Juan Crisóstomo y San A g u s l i n . cuanto á los crímenes, opuestos á la legislación romana, solo
',2j Los judíos podían sin duda alguna castigar á los infrac- la autoridad del Imperio tenia derecho á castigarlos:
tores de la l»y hasta imponerles la muerte , como sucedió con
CUESTIÓN XLVII. — ARTÍCULO V. 541
(I) Se dice que conocieron que Cristo era el prometido Me- dudaban, cuando dijeron : (Luc. 22) S Í tú eres Cristo dtnoslo. Y
sías por las señales evidentes que poseían; puesto quede hecho les contestó ; si os lo dijere no me creeréis.
conocieron que era Cristo sin embargo de que parecía que lo
542 CUESTIÓN X L V I I . — A R T Í C U L O V Y VI.
Op. imperf.), que « conocieron que él era Judas que le entregó fue un pecado más
» el Hijo de Dios ». También Beda sobre grave que el de los que le crucificaron.
aquello ( L u c . 23 quia nesciunt quit fa- 3.° Según el Filósofo (Ethic. 1. 5, c,
ciunt, c. 94 in L u c ) : « d e b e notarse 9), « s e sufre lo injusto queriendo, y como
» dice, que no ora por aquellos q u e , co- » él mismo dice (ibid.) , nadie hace lo in-
» nociéndole Hijo de D i o s , prefirieron » j u s t o no sufriéndolo n a d i e » . Luego
í crucificarle á confesarle ». Pero á esto ninguno hace injusticia al que la quiere.
puede responderse que que conocieron Pero Cristo padeció voluntariamente,
que él era el Hijo de Dios no por natu- como se ha dicho (a. 1 al 3.° y a. 2),
raleza sino por la escelencia de la gracia L u e g o no hicieron lo injusto los crucifi-
singular. Podemos indicar no obstante cadores de Cristo, y así su pecado no fue
que se dice que conocieron que él era el gravísimo.
verdadero Hijo de D i o s , porque tenían Por el contrario, sobre aquello (Matth.
pruebas evidentes de ello á las que no 23) : et vos implete mensurara patrum
quisieron asentir por odio y envidia para vestrorum; dice el Crisóstomo (alius
que conociesen que él era el Hijo de auctor hom. 45 in Op. imperf.); « esce-
Dios(lj. » dieron verdaderamente la medida de
A l 2.° que antes de aquellas palabras » sus padres ; pues aquellos mataron á
se dice : si no hubiese hecho entre ellos » hombres, estos crucificaron á Dios ».
obras que ninguno otro ha hecho, no ten- Conclusión. Fue gravísimo el pecado
drían pecado, y después se añade: mas cometido por los príncipes de los judíos en
ahora y las han visto y me aborrecen á mí la crucifixión de Cristo, tanto por el gé-
y á mi Padre. P o r lo que se manifiesta nero de dicho pecado, cuanto por la mali-
que viendo las obras maravillosas de cia de la voluntad de los que le cometieron;
Cristo, procedió del odio, el no haber pero no fue tan grave en cuanto al gé-
conocido que él era el Hijo de Dios. nero por parte del pueblo judío en razón
A l 3.° que la ignorancia afectada no á su ignorancia , siendo por tal causa ma-
escusa de la culpa, sino más bien parece cho menor con relación á los gentiles.
que la agrava, porque demuestra que el Responderemos q u e , como se ha di-
hombre está inclinado á pecar con tal cho (a. 5 ) , los príncipes de los judíos co-
vehemencia, que quiere incurrir en la i g - nocieron á Cristo, y si alguna ignorancia
norancia para no evitar el pecado. P o r hubo en ellos, fue una ignorancia afecta-
este motivo pecaron los judíos no solo da, la cual no podía escusarlos ; y por
como crucificadores del hombre Cristo, esto su pecado fue gvavísimo ya por su
sino también de Dios (2). género, ya por la malicia de la voluntad.
Pero los judíos menores pecaron gravísi-
ARTÍCULO V I . — E l pecado de los
mamente, en cuanto al género de pecado;
q u e crucificaron á Cristo fué g r a v í s i m o ?
sin embargo en algo se disminuía su pe-
l.° Parece que el pecado de los que cado á causa de su ignorancia. Por esta
crucificaron á Cristo no fué gravísimo; razón, sobre aquello ( L u c . 23) : no sa-
porque no es gravísimo el pecado que ben, lo que hacen dice Breda , (c. 24 in
tiene escusa. P e r o el Señor mismo e s - » L u c ) : « pide por los que no supieron lo
cusó el pecado de los que le crucificaron, í q u e hacían teniendo celo de Dios pero
al decir ( L u c . 13, 34) : Padre, perdó- T> no teniéndole según la ciencia. Mucho
nalos; porque no saben lo que hacen. » más escusable fue el pecado de los gen-
L u e g o el pecado de estos no fue graví- » tiles por cuyas manos fue crucificado,!)
simo. los cuales no tenían la ciencia de la ley.
2.° D i c e el Señor á Pilatos ( J o a n . A l argumento 1.° diremos, que aquella
19, 2) : el que me entregó á tí, mayor escusa del Señor no se refiere á los prín-
pecado tiene. Pero el mismo Pilatos hizo cipes de los judíos sino á la plebe ( 3 ) ,
que Cristo fuera crucificado por sus mi- como se ha dicho.
nistros. L u e g o parece que el pecado de A l 2.° q u e , Judas entregó á Cristo, no
(i) El que los judíos no conocían en absoluto que Jesucristo (2) Por esto dice el Apóstol (i. Cor. 2, 8) •. Porque si m hubie-
era hijo verdadero y natural de Dios, es deducción clara de ran conocido, nunca hubiesen crucificado al Señor de la gloria.
dichas palabras, (3) La mayor ó menor gravedad de este gran pecado de» e
CUESTIÓN XLVI1. — ARTÍCULO VI. 543
á Pilatos, sino á los príncipes de los s a - no quiso l a acción inicua de los judíos.
cerdotes q u e l e e n t r e g a r o n á P i l a t o s s e - Por lo tanto los que dieron muerte á
tu nación
gún a q u e l l o s ( J o a n . 1 8 , 3 5 ) : Cristo no son escusados de l a injusticia.
y los pontífices te han puesto en mis ma- P o r otra parte el que m a t a á u n nombre,
nos. S i n e m b a r g o e l p e c a d o d e t o d o s e s - injuria no solamente a l hombre muerto,
tos f u e m a y o r que el de Pilatos, que sino también á Dios y á la sociedad,
mató á Cristo por temor al César, y como igualmente el q u e se suicida, s e -
también m a y o r q u e e l p e c a d o de l o s s o l - g ú n d i c e e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 5 , c . u l t . )
dados, q u e p o r m a n d a t o d e s u j e f e cru- Por esta razón D a v i d condenó á muerte
cificaron á C r i s t o n o p o r c o d i c i a , como a l q u e no h a b í a temido poner s u m a n o
Judas, n i por envidia y odio como los para matar al Cristo del Señor, aunque
príncipes d e l o s sacerdotes. este se l o h u b i e r a pedido como se l e e
Al 3.° que Cristo quiso su pasión, (II R e g . 1) (1).
como t a m b i é n D i o s l a q u i s o ; s i n e m b a r g o
C U E S T I Ó N . XLVIII.
Del modo de la pasión de Cristo en cuanto al efecto.
Es de considerar el efecto de la pasión de Cristo: 1.° Del modo, por el que ella produce el efecto. 2.°
Del efecto mismo. Sobre la primera de estas dos consideraciones estudiaremos :
1.° La pasión de Cristo causó nuestra salud por modo de mérito? — 2 o
Por modo de satisfacción? —
3." Por modo de sacrificio? — 4 ° Por modo de redención ? — 5." Es propio de Cristo ser Redentor ?—
6.° Causó el efecto de nuestra salud por modo de causa eficiente ?
aícnderse, considerado coino es en sí, á la circunstancia de los cuelas ¿qué es lo que mereció, hablando en general? y ¿para
que le cometieron, puesto q u e pudo hacerse por ignorancia, quiénes mereció? En cuanto á lo primero, contestan : que
con pleno ó semipleno conocimiento, con mayor ó menor ma- Cristo no mereció la unión hiposlática ni la primera gracia,
f
licia. De esta manera fácilmente puede comprenderse l o q u e cosas que preceden al mérito; ni la visión beatífica y santi-
dijo Jesucristo: Vater ignoscc i//í.s, etc., ó como se lee en el testo dad que se siguen necesariamente de dicha unión ; sino la glo-
griego : Palcr ilmilte illis. Aunqne es por otro parte lo más ria del cuerpo, la exaltación de su nombre, la sujeción de los
probable, que Jesucristo en la cruz oró á su eterno Padre no demonios y la ñrmeza de la Iglesia : todo lo cual si bien le era
solo por los que pecaron contra ól por ignorancia mayor ó debido por generación divina, sin embargo, para nuestra
menor, verdadera ó afectada, si que también por los que así mayor provecho quiso adquirirlo mediante la efusión de su
obraron con envidia, odio y malicia, y por los que estaban sangre. Mas con respecto á lo segundo, afirman : que J e s u -
constituidos ó no en autoridad ; en una palabra, por t o d o s s u s cristo mereció para nosotros la redención, la remisión de los
perseguidores. pecados y todas las demás gracias que preceden á la j u s t i -
(1) Por la falsa narración del Amalecita que, juzgando sería ficación y la subsiguen. — M. Ch.
gratificado por David, refirió á ésto la historia de que Saúl (3) S e g ú n el axioma v u l g a r ; frustra fiunt per plui-a, quea
recibió la muerte de sus manos, ó al menos que él la consumó. possunt ficri per pauciora'.
(2) Sobre el mérito de Cristo suele preguntarse en las e s -
CUESTIÓN X L V I 1 I . — ARTÍCULOS I Y II.
pecado es mejor que la carne. Luego A l argumento 1.° diremos que la ca-
Cristo no satisfizo con su propia pasión beza y los miembros son como una per-
por n u e s t r o s pecados. sona mística ; y por esto la satisfacción
Por el contrario la p e r s o n a
; se d i c e d e de Cristo pertenece á todos los fieles
de C r i s t o ( P s . 68, 5) : lo que no robé, c o m o á s u s m i e m b r o s ; a s í es q u e cuando
•pagábalo entonces. P e r o n o p a g a e l q u e dos hombres no f o r m a n m á s que u n o por
no s a t i s f a c e p e r f e c t a m e n t e . L u e g o p a r e c e la caridad, el uno puede satisfacer por
que C r i s t o p a d e c i e n d o s a t i s f i z o p o r n u e s - el otro, como se verá (in Supplem. C.
tros p e c a d o s . 13, a . 2). Pero no hay la misma razón
Conclusión. La satisfacción que por sobre la confesión y contrición , puesto
los pecados de todo el género humano dio que la satisfacción consiste en el acto
Jesucristo por medio de su pasión, no exterior para el que pueden tomarse ins-
solo fue suficiente, si que también supe- trumentos, entre los que se c u e n t a n tam-
rabundante. bién los amigos.
Responderemos q u e s a t i s f a c e p r o p i a - A l 2.° que mayor fue la caridad de
mente p o r u n a o f e n s a e l q u e d a a l o f e n d i d o Cristo que padecía que la malicia de los
loque ama tanto ó más como aborrece que le crucificaron ; y por eso m á s pudo
la ofensa (1). Pero Cristo, padeciendo Cristo satisfacer con su propia pasión,
por c a n d a d y o b e d i e n c i a , p r e s e n t ó á Dios que ofender los que le crucificaron ma-
algo m a y o r q u e l o q u e e x i g i r í a l a recom- tándole, en tanto que la pasión de Cristo
pensa d e t o d a o f e n s a d e l g é n e r o h u m a n o ; fue suficiente y superabundante para sa-
1.° p o r l a g r a n d e z a d e l a c a r i d a d , p o r la tisfacer por los pecados de los que le cru-
que p a d e c í a ; 2.° por la dignidad de su cificaron.
vida que daba para satisfacer, la cual A l 3.° que l a dignidad de l a carne de
era v i d a d e D i o s y hombre ; 3.° por la Cristo no debe ser apreciada solamente
generalidad de la pasión y la magnitud según l a n a t u r a l e z a de l a c a r n e , sino se-
del d o l o r t o m a d o , c o m o s e h a d i c h o (C. gún la persona asumente, es decir en
46, a . 6). P o r l o t a n t o la pasión de Cristo cuanto era l a carne de D i o s del cual t e n í a
no solamente fue una satisfacción sufi- la dignidad infinita.
ciente, sino también superabundante por
los pecados del género humano según ARTÍCULO I I I . — t a pasión d e c r i s t o
aquello (1. J o a n . 2, 2) : él es propiacion obró por modo de sacrificio ? (2)
por nuestros pecados: y no tan solo por
los nuestros, mas también por los de todo 1.° P a r e c e . q u e l a pasión de Cristo no
el mundo. obró por m o d o de sacrificio; porque la
(1) La satisfacción puede tomarse en dos sentidos : ó como Pero esta es una respuesta improcedente y n e c i a , puesto
solución y pago de un débito, ó como compensación de una que , si bien los antiguos sacrificios no borraban jjer s e la
injuria causada. mancha del pecado, eran no obstante tipos del Sacrificio de
(2) En este artículo se refuta el error de los Socinianos, de- Cristo por cuyo medio se verificó tal expiación, figurada en la
mestránüose que la pasión de Cristo fue un verdadero sacri- limpieza legal y en el perdón de la pena temporal merecida
ficio. por el pasado. De aquí es que en el Levítico (c. 19) se lee, que
Como gran parte de los errores que se han propalado en la efusión de sangre se hacía pro ánimos peccato. De donde de-
estos tiempos por los protestantes sobre la satisfacción del sa- ducía San Jerónimo (in Hos. 11) que : « Si el todo estuviera
crificio de Cristo por nuestros pecados traen su origen del so- » contenido en el tipo, y a no sería tipo, sino que debería 11a-
cinianismo, bueno será consignar aquí la polémica que los ca- » marse verdad histórica')). Por tanto, asi como el limpiar la
tólicos sostuvieron contra los fautores del error, contribu- impureza de la sangre por medio de las antiguas hostias fue
yendo de este modo á esclarecer más la enseñanza sobre el una figura, de igual modo el borrar por la sangre de Cristo
particular del angélico Doctor. Así, pues, se tendrá presen- las manchas del pecado fue la realización de la figura, como
te 1." : que afirmándose en la Sagrada Escritura y por los refiere la historia evangélica. En cuanto á que en la Antigua
SS. PP. que en los sacrificios de la Antigua Ley fue prefigu- Ley se hacían sacrificios de los corderos en expiación del de-
rado Jesucristo, y no negándolo tampoco en absoluto los soci- lito consta del Levítico (c. 14) y del Éxodo (c. 12). Por esta
nianos, dijeron.los católicos: es así, que muchos sacrificios del razón llama el Bautista á Jesucristo cordero de Dios; porque
Testamento Antiguo fueron expiatorios, ó tuvieron la virtud
como cordero fue muerto (lsaí. 5 3 ) por nuestros pecados.
de tales para la remisión de los pecados según el Apóstol
2.°-El Apóstol ( E f e s . c. 5, 2 ) andad en caridad, dice, a s í
(Heb 5): luego Cristo por medio de su Sacrificio satisfizo por
como Cristo también nos amó, y s e entregó á sí mismo por nosotros
los pecados de los hombres.
ofrenda y hostia á Dios en olor de suavidad. De donde se s i g u e que
A esto contestaron los Socinianos : que los sacrificios de la fue ofrecido por nuestros pecados, no solo por caridad y amor,
Antigua Ley, ni tenían razón de expiatorios, ni el cordero si que también por la efusión de su sangre. Y ademas de en-
inmolado por el pecado figuraba á Jesucristo; añadiendo, que tregdrsc d sí mismo, resulta que fue víctima á la vez que Sa-
no existe paridad entre los animales que allí se sacrificaban y cerdote ; puesto que, según Ezequiel (44, v . 15) se llaman Sa-
el hombre, máxime siendo evidente, 'que Dios no necesitaba cerdotes los que ofrecen á Dios grasa y sangre (adipem el san.
del sacrificio de aquellos. j gnincm) lo cual constituye verdadero sacrificio. Se engañan
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO' I V . ' . ' 33
546 CUESTIÓN XLVIII. — A R T Í C U L O S III.
por tanto los Socinianos cuando aseeruran, que las palabras en oblación hecha una vez ; y Cristo en el Cielo, no una vez, sino
olor de suavidad no se refieren á los sacrificios expiatorios; pues siempre vive para interpelar por nomlros: ni tampoco aquí es sa-
l a verdad e s , que en el Levítico (c. 4) se dice hostia por el pe- crificado, antes bien se halla de continuo ofreciendo al Padre
cado ; holocausto. Génesis (c. 8 ) ; muerte del carnero, Éxodo por nosotros el precio de su sangre derramada.
(e. 21)). Todavía insistían estos herejes con otras razones, maso
3.° El mismo Apóstol (á IosHebr. c. 7) recomienda la san- menos ineptas, á Gn de desvirtuar el verdadero y eterno Sa-
tidad de Cristo, por cuanto no tenía necesidad de ofrecer hos- crificio de Jesucristo. Pero para nota baste lo dicho-—M. Ch.
tias por sus pecados : Esto lo hizo una sola vez, dice, ofreciéndose (1) Los S S . PP , fundados en el c. 0 y 10 de la carta á los
a si mismo por los delitos del pueblo. A esto contestan los Soci- hebreos, en q u e el Apóstol trata largamente del sacrificio
nianos : que tal oblación y ofrecimiento las ejecuta hoy Jesu- ofrecido por Cristo en la cruz, sostienen esta doctrina del
cristo en los Cielos. Pero olvidan, que el Apóstol trata de u n a Doctor angélico.
CUESTIÓN XLVIÍI. — A R T Í C U L O S III Y I V . 547
» para ofrecer por ellos, como la carne L u e g o parece que Cristo no nos redimió
» humana, y qué cosa tan apta para este con su pasión.
» sacrificio, como la carne mortal ? ¿ qué 2.° Como dice San Agustín ( D e Trinit.
s cosa más pura para purificar los vicios 1. 13, c. 13), <r Cristo debió vencer al
j de los mortales, como la carne nacida » diablo por la justicia.» Pero la justicia
» en el seno y del seno de una virgen sin exige que el que se apropia dolosa-
j> el contagio de la concupiscencia carnal? mente la cosa ajena, deba ser privado de
» ¿ Y qué podría ofrecerse y recibirse ella, puesto que « ei fraude y el dolo no
»tan gratamente como la carne de nues- » deben ser título para nadie, » como lo
»tro sacrificio convertida en cuerpo de dice también el derecho humano (50,
» nuestro Sacerdote »? 65,ff. pro S o c ) . P o r consiguiente, como
Al 2.° que San Agustín habla allí de el diablo engañase dolosamente y some-
los sacrificios visibles figurativos ; y tam- tiera así á la criatura de D i o s , es decir,
bién la pasión misma de Cristo, aunque al hombre, parece que no debió el hom-
sea algo designado" por otros sacrificios bre ser sacado de su potestad por modo
figurativos, es sm embargo el signo de de redención.
alguna cosa, que debemos observar se- 3.° Cualquiera que compra ó redime
gún aquello ( I P e t . 4, 1) : habiendo pues algo, paga el precio al que lo poseía.
Cristo padecido en la carne, armaos tam- Pero Cristo no pagó su sangre que se
bién vosotros de esta consideración: que dice ser el precio de nuestra redención,
aquel que ha padecido en la carne, cesó al diablo que nos tenía cautivos. L u e g o
de pecados , de suerte que el tiempo, que Cristo no nos redimió con su pasión.
le queda en carne lo viva no á las pasio- Por el contrario, dícese ( i Petr. 1,
nes de' hombres, sino á la voluntad de 18) : sabiendo que habéis sido rescatados
Dios. de vuestra vana conversación, que reci-
Al 3.° que la pasión de Cristo por bisteis de vuestros padres no por oro ni
parte de sus matadores fué un maleficio; por plata que son cosas perecederas, sino
pero por parte del que la sufrió por ca- por la preciosa sangre de Cristo, como
ridad fué un sacrificio. Por esta razón se de un cordero inmaculado y sin mancilla;
dice que el mismo Cristo había ofrecido y (Galat. 3) se dice : Jesucristo nos re-
este sacrificio (1), mas no aquellos que dimió de la maldición de la Ley, hecho
le mataron. por nosotros maldición. Pero se dice que
fue hecho maldición por nosotros, se-
A R T Í C U L O I V . — i , a p a s i ó n a© c r i s - gún que sufrió por nosotros sobre la cruz,
to obró n u e s t r a s a l u d p o r m o d o d e r e d e n - como se ha espuesto ( C . 46, a. 4, al 3).
ción ? (2) L u e g o nos redimió por su pasión.
Conclusión. La pasión de Cristo fue
1.° Parece que la pasión de Cristo no verdaderamente causa de nuestra reden-
obró nuestra salud por modo de reden- ción.
ción ; porque nadie compra ó vuelve á R e s p o n d e r e m o s que por el pecado
comprar lo que no dejó de ser suyo. Pero había sido obligado el hombre de dos
los hombres jamás dejaron de ser de maneras : 1. por la esclavitud del peca- a
Dios según aquello ( P s . 23, 1) ; del Se- do, puesto que todo aquel que hace pe-
ñor es lá tierra y su plenitud: la redon- cado, esclavo es del pecado, según se
dez de la tierra y todos sus habitadores. dice (Joan. 8 , 34 y I I P e t . 2 , 19): todo
(1) Es decir, el sacrificio de la cruz, en cuanto Jesucristo cados mediante solo su misericordia. Es de saber, que los re-
murió voluntariamente, ofreciendo al eterno Padre dicha feridos herejes parecía admitirla remisión de las culpas pol-
muerte para la reconciliación del género humano. la justicia divina \ pero esto lo decían confundiéndola con la
(2) Los socinianos, apoyados en la sentencia de su maestro misericordia. Por esta razón, para redargüir á los socinianos,
Socino, que á la vez había tomado de las blasfemias de los pa- no es suficiente, como algunos creen, demostrar que Dios
ganos, ebionilas, pelagianos y otros sectarios ; negando el tiene odio al pecado y que castiga á los malvados, pues esto
misterio de la Trinidad y Encarnación, y pretendiendo soste- no lo niegan ; sino es que es preciso probar, que intervino la
ner una verdad cuando afirmaban, que Jesucristo era un puro misma justicia que castiga y se opone á la misericordia en la
hombre, enseñaron : que el mismo Jesucristo no era persona redención humana. De aquí se deduce fácilmente el por qu¿
(le tanta dignidad que pudiese redimir al hombre y satisfacer Socino, admitiendo que Cristo nos redimió y sufrió la muerte
á Dios por nuestros pecados. Añadían, que tal redención no por nosotros, niegu* sin embargo á esta redención la satis-
era necesaria, y que la divina justicia no exigía dicha satis- facción verdadera. — M. Ch.
ccion, >"o es que, por el contrario, Dios perdonaba los pe-
s
548 CUESTIÓN X L V I I I . — ARTÍCULOS IV Y V.
aquel que fue vencido queda esclavo del ofendido á Dios, y se había sometido al
del que lo venció. A s í p u e s t o q u e e l d i a - diablo, consintiendo con é l ; por consi-
blo babía vencido al hombre inducién- guiente por razón de su culpa no había
dole á pecar, el h o m b r e estaba sometido sido h e c h o siervo de Dios; sino más bien
á l a s e r v i d u m b r e d e l d i a b l o . 2.° en cuanto al separarse del servicio de Dios, había
al reato de la pena por la que estaba caido en la esclavitud del diablo, permi-
quiere (1). M a s puesto que la pasión de dugo según aquello (Matth. 5, 25): no
Cristo fue satisfacción suficiente y super- sea que tu contrario te entregue al juez,
abundante por el pecado y reato de la
y el juez te entregue al ministro, e s t o e s ,
pena del género humano, su pasión fue
« al á n g e l cruel de las p e n a s » , c o m o dice
como cierto precio por el q u e h e m o s sido
el Crisóstomo (alius auctor, h o m . 11 i n o p .
imperf.). A s í pues, aunque el diablo tu-
librados de esta doble obligación ; pues
viese injustamente cuanto en él estaba
la satisfacción m i s m a por la que uno sa-
bajo su esclavitud al h o m b r e á quien ha-
tisface por sí ó por o t r o , se dice ser cier-
bía engañado fraudulentamente, ya en
t o precio por el q u e se r e d i m e á sí mismo
cuanto á la culpa, ya e n c u a n t o á la pena,
ó á otro del pecado y de la pena según
aquello, (Dan. 4, 24) : redime tus peca-
sin e m b a r g o era justo que el hombre pa-
limosnas (2). P e r o C r i s t o
deciese, permitiéndolo Dios en cuanto á
dos con satis-
la culpa y ordenándolo en cuanto á la
fizo, no dando
cida, sino dando lo que
dinero ú otra
fue
cosa
más
pare-
grande,
pena (4). P o r lo tanto con respecto á Dios
la justicia exigía que e l h o m b r e f u e r a re-
esto e s , d á n d o s e á sí m i s m o por nosotros.
dimido, mas con no respecto al diablo.
Y por esto la pasión de Cristo se dice
ser nuestra redención. A l 3.° que puesto que la redención se
A l a r g u m e n t o 1.° contestaremos que se requería para la liberación del hombre
dice que el h o m b r e es de D i o s en dos con- con respecto á Dios, mas no con respecto
quiere. 2.° P o r l a u n i ó n d e l a c a r i d a d á
él, según lo que se dice ( P o m . 8, 9): ARTÍCULO V . — Ser Redentor es propio
el que no tiene el espíritu de Cristo este de Cristo ? (a)
tal no es de él. L u e g o por el primer modo
jamas dejó el hombre de ser de Dios, 1.° Parece que no es propio de Cristo
pero por el s e g u n d o dejó de ser de Dios ser R e d e n t o r ; porque se dice (Ps. 30,6):
p o r el p e c a d o ; y por esto en cuanto fue tu me has redimido, Señor, Dios de la
libertado del pecado satisfaciendo Cristo, verdad. P e r o s e r S e ñ o r D i o s d e la verdad
se dice haber sido redimido por la pasión conviene á t o d a l a T r i n i d a d . L u e g o n o es
de Cristo. propio de Cristo.
A l 2.° que p e c a n d o el h o m b r e se había 2.° Se dice que redime el que da el
obligado á Dios y al diablo (3). E n precio de la redención. Pero Dios Padre
efecto, con relación á la culpa había dio á su hijo para redención de nuestros
(1) Según el dictamen de la razón. — M. Ch. de sostener, que Jesucristo no vino á libertar al hombre: cosa
(2) Estas palabras fueron dichas por Daniel á Nabucodòno- que él mismo confesaba ser opuesta al sentido de todos los
sor después que interpretó el sueño de este. cristianos.
(3) Pero de diverso modo ; puesto que ofendiendo á Dios se (5) Se dice ser propia de Cristo la redención, en cuanto él
había hecho reo de lesa majestad divina y digno por tanto de la verificó por sí, pagó el precio de nuestra libertad con el de
eterno castigo ; pero sirviendo al diablo pe hizo su esclavo y su propia sangre, libertándonos así del cautiverio y servi-
por consiguiente su digno compañero en el infierno. dumbre del pecado.
(4) Uno de los errores que se le apropian á Abelardo, es el
CUESTIÓN XLVIII. — ARTÍCULOS V Y VI. 549
(1) Esta es una verdad contenida en las Sagradas Letras, (3) Ténganse aquí presentes los géneros de causas que sue-
leyéndose en el cántico de Zacarías : Bcndilo Señor Dios de len distinguirlos filósofos escolásticos; pues unas son eficientes,
hrael que visitó c hizo la redención de nuestro pueblo. Y en Isaías otras finales, otras materiales.y otras formales. Las dos primeras
(e. 6 3 ) « dice : Tú Señor Padre nuestro, Redentor nuestro. son consideradas .como estrinsecas al s u j e t o ; mas como intrínse-
(2) Según el cardenal Cayetano, el redimir causahnente cas las otras dos. — M. Ch.
como primera causa es común a todas las personas de la San- (4) O de otro modo haciendo interrogación : Numquid abbre-
tísima Trinidad ; más redimir personalmente, conviene solo á viata et párvula facía est manus mea ut non passim redìmere ? aut
^esucristo, en razón á que él por sí pagó el precio de nuestra non est in me virtus ad liberandum'ì
550 CUESTIÓN XLVIII. — ARTÍCULO VI.
3.° N o p a r e c e s e r p r o p i o d e l m i s m o s i o n d e C r i s t o , r e l a c i o n a d a c o n s u cuer-
sujeto obrar p o r m o d o d emérito y p o r p o , conviene á l a debilidad d e l a natura-
m o d o d e causa eficiente, puesto q u e el que leza q u et o m ó ; mientras q u e relacionada
merece espera e lefecto d eotro. P e r o l a c o n l a d i v i n i d a d r e p o r t a d e e s t a u n a vir-
pasión d e Cristo b a obrado nuestra salud t u d i n f i n i t a , s e g ú n a q u e l l o ( i C o r . 1 , 25):
por modo d emérito. L u e g o n o p o r m o d o lo que parece flaco en Dios es más fuerte
de causa eficiente. que los hombres ( 1 ) , e s t o e s p u e s t o q u e
Por e lc o n t r a r i o , dícese ( i C o r . 1 , 1 8 ) , la m i s m a d e b i l i d a d d e C r i s t o , conside-
que la palabra de la cruz para los que se r a d o c o m o D i o s , posee u n a virtud que
salvan es virtud de Dios; y l a v i r t u d d e escede á toda virtud humana.
Dios obra eficientemente nuestra salud. A l 2.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o , a u n q u e
L u e g o la pasión de Cristo en l acruz obró s e a c o r p o r a l , t i e n e , s i n e m b a r g o , virtud
eficientemente nuestra salud. e s p i r i t u a l p o r c o n s e c u e n c i a d e l a divini-
C o n c l u s i ó n . Aunque Dios fue la causa d a d u n i d a ; y p o r e s t o t r a e s u eficacia del
eficiente principal de nuestra salud, Cris- c o n t a c t o e s p i r i t u a l , e s t o e s , d e l a f e y el
to sin embargo fue la eficiente instru- s a c r a m e n t o d e l a f e , s e g ú n a q u e l l o del
mental. A p ó s t o l ( R o m . 3 , 25): á quien Dios ha
Responderemos, q u e b a yd o s clases propuesto en propiciación por la fe en
de causa eficiente : principal é instru- su sangre.
mental. L a causa eficiente principal d e A l 3.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o , s e g ú n
la salud h u m a n a es Dios. Pero puesto q u e s e c o m p a r a á s u d i v i n i d a d , o b r a por
que l ahumanidad d e Cristo e sel instru- m o d o d e c a u s a eficiente, p e r o e n cuanto
mento d e l adivinidad, como s e h a dicho se c o m p a r a á l a v o l u n t a d d e l a l m a de
( C . 43, a . 2), p o r e s t a r a z ó n e s c o n s i - C r i s t o o b r a p o r m o d o d e m é r i t o ; y según
guiente q u e todas l a sacciones y pasio- q u e s e c o n s i d e r a e n l a c a r n e m i s m a de
nes d e Cristo obran instrumentalmente C r i s t o o b r a p o r m o d o d e s a t i s f a c c i ó n , en
en virtud d e l a divinidad para l a salud c u a n t o n o s libra d e l r e a t o d e l a pena;
d e l g é n e r o h u m a n o . S e g ú n e s t o la pasión p e r o á m a n e r a d e r e d e n c i ó n , e n cuanto
de Cristo causa eficientemente la salud nos libra d el a esclavitud d el a culpa ;y
humana. á m a n e r a d e sacrificio, e n c u a n t o n o s re-
Al argumento 1.° d i r e m o s q u e l a p a - concilia c o nDios, comosedirá(C.49,á4).
(1) En el v . 23 se dice : Has nosotros predicamos á Cristo cru- dicamos d Cristo, virtud de Dios y sabiduría de Dios: cuyas pala-
cificado, que es escándalo para los judíos y locura para los gentiles; bras v i e n e n á confirmar plenamente el sentido de la citada
mas para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos, pre- autoridad por el angélico Doctor.
C U E S T I Ó N XLIX.
Efectos de l a p a s i ó n de C r i s t o .
Vamos á tratar de los efectos mismos de la pasión de Cristo: 1." Hemos sido librados del pecado
por la pasión de Cristo? — 2.° Hemos sido librados por ella del poder del diablo? — 3." Lo hemos sido
de la pena debida al pecado? —4.° Hemos sido reconciliados por ella con Dios? — 5.° Nos ha abierto
la puerta del cielo ? — 6.° Cristo consiguió por ella la exaltación ?
(1) En la Vulgata se lee (v. 9) -. Fide purificans corda eorum. ademas (Ephess. 1, 7) : En el que tenemos la redención por su
W En la carta á los romanos (3, 25) se dice : A quien Dios sangre, la remisión de los pecados según las riquezas de su gracia.
i prepuesto en propiciación por la fe en su sangre, d fin de mani- Lo mismo se v e 'Coloss. 1, 14) y (Hebr. 9, 26).
star !» justicia por la remisión de los pecados pasados. Se dice
S52 CUESTIÓN XLIX. — ARTÍCULOS I Y II.
(i) El mérito de Jesucristo, según dice el Santo en otro así atendiendo al libre albedrío del hombre por una parte, y
lugar, es igual para todos según la suficiencia, ó sufficicnter, por otra, á la divina elección, predestinación etc.
como hablan los escolásticos ; mas no en cuanto á la eficacia, (2) V. el Apóstol (Coloss. í , 13).
ó etfcacitcr, como se espresan los mismos. Y todo esto sucede
CUESTIÓN X L I X . — ARTÍCULOS II Y III.
558
prodigios mentirosos y en toda seducción » y e s e n en a q u e l á q u i e n m a t ó sin q u e
de ¡a iniquidad. L u e g o p a r e c e q u e l a p a - » d e b i e r a n a d a , » (1). ,
sión de C r i s t o n o es c a u s a d e q u e e l g é - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o s e
nero h u m a n o h a y a s i d o l i b r a d o d e l p o - d i c e q u e el d i a b l o t u v i e s e p o d e r s o b r e
der del d i a b l o . los. h o m b r e s , d e m o d o q u e p u d i e r a p e r -
Por el c o n t r a r i o ; dice el S e ñ o r ( J o a n . j u d i c a r l e s sin p e r m i s o de D i o s ; sino p o r -
1 2 , 3 1 ) e s t a n d o p r ó x i m a su p a s i ó n : ahora q u e D i o s le p e r m i t í a j u s t a m e n t e d a ñ a r á
será lanzado fuera el príncipe de este l o s h o m b r e s , á l o s q u e h a b í a a t r a í d o ha-
mundo, y si yo fuera alzado de la tierra, c i a él t e n t á n d o l o s .
todo lo atraeré á mí mismo. P e r o C r i s t o A l 2.° q u e el d i a b l o p u e d e t a m b i é n
fue a l z a d o d e l a t i e r r a p o r l a p a s i ó n d e l a a h o r a p e r m i t i é n d o l o D i o s t e n t a r á los
cruz. L u e g o p o r e l l a f u e d e s p o j a d o e l h o m b r e s en c u a n t o al a l m a y a t o r m e n -
diablo d e l p o d e r q u e t e n í a s o b r e l o s t a r l o s en c u a n t o al c u e r p o ; y sin e m -
hombres. b a r g o la pasión de Cristo h a p r e p a r a d o
C o n c l u s i ó n . La pasión de Jesucristo a l h o m b r e u n r e m e d i o , p o r el c u a l p u e d e
nos libertó del poder del demonio ; bien d e f e n d e r s e c o n t r a l o s a t a q u e s d e l e n e m i -
este poder se considere por parte del g o , p a r a n o c a e r e n el a b i s m o d e l a
hombre, ó bien por parte de Dios, ó, en m u e r t e e t e r n a ( 2 ) ; y c u a l e s q u i e r a d e l o s
fin, por parte del diablo. que antes de la pasión de Cristo resistían
Responderemos, que acerca del poder a l d i a b l o , p o d í a n h a c e r e s t o p o r l a fe d e
que el d i a b l o e j e r c í a e n l o s h o m b r e s a n - su p a s i ó n , a u n q u e e s t a n o h u b i e r a sido
tes de la p a s i ó n d e C r i s t o , d e b e n c o n s i - a ú n c o n s u m a d a . M a s en c u a n t o á algo
derarse t r e s c o s a s : 1. p o r p a r t e d e l
a
nadie podía escaparse de las manos del
hombre, q u e m e r e c i ó p o r s u p e c a d o s e r diablo, esto e s , que n o descendería al
entregado a l p o d e r d e l d i a b l o , p o r c u y a infierno, del q u e después de la pasión de
tentación h a b í a s i d o v e n c i d o ; 2 . a
por Cristo pueden defenderse los hombres
parte de D i o s á q u i e n el h o m b r e h a b í a p o r v i r t u d d e ó!.
ofendido p e c a n d o , y el c u a l p o r s u j u s t i - A l 3.° q u e D i o s p e r m i t e a l d i a b l o p o -
cia le h a b í a a b a n d o n a d o a l p o d e r d e l d i a - d e r e n g a ñ a r á los h o m b r e s en c i e r t a s
blo ; 3. p o r p a r t e d e l d i a b l o q u e p o r s u
a
personas, tiempos y lugares, seguu la ra-
depravada v o l u n t a d i m p e d í a a l h o m b r e zón secreta de sus juicios. Sin e m b a r g o
la consecución d e l a s a l u d . L u e g o r e s p e c - por la pasión de Cristo siempre está pre-
to á la p r i m e r a , el h o m b r e fue l i b r a d o d e l p a r a d o á l o s h o m b r e s e l r e m e d i o p o r el
poder del d i a b l o p o r m e d i o d e l a p a s i ó n que pueden defenderse de las maldades
de Cristo, e n c u a n t o e s t a e s l a c a u s a d e l del demonio a u n en tiempo del A n t e -
perdón de l o s p e c a d o s . C o n r e l a c i ó n á l a c r i s t o . P e r o si a l g u n o s d e s c u i d a n u s a r
segunda, d e b e d e c i r s e q u e l a p a s i ó n d e este r e m e d i o , su negligencia en n a d a per-
Cristo nos l i b r ó d e l p o d e r d e l d i a b l o , e n j u d i c a á l a eficacia d e l a p a s i ó n d e C r i s t o .
cuanto nos r e c o n c i l i ó c o n D i o s , c o m o se
dirá ( a . 4 ) . Y r e s p e c t o á l a t e r c e r a , l a ARTÍCULO I I I . — ¿ F u e r o n l i b r a d o s l o s
pasión de C r i s t o n o s l i b r ó d e l d i a b l o e n h o m b r e s de l a p e n a del p e c a d o por l a pasión
cuanto en e l l a e s c e d i ó el m o d o d e l a p o - - d e C r i s t o ?
tencia que D i o s l e h a d a d o , t r a b a j a n d o
para que m u r i e s e C r i s t o , q u e n o m e r e c í a 1.° P a r e c e q u e p o r l a p a s i o u d e C r i s t o
la m u e r t e p u e s t o q u e e s t a b a s i n p e c a d o . n o son librados los h o m b r e s de la p e n a
Por esta r a z ó n d i c e S a n A g u s t í n ( D e del pecado ; porque la pena principal del
Trinit. 1. 1 3 , c. 14) : « e l d i a b l o f u e v é n - p e c a d o es la c o n d e n a c i ó n e t e r n a ; y los
denlo p o r l a j u s t i c i a d e C r i s t o ; p u e s t o q u e h a b í a n sido c o n d e n a d o s al infierno
* que n o e n c o n t r á n d o s e e n é l c o s a a l g u n a p o r sus p e c a d o s , no fueron librados p o r
» digna de m u e r t e , s i n e m b a r g ó l e m a t ó . l a p a s i ó n d e C r i s t o , p u e s t o q u e en el in-
i> Por t a n t o es j u s t o q u e á l o s d e u d o r e s fierno no hay redención alguna. L u e g o
»que t e n í a l o s d e j a s e l i b r e s y q u e c r e - parece que la pasión de Cristo no libró
(1) Dice Bossuet, que el demonio habiéndose ali'cvido á en el mero hecho de hacerlo a s í , perdió todo su imperio.
•tentar de una manera horrible contra la persona del Hijo de (2) V. el Concilio de Trenlo en la scs. ó y decrct. sobre el
, sin embargo de no poder encontrar en él cosa alguna,
l o s
pecado original.
554 C U E S T I Ó N X L I X . — A R T Í C U L O S III Y IV.
ga la pasión de Cristo, como quieren los herejes ; puesto que allí mismo con relación á todos los hombres.
no padeció por nosotros á ñn de que permaneciésemos ociosos
CUESTIÓN XLIX.—ARTÍCULOS IV Y V. 555
2." La misma cosa no puede ser princi- aborrece en cuanto á la culpa que contra
pio y efecto ; por lo que la gracia que es él cometen, según aquello (Eccl. 1 2 , 3 ) :
el principio de merecer, no cae bajo el el Altísimo aborrece á los pecadores.
mérito. Pero el amor de Dios es el princi- Al 2.°, que no se dice habernos recon-
pio de la pasión de Cristo según aquello ciliado la pasión de Cristo con Dios,
(Joan. 3, 1 6 ) : de tal manera amó Dios como si hubiera comenzado á amarnos de
al mundo que dio á su Hijo Unigéni- nuevo, pues está escrito (Jerem. 3 1 , 3 ) :
to (1). Luego no parece que hemos sido con amor perpetuo te amé, sino porque
reconciliados con Dios por la pasión de por la pasión de Cristo ha sido quitada la
Cristo, de manera que comenzase á amar- causa del odio, ya por haber sido borra-
nos de nuevo. do el pecado ya por la recompensa de un
3.° La pasión de Cristo fue consuma- bien más aceptable.
da por los hombres que le hicieron mo- Al 3.° que, así como los matadores
rir, los cuales por esto ofendieron á Dios de Cristo fueron hombres,- así también
gravemente. Luego la pasión de Cristo Cristo muerto. Pero mayor fue la cari-
es más bien causa de indignación que de dad de Cristo, que padecía, que la ini-
reconciliación con Dios. quidad de sus verdugos. Y por esto la
Por el contrario, dice el Apóstol pasión de Cristo fue más valiosa para
(Rom. 5 , 1 0 ) -.fuimos reconciliados con reconciliar á Dios con todo el género hu-
Doispor la muerte de su Hijo ( 2 ) . mano, que para provocar su ira.
Conclusión. La pasión de Cristo es
causa de nuestra reconciliación con Dios. ARTÍCULO V . — s o s abrió c r i s t o c o n «n
Eesponderémos, que la pasión de Cris- p a s i ó n l a p u e r t a d e l c i c l o ? (3)
to es causa de nuestra reconciliado?! con
Dios de dos modos: 1.° en cuanto re- 1.° Parece que Cristo no nos abrió con
mueve el pecado, por el que los hombres su pasión la puerta del cielo ; porqué se
se constituyen en enemigos de Dios según dice (Prov. 1 1 , 1 8 ) : para el que siembra
aquello (Sap. 1 4 , 9 ) : igualmente son justicia hay recompensa fiel: y la recom-
odiosos á Dios el impío y su impiedad; y pensa de la justicia es la entrada en el
(Ps. 5 , 7 ) : aborreces á todos los que reino de los cielos. Luego parece que los
obran iniquidad: 2° en cuanto es un Santos Padres, que han hecho obras de
sacrificio muy acepto á Dios ; pues el justicia, consiguieron por la fe la entrada
efecto propio del sacrificio es aplacar á en el reino de los cielos, aun sin la pa-
Dios por el mismo, al modo que un hom- sión de Cristo. Luego la pasión de Cristo
bre perdona la ofensa que se le ha inferi- no es la causa de la apertura de la puerta
do, por causa de algún obsequio grato del reino celestial.
que se le tributa. Por lo cual se dice 2.° Antes de la pasión de Cristo, Elias
(i.Reg. 2 6 , 1 9 ) : si el Señor te incita fue arrebatado al cielo (4) como se dice
contra mí, reciba el olor de este sacrifi- (iv. Reg. 2). Pero el efecto no precede á la
cio. De la misma manera fue un bien tan causa. Luego parece que la apertura de
grande el haber padecido Cristo volunta- la puerta del cielo no es efecto de la pa-
riamente, que á causa de este bien en- sión de Cristo.
contrado en la naturaleza humana, ha 3.° Como se lee (Matth. 3 ) , bautizado
sido aplacado Dios respecto de toda Cristo, abriéronsele los cielos. Pero el
ofensa del género humano con relación á bautismo precedió á la pasión. Luego la
los que se unen á Cristo que padeció apertura del cíelo no es efecto de la pa-
conforme al modo anteriormente dicho. sión de Cristo.
Al argumento 1.° diremos que Dios 4.° Dícese (Mich. 2 , 13) : subirá de-
ama á todos los hombres respecto á la lante de ellos el que les abrirá el camino.
naturaleza, que él mismo hizo ; pero los Mas ninguna otra cosa parece ser abrir
(1) Para que sufriese la pasión de la cruz, como se deduce (3) El abrir las puertas del cielo no es otra cosa, que facili-
°» las palabras adjuntas de este testo. tar y hacer espedita la consecución de la eterna bienaventu-
Pl El Apóstol ( n . Cor. 5): Pues si alguna criatura, dice, es ranza.
1
fliíeua en Cristo, las cosas viejas ya pasaron : hé aquí /oáíis (4) En el testo se dice : Marchando en conversación (Elias y
«ii hechas nuevas. Y todas son de Dios, que nos reconcilió d si por Eliséo) hé aquí que un carro de fuego y caballos también de fuego
los separaron, y Elfos subió al cielo en un torbellinOj e t c .
55<5 CUESTIÓN XLIX. — ARTÍCULOS V Y VI.
él camino del cielo, que franquear la eterna. E s t o es lo que se figura por la ley,
puerta de este. L u e g o parece que la cuando se dice (Num. 35,25) que el homi-
puerta del cielo líos ha sido abierta, no cida se estará allí, esto e s , en la ciudad
por la pasión de Cristo, sino por su as- de refugio, hasta que muera el sumo sa-
censión. cerdote que fue ungido con el óleo santo:
Por el contrario, dice el Apóstol (Hebr. mas después que este muriese podrá vol-
10,19): por lo tanto, hermanos, teniendo ver á su casa.
confianza de entraren el santuario, esto A l argumento 1.° diremos, que los
e s , en el cielo, por la sangre de Cristo. santos padres, haciendo obras de justicia,
Conclusión. Por medio de la pasión de merecieron la entrada en el reino celes-
Jesucristo se abrieron á los hombres las tial por la fé en la pasión de Cristo según
puertas del reino celestial, no solo me- aquello ( Hebr. 11, 33): los santos por k
diante el perdón del pecado original co- fe conquistaron reinos, obraron justicia;
mún á la naturaleza humana en cuanto por la cual también cada uno era purifi-
á la culpa y pena, sí que también mediante cado del pecado respecto á la purificación
la remisión de los pecados propios de cada de la propia persona. Sin embargo que la
uno de sus individuos. fe ó la justicia de alguno no bastaba para
R e s p o n d e r e m o s , que la clausura de la remover el impedimento, que provenía
puerta es un obstáculo, que impide á los del reato de toda humana criatura, el
hombres entrar. Pero los hombres son cual ha sido removido por el precio déla
privados de la entrada en el reino del cielo sangre de Cristo. A s í pues antes de la
por causa del pecado, puesto q u e , como pasión de Cristo ninguno podía entrar en
se dice ( I s . 35, 8 ) , aquel camino se lla- el reino celestial, esto e s , obteniéndola
mará santo : no pasará por él hombre beatitud eterna que consiste en la plena
mancillado. P e r o hay dos clases de peca- fruición de Dios.
dos , que impiden la entrada en el reino A l 2.° que Elias fué elevado al cielo
de los cielos. U n o común á toda la hu- aereo ; pero no al cielo empíreo, que es
mana naturaleza, que es el pecado de el lugar de los santos; é igualmente tam-
nuestro primer padre, y por este pecado bién Enoch fue arrebatado al paraíso
se cerraba al hombre la entrada en el terrestre, donde se cree que vivirá con
reino del cielo. Por esto se lee (Genes. 3, Elias hasta la llegada del Antecristo (2).
24) que después del pecado de nuestro A l 3.° q u e , como se ha dicho (C. 3S,
primer padre puso Dios Querubines y es- a. 5), bautizado Cristo, abriéronse los
pada que arrojaba llamas, y andaba al cielos no por él mismo Cristo, á quien
rededor, para guardar el camino del ár-
siempre estuvo abierto el cielo, sino para
bol déla vida. Otro es el pecado especial
significar que el cielo se abre á los bauti-
de cada persona, el cual es cometido por
zados con el bautismo de Cristo, que re-
el acto propio de cada hombre. Mas por la
cibe la eficacia de su pasión.
pasión de Cristo hemos sido librados no
A l 4.° que Cristo mereció por su pasión
solamente del pecado común á toda la na-
para nosotros la entrada en el reino de
turaleza humana ya acerca de la culpa
ya respecto al reato de lapena, pagando los cielos y quitó el impedimento; pero
él mismo por nosotros el precio, sino tam- por su ascensión nos introdujo, por de-
bién de los pecados propios de cada uno cirlo así, en la posesión de este reino: J
délos que participan de su pasión por la fe, por esto se dice que sube delante de ellos
la caridad y los sacramentos de la fe. Y abriéndoles el camino.
por eso la pasión de Cristo nos abrió la
puerta del reino celestial (1)..Y esto es ARTÍCULO VI. *—Mereció cristo
mientras que el cuerpo es instrumento del p o , que por caridad se había sometido á
acto meritorio; y por esto la perfección la pasión, recibiese la recompensa en la
del alma de Cristo, que fue el principio gloria.
de merecer, no debió ser adquirida en él A l 3.° que por cierta dispensación su-
por el mérito, como la perfección del cedió en Cristo que la gloria del alma no
cuerpo que fue el sujeto de la pasión y redundase antes de la pasión sobre el
por esto fué el -instrumento del mérito cuerpo, á fin de tener más honrosamente
mismo. la gloria corporal, cuando la hubiese me-
A l 2.° que por los méritos anteriores recido por su pasión. Pero no convenía
mereció Cristo la exaltación por parte de que la gloria del alma fuese diferida, por-
su alma, cuya voluntad era informada que estaba unida inmediatamente al Ver-
por la caridad y otras virtudes. Pero bo ; por esta razón era conveniente que
en la pasión mereció su exaltación á fuese lleno de la gloria por el Verbo mis-
modo de cierta recompensa aun por parte mo ; más el cuerpo estaba unido al V e r t o
del cuerpo, porque es justo que el cuer- mediante el alma ( 1 ) .
CUESTIÓN E.
De la muerte de Cristo.
1.° Fue conveniente que Cristo muriese? 2.° La divinidad fue separada de la humanidad por la
muerte ? 3.° La divinidad fue separada del alma ? 4.° Cristo fue hombre durante los tres dias que duró
su muerte ? o.° Su cuerpo fue el mismo numéricamente vivo y muerto ? 6.° Su muerte obró algo para
nuestra salud ?
(1) Tanto según el orden de dignidad, por el que el alma se (Hebr, 2) cuando decía : que era conveniente que claulorfóü
acerca más á Dios que la carne ; cuanto según el orden de salud de sus hijos la consumase por la pasión ; y fibid. 9) añade,
causalidad, puesto que la causa por que fue tomada la carne, que donde hay testamento es necesario que intervenga la linifici
ó fue asumible, como dicen los teólogos, es el alma. (V. la testador. Porque el testamento no tiene fuerza sino por la muerte,
C 6, a. 1). (3) A esto respondía Socino ; que en el testo griego la pa-
(1) Esta verdad estaba y a enunciada por el Apóstol labra pro populo no significa causa impulsiva, sino solofinale
CUESTIÓN L.— ARTÍCULOS I Y II. 559
Conclusión. Fue conveniente que Cristo si se predica que Cristo resucitó de entre
muriese. los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
Responderemos, q u e fue conveniente vosotros que no hay resurrección de
que Cristo muriese: 1.° p a r a satisfacer muertos ?
por el g é n e r o h u m a n o , q u e h a b í a s i d o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o
condenado á m u e r t e á c a u s a d e l p e c a d o es l a f u e n t e d e l a v i d a , c o n s i d e r a d o c o m o
según a q u e l l o ( G e n e s . 2 , 17) cualquier Dios, pero no como hombre ; así murió
dia que comiereis de él, moriréis de muerte. como h o m b r e y no como Dios. P o r esto
Pero h a y u n a m a n e r a c o n v e n i e n t e d e s a - dice S a n A g u s t í n c o n t r a Feliciano (c.
tisfacer p o r o t r o , c u a n d o a l g u n o s e s o - 14) : «. e s t á m u y l e j o s d e m í e l p e n s a -
mete al c a s t i g o q u e o t r o h a m e r e c i d o . » m i e n t o d e q u e Cristo sintiese la muerte,
Por esto q u i s o C r i s t o m o r i r , p a r a s a t i s - » c o m o si h u b i e r a p e r d i d o l a v i d a e n
facer por n o s o t r o s c o n s u m u e r t e s e g ú n » c u a n t o é l es l a v i d a m i s m a ; p o r q u e , s i
aquello ( 1 P e t . 3 , 18) : Cristo una vez » a s í f u e r a , se h u b i e r a secado l a fuente
murió por nuestros pecados : 2° p a r a » de l a vida. L u e g o sintió la m u e r t e p o r
manifestar l a v e r d a d d e l a n a t u r a l e z a , » participación d e l afecto h u m a n o , q u e
que t o m ó ; p o r q u e , c o m o d i c e E u s e b i o » espontáneamente había tomado ; pero
(in O r a t . d e l a u d i b . C o n s t a n t i n i s e u » no perdió la potencia d e su naturaleza
cap. 15),« si d e s p u é s d e h a b e r v i v i d o e n - » p o r l a q u e vivificó t o d a s l a s c o s a s » .
»tre los h o m b r e s hubiese d e s a p a r e c i d o A l 2.° q u e C r i s t o n o sufrió l a m u e r t e
í de o t r o m o d o y s e h u b i e s e o c u l t a d o proveniente de la enfermedad para q u e
i>huyendo d e l a m u e r t e , t o d o s l e h u b i e - no pareciese q u e moría necesariamente
5>ran c o m p a r a d o á u n f a n t a s m a » : 3 . ° p o r debilidad d e su n a t u r a l e z a ; sino q u e
para l i b r a r n o s c o n s u m u e r t e d e l t e m o r d e sufrió l a m u e r t e producida p o r u n a causa
ella, p o r l o q u e s e d i c e ( H e b r . 2, 14), exterior, á l a q u e se ofreció é l m i s m o p a r a
que p a r t i c i p ó de la carne y de la sangre, q u e se d e m o s t r a s e q u e s u m u e r t e e r a v o -
para destruir por su muerte al que tenía luntaria.
el imperio de la muerte, es á saber, al dia- A l 3 . ° q u e u n o p u e s t o n o c o n d u c e per
ílo (1), y para librar á aquellos que se á o t r o , s i n o a l g u n a s v e c e s per acci-
por el temor de la muerte estaban en ser- dens, c o m o e l frió á v e c e s c a l i e n t a per
vidumbre toda la vida : 4.° p a r a q u e m u - accidens ; (2) ; y d e e s t e m o d o C r i s t o
riendo c o r p o u a l m e u t e á s e m e j a n z a d e l por s u muerte nos condujo á la vida,
pecado, es d e c i r , á l a p e n a , n o s d i e r a e l puesto que destruyó nuestra muerte por
ejemplo d e m o r i r e s p i r i t u a l m e n t e ' a l p e - la s u y a ; c o m o el q u e sufre u n a p e n a p o r
cado. P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( P o m . 6 , otro, destruye l a pena d e este.
10) : porque en cuanto al haber muerto
por el pecado , murió una vez; más en ARTICULO I I . — E n i a m u e r t e d e c r i s t o
manto al vivir, vive para Dios. Así l a d i v i n i d a d f u e s e p a r a d a d e l a c a r n e ?
también vosotros consideraos que estáis
de cierto muertos al pecado, pero vivos 1.° P a r e c e q u e e n l a m u e r t e d e C r i s t o
para Dios : 5.°para, q u e r e s u c i t a n d o d e fue s e p a r a d a l a d i v i n i d a d d e l a c a r n e ;
entre los m u e r t o s , m a n i f e s t a s e s u v i r t u d p o r q u e , c o m o s e dice ( M a t t h . 27), el S e -
por la q u e v e n c i ó l a m u e r t e y n o s d i e r a ñ o r p e n d i e n t e e n l a c r u z c l a m a b a : Dios
la esperanza d e r e s u c i t a r t a m b i é n . D e mío, Dios mió, porque me has abando-
donde dice e l A p ó s t o l (1 C o r . 15, 12) : nado ? e s p o n i e n d o l o c u a l d i c e S a n A r a -
se s i g u e , q u e Cristo fue m u e r t o para r e p a r a r la m i s m a muerte
de losjudíos, al menos temporal. A ñ á d a s e á esto, q u e las p a -
meramente o c a s i o n a l , d e f o r m a , q u e el s e n t i d o e r a : q u e C r i s t o
padeció por n o s o t r o s , n o p a r a s a t i s f a c e r por los pecados, sino labras referidus son d e l concilio d e los fariseos y n o d e Caifas;
c,ue, para f o m e n t a r n u e s t r a f e , t u v i e r o n estos q u e perdonarse pues este contradieiéndoles l e s d e c í a ; sois unos ignorantes y no
Por la m i s e r i c o r d i a d e Dios. Pero todo esto e s falso ; p u e s
sabéis que conviene, etc. : cuyas palabras no pronunció por si
Caifas p r o f e t i z ó , q u e t o d a l a g e n t e p e r e c e r í a s i C r i s t o n o m o r í a
•uiumo manifestando, q u e el p u e b l o d e b í a ser librado, no del
por el p u e b l o : l u e g o l a p e r d i c i ó n i n m i n e n t e d e l U I I M I I Ü p u e b l o
lúe la c a u s a a n t e c e d e n t e é impulsiva de la m u e r t e de Cristo. yugo de los romanos, sino d e la servidumbre del diablo.
Ademas c u a n d o e n g r i e g o l a p r e p o s i c i ó n pro v a u n i d a a l s u s - — M. Ch.
anlivo marte s i e m p r e d e s i g n a , s e g ú n Vosio, u n a causa meri-
(1) Y l a r a z ó n e s , p o r q u e c o m o s e d i c e e n el l i b r o d e l a s a -
toria y a n t e c e d e n t e ; e s a s í q u e t a l s u c e d e e n e l t e s t o aducido;
b i d u r í a {2, 2 4 ) , p o r l a e n v i d i a d e u n o e n t r ó l a m u e r t e e n t o d o
ue
e;o etc. i n t i m a m e n t e dice Socino, q u e la m u e r t e espresada
el o r b e terráqueo.
por Caifas e r a m o t i v a d a p o r m i e d o d e l o s r o m a n o s , p u e s t o q u e
(2) E s t o s e e s p e r i m e n t a por cualquiera, q u e t e n i e n d o v . g.
se decía, vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar : luego
las m a n o s frias s e l a s frota c o n n i e v e .
560 CUESTIÓN L. — A R T Í C U L O II.
brosio (sup. illud L u c . 23, et hmc di- de afección, y sin embargo vemos que la
cens expiravit) : « clamaba el hombre gracia de adopción jamás se pierde sin
» que había de morir cou la separación culpa. Luego no existiendo en Cristo pe-
» de la divinidad; porque siendo libre cado alguno, fue imposible que se desatase
B de la muerte la divinidad, no podía m o - la unión de la divinidad de la cañe del
» r i r , á no ser que la vida se alejase, mismo. P o r consiguiente, así como antes
B puesto que la vida es la divinidad». P o r de la muerte la carne de Cristo fue unida
consiguiente, parece que en la muerte de según la persona y la hipóstasis al Verbo
Cristo se separó la divinidad de la carne. de D i o s , asi también permaneció unida
2.° Quitando el medio, se quitan los después de la muerte, esto e s , para no
estremos. Pero la divinidad se unió á la ser otra la hipóstasis del Verbo de Dios,
carne por mediación del alma, como se y la de la carne de Cristo después de la
ha dicho ( C . 6, a. 1). L u e g o parece que, muerte como dice San Juan Damasceno
habiéndose separado en la muerte de (Orth. fid. 1. 3 , c. 27).
Cristo el alma de la carne, se separó por A l argumento 1.° diremos, que aquel
consiguiente la divinidad de la carne. abandono no debe referirse á la solución
3.° Mayor es la virtud vivificante de de la unión personal, sino á que Dios su
Dios que la del alma. Pero el cuerpo no Padre le espuso á la pasión: por consi-
podía morir, sino se separaba el alma de guiente abandonar allí no es otra cosa
él. L u e g o mucho menos podía morir sino que no proteger contra los perseguidores.
separada la divinidad. O bien se dice que ha sido abandonado
Por el contrario: las cosas que perte- respecto á aquella oración que había di-
necen á la naturaleza humana, no se di- cho : Padre mió, á ser posible, pase de
cen del Hijo de D i o s , sino por razón de mí este cáliz, como espone San Agus-
la unión, como se ha demostrado ( C . 16, tín ( E p . 140, c. 6 y 10).
a. 4 y 5). Pero se dice del Hijo de Dios A l 2.° que el Verbo de Dios se dice
lo que conviene al cuerpo de Cristo des- unido á la carne mediante el alma (3),
pués de su muerte, esto e s , el ser sepul- en cuanto la carne pertenece por el alma
tado ; como consta en el Símbolo de la á la naturaleza humana, que el Hijo de
fe (1), donde se dice que « el Hijo de Dios se proponía tomar ; pero no de modo
» Dios fue concebido y nacido de Virgen, que el alma sea lo que está unido como el
» que padeció, murió y fue sepultado ». medio que liga. P o r otra parte la carne
L u e g o el cuerpo de Cristo no fue sepa- tiene del alma el pertenecer á la natura-
rado en la muerte de la divinidad. leza humana, aun después que el alma se
Conclusión. Fue imposible que en la separa de ella, esto e s , en cuanto en la
muerte de Jesucristo se disolviese la unión carne muerta subsiste por consecuencia
que existía entre su divinidad y su de la ordenación divina cierto orden á la
carne. resurrección. Y por eso no se quita la
Responderemos, que lo que se con- unión de la divinidad á la carne.
cede por la gracia (2) de D i o s , jamás A l 3.° que el alma tiene la potencia de
es revocado, sin que haya culpa ; por lo vivificar formalmente; y por eso estando
que se dice ( R o m . 1 1 , 29) : los dones y presente esta y unida formalmente, es
vocación de Dios son sin penitencia. necesario, que el cuerpo esté vivo. Pero
Pero es mucho mayor la gracia de la la divinidad no tiene la potencia de vivi-
unión, por la que la divinidad fue unida car formalmente, sino efectivamente;
á la carne de Cristo en persona, que la porque ella no puede ser la forma del
gracia de adopción, por la que son otros cuerpo; y por lo tanto no es necesario
santificados; y también más permanente que, permaneciendo la unión de la divi-
por su naturaleza, puesto que esta-gracia nidad á la carne, esta esté viva, por-
se ordena á la unión personal, mientras que Dios no obra por necesidad, sino por
que la gracia de adopción á cierta unión voluntad.
(1) Compuesto por el Concilo Niceno "y Constanlinopolitan-o, Dios, incompatible con la culpa ; mas si se trata de gracias ac-
y antes, aunque de un modo implícito, contenido en el Sím- tuales, dicho se está, que pueden permanecer con laculpa; y
bolo d é l o s Apóstoles. - sin ella pueden también perderse.
[2) Es decir, que cuando la gracia, que por.su naturaleza es (3) V . el a. 1, de la C, ü.
permanente y habitual,..se considera como, don gratuito de .
CUESTIÓN L . — A R T Í C U L O III. 561
fl) Es decir, herético. Téngase presente, que Santo Tomás contraria á la fe ; pues ciertamente no hay cosa más inconve-
usa muchas voces de la palabra ¡nconaenieníe, no solo para de- niente que todo lo que contraría al dogma católico.
signar una doctrina opuesta á la razón, si que también como (2) Como quedará esplicado en el a, 2 de la siguiente C
SOMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 36
562 CUESTIÓN L.—ARTÍCULOS III Y IV.
* (l) Siendo de fe, que en.Jesucristo hubo solo una persona, cuerpo y el alma. Por tanto, si ño había esta necesidad,
y esta divina, que informaba á la vez la naturaleza divina y hubo tal separación ; porque Dios nunca hace lo que no con
humana, se sigue ; que una también y la misma era la que viene. De aquí el axioma teológico : Quod Dem conjunxil, JT№
regia ó informaba el cuerpo y alma de Jesucristo. Por consi quam dimisil; es decir, no habiendo razón para ello.—M. Ch'
guiente, separándose el alma del cuerpo del mismo Jesucristo (2) E s de fe, que Cristo, durante el triduo de su muerto, no
por medio de la muerte, no intervino, ni había para que i n permaneció verdadero hombre.
terviniese, la separación d« la persona divina existente en el
CUESTIÓN L. — ARTÍCULOS IV Y V. 563
d a o b r ó a l g o p a r a n u e s t r a s a l u d ; porque
» y o t r a s á e s t e t e n o r ; 2. l a d i s o l u c i ó n
a
l a m u e r t e e s c i e r t a p r i v a c i ó n , p u e s e s la
» perfecta e n loselementos. L u e g o decir p r i v a c i ó n d e l a v i d a ; y n o s i e n d o c o s a al-
» q u e el cuerpo d e lSeñor h a sido incor- g u n a l a p r i v a c i ó n , n o t i e n e t a m p o c o vir-
* r u p t i b l e s e g ú n J u l i a n o y G a i a n o (2), t u d p a r a o b r a r . L u e g o n o p u d o obrar
» c o n arreglo, al primer m o d o d e l acor- algo para nuestra salud.
» rupcion antes d el a resurrección, e si m - 2.° L a p a s i ó n d e C r i s t o o b r ó n u e s t r a
y> p í o ; p o r q u e e l c u e r p o d e C r i s t o n o s e r í a s a l u d p o r m o d o d e m é r i t o . P e r o d e esta
» d e l a misma sustancia q u e el nuestro m a n e r a n o p u d o o b r a r l a m u e r t e de
» nihubiera muerto verdaderamente, ni C r i s t o ; p o r q u e e n l a m u e r t e s e separa
» h u b i é r a m o s sido s a l v a d o s s e g ú n l av e r - e l a l m a d e l c u e r p o , l a c u a l e s e l princi-
» dad.Pero del segundo modo el cuerpo p i o d e m e r e c e r (3). L u e g o l a m u e r t e de
» d e Cristo fue incorrupto». C r i s t o n o o b r ó a l g o p a r a n u e s t r a salud.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l c u e r - 3.° L o c o r p o r a l n o . e s c a u s a d e l o espi-
po muerto d e cualquiera otro hombre n o r i t u a l : y l a m u e r t e d e C r i s t o f u e corpo-
(1) Existé la diferencia entre Gaianitas y Eutiquianos en po por el pueblo amotinado y perverso.
que, mientras unos reconocían en Cristo una naturaleza i n - (3) Es decir, como hablan los teólogos, priticipíum quod, in-
corruptible, los otros decían haberse esta corrompido. moto y mediato ; porque el príncipium quo inmediato y l ' ,roM
(2) Gaiano, del cual tomaron nombre los Gaianitas, se cree mo es la caridad.
vivió en tiempo del emperador Justiniano, y fue elegido obis-
CUESTIÓN L. — ARTÍCULO VI. 565
(1) Si del cuerpo muerto del profeta Eliséo se dice en la cristo causó nuestra salud y obró otros milagros después de
Escritura Santa (Eccles. 48, 13J que estando muerto profetizó : muerto?
¿con cuánta más razón podrá decirse, que el cuerpo de Jesu-
CUESTIÓN LI.
De l a s e p u l t u r a de C r i s t o .
1." Fue conveniente que Cristo fuese sepultado? —2.° Del modo de su sepultura. —3.° Sé corrom-
pió su cuerpo en la tumba? — 4.° Del tiempo que yació en el sepulcro.
(1) En cnanto estaba en el sepulcro liado en los lienzos, que aquí hace alusión á una de las clases y modos de confe-
como se l e e de Lázaro que estaba liado de manos y pies cuando rir el bautismo ; pues es sabido que unas veces se bautizaba
Jesucristo l e resucitó. por infusión, otras por ablución y otras por inmersión.
(2) Téngase presente para entender esta doctrina del Santo,
CUESTIÓN LI. — ARTÍCULOS I Y II. 56"?
f 1) Como queda dicho arriba esto debe en tenderse en cuan to que así toma estas palabras en el oficio de la pasión, que este
el cuerpo de Jesucristo sepultado era instrumento de resur- es el verdadero sentido.
rección de los hombres. (3) Cuando en tiempo de la pasión derramó ungüento sobre
(2) Lo cual se dice de él en persona de los impíos ; pues se su cabeza.
eolige de los adjuntos y de ia aplicación y" uso de la Iglesia,'
568 CUESTIÓN LI. — ARTÍCULO II.
m a t a d o r e s , a u n m u e r t o es s e p u l t a d o h o - y s e p u l t u r a s o m o s l i b r a d o s d e l a muerte
n o r í f i c a m e n t e ; y se p r e f i g u r a l a d e v o c i ó n e n l a q u e i n c u r r i m o s p o r e l p e c a d o de
d e l o s fieles q u e h a b í a n d e s e r v i r á C r i s t o A d á n cometido en el h u e r t o del paraíso ¡
después de su muerte (1). y a d e m a s e l S a l v a d o r es c o l o c a d o en un
A l 2.° q u e e n e s t o q u e d i c e e l E v a n g e - sepulcro ajeno, como dice S a n Agustín
que le sepultaron como acostumbra-
lista, (in quodam sermone. D e sepulcro Domi-
ban los judíos, s e g ú n e s p r e s a S a n A g u s - n i ) « p o r q u e m o r í a p o r l a s a l v a c i ó n d e los
tín ( S u p . J o a n , t r a c t . 120), « n o s enseña B d e m á s y e l s e p u l c r o es l a m o r a d a de la
» á observar en los deberes p a r a con los B m u e r t e » . P o r esto t a m b i é n p u e d e con-
B m u e r t o s la c o s t u m b r e d e c a d a n a c i ó n . s i d e r a r s e l a e s t r e m a d a p o b r e z a q u e tomó
» P e r o esta nación acostumbraba á s e p u l - p o r n o s o t r o s ; p o r q u e e l q u e e n v i d a no
B tar los cuerpos de los muertos con a r o - t u v o c a s a , d e s p u é s de l a m u e r t e fue co-
B m a s v a r i o s , p a r a q u e se c o n s e r v a s e i n - l o c a d o e n s e p u l c r o a j e n o , y e s t a n d o des-
» tactos m á s tiempo.B. P o r esta r a z ó n n u d o f u e c u b i e r t o p o r J o s é . M a s se le
( D e d o c t r . c h r i s t i . 1. 3 , c . 12) s e d i c e q u e p u s o e n u n s e p u l c r o n u e v o « p a r a que
« en todas estas cosas n o es c u l p a b l e e l B d e s p u é s d e s u r e s u r r e c c i ó n n o s e figure
B uso q u e se h a c e de e l l a s , sino el c a p r i - » nadie que h a resucitado otro indivi-
B c b o del que las u s a B , y d e s p u é s a ñ a d e : B dúo B, como dice S a n J e r ó n i m o (in
« l o q u e e n otras p e r s o n a s es l a s m á s de h u n c l o e . M a t t h . ) . E s t e s e p u l c r o nuevo
B las veces u n pecado g r a v e , en la per- puede demostrar t a m b i é n el seno virginal
B s o n a d i v i n a ó p r o f é t i c a es s i g n o de u n de M a r í a . P o r esto t a m b i é n se d a á en-
B g r a n misterio B : porque l a m i r r a y el t e n d e r q u e p o r l a s e p u l t u r a d e C r i s t o so-
• aloe á causa de su amargor significan l a m o s r e n o v a d o s t o d o s , puesto q u e destru-
p e n i t e n c i a , por l a que u n o conserva en sí y ó l a m u e r t e y l a c o r r u p c i ó n . F u e colo-
á Cristo sin la corrupción del pecado, y cado en u n sepulcro abierto en piedra,
el olor de los aromas significa l a b u e n a c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o ( s u p . illud
fama. M a t t h . 2 7 : Jube ergo custodiri, etc.),
A l 3.° q u e l a m i r r a y e l a l o e s e a p l i c a - « p a r a n o d a r l u g a r á decir si hubiera
b a n al cuerpo de C r i s t o , p a r a ponerle al B s i d o h e c h o d e m u c h a s p i e d r a s , q u e so-
abrigo de l a corrupción, lo cual parecía B c a b a d o s los c i m i e n t o s h a b í a sido roba-
pertenecer á u n a necesidad; por lo que B do de a q u e l l u g a r . P o r lo q u e tambieu
se nos d a e j e m p l o p a r a que p o d a m o s usar B l a g r a n p i e d r a , q u e f u e p u e s t a á l a en-
lícitamente, á título de remedios, de » t r a d a d e m u e s t r a q u e s u t u m b a n o podía
ciertas cosas preciosas por l a necesidad B s e r a b i e r t a s i n l a a y u d a d e m u c h a s per-
de conservar nuestro cuerpo ; pero l a e n - B s o n a s B. S i s e l e h u b i e r a s e p u l t a d o en
voltura de su cuerpo pertenecía sola- t i e r r a , p o d í a n d e c i r : « s o c a v a r o n l a tier-
mente á l a decencia de l a h o n e s t i d a d , y » r a y le r o b a r o n B , c o m o i n d i c a San
en tales casos debemos contentarnos con A g u s t í n . E n u n s e n t i d o m í s t i c o se signi-
l a s m á s sencillas. P o r esto sin e m b a r g o fica p o r e s t o , s e g ú n S a n H i l a r i o ( c a p .
se significaba s e g ú n S a n J e r ó n i m o (in u l t . i n M a t t h . ) q u e « l a e n s e ñ a n z a d e los
h u n c . loe. M a t t h . ) , que « e n v u e l v e á B A p ó s t o l e s d e b í a h a c e r e n t r a r á Cristo
B Jesús en una sábana l i m p i a , el que B e n e l c o r a z ó n d e l o s g e n t i l e s , después
B l e r e c i b e c o n u n a m e n t e p u r a B. Y d e B d e h a b e r l e m o d e l a d o e n a l g ú n modo
a q u í , c o m o d i c e B e d a ( s u p . M a r c . c . 44 B p o r l a a c c i ó n d e l a d o c t r i n a , c o m o una
secundum ejus ordinem), « h a venido en » t i e r r a n u e v a é i n c u l t a , y q u e h a s t a en-
B l a I g l e s i a l a c o s t u m b r e de celebrar el » tónces n o h a b í a sido asequible en ma-
» sacrificio del altar, no en seda ni en paño B ñ e r a a l g u n a a l t e m o r d e D i o s . Y puesto
B t e ñ i d o , sino en lino p u r o , a l m o d o que » q u e n o c o n v i e n e d e j a r e n t r a r e n nuestro
B el cuerpo del Señor fue sepultado en B c o r a z ó n n a d a m á s q u e á é l , p o r eso se
B una sábana limpia ». B puso á l a entrada u n a enorme piedra».
A l 4.°, que Cristo fue enterrado en u n Y , c o m o d i c e O r í g e n e s ( T r a c t . 35, in
M a t t h . ) , n o s e e s c r i b i ó a l a c a s o q u e José
h u e r t o , p a r a significar que por su muerte
(1) Lo más prudente fue el que hombres constituidos en plebeyos y pobres ¿cómo podrían haberse acercado & Pilotos
dignidad y llenos de riquezas enterrasen á Cristo y pidiesen para hacerle semejante petición?
á Filatos su cuerpo para sepultarle ; pues si hubiesen sido >
C U E S T I Ó N L I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 569
(1) Ademas de esta razón mística, que dael angélico Doctor dice, que fue conveniente permaneciese Cristo en el sepulcro
en el presente artículo, hay otra, fundada en el sentido lite- un dia y dos noches; porque así bastaba para comprobar la
ral y alegada por él mismo en el a. 2 de la C. 63, en donde verdad de su muerte.
CUESTIÓN LI. — ARTÍCULO IV.
C U E S T I Ó N LII.
1.° Fue conveniente que Cristo descendiese á los infiernos? 2.° A qué infierno descendió ? 3." Estuvo
todo en el infierno? <1.° Estuvo allí algún tiempo? 5.° Libró á los Santos Padres del infierno ? 6.° Y á
los condenados? 7.° Y á los niños muertos en pecado original? 8.°Libró á los hombres del purgatorio?
que descendiese al infierno para librarnos humana tanto de los vivos, como de los
de él. muertos ; y una causa universal se aplica
Responderemos, que fue conveniente á efectos particulares por algo especial.
que Cristo descendiese al infierno. l.° P o r E n su consecuencia, así como la v i r t u d
que había venido á llevar nuestra pena, de la pasión de Cristo se aplica á l o s que
para librarnos de ella según aquello ( I s . viven por los sacramentos, que nos h a c e n
5 3 , 4 ) : en verdad tomó sobre sí nuestras semejantes á ella, así también es a p l i c a d a
enfermedades y él cargó con nuestros do- á los muertos por la bajada de C r i s t o á
lores. Pero por el pecado había incurrido los infiernos. P o r esto se dice s e ñ a l a d a -
el hombre no solamente en la muerte cor- mente (Zach. 9 ) que por la sangre de
poral, sino también en la bajada á los in- su estamento sacó á sus cautivos del lago,
fiernos. Por lo tanto, así como fue con- esto e s , por la virtud de su pasión(1).
veniente que muriese, para librarnos de A l 3 . ° que el alma de Cristo n o des-
la muerte, así fue conveniente que descen- cendió á los infiernos por aquel género de
diese á los infiernos para librarnos de movimiento, por el que se mueven los
bajar á ellos. P o r esta razón se dice cuerpos, sino por un movimiento a n á l o g o
(Osea3.13, 1 4 ) : seré tu muerte oh muerte; al de los ángeles, como se ha dicho en la
seré tu mordedura, infierno. 2° Porque primera parte ( C . 5 3 ) .
era conveniente q u e , vencido el diablo
por la pasión, libertase á los vencidos de A R T Í C ULO I I . — D e s c e n d i ó Crista al in-
este, que estaban detenidos en el infierno fierno de los condenados.?
según aquello (Zachar. 9 , 1 1 ) : tu tam-
bién por la sangre de tu testamento, hi- l.° Parece que Cristo descendió tam-
ciste salir tus cautivos del lago, en que no bién al infierno de los condenados ; porque
hay agua; y (Coloss. 2 , 1 5 ) se dice: des- se dice por boca de la divina S a b i d u r í a
pojando los principados y potestades, los (Eccle. 2 4 , 4 5 ) : ¡yeneiraré todas las infe-
sacó confiadamente. 3 . ° Para q u e , así riores partes de la tierra. Pero e n t r e las
como manifestó su potestad viviendo y partes inferiores de la tierra se cuenta
muriendo en la tierra, así también la ma- también el infierno de los c o n d e n a d o s ,
nifestase en el infierno, visitándole é ilu- según aquello ( P s . 6 2 , 1 0 ) : entrarán eti-
minándole. Por lo cual se dice ( P s . 2 3 , 7 ) : lo más bajo de la tierra. Luego Cristo,
alzad, oh Príncipes, vuestras puertas que es la sabiduría de Dios, d e s c e n d i ó
(Grlos. ord. A u g . ) , e s t o e s , ce príncipes también hasta el infierno de los conde-
» del infierno dejad vuestro poder, con el nados.
3> que hasta ahora deteníais á los hombres 2° Dice San Pedro ( A c t . 2 , 24), que
» en el infierno 3>, y por tanto al nombre Dios resucitó á Cristo sueltos los dolores
de J e s ú s doblegúese toda rodilla no sola- de la muerte, por cuanto era imposible
mente de los que están en el cielo, sino ser detenido de ella. Pero no hay dolores
también de los que están^ en el infierno, en el infierno de los patriarcas, ni tam-
como se dice (Philipp. 2 ) . poco en el de los niños, los cuales n o son
A l argumento 1.° diremos, que el nom- castigados con la pena del sentido á causa
bre de los infiernos significa el mal de la del pecado actual, sino solamente con la
p e n a , mas no el mal de la culpa. A s í pena de daño á causa del pecado original.
pues fue conveniente que Cristo descen- L u e g o Cristo descendió al infierno de los
diese al infierno, no como si el mismo condenados ó también al purgatorio, donde
fuese deudor de la p e n a , sino para liber- los hombres son castigados con la pena
tar á los que habían estado sujetos á de sentido por los pecados actuales.
ella. 3 . ° Dícese (i P e t . 3 , 1 9 ) que Cristo
A l 2 . ° que la pasión de Cristo fue como también fue á predicar á aquellos espíri-
cierta causa universal de la salvación tus que estaban en cárcel, los que en otro
tiempo habían sido incrédulos; lo cual
(\) Lo cual celebra la Iglesia con el himno siguiente : como expresa San Atanasio (in epist. ad
Inferni claustra penetrans,
Epict. circa med., et incipit : ergo arbi-
titos captivos redimen*, trabor), se entiende sobre la bajada de
Victor iriumpho nobili,
Ad dextram Palris residen*. Cristo á l o s infiernos; porque dice que el
CUESTIÓN LII. — ARTÍCULO II. 573
(I) Hubo en otro tiempo herejes que dijeron, según San mientras la sentencia común afirma lo que dice el Santo, otros
Agustín (hseres. 79); que bajando Cristo á los infiernos, cre- creen como probable, que Cristo según el alma bajó á todos
yeron en él todos los incrédulos y fueron librados de las pe- los lugares de los condenados; pues se dice en la Escritura
nas de aquel lugar. (Eccles. 24J : Penetraré lodos las partes inferiores de la tierra.
P) Se dividen los escolásticos sobre esto particular ; pues
574 CUESTIÓN LII.—ARTÍCULOS II Y I I I .
5) fiemo, t o d o e n e l p a r a í s o , á d o n d e i n - p r e n d e á t o d o s p o r s u i n m e n s i d a d . M a s
t r o d u j o al b u e n ladrón ». sucede en las cosas q u e están en u n l u -
C o n c l u s i ó n . Todo Jesucristo estuvo g a r c o r p o r a l y c i r c u n s c r i p t i v a m e n t e , q u e ,
en el infierno así como todo Cristo estuvo s i e l t o d o e s t á e n a l g u n a p a r t e , n a d a d e
en el sepulcro, y estuvo y está en todas é l e s t é f u e r a , c o s a q u e n o t i e n e l u g a r e n
•partes; pues la carne y el. alma del D i o s . P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n A g u s t í n
mismo Cristo jamás se separaron de la ( D e s y m b o l o 1. 3 , c . 7 ) : « n o d e c i m o s
•persona del Verbo. » que C r i s t o está todo en todas partes
E e s p o n d e r é m o s q u e , c o m o c o n s t a d e » p o r d i v e r s o s t i e m p o s ó l u g a r e s , d e ma-
lo q u e s e h a d i c h o P a r t . 1. ( C . 3 1 , B ñ e r a q u e a h o r a e s t é t o d o e n u n l u g a r ,
a
a. 2 , a l 4.°), e l g é n e r o m a s c u l i n o s e B e n o t r o t i e m p o l o e s t é e n o t r o , s i n o
refiere á l a h i p ó s t a s i s ó á l a p e r s o n a , B q u e s i e m p r e e s t á e n t o d a s p a r t e s t o d o
y e l g é n e r o n e u t r o p e r t e n e c e á l a n a t u - B e n t e r o B.
raleza. M a s e n l a m u e r t e d e C r i s t o , a u n -
que e l a l m a f u e r a s e p a r a d a d e l c u e r p o ,
sin e m b a r g o n i e l a l m a n i e l c u e r p o s e ARTÍCULO I V . — s e d e t u v o c r i s t o a l -
s e p a r a r o n d e l a p e r s o n a d e l H i j o d e g ú n t i e m p o e n e l i n f i e r n o ? (2)
Dios, c o m o se h a d i c h o ( C . 5 0 , a. 2 ) .
Por lo t a n t o d u r a n t e a q u e l l o s tres d i a s 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o s e d e t u v o
que d u r ó s u m u e r t e , d e b e d e c i r s e q u e a l g ú n t i e m p o e n e l i n f i e r n o ; p o r q u e
Cristo t o d o e s t u v o e n l a t u m b a ; p o r q u e Cristo descendió a l infierno p a r a librar á
la p e r s o n a e n t e r a e s t u v o e n e l l a p o r e l los h o m b r e s d e é l . P e r o esto l o h i z o i n -
c u e r p o , q u e l e e s t a b a u n i d o ; y d e l a m e d i a t a m e n t e q u e d e s c e n d i ó , porque fá-
m i s m a m a n e r a estuvo todo entero en el in- cil cosa es delante de Dios el enriquecer
fierno ,porque la persona entera de Cristo de repente al pobre, c o m o s e d i c e ( E c c l i .
esturo en él en razón del alma que le es- 1 1 , 23). L u e g o p a r e c e q u e n o s e d e t u v o
taba unida; también Cristo todo estaba t i e m p o a l g u n o e n e l i n f i e r n o .
entonces en todas partes en razón de la 2.° D i c e S a n A g u s t í n e n u n d i s c u r s o
naturaleza divina (1). sobre l a Resurrección ( u t s u p . ) , que « s i n
A l a r g u m e u t o 1.° d i r e m o s , q u e e l » detención alguna al mandato del Señor
cuerpo q u e e s t a b a e n t o n c e s e n e l s e p u l - B y S a l v a d o r todos los cerrojos de hierro
c r o , n o e s u n a p a r t e d e l a p e r s o n a i n - B f u e r o n rotos » ; por lo c u a l se h a c e d e -
creada, sino d e la n a t u r a l e z a t o m a d a . Y cir á los ángeles que a c o m p a ñ a b a n á
por e s t o d e q u e e l c u e r p o d e C r i s t o n o C r i s t o : alzad, oh Príncipes, vuestras
e s t u v i e r a e n e l i n f i e r n o , n o s e e s c l u y e q u e puertas ( P s . 2 3 , 7). P e r o C r i s t o d e s c e n -
estuviera t o d o C r i s t o e n é l ; s i n o q u e s e dió allí p a r a romper todos los cerrojos d e l
d e m u e s t r a q u e n o e s t u v o a l l í t o d o l o q u e infierno. L u e g o C r i s t o no se detuvo
pertenece á la n a t u r a l e z a h u m a n a . algún tiempo en el infierno.
A l 2.° q u e d e l a l m a y e l c u e r p o u n í - 3.° D í c e s e ( L u c . 2 3 ) , que el Señor
dos s e c o n s t i t u y e l a t o t a l i d a d d e l a n a t u - p e n d i e n t e d e l a c r u z d i j o a l b u e n l a d r ó n :
r a l e z a h u m a n a , m a s n o l a t o t a l i d a d d e hoy serás conmigo en el Paraíso; d e l o
la p e r s o n a d i v i n a . P o r l o t a n t o d i s u e l t a q u e se d e d u c e q u e C r i s t o e s t u v o e n e l
la u n i ó n d e l a l m a y d e l c u e r p o p o r l a m i s m o d i a e n e l P a r a í s o . P e r o n o s e g ú n
muerte, q u e d ó C r i s t o t o d o , p e r o n o q u e d ó el cuerpo que fue colocado en el sepul-
la n a t u r a l e z a h u m a n a e n s u t o t a l i d a d . cro. L u e g o según el a l m a , que había
A l 3.° q u e l a p e r s o n a d e C r i s t o e s t á d e s c e n d i d o a l i n f i e r n o ; y p o r l o t a n t o p a -
toda e n c u a l q u i e r l u g a r , p e r o n o t o t a l - rece q u e n o se d e t u v o a l g ú n tiempo e n
mente, p u e s t o n o e s t á c i r c u n s c r i t a p o r el infierno.
lugar a l g u n o ; ni t o d o s los l u g a r e s t o - Por e l contrario; d i c e S a n P e d r o
mados s i m u l t á n e a m e n t e ' p u e d e n c o m p r e n - (Act. 2, 24) : al cual Dios ha resucitado
d e r s u i n m e n s i d a d ; a n t e s é l l o s c o r n - sueltos los dolores de la muerte, por
il) Esto es, todo Cristo estaba entonces ubique en todas en el infierno hasta el momento de su resurrección ; de forma
PMtes; mas no allí totalmente, como se v e en la respuesta al que su alma, á la vez ó inmediatamente después que salió de
stsmento argumento, dicho l u g a r , informó el cuerpo y salió del sepulcro.
(2) Parece que según la, mente del Santo permaneció Cristo
576 CUESTIÓN Lili — ARTÍCULOS IV Y V .
(1) Lo cual parece deducirse también de las palabras s i - (3) Que Cristo bajando á los infiernos sacó las almas allí de-
guientes (ibid. 37} : No dejarás mi alma en el infierno. tenidas de los S S . P P . , se deduce de la Escritura (Zach. 9, et
(2) Está conforme con las palabras de que uSa la Iglesia e n Apóst. Coloss. 2). Es igualmente doctrina de los doctores de
el dia de la bendición del cirio pascual : Esta es la- noche en que la Iglesia, á saber, San Agustín (hom. 57), San Gregorio
Cristo salió vencedor de los infiernos, (hom, 22 in evang.), San Jerónimo (in cap. 2 Joann.J.
CUESTIÓN LII. — ARTÍCULOS V Y V I . 577
(1) En la V u l g a t a se lee : in congregatiane unius fascis in divino de la redención no se estendió sino á aquellos que se
lacum, etc. encontraban en el estado de viadores, en el cual el borne 1,6
(2) Es doctrina corriente, que la pasión de Cristo no tuvo solamente tiene potencia para arrepentirse de los pecados y
virtud para salvar á los condenados en razón á que el decreto conseguir la gracia.
CUESTIÓN LII.—ARTÍCULO VII. 579
. (1) Los que se encuentran en estado de original pecado no tura de los cielos.
tienen fe en Cristo ni actual ni habitual ; puesto que ellos ni (4) La gracia de Cristo se concede á aquellos, que son sus
l' ' Profesión implícita ni esplícita, ni virtual ni sacramental,
01
miembros por la espiritual regeneración , de una manera efi-
"queridas para la salud y para que cualquiera hombro sea ciente y eficaz; más á aquellos otros, que no se hallan en tal
reputado fiel, poseen dicha fe de Cristo. caso, solo tienen derecho á las gracias suficientes.
(!' A s i
" s e
sacramento del bautismo.
a m a e l
( 5 ) El que la bajada de Cristo á los infiernos solo aprove-
(3) Es decir, en cuanto á la pena general en que se incurre chó á las a l m a s q u e habían salido de esta vida, y por lo tanto,
j»r dicho pecado,.y por cuya pena tenían cerrado el reino de incapaces de dicha trasmutación, es el sentido de algunos
"S ciclos, ó cuya pena servía de impedimento para la aper- ii concilios que negaron, que Cristo murió por los condenados.
580 CUESTIÓN H I . — ARTÍCULOS VII Y V I I .
n i ñ o s .son l i b e r t a d o s d e l p e c a d o o r i g i n a l » C r i a d o r y R e d e n t o r p e n e t r a n d o e n los
y del infierno, pero n o por l ab a j a d a d e » c l a u s t r o s d e l i n f i e r n o s a c ó d e a l l í las
Cristo á ellos. » a l m a s d e l o se s c o g i d o s , n o consiente
» q u e n o s o t r o s v a y a m o s al l u g a r de donde
ARTICULO V I I I . — ¿ l i b e r t ó « r u t o » y a l i b r ó o t r o s d e s c e n d i e n d o áél ». Pero
p o r s u b a j a d a á l o s I n f i é r a o s á l a s ni m a s d e l
permite q u e v a y a m o s a l purgatorio.
purgatorio ?
L u e g o d e s c e n d i e n d o á l o s i n f i e r n o s no
1° P a r e c e q u e C r i s t o , p o r s u b a j a d a á l i b e r t ó á l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o .
los infiernos, libertó á las almas del pur- Conclusión. Las almas existentes en-
gatorio ; porque dice S a n A g u s t í n ( i n tonces en el purgatorio como las que hoy
e p i s t . a d E v o d i u m , 164, ó 99) : ce p u e s t o hay detenidas en él, no fueron libertadas
» q u e t e s t i m o n i o s e v i d e n t e s c o n m e m o r a n por la bajada de Cristo ; mas las que se
» e l i n f i e r n o y s u s d o l o r e s n o h a y c a u s a hallaban en el caso en que hoy se hallan
» a l g u n a p a r a c r e e r p o r q u é e l S a l v a d o r las que reciben este beneficio , fueron li-
» v i n o á é l , s i n o p a r a s a l v a r á a l g u n o s bertadas del purgatorio por el descenso de
» de estos dolores. P e r o y omismo m e Cristo.
» p r e g u n t o a ú n s ij u z g ó dignos d e a q u e l Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
» b e n e f i c i o á t o d o s l o s q u e e n c o n t r ó e n m u c h a s v e c e s f a . 7 y 4 a l 2, y a . 5, y 6)
» é l ó s o l a m e n t e á a l g u n o s . S i n e m b a r g o l a b a j a d a d e C r i s t o á l o s i n f i e r n o s fué
» n o d u d o q u e C r i s t o e s t u v o e n l o s i n - m á s l i b e r a t o r i a e n v i r t u d d e s u pasión.
» fiemos y q u e c o n c e d i ó e s t e b e n e f i c i o á P e r o s u p a s i ó n n o t i e n e v i r t u d t e m p o r a l
» a l g u n a s a l m a s q u e e s t a b a n e n é l » . P e r o y t r a n s i t o r i a s i n o s e m p i t e r n a s e g ú n aquello
n o a c o r d ó e l b e n e f i c i o d e - l a l i b e r a c i ó n á ( H e b . 10, 14): con una sola ofrenda hizo
l o s c o n d e n a d o s , c o m o s e h a d i c h o ( a . 6). perfectos para siempre á los que ha san-
Y puesto que fuera d e estos no había tificado. Y a s í a p a r e c e q u e l a p a s i ó n de
constituidos en tales dolores, sino los que C r i s t o n ot u v o e n t o n c e s m a y o r eficacia
están en el purgatorio, sigúese que Cristo q u e l a q u e a h o r a t i e n e . Y p o r e s o aquellos
l i b e r t ó á l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o (1). que fueron tales cuales son ahora, los que
2.° L a p r e s e n c i a m i s m a d e C r i s t o n o son detenidos en el purgatorio no fueron
t u v o menor efecto que sus sacramentos. librados del purgatorio por la bajada de
P e r o por los sacramentos d eCristo son Cristo á los infiernos. Pero si se han en-
l i b e r t a d a s l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o y p r i n - contrado que eran tales como son ahora
c i p a l m e n t e p o r e l s a c r a m e n t o d e l a E u c a - los que son libertados del purgatorio por
r i s t í a , c o m o s e d i r á ( S u p l e m . C . 71, a . la virtud de la pasión de Cristo, nada
9). L u e g o c o n m a y o r r a z ó n f u e r o n l i b e r - impide que los tales hayan sido librados
t a d a s l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o p o r l a del purgatorio por la bajada de Cristo
presencia de Cristo q u e descendió á los á los infiernos.
infiernos. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e por
3.° « C r i s t o , á t o d o s l o s q u e c u r ó e n a q u e l p a s a j e d e S a n A g u s t í n n o p u e d e
» e s t a v i d a l o s c u r ó t o t a l m e n t e » , c o m o d e d u c i r s e q u e h a y a n s i d o l i b r a d o s del
d i c e S a n A g u s t í n ( i n l i b . D e p a m i t . ; p u r g a t o r i o t o d o s l o s q u e e s t a b a n e n él,
a l i u s a u c t o r . D ev e r a e t f a l s a p c e n i t e n t . s i n o q u e e s t e b e n e f i c i o s o l o f u e conferido
c . 9); y e l S e ñ o r ( J o a n . 7, 2 3 ) , d i c e : á a l g u n o s d e e l l o s , e s t o e s , á l o s q u e y a
sané en sábado á todo un hombre. P e r o estaban suficientemente purificados, o
C r i s t o l i b r ó á l o s q u e se h a l l a b a n e n e l t a m b i é n á l o s q u e d u r a n t e s u v i d a mere-
p u r g a t o r i o , d e l r e a t o d e l a p e n a d e d a ñ o c i e r o n p o r l a f e y d e v o c i ó n e n C r i s t o el
p o r e lq u e e s t a b a n e s c l u i d o s d e l a g l o r i a . q u e f u e r a n l i b e r t a d o s d e l a p e n a tempo-
L u e g o t a m b i é n los libertó del reato d e ral del purgatorio con su bajada.
la pena del purgatorio. A l 2.° q u e l a v i r t u d d e C r i s t o o b r a en
Por e l c o n t r a r i o ; d i c e S a n G r e g o r i o l o s s a c r a m e n t o s p o r m o d o (2) d e c i e r t a
( M o r a l . 1. 13, c . 15): « c u a n d o n u e s t r o c u r a c i ó n y e s p i a c i o n . P o r l o q u e e l s a c r a -
(1J Es sentencia, sin embargo, de algunos, que por privi • es la opinión bastante generalizada entre los PP. antiguos.
legio de Cristo todas las almas, existentes en el purgatorio, (2) Otros leen, por modo de santificación ; y otros, pormait
fueron libradas cuando descendió á los infiernos, concedién- de satisfacción.
oles al efecto las indulgencias plenarias indispensables. Tal
CUESTIÓN LT1. — A R T Í C U L O VIII. 581
CUESTIÓN LILI.
Resurrección de Cristo.
Trataremos de las cosas pertenecientes á la exaltación de Cristo; y l." de.su misma resurrección
2." de su ascensión; 3.° de su posición á la diestra del Padre; y 4.° de su potestad judicial.
Sobre lo primero examinaremos cuatro puntos : 1.° sobre la resurrección misma de Cristo; 2.° so-
bre la cualidad del que resucita; 3.° sobre la manifestación de la resurrección ; y 4.° sobre la cau-
salidad.
Con respecto al 1.° examinaremos: i.° De la necesidad de su resurrección, 2.° Del tiempo. 3.° Del
orden. 4.° De la causa.
(1) Aquí la palabra necesario no debe entenderse en sentido conveniente, sino necesaria.
absoluto ó simpliciler, sino, secundum quid ; esto es, supuesta (21 Por eso decía Jesucristo : Es necesario se cumplau (odas
'a predicción y ordenación divina y los méritos de Cristo. De las cosas que de mi están escritas en la ley de Moisés, en losprofetas
aquí puede decirse, que dicha resurrección era no tan solo y en los salmos.
582 1
CUESTIÓN LÍH.— ARTfCTJLO 1 Y I I .
cristo de entre los muertos fue necesaria. del Padre, así también nosotros andemos
Responderemos, que fue necesario que en novedad de vida; y más adelante : ha-
Cristo resucitase por cinco razones. 1. a
biendo resucitado Cristo de entre los
Para recomendación de la justicia divina, muertos, ya no muere : así también vo-
á la que pertenece exaltar á los que se sotros consideraos, que estáis de cierto
humillan por causa de Dios según aquello muertos al pecado, pero vivos para Dios.
( L u c . 1 , 52) : destronó á los poderosos 5. Para complemento de nuestra salva-
a
(1) Dicho se está, que estos testimonios, tomados de la Sa- vencerlos de los principios de la razón natural. A este créelo
grada Escritura, soio pueden probar la verdad contra los h e - v . las Disertaciones de la Luzerne : Trayssinous Dcfcm^
rejes ; pues con relación á los incrédulos debe usarse paracon- cristianismo, y Luvoisin Demostración evangélica.
CUESTIÓN LUÍ. — ARTÍCULOS IÍ. 583
r e s u r r e c c i ó n s e d e m o r a h a s t a e lfind e lm e n t e d e s p u é s d e m u e r t o , p o d í a p a r e c e r
mundo. L u e g o parece que Cristo, q u e es que su muerte no fue su verdadera y por
nuestra c a b e z a , n o d e b i ó resucitar al ter- consiguiente tampoco su resurrección. M a s
cero d i a , sino q u e s u r e s u r r e c c i ó n d e b i ó para manifestar la verdad de la muerte
d i f e r i r s e h a s t a e l fin d e l m u n d o . de Cristo bastaba que su resurrección se
2.° D i c e S a n P e d r o ( A c t . 2 , 24) q u e demorase h a s t a el tercero dia, p o r q u e n o
era i m p o s i b l e q u e C r i s t o f u e r a d e t e n i d o
1
sucede que un hombre que parece muer-
por el i n f i e r n o y l a m u e r t e . P e r o t o d o e l to, mientras que está vivo, no dé duran-
tiempo q u e u n o está m u e r t o está deteni- te este tiempo algunas señales de vida.
do p o r l a m u e r t e . L u e g o p a r e c e q u e l a A l resucitar e ltercero dia, nos reco-
resurrección de Cristo n o debió diferirse m i e n d a l a p e r f e c c i ó n d e l ternario, q u e e s
hasta el t e r c e r o d i a , sino resucitar i n m e - el n ú m e r o de t o d a s las c o s a s , s e g ú n q u e
diatamente en el m i s m o dia, sobre t o d o e n c i e r r a e l p r i n c i p i o , e l m e d i o y e l fin,
d i c i e n d o l a G l o s a y a c i t a d a ( a . 1), « q u e c o m o s e d i c e ( D e c e e l o . 1. 1 , t . 2). D e -
s> n i n g u n a u t i l i d a d h a b r í a e n l a e f u s i ó n muéstrase también según el misterio que
ji d e l a s a n g r e d e C r i s t o , s i n o r e s u c i t a b a Cristo, por una sola muerte corporal que
» i n m e d i a t a m e n t e ». fue luz á causa de la justicia, destruyó
3.° E l d i a p a r e c e c o m e n z a r a l ' s a l i r e l las dos m u e r t e s nuestras, esto es, la del
sol, q u e c a u s a p o r s u p r e s e n c i a e l d i a . cuerpo y la del alma, que son tenebrosas
P e r o C r i s t o r e s u c i t ó antes d e l a s a l i d a á causa del pecado ;y por eso permane-
d e l s o l ; p o r q u e s e d i c e ( J o a n . 20, 1), ció m u e r t o u n dia entero y dos noches,
q u e el primer dia de la semana vino Ma- c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 4,
ría Magdalena de mañana al sepulcro, c . 6 ) . P o r e s t o t a m b i é n s e s i g n i f i c a q u e
cuando aún era oscuro; y s i n e m b a r g o p o r l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o c o m e n z a b a
Cristo y a h a b í a r e s u c i t a d o , p u e s t o q u e u n a t e r c e r a é p o c a ;p u e s l a p r i m e r a fue
s i g u e : y vio quitada la losa del sepulcro. a n t e s d e l a l e y , l a s e g u n d a b a j o l a l e y , y
L u e g o no resucitó Cristo al tercero dia. la tercera bajo la gracia. T a m b i é n c o -
P o r e l c o n t r a r i o ; d í c e s e ( M a t t b . 20, m e n z ó e n l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o e l
1 9 ) : le entregarán á los gentiles para t e r c e r e s t a d o d e l o s s a n t o s , p o r q u e e l
que le escarnezcan y azoten y crucifi- p r i m e r o f u e b a j o l a s figuras d e l a l e y , e l
quen; mas al tercero dia resucitará ( 1 ) . s e g u n d o b a j o l a v e r d a d d e l a f e y e l t e r -
C o n c l u s i ó n . A fin de que nuestra fe c e r o s e r á e n l a e t e r n i d a d d e l a g l o r i a ,
en la divinidad de Cristo fuese confirma- q u e C r i s t o i n c o h ó r e s u c i t a n d o .
da, convino resucitase prontamente, y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c a -
que tal resurrección no se dilatase hasta b e z a y l o s m i e m b r o s s o n c o n f o r m e s e h l a
elfindel mundo. n a t u r a l e z a , m a s n o e n la v i r t u d ;p u e s es
R e s p o n d e r e m o s , q u e c o m o se h a di- m á s escelente la v i r t u d d e la c a b e z a q u e
cho (a. 1 ) la r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o f u e la d e los m i e m b r o s . P o r lo t a n t o , p a r a
necesaria p a r a instrucción d e n u e s t r a fe. demostrar la escelencia de la virtud de
Pero nuestra fe es a c e r c a de la divinidad C r i s t o , fue conveniente q u e el m i s m o re-
y humanidad de Cristo, pues no basta sucitara al tercero dia, difiriéndose la re-
c r e e r l o u n o s i n l o o t r o , c o m o c o n s t a d e s u r r e c c i ó n d e l o s d e m á s h a s t a e l fin d e l
l o d i c h o (2. -2. C . 2 , a . 7 y 8). y por m u n d o .
tt 18
(1) A esto so refiere lo que dice San Mateo (c. 12) de la Apóstol fl Cor. 15) declara, que Cristo resucitó al tercero dia
figura de Jonás, y lo que se l e e en Oseas (c. 6) : Nos vivificará según las Escrituras.
ianm de dos dios, y nos resucítate en el dia tercero, etc. El
584 CUESTIÓN LUI.—ARTÍCULOS II Y Ш.
cosa es hecha inm ediatam ente, cuando que estaba al punto de aparecer sobre el
tiene lugar después de u n corto espacio horizonte.
de tiem po.
A l 3.°, q u e c o m o se h a dicho (C. 51, A R T Í C U L O I I I . — c r i s t o f u e e i prime
a. 4), Cristo resucitó á la m añana, c u a n - ro que resucitó?
do el día com enzaba y a y se retiraban
las tinieblas, para significar que por su l.° Parece que Cristo no fue el pri
resurrección nos conducía á la luz de la mero que resucitó, porque se lee en el
g l o r i a (1); c om o m u r i ó a l d e c l i n a r e l antiguo Testamento haber sido resucita
dia en dirección á l a noche para hacernos do algunos por E lias y E liseo, según
ver que por su m uerte destruía las tinie- aquello (Hebr. 11, 35) : las mujeres re
blas de l a culpa y de l a pena. S i n e m - cobraron sus muertos por resurrección;
b a r g o se dice que resucitó a l tercero d i a , de la misma manera también Cristo an
tomando el dia por un dia n a t u r a l , que tes de su pasión resucitó á tres muertos.
c o m p r e n d e v e i n t i c u a t r o h o r a s ; y c om o Luego Cristo no fue el primero de los
d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 4, c . 6), que resucitaron.
l a noche hasta l a m a ñ a n a , en que fue 2.° E ntre otrosf milagros que aconte
anunciada la resurrección, pertenece al cieron en la pasión de Cristo se cuenta
tercer d i a , puesto que D i o s , que dijo que (Matth. 27, 52) el de que se abrieron los
l a l u z saliera de las tinieblas p a r a que sepulcros y muchos cuerpos de Santos
por la gracia del nuevo Testam ento y la que habían muerto resucitaron. Luego
participación de l a resurrección de C r i s t o Cristo no fue el primero de los que resu
o y é s e m o s : alguna vez fuisteis tinieblas, citaron.
mas ahora luz en el Señor, n o s i n - 3.° Así como Cristo por su resurrec
sinúa en cierto m odo que el dia co- ción es causa de la nuestra, así también
mienza por la noche ; porque así « com o por su gracia es causa de nuestra gracia
y> s e c u e n t a n l o s p r i m e r o s d í a s p a s a n d o según aquello (Joan. 1, 16): de su pleni
» de l a l u z á l a noche á causa de l a f u - tud recibimos nosotros todos. Pero hay
» tura caida del h o m b r e , de la m i sm a quienes tuvieron la gracia antes de la ve
» m a n e r a se c u e n t a n e s t o s , p a s a n d o de nida de Cristo, como son todos los padres
» las tinieblas á l a luz á causa de su se- del antiguo Testamento. Luego también
» p a r a c i o n í>. A s í e s e v i d e n t e q u e a u n q u e algunos llegaron á la resurrección corpo
resucitase á m edia n o c h e , puede decirse ral antes que Cristo.
que resucitó al tercero d i a , entendiéndolo Por el contrario, dícese ( i Cor. 15,
del dia natural. P e r o ahora, puesto que 20) : Cristo resucitó de entre los muer
resucitó á l a a u r o r a , puede decirse que tos, primicias de los que duermen ( 2 ) ;
resucitó al tercer d i a , entendiendo por porque, como dice la Glosa (interl.), re
e s t o e l d i a a r t i f i c i a l q u e e s p r o d u c i d o p o r • sucitó el primero bajo el punto de vista
l a presencia del sol puesto que entonces del tiempo y de la dignidad.
el sol com enzaba á brillar. P o r esta razón Conclusión. Cristo fue el primero de
s e d i c e ( M a r c . u l t . 2 ) , q u e llegaron las los que resucitaron si se habla de la per
mujeres al sepulcro salido ya el sol, l o fecta resurrección.
c u a l n o es c o n t r a r i o á l o q u e d i c e S a n Responderemos, que la resurrección
J u a n : siendo aún de noche, c o m o d i c e es una separación de la muerte á la vida.
S a n A g u s t í n ( D e consensu Evangelist. Pero alguno es arrebatado á la muerte
1. 3 , c . 2 4 ) , « p u e s t o q u e a l c o m e n z a r e l de dos modos : 1.° solamente de la muer
'» d i a los restos d e l a s t i n i e b l a s se a m i n o - te en acto, esto es, que alguno comience
» r a n m á s cuanto m á s entra l a l u z ». E n á vivir de cualquier modo después de
c u a n t o á l o q u e d i c e S a n M a r c o s : salido haber estado muerto ; 2.° que se libre al
ya el sol, n o d e b e e n t e n d e r s e c o m o s i s e guno no solamente de la muerte, sino
le hubiera visto y a sobre l a t i e r r a , sino también de la necesidad, y lo que es más,
(1) Como dice la Iglesia en el dia de la Resurrección : (2) Se dice ademas por el Apóstol (Coloss. 1 , 1 8 ) : Yilmlstm
Aurora lucís rutilai..i es la cabeza del cuerpo de la Iglesia, que es el principio, primogé'
Сит rcx Ule forlissimus, nito de los muertos; de manera que él tiene el primado en todas las
Victor surgit de funere. cosas.
CUESTIÓN LUÍ. — ARTÍCULO IÍI.
Sobre este tema estudiaremos: 1.° Cristo después de su resurrección tuvo un cuerpo verdadero? —
2," Resucitó con la integridad del cuerpo?—3." Su cuerpo fue glorioso? — 4.° De las cicatrices que
aparecían en su cuerpo.
U) La doctrina, contenida en este artículo es contraria al (2) Pues dice la Escritura : que estando cerradas las puertai
error de los apelitas y pasionitns, qne negarcji la verdadera de la habitación en que se encontraban reunidos los discípulos, s$
earae de Jesucristo cuando resucitó. présenlo Jesús, etc.
588 CUESTIÓN LlV.—ARTÍCULOS I Y II.
otro cuerpo en el mismo lugar. Pero más son gloriosos no sean vistos, como fue da-
adelante (in supplem. C. 8 3 , a. 4), donde do milagrosamente á San Bartolomé el ser
se tratará de la resurrección en general, visto si quería, y no serlo si no quería (1).
se discutirá, si un cuerpo glorioso puede D í c e s e pues que Cristo desapareció de
tener por alguna propiedad que le es in- la vista de sus discípulos, no porque fue-
nata, la virtud de existir simultánea- ra corrompido ó resuelto en algunas cosas
mente con otro cuerpo en el mismo lugar. invisibles, sino porque por su voluntad
Mas ahora, respecto á nuesto propósito, dej ó de ser visto por ellos, ya estando él
basta decir que aquel cuerpo, no por su presente ya alejándose rápidamente por
naturaleza sino más bien por la virtud de la dote de agilidad.
la divinidad que le está unida, aunque A l 3.° que como dice San Severiano
fuese verdadero, entró cerradas las puer- en un discurso pascual (id habet Pet.
tas donde estaban sus discípulos. Por lo Chrysol. in serm. 82, ad fin.), «nadie
cual dice. San Agustín en un discurso » crea que Cristo cambió con su resurrec-
pascual (colligitur e x serm. 159. de » cion la efigie de su rostro ». L o cual
Temp.) que algunos disputan a s í : « si debe entenderse en cuanto á la delinea-
era cuerpo, si se levantó del sepulcro, lo cion de los miembros, puesto que no ha-
» que estuvo pendiente de la cruz, ¿cómo bía nada desarreglado ni deforme en el
» pudo entrar por unas puertas cerradas?» cuerpo de Cristo concebido por el Espí-
Y contesta : « si comprendes la manera, ritu Santo que debiera ser corregido en
» no es un milagro ; donde falta la razón su resurrección. Sin embargo recibió en
» allí está la edificación de la f e » . Y la resurrección la gloria de la claridad:
(sup. Joan, tract. 121) dice : « las puer- por lo que añade el mismo autor : « pero
» tas cerradas no fueron un obstáculo á » se cambia su efigie cuando se hace de
» la mole del cuei-po en el que estaba la » mortal inmortal ; de modo que adqui-
» divinidad ; como que bien pudo entrar » riese la gloria del rostro, sin haber per-
» sin que las puertas estuviesen abiertas » dido la sustancia del semblante ». Sin
» el que al nacer, dejó intacta la virgi- embargo no se apareció á aquellos discí-
» nidad de su madre ». L o mismo dice pulos bajo una forma gloriosa ; sino que
San Gregorio (in quadam homil, de oc- así como estaba en su poder el que su
tava Pascha?, 26 in E v a n g ) . cuerpo fuera ó no visto,~así también lo
A l 2.° que como se ha dicho (C. 53, estaba el que á su presencia se formase en
a. 3) Cristo resucitó á la vida inmortal la vista de los que le miraban una forma
de la gloria. Mas la disposición del cuer- gloriosa ó no gloriosa ó una forma mista
po glorioso, es que sea espiritual, es de- ó cualquiera otra. P o r otra parte basta
cir, sometido al espíritu como dice el una pequeña diferencia para que alguno
Apóstol (i. Cor. 15). Pero para que un se vea aparecer en efigie ajena.
cuerpo esté del todo sometido al espíritu,
se requiere que toda la acción del cuerpo A R T Í C U L O I I . — E I c u e r p o d e cristorc-
esté sometida á la voluntad de espíritu: s u c i t ó i n t e g r o ? (2)
mas el que algo sea visto se verifica por
la acción del objeto visible sobre la vista 1.° Parece que el cuerpo de Cristo no
como dice el Filósofo ( D e an. 1. 2 , t. 73 resucitó íntegro ; porque pertenecen á la
y 74), por lo que, todo el que* tiene un integridad del cuerpo humano la carne y
cuerpo glorificado tiene en su potestad la sangre, las que no parece haber tenido
dejarse ver cuando quiere y no ser visto, Cristo; pues se dice ( i . Cor. 15, 50): /«
cuando no quiere. Y Cristo tuvo esto, no carne y la sangre no poseerán el reino de
solamente por la condición de su cuerpo Dios. Pero Cristo resucitó en la gloria
glorioso, sino también por virtud de la del reino de Dios (3). L u e g o parece que
divinidad, por la que puede hacerse mila- no tuvo ni carne ni sangre.
grosamente que aun los cuerpos que no 2.° L a sangre es uno de los cuatrohu-
{1J Así se lee en algunos rituales antiguos del tiempo en ser de la misma naturaleza, aunque ya entonces estaba filo ' "
11
mores. S i pues Cristo tuvo sangre por nes de los discípulos que le palparon,
igual r a z ó n t u v o t a m b i é n l o s d e m á s b u - hizo en seguida sutil todo lo que pudo
mores, d e l o s c u a l e s r e s u l t a l a c o r r u p c i ó n palparse en él. S a n Gregorio desaprueba
en l o s c u e r p o s d e l o s a n i m a l e s . E n este e s t e p a r e c e r ( h o m . 26 i n E v a n g . ) , p u e s t o
caso s e g u i r í a s e q u e el c u e r p o d e Cristo que el cuerpo de Cristo después de l ar e -
fue i n c o r r u p t i b l e , lo cual es inconve- surrección no fue inmutado según aquello
niente. Luego Cristo no tuvo carne y ( R o m . 6, 9) : Cristo resucitado de los
sangre. muertos no muere ya, p o r l o q u e a q u e l
3.° E l c u e r p o d e C r i s t o , q u e r e s u c i t ó , obispo se retractó (1) á l a muerte de lo
subió a l c i e l o . P e r o e n a l g u n a s i g l e s i a s s e que h a b í a dicho. P o r q u e si no es c o n v e -
conserva a l g o de su sangre como reli- niente q u e Cristo en s u concepción haya
quias. L u e g o n o resucitó el cuerpo de recibido u n cuerpo de distinta naturaleza
Cristo en l a integridad de todas sus que l a n u e s t r a , por ejemplo, celeste como
partes. lo aseguró V a l e n t i n o , mucho m á s incon-
Por el contrario, dice el Señor ( L u c . veniente es q u e e n l a resurrección vol-
u l t 39), h a b l a n d o á s u s d i s c í p u l o s d e s p u é s viese á tomar u n cuerpo d e otra n a t u r a l e -
el espíritu no tiene
de l a r e s u r r e c c i ó n : za , puesto queen ella h a vuelto á tomar
carne y huesos, como veis que yo tengo. para l a vida inmortal el cuerpo que en su
Conclusion. Siendo perfecta la resur- concepción había tomado para su vida
rección de Cristo; su cuerpo fue absolu- mortal.
mente glorioso é íntegro cuando resucitó. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a c a r n e
Eesponderémos, q u e , c o m o s e h a d i - y l a sangre n o se t o m a n e n aquel pasaje
cho ( a . 1), e l c u e r p o d e C r i s t o e n s u r e - por l a naturaleza de l a carne y de l a
surrección fue de l a mism'a naturaleza , -
s a n g r e , sino ó p o r l a c u l p a de l a carne y
pero d e d i s t i n t a g l o r i a . P o r l o c u a l t o d o de l a sangre, como dice S a n Gregorio
lo q u e p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a d e l c u e r - ( M o r a l . 1. 14, i b i d . ) , ó p o r l a c o r r u p c i ó n
po h u m a n o , e x i s t i ó e n t e r o e n el cuerpo de l a carne y de l a sangre; porque según
de C r i s t o r e s u c i t a d o . E s e v i d e n t e e m p e r o dice S a n A g u s t í n (ad Consentium de re-
que á l a n a t u r a l e z a d e l c u e r p o humano surrectione carnis e p i s t . 205, ó 146),
pertenecen l a s c a r n e s , l o s h u e s o s , l a s a n - « no habrá allí corrupción y mortalidad
gre y o t r a s s e m e j a n t e s . P o r lo tanto to- » de l a carne y de l a sangre». L a carne
das estas cosas han existido en el cuerpo p u e s , s e g ú n s u s u s t a n c i a p o s e e e l r e i n o d e
de Cristo resucitado y deuna manera ín- D i o s s e g ú n l o q u e s e h a d i c h o ( L u c . u l t . ) :
tegra sin diminución alguna, pues en el espíritu no tiene carne y huesos c o m o
otro caso su resurrección no Imhiera sido veis que yo tengo; m a s l a c a r n e e n t e n d i d a
perfecta si no hubiera sido reintegrado de s e g ú n s u c o r r u p c i ó n , n o l e p o s e e r á ; p o r
todo lo que había caido por la muerte. e s t a r a z ó n e l A p ó s t o l a ñ a d i ó á c o n t i n u a -
P o r e s t a r a z ó n t a m b i é n el S e ñ o r p r o m e - c i ó n : ni la corrupción poseerá la incor-
tió á s u s fieles, d i c i é n d o l e s ( M a t t h . 10, ruptibilidad.
30): mas los cabellos de vuestra cabeza A l 2.° q u e , - c o m o d i c e S a n A g u s t í n
están todos contados, y ( L u c . 2 1 , 18) s e ( i n e o d e m l i b . i b i d . ) , « p u e d e s e r q u e c o n
dice : no perecerá un cabello de vuestra » ocasión de l a sangre, cualquier espíritu
cabeza. P e r o d e c i r q u e el c u e r p o d e C r i s t o » c u r i o s o é i n q u i e t o n o s i n s t a r á y d i r á :
no t u v o c a r n e y h u e s o y o t r a s p a r t e s t a - » ¿ si e n el cuerpo de Jesucristo resuci-
les n a t u r a l e s a l c u e r p o h u m a n o , perte- » tado hubo sangre, porque no también
nece a l e r r o r d e E u t i q u i o obispo de l a » pituita, esto e s , flema, hiél amarilla,
ciudad Constantinopolitana, que decía » esto e s , c ó l e r a , y hiél negra, esto e s ,
( u t . h a b e t G r e g . M o r a l . 1. 14, c , 29) q u e » melancolía, cuyos cuatro humores, se-
nuestro c u e r p o e n a q u e l l a g l o r i a d e l a r e - » gun la ciencia médica, componen el
surrección será impalpable y m á s sutil »temperamento d e l cuerpo humano?»
que l o s v i e n t o s y el a i r e ; y q u e el Señor » Pero l o s q u e á « este estremo quiereu
después d e h a b e r confirmado los corazo- » llegar guárdense de no agregar nada
» que sea también susceptible de altera-
(1J Refiere San Gregorio, que Euüques estando para morir » cion ó corrupción si quieren no c o m p r o -
agarro su piel con las manos, y delante de los amigos que lp
visitaban dijo : confieso que todos resucitaremos en esta carne. £ m e t e r la r e c t i t u d y la p u r e z a d e s u f e ;
590 CUESTIÓN LIV. — ARTÍCULOS II Y I I I .
(1) Así lo refiere San Atanasio, ú otro autor en su nombre, de igual modo sucedía después de la resurrección.
al hacer un panegírico sobre la pasión de Crislo, como consta (3) Pues se lee en el y . 44 del cap. y carta citados : líe
en el Sínodo 7, act. 4. brado cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Si hay ci
(2J De manera, que así como antes de ser glorioso se le yeía, animal, también lo hay espiritual.
CUESTIÓN LIV.—ARTÍCULOS III Y I V . 591
(1) Cristo resucitando decntrelosmuertosyammuerc ; lamuerte ñales de sus heridas y llagas, si que también de los agujeros
"»le dominara jamás. (Rom. b). en su cuerpo abiertos y patentes.
(-) Lo cual debe entenderse, no solo de los vestigios y se-
592 CUESTIÓN LIV. — ARTÍCULO IV.
(1) Es la opinión más probable y piadosa, que Jesucristo se Sin embargo la sentencia que esto n i e g a , suponiendo que
apareció á su Santísima Madre antes que á cualquiera otra Cristo resucitado se apareció primeramente á María Magda-
persona; pues parece que el Hijo debía honrar á la Madre con lena, no debe reputarse como improbable é impía.
preferencia aun de tiempo á todos tos demás cuando resucitó.
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O S II Y III. 595
(1) Dice Silvio, con alguna probabilidad, que en este tiempo (2) La primera á María Magdalena, la segunda á las ninje-
de que no habla la Escritura, permaneció Jesucristo unas res que volvían del sepulcro, la tercera á San Pedro, la cuarta
veces con la Santísima Virgen, otras con los S S . PP. que había, á los discípulos que iban á Emaus, y la quinta cuando entre
visitado en el dia de s u muerte y dado la bienaventuranza, en el cenáculo en donde se hallaban reunidos los discípulo*
según lo que escribe San Buenaventura sobre la vida de Cristo estando cerradas las puertas.
(c. 79, 81 y 92).
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 597
(1) Es sabido que, ademas de estas apariciones que se refie- (2) Por este artículo enseña el Santo Doctor, que conve-
ren en el Evangelio, hubo ciertamente otras de que nos habla nientemente Jesucristo apareció en otra efigie ; no en cuanto
c l
Apóstol (i Cor. 15), y otras, por fin, que no han llegado á esta informase su cuerpo, sino es en cuanto así se formaba
escribirse. ante los ojos de los que le miraban.
598 CUESTIÓN LV.—ARTÍCULOS IV.
(1) A este artículo puede contestarse en sentido afirma (1) De lo contrario se seguiría el sofisma que llaman los ló
d o , entendiendo por argumento una noción general que i n gicos traslación de un genero d otro genero.
cluya, no solo las razones especulativas sino también las (3) Tales señales no son más que hechos, que caen bajo los
practicas y otras señales sujetas á esperimentacion. sentidos y la esperiencia.
600 CUESTIÓN LV.—ARTÍCULOS IV Y V .
(!) Mas no aquella razón demostrativa que .siempre y en de Jesucristo examinados según tas reglas, etc.
todo caso quita el mérito, sino solo la suficiente para que (3) Si estos fueron verdaderamente ángeles ó más bien
asienta uno á ia razón que de otra manera no asentiría. Lo hombres que se presentaban á su vista, Abraham no lo debía
cual puede colegirse de lo que se dice por el Santo en este saber. De aquí el que el Apóstol (Hcb. 13, 2) dice : No ollMci'
lugar y en la 2 . - 2 te C. 2, a. 10.
a
la hospitalidad ; pues por ella se ocultaron algunos ángelesrecibidoí
(2) Sobre estos argumentos puede verse á De la Luzerne, en hospedaje.
Disertación sobre la verdad de la religion ; á Bergier, Tratado de (4)S obre las dotes ó propiedades del cuerpo glorioso habla
la religion ; á Dition, La religion probada por el solo keclio de la el Santo Doctor en la C. 85, a. 1.
muerte de Jesucristo ; á Sherlock, Los testimonios de la resurrección
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O VI.
601
méritos f u e r o n i n s u f i c i e n t e s p a r a m a n i f e s - como veis que yo tengo. 2. a
Demostró que
tar l a cualidad de la resurrección de su cuerpo era u n cuerpo h u m a n o , mani-
Cristo. festándoles la verdadera efigie que po-
5.° L o s ángeles que h a n sido testigos dían ver por sus propios ojos. 3. a
Les
de l a r e s u r r e c c i ó n p a r e c e n insuficientes demostró que era numéricamente el
por consecuencia de la diferencia que mismo cuerpo que había tenido antes
hay entre l o q u e d i c e n l o s e v a n g e l i s t a s ; descubriéndoles las cicatrices de sus he-
porque v e m o s q u e S a n M a t e o n o s m u e s - ridas ; por lo c u a l les dijo , s e g ú n se lee
tra e l á n g e l s e n t a d o s o b r e l a p i e d r a r e m o - ( L u c . u l t . 39) : ved mis manos y mis pies
vida , S a n M a r c o s n o s d e s c r i b e e l ángel que yo mismo soy. 2.° l e s m a n i f e s t ó l a
que l a s m u j e r e s v i e r o n d e s p u é s q u e en- verdad de s u resurrección por parte del
traron e n l a t u m b a , y según estos dos alma unida por segunda vez al cuerpo y
Evangelistas no h a b í a más que un solo esto p o r las obras de las tres v i d a s que
ángel, m i e n t r a s q u e S a n J u a n dice que e x i s t e n e n e l h o m b r e : 1.° por las obras
eran d o s q u e e s t a b a n s e n t a d o s ( c . 20) y de la vida nutritiva, al comer y beber
San L u c a s n o s d e s c r i b e q u e estaban de con sus discípulos, como se lee (Luc.
pié ( c . 24). L u e g o parecen inconvenien- ult.) : 2.° por las obras de l a v i d a sensi-
tes l o s t e s t i m o n i o s d e l a r e s u r r e c c i ó n . tiva al responder á los discípulos á lo
Por el c o n t r a r i o , C r i s t o q u e es l a sa- que le preguntaban y al saludar á los
biduría de D i o s dispone todas las cosas presentes, en lo que manifestaba que
con s u a v i d a d y c o n v e n i e n t e m e n t e , como v e í a y o í a : 3.° por las obras de l a vida
se d i c e ( S a p . 8). intelectiva, al hablarles y disertar sobre
Conclusión. Cristo manifestó su resur- l a s s a g r a d a s E s c r i t u r a s . Y p a r a q u e n a d a
rección de dos maneras, á saber , por me- f a l t a s e á l a p e r f e c c i ó n d e e s t a m a n i f e s t a -
dio de testimonios y de argumentos, y tal c i ó n , d e m o s t r ó t a m b i é n q u e t e n í a u n a
manifestación fue suficiente en su género. n a t u r a l e z a d i v i n a p o r e l m i l a g r o q u e
Responderemos, q u e Cristo mani- h i z o e n l a p e s c a d e l o s p e c e s y a d e m a s
festó su resurrección d'e dos modos , esto p o r q u e s u b i ó a l c i e l o á s u p r e s e n c i a ;
es, por testimonio y argumento ó por p u e s t o q u e , c o m o s e d i c e ( J o a n . 3, 13),
signo; y ambas manifestaciones fueron ninguno subió al cielo sino el que descen-
suficientes en su género. E n e f e c t o , h i z o dió del cielo, el Hijo del Hombre que
uso d e d o s c l a s e s d e t e s t i m o n i o p a r a m a - está en el cielo. T a m b i é n m a n i f e s t ó á s u s
festar s u r e s u r r e c c i ó n á s u s d i s c í p u l o s , y discípulos la gloria de la resurrección,
ni e l u n o n i e l o t r o p u e d e s e r d e s e c h a d o . por haber e n t r a d o á d o n d e se hallaban
E s el p r i m e r o d e e l l o s e l d e l o s ángeles estando las puertas cerradas; porque se-
que a n u n c i a r o n á l a s s a n t a s mujeres la g ú n lo que dice San Gregorio (in hom.
resurrección, c o m o consta por todos los 26 in E v a n g . ) , « el Señor dio á palpar
E v a n g e l i s t a s (1); es otro el testimonio » su carne l a c u a l entró con las puertas
de l a s Sagradas Escrituras de que se » cerradas, p a r a manifestar que su cuerpo
sirvió p a r a l a m a n i f e s t a c i ó n d e s u resur- » después de la resurrección era de la
rección c o m o s e d i c e ( L u c . u l t . ) También » misma naturaleza y de otra gloria».
los a r g u m e n t o s fueron suficientes para Asimismo también pertenecía á la pro-
manifestar l a v e r d a d e r a y g l o r i o s a r e s u r - piedad de l a gloria el haber desaparecido
rección. E n e f e c t o m a n i f e s t ó que la re- súbitamente de su vista, c o m o se dice
surrección e r a v e r d a d e r a , p r i m e r o , por ( L u c . ult.), p u e s t o q u e p o r esto m o s t r a b a
parte d e l c u e r p o , y l o h i z o de tres ma- que estaba en su poder ser visible ó i n -
n e r a s ; 1.a
P r o b ó que su cuerpo era ver- visible, lo cual pertenece á la condición
dadero y sólido, que no era u n cuerpo del cuerpo glorioso, como se ha dicho
fantástico ó r a r o c o m o e l a i r e y lo hizo (C. 54, a. 1 al 2° y a. 3 al 1.°)
dándole á p a l p a r ; p o r e s t a r a z ó n d i c e el A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que aunque
mismo (Luc. ult. 39) : palpad
y ved, c a d a uno de los argumentos no bastase
porque el espíritu no tiene carne y huesos para manifestar perfectamente la resur-
rección de Cristo, sin embargo tomados to-
(1) A saber, San Maleo (c. 28, v . 5), San Marcos (c. 10, dos á l a vez, manifiestan perfectamente l a
7' ) , San Lúeas (c. 24, v. 4) y San Juan, aunque de un modo
5
C U E S T I Ó N LYI.
De la causalidad de la resurrección de Cristo.
Vamos á tratar de la causalidad de la resurrección 'deCristo, en los dos artículos siguientes: 1.° La
resurrección de Cristo es causa de la nuestra? 2.° La resurrección de Cristo es causa de nuestra
justificación?
flj Otros l e e n , con aquel. Esta última adición se contiene (2) De aquí aquello de la Escritura : Ciertamente todos resu-
implícitamente en varios otros lugares del mismo Apóstol. citaremos, mas no lodos seremos inmutados.
C U E S T I Ó N LYII.
De la ascensión de Cristo.
l.°Fue conveniente que Cristo ascendiese? —2.° Según qué naturaleza le conviene la ascensión? —
3,° Ascendió por su propia virtud ? — 4." Ascendió sobre todos los cielos corpóreos? — o.° Ascendió
sobre todas las criaturas espirituales.—6.° Del efecto de la ascensión?
ARTÍCULO I. — F u e c o n v e n i e n t e q u e 4.° C o m o d i c e S a n G r e g o r i o ( M o r a l .
Cristo a s c e n d i e s e ? (1) 1 . 14, c . 2 9 ) , e l c u e r p o d e C r i s t o e n
nada cambió después de su resurrección.
1.° P a r e c e q u e n o f u e c o n v e n i e n t e P e r o n o s u b i ó a l c i e l o i n m e d i a t a m e n t e
que C r i s t o a s c e n d i e s e ; p o r q u e d i c e e l d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n , p u e s t o q u e e l
F i l ó s o f o ( D e c o e l o 1. 2 , t . 6 5 y 6 6 ) , q u e m i s m o d i c e d e s p u é s d e e l l a ( J o a n . 20,
«cosas q u e e x i s t e n d e l a m e j o r m a n e r a 17): aun no he subido á mi Padre. L u e g o
» poseen su b i e n sin m o v i m i e n t o ». P e r o p a r e c e q u e n id e b i ó a s c e n d e r d e s p u é s d e
Cristo b a e x i s t i d o d e l a m a n e r a m á s e s - l o s c u a r e n t a d i a s .
celente, p u e s t o q u e s e g ú n l a n a t u r a l e z a Por e l contrario, d i c e e l S e ñ o r ( J o a n .
d i v i n a é l e s e l s o b e r a u o b i e n y s e g ú n s u 20, 17): subo á mi Padre y vuestro Pa-
naturaleza h u m a n a h a sido s o b e r a n a - dre (2).
mente g l o r i f i c a d o . L u e g o t i e n e s u b i e n sin Conclusión. El que Cristo subiese al
movimiento. M a s l aascensión es u n m o - cielo después de su resurrección fué muy
vimiento. L u e g o n o f u e c o n v e n i e n t e q u e conveniente atendiendo á que principiaba
Cristo a s c e n d i e s e . después de ella su vida inmortal.
2.° T o d o l o q u e s e m u e v e , s e m u e v e Responderemos, q u e e l l u g a r d e b e s e r
por c a u s a d e a l g o m e j o r . P e r o n o f u e p r o p o r c i o n a d o a l o b j e t o c o l o c a d o . P e r o
mejor á C r i s t o e s t a r e n e l c i e l o q u e e n Cristo comenzó por l aresurrección una
la t i e r r a , p o r q u e é l n a d a a c r e c i ó p o r e n - v i d a i n m o r t a l é i n c o r r u p t i b l e . P o r o t r a
trar e n e l c i e l o , n i e n c u a n t o a l a l m a n i p a r t e e l l u g a r e n q u e n o s o t r o s h a b i t a m o s
en c u a n t o a l c u e r p o . L u e g o p a r e c e q u e es e ll u g a r de l a g e n e r a c i ó n y de l a c o r -
Cristo n o d e b i ó s u b i r a l c i e l o . r u p c i ó n , m i e n t r a s q u e e ll u g a r celeste e s
3.° E l H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a l e z a u n l u g a r d e i n c o r r u p c i ó n . P o r l o t a n t o n o
liumana p a r a n u e s t r a s a l u d . P e r o m á s f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o p e r m a n e c i e s e
saludable h u b i e r a sido álos h o m b r e s q u e después d e l aresurrección en l a tierra;
h u b i e r a v i v i d o s i e m p r e c o n n o s o t r o s e n y sifué conveniente que subiese al cielo.
la t i e r r a , p o r l o q u e é l m i s m o d i j o á s u s A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que e l ser
d i s c í p u l o s ( L u c . 1 7 , 2 2 ) : vendrán dias, m e j o r q u e p o s e e s u b i e n s i n m o v i m i e n t o ,
cuando deseareis ver un dia del Hijo del e s e l m i s m o D i o s , p u e s t o q u e e s e n t e r a -
hombre y no lo veréis. L u e g o p a r e c e q u e m e n t e i n m u t a b l e , s e g ú n a q u e l l o ( M a l a c h .
n o f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o s u b i e s e a l 3 , 6 ) : yo soy el Señor, y no me mudo.
cielo. P e r o toda criatura e smutable d e algún
(1) El Doctor angélico, partiendo del principio de fe de que (2) San Marcos (16, 19,1 : Eí Señor después que les habló fuere-
"slo real y verdaderamente subió al cielo, viene á probar la cibido arriba en el cielo.
conveniencia de este hecho.
CUESTIÓN L V I I . — ARTICULO I.
m o d o , c o m o c o n s t a p o r S a n A g u s t í n ( s u » n o v e n y c r e e n . L u e g o s e r á vuestra
p e r G e n . a d l i t t . 1, 8 , c . 1 4 ) . Y p u e s t o » j u s t i c i a d e l a q u e e l m u n d o s e r á a r
que l a naturaleza q u ee lHijo d e Dios í> g ü i d o e n q u e h a b r é i s c r e i d o e n m í sin
tomó permaneció criatura, como consta » v e r m e ». 2.° P a r a escitar l a esperanza:
d e l o q u e s e h a d i c h o ( C . 2 , a . 1 y a . 7 p o r l o q u e d i c e e l m i s m o ( J o a n . 1 4 , 3);
a l 1 ) , n o e s i n c o n v e n i e n t e s i s e l e a t r i sime fuere y os aparejase lugar, vendré
buye algún movimiento. otra vez y os tomaré á mí mismo, para
A l 2 . ° q u e p o r h a b e r s u b i d o C r i s t o a l que en donde yo estoy, estéis también vos
c i e l o , n a d a l e a c r e c i ó e n c u a n t o á l o q u e otros ; p u e s p o r l o m i s m o q u e C r i s t o co
e s d e l a e s e n c i a d e l a g l o r i a , y a s e g ú n e l l o c ó e n e l c i e l o l a n a t u r a l e z a h u m a n a que
c u e r p o y a s e g ú n e l a l m a , s i n e m b a r g o t o m ó , n o s d i o l a e s p e r a n z a d e llegar á
ganó algo e n cuanto álaconveniencia d e é l ; p o r q u e donde quiera que estuviese el
lugar, lo cual pertenece al bienestar d e cuerpo, allí se congregarán las agíalas,
la g l o r i a , n o p o r q u e s uc u e r p o adquiriese c o m o s e d i c e ( M a t t h . 2 4 , 2 8 ) . P o r lo
d e l c u e r p o c e l e s t i a l a l g o d e p e r f e c c i ó n ó c u a l s e d i c e ( M i c h . 2 , 1 3 ) : subirá de
conservación, sino solamente p o r cierta lante de ellos el que les abrirá el camino.
conveniencia. M a s esto pertenecía d e 3.° P a r a e s c i t a r e l a m o r d e l a c a r i d a d á
a l g ú n m o d o á s u g l o r i a , y ' d e e s t a c o n v e l a s c o s a s d e l c i e l o . D e d o n d e d i c e el
n i e n c i a t u v o a l g ú n g o z o , n o c o m o s i h u A p ó s t o l ( C o l o s s . 3 , 1 ) : buscad las cosas
b i e s e c o m e n z a d o á g o z a r d e u n a c o s a que son de arriba en donde está Cristo
n u e v a c u a n d o s u b i ó a l c i e l o , s i n o p o r q u e sentado á la diestra de Dios. Pensad en
se regocijó d e u n m o d o n u e v o d e ello las cosas de arriba, no en las de la tierra;
c o m o c o s a c u m p l i d a . P o r l o q u e s o b r e c o m o s e " d i c e ( M a t t h . 6 , 2 1 ) : en donde
a q u e l l o ( P s . 1 5 : Delectationes in dex está tu tesoro, allí está también tu cora
tera tua tisque ad jínem) d i c e l a G l o s a zón. Y p u e s t o q u e e l Es p í r i t u S a n t o es
( O r d . i m p l i c . ) <r l a d e l e c t a c i ó n y l a a l e e l a m o r q u e n o s l l e v a á l a s c o s a s celes
i> g r í a s e r á n e n m í c u a n d o e s t é s e n t a d o t i a l e s , p o r e s o e l S e ñ o r d i c e á s u s d i s c í
x> c e r c a d e t í y s u s t r a í d o á l a s m i r a d a s p u l o s ( J o a n . 1 6 , 7 ) : conviene á vosotros
i> d e l o s h o m b r e s » . que yo me vaya, porque sino me fuese,
A l 3 . ° q u e , a u n q u e l a p r e s e n c i a c o r no vendrá á vosotros el consolador , mas
p o r a l d e C r i s t o f u e a r r e b a t a d a á l o s fie si me fuere os lo enviaré ; e s p l i c á n d o lo
l e s p o r l a a s c e n s i ó n , s i n e m b a r g o l a p r e c u a l d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . J o a n , tract.
s e n c i a d e s u d i v i n i d a d s i e m p r e p e r m a n e 9 4 ) : « n o p o d é i s r e c i b i r e l E s p í r i t u en
ce e n ellos, según lo que dice él mismo >> S a n t o t a n t o q u e p e r s i s t í s e n c o n o c e r
( M a t t h . u l t . 2 0 ) : mirad que yo estoy con » á C r i s t o s e g ú n l a c a r n e ( 1 ) . P e r o a l des
vosotros todos los dias hasta la consuma » c e n d e r C r i s t o c o r p o r a l m e n t e , n o sola
ción del siglo ; p o r q u e a l s u b i r a l c i e l o , » m e n t e e l E s p í r i t u S a n t o s i n o t a m b i é n
n o d e j ó a b a n d o n a d o s á l o s q u e a d o p t ó , i) e l P a d r e y e l H i j o e s t u v i e r o n p r e s e n
como dice el P a p a S a n L e ó n (serm. 2 » tes e n ellos espiritualmente».
de P e s u r r e c t . c . 3 ) .P e r o l a m i s m a a s A l 4 . ° q u e , a u n q u e f u e r a congruente
censión d e Cristo alcielo, que nos privó á C r i s t o r e s u c i t a d o á l a v i d a i n m o r t a l el
d e s u p r e s e n c i a c o r p o r a l , n o s f u e m á s l u g a r d e l c i e l o , s i n e m b a r g o d i f i r i ó su
ú t i l q u e l o h u b i e r a s i d o s u p r e s e n c i a c o r a s c e n s i ó n , p a r a q u e f u e r a c o m p r o b a d a la
p o r a l ; l . ° á c a u s a d e l a u m e n t o d e l a f e , v e r d a d d e l a r e s u r r e c c i ó n . A s í e s q u e se
q u e t i e n e p o r o b j e t o l o q u e n o s e v e . P o r d i c e ( A c t . 1 , 3 ) q u e se mostró á sus dis
este m o t i v o dice e l S e ñ o r m i s m o ás u s cípulos vivo después de su pasión con mu
discípulos (Joan. 16) q u e e l E spíritu chas pruebas durante cuarenta dias /.so
S a n t o , cuando él viniese, argüirá al b r e l o q u e o b s e r v a l a G l o s a ( o r d i n . ) q u e ,
mundo de justicia, e s d e c i r , d e l o s q u e p u e s t o q u e h a b í a e s t a d o m u e r t o durante
c r e e n ; c o m o d i c e S a n A u s t i n ( s u p . J o a n , c u a r e n t a h o r a s , c o n f i r m a q u e e s t á vivo
t r a c t . 9 5 ) ; « p o r q u e l a c o m p a r a c i ó n m i s d u r a n t e c u a r e n t a d i a s ; ó p o r l o s cua
» m a d e l o s fieles e s l a v i t u p e r a c i ó n d e r e n t a d i a s p u e d e e n t e n d e r s e e l t i p o (2)
» l o s infieles » ; p o r esta r a z ó n añade:
« puesto q u e m e v o y á m i Padre y n o (1) Aludiendo á lo que dice el Apóstol (n Cor. ¿ , ' ^ ) '
Aunque conocimos á Cristo según lacarne, masalioraya wlovci№'
» m e veréis y a . Bienaventurados l o s que (2) Otros leen tiempo.
CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS I Y II. 609
del s i g l o presente durante el que Cristo ber : la condición del que asciende y la
vive e n l a I g l e s i a ; ó bien p o r q u e el hom- causa de la ascensión. Si designa la con-
bre q u e consta de cuatro elementos, es dición del que asciende, entonces el as-
instruido contra la transgresión del D e - cender no puede convenir á Cristo según
cálogo. la condición de la naturaleza divina ; y a
porque nada hay más elevado que la di-
(1) Aquí el Sanio nos enseña, que Cristo subió al cielo en (2) Es decir, no por virtud natural que proceda d é l o s prin-
cuanto á la naturaleza humana ; lo cual es conforme con las cipios de la naturaleza del hombre ; puesto que es cosa clara
palabras del Concilio lateranense : Bajó d los infiernos, resucité según la mente también del Santo, que Cristo no subió al
'ü adre los muertos, suiió al cielo ; pero descendió con el alma, re- cielo de tal manera.
sucitó ca la carne y ascendió igualmente cotí la carne y con el aliña.
SpMA TEOLÓGICA.—TOMp IV. 30
610 CUESTIÓN L V I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
(1) S e dice aquí propia virtud de Cristo, en cuanto era di- los filósofos antiguos una luz nacida del cielo sideral, o c
vina por ser Dios verdadero, y también en cuanto humana en talino, ó empíreo, se intentaba esplicar la union del alma
razón á las propiedades de que gozaba su alma glorificada. el cuerpo.
(2) Con el nombre de quinta esencia, por la que entendían
CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS III Y IV. 611
(I) Aunque todavía no está resuelta la cuestión de si los vimiento sucesivo y continuo.
cuerpos pueden moverse instantáneamente-, ni sea improbable (2) El que Cristo penetró hasta lo más íntimo de los cielos
a parte afirmativa; sin embargo, es lo niás probable, como hasta ponerse en el lugar supremo de todas las cosas, se de-
o'cen algunos, que Cristo subió al cielo por medio de un mo- duce de las Escrituras.
612 CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS IV Y V .
(1) No se dice, que Cristo subió y se colocó sobre los cielos (Sent. 3 , dist. 22, C 3 , a. 3).
en cuanto se pusiese fuera del cielo empíreo; sino es en cuanto (2) Otros leen, puedan'eslar dos cuerpos.
ocupó la parte más alta de este cielo. V . á Santo Tomás
CUESTIÓN LVI1. — ARTÍCULOS V Y VI. 613
C U E S T I Ó N LYIII.
Del asiento de Cristo á la diestra del Padre.
].° Se sienta Cristo á Indiestra de Dios Padre? 2.° Le conviene esto según la naturaleza divina
3° Le conviene según la naturaleza humana? 4.° Es esto propio de Cristo?
y> derecha, porque allí no hay miseria al- sup. Ps. 109), «la potestad judicial».
» guna ». Pero la palabra sessio asiento, como se
Al 3.° que, como dice San Gregorio ha dicho (a. 1) indica ya la habitación, y a
(in hom. Ascens. 29 in Evang.), pertene- la dignidad real ó judicial. Por esta razón
ce al que juzga el estar sentado y al que sentarse á la diestra del Padre, no es
combate ó al que ayuda estar de pié. otra cosa que tener simultáneamente con
Luego San Esteban, colocado en lo rudo
del combate, vio en pie á uno que le ayu- (l) Porque tiene al igual que el Padre la gloria de la divi-
nidad, la beatitud y la potestad judicial según se ha mani-
daba. Pero San Marcos nos le describe festado .
CUESTIÓN L V I I I . <— A R T Í C U L O S II Y I I I . 617
el P a d r e l a g l o r i a d e l a d i v i n i d a d , y l a h o m b r e , p o r q u e dice S a n J u a n D a m a s -
la b i e n a v e n t u r a n z a y e l p o d e r j u d i c i a l y c e n o ( O r t h . fid. 1. 4, c . 2, ce l l a m a m o s
poseer e s t a s c o s a s i n m u t a b l e m e n t e y á » diestra d e l P a d r e l a gloria y el honor
modo de r e y . P e r o e s t o c o n v i e n e a l H i j o B de D i o s » . P e r o el honor y l a gloria d e
de Dios c o n s i d e r a d o c o m o t a l . P o r l o la divinidad n o convienen á Cristo c o m o
tanto es e v i d e n t e q u e C r i s t o , c o n s i d e r a d o hombre. L u e g o parece q u e Cristo, como
como D i o s , e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l hombre n o está sentado á la diestra del
P a d r e ; sin e m b a r g o , d e m o d o q u e e s t a Padre.
proposición ad, q u e e s t r a n s i t i v a (1), i m - 2.° E s t a r s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l q u e
porta l a s o l a d i s t i n c i ó n p e r s o n a l y e l or- r e i n a , p a r e c e escluir l a sumisión, puesto
den del o r i g e n ; p e r o n o e l g r a d o d e n a - que el q u e se sienta á la diestra del que
turaleza ó d e d i g n i d a d , q u e e s n u l o e n l a s r e i n a , reina con él e n cierto modo. Y
personas d i v i n a s , c o m o s e h a d e m o s t r a d o Cristo como hombre esta sometido al
en la p r i m e r a p a r t e ( C . 42, a. 3). P a d r e , s e g ú n s e d i c e ( i . C o r . 15). L u e g o
Al a r g u m e n t o 1 . ° d i r e m o s , q u e e l H i j o parece q u e Cristo como hombre n o está
de Dios es l l a m a d o l a d i e s t r a d e l P a d r e á la diestra del P a d r e .
apropiadamente, a l m o d o c o n q u e t a m - 3.° S o b r e a q u e l l o ( R o m . 8) : qui est
bién es l l a m a d o l a v i r t u d d e l P a d r e ; p e r o ad dexteram Dei, e s p o n e l a G l o s a ( i n t e r l .
la diestra d e l P a d r e , s e g ú n l a s t r e s s i g - e t o r d . A m b r o s . ) , e s t o e s , ce i g u a l a l P a -
nificaciones p r e d i c h a s , e s a l g o c o m ú n á » dre en el h o n o r , p o r el q u e el P a d r e es
las tres p e r s o n a s . 2> D i o s » ; ó á l a d i e s t r a d e l P a d r e , e s t o
Al 2.° q u e C r i s t o c o m o h o m b r e h a s i d o e s , í en los bienes m á s escelentes de
elevado a l h o n o r d i v i n o q u e s e d e s i g n a a l » D i o s ». Y s o b r e a q u e l l o ( H e b r . 1):
decir q u e e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e Sedet ad dexteram majestatis in excelsis,
Dios P a d r e ; m a s n o o b s t a n t e a q u e l h o n o r la G l o s a ( i n t e r l . ) a ñ a d e , ce q u e es i g u a l
divino c o n v i e n e á C r i s t o , e n c u a n t o e s » al P a d r e en lugar y e n dignidad sobre
Dios, no p o r a s u n c i ó n a l g u n a s i n o p o r o r í - » todas las c o s a s » . P e r o ser igual á
gen e t e r n o . Dios n o conviene á Cristo, como hombre;
Al 3.° q u e e n m a n e r a a l g u n a p u e d e d e - p u e s s e g ú n e s t o d i c e e l m i s m o ( J o a n . 14
cirse q u e e l P a d r e s e s i e n t a á l a d i e s t r a 28) : mayor que yo es el Padre. Luego
del Hijo ó d e l E s p í r i t u S a n t o ; p u e s t o parece que estar sentado á l a diestra del
que el H i j o y e l E s p í r i t u S a n t o t r a e n e l P a d r e n o conviene á Cristo considerado
origen d e l P a d r e y n o a l c o n t r a r i o . P e r o como hombre.
puede d e c i r s e c o n p r o p i e d a d q u e e l E s p í - P o r e l c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t í n ( i n
ritu S a n t o e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l serm. D e S y m b o l o scilicet D e s y m b o l o
Padre ó d e l H i j o , s e g ú n e l s e n t i d o p r e d i - 1. 2, c. 7) : «. e n t e n d e d p o r l a m i s m a d i e s -
cao, a u n q u e s e g ú n c i e r t a a p r o p i a c i ó n s e » t r a el p o d e r q u e r e c i b i ó d e D i o s a q u e l
atribuya a l H i j o , a l q u e s e a p r o p i a l a » hombre que Dios h a tomado, de modo
igualdad, c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e » q u e el q u e h a b í a venido primero p a r a
doctr. C h r i s t . 1.4, c , 5) q u e ce e n el P a d r e » s e r j u z g a d o , v e n g a d e s p u é s á j u z g a r ».
está la u n i d a d , e n el H i j o l a i g u a l d a d , C o n c l u s i ó n . Cristo, en cuanto Dios,
s
0) La preposición transitiva ad denota dos cosas , la distin- (2) Contesta afirmativamente el Santo Doctor, según
"°" l' 'sonal sola, ó solo el orden del origen ; mas como entre
c
aquello del Apocalipsis ( v ) . aDignus est Agnus qui occisas est
las personas divinas no hay más distinción que la personal, acctpcrc virtutem el divinilatem , ct saplcntlam, el forlitudinem, et
ninias orden qm; el del origen, (le aquí que la preposición ad honorem, et gloriam, ct benedictionem. Orntles audivi dicentes sc-
«signe necesariamente la sola distinción personal y el solo dcnli in throno et agno : Ucnedlclio, et honor, et gloria et poteslas.
«rten del origen. Asi el Cardenal Cayetano.—M. Ll. in scecula sceculorum.n
618 CUESTIÓN LVÍII. — ARTÍCULOS III Y I V .
(1) Porque solo á Cristo, á diferencia de las demás criatu- los mejores bienes del Padre comunicables á la criatura según
ras, conviene ser igual al Padre según la divinidad, y ser en la humanidad : (C. Cayetano Coment. á este lugar.—M. Ll.
C U E S T I Ó N LIX.
1.° La potestad judicial debe seratribuida á Cristo ? — 2." Le conviene según que es hombre?-!)."
La consiguió por sus méritos ? — 4.° Su potestad j udicial es universal respecto á todos los hombres?
5.° Independientemente del juicio que hace en este tiempo, debe esperarse de él otro juicio univer-
sal?—6.° Su potestad judicial se estiende también á los ángeles? De la ejecución del juicio final se
tratará más convenientemente cuando considerémoslo perteneciente al fin del mundo (in Supplem.
C 88 y 89), pero ahora basta tratar sólo las cosas que pertenecen á la dignidad de Cristo.
l a r i o ( D e T r i n . 1. 2 ) , « e n e l P a d r e e s t á s e f o r m a e l j u i c i o : p o r e s t o se dice
la eternidad. » L u e g o se debe atribuir l a ( E c c l i . 1 1 , 1) : el juez sabio juzgará a
potestad judicial más bien al P a d r e , que su pueblo. L a s d o s p r i m e r a s condiciones
á Cristo. s e p r e e x i g e n p a r a e l j u i c i o ; m á s la ter-
3.° P a r e c e q u e e l j u z g a r e s p r o p i o d e l c e r a , p r o p i a m e n t e h a b l a n d o , e s aquella,
mismo d e quien lo es el argüir.. Y el c o n a r r e g l o á l a c u a l s e considera la
argüir pertenece al Espíritu Santo; pues f o r m a d e l j u i c i o , p u e s t o q u e l a razón
d i c e e l S e ñ o r ( J o a n . 16, 8) : cuando él m i s m a d e l j u i c i o e s l a l e y d e l a sabiduría
viniere, e s t o e s , el Espíritu Santo, ar- ó d e l a v e r d a d s e g ú n l a c u a l s e juzga. 1
güirá ál mundo de pecado y de justicia y p u e s t o q u e e l H i j o e s l a s a b i d u r í a engen-
de juicio. L u e g o l a p o t e s t a d j u d i c i a l m á s d r a d a y l a v e r d a d p r o c e d e n t e d e l Padre
debe atribuirse al Espíritu S a n t o , q u e á y q u e l e r e p r e s e n t a p e r f e c t a m e n t e , por
Cristo. e s t o se" a t r i b u y e p r o p i a m e n t e l a potestad
(íj La palabra especialmente (specialiter) se toma aquí en (2) Porque el Hijo de Dios es la sabiduría engendrada
su sentido propio, es decir, escluyendo á las demás personas es propio de la sabiduría formar el juicio, ó ser la razón deel.
divinas,
CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULOS I Y II, 621
conviene que tenga en cuanto hombre la tos, así también juzga á l o s h o m b r e s por
potestad judicial. el h o m b r e Cristo para q u e e l j u i c i o sea
Responderemos, q u e el Crisóstomo más suave á l o s h o m b r e s . P o r l o q u e dice
(sup. J o a n . h o m . 38) parece opinar que e l A p ó s t o l ( H e b r . 4, 15) : no tenemos un
la potestad judicial no conviene á Cristo Pontífice que no pueda compadecerse de
según que es hombre, sino según que es nuestras enfermedades : mas tentado en
Dios. P o r esta razón esplica en este sen- todas cosas á semejanza nuestra excepto
tido el pasaje de S a n Juan que acaba- elpecado. Pues lleguemos confiadamente
mos d e citar : le dio la potestad de juz- al trono de la gracia. 2. P o r q u e e n el a
gar ; y después añade : « puesto que es juicio final como dice S a n A g u s t í n (sup,
» el Hijo del hombre, no te admires de Joan, tract. 23), será l a r e s u r r e c c i ó n de
» esto, porque no por ser hombre recibió los cuerpos muertos que Dios resucitará
» la potestad de juzgar, sino que es juez por medio del Hijo del hombre; como
» p o r ser el H i j o inefable d e D i o s ». M a s , por Cristo mismo resucita l a s a l m a s , en
puesto que lo que se decía era dema- cuanto es el Hijo de Dios. 3.° Porque,
siado elevado para referirse al hombre, como dice S a n Agustín (in lib. D e ver-
por eso desechando esta opinipn dijo : bis D o m i u i , s e r m . u l t . c . 7), e r a j u s t o que
ceno os admiréis, puesto que es el Hijo los que debían ser juzgados, v i e s e n su
» del hombre : porque el mismo es tam- juez. Pero los que debían s e r juzgados
il b i e n el Hijo de Dios» ; lo cual prueba eran los buenos y los malos. Luego fal-
por el efecto de la resurrección; por esto taba q u e e n el juicio se m o s t r a s e b a j o la
añade : puesto que viene la hora en que forma del siervo á l o s b u e n o s y á l o s ma-
todos los que están en las tumbas oirán los y que conservase la forma d e Dios
la voz del Hijo de Dios. D e b e s a b e r s e , para solos los buenos.
no obstante, que aunque en Dios perma- A l argumento 1.° d i r e m o s , q u e e l juicio
nezca la primitiva autoridad de juzgar, se pertenece á la verdad c o m o su regla ; pero
confía por Dios á los hombres la potes- pertenece al hombre q u e e s t á i m b u i d o eu
tad de juzgar respecto de los que están la verdad, según que es u n o en cierto
sometidos á s u jurisdicción. P o r lo cual se modo con la misma verdad, como cierta
dice (Deuter. 1, 16): juzgad lo que es ley y cierta justicia animada. E s t o es
justo y d e s p u é s s e a ñ a d e : porque el juicio lo q u e hace decir á S a n Agustin, según
es de Dios, e s t o e s , la autorización con el A p ó s t o l el hombre espi-
(i Cor. 2,15) :
que juzgáis. Pero se h a dicho ( C . 8, a. 1 ritual juzga todas las cosas. P e r o e l alma
y 3), q u e Cristo, aun en la naturaleza de Cristo estuvo m á s unida á l a verdad
humana, es la cabeza de toda la Iglesia que las demás criaturas y m á s l l e n a de
y que Dios sometió todo bajo sus pies. ella según S a n Juan (1, 14) : le vimos
Por consiguiente le pertenece, como hom- lleno de gracia y de verdad. Y s e g ú n
bre, tener la potestad judicial. E s t a e s l a e s t o , p e r t e n e c e p r i n c i p a l m e n t e a l a l m a de
causa porque S a n Agustín (tract. 19 in Cristo juzgar todas las cosas.
Joan) dice que el predicho pasaje del A l 2.° q u e e s p r o p i o d e s o l o D i o s hacer
Evangelista debe entenderse a s í : « le di bienaventuradas las almas p o r s u parti-
» potestad de juzgar puesto q u e él e s e l cipación , y conducir á l o s h o m b r e s á la
»Hijo del hombre » , no por causa de la beatitud-: conviene á C r i s t o e n c u a n t o es
condición de su naturaleza, puesto que cabeza y a u t o r d e l a s a l u d d e e s t o s según
e n e s t e c a s o <r t o d o s l o s h o m b r e s tendrían aquello ( H e b r . 2, 10): el que había de
» tal potestad», como objeta S a n Cri- llevar muchos hijos á la gloria consumase
sóstomo (ibid); sino q u e esto pertenece por la pasión el autor de la salud de ellos.
á la gracia de la cabeza que Cristo recibió A l 3.° q u e c o n o c e r l o s s e c r e t o s d e los
en la naturaleza humana. L a potestad corazones y juzgar, pertenece p o r si a
judicial le conviene á Cristo de esta m a - Dios solo ; pero p o r c o n s e c u e n c i a de la
nera según la naturaleza h u m a n a por tres acción de la divinidad s o b r e e l a l m a de
motivos : 1.° por la conveniencia y afini- Cristo le conviene también conocer y juz-
d a d del mismo con los hombres, pues así g a r l o s a r c a n o s d e l o s c o r a z o n e s , c o m o se
como Dios obra por medio de las causas ha dicho a l t r a t a r d e l a c i e n c i a d e Cristo
m e d i a s , como las más cercanas á los efec- (C. 10, a. 2). P o r e s o s e dice (Rom. %
CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULOS I I , III Y I V . 623
16) : en el dia en que Dios juzgará las » culpables el que ha sido falsamente
cosas ocultas de los hombres.... por Jesu- » acusado ».
cristo (l). Conclusión. Aunque la potestad judi-
cial sea debida á Cristo por causa de su
A R T Í C U L O III. — cristo a l c a n z ó por persona divina y dignidad de cabeza, y
sus m é r i t o s l a p o t e s t a d j u d i c i a l ? plenitud de gracia, la mereció sin em-
bargo , para ser juez según la justicia de
l.° Parece que Cristo no alcanzó por Dios, que peleó y venció por la justicia.
sus méritos la potestad judicial: porque Responderemos, que nada impide que
esta potestad resulta de la dignidad real una sola y misma cosa sea debida á uno
según aquello (Prov. 20, 8) : el Rey que por causas diversas ; como la gloria del
se sienta sobre el trono de justicia , con cuerpo que resucita fue debida á Cristo
una mirada suya disipa todo mal. Pero no solo por la congruencia de la divini-
Cristo obtuvo la dignidad real sin méri- dad y por causa de la gloría del alma,
tos, pues le compete por lo mismo que es sino también por el mérito de la humil-
unigénito de Dios ; porque se dice ( L u c . dad de la pasión. E igualmente debe de-
1,32) : le dará el Señor Dios el trono de cirse que la potestad judicial compete al
David su Padre y reinará, en la casa de hombre Cristo, ya por la persona divina
Jacob por siempre. L u e g o Cristo no ob- y a por la dignidad de cabeza, ya por la
tuvo por sus méritos la potestad judicial. plenitud de su gracia habitual ; y sin em-
2.° Como se ba diebo (a. 2 ) , la potes- bargo también la obtuvo por mérito (3),
tad judicial compete á Cristo en cuanto esto e s , de modo que conforme á la jus-
es nuestra cabeza. Y la gracia de cabe- ticia de Dios fuera juez el que combatió
za no compete á Cristo por sus méritos por ella y venció y fue juzgado injusta-
sino que resulta de la uuion personal de mente. P o r lo que dice el mismo ( A p o c . 3,
la naturaleza divina y lmmaua, según 21) : yo también he vencido y me he sen-
aquello (Joan. 1, 14) : vimos la gloria de tado con mi Padre en su trono. Pero por
él,gloria como de Unigénito del. Padre, el trono se entiende la potestad judicial
lleno de gracia y de verdad y de su ple- según aquello ( P s . 9, 5): te sentaste so-
nitud recibimos nosotros todos, lo cual per- bre el trono tu que juzgas la justicia.
tenece á la razón de cabeza. Luego pa- A l argumento 1.° diremos, que aquel
rece que Cristo no tuvo la potestad j u - razonamiento procede de la potestad j u -
dicial por sus méritos. dicial según que se debe á Cristo por la
3.° Dice el Apóstol ( i Cor. 2, 1 5 ) : el unión misma al Verbo de Dios.
espiritual juzga todas las cosas. Pero el A l 2.° que aquel razonamiento procede
hombre se hace espiritual por la gracia de parte de la gracia, según que es
que no proviene de los méritos ; pues de cabeza.
otra manera la. gracia, ya no sería gracia, A l 3." que aquel razonamiento procede
como se dice (Rom. 11, 6). Luego parece de parte de la gracia habitual que perfec-
que la potestad judicial no conviene ni á ciona el alma de Cristo. Sin embargo,
Cristo ni á otros por los méritos sino por porque la potestad judicial se deba á
sola la gracia. Cristo de estas maneras, no se escluye
Por el contrario, dícese ( J o b . 36, 17): que se le deba por mérito.
tu causa, ha sido juzgada como la de un
impío ; ganarás la causa y sentencia : y ARTÍCULO IV.— ¿ i « potestad judi-
San Agustín dice (in l. De verbis Do- c i a l c o n v i e n e a C r i s t o e n c u a n t o á t o d a s l a s
mini serva, ult. c. 7 ) : « s e sentará como c o s a s h u m a n a s ? (4)
"juez el que ha comparecido para ser
juzgado; condenará álos verdaderos (2) 1.° Parece que la potestad judicial no
(1) Consúllese acerca esta cuestión el suplemento (quíest. (•I) Son varios los testos de la Escritura Sagrada probando
M.art. 1.) que la potestad judicial de Cristo se estiende á todas las co-
(2) Vcrc dice la edición de Roma de 1773, y de consiguiente sas humanas. (S. Math. 15). De omni verbo otroso, quod loculi
debe traducirse verdaderamente. fuerint nomines, reddent ralionem in die judicii ; (San Lucas 16)
( ) Y en cnanto al uso que haría de ella al fin de los siglos
3
Rcddc rationem villieclionis titos: (Rom. 11.) Judicabil Dem occulta
V en cuanto á la manifestación de la misma que empezó en su hominumper Jesum Christum ; (Coloss. 11). Omnia quez fiunt, ad-
"surrección. ducet Deus in judicium pro oinni erralo.
624 CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULO IV.
(1) De lo dicho por San to Tomas parece deducirse que Cristo que Cristo no tuvo jamas reino temporal ni en lodo (
tiene la potestad real y judicial sobre tas cosas h u m a n a s , mas bre, ni e n ninguna parte de él ( C x x x l , art. 2 al
no e n cuanto al uso; pero esto no debe entenderse a s í , pues el Cat. aurea sobre el cap. x v m de S. Juan.)
mismo Santo Doctor con el común sentir de los teólogos dice
CUESTIÓN U X . — ARTÍCULOS IV Y V . 625
(1) De modo que según el Santo Doctor, Cristo como Dios Teodor. in Psalm. 1, 6), mas examinando estas opiniones solo
tiene desde la eternidad la potestad judicial sobre todas las se deduce que dichos Padres han opinado que en el último
cosas ; esta potestad no la perdió por su Encarnación, hacién juicio no habrá instrucción, por decirlo así, nueva del delito,
dose hombre, y si como tal no ejerce esta potestad sobre un que ya se hizo en el juicio particular, sino que se pronun
reino temporal, es porque no'ha querido nunca ejercerla por ciará la sentencia definitiva lo mismo para los malos, que
las razones que en el testo se dicen. A s í lo comenta el С. Ca para los buenos, Consúltese al mismo S. Cirilo de Jerusalen
yetano.— M. Ll. (Cat. x v i u , n. 14) y á San Buenaventura (Compend. theolog.
(!) E n este artículo refuta Santo Tomás el error de los gnós veril, v i l , 1 9 ) . Respecto á la universalidad de este juicio
ticos, saduceos, flagelantes y otros herejes que negaban el pueden verse los siguientes Santos Padres : San Justino,
juicio universal, en contra de lo que dice el símbolo : nVrnfit Apolog. i , n. 5 2 ; Tertuliano, de Pracscript, 13 ; Orígenes,
>'MS e*í Indicare vivos el morillos.» También han pretendido al adv. C e l s . i v , 9 ; de Princip. 11, c. 9, n. S; c. 10, n. 1 , 1 8 ;
gunos que varios Santos Padres han dicho que los malos y los Hippolito, contr. Grac e t P l a t . n. 3, Lact. Inst. v a , 1 ; Efrem.
incrédulos no comparecerán al juicio universal (Ciernent. A l y . de Jud. et compunct ; Hilar Tract. in Psalm. 2.—M. Ll.
Thom, и Ammon in Joann. ш , 1 8 ; Lact. Inst. v n , 2 0 ;
;
(31 La V u l g a t a dice : Non consttrget dúplex tribulallo.
( 1 ) Esta opinion era solo errónea, antes de ser condenada Chrisli meritum, si bene agendo el divina mándala custodiando tu-
por la Iglesia : hoy después de la declaración del Concilio que in finem perseveraverint, auathema sil (Scs. vi, can. xxv¡);
Florentino, es herética (Ses. ultim.,1 SI quis dixerit, hominis justifican bona opera lía esse dona Dei, «'
(2) ISo estará de más aquí se tenga presente la condenación non sint etiam bona ipsíus justifican merita ; aut ipsum justifictilio^,
de la proposición de Bayo fxivj que d e c í a : Opera bona justo- bonis operibus quos ab eo per Del gratiam el J. C. meritum, ci'jw
rum non acoipient in die judìcii estremi ampliorem mercedem, vivum membrum est, fiunt, non veré mcrcri augmentum gratice, i'''
quam justo Beijudicio mereantur accipere, y las dos proposicio- tam celernam, el ipsius vitas ceternos, si tamen in gralia deces-
nes definidas por el Tridentino : Si quis dixerit, justos non de- serlt, conseculioncm alque etiam glories augmentum, anatlwnaM
bere pro bonis operibus, quoz in Deo fuerint facta, expectare et spe- (Can. x x x n . ) — M. Ll.
rare wternam relributionem à Deo per ejus misericordiam et Sesti
CUESTIÓN LIX. — A R T Í C U L O VI. 627
(1) Al decir aquí el demonio antes de tiempo, usa de u n a cuerpo que tiranizaba basta el juicio final y por esto le ator-
mentira, pues sabía que estaba sujeto á Dios en todo tiempo ; menta este juicio que Cristo, en cuanto hombre ejerce ahora
feia, empero, que Cristo le dejaría e n posesión de aquel
c
contra él. A s í el Cardenal Cayetano.—M. Ll.
628 CUESTIÓN LIX. — ARTÍCULO VI.
CUESTIÓN LX.
De los sacramentos.
Despuesde haber expuesto de lo perteneciente á los misterios del Verbo encarnado, vamos á tratar
de los sacramentos de la Iglesia que traen su eficacia del mismo Verbo encarnado : 1.° se tratará de
los sacramentos en general: 2.° de cada uno de ellos en particular. Sobre lo primero se ofrecen
cinco consideraciones : 1. Qué es sacramento ? 2. De la necesidad de los sacramentos. 3. De los efec-
a a a
Sobre la primera estudiaremos ocho puntos: 1.° El sacramento está en el género del signo ? 2.° To-
do signo de una cosa sagrada es sacramento ? 3.° El sacramento es signo solamente de una cosa ó de
muchas? 4." El sacramento es el s i g n o , que es la cosa sensible ? 5.° Se requiere para el sacramento
cosa sensible determinada? 6.° Se requiere para el sacramento la significación, que es por palabras?
7.° Se requieren determinadas palabras ? 8.° Puede añadirse ó quitarse algo á aquellas palabras?
(1) A s í está en la glosa de la edición de Roma de 1773, que Milone). Entre los autores eclesiásticos indica un misterio sa-
precisa mejor las palabras del Apóstol: Futurum, de qtw toqui- grado, según aquello : Ñescierunt Sacramenta Dci (cap. 12)1
mur, subíectum ei, id esl Christo. una cosa oculta buena aunque no sagrada; según aquello 1
(2) La palabra Sacramento v i e n e de morando, ó de secreto se- Sacramenlum Regis abscondere bonum esl (Tob. 1 2 ) ; ó una oculla
g ú n se quiera indicar las cosas sagradas, ó las secretas ú mala : Dicam Ubi Sacramenlum mulieris el bestios (Ap. l ' J ; °
ocultas. Los griegos le llaman misterio. Entre los autores pro- para significar el signo de una cosa sagrada, que sea instru-
fanos significajwramenío y también el dinero que se depositaba mento eñcaz para conferir la divina gracia, y e n este sentido
en lugar sagrado al empezar un pleito (Ciceronis oratio pro lo toma Santo Tomás, con los teólogos y concilios.— M.
CUESTIÓN LX.—ARTÍCULOS I Y II. 629
go p a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o n o e s t á e n final. P o r l o t a n t o n o e s p r e c i s o q u e e l
el g é u e r o d e l s i g n o . sacramento importe siempre causalidad.
Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n A l 2.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o p r o c e d e ,
( D e c i v i t a t e D e i , 1. 10, c . ó ) : ce e l s a - según q u e el sacramento es lo mismo q u e
i> orificio v i s i b l e e s e l s a c r a m e n t o d e l s a - secreto s a g r a d o . P e r o se dice q u e el s e -
T¡ orificio i n v i s i b l e , e s d e c i r , e l s i g n o s a - c r e t o n o solo d e D i o s sino t a m b i é n d e l
3) g r a d o . » r e y es s a g r a d o y s a c r a m e n t o , puesto q u e
Conclusion : Tomándose por los teólo- s e g ú n l o s a n t i g u o s se l l a m a b a n s a n t a s ó
gos el sacramento como signo, que denota sagradas t o d a s l a s cosas q u e n o e r a per-
cierto hábito, es evidente que el sacra- mitido violar ; como los muros d e u n a
mento está en el género de signo (1). ciudad y las personas constituidas en dig-
Responderemos q u e t o d o l o q u e t i e n e n i d a d (2); y p o r l o t a n t o aquellos s e -
relación c o n a l g o u n o , a u n q u e d e d i s t i n - cretos divinos ó h u m a n o s , q u e n o es p e r -
tas m a n e r a s , p u e d e s e r d e n o m i n a d o p o r mitido violar, divulgándolos, son llama-
ello ; a s í e s q u e d e l a s a n i d a d q u e e x i s t e dos cosas sagradas ó sacramentos. '
en el a n i m a l , s e l l a m a s a n o n o s o l o e l a n i - A l 3.° q u e t a m b i é n e l j u r a m e n t o t i e n e
mal, q u e e s e l s u j e t o d e l a s a n i d a d , s i n o cierta relación c o n l a s cosas s a g r a d a s ,
que t a m b i é n s e l l a m a s a n a l a m e d i c i n a , esto e s , e n c u a n t o es cierta afirmación
en c u a n t o q u e e s l a c a u s a e f i c i e n t e d e h e c h a p o r alguna cosa s a g r a d a , y e n este
la s a n i d a d ; l a d i e t a , e n c u a n t o e s l a sentido se dice q u e el j u r a m e n t o es u n
causa c o n s e r v a d o r a , y l a o r i n a e n c u a n t o sacramento, no por la misma razón, con
es la c a u s a s i g n i f i c a t i v a . L u e g o e n e s t e la que ahora hablamos d e los sacramen-
caso p u e d e l l a m a r s e u n a c o s a s a c r a m e n t o , tos, no tomando la palabra sacramento
ó porque e n s í tiene a l g u n a s a n t i d a d o c u l - e q u í v o c a m e n t e ; sino p o r a n a l o g í a , esto
ta y s e g ú n e s t o , s a c r a m e n t o e s l o m i s m o es, s e g ú n q u e se refiere d e u n a m a n e r a di-
que s e c r e t o s a g r a d o ; ó p o r q u e s e o r d e - f e r e n t e á a l g o u n o q u e e s la c o s a s a g r a d a .
na en a l g ú n m o d o á e s t a s a n t i d a d y a p o r
relación d e c a u s a d e s i g n o ó c u a l q u i e r a
otra. P e r o a h o r a h a b l a m o s e s p e c i a l m e n t e
ARTÍCULO I I . — Todo signo de cosa sa-
g r a d a e s s a c r a m e n t o ? (3)
de los s a c r a m e n t o s , s e g ú n q u e i m p o r t a n
una r e l a c i ó n d e s i g n o ; y s e g ú n e s t o el
sacramento se considera en el género del 1.° P a r e c e q u e n o t o d o s i g n o de c o s a
signo. s a g r a d a es sacramento ; porque todas las
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p u e s t o criaturas sensibles son signos d e l a s cosas
que l a m e d i c i n a s e h a c o m o l a c a u s a efi- s a g r a d a s s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 1, 2 0 ) :
ciente d e l a s a n i d a d , d e a h í e s q u e t o d a s las cosas de él invisibles se ven después de
las c o s a s , q u e s o n d e n o m i n a d a s p o r l a la creación del mundo por las obras cria-
medicina, se refieren á u n p r i m e r a g e n t e , das : s i n e m b a r g o n o t o d a s l a s c o s a s s e n -
y por e s t o e l m e d i c a m e n t o i m p l i c a c i e r t a sibles p u e d e n llamarse sacramentos. L u e -
causalidad. P e r o l a s a n t i d a d d e l a q u e g o n o t o d o s i g n o de c o s a s a g r a d a e s sa-
trae s u n o m b r e e l s a c r a m e n t o , n o e s s i g - cramento.
nificada á m a n e r a d e c a u s a e f i c i e n t e , s i n o 2.° T o d a s l a s c o s a s q u e se h a c í a n e n l a
más b i e n á m a n e r a d e c a u s a f o r m a l ó antigua l e y , representaban á Cristo q u e
(i) Para los novadores, que separan la gracia santificante significación simbólica, como por la moral. Así el P. Perrone.
do la justificación, los sacramentos son signos, que significan * M. LI.
otra cosa distinta de la establecida por la Iglesia católica. (2) A s i antiguamente se llamaban sagradas las cartas de
Asi, según Lulero, son signos d e las divinas promesas para los r e y e s , sus personas; y el derecho canónico distingue las
escilar la fe ; según Zwinglio, signos de la divina gracia que cosas sagradas, de las religiosas y profanas, como distingue
hacen mas cierta á la Iglesia de la fe de los que la reciben ; los sacramentos, de las sacramentales, según se dirá luego.
según Calvlno, señales ó prendas que hacen al elegido mas M . Ll.
cierto de la fe seguida y de las divinas promesas ; según los (3) El catecismo Romano (Part, ir, cap. 1, 9) define el S a -
Anabaptistas, son signos alegóricos de la vida espiritual; para cramento : lies sensibus subjecta, quee ex Dei institutione sanclita-
los Ai'mininnos, Socinianos, Mounonilos, simples ritos este- tis et juslilite ta,n significando; lam cfficiendee vim habet; el Con-
Hores por los que los cristianos se distinguen de los infieles ; cilio de Trento (Ses 13, c. 3 ) : Symbolum rei sacres, ct invisibi-
para los Quakeros, actos espirituales y efectos internos d e l lis gratics visibilis formee ; y el común de los moralistas : Sig-
hombre celestial ; para los Schwedenborgianos, símbolos que num sensibilCj sacrum et permanens interioris gratice, a Christo
unen mutuamente á los hombres con Dios ; para los Raciona- Domino instilutum, ad nostramsanetificationem (San Ligor. opus.
listas, ritos más escelentes que los de los paganos tanto por su Mor. 1, v i , n. 2).—M. Ll.
630 CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
(1) A s í en Dan. i x , 24. chos no lo consideran como á tal (San Ligorioopus. moral. 1. iv,
(2) E t autor habla aquí del Sacramento en sentido propio, n. 4) y antes de S. Agustín ningún santo Padre ha dicho que
ó general, según conviene á los sacramentos de la antigua y la Circuncisión remitiese el pecado original y confínesela
n u e v a l e y . Y esta definición coincide con la dada por el cate gracia de la justificación. (Cons. S. Justino M. Dialog. cum
cismo romano, insertada en la nota 27.—M. L l . Tryfon 8 ; S. Ireneo, 1. i v , c. 3 ; S. Chrisostomo In Genes,
(3) Conviene notar aquí que si la palabra sacramento se hom. 39 ; S. Epifanio Ha:r. 30 ; Tertuliano, Contra JudasJ.
toma por simple signo, fuéronlo en la antigua l e y , el árbol de M. Ll.
la vida, en el estado de inocencia, el sacrificio de Melquise (4) Hasta el siglo x u i so llamaban Sacramentos lo que se
dek en la l e y natural; el cordero pascual, la circuncisión y conoce hoy con el nombre de sacramentales, únicamente que,
varias maneras de purgar en la ley de Moisés. Mas si se toma se decia sacramenta majara á los sacramentos propiamente di
en el sentido de propio sacramento que confiere la gracia que chos, y sacrnjíien/íí minora á los sacramentales. (Hugo deban
significa, no los hubo en la ley anticua, y esta es la doctrina Víctor, E pit. Theolog. id. Rheinvald, cap. 28, p. 77). Kes
adoptada por Eugenio IV en el decreto ájlos Armenios, cuando pecto al número de sacramentales unos las fijan en seis, otros
dice : Illa enim (es decir los sacramentos de la antigua Ley) en siete, y otros como Valencia los estienden indefinidamente;
non caumbant graliam, sed solitni per passionem Chrisli dandam mas todos están de acuerdo con Santo Tomás en decir que las
figurabant. Por lo cual el Concilio Tridentino (Ses. 7 de Sacr. cosas sacramentales no contribuyen directamente á la justiti
can. 2) declara : Siguis dixerit ea ipsa novas Legis Sacramenta á cacion, sino que auxilian para la misma : Quia non perdncnat ai
Sacf amentis antiguos legis non diferre, nisi quia cceremonice sunt sacramenli e¡fecium, qui esl gralias consecutio, sed sunt disposítiona
atice, el alii rilus exlerni, analhema sil. Respecto á la Circunci queedam ad sacramenta,.vel removendo prohibens... vcl eliam №•
sión creen algunos que era un verdadero sacramento en s e n neitatcm quandam faciendo ad sacramenli perfectionem el percep
tido propio porque producía cierta santidad, distinguía á los Uonem. (Suma ni, quajst. (15, art. I, conf. quiest. 83 art. 3 y 87,
fíeles y los consagraba al culto del verdadero Dios, mas m u art. 3).—M. L l .
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O S III Y IV. 631
(1) Así dice la Vulgata ; otras biblias seduzca cular {Part. n, qusest. v i , cap. i . ) Parece ocioso advertiraquí
(2) Así en las biblias enmendadas, en otras por santificación. que la palabra significar no se toma en el sentido de los no-
(31 Por esto la Iglesia dice del Sacramento de la Eucaristía vadores, que pretenden que el Sacramento solo significa la
que en ella, recolitur memoria passionis Chrisli; mcns impletur gracia, sin producirla.
Brutia, et futuros gloriee nobis pignus datur. (5) La respuesta afirmativa aparece de la definición dada
(1) Aunque no sea de esencia del sacramento el que signi- del Sacramento y de las declaraciones de los Concilios Floren-
fique aquellas tres cosas, la mente de Santo Tomás es , según tino y Tridentino diciendo que el Sacramento es invisibilli
Silvio, atribuirlo á todos los sacramentos de la nueva i e y , así grattas forma visibilis.
como el catecismo romano las atribuye á cada uno en parti-
632 CUESTIÓN LX. — ARTÍCULOS IV.
se requiere p a r a el s a c r a m e n t o q u e s e a l o s q u e e l h o m b r e s e s a n t i f i c a ; sigúese
a l g u n a cosa sensible. q u e l a s i g n i f i c a c i ó n d e l s a c r a m e n t o se
2.° L o s s a c r a m e n t o s p e r t e n e c e n a l c u l t o c o m p l e t a p o r a l g u n a s c o s a s sensibles (21;
ó reino d e D i o s (1). P e r o l a s cosas sen- a s í c o m o t a m b i é n p o r l a s e m e j a n z a d e las
sibles n o p a r e c e n p e r t e n e c e r a l culto d e c o s a s s e n s i b l e s s e n o s d e s c r i b e n e n l a Sa-
D i o s ; p o r q u e se dice ( J o a n . 4 , 2 4 ) : g r a d a E s c r i t ú r a l a s c o s a s e s p i r i t u a l e s . De
Dios es espíritu, y es menester que aque- a q u í e s q u e p a r a l o s s a c r a m e n t o s se re-
llos que le adoran, le adoren en espíritu q u i e r e n c o s a s s e n s i b l e s , c o m o l o prueba
y en verdad: y ( R o m . 1 4 , 17) el reino t a m b i é n S a n D i o n i s i o ( C í e l e s t . hierar.
de Dios no es comida ni bebida. L u e g o c . 1) (3).
n o se requieren cosas sensibles p a r a el A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e cada
sacramento. cosa se d e n o m i n a y define principalmente
3.° D i c e S a n A g u s t i n ( D e l i b . a r b . s e g ú n l o q u e l a c o n v i e n e primo et per se,
1. 2 , c . 18 y 19) q u e ce l a s c o s a s s e n s i b l e s m a s n o s e g ú n l o q u e l a c o n v i e n e por
» son p e q u e ñ o s b i e n e s , sin los q u e el o t r a . E l e f e c t o s e n s i b l e e m p e r o t i e n e por
» h o m b r e p u e d e vivir r e c t a m e n t e » . P e r o sí l a v i r t u d d e c o n d u c i r a l conocimiento
los s a c r a m e n t o s s o n d e necesidad p a r a l a d e o t r a c o s a , h a c i é n d o l a n o t o r i a al
s a l u d h u m a n a , c o m o s e h a r á v e r ( C . 61); h o m b r e primo et per se, p u e s t o q u e todo
y e n este concepto el h o m b r e n o p u e d e n u e s t r o c o u o c i m i e n t o v i e n e d e l sentido.
vivir r e c t a m e n t e sin ellos. L u e g o n o se M a s l o s e f e c t o s i n t e l i g i b l e s n o pueden
r e q u i e r e n l a s c o s a s s e n s i b l e s p a r a l o s s a - c o n d u c i r n o s a l c o n o c i m i e n t o d e o t r a cosa,
cramentos. s i n o e n t a n t o q u e s o n m a n i f e s t a d o s por
Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t i n o t r a , e s t o e s , p o r a l g u n a s s e n s i b l e s . De
( Sup. Joan, tract. 80): « añade la pala- aquí resulta, q u e se llaman primera y
» b r a a l elemento y se h a c e sacramento, p r i n c i p a l m e n t e s i g n o s á l a s c o s a s q u e se
(accedit verbum ad elementum, et fit sa- o f r e c e n á l o s s e n t i d o s , c o m o dice San
cramentum) ; y se h a b l a a l l í d e l e l e m e n t o A g u s t i n ( D e d o c t . C h r i s t . 1. 2) ; donde
sensible, q u e es el a g u a . L u e g o se r e - i u d i c a q u e « signo es l o q u e independiente
quieren las cosas sensibles p a r a los sacra- » d e l a e s p e c i e q u e r e p r e s e n t a á nuestros
mentos. » s e n t i d o s , h a c e v e n i r o t r a c o s a á nues-
Conclusión. Siendo natural al hombre » t r o c o n o c i m i e n t o » . M a s l o s e f e c t o s in-
llegar por las cosas sensibles al conoci- t e l i g i b l e s n o t i e n e n r a z ó n d e s i g u o s , sino
miento de las inteligibles, el sacramento, s e g ú n q u e s o n m a n i f e s t a d o s p o r algunos
que significa los bienes espirituales é inte- s i g n o s . Y p o r e s t e m o d o t a m b i é n ciertas
ligibles para el hombre, debe ser cosa sen- c o s a s , q u e n o s o n s e n s i b l e s , s e diceu en
sible. c i e r t o m o d o s a c r a m e n t o s , e n c u a n t o son
Responderemos, q u e l a s a b i d u r í a d i - s i g n i f i c a d a s p o r a l g u n a s s e n s i b l e s (4),
vina provee á cada cosa según su m o d o de d é l a s q u e d e s p u é s s e t r a t a r á ( C . 6 3 , a. 1).
s e r ; y p o r esto se dice (sap. 8 , 1 ) , q u e A l 2.° q u e l a s c o s a s s e n s i b l e s , como
todo lo dispone con suavidad: t a m b i é n s e c o n s i d e r a d a s e n s u n a t u r a l e z a , n o perte-
d i c e ( M a t t h . 2 5 , 1 5 ) : dio á cada uno se- n e c e n a l c u l t o ó a l r e i n o d e D i o s , sino
gún su propia virtud. E s e m p e r o c o n n a - s o l a m e n t e s e g ú n q u e s o n s i g n o s d e las
t u r a l a l h o m b r e e l q u e p o r m e d i o d e l a s c o s a s e s p i r i t u a l e s , e n l a s q u e c o n s i s t e el
cosas sensibles llegue al conocimiento de reino d e Dios.
l a s i n t e l i g i b l e s ; m a s el s i g n o es p o r lo q u e A l 3.° q u e S a n A g u s t i n h a b l a allí de
alguno llega al conocimiento d e otra cosa; l a s c o s a s s e n s i b l e s , s e g ú n q u e e x i s t e n eu
de d o n d e c o m o l a s c o s a s s a g r a d a s , q u e s e s u n a t u r a l e z a , m á s n o s e g ú n q u e son
significan p o r los s a c r a m e n t o s , s e a n cier- e m p l e a d a s p a r a s i g n i f i c a r l a s c o s a s espi-
tos bienes espirituales é inteligibles, p o r r i t u a l e s , q u e s o n l o s m a y o r e s bienes.
(1) A l culto de Dios porque están establecidos para honrarle ditoris ars ut arlem falleret, el medelam ferret inde hoslis linde
los que lo reciben. De ahí que en (Matth. 7) se diga : noliíe lasserat.
sanclum daré canibus ñeque miltalis margaritas vestras ante par- (3) Consúltese acerca del particular (Crisost. hom. 00 ad
cos. Al reino de Dios porque serán para s u gloria y salud del populum); Damasc. (1. 4, c. 1.0 y 11¡; Grog. Nazianz. (oral 40ji
hombre que lo recibe. Agustin (de doct. christ. 1. 2 , r. 9).
(2) De ahí que en el prefacio de la dominica de pasión se (4) Es decir, por el carácter sacramental que es cierto signo
d i g a : hoc opus nostres salutis ordo deposcerat multiformis pro- distintivo de los que reciben ó no reciben el Sacramento.
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O V. 633
alguna virtud que les sea naturalmente 2." E l sacramento es algo único. Mas
infusa, sino solamente por institución di- no parece q u e d e l a s c o s a s q u e s o n d e di-
vina, y por esto fue menester, que se de- versos géneros pueda hacerse a l g o único.
terminasen por Dios, qué cosas sensibles Siendo, pues, las cosas sensibles y las
se d e b e n usar en los sacramentos. palabras d e d i v e r s o s g é n e r o s , p u e s t o que
A l 3.° que, como dice S a n Agustin, las cosas sensibles provienen d e l a natu-
(cont. F a u s t . 1. 19, c . 16 y 17), son con- raleza, y las palabras de la razón, pare-
venientes á diversos tiempos los diversos ce q u e e n l o s s a c r a m e n t o s n o s e requieran
sacramentos, así como también los diver- las palabras con las cosas sensibles.
sos.tiempos se significan por diversas pa- 3.° L o s sacramentos de la n u e v a ley
labras, es decir, el presente, pasado y sucedieron á los sacramentos de l a anti-
futuro. Y por esto, así como en el esta- gua, puesto que quitados aquellos, lian
do de la l e y de la naturaleza los hombres sido instituidos estos, como dice San
eran movidos á dar culto á Dios sin l e y Agustin (Contra Faust. 1. 1-9, c. 16 y
alguna dada esteriormente, sino por solo 17) (2). Pero en los sacramentos d e la
su instinto interior; así también, por este antigua l e y , n o s e r e q u e r í a a l g u n a forma
interior instinto les eran determinadas las de las palabras. L u e g o tampoco l o s de
cosas sensibles, de que debían usar para la ley nueva.
el culto de Dios. Después fue necesa- Por el contrario, dice el Apóstol
rio t a m b i é n que se diera esteriormente (Ephes. 5, 25): Cristo amó á la Iglesia,
la l e y , y a á causa del oscurecimiento de y se entregó á sí mismo por ella, -para
la ley natural, por los pecados de los santificarla, purificándola con el bautis-
hombres, y a para la significación más mo de agua por la palabra de vida:]
espresiva de la gracia de Cristo, por la San Agustin dice ( s u p . - J o a n . tract. 80):
que es santificado el género humano ; y « accedit verbum ad elementum e t f i t sa-
por eso fue también necesario que se » cramentum ».
determinasen las cosas que habrían de Conclusión. Para la más perfecta sig-
usar los hombres en los sacramentos. N i nificación sacramental fue necesario que
por esto se violenta el camino de la sal- la significación de las cosas sensibles si
vación, puesto que las cosas, cuyo uso determinase por algunas palabras.
es necesario en los sacramentos, se tienen Responderemos, q u e l o s s a c r a m e n t o s ,
comunmente, ó pueden procurarse sin s e g ú n l o d i c h o ( a . 3 ) , s e e m p l e a n para la
grande trabajo. santificación d e l o s n o m b r e s c o m o ciertos
s i g n o s . P u e d e n , p u e s , s e r c o n s i d e r a d o s de
(1) Las palabras se requieren para la significación de los » aliquod desit, tton perficitur sacramentum ».
sacramentos según el decreto del concilio florentino, K hozo ß) Dice San Agustin : « sacramenta veterls legis ablata siw'i
» omnia sacramenta tribus perficiuntur, videlicet rebus tanquam » qula, impleta ; et alia sunt institula virtute majora, utilitale® '
1
» materia, verbis tanquam forma, el persona ministri conferentis sa- »liora, acta faciliora numero pauciora
f ».
it cramentum cum intentione faciendi quod facti Ecclesia ; quorum si
CUESTIÓN L X . — ARTÍCULOS VI Y VII. 635
(1)'Fundados en esto los luteranos y calvinistas han pre- elemcnto y á la forma, palabra, invocación, bendición, santifica-
tendido, que para obtener los efectos de los sacramentos, se ción. 0 también llamaban á la materia y forma juntas partes
«quiere en los que los reciben la plena inteligencia de los de los sacramentos, símbolos sagrados, signos, místicos dones, ini-
signos y de las palabras, y que por esto debían administrarse ciaciones de la religión, e t c . ; y al efecto se le llamaba también
en lengua vulgar. Cuyo error condenado en Quesnell s i g u i e - cosa.
ran luego los jansenistas, escipionistas y los del Sínodo de (3) Afirmativamente contesta el Santo Doctor, pues si se
Rstoya.
requiere en los sacramentos cosas determinadas por Cristo,
P) Aunque el concilio Tridentino (scs. 1C, can. 2) h a y a con mayor razón palabras determinadas, porque las palabras
cao : materia et forma Sacramenti essentia perficitur, téngase tienen razón de forma y es propio de la forma el determinar.
e n
cuenta que antiguamente á la materia se la llamaba cosa ó
636 CUESTIÓN LX.— A R T Í C U L O VII.
cilio de Trento ha condenado estas dos proposiciones : si quis el concilio de Constanza y por Eugenio IV en el concillo Flo-
dixeril, baptismum, qui etiam dalur ab hosreticis in nomine Palris
t rentino.
CUESTIÓN LX.—ARTÍCULOS VII Y VIII. 637
(1) En este particular téngase presente en general los tra- Ecclesiarum mater est et magistra, non esse veram de Baptismi Sa-
ídos especiales sobre el bautismo y la definición del triden- cramento doctrinam, anathema sit.
°° («es. 7, can. 3 de bapt. y San Ligorio Opus Mor. 1. 6, (2) V. las notas anteriores pág. 636 y 637.
uro. 107); si quis dixerit, in Ecclesia Romana, quee omnium
638 CUESTIÓN LX. — ARTÍCULO VIII.
sacramento, puesto que no parece que ego te bautizo in nomine Patris et Filii
intenta hacer lo que hace la Iglesia. 2. a
et Spiritüs Sancti ; et B. Virgo te adjti-
por parte de l a significación de las p a l a - vet, s e r á v e r d a d e r o b a u t i s m o . Y si dijera
bras : porque como las palabras obran en quizá : ego te bautizo in nomine Patris
los sacramentos conforme al sentido que et Filii et Spiritüs Sancti, etB. Virgi-
p r e s e n t a n , c o m o s e h a d i c h o ( a . 7, a l . l.° nis Marice, n o s e r í a b a u t i s m o , p o r q u e se
y 3.°), es preciso considerar si por tal d i c e ( i C o r . 1, 13) : ¿por ventura Pallo
mutación se q u i t a el debido sentido de fue crucificado por vosotros? ¿ó habéis
las palabras, porque entonces es m a n i - sido bautizados en el nombre de Pablo?
fiesto que se d e s t r u y e l a v e r d a d del s a - E l b a u t i s m o n o s e r í a v e r d a d e r o , s i se en-
c r a m e n t o . E s e v i d e n t e e m p e r o , q u e si se tiende b a u t i z a r en el n o m b r e de l a B . V i r -
disminuye algo de lo que pertenece á l a g e n c o m o e n n o m b r e d e l a T r i n i d a d , por la
sustancia de la forma sacramental, se c u a l e s c o n s a g r a d o e l b a u t i s m o ; porque
quita el debido sentido de las palabras, t a l s e n t i d o s e r í a c o n t r a r i o á l a verdadera
y p o r t a n t o n o se h a c e p e r f e c t o e l s a c r a - f e y p o r c o n s i g u i e n t e q u i t a r í a l a verdad
mento. P o r lo que D i d y m o dice ( D e Spi- del sacramento. M a s , si se e n t i e n d e lo
ritu Santo l i b . 2) : « si alguno intenta q u e se a ñ a d e et in nomine B. Virginis,
» bautizar de modo q u e omita uno de los n o c o m o s i s e o b r a s e a l g o e n e l bautismo
» predichos n o m b r e s , esto e s , del P a d r e , e n n o m b r e d e B . V i r g e n , s i n o p a r a que su
» del H i j o y del Espíritu Santo, bauti- intercesión aproveche a l b a u t i z a d o para
» z a r a s i n p e r f e c c i ó n » (1). M a s s i se s u s - conservar la gracia bautismal, entonces
trae algo que no sea de l a sustancia de n o d e s t r u y e l a p e r f e c c i ó n d e l sacramento.
la forma, tal diminución, no quita el A l a r g u m e n t o 1." diremos, q u e no es
debido sentido de las palabras y por c o n - permitido añadir algo á las p a l a b r a s de
siguiente ni la perfección del sacramento: la Sagrada Escritura en cuanto a l sen-
como en la forma de la Eucaristía que t i d o , p e r o r e s p e c t o á l a e x p o s i c i ó n de la
es, Hoc est enim Corpus meum ; q u i t a d a S a g r a d a E s c r i t u r a , s e l e s a ñ a d e n muchas
la palabra enim n o s e d e s t r u y e e l d e b i d o p o r l o s d o c t o r e s . S i n e m b a r g o n o es per-
sentido de l a s p a l a b r a s ; y p o r eso no i m - m i t i d o a ñ a d i r p a l a b r a s d e t a l s u e r t e , que
pide la perfección del sacramento, aun- s e p r e t e n d a q u e f o r m a n p a r t e integrante
que pueda suceder que aquel que la omi- d e e l l a , p o r q u e e s t o s e r í a h a c e r s e culpa-
tió peque por negligencia ó desprecio. ble de falsedad, y s u c e d e r í a l o mismo,
A c e r c a de l a adición sucede también que si alguno dijese s e r d e n e c e s i d a d de la
se agrega algo que sea corruptivo del f o r m a , no siéndolo (2).
sentido debido ; v. g. si alguno dijera: A l 2.° que las p a l a b r a s pertenecen á
ego te bautizo in nomine Patris majoris, la forma del sacramento, p o r r a z ó n del
et Filii minoris c o m o b a u t i z a b a n l o s a r - sentido significado. Y por esto, cual-
ríanos : y por esto t a l adición quita la q u i e r a a d i c i ó n ó s u s t r a c i o n d e palabras,
v e r d a d d e l s a c r a m e n t o . P e r o si l a a d i c i ó n q u e s e h a g a , q u e n o a ñ a d a ó q u i t e algo
es t a l , q u e n o q u i t a e l d e b i d o s e n t i d o , n o a l d e b i d o s e n t i d o , n o d e s t r u y e l a especie
se d e s t r u y e l a v e r d a d d e l s a c r a m e n t o . N i del sacramento.
hace a l caso que tal adición sea h e c h a al A l 3.° q u e s i h a y t a n t a i n t e r r u p c i ó n de
p r i n c i p i o , a l m e d i o , ó a l fin ; c o m o s i a l - p a l a b r a s q u e l a i n t e n c i ó n d e l q u e l a s pro-
g u n o d i j e r a : ego te bautizo in nomine n u n c i a es i n t e r r u m p i d a , s e d e s t r u y e el
Patris omnipotentis ; et Filii unigeniti et s e n t i d o d e l s a c r a m e n t o y p o r consiguiente
Spiritüs Sanctiparacliti s e r í a v e r d a d e r o su v e r d a d ; pero n o se d e s t r u y e cuando
bautismo: é i g u a l m e n t e si alguno dice : l a i n t e r r u p c i ó n e s c o r t a (3), l a c u a l no
(1) De aquí los siguientes versos : convertii in crimen gravis rebelionis ncsvnm satis tcvcm simpüM
transgressionis(1. 1, de p r a 3 C . et disc J.
Nil forma: ponas, nil demás, nil variabis,
(2) Según la declaración del concilio Tridentino y antes del
Transportare cave, corromperé verba, morari-
florentino.
Por lo cual el que á sabiendas muda sustancialmente la ma- . (3) De donde si alguno dijere : yo te bautizo en el nombre
teria y forma de los Sacramentos peca mortalmente y se hace del Padre y del Hijo y del Espíritu... y estornudara ó tosiera,
reo de sacrilegio. Si por desprecio la cambiare solo accidental- continuando luego, Santo, esta interrupción no perjudicaría
mente cometería también pecado mortal porque de sí siempre á la validez del sacramento.
se considera esto grave según lo dicho por San Bernardo:
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O VIII. 639
C U E S T I Ó N LXI.
Necesidad de los sacramentos.
1." Los sacramentos son necesarios parala salvación humana? 2.° Fueron necesarios en el es-
tado anterior al pecado? 3.° Fueron necesarios en el estado posterior al pecado, y antes de Cristo?
4.° Fueron necesarios después de la venida de Cristo?
(1) Así por ejemplo si se dijera Filii ego le baptizo in nomine (ses. 7, de Sacramentis c. 4) : si quis dixerit, sacramenta noves
I*afris el Spirita Sancii, sería una transposición que varía com- Legis non esse ad salulem necessaria, sed super/Ina... anathema sii,
pletamente el sentido y haría dudosa la forma. y contra los cataros y otros herejes modernos.
I?) Es de fe según la declaración del concilio Tridentino
640 C U E S T I Ó N L X I . — A R T Í C U L O S I V II.
(1) Por las razones aducidas en este artículo puede verse rantis, sino ex opere opéralo.
que Santo Tomás no habla aquí de la necesidad absoluta, sino (3) S e g ú n Billuart y Dronben la ley natural era conocida
solo de la necesidad de congruencia. por el instinto solo de la naturaleza, mas la ley sobrenatural
(2) Esta causalidad afecta solo á los sacramentos de la solo por la inspiración de Dios á manera de naturaleza. De
nueva l e y . De ahí que no pueda admitirse la definición del aquí que en el estado de inocencia es opinión común (le les
sacramento como función ó acción, pues esto no puede aplicarse teólogos, que no existían sacramentos. Empero no están de
á la Eucaristía que consiste en algo estable y no en una fun- acuerdo los autores en afirmar si hubieran existido los sacra-
ción pasajera ; y tal definición del sacramento, según Belar- mentos á continuar aquel estado ; lo niega Santo lomas
mino, (1. 4 de Euch. c. 1) es propia de los herejes que niegan porque no habría habido necesidad de ellos ni para santiuear
que la Eucaristía consista en algo permanente y escluye el los hombres que ya estaban santificados, ni para combatirlas
dogma católico definido por el tridentino, á saber, que los sa- tentaciones de los sentidos que no existían en aquel feliz es-
cramentos de la. nueva ley confieren la gracia no ex opere ope- tadp ; y Dios nada hace en vano (3, P. C 01, a. 2j.
CUESTIÓN LXI.—ARTÍCULOS II Y I I I . 641
SUMA TEOLÒGICA.—TOMO I V . 41
642 CUESTIÓN LXI. — ARTÍCULOS III Y I V .
(1) Es decir, por la fe de la pasión que era el fin de su v e - para el culto de Dios .
nida y en la cual después del pecado debió creerse en todo (3) Debieron después de Cristo existir otros sacramentos
tiempo según lo dicho ex professo en la 2. -2.ai C. 2, a. 7. Y por
a
distintos de los de la antigua ley según la declaración del tn-
esto en el decreto de Eugenio IV á los armenios se dice que dentino, y nótese aquí de paso que los sacrificios de la ley e
aquellos sacramentos de la antigua ley no causaban la gracia, Moisés no pueden llamarse propiamente sacramentos, pees
sed solum per passionem Christi dandam figurabant. fueron instituidos no para causar la gracia sino para dar culto
(2) El autor en la C. 59, a. 5 al 3.° dice, que por interior á Dios.
nstinto se determinaba qué cosas sensibles debían emplearse
CUESTIÓN LXI. — ARTÍCULO IV. 643
Consideraremos el efecto d é l o s sacramentos ; y 1.° la gracia que es su efecto principal : 2.° el carác-
ter que es su efecto secundario.
Acerca de lo primero estudiaremos seis puntos. l.° Los sacramentos de la ley nueva son causa de
lagracia? —2.° La gracia sacramental añade algo sobre la gracia de las virtudes y dones? —3.° Los
sacramentos contienen la gracia? — i." Existe en ellos alguna virtud para causar la gracia? -D.° Tal
virtud en los sacramentos se deriva de la pasión de Cristo ? —6.° Los sacramentos de la ley antigua
causaban la gracia ?
(1) Los protestantes atribuyen á la sola fe el conferir la remos que es cierto que los sacramentos no son la causa prin-
gracia, por lo cual consideran los sacramentos como signos cipal como obrando por virtud propia, sino instrumentalen
esteriores de la fe ó distintivos de la profesión cristiana. De cnanto obran por virtud comunicada. M a s í a causa instru-
ahí que pretendan que las palabras, con las cuales se adminis- mental puede producir dos efectos, uno físico producido in-
tran los sacramentos, sean simplemente dispositivas fconcio- mediatamente, como el hacha con respecto al árbol que coila;
natoriaj, mas, no efectivas de la gracia que signiíican (conse- y otro moral si mueve un agente libre para producir una causa
cratoria). En contra están las declaraciones del florentino, del física, como es, por ejemplo, el señor con respecto al criado.
tridentino (sess. 7, can. 2, 6 y 7) y la bula del papa León X Tourneli con los escolistas quieren que loss acramentos pro-
contra los errores de Lutero. duzcan la gracia solamente del segundo modo (San Ligorio,
(2) A s í piensan los que sostienen que los sacramentos cau- Opus. Mor. 1. 6, c. 7).
san la gracia no física, sino solo moralmente, á lo cual añadi-
CUESTIÓN LXII.—ARTÍCULO I. 645
un denario de plomo, recibe cien libras de gun la ordenación divina, para causar en
plata por orden del rey: no porque aquel ellos la gracia. P o r lo cual dice San
denario obre algo para obtener la predi- Agustín (Cont. Faust. 1. 1 9 , c. 1 6 ) :
cha cantidad de dinero, sino que esto se «todas estas cosas, es decir, las sacra-
realiza por sola la voluntad del rey. Pol- » mentales (3) se hacen y pasan ; pero la
lo cual también San Bernardo dice (serm. » virtud esto e s , de Dios que obra estas
i. in cena Dom. et inscribitur : ele capt. x> cosas, permanece eternamente ». Se da
c. 2) : « como es investido un canónigo también propiamente el nombre de ins-
j>por el libro, el abad por el báculo, y el trumento á la cosa, por la cual alguno
»obispo por el anillo, así las divisiones de obra, y por eso también se dice (tit. 3, 5):
j las gracias nos son distribuidas diversa- nos hizo salvos por el bautismo de regene-
»mente en los sacramentos » ( 1 ) : pero ración (4).
si se considera este asunto conveniente- A l argumento 1.° diremos que la causa
mente, este modo no traspasa la razón principal no puede decirse propiamente
de signo ; porque el denario de plomo no signo de un efecto, aun del oculto, aun-
es sino cierto signo de la orden del rey, que la causa misma sea sensible y mani-
para que sea recibido por este el dinero: fiesta ; mas la causa instrumental, si es
igualmente el libro es cierto signo, por elmanifiesta, puede decirse signo del efecto
que se designa la entrega del canonicato. oculto, porque no solamente es causa,
Según esto, pues, los sacramentos de la sino que es también efecto en cierto
nueva ley no serían otra cosa que signos modo, en cuanto es movida por el agente
de la gracia; aunque, sin embargo, consta principal. Y según esto, los sacramentos
por la autoridad de muchos padres, que de la nueva l e y son simultáneamente
los sacramentos de la nueva ley no sola- causas y signos, y de ahí es q u e , como
mente significan, sino que causan la gra- comunmente se dice, «producen lo que
cia (2). Y por esto debe decirse, eme hay » figuran». D e lo cual es notorio tam-
dos clases de causa agente, principal é bién que tienen perfecta razón de sacra-
instrumental. L a principal obra por vir- mentos , en cuanto se ordenan á algo sa-
tud de su propia forma, á la que se ase- grado, no solo por modo de signos, sino
meja el efecto, como el fuego calienta también por modo de causa.
por su calor ; y de este modo nada puede A l 2.° que el instrumento tiene dos ac-
causar la gracia sino D i o s , porque la gra-
ciones ; una instrumental, según la que
cia no es otra cosa que cierta semejanza obra, no en virtud propia, sino en virtud
participada de la divina naturaleza según del agente principal ; y otra propia que
aquello ( n . P e t . 1 , 4 ) : nos ha dado muy
le compete según su propia forma, como
grandes y preciosas promesas ; para que compete al hacha cortar, por razón de
por ellas seáis hechos participantes de la su filo, y hacer el lecho en cuanto es ins-
naturaleza divina. L a causa instrumen- trumento del arte ; mas no perfecciona la
tal empero no obra por virtud de su acción instrumental, sino ejerciendo su
forma, sino solo por el movimiento con acción propia, pues hace el lecho cor-
que es movida por el agente principal. tando. Igualmente los sacramentos corpo-
Por consiguiente el efecto no se asemeja rales por la propia acción, que ejercen
al instrumento, sino al agente principal; acerca del cuerpo que tocan, producen
como el lecho ó cama no se asemeja al la operación instrumental por virtud di-
hacha, sino al arte, que está en la mente vina en el alma, como el agua del bau-
del artífice. Y de este modo los sacra- tismo , lavando el cuerpo según su propia
mentos de la ley nueva causan la gracia, virtud, lava el alma en cuanto es instru-
porque son conferidos á los hombres se- mento de la virtud divina, porque del
(i) Lo cual puede esplicarse, según riieolai, de la manera mas aquellos por la Iglesia, en que los sacramentos producen
"guíente : no de manera que refiera esto para conferir la gra- sq efecto ex opere oieralo , pero las sacramentales solo ex
a,smo solo como una comparación de los símbolos esterior-
n
opere operautis (Santo Tomás Summa 3. P. C. 87, a. 3 y San
"lente empleados en los sacramentos. Ligorio , Opus. Mor. 1. 6, núm. 30 y siguientes).
(-) Según la declaración del tridentino ya citada. (4) Así el Concilio de Milevi (can. 2), el Concilio 2.° Arau-
(3) La palabra sacramentales entiéndase en el sentido que sicaño (can 25) y los Concilios florentino y tridentino (sess. 7
espresado en la nota 31 y que difieren de los sacra-
m o s
can. 2, 6 y 7).
mentos en cuanto que estos han sido establecidos por Cristo,
646 • CUES TION LXII. — ARTÍCULOS I Y II.
a l m a y d e l c u e r p o s e f o r m a un s o l o s e r . Y m e n t a l n o a ñ a d e a l g o s o b r e l a gracia de
esto e sl oque espresa S a n A g u s t í n (ibid). l a s v i r t u d e s y d o n e s , e n v a n o s e conferi-
c u a n d o dice, «que toca e l cuerpo y l a v a r í a n l o s s a c r a m e n t o s á l o s q u e t i e n e n las
el corazón » . v i r t u d e s y l o s d o n e s . M a s e n l a s o b r a s de
A l 3.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e de D i o s n a d a inútil s eencuentra. Luego
lo que e s causa d e l agracia por m o d o d e p a r e c e q u e l a g r a c i a s a c r a m e n t a l añade
a g e n t e p r i n c i p a l , y e s t o es p r o p i o de a l g o sobre l ag r a c i a d e l a s virtudes y
Dios según lo dicbo. dones.
Conclusión. La gracia sacramental
ARTICULO I I . — ¿ L a gracia s a c r a n i e n - añade cierto divino auxilio sobre la gra-
mentnl añade algo sobre l a gracia de l a s vir- cia de las virtudes y dones para conse-
tudes y dones ? (1) guir el fin del sacramento, como los do-
nes y virtudes parece añaden cierta de-
1.° P a r e c e q u e l a g r a c i a s a c r a m e n t a l terminada perfección á la gracia, para
no añade algo sobre l a gracia d e las vir- perfeccionar los actos propios de las po-
tudes y dones; porque p o rl a gracia d e tencias.
las virtudes y dones s e perfecciona sufi- Responderemos, q u e s e g ú n l o dicho
cientemente e lalma y ae n cuanto á l a ( Í M ^ C . 9 0 , a . 3 y 4 ) , l a g r a c i a con-
e s e n c i a , ya e n c u a n t o á s u s p o t e n c i a s , s i d e r a d a e n s í , p e r f e c c i o n a l a e s e n c i a del
c o m o c o n s t a de lo d i c b o en la s e g u n d a a l m a , e n c u a n t o p a r t i c i p a d e c i e r t a se-
p a r t e ( l . - 2 . C . 1 1 0 , a. 3 y 4). P e r o la
a ! E
m e j a n z a d e l d i v i n o ser; y a s í c o m o de
g r a c i a se o r d e n a á la p e r f e c c i ó n d e l a l m a . l a e s e n c i a d e l a l m a d i m a n a n s u s poten-
L u e g o la g r a c i a s a c r a m e n t a l no p u e d e c i a s , a s í d e l a g r a c i a fluyen c i e r t a s per-
a ñ a d i r a l g o s o b r e la g r a c i a de l a s v i r t u - f e c c i o n e s á l a s p o t e n c i a s d e l a l m a , que
des y dones. s e d i c e n v i r t u d e s y d o n e s , p o r l o s q u e se
2° L o s d e f e c t o s d e l a l m a s o n c a u s a d o s p e r f e c c i o n a n l a s p o t e n c i a s d e l a l m a en
por los pecados. Y todos los pecados o r d e n á s u s actos. M a sl o s sacramentos
se e s c l u y e n s u f i c i e n t e m e n t e p o r la g r a c i a s e o r d e n a n á c i e r t o s e f e c t o s e s p e c i a l e s ne-
de l a s v i r t u d e s y d o n e s , p o r q u e no h a y c e s a r i o s e n l a v i d a c r i s t i a n a ; c o m o el
p e c a d o a l g u n o q u e no c o n t r a r í e a l g u n a b a u t i s m o s e o r d e n a á c i e r t a e s p i r i t u a l re-
v i r t u d . L u e g o o r d e n á n d o s e l a g r a c i a sa- g e n e r a c i ó n , p o r l a q u e e l h o m b r e muere
cramental áquitar los defectos d e l alma, á l o s v i c i o s y s e h a c e m i e m b r o d e Cristo,
no p u e d e a ñ a d i r a l g o s o b r e la g r a c i a de c u y o efecto esa l g o especial independiente
las virtudes y dones. de los actos d e las potencias del alma; y
3.° T o d a a d i c i ó n ó s u s t r a c c i ó n en l a s l a m i s m a r a z ó n h a y r e s p e c t o á l o s otros
f o r m a s v a r í a la e s p e c i e , c o m o se d i c e s a c r a m e n t o s ( 2 ) . L u e g o , a s í c o m o l a s vir-
( M e t . 1 . 8 , t e s t . 1 0 ) . S i p u e s la g r a c i a t u d e s y d o n e s a ñ a d e n s o b r e l a gracia
s a c r a m e n t a l a ñ a d e a l g o s o b r e la g r a c i a c o m u n m e n t e d i c h a c i e r t a p e r f e c c i ó n or-
de l a s v i r t u d e s y d o n e s , s i g ú e s e , q u e se d e n a d a d e t e r m i n a d a m e n t e á l o s propios
l l a m a g r a c i a e q u i v o c a d a m e n t e ; y de a c t o s d e l a s p o t e n c i a s , así la gracia sa-
e s t e m o d o n a d a c i e r t o se n o s m a n i f i e s t a cramental añade sobre la gracia comun-
al d e c i r q u e l o s s a c r a m e n t o s c a u s a n la mente dicha, y sobre las virtudes y do-
gracia. nes, cierto auxilio divino para conseguir
Por e l c o n t r a r i o : si la g r a c i a s a c r a - el fin del sacramento. Y p o r e s t e modo
(1) Es contra los luteranos afirmando que loilos los cristia- lis temeraria presuntio iiltcrius fíat : sed omnino presbijler per se-
nos son sacerdotes sin distinción de estado ni condición, y metipsum infirmum communicet. Quod si aliter feccrit, gradas sni
contra los Pobres de Leon que decían que cualquier seglar, periclito sübjacetítt.
siendo bueno, podía absolver é imponer penitencia : herejías (2) Así la Confirmación, para confesar intrépidamente la
condenadas por el tridentino (sess. 7, can. 10) : sí quis dixerit, fe ; la Eucaristía, para permanecer constantemente en el amoi
christianos omnes in verbo, el omnibus sacramenlis administrandis de Cristo y progresar en el mismo ; la Penitencia para detes-
liabere polestatem ; anathema sit. Y el concilio de Rcims en el tar los pecados cometidos, evitar las ocasiones de los mismos,
decreto (De consecrat. distinct. 2) pervenil ad noliiiam nostram l perseveraren gracia y espiar las culpas pasadas; la Extre-
quod quidam presbiteri in tantum parvi pendebant divina mysteria, maunc'un para purgarse de las reliquias del pecado, aliviar
ut laico, vet [cemince sacrum corpus Domini tradant ad deferendum la enfermedad y resistir más fácilmente los asaltos del demo-
ìnftrmis ; et quibus prohibelur, ne sacrarium ingredlantur, ncc ad nio ; el Orden para que los ministros ejerzan dignamente sus
altare appropinquent, ìllis sánela sanclorum commitluntur. Quod cargos ; el Matrimonio, en fin, para que los cúnyujes guarden
quam sit horribile, quam qua detestabile ; ominum religiosprum la fe, repriman las concupiscencias, eduquen píamente á ta
animadvertil prudenlia. lgltur inlerdicil per omnia synodus: ne la- prole y lleven con paciencia las cargas del matrimonio.
CUESTIÓN LXII. — ARTÍCULOS II Y III. 647
la gracia sacramental añade á las gra- sujeto. Luego sería inútil que la gracia
cias de las virtudes y dones. estuviese en los sacramentos.
Al argumento 1.° diremos que la gra- 3.° Lo espiritual no se contiene en lo
cia de las virtudes y dones perfecciona corporal, aunque exista en ello; pues no
suficientemente la esencia y las poten- está contenida el alma por el cuerpo,
cias del alma, en cuanto á la ordenación sino más bien ella contiene al cuerpo.
general de los actos de ella ; pero en Luego parece que la gracia, siendo cierta
cuanto á ciertos efectos especiales, que cosa espiritual, no se contenga en el sa-
son requeridos en la vida cristiana, se re- cramento corporal.
quiere la gracia sacramental. Por el contrario, dice Hugo de San
Al 2.° que por las virtudes y dones se Víctor (De sacram. 1. 1, p. 9 , c. 2), que
escluyen suficientemente los vicios y pe- « el sacramento contiene la gracia invisi-
cados, en cuanto al presente y al futuro, j) ble por la santificación ».
esto es, en cuanto es impedido el hombre Conclusión. Los sacramentos de la
del pecado por medio de las virtudes y nueva ley contienen la gracia, como se
dones; pero en cuanto á los pecados pa- dice que la causa instrumental contiene el
sados, que pasan en acto, pero que efecto.
subsisten por el reato, se aplica al hom- Responderemos, que algo se dice es-
bre un remedio especial por medio de los tar en otro de muchos modos; entre
sacramentos. los que, de dos se halla la gracia en los
Al 3.° que la razón de la gracia sacra- sacramentos : 1.° como en el signo, por-
mental se refiere á la gracia comunmente que el sacramento es signo de gracia;
dicha, como la razón de la especie al gé- 2.° como en la causa, pues, como se ha
nero. Por lo tanto, así como no se dice dicho (a. 1), el sacramento de la nueva
equívocamente el nombre animal, em- ley es causa instrumental de la gracia.
pleándole en común y tomándole por el Por lo cual la gracia está en el sacra-
hombre; así no se dice equívocamente la mento de la nueva ley, no según la se-
palabra gracia, cuando se la aplica á la mejanza de la especie, como el efecto
gracia pura y simple y á la gracia sacra- está en la causa unívoca ( 2 ) ; ni tam-
mental. poco según alguna forma propia y per-
manente y proporcionada á tal efecto;
ARTÍCULO I I I . — Los s a c r a m e n t o s d e como están los efectos en las causas no
I n n u e r a l e y c o n t i e n e n l a g r a c i a ? (1). unívocas, v. g., las cosas engendradas es-
están en el sol, sino según cierta virtud
l.° Parece que los sacramentos de la instrumental, que es fluyente é incom-
ley nueva no contienen la gracia; por- pleta en el ser de la naturaleza, como
que lo contenido parece estar en el con- después ?e dirá (a. 4).
tinente : y la gracia no está en el sacra- Al argumento 1.° contestaremos que
mento, ni como en el sujeto, (porque el la gracia no se dice estar en el sacra-
sujeto de la gracia no es el cuerpo sino mento como en su sujeto, ni como eñun
el espíritu); ni como en un vaso, porque vaso, según que este es cierto lugar, sino
«el vaso es un lugar movible », como se como se dice que el vaso es el instru-
dice (Phys. 1. 4 , t. 41). Mas el estar en mento para hacer alguna operación se-
un lugar no conviene al accidente. Luego gún aquello (Ezech. 9 , 1): cada uno
parece que los sacramentos de la nueva tiene en su mano un instrumento de
ley no contienen la gracia. matar.
2. Los sacramentos se ordenan para Al 2.° que, aunque el accidente no
que los hombres consigan la gracia por pase de sujeto á sujeto ; sin embargo pasa
medio de ellos. Pero la gracia, siendo un de la causa á un sujeto de cierta mane-
accidente, no puede pasar de sujeto en ra por medio del instrumento, no para
(lj Es de fe contra los luteranos, s e g ú n aparece de la de- el alíquibits, anathema sil fses. 7, can. 6 y 7) y antes el Conci-
claración del Concilio tridentino : si quis dixerit, sacramenta lio florentino en su decreto de unión había dicho : septem sunt
"OVÍE legis non contincre gratiam quam significant, aul gratiam ip- sacramenta novee legis quee multum ab antiquis differunt: illa enim
M n
Poncntibus obiccm non con ferré... anathema sil. Si quis di-
m n
non causabant gratiam... heve vero nostra el continent gratiam el
x e n í
aari gratiam per hujttsmodi sacramenta
n m
semper, ómnibus, ipsam digne suscipienlibus confferunt.
iumium cst ex parle Dei, etiamsi rile ea suscipiant, sed aliquando (i) Se llama unívoca la causa de un mismo género y efecto.
648 CUESTIÓN LXII. — ARTÍCULOS III Y I V .
(1) Así el alma con respecto al cuerpo. ad graliam consequendam sitfficere, anathema slt.
(2) Los luteranos y calvinistas pretenden que los sacra- (3) Así piensan los que sostienen, que los sacramentos cau-
mentos no confieren la gracia ex opere opéralo, es decir, por sí san la gracia no física sino moralmente, lo cual difícilmente
mismos independientemente del mérito de los que los admi- puede concillarse con las palabras ex opere opéralo del l i >
nistran, sino ex opere operanlis, es decir, que conceden la gra- dentino.
cia según la fe y piedad del ministro. Mas el Concilio de (4) Este movimiento de los sacramentos es el producido por
Trento , de acuerdo con la tradición , ha declarado (sess. 7, Dios para conseguir un determinado efecto, y de esta opinión
can. B): si quis dixerit, per ipsa noven legis sacramenta ex opere son Cayetano, Domingo, Cabrera y muchos otros después*
opéralo non con/ferri graüam, sed solam fidem divinen promUsionis Santo Tomás.
CUESTIÓN LXII. — A R T Í C U L O S IV Y V . 649
Al argumento 1.° diremos, que la virtud tra en jas palabras y en las cosas, según
espiritual no puede existir eu una cosa que por unas y otras se perfecciona un
corpórea á modo de virtud permanente y solo sacramento (1).
completa, como la razón lo prueba. JN"ada
impide, sin embargo, que exista instru- ARTÍCULO V . — t o s sacramentos de l a
meutalmente en el cuerpo la virtud es- nueva ley tienen s u virtud de la pasión de
piritual, esto e s , en cuanto el cuerpo Cristo ?
puede ser movido, por alguna sustancia
espiritual para producir algún efecto es- l.° Parece que los sacramentos de la
piritual ; como también en la misma voz ley nueva no reciben su virtud de la pa-
sensible hay cierta fuerza espiritual para sión de Cristo ; porque la virtud de los
excitar el entendimiento del hombre en sacramentos es para causar la gracia en
cuanto procede de la concepción de la el alma, por la cual vive espiritualmente.
mente. Y de este modo hay en los sacra- P e r o , como dice San Agustín (Sup. Joan,
mentos una fuerza espiritual, en cuanto tract. 1 9 ) , « e l Verbo, según era en el
son ordenados por Dios para un efecto es- » principio con D i o s , vivifica las almas ;
piritual. » según que se hizo carne vivifica los
Al 2.° que, así como el movimiento, por » cuerpos.» Y como la pasión de Cristo
ser acto imperfecto, no está propiamente pertenezca al Verbo en cuanto se hizo
en algún género, sino que es reducido al carne, parece que no puede causar la
género de acto perfecto, como la altera- virtud de los sacramentos.
ción á la cualidad ; así la virtud instrn- 2.° L a virtud de los sacramentos pa-
mental'no está propiamente hablando en rece depender de la fe, puesto que, como
algún género, sino que se reduce al g é - dice San Agustín ( S u p . Joan, trac. 80),
nero y especie de la virtud perfecta. « e l Verbo de Dios perfecciona el sa-
Al 3.° q u e , así como la virtud instru- » cramento, no por lo que se dice, sino
mental se adquiere por el instrumento, » por lo que se cree.» Mas nuestra fe no
por el hecho mismo de ser movido por el solo se refiere á la pasión de Cristo, sino
agente principal, así también en el sa- también á otros misterios de su humani-
cramento se consigue la virtud por la dad, y más principalmente aún á su di-
bendición de Cristo y por la aplicación vinidad. L u e g o parece que los sacramen-
del ministro al uso del sacramento. Pol- tos no tienen especialmente la virtud de
lo cual dice San Agustín (in quodam la pasión de Cristo.
serm. de Epiphauia ) : « no es de admirar 3.° L o s sacramentos se ordenan á la
»que digamos que el agua, es decir una justificación de los hombres según aque-
)) sustancia corporal, llegue á purificar el llo ( i Cor. 6, 11): habéis sido lavados,
»alma. L l e g a seguramente, y penetra habéis sido justificados. Pero la justifica-
5> en los pliegues todos de la conciencia ; ción es atribuida ala resurrección, según
»porque aunque la misma sea sutil, y te- aquello ( P o m . 6, 25) : resucitó para
»nue, sin embargo hecha aun más sutil nuestra justificación. L u e g o parece que
»por la bendición de Cristo, penetra las los sacramentos tienen su virtud más bien
»causas ocultas de la vida, y los secre- de la resurrección de Cristo, que de su
»tos de la mente con sutil rocío. » pasión.
Al 4 . ° que, así como la misma fuerza Por el contrario : sobre estas palabras
principal del agente se encuentra ins- ( P o m . 5) en semejanza de la transgre-
trumentalmente en todos los instrumen- sión de Adán, dice la Glossa ordin : « del
tos ordenados al efecto, en cuanto son » costado de Cristo muriendo en la Cruz
uno solo según cierto orden; así también » salieron los sacramentos, por los que es
la misma fuerza sacramental se encuen- » salvada la Iglesia » (2). A s í pues los
(1) Así S a n i o T o m á s (De veiil. C 2 7 , a . -1 a l 10) e n t o d o s l o s flucntibils itndis aqua: et sanguinis formaretur unica et inmacculata,
sacramentos e s c i e r t o q u e s u v i r t u d n o c o n s i s t e e n l a m a t e r i a ac virgo, sancla mater Ecclessia, conjux Christi ; y segun se d e -
s
°lo,sino en la n m t e r i a y forma j u n t o s s e g ú n se h a d i c h o d u c e d e las palabl-as del Concilio t r i d e n t i n o (sess. o, d e c . d e
antes,
p e c e , o r i g . ) : si quis negat, ipsum Christi nierltum, qui nos Deo re-
(2) A s í en e l C o n c i l i o d e V i e n a (elementinas tit. de sum. conciliavlt in sanguine suo, per baptysmi sacramenlum in forma
unit. e t ful. c a l h . ) : in natura assumpta Dci Verbum, emisso Ecclesia; rite collalum tarn adultis quam parvulis applicavi: ana-
m
WirilH perforan lancea sustinuit latas suum : ut exinde pro- thema sit.
650 CUESTIÓN L X I I . — A R T Í C U L O S V Y VI.
(1) V. la C. GG, a. 4 y 5 y la C. 74, a. 7 al 3 sobre si el agua neral, y de ellos ya se dijo (Galat. 4) que eran in/irina et como
era elemental y la sangre que fluyó verdadera sangre. por lo cual no causaban la gracia y eran establecidos solo para
(2) Wo en el sentido de los luteranos de que los sacramen- alimentar la fe en Cristo. Así el Doncilio de Trento (sess. é,
tos tengan su virtud de la fe de los que los reciben, ó sea, ex c 1) dice : llomincs usque aneo nervi crani peccali, ul non modo
opere operantls, sino ex opere opéralo como se ha dicho antes. gentes per viam naturai, sed ne judtei quidem per legcm Moysi info
(3) De todo el contesto de este artículo aparece que se ha- liberari, ani surgere possent.
bla de todos los llamados sacramentos de la 1. y antigua en g e -
CUESTIÓN LXII. — ARTÍUCLÓ VI. 651
1." Se produce por los sacramentos algún carácter en el alma? —2.°Qué es este carácter? — 3.° A
quién pertenece?—4.° En quién reside como en su sujeto?—5." Permanece indeleblemente?—6,° To-
dos los sacramentos imprimen carácter ?
(1) Pretenden los protestantes que el carácter en los sacra- primen carácter, y aunque en las congregaciones privadas y
'ontos es una invención de los escolásticos, siendo asi que preparatorias del Concilio de Trento se disputó largo tiempo
»sta de la tradición- (V. reunida por Trombell t. 5, de bapt. acerca del carácter sacramental, no se trató empero de su
. ' ^ confirm.) por lo cual los concilios de Florencia y el existencia, dándola por admitida según puede verse en Palla -
'"entino (sess. 7, can. 9) declararon que los sacramentos im- vicini (Estoria del Concilio ec. 1, 19, c. 5).
654 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS I Y II.
sacramenli, y que el sacramento, operatio sacramenli, no impri nece también en la otra vida, en los bienaventurados para
gloria y en los condenados para ignominia (3. Р. C. 03,
me el carácter sino en los que no le ponen obstáculo con una
a. 2 y 5).
voluntad contraria, conforme con lo declarado por el triden
CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 655
es i n d e l e b l e , c o m o s e d i r á ( a . 5 ) . A s i - á l a s e g u n d a e s p e c i e d e l a c u a l i d a d (2).
mismo t a m p o c o es h á b i t o , p o r q u e n o h a y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a figu-
hábito q u e p u e d a ser e m p l e a d o b i e n ó ra es cierta terminación d el a c a n t i d a d ;
malamente ; y e lcarácter s í ; porque los por l oque, propiamente hablando, n o
unos h a c e n b u e n u s o d e é l y l o s o t r o s existe sino en las cosas corporales ; y en
malo, lo cual no tiene l u g a r en los h á b i - las espirituales s e dice solo metafórica-
tos, p u e s t o q u e n a d i e u s a m a l a m e n t e d e l m e n t e . M a s n o se p o n e a l g o en el g é n e r o
hábito de l av i r t u d , y n a d i e b i e n d e l h á - ó e nl a especie sino por l o que d e ello
bito d e l a m a l i c i a . L u e g o e l c a r á c t e r e s p r o p i a m e n t e se predica. A s í pues e l ca-
potencial. rácter no puede estar en l a cuarta espe-
Conclusión. El carácter importa cier- cie d el a cualidad ( 3 ) , a u n q u e algunos
ta potencia espiritual ordenada á aque- lo supusieron.
llas cosas que son del culto divino (1). A l 2.° q u e e n l a t e r c e r a e s p e c i e d e
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o cualidad, n o existen sino las pasiones sen-
( a l ) , l o s s a c r a m e n t o s d e l a n u e v a ley sibles , ó sensibles cualidades. P e r o el c a -
imprimen carácter, en cuanto por ellos rácter no e s una luz sensible ; y por esto
son destinados los hombres al culto de no está en l atercera especie (4) d e c u a -
Dios, según el rito de la religión cristia- lidad, c o m o algunos dijeron.
na. P o r l o c u a l S a n D i o n i s i o ( E c c l e . A l 3.° q u e la relación, q u e se i m p o r t a
h i e r a r . , c . 2), d e s p u é s d e h a b e r d i c h o en e l n o m b r e de signo e smenester q u e
«que Dios transmite e n cierto signo a l se funde sobre algo. M a s l a relación de
i que se a c e r c a al b a u t i s m o u n a partici- este signo, que e s e l carácter, no puede
¡> p a c i ó n s u y a » , a ñ a d e , « h a c i é n d o l e d i - fundarse inmediatamente sobre la esencia
B vino y c o m u n i c a d o r d e l o d i v i n o ». E l del a l m a , porque así convendría natural-
culto d i v i n o c o n s i s t e y a e n r e c i b i r a l g u - m e n t e á t o d a alma. Y por esto es m e n e s -
nas c o s a s d i v i n a s , y a e n t r a n s m i t i r l a s á ter que se p o n g a algo en el a l m a sobre lo
otros; m a s p a r a u n a y otra c o s a se re- q u e s e f u n d e tal relación ; y esto es l a
quiere c i e r t a p o t e n c i a , p o r q u e p a r a t r a n s - esencia del carácter; por consiguiente no
mitir a l g o á o t r o s s e r e q u i e r e c i e r t a p o - convendrá que e lcarácter esté en e l g é -
tencia a c t i v a ; p a r a recibir s e r e q u i e r e nero d e relación, como algunos supu-
potencia p a s i v a ; y por esto e l c a r á c t e r sieron.
importa cierta p o t e n c i a espiritual orde- A l 4.° q u e e l carácter tiene r a z ó n d e
nada á las c o s a s p e r t e n e c i e n t e s a l c u l t o signo, por comparación a l sacramento
divino. D e b e s a b e r s e , n o o b s t a n t e , q u e e s t a sensible por e lc u a l se i m p r i m e ; pero se-
potencia espiritual es instrumental, c o m o g ú n q u e se le considera e n sí, tiene r a z ó n
t a m b i é n ( C . 62, a . 4 ) s e h a d i c h o a c e r c a d e principio, a lm o d o y a d i c h o ( 5 ) .
de la v i r t u d q u e e x i s t e e n l o s s a c r a m e n -
tos ; p o r q u e t e n e r e l c a r á c t e r d e l . s a c r a - ARTÍCULO I I I . — E l c a r á c t e r sacra-
mento c o m p e t e álos ministros de D i o s ; y m e n t a l e s e l carácter d e Cristo ?
el m i n i s t r o o b r a á m o d o d e i n s t r u m e n t o , 1.° P a r e c e q u e e l c a r á c t e r s a c r a m e n -
s e g ú n s e d i c e ( P o l i t i c . 1. 1, c . 3 ) . P o r l o tal n o e s e l carácter d eC r i s t o ; porque
tanto, así c o m o l av i r t u d q u e reside e n s e d i c e ; ( E p h e s . 4 , 3 0 ) : no contrastes al
l o s s a c r a m e n t o s n o e s t á e n e l g é n e r o per Espíritu Santo de Dios en el cual estáis
se, s i n o p o r r e d u c c i ó n , p o r q u e e s a l g o sellados. P e r o e l c a r á c t e r i m p l i c a e s t e
pasajero é i n c o m p l e t o ; así t a m b i é n e l sello. L u e g o el carácter s a c r a m e n t a l d e b e
carácter n o e s t á p r o p i a m e n t e e n e l g é - atribuirse m á s bien a l Espíritu S a n t o ,
nero ó e n l a e s p e c i e , s i n o q u e s e r e d u c e que á Cristo.
(1) Según se ha dicho en la ñola anterior. ( V . Migue Curs. causa alteración de los sensibles ó causada por la alteración
theol, compl. 2 1 , pág. 98). de lo sensible. Si estas cualidades pasan pronto, se llaman
f2) Esta segunda especie puede ser potencia é impotencia y pasiones ; si perseveran algún tiempo, se llaman cualidades
se define cualidad que dispone la sustancia para obrar ó re- pasibles.
sistir ; si esta cualidad es fuerte se llama potencia, si débil, (5) Sin embargo, Bellarmino, Suarez, Vázquez y otros
impotencia. quieren que el carácter pertenezca á la primera especie, es
(3) La cuarta especie es la forma y la figura; defínese la decir, al hábito. Esta especie puede definirse, calidad que de-
cualidad resultante de la diversa disposición de las partes de termina al sujeto á obrar bien ó mal según su naturaleza. Si
la cantidad. esta cualidad es difícil, el móvil se llama hábito ; si fácil, se
(1) La tercera especie de cualidad se define calidad que llama disposición.
656 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULO III.
2.° E l carácter tiene razón de signo y modo que es marcado el denario por un
es signo de la gracia que se confiere por carácter para el uso de los cambios y los
el sacramento ; mas la gracia se infunde soldados son investidos de un carácter,
en el alma por toda la Trinidad, por lo como destinados á la milicia. Mas el h o m -
cual se dice (Ps. 8 3 , 1 2 ) : el Señor dará bre fiel es destinado para dos cosas : p r i -
la gracia y la gloria. Luego parece que mera y principalmente para goce d e la
el carácter sacramental no debe atribuirse gloria ; y para esto se le marca con el
especialmente á Cristo. sello de la gracia según aquello (Ezecli.
3.° Se recibe el carácter para ser dis- 9,4) : y señala un Thau sobre las frentes
tinguido por él de los demás. Pero la dis- de los hombres que gimen y se duelen. Y
tinción de los santos de los otros tiene (Apoc. 7, 3): no hagáis mal á la tierra
lugar por la caridad, porque « esta sola ni al mar ni á los árboles hasta que seña-
» establece diferencia entre los hijos del lemos á los siervos de Dios en sus frentes.
» reino y los hijos de perdición», como Es destinado en segundo lugar cualquier
dice San Agustín ( D e Trin. 1. 15, c. 8), fiel para recibir ó transmitir á o t r o s l a s .
por lo cual se dice que los hijos de perdi- cosas que pertenecen al culto de Dios; y
ción tienen el carácter de la bestia, como á esto se destina propiamente el carácter
consta (Apoc. i3). Pero la caridad no se sacramental. Pero todo el rito de la reli-
atribuye á Cristo, sino más bien al Espí- gión cristiana se deriva del sacerdocio de
ritu Santo, según aquello (Rom. 5,5): la Cristo. Y por esto es evidente que el ca-
caridad de Dios está difundida en nues- rácter sacramental es especialmente el
tros corazones por el Espíritu Santo que carácter de Cristo, á cuyo sacerdocio se
se nos ha dado. O también al Padre ( n asemejan los fieles según los caracteres
Cor. ult. 13) : la gracia de Nuestro Se- sacramentales, que no son otra cosa que
ñor Jesucristo y la caridad de Dios. ciertas participaciones del sacerdocio de
Luego parece que el carácter sacramen- Cristo derivadas del mismo Cristo.
tal no debe atribuirse á Cristo. Al argumento 1.° diremos que el A p ó s -
Por el contrario : algunos definen el tol habla allí de la consignación, según
carácter diciendo ; que es « una distinción la que es destinado alguno á la gloria
» impresa por el sello eterno en el alma futura, que se realiza por la gracia ; y
» racional según la imagen de Dios, que se atribuye al Espíritu Santo en cuanto
» consigna la Trinidad creada á la Tri- procede del amor, que Dios nos o t o r g a
» nidad que crea y regenera y que dis- algo gratuitamente, lo cual pertenece á
»tingue á los no configurados según la razón de la gracia. Mas el E s p í r i t u
» el estado de la fe». Ahora bien el ca- Santo es amor : por lo cual también se
rácter eterno es el mismo Cristo según dice (i Cor. 12, 4) : hay repartimientos
aquello (Heb. 1, 3) el cual siendo el de gracias, mas mío mismo es el Espíritu.
resplandor de la gloria y la figura ó ca- Al 2.° que el carácter sacramental, es
rácter de su sustancia. Luego parece que la cosa sacramental respecto del sacra-
el carácter debe ser atribuido propiamen- mento exterior, y es sacramento respecto
te á Cristo. del último efecto. Y por esto puede atri-
Conclusión. El carácter que se impri- buirse algo al carácter, de dos m o -
me por los sacramentos para obrar lo dos : 1.° según la razón del sacramento,
destinado al culto divino es el carácter de y de este modo es signo de la gracia in-
Cristo, por el cual los fieles se asemejan visible que se confiere en el sacramento;
á Cristo (1). 2.° según la razón propia del carácter:
Responderemos, que, como consta de y de este modo es signo, configurativo del
lo dicho (a. 1.), el carácter es propia- agente principal en el que reside la auto-
mente cierto sello, por el que algo es ridad sobre la cosa á la cual es destinado:
marcado, como ordenado á algún fin, al como los soldados que se destinan p a r a
(1) Así^en'f Luc. 22 J se dice : Iíoc facile in meam commcmora. mismo sacerdocio ; mas imprimiendo carácter el sacerdocio
lionem. Por estas palabras Cristo, como dice él tridentino (según el concilio citado} de aquí que Cristo recordó que el
(sess. 2, c. 1, can. 2} instituyó sacerdotes á los apóstoles y carácter en el sacerdocio como los demás sacramentos deriva
consiguientemente habiendo hecho esto por autoridad propia de él.
demostró que el sacerdocio de los Apóstoles se derivaba de su
CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS III Y IV. 651
el combate, son marcados con la señal 3.° Las potencias del alma racional,
del capitán, al cual se le asemejan de se distinguen en conognoscitivas y apeti-
cierto modo. Y en este concepto los que tivas. Mas no puede decirse que el carác-
son destinados al culto cristiano, cuyo ter esté únicamente en la potencia cog-
autor es Cristo, reciben el carácter, con noscitiva, ni tampoco solo en la potencia
el que son asemejados á Cristo ; por apetitiva, porque no se ordena esclusi-
lo cual el carácter es propiamente de vamente ni á conocer ni á apetecer ; del
Cristo. mismo modo también no puede decirse
Al 3.° que por el carácter se distingue que esté en una y otra, porque un mismo
un individuo de otro por relación al fin, accidente no puede estar en diversos su-
al que es ordenado el que recibe el ca- jetos. Luego parece que el carácter no
rácter, según lo dicbo (a. 1) del carácter está en la potencia del alma, como en su
militar, por el que se distingue el sol- sujeto sino más bien en la esencia.
dado del rey, del soldado del enemigo con Por el contrario : así como se contiene
relación al combate. Asimismo el carác- en la antedicha definición del carácter
ter de los fieles es por el que se distin- (a. 3), este se imprime en el alma racio-
guen los fieles de Cristo, de los siervos nal, según la imagen. Pero la imagen de
del diablo (1), ya en orden á la vida la Trinidad en el alma se considera se-
eterna, ya en orden al culto de la Iglesia gún las potencias. Luego el carácter
actual, de los cuales el primero se realiza existe en las potencias del alma.
por la caridad y la gracia, como la obje- Conclusión. El carácter no se funda
ción supone, y el segundo, por el carác- en la esencia del alma como en el sujeto,
ter sacramental. Por lo cual aun el ca- sino en la potencia de la misma.
rácter de la bestia puede entenderse por Responderemos que, según lo dicho
oposición , ya la obstinada malicia, por (a. 3 ) , el carácter es cierto sello, por el
la que algunos son destinados á la pena que es marcada el alma para, recibir ó
eterna, ya la profesión de un culto ilícito. transmitir á otros las cosas que son del
culto divino; y este consiste en ciertos
A R T Í C U L O IV. — ¿El carácter re- actos. Mas á los actos se ordenan pro-
side e n l a s p o t e n c i a s d e l a l i ñ a c o m o e n s u s u - piamente las potencias del alma, comoja
jeto? (3) esencia se ordena al ser. Y por esto, el
carácter no está como en su sujeto en la
1.° Parece que el carácter no está en esencia del alma, sino en su potencia.
las potencias del alma como en su su- Al argumento 1.° diremos que se atri-
jeto ; porque se dice que el carácter es buye el sujeto á algún accidente según la
una disposición á la gracia, y la gracia razón de aquello, á que dispone próxi-
está en la esencia del alma, como en su mamente, mas no según la razón de aque-
sujeto, según se ha dicbo (l. -2. C. 136, llo á que dispone remota ó indirecta-
a ffi
a. 4). Luego parece-que el carácter está mente. Pero el carácter dispone directa
en la esencia del alma, y no en las po- y propiamente el alma para las cosas que
tencias. deben practicarse en el culto divino. Y
2.° La potencia del alma no parece como estas no se hacen idóneamente sin
ser el sujeto de alguno, sino del hábito el auxilio de la gracia; porque, como se
ó de la disposición. Pero el carácter, se- dice (Joan. 4 , 24), los que adoran á
gún se ha dicbo (a. 2 ) , no es hábito ó Dios es menester que le adoren en espí-
disposición sino más bien potencia, cuyo ritu y en verdad; sigúese que la bondad
sujeto no es sino la esencia del alma. divina da la gracia á los que reciben el
Luego parece que el carácter no está carácter, para que cumplan dignamente
como en su sujeto en la potencia del las cosas á que son destinados (3) Y por
alma, sino más bien en la esencia de la esto debe atribuirse más bien al carácter
misma. un sujeto según la razón dé los actos per-
(1; Por lo cual (Apoc. 13, 17 y 14, 9) se dice : que las bes- {3) A no ser que pongan obstáculo, pues, cuando los indig-
recibieron el carácter en la frente y en la mano : en donde
t l a s
nos se acercan al sacramento en estado de pecado, se les im-
por bestia se entiende el antecrlsto y en este al diablo. prime el carácter, mas no la gracia sacramental; esto tratán-
(-J Según Santo Tomás el carácter se imprime en e l e n t c n - dose del sujeto que recibe el sacramento, pues con respecto
«imienlo práctico como la misma fe. al ministro se tratará más adelante.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 42
658 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS IV Y V.
tenecientes al divino culto, que según la lo que sirve para el fin, de otra manera
razón de la gracia. subsistiría en vano; así como después
Al 2.° que la esencia del alma es el • de la resurrección no habrá • matrimonio
sujeto de la potencia natural, que proce porque cesara la generación, á la cual se
de de los principios de la esencia. Mas ordena el matrimonio. Mas el culto e s t e
tal potencia no es el carácter, sino cierta rior, al que se ordena el carácter, no p e r
potencia espiritual que viene de afuera. manecerá en la patria celestial en la cual
Por consiguiente, así como la esencia del nada se obra en figura sino todo en ver
alma, por la cual es natural la vida del dad desnuda. Luego el carácter s a c r a
hombre se perfecciona por la gracia, pol mental no permanece perpetuamente en el
la que vive espiritualmente el alma; así alma, y así no se la une indeleblemente.
la potencia natural del alma se perfec Por el contrario, dice San A g u s t í n
ciona, por la potencia espiritual, que es (contr. Parm. 1. 2, c. 13) : «los s a c r a
el carácter. Mas el hábito y la disposición » mentos cristianos no tienen menos du
pertenecen á la potencia del alma, por » ración que la insignia corporal d e la,
que se ordenan á los actos de los cuales » milicia. Pero el carácter militar no es
son principios las potencias Y por igual » impreso de nuevo, sino que es recono
razón, todo lo que se ordena al acto, » cido con honor en el que ha obtenido
debe atribuirse á la potencia. » del E mperador su perdón después de
Al 3.° que según lo dicho el carácter » haber cometido una falta». Luego el
se ordena á las cosas que son del culto carácter sacramental no puede ser bor
divino, que es.cierta protestación de la rado.
fe por medio de signos esteriores. Y por Conclusión. Siendo el carácter cierta
esto es menester, que el carácter resida participación sacramental del sacerdocio
en la potencia cognoscitiva del alma, en la de Cristo, es necesario que sea inde
que reside la fe. leble.
Responderemos que, según lo dicho
ARTÍCULO V . — EI carácter reside In (a. 3 ) , el carácter sacramental es cierta
d e l e b l e m e n t e e n e l a l m a ? (1) participación del sacerdocio de Cristo en
sus fieles, esto es, que así como Cristo
1.° Parece que el carácter no reside tiene la plena potestad del sacerdocio es
indeleblemente en el alma ; porque cuanto piritual, así sus fieles (3) son asemeja
más perfecto es algún accidente, tanto dos á él en que participan de alguna po
más firmemente se adhiere. Pero la gra testad espiritual respecto de los sacra
cia es más perfecta que el carácter, por mentos y de las cosas que pertenecen al
que el carácter se ordena á la gracia divino culto. Y por esta causa no com
como al fin ulterior (2), y la gracia se pete á Cristo tener carácter, sino q u e la
pierde por el pecado. Luego mucho más potestad de su sacerdocio se compara al
el carácter. carácter, como lo que es pleno y perfecto
2.° Por el carácter es destinado alguno á alguna participación suya. Mas el sa
al culto divino, como se ha dicho (a. 4 y cerdocio de Cristo es eterno según aque
a. 1 , y 2). Y algunos pasan del culto llo (Ps. 1 0 9 , 4) : tu eres sacerdote eter
divino al culto contrario por la apostasía namente según el orden de Melchisedecli,
de la fe. Luego parece que los tales pier De aquí es que toda santificación q u e se
dan el carácter sacramental. hace por su sacerdocio, es perpetua, per
3.° Cesando el fin, debe cesar también maneciendo la cosa consagrada. Lo cual
(1J E s de fe según la declaración del florentino y del tri quita, el sacramento renace ( revivicere ) y confiere la grácil.
dentino : si quis dixerit,... non imprimi caractùrem in anima, hoc Así el mismo Santo Tomás, refiriéndose á espresiones aná
est, signum quoddam spirituale et indelebile, nude ea iterari non Я
logas de San A g u s t í n , dice : guando aliquis bapliztdiir, Г'"'Я'
possunt, analhema sii, (ses. 7, can. 9). caracterem quasl formam el consequilur proprium ejj'echm, ?"i eií
(2) No intrinseco sino extrínseco ; porque el carácter por sí gratia remitíais omnia peccala. Impcdilur autem quinutoqucp
intrínseca, próxima é inmediatamente se ordena á lo pertene ficlioncm, unde oportet qubd, remola ea per peenitcnliam, bastid
cíente al culto divino y por tanto á la gracia para desempe stalim consequatur suum effeclum.
ñarla rectamente, si bien la gracia es un efecto más principal (3J E ntiéndase la palabra fieles en el sentido del autor, ni* 5
que e l carácter. Por esto la mayor parte de los teólogos con no respecto del ministro del sacramento, c o m o lo entienden Ь
Santo Tomás sienten que, cuando un sacramento no reiterable protestantes.
ha sido redhibido con un obstáculo (obesj, si el obstáculo se
CUESTIÓN LXIII.—ARTÍCULOS V Y VI. 659
(1) Este articulo es contra los herejes anabaptistas rebapti- Así también el concilio tridentino (sess. 7 de sacram. can. 9):
zantes, contra los pobres de Lion sosteniendo que el sacerdote si quis dixeril; in tribus sacramentis, seiliect, Uaplismo, Confirma-
pierde por el pecado mortal la potestad de consagrar ; contra tione el Ordine non imprimí caracterem in anima, hoc est, signum
los wiclcfitas sosteniendo igual doctrina y últimamente los quoddam spirituale el Indelebite, unde ea iterart non possunt: ana-
*aldenscs que c o n f i e r e n el carácter sacramental á los seglares. thema sil. Y en las sesiones 14, c. G y 23 c. 4 condena los erro-
El concilio de Constanza condenó (sess. SJ el error de Wiclef res acerca del carácter sacramental en-los seglares.
y e n el concilio 1." de Cartago, á los rebautizantes. El conci- (2) La cosa, es decir, cierto efecto : el sacramento, esto es, el
lio de Florencia (decret. de unión) dice : inter hese sacramenta efecto ulterior ; y acerca de estas palabras véase lo que diji-
stmí, Baptismus, Confirmatio el Ordo quee caracterem, idest, mos en otra nota tocante á la doctrina del carácter indeleble
WrUttalc qitoddam signum a cceteris distinctivum, iniprimutU in sostenida en la edad media, según la de San A g u s t í n y P P . d e
anima iniclebile : unde in eadem persona non reiterantur. Hcliqtta la antigua Iglesia y reproducida principalmente en el decreio
reo qualor caracterem non imprimitnt el reiteralionem admiltunt. de Inocencio 111 (Majorcs):
660 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULO VI.
(1) Así dice San Agustín hablando del bautismo : baplizan- (2) Según las declaraciones de los Concilios citados cu la
dis caracterem inligi, imprimi, hmrere, munquam violari, portari .. nota 109.
lene qúod accepisii ; non mutalur sed agnoscitur ; carácter est regís . (3) Consúltese lo que se dice en la C. 66, a. 4 sobre el bau-
mei, non ero sacrilegas ; corriga desertorem, non immuto caracterem, tismo.
CUESTIÓN LXIY.
De l a c a u s a de l o s s a c r a m e n t o s .
Trataremos ahora de la causa de los sacramentos ya por autoridad ya por ministerio, esto es,
quién es su autor y quién es el ministro, en los diez artículos siguientes:
1." Solo Dios obra interiormente en los sacramentos? 2.° Lainstitucion de los sacramentos proviene
solamente de Dios ? 3.° De la potestad que Cristo tuvo en los sacramentos 4.° Pudo comunicar á otros
esta potestad ? 5.° La potestad del ministerio en los sacramentos conviene á los malos ? 6." Pecan los
malos dispensando los sacramentos ? 7.° Los ángeles pueden ser ministros de los sacramentos ? 8.° Se
requiere la intención del ministro en los sacramentos ? 9." Es necesario que tenga la verdadera fe, de
tal suerte, que el infiel no pueda conferir los sacramentos ? 10. Se requiere recta intención?
se dicen ciertas oraciones. Y las oracio- L u e g o del primer modo solo D i o s obra el
nes de los justos son más dignas de ser efecto interior del sacramento ; ya porque
oidas por D i o s , que las de cualesquiera él solo penetra en el alma, en la cual exis-
otros según aquello (Joan. 9, 31) : si al- te el efecto del sacramento; y no puede
guno es temeroso de Dios, y hace su vo- obrar alguna cosa inmediatamente donde
luntad, á este oye. L u e g o parece que ma- no existe; y a porque la gracia, que es el
yor efecto sacramental consigue aquel efecto interior del sacramento, proviene
que recibe el sacramento del ministro que de solo D i o s , según se ha dicho f 1-2. ,K
(1) Como si la oración fuese lá verdadera causa de conse- todos los sacramentos de la nueva l e y habían sido inmediata-
guir el efecto ; pues de aquí se seguiría que cuanto mejor y .mente establecidos por Cristo, como la Éstremauncion y la
más santo fuese el ministro, mayor efecto produciría el sacra- Confirmación por ejemplo. Mas el Concilio tridenlino ( s e s s . ¡
mento, salvas las gracias especiales producidas per accidcns de sacram. can. 1) dice : si quis dixerit, sacramenta nene legi*
por cada sacramento según dijimos antes. non fnisse omnia á Jesa Clirislo Domino nostro instituía, alKitlwM
(2) Este artículo es contra la herejía de Jacobo Prepósito sit. Y en l a (sess. 14, c. 1) hace igual declaración respeelo a
diciendo que la Confirmación, el Orden, el Matrimonio y la la Éstremauncion y en la (sess. 24, c. i) llama á Jesucristo!
Éstremauncion han sido instituidos por la Iglesia. Ademas venerabillum sacramentorum i7istitulor, atqne perfector.
contra la opinión de algunos teólogos que sostuvieron que no
CUESTIÓN L X I V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 663
(1) De aquí que el Concilio tridentino diga : si quis autem Dios en todos sus bienes ; de manera que la humanidad de
Irodilioncs pra¡dilas sciens et prudens contemserit, anatema sit. \ Cristo puede y vale tanto como su divinidad ; siendo así que
V» el mismo Concilio (sess. 2 1 , can 2) hablando de las ceremo- en el Símbolo de San Atanasio se dice de Cristo : cequalis
nias de los sacramentos había definido : praedictain potatatela Patri secundum divinltalem, ininor Paire secundum humanilulem,
[esdecir, de establecerlas) perpetuo in Ecclesia fuisse, ut in sacra- .profesión de fe aprobada por la Iglesia.
nenroi'Kitt dispensalione, salva illorum subslanlìa ca stalueret vel (3) Como puede verse en el lugar citado, donde se añade:
mutarci, quos suscipicnlium ninnate, sen ipsorum sacrajnentorum el ego vidi et testimonium perhibui quia hic est Filtus Dei, y antes
vencrationi pro rerum, tempoi uni, per locorum varietale magis ex- había dicho ( v . 32J : vidi Spirilum descendenlcm quasi columbam
Vedire judicaret. de cosió et mansit super eum : et ego nesciebam eum, sed qui missil
(2) Este artículo es contra la herejía de A m o l d o de Villa- me, etc.
nova diciendo que la naturaleza humana en Dios es igual a
664 CUESTIÓN L X I V . — A R T Í C U L O S III Y I V .
San Agustín (1) (Contr. Max., 1. 3, alguna, así como ni la divina esencia ;
c. 7 ) , «si pudo y no quiso fue envidio- tuvo otra potestad de escelencia, que le
j) so »; pero la envidia estuvo muy lejos compete en cuanto hombre, y tal potes-
Je Cristo, en el cual existió la suma ple- tad pudo comunicarla á los ministros,
nitud de la caridad. Luego al no comu- esto es, dándoles tanta plenitud de gra-
nicar Cristo su potestad á los ministros, cia, que el mérito de ellos obrase para los
parece que no pudo comunicarla. efectos de los sacramentos, de modo que
2.° Sobre estas palabras (Joan. 14): ala invocación de sus nombres fueran san-
majora horum faciet, dice San Agustín tificados los sacramentos, y que pudiesen
(tract. 72, in Joan.): « yo juzgaría esto, los mismos instituirlos y sin el rito de los
5) es decir, la justificación del impío, co- sacramentos conferir su efecto por sólo su
í mo una cosa más grande que crear el mandato. Porque puede el instrumento
í cielo y la tierra ». Pero Cristo no pudo unido, cuando fuere más fuerte, dar tanto
comunicar á sus ministros el crear el cielo más su virtud al instrumento separado,
y la tierra. Luego ni el justificar al im- como la mano al báculo.
pío; pues haciéndose la justificación del Al argumento 1.° diremos, que Cristo
impío por la potestad de Cristo, que tie- no omitió por envidia el comunicar á los
ne en los sacramentos, parece que la que ministros de la Iglesia su potestad de es-
en éstos tuvo, no pudo comunicarla á sus celencia, sino por utilidad de los fieles,
ministros. para que no pusieran en el hombre su es-
3.° A Cristo, en cuanto es cabeza de peranza y no hubiera diversos sacramen-
la Iglesia, compete el que de él mismo se tos, de los cuales se originase la división
derive á otros la gracia según aquello en la Iglesia; como entre los que decían :
(Joan. 1, 16): de su plenitud recibimos yo soy de Pablo y yo de Apolo, pero yo
fados. Mas esto no.fue comunicable á de Céfas, como se dice ( i Cor. 12).
otros, porque así la Iglesia sería un Al 2.° que aquella objeción procede de
monstruo que tendría muchas cabezas. la potestad de autoridad que conviene á
Luego parece que Cristo no pudo co- Cristo en cuanto es Dios, aunque tam-
municar su potestad á los ministros. bién la potestad de escelencia pueda de-
Por el contrario es lo que sobre aque- nominarse autoridad por comparación á
llo (Joan. 1, 3 1 ) : ego nesciebam eum, los otros ministros. Por lo cual sobre
dice San Agustín (tract. 5, in Joan.), aquello ( i Cor. 1 : divisus est Cristus),
que « él no sabía que el Señor hubiera dice la Glosa (ord. sup. illud : ego vero
i> tenido la potestad de bautizar, y que Cephce) que « pudo dar la autoridad del
» él la conservaría para sí ». Mas esto no » bautismo á los que confirió el minis-
lo hubiera ignorado Juan, si tal potestad terio ».
no fuese comunicable. Luego Cristo pudo Al 3.° que,para evitar el inconveniente
comunicar su potestad á los ministros. que resultaría de la multiplicidad de ca-
Conclusión. La potestad de Cristo, co- bezas en la Iglesia, no quiso Cristo co-
no Dios no puede ser comunicada á nin- municar á los ministros la potestad de su
guna criatura ; mas la potestad de esce- escelencia. Mas si la hubiera comunicado,
lencia pudo Cristo comunicarla á sus mi- él mismo sería la cabeza principalmente
nistros. y los otros de un modo secundario (2).
Responderemos que, según lo dicho
(a. 3 ) , Cristo tuvo en los sacramentos ARTÍCULO V . — p u c u c n conferirse
doble potestad ; una de autoridad, que le l o s s a c r a m e n t o s p o r l o s m a l o s m i n i s t r o s ? (S)
compete en cuanto es Dios, y tal potes-
tad no pudo ser comunicada á criatura 1.° Parece que los sacramentos nopu-
(1) En distinto sentido y con otro motivo, á saber, para los sacramentos pueden conferirse válidamente por malos mi-
Kobar contra ios arríanos que el Hijo era igual al Padre ; nistros. El error de estos herejes condenado por el Concilio de
porque si el Padre no pudo engendrar un igual suyo, fue hu- Constanza fue nuevamente condenado por el tridentino contra
mille ; si no quiso fue envidioso. los p r o t e s t a n t e s ; si quis dixerit, ministrum in peccato morlall
(2) Adviértase que los apóstoles son llamados siempre mi- existentcm, modo omnia essentialia quee ad Sacramentum cott/icicn-
nistros (i Cor. 3 ) ; quid igllur esl Appolo? quid veroPaulusl mi- dum aut conferendum perlinenl, servaverit, non conficere aut con-
slH ejus cui credidisii.
nt
(id. 4) : sic nos existimet homo ul minis- ferre Sacramentum, anathema sit. (sess. 7, can 12). Ya antes San
'nsChristi el dtspensatores mysteriorum Del. Crisóstomo había dicho (hom. S, in i ad Cor.); nlhil leedilur
(•>) Es de fe contra los donatistas, valdenses, vviclefitas que gratia baptismi per vitam sacerdotis ; S. A g u s t í n , quomodo secur.
666 CUESTIÓN LXlV. — ARTÍCULO V.
erunt (los fieles) si conscicntia danlis attendatur, quod lalel oculos mentó de un ministro impío.
accepluri t (1. 1, contra litt. Petil. n. 4 ) ; y S. Ambrosio, non (1) A estos se refieren los testos de la escritura : hiesstam
eanat baplisma perfidorum, non mundat; sed polluít (de inyslaris), baplizat (Joann. 1); Deas esl qui justifica! (Rom. 8); V\H'
es decir, con respecto á aquel que á sabiendas recibe el sacra- Apollo, quid esl Paulns, etc. ( i Cor. 3).
CUESTIÓN LXIV.—ARTÍCULO VI. 667
(1) Lo afirma espresamente el Concilio tridentino, cuando G, 34J. Cou respecto á los otros sacramentos, lo afirman Con-
dice : M e r a m e n t e Impii ea ministranübns morlem xtemam afj'e- cina, Collet, Merbesio y el Catecismo romano por razón de la
™»í (sacram. § 8). Y el Ritual romano : impuré ct indigné sa- irreverencia y de la dificultad de hacer un acto de contrición
cramenta ministrantes in celemos morlis realum incurrunt. perfecto ; mas muchos otros con Antoine lo niegan con más
(2) Asi Escolo, Durando, Ricardo, Silvestre, Navarro y el probabilidad, porque no hay l e y que lo mande, el tridenlino
común de los moralistas, los cuales preguntan : ¿ si el minis- no lo impuso, sino tratándose de la Eucaristía y el mismo Ri-
tro que tiene conciencia de pecado mortal debe confesar antes tual romano dice : sacerdas si fuerit peccati mortalis sibi conscius
de conferir el Sacramento, ó si basta que solo se arrepienta? (quod absltj, ad sacramenlorum administrationemnon audeat acce-
Si se trata de la Eucaristía, es cierto que tanto el que la con- dere, nisi prius corde pceniteat ; sed si habeat copiam confesari, et
fiere como el que la recibe está obligado bajo pecado grave, teníporis loci quœ ratio ferat, convenu conñteri. A l decir convenu,
según el tridentino, á confesarse antes (Ligor. Opus. Mor. 1, declara tan solo la mayor conveniencia,
668 CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS VI Y VII.
(1) Esta opinión, dice S. Ligorio, es probable ; pero parece » nes odiosas en sí mismas, peligrosas en la práctica y deroa-
más probable la contraria que sostienen Contin, Tournclli, » siado onerosas siempre que se les impusiera como mi ilober-
Croix (n. 92 y 95), Anloine (C. 6), y Lug-o con Vázquez. Mas, » Esta advertencia muy juiciosa y prudente es ile Biliuarl.
en general, con respecto á la indignidad del ministro y á re- » Desde el momento que no hay peligro de seducción no corren
cibir de sus manos los sacramentos téngase presente lo que » el mismo riesgo juzgando que lodos los sacerdotes que ejor-
dicen las Conferencias de Angers : « por cierto que sería cosa » cen el santo ministerio públicamente y con aprobación lid
» fuera del caso el poner ansiosos á los fieles acerca del mé- » obispo están debidamente dispuestos para ejercer ias luncitf-
» rito ó indignidad del ministro que les administraba los sa- » nes sagradas, siempre y cuando se presentan para adinin'S-
» cramentos, por más que muestren deseos de cerciorarse de » trar los sacramentos. No basta haber sido testigo de alguna
» eilo : es preciso, pues, portarse con santa sencillez en seme- » falla que hayan cometido antes para juzgarles indignos de
» jantes circunstancias. Es muy justo que para elsacramento « e j e r c e r l a s funciones del sagrado ministerio. Desde el m'
fl
» de la penitencia elijan al que más confianza les inspire ; per- » mentó que ellos determinan hacerlo puede presumirse que
» suadiéndose sin embargo que es su propio pastor ó aquellos » no pasarían adelante si no se hubiesen antes reconciliado
» q u e especialmente están encargados de administrárselo, » con Dios por medio de la penitencia. »
» quienes tienen derecho á tamaña confianza. Por regla g e n e - (2) Cadacual en su orden, es decir, el inferior de una ma-
» ral no es á los fieles á quienes toca inquirir sobre la conducta nera inferior y el superior de un modo superior. V*. Slatidw 1-
» que observan los ministros de los sacramentos, averiguacio- maier, Dogmática cristiana, t. 3 pág. 221 y 230.
CUESTIÓN LXIV.—ARTÍCULOS VII Y V I I I . 669
perfeccionare por los ángeles buenos, de- cielo, son semejantes á'los ángeles e n
lía considerarse como válido, y por el c u a n t o á l a p a r t i c i p a c i ó n d e l a g l o r i a , (4)
contrario, si fuere ejercido por los ánge- m a s -no e n c u a n t o ál a c o n d i c i ó n d e n a t u -
les malos ó demonios. raleza, y p o r consiguiente ni en c u a n t o á
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o los sacramentos.
(a.3), t o d a l a v i r t u d d e l o s s a c r a m e n t o s s e A l 3.° q u e los h o m b r e s malos n o tienen
deriva d e l a p a s i ó n d e C r i s t o , q u e p e r t e - el p o d e r d e administrar los s a c r a m e n t o s ,
nece á C r i s t o , e n c u a n t o e s h o m b r e , a l c u a l pues que por su malicia son miembros del
se a s e m e j a n l o s h o m b r e s e n s u n a t u r a l e z a diablo, y de esto no se sigue q u e e l dia-
y no los á n g e l e s p o r r e l a c i ó n ál o s c u a l e s blo, que es su jefe, pueda con m a y o r ra-
d i c e e l A p ó s t o l , q u e s e g ú n s u p a s i ó n fue zón hacerlo.
hecho un poco menor que ellos c o m o cons-
t a ( H e b . 2). P o r l o c u a l pertenece á los AKTÍCULO V I I I . — t Se requiere la in-
hombres dispensar los sacramentos y ad- tención del ministro para l a perfección del
ministrarlos, y no á los ángeles. Debe s a c r a m e n t o ? (5)
saberse, n o o b s t a n t e , q u e a s í c o m o D i o s
no l i g ó s u v i r t u d á l o s s a c r a m e n t o s , h a s t a 1.° P a r e c e q u e n o s e r e q u i e r e l a i n a t e n -
el p u n t o d e n o p o d e r p r o d u c i r s u e f e c t o ción del ministro para l a perfección del
sin e l l o s ; a s í t a m p o c o l i g ó s u v i r t u d á l o s sacramento ;porque el ministro en e l sa-
ministros d e l a I g l e s i a , d e m o d o q u e t a m - cramento obra instrumentalmente ; y l a
poco p u e d a c o n c e d e r á l o s á n g e l e s l a p o - acción no s eperfecciona según l a inten-
testad d e a d m i n i s t r a r l o s . Y p u e s t o q u e l o s ción del instrumento, sino según l a d e l
ángeles b u e n o s s o n l o s n u n c i o s d e l a v e r - a g e n t e principal. L u e g o n os e requiere
d a d , si algún ministerio sacramental es la intención del ministro para l a perfec-
perfeccionado por los ángeles, debe ser te- ción del sacramento.
nido por válido (1); p o r q u e d e b e r í a c o n s - 2.° L a i n t e n c i ó n d e u n i n d i v i d u o n o
tar q u e e s t o s e v e r i f i c a b a p o r v o l u n t a d d i - p u e d e s e r c o n o c i d a d e o t r o . S i p u e s s e
vina, c o m o s e d i c e h a b e r a l g u n o s t e m p l o s r e q u i e r e l a i n t e n c i ó n d e l m i n i s t r o p a r a l a
c o n s a g r a d o s por l o s á n g e l e s (2). P e r o si p e r f e c c i ó n d e l s a c r a m e n t o , n o p o d r í a s e r
los demonios ( 3 ) que son espíritus men- conocido a lhombre que se acerca a lsa-
tirosos, cumpliesen algún ministerio sa- cramento el haberlo recibido, ye n este c a -
cramental, no debería tenerse por válido. so n o podría tener l acerteza d e su salud,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e - p r i n c i p a l m e n t e s i e n d o c i e r t o s s a c r a m e n -
llo q u e h a c e n l o s h o m b r e s p o r u n m o d o t o s d e n e c e s i d a d p a r a l a s a l v a c i ó n , c o m o
inferior, e s t o e s , p o r s e n s i b l e s s a c r a m e n - d e s p u é s s e d i r á ( C . 6 5 , a . 3 y 4 ) .
tos, q u e s o n p r o p o r c i o n a d o s á l a n a t u r a - 3.° L a intención d e l h o m b r e n o p u e d e
leza d e l o s m i s m o s , l o h a c e n l o s á n g e l e s versar sobre una cosa ál a que n o pone
como m i n i s t r o s s u p e r i o r e s y d e u n m o d o s u a t e n c i ó n . P e r o á v e c e s a q u e l l o s q u e
superior, e s t o e s , p u r i f i c a n d o , i l u m i n a n d o administran en los sacramentos, no ponen
y perfeccionando invisiblemente. atención á las cosas q u e dicen ó hacen,
A l 2.° q u e l o s s a n t o s q u e e s t á n e n e l p e n s a n d o e n o t r a s . L u e g o s e g ú n e s t o n o
(1) Así Niccforo (1. 2 , c. 20) refiere que San Anfiloquio re- de lo otro, porque no se casan, para ser participantes de la
cibió la consagración episcopal de mano de los angeles, por lo gloria.
cual fue tenido por verdadero obispo. (5) Es de fe según la declaración del Concilio de Constanza,
(2) Santo Tomás probablemente alude aquí á la basílica de bajo Martin V, del de Florencia, bajo Eugenio IV y del triden-
San Miguel dedicada y consagrada por el mismo ángel San tino (sess. 7, can i l ) : si qwis dixcrit, in minislris, dum saci'a-
Miguel, según refiere Pedro de Natalibus'll. 8, c. 130) y Mo- menlnni conficiunl el conferunt, non requiri inlcnlionem saltem fa-
leno en el 29 de Sept. ciendi quod fácil Ecclesia, anathema sit. Los protestantes, como
(3) V. la obra de José Bizouard titulada Des rapporls de no reconocen en los sacramentos más que cierta virtud para
l'homme avecle démon ensayo histórico y filosófico, en la cual el escitarla fe, pretenden que puaden conferirse válidamente
autor, ademas'de manifestar la marcha de la creencia humana aun de una manera irrisoria. Contra esto, ademas de las d e c l a -
per lo maravilloso, examina todos los fenómenos por los cua- raciones citadas, está en oposición la práctica constante de la
les ha pretendido siempre Satán seducir á los hombres, esta- Iglesia. Así, á fin del siglo segundo, como refiere Firmiliano
blecer su culto y sustituir á Dios ; desdo la magia sacerdotal en su carta á Cipriano fue declarado írrito un bautismo con-
hasta el magnetismo espiritualista y el espiritismo siguiendo ferido por una prestidigitadora; y lo que se refiere de San
á ese mono de Dios, como le llama Tertuliano, en sus transfor- Ginés que fue bautizado en el teatro, ó no es cierto como lo
maciones infinitas y dándole á conocer en todos sus disfraces. prueban algunos, ó si lo es, fue inválido el bautismo ; y S. Gi-
H) Aunque esto mismo se dice (Matth. 22 y Luc. 20), tiene nés recibió el de su propia sangre (V. S., Ligor. Opus. Mor.
«¡verso sentido; es decir, que no se casan ; mas lo uno sigúese 1. 6, n . 3 y sig.).
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULO VIII.
se p e r f e c c i o n a r í a e l s a c r a m e n t o á causa n i o n e s ;v p u e s u n o s d i c e n q u e s e requiere
de l a falta de intención. l a i n t e n c i ó n m e n t a l e n e l m i n i s t r o , l a que
Por e l contrario : l a s cosas q u e están s i f a l t a , n o se p e r f e c c i o n a e l sacram ento;
fuera de l a intención son casuales, lo cual p e r o e s t a f a l t a e n l o s . n i ñ o s , q u e n o tienen
no debe decirse de l a operación de los i n t e n c i ó n d e a c e r c a r s e a l s a c r a m e n t o , la
sacramentos. Luego estos requieren la suple Cristo (3) que bautiza interior-
intención del m inistro. m e n t e ; e n l o s a d u l t o s , q u e t i e n e n l a in-
C o n c l u s i ó n . La intención del ministro tención de recibir el sacram ento, suple
es necesaria para conferir los sacra aquel defecto l a fe y l a devoción. Pero
mentos. e s t a o p i n i ó n s e r í a a c e p t a b l e e n c u a n t o al
Responderemos, que cuando algo se ú l t i m o e f e c t o , q u e e s l a j u s t i f i c a c i ó n de
ba á m uchas cosas, es preciso q u e s e a l o s p e c a d o s ; p e r o e n c u a n t o a l e f e c t o , que
determinado por algo á u n o , si aquello es l a c o s a y e l s a c r a m e n t o , esto e s , en
debe ser producido. M a s las cosas q u e c u a n t o a l c a r á c t e r , n o p a r e c e q u e pueda
se h a c e n e n l o s s a c r a m e n t o s , p u e d e n ser s u p l i r s e p o r l a d e v o c i ó n d e l q u e s e acerca;
ejecutadas diversam ente," com o l a ablu- p o r q u e e l c a r á c t e r j a m á s e s i m p r e s o , sino
por el sacram ento. Y p o r e s o o t r o s dicen
ción d e l a g u a , q u e se h a c e e n el b a u t i s -
m e j o r , q u e e l m i n i s t r o d e l s a c r a me n t o obra
mo, p u e d e o r d e n a r s e , y a á»la p u r e z a c o r -
e n n o m b r e d e t o d a l a I g l e s i a , d e l a que
poral, y a á l a salud corporal, y a al jue-
es m i n i s t r o , y q u e e n l a s p a l a b r a s que
go, y a á m u c h a s otras cosas análogas; y
profiere se e x p r e s a l a intención de la
p o r esto es p r e c i s o q u e se d e t e r mi n e á u n
I g l e s i a , q u e b a s t a p a r a l a p e r f e c c i ó n del
solo objeto, esto, a l efecto sacram ental
s a c r a m e n t o , á m e n o s q u e n o s e esprese lo
por l a intención del que hace l a ablución.
c o n t r a r i o e s t e r i o r m e n t e p o r p a r t e d e l m i-
Y esta intención se espresa p o r l a s p a l a -
nistro ó d e l q u e recibe el sacram ento.
b r a s q u e se p r o n u n c i a n e n l o s s a c r a m e n -
tos,c o m o c u a n d o s e d i c e : yo te bautizo A l 3.° q u e , a u n q u e a q u e l q u e piensa
en el nombre del Padre, e t c . ( 1 ) . otra cosa no tenga i n t e n c i ó n a c t u a l , tie-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l i n s - ne, sin em bargo, la h a b i t u a l ( 4 ) , que
trumento inanim ado no tiene intención b a s t a p a r a l a p e r f e c c i ó n d e l sacram ento:
a l g u n a respecto del efecto; pero en vez c o m o c u a n d o e l s a c e r d o t e , a l acercarse á
de l a intención está el m o v i m i e n t o , con b a u t i z a r , e n t i e n d e h a c e r , r e s p e c t o a l que
el q u e es m o v i d o p o r e l agente p r i n c i p a l . h a de bautizar, lo que hace l a Iglesia;
M a s e l i n s t r u me n t o a n i m a d o , c o m o m i n i s - por lo q u e , si después en el ejercicio
tro, n o s o l a m e n t e es m o v i d o , sino tam - mismo del acto su pensam iento se dis-
bién se m u e v e de cierto m odo á sí m i s - trae en otras cosas, el s a c r a m e n t o se
mo, en cuanto m ueve por su voluntad p e r f e c c i o n a e n v i r t u d d e l a p r i m e r a in-
sus m iem bros p a r a l a acción ; y p o r eso tención; aunque e l q u e a d m i n i s t r a los
se requiere su intención, por l a q u e se sacramentos debe procurar t e n e r l a in-
somete a l agente p r i n c i p a l , es d e c i r , q u e t e n c i ó n a c t u a l , s i b i e n e s t o n o s e h a l l a en
p o d e r d e l h o m b r e , p o r q u e a u n c o n t r a su
intente á hacer lo que hace Cristo y la
i n t e n c i ó n , c u a n d o e l h o m b r e q u i e r e apli-
I g l e s i a (2).
c a r s e c o n i n t e n s i d a d á u n a c o s a , com ienza
A l 2.° q u e a c e r c a d e e s t o h a y d o s o p i -
(1J No se requiere la intención actuaT, aunque es de desear » cramentos característicos administrados sin intención deba
según lo dicho por el Autor angélico (P. 3, C. 64, a. 8 ) ; sino » cer lo que hace la Iglesia se reiteren bajo condición, si liay
que basta la virtud, por la cual el hombre obra de una ma » urgencia; de lo contrario se consulte á la Sede apostólica»
nera humana. Asi por ejemplo, el sacerdote que se reviste las (3) De aquí que el tridentino (sess. 7 de bapt. c. 13) iteli'
vestiduras sagradas, sube al altar y celebra, aunque no tenga nió : si quis dixeril pá rvulos, eo quod credendi actum von hobciü,
intención espresa, en el hecho de practicar todo esto, quiere susceplo Baplismo, ínter fideles computandos non esse ; ac proplcw
implícitamente celebrar la misa, sin que obste el que de pala cum ab annos discrclionis pervenerint, esse rebaptizandos ; avi pil-
bra no manifieste la intención de celebrar el sacramento. (San lare omini eorum Bapltsma, quam eos non acta proprio cvctl№№
L i g . Opus. Mor. 1, G, n. 18). baplizari in sola fède Ecclesia;, analltema sil ; y (sess. 7, can. 1J
(2) De aquí la proposición condenada por Alejandro VIH : declaró de nuevo : si quis dixerit neminem esse baptizuuduvi, «'*'
valet baplismus collatus a ministro qui omnem ritum externum for- ea ostate qua Christus baptizatus est, vel in ipso mortis articula,
niamque baptizandi observat; intus vero in corde suo apud se rcsol- analhema Sit. Por esta razón los PP. de la Iglesia re|irobaron
vit : non intendo faceré quod fá cil Ecclesia. E sta fue la célebre siempre la costumbre observada en los siglos 4.° y 5.° (le tlt
controversia suscitada en el Concilio tridentino por Ambrosio ferir el bautismo á una edad mayor.
Catarino, de la orden de predicadores, y que el Concilio resol (4) Por la intención habitual entiende el Santo Doctor la
vió en el sentido antes espresado. Por lo cual Benedicto XIV virtual, pues añade « en virtud de la primera intención se
(instruct. 28 Febrero 1717) declara expresamente que « los sa » perfecciona el Sacramento. »
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS VIII Y IX. 671
(1) Es do fe que para la válida administración de los sacra- mum, qui eliam datar ab hosreticis in nomine Patris et Filii etSvi-
inenlos no se requiere la fe del ministro, como declaró el Con- ritus sanc'i, cum inlentione faciendi quod fácil Ecclcsia, non esse
f i o de Trento al tratar del Bautismo : si qitís dixeril, Baplís- verum Baplisma, anathema sil (sess. "t, c. 4).
672 CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS IX Y X .
(1) E s decir, la gracia santificante y el perdón de los pe- nonem contra universalis Ecclcsice regulam, contra sensum omnium
cados. consacerdolinn, contra morem el instituía majorum (que el bauti-
(2) E l error de S . Cipriano fue puramente dísciplinal que zado por un hereje) rebaptizandum esse docuit (Common, c. !!)•
retractó y purgó por el martirio, según puede verse en San (3) O por el miedo, si bien este no quila el voluntario, por
Agustín (de bapt. cont. Donat. lib. 1, n. 28) y S. Jerónimo lo cual el Concilio toledano 4 °, según Lugo, definió que la
(advers. Lucifer, n. 25 y n. 23) y en la vida de San Cipriano intención coartada es suficiente para la validez del sacramen-
número 14 escrita por el diácono S . Poncio (que se encuentra to ; á menos que se trate del sacramento del matrimonio que
en Galland. t. 3 , p á g . 470 y 476). A s í , con razón pudo decir por la gran libertad que requiere, los cánones lo declaren
San Vicente de Lerins que cierto obispo agripino de mediados nulo si es contraído por miedo injusto.
del siglo m faé : prinius omnium mortalium, contra divlnum ca-
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULO X. 673
CUESTIÓN L/XY,
l." Son siete los sacramentos? 2." De su orden respectivo. 3.° De su comparación. 4.° Son necesarios
todos para la salud ?
(1J Es de fe contra Lutero que la intención jocosa no basta landés suscribió la forma luterana que no había más sacramen-
para la confección del sacramento según la declaración del tos que el Bautismo y la Eucaristía ó la Cena como aquellos
Indentino (scss. 14, can. 0 de pojnit.) y la de Leon X : sì sa- le llaman. Los Concilios de Lion (1237), de Constanza (1415),
ccrdos non serio sed joco absolverá, si lamen credal pocnitens, se d e Florencia (1439), y el de Trento (1564), de acuerdo con el
esse abselulum, verissimi esl absolutus. universal consentimiento de la Iglesia han declarado (según
(2) El Concilio de Jerusalem de 1672 condenó al Patriarca hemos manifestado antes) que son siete ni más ni menos los
de Constantinopla Cirilo Lu.car que corrompido por el oro ho- sacramentos do la Iglesia.
SUMA TEOLÓGICA. TOM» I V . 43
614 CUESTIÓN LXV. — ARTICULO I.
(1) Deber de la naturaleza en cuanto por la generación se los Sacramentos d é l a antigua ley que obraban la gracia según
ordena á la vida corporal; Sacramento en cuanto tiene por fin las disposiciones, es decir, según la fe del que los recibía. Así
a
[ ^ espiritual, no tan solo al que rectamente dispuesto lo
x l a
el Apóstol San Pablo en su carta á los hebreos c. I I , no habla
recibe, sino también con respecto á la prole que nace del ma- de los Sacramentos que justificaron á los Patriarcas y justos
trimonio, á cuyo fin ha sido instituido el Sacramento, para como Abel, Enoch, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, etc., sino de
educarla en el culto de Dios. la fe con que agradaron á Dios.
(2) Recuérdese lo dicho en una nota anterior respecto de
676 CUESTIÓN LXV.—ARTÍCULOS I Y II.
aplicar especialmente un remedio por al- predicho; porque dice el Apóstol (i. Cor.
gún sacramento ; en primer lugar, por- 1 5 , 4 6 ) : primeramente lo que es animal,
que por esta concupiscencia no solo se después lo que es espiritual. Pero por
vicia la persona, sino también la natura- el matrimonio se engendra el hombre
leza ; y en segundo lugar, por la vehe- por la primera generación que es la gene-
mencia de ella, que absorbe la razón. ración animal; mas por el bautismo es re-
Al 6.° que el agua bendita y otras generado el hombre por la segunda gene-
consagraciones no se dicen sacramentos, ración, que es espiritual. (3). Luego el
porque no conducen al efecto del sacra- matrimonio debe preceder al bautismo.
mento, que es la consecución de la gra- 2." Por el sacramento del orden recibe
cia, sino que son ciertas disposiciones á alguno la potestad de ejecutar las accio-
los sacramentos, ya removiendo los obs- nes sacramentales. Pero el agente es an-
táculos , como el agua bendita se ordena terior á su acción. Luego el orden debe
contra las asechanzas del demonio y con- preceder al bautismo y á los otros sacra-
tra los pecados veniales ; ya también mentos.
produciendo cierta aptitud para la per- 3.° La Eucaristía es alimento espiri-
fección y percepción del sacramento, co- tual ; y la confirmación se compara al au-
mo son consagrados el altar y los vasos mento. Pero la nutrición es causa del
por respeto á la Eucaristía. aumento, y por consiguiente antes que él.
Al 7.° que las oblaciones y los diezmos Luego la Eucaristía es anterior á la con-
eran ordenados tanto en la ley natural firmación.
como en la de Moisés ( 1 ) no solamente 4.° La penitencia prepara al hombre
para socorro de los ministros y de los po- para la Eucaristía. Mas la disposición
bres, sino también como figura, y por eso precedeá la perfección. Luego la peniten-
eran sacramentos. Mas ahora no queda- cia debe preceder á la Eucaristía.
ron en cuanto son figurativos, y por esto 5.° Lo que está más próximo alfinúl-
no son sacramentos. timo es postei-ior. Pero la Estremauncion
A l 8.° que, para borrar el pecado ve- es la más próxima entre todos los sacra-
nial, no se requiere la infusión de la gra- mentos al último fin de la beatitud.
cia. Por consiguiente, infundiéndose en Luego debe ocupar el último lugar entre
cualquier sacramento de la nueva ley la los sacramentos.
gracia ( 2 ) , ningún sacramentó de la nue- P o r e l c o n t r a r i o , los sacramentos se
va ley es instituido directamente contra ordenan comunmente por todos los auto-
el pecado venial, que se quita por ciertas res del modo ya dicho (a. 1 ) (4).
cosas sacramentales, como por el agua C o n c l u s i ó n . Entre los sacramentos se
bendita y semejantes. Algunos, sin em- colocan en último lugar el Orden y el
bargo, dicen que la Estremauncion se or- Matrimonio: la Penitencia empero, y
dena contra el pecado venial. Mas de esto Estremauncion son posteriores al bautis-
hablaremos en su lugar (Supl. C. 30,a. 1). mo, Confirmación y Eucaristía, poste-
rior, sin embargo, es la Extremaunción
ARTÍCULO I I .— ¿ t o s sacramentos se á la Penitencia; en los tres otros el Bau-
ordenan convenientemente según el modo tismo precede á la Confirmación y á la
predlcho ? Eucaristía.
R e s p o n d e r e m o s , q u e la razón del or-
l.° Parece que los sacramentos no se den de los sacramentos es patente según
ordenan convenientemente según el modo Ib espuesto (ibid.) Porque, así como la
(1) Según lo que en su lugar dice tocante á las oblaciones solo confieren la gracia ulterior. De aquí que el tridentino
y á los diezmos (2."-2.œ C 88 y C 87). (sess. 7) diga : conscntaneiim visam est de sanctis Ecclesia; Sacra-
(2) La primera en los Sacramentos llamados de m u e r t o ^ y mentis agere, per quce omnis vera juslilia V E L Ì N C I P I T V E L CEPTA
la segunda en los Sacramentos llamados de vivos. Así el Bau- ATJGETUR V E L AMISSA R E P A R A T U R . (V. Líg. O p U S Mor. 1 , 6 IlÚ"
tismo y la Penitencia c o n f i e r e n la primera gracia por la cual mero 5 y s i g . ) .
el hombre se hace primitivamente aceptable á Dios de se el (3) Como en San Juan (3, 5) se indica espresamente al decir
•¡•rimarlo, pues son instituidos para que el hombre muerto á la Cristo á Nicodemus : nisi qai renalus faeril ex aqua el Spiriti'
divina gracia renazca á la vida espiritual. Los Sacramentos Sancto non potesl introire in regnum Dei.
empero de vivos son establecidos para que primario aumenten (4) Y se ha dicho al hablar de las declaraciones conciliarci
por sí la gracia san tincante, y a existente en el hombre ; y por del florentino, tridentino, e t c . , sobre el objeto de los Sacra-
tanto presuponen la vida espiritual en tos que los reciben, y mentos.
CUESTIÓN LXV. — ARTÍCULOS II Y I I I . 671
unidad es antes que la multitud, así los puede preceder á la confirmación, como lo
sacramentos, que se ordenan á la perfec- hace San Dionisio (in lib. D e Eccle.
ción de una persona, preceden natural- hier. c. 3 y 4 ) , y puede ser pospuesta
mente á los que se ordenan á la perfección como lo hace el Maestro (Sent. 1. 4,
de la multitud; y por esto se ponen en dict. 7 y 8 ) .
último lugar entre los sacramentos al or- Al 4.° que aquella razón procedería
den y al matrimonio, que se ordenan á la rectamente, si se requiriera necesaria-
perfección de la multitud; el matrimonio, mente la penitencia, como preparatoria
sin embargo, después del orden, porque para la Eucaristía; más esto no es verda-
participa menos de la naturaleza de la dero ; porque si alguno se hallase sin pe-
vida espiritual, á la que se ordenan los cado mortal, no necesitaría de la peniten-
sacramentos. Entre las cosas, que se or- cia , para recibir la Eucaristía; y por lo
denan á la perfección de una persona, tanto, es evidente que la penitencia pre-
son anteriores naturalmente aquellas que para per accidens, para la Eucaristía,
ver se se ordenan á la perfección de la esto es, supuesto el pecado. Por esto se
vida espiritual, que aquellas que se orde- dice (11 Paralip. ult.) : tú, Señor, Dios
nan per accidens, esto es, para remover de los justos no pusiste la penitencia para
el accidente nocivo sobreviviente, -tales los justos (2).
como la Penitencia y Estremauncion; Al 5.° que por la razón ya indicada la
la Estremauncion que termina la cura- Estremauncion es el último entre los sa-
ción que la penitencia empieza, es sin cramentos, que se ordenan á la perfección
embargo posterior á esta. En cuanto á de una sola persona.
los otros tres, es evidente que el bau-
ARTÍCULO I I I . — ¿ E l S a c r a m e n t o d e l a
tismo que es la regeneración espiritual es
Eucaristía es el m á s escelente entre los sa-
antes; después la confirmación que se or-
c r a m e n t o s ?¡ (3)
dena á la perfección formal de la vida, y
por último la Eucaristía, que se ordena á 1.° Parece que el Sacramento de la
la perfección delfin(1). Eucaristía no es el más escelente entre los
Al argumento 1.° diremos, que el ma- sacramentos ; porque el bien común es
trimonio, según que se ordena á la vida mejor que el bien de uno solo, como se
animal, es un deber de la naturaleza; pero dice (Ethic. 1. 1, c. 2). Pero el matrimo-
en cuanto tiene algo de espiritualidad, es nio se ordena al bien común de la especie
sacramento; y puesto que tiene lo mínimo humana por la vía de la generación:
de la espiritualidad, se le coloca en últi- en tanto que el sacramento de la Euca-
mo lugar entre los sacramentos. ristía se ordena al bien propio del que la
Al 2.° que, para que algo sea agente, recibe. Luego no es el más escelente de
se presupone que sea perfecto in se. Y los sacramentos.
por eso son anteriores los sacramentos, 2.° Más dignos sacramentos parecen
por los que se perfecciona el individuo en ser los que se confieren por el ministro de
sí mismo, al sacramento del orden, por un orden más elevado. Y el sacramento
el que alguno se constituye en perfeccio- de la confirmación y el del orden no se
nador de otros. confieren sino por el obispo, que es mi-
A13 .° que el nutrimento precede al au- nistro mayor, que el simple sacerdote,
mento, como su causa, y le sigue como por el que se confiere el sacramento de la
conservando al hombre en perfecta canti- Eucaristía. Luego aquellos sacramentos
dad y virtud. Y por eso la Eucaristía son más importantes.
(1) O i la consecución del fin. As! es'de fe según la decla- sino en caso de sobrevenir un defecto.
ración del tridentino (sess. 7, can. 3) que no todos los Sacra- (2) Se encuentra en la oración de Manases, tenida por apó-
mentos son de igual dignidad : si quis dixcril ex scpltm sacra- crifa, antes del libro 3.° de Esdras.
menta ita inlcr se esse paria, ut nulla ratione aliad sil alio dignius, (3) Es contra la herejía de los Albanenses negando la escc-
matliema sit, Y asi el mismo Santo Tomás (3 P. C. (¡5, a. 3) lencia del Sacramento de la Eucaristía. Así el Concilio de
dice que el sacramento de la Eucaristía es el más escelerste de Trento, ademas de distinguirlos Sacramentos por s u d i g n i d a d ,
todos, porque contiene no solo la gracia sino al Autor de la según se ha dicho en la nota 1 , anterior, añade hablando de l a
a
misma. Por raron de necesidad el Bautismo es el principal: escelencia de la Santísima Eucaristía ( sess. 13, c. 5 ) : nitllns
por razón de la perfección y del ministróla Confirmación y el ilaque dubitandi locas relinquilur : qnin omnes Chrisli fideles,pro
Orden. La Estremauncion y la Penitencia empero son de i n - more in Catholica Ecclesia semper recepto, latrioe cullum, qui vero
ferior grado, por que se ordenan á la vida cristiana no por sí, Dco debetur, lude Sanclissimo Saci-amento in veneralione exhibeant t
678 CUESTIÓN LXV. — ARTÍCULO III.
3.° L o s sacramentos son tanto más es- (Ephess. 5, 3) : este sacramento es aran-
celentes, cuanto mayor virtud tienen. de; mas yo digo en Cristo y en su Igle-
P e r o ciertos sacramentos imprimen c a - sia ( 1 ) ; 3 . por el rito de los sacramen-
a
rácter, como el bautismo, la confirma- tos , porque casi todos los sacramentos se
ción y el orden, lo cual no bace la E u - consuman en la Eucaristía, según dice
caristía. L u e g o aquellos sacramentos son San Dionisio (Eccl. hier. c. 3), como se
más escelentes. ve que comulgan los que reciben las ór-
4.° Aquello de que otras cosas depen- denes y también los bautizados, si son
den, parece ser mejor, y no al contrario; adultos. L a comparación de los otros sa-
y la Eucaristía depende del bautismo, cramentos entre sí puede ser múltiple:
porque no se la puede recibir sin haber porque, en el concepto de necesario, el
sido bautizado. L u e g o el bautismo es más bautismo es el más importante de los sa-
importante que la Eucaristía. cramentos ; en el de la. perfección el sa-
Por el contrario, dice San Dionisio cramento del orden, y como término me-
( E c c l . hierar. c. 3), que « no sucede que dio el de la confirmación : el sacramento
» alguno sea perfeccionado con la perfec- de la penitencia y el de la Estremaun-
» cion jerárquica, sino por la divinísima cion son de grado inferior á los prediclios
» Eucaristía». L u e g o este sacramento es sacramentos porque, según lo espuesto
más escelente que todos los otros. (a. 1), se ordenan á la vida cristiana, no
Conclusión. Absolutamente hablando, per se, sino como per accidens, esto es,
el sacramento de la Eucaristía es más como remedio á los defectos que sobre-
escelente que los otros Sacramentos. vienen, entre los q u e , sin embargo la
Responderemos que, hablando en ab- Estremauncion se compara á la peniten-
soluto, el sacramento de la Eucaristía es cia, como la confirmación al bautismo,
el más escelente entre los otros sacra- esto e s , de modo que la penitencia es de
mentos, lo cual es manifiesto por tres ra- mayor necesidad, y la Estremauncion de
zones ; 1. por lo que en él se contiene;
a
perfección (2).
pues en este sacramento se contiene sus- A l argumento 1.° diremos que el ma-
tancialmente el mismo Cristo; mas en los trimonio se ordena corporalmente al bien
otros sacramentos se contiene cierta vir- común (3) ; pero el bien común espiri-
tud instrumental participada de Cristo, tual de toda la Iglesia se contiene sus-
según resulta de lo espuesto ( C . 6 2 , a. 3, tancialmente en el sacramento mismo de
al 4.°) : y siempre lo que es por esencia la Eucaristía.
es mejor que lo que es por participación; A l 2.° que por el orden y la confirma-
2. por el orden de los sacramentos entre
a
ción los fieles de Cristo son destinados á
s í ; puesto que todos los otros sacramen- algunos cargos especiales, que pertene-
tos parecen ordenarse á e s t e , como al cen al oficio del príncipe; y , p o r esto,
fin ; porque es evidente que el sacramento conferir estos sacramentos pertenece á
del orden se ordena á la consagración solo el obispo, que es como el príncipe
de la Eucaristía : el del bautismo á la en la Iglesia. P o r el sacramento de la
recepción de ella, en el que también se Eucaristía no es destinado el hombre á
perfecciona alguno por la confirmación, algún oficio, sino que más bien este sa-
de modo que no sea escitado por el temor cramento es el fin de todos los oficios,
á alejarse de este sacramento : por la P e - según lo dicho.
nitencia y la Estremauncion, se pre- A l 3.° que el carácter sacramental,
para el hombre dignamente para recibir según se ha dicho (C. 6 3 , a. 3 ) , es cierta
el cuerpo de Cristo : y el matrimonio se participación del sacerdocio de Cristo.
refiere á é l , al menos por su significa- P o r consiguiente, el sacramento que une
ción, en cuanto significa la unión de al hombre al mismo Cristo, es más digno
Cristo con su Iglesia, cuya unión se que el que imprime el carácter de Cristo.
figura por el sacramento de la Eucaris- A l 4.° que aquella razón procede de
tía. P o r lo cual también dice el Apóstol parte de la necesidad ; porque, así como
(1J Refiriéndose el Apóstol á lo que se dice en el capí- (2) V. lo dicho en la nota 1." pág. 677.
tulo 2.° del Génesis : propter hoc relinquet homopalrem et matrem
(3) Es decir, al bien común de la especie por la generación.
Buam et adherebiiuxori suoe } et erunl dúo in carne una.
CUESTIÓN LXV.—ARTÍCULOS III Y I V . 679
Hemos de considerar ahora cada sacramento en especial, y l.° el Bautismo: 2." la Confirmación;
3.° la Eucaristía: 4." la Penitencia: o.° la Estremauncion: 6.° el Orden , y el 1." Matrimonio. Acerca
del 1.° ocurre una doble consideración : 1. sobre el mismo bautismo ; 2. sobre las cosas preparato-
a a
rias á él. De la primera consideración se desprenden otras cuatro, á saber: 1. de las cosas que per- a
tenecen al sacramento del Bautismo: 2, del Ministro de este sacramento: 3. de los que le reciben:
a a
4. a
de su efecto.
Y acerca de la primera examinaremos. l.° Qué es el b a u t i s m o , es d e c i r , es la ablución ? 2.° De la
institución de este sacramento. 3." El agua es materia propia de este sacramento ? 4.° Se requiere el
agua simple? 5." Yo te bautizo el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, es la forma con-
veniente de este sacramento? 6.° Puede alguno ser bautizado bajo esta forma: Yo te bautixo en
nombre de Cristo'!!. 0
La inmersión es de necesidad del bautismo? 8.° Se requiere la trina inmersión?
9.° Puede reiterarse el bautismo ? 10 De su rito. 11 De la distinción de bautismos. 12 De la compara-
ción de los bautismos.
(1) S e g ú n la mente de Santo Tomás el bautismo puede de- y de Tertuliano (de resurrect. carn. c. 4S y advers.
finirse : ablano corporis sub prcsscripla verborum forma. Marc. 5, 10). Es evidente que San [renco no había de un bau-
(2) Algunos escritores eclesiásticos (Filaslrio, de hieres, tismo de los muertos, sino de u n a consagración de los que
núm. 49 ; San Epifanio, hieres. 1.1, t. 2, e t c . ; San Crisóstomo, mueren (teleutontes), que tenía lugar raras veces entre los
hom. 40 in c. 15 epist. i ad Cor. etc.), refieren que antiguos marcosianos ; l o que dice Tertuliano es tan oscuro y tan vago,
'herejes partidarios de Corinto, de Marcion, Catafrigios, a d - que nada puede sacarse en claro. De todos modos la cuestión
mitían, fundándose en el testo de San Pablo (i Cor. 1 5 , 29), del bautismo de los muertos no tiene más interés que el de la
un bautismo de los muertos, y a bautizando á los muertos que curiosidad. Nótese sin embargo que el Concilio provincial de
habían fallecido como catecúmenos, y a á los vivos en nombre Cartago (397) acompañó la prohibición de dar la Eucaristía á
y por l a salad de los muertos. Mas esta tradición no es cierta los muertos, con una advertencia conLra la opinión de los que
y en caso contrario es difícil determinar en qué consistía. admitían que se puede dar el bautismo á los muertos.
Parece haber sido sacada de San Ireneo (advers. hieres. 1, 21)
CUESTIÓN LXVI.—ARTÍCULO I. 681
(1) E sta conclusión riel Santo Doctor v a contra Hugo de (3) E l bautismo tomado en sentido metafisico dice Billuart,
San Víctor que (de Sacram. 1. 2, P. 0, c. 2) escribió que la rectamente se define por el Catecismo romano : saeramentum
misma agua era el Sacramento, definiéndolo así : baplismus est regeneralionis per aquam in verbo. Mas la definición comun
'№ abluendis criminibus sanctificata. mente admitida hoy es : Sacramenlum á Christo institutum ai
(2) Según el Apóstol (Rom. 1, 17) ; pero la Vulgata dice : spirilualem hominum regenerationem, qnce fit per ablutionem aquat
i'Mtsautcm in fide sua vivel. et cum expressa SS. Trinitatis invocatione.
682 ECU STIÓN LXVI. — ARTÍCULO II.
( l ) Tres opiniones se han sostenido en este punto. Unos indicada en San Mateo ; el objeto, en la conversación con
dicen : antes de la resurrección ó en la conversación con Ni codemo ; el efecto, en el discurso de despedida; la ÍJÍWMÍÍ, sobre
codemo (Joann. 3) y esta es la opinión de San Bernardo y de la Cruz cuando sangre y ag'ua corrieron de su costado. Asi
Estío ; después cuando bautizó en Judea, ó bien mucho des Alejandro de Hales, Melchor Cano, etc.
pués cuando se hizo bautizar por San Juan en el Jordán y así (2j Así según la opinión común.
opinan P. Lombardo, Santo Tomás, Vázquez, etc. ; ó también ',3) No están de acuerdo los teólogos acerca del tiempo M
en un tiempo que no puede determinarse exactamente. Otros que empezó á ser obligatorio el bautismo. E l tridentino em
dicen, después de la resurrección, cuando dio solemnemente pero (sess. G, c. 4) dice que después de la suficiente promii*
á los apóstoles la misión sabida (Matth. 28 ; Marc. 16), y así gacion del E v a n g e l i o . Créese comunmente que esta se h№
sienten Tertuliano, San Juan Crisóstomo, Teófilo y San León después de Pentecostés ; mas Santo Tomás la cree oblifjaloiu
el Grande. Otros en fin v e n en muchas circunstancias reuni desde el momento mismo de la pasión y resurrección deCrisl"'
das la institución del bautismo, y así dicen, Jesucristo ordenó (4) E n otras ediciones falta este no.
la materia en el bautismo del Jordán ; la forma en la misión ;
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO II Y I I I . 683
(1) Es contra la herejía de los socinianos, cuákeros , lutera- (sess. 7, can. 2). Ya antes los Concilios de Letran y Florencia
nos, seleucianos y otros sosteniendo que podía conferirse el habían hecho igual declaración.
bautismo con cualquier licor, ó que debía bautizarse con fue- (2) Y Act. 8, 36 y Act. 10, 47 ; y añádese á esto las figuras
&"°t o que el agua significa solo la limpieza de corazón. Por del bautismo; como las aguas del diluvio (i Pet. 3); las del Mar
eso el tridentino definió : si quis dlxeritaquamveram et natura- Rojo (i Cor. 10) ; asimismo las profecías (Ezeclu 26) Effundam
la' non esse de necessitate baptlsmi : atque ideo verba illa D. N. i C super vos aquam mundam. (Zach. 13) ¡n illa, die erit fons volens.
"'" ü"'» etc. at metaplioram. aiiqtiam detorserit, anathema sit.
684 CUESTIÓN LXVÍ.—ARTÍCULOS III Y I V .
« j a r s e d e l a s r e g l a s d e la I g l e s i a , p u e d e n s a t i s f a c e r s u s d o -
™ i podrá a d m i n i s t r a r s e c o n e l l a b a j o c o n d i c i ó n . E l a g u a d e » seos mezclando u n a p e q u e ñ a cantidad de esta a g u a con la
'esas p r o c e d e n t e d e la d e s t i l a c i ó n e s v e r d a d e r a agua natu- « q u e se h a t o m a d o del b a p t i s t e r i o . »
etc. (V. S . I . i g o r . O p u s . M o r . 1. 6 , n . 1 0 5 ) .
686 CUESTIÓN L X V I . — A R T Í C U L O S IV Y V.
A l 3.° q u e el agua, que fluyó del cos- l.° Parece que no e s c o n v e n i e n t e esta
tado de Cristo pendiente, de la cruz no forma Yo te bautizo en el
del bautismo :
fue el humor flemático, como algunos di- nombre del Padre del Rijo y del Espíri-
jeron ; pues con tal humor no podría ha- tu Santo; p o r q u e e l a c t o m á s d e b e atri-
cerse el b a u t i s m o , c o m o ni c o n la sangre buirse al agente principal que al minis-
de un animal, ó con vino ó cualquiera tro. Pero en el sacramento el ministro
otro licor vegetal. F u e agua pura, que obra como instrumento, según lo dicho
salía milagrosamente del cuerpo muerto (C. 6 4 , a. 1) : y el agente p r i n c i p a l en
lo,mismo que la sangre, para comprobar el bautismo es Cristo, según aquello
la verdad del cuerpo del Señor contra el (Joan. 1,33) : sobre aquel que tú viera
error de los maníqueos, esto es, para descender el Espíritu y reposar sobre él,
que se demostrase por el a g u a , que es este es el que bautiza. L u e g o i n c o n v e -
uno de los cuatro elementos, q u e el cuer- n i e n t e m e n t e d i c e e l m i n i s t r o : Yo te bau-
po de Cristo fue compuesto verdadera- tizo ; s o b r e t o d o p o r q u e a l d e c i r s e bau-
mente de los cuatro elementos ; y por la tizo s e e n t i e n d e ego y a s í p a r e c e q u e se
sángrese manifestase que era compuesto añade superfinamente.
de cuatro humores. 2.° N o e s m e n e s t e r q u e a q u e l q u e ejer-
A l 4.° que en la legía y aguas sulfuro- ce algún acto haga mención del acto
sas de los baños puede hacerse el bau- ejercido, como aquel que enseña noes
tismo, puesto que tales aguas no se in- menester que diga : Yo os enseño. M a s el
corporan por el arte ó la naturaleza á al- Señor dio á la vez el precepto d e bauti-
gunos cuerpos mistos, sino solamente re- zar y de enseñar diciendo : ( M a t t l i . ult,
ciben cierta alteración, porque pasan por 1 9 ) : Id enseñad á todas las gentes etc,
algunos cuerpos. L u e g o no es menester que en la forma
A l 5.° q u e el a g u a rosácea es un licor del bautismo se haga mención del acto
concentrado de rosas, por lo que con ella del bautismo.
no puede hacerse el bautismo, y por la 3.° Aquel que e s b a u t i z a d o á v e c e s no
misma razón ni en las aguas ,químicas entiende l a s p a l a b r a s , v . g r . s i e s sordo ó
como ni en el vino. M a s no sucede lo es un niño. L u e g o en balde se l e s dirige
mismo respecto de las aguas llovidas, la palabra según aquello (Eccli. 32,6):
que se engendran en su mayor parte por no derrames palabras donde no hay quiet
la elevación de los vapores, que se re- te oiga. L u e g o , s e d i c e i n c o n v e n i e n t e m e n -
suelvan en agua, y no hay en ellas más t e Yo te bendigo, d i r i g i e n d o l a palabra
que una pequeña parte de licores de los al que es bautizado.
cuerpos mistos, que no obstante por la 4.° Sucede que son bautizados muchos
mayor virtud de la naturaleza, que es á la v e z , y por muchos, como bautizaron
más poderosa 'que el arte, se resuelven los Apóstoles en un dia tres m i l , y en
en agua verdadera, que arte no puede o t r o c i n c o m i l , s e g ú n s e d i c e ( A c t . 2 y4)>
hacer; por lo cual el agua llovida no L u e g o no debe determinarse en singular
(1) No puede hacerse el'bautismo con nieve, hielo, grani- tismo, 1.° los que bautizaban en nombre de la muerte de Cnslfli
zo, etc. porque es menester que el agua esté liquida para que como consta del canon 4!) ó 50 de los llamados apostólicos; -
h a y a verdadera ablución. Respecto á la saliva es materia los que bautizaban en nombre del Padre universal, delaJ/<*
inepta para el bautismo según declaración de Inocencio 111 (cap. de todos, del descendimiento de Jesús, etc.-, 3." los maniquí*
penúlt. de bapt.J, lo mismo sucede según la opinión común cacafrigas que bautizaban en nombre del Padre y del Hijo o
con el sudor y las lágrimas, pues no so consideran como ver- en el nombre de Montano ó de Priscilla, etc.; -i." los arrian»,
dadera agua. marcionitas y otros que trocaban ó corrompían la forma i
(2) Muchos herejes han errado acerca de la forma del bau- bautismo.
CUESTIÓN L X V I . -— A R T Í C U L O V .
la f o r m a d e l b a u t i s m o , d e m o d o q u e se esteriormente el sacramento: p o r lo c u a l
diga yo te bautizo, s i u o q u e puede decir- es n e c e s a r i o h a c e r m e n c i ó n d e u n a y otra
se, nosotros os bautizamos. en el bautismo. S e indica el ministro
5.° E l b a u t i s m o tiene s u virtud de l a cuando se dice Yo te bautizo ; y l a c a u s a
pasión d e C r i s t o . P e r o el bautismo es principal cuando s e d i c e : en el nombre
santificado p o r l a f o r m a . Luego parece del Padre y del Hijo y del Espíritu San-
qne e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o debe h a - to. L u e g o la forma conveniente del bau-
cerse m e n c i ó n d e l a p a s i ó n d e C r i s t o . tismo es esta : Yo te bautizo en el nom-
6.° E l n o m b r e d e s i g n a l a p r o p i e d a d d e bre del Padre, del Hijo y del Espíritu
la c o s a (1). P e r o tres son l a s propieda- Santo (2).
des p e r s o n a l e s d e l a s d i v i n a s p e r s o n a s s e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a a c -
gún s e h a d i c h o ( C . 3 2 , a . 3). L u e g o n o ción se atribuye a l i n s t r u m e n t o , como á
En el nombre del Padre, y
debe d e c i r s e l o q u e o b r a i n m e d i a t a m e n t e y es a t r i b u i -
del Hijo y del Espíritu Santo, s i n o en da a l agente principal como á aquel en
los nombres. cuya virtud el instrumento obra ; y por
1° L a p e r s o n a d e l P a d r e n o s o l a m e n t e esto e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o se signi-
es s i g n i f i c a d a p o r e l n o m b r e d e l P a d r e , fica convenientemente el ministro como
siuo p o r e l n o m b r e d e i n n a c i b l e y g e n i t o r : ejerciendo el acto d e l b a u t i s m o , p o r esto
el H i j o t a m b i é n s e s i g n i f i c a p o r e l n o m - que se d i c e : Yo te bautizo, como tam-
bre d e l V e r b o y d e i m a g e n y e n g e n d r a d o . bién el Señor mismo atribuye el acto de
El Espíritu Santo puede significarse por bautizar á los ministros, diciendo ( M a t t h .
el n o m b r e d e d o n y d e a m o r p r o c e d e n t e . ult. 19) : baptizantes eos, etc. L a causa
Luego p a r e c e q u e , u s a n d o t a m b i é n estos principal es significada como e l principio
nombres s e p e r f e c c i o n a e l b a u t i s m o . en v i r t u d d e l c u a l se hace e l sacramento,
Por e l contrario, d i c e e l S e ñ o r ( M a t t h . p o r esto q u e se dice : en el nombre del
ult. 1 9 ) : id, pues, enseñad á todas las Padre, del Hijo y del Espíritu Santo;
(¡entes bautizándolas en el nombre del pues Cristo no bautiza sin el P a d r e y el
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Espíritu Santo. L o s griegos empero no
Conclusión. La forma conveniente del atribuyen el acto d e l bautismo á losm i -
bautismo es esta : yo te bautizo en el nom- nistros, p a r a evitar e l .error de los anti-
bre del Padre y del Hijo y del Espíritu guos, que atribuían l a virtud del bautis-
Santo,pues con ella se espresa conve- m o á los q u el e conferían diciendo: ( i C o r .
nientemente la causa del bautismo prin- 1, 12). Yo en verdad soy de Pablo, y yo
cipal é instrumental. de Cefas ; y p o r e s o d i c e n , sea bautizado
Responderemos, q u e e l b a u t i s m o e s el siervo de Cristo, t a l , en el nombre del
consagrado p o r s u f o r m a s e g ú n aquello Padre, e t c . (3). Y c o m o s e e s p r e s a e l
(Ephes.5, 26): purificándola con el bau- acto ejercido por e l ministro c o nl a i n v o -
tismo de agua por la palabra de vida ; y c a c i ó n d e l a T r i n i d a d , se h a c e verdadero
San A g u s t í n d i c e ( i n l i b . d e ú n i c o B a p t i s . sacramento. M a s l a palabra ego q u e s e
s e u l . 4 . D e B a p t i s . C o n t . D o n a t i s t . c . 15; a ñ a d e e n nuestra f o r m a , n o es de s u s t a n -
y 1. 6, c . 25) q u e « e l b a u t i s m o es c o n s a - cia de e l l a , sino q u e se emplea para la
* grado p o r p a l a b r a s e v a n g é l i c a s » ; a s í , m a y o r espresion de l a intención.
pues, e s n e c e s a r i o q u e e n l a f o r m a d e l A l 2.° q u e p u e s t o q u e l a a b l u c i ó n d e l
bautismo s e e s p r e s e l a c a u s a d e l b a u t i s - h o m b r e en el agua puede ser h e c h a por
mo, y s u c a u s a e s d o b l e , u n a p r i n c i p a l muchos motivos, p o r esto es necesario
de l a q u e r e c i b e s u v i r t u d , y esta causa que se determine e n l a s palabras de l a for-
es l a S a n t a Trinidad; y l a otra instru- m a para q u e s e h a g a : l o q u e n o sehace por
mental, esto e s e l m i n i s t r o , q u e c o n f i e r e esto q u e se dice : en el nombre del Padre
(1) Es decir, la propia noción, la condición, la entidad de (3) Porestamisma razón San Agustín (serm. 99al 23 ínter.
la cosa. 50, t. 5, pág. 524J condena á los que dicen: Ego peccata dimitió,
(2J Así lo declararon los Concilios de Letran fe. firmitas) y ego santifico, ego sano quemeumque baptizo, como sino fuese el S e -
tridentino (sess. 7, c. 4) diciendo que la verdadera y legítima ñor el que obra todos estos efectos. No niega San A g u s t í n la
[orina del bautismo consiste en estas palabras : ego te baptizo fórmula ego baptizo, sino que condena el orgullo de los que d i -
"i nomine Palrls el Filii el Splrllus Sancll. El mismo Concilio cen : « yo que te bautizo, soy el que curo ». La fórmula griega
tridentino declaró válida la fórmula de la Iglesia griega con- tiendo á evitar esto, y así ha sido aprobada por la Iglesia
f í e n l e en estas palabras •. baptizatur vel baplizetur servas Christi latina.
•V. « matate Patrie el Filii el Splritus Sancli.
688 CUESTIÓN LXVI. — A R T Í C U L O S V Y VI.
{1J V. las diferentes maneras de bautismo por lo que res- por ego te baptizo tratándose de usar la palabra TOS COMO UNA
pecta á la ablución , pues los griegos cismáticos acusan á los especie de honor, según se emplea en algunos PAÍSES, JUZGA
latinos dé haberse separado de la fe católica omitiendo la tri- el Cardenal Cayetano que no invalidaría la forma, PEROCIEÍ'Í
ple inmersión. evitarse su uso.
(2) La variación de la forma puede ser sustancial ó acciden- (3) Santo Tomás, Escolo, Estio, Silvio, Suarez Y el C OMAN
tal ; sustancial cuando no espresa la sustancia de las palabras de los autores enseñan contra Cayetano y algún otro QUENA
•prescritas y tal variación invalida el Sacramento. Tal sucede- valdría el bautismo conferido in nomine Gcnitoris et Genital
ría,' por. ejemplo, si dijera el ministro : ego te lingo, ego le procedenlis ab utroque. Asimismo si en lugar de Filü se dijera
communico, ego le baptizo in nominibus Patrie, e t c . , ó in Patre et Jesu Chrlsti, como también in nomine SS. Trinilatis, ó in »o"I' ' BL
Filio, etc.,"ó cura Patre et Filio, e t c . , ó in nomine Patris per Fi- Irlttni divifíarum personarttm (V. L i g . Hom. A p . tract. 11, »• "
lium el Spirilum Sanctum, porque en todo esto no se esplica y Opus. Mor. 1. ti, n. 3).
bastante la unidad de la esencia divina. Accidental cuando (4) Nadie hoy dia lo considera como válido por FALTARLE' 1
el sentido se conserva en cuanto á la sustancia, y esta no i n - trina invocación d é l a s personas divinas según lo PRESCRITO por
valida el Sacramento, á no ser que cambie en el ministro la el Evangelio,, los S S . PP. y el tridentino. PRECISAMENTE
intención de hacer lo que hace la Iglesia. Tal sucedería si se los PP. de la iglesia, sin escepcion , han comprendido QUC| C
mudase el idioma ó se sustituyesen palabras sinónimas ó si un bautismo conferido en el nombre del Padre y del UIJOJ' LLC
latino usara la fórmula griega ó se omitiese el pronombre Espíritu Santo era conocido con el nombre de Bautismo ENE
ego, ó si se omite según la opinión más probable la palabra in, nombre de Jesús, porque Jesucristo fue el que ordenó E S
TA
ó se pronuncia la forma balbuciendo, e t c . , (V. San Lig. Opus. forma.
Mor. 1. 6 núms. 111 y 112). Tocante al cambio de baptizo vos
(
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO VI. 689
(1) Tal es el parecer de lodos los PP. de la Iglesia griega y el nombre de Jesús, y preguntan én consecuencia si sería v á -
latina (cons. Tertul. lil). de baptism. c. 13 ; Cyprian. epist. ad lida esta forma de bautismo. Unos como Beda, Alger, P. Lom-
lovayan.; Justin. apologet. 2 ; Basil. de Spiritu Sánelo c. 2 j bardo, Hugo de S. Víctor dicen que sí. Kiéganlo empero E s -
•Ición. 1. 4 comment. in Malth. ; Ciril. de Jerusal. catee. 26). tío, Suarez, Vázquez, Silvio y muchos otros. Billuard dice que
(2) Muchos teólogos han comprendido lo que se refiere en Santo Tomás habló sólo hipotéticamente al decir que los após-
varios parajes de los Hechos de los Apóstoles (Act. 2, 28 ; 8, toles bautizaron de aquel modo por especial revelación de
"> Id, 48, 19, 5) como si los Apóstoles hubiesen bautizado en Cristo.
SUMA T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 44
690 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .
(1) Los que insisten en que el bautismo debe parecerse á la la trina inmersión.
muerte y á la resurrección, y que esto se representa mejor por (2) S e g ú n San Ligorio (1. 6, n. 107) si el agua del bautismo
la inmersión que por los otros modos, deben notar ; que esta no se echa sobre la cabeza , el bautismo es dudoso y debe- re-
significación la tiene el bautismo aun conferido de otra ma- bautizarse bajo condición. Sin embargo es opinión común que
nera y que por otra parte no es necesario que la significación "valdría también el bautismo, si se infundiere en las espaldas,
de un acto esté visiblemente representada y en cierto modo hombros, pecho ú otra parte principal, porque habría en tal
palpable para existir ; que los que están por la inmersión dis- caso verdadera ablución del hombre; pero esto podrá hacerse
minuyen d i o s mismos su significación aparente haciendo una solo en caso de necesidad como nota Benedicto XIV (de S y n .
triple inmersión; y sobre todo que la Iglesia no ha ordenado diojees. i , 7, c. 5).
sino simplemente permitido bautizar por aspersión y por i n - (3) La trina inmersión ó infusión ó aspersión no es d e ne-
fusión. Así en la Iglesia de Milán todavía se tlá el bautismo por cesidad del Sacramento y sí solo de precepto.
692 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO VIII.
(1) Los mnrcionitas, según S. Epifanio herejía 42, bautiza- dixerit, verum et rite collalum baplismum iterandum esse Uli qui
ban una vez en la infancia y dos veces en la edad adulta que- apud infideles fidem Christi negaverit, cum ad pcenitentiam conver-
riendo imitar, según ellos, á Cristo que fue bautizado por San tititi', anathema sit.
Juan y en su sangre. Los anabaptistas del siglo XVÍ rebau- (3) S e g ú n la declaración del tridentino (sess. 7, can. 9):
tizaban á los que lo habían sido en su infancia y á los que h a - si quis dixerit, in tribus sacramentis Baplismo, scilicet Confirma-
bían apostado de la fe. E s de fe que el bautismo una v e z re- tione et Ordine non imprimi caracterem in anima, hoc est Signum
cibido válidamente no puede ser reiterado. quoddam spirituale et indelebile, unde ea iteravi non possunl, ana-
(2) Según el tridentino (de bapt. sess. 7, can 11) : si quis thema sit.
694 CUESTIÓN L X V I . — ARTÍCULOS IX Y X .
(1) Estas razones, según Billuard, no son de simple con- sacr. can. 3) : si quis dixerit, receptos et approbatos Ecclcsice cu-
gruencia sino deducidas de la misma naturaleza de los sa- Iholtcce ritus in solemni sacramentorum administratione adhibeñ
cramentos, y por tanto prueban que no solo es ilícito rebauti- consuetos, aul contemni, aut sino peccato á ministris pro libito onü-
zar, si que también inválido. tti, aut in nonos alios per quemeunque Ecclcsiarum pastorcm >"«-
(2) Es de fe que el rito que usa la Iglesia en el bautismo es tari posee, anathenia sit.
conveniente según la declaración del tridentino (sess. de
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO X. 695
(1) La Vulgata dice antes non est gentills aut Judeus, clrcum- tiene hoy nuestro ritual es nuevo y no puede decirse á punto
cisio el prtsputium; y s i g u e l u e g o barbaras el Scytha. fijo cuando fue introducido entre las ceremonias. Lo cierto es
(2) Respecto de las ceremonias del bautismo bastará decir que están originariamente calculadas para el bautismo de los
que son las mismas , principalmente desde la bendición del catecúmenos adultos, y dispuestas con arreglo á los diversos
agua hasta la denominación del bautizado en los más antiguos grados por que estos debían pasar. (V. Migne Patrolog. t. 75,
Rituales de la Iglesia, en las sacramentales de Gelasio, Gre- pág. 339-379).
gorio, en el Ordo romanas; de modo que nada de cuanto con-
696 CUESTIÓN LXVI.—ARTÍCULOS X Y XI.
(l) El que empero voluntariamente omitiere las unciones anterior, según San Lig. (Theolog. mor. n. 141).
del oleo y del crisma pecaría mortalmente, como también el (2) Es decir, el bautismo de agua (flumlnis), el do deseo
que bautizare con agua no consagrada ó con crisma del año (flaminis), el de sangre (sanguinis).
CUESTIÓN LXVI. — A R T Í C U L O S XI Y X I I . 697
(1) Es d e fe , s e g ú n l a d e c l a r a c i ó n d e l t r i d e n t i n o ( s e s s . 4 , y l a p e n a , m a s n o i m p r i m e el c a r á c t e r s a c r a m e n t a l . De a q u í
c- I), que el b a u t i s m o , d e d e s e o , ó s e a e l v o t o ó d e s e o d e r e c i - q u e I n o c e n c i o 111 d i c e ( d e c r e t . 1 . I I I , t . •! l , c . G) : injuriam
bir el b a u t i s m o si l l e v a a d j u n t a l a p e r f e c t a c o n t r i c i ó n d e l o s facit marlyri qui oral pro marlyrc ; e n l o s a d u l t o s e m p e r o a d e m a s
pecados c o m e t i d o s , s u p l e l:ts v e c e s d e l b a u t i s m o d e a g u a . L o de la aceptación del martirio por motivo habitual ó sobrena-
mismo d e c l o r ò I n o c e n c i o H I ( d e c r e t . 1, V I , t . 4 2 , c . 4) y S a n t o t u r a l se r e q u i e r e y es o p i n i ó n m á s p r o b a b l e la contrición y l a
lomas e n s e ñ a e s p r e s a m e n t e ( 3 P . C . GS, a . 2 ) q u e e l d e s e o ó caridad s e g ú n la doctrina del Doctor angélico (2."-2. ! e
C. 1 2 4 ,
volo de r e c i b i r e l b a u t i s m o b a s t a q u e s e a implícito, ó sea u n a a. 2). E s t e b a u t i s m o s e g ú n l a p r á c t i c a d e l a Iglesia q u e t r i -
disposición e n g e n e r a l d e h a c e r l o p r e s c r i t o p o r D i o s . b u t a culto á los S a n t o s Mártires I n o c e n t e s a p r o v e c h a t a m b i é n
1-) L a V u l g a t a d i c e : in qimpauci, e s d e c i r , ocloanimce, etc. á los i n f a n t e s y s e r í a t e m e r a r i o s e g ú n S a n L i g . ( O p u s M o r . 1 ,
(íí) El b a u t i s m o d e s a n g r e ex opere operato y p o r c i e r t o p r i - VI, n . 9(i) o p i n a r l o c o n t r a r i o .
vilegio en c u a n t o i m i t a l a p a s i ó n d e C r i s t o p e r d o n a l a c u l p a
698 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO XII.
bautismo, sino asistir y servir á los supe ció de enseñar y bautizar (Matth. ult,),
riores en la administración de los sacra P e r o e n s e ñ a r , q u e es perfeccionar, perte.
mentos. P o r l o c u a l d i c e S a n I s i d o r o nece a l oficio d e l O b i s p o , seg ún consta
( E p i s t . a d Laudefred.): « al diácono per- p o r S a n D i o n i s i o ( E c c l . h i e r . c. 5 yfj),
s e r v i r L u e g o t a m b i é n b a u t i z a r pertenece ú i
y> t e n e c e a s i s t i r á l o s s a c e r d o t e s y
D e n t o d a s l a s c o s a s , q u e se h a c e n e n l o s c a m e n t e a l oficio d e l O b i s p o .
» s a c r a m e n t o s d e C r i s t o , esto e s , e n e l 2.° P o r e l b a u t i s m o se añade alguno
» b a u t i s m o , en el c r i s m a , en l a patena y a l p u e b l o c r i s t i a n o , l o c u a l parece perte
» en el cáliz ». n e c e r a l oficio de solo e l P r í n c i p e ; nías el
A l a r g u m e n t o 1.° direm os, que al diá- principado en l a Ig lesia corresponde á
cono pertenece recitar el E v a n g e l i o en los O b i s p o s , q u i e n e s , c o m o se dice en la
la Iglesia, y predicar al m odo del que c a - G l o s a (ord. B e d a ; , sup. i l l u d : Dcsúju
tequiza ; por lo cual dice S a n Dionisio vit Dominus L u c . 1 0 ) , ocupan el lugar
( E c c l e s . h i e r a r c h . c . 5, y c . 3), que los de los A p ó s t o l e s , de los cuales se dice
diáconos tienen u n cargo sobre los i n m u n - ( P s . 44, 17): los establecerás Príncip,
dos, entre los cuales cuenta á los cate- sobre toda la tierra. L u e g o parece que'
c ú m e n o s . P e r o e l e n s e ñ a r , esto e s , e x p l i - b a u t i z a r p e r t e n e c e s o l a m e n t e al oficio del
car el Evangelio pertenece propiam ente Obispo.
al Obispo, cuyo a c t o es p e r f e c c i o n a r s e - 3.° D i c e S a n I s i d o r o (ibid. a. 1), que
gún el m ism o (Eccl. hierarch. c. 5). « a l O b i s p o p e r t e n e c e l a consag ración k
M a s perfeccionar es l o m i s m o q u e ense- » l a s basílicas, ung ir el altar, y lacón
ñ a r . P o r c o n s i g u i e n t e n o se s i g u e q u e á » f e c c i o n d e l c r i s m a , e l m i s m o distribim
los diáconos pertenece e l oficio de b a u - » los órdenes g enerales eclesiásticos, y
tizar. » bendice las sag radas vírg enes. Pero el
A l 2.° q u e , com o dice San Dionisio sacramento del bautismo es mayor que
( E c c l . hier.), el bautism o tiene no sola- t o d a s estas cosas. L u e g o parece que ma
mente l a virtud purificativa, sino tam bién chos más pertenezca a l oficio de solo el
l a i l u m i n a t i v a ; y p o r esto escede a l oficio Obispo el bautizar.
del diácono, al cual pertenece solam ente Por el contrario, dice San Isidoro
p u r i f i c a r , esto e s , y a repeliendo á l o s i n - (De offic. 1. 2, c. 24). « C o n s t a que el
m u n d o s , y a d i s p o n i é n d o l o s ala recepción » d e r e c h o d e b a u t i z a r h a sido transmitido
del sacram ento. » á solo los sacerdotes ».
A l 3.° q u e , p u e s t o q u e e l b a u t i s m o es C o n c l u s i ó n . Así como al sacerdote ¡ia
s a c r a m e n t o de n e c e s i d a d , es p e r m i t i d o á tenece consagrar la Eucaristía, á lo ai
los diáconos bautizar en caso de necesi- ha sido principalmente ordenado el sa
d a d urgente y en ausencia de los superio- cerdocio, así pertenece al oficio pnp
res, com o consta por l a autoridad del del sacerdote el bautizar.
Papa Grelasio ya aducida. Y bajo este R e s p o n d e r e m o s , q u e los sacerdote
concepto bautizó el diácono San L o - son c o n s a g r a d o s p a r a q u e confeccione!
renzo. el s a c r a m e n t o d e l c u e r p o de Cristo, f
g u n l o d i c h o ( C . 63, a. 2 y 6; y C.65,
a. 3). M a s este es e l sacramento deis
ARTÍCULO I I . —Bautizar pertenece
unidad de la Ig l e s i a , aquel
seg ún
n i o l i d o d e l o s p r e s b í t e r o s ? (1)
(i C o r . 1 0 , 17) : un pan, un cuerpo»
mos muchos, todos aquellos que partí®
1.° Parece que bautizar no pertenece pamos de un mismo pan y de un ?)«•
a l oficio de los presbíteros sino solam ente cáliz. M a s p o r e l b a u t i s m o se hace al
al de los Obispos ; porque según lo dicho, g u n o p a r t í c i p e de l a u n i d a d eclesiástica
(C. 66, a. 5, arg. l.° y a. 4, arg. l.°), p o r l o q u e r e c i b e t a m b i é n e l derecho if
bajo el m i s m o precepto se i n c l u y e el ofi- a c e r c a r s e á l a m e s a d e l S e ñ o r , y por ^
así como al sacerdote pertenece consaftt
№
la Eucaristía, (á lo cual se ordena f
cipalmente el sacerdocio), así tandil
( 1 ) A s i l o ha declarado el Concilio florentino, diciendo : pertenece al propio oficio del sacerdote»
minister htijus sacramenti est sácenlos cui ex officio competit bap
tizare.
bautizar ; p o r q u e p a r e c e pertenecer il
CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO II Y I I I . 101
( 1 ) De aquí que S. Agustín diga (eont. Parmen. 1, 2 ) : t>tü e l diácono, el snbdiácono, el clérigo, el seglar y en i'i 1 ti (no ^
e
nulta ncccssilfllc nsnrixlitr, et acolibcl cuilibel dctiir non JÍOSSC dici gar la mujer. Mas este orden puede invertirse, si locU; ''
non dalum (cons. cathcc. rom. part. 2, n. 22 y siguientes,). pudor ó si uno sabe bautizar mejor que otro.
(2) E n caso de necesidad dice el catecismo romano (part 2, (1) Según el Cardenal Gousset no sería pecado mortal in
ísen1
n. 22J todos varones ó hembras pueden bautizar. vertir el orden antes indicado á no ser que el seglar, |»' '
| , l,,
(3) Según el mismo Ritual romano debe empero seguirse el sacerdote no impedido, bautizare sin su collselllп>i ' ;'
1
esta orden, l . e l Párroco, á falta de este el sacerdote, luego Por derecho canónico se prohibe al padre y á la nmdre W'
CUESTIÓN LXVII. A R T Í C U L O S IV Y V. 703
tizar aun p r e s e n t e el O b i s p o , p o r q u e e s t o L u e g o n o p u e d e c o n f e r i r el s a c r a m e n t o
pertenece a l oficio d e l s a c e r d o t e . del bautismo.
Al a r g u m e n t o 1.° diremos, que así 3.° M a y o r c o s a es c o n f e r i r el s a c r a -
como n o s e p e r m i t e á l a m u j e r e n s e ñ a r m e n t o q u e r e c i b i r l e . M a s el q u e n o e s t á
p ú b l i c a m e n t e , y p u e d e sin e m b a r g o i n s - b a u t i z a d o , n o p u e d e r e c i b i r los o t r o s sa-
truir á a l g u n o p o r m e d i o d e l a e n s e ñ a n z a c r a m e n t o s . L u e g o m u c h o menos p u e d e
privada y c o n s e j o ; a s í n o se l a p e r m i t e conferir algún s a c r a m e n t o .
bautizar p ú b l i c a y s o l e m n e m e n t e , a u n - Por el contrario , d i c e S a u I s i d o r o
que p u e d e sin e m b a r g o b a u t i z a r e n c a s o ( h a b . c a p . si q u i s p e r ignorant. 1, C . 1):
de n e c e s i d a d . <Í el R o m a n o P o n t í f i c e n o i n d i c a q u e s u -
A l 2. q u e , c u a n d o el b a u t i s m o es a d -
a
» ministra la g r a c i a d e l b a u t i s m o el h o m -
ministrado s o l e m n e y o r d e n a d a m e n t e , » b r e q u e b a u t i z a , s i n o el E s p í r i t u d e
debe a l g u n o r e c i b i r el s a c r a m e n t o d e l » D i o s , a u n q u e sea p a g a n o el que b a u -
bautismo, d e l p r e s b í t e r o q u e t i e n e l a c u r a » t i z a ». M a s el q u e es b a u t i z a d o n o s e
de a l m a s ó d e a l g u n o q u e b a g a s u s v e c e s . d i c e p a g a n o . L u e g o t a m b i é n el q u e n o
Mas e s t o n o se r e q u i e r e e n c a s o d e n e c e - está b a u t i z a d o p u e d e conferir el sacra-
sidad, en el q u e p u e d e b a u t i z a r l a m u j e r . mento del bautismo.
A l 3.° q u e e n l a g e n e r a c i ó n c a r n a l , e l Conclusión. El no bautizado puede en
hombre y l a m u j e r o b r a n s e g ú n l a v i r - caso de necesidad conferir el bautismo,
tud de l a p r o p i a n a t u r a l e z a , y p o r e s t o siempre que observe la forma establecida
la mujer n o p u e d e s e r e l p r i n c i p i o a c t i v o por la iglesia; pecaría, empero grave-
de la g e n e r a c i ó n , s i n o ú n i c a m e n t e p a - mente no ocurriendo aquella necesidad.
sivo. P e r o e n l a g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l , n i Responderemos, q u e S a n A g u s t í n d e j a
uno ni o t r o o b r a n p o r v i r t u d p r o p i a s i n o sin resolver esta c u e s t i ó n ; p u e s dice
solo i n s t r u m e n t a l m e n t e p o r l a v i r t u d d e ( C o n t . E p i s t . P a r m e n i a n i 1. 2 , c. 13):
Cristo. Y p o r e s o d e l m i s m o m o d o p u e d e i e x i s t e e s t a o t r a c u e s t i ó n : si aun p o r los
bautizar e n c a s o d e n e c e s i d a d el v a r ó n » q u e j a m á s h a n sido cristianos p u e d e
que la m u j e r . M a s si l a m u j e r b a u t i z a r a » d a r s e el b a u t i s m o ; n a d a d e b e a f i r m a r -
á alguno f u e r a d e l c a s o d e n e c e s i d a d , n o » se t e m e r a r i a m e n t e sin l a a u t o r i d a d d e
debe ser r e b a u t i z a d o , c o m o t a m b i é n se h a y> a l g ú n c o n c i l i o t a n g r a n d e q u e s e a b a s -
dicho r e s p e c t o d e l s e g l a r ( a . 3 ) ; p e c a r í a » tante p a r a resolver cosa de t a n t a im-
sin e m b a r g o l a q u e b a u t i z a , y los d e m á s , » p o r t a n c i a » . M a s d e s p u é s se h a d e -
que á e s t o c o o p e r a s e n , y a r e c i b i e n d o d e t e r m i n a d o p o r l a I g l e s i a , q u e los no
ella el b a u t i s m o , y a o f r e c i é n d o l a á a l - b a u t i z a d o s ya s e a n j u d í o s ó p a g a n o s ,
guno p a r a b a u t i z a r l e . p u e d e n c o n f e r i r el s a c r a m e n t o d e l b a u -
t i s m o , c o n t a l q u e b a u t i c e n b a j o la
ARTÍCULO V. — ¿El «pie n o está bau- f o r m a a d o p t a d a p o r la I g l e s i a . P o r l o
tizado puede conferir el sacramento del bau- cual el P a p a N i c o l á s I , responde ( D e
tismo'? (1) C o n s e c r a t . d i s t . 4, C . 24, a d C o n s u l t a
B u l g a r . c. 104) : « m e d e c í s q u e e n v u e s -
1.° P a r e c e q u e a q u e l q u e n o e s t á b a u - » tro país h a y muchos individuos que
tizado no p u e d e c o n f e r i r e l s a c r a m e n t o » h a n sido b a u t i z a d o s p o r cierto j u d í o ,
del b a u t i s m o ; p o r q u e n a d i e d a lo q u e n o i> sin q u e s e p á i s si es c r i s t i a n o ó p a g a n o ,
tiene. P e r o el n o b a u t i z a d o n o t i e n e el B y m e p r e g u n t a s q u é es l o q u e s e d e b e
sacramento d e l b a u t i s m o . L u e g o n o p u e - » h a c e r . N o se les d e b e s e g u r a m e n t e r e -
de conferirle. » b a u t i z a r , si h a n s i d o b a u t i z a d o s e u
2.° A l g u n o c o n f i e r e el s a c r a m e n t o d e l » n o m b r e d e la S a n t a T r i n i d a d » , p e r o
bautismo e n c u a n t o es m i n i s t r o d e l a si n o f u e r e o b s e r v a d a l a ' f o r m a d e I g l e s i a ,
Iglesia. Y el q u e n o e s t á b a u t i z a d o , no se confiere el s a c r a m e n t o d e l b a u t i s -
de ningún m o d o p e r t e n e c e á l a I g l e s i a , m o . E n e s t e s e n t i d o d e b e e n t e n d e r s e lo
"i por l a c o s a ni p o r el s a c r a m e n t o . q u e G r e g o r i o I I I e s c r i b e al O b i s p o B o -
z a r
a la p r o p i a p r o l e á m e n o s g u e h a y a falta do otras p e r s o - b a u l i z a n t e s s e g u n la d e c l a r a c i ó n del t r i d e n t i n o ( s e s s . 7, c. 4):
"as; asimismo, si el s a c e r d o t e e s t u v i e r a e x c o m u l g a d o , debe si quis dixcrit bap!is¡nitm qui etiam datar ab hccrclicis in nomine
Proponérsele á o t r o . Patris el Filii el Spiritus sancii cum inlcntione faciendi quod fácil
0 ) Es de fe c o n t r a la h e r e j í a de los a r m e n i o s y otros re- Ecclesìa, non esse verum baplìsmitm, anathema sit.
704 CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULOS V Y VI.
n í f a c i o , e p i s t . 1 , c a n . 1, ( e t h a b . D e b a u t i z a d o p u e d a b a u t i z a r , q u e e l que
c o n s e c r a t . C . 52, d i s t . 4 ) : « m a n d a m o s p u e d a recibir otros sacramentos.
» bautizar d e n u e v o , e n n o m b r e d el a
í Trinidad, á los que sabéis que h a n sido ARTÍCULO V I . — P u e d e n muchos lian,
» b a u t i z a d o s p o r los p a g a n o s , e s decir n o tizar a. l a vez á uno solo ? (3)
» habiendo observado así la forma d ela
» Iglesia». Y l a razón d e esto es q u e , 1.° P a r e c e q u e m u c h o s p u e d e n b a u t i z a r
como por parte d e la materia e n cuanto á l a v e z á u n o s o l o ; p o r q u e e n l a multitud
á l anecesidad del sacramento basta cual- s e c o n t i e n e e l u n o ; m a s n o v i c e v e r s a ; por
quier a g u a , así también, por parte del m i - c o n s i g u i e n t e p a r e c e q u e t o d o l o q u e puede
nistro es bastante cualquier hombre. Y h a c e r u n o , p u e d a n h a c e r l o m u c h o s y no
por esto aun el n o bautizado, e n caso d e v i c e v e r s a , c o m o m u c h o s a r r a s t r a n una
necesidad puede bautizar, d em o d o que si n a v e , q u e u n o s o l o n o p u e d e arrastrar.
dos individuos que n o están bautizados, P e r o u n h o m b r e s o l o p u e d e b a u t i z a r si-
se bautizan m u t u a m e n t e con t a l que pri- m u l t á n e a m e n t e á m u c h o s . L u e g o tam-
mero el uno bautizase al otro, y después b i é n m u c h o s p u e d e n b a u t i z a r á l a vez á
fuera bautizado p o r éste, conseguirían uno solo.
el u n o y e lotro n o s o l a m e n t e e l sacra- 2.° M á s d i f í c i l e s q u e u n s o l o a g e n t e
m e n t o sino t a m b i é n l a cosa d e l sacra- o b r e s o b r e m u c h a s c o s a s , q u e muclios
m e n t o . M a s s i h i c i e r a n e s t o fuera del caso a g e n t e s o b r e n á l a v e z s o b r e u n a sola,
de necesidad, pecarían gravemente, el M a s u n s o l o h o m b r e p u e d e b a u t i z a r á la
bautizante y el bautizado, y p o r e s t o s e v e z á m u c h o s . L u e g o m u c h o m e j o r mu-
i m p e d i r í a e l e f e c t o d e l b a u t i s m o , (1) a u n - c h o s p u e d e n á l a v e z b a u t i z a r á u n o solo,
q u e n o s ed e s t r u y e s e e l s a c r a m e n t o 3.° E l b a u t i s m o e s e l s a c r a m e n t o de
mismo. m a y o r n e c e s i d a d . Y e n a l g ú n c a s o pa-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l h o m - rece s e r necesario q u e m u c h o s bauticen á
bre que bautiza c u m p l e t a n solo u n mi- l a v e z á u n o , v . g r . s i a l g ú n n i ñ o estu-
nisterio exterior ; pues e s Cristo quien v i e s e in articulo mortis y s e h a l l a s e n allí
b a u t i z a i n t e r i o r m e n t e , y .el q u e p u e d e d o s , d e l o s c u a l e s u n o f u e s e m u d o y el
servirse d e todos l o shombres para todo o t r o c a r e c i e s e d e m a n o s y b r a z o s ; pues
lo que quisiere. Y por eso l o sn o bauti- e n t o n c e s s e r í a m e n e s t e r , q u e e l mutilado
zados pueden bautizar, puesto que como p r o f i r i e s e l a s p a l a b r a s y e l m u d o ejecu-
dice e l P a p a Nicolás e l bautismo n o t a s e e l a c t o d e l b a u t i s m o . L u e g o parece
es d e aquellos, esto e s d e l o s que bauti- q u e m u c h o s p u e d a n b a u t i z a r á l a vez á
z a n , sino d e Cristo (hoc. h a b e t exprés. uno solo.
A u g u s t . C o n t . C r e s c o n 1. 3 , C . 6). Por el c o n t r a r i o : d e u n s o l o a g e n t e es
A l 2° q u e a q u e l q u e n o e s t á b a u t i - u n a s o l a a c c i ó n . S i p u e s m u c h o s bautiza-
zado, aunque n opertenezca á l a Iglesia s e n á u n o , p a r e c e s e g u i r s e q u e h a b r í a mu-
p o r l a c o s a ó p o r e l s a c r a m e n t o (2) c h o s b a u t i s m o s , l o c u a l e s c o n t r a r i o alo
p u e d e n o obstante pertenecer á ella p o r q u e s e d i c e ( E p h e s . 4, 5 ) : una fe, mi
la intención y l asemejanza d e l acto, bautismo.
esto e s , e n c u a n t o intenta h a c e r l oq u e Conclusión. Pueden muchos, mientras
h a c e l aI g l e s i a , y .observa l a forma d e guarden la forma prescrita por la Igle-
ella a l bautizar, y e n t a l supuesto obra sia y diga cadauno simultáneamente. Ego
c o m o ministro d e Cristo, que n o ligó s u t e b a p t i z o i n n o m i n e P a t r i s e t F i l ü et
virtud álos b a u t i z a d o s , c o m o n i t a m p o c o S p i r i t u S a n c t i , conferir el verdadero sa-
á los sacramentos. cramento del bautismo aunque pecarían
A l 3.° q u e l o s o t r o s s a c r a m e n t o s n o gravemente.
son d e tanta necesidad como el bautismo; Responderemos, q u e e l s a c r a m e n t o del
y por esto se permite más bien que eln o b a u t i s m o tiene s u v i r t u d principalmente
(\ J Es decir, la gracia santificante, ambos pecarían mortal- (3) Esta cuestión no afecta á la validez del sacramento,
mente, mas no por esto el sacramento sería inválido ni deja- puesto que válidamente puede uno bautizar á muchos, bocs
ría por consiguiente de imprimir carácter. lícito empero hacerlo por ser contrario al uso de la Iglesia y
(2) Consult. ( C preced. a. 1 ) acerca de la significación de á ladignidad del sacramento. (V. Ligor. Opus. Mor. 1, , '^)'
V I
estas palabras.
CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO VI. 105
(t) Si las palabras nos te baptizamus se toman en conjunto, dadero bautismo, porque cada uno intentará bautizar, y por
entonces no se perfecciona el bautismo por falta de unidad de tanto habrá materia y forma del Sacramento.
•nimstro; si empero se toman separadas, entonces habrá ver-
SuMA. TEOLÓGICA. — TOMO I V . 45
IOS CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO VII.
A R T Í C U L O V I I . — nequiérese cu ci r a c i ó n c a r n a l ; p o r lo c u a l se dice (i P e t ,
bautismo alguno que tonga ni bautizado en 2, 2) : como niños recien nacidos, codiciad
la sagrada fuente? (1) la leche racional, y sin dolo. M á s e n l a
generación carnal el p á r v u l o , que acaba
1.° Parece que n o se requiere en el de n a c e r , necesita de n o d r i z a y de maes-
bautismo alguno que saque al bautizado tro. Luego también en la regeneración
de la sagrada fuente : porque nuestro espiritual d e l b a u t i s m o se requiere alguno
b a u t i s m o es c o n s a g r a d o p o r el bautismo que b a g a l a vez de nodriza y pedagogo,
d e C r i s t o , y se c o n f o r m a á é l . P e r o C r i s t o f o r m á n d o l e é i n s t r u y é n d o l e c o m o novicio
bautizado no fué recibido por alguno de en l a f e , acerca de lo que p e r t e n e c e á la
l a f u e n t e , sino q u e , c o m o se d i c e (Matth. f e y á l a v i d a c r i s t i a n a , alo c u a l n o pue-
3 , 1 6 ) : después que Jesús fué bautizado, d e n d e d i c a r s e los p r e l a d o s de l a Iglesia,
subió luego del agua. L u e g o p a r e c e q u e p o r h a l l a r s e e n t r e g a d o s a l c u i d a d o común
n i e n e l b a u t i s m o d e l o s o t r o s se r e q u i e r a del p u e b l o ; m a s los niños y l o s neófitos
alguno que reciba al bautizado de la n e c e s i t a n u n c u i d a d o e s p e c i a l a d e m a s del
fuente sagrada. común, y por eso se requiere que alguno
2.° E l b a u t i s m o es l a r e g e n e r a c i ó n e s - saque de la fuente sagrada al bautizado,
p i r i t u a l s e g ú n l o d i c b o ( a . 3). P e r o en la como para su instrucción y tutela. Y esto
g e n e r a c i ó n c a r n a l n o se r e q u i e r e s i n o el es l o q u e dice San Dionisio ( ú l t . cap.
p r i n c i p i o a c t i v o q u e es el p a d r e , y e l p r i n - Eccl. hierarch), «vino á la m e n t e de
c i p i o p a s i v o q u e es l a m a d r e . A s í pues, » n u e s t r o s j e f e s , es d e c i r , los Apóstoles,
obteniendo en el bautismo el lugar del x> y l e s p a r e c i ó b i e n q u e f u e r a n tomados
padre aquel q u e b a u t i z a , y el l u g a r de l a » los niños conforme á esta santa prác-
madre el agua m i s m a del bautismo, como » tica, que consiste en que los padres
dice S a n A g u s t í n en u n sermón de Epi- » n a t u r a l e s d e l n i ñ o , le c o n f í e n á u n maes-
fanía ( i D o m . infr. octav.), parece que no » t r o i n s t r u i d o e n l a s c o s a s d i v i n a s , para
se requiere a l g ú n otro que s a q u e a l bau- » q u e o b r e b a j o s u s ó r d e n e s , considerán-
tizado de l a fuente sagrada. » dolé como su padre en D i o s , y garante
3.° E n los sacramentos de l a Iglesia » de su salvación » (2).
n a d a d e b e b a c e r s e q u e se p r e s t e á l a b u r l a . A l argumento 1.° diremos que Cristo
P e r o parece risible que los adultos, que n o f u e b a u t i z a d o p a r a s e r r e g e n e r a d o sino
p u e d e n sostenerse á sí m i s m o s y salir de para que regenerase á o t r o s ; y p o r esto
l a fuente bautismal, sean recibidos por después del bautismo no n e c e s i t ó de
otro. L u e g o parece que no se r e q u i e r e , maestro, como el niño.
a l g u n o , principalmente en el bautismo de A l 2.° q u e e n l a g e n e r a c i ó n c a r n a l no
los adultos, que saque al bautizado de se requiere necesariamente s i n o e l padre
l a fuente sagrada. y la madre, pero para la f a c i l i d a d del
Por el contrario es lo que dice San p a r t o y l a e d u c a c i ó n c o n v e n i e n t e de los
Dionisio (Eccl. bier. c. 2), que «los n i ñ o s , se r e q u i e r e l a p a r t e r a , l a nodriza y
» sacerdotes tomando a l bautizado lo e n - e l p e d a g o g o , c u y a s v e c e s h a c e e n e l bau-
» tregan al que le b a tenido en las f u e n - t i s m o a q u e l q u e s a c a a l n i ñ o d e l a fuente
» tes del bautismo p a r a que le i n s t r u y a y sagrada. P o r consiguiente, no e s de ne-
» l e dirija ». c e s i d a d d e s a c r a m e n t o , s i n o q u e u n o solo
C o n c l u s i ó n . Requiérese que alguno re- puede bautizar á a l g u i e n e n c a s o de es-
ciba al bautizado de la sagrada fuente trema necesidad.
del bautismo como para su instrucción y A l 3.° q u e e l b a u t i z a d o n o e s sacado
tutela. por el padrino d e l a f u e n t e s a g r a d a por
Responderemos que la regeneración c a u s a d e s u d e b i l i d a d c o r p o r a l , s i n o por
e s p i r i t u a l , q u e se v e r i f i c a p o r el bautis- l a e s p i r i t u a l , c o m o se h a d i c h o .
m o se a s e m e j a e n cierto m o d o á l a g e n e -
(1) Como el que saca á uno (le la fuente bautismal se le con- solía llamárseles susceplorcs, fideí jussores, .iponsóres.
sidera como ministro, por esto trata aqui esta cuestión Santo (2) El catecismo romano refiere estas palabras de San Dio-
Tomás que pertenece más bien á la relativa á las ceremonias nisio y añade que confirman la misma sentencia la autori*'"'
1
del bautismo. El uso de nombrar padrinos para el bautismo del Papa Higinio (De consecrat. dist. 4, c. 100J; de San leo»
es muy antiguo en la Iglesia, haciéndolo remontar algunos Papa (Id. c. 101), y el concilio de Maguncia (Id. c. 101, y ' 3
1.° Están todos obligados á recibir el bautismo? — 2.° Puede salvarse alguno sin el bautismo?-
3." Debe diferirse el bautismo? —4.° Los pecadores deben ser bautizados? — 5.° Deben imponerse obras
satisfactorias á los pecadores bautizados? — 6.° Se requiere la confesión de los pecados? — ~.° Se re-
quiere la intención de parte del bautizado? — 8." Y la fe? — 9." Los niños deben ser bautizados? - lo.
Los niños de los judíos deben ser bautizados contra la voluntad de sus padres? —11. Deben ser bau-
tizados algunos en el seno de su madre? —12. Deben ser bautizados los furiosos y los locos?
(1) Varios han sido los herejes que han negado la necesi- ciertas personas para cierto tiempo. Contra todos estos ha in-
dad del bautismo. Ademas de los inaniquéos y otros que re- finido el Concilio tridentino (sess. 7, can 5) : si quit
chazaban el bautismo de agua, los pelagianos pretendían que baptismtim liberum esse, hoc est, non necessarlttm ad salnten, <"i'
J
no era necesario para conseguir alcanzar el reino de los cie- thema sit.
los ; Wiclef, Zvinglio y Bucero dijeron que aquel sacramento (2) Por él dice el concilio florentino somos hechos mie»
no era necesario á los infantes predestinados ; los socinianos bros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia.
que no era de precepto universal y perpetuo, 6Íno solo para
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULOS I Y II. 709
de l a v e n i d a d e C r i s t o , s i n o s e h u b i e r a n t i n c a d o s e n e l s e n o m a t e r n o (2), s e r í a
hecho m i e m b r o s d e C r i s t o ; p o r q u e c o m o necesario bautizarles, para que por l a
se d i c e ( A c t . 4, 12), no hay otro nombre recepción del carácter se asemejaran á
debajo del cielo, dado á los hombres, en los otros m i e m b r o s de Cristo.
que nos sea necesario ser salvos. P e r o
ARTÍCULO I I .— Puede alguno sal-
antes d e l a v e n i d a d e C r i s t o l o s h o m b r e s
v a r s e s i n e l b a u t i s m o ? (3)
eran i n c o r p o r a d o s á C r i s t o , p o r l a f é e n
su f u t u r a v e n i d a , c u y a s e ñ a l d e f e e r a l a 1.° P a r e c e q u e n a d i e p u e d e s a l v a r s e
circuncisión, c o m o dice el A p ó s t o l ( R o m . sin el b a u t i s m o ; p o r q u e dice el S e ñ o r
4): y a n t e s d e q u e s e e s t a b l e c i e r a l a c i r - ( J o a n . 3 , 5 ) : no puede entrar en el reino
cuncisión p o r s o l a la f e , c o m o d i c e S a n de Dios, sino aquel que fuere renacido de
G r e g o r i o ( M o r a l . 1.4, c . 3) c o n l a o b l a - agua y de Espíritu Santo. P e r o s o l o s e
ción d e l o s s a c r i f i c i o s , p o r l a q u e c o n f e - s a l v a n a q u e l l o s , q u e e n t r a n en el reino
saban s u fe los a n t i g u o s p a t r i a r c a s , y e r a n de D i o s . L u e g o nadie p u e d e salvarse sin
incorporados los h o m b r e s á Cristo. D e s - el b a u t i s m o , c o n el cual es r e g e n e r a d o al-
pués d e l a v e n i d a d e C r i s t o e r a n i n c o r p o - g u n o por a g u a y el E s p í r i t u Santo.
rados á l o s h o m b r e s p o r l a f é e n C r i s t o 2.° D í c e s e ( l i b . D e e c c l e s . d o g m a t . c .
s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 3 , 17) : para que 74) : « n i n g ú n c a t e c ú m e n o a u n q u e m u e r a
Cristo more por la fe en vuestros cora- B después de haber hecho buenas obras,
zones. P e r o l a f e d e c o s a y a p r e s e n t e e s B creemos que consigue la vida eterna, á
manifestada por otro signo q u e lo sería B m é n ó s q u e h a y a sufrido el martirio, e n
cuando era f u t u r a , c o m o t a m b i é n se s i g - B el q u e se c o m p l e t a t o d a la v i r t u d del
nifican p o r d i v e r s a s p a l a b r a s e l p r e s e n t e , B s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o B. P e r o s i a l -
el p a s a d o y e l f u t u r o . Y p o r e s o , a u n q u e g u n o p u d i e r a salvarse sin el b a u t i s m o ,
el s a c r a m e n t o m i s m o d e l b a u t i s m o n o esto tendría principalmente lugar en los
s i e m p r e f u e r a n e c e s a r i o p a r a l a s a l u d (1), catecúmenos, que hacen buenas obras, y
sin e m b a r g o l a f e , d e l a q u e e s s a c r a - qué parecen tener fe, que obra por e l
mento el b a u t i s m o , s i e m p r e fue n e c e s a r i a . amor. L u e g o parece q u e nadie p u e d e sal-
A l 2.° q u e s e g ú n l o d i c h o ( l . - 2 . , C .
a x
varse sin el b a u t i s m o .
81, a . 3 , a l 2.°), l o s q u e s e b a u t i z a n s o n 3.° C o m o s e h a d i c h o ( C . 65, a . 3 y
renovados espiritualmente p o r el b a u t i s - 4), e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o e s n e c e -
mo ; m a s e l c u e r p o p e r m a n e c e s u j e t o a l sario p a r a la s a l v a c i ó n , y es necesario
a n t i g u o p e c a d o s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 8, a q u e l l o , sin lo c u a l n o p u e d e existir a l g o ,
10): el cuerpo verdaderamente está muer- c o m o s e d i c e ( M e t . 1. 5 , t . 6). L u e g o p a -
to por el pecado, mas el espíritu vive por rece que nadie puede conseguir la salva-
la justicia. P o r l o c u a l S a n A g u s t í n ción sin el b a u t i s m o .
p r u e b a ( C o n t . J u l i á n . 1. 6, c . 17), q u e Por e l c o n t r a r i o e s , l o q u e d i c e S a n
«no se b a u t i z a e n el h o m b r e t o d o lo q u e A g u s t í n ( S u p . L e v í t i c u m q . 48) : q u e
)) h a y e n é l B . E s e v i d e n t e q u e e l h o m b r e a la santificación invisible h a sido acor-
no e n g e n d r a p o r g e n e r a c i ó n c a r n a l s e g ú n B d a d a á a l g u n o s (4), y l e s f u e ú t i l ,
el e s p í r i t u , s i n o s e g ú n l a c a r n e . Y p o r B sin los sacramentos visibles; en tanto
esto l o s h i j o s d e l o s b a u t i z a d o s n a c e n c o n s> q u e l a s a n t i f i c a c i ó n v i s i b l e , q u e t i e n e
el p e c a d o o r i g i n a l , y p o r t a n t o n e c e s i t a n B l u g a r en el sacramento visible, p u e d e
ser b a u t i z a d o s . B estar p r e s e n t e sin la i n v i s i b l e , m á s n o
A l 3.° q u e a q u e l l o s q u e s o n s a n t i f i c a - » p u e d e a p r o v e c h a r B. L u e g o , p e r t e n e -
dos e n e l s e n o m a t e r n o , c o n s i g u e n l a c i e n d o el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o á la
gracia q u e l e s p u r i f i c a d e l p e c a d o o r i g i - santificación visible, p a r e c e q u e sin e l
nal ; m a s n o p o r e s o o b t i e n e n e l c a r á c t e r sacramento del bautismo puede alguno
con.el q u e se c o n f i g u r a n á C r i s t o , p o r conseguir la salud por medio de la santi-
cuya r a z ó n si f u e r a n a l g u n o s a h o r a s a n - ficación invisible.
(l)Es decir, antes de la l e y de gracia. quis dixeril : sine eis sacramentis ani eorum voto, per solam fidem
(2) Aunque su santificación fuese conocida, pues San Juan homines á Deo gratiam juslificationis adipisci, anathema sil. Y
a
pesar de ser santificado en el seno materno fue circunci- (sess. 6, can. 7) : sacramenlum baptismi est sacramentum fidei sine
dado (Luc. 1). qua nulli unquam conligit juslificalio.
(3) Ninguno puede ser salvado sin el bautismo según la (4) A algunos mártires por ejemplo.
declaración de fe del Concilio tridentino (sess. 7 , can. 4) : si
710 CUESTIÓN LXVIIL — ARTÍCULOS II Y I I I .
(1) Según hemos dicho en una nota anterior, el voto es me (3) E s de fe contra los publícanos y otros herejes que les
nester que sea explícito para el que conoce el bautismo y la niños son capaces del bautismo, según declaración dol Con
necesidad del mismo. Bastará empero que sea implícito al que cilio Trodenlino : si quis duverit parimlos eo quod actum credent
solo conoce el bautismo de nombre. non habent, suscepto baplismo inter fidclcs computandos non c№¡
(2) E l martirio aprovecha también á los infantes pues la ac prop'erea cum ad annos discrelionis pervenerint esse lebuplr
Iglesia considera c o u i o verdaderos mártires los Santos Ino zandos; aut prcestare omitti eorum baptisma , qitam eos non
centes. E sta opinión, dice Suarez, es tan fundada que debe proprio credentes baptizan in sota fide Eccles/ce, anathema sit,
considerarse como temeraria la opuesta. Mas en los adultos se ísess. 7, de bapt. can. 13). Y si quis dixeril, neminem esle №
requiere la aceptación del martirio, cuando menos habitual tizandum, nisi ca célale qua Christus baptizatus est, vcl in if¡>
mente ó por u n motivo sobrenatural, dice San Alfonso mortis articulo, anathema sit, (sess, 7, can. 12).
(theolog. m o r . 1. 6, n. 97),
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULO III. •711
Luego los hombres deben ser bautizados no queráis creer á todo espíritu, mas
no inmediatamente, sino que debe dife- probad los espíritus si son de Dios, cuya
rirse el bautismo hasta cierto tiempo. prueba se hace en los que se acercan al
3.° Como dice Isaías (27, 9), este es bautismo, cuando se examinan su fe y
todo su fruto que sea quitado su pecado. sus costumbres por algún tiempo. 2.° Para
Pero más parece que se quita el pecado utilidad de los que son bautizados, pues-
ó aun se disminuye, si el bautismo se di- to que necesitan algún espacio de tiempo,
fiere por largo tiempo : 1.° por que los para instruirse en la fe y ejercitarse en
que pecan después del bautismo pecan lo perteneciente á la vida cristiana ; 3.°
más gravemente según aquello (Heb. 10, es necesario respecto á la referencia del
29), ¿ de cuánto mayores tormentos creéis sacramento, pues bautizándose en las
que es digno el que hollare la sangre del principales festividades de Pascua y de
testamento en que fue santificado ? esto Pentecostés, se recibe con más devoción
es, por el bautismo ; 2.° porque el bau-. el sacramento ( 2 ) . Mas esta dilación
tismo quita los pecados pasados, y no los debe omitirse por dos razones : 1. a
futuros : por lo que, cuanto más se difiere cuando los que deben ser bautizados
el bautismo tanto más pecados quita. aparecen perfectamente instruidos en la
Luego parece que el bautismo debe dife- fe é idóneos para el bautismo, como San
rirse largo tiempo. Felipe bautizó inmediatamente al Eunu-
Por el contrario: dícese (Eccli. 5 , co, según consta (Act. 8), y Pedro á
8 ) ; no tardes en convertirte al Señor, y Cometió y á los que con él estaban
no lo dilates de dia en dia. Pero la per- (Act. 10) : 2.° por enfermedad ó algún
fecta conversión á Dios es la de los que peligro de muerte. Por lo que dice el Papa
son regenerados en Cristo por medio del León, (ibid. c. 6) : «los que se hallan
bautismo. Luego no debe ser diferido el » bajo la presión de un peligro ó necesi-
bautismo de dia en dia. » dad de muerte, de enfermedad, de un
Conclusión. Los niños deben ser bau- » sitio, persecución ó naufragio, deben
tizados en seguida á causa del peligro de » ser bautizados en todo tiempo ». Sin
muerte ; los adultos empero al cabo de embargo, si alguno es sorprendido por
cierto tiempo, á no ser que estén perfec- la muerte antes de haber podido recibir
tamente instruidos en la fe, ó en mani- el sacramento esperando el tiempo esta-
fiesto peligro de muerte. blecido por la Iglesia, se salva, aunque
Responderemos, que acerca de este por el fuego, según se ha dicho (a. 2).
punto debe distinguirse, si los que han Peca no obstante, si difiere el recibir el
de ser bautizados son niños ó adultos; bautismo pasado el tiempo establecido
porque, si son niños, no debe diferirse el por la Iglesia, sin causa legítima y licen-
bautismo (1) ; 1.° porque no se espera cia de los prelados de ella. Sin embargo,
en ellos mayor instrucción, ó también también este pecado puede ser borrado
más plena conversión ; 2.° á causa del con los otros por la subsiguiente contri-
peligro de muerte, puesto que no se les ción, que suple las veces del bautismo
puede auxiliar con otro remedio sino por según lo dicho (aquí y a. 2).
el sacramento del bautismo. Mas á los Al argumento 1.° diremos, que ese
adultos se les puede socorrer, por solo mandato del Papa León sobre las dos épo-
el deseo del bautismo, según se ha dicho cas que deben observarse para el bautis-
(a. 2). Así, pues, á los adultos no se les mo, debe entenderse del de los adultos,
debe conferir el sacramento del bautismo escepcion hecha del peligro de muerte,
al instante que se convierten, sino que que siempre debe temerse en los niños,
conviene diferirlo hasta cierto tiempo ; según lo dicho.
l.°por precaución de la Iglesia, á fin de Al 2.° que aquello ha sido establecido
que no sea engañada, confiriendo el sa- respecto á los judíos como precaución de
cramento á los que fingidamente se acer- la Iglesia, para que no corrompan la fe
can á él, según aquello (i Joan. 4 , 1 ) : de los sencillos, si no estuviesen plena-
(1) La dilación será grave, si pasa de un mes no habiendo cinco ó seis dias y San Alfonso de diez á once dias (lib. 6,
causa que lo motive según algunos; si hay causa, lo será á los n.°U8).
líos meses; Tournelli dice que la dilación no puede pasar de (2) V. el catecismo romano P. 1 n. 30.
712 C U E S T I Ó N L X V I I I . — A R T Í C U L O S III Y IV.
mente convertidos, y sin e m b a r g o , como Pero cuando el pecador está mal dis-
allí m i s m o s e a ñ a d e , « si d u r a n t e el tiem- puesto, no coopera con Dios, antes bien
» po prescrito incurrieren en peligro de obra lo contrario. L u e g o i n ú t i l m e n t e se
» enfermedad, deben ser bautizados ». le administraría el bautismo, no estando
Al 3.° que el bautismo por la gracia dispuesto para l a j u s t i f i c a c i ó n .
que confiere, no solo quita.los pecados Conclusión. A los pecadores que tie-
pasados, sino que también impide los fu- nen voluntad de pecar y propósito hecho
turos, para que no se realicen, y se debe de perseverar en el pecado, no debe con-
desear principalmente que los hombres ferírseles el bautismo,pues no quieren ser
no pequen, y secundariamente que pe- unidos á Cristo y lavados del pecado; á
quen más levemente, ó también que sean los que empero tienen solo la mancha y
purificados de sus pecados según aquello consecuencia del pecado debe conferír-
(i Joan.2, 1) : hijitos mios, esto os es- sele.
cribo para que no pequéis. Mas si alguno Responderemos, que s e p u e d e d e c i r
pecare, tenemos por abogado con el Pa- alguno pecador de dos m o d o s : 1.° p o r la
dre á Jesucristo el justo ; y el es propi- mancha y el reato p a s a d o , y en este sen-
ciación por nuestros pecados (1). tido , debe conferirse á los pecadores el
sacramento del bautismo, p u e s t o q u e h a
ARTÍCULO TV. — Beben ser bautiza- s i d o i n s t i t u i d o e s p e c i a l m e n t e para b o r r a r
(1) Siendo la virtud del bautismo no solo librarnos del mal, (2) Enseña el Santo Doctor que la penitencia es necesaria a
si que también enriquecernos de bienes y dones especiales, los pecadores para recibir el bautismo. De aquí que el Concilio
fácilmente se comprenderá lo malo de la costumbre observada tridentino (sess. 14, c. l¡ haya dicho : fuít qiMem panMeniit
en algún tiempo de diferirlo, según hemos dicho al hablar necessaria Mis etiam qui baptismi sacramento abluí petlvissent,
del bautismo de los clínicos, y de aquellos que retardaban el perversitatc abjecta el eliminita tanlam Dei offensionem cwupcccslí
bautismo para que á la vez en él se les perdonasen los peca- odio et pió animi dolare detestarenlur.
dos original y actuales.
CUESTIÓN LXVI1I.— ARTÍCULOS IV Y V . 713
(í) E s decir, según Silvio, no en obras difíciles sino l a s q u e vites spiritualis janua est. De qué manera el bautismo sea pueda
suelen hacerse ordinariamente á fin de corregir las malas cos- de la salvación lo esplica el Concilio de París en tiempo ile
tumbres y afectos, escitar la devoción y la contrición etc., Luis y Lotario diciendo : fíammcus Ule gladim, qui propter ^
para que no se impidan los efectos del bautismo. calum primi hominis januam paradisi obice mortalibus imiw^
(2) Ningún otro sacramento puede conferirse antes del oppilaverat, iti sacrosanto baplismatìs fonie extingiiilur et e« tieli>
bautismo. Así el Concilio florentino bajo Eugenio IV Papa janua credentibus apèritur.
dijo : primum omnium sacramentorum locum tenet baptlsma, quod
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULOS VI Y V i l . 715
O Por lo cual ni la del ayuno á los bautizados en la v i g i - cometidos después del bautismo según ha declarado el Conci-
lia (le Pascua (2." 2.re C 1S9, a. 1). lio tridentino (sess. 14, can. 1) ; si quis dixerit in Catholica
(2) Esta confesión será empero solo un acto de humildad, Ecclesia pcenitentiam non esse veré et proprié sacramenlum pro fide-
"las no un acto sacramental. Antiguamente siguieron algurnSs libus, quotics post baplismum in pecca'a lavuntur, ipsi Dco reconci-
'acostumbre de confesar á los que iban á bautizarse ; costum- liandis á Ctiristo Domino instltutum, anathema sil.
bre que fue raras veces observada. Así también los armenios (4) Es contra el error de los corinlianos, inarcionitas y ca-
Sostenían que no podía bautizarse á los que no habían reci- tafrigios que enseñaron debía bautizarse á los muertos ó que
bí" antes la Eucaristía ; lo cual condenó el Concilio triden-
0
los vivos podían ser bautizados por los muertos. Lo cualcon*.
hno {sess. 21, can. i) con estas palabras : si quis dixerit pnrvn- denó entre otros el Concilio de Cartago 3.° (can. 6) diciendo :
i|s avtequam ad anuos discrctionis pervenerinl tiecessariam esse cavendum est ne morluos posse baptizari fratrum infirmitas credal.
íulmristiat communionem, unathema sit. V . lo que dijimos en la nota correspondiente respecto al
(3) La penitencia fue instituida para perdonar los pecados bautismo de los muertos.
716 CUESTIÓN LXVIII.— ARTÍCULOS VII Y VIII.
(1) Según lo que se dice conforme al Ritual romano en el que era necesaria la fe para que el bautismo aprovechase. En
acto de bautizar al infante, pues se le pregunta ¿oís baptizari? contra están las declaraciones de los Concilios florentino)
y contesta el padrino: voló. tridentino ya citadas. Mas ¿ qué debe pensarse del que quiere
(2} En este artículo se combate la herejía de los anabaptis- recibir con voluntad el bautismo, mas no quiere prometerser
tas diciendo que es mejor omitir el bautismo de los niños que fiel á la fe y á la virtud? La respuesta es que está penni*
bautizarlos sin fe. Y el error de los henricianos que decían el bautizarle, pero se recomienda no hacerlo {cath. rom. C. 31))-
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULOS VIII Y IX. Ill
ía) Según dijimos en la nota acerca del que quiere recibir credentes baptizan in sola fide Ecclesiec, anathema sit. De aquí
el bautismo, mas no ser fiel á la fe y á la virtud. que el mismo Concilio (can. 14) advierta : parvuli baptizan,
(2) Es de fe contra los v a l d e n s e s , petrobusianos, anabaptis- cum adolcverint inlerrogandi non sunt, an ralum habere velin
ta, cuákeros s e g ú n la definición del Concilio tridentino quod patrini eorum nomine, dum baptizarenlur, polliciti sunt; el
(scss. 7, can. 13) : si'quis dixerit, párvulos, co quodactu credcndi ubi se nolle respondcrent non sunt suo arbitrio relinqucndi : y la
nubenl susceplo baptismo inler fidcles computando*
110,1
non essc, ac razón de esto la da el mismo Concilio fcan. 7) cuando declara:
Ptonlerca cum ad anuos discrelionis pervcnerint, esse rebaptizandos, si quis dixerit, baptizatos per baplismum ipsum solius fidei debitares
°'«prosstare omitli eorum baplisma, quam eos non aclu proprio fieri, non autem universal legis Christi servanda, anathema sit.
•718 CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULO IX.
(IJ Y ha sido constante tradición de la Iglesia que los niños han atacado el bautismo de los niños ; pues Tertuliano solo
sean bautizados. Ademas de Orígenes que asegura que la habla (c. 18 de bapt.) de una dilación del bautismo, y San U-
práctica de bautizar á los niños se apoyaba en la tradición priano (epist. 59 ad Fidum) cabalmente dice al terminal' un
apostólica (epist. ad Rom. t. 4, p á g . 505), el de Clemente Concilio presidido por él, que no es menester diferir el bau-
(Rom. 1. C), Agustín (de bapt. 1. 4, c. 21), Jerónimo (al íin tismo hasta el octavo dia, sino que debe conferirse inmedia-
del 1. 3 contra los pelag.), etc. INi Tertuliano, ni San Cipriano tamente después del nacimiento.
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULOS IX Y X. 719
eran e s c l a v o s ; 2.° si ambos ó alguno de ellos había sido bau- (1) En general, ó el niño está enteramente encerrado den-
tizado ; 3.° si alguno de ellos lo pide ó muertos los padres lo tro del seno materno, ó es fácil Hogar hasta él el agua ilel
pide el abuelo ; 4.° si el infante está en peligro de muerte ; bautismo. En el primerease el Ritual romano dice : nenio m
5.° si tiene uso de razón y pide el bautismo ; C.°si no está bajo «íero matris clausus baptizare debet. De esta opinión participan
el cuidado de sus padres ó ha sido hecho prisionero de guerra; Santo Tomás, San A g u s t í n , San Isidoro. Otros sostienen Is
7.° si el padre lo pide primero y luego muda de parecer ; 8.° si contraria de ía cual parece no apartarse Benedicto XIV. (D*
teniendo uso de razón ha sido puesto en la alternativa de bau- Synod. dioc. 1. 11, c. 5), y en caso de necesidad dicen que ta
tizarse ó sufrir tormento. A s í el Concilio toledano 4.° declaró infante debe ser bautizado bajo condición por la matrona o r
válido el bautismo de los judíos á quienes el rey Sisebuto médico.
puso en la alternativa de bautizarse ó sufrir el tormento.
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULO XI. 721
(1) S e g ú n l o i n d i c a d o en la nota anterior y prueban las ob- operacion cesárea están obligados á h a c e r l a el p á r r o c o ú otro
servaciones m o d e r n a s , e s f á c i l h a c e r l l e g a r e l a g u a a l n i ñ o en- cualquier sacerdote. E s de p a r e c e r q u e no h a y tal obligación
cerrado en el s e n o materno. por ser esta operación m u y p o c o c o n f o r m e al c a r á c t e r eclesiás-
(-) El c a r d e n a l G o u s s e t ( T h e o l . m o r . d e b a p t . ) a d v i e r t e que tico y s o b r e todo e s p u e s t a á ser reconvenidos p o r los magis-
c
» los p a r t o s l a b o r i o s o s , s i s e t e m e que el niño m u e r a en el trados. Téngase empero presente, como advierten los a u t o r e s ,
st
»o materno, la m a t r o n a ó el medico deben bautizarlo ha- q u e c o n v i e n e a b r i r la b o c a d e la m a d r e e n c u a n t o m u e r a , á l i n
remlo U i - g a r h a s t a e l n i ñ o e l a g u a , s a l v o el r e i t e r a r el bau- d e q u e n o se a s f i x i e el n i ñ o q u e se c r e e v i v o y q u e los padres
tismo bajo c o n d i c i ó n si el n i ñ o n a c e v i v o . (V. Debreyne, en- pecan gravemente oponiéndose á la o p e r a c i ó n c e s á r e a , cuando
sayo sobre l a t e o l o g í a , P . 3 . , y E m b r i o l o g í a s a g r a d a c . S t .
a
i . está prescrita facultativamente. (V. Ligor. hom. aposl.
(3) El C a r d e n a l G o u s s e t p r e g u n t a si e n caso de no encon- t r a c t . 14, n.°9).
a r s e cirujano, ni médico, ni otra persona capaz de hacer la
(1) Si el niño saca la cabeza y hay peligro de muerte inmi- aquí lo que se dice (Lig. theol. mor. cit.J acerca del bautismo
nente dice el Ritual romano que debe bautizársele e n la ca- de los monstruos y de los abortos.
beza y no ser bautizado de nuevo si luego nace v i v o ; si em- (2) V. el catecismo romano P. 2. n.° 39.
pero saca a l g ú n otro miembro que indique la vitalidad, en él (3) Los locos que no han tenido nunca el uso de su razón,
debe ser bautizado en caso de peligro de muerte, y vuelto á deben ser tratados como niños y bautizados en la fe de!*
bautizar bajo condición si nace v i v o . Téngase presente ademas Iglesia (catee, rom. C. 38.)
CUESTIÓN' L X V I I I . — A R T Í C U L O XII. 723
uso de la razón son bautizados según la gano corporal, no por defecto del alma
intención de la Iglesia, así como creen y racional, como los brutos animales. L u e -
se arrepienten por el acto de la Iglesia, g o no hay paridad.
conforme se ba dicho de los niños (a. 9 ) . A l 3.° que los eme duermen no deben
Mas aquellos que en algún tiempo tuvie- ser bautizados s i n o amenaza un peligro
ron ó tienen el uso de la razón son bau- de muerte, en cuyo caso deben serlo, si
tizados según la propia intención, que antes apareció en ellos la voluntad de re-
tienen ó tuvieron en el tiempo de su sana cibir el bautismo, como se ha dicho tam-
razón. bién de los dementes, y según refiere
Al 2.° que los furiosos ó dementes ca- San Agustín (Confess. 1. 4 , ibid) de su
recen del uso de la razón per accidens, amigo, que fue bautizado sin él saberlo,
esto es, por algún impedimento del ór- por causa del peligro de muerte.
CUESTIÓN LXIX.
De los efectos del bautismo.
1.' Por el bautismo se quitan todos los pecados? 2." Se libra el hombre de toda pena? 3.° El
bautismo quita las penalidades de esta vida? i." Se confiere al hombre por el bautismo la gracia
y las virtudes? 5.° De los efectos de las virtudes que se confieren por el bautismo. 6.° Reciben
también los niños en el bautismo las gracias y las virtudes ? 7.° Por el bautismo se abre á los
bautizados la puerta del reino celestial ? 8.° Tiene el bautismo igual efecto en todos los bautizados?
8." La ficción impide el efecto del bautismo? 10.° Quitada la ficción, obtiene el bautismo su efecto?
(1) Es'cle fe contra los maniquéos, luteranos y calvinistas lantum radi ant non i,nputari, anathema sil; dice el Concilio
°i"c pretendían no se borraban los pecados por el bautismo, Tridentino (sess. 5 , can. 5 ) : é igual declaración habían hecho
sino solo que eran cubiertos ó no imputados. Si quis per Jcm antes el concilio de Letran bajo Inocencio III (cap. íirmiter);
Cirisíí Domini nosiri gmliam, quee in baplismale confertur, reatum el de Viena. bajo Clemente V , y el florentino (decret. exultate
0inalis peccaíi remitti ilegal,
m
aut eliam asserit non tolli tolum Deo.)
i3Mod veram et propriam
,d
peccali ralionem habet; scdilluddicit
724 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULOS I Y II.
(1) Por eso canta públicamente la Iglesia : confíteor unum (3) Es contra los herejes cataros y patarinos que sostienen
baptisma in remissionem peccalorum , y llama á los bautizados que los párvulos bautizados serán castigados en la otra vida
innocentes, inmaculali, puri r innoxi t facli Dea dilccti, hceredes lo mismo que los ladrones y homicidas. Por esto el concillo
Dei colieeredes Ckristi;
7 porque como dice el citado decreto del tridentino fsess. cit.) ha dicho: inrenatis nihil oditücus;qsm
concilio florentino, el efecto de este Sacramento es el perdón níhil, est damnationis iis qui veré consepulti sunt cuín Chiflos-
de toda culpa original y actual. baptismum in morlctn... ita tu nihil prorsus eos ab ingre™. c*'-
(2) La sola memoria del bautismo no justifica, como pre- remorctur. Y el concilio florentino: morientes, anteqttum c«fi- (in
tenden los novadores, de los pecados cometidos después de su aliqttam commttant, slalim ad regnum coslorum el fíe
recepción, según consta de la declaración del concilio ttiden- perveniunt.
tino (sess. 7 , can. 10).
CUESTIÓN LXIX.—ARTÍCULOS II Y III. 725
(1) Nótese aquí que en el bautismo, para que se remita toda (2) P j r penalidades se entienden aquí las temporales, ó
| P na, no sé requiere más disposición que la necesaria para
a e
sean las originadas de los principios de la naturaleza, como
!a remisión de la culpa, lo que no sucede en los demás sacra- la pasibilidad, la mortalidad, etc.
mentos,
726 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO III.
ventajas más bien déla vida presente, que acercasen al bautismo, por causa de la
de la futura. impasibilidad de la presente vida, y no
Responderemos, q u e el bautismo tiene por la gloria de la vida eterna, p o r / d o
la virtud de quitar las penalidades de la c u a l d i c e t a m b i é n e l A p ó s t o l ( i . C o r . 15,
presente vida; m a s n o l a s q u i t a e n e s t e 19) : si en esta vida tan solamente espe-
m u n d o ; sino que serán quitadas por su ramos en Cristo, los más desdichados so-
virtud á los justos e n la resurrección, mos de todos los hombres (1).
cuando este cuerpo mortal se revista de A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e c o m o
la inmortalidad, c o m o s e d i c e ( i C o r . 15, e s p o n e l a G l o s a ( P e t . L o m b . R o m . 6) su-
34). Y e s t o c o n r a z ó n 1.°, p u e s t o q u e p o r p e r i l l u d : ut ultra non serviamus pec-
el bautismo se incorpora e lh o m b r e á cato, a s í c o m o c u a n d o s e p r e n d e á u u
C r i s t o y se h a c e m i e m b r o s u y o , s e g ú n lo e n e m i g o t e m i b l e , n o s e l e d a m u e r t e in-
d i c h o ( a . 2.) A s í p u e s e s c o n v e n i e n t e q u e m e d i a t a m e n t e , s i n o q u e s e l e d e j a vivir
lo q u e h a s i d o h e c h o e n l a c a b e z a s e h a g a a l g ú n t i e m p o e n l a v e r g ü e n z a y el des-
t a m b i é n e n el m i e m b r o i n c o r p o r a d o . M a s h o n o r , a s í t a m b i é n C r i s t o e n c a d e n ó desde
Cristo fue lleno de gracia y de v e r d a d l u e g o l a p e n a , y l a d e s t r u i r á e n e l futuro.
d e s d e el p r i n c i p i o d e s u c o n c e p c i ó n ; t u v o , A l 2.° q u e c o m o d i c e l a G l o s a ( i b i d . ) ,
sin e m b a r g o , u n c u e r p o p a s i b l e , q u e r e - (ord. sup. illud h o m o noster crucifixus):
sucitó después de su pasión y muerte á la « l a p e n a d e l p e c a d o e s d o b l e , l a eterna
vida gloriosa. P o r consiguiente, también » y la t e m p o r a l . » C r i s t o borró comple-
el cristiano consigue en e lb a u t i s m o l a t a m e n t e l a e t e r n a ; d e m o d o q u e « n o la
g r a c i a en c u a n t o al a l m a ; tiene e m p e r o » e s p e r i m e n t e n l o s b a u t i z a d o s y l o s ver-
un c u e r p o p a s i b l e , e n e l q u e p u e d e s u f r i r í d a d e r a m e n t e a r r e p e n t i d o s , p e r o l a tem-
por Cristo ; pero este cuerpo resucitará » poral no la quitó t o d a v í a por completo:
después ála vida impasible. P o r lo cual » p u e s s u b s i s t e n e l h a m b r e , l a s e d , la
d i c e el A p ó s t o l ( P o m . 8, 11) : el que re- » m u e r t e y s e m e j a n t e s , p e r o d e s t r u y ó su
sucitó á Jesucristo de entre los muertos, » reino y su d o m i n i o , p a r a q u e el hombre
vivificará también vuestros cuerpos mor- » n o l a s t e m a ; y l a s e s t e r m i n a r á p o r com-
tales por su Espíritu que mora en vos- » pleto en los últimos t i e m p o s . »
otros, y d e s p u é s [17] herederos verdade- A l 3.° q u e s e g ú n s e h a d i c h o (1. , 2 / a
ft) Es decir, si no esperáramos de Jesucristo más bienes cuanto pertenece á la na'üraleza rscibida do Adán, de donde
que los de esta vida etc. se llama pecado de la naturaleza.
(3) No por sí y directamente en cuanto es persona, sino.en
CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO IV. 72*7
(i) Algunos antiguos sostuvieron que á los niños por el cismo romano. Esta opinión está apoyada por la autoridad de
bautismo no se les conferia la gracia y las virtudes , sino sólo Clemente V, que en el concilio de Viena la consideró como la
el carácter de Cristo, por cuya v i r t u d , cuando llegaban á la más probable, la más conforme con los dichos de los Santos y
perfecta edad, conseguían aquella gracia y virtudes. Mas Doctores más modernos , y mereció la aprobación del conci-
esto es falso , pues por el bautismo ademas de la gracia santi- l i o . ( V . a . 6, respond.J
ficante se les infunden, no solo los dones del Espíritu Santo (1) Niegan los herejes y sus partidarios que por el bautis-
T las virtudes teológicas, según el tridentino (sess. 7 ) , si que mo se perdonen todos los pecados originales, y actuales. Pues
también las demás virtudes morales, como se dice en el cate- dicen: «por el bautismo no se quita la concupiscencia, y esta
728 CUESTIÓN LXÍX. — ARTÍCULOS IV Y V.
» es pecado. » Contra esta aserción el Concilio tridentino 1 , V, c. 13J. Por último el mismo concilio tridentino (de
(sess. 5 , can. 5.) declaró : manere in baptizatis concupiseenliam jüstif. 1 , 1 1 , c. 15) ha declarado expresamente: Ecclesiam
vel fomitem, hese sánela Synodus (atetar et sentit ; ques cum ad cathollcam nunquam inlellexlssc conctlpiscentlam db apostolo pee-
agonem relicta sit , naceré non consentienlibus, sed vlrililer per catum appellari, quod vere el proprie in renalis peccalum sit, sei
Christi Jesu gratiam repugnantibus non valet. Ademas la concu- quia ex peccalo est et ad peocatam incltnat : condenando al quo
piscencia, que no es en nosotros libre y voluntaria, nc puede siente la opinion contraria (sess. 5 , can. 5.)
ser pecado , á menos de admitir pecados necesarios, lo cual es (1) Acerca de las investigabtes riquezas de Cristo y desìi
absurdo. Por esto Belarmino distingue de tres maneras el misterio escondido según se dice á continuación.
reato de la concupiscencia. l . ° Ule qui ab ipsa oritur et in ipsa (2) De aquí que se distinguen tres secciones para significar
fandatur , ila ni reus sit qui ipsam habet, quia ipsam habet. 2.° is, los efectos del bautismo. 1 . La incorporación
a
por el sacramento
quo ipsa facta est, .non quem ipsa facit. 3.° is , quern ipsa facit si v i s i b l e , s u carácter y gracia. 2." La iluminación que proviene
perlrahil ad consensum, ut non sit proprie homo reus, quia concu- de la fe y de la cual el bautismo es el sacramento y la profe-
piseenliam habet, sed quia concupiscentlai cedit (De amiss, g r a t . sión. 3 . La fecundación para ejercer las buenas obras.
a
CUESTIÓN L X I X . — A R T Í C U L O S V Y VI. 729
(1) E s d e fé s e g ú n l a d e c l a r a c i ó n d e l t r i d e n t i n o ( s e s s . 7 , d e (2) V . l a n o t a l . p d g . 7 2 7 .
à
- can 7 ) , q u e l a g r a c i a s e c o n f i e r e á t o d o s s i n e x c e p c i ó n
S l c r a m
(3) A s i d i c e I n o c e n c i o I I I ( e x t r a v . d e b a p t . e j u s effect. c a p .
P el b a u t i s m o : sì quis dixerit,
or
non dari graliam per hujusmodi M a j o r e s ) absil ut tiniversi parvuli pereanl, quorum! quotidie tanta
totmmvnta semper et omnibus, quantum est ex parte Dei, etiamsi multitudo moritur; quia et ipsis miscricar Deus qui 7ieminem vull
" " mstipiant
l c
t sed alìquando el aliquibus, anathema sit. derire, aliquod remedium provocatcrit ad salutem.
CUESTIÓN LXIX. — A R T Í C U L O S VI Y VII.
(1) En este sentido habla el concilio florentino cuando dice: spiritiialiH janua cst , ele. Así dice también San Bucnayent^
1
primum omníum sacramenlorum locum tenet baplismus, quod vilos baptismusest in Iramium pot ta (serm. 3 De S. Andrea pag"'
CUESTIÓN LXrK. — AÍÍTÍCULOS VII Y VIII. •J31
(1) Por esto se dice : si qnis non renatus fuerll ex agua et Spirltu opone á la autorwlad de San Ambrosio en su oración fúnebre
"Klo, non polesl inlroirc in rcgnum Dei. á Teodosib, que dice que Constantino recibió el bautismo á los
(2) No consta que Constantino fuese curado de la lepra por últimos años de su vida. De igual opinion son los benedictinos
el bautismo , ya porque los hechos de Silvestre (de los cuáles de San Mauro , Tillemon , F l e u r i , e t c .
№ sulo tomada esta noticia, son de autor incierto, según (3) E l Concilio tridentino definió que en el bautismo se re
•parece en(c. sánela Romana, dist. 1 5 ) , y a porque ningún cibe l a justicia s e g ú n la propia disposición y cooperación de
Historiador cristiano ó pagano hablan de e s t o , y a porque se cada cual.
•732 CUESTIÓN L X I X . — A R T Í C U L O S VIII Y IX.
(1) La ficción es la simulación exterior de lo que no se (3) Porque si falta en los sacramentos la parte esencial ¿!
quiere interiormente ó por carecer de voluntad de reciliir el los mismos , ya con respecto á la forma ya tocante á la malí'
bautismo ó por la falla de disposición necesaria para la gracia r i a , n o es válido el sacramento. Así entre otros dice Peiltf
del bautismo. Lombardo (1. 4 , sent. dist. 3 , pág. 303): si ablulio in «I'" 8
. (2) V. lo dicho en el a. 7 , acerca de la ficción qué escluye fiut sine verbo, non esl ibi sacramentum etc.
la verdad del sacramento.
CUESTIÓN LXIX. — A R T Í C U L O S IX Y X. 733
Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e r p o r l o m á s d é b i l . L u e g o el p e c a d o d e l a
bautizado e n C r i s t o p u e d e e n t e n d e r s e d e ficción n o p u e d e s e r d e s t r u i d o p o r el b a u -
dos m o d o s : 1.° e n C r i s t o , e s t o e s , e n t i s m o q u e l a ficción i m p i d e , y e n e s t e
conformidad d e C r i s t o : y e n e s t e c o n - supuesto el b a u t i s m o no c o n s e g u i r á su
cepto t o d o s l o s q u e s o u b a u t i z a d o s e n e f e c t o , q u e es l a r e m i s i ó n d e t o d o s l o s
Cristo, c o n f o r m a d o s á él p o r l a fe y l a pecados.
caridad, r e v i s t e n á C r i s t o p o r l a g r a c i a ; 3.° S u c e d e q u e a l g u n o s e a c e r c a fingi-
2.° d í c e n s e a l g u n o s s e r b a u t i z a d o s e n d a m e n t e al b a u t i s m o y después de reci-
Cristo, e n c u a n t o r e c i b e n el s a c r a m e n t o d e b i d o c o m e t e m u c h o s p e c a d o s , los q u e
Cristo, y a s í t o d o s r e v i s t e n á C r i s t o p o r sin e m b a r g o n o s o n b o r r a d o s p o r e l b a u -
la c o n f i g u r a c i ó n d e l c a r á c t e r , m a s n o p o r t i s m o , p u e s t o q u e el b a u t i s m o q u i t a los
la c o n f o r m i d a d d e l a g r a c i a . p e c a d o s p a s a d o s , n o los futuros. L u e g o
Al 2.° q u e , c u a n d o D i o s m u d a l a v o - t a l b a u t i s m o j a m á s conseguiría su efecto,
luntad d e l h o m b r e d e l o m a l o á l o b u e n o , q u e es l a r e m i s i ó n d e t o d o s l o s p e c a d o s .
entonces el h o m b r e n o se a c e r c a fingida- P o r el c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t i n
mente ; m a s n o s i e m p r e h a c e D i o s e s t o , n i ( D e b a p t i s . c o n t . D o n a t . 1. 1, c. 12):
este s a c r a m e n t o se o r d e n a el h a c e r q u e « el b a u t i s m o c o m i e n z a á s e r ú t i l p a r a
el d i s i m u l a d o d e j e d e s e r l o , s i n o q u e s e a » l a s a l u d , c u a n d o a q u e l l a ficción d e s a p a -
justificado el q u e s e a c e r c a á él s i n » r e c e p o r u n a v e r a z c o n f e s i ó n , c u y a fic-
ficciou. y> c i o n n o p e r m i t í a q u e f u e r a n b o r r a d o s
Al 3.° q u e se d i c e a l g u n o fingido, p o r » los p e c a d o s en t a n t o q u e el c o r a z ó n p r e -
demostrar q u e r e r a l g o q u e n o q u i e r e . M a s » s e r v a b a en su malicia ó sacrilegio ».
todo el q u e se a c e r c a a l b a u t i s m o , d a á C o n c l u s i o n . Removida por la peniten-
entender p o r e s t o m i s m o t e n e r u n a fe cia la ficción, el bautismo produce inme-
recta de C r i s t o , y q u e v e n e r a el s a c r a - diatamente su efecto.
mento, q u e q u i e r e c o n f o r m a r s e á C r i s t o , R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o se h a d i -
y que q u i e r e a p a r t a r s e d e l p e c a d o . P o r c h o ( C . 6 6 , a. 9 ) , e l b a u t i s m o e s c i e r t a
lo c u a l , c u a l q u i e r a h o m b r e q u e q u i e r e r e g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l . M a s c u a n d o es
permanecer u n i d o al p e c a d o , si s e a c e r c a e n g e n d r a d o a l g o , j u n t a m e n t e con la for-
al b a u t i s m o , l o h a c e fingidamente, lo m a recibe el efecto de e l l a , á m e n o s q u e
cual es a c e r c a r s e i n d e v o t a m e n t e ; m a s no h a y a a l g u n a c o s a q u e lo i m p i d a , l a
esto d e b e e n t e n d e r s e d e l p e c a d o m o r t a l , que s e p a r a d a , la forma de la cosa e n g e n -
que es c o n t r a r i o á l a g r a c i a , p e r o n o d e l d r a d a perfecciona su efecto, como c u a n d o
pecado v e n i a l . L u e g o l a ficción i n c l u y e es e n g e n d r a d o a l g ú n c u e r p o - g r a v e , r e c i b e
aquí en c i e r t o m o d o t o d o p e c a d o . á la vez la propiedad de descender de
alto a b a j o , sino h a y a l g ú n o b s t á c u l o q u e
l o i m p i d a el q u e u n a v e z q u i t a d o , a l i n s -
ARTÍCULO X . — &icjnniio inacción• con- t a n t e c o m i e n z a el c u e r p o á m o v e r s e d e e s t a
sigue el bautismo s u efecto ?(1) m a n e r a . A s i m i s m o , c u a n d o a l g u n o es b a u -
t i z a d o r e c i b e el c a r á c t e r , c o m o f o r m a , y
1.° P a r e c e q u e a l e j a n d o l a ficción, el c o n s i g u e s u p r o p i o e f e c t o , q u e es l a g r a -
bautismo n o c o n s i g u e s u e f e c t o ; p o r q u e cia q u e p e r d o n a todos los p e c a d o s . M a s
la obra m u e r t a q u e e x i s t e s i n c a r i d a d , u o e s t e e f e c t o es á v e c e s i m p e d i d o p o r l a
puede j a m á s s e r v i v i f i c a d a . P e r o e l q u e ficción. P o r l o t a n t o es preciso que qui-
fingido se a c e r c a a l b a u t i s m o , r e c i b e el tada esta (2) por la penitencia, consiga
sacramento sin c a r i d a d . L u e g o j a m á s inmediatamente el bautismo su efecto.
puede ser v i v i f i c a d o d e m a n e r a q u e c o n - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e el s a -
fiera la g r a c i a . c r a m e n t o d e l b a u t i s m o es o b r a d e D i o s y
2.° L a ficción p a r e c e s e r m á s f u e r t e n o d e l h o m b r e , p o r l o c u a l n o es d e l a s
<l el b a u t i s m o , p u e s t o q u e i m p i d e s u
ue
m u e r t a s e n el q u e finge, el c u a l e s b a u t i -
efecto. P e r o lo m á s f u e r t e n o es d e s t r u i d o z a d o sin c a r i d a d .
(1) Contesta el Santo Doctor afirmativamente y con él el tismo antes de la ficción, según Silvio. Mas según San A g u s -
°n»ln de los teólogos,
c
tín las gracias ademas que se conceden a l a penitencia sub-
l^) Quitada la ficción , recibe el bautizado tanta cantidad siguiente : y así lo dice también el Santo Doctor en el t e x t o .
S 'acia, cuanta había sido su disposición en recibir el bau-
e 1
•734 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO X.
CUESTIÓN LXX.
De la circuncisión que precedió al bautismo.
(1) De tres maneras se dijo que fue preparatorio el bautis plicioruin est; baptismus Christiocitlusgratiarum ; y Hug'od^
mo de Juan ; por la doctrina que inducía á la fe de Cristo ; V i ' c t o r ( l i b . 2 , D e s a c r a m . P . 6 , c. (j) : inter baplisma l m
"
por la semejanza con el bautismo de Cristo y por la peniten et baptistna Christi heec dislatitia est, quod in baplhmo .lmmni<i< !
cia requerida para conseguir el efecto de aquel. Así dice San intinctioneni aqua: solum sacratnenlum dabatur ; in baplismßtc^
Ambrosio ( P s . 37, príefat. 1321J : baptismus Joannis, ocultissup Christi, cum sacrameiilo ctiam re sacramenti pereipilur.
CUESTIÓN LXX.—ARTÍCULOS I Y II. 735
, 0) Sígnaculmn justitice fidei dice la Vulgata. la circuncisión tiene este carácter, la espresion de incircun-
(2) El rito de la circuncisión consistía en cortar completa- ciso que en el lenguaje bíblico es sinónima de lo que desagra-
mente el prepucio. Este según las ideas bíblicas [causa pro da á O i o s ; mientras que la de circunciso representa por el
; //ecfií) era considerado como una cosa impura y por lo mismo
c
contrario lo que es agradable á Dios.
profana. La ablación del prepucio era el Símbolo del aleja- (3) Afirmativamente responde el Santo Doctor según aque-
miento y separación de lo que es impuro y profano y de lo llo fsap. 11J omnia in pondere numero et mensura disposuisti.
por lo mismo desagrada á Dios en el hombre. Prueba que
736 CUESTIÓN LXX.—ARTÍCULOS II Y I I I .
(1) Según se dice (Deuteron. 4 y Ecclesiast. 3) : non postu- esencia sino por un conocimiento más elevado que el nuestra,
mas eis quidquam addere neo auferre. como aparece (P. 1 . C. 94, a. 2).
a
madre dice la Glosa (ord.) que no habla de los cielos. L u e g o por la circuncisión
de otro párvulo de B e r s a b é , porque no eran justificados los hombres del pe-
muerto antes del octavo dia no recibió el cado.
nombre y por consiguiente no fue circun- 5.° E l pecado original no se perdona
ciso ( 1 ) . sin el actual, porque « es impío esperar
y> de Dios un perdón á medias » , como
ARTÍCULO I V . -— i « c i r c u n c i s i ó n c o n - dice San Agustín (alius.auctor in lib. De
f e r í a l a g r a c i a j u s t i f i c a n t e ? (2) vera et falsa poenit. c. 9). Ahora bien,no
se lee en parte alguna, que por la circunci-
1.° Parece que la circuncisión no con- sión se perdonase el pecado actual. Luego
fería la gracia justificante ; porque dice ni se perdonaba por ella el original.
el Apóstol (Galat. 2 , 21) : si la justicia Por el contrario, San Agustín dice á
es por la ley, sigúese que Cristo murió en Valerio contra Juliano ( D e nupt. et
vano, esto e s , sin causa. Pero la circun- concupiscent. 1. 2, c. 11) : «desde que fue
cisión es cierta obligación de cumplir la » establecida en el pueblo de Dios la cir-
ley según aquello (Galat. 5 , 3 ) : y de cuncisión, que era el sello de la justicia
nuevo -protestó á todo hombre que se cir- » de la fe, servía á los niños para lajus-
cuncida, que está obligado á guardar toda » tificacion de la purificación original (4),
ley. L u e g o si la justicia es por la circun- » y del pecado antiguo; como el bautismo
cisión, Cristo murió en v a n o , esto e s , sin » también comenzó á valer para la invo-
causa. Pero esto es inconveniente y pol- » cacion del hombre desde que fue insti-
lo tanto la circuncisión no producía la » tuido » .
gracia que justifica del pecado. Conclusión. En la circuncisión se con-
2.° A n t e s de la institución de la cir- fería la gracia en cuanto á los efectos to-
cuncisión, bastaba sola la fe para la jus- dos de la misma de distinto modo empero
tificación; pues dice San Gregorio (Moral que en el bautismo; puesto que en la cir-
1. 4 , c. 3 ) , « q u e el agua del bautismo cuncisión la gracia provenía de la fe, no
» hace en nosotros lo que hizo sola la fe de la misma circuncisión, y en el bautis-
j> entre los antiguos en pro de sus hijos mo se adquiere por la fuerza del sacra-
» pequeños ». Pero la virtud de la fe no ha mento.
sido debilitada por el mandato de la cir- Responderemos, que todos reconocen
cuncisión. L u e g o sola la fe justificaba á comunmente que l a circuncisión perdo-
los niños y no la circuncisión. naba el pecado original (5). Algunos,
3.° S e lee ( J o s u é , 5, 5 ) , que el pueblo sin embargo, dijeron que no confería la
que ha nacido en el desierto, en los cua- gracia, sino que solamente quitaba el pe-
renta años estuvo sin circuncisión (3). cado. E s t o es lo que supone el maestro
Si pues esta borraba el pecado original, de las sentencias ( 1 . dist., 4 sent.; y
parece que todos los que murieron en ei P o m . 4 in Glosa ord. super illud, signum
desierto, tanto párvulos como adultos, se accepit). Mas esto no puede s e r , puesto
condenaron. Y la misma objeción puede que la culpa no se perdona sino por la
hacerse respecto á los niños que morían gracia, según aquello ( P o m . 3 , 24): jus-
antes del octavo dia de la circuncisión, tificados gratuitamente por la gracia, etc.
cuyo dia no debían adelantarse, como se Por esto otros dijeron, que por la circun-
ha dicho (a. 3, al 3.°). cisión se confería la gracia, en cuanto á
4.° Nada impide la entrada en el reino los efectos más remotos de la culpa, mas
de los cielos sino el pecado. Y los cir- no en cuanto á los efectos positivos, para
cundados antes de la pasión de Cristo no verse obligados á decir, que la gracia
estaban impedidos de entrar en el reino dada en la circuncisión bastaba para
(1) Nada dice el Autor del lugar y ministro de la circunci- inonias prescritas al pueblo y a constituido.
sión, porque nada habla determinado la Sagrada Escritura. (4) Así con San Agustín le llaman otros también úgmadm
(2) En los niños confería la gracia ex opere opéralo pasivc; en fidei juslitice Dei ad santificationem purgationis : también sigm-
los adultos disputan los autores sosteniendo muchos que solo calara justitia; fidei ad purgationetn valebal magnis et parmdis.
la confería ex opere operantis. (5) E s la opinión común, aunque piensan lo contrario Be-
(3) La permanencia en el desierto fue un tiempo de prepa- llarmino, Vázquez Lherminier, Nalalis Alex, Touinely J
ración que debía formar de los israelitas el pueblo de Dios, y otros.
esta es la razón por qué pudieron omitirse los actos y cere-
CUESTIÓN LXX. — ARTÍCULO IV. 739
C U E S T I Ó N L X X I .
1." La catequesis debe preceder al bautismo ? 2,° Debe preceder á este el exorcismo ? 3.° Las cosas
que se ejecutan en la catequesis y en el exorcismo, producen algún efecto, ó solamente significan
algo? 4." Es preciso que los que deben ser bautizados sean catequizados ó exorcizados por los
sacerdotes ?
(1) Lo que bellamente esplica y defiende contra los infieles Agustín (De grat, Dei et peccat. origin. 1. 2, c. 40 y 1. 2. De
San Dionisio (1. de Eccles. hierarch. c. ult.), en donde llama nupt. et concup. c. 25), Optato (1. 4. Cont. Parmen.) y la de-
a
'es padrinos susceptores, sponsores, dacem pedadogum, divinum claración del concilio Bracarense 2.° diciendo : antevigintl dies
Paírem, etc. baplisml, ad purgationem exorcismi calechumeni currant.
P) V. Tertuliano (De prajscript. c. 41), Cipriano (epist. 2), (3) Hace mención de él San Ambrosio fe. 1, 1. De iis qui
742 C U E S T I Ó N L X X I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .
el camino, una v e z arrojado, para que no mentos se ordena á que el hombre con-
pueda volver. L a sal que se pone en la siga la salud ; por lo cual también
boca, y la saliva que se le aplica á las ( M a r c . ult. 16) s e d i c e : el que creyere y
narices y orejas, significan la recepción fuere bautizado, será salvo. L u e g o l a s
de la doctrina en cuanto á las orejas, y cosas q u e se h a c e n en el exorcismo, nada
la aprobación respecto de las narices, y producen, sino sólo significan.
la confesión en cuanto á la boca. L a un- 2.° Requiérese solamente para el sa-
ción con el aceite (1) significa la apti- cramento de la nueva ley el q u e s e a signo
tud del hombre para combatir contra los y causa, según se ha dicho ( C . 60, a. 1;
demonios. y C. 62, a. 1). S i , p u e s , l a s c o s a s q u e se
A l argumento 1.° diremos que se di- bacen en el exorcismo producen algo,
cen energúmenos, como trabajando in- parece que c a d a u n a d e e l l a s e s c i e r t o sa-
teriormente (2) por la operación intrín- cramento.
seca del diablo ; y aunque no todos los 3.° Así como el exorcismo se ordena
que se acercan al bautismo sean atormen- al b a u t i s m o , así t a m b i é n , si a l g o se hace
tados corporalmente por él, sin embargo en el exorcismo, se ordena al efecto
todos los no bautizados están sometidos del bautismo. P e r o l a disposición precede
á la potestad de los d e m o n i o s al m e n o s á necesariamente á la forma perfecta, por-
causa del reato del pecado original. que esta n o es recibida sino e n la materia
A l 2.° q u e en el b a u t i s m o , por la ablu- dispuesta. Seguiríase, pues, que nadie
ción del pecado se excluye la potestad podría conseguir el efecto del bautismo,
del demonio sobre el h o m b r e , en cuanto sino fuera exorcizado primeramente, lo
á lo que le impide la percepción de la cual aparece ser falso. L u e g o las cosas
gloria ; pero los exorcismos destruyen la que se h a c e n e n el e x o r c i s m o n o producen
potestad del demonio, en cuanto impide efecto alguno.
al h o m b r e la percepción del sacramento. 4.° A s í c o m o c i e r t a s c o s a s s e h a c e n en
A l 3.° que el a g u a bendita se emplea el exorcismo antes del bautismo, así
contra los combates de los demonios que también otras después del bautismo; como
proceden del exterior. M a s el exorcismo que el sacerdote unja con el crisma el
se ordena contra las impugnaciones de vértice de la cabeza del bautizado. Pero
los demonios que provienen de lo inte- las cosas que se hacen después del bau-
rior : por lo cual se dicen también ener- tismo no parece que p r o d u c e n a l g o ; por-
gúmenos, como trabajadores por dentro, que según esto el efecto del bautismo
á los que son exorcizados. O debe de- sería imperfecto. L u e g o ni las c o s a s que
cirse q u e así c o m o se da secundariamente se h a c e n antes del bautismo en el exor-
la penitencia como remedio contra el pe- cismo producen algo.
cado, puesto que el b a u t i s m o no se rei- Por el contrario, dice S a n Agustín (De
tera ; así también se da secundariamente symb. 1. 1, c. 1) : «se sopla sobre los
como remedio contra los ataques de los » párvulos y se les exorciza para arrojar
demonios el a g u a bendita, con la que los » d e ellos l a p o t e s t a d e n e m i g a d e l diablo,
exorcismos bautismales no se reiteran. » que engaña al hombre». M a s nada se
hace inútilmente por,la Iglesia. Luego
ARTÍCULO I I I . — l a s c o s a s q u o s e h a -
tales soplos tienen por objeto a r r o j a r la
cen e n el exorcismo producen algo?
potestad de los demonios.
l.° Parece que las cosas que se reali- C o n c l u s i ó n . Las cosas que se hacen en
zan en el exorcismo, no producen algún el exorcismo, tienen algún efecto distinto
efecto, sino que solo tienen una signifi- empero del mismo bautismo.
cación ; porque si el niño muriera des- Responder éraos, q u e a l g u n o s d i j e r o n
pués del exorcismo y antes del bautismo, que las cosas que se hacen en el exor-
n o conseguiría la salvación. P e r o el efecto c i s m o , no producen efecto, sino que solo
de las cosas que se hacen en los sacra- son significativas. M a s esto aparece ser
initiantur), San Agustín (De peccat. orig. c. 40, y 1. G Cont. San Cirilo (Catech. 2). Así como del uso de la sal San Isidoro
Julián, c. 5). El sacerdote al soplar sobre el rostro del niño (olT. 1. 2, c. 20), Agustín (Coniless. 1. 1, c. 1 1 , Concil. 3 , Car-
pronuncia estas palabras : sal, espíritu inmundo y retírate t a g . can. 5).
delante del Espíritu consolador. (2) O sea aquellos en los cuales obra interiormente el de-
(1J Hace mención de ella Ambrosio (De sacram. 1 . 1 , c. 1) y monio, según lo significa la palabra griega encrgsumenas.
CUESTIÓN LXXI. — ARTÍCULO III. 743
falso, por cuanto la Iglesia usa en el castigado el hombre después dela muerte;
exorcismo, para destruir l a potestad d e l sino solamente l o s impedimentos para r e -
demonio, d e p a l a b r a s i m p e r a t i v a s , como cibir l a remisión d e l a c u l p a p o r el sacra-
Sal, pues, de él, maldito
cuando d i c e : mento. D e consiguiente el exorcismo n o
diablo. Y por tanto debe decirse que pro- vale después de la muerte sin el bau-
ducen algún efecto, pero de otra manera t i s m o . P r e p o s i t i v o (2), s i n e m b a r g o , d i c e
que el bautismo ; p o r q u e p o r e l b a u t i s m o q u e l o s n i ñ o s e x o r c i z a d o s , s i m u e r e n an-
se d a a l h o m b r e la gracia para la plena tes del bautismo, sufren tinieblas menores.
remisión d é l a s c u l p a s ; y p o r l a s c o s a s q u e Pero esto no parece verdadero porque
se h a c e n e n e l e x o r c i s m o , s e a l e j a n d o s aquellas tinieblas son la carencia de la
clases d e o b s t á c u l o s para la percepción visión divina, q u en o recibe m á s y menos.
de l a g r a c i a s a l u d a b l e . E l u n o d e e l l o s e s Al 2.° q u e es de esencia del sacra-
estrínseco, s e g ú n q u el o s d e m o n i o s i n t e n - mento el perfeccionar el efecto principal
tan i m p e d i r la salvación del hombre; y que es la gracia, que remite la culpa, ó
este i m p e d i m e n t o se quita por medio de que suple algún defecto del hombre; lo
los s o p l o s , c o n l o s q u e s e e s p e l e l a p o t e s - cual n o se realiza por las cosas que se
tad d e l d e m o n i o , como consta por la ejecutan e n el exorcismo, sino q u e solo
autoridad citada de San Agustín, esto son quitados tales impedimentos; y por
es, en cuanto no presta impedimento esto n o s o n sacramentos, sino ciertas cosas
para r e c i b i r e l s a c r a m e n t o . Queda, sin sacramentales.
embargo, la potestad del demonio en el A13.° q u e la disposición suficiente para
hombre e n c u a n t o á l a m a n c h a del p e - recibir l a gracia bautismal es la fe y la
cado, y e l r e a t o d e l a p e n a , h a s t a q u e e s intención, y a propia del q u e es bautizado,
quitado e l p e c a d o p o r e l b a u t i s m o , y s e - si e s a d u l t o , y a d e l a I g l e s i a m i s m a , si e s
gún esto dice S a n Cipriano (Epist. 7, párvulo. L a s cosas que se obran en el
1. 4) « s a b e q u e la malicia del diablo exorcismo se ordenan para quitar los i m -
» puede subsistir hasta q u e se recibe el pedimentos, y p o r esto sin él puede al-
»agua de la salud; pero que en el bau- guno conseguir el efecto del bautismo.
t i s m o pierde toda su perversidad». E l Sin embargo, no deben omitirse tales
otro i m p e d i m e n t o e s i n t r í n s e c o , e s t o e s , cosas, sino e n caso d e necesidad; y e n -
según que el hombre á causa de la in- tonces, cesando el peligro, deben suplirse
fección d e l p e c a d o o r i g i n a l t i e n e c e r r a d o s para que se observe la uniformidad e n el
los s e n t i d o s p a r a p e r c i b i r l o s m i s t e r i o s d e bautismo. N i son suplicadas e n balde des-
la s a l v a c i ó n ; por lo cual dice Raban pués del bautismo; puesto que así como
Maur. ( D e inst. c l e r i c . 1. 1 , c . 27) q u e se impide el efecto d e l bautismo antes de
«por la saliva simbólica, y el tacto del recibirle; así puede serimpedido después
)) s a c e r d o t e , l a s a b i d u r í a y v i r t u d divinas que fuere recibido.
)) o b r a n l a s a l u d d e l c a t e c ú m e n o , p a r a q u e A l 4.° q u e d e las cosas q u e se hacen
í se l e a b r a n l a s n a r i c e s , á fin d e q u e después del bautismo respecto al bauti-
» perciba e l s u a v e olor del conocimiento zado, h a y alguna que no solamente sig-
» de D i o s , y l o s o i d o s , p a r a e s c u c h a r l o s nifica, sino q u e produce efecto, como l a
»mandamientos de Dios y los sentidos unción q u e se hace en el vértice de la c a -
»hasta lo íntimo del corazón para q u e b e z a , q u e obra la conservación d e la gra-
»responda» ( 1 ) . cia b a u t i s m a l ; pero h a y alguna otra q u e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p o r l a s n a d a p r o d u c e , sino q u e ú n i c a m e n t e sig-
cosas q u e s e o b r a n e n e l e x o r c i s m o , n o nifica, c o m o el dársele vestido blanco para
se q u i t a l a c u l p a , p o r c a u s a d e l a q u e e s significar l a n o v e d a d d e l a vida ( 3 ) .
(1) 0 sea las orejas para que escuche los mandatos de Dios Antonino lo afirman por aquello de que lo accesorio debe s e -
7 reponer el sentido intimo del corazón según dice Rábano guir á lo principal. Mas comunmente lo niegan Suarez, Co-
('• 10, Bibliolh. Pat.). ninchio y otros, porque en los Sacramentos que imprimen ca-
(2) Prepositivo fue un teólogo del siglo m i autor de una rácter, debe seguirse la regla canónica y general que dice que
Suma teológica que menciona Elias Dupin en su Biblioteca de nada se debe reiterar, sed cante supplendurn quod in cante fuerat
¡miara eclesidslicos. prcelermissum (Decret. Greg. 1. 1, tit. 10, c. 1.) Ambas opinio-
(3) El significado de las ceremonias del bautismo lo esplica nes son probables, pero más segura la primera; por lo cual debe
Habano Maur. (De instit. cleric. 1. 1, c. 2S) debiendo hacer aconsejarse en la práctica á menos de ocasionar escándalo, in-
notar aquí únicamente si deben repetirse las ceremonias caso famia, admiración, lo cual es de temer, tratándose de adultos.
de tener que repetirse el bautismo. Los Salmaticenses y don
744 CUESTIÓN LXXI. — ARTÍCULO IV.
ARTÍCULO I V . — ¿ E S o f i c i o d e l s á c e n l o . R e s p o n d e r e m o s , q u e e l ministro es
te catequizar y exorcizar al que debe ser b a u - c o m p a r a d o al s a c e r d o t e , c o m o el agente
tizado t s e c u n d a r i o é i n s t r u m e n t a l a l principal,
s e g ú n l o i n d i c a e l n o m b r e m i s m o d e mi-
1.° P a r e c e q u e n o p e r t e n e c e a l s a c e r - n i s t r o . M a ' s e l a g e n t e s e c u n d a r i o n o obra
dote catequizar y exorcizar al q u e debe sin el a g e n t e p r i n c i p a l , sino q u e coopera
ser b a u t i z a d o ; p o r q u e a l oficio de los c o n é l e n s u s o p e r a c i o n e s ; y c u a n t o mejor
ministros pertenece obrar sobre los in- es l a o p e r a c i ó n , d e t a n t o m e j o r e s instru-
m u n d o s , c o m o dice S a n Dionisio (Eccles. m e n t o s Ó ministros n e c e s i t a e l agente
h i e r a r c b . c. 5 ) ; y l o s c a t e c ú m e n o s , q u e p r i n c i p a l . P e r o e s m á s i m p o r t a n t e l a ope-
son instruidos en el c a t e c i s m o , y los ener- r a c i ó n d e l s a c e r d o t e e n c u a n t o c o n f i e r e el
g ú m e n o s , que son purificados en el e x o r - s a c r a m e n t o m i s m o , q u e l a q u e t i e n e por
c i s m o , se e n u m e r a n entre los i n m u n d o s , o b j e t o l a s c o s a s p r e p a r a t o r i a s p a r a el sa-
s e g ú n espresa e lm i s m o S a n D i o n i s i o c r a m e n t o ; p o r e s t o l o s m i n i s t r o s supre-
(ibid. y e . 3). L u e g o catequizar y exor- m o s , q u e se l l a m a n d i á c o n o s , cooperan
cizar no p e r t e n e c e n al oficio del sacerdote c o n e l s a c e r d o t e e n l a c o l a c i ó n m i s m a de
sino m á s bien al de los ministros. los s a c r a m e n t o s ; p u e s d i c e S a n Isidoro
2." S e i n s t r u y e á l o s c a t e c ú m e n o s e n ( i b i d . ) , q u e « a l d i á c o n o p e r t e n e c e asistir
la fe por la S a g r a d a E s c r i t u r a q u e se re- » á l o s s a c e r d o t e s , y s e r v i r l e s e n todas
cita en la Iglesia por los ministros ; por- » l a s c o s a s , q u e se h a c e n e n los sacra-
q u e así c o m o se lee en la Iglesia por los » m e n t o s d e C r i s t o , v. g . en el bautismo,
lectores el a n t i g u o T e s t a m e n t o , así t a m - » e n e l c r i s m a , p a t e n a y c á l i z . M a s los
bién por los diáconos y subdiáconos s e » m i n i s t r o s i n f e r i o r e s c o o p e r a n c o n los
lee el n u e v o ; y en este concepto perte- » s a c e r d o t e s e n l a s c o s a s q u e s o n pre-
nece álos ministros catequizar. A s i m i s m o » p a r a t o r i a s p a r a el s a c r a m e n t o » , como
t a m b i é n el exorcizar, c o m o p a r e c e , per- l o s l e c t o r e s e n el c a t e c i s m o , y los exor-
tenece á los ministros, pues dice S a n cistas en el e x o r c i s m o .
I s i d o r o (in q u a d . epist. seil. a d L a u d e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e sobre
fred. qure h a b . p o s t conc. T o l . 8) : « p e r - l o s i n m u n d o s l o s m i n i s t r o s t i e n e n una
» tenece al exorcista retener en su m e m o - operación ministerial, y c o m o instrumen-
» ria los exorcismos é imponer las m a n o s tal , pero los sacerdotes principal.
» en el exorcismo sobre los e n e r g ú m e n o s A l 2.° q u e los l e c t o r e s y exorcistas
» yc a t e c ú m e n o s » . L u e g o no pertenece al t i e n e n el oficio d e c a t e q u i z a r y exorcizar,
oficio del s a c e r d o t e c a t e q u i z a r y exorcizar. n o p r i n c i p a l m e n t e , s i n o s i e n d o e n estos
3.° C a t e q u i z a r es lo m i s m o q u e ense- casos los auxiliares del sacerdote.
ñ a r , y esto lo m i s m o que perfeccionar; A l 3.° q u e l a instrucción es múltiple:
lo c u a l p e r t e n e c e al oficio d e los obispos una, que tiene por objeto la conversióná
c o m o dice S a n Dionisio (Eccles. hierach. l a . f e , l a c u a l a t r i b u y e S a n D i o n i s i o al
c. 5). L u e g o n o p e r t e n e c e a l oficio d e l o b l i s p o ( E c l e s . h i e r a r c h . ) ; y p u e d e com-
sacerdote. petir á cualquier predicador ótambién á
P o r e lc o n t r a r i o , e lP a p a N i c o l á s I c u a l q u i e r fiel. O t r a e s l a i n s t r u c c i ó n , p o r
dice ( b a b . inter epis. D e c r e t . tit. 1 6y l a q u e u n o e s i n s t r u i d o e n r u d i m e n t o s de
c. 5 7 . D e c o n s e c r a t . dist. 4 ) : « l a c a t e - l a f e y l a m a n e r a d e c o n d u c i r s e e n l a re-
» quesis de los que d e b e n ser bautizados c e p c i ó n d e l o s s a c r a m e n t o s ; y e s t a perte-
» p u e d e ser h e c h a por los sacerdotes de n e c e s e c u n d a r i a m e n t e á los ministros y
» cada iglesia». P o r lo cual dice también p r i n c i p a l m e n t e á l o s s a c e r d o t e s . L a ter-
S a n Gregorio (sup. E v a u g . h o m b . 29) : c e r a e s p e c i e d e i n s t r u c c i ó n t i e n e p o r ob-
« c u a n d o los sacerdotes por la gracia del j e t o l a c o n d u c t a q u e se d e b e t e n e r para
» exorcismo i m p o n e n las m a n o s sobre los vivir cristianamente; y esta pertenece a
q u e creen, ¿ q u é otra cosa hacen, sino los p a d r i n o s . L a c u a r t a es l a instrucción
» l a n z a r los d e m o n i o s ? » e n l o s p r o f u n d o s m i s t e r i o s d e l a f e y e n la
C o n c l u s i ó n . Es cargo del sacerdote p e r f e c c i ó n d e l a v i d a c r i s t i a n a ; y esta
instruir en la fe á los que se han de bau- p e r t e n e c e p o r oficio á los obispos.
tizar y ayudarles por medio de exorcis-
mos los inferiores.
CUESTIÓN LXXII.
Del sacramento de la confirmación.
1.° La confirmación es sacramento? 2.° De su materia. 3.° ¿Es necesario para este sacramento que
el crisma haya sido consagrado antes por el Obispo? 4." De la forma del mismo. 5.° Imprime carác-
ter?6.° El carácter de la confirmación presupone el del bautismo ? 7.° Confiere la gracia? 8.° A quién
compete recibir este sacramento? 9 . ° En qué parte? 10. Se requiere alguno que tenga al que h a d e
ser confirmado ? 11. Se confiere este sacramento por solos los obispos ? 12. De su rito.
(1) El concilio de Trento, s e s s . v u de Confirmât, can. 1-3, al tal, que practican los que pertenecen á esa comunidad. Véase
condenar la doctrina de los Reformadores con respecto á la Schinche. Recopilación completa y sistemática de los pensamientos
confirmación, y ratificarla tradicional de la Iglesia Católica bíblicos para los confirmantes ; Nalle, 1S25 ; Buchmann, Simbó-
sobre el particular, declara lo siguiente : « S i alguno dijere lica popular, n pág. 3S7; y otros. — M. Ll.
•(pie la confirmación de los bautizados es una ceremonia vana (2} San Cirilo de Jerusalen, Catequesis XXI, hablando del
*y no más bien un -verdadero y propio sacramento ; ó que no Sacramento del Clirisma (ó sea de la Confirmación, Consumación,
" bahía sido mas que cierta catcquesis (instrucción) sóbrela Pci-feccion. pues con todos estos nombres era conocido en la
1
le que se daba á los prójimos à la adolescencia, sea anatema». antigua Iglesia) espone las figuras, bien terminantes por
Los Reformadores rechazaron este sacramento, que, según de- cierto, del Antiguo Testamento que lo significaban. Sabido
cían, Dios no había ordenado espresatnente y al que faltaba es que en las palabras del Apóstol, citadas en el testo, por el
for consiguiente la gracia divina. Melanchton le llamaba «una mar y la nube, se quiere dar á entender el bautismo de la
monería », Lulero en su estilo habitual « una vaciedad » y nueva l e y ; por la comida, ó sea el maná, la Eucaristía y
Catoino llevaba aun más allí sus palabras de desprecio Los por la bebida, el agua que sale de la piedra, la confirma-
rituales de la Iglesia protestante unida hablan de la confir- macion. — M. Ll.
mación como una ceremonia esterior, sin carácter sacramen-
746 CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO I.
(1) En sentido más lato y en otro orden de cosas decía el solo peculiar de este autor que padeció una alucinación ; asi
Apóstol á los Romanos cap. 1, v. 20 : <t Las cosas invisibles de y todo hay que fijarse en sus palabras : « Este Sacramento
» Él se v e n claramente después de la creación del mundo por » (de la confirmación ) fue instituido, inspirando el Espíritu
las obras creadas , aun su poder eterno y su divinidad ; por » Santo, en el concilio de Meaux (Meldense) en cuanto á la
lo cual ellos (los paganos) no tienen escusa ». — M . Ll. » forma de las palabras y á la materia elemental ái la cual el
(2) Por consiguiente, así como el Bautismo, puerta d é l o s » Espíritu Santo confirió la virtud (le santificar». (Snmma
demás sacramentos y condición absoluta de los mismos, libra Theol. part. i v , q. i x , tiiembr. i resol, edición Venet. 15iá)^
y purifica al hombre de todos sus pecados, le sustrae, al im- y tener en cuenta que en la época de los escolásticos la erilí-
perio del mundo, para trasportarle al reino de Dios, implanta ca teológica por falta de momentos no había llegado á su des-
en él el germen de la vida celestial y le garantiza todas las arrollo.— M. Ll.
gracias necesarias al desenvolvimiento de esta vida nueva; (4) No puede fijarse de una manera exacta en qué tiempo
la confirmación termina lo que el bautismo comenzó, comu- y circunstancias instituyó Cristo formalmente este Sacra-
nica al bautizado el Espíritu Santo, que le consolida en la fe mento. Piensan unos que lo instituyó al mismo tiempo queh
recibida y le transmite el valor de^confesarla ante el mundo, Eucaristía ; olios cuando bendijo á los pequeñuelos impo-
de defenderla aun con peligro de su vida y de sufrirlo todo niéndoles las manos ( Malh. x i x ) ; y otros, en el intervaloqa*
por ella. A s í el papa Eugenio IV en su decreto á los armenios medió entre su resurrección y ascensión durante el cuaUío
dado en el Concilio de Florencia dice '. « que en la Confirma- á los Apóstoles sus últimas instrucciones acerca de los miste-
a cion se da el Espíritu Santo para fortalecernos, para que el rios de su reino (Act. de los Apóst. 1, 2-4.). De todos niodos
» cristiano confiese valerosamente el nombre de Cristo, así siempre es cierto que Cristo lo instituyó, según demuestra"
>. como se dio á los Apóstoles en el dia de Pentecostés ». sus propias promesas, la práctica de los Apóstoles admiras-
M. Ll. trando este Sacramento bajo una forma especial, lo cual M
hubieran podido hacer sin misión de Cristo y por último, los
(3) Cierto es que algunos escolásticos tales como el Maestro
efectos mismos de las gracias que conüere que nadie puede
de las Sentencias, Hugo de San Víctor, San Buenaventura
realizar más que el Redentor. — M. Ll.
creyeron que el Sacraniento de la Confirmación no fue esta-
blecido por Cristo inmediatamente, sino por los Apóstoles, es (5) Entiéndase « que no pudo tener algo correspondientes
decir, mediatamente, mas esto no afecta á la institución. La -» él en el Antiguo Testamento », es decir, que lo confine",
opinión de Alejandro de Hales de que la confirmación se es- mas no que lo figurara, c o n i o se ha dicho en la nota 1 •, In-
tableció en el Concilio de Meaux (Meldense) del año 8 4 5 , es gina 745. — M. Ll.
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS I Y II.
A l 3.° q u e s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 6 5 , p o r q u e la m a t e r i a es de n e c e s i d a d del s a -
a, 4), t o d o s l o s s a c r a m e n t o s s o n n e c e s a - cramento.
rios cíe a l g ú n m o d o p a r a l a s a l v a c i ó n ; 2.° L a c o n f i r m a c i ó n p e r f e c c i o n a e n
pero h a y a l g u n o s s i n l o s c u a l e s n o h a y cierto m o d o el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o ,
salvación ; y o t r o s q u e c o o p e r a n á l a p e r - s e g ú n se h a d i c h o ( C . 6 5 , a. 3 ) y a s í d e b e
fección d e e l l a Y d e e s t e m o d o l a c o n f i r - serle conforme, c o m o la perfección á lo
mación e s n e c e s a r i a p a r a l a s a l v a c i ó n , perfectible. P e r o en el b a u t i s m o la m a t e -
aunque s i n e l l a p u e d a e x i s t i r l a s a l u d c o nria es u n e l e m e n t o s i m p l e , esto e s e l
tal q u e n o s e o m i t a p o r d e s p r e c i o d e l s a - a g u a . L u e g o el crisma q u e es c o m p u e s t o
cramento ( 1 ) . d e aceite y de b á l s a m o n o es la m a t e r i a
A l 4.° q u e a q u e l l o s q u e r e c i b e n l a c o n -conveniente de este sacramento.
firmación, q u e es el s a c r a m e n t o d e la p l e - 3.° E n la m a t e r i a d e este s a c r a m e n t o se
nitud d e l a g r a c i a , s e c o n f o r m a n á C r i s t o ,
e m p l e a el aceite p a r a ungir. P e r o se p u e -
en c u a n t o e l m i s m o , f u e lleno de gracia y de ungir con toda especie de aceite, como
ie verdad d e s d e e l p r i m e r i n s t a n t e d e s u el q u e se h a c e d e las n u e c e s ó d e c u a l e s -
concepción, c o m o se dice ( J o a n . 1 ) . E s t a quiera otras cosas. L u e g o no debe e m -
plenitud f u e d e c l a r a d a e n e l b a u t i s m o plearse s o l a m e n t e el aceite d e olivas p a r a
cuando e l E s p í r i t u S a n t o d e s c e n d i ó s o - este sacramento.
bre é l b a j o u n a f o r m a c o r p o r a l . P o r l o 4.° S e h a d i c h o ( C . 6 6 , a . 3 ) , q u e s e
cual t a m b i é n s e d i c e ( L u c . 4 , 1 ) ; que e m p l e a el a g u a , c o m o m a t e r i a del b a u -
Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió m o , p o r q u e s e h a l l a f á c i l m e n t e e n t o d a s
id Jordán. M a s n o c o n v e n í a á l a d i g n i - p a r t e s . M a s e l a c e i t e d e o l i v a s n o s e e n -
dad d e C r i s t o , q u e e s e l a u t o r d e l o s s a - c u e n t r a e n t o d a s p a r t e s , y m u c h o m e n o s
cramentos, el q u e r e c i b i e r a d e u n s a c r a - el b á l s a m o . L u e g o el c r i s m a , q u e se c o n -
mento l a p l e n i t u d d e l a g r a c i a . fecciona con estas cosas n o es la m a t e r i a
conveniente de este sacramento.
ARTÍCULO I I . — El crisma es la mate- P o r el contrario, S a n G r e g o r i o dice
ria conveniente de este sacramento? (2)
¿?i Registro ( 1 . 3 , e p í s t . 9 ) « l o s p r e s b í t e -
Parece que el crisma no es la materia » ros no t e n g a n la presunción de m a r c a r la
conveniente d e e s t e s a c r a m e n t o ; p o r q u e » frente d e los b a u t i z a d o s c o n el s a g r a d o
este s a c r a m e n t o h a s i d o i n s t i t u i d o p o r » crisma. » L u e g o el crisma es la m a t e -
Cristo, p r o m e t i e n d o á s u s d i s c í p u l o s e l r i a d e e s t e s a c r a m e n t o .
Espíritu S a n t o . M a s é l l e s e n v i ó e l E s - C o n c l u s i ó n . Significándose por el óleo
píritu S a n t o s i n u n c i ó n a l g u n a d e c r i s - la plenitud del Espíritu Santo, que se
ma : l o s m i s m o s A p ó s t o l e s t a m b i é n c o n - confiere para fortaleza de la confirma-
ferían e s t e s a c r a m e n t o p o r s o l a l a i m p o - ción, es materia conveniente de este sa-
sición d e m a n o s s i n e l c r i s m a ; p u e s s e cramento el óleo mezclado con el bálsa-
dice ( A c t . 8 ) : q u e los apóstoles impo- mo por la fragancia de su olor.
nían las manos sobre los bautizados y re- R e s p o n d e r e m o s que e lcrisma e s l a
cibían el Espíritu Santo. L u e g o e l c r i s - m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e e s t e s a c r a m e n -
•na n o e s l a m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o , t o ( 3 ) : p u e s c o m o s e h a d i c h o ( a . 1 ) , e n
(1) A s í el Catecismo Romano (part. u , n. 7). mineral, ó con cualquiera de los otros que se conocenen'l
(2) Ocioso parece preguntar si podría administrarse hoy la comercio. El uso de la Iglesia, invariable hasta el presente,
confirmación con aceite de n u e c e s , de linaza, de algodón, ha sido del aceite de oliva y acerca de esto deben tenerse!»
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 749
(1J La consagración del crisma según el catecismo Romano mitirse que correspondería á la circunstancia y á la Iglesia,
pertenece al Obispo que es el ministro ordinario del Sacra- la indicación de una oración análoga para caso semejante.
mento de la confirmación. Esta consagración se hace todos los La citada en la nota anterior está perfectamente adaptada»
los a ñ o s , el Jueves Santo durante los oficios ; y se reparte la naturaleza y significación de este sacramento, es delaan-
luego el crisma con el óleo á las Iglesias, que por precepto tigüedad más remota, y de ella se encuentran ya pruebas e»
eclesiástico tienen que renovarlos todos los años. (M. Ll.) el octavo siglo. (M. Ll.)
(2) La diversidad de opiniones acerca la {orina de la confir- (i) En la Iglesia griega la forma e s : «Signaculum' dom
mación resulta, según Biluart, de la diversidad de opiniones » Spiritus S a n c t i » , y otras Iglesias de Oriente usan de lormas
sobre la materia de la misma. La opinión común e s , que la diferentes. (M. Ll.)
forma consiste en general en las oraciones que preceden y (5) Se ha indicado dicha forma en la nota 2 . . a
acompañan á la imposición de manos y á la unción , según lo (6) Porque, si bien las persecuciones, el destierro, lostor-
dicho en las Actas de los Apóstoles, v m , 1 5 , y sobre todo en .mentos y el martirio no suelen amenazan ya al que quiere
las palabras latinas : « T e signo con la señal de la cruz y te profesar el E v a n g e l i o , pueden renacer estos peligros; no en
»confirmo con el crisma de s a l u d , en el nombre del Padre, todas partes han cesado, y los misioneros déla China íj' e
» del Hijo y del Espíritu Santo, Amen,.pronunciadas durante Japón y de otros puntos, pagan aun con la vida la confesión
» la unción.» (M. Ll.) de su fe. Ademas las tentaciones inferiores, las seducciones
(3) De Cristo como autor de los Apóstoles, como primeros del mundo s u b s i s t e n , y «el enemigo del nombre cristiano, s¡¡
administradores de los mismos, y aunque es cierto que en el sirve siempre de medios, que en definitiva, son tan peligre
Nuevo Testamento ño se halla contenida la oración que hicie- sos en su acción sobre los fieles , como el martirio en o tr0i
ran los Apóstoles al conferir la confirmación, bien puede ad- tiempos, y hacen quizá más víctimas. (M. Ll.)
CUESTIÓN L X X I I . — ARTÍCULOS IV Y V . 751
espiritual q u e se c o n f i e r e a l h o m b r e , p a r a e s t a b l e c e e nl a f o r m a d e l b a u t i s m o sino
la s a l u d , p o r e l s a c r a m e n t o d e l a m a t e - u n a c t o s o l o , p e r t e n e c i e n t e á l a s a n t i f i -
r i a v i s i b l e , c u a n d o s e d i c e : confirmo te c a c i ó n d e l h o m b r e m i s m o . M a s e s t e s a -
chrismate salutis : l a t e r c e r a e s e l s i g n o c r a m e n t o s e o r d e n a , n o s o l o á q u e el
que s e d a a l c o m b a t i e n t e , c o m o t a m b i é n h o m b r e s e s a n t i f i q u e e n s í m i s m o , s i n o
en l a b a t a l l a c o r p o r a l , l o s s o l d a d o s e s t á n q u e l e c o l o c a e n c o n d i c i o n e s d e s o s t e n e r
señalados p o r las insignias d e sus jefes, cierta p e l e a exterior, y esta es la r a z ó n d e
y p o r e s t o s e d i c e : consigno te signo h a c e r s e m e n c i ó n n o s o l a m e n t e d e l a s a n -
crucis, e n e l q u e t r i u n f ó n u e s t r o R e y t i f i c a c i ó n i n t e r i o r c u a n d o s e d i c e : Con-
c o m o s e d i c e ( C o l o s s . 2). firmo te chrismate salutis s i n o t a m b i é n d e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e g ú n a f i l i a r l e á l a s b a n d e r a s d e l a c r u z p a r a e l
lo e x p u e s t o ( a . 2 a l 1.°), p o r e l m i n i s t e - c o m b a t e e s p i r i t u a l , l o q u e s i g n i f i c a c u a n d o
rio d é l o s A p ó s t o l e s s e d a b a a l g u n a s v e c e s s e d i c e : Consigno te signo crucis (2).
el e f e c t o d e e s t e s a c r a m e n t o , e s t o e s l a A d e m a s p o r l a p a l a b r a bautizar q u e s i g -
plenitud d e l E s p í r i t u S a n t o , p o r ciertos nifica a b l u c i ó n , p u e d e e n t e n d e r s e la m a -
signos v i s i b l e s e f e c t u a d o s m i l a g r o s a m e n t e t e r i a , q u e es el a g u a q u e l a v a , y el e f e c t o
por D i o s , e l c u a l p u e d e c o n f e r i r e l e f e c t o s a l u d a b l e , l o q u e n o s e e n t i e n d e e n l a p a -
del s a c r a m e n t o s i n e l s a c r a m e n t o , y e n - l a b r a c o n f i r m a r ; y p o r t a n t o f u e n e c e s a -
tonces n o e r a n e c e s a r i a n i l a m a t e r i a n i rio c o n s i g n a r e s t a s d o s c o s a s . S e h a d i c h o
la f o r m a d e e s t e s a c r a m e n t o . O t r a s v e c e s ( C . 66, a . 5 a l 1), q u é l a p a l a b r a JEgo,
administraban este sacramento c o m o mi- n o e s d e necesidad á la forma del b a u -
nistros d e l o s s a c r a m e n t o s , y e n t o n c e s t i s m o , p u e s t o q u e s e e n t i e n d e ó e s t á
usaban t a n t o d e l a m a t e r i a c o m o d e l a c o m p r e n d i d a e n l ap a l a b r a d e l a p r i m e r a
f o r m a s e g ú n e l m a n d a t o d e C r i s t o , p o r - p e r s o n a ; s e a ñ a d e n o o b s t a n t e , p a r a ex-
que a l c o n f e r i r l o s s a c r a m e n t o s l o s A p ó s - p r e s a r l a i n t e n c i ó n ; l o c u a l n o e s a s í n e -
toles o b s e r v a b a n m u c h a s c o s a s , q u e n o c e s a r i o e n l a c o n f i r m a c i ó n , q u e n o e s
han sido t r a n s m i t i d a s e n l a s E s c r i t u r a s c o n f e r i d a , s i n o p o r u n m i n i s t r o s u p e r i o r ,
q u e n o s d e j a r o n . P o r l o c u a l S a n D i o n i - c o m o s e d i r á ( a . 11).
sio d i c e ( i n fine E c c l e s h i e r a r c h . c . u l t . )
í que r e s p e c t o d e las p a l a b r a s p o r las q u e ARTICULO V . — E I s a c r a m e n t o d e la
» l o s s a c r a m e n t o s s e c o n f i e r e n , n o e s j u s t o C o n f i r m a c i ó n i m p r i m e c a r á c t e r ? (3)
T> d a r á c o n o c e r á t o d o e l m u n d o s u s e n -
il t i d o m í s t i c o , n i l a s v i r t u d e s q u e D i o s 1.° P a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o d e la
n obra o c u l t a m e n t e p o r s u m e d i a c i ó n , sino Confirmación no imprime carácter ; por-
»que e s preciso q u e nuestra tradición q u e este importa cierto signo distintivo.
» s a n t a l a s e n s e ñ e s i n p o m p a s , e s t o e s e n Pero p o r e l s a c r a m e n t o d e l a c o n f i r m a -
» s e c r e t o » (1). P o r l o q u e d i c e e l A p ó s - c i ó n n o s e d i s t i n g u e e l h o m b r e d e l o s i n -
tol h a b l a n d o d e l a c e l e b r a c i ó n d e l a fieles ; pues esto tiene lugar por m e -
E u c a r i s t í a ( i . C o r . 11, 32) : cuando lle- d i o d e l b a u t i s m o , n i a u n t a m p o c o d e l o s
gare dispondré las demás cosas. d e m á s fieles, p o r q u e e s t e s a c r a m e n t o s e
A l 2.° q u e l a s a n t i d a d e s c a u s a d e l a o r d e n a p a r a e l c o m b a t e e s p i r i t u a l , q u e
s a l u d , y p o r t a n t o e s l o m i s m o d e c i r , cris- e s s o s t e n i d o p o r t o d o s l o s fieles. L u e g o
ma de salud y crisma de santificación. este sacramento n o imprime algún c a -
A l 3.° q u e e l b a u t i s m o e s l a r e g e n e r a - r á c t e r .
ción e n l a v i d a e s p i r i t u a l , p o r l a q u e v i v e 2.° S e h a d i c h o y a ( C . 63, a. 2): q u e
el h o m b r e e n s í m i s m o , y p o r t a n t o n o s e e l c a r á c t e r e s c i e r t a p o t e n c i a e s p i r i t u a l ,
(1) Esta cita hace referencia á la disciplina del secreto que es opinion probabilísima que es necesaria para la validez del
se guardaba en los primeros siglos de la Iglesia, y que fué Sacramento, porque sin e l l a , s e faltaría á la integridad de l a
oayendo en desuso á medida que las circunstancias ofrecían forma. (M. Ll.)
monos peligro de revelarla. (M. Ll.) (3) Es de fe que el Sacramento de la confirmación imprime
(2) La Iglesia católica desde su origen se ha atenido inva- carácter, según lo declarado por el concilio Florentino y por
riable y resueltamente al Sacramento de la confirmación, con- el de Trento (ses. v n . de Sacramentis, can. 9.) « S i quis
siderándole como la consagración « de la raza elegida, publi- « d i x e r i t , in tribus Sacramentis , Baptismo scilicet, Confir-
cando las grandezas de aquel que la ha llamado desde las » mattone et Ordine , non imprimi characterem in anima, hoc
> tinieblas á la luz » ( i . Petr. u , 9 , s i g . ) , como la unción de » e s t , signum quoddam spiritnale et indelebile, undo ea
os atletas de Cristo y el armamento completo del soldado de u iterari non possunt, anathema sit. n
l a
fe. Así la señal de la cruz, verdadera enseña del cristiano,
752 CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO V.
(1J Elitre ios Santos Padres, hablan del caracter que im_ Posnit. tom. II. p. 168. San Ambrosio, Desacram llb.UIMh»
prime el Sacramento de la confirmacion -. Tertuliano, De pres- San A g u s t í n , Tract. III. in Joan. n. 1 0 , y conlr. lilt. PclU Mí."
tivi, cap. 40 y lib. de Baptism ; el Papa Cornei. Epirt. ad Tab.. cap. 8.° y otros que pueden verse en las Patrologías. (M. >"•
San Cipriano, Ep, 73 adJnbain; San Crisòstomo, Noni. IIin (2) Servirá , tal v e z , para hacerse cargo del valor c imp*-
Epist ad Ephes, n. 2 y Noni. Ili, in Episl. ad Cor.; San Cirilo de lanciadel carácter sacramental,, tener presente que San la
Jerusalem , Catlie. III. n. 3 ; San B a s i l i o , Nom:III. in S. Bapt. llama al Hijo de D i o s , caracter de la sustancia de Dios,xa,
n. 5.-, San E p i f a n i o , Naercs V. edet. Petav. n. 6.; San Gregorio racter tes hipostaseos ton Theon (Ep. á los hebreos, cap.
Nacianzeno, Orai. XI. n. 4 ; San Gregorio INiseno, Orai, de 3.) (M. Ll.)
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO V I . 753
(1) Por necesidad, dice el Sto. Doctor, el carácter de la con- » redemit Salvator, latus transfixus sanguinem et aquam emi-
firmación presupone el carácter del bautismo, porque como se » s i t , ut alii quidem pacis tempore per aquam , alii vero per-
ha dicho antes, la confirmación es la perfección y consuma- » secutionum temporibus propriis sanguinibus baptizarentur.
ción del bautismo. (M. Ll.) oWam et martyrium baptismi nomine significare suevit Ser-
(2) Ni tampoco ningún otro, porque el bautismo es la puer- » vator etc.»
ta de los demás sacramentos. iYisi quis renalus fuerit ex aqua etc. (4) Algunos han querido ver un Sacramento en estas pala-
De aquí que si un presbítero, por ejemplo , resultase que se bras del S e ñ o r , apoyadas en que S. Ambrosio (Lib. de Mis-
había ordenado sin estar bautizado , habría que bautizarle y teriis, cap. v i , n. 32, obra de dudosa autenticidad) y 8an
ordenarle otra vez , según el Concilio Florentino ,- este caso Bernardo (Serm. in ccena Domini n. 2 ) , llaman Sacramento á
empero, es casi imposible hoy atendidas las pruebas que se la ablución de los pies ; empero ni uno ni otro lo entienden en
«¡gen, entre otras la partida de bautismo , antes de la orde- el sentido de que esta práctica, usada una vez al ano en la
nación. (M. Ll.) I g l e s i a , tenga el carácter y la eficacia de Sacramento, y si
(3) Ténganse presente aquí las dos especies de dones de solo la virtud de borrar los pecados veniales por el acto de
que habla el Apóstol ( i , Corint. 12 y 1 3 , u. Corint. 1, 22) y lo humildad que ejerce el que la practica. Pertenece más bien á
ine se dirá más adelante acerca los efectos del carácter sacra- lo que se llaman Sacramentales. V. Maurines pref. á las id, de
mental. (Convienen ademas con lo expuesto en el texto ¡as estos S S . PP. y principalmente con respecto á San Bernardo,
palabras de San Cirilo de Jerusalem (Calhech. m , n. 10), ha- i D ' A r g e n t r é , varia; disputationes Theologicre etc. París 1712.
blando de dos especies de bautismo : o Qui orbem per crucera. I pág. 208. (M. Ll.)
SUBÍA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 48
754 CUESTIÓN LXXII.—ARTÍCULOS VI Y VII.
(1) Los efectos del Sacramento de la confirmación son : 1.° » externa sint acceptre per fidem gralire vel justitirc , et noia:
aumenta la gracia santificante recibida en el bautismo; 2,° da » quredam Christiana? profesionis, quibus apud homines (lis-
l a gracia especial de creer firmemente en l a doctrina cristiana, » cernunlur fideles ab infidelibus , anathema sit.—Can. VII:Si
profesarla con constancia y vivir conforme á ella (San Juan « q u i s dixerit non dari gratiam per hujusmodi sacramenta
x v , 2t>; Luc. x x i v , 49 ; Actos de los A p . LXXXI , 4 ; I I , 2 ; V , » semper , et omnibus, quantum est ex parte Ilei, cüainsirite
4 1 , 42.J 3.° imprime un carácter indeleble (Hebr. v i , 4 , 6, » ea suscipiant, sed aliquando et alíquihus ; anathema sit.-
Conc. Trld. ses. v n de Sacrament. eau. 9). (M. Ll). » Can. v m . Si quis dixerit per ipsa ex opere oporato non eon-
(2) Contra la doctrina de los novadores acerca de los efectos » ferri gratiam, sed solam fidem divina? promissionis ad gra-
de los Sacramentos, el Concilio Tridentino declaró lo siguien- » tiam consequendam suflicere , anathema sit. »
te (ses. vil. de Sacram.) Can. v . « Si quis dixerit hxc Sacra- (3) Por esto se llama sacrapienlo de v i v o s , que suponed
» menta (de la nueva Ley) propter solam fidem nulriendam estado de gracia, y si el que debe ser confirmado ha perdido
» instituía fuisse, anathema s i t — C a n . vi. Si quis dixerit non la inocencia bautismal por algún pecado grave , debe hacerse
»continere gratiam, quam significant, aut gratiam ipsam digno y capaz de recibir eficazmente este Sacramento punt-
» non ponentíbus obicem non conferre, quasi signa tantum eándose en las aguas de la penitencia. (M. Ll.)
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 755
(1) Be ahí que San Alfonso y otros d i g a n , que alguna v e z de razón. (M. Ll.)
se confiere la primera gracia santificante por este Sacramento. (3) Es decir , v i r i l , puesto que la perfecta edad , hablando
(2) Costumbre era de la primitiva Iglesia , por las circuns- en absoluto , es el estado de b e a t i t u d , ó de gloria después de
tancias que sobrevenían á cada momento , administrar la con- la resurrección. (M. Ll.)
firmación inmediatamente después del bautismo y el Concilio (4) La etimología del verbo latino pugnare abraza los dos
de Laodicea (an. 3(14) en el can. 4S, convierte en ley esta cos- sentidos material y formal- A s í se pelea contra la inteligencia
luiubrc eclesiástica. El catecismo romano, empero, hace ob- y el corazón con mayor fuerza, quizá que contra el cuerpo y
servar que á todos después del bautismo se les puede adminis- en esta lucha la mujer cristiana sabe cuan necesario la es el
trar la confirmación , pero que parece no debe hacerse antes sacramento de la confirmación para no ser vencida. V. A r t . v m
o,uc los niños tengan el uso de razón , por lo c u a l , si no se al 3.° |M. Ll.)
aguarda á los doce años , no conviene diferirlo más allá de (5) Es decir, que están como de paso en este mundo, á
los siete {pat. n, n. 15.) Es potestativo d é l o s prelados fijar manera de transeúntes , porque mueren prematuramente
hoy el tiempo. Benedicto x i v en lacoiist. 1 2 9 , Eo quamvis, 9, (M.L1.) " '
del año 1745 , declara que no es licito confirmar antes del uso
756 CUESTIÓN LXXII. — A R T Í C U L O S VIII Y I X .
(1) No por necesidad de media ó por necesidad de precepto , de diera recordar las palabras dicotomía, tricotomía y las referen-
modo que sin é l , no habiendo desprecio del Sacramento, no tes al origen del alma , preexistencia, traducianlsmo, gencraáa-
puedan salvarse , sino para ser mejor y para la debida con- nismo, creacionismo. V. entre otros á K. Thuman. « Las partes
gruencia. A s í dice la nota correspondiente á este lugar de la «constitutivas del hombre y sus relaciones según la ensc-
edición de la Suma de Santo Tomas, tom. 7.° Paris 1877, pag. 12, » fianza de la Iglesia católica. B a m b e r g , 1810 y el lomo ni.
y como esta palabra pudiera recordar el congruismo y la con- pág. 354 de la Dogmat. Cint. de Standemaier. (M. Ll.)
gregación de auxlliis ; pueden consultarse la Historia eclesiástica (3) V. lo dicho en la nota 2." pág. 755.
de Fleurí, con la continuación del P. Alejandro de San Juan, (4) El peligro de muerte puede ser próximo y remolo; aquí
carmelita, Angsburgo, 1783 ; la Historia controversiarum de div. parece se habla del próximo y en este caso dicen algunos, pe-
gralios auxiliis. sub SS, PP. Sixto V, Clemente XIII el Paulo V, caría gravemente el obispo que no confirmase al moribundo
Amberes, 1705 del P. Livinio Meyer (Teodoro Eleuterio) j e - que pedía este Sacramento ; mas otros apoyados en los incon-
suíta, y á T. U. M a n n h a r t , De ingenua indole gralios efftcacis, venientes y en la práctica común en contrario, lo niegan con
Thesaurus Lacharía} tomo. v . (M. Ll.) más probabilidad.
(2J Acerca de la influencia del alma sobre el cuerpo, que pu- (5) Tal ha sido la práctica constante de la Iglesia, como
CUESTIÓN LXXII. — A R T Í C U L O S IX Y X .
n o d e b e t e n e r u n p a d r i n o e nl a c o n - el c o m b a t e espiritual. E n i g u a l sentido
firmación ; porque este sacramento s e también c o m o por este sacramento se
confiere n o solo álos niños sino t a m b i é n confiere a l h o m b r e la p e r f e c c i ó n de l a
á l o s a d u l t o s : y e s t o s p u e d e n v a l e r s e e d a d e s p i r i t u a l , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2 y 5)
p o r s í propios. L u e g o e sridículo q u e p o r eso el q u e á él se a c e r c a es sostenido
sean tenidos por otro. (por otro) p o r c u a n t o a u n s e l e c o n s i d e -
2 . ° E l q u e e s y a d e l a I g l e s i a , t i e n e r a c o m o d é b i l y n i ñ o (1).
libre acceso al príncipe de la Iglesia, que A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e a u n
es e l O b i s p o . E s así q u e este s a c r a m e n t o q u e aquel q u e es confirmado sea adulto
n o s e c o n f i e r e s i n o a l q u e e s t á b a u t i z a d o c o r p o r a l m e n t e , n o l o e s s i n e m b a r g o es-
c o m o se h a d i c h o (a. 6 ) , q u e es y a m i e m - p i r i t u a l m e n t e .
bro de la Iglesia. L u e g o parece que no A l 2.° q u e a u n q u e e l b a u t i z a d o sea
deba ser p r e s e n t a d o p o r o t r o a l O b i s p o e f e c t i v a m e n t e m i e m b r o d e l a I g l e s i a , t o -
para recibir este sacramento. d a v í a n o se h a l l a a d s c r i p t o á la milicia
3.° E s t e s a c r a m e n t o s e d a p a r a e l v i - c r i s t i a n a , y p o r e s t o e s p r e s e n t a d o a l
g o r e s p i r i t u a l , q u e s e m a n i f i e s t a m á s e n o b i s p o c o m o a l g e n e r a l d e l e j é r c i t o por
l o s v a r o n e s q u e e n l a s m u j e r e s , s e g ú n el q u e y a se h a l l a a d s c r i t o ál a milicia
a q u e l l o ( P r o v . 3 1 , 10): ¿mujer fuerte c r i s t i a n a , p u e s e l q u e n o e s t a c o n f i r m a -
quién la hallará ? L u e g o a l m e n o s l a m u - d o , n o d e b e s e r p a d r i n o d e o t r o e n l a con-
j e r n o d e b e t e n e r u n p a d r i n o p a r a l a c o n - firmación.
firmación. A l 3.° q u e c o m o s e d i c e ( C o l o s s . 3,11):
Por el contrario, e l P a p a I n o c e n c i o en Jesucristo no hay distinción entre el
d i c e : ( e t h a b e t u r . i n D e c r e t . 30 q . 4 , hombre y la mujer ; y p o r e s t o e s i n d i f e -
c. 3 ) : « s i a l g u n o h a t e n i d o e l h i j o ó h i j a r e n t e q u e e l h o m b r e ó l a m u j e r s e a n p a -
» de otro en las fuentes del b a u t i s m o , ó drinos en la confirmación.
» en la confirmación, etc.. » L u e g o así
c o m o s erequiere q u e a l g u n o t e n g a a l ARTÍCULO X I . — s o l o ci o b i s p o pue<ie
b a u t i z a d o e n l a f u e n t e b a u t i s m a l , a s í t a m - c o n f e r i r e s t e s a c r a m e n t o ? (2)
bién d e b e a l g u n o s e r t e n i d o p o r o t r o p a r a
recibir el s a c r a m e n t o de la confirmación. 1.° P a r e c e q u e n o s o l o e l O b i s p o p u e -
Conclusión. El que recibe este sacra- d e c o n f e r i r e s t e s a c r a m e n t o ; p o r q u e S a n
mento, debe ser tenido por otro, para que G r e g o r i o e s c r i b i e n d o á J a u u a r i o O b i s p o ,
le instruya y sostenga para la lucha es- ( i n P e g i s t . 1. 3 , e p i s t . 26) d i c e : « h a l l e g a -
piritual. » d o án u e s t r a n o t i c i a q u e a l g u n o s se han
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o » e s c a n d a l i z a d o , d e q u e h e m o s p r o h i b i d o
(a. 9), este s a c r a m e n t o se confiere al h o m - » á los p r e s b í t e r o s t o c a r c o n el crisma
b r e , p a r a el v i g o r del c o m b a t e espiritual. 7> á l o s b a u t i z a d o s . Y , s i n e m b a r g o , l o
M a s a s í c o m o e l q u e a c a b a d e n a c e r n e - » h e m o s h e c h o s i g u i e n d o e l a n t i g u o uso
c e s i t a d e i n s t r u c t o r e n l o p e r t e n e c i e n t e á » d e n u e s t r a I g l e s i a . M a s si h a y a l g u n o s
la conservación de la v i d a , s e g ú n aque- » que de esto se contristan, concedemos
l l o ( H e b . 1 2 , 9 ) : tuvimos á nuestros pa- » á l o s p r e b í t e r o s e n d o n d e n o h a y a
dres carnales que nos corrigiesen y los 3> o b i s p o s , e l q u e p u e d a n u n g i r con e l
mirábamos con respeto; a s í a q u e l l o s q u e » crisma en la frente á los bautizados)).
se d e d i c a n ál a g u e r r a , n e c e s i t a n i n s t r u c - M a s a q u e l l o q u e p e r t e n e c e á l a necesi-
t o r e s q u e l e s e n s e ñ e n l a s c o s a s q u e p e r - d a d d e l o s s a c r a m e n t o s , n o d e b e s e r cam-
t e n e c e n a l m o d o d e l c o m b a t e . Y p o r e s t o b i a d o p o r e v i t a r el e s c á n d a l o . L u e g o pa-
e n l a s g u e r r a s m a t e r i a l e s s e n o m b r a n c a - r e c e q u e n o e s d e n e c e s i d a d d e e s t e sa-
p i t a n e s y c e n t u r i o n e s p a r a g o b e r n a r á c r a m e n t o q u e s e a c o n f e r i d o p o r e l obispo.
otros. P o r esta razón también aquel que 2.° E l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o p a r e -
recibe este s a c r a m e n t o es presentado y c e d e m a y o r e f i c a c i a q u e e l d e l a confir-
t e n i d o p o r o t r o , c o m o p a r a i n s t r u i r l e e n m a c i ó n , p u e s t o q u e p o r e l b a u t i s m o se
(1J Por esto el padrino, según el Pontifical romano debe Confirmación, contra Focio, los modernos grupos, los valilcn-
estar con firmado : Nullus qui non sil confirmatus potosí essc in con- ses, wiclefítas y husitas, como ha declarado el Concilio triden-
firmalione patrinus. Efecto ademas de este sacramento es la tino fsess. 7, can. 3) : « si quis dixerit sanctat confirmalionis oí'*
cognación espiritual, — M . Ll. » dinarium ministvum non esse solum Episcopum, sed quemvis sifí-
(2) Es de fe que solo el obispo es el ministro ordinario de la » pliccm weerdoleni, anatliema sit».
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO XI. 759
m e n t ó es m á s eficaz p a r a a d e l a n t a r en e l d i s t . 5 ) « q u e l o s o b i s p o s n o c o n f i e r a n el
b i e n , puesto q u e es cierto a u m e n t o espi- » Espíritu S a n t o por l a .imposición de
r i t u a l d e l ser i m p e r f e c t o al ser p e r f e c t o ; » m a n o s sin estar e n a y u n a s » .
por cuya razón s e encomienda s u admi- 3.° E l c r i s m a e s c i e r t o s i g n o d e l a p l e -
nistración a lministro d e m a y o r digni- n i t u d d e l E s p í r i t u S a n t o , c o m o s e lia
d a d (1). d i c h o ( a . 2). P e r o l a p l e n i t u d d e l E s p í -
E l 3.°, q u e c o m o d i c e E a b a n M a u r r i t u S a n t o h a s i d o d a d a á l o s fieles d e
( D e i n s t i t u t . c l e r i c . 1. 1, c . 3 0 ) : « e s s i g - C r i s t o e n e l dia d e P e n t e c o s t é s , como
» nado e l bautizado con e l crisma en e l c o n s t a ( A c t . 2). L u e g o m á s b i e n d e b e
» vértice de l a cabeza por e l sacerdote, c o n f e c c i o n a r s e y b e n d e c i r s e e l c r i s m a eu
» m a s p o r e l p o n t í f i c e e n l a f r e n t e : á fin l a fiesta d e P e n t e c o s t é s q u e e n l a d e la
» de que e nl a primera unción s e signi- C e n a del Señor.
»fique e l descendimiento d e l Espíritu Por e l contrario , e s e l u s o d e l a i g l e -
D . S a n t o , p a r a c o n s a g r a r á D i o s u n a mo- sia, que e sg o b e r n a d a por e l Espíritu
lí r a d a ; y e n l a s e g u n d a s e i n d i c a q u e l a S a n t o (4).
» g r a c i a septiforme (2) d e l E s p í r i t u S a n - Conclusion. Debe creerse firmemente
» to viene a l h o m b r e en t o d a su plenitud que las ordenaciones en la, Iglesia son di-
» d e s a n t i d a d , ciencia y d ev i r t u d » . E s t a rigidas según la sabiduría de Cristo, por
unción está reservada á los obispos, n o cuya razón es cierto, que los ritos que
p o r q u e s eaplique áu n a p a r t e del c u e r p o la Iglesia observa en este y en los otros
que es m á s n o b l e , sino porque p r o d u c e u n sacramentos, son convenientes.
efecto más escelente. Responderemos q u e e l S e ñ o r p r o m e -
tió á s u s d i s c í p u l o s ( M a t t h . 18, 20) d i -
ARTÍCULO XII. — E l rito d o e s t e s a - c i e n d o q u e donde estuvieren dos ó tres con-
c r a m e n t o e s c o n v e n i e n t e ? (3) gregados en mi nombre, allí estoy en me-
dio de ellos; p o r l o c u a l d e b e c r e e r s e fir-
1.° P a r e c e q u e e l r i t o d e e s t e s a c r a - m e m e n t e q u e l a s o r d e n a c i o n e s d e l a I g l e -
m e n t o n o e s c o n v e n i e n t e ; p o r q u e e l s a - sia s o n d i r i g i d a s p o r l a s a b i d u r í a d e Cris-
c r a m e n t o d e l b a u t i s m o es d e m a y o r n e c e - t o , p o r c u y a r a z ó n d e b e m o s estar seguros
sidad q u e este, s e g ú n se h a dicho ( C . 65, ser c o n v e n i e n t e s los ritos q u e l a Iglesia
a. 4 ) . E s así q u e p a r a el b a u t i s m o se d e s - observa en este y otros sacramentos.
tinan ciertos t i e m p o s , esto e s ,e ld e l a A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s q u e
Pascua y Pentecostés. L u e g o también c o m o d i c e e l P a p a M e l q u i a d e s ( h a b . cap.
d e b e prefijarse un tiempo cierto p a r a este de his. D e C o n s e c r a t . d i s t . 5 ) : « e s t o s d o s
sacramento. » s a c r a m e n t o s , e l b a u t i s m o y l a confir-
2.° A s í c o m o e s t e s a c r a m e n t o r e q u i e r e » m a c i o n , e s t á n t a n u n i d o s , q u e n o se
la d e v o c i ó n de p a r t e del q u e le confiere y » p u e d e separar e lu n o del o t r o , á menos
del que l e recibe, así también e l sacra- » q u e n o i n t e r v e n g a l a m u e r t e ; y q u e se-
mento del bautismo. P e r o e ne l sacra- » g u n los ritos el u n o n o se p u e d e perfec-
m e n t o del b a u t i s m o n o se requiere que s e » cionar sin e l o t r o » , p o r l o c u a l s e ha
r e c i b a ó c o n f i e r a e n a y u n a s . L u e g o p a r e - fijado el m i s m o t i e m p o p a r a e l bautismo
c e i n c o n v e n i e n t e l o e s t a b l e c i d o e n e l s o l e m n e q u e p a r a l a c o n f i r m a c i ó n (5).
C o n c i l i o d e O r l e a n s ( u t . c i t . a r t . 7 a l 2.°) P e r o p u e s t o q u e e s t e s a c r a m e n t o s e c o n -
d e q u e l o s « c o n f i r m a d o s r e c i b a n e l s a c r a - fiere s o l o p o r l o s o b i s p o s , q u e n o e s t á n
» m e n t ó en a y u n a s » , y en e lConcilio d e s i e m p r e p r e s e n t e s allí d o n d e los presbí-
M e a u x (ut h a b e t u r D eC o n s e c r a t . c . 7 t e r o s b a u t i z a n ( 6 ) , c o n v i n o e n c u a n t o al
(1) No, empero, para mayor validez como se ha dicho. A s í » menlorum adniinistratione adkibcri consuetos, aut conlemni, aid
el concilio de Constanza condenó el artículo 4.° de "Wiclef, » sine peecalo a ministrls pro libito oinltti, aut in novos alios pr
que decía : Si eplscopus vel sacerdos existat in peccalo mortall, non » quemeumque ceelesiarum paslorem mutari posse, anathema sil »•
ordinal, non consecrat, non confien, non baptizat » , y el concilio M. Ll.
de Trento confirmó la condenación de esta doctrina al tratar (4) Los ritos ó ceremonias de este Sacramento, unas le pre-
(sess. v n , can. xiij del Ministro de los Sacramentos.—M. Ll. ceden, otras le acompañan y otras le subsiguen, y pueden
(2) E s decir, de los siete dones, sabiduría, entendimiento, verse en el Pontifical romano. Es solo de consejo el ayuno del
consejo, ciencia, fortaleza, piedad y temor de Dios que comu- confirmante y confirmado y puede h o y conferirse el sacra-
nica el Espíritu Santo. — M. Ll. mento en cualquier dia y hora, y en el mismo palacio epis-
(3) V. las notas anteriores y téngase presente la definición copal.
del concilio tridenlino (sess. v u , can. x m ) : « Si quis dixerit, (5) E s decir, de los adultos. V. la nota 2." pdg. 755.
n receptos el approbatos Ecclesiai calholicoi ritus, in solemni sacra- (6) V. la nota 2.» p. 7S8 y 1." y 2."p. 759.
CUESTIÓN LXXII.—ARTÍCULO XII. 761
CUESTIÓN LXXIII.
Del Sacramento de la Eucaristía en sí mismo.
(1J En la colecta pro vivís et de fundís que se recita durante el (3) Próxima que es el cuerpo y sangre de Cristo, masnoen
tiempo de Cuaresma, en las Dominicas ó en las misas de í'eria. la remota que es el pan y el vino : á no ser que se <Jirí' *l íl ue
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e n l a c o m o e l b a u t i s m o e s d e n e c e s i d a d p a r a la
m i s m a c o l e c t a (1) s e d i c e p r i m e r a m e n t e salud, así también este sacramento.
e n p l u r a l : p u r i f í q u e n u o s los sacramentos Por el contrario, S a n A g u s t í n escri-
que hemos tomado ; y d e s p u é s s e a ñ a d e b i ó a l C o n d e B o n i f a c i o , c o n t r a l o s pela-
e n s i n g u l a r , este tu sacramento no sea g i a n o s ( C o n t r . d n a s e p i s t . P e l a g . 1. l , c ,
para nosotros causa de pena, p a r a m a n i - 22) : « n o p e n s é i s q u e n o p u e d e n tener
festar que este sacramento e s e n cierto » v i d a l o s p á r v u l o s q u e n o h a n partici-
m o d o múltiple, pero uno solo e n abso- » p a d o d e l c u e r p o y s a n g r e d e Cristo»,
luto. Conclusión. El sacramento de la Euca-
A l 2.° q u e e l p a n y e l v i n o s o n m a t e - ristía es necesario para la salud, porque
rialmente varios signos, pero formal y por ella se une el hombre al cuerpo mís-
perfectivamente uno solo, e ncuanto d e tico de la Iglesia, fuera de la cual no
ellos no resulta m á s que u n a sola y m i s m a hay salvación.
r e f e c c i ó n (2). Responderemos, q u e e n e s t e sacra-
A l 3.° q u e p o r q u e l a c o n s a g r a c i ó n d e m e n t o h a y q u e c o n s i d e r a r d o s c o s a s , el
la materia de este sacramento e s doble, s a c r a m e n t o m i s m o , y l a c o s a d e l sacra-
n o p u e d e deducirse sino que este sacra- m e n t o . S e ha d i c h o (a. 2.) q u e l a cosa
mento esmaterialmente múltiple, como d e e s t e s a c r a m e n t o e s l a u n i d a d del
se b a dicbo. c u e r p o m í s t i c o , s i n l a c u a l n o p u e d e ha-
b e r s a l v a c i ó n , p u e s e s n o t o r i o q u e no
ARTÍCULO I I I . — ta, E u c a r i s t í a e s d e h a y s a l v a c i ó n f u e r a d e l a I g l e s i a como
n e c e s i d a d p a r a l a s a l v a c i ó n ? (8). n o l a h u b o e n e l d i l u v i o f u e r a d e l a r c a de
N o é , q u e s i g n i f i c a la I g l e s i a , c o m o consta
l . ° P a r e c e q u e e s t e s a c r a m e n t o e s d e (11. P e t . 3). S e ha d i c h o t a m b i é n (G.
necesidad para la salvación ;porque dice 68, a. 2 ) , q u e s e p u e d e t e n e r l a c o s a de
e l S e ñ o r ( J o a n . 6, 54): si no comiereis la a l g ú n s a c r a m e n t o a n t e s d e r e c i b i r l e por
carne del Hijo del hombre, y bebiereis su e l v o t o (ó deseo) m i s m o d e r e c i b i r l o . P o r
sangre, no tendréis vida en vosotros. E s l o q u e a n t e s d e r e c i b i r e s t e s a c r a m e n t o
a s í q u e e n e s t e s a c r a m e n t o s e c o m e l a p u e d e e l h o m b r e o b t e n e r l a salvación
c a r n e d e C r i s t o , y s e b e b e s u s a n g r e . p o r e l v o t o d e r e c i b i r l o , c o m o tambieu
L u e g o s i n e s t e s a c r a m e n t o n o p u e d e e l a n t e s d e l b a u t i s m o por e l v o t o d e reci-
h o m b r e t e n e r l a s a l u d d e l a v i d a e s p i r i t u a l . b i r l e , s e g ú n l o d i c h o ( C . 68, a . 2). Sin
2.° E s t e s a c r a m e n t o e s c i e r t o a l i m e n t o e m b a r g o , h a y d i f e r e n c i a r e s p e c t o d e es-
e s p i r i t u a l . P e r o e l a l i m e n t o c o r p o r a l e s t o s d o s s a c r a m e n t o s , y e s q u e e l bautismo
n e c e s a r i o p a r a l a s a l u d c o r p o r a l . L u e g o e s e l p r i n c i p i o d e l a v i d a e s p i r i t u a l , y la
t a m b i é n e s t e s a c r a m e n t o e s n e c e s a r i o p u e r t a d e los s a c r a m e n t o s ; la Eucaristía
para l asalud espiritual. e m p e r o , e s c o m o l a c o n s u m a c i ó n d e esta
3.° A s í c o m o e l b a u t i s m o e s e l s a c r a - v i d a e s p i r i t u a l y e lfind e t o d o s e l l o s , se-
m e n t o d e l a p a s i ó n d e l S e ñ o r , s i n l a q u e g ú n s e h a e x p u e s t o ( C . 65, a . 3) : por-
n o h a y s a l v a c i ó n , a s í t a m b i é n l a E u c a - q u e p o r l a s a n t i f i c a c i ó n d e t o d o s l o s sa-
r i s t í a , p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l ( i . C o r . 11, c r a m e n t o s s e p r o d u c e l a p r e p a r a c i ó n para
26) : cuantas veces comiereis este pan y r e c i b i r ó c o n s a g r a r l a E u c a r i s t í a . Y por
bebiereis este cáliz; anunciareis la muerte e s t o l a r e c e p c i ó n d e l b a u t i s m o e s ne-
del Señor, hasta que venga. L u e g o a s í c e s a r i a p a r a c o m e n z a r l a v i d a e s p i r i t u a l ,
(1J En la citada en la nota 5S. de las partes del mismo. (San Ligorio, opus mor. 1. vi n. 221-
(2) Por esto el concilio deTrento ( S e s . 13, c. 3} definió: «Si 25 )(M. Ll.J
» quis negaverit in venerabili Sacramento Eucharistiro sub (3) A l g u n o s Griegos cismáticos y muchos calvinistas so''
» unaquaque specie, et sub singulis cüjusque speciei parti- tuvieron que la Eucaristía era necesaria á todos los fiel»
» b u s , separatione facta, totum Christum conlineri, anatbe- necesítate medii y lo apoyaban diciendo que en la antigua
» ma sit. » Al decir separatione facía, significa que no es de fe Iglesia se daba la Eucaristía á los niños, porque la creía note-
que Cristo se contenga todo entero en cada una de las partes saria para salvarse. Mas esto no es cierto, pues la Iglesia dalia
de las especies antes de la división. Sin embargo, parece en- solo , á v e c e s , la comunión á los niños porque la juzgaba útil
teramente cierto , pues la fracción no puede hacer que Cristo y en la Iglesia latina , según Santo Tomás , para mayor re-
esté en totalidad donde antes no estaba entero. Ni pueden verencia de este Sacramento , se prohibió darlo á los niño»'
por lo mismo admitirse múltiples cuerpos de Cristo en cada A s í el Concilio d e Tren lo definió -. ( S e s . 2 i . can. 4.) • Si 1)"«
una de las especies ; pues Cristo no está en la especie á la » dixcrit parvulis antequam ad annos discretlonis pervencrint
manera que los cuerpos naturales en sus lugares, sino del » necessariain esse Eucharislitc communioncm, añadid" 11
modo que el alma está en el c u e r p o , unida toda a cada una » sit. » (M. Ll.J
CUESTIÓN L X I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 765
(a. 2). Luego no debe dársele muchos camos y somos unidos los unos con los
nombres. otros por la misma ; 3. a
r e s p e c t o del
2.° L a e s p e c i e n o s e d a á c o n o c e r c o n - futuro; es d e c i r , en c u a n t o este sacra-
venientemente p o r l o q u e es c o m ú n á m e n t o e s p r e f i g u r a t i v o d e l g o c e d e Dios,
t o d o e l g é n e r o . P e r o l a E u c a r i s t í a es s a - q u e t e n d r á l u g a r en l a p a t r i a , y e n este
c r a m e n t o de l a n u e v a l e y , y es c o m ú n á sentido se l l a m a viático, p o r q u e este nos
todos los sacramentos el conferir la gra- s u m i n i s t r a e l c a m i n o d e l l e g a r á e l l a : y eu
cia que significa el nombre Eucaristía, este mismo concepto se l l a m a también
q u e es l o m i s m o q u e buena gracia. T a m - £<r/apio-TÍa ; buena gracia porque
es decir,
bién todos los sacramentos nos suminis- la. gracia de Dios es vida eterna como se
tran el remedio en el camino de la vida dice ( P o m . 6, 23) ó porque realmente
presente, lo cual pertenece á l a n a t u r a - contiene á Cristo que está lleno d e gra-
leza de viático(\); asimismo en todos cia. Se l l a m a t a m b i é n en g r i e g o y.tiih^;
los sacramentos realízase algo sagrado, esto e s , r e c e p c i ó n (asumptio), porque
que pertenece á l a naturaleza del sacri- c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( i b i d ) « p o r este
ficio: y p o r todos ellos comunican los »sacramento recibimos la D e i d a d del
fieles entre s í , l o cual significa el nombre » H i j o s>.
¡rúva|ií e n g r i e g o , ó comunión en latín. A l argumento 1.° d i r e m o s , q u e nada
L u e g o estos n o m b r e s n o se a d a p t a n con- impide q u e l o m i s m o s e a d e s i g n a d o con
venientemente á este sacramento. m u c h o s n o m b r e s s e g ú n sus d i v e r s a s pro-
3.° H o s t i a parece ser l o m i s m o q u e s a - piedades ó efectos.
crificio. L u e g o así como n o se dice pro- A l 2° q u e l o q u e es c o m ú n á t o d o s los
piamente sacrificio, tampoco se dice c o n sacramentos, se a t r i b u y e p o r a n t o n o m a -
propiedad hostia. sia á este p o r causa d e su escelencia,
Por el contrario, el uso de los fieles lo A l 3.° q u e e s t e sacramento se llama
tiene así "establecido. sacrificio, en c u a n t o r e p r e s e n t a l a misma
Conclusión. Convenientemente se lla- pasión de Cristo ; l l á m a s e , empero, hos-
ma este sacramento Sacrificio y Comu- tia , en c u a n t o ' c o n t i e n e a l m i s m o Cristo,
nión, Hostia y Viático, Eucaristía,, Re- que es h o s t i a d e s a l u d , s e g ú n l a espre-
cepción. s i o n d e San P a b l o ( E p h e s . 5 ) .
Responderemos, q u e e s t e s a c r a m e n t o
t i e n e u n a t r i p l e s i g n i f i c a c i ó n : 1. a
respecto ARTÍCULO V. — F U C c o n v c i i i e i i i e ia
del pasado; estoes, en cuanto es con- i n s t i t u c i ó n d e e s t e s a c r a m e n t o ? (2)
memorativo de l a pasión del S e ñ o r , que
fue verdadero sacrificio, como se h a d i - 1.° P a r e c e q u e n o fue c o n v e n i e n t e la
c h o ( C . 48, a . 3), y e n e s t e s e n t i d o s e l e institución d e este s a c r a m e n t o ; porque,
da el nombre d e s a c r i f i c i o ; 2. a
respecto como dice el Filósofo (De G r e n e r . 1. 2,
de l a cosa presente ; esto e s , de l a uni- t. 5 0 ) , « d e l a s m i s m a s c o s a s d e q u e so-
d a d e c l e s i á s t i c a , ala cual son agregados » m o s , n o s n u t r i m o s » . P e r o p o r e l bautis-
los hombres p o r este sacramento, y en m o , q u e es l a r e g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l re-
este concepto se denomina comunión 6 c i b i m o s e l ser e s p i r i t u a l , c o m o d i c e San
aováis, pues dice el Damasceno (Orth. Dionisio (Eccle. bierarch. c. 2). L u e g o
fid. 1. 4 , c. 14) q u e se l l a m a comunión t a m b i é n p o r e l b a u t i s m o s o m o s alimenta-
porque comunicamos por la misma con dos. P o r consiguiente, no fue necesario
Cristo, porque participamos" de su car- instituir este s a c r a m e n t o c o m o espiritual
ne y de su divinidad, y porque comuni- nutrimento.
(1J Que se da solo en artículo ó peligro de muerte, bajo autores por la dificultad de fijar el dia de la Pascua mosaica.
pecado grave según lo mandado por el Concilio I. general de Mas el concilio tridentino (sess. 2 2 , c. I) dice q u e Cristo, >«•
Ñicea. El concilio de Trento condena á los que dicen non liccre, » lebrato veleri Pascha qitod in memoriam exitm de A'.IJÍVOI i'" " ; 1 1
ul illa (Eucharistía) ad infirmos lionori/ice dcfcratur fSes. 13 c. 7) » ludo filiorum hrael ininiolabunt, novmn instiluil l'iischfi»; y ^
á menos que hubiese oposición por parte de la familia, y en_ comunmente s e opina que Jesucristo celebró la Pascuales^!
tónces se puede llevar reservadamente, ó fuese en tierra de el dia 11 del mes de Kisan, ó sea en o] primer novilunio dt
herejes. (M. Ll ) Marzo. Nuestra Pascua no corresponde h o y á la memoria u
(3) Eue conveniente, dice Santo Tomás, que la institución la institución de la Eucaristía, sino de la Resurrección dtl
de este Sacramento se hiciese en la última cena, ¡iridie quam Señor, según disposición del concilio de IS'icca del ano M
Chrislus vaterelur, como dice el Canon de la Misa ; ó sea in nocte para que no pareciera que los cristianos querían imitar 11
2.° Por este sacramento los hombres » nuestra redención»; 2.° porque nunca
están unidos á Cristo, como los miem- pudo haber salvación sin la fe de la pa-
bros á la cabeza. Pero Cristo es la ca- sión de Cristo, según aquello ( P o m .
beza d e todos los hombres, aun de los 3 , 25): á quien Dios ha propuesto en
que e x i s t i e r o n d e s d e e l p r i n c i p i o d e l m u n - propiciación por la fe de su sangre. Y
do, s e g ú n se ha dicho (C. 8). L u e g o no por esto fue menester que en todo tiempo
debió diferirse la institución de este sa- hubiera entre los hombres algo repre-
cramento h a s t a la c e n a del Señor. sentativo de la pasión del Señor, cuyo
3.° Se dice que este sacramento es el principal s a c r a m e n t o en el antiguo testa-
memorial (ó recuerdo) d e l a p a s i ó n d e l m e n t o e r a e l c o r d e r o p a s c u a l . P o r l o
Señor, según a q u e l l o ( L u c . 2 2 , 19): c u a l d i c e t a m b i é n e l A p ó s t o l ( i C o r . 5,7):
haced esto en memoria de mí. E s a s í q u e porque Cristo que es nuestra Pascua, ha
la m e m o r i a t i e n e p o r o b j e t o l a s c o s a s p a - sido inmolado. E n e l n u e v o t e s t a m e n t o ,
sadas. L u e g o este sacramento no debió empero , le sucedió el sacramento de la
ser i n s t i t u i d o antes de la pasión de Cristo. Eucaristía, que es recordativo de la pa-
4.° Por el bautismo se ordena alguno sada pasión, como aquel fue prefigura-
á la E u c a r i s t í a , que no debe darse sino á tivo de la futura. Y así fue conveniente,
los b a u t i z a d o s . M a s el bautismo fue ins- que amenazando la pasión, celebrado el
tituido d e s p u é s de la pasión y resurrec- sacramento anterior instituyese el nuevo
ción d e Cristo como se ve ( M a t h ult.°). sacramento; por lo cual dice el P a p a
Luego este sacramento no fue conve- L e ó n (Serm. 7 de Pass. D o m . c. 1),
nientemente instituido antes de la pasión que « como las sombras fueron reempla-
de C r i s t o . » zadas por la realidad, las antiguas ob-
Por el contrario: este sacramento fué » servancias se escluyesen por el nuevo
instituido p o r C r i s t o , d e quien s e dice » sacramento: la hostiapasase á la hostia,
(Marc. 7, 37) : bien lo ha hecho todo. 3> l a s a n g r e f u e s e b o r r a d a p o r l a s a n g r e , y
Conclusión. Convenientemente este sa- » la fiesta legal se cumpliese cambiándo-
cramento fué instituido en la Cena, á sa- » se». 3.° porque lo que últimamente se
ber, cuando Cristo conversó por última dicen los amigos cuando se separan, se
vez en vida mortal con sus discípulos. conserva más en la memoria, puesto que
cena, e n l a cual Cristo conversó por úl- afecto se graban más profundamente en
tima v e z con sus discípulos ; 1.° por ra- el ánimo ; porque como dice el P a p a
de los discípulos les dejó á sí mismo » esta », y por eso para tenerle en mayor
"y subir al cielo, era necesario que el » acción, siendo la última, se grabase más
11
dia d e l a c e n a n o s consagrase el sacra- » profundamente en los corazones y en
('2)Es decir, según San Marcos 14 : « Prima die Azymorum Patrizi, De Evangeliis libr. 3. Roma, 1853. — M. Ll.
" fiando Pasclia immolabanl judcei, fccisse Pancha cum Discii:ulis (2) Así dice el concilio tridentino (sess. x m , c. 2) : « Salva-
B s t m
» 0 s e
a según el Levítico (Lev. 23); « menso primo, quar- » tor noster discessurus ex hoc mundo ad Palrem sacramenlum hoc
"lafaciina die mensis, ad vcsperam phase Domini est, el quiniade- » insiiluit; in quo diviiias divini sui erga hominis amoris velut cff'u-
'«t« die memis
c
hujiís solemniías Azymorum Domini est », V. T. » dit, memoriam faciens mirabilium sltorum ; et in illas sumpliqne
•768 CUESTIÓN LXXIII.—ARTÍCULOS V Y VI.
CUESTIÓN LXXIY.
De la materia de la Eucaristía en cuanto á la especie.
Debemos considerar ahora la materia de este sacramento : 1.° de la especie de la materia; 2.° de la
conversión del pan y del vino en cuerpo de Cristo ; 3.° del modo de existir el cuerpo de Cristo en este
sacramento; 4.° de los accidentes del pan y del vino que quedan en este sacramento.
Acerca del primer punto examinaremos: 1.° El pan y el vino son la materia de este sacramento?—
i° Se requiere determinada cantidad para la materia de este sacramento?—3.° La materia de este sa-
cramento es el pan de trigo? — ! . Lo es el pan ázimo ó el fermentado?— 5.° La materia de este sacra-
0
mento es el vino de la vid? —6.° Debe mezclársele agua? —I. El agua es de necesidad de este sacra-
0
j a n d r o I ( E p i s t . 1, a d o m n e s O r t h . c . 4 ) : e f e c t o c o n s i d e r a d o e n c a d a u n o d e l o s q u e
q u e <r e n l a s o b l a c i o n e s d e l o s s a c r a m e n - l e r e c i b e n ; p o r q u e c o m o d i c e S a n A m -
» t o s , s o l a m e n t e s e o f r e c e n e n s a c r i f i c i o b r o s i o s o b r e l a e p i s t . i , a d C o r . (alius
» e l p a n y e l v i n o m e z c l a d o c o n a g u a » . a u c t o r s u p e r i l l u d c . 11. Hic calix no-
Conclusión. El pan y el vino son ma- vum): a e s t e s a c r a m e n t o s i r v e p a r a l a
teria conveniente del sacramento de la » d e f e n s a d e l a l m a y d e l c u e r p o , y por
Eucaristía. » e s t o é l s e o f r e c e b a j o l a e s p e c i e d e l pan
Responderemos, q u e a c e r c a d e l a m a - » e l c u e r p o d e C r i s t o p o r l a s a l u d del
t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o , a l g u n o s e r r a r o n B c u e r p o , y l a s a n g r e b a j o l a e s p e c i e del
de m u c h o s m o d o s ; p u e s c i e r t o s q u e s e » v i n o p o r la s a l u d d e l a l m a » , s e g u u es-
l l a m a n A r t o t y r i t a s , c o m o d i c e S a n t a s p a l a b r a s ( L e v i t . 17), el alma de la
A g u s t í n ( L i b . d e h a s r e s i b u s . h a e r e s . 28), carne está en la sangre ; 4.° e n c u a n t o
o f r e c e n p a n y q u e s o e n e s t e s a c r a m e n t o , a l e f e c t o r e s p e c t o d e t o d a l a I g l e s i a , que
diciendo que los primeros h o m b r e s ofre- es constituida por l o sdiversos fieles,
c i e r o n s o l e m n e m e n t e l o s f r u t o s d e l a t i e r - « c o m o e l p a n e s f o r m a d o d e diversos
ra y d e s u s g a n a d o s . L o s C a t a p h y g i o s y » g r a n o s y e l v i n o p r o c e d e d e diversas
P e p u z i a n o s (1) t o m a b a n l a s a n g r e d e u n » u v a s » , s e g ú n d i c e l a g l o s a ( O r d . A u g ,
n i ñ o , q u e s a c a b a n d e s u c u e r p o p i n c h á n - t r a c t . 26, i n J o a n ) s o b r e a q u e l l o ( i Cor.
d o l e c o n p u n z a n t e s a g u j a s e n d i v e r s a s 10) : multi unum corpus sumus, e t c .
p a r t e s , y se dice q u e confeccionaban su Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a u n -
E u c a r i s t í a , m e z c l a n d o e s t a s a n g r e c o n q u e l a s c a r n e s d e l o s a n i m a l e s sacrifica-
h a r i n a d e l a c u a l h a c í a n p a n . O t r o s l l a - d o s r e p r e s e n t a n m á s e s p r e s a m e n t e la pa-
m a d o s aquarios n oofrecían en este s a - sión de C r i s t o , sin e m b a r g o , competen
c r a m e n t o s i n o a g u a b a j o p r e t e s t o d e s o - m e n o s p a r a e l u s o c o m ú n d e e s t e sacra-
b r i e d a d . M a s t o d o s e s t o s e r r o r e s y o t r o s m e n t o , y p a r a s i g n i f i c a r l a u n i d a d ecle-
s e m e j a n t e s s o n r e c h a z a d o s p o r lo m i s m o s i á s t i c a .
que Cristo instituyó este sacramento bajo A l 2.° q u e a u n q u e n o e n t o d o s l o s p a í -
l a e s p e c i e d e l p a n y d e l v i n o , c o m o s e v e s e s , n a z c a e l t r i g o y e l v i n o , p u e d e sin
( M a t h . 26) ; p o r c o n s i g u i e n t e e l p a n y el e m b a r g o l l e v a r s e f á c i l m e n t e á t o d a s p a r -
v i n o s o n m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e e s t e s a - t e s c u a n t o b a s t a p a r a e l u s o d e e s t e sa-
c r a m e n t o , y e s t o c o n r a z ó n : 1.° e n c r a m e n t o . M a s s i f a l t a e l u n o n o d e b e
c u a n t o a l u s o d e e s t e s a c r a m e n t o , q u e e s c o n s a g r a r s e e l o t r o s o l a m e n t e , p o r q u e en
su p e r c e p c i ó n ó c o m i d a ; p u e s así c o m o este c a s o n o h a b r á perfecto sacramento.
se e m p l e a el a g u a en e l b a u t i s m o , p a r a Al 3.° q u e e l v i n o t o m a d o e n p e q u e ñ a
e l u s o d e l a a b l u c i ó n e s p i r i t u a l p o r q u e l a c a n t i d a d n o p u e d e p e r j u d i c a r m u c h o al
a b l u c i ó n c o r p o r a l se h a c e o r d i n a r i a m e n t e e n f e r m o . Y sin e m b a r g o , s i s e temiera
e n e l a g u a , a s í e l p a n y e l v i n o q u e s o n e s t e d a ñ o , n o e s n e c e s a r i o q u e t o d o s los
l o s a l i m e n t o s d e q u e e l h o m b r e u s a p a r a q u e r e c i b e n e l c u e r p o d e C r i s t o , reciban
r e p a r a r s u s f u e r z a s , s e e m p l e a n e n e s t e t a m b i é n l a s a n g r e c o m o d e s p u é s s e dirá
s a c r a m e n t o p a r a e l u s o d e l a c o m i d a e s - ( C . 80, á 12) (3).
p i r i t u a l (2) ; 2.° e n c u a n t o á l a p a s i ó n d e
Cristo , en la que la sangre e s separada ARTÍCULO I I . — ¿ R e q u i é r e s e u n a can-
d e l c u e r p o , y a s í e n e s t e s a c r a m e n t o q u e t i d a d d e t e r m i n a d a d e » a n y d e v i n o p a r a ma-
e s c o n m e m o r a t i v o d e l a p a s i ó n d e l S e ñ o r , t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o ? (4)
se t o m a s e p a r a d a m e n t e el p a n c o m o sa-
cramento d e l c u e r p o y e l v i n o c o m o s a - 1.° P a r e c e q u e s e r e q u i e r e d e t e r m i n a d a
c r a m e n t o d e l a s a n g r e ; 3,° E n c u a n t o a l c a n t i d a d d e p a n y d e v i n o p a r a m a t e n »
(1) Por haber sido la patria del Montañismo, la Mysia y la de que, consagrada la hostia, el sacerdote cayera, enfermo y
Frigia, solían llamárseles habitualmente Frigios y Catafriqios. no hubiese otro que pudiera continuar el sacrificio. (J. Ligor.
Ocupaban ordinariamente las ciudades de la Frigia, como Pe- Opus. mor. 1, v i , n. 196).
pucio y Hiyatiro, y de aquí el nombre de Pepuclanos. San Epif, (3) V. la nota respecto á este punto.
(INfer. 48, 14). V. S c h w e g l e r , El Montañismo y la Iglesia cris- (4) El sacerdote puede válidamente consagrar la materia (le
tiana del siglo segundo. Tubinga, 1811, con la crítica del libro la Eucaristía de cualquiera magnitud que sea, con tal que este
por Georgii, Kella, 1812, n . 33 p. 130. — M. Ll. presente y conserve su carácter de pan y de vino y sea perci-
(2) De aquí que la consagración de una sola especie sería bida por el consagrante. Las sinodales de las diócesis suelen
válida, pero gravemente ilícita, según declaración del Triden- marcar empero la disciplina eclesiástica acerca del particular
ino (sess. 22 y can. Conferitnus dist. 2 de consecr.), á menos M. Ll.
CUESTIÓN LXXIV.—ARTÍCULOS II Y I I I . 771
(1) Conforme con la definición del Concilio TridenLino M conficitur sacramcntum », conforme con la tradición, laliturgia
.sess. vu, can. x u ) contra los donatistas : « Sí qttis dixerit mi- de entrambas iglesias y los concilios generales y particulares.
"iwíntni ¡u peccatQ mortali cxistcntem, modo omnia essentialia, Si la harina, empero, tuviera una pequeña adulteración i n -
"Siíro fifi sacramcntum conficiendum pertincnl, servaverit, non con- apreciable, serviría ; porque según Santo Tomás ( c. 74, a. 3,
M
/¡cerc aul conferrc sacramcntum, anathema sit ». — M . Ll ad 3) : « módica permixtio non solvit speciem', quia id quod cst
(2) Asi lo dispono la Rúbrica : « Si pañis non sit tritíceas, non » modicum, quodammodo absumilur á plurimo ». — M. Ll.
772 CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULO III.
e n el m o n t e , c o m o s e d i c e ( J o a n . 6), q u e d u r e z a d e l a a n t i g u a l e y p o r s u propia
el p a n d e trigo. L u e g o este no es m a t e - d u r e z a , y a t a m b i é n p o r q u e c o m o dice
ria propia de este s a c r a m e n t o . S a n A g u s t í n (Q. 1. 83, 9, 61) : « l a masa
2.° L a figura e s s i g n o d e l a e s p e c i e e n » d e l a c e b a d a q u e s e h a l l a r e c u b i e r t a de
las cosas naturales. A h o r a bien, h a y se- » u n a p a j a m u y t e n a z , s i g n i f i c a l a ley
m i l l a s , q u e t i e n e n l a figura d e l g r a n o d e » m i s m a q u e h a b í a s i d o d a d a d e tal modo,
t r i g o , c o m o el c e n t e n o , y el trigo sin cul- » q u e e l a l i m e n t o v i t a l d e l a l m a s e en-
tivar ó escanda, de que también se hace » c o n t r a b a v e l a d o e n e l l a p o r l o s sacra-
p a n en algunos lugares para el uso de este » m e n t o s c o r p o r a l e s ; ó b i e n s i g n i f i c a el
sacramento. L u e g o el p a n de trigo n o es » p u e b l o q u e a u n n o se h a b í a despojado
la materia propia de este sacramento. D d e l d e s e o c a r n a l , q u e p e r m a n e c í a ape-
3.° L a m e z c l a d e s t r u y e l a e s p e c i e . » g a d o á s u c o r a z ó n c o m o u n a paja.»
P e r o rara v e z se halla harina de trigo M a s e s t e s a c r a m e n t o p e r t e n e c e a l suave
que no tenga mezcla de otras semillas, á y u g o d e C r i s t o y á l a v e r d a d y a mani-
m e n o s de que s eelijan c u i d a d o s a m e n t e fiesta, y a l p u e b l o e s p i r i t u a l . P o r cuya
los granos. L u e g o n o parece q u e el p a n r a z ó n n o s e r í a m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e este
de trigo sea la materia propia de este sa- s a c r a m e n t o el p a n de cebada.
cramento. A l 2.° q u e e l q u e e n g e n d r a p r o d u c e su
4.° L o q u e e s t á c o r r o m p i d o p a r e c e s e r s e m e j a n t e e n e s p e c i e ; s i n e m b a r g o , hay
de otra especie. P e r o h a y algunos que u n a d i f e r e n c i a e n t r e e l q u e e n g e n d r a y el
c o n s a g r a n c o n el p a n c o r r o m p i d o , q u e y a e n g e n d r a d o , e n c u a n t o á los accidentes,
no parece ser p a n de trigo. L u e g o parece y a á c a u s a d e l a m a t e r i a , y a p o r l a de-
que tal p a n no es la materia propia d e b i l i d a d d e l a v i r t u d g e n e r a t i v a . P o r lo
este sacramento. c u a l si h a y t r i g o s q u e p u e d e n s e r engen-
Por el contrario, e n e s t e s a c r a m e n t o s e d r a d o s p o r l a s e m i l l a d e l t r i g o , (como
contiene Cristo, que se c o m p a r a á u n d e l g r a n o d e t r i g o s e m b r a d o e n malas
g r a n o d e t r i g o , d i c i e n d o ( J o a n . 12, 24): t i e r r a s n a c e e l c a n d e a l ) , e l p a n hecho
si el grano de trigo, que cae en la tierra, c o n t a l t r i g o p u e d e s e r m a t e r i a d e la Eu-
no muriere, él solo queda. L u e g o e l p a n c a r i s t í a ; l o q u e s i n e m b a r g o n o parece
d e trigo es la m a t e r i a d e este s a c r a m e n t o . t e n e r l u g a r r e s p e c t o d e l a c e b a d a n i el
Conclusión. La materia propia del sa- c e n t e n o , n i e l t r i g o b r a v i o ó e s c a n d a , que
cramento de la Eucaristía es el pan de e s m u y s e m e j a n t e a l g r a n o d e t r i g o . La
trigo. s e m e j a n z a e m p e r o d e l a figura e n l o s ta-
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o l e s , m á s p a r e c e significar la proximidad,
( a . 1 y C . 66, a . 3 ) ; p a r a e l u s o d e l o s q u e l a i d e n t i d a d d e l a e s p e c i e ; como
s a c r a m e n t o s se t o m a tal materia de la q u e por la semejanza de la figura, s e ma-
los h o m b r e s se sirven m á s c o m u n m e n t e n i f i e s t a q u e e l p e r r o y e l l o b o s o n de
p a r a tal uso. E n t r e los d e m á s p a n e s , los u n a e s p e c i e p r ó x i m a , m a s n o d e l a mis-
hombres usan más comunmente del pan m a . P o r consiguiente c o n tales granos ó
de trigo ; pues el uso de los otros parece s e m i l l a s , q u e n o p u e d e n ser engendradas
h a b e r sido introducido á falta del pan de d e l a s e m i l l a d e l t r i g o , n o p u e d e confec-
t r i g o . P o r e s t o se cree q u e C r i s t o h a i n s - c i o n a r s e p a n q u e s e a l a m a t e r i a debida
tituido este sacramento bajo la especie de de este sacramento.
este p a n , q u e t a m b i é n fortifica m á s al A l 3.° q u e u n a l i g e r a m e z c l a , n o des-
h o m b r e , y significa tanto m á s c o n v e - t r u y e l a e s p e c i e , p o r q u e l o q u e h a y en
nientemente el efecto de este sacramento. p e q u e ñ a c a n t i d a d e s e n c i e r t o m o d o ab-
Y por esto su materia propia es el pan s o r b i d o p o r lo q u e es m á s considerable.
de trigo (1). P o r l o c u a l , s i h a y u n a p e q u e ñ a mez-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l p a n c l a d e d o s g r a n o s e n u n a g r a n cantidad
de c e b a d a compete para significar, y a la d e t r i g o , p u e d e c o n f e c c i o n a r s e p a n que
(I) Consagrar con materia dudosa, no es lícito, por lo cual adelante, porque ya se ha dedicado á Dios (San Ligor. Opus-
debe procurarse que las hostias no tengan más do quince dias, Mor. 1. v i , n. 201). No es válida la consagración con pan de
y estén hechas por personásde confianza. Consagrarsin causa maíz, habas, castañas, panizo, avena, lentejas ú otras semi-
una hostia manchada ó rota, es pecado venial, á menos que llas, porque no es el pan usual (San Ligor. Opus. Mor. 1. ">
haya escándalo, ó la fractura, ó mancha sean enormes : si des- n. 109). —M. Ll.
pués de la oblación s e notan estos defectos, puede seguirse
CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS III Y IV. 773
es m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o ; m a s s i l a es s a c r a m e n t o de fe. P e r o el fervor de
mezcla es grande v. gr. i g u a l , ó casi l a c a r i d a d se significa por el fermento,
tanto, t a l m e z c l a cambia la especie; y como se ve (Glosa interl. super illud
entonces e l pan confeccionado no será Matth. 13, 33). Semejante es el reino de
materia l e g í t i m a de este s a c r a m e n t o . los cielos al fermento, e t c . L u e g o e s t e
A l 4.° que algnas veces es tanta la sacramento debe consagrarse con pan
corrupción d e l p a n , q u e destruye su es- fermentado.
pecie, como cuando la continuidad no 4.° L o ázimo y lo fermentado son ac-
existe, t a n t o e l sabor como el color y cidentes del p a n , que no c a m b i a n su es-
demás a c c i d e n t e s s o n c a m b i a d o s ; p o r l o pecie. P e r o en la materia del bautismo,
cual d e t a l m a t e r i a n o p u e d e c o n s a g r a r s e n o se h a c e d i f e r e n c i a r e l a t i v a m e n t e á l o s
el c u e r p o d e C r i s t o ; o t r a s v e c e s l a alte- a c c i d e n t e s d e l a g u a , c o m o si es s a l a d a ó
ración n o e s t a n g r a n d e q u e d e s t r u y a la d u l c e , caliente ó fría. L u e g o no debe h a -
especie, s i n o q u e h a y e n e l l a a l g u n a d i s - cerse diferencia en este s a c r a m e n t o , de
posición á l a c o r r u p c c i o n , q u e s e mani- s i e l p a n es á z i m o ó f e r m e n t a d o .
fiesta p o r a l g u n a i n m u t a c i ó n d e l s a b o r , y Por el contrario: (In Decret. 1. 3,
del t a l p a n p u e d e c o n s a g r a r s e e l cuerpo tit. 41, cap. Litteras) se c a s t i g a « al
de C r i s t o : m a s s e p e c a por irreverencia » sacerdote que presumió celebrar misa
al s a c r a m e n t o . Y puesto que el almidón » solemne con pan fermentado, y cáliz
es de t r i g o c o r r o m p i d o , n o p a r e c e q u e d e l » de m a d e r a » .
pan c o n f e c c i o n a d o con él pueda consa- C o n c l u s i ó n . No es de necesidad de este
grarse (fieri) el cuerpo de Cristo, aunque sacramento que el pan sea ázimo ó fer-
algunos d i g a n l o c o n t r a r i o . mentado, y así es conveniente que cada
uno observe el rito de su Iglesia en la ce-
lebración del sacramento.
ARTÍCULO I V . — Debe confeccionarse
R e s p o n d e r e m o s que, acerca de l a m a -
este s a c r a m e n t o c o n p a n á z i m o ? (1)
t e r i a de este sacramento pueden consi-
d e r a r s e dos c o s a s , á s a b e r : l o q u e es n e -
1.° Parece que este sacramento no cesario y l o q u e es c o n v e n i e n t e . E s ne-
debe c o n f e c c i o n a r s e c o n p a n á z i m o ; por cesario q u e e l p a n s e a de t r i g o , c o m o se
que d e b e m o s i m i t a r en él l a institución h a d i c h o ( a . 3), s i n e l q u e n o se p e r f e c -
de C r i s t o ; y p a r e c e q u e C r i s t o i n s t i t u y ó c i o n a el s a c r a m e n t o . M a s n o es de n e c e -
este s a c r a m e n t o , con pan fermentado sidad del sacramento que sea ázimo ó fer-
porque c o m o s e l e e ( E x o c l . 12), los j u d í o s mentado, porque c o n uno y otro puede
según l a l e y c o m e n z a b a n á u s a r l o s ázi- consagrarse. E s conveniente empero que
mos e n e l d i a d e l a P a s c u a q u e s e cele- c a d a c u a l g u a r d e el rito de s u I g l e s i a en
braba en la décimacuarta luna. Mas l a celebración del sacramento : sobre lo
Cristo i n s t i t u y ó este sacramento en la cual h a y costumbres diversas en las I g l e -
antes del dia de la fiesta
cena, q u e c e l e b r ó sias ; porque dice el B . Gregorio (in re-
de la Pascua, c o m o c o n s t a ( J o a n . 13). gist, implic. i d habet Innocent. 111. De
Luego t a m b i é n nosotros debemos cele-
myster. m i s s a a . 1. 4 , c. 4 ) : « l a Iglesia
brar e s t e sacramento con pan fermen-
» r o m a n a ofrece panes á z i m o s , porque el
tado.
» Señor tomó carne sin mezcla alguna;
2.° L o s preceptos legales no deben ser » pero la I g l e s i a g r i e g a ofrece p a n fer-
observados en- t i e m p o d e l a g r a c i a . Pero » m e n t a d o , p o r q u e e l V e r b o d e l P a d r e se
el uso d e l o s ázimos fué u n a ceremonia » h a vestido de carne, como el fermento
l e g a l , c o m o s e v e ( E x o d . 12). Luego en » se m e z c l a con la harina. » Así pues,
este s a c r a m e n t o n o d e b e m o s u s a r d e p a - como peca el sacerdote en la Iglesia
nes á z i m o s . de los latinos celebrando con pan fer-
3.° S e g ú n s e h a d i c h o ( C . 6 5 , a. 1 y mentado , así pecaría el sacerdote griego
C. 73, a . 3, a l 3.°), la Eucaristía es sa- en la iglesia de los griegos celebrando
cramento d e c a r i d a d , c o m o e l bautismo con p a n á z i m o , como pervirtiendo el rito
(1) Ks de fe según la definición del concilio Florentino : » ficere deberé, unumquenique scillcet juxta suce Ecclesics sive occi-
' uefinimus in azymo sive fermetuatio pane tritlco Corpus Christi rc- » dentalis, sive orienlalis consuetudinem ».
»rocino' eonfici, sacerdolcsquc in altero ipsorum üomini corpas con-
774 CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS IV Y V .
d e s u I g l e s i a (1). Y s i n e m b a r g o l a c o s - ázimos, c u a n d o n o s e e n c o n t r a b a p a n f e r -
tumbre d e celebrar con pan ázimo, e s m e n t a d o e n las c a s a s d e los j u d í o s , según
m u y razonable. l . °A c a u s a d el a ins- se h a d i c h o ; y h e m o s y a h a b l a d o más
titución de Cristo que b a establecido este e s t e n s a m e n t e a l t r a t a r d e l a p a s i ó n del
s a c r a m e n t o el primer dia de los ázimos S e ñ o r ( C . 46, a . 9 a l 1.°).
c o m o c o n s t a ( M a t t h . 26, M a r c . 14 y A l 2.° q u e l o s q u e c o n s a g r a n c o n p a n
L u c . 23): e n c u y o d i a n o d e b í a h a b e r á z i m o , n o t i e n e n l a i n t e n c i ó n d e obser-
p a n fermentado en las casas de los judíos v a r l a s c e r e m o n i a s d e l a l e y , s i n o l a de
c o m o l o o r d e n a l a l e y ( E x o d . 12). 2.° c o n f o r m a r s e c o n la i n s t i t u c i ó n d e Cristo;
P o r q u e e l p a n es p r o p i a m e n t e e l s a c r a - y p o r e s t o n o j u d a i z a n ; p u e s d e otra ma-
m e n t o del cuerpo de Cristo, que fue con- n e r a los q u e c o n s a g r a n c o n p a n fermen-
c e b i d o sin c o r r u p c i ó n , m a s bien q u e el d e t a d o , j u d a i z a r í a n (5) t a m b i é n , p u e s t o q u e
la divinidad del mismo como veremos ( C . las judíos ofrecían panes fermentados
86, a . 1). 3.° P o r q u e e s t a c o s t u m b r e c o m - como primicias.
p e t e m á s á l a s i n c e r i d a d d e l o s fieles, q u e A l 3.° q u e e l f e r m e n t o s i g n i f i c a l a c a -
se requiere p a r a el uso de este s a c r a m e n - r i d a d p o r a l g ú n e f e c t o , esto e s , porque
t o , s e g ú n a q u e l l o ( i . C o r . 5, 7) : porque h a c e a l p a n m á s s a b r o s o y m a y o r ; pero
Cristo que es nuestra Pascua ha sido in- s i g n i f i c a l a c o r r u p c i ó n p o r l a n a t u r a l e z a
molado, y así solemnicemos el convite con m i s m a d e l a e s p e c i e .
ázimos de sinceridad y de verdad (2). A l 4.° q u e p u e s t o q u e e l f e r m e n t o t i e -
L a c o s t u m b r e d e los g r i e g o s t i e n e s i n n e a l g o d e c o r r u p c i ó n , y del p a n corrom-
e m b a r g o o t r a r a z ó n , y a p o r l a s i g n i f i c a - p i d o n o p u e d e c o n s a g r a r s e e s t e sacra-
c i ó n q u e i n d i c a S a n G r e g o r i o , y a e n d e - m e n t o , c o m o s e h a d i c h o ( a . 3 a l 4.°),
t e s t a c i ó n d e l a s h e r e j í a s d e l o s n a z a r e - p o r e s o m á s s e c o n s i d e r a c o n r e l a c i ó n al
n o s , q u e m e z c l a b a n l a s p r e s c r i p c i o n e s l e - p a n l a d i f e r e n c i a d e l á z i m o y d e l fermen-
g a l e s c o n e l E v a n g e l i o (3). t a d o , q u e l a q u e h a y e n e l a g u a del bau-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e c o m o t i s m o s i e s c a l i e n t e ó f r i a ; p o r q u e p o d r í a
s e l e e ( E x o d . 12), l a s o l e m n i d a d d e l a s e r t a n t a l a c o r r u p c i ó n d e l a l e v a d u r a ,
P a s c u a c o m e n z a b a e n l a s v í s p e r a s d e l a q u e n o p u d i e r a s e r c o n f e c c i o n a d o e l sa-
l u n a d é c i m a c u a r t a (4), y e n t o n c e s C r i s t o c r a m e n t o .
después de la inmolación del cordero pas-
cual instituyó este sacramento ; por l o A R T Í C U L O V . — E I v i n o «lo i a vi« es i»
c u a l S a n J u a n d i c e p r e c e d e r e s t e d i a m a t e r i a p r o p i a d e e s t e s a c r a m e n t o ? (lii
al dia de la P a s c u a , y por los otros tres
e v a n g e l i s t a s s e d i c e primer dia de los 1.° P a r e c e q u e n o s e a m a t e r i a p r o p i a
(1) Benedicto XIV en su Bula ; Etsi pastoralis de 1 7 4 2 , con- Cristiano Lupo (dess. de aclis. San León IX cap. 7 ) , pre-
dena bajo pena de perpetua suspensión d divinis, al sacerdote tende que la Iglesia lalina ha hecho uso del del ázimo desde
que no celebra según su rito (á no ser que tema el escándalo, el tiempo de los Apóstoles, como dijeron también Dlmrlo,
ó para completar el sacrificio que otro haya empezado) ; mas Ruperto , Jaime deVjtriaso. Inocencio III. El cardenal liona
esto se entiende, cuando celebra en el lugar de su domicilio; (Lib. 1 serum, lilurg. cap. 131 dice que los griegos lian cele-
pues si un sacerdote se encuentra en país de griegos, ó un brado siempre con pan fermentado, pero que los latinos en
griego en países latinos, opinan Antoine, Suarez, Tournely los primeros siglos usaron del ázimo y del ferinenlaclo, según
con el común de los teólogos, que es libre de atenerse al rito lo pidiese la oportunidad de los tiempos y de los lugares, y
que le parezca. Así pregunta también San Ligorio ( ( . p u s . que no consagraron comunmente con ázimo hasta el siglo*.
Mor. 1. v i , n. 2 0 2 ¡ . Un presbítero del rito griego que ha sido Por lodo lo c u a l , es probable que en los siglos primitivos los
nombrado el Jueves Santo pora celebrar la Eucaristía con griegos usasen también del ázimo s e g ú n la sentencia ilc Sanio
otros doce del ri to latino, ¿puede y debe consagrar con azymo? Tomás y que los latinos, hasta el siglo i x se sirviesen indis-
Responde, afirmativamente, conforme á la aprobación de este tintamente de uno y otro. Asi Tourneli (Prielut: lotn. xi de
caso por Su Santidad de 2 5 de Agosto de 1 8 1 8 . — M . Ll. Ench. q. 4 . a. 5 . ) (M. Ll.)
(2) De sinceridad contraía corrupción del pecado ; de verdad (4) Tengase presente que los judíos distinguían tres clases
contra las figuras de la antigua l e y , según interpretación del de dias : naturales, desde una media noche á la otra; fli'1'7 - 1
mismo Santo Tomás. dales, desde la salida al ocaso del sol, que distribuían en
( 3 ) Santo Thomas (in 4 . sent. dut, 1 1 . q. 1 . a, 3) Alejandro doce horas ; legales ó festivos que empezaban en la víspera del
de Nales (q. 4 de Ench. qu. 1 0 ) con otros antiguos escolásti- dia que celebraban y terminaba en la víspera del dia siguien-
c o s , fueron de parecer que la costumbre de celebrar con ázimo te. A s í , cuando San Juan dice (c. 1 3 ) que Cristo celebróla
fue propia tanto de la Iglesia griega como de la latina, hasta cena legal ante diem festum paschce , habla del dia natural, o
el tiempo del hereje Ebion que quiso unir la observancia de del artificial; mas los otros Evangelistas , del dia legal, o
la ley antigua y la nueva. Mas otros opinan de distinta ma- sea de víspera á víspera, y por esto dicen prima dieaümema
nera. Así San Sirmondo (De ázimo t. v i , opera) d i c e , que la (Math. 2G ; Marc. 1 4 ; Luc. 2 2 . ) (M. Ll.)
Iglesia latina adoptó el pan fermentado por espacio de más (5) V . la nota 1 .a
de 800 a ñ o s , pero que del S86 al 1 0 5 3 , en tiempo de Miguel (8) Es de fe según la declaración del Florentino y Trillen-
Cerulario, consagró con pan ázimo. P . Matillon, apoyado en tino (ses. s i n y x x i ) , y contra los antiguos herejes etionitas,
CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULO V. "775
f LJ Es de fe según la declaración del Tridentino : «Si alguno siendo así que hacen mención de ella los SS. Padres como Son
«dijere que el agua no debe mezclarse con el "vino al Justino , Ireneo , Cipriano , Gregorio Niseno, Ambrosio, loilas
j) ofrecer el cáliz, porque es contra la institución de Cristo, las antiguas liturgias y los concilios como el Cartaginensew
» sea anatema (Ses. 22 c. 9 . | » Y la razón la da el mismo con- del año 397, el Bracarense iv del año U75 y otros. (M. 1.1.)
cilio, « ya porque se cree que así lo hizo Cristo nuestro Señor, (21 El agua debe ser natural; debe mezclarse en el mismo
» ya también porque salió agua y juntamente sangre de su cáliz ; esta mezcla no es de necesidad del Sacramento según
» costado , en cuya mezcla se nos recuerda aquel misterio ; y el Catecismo Romano, pero debe hacerse de neccssilaleira'ccpti
n llamando el B. Apóstol San J u a n a los pueblos Aquas, se eclesiástico según u n o s , divino según el Angélico Doctor,
» representa la unión del mismo pueblo fiel con su cabeza por creerse que lo hizo Cristo al instituir la Eucaristía.
»Cristo » (Ses. 22 de Sacr. Missas c. 7.J Los luteranos y cal- (M. L1.J
vinistas tienen por cosa nueva é indiferente esta mezcla,
CUESTIÓN L X X I V . — ARTÍCULO VII.
(l) Es sólo de necesítate prtecepll, por lo cual dice el Ritual » tener la eficacia de santificar, cuando alguno uso de ellos ;
Nomano : « Si celebrane ante consccratlonem calicis adocrlad non » mas en la Eucaristía existe e l mismo autor de la Santidad
11
í'U'sse apposilam aquam, tune imponat eam et proferat verba con- » antes de comunicarse » (Ses x i n . cap. 3.) (M.L1.)
1
Ma-aìionis t si id advertad post consecrationem calléis, ÍIN/ÍO modo (3) E n la edición «laurina, ó sea de Esteban Balucio com-
'"Ppoimí, quia non est de necessitate sacramenti.