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SANTO TOMAS DE AQUINO

SUMA TEOLÓGICA
traducida directamente del latín

CON PRESENCIA DE LAS MÁS CORRECTAS EDICIONES

POR

D. H I L A K I O ABAD DE APAKICIO,
Doctor en Derecho civil y canónico, Abogado del Ilustre Colegio de Madrid,

REVISADA Y ANOTADA POE EL

R. P. MANUEL MENDÍA,
COTi L A COLABORACIÓN DEL

E. P. POMPILIO DÍAZ,
Profesores de ciencias matemáticas,filosóficasy naturales en las Esencias Fías,

PRECEDIDA DE TTN P R Ó L O G O DEL

¡A. í\. P< í\AMON ^MARTÍNEZ YIGIL,

Procurador general de los BE. PP. Dominicos en Madrid.

PUBLICADA CON APROBACIÓN Y PERMISO OE LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA.

TOMO I V

MADHID
N I C O L A S MOYA, EDITOR
LIBRERÍA IMPRENTA
Carretas, S Gnrcíla80,

1883
j-'ERMISO D E L j Í M M O . J S E Ñ O R j w A R D E N A L yA:RZOBISPO D E J^OLEDO.

Secretaría de Cámara y Gobierno del Arzobispado de Toledo. — Su


Emma. Rvma. el Cardenal Arzobispo, mi señor, ha tenido á bien decretar
con esta fecha lo siguiente :

<r Por cuanto de Nuestra orden ha sido examinado detenidamente el tomo cuarto
de la Suma de Santo Tomás de Aquino, traducida al castellano por D . Hilario
Abad de Aparicio, y no habiendo hallado en dicho volumen, según la censura,
cosa alguna contraria á la fe católica, dogmática y moral, damos nuestra licencia
para su impresión y publicación. »

Lo que traslado á V. para su conocimiento y fines consiguientes.

Dios guarde á V. muchos años. Toledo 18 de Junio de 1883.

JOSÉ, j^ERNANDEZ jMoNTANA,


CANÓNIGO SECRETARIO.

Sr. D. Hilario Abad de Aparicio.


CUADRO ANALÍTICO
DEL FINAL D E LA SECCIÓN SEGUNDA D E LA SEGUNDA PAKTE

Y DE LA TERCERA PARTE

DE L A SUMA TEOLÓGICA.

PARTE S. -».!» 0

, -r, t- . I esencia — causa — mo-


¡ P r o f e c i a
/ do-division 171-74
i fie conocimiento . . .
I Rapto. 175
. HÁBITOS .
, diversidaddegra- I . Don de lenguas 176
C l a
)s
de locución J D o s nd e c i e d a ( p a ) a b r a d e j 1 7 7

\ de operación
Don de milagros 17S
\ manerade v i v i r . . diversidad de vida. a c t i v a — contemplativa — comparación e n -
tre ambas 179-82
en general 1S3
de perfección 184
ACTOS < de ministerios. oficios — estados.
episcopal.' 185
religioso 186-89

PAUTE a."

' conveniencia de la union hipostática


/ Encarnación . 1 / por parte de la persona asumente 2-3
) \ » de la naturaleza humana asumida. 4
k modo i c o n relación alas partes de la naturaleza h u -
/ mana
\ en cuanto al orden
[ como hombre s i n g u l a r . .
/ gracia de Cristo..
i » cabeza de la Iglesia.
' en general 9
| bienaventurada 10
' perfecciones. | infusa 11
. adquirida 12
( absoluta 13
i potencia í sobre su c u e r p o . . . 13
• ( » su voluntad. 13

Cualidades., i defectos tomados. j del cuerpo > 14


/ del alma 15
,con respecto según el ser y ser hecho. 16
' CRISTO
Cristo en )i larazon deunidad. 17
mismo » la voluntad 18
» la operación 19
oración de Cristo. 20-21

Í
\ condiciones y oficios <
con relación sacerdocio 22
Dios Padre. adopción 23
predestinación 24
' con relación á \ adoración de Cristo-Me-
nosotros ,. ) diacion 25-26

¡ maternos I ^ de María, virginidad, desposo-


s a n n c a c i o n

Misterios . ) rio, anunciación, concepción 27' 28-33


nersonales i c o n c e
P Cristo, vida, pasión, muerte,
c i o n d e

' ^ ( resurrección, ascensión, potestad judicial. 34-:35-59


- en general idea, necesidad, efectos, causa, n ú m e r o . . . . 60-65
66-69
' Bautismo j en sí 70-71
Sacramentos . ) en su preparación.
i Confirmación 72
en si 73
I en particular en s u materia, forma,
i Eucaristía .
efectos 74-82
i u s o , ministro, rito 83
• en si—sacramento—vir-
t Penitencia .
I tud 84-85
) en sus efectos 86-89
i en sus partes — g e n e -
ral — especial 90
CUESTIÓN CLXXI.
De la profecía.

Después de haber hablado de cada una de las virtudes y vicios que pertenecen á las condiciones y
estados de todos los hombres, debemos considerar ahora las cosas, que pertenecen especialmente
á algunos hombres. Ahora bien : hay entre los hombres tres clases de diferencias fundadas en las
cosas que pertenecen á los hábitos y á los actos del alma racional: 1." según las diversas gracias
gratis-datas ; porque, como se dice (I Cor. 1 2 ) , hay divisiones de gracias: á unos es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría, á otros palabra de ciencia, etc. 2.° Difieren también según las
diversas vidas, esto es, activa y contemplativa, que se consideran según los modos diversos de
operación, por lo cual se dice también (ibid } que hay divisiones de las operaciones. Uno empero
es el género de la operación en Marta, que estaba afanada de continuo en las faenas de la casa,
lo cual pertenece á la vida activa; y otro el de María, la cual sentada á los pies del Señor oia
su palabra, lo cual pertenece á la vida contemplativa, como se lee (Luc. 10). 3." Según la diversi-
dad de cargos y estados, como se dice (Ephes. 4 , 1 1 ) : él mismo dio á unos ciertamente Apóstoles
y á otros Profetas,y á otros Evangelistas y á otros Pastores y Doctores, lo cual pertenece á l o s
diversos ministerios, de los que se dice (I Cor. 12, 5 ) : hay repartimientos .de ministerios. Debe
empero observarse respecto de las gracias gratis-datas, que son objeto de la primera considera-
ción, que unas de estas pertenecen al conocimiento, otras á la locución y otras á la operación:
mas todas las que pertenecen al conocimiento pueden comprenderse bajo la profecía, porque la
revelación profética se estiende no solo á los acontecimientos futuros de los hombres , sino también
á las cosas divinas, ya en cuanto á las cosas , que se proponen á todos para ser creídas, las cuales
pertenecen á la fe; ya en cuanto á los más altos misterios conocidos de los perfectos y que pertene-
cen á la sabiduría. La revelación profética es acerca de las cosas que pertenecen á las sustancias
espirituales, por las que somos inducidos ó al bien ó al mal, io cual pertenece al discernimiento de
espíritus. Se estiende asimismo á la dirección de los actos humanos, lo cual pertenece á la ciencia,
como después se demostrará ( C. 1 7 7 ) : y por tanto primeramente debemos considerar la profecía, y
luego el rapto, que es cierto grado de profecía.
Acerca de la profecía ocurren cuatro consideraciones: 1 . sobre su esencia; 2. sobre su causa;
a a

3. sobre el modo del conocimiento profético; 4. sobre la división de la profecía.


a a

Respecto á la primera consideración examinaremos seis puntos : 1.° La profecía pertenece al co-
nocimiento? i." Es un hábito ?3.° i Es solo de los futuros contingentes ? 4.° El profeta conoce todo
lo que es profetízame? o.° Distingue las cosas que recibe de la divinidad de las que ve por su propio
espíritu?6.° Puédelo falso caer bajo la profecía?

AliTÍCULO I . — l a profecía pertenece 2.° Se dice (i Cor. 14, 3 ) , el que pro-


al conocimiento? fetiza habla á los hombres para edifica-
ción ; y el lenguaje es efecto del cono-
l.° Parece que la profecía no perte- cimiento, mas no es el conocimiento mis-
nece al conocimiento -: porque se dice mo : luego parece que la profecía no
(Eccli. 48, 14) que el cuerpo de Eliséo pertenece al conocimiento.
muerto profetizó ; y más adelante (c. 49, 3.° Toda perfección cognoscitiva es-
18) se dice de José que sus huesos fice- cluye la necedad y la insania; pero
ron visitados y después de la muerte pro- ambas pueden existir á la vez con la
fetizaron. Pero en el cuerpo ó en los profecía, pues se dice (Os. 9, 7 ) , sabe,
huesos después de la muerte no queda co- ó Israel, que tu profeta es un fatuo é in-
nocimiento alguno. Luego la profecía sensato. Luego la profecía no es perfec-
no pertenece al conocimiento. ción cognoscitiva.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO IV. i
2 CUESTIÓN CLXXI. — ARTÍCULO I.

4.° Así como la revelación pertenece fetas como prafatores, puesto que (porro
al entendimiento, así la inspiración pa- fantur), hablan de lejos y predicen
rece pertenecer al afecto, por la razón la verdad sobre los acontecimientos fu-
de que importa cierta moción. Pero la turos. En cuanto á las cosas, que son
profecía se dice ser inspiración (1) ó reveladas por Dios y que esceden el co-
revelación, según Casiodoro (Prolog, nocimiento humano, no pueden ser con-
super Psal. c. 1). Luego parece que la firmadas por la razón humana, á la que
profecía no pertenece más al entendi- esceden, según la operación de la virtud
miento que al afecto. divina, conforme á lo que se dice (Matth.
Por el contrario, se dice (i Reg. 9, 9), ult. 2 0 ) , predicaron en todas partes,
porque el que se llama hoy profeta se obrando el Señor con ellos y confirmando
llamaba antes vidente ; y la visión per- su doctrina con los milagros, que la
tenece al conocimiento : luego también acompañaban. Por consiguiente el don de
la profecía. los milagros pertenece en tercer lugar á
Conclusión. La profecía consiste [ 1 ] la profecía como cierta confirmación de
primaria y principalmente en el conoci- la anunciación profética ; por lo cual se
miento ; secundariamente [ 2 ] en la es- dice (Deut. ult. 10) : de allí adelante no
presion por los profetas de su revelación se levantó en Israel un Profeta como
divina para edificación de otros ; y en Moisés, á quien el Señor conociese cara á
tercer lugar [ 3 ] en la operación de mila- cara, en toda suerte de señales y por-
gros como confirmación de sus predic- tentos.
ciones. Al argumento 1.° diremos, que aque-
Besponderémos, que la profecía con- llos pasajes hablan de la profecía en
siste primera y principalmente en el co- cuanto á esto tercero, en concepto de
nocimiento, puesto que los profetas cono- prueba de la profecía.
cen las cosas lejanas y apartadas del Al 2.° que el Apóstol habla allí en
conocimiento de los hombres. Por lo cual cuanto á la enunciación profética.
pueden decirse profetas de upó (por), Al 3." que aquellos profetas, que se
que es lejos (procul) y tpxvóc (phanos), dicen insanos y necios, no son verdade-
que es aparición, porque se les manifies- ros profetas sino falsos ; de quienes se
tan algunas cosas que están lejanas. Así dice (Jerem. 2 3 , 1 6 ) , no queráis oir Zas
pues, como dice San Isidoro (Etym. 1. palabras de los profetas, que os profe-
7 , c. 8 ) , « en el antiguo Testamento se tizan y os engañan; hablan visión de su
» llamaban videntes, porqjie veían las corazón, no de la boca de Dios, y (Ezech.
y> cosas que los demás no veían, y sabían 13 , 3 ) , esto dice el Señor : ay de los pro-
» de antemano las que se hallaban escon- fetas insensatos, que siguen su propio
» didas en el misterio»; por cuya razón espíritu y nada ven !
también los gentiles los llaman vates de Al 4.° que en la profecía se requiere
vi mentís, como allí mismo se lee antes. que la intención de la mente se eleve á
Pero, como, según se lee (i Cor. 12, 7 ) , percibir las cosas divinas ; por lo cual se
á cada uno es dada la manifestación del dice (Ezech. 2 , 1 ) , hijo del hombre, pon-
Espíritu para provecho, y más adelante te sobre tus pies y hablaré contigo. Mas
(14, 12), procurad abundar en ellos para esta elevación de la intención se hace por
edificación de la Iglesia; sigúese que moción del Espíritu Santo ; por lo cual
la profecía consiste secundariamente en allí mismo se añade, y entró en mí el es-
el lenguaje, según que los profetas cono- píritu y me puso sobre mis pies. Pero,
ciendo lo que les ha sido enseñado por la después que la intención del alma se ha
divinidad, lo anuncian para edificación elevado hasta lo supremo, percibe las
de los demás, según estas palabras (Is. cosas divinas ; así pues se añade allí mis-
2 1 , 10) : lo que oí del Señor de los ejér- mo, y oí al que me hablaba. Requiérese
citos Dios de Israel, esto os he anuncia- por lo tanto para la profecía la inspira-
do. Según esto, como dice San Isidoro ción respecto á la elevación de la mente,
(Etym. 1. 7, c. 8.), pueden decirse pro- según aquello (Tob. 3 2 , 8 ) , la inspira-
ción del Omnipotente da la inteligencia;
(1) Más bien aspiratio testualmente. y la revelación en cuanto á la percep-
CUESTIÓN C L X X I . — A R T Í C U L O S I Y II.

cion misma de las cosas divinas, en lo Apóstol (Ephes. 5 , 1 3 ) , todo lo que se


que se perfecciona la profecía y se quita manifiesta es luz : porque, así como la
por la misma el velo de la oscuridad y manifestación de la visiou corporal se
de la ignorancia, según aquello (Job, 12, hace por la luz corporal, así también la
2 2 ) , él descubre lo encubierto de las ti- manifestación de la visión intelectual se
nieblas. verifica por la luz intelectual. Luego es
preciso que la manifestación sea propor-
ARTÍCULO I I . — i . » profecía es un há- cionada á la luz, por la que se realiza,
bito? como el efecto es proporcionado á su cau-
sa : y, perteneciendo la profecía al cono-
1 P a r e c e que la profecía es un hábito: cimiento, que es superior á la razón, con-
porque, como se dice (Ethic. 1. 2 , c. 5 ) , forme á lo dicho (a. 1 ) ; sigúese que para
t< tres cosas hay en el alma: potencia, la profecía se requiere cierta luz intelec-
» pasión y hábito ». Pero la profecía no tual, superior á la luz de la razón natu-
es potencia, porque entonces se encon- ral : por lo cual se dice (Mich. 7, 8 ) ,
traría en todos los hombres, pues las po- cuando estuviere sentado en tinieblas, el
tencias del alma son comunes ; tampoco Señor es mi luz. Mas la luz puede estar
es pasión, porque las pasiones pertene- en alguno de dos modos : 1.° á manera
cen á la fuerza apetitiva, como se ha de- de forma permanente, como la luz corpo-
mostrado ( l . - 2 . , C. 2 2 , a 2 ) ; y la pro-
a !e ral está en el sol y en el fuego; 2.° á la
fecía pertenece principalmente al cono- manera de cierta pasión ó impresión tran-
cimiento, según lo dicho (a. 1). Luego la seúnte, como la luz está en el aire. La
luz profética empero no está en el enten-
profecía es hábito.
dimiento del profeta al modo de una for-
2.° Toda perfección del alma, que no
ma permanente; de otra manera sería
se halla siempre en acto, es hábito. Pero
menester que en el profeta se hallase
la profecía es cierta perfección del alma;
siempre la facultad de profetizar: lo cual
mas no está siempre en acto, pues de es falso, pues dice San Gregorio (super
otro modo no se diría profeta al que duer- Ezech. hom. 1 ) : « algunas veces falta á
me. Luego parece que la profecía es un »los profetas el espíritu de la profecía,
hábito. » y no siempre está pronto en sus mentes
3.° La profecía se enumera entre las » de tal suerte que, cuando no lo tienen,
gracias yratis-datas ;y la gracia es cierta »reconozcan que lo deben á un don,
cosa habitual en el alma, según lo dicho »cuando lo tienen»; por lo cual dijo
"(l. -2. C. 1 1 0 , a. 2 ) . Luego la profecía
a a!
) Eliséo de la mujer Sunamita ( i v Reg. 4 ,
es hábito. 2 7 ) , su alma se halla en amargura, y el
Por el contrario : « el hábito es por lo Señor me lo ha encubierto y no me lo ha
» que uno obra cuando quiere », como dice manifestado. La razón de esto es, por-
el Comentador (De an. 1. 3, Comment. que la luz intelectual existente én alguuo
18). Pero no puede uno hacer uso de la á modo de forma permanente y perfecta
profecía, cuando quisiere, como se ve perfecciona el entendimiento principal-
(iv Reg. 3) de Elíseo, « que, preguntán- mente para conocer el principio de aque-
» dolé Josafat sobre el porvenir y faltán- llas cosas, que le son manifestadas por
» dolé el espíritu de profecía, hizo traer aquella luz, como por la luz del enten-
-»un tañedor de arpa, para que, mientras dimiento agente conoce principalmente el
» este cantaba al arpa, descendiese sobre entendimiento los primeros principios de
» él el espíritu de profecía y llenase su todas aquellas cosas, que naturalmente
» ánimo de cosas futuras », como dice se conocen. Mas el principio de todas las
San Gregorio (super Ezech. hom. 1). cosas, que pertenecen al conocimiento so-
Luego la profecía no es hábito. brenatural, y que son manifestadas por la
Conclusión. La inspiración prqfética profecía, es el mismo Dios, el cual no es
se halla en el entendimiento del profe- visto de los profetas por esencia; sino
ta [ 1 ] , no como forma permanente, sino [2] que lo es por los bienaventurados en la
á modo de pasión ó impresión transitoria; patria, en los que se halla esta luz á
y así [ 3 ] no es propiamente hábito. modo de cierta forma permanente y per-
R e s p o n d e r e m o s que, como dice el
4 CUESTIÓN C L X X I . — ARTÍCULOS II Y I I I ,

fecta, según aquello (Ps. 3 5 , 10), por tu cesando la ilustración actual, queda cierta
lumbre veremos tu lumbre. Resta pues aptitud, para que sea ilustrado de nuevo
decir que la luz profética está en el alma con más facilidad, como también la mente
del profeta á modo de cierta pasión ó im- una vez escitada á la devoción vuelve
presión transeúnte; y esto se significa más fácilmente después á la primitiva de-
(Exod. 3 3 , 22) , cuando pasare mi gloria, voción : por lo cual San Agustín en su
te pondré en el agujero de la peña...; y libro De orando Deum (Epist. 130 ó 121,
( n i Reg. 19, 11) se dice á Elias, sal c. 9) dice ser necesarias oraciones con-
fuera y ponte sobre el monte delante del tinuas, para que no se estinga total-
Señor, y lié aquí que pasa el Señor....: de mente la devoción concebida. Puede de-
lo cual se deduce que, así como el aire cirse no obstante que alguno es llamado
necesita siempre de nueva iluminación, profeta, aun cesando la ilustración actual
así también la mente del profeta necesita profética por misión divina, según aque-
siempre de nueva revelación; al modo que llo (Jerem. 1, 5), y te píese por profeta
el discípulo, que todavía no ha aprendido entre las naciones.
los principios del arte, necesita ser ins- Al 3.° que todo don de la gracia eleva
truido acerca de cada uno de ellos. Por al hombre á algo que es superior á la na-
esto dice Isaías (c. 50, 4 ) : por la mañana turaleza humana; lo cual puede tener
me levanta el oido, para que le oiga como lugar de dos modos : 1.° en cuanto á la
á maestro. Esto mismo designan estas sustancia del acto, como hacer milagros
locuciones, que caracterizan á los profe- y conocer lo incierto y oculto de la di-
tas, según que se dice que el Señor ha vina sabiduría (1), y para estos actos no
hablado á tal ó cual profeta ó que la pa- se da al hombre el don habitual de la
labra del Señor se ha hecho entender ó el
gracia ; 2.° en cuanto al modo del acto,
Señor estendió su mano sobre él. El há-
mas no en cuanto á la sustancia del mis-
bito empero es forma permanente. Luego
mo, como amar á Dios y conocerle en el
es manifiesto que la profecía, propiamente
hablando, no es hábito. espejo de {sus) criaturas ; y para esto se
le da el don habitual de la gracia.
Al argumento 1.° diremos, que aquella
división del Filósofo no comprende en
A l i T Í C U L O I I I . — L a profecía e s solo de
absoluto todo lo que está en el alma, sino
los futuros c o n t i n g e n t e s ? (2)
lo que puede ser principio de los actos
morales, que á veces se producen por la
pasión, otras por el hábito y otras por la 1." Parece que la profecía es solo de
simple potencia, como se ve en los que los futuros contingentes; porque dice
obran alguna cosa por el juicio de la ra- Casiodoro (Prolog, super. Ps. 100, 1) que
zón, antes de tener el hábito. Puede re- «la profecía es la inspiración ó reve-
ducirse la profecía á la pasión, si se toma » lacion divina, que da á conocer los su-
el nombre de pasión por cualquiera re- » cesos de las cosas con una verdad in-
cepción, según lo que dice el Filósofo )) mutable »; y el evento pertenece á los
(De an. 1. 3 , t. 12) que «entender es futuros contingentes. Luego de solos es-
» cierto padecer » : porque, así como en tos se hace la revelación profética.
el conocimiento natural el entendimiento 2.° La gracia de la profecía se distin-
posible es pasivo por la luz del entendi- gue por oposición de la sabiduría y de la
miento agente; así también en el conoci- fe, que tienen por objeto las cosas divi-
miento profético el entendimiento humano nas ; y del discernimiento de espíritus,
lo es por la ilustración de la divina luz. que es de los espíritus creados ; y de la
Al 2° que, así como en las cosas cor- ciencia, que es sobre las cosas humanas,
porales, ausente la pasión, queda cierta como se ve (i Cor. 12). Mas el hábito y
aptitud para que sufran de nuevo, al el acto se distinguen según los objetos,
modo que el leño una vez inflamado "se como consta por lo ya dicho (1 . -2. C. 54, a a>

inflama después más fácilmente; así tam- a. 2 ) . Luego parece que la profecía no
bién en el entendimiento del profeta, se refiere á alguno de estos, y por con-
(1) Como dice David de sí propio ( Ps. 1, 7 ). ria propia d é l a profecía, pero sin escluir otros hechos cuales-
(2) Que en efecto c o n s t r u y e n principalísiiuamcnle la mnte- quiera.
- CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULO III. 5

siguiente solo es acerca de los futuros puño...? Igualmente contiene cosas que
contingentes. pertenecen á las costumbres de los hom-
3.° La diversidad de objeto causa la bres (Is. 5 8 , 7 ) , parte con el hambriento
diversidad de la especie, como resulta de tu pan...; contiene lo perteneciente á los
lo espuesto (l. -2. C. 5 4 , a. 2 ) . Si pues acontecimientos futuros, según aquello
a ÍC

una profecía se refiere á los futuros con- (Is. 4 7 , 9 ) , te vendrán estas dos cosas
tingentes y otra á otras cosas, parece se- súbitamente en un solo dia, esterilidad y
guirse que no es la misma la especie de viudez. — Debe considerarse sin embar-
profecía. go que, puesto que la profecía tiene por
Por el contrario, dice San Gregorio objeto las cosas que están lejos de nues-
(super Ezech. hom. 1) que «una profecía tro conocimiento; tanto más propiamente
» tiene por objeto lo futuro », como esto pertenecen algunas á la profecía, cuanto
que se dice (Is. 7 ) , hé aquí que concebirá más lejanas existen del conocimiento hu-
una Virgen y parirá un hijo ; otra es de mano ; y de estas hay tres grados : 1.° de
lo pasado, como lo que se dice (Gen. 1), las que están lejos del conocimiento hu-
en el pñncipio creó Dios el cielo y la mano, ya según el sentido ya según el
tierra; y otra de presente, como lo que entendimiento, mas no del conocimiento
se lee (i Cor. 1 4 ) , si todos profetizan y de todos los hombres ; como conoce algún
entrase algún infiel, las cosas de su co- hombre por el sentido las que le están
razón se hacen manifiestas. Luego la presentes según el lugar, y otro no las
profecía no es solo sobre los futuros con- conoce así, porque están para él ausen-
tingentes. tes. Así es como Eliséo conoció proféti-
Conclusión, ¿ a revelación profética [ 1 ] camente lo que su discípulo Giezi había
se estiende á todo lo divino y humano, hecho en su ausencia, como consta ( i v
espiritual ó corporal; siendo su objeto [ 2 ] E.eg. 5 ) : é igualmente los pensamientos
tanto más propio, cuanto más dista del del corazón de uno se manifiestan profé-
conocimiento humano ; y [ 3 ] principal- ticamente á otro, como se dice (i Cor.
mente los futuros contingentes. 1 4 ) ; y de este modo aun las cosas, que
Responderemos, que la manifestación, uno sabe demostrativamente, pueden ser
que se produce por alguna luz, puede reveladas á otros proféticamente. 2.° De
estenderse á- todas aquellas cosas que las que esceden umversalmente al cono-
están sometidas á esta l u z ; como la vi- cimiento de todos los hombres, no porque
sión corporal se estiende á todos los co- no sean cognoscibles en sí, sino por de-
lores, y el conocimiento natural del alma fecto del conocimiento humano: como
se estiende á todas aquellas cosas que el misterio de la Trinidad, que fue reve-
están bajo la luz del entendimiento agen- lado por los serafines diciendo , Sanctus,
te. El conocimiento profético empero tie- Sanctus, Sanctus..., según consta (Is. 6).
ne lugar por la luz divina, por la que El 3.° y último grado es de las cosas
pueden ser conocidas todas las cosas tanto que están lejos del concoimiento de to-
divinas como humanas, así espirituales dos los hombres, porque no son cog-
como corporales; y por esto la revela- noscibles en sí mismas ( 3 ) , como los fu-
ción profética se estiende á todas estas, turos contingentes, cuya verdad no está
como á las que pertenecen á la escelen- determinada. — Y , puesto que lo que
cia de Dios y de los ángeles ( 1 ) se hizo existe universalmente y secundum se es
por ministerio de los espíritus (Is. 6 , 1 ) , más principal que lo que existe particu-
donde se dice, vi al Señor sentado so- larmente y por otro, por esto á la pro-
bre un solio escelso y elevado, cuya (2) fecía pertenece más propiamente la reve-
profecía también contiene lo perteciente lación de sucesos futuros ; y aun de aquí
á lo corporal natural, según aquello (Is. parece tomarse el nombre de profecía, per
4 0 , 12) ¿quién midió las aguas con su lo cual dice San Gregorio (super Ezech.

(1) Algunos intérpretes modernos prefieren seguir aquí la mada áurea adopta también dicha variante.
redacción de García, angelicorum spirilitltm, que cu verdad no (2) Algunas ediciones modernas ponen quin en lugar de
nos parece .más verosímil que la del testo, conforme con todos ctijiiSy y el códice de A Icañiz ejus.
los manuscritos y las ediciones antiguas más correctas, in- (3) V. P. 1." C. 1-1, a. 13.
clusas las romanas, de las que no obstante la moderna lia-
6 CUESTIÓN C L X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV.

hom. 1) : « como la profecía se llama así profetizadas no fuesen reveladas perfecta-


» porque predice lo futuro; pierde la ra- mente por la profecía ; puesto que «lo
» zon de su nombre, cuando habla del » perfecto es aquello, á que nada falta»,
» pasado ó del presente » (1). según se dice (Phys. 1. 3 , t. 63). Luego
Al argumento 1.° diremos, que la pro- son reveladas al profeta todas las cosas
fecía se define allí según lo que propia- profetizables.
mente se significa por el nombre de pro- 3.° La luz divina, que causa la profe-
fecía , y de este modo también la profecía cía, es más. poderosa que la luz de la ra-
se contrapone á otras gracias gratis- zón natural, de la que es causada la
datas. ciencia humana. Mas el hombre, que
De lo dicho se infiere la respuesta al tiene alguna ciencia, conoce todo lo
2.°; aunque puede decirse que todas las que á esta ciencia pertenece, como el
cosas, que caen bajo la profecía, convie- gramático conoce todas las (reglas^gra-
nen en que no son cognoscibles al hom- maticales. Luego parece que el profeta
bre sino por revelación divina ; mas las conoce todas las cosas profetizables.
que pertenecen á la sabiduría y ciencia é Por el contrario, dice San Gregorio
interpretación de las palabras pueden ser (super Ezech. hom. 1) que « algunas ve-
conocidas del hombre por la razón natu- » ees el espíritu de profecía ilumina al
ral, pero se manifiestan de un modo más » profeta sobre las cosas presentes , sin
elevado por la ilustración de la divina 5> darle á conocer nada de las cosas futu-
luz. La fe, aunque tiene por objeto las » ras ; y otras le hace conocer el porve-
cosas invisibles al hombre, sin embargo » nir, sin descubrirle el presente». Luego
no pertenece á la misma el conocimiento el profeta no conoce todo lo profetizable.
de las que se creen, sino el que el hom- Conclusión. No es necesario que el pro-
bre asienta con certeza á las que son co- feta conozca singularmente todo lo cono-
nocidas por otros. cible proféticamente, bastando le sea re-
Al 3.° que lo formal en el conocimiento velado algo especial.
profético es la luz divina, de cuya unidad Besponderémos, que no es necesario
tiene la profecía la unidad de especie, que las cosas diversas existan simultá-
aunque sean diversas las cosas, que son neamente, sino á causa de algo, que las
manifestadas proféticamente por la divi- sirve de lazo de unión, y de lo que de-
na luz. penden, como se ha dicho ( l . - 2 . C . 65, a a!

a, 1 y 3 ) , ser necesario que todas las vir-


ARTÍCULO I V . - — ¿ El profeta conoce por tudes existan simultáneamente por causa
divinn revelación todo lo que puede conocerse de la prudencia ó la caridad. Mas to-
proféticamente ? das las cosas, que son conocidas por
algún principio, están unidas en él y
l.° Parece que el profeta conoce por dependen del mismo. Así pues el que
la divina revelación todo lo que puede conoce perfectamente el principio según
conocerse proféticamente : porque se dice toda su virtud, conoce á la vez todas las
(Amos, 3 , 7 ) , no hará el Señor Dios cosas que se conocen por medio de aquel
palabra alguna, sin haber revelado su principio: mas, ignorando el principio
secreto á sus siervos los profetas ; y todo común, ó solo en común (2) aprendido,
lo que se revela proféticamente son pala- no hay necesidad de conocer al mismo
bras hechas por Dios. Luego no hay tiempo todas las que encierra; sino que
ninguna de ellas, que no sea revelada al es preciso que sean manifestadas per se
profeta. cada una de estas cosas, y por consi-
2.° Das obras de Dios son perfectas, guiente algunas de ellas pueden cono-
como se dice (Deut. 3 2 , 4 ) ; y la profe- cerse y otras no. Por el principio de las
cía es una revelación divina, según lo di- cosas, que se manifiestan proféticamente
cho (a. 3). Luego es perfecta: y no lo se- por la luz divina, es la misma verdad pri-
ría, si todas las cosas que pueden ser mera, que los profetas no ven en sí mis-
(1) La palabra profecía seg-un su etimología griega equivale y como confusamente pueden así conocerse los hechos parti-
propiamente á la latina praidictio. culares, no siendo especial é individualmente manifiestos.
(2) Es decir en un concepto ó de u n m n i l o vago y universal
CUESTIÓN CLXXI. — ARTÍCULOS IV Y V. 7

ma: y por tanto no es menester que co- como dice San Jerónimo (Pelagius, ex-
nozcan todas las cosas profetizables; sino posit. Symb. ad Damas.); y se manda á
que cada uno de los profetas conoce de los profetas (Jerem. 2 3 , 28), el profeta
ellas algunas; según la revelación espe- que tiene sueño cuente el sueño, y el que
cial de esta 6 aquella cosa. tiene mi palabra hable mi palabra con
Al argumento 1.° diremos, que el Se- verdad. Luego el profeta puede discernir
ñor revela á los profetas (1) todas las qué tiene por espíritu de profecía de lo
cosas, que son necesarias ala instrucción que ve de otro modo.
del pueblo fiel; mas no todas á todos, 3.° Mayor es la certeza, que se ad-
sino unas á unos y otras á otros". quiere por la divina luz, que la que se
Al 2:° que la profecía es como algo tiene por la luz de la razón natural; y
imperfecto en el género de la divina re- por la luz de la razón natural el que
velación; por lo. cual se dice (i Cor. 13, 8)tiene la ciencia sabe de cierto que la tie-
que « las profecías no existirán mási>, y ne : luego el que tiene la profecía por la
que en parte profetizamos, esto es, imper- luz divina está mucho más cierto de que
fectamente. Mas la perfección de la di- la tiene.
vina revelación tendrá lugar en la patria; Por el contrario, dice San Gregorio
por lo cual se añade: cuando viniere lo (sup. Ezech. hom. 1) : « debe saberse que
que es perfecto, abolido será lo que es en » algunas veces los santos profetas, cuan-
parte. No es pues necesario que nada » do son consultados, dan ellos mismos,
falte á la profética revelación, sino que B por consecuencia del gran hábito que
nada falte de aquello á que se ordena la »tienen de profetizar, respuestas de su
profecía. » propio espíritu, que creen proceder del
Al 3.° que el que tiene alguna ciencia » espíritu de profecía».
conoce los principios de aquella ciencia, Conclusión. El profeta conoce y sabe
de los que dependen todas las cosas que con plena certidumbre lo que le ha sido
pertenecen á la misma; y por esto el que revelado por Dios [1] en espíritu de pro-
tiene perfectamente el hábito de alguna fecía; mas no siempre [ 2 ] con distinción
ciencia sabe todas las cosas que á ella perfecta entre lo que conoce por espíritu
pertenecen : pero por la profecía no se divino ó por instinto propio.
conoce en sí mismo el principio de los Besponderémos, que la mente del pro-
conocimientos profetizables, que es Dios. feta es instruida por Dios de dos modos:
Luego no hay paridad. 1.° por espresa revelación, 2.° por cierto
instinto muy oculto, « que esperimentan
ARTÍCULO V . — ¿ E I profeta discierne » los entendimientos humanos sin saber-
siempre qué dice por espíritu propio, y qué lo », como dice San Agustín (sup. Gen.
por espíritu de profecía ? ad litt. 1. 2, c. 17). De las cosas pues,
que el profeta conoce espresamente por
l.° Parece que el profeta discierne espíritu de profecía, tiene la mayor cer-
siempre qué es lo que dice por espíritu teza , y tiene por seguro que estas le han
propio, y qué por espíritu de profecía; sido reveladas por Dios; por lo cual se
pues dice San Agustín (Confess. 1. 6, c 13) dice (Jerem. 26, 15), en verdad el Señor
que « su madre decía que ella discernía me envió á vosotros, para que hablase
» no sé por qué sabor, que ella no podía en vuestras orejas todas estas palabras:
» esplicar con las palabras la diferencia de otra manera, si el profeta no tuviese
» que había entre la revelación de Dios por sí mismo certeza de esto, la fe que
» y los sueños de su alma». Pero la pro- se apoya en las palabras de los profe-
fecía es la revelación divina, como queda tas no sería cierta; y podemos acep-
dicho (a. 3). Luego el profeta discierne tar como prueba de la certeza profética
siempre lo que dice por espíritu de profe- la acción de Abraham, que advertido en
cía de lo que habla por espíritu propio. visión profética se preparó á sacrificar á
2.° «Dios no manda algo imposible», su hijo unigénito, lo cual de ningún modo
(1) El pasaje aducido en el argumento se refiere á los cas- por las exhortaciones de los profetas, escitándolo á peni-
tigos públicos ó comunes, que Dios en su benigna miseri- tencia.
- cordia no suele imponer al pueblo, sin prevenirle de antemano
8 CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULOS V Y VI.

hubiera hecho, si no hubiera estado segu- ñor tuvo misericordia acerca del mal que
rísimo de la revelación divina. Mas res- había dicho les haría, y no lo hizo. Luego
pecto á las que conoce por instinto su- en la profecía puede hallarse lo falso.
cede algunas veces que no puede discer- 3.° Detoda (proposición) condicional,
nir plenamente, si las pensó por alguna cuyo antecedente es necesario en abso-
inspiración divina ó por el espíritu pro- luto, el consecuente lo es igualmente :
pio : y no todas las cosas que conocemos puesto que el consecuente en la condicio-
por inspiración de Dios se nos manifies- nal es al antecedente como la conclu-
tan bajo la certeza profética, pues tal sión á las premisas en el silogismo ; y en
instinto es cosa algo imperfecta en el gé- el silogismo no se puede deducir lo nece-
nero de la profecía ; que es como deben sario sino de proposiciones necesarias,
entenderse las palabras de San Gregorio. como se prueba (Posterior. 1. 1, t. 17):
Sin embargo, para que no pueda resultar pero, si la profecía no puede contener lo
de esto algún error, « los profetas son falso, esta condicional, « si una cosa ha
» inmediatamente corregidos por el Espí- » sido profetizada, sucederá», es necesa-
3> ritu Santo, que les hace conocer la ver- riamente verdadera. El antecedente de
» dad, y se reprenden á sí mismos (1) de esta condicional es necesario en absoluto,
» haber dicho algo falso », como añade el puesto que es del pasado. Luego también
mismo Santo (ibid.). la consecuencia será necesaria absoluta-
Con lo cual quedan contestados todos mente : lo cual repugna, puesto que en-
los argumentos propuestos, pues los pri- tonces la profecía no sería de los contin-
meros se fundan en las cosas que son re- gentes ; por lo cual es falso que la profe-
veladas por espíritu profético. cía no pueda contener lo falso.
Por el c o n t r a r i o , dice Casiodoro
A R T Í C U L O VI. — ¿ l a s c o s a s , q u e s o n (Prolog, in Ps. c. 1) que ala profecía es
conocidas ó anunciadas proféticnnieute, pue- »la inspiración ó revelación divina, que
den ser falsas (2)? »anuncia los acontecimientos con ver-
» dad inmutable »; y no sería inmutable
l.° Parece que las cosas, que se cono- esta verdad de la profecía, si en ella
cen ó anuncian proféticamente, pueden pudiera contenerse lo falso. Luego no
ser falsas : porque la profecía es de los puede contenerlo.
futuros contingentes, según lo dicho (a. 3); Conclusión. Lo falso no puede ser ob-
mas estos pueden no verificarse, pues de jeto de la. profecía.
lo contrario acaecerían necesariamente. Besponderémos que, según resulta evi-
Luego en la profecía puede haber fal- dente de lo dicho (a. 1, 3 y 5 ) , la profe-
sedad. cía es cierto conocimiento impreso en el
2.° Isaías presagió proféticamente á entendimiento del profeta por revelación
Ezequías diciendo, dispon de tu casa, divina á modo de cierta enseñanza ; y la
porque mprirás tú y no vivirás; y sin verdad del conocimiento es la misma en
embargo su vida duró después quince el discípulo y en el que enseña, puesto
años más, como consta ( i v Reg. 2 0 , 7) que el conocimiento del que aprende es
é (Is. 38, 1). Asimismo el Señor dice la semejanza del conocimiento del que
(Jerem. 18, 7), dice el Señor : de repente enseña, como también en las cosas natu-
hablaré contra una nación y contra un rales la forma del engendrado es cierta
reino, para desarraigarlo y destruirlo y semejanza de la forma del que engendra:
esterminarlo ; (v. 8) si aquella nación se y en este concepto dice San Jerónimo
arrepintiere de su mal, de que yo la he (implic. super illud Dan. 2 , respondentes
reprendido, yo también me arrepentiré ergo chaldmi) <r que la profecía es cierto
del mal que he pensado hacer contra ella. » signo de la divina presciencia ». Es pre-
Y esto se ve en el ejemplo de los ninivi- ciso pues que sea la misma la verdad del
tas, según aquello (Jonás, 3 , 1 0 ) , el Se- conocimiento y enunciación profética, que

(1J Como se y e en lo anunciado por el profeta Natán á los saducéos que « debían despreciarse y no merecen crédito
David respecto de la edificación del templo (n Reg. 7). alguno los dichos de los profetas». Claro es que en tan erró-
(2)-Los herejes llamados apclilas pretendían « ser de todo neos supuestos la verdad (le las divinas revelaciones queda
punto falsas las profecías, como contradictorias entre sí » ; y destituida del más poderoso fundamento de su demostración;
CUESTIÓN CLXXI.—ARTÍCULO VI. 9

proviene del conocimiento divino, en el aquello (Is. 7, 14), hé aquí que una vir-
que es imposible se halle lo falso según lo gen concebirá; pero otras la revelación
dicho (P. 1. , C, 14, a. 13 y 15; y C. 16,
a
profética es la semejanza impresa de la
a. 8). Luego en la profecía no puede ha- divina presciencia, según que conoce el
llarse lo falso. orden de las causas con sus efectos, y
Al argumento 1.° diremos, que según entonces á veces el acontecimiento su-
lo dicho ( P . 1. , C. 22, a. 4) la certeza
a
cede de otro modo que se ha profetiza-
de la divina presciencia no escluye la con- do, sin que la profecía sea falsa por esto:
tingencia de los futuros singulares; puesto porque el sentido de la profecía es que la
que se refiere á ellos, según que están pre- disposición de las causas inferiores ya de
sentes y determinados de antemano posi- los actos naturales ya de los actos huma-
tivamente : y por esto también la profe- nos es tal-, que debe resultar en efecto lo
cía, que es la semejanza impresa ó signo que se predice. En este sentido se entien-
de la presciencia divina, no escluye la den aquellas palabras (Is. 38, 1), mori-
contingencia de los futuros por su verdad rás y no vivirás, esto es, la disposición
inmutable (1). de tu cuerpo se ordena á la muerte; y lo
Al 2.° que la presciencia divina mira á que se dice (Jon. 3 , 4), aún cuarenta
las cosas futuras en dos conceptos : 1.° dias y Nínive será destruida, es -decir,
como son en sí mismas, esto es, en cuanto sus méritos exigen que sea destruida. Se
le están presentes; y 2.° según, que exis- dice metafóricamente que Dios se arre-
ten en sus causas, es decir, en cuanto ve piente, en cuanto, aunque no cambia
el orden de las causas á sus efectos. Y, su designio, cambia sin embargo la sen-
aunque los futuros contingentes, según que tencia, al modo del que se arrepiente (2).
existen en sí mismos, sean determina- Al 3.° que, siendo una misma la ver-
dos; sin embargo, según que existen en dad de la profecía y la de la presciencia
sus causas, no son determinados hasta el divina, como se ha dicho; de este modo
punto de no poder suceder de otra ma- aquella condicional, « si algo ha sido pre-
nera : y, si bien este doble conocimiento » dicho, sucederá », es verdadera, como
está siempre unido en el entendimiento esta otra, « si una cosa ha sido prevista,
divino; no lo está sin embargo siempre en » sucederá »; porque en una y otra es im-
la revelación profética, puesto que la im- posible que el antecedente no exista.
presión del agente no siempre se iguala Luego el consecuente es necesario, no
á su virtud. Por consiguiente la revela- según que es futuro respecto á nosotros,
ción profética es á veces una semejanza sino en tanto que se le considera en su
impresa de la divina presciencia, según presente, según que está"sometido á la
que tiene por objeto los futuros contin- presciencia divina, como se ha dicho ( P .
gentes en sí mismos, y entonces suceden 1. , C. 14, a. 13, al 2.°) (3).
a

tal como han sido profetizados, como

(1) Los futuros contingentes se realizan fy no puédemenos dónales, debiendo entenderse no habrán de realizarse sin la
de suceder así en sentido compuesto, aunque sí en absoluto) condición insinuada en ellas, como en la de Tíínive si sus habí-
según se hallan previamente en la presciencia y providencia tantes no hicieren penitencia.
divinas. (S) Puede también consultarse la C. i 10, a. 3 , de esta misma
(2) Estas y semejantes profecías son propiamente condi. Parte 2. -*2.<e,
a
CUESTIÓN CLXXII.
Causa de la profecía.

1.° La profecía es natural?—2,° Proviene de Dios por mediación de los ángeles? — 3 . ° Se requiere
para la profecía disposición natural ? — <i.° Se requiere la bondad de costumbres? — 5 . ° Hay alguna
profecía de los demonios? — 6.° Los profetas de ios demonios dicen alguna vez lo verdadero?

ARTÍCULO I . — t a profecía puede ser sobre lo cual tiene lugar la profecía. La


natural ¥ (1) profecía es por lo tanto natural.
4.° Dícese (Prov. 29, 18), cuando fal-
1.° Parece que la profecía puede ser na- tare la profecía, será disipado el pueblo;
tural : porque dice San Gregorio (Dialog. por lo que es notorio que la profecía es
1. 4 , c. 26) que « á veces la fuerza misma necesaria para la conservación de los hom-
» de las almas prevé algo por su propia bres. Es así que la naturaleza no falta en
» perspicacia »; y San Agustín (sup. Gen. las cosas necesarias. Luego parece que la
ad litt. 1. 12, c. 13) que «compete al profecía proviene de la naturaleza.
»alma humana prever las cosas futu- Por el contrario, dícese ( n Petr. 1,
»ras, según que se abstrae de los senti- 21) : porque en ningún tiempo fue dada
» dos corporales ». Mas esto pertenece á la profecía por voluntad de hombre, mas
la profecía. Luego el alma puede natu- los hombres santos de Dios hablaron
ralmente profetizar. siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2.° El conocimiento del alma humana Luego la profecía no proviene de la na-
es más perfecto durante la vigilia que en turaleza, sino del don del Espíritu
el sueño; y no obstante-algunos dur- Santo.
miendo prevén naturalmente algunos fu- Conclusión. La profecía propia y
turos, como consta por el Filósofo (De absolutamente dicha no es asequible por
somno et vig. ó De divinat. per somn. la naturaleza, y sí únicamente por di-
c. 2 ) : luego mucho más puede el hombre vina revelación.
preconocer naturalmente las cosas fu- Responderemos, que según lo dicho
turas. ( C . 171, a. 6., al 2.°) el preconoci-
3.° El hombre según su naturaleza es miento profético puede tener por objeto
más perfecto que los animales brutos, lo futuro de dos modos : 1.° según que
algunos de los cuales tienen preconoci- existe en sí mismo, y 2.° cual existe en
miento de lo futuro perteneciente á ellos: sus causas. El conocer de antemano lo
como las hormigas preconocen las lluvias futuro, según que existe en sí mismo, es
futuras, lo cual es notorio, porque antes propio del entendimiento divino, á cuya
de la lluvia comienzan á reponer los gra- eternidad todas las cosas están presentes,
nos en su hormiguero; é igualmente los según lo dicho ( P . 1. , C. 14, a. 12);
a

peces las tempestades futuras, lo que se y portante tal precono cimiento de los fu-
ve por sus movimientos, alejándose del turos no puede provenir de la naturaleza,
sitio de la tormenta. Luego mucho más sino solamente de la revelación divina.
pueden los hombres preconocer natural^ Mas los futuros pueden ser preconocidos
mente lo futuro perteneciente á ellos, y en sus causas por conocimiento natural
aun por el hombre ; como el médico pre-
(1J Contra el error de Averróes y Algazel, según los
conoce la salud ó la muerte futuras en
cuales «la profecía es natural ». algunas causas, cuyo orden con sus efec-
CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULO I. 11

tos tiene ya conocido por la esperiencia; profecía tomada en absoluto no puede


y tal conocimiento de los futuros puede provenir de la naturaleza, sino sola-
entenderse que existe naturalmente en el mente de la revelación divina (1).
hombre de dos modos: 1.° en cuanto el Al argumento 1.° diremos que, cuando
alma tiene de sí el poder conocer los el alma se abstrae de las cosas corpora-
futuros inmediatamente ; y de este modo, les , se hace más apta para recibir el in-
como dice San Agustín (sup. Geu. ad flujo de las sustancias espirituales, y tam-
litt. 1. 12, c. 13), «algunos pretendie- bién para percibirlos movimientos sutiles,
» ron que el alma humana tenía cierta que quedan en la imaginación humana
» virtud de adivinación en sí misma » , lo de las impresiones de las causas natura-
cual parece ser conforme á la opinión de les , de cuya percepción es impedida,
Platón, que supuso (Dialog. 6, De re- cuando se halla ocupada en las cosas
publ.) que las almas tienen conocimiento sensibles; y por esto dice San Gregorio
de todas las cosas por participación de (ibid.) que « el alma, al acercarse á la
las ideas : pero este conocimiento se anu- » muerte, preconoce algunas cosas futu-
bla en ellas por su uuion al cuerpo, en » ras por la sutileza de su naturaleza»,
unas sin embargo más y en otras menos esto es, según que entonces percibe áuu
según la diversa pureza del cuerpo; y las más pequeñas impresiones: ó también
según esto podría decirse que los hom- conoce las cosas futuras por revelación
bres , que tienen almas no muy oscureci- angélica, mas no por su propia virtud;
das por la unión de los cuerpos, pueden puesto que, como dice San Agustín (sup.
preconocer tales futuros según su propia Gen. adlitt. 1. 12, c. 13), « s i esto fuese
ciencia. Contra esta opinión arguye San » así, estaría en su poder conocer las co-
Agustín (ibid.) « ¿ porqué el alma no » sas futuras, cuando quisiere », lo cual
» puede tener siempre la fuerza de adi- consta ser falso.
» vinacion, queriéndolo siempre ? » Y, Al 2.° que el conocimiento de los futu-
puesto que parece ser más exacto que el ros , que tiene lugar en los sueños, es ó
alma adquiere el conocimiento de las co- por revelación de las sustancias espiri-
sas sensibles según el parecer de Aristó- tuales ó por causa corporal, como se ha
teles , como se ha dicho (P. 1. , C. 84,
a
dicho (C. 95, a. 6) al tratar de las adivi-
a. 3 , 6 y 7 ) ; vale más decir que los hom- naciones. Ambas pueden producirse me-
bres no tienen el preconocimiento de los jor en los que duermen que en los que ve-
tales futuros, sino que pueden adquirirlo lan ; puesto que el alma del despierto está
por medio de la esperiencia, en la que ocupada en las cosas sensibles esteriores,
son ayudados por la disposición natural, por lo cual puede recibir menos las suti-
según que en el hombre se halla la per- les impresiones ya de las sustancias espi-
fección de la virtud imaginativa y la cla- rituales ya también de las causas natura-
ridad de la inteligencia. Sin embargo les. Sin embargo en cuanto á la perfec-
este preconocimiento de los futuros di- ción del juicio la razón es más vigorosa
fiere del primero, que se tiene por reve- en la vigilia que en el sueño.
lación divina, de dos modos: 1.° porque Al 3.° que tampoco los animales brutos
el primero puede ser de cualesquiera su- tienen preconocimiento de los futuros su-
cesos y es infalible; y este preconoci- cesos, Bino en cuanto son previamente
miento , que puede tenerse naturalmente, conocidos en sus causas, por las que su
es sobre ciertos efectos, á los cuales fantasía es movida más que la de los
puede estenderse la esperiencia humana; hombres, porque la de estos sobre todo
2.° porque la primera profecía es según la en la vigilia está más dispuesta según la
verdad inmóvil; mas no la segunda, sino razón que según la impresión de las cau-
que puede ser sobre lo falso. El conoci- sas naturales. La razón obra en el hom-
miento primero pertenece propiamente á bre mucho más abundantemente lo que
la profecía, no el segundo ; porque, como en los brutos la impresión de las causas
se ha dicho (C. 171, a. 1), el conoci- naturales; y aún más ayuda al hombre
miento profético es de aquellas cosas,
que esceden naturalmente al conocimiento (1} De donde se infiere que la predicción de sucesos con-
tingentes y especialmente libres constituye en el que la hace
humano. Y por esto debe decirse que la por sí mismo verdadera y concluyente prueba de divinidad.
12 CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULOS I T II.

la gracia divina inspirando las profecías. los ángeles medianeros entre Dios y los
Al 4.° que la luz profética se estiende hombres, como más participantes que
también á la dirección de los actos hu­ estos de la perfección de la bondad divi­
manos ; y según esto la profecía es nece­ na; por esta razón las iluminaciones y
saria para el gobierno del pueblo, y prin­ revelaciones divinas son transmitidas de
cipalmente en orden al culto divino, para Dios á los hombres por medio de los án­
el que no basta la naturaleza, sino que se geles; y el conocimiento profético tiene
requiere la gracia. lugar por la iluminación y revelación di­
vina. Luego es evidente que se hace por
medio de los ángeles.
A R T Í C U L O II. ­— b a revelación profé­
Al argumento 1.° diremos, que la cari­
tica s e h a c e por medio de ios á n g e l e s ?
dad, según la que el hombre se hace
amigo de Dios, es una perfección de la
l.° Parece que la revelación profética voluntad, sobre la que solo Dios puede
no se hace por medio de los ángeles: obrar; pero la profecía es la perfección
porque se dice ( Sap. 7 , 2 7 ) que la sabi­ del entendimiento, en el cual aun el án­
duría de Dios se difunde en las almas gel puede influir, según lo dicho ( P. 1. , a

santas, y forma amigos de Dios y pro­ C. 111, a. 1 ) : y por tanto no hay seme­
fetas; y constituye amigos de Dios in­ janza entre una y otra.
mediatamente. Luego también forma Al 2° que las gracias gratis­datas se
profetas inmediatamente sin mediación atribuyen al E spíritu Santo, como á pri­
de ­los ángeles. mer principio; el cual sin embargo obra
2° La profecía se cuenta .entre las semejante gracia en los hombres mediante
gracias gratis­datas ; y estas provienen el ministerio de los ángeles.
del E spíritu Santo, según aquello (i Cor. Al 3.° que la operación del instru­
1 2 , 4 ) , hay repartimiento de gracias, mento se atribuye al agente principal, en
mas uno mismo es el Espíritu. Luego la cuya virtud obra el instrumento. Y , puesto
revelación profética no se hace mediante que el ministro es como el instrumento;
el ángel. hé aquí porqué la revelación profética,
3.° Dice Casiodoro (in Prol. sup. Ps. que se hace por ministerio de los ánge­
с. 1) que « la profecía es una revelación les, se dice ser divina.
« divina в ; y, si esta se hiciera por me­
dio de los ángeles, se diría revelación A R T Í C U L O I I I . — Se requiere para la
angélica. Luego la profecía no se hace profecía la disposición natural ? (1)
por medio de los ángeles.
Por el contrario, dice San Dionisio (De 1.° Parece que se requiere para la pro­
cosiest, hier. c. 4 ) : «nuestros gloriosos fecía la disposición natural : porque la
» padres han recibido las visiones divi­ profecía es recibida por el profeta según
в ñas por mediación de las virtudes ce­ la disposición del recipiente, puesto que
в lestes»; y habla allí de las visiones sobre aquello (Amos, 12), Dominus de
proféticas. Luego la revelación profética Sion rugiet, dice la Glosa de San Jeró­
se hace por mediación de los ángeles. nimo (ord.): «es natural que todos los
Conclusion. El conocimiento prof ético B que quieren comparar una cosa con otra
se obtiene por mediación de los ángeles. B tomen de ellas las comparaciones que
Besponderemos que, como dice el Após­ B han esperimentado, y en las que han
tol ( Н о т . 13, 1 ) , las cosas que provie­ sido educados », v. gr. los navegantes com­
nen de Dios son ordenadas ; y el orden paran sus enemigos á los vientos y su
de la divinidad requiere, según dice San daño al naufragio. Así también Amos,
Dionisio (ibid.), que los seres ínfimos sean que fue pastor de ganado, asimila el te­
regidos por los intermedios: siendo pues mor de Dios al rugido del león. Pero lo

(1) Confútase aquí la herética doctrina de Rabí Moisés, de que entre los judíos había ciertas escuelas de profetas como
que « el hombre puede disponerse sufi­cíentetuente á la gracia preparatorias ó predispositivas á la subsiguiente elección
»de la profecía, y que Dios no elige para profeta indistinta­ divina ; pero no lo es menos que frecuenlísimamente infun­
n mente á cualquiera, sino precisamente á quien por sus día Dios BU espíritu profético á hombres rudos y sencillos sin
" medios naturales se halle preparado a ella n. E s bien sabido tal predisposición,
CUESTIÓN CI.XXII. — ARTÍCULOS III Y IV. 13

que es recibido en alguno á modo de re- así como Dios, que es causa universal en
cipiente, requiere disposición natural. el obrar, no preexige disposición alguna
Luego la profecía requiere disposición de materia en los efectos corporales,
natural. sino que puede producir á la vez lá~ma-
2.° La profecía es especulación más teria y la disposición y la forma; así
elevada que la déla ciencia adquirida; y también en los efectos espirituales no
la indisposición natural impide la espe- preexige disposición alguna; sino que
culación de la ciencia adquirida, pues, puede simultáneamente producir con el
muchos por indisposición natural no pue- efecto espiritual la disposición consi-
den llegar á adquirir las ciencias especu- guiente, cual se requiere según el orden
lativas. Luego mucho más se requiere de la naturaleza. Y ademas podría tam-
para la contemplación profética. bién producir ala vez por creación el su-
3.° La indisposición natural es mayor jeto mismo, esto es, el alma, y disponerla
obstáculo que el impedimento accidental; en su misma creación á la profecía, dán-
y por algo accidental que sobreviene se dole la gracia profética.
impide la especulación de la profecía, Al argumento 1.° diremos, que es indi-
pues dice San Jerónimo (super Matth.) (1) ferente á la profecía que se empleen ta-
que «en el tiempo, en que se verifican les ó cuales imágenes para espresarla (3);
» actos conyugales, no será dada la pre- y por lo tanto la operación divina no
B sencia del Espíritu Santo, aunque el cambia al hombre en este concepto, sino
B que cumpla el deber de la generación que la virtud divina remueve lo que acaso
B parezca ser profeta B. Luego mucho repugna á la profecía.
más la indisposición natural impide la Al 2.° que la especulación de la cien-
profecía; y así parece que se requiere cia resulta de causa natural; y la natu-
para la profecía la buena disposición na- raleza no puede obrar sin una disposición
tural. precedente en la materia: lo que no debe
Por el contrario, dice San Grego- decirse de Dios, que es la causa de la
rio (in hom. Pentecost. 30 in Evang): profecía.
»llena (el Espíritu Santo) al niño que Al 3.° que, si no se removiera alguna
» toca la cítara y lo hace, salmista; llena indisposición natural, podría impedir la
» á un pastor vaquero ocupado en sajar si- revelación profética, v. g. si alguno estu-
B cómoros y le hace profeta (2)». Luego viese destituido totalmente del sentido
no se requiere alguna disposición prece- natural ; como también es alguno impe-
dente-para la profecía, sino que depende dido del acto de profetizar por alguna
de sola la voluntad del Espíritu Santo, pasión vehemente de ira ó de concupis-
de quien se dice ( i Cor. 12, 11): todas cencia, cual es la del acto carnal, ó por
estas cosas obra un solo y mismo Espíri- cualquiera alguna otra pasión. Pero la
tu , repartiendo á cada uno como quiere. virtud divina, que es causa de la profe-
Conclusión. Dios en sus efectos espi- cía , remueve tal indisposición natural.
rituales y por consiguiente para la comu-
nicación del espíritu de profecía no ha ARTÍCULO I V . — Se requiere la bondad
menester predisposición alguna de la ma- de las costumbres para la profecía? (4)
teria, ni aun sujeto recipiente, pudiendo
infundirlo en el alma al crearla. 1.° Parece requerirse la bondad de
Besponderemos, que según lo dicho costumbres para la profecía: porque se
(a. 1) la profecía en su sentido verda- dice (Sap. 7, 27) que la sabiduría de Dios
dero y absoluto proviene de la inspira- se difunde por las naciones en las almas
ción divina ; pues la que resulta de causa santas y forma amigos de Dios y profe-
natural no se dice profecía sino secundum tas. Pero la santidad no puede existir sin
quid. Debe sin embargo considerarse que, la bondad de las costumbres y la gracia

(1) Orígenes, (liom. 6 in ¡Víím.'); si bien en San Jerónimo oráculos ó revelaciones recibidas de Dios.
(cpisi. 11 ad Ageruch.) se halla algo parecido. (i) Los ejemplos de Balaam y Caifas, que seguramente no
(2) Alude manifiestamente á David y Amos. eran santos y sin embargo hablaron inspirados como profeta s

(3) Asi quo comunmente los profetas emplean su propio (iYítm. 22, y Joami. II, 59), bastarían á justificar la doctrina
lenguaje y estilo personales en la manifestación de sus del Santo en este puntò.
14 CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULO IV.

santificante. Luego la profecía no puede por lo cual dice San Agustín (De Trin.
existir sin estas dos cosas. 1. 14, c. 18): «si el Espíritu-Santo no
2.? Los secretos no se revelan sino á » concede á uno el hacerle amador de
los amigos, según aquello (Joan. 15, 15), » Dios y del prójimo, no pasa de la iz-
mas á vosotros os he llamado amigos, » quierda á la derecha ». Por consiguiente
porque os he hecho conocer todas las cosas todo lo que puede existir sin caridad pue-
que he oido de mi Padre: y, puesto que de también existir sin la gracia santifi-
Dios revela á los profetas sus secretos, cante , y por tanto sin bondad de cos-
como se dice (Amos, 3) ; parece que los tumbres. La profecía empero puede
profetas son amigos de Dios, lo cual no existir sin la caridad, lo cual es notorio
puede tener lugar sin la caridad. Por lo por dos razones : 1. por el acto de am-
a

tanto parece que la profecía no puede bas ; porque la profecía pertenece al en-
existir sin la caridad, la que no existe sin tendimiento, cuyo acto precede al de la
la gracia santificante. voluntad, que la caridad perfecciona; por
3.° Dícese (Matth. 7, 15), guardaos cuya razón el Apóstol (i Cor. 13) con-
de los falsos profetas, que vienen á vos- numera la profecía entre las demás cosas
otros con vestidos de oveja, y dentro son pertenecientes al entendimiento, que
lobos robadores. Pero todos los que están pueden poseerse sin caridad ; 2.° del fin
sin gracia parecen ser interiormente lobos de ambas, porque la profecía es dada
rapaces. Luego todos son falsos profetas; para utilidad de la Iglesia , como las de-
y de consiguiente ninguno es verdadero mas gracias, gratis-datas, según aquello
profeta, sino el que es bueno por la (i Cor. 12, 7 ) , á cada uno es dada la ma-
nifestación del Espíritu para provecho;
gracia.
mas no se ordena directamente á que el
4.° Dice el Filósofo (De somn. et vig.
afecto del mismo profeta se una á Dios,
lib. De divinat. per somn.) que, « si la á lo que se ordena la caridad : y por esto
»adivinación por sueños proviene de la profecía puede existir sin la bondad de
» Dios, es inconveniente el otorgarla á costumbres en cuanto á la propia raíz de
» cualquiera y no á los varones mejores ». esta bondad. Pero, si consideramos la bon-
Constando pues que el don de profecía dad de las costumbres según las pasiones
proviene de Dios, sigúese que no se da del alma y las acciones esternas, en tal
sino á los varones mejores. caso es impedido alguno en la profecía
Por él contrario, (Matth. 7, 22) álos por la malicia de sus costumbres ; porque
que habían dicho, Señor ¿pues no pro- para la profecía se requiere la mayor
fetizamos en tu nombre ? se responde: elevación de la mente á la contemplación
nunca os conocí; mas el Señor conoce á espiritual , que en verdad es impedida
los que so?i suyos, como se dice ( n Tim. por la vehemencia de las pasiones y la
2 , 19). Luego la profecía puede existir desordenada ocupación en cosas este-
en los que no son de Dios por la gracia. riores : por lo cual se lee también de los
Conclusión. Puede la profecía existir hijos de los profetas (iv Reg. 4) que
en quien carece de bondad de costumbres habitaban juntamente con Eliséo, como
en cuanto á la raíz primaria de la bon- haciendo vida solitaria, para no ser im-
dad , que es la caridad ; si bien las malas pedidos en el don de la profecía por las
pasiones y operaciones de algún modo la ocupaciones del mundo (1).
escluyen ó impiden.
Responderemos, que la bondad de las Al argumento 1.° diremos, que á veces
costumbres puede considerarse en dos se da al hombre el don de la profecía, ya
conceptos: 1.° según su raíz interior, que por utilidad de otros, ya para la ilustra-
es la gracia santificante ; 2.° en cuanto á ción de la propia mente : y estos son
las pasiones interiores del alma y accio- aquellos, á cuyas almas transfiriéndose
nes esteriores. Mas la gracia santificante la sabiduría divina por la gracia santifi-
se da principalmente, para que el alma cante, los constituye en amigos de Dios
del hombre se una á Dios por la caridad; y profetas. Mas otros consiguen el don

(l)Así la prol'ecia como las demás gracias gratis-datas, que por cuya razón sin esta y aun con muchos y acaso enormes
se conceden para editicacion y en provecho de otros, no supo- vicios ó pecados puede uno ser profeta, como igualmente
nen la gracia santificante como necesaria en el agraciado ; doctor ó predicador, sacerdote ó ministro sacro.
CUESTIÓN CLXXII. — ARTÍCULOS IV Y V . 15

de profecía solo para utilidad de otros, los vino. Luego ninguna profecía puede pro-
cuales son como los instrumentos de la venir del demonio.
operación divina ; por lo cual San Jeró- 2.° Para el conocimiento profético se
nimo dice sobre aquello (Matth. 7) ¿pues requiere alguna iluminación, según se ha
no profetizamos en tu nombre ? « el pro- dicho (C. 171, a. 2) ; y los demonios no
B fetizar, hacer milagros y lanzar los de- iluminan el entendimiento humano, se-
» monios no es á veces del mérito del gún lo espuesto (C. 109,a 3). Luego nin-
B que obra, sino que hace esto ya por guna profecía puede provenir de los de-
» invocación del nombre de Cristo, ó se monios.
B le concede para condenación de los que 3.° No es eficaz el signo que se refiere
B invocan, y utilidad de los que ven también á los contrarios. Pero la profecía
B y oyen, B es signo de la confirmación de la fe ; por
Al 2.° que San Gregorio (Hom. 27 in lo cual sobre aquello (Rom. 12), sive pro-
Evang.) esplicando aquel pasaje, dice: phetiam secundum rationem fidei, dice la
« cuando amamos los secretos del cielo, Glosa (ord. Ambr.) : « advierte que en la
B que hemos aprendido ,ya los conocemos; B enumeración de las gracias comienza
B porque el amor mismo es el conocimien- B por la profecía, que es la primera prueba
B to. Les dio á conocer todas las cosas, B de que nuestra fe es razonable ; puesto
B porque separados de los deseos terre- B que los creyentes, recibido el Espíritu
B nales obraban inflamados en el fuego s> Santo, profetizaban ». Luego la profe-
B del amor más abrasador ». Y de este cía no puede ser dada por los demonios.
modo no siempre se revelan los secretos Por el contrario, dícese ( n i Reg. 18,
divinos á los profetas. 19): congrega delante de mí á todo Is-
Al 3.° que no todos los malos son lo- rael en el monte Carmelo, y á los cua-
bos rapaces, sino solo aquellos que tie- trocientos y cincuenta, profetas de Baal,
nen intención de dañar á otros ; pues dice y los cuatrocientos profetas de los bos-
el Crisóstomo (super. Matth. hom. 19 in ques, que comen de la mesa de Jezabel.
Oper. imperf.) que « los católicos docto- Mas estos tales eran adoradores de los
B res, aunque sean pecadores, se dicen demonios. Luego parece también que al-
» siervos de la carne ; mas no lobos rapa- guna profecía proviene de los demonios.
B ees, porque no tienen el propósito de Conclusión. La profecía propia y ab-
B perder á los cristianos B. Y , puesto que solutamente tal solo puede hacerse por
la profecía se ordena á la utilidad de revelación divina, si bien puede en algún
otros, es evidente que los tales son falsos modo decirse profecía esa misma revela-
profetas ( 1 ) , porque no han sido man- ción hecha por medio de los demonios.
dados por Dios para esto. Responderemos que, según se ha di-
Al 4.° que los dones divinos no se dan cho (C. 171, a. 1), la profecía importa
siempre á los mejores en absoluto, sino á cierto conocimiento, que existe lejos del
veces á los que son mejores en cuanto á conocimiento humano. Es empero evi-
la perfección de tal don. A s í pues Dios dente que el entendimiento de un orden
da el don de profecía á aquellos, á quie- superior puede conocer algunas cosas, que
nes juzga más conveniente darlo. están distantes del conocimiento de un
entendimiento inferior. Sobre el entendi-
ARTÍCULO V. — Alguna profecía pro- miento humano está, no solo el divino,
viene de los demonios? (2) sino también el de los ángeles buenos y
malos según el orden de la naturaleza;
1.° Parece que ninguna profecía pro- y por esto los demonios conocen también
viene de los demonios : porque la profe- por su natural conocimiento cosas , que
cía es la revelación divina, como dice están lejos del conocimiento humano, y
Casiodoro (in Prolog, sup. c. 1). Pero que pueden revelar á los hombres. Pero
lo que se hace por el demonio no es di- hay cosas, que sobre todo y en absoluto
(t) Entendiéndose tales, no solamente los que presagian (2) Parece indudable s e g ú n el testimonio de los antiguo^
lalsedades, que no alcanzan su cumplimiento, sino también y escritores y SS. PP. que los demonios pronunciaran ciertos
aun principalmente los que con sus predicciones falsas ó ver- oráculos de carácter profético, los cuales no obstante bien
daderas ó con sus doctrinas intentan seducir ó perder las examinados resulta no haber sido profecías propiamente
alma-;, induciéndolas á error ó á prevaricación. dichas.
16 CUESTIÓN CLXXII.—ARTÍCULOS V Y VI.

están lejanas de nuestro conocimiento , y monios nunca predicen lo verdadero: por-


que solo Dios las conoce : y así la profe- que dice San Ambrosio (3) sobre aque-
cía tomada en su sentido propio y abso- llo (i Cor. 12), nemo potest dicere verum,
luto tiene lugar por sola la revelación que «toda verdad, dígase por cualquiera,
divina; mas la revelación misma hecha proviene del Espíritu Santo. Pero los
por los demonios puede decirse profecía profetas de los demonios no hablan por el
secundum quid. Por consiguiente aquellos, Espíritu Santo ; puesto que no hay con-
á quienes es revelado algo por los demo- cordia entre Cristo y Belial, como se
nios, no se dicen en la Escritura profe- dice ( n Cor. 6, 15). Luego parece que
tas en absoluto, sino con algún adita- los tales nunca presagian la verdad.
mento, v. gr. falsos profetas ó profetas •2.° Como los verdaderos profetas son
de los ídolos. Por lo cual dice San Agus- inspirados por el espíritu de la verdad,
tín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 19) : así los profetas de los demonios por el
« cuando el espíritu malo se apodera del espíritu de mentira, según aquello ( n i
B hombre para esto (para hacerle ver el Reg. ult. 22), saldré, y seré un espíritu
» porvenir), hace ó endemoniados ó po- mentiroso en la boca de todos sus profetas.
» sesos ó falsos profetas B. Mas los profetas inspirados por el Espi-
Al argumento 1.° diremos, que Casio- rito Santo jamas hablan lo falso, como
doro define allí la profecía tomada en su se ha demostrado (C. 171, a. 6). Luego
sentido propio y absoluto. los profetas de los demonios jamas hablan
Al 2.° Que los demonios manifiestan lo verdadero.
á los hombres las cosas que saben, no 3.° Dícese del diablo (Joan. 8, 44)
por iluminación del entendimiento, sino que, cuando habla mentira, de suyo ha-
por alguna visión imaginaria, ó bien ha- bla, porque es mentiroso y padre de la
llándoles de un modo sensible ; y en esto mentira . Pero inspirando á sus profetas
es deficiente respecto á la verdadera pro-' el diablo no habla sino de sí propio ; pues
fecía. no está constituido como ministro de Dios
Al 3.° que se puede distinguir la pro- para anunciar la verdad, porque no cabe
fecía de los demonios de la profecía divi- sociedad de la luz con las tinieblas, según
na por algunos signos esteriores. Por lo se dice ( n Cor. 6,15). Luego los profetas
cual dice el Crisóstomo (super Matth. de los demonios jamas predicen lo ver-
hom. 19, in op. imperf.) (1) que al- dadero.
ce gunos profetizan por el espíritu del Por el contraiio, dice la Glosa (ord.
B diablo, cuales son los adivinos; pero se Rabaui super Num. 22) que « Balaam
» distinguen, porque el diablo dice á ve- B era adivino, esto es, que conocía algu-
» ees (2) cosas falsas, y nunca el Es- B ñas veces el porvenir por ministerio de
B pirita Santo ». Hé aquí porqué se dice » los demonios y el arte mágico B. Y no
(Deut. 18, 21): si dijeres secretamente obstante él predijo muchas cosas verdade-
en tu pensamiento ¿cómo puedo entender ras, como lo que consta (Num. 2 4 , 17)
la palabra, que el Señor no ha hablado? de Jacob nacerá una estrella y de Israel
(v. 22) tendrás esto por señal: silo que se levantará una vara. Luego también los
aquel profeta hubiere vaticinado en el profetas de los demonios preanuncian lo
nombre del Señor no se verificare, esto verdadero.
no lo habló el Señor. Conclusión. Aun la doctrina misma,
de los demonios á sus profetas contiene
ARTÍCULO VI. — l o s profetas ilc los de-
algo de verdad, que la hace aceptable.
monios predicen alguna vez lo verdadero?
Responderemos, que lo que el bien es
1.° Parece que los profetas de los de- en las cosas es lo verdadero en el cono-

(1) Ya dejamus repetidamente anotado que la tal Obra im- » miente ». Lo que no parece admisible es lo de la edición de
perfecta no es de San Juan Crisóstomo, por más que se le haya Padua, numquaminterdum mcnlitiir, ni aun gramaticalmente
atribuido por algunos. hablando.
(2) Intercluí» falsa dicit, Syiritns Sanctus numqnam, se íee co- (3) Hállase en el comentario conocido por su nombre, pero
munmente. Acaso sería preferible, aunque no bien justificada que se cree escrito por el diácono romano Hilario, quien
como g e n u i n a , la redacción propuesta por el P. Nicolai : después se mostró luciferiano ; y por lo mismo hoy suele
htterdum verum dicit, Spirilus Sanclun numqnam mentitnr ; « el designarse llamándolo Ambrosiaslro.
» diablo dice alguna vez la verdad, el Espíritu-Santo jamás
CUESTIÓN CLXXII.—ARTÍCULO VI. 3.1

cimiento. Mas es imposible encontrar creen tales cosas, son inducidos más ala
algo en las cosas, que esté privado total- verdad por sus palabras: por lo cual aun
mente del bien ; por lo cual es asimismo las Sibilas (3) predijeron muchas cosas
imposible que haya algún conocimiento, verdaderas sobre Cristo. Pero, aun cuan-
que sea totalmente falso sin mezcla de do los profetas dé los demonios son ins-
alguna verdad ; y por esta razón dice truidos por los demonios, predicen algu-
Beda (Comment. in Luc. c. 17, super nas cosas verdaderas ; á veces por virtud
illud Decem viri leprosi) ; y San Agustín de la propia naturaleza, cuyo autor es el
(Qq. Evang. 1. 2, q. 49) que «no hay una Espíritu Santo; y otras también por re-
» doctrina falsa, que no esté mezclada á velación de los buenos espíritus, como
» veces con alguna verdad ». Por consi- consta por San Agustín (sup. Gen. ad.
guiente aun la misma doctrina de los de- litt. 1. 12, cap. 19). Así pues aquello ver-
monios, por la que instruyen á sus profe- dadero que los demonios enuncian pro-
tas, contiene algunas cosas verdaderas, viene del Espíritu Santo.
por las que se hace aceptable; pues así el Al 2.° que el verdadero profeta siem-
entendimiento es llevado á lo falso por la pre es inspirado por el Espíritu de ver-
apariencia de la verdad, como la volun- dad, en el que no hay falsedad, y por lo
tad al mal por la apariencia de bondad. tanto nunca dice lo falso; mas el profeta
Hé aquí porqué también dice el Crisós- de la falsedad no siempre es instruido
tomo (super Matth. hom. 19 in opere por el espíritu de ella, sino que á veces
imperf.), «ha sido concedido al diablo es inspirado por el Espíritu de la verdad:
» decir á veces la verdad, para hacer sus y aun el mismo espíritu de falsedad anun-
»mentiras más aceptables con alguna cia á veces lo verdadero y á veces lo fal-
» rara verdad (1) ». so, según lo dicho (al 1.°).
Al argumento 1.° diremos, que los pro- Al 3.° que las cosas propias de los
fetas de los demonios no siempre hablan demonios se dicen ser aquellas que tienen
por revelación de estos, sino á veces por por sí mismos, esto es, las mentiras y los
inspiración divina, como se lee manifies- pecados; mas las que pertenecen á la
tamente de Balaam, á quien se dice ha- propia naturaleza no las tienen de sí
bló el Señor (Num. 22), aunque fuese mismos, sino de Dios. Por virtud de su
profeta de los demonios (2) ; puesto que propia naturaleza preanuncian á veces
Dios se vale también de los malos en pro- lo verdadero, como se ha dicho (aquí y en
vecho de los buenos : y por esto mismo el 1.°). Se vale también de ellos Dios,
preanuncia algunas verdades por los pro- para que sea hecha por los mismos la ma-
fetas de los demonios; ya para que se nifestación de la verdad, cuando les son
haga más creíble la verdad, que en- revelados por los ángeles los divinos
tonces es atestiguada por sus contrarios; misterios, según lo dicho (ibid).
ya también porque, cuando los hombres

(I) Lo cual en nada desvirtúa la fuerza demostrativa de las (2) Concuerdan con esta opinión San Basilio (episí. SOJ, San
profecías á favor de la divinidad de Cristo y de la verdadera Agustín (serm. 103), el Crisóstomo {liom. 2o in Matlh.), Teodo-
religión, por cnanto las falsas se distinguen fácilmente por reto (q. liO in A'itm.) y muchos otros.
determinados caracteres, siendo entre ellos los más notables (3) V. lo dicho en la C. 2, a. 7, al 3.° de esta misma Parte
según Drioux y otros teólogos modernos: 1.° que los demo- 2 . - 2 . (tomo 3.° pág. 21). No se infiere de las palabras del
a M

nios nunca predicen futuros libres, pues les son completa- Santo Doctor que las Sibilas fuesen en absoluto verdaderas
mente desconocidos ; 2." que no son sus oráculos claros y ter- profetisas, aunque acerca de Cristo anunciasen la verdad y lo
minantes, sino siempre ambiguos ó equívocos y de dudosa ó fueran accidental ó escepcionalmente ; ni menos que fueran
aun contraria interpretación, como aquel de la Pitonisa, rfico fieles creyentes ni que se salvasen, por más que no han fal-
fi&i reiitflHos vincere possc que lo mismo si-gnitica « podrían
y tado quienes pretendieran sacar tales deducciones, violen-
» vencer ó ser vencidos los romanos »; y 3.°que no son ciertos tando el testo de este y del otro citado pasaje.
y fallan en su realización.

SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV.


CUESTIÓN CLXXIII.

Modo del conocimiento profético.

1." Los profetas ven la esencia misma de Dios?— 2.° La revelación profética se hace por la influen-
cia de algunas especies, ó por sola la influencia de la luz ? —3.° La revelación profética va acompa-
ñada siempre déla enajenación de los sentidos?— 4." La profecía se hace siempre con conocimiento
de las cosas que son profetizadas ?

ARTÍCULO I. •—• i o s profetas ven vision beatífica en el cielo ; y así [2] los
la
esencia misma de Dios (1)? profetas no lo ven ó adquieren en la mis-
ma divina esencia, sino en ciertas seme-
l.° Parece que los profetas ven la esen- janzas ó representaciones mediante la
cia misma de Dios: porque sobre estas ilustración de la divina luz.
palabras (Is. 38), dispon á tu casa... dice Responderemos, que la profecía im-
la Glosa (ord.): «los profetas pueden leer porta el conocimiento divino como exis-
» en el libro mismo de la presciencia de tente lejanamente; por lo cual se dice de
» Dios, en el que están escritas todas las los profetas (Hebr. 11), erant a longé as-
cosas». Pero la presciencia de Dios es su picientes (veian de lejos). Mas los que
misma esencia. Luego los profetas ven se hallan en la patria en el estado de la
la esencia misma de Dios. bienaventuranza no ven las cosas como
" 2.° Dice San Agustín (De Trin. 1 9, lejanas, sino más bien como próximas,
c. 7) que « en aquella eterna verdad, por según aquello (Ps. 139, 14), habitarán
» la que son hechas todas las cosas tem- los rectos con tu rostro. Es por lo tanto
»porales, vemos con la mirada de la evidente que el conocimiento profético es
» mente la forma, según la cual existi- distinto del perfecto, que tendrá lugar en
s mos y según la cual obramos ». Pero los la patria; de consiguiente también se
profetas tienen entre todos los hombres distingue de este como lo imperfecto de lo
el conocimiento más elevado de las cosas perfecto, y al advenimiento de este úl-
divinas. Luego los mismos ven principal- timo aquel es destruido, como lo mani-
mente la divina esencia. fiesta el Apóstol ( i Cor. 13). Hubo al-
3." Los futuros contingentes son pre- gunos que, queriendo distinguir el co-
conocidos por los profetas según la ver- nocimiento profético del de los bien-
dad inmutable ; y de este modo no se aventurados, dijeron que los profetas veu
hallan sino en Dios. Luego los profetas la misma divina esencia, que llaman es-
ven al mismo Dios. pejo de la Trinidad; mas no según que
Por el contrario, la visión de la divina es el objeto de los bienaventurados, sino
esencia no se pierde en la patria; y la según que están en ella las razones de los
profecía se acaba,como consta(i Cor. 13). futuros acontecimientos : lo cual es de
Luego la profecía no se verifica por la todo punto imposible; porque Dios es el
visión de la divina esencia. objeto de la beatitud según su misma
Conclusión. El conocimiento proféti- esencia, conforme á lo que dice. San
co [1] difiere del perfecto reservado á la Agustín (Confess. 1. 5, c. 4): <r bienaven-
(1) Obvia es por demás con lo y a espuesto la respuesta aventurados á los profetas, lo cual es incompatible con su
n e g a t i v a ; pues la visión de la divina esencia en sí misma estado actual de viadores.
como de s u y o beatífica haría impecables y plenamente bien--
CUESTIÓN CLXXIII. — ARTÍCULOS I V II.

»turado es el que te conoce, aunque no Al 3.° que, por lo mismo que los fu-
» conozca lo demás, es decir, las criatu- turos contingentes están en Dios según
» ras». Mas no es posible que alguno vea la verdad inmutable, puede imprimir en
las razones de las criaturas en la misma la mente del profeta un conocimiento se-
esencia divina, de modo que no vea á esta; mejante, sin que le vean en su esencia.
ya porque la misma esencia divina es la
razón de todas las cosas, que son hechas, ARTÍCULO I I . — ¿Enn»revelaciónpro-
y la razón ideal no añade sobre la esen- fética imprime Dios e n la mente del profeta
cia divina, sino la relación á la criatura; nuevas especies de l a s c o s o s , ó solo una
ya también porque primero es conocer nueva lux ?
algo en sí, lo que es conocer á Dios, se-
gún que es objeto de la beatitud, que l.° Parece que en la revelación profé-
conocer aquello por comparación á otro, tica no se imprimen por Dios en la mente
que es conocer á Dios según las razones del profeta nuevas especies de las cosas,
de las cosas existentes en el mismo. Y sino solamente una nueva luz ; porque,
por tanto no puede ser que los profetas como dice la Glosa de San Jerónimo
vean á Dios según las razones de las (ord. in princip. comment. Amos, 1),
criaturas, y no según que es el objeto de « los profetas usan de las imágenes de las
la beatitud. Debe pues decirse que la » cosas, éntrelas que han vivido». Pero,
visión profética, no es la visión de la mis- si la visión del profeta se vesificase por
ma esencia divina, ni en la misma ven algunas especies impresas de nuevo, nada
las cosas que ven, sino en ciertas imáge- obraría allí el género de vida anterior.
nes según la ilustración de la divina luz; Luego no se imprimen de nuevo algunas
por lo cual dice San Dionisio (De ccelest. especies en el alma del profeta, sino so-
liier. c. 4 ) , hablando de las visiones pro- lamente la luz profética.
íeticas, que « el Teólogo sabio dice ser 2.° Como dice San Agustin (sup. Gen.
» divina aquella visión, que se verifica ad litt. 1. 12, c. 9), <r la visión imaginaria
» por la semejanza de las cosas, que ca- » no hace al profeta , sino solo la visión
» recen de forma corporal,.por referencia »intelectual »; por lo cual se dice (Dan-
» de los que las ven á las divinas »: y es- lo 1): que es menester inteligencia en la
tas imágenes iluminadas por la luz divina visión. Pero la visión intelectual, como
más bien se parecen á un espejo que á la dice en el mismo libro (c. 5 ) , no se hace
esencia de Dios ; porque en el espejo re- por algunas imágenes, sino por la verdad
sultan (6 aparecen) las especies que pro- misma de las cosas. Luego parece que la
vienen de otras cosas, lo que no puede revelación profética no se hace por la
decirse de Dios. Pero tal ilustración de impresión de algunas especies.
la mente profética puede decirse espejo, 3.° Por el don de profecía el Espíritu
en cuanto refleja allí la semejanza de la Santo comunica al hombre lo que es su-
verdad de la divina presciencia, y por perior á la facultad de la naturaleza.hu-
esto se dice espejo de la eternidad, como mana; y el hombre puede por su facultad
representando la presciencia Dios, que natural formar cualesquiera especies de
ve todas las cosas en su eternidad pre- las cosas. Luego parece que en la revela-
sencialmente, según lo dicho (C. 171, ción profética no se infunde especie al-
a. 6, al 3.°). guna de las cosas, sino solo la luz inte-
Al argumento 1.° diremos, que se dice ligible.
que los profetas ven en el libro de la Por el contrario, dícese (Os. 12,10),
presciencia de Dios, en cuanto de la yo les multipliqué visiones y por mano de
presciencia misma de Dios resulta la ver- los profetas me he hecho conocer. Mas
dad en la mente del profeta. la multiplicación de las visiones no tiene
Al 2 .° que se dice que el hombre ve en lugar según la luz inteligible, que es co-
la primera verdad la propia forma, por la mún á toda visión profética, sino solo
que existe, en cuanto se refleja la seme- según la diversidad de las especies, con-
janza de la primera verdad, por la que forme á las que es también la asimilación.
en la mente humana el alma tiene el co- Luego parece que en la revelación pro-
nocerse á sí misma. fética se imprimen nuevas- especies de las
20 CUESTIÓN CLXXIII. — ARTÍCULO II.

cosas, y no solamente la luz inteligible. es completivo del conocimiento : por cuya


Conclusión. La revelación profética se razón, si Dios representa á uno algunas
verifica á veces por el solo influjo de la cosas por semejanzas imaginarias, como
divina luz, y otras por medio de especies á Faraón y á Nabucodònosor, ó también
nuevamente impresas ú ordenadas de al- por semejanzas corporales, como á Balta-
gún otro modo. sar; no se debe considerar al que ve estas
Responderemos que, como dice San cosas como profeta, á no ser que su mente
Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 9), «el sea iluminada para juzgar, sino que tal
D conocimiento profético pertenece prin- aparición es algo imperfecta en el género
» cipalmente á la mente », y acerca del de la profecía : por lo que es llamada por
conocimiento de la mente humana son de algunos estasis de la profecía, como tam-
considerar dos cosas, á saber, la acepción bién la adivinación de los sueños. Pero
ó representación de las cosas y el juicio será profeta, si su inteligencia es sola-
sobre las cosas representadas. Mas, cuan- mente iluminada para juzgar aun lo que
do se representan á la mente humana otros han visto imaginariamente, como se
ciertas cosas según algunas especies y se- ve en Josué, que esplico el sueño de Fa-
gún el orden de la naturaleza, es menes- raón. Mas, como dice San Agustín (sup.
ter en primer lugar que las especies se Gen. ad litt. 1. 12, c. 9), «es principal-
representen al sentido, después á la ima- » mente profeta el que sobresale en am-
ginación y. en tercer lugar al entendi- » bas cosas, es decir, que ve en espíritu
miento posible, que es inmutado por las »las semejanzas significativas de las co-
especies de los fantasmas según la ilus- » sas corporales, y las entiende por la
tración del entendimiento agente. En la » perspicacia de la mente ». Ahora bien:
imaginación no solo están las formas de son representadas por Dios esteriormente
las cosas sensibles, según que son recibi- á la mente del profeta unas veces me-
das por el sentido, sino que son transfor- diante el sentido ciertas formas sensi-
madas 8e diverso modo, ya por alguna bles, como Daniel vio lo escrito en la
transmutación corporal, como sucede en pared, según se lee (Dan. 5 ) ; otras por
los que duermen y en los furiosos, ya tam- formas imaginarias, ya impresas del todo
bién según el imperio de la razón son dis- por la divinidad, sin que el sentido las
puestas las imágenes en orden á lo que reciba, como si á algún ciego de naci-
debe ser entendido; porque, así como de miento le fueran impresas en la imagina-
la diversa ordenación de las mismas letras ción las semejanzas de los colores; ó tam-
se forman diversos sentidos, así también bién ordenadas por Dios, según las que
según la diversa disposición de las imáge- han sido percibidas por los sentidos, como
nes resultan en el entendimiento diversas Jeremías vio una olla encendida de cara
especies inteligibles. Mas el juicio de la al aquilón, según consta (Jerem. 1, 12);
mente humana se hace según la fuerza de ya también imprimiendo especies inteligi-
la luz intelectual; al paso que por el don bles en la misma mente, como se advierte
de la profecía se confiere á la mente hu- en los que reciben la ciencia ó sabiduría
mana algo superior á lo que pertenece á infusas, como Salomon y los Apóstoles.
su facultad natural, en estos dos concep- Mas la luz inteligible unas veces se im-
tos, esto es, ya en cuanto al juicio por el prime por Dios en la mente humana, para
influjo de la luz intelectual, ya en cuanto juzgar lo que otros han visto, según se
á la acepción ó representación de las co- ha dicho de Josué, y como consta de los
sas, que se hace por algunas especies. Apóstoles, á quienes Dios les abrió el
Y en cuanto á esto segundo puede asimi- sentido, para que entendiesen las Escri-
larse la enseñanza humana á la revelación turas, según se lee (Lue. 24, 45), y á
profética, mas no en cuanto al primer esto pertenece la interpretación de las
concepto : pues el hombre representa á su palabras ; ó ya también para juzgar se-
discípulo algunas cosas por medio de los gún la verdad divina las cosas, que el
signos del lenguaje; mas no puede ilumi- • hombre aprende por el curso natural ; ya
narle interiormente, como lo hace Dios. asimismo para juzgar con verdad y efi-
De estas dos cosas la primera es la más cazmente las cosas que deben hacerse,
principal de la profecía, porque el juicio según aquello (Is. 63, 14), el espíritu
CUESTIÓN CLXXIII.—ARTÍCULOS II Y III. 21

del Señor le guió. Así pues es evidente parece que son dichas ó hechas algunas
que la revelación profética se hace á ve- cosas, que no se dicen ó hacen, hay ena-
ces por sola la influencia de la luz, y otras jenación de los sentidos. Luego la profe-
también por especies impresas de nuevo cía siempre se hace con enajenación de
v. ordenadas de otro modo. los sentidos.
Al argumento 1.° diremos, que según 2.° Cuando una virtud se aplica muy
lo diclio á veces en la revelación profética intensamente á su operación, otra poten-
son ordenadas por Dios las especies ima- cia es abstraída de su acto, como los que
ginarias preaceptadas por los sentidos de se aplican con vehemencia á oír algo, no
un modo conveniente, para revelar la ver- perciben por la vista las cosas que están
dad, y entonces la vida anterior tiene in- ante ellos mismos. Mas en la vision pro-
fluencia sobre las mismas imágenes, mas fética el entendimiento se eleva estraor-
no cuando son impresas totalmente por dinariamente, y se preocupa en su acto.
causa estrínseca. Luego parece que esta vision tiene lugar
Al 2.° que la visión intelectual no se siempre con abstracción de los sentidos.
hace según algunas semejanzas corpora- 3.° Es imposible que la misma cosa se
les é individuales, pero sí según alguna dirija á la vez apartes opuestas; y en la
semejanza inteligible : por lo cual dice vision profética el entendimiento se di-
San Agustín (De Trin. 1. 9, c. 11), que rige principalmente á recibir de lo supe-
« el ánimo tiene alguna imagen de la es- rior: luego no puede dirigirse á la vez á
» pecie conocida », cuya imagen inteligi- las cosas sensibles; y por lo tanto pa-
ble en la revelación profética es impresa rece necesario que la revelación profé-
por Dios á veces inmediatamente, y otras tica se haga siempre con abstracción de
resulta de las formas imaginarias según la los sentidos.
ayuda de la luz profética; porque por las 4.° Por el contrario, dícese ( i Coi'. 14,
mismas formas imaginadas se ve más sutil 32), los espítus de los profetas están su-
la verdad según la ilustración de más jetos á los profetas; lo cual no podría
brillante luz. ser, si el profeta no fuera dueño de sí
Al 3.° que el hombre puede producir mismo hallándose privado del uso de los
por su virtud natural cualesquiera formas sentidos. Luego parece que la vision
imaginarias, considerando estas formas en profética no se hace con enajenación de
absoluto; mas no para ordenarlas á re- los sentidos.
presentar las verdades inteligibles supe- Conclusion. No hay enajenación de
riores á su entendimiento, pues para esto los sentidos en en el profeta [1] al repre-
es necesario el auxilio de la luz sobre- sentarse algo en su mente por especies es-
natural. . teriormente sensibles, ni es indispensa-
ble [2] cuando le ilustra la luz inteligible
ARTÍCULO I I I . — ¿ i a visión profética por medio deformas inteligibles; pero si
se produce siempre con abstracción de los [3] cuando la, revelación profética se
sentidos ? (1) realiza por formas imaginarias, para
que no se refiera á lo percibido esierior-
1.° Parece que la visión profética tiene mente por los sentidos ; en cuyo caso [4]
siempre lugar con la abstracción de los .se hace sin desarreglo natural por alguna,
sentidos; porque se dice (Num. 12, 6): causa ordenada, ya natural ó espiritual
si alguno fuere entre vosotros profeta del ó divina.
Señor, me le apareceré en visión ó le ha- Responderemos, que según lo dicho
blaré por ensueño. Mas, como dice la Glo- (a. 2) la revelación profética se hace de
sa (2) al principio del Salterio, «la vi- cuatro maneras : según el influjo de la
» sion que es por sueño y visiones tiene luz inteligible, por la inmisión de las es-
»lugar por medio de las cosas, que pare- pecies inteligibles, según la impresión, ú
» cen ser dichas ó hechas ». Pero, cuando ordenación de las formas imaginables y

(1) Es decir, de modo que el profeta nada perciba por los parte cosa á esto parecida, aunque distingue los dos modos
sentidos e s t e m o s . de profecía insinuados, á saber per visiones (como á Isaías y
(2) Manuscrita antigua, que en la moderna impresa no se Ezequiel) y per somnla (como á Daniel y Salomón;.
hallan tales palabras, ni Casiodoro dice espresamente por su
22 CUESTIÓN C L X X I I I . — A R T Í C U L O S HI Y I V .

según la espresion de las formas sensi- ó natural (como por medio del sueño)
bles. Es evidente empero que no se hace ó espiritual (como por la vehemencia de
abstracción de los sentidos, cuando se re- la contemplación), según se lee de San
presenta algo á la mente del profeta por Pedro (act. 10),-que al orar en el ce-
especies sensibles, ya formadas especial- náculo tuvo un arrobamiento de espíritu
mente para esto por Dios como la zarza ( in excessu mentís) ; 6 ya por virtud
manifestada á Moisés (Ex. 3) y la escri- divina, que lo arroba, según aquello
tura á Daniel (Dan. 5), ya también pro- (Ezech. 1, 3), fie allí sobre él la mano
ducidas por otras causas ; de modo sin del Señor.
embargo que se ordena según la Provi- Al argumento 1.° diremos, que aquella
dencia para representar algo profética- autoridad habla de los profetas, á quie-
mente, como por el arca de Noé se sig- nes se imprimían ú ordenaban formas
nificaba la Iglesia. Asimismo no es ne- imaginarias, ya durmiendo, lo que se
cesario que se produzca la enajenación significa por el sueño; ya en la vigilia,
de los sentidos esteriores, para que la lo que se significa por la visión.
mente del profeta sea ilustrada por la Al 2.° que, cuando la mente se aplica
luz inteligible 6 informada por especies en su acto á las cosas ausentes, que es-
inteligibles; puesto que en nosotros se tán distantes de los sentidos, entonces
tiene el perfecto juicio del entendimiento de la vehemencia de la intención se sigue
por la conversión á las cosas sensibles, la enajenación de los sentidos; pero,
que son los primeros principios de nues- cuando la mente se aplica en su acto á la
tro conocimiento ( 1 ) , según se lia de- disposición ó juicio de las cosas sensibles,
mostrado ( P . 1. , C. 8 4 , a. 7). Pero,
a
no es inevitable que se abstraiga de los
cuando la revelaciónprofética se verifica sentidos.
mediante formas imaginarias, es necesa- Al 3.° que el movimiento de la mente
rio que se haga abstracción de los senti- profética no es según la propia virtud,
dos, par a que tal aparición de las imáge- sino por la virtud del influjo superior : y
nes no sea referida á las cosas, que se por esto, cuando por influjo superior la
sienten • esterior mente. La abstracción mente del profeta se inclina á juzgar ó
empero de los sentidos se hace á veces disponer algo sobre las cosas sensibles,
perfectamente, de modo que el hombre no se produce la enajenación de los sen-
nada perciba por los sentidos; y otras tidos, sino solo cuando se eleva la mente
imperfectamente, es decir, que perciba á la contemplación de algunas más su-
algo por ellos, aunque no discierna las blimes.
cosas, que esteriormente percibe, de las Al 4.° que se dice que los espíritus de
que ve imaginativamente : por lo que dice los profetas están sujetos á los profetas
San Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, en cuanto á la enumeración profética,
c. 12): entonces las «imágenes de los de que allí habla el Apóstol, esto es,
» cuerpos, que se forman en el espíritu porque hablan por su propio sentido las
» son vistas, como los cuerpos mismos cosas que vieron, no con la mente pertur-
» por el cuerpo, de tal modo que á la bada, como los poseídos según dijeron
s vez distinga tanto el hombre, que tiene Priscila y Montano ( 2 ) , sino que los
3> presente ante sus ojos, como el que mismos se someten más bien en la misma
» está ausente, si bien está presente á los revelación profética al espíritu de profe-
» ojos de su espíritu ». Sin embargo tal cía, esto es, al don profetice
enajenación de los sentidos no tiene lugar
en los profetas con desorden alguno de ARTÍCULO I V . — I . o s profetas conocen
la naturaleza, como en los poseídos ó siempre l a s cosas que profetizan? (3)
furiosos, sino por alguna causa ordenada 1.° Parece que los profetas conocen

(1) No en el concepto de axiomas fundamentales de la ciencia, á Priscila ) que los profetas anunciabaan lo futuro arrobados
sino únicamente como iniciación ó punto de partida de dicho en estasis por la violencia del frenesí y el eslravío de sus
conocimiento. corazones.
(2) Tanto él como sus dos profetisas predilectas Priscila y (3) Sin cuyo requisito el profeta no lo es propia y estricta-
Maximila propalaban (juzgando sin duda por los arrebatos mente tal á j uicio del Santo Doctor angélico. Combate aquí la
diabólicos que en sí mismos esperimentaban, según hacen herética opinion de Montano mencionada en la nota prece-
notar San Agustín y San Jerónimo aunque llamando Frisca
( dente, refiriéndose a los verdaderos profetasi
CUESTIÓN CLXXIIÍ.—ARTÍCULO I V . 23

siempre las cosas que profetizan; porque, y á veces á estas tres cosas simultánea-
como dice San Agustín (sup. Gen. ad mente; otras solo á dos de ellas, y ciertas
litt. 1. 12, c. 9), « aquellos, á quienes se otras á una solamente: y sucede que
» demostraban los signos por medio de cualquiera de estas va acompañada de
» algunas imágenes de cosas corporales, algún defecto de conocimiento; porque,
» no tenían la profecía, á no ser que cuando la mente del profeta es movida
» concurriera la aplicación de la mente, para apreciar ó percibir alguna cosa, á
B para que fueran también entendidas». veces es inducido para que aprenda aque-
Pero las cosas, que son entendidas, no lla cosa; y otras para que conozca ademas
pueden ser desconocidas. Luego el pro- que le ha sido revelada por Dios. Así
feta no ignora lo que profetiza. mismo también á veces es movida la
2.° Mayor es la luz de la profecía que mente del profeta á decir alguna cosa,
la luz de la razón natural; y todo el que de modo que comprende lo que el Espí-
tiene la ciencia por la luz natural, no ig- ritu Santo quiso espresar por estas pala-
nora las cosas que sabe. Luego todo el bras, como David, que decía ( n Reg.
que por la luz profética enuncia algunas 2 3 , 2), el Espíritu del Señor habló por
cosas, no puede ignorarlas. mí. Mas á veces aquel, cuya mente es
3." L a profecía se ordena á la ilumi- movida para espresar algunas palabras,
nación de los hombres, por lo cual se no entiende lo que el Espíritu Santo se
dice (il Petr. 1, 19): tenemos la palabra propone por ellas, como se ve en Caifas
de los profetas, á la cual hacéis' bien de (Joan. 10). Igualmente también cuando
atender como á una antorcha, que luce el Espíritu Santo mueve la mente de al-
en lugar tenebroso. Pero nada puede ilu- guno á hacer algo, á veces entiende qué
minar á otros, si no está en sí iluminado. es lo que esto significa, como es noto-
Luego parece que el profeta es ilumi- rio de Jeremías, que ocultó su cinturon
nado antes, para conocer las cosas que en el Eufrates, según consta (Jerem. 13);
enuncia á los demás. mas otras veces no lo entiende, como los
Por el contrario, dícese (Joan. 11, soldados, repartiendo las vestiduras de
51): mas esto no lo dijo de sí mismo Cristo, no entendían lo que esto signifi-
(Caifas); sino que, siendo Sumo Pontí- caba. Luego, cuando alguno conoce que
fice aquel año, profetizó que Jesús había es movido por el Espíritu Santo á apre-
de morir por la nación, etc. Pero Cai- ciar ó significar algo por palabra ú obra,
fas no conoció esto. Luego no todo el que esto pertenece propiamente á la profe-
profetiza conoce las cosas que profetiza. cía (1) : mas, cuando es movida y no lo
Conclusion. Aun los verdaderos pro- conoce, no hay perfecta profecía, sino
fetas, cuya mente es movida á aprender ó cierto instinto profetice Debe saberse
espresar ó hacer algo por instinto pro fó- no obstante que, puesto que la mente del
tico, y no siempre con profecía propia- profeta es un instrumento deficiente se-
mente dicha, no conocen del todo cuanto gún lo dicho ; aun los verdaderos profe-
en sus visiones ó palabras ó hechos se tos no conocen todas las cosas, que se
propone el Espíritu Santo. propone el Espíritu Santo en sus visiones
Responderemos, que en la revelación ó palabras ó hechos.
profética es movida la mente del profeta Con lo dicho quedan contestados los
por el Espíritu Santo, como el instru- argumentos propuestos ; porque los pri-
mento deficiente respecto del agente meros razonamientos hablan de los verda-
principal. Es movida la mente del pro- deros profetas, cuya mente es ilustrada
Jeta , no solo para aprender alguna cosa, por Dios de un modo perfecto.
sino también para hablar ó hacer alqo,

(tj Recuérdese lo consignado en la nota anterior, enten- | conoce lo que v e ó dice ó hace, siéndolo solo participativa-
diéndose que no hay verdadera profecía, cuando el profeta no mente.
CUESTIÓN CLXXTV.

Division de la profecía.

1." División de la profecía en sus especies. —2.° La profecía qué es sin la visión imaginaria , es
la más principal ? —3.° Diversidad de grados de la profecía. — <l.° Moisés fue el más escelente de
los profetas? —o.° Algún comprensor puede ser profeta? — 6 . ° La profecía creció en el curso del
tiempo?

ARTÍCULO I.— ¿Se divide conveniente- profecía de amenaza; y después añade


mente la profecía e n profecía de predestina- acerca de la profecía de promesa: súbi-
ción de D i o s , de presciencia y de amenaza? tamente hablaré de la nación y del reino,
para edificarlo y plantarlo; si hiciere el
l.° Parece que se divide inconvenien- mal ante mis ojos, me arrepentiré del
temente la profecía en la Glosa ( ordiu. bien, que dije que le haría.
sup. illud Ut adimpleretur quod etc., L u e g o , así como se distingue la pro-
super Matth. I , Ecce Virgo in útero ha- fecía de amenaza, así debe distinguirse
bebit), donde se dice que hay «una pro- la de promesa.
fecía, que proviene de la predestinación 3." Dice San Isidoro (Etym. 1. 7, c.8):
de Dios, la que necesariamente debe cum- los géneros de profecía son siete: 1.° el
plirse de todos modos sin nuestro libre estasis, que es el esfuerzo del espíritu,
arbitrio, como es la de que aquí se trata; como San Pedro vio un vaso que descen-
otra que se deriva de la presciencia de día del cielo lleno de varios animales
Dios, á la que se mezcla nuestro libre (Act. 1 0 ) ; 2.° la visión, como en Isaías
arbitrio; y otra la que se dice de conmi- que dice ( I s . 6) he visto al Señor senta-
nación, que se hace para manifestar la do; 3.° el sueño, como Jacob durmiendo
animadversión de Dios : porque lo que es sobre una escala (Gen. 28); 4.° la nube,
adjunto á toda profecía no debe ponerse por la cual el Señor hablaba á Moisés
como miembro, que divida la profecía. (Exod. 32); 5.° la voz del cielo, como la
Pero toda profecía tiene lugar según la que se'hizo oir de Abraham, .diciéndole,
presciencia divina, puesto que los profe- no pongas la mano sobre tu hijo (Gen.
tas leen en el « libro de la presciencia », 22); 6.° la parábola, como en Balaam
según dice la Glosa de Is. 38 (ord. sup. (Num. 23); 7.° la infusión (repletio) del
illud, dispone domui tuce). Luego parece Espíritu Santo, cual la de casi todos los
que no debe contarse una especie de pro- profetas. Establece también tres géneros
fecía, que es según la presciencia. de visión : 1.° según los ojos del cuerpo,
2.° Como se profetiza algo en forma 2.° según el espíritu imaginario, y 3.° por
de amenaza, asimismo también en tono intuición de la mente. Pero estos no se
de promesa, y ambas (profecías) se va- consignan en la primera división. Luego
rían; porque se dice (Jerem. 18, 7) : de es insuficiente.
repente hablaré contra una nación y con- Por el contrario, debemos atenernos á
tra un reino, para desarraigarlo y des- la autoridad dé San Jerónimo, de quien
truirlo y malrotarlo ; si aquella nación se dice ser la Glosa aducida (arg. l.°).
se arrepintiere de su mal, yo también Conclusión. Divídese la profecía en
me arrepentiré, y esto pertenece á la diversm especies según las diferencias de
CUESTIÓN CLXXIV. — ARTÍCULOS I Y II. 25

sus respectivos objetos, distinguiéndose go más bien de conminación, porque Dios


principalmente las de predestinación, es más propenso á dulcificar la pena; que
presciencia y conminación. á sustraer los beneficios prometidos.
Responderemos, que las especies de los Al 3.° que San Isidoro distingue la
hábitos y actos en lo moral se distinguen profecía según el modo de profetizar, que
según sus objetos; y el objeto de la pro- puede distinguirse según las potencias
fecía es lo que existe en el conocimiento cognoscitivas en el hombre, cuales son
divino, superior ála facultad humana (1) : el sentido, la imaginación y el entendi-
así que ségun la diferencia entre estas miento ; y así se toma la triple visión que
cosas la profecía se distingue en diversas establece el mismo como San Agustín
especies según la antedicha división. Se ( sup. Gen ad litt. 1. 12, c, 6 ) : ó puede
ha dicho ya (C. 171, a. 6, al 2.°) que lo distinguirse según la diferencia del in-
futuro existe en el conocimiento divino flujo profético; lo que se significa en
de dos modos : 1.° según que existe en su cuanto á la iluminación del entendimiento
causa, y en este concepto se considérala por la infusión(repletionem) del Espíritu
profecía de amenaza, que no siempre se Santo, que pone en el 7.° lugar. Res-
cumple ( 2 ) , sino que por ella se anuncia pecto á la impresión de las formas ima-
el orden de la causa al efecto, que á ve- ginativas establece tres cosas: el sueño,
ces es impedida por otras cosas, que so- que pone en tercer lugar; la visión, que
brevienen; 2.° preconoce Dios algunas se verifica en la vigilia respecto de todas
cosas en sí mismas, ya las haya de hacer las cosas comunes, y que pone en 2.° lu-
él mismo (3), y de estas es la profecía g a r ; y el estasis, que se realiza por la
de predestinación, puesto que según el elevación de la mente á cosas más altas,
Damasceno (Orth. fid. 1. 2, c. 30) «Dios y que pone en primer lugar. E n cuanto á
» predestina (4) las cosas que no están los signos sensibles establece tres distin-
» en nosotros » ó que deben ser ejecuta- ciones : porque el signo sensible es alguna
das por el libre arbitrio del hombre; y tal cosa corporal, que aparece esteriormente
es lo, profecía de la presciencia que puede á la vista, como la nube, que pone en
tener por objeto bienes y males, lo que 4.° lugar; ó es la voz formada este-
no sucede en la profecía de predestina- riormente para ser oida del hombre, y
ción, que se refiere solo á los bienes. Y, que menciona en 5.° lugar; ó es la voz
como la predestinación se comprende bajo formada por el hombre con la semejanza
la presciencia, por eso en la Glosa (Cas- de alguna cosa, que pertenece ala pará-
siodor. sup. prolog. Hieron. y Glosa ord. bola y que pone en 6.° lugar.
sup. Matth. 1, ut adimpleretur quod)
al principio del Salterio se ponen sola- ARTÍCULO I I . — ¿ t a p r o f e c í a , que va
mente dos especies de profecía, esto es, acompañada de l a visión intelectual é Imagi-
según la presciencia y según la amenaza. narla e s m á s escelente que l a qne solo tiene
Al argumento 1.° diremos, que pres- visión intelectual ?
ciencia se dice propiamente el previo co-
nocimiento de los sucesos futuros, según l.° Parece que es más escelente la pro-
que existen en sí mismos, y según esto fecía, que tiene visión intelectual é ima-
se cuenta una especie de profecía; mas, si ginaria, que la que solo la tiene intelec-
se refiere á los sucesos futuros, según tual ; porque dice San Agustín ( s u p .
que existen en sí mismos ó en su cau- Gen. ad litt. 1. 12, c. 9) y consta en la
sas, comprende en general toda especie Glosa ( ordin.) ( i Cor. 14, super illud
de profecía. spiritus autem loquitur mysteria): «es
Al 2.° que la profecía de promisión » menos profeta el que por las imágenes
se comprende bajo la profecía de amena- » de las cosas corporales ve solamente
za ; puesto que en ambas hay la misma » en su espíritu los signos mismos de las
razón de verdad. Denomínase sin embar- » cosas significadas, y lo es más el que

(1.) INo todo empero ; pues debe tenerse en cuenta que frecuencia v a precedida de juramento en las divinas Escri-
muchos de esos conocimientos son más bien objeto de la fe. turas.
(2) Véase lo dicho en la nota 2, página 13. (4) Más exactamente predetermina (pmiefinll).
(3) Sin intervención alguna de cousas segundas y que con
2fi

» solo está dotado de la inteligencia de Responderemos, que la dignidad de los


» ellas; pero sobre todo es profeta el que medios se considera principalmente por
B sobresale en ambas cosas ». Mas esto el fin, y el fin de la profecía es la mani-
pertenece al profeta, que tiene á la vez festación de alguna verdad superior al
la visión intelectual é imaginaria. Luego hombre : luego, cuanto mejor es tal ma-
tal profecía es más elevada. nifestación, tanto más digna es la profe-
2.° Cuanto mayor es la virtud de al- cía. Es evidente empero que la manifes-
guna cosa, á tanta más distancia se es- tación de la verdad divina, que se hace
tiende. Pero la luz profética pertenece por la simple contemplación de la ver-
principalmente á la mente, según se in- dad misma, es mejor que la que se veri-
fiere de lo dicho ( C . 173, a. 2 ) . Luego fica bajo la semejanza de las cosas cor-
parece ser más perfecta la profecía, que porales ; pues se acerca más á la visión
se deriva hasta la imaginación, que la de la patria, según la que se mira la
existente en solo el entendimiento. verdad en la esencia de Dios, de lo cual
3.° San Jerónimo (in prolog. 1. Eeg.) se deduce que la profecía, por la que se
distingue los profetas de los hagiógra- ve alguna verdad sobrenatural según la
fos (1); y todos aquellos que llama profe- visión (3) intelectual, es más digna que
tas, como Isaías, Jeremías y otros, tu- la en que se manifiesta la verdad sobre-
vieron simultáneamente con la visión in- natural por la semejanza de cosas corpo-
telectual la imaginaria ; mas no los que se rales según la visión imaginaria , y esto
dicen hagiógrafos, por cuanto escribían mismo muestra también más sublime la
por inspiración del Espíritu Santo (tales mente del profeta; como en la enseñan-
como J o b , David, Salomón y demás). za humana se manifiesta ser de mejor en-
Luego parece que se dicen con más pro- tendimiento el oyente que puede enten-
piedad profetas aquellos, que tienen á la der la verdad inteligible por la simple
vez la visión imaginaria con la intelec- enunciación del maestro, que aquel que
tual, que los que únicamente tienen esta necesita ser guiado á ella por medio de
última. ejemplos sencillos. Por lo cual se dice
4.° Dice San Dionisio ( D e coelest. en alabanza de la profecía de David ( n
hier. c. 1 ) que « es imposible que el Reg. 23 , 3 ) , el fuerte de Israel me ha-
» rayo divino brille en nosotros sino en- bló, y después añade, como la luz de la
» vuelto en variedad de velos sagrados». aurora resplandece por la mañana, al
Pero la revelación profética tiene lugar salir el sol sin nubes.
por la inmisión del divino rayo. Luego Al argumento 1.° diremos que, cuando
parece que no puede exiátir sino velado debe ser revelada alguna verdad sobre-
por las imágenes. natural por semejanzas corporales, en-
Por el contrario, dice la Glosa (2) al tonces es más profeta el que tiene la luz
principio del Salterio que « aquel modo intelectual y la visión imaginaria que el
» de profecía es más digno que los de- que solo tiene una de ellas, puesto que es
» mas, es decir, cuando se profetiza por más perfecta la profecía ; y de esto es de
B sola la inspiración del Espíritu Santo, lo que habla San Agustín. Pero aquella
» sin el auxilio esterior de la acción ó de profecía, en la que se revela simplemente
B la palabra ó visión ó sueño». la verdad inteligible, es superior á todas.
Conclusión. La profecía, por la, que Al 2." que uno es el juicio sobre las
se ve alguna verdad sobrenatural según cosas que son buscadas por sí, y otro el
la verdad ó visión intelectual, es más dig- de las que lo son por causa de otra: pues
na y revela más sublimidad en la mente en las que se buscan por s í , á cuantas
del profeta que aquella, en que se ve se- más y más remotas se estiende la virtud
gún la visión imaginaria por medio de es- del agente, tanto mejor es, como se re-
pecies corpóreas. puta mejor médico el que puede curar
(1) «Escritores de los libros Santos » en general y pres- (2) La antigua manuscrita, donde después de los y a cita-
cindiendo de s u carácter de profetas, caso de tenerlo : asi que dos cuatro modos de profecía, per facía, per dicta, per sonmia y
San Jerónimo enumera entre ellos á Job, David y Salomón, per visiones, se leen las palabras mismas del testo » cuando se
igualmente que á Daniel. También parece designar por ha- « profetiza... ».
giógrafos los Libros dotados de autoridad canónica, como en (3) En la áurea y algunas otras ediciones se lee veritatcm
contraposición á los apócrifos que carecen de ella, por vislmtem, que es lo más común en casi todas.
CUESTIÓN CLXX1V. — A R T Í C U L O S II Y I I I . 27

á mayor número de personas y más dis- con el auxilio empero de la divina luz.
tantes de la salud; mas en las que no se Al 4.° que la ilustración del rayo di-
buscan por sí sino por causa de otras, vino no se realiza en la presente vida
por cuanto más pocas é insignificantes sino bajo el velo de algunas imágenes;
cosas puede el agente alcanzar su inten- puesto que es connatural al hombre según
to, tanto mayor parece ser su virtud, el estado de esta vida no entender sin
como se alaba más al médico, que con imágenes. A veces sin embargo bastan
menor número de medicinas y más sua- las imágenes, que son abstraídas por los
ves (1) puede sanar al enfermo. La vi- sentidos de algún modo común, y no se
sión imaginaria empero no se requiere exige alguna visión imaginaria propor-
propter se en el conocimiento profético, cionada por Dios ; y así se dice que la
sino por causa de la manifestación de la revelación profética se hace sin la visión
verdad inteligible : y por esto tanto más imaginaria.
principal es la profecía, cuanto menos
necesita de ella. ARTÍCULO I I I . — ¿Pueden distinguir-
Al 3.° que nada impide que algo sea s e los grados de la profecía s e g ú n la visión
mejor en absoluto, y reciba no obstante imaginaria ?
en una acepción menos propia cierto
predicado ; como el conocimiento de la l.° Parece que no pueden distinguirse
patria es más noble que el de este mun- los grados de la profecía según la visión
do: el cual sin embargo se dice más pro- imaginaria : porque el grado de una cosa
piamente fe, puesto que la palabra fe im- no se considera según lo que ella es por
plica imperfección del conocimiento. Asi- causa de otra, sino según lo que es per
mismo la profecía importa cierta oscuri- se ; mas en la profecía se requiere la vi-
dad y alejamiento de la verdad inteligi- sión intelectual por causa de ella misma,
ble (2); y por esto más propiamente se y la visión imaginaria por causa de otra
dicen profetas los que ven por la visión cosa, como se ha dicho (a. 2, al 2.°).
imaginaria, aunque aquella profecía sea Luego parece que los grados de la profe-
más noble que la que es por la visión in- cía no se distinguen según la visión ima-
telectual ; con tal que la verdad revelada ginaria, sino solo según la intelectual.
sea la misma en una y otra. Pero, si es 2.° A un solo profeta parece pertene-
infundida por Dios á alguno la luz inte- cer un solo grado de profecía. Pero á uu
lectual, no para conocer algunas cosas solo profeta se le hace revelación según
sobrenaturales, sino para juzgar según la las diversas visiones imaginarias. Luego
certeza de la verdad divina las cosas, la diversidad de la visión imaginaria no
que pueden ser conocidas por la humana; diversifica los grados de la profecía.
así tal profecía intelectual es inferior á la 3.° Según la Glosa (Casiod. 1 sup. pro-
que tiene, lugar con la visión imaginaria, log. Hieron. in Psal.) en el principio del
que conduce á la verdad sobrenatural, de Salterio la profecía consiste en dichos y
cuyo modo tuvieron la profecía todos hechos, y en el sueño y la visión. Luego
aquellos, que se enumeran en el orden de no deben distinguirse más bien los grados
los profetas : quienes también se dicen de profecía según la visión imaginaria, á
por esto especialmente profetas, porque la que pertenece la visión y el sueño, que
ejercían ministerio profético; por lo cual según los dichos y hechos.
hablaban en nombre de Dios diciendo al Por el contrario, el medio diversifica
pueblo, hcec dicit Dominus, lo que no los grados del conocimiento; como la
hacían los que escribieron los libros san- ciencia propter quid es más elevada, por-
tos , la mayor parte de los cuales habla- que existe por un medio más noble, qué la
ban casi siempre de las cosas que pueden ciencia quia est (3) ó también que la opi-
conocerse por la razón humana, no en nión. Pero la visión imaginaria en el
nombre de Dios, sino en el suyo propio, conocimiento profético es como cierto me-

(1) Leniorá ó letllentia, calmantes ó (según hoy dicen} anes- dudablemente verdadero profeta, aunque veía con plenísima
tésicas, es decir, que mitigan el dolor ó ío hacen cesar. claridad todo cuanto anunciaba.
(2) Sin que por esto se entienda ser de esencia de la pro- (3) Ciencia propter quid es la llamada también (¡ príor/j y
fecía ese conocimiento como enigmático ¡ pues Cristo, fue ii>- guia est viene á sef como a posterior!.
át? CUESTIÓN CLXXIV.--ARTÍCULO III.

dio. Luego los grados de la profecía de- alma del hombre abstraído de las cosas
ben distinguirse según la visión imaginaria. sencillas durante el sueño ; 2." diversifí-
Conclusión. Los grados de la profecía canse los grados de profecía en cuanto á
propiamente dicha se distinguen según la la espresion de los signos por los que se
visión imaginaria. espresa la verdad inteligible. Y, puesto
Responderemos, que según lo dicto que los signos más espresivos de la ver-
(C. 173, a. 2) la profecía, en la que es dad inteligible son las palabras, hé aquí
revelada mediante la luz inteligible al- porqué parece ser más elevado el grado
guna verdad sobrenatural por la visión de profecía, cuando el profeta oye las
imaginaria, ocupa el grado medio entre palabras, que espresan la verdad inteli-
aquella profecía en la que es revelada la gible, ya en la vigilia, ya durmiendo,
verdad sobrenatural sin la visión imagi- que cuando ve algunas cosas significati-
naria y aquella en que por la luz inteli- vas de la verdad, como las siete espigas
gible sin visión imaginaria es dirigido el llenas significan los siete años de abun-
hombre á conocer ó hacer las cosas que dancia (Gren. 41); en cuyos singos también
pertenecen á la vida humana. Pero es la profecía parece ser tanto más elevada,
más propio de la profecía el conocimiento cuanto son más espresivos, como cuando
que la operación; y por esto el ínfimo Jeremías vio el incendio de la ciudad
grado de la profecía es cuando alguno es bajo la imagen de una olla encendida,
movido por un instinto interior á hacer como se dice ( Jerem. 1) ; 3.° muéstrase
algo esteriormente, como se dice de ser más elevado el grado de profecía,
Sansón (Judie. 15, 14) que entró en cuando el profeta no solo ve los signos
él el Espíritu del Señor, y como suele de las palabras ó de los hechos, sino que
consumirse el lino al olor del fuego, del también ve ya en la vigilia ya en el sue-
mismo modo rompió y deshizo las ligadu- ño á alguno que le habla ó que le de-
ras con que estaba atado. El segundo muestra algo; porque por esto se mani-
grado de profecía es cuando alguno es fiesta que la mente del profeta se apro-
ilustrado por una luz interior para cono- xima más á la causa, que revela la
cer algunas cosas, que sin embargo no profecía; 4." puede considerarse la su-
esceden los límites del conocimiento na- perioridad del grado profético por la con-
tural, como se dice de Salomón ( n i Reg. dición del que es visto, porque más alto
4 , 32) que pronunció parábolas y dis- grado de profecía es si el que habla ó
putó de los árboles desde el cedro, que manifiesta es visto en la vigilia ó en el
está sobre el Líbano, hasta el hysopo, que sueño bajo la forma de ángel, que si lo
salé de la pared ; y trató de los animales es bajo la de hombre ; y aún más elevada
y de las aves y de los reptiles y de los si es visto en el sueño ó en la vigilia bajo
peces; y todo esto fue por inspiración la representación de Dios, según aquello
divina, pues se dice anteriormente : dio (Is. 6,1), vi al Señor sentado. Mas sobre
Dios la sabiduría á Salomón y una pru- todos estos grados está el tercer gé-
dencia estremada. Estos dos grados em- nero de profecía, en el que se manifiesta
pero son inferiores á la profecía propia- la verdad inteligible y sobrenatural sin
mente dicha, puesto que no llegan hasta la visión imaginaria, la que no obstante
la verdad sobrenatural. Mas aquella pro- escede á la razón de la profecía propia-
fecía, en la que se manifiesta la ver- mente dicha, según lo espuesto (a. 2,
dad sobrenatural por la visión imagi- al 3.°). Por lo tanto dedúcese que los
naria, se diversifica 1." según la dife- grados de la profecía propiamente dicha
rencia que hay entre el sueño, que se se distinguen según la visión imagina-
produce durmiendo, y la visión, que se ria (1).
produce durante la vigilia, lo cual per- Al argumento 1.° diremos, que la dis-
tenece al más alto grado de la profe- creción de la luz inteligible no puede ser
cía ; porque parece ser mayor la fuerza conocida por nosotros sino según que es
de la luz profética del que ocupado du- juzgada por algunos signos imaginarios ó
rante la vigilia en las cosas sencillas se sensibles ; y por esto la diversidad de la
abstrae de ellas y se eleva á las sobrena-
turales, que aquella que encuentra el ( i j Por cuanto á causa de la condición humana no tiene,
lugar sin algún auxilio de i m á g e n e s , según advierte Silvio
CUESTIÓN C L X X I V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 29

luz intelectual se aprecia según la diver- Por él contrario, dícese (Deut. ult. 10): •
sidad de las imágenes. y de allí adelante no se levantó en Israel
Al2.°que según lo dicho (C. 171, a. 2) un profeta como Moisés.
la profecía no tiene lugar al modo de C o n c l u s i ó n . Moisés fue en abso-
hábito inmanente, sino más bien á la luto mayor que todos los demás profe-
manera de pasión transeúnte. Por lo tan- tas (5), aun cuando en algún concepto
to no hay inconveniente en que á un solo puedan considerarse superiores á él algu-
y mismo profeta le sea hecha la revela- nos otros.
ción profética varias veces según diver- Responderemos que, aunque respecto
sos grados. de algo algún otro de los profetas fuese
Al 3.° que los dichos ó hechos, de que mayor que Moisés, sin embargo en abso-
allí se hace mención, no pertenecen á la luto Moisés fue mayor que todos los de-
revelación de la profecía, sino á la mani- mas : porque en la profecía, según resul-
festación, que se hace según la disposi- ta de lo dicho (a. 3 ; y a. 1, C. 171), se
ción de aquellos, á quienes se descubre considera el conocimiento tanto según la
lo que ha sido revelado al profeta ; y esto visión intelectual como según la visión
se hace á veces por palabras y otras por imaginaria, y la manifestación y confir-
hechos (1). Mas la manifestación y la mación por medio de los milagros. Moisés
operación de los milagros se refiere con- fue pues más escelente que los otros 1.°
siguientemente á la profecía, según lo en cuanto ala visión intelectual, porque
dicho (C. 171, a. 1). vio la esencia misma de Dios (6), como
San Pablo en el arrobamiento, según dice
ARTÍCULO I V . — Moisés fue más e s c e - San Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12,
Icntc que todos los profetas ? (2) c. 2 7 ) ; por lo cual se dice (Num. 12, 8)
que claramente y no por enigmas vio al
1.° Parece que Moisés no fue el más Señor; 2.° en cuanto á la visión imagi-
escelente de todos los profetas ; porque naria, que tenía como á su arbitrio, no
dice la Glosa (3) al principio del Sal- solamente oyendo las palabras, sino tam-
terio que « David se dice el profeta por bién viendo al que le hablaba con repre-
» escelencia ». Luego Moisés no fue el sentación de Dios ; y no solo durmiendo
más escelente de todos. sino también despierto, por lo que se
2.° Mayores milagros fueron hechos dice (Exod. 33, 11 ); y el Señor habla-
por Josué, que hizo parar el sol y la ba á Moisés cara á cara, como suele un
luna, como consta (Jos. 10), y por Isaías, hombre hablar á su amigo ; 3.° en cuan-
que hizo retroceder al sol (Is. 38), que to á la manifestación, porque hablaba á
por Moisés que dividió (las aguas) del todo el pueblo de los fieles en nombre de
Mar rojo; y asimismo por Elias, de quien Dios, como proponiendo de nuevo la ley,
se dice (Eccli. 48, 4) ¿quién otro puede mientras que los otros profetas hablaban
gloriarse como tú que sacaste á un
s
al pueblo en nombre de Dios, como indu-
muerto del infierno? (4). Luego Moisés ciendo á la observancia de la ley de
no fue el más escelente de los profetas. Moisés, según aquello (Malach. 4, 4),
3.° Dícese (Matth. 11, 11) que entre acordaos de la ley de Moisés mi siervo;
los nacidos de mujeres no se levantó ma- 4.° respecto á la operación de los mila-
yor que Juan el Bautista. Luego Moisés gros , que hizo á la vista de todo el pue-
no fue el más escelente de todos los pro- blo de los infieles; por lo que se dice
fetas. (Deut. ult. 10), y de allí adelante no se

(1) Pudiendo según eslo distinguirse profecías más ó menos Profeta sin nombre adjunto ni otro aditamento se entiende
perfectas, s e g ú n que las palabras ó hechos sean más ó menos precisamente David.
claros y terminantes. /4) Ab inferís, del sepulcro ó de las entrañas d é l a tierra,
. (2) Esta comparación debe entenderse únicamente respecto por lo que añade el testo bíblico y del poder de la muerte.
de los profetas d o l ^ n l i g u o Testamento, según se colige de la (5) Del antiguo Testamento según lo dicho en la nota 2.
solución al arg. 3.° Refútase aquí la herejía de Adelfio, quien (ü) Aunque de algunos otros profetas se lee también que
pretendía que « las profecías debían llamarse sueños fantás- vieron al Señor cara á cara y que hablaron familiarmente con
» ticos », y la de Hermán Rissuich, según el cual « Moisés no é l ; ninguno empero conversaba con Dios como Moisés ordi-
luc suscitado por Dios, y si malo y estúpido, ni recibió de él naria y casi habitualmcntc. Lo cual dejie entenderse, no en la
» visiblemente la l e y , ni le habló cara á cara». propia esencia divina, sino en formas visibles y corpóreas,
(3) Manuscrita antigua, en la que se dice ademas que por conforme á lo espueslo en la P. l."-2.* C. 9S, a. 3 , al 2.*
30 C U E S T I Ó N C L X X I V . — - A R T Í C U L O S IV Y V .

levantó en Israel un profeta como Moisés, después de la muerte pueden decirse pro-
á quien el Señor conociese cara á cara fetas.
en toda suerte de señales y portentos, como Por el contrario, ( n Petr. 1 , 19) la
los que por su misión hizo en tierra de palabra profética es comparada á una an-
Egypto á Faraón y á todos sus siervos y torcha que luce en lugar tenebroso. Pero
á toda la tierra de él. entre los bienaventurados no hay oscuri-
Al argumento 1.° diremos, que la pro- dad alguna. Luego no pueden decirse
fecía de David toca de cerca á la de profetas.
Moisés en cuanto á la visión intelectual, Conclusión. De ningún modo, es de-
puesto que uno y otro recibieron la reve- cir, ni por parte del conocimiento ni del
lación de la verdad inteligible y sobre- que conoce, pueden decirse profetas los
natural sin la visión imaginaria; mas la bienaventurados, que ven la verdad en sí
visión de Moisés fue más escelente en misma y no de lejos.
cuanto al conocimiento de la divinidad, Responderemos, que la profecía im-
y David conoció y espresó más plena- porta cierta visión de alguna verdad so-
mente los misterios de la Encarnación brenatural, como existente lejos, lo cual
de Cristo. tiene lugar de dos modos: 1.° de parte
Al 2.° que los signos de aquellos pro- del conocimiento mismo, porque la verdad
fetas fueron mayores según la sustancia sobrenatural no es conocida en sí misma,
del hecho; y no obstante los milagros de sino en algunos de sus efectos ; y aún es-
Moisés fueron mayores según el modo de tará más distante, si esto se verifica por
hacerlos, porque fueron hechos á todo el las figuras de cosas corporales que por
pueblo. los efectos inteligibles; y tal es sobre
Al 3.° que Juan pertenece al nuevo todo la visión profética, que se realiza
Testamento, cuyos ministros son preferi- por figuras y semejanzas de las cosas cor-
dos aun al mismo Moisés, porque vieron porales; 2.° la visión está lejos de parte
la verdad más de cerca y más claramen- del mismo vidente, porque no ha conse-
t e , como consta ( n Cor. 3). guido totalmente su última perfección,
según aquello ( n Cor. 5, 6), mientras
A R T Í C U L O V . — Hay también algún estamos en el cuerpo, vivimos ausentex
grado de profecía en los bienaventurados? del Señor. De ninguno de estos dos mo-
dos los bienaventurados están lejos (de
l.° Parece que hay también algún esta visión), por lo que no pueden decirse
grado de profecía en los bienaventurados: profetas.
porque Moisés, según se ha dicho (a. 4), Al argumento 1.° diremos, que aquella
vio la esencia divina; y no obstante tam- visión de Moisés fue pasajera á modo de
bién se dice profeta. Luego por igual ra- pasión, no permanente á la manera de la
zón los bienaventurados pueden decirse bienaventuranza; por lo cual aún era vi-
profetas. dente de lejos, y en este concepto tal vi-
2.° L a profecía es una divina revela- sión no pierde la razón de profecía.
ción; y las divinas revelaciones se hacen Al 2.° que á los ángeles se hace la
también á los ángeles bienaventurados: revelación divina, no como existentes le-
luego también los ángeles bienaventura- jos de ella, sino como unidos ya total-
dos pueden decirse profetas. mente á Dios; por cuyo motivo tal reve-
3.° Cristo fue comprensor desde el lación no tiene carácter de profecía.
instante de su concepción, y sin embargo Al 3.° que Cristo era á la vez com-
él mismo se llama profeta(Matth. 13, 57), prensor y viador; y así es que en cuanto
donde dice,?io hay profeta sin honra sino era comprehensor, no le compete la razón
en su patria. Luego aun los compren- de profecía, sino solo en el concepto de
sores y los bienaventurados pueden de- viador.
cirse profetas. Al 4.° que Samuel aún no había lle-
4.° Dícese de Samuel (Eccli. 4 6 , 23), .gado al estado de beatitud: por consi-
alzó su voz desde la tierra, profetizando guiente, aun suponiendo que según la
que sería destruida, la, impiedad de la na- voluntad de Dios el alma de Samuel pre-
ción. Luego por igual razón otros Santos dijera á Saúl el éxito de la guerra según
CUESTIÓN CLXXIV. — ARTÍCULOS V Y IV. 31

la revelación que de esto le hiciera el gun el curso de los tiempos progresó el


Señor, este acto pertenece á la razón de grado de la profecía.
profecía. No debe razonarse sin embargo 3.° Dice el Señor (Matth. 11, 13): la
de igual modo acerca de los santos, que ley y los profetas hasta Juan profetiza-
están en la patria. Ni obsta se diga que ron. Pero el don de profecía existió des-
esto fue hecho por arte de los demonios; pués en los discípulos de Cristo de una
puesto que, aunque los demonios no pue- manera mucho más escelente que exis-
dan evocar el alma de algún santo, ni tiera en los antiguos profetas, según aque-
obligar á hacer algo, puede no obstante llo (Ephess. 3, 5.), el cual en estas genera-
verificarse por virtud divina que, cuando ciones no fue conocido de los hijos de los
el demonio es consultado, Dios mismo hombres (esto es, el misterio de Cristo),
enuncie la verdad por alguno de sus en- así como ahora ha sido revelada á los
viados; como por Elias hizo conocer la santos Apóstoles y Profetas en espíritu.
verdad á los mensajeros del rey, que ha- Luego parece que según la sucesión de
bían sido enviados para consultar al Dios los tiempos creció el grado de profecía.
Acarón, según consta (iv Reg. 1). Aun- Por el contrario: Moisés fue el más
que también pueda decirse que no fue el escelente de los profetas según lo dicho
alma de Samuel sino el demonio el que (a. 4 ) , y sin embargo precedió á otros
hablaba en su nombre; á quien el Sabio profetas. Luego el grado de la profecía
llama Samuel, y profética su predicción no progresó con el transcurso del tiempo.
según la opinión de Saúl y de sus compa- Conclusión. La profecía fue creciendo
ñeros, que así opinaban (1). en claridad con el transcurso del tiem-
po [1] en cuanto á la manifestación de
ARTÍCULO V I . — Los grados de la pro- la fe; siendo siempre la más escelente la
fecía varían s e g ú n el progreso del tiempo (2}? primitiva revelación [2] en los tres di-
versos estados de la ley natural, escrita
l.° Parece que los grados de profecía y de gracia; y más manifiesta en las épo-
varían según el curso del tiempo : porque cas anterior y posterior inmediatas á
la profecía se ordena al conocimiento de Cristo [3] en cuanto á su Encarnación :
las cosas divinas, según se desprende de pero con respecto á la dirección de los he-
lo dicho (C. 173 a. 2 y 4); pero, como chos humanos [4~\fue variando, no según
dice San Gregorio (hom. 16 in Ezech.-), el curso del tiempo, sino según la condi-
« por las sucesiones de los tiempos vino ción y circunstancias de los sucesos.
» el aumento del conocimiento divino». Responderemos, que según lo dicho
Luego también deben distinguirse los (a. 2 y 4 ; y c. 173, a. 2 y 4) la profecía
grados de la profecía según el progreso se ordena al conocimiento de la verdad
del tiempo. divina ; por cuya contemplación, no solo
2.° La revelación profética se hace somos instruidos en la fe, sino también
por modo de alocución divina al hombre. dirigidos en nuestras obras, según aque-
Mas las cosas, que han sido reveladas á llo (Ps. 4 2 , 3), envía tu luz y tu verdad;
los profetas, son manifestadas por ellos, estas me guiaron. Nuestra fe consiste
ya de palabra, ya por escrito, pues se principalmente en dos cosas : 1. en el a

dice (i Reg. 3 , 1 ) que delante de Samuel verdadero conocimiento de Dios, según


la palabra del Señor era p>reciosa, esto aquello (Hebr. 11, 6), es necesario que
es, rara; la cual empero después se hizo el que llega á Dios crea que hay Dios;
á muchos. Igualmente también no se ha- 2. en el misterio de la Encarnación de
a

lla haberse escritos libros de profetas an- Cristo, según aquello (Joan. 14,1), creéis
tes del tiempo de Isaías, á quien se dijo en Dios, creed también en mí. Si pues
(Is. 8, 1) : tómate un libro grande y es- hablamos de la profecía, en cuanto se or-
cribe en él con estilo de hombre; después dena á la fe de la deidad, creció según
de cuyo tiempo muchos profetas escribie- tres distinciones de los tiempos, á saber,
ron sus profecías.. Luego parece que se- antes de la ley, bajo la ley y bajo la gra-
(1) Véase lo dicho acerca de esto en la P. 1." C. Sil, a. 8 al progresivamente más claras y perfectas, á medida que se
I o
y al 2.° y su nota 2 ( tomo 1." página 735 ). aproximaban al advenimiento del Mesías.
(2) Lo que aquí se investiga es si las profecías ihan siendo
32 CUESTIÓN CLXXIV.—ARTÌCOLO VI.

eia : porque antes de la ley Abraham y Trinidad se funda toda la fe de la Igle-


otros patriarcas fueron instruidos profe- sia, según aquello (Matth. 16, 18), sobre
ticamente de las cosas, que pertenecen á esta piedra (sobre esta, tu confesión) edi-
la fe de la deidad ; por lo cual también ficaré mi Iglesia. En cuanto á la fe de la
se llaman profetas, según aquello (Ps. Encarnación de Cristo es evidente que
104, 15), no hagáis mal á mis profetas, los profetas más próximos á Cristo, ya
lo cual se entiende especialmente de antes, ya después ¡fueron instruidos más
Abraham y de Isaac; bajo la ley fue he- plenamente acerca de este misterio, aun-
cha la revelación profética de las cosas que después más plenamente que antes,
pertenecientes á la fe de la deidad más como dice el Apóstol (Ephes. 3). Respecto
escelentemente que antes ; puesto que ya á la dirección de los actos humanos la re-
convenía instruir acerca de esto, no solo velación profética ha sido diversa, no se-
á personas especiales ó á ciertas familias, gún el transcurso del tiempo, sino solo se-
sino á todo el pueblo; por lo cual dice el gún la condición de los negocios ; porque,
Señor á Moisés (Exod. 6, 2), yo el Se- como se dice (Prov. 29, 18), cuando fal-
ñor, que aparecí á Abraham, á Isaac y tare la profecía, será disipado el pueblo.
Jacob en Dios omnipotente, y mi nombre Así pues en cada época los hombres han
A d o n a i no lo manifesté á ellos, esto es, sido instruidos por Dios acerca de sus de-
porque los patriarcas precedentes habían beres, según que era conveniente para la
sido instruidos en la fe respecto á la om- salud de los elegidos.
nipotencia de un solo Dios ; pero Moisés Al argumento 1.° diremos, que el dicho
fue después instruido más plenamente de San Gregorio debe entenderse del
sobre la simplicidad de la esencia divina, tiempo anterior á la encarnación de Cristo
cuando se le dijo (Exod. 3,4), yo soy el en cuanto al conocimiente de este mis-
que soy, cuyo nombre se significa por los terio.
Judíos por el de A d o s t a i , á causa de la Al 2.° que, según dice San Agustin
veneración de aquel nombre inefable : y (De civ. Dei, 1. 18, c. 27), «como esto
por último en tiempo de la gracia fue » fue en el primer tiempo del reino de los
revelado por el mismo Hijo de Dios el » asirios, en cuya época vivió Abraham,
misterio de la Trinidad, según aquello » el cual fue el depositario de las prome-
(Matth. ult. 19), id pues, y enseñad á 5> sas divinas ; así también lo fue al priu-
todas las gentes, bautizándolas en el nom- » cipio de la Babilonia de Occidente, es
bre del Padre y del Hijo y del Espíritu 3> decir, de la ciudad de Roma, bajo cuyo
Santo. Sin embargo en cada estado la y> imperio debía nacer Cristo, en quien se
primera revelación fue más escelente: y> habían de cumplir aquellos prometidos
así antes de la ley, la primera revelación » oráculos de los profetas, cuyas palabras
fue hecha á Abraham, en cuyo tiempo » y escritos atestiguan tan grande acon-
comenzaron los hombres á desviarse de »tecimiento, las promesas hechas á
la fe de un solo Dios, declinando á la » Abraham ; porque desde que allí co-
idolatría ; pues antes esta revelación no » menzó á haber reyes, no faltaron casi
era necesaria á todos los que persevera- » nunca profetas en el pueblo de Israel
ban en el culto de un solo Dios. L a re- » en interés de este pueblo, y no de los
velación hecha á Isaac es inferior, como » gentiles ; mas, cuando se presentaba
fundada sobre la hecha á Abraham ; por »más manifiesta la escritura profética,
lo cual se le dijo (Gen. 26, 24), Yo soy » que á su tiempo aprovechara á los gen-
el Dios de Abraham tu padre ; é igual- »tiles, debía coincidir con la construc-
mente á Jacob (Gen. 28, 12), Yo soy el » cion de esta ciudad (la de Roma) , fu-
Dios de Abraham tu padre, y el Dios de » tura soberana de las naciones » : y con-
Isaac. Asimismo en la época de la ley la vino que en tiempo de los reyes los pro-
primera revelación hecha á Moisés fue fetas fueran más numerosos ; porque en-
más escelente, y sobre ella se fundan to- tonces el pueblo no estaba oprimido por
das las otras revelaciones de los profetas. gente estraña, sino que tenía su rey pro-
Del mismo modo en tiempo de la gracia pio, y así era conveniente que los profe-
sobre la revelación hecha á los Apóstoles tas le instruyesen sobre sus deberes como
acerca de la fe de la Unidad y de la á un pueblo libre.
CUESTIÓN CLXXIV. — ARTÍCULO VI.

Al 3.° que los profetas anunciadores de fético sobre el fin de la Iglesia ; y en


la venida de Cristo no pudieron durar sino cada uno de los tiempos no faltaron al-
hasta Juan, quien mostró con el dedo á gunos , que tuvieron espíritu profético ;
Cristo ya presente; y sin embargo, como no para proponer nuevas enseñanzas de
dice San Jerónimo (ibid.), «no se dice la fe, sino para dirigir los actos humanos,
» esto para escluir á los profetas después como San Agustín refiere (De civ. Dei,
» de Juan; porque leemos en los Hechos 1. 5 , c. 26 ) que « Teodosio Augusto
» de los Apóstoles haber profetizado Aga- » mandó un enviado á Juan, que habitaba
» bon y las cuatro hijas de Felipe » (1). » en el desierto de Egipto, y obtuvo de él
También San Juan escribió un libro pro- » la noticia ciertísima de la victoria.

CUESTIÓN CLXXV.
Del rapto m.
l.° Elalmadel hombre es arrebatada hacia las cosas divinas ? — El rapto pertenece a la potencia
cognoscitiva, ó á la apetitiva? —3." San Pablo en su rapto vio la esencia de Dios? —4.° Fueenajenado
de los sentidos? — 5." En aquel estado el alma fue separada totalmente del cuerpo?—6.° Qué s u p o y
qué ignoró acerca de esto ?

ARTÍCULO I. — El olma del hombre es arrebatada por Dios hacia las cosas di-
arrebatada hacia las cosas divinas ? vinas.
3.° El rapto lleva consigo cierta vio-
1.° Parece que el alma del hombre no lencia; y Dios no nos gobierna por la
es arrebatada hacia lo divino : porque el violencia y la coacción, como dice el
rapto ó arrobamiento se define por al- Damasceno (De orth. fid. 1. 2, c. 30).
gunos « la elevación por una fuerza de Luego la mente del hombre no es arre-
» naturaleza superior de lo que es con- batada hacia las cosas divinas.
»forme á la naturaleza á lo que está Por el contrario, dice el Apóstol ( n
i> sobre ella »; y es conforme á la natu- Cor.. 12, 2 ) , conozco á.un hombre en
raleza del hombre el que sea elevado á Cristo, que fué arrebatado hasta el tercer
las cosas divinas, pues dice San Agustín cielo; sobre lo cual dice la Glosa (ord.
(Confess.) : « nos hiciste, Señor, para Petri Lombardi) : « arrebatado, esto es,
» t í , y nuestro corazón está inquieto, » elevado contra la naturaleza. »
» hasta que descanse en tí ». Luego el Conclusión. El rapto ó arrobamiento
alma del hombre no es arrebatada á las del alma humana tiene lugar impropia-
cosas divinas. s mente por su abstracción de lo sensible
2.° Dice San Dionisio (De div. nom. aun á lo que la es natural pero sin su
c 8 , lect. 4 : y c. 9, lect. 4) que « la propio intento ; y propiamente siendo ele-
ajusticia de Dios se considera en que vada por el divino Espíritu á lo sobrena-
» distribuye á todos los seres lo que les tural con enajenación de los sentidos.
» conviene según su modo y dignidad». Responderemos, que el rapto lleva
Pero el que alguno se eleve sobre lo que consigo cierta violencia, como se ha dicho
es conforme á la naturaleza no pertenece (arg. 3.°); « y se dice violento lo que
al modo ó dignidad del hombre. Luego »tiene su principió fuera de sí, de suerte
parece que la mente del hombre no es » que el que es objeto de la coacción en
(1J Act. 11, 2 8 ; y 21, 41. « elevación de lo que es según la naturaleza á lo que la es
(2) En el sentido en que aquí se loma puede definirse . » superior por virtud de superior naturaleza «.
SUMA. TEOLÓGICA . — TOMO IV.
34 CUESTIÓN C L X X V . — ARTÍCULOS I Y II.

» nada contribuye á ella, según se dice contra su propósito : mas no .se toma así
(Ethic. 1. 3 , c. 1). Cada ser contribuye en su sentido propio.
al acto hacia el cual tiende según su pro- Al argumento 1.° diremos, que es na-
pia inclinación ó voluntaria ó natural; y tural al hombre dirigirse á las cosas di-
por lo tanto es menester que el que es vinas por la aprensión de las sensibles,
arrebatado por una causa esterior lo sea según aquello (Rom. 1, 20), las cosas de
hacia algo diverso de aquello á que tiende él invisibles se ven después de la creación
su inclinación, cuya diversidad se consi- del mundo, considerándolas por las obras
dera de dos modos : 1.°, en cuanto al fin criadas. Pero el modo de elevarse alguno
de la inclinación, como si una piedra, que á las cosas divinas con abstracción de los
naturalmente se inclina á caer hacia abajo, sentidos no es natural al hombre.
se arroja á lo alto ; 2.° en cuanto al modo Al 2.° que al modo y dignidad del
de dirigirse, como si una piedra cae con hombre pertenece el ser elevado á lo di-
más rapidez que la que tiene por su movi- vino, por lo mismo que ha sido hecho á
miento natural.-Así pues también el alma imagen de Dios. Y , puesto que el bien
humana se dice ser arrebatada, hacia lo divino escede infinitamente á la facultad
que está fuera de su naturaleza; 1.° en humana, necesita el hombre ser ayudado
cuanto al término del rapto, como cuan- sobrenaturalmente para obtener este bien,
do es arrebatada á los suplicios, según lo cual se realiza por cualquier beneficio
estas palabras (Ps. 49, 22), no sea que de la gracia. Por consiguiente la eleva-
os arrebate, y no haya quien os libre; ción del alma á Dios por medio del rapto
2.° en cuanto al modo connatural al hom- no es contraria á su naturaleza, sino su-
. b r e , que consiste en entender la ver- perior á la facultad de esta.
dad por las cosas sensibles; y por esto, Al 3.° que las palabras del Damasce-
cuando es abstraída de la. aprensión de no deben entenderse en cuanto á las co-
las cosas sensibles, se dice ser arrebatada, sas que han de hacerse por el hombre;
aunque se eleve á cosas, á que natural- mas en cuanto á las que esceden la fa-
mente se ordena, con tal que esto no se cultad del libre arbitrio es necesario que
realice por propia intención; como suce- el hombre sea elevado á ellas por cierta
de en el sueño, que es conforme á la na- operación más fuerte ; la cual puede de-
turaleza, por cuya razón no puede lla- cirse en cuanto á'algo coacción, estoes,
marse propiamente rapto. Esta abstrac- si se considera el modo de la operación:
ción, cualquiera que sea su objeto, puede mas no, si se atiende al término de la
provenir de tres causas : 1. de causa a
operación, al cual se ordenan la natura-
corporal, como sucede en los que su- leza é intención del hombre.
fren enajenación por alguna enfermedad;
2. de la virtud de los demonios, como
a

A R T Í C U L O I I . — E I rapto pertenece más


se ve en los poseidos ; 3 . de la vir- a

bien á la potencia cognoscitiva que á la ape-


tud divina, y en este concepto hablamos titiva?
ahora del rapto, esto es, según que al-
guno es elevado por el espíritu divino á l.° Parece que el rapto pertenece más
algunas cosas sobrenaturales con abs- bien á la potencia apetitiva que á la cog-
tracción de los sentidos, según aquello noscitiva : porque dice San Dionisio (De
(Ezech. 8, 3 ) , me elevó el Espíritu entre div. nom. c. 4 , p. 1, lect. 10) que « el
la tierra y el cielo, y me llevó á Jerusa- x> amor divino produce estasis»; y, pues
lem en visión de Dios. Debe saberse em- el amor pertenece á la potencia apetitiva,
pero que se dice á veces ser uno arreba- también el estasis ó el rapto.
tado, no solo por la enajenación de los 2.° Dice San Gregorio (Dialog. 1. 2,
sentidos, sino también por la de las cosas c. 3 ) que « aquél que apacentó puercos,
á que se aplicaba; como cuando alguno » cayó bajo sí propio por los desvaneci-
sufre una divagación de la mente (1) » mientos de la mente, y por su impure-

(1) Que puede ser como espontánea en virtud de la propia violencia alguna estraña, cual se supone acompaña siempre
y natural volubilidad del alma, que no la permite persistir al rapto.
.largo tiempo, en ^.n i ^ s n i o intento ó consideración; pero sin
CUESTIÓN CLXXV ARTÍCULO II. 35

» za; pero San Pedro, á quien libertó el apetito se aficiona á algo con vehemencia,
» ángel arrebatado en estasis, no estuvo puede suceder que la violencia del afecto
» fuera de sí, sino sobre sí mismo ». Pero enajene al hombre de todas las demás co-
el hijo pródigo cayó por su voluntad en sas. Tiene también el afecto en la potencia
el fondo del abismo. Luego también aque- apetitiva, esto es, cuando alguno se de-
llos, que son arrebatados á las cosas supe- leita en las cosas, á que es arrebatado:
riores , sufren esto por afecto. por cuya razón el Apóstol dijo haber
3.° Sobre aquello (Ps. 30, 1), en tí, sido arrebatado no solamente al tercer
Señor, esperé, no quedaré jamás confuso, cielo, lo cual pertenece á la contempla-
dice la Glosa (interl. Aug. ) : « el ésta- ción del entendimiento, sino también al
» sis en griego se llama en latín excessus paraíso, lo cual pertenece al afecto.
» mentís, y se produce de dos maneras, Al argumento 1.° diremos, que el rapto
» ya por temor de las cosas terrenas, ya añade algo al estasis : porque este im-
» por el arrobamiento del espíritu hacia porta simplemente el transporte fuera do
y> las cosas celestiales y con olvido de las sí, es decir, colocarse fuera de su ordena-
»inferiores ». Pero el temor de las cosas ción ; mientras que el rapto añade á esto
terrenas pertenece al afecto. Luego tam- cierta violencia. Puede pues el estasis
bién el rapto de la mente á las cosas su- pertenecer á la potencia apetitiva, como
premas, que se mira como opuesto, per- cuando el apetito de alguno se dirige á
tenece al afecto. las cosas, que están fuera de sí mismo;
Por el contrario, á propósito de lo que y en este sentido dice San Dionisio que
se lee (Ps. 115), yo dije en mi enajena- el amor divino produce el estasis, esto es,
ción, todo hombre es mentiroso, dice la en cuanto hace que el apetito del hombre
Glosa (Ord. Aug.): « se dice aquí estasis, tienda hacia las cosas amadas; por lo que
» cuando la mente se enajena, no por te- después añade que « aun el mismo Dios,
» mor, sino que se eleva á lo alto por al- » que es causa de todos los seres, se sale
» gima inspiración de revelación». Es así » fuera de sí por esceso de su amor ó bon-
que la revelación pertenece á la potencia » dad, estendiendo su Providencia á todas
intelectiva. Luego también el estasis ó el »las cosas existentes ». Por otra parte,
rapto. aunque esto se dijera espresamente del
Conclusión. Propiamente hablando [1] rapto, no se designaría por ello sino que
el rapto no puede pertenecer á la poten- el amor era su causa.
cia apetitiva sino á la cognoscitiva; aun- Al 2.° que hay en el hombre dos clases
que [2] su-causa puede radicar en la de apetito, á saber, el intelectivo-, que se
apetitiva por razón del afecto ó delecta- llama voluntad, y el sensitivo, que se de-
ción adjunta. nomina sensualidad. Ahora bien : es pro-
Responderemos, que podemos hablar pio del hombre que el apetito inferior se
del rapto de dos modos : 1.° en cuanto á someta al superior, y que este mueva al
aquello á que alguno es arrebatado, y de inferior. Luego el hombre puede salir
este modo, propiamente hablando, el rapto fuera de sí relativamente al apetito de
no puede pertenecer á la potencia apetiti- dos modos : 1.° cuando el apetito intelec-
va, sino solamente á la cognoscitiva; por- tivo tiende totalmente á las cosas divi-
que se ha dicho (a. 1) que el rapto está nas, dejando á un lado aquellas, á que le
fuera de la propia inclinación del que es inclina el apetito sensitivo; y así San
arrebatado, y el mismo movimiento de la Dionisio dice (De div. nom. c. 4, ibid.)
virtud apetitiva es cierta inclinación al que «San Pablo, arrebatado en estasis
bien apetecible; por lo que propiamente » por la virtud del amor divino, dice :
Iiablando, por apetecer el hombre algo, » vivo yo, ya no yo, sino Cristo es quien
ao es arrebatado, sino que se mueve per » vive en mí»; 2.° cuando, dejando á un
ie; 2.° puede ser considerado el rapto en lado el apetito superior, es llevado el
iuanto á su causa, y en este concepto hombre por completo á las cosas, que
mede estar su causa de parte de la virtud pertenecen al apetito inferior, y de este
ipetitiva (1): porque, por lo mismo que el modo « aquel que apacentó puercos cayó
»bajo de sí mismo »; y este esceso ó es-
(1) El amor, el goce y la delectación pueden ser causa del
apto; pero á veces son sus efectos.
tasis más se aproxima al concepto del
36 CUESTIÓN C L X X V . — ARTÍCULOS II Y III.

rapto que el primero, puesto que el ape- consta ser falso. Luego San Pablo en el
tito superior es más propio del hombre. rapto no vio la esencia de Dios.
Por consiguiente, cuando el,hombre se 3.° La fe y la esperanza no pueden
abstrae por la violencia del apetito infe- existir á la vez con la visión de la divina
rior del movimiento del apetito superior, esencia, según consta (i Cor. 13); y San
apártase más de lo que le es propio. Sin Pablo en aquel estado tuvo fe y esperan-
embargo, como no hay allí violencia, por- za : luego no vio la esencia de Dios.
que la voluntad puede resistir á la pasión, 4.° Como dice San Agustín (sup. Gen.
falta la verdadera razón del rapto; á me- ad litt. 1. 12, c. 6 y 7), «según la visión
nos que la pasión sea tan vehemente que »imaginaria se ven ciertas semejanzas de
quite del todo el uso de la razón, como »los cuerpos ». Pero se dice haber visto
sucede en los que enloquecen por la ve- San Pablo en su rapto ciertas semejan-
hemencia de la ira ó del amor. Es de con- zas, v. gr., del tercer cielo y del paraíso,
siderarse empero que estos dos estasis, como consta ( n Cor. 12). Luego parece
que existen con relación al apetito, pue- haber sido arrebatado á la visión imagi-
den el uno y el otro producir el de la vir- naria más bien que á la visión de la di-
tud cognoscitiva; ya porque la mente sea vina esencia.
arrebatada á las cosas inteligibles, enaje- Por el contrario, San Agustín dice
nada de los sentidos; ya porque sea arre- (Epist. ad Paulinam 147 ó 112, c. 13)
batada á alguna visión imaginaria ó apa- que «la sustancia misma de Dios pudo
rición fantástica. » ser vista por algunos, que vivían en el
Al 3.° que, así como el amor es el mo- » mundo,-como por Moisés y San Pablo,'
vimiento del apetito respecto del bien, » que en su rapto oyó palabras inefables,
así el temor lo es respecto del mal. De » que no es permitido al hombre hablar».
consiguiente por igual razón puede re- C o n c l u s i ó n . Es lo más conveniente
sultar del uno y del otro el esceso de la afirmar que San Pablo en su rapto vio
mente, sobre todo siendo el temor cau- la divina esencia.
sado por el amor, como dice San Agustín Responderemos, que algunos (2) dije-
(De civ. Dei, 1. 14, c. 7 y 9) (1). ron que San Pablo en el rapto no había
visto la misma esencia de Dios, sino cier-
ARTÍCULO I I I . — v i o s a n rubio en su to resplandor de su claridad. Pero San
rapto la e s e n c i a de Dios ? Agustín establece abiertamente lo con-
trario, no solo en el libro De vid. Deum
1.° Parece que San Pablo no vio en su (ibid.), sino también super Gen. ad litt.
rapto la esencia de Dios : porque, así 1. 12, c. 28, y consta en la Glosa (ord.
como se lee de San Pablo que fue arre- sup. ilhid,usque ad tertium ccelum, II Cor.
batado hasta el tercer cielo, así también 12), y las palabras mismas del Apóstol
de San Pedro (Act. 10,10) que fe sobre- lo confirman; pues dice « haber oido pa-
vino un esceso de espíritu; pero San Pe- y> labras inefables, que no es lícito al hom-
dro en su esceso. no vio la esencia de » bre hablar». Mas tales cosas parecen
Dios, sino cierta visión imaginaria. Luego ser las que pertenecen á la visión de los
parece que ni San Pablo vio la esencia bienaventurados, que escede al estado de
de Dios. la presente vida, según aquello (Is. 64, 4):
2.° La visión de Dios hace al hombre ojo no vio, salto tú, ó Dios, lo que has
bienaventurado. Pero San Pablo en aquel preparado para los que te aman. Y por
rapto no fue bienaventurado; de otro eso se dice más convenientemente que vio
modo jamas hubiera vuelto á la miseria á Dios por esencia (3).
de esta vida, sino que su cuerpo hubiera Al argumento 1.° diremos, que la mente
sido glorificado por la abundancia de la humana es arrebatada por Dios para
gloria de su alma, como lo será en los contemplar la verdad de tres modos :
santos después de la resurrección: lo cual •1.° para que la contemple por ciertas

{1J Donde llama temor al amor mismo sustrayéndose á lo c. 38, y hom. S in Ezech.) y San León (serm. De trtimfigural.).
que le contraría. ('¿) « Salvo el respeto profundísimo que debemos á nuestro
(2) Entro ellos San Ambrosio {De fi.de. 1. S, c. ult.), San Ci- Doctor, dice espresamentc Silvio, parécenos más probable l:i
rilo (1. 1, in Joan. c. 22, y 1. 4, c. 8), San Gregorio (Moral. 1.18, opinión contraria... ».
ARTÍCULOS III Y ÍV. 31

semejanzas imaginarias, y tal fue el es- da á entender que Dios le mostró la vida,
ceso de la mente que embargó á San en la que ha de ser visto eternamente.
Pedro ; 2.° para que la contemple por 2.° Por el tercer cielo puede entenderse
efectos inteligibles, como fue el rapto de alguna visión sobremundana, y puede
David, que dice (Ps. 115 , 2 ) , Ego di.vi decirse tercer cielo por tres razones: 1. a

in excessu meo, omnis horno mendax ; 3.° según el orden de las potencias cognosci-
para que la contemple en su esencia, y tivas ; de modo que se diga primer cielo
tal fue el rapto de San Pablo y también la visión sobremundana corporal, que
el de Moisés; y esto de un modo conve- tiene lugar por el sentido, como fue vista
niente : porque, así como Moisés fue el por Daniel la mano que escribía en la
primer doctor de los judíos, así San Pa- pared (Dan. 5) ; y el segundo cielo es .
blo fue el primer doctor de las gentes. la visión imaginaria, como la que vio
Al 2.° que la divina esencia no puede Isaías y San Juan en el Apocalipsis, y
ser vista por el entendimiento creado, el tercer cielo la visión intelectual, como
sino por medio de la luz de la gloria, de espone San Agustín (sup. Gen. ad litt.
la que se dice ( P s . 35, 10),por tu lum- 1. 12, c. 28) ; 2. puede decirse tercer
a

bre veremos la lumbre, y de esta luz se cielo según el orden de las cosas cognos-
puede participar de dos modos: 1 á la cibles , llamándose primer cielo el cono-
manera de forma inmanente, y así hace cimiento de los cuerpos celestes, el 2.° el
bienaventurados á los santos en el cielo; de los espíritus celestiales, y 3.° el cono-
2.° á modo de cierta pasión transitoria, cimiento del mismo Dios ; 3. puede de-
a

según lo dicho ( C. 171, á 2) acerca de cirse tercer cielo la contemplación de


la luz de la profecía; y de este modo Dios según el grado de conocimiento, por
existió aquella luz en San Pablo, cuando el que es visto Dios : el primero de estos
fue arrebatado. Así que por tal visión grados pertenece á los angeles de la je-
no fue bienaventurado en absoluto, de rarquía inferior, el 2.° á los de la media,
modo que redundase al cuerpo, sino solo y el 3.° á los de la suprema, como dice
secundum quid; y de consiguiente tal la Glosa ( n Cor. 12). Y, puesto que la
rapto pertenece en cierto modo á la pro- visión de Dios no puede tener lugar sin
fecía. la delectación, por esto no solo se dice
Al 3,° que, puesto que San Pablo no arrebatado al tercer cielo por razón de la
fue bienaventurado habitualmente en el contemplación, sino también al paraíso
rapto, sino que solo obtuvo el acto de los por razón de la delectación subsiguiente.
bienaventurados ; sigúese que entonces
no hubo en él simultáneamente el acto ARTÍCULO IV. — s a n P a u l o en su rapto
de la fe, sino solo el hábito de ella. fue enajenado de los sentidos?
Al 4.° que el nombre del tercer cielo
puede entenderse en un sentido algo cor- l.° Parece que San Pablo en su rapto
póreo , y así se llama tercer cielo el em- no fue enajenado délos sentidos: porque
píreo ( 1 ) , que se dice tercero respecto dice San Agustín, (sup. Gen. ad litt. 1.
del cielo aéreo y del sidéreo, ó más bien 12, c. 18) « ¿porqué no hemos de creer
respecto del cielo sidéreo, y respecto del » que Dios ha querido mostrar á este
cielo ácueo ó cristalino. Y se dice arre- » grande Apóstol, Doctor de las gentes,
batado al tercer cielo, no porque lo fuera » arrebatándole á esta visión celeste, la
para ver la semejanza de alguna cosa » vida, en la que después de la presente
corpórea, sino porque aquel lugar es el »hemosde vivir (2) eternamente?» Pero en
de la contemplación de los bienaventu- aquella vida futura los santos después de
rados ; por lo cual dice la Glosa ( n Cor. la resurrección verán la esencia de Dios
12) que « el tercer cielo es el cielo cspi- sin abstracción de los sentidos. Luego
» ritual, donde los ángeles y las almas tampoco San Pablo tuvo en el rapto abs-
» santas gozan de la contemplación de tracción.
» Dios », y al que diciéndose arrebatado, 2.° Cristo fue verdaderamente viador,
y gozaba continuamente de la visión de
(1) V. lo dicho en la P. 1 . C. C8. a. 4. la divina esencia ; y sin embargo no ha-
a

(2) Ylvendum est leemos comunmente, aunque Kicolai pro-


pone videnius est. bía en élabstracion de los sentidos. Luego
38 C U E S T I Ó N C L X X V . —- A R T Í C U L O S IV Y V.

tampoco fue necesario que en San Pablo del alma se concentre allí, de modo que
se verificase esta abstracción para ver la ninguna otra cosa entienda de las imáge-
esencia de Dios. nes, sino que sea llevada totalmente á
3." San Pablo, después de haber visto Dios. Luego es imposible que el hombre
á Dios por esencia, recordó aquellas co- en el estado de viador vea á Dios por
sas que había, visto en esta visión; por lo esencia sin abstracción de los sentidos (1).
cual decía ( i i Cor. 12, 4 ) , oí palabras Al argumento 1.° diremos, que según
secretas, que al hombre no es lícito ha- lo dicho (a.'3, al 2.°) después de la re-
blar. Pero la memoria pertenece á la surrección habrá en los bienaventurados,
parte sensitiva, como se ve (De mem. et que verán la esencia de Dios, una super-
remin. c. 1). Luego parece que también abundancia de gloria, que refluirá del
San Pablo, viendo la esencia de Dios, no entendimiento á las potencias inferiores
estuvo enajenado délos sentidos. y hasta el cuerpo ; por lo que según la
Por el- contrario, dice San Agustín misma regla de la visión divina el alma
(sup. Gen ad litt. 1. 12, c. 2 7 ) : «en atenderá á las imágenes y cosas sensi-
» esta vida nadie es arrobado á esta vi- bles. Mas tal abundancia de gloria no
y> sion, á menos que uno muera de cierto tiene lugar en los que son arrebatados,
» modo, ya sea que el alma salga to- como se ha dicho (a. 3 , al 2.°). Por lo
»talmente del cuerpo, ó se halle pri- que no hay paridad.
» vada ó separada del uso de los sentidos Al 2.° que el entendimiento del alma
» carnales ». de Cristo estaba glorificado por la luz
Conclusión. Es imposible que el hom- habitual de la gloria, por la que veía la
bre en el estado de la presente vida vea á divina esencia con mucha más amplitud
Dios por esencia sin abstracción de sus que algún ángel ú hombre. Era viador
sentidos. por la pasibilidad del cuerpo, según la
Responderemos, que el hombre no que era un poco menos que los ángeles,
puede ver la esencia divina por otra po- como se dice (Hebr. 2) dispensativa-
tencia cognoscitiva que por el entendi- mente, y no por algún defecto por parte
miento ; mas el entendimiento humano del entendimiento. Luego no hay la mis-
no se convierte á lo inteligible, sino por ma razón respecto de él que de los demás
mediación de las imágenes, que recibe de viadores.
los sentidos por las» especies inteligibles, Al 3." que San Pablo, después que
y en las que considerando sobre las sen- cesó de ver la esencia de Dios, recordó
sibles las juzga y las dispone: y por esto lo que había conocido en esa visión por
en toda operación, por la que nuestro en- algunas especies inteligibles, que queda-
tendimiento es abstraído de las imágenes, ron habitualmente en su entendimiento
es necesario que se abstraiga de los sen- por este hecho; como también cesando lo
tidos. Ahora bien : en el estado de viador sensible quedan algunas impresiones en
es necesario que el entendimiento del el alma, de las que se acuerda después
hombre sea abstraído de las imágenes, si refiriéndolas á las imágenes: por lo que
ve la esencia de Dios ; pues la esencia de ni podía reproducir por el pensamiento
Dios no puede ser vista por imagen al- todo aquel conocimiento ó espresarlo por
guna, ni tampoco por alguna especie palabras.
inteligible creada ; puesto que la esencia
de Dios escede infinitamente, no solo á ARTÍCULO V . — ¿ E l alma de San r a b i o
todos los cuerpos de los que son repre- en aquel estado fue separada totalmente del
sentaciones las imágenes, sino también cuerpo? (2)
á toda criatura inteligible. E s imprescin-
dible pues que, cuando el entendimiento 1.° Parece que el alma de San Pablo
del hombre se eleva á la altísima visión en aquel estado fue separada totalmente
de la esencia de Dios, toda la intensión del cuerpo: porque dice el Apóstol ( n

(1) Aun los que niegan haber visto el Apóstol la divina (2) Después de observar el Santo que la tal separación nc
esencin, dice Silvio, convienen en que se halló enajenado de fue de todo punto necesaria, deja indeciso ó al menos sin
los sentidos, cuyas funciones quedaron sin duda en suspenso, determinar categóricamente si tuvo ó no efecto,
según se colige de sus propias palabras.
CUESTIÓN CLXXV. - ARTÍCULOS V Y VÍ. 30

Cor. 5, 6), mientras estamos en el cuerpo, considerar dos cosas: 1. qué es natural
a

vivimos ausentes de Dios; porque anda- al hombre, 2. qué es lo que por virtud
a

mos por fe y no por visión. Pero San P a - divina debe ser hecho en el hombre sobre
blo en aquel estado no estaba ausente su naturaleza.—Por cuanto el alma está
del Señor; porque veía á Dios por espe- unida al cuerpo como forma natural del
cie, según lo dicho (a. 3). Luego no esta- mismo, conviene al alma la natural acti-
ba en el cuerpo. tud de entender por la conversión á las
2.° L a potencia del alma no puede ele- imágenes; de lo cual no es privada por
varse sobre su esencia, en la cual radica. la virtud divina en el rapto, puesto que
Pero el entendimiento, que es potencia no se muda su estado, como se ha dicho
del alma, fue abstraído de las cosas cor- (a, 3, al 3.°), y permaneciendo este esta-
porales en el rapto por la elevación á do, quítase del alma la conversión actual
la contemplación divina. Luego mucho á las imágenes y cosas sensibles, á fin de
más la esencia del alnia fue separada del que no se impida su elevación á lo que
cuerpo. escede á todas las imágenes, según lo di-
3.° Las fuerzas del alma vegetativa cho (a. 3). Por esto en el rapto no fue
son más materiales que las del alma sen- necesario que el alma se separase del
sitiva; y, para ser arrebatado y ver la cuerpo, de modo que no le estuviese uni-
esencia divina, era menester que-el en- da como forma ( l ) ; mas sí lo fue que su
tendimiento fuese abstraído de las fuer- entendimiento quedase abstraído de la
zas ó potencias del alma sensitiva, según percepción de imágenes y cosas sensibles.
lo dicho (a. 4). Luego mucho más era Al argumento 1.° diremos, que San
preciso que lo fuese de las del alma ve- Pablo en aquel rapto estaba alejado del
getativa; pues, cesando la operación de Señor en cuanto á su estado, puesto que
ellas, ya no queda de modo alguno el todavía era viador; mas no en cuanto al
alma unida al cuerpo. Luego parece fue acto, por el que veía á Dios por la espe-
necesario en el rapto que el alma de San cie , según resulta de lo dicho (a. 3, al
Pablo estuviese separada totalmente del 2. y3.°)
ó

cuerpo. Al 2.° que la potencia del alma no se


Por el contrario, dice San Agustín eleva por virtud natural sobre el modo
(epist. ad Paulinam, De videndo Deum, conveniente á su esencia; mas por la vir-
147 ó 112, c. 13): <rno es increíble' que tud divina puede ser elevada á algo más
»tambien á algunos santos aún no difun- alto, como un cuerpo por la violencia de
t o s , de modo que sus cadáveres debieran una virtud más fuerte es elevado sobre
»ser enterrados, les fuera concedida esa el lugar que le es conveniente según la
»escelencia de la revelación», esto es, que especie de su naturaleza.
viesen á Dios por esencia. Luego no fue Al 3.° que las fuerzas del alma vege-
necesario que en el rapto de San Pa- tativa no obran según la intención del
blo su alma se separase totalmente del alma, como las fuerzas sensitivas, sino al
cuerpo. modo de la naturaleza: así pues no se re-
Conclusión: No fue indispensable que quiere para el rapto la abstracción de
el alma de San Pablo quedase de tal modo ellas, como de las potencias sensitivas,
separada de su cuerpo que no le estuvie- por cuyas operaciones se aminoraría la
se unida como su forma; pero sí que su intención del alma acerca del conoci-
entendimiento se hallase abstraído de toda miento intelectivo.
imagen y percepción de lo sensible.
Responderemos, que según lo dicho ARTÍCULO V I . — s a n r a b i o ignoró si
(a. 1) en el rapto, de que ahora hablamos, su alma estuvo separada del cuerpo?
se eleva el hombre por virtud divina de
lo que es conforme á su naturaleza á lo. l.° Parece que San Pablo no ignoró
que la es superior; y por esto conviene si su alma estuvo separada del cuerpo:

(1) En cuyo supuesto habría que admitir que durante el finendo cierta vision en rapto de San Benito, quien dice llamó
rapto estuvo realmente muerto, resucitando después ; lo cual á voces al diácono Servando como testigo de tan insigne pro-
no parece conforme al sentido de la Escritura santa : y así digio.
parece comprobarlo ademas el testimonio de San Gregorio re-
40 CUESTIÓN CLXXV. — A R T I C U L O VI.

porque él mismo dice ( n Cor. 12, 2), sion de Dios á Jerusalen : y este fue el
conozco á un hombre en Cristo arrebata- sentido de cierto judío, según espresa
do hasta el tercer cielo; y hombre designa San Jerónimo en el prólogo sobre Da-
el compuesto de alma y cuerpo, mientras niel, donde dice: «pretendía (eljudío)
que por otra parte el rapto difiere de la » que nuestro Apóstol no se atrevía a
muerte: luego parece que él mismo supo » afirmar que hubiera sido arrebatado
que el alma no habia sido separada de su » en el cuerpo, sino que dijo, sive in cor-
cuerpo por la muerte, y esto es lo que pore sive extra corpus nescio. Pero San
dicen comunmente los doctores. Agustín reprueba este sentido (sup. Gen.
2.° D e las mismas palabras de San ad litt. 1. 12, C. 2, 3 , 4 y 28), por lo que
Pablo consta que él supo á dónde había el Apóstol dice que supo haber sido arre-
sido arrebatado, puesto que dice hasta el batado hasta el tercer cielo: sabía por lo
tercer cielo. Resulta pues que supo si tanto que el lugar, á donde había sido ar-
estuvo en cuerpo ó no : puesto que, si supo rebatado, era el tercer cielo, y no una
que el tercer cielo era algo corporal, es semejanza imaginaria de él. De otra ma-
consiguiente que supiera que su alma no nera si llamó tercer cielo á la imagen de
estaba separada del cuerpo; porque la este, pudo decir por igual razón que ha-
visión de la cosa corpórea no puede tener bía sido arrebatado en su cuerpo, dando
lugar sino por el cuerpo. Luego parece el nombre de cuerpo á la imagen de su
que no ignoró por completo si su alma propio cuerpo, cual aparece en los sue-
estuvo separada .del cuerpo. ños. P e r o , si él sabía que era verdadera-
3.° Como dice San Agustín (sup. mente el tercer cielo, sabía por consi-
Gen. ad litt. 1. 12, c. 28), « él mismo en guiente ó que este cielo era alguna cosa
B el rapto vio á Dios por aquella visión, espiritual é incorpórea, y que por tanto
» por la que ven los santos en la patria». no podría ser arrebatado allá su cuerpo;
Pero los santos, por lo mismo que ven á ó que era algo corpóreo, y entonces el
Dios, saben si sus almas están separadas alma no podía ser arrebatada hasta él
de los cuerpos. Luego también supo esto sin el cuerpo, á menos que se separase
San Pablo. de él. Así pues es preciso tomar las pa-
Por el contrario, dícese ( n Cor. 12, labras de San Pablo en otro sentido,
3); sifué en el cuerpo ó fuera del cuerpo, esto es, que el Apóstol supo que fue arre-
no lo sé, Dios lo sabe. batado según el alma, y no según el
Conclusión. Ni antes ni después del cuerpo, y que ignoró cuáles habían sido
rapto supo San Pablo si su alma perma- entonces las relaciones del alma con el
neció durante él unida al cuerpo como cuerpo, esto es, si estuvo allí con ó sin
forma, ó separada por la muerte. el cuerpo. Acerca de esto algunos hablan
Responderemos, que es preciso cole- diversamente: pues unos dicen qué supo
gir la verdad de esta cuestión de las pa- el Apóstol que su alma estaba unida al
labras mismas del Apóstol, por las que cuerpo como forma, pero ignoró si había
dice saber algo, esto es, que fue arreba- sido privado del uso de sus sentidos, ó
tado hasta el tercer cielo; y que ignora si las operaciones del alma vegetativa (1)
algo, esto es, sifué en el cuerpo ó fuera habían sido interrumpidas. Pero el que
del cuerpo. Lo cual puede entenderse de fuera hecha abstracción de los sentidos
dos modos: 1.° que estas palabras sive in- no lo pudo ignorar, puesto que supo ha-
corpore sive extra corpus no se refieran ber sido arrebatado ; mas el que fueran
á la existencia misma del hombre ,que es interrumpidas las obras del alma vegeta-
arrebatado, como si ignorase si su alma tiva no era cosa de tanta importancia
estaba todavía en su cuerpo ó n o ; sino que fuera preciso hacer cuidadosa men-
al modo del rapto, de suerte que igno- ción de ella. Resulta pues que el Após-
rase si su cuerpo fue arrebatado ó no á tol ignoró si el alma estuvo unida al
la vez que su alma hasta e! tercer cielo cuerpo como forma, ó separada del cuer-
ó n o , y solamente el alma, como se dice po por la muerte. Otros concediendo
(Ezech. 8) que fue transportada en vi- esto dicen que el Apóstol no supo
(1) Segnn lo ya insinuado (tomo 2.° pág. 32G, n." I) actúan á la enajenación de los sentidos, cual se supone y requier»?
aun durante el sueño, y por consiguiente no ofrecen obstáculo en el rapto,
CUESTIÓN CLXXV.—ARTÍCULO VI. 41

cuando era arrebatado, porque toda su también que la muerte procurada por
atención estaba convertida hacia Dios; Dios se llamase rapto, y en este sentido
pero lo supo después al considerar lo que habla San Agustín (sup. Gen ad litt.
había visto. Pero esto contraría también 1. 12 , c. 3 ) , c< dudando el Apóstol acerca
á las palabras del Apóstol, que distingue » de esto ¿ quién de nosotros se atreverá
en ellas lo pasado de lo futuro ; pues dice » á estar seguro de ello ? » Por consi-
de presente saber que fue arrebatado ha- guiente los que de esto hablan lo hacen
cía catorce años, y al presente ignorar si más bien por conjeturas que con certeza.
lo fue en el cuerpo ó fuera del cuerpo. Y Al 2.° que el Apóstol supo que ó aquel
por esto debe decirse que antes y des- tercer cielo era algo corpóreo, ó que vio
pués ignoró si su alma estuvo separada algo incorpóreo en aquel cielo; lo cual
del cuerpo'; por lo cual San Agustín pudo realizarse por su entendimiento,
(sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 5) después de aunque su alma no estuviese separada
una estensa discusión dice que «solo del cuerpo.
» resta quizá entendamos que ignoró esto Al 3.° que la visión de San Pablo en
r> mismo, si cuando fué arrebatado hasta el rapto en cuanto á algo fue semejante
B el tercer cielo, su alma estuvo en el á la de los bienaventurados, esto es,
» cuerpo, como se halla, cuando se dice en cuanto á lo que veía ; y en cuanto á
» que el cuerpo vive, ya del que vigila, algo desemejante, es decir, en cuanto al
» ya del que duerme, ya en éxtasis ena- modo de ver, puesto que no vio tan per-
jenado de los sentidos del cuerpo; ó fectamente como los santos que están
» bien, si salió por completo del cuerpo, en el cielo. Por lo cual dice San Agus-
» quedando este cadáver ». tín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 36):» aun-
Al argumento 1.° diremos, que por la y> que arrobado el Apóstol de los sentidos
figura synécdoque se da á veces el nom- » carnales hasta el tercer cielo, « le faltó
bre de hombre á una de sus partes, y » para el conocimiento pleno y perfecto
principalmente al alma, que es la parte » de las cosas, cual lo tienen los ángeles,
más eminente del hombre. Aunque tam- » pues no sabía si .estaba en el cuerpo ó
bién puede entenderse por esto que » fuera deLcuerpo; no se echará esto de
aquel, de quien cuenta el rapto, no era » menos ciertamente en los que recobren
un hombre en el momento de este, sino » sus cuerpos en la resurrección de los
catorce años después. Por lo que dice, » muertos, cuando esto corruptible se re-
sé de un hombre, y no dice, sé que un vestirá de incorrupción ».
hombre fué arrebatado. Nada impediría
CUESTIÓN CLXXYI.

Don de lenguas.

Son de considerarse ahora las gracias gratis-datas que pertenecen á la locución : 1." el don de len
guas ; 2." la gracia de la palabra de sabiduría ó de ciencia.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos : 1," Por el don de lenguas el hombre adquiere la cien-
cia de todas las lenguas ? — 2.° Comparación de este don con la gracia d é l a profecía.

ron la ciencia de hablar en todas lenguas.


ARTÍCULO I . — A I . * » q u e c o n s e g u í a n e i
3. Todas las gracias se derivan de
don de l e n g u a s hablaban en todas l a s l e n -
a

guas ? Cristo á su cuerpo, que es la Iglesia, se-


gún aquello (Joan. 1, 16), de su plenitud
l.° Parece que aquellos, que conse- recibimos nosotros todos ; mas no se lee
guían el don de lenguas, no hablaban en que Cristo hablase sino en una lengua,
todas las lenguas : porque lo que se con- ni tampoco ahora cada fiel habla sino eu
cede á algunos por la divina virtud es lo una lengua. Luego parece que los discí-
mejor en su género, como el Señor con- pulos de Cristo no recibieron gracia para
virtió el agua en vino bueno, según se hablar en todas las lenguas.
dice (Joan. 2 ) ; pero aquellos que tuvie- Por el contrario, di cese ( A c t . 2, 4),
ron el don de lenguas hablaban mejor en fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
la suya propia, pues dice la Glosa (Hebr. comenzaron á hablar en varias lenguas,
1, ord.) : « no es de admirar que brille como el Espíritu Santo les daba que
» mayor facundia en la carta á los H e - hablasen; sobre lo cual dice la Glosa
» bréos que en las otras, pues es natural (Greg. homb. 30 in Evang.) que el Es-
» á cada uno espresarse mejor en su len- píritu Santo apareció sobre los discípulos
»gua que en la estranjera; porque el bajo la forma de lenguas de fuego, y les
» Apóstol escribió las demás cartas en dio la ciencia de todas las lenguas.
y> idioma estraño, cual era el griego, y Conclusión, Fue necesario que Ion
» esta en lengua hebrea ». Luego por Apóstoles y discípulos de Cristo recibiesen
gracia gratis-data los Apóstoles no re- de Dios la gracia de hablar y entender
cibieron la ciencia de todas las lenguas. todos los idiomas piara su predicación del
2.° L a naturaleza no hace por muchas Evangelio por todo el mundo.
cosas lo que puede ser hecho por una Responderemos, que los primeros dis-
sola ; y mucho menos Dios, que obra de cípulos de Cristo fueron escogidos por él
una manera más ordenada que la natura- mismo, para que recorriendo toda la tier-
leza. Pero Dios podía hacer que, hablan- ra predicasen en todas partes su fe, se-
do sus discípulos una sola lengua, fuesen gún aquello (Matth. ult. 19), enseñad ó
entendidos por todos; así es que sobre todas las gentes; y no era conveniente
aquello (Act. 2 , Audiebat unusquisque que los que eran enviados para instruir
lingua sua tilos loquentes) dice la Glosa á otros necesitasen ser instruidos por
(ord. Bedaí) « que hablaban todas las otros, de qué modo hablarían á otro, ó
» lenguas ó bien hablando en la suya, cómo entenderían lo que otros hablasen;
» esto e s , la hebrea, eran entendidos por sobre todo porque los que eran enviados
j> todos, como si hablara á cada uno en pertenecían á una sola nación, esto es, á
» la suya ». Luego parece que no tuvie- la Judéa, según aquello (Is. 27, 6 ) , los
CUESTIÓN CLXXVI. — ARTÍCULOS í Y II. 43

que salen con ímpetu de Jacob llena- cuanto las palabras de ellos hubieran
rán defruto la superficie de la tierra. Los sonado á los oidos de los oyentes de dis-
que erau enviados eran pobres y no po- tinta manera qne habían sido pronuncia-
derosos ; y no hubieran encontrado fácil- das : y por eso dice la Glosa (ord. Be-
mente ai principio quienes interpretasen das, Act. 2) que « hubo mayor milagro
fielmente sus palabras á otros ó les espli- B en que ellos mismos hablasen todos los
casen á estos las palabras de otros, prin- géneros de lenguas»; y San Pablo ( i
cipalmente porque eran enviados á los Cor. 14, 18) : gracias doy á mi Dios,
infieles ; y por eso fue necesario que Dios porque hablo en la lengua, de todos vos-
les proveyera acerca de esto por medio otros.
del don de lenguas ; pues, así como entre Al 3.° que Cristo había de predicar
las naciones entregadas á la idolatría se personalmente á una sola nación, esto es,
introdujo la diversidad de lenguas, según á los judíos ; y así, aunque él mismo sin
se dice (Gen. 11); así también, cuando género de duda poseyera perfectísima-
los pueblos debían ser llamados al culto mente la ciencia de todas las lenguas (1)
de un solo Dios, convino se aplicase un no fue necesario sin embargo que ha-
remedio contra semejante diversidad me- blase todas ellas. Por lo que, como dice
diante el don de lenguas. San Agustín (sup. Joan, tract. 3 2 ) ,
Al argumento 1." diremos que, según ce aunque también ahora es recibido el
se dice (i Cor. 12, 7 ) , la manifestación » Espíritu Santo, nadie habla las lenguas
del Espíritu es dada para utilidad: por »de todas las naciones; porque en la
esto San Pablo y los demás Apóstoles » Iglesia misma" se habla el idioma de to-
fueron instruidos suficientemente por Dios » das ellas, y el que no está en ella no
en las lenguas de todas las naciones, en » recibe al Espíritu Santo ».
cuanto se requería para la enseñanza de
la fe; pero en cuanto á lo que el arte ARTÍCULO I I . — E I «ion «le l e n g u a s e s
humano añade para ornato y elegancia m á s cscclente que l a gracia de la profecía?
del lenguaje el Apóstol era instruido en
su propia lengua, mas no en la estran- l.° Parece que el don de lenguas es
jera ; como también fueron instruidos su- más escelente que la gracia de la pro-
ficientemente en la sabiduría y ciencia, fecía: porque lo que es propio de lo
en cuanto requería la enseñanza de la fé, mejor parece ser mejor, según se dice
mas no en cuanto á todas las cosas, que ( T o p . 1. 3 , c. 1. loe. 1 2 ) ; y el don
se conocen por la ciencia adquirida, v. gr. de lenguas es propio del nuevo Testa-
las conclusiones de la aritmética ó de la mento , por lo que se canta en la Sequen-
geometría. tia (2) de Pentecostés «: otorgando él
Al 2.° que, aunque cada una de estas » mismo hoy á los apóstoles de Cristo un
dos cosas hayan sido posibles, esto es, » don estraordinario é inaudito en todos
que hablando una sola lengua fueran en- » los siglos » ; al paso que la profecía
tendidos por todos, ó que hablasen todas compete más bien al antiguo Testamento
las lenguas ; sin embargo fue más conve- según aquello (Hebr. 1, 1), habiendo
niente que hablasen todas las lenguas, hablado Dios muchas veces y en muchas
porque esto pertenecía á la perfección de maneras á los padres en otro tiempo por
su ciencia, por la que podían no sola- los profetas. Luego parece que el don de
mente hablar, sino entender lo que los lenguas es más escelente que el don de
otros decían. P o r el contrario, si todos profecía.
hubieran entendido su idioma, bien que 2.° Aquello, por lo que somos ordena-
ellos no hablasen más que una sola len- dos á Dios, parece ser más escelente
gua, este efecto hubiera tenido lugar por que aquello, por lo que lo somos á loa
la ciencia de los que les hubieran oido hombres. Mas por el don de lenguas el
hablar, ó bien de cierta ilusión, por hombre se ordena á Dios, y por la pro-
tiempo más en el misal de la Orden de Predicadores ó Domi-
(1) Pueden consultarse sobre esto en la 3." P. la C. 7, a. 7,
a l 3 . ° | y CC. 10 y 12, nicos, pero reemplazada hoy por la tan conocida : Veni, Sánete
(2) Que ya no se usa según el rito romano y comenzaba : Spiritus, et emitte cvelitus lucis tute radium,,., en la que solo se
Smetl Splritus adsit vobU grafía,... atribuida por algunos á
hace mención general de los siete dones [mcrum seplenarium),
cierto rey de Francia por nombre Roberto y conservada algún
44

fecía álos hombres; pues se dice (i. Cor. célente que el don de lenguas, considerado
14, 2) : el que habla una lengua no habla en sí. 2.° Porque el don de la profecía
á hombres sino á Dios ,- mas el que pertenece al conocimiento de las cosas,
profetiza habla á los hombres para edi- que es más noble que el de las voces, al
ficación. Luego parece que el don de qué pertenece el don de lenguas. 3.°Por-
lenguas es más escelente que el don de que el don de profecía es mg,s útil, y
profecía. esto lo prueba el Apóstol (i Cor. 14) dé
3.° El don de lenguas permanece habi- tres modos : 1.° porque la profecía es
tualmente en el que lo tiene y está en la más útil para edificación de la Iglesia, á
mano del hombre usar de él cuando qui- la que nada aprovecha el que habla len-
siere ; por lo cual se dice (i Cor. 14,18), guas , si no se sigue la espresion de lo que
gracias doy á mi Dios, porque hablo en dice ; 2.° en cuanto al mismo que habla,
lengua de todos vosotros. Mas no es lo el que si recibiese el don de hablar di-
mismo respecto del don de la profecía, versas lenguas, pero sin entender lo que
según lo dicho (C. 171, a. 2). Luego pa- espresase, lo cual pertenece al don de
rece que el don de lenguas es más esce- profecía, su espíritu no se edificaría; 3.°
lente que el don de profecía. en cuanto á los infieles, por causa de los
4.° La interpretación de las palabras que parece haberse dado principalmente
parece contenerse bajo la profecía, por- el don de lenguas, y que reputarían locos
que las Escrituras se esponen según el á los que hablasen lenguas ; como tam-
mismo espíritu con que han sido dadas. bién los judíos reputaron ebrios á los
Pero la interpretación de las palabras se Apóstoles, que las hablaban, según se
pone después de los géneros de las len- dice (Act. 2). Por las profecías son con-
guas (i Cor. 12). Luego parece que el vencidos los infieles, pues se les mani-
don de lenguas es más escelente que el fiestan las cosas recónditas de su co-
don de la profecía, sobre todo en cuanto razón.
á alguna parte ella. Al argumento 1.° diremos que, según
Por el contrario, dice el Apóstol ( i queda dicho (C. 174,a. 2 , al 1.°), perte-
Cor. 14, 5 ) : mayor es el que profetiza nece á la escelencia de la profecía el que
que el que habla lenguas. alguno sea iluminado, no solamente por la
Conclusión. El don de profecía su- luz inteligible, sino que también perciba
pera al de lenguas en los tres conceptos: la visión imaginaria; y de igual modo per-
1.° en sí mismo, 2.° en su objeto y 3.° tenece á la perfección de la operación del
por razón de su respectiva utilidad. Espíritu Santo, que no solo llene la
Responderemos, que el don de profe- mente de la luz profética y la fantasía
cía (1) escede al don de lenguas de tres con la visión imaginaria, como sucedía
modos : 1.° porque el don de lenguas se en el antiguo Testamento, sino también
refiere á la pronunciación de diferentes enseñe esteriormente el órgano de la pa-
palabras, que son signos de alguna ver- labra, para que profiera diversos signos
dad inteligible, cuyos signos también son de locuciones, lo que se ha cumplido en
las mismas imágenes, que aparecen se- el nuevo Testamento según aquello (i
gún la visión imaginaria; por lo cual San Cor. 14. 2 6 ) , cada uno de vosotros tiene
Agustín (sup. Gen. ad. litt. 1. 12, c. 8) salmo, tiene doctrina, tiene revelación,
compara el don de lenguas á la visión tiene lengua, tiene apocalipsis, esto es,
imaginaria. Se ha dicho antes (C. 173, revelación profética.
a. 2) que el don de profecía consiste en Al 2.° que por el don de la profecía el
la iluminación misma de la mente, para hombre se ordena á Dios según el espí-
conocer la verdad inteligible : por consi- ritu, lo que es más noble que ordenarse
guiente, así como la iluminación profé- á el según el lenguaje : y dícese que el
tica es más escelente que la visión ima- que habla una. lengua no habla á los hom-
ginaria, según se ha demostrado (C. 174, bres, esto es, al entendimiento de ellos ó
a. 2); así también la profecía es más es- á su utilidad, sino al entendimiento de
?• solo Dios y á su alabanza. Mas por la
(1) A u n entendido simplemente del conocimiento de c u a . profecía se ordena alguno á Dios y al
lesquiera cosas sobrenaturales, y no precisamente por la pre-
dicción de lo futuro. prójimo: luego es un don más perfecto.
C U E S T I Ó N C L X X V I . —- A R T Í C U L O II. 45

Al 3.° que la revelación profética se cultad de las cosas significadas, ya tam-


estiende al conocimiento de todas las co- bién por causa de las mismas voces des-
sas sobrenaturales ; por lo cual de su conocidas, que se profieren, ya también
perfección proviene que el estado de im- por las semejanzas empleadas, según
perfección de esta vida no pueda ser te- aquello (Dan. 5, 16), di de tí que puedes
nida perfectamente á la manera de hábi- interpretar las cosas oscuras y desatar
to, sino imperfectamente á modo de cierta las intrincadas. Luego la interpretación
pasión. Mas el don de lenguas se estiende de las palabras es más importante que el
á cierto conocimiento particular, esto es, don de lenguas, como se ve por lo que
de las palabras humanas ; y por eso no dice el Apóstol (i Cor. 14, 5), mayor
repugna á la imperfección de esta vida el es el que profetiza que el que habla len-
poseerlo perfectamente y de un modo ha- guas á no ser que también interprete.
bitual. Pospónese la interpretación de los pasa-
Al 4.° que la interpretación de las pa- jes oscuros, al don de lenguas, porque
labras puede reducirse al don de profe- también la interpretación de las palabras
cía, en cuanto la mente es iluminada se estiende á la esplicacion de los diver-
para entender y esponer todas las pa- sos géneros de lenguajes.
labras, que son oscuras, ya por la difi-

CUESTIÓN CLXXYII.
Gracia gratis-data que consiste en la palabra a).

Hemos de considerar la gracia gratis-data que consiste en la palabra, de la que dice el Apóstol
i i Cor. 12, 8) , ti otro es dada por el Espíritu Santo palabra de sabiduría , á otro palabra de cien-
cia, en los dos artículos siguientes: 1.° Alguna gracia gratis-data consiste en la palabra? 2." A quié-
nes compete esta gracia?

ARTÍCULO I . — ¿ u a y a l g u n a g r a c i a g r a - reino de Dios ; pero el Apóstol dice ( i


tig-data, que consista en la palabra ? Cor. 4 , 2 0 ) , el reino de Dios no está en
palabra sino en virtud. Luego ninguna
l.° Parece que no hay gracia alguna gracia gratis-data consiste en la pa-
gratis-data, que consista en la palabra: labra.
porque la gracia es dada para lo que es- 3.° Ninguna gracia es dada según los
cede la facultad de la naturaleza; y se- méritos; porque, si es por las obras, ya
gún la razón natural fue inventado el no es gracia, como se dice (Rom. 11, 6);
arte de la retórica, por el que alguno pero el don de la palabra es dado á al-
puede hablar, de modo que enseñe, de- guno según sus méritos, pues San Gre-
leite y mueva, como dice San Agustín gorio (Moral.l. 11, c. 9) esponiendo aque-
( D e doctr. christ. 1. 4, c. 12), lo cual llo (Ps. 118, 4 3 ) , no quites de mi boca
pertenece al don de la palabra. Luego la palabra de verdad, dice que « palabra
parece que la gracia de la palabra no es » de verdad es la que Dios omnipotente
gracia gratuitamente dada. » otorga á los que obran y la quita á los
2.° Toda gracia (2) pertenece al » que no la practican ». Luego parece

(1) Tal es el llamado comunmente en los catecismos Don de (2) La santificante directa y. principalmente; é indirecta-
sabiduría y el Don de ciencia, según aquello de San Pablo mente la gratis-data , por cuanto se concede para l a s a l v a -
í l Cor. 12) : termo mpientiai el sermo xctenlice. per Spiritnm cion de otros.
Sanclmn.
46 CUESTIÓN CLXXVI1. — ARTÍCULO I.

que el don de la palabra no es gracia usa de la lengua del hombre como de


gratis-data. cierto instrumento; pero él es quien per-
4.° Así como es necesario que el hom- fecciona la operación interiormente. Por
bre esprese por la palabra las cosas, que lo cual dice San Gregorio (hom. 30 in
pertenecen al don de sabiduría ó de cien- Evang. Pentecostés; y Moral 1.29,c. 13):
cia ; así también las que pertenecen á la » si el Espíritu Santo no llena los co-
virtud de la fe. Luego, si se ponen la pa- »razones de los oyentes, en vano re-
labra de sabiduría y la de ciencia como » suena en los oidos corporales la voz de
gracia gratis-data, por igual razón de- » los que enseñan ».
bería contarse entra las gracias gratis- Al argumento 1.° diremos que, así
datas la palabra de la fe. cómo Dios obra algunas veces milagro-
Por el contrario, léese (Eccli. 6, 5), samente de un modo más escelente lo que
la lengua de buena gracia ( eucharis) en la naturaleza puede obrar; así también
el hombre bueno abundará ( 1 ) ; mas la el Espíritu Santo obra más escelente-
bondad del hombre proviene de la gra- mente por la gracia de la palabra lo que
cia : luego también lo agradable de su el arte puede producir de un modo más
palabra. inferior.
Conclusión. El Espíritu Santo provee Al 2.° que el Apóstol habla allí de la
también á los miembros de la Iglesia del palabra, que se apoya en la elocuencia
don de la palabra, para instruir el en- humana, sin la virtud del Espíritu San-
tendimiento , escitar el afecto é infundir to; por lo cual dice antes : examinaré, no
clamor á 'lo espresado por ella; ademas las palabras de los que así andan hincha-
del don de lenguas, para hacerse enten- dos, sino la virtud, y de sí mismo había
der de todos. dicho (c. 2, 4 ) : Mi conversación y mi
Responderemos, que las gracias gratis- predicación no fué en palabras persuasi-
datas son otorgadas para utilidad de otros, vas de humano saber, sino en demostra-
como se ha dicho (1. 2. C. 111, a l y 4).
a ffi
ción de espíritu y de virtud.
Mas el conocimiento, que alguno recibe Al 3.° que, como queda dicho, la gra-
de Dios, no puede convertirse en utilidad cia de la palabra es dada á alguno para
de otro, sino mediante la palabra: y, utilidad de otros : por lo que á veces es
como el Espíritu Santo no falta en cosa retirada por culpa del oyente y otras por
alguna perteneciente á la utilidad de la la del mismo que habla. Mas las obras
Iglesia, también provee á los miembros buenas del uno y del otro no merecen di-
de ella en la. palabra, dándoles, no sola- rectamente esta gracia; y solo quitan los
mente la facultad de hablar de modo que obstáculos á la misma ; porque también
sean comprendidos por diversos indivi- se sustrae la gracia santificante por cau-
duos, lo cual pertenece al don de lenguas, sa de la culpa; y sin embargo no la me-
sino también para que hablen eficazmente, rece alguno por las buenas obras por las
lo cual pertenece al don de la palabra ; y que se quita únicamente el impedimento
esto para tres fines : \.° para instruir el á la misma.
entendimiento, lo que se hace cuando ha- Al 4.° que, según se ha dicho, la gra-
bla uno enseñando; 2.° para mover el cia de la palabra se ordena á la utilidad
afecto, esto es, á fin de que oiga con de otros ; y el que alguno comunique á
buena voluntad la palabra de Dios, lo otros su fe, se verifica por la palabra de
cual se realiza cuando alguno habla de- ciencia ó de sabiduría, por lo cual dice
leitando á sus oyentes, y no debe bus- San Agustín (deTrin. 1. 14, c. 1) que
carlo alguno en su propio favor, sino «saber el modo de infundir la fe en los
para atraer á los hombres á oir la pala- ^piadosos y defenderla contra los impíos
bra de Dios; y 3.° para hacer amar lo »es lo que parece llamar ciencia el Após-
que las palabras significan, é inducir á »tol.» Así pues no fué necesario que
quererlo practicar, lo cual se hace cuando consignara la palabra de la fe, sino que
hablando se conmueve al oyente. Para basta mencionar la palabra de ciencia y
producir este efecto el Espíritu Santo, de sabiduría.

fi) La Vulgala dice en presente abttndal.


él

A R T Í C U L O I I . — í.I.a gracia de la pa- uso de la palabra de dos maneras: 1. en a

labra ilc sabiduría y de ciencia pertenece particular, conversando familiarmente


(iimbicii a las mujeres? (1 ' con una sola persona ó con pocos indi-
viduos, y en cuanto á esto, la gracia de
1.° Parece que la gracia de la pala- la palabra puede competer á las mujeres;
bra de sabiduría y de ciencia pertenece 2. públicamente dirigiéndose á toda la
a

también á las mujeres : porque á esta Iglesia, y esto no se concede á las muje-
gracia pertenece la enseñanza según lo res, 1.° y principalmente á causa de la
dicho (a. l ) ; y el enseñar compete a l a condición de su sexo femenil, que debe
mujer, pues se dice (Prov. 4, 3): fu! estar sometido al varón, como se ve (Gen.
unigénito delante de mi madre y me en- 3), y el enseñar y persuadir pública-
señaba. Luego esta gracia compete á las mente en la Iglesia no pertenece á los
mujeres. subditos sino á los prelados; lo cual sin
2.° Mayor es la gracia de la profecía embargo pueden hacer los subditos varo-
que la de la palabra, como es mayor la nes por comisión, porque no tienen tal
contemplación de la verdad, que su anun- sujeción por su sexo natural como las
ciación. Mas la profecía se concede á las mujeres, sino que esta sumisión proviene
mujeres, como se lee (Judie: 4) de Dé- de causa accidental; 2.° para que no sean
bora, y ( I V Reg. 22) de Oída profetisa incitados á lo inhonesto los ánimos de los
mujer de Sellum, y (Act. 21) de las cua- hombres, pues se dice (Eccli. 9, 11), 6'?/
tro hijas de Felipe ; y también dice el trato enciende como fliego; o.° porque
Apóstol (i Cor 11, ó), toda mujer que comunmente las mujeres no son perfectas
ora ó profetiza etc. Luego parece que en la sabiduría, de modo que pueda en-
mucho más compete á la mujer el don de comendárselas convenientemente la ense-
la palabra. ñanza pública.
3." Dícese (i Petr. 4, 10), cada uno Al argumente 1.° diremos, que aquella
según la gracia que recibió comuníquela autoridad habla de la enseñanza priva-
tí los otros como buenos dispensadores; da, por la que el padre instruye al hijo.
y así puesto que algunas mujeres reciben Al 2.° que la gracia de la profecía se
la gracia de la sabiduría y de la ciencia, considera según la mente iluminada por
que no pueden administrarla á otros sino Dios ; de cuya parte no hay en los hom-
por la gracia de la palabra ; sigúese que bres diferencia de sexo, según aquello
esta gracia compete á las mujeres. (Coloss. 3, 10), vistiéndoos del hombre
Por el contrario, dice el Apóstol (i nuevo, que se renueva conforme á la ima-
Cor. 14, 34); las mujeres callen en las gen de aquel que lo creó, donde no hay
Iglesias ( ); y (i Tim. 2, 12); no per- macho ni hembra. Pero la gracia de la
mito á la mujer que enseñe. Mas esto palabra pertenece á la instrucción de los
pertenece principalmente á la gracia de hombres, entre los cuales se halla dife-
la palabra. Luego esta no compete á las rencia de sexo. Luego no hay paridad
mujeres. entre lo uno y lo otro.
Conclusion. Puede competer á las mu- Al 3.° que algunos administran de di-
jeres el don de la palabra [1] para su ferente manera la gracia recibida de Dios
uso privado ó familiar ; no empero [2] según la diversidad de su respectiva con-
para su ejercicio público enseñando á dición. Por consiguiente las mujeres, si
los fieles de uno y otro sexo en toda la tienen la gracia de la sabiduría de la
Iglesia. ciencia, pueden comunicarla según la en-
Responderemos, que se puede hacer señanza privada, mas no públicamente.

( l ) Los c u á q u e r o s y o l i o s s e d a ñ o s h e r é t i c a s p r u i - c d e n U ' s la p a l a b r a d i v i n a p ú b l i c a ó p r i v a d a m e n t e : lo c u a l e s m a n i -
c la c o m ú n s e n l i n a d e l p r o t e s t a n t i s m o r e c o n o c e n y a i l j u d i - fiestamente contrario á la t e r m i n a n t e d o c t r i n a d e S. Pablo
an a l a s m u j e r e s i n d i s t i n t a m e n t e y lo m i s m o q u e á l o s h o n i - d e la I g l e s i a c a t ó l i c a .
u'ey , s e a n c l é r i g o s ó l e g o s , e l d e r e c h o d e p r e d i c a r y e n s e ñ a r
CUESTIÓN CLXXYIII,

Gracia de los milagros.

1." Hay alguna gracia gratis-data de hacer milagros*—2.° A quiénes conviene/

salud tiene lugar por virtud divina. Lue-


ARTÍCULO I. — H a y a l g u n a gracia gra-
(la-data para hacer milagros? go no debe distinguirse la gracia de las
curaciones de la operación de virtudes.
l.° Parece que no se ordena gracia ó.° La operación de los milagros es
alguna gratis-data á hacer milagros: por- efecto de la fe y del que los hace según
que toda gracia pone algo en aquel, á aquello (i Cor. 13, 2), si tuviese toda la
quien es dada; y la operación de los mi- fe, de manera que traspasase los montes;
lagros nada pone en el alma del hombre, y también de los otros, en cuyo beneficio
á quien se da, puesto que también al se operan los milagros; por lo cual se
contacto de un cuerpo muerto se hacen dice (Matth. 13, 58) : y no hizo allí mu-
milagros, como se lee ( i v Reg. 13, 21) chos milagros á causa de la incredulidad
que unos echaron el cadáver en el sepul- de ellos.
cro de Elíseo, y luego que aquel tocó los Si pues se considera la fe gracia gra-
huesos de Elíseo, resucitó el hombre y le- tis-data, es supéríluo distinguir ademas
vantóse sobre sus pies. Luego el obrar otra gracia gratis-data que consiste en la
milagros no pertenece á la gracia gratis- operación de prodigios.
data. Por el contrario, San Pablo enume-
2° Las gracias gratuitamente dadas rando las gracias gratuitamente dadas
provienen del Espíritu Santo, según se dice: (i. Cor. 12, 9): á otro es dada gra-
dice (i Cor. 12, 4), hay repartimiento de cia de sanidades, á otro la operación de
gracias, mas uno mismo es el Espíritu; virtudes.
y la operación de los milagros se hace Conclusión. La operación de milagros
también por el espíritu inmundo, según en confirmación de la palabra y la doc-
aquello (Matth. 24, 24), se levantarán trina es una verdadera gracia gratis-data.
falsos Cristos y falsos profetas, y harán Responderemos, que según lo dicho
grandes señales y prodigios. Luego pare- ~ (C. 177, a 1) el Espíritu Santo provee
ce que la operación de los milagros no suficientemente á la Iglesia en las cosas,
pertenece á la gracia gratis-data. que son útiles para la salvación, á lo que
3.° Los milagros se distinguen por se- se ordenan las gracias gratis-datas (2):
ñales y prodigios ó portentos, y por vir- mas, como es preciso que el conocimiento
tudes (1). Es pues inconveniente que la que alguno recibe de Dios se transmita á
operación de las virtudes sea considerada otros por el don de lenguas y por la gra-
como una gracia gratis-data más bien cia de la palabra; así es necesario que la
que la operación de los prodigios ó se- palabra pronunciada sea confirmada para
ñales. nacerse creible: y esto se hace por la
4.° La restauración milagrosa de la operación de los milagros, según aquello

(1) Entendiéndose bimembre esta clasificación en señales (ó operación, cuales son los taumaturgos y muchos Santos "
prodigios y portentos, es decir, milagros señalados y asom- aun sus reliquias é i m á g e n e s , como bien claramente se es-
brosos) y virtudes, ó sean , pruebas de la virtud ó poder de pone en la solución (al íí.°)
D i o s , que obra los milagros por si ó por instrumentos de su (i) V. lo dicho en la C. U t , a. 1, de la P.
CUESTIÓN CLXXV1II.—ARTÍCULO I. 49

(Marc. ult. 20), confirmando su doctrina pío poder (Jos. 10, 12), sol, detente so-
con los milagros que la acompañaban. Y bre Gabaon, añádese después: no hubo
esto con razón, pues es natural al hom- antes ni después dia tan largo, obede-
bre el que aprenda la verdad inteligible ciendo á la voz de un hombre.
por efectos sensibles. — De consiguiente, Al 2.° que habla allí el Señor de los
así como el hombre guiado por la razón milagros que han de realizarse en tiempo
natural puede llegar á alguu conocimiento del Antecristo; de los que dice el Apóstol
de Dios por los efectos naturales ; así por (ii. Thess. 2, 9) que la venida del Ante-
algunos sobrenaturales efectos, que se cristo será según operación de Satanás en
dicen milagros, es inducido al conoci- toda potencia, y en señales y en prodi-
miento sobrenatural de las cosas, que gios mentirosos; y como espresa San
debe creer. Y por esto la operación de Agustín ( D e civ. Dei, 1. 20, c. 19),
milagros pertenece á la gracia gratis- « suele ser ambigno si se llamaron signos
data (1). » y prodigios mendaces porque ha de en-
Al argumento 1.° diremos que, así co- » ganar los sentidos mortales por medio
mo la profecía se estiende á todo cuanto » de imágenes, de modo que parezca ha-
puede ser conocido sobrenaturalmente; j> cer lo que no hace ó porque aquellos
así la operación de las virtudes se es- » aunque serán verdaderos prodigios,
tiende á todo lo que puede hacerse so- » conducirán á la mentira á los que los
brenaturalmente , cuya causa es la divina » crean ». Le dicen empero verdaderos,
omnipotencia, que que no puede ser co- porque las mismas cosas serán verdades
municada á criatura alguna. Y por esto como los magos de Faraón hicieron ver-
es imposible que el principio de obrar mi- daderas ranas y verdaderas serpientes;
lagros sea alguna cualidad inmanente en mas no tendrán el verdadero carácter de
el alma. Sin embargo puede suceder que, milagros, pues se harán por virtud de
así como la mente del profeta es movida causas naturales, como se ha dicho ( P .
por inspiración divina, para conocer so- 1. C. 114, a 4). Pero la operación de los
a

brenaturalmente algo; así también la milagros, que se atribuye á la gracia


mente del que hace milagros sea movida gratis-data, se hace por virtud divina
á hacer algo á lo que sigue el efecto del para utilidad de los hombres.
milagro, que Dios hace por su propia Al 3.° que en los milagros pueden con-
virtud: lo cual tiene lugar á veces pre- siderarse dos cosas: 1.° lo que se hace,
cediendo la oración, como cuando San que es algo que escede la facultad de la
Pedro resucitó á Tabita, según consta naturaleza, y según esto los milagros se
(Act. 9); y otras también sin preceder la llaman virtudes; y 2.° aquello, por lo
oración, sino según la acción de Dios, que se hacen los milagros, esto es, para
que obra á voluntad del hombre, como la manifestación de algo sobrenatural; y
San Pedro reconviniendo á Ananías y en tal concepto se llaman comunmente
Safira los entregó (2) á la muerte, se- signos; y por su excelencia se dicen por-
gún consta (Act. 5). Por lo cual dice tentos ó prodigios, conío mostrando algo
San Gregorio (Dialog. 1. 2, c. 30) que de lejos (3).
« los santos hacen milagros por su poder Al 4.° que la gracia de las curaciones
» y otras por medio de la súplica ». De se menciona aparte, porque por ella se
uno y otro modo es Dios el que obra confiere al hombre algún beneficio, es de-
principalmente, usando instrumentalmen- cir, el de la salud corporal, ademas del
te ya del movimiento interior del hombre, común, que se manifiesta en todos los mi-
ya de su palabra, ya también de algún lagros, para que todos los hombres sean
acto esterior ó igualmente de algún con- dirigidos al conocimiento.
tacto corporal de un cuerpo aun muerto. Al 5.° que la operación de los milagros
Así, habiendo Josué dicho como por pro- se atribuye á la fe por dos razones : 1.°

(1) Eunomio, Eustatio y Vigilando decían que «los mila- procurándola él mismo.
» gros de los Sanios eran ilusorias imposturas de los demo- (3) Portento según San Isidoro [ttym. I. 2) denota osten-
>• nios » ; y los pobres de Lyon que » no había en la Iglesia ni sión de lejos , y prodigio predicción ó verídica enunciación
» un solo verdadero milagro ». previa.
(2) Anunciándosela (observa S i l v i o ) , no impidiéndosela ó
50 C U E S T I Ó N CLXXVIII. — A R T Í C U L O S I Y II.

porque se ordena á su confirmación, y 1. 1 5 , c. 18). Luego parece que también


2.° porque procede de la omnipotencia de los malos pueden hacer milagros.
Dios, sobre la que se funda la fe. Y sin Conclusión. Pueden operarse milagros
embargo, así como ademas de la gracia en confirmación de las verdades de fe [1]
de la fe es necesaria la de la palabra para por los malos y'aun por los demonios, me-
instrucción de la fe ; así también es nece- diante la virtud divina ; mas no [ 2 ] en
saria la operación de los milagros para prueba de santidad, de alguno, sino por
confirmación de la fe. los mismos Santos, vivos ó ya dijuntos,
ó también [ 3 ] á su invocación por otros,
ARTÍCULO I I . — i-os malos pueden aunque sean pecadores.
hacer milagros? (1) Responderemos, que de los milagros
algunos son no verdaderos, sino hechos
1.° Parece que los malos no pueden fantásticos, por los que es alucinado el
hacer milagros : porque estos se impetran _ hombre de modo que le parezca lo que no
por medio de la oración, como se ha di- es ; y otros son verdaderos hechos, pero
cho (a. 1, al 1.°); y la oración del peca- no tienen verdaderamente el carácter de
dor no es digna de ser oida, según aquello milagros y son realizados por virtud de
(Joan. 9 , 3 1 ) , sabemos que Dios no oye algunas causas naturales; y estos dos
á los pecadores, y (Prov. 2 8 , 9) se dice, pueden ser hechos por los demonios, como
quien desvía sus orejas, por no oir la ley, se ha dicho (a. 1 , al 2.°). — Pero los ver-
su oración será execrable. Luego parece daderos milagros no pueden ser operados
que los malos no pueden hacer milagros. sino por virtud divina, pues Dios los
2.° Los milagros se atribuyen á la fe obra para utilidad de los hombres, y esto
según aquello. (Matth. 17, 19); si tu- de dos modos : l.°c?i confirmación de la
vierais fe cuanto un yrano de mostaza, verdad anunciada; 2° para demostración
diréis á este monte, pásate de aquí allá, de la santidad de alguno, la cual Dios
y se pasará. Mas la fe sin las obras es quiere proponer á los hombres como ejem-
muerta, como se dice (Jac. 2, 2 0 ) ; y así plo de virtud. Del primer modo los mila-
no parece que tenga operación propia. gros pueden realizarse por cualquiera,
Luego parece que los malos, que no son que predique la verdadera fe é invoca el
ejecutores de obras buenas, no pueden nombre de Cristo, lo cual también se
hacer milagros. hace á veces por los malos ; y según este
3.° Los milagros, son ciertos testimo- modo aun los malos pueden hacer mila-
nios divinos según aquello (Hebr. 2, 4) : gros: por lo cual sobre aquello (Matth. 7)
confirmándola Dios con señales y mara- ¿acaso no profetizamos en tu nombre?
villas y varias virtudes : por lo cual tam- dice San Jerónimo : «profetizar ó ha-
bién en la Iglesia algunos son canonizados » cer milagros y lanzar demonios á vc-
por testimonio de sus milagros. Pero Dios »ees no es del mérito del que obra,
no puede ser testigo de falsedad. Luego »sino que hace esto por invocación
parece que los hombres malos no pueden »del nombre de Cristo, para que los
hacer milagros. »hombres honren á Dios, á cuya in-
4.° Los buenos están más unidos á vocación se hacen tan grandes mila-
Dios que los malos; y sin embargo no gros. — Del segundo modo no se ha-
todos los buenos hacen milagros : luego cen milagros sino por los Santos : y en
mucho menos los hacen los malos. demostración de cuya santidad se hacen
Por el contrario, Dice el Apóstol ( i . milagros ya en vida de ellos, ya después
Cor. 13, 2) : Si tuviese toda la fe de ma- de su muerte, bien por ellos ó bien por
nera que transporte los montes, y no tu- otros: pues se dice (Act. 19, 11 y 12)
viere caridad nada soy. Pero todo el que que Dios hacía virtudes por manos tic
no tiene caridad es malo, porque « solo Pablo, y aun se aplicaban los sudarios
•» este don del Espíritu santo separa á los de su cuerpo á los enfermos y los dejaban
»hijos del reino» de los hijos de perdi- las enfermedades. Así también pues nada
ción, como dice San Agustín (De Trin. impediría que se hiciesen milagros por al-
(1) Según lo espuesto en la P. 1." C. 110, a. 1, y C. 111, lagros. V. allí las notas 5 de la página S70, -I de la 871, •] y •">
a. -1, solo por virtud divina pueden realizarse verdaderos m¡- ile la 896, y 2 y 1 de la 897, en el tomo 1.°
CUESTIÓN CLXXVI n. — ARTÍCULO II. . 51

gun pecador á invocación de algún santo, testimonios verdaderos de aquello, para


cuyos milagros empero no se dicen he- los que se aducen : por lo que los ma-
chos por él, sino por aquel cuya demos- l o , que predican una falsa doctrina, ja-
tración de santidad se pretende en su ope- más hacen verdaderos milagros en con-
ración. firmación de su enseñanza ; aunque á
Al argumento 1.° diremos, que según veces puedan hacerlos en pro del nom-
lo expuesto (C. 83, a. 16) al tratarse de bre de Cristo que invocan, y en vir-
la oración, la oración impetratoria no se tud de los sacramentos que administran.
funda en el mérito, sino en la divina mi- Mas por aquellos que predican la ver-
sericordia, que se extiende aun á los ma- dadera doctrina se hacen á veces ver-
los , y por esto á veces es escuchada por daderos milagros para confirmación de
Dios la oración de los pecadores. Hé ella, mas no para testimonio de santi-
aquí porque dice San Agustín (Sup. Joan, dad (1) : por lo cual dice San Agustín
trat. 44) que «el ciego dijo aquella frase, (Qq. 1. 83, p. 79) : «los magos hacen
» cuando aún no habia sido ungido, es » milagros de un modo, de otro los bue-
» decir, cuando no perfectamente ilumi- » nos cristianos y de otro los malos : los
« nado, porque Dios oye á los pecadores."» » magos por particulares pactos con los
Mas lo que se dice que la oración del que » demonios, los buenos cristianos por la
no oye la ley es execrable, debe enten- » pública justicia y los malos por señales
derse por parte del mérito del pecador. » de la pública justicia».
Sin embargo á veces impetra por la mi- Al 4.° que, como dice San Agustín
sericordia de Dios ya para la salud del (Qq. 1. 8 3 , ibid),.«nos previene Dios,
que ora, como fue oido el publicano, se- » para que entendamos que también los
gún se dice (Luc. 18), ya también por la » hombres malvados pueden hacer ciertos
salud de otros y gloria de Dios. » milagros cuales no pueden hacer los
Al 2.° que se dice muerta la fe sin las » santos;»y, según después añade (idid),
obras en cuanto al mismo creyente, que « por eso no se atribuyen estos á todos
por ella no vive de la vida de la gracia; »los santos, para que los débiles no
mas nada impide que la cosa viva obre » caigan en el error más pernicioso, pen-
por medio de un instrumento muerto, » sando que en estos hechos hay dones
como el hombre obra por medio de un » más elevados que en las obras de jus-
báculo : y de este modo obra Dios ins- » ticia con las que se alcanza la vida
trumentalmente por la fe del hombre » eterna.
pecador. .
Al 3.° que los milagros son siempre ( t , V. en el tomo 1.° la nota 2 de su pág-lna 897.
CUESTIÓN CLXXIX.

División de la vida en activa y contemplativa a i.

Acerca de esta materia se ofrecen cuatro consideraciones : 1. división de la vida en activa y con-
a

templativa; 2. la vida contemplativa: 3. la vida activa; •].* comparación de la vida activa con la
a a

contemplativa.
Sobre la 1. estudiaremos : 1.° Se divide convenientemente la vida en activa y contemplativa? —
a

2." Es suficiente esta división ?

ARTÍCULO I. — S e divide conveniente- reposo, según aquello (Sap. 8, 16), en-


mente In vida en activa y contemplativa V trando en mi casa, con ella tendré des-
canso. Luego parece que la vida no se
1.° Parece que la vida no se divide divide convenientemente en activa y con-
convenientemente en activa y contem- templativa.
plativa : porque el alma es el principio Por el contrario, dice San Gregorio
de la vida por su esencia, pues dice Aris- (sup. Ezech. hom. 14) : « dos son las vi-
tóteles (De anima, 1. 2 , t. 37) que «vivir » das, en las que Dios omnipotente nos
» para los vivientes es existir »; y el prin- »instruye por su palabra sagrada, á sa-
cipio de la acción y de la contemplación » ber, la vida activa y la contemplativa ».
es el alma por medio de sus potencias. Conclusión. Divídese convenientemen-
Luego parece que la vida no se divide te la vida del hombre en activa y contem-
convenientemente en activa y contem- plativa.
plativa. Responderemos, que se llaman pro-
2.°- Inconvenientemente se divide lo piamente vivientes aquellos seres, que se
anterior por las diferencias de lo poste- mueven ú obran por sí mismos; y con-
rior; y lo activo y contemplativo ó lo es- viene principalmente á alguno por sí mis-
peculativo y práctico son diferencias del mo, lo que le es propio y á lo que sobre
entendimiento, como consta (De anima, todo se inclina : por cuya razón se mani-
1. 3 , t. 46 y 49). Es así que vivir es antes fiesta que cada ser viviente vive por la
que entender; porque la vida se halla operación que le es más propia, á la que
primero en los seres vivientes según el se inclina más principalmente; como la
alma vegetativa, como se ve por el Filó- vida de las plantas se dice consistir en
sofo (De anima, 1. 2 , t. 34 y 59). Luego que se nutren y engendran (2) ; la de los
inconvenientemente se divide la vida en animales en que sienten y se mueven, y
activa y contemplativa. la de los hombres en que entienden y
3.° El nombre de vida importa el mo- obran según la razón (3). De consiguien-
vimiento, según consta por San Dionisio te también en los hombres la vida de cada
(De div. nom. c. 4 , P. 1. , lect. 7 y 8);a
individuo parece ser aquello, en que más
y la contemplación consiste más en el se deleita y á lo que se aplica más, y en

(1J A la esposicion de las diversas gracias gratis-dalas sigue anticipación, conque y a el Doctor Angélico insinúa harto cla-
muy oportunamente la de las operaciones de los diversos ramente la tan celebrada distinción gradual del naturalista
miembros de la Iglesia. sueco Linneo acerca de los caracteres de los diversos reinos
(2) En algunas ediciones (inclusa la áurea} se lee generan, de la naturaleza : lapides crescimi, vegetabilia crescimi el vivimi,
tur ( son engendradas}. ammalia crescimi, vivunt et scntiunt ; homines autem crescimi,
(3) S e g ú n la división oportunamente mencionada (P. 1." vivant, seiUiunt, raìiocinanlur et inveniunt atque inventa cu-
C. 79 , a. 1 1 } del entendimiento humano en especulativo ó slodiunt.
oontemplativo y práctico ó activo. Notemos aquí de paso la
CUESTIÓN CLXXIX. — ARTÍCULOS I Y II. 53

lo que principalmente quiere vivir cada templacion; activo, que pertenece á la


cual con el amigo, según se dice (Ethic. vida activa, y agrega un tercero com-
1. 9, c. 4 , 9 y 12). A s í , puesto que algu- puesto de ambos. Luego parece que se
nos hombres se dedican principalmente á divide insuficientemente la vida en activa
la contemplación de la verdad, y otros y contemplativa.
más especialmente á los actos esteriores, 3.° L a vida del hombre se diversifica,
de ahí resulta que la vida del hombre se según que los hombres se aplican á accio-
divide convenientemente en activa y con- nes diversas; y en la vida del hombre
templativa. hay más que dos clases de ocupaciones:
Al argumento 1.° diremos, que la forma luego parece que esta debe dividirse en
propia de cada cosa, que produce su más miembros que en activa y contem-
mismo ser en acto, es el principio de su plativa.
operación propia; y por lo tanto se dice Por el contrario, estas dos vidas son
que vivir es el ser de los vivientes, pues figuradas por las dos esposas de Jacob,
los seres vivientes por tener el ser por su la activa por Lia y la contemplativa por
forma, obran de tal modo. Raquel; y por las dos mujeres que dieron
Al 2.° que la vida tomada universal- hospitalidad al Señor, la contemplativa
mente no se divide en activa y contem- por María, y la activa por Marta, como
plativa ; sino la vida del hombre que dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 18, y
toma la especie de que tiene entendi- hom. 14 iu F¿zech) (2): y no sería con-
miento ; y así la misma es la división del veniente esta significación si existieran
entendimiento y la de la vida humana. más que dos vidas. Luego se divide sufi-
Al 3.° que la contemplación tiene el cientemente la vida en activa y contem-
reposo de los movimientos esteriores: con plativa.
todo el hecho mismo de contemplar es Conclusion, Es suficiente la antedicha
cierto movimiento del entendimiento, se- division.
gún que cualquiera operación se llama Responderemos, que como se ha dicho
movimiento, como dice el Filósofo (De (a. 1, al 2.°), se da esta division sobre la
anima, 1. 3 , t. 28) que «sentir y enten- vida humana, que por cierto se considera
s> der son ciertos movimientos », enten- según el entendimiento; y el entendi-
diéndose por movimiento el acto de lo miento se divide en activo y contempla-
perfecto. De este mismo modo San Dio- tivo , porque el fin del conocimiento inte-
nisio (De div. nom. c-. 4 , P . 1. , lect. 7)a
lectivo ó es el conocimiento mismo de la
distingue tres movimientos del alma con- verdad, que pertenece al entendimiento
templativa, á saber, el recto, circular y contemplativo, ó es alguna acción este-
oblicuo (1). rior, que pertenece al entendimiento prác-
tico ó activo; y por eso la vida se divide
ARTÍCULO I I . — s e divide suficiente-
también suficientemente en activa y con-
mente la vida e n activa y contemplativa?
templativa.
Al argumento 1.° diremos, que la vida
l.° Parece que la vida no se divide su- voluptuosa coloca su fin en la delectación
ficientemente en activa y contemplativa: corporal, que nos es común con los bru-
porque dice el Filósofo (Ethic. 1. 1, c. 3 tos : por cuya razón, como dice en el
ó 5) que « tres son las vidas más escelen- mismo lugar el Filósofo es una vida bes-
»tes, á saber, la voluptuosa, la civil, que tial ; y hé aquí porqué no está compren-
» parece ser la misma que la activa, y la dida bajo la presente division, según que
» contemplativa ». Luego parece que se la vida humana se divide en activa y con-
divide insuficientemente la vida en activa templativa (3).
y contemplativa. Al 2.° que los medios se forman con los
2.° San Agustín (De civit. Dei, 1. 19, estremos, y por lo tanto se contienen en
c. 2 y 19) distingue tres géneros de vida, ellos virtualmente, como lo templado en
á saber, ocioso, que pertenece á la con- lo caliente y lo frió y lo pálido en lo
(1) Cuya explicación puede verse en el a. C de la C. ISO. de manos espresivas de la operación.
(2) Donde se hace notar que los animales simbólicos esta- (3) Considerado el hombre precisamente como dotado de
ban provistos de alas significativas de la contemplación, y razón.
54

blanco y negro : igualmente pues bajo lo razón, pertenecen á la vida activa, que
activo y lo contemplativo se comprende por medio de acciones ordenadas provee
lo que está compuesto de uno y otro. Sin á la necesidad de la vida presente ; pero,
embargo como en una mezcla predomina si sirven á cualquiera concupiscencia, per-
alguno de los simples, así también en el tenecen á la vida voluptuosa, que no se
género medio de la vida resalta unas ve- contiene bajo la vida activa. Mas los
ces lo contemplativo y otras lo activo. esfuerzos humanos, que se ordenan á la
Al 3.° que todas las aplicaciones de las consideración de la verdad, pertenecen á
acciones humanas, si se ordenan á la ne- la vida contemplativa.
cesidad de la vida presente según la recta

CUESTIÓN CLXXX.
Vida contemplativa.

1." La vida contemplativa pertenece solamente al entendimiento, ó consiste también en el afecto? -


•2.° Las virtudes morales pertenecen á la vida contemplativa? — 3 . " La vida contemplativa consiste
solamente.en un acto, ó en muchos? — 4 . " Pertenece á la vida contemplativa la consideración de una
virtud cualquiera? — 5 . " La vida contemplativa del hombre podrá elevarse en este estado hasta la
visión de.Dio^s? — 6.° Movimientos de la contemplación que asigna San Dionisio (De div. nom. c. 4.).—
7." Delectación de la contemplación. — 8 . ° Duración de la contemplación.

ARTÍCULO I . — ¿La vida contemplativa rior » ; y la potencia afectiva ó apetitiva


n a d a tiene e n el afecto, sino todo e n el e n t e n - inclina á las acciones esteriores: luego
dimiento? parece que la vida contemplativa no per-
tenece en manera alguna á la potencia
l.° Parece que la vida contemplativa apetitiva.
nada tiene en el afecto, sino todo en el Por el contrario, San Gregorio dice
entendimiento : porque dice el Filósofo (ibid y Moral. 1. 6, c. 18) que « l a vida
(Met. 1. 2, t. 3) que «el fin de la con- »contemplativa consiste en conservar
»templacion es la verdad », y la verdad » con toda el alma el amor de Dios y del
pertenece totalmente al entendimiento. » prójimo y en adherirse al solo deseo
Luego parece que la vida contemplativa » del Criador. » Pero el deseo y el amor
consiste totalmente en el entendimiento. pertenecen á la potencia afectiva ó ape-
2.° Dice San Gregorio (Moral. 1. 6, titiva, como se ha-visto (l. -2. C. 22, a a!

c. 18, y hom. 14 in Ezech.) que «E.a- a. 1 y 4). Luego también la vida con-
» quel, que se interpreta principio vis- templativa tiene algo en la potencia afec-
» t o (1), significa la vida contemplativa ». tiva ó apetitiva.
Mas la visión del principio corresponde Conclusión. La vida contemplativa
propiamente al entendimiento. Luego la tiene por término la delectación en el
vida contemplativa pertenece propiamen- afecto, aunque esencialmente consiste en
te al entendimiento. la operación del entendimiento.
3.° Dice San Gregorio (super Ezech. Responderemos que, como se ha di-
homil. 14) que « á la vida contemplativa cho (C. 79, a. 1 ) , se dice ser contem-
»pertenece desistir de la acción este- plativa la vida de aquellos que se entregan
(1) 0 {vhionis prlncipium) principio de la visión scgnn píum ó vldens Deum) que ve á Dios como principio ó el princi-
San Gregorio, aunque San Jerónimo interpreta (víiens princi- pio en Dios.
CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS I Y Ií. 55

principalmente á la contemplación de la ARTÍCULO II. — l a s virtudes morales


verdad. Pero la intención es acto de la pertenecen á la vida contemplativa ? (4)
voluntad, como se ha dicho (l. -2. n, a>

C. 12, a. 1), puesto que la intención es 1.° Parece que las virtudes morales
sobre el fin, que es el objeto de la volun- pertenecen á la vida contemplativa,
tad ; y por esto la vida contemplativa en porque dice San Gregorio (super Ezech.
cuanto á la esencia misma de la ac- hom. 14) que «la vida contemplativa es
ción (1) pertenece al entendimiento, » retener el amor de Dios y del prójimo
mientras que en cuanto á lo que mueve » con la mente. » Pero todas las virtudes
•í ejercer tal operación, pertenece á la morales sobre cuyos actos se dan los pre-
voluntad, la cual mueve todas las otras ceptos de la ley, se reducen al amor de
potencias y aun el entendimiento á su Dios y del prójimo ; puesto que la ple-
acto, como se ha dicho (l. -2. C. 9, a 05
nitud de la ley es el amor, como se dice
a. 1). Mas la potencia apetitiva nos (Rom. 13, 10). Luego parece que las
mueve á contemplar algo, ya sensible ó virtudes morales pertenecen á la vida
intelectualmente ; unas veces por amor contemplativa.
á la cosa vista, puesto que, como se dice 2.° La vida contemplativa se ordena
(Matth. 6, 21), donde está tu tesoro allí principalmente á la contemplación de
está también tu corazón, otras por amor Dios; pues dice San Gregorio (super
al conocimiento mismo que uno adquiere Ezech. ibid.) que, menospreciando todos
de la inspección. Por esto San Gregorio »los cuidados, se enardece el ánimo
(hom. 14, in Ezech.) constituye la vida » para la faz de su Criador » ; y ninguno
contemplativa en el amor de Dios, esto puede llegar á esto sino por la pureza,
es, en cuanto alguno se enardece por que causa la virtud moral; pues se dice
este amor á contemplar su belleza. Y, (Matth. 5 , 8 ) , bienaventurados los lim-
puesto que cada uno se deleita, cuando pios de corazón, porque ellos verán á
ha conseguido lo que ama; por eso la Dios; y (Hebr. 12 , 14), seguid la paz
vida contemplativa tiene por término la con todos y la santidad, sin la cual nin-
delectación, que consiste en el afecto, guno verá á Dios. Luego parece que las
del que proviene el amor. virtudes morales pertenecen á la vida
Al argumento 1.° diremos que, por lo contemplativa.
mismo que la verdad es el fin de la con- 3.° Dice San Gregorio (super Ezech.
templación, tiene razón de bien apeteci- ibid.) que « la vida contemplativa bella
ble y amable y deleitable ; y en este » existe en el ánimo »; y por eso es sig-
concepto pertenece á la potencia ape- nificada por Raquel, de la que se dice
titiva. (Gen. 29) que era de rostro Iwmoso.
Al 2." que á la visión misma del pri- Pero la hermosura del ánimo se consi-
mer principio, esto es, de Dios (2) in- dera según las virtudes morales y princi-
cita el amor del mismo; por lo que dice palmente según la templanza, como dice
San Gregorio (super. Ezech., ibid.) San Ambrosio (De offic. 1. 1, c. 4 3 , 45
que « la vida contemplativa, menospre- y 46) (5). Luego parece que las virtu-
» ciando todos los cuidados, se enardece des morales pertenecen á la vida con-
» para ver la faz de su Criador. » templativa.
Al 3.° que la potencia apetitiva (3) Por el contrario, las virtudes morales
mueve no solamente los miembros cor- se ordenan á las acciones esteriores; y
porales para ejecutar las acciones exte- dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 18,
riores, sino también el entendimiento, á ibid.) que ce á la vida contemplativa per-
ejecutar la operación de la contempla- » fenece descansar de la acción esterior.»
ción, como se ha dicho. Luego las virtudes morales no pertenecen
á la vida contemplativa.

^ (í J U operación , que no es otra qne la misma contempla- (3) La voluntad.


ción; pues contemplar es ver ó mirar con cierta especial (4) Solo dispositivamente, en cuanto por su ejercicio se
atención intelectual. prepara el hon'ilne á contemplar la verdad.
(2) Según sus terminantes palabras citadas luego en el (5) No cap. 34, cual se ve citado en la mayor parte de las
J> urg. Por el contrario. ediciones antiguas,
56 CUESTIÓN CLXXX.—

Conclusión. Las virtudes morales, no plativa, en cuanto causan la paz y la


pertenecen esencialmente á la vida con- pureza.
templativa, y sí solo como predispositivas Al 3.° que la belleza, como se ha di-
á ella. cho (C. 145, a. 2 ) , consiste en cierta ca-
Responderemos, que algo puede per- ridad y debida proporción; pero ambas
tenecer á la vida contemplativa de dos cosas se encuentran radicalmente en la
maneras, esencial ó dispositivamente: razón, á la cual pertenece ordenar en las
esencialmente las virtudes morales no otras cosas, así el resplandor que las ma-
pertenecen á la vida contemplativa, nifiesta como la debida proporción; y por
puesto que el fin de la vida contempla- eso en la vida contemplativa, que con-
tiva es la consideración de la verdad : siste en el acto de la razón, hállasele?' se
« pero el saber, lo que pertenece á la y esencialmente la|belleza; por lo que
» consideración de la verdad, tiene poca ( Sup. 8, 2 ) , se dice sobre la contempla-
» importancia relativamente á las virtu- ción de la sabiduría, me hice amador de
B des morales», como dice el Filósofo su hermosura; al paso que en las virtu-
(Ethic. 1. 2, c. 2 , 1. 10, c. ult.); por des morales se encuentra la belleza par-
cuya razón él mismo (Ethic. 1. 10, c. 7 ticipativamente , esto e s , en cuanto
y tí ) dice que «las virtudes morales per- participan del orden de la razón ; y prin-
»tenecen á la felicidad activa, y no á cipalmente en la templanza, que reprime
la contemplativa» ; y así dispositiva- las concupiscencias, que más oscurecen
mente las virtudes inórales pertenecen á la luz de la razón. De ahí es que la vir-
la vida contemplativa, pues impídese el tud de la castidad hace principalmente al
acto de la contemplación, en el que con- hombre apto para la contemplación, en
siste esencialmente la vida contempla- cuanto las delectaciones carnales depri-
tiva, ya por la vehemencia de las pasio- men más el espíritu hacia las cosas sen-
nes, por la que se abstrae la intención sibles, como dice San Agustín (Solilo-
del alma de las cosas inteligibles á las quiorum, 1. 1, c. 10).
sensibles, ya por los tumultos esteriores.
Mas las virtudes morales impiden la ve-
hemencia de las pasiones y calman los ARTÍCULO I I I . — P e r t e n e c e n o In vida
tumultos de las ocupaciones esteriores; contcmiilntivn diversos actos?
y por esto las virtudes morales pertene-
cen dispositivamente á la vida contem- 1.° Parece que pertenecen á la vida
plativa. contemplativa diversos actos, porque Ri-
Al argumento 1.° diremos que, como cardo San Víctor (De contempl. i. 1, c.
se ha dicho (a. 1), la vida contempla- 3) distingue entre la contemplación, la
tiva tiene su motivo por parte del afecto; meditación y el conocimiento; cosas to-
y según esto se requiere para ella el amor das ellas que parecen pertenecer á la vida
de Dios y del prójimo. Pero las causas contemplativa. Luego parece que hay
motoras no entran en la esencia de la diversos actos de la vida contemplativa.
cosa, sino que la disponen y la perfec- 2.° Dice el Apóstol ( n Cor. 3 , 18),
cionan ; por cuya razón no se sigue que así todos nosotros, registrando á cara
las virtudes morales pertenezcan esencial- descubierta la gloria, del Señor, somos
mente á la vida contemplativa. transformados de claridad en claridad
Al 2.° que la santidad, esto es, la pu- en la misma imagen. Es así que esto per-
reza es causada por las virtudes, que son tenece á la vida contemplativa. Luego
acerca de las pasiones impeditivas de la ademas de las tres cosas prédichas, la
pureza de la razón, mientras que la paz especulación pertenece también á la vida
es producida por la justicia, que es acerca contemplativa.
de las operaciones, según aquello (Is. 32, 3.° Dice San Bernardo (De consider.
17), obra de la justicia será la paz, esto 1. 5, c. ult.) que « la primera y la mayor
es, en cuanto el que se abstiene de inju- B contemplación es la admiración de la
riar á otros, sustrae las ocasiones de los » majestad. » Pero la admiración según
litigios y de los tumultos : y así las vir- el Damasceno (Orth. fid. 1. 2, c. 15) se
tudes morales disponen á la vida contem- pone como especie de temor. Luego pa-
CUESTIÓN C L X X X . — A R T Í C U L O UIj 51

rece que se requieren muchos actos para los sentidos, para conocer algunos efec-
la vida contemplativa. t o s , las imaginaciones, el discurso de la
4.° Se dice pertenecer á la vida con- razón sobre signos diversos ó todo lo que
templativa la oración, la lectura y la conduce al conocimiento de una verdad
meditación. También pertenece á la vida intentada ; aunque según San Agustín
contemplativa el oido, pues de María, ( D e T r i n i t , 1. 1 4 , c . 7 ) p o r conocimiento
por la cual se significa la vida contem- puede entenderse toda operación actual
plativa, se dice (Luc. Rentada 10,39) que del entendimiento. L a meditación empe-
á los pies del Señor, oía su palabra. L u e - ro parece pertenecer al curso de la razón
go parece que se requieren m u c h o s actos por algunos principios, que conducen á
para la vida contemplativa. la contemplación de alguna verdad, y á
Por el contrario, se dice aquí vida la esto mismo pertenece la consideración se-
operación,-á la que el hombre tiende g ú n S a n B e r n a r d o (ibid. a r g . 3.° y 2 , c. 2),
principalmente. L u e g o , si son muchas aunque según el filósofo (de anima. 1. 3,
las operaciones de la vida contemplativa, t. 1) t o d a o p e r a c i ó n d e l entendimiento se
no existirá u n a sola vida contemplativa, llama consideración. P e r o la contempla-
sino muchas. ción pertenece á la misma intuición sim-
Conclusión. La vida contemplativa ple de la verdad. P o r esta razón el mis-
tiene un solo acto final y perfectivo , que m o Ricardo dice ( D e contempl. 1. 1. c.
es la contemplación misma de la. verdad, 4) que « l a contemplación es la concen-
aunque consta de varios á él conducentes. » trada intuición (contuitus) penetrante
Responderemos, que ahora hablamos » y libre del ánimo en las cosas q u e inten-
de la vida c o n t e m p l a t i v a , según que per- » ta ver, mientras que la meditación es la
tenece al h o m b r e ; y existe esta diferen- » mirada del espíritu ocupado en la ave-
cia entre el hombre y el ángel, como i> r i g u a c i o n d e l a v e r d a d , y el pensamien-
consta por San Dionisio ( D e div. nom. » to es la reflexión del ánimo propenso á
c. 7, l e e . 2 ) , q u e e l á n g e l v e l a v e r d a d por » la divagación.»
la simple aprehensión, mientras que el A l 2.° q u e especulación (speculatio),
hombre llega progresivamente por medio como dice en el mismo paraje la Glosa
de muchas cosas á la intuición de la ver- de San Agustín (ord. D e T r i n . 1. 1 5 , c . 8),
dad pura. A s í pues la vida contemplativa, viene de la palabra (speculum) espejo,
tiene su realidad un solo acto, en el que no de (specula) altura; y ver algo por
se perfecciona finalmente, á s a b e r , la medio de un espejo es ver la causa por
contemplación de la verdad, d e c u y o a c t o el efecto, en el que brilla su imagen;
t i e n e s u u n i d a d ; tiene empero muchos ac- por consiguiente la especulación parece
tos, por los que llega á este acto final, d e reducirse á la meditación.
los que unos pertenecen á la acepción de A l 3.° q u e la admiración es una espe-
los principios, por los que procede á la cie de temor resultante de la aprensión
contemplación de la verdad ( 1 ) ; otros de alguna cosa, que escede nuestra fa-
pertenecen á la deducción de los princi- cultad ; y por lo tanto la admiración es
pios q u e conducen á la verdad de aquello, el acto consiguiente á la contemplación
cuyo conocimiento se busca; y el último de una verdad sublime, pues se h a dicho
acto completivo es la contemplación mis- (a. 1) q u e l a contemplación se determina
m a de la verdad. e n el afecto.
A l argumento 1.° d i r e m o s , que el pen- A l 4.° q u e el hombre llega al conoci-
samiento según Ricardo de San Víctor miento de la verdad de dos modos: l.°por
(ibid. arg. l.°) parece pertenecer á la ins- lo que recibe de otro; y en este caso, en
pección de muchas cosas, por las cuales c u a n t o á lo q u e el h o m b r e recibe d e Dios,
procura alguno colegir u n a simple verdad. la oración es necesaria según aquello
Por consiguiente pueden comprenderse ( S a p . 7 , 7 ) , invoqué y vino en mí el espí-
bajo el p e n s a m i e n t o las percepciones de ritu de sabiduría; p e r o e n c u a n t o á l o
que recibe del hombre, es necesario el
oido en cuanto á lo que recibe por la voz
(1) Cuales son principalmente la audición , lección , medi- del q u e habla, y la lectura de lo que re-
tación , oración , etc., según especifica en la solución á los
argumentos y especialmente al i." cibe de lo transmitido por escrito; 2,° es
CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS III Y IV.

necesario que aplique su propio esfuerzo, rio de la Trinidad. Pero solo lo último
y así se requiere la meditación. parece pertenecer á la verdad divina. Lue-
go la contemplación de la verdad no solo
ARTÍCULO I V . — ¿La vida contempla- se refiere á la verdad divina, sino tam-
tiva consiste solamente en la contemplación bién á la que se considera en las criaturas.
de Dios, ó también en la consideración de una 4.° En la vida contemplativa se busca
verdad cualquiera? la contemplación de la verdad, en cuanto
es la perfección del hombre; y cualquie-
l.° Parece que la vida contemplativa ra verdad es perfección del entendimiento
no solo consiste en ls>. contemplación de humano. Luego en cualquiera contem-
Dios, sino también en la consideración de plación de la verdad consiste la vida con-
cualquiera verdad; porque se dice (Ps. templativa.
138, 14), maravillosas tus obras y mi al- Por el contrario, dice San Gregorio
ma lo conoce mucho. Pero el conocimien- (Moral, 1. 6, c, 18 ó 28) que « en lacou-
to de las obras divinas se verifica por al- » templacion se busca el principio, que es
guna contemplación de la verdad. Luego » Dios. »
parece pertencer á la vida contemplativa, Conclusión. Pertenece principalmente
no solo el contemplar la verdad divina, á la vida contemplativa la contemplación
sino también cualquiera otra. de la verdad divina, y secundaria ó dis-
2.° San Bernardo (De considerat. 1. 5, positivamente (2) la de los divinos efec-
c u l t . ) dice que «la 1. contemplación es
a
tos conducentes al conocimiento de Dios.
B la admiración de la majestad; la 2. la a
Responderemos que, como ya se ha
» de los juicios de Dios"; la 3. la de sus a
dicho (a. 2), algo pertenece á la vida
» beneficios; la 4. la de sus promesas. »
a
contemplativa de dos modos: principal-
Mas entre estas cuatro solo la 1. perte- a
mente y secundaria ó dispositivamente.
nece á la verdad divina, y las otras tres Pertenece principalmente á la vida con-
pertenecen á sus efectos. Luego la vida templativa la contemplación de la verdad
contemplativa no solo consiste en la con- divina, puesto que tal contemplación es
sideración de la verdad divina, sino tam- el fin de toda la vida humana; por lo que
bién en la consideración de la verdad con dice San Agustín (De Trinit. 1. 1, c. 8)
relación á los efectos divinos. que «la contemplación de Dios nos es
3.° Ricardo de San Víctor (De con- » prometida como el fin de todas las ac-
templ. 1. 1, c, 6) distingue seis especies de »-cioues y perfección eterna de gozos, 2>
contemplaciones; de las cuales la 1 . es a
la cual en la otra vida será perfecta, cuan-
por la sola imaginación, cuando conside- do veremos á Dios cara á cara, y así nos
ramos las cosas corporales ; la 2. existe a
hará también perfectamente bienaventu-
en la imaginación según la razón, esto es, rados. Pero ahora la contemplación de
según que consideramos el orden y la dis- la divina verdad nos compete imperfecta-
posición délas cosas sensibles ; la 3. existe a
mente, esto es, por espejo y en enig-
en la razón según la imaginación, esto es, ma ; por lo cual nos es hecha cierta in-
cuando por medio de la inspección de las coación de la bienaventuranza, que co-
cosas visibles nos elevamos á las invisi- mienza aquí, para que se continúe en la
bles; la 4. existe en la razón según la
a
otra vida. Por esta razón también el Fi-
razón, á saber, cuando el ánimo medita lósofo (Ethic, 1. 10, c. 6 , 1 y 8) coloca la
sobre cosas invisibles, que la imaginación felicidad última del hombre en la con-
no conoció ; la 5. es superior á la ra-
a
templación del bien supremo inteligible.
zón (1) cuando conocemos por revela- Mas como por los efectos divinos somos
ción divina las cosas, que por la razón conducidos á la contemplación de Dios,
humana no pueden comprenderse, y la según aquello (Rom. 1, 20) las cosas de
6. es superior á la razón y fuera de ella,
a
Dios invisibles se ven después de la crea-
cuando por iluminación divina conocemos ción del mundo, considerándolas por las
•las cosas que parecen repugnar á la razón obras criadas ; de ahí es que también la
humana, como las que se dicen del miste- contemplación de los efectos divinos per-
(1) Mas no fuera ó contra ella , según el testo literal del esta 5 . especie y la siguiente ti."
a

mismo Ricardo, lo cual hace resaltar m a s í a antítesis entre (2) En conformidad con la Conclusión del a. 2,
CUESTIÓN CLXXX. — A R T Í C U L O S IV Y V . 59

fenece secundariamente á la vida contem- el entendimiento en orden á la verdad


plativa, es decir, según que por esto es divina.
conducido el hombre al conocimiento de
Dios. Por lo mismo dice San Agustín en ARTÍCULO V . — ¿ l a vida contemplativa
el libro de la verdadera religión (c. 29) según el estado de e s t a vida puede llegar á la
que « en la consideración de las criaturas visión de la e s e n c i a divina ?
» no debe ejercerse una curiosidad vana
» y perecedera, sino que se debe hacer 1.° Parece que la vida contemplativa
B escala, para elevarse á las cosas in- según el estado de esta vida puede al-
»mortales y que duran eternamente.» canzar la visión de la esencia divina:
Así pues por-lo dicho (a. 1,2 y 3) consta puesto que, como se dice (Gen. 22, 20),
que según cierto orden pertenecen a la dijo Jacob, vi á Dios cara á cara y mi
vida contemplativa cuatro cosas ; 1. las a
alma fue salva. Pero la visión de la faz
virtudes morales ; 2. otros actos ademas
a
de Dios, es la visión de la esencia divina.
de la contemplación; 3. la contempla-
a
Luego parece que alguno puede por la
ción de los efectos divinos; y 4. como
a
contemplación en la vida presente ex-
complemento la contemplación misma de tenderse á ver á Dios por la esencia.
la verdad divina. 2.° Dice San Gregorio (Maral. 1. 6, c.
Al argumento 1.° diremos, que David 17) que « los varones contemplativos se
buscaba el conocimiento de las obras de » reconcentran interiormente en sí mis-
Dios, para ser conducido por esto á Dios, » mos en el acto de meditar sobre cosas
por lo que dice en otra parte ( P s . 142, » espirituales, y ni llevan consigo som-
5) : he meditado en todas sus obras, en B bras de las corporales, ó desvían con la
los hechos de sus manos meditaba : he y> mano de su discreción las que acaso lle-
tendido mis manos á tí. » van ; sino que, anhelando ver la luz in-
Al 2.° que de la consideración de los » circunscrita, tachan todas las imágenes
juicios divinos es conducido el hombre á » de su propia limitación, triunfando de
la contemplación de la justicia divina ; y B lo que son en lo que aspiran á obtener
de la consideración de los beneficios y B sobre sí mismos. » Mas el hombre no
promesas divinas al conocimiento de la es impedido de ver la esencia divina, que
misericordia ó bondad divina, como por es la luz incircunscrita, sino porque tiene
los efectos producidos ó que han de serlo. necesidad de dirigirse á imágenes corpo-
Al 3.° que por aquellas seis especies (de rales. Luego parece que la contemplación
contemplación) se designan los grados, de la vida presente puede estenderse á
según los que se asciende por las criatu- ver en su esencia la luz circunscrita..
ras á la contemplación de Dios ; pues en 3.° San Gregorio (Dialog. 1. 2, c. 35)
el grado 1.° se coloca la percepción de las dice : <r toda criatura es poca cosa para
cosas invisibles; en el 2.° el progreso de B el alma que ve al Criador. » Luego el-
las sensibles á las inteligibles ; en el 3.° hombre de Dios, esto e s , San Benito,
el discernimiento de las cosas sensibles; que veía un globo de fuego en una torre
por las inteligibles ; en el 4.° la absoluta y los ángeles también que volvían al
consideración de las intelegibles, á las cielo, no podía con seguridad distinguir
cine se llega por las sensibles; en el 5.° esto sino por la luz Dios. Pero San Be-
la contemplación de las inteligibles, que nito aún vivía en este mundo.. Luego la
no pueden descubrirse por las sensibles, contemplación de la vida presente puede
pero, que pueden comprenderse por la ra- estenderse á ver la esencia de Dios.
son; y en el 6.° la consideración de las Por el contrario, dice San Gregorio
nteligibles, que la razón no puede des- (super. Ezech. hom 14) : « en tanto que
jubrir ni entender, es decir, las que per- » se vive en esta carne mortal, nadie pro-
tenecen á la contemplación de la verdad » gresa tanto en'la virtud de la contem-
livina, en la que finalmente se perfec- B placion, que fije los ojos del alma en el
Jiona la contemplación. » radio mismo de la luz circunscrita.»
Al 4." que la última perfección del en-
tendimiento humano es la verdad divina; (1) Debiendo entenderse según Silvio únicamente de las
necesarias, pues el conocimiento de las contingentes no per-
ñas las otras verdades (1) perfeccionan fecciona per se al entendimiento humano (C. GO, a. 4, al 2 , ) .
c
60 CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS V Y VI.

Conclusión. La contemplación en la lo que dijo Jacob vi á Dios cara á cara,


presente vida no puede llegar á la visión no debe entenderse que viera la esencia
de la divina esencia sin la enajenación de Dios, sino que vio la forma, esto es,
de los sentidos tanto internos como ester- imaginaria, en la que Dios le habló ; ó
nos, ó bien solo en estado de potenciali- » porque conocemos á cualquiera por el
dad y no en acto por la unión del alma al B rostro, él llamó al conocimiento de
cuerpo como su forma. » Dios su faz, » como dice la Glosa de
Responderemos, que como dice San San Gregorio ( ord. Moral. 1. 24, c. 5 ).
Agustín (sup. Gen. ad litt. 1. 12, c. 27), Al 2.° que la contemplación humana
» nadie que ve á Dios vive en esta vida, según el estado de la vida presente no
» por la que se vive mortalmente en estos puede tener lugar sin imágenes, puesto
» sentidos del cuerpo ; pues si no muere que es connatural al hombre ver en ellas
» en algún modo de esta vida, bien que las especies inteligibles, como dice el Fi-
B el alma se desprenda absolutamente del lósofo ( D e anima, 1. 3 , t. 30). Sin em-
» cuerpo, ó que se separe de los sentidos bargo , el conocimiento intelectual no
» carnales, no es elevado alguno á aque- consiste en las mismas imágenes; sino
» Ha visión ;» lo cual se ha visto más de- que contempla en ellas la pureza de la
talladamente ( C . 175, a. 4 y 5 ) , al ha- verdad inteligible ; y esto no solo en el
blar del rapto, y ademas al tratar de la conocimiento natural, sino también en
visión de Dios ( P . 1. , C. 12, a. 2). Así
a

las cosas que conocemos por revelación;


pues debe decirse que en esta vida puede porque dice San Dionisio (De caílest.
existir alguno de dos maneras: 1. en a

hierarch. implic. c. 2, c. i) que « la cla-


acto, según que hace actualmente uso de B ridad divina nos manifiesta las jerar-
los sentidos corporales, y en este caso B quías de los ángeles en ciertos símbo-
de ninguna manera puede llegar la con- »los figurados, por cuya virtud somos
templado?! de la vida presente á ver la » restituidos al radio puro, B esto es , al
ciencia de Dios; 2. puede alguno estar
a

simple conocimiento de la verdad inteli-


en esta vida en potencia y no en acto, en gible : y así debe entenderse lo que dice
cuanto su alma está unida al cuerpo
San Gregorio que «los contemplativos
mortal como su forma; de modo empero
B no dan cabida á las sombras de las co-
que no use de los sentidos corporales, ó
» sas corporales, B puesto que en ellas no
también de la imaginación, como sucede
en el rapto ; y de esta manera puede la está su contemplación, sino más bien en
contemplación de esta vida llegar á la vi- la consideración de la verdad inteligible.
sión de laesencia divin a. Por consiguiente Al 3.° que por las palabras aquellas de
el grado supremo de la contemplación de San Gregorio no se da á entender que
la vida presente es cual le tuvo San P a - San Benito (2) viese á Dios por esen-
blo en el rapto, y, que es como un medio cia en aquella visión ; sino que quiere
entre el de la vida presente y el de la fu- manifestar que, puesto que «toda cria-
tura. B tura es poca cosa para el que ve ni
B Criador, B es consiguiente que por la
Al argumento 1.° diremos que, como ilustración de la Juz divina pueden verse
dice San Dionisio en su carta al monje con facilidad cualesquiera cosas. Por esta
Cayo ( 1. ), «si alguno que ve á Dios,
a
razón añade : « pues por poco que haya
» entendió lo que vio, no vio al mismo, » visto de la luz del Criador, todo lo que
» sino algo de lo que es propio de él, » y f> es creado se hace pequeño. » „
San Gregorio dice (superEzech. hom. 14)
que «Dios omnipotente no es visto ya A R T Í C U L O V I . — ¿ i * a operación «Í« U
» en su esplendo»; pero algo ve en este contemplación s e distingue convcnlciitenicii-
» esplendor el alma, con lo que refoci- te por los tres movimientos, circular, recto >
»lada (1) progresa para después llegar oblicuo? (9)
» á la gloria de su visión. » Así que por 1.° Parece que inconvenientemente se
(1) Refala según el testo literal de San Gregorio, ó en caso (2) V. lo dicho en la nota 1 al a. 5 de !a C. 175, pag. 39.
rrfecta; y de ningún modo erecta, cual se lee en la edición (3) Según S. Dionisio Areopagita en el lugar citado en el ;
áurea y en alguna otra, ni mucho menos recté como en a l g a - arg. 1.° con cuya ocasión describe las diversas operaciones [
n a s , ó recta, que también se lee confusamente en algunos de la contemplación.•
manuscritos.
CUESTIÓN CLXXX. — A R T Í C U L O VL 61

distingue la operación de la contempla- diferencias de los movimientos á seme-


ción por los tres movimientos, circular, janza de los volátiles del cielo, « de los
recto y oblicuo ( De div. íiom. c. 4, part. » que unos tan pronto se elevan á las re-
1, lect. 7 ) : porque la contemplación y> giones más altas como descienden á las
pertenece solamente al descanso, según i> más bajas, cuyo movimiento parece
aquello (Sap. 8, 1 6 ) , entrando en mi » que repiten muchísimas veces ; mién-
casa con ella tendré descanso. Es así que » tras que otros se dirigen muchas ve-
el movimiento se opone al descanso. » ees á derecha ó izquierda ; otros h a c i a
Luego las operaciones de la vida con- y> adelante ó h a c i a atrás de continuo :
templativa no deben designarse por mo- » otros giran en círculos más ó menos
vimientos. » estensos ; y otros por último quedan
2° La acción de la vida contemplativa B como inmóviles y suspensos en un lu-
pertenece al entendimiento, en el que » gar. » Luego parece que no son sola-
conviene el hombre con los ángeles. Pero mente tres los movimientos de la con-
San Dionisio desigua en los ángeles es- templación.
tos movimientos de distinta manera que Por el contrario, está la autoridad de
en el alma ; pues dice ( I b i d . ) que « el San Dionisio (arg. l . ° )
)> movimiento circular es propio del án- C o n c l u s i ó n . Descríbense conveniente-
» gel según las iluminaciones de lo bello mente las operaciones inteligibles de la
» y de lo bueno ; y el movimiento circu- contemplación por su analogía con los tres
> lar del alma lo determina con arreglo movimientos corpóreos locales, circular,
.» á muchas cosas : de las cuales es la 1 . a
recto y oblicuo.
»la entrada del alma de las cosas este- R e s p o n d e r e m o s , que como se ha dicho
i) ñores en sí misma ; la 2. cierta cou-
a
(C. 179 , a. 1 , al 3.°), la operación del
» centracion ( 1 ) de sus potencias, por entendimiento, en la que consiste esen-
» la que se libra del error y de la ocupa- cialmente la coutemplacion, se llama mo-
» ciou esterior, la 3. es su unión á lo que
a
vimiento, según que el movimiento es
» está sobre ella. » Igualmente también acto de lo perfecto, como dice el Filósofo
describe diferentemente el movimiento (De anima, 1. 3 , t. 28). Mas, como lle-
recto de uno y otro : porque dice que el gamos por las cosas sensibles al conoci-
movimiento del ángel es recto, según que miento de las inteligibles, y las operacio-
se dirige á proveer á los que le están so- nes sensibles no se hacen sin movimiento;
metidos, haciendo consistir el movimien- de ahí es que tambieu las operaciones
to recto del alma en dos cosas : 1 . , en a
inteligibles son descritas como ciertos
« que progresa h a c i a lo que la está próxi- movimientos, y según la semejanza de
» mo ; » 2.", en « elevarse de las cosas los diversos movimientos de estas se
» esteriores á las contemplaciones sim- asigna su diferencia Pero en los movi-
y> pies. » También determina diversamen- mientos corporales los primeros y más
te el movimiento oblicuo en ambos : pues perfectos son los locales, como se prueba
distingue el movimiento oblicuo en los (Phys. 1. 8; t. 55 y 57); y por eso descrí-
ángeles «porque, proveyendo á los que bense las ¡principales operaciones inteligi-
» tienen menos, quedan en su identidad bles según la semejanza de ellos ; en los
» ante Dios ; B y asigna el movimiento que hay tres diferencias : porque hay uno
oblicuo del alma, « porque esta es ilu- circular, según el cual se mueve una
» minada por los conocimientos divinos cosa con uniformidad alrededor de un
»racional y difusamente. » No parece mismo centro ; otro recto , según el que
pues que se señalan convenientemente algo va de un punto á otro, y hay otro
las operaciones de la coutemplacion pol- que es oblicuo, como compuesto de am-
los modos predichos. bos. Por lo tanto en las operaciones inte-
3.° Eicardo de San Vitor ( D e con- ligibles loque simplemente tiene uniformi-
templ. 1. l c . 5) distingue otras muchas
5 dad se atribuye al movimiento circular;
la operación inteligible, según la que se
va de una cosa á otra, se atribuye al mo-
(U Conmliilio, como refundiéndose todas ellas en una sola, vimiento recto ; y la operación inteligible,
gun la fuerza etimológica de la voz griega equivalente
.mbien á la latina cmalomcratw. que tiene algo de uniformidad y que se
62 CUESTIÓN CLXXX.

dirige hacia distintos puntos de vista, se del alma no hay error ; como es evidente
atribuye al movimiento oblicuo. que no lo hay respecto de la inteligencia
Al argumento 1.° diremos, que los mo- de los primeros principios que conoce-
vimientos corporales esteriores se oponen mos por simple intuición. Entonces, pre-
al descanso de la contemplación, que se vias estas dos cosas, se distingue en ter-
concibe como exenta de las ocupaciones cer lugar la uniformidad conforme á los
esteriores; pero los movimientos de las ángeles, según que, prescindiendo de
operaciones inteligibles pertenecen al des- todo (1), persiste en la sola contempla-
canso mismo de la contemplación. ción de Dios, y esto es lo que dice : des-
Al 2.°, que el hombre conviene con los pués, hecha uniforme en la unión, esto
ángeles en el entendimiento en el género: es, en conformidad todas con las poten-
pero la potencia intelectiva es muy supe- cias unidas es conducida como por la
rior en el ángel que en el hombre ; y por mano á lo bello y al bien. El movimiento
lo tanto es preciso asignar estos movi- recto en los ángeles no puede tomarse de
mientos de distinta manera en los hom- que en la consideración proceda de una
bres que en los ángeles, según que se re- cosa áotra, sino solamente según el or-
fieren diferentemente á la uniformidad. den de su providencia, es decir, según que
En efecto, el entendimiento del ángel el ángel superior ilumina á los inferiores
tiene un conocimiento uniforme bajo dos por los ángeles intermedios, y esto es lo
puntos de vista: 1.°, porque no adquiere que dice que los ángeles tienen un mo-
la verdad inteligible de la variedad de las vimiento directo, cuando proveen á los
cosas compuestas ; 2.°, porque no entien- que les están sometidos, á través de todo
de la verdad de las cosas inteligibles dis- lo recto, esto es, según las cosas que es-
cursivamente, sino por simple intuición. tán dispuestas en orden recto: pero dis-
Al contrario el entendimiento del alma tingue el movimiento recto del alma, se-
recibe la verdad inteligible de las cosas gún que procede de las cosas esteriores
sensibles, y la entiende con cierto dis- sensibles al conocimiento de las inteligi-
curso de la razón misma. Por eso San bles. Distingue en el ángel el movimiento
Dionisio asigna el movimiento circular en oblicuo, compuesto del movimiento recto
los ángeles, en cuanto ven á Dios uni- y del movimiento circular, en cuanto se-
formemente y sin cesar sin principio y gún la contemplación de Dios provee á
fin; como el movimiento circular, care- los inferiores ; y pone en el alma este mo-
ciendo de principio y fin, se obra unifor- vimiento oblicuo, misto de recto y cir-
memente alrededor del mismo centro : al cular, según que el alma al razonar usa
paso que en el alma, antes que llegue á de las luces divinas.
esta uniformidad, se exige la remoción Al 3.° que aquellas diferencias de mo-
de esa su doble diversidad, 1.° la que vimientos , que se consideran según k
proviene de la diversidad de las cosas diferencia de lo que está en alto y eu
exteriores, esto es, según que abandona bajo, á derecha é izquierda, delante y
las cosas esteriores, y esto es por lo que atrás y en diversas direcciones, todas se
primeramente pone en el movimiento cir- contienen bajo el movimiento recto ó el
cular del alma la reconcentración en sí oblicuo ; puesto que por todas se designa
misma con el alejamiento de las cosas el discurso de la razón : el cual si es del
exteriores ; 2.°, es preciso alejar la segun- género á la especie, ó del todo á la parte
da diferencia, consistente en el discurso será, como el mismo espone, subiendo ó
de la razón; y esto es lo que sucede, bajando; si parte de uno de los contra-
cuando todas las operaciones del alma se rios al otro, será de derecha á izquierda;
reducen á la simple contemplación de la si de las causas ó los efectos, será avan-
verdad inteligible, y esto es que lo que zando ó retrocediendo ; y si es según los
dice en segundo lugar, que es necesaria accidentes ó circunstancias del objeto
una circunvolución uniforme de las poten- próximo ó remoto, será circular. Mas el
cias intelectuales del alma, es decir, que discurso de la razón, cuando va de 1"
el alma, habiendo cesado de discurrir, fije sensible á lo inteligible según el orden de
bus miradas en la contemplación de la
(l) Es decir, abstrayéndose de los objetos estemos y á"
11

única verdad simple. En esta operación de lodo discurso ó raciocinio.


63

la razón natural, pertenece al movimien- Gregorio dice (Super Ezech. ibid) que
to recto ; pero cuando sigue las luces « la vida contemplativa es de una dulzu-
divinas, al movimiento oblicuo, como » ra muy agradable ».
consta de lo diclio (al 2.°). Sola la inmo- Conclusión. A la vida contemplativa
vilidad de que habla, pertenece al movi- no solo va adjunta la delectación por la
miento circular. De donde resulta evi- contemplación misma sino la más grata
dente que San Dionisio describe de una y superior á todo deleite humano por ra-
manera mucho más completa y sutil el zón del mismo divino amor.
movimiento de la contemplación. Responderemos que alguna contem-
plación puede ser deleitable de dos mo-
ARTÍCULO V I I . — i . « contemplación dos : 1.° por razón de la misma operación
(lene delectación? puesto que á cada uno es deleitable la
operación que le conviene según su pro-
1.° Parece que la contemplación no pia naturaleza ó su hábito. Mas la con-
tiene delectación; porque ésta pertenece templación de la verdad compete al hom-
á la potencia apetitiva ; y la contempla- bre según su naturaleza, según que es
ción consiste principalmente en el enten- animal racional, de donde proviene que
dimiento (1). Luego parece que la de- «todos por naturaleza desean saber, y
lectación no pertenece á la contempla- » por consiguiente se deleitan en el cono-
ción. » cimiento de la verdad »; y aún se hace
2.° Toda coutienda y todo certamen esto más agradable al que tiene el hábito
impide la delectación; y en la contem- de la sabiduría y de la ciencia, de lo que
plación hay contienda y certamen ; pues proviene el que alguno contempla sin di-
dice San Gregorio (super Ezech. hom. ficultad. 2.° Hácese deleitable la contem-
14) que « el alma, cuando se esfuerza en plación por parte del objeto, esto es, en
» contemplar á Dios, como colocada en cuanto alguno contempla la cosa amada;
» un combate, unas veces como que triun- como sucede también en la visión corpo-
» fa, puesto que por la inteligencia y el ral , que se hace agradable, no solo por-
» sentimiento gusta algo de la luz incir- que el ver mismo es cosa agradable, sino
» cunscrita-; y otras sucumbe porque des- también porque ve uno á la persona ama-
»pues de haberlo gustado desfallece de da. Consistiendo pues la vida contempla-
» nuevo ». Luego la vida contemplativa tiva principalmente en la contemplaciou
no tiene delectación. de Dios, á la que mueve la caridad, como
3.° La delectación sigue á la opera- se ha dicho (a. 1 ; y a. 2 , al 1.°) ; de ahí
ción perfecta, como se dice (Ethic. 1. 10, es que en la vida contemplativa, no solo
c. 4 ) ; mas la contemplación del viador hay delectación por razón de la misma
es imperfecta, según aquello (i Cor. 13, contemplación, sino también por razón
12), ahora vemos como por espejo en os- del mismo amor divino ; y en ambos con-
curidad. Luego parece que la vida con- ceptos su delectación escede á todo delei-
templativa no tiene delectación. te humano ; porque también la delecta-
4.° La lesión corporal impide la delec- ción espiritual es mejor que la carnal,
tación ; y la contemplación produce le- como se ha dicho (l. -2. C. 31, a. 3) al
a ffi

sión corporal, por lo que (Gen. 32) se tratar de las pasiones ; y el mismo amor
dice que Jacob, después de haber dicho, con que es amado Dios por caridad, es-
vi al Señor cara á para, cojeaba, porque cede á todo amor. Por esta razón se dice
Dios le había tocado el nervio del muslo (Ps. 33, 9), gustad y ved que el Señor es
y se le había desecado. Luego parece suave.
que en la vida contemplativa no hay de- Al argumento 1.° diremos, que la vida
lectación. contemplativa, aunque esencialmente con-
Por el contrario, dícese de la contení-' siste en el entendimiento, sin embargo
placion de la sabiduría (Sap. 8, 16), ni tiene principio en el afecto, esto es, en
su conversación tiene amargura, ni tedio cuanto alguno es incitado por la caridad
su trato, sino alegría y gozo; y San á la contemplación de Dios. Y puesto
que el fin corresponde al principio, de
(1) Conforme a, lo espuesto en el a. 1. ahí es que también el término y fin de la
6-1 CUESTIÓN CLXXX. — ARTÍCULOS VII Y VIII.

vida contemplativa tiene su ser en el leite. Pero la contemplación de las cosas


afecto, es decir, que por lo mismo que divinas, que se tiene en este mundo, aun-
alguno se deleita en la visión de la cosa que sea imperfecta, sin embargo es más
amada, la misma delectación de la cosa deleitable que toda otra contemplación
vista escita más al amor. Por esta razón por perfecta que sea, á causa de la esce-
dice San Gregorio (sup. Ezech. hom. 14) lencia de la cosa contemplada; por lo
que « cuando uno na visto al mismo que cual dice el Filósofo (De partibus anima-
» ama, se enciende más en su amor ». Y lium, 1. 1, c. 5): ce nos sucede que acerca
esta es la última perfección de la vida » de aquellas venerandas y divinas sus-
contemplativa, á saber, que no solo sea -» tancias existentes, tenemos conocimien-
vista la verdad divina, sino también » tos menos profundos ; pero, aunque
amada. » solo ligeramente las conozcamos, sin
Al 2.° que la pugna ó certamen, que B embargo por la honra de conocerlas tie-
proviene de la contrariedad de la cosa » nen algo más deleitable que todo cuau-
esterior, impide la delectación de aquella » tó hay en nosotros ». Y esto es también
cosa ; porque nadie se deleita en la cosa por lo que dice San Gregorio (sup. Ezech.
contra la que combate, sino en la cosa ibid.): ce la vida contemplativa es de una
por la que pugna, y cuando la ha conse- » dulzura estremadamente agradable, que
guido, en igualdad de circunstancia, se » arrebata el alma sobre sí misma, la
deleita más ; como dice San Agustín B abre los secretos celestiales y ofrece á
(Confess. 1. 8 , c. 3) que, « cuanto mayor »sus miradas todos los tesoros espiri-
» fue el peligro en la batalla, tanto ma- B tuales ».
» yor es el gozo en el triunfo B. Mas en . A l 4.° que Jacob después de la con-
la contemplación no hay contención ni templación cojeaba de un pié, porque <£ es
certamen por la contrariedad de la ver- »necesario que debilitado el amor del
dad que contemplamos, sino por defecto »siglo se rehabilite para el amor de
de nuestro entendimiento y del cuerpo )) Dios » ( 1 ) , como dice San Gregorio
corruptible, el cual nos retrae á las cosas (super Ezech. ibid.). Por consiguiente
inferiores, según aquello (sap. 9, 15), el ce después del conocimiento de la suavi-
cuerpo corruptible es gravoso al alma, y B dad de Dios nos queda un pié sano y el
la habitación terrestre abate la mente que » otro cojea; porque todo el que cojea de
piensa mUchas cosas.'De ahí es que cuan- B un pié, solo se apoya en el que tiene
do el hombre llega á la contemplación de B sano B.
la verdad, la ama más ardientemente ;
pero aborrece más el propio defecto y ARTÍCULO V I I I . — m vida contempla-
el gravamen del cuerpo corruptible, de tiva e s duradera ? <2)
modo que diga con el Apóstol (Rom. 7,
24) ¡miserable hombre de mí! ¿quién me 1.° Parece que la vida contemplativa
librará del cuerpo de esta muerte? Por no es duradera : pues consiste esencial-
esta razón dice también San Gregorio mente en las cosas que pertenecen al en-
(sup. Ezech. ibid): « cuando Dios es ya tendimiento ; y todas las perfecciones in-
»conocido por el deseo y el entendi- telectivas de esta vida se desvanecerán,
» miento, agosta en nosotros todo deleite según aquello (i Cor. 13, 8 ) , aunque su
» carnal ». hayan de acabar las profecías, y cesar
Al 3.° que la contemplación de Dios las lenguas y ser destruida la ciencia-
en esta vida es imperfecta con relación á Luego la vida contemplativa se desva-
la de la patria ; y de la misma manera nece.
la delectación de la contemplación en 2.° Algún hombre gusta las dulzuras
el viador lo es en comparación á la del de la contemplación á la ligera y de pasa-
cielo, de la que se dice (Ps. 35 , 9 ) , les da; por lo cual dice San Agustín (Confess.
darás de beber en el tolérente de tu de- 1. 10, c. 4 0 ) : « me hacéis sentir (3) una

(1) Convalescat aliquis ad amorem Dei s e g ú n el testo (le la (2) TNo solo absolutamente hablando, sino tanihien con
Suma , pero mejor y más espresivamenle conforme al literal respecto á nosotros,
autógrafo de San Gregorio SOZHS convalescat in nobis amar Dei, (lì) « Alguna vez » dice, aLiiiuanOu.
B se vigorice solo en nosotros el amor de,Dios ».
CUESTIÓN - CLXXX. - - ARTÍCULO VII. 65

» emoción interior estraordinaria, no sé 2). mas en cuanto á nosotros también la


» qué dulzura, pero vuelvo á caer bajo el vida contemplativa es duradera, ya por-
•» peso de mis miserias». También San que nos conviene según la acción de la
Gregorio (Moral. 1. 5, c. 23), al esplicar parte incorruptible del alma, esto es, se-
estas palabras (Job, 4), pasando por de- gún el entendimiento, por cuya razón
lante de mí v.n espíritu, dice : «el espí- puede durar después de esta vida; ya
»ritu no se fija mucho tiempo en la sua- también porque en las obras de la vida
» vidad de la contemplación íntima, por- contemplativa no trabajamos corporal-
» que deslumhrado por la misma la in- mente, por lo que más continuamente po-
» mensidad de luz vuelve á sí mismo ». demos persistir en tales obras, como dice
Luego la vida contemplativa no es du- el Filósofo (Ethic. 1. 10, c. 7).
rable. Al argumento 1.° diremos que la ma-
3.° Lo que no es connatural al hombre nera de contemplar no es la misma aquí
no puede ser de larga duración; « y la que en la patria; pero se dice que sub-
» vida contemplativa es mejor que según siste la vida contemplativa por razón de
»el hombre» ( 1 ) , como, dice Aristóte- la caridad, en la que tiene el principio y
les (Ethic. 1. 10, c. 7). Luego parece que el fin ; y, esto es lo que dice. San Grego-
la vida contemplativa no es de larga du- rio (sup. Ezech. hom. 14) : «aquí co-
ración. » mienza la contemplativa para perfec-
Por el contrario, dice el Señor (Luc. »cionarse en la patria, puesto que el
10, 43) : María ha escogido la mejor par- » fuego del amor, que comienza á arder
te, que no le será quitada; puesto que, » aquí, cuando viere al mismo á quien
como se expresa San Gregorio (sup. » ama, se enciende más en el amor del
Ezech. hom. 14), «la vida contemplativa » mismo ».
» comienza aquí, para perfeccionarse en Al 2.° que ninguna acción puede durar
»la patria celestial». mucho tiempo en su apogeo; y lo sumo
Conclusión. La vida contemplativa es de la contemplación es llegar á la unifor-
duradera en sí, ya por su objeto incor- midad de la contemplación divina, como
ruptible ya por carencia de contrariedad, dice San Dionisio (De div. nom. c. 4,
y también con respecto á nosotros. P. 1. , lect. 7; y De coel. hierarch. c. 3),
a

Responderemos, que una cosa puede como se ha dicho (a. 6, al 2.°). Por con-
llamarse duradera en dos conceptos, se- siguiente , aunque en cuanto á esto la con-
gún su naturaleza y con respecto á nos- templación no pueda durar mucho tiempo,
otros : en sí misma es evidente que la sin embargo en cuanto á otros actos de
vida contemplativa es duradera por dos ella puede durar largo tiempo.
razones; ya porque versa acerca de cosas Al 3.° que el Filósofo dice que la vida
incorruptibles é inmóviles, ya porque no contemplativa es superior al hombre, por-
tiene contrario; pues á la delectación que que nos compete según que existe en nos-
hay en la consideración, nada es contra- otros algo divino, esto es, el entendimien-
rio, como se dice (Topic. 1. 1, c. 13, loe. to, que es en sí incorruptible ó impasible;
y por consiguiente su acción puede ser
más duradera.
(I) « Ouc !o que conviene al hombre como lal » srgun la
fr;ise original griega.

ÍU.MA ItOLÓíüCA — TOMO IV.


CUESTIÓN CLXXXI.
Vida activa.

Vamos a tratar de la vida activa en los cuatro artículos siguientes: 1.° rertonecon todas las obras
de las virtudes morales á la vida activa? —2.° Y la prudencia? —3.° Y la doctrina? —i." Duración de
la vida activa.

ARTÍCULO I. — Todos ios actos tie las morales no pertenecen á la vida activa.
virtudes morales pertenecen a la vida activa? Por el contrario, dice San Isidoro (De
summo bono, c. 15) : « en la vida activa
l.° Parece que no todos los actos de » deben primero ser estirpados todos los
las virtudes morales pertenecen á la vida » vicios ejercitándose en buenas obras,
activa : porque la vida activa parece con- » para pasar en seguida en la vida con-
sistir solamente en las cosas, que se re- »templativa á considerar la luz divina
fieren á otro, pues dice San Gregorio » por la sola perspicacia del espíritu».
(sup. Ezech. hom. 14) que «la vida ac- Pero todos los vicios no se estirpan sino
» tiva consiste en dar pan al hambriento»; por los actos de las virtudes morales,
y al fin, después de haber enumerado Luego los actos de las virtudes morales
muchas cosas que pertenecen á otro, aña- pertenecen á la vida activa.
de, « y en dispensar á cada uno lo que le Conclusión. Las virtudes morales per-
» es conveniente ». Es así que no por to- tenecen esencialmente á la vida activa.
dos los actos de las virtudes morales nos Responderemos que, como se ha dicho
ordenamos á otros, sino solo según la (C. 179, a. 1), la vida activa y la con-
justicia y sus partes, como consta de lo templativa se distinguen seguii las diver-
dicho (C. 58, a. 1 y 2; y l. -2.*, C. 60,
a
sas aficiones de los hombres, que tienden
a. 2 y 3). Luego no pertenecen á la vida á fines diversos; de los que uno es la con-
activa los actos de todas las virtudes sideración de la verdad, que es el fin de
morales. la vida contemplativa, y otro la opera-
2.° Dice San Gregorio (super Ezech. ción esterior, á la que se ordena la vida
hom. 14) que « Lia que fue legañosa pero activa. Pero es evidente que en las vir-
» fecunda, significa la vida activa, la cual tudes morales no se busca principalmente
» mientras está ocupada en una obra, ve la contemplación de la verdad, sino que
» menos ; pero que escitando tanto por la se ordenan á obrar; por lo cual dice el
» palabra como por el ejemplo al prójimo Filósofo (Ethic. 1. 2, c. 2 ; y 1. 10, c.
» á imitarla, engendra muchos hijos en la ult.) que «para la virtud poco ó nada
» obra buena »; y esto más parece perte- »aprovecha el saber» (1) : de consi-
necer á la caridad, por la que amamos guiente es notorio que las virtudes mora-
al prójimo, que á las virtudes morales. les pertenecen esencialmente á la vida
Luego parece que los actos de las vir- activa. Por esto el Filósofo (Ethic. 1. 10,
tudes morales no pertenecen á la vida c. 7 y 8) ordena las virtudes morales á la
activa. felicidad activa.
3.° Como se ha dicho (C. 180, a. 2), Al argumento 1.° diremos, que entre
las virtudes morales disponen á la vida las virtudes morales la principal es la jus-
contemplativa : y, como la disposición y
la perfección se refieren á lo mismo, pa- (1J La ciencia especulativa ó el simple conocimiento del
bien de poco ó nada sil-ve para que el hombre sea virtuoso,
rece por consiguiente que las virtudes si no procura ademas practicar el bien conocido.
CUESTIÓN CLXXXI. — ARTÍCULOS I Y II.

ticia, por la que alguno se ordena á otro, contemplativa, sino al género de vida in-
como lo prueba el Filósofo (Ethic. 1. 5, termedió, que distingue San Agustín
c. 1). -Por esta razón la vida activa se (De civ. Dei, 1. 19 c. 2 y 19) (1).
describe por las cosas que se ordenan á Por el contrario, el Filósofo (Ethic.
otro, no porque consiste solamente en 1. 10, c. 8 ó 12) dice pertenecer la pru-
ellas, sino porque en ellas consiste más dencia á la felicidad activa, á la que per-
principalmente. tenecen las virtudes morales.
Al 2. que por los actos de todas las
a
Conclusión. El conocimiento de la pru-
virtudes morales puede alguno dirigir al dencia propiamente dicha [1] pertenece
bien con su ejemplo á los prójimos; lo directamente á la vida activa; aunque
cual atribuye San Gregorio allí á la vida en su acepción más lata por cualquier
activa. conocimiento humano [2] pertenece en
Al 3.° que así como la virtud, que se parte á la contemplativa.
ordena al fin de otra virtud, pasa en Responderemos que, como se ha dicho
cierto modo á su especie; así también, (a. I , a l 3 , 1^-2.* C. 18, a. 7), lo que se
cuando alguno usa de las cosas que son ordena á otra cosa como á su fin, princi-
de la vida activa, únicamente según que palmente en las cosas morales, es atraído
disponen á la contemplación, se compren- á la especie de esto á que se ordena; co-
den bajo la vida contemplativa; mas en mo « el que fornica por robar, más bien
las que tienden á las obras de las virtu- » se llama ladrón que fornicador », según
des morales, según que son buenas en sí el Filósofo (Ethic. 1. 5 , c. 2). Es evi-
mismas, y no como disposisiones á la vida dente empero que el conocimiento de la
contemplativa, las virtudes morales per- prudencia se ordena á las operaciones de
tenecen á la vida activa: aunque también las virtudes morales, como á su fin; por-
pueda decirse que la vida activa es una que es la recta razón de lo que debe ha-
disposición á la vida contemplativa. cerse, según se dice (Ethic. 1.6, c. 5) : por
lo cual también los fines de las virtudes
morales son principios de la prudencia
ARTÍCULO II. — la prudencia perte-
como dice el Filósofo en el mismo libro.
nece ú la vida activa ?
Luego, así como se ha dicho a. 1, al 3),
l.° Parece que la prudencia no perte- que las virtudes morales en el que las or-
nece á la vida activa: porque, así como dena al descanso de la contemplación,
la vida contemplativa pertenece á la po- pertenecen á la vida contemplativa; así
tencia cognoscitiva, así la activa á la el conocimiento de la prudencia, que se
potencia apetitiva; y , siendo así que la ordena por sí á las operaciones de las vir-
prudencia no pertenece á la potencia ape- tudes morales, pertenece directamente á
titiva, sino más bien á la cognitiva, si- la vida activa, si se tómala prudencia
gúese que la prudencia no pertenece á la en su sentido propio, en el que de ella
vida activa. habla el Filósofo; pero en su acepción
más genérica, esto es, según que com-
2.° Dice San Gregorio (super Ezech. prende cualquier conocimiento humano,
hom. 14) que « la vida activa, mientras en este caso la prudencia relativamente
» se ocupa en la obra, ve menos » ; por á alguna parte de sí misma pertenece á
cuya razón se significa por Lia, que te- la vida contemplativa, según lo cual dice
nía los ojos legañosos. Mas la prudencia Tulio (De oírle. 1. 1; tit. De quatuor vir-
requiere ojos claros, para que el hombre tutibus unde omnia officia manant) que
juzgue rectamente sobre lo que ha de « se suele mirar como muy prudente y
hacer. Luego parece que la prudencia no » sabio al que puede ver lo verdadero y
pertenece á la vida activa. » explicar la razón de ello con gran pe-
3.° La prudencia ocupa el medio entre » netracion y rapidez».
las virtudes morales y las intelectuales.
Mas así como las virtudes morales per- Al argumento 1.° diremos que las ope-
tenecen á la vida activa, según se ha di- raciones morales se especifican por el fin,
cho (a. 1), así las intelectuales á la con- como se ha dicho (l. -2. C. 18, a. 4 y 6);
a íe

templativa. Luego parece que la pruden-


cia no pertenece á la vida activa ni á la (1) V. la C. 170, a. 2 , 2.°
68 CUESTIÓN CLXXXI. —

y por esto á la vida contemplativa perte- 3.° Así como la contemplación es acto
nece aquel conocimiento, que tiene el fin de la vida contemplativa, lo es también
en el conocimiento mismo de la verdad; la oración; mas la oración, por la cual
mas el conocimiento de la prudencia, que uno ora en pro de otro, pertenece, no
tiene más bien el fin en el acto de la po- obstante, á la vida contemplativa. Luego
tencia apetitiva, pertenece á la vida ac- parece pertenecer á la vida contempla-
tiva. tiva el que alguno haga conocer á otro
Al 2.°, que la ocupación de las cosas por la enseñanza la verdad meditada.
exteriores nace que el hombre vea menos Por el contrario, dice San Gregorio
en las cosas inteligibles, que están sepa- (sup. Ezech. hom. 14): «la vida activa
radas de las sensibles en las que consis- » consiste en dar pan al que tiene ham-
ten las operaciones de la vida activa; » bre y enseñar las palabras de la sabi-
y sin embargo la ocupación exterior de » duría al que las ignora».
la vida activa hace que el hombre vea Conclusión. La doctrina (ciencia ó
más claro en el juicio de lo operable, lo acto de enseñar) es propia únicamente de
cual pertenece á la prudencia, ya por la la vida activa; )nas como concepción 6
esperiencia, ya por la atención del espí- aprensión interna de la verdad pertenece
ritu, puesto que « adonde te dirigieres en parte á la activa y en parte á la con-
» allí prevalece el ingenio», como dice templativa.
Salustio (in Conjur. Catil. orat. Ca?saris). Responderemos, que el acto de la en-
Al 3.°, que se dice que la prudencia señanza tiene dos objetos; pues la ense-
es el medio entre las virtudes intelectua- ñanza tiene lugar por la palabra, y ésta
les y morales relativamente á que en el es el signo que hace oir el concepto inte-
sujeto conviene con las virtudes intelec- rior. Luego es objeto de la enseñanza lo
tuales, mientras que en la materia con- que es materia ú objeto del concepto inte-
viene totalmente con las morales. Pero rior; y en cuanto á este objeto unas veces
aquel tercer'género de vida es medio en- la enseñanza pertenece á la vida activa,
tre la vida activa y la contemplativa en y otras á la contemplativa: á la activa,
cuanto á las cosas sobre que se ocupa, cuando el hombre concibe interiormente
puesto que á veces se ocupa en la con- alguna verdad, para por ella regirse en
templación de la verdad, y otras en las la acción esterior; y á la contemplativa,
cosas esteriores. cuando el hombre concibe interiormente
alguna verdad inteligible, en cuya con-
ARTÍCULO III. — E i c n s e ñ a r es acto de
sideración y amor se deleita. Por esta ra-
l a vida activa, ó de la contemplativa ?
zón dice San Agustín (in 1. De verb.
l.° Parece que el enseñar no es acto Domini, serm. 27, c. 1) : « elijan para sí
de la vida activa, sino de la contempla- »la mejor parte, es decir, de la vida
tiva: pues dice San Gregorio (superEzech. » contemplativa, dediqúense á la palabra,
hom. 5) que « los hombres perfectos ha- » suspiren por la dulzura de la doctrina,
» cen conocer á sus hermanos los bienes »ocúpense en la saludable ciencia»;
» celestiales, que ellos han podido al mé- donde dice manifiestamente que la ense-
»nos contemplar como en un espejo, y ñanza pertenece á la vida contemplati-
» encienden sus corazones en el amor de va. El 2." objeto de la enseñanza es por
y> la claridad íntima». Pero esto perte- parte de la palabra, que se pronuncia
nece á la enseñanza. Luego el enseñar es para ser oida; y en este concepto el ob-
acto de la vida contemplativa. jeto de la enseñanza es el mismo que
2.° El acto y el hábito parecen redu- oye: así que en cuanto ú este objeto toda
cirse al mismo género de vida; y el en- enseñanza (1) pertenece á la vida activa,
señar es acto de sabiduría, pues dice el á la que pertenecen las acciones este-
Filósofo (Metaphys. c. 1) que « el signo riores.
» del que sabe es poder enseñar ». Lue- Al argumento 1.° diremos, que aquel
g o , perteneciendo la sabiduría ó la cien- pasaje habla espresamente de la ense-
cia á la vida contemplativa, parece que ñanza en cuanto á la materia, según que
también la enseñanza pertenece á la
(tj Como ocupación eslerna que e s , ya se haga de palabra
misma. ' ó por escrilo.
CUESTIÓN CLXXXI. — A R T Í C U L O S TU Y I V , 69

versa sobre la consideración y amor de Por el contrario, dice San Gregorio


la verdad. (sup. Ezech. hom. 14) que «la vida activa
Al 2.°, que los hábitos y los actos tie- » cesa con la vida presente, al paso que
nen de común el objeto; y por lo tanto » la contemplativa comienza aquí, para
aquel razonamiento procede manifiesta- » ser perfeccionada en la patria celestial.»
mente de parte de la materia de la con- Conclusión. La vida activa termina
cepción interior, pues en tanto compete al con los actos estemos, que en la futura 6
sabio ó docto el poder enseñar en cuanto cesarán del todo ó se refundirán en la
puede espresar con palabras el concepto contemplación.
interior, para poder conducir á otro á en- Responderemos que, como se ha di-
tender la verdad. cho (a. 1), la vida activa tiene su fin en
Al 3.°, que el que ora en pro de otro los actos esteriores; los que si se refieren
nada obra acerca de aquel por quien pide, á la quietud de la contemplación, per-
sino solo ante Dios, que es la verdad inte- tenecen ya á la vida contemplativa ; mas
ligible ; pero el que enseña á otro, hace en la futura vida de los bienaventurados
algo á la vista de él esteriormente. Luego cesará la ocupación de los actos esterio-
no hay paridad entre ambos. res ; y si algunos actos esteriores existie-
ren, se referirán al fin de la contempla-
ARTÍCULO I V . — La vida activa sub-
ción ; pues como dice San Agustín al fin
siste d e s p u é s de esta vida ?
(De civ. Dei), c< allí estaremos descansa-
1." Parece que la vida activa subsiste » dos y veremos, amaremos y alabaré-
después de esta presente : pues á la vida » mos »; y antes en el mismo libro (ibid.)
activa pertenecen los actos de las virtu- que « allí Dios será visto sin fin, amado
des morales, como se ha dicho (a. 1) y las » sin hastío y alabado sin fatiga; este
virtudes morales permanecen después de » don, este afecto y este acto lo tendrán
esta vida, como dice San Agustín (De » todos.»
Trinit., 1. 14, c. 9). Luego parece que Al argumento 1.° diremos q u e , como
la vida activa subsiste después de esta se ha dicho ( P . 1. C. 67, a. 1), las vir-
a

vida. tudes morales permanecerán, no según


2.° E l enseñar á otros pertenece á la los actos que tienen acerca de las cosas
vida activa, como se ha dicho (a. 3). conducentes al fin, sino según los actos
Pero en la vida futura, en la que sere- tienen acerca del fin. Pero tales actos
mos semejantes á los ángeles, podrá existen, según que constituyen la quie-
existir la enseñanza; como también pa- tud de la contemplación que San Agus-
rece existir en los ángeles, de los cuales tín significa en las palabras ya dichas
el uno ilumina al otro, le purifica y le por vacación, lo cual debe entenderse no
perfecciona, lo cual se refiere á la asun- solo de los tumultos esteriores, sino tam-
ción (1) de la ciencia, como consta bién de la perturbación interior de las
por San Dionisio (Do ccel hier. c. 7). pasiones.
Luego parece que la vida activa subsiste Al 2° que la vida contemplativa, se-
después de esta vida. gún se ha dicho (C. 180, a. 4), consiste
3.° Lo que es en sí más duradero, más principalmente en la contemplación de
parece que puede permanecer después de Dios : y en cuanto á esto un ángel enseña
esta vida; y la vida_activa parece ser por á otro ; puesto que, como se dice (Matth.
sí más duradera, pues dice San Gregorio 18, 10) de los ángeles de los niños, que
(super Ezech. hom. 5) que «podemos son de un orden inferior, que siempre ven
»permanecer fijos en la vida activa, la faz del Padre ; así también en la vida
» mientras que de ningún modo podemos futura ninguno de los hombres enseñará
» permanecer en la contemplativa con el á otro sobre Dios, sino que todos le vere-
» espíritu intensamente atento. » Luego mos tal como es, según se dice (i Joan,
mucha más puede permanecer la vida 3 , 2). Y ésto es lo que se dice (Jerem,
activa después de esta vida que la con- 31, 34), no enseñará en adelante hombre
templativa. á su prójimo, diciendo conoce al Señor;
porque todos me conocerán desde, el más
(i) Participación en ella ó aclo de aprenderla. pequeño de ellos hasta el mayor. Pero
10 C U E S T I Ó N C L X X X I . — A R T Í C U L O IV.

sobre las cosas, que pertenecen á la dis- vida activa. Pero no se nos promete la
pensación de los misterios de Dios, un semejanza de los ángeles en cuanto al
ángel enseña á otro purificándole, ilumi- régimen de la criatura inferior, que no
nándole y perfeccionándole, y según esto nos compete según el orden de nuestra
tienen algo de la vida activa, todo el naturaleza, como compete á los ángeles,
tiempo que dura el mundo, por cuanto sino en cuanto á la visión de Dios.
se dedican á regir á la criatura inferior; Al 3.° que la duración de la vida ac-
lo cual se significa por el hecho de que tiva en el estado presente, que escede á
Jacob vio á los ángeles subir en escala, la duración de la vida contemplativa, no
cosa que pertenece á la contemplación, proviene de la propiedad de ambas vidas
y bajar, lo cual pertenece á la acción. consideradas en sí, sino del defecto de
Mas, como dice San Gregorio (Moral. nuestra naturaleza que hace que el peso
1. 2 , c. 2 ) , « no salen fuera de la visión de nuestro cuerpo nos aleje de la alteza
» divina de tal modo, que sean privados de la contemplación. Por esta razón San
» de los goces de la contemplación in- Gregorio añade en el mismo lugar que el
» terna. » Por esto no se distingue en ce espíritu, repelido por su misma debili-
ellos la vida activa de la contemplativa, » dad de tanta elevación, vuelve á caer
como en nosotros, que somos impedidos » en sí mismo. »
de la contemplación por las obras de la

CUESTIÓN CLXXXII.
Comparación de la vida activa con la contemplativa.

1.° Cuál es mejor ó mas digna? 2.° Cuál es de mayor mérito? 3.° La vicia contemplativa es im-
pedida por la activa ? 4.° Orden de una y otra.

A R T Í C U L O I . — l a vida activa es
manda al fabricante de frenos. Pero á la
mejor que l a contemplativa? vida activa pertenece el disponer y man-
dar sobre la contemplativa, como consta
l.° Parece que la vida activa es mejor por lo que dice el Señor á Moisés (Exod.
que la contemplativa: porque « lo que es 19, 21) desciende y requiere al pueblo,
» propio de los mejores parece ser más no sea caso que pretenda pasar los lími-
» honroso y mejor, según el, Filósofo tes señalados para ver al Señor. Luego
( Topic. 1. 3 , c. 1, loe. 11 ) ; y pues la la vida activa es mejor que la contem-
vida activa pertenece á los mayores, es plativa.
decir, á los prelados que están constitui- 3.° Nadie debe abstraerse de lo más
dos en honor y potestad, por lo que dice elevado para aplicarse á cosas menores;
San Agustín (De civ. Dei, 1. 19, c. 19) pues dice el Apóstol (i Cor. 12, 31) as-
que <* dentro de la acción no debe ser pirad pues á los mejores dones: y algu-
» amado en esta vida el honor ó el po- nos hacen abstracción del estado de la
la der;» parece por lo tanto que la vida vida contemplativa y se ocupan en la
activa es mejor que la contemplativa. vida activa, como se ve en los que son ele-
2.° En todos los hábitos y actos el vados á alguna prelacia. Luego parece
mandar corresponde al más eminente, al que la activa es mejor que la contempla-
modo que el militar como más principal tiva.
CUESTIÓN CLXXX1I.—ARTÍCULO I. 11

Por el contrario, dice el Señor (Luc. porque la vida contemplativa consiste en


10, 43 ) , María eligió la mejor -parte, la cierta vacación y descanso, según aque-
cual no le será quitada. Es así que por llo (Ps. 45 j 11), cesad y ver que yo soy
María se significa la vida contemplativa. Dios; 7. porque la vida contemplativa
a

Luego la vida contemplativa es más emi- tiene por objeto las cosas divinas, y la ac-
nente que la activa. tiva las humanas; por lo cual dice San
Conclusión. La vida contemplativa\_l~\ Agustín (1. De verbis Dom. serm, 27, c. 2)
es en absoluto mejor que la activa; si al principio era el Verbo ; lié ahí lo que
bien [2] accidentalmente y por razón de María escuchaba, y el Verbo se hizo car-
la actual necesidad es preferible en ge- ne, hé aquí á quien Marta servía; 8. a

neral esta, segunda. porque la vida contemplativa es confor-


Responderemos, que nada impide que me á lo que es más propio del hombre,
una cosa, que en sí es la más escelente, esto es, según el entendimiento; al paso
sea sin embargo inferior á otra bajo algún que en las operaciones de la vida activa
punto de vista; y así debe decirse que la toman parte también las potencias infe-
vida contemplativa es absolutamente me- riores, que son comunes á nosotros y á
jor que la activa, lo cual prueba el Filó- los brutos ; y así (Ps. 35, 8) después de
sofo (Ethic. 1, 10, c. 7 y 8) por ocho ra- haber dicho, á los hombres y ó. las bes-
zones : 1. porque la vida contemplativa
a
tias salvarás Señor, añade lo que es es-
conviene al hombre según lo que es me- pecial á los hombres en tu lumbre vere-
jor en él, es decir, según el entendimiento mos la lumbre ; el Señor añade una 9¿ a

y respecto de los propios objetos, esto razón (Luc. 10, 43), cuando dice María
es, de las cosas iutelegibles ; mientras eligió la mejor parte, la cual no la será
que la vida activa se ocupa de las cosas quitada; esponiendo lo cual dice San
esteriores, por cuya razón Raquel, pol- Agustin (1. De verbis Domiu, ibid), «no
la cual se significa la vida contemplati- » tu la maja, sino aquella la mejor : oye
va, se interpreta el principio de la vista » porqué es la mejor; porque no le será
mientras que la vida activa es significada » quitada ; tú empero serás algún dia des-
por Lia, que era de ojos legañosos, como » cargada del peso de la necesidad : la
dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 18); » dulzura de la verdad es eterna. » Sin
2. porque la vida contemplativa puede
a
embargo secundum quid y en algún caso
ser más continua, aunque no en cuanto es preferible elegir la vida activa á causa
al sumo grado de contemplación, como de la necesidad de la vida presente; como
se ha dicho (C. 180, a, 8 al 2.°; y C. 181, también dice el Filósofo (Top. 1. 3, c. 2,
a. 4 , al 3.° ); por lo que también María, loe. 40) que « vale más filosofar que en-
símbolo de la vida contemplativa, se des- » riquecerse, pero para el que padece ne-
cribe sentada continuamente á los pies cesidad es mejor enriquecerse.»
del Señor ; 3. porque es mayoría delec-
a

Al argumento 1.° diremos, que á los


tación de la vida contemplativa que la de
prelados no solo pertenece la vida activa,
la activa, conforme á lo que dice San
sino que también deben ser escelentes en
Agustín (lib. De verbis Domim, serm.
la vida contemplativa; por cuya razón
26, c. 2) que «Marta se turbaba, María
dice San Gregorio [inPastorali,-p. 2,c. 1):
» se refocilaba;» 4. porque en la vida
a

« sea el prelado el principal en la acción


contemplativa el hombre se basta más á
» entregado más que los otros á la con-
sí, puesto que para ella necesita de me-
»templacion.»
nos cosas, por cuya razón se dice (Luc.
10, 41), Marta, Marta, muy cuidadosa Al 2.° que la vida contemplativa con-
estás y en muchas cosas te fatigas; 5. a siste en cierta libertad de ánimo; pues
porque la vida contemplativa es más dice San Gregorio (super Ezech. hom 3)
amada por sí, mientras que la vida ac- que « la vida contemplativa pasa á cierta
tiva se ordena á otra cosa; por lo que se » libertad de espíritu, no meditando las
dice (Ps. 26, 4 ) , una sola cosa he pedido » cosas temporales sino las eternas ; » y
al Señor, esta volveré á pedir, que more Boecio dice ( D e consolatione, 1. 5 prosa
yo en la casa del Señor todos los dias de 2 ) « es necesario que las almas humanas
mi vida para ver el deleite del Señor, 6. a » sean más libres, cuando se conservan
» en la contemplación del espíritu divino:
12 CUESTIÓN C L X X X l I . — ARTÍCULOS I Y íí.

» pero menos, cuando descienden á los B Raquel para ver el principio. » Luego
B cuerpos, B Por esta razón es evidente la vida activa es más meritoria que la vida
que la vida activa no-impera directamente contemplativa.
á la vida contemplativa, sino que dispo- 2.° L a vida contemplativa es cierta
niendo á la vida contemplativa, prescribe incoación de lafelicidad futura; por lo que
ciertas obras de la vida activa, en lo cual sobre aquello (Joan ult.) sic eian voló
más sirve á la vida contemplativa, que la manere doñee veniam, dice San Agus-
domina; y esto es lo que dice San Gre- tín (Tract. 124), «puede decirse esto
gorio (sup. Ezech. ibid.) que «la vida B más abiertamente : sígame la acción per-
» activa se llama esclavitud, y la contem- B fecta informada con el ejemplo de mi
» plativa libertad.» B pasión, pero subsista la contemplación
Al 3.° que para las obras de la vida B comenzada, hasta que yo venga, y cuan-
activa á veces alguno se aparta de la con- » do viniere será perfeccionada, B y San
templación á causa de alguna necesidad Gregorio dice (sup. Ezech. ibid.) que
de la vida presente, pero no de modo que «la vida contemplativa comienza aquí,
se vea obligado á abandonar totalmente B para ser perfeccionada en la patria ce-
la contemplación; por lo cual dice San » lestial. B Pero en aquella futura vida
Agustín (De civ. Dei, 1, 19, c. 19) : <r el no tendrá lugar el estado de merecer, sino
» amor de la verdad busca un santo repu- el de la recompensa por los méritos.
lí) so ; la caridad se sacrifica á las obras de Luego la vida contemplativa parece que
» justicia, que acepta, es decir, á las obras j tiene menos razón de mérito que la vida
» de la vida activa, cuya carga si nadie ! activa, pero tiene más razón de premio.
» l a impone, debemos consagrarnos al es- ! 3.° Dice San Gregorio (sup. Ezech.,
\ colígese de la hom. 12), que « ningún sa-
B tudio y á la contemplación de la verdad;
' » crificio es más grato á Dios que el celo
B pero, si se impone, debe aceptarse por
B de las almas; » y por el celo de las al-
B necesidad de la caridad: pero ni aun en
mas se entrega alguno á las ocupaciones
» tal caso se lia de abandonar del todo la de la vida activa. Luego parece que la
B deleitación de la verdad, no sea sus- ¡ vida contemplativa no es más meritoria
» traida aquella suavidad y oprima esta | que la activa.
B necesidad. » Así pues es evidente que,
cuando uno es llamado de la vida con- | Por el contrario, dice San Gregorio
templativa á la activa, esto no se hace á ! (Moral. 1. 6, c. 18): « grandes sonlosmc-
á manera de sustracción, sino de adi- B ritos de la vida activa, pero son mejo-
ción (1). B res los de la contemplativa » (2):
Conclusion. La vida contemplativa [1]
ARTÍCULO I I . — i . « vuia activa es iie ' es de suyo más meritoria que la activa,
mayor mérito une la contemplativa? ¡ si bien [2] puede alguno merecer más en
j las obras de la activa, ya por su mayor
l.° Parece que la vida activa es de amor á Dios, ya por privarse de las dul-
mayor mérito que la contemplativa ; pues j zuras de la contemplación en interés de
se dice mérito por relación á la recom- su gloria.
pensa, y la recompensa es debida al tra- Responderemos, que el principio de
bajo, según aquello ( i Cor. 3 , 8), Cada merecer es la caridad, como se ha dicho
uno recibirá su propio galardón según su (1. , 2. C. ult. a. 4): así que, consistien-
a a

trabajo; pero á la vida activa se atri- j do la caridad en el amor de Dios y del


buye al trabSjo, á la contemplativa el I prógimo, como se ha dicho (C. 25, a. 1),
•descanso, ques dice San Gregorio (super i el amar á Dios es en sí más meritorio que
Ezech. hom. 14) : « todo el que se con*- I el amar al prógimo, como consta de lo
» vierte áDios, es necesario que ante todo dicho (C. 27, a. 8 ) ; y por esto aquello
» sufra las fatigas, esto es,reciba á Lia, que pertenece más directamente al amor
» para descansar luego en los brazos de de Dios, es más meritorio por su género

(1J Consagrándose por el mismo hecho á los ejercicios de elogiando indirectamente su solícita actividad , aunque pos-
la vida activa sin perjuicio de continuar dedicándose á la ; poniéndola á la tranquila contemplación de su hermana
contemplación. j María.
(2) No censurando las afanosas atenciones de Marta, sino
CUESTIÓN CLXXXII. ARTÍCULOS II Y I I I . ''i'é

que lo que pertenece directamente al por lo tanto no queda lugar de adelantar


amor del prójimo por Dios. Mas la vida por el mérito ; y sino obstante lo hubiera,
contemplativa pertenece directa é inme- sería más eficaz el mérito á causa de la
diatamente al amor de Dios, pues dice mayor caridad. Pero la contemplación de
San Agustín (De civ. Dei 1. 19, c. 19) la vida presente está acompañada de
que «el amor de la verdad, es decir, de cierta imperfección y aun es susceptible
»la verdad divina, que es el objeto prin- de progresar: por consiguiente no des-
» cipal de la vida contemplativa, como lo truye la razón de merecer, sino que pro-
» hemos visto (C. 181, a. 4 , al 2.°) busca duce un aumento de mérito á causa del
» el santo reposo que es el de la vida con- mayor ejercicio de la caridad divina.
» templativa; » en tanto que la vida ac- Al 3.° que se ofrece espiritualmente á
tiva se ordena más directamente al amor Dios un sacrificio, cuando se le exhibe al-
del prójimo, puesto que está afanada de guna cosa; y entre todos los bienes del
continuo en las faenas de la casa, según hombre Dios acepta principalmente el
se dice (Luc. 10J; y de consiguiente por bien del alma humana, para que este le
su género la vida contemplativa es más sea ofrecido en sacrificio. Mas debe uno
meritoria que la activa; que es lo que ofrecer á Dios primeramente su alma, se-
expresa San Gregorio al decir (sup. Ezech. gún aquello Eccli. 30, 24), tú que agra-
hom. 3 ) : « l a vida contemplativa es más das áDios, apiádate de tu alma; 2.° las
» meritoria que la activa, puesto que ésta almas de otros, según estas palabras
»trabaja en el uso de la obra presente, (Apot. ult. 17), el que lo oye, diga ven.
» en el que es necesario ayudar á los pró- Pero cuanto más de cerca une el hombre
D jimos, al paso que aquella gusta inte- á Dios su alma ó la de otro tanto más
» riormente del reposo futuro, )> esto es, acepto á Dios es el sacrificio; por consi-
de la contemplación de Dios. Sin embargo ' guiente más grato es á Dios el que uno
puede suceder que alguno merezca más aplique su alma y la de otros á la con-
en las obras de la vida activa que otro en templación que á la acción (1). Luego
las de la contemplativa; por ejemplo, si por lo que se dice que « ningún sacrificio
por su grande amor divino, para que se T> es más acepto á Dios que el celo de las
cumpla su voluntad y para su gloria, so- » almas, » no se prefiere el mérito de la
porta á veces el separarse durante algún vida activa al mérito de la vida contem-
tiempo de la dulzura de ¿a contemplación plativa , sino que se manifiesta que es más
divina, como decía el Apóstol (Rom. 9, meritorio si alguno ofrece á Dios su alma
3), deseaba yo mismo ser anatema de y la de otros, que cualesquiera otros do-
Cristo, por amor de mis hermanos, lo nes esteriores.
cual esponiendo San Crisóstomo (Decom-
punctione, 1.1, c. 7) dice: « el amor de ARTÍCULO I I I . — La vida contempla»
» Cristo había inundado toda su alma de tlva e s impedida por l a vida activa?
)) tal modo que hasta lo que ante todo le
» era más amable, el estar con Cristo, eso l.° Parece que la vida contemplativa
» mismo lo abandonaba, siempre que así es impedida por la vida activa: pues para
» agradase más á Cristo. » la vida contemplativa es necesaria cierta
Al argumento 1.° diremos, que el tra- cesación del espíritu, según aquello (Ps.45,
bajo esterior obra para el aumento de la 11), cesad y oid, que yo soy Dios; pero
recompensa accidental: pero el aumento la vida activa tiene inquietud, según
del mérito por relación á la recompensa aquello (Luc. 10, 41), Marta, Marta,
esencial consiste principalmente en la ca- muy cuidadosa estás y en muchas casas
ndad, de la que es cierto signo el trabajo te fatigas. Luego la vida activa impide
esterior tolerado por Cristo ; pero lo es la contemplativa.
mucho más espreso el que alguno, deja- 2.° Requiérese para la vida contem-
das todas las cosas que pertenecen á esta plativa la claridad de la visión ; y la vida
vida, encuentre deleite en dedicarse so- activa impide la claridad de la visión,
lamente á la contemplación divina.
Al 2 .° que en el estado de la felicidad del[[)mismo
Merece consultarse sobre esto el interesante opúsculo
Santo Tomás titulado De perfectime vita . sriritttPliS)
3

futura el hombre llega á lo perfecto, y c, 23.


74 CUESTIÓN C L X X X U . — ARTÍCULOS III Y IV.

pues dice San Gregorio (sup. Ezech. B cosas corporales, ó si desechan las que
hom. 14) que « Lia es legañosa y fecunda, B acaso lleven con la m a n o de l a discre-
t> puesto que la vida activa, cuando se B cion. B L u e g o e lejercicio de la vida ac-
B ocupa de una obra, ve menos. » Luego tiva contribuye á la contemplativa, cal-
la vida activa impide la contemplativa. m a n d o las pasiones interiores, de las que
3.° Uno de los contrarios es impedido provienen las imágenes, por las que s e
por el otro ; y la vida activa y la contem- impide la contemplación.
plativa parecen tener contrariedad entre D e esto s edespi-ende l a contestación
sí, puesto que la vida activa se ocupa en á los a r g u m e n t o s ; porque aquellos razo-
muchas cosas, y la contemplativa en con- namientos proceden en cuanto á l a ocu-
templar sólo, por lo que se distinguen pación m i s m a de los actos esteriores ; más
por oposición..Luego parece que la vida n o e ncuanto al efecto, que es la m o d e -
contemplativa es impedida por la activa. ración de las pasiones.
Por el contrario, dice San Gregorio
ARTÍCULO I V . — 1.a vida activa es un-
(Moral. 1. 6 . c. 17), « los que desean con-
t e s que In contemplativa?
» servar la ciudadela de la contemplación,
B ejercítense antes en el campo de las bue- l.° P a r e c e que l a vida activa n o e s
B ñas obras.» anterior (2) á la contemplativa ; por que
Conclusión. La vida activa [ 1 ] por sti la vida contemplativa pertenece directa-
ocupación en obras esteriores impide en m e n t e a l a m o r " d e D i o s (3), y l a a c t i v a a l
algo la contemplativa ; más [2] contribu- amor del prójimo; y , c o m o e l amor de
ye á fomentarla como moderadora de las D i o s precede a l amor del prójimo, e n
pasiones internas. cuanto e l prójimo e s a m a d o á causa de
Responderemos, que la vida activa Dios, parece por consiguiente que tam-
puede considerarse de dos modos : 1.° en bién la vida contemplativa es antes que
cuanto al estudio mismo y ejercicio de las la activa.
acciones esteriores ; y de esta manera es 2.° D i c e S a n G r e g o r i o ( s u p . E z e c h .
evidente que la vida activa impide á la h o m . 14) : « d e b e s a b e r s e q u e , a s í c o m o
contemplativa, en cuanto es imposible B el b u e n o r d e n d e v i v i r c o n s i s t e e n diri-
que alguno se ocupe á la vez en las ac- B girse de la vida activa á la contempla-
ciones esteriores y se dedique á la con- B tiva, así por lo c o m ú n el espíritu vuelve
templación divina; 2.° puede considerarse B ú t i l m e n t e d e la vida c o n t e m p l a t i v a á la
la vida activa en cuanto arregla y orde- B activa, B L u e g o l a vida activa n o e s
na las pasiones interiores del alma ; y en absolutamente anterior á l a vida con-
tal concepto la vida activa ayuda á la templativa.
contemplación, la cual se impide por el 3.° L a s c o s a s q u e c o m p e t e n á v a r i o s ,
desorden de las pasiones interiores. Por no parecen coordinadas por necesidad;
esta razón dice San Gregorio ( Moral. 1. mas l a vida activa y l a contemplativa
6. ibid.): <r cuando algunos desean rete- c o n v i e n e n á diferentes sujetos, p u e s dice
B ner la ciudadela de la contemplación, S a n G r e g o r i o ( M o r a l . 1. 6 , c . 1 7 ) : « m u -
B ejercítense antes en el campo délas bue- B chas veces los que podían sosegados
B ñas obras, á fin de que sepan con cui- B contemplar á Dios , cayeron oprimidos
y> dado, si ya no irrogan mal alguno á los B por las ocupaciones; y m u c h a s los que
» prójimos; si sufren con igualdad de » vivieran bien ocupados en las cosas hu-
x> ánimo los que el prójimo les ha inferido, B m a n a s , h a n perecido bajo la espada de
B si no se deja llevar el alma de la ale- B su reposo m i s m o . » L u e g o la vida acti-
B gría por las cosas temporales, si la pér- v a no es antes que la contemplativa.
» dida de estas no las hiere de una tris-
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n G r e g o r i o
B teza escesiva ; y ademas mediten si, al
( s u p . E z e c h . h o m . 3) : « l a v i d a a c t i v a e s
» reconcentrarse en sí mismos para" re-
» antes en tiempo que l a contemplativa
» flexionar sobre las cosas espirituales,
B puesto que por la b u e n a obra se tiende
» no llevan consigo sombras (1) de las
« á la contemplación. »

(1) V. la C. ISO, a S, 2." jimo , lo cual basta al actual propósito para contestar á este
(2) Con anterioridad de tiempo ó precediéndola. argumento 1,°
(i!) En el cual no obstante se incluye y refunde, el del pro-
CUESTIÓN CLXXXII •ARTÍCULO IV.

Conclusión. La vida contemplativa Al 2.° que de la vida activa se procede


tiene prioridad respecto de la activa [1] á la vida contemplativa según el orden de
por su naturaleza y en cuanto la pro- la generación ; pero de la vida contem-
mueve y dirige, siendo propia de los pri- plativa se vuelve á la activa por vía de
merosy mejores ; pero posterior [2] en dirección, es decir, para que la vida ac-
orden de generación y comparando lo pe- tiva sea dirigida por medio de la contem-
culiar con lo común. plación; como también se adquiere por
Responderemos, que algo se dice ser las operaciones el hábito, y por el hábito
anterior de dos modos: 1.° según su na- adquirido obra alguno más perfectamente
turaleza , y de este modo la vida contem- como se dice (Ethic. 1. 2, c. 1 , 2 y 4).
plativa es antes que la activa, en cuanto Al 3.° que los que son inclinados á las
se ocupa en cosas más elevadas y mejores pasiones por consecuencia de su impe-
por lo que mueve y dirige también á la tuosidad para la acción, son absoluta-
vida activa ; pues la razón superior, que mente más aptos para la vida activa á
se entrega á la contemplación, es á la in- causa de la inquietud de su espíritu. Por
ferior, que se consagra á la acción, lo que esta razón dice San Gregorio (Moral. 1.
el hombre es á la mujer, á quien debe di- 6, c. 17) que « hay algunos tan turbu-
rigir el varón, como lo dice San Agustin » lentos, que, siles llega á faltar el tra-
(De Triuit. 1.' 12, c. 12). 2.° Algo es an- » bajo, trabajan más gravemente; porque
tes por relación á nosotros, es decir, que » soportan tanto menos la agitación tu-
es lo primero según el orden de la genera- » multuosa de su alma, cuanta más liber-
ción (1), y de este modo la vida activa » tad tienen para entregarse" á suspensa-
es antes que la contemplativa, porque » mientos : pero otros tienen natural-
dispone á esta, como consta de lo dicho » mente pureza y calma de ánimo, por la
(C. 181, á 1, al 3.°) ; puesto que en el » que son aptos para la contemplación;
orden de la generación la disposición pre- » los cuales si se consagran totalmente á
cede á La forma, que es anterior absolu- » las acciones, tendrán que sufrir un daño.»
tamente y según su naturaleza. Así que San Gregorio (Moral. 6. ibid.)
Al argumento 1.° diremos que la vida dice que « entre los hombres hay algunos
contemplativa no se ordena á cualquiera » de espíritus tan ociosos, que, si les es
» preciso trabajar, sucumben al principio
amor de Dios, sino al perfecto ; mientras
»de sus trabajos. » P e r o , como el mismo
que la vida activa es necesaria á cual-
añade después (ibid) muchas veces el
quiera amor del prójimo ; por cuya razón
» amor escita á trabajar á los espíritus
dice San Gregorio (sup. Ezech. ibid.): » perezosos y el temor obliga á la con-
« sin la vida contemplativa pueden en- templación á los turbulentos. » Así los
»trar en el cielo los que no descuidan que son más aptos para la vida activa
» practicar las buenas obras, que pueden pueden prepararse por el ejercicio de esta
» hacer; pero no pueden entrar sin la á la contemplativa ; y los que por el con-
» activa, si descuidan hacer las buenas trario son más aptos para la contempla-
» obras que pueden.» Por lo que también tiva pueden someterse á los ejercicios de
se ve que la vida activa precede á la con- la vida activa, para hacerse por esto más
templativa, como lo que es común á todos dispuestos á la contemplación.
precede en el orden de la generación á lo
que es propio de los perfectos.
[i] Entendiéndose por tniciaclon'ó incoación, pues la na- mismo, orden de generación aquí viene á ser sinónimo de
turaleza procede siempre de lo imperfecto a lo más perfecto orden cronológico ó de tiempo, y aun (si se quiere 1 orden
en el desarrollo progresivo de sus efectos : ó, lo que es lo natural.
CUESTIÓN CLXXXIII.

Oficios y de varios estados de los hombres en general.

Procederemos á considerar ahora la diversidad de los estados y oficios humano? : 1." Los oficios y
estados de los hombres en general, y 2.° Del estado de los perfectos en especial.
Sóbrelo primero, estudiaremos cuatro puntos : 1." Qué es lo que produce estado en los hombrea? —
2 Debe haber en los hombres diversos estados ó diversos oficios? — 3.° Diferencia de ofie¡os.—4.° Di-
0

ferencia de estados.

ARTÍCULO I.— ¿El estado Implica e n s n table ( 1 ) , según se lee (Ethic. 1. 2 , c.


3 ó 4 ) ; parece por consiguiente que al-
razón l a condición de la libertad ó ile-la e s -
clavitud? guno consigue su estado por toda opera-
ción virtuosa.
l.° Parece que el estado no importa en 3.° La palabra estado parece referirse
su razón la condición de libertad ó de es- á cierta altura; porque el estar uno en
clavitud : porque estado viene de (stare) pié proviene del hecho mismo de incor-
estar derecho; y se dice que alguno está porarse alzándose ; y por los diversos
derecho en razón de la rectitud ; por lo oficios se constituye uno en mayor eleva-
cual se dice (Ezech. 2, 1), hijo del hom- ción que otro : de la misma manera tam-
bre, tente sobre tus pies ; y San Gregorio bién los diversos grados y órdenes cons-
dice (Moral. 1. 7 , c. 17), «pierden todo tituyen á los hombres en cierta diferente
» estado de rectitud los que se deslizan altura. Luego sola la diversidad de los
» por palabras dañosas. » Mas el hombre grados, vel órdenes ú oficios basta para
adquiere la rectitud espiritual, sometiendo diversificar el estado.
su voluntad á Dios, según lo cual, sobre Por el contrario, dícese (Decr. 2, q.
aquello (Ps. 32, rectos dece collandatio) 6, .c. 40) : « si alguna vez fuere alguno
dice la Glosa (ord. August.) « rectos son » interpelado en causa capital ó en causa
» los que dirigen su corazón según la vo- » de estado, no debe obrar por medio de
»luntad de Dios » Luego parece que » procuradores (2) sino por sí mismo»;
5

solo la obediencia de los mandatos di vi-, donde por causa de estado se entiende lo
nos basta para la razón de un estado. perteneciente á la libertad. ( 3 ) . Luego
2.° La palabra estado parece importar parece que no varía el estado del hom-
inmobilidad seguii aquello (i Cor. 15, bre sino lo que pertenece á la libertad ó
58), permaneced estables é inmóviles; á la esclavitud.
por lo que dice San Gregorio (sup. Conclusión. El concepto de estado
Ezech. hom. 21) : « e s una piedra cua- propiamente entraña la condición de li-
» drada y como dotado de estabilidad por bertad ó esclavitud, lo mismo en lo espi-
»todos lados el que no cae por cambio ritual que en lo civil.
» alguno de lado » : y , como la virtud es Responderemos, que estado hablando
la que hace obrar de una manera inmu- con propiedad, significa cierta diferencia
{[) Donde el Filósofo asigna tres condiciones necesarias á en las (lernas.
la virtud : ul sciens, ut eligens el immübiliter operrtur, « conoci- (3) a 0 á la esclavitud », adicionan aquí casi todas las erIL
» miento, libre elección y constancia ó perseverancia en el ciones, aunque no constan espresamente ni en el testo ni en
» obrar ». la Glosa de la Decretal citada, tomándolas de la común cos-
(2) Solo en la edición áurea hallamos exploratores (investi- tumbre en el Derecho así civil como canónico.
gadores) en lugar de procttralnres, que unánimemente s e l e s -
CUESTIÓN CLXXXIII. — ARTÍCULOS I Y II. 77

de posición, según la que algo se dispone quietud se halla el que está sentado ó
de conformidad con el modo de su natu- echado, sin embargo no se dice que está
raleza corno en cierta inmovilidad; por (en pie derecho).
ser natural al hombre tener la cabeza Al 3.° que el oficio se dice por com-
elevada, fijar los pies en la tierra y dis- paración al acto ( 3 ) , mientras que el
poner en el orden conveniente todos los grado según el orden de superioridad ó
demás miembros intermedios, lo que no inferioridad; mas para el estado se re-
sucede en verdad cuando el hombre está quiere la inmovilidad en lo concerniente
echado ó sentado ó recostado, y sí solo á la condición de la persona.
cuando permanece en pie, como tampoco
se dice que está cuando se mueve, sino ARTÍCULO I I . — » e » e haber cu ia i g l e -
cuando se halla quieto. De ahí es que s i a diversidad de oficios ó estados ? (4;
también en las mismas acciones humanas
se dice tener el negocio algún estado se- 1.° Parece que en la Iglesia no debe
gún el orden de la propia disposición con haber diversidad de oficios ó estados;
cierta inmovilidad ó quietud: por consi- porque la diversidad repugna á la unidad;
guiente entre los hombres no constituye y los fieles son llamados á la unidad de
estado lo que cambia fácilmente con re- Cristo, según aquello (Joan. 17, 22),
lación á ellos y que les es estrínseco, para que sean una sola cosa en nosotros,
como el ser uno rico ó pobre, constituido como también nosotros somos una cosa
en dignidad ó plebeyo ó alguna otra si- misma. Luego en la Iglesia no debe ha-
tuación parecida. Por esta razón se dice ber diversidad de oficios ó estados.
también en el derecho civil (lib. Cassius 2.° L a naturaleza no hace por mu-
y sig., ff. De renatosibus) que « se priva chos (medios) lo que puede hacer por
» más bien de una dignidad que del es- uno solo; y la operación de la gracia es
» tado á aquel, á quien se escluye del mucho más ordenada que la operación de
» senado » ; y solo parece afectar al es- la naturaleza: sería pues más conve-
tado del hombre lo que respecta á su niente que las cosas, que pertenecen á
obligación personal, es decir, según que los actos de la gracia, fueran adminis-
uno es (sui juris vcl alieni) libre ó de- tradas por los mismos hombres, de ma-
pendiente de otro, y esto no por alguna nera que no hubiera en la Iglesia diver-
causa leve ó de fácil mutación, sino por sidad de oficios y estados.
algo permanente, que es lo que implica 3.° E l bien de la Iglesia parece con-
el concepto de libertad 6 esclavitud. Por sistir principalmente en la p a z , según
consiguiente, el estado pertenece propia- aquellos ( P s . 147, 3 ) , que puso por tus
mente á la libertad ó á la esclavitud téminos la paz, y ( n Cor. ult. 11) se
tanto en lo espiritual como en lo civil. dice, tened paz, y el Dios de la paz y de
Al argumento 1.° diremos, que la rec- la caridad será con vosotros. Pero la di-
titud considerada como tal no pertenece versidad impide la paz, la cual parece
á la razón de estado, sino solo en cuanto ser causada por la semejanza, según aque-
es connatural al hombre con la adición llo (Eccli. 13,19), todo animal ama á su
de cierto reposo : así es que en los otros semejante; y el Filósofo dice (Politic.
animales no se requiere la rectitud para 1. 5 , c. 4) que « l a menor diferencia
decir que están como tampoco se dice de » produce disensiones en una ciudad.»
los hombres, por recta que sea su posi- Luego parece que no es conveniente haya
ción ó actitud, si no están en quie- en la Iglesia diversidad de estados y
tud (1). oficios.
Al 2.° que la inmovilidad no basta Por el contrario, dícese (Ps. 44) eu
para la esencia del estado (2); porque en alabanza de la Iglesia que está revestida
(1) Con cierta inmobilidad ó en condiciones de perma- rioridad en quien la ejerce, y que ratificado f digámoslo asij
nencia. ó perpetuado por el carácter de estabilidad ó inmovilidad pasa
(2) Pues debe acompañar á la rectitud esencial á la natura- á erig'irse en estado, cual se verifica en el episcopado, pues
leza humana. el obispo nunca deja ya de serlo.
(3) A las operaciones ó ejercicios, que desempeña el que (i) Téngase presente la definición del Concilio Tridentino
lo licnc ó practica, en benelicio ó utilidad de otros; lo cual {ses. 23, can. tí): « si alguien dijere no haber en la Iglesia
constituye una condición personal transitoria y muy acci- » católica por divina institución una jerarquía, que consta de
dental, como lo es asimismo por lo común el grado de supe- » obispos , presbíteros y ministros ; sea anatema ».
18 CUESTIÓN CLXXKIII.—ARTÍCULOS II Y I I I .

de variedad á la redonda; por lo que la todo el cuerpo está coligado (por la fe)
Glosa (ord. Cassiod. sup. illud., circun- y unido (por la caridad) por toda coyun-
data varietate) dice que « la Reina esto tura por donde se le suministra el ali-
» es, la Iglesia se adorna con la doctrina mento, esto es, sirviendo uno sirve á otro.
» de los apóstoles y la confesión de los Al 2.° que, así como la naturaleza no
» mártires y la pureza de las vírgenes y produce por muchos (medios) lo que puede
» con el llanto de los penitentes. » producir por uno solo, de la misma ma-
Conclusión. Hay en la Iglesia diver- nera no coarta á uno aquello para lo cual
sidad de estados y oficios para su per- se requieren muchas cosas, según San
fección , necesidad de acción y ornato. Pablo ( i Cor, 12, 17), si todo el cuerpo
Responderemos que la diversidad de fuese ojo ¿ dónde estaría el oido ? Por esta
estados y oficios en la Iglesia se refiere á razón también en la Iglesia, que es el
tres cosas : 1. ala perfección de la misma cuerpo de Cristo, fue preciso diversificar
a

Iglesia; pues, así como la perfección en los miembros según los diversos oficios,
el orden de las cosas naturales, que se estados y grados.
encuentra en Dios de una manera simple Al 3.° que, así como en el cuerpo na-
y uniforme, no puede encontrarse en la tural se contienen diferentes miembros eu
universidad de las criaturas sino de una unidad por la virtud del espíritu que los
manera disforme y multiplicadamente: vivifica, del que faltando se separan los
así también la plenitud de la gracia, que miembros del cuerpo; así también en el
se reúne en Cristo como cabeza, redunda cuerpo de la Iglesia se conserva la paz
diversamente en sus miembros, para que de los diversos miembros por virtud del
el cuerpo de la Iglesia sea perfecto; y Espíritu Sauto, que vivifica el cuerpo de
esto es lo que dice San Pablo (Ephes. 4. la Iglesia, como se ve (Joan. 6). Por
11): él mismo dio á unos ciertamente esto dice el Apóstol (Ephes. 4 , 3), solí-
Apóstoles, y otros profetas y á otros citos en guardar la unidad del espíritu
Evangelistas, y á otros Pastores y Doc- en vínculo de paz. Pero alguno se sepa-
tores para la consumación de los Santos; ra de esta unidad del espíritu, cuando
2. á la necesidad de las acciones, que son busca lo que le es propio ; como en una
a

necesarias en la Iglesia, porque es preciso


ciudad se destruye la paz, por buscar
que se empleen hombres diferentes para
cada ciudadano lo suyo. De otra manera
acciones diferentes, á fin de que todo se
_ por la distinción de los oficios y de los
haga más prontamente y sin confusión,
conforme á lo que dice San Pablo (Rom, estados se conserva más tanto la paz es-
1 2 , 4 ) , á la manera que en cuerpo tene- piritual como la social ; puesto que por
mos muchos miembros, mas todos los ellos son en mayor número los que se en-
miembros no tienen una misma operación, tregan á los actos públicos. Por esta ra-
así muchos somos un solo cuerpo en zón también dice el Apóstol (i Cor. 12,
Cristo; 3. á la dignidad y belleza de la 24) que Dios nos atemperó (1) de modo
a

Iglesia, la cual consiste en cierto orden; qne no haya disensión en el cuerpo sino
por cuya razón se dice ( n i Reg. 10, 5), que todos los miembros conspiran entre
que, viendo la Rusia de Sabá toda la sa- sí á ayudarse los unos á los otros.
biduría de Salomón y las habitaciones ARTÍCULO I I I . — LOS o«c¡os s e distin-
de sus criados y las varias clases de los g u e n por los actos ?
ministros, estaba cómo fuera de sí. Por
esto también dice el Apóstol ( u Tim. 1.° Parece que los oficios no se distin-
2 , 2 0 ) , que en una casa grande no solo guen por los actos : porque son infinitas
hay vasos de oro y de plata sino también las diferencias de los actos humanos tan-
de madera y de barro. to en lo espiritual como en lo temporal;
y no puede haber una distinción cierta
Al argumento 1.° diremos, que la di- de cosas infinitas. Luego no se puede
versidad de los oficios y estados no im- distinguir de una manera cierta los ofi-
pide la unidad de la Iglesia, que se per- cios humanos por la diversidad de los
fecciona por la unidad de la fe y de la actos.
caridad y del socorro mutuo, según es-
(I) En alg-unos manuscritos se omite nos, y el testo de 1¡>
tas palabras (Ephes. 4 , 16) ,./?or el cual V u l g a l a dice : ücus tcinpcrqvit corpus ei cui dccral,...
¡
CUESTIÓN C L X X X I I I . — ARTÍCULOS III Y V I . 79

2.° La vida activa y la vida contem- es infinita ; y según esta no se distinguen


plativa se distinguen por los actos, como los oficios sino según la diversidad for-
se ha dicho (C. 179, a. 1). Pero parece mal, que se considera por las diversas
ser una la distinción de los oficios y otra especies de los actos, según la cual los
la distinción de las vidas. Luego los ofi- actos del hombre no son infinitos.
cios no se distingue por los actos. Al 2.° que se dice vida en sentido ab-
3.° Parece que hasta las órdenes ecle- soluto ; y por lo tanto la diversidad de
siásticas, los estados y los grados se dis- vidas es considerada por los diversos ac-
tinguen por los actos. Luego, si los ofi- tos que convienen al hombre según él
cios se distinguen por los actos, parece mismo ; pero la eficiencia, de la que se
seguirse ser la misma la distinción de los deriva la palabra oficio, como se ha di-
oficios, grados y estados. Mas esto es cho (arg. Por el contrario), implica una
falso, puesto que se dividen diversamente acción, que tiende á otra cosa, como se
en sus respectivas partes. Luego no pa- dice (Metaph. 1. 9, t. 16). Por lo tanto
rece que los oficios se distinguen por los los oficios se distinguen propiamente por
actos. los actos que se refieren á otros; como
Por el contrario, San Isidoro (Etym. se dice que tiene oficio el doctor, el juez
1. 6, c. 18) dice que « l a palabra oficio y así de los demás. Por esto dice San
)) viene del verbo efficere (hacer), como Isidoro (ibid.) que « oficio es que cada
» efficium ; y que por elegancia se ha » uno haga las cosas que á ninguno per-
)> cambiado la primera letra»: y , pues »judiquen, sino que aprovechan á todos.»
el hacer pertenece á la acción, los oficios Al 3.° que la diversidad de los estados,
se distinguen por los actos. oficios y grados se considera bajo diver-
Conclusión. Triple es la diversidad de sos puntos de vista, como se ha dicho
los miembros'de la Iglesia por estados ofi- (a. 2 , al 3.°). Sucede sin embargo que
cios y grados (1). estas tres cosas se encuentran en él mismo
Responderemos que, como se ha di- individuo , como cuando uno es destinado
cho (a. 2 ) , la diversidad en los miembros á algún acto más elevado tiene simultá-
de la Iglesia se ordena á tres cosas: á la neamente por ello un oficio, un grado y
perfección, acción y decoro, y según ellas ademas cierto estado de perfección, que
puede considerarse una triple distinción supone la sublimidad de su acto, como
de la diversidad de los fieles : 1. respec- a
se ve en el obispo. Pero los órdenes ecle-
to á la perfección, y según esto se con- siásticos se distinguen especialmente se-
sidera la diferencia de los estados (2), gún los diversos oficios, porque dice San
en cuanto unos son más perfectos que Isidoro (Etym. 1. 5 , ibid) : « hay muchos
otros ; 2 . por la acción, y esta es la dis-
a
» géneros de oficios, pero el principal es
tinción de los oficios ; pues se dice que » el que tiene por objeto las cosas sagra-
están en diversos oficios los que ^stan » das y divinas ».
destinados á diversas acciones ; y la 3 . a

por relación al orden de la belleza ecle- ARTÍCULO I V . — ü e diferencio, de ios


siástica ; y según esto se considera la estados s e considera s e g ú n l o s incipientes,
diferencia de grados, esto es, según que proOcientcs y perfectos? (i)
alguno es superior á otro en el mismo
estado ú oficio. Por esta razón se dice 1.° Parece que la diferencia de los
también (Ps. 4 7 , 3) según otra letra (70 estados no se considera según los que co-
Interpr.), conocido será Dios en los gra- mienzan, los que progresan y los perfec-
dos de ella (3). tos ; porque de diversos géneros las dife-
Al argumento 1." diremos, que la di- rencias son también diversas en espe-
versidad material de los actos humanos cie (5) ; y , como se ha dicho ( C. 24,

flj En conformidad con la conclusión del a. 2. (1) Asignante así el principio, medio y fin ó término de la
Í-) Que se reducen á éslos tres : sacerdotal ó episcopal, r e - perfección.
ligioso ó monacal y conyugal ó matrimonial. (5) En algunas ediciones antiguas en lugar de el specie
(3) La Vulgata pone domibus en lugar de gradibiu ; si bien differentice se l e e et specics et di/fereiili<E, que de n i n g ú n mudo
San Jerónimo lo interpreta por casas construidas á modo de es admisible según Kicolai atendida la regla común ante-
torres ó alcázares, que en efecto suelen constar de diversos predicamenlal.
cuerpos ó pisos, como también aún las casas entre nosotros.
80 CUESTIÓN CLXXXII i. — A R T Í C U L O IV.

a. 9) al tratar de la caridad, los grados clina á la justicia, mientras que el pecado


de esta se dividen según la diferencia del es contra la razón natural; sigúese que
principio, el progreso y la perfección. el estar exento del pecado es la verda-
Luego parece que según esto no debe ser dera libertad, que se une á la esclavitud
considerada la diferencia de los estados. de la justicia, puesto que por una y otra
2.° E l estado, como se lia dicho (a. 1) tiende el hombre á lo que conviene : y de
se refiere á la condición de la esclavitud la misma manera la verdadera esclavitud
ó de la libertad ; á la que no parece per- es la esclavitud del pecado, á la que se
tenecer la predicha diferencia, de los que une la libertad de la justicia, puesto que
comienzan, prosiguen y son perfectos. por esto es impedido el hombre de lo que
Luego los estados se dividen inconve- le es propio. Mas el que el hombre se
nientemente por estos tres grados. haga esclavo de la justicia ó del pecado
3.° Los incipientes, proficientes y per- depende de él, como dice el Apóstol en
fectos parecen distinguirse por el más y el mismo lugar : ¿no sabéis que á quien
el menos, lo cual parece pertenecer más os ofrecéis por siervos para obedecerle,
bien á la razón del grado. Pero la divi- sois siervos del mismo, á quien obedecéis,
sión de los grados y de los estados es ó del pecado para muerte, ó de la obe-
otra, como se ha dicho (a. 2 y 3). Luego diencia para justicia? Pero en tocia ocu-
no se divide convenientemente el estado, pación humana hay que considerar un
por los que comienzan, los que progresan principio, un medio y un fin ; y por lo
y los perfectos. tanto es consiguiente que el estado espi-
Por el contrario, dice San Gregorio tual de esclavitud y libertad se divida
(Moral. 1. 2 4 , c . 7) : « tres son los modos con arreglo á estas tres cosas, á saber: al
» de convertidos, principio, medio y per- principio, al que pertenece el estado de
» feccion » ; y ademas hace notar (sup. los incipientes ; al medio, al que se refiere
Ezech. hom. 15) que «una cosa es el el estado de los proficientes ; y al fin, al
» principio de la virtud, otra el progreso que pertenece el estado de los perfec-
» y otra la perfección ». tos (1).
Conclusión. El estado espiritual de Al argumento 1.° diremos, que la li-
servidumbre ó de libertad se distinguen bertad del pecado tiene lugar por la cari-
por los tres grados de incipientes, profi- dad, la cual se infunde en nuestros cora-
cientes y perfectos. zones por el Espíritu Santo, que nos es
Besponderémos que, como se ha di- dado, como se dice (Rom. 5). De ahí pro-
cho (a. 1), el estado atañe á la libertad ó viene lo que dice San Pablo ( i l Cor. 3,
á la esclavitud. Pero se encuentra en las 17), donde está el espíritu del Señor, allí
cosas espirituales dos clases de esclavitud hay libertad. Por consiguiente la caridad
y de libertad ; que son la esclavitud del se divide como los estados, que pertene-
pecado y la esclavitud de la justicia. De cen á la vida espiritual.
la misma manera también hay dos clases Al 2.° que los que comienzan, los que
de libertad ; libertad del pecado y liber- prosiguen y los perfectos, según que por
tad de justicia, como consta por el Após- esto se distinguen diversos estados, se
tol que dice (Rom. 6, 20) : cuando erais llaman hombres, no según toda ocupa-
siervos del pecado fuisteis libres de la ción, sino según la de aquellas cosas, que
justicia ; mas ahora que estáis libres del pertenecen á la libertad ó esclavitud es-
pecado habéis sido hechos siervos de Dios. piritual, como se ha dicho (a. 1).
H a y servidumbre del pecado ó de lajus- Al 3.° que, como se ha dicho antes
ticia cuando alguno por hábito del peca- (a. 3 , al 3.°), nada impide que el grado
do se inclina al mal, ó por el hábito de y el estado concurran en el mismo indivi-
la justicia se inclina al bien ; de la misma duo; porque aun en las cosas del siglo
manera también hay libertad del pecado las que están libres no solamente se ha-
cuando alguno no es vencido por la incli- llan en otro estado que los esclavos, sino
nación del pecado ; y hay libertad de la que están también en un grado más ele-
justicia, cuando alguno no se aleja del vado.
mal por amor á ella. Sin embargo, pues- (1) En lo compatible con la condición actual de la presentí'
to que el hombre por razón natural se in- vida.
CUESTIÓN CLXXX1V.
De lo perteneciente al estado de la perfección en general.

Estudiaremos ahora las cosas que pertenecen al estado de la perfección, al que se ordenan los otros
estados: porque la consideración de los oficios, en cuanto á otros actos, corresponde á los legislado-
res; mas en cuanto á los misterios sagrados, pertenece á la consideración de los órdenes, de los que
se tratará en la 3. parte. Con relación al estado de los perfectos ocurren tres consideraciones :1. de
a a 1

estado de la perfección en general; 2 . de las cosas que pertenecen á la perfección de los obispos;
a

3. de las que se refieren á la perfección de los religiosos.


a

Sobre la 1. se ofrecen estos ocho puntos : l.°La perfección se considera según la caridad?—2° Puede
a

alguno ser perfecto en esta vida? —3.° La perfección de esta vida consiste principalmente en los con-
sejos, ó en los preceptos? —4.°Todo el que es perfecto se halla en estado de perfección? —5." Los pre-
lados y religiosos se hallan especialmente en estado de perfección?—6." Todos los prelados están en
estado de perfección i—n." Qué estado es más perfecto, el de los religiosos ó el de los obispos? —
8.° Comparación de los religiosos con los curas y arcedianos.

ARTÍCULO I. — t u perfección de la vida Por el contrario, dícese (Coloss. 3,


cristiana s e considera especialmente s e g ú n 14), tened ante todo caridad, que.es el
la caridad ? vínculo de la perfección, esto es, porque
en cierto modo liga en unidad perfecta
1.° Parece que la perfección de la vida todas las otras virtudes.
cristiana no se aprecia especialmente se- Conclusión. La perfección de la vida
gún la caridad : porque dice San Pablo cristiana se considera principalmente se-
(i Cor. 14, 20), sed pequeñitos en la ma- gún la caridad.
licia , y perfectos en los sentidos. Pero la Responderemos, que se dice que un
caridad no pertenece al sentido, sino más ser es perfecto, en cuanto toca á su pro-
bien al afecto. Luego parece que la per- pio fin, que es la última perfección de la
fección de la vida cristiana no consiste cosa_: siendo pues la caridad la que nos
principalmente en la caridad. une á Dios, que es el fin último del en-
2.° Dícese (Ephes. ult. 13), tomad toda tendimiento humano, puesto que el que
la armadura de Dios, para que podáis permanece en la caridad permanece en
resistir en el dia malo y estar cumplidos Dios, y Dios en él, como se dice (i Joan.
en todo; pero acerca de la armadura de 4 , 16) ; sigúese que la perfección de la
Dios insiste diciendo, ceñidos vuestros lo- vida cristiana se considera especialmente
mos en la verdad y vestidos de la loriga según la caridad.
de la justicia, en todo embrazando el es- Al argumento 1.° diremos, que la per-
cudo de la fe. Luego la perfección de la fección de los sentidos humanos parece
vida cristiana, no solo se considera según consistir principalmente en que conven-
la caridad, sino también según las otras gan con la unidad de la verdad, según
virtudes. aquello (i Cor. 1, 10), sed perfectos en
3.° Las virtudes se especifican por me- un mismo sentido y en un mismo parecer.
dio de los actos, como también los otros Pero esto se obra por la caridad, que
hábitos; y ( J a c . 1, 4) se dice que la pa- hace que los hombres sean de un mismo
ciencia tiene obra perfecta. Luego parece parecer. Por lo tanto también la perfec-
que el estado de perfección se considera ción de los sentidos consiste radicalmente
más bien según la paciencia. en la perfección de la caridad.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO IV. 6
82 CUESTIÓN CLXXXIV. — A R T Í C U L O S I Y II.

Al 2.° que alguuo puede llamarse per- fecto (1). Luego nadie es perfecto en
fecto de dos maneras : 1. en absoluto, esta vida.
a

cuya perfección se considera según lo que 3.° L a perfección de la vida cristiana,


pertenece á la naturaleza misma de la como se ha dicho (a. 1), se considera se-
cosa; por ejemplo, se dice perfecto un gún la caridad, que comprende en sí el
animal cuando nada le falta de la dispo- amor de Dios y el del prójimo. Pero en
sición de los miembros y otras cosas se- cuanto al amor de Dios ninguno puede
mejantes que son necesarias á su vida; tener en esta vida caridad perfecta; puesto
2. se dice que algo es perfecto en sentido que, como dice San Gregorio (sup. Ezech.
a

relativo, cuya perfección en verdad se hom. 14), « el fuego del amor, que co-
observa según algo esterior, tal como lo » mienza á arder en esta vida, se inflama
blanco ó negro ó algo semejante. Pero la » más cuando viere al mismo que ama »;
vida cristiana consiste especialmente en la y tampoco en cuanto al amor del próji-
caridad, por la que se une el alma á Dios: mo, porque no podemos en esta vida amar
y por esta razón se dice (i Joan. 3 , 14), á todos los prójimos actualmente, aunque
el que no ama está en muerte. De consi- los amemos habitualmente : mas el amor
guiente la perfección de la vida cristiana habitual es imperfecto. Luego parece que
se considera absolutamente según la ca- nadie puede ser perfecto en esta vida.
ridad, y relativamente según las virtu- Por el contrario: la ley divina no in-
des : y, puesto que lo que existe absolu- duce á lo imposible ; pero induce á la
tamente es lo más principal y lo mayor perfección, según aquello (Matth. 5,48),
respecto de otros, de ahí es que la per- sed perfectos, como lo es vuestro Padre,
fección de la caridad es principalísima que está en el cielo ; parece por consi-
respecto de la perfección que se considera guiente que alguno puede ser perfecto en
según otras virtudes. esta vida.
Al 3.° que se dice que la paciencia tiene Conclusión. La perfección absoluta-
obra perfecta en orden á la caridad, esto mente total tanto por parte del que ama
es, en cuanto proviene de la abundancia como por la del objeto amable [1] no es
de la caridad el que alguno tolere pacien- accesible á criatura alguna y compete á
temente las adversidades, según aquello solo Dios; mas en el primer concepto [2]
(Rom. 8, 35) quién nos separará del amor lo es al hombre en el cielo y no al via-
de Cristo? tribulación? ó angustia? etc. dor, sino solo [3] en cuanto á superar
todo obstáculo á la moción del amor de
Dios.
ARTÍCULO I I . — i'uedc alguno ser per-
Responderemos que, como se ha di-
fecto cu e s t a vida ?
cho (a. 1.), la perfección de la vida cris-
tiana consiste en la caridad ; y la perfec-
1 P a r e c e que nadie puede ser perfecto ción implica cierta universalidad, puesto
en esta vida : porque dice el Apóstol que, como se dice (Physic. 1. 3 , t. 63),
(i Cor. 13, 10), cuando viniere lo que es es perfecto aquello, á lo que nada falta.
perfecto, abolido será lo que es en parte; Luego pueden considerarse tres clases de
y lo que es en parte no se destruye en perfección : 1 . perfección absoluta, que
a

esta vida, pues en ella permanecen la fe se considera no solamente según la totali-


y la esperanza, que son en parte. Luego dad por parte del que ama, sino también
nadie es perfecto en esta vida. de parte del objeto amable, esto es, se-
2.° Perfecto es aquello, á lo que nada gún que Dios es amado tanto cuanto es
falta, como se dice (Phys. 1. 3 , t. 63); digno de ser amado; y y tal perfección
mas ninguno hay en esta vida, á quien no no es posible á criatura alguna, sino que
falte algo; porque se dice (Jac. 3, 2 ) , to- solo compete á Dios,en quien se encuentra
dos tropezamos en muchas cosas, y (Ps. el bien integral y esencialmente; 2. la per-
a

188, 16), tus ojos vieron en mí lo imper- fección, que se considera según la totalidad
absoluta por parte del que ama, esto es,
según que el afecto tiende siempre actual-
. (1) imperado según la interpretación do los Setenta, y mente hacia Dios según todo su poder; y
mejor informe según Teodoreto l'undada en Síniaco, y que San
A g u s l i n y Casiodoro comentan en él mismo sentido.
• tal perfección no es posible en esta vi-
CUESTIÓN C L X X X I V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 83

da (1) , pero lo será en la otra ; 3. la a


tres modos : 1.° según la extensión del
perfección, que ni se considera según la amor, es decir, que alguno no solamente
totalidad de parte del que debe ser ama- ame á los amigos y conocidos sino tam-
do ni según la totalidad por parte del que bién á los estraños y aun á los enemigos;
ama en cuanto dirigirse, siempre en acto pues esto, como dice San Agustín (En-
áDios, sino en cuanto á que escluya lo chirid. c. 73), « es propio de los hijos
que repugna al movimiento del amor á » perfectos de Dios ; » 2.° según la inten-
Dios, como dice San Agustín (Qq. 1. 83, ción, que se manifiesta por aquellas co-
c. 36) que « la codicia es el veneno de la sas que el hombre desprecia á causa
» caridad, y la perfección consiste en no del prójimo, es decir, de modo que el
» tenerla. » Tal perfección puede tenerse hombre desprecie no solo los bienes este-
en esta vida, y esto de dos modos : 1.° en riores por el prójimo, sino también las
cuanto es escluido del afecto del hombre aflicciones corporales y hasta la muerte,
todo lo que es contrario á la caridad, co- según aquello (Joan. 15, 13), ninguno
mo lo es el pecado mortal; y sin tal per- tiene mayor amor que el de poner su vida
fección no puede existir la caridad; por por sus amigos; 3.° en cuanto al efecto
lo que es de necesidad para la salvación; del amor, es decir, que el hombre sacri-
2. en cuanto se escluye del efecto del
a
fique por sus prójimos no solo los benefi-
hombre, no solo lo que es contrario á la cios temporales, sino también los espiri-
caridad, sino todo lo que impide que tuales y aun á sí mismo, según aquello
el afecto del espíritu se dirija totalmente ( i l . Cor 12, 15) yo de muy buena gana
á Dios, sin cuya perfección puede existir daré lo mió y me daré á mi mismo por
la caridad; por ejemplo, en los incipien- vuestras almas.
tes y proficientes.
Al argumento ludiremos, que el Após- A R T Í C U L O I I I . — l a perfección
tol habla allí de la perfección del cielo, consiste e n . los. preceptos ó en los conse-
que no es posible en la tierra. jos? (2).
Al 2.° que los que son perfectos en esta
vida se dice que tropiezan en muchas co- 1." Parece que la perfección de la vida
sas según los pecados veniales, que re- no consiste en los preceptos sino en los
sultan de la debilidad de la vida presente, consejos ¡porque dice el Señor (Matt. 19,
y en cuanto á esto también tienen algo 21), si quieres ser perfecto, ve y vende
imperfecto relativamente á la perfección cuanto tienes y dalo á los pobres, y ven y
del cielo. sigúeme. Pero esto es un consejo. Luego
Al 3.° que, así como el estado de la la perfección se considera según los con-
vida presente no permite que el hombre sejos, y no según los preceptos.
se refiera siempre en acto á Dios, así 2.° Todos están obligados á la obser-
tampoco que se refiera en acto á todos vancia de los preceptos, puesto que son
los prójimos individualmente, sino que de necesidad de la salvación. Luego, si
basta se refiera comunmente á todos en la perfección de la vida cristiana consiste
general, y á cada uno de ellos habitual- en los preceptos, sigúese que la perfec-
mente y según la preparación del ánimo. ción es de necesidad de la salvación y
Puede empero considerarse por relación que todos están obligados á ella; lo cual
al amor del prójimo, como por relación es evidentemente falso.
al amor de Dios una doble perfección: 1. a
3.° La perfección de la vida cristiana
sin la que no puede existir la caridad, se considera según la caridad, como se
esto es, el que el hombre nada tenga en hadicho (a. 1.), y la perfección de la ca-
su corazón, que sea contrario al amor del ridad no parece consistir en la observan-
prójimo; y 2. sin la que no puede ha-
a
cia de los preceptos, porque el aumento
llarse la caridad, la cual se considera de y el principio de esta virtud preceden á

(1) El Concilio de Trento fulmina anatema contra el que « no hasy consejo alguno en el Evangelio »; 2.° que « no existe
afirme que el hombre puede en el curso de su vida evitar » diferencia alguna entre el precepto y el consejo » ; 3.° que
todos los pecados aun veniales sin especial privilegio de Dios « todo lo recomendado por Cristo en el Evangelio es precep-
( m. 6, can. 23). nlivo».
(2) Son de notar aquí tres errores de Calvino : 1.° que
84 CUESTIÓN CLXXX1V. — ARTÍCULO III.

la perfección de la misma, como se ve que el fin del precepto es la caridad, co-


por San Agustín (super Canonic. Joan, mo dice el Apóstol (i. Tim. 1). Para el
tract. 9) ; mas no puede incoarse la cari- fin no se emplea alguna medida, sino so-
dad antes de la observancia de los pre- lamente para los medios, como dice el
ceptos; puesto que, como se dice ( J o a n Filósofo (Politic. 1, c. 6) como el médico
14, 23) , si alguno me ama, guardará mi no mide cuánto cura, sino qué cantidad
palabra. Luego la perfección de la vida de medicina ó la dieta debe ordenar para
no se considera según los preceptos, sino curar. Así es evidente que la perfección
según los consejos. consiste esencialmente en los precep-
Por el contrario, dícese (Deut. 6, 5), tos (2 ) ; por cuya razón dice San
amarás al Señor tu Dios de todo tu co- Agustín en el libro « De la perfección de
razón ; y (Levit. 19, 18 ) se dice ; ama- la justicia (c. 8) «¿porqué pues no se
rás á tu prójimo (1) como á tí mismo. » preceptuaría al hombre esta perfección,
Pero estos son los dos preceptos de los » aunque nadie la tenga en esta vida ?»
que el Señor dice (Matth. 2 2 , 4 0 ) , de Secundaria é instrumentalmente la per-
estos dos mandamientos depende toda la fección consiste en los consejos; los cua-
ley y los profetas. Mas la perfección de les todos, lo mismo que los preceptos, se
la caridad según la que se dice que la ordenan á la caridad, pero de distintas
vida cristiana es perfecta, se considera maneras. E n efecto : los otros preceptos
según que amamos de todo corazón á son ordenados por los preceptos de la ca-
Dios y al prójimo como á nosotros mis- ridad, para remover lo que es contrario
mos. Luego parece que la perfección á esta virtud, es decir, con lo que la ca-
consiste en la observancia de los pre- ridad es incompatible; al paso que los
ceptos. consejos sé ordenan á remover los obs-
táculos de los actos de la caridad, que
Conclusión. La perfección de la vida
sin embargo no la contrarían, como es
cristiana consiste esencial y principal-
el matrimonio, la ocupación en los nego-
mente [1] en los preceptos de amar á Dios
cios seculares y otras cosas semejantes;
y consiguientemente alprójimo; y solo [2]
por lo cual dice San Agustín (Enchirid.
secundaria é instrumentalmente en los
c. 121): «todas las cosas, que Dios
consejos.
» manda, de las que es una, no fornica-
Responderemos, que se dice que la » ras, y todas las que no son mandadas,
perfección consiste en algo de dos mane- » sino que son aconsejadas especialmente
ras, 1. por sí misma y esencialmente, 2.
a a

» de las que una e s , bueno es al hombre


secundaria y accidentalmente. Por si mis- » no tocar á la mujer, se hacen bien,
ma y esencialmente la perfección de la » cuando se refieren á amar á Dios y al
vida cristiana consiste en la caridad prin- » prójimo á causa de Dios en esta vida y
cipalmente del amorde Dios, y secunda- » en la otra. » De ahí es que en las con-
riamente del amor del prójimo, que son ferencias de los padres (Collat. 1 , c. 7)
el objeto de los principales preceptos de dice el Abad Moisés: «los ayunos, las
la ley divina, como se ha dicho ( C. 44, » vigilias, la meditación de las Escritu-
a. 2 y 3 ). Pero el amor de Dios y del » ras, la desnudez y la privación de to-
prójimo no caen bajo el precepto según » dos los bienes no son la perfección, sino
alguna medida, de modo que lo que es »instrumentos de ella; puesto que en
más quede bajo consejo, como se ve por » ellos no consiste el fin de aquella ense-
la forma misma del precepto, que de- » ñanza, sino que por ellos llegan al fin,»
muestra la perfección, como cuando se y antes ya dijo, « que procuramos por
dice amarás al Señor tu Dios de todo tu » estos grados ascender á la perfección
corazón, pues todo y perfecto son lo mis- » de la caridad.»
mo según el filósofo (Physic. 1. 2 , t. 64),
y cuando se dice, amarás á tu prójimo Al argumento ludiremos, que en aque-
como á tí mismo, porque cada cual se llas palabras del Señor se menciona algo
ama más á sí mismo. Y esto es así, por- como camino para la perfección, como
esto: ve y vende todo cuanto tienes y
(1J La Vulgata dice amicum. dalo á los pobres; añadiéndose en que
(2) Pues el que no los observa piérdela graciasantilicantc,
inhabililándose así para ejercer ohras de verdadera caridad. consiste la perfección, como y sigúeme.
CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULOS III Y IV. 85

Por esfa razón dice San Jerónimo [sup. bien existe cierta perfección de la caridad
Math. c. 19, sup illud, ecce nos reliqui- perteneciente á la especie misma de la
mus) que, puesto que no basta abando- caridad, que consiste en amar á Dios sobre
narlo solamente, Pedro agrega lo que es todas las cosas y no amar nada contra él,
perfecto y te hemos seguido. Pero San y hay también otra perfección de caridad
Ambrosio sobre aquello (Lucas. 5), sigúe- en esta vida, á la que alguno llega por
me, dice : « manda le siga, no con paso algún desenvolvimiento espiritual; por
» corporal, sino con él afecto del espíri- ejemplo, como cuando el hombre se abs-
» tu, cosa que se hace por la caridad.» tiene de cosas lícitas ( 2 ) , para entre-
Por consiguiente del modo mismo de ha- garse más libremente al servicio de Dios.
blar se deduce que los consejos son cier-
tos instrumentos para llegar á la perfec- ARTÍCULO I V . -— Todo el que es per-
ción, cuando se dice, si quieres ser per- fecto está e n estado de perfección ?
fecto, ve y vende etc., como si se dijera,
haciendo esto llegarás á este fin. 1.° Parece que todo el que es perfecto
Al 2.° que, como dice San Agustín está en estado de perfección : pues, así
(lib. De perfectione justitia?, c. 8 ) , « l a como por el desarrollo corporal se llega
» perfección de la caridad se preceptúa al á la perfección corporal, así por el espiri-
» hombre en esta vida ; porque no se corre tual se llega á la perfección espiritual,
»bien, si no se sabe á dónde se ha de como se ha dicho (a. 3 , al 3.°). Pero des-
« correr : y ¿ cómo se sabría, si no fuera pués del aumento corporal se dice hallar-
» manifestado por algunos preceptos ? » se alguno en el estado de edad perfecta.
Mas, como lo que cae bajo precepto pue- Luego también parece que después del
de ser cumplido de distintas maneras, aumento espiritual, cuando ya alguno ha
no se hace alguno trangresor del pre- conseguido la perfección, se halla en el
cepto, por no cumplirlo del mejor modo, estado de la perfección.
sino que basta lo cumpla de alguna ma- 2.° Por la misma razón, porque algo
nera (1); y la perfección del amor divino se mueve de contrario á contrario, se
es generalmente de precepto, de tal suerte mueve también de lo menor á lo mayor,
que de este no se escluye la perfección como se dice (Phys. 1. 5 , t. 19). Pero
de la patria, como dice San Agustín (ibid.) cuando uno es movido del pecado á la
sino que « evade la transgresión dei pre- gracia, se dice .que cambia de estado, se-
» cepto el que de cualquier modo alcanza gún que se distingue el estado de la cul-
»la perfección del amor divino. » E l gra- pa del estado de la gracia. Luego parece
do ínfimo del divino amor consiste en no que por igual razón, cuando alguno pro-
amar nada más que á él, ni contra é l , ni gresa de menor á mayor gracia hasta lle-
tanto como á é l ; á cuyo grado de perfec- gar á lo perfecto, alcanza el estado de
ción el que falta, no cumple en manera perfección.
alguna el precepto. Pero hay otro grado 3.° Consigue alguno el estado por li-
de amor perfecto, que no puede cumplir- brarse de la esclavitud ; y por la caridad
se en esta vida, como se ha dicho (a. 2); se libra alguno de la esclavitud del pe-
á cuyo amor el que falta es evidente que cado, puesto que la caridad cubre todas
no es transgresor del precepto. De la las culpas, como se dice (Prov. 10, 12):
misma manera tampoco quebranta el pre- más, puesto que se dice alguno perfecto
cepto el que no llega á los grados medios según la caridad, como se ha espuesto
de la perfección, con tal que llegue al (a. 1) ; parece por consiguiente que todo
ínfimo. el que tiene la perfección, tiene por esto
_ Al 3.° que, así como el hombre tiene mismo el estado de perfección.
cierta perfección de su naturaleza tan Por el contrario, algunos se hallan en
luego como nace, la cual pertenece á la estado de perfección, los cuales carecen
razón de la especie, y otra perfección, á por completo de la caridad y de la gracia,
laque llega por su desarrollo ; así tam- como los malos obispos ó los malos reli-
i l ) Al menos en s u grado ínfimo, cuando la observancia
(2) Como el matrimonio, la posesión de riquezas y otras
del precepto admite división en grados, y según se esplica a
análogas, á que renuncian voluntariamente y por voto los
continuación. que hacen profesión de vida monástica.
86 CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULOS IV Y V.

gipsos. Luego parece por el contrario que la predicha obligación se haga con algu-
algunos tienen la perfección de la vida, na solemnidad, como se observa en todo
los cuales sin embargo no tienen el estado lo que entre los hombres obtiene una fir-
de perfección. meza perpetua. Así pues, se dice propia-
Conclusión. Dícese propiamente ha- mente hallarse alguno en estado de per-
llarse uno en estado de perfección [ 1 ] no fección , no porque tiene el acto del amor
por sus actos de amor perfecto, sino por perfecto, sino porque se obliga perpetua-
obligarse perpetua y solemnemente a la mente con alguna solemnidad á las cosas
vida perfecta ; y así [ 2 ] pueden ser per- que pertenecen á la perfección. También
fectos algunos, sin hallarse en estado de sucede que algunos se obligan á lo que
perfección, y no serlo otros constituidos no. observan y algunos cumplen lo á que
en él (1). no se obligaron, como consta (Matth. 21,
Responderemos que, como se ha dicho 28) de los dos hijos ; de los cuales uno al
(C. 183, a. 1 ) , el estado pertenece pro- decirle su padre trabaja en mi viña, con-
piamente á la condición de libertad ó de testó, no quiero, y luego fué; y el otro
esclavitud ; y la libertad ó esclavitud es- respondiendo dijo, voy, mas no fué. Por
piritual puede considerarse en el hombre consiguiente nada impide que sean per-
de dos maneras : 1. según lo que se obra
a fectos algunos (3) que no estañen estado
en lo interior, y 2. según lo que se obra
a de perfección, y que algunos en estado
en lo exterior. Y , puesto que, como se perfección, sin embargo no sean perfec-
dice (i Reg. 16, 7 ) , el hombre ve lo que tos (4).
aparece, mas el Señor ve el corazón, de Al argumento 1.° diremos, que por el
ahí es que según la disposición interior aumento corporal progresa alguno en las
del hombre se considera la condición del cosas, que pertenecen á la naturaleza, y
estado espiritual en él por relación del así consigue el estado de la naturaleza;
juicio divino : más según lo que se obra principalmente, porque lo que es confor-
esteriormente se considera el estado es- me á la naturaleza es en cierto modo in-
piritual del hombre por relación ala Igle- mutable, en cuanto la naturaleza es de-
sia : y en este sentido tratamos ahora de terminada á una sola cosa. De la misma
los estados, esto es, según que de su di- manera por el desarrollo espiritual inte-
versidad resulta cierta belleza de la Igle- rior consigue alguno el estado de la per-
sia. Debe considerarse empero que en fección en cuanto al juicio divino; pero
cuanto á los hombres, para que alguno en cuanto á las distinciones de los estados
alcance un estado de libertad ó de es- eclesiásticos no obtiene alguno el estado
clavitud, se requiere : 1.° alguna obliga- de perfección sino por el progreso en las
ción (2) ó exención [absolution), pues no acciones esteriores.
porque alguno sirva á otro se hace es-
Al 2.° que también aquel razonamiento
clavo , dado que también los libres sirven,
procede en cuanto al estado interior ; y
según aquello (Galat. 5 , 1 3 ) , servios unos
sin embargo, cuando alguno pasa del pe-
á otros por la caridad del espíritu ; ni
cado á la gracia, pasa de la esclavitud á
porque alguno deje de servir se hace libre,
la libertad lo cual no sucede por el pro-
como se ve por los siervos fugitivos : sino
greso simple de la gracia, sino cuando al-
que propiamente es siervo el que está á
guno se obliga á las cosas, que son de la
obligado á servir, y libre el que está exen-
gracia.
to de la esclavitud ; 2.° se requiere que
Al 3.° que aquel razonamiento procede
(1) Porque este estado es una condición esterior de los que abrazado alguno cualquiera de estos tres estados, que lo son
s e constituyen siervos de Dios, para consagrarse á las obras propia y verdaderamente según lo indicado en la nota 2 ,
de perfección, y no dejan de pertenecer á él aun cuando no página 79.
cumplan sus compromisos ó no lleguen á la perfección com- (3) Como ciertas almas fervorosas que en el mundo y aun
pleta y verdadera ; la cual por su parte consiste esencialmente en el matrimonio y á pesar de sus ocupaciones seculares se
en la íntima adhesión á Dios por amor que puedo obtenerse ejercitan en la práctica de las más eminentes virtudes y
sin hacer profesión ó adoptar el estado de perfección. aman á Dios con toda la perfección posible en esta vida.
(2) Perpetua y contraída con determinadas formalidades Nadie ignora que hay grandes Santos canonizados, que nunca
constitutivas de su solemnidad, según se espone á conti- pertenecieron á estado de perfección, y muchos también que
nuación y en conformidad con lo dicho al principio d é l a nota no habían tomado estado, como vulgarmente suele decirse.
precedente. Así la soltería y la viudez no son estados, porque (4) Como los religiosos malos ó simplemente imperfectos,
el libremente célibe y el viudo pueden á su arbitrio dejar de que obligados á vivir aspirando al menos á serlo no alcanzan
serlo, cuando gusten, pasando á casarse ú ordenarse ó entrar á tanto ó quizá v i v e n menos recatada y cristianamente quo
en religión ; libertad de que se han despojado los que y a han muchos seglares y gentes del mundo.
CüESTÍON CLXXXIV. — A R T Í C U L O S IV Y V. 87

asimismo en cuanto ál estado interior; y más bien debe atribuirse al estado de


sin embargo, aunque la caridad varíe la perfección á los mártires que á los reli-
condición de la esclavitud ó libertad es- giosos y obispos.
piritual, sin embargo esto no produce el Por el contrario, San Dionisio (De
aumento de la caridad. eceles. hierarch. c. 5) atribuye la perfec-
ción á los obispos como más perfectos;
ARTÍCULO V . — i^os religiosos y ios y (c. 6) la atribuye á los religiosos, á
prelados están en estado de perfección ? (1) quienes llama monjes ó BEpauetjTá; (3)
terapeutas, esto es, siervos de Dios como
1.° Parece que los religiosos y prela- á perfectos.
dos no están en estado de perfección: por- C o n c l u s i ó n . Los reliqiosos y prela-
que el estado de perfección se distingue dos (4) profesan estado de perfección por
del estado de los incipientes y del de los su obligación perpetua y solemne de as-
proficientes ; y no existen algunos géne- pirar á ella.
ros de hombres destinados especialmente Responderemos que, como se ha di-
la estado de los proficientes ó también de cho (a. 4 ) , para el estado de perfección
oís que comienzan : luego parece que se requiere la obligación perpetua á las
tampoco debe haber algunos géneros de cosas, que son propias de la perfección,
hombres dedicados al estado de perfec- con alguna solemnidad; y ambas cosas
ción. competen á los religiosos y á los obispos:
2.° El estado esterior debe correspon- pues los religiosos se obligan á abstenerse
der al estado interior; de otro modo se de las cosas mundanas, de que podían
incurre en mentira, la que « no solo con- usar lícitamente, para entregarse con más
» siste en las palabras falsas, sino también libertad á Dios, en lo cual consiste la per-
» en las obras fingidas, » como dice San fección de la vida presente ; por cuya ra-
Ambrosio (serm. 44, detemp.) Hay em- zón dice San Dionisio (De eccl. hierarch.
pero muchos prelados ó religiosos, que c. 6, ibid.) hablando de los religiosos :
no tienen la perfección interior de la ca- «hay quienes los llaman terapeutas, esto
ridad. Luego, si todos los religiosos y » es, siervos de Dios, á causa de la pu-
prelados se hallan en estado de perfec- » reza del servicio que cumplen; otros los
ción, sigúese que cualesquiera de estos » llaman monjes por la vida indivisible y
que no son perfectos, están en pecado » singular que los une por las convolucio-
mortal, como hipócritas y mentirosos. »nes santas de lo indivisible, esto es,
3.° La perfección se considera según » contemplaciones, á la unidad deiforme
la caridad, como se ha dicho (a. 1) ; la » y á la perfección amable á Dios». Tam-
caridad más perfecta parece existir en los bién la obligación de estos va acompañada
mártires, según aquello (Joan. 15, 13), de cierta solemnidad de profesión y ben-
ninguno tiene mayor amor que este, que dición, por cuya razón añade el mismo
es poner suvida por sus amigos; y sobre San Dionisio (ibid.) : « por lo cual la
aquello (Heb. 12), aún no habéis resis- »ley santa, al darles la gracia perfec-
tido hasta la sangre, dice la Glosa (2) » t a , les ha honrado con cierta invoca-
(Ang. serm. 17 , De verb. Apost. c. 1): » cion santificadora x>. Asimismo los obis-
» en esta vida no hay amor más perfecto, pos se obligan á las cosas, que pertene-
» que aquel al que llegaron los santos cen á la perfección, aceptando la carga
» mártires, que pelearon contra el pecado pastoral; á lo que atañe el que ponga su
» hasta la sangre. » Luego parece que alma el pastor por sus ovejas (5) como

(1) Contra los errores de Juan Wiclef, según el cual « e l (3J Equivalente á {famulanles) servidores, si bien el uso de
» monje en religión privada es inhábil para la observancia de los escritores sagrados lo aplican por escelencia y sin adición
»los divinos preceptos, mientras no apostate de ella, en la alguna á los siervos de Dios.
« que ningún religioso puede salvarse » , añadiendo ( según (4) Especialmente los caracterizados ó investidos de dig-
se lee en las actas del Concilio de Constanza, ves. 8, por quien nidad episcopal.
fue condenado) que n desde el papa, que es el primer obispo, (5) A quienes deben ademas por su propio cargo y digni-
abasta el último religioso todos son herejes » ; y de Ivs pobres dad administrar los bienes espirituales. Los teólogos y escri-
de í.xjon, quienes decían que « los obispos son los escribas y tores ascéticos suelen hacer la distinción de que el religioso
» fariseos perseguidores de los Apóstoles ». está obligado á caminar constantemente hacia la perfección
(2) Antigua manuscrita, teslualmente conforme con el propia de su estado, en tanto que el obispo se supone ya
V. Beda, y solo sustancialmente con San Agustín en el lugar constituido en ella.
citado,
88 CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULOS V Y VI.

se dice (Joan. 10, 15). Por esto dice el siásticos se hallan en estado de perfec-
Apóstol (i Tim. ult. 12), habiendo tam- ción : "pues dice San Jerónimo (sup. Ep.
bién hecho buena confesión ante muchos ad Tit. c. 1, sup. illud, constituas per ci-
testigos, esto es, «en su ordenación», vitates, etc.): « en otro tiempo el sacer-
como dice la Glosa (interl. ibid.). Aplí- » dote era lo mismo que el obisj>o », y des-
case también cierta solemnidad de consa- pués añade: «luego así como los presbí-
gración á la vez que la profesión predi- »teros saben que por costumbre de la
cha, según aquello ( n Tim. 1, 6), que » Iglesia son subditos del que es su pre-
avives la gracia de Dios que hay en tí » pósito, así los obispos sepan que ellos
por la imposición de mis manos, lo cual » más por esta costumbre que por la ver-
espone la Glosa (interl.) de la gracia epis- » dad de la disposición del Señor son ma-
copal; y dice San Dionisio (De eccl. » yores que los presbíteros y que deben
hierarch. c. 5) que « el Sumo Sacerdote, » regir en coniun la Iglesia ». Es así que
» esto es, el obispo recibe en su ordena- los obispos se hallan en estado de perfec-
$> cion las Santas Escrituras que se le co- ción. Luego también los presbíteros en-
» locan sobre la cabeza; para demostrar cargados de la cura de almas.
» que participa de toda la virtud jerár- 2.° Así como los obispos reciben el
» quica íntegra, y que él es no sólo el que cargo de las almas con la consagración,
»ilumina á todos (lo cual pertenece á las así también los presbíteros curados y los
» santas palabras y acciones), sino que arcedianos, de los que sobre aquello (Act.
j> también transmita esto á otros ». 6), escoged pues, hermanos, de entre vos-
Al argumento 1.° diremos, que no se otros siete varones de buena reputa-
buscan el principio y el aumento por sí ción, etc., dice la Glosa (ordin. Bedte):
mismos sino á causa de la perfección; y «los Apóstoles querían que se establecie-
por eso para el solo estado de perfección » sen en la Iglesia siete diáconos, que
son tomados algunos hombres con cierta » fuesen de un rango más elevado y como
obligación y solemnidad. » columnas del prójimo alrededor del al-
Al 2.° que los hombres toman el estado »tar ». Luego parece que los mismos es-
de perfección, no como profesando ser tán también en estado de perfección.
perfectos, sino para profesar que tienden 3.° Así como los obispos se obligan á
á la perfección; por lo que dice el Após- poner su alma por sus ovejas, así también
tol (Philip. 3 , 12), no que ya la haya al- los presbíteros curados y los arcedianos:
canzado ó que sea perfecto, mas voy si- y, como esto pertenece á la perfección de
guiendo por si de algún modo podré al- la caridad, según se ha dicho (a. 2), pa-
canzarla, y después añade: todos los que rece por consiguiente que también los
somos perfectos vivamos en estos senti- presbíteros curados y los arcedianos se
mientos. Por consiguiente no comete al- hallan en estado de perfección.
guno mentira ni simulación por no ser Por el contrario, dice San Dionisio
perfecto el que abraza el estado de per- (De eceles. hierarch. c. 5):-« el orden de
fección , sino por separar su ánimo del in- »los Pontífices es consumativo y perfec-
tento de la perfección. »tivo (2), el de los sacerdotes ilumina-
Al 3.° que el martirio consiste en el »tivo y para dar luz, y el de los minis-
acto más perfecto de la caridad (1); pero »tros purificativo y discretivo». De lo
el acto de la perfección no basta para es- cual se deduce con evidencia que la per-
tablecer un estado, como se ha dicho fección se atribuye á solos los obispos.
(a. 4). Conclusión. Ño todos los prelados, sino
únicamente los obispos se hallan consti-
A R T Í C U L O V I . — Todos ios prelados tuidos en estado de perfección.
eclesiásticos se hallan en estado de perfec- Responderemos, que en los presbíteros
ción? y diáconos, que tienen la cura de las al-
mas pueden considerarse dos cosas, á sa-
1.° Parece que todos los prelados ecle- ber, el orden y el cuidado : el orden mis-
mo se refiere á cierto acto en los oficios
divinos, por lo que se ha dicho (C. 183,
(1) V. lo espuesto en la C. 124j a. 3 (tomo 3.° pági 757).
a, 3 , al 3.°) que la distinción de los órde-
(2) Operativo de la perfección.
CUESTIÓN CLXXXIV.—ARTÍCULO VI. 8ÍÍ

nes se contiene bajo la distinción de los Por esta razón San Pablo se sirve comun-
oficios, y así en el hecbo mismo de que mente del nombré de presbíteros en cuan-
algunos reciben el orden sagrado, reciben to á ambos, cuando dice ( i Tim. 6, 18),
la potestad de ejecutar ciertos actos sa- los presbíteros que gobiernan bien sean
grados ; pero no se obligan por eso mismo tenidos dignos de este doble honor; y asi-
á las cosas que son propias de la perfec- mismo también del nombre de obispos,
ción, sino por cuanto en la Iglesia Occi- por lo que dice (Act. 20, 28), hablando
dental en la recepción del orden sagrado á los presbíteros de la Iglesia de Efeso:
se hace voto de continencia, lo cual es mirad por vosotros y por toda la grey,
una de las cosas que pertenecen á la per- en la cual el Espíritu Santo os ha puesto
fección, como se dirá (C. 186, a. 4). Así por obispos, para gobernar la Iglesia de
es evidente que por recibir alguno el or- Dios. Pero en realidad siempre hubo dis-
den sagrado, no queda absolutamente tinción entre ellos (2) aun en tiempo de
constituido en estado de perfección, aun- los Apóstoles, como consta por San Dio-
que se requiera la perfección interior, para nisio (De eccl. hierarch. c. 5); y (Luc. 10)
que uuo ejerza dignamente tales actos; sobre aquello, post hac autem designavit
como ni por parte del cuidado que reci- Dominus..., dice la Glosa (ord. Bed.):
ben, pues no se obligan por solo esto con « así como el tipo de los obispos existe
el vínculo de voto perpetuo á retener la » en los Apóstoles, así el de los presbí-
cura de almas ; sino que pueden abando- » teros de segundo orden en los setenta y
narlo ó para entrar en religión aun sin » dos discípulos ». Después sin embargo,
para evitar el cisma, fue necesario distin-
licencia del obispo, como se ve (Decret.
guir también sus nombres, esto es, que se
19, C. 2, c. Duce sunt), ó bien con licen-
llamasen los mayores obispos y los meno-
cia del obispo puede un arcediano dimitir
res presbíteros; y el decir que los presbí-
su cargo ó la parroquia y recibir una pre- teros no se diferencian de los obispos, es
benda simple sin cura de almas, lo que de incluido por San Agustín entre las here-
ningún modo sería lícito, si estuviera en jías (lib. De hieres. 53), donde manifiesta
estado de la perfección, porque ninguno que los arríanos decían que ninguna dife-
que pone su mano en el arado y mira rencia debía hacerse entre un presbítero
atrás, es apto para el reino de Dios, y un obispo.
como se dice (Luc, 9, 62). Mas los obis-
pos, puesto que se hallan en estado de Al 2.° que los obispos tienen princi-
perfección, á no ser por la autoridad del palmente la cura de las ovejas de su
Sumo Pontífice, á quien solo pertenece diócesis ; mientras que los presbiteros y
el dispensar en los votos perpetuos, no los arcedianos (3) desempeñan algunas
pueden abandonar la cura episcopal, y administraciones bajo la dirección de los
por ciertas causas, como se dirá (C. 185, obispos. Por esta razón sobre aquello
a. 4). Por lo tanto es evidente que no to- (i Cor. 12), aliis opitulationes, aliiguber-
dos los prelados (1) se hallan en estado nationes..., dice la Glosa (interl.); opitu-
de perfección, sino solo los obispos. lationes ó auxilios, esto es, los que auxi-
Al argumento 1.° diremos, que pode- lian á los mayores, c< como Tito á San
mos hablar del presbítero y del obispo en x> Pablo ó los arcedianos á los obispos;
dos conceptos : 1.° en cuanto al nombre, y> gobernaciones, ó bien, prelacias de los
y de este modo en otro tiempo no se dis- » inferiores, como son los presbíteros que
tinguían los obispos y presbíteros ; pues » enseñan al pueblo ». También dice San
se llaman obispos « porque sobresalen », Dionisio (De eccl. hierarch. c. 5) que,
como dice San Agustín (De civit. Dei, « así como vemos á la jerarquía univer-
1- 19, c. 19); mientras que en griego se x> sal terminada en Jesucristo, así tam-
llaman presbíteros como más ancianos. » bien cada función en el propio jerarca

(1) V. lo dicho al fin de la nota 5, páp. 87. partido, cuyajurisdiccion delegada por el obispo respectivo
(2) Verdad histórica y dogmática negada por Aerio, W i - depende en todo de su arbitrio y no tiene otra amplitud que
clef y todos los presbiterianos, cuyo error fue anatematizado la que el mismo prelado ó acaso alguna constitución sinodal
por el concilio de Trento contra todos los que dijeren que los diocesana les asignen ; reservándose la denominación de arce-
obispos no son superiores á los presbíteros, según ya había diano á una de las dignidades en los cabildos catedrales, como
insinuado no tan espresamente el Concilio 2." de Sevilla, c. es bien sabido.
(3) Mamados hoy comunmente vicarios ó arciprestes de
9(1 CUESTIÓN CLXXXÍV. —

» divino, que es el obispo B; y (16. C. 1, go los religiosos están en un estado más


c. Cúnelas) se lee : « todos los presbíte- perfecto que los obispos.
» ros y diáconos deben tener cuidado de 2.° L a perfección consiste más princi-
B no hacer cosa alguna sin permiso del palmente en el amor de Dios qué en el
» obispo propio B. Con lo cual es notorio amor del prójimo ; y el estado de los re-
que estos son al obispo, lo que los bai- ligiosos se ordena directamente al amor
líos ó los ministros al R e y , y por esta de Dios ; por lo cual también tienen su
razón, así como entre las potestades nombre del servicio de Dios, como dice
mundanas solo el rey recibe la bendición San Dionisio (De eccl. hierarch, c. 6);
solemne, y los otros son instituidos por mientras que el estado de los obispos
simple comisión, así también en la Igle- parece ordenarse al amor del prójimo,
sia el cuidado episcopal es confiado con cuyo cuidado está á cargo de ellos, de
la solemnidad de la consagración, el del donde los viene su nombre (4), como se
arcedianato, ó el del cura por una sim- ve por San Agustín (De civ. Dei, 1. 19,
ple delegación ; sin embargo son consa- c. 19). Luego parece que el estado de
grados en la recepción del orden aun an- los religiosos es más perfecto que el es-
tes de tener la cura de almas. tado de los obispos.
Al 3.° que, así como los curas y los 3.° El estado de los religiosos se or-
arcedianos no tienen principalmente el dena á la vida contemplativa, que es
curato sino cierta administración, según mejor que la vida activa, á la que se or-
que se les comisiona por el obispo, igual- dena el estado de los obispos ; pues dice
mente el oficio pastoral no les pertenece San Gregorio (Pastor, p. 1, c. 7) que
principalmente, ni (1) la obligación de « Isaías, deseando ser útil álos prójimos
poner el alma por sus ovejas, sino en B por la vida activa, aspira al oficio de
cuanto participan del cuidado. Por con- B la predicación ; y Jeremías, queriendo
siguiente más bien tienen cierto cargo B consagrarse de continuo al amor del
perteneciente á la perfección, que obtie- B Criador por la contemplativa, muestra
nen el estado de perfección. B repugnancia de ser enviado á predicar ».
Luego parece que el estado de los reli-
A r t í c u l o V I I . — ¿ E I estado de ios re-
giosos es más perfecto que el estado de
llglosos es m á s perfecto que el de los prela-
los obispos.
dos? (2) Por el contrario: á ninguno es lícito
pasar de mayor á menor estado, porque
1.° Parece que el estado de los reli- esto sería volver la vida atrás ; pero al-
giosos es más perfecto que el de los pre- guno puede pasar del estado de religión
lados ; pues dice el Señor (Math. 19, 21), al estado episcopal, pues se dice (18.
si quieres ser -perfecto, ve y vende lo que q. 1, c. Statutum) que « la sagrada orde-
tienes y dáselo á los pobres, lo cual hacen B nación hace de un monje un obispo ».
los religiosos ; pero los obispos no están Luego el estado de los obispos es más
obligados á esto, porque sé dice (12, q. 1, perfecto que el estado de los, religiosos.
c. 19) (3) : « dejen los obispos á sus he- Conclusión. El estado de perfección es
» rederos, si quieren, lo que poseen de más eminente en los obispos que en los
» sus bienes propios ó adquiridos ». Lue- religiosos.

(1) Principal y directamente ; pero sí secundaria é implí- familias.


citamente, pues nadie ignora el deber de los párrocos de asis- (2) Por prelados aquí se entienden solos los obispos ó á 1«
tir á sus feligreses aun en tiempos de epidemia, inundación y menos mitrados y con jurisdicción casi episcopal; pues pre-
análogas calamidades, que es cuando precisamente les in_ lado en general designa al que la ejerce propia ó aun, por de-
cumbe más que nunca l a obligación de la residencia en sus legación, siquiera sea en distinta ó inferior escala, como los
feligresías ó parroquias, debiendo arrostrar todo riesgo de abades, priores, rectores y demás superiores regulares y los
contagio aun con peligro de muerte, para administrarles los maestres do las de caballería ó militares y semejantes entre
sacramentos y demás auxilios no solo espirituales sino también el clero secular.
corporales en lo compatible con sus fuerzas y recursos, como (3) Canon 48 del concilio Agatense. La edición de Colonia
en efecto se ha visto con frecuencia en tantas épocas y cir- cita equivocadamente almárgcn CGIÍSÍJ 1S y la de Donai, cap- i !t

cunstancias calamitosas, por las que desgraciadamente v e n i - en lugar de Causa12, según va rectificada en-el testo:
mos atravesando en nuestro suelo y fuera de é l ; mientras los (4) Cu-jus curca superiníendunt, son como superinlendenles en-
pueblos sumidos en la miseria y consternados por el peligro cargados de velar por las ovejas y los corderos, sobre el clero
se han visto no pocas veces abandonados por los facultativos y el pueblo ; que tal es la significación etimológica de la |>a.
y hasta por las autoridades locales y h a B t a por sus propias labra e-ptecopox.
CUESTIÓN CLXXXIV. ARTÍCULOS VII Y V I I I . 91

Responderemos que, como dice San j> Soberano Pastor ». Pero es signo de
Agustín (super. Gen. ad litt. 12 c. mayor amor el que el hombre sirva aun
16) (1) i el agente es siempre superior á otro á causa de su amigo, que si solo
» al paciente »: y como en el género de la quiere servir al amigo.
perfección según San Dionisio (De casi, Al 3.° que, como dice San Gregorio
hier. c. 5) los obispos son como perfec- (in Pastorali, p. 2 , c. 1), « sea el pre-
cionadores y los religiosos los perfec- » lado el primero en la acción, absorto
cionados, perteneciendo lo uno á la ac- x> más que todos en la contemplación »,
ción y lo otro á la pasión ; es por tanto puesto que á ellos corresponde no solo
evidente que el estado de perfección es contemplar por sí mismos, sino aun por
mejor en los obispos que en los religiosos. la instrucción de los demás. Por esta ra-
Al argumento 1.° diremos, que la re- zón San Gregorio (sup. Ezech. hom. 5)
nuncia de los bienes propios puede con- aplica á los hombres perfectos lo que de
siderarse de dos maneras : 1. según que los que vuelven de la contemplación se
a

es en acto, y en este caso no consiste dice (Ps. 144, 7): rebosarán de la memo-
esencialmente en ella la perfección, sino ria (2) de tu suavidad.
que es cierto instrumento de la perfec-
ción, como se ba dicho (a. 3), por lo que ARTÍCULO V I I I . — L O S presbíteros,
nada impide que el estado de perfección curados y los arcedianos tienen mayor perfec-
exista sin la renuncia de los bienes pro- ción que los religiosos.
pios, como diremos también sobre otras 1.° Parece que también los presbíteros,
observancias esteriores ; 2. puede consi- curados y arcedianos, tienen mayor per-
a

derarse según la preparación, esto es, de fección que los religiosos: porque San
manera que esté dispuesto el hombre si Crisóstomo dice (Dial de Sacerdot. 1.16,
fuese preciso, á abandonarlo ó darlo todo; c. 4, implic. c. 7 ) : « S i me presentas un
y esto pertenece directamente á la per- » monje tal como lo fué Elias, hablando
fección. Por esta razón dice San Agus- »hiperbólicamente; no deberá ser sin
tín (De Qurest. evangel. 1. 2, q. 11): » embargo comparado á aquel que en-
« Dios manifiesta que los hijos de la sa- » tregado á los pueblos y obligado á so-
» biduría entienden que la justicia con- » brellevar los pecados de la multitud
j¡> siste, no en comer ni en la abstinencia, 7> persevera inmóvil y fuerte; 5> y poco
» sino en la igualdad de ánimo para so- después dice (c. 7) : « s i alguno mepro-
» portar la pobreza ». Conforme á lo cual y> pusiera elegir lo que más me agradase
dice el Apóstol (Philip. 4 , 32), sé lo » entre el oficio sacerdotal y la soledad
que es la abundancia y la penuria. Pero » de los monjes, elegiría sin comparación
los obispos están obligados principal- » lo que dije primero ; » y en el mismo
mente á despreciar todo lo suyo en honor libro (c. 5) dice : « si se comparan las fa-
de Dios y por la salvación de su grey, »tigas del monje con las del sacerdote
cuando fuere preciso, ya dándolo á los » que cumple bien sus deberes, se encon-
pobres de su rebaño, ya soportando con »trará que hay entre uno y otro tanta
alegría el robo de sus bienes. » distancia, como entre un simple ciuda-
Al 2.° que proviene de la abundancia » daño y un rey.» Luego parece que los
del amor divino eso mismo de que los sacerdotes que tienen la cura de las al-
obispos se apliquen á lo perteneciente al mas son más perfectos que los religiosos.
amor del prójimo, por cuya razón el Se- 2.° Dice San Agustín (epist. ad Valer,
ñor preguntó primeramente á Pedro si le epist. 21 ó 148): «medite tu prudencia
amaba y después le encargó del cuidado » religiosa que nada hay en esta vida y
de su grey ; y San Gregorio dice (in Pas- » sobre todo en esta época más difícil,
torali p. 2 , c, 1): « si la carga pastoral es » más laborioso y más espuesto que el
» un testimonio de amor, el que es vir- » cargo del obispo, presbítero ó diácono;
» tuoso y rehusa apacentar el rebaño de »pero nada más santo ante Dios, si se
» Dios, queda convicto de que no ama al j> desempeña como manda nuestro Em-
» perador. » Luego los religiosos no son
(1) río así en términos espresos como en equivalencia. más perfectos que los presbíteros ó los
(2) La Vulg-ata dice : memoriam
miclarunt.
abundando; suavilatls luaj.
diáconos.
92 CUESTIÓN C L X X X I V . — ARTÍCULO VIIÍ.

3.° Dice San Agustín (a. Aurel. epist. B conducido por la ley privada, ninguna
60 ó 7 6 ) : <r es cosa excesivamente deplo- B razón exige que sea coartado por la ley
» rabie elevar á los monjes á un orgullo B pública.B Pero no es conducido alguno
B tan ruinoso y juzgar á los clérigos dig- por la ley del Espíritu Santo, que allí se
» nos de tan grave afrenta, que se diga llama ley privada, sino á algo más perfec-
» que un mal monje es un buen clérigo, to. Luego parece que los religiosos son
» siendo así que á veces aun un buen más perfectos que los arcedianos ó los
» monje apenas hace un clérigo media- presbíteros curados.
B no; B y poco antes observó « que no se Conclusión. El estado religioso [1] es
B debe dar ocasión á los servidores de más perfecto que el de los curas y arce-
BDios,(esto es, á los monjes) de que dianos en cuanto á la bondad de su gé-
B piensen ser con más facilidad elegidos nero de vida; pero inferior [2] con res-
B para algo mejor (es decir, para el cle- pecto á la dificultad de desempeñar bien
B ricato) degenerando en peores, ó sea de- sus deberes, no obstante su mayor estre-
B jando su vida monacal, B Luego parece chez,por razón de los peligros estemos de
que los que están en el estado clerical la cura de almas ; y más aún [3] en los
son más perfectos que los religiosos. religiosos no investidos de orden sacro.
4.° No es lícito pasar de mayor á me- Responderemos, que no se comparala
nor estado. Pero es permitido pasar del superioridad de dos individuos por rela-
estado monástico al oficio de presbítero ción á lo que tienen de común sino en lo
con cura de almas, como consta (16, c. que difieren. Pero en los curas y arcedia-
1, c. 28) por el decreto del Papa Grela- nos hay tres cosas que considerar, á sa-
sio, que dice : « si hubiere algún monje, ber, el estado, el orden y el oficio. Per-
B que por el mérito de su vida venerable tenece al estado el que sean seculares, al
B parezca digno del sacerdocio, y el abad orden el que sean sacerdotales ó diáco-
B bajo cuya autoridad milita por Cristo nos , y al oficio el tener á su cargo la cura
B nuestro rey, pide que se le haga presbí- de almas. Sí pues consideramos con se-
B tero, debe el obispo elegirlo y ordenar- paración a u n religioso por su estado (1),
» lo en el lugar que juzgue » (oportuno); un diácono ó sacerdote en cuanto al or-
y San Jerónimo dice al monje Rústico den y un cura de almas según su oficio,
(epist. 4 ) : « vive en el monasterio de como son muchos de los monjes y canó-
B modo que merezcas ser clérigo.» Luego nigos regulares ; en lo primero sobresale
los presbíteros curados y los arcedianos y en los otros será igual: pero, si difiere
son más perfectos que los religiosos. el segundo del primero en estado y oficio,
5° Los obispos se hallan en estado conviniendo en el orden, como son los re-
más perfecto que los religiosos, como ligiosos, sacerdotes y diáconos, que no tie-
consta de lo dicho (a. 7). Pero los pres- nen cura de almas; es evidente que el se-
bíteros curados y los arcedianos en el gundo será superior al primero en estado,
mero hecho de ejercer la cura de almas, inferior en oficio é igual en orden. Debe
son más semejantes á los obispos que los pues considerarse cuál preeminencia es ma-
religiosos. Luego son de mayor perfección. yor, si la del estado ó la del oficio; para lo
cual parece debe atenderse á dos cosas,
6.° L a virtud consiste en lo difícil y
que son la bondad y la dificultad. Si se
bueno, como se dice (Ethic. 1. 2, c. 3);
hace la comparación según la bondad, se
y es más difícil el que alguno viva bien
antepone el estado religioso al oficio de
en el cargo de presbítero curado ó de ar-
presbítero curado ó arcediano; porque el
cediano que en el estado de religión.
religioso obliga toda su vida al estudio de
Luego los presbíteros curados ó los ar-
la perfección, mientras que el presbítero
cedianos tienen virtud más perfecta que
ó arcediano no se obliga por toda su vida
los religiosos.
á la cura de almas, como el obispo; como
Por el contrario, dícese (19, q. 2, c. tampoco le incumbe tener cuidado prin-
DUEB); c< si alguno administra una parro- cipal de sus subditos, como al obispo,
» quia bajo la dirección del obispo y vive sino que su oficio se limita á cumplir al-
B secularmente é inspirado por el Espíritu
B Santo quisiere salvarse en algún mo-
(!) En algunas ediciones se lee (statum por slalu) el estado
lí nasterio ó regla canónica puesto que es religioso,
CUESTIÓN CLXXXIV. — ARTÍCULO VIH. 93

gunos deberes particulares acerca de la responderse brevemente, que no trata del


cura de almas, como se ve por lo dicho sacerdote curado de un orden inferior,
(a. 6 al 2.°). Por consiguiente, la com- sino del obispo, que se llama sumo sa-
paración del estado religioso al oficio de cerdote; y esto conviene con el fin de
estos es como de lo universal con lo par- aquel libro, en que se consuela á San
ticular , y como del holocausto con el sa- Basilio de haber sido elegidos para obis-
crificio, que es menos que el holocausto, pos. Pero, dejando esto, debe decirse que
como consta por San Gregorio (sup. se espresa así en cuanto á la dificultad,
Ezech. hom. 20). Por esta razón se dice porque dice antes (c. 6.): «cuando un
también (19, q. 1, c. 1): « á los clérigos » piloto está en medio de las olas y puede
» que quieren hacerse monjes, porque de- B salvar su navio de la tempestad, en
» sean hacer vida mejor, debe facilitár- B este caso merece de todo el mundo un
» seles el ingreso en los monasterios con » testimonio de perfecto gobernante, » y
B exención de los obispos. B Mas esta después concluye con las palabras arriba
comparación debe entenderse según el transcritas (arg. l.°) del monje, «el cual
género de la obra: porque según la ca- B no debe ser comparado con aquel que,
ridad del que la ejecuta sucede á veces B entregado al pueblo, persevera inmó-
que una acción inferior en su género es B vil; B y añade la razón, porque « se ha
más meritoria, si se hace con caridad B conducido en la tranquilidad lo mismo
mayor. Pero, si se considera la dificultad B que en medio de la tempestad, B Por lo
de cumplir bien todos sus deberes en reli- cual ninguna otra cosa puede probarse,
e/ion y en el oficio del que tiene la cura de sino que es más peligroso el estado del
almas, en este caso es más difícil cumplir que ejerce la cura de almas que el del
bien dichos deberes á causa de los peligros monje; y el conservarse inocente en un
esteriores; aunque la vida del religioso peligro mayor, es indicio de mayor vir-
sea más difícil en cuanto al género mismo tud. Pero también pertenece á la mag-
de la obra á causa de la severidad de la nitud de la virtud el que alguno evite los
observancia regular. Si empero un reli- peligros entrando en religión, por lo cual
gioso carece también de orden, como su- no dice que preferiría desempeñar el mi-
cede á los conversos (1) de las religiones nisterio sacerdotal á estar en la soledad
así es evidente que sobresale la preemi- de los monjes; sino que querría mejor ser
nencia del orden en cuanto á la dignidad, grato en esto que en aquello, porque esto
puesto que por el orden sacro es desti- es prueba de mayor virtud.
nado alguno á los ministerios dignísimos,
por los que se sirve á Cristo mismo en el Al 2.° que también aquella autoridad
sacramento del altar, para lo cual se re- de San Agustín habla manifiestamente
quiere mayor santidad interior que la que en cuanto á la dificultad, que demuestra
requiere aun el estado religioso: porque co- la grandeza de la virtud en los que se
mo dice San Dionisio (De eceles. hierarch. conducen bien, como se ha dicho (al 1.°)
c 6), « el orden monástico debe seguir á Al 3.° que San Agustín compara allí
»los órdenes sacerdotales y elevarse á los monjes á los clérigos en cuanto á la
»imitación de ellos á las cosas divinas. » distancia del orden, no respecto á la dis-
Por consiguiente peca más gravemente tancia de religión y de vida secular.
en igualdad de circunstancias el clérigo Al 4.° que los que son elevados del es-
constituido en órdenes sagradas, si hace tado religioso á la cura de almas, ha-
algo contrario á la santidad, que un re- biendo estado antes constituidos en las
ligioso que no tiene el orden sagrado, órdenes sagradas, obtienen algo que an-
aunque el religioso lego esté obligado á tes no tenían, á saber, el oficio de cura;
las observancias regulares, á las que no pero no dejan lo que antes tenían, que
lo están los que tienen las órdenes sa- es el estado religioso; porque se dice
gradas. (Decret. 16, C. 1 , c. 3 ) : «sobre los
» monjes, que morando por largo tiempo
Al argumento 1.° diremos, que á aque- B en los monasterios, si después llegaren
llos pasajes de San Crisóstomo podría B al orden del clericato, establecemos
B que no deben separarse del primer pro-
(1) Que entre nosotros se llaman-comunmente legos ú ope-
rarios.
v » pósito, B Pero los curas ó arcedianos
94 CUESTIÓN CLXXXIV.—ARTÍCULO VIII.

cuando entran en religión, dejan el cargo Al 6.° que la dificultad procedente de


de la cura del alma, para alcanzar un lo arduo de la obra añade á la perfección
estado más perfecto ; así que esto mismo de la virtud, al paso que la dificultad
demuestra la superioridad de parte de que proviene de los obstáculos esteriores,
la religión: mientras que al ser ele- á veces disminuye la perfección de la vir-
vados los religiosos legos (1) al cleri- tud, como cuando alguno no ama tanto
cato y á los órdenes sagrados, son evi- la virtud que quiera evitar los impedi-
dentemente promovidos á un rango su- mentos de ella, según aquello del Após-
perior, como se ha dicho (4.°), lo cual se tol (i Cor. 9, 25) : todo el que ha de li-
manifiesta por lo que indica de San Jeró- diar, de todo se abstiene; pero otras es
nimo , cuando dice : « vive en el monas- signo de virtud más perfecta, por ejemplo,
Dterio de modo que merezcas ser clérigo.» cuando ocurren á alguno inopinadamente
Al 5.° que presbíteros curados y los ó por consecuencia de la necesidad obs-
arcedianos son más semejantes álos obis- táculos de virtuíl, á causa de los cuales
pos qué los religiosos en cuanto á algo, no se separa sin embargo de ella. Pero
esto es, en cuanto á la cura de almas, en el estado religioso la dificultad es más
que pesa sobre ellos secundariamente; grande por lo arduo de las obras en tanto
pero en cuanto á la obligación perpetua, que para los que viven en el siglo de
que se requiere para el estado de perfec- cualquiera manera (2) es mayor la di-
ción, son más semejantes al obispo los re- ficultad por los obstáculos de la virtud
ligiosos, como consta de lo dicho (a. que los religiosos evitaron próvidamente
5 J 6). en todo.

(1) No precisamente legos en el sentido insinuado en la minado sus estudios y demás ejercios de preparación á él.
nota anterior los cuales por regla general nunca reciben órde- (2) Es decir, sean legos simplemente ó aspirantes á i n g r e -
nes clericales, y aun en algunas corporaciones religiosas sar en la clerecía, viviendo empero honesta y cristianamente;
hacen voto espreso de no ser promovidos á ellas ; debiendo pues los que se entregan al desorden y abandono desús debe-
entenderse más bien de los jóvenes profesos con destino al res cristianos en general no se cuidan por lo común de tales
sacerdocio, cuando hayan llegado á la edad competente y ter- dificultades y peligros.
CUESTIÓN CLXXXY.

De lo p e r t e n e c i e n t e al e s t a d o de los o b i s p o s .

Vamos á tratar de lo perteneciente al estado de los obispos, sobre lo cual se ofrecen estos ocho
puntos : 1." Es lícito apetecer el episcopado? —2.° Es permitido rehusarlo Analmente? 3.° Es preciso
elegir el mejor para el episcopado? —4." Puede el obispo pasar a l a religión ? —o." Le es licito abando-
nar á sus subditos corporalmente ? — 6.° Puede tener algo propio ? — 7.° Peca mortalmente no dando
1

a los pobres los bienes eclesiásticos ? — 8.° Los religiosos que son elevados al episcopado, están obli-
gados á las observancias regulares ?

ARTÍCULO I. — E s lícito desear el epis- á los obispos, Luego parece que es lau-
copado ? dable desear el episcopado.
Por el contrario, dice San Agustín
1.° Parece que es lícito desear el epis- (De civ. D e i , 1. 19, c. 19): « el lugar
copado ; pues dice el Apóstol (i Tim. » superior sin el que no puede ser regido
3, 1), quien desea el episcopado buena » el pueblo, aun Guando sea administrado
obra desea, y es lícito y laudable desear » como conviene, se apetece sin embargo
una buena obra. Luego también es lau- »inconvenientemente.
dable desear el episcopado. Conclusion. Aspirar al episcopado es
2.° E l estado de los obispos es más ilícito [1] si en ello se busca medro tem-
perfecto que el de los religiosos, como poral ó el honor adjunto, por cuanto ar-
se ha demostrado (C. 184, a. 7). Y, como guye codicia ó ambición; presuntuoso [2]
es laudable el desear pasar al estado re- en el que sin manifiesta necesidad lo pre-
ligioso, también lo es por consecuencia tende aun en provecho de los prójimos;
el desear ser promovido al episcopado. pero plausible [3] el que desea sin pre-
3. Dícese (Prov. 1 1 , 26), quien es- sunción ejercer el misterio episcopal,
conde el trigo será maldito en los pueblos; sintiéndose digno y capaz ó movido del
mas la bendición sobre la cabeza de los celo de caridad sin presunción ni aspira-
que lo venden; pero el que es idóneo por ciones mundanales, ó hallándose investido
su vida y ciencia para el episcopado pa- de tan alta dignidad.
rece esconder los frutos espirituales, si se Responderemos que en el episcopado
sustrae del episcopado; mientras que al pueden considerarse tres cosas: 1. - es prin-
a

aceptarlo se pone en el lugar del que dis- cipal y final, esto es , l a operación epis-
tribuye los alimentos espirituales. Luego copal, por la cual se provee á la utilidad
parece que es laudable desear el episco- de los prójimos, según aquello (Joann.
pado y vituperable el rehuirle. ult. 17), apacienta mis ovejas; la 2. es a

4.° Los hechos de los Santos, que se Ja elevación del grado, porque el obispo
mencionan en la Sagrada.Escritura, nos es constituido sobre otros, según aquello
son propuestos como modelo, según (Matth. 2 4 , 45), siervo fiel y prudente
aquello (Rom, 15, 4), todas las cosas, á quien el Señor puso sobre su familia; la
que han sido escritas, para nuestra ense- 3. que es consecuencia de las anteriores
a

ñanza están escritas. Pero se lee (Is. .6) es el respeto y el honor y las ventajas
que Isaías se ofreció para el oficio de la temporales, según aquello ( i Tim. 5,
predicación, que compete principalmente 17), los presbíteros, que gobiernan bien
96 CUESTIÓN C L X X X V . — A R T I C U L O I.

son dignos de doblada honra. Luego el c. 8 ) , «el Apóstol dijo esto en aquel
apetecer el episcopado por razón de estos » tiempo , en que el que estaba á la ca-
bienes á el anejos es evidentemente ilícito » beza del pueblo era conducido el pri-
y acusa codicia ó ambición, por lo que » mero á los tormentos del martirio », y
dice el Señor contra los fariseos (Matth. en este caso, al desear el episcopado no
23, 6), aman los primeros puestos en los se podía desear otra cosa sino la obra
banquetes y las primeras sillas en las si- buena ; por lo cual dice San Agustín (De
nagogas, y ser saludados en la plaza y civ. Dei, 1. 19, c. 19) que « el Apóstol
que los hombres los llamen Rabbí. En » al decir, el que desea el episcopado de-
cuanto á lo 2°,es decir, en cuanto á la » sea. una obra buena », quiso dar á en-
preeminencia del grado; el desear el tender lo que es el episcopado, puesto
episcopado es presuntuoso; por lo cual ar- que es nombre de obra, no de honor ; por-
guye el Señor á los discípulos (Matth. que la palabra episcopus es derivada de
20,25) que aspiraban á la primacía, di- (epi) sobre, y (scopus) cuidado intenso:
ciendo isabeis que los príncipes de las gen- por consiguiente, si se quiere, podemos
tes avasallan á sus pueblos, y así San traducir al latin superintendere (velar
Crisóstomo(hom. 66, in Matth) dice que desde lo alto), de modo que entienda
« por esto se ve que es propio de los gen- que no es obispo quien desea presidir y
io tiles desear el primado y de esta ma- no ser útil; porque en la acción (como
» ñera calma los deseos de su alma por dice un poco antes), no debe ser amado
i) esta comparación tomada de los genti- ni el honor ni la potencia en esta vida,
» les. » Pero el desear ser útil á los pró- puesto que todas las cosas son vanidad
bajo el sol; sino la obra misma que se
jimos es en sí laudable y virtuoso: mas
hace por el honor ó la potencia. Sin em-
puesto que en razón del acto episcopal,
bargo, como dice San Gregorio (Pastor
esta carga tiene aneja la elevación del
ibid.) « San Pablo alabando el deseo de
grado, parece presuntuoso que alguno » la obra buena, cambia en temor lo que
desee presidir á otros, para ser útil á » ha sido objeto de sus elogios, cuando
los subditos, no mediando una necesidad » añade : es preciso que el obispo sea irre-
manifiesta é inminente, como dice San »prensible, como si dijera: alabo lo que
Gregorio (Pastor p. 1, c. 7) que era » buscáis, pero antes sabed lo que bus-
« entonces laudable desear el episcopado, » cais. »
» cuando no había duda alguna de Ue-
» gar por él á los más graves suplicios »; Al 2.°, que no se debe razonar de la
por lo que no se encontraba con facilidad misma manera sobre el estado religioso y
quien echara sobre sí esta carga, sobre el estado episcopal por dos motivos:
todo cuando alguno no era escitado á ella 1.°, porque para el estado episcopal se
sobrenaturalmente por el celo de la cari- exige antes la perfección de la vida como
dad, como también observa el mismo consta por lo que el Señor preguntó
doctor (Pastor p. 1, c. 7) que «Isaías, á San Pedro si le amaba más que los
» deseando ser útil á los prójimos, ape- demás, antes de confiarle el oficio pas-
la teció laudablemente el oficio de la pre- toral ; mientras que para el estado re-
» dicacion. » Sin embargo puede alguno ligioso no se exige antes la perfección,
apetecer sin presunción el hacer tales sino que es el camino que conduce á ella,
obras, si ya se halla en este oficio siendo por lo cual no dijo el Señor (Matth. 9),
digno para cumplirlas, de modo que se si eres perfecto ve y vende todo lo que
desee la buena obra, mas no el primado tienes, sino si quieres ser perfecto, siendo
de la dignidad. Por esta razón San Cri- la razón de esta diferencia que, según San
sóstomo dice (super Matth. hom. 3 5 , in Dionisio (De eccles. hier. c, 5) la perfec-
oper. imperf.) «bueno es desear una ción pertenece activamente al obispo,
» buena obra; pero es vanidad desear el como al que perfecciona (1), y pasiva-
» primado de honor; porque la primacia mente al monje como al perfeccionado:
» quiere á quien la elude y aborrece al y se requiere que uno sea perfecto, para
» que la desea. »
Al argumento 1.° contestaremos que, (1J Perfeclorefíi; nopcrfectuñem, como -se ve en a l g u n a etiiciuu
como dice San Gregorio (Past. p. 1. tic las menos corréelas.
C U E S T I Ó N CLXXXV. — A R T Í C U L O S I Y II. 97

poder guiar á otros á la perfección, lo » ció justo : cuya carga si nadie la im-
cual no se exige antes del que debe ser » pone, es justo entregarse á conocer y
guiado á la perfección; pero es presun- » contemplar la verdad; pero, si se impo-
tuoso el que alguno se crea perfecto, mas » ne, debe recibirse á causa de la nece-
no el que tienda á la perfección; 2.° por- » sidad de la caridad (1)».
que el que abraza el estado religioso se Al 4.° que, como dice San Gregorio
somete á otros, para obtener lo espiri- (Past. p. 1, c. 7 ) , « Isaías, que quiso ser
tual, y esto es lícito á todos; por lo que » enviado, se vio antes purificado por
dice San Agustín (De civ.Dei,l. 19, c. 19): » medio de un carbón del altar; á fin de
« á nadie se prohibe el estudio de cono- » que nadie tenga la temeridad de acer-
» cer la verdad, lo cual pertenece á un » carse á los sagrados misterios, sin estar
» reposo laudable». Pero el que pasa al » puro : y por consiguiente, como es muy
estado episcopal es ascendido para pro- » difícil á cada individuo poder recono-
veer á otros, y nadie debe apropiarse » cerse purificado, hay más seguridad en
esta elevación, según aquello (Hebr. 5,4), » declinar el oficio de la predicación».
ninguno toma para sí esta honra, sino
el que es llamado de Dios ; y San Cri- ARTÍCTJLO-II. — E s lícito rehusar ente-
sóstomo dice (super Matth. hom. 25, ramente el episcopado impuesto ?
in op. imperf.): « ni es justo ni útil de-
» sear el primado de la Iglesia, porque l.° Parece que es lícito rehusar ente-
)) ¿quién en sano juicio quiere someterse ramente el obispado impuesto: porque,
» de buen grado á tal esclavitud y peligro como dice San Gregorio (Pastor, p. 1,
» de tener que dar cuenta por toda la c. 7 ) , «deseando Isaías ser útil á los
» Iglesia, sino acaso el que no teme el » prójimos por medio de la vida activa,
»juicio de Dios abusando secularmente » deseó el oficio de la predicación; y al
» del primado eclesiástico, para conver- » contrario Jeremías, queriendo unirse
» tirio en secular ? » » fuertemente al amor del Criador por la
Al 3.° que la dispensación de los ali- » vida contemplativa, se escusó de cum-
mentos espirituales no debe hacerse al » plir esta misión». Mas nadie peca, si
arbitrio de cualquiera, sino principal- no quiere abandonar lo mejor, para adhe-
mente según la voluntad y disposición de rirse á lo menos bueno. Luego, predomi-
Dios, y secundariamente según el arbitrio nando el amor de Dios al amor del pró-
de los prelados superiores, acerca de los jimo y siendo la vida contemplativa pre-
que dice el Apóstol (i Cor. 4, 1), así ferida á la vida activa, como consta de lo
nos tenga el hombre como ministros de dicho (C. 25, a. 1; y C. 26; a. 2; y
Cristo, y dispensadores de los misterios C. 182, a. 1); parece que no peca el que
de Dios: y por eso no se entiende que rehusa enteramente el episcopado.
oculta el alimento espiritual aquel, á 2.° Como dice San Gregorio (Past.
quien no compete por oficio ni se le ha p. 1, c. 7), «es muy difícil que alguno
confiado por el superior, si desiste de la » pueda conocer que está purificadoy
corrección ó gobernación de otros; sino » nadie debe acercarse álos ministerios (2)
que se entiende que lo oculta, si descuida » sagrados, sin estar purificado». Luego,
la dispensación, cuando le incumbe por si alguno no cree que está purificado,
oficio, ó si rehusa recibir con pertinacia no debe aceptar la carga episcopal, de
este cargo, que se le quiere imponer por cualquier manera que se le ordene.
un superior; por lo cual dice San Agustín 3.° Dice San Jerónimo sobre San
(De civ. Dei, 1. 19, c. 19) : « el amor de Marcos (Prólogo, super Marcum) (3) que
* la verdad busca el santo reposo; la ne- «'este se cortó el dedo pulgar después de
» cesidad de la caridad acepta el nego- » (abrazar) la fe, para hacerse, incapaz

(1) En cuyo caso es hasta meritoria.la tal aceptación y aun el concepto de legítimo ; ni el Marcos mencionado es el evan-
el apetecer .el cargo episcopal, no solo por subvenir á la ne- gelista, sino un anacoreta, según puede comprobarse por los
cesidad sino también ademas por la sumisión de la obediencia. Anales de Baronio (año 45 de Cristo, núm. 44} y porque
(2) No misterios, según equivocadamente ponen la edición ademas no se le atribuye tal hecho en el ritual de la orden
áurea y alguna otra. de Sto. Domingo, publicado en 1254, es decir, precisamente
(3) Ni el tal prólogo es genuino de San Jerónimo, aunque en en vida del mismo Sto. Tomás, donde únicamente se lee que
la glosa ordinaria se inserta como tal y Lirano lo comenta e n
« hecho obispo fundó la Iglesia de Alejandría ».
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 1 •
98 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO II.

» de recibir el sacerdocio ». De la misma según esto dice San Gregorio (Pastor,


manera hay quienes hacen voto de no p. 1, c. 6 ) : « hay verdadera' humildad
aceptar jamás el episcopado. Pero la » ante los ojos de Dios, cuando no se
misma razón hay para poner impedi- » rehusa con obstinación lo que se ordena
mento á algo y para rehusarlo entera- » aceptar en interés general (1)».
mente. Luego parece que alguno puede Al argumento 1.° diremos que, aun-
rehusar enteramente el episcopado sin que hablando simple y absolutamente,
pecado. la vida contemplativa sea mejor que la
Por el contrario, dice San Agustín á activa, y el amor de Dios que el amor
Eudoxio (ep-. 48 ú 81): « si la Iglesia del prójimo ; sin embargo por otra parte
» nuestra madre deseare vuestro concur- el bien de la multitud debe ser preferido
» so, no recibáis sus dignidades con ávido al bien de uno ; por lo que San Agustín
» orgullo, y no las rechacéis por amor al dice en las palabras ya antes citadas :
» reposo». Después añade: ce no ante- « no antepongáis vuestro descanso á las
» pongáis vuestro descanso á las necesi- » necesidades de la Iglesia », sobre todo
» dades de la Iglesia, á la que si nadie porque pertenece al amor de Dios esto
» entre los buenos quisiera asistir en su mismo de qué alguno tenga el cuidado
» alumbramiento, no habría medio de que pastoral de las ovejas de Cristo. Así que
» nacieseis ». sobre aquello (Joan, ult.), apacienta
Conclusión. Rehusar decidida y per- mis ovejas,'ñice San Agustín (Tract. 123):
tinazmente el episcopado impuesto por « sea oficio de amor apacentar el rebaño
el superior es pecado contrario á la ca- » del Señor, como fue indicio de temor
ridad y humildad, no menos que el am- » negar al pastor ». De la misma manera
bicionarlo. también los prelados no pasan á la vida
Responderemos, que en la promoción activa de modo que abandonen la con-
al episcopado hay que considerar dos co- templativa ; por lo que dice San Agus-
sas : 1. qué convenga al hombre apete-
a
tín (De civ. 1. 19, c. 19) que, « si se im-
cer según su propia voluntad; 2 . qué a
» pone la carga del oficio pastoral, no se
es justo haga según la voluntad de otro. » debe en este caso abandonar la delecta-
E n cuanto á la voluntad propia conviene » cion de la verdad », que se tiene en la
al hombre principalmente atender á su contemplación.
propia salvación; mas el que procure la Al 2.° que nadie está obligado á obe-
salvación de otros le conviene por dispo- decer al prelado para algo ilícito, como
sición de otro, que tiene potestad, como consta de lo dicho sobre la obediencia
consta de lo dicho (a. 1, al 3.°). De consi- (C. 104, a. 5). Puede pues suceder que
guiente, así como denota desarreglo déla aquel, á quien se impone el oficio de pre-
_ voluntad el quealgunose dirija por su pro- lado sienta algo en sí, á causa de lo cual
pio arbitrio en cuanto á ser colocado al no le sea lícito recibir la prelacion. Pero
frente del gobierno de los demás, así tam- este impedimento puede ser obviado al-
bién arguye desarreglo el rehusar ente- gunas veces por el mismo, á quien se im-
ramente contra el mandato del superior-el pone la cura pastoral; por ejemplo, si
predicho ministerio de la gobernación por tiene el propósito de pecar, el cual puede
dos razones : 1. porque esto repugna á
a
abandonar : y por esto no se escusa de
caridad de los prójimos, á cuya utilidad obedecer finalmente al prelado que se lo
debe alguno ofrecerse según el tiempo y manda. Mas otras veces no puede des-
los lugares; por cuya razón dice San echar él mismo el impedimento, que hace
Agustín (De civ. D e i , 1. 19, c. 19) que ilícita la aceptación de la carga pastoral,
«la necesidad de la caridad recibe el justo sino el prelado que se lo ordena, por
ce negocio»; 2. porque esto repugna á
a
ejemplo, si es irregular ó escomulgado;
la humildad, por la que alguno se so- y entonces debe manifestar su defecto al
mete á los mandatos de los superiores; y prelado, que le ordena, el cual si no (2)
(1J Como se refiere del mismo angélico Doctor haber rehu- (2) Así con Nicolai las ediciones modernas comunes, aunque
sado humildemente (no con obstinación) el arzobispado de en algunas y en la mayoría de las antiguas se Italia volucñl
Ñapóles, y de muchos otros Santos é insignes varones, que se por nolueril. Esto último parece más en conformidad con el
conceptuaban más útiles y seguros en ministerios de menos pensamiento del testo y del Autor.
rango y mayor fatiga.
CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS II Y III. 99

quisiere remover este impedimento, está mas ; y alguno es mejor por cuanto ama
obligado á obedecer humildemente , por más á Dios. Luego parece que no debe
lo cual (Exod. 4, 10), habiendo dicho ser elevado al episcopado sino el que es
Moisés, os ruego Señor, yo no soy elo- mejor que los demás.
cuente desde ayer y antes de ayer, el 2.° El Papa Símaco dice ( c. Vilissi-
Señor le contestó : yo estaré en tu boca y mus, 1, q. 1): « se debe mirar como el
te enseñaré lo que has de hablar. Final- » más vil el que tiene una dignidad más
mente otras veces no puede quitarse el » elevada que los demás, sin serles su-
impedimento ni por el que ordena, ni por » perior en ciencia y santidad ». Pero el
aquel á quien se ordena, como si un ar- que sobresale en ciencia y santidad es
zobispo no pudiera dispensar de una ir- mejor. Luego ninguno debe ser elevado
regularidad ; por consiguiente el subdito al episcopado, si no es mejor que los
no está obligado á obedecerle, para re- demás.
cibir el episcopado ó también las órdenes 3.° En cualquier género lo menor es
sagradas, si es irregular. regido por lo mayor, como lo corporal es
Al 3.° que aceptar el episcopado no es regido por lo espiritual y los cuerpos in-
en sí necesaria para la salvación, pero se feriores por los superiores, según dice San
hace necesario por precepto del superior; Agustín (De Trinit. 1. 3 , c. 4) : y, como
y respecto de las cosas, que son así nece- el obispo es escogido para regir á los de-
sarias para la salvación, puede alguno lí- mas, debe por consecuencia ser mejor
citamente poner obstáculo, antes de que que ellos.
exista el precepto : de otra suerte no sería Por el contrario, dice la Decretal (c.
lícito á ninguno pasar á segundas nup- Cum dilectus, De electione, etc.) (3) que
cias , ni por esto se le impediría la recep- « basta elegir al bueno ; y no -es preciso
ción del episcopado ó del orden sagrado. » elegir al mejor ».
Pero esto no sería lícito en las cosas que Conclusión. El que elige obispo [1] no
por sí son necesarias para la salvación, está obligado á elegir precisamente al
por cuya razón San Marcos no obró con- más digno por su caridad y santidad,
tra precepto, al cortarse el dedo ; aun- sino al más idóneo para instruir, defen-
que es creíble que esto lo hizo por reve- der y gobernar á la Iglesia ; y en cuanto
lación del Espíritu Santo, sin la que á al electo [2] basta que no se reconozca
nadie es permitido mutilarse. Pero el que indigno, hasta el punto de serle ilícito
hace voto de no recibir el episcopado, si aceptar, aunque no se sienta mejor que
por esto tiene la intención de obligarse á otros.
no aceptarlo ni por obediencia al pre- Responderemos, que acerca de la pro-
lado superior, hace un voto ilícito (1) ; moción de alguno al episcopado hay que
y si tiene la intención de obligarse, cuan- considerar algo por parte del que es pro-
to está en él, á evitar esta carga ó á no movido y algo por parte del que le pro-
recibirla sino en una inminente necesidad, mueve. Por parte del que le eleva, sea
el voto es lícito, porque se obliga á hacer escogiéndole ó proveyendo, se requiere
lo que es conveniente que haga un hom- que lo elija tal que dispense fielmente los
bre. misterios divinos, los cuales deben ser
dispensados en interés de la Iglesia, se-
ARTÍCULO I I I . — ¿ E s preciso que el gún aquello (i Cor. 14, 12), procurad
<iue es elevado al episcopado s e a mejor (2) abundar en ellos para edificación de la
que los d e m á s ? Iglesia. Pero los divinos misterios no se
confian á los hombres por causa de su
l.° Parece necesario que el que es ele- recompensa, la que deben aguardar en
vado al episcopado sea mejor que los lo futuro ; y por eso el que debe elegir á
demás : porque el Señor preguntó á San alguno para obispo ó procurar que lo sea,
Pedro, á quien había de confiar el oficio no está obligado á promover al que es me-
pastoral, si le amaba más que á los de- jor absolutamente, lo cual es conforme á

(1) Y por consiguiente nulo ya en su raíz misma según la (2) No en absoluto el más santo, sino el más apto y útil
doctrina de San Alfonso de Ligorio (1. 3, n.° 206) y eomun para el régimen de la Iglesia y bien de los fieles.
entre los doctores. (3) Do Alejandro III en un concilio de Letran.
100 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS III Y IV.

la caridad ; sino al mejor relativamente Al 2.° que aquel pasaje debe enten-
al régimen de la Iglesia, esto es, al que derse en cuanto al celo del que está cons-
sea capaz de instruir y defender la Igle- tituido en dignidad, porque debe procu-
sia y gobernarla pacíficamente (1). Por rar mostrarse tal que aventaje á los de-
esta razou Sau Jerónimo dice (sup. illud mas en ciencia y santidad. Por esta
"C. 1, ad Tit. et constituas per civit ) razón dice San Gregorio [Pastor. 2, c. 1):
« que algunos no procuran erigir para co- « la acción del prelado debe transcender
»lumnas de la Iglesia á los que cono- » tanto á la del pueblo, cuanto suele dis-
» cen que han de serla más útiles, sino » tar la vida del pastor de su rebaño ».
» á los que ellos aman más ó aquellos, Pero no debe imputársele si antes de
» por cuyos obsequios están sobornados ser prelado no fue más escelente, de modo
» ó cautivos, ó los que están recomen- que por esto deba ser reputado vilísimo.
» dados por grandes personajes ó (por Al 3.° que, como se dice (i Cor. 12, 4,
» no hablar de algo peor ) de gentes que 5 y 6 ) , hay repartimientos de gracias,
»han comprado por presentes el ha- de operaciones y de ministerios : por con-
» cerse clérigos». Mas esto pertenece siguiente nada impide que alguno sea más
á la acepción de personas, que en ellos idóneo para el oficio de gobernar, el cual
es un pecado grave: por lo cual sobre sin embargo no sobresale en la gracia de
aquello (Jac. 2 ) , hermanos mios, no que- la santidad. Pero es lo contrario en el ré-
ráis en acepción de personas , dice la gimen del orden natural, en el que lo
Glosa (ord. Aug., epist. 167 ó 29, ad que es superior en este orden tiene pol-
Hieron.): « si relacionamos con las digni- lo mismo mayor idoneidad para disponer
» dades eclesiásticas lo que se ha dicho lo inferior.
» de la distancia que hay entre el que
» está sentado y el que está de pie, üo ARTÍCULO IV. — 4 P u e d o lícitamente
.» se debe creer que es pecado tener la el obispo abantlonar el cuidado episcopal,
» fe de la gloria del Señor en acepción para pasar al estado religioso ?
» de personas : porque ¿ quién tolerará
» que se elija á un rico para ocupar la 1.° Parece que el obispo no puede lí-
» silla de honor en la Iglesia, postergan- citamente abandonar el cuidado episco-
»do á un pobre más instruido y más pal, para pasar á la religión; porque á na-
» santo?» Mas por parte del quees elegido die es lícito pasar de un estado más per-
no se requiere que se repute mejor que los fecto al menos perfecto, pues esto es
otros, pues esto sería soberbio y presun- volver la vista atrás, lo cual es condena-
tuoso ; sino que basta que no halle en sí ble según el dictamen del Señor, que dice
cosa alguna, por la que se le haga ilícito (Luc. 9, 62), ninguno, que pone su mano
aceptar el cargo episcopal (2). Por esta en el arado y mira atrás, es apto para el
razón, aunque San Pedro fuera interro- reino de Dios : y el estado episcopal es
gado, si amaba más al Señor que los más perfecto que el estado religioso, como
demás, en su contestación no se prefirió se ha dicho (C. 184, a. 7). Luego, así
á los demás, sino que simplemente con- como no es lícito volver del estado reli-
testó que amaba á Cristo. gioso al mundo ; así tampoco es lícito pa-
Al argumento 1.° diremos que, el Se- sar del estado episcopal al religioso.
ñor sabía que por don suyo San Pedro 2.° El orden de la gracia es más per-
tenía idoneidad para gobernar la Iglesia fecto que el de la naturaleza; y según la
y para lo demás, y por eso le interrogó naturaleza no se mueve la misma cosa á
sobre el ampr más amplio; para demos- fines contrarios : por ejemplo, si una pie-
trar que, cuando por otra parte se en- dra cae naturalmente de lo alto, no
cuentra un hombre capaz de gobernar la puede naturalmente volver á lo alto.
Iglesia, debe atenderse principalmente Siendo pues según el orden de la gracia
en él á la escelencia del divino amor. lícito el pasar del estado religioso al es-

{1J Lo cual debe asimismo y según el Concilio de Trento nales de edad, costumbres, instrucción y prudencia.
(ses. 24, cap. 18) hacerse esíensivo á las elecciones de párro- (2) Pero sí queda obligado á procurar mostrarse en su
cos y demás cargos eclesiásticos análogos aun de inferior cate- nueva posición modelo ó ejemplar de virtud y ciencia, como
goría, atendiendo principalmente á sus circunstancias perso- luego dice en la solución al 2.°
CUESTIÓN CLXXXV.—ARTÍCULO IV. 101

tado episcopal, no es lícito por el con- de sus subditos de muchas maneras (3):
trario pasar del estado episcopal al es- ya á causa del defecto propio, ya' de
tado religioso. la conciencia, como si es homicida ó si-
. 3.° En las obras de la gracia nada moniaco ; ó también del cuerpo, como
debe ser ocioso. Pero el que una vez ha si es anciano ó está débil, ó también de
sido consagrado para obispo retiene per- ciencia suficiente para gobernar, ó tam-
petuamente la potestad espiritual de con- bién de la irregularidad, como si es bi-
ferir órdenes y de hacer otras cosas se- gamo; otras por defectos de los subditos,
mejantes, que pertenecen al oficio epis- á los que no puede hacer el bien, por
copal ; cuya potestad parece permanecer cuya razón dice San Gregorio ( Dialog.
ociosa en el que dimite el cargo episco- 1. 2, c. 2) : « debe soportarse con igual-
pal. Luego parece que el obispo no puede » dad de alma á los malos allí donde se
dimitir el cuidado pastoral y pasar al es- » encuentran algunos hombres de bien,
tado religioso. » que se ayuden ; pero donde no se saca
Por el contrario : nadie está obligado » provecho alguno de los buenos el tra-
á lo que es en sí ilícito ; y los que piden » bajo es á veces estéril respecto de los
ser relevados del cuidado pastoral son » malos ; por lo que sucede frecuente-
compelidos á dimitir, como consta (ex- » mente en el espíritu délos perfectos que,
trav. De renunt. c. Quídam) (1). Luego » cuando ven que su trabajo es sin fruto,
parece que el abandonar el cuidado pas- » emigran de un lugar á otro, para traba-
toral no es ilícito. j a r con fruto» : otras veces por parte de
Conclusion. No es lícito al obispo re- otros, como cuando se suscita escándalo
nunciar á su cargo, mientras puede ser sobre la prelacion de alguna persona;
útil á la salvación de sus diocesanos, sin pues, como dice el Apóstol ( i Cor. 8,13),
legítimo impedimento y competente auto- si la vianda sirve de escándalo á mi her-
rización (2). mano, nunca jamás comeré carne, con tal
Responderemos, que la perfección del que sin embargo no provenga el escán-
estado episcopal consiste en que alguno dalo de la malicia de algunos, que quie-
se obliga por el amor de Dios á velar por ren conculcar la fe ó la justicia de la
la salvación de los prójimos; y por consi- Iglesia; pues por tal escándalo no debe
guiente se obliga á conservar el cuidado dimitirse el cuidado pastoral, según aque-
pastoral, tanto tiempo como pueda ser llo ( Matth. 15, 14), dejadlos, esto es, los
útil á la salvación de los subditos á él que se escandalizaban de la verdad de la
encomendados, la cual no debe descuidar doctrina de Cristo, ciegos son y guías de
ni por el reposo de la contemplación di- ciegos. Sin embargo es preciso que, así
vina, puesto que el Apóstol sufría con como alguno toma el cuidado de regir por
paciencia estar distraído de la contempla- providencia del prelado superior, así tam-
ción de la vida futura, para cuidar de las bién lo abandone por mandato del mismo
necesidades de los fieles, según aquello á consecuencia de las causas predichas;
(Philip. 1, 2 2 ) , no sé en verdad qué es- y así (Extrav. De reunt. c. Nisi cum
coger, pues me veo estrechado por dos pridem) dice Inocencio I I I : ce aunque
partes; tengo deseo ser desatado de la » tuvieras alas, para procurar volar á la
carne y estar con Cristo, que me es mu- » soledad, están tan unidas á las ligadu-
cho mejor ; mas el permanecer en la carne » ras de los preceptos que no eres libre
es necesario por vosotros, y persuadido » para volar sin nuestro permiso». Én
de esto sé que quedaré; ni por evitar efecto : á solo el Papa es lícito dispensar
cualquiera adversidad, ó lucrar, puesto en el voto perpetuo, por el que alguno se
que, como se dice (Joan. 10, 2 ) , el buen obliga al cuidado de de los subditos, re-
pastor pone su alma por sus ovejas. Sin cibiendo el episcopado.
embargo sucede á veces que el obispo se Al argumento 1.° diremos, que la per-
ve impedido de atender á la salvación fección de los religiosos y obispos se con-

(1) Del concilio 4." de Letrnn (can. 281 bajo Inocencio III y (3) Algunos comprenden todas las causas aludidas en el
refiriéndose, no solo á los obispos, sino también á los demás testo en el siguiente dístico:
encargados de la cura de almas. Debllis, ignarus¡ malo conscim¡ Hregularis,
(2) Reservada hoy esclusivamente al Sumo Pontífice. Qucm mala plebs odit, dans scandala, laidere possit.
102 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS IV Y V.

sidera según diversos conceptos: porque que sobreviene la potencia permanece sin
á la perfección de la religión pertenece el el acto, como por la enfermedad del
cuidado que alguno pone para la propia ojo cesa el acto de la vision; y así mismo
salvación, al paso que á la perfección no hay inconveniente en que por un im-
del estado episcopal incumbe el cuidar de pedimento que sobrevenga quede sin acto
la salvación de los prójimos. Por consi- la potestad episcopal.
guiente todo el tiempo que alguno pueda
ser útil á la salvación del prójimo, otro A R T Í C U L O V . — E S permitido ai 4

tanto retrocedería, si quisiera pasar al obispo abandonar á causa de alguna perse-


estado religioso, para cuidar solo de su cución corporal el rebaño a él encomenda-
salvación el que se obligó á procurar no do ? (1).
soló por la suya sino también por la de
otros. Por esta razón dice Inocencio III l.° Parece que no es permitido al
en la predicha Decretal que «más fácil- obispo abandonar corporalmente por al-
»mente se concede el que un monje as- guna persecución temporal el rebaño á
» cienda á prelado que el que un obispo él encomendado: porque dice el Señor
» descienda al monacato ». Pero , si no (Joan. 10, 12) que es mercenario y no
puede procurar la salvación de los otros, verdadero pastor el que, al ver venir al
es conveniente que atienda á la suya. lobo, abandona las ovejas y huye; y San
Al 2.° que por ningún impedimento Gregorio dice (hom. 14 in Evang): « el
debe el hombre omitir el cuidado de su »lobo cae sobre las ovejas, cuando al-
salvación, lo cual pertenece al estado re- » guno injusto y ladrón oprime á los fie-
ligioso : puede empero haber algún im- » les y humildes y>. Luego, si por la per-
pedimento, para procurar la salvación secución de algún tirano abandona el
ajena; y por eso el monje puede ser ele- obispo corporalmente el rebaño á él con-
vado al estado episcopal, en el que tam-' fiado, parece que es mercenario y no pas-
bien puede cuidar de su salvación. Asi- tor.
mismo puede el obispo, si hay impedi- 2.° Dícese (Prov. 6 , 1 ) : hijo mió, si
mento para procurar la salvación ajena, salieres fiador por tu amigo, has empe-
pasar al estado religioso , y cesando este ñado con un estraño tu mano; y después
impedimento volver por segunda vez al añade: corre á todas partes, apresúrate,
estado episcopal; por ejemplo, por la en- despierta á tu amigo; lo cual esplicando
mienda de los subditos ó por cesación San Gregorio (Past. p. 3 , c. 1, admo-
del escándalo ó por haberse curado de su nit. 5 ) , dice: «responder por un amigo
enfermedad ó salido de la ignorancia ad- » es recibir el alma ajena en peligro de
quiriendo una instrucción suficiente; ó » su propia vida. Pero todo el que es
también si ha sido promovido simoniaca- » propuesto á otros para ejemplo de vida
mente sin saberlo él, ó si ha hecho una » es amonestado, no solo para que él
vida regular, después de haber renuncia- »mismo vigile, sino también para que
do al episcopado, podrá de nuevo ser » despierte al amigo » : y, como no puede
promovido á otra sede. Pero si alguno hacer esto, si abandona corporalmente el
ha sido depuesto del episcopado por su rebaño ; parece por consiguiente que el
culpa y recluso en un monasterio para obispo no debe abandonar corporalmente
hacer allí penitencia, no puede volver al su grey por causa de la persecución.
obispado. Por esta razón se dice ( 1 , q. 3.° A la perfección del estado episco-
1, c. Hoc nequáquam}: «el Santo Con- pal corresponde el cuidar de los prójimos.
» cilio ordena que el que descendiere de Es así que no es lícito al que ha abrazado
» la dignidad de pontífice á la vida de el estado de perfección abandonar ente-
»monje y lugar de penitencia, jamas ramente lo que es propio de la perfec-
» vuelva al pontificado y>. ción. Luego parece que no es permitido
Al 3.° que también en las cosas natu- al obispo sustraerse corporalmente del
rales por consecuencia de un impedimento desempeño de su oficio, á no ser en caso
(1) Tertuliano enseñó (Hb. De fuga ín perseculione) que era su propia fuga y el mismo Tertuliano (De patentia, c. 13) antes
ilícito en todo caso ¡ mas San A g u s t í n {epist. 180), San Ci- de haber claudicado en s u ortodoxia sostuvieron la doctrina
priano (ep. 56 y lib. De lapris), San Atannsio en la Apología de aquí consignada, que es la verdadera de la Iglesia.
CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULOS V Y VI. 103

que se entregue á las obras de perfección modidad temporal ó también la salud cor-
en un monasterio. poral á la salvación espiritual de los pró-
Por el contrario, el Señor mandó á jimos. Por esto dice San Gregorio (ibid):
los Apóstoles, cuyos sucesores son los c no puede compartir el peligro de su re-
obispos (Math. 10, 23) : cuando os per- » baño el que le dirige, no por amor á
siguieren en una ciudad, huid á otra. » sus ovejas, sino por el lucro terrenal;
Conclusión. El obispo (é igualmente » y así no se atreve á desafiar el peligro,
el párroco ó cura de almas) no puede [1] » por no perder lo que ama». Pero el que
lícitamente abandonar su grey, mientras se aleja para evitar el peligro sin detri-
su presencia personal las sea necesaria, mento de su grey, no huye como un mer-
aun con detrimento ó peligra en lo tem- cenario.
poral ; pero sí [2] cuando su ausencia Al 2.° que el que responde por alguno,
puede suplirse suficientemente por otro. si no puede cumplir por s í , basta que
Responderemos, que en toda obliga- cumpla por medio de otro. Por consi-
ción debe atenderse principalmente al guiente un prelado, si tiene impedimento,
fin de ella, y los obispos se obligan á á causa del cual no puede cuidar perso-
cumplir el cargo pastoral por la salva- nalmente de sus subditos, salva su res-
ción de los subditos : por lo tanto, cuando ponsabilidad, si lo hace por medio de
la salvación de los subditos exige la pre- otro.
sencia de la persona del pastor, no debe Al 3.° que el que es elevado al episco-
este abandonar personalmente á su grey, pado abraza el estado de perfección se-
ni por alguna comodidad temporal ni gún algún género de ella, del que si se le
aun por algún peligro personal inmi- impide, no está obligado á otro género de
nente, puesto que el buen pastor está perfección, de tal modo que le sea nece-
obligado á poner su vida por sus ovejas. sario pasar al estado religioso; sin em-
Pero, si en ausencia del pastor puede bargo le incumbe el estricto deber de
proveerse suficientemente por otro á la conservar la intención de trabajar por la
salvación de los subditos, en este caso es salvación de los prójimos, si hay ocasión
permitido al pastor abandonar corporal- y la necesidad lo requiere.
mente el rebaño ya por alguna utili-
dad de la Iglesia, ya por algún peligro ARTÍCULO VI.— E S lícito ai obispo te-
personal (1). Por esta razón dice San nor algo propio ? (2).
Agustín (ep. ad Honoratum, 228 ó 180):
« huyan de ciudad en ciudad los siervos l.° Parece que no es lícito al obispo
» de Cristo, cuando alguno de ellos es poseer algo propio : porque dice el Señor
» buscado con empeño por sus persegui- (Matth. 19, 21) , si quieres ser perfecto,
» dores, sin que sea abandonada la Igle- ve y vende lo que tienes y dalo á los po-
» sia por los otros que no son buscados bres , y ven y sigúeme; por lo que se ve
» así; mas, cuando el peligro es común á que la pobreza voluntaria se requiere
»todos, los que necesitan-de otros no parala perfección. Es así que los obis-
» sean abandonados por aquellos de quie- pos son elevados al estado de perfección.
» nes necesitan » ; porque « si es perjudi- Luego parece que no les es lícito poseer
» cial que el piloto abandone su nave en cosa propia.
»la calma, ¿ cuánto más en la tempes- 2.° Los obispos ocupan en la Iglesia
» tad ? » como dice el Papa Nicolás I y el lugar de los Apóstoles, como dice la
consta (7, q. 1, c. Sciscitaris). Glosa (ord. Beda3, sup. illud, Designa-
Al argumento 1.° diremos, que huye vit, etc. Luc. 10) ; y el Señor mandó á
eomo mercenario el que antepone la co- los Apóstoles que nada poseyeran propio,

(1) Abonan esta doctrina los ejemplos del mismo Cristo en (2) Wiclef decía que «el tenerlos eclesiásticos posesiones es
su huida á Egipto eludiendo la persecución de Heródes y a » contrario á la Sagrada Escritura», y que» son herejes, no solo
Nazaret á su regreso por temor á Arqueláo [Síatth. 2) y al es- » b s poseedores c l é r i g o s , sino también los legos propietarios
conderse, cuando trataron de arrojarle desde la cima de una » de bienes temporales » : doctrina terminantemente conde-
montaña (Lúe. 4, 4) y tratando de prenderle los judíos nada por los cánones apostólicos, por el papa Urbano 1.° y
[loan. 10); bien así como el de San Pablo en el hecho de esca- por el concilio Agatense en tiempo del papa Martino, como
lar el muro de s u prisión bajando colgado en una espuerta también por el de Constanza.
[Mí. 9).
104 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO VI.

según aquello (Matth. 10, 9), no poseáis vivir sin lo propio. Por consiguiente no
oro ni plata ni dinero en vuestras fajas; están obligados los obispos á vivir sin
por lo que también San Pedro dice en su propiedad.
nombre y en el de todos los Apóstoles, Al argumento 1.° diremos que, como se
hé aquí que nosotros todo lo hemos deja- ha demostrado (C. 184, a. 3), la perfec-
do y te habernos seguido (Matth. 19, 27). ción de la vida cristiana no consiste esen-
Luego parece que los obispos están obli- cialmente en la pobreza voluntaria ; mas
gados á la observancia de tal mandato, esta concurre como instrumento á la per-
de modo que nada posean propio. fección de la vida. Por consiguiente no
3.° Dice San Jerónimo en su carta á es preciso que donde hay mayor pobreza
Nepociano (epist. 2) : «la palabra griega haya mayor perfección; antes por el con-
»clero xX7¡poí {cleros) equivale ala latina trario, puede haber gran perfección con
»sors {suerte) ; por lo cual se da á los gran opulencia; pues de Abraham, á
» eclesiásticos el nombre de clérigos, por- quien se dijo (Gen. 17, 1) anda en mi
» que son de la suerte del Señor, ó porque presencia y sé perfecto, se lee haber sido
» el Señor mismo es su suerte ó porción ; rico.
»y el que posee al Señor no puede poseer Al 2.° que aquellas palabras del Se-
»nada fuera de él. Pero si tiene oro, plata, ñor pueden entenderse de tres modos :
«posesiones ó un rico mobiliario, no se 1.° místicamente, de manera que no po-
» digna el Señor de ser su parte con todos seamos ni oro ni plata, es decir, que los
»sus otros bienes». Luego parece que no predicadores no se apoyen principalmente
solo los obispos sino también los clérigos en su sabiduría y elocuencia temporal,
deben carecer de propiedad. como lo esplica San Jerónimo (sup.
Por el contrario, dícese ( 12, q. 1, illud Matth. 1 0 ) , ni dos túnicas; 2°
c. 19) : « dejen los obispos á sus herede- según la esplica San Agustín (De con-
» ros, si quieren, sus bienes propios, los sensu Evang. 1. 2 , c. 3 0 ) , de modo que
» que ellos han adquirido ó los que tie- se comprenda que el Señor dijo esto, no
» nen de patrimonio ». ordenándolo, sino más bien permitién-
Conclusión. Los obispos no están por dolo ; porque les permitió que fuesen á
su cargo obligados á dejar de tener pro- predicar sin oro ni plata ni otros ajuares,
piedad. puesto que recibirían lo necesario para
Responderemos que nadie está obli- su sustento de aquellos á quienes predi-
gado á lo que es de supererogación, á no caban, por lo que añade, porque digno
ser que se obligue á ello especialmente es el trabajador de su alimento ; de modo
por voto. Por esta razón dice San Agus- empero que, si alguno viviese á sus es-
tín (epist. ad Paulinam et Armentarium, pensas en la predicación del Evange-
127 ó 45) : « puesto que ya hiciste voto, lio, esto pertenecería á la supereroga-
» ya te obligaste, no te es permitido ha- ción, como dice San Pablo de sí mismo
» cer otra cosa; antes de que hubieras ( n Cor. 4); 3.° según lo entiende el Cri-
» hecho tu voto, eras libre de quedar in- sóstomo (Hom. 2, in illud Rom. 16, sa-
» ferior» (1). Pero es evidente que el vivir lutate Priscillam), de manera que se en-
sin propiedad, es cosa de supererogación, tienda que el Señor ha dado estos pre-
porque no cae bajo precepto sino bajo ceptos á sus discípulos relativamente á la
consejo ; así que (Matt. 19,17), habiendo misión, con que eran enviados para pre-
diqho el Señor á un joven, si quieres en- dicar á los judíos, á fin de escitar por esto
trar en la vida, guarda los mandamien- su confianza enla virtud de él mismo, que
tos, anadeen seguida, si quieres ser per- proveería á sus necesidades, sin que ellos
fecto, ve y vende cuanto tienes y dalo á hiciesen gasto alguno. Sin embargo este
los pobres. Mas los obispos no se obligan precepto no obligaba á los mismos ni á
en su ordenación á vivir sin lo propio; ni sus sucesores á predicar el Evangelio sin
tampoco se requiere por necesidad para tener nada propio : porque se lee de San
el cargo pastoral, á que se obligan, el Pablo (li Cor. 12) que recibía estipendio

(1) Es decir, en estado menos perfecto, cual es el del ma- tin según la autorizada opinión de B e d a , quien la cita como
trimonio. Por cierto que Erasmo pretende sin fundamento de este.
atribuir esta carta á San Paulino, siendo BU autor San A g u s -
CUESTIÓN C L X X X V . — A R T Í C U L O S VI Y VII. 105

de otras Iglesias, para predicar á los co- maso (De paupert. c. Clericos, 1, q. 2 ) :
rintios ; y así es evidente que poseía algo « es conveniente sustentar á costa de la
que otros le habían enviado. Por otra, » Iglesia á los clérigos, á quienes nada
parte parece necio decir que tantos san- » ayudan sus parientes y allegados; pero
tos pontífices como San Atanasio, San » los que pueden vivir de • su patrimonio
Ambrosio y San Agustín, hubieran que- » ó con sus propios recursos, si aceptan
brantado dichos preceptos, si se hubiesen » lo que es de los pobres, cometen é in-
creido obligados á observarlos. B curren en sacrilegio ». Por esta razón
Al 3.° que toda parte es menor que el dice el Apóstol (i Tim. 5,16): si alguno
todo. Luego tiene otras posesiones con de los fieles tiene viudas, manténgalas y
Dios aquel, cuyo fervor se disminuye no sea gravada la Iglesia, á fin de que
acerca de lo que es de Dios, mientras se haya lo que baste para las que son ver-
aplica á las cosas que son del mundo; y daderamente viudas. Luego con mucha
así no deben los obispos ni los clérigos mayor razón pecan mortalmente los obis-
poseer bienes en propiedad, de modo que pos, si no distribuyen á los pobres lo que
por cuidar lo propio falten en lo pertene- les sobra de los bienes eclesiásticos.
ciente al culto divino. Por el contrario: muchos obispos no
dan á los pobres lo que les sobra, sino
ARTÍCULO V I L — ¿ p e c a n mortalmente que parece lo emplean laudablemente en
los obispos, si no distribuyen á los pobres los aumentar las rentas de la Iglesia.
bienes de ln I g l e s i a . que administran ? Conclusión. Pueden los obispos [1]
disponer en provecho propio ó distribuir
l.° Parece que pecan mortalmente los á otros á su arbitrio los bienes deputados
obispos, si no distribuyen á los pobres los á su uso ; pero [2] si retienen los destina-
bienes de la Iglesia, que administran ; dos á los pobres ó á los ministros y al
porque dice San Ambrosio esplicando culto en cantidad notable, pecan mortal-
aquello (Luc. 12), el campo de un hom- mente y están obligados á la restitución.
bre rico habia llevado abundantes frutos Responderemos, que no debe decirse lo
(serm. 64, De temp.): «nadie llame mismo de los bienes propios, que los obis-
» propio lo que ha tomado del bien co- pos pueden poseer, que de los bienes ecle-
» mun en mayor cantidad de lo que ne- siásticos ; porque en los bienes propios
» cesita y que violentamente ha arreba- tienen verdadero dominio, y de consi-
» tado » ; y después añade : c< no es mé- guiente por la naturaleza misma de las
»nos criminal quitar al que tiene que cosas no están obligados á darlos á los
» denegar al indigente, pudiendo y es- demás, sino que pueden guardarlos para
» tando en la abundancia ». Pero el qui- sí ó también darlos á otros á su arbitrio.
tar lo ajeno violentamente es pecado Sin embargo pueden pecar en la dispen-
mortal. Luego los obispos pecan mortal- sación de estos bienes por la desordena-
mente, si no dan á los pobres lo que les ción de su voluntad, por la que acontece
sobra. ó que se den á sí mismos más de los que
2.° Sobre aquello (Is. 3) el robo hecho conviene, ó que no socorran á los demás
al pobre está en vuestra casa, dice la tanto como el deber de la caridad lo
Glosa de San Jerónimo (ordin.) que exige ( 1 ) ; mas no están obligados á la
«los bienes de la Iglesia son de los po- restitución, porque tienen sobre sus bie-
li» bres » ; y todo el que se reserva lo que nes dominio, al paso que de los bienes
es de otro, ó lo da á otros, peca mortal- eclesiásticos son dispensadores ó admi-
mente y está obligado á la restitución. nistradores ; por lo cual dice San Agus-
Luego, si los obispos se reservan para sí tín á Bonifacio (epist. 185 ó 50): « si po-
los bienes eclesiásticos que les sobran, ó » seemos privadamente lo que nos basta,
los dan á sus parientes ó amigos, parece y> aquellos bienes no son nuestros sino de
que están obligados á la restitución. » los pobres, de los que en cierto modo
3.° Mucho más puede alguno recibir » somos administradores ; mas no nos los
de los bienes de la Iglesia lo que nece- » apropiamos por medio de una condena*
sita, que amontonar lo supérfluo ; y San
Jerónimo dice en su carta al Papa Dá- (1) V.'en la S.'-í.» C, 32, a. 5 y 0.
106 CUESTIÓN C L X X X V. — A R T Í C U L O VII.

B ble usurpación ». Para la dispensación lo separará, esto es, de la compañía de


empero se requiere buena fe, según aque- los buenos, y pondrá su parte con los hi-
llo (i Cor. 4 , 2), ahora lo que se requiere pócritas, esto es, en el infierno.
en los dispensadores es que cada cual sea Al argumento 1.° diremos, que aque-
hallado fiel. Los bienes eclesiásticos sin llas palabras de San Ambrosio no sola-
embargo están destinados, no solo para el mente deben referirse á la dispensación
uso de los pobres, sino también para el de las cosas eclesiásticas, sino de cuales-
culto divino y las necesidades de los mi- quiera bienes, de los que está obligado
nistros ; por cuya razón se dice (12, q. 2, alguno á proveer por deber de caridad á
c. 28) : «de las rentas de la Iglesia ú los que sufren necesidad. Mas no puede
B ofrendas de los fieles remítase una sola determinarse cuándo hay esta necesidad
B parte de ellas al obispo ; dos reserve el que obligue á pecado mortal, como tam-
B presbítero para la fábrica de la Iglesia y poco los demás particulares que se con-
B para los pobres, bajo pena de ser degra- sideran en los actos humanos ; pues su
» dado ; y la última distribuyase entre los determinación se deja á la prudencia
B eclesiásticos, á cada uno según sus mé- humana.
B ritos B. Luego, si son distintos los bienes Al 2.° que los bienes de las Iglesias
que deben ser para uso del obispo, de los no solo deben ser destinados al uso de
que se han de dar á los pobres y á los los pobres, sino también á otros usos,
ministros y al culto de la Iglesia, y el como se ha dicho. Por lo tanto, si de lo
obispo retuviere algo para sí de lo que que está destinado para el uso del obispo
debe dar á los pobres, ó de lo que debe cor- ó de algún clérigo quiere alguno sustraer
responder á los ministros ó al culto divi- para sí ó darlo á sus parientes ó á otros;
no, no hay duda que no los dispensa fiel- no peca, con tal que lo haga moderada-
mente y peca mortalmente y está obliga- mente, esto es, que tenga por objeto sal-
do á la restitución. Sobre los bienes, que varlos de la indigencia, mas no el de enri-
están especialmente destinados á su uso, quecerlos. (1). Por esta razón dice San
parece existir la misma razón que sobre Ambrosio (De offic. 1. 1, c. 30, c. Est
los bienes propios, cual es el que peque probanda, dist. 86): «debe aprobarse la
por el afecto ó uso desmedido, si retiene »liberalidad en no desamparar á los de
para sí inmoderadamente, y no socorre á » tu familia, si conoces que tienen nece-
otros, cual requiere el deber de la cari- B sidad ; pero no de modo que quieras
dad. Pero, si no son distintos los predi- B que se enriquezcan con lo que tú pue-
chos bienes, su distribución está confiada B des dar á los indigentes B.
á la buena fe ; y, si efectivamente falta Al 3.° que todos los bienes de las Igle-
en poco ó sobreabunda, puede esto ha- sias deben ser dados á los pobres, á no
cerse sin detrimento de su buena fe, ser en caso de necesidad, tal como la re-
puesto que el hombre no puede en tales dención de cautivos y otras necesidades
casos precisar puntualmente lo que es de los pobres, en cuyos casos se enajenan
preciso hacer ; y, si el esceso es conside- hasta los vasos consagrados al culto di-
rable, no podrá ocultársele : por consi- vino, como dice San Ambrosio (De offic.
guiente parece que repugna á la buena 1. 2 , c. 28 y c. Aurum, 12. q. 2): en tal
íe, y por tanto no está exento de pecado necesidad pecaría el clérigo, si quisiera
mortal; pues se dice (Matth. 24,48) que, vivir de las cosas de la Iglesia, con tal
si dijere el siervo malo en su corazón, se que tuviera vienes patrimoniales con que
tarda mi Señor en venir (lo cual perte- poder vivir.
nece al desprecio del juicio divino), y co- Al 4.° que los bienes de las Iglesias
menzase á maltratar á sus compañeros deben servir para el uso de los pobres.
(lo cual pertenece á la soberbia ) y á co- Por lo tanto, si alguno, no amenazando
mer y beber con los que se embriagan, (lo necesidad de proveer á los pobres de lo
cual pertenece á la lujuria); vendrá el Se- que sobra' de las rentas de la Iglesia,
ñor de aquel siervo el dia que no espera, y compra posesiones ó aumenta el tesoro
(1) El concilio de Trento (ses. 24, cap.í, De reformat.) pro- conformidad con las antiguas prescripciones del derecho cañó-
hibe á los obispos y demás beneficiados eclesiásticos enrique- nónico, que siempre ha reprobado el nepotismo clerical.
cer con las rentas de la iglesia á sus parientes y familiares) en
C U E S T I Ó N C X X X X V . — ARTÍCULOS VII Y VIII. 107

para el porvenir con provecho de la Igle- Por el contrario, dícese (Decret. 16,
sia y de las necesidades de los pobres, q. 1, c. 3): « sobre los monjes, qufe han
obra laudablemente. Pero, si hay nece- » permanecido largo tiempo en los mo-
sidad inminente de dar á los pobres, es lí nasterios y después llegasen al orden
un cuidado supérfiuo y desordenado el » del clericado, establecemos que no de-
que alguno lo conserve para el futuro, » ben separarse del primer propósito ».
cosa que prohibe el Señor (Matth. 6 , 3 4 ) Conclusión. Los religiosos promovidos
cuando dice, no andéis cuidadosos por el al episcopado continúan obligados á la
dia de mañana. observancia de todas las reglas monásti-
cas no impeditivas del buen desempeño
ARTÍCULO V I I I . — ¿ i o s religiosos, «ue de sus funciones pastorales, y especial-
son promovidos al episcopado, e s t á n obliga- mente al uso de su hábito; pudiendo dis-
dos á las observancias regulares? pensarse en las demás según las circuns-
tancias personales y locales.
l.° Parece que los religiosos, que son Responderemos, que según lo dicho
promovidos al episcopado, no están obli- (C. 184, a. 7) el estado religioso perte-
gados á las observancias regulares : por- nece á la perfección como cierto camino
que se dice (18, q. 1, c. Statutum) que hacia ella, y el estado episcopal perte-
« la elección canónica absuelve al monje nece á la perfección como cierto magis-
» del yugo de la regla de la profesión terio de perfección; por lo que el estado
»monástica, y la ordenación sagrada religioso se compara al estado episcopal,
» hace de un monje un obispo ». Pero las como la enseñanza al magisterio y la
observancias regulares pertenecen al yugo disposición á la perfección: mas la dis-
de la regla. Luego los religiosos eleva- posición no se destruye cuando sobrevie-
dos al episcopado no están obligados á ne la perfección, á no ser en cuanto á
las observancias regulares. aquello en que repugna á la perfección;
2.° El que asciende de un grado infe- pero en cuanto á lo que la es conveniente
rior al grado superior no parece estar se afirma más ; como al discípulo cuando
obligado á lo que es del grado inferior; llegare á ser maestro no le conviene ser
como se ha dicho antes (C. 88, a. 12, oyente, y sí le conviene leer y meditar
al 1.°) que el religioso no está obligado á aun más que antes. Así pues debe decirse
observar los votos, que hizo en el mundo. que, si entre las observancias regulares
Pero el religioso que es elevado al epis- hay algunas que no son impedimento al
copado asciende á algo mayor, como se cargo pontifical, sino que ayudan más
ha demostrado (C. 184, a. 7). Luego bien á conservar la perfección, como es
parece que el obispo no está obligado á la continencia, la pobreza y otras seme-
lo que estaba obligado á observar en el jantes, el religioso, aun siendo ya obispo,
estado religioso. está obligado á observarlas, y por consi-
3.° Parece que los religiosos se obli- guiente á llevar el hábito de su religión,
gan principalmente á la obediencia y á que es el signo de esta obligación. Pero,
vivir sin propiedad. Pero los religiosos, si hay observancias regulares, que no se
que son elevados al episcopado, no están avienen con el cargo pontifical, como es
obligados á obedecer á los prelados de la soledad, el silencio y algunas absti-
sus religiones, puesto que son superiores nencias ó vigilias graves, por las que se
á ellos: ni tampoco parece que están hiciese impotente corporalmente para ej er-
obligados á la pobreza, puesto que, como cer el cargo pontifical, no esta obligado
se dice en el decreto ya alegado (arg. 1.°), á semejantes observancias (1). En cuan-
aquel « á quien la sagrada ordenación to á otras puede usar de dispensa, según
»hace obispo de monje que era, tiene lo que requiera la necesidad de la per*
»poder de reivindicar con derecho su sona ó del cargo y la condición de los
» herencia paterna como legítimo here- sujetos con quienes vive; al modo con
» dero ». A veces también se les confiere que también los prelados de las órdenes
el derecho de hacer testamento. Luego
mucho menos están obligados á las ob- (1) Elogiase mucho y con razón el celo de San Martin y
San Antonino de Florencia por la observancia estricta de las
servancias regulares. reglas de su respectivo instituto, siendo ya obispos.
108 CUESTIÓN CLXXXV. — ARTÍCULO VIII.

religiosas se dispensan á sí propios en ellos, estarían obligados á obedecer en


iguales circunstancias. cuanto están obligados á cumplir los es-
Al argumento 1.° diremos, que el que tatutos de la regla según el modo pre-
de monje es hecho obispo queda libre del dicho, y á sus superiores, si los tienen.
yugo de la profesión monástica, no en No pueden empero tener propiedad de
cuanto á todas las cosas, sino en cuanto modo alguno, porque no reivindican la
á las que no son compatibles con el cargo herencia paterna como propia, sino como
episcopal, según lo dicho. debida á la Iglesia ( 1 ) ; por lo que allí
Al 2.° que los votos de la vida secu- mismo se añade que, «después de haber
lar son á los de la religion como lo par- » sido ordenado el obispo para el altar, á
ticular á lo universal, según se ha espli- » que ha sido consagrado y del que lleva
cado (C. 88, a. 12, al 1.°); pero los » el título según los sagrados cánones,
votos de la religion se refieren á la digni- »restituya lo que pudiere adquirir•».
dad pontifical como la disposición á la Tampoco puede de modo alguno hacer
perfección. Ahora bien: lo particular se testamento, puesto que no se le confia
hace supérfluo desde el momento en que más que la dispensación de los bienes
se posee lo universal; mas la disposición eclesiásticos, que concluye con la muerte,
es necesaria todavía, aun obtenida la per- por la que comienza á ser valedero el tes-
fección. tamento, como dice el Apóstol (Hebr. 9).
Al 3.° que el no estar obligados los Mas, si hace testamento por concesión del
obispos/religiosos á obedecer á los pre- P a p a , no se entiende que lo hace por su
lados de su orden es per accidens, esto propio (derecho), sino que se entiende
es, porque dejaron de ser subditos, como ser ampliada la potestad de su dispensa-
los mismos prelados de las religiones: ción por la autoridad apostólica, para que
permanece no obstante aún virtualmente esta dispensación valga después de su
la obligación del voto ; de tal modo que, muerte.
si alguno legítimamente fuese superior á

(1) Según el derecho antiguo los religiosos promovidos al 1 con el objeto de que pudiesen acrecentar con ella los bienes y
orden episcopal recobraban su derecho á la herencia paterna, rentas de la Iglesia encomendada á su régimen pastoral.
CUESTIÓN CLXXXYI.
Cosas en que propiamente consiste el estado religioso (U.

Son de estudiarse á continuación las cosas que pertenecen al estado religioso, sobre las cuales se
ofrecen cuatrd consideraciones : 1. cosas en que principalmente consiste el estado religioso; 2." las
a

que licitamente pueden convenir á los religiosos; 3. distinción de las religiones; 4. entrada en re-
a a

ligión.
Acerca de la 1. examinaremos diez puntos : .1." El estado de los religiosos es perfecto? 2.° Los reli-
a

giosos están obligados á todos los consejos? 3.° Se requiérela pobreza voluntaria para el estado re-
ligioso? 4.° Y la continencia? 5.° Y la obediencia? 6.° Se requiere que estas cosas caigan bajo el voto?
1. Suficiencia de estos votos. 8.° Comparación de ellos entre sí. 9.° El religioso peca siempre mortal-
a

mente, cuando quebranta el estatuto de su regla? 10. En igualdad de circunstancias peca más en el
mismo género de pecado el religioso que el seglar?

A R T Í C U L O I . — La religión importa empiezan y progresan; pero también e n


el estado de perfección? la religión h a y algunos que son princi-
piantes y otros que v a n progresando.
l.° P a r e c e que la religión no importa L u e g o la religión n o determina u n estado
estado de perfección: porque l o que e s de perfección.
necesario para la salvación no parece per- 4.° L a religión p a r e c e ser u n lugar de
t e n e c e r al e s t a d o d e p e r f e c c i ó n ; y l a reli- p e n i t e n c i a ; p u e s s e d i c e ( D e c r e t . 7 , q. 1 ,
g i ó n e s n e c e s a r i a p a r a l a s a l v a c i ó n , p u e s t o c a p . Hoc nequáquam ) : « e l s a n t o c o n c i l i o
que «por ella nos consagramos á un solo »ordena que e l q u e descendiere d e l a
» Dios omnipotente », c o m o dice S a n » dignidad pontifical á la vida monástica
A g u s t í n ( D e vera et falsa relig. c. últi- » ó á un lugar de penitencia, jamás vuel-
m o ) , ó bien, s e dice religión, porque » v a al pontificado». P e r o el lugar de pe-
« v o l v e m o s á elegir á D i o s , á quien per- nitencia se opone al estado de perfección;
» diéramos por nuestro d e s c u i d o » , s e g ú n por lo cual S a n Dionisio ( D e eccles. hier.
lo i n d i c a e l m i s m o d o c t o r ( D e civ. D e i , c. 6 ) p o n e á l o s p e n i t e n t e s e n e l í n f i m o
1 . 1 0 , c. 4 . ° ) . L u e g o p a r e c e q u e l a r e l i g i ó n l u g a r , e s t o e s , e n t r e l o s q u e d e b e n s e r p u -
no designa estado de perfección, rificados. L u e g o parece que la religión n o
2.° L a r e l i g i ó n s e g ú n T u l i o ( D e i n - e s u n e s t a d o d e p e r f e c c i ó n .
v e n t . 1. 2 ) « e s l a q u e d a á l a n a t u r a l e z a Por e l c o n t r a r i o , e n l a s c o n f e r e n c i a s
»divina e lculto y honor debidos». P e r o dé los P a d r e s (collat. 1 , c . 7 ) dice e l
tributar á D i o s culto y honor m á s parece a b a d M o i s é s h a b l a n d o de los religiosos:
pertenecer á los ministerios de las órde- « s a b e m o s que debemos sobrellevar l a
n e s s a g r a d a s q u e á l a d i v e r s i d a d d e e s t a - » d i e t a (2) d e l o s a y u n o s , l a s v i g i l i a s , l o s
dos, c o m o se infiere de l o dicho (inlplic. » t r a b a j o s del c u e r p o , l a d e s n u d e z , l a
C . 8 1 , a . 2, a l 3 . ° y a . 4 ) . L u e g o p a r e c e » l e c t u r a y d e m á s o t r a s v i r t u d e s , p a r a
que la religión no designa u n estado d e »poder ascender por estos grados á l a
perfección. »perfección». P e r o las cosas, que perte-
3.° E l e s t a d o d e p e r f e c c i ó n s e d i s t i n - n e c e n á l o s a c t o s h u m a n o s , r e c i b e n e l
g u e p o r o p o s i c i ó n d e l e s t a d o d e l o s q u e n o m b r e y l a e s p e c i e d e l a i n t e n c i ó n d e l fin.
(1) El estado religioso puede definirse : cierto régimen de la autoridad de la Iglesia.
vida ó ejercicio práctico de caminar á la perfección por medio (2) En el testo literal so lee simplemente [jejunia) los
de los votos de pobreza, castidad y obediencia, aprobado por ayunos.
110 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULO I.

Luego los religiosos (1) pertenecen al pias de ellas; sino también los actos de
estado de perfección. San Dionisio ( D e todas las virtudes, según que se refieren
eccles. hier. c. 6, ibid.) dice también que al servicio y honor de Dios, se convierten
»los que se llaman servidores de Dios en actos de religión. Así pues, si alguno
» están unidos á la amable perfección por consagra toda su vida al servicio divino,
» medio de la pureza de su abnegación y toda su vida pertenece á la religión; y en
» sacrificio». tal concepto, por la vida religiosa, que ha-
Conclusión. El estado de religión lo es cen, se llaman religiosos los que se hallan
ciertamente de perfección. en estado de perfección (2).
Responderemos, que según resulta de Al 3.° que, como se ha dicho (C. 184'
lo dicho ( C. 141, a. 2 ) lo que conviene a. 5 y 6 ) , la religión designa un estado
comunmente á muchos se atribuye por an- de perfección por la intención del fin. Por
tonomasia á aquel, á quien conviene esce- lo cual no es menester que cualquiera, que
lentemente; como el nombre de fortaleza está en religión sea ya perfecto, sino que
lo reivindica para sí aquella virtud, que tienda á la perfección. Así sobre aquello
conserva la firmeza del alma respecto de (Matth. 19), si quieres ser perfecto ,
lo que hay más difícil; y el de templanza dice Orígenes (tract. 8 in Matth.) que
la virtud, que atempera las mayores delec- « aquel, que cambió sus riquezas por la
taciones. Mas la religión según lo demos- B pobreza, para hacerse perfecto, no se
trado ( C. 81, a. 2 ) es cierta virtud por la B hará del todo perfecto en el tiempo
que alguno hace algo en servicio y culto » mismo en que entregara sus bienes á los
de Dios; y así se dicen religiosos por anto- » pobres, sino que desde aquel dia la con-
nomasia aquellos, que totalmente se dedi- » templacion de Dios comenzará á condu-
can al servicio divino, como ofreciéndose á » cirle á todas las virtudes». Y de este
Dios en holocausto, por lo cual dice San modo en la religión no todos son perfec-
Gregorio (sup. Ezech. hom. 20 ) : « hay tos, sino unos incipientes y otros profi-
» algunos, que nada reservan para sí mis- cientes.
B mos; sino que inmolan á Dios Todopo- Al 4.° que el estado religioso ha sido
» deroso sus sentidos, su lengua, su vida instituido principalmente para adquirir la
B y todos los bienes que han recibido». perfección por ciertos ejercicios, con los
Consistiendo pues la perfección del hom- que se destruyen los impedimentos á la
bre en unirse totalmente á Dios, como perfecta caridad. Removidos estos obs-
resulta de lo dicho (C. 184, a. 2); sigúese táculos, se destruyen mucho mejor las
que la religión designa un estado de per- ocasiones del pecado, por el que es quita-
fección. da totalmente la caridad. Por consiguien-
Al argumento 1.° diremos, que es de te, perteneciendo á la penitencia cortar
necesidad para la salvación ofrecer algo las causas de los pecados, sigúese que el
para el culto de Dios; pero el que alguno estado religioso es un lugar muy conve-
se consagre totalmente á su servicio con niente de penitencia. Por lo cual se acon-
todo lo que posee pertenece á la perfec- seja (Decret. 33, q. 2, cap. Admonere) á
ción. uno, que había dado muerte á su mujer,
Al 2.° que, según se ha dicho (C. 81, entrar más bien en un monasterio, lo cual
a. 1, al 1.°; y a. 4, al 1.° y 2.°) al tratar dice que es más leve que hacer penitencia
déla virtud de la religión, pertenecen á pública, permaneciendo en el siglo.
esta no solamente las ofrendas de los sa-
crificios y otras cosas tales, que son pro-

(l) Así llamados de la voz latina rcligio ( ligadura estrecha): (2) "Wiclef enseñaba que « ningún monje puede salvarse
antiguamente llamábanse en griego terapeutas, por estar » en religión privada, cuya vida es inhábil para la observan-
esclusivamente consagradas al culto y servicio de Dios ; ó » cia de los preceptos divinos ; que todas las religiones indis-
monachos [ monjes ) en razón de la singularidad de su vida ; y » tintamente fueron introducidas por el diablo; que los que
también ascetas (ejercitadores) por su habitual ejercicio de la » v i v e n en ellas no pertenecen á la religión cristiana ; y que
vida perfecta. Posteriormente se los designó por sanclimoniales » Agustín , Benito, Bernardo y demás fundadores de órdenes
ó m á s a b r e v i a d a m e n t e m o K i a i e s f m o n a c a l e s ) , regulares, padres, » religiosas pecaron por serlo y han sido condenados, si no es
conventuales, mendicantes, etc., y (de los nombres de sus « q u e se arrepintieran de e l l o » . Amoldo por su parte decía
respectivos fundadores y peculiares estatutos ) dominicos, que K todos los moradores del claustro están fuera de la cari-
franciscanos,... recoletos, mínimos, predicadores, misione- » dad y se condenan, porque falsifican la doctrina de Cristo».
ros, ete.
a
CUESTIÓN C L X X X V I . — A R T Í C U L O II. 111

mente, y así según lo dicho ( C . 184>


A R T Í C U L O I I . — T o d o religioso está
obligado á practicar todos los consejos? (1) a. 3) pertenece á la perfección la perfecta
observancia de los preceptos de la cari-
1.° Parece que cualquier religioso está dad; 2.° consecuentemente, como las cosas
obligado á cumplir todos los consejos; anejas á la perfección de la caridad,
pues cualquiera que hace profesión de al- v. g. que alguno bendiga al que le maldi-
gún estado está obligado á lo que con- ce y cumpla otros actos semejantes ; aun-
viene á dicho estado , y todo religioso que según la disposición del ánimo estas
profesa el estado de perfección. Luego cosas sean de precepto, es decir, que se
cualquier religioso está obligado á todos cumplan cuando la necesidad lo requiere,
los consejos, que pertenecen al estado de sin embargo por la superabundancia de la
perfección. caridad sucede que se ejecutan á veces sin
2.° Dice San Gregorio (sup. Ezech. que haya necesidad; 3.° algo pertenece
hom. 10) que «el que deja el siglo pre- á.la perfección instrumental y dispositi-
j> senté y hace todos los bienes que puede vamente, como la pobreza, continencia,
» ofrece un sacrificio en el desierto, como abstinencia y otras análogas. Mas se ha
» si hubiera salido de Egipto». Pero dicho (a. 1 ) que la perfección misma de
abandonar el siglo pertenece especial- la caridad es el fin del estado de religion ; (

mente á los religiosos. Luego también les y este es cierta disciplina ó ejercicio para
incumbe hacer todos los bienes que pue- llegar á la perfección, á la cual algunos
den; y en este concepto parece que cada se esfuerzan por llegar según diversos
uno de ellos está obligado á cumplir todos ejercicios, como también el médico puede
los consejos. valerse de diversos medicamentos para
3.° Si no se requiere para el estado de sanar al enfermo. E s empero evidente
perfección el que alguno cumpla todos los que al que trabaja para un fin no le con-
consejos, parece ser suficiente si cumple viene por necesidad el que haya conse-
algunos. Pero esto es falso, porque mu- guido el fin, sino que se requiere que
chos que viven en el siglo cumplen algu- tienda á él por algún medio; y así el que
nos consejos, como se ve en los que guar- abraza el estado religioso no está obliga-
dan la continencia. Luego parece que do á tener la caridad perfecta, sino á di-
cualquier religioso, que se halla en estado rigirse y aspirar á tener caridad perfec-
de perfección, está obligado á todas las ta. Por igual razón no está obligado á
cosas, que son propias de la perfección; y cumplir aquellas cosas, que son consi-
tales son todos los consejos. guientes á la perfección déla candad, sino
Por el contrario: nadie está obligado á procurar cumplirlas; y á ello falta des-
sino por propia obligación á lo que es de preciándolas: por consiguiente no peca
supererogación. Pero no todo religioso si las descuida, sino si- las desprecia.
se obliga á todas las cosas, sino á algunas Asimismo no está obligado á todos los
determinadas, unos á estas y otros á otras. ejercicios, por los cuales se llega á la
Luego no todos están obligados á todas. perfección, sino á aquellos que le están
Conclusión. El que abraza el estado re- determinadamente tasados según la regla
ligioso contrae el deber, no de tener ya que ha profesado (2).
caridad perfecta, sino de caminar á ella Al argumento 1.° diremos, que el que
procurando ejercitarse en todo lo condu- pasa á la religión no profesa ser perfecto,
cente á ella; mas no peca omitiéndolo, y sino que profesa trabajar, para adquirir
sí solo despreciándolo; pero queda obliga- la perfección : como también aquel que
do á los ejercicios de perfección determi- entra en las escuelas no declara ser sabio,
nados en los estatutos de la orden que sino que promete estudiar para adquirir
profesa. la ciencia. Por lo cual, como dice San
Responderemos, que algo pertenece á Agustín ( D e civ. Dei, 1. 8, c. 2 ) , «Pitá-
la perfección de tres modos: 1.° esencial- »goras no quiso llamarse sabio, sino
(1) No todos, sino únicamente los tees esenciales y los i n - vancia de las reglas obliga solo a p e n a , y no á culpa; es decir,
cluidos en los estatutos ó reglas de su respectiva profesión, no lleva adjunto reato de pecado, y sí únicamente el de las
si bien deben procurar la observancia de todos los demás como' penitencias que el superior imponga al transgresor: á no me-
medios de aspirar á la perfección y progresar en ella. diar menosprecio ó escándalo ó afectar la infracción á la esen-
(-) En la generalidad de las órdanes religiosas la obser- cia de los preceptos ó los votos.
112 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS II Y III,

» amante de la sabiduría». Así el reli- es, que retengáis lo necesario, y después


gioso no es transgresor de la profesión, si añade: no que los otros hayan de tener
no es perfecto; sino solamente si despre- alivio y vosotros quedéis en estrechez, es
cia el tender á la perfección. decir, según la Glosa (interl.) «en la
Al 2.° que, así como todos estamos pobreza». Y sobre estas palabras (i
obligados á amar á Dios con todo el cora- Tim. 6), habentes alimenta et quibus ie-
zón ; y Hay no obstante alguna totalidad gamur, dice la Glosa (interl.) : «aunque
de perfección, que no se puede omitir sin » nada traigamos ó hayamos de renun-
pecado, y otra que se omite sin él, con » ciar, sin embargo no debemos dejar del
tal que no haya desprecio, según lo dicho »todo estas cosas temporales». Luego
( C. 184, a. 2, al 3.°); así también todos parece que no se requiere la pobreza vo-
tanto religiosos como seglares están obli- luntaria para la perfección de la religión.
gados á hacer de algún modo todo el bien 2.° Todo el que se espone al peligro
que pueden, pues se dice á todos en ge- peca; y el que, abandonando todo lo
neral (Eccl. 9 , 1 0 ) , cualquiera cosa, que suyo, sigue una pobreza voluntaria, se
puede hacer tu mano , óbrala con insis- espone al peligro, ya espiritual según
tencia. Hay sin embargo algún modo de aquello (Prov. 30, 9 , ) , no sea que acosa-
cumplir este precepto, por el cual se evita do de la necesidad hurte y perjure el
el pecado, esto es, si el hombre hace lo nombre de mi Dios, y (Eccli. 2 7 , 1 ) ,
que puede, según lo que requiere la con- muchos pecaron por causa de la pobreza;
dición de su estado ; con tal que no re- ya también al corporal, pues se dice
huse hacer lo mejor por desprecio, porque (Eccl. 7, 13), porque, como protege la
este endurece el alma y la hace incapaz sabiduría,así también protege el dinero; y
del progreso espiritual. el Filósofo (Ethic. 1. 4 , c. 1) que «la
Al3.° que hay ciertos consejos, que si » corrupción de las riquezas parece ser
se descuidasen, la vida entera del hombre » cierta perdición del hombre mismo,
estaría entregada á los negocios del siglo; » puesto que por ellas vive». Luego pa-
v. g. si alguno poseyese lo propio ó usase rece que no se requiere la pobreza volun-
del matrimonio ó hiciese algo análogo, lo taria para la perfección de la vida reli-
cual pertenece á los votos esenciales de giosa.
la religión: y por esto á la observancia 3.° La virtud consiste en el medio,
de todos los tales consejos están obliga- como se dice ( Ethic. 1. 2, c. 6 ) ; y el que
dos los religiosos. Pero hay otros con- abandona todo por la pobreza voluntaria
sejos, que tienen por objeto algunos actos no parece estar en un medio , sino más
particulares, que pueden omitirse, sin bien en un estremo. Luego no obra vir-
que la vida se ocupe en los actos del tuosamente, y en tal concepto esto no
mundo: por consiguiente no es preciso pertenece á la perfección de la vida.
que á todos los tales estén obligados los 4.° La última perfección del hombre
religiosos. consiste en la bienaventuranza. Pero las
riquezas contribuyen á ella, pues se dice
ARTÍCULO III. — se requiere i« po-
(Eccli. 3 1 , 8 ) , bienaventurado el rico,
breza para la perfección religiosa V (Ti
que fue hallado sin mancilla; y el Fi-
1.° Parece que no se requiere la po- lósofo (Ethic. 1. 1, c. 5 y c. 10) que las
breza para la perfección religiosa: porque riquezas sirven como de instrumento á la
no parece pertenecer al estado de perfec- felicidad. Luego no se requiere la pobre-
ción aquello que se hace ilícitamente; y za voluntaria para la perfección religiosa.
que el hombre deje todo lo suyo parece ser 5.° El estado de los obispos es más
ilícito, pues el Apóstol ( n Cor. 8, 12 ) perfecto que el de los religiosos. Es así
indica álos fieles la forma de hacer limos- que los obispos pueden poseer lo propio,
rías, diciendo : si la voluntad está pronta según lo demostrado (C. 185, a. 6).
según aquello que tiene, es acepta, esto Luego también los religiosos.

(1) Impúgnase aquí la anticatólica doctrinade Spangeberg, por nombre Desiderio, que no solo la llama inútil sino también
según el cual «la pobreza voluntaria es de todo punto inútil»; perjudicial; conformes todos ellos con ererror de Vigilancio,
de Guillermo del Santo A m o r , que proclama ilícita la pobreza quien reprobaba el voto de pobreza.
actual dando solo por licita la habitual; y de cierto heresiárca
CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULO III. 113

6.° Dar limosna es la obra sumamente »hace más vehemente la codicia». De


acepta á Dios y , como dice el Crisósto- aquí que el primer fundamento para ad-
mo (hom. 9 in Epist. ad Hebr.), «medi- quirir la perfección de la caridad es la
»ciña que obra eficacísimamente en la pobreza voluntaria, de modo que alguno
» penitencia». Mas la pobreza escluye la viva sin bienes propios, diciendo el Señor
repartición de limosnas. Luego parece (Matth. 1 9 , 2 1 ) : si quieres ser perfecto,
que la pobreza no pertenece á la perfec- ve y vende cuanto tienes y dalo á los po-
ción religiosa. bres, y ven y sigúeme.
Por el contrario, dice San Gregorio Al argumento 1.° diremos que, como
(Moral, lib. 8, c. 15): «hay algunos en- añade la Glosa (interl. ibid.), al indicar
» tre los justos, que se han reunido para el Apóstol que no sea para vosotros una
»llegar á la cúspide de la perfección, tribulación (la pobreza), no dijo que no
» abandonando todo lo que poseen este- era mejor darlo todo, sino que teme por
» nórmente, para buscar interiormente las los débiles, á quienes amonesta dar de
»cosas más elevadas». Pero pertenece modo que no sufran indigencia: igual-
propiamente á los religiosos reunirse para mente según otra Glosa no debe enten-
llegar á la cima de la perfección, como derse que no es permitido despojarse de
se ha dicho (a. 1 y 2). Luego les compe- todos los bienes temporales, sino que no
te abandonar todo esteriormente por la se requiere necesariamente. Por lo cual
pobreza voluntaria. dice San Ambrosio ( D e offic. 1. 1, c. 30):
Conclusión. La pobreza voluntaria, « el Señor no quiere, es decir, por nece-
por la que se renuncia á todo derecho de »dad de precepto, que se abandonen á
propiedad, es necesaria para laperfeccion » la vez todas las riquezas, sino que sean
de la caridad y religión, como su primer » dispensadas; á no ser que se imite á
fundamento. » Eliséo, que mató sus bueyes, y ali-
Responderemos, que según lo dicho » mentó á los pobres (1) de lo que tenía,
(a. 2) el estado religioso es cierto ejerci- » para no inquietarse más con los cuida-
cio y disciplina, por la que se llega á la » dos domésticos».
perfección de la caridad; para lo cual es Al 2.° que el que abandona todo lo
indudablemente necesario que alguno abs- suyo por Cristo no se espone á peligro
traiga totalmente su afecto de las cosas ni espiritual ni corporal: porque el peli-
mundanas, pues dice San Agustín (Con- gro espiritual proviene de la pobreza,
fess. ]. 1 0 , c. 2 9 ) hablando á Dios, cuando no es voluntaria; puesto que de
« menos te ama el que ama algo á la vez la afición á acumular dinero, que esperi-
» que á tí, y lo ama no por causa de tí». mentan los que involuntariamente son
Por lo cual dice el mismo ( Qq. 1. 8 3 , pobres, incurre el hombre en muchos
q. 36) que « alimento de la caridad es la pecados, según aquello ( i Tim. últ., 9),
» disminución de la codicia, y su perfec- los que quieren hacerse ricos caen en ten-
» cion la ninguna codicia»; y, porque tación y en lazo del diablo; mas este
alguno posee las cosas mundanas, su afecto lo dejan los que siguen voluntaria-
ánimo es atraído al amor de ellas; pol- mente la pobreza,pero domina sobre todo
lo cual dice el mismo Santo (epist. ad en los que poseen riquezas, como se infie-
Paulin. et Therasiam, 31 ó 34) que «se re de lo dicho. Tampoco amenaza peligro
» aman más vivamente las cosas terrenas corporal á aquellos, que con intención de
» conseguidas, que las deseadas, pues ¿de seguir á Cristo abandonan todo lo suyo
» qué aquel joven, dice, se retiró triste, entregándose á la divina providencia, por
)) sino porque tenia grandes riquezas ? » cuya razón dice San Agustín ( D e serm.
« porque una cosa es no querer incorpo- Dom. in monte, 1. 2, c. 17 ) : « á los que
srarse.lo que no se tiene, y otra separar- » buscan primeramente el reino de Dios
» nos de las ya incorporadas: aquellas se » y su justicia no debe inquietarles el re-
»desechan como estrañas, de estas nos » celo de que les falte lo necesario ».
» separamos como de los propios miem- Al 3.° que el medio de la virtud se con-
»bros». Y el Crisóstomo dice (sup. Matth.
hom. 64 ) que «la acumulación de las ri- fl) No dice el testo bíblico espresamente que alimentó con
ellos á los pobres, sino que ( n i Ileg. 19, 2 1 ) los dióá comer al
» quezas enciende una llama mayor y se pueblo.
SUMA T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 8
114 CUESTIÓN C L X X X V 1 . — A R T Í C U L O III.

sidera (Ethic. 1. 2, c. 6) según la recta breza voluntaria es un ejercicio eficaz,


razón, y no según la cantidad de la cosa; para llegar á la perfecta caridad; por eso
y así todo lo que puede hacerse con arre- puede mucho, para conseguir la celestial
glo á la recta, razón no es vicioso por la bienaventuranza. Por lo cual dice el Se-
magnitud de la cantidad, sino más bien ñor (Matth. 19, 2): ve y vende todo lo
virtuoso: y sería fuera de la recta razón que tienes, y dalo á los pobres, y tendrás
el que alguno consumiera todo lo suyo un tesoro en el cielo. Mas las riquezas
por intemperancia ó sin utilidad. Pero es habidas son por sí á propósito para im-
conforme á la recta razón el que alguno pedir la perfección de la caridad, atra-
deseche las riquezas, para entregarse á yendo principalmente el ánimo y distra-
la contemplación de la sabiduría, lo cual yéndole; y así se dice (Matth. 13, 22)
aun se lee haber hecho algunos filósofos; que los cuidados de este siglo y el engaño
pues dice San Jerónimo (epist. ad Pau- de las riquezas ahogan la palabra de
lin.) : « Orates el tebano, hombre en Dios, puesto que, como espone San Gre-
» cierto tiempo rico, al ir á Atenas, para gorio (hom. 13, in Ev.), «no dejando
» dedicarse á la filosofía, se despojó de »entrar en el corazón el buen deseo,
» una gran suma de oro; pues juzgó que «matan (por decirlo así) el principio
» no podía poseer á la vez riquezas y vir- » vital » : y por esto es muy difícil con-
» tudes». Luego es mucho más conforme servar la caridad entre las riquezas ; por
á la recta razón que el hombre abandone cuya razón dice el Señor (Matth. 19, 23) .
todo lo suyo, para seguir con perfección que con dificultad entrará un rico en el
á Cristo: así que San Jerónimo dice á reino de los cielos, lo cual debe enten-
este intento (epist. ad R.ust.), «sigue derse del que posee las riquezas en acto,
» desnudo á Cristo desnudo». porque del que pone su afecto en ellas dice
Al 4.° que hay dos clases de beatitud que esto es imposible (1) según la espli-
ó felicidad: una perfecta, que esperamos caciondel Crisóstomo (hom. 64 in Matth.)
en la vida futura ; y otra imperfecta, se- cuando añade (v, 24), más fácil cosa es
gún la que se dicen felices algunos en pasar un camello por el ojo de una aguja
esta vida. La felicidad de esta vida es de que entrar un rico en el reino de los cielos.
dos clases: una según la vida activa y Así pues no se dice en absoluto que el
otra según la vida contemplativa, como rico es bienaventurado, sino el que fue
consta por el Filósofo (Ethic. 1. 10, c. 7 hallado sin mancilla y no se fue tras el
y 8). A la felicidad de la vida activa, oro ni esperó en dinero; y esto porque
que consiste en las cosas esteriores, coad- hizo una cosa difícil, pues se añade
yuvan como instrumentos las riquezas; ¿quién es este y le alabaremos? porque
puesto que, como dice el Filósofo ( Ethic. hizo maravillas en su vida, es decir, por-
1. 1, c. 8 ó 1 3 ) , « hacemos muchas cosas que puesto entre las riquezas no las amó.
» por medio de los amigos y por las rique- Al 5.° que el estado episcopal no se
» zas y por el poder civil, como por cier- ordena á alcanzar la perfección, sino más
» tos órganos » : mas á la felicidad de la bien para que, por la que uno tiene, go-
vida contemplativa no cooperan mucho, bierne á los otros, no solo administrando
sino más bien la impiden, en cuanto por las cosas espirituales, sino también las
su solicitud perturban la- quietud del temporales; lo cual pertenece á la vida
ánimo, que es necesaria sobre todo al que activa, en la que ocurren muchas cosas,
contempla; y esto es lo que dice el Filó- que se han de hacer instrumentalmente
sofo (Ethic. 1. 10, c. 8) que «para las por medio de las riquezas, según lo dicho
» acciones son necesarias muchas, cosas, (al 4.°). Por esta causa no se exige á los
» en tanto que el que se entrega á la con- obispos, que profesan el gobierno de la
» templacion no necesita de ellas, esto es, grey de Cristo el que carezcan de lo pro-
» de bienes esteriores, sino que sen obs- pio ; como se exige á los religiosos, que
» táculos á su contemplación ». — A la profesan trabajar para adquirir la per-
felicidad futura se ordena el hombre por fección.
medio de la caridad: y, puesto que la po- Al 6.° que la renuncia de las propias
(1) Entiéndase en sentido compuesto, es decir, mientras durante la vida despojarse, poniéndose así en condiciones de
persiste en su apego á los bienes terrenales, del cual puede salvación, aun sin desprenderse de su posesión material.
CUESTIÓN C L X X X V I , — A R T Í C U L O S III Y I V . 115

riquezas se compara á la repartición de suegra (Matth. 8). Luego parece que


limosnas, como lo universal á lo particular para la perfección religiosa'no se requiere
y el holocausto al sacrificio. Por lo cual la continencia perpetua.
clice San Gregorio (super. Ezech. hom. 20) 2.° El primer ejemplar de la perfección
que «aquellos, que socorren á los pobres se nos muestra en Abráham, á quien dijo
» con lo que poseen, ofrecen sacrificio el Señor (Gen. 17, 1 ) , anda en mi pre-
» por el bien que hacen, puesto que inmo- sencia y sé perfecto. Pero no es natural
» lan a Dios una parte y se reservan otra; que la copia esceda al modelo. Luego no
» pero los que nada se reservan ofrecen se requiere para (a perfección religiosa la
» holocausto, que es mayor que el sacri- continencia perpetua.
»ficio». Por lo cual también San Jeró- 3.° Lo que se requiere para la perfec-
nimo censurando á Vigilancio le dice ción religiosa se encuentra en toda reli-
(cap. 5): « á lo que tú afirmas que obran gión. Pero hay algunos religiosos, que
» mejor los que hacen uso de sus bienes, usan de sus mujeres ( ). Luego la perfec-
s y van distribuyendo poco á poco los ción de la religión no exige la continencia
» productos de ellos á los pobres, no me perpetua.
» toca á mí responderte; pero sí te con- Por el contrario, dice el Apóstol ( n
»testará el Señor, si quieres ser per- Cor. 7, 1), limpiémonos de toda contami-
afecto », y después añade : «este, á nación de carne y espíritu, perfeccio-
» quien tú alabas, es el segundo ó tercer nando nuestra santificación en el temor
» grado, que también recibimos nosotros; de Dios. Mas la limpieza de la carne y
»sabiendo bien que se debe preferir el del espíritu se conserva por la continen-
» primero á los segundos y terceros». cia ; pues se dice (i. Cor. 7, 34), la mujer
Así pues, para rechazar el error de soltera y virgen piensa en las cosas del
Vigilancio, se dice (lib. De eccl. do- Señor, para ser santa de cuerpo y alma.
gmat. cap. 71): «bueno es repartir discre- Luego la perfección de la religión re-
»tamente los bienes entre los pobres; quiere la continencia.'
» mejor es darlos de una vez con inten- Conclusión. El voto de perpetua conti-
» cion de seguir al Señor ; y lo perfecto nencia ó castidad es un segundo requisito
» vivir sin cuidado con Cristo». para la perfección religiosa (2).
Responderemos, que para el estado
ARTÍCULO I V . — • ¿s© requiero i a per- religioso se requiere la sustracción de las
petua continencia para l a perfección reli- cosas, que impiden al hombre entregarse
giosa? (1) totalmente al servicio de Dios ; y el uso
de la cópula carnal retrae el ánimo de
1.° Parece que no se requiere la perpe- entregarse por completo al servicio de
tua continencia para la perfección reli- Dios de dos maneras: 1. á causa de la a

giosa : porque toda la perfección de la violencia de la delectación, por cuyo goce


vida cristiana comenzó por los Apóstoles frecuente se aumenta la concupiscencia,
de Cristo; y no parece que los Apóstoles como dice también el Filósofo (Ethic.
guardasen la continencia, como se ve por 1. 3, cap. últ.); y así es que el uso de los
San Pedro, de quien se lee haber tenido placeres carnales aparta la mente de

(1) Joviniano y posteriormente Juan d e WestfaUa con Lu- escritos y testimonios á todas luces respetables y bajo todos
tero y demás sectarios de la Reforma reprobaron la continen- conceptos aun por no pocos d e los escritores hostiles al catoli-
cia ó celibato clerical y monacal, negando s u utilidad y des- cismo en otros diversos puntos. Así la historia de acuerdo
echando toda razón ó causa de su profesión. La simple compa- con la razón y con la fe justifica diariamente la observación
ración de la conducta por lo común ejemplar del clero católico hoy más que nunca palmaria del contraste de los protestantes
especialmente en las misiones y en casos de epidemia y otras convertidos á la Iglesia católica, de ordinario los más hones-
calamidades públicas, en que tan eminentes servicios y bri- tos y piadosos en sus costumbres y doctrinas, con los clérigos
llantes rasgos de benéfico heroísmo han dado y dan siempre tránsfugas á las sectas libres del protestantismo, cuya apos-
que admirar, con el retraimiento de los ministros de todas las tasia suele comunmente señalarse y recibir s u sanción defini-
sectas disidentes cargados de mujer y familia y espléndida- tiva ó (decir pudiéramos) característica, como concluyen la
mente dotados en s u vida ordinariamente cómoda y rodeada generalidad de las comedias, con una boda.
ilctodo género de recursos hasta el lujo y ostentación más (2) Tanto es así que, como espresamente dice Inocencio III
escandalosos á los ojos de la multitud sencilla y bien predis- (c. Ciim ad monaslerium, t i t . De statu monacli.), « l a abdicación de
puesta, bastaría á demostrar con toda evidencia l a incontes- » la propiedad, bien así como la guarda de la castidad, es tan
table preferencia del celibato eclesiástico; si y a no estuviese » aneja á la regla monacal que ni el sumo Pontífice puede dis-
harto concluyentcmente demostrada no ménosque por la espe- )! pensar acerca de ellas »-
nencia práctica en los hechos, por multitud innumerable de
116 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS IV Y V .

aquella perfecta intención de dirigirse á » monio, y pudo ser casto sin la unión
Dios, lo cual espresa San Agustín (So- » conyugal; pero entonces no fue conve-
liloq. 1. 1, c. 10): «nada pienso que pone » niente». Sin embargo, porque los anti-
» el alma del hombre más fuera de sí guos patriarcas fueron perfectos conser-
» misma como las caricias de la mujer y vando sus riquezas y viviendo en el ma-
» aquel contacto de cuerpos, sin el cual no trimonio, lo cual pertenecía á la grandeza
»puede poseerse la mujer» ; 2.° á causa de la virtud, no por esto los que son dé-
del cuidado, que impone al hombre el biles deben presumir de sus fuerzas, hasta
gobierno de su mujer, de los hijos y de el punto de creerse capaces de llegar á
las cosas temporales, que son necesarias la perfección á pesar de las riquezas y del
para el sostenimiento de la familia; por matrimonio; como ningún inerme preten-
lo cual dice el Apóstol, (i Cor. 7, 32) de acometer á sus enemigos, porque
que el que está sin mujer está cuidadoso Sansón matara con la quijada de un asno
de las cosas que son del Señor, cómo ha á muchos enemigos : pues aquellos Pa-
de agradar á Dios ; mas el que está con triarcas, si hubieran vivido en época,
mujer está afanado en las cosas del mun- en que hubiera sido necesario guardar la
do, cómo ha de dar gusto á su mujer.— continencia y la pobreza, las habrían
Así pues requiérese para la perfección re- observado cuidadosamente.
ligiosa la continencia perpetua, como la Al 3.° que aquellos modos de vivir,
pobreza voluntaria. En su consecuencia, según los que los hombres usan del ma-
así como Vigilancio fue condenado, por- trimonio, no son propia y absolutamen-
que igualó las riquezas á la pobreza; así te hablando religiones, sino secundum
Joviniano, porque igualó el matrimonio quid (2), esto e s , en cuanto participan en
á la virginidad. algo de lo perteneciente al estado reli-
Al argumento 1.° diremos, que la per- gioso.
fección no solo de la pobreza sino tam-
bién de la continencia fue introducida por ARTÍCULO V. — I - a obediencia perte-
Cristo, quien dice (Matth. 19, 1 2 ) : hay nece á l a perfección religiosa? (3)
eunucos, que á sí mismos se castraron por
amor del reino de los cielos ; y después 1.° Parece que la obediencia no perte-
añade, el que puede comprenderlo que lo nece á la perfección religiosa: porque
comprenda. Y , para que no se quitara á parecen pertenecer á la perfección reli-
alguno la esperanza de llegar á la per- giosa aquellas cosas, que son de supere-
fección, elevó á este estado aun á aque- rogación , á las que no todos están obli-
llos, á quienes halló ligados por el matri- gados ; y todos lo están á obedecer á sus
monio : mas, como no podía hacerse sin prelados, según aquello (Hebr. ult. 1),
injuria el que los maridos abandonasen á obedeced á vuestros superiores, y estadios
sus mujeres, como se hacía sin injuria el sumisos. Luego parece que la obediencia
que todos dejasen las riquezas; por esto no pertenece á la perfección religiosa.
á Pedro, á quien halló unido en matrimo- 2.° La obediencia parece pertenecer
nio, no le separó de su mujer; pero alejó propiamente á los que deben ser regidos
del matrimonio á San Juan, que quería por el dictamen ajeno, lo cual es de in-
casarse (1). discretos; mas dice el Apóstol (Hebr. 5,
Al 2.° que, como dice San Agustín 14) que el manjar sólido es de los per-
(lib. De bou. conjug. cap. 22), «la casti- fectos , de aquellos que por la costumbre
» dad de los célibes es mejor que la de tienen los sentidos ejercitados para dis-
» las bodas, de las que Abraham prac- cernir el bien y el mal: luego parece que
»tico una y poseyó habitualmente las dos; la obediencia no pertenece al estado de
» porque vivió castamente en el matri- los perfectos.

(1) S. Ignacio tepist. ad Philadelph.) y San Epifanio (liares. 58) la dependencia de los respectivos superiores y el orden <l fl

niegan espresamente que el evangelista San Juan pensara elecciones y régimen en sus reuniones ó capítulos.
nunca en casarse, lo propio que insinúan harto claramente (3) Piefútase aquí la herética cuanto antisocial doctrina tic
San Jerónimo (1. 1 contra Jovin. c. 14) y San A g u s t í n (tract. ult. los begardos y begüinas, quienes decían que « los que hnn
in Joannem). » llegado y a á estado de perfección no están obligados á olie-
(2) Por la observancia ele ciertas reglas ó estatutos análogos » decer á potestad humana alguna ».
á los de las órdenes religiosas propiamente dichas, ademas de
CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULO V. 117

3.° Si se requiriese la obediencia para guno, según cuyo arbitrio sean instruidos
la perfección religiosa, sería menester ó ejercitados, para llegar á aquel fin,
que conviniera á todos los religiosos ; mas como los discípulos bajo el maestro: y
no conviene á todos, pues hay algunos, por eso es menester que los religiosos se
que hacen vida solitaria, y no tienen su- sometan á la instrucción y órdenes de al-
periores, á quienes obedecer: tampoco pa- guno en las cosas, que pertenecen á la
rece que los prelados de las órdenes reli- vida religiosa; por lo cual se dice (7, q.
giosas están obligados á la obediencia. 1, cap. Hoc nequáquam) que «la vida de
Luego la obediencia no parece pertenecer »los monjes es vida de sumisión y apren-
á la perfección religiosa. » dizaje» ; y, sometiéndose el hombre al
4.° Si se requiriera el voto de obedien- imperio é instrucción de otro por medio
cia para la religión, seguiríase que los de la obediencia, sigúese que esta se re-
religiosos estarían obligados á obedecer quiere para la perfección religiosa.
en todo á sus prelados, así como por el Al argumento 1.° diremos, que obede-
voto de continencia están obligados á abs- cer á los prelados en lo perteneciente á
tenerse de todos los goces carnales. Pero la necesidad de la virtud no es obra de
no están obligados á obedecer á sus pre- supererogación, sino común á todos ; mas
lados en todo, según queda demostrado el obedecer en lo perteneciente al ejerci-
(C. 104, a 5 ) al tratarse de la virtud de cio de la perfección incumbe propiamente
la obediencia. Luego no se requiere el á los religiosos, y es comparada esta obe-
voto de obediencia para el estado reli- diencia á la otra como lo universal á lo
gioso. particular. En efecto : los que viven en
5.° Los servicios más principalmente el siglo conservan algo para sí y dan algo
gratos á Dios son los que se hacen para Dios , y en este concepto están so-
libremente y no por necesidad, según metidos á la obediencia de los prelados;
aquello ( n Cor. 9 , 7 ) , no con tristeza ni mas los que viven en religión se entregan
como por fuerza. Pero las cosas que se totalmente á sí y con sus bienes á Dios,
hacen según la obediencia se hacen pol- según se infiere de lo dicho (a. 3). Luego
la necesidad del precepto. Luego las su obediencia es universal (1).
obras buenas, que uno hace espontánea- Al 2.° que, como dice el Filósofo
mente, son más dignas de alabanza. Pol- (Ethic. 1. 2, c. 1 y 2), «los hombres que
lo tanto el voto de obediencia no compete » se ejercitan en las obras llegan á formar
á la religión, por la que los hombres pro- »hábitos de ellas, y adquiridos estos
curan llegar á lo mejor. » pueden ejecutar mucho mejor aquellas
Por el contrario : la perfección religio- » mismas obras». Así pues obedeciendo
sa consiste principalmente en la imitación llegan á la perfección los que aún no la
de Cristo, según aquello(Matth. 19, 21), han conseguido ; y los que ya han conse-
si quieres ser perfecto sigúeme. guido la perfección están más prontos á
Pero en Cristo se recomienda sobre todo la la obediencia, no como necesitando ser
obediencia, según estas palabras (Philip. dirigidos para adquirirla, sino para con-
2 , 8 ) , se hizo obediente hasta ¡a muerte. servarse así en lo que á ella pertenece.
Luego parece que la obediencia perte- Al 3.° que la sumisión de los religiosos
nece á la perfección religiosa. se considera principalmente con relación
Conclusión. La obediencia se requiere á los obispos, quienes son comparados á
también como necesaria para el estado de estos, como los que perfeccionan á los
perfección. perfeccionados, según consta por San
Responderemos, que según lo dicho Dionisio (De eccl. hier. c. 6), donde tam-
(a. 2 y 3) el estado religioso es cierta bién dice que «el orden de los monjes
disciplina ó ejercicio, para dirigirse á la » está sometido á las virtudes perfectas
perfección; y es conveniente que todos » de los pontífices y es enseñado por las
los que se instruyen ó ejercitan, para lle- » divinas luces de estos», por lo cual ni
gar á algún fin, sigan la dirección de al- los ermitaños ni los prelados de las re-

(1) Asi que algunos definen esta obediencia religiosa como » ciones de su regia, obedeciendo en todo a un padre espi-
«virtud, por la que los religiosos v i v e n según las prescrip- » ritual ».
118 CUESTIÓN CLXXXVI.—-ARTÍCULOS V Y VI.

ligiones (1) están exentos de la obedien- » es la de los sarabaitas (3), puesto que
cia de los obispos : y, si lo están por » se ocupan de sus propias necesidades,
completo ó en parte, están sin embargo » y libres del yugo de los ancianos tienen
obligados á obedecer al Sumo Pontífice, » la libertad de hacer lo que bien les pa-
no solamente en las cosas que son comu- » rece : sin embargo pasan los dias y las
nes á otros, sino también en las que espe- » noches trabajando más que los ceno-
cialmente pertenecen á la disciplina de la » bitas ».
religión.
Al 4.° que el voto de obediencia perte- ARTÍCULO V I . -— ¿ S o requiere para la
neciente á la religión se estiende á la dis- perfección religiosa que la p o b r e z a , la conti-
posición de toda la vida humana, y en nencia y la obediencia caigan bajo el voto? (4).
este concepto el voto de obediencia tiene
cierta universalidad (2), aunque no se es- 1.° Parece que no se requiere para la
tienda á todos los actos particulares ; de perfección religiosa que las tres cosas
los que algunos no pertenecen á la reli- predichas, á saber, la pobreza, la con-
gión , puesto que no son de las cosas que tinencia y la obediencia, caigan bajo
atañen al amor de Dios, y del prójimo, voto : porque la regla, según la cual se
como frotarse la barba ó levantar una debe llegar á la perfección, ha sido trans-
paja del suelo y semejantes, que no caen mitida por el Señor, quien al dar la for-
bajo el voto ni la obediencia; pero otras ma de la perfección dice (Matth. 1 9 , 2 1 ) :
son contrarias á la profesión religiosa. No si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo
sucede lo mismo respecto del voto de que tienes, y dalo á los pobres, sin hacer
continencia, por el cual se escluyen los mención alguna del voto. Luego parece
actos enteramente contrarios á la per- que no se requiere el voto para la disci-
fección religiosa. plina religiosa.
Al 5° que la necesidad de coacción 2.° El voto consiste en cierta promesa
produce lo involuntario, y por este mo- hecha á Dios, y así después de haber di-
tivo escluye la razón de alabanza y de cho el Sabio (Eccl. 5, 3), si hiciste algún
mérito; pero la necesidad consiguiente voto á Dios, no tardes en cumplirlo, añade
á la obediencia no es necesidad de coac- al punto, porque le desagrada la promesa
ción, sino de libre voluntad, en cuan- infiel y necia. Pero donde hay presenta-
to el hombre quiere obedecer, aunque tal ción de la cosa no se requiere la promesa.
vez no quiera hacer lo que le es mandado Luego basta á la perfección religiosa que
considerado en sí : y así, puesto que el alguno guarde la pobreza, la continencia
hombre por el voto de obediencia se so- y la obediencia sin voto.
mete á causa de Dios á la necesidad de 3.° Dice San Agustín á Polencio (De
hacer algo, que en sí no le agrada, por adult. conjug. lib. 1, cap. 1 4 ) : «lo más
lo mismo esto que hace es más acepto á » grato entre nuestros deberes es hacer
Dios, aunque sea menor; porque el hom- » por amor lo que nos sería permitido no
bre no puede ofrecer á Dios cosa mayor » hacer». Ahora bien : es, permitido no
que someter su voluntad á la de otro por hacer lo que se hace sin voto, lo cual no
causa de él. Por esta razón se dice en las es lícito sobre las cosas que se hacen
conferencias de los Padres (coll. 18, con voto. Luego parece ser más grato á
cap. 7) que «la peor especie de monjes Dios que uno guarde sin voto la pobreza,

(1) Hablando en absoluto por razón de su estado y prescin- según hace notar San Jerónimo (epist. liad Eustocltium}
f y
diendo de lodo privilegio, como ios concedidos por el derecho según otros saruvim equivalente á (rebeldes) rebelles.
canónico y nuevamente sancionados por el Concilio de Trento (4) Contra los errores de los lamperianos, que aseguraban
(ses. 25, De reformat, c. 14J á los regulares, declarándolos ser los votos de ningún provecho y aun condenables, por
exentos de la jurisdicción episcopal, especialmente dentro de cuanto parecen inducir á los hombres cierta necesidad y
sus monasterios.ó conventos, segnn después insinúa el mismo coacción ; de los pseudo apóstoles, según los cuales más per-
santo Doctor angélico. fecto es vivir sin voto que con él i y de Lulero que reprobaba
(2) De donde claramente puede colegirse, como observa en general y absolutamente todo .voto, añadiendo que cada
S i l v i o , que el voto de obediencia en religion se estiende á cual debe vivir libremente sin sujeccion á l e y humana; erro-
todos los actos virtuosos no solo estemos sino aun internos, res todos condenados por el papa Honorio y posteriormente
pudiendo el superior imponer unos y otros á sus subditos. por cien otras disposiciones de v a n o s sumos Pontífices y con-
(3) O renuitas (que rehusan someterse) según la fuerza de cilios, y de hecho por la aprobación de tantas órdenes reü'
significación de aquella, voz en lengua egipcia; llamados giosas, cuya profesión se hace por votos.
también remobollt en hebreo por la arrogancia de sus maneras,
CUESTIÓN C L X X X V L — ARTÍCULOS VI Y VII. 119

la continencia y la obediencia. Luego no que, como San Mateo y San Marcos re-
se requiere el voto para la perfección re- fieren, «San Pedro y San Andrés si-
ligiosa. » guieron al Señor, sin atar sus barcas á
Por el contrario : bajo la ley antigua » tierra, cual si hubieran de volver al
los nazarenos eran santificados por el » mismo sitio, sino como para seguir al
voto, según aquello (Num. 6 , 2 ) , hom- » que les mandaba». Mas esta inmobili-
bre ó mujer, cuando hubieren hecho voto dad de resolución en seguir á Cristo se
de santificarse, y quisieren consagrarse confirma por el voto, y así se requiere el
al Señor ; y por estos se significan voto para la perfección religiosa.
aquellos, que llegan á la cima de la per- Al 2.° que la perfección religiosa re-
fección, como dice la Glosa de San Gre- quiere, como dice San Gregorio (ibid.), el
gorio (ibid. Moral. 1. 2 , c. 26). Luego se que alguno cumpla todo lo que ofreció á
requiere el voto para el estado de per- Dios por el voto. Pero el hombre no
fección. puede dar á Dios en acto toda su vida;
Conclusión. Para la profesión dé la porque no existe toda á la vez, sino que
vida perfecta en el estado religioso es ne- es sucesiva. Luego el hombre no puede
cesaria la obligación por voto á la obe- dar á Dios toda su vida de otro modo que
diencia, castidad y pobreza. por la obligación del voto.
Responderemos, que pertenece á los Al 3.° que entre las cosas, que nos es
religiosos el que vivan en el estado de permitido no dar, se cuenta nuestra pro-
perfección, según resulta de lo espuesto pia libertad, que es lo más caro al hom-
(C. 174, a. 5). Mas para el estado de per- bre entre las demás cosas. De consi-
fección se requiere la obligación respecto guiente , cuando alguno por propia volun-
á las cosas que son propias de ella, cuya tad se quita por el voto la libertad de
obligación se hace á Dios por medio del abstenerse de las cosas que pertenecen
voto. Es evidente empero por lo dicho al servicio de Dios, esto se le hace muy
(a. 3 , 4 y 5) que la pobreza, la continen- agradable ; por lo cual dice San Agustín
cia y la obediencia pertenecen á la per- (ep. ad Armentar; et Paulinam, 127 ó
fección de la vida cristiana; y por eso el 45): «no te pese de haber hecho voto,
estado religioso requiere que alguno se » antes bien regocíjate de no serte ya lí-
obligue á estas tres cosas por voto. Por » cito lo que te sería con daño tuyo.
lo cual dice San Gregorio (super Ezech. » Feliz necesidad la que compele á cosas
hom. 20): «cuando uno promete á Dios » mejores».
)) omnipotente por voto todo lo que posee,
»toda su vida, todo su saber, es holo- ARTÍCULO V I L — ¿Se dice con r a z ó n
» causto» ; lo cual pertenece, según aña- qne l a perfección religiosa consiste en los tres
de después, á los que abandonan el siglo votos diclios? (3)
presente (1).
Al argumento 1.° diremos, que el Se- 1.° Parece decirse inconvenientemente
ñor dijo pertenecer á la perfección de la que la perfección religiosa consiste en
vida el que alguno le siga, no de un modo los tres votos mencionados : porque la
cualquiera, sino sin mirar nunca atrás. perfección de la vida consiste más bien
Así pues él mismo dice (Luc. 9, 62): en los actos interiores que en los esterio-
ninguno, que pone su mano en el arado y res, según aquello (Rom. 1 4 , 1 7 ) , el reino
mira atrás, es apto para el reino de Dios. de Dios no es comida ni bebida, sino jus-
Y, aunque algunos de sus discípulos re- ticia y paz y gozo en el Espíritu Santo;
trocedieron, no obstante cuando les pre- y por el voto religioso se obligan al-
guntó á los otros ¿por ventura os queréis gunos á las cosas, que pertenecen á la
retirar también vosotros? contestó San perfección. Luego deberían pertenecer
Pedro por ellos diciendo: Señor, ¿á quién más bien á la religión los votos de los
iremos? Según esto dice también San actos interiores (v. g^de la contemplación,
Agustín (De consensu Evang. 1. 2, c. 17) del amor de Dios y del prójimo, y otros
(1) Merece consultarse sobre esto el opúsculo del mismo » voto fuera de lo contenido en los divinos preceptos *. Con-
santo Doctor titulado Contra retrahentes d religione. súltese la doctrina católica del Concilio de Trento (ses. 24,
(2) Calvino ensoñaba crae «nada puede ofrecerse á Dios por can. 9 ; y ses 25 , c. 1 , De regular, et monial,).
120 CUESTIÓN C L X X X V I . — ARTÍCULO VII.

análogos) que el voto de pobreza, conti- destruye por el voto de pobreza ; 2. la a

nencia y obediencia, que se refieren á concupiscencia de las delectaciones sen-


actos esteriores. sibles , entre las que llevan la preferen-
2.° Las tres cosas dichas caen bajo el cia las delectaciones carnales, que son
voto de religión, en cuanto pertenecen á escluidas por el voto de continencia ;
cierto ejercicio para dirigirse á la per- 3. el desarreglo de la voluntad humana,
a

fección. Pero hay otras muchas cosas, en que se escluye por el voto de obediencia.
que se ejercitan los religiosos, como la Asimismo la inquietud de los cuidados
abstinencia, las vigilias y semejantes. seculares afecta al hombre principalmente
Luego parece decirse inconvenientemente por relación átres cosas: 1. acerca de
a

que estos tres votos pertenecen esencial- la dispensación de las cosas esteriores, y
mente al estado de perfección. este cuidado se quita al hombre por el
3.° Por el voto de la obediencia se obli- voto de pobreza ; 2. con relación al go-
a

ga alguno á cumplir todas las cosas según bierno de la mujer y de los hijos, la que
el mandato del superior, las cuales per- se elimina'por el voto de la continencia;
tenecen al ejercicio de la perfección. 3. acerca de la disposición de los propios
a

Luego basta el voto de obediencia sin los actos, la cual desaparece con el voto de
otros dos. obediencia, por el que alguno se pone á
4.° A los bienes esteriores pertenecen, la disposición de otro. Igualmente hay
no solamente las riquezas, sino también holocausto, cuando alguno ofrece á Dios
los honores. Luego, si por el voto de po- todo lo que posee, como dice San Grego-
breza los religiosos renuncian á las rique- rio (sup. Ezech. hom. 20). Ahora bien:
zas terrenas; es menester que haya tam- el hombre posee tres clases de bienes se-
bién otro voto, por el cual desprecien los gún el Filósofo (Ethic. 1. 1, c. 8): 1. de
a

honores mundanos. cosas esteriores, las que alguno ofrece


Por el contrario, dícese (Extrav. De totalmente á Dios por el voto de pobreza
statu monach. cap. Cuín ad monaste- voluntaria; 2. el bien del propio cuerpo,
a

rium) (1) que «la custodia de la casti- que alguno ofrece á Dios principalmente
» dad y la renuncia de la propiedad son por el voto de continencia, según el que
)) cosas anejas á la regla monacal». renuncia á las mayores delectaciones cor-
Conclusión. El estado religioso es porales ; 3. el bien del alma, que alguno
a

constituido propiamente por los tres di- ofrece á Dios totalmente por medio de la
chos votos integrantes de la perfección obediencia, por la que alguno ofrece á
religiosa. Dios la propia voluntad, según la que el
Responderemos, que el estado de reli- hombre usa de todas las potencias y há-
gión puede ser considerado de tres modos: bitos del alma. Con razón pues se hace
1.° según que es cierto ejercicio para ten- consistir la integridad del estado religioso
der á la perfección de la caridad ; 2.° se- en estos tres votos.
gún que tranquiliza el ánimo humano de Al argumento 1.° diremos, que según
todos los cuidados esteriores, conforme se lo dicho (a. 1) el voto religioso se ordena
dice (i Cor. 7, 32), quiero que viváis sin como á su fin á la perfección de la cari-
cuidado; 3.° según que es cierto holo- dad, á la cual pertenecen todos los actos
causto, por el que alguno ofrece total- interiores de las virtudes, de las que es
mente á Dios á sí propio y lo suyo : y se- madre la caridad según aquello (i Cor.
gún esto el estado religioso se completa 13, 4 ) , la caridad es paciente, es benig-
por estos tres votos. l.° En cuanto al na Así pues los actos interiores de las
ejercicio de la perfección se requiere que virtudes, como de la humildad, de la pa-
alguno aleje de sí aquellas cosas, por las ciencia y semejantes, no caen bajo el
que pudiera ser impedido de que su voto religioso, que se ordena á los mismos
afecto tienda totalmente á Dios, en lo como al fin.
que consiste la perfección de la cari- Al 2.° que todas las otras observancias
dad; y tales son estas tres: 1. la co- a
de las religiones se ordenan á los tres
dicia de los bienes esteriores, que se votos principales dichos. En efecto: si hay
en las órdenes religiosas algunos estatu-
(1) De Inocencio III al convento sublacense ó lublacense,
y a antes aducida (C. S 8 , a. 11, nrg. Por el contrario). tos para procurarse el alimento (como el
CUESTIÓN C L X X X V Í . — A R T Í C U L O S VII Y VIII. Í21

trabajo, la mendicidad ú otros semejan- virtud, no les compete el renunciar al ho-


tes) se refieren á la pobreza, para cuya nor que se tributa á Dios y á los santos
conservación los religiosos procuran por por causa de las virtudes, como se dice
estos modos su sustento; otros, por los (Ps. 138, 17), mas para mí han sido es-
cuales se castiga el cuerpo (como las vi- trenuamente honrados tus amigos, ó Dios.
gilias, ayunos y todas las demás mortifi- Pero renuncian al honor que se tributa á
caciones semejantes ) se ordenan directa- la escelencia esterior, en el hecho mismo
mente á la observancia del voto de la de abandonar la vida del siglo. Luego
continencia : y, si en las órdenes religiosas para esto no se requiere un voto especial.
se prescriben reglas pertenecientes á los
actos humanos , por las que alguno se ARTÍCULO V I I I . — ¿ E I voto de obedien-
ordena al fin religioso, esto es, alamor de cia e s el m á s cscclcnte entre los tres votos re-
Dios y del prójimo ( como la lectura, la ligiosos? (2)
oración, la visita á los enfermos ú otras
obras semejantes); todas estas prescrip- 1.° Parece que el voto de obediencia
ciones se comprenden bajo el voto de obe- no es el más importante entre los tres
diencia, que pertenece á la voluntad, la votos religiosos: porque la perfección de
que ordena sus actos al fin según la dis- la vida religiosa tuvo su principio en
posición de otro. Pero la determinación Cristo; y Cristo aconsejó especialmente
del hábito pertenece á todos los tres votos la pobreza, pues no se halla que hubiese
como signo de obligación; por cuya razón dado consejo sobre la obediencia. Luego
se da y se bendice el hábito religioso simul- el voto de pobreza es más escelente que
táneamente al hacerse la profesión (1). el voto de obediencia.
Al 3.° que por la obediencia alguno 2.° Dícese (Eccli. 26, 20); que no hay
ofrece su voluntad á Dios, al cual aun- peso que se compare con un alma conti-
que todas las cosas humanas estén some- nente. Pero el voto de cosa más digna es
tidas, hay sin embargo algunas que lo más eminente. Luego el voto de la con-
están especialmente, cuales son las accio- tinencia lo es más que el de obediencia.
nes humanas ; pues las pasiones pertene- 3.° Cuanto algún voto es más excelente,
cen también al apetito sensitivo. Hé aquí tanto más indispensable (3) parece. Mas
porqué, para reprimir las pasiones de las los votos de pobreza y continencia son de
delectaciones carnales y los apetitos de las tal modo anejos á las reglas monacales,
cosas esteriores, que son un obstáculo á que contra ellos ni el Sumo Pontífice
la perfección, fue necesario el voto de puede dispensar, como dice una Decre-
continencia y de pobreza; pero para dis- tal (4) sobre el estado de los monjes (cap.
poner las acciones propias, como lo exige Cúm ad monasterium), el cual sin em-
el estado de perfección , se requiere el bargo puede conceder que el religioso no
voto de obediencia. obedezca á su prelado. Luego parece que
Al 4.° que, como dice el Filósofo el voto de la obediencia es de menos im-
(Ethic. 1. 4, c. 3), «el honor no se debe portancia que los de pobreza y continencia.
» propia y verdaderamente sino á la vir- Por el contrario, dice San Gregorio
»tud». Mas, como los bienes esteriores (Moral. 1. 25, c. 10): «la obediencia es
sirven instrumentalmente á ciertos actos » con razón preferida á las víctimas ;
de las virtudes, hé aquí porqué se tributa » puesto que por las víctimas se inmola
á su escelencia algún honor sobre todo » la carne estraña, mas por la obediencia
por el vulgo, que solamente reconoce la » se sacrifica la propia voluntad». Pero
superioridad esterior. Luego á'los reli- los votos religiosos son ciertos holocaus-
giosos, que tienden á la perfección de la tos, según se ha dicho (a. 1 y 3 , al 6.°).

(1) No es necesario para constituir estado verdaderamente Juan XXII (Extrav. Quoruíndam exigit) : «grande es en verdad
religioso que los tres votos sean solemnes, bastando al efecto »la pobreza, mayor la continencia y suma la obediencia ; pues
los simples, según consta de la bula de Gregorio XIII Ascen- » por la primera se predomina á las cosas, por la segunda á la
dente Domino, y conforme á la reciente práctica de la Iglesia, » carne y por la tercera á la mente y al ánimo». Hé aquí por-
que generalmente hoy erige en verdaderas religiones muchas qué en algunas religiones no se hace al profesar otro voto
congregaciones (en especial de mujeres) bajo la única garan- formal y espreso que el de obediencia.
tía y con el solo compromiso de los votos simples. (3) Es decir, que nunca ó difícilmente se dispensa.
(2) Así consta expresamente de estas palabras del papa (4) La citada en la nota 1 de la página 120.
122 CUESTIÓN CLXXXVI. — ARTÍCULOS VIH Y IX.

Luego el voto de obediencia es el princi- « nadie en mi concepto se atrevería á


pal entre todos los votos de religión. » preferir la virginidad á la vida monás-
Conclusión. Entre los tres votos cons- » tica» (2).
titutivos del estado religioso el principal Al argumento 1.° diremos, que el con-
es el de obediencia, por el que el hombre sejo de obediencia se incluye en el acto
ofrece á Dios toda su voluntad, más pre- mismo de seguir á Cristo, porque el que
ciosa que todos los bienes de cuerpo y de obedece sigue la voluntad de otro: y por
fortuna. esto pertenece á la perfección más que el
Responderemos, que el voto de obe- otro de la pobreza; puesto que, como dice
diencia es el principal entre los tres votos San Jerónimo (sup. Matth. c. 19, ecce nos
de religión (1), y esto por tres razones : reliquimus....:), San Pedro añadió loque
1. porque por el voto de obediencia el
a
es de perfección cuando dijo, et secuti su-
Hombre ofrece á Dios algo mayor, esto es, mus te.
la misma voluntad, que es más escelente Al 2.° que de aquella palabra no consta
que el propio cuerpo, que el hombre que la continencia sea preferida á todos
ofrece á Dios por la continencia, y que los actos virtuosos, sino á la castidad con-
las cosas esteriores, que le ofrece por el yugal, ó también á las riquezas esterio-
voto de pobreza. Por eso lo que se hace res de oro y plata, que se miden al peso.
por obediencia es más acepto á Dios que O por la continencia se entiende umver-
lo que se hace por voluntad propia, según salmente la abstinencia de todo lo malo,
estas palabras de San Jerónimo dirigidas según se ha espuesto (C. 155, a. 4,al 1.°).
al monje Rústico : «la oración tiene por Al 3.° que el Papa no puede dispensar
» objeto enseñarte á no seguir tu propio á un religioso en el voto de obediencia, de
» arbitrio»; y poco después añade : « no modo que no esté obligado á obedecer á
» hagas lo que quieres, come lo que te prelado alguno en las cosas que pertene-
» mandaren, ten cuanto recibieres, y vís- cen á la perfección de la vida, pues no
» tete de lo que te se da». Por lo tanto puede eximirle de su obediencia. Puede
aun el ayuno no se hace acepto á Dios, eximirle sin embargo de la sujeción á un
cuando se practica por propia voluntad, prelado inferior, lo cual no es dispensar
según aquello (Is. 58,3), hé aquí que el dia en el voto de obediencia.
de vuestro ayuno se descubre vuestra vo-
luntad. 2. Porque el voto de obediencia
a

ARTÍCULO I X . — ¿ P e c a siempre mor-


contiene bajo sí los demás votos, y no talmente el religioso , traspasando lo que
al contrario ; pues el religioso, bien que prescribe la r e g l a ? (3)
esté obligado por voto á guardar la con-
tinencia y la pobreza, sin embargo estos 1.° Parece que el religioso peca siempre
se comprenden también bajo la obedien- mortalmente traspasando lo que prescribe
cia, á la que pertenece observar otras la regla: porque obrar contra el voto es
muchas cosas ademas de la continencia y pecado condenable, como se ve por lo que
la pobreza. 3. Porque el voto de obe-
a
dice el Apóstol (i Tim. 5, 2) que las viu-
diencia se estiende propiamente á los das, que quieren casarse, tienen conde-
actos próximos- al fin de la religión; y, nación , porque hicieron vana su primera
cuanto más próximo está algo al fin, tanto fe; pero los religiosos están obligados á
mejor es: de aquí es también que el la regla por el voto de su profesión. Luego
voto de obediencia es más esencial en la pecan mortalmente traspasando las cosas
religión ; porque, si alguno por el voto contenidas en la regla.
de la obediencia guarda también por voto 2.° La regla se impone al religioso
la pobreza voluntaria y la continencia, como cierta ley; y el que quebranta el
no pertenece por esto al estado de reli- precepto de la ley peca mortalmente :
gión, el cual es preferido aun á la misma luego parece que el monje transgresor de
virginidad observada por voto, pues dice lo que está en la regla peca mortalmente.
San Agustín (lib. De virginit. cap. 46), 3.° El desprecio induce pecado mortal.
(1) S e g ú n se hace constar cspresamente por Juan XXII en la 757 el arg. Por el contrario de la C. 124, a. 3 .
el lugar mencionado en la nota 2, pág. 121. (3) Véase la nota 2 de la pá. 111.
(2) Véase en el tomo 3." la nota 1 de su página 88G, y en
CUESTIÓN CLXXXVI. — ARTÍCULO IX. 123

Mas cualquiera, que reitera frecuente- Al argumento 1.° diremos, que el que
mente uua cosa que no debe hacer, pa- profesa la regla no hace voto de guardar
rece pecar por desprecio. Luego parece todo lo que está en la regla, sino de abra-
que, si el religioso traspasa frecuente- zar la vida regular, que consiste esencial-
mente lo prescrito en la regla, peca mor- mente en las tres cosas predichas. Por
talmente. • esta misma razón en ciertas religiones con
Por el contrario: el estado religioso es mayor cautela algunos profesan, no la
más seguro que el de la vida del siglo, por regla, sino vivir conforme á ella, esto es,
lo cual San Gregorio (Moral, in epist, ad procurar conformar sus costumbres á lo
Leand. episc. sup. exposit. lib. J o b , c. 1) que ella prescribe, como cierto modelo;
compara la vida del siglo al mar alboro- y esto es lo que se destruye por el des-
tado y la vida religiosa á un tranquilo precio : mas en otras órdenes se profesa
puerto. Pero, si toda transgresión de las aún más cautamente obedecer según la
cosas contenidas en la regla obligase al regla, de modo que nada contraría á la
religioso bajo pecado mortal, el estado profesión, sino lo que lo es contra el pre-
religioso sería peligrosísimo á causa de cepto de la regla ; y la transgresión ú
la multitud de las observancias. Luego no omision.de las demás cosas obliga sola-
toda transgresión de las cosas contenidas mente bajo pecado venial, puesto que co-
en la regla es pecado mortal. mo se ha dicho ( a . 7, al 2.°), estas dis-
Conclusión. La transgresión de las re- posiciones son referentes á los votos prin-
glas salvos los preceptos y los votos no cipales. Ahora bien : el pecado venial es
induce pecado mortal, á no mediar pre- una disposición al mortal, como se ha
cepto formal de obediencia verbal ó escrito dicho ( l . - 2 . C. 88, a. 3), en cuanto
a M

ó menosprecio. impide aquello, por lo que alguno se dis-


Responderemos, que algo se contiene pone á observar los principales preceptos
en la regla dos maneras, según aparece de la ley de Cristo, que son preceptos de
de lo dicho (a. 7, al 1.° y 2.°) : 1. como caridad. En algún otro orden religioso,
a

fin de la regla, v. g. lo que pertenece á cual es el de los Hermanos Predicado-


los actos de las virtudes; y la transgre- res, tal transgresión, ú omisión por su
sión de esto respecto á lo que cae comun- género no obliga á culpa, ni mortal ni
mente bajo precepto obliga á pecado mor- venial; sino solamente á sufrir un castigo
tal, mas en cuanto á lo que escede comun- determinado, porque por este modo se
mente á la necesidad del precepto no obligan á observar tales prácticas : y sin
obliga bajo mortal, sino por causa del embargo pudieran pecar venial ó mortal-
desprecio; puesto que, como se ha dicho mente por negligencia, pasión ó desprecio.
(a. 2), el religioso no está obligado á ser Al 2.° que no todo lo contenido en la
perfecto, sino á tender á la perfección, á ley se prescribe á modo de precepto, sino
la que contraría el desprecio de la misma. que algo se propone á manera de cierta
2. Se contiene en la regla algo pertene- ordenación, ó de estatuto, que obliga bajo
a

ciente al ejercicio esterior, como son to- cierta pena. Luego, así como en la ley
das las observancias estériores, entre las civil la transgresión del estatuto legal no
que hay algunas, á las cuales el religioso siempre constituye un delito digno de
se obliga por el voto de la profesión; y este pena capital ; así tampoco en la ley de la
votóse refiere principalmente á las tres co- Iglesia todas las ordenanzas ó públicos
sas predichas, á saber, pobreza, continen- estatutos obligan bajo pecado mortal: y
cia y obediencia; y todas las demás se or- de la misma manera ni todos los estatu-
denan á estas. Por esto la transgresión de tos de una regla.
estas tres obliga bajo pecado mortal, mas Al 3.° que alguno peca por desprecio,
la délas otras no ; á no ser por desprecio cuando su voluntad rehusa someterse á
á la regla, pues esto contraría directa- un precepto de la ley ó de la regla, y obra
mente á la profesión, por la que alguno por lo mismo contra la dicha ley ó regla;
hace voto de una vida regular ; ó por mas, cuando al contrario por alguna causa
causa de precepto, hecho de viva voz por particular, v. g. la concupiscencia ó la
el prelado ó espreso en la regla, pues esto ira, es inducida á hacer algo contra los es-
sería obrar contra el voto de obediencia. tatutos de la ley ó de la regla, no peca
124 CUESTIÓN CLXXXVI.—ARTÍCULOS IX Y X .

por desprecio sino por alguna otra c'ausa; rem. 23, 9), quebrantado fue mi cora-
aunque frecuentemente recaiga en el mis- zón en medio de mí, y después añade,
mo pecado por la misma ó semejante porque el profeta y el sacerdote se han
causa: pues, como dice San Agustín (lib. amancillado, y en mi casa he hallado el
De natura et grat. c. 39), ano todos los mal de .ellos. Luego los religiosos y los
» pecados se cometen por el desprecio de que viven en estado de perfección en
» la soberbia». Mas la frecuencia del pe- circunstancias iguales pecan más grave-
cado conduce dispositivamente al despre- mente.
cio, según aquello (Prov. 18, 3), el im- Conclusión. DI pecado cometido por
plo, habiendo llegado al profundo de los algún religioso puede ser [1] más grave
pecados, desprecia. que el del seglar en la misma especie por
razón del voto anejo ó por desprecio ó por
ARTÍCULO X . — ¿ E I religioso peca mas escándalo ; y más leve por debilidad ó
gravemente que el s e g l a r , en el mismo genero ignorancia y en secreto.
de pecado? Responderemos, que el pecado come-
tido por los religiosos puede ser más grave
l.° Parece que el religioso no peca más que el pecado de la misma especie cometido
gravemente en un mismo género de pe- por seglares de tres modos: 1.° Si es
cado que el seglar : porque se dice ( I I contra el voto de religión, v. g. si el reli-
Paralip. 30, 18), el Señor, que es bueno, gioso fornica ó hurta, puesto que forni-
será propicio á todos los que de corazón cando obra contra el voto de continencia,
buscan al Señor Dios de sus padres, y y hurtando contra el de pobreza, y no
no les imputará la falta de no estar bien solo contra el precepto,de la ley divina;
purificados; y los religiosos parecen se- 2.° si peca por desprecio, pues por esto
guir al Señor Dios de sus padres con todo parece ser más ingrato á los beneficios
su corazón, más bien que los seglares, que divinos, por los que ha sido elevado al
en parte entregan á Dios á sí y lo suyo estado de perfección, como dice el Após-
y se reservan el resto, como dice San tol (Hebr. 10) que el fiel merece más gra-
Gregorio (sup. Ezech. hom. 20). Luego ves castigos, porque pecando huella por
parece que se les imputa menos, si faltan desprecio... al Hijo de Dios; y así el Señor
en algo á la santificación. se queja diciendo (Jerem 11, 15) ¿cómo
2.° Cuando alguno bace buenas obras, es que mi querido ha cometido muchas
Dios se irrita menos contra los pecados maldades en mi casa? 3.° el pecado del
de este; pues se dice ( n Paralip. 19, 2): religioso puede ser mayor á causa del es-
al impío das socorro, y te estrechas en cándalo, puesto que hay muchos que le
amistad con los que aborrecen al Señor, observan; por lo cual se dice (Jerem. 23,
y por eso merecías la ira del Señor; mas 14), en los profetas de Jerusalem vi una
se han hallado en tí obras buenas. Pero semejanza de adúlteros y camino de men-
los religiosos hacen mayor número de tiras ; y fortificaron las manos de los
obras buenas que los seglares. Luego, si muy malos, para no convertirse cada uno
cometen algunos pecados, Dios se irrita de su malicia. Mas, si el religioso, no por
menos contra ellos. desprecio sino por debilidad ó por igno-
3.° La presente vida no se pasa sin pe- rancia, comete sin escándalo (como en
cado, según aquello (Jac. 3 , 2) todos oculto) algún pecado, que no es contrario
tropezamos en muchas cosas. Luego, si al voto de su profesión, peca más leve-
los pecados de los religiosos fuesen más mente en este mismo género de pecado,
graves que los de los seglares, seguiríase que el seglar; puesto que, si su pecado es
que los religiosos serían de peor condición leve, queda absorbido por decirlo así por
que estos; y en este concepto no sería las muchas obras buenas que practica; y,
sano el consejo de entrar en religión. si es mortal, se levanta más fácilmente
Por el contrario: del mayor mal más de él (1) 1.° á causa de su intención, que
parece debe dolerse; y parece que nos tiene puesta en Dios ; y , aunque sea in-
debemos doler más de los pecados de terrumpida por un momento, vuelve con
aquellos, que se hallan en estado de san-
(l). Salva siempre por supuesto la doctrina espuesta en
tidad y de perfección, pues se dice (Je- la C. 113 de la l.*-2.n y especialmente en sus na. 3 y C,
CUESTIÓN CLXXXVI. — ARTÍCULO X. 125

facilidad á lo que antes era. Así sobre Al 2.° que Josafat, á quien son dirigi-
estas palabras (Ps. 36), cum ceciderit, das estas palabras, no pecó por malicia
non collidetur, dice Orígenes (hom. 4): sino por cierta debilidad de la humana
« si el injusto peca, no se arrepiente ni miseria.
» sabe corregirse de su pecado ; en tanto Al 3.° que los justos no pecan fácil-
» que el justo sabe enmendarse y corre- mente por desprecio, sino que caen algu-
» girse», como aquel que dijera (nescio nas veces en algún pecado por ignorancia
hominem) « no conozco á este hombre, ó debilidad, del que fácilmente se levan-
» sabe después llorar muy amargamente, tan ; y , si llegan á pecar por desprecio,
»así que observó la mirada del Señor; y se hacen muy malos y sumamente incor-
»el que vio desde la azotea de su casa á regibles, según aquello (Jerem. 2, 20),
»una mujer y la deseara sabe decir, pec- quebraste mi yugo, rompiste mis atadu-
» cavi et malum coram te feciD. 2° Es ras y dijiste, no serviré; porque en todo
ayudado también por sus compañeros, cerro alto y bajo todo árbol frondoso eras
para levantarse, según aquello (Eccl. 4, tú echado en tierra como ramera. Por lo
10); si alguno cayere, le sostendrá el otro. cual dice San Agustín (epist. ad plebem
¡Ay del solo! que, cuando cayere, no tiene Hipponens. 78 ó 147) : « desde que co-
quien le levante. » meneé á servir á Dios, como difícil-
Al argumento 1.°diremos, que aquella » mente he encontrado hombres mejores
autoridad habla de las culpas que se co- » que los que han progresado en los mo-
meten por debilidad ó ignorancia; mas no » nasterios , tampoco los he visto peores
de las que se cometen por desprecio. » que los que cayeron en los monasterios».

CUESTIÓN C L X X X Y I I .

Cosas que competen á los religiosos.

Sobre este tema resolveremos seis tesis : 1. Les es lícito enseñar, predicar y hacer otras cosas ta-
a

les ? — 2. Y entrometerse en los negocios del siglo ? — 3 Están obligados á trabajar manualmente?
a 1

—4. Les es permitido vivir de limosnas? — 5. Y mendigar ? — 6. Y llevar vestidos más viles que
a a a

los demás.

ABTÍCULO I . — ¿Es permitido á ios rell- Isiderio flib. cont. Vigilant., c. 6, que
empieza Multa in orbe): «el monje no
giosos e n s e ñ a r , predicar y desempeñar otras
(unciones parecidas ? (1) » tiene el oficio de doctor, sino de ge-
» mir ». Asimismo el Papa León dice
1.° Parece que no es permitido á los (epist. ad Theodoretum 120, in Ven.
religiosos enseñar, predicar y hacer otras edit. 62, et apud Quesn. 93) como se ve
cosas á este tenor : pues se dice (7, 1, c. (16, q. 1, c. Adjicimus): « escepto los
Hoc nequáquam) en un canon del Concilio » sacerdotes del Señor nadie se atreva á
de Constantinopla: « la vida de los » predicar, bien sea monje ó lego, el que
monjes es una vida de sumisión y de » se gloría con el nombre de cualquiera
disciplina, y no les pertenece enseñar ó » ciencia ». Y, como no es lícito traspa-
presidir ó alimentar á otros ». También - sar su propio oficio y el estatuto de la
San Jerónimo dice á Ripario y á De- Iglesia; parece por consiguiente que no
{1) Guillermo del Santo Amor sostenía el error de que no procurarse el sustento con el trabajo de sus manos : proposi-
era lícito á los religiosos predicar ni administrar sacramentos ción condenada por Alejandro IV y y a aquí impugnada.
ó ejercer funciones del ministerio sagrado, sino que debían
126 CUESTIÓN CLXXXVII.—ARTÍCULO I.

es permitido á los religiosos enseñar, pre- car , puesto que todo hombre tiene en sí
dicar y ejercer otras funciones parecidas. la razón y la obligación á la ley de Dios,
2.° E n el estatuto del Concilio Niceno á las que contraría el pecado ; y de este
que se encuentra (16, q. 1, c.Placuit) se modo se dice no ser á alguno lícito pre-
dice lo siguiente : « ordenamos á todos dicar, enseñar ó hacer algo análogo,
» de una manera firme é indisoluble que porque tiene en sí algo que repugna á
» el monje no dé penitencia á nadie, sino estas acciones, ya por razón de precepto,
» entre ellos, como es justo; que no de como á los que son irregulares por esta-
2> tierra á los muertos, sino al monje, que tuto de la Iglesia no se permite ser pro-
» haya vivido con él en el monasterio ó movidos á órdenes sagrados ; ya á causa
» alguno de sus hermanos, que por casua- del pecado según aquello (Ps. 49, 16),
» lidad hubiere venido á morir á su mo- mas al pecador dijo Dios ¿ por qué tú
lí nasterio ». Pero, así como estas cosas hablas de mis mandamientos ? y de este
pertenecen al oficio de los clérigos, así modo no es ilícito á los religiosos predicar,
también el predicar y enseñar. Luego, enseñar y cumplir otras funciones análo-
» siendo distinto el carácter del monje gas ; ya porque no están obligados por el
» que el del clérigo », como dice San J e - voto ó por precepto de la regla á abste-
rónimo á Heliodoro (epist. 1 ) ; parece nerse de ellas, ya también porque no se ha-
que no es lícito á los religiosos predi- cen menos idón'eos para esto por conse-
car, enseñar y desempeñar otras fun- cuencia de haber cometido algún pecado,
ciones parecidas. sino más idóneos por el ejercicio de la
3.° Dice San Gregorio (in Registro, santidad que han tomado: y es en verdad
1. 4, epist. 1) : « nadie puede cumplir las insensato el decir que, porque alguno es
» funciones eclesiásticas y continuar de- promovido en santidad, se haga menos
» bidamente en la regla monástica », y es- apto para ejercer los cargos espirituales.
to mismo se lee (16, q. 1, c. 2). Pero los . Por esto también es absurda la opinión
monjes están obligados á perseverar or- de algunos, que dicen que el mismo estado
dinariamente en la regla monástica. Lue- de religión induce impedimento para el
go parece que no pueden dedicarse á las ejercicio de tales funciones ; cuyo error
funciones eclesiásticas ; y , como el ense- refuta el Papa Bonifacio I V por las ra-
ñar y predicar pertenecen á estas fun- zones antes espuestas, diciendo, como
ciones, parece que no les es lícito predi- consta (16, q. 1, c. 25) : « h a y quienes
car ó enseñar ó hacer algo semejante. » sin apoyarse sobre fundamento alguno,
Por el contrario, dice San Gregorio y » inflamados por un celo más bien de
consta (16, q. 1, c. 24) : « en virtud de » acrimonia que de amor, aseguran con
» este decreto, que hemos dado por nues- » la mayor audacia que los monjes, que
» tra autoridad apostólica y por deber de » han muerto para el mundo y viven para
» piedad, sea permitido á todos los sacer- » Dios, son indignos de ejercer las fun-
» dotes monjes, que llevan la imagen de » ciones sacerdotales, no pueden dar pe-
»los apóstoles, predicar, bautizar, dar la » nitencia, ni cristiandad, ni absolver por
» comunión, orar por los pecadores, im- » medio de la potestad que Dios les ha
» poner penitencia y perdonar los pe- » dado en el ejercicio sacerdotal ; pero se
»cados». B engañan enteramente ». Y lo prueba:
Conclusión. Es lícito á los religiosos 1.° porque no es contrario á su regla,
ejercer la predicación, administración pues añade ; « porque ni San Benito,
de sacramentos y demás funciones sacras, » maestro ilustre de la vida monástica, lo
no precisamente por razón de su estado, » prohibió en manera alguna », como ni
sino en virtud de las sagradas órdenes y tal prohibición se encuentra en las otras
por jurisdicción ordinaria ó delegada re- reglas ; y 2.° combate este error por la
cibidas. idoneidad de los monjes, añadiendo :
Responderemos, que se dice que algo » cuanto más escelente es uno, tanto más
no es lícito á alguno de dos maneras : » potente es en ellas, esto es, en las obras
1. porque tiene en sí lo que es contra- espirituales ». 2. Dícese que algo no es
a
a

rio á lo que se dice que no es permitido, permitido á alguno, no por lo contrario


como á ningún hombre es permitido pe- que tenga, sino por lo que le falta para
CUESTIÓN C L X X X V I I . — A R T Í C U L O S I Y II. 127

serle posible ; como á un diácono no le es puedan ocuparse algunas veces en estas


permitido celebrar misa, porque no tiene funciones por comisión de los prelados,
el orden sacerdotal; y al presbítero no le que tienen el cuidado ordinario; y espe-
es lícito sentenciar, puesto que no tiene cialmente aquellos, cuyas religiones se
la autoridad episcopal. En lo cual sin han instituido principalmente para esto,
embargo se debe distinguir: porque lo como se dirá más adelante (C. 88, a. 4).
que pertenece al orden no puede confiar-
se sino al que tiene el orden, como al ARTÍCULO I I . — ES « c i t o a ios religio-
diácono no puede confiarse el celebrar sos ocuparse e n negocios seculares ? (2)
misa, á no ser hecho sacerdote ; mas lo
que' pertenece á la jurisdicción puede 1.° Parece que no es lícito á los reli-
confiarse á los que no tienen la jurisdic- giosos ocuparse en asuntos seculares:
ción ordinaria, como un obispo comete porque se dice en el predicho decreto del
á un simple sacerdote el pronunciar una Papa Bonifacio I V (c. Sunt nonnulli,
sentencia. De este modo pues se dice 1 6 , q. 1) que « San Benito les ordenó
no es lícito á los monjes y á otros religio- » que fueran estraños á los asuntos secu-
sos predicar, enseñar y hacer otras cosas » lares ; cosa que encarecidamente man-
á este tenor,porque el estado religioso no » dan los documentos de los apóstoles y
les da facultad, para poder hacer tales 3> las prescripciones de todos los Santos
cosas. Sin embargo pueden hacerlas, si » Padres, no solamente á los monjes, sino
reciben el orden ó jurisdicción ordinaria, »también á todos los canónigos », se-
ó también si se les delegan las cosas de gún aquello ( n Tim. 2, 1 1 ) , ninguno que
jurisdicción ( 1 ) . milita para Dios, se embaraza en los
Al argumento 1." diremos, que de negocios del siglo. Pero á todos los reli-
aquellas palabras consta que los monjes, giosos incumbe militar por Dios. Luego
por el mero hecho de ser tales, no alcan- no les es lícito ocuparse en asuntos secu-
zan la potestad de ejercer estas funcio- lares.
nes; pero no que, por ser monjes, tienen, 2.° Dice el Apóstol (i Thess. 4 , 1 1 ) ,
algo contrario á la ejecución de tales procuréis vivir con sosiego y que hagáis
actos. vuestro negocio; y la Glosa (interl.)
Al 2.° que también aquel canon del añade: ce dejando á un lado las cosas aje-
Concilio Niceno ordena que los monjes le» ñas, lo que es útil para la corrección
no se arroguen, por ser monjes, la facul- » de vuestra vida». Pero los religiosos
tad de ejercer tales actos; mas no prohibe se entregan especialmente á enmendar
que puedan confiárseles. su vida. Luego no deben ejercitarse en
Al 3.° que estas dos cosas son incom- negocios seculares.
patibles, es decir, que alguno tenga á su 3.° Sobre aquello (Matth. 11), he aquí
cargo el cuidado ordinario de los oficios los que visten ropas delicadas en casas de
eclesiásticos y guarde la regla monástica reyes están, dice San Jerónimo: «por
en el monasterio: mas no por esto se » esto se da á entender que la vida ri-
veda que los monjes y demás religiosos lo gida y la predicación austera deben

(1) El santo Concilio de Trento (ses. 22 y 24) prescribe y bracíon de bodas, bautizos, funerales y administración de
recomienda á los regulares dejen siempre á salvo en el uso los últimos sacramentos hay peculiares y terminantes dispo -
de sus funciones y privilegios los derechos parroquiales, i n - siciones canónicas, prohibitivas de toda intrusión en la juris-
culcando ademas á los fieles la frecuente asistencia á sus par- dicción parroquial bajo penas tan severas como las de nuli-
roquias, y debiendo por lo mismo los religiosos (según observa dad (en cuanto al matrimonio), pecado mortal y aun esco-
Silvio) abstenerse de toda insinuación, que directa ó indirec- niunion, cual la en que incurren los que administran la
tamente pudiera retraerlos de la debida dependencia de sus Extrema-Unción sin permiso del párroco fuera de los casos
inmediatos legítimos pastores. Así en la práctica se inculca á urgentísimamente estremos ; si bien considerándose los supe-
los feligreses la asistencia á la misa parroquial en los días riores regulares locales como legítimos párrocos de sus do-
iestivos, á fin de que se enteren de las advertencias y amo-, mésticos ó dependientes propiamente comensales, no empero
nestaciones de sus respectivos párrocos, y aun se da por nulo de los convictores ó estudiantes y cualesquiera pupilos ó
el cumplimiento pascual, no comulgando en la propia parro- huéspedes, aun cuando moren con los religiosos bajo cual-
quia; á no mediar autorización espresa de losr señores curas quier otro concepto.
para hacerlo con validez canónica en cualesquiera iglesias ó
(2) Esto es, ocupaciones conducentes á procurar lo necesa-
conventos, costumbre que en efecto viene poco ha generali-
rio á la vida y evitar los obstáculos á su oonservacion ; no
zándose en España por razones sumamente atendibles y de
los afanes de la ambición y la codicia ú otros cualesquiera v i -
no dirícil alcance, en obsequio principalmente y para mayor
cios, que á nadie son lícitos.
facilidad y estimulo de los mismos fieles. En cuanto á la cele-
128 CUESTIÓN CLXXXVII. — A R T Í C U L O S II Y III.

» evitar las cortes de l o a reyes y huir de « el santo Concilio ha decidido que en lo


» los palacios de los hombres entregados » sucesivo ningún clérigo administre po-
» á la molicie ». Pero la necesidad de los » sesiones, ni se mezcle en asuntos secu-
asuntos seculares obliga al hombre á fre- » lares, á no ser por cuidar á los pupilos
cuentar los palacios de los reyes. Luego » ó huérfanos ó viudas, ó si tal vez el
no es lícito á los religiosos ocuparse en » obispo de la ciudad le manda tener
algunos negocios seculares. » cuidado de las cosas eclesiásticas ». Y
Por el contrario, dice el Apóstol la misma razón hay para los religiosos
(Rom. ult. 1), os encomiendo á Febe (1) que para los clérigos, pues á ambos se
nuestra hermana; y después añade, y la les prohiben igualmente los asuntos se-
ayudéis en todo lo que os hubiere me- culares , como se ha dicho.
nester. Al argumento 1.° diremos, que á los
Conclusión. Es lícito á los religiosos monjes se les prohibe ocuparse en los ne-
ocuparse en negocios seculares moderada- gocios seculares por causa de la codicia,
mente y con la debida autorización de pero no por caridad.
sus superiores, para socorrer por caridad Al 2.° que no hay curiosidad, sino
las necesidades de sus prójimos ; no em- caridad, si por causa de necesidad alguno
pero por codicia ó propio medro. se mezcla en los negocios seculares.
Responderemos que, como se ha dicho Al 3.° que el frecuentar los palacios de
(C. 186, a. 1. q. 7), el estado religioso los reyes por las delicias ó gloria ó codi-
está ordenado á la consecución de la per- cia no conviene á los religiosos; pero sí
fección de la caridad, á la cual pertene- les compete concurrir guiados por causas
ce principalmente el amor de Dios y se- piadosas. Por esta razón se dice ( i v Reg.
cundariamente el amor del prójimo. Por 4, 13) que Eliséo dijo á la mujer : ¿aca-
esto los religiosos deben principalmente so no (3) tienes algún negocio y quieres
y por sí procurar dedicarse á Dios. Sin que hable al rey ó al general del ejército?
embargo, si el prójimo se encuentra en De la misma manera también conviene á
la necesidad, deben por caridad ocuparse los religiosos presentarse en los palacios
en sus negocios, según aquello (Galat. 6, de los reyes, para reprenderlos y dirigir-
2), llenad los unos los encargos délos otros los ; á la manera que San Juan Bautis-
y de .esta manera cumpliréis la ley de ta reprendía á Herodes, como se dice
Cristo; porque, al servir al prójimo por (Matth. 14).
causa de Dios, atienden al amor divino.
Por esto se dice (Jac. 1, 27), la religión ARTÍCULO I I I . — i o s religiosos están
pura y sin mancilla delante de Dios Pa- obligados á trabajar m a n u a l m e n t e ? (4)
dre es esta, visitar los huérfanos y las
viudas en sus tribulaciones, es decir, se- 1.° Parece que los religiosos están obli-
gún la Glosa (interl.) socorrer á los que gados á trabajar de mano : porque no
carecen de socorro en tiempo de necesi- están exentos de la observancia de los
dad. Luego debe decirse que no es per- preceptos; y el trabajo manual es de
mitido ni á los monjes ni á los clérigos precepto, según aquello (i Thess. 4,11),
ocuparse en los asuntos delsiglopor causa trabajad con vuestras manos, como os lo
de la codicia, mientras que por causa de tenemos mandado; por lo cual ,tambien
caridad pueden hacerlo con lamoder ación dice San Agustín (in lib. De operibus
conveniente y con permiso de su superior, monach., c. 30) : «por lo demás ¿quién
para administrarlos y dirigirlos. Por esta » soportará á estos hombres rebeldes »,
razón se dice (Decr. dist. 88, c. 1) ( 2 ) : esto es, á los religiosos que no trabajan,

(1) Nobilísima matrona, que con sus riquezas y eminente (4) No solo y precisamente con las manos, sino por medio
caridad sustentaba á los fieles pobres e;i las inmediaciones de do cualesquiera otros miembros corporales. Wiclef decía que
Corinto, y se hallaba entonces en Roma con ocasión de cier- « los monjes están obligados á proporcionarse el sustento cun
tos negocios interesantes ante el César y los tribunales roma- )i el trabajo de sus manos » ; y por el contrario los entusiastas
nos, según esplican Teodoreto y Haymon. » pretendían que ningún trabajo corpóreo les es permitido
(2) Del Concilio de Calcedonia (can. 3). »áun para la conservación de su vida, debiendo consagrarse
(3) En la Vulgata falta el no, sin el que en verdad parece «siempre y esclusivamente á la oración ». Sabido es que el
más natural y congruente el sentido; y sin embargo lcr halla- primero fue condenado por el Concilio de Constanza (scs. S),
mos unánimemente en todos los ejemplares y ediciones de la como asimismo los últimos en el 4.° de Cartago, que enseña
SUMA. la doctrina contraria.
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO III. 129

de los que allí habla, ce que se resisten B ¿ cómo esplicarse esta contradicción de
í á las advertencias más saludables del B querer leer y no obrar en conformidad
» Apóstol, no que se les tolere como á B con la lección ? » ; 4.° con respecto á la
»más débiles, sino que también predi- predicación dice (c. 18) : « si la predica-
» quen como más santos? » Luego parece B cion les ocupa tanto que no pueden de-
que los religiosos están obligados á tra- B dicarse álos trabajos corporales, ¿pueden
bajar manualmente. » dedicarse todos á ella en el monasterio?
2.° Sobre aquello ( n Thess. 3), si al- » y, si no pueden todos ¿ por qué quieren
guno no quiere trabajar, no coma, dice »todos ser dispensados de trabajar por
la Glosa (ord. Aug. in lib. De op. monach. » este pretesto? pero, aunque todos pu-
c. 1 et 2) : <r hay quienes pretenden que » dieran, deberían hacerlo alternando, no
» San Pablo ha hablado en este pasaje » solo para que los demás se ocuparan en
B de las obras espirituales y no del tra- B los trabajos necesarios, sino aun porque
»bajo corporal, al que se dedican los B basta que uno solo hable y muchos le
» agrícolas y artesanos »; y más adelante B oigan ». Luego parece que los religiosos
(c. 2) : « pero se esfuerzan en vano en no deben cesar del trabajo manual á causa
» envolverse y envolver á los demás en de tales obras espirituales, á que'se de-
»tinieblas, no solo para dispensarse de dican.
»hacer lo que la caridad aconseja útil- 4.° A propósito de estas palabras (Luc.
» mente, sino ni aun para comprenderlo B; 12), vended lo que poseéis..., dice la Glosa
y á continuación (c. 3) : « quiere que los (ord.): «haced partícipes no solo de vues-
» siervos de Dios trabajen corporalmente, B tros manjares á los pobres, sino también
»para que vivan ». Pero los religiosos B vended vuestras posesiones, á fin de
son llamados principalmente siervos de » que, una vez despreciado lo que poseéis
Dios, porque se entregan por completo al B por Dios, trabajéis después con vuestras
servicio divino, como se ve por San Dio- B manos, para que viváis y deis limosnas».
nisio (De eceles. hier. c. 6). Luego pa- Pero á los religiosos (1) incumbe dejar
rece que están obligados á trabajar con todo lo suyo en propiedad. Luego parece
sus manos. que también es propio de ellos vivir con
3.° Dice San Agustín (in lib. De oper. el trabajo de sus manos y hacer limosnas.
monach. c. 17) : « quisiera saber qué ha- 5.° Los religiosos parece que están
» cen los que rehusan trabajar corporal- obligados principalmente á imitar la vida
» mente, y á qué se dedican : ellos contes- de los apóstoles, puesto que profesan el
»tan, nos dedicamos a l a oración, á can- estado de perfección; y los apóstoles tra-
»tar salmos, á leer y á predicar la pala- bajaban por sus propias manos, según
»bra de Dios B. Pero estas cosas no es- aquello (i Cor. 4, 12), trabajamos obran-
cusan del trabajo corporal y lo prueba do por nuestras propias manos ( 2 ) .
por cada una de ellas. En efecto : 1.° ha- Luego parece que los religiosos están
bla refiriéndose á la oración : « más pronto obligados á trabajar manualmente.
»se oye una oración hecha por el que Por el contrario: para observar los
» obedece que diez mil por el que la des- preceptos, que comunmente se imponen
» precia B , entendiendo por despreciado- á todos, lo mismo están obligados los re-
res é indignos de ser oidos á los que no ligiosos que los seglares; y el precepto
trabajan corporalmente ; 2.° tratando de de trabajar corporalmente se propone en
las alabanzas de Dios observa que «tra- general á todos, como consta ( u Thess.
bajando corporalmente pueden entonar 3, 6), que os apartéis de todo hermano
» con facilidad cánticos divinos B ; 3.° en que ande fuera de orden..., designando
cuanto á la lectura dice : «los que dicen bajo el nombre de hermano el Apóstol á
» que se dedican á la lectura, ¿no encuen- todo cristiano, y ademas ( i Cor. 7, 12),
»tran en ella lo que manda el Apóstol? si algún hermano tiene una mujer infiel...,

(1) Al ingresar en religión; pues ya religiosos de hecho mismo considera en sentido lato como apóstoles j pues no
nada tienen ni pueden tener propio, de que desprenderse. consta que los demás apóstoles se ocupasen en trabajos de
(2) Dícelo de sí mismo personalmente, ó también según manos, sin duda porque los fieles proveían suficientemente á
Haymon de S. Bernabé y de Sostenes y otros consocios del sus necesidades, en lo que no se mostraban tan generosos los
Apóstol en el ejercicio de la predicación, á quienes por esto corintios, s e g ú n lo insinúa el mismo S. Pablo (i Cor. 9).
SUMA T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 9
130 CUESTIÓN CLXXXV1I. — ARTICULO III.

y después añade ( n Thess. 3 , 1 0 ) , si al- á trabajar corporalmente. La misma ra-


guno no quiere trabajar, que no coma. zón hay respecto de aquellos, que no tie-
Luego los religiosos-no están más obli- nen otros medios, con que poder vivir lí-
gados á trabajar corporalmente que los citamente ; porque no se entiende que al-
seglares. guno puede hacer lo que no puede hacer
Conclusión. El trabajo manual [1] es lícitamente. Por esta razón no se encuen-
obligatorio á todos de precepto en cuanto tra que San Pablo haya ordenado el tra-
necesario para el sustento de la vida : no bajo corporal, sino para evitar el pecado
así [2] para evitar el ocio ó mortificar el de los que se adquirían el sustento ilíci-
cuerpo, no mediando voto ó estatuto pe- tamente; pues en efecto él ordena 1.°
culiar; como ni [3] para hacer limosnas, trabajar corporalmente, para evitar el
salvo algún caso particular, en que la ne- Mirto, como consta (Eph. 4, 28), el
cesidad de socorrer á los pobres lo exija, que huí-taba ya no hurte, tintes bien tra-
así de los religiosos como de los seglares. baje obrando por sus manos; en 2.° lu-
Responderemos, que el trabajo manual gar para evitar la codicia de las cosas
se ordena á cuatro cosas : 1. y principal a
ajenas, por cuya razón se dice (i Thess.
á procurarse el sustento, por cuya razón 4 , 11), trabajad con vuestras memos,
se dijo primeramente al Hombre (Gen. 3, como os lo tenemos mandado, y que con-
19), comerás el pan con el sudor de tu verséis honestamente con los que están
rostro; y (Ps. 127, 2), porque comerás fuera; 3.°para evitar los negocios repro-
los trabajos de tus manos...; 2. á evitar a
bables, por los que algunos adquieren el
la ociosidad, de la que dimanan muclios sustento, y así ( n Thess. 3 , 10) dice:
males, por lo que se dice (Eccli. 33, 28), cuando estábamos con vosotros, os denun-
envíale (átu siervo) á la tarea, para que ciábamos esto, que, si alguno no quiere
no esté mano sobre mano , porque muchos trabajar, tampoco coma; pues hemos oido
vicios enseñó la ociosidad; 3. á refrenar la
a
que andan algunos entre vosotros inquie-
concupiscencia, en cuanto por el trabajo tos,quenada hacen sino curiosear, y según
se macera el cuerpo, y así ( n Cor. 6, 5) la Glosa (ord.) se trata de aquellos que
se dice, en trabajos, en ayunos, en vigi- « se procuran lo necesario con reprensible
lias, en castidad ; 4. á nacer limosnas,
a
»solicitud ; y á los que son tales los
según lo que se dice (Eph. 4, 28), el que » denunciamos y los conjuramos á comer
hurtaba ya no hurte, antes bien trabaje » su pan trabajando en silencio». Con-
obrando con sus manos lo que es bueno, forme á esto dice San Jerónimo (sup.
para que tenga de donde dar al que pa- Epist. ad Galat. in Proasm. 1. 2 , Com-
dece necesidad. Luego, según que el tra- mentar. sup. hanc Epist.).que San Pablo
bajo manual se ordena á buscar el sus- dijo esto, « no tanto por su oficio de ense-
tento, es de necesidad'de precepto, como » ñar, cuanto por el vicio de la gente».
necesario á este fin; pues lo que se refiere Debe no obstante saberse que por trabajo
al fin trae la necesidad de su fin, es de- manual se entienden todos los oficios hu-
cir, que es necesario en razón de la impo- manos, por los que los hombres se ganan
sibilidad de existir el fin sin ello. Por lo lícitamente su vida, bien se ejerzan con
tanto el que por otra parte no tiene de qué las manos ó con los pies ó con la lengua;
vivir está obligado á trabajar corporal- porque los que velan ( l ) , l o s que cor-
mente, de cualquiera condición que sea; ren (2) y todos los demás individuos que
y esto significan las palabras del Apóstcl viven de su trabajo, se entiende que vi-
cuando dice, el que no quiere trabajar, ven de trabajos manuales; puesto que,
no coma; como si dijera : está uno obli- siendo la mano el órgano de los órganos,
gado á trabajar corporalmente por la por obra de mano se entiende toda ope-
misma necesidad con que está obligado á ración , por la que uno puede lícitamente
comer; por consiguiente, si alguno pu- ganarse la vida. Pero, según que la obra
diera vivir sin comer, no estaría obligado manual se ordena á destruir la ociosidad

(1) Como los llamados hoy serenos y los encargados de d.-ncia oficial y pública y los portadores de pliegos ú órdenes
guarderías rurales ó domésticas y de la custodia do cuales- de los jefes militares ó autoridades civiles, como igualmente
quiera oíros intereses confiados á su vigilancia. cuantos viajando ó andando prestan servicios á otros por su
(2) Cuales son los correos ó conductores de la corrcspon- retribución ó compromisos ó deberes de cualquier género,
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO III. 131

6 á macerar el cuerpo, no es de necesidad otros animales, para que por medio de


de precepto considerada en sí misma, aquellas adquiriera estas y todas las de-
puesto que de otras muchas maneras pue- mas cosas necesarias. De lo cual se des-
de ser mortificada la carne, ó dar de mano prende que en general están obligados á
á la ociosidad, que por medio de la obra este precepto así los religiosos como los
manual : pues la carne se macera con seglares, como á todos los otros precep-
ayunos y vigilias, y la ociosidad se evita tos de la ley natural. Mas no pecan todos
por medio de las meditaciones de las Sa- los que no trabajan manualmente; porque
gradas Escrituras y cantando alabanzas aquellos preceptos de la ley natural, que
á Dios. Por lo cual sobre aquello (Ps. pertenecen al bien de muchos, no obligan
1 1 8 ) , desfallecieron mis ojos por tu dicho, á cada uno, sino que basta que uno se
dice la Glosa (ord.) ( 1 ) : «no está ocioso dedique á un oficio y otro á otro : por
» el que se aplica esclusivamente á la pa- ejemplo, que los unos sean artífices, otros
»labra de Dios, ni se estima en más el agrícolas, otros jueces, otros doctores y
» que trabaja esteriormente que el que así de los demás, según aquello (i Cor. 1 2 ,
» ejercita el estudio de conocer la ver- 1 7 ) : si todo el cuerpo fuese ojo ¿dónde
» dad )>. Así pues por estas causas los re- estaría el oido ? y, si todo fuese oido ¿ dón-
ligiosos no están obligados á obras manua- de el olfato?
les, como tampoco los seglares, á menos Al 2.° que aquella Glosa es tomada
que lo estén por las reglas particulares de de San Agustín en su libro sobre los tra-
Í?¿ orden ( 2 ) , como dice San Jerónimo bajos de los monjes (c. 2 1 ) , en el que
en su carta al monje Rústico (Epist. 4 ) : habla contra ciertos monjes, que decían
«los monasterios de los egipcios tienen que no era lícito á los siervos de Dios
» esta costumbre de no recibir á nadie sin trabajar manualmente, á causa de haber
» obligarle al trabajo, no tanto para pro- dicho el Señor (Matth. 6 , 2 5 ) , no andéis
» curarse lo necesario á su sustento, cuan- afanados por vuestra alma, qué comeréis;
» to para la salvación del alma, con el fin pero estas palabras no prueban que los
» de que no divague en pensamientos per- monjes tengan necesidad de trabajar ma-
sniciosos ». Mas, en cuanto la obra ma- nualmente, si tienen por otra parte con
nual se ordena á hacer limosnas, no es de que poder vivir; lo cual es evidente por
necesidad de precepto, á no ser en algún lo que añade, quiere que los siervos del
caso, en que por necesidad estuviese uno Señor trabajen corporalmente, para te-
obligado á hacer limosnas y no pudiera ner con que vivir. Mas este precepto no
de otra manera procurarse con qué so- pertenece más á los religiosos que á los
correr á los pobres, en cuyo caso los re- seglares, lo cual es evidente por dos ra-
ligiosos y los seglares estarían obligados zones : 1. por la manera misma de espre-
A

igualmente á ejercitarse en trabajos ma- sarse el Apóstol diciendo, que os apartéis


nuales. de todo hermano que ande fuera de orden;
porque llama hermanos á todos los cris-
Al argumento 1.° diremos, que aquel
tianos ( 3 ) , pues en aquella época no se
precepto, que propone el Apóstol, es de
habían establecido aún religiosos; 2. por- A

derecho natural; por consiguiente sobre que los religiosos no están obligados á
aquello (n Thess. 3 ) , que os apartéis de distintos deberes que los seglares, sino á
todo hermano que anduviese juera de or- causa de la profesión de la regla ; por lo
den, dice la Glosa (interl.), «de otro tanto, si en los estatutos-de la regla no
» modo que el que el orden natural exi- se contiene algo concerniente al trabajo
» ge » ; y habla de los que se abstenían manual, no están obligados de otra ma-
del trabajo manual, por lo que también nera á trabajar manualmente los religio-
la naturaleza dio al hombre manos en sos que los seglares.
lugar de armas y de vestidos, que dio á

(1) Tomada de S. Ambrosio ; y no de S. A g u s t í n , como entregaban sus bienes para los usos y necesidadescomunes
equivocadamente se v e anotado al margen en varias edicio- de todos (Act. 4 ) ; por cuya razón pudieran muy bien conside-
nes de la Suma. rarse en tal concepto como verdaderos frailes, no siendo otro
(2) Véase lo dicho en la nota 4 de la página 123. el origen de esto dictado atribuido i los que por votos profe-
(3) Denominación que posteriormente vino á quedar limi- san en las óideues religiosas la fraternidad de aquella vida
tada á los religiosos, que hacen vida común á la manera de común, según adelante se insinúa (C. 188, a. 7) al fin del
los primitivos cristianos en tiempo de los apóstoles, á quienes desarrollo de la tesis,
132 CUESTIÓN CLXXXV1I. — ARTÍCULOS III Y IV.

Al 3.° que alguno puede dedicarse de corporalmente, cuando no tienen por otra
dos modos á todos aquellos trabajos es- parte con que vivir, ó con que hacer li-
pirituales, que San Agustín allí designa, mosnas, en el caso en que esto último es
1.° como sirviendo al bien común, 2.° de precepto ; pero no de otra manera,
como atendiendo al interés particular. como se ha dicho, y en este sentido habla
Luego los que públicamente se dedican la Glosa citada.
á las predicnas obras espirituales, se es- Al 5." que el haber trabajado los após-
cusan por tales obras espirituales de las toles corporalmente una veces fue por
corporales por dos razones : 1. porque a
necesidad y otras por supererogación:
es preciso que estén ocupados totalmente por necesidad, cuando de otro modo no
en tales obras ; 2. porque á los que las
a
podían encontrar el sustento , por lo cual
ejercen se debe el suministro del alimento sobre aquello ( i Cor. 4 ) , trabajamos
por aquellos á cuya utilidad sirven. Pero obrando por nuestras propias manos,
los que se dedican á las predichas obras, dice la Glosa (interl.), «porque nadie
no como públicas sino como privadas, no » nos da » ; por supererogación, como se
es preciso que las tales les eximan de las ve por el Apóstol (i Cor. 9 ) , donde dice
corporales ni tampoco se hace preciso que que no hizo uso del poder que tenía de
se les alimente con estipendios de los fie- vivir del Evangelio. Usaba el Apóstol
les ; y de los tales habla San Agustín, de esta supererogación por tres motivos :
pues lo que dice, « pueden también los 1.° para quitar la ocasión de predicar á
» que trabajan corporalmente entonarlos los falsos apóstoles, porque predicaban
» cánticos divinos á imitación de los obre- solamente por intereses temporales ; por
» ros que narran cuentos, sin cesar por cuya razón dice ( i l Cor. 11, 12), mas
» eso de trabajar », es evidente que no esto lo hago y lo haré para cortarles la
puede entenderse de los que cantan las ocasión,... (1); 2.° para evitar el grava-
horas canónicas en la Iglesia, sino délos men de aquellos á quienes predicaba, por
que recitan salmos ó himnos como oracio- lo que dice ( n Cor. 12,13) ¿qué es en
nes privadas.Igualmente lo que dice déla lo que vosotros habéis sido inferiores á las
lectura y la oración debe referirse á las otras Iglesias, sino en que yo mismo no
oraciones y lecturas privadas, las que os fui gravoso? 3.° para dar ejemplo de
también hacen á veces los legos ; mas no trabajo á los ociosos; y en tal concepto
á los que oran públicamente en la Igle- ( n Thess. 3 , 8) dice, trabajando noche
sia ó leen públicamente en las escuelas, y dia... para ofreceros en nosotros mis-
por cuya razón no dice, « los que dicen se mos un dechado que imitaseis. Sin em-
» ocupan en enseñar ó instruir », sino bargo no hacía esto el Apóstol en los lu-
« los que dicen dedicarse á la lectura ». gares en que tenía ocasión de predicar
Del mismo modo también se espresa so- todos los dias, como en Atenas, según
bre la predicación, no la que se hace pú- dice San Agustín (in lib. De operibus
blicamente al pueblo, sino la que se hace monach. c. 18). Pero no por esto están
especialmente á unos ó á pocos á mane- obligados los religiosos á imitar en esto
ra de amonestación privada ; por lo cual al Apóstol, puesto que tampoco lo están
dice señaladamente , « si á alguno ha dé á todas las obras de supererogación;
» dirigirse la predicación » ; porque, como como ni los demás apóstoles trabajaban
dice la Glosa (interl. super illud, ser- corporalmente.
mo meus et predicatio, i Cor. 2) , « ser-
»mon es lo que se hace privadamente, A R T Í C U L O I V . — E S lícito a ios religio-
» y predicación la que se hace en pú- sos vivir de limosnas ? (1).
» blico ».
Al 4.° que aquellos que todo lo despre- l.° Parece que no es lícito á los reli-
cian por Dios están .obligados á trabajar giosos vivir de limosnas : porque el Após-
(l) Vénse aquí anticipada y concluyentemente convictos » mendicantes en su profesión » ; y de Lutero, que procla-
les errores de Juan "Wicleff, quien decía «queda ipso facto es- maba prohibida la mendicidad por la ley divina, émulo en
» comulgado todo el que da limosna á los frailes, obligados á esto del famoso Diotréfes mencionado por S. Pablo, quien ni
«sustentarse por el trabajo de .sus manos y no por la mendici- acogía por sí á los fieles pobres ni consentía que otros ios so-
»dad » ; del ya citado Guillermo, que enseñaba que «los mon- corriesen, espulsando á unos y otros de la Iglesia. El propio
»jes ó frailes no pueden vivir de limosnas, ni salvarse los modelo parecen sin duda haberse propuesto imitar d su ma-
CUESTIÓN CLXXXVII. — ARTÍCULO IV. 133

tol (i Timoth. 5) manda que las viudas, mismos os diéramos la forma, dice la
que pueden sustentarse de otra manera, Glosa (ordin. Ambrosii) : « el ocioso, que
no vivan de limosnas de la Iglesia, á y> frecuentemente come en la mesa de
fin de que estas sostengan á las que son »otro, debe necesariamente adular al
verdaderamente viudas ; y San Jeróni- y> que le alimenta j>; y también se dice
mo dice al Papa Dámaso ( C 185, a. 7, (Exod. 2 3 , 8 ) , no recibas presentes,
arg. 3.°) que «los que puedan sustentarse que ciegan á los avisados y trastornan
» con los bienes de sus padres y propios, las palabras de los justos ; y ademas se
» si reciben algo de lo de los pobres, co- lee (Prov. 22, 7 ) , quien toma prestado
x> meten ciertamente un sacrilegio, y por siervo es de quien le presta, lo cual es
» consecuencia de este abuso comen y be- contrario á la religión : por lo cual, sobre
»ben su juicio». Pero los religiosos aquello ( n Thess. ult.), para daros no-
pueden vivir del trabajo de sus manos, si sotros mismos forma..., dice la Glosa:
están sanos. Luego parece que pecan co- « nuestra religión llama los hombres á la
miéndose las limosnas de los pobres. 7> libertad ». Luego parece que los reli-
2.° El vivir á espensas de los fieles es giosos no deben vivir de limosnas.
una merced acordada á los que predican 5.° Los religiosos están obligados prin-
el Evangelio en recompensa de sus fati- cipalmente á imitar la perfección de los
gas ó de su trabajo, según aquello apóstoles ; por cuya razón dice el após-
(Matth. 10, 10), digno es el trabajador tol (Philipp. 3 , 15), todos los que somos
de su alimento. Pero el predicar el Evan- •perfectos vivamos en estos sentimientos.
gelio no pertenece á los religiosos, sino Pero el Apóstol no quería vivir á espen-
más bien á los prelados, que son pastores sas de los fieles, para quitar la ocasión á
y doctores. Luego los religiosos no pue- los falsos apóstoles, como dice el mismo
den vivir lícitamente de las limosnas de ( n Cor. 11), y para no escandalizar á
los fieles. los débiles, como se ve (i Cor. 9). Luego
3.° Los religiosos están en estado de parece que por las mismas causas deben
perfección; y es más perfecto dar limos- abstenerse los religiosos de vivir de li-
nas que recibirlas, pues se dice (Act. 20, mosnas ; por lo cual dice también San
35), cosa más bienaventurada es dar que Agustín (libro De oper. monach. c. 28):
recibir. Luego no deben vivir de limos- «alejad de vosotros ese tráfico vergonzo-
nas, sino más bien darlas del producto » so, con el que vuestra dignidad se en-
de su trabajo. » cuentra ofendida y que es un escándalo
4.° A los religiosos pertenece evitar » para los débiles; y haced ver á los
los impedimentos de la virtud y las oca- i> hombres que no buscáis una vida fácil
siones del pecado ; y la aceptación de li- » en la ociosidad, sino el reino de Dios
mosnas da ocasión de pecado é impide el » por medio de una vida estrecha y pe-
acto de la virtud, por lo que sobre aque- » nitente ».
llo (il Ephess. ult. 8 ) , para que nosotros Por el contrario, como dice San Gre-

ñera los flamantes filántropos de nuestros días , clamando en afan de apoderarse hasta de los cementerios, tratando de re-
todos tonos contra el pauperismo y poniendo á contribución emplazar hasta ese nombre consagrado por la tradición in-
la mendicidad de los desgraciados indigentes, siquiera carez- memorial por el más poético y gentil de necrópolis, pero con
can de salud ó de trabajo, para poder vivir de otros recursos, la mira harto transparente de incautarse de los no desprecia-
á pretesto de orden público y con el fin de no molestar á los bles recursos suministrados para tan utilitarios fines por la
opulentos y sibaritas, que acaso v i v e n desliogadamente en la piedad cristiana, que siempre y no sin razón ha considerado
crápula y con el más ostentoso cinismo á espensas de los mis- á las personas y congregaciones de carácter religioso, como
mos pobres, c u y a miseria esplotan obligándolos á pagar u u más fieles y celosos administradores del patrimonio de los po-
tributo inicuo é increíble, ó recogiéndolos á su despecho en bres. Tíi la desamortización de los bienes monacales y ecle-
asilos de nueva creación y ponderado organismo administra- siásticos en común, ni la supresión de la llamada por escarnio
tivo ; promoviendo por otra parte espectáculos, diversiones, bazofia de los conventos, ni la usurpación de todos los dere-
rifas y cien otros medios de allegar recursos á beneficio (di- chos y propiedades del clero y de la Iglesia, fecundos ma-
cen) de los asi acogidos, cuyos productos se disipan en su ma- nantiales de beneficencia verdad en pro de los menesterosos,
yor parte, buenamente distribuidos entre empleados, e s p e - han bastado á satisfacer la insaciable codicia de los esplota-
dientes, derechos y gastos estudiados ó inútiles : bien á dife- dores de la indigencia pública : es preciso apurar hasta el úl-
rencia de la económica cuanto religiosa administración de los timo estremo esa nueva industria de vivir cómodamente sin
hospicios y hospitales ú otros análogos establecimientos ver- trabajar á cuenta de los desgraciados, en tanto que se ponde*
daderamente benéficos regidos por el elemento clerical y pia- ran y decantan hasta las nubes los sentimientos benéficos á
doso bajo la protección del catolicismo, y cuya secularización favor del pueblo de la nueva generación de sus avaros sobera-
á lodo trance parece constituir el desiderátum de la moderna nuelos.
filantropía, que ni aun á los muertos perdona en su ávido
134 CUESTIÓN C L X X X V l i . — A R T Í C U L O IV.

gorio (Dialog. L' 2, c. 1), «habiendo es- ser debida á alguno de dos modos : 1.° á
» tado San Benito tres años dentro de causa de la necesidad, que hace todas las
» una caverna, se alimentó de lo que le cosas comunes, como dice San Ambrosio
» daba el monje Román, después de ha- (colígese del sermón (34 De temp). Por
» ber abandonado su casa y sus padres»; consiguiente, si los religiosos padecen
pero, estando robusto, no se lee que hu- necesidad, pueden lícitamente vivir de las
biera ganado su vida con el trabajo de limosnas; cuya necesidad puede existir de
sus manos. Luego los religiosos pueden tres maneras : 1. á causa de la debili-
a

lícitamente vivir de las limosnas. dad del cuerpo, por la que sucede que no
Conclusión. Lícito es á los religiosos pueden buscarse el sustento con el tra-
y clérigos vivir sin trabajo manual [1] bajo corporal; 2. si lo que adquieren
a

de los bienes muebles é innmebles donados por el trabajo corporal no les basta para
por los príncipes ó cualesquiera fieles á su sustento, por lo que dice San Agus-
los conventos é iglesias, en tanto y con tín (lib. De oper. monacli. cap. 17) que
tal que [2] observen sus estatutos y « las buenas'obras de los fieles no deben
desempeñen los oficios de su respectiva » faltar á las necesidades de los siervos
institución; como también [3] recoger li- » de Dios, que trabajan corporalmente,
mosnas para sus necesidades mendigan- » á fin de que el tiempo que ellos em-
do, y [4] aceptar ó aun exigir como de- » pléan en perfeccionarse interiormente,
bidos á sus servicios espirituales y tem- » y eu el que no pueden estar consagra-
porales los estipendios autorizados por la » dos á las obras corporales, no se vean
Iglesia: siendo por el contrario ilícito [5] » oprimidos por la indigencia » ; 3. á a

á religiosos y seglares indistintamente vi- causa del hábito antiguo de aquellos que
vir en la ociosidad y sin necesidad ni uti- no estaban acostumbrados á trabajar ma-
lidad alguna de las limosnas destinadas nualmente, y por esto dice San Agustín
á los pobres. (ibid. cap. 21) que, «si tenían en el siglo
Responderemos, que á cada cual es » algo con qué vivir fácilmente sin traba-
lícito vivir de lo que es suyo, ó de lo que »jar y lo han distribuido á los pobres
le es debido; y algo se hace de alguno » para entregarse á Dios, es preciso creer
por la liberalidad del donante: así que » en su debilidad y tolerarla» ; porque los
los religiosos y los clérigos, cuyos monas- tales, que han sido educados delicada-
terios ó iglesias han recibido de la muni- mente , suelen no poder soportar el tra-
ficencia de los príncipes ó de cualesquiera bajo corporal. 2.° Puede ser debida á
fieles recursos con que sostenerse, pue- otro una cosa por razón de sus servicios,
den vivir de ellos lícitamente, sin traba- ya temporales, ya espirituales, según
jar con sus manos, y sin embargo es cierto aquello (i Cor. 9. 11), si nosotros os he-
que viven de limosna. Por consiguiente mos sembrado las cosas espirituales ¿ es
de la misma manera también, si los fieles gran cosa si recogemos las vuestras car-
hacen á los religiosos algunas donaciones nales? Según esto por cuatro conceptos
de cosas muebles, pueden vivir lícita- pueden vivir los religiosos de las limos-
mente de ellas ; porque es un absurdo de- nas, como co.sas que les son debidas:
cir que uno pueda recibir por vía de li- 1.° si predican con autorización de los
mosna grandes posesiones, mas no pan ó prelados ; 2.° si son ministros del altar,
una módica suma de dinero. Pero, puesto puesto, que según se lee (iCor. 9, 13),
que estos beneficios parecen haber sido los que sirven al altar, participan del
cedidos á los religiosos, para que puedan altar, y así es que el Señor ordenó á los
dedicarse más libremente á los actos re- que predican el Evangelio vivir del Evan-
ligiosos , de los que desean hacerse par- gelio, por cuya misma razón dice San
tícipes los que les suministran los bienes Agustín (1. De operibus monach. c. 21):
temporales, el uso de estos dones se les « si son evangelistas, confieso que tienen
haría ilícito, si desistieran de los actos » potestad de vivir á espensas de los fie-
religiosos; puesto que en este caso de- » les; si ministros del altar, dispensado-
fraudarían, cuanto está en ellos, la in- » res de los sacramentos, no se apropian
tención de los que les otorgaron tales be- » esta potestad, sino que la reivindican
neficios. Por otra parte una cosa puede » con justo título » ; y esto es así, porque
C U E S T I Ó N C L X X X V I I . — A R T Í C U L O IVv 135

el sacrificio del altar, donde quiera que » Luego los tales no pueden escusarse
sea ofrecido, es común á todo el pueblo »de trabajar por debilidad corporal,
de los fieles; 3.° si se aplican al estudio » puesto que la costumbre de su pasada
de la Sagrada Escritura en interés co- » vida los desmiente». Y después añade
mún de toda la Iglesia, según lo cual dice (c. 25): « si no quisieren trabajar, no co-
San Jerónimo contra Vigilancio (c. 5, » man; pues no se humillan los ricos á
Multa in orbe): « en la Judéa basta » la piedad, para que los pobres se hagan
» boy (1), no solamente entre nosotros, » orgullosps: y no conviene en manera al-
» sino entre los hebreos, subsiste la cos- » guna que en esta vida, en que trabajan
» tumbre de que los que meditan la ley » los senadores, estén ociosos los artesa-
» de Dios dia y noche, y los que no tie- » nos ; y que haya rústicos delicados allí,
» nen sobre la tierra otras posesiones (2) » donde acuden los que eran dueños de
» que Dios mismo, sean sostenidos con » vastos dominios, después de haber re-
» los socorros que reciben de las sina- » nunciado á sus goces ».
» gogas y de todo el mundo»; 4.° si Al argumento 1.° diremos, que aque-
dan al monasterio los bienes temporales, llas autoridades deben entenderse en
que tenían, pueden vivir de las limos- tiempo de necesidad, esto es, cuando no
nas hechas al monasterio. Por esto dice se pudiera de otro modo socorrer á los
San Agustín (Hb. De operibus monach. pobres ; pues entonces estarían obligados,
c. 25) que «los que, habiendo abando- no solamente á desistir de recibir limos-
» nado ó distribuido todo lo que tienen, nas , sino también á distribuir de sus bie-
» quisieren por una piadosa y saludable nes , si tienen algunos, para el sustento
» humildad ser contados en el número de de los pobres.
» los pobres de Cristo; la caridad fra- Al 2.° que á los prelados compete la
»terna y la cosa común deben encar- predicación por oficio, pero á los religio-
» garse de su subsistencia... Si trabajan sos puede competerles por comisión; y
» corporalmente, serán dignos de elogio; así, cuando trabajan en el campo del Se-
» mas, si no quieren, ¿quién se atreverá ñor, pueden vivir de él, según aquello
» á obligarlos» ? y no se debe atender, (il Timoth. 2 , 6 ) , conviene que el labra-
como se añade (ibid.), « en qué monaste- dor, que trabaja, recoja de los frutos el
» rio ó en qué lugar-ha dado un religioso primero ; lo que esphea la Glosa (3)
»todo lo que tenía á sus hermanos, (ord.) diciendo que «se trata del.predica-
» puesto que todos los cristianos no for- » dor, que en el campo de la Iglesia cul-
» man más que una sola república». Pero, » tiva los corazones de los fuertes por
si hay algunos religiosos, que sin necesi- » medio de la palabra de Dios». Pueden
dad y sin hacer nada útil, quieren vivir también vivir del Evangelio los que sir-
ociosos con las limosnas que se dan á los ven á los predicadores; por cuya razón
pobres, esto les es lícito; y así dice San sobre aquello (Rom. 15), si los gentiles
Agustín (lib. De oper. monach. c. 22): han sido hechos partícipes de sus bienes
» muchas veces entre los que hacen pro- espirituales, deben también ellos asistir-
»fesion de servir á Dios hay quienes les en los temporales, dice la Glosa (4)
» salen de una condición servil, de la vida (interl.) que «se trata aquí de los judíos,
» del campo, del ejercicio de las artes y » que enviaron predicadores de Jerusa-
» de los trabajos del pueblo ; sobre los lem». Hay también otras causas, por
» cuales no está claro si han venido con las cuales se debe á alguno el que viva á
» propósito de servirá Dios, ó si huyendo espensas de los fieles, como se ha dicho.
» de una vida pobre y laboriosa, han que- Al 3.° que en igualdad de circunstan-
» rido estar ociosos, alimentados y vesti- cias es más perfecto dar que recibir; y
» dos y ser ademas honrados por aquellos, sin embargo el dar ó abandonar todo lo
» que antes los solían despreciar y hollar. que se posee por Cristo y recibir lo mó-

(1) Haicin Judaia nsque hodiésegún el manuscrito de Alcañiz (3) Tomada de Haymon.
7 las ediciones posteriores á la de García: en algunas otras se (4) Anónima, si bien se halla asimismo en Lombardo y pa-
lee, Hxc undique nsque hodie. rece colegirse implícitamente de Teodoreto y otros intér-
(2) Parlem, aunque en algunos ejemplares se lee patrem, su- pretes.
primiéndose ademas luego las palabras symgogarum el.
136 C U E S T I Ó N C L X X X V I I . — A R T Í C U L O S IV Y V.

dico para e! sustento de la vida es mejor con los que están fuera, y no codiciéis
que dar algo particularmente á los po- cosa alguna de nadie; donde dice la
bres, como consta de lo dicho (C. 176, Glosa (ord. Petr. Lomb.) : « por eso es
a. 3 , al 6.°). »preciso trabajar y no estar ocioso,
Al 4.° que el recibir presentes para » puesto que el trabajo es honesto y es
aumentar riquezas, ó recibir de alguien » como luz para los infieles; y no de-
el sustento que no se le debe, sin utili- » seareis lo que es de otro, mucho menos
dad y sin necesidad, da ocasión de pe- í pidáis ó toméis alguna cosa ». Y sobre
cado ; lo cual no tiene lugar en los reli- aquello ( i i Thess. 3 ) , si alguno no
giosos, como consta de lo dicho. quisiere trabajar..... dice la Glosa (oi'd.
Al 5.° que, cuando aparece manifiesta Aug., lib. De oper. monach. c. 13):
la necesidad y utilidad de que los reli- « quiere que los siervos de Dios trabajen
giosos vivan de las limosnas sin trabajar »corporalmente, para que tengan con
corporalmente, no se escandalizan por » que vivir y no se vean obligados por la
esto los débiles, sino los maliciosos al » indigencia á pedir lo necesario ». Pero
modo de los fariseos, cuyo escándalo esto es mendigar. Luego parece que es
enseña el Señor á despreciar (Matth. 15). ilícito mendigar, omitiendo el trabajo
Pero, si no fuera evidente la necesidad corporal.
y la utilidad, podría originarse de ello 3.° Lo que está prohibido en la ley y
el escándalo de los débiles, cosa que se es contrario á la justicia no compete á'los
debería evitar. Sin embargo el mismo religiosos ; y el mendigar está prohibido
escándalo puede amenazar por parte de en la ley divina, pues se dice (Deuter. 15,
aquellos, que usan viviendo en la ocio- 4), absolutamente no habrá entre vos-
sidad de los bienes comunes. otros ninguno menesteroso ni mendigo;
y (Ps. 36 . 25), no he visto ni justo des-
ARTÍCULO V . — E S lícito & ios religio- amparado, ni su linaje buscando pan ; y
sos mendigar? (1) según el derecho civil el mendigo sano
es castigado ( 3 ) , como se ve en el có-
1.° Parece que no es lícito á los reli- digo de los mendigos robustos. Luego no
giosos mendigar : porque dice San Agus- compete á los religiosos mendigar.
tín (lib. De oper. monach. c. 28), ce el 4.° « La vergüenza se tiene de un acto
» enemigo astuto ha dispersado por to- »torpe » , como dice el Damasceno
3> das partes tantos hipócritas bajo el (Orth. fid. 1. 2 , c. 15); y San Ambrosio
3> hábito de monjes, que recorren las pro- dice (De offic. 1. 1, c. 30), «la vergüen-
» vincias » ; y después añade : « todos » za de pedir revela nobleza de padres».
» piden, de todos (2) exigen ó el pro- Luego el mendigar es vergonzoso, y por
» vecho de una indigencia lucrativa ó el tanto no compete á los religiosos.
y> precio de una santidad aparente». 5.° Compete principalmente el vivir
Luego parece que debe ser reprobada la de limosnas á los que predican el Evan-
vida de los religiosos que mendigan. gelio , según lo estableció el Señor, como
2.° Dícese (i Thess. 4 , 1 1 ) trabajad se ha dicho (a. 4). Sin embargo no les
con vuestras manos, como os lo tenemos compete el mendigar, puesto que sobre
mandado, y que converséis honestamente aquello ( u Tim. 2 ) , laborantem agri-

(1) A los errores consignados y comentados en la nota 1, pá- rio perjuicio de los verdaderos indigentes é inválidos para el
gina 1 3 2 , hay que añadir aquí el de los famosos pobres de trabajo; cual sucede hoy también entre nosotros con no po-
Lyon, paraquienes «las religiones mendicantes fueroninven- cos holgazanes, que ostentando cicatrices y padecimientos
» ciones de los malos demonios» : error herético, en que abun- ficticios afectan simuladas necesidades, para cuya pondera-
dan los que caliíican de holganza y reprueba» como escanda- ción llevan algunos su crueldad al estremo de alquilar y
losa y ridicula la costumbre de los frailes mendicantes, autori- atormentar desventuradas criaturas de estraños padres, para
zada y aún recomendada por la Iglesia como útil y meritoria, escitar con sus lágrimas y quejidos la pública compasión y
de pedir limosna de pueblo en pueblo y de puerta en puerta. esplotar así la candida beneficencia de muchos incautos, con-
(2) Pues el omnes precedente a exigunl debe tomarse en acu- tribuyendo ademas con tan indignos procederes á desautori-
sativo, equivalente al ablativo ab ómnibus, según hace notar zar prácticamente el antiguo y consabido proloquio español
Kicolai en consonancia con la intención de S. A g u s t í n . « haz bien, aunque no sepas á quien» , en vista de que con
(3) Por disposición de los emperadores Graciano, Valenti- harta frecuencia fomentan inconscientemente con s u genero-
niano y Téodosio (lib. 11, tít. 26, ley Cunctis) contra los vaga- sidad no siempre debidamente premeditada la holgazanería y
bundos, que sin necesidad y pudiendo por su robustez dedi- el vicio, en lugar de socorrer según su buena intención legí-
carse á trabajos lucrativos vivían de la mendicidad en-noto- timas necesidades y miserias,
CUESTIÓN CLXXXVIl. — ARTÍCULO V. 137

colam, etc., dice la Glosa (ord. sup. gunos mendigan por humildad (3), co-
illud, De fructibus percipere) (1) : « el m o toman sobre sí otras cosas algo ig-
» Apóstol quiere que el evangelista en- nominiosas, á modo de medicina eficaz
» tienda que el tomar lo necesario de contra la soberbia, que quieren destruir
» aquello, en que trabaja, no es mendici- ó en sí propios ó también en otros por
» dad sino un d e r e c h o x>. L u e g o parece medio del ejemplo: p u e s , así c o m o la en-
que no compete á los religiosos el men- fermedad, que proviene del esceso del
digar. calor, se cura eficacísimamente por las
Por el contrario: compete á los religio- cosas que esceden en frialdad, así la in-
sos vivir á imitación de Cristo; y este clinación á la soberbia se cura eficacísi-
mendigó, según aquello (Ps. 39, 18), yo mamente por medio de las cosas que pa-
soy mendigo y pobre (2), sobre lo cual recen en estremo humillantes. Y por esto
espone la Glosa (ord. Cassiod.) : « esto se dice (Decret. D e p e e n , d i s t i n t . 2, cap.
» dijo Cristo de sí á causa de su forma de Si quis semel) : « ejercítase la humildad
» s i e r v o t> ; y más adelante, «es mendigo » sometiéndose á los cargos más humil-
» el q u e pide á otro, y pobre el que n o se » des y entregándose á los ministerios más
2> b a s t a á s í propio »; y ( P s . 69), yo soy y> i n d i g n o s ; porque de este modo podrá
indigente y pobre, sobre lo cual dice la » curarse el vicio de la arrogancia y de
Glosa (interl. y ord. Cassiod.), « egenus, B la gloria h u m a n a x>. P o r lo cual San
» esto es, que pido; y pobre, es decir, Jerónimo (epist. ad O c e a n u m ) reco-
» insuficiente para mí, porque no tengo mienda á Fabiola, que deseaba recibir
» riquezas mundanas »; y San Jerónimo un salario después de haber distribuido
en una de sus cartas dice : « cuida que, sus riquezas por amor de Cristo. Esto
»mientras tu Señor mendiga, esto es, mismo hizo San Alejo, quien, después de
» Cristo, no acumules riquezas ajenas ». haber dejado todos sus bienes por Cristo,
L u e g o es conveniente á los religiosos el se regocijaba de haber recibido limosnas
mendigar. aun de sus propios servidores; y del beato
Conclusión. La mendicidad [1] ejer- Arsenio se lee en las vidas de los Padres
cida discretamente por humildad y para (1. 5, libello 6, n. 3) que dio gracias á
ejemplo y utilidad común es lícita y lau- Dios de haberle puesto en la necesidad
dable ; como asimismo [2] por necesidad; de pedir limosna. P o r lo cual también se
pero ilícita [3] por codicia ú ociosidad. impone á algunos como penitencia por
Responderemos, q u e a c e r c a d e l a culpas g r a v e s el que h a g a n una peregri-
mendicidad pueden considerarse dos co- nación mendigando. P e r o , puesto que la
sas : u n a de parte del acto mismo, que humildad así c o m o las demás virtudes no
lleva unida cierta abyección , pues los debe p r a c t i c a r s e s i n d i s c r e c i ó n , conviene
que no solo son pobres sino que se ha- tomar discretamente la mendicidad para
llan tan indigentes que necesitan reci- la humillación, de modo que por esto no
bir d e otros el a l i m e n t o para vivir, pa- incurra el hombre en la codicia ú otra
recen ser los más abyectos entre los pasión deshonrosa. 2.° P u e d e c o n s i d e -
hombres; y bajo este punto de vista al- rarse la mendicidad de parte de lo que

fl) Tomada de S. Agustín (De operibns momch. c. 15). niños, huérfanos, viudas, ancianos, enfermos ó en general
(2J Como de hecho consta haber pedido agua á la Samari- menesterosos; y creando con el propio objeto sociedades ó
tana (Joann. 4), el asnillo para su ingreso en Jerusalen congregaciones de carácter visiblemente benéfico, en las que
(Luc. 111), el salón donde celebró la Pascua (Lúe. 22) y li- la recaudación y administración se organizan conveniente-
mosna para sustentarse durante el triduo en que estuvo au- mente, distribuyendo los diversos cargos conducentes á tan
sente de sus padres (Lúe. 2) según todas las probabilidades y piadosos fines entre los'miembros de la respectiva asociación,
el parecer común de los intérpretes. que los desempeñan gratuitamente : y lo propio realizan tam-
(3) Lo cual es licito aun á los ricos conservando sus bienes, bién algunas con destino á la erección y restauración de tem-
según doctrina común de los teólogos, con tal que lo hagan plos, provisión de ornamentos y vasos sagrados y demás aten-
con discreción. Así se ve hoy con frecuencia a personas opu- ciones del culto y decoro de sus ministros, como igualmente
lentísimas y de la mas aristocrática jerarquía dirigirse perso- al sostenimiento de comunidades religiosas de uno y otro
nalmente ó por esquelas de invitación á otras de las diversas sexo, especialmente de las consagradas al ejercicio de la be-
clases sociales en demanda de verdaderas limosnas, aunque neficencia y de la enseñanza y demás exigencias de la mise-
ordinariamente bajo el nombre de colectas ó suscriciones, con ria, hoy tan generalizada y creciente merced á la supresión
destino al socorro de las necesidades de los desvalidos, á quie- d é l o s recursos antes abundantísimos suministrados por las
nes las distribuyen después á domicilio ó en ciertos centros instituciones católicas, según y a dejamos mencionado en la
previamente designados, ó bien destinan los fondos así recau- nota 1 de la página 132.
dados á la erección de asilos benéficos, para albergar en ellos
CUESTIÓN CLXXXVlI. r - A R T Í C U L O S V Y VI.

uno adquiere mendigando; y en este Al 4.° que hay dos clases de deshonra,
concepto puede ser inducido el hombre á una de inhonestidad y otra de un efecto
mendigar por dos motivos : 1.° por el de- esterior, como es vengonzoso al hombre
seo de poseer riquezas ó vivir ociosamente, estar enfermo ó ser pobre ; y tal ver-
y tal mendicidad es ilícita; 2° por nece- güenza de la mendicidad no pertenece á
sidad ó utilidad: por necesidad como la culpa, sino que puede pertenecer á la
cuando alguno no puede tener de otra ma- humildad según lo dicho.
nera con que vivir, si no mendiga ; y por Al 5.° que á los que predican se les
utilidad, como si uno se propone algo útil, debe por débito el sustento por aquellos,
que no puede llevar á cabo sin las limos- á quienes predican; no obstante, si quie-
nas de los fieles, como se piden limosnas ren pedirlo, mendigando no como cosa
para la construcción de un puente ó de debida, sino como un favor, esto revela
una iglesia ó de cualesquiera otras obras, una humildad más grande.
que redundan en utilidad común, como
los estudiantes piden para poder dedi- ARTÍCULO V I . — ¿ E S permitido á i o s r e -
carse al estudio de la sabiduría (1). De ligiosos usar vestidos m á s viles que los que
este modo la mendicidad es lícita tanto u s a n los demás? (4)
á los seglares como á los religiosos.
Al argumento 1.° diremos, que San 1.° Parece que no es lícito á los reli-
Agustín habla espresamente allí de los giosos usar vestidos más viles que los
que mendigan por codicia. demás : porque según el Apóstol ( i
Al 2.° que la primera Glosa habla de Thess. últ. ) debemos abstenernos de
la petición que se hace por codicia, como todo lo que tiene apariencia de mal; y la
se ve por las palabras del Apóstol; más vileza de los vestidos tiene aspecto de
la otra habla de aquellos, que sin utili- mal, pues dice el Señor (Matth. 7, 15),
dad alguna (2) piden lo necesario para guardaos de los falsos profetas, que vie-
vivir en la ociosidad: pero no vive en la nen á vosotros con vestidos de ovejas; y
ociosidad el que vive útilmente de cual- sobre aquello (Apoc. 6), ecce eqúuspal-
quier modo que sea. lidus..., dice la Glosa (ord. sup. illud, et
Al 3.° que por aquel precepto de la ecce equus niger): « viendo el diablo que
ley divina no se prohibe á alguno el men- » no puede salir con su empresa ni por
digar, sino que se prohibe á los ricos » manifiestas tribulaciones ni por notorias
apegarse de tal modo á sus riquezas, que » herejías, envía falsos hermanos, que
por esto se vean algunos obligados á »bajo el hábito de religión hacen el
mendigar. La ley civil impone pena á los » papel de caballo negro y rojo, pervir-
mendigos sanos, que mendigan no por » tiendo la fe ». Luego parece que los re-
utilidad (3) ni por necesidad. ligiosos no deben usar de vestidos viles.

(1) Alude ostensiblemente á la costumbre tan común en s u ter civil, pero de acuerdo con el eclesiástico y sin la funesta
época de las llamadas estudiantinas, grupos de escolares, que intervención de la política, que en censurable connivencia con
durante las vacaciones intercursalcs recorríanlos pueblos y la ciencia de los libres pensadores frustra y envenena la de los
comarcas con el objeto de recaudar medios de costear entre celosos y desinteresados emisarios del catolicismo para la pro-
año sus libros y ropas y demás gastos indispensables en la pagación de la verdad y del saber profundo y sólido.
prosecución de sus estudios académicos : de las que aun queda (2) Parecen holgar aquí las palabras qitam facinnl subsi-
algún raro v e s t i g i o , suficiente á recordar lo económico de las guientes á utilUate, como ya hizo observar el P. Rubeis, y que
carreras facultativas en tiempos no muy remotos, en que las por lo mismo no traducimos.
matrículas eran' gratuitas, los trajes modestos en su parca (3) TNieolai propone se lea aquí debililalem en lugar de utill-
uniformidad y los alimentos y hospedajes accesibles á las for- talem, que se lee en el testo en conformidad con los códices
tunas menos desahogadas ; en contraste con los dispendiosos manuscritos y antiguas ediciones, singularmentelasde Pádua;
derechos académicos y exigencias de la moderna cultura, que cuya autoridad y unanimidad nos deciden á no participar de
hacen casi de todo punto inabordable el acceso á las profesio- la opinión del sábio^comentarista, tanto más cuanto que en la
nes científicas de cuantos no disponen por sus familias de un utilidad se comprende bien claramente la debilidad ó falta de
capital no menos considerable que el que habrá de producir á robustez y aptitud de los aludidos para el trabajo ú otra in-
los mas de ellos su ejercicio oficialmente autorizado. Esto re- dustria productiva de lo necesario al sustento de tales men-
v e l a bien á las claras la sinceridad de tantas y tan decantadas digos, á pesar de los argumentos y esplicaciones del repetido
protestas de popularización de la instrucción pública, que se anotador.
pretende hacer gratuita, obligatoria y libre, á coro unísono
(4) Según el ya repetidamente ci¡ado Guillermo del Santo
con las violentas é intempestivas cuanto injustificables decla-
Amor « el uso de trajes ó hábitos groseros (es decir de poco
maciones contra el oscurantismo y menguada enseñanza pró-
«'coste, aunque decentes por su forma y aseo) denigran la
digamente dispensada medio siglo há por las comunidades re-
» fama y buen nombre de los religiosos, quienes por lo mismo
ligiosas y el elemento clerical en los conventos y seminarios
»no deben usarlos ». Demuéstrase aqui lo erróneo y anticató-
y aún en las universidades y demás establecimientos de carne-
lico de semejante pretensión.
CUESTIÓN' CLXXXVII. — ARTÍCULO VI.

2.° Dice San Jerónimo á ííepociano: y laudable en los religiosos y seglares;


«abstente de vestidos oscuros, esto es, pero vicioso é ilícito [2] por ostentación,
suegros, lo mismo que de los blancos; avaricia ó incuria.
» deben evitarse tanto el ornato como la Responderemos q u e , según dice San
» suciedad, porque el uno indica delicias Agustín (De doctr. christ. 1. 3, c. 12),
» y la otra vanagloria». Siendo pues la « en todo lo esterior no es culpable el uso
vanagloria un pecado más grave que el » de ello, sino el capricho del que lo usa»;
uso de los goces; parece que los religio- para cuyo discernimiento es preciso tener
sos, que deben tender á la perfección, en cuenta que un hábito vil y descuidado
más bien deben evitar el uso de vestidos puede considerarse de dos modos : 1.° se-
viles que el de los preciosos. gún que es cierto signo de la disposición
3.° Los religiosos deben dedicarse so- ó estado humano, como se dice(Eccli. 19,
bre todo á las obras de penitencia; y en 27), el vestido del hombre da muestras de
ellas no debe usarse de signos esteriores él; y en este concepto la vileza del hábito
de tristeza, sino más bien de alegría, pues es á veces signo de tristeza, por lo que
dice el Señor (Matth. 6, 16) : cuando también los hombres sumidos en la tris-
ayunéis, no os pongáis tristes como los hi- teza suelen usar vestidos más viles, y por
pócritas , j después añade: mas tú, cuando el contrario en tiempo de fiesta y gozo
ayunes, unge tu cabeza y lava tu cara ; usan los más elegantes. Por esto también
y, esponiendo estas palabras, dice San los penitentes usan de trajes viles, como
Agustín (De serm. Dom. in monte, 1. 2 , se ve (Jon. 3) del rey (2), que se vistió
c. 12): « es de advertir principalmente en con un saco, y (ni. R e g . 21) de Acab,
» este capítulo que puede haber" jactan- que cubrió su carne con el cilicio: pero
» cia, no solo en el esplendor y la pompa otras es señal del desprecio de las riquezas
» de las cosas corporales, sino también en y del fausto del mundo ; por lo cual San
» las más desastrosas manchas; y tanto Jerónimo dice al monje Rústico : «los
» más peligrosa, cuanto que engaña bajo » trajes sucios sean indicios de una mente
»la capa de sumisión á Dios». Luego » candida, la túnica vil pruebe el despre-
parece que los religiosos no deben vestir » ció del siglo, tan solo de modo que el
los trajes más viles. » espíritu no se enorgullezca, y no dis-
Por el contrario, dice el Apóstol » cuerden el hábito y ellenguaje». En uno
(Hebr. 11, 37), fueron cubiertos de pie- y otro concepto compete á los religiosos
les de ovejas y de cabras ; y la Glosa (ín- la vileza de los vestidos, puesto que la
ter!.) «como Elias y otros»; y (Decret. 21, religión es el estado de penitencia (3) y
q. 4, cap. Omnis jactantia) se dice ( 1 ) : desprecio de la gloria mundana. El e m e
« si se ven algunos, que se burlan de los alguno quiera significar esto á los demás
» que llevan vestidos viles y religiosos, tiene lugar por tres fines : 1.° para su
» sean corregidos ; porque en los primiti- propia humillación; pues, así como por el
» vos tiempos todo hombre consagrado esplendor de los vestidos se engríe el
» vivía con vestido mediano y vil». ánimo del hombre, así por la humildad
Conclusión. El uso de vestidos viles de ellos se humilla; por lo cual de Acab,
pero modestos [ 1] por humildad ó como que vistió su carne de cilicio, dijo el Señor
señal de penitencia y desprecio del mundo á Elias ¿no viste á Acab humillado de-
ó para la edificación de los demases lícito lante de mí, como consta ( n i Reg. 2 1 ,

(1) Del Concilio 2.° de Nicca ó 7.° ecuménico (can. 16). inconsciente prodigalidad de las gentes del siglo ; pero no es
(2) De TNínive, al oir la intimación del profeta de que la menos cierto que los que así se espresan ni piensan como
ciudad sería destruida, si en el término de cuarenta dias no hablan por punto general ni creen en tales patrañas ; prueba
hacian penitencia sus moradores. Véase la nota 2 de la pági- de ello es harto terminante que los que á tal lenguaje asocian
na 178 en el tomo l.° C. 19, a. 7, de la P. 1." una vida regalada y ociosa á cuenta quizá de mayores humi-
(3) No en el sentido de que solo compele á los criminales ó llaciones y disgustos de todo genero nunca se deciden á abra-
de vida antes desarreglada ó escandalosa , como no lia faltado zar esa otra, que tan sin razón vilipendian, en la seguridad
quien pretendiera interpretarlo ; sino por austeridad volun- de que no lo pasarían en ella mejor ó más á satisfacción de sus
taria y espíritu de mortificación, para santificarse y aspirar á instintos de goces é inacción que la en que por despecho y á
la perfección aun los más inocentes y de conducta ejemplar impulsos ademas de cierta incalificable envidia tratan de dis-
en el siglo y en el claustro. Harto frecuente es también en culpar su mal proceder con la denigración d é l o s que conside-
nuestros dias la calumniosa imputación de que los religiosos ran (no sin razón en el fondo) como más dichosos y honrados
o muchos d e ellos adoptan tal estado en busca de comodidad y que ellos.
holganza, para vivir sin trabajar á espensas de la candidez é
140 CUESTIÓN cLXxxvir. — ARTÍCULO VI.

29); 2.° para ejemplo de otros ; p o r l o ñor en las obras de santidad nada deben
cual sobre aquello ( M a t t h . 3 ) , tenía un hacer los hombres por apariencia, lo cual
vestido de pelos de camello, d i c e l a G l o s a sucede principalmente, cuando uno hace
(ord.) (1), «el que predica la peniten- algo n u e v o ; por lo que dice el Crisós-
» cia ostenta el hábito de la penitencia » ; tomo (super Matth. hom. 13, in opere
y 3.° por vanagloria, como dice San i m p e r f . ) : « el que ora nada nuevo h a g a ,
Agustín ( D e serm. D o m . i n m o n t e , 1. 2, » que llame la atención de los hombres,
c . 12) que «puede haber jactancia en los » ya clamando, ya dándose golpes de pe-
» mismos harapos más miserables». Cuan- » cho, ya estendiendo las manos », porque
» do pues s e h a c e uso de vestidos viles por con la misma novedad escitan la atenta
los dos primeros motivos,es laudable; mas consideración de los hombres. Sin em-
por el tercero es vicioso. P u e d e c o n s i d e - bargo no toda novedad tal es reprensi-
rarse el traje vil y andrajoso, en cuanto ble, puesto que puede ser hecha bien ó
tiene por causa la avaricia ó el descuido, mal; por lo que dice San Agustín ( D e
y en este concepto también denuncia vicio. serm. D o m . in monte, 1. 2, c. 12) que,
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que la vileza « cuando uno en la profesión de la fe
de los vestidos no tiene por sí apariencia » de Cristo atrae sobre sí las m i r a d a s de
de mal, y antes b i e n esto es desprecio de » los hombres por su esterior desaliñado
la gloria mundana. D e aquí es que los » y grosero, como lo hace voluntaria-
malos ocultan su malicia bajo el traje mi- » mente y no á impulso de la necesidad,
serable, por lo cual dice San Agustín » se puede conocer por todas sus demás
( D e s e r m . D o m . i n m o n t e , ! . 2, c . 24) que » acciones si obra así en desprecio del
« las ovejas no deben dejar su vestido, » fausto redundante ó lo hace por algún
» porque la m a y o r parte de las veces los » m o t i v o de ambición». M a s parecen
» lobos se ocultan bajo este traje ». obrar esto principalmente sin ambición
A l 2.° que San Jerónimo habla allí de los religiosos, que llevan un hábito vil
los vestidos viles, que se llevan por la c o m o e m b l e m a de su profesión, por la que
gloria humana. profesan el desprecio del mundo (2).
A l 3.° que según la enseñanza del Se-

(1J Tomada de San Jerónimo, según anotan algunas edicio- contra los religiosos que, olvidados de la modestia y humil-
nes refiriéndose á cierto Comentario sobre San Marcos, que dad convenientes á su estado, hacen reprensible ostentación
sin razón se le atribuye ; pero propia y más literalmente del de lujoso ornato en la delicadeza de las telas y afectado porte
V. Beda. de sus hábitos ó trajes.
(2) San Bernardo clama con tanto vigor como elocuencia
CUESTIÓN CLXXXYIII.

Diferencia de religiones.

1." Hay diversas religiones, ó una sola? 2.° Puede instituirse algún orden religioso paralas obras de
la vida activa?3.° Puede ordenarse alguna religión para la guerra? 4.° Puede establecerse alguna re-
ligión para la predicación y obras de esta clase ? 5.° Y para el estudio de las ciencias ? 6.° La religión
que se ordena á la vida contemplativa es mejor que la que se ordena á la vida activa ? 1." El tener
algo en común disminuye la perfección de la religión ? 8," La religión de los solitarios debe ser prefe^
rida ala de los que viven en sociedad ?

ARTÍCULO I . — Hay solo u n a reli- la especie, sino que es uno solo, donde
gión» a) quiera que exista; por lo cual dice San
J e r ó n i m o al o b i s p o E v a g r i o (2) : «donde
1.° Parece que no h a y sino una sola » quiera que haya obispo, y a sea en
religión : porque no puede haber diversi- » R o m a , ya en Engubio ó en Constanti-
dad en lo que es total y perfecto, por lo » nopla ó en Regio, es del mismo mérito
cual no puede haber más que un solo » y del mismo s a c e r d o c i o D. L u e g o por
primer sumo bien , según lo demostrado identidad de razón existe una sola re-
(P. 1. ,
a
C. 6, a . 2, 3 y 4). Pero, según ligion.
dice San Gregorio (super. Ezech. hom. 4.° D e la Iglesia debe ser estirpado
20), « h a y holocausto, cuando uno ha todo lo que puede ser causa de confusion;
» ofrecido á Dios omnipotente por voto y de la diversidad de religiones parece
» todo cuanto posee, toda su vida y todo puede introducirse cierta confusion en el
y> l o que siente », sin lo que no se dice pueblo cristiano, c o m o dice cierta decre-
haber religión. L u e g o parece que las re- tal (cap. Ne nimia, D e relig. dom.). L u e g o
ligiones no son muchas, sino una sola- parece que no debe haber diversas reli-
mente. giones.
2.° L a s cosas, que convienen en lo Por el contrario, está escrito (Ps. 44,
esencial, n o se diversifican sino per acci- 10) que pertenece al ornato de la reina el
dens; y sin los tres v o t o s esenciales d é l a estar rodeada de variedad.
religión n o existe religión alguna, según Conclusion. Ilácese razonable distin-
lo d e m o s t r a d o ( C . 186, a. 6 y 7). L u e g o ción de varias religiones ó institutos reli-
parece que las mismas religiones n o se di- giosos bajo el doble concepto de sus diver-
versifican específicamente, sino solamente sos fines y ejercicios.
per accidens. Responderemos q u e , s e g ú n r e s u l t a d e
3.° E l estado de perfección conviene l o e s p u e s t o ( C . 187, a. 2 ; y C . 186, a. 7),
tanto á los religiosos como á los Obispos, el estado religioso es cierto ejercicio, por
s e g ú n s e h a d e m o s t r a d o ( C . 185, a. 5 y 7). el cual alguno se ejercita para la perfec-
Pero el e p i s c o p a d o no se diversifica por ción de la caridad. H a y empero diversas

(1) Neciamente han dicho algunos herejes que « siendo sola les con jardines, arboledas, viveros ó planteles y otras partes
»una la religión de Cristo, es rasgar su túnica inconsútil la destinadas á diversos fines conducentes á la utilidad y adorno
» admisión de varias » : y decimos neciamente porque el más del todo.
rudo alcanza sin dificultad que cada una de las llamadas reli- (2) El códice de Alcañiz pone Eliandrum, por error material
giones en el concepto de órdenes ó congregaciones religiosas sin duda: y en el testo de S. Jerónimo no consta la palabra epi-
no es mas que una parte y peculiar manifestación de la reli- scopum inserta en las Decretales fdist. 93, y no 94 como se cita
gión católida única, á la manera que una gran huerta puede en algunos ejemplares, c. 24) y que parece no convenir al su-
"IUJ bien sin multiplicarse constar de varios huertos parcia- j e t o citado, s e g ú n advierte Nicolai.
142 CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTÍCULOS I Y II.

obras de caridad, á las que puede dedi- Según esto es evidente que la comunidad
carse el h o m b r e , y también h a y diversos de los votos esenciales es c o m p a t i b l e con
modos de ejercicios ; pueden y por esto la diversidad de las órdenes religiosas, ya
distinguirse las religiones en dos concep- á causa de las diferentes disposiciones, ya
tos : 1.° según la diversidad de aquello á también por la diversidad de fines, según
que se ordenan, c o m o s i u n o r d e n r e l i - se desprende de lo espuesto (aquí, y C.
gioso se ordena á dar hospitalidad á los 186, a. 7, al 2.°).
peregrinos, y otro á visitar ó redimir cau- A l 3.° que en las cosas, que pertene-
tivos ; 2.° según -la diversidad de los ejer- cen á la perfección, el obispo se ha á
cicios, v. gr. que en una religión se cas- modo de agente y el religioso á modo de
tiga el cuerpo por la abstinencia de los paciente, según lo dicho (C. 184, a. 7);
alimentos, en otra por el ejercicio de y el agente aun en las cosas naturales,
obras manuales, ó por la desnudez, ú cuanto más superior es, tanto es m á s uno:
otra cosa semejante (1). Pero, como el mas las cosas, que son pacientes, son di-
fin es lo principalísimo en cada cosa, ma- versas ; por lo cual razonablemente el
yor es la diversidad de las religiones, que estado episcopal es uno solo y diversas
se considera según los diversos fines, á las religiones.
que se ordenan, que la que se estima se- A l 4.° que la confusión se opone á la
gún los diversos ejercicios. distinción y al orden. P o r c o n s i g u i e n t e de
A l argumento 1.° diremos, que es co- la multitud de órdenes resultaría confu-
m ú n en todo orden religioso que el indi- s i ó n , si h u b i e r a diferentes órdenes relati-
viduo debe entregarse totalmente al ser- vamente á una misma cosa y á los mis-
vicio de Dios , y en este concepto no h a y m o s medios sin necesidad y utilidad ; por
diversidad entre las órdenes religiosas, lo que, para evitar esto, -se d i s p u s o (3)
esto es, que en una religión alguno re- que no se funde una nueva religión sin
tenga algo suyo y en otro diversamente; autorización del S u m o Pontífice.
pero difieren según las diversas obras, en
las que el h o m b r e puede servir á Dios, y ARTÍCULO I I . — ¿ D e b e establecerse
según que puede disponerse á este servi- a l g u n a religión para l a s obras de l a vida ac-
cio de diversas maneras. tiva? (4).
A l 2.° que los tres votos esenciales de
religión pertenecen al ejercicio de la re- l.° Parece que no debe instituirse reli-
ligión, como cosas principales, á las que gión alguna para las obras de la vida ac-
se reducen todas las demás (2), según tiva : porque todo orden religioso perte-
l o d i c h o ( C . 186, a. 7, in corp. y al 2.°). nece al estado de la perfección, como
Ahora bien : cada cual puede disponerse resulta de lo dicho ( C . 184, a. 5); y
á observar todas estas cosas de diverso la perfección del estado religioso consiste
m o d o : v. gr. para guardar el voto de la en la contemplación de las cosas divinas,
continencia se dispone alguno por la so- pues dice San Dionisio ( D e ccel. hier.
ledad del lugar, por la abstinencia, por c . 6) que «los religiosos se denominan
la vida c o m ú n y por otras cosas análogas. » así, porque se consagran al puro servi-

(1) Es bien sabido cuanto digno de observarse que las di- sus individuos y el ejercicio de la caridad y demás virtudes
versas instituciones religiosas nacidas en el seno de la Igle- conducentes á su perfección.
sia en los diversos siglos responden siempre á las necesida- (3) En el concilio lateranense -1.° (can. 13} bajo Inocen-
des de cada época, reformándose unas y creándose otras nue- cio III (lib. 3, Dccrct. tít. 30, c. iVe nimia): nadie ignora sin
vas á medida que lo exijen las circunstancias respectivas, y embargo haber sido aprobadas con posterioridad al citado de-
sirviendo ademas de estímulo á la puntual observancia y re- creto multitud casi innumerable de corporaciones religiosas
novación del fervor en las antiguas la oportuna aparición y con aprobación y merecido encomio por su oportuna utilidad,
adecuados estatutos de las de nueva creación : coino asimismo como la de los Mínimos por Sisto IV, las de los Capuchinos y
la supresión de algunas por autoridad pontificia, cuando la Clérigos Regulares por Clemente VII, la Compañía de Jesús
relajación de costumbres ó la inobservancia común y como por Paulo III y tantas otras, sin contar las que en la acluili-
autorizada por la connivencia de sus prelados ó la inoportu- dad brotan frecuentemente del germen siempre tan fecundo
nidad de su primitivo objeto ú otras causas poderosas y alen- como benéfico de la caridad y piedad católicas.
dibles así lo han aconsejado. f-1) Contra el error de Apolofanio, que, ridiculizando al
(2) Distinguiéndose unas de otras por algún voto peculiar Apóstol S. Pablo con el dictado de circuidor del mundo, poi-
y característico, espresivo del respectivo objeto ó fin inmedia- que lo recorría predicando y ejerciendo obras de la vida ac-
to, como el de la redención de cautivos, la predicación, las t i v a , verdaderas limosnas espirituales, venia á decir que «n°
misiones, la enseñanza, etc. y por los medios á él encamina- »clebe instituirse religión alguna para el ejercicio de las
dos y espresqs en las reglas ó estatutos de cada una ; siendo » obras de la vida activa
siempre y en todas el fin principal común la santificación de
CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULO II. 143

» ció y dependencia de Dios, y por su al amor de Dios y del prójimo : al


B vida invisible y singular, que los une á amor de Dios pertenece directamente la
» las evoluciones (ó contemplaciones ) de vida contemplativa, que desea consa-
» l o indivisible para la deiforme unidad grarse á solo D i o s ; y al amor del próji-
B y perfección amable á D i o s ». L u e g o m o pertenece directamente la vida ac-
parece que ninguna religión puede insti- tiva , que atiende á las necesidades de
tuirse para las obras de la vida activa. los prójimos. Y , así como por la caridad
2.° E l mismo juicio.parece que debe se a m a á los prójimos por D i o s , así tam-
formarse respecto de los monjes que de bién el obsequio tributado al prójimo re-
los canónigos regulares, como consta dunda en D i o s , según aquello (Matth.
(Extrav. D e postul. cap. Ex parte ¡y D e 25, 40), lo que hicisteis á uno de estos
statu monach. cap. Quod Dei timorem); mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicis-
pues se dice que « no se reputan como teis. P o r l o c u a l t a m b i é n t a l e s o b s e q u i o s
» separados del consorcio de los santos hechos á los prójimos, en cuanto son re-
» m o n j e s B; é igual razón parece militar feridos á D i o s , se dicen ser ciertos sacri-
acerca de todos los otros religiosos. Pero ficios, conforme á estas palabras (Hebr.
la religión de los monjes ha sido insti- u l t . 16) : no olvidéis hacer bien y comu-
tuida para la vida contemplativa ; por lo nicar con otros vuestros bienes, porque de
cual dice San Jerónimo, (ad Paulinum tales ofrendas se agrada Dios. Y, p u e s t o
epist. 13) : «si deseas ser lo que te 11a- que á la religión pertenece propiamente
B man, monje, esto es, solitario, ¿qué ha- ofrecer á D i o s sacrificio según lo demos-
» ees en las ciudades ? B Y lo mismo cons- t r a d o ( C . 81, a. 1, al 1.° y a . 4, al 19),
ta (Extrav. D e renuntiat. cap. Nisiciim sigúese que se ordenan convenientemen-
pridem; y D e regular, cap. Licet qui- te algunas religiones á las obras. de la
busdam). L u e g o parece que toda religión vida activa. Así que en las conferen-
se o r d e n a á la v i d a c o n t e m p l a t i v a , y nin- cias de los padres (collat. 14, c. 4) el
guna á la activa. A b a d testeros (1) distinguiendo las di-
2.° L a vida activa pertenece al siglo versas atenciones de las órdenes religiosas,
presente. P e r o se dice que todos los reli- dice : «los unos concentran toda su in-
giosos abandonan el siglo, por cuya ra- B tención en los secretos del yermo y la
zón San Gregorio (sup. Ezech. liom. 20) pureza del corazón, otros en la instruc-
dice : « el que abandona el presente si- ción de sus hermanos y el cuidado de los
» glo y obra el bien que puede, ofrece monasterios, y á otros place el oficio de
» sacrificio en el desierto c o m o dejando á la hospitalidad (2 ) e n l o s asilos.
» E g i p t o ». L u e g o p a r e c e q u e n i n g ú n or- A l argumento 1.° diremos, que tam-
den religioso puede ordenarse á la vida bién se sirve y obsequia á Dios en las
activa. obras de la vida activa, por las que al-
Por el contrario, d í c e s e ( J a c . 1, 27): guno sirve al p r ó j i m o por D i o s , según lo
la religión pura y sin mancilla delante dicho ; en cuyas obras se puede ademas
de Dios y Padre es esta, visitar los huér- hacer una vida peculiar, que consiste, no
fanos y las viudas en. sus tribulaciones ; en separarse del trato de los hombres,
lo c u a l p e r t e n e c e á la vida activa. L u e g o sino en que el h o m b r e se entregue singu-
el o r d e n religioso p u e d e o r d e n a r s e conve- larmente á las cosas que pertenecen al
nientemente á la vida activa. divino obsequio : y, c o m o los religiosos se
Conclusión. Convenientemente se ins- entregan á las obras de la vida activa por
tituyen órdenes religiosas paras las obras miramiento á Dios, sigúese que en ellas
de la vida activa. la acción se deriva de la contemplación
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o de las cosas divinas; por lo cual no se pri-
(a. 1) el estado religioso se ordena á la van enteramente del fruto de la vida con-
perfección de la caridad, que se estiende templativa.

(I) Cual se -ve en la edición de Douai y en otras las más colaij y Nestorio (adulterado al parecer por los copiantes).
autorizadas; y no Rcslorius, como escriben la coloniense y la (2) Susceptionis dice el testo original, esto es, recepción ó
áurea ; ni mucho menos Nesluros, que también hallamos en al- acogida, sobreentendiéndose de peregrinos ó huéspedes; por
guna, como queriendo amalgamar en una especie de término lo que rectamente el. Santo Doctor tradujo para mayor clarU
medio los dos nombres Nesteros (que es el legítimo según Ni- dad por hospitalitatis.
144 CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULOS II Y I I I .

A l 2.° q u e es preciso razonar del mismo AETÍCULO I I I . — P u e d o ordenarse al-


modo acerca de los monjes que de todos guna religión para la milicia ? (3)
los otros religiosos ( l ) - e n cuanto á las
cosas que son comunes á todo orden reli- 1.° Parece que no puede establecerse
gioso, v. gr. el dedicarse totalmente al un orden religioso para militar: porque
servicio divino, observar los votos esen- toda religión pertenece al estado de per-
ciales y abstenerse de los negocios secu- fección ; y á la perfección de la vida cris-
lares. P e r o no es menester que se aseme- tiana se refiere lo que dice el Señor
jen con relación á otras cosas, que son (Matth. 5 , 3 9 ) , yo os digo que no resis-
propias de la profesión monástica, las táis al mal, antes si alguno te hiere en una
cuales se ordenan especialmente á la vida mejilla, párale también la otra, l o c u a l
contemplativa. Por esto en la predicha r e p u g n a al oficio militar. L u e g o n o puede
decretal ( D e postulando) (2) no se dice ser instituida una religión para la milicia.
en absoluto que debe formarse igual jui- 2. a
L a lucha de los combates corpora-
cio de los canónigos regulares que de les es m á s g r a v e que las disputas de pa-
los monjes, sino en cuanto á lo ya di- labras, que tienen lugar en las alegacio-
cho, esto es, que « e n las causas foren- nes ; y á los religiosos les está prohibido
» ses no ejerzan la abogacía » ; y en la ejercer el oficio d e abogados, c o m o se ve
decretal (De statu monach.), después de en la Decretal ( D e postulando) ya indi-
haber dicho que no se considera á los ca- cada (a. 2, al 2.°). L u e g o parece que
nónigos regulares como distintos de los mucho menos puede instituirse alguna
monjes, se añade que « obedecen á una religión para la milicia.
» regla más laxa ». D e lo cual se infiere 3.° E l estado de religión es estado de
que no están obligados á todo lo que lo penitencia, s e g ú n l o d i c h o ( C . 187, a. 6);
están los monjes. y el derecho prohibe á los penitentes
A l 3.° que puede alguno estar en el tomar parte en la guerra, porque se dice
siglo de dos modos : 1.° por la presencia (Decret. D e poenit. dist. 5, c. 3): « e s
c o r p o r a l , y 2° p o r el afecto del alma. Así de todo punto contrario á las reglas ecle-
el S e ñ o r dijo á sus discípulos (Joan. 15, »siásticas volver á la milicia secular
19), yo os escogí del mundo, y no obs- » después de un acto de penitencia». L u e -
tante hablando de ellos á su Padre dice g o no se puede instituir convenientemente
(Joan. 17, 11), están en el mundo y yo alguna orden religiosa militar.
voy á tí. L u e g o , aunque los religiosos, que 4.° N o p u e d e instituirse religión alguna
se ocupan en las obras de la vida activa, para algo injusto. M a s , como dice San
estén en el siglo s e g ú n la presencia cor- Isidoro ( E t y m . 1. 18, c. 1), «guerra
poral, no lo están sin embargo con el »justa es la que se hace por edicto impe-
afecto del corazón; porque se dedican » rial » . Siendo pues los religiosos cier-
á las cosas esteriores, no como buscando tas personas privadas, parece que no
algo en el m u n d o , sino solo por el servi- les es permitido hacer la guerra ; y así
c i o d e D i o s , pues usan de este mundo, para esto no puede instituirse algún
como si no usasen, s e g ú n s e d i c e ( i C o r . orden religioso.
7, 31). A s í que (Jac. 1, 27) después de Por el contrario, dice San Agustín á
haber dicho, la religión pura y sin man- Bonifacio (Epist. 189 ó 205) : « no pien-
cilla es visitar á los huérfanos y viudas » ses que nadie pueda agradar á Dios,
en sus tribulaciones, a ñ a d e : y guardarse » ejercitándose en las armas de guerra ;
de ser inficionado de este siglo, e s t o e s , » en ellas era santo D a v i d , á quien el
no apegarse con el afecto á las cosas del » Señor dio un grande testimonio ». Pero
mundo. las órdenes religiosas h a n sido instituidas,

(1) Que difieren de los monjes en el concepto de solitarios lio 3.° de Letran en tiempo de Alejandro I I I , so pretesto de
aplicado á estos según la interpretación de S, Jerónimo, pero no hallarse ellos comprendidos en la denominación de monjes.
conviniendo con ellos en cuanto á la unidad ó comunidad de (3) Contra el error de Lutero, de que . n o es lícito pelear
fin, que es el mismo en unos y otros s e g ú n S. Dionisio Areo- » contra los turcos, por ser esto contrariar á Dios, que por me-
pagita. Véase las notas 3 , página 131 y 1 de la 142. » dio de ellos visita nuestras iniquidades » ; condenado por el
(2) De Inocencio III al Arzobispo de Santiago de Galicia papa León X en defensa de las órdenes militares, creadas
con ocasión de ciertos canónigos, regulares que defendían su principalmente para combatir á los mahometanos con especia-
habilitación para el ejercicio de la abogacía, no obstante la lidad en la edad media.
prohibición impuesta á los monjes por el canon 10 del conci-
CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTÍCULOS III Y IV. 145

para que los hombres agraden á Dios. » res en la g u e r r a , ó á los débiles en su


Luego nada impide que sea instituido » casa, ó á los convecinos de los ladro-
algún orden religioso para la guerra. » n e s , es plena justicia » ; c o m o también
Puede instituirse conve-
Conclusión. (ibid.) dice el S e ñ o r , no demandes lo que
nientemente alguna religión para pelear, es tuyo. Sin embargo, si alguno no de-
no por algún fin mundano, sino en de- mandase las cosas que son de otros, in-
fensa del divino culto y del bien común ó cumbiéndole hacerlo, pecaría ; porque el
de los pobres y oprimidos. hombre es a l a b a d o , c u a n d o da lo que es
Responderemos, que según lo dicho suyo, mas no las cosas ajenas: y mucho
(a. 2) puede instituirse un orden reli- m e n o s todavía deben descuidarse las cosas
gioso, no solo para las obras de la vida que son de Dios ; pues, como dice el Cri-
contemplativa, sino también para las de sóstomo (sup. Matth. hom. 5, in op.
la vida activa, en cuanto pertenecen al imperf.), « disimular las injurias hechas
auxilio de los prójimos y servicio de Dios, » á Dios es el colmo de la impiedad».
pero no para conseguir algo m u n d a n o ; y A l 2.° q u e ejercer el oficio de abogado
la profesión militar puede ordenarse al por algo mundano repugna á toda xeli-
servicio de los prójimos, no solo en cuanto gion; mas n o , si alguno lo ejerce por
á las personas privadas, sino también en orden de su prelado en favor de su mo-
cuanto á la defensa de toda la república : nasterio, como se añade en la misma
por lo cual seJudas M a c a b é o
dice de decretal, ni t a m p o c o en defensa de los
( i M a c h a b . 3, 2) q u e sostenía las bata- pobres ó de las viudas ; por lo cual
llas de Israel con alegría, y acrecentó la (Decret. dist. 88, c. 1 ) se dice: « de-
gloria de su pueblo. P u e d e s e r o r d e n a d a »cretó el Santo Concilio que ningún
también á la conservación del culto di- » eclesiástico pueda arrendar tierras ni
vino, por lo cual se añade allí mismo » mezclarse en asuntos seculares, sino
haber dicho Judas ( v . 21), nosotros pe- » para cuidar de los huérfanos y de las
leamos por nuestras vidas y por nuestras » viudas ». A s i m i s m o hacer la guerra por
leyes, y m á s a d e l a n t e ( c . 13, 3) d i c e algo mundano es contrario á toda reli-
S i m ó n : vosotros sabéis cuánto habernos gión, mas no lo es militar en servicio de
peleado yo y mis hermanos y la casa de Dios.
mi padre por las leyes y las cosas santas. A l 3.° que se prohibe á los penitentes
R e s u l t a p u e s q u e puede ser instituida la milicia secular (1), pero se impone
convenientemente alguna religión para la á alguno por penitencia la milicia que
guerra, no por algo mundano, sino para es para obsequio divino, como se ve en
la defensa del culto divino y la pública aquellos á quienes se impone que militen
salud, ó también de los pobres y oprimi- en socorro de la Tierra Santa.
dos , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 81, 4 ) , sacad al A l 4.° que la religión no es instituida
pobre y librad de la mano del pecador al para la milicia de modo que sea lícito á
necesitado. los religiosos guerrear por propia autori-
A l argumento 1.° diremos, que alguno dad, sino solo por la de los príncipes ó
puede no resistir al m a l o de dos modos : de la Iglesia.
1.° condonando la propia injuria, y así
puede pertenecer á la perfección, cuando ARTÍCULO I V . — ¿Puede instituirse al-
el hatíerlo d e este m o d o redunda en bien guna religión para predicar ú oir confesio-
de, otros ; 2.° sufriendo resignadamente n e s ? (2).
las injurias de otros, y esto arguye im-
perfección ó también vicio, si alguno l.° Parece que no puede establecerse
puede convenientemente resistir al q u e le un orden religioso para predicar ú oir
injuria. P o r lo cual dice San Ambrosio confesiones : p o r q u e s e d i c e (7, q. 1, cap.
(De offic. 1. 1, c. 27): « l a fortaleza, Hoc nequáquam) : « la vida de los mon-
» qué defiende á la patria de sus invaso- » jes espresa la sumisión é indica una es-

(1J Política ó profana y sin objeto señaladamente piadoso ó (2) Impugnación del ya citado Guillermo y sus secuaces.
benéfico ; es decir, mundana, según se la denomina ó califica La orden de Predicadores fue aprobada y confirmada por el
en el lugar citado en el arg. 3.° tomado de la epístola 00 ó 02, papa Honorio III en 1216.
cap. 10, del papa León á Rústico.
SUMA TEOIÓGICA. — TOMO IV. 10
146 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O IV.

» cuela, y n o el d e r e c h o de enseñar, pre- » distinguido entre grandes y eminentes


» sidir ó cuidar d e otros » ; é igual razo- » varones por su afecto y su piedad s.
namiento parece aplicable á las otras ór- L u e g o , así como puede ser instituida al-
denes religiosas. Pero el predicar y oir guna orden religiosa para el cuidado de
confesiones es nutrir y enseñar á otros. los enfermos, así también para enseñar al
L u e g o no puede establecerse una orden pueblo por medio de la predicación y otras
religiosa con este objeto. análogas.
2." E l objeto, para que se instituye Conclusión. Conveniente institución de
una orden religiosa, parece ser el más órdenes religiosas para la predicación y
p r o p i o á la r e l i g i ó n , s e g ú n lo d i c h o (a. 2 y demás ministerios conducentes á la salva-
3). P e r o los predichos actos no son pro- ción de las almas.
pios de los religiosos, sino más bien de Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
los prelados. L u e g o para tales actos no (a. 2) puede establecerse conveniente-
puede ser instituida una orden religiosa. mente algún orden religioso para las
3.° Parece inconveniente que la auto- obras de la vida activa, según que se or-
ridad de predicar y de oir las confesiones denan á la utilidad de los prójimos y al
se confíe á infinidad de hombres ; y, no servicio de Dios y conservación del culto
siendo fijo el n ú m e r o de los que son reci- divino; y más se procura la utilidad de
bidos en alguna religión, resulta ser in- los prójimos por las cosas que pertenecen
conveniente que se instituya una orden á la salud espiritual del alma que por las
religiosa para dichos actos. que sirven para socorrer la necesidad
4.° A los predicadores se les debe el corporal, cuanto las espirituales son más
sustento por los fieles de Cristo, como importantes que las corporales. Por lo
se ve (i C o r . 9): si pues se encarga el cual se h a dicho ( C . 32, a. 3) q u e las li-
oficio d e l a predicación á alguna religión mosnas espirituales son más importantes
instituida para este objeto, sigúese que que las corporales ; y esto pertenece tam-
los fieles de Cristo están obligados á sos- bién más al servicio de Dios, á quien
tener á infinidad de personas, lo cual se ningún sacrificio es más acepto que el
les hace m u y oneroso. L u e g o no debe ser celo de las almas, c o m o dice San Grego-
instituida una orden religiosa para ejercer rio (sup. E z e c h . hom. 12). Mayor cosa
estos actos. es asimismo defender á los fieles con las
5.° L a institución de la Iglesia debe armas espirituales contra los errores de
seguir la institución de Cristo ; y Cristo los herejes y las tentaciones de los
envió primeramente á predicar doce após- demonios, que el defender al p u e b l o fiel

toles, según consta (Luc. 9), y después con las armas corporales. Así pues es

s e t e n t a y d o s d i s c í p u l o s ( L u c . 10); y dice muy conveniente que sea instituida al-


la Glosa (ord. Beda, sup. illud, Post kcec guna orden religiosa para la predica-
autem...): « los obispos representan á los ción y funciones análogas pertenecien-
» apóstoles, y á los presbíteros de orden tes á la salvación de las almas.
» inferior (esto es, los párrocos) los se- A l argumento 1.° diremos, que el que
» tenta y dos discípulos » . L u e g o inde- obra por virtud de otro obra á modo de
pendientemente de los obispos y curas instrumento ; y el ministro es como el
párrocos no se debe establecer algún orden instrumento a n i m a d o , s e g ú n dice el Filó-
religioso., para predicar ú oir l a s confe- s o f o ( P o l i t . 1. 1, c . 3; y E t h i c . 1.8, c. 11).
siones. P o r lo cual el que alguno predique por
Por el contrario, en las conferencias autoridad de los prelados, ó haga otras
de los Padres (Collat. 14, c . 4) el abad cosas semejantes, no elude por eso el
Nestéros (1), hablando de la diversidad -grado de sumisión y de obediencia, que
de las órdenes religiosas, dice: « los unos c o m p e t e á los religiosos.
» eligen el cuidado de los enfermos; otros, A l 2.° que, así c o m o se instituyen al-
»intercediendo por los desgraciados y gunas religiones para la guerra, no para
» oprimidos, ó aplicándose ala enseñanza que peleen por propia autoridad, sino
» ó á dar limosnas á los p o b r e s , se han bajo la de los príncipes ó de la Iglesia, á
quienes compete por oficio, c o m o va di-
(1) Véase la nota 1 de la página 1 4 3 / c h o ( a . 3, a l 4.° ) ; a s í t a m b i é n se institu-
CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O S IV Y V . 147

yen religiones para predicar y oir las de él á todas las ciudades y lugares, á
confesiones, no por propia autoridad, sino donde había de ir él mismo ; y f u e c o n v e -
por la de los prelados superiores é infe- niente que ademas de los prelados ordi-
riores, á quienes pertenece por su cargo : narios fueran elevados otros á tales car-
y en este concepto ayudar álos prelados gos, á causa de la multitud del pueblo
en tal ministerio es propio de estas ór- fiel y la dificultad de encontrar bastan-
denes religiosas. tes personas para distribuirlas á cada
A l 3.° que no se concede por los pre- pueblo, como también fue necesario se
lados á los tales religiosos el que cada instruyeran órdenes religiosas para la
cual pueda indiferentemente predicar ú guerra, por falta de príncipes seculares
oir l a s confesiones, sino según la dispo- p a r a resistir á los infieles en algunas co-
sición de los que están al frente de tales marcas.
religiones, ó según lo ordenen los prela-
dos de las mismas. ARTÍCULO V . — ¿ n e n e instituirse al-
A l 4.° que el p u e b l o fiel no está obli- gún orden religioso para estudiar (2).
gado por débito de derecho á suministrar
los gastos sino á los prelados ordinarios, l.° Parece que no d e b e instituirse or-
que reciben por esta causa los diezmos den alguno religioso, para dedicarse al
y ofrendas de los fieles y otras rentas estudio : porque se dice (Ps. 70, 16),
eclesiásticas. M a s , si algunos quieren porque no conocí la literatura, me inter-
prestar gratuitamente á los fieles estos naré en las obras del poder del Señor,
servicios, sin exigir de ellos imperiosa- es decir, en la virtud cristiana, según la
m e n t e (1) remuneración alguna; no por Glosa (interl.). P e r o la perfección de la
esto están sobrecargados, porque pue- virtud cristiana parece pertenecer sobre
den acordar voluntariamente una sub- todo á los religiosos. L u e g o n o es propio
vención temporal, á la que, aunque no de los m i s m o s dedicarse al estudio de las
estén obligados por la fuerza del dere- letras.
cho, lo están sin embargo por deuda de 2° L o que es un principio de disen-
caridad; no empero que á ellos de modo sión no compete á los religiosos, quienes
les sea penoso y á los otros exención, se congregan en unidad de la paz. Pero
como se dice ( n Cor. S, 13). Pero, si el estudio es causa de disensión, pues de
no se hallase quienes quisieran h a c e r gra- él h a n salido las diversas aun sectas entre
tuitamente estos servicios, estarían obli- los filósofos ; por lo que dice San Jeró-
gados los prelados ordinarios en caso de nimo (sup. Epist. ad Titum. c. 1, sup.
insuficiencia personal á buscar personas illud, et constituas per civitates): « án-
idóneas al efecto, suministrándoles ellos D tes que por instigación del diablo se
los recursos. i> h i c i e r a n estudios en la religión, y se
A l 5° que en los setenta y dos discí- » dijese á los pueblos, y o sigo la opinión
pulos están representados no solamente » de Pablo, yo la de Apolo, yo la de
los curas párrocos, sino cualesquiera otros » Céfas... ». L u e g o parece que no debe
eclesiásticos d e orden inferior, q u e ayudan instituirse orden religioso para estu-
álos obispos en su ministerio; pues no se diar.
lee que se asignaran algunas parroquias 3.°,La profesión de la religión cris-
determinadas á los setenta y dos discípulos, tiana debe ser diferente de la de los gen-
sino q u e los enviaba de dos en dos delante t i l e s (3); pero entre estos algunos pro-

(1) En uso de su legítimo derecho, que el Apóstol inculca demas documentos pontificios, conciliares é históricos, en su
con su propio ejemplo(I Cor. 9) n o s e alegue ó haga valer sin descabellada pretensión sobre la esclusiva fuente de doctrina
urgente necesidad. en el único manantial de la santa Biblia, condenaron todo
(2) El emperador apóstata Juliano en su implacable odio otro estudio fuera del de su testo literal arbitraria é indivi-
contra los Libros santos prohibió todo estudio literario á la dualmente interpretado á inspiración del divino espíritu,
juventud cristiana con el impío propósito de hacer inaccesible quien según ellos enseña singularmente á cada cual en su in-
el conocimiento de la sagrada Biblia, mandando quemar cuan- terior el verdadero sentido é interpretación del sacro testo.
tos ejemplares pudieran haberse á mano y martirizando á sus Consúltese á este propósito lo espuesto en la nota 2, pág. 916
poseedores ú ocultadores ; los biblistas con miras bien diver- del tomo 1.°, C 117, a. 1 de la 1." Parte.
sas, aunque no menos perturbadoras del orden religioso esta- • (3) « Y d é l a de los seglares» , observa Píicolai pudiera
blecido por el catolicismo así en el dogma como la moral y añadirse en aclaración y nuevo vigor de la segunda premisa;
disciplina según las enseñanzas bíblicas pero legítimamente mas para esto sería preciso espresar en la primera el estado
interpretadas por la tradición y los escritos de los SS. PP. y religioso ó de perfección, toda vez que la religión cristiana,
148 CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTICULO V.

fesaban la filosofía, y aun ahora ciertos » placion los límites de su capacidad, lle-
seglares se dicen profesores de algunas » gan hasta los errores más perversos;
ciencias. .Luego á los religiosos no com- » y , mientras descuidan ser humildemente
pete el estudio de las letras. » discípulos de la v e r d a d , se hacen maes-
Por el contrario, San Jerónimo » tros de errores » ; por cuya razón se
(epist. ad Paulin.) le invita á instruirse dice 2 , 3), pensé en mi corazón
(Eccl.
e n e l e s t a d o m o n á s t i c o , d i c i e n d o : ce a p r e n - apartar mi carne del vino, para trasla-
» damos en la tierra cosas, cuya ciencia dar mi corazón á la sabiduría y evitar la
» nos quede en el cielo », y más ade- necedad. 2. El estudio de las letras es ne-
a

lante : « m e esforzaré por saber con- cesario á los religiosos instituidos para, la
» tigo todo lo que me preguntares». predicación y otros ejercicios análogos;
Conclusion, Conveniente institución por lo cual dice el A p ó s t o l ( T i t . 1, 9) del

de órdenes religiosas consagradas al es- obispo, á cuyo ministerio pertenecen es-

tudio y enseñanza de las ciencias, artes tos actos,que abrace firme la palabra de
y letras. fe, que es según doctrina, para que así
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o pueda exhortar según sana doctrina y
(a. 2) la religion puede ordenarse á la convencer á los que contradicen. Y n o s e
vida activa y á la contemplativa; y entre puede argüir que los apóstoles fueron

las obras de la vida activa son más prin- e n v i a d o s , á predicar, sin haber estudiado

cipales las que se ordenan directamente á las letras ; porque, como dice San Jeró-

la salvación de las a l m a s c o m o el predicar nimo (epist. ad Paulin.), el Espíritu

y o t r a s s e m e j a n t e s . El estudio de las le- S a n t o les inspiraba todo lo que los de-

tras compete pues á los religiosos por tres mas adquieren ordinariamente por el ejer-

razones: 1. e n c u a n t o á l o q u e e s p r o -
a
cicio y diaria meditación de la ley de

pio de la vida contemplativa, á la que Dios. 3 . El estudio literario conviene á


a

ayuda el estudio literario de dos modos: la religión e n c u a n t o á l o q u e e s c o m ú n


1.° directamente, coadyuvando á la con- á toda religión , puesto que sirve para
templación, esto e s , iluminando el enten- evitar la lascivia de la carne ; y p o r e s t e
dimiento ; pues la vida contemplativa, motivo San J e r ó n i m o dice al m o n j e R ú s -

de que ahora hablamos, se ordena prin- tico : « a m a la ciencia de las Escrituras,

cipalmente á la consideración de las co- » y no amarás los vicios de la carne »:

sas divinas, según lo demostrado ( C . porque aparta el ánimo de los pensa-

180, a . 4), en la que es dirigido el hom- mientos lascivos, y por el trabajo del es-

bre por el estudio á considerar lo divino; tudio castiga la carne, según aquello

por lo cual se dice en alabanza del varón ( E c c l i . 3 1 , 1 ) , desvelo de la honestidad

justo (Ps. 1, 2) que en la ley del Señor para repodrir las carnes ; s i r v e t a m b i é n
meditará dia y noche, y ( E c c l i . 39, 1), para quitar el deseo de las riquezas, por

la sabiduría de los antiguos indagará, el lo cual se dice 7, 8), juzgué que las
(Sap.

sabio, y se empleará en los profetas ; 2." riquezas nada son en comparación á ella,
ayuda indirectamente e l e s t u d i o d e l a s y ( i M a c h a b . 12, 9 ) , y nosotros no te-

letras á la vida contemplativa, remo- níamos necesidad de nada de esto, e s d e -


viendo los peligros de la contemplación, c i r , d e a u x i l i o s e s t e r i o r e s , teniendo para

esto es, los errores, que frecuentemente nuestro consuelo los Santos libros, que
ocurren en la contemplación de lo di- están ¿7i nuestras manos. E s ú t i l a d e m a s
vino á los que desconocen las Escritu- para documento de obediencia (1), se-

ras, como se lee en las conferencias de gún lo que dice San Agustín (lib. D e

los Padres (collat. 10, c . 3) que el A b a d operib. monach. c. 7) : « ¿ qué desarre-

Serapion cayó por candidez en el error » glo es ese de no querer atenerse á la

de los antropomorfitas, es decir, de los que » lectura, queriendo darse á ella?» Y así

creen que Dios tenía forma humana. Así e s e v i d e n t e q u e puede instituirse conve-
dice San Gregorio (Moral. 1. 6, c. 17) nientemente alguna religión para el estu-
que «algunos, traspasando en la contem- dio de las letras.

de cuya profesión se habla en ella en general, incluye no me- dones, que de esta virtud ofrecen de continuo los buenos
nos á los seglares que a los religiosos. libros.
(1) Por los numerosos cuanto edificantes ejemplos y galar-
C U E S T I Ó N CLXXXVI1I. — A R T Í C U L O S V Y VI. 149

Al argumento 1.° diremos, que la porque se dice (Extrav. De regularib.


Glosa espone aquello refiriéndose á la le- et transeunt. ad relig. cap. Licet, ex
tra de la antigua ley, de la que dice el Inocentio I I I ) : « así como el bien ma-
Apóstol ( n Cor. 3 , 6), la letra mata: » yor se antepone al menor, así la utili-
así que el no conocer la literatura es no » dad común es preferida á la particular;
aprobar literalmente la circuncisión, y » y en este caso se antepone rectamente
las demás observancias carnales. » la enseñanza al silencio, la solicitud á
Al 2.° que el estudio se ordena á la » la contemplación y el trabajo alreposo».
ciencia, la cual sin caridad infla, y por Siendo pues mejor la religión que se or-
consiguiente produce disensiones, según dena al mayor bien, parece por consi-
aquello (Prov. 13, 10), entre los sober- guiente que las religiones que se ordenan
bios siempre hay contiendas ; pero con á la vida activa son preferibles á las que
caridad edifica y produce la concordia, se ordenan á la vida contemplativa.
por lo cual (i Cor. 1 , 5 ) , como el Após- 2.° Toda religión se ordena á la per-
tol dijese, habéis sido enriquecidos en fección de la caridad, como se ha demos-
toda palabra y en toda ciencia, añade trado (a. 1 y 2). Pero sobre aquello
luego, digáis todos una misma cosa, y no (Hebr. 12), nondum usque ad sanguinem
haya cismas entre vosotros. San Jeró- restitistis, dice la Glosa (Aug. serm. 17
nimo no habla allí de los estudios de las De verb. Apost. c. 1), «ningún amor
letras, sino de los de las disputas, que » más perfecto en esta vida que aquel, á
entraron en la religión cristiana por los » que llegaron los santos mártires, quie-
herejes y los cismáticos. » nes combatieron contra el pecado hasta
Al 3.° que los filósofos se dedicaban » dar la sangre »; y combatir hasta der-
á los estudios de las letras en cuanto á ramar sangre compete á las órdenes re-
las enseñanzas seglares, pero á los reli- ligiosas, que se ordenan á la milicia, y
giosos compete principalmente dedicarse sin embargo pertenecen á la vida activa.
al estudio de las letras pertenecientes á Luego parece que tales órdenes sean las
la enseñanza, que es según la piedad, mejores.
como se dice (Tit. 1) ; y no les pertenece 3.° Tanto más parece ser perfecta al-
aplicarse á otras doctrinas, sino en cuan- guna religión, cuanto más estrecha es;
to se ordenan á la ciencia sagrada, puesto y nada impide que algunas órdenes re-
que su vida está consagrada totalmente ligiosas dedicadas á la vida activa sean
al servicio de Dios. Por lo cual dice San más rígidas en sus observancias, que lo
Agustín (in fine Músicas): « la opinión, son las que se ordenan á la vida contem-
» que tenemos, de que no debe descuidar- plativa. Luego son mejores.
B se á los que seducen los herejes por Por el contrario, dice el Señor (Luc.
» falaces promesas de ciencia y de razón, 10, 42) que la mejor parte es la de Ma-
» nos hace proceder con más pausa en la ría, por la cual se significa la vida con-
B consideración de esos mismos pasos ; lo templativa.
í que sin embargo no osaríamos hacer, Conclusión. En la designación de la
B si por la necesidad misma de refutar á gradual preeminencia de las religiones
B los herejes no viéramos haberlo hecho respectivamente dedicadasá la enseñanza
B muchos piadosos hijos de la Iglesia ca- y predicación, á la contemplación y á las
»tólica, óptima madre». operaciones esteriores puede atenderse ó
al mayor mérito é importancia del acto
ARTÍCULO VI. — ¿ i r r e l i g i ó n , que »© en un mismo género, ó al mayor número
entrega á la vida contemplativa , es superior de actos, ó á los estatutos más ó menos
"i la que s e ocupa en obras tic la vida acti- conducentes á la consecución del fin pro-
vo?^) 1
puesto.
Responderemos, que según lo dicho
1.° Parece que la religión dedicada á (a. 1) la diferencia de una orden religiosa
la vida contemplativa no es mejor que la respecto de otra se considera principal-
que se ocupa en obras de la vida activa: mente porparte del fin y secundariamente
(1J Según la mente del esclarecido Autor ocupan el primer segundo las que se ejercitan en la contemplación y el tercero
lugar ó grado las destinadas á la predicación y enseñanza, el las que se dedican á obras esternas de la vida activa.
150 CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULO VI.

según el ejercicio (1) : y , puesto que superior las que se ordenanálaenseñanz a


no se p u e d e decir algo superior á otra y predicación, q u e s o n t a m b i é n l a s m á s
cosa sino en razón de la diferencia que próximas á la perfección de los obispos;

hay entre ellos, por esto la escelencia de así c o m o en las demás cosas « los fines

una orden religiosa respecto de otra se » de las primeras están unidos á los prin-

considera principalmente según su fin y <£ c i p i o s de las s e g u n d a s », según dice

secundariamente s e g ú n el ejercicio. M a s San Dionisio (De d i v . n o m . c . 7, l e c t . 4);

u n a y otra comparación se consideran bajo el segundo grado pertenece á las que se


aspectos diferentes : porque la compara- ordenan á la contemplación ; y el tercero
ción, q u e se h a c e s e g ú n el fin, es absoluta, es el de las que se ocupan en las acciones
puesto que el fin se b u s c a por sí mismo; esteriores. En cada uno de estos grados
al paso que la que tiene lugar según el puede considerarse la preeminencia , se-
ejercicio es respectiva, porque este no gún que una se ordena á un acto más ele-
sé b u s c a por sí m i s m o sino por c a u s a del vado en el mismo género, c o m o e n t r e l a s
fin; y por eso es preferida á otra aquella obras de la vida activa es más impor-

religión, que se ordena á fin mejor en tante redimir cautivos que dar hospitali-

absoluto, ya porque es m a y o r bien ó por- dad, y en las de la vida contemplativa

que se ordena á m a y o r número de bienes. lo es m á s la oración Pue- que la lectura.

Pero, si e l fin es el m i s m o , se considera de también considerarse lapreeminencia.


secundariamente la preeminencia de la si una de ellas se ordena á mayor numero
religión, no según la cantidad del ejer- de actos que otra, ó según que tiene esta-
cicio, sino según su proporción con el tutos más convenientes para conseguir el
fin intentado. A s í que en las conferencias fin propuesto.
de los Padres ( c o l l a t . 2, c . 2) se recuerda A l argumento 1.° diremos, que aquella
el parecer de San Antonio, que prefirió Decretal habla de la vida a c t i v a , según
á los ayunos y á las vigilias y á todas las que se ordena á la salvación de las
observancias de esta naturaleza la dis- almas (3).
creción, por la que alguno modera todas A l 2.° que las religiones, que se insti-
las cosas. P o r consiguiente debe decirse t u y e n para la milicia, se ordenan m á s di-
que la obra de la vida activa es de dos rectamente al derramamiento de la san-
clases : una que se deriva de la plenitud gre de los enemigos que á la suya, lo
de la contemplación, como la enseñanza cual compete propiamente á los mártires.
y la predicación; por lo que S a n Grego- N a d a impide por otra parte que estos re-
rio (sup. Ezech. hom. 5) dice que de los - ligiosos consigan en algún caso el mérito
varones perfectos, que vuelven de su del martirio, siendo en este concepto pre-
contemplación, se dice (Ps. 144, 7), feridos á otros r e l i g i o s o s (4), como tam-
traerán á la memoria (2) tu suavidad. bién las obras activas son preferidas á
Y esto es preferible á la simple contem- veces en algún caso á la contemplación.
plación ; pues, así como es m a y o r cosa A l 3.° que la rigidez (5) de las ob-
iluminar que lucir solamente, así tam- servancias no es lo que se recomienda
bién mayor cosa es transmitir á otros las principalmente en la religión, como dice
cosas contempladas que limitarse á con- San Antonio (Collat. Patrum, collat. 2,
templarlas. H a y otras obras de la vida c . 2, y c. 3 y 4), y según estas palabras
activa, que consisten esclusivamente en ( I s . 58, 5) ¿el ayuno, que yo escogí, con-
las ocupaciones esteriores, como dar li- siste acaso en que un hombre aflija su
mosnas y hospitalidad y semejantes, que alma por un dia ? S i n e m b a r g o a c é p t a s e
son inferiores á la obra de la contempla- en las órdenes religiosas para mortifica-
ción, á no ser en caso de necesidad, como ción de la carne ; « la q u e , si se h a c e in-
resulta de lo e s p u e s t o ( C . 1 8 2 , a . 1). Así » discretamente, lleva consigo el peligro
pues entre las religiones ocupan el rango B de desmayar», c o m o dice S a n Antonio.

(1) Práctica ó ejecución de las observancias prescritas, para (4) Cual sucedería en el de peligrar en la Iglesia la fe ó la
lograr su peculiar fin ú objeto. libertad, pues entonces sería preferible y más meritorio luchar
(2) E n la Vulgata se halla intercalada la abundancia de... y batirse con riesgo de la vida en pro de sus derechos que
(3) Refiriéndose peculiarmente al cargo episcopal, aunque contemplar ó predicar.
con ocasión de la vida religiosa ó monástica, según el testo (5) Arcliludo en lodos los manuscritos y la generalidad de
de la Decretal aducida en el argumento, las ediciones contestes, aunque en alguna se lee altitudo.
CUESTIÓN C L X X X V H I . — A R T Í C U L O S VI Y VII. 151

Así pues no es mejor el orden religioso, en cierto modo á cada uno de los que
porque tenga observancias más austeras, viven en la comunidad; por lo cual San
sino porque sus reglas están más discre- Jerónimo en su carta al obispo Helio-
tamente ordenadas al fin del mismo : doro (2) dice hablando de algunos : «son
como para la continencia se mortifica » más ricos siendo monjes que cuando
más eficazmente la carne por la absti- » eran seglares; poseen riquezas bajo la
nencia de la comida y bebida, que perte- » enseñanza de Cristo pobre, que no tu-
necen al tambre y á la sed, que por la » vieron bajo el imperio del demonio ri-
privación de los vestidos, que pertenece » co ; la Iglesia estima ricos á los que
al frió y á la desnudez, y que por el tra- )) fueron antes en el mundo mendigos».
bajo corporal. Pero el que uno posea riquezas propias
destruye la perfección religiosa. Luego
ARTÍCULO V I I . — i E I tener algo e n
también es contrario á esta perfección el
común disminuye l a perfección de l a reli-
que se tenga algo en común.
gión ?(1)
4.° San Gregorio (Dialog. 1. 3, c. 9)
1.° Parece que el tener algo en común refiere de cierto santísimo varón llamado
disminuye la perfección de una religión: Isaac que, « habiéndole rogado humilde-
porque dice el Señor (Mattli. 19, 21), si » mente sus discípulos que aceptase las
quieres ser perfecto, vé y vende cuanto »tierras que le ofrecían para las necesi-
tienes y dalo á los pobres ; de lo cual se » dades del monasterio, é l , guarda solí-
infiere que el carecer de las riquezas del » cito de su pobreza, sostuvo su opinión,
mundo pertenece á la perfección de la » diciendo: el monje, que busca en la
vida cristiana. Pero los que tienen algo » tierra posesiones, no es monje »; lo que
en común no carecen de las riquezas se entiende de las propiedades comunes,
mundanas. Luego parece queno alcanzan que le ofrecían para las necesidades del
por completo la perfección de la vida monasterio. Luego parece que el tener
cristiana. algo en común destruye la perfección de
2.° Pertenece á la perfección de los la religión.
consejos que el hombre esté libre de los 5.° El Señor enseñando la perfección
cuidados mundanos; por lo cual el Após- de la religión á sus discípulos (Matth.
tol, al aconsejar la virginidad, dijo (i Cor. 10, 9) dice : no poseáis oro ni plata en
7, 3 2 ) , quiero que viváis sin inquietud. vuestras fajas, no alforja para el camino;
Pero al cuidado de la presente vida per- por lo que, como dice San Jerónimo,
tenece que algunos se reserven algo para «condena á los filósofos vulgarmente
el futuro, cuya solicitud prohibe el Se- »llamados bactroperates (3), que como
ñor á sus discípulos (Matth. 6, 34) dicien- »despreciadores del siglo, y teniendo
do, no andéis cuidadosos por el dia de » todas las cosas por nada, llevaban con-
mañana. Luego parece que tener algo en » sigo las provisiones». Luego parece que
común disminuye la perfección de la vida guardar algo, ya sea como propio ya en
cristiana. común, disminuye la perfección de la re-
3.° Las riquezas comunes pertenecen ligión.

(1) « La posesión de bienes en común disminuye la perfec- radoras protestas de inicuo despojo ante los cientos de milla-
» cion d é l a pobreza evangélica» según la herética doctrina res de fincas inhumanamente confiscadas á los contribuyentes
de los begardos ó fratrieelos, pues « Cristo y susapóstoles nada para la exacción de impuestos exorbitantes é indefinidamente
» poseyeron en común ni pudieron estos poseer sin menoscabo crecientes, después de verse privados del antiguo recurso do
» de su perfección y sin pecado» : errores terminantemente pastos, leñas y demás productos de los llamados bienes de
condenados por los papas San Clemente mártir y San Urbano, propios y comunes de las municipalidades, á quienes la fuerza
Clemente VI, Inocencio VI y Urbano V (en cuya época fueron irresistible de la lógica ha hecho y a llegar su turno espropia-
anatematizados y entregados al fuego sus fautores) y por dor, como irá tocando á la propiedad particular de los mismos
Juan XXII en sus bulas Cüm inter nonmillos., Quia quorumdam espoliadores de h o y en sí ó en sus herederos no muy remotos,
y Sánela Romana. El Concilio de Trento declara á las comuni- dada y no atajada la marcha progresiva de propaganda teó-
dades religiosas hábiles para poseer en común toda clase de rica y práctica de tales doctrinas radicalmente niveladoras y
bienes muebles é inmuebles sin detrimento de la perfección socialistas.'
de su estado, que bien al contrario se propone conservar y (2) Consta también en su epist. 1 fie laude viles solitarios, 2 á
promover. No así piensan ni obran los leguleyos y políticos Nepociano De vita elcricorum y 3 fie marte Nepotiani.
gobernantes de los pueblos en su actual autonómica soberanía (3) « Portadores de cayado y alforja», dictado.con que se
con sus igualadoras teorías de desamortización y destrucción de designaba á los filósofos cínicos despreciadores del mundo ; y
toda propiedad colectiva; cuyos resultados de aplicación prác- no bactroperitas (poco instruidos), cual se v e en alguna edición
tica lamentan estos entre siniestros gritos de despecho y ater- no de las más aceptables entre las antiguas.
152 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O VII.

Por el contrario, dice San Próspero entre espinas este es el que oye la palabra
( D e vita contempl. 1. 2, ' c . 9) y consta de Dios, pero los cuidados de este siglo
( x n q. 1, c.Expedit): «bastante se m u e s - y el engaño de las riquezas ahogan la pa-
B t r a (1) que se debe despreciar todo lo labra ; 2° e l a m o r d e l a s r i q u e z a s , q u e
» que es propio, para ser perfecto, y que se a u m e n t a con la posesión de ellas ; por
» sin m e n o s c a b o de la perfección se pue- lo cual dice San Jerónimo (sup. Matth.
» den poseer los bienes de la Iglesia, que c. 19, sup. illud, facilius est camelum)
B son ciertamente bienes comunes ». que , « puesto que las riquezas poseidas
Conclusión. La posesión de bienes ó B difícilmente se desprecian, no dijo el
riquezas en cantidad módica para nece- B Señor q u e es^ i m p o s i b l e que el rico en-
sario sustento [1] no se opone á la per- » tre en el reino de los cielos, sino difícil));
fección de la vida cristiana; sí empero [2] 3.° la vanagloria ó vanidad, que de ellas
la propiedad; siendo la superabundan- nace, según aquello ( P s . 48, 7), los que
cia [3] aun en común impedimento no confían en su poder y se glorían en la
totalmente esclusivo ; mas no así la con- muchedumbre de sus riquezas. E l p r i -
grua suficiencia [ 4 ] , considerada la po- mero pues de estos tres inconvenientes
breza relativamente al fin común de las no puede separarse por completo de las
religiones de vacar al. servicio divino. riquezas, ya sean grandes ó pequeñas;
Compete pues la abundancia [5] á las porque es necesario que el hombre se
religiones de vida activa en socorro de los cuide con alguna solicitud de la adquisi-
pobres, moderada á la contemplativa y ción ó conservación de las cosas esterio-
suficientemente parca á las que transmi- res. Pero, si l a s cosas esteriores no son
ten á otros lo contemplado; y es confor- buscadas, ó no se poseen sino en peque-
me á la perfección [6] según el ejemplo ña cantidad, cuanto bastan para el sim-
de Cristo y sus apóstoles conservar di- ple sustento; tal solicitud no es un.gran
nero y cualesquiera otros bienes en co- impedimento para el h o m b r e , por lo que
mún para el sustento de los religiosos y tampoco repugna á la perfección de la
los pobres. vida cristiana: pues no toda solicitud

Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o está prohibida por el S e ñ o r , sino la esce-

( C . 184 , a . 3 ; y C . 185, a . 6, a l 1.°) l a siva y dañosa; por lo que sobre aquello

perfección no consiste esencialmente en (Math. 6) , ríe solliciti sitis animal ve-


la pobreza, sino en seguir á Cristo, se- strce , quid manducetis..., d i c e S a u A g u s -
gún estas palabras de San Jerónimo so- tín ( D e serm. D o m i in monte, 1. 2. im-

bre San M a t e o (cap. 19, sup. illud, et p l i c . c. 16, y más espresamente D e op.

secuti sumus te); «puesto que no basta monach. c . 26): « no dice esto, de modo

B abandonar todas las cosas, añade San B que no se procuren estas cosas, en cuanto

B Pedro lo perfecto, es á saber, secuti B son de necesidad; sino para que no se

B sumus tet>: l a pobreza es empero como B atiendan demasiado y se haga por

instrumento ó ejercicio para llegar á la B ellas lo que está mandado hacer en la

perfección; y así en las conferencias de B predicación del E v a n g e l i o B. M a s la

l o s P a d r e s ( c o l l a t . 1, c . 7) el abad Moisés posesión abundante de las riquezas causa

d i c e : <c l o s a y u n o s , l a s v i g i l i a s , l a medi- mayor solicitud, la que distrae m u c h o el

B tacion de las Escrituras, la desnudez y ánimo del hombre, y le impide entregarse

» la privación de todos los bienes no son totalmente al servicio de Dios. L o s otros

B laperfeccion, sino instrumentos de ella»: dos inconvenientes, el a m o r de las rique-

y la privación de todos los bienes, ó sea zas y el engreimiento y vanagloria sobre

la pobreza, es instrumento de la perfec- ellas, no son efecto sino de una fortuna

ción, en cuanto por el apartamiento de considerable. H a y sin embargo una di-

las riquezas se quitan ciertos obstáculos ferencia en esto, según que se posean

á la caridad, que son tres principalmen- como propias ó en común muchas ó po-

te : 1.° la solicitud que llevan consigo cas riquezas: porque la solicitud, que se

las riquezas; por lo cual dice el Señor tiene por las riquezas propias, pertenece

(Matth. 13, 22), y el que fue sembrado al amor privado, por el que uno se ama

(i) Con el ejemplo de San Paulino, quien, habiendo v e n - su propiedad, no dejó ya obispo de aceptar y conservar los de
dido y distribuido entre los pobres cuantiosos bieneB raíces de su iglesia con fidelísima cuanto celosa administración.
C U E S T I Ó N C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O vil. 153

temporalmente; mientras que la solici- pobreza de las cosas temporales; y l a s o -


tud , que se tiene sobre las cosas comu- licitud de estas es u n obstáculo de tanta
nes, pertenece al amor de la caridad, que más importancia para la religión, cuanta
no busca las cosas, que son suyas, sino mayor es la que se requiere para las es-
que se aplica al interés general. Y , puesto pirituales. E s evidente que el orden reli-
que el religioso se consagra á la perfec- gioso instituido para la contemplación, y
ción de la caridad, que tiene su comple- para transmitir á otros las cosas con-
mento en el amor de Dios basta el des- templadas por la enseñanza ó la predica-
precio de poseer algo propio
sí propio, ción, requiere mayor solicitud acerca de
repugna á la perfección religiosa; p e r o las cosas espirituales, que el que se ha
la solicitud, que se tiene sobre los bienes instituido solamente para la contem-
comunes, puede pertenecer á la caridad; plación. P o r lo que á tal orden religioso
aunque también puede ser u n obstáculo cuadra tal pobreza, que produzca menos
á un acto de caridad más elevado, v. g. inquietud; y lo que produce menos in-
al de la contemplación divina, ó de la quietud es conservar las cosas necesarias
instrucción de los prójimos. D e lo dicho para uso de los hombres, procuradas en
se infiere que poseer abundantes riquezas tiempo opurtuno; por lo cual es conve-
en común, y a c o n s i s t a n e n c o s a s m u e - niente que haya tres grados de pobreza
b l e s y a e n i n m u e b l e s , es un obstáculo á correspondientes á los tres grados de ór-
la perfección, aunque no la escluya to- denes religiosas, que hemos distinguido:
talmente; mas el poseer en común bienes p o r q u e á aquellas religiones, que tienen
esteriores, y a s e a n m u e b l e s y a i n m u e - por objeto las acciones corporales de la
b l e s , cuanto basten para el sustento ne- vida activa, compete poseer en abundan-
cesario, no impide la perfección de la cia riquezas comunes; á las que se orde-
religión, considerada la pobreza relati- nan á la contemplación les compete más
vamente al fin común de las órdenes re- bien poseer algunos bienes moderadamen-
ligiosas, que consiste en servir á Dios. te, á menos que tales religiosos no estén
M a s , si se considera por comparación obligados por sí ó por otros á dar hospi-
á los fines especiales de las religiones; talidad ó 'socorrer á los pobres; y á las
en este sentido, presupuesto tal fin, la que se ordenan á transmitir á otros las co-
pobreza mayor ó menor se acomoda al sas contempladas conviene que su vida
orden religioso, y tanto más perfecta será esté completamente exenta de cuidados
cada orden religiosa según la pobreza, esteriores , l o c u a l s e r e a l i z a conservando
cuanto tiene una pobreza más proporcio- las cosas necesarias á la vida y adquiri-
nada á su fin : porque es evidente que el das en tiempo oportuno. E s t o e s l o q u e e l
hombre necesita mayor abundancia de Señor institutor de la pobreza nos en-
cosas esteriores para las obras esteriores señó con su ejemplo, pues tenía á Judas
y corporales de la vida activa, y pocas encargado de la bolsa, en que se guarda-
para la de la contemplación. Por lo cual ban las ofrendas que se le hacían, como
dice el Filósofo (Ethic. 1. 10, c . 8) que consta (Joan. 12). N o se opone á esto
« para las acciones son necesarias mu- lo que San Jerónimo dice (sup. Matth.
» chas cosas, y cuanto las acciones son Comment. ad cap. 17), que, « si alguien
»mayores ó mejores, muchas más; en » quiere objetar, porqué Judas llevaba
» tanto que los que se entregan á la con- » el dinero en la bolsa, responderemos
»templacibn ninguna necesidad tienen B que porque tenía por un crimen con-
» de todas ellas para este objeto, sino las B vertir en su uso propio las cosas de
» precisas, pues las demás les sirven más B los pobres, esto es, pagando (de ellas)
» bien de obstáculo». E s pues ya noto- » el tributo; puesto que entre aquellos
r i o q u e la orden religiosa dedicada á las » pobres se encontraban principalmente
acciones- corporales de la vida activa, » sus discípulos, para cuyas necesidades
v. g. á la milicia ó á dar hospitalidad, » se gastaba el dinero de Cristo». E n
sería imperfecta, si careciese de riquezas efecto: dice San Juan ( J o a n . 4, 8) que
comunes; mas las que se ordenan á la sus discípulos habían ido á la ciudad á
vida contemplativa son tanto más perfec- comprar de comer; y ( J o a n . 13, 29) q u e
tas, cuanto menor cuidado les impone su l o s d i s c í p u l o s pensaban que, porque Judas
1U CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O VII.

traía la bolsa, le había dicho Jesús: com- » todos sus bienes que, no queriendo re-
pra lo que habernos menester para el dia » servarse ni aun el alimento de un dia ni
de la fiesta, ó que diese algo á los pobres. » un solo denario y obrando á este tenor,
D e lo cual se infiere que guardar el di- » repentinamente han sido alucinados,
nero ó cualesquiera otras cosas comunes » hasta el punto de que no han podido
para el sustento de los religiosos - de la » llevar á debido término la obra comen-
misma congregación ó cualesquiera otros zada»: y, como dice San Agustín (lib.
pobres es conforme á la perfección, que De oper. mouach. c. 23), si estas pala-
Cristo nos enseñó con su ejemplo. Pero bras del Señor, nolite solliciti esse in
también los discípulos después de la re- crastinum, se entienden de tal suerte
surrección , de quienes toda religión tomó que nada se guarde para el dia siguiente,
su origen, conservaban el precio de las eso se hará impracticable para los que
heredades y lo distribuían á cada uno se- están alejados durante algún tiempo de
gún su necesidad. la vista de los hombres, viviendo entre-
A l argumento 1.° diremos, que según gados profundamente á la oración; y des-
lo espuesto (C. 184, a. 3, y al 1.°) de pués añade : «¿acaso son tanto más san-
aquellas palabras del S e ñ o r n o s e entiende » tos, cuanto difieren más de las aves? »
que la misma pobreza sea la perfección, y ademas (cap. 2 4 ) : « porque, si se les
sino instrumento de la perfección; y, como » insta según -el Evangelio á no conservar
se ha demostrado (C. 186, a. 8), es el » cosa alguna para el dia de mañana,
mínimo entre los tres principales instru- » respionden con muchísima razón ¿ por-
mentos de la perfección ; porque el voto » qué pues el Señor mismo tenía una
de la continencia es superior al voto de » bolsa para guardar el dinero recogido?
la pobreza y el de obediencia á uno y otro. )) ¿porqué, cuando amenazaba el hambre,
M a s , puesto que el instrumento no se » fue enviado trigo con anticipación á los
busca p o r sí sino por causa del fin (1); » santos Padres? ¿porqué los apóstoles
no tanto algo se h a c e mejor cuanto ma- » procuraron lo necesario, para socorrer
y o r es el i n s t r u m e n t o , sino en cuanto es » la indigencia de los santos?» Luego lo
más adecuado al fin: como el m é d i c o no que se dice, nolite solliciti esse in crasti-
sana tanto más, cuanto da mayor medi- num, significa según San Jerónimo que
cina, sino cuanto esta es m á s adecuada « nos basta pensar en el tiempo presente,
á la enfermedad. Así pues no es menes- » y dejemos á Dios las cosas futuras, que
ter que un orden religioso sea más per- » son inciertas, según San Crisóstomo
fecto, por cuanto tiene mayor pobreza, (hom. 16 in opere imperf.) (2) : «basta
sino en cuanto esta es m á s proporcionada » el trabajo que sufres por las cosas ne-
al fin común y especial. Y , si se conce- » cesarías, no quieras trabajar inútilmente
diese que el esceso de la pobreza hiciera » por las supérfluas »; y según San Agus-
m á s perfecto un orden religioso, en cuanto tín (De serm. Dom. in monte, 1. 2 , c. 17),
es más pobre, no lo haría sin embargo « cuando obramos algo bueno, no pense-
más perfecto en absoluto; porque pudiera » mos en las cosas temporales, que se sig-
suceder que otra lo escediese en las cosas » nifican por el dia de mañana, sino en
pertenecientes á la continencia y obe- » las eternas ».
diencia ; y en tal caso sería m á s perfecto Al 3.° que aquellas palabras de San
en absoluto, puesto que lo que escede en Jerónimo tienen su aplicación, cuando
las cosas mejores, es mejor en absoluto, hay abundancia de riquezas, que se po-
A l 2.° que por lo que dice el Señor seen como propias, ó por cuyo abuso se
(Matth. 6, 34), nolite solliciti esse in enorgullecen y se entregan á la molicie
crastinum, n o s e e n t i e n d e q u e n o d e b a aun los individuos de la comunidad; mas
reservarse cosa alguna para lo futuro; no ha lugar, cuando las riquezas son
pues- esto sería peligroso, como lo de- moderadas y se conservan en común para
muestra San Antonio (in collat. Patrum, solo el sustento de la vida necesario á
collat. 2, c. 2) diciendo «haber visto á cada cual : pues la misma razón hay para
» a l g u n o s tan aferrados en el a b a n d o n o de que cada uno use de las cosas necesarias á
(1) Aristóteles [Departtbut mtmalium, 1.1, c. S; y Eí/iic. 1.3, (2) Que ya elejamos repetido no era obra s u y a ; pero algo
e.íúS). semejante insinúa en su propia homilía 23.
CUESTIÓN CLXXXVIII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 155

la vida que para conservarlas en común. 3.° Entre los otros votos de un orden
Al 4.° que Isaac rehusaba aceptar las religioso el de obediencia es el más esce-
tierras que le ofrecían, para no acumular lentc, y la humildad es la virtud más
riquezas superfinas, cuyo abuso fuera un acepta á Dios. Pero la obediencia y la
obstáculo á la perfección de la religión; humildad se observan más en sociedad
por lo cual San Gregorio (ibid.) añade: que en la soledad; pues dice San Jeró-
« así él temía perder la seguridad, que le nimo al monje Rústico (epist. 4): « en
» inspiraba su pobreza, como los avaros » la, soledad pronto se desliza la soberbia,
» ricos suelen guardar sus riquezas pere- » duerme á su voluntad y hace lo que
» cederás ». No se lee sin embargo que » quiere » ; y él mismo enseña lo contra-
rehusara recibir algunas cosas necesarias, rio al que vive en sociedad, diciendo :
para conservar el sustento de la vida en « no hagas lo que quieres, come lo que
común. »te se ordene, ten cuanto recibas, somé-
Al 5.° que el Filósofo (Polit. 1. 1, c. » tete á quien no quieras, sirve á tus
5 y 6) dice que el pan y el vino y otras » hermanos, teme al jefe del monasterio
cosas semejantes son riquezas naturales, » como á Dios, ámale como á un padre».
y el dinero riqueza artificial; y de aquí Luego parece que la religión de los que
el que. ciertos filósofos no querían hacer viven en sociedad es más perfecta que la
uso del dinero sino de otras cosas, como de los que hacen vida solitaria.
viviendo conforme á la naturaleza. Y por 4.° Dice el Señor (Luc. 11, 3 3 ) , nin-
esto San Jerónimo (ibid.) por la palabra guno enciende una antorcha, y la pone en
del Señor, que prohibe igualmente-lo uno un lugar escondido, ni debajo de un cele-
y lo otro, demuestra que lo mismo viene mín ; y los que hacen vida solitaria pare-
á ser tener dinero que otras cosas nece- cen estar en lugar escondido, sin prestar
sarias á la vida. Y más, aunque el Señor utilidad alguna á los hombres. Luego pa-
ordenara á los que eran enviados á la rece que su religión no es más perfecta.
predicación que no las llevasen para el 5.° Lo que es conforme á la naturaleza
camino; sin embargo no prohibió guardar- del hombre parece pertenecer á la per-
las en común. Ya hemos indicado de qué fección de la virtud. Pero el hombre es
modo deben entenderse aquellas palabras naturalmente animal sociable, como dice
del Señor CC. 185, a. 6, al 2.»;y l . - 2 . 8 s
el filósofo (Polit. 1.1, c. 2). Luego pa-
C. 108, a. 2, al 3.°). rece que hacer vida solitaria no es más
perfecto que hacer vida social.
ARTÍCULO VIII.— ¿Es m á s perfecta la Por el contrario, dice San Agustín
religión de los que viren en sociedad <iue la de (lib. De oper. monach. c. 23) que « son
lostjue hacen vida solitaria? » más santos los que separados de la vista
» de los hombres á nadie permiten acer-
l.° Parece que es más perfecta la reli- » carse á ellos, aplicados únicamente á
gión de los que viven en sociedad que la » sus fervientes oraciones » (1).
de los que hacen vida solitaria: porque Conclusión. — La vida solitaria debi-
se dice (Eccl. 4 , 9 ) , mejor es que estén damente observada es de suyo más per-
dos juntos que uno solo, porque tienen la fecta que la de los que viven en comuni-
ventaja de su compañía. Parece pues ser dad ; pero peligrosísima, si se toma sin el
más perfecta la religión de los que viven conveniente ejercicio previo, ano suplir-
en sociedad. lo el influjo estraordiñario de la divina
2.° Dícese (Matth. 18, 20), donde es- gracia.
tán dos ó tres congregados en mi nombre, Responderemos, que la soledad, así
allí estoy yo en medio de ellos ; y nada como también la pobreza misma, no es la
puede ser mejor que la compañía de esencia misma de la perfección, sino su
Cristo. Luego parece que vivir en con- instrumento ; por lo cual en las conferen-
gregación es mejor que hacer vida soli- cias de los Padres (collat. 1, c. 7) dice
taria. el abad Moisés que «. se debe seguir la
(1J Hablando al parecer de los que solo por algún tiempo se cable á los que por toda la -vida se entregan solitarios a esos
retiran á la soledad, para entregarse al recogimiento de la mismos ejercicios de perfección.
contemplación, siendo de consiguiente con mayor razón apli-
156 CUESTIÓN C L X X X V I I I . — A R T Í C U L O Vili.

» soledad para la pureza del corazón », » los monasterios soldados, á quienes no


como también los ayunos y otras cosas » espanten los rudos ensayos del desierto,
semejantes. E s evidente empero que la » que hayan dado prueba de su virtud
soledad no es instrumento adecuado á » por l a r g o t i e m p o ». L u e g o , así c o m o lo
la acción, sino á la contemplación, según que es ya perfecto tiene preeminencia
aquello (Os. 2, 14), la llevaré á la sole- sobre lo que sirve de ejercicio para la per-
dad , y la hablaré al corazón. P o r c o n - fección, la vida de los solitarios , si se
así
siguiente no conviene á las órdenes reli- abraza debidamente, aventaja á la vida
giosas dedicadas á obras de la vida activa, social; mas, si se toma tal vida sin un
y a corporales y a espirituales, sino en caso ejercicio preparatorio, es peligrosísima,
por algún tiempo á ejemplo de Cristo, á no ser que se supla por la gracia di-
quien según el Evangelio (Luc. 6, 12) vina l o q u e e n o t r o s s e a d q u i e r e p o r
salió solo al monte á hacer oración, y ejercicio, como se ve en los bienaventu-
pasó toda la noche orando á Dios ; y s í rados San Antonio y San Benito.
compete á las órdenes religiosas, que es- A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e Salomón
tan ordenadas á la c o n t e m p l a c i ó n . D e b e muestra ser mejor que dos estén juntos
empero considerarse que lo que es solita- que u n o solo por el auxilio q u e uno recibe
rio debe ser suficiente per se, y tal es del otro, y a para ayudarse ya para esti-
aquello á q u e n a d a falta para ser perfecto; mularse ó para enardecerse espiritual-
y asila soledad c o m p e t e al contemplativo, mente ; de cuyo auxilio no necesitan ya
queyallegó alo perfecto. E s t o tiene lugar los que han alcanzado la perfección.
d e d o s m o d o s : 1.° por solo el don divino, A l 2.° que se dice (i Joan. 4, 16),
como se ve en San Juan Bautista, que quien permanece en caridad en Dios per-
fue lleno del Espíritu Santo aun desde el manece y Dios en él. L u e g o , a s í c o m o
vientre de su madre ; p o r l o q u e a u n Cristo se halla en medio de los que están
siendo niño estaba en los desiertos, como unidos entre sí por el amor del prójimo,
se dice (Luc. 1); 2.° por el ejercicio del así habita en el c o r a z ó n del que insiste
acto virtuoso, según estas palabras (Hebr. en la contemplación divina por el amor
5, 14), el manjar sólido es de los perfe- de Dios.
ctos, de aquellos que por la costumbre tie- A l 3.° que la obediencia en acto es ne-
nen los sentidas ejercitados para discer- cesaria á los que deben ser dirigidos por
nir el bien y el mal. A l e j e r c i c i o d e e s t o s otros en sus ejercicios, para alcanzar la
actos es a y u d a d o el h o m b r e por la compa- perfección ; pero los que son y a perfectos
ñía de otros de dos m o d o s : 1.° en cuanto son asistidos de u n m o d o suficiente por el
al e n t e n d i m i e n t o , para q u e se i n s t r u y a en Espíritu de Dios, de modo que no nece-
las cosas que d e b e n contemplarse,por lo sitan obedecer en acto á o t r o s , y sin em-
cual dice San Jerónimo (ad Rust. m o - bargo tienen la obediencia en su disposi-
nach. epist. ) , « m e alegro que vivas en ción de ánimo.
» l a sociedad de los santos y que no te A l 4.° que, como dice San Agustin
» instruyas á tí mismo » ; 2.° en cuanto ( D e civ. D e i , 1. 19, c. 19), « á nadie se
al afecto, á fin de que las aficiones ma- » veda el conocimiento de la verdad por
las del hombre sean reprimidas por el » medio del estudio, que es u n laudable
ejemplo y la corrección de otros ; puesto » entretenimiento » ; mas el que alguno
que, como dice San Gregorio (Moral. sea colocado sobre el candelero no le per-
1. 30, s u p i l l u d , cui dedi in solitudine do- tenece á él m i s m o sino á sus superiores :
mum,c. 12), « ¿ q u é a p r o v e c h a l a s o l e - carga q u e , n o siéndonos impuesta, como
» dad del cuerpo, si f a l t a r e la del cora- añade allí el m i s m o D o c t o r , d e b e m o s en-
» zon ? » A s í pues la vida social es ne- tregarnos á la contemplación de la verdad
cesaria para el ejercicio de la perfección, para la que vale m u c h o la soledad». Y sin
mas la soledad competé á los y a perfec- embargo los que h a c e n vida solitaria son
tos ; por lo que dice San Jerónimo al m u y útiles al g é n e r o h u m a n o ; por lo cual
monje Rústico (ibid.) « ¿ vituperamos la dice S a n A g u s t i n (lib. D e morib. Eccl.
» vida solitaria? de ningún m o d o , puesto c . 31), hablando de éstos: « n o c o m e n más
» que la hemos alabado muchas veces; » pan que el que se les lleva de tiempo en
j> p e r o q u e r e m o s v e r salir de la arena de » t i e m p o , no beben sino agua, habitan
CUESTIÓN CLXXXVIII.—ARTÍCULO VIII. 157

» las comarcas más desiertas, gozando de solitario de dos m o d o s : 1.° como no


» la conversación de Dios, á quien se soportando la sociedad h u m a n a por la fe-
»unieron por la pureza de sus pensa- rocidad de su ánimo, y esto es bestial;
» mientos. Parece á muchos que abando- 2.° por consagrarse totalmente á las cosas
» naron las cosas del m u n d o m á s de lo que divinas, lo cual es superior al h o m b r e , y
» debieran ; pero los que tal piensan no por lo que dice el Filósofo ( P o l i t . 1. 1,
» saben cuántos bienes nos aportan en sus c . 2) que « el que n o c o m u n i c a con otros
» oraciones y con el ejemplo de su vida » es u n a bestia ó Dios », es decir, varón
» l o s q u e n o nos dejan ver sus cuerpos ». divino.
A l 5.° que el hombre no puede vivir

CUESTIÓN CLXXXIX.

Ingreso en religion.

1.° Los que no están ejercitados en la observancia de los preceptos deben entraren religion? 2.° Es
licito que algunos se obliguen por voto á entrar en religion ? 8.° Los que se obligan por voto al ingreso
en religion están obligados á cumplirlo ? 4.° Los que hacen voto de entrar en religion están obligados
a permanecer allí perpetuamente? 5." Los niños pueden ser recibidos en la religion? 6."Deben re-
traerse algunos de entrar en religion por atender á sus padres ? 7.° Los curas párrocos ó los arcedianos
pueden pasar à la religion ? 8.° Puede pasarse de un orden religioso á otro ? 9.° Debe alguno inducir
áotros á entrar en religion? 1 0 . Se requiere para el ingreso en religion, grande deliberación con
0

los parientes y amigos ?

ARTÍCULO I . — i t o s que no e s t á n ejer- » mienza por pequeñas cosas, para llegar


citados e n los preceptos deben (1) entrar en » después á las más g r a n d e s ». Pero las
religión ? grandes cosas son los consejos, queperte-
necen á la perfecion de la vida, y las
l.° Parece que no deben entrar en re- menores son los preceptos, que pertene-
ligión sino aquellos, que están ejercitados cen á la justicia común. L u e g o parece
en los preceptos : porque e l S e ñ o r dio el que no deben algunos entrar en religión
consejo de la perfección á un adolescente, para la observancia de los consejos, si
que había dicho haber guardado los pre- antes no se hubiesen ejercitado en los
ceptos desde su j u v e n t u d ; y la vida reli- preceptos.
giosa t o m ó su origen de Cristo. L u e g o 3.° Así c o m o los órdenes sagrados tie-
parece que no deben ser admitidos en un nen cierta escelencia en la Iglesia, así
orden religioso, sino los que se h a n ejer- también el e s t a d o religioso ; y , como es-
citado en los preceptos. cribe San Gregorio á Siagrio obispo de
2.° Dice San Gregorio (sup. Ezech. los Galos (2) ( l i b . 9, Regist. epist. 106,
hom. 15, y Moral. 1. 22, c. 14): «nadie y se halla in Decret. dist. 48, cap. Sicut
»llega de repente á la cúspide, sjno que Neophito), « debe ascenderse (3) orde-
» e n una vida bien ordenada uno co- » nadamente á las órdenes » ; porque de-

flj No en el concepto de estar obligados á ello, sino si es ó laguna en el lugar de esa palabra. Así Nicolai, que justiüca
conveniente ó decoroso que lo hagan, según observa Silvio. y comprueba su rectificación.
(2) No de los anglos, como se lee en algunas ediciones, (3) Ascendendum f y no accedendum, que espresa mucho
contándose entre ellas la áurea, que sin embargo anota al menos) esí, repone el citado comentarista.
margen la variante. En varios manuscritos se halla un vacío
158 CUESTIÓN CLXXX1X. — A R T Í C U L O I.

sea la caida el que trata de elevarse á 5.° De las cosas primeras debe pasarse
la cumbre por entre precipicios, prescin- á las posteriores; y los preceptos son an-
diendo de los graduales senderos ; pues teriores á los consejos, puesto que son
sabemos que las paredes construidas no más comunes, y sus relaciones no son re-
reciben el peso del tejado, sin que haya cíprocas, pues todo el que observa los
desaparecido antes la primera humedad, consejos guarda los preceptos, mas no
para evitar cargando sobre ellas, sin que viceversa. El orden conveniente es el
se hayan afirmado, vengan al suelo con pasar de los primeros á los posteriores.
todo el edificio. Luego parece que no Luego no debe uno pasar á la observan-
deben algunos entrar en religión, si no cia de los consejos en un orden religioso,
están ejercitados en los preceptos. sin estar antes ejercitado en los pre-
4.° Sobre aquello ( P s . 130), sicut ceptos.
ablactatus est supe?' matre sua, dice la Por el contrario: el Señor llamó á la
Glosa (ord.) (1) : ce somos concebidos observancia de los consejos al publicano
»primeramente en el seno de nuestra Mateo, que no se había ejercitado en la
B madre la Iglesia, mientras' se nos ins- de los preceptos; pues se dice (Luc. 5,
)) truye en los rudimentos de la fe ; des- 11) que, dejadas todas las cosas, le siguió.
» pues somos (por decirlo así) alimentados Luego no es necesario que alguno se ejer-
B en su seno, aprovechando en los mis- cite en la observancia de los preceptos,
B mos principios ; luego salimos á la luz, antes de pasar á la perfección de los con-
B cuando somos regenerados por el bau- sejos.
B tismo ; en seguida la Iglesia nos lleva Conclusión. El ingreso en religión es
B como en sus brazos y nos alimenta con conveniente á los ya ejercitados en los
» su leche, formándonos después del bau- preceptos divinos para su mayor perfec-
B tismo en las buenas obras y nutriéndo- ción, y á los que no lo están para evitar
» nos con leche de la pura doctrina á más fácilmente el pecado y hacerse pro-
B medida que creemos ; hasta que ya he- gresivamente perfectos.
B chos mayores dejamos la leche de Responderemos que, según resulta de
» nuestra madre, para acercarnos á la lo dicho (C. 188, a. 1), el estado reli-
J> mesa del padre, esto es, á la pura doc- gioso es cierto ejercicio espiritual, para
B trina, en la que se predica el Verbo he- conseguir la perfección de la caridad; lo
» cho carne, llegar al Verbo', que estaba cual se realiza, en cuanto por las obser-
B Dios en el principio » ; y después añade: vancias de la religión se remueven los
B porque los bautizados el Sábado Santo impedimentos de la caridad perfecta; y
»son conducidos (por decirlo así) en estos son los que implican el afecto del
B brazos de la Iglesia- y alimentados con hombre en lo terrenal, y por la aplicación
B leche hasta el dia de Pentecostés, en del afecto del hombre á las cosas terre-
» cuyo tiempo nada difícil se prescribe, nas, no solo se impide la perfección de la
» no se ayuna, ni hay que levantarse á caridad, sino que también á veces se pier-
» media noche, y después confirmados por de la misma caridad, cuando por una
» el Espíritu Paráclito y como desteta- desordenada conversión á los bienes tem-
B dos comienzan á ayunar y observar porales se aparta el hombre del bien in-
B otras cosas difíciles. Muchos empero conmutable, pecando mortamente. Esto
B trastornaron este orden, como los here- hace evidente que las observancias de un
» jes y los cismáticos, separándose antes orden religioso, así como destruyen los
B de tiempo de la leche, y de aquí su obstáculos de la caridad perfecta, así
B ruina B ; y parece que perturban este también quitan las ocasiones de pecar;
orden los que entran en religión ó indu- como es notorio que el ayuno, las vigilias
cen á entrar á otros, antes que se hayan y la obediencia y otras cosas análogas se
ejercitado en la observancia más fácil de retrae el hombre de los pecados de la gula
los preceptos, y en su consecuencia pa- y de la lujuria y de cualesquiera otros
rece que son herejes ó cismáticos. pecados. Por esto el entrar en religión no
solamente conviene á los que están ejerci-
tados en los preceptos para alcanzar ma-
fi} De Pedro Lombardo.
yor perfección, sino también á los que no
CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULO I. 159

lo están, para que eviten más fácilmente y las rameras os irán delante al reino de
los pecados y lleguen á la perfección. Dios.
Al argumento 1.° diremos, que San A l 2.° que lo sumo y lo ínfimo pueden
Jerónimo dice ( s u p . M a t t h . c. 19, acerca entenderse de tres maneras : 1. a
en el
de estas palabras, lime omnia
servavi); mismo estado y en el mismo hombre, y
«el adolescente miente d i c i e n d o , todas en este sentido es evidente que nadie se
B estas cosas he observado desde mi ju- hace superior repentinamente, porque
» ventud; p o r q u e , s i h u b i e r a c u m p l i d o cada individuo viviendo rectamente pro-
» perfectamente con la obra este precep- gresa durante el curso de su vida, para
B t o , amarás á tu prójimo como á tí mis- llegar al g r a d o m á s e l e v a d o ; 2. a
por com-
%mo, ¿cómo se hubiera retirado triste paración á los diversos estados, y así no
» después, ve y vende cuanto tienes
al oir, es preciso que el que quiere llegar á un
» y dalo á los pobres ? B A h o r a b i e n : d e b e estado superior comience por el menor,
entenderse haber mentido en cuanto á la como no es menester que cualquiera que
perfecta observancia de este precepto; quiere ser clérigo, se ejercite antes en la
por lo cual dice Orígenes (sup. Matth. vida laica; 3. a
en cuanto á diversas per-
tract. 8) que « está escrito en el Evan- sonas, y de este modo es notorio que uno
B gelio s e g ú n los Hebreos que, cuando el comienza inmediatamente, no solo por un
x> S e ñ o r l e hubo dicho, ve y vende lo que estado más elevado, sino aun por el más
» tienes, el rico c o m e n z ó á rascarse la ca- alto grado de santidad, superior al que
Bbeza, y el Señor le dijo: ¿cómo dices otro alcanza en el curso de toda su vida,
» cumplí la ley y los profetas, cuando está A este propósito dice San Gregorio
B escrito en la ley, amarás á tu prójimo (Dialog. 1. 2, c. 1) : «reconozcan todos
» como á tí mismo? H é aquí una multitud B cuál fue la gracia y perfección de vida,
» de hermanos tuyos hijos de Abraham, B por las que comenzó San Benito desde
» que están cubiertos de miseria, m u - B su infancia ».
» riendo de hambre; y tu casa está llena A l 3.° que según lo dicho (implic. C.
»de muchos bienes, y nada absoluta- 184, a. 6) los órdenes sagrados preeli-
í> m e n t e sale de ella para socorrerlos. Así g e n la santidad, al paso que el estado re-
spues el Señor redarguyéndole dice, si ligioso es un ejercicio para alcanzar la
)) quieres ser perfecto, vé...; pues es impo- santidad. P o r consiguiente la carga de las
» sible cumplir el m a n d a m i e n t o que dice, órdenes debe ser impuesta á las paredes
» amarás á tu prójimo como á tí mismo, ya' secas por la santidad, mientras que el
» y ser rico y sobre todo poseer tantas peso de la vida religiosa seca las paredes
» h a c i e n d a s B. Esto debe entenderse del (esto e s , á los hombres) del humor de los
perfecto cumplimiento de este precepto, vicios.
porque imperfectamente y de un modo A l 4.° que, como se ve claramente pol-
general es verdad que había observado las palabras de aquella Glosa, se habla
los p r e c e p t o s (1); puesto que la perfec- principalmente del orden de la doctri-
ción consiste principalmente en la obser- n a (2), según el cual se d e b e pasar de lo
vancia de los preceptos de la caridad, más fácil á lo más difícil. Así, cuando
como se ha demostrado (C. 184, a. 3). dice que «ciertos herejes y cismáticos
Así que, para demostrar al S e ñ o r que la B pervierten este orden B , es evidente por
perfección de los consejos es útil tanto á lo que sigue que se trata del orden de la
los inocentes como á los pecadores, no doctrina, porque continúa: « él dice lo ha
solo llamó al joven inocente, sino tam- B observado (este orden), comprometién-
bién á M a t e o p e c a d o r : si b i e n M a t e o si- B dose en su execración B : así no sola-
guió al q u e le l l a m a b a , pero n o el joven; mente he sido humilde en lo d e m á s , sino
porque más fácilmente se convierten los también en la ciencia, porque pensaba hu-
pecadores á la religión que los que pre- mildemente ; puesto que primero fui nu-
sumen de su inocencia, á los cuales dice trido con l e c h e , que es el V e r b o hecho
el.Señor (Matth. 2 1 , 31), los publícanos carne, para crecer y llegar de este modo

(l) No siendo cierto por lo tanto, como algunos pretenden mientos, como ni que su pregunta ó consulta al Salvador no
í refuta San Juan Crisóstomo (hom. 64 in Maith.), que era si- tenía otro objeto que esplorar su parecer por la respuesta.
mulada ó falsa su aserción de haber observado los manda- L(2) Tanto en el que enseña como en el que aprende.
160 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS I Y II.

al p a n de los ángeles, esto es, al Verbo y así la observancia de los preceptos


que es desde 'el principio en Dios. E l considerada é*n c o m ú n precede por orden
e j e m p l o i n t e r c a l a d o allí, d e q u e á los nue- natural á los consejos; no es sin embargo
vos bautizados no se les ordena ayunar necesario que los preceda según el tiem-
hasta Pentecostés, muestra que no deben po, puesto que una cosa no existe prima-
ser obligados por necesidad á las cosas riamente en el g é n e r o , sin que exista en
difíciles, antes que el Espíritu Santo les alguna de las especies. M a s la observan-
induzca interiormente á ellas, de modo cia de los preceptos sin los consejos se
que acepten voluntariamente las cosas ordena á la observancia de los preceptos
difíciles. A s í aun después de Pentecostés con los consejos, c o m o la especie imper-
y de recibir el Espíritu Santo la Iglesia fecta á la perfecta, como el animal irra-
celebra u n a y u n o . P e r o el E s p í r i t u Santo, cional al racional. Ahora bien : lo per-
como observa San Ambrosio (sup. L u c . fecto es naturalmente anterior á lo imper-
c. 1, sup. illud, et Spiritu Sancto replebi- fecto; porque « l a naturaleza, como dice
tur), «no es sofocado por las edades, no » Boecio (De c o n s o l . 1. 3, p r o s a 10), toma
» se estingue por la m u e r t e , ni es esclui- » principio d e l o p e r f e c t o ». Sin embargo
» do del seno de la madre » ; y San Gre- no es necesario que se observen antes los
gorio ( H o m . Pent. 30 in Evang.) dice: preceptos sin los c o n s e j o s , y después con
«llena al n i ñ o q u e t a ñ e el h a r p a , y forma ellos; como no es necesario que un indi-
x> (de él) un salmista; hinche al joven v i d u o sea asno antes de ser h o m b r e , ó que
» abstinente, y lo hace juez de ancianos »; viva en matrimonio antes de ser virgen.
y después añade : « nada retarda su ac- Asimismo n o es preciso que uno guarde
» cion, para aprender cuanto él quisiere; los preceptos en el siglo, antes de que en-
» porque desde el m o m e n t o , en que toca tre en religión; sobre todo porque la vida
. » su entendimiento, le ilumina ». Y , como del siglo no dispone á la perfección reli-
se dice (Eccl. 8, 8), no está en poder del giosa , sino que m á s bien la impide.
hombre rechazar el Espíritu ; y e l A p ó s -
t o l ( i T h e s s . 5, 19) a c o n s e j a , no apa-
ARTÍCULO I I . — Dclien (l) algunos obli-
guéis el Espíritu ; y ( A c t . 7, 51) s e d i c e garse por voto á entrar e n religión ?
c o n t r a a l g u n o s , vosot?ys resistís siempre i*
al Espíritu Santo. 1.° Parece que no deben obligarse al-
A l 5.° que de los preceptos algunos son gunos por voto á entrar en religión : por-
principales y son como los fines de los que por la profesión se liga alguno con
preceptos y de los consejos, es decir, los el voto de religión. P e r o antes de la pro-
de la caridad, á los que se ordenan los fesión se concede un año de prueba se-
consejos, no de tal m o d o que sin los con- gún la regla de San Benito (cap. 58) y
sejos no pueden cumplirse los preceptos, según el estatuto de Inocencio I I I (cap.
sino para que por medio de los consejos Nullus, D e regularib. et trans.), que
se observen con mayor perfección; y otros también prohibió obligarse antes de com-
son los preceptos secundarios, que se or- pletarse el a ñ o de noviciado, por la pro-
denan á los preceptos de la caridad, como fesión religiosa. L u e g o parece que mu-
que sin ellos no pueden absolutamente cho menos estando todavía en el siglo
ser observados los preceptos de la cari- deban obligarse por voto á entrar en re-
dad. A s í p u e s la perfecta observancia de ligión.
los preceptos de la caridad precede en la 2° S a n G r e g o r i o ( R e g i s t r . 1. 11, epist.
intención á los consejos, pero á veces los 15) dice (Decret. dist. 45, cap. D e ju-
sigue en el concepto del tiempo ; porque daíis) q u e « los judíos deben ser aconse-
tal es el orden del fin respecto de los m e - j a d o s , para que se conviertan, no por
dios, que á él conducen. M a s la observan- » la fuerza, sino por su libre voluntad ».
cia de los preceptos de la Caridad según Pero es de necesidad cumplir lo que se
el m o d o común, é igualmente otros pre- ha prometido por voto. L u e g o no deben
ceptos, son comparados á los consejos, algunos obligarse por voto al ingreso en
como lo común á lo propio; puesto que la religión.
observancia de los preceptos puede tener
(1) En el propio sentido espuesto en la nota 1 de la pá-
lugar sin los consejos, y no al contrario:
gina 157.
CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS II Y III. 161

3.° Nadie debe dar á otro ocasión de A l 2.° que aquella autoridad de S a n
r u i n a , p o r l o c u a l s e d i c e ( E x o d . 21, 33), Gregorio se entiende de la violencia ab-
sv alguno abriese una cisterna..., y cayere soluta ; mas la necesidad, que resulta
en ella buey ó asno, pagará el dueño de la de la obligación del voto, no es absoluta,
cisterna el precio de las bestias ; y , p o r sino necesidad del fin, puesto que des-
haberse obligado algunos por voto á en- pués de h e c h o el voto no se p u e d e alcan-
trar en religión, c a e n frecuentemente en zar el fin de la salud, sino cumpliéndolo:
la desesperación y en diversos pecados. y tal necesidad no debe evitarse ; pues,
L u e g o parece que no deben algunos obli- como dice San Agustín (epist. ad P a u -
garse por voto á entrar en religión. lin. 127 ó 45), « es una feliz necesidad
Por el contrario, se dice ( P s . 75, 12), » la que obliga á lo mejor ».
haced votos y cumplidlos al Señor Dios A l 3.° que hacer voto de ingresar en
vuestro; s o b r e l o c u a l d i c e l a G l o s a religión es cierta confirmación de la vo-
(ord. A u g . ) que « hay votos que son pro- luntad en lo que es mejor ; y por eso en
pios de c a d a u n o , como la castidad, la cuanto tiene de sí, no da ocasión al hom-
» virginidad y otros ». A hacer estos vo- bre de ruina, sino m á s bien le aparta de
tos nos invita la Sagrada Escritura, y ella. M a s el q u e alguno por ser trans-
esta no invita sino á lo que es mejor. gresor del voto se h a g a peor, esto no de-
Luego es mejor que alguno se obligue roga la bondad del voto; como no des-
por voto á entrar en religión. truye la bondad del bautismo el que al-
Conclusión. Es de suyo laudable y gunos pequen más gravemente después
conveniente obligarse por voto á entrar de haberlo recibido.
en religión.
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o ARTÍCULO I I I . — ¿Eiqne seobiigó por
( C . 88, d. 6) al tratarse del voto, una voto á Ingresar e n religión e s t á obligado á
misma obra hecha por voto es más lau- entrar e n e l l a ? (2)
dable que si s e h a c e sin é l ; y a porque el
prometer por voto es acto de religión, 1.° Parece que el que se h a obligado por
que tiene cierta escelencia entre las vir- voto al ingreso en religión no está obli-
tudes ; ya porque por el voto se afirma gado á entrar en ella; porque se dice
la voluntad del hombre para hacer el (Decr. 17, q . 2, cap. 1):. ce e l presbítero

bien : y , así c o m o el p e c a d o es m á s gra- » Gonsaldo, atacado de una enfermedad

ve, procediendo de la voluntad obsti- » y lleno de sufrimientos, prometió hacer-

nada en lo malo, así la obra buena es » se monje ; y sin embargo no entró en

más laudable, por proceder de una vo- » un monasterio ni se presentó al abad,

luntad afirmada en el bien por medio del » ni escribió la p r o m e s a , sino que puso su

voto. Y obligarse por voto al in-


por esto » beneficio en manos de un abogado, y,

greso en religión es en sí laudable. » después que curó, se negó a hacerse


» m o n j e » ; y luego se añade: «juzgamos
A l argumento 1.° diremos, que hay
» y mandamos por nuestra autoridad
dos clases de voto de religión: uno solem-
» apostólica que el referido presbítero
ne, que hace al h o m b r e monje ó hermano
» recobre su beneficio y sus facultades
de otra religión, y se llama profesión, y
á tal voto d e b e preceder un año de prue-
» (altaría) y las retenga pacíficamente»;
l o c u a l n o s u c e d e r í a , si e s t u v i e r a obligado
ba (1), como dice la objeción; y otro
á entrar en religión. L u e g o parece que
es ei v o t o simple, por el que uno no se
n o está obligado a l g u n o á cumplir el voto,
hace monje ó religioso, sino que solo se
por el que se obligó al ingreso en reli-
está obligado á entrar en religión, y á
gión.
tal voto no es necesario que preceda un
año de prueba. 2.° Nadie está obligado á hacer lo que

(1) Estaba prohibida, pero se tenía por válida, la profesión « l o s monjes son libres en salir de sus monasterios y casarse,
hecha ante el legítimo superior regular por sí ó por delegado si quieren », según Lutero ; como asimismo decir con "Wiclef
antes del año completo de noviciado ; hoy empero por dispo- que « los que ingresan en • religión se hacen inhábiles para
sición del Concilio de Trento (ses. 25, c. 15) está declarada « l l e g a r al reino de los cielos, sino apostatan de e l l a » . La
nula y no induce obligación alguna. doctrina de este artículo es una palmaria confutación de tales
(2) Error condenado por Inocencio III y Bonifacio y por los herejías.
concilios arelatense, de Constanza y Tridentino es el de que
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO IV. 11
162 CUESTIÓN CLXXX1X. — ARTÍCULO III.

no está en su poder ; y el q u e a l g u n o en- totalmente al servicio divino, c o m o se ve


tre en religión no está en su poder, sino según lo dicho ( C . 186, a. 1). P o r con-
que se requiere para esto el asentimiento siguiente es preciso admitir que el que se
de aquellos, á quienes debe pasar. L u e g o obliga á entrar en religión está obligado
parece que no está obKgado alguno á á hacerlo según su intención de obligarse
cumplir el voto, por el que se obligó á por el voto : e s d e c i r q u e , s i t u v o i n t e n -
entrar en religión. ción de obligarse absolutamente, está
3.° N o se puede derogar un voto más obligado á entrar lo antes posible, cesan-
útil por otro que lo es menos. Pero por do todo impedimento legítimo ; pero, si
el cumplimiento del voto de religión pue- se obligó para un tiempo determinado ó
de impedirse el cumplir el voto de la bajo cierta condición, está obligado á en-
Cruz en socorro de la tierra Santa, lo trar en religión, llegado el tiempo ó exis-
cual parece ser m á s útil, puesto que por tiendo la condición.
este voto consigue el bombre el perdón A l argumento 1.° diremos, que aquel
de los p e c a d o s . L u e g o p a r e c e q u e el voto, presbítero no había hecho un voto solem-
por el que uno se obligó á entrar en re- ne, sino simple; por consiguiente no era
ligión, no debe ser cumplido por nece- u n m o n j e efectivo, para que se le debiera
sidad. obligar por derecho á permanecer en un
Por el contrario, d í c e s e ( E c c l . 5, 3 ) , monasterio y separarle de su iglesia. Sin
hiciste algún voto á Dios, no tardes en embargo en el foro de la conciencia de-
cumplirlo, porque le desagrada la pro- bería habérsele aconsejado que, abando-
mesa infiel y necia ; y s o b r e a q u e l l o ( P s . nándolo todo, entrase en la religión. P o r
75), haced votos y cumplidlos al Señor esta razón (extrav. D e voto et voti re-
Dios vuestro, d i c e l a G l o s a ( i n t e r l . c a p . demptione, c. Per tuas~) se aconseja al
Licet, D e v o t o e t v o t i r e d e m p t . ) : ce l a v o - obispo de Gracianópolis, que había sido
» luntad es libre de bacer u n voto, pero elevado al E p i s c o p a d o después de haber
» después de becbo se bace necesario h e c h o v o t o de religión y sin haberlo c u m -
» cumplirlo ». plido, « á q u e , si d e s e a b a sanar su con-
El que hace voto de en-
Conclusión. » ciencia, resignase la dirección de su
trar en religión está obligado á cumplir- )) I g l e s i a y cumpliera al Altísimo sus
lo según el alcance de su intención al y> v o t o s » .
emitirlo. A l 2.° que, como se ha dicho ( C . 88,
Responderemos, q u e c o m o s e b a d i c h o a. 3, a l 2.°) al tratar del voto, el que se
(C. 88, a. 1) al hablar del voto, el voto obligó por voto á entrar en una religión
es la promesa h e c h a á D i o s de cosas, que determinada, está obligado áhacer cuanto
pertenecen á él. Pero, como dice S a n pueda, para ser admitido en aquella re-
Gregorio en su carta á Bonifacio (1) ligión; y, si t u v o intención de obligarse
(Innocent. 1, epist. 2 a d Victricium, can. simplemente á entrar en religión, no
13, tom. 2 Concil. ; y Zacarías papa s i e n d o a d m i t i d o e n u n a , e s t á o b l i g a d o á ir
e p i s t . 7, a d P i p i n . c . 21, tom. 6: Vid. c. á otra ; pero, si t u v o l a i n t e n c i ó n especial
Viduas, 2, 27, q. 1), « si entre hombres de obligarse solamente á una, no está
» de buena fe por ninguna razón se di- obligado sino según el m o d o de su obli-
» suelven los contratos ¿ cuánto más no gación.
» podrá anularse la promesa que se hace
A l 3.°, que el v o t ó d e religión, siendo
» á Dios, sin merecer un castigo ? » P o r
perpetuo, es m a y o r que el voto de pere-
tanto el h o m b r e está obh'gado por nece-
grinación á la Tierra S a n t a , que es tem-
sidad á cumplir lo que ofreció, siempre
poral; y , como dice Alejandro I I I ( y
que sea alguna cosa perteneciente á Dios.
consta Extrav. D e voto et voti redempt.
P e r o es evidente que el ingreso en reli-
c. Scriptura), « no se considera en ma-
gión pertenece principalmente á Dios,
» ñera alguna como reo de infracción del
porque por esto se entrega el hombre
» voto el q u e cambia un obsequio tempo-
x> r a l p o r u n a perpetua observancia reli-
» giosa ». Sin embargo puede decirse
(1) Consta por Inocencio I (epist. 2 ad Victricium, can. 13,
con razón que también por el ingreso en
tom. 2 Concil.) y del papa Zacarías fepist. 7 ad Pipin. c. 21,
tom. 6, cap. Viduas, 2, 27, c¿. 1). la religión consigue alguno el perdón de
CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS III Y IV. 163

todos sus pecados (1): porque, si el retraen de entrar y son escitados á salir.
hombre haciendo algunas limosnas puede L u e g o parece que aquel que entra en re-
satisfacer inmediatamente por sus peca- ligión , para cumplir el v o t o q u e y a hicie-
dos, s e g ú n a q u e l l o ( D a n . 4 , 2 4 ) , redime ra, está- obligado á permanecer en ella
tus pecados con limosnas ; c o n m u c h a perpetuamente.
más razón basta para satisfacer todos los 3.° E l voto de religión se reputa como
pecados el que alguno se entregue total- voto perpetuo ; y por lo tanto es prefe-
mente al servicio de Dios por la entrada rido á los votos temporales, como se ha
en religión, la cual e s c e d e á t o d o género dicho ( a . 3, al 3.°;y C. 88, a . 12, al 1.°),
de satisfacción, i n c l u s a la de pública pe- M a s esto, n o sería así, si a l g u n o después
nitencia, como se ve (Decret. 33, q. 1, de emitido voto de religión entrase con
c. Admonere); como también el holo- propósito de salir. L u e g o parece que el
causto escede al sacrificio, s e g ú n dice San que promete por voto entrar en religión

Gregorio (super Ezech. hom. 20). P o r está obligado á permanecer también per-

esta razón se lee en las vidas de los P a - petuamente en ella.

dres (lib. 6, libello 1, núm. 9) que la Por el contrario: el voto de profesión,


misma gracia consiguen los que entran por cuanto obliga al h o m b r e á permane-
en la religión q u e los b a u t i z a d o s : y, aun- cer perpetuamente en la religión, preexi-
que por esto n o f u e s e n absueltos de todo ge un año de prueba, que no se preexige
el r e s t o de la pena, sin embargo la en- para el voto simple, por el cual alguno
trada en religión es más útil que la pe- se obliga á entrar en religión. L u e g o pa-
regrinación á Tierra Santa, la que en rece que el que p r o m e t e por voto entrar
cuanto á la promoción al bien aventaja en religión no está obligado por esta
á la a b s o l u c i ó n de la pena. causa á permanecer allí perpetuamente.

Conclusión. La obligación de perma-


ARTÍC ULO I V . ¿El que hace voto de necer perpetuamente en la religión, á cuyo
cntrai- en religión está obligado á permane- ingreso se obligara uno por voto, debe
cer perpetuamente en ella? entenderse según la intención del vovente*
Responderemos, q u e l a o b l i g a c i ó n d e l
l.° Parece que el que hace voto de voto procede de la voluntad; porque « el
entrar en religión está obligado á perma- voto es acto de la v o l u n t a d », c o m o dice
necer p e r p e t u a m e n t e en ella : porque es San Agustín (implic. sup. P s . 75, y tanv-
mejor no entrar en religión q u e salir des- bien cap.Licet, D e v o t o e t v o t i r e d e m p t . ) .
pués de haber entrado, según aquello La obligación pues del voto se estiende
(ii P e t r . 2 , 2 1 ) , mejor les era no conocer tanto cuanto la voluntad e intención del
la verdad que después de conocida volver vovente : y p o r l o t a n t o , s i e s t e t i e n e l a
atrás, y ( L u c . 9, 62) s e d i c e , nadie, que intención de obligarse no solamente al in-
pone la mano en el arado y vuelve la vista greso en la religión, sino también á per-
airas, es apto para el reino de Dios; y manecer perpetuamente, está obligado á
el q u e s e o b l i g ó p o r voto á entrar en re- ello; p e r o , si s o l o t i e n e i n t e n c i ó n d e obli-
ligión está o b l i g a d o á entrar, c o m o se ha garse á entrar en religión, para hacer un
d i c h o ( a . 3). L u e g o también está obliga- ensayo, con la libertad de permanecer ó
do á permanecer perpetuamente. no, es evidente que no está obligado á
permanecer (2); y , si a l hacer el voto
2.° Cada cual debe evitar aquello, de-
pensó simplemente entrar en religión,-
que se sigue escándalo y se da mal ejem-
prescindiendo de la libertad de salir ó
plo á otros; y el q u e alguno, después de
permanecer perpetuamente, parece estar
haber entrado en religión, se salga de ella
obligado á la entrada en religión según
y vuelva al mundo da mal ejemplo y
el d e r e c h o c o m ú n , que es que se conceda
produce escándalo á otros, los cuales se

(i) Esto no debe entenderse literalmente sino previa la con- después del año completo de probación.
fesión sacramental, único medio de obtener la remisión de los (2) Mas no cumpliría su voto, que se supone hecho con la
pecados mortales después del bautismo ; ó bien, como dice sinceridad de probar si le conviene ó no profesar y continuar
Silvio, refiriéndolo á la indulgencia plenaria concedida por siempre en ella, saliendo inmediatamente después de su i n -
Paulo V en 23 de Mayo de 1606 en su bula Romanas Pontifex, greso, como oportunamente advierte S i l v i o ; porque con se-
conforme ala doctrina del Santo Doctor así bien interpretada, mejante satisfacción material defraudaría en realidad su pri T

a los que toman el hábito religioso ó profesan válidamente mera formal intención.
164 CUESTIÓN CLXXXIX. — A R T Í C U L O S IV Y V.

un año de prueba al que ingresa. L u e g o tado de penitencia, pues la palabra reli-


no está obligado á permanecer en ella per- gio viene de religando (volver á atar) ó
petuamente (1). de religendo (elegir de n u e v o ) , c o m o dice
A l argumento 1.° diremos, que es me- San Agustín ( D e civ. D e i , 1. 10, c. 4;
jor entrar en religión con ánimo de pro- y lib. D e vera relig.). P e r o no conviene
bar que no entrar del todo, porque por á los niños la penitencia. L u e g o parece
esto se dispone á permanecer perpetua- que no deben entrar en religión.
mente. M a s no se entiende que alguno 3.° Así como alguno se obliga por el
retroceda ó mire á atrás, sino cuando juramento, así por el voto; y los niños
omite aquello á que se obligó : de otra antes de los catorce años no deben obli-
manera el q u e hace una buena obra du- garse por juramento, como consta ( D e -
rante algún tiempo, si n o la hace siem- cret. 22, q. 5, cap. Pueri y cap. Hone-
pre , sería inepto para el reino de Dios, stum). L u e g o parece que tampoco deben
lo cual consta ser falso. obligarse por voto.
A l 2° que el que entra en religión, si 4.° Parece ilícito obligar á alguno por
se sale, principalmente cuando lo h a c e pov tal obligación, que podría ser anulada
alguna causa razonable, no produce es- justamente; y, si a l g u n o s impúberes se
cándalo ni da m a l ejemplo : y , si otro se obligan á la religión, pueden ser impe-
escandaliza, el escándalo será pasivo de didos por sus padres ó tutores , pues se
su parte ; mas no será activo de parte del dice ( D e c r e t . 20, q . 2, c . 2) que, «si una
que se sale, porque hizo lo que era lícito » niña antes de los doce años de edad
hacer y le era conveniente por una causa »tomare por su propia voluntad el sa-
razonable, como enfermedad, debilidad » g r a d o velo, pueden inmediatamente
ú otras semejantes. » anular este hecho sus padres ó tutores,
A l 3.° que el que entra para salirse » si quisieren ». L u e g o es ilícito recibir
inmediatamente, no parece cumplir su ú obligar á la religión á los niños, sobre
voto, porque él mismo no tuvo tal inten- todo antes de la edad de la pubertad.
ción al hacer el voto ; y por lo tanto está P o r el contrario, dice el S e ñ o r (Matth.
obligado á mudar de propósito, para que- 19, 14), dejad á los niños y no los estor-
rer al menos esperimentar si l e es con- béis de venir á mí; e s p o n i e n d o l o c u a l
veniente permanecer en la religión: mas Orígenes dice (sup. M a t t h . tract. 7) que
no está obligado á permanecer perpetua- « los discípulos de Jesús antes de cono-
mente. » cer la razón de la justicia reprenden á
» los que ofrecen á Cristo los niños y pe-

AnTÍCULO "V".—los niños deben (2) ser » queñuelos ; pero el S e ñ o r les e x h o r t a á

recibidos e n religión ? (3) » que condesciendan con las utilidades de


» l o s niños: debemos por consiguiente
1.° Parece que los niños no deben ser » fijar nuestra atención en no menospre-
recibidos en un orden religioso : porque » ciar c o m o grandes por el concepto de
se dice (Extrav. D e regularibus et trans- » mayor, saber á los pequeños de la Igle-
eunt. ad relig.), «nadie reciba la tonsu- » sia, prohibiendo á los niños venir á
» ra, sino en e d a d legítima y por propia » Jesús ».
» voluntad». M a s los niños no parecen Conclusión. Todo voto de un impúber
tener legítima edad y espontánea volun- sin pleno uso de razón [1] es ineficaz
tad, puesto que no tienen el uso de-per- para obligar; mas con él [2] es válido
fecta razón. L u e g o parece que no deben pero revocable por los padres durante la
ser recibidos en religión. patria potestad: el del púber [3] no es
2.° E l estado religioso parece ser es- ya así revocable, ni válido ante Dios [4]
(1J Cayetano interpreta sabiamente esta opinión del Doctor s e x o ; ningún inconveniente hay sin embargo, siendo por el
angélico con la escepcion del caso, en que la esperiencia de contrario plausible y recomendado, en que se admitan á la
buena fe le indique manifiestamente su deber de la perpetua vida conventual común aun con imposición y uso del hábito
permanencia. respectivo los niños y niñas en perfecto uso de razón y discre-
(2) Con arreglo á lo dicho en la nota 1, p á g . 157. ción, especialmente ¿ los 14 años y a cumplidos, cual es en
(3) Si bien por disposición del Concilio de Trento 25, Ises. efecto la práctica constante, bastante común particularmente
c. 15) es nula la profesión hecha antes de cumplir los 16 años respecto de los educandos y educandas, que espontáneamente
ó sin previa probación por un año completo al menos desde la lo pretenden á veces con decidida insistencia y notoria vo-
recepción del hábito en cualesquiera religiones de uno ú otro cación.
CUESTIÓN CLXXXIX. — ARTÍCULO V. 165

hecho sin uso de razón ; pero aun con que sucede las más de las veces. Pero, si
este [5] es nula la profesión hecha antes pasa de la edad de la pubertad, no puede
de la pubertad. Pueden no obstante [6] ser anulada por la autoridad de los pa-
ser admitidos á la vida común en reli- dres ; y, si no tuviese el pleno uso de la
gión los niños impúberes con el consenti- razón, no quedaría obligado para con
miento de sus padres. Dios. 2.° Otro es el voto solemne (1),
Responderemos, que según lo dicho que hace monje ó religioso, el cual de-
(a. 2 , al 1.°) el voto de religión es de pende de las disposiciones de la Iglesia
dos clases : uno simple, que consiste en por la solemnidad que le es aneja: y,
sola la promesa hecha á Dios, que pro- puesto que la Iglesia tiene en cuenta lo
cede de la deliberación interior de la que sucede en el mayor número de casos,
mente ; y este voto toma su eficacia del la profesión hecha antes del tiempo de la
derecho divino, pudiendo no obstante ser pubertad, por más que uno tenga el pleno
impedido de dos modos : 1.° por falta de uso de la razón, 6 sea capaz de dolo, no
deliberación, como se ve en los furiosos, tiene su efecto para hacer que el que profesa
cuyos votos no son obligatorios, según sea ya religioso. Y sin embargo, aunque
consta (Extrav. De regular, et transeunt. antes de los años de la pubertad no pue-
adrelig. cap. Sicut tenor); é igual razón dan profesar, pueden no obstante con la
milita respecto de los niños, que aún no voluntad de sus padres ser recibidos en la
tienen el debido uso de razón, por el que religión, para ser en ella nutridos; como
sean capaces de dolo ; cuyo uso se des- se lee de San J u a n Bautista (Luc. 180),
arrolla por lo común en los niños hacia que el niño crecía y era fortificado en es-
los catorce años, y en las niñas á los píritu y estaba en los desiertos. Por lo
doce, que se llaman años de la pubertad; cual, como refiere San Gregorio (Dialog.
anticipándose empero en algunos y re- 1. 2 , c. 3), los romanos ilustres comenza-
tardándose en otros, según la diversa ron á entregar á San Benito sus hijos,
disposición de la naturaleza ; 2.° se im- para que los criase para Dios omnipo-
pide la eficacia del voto simple, si algu- tente, lo que es muy conveniente según
no promete á Dios lo que no está en su estas palabras (Thren. 3 , 27), bueno es
propio poder, v. gr., si el siervo aun te- para el hombre el haber llevado el yugo
niendo uso de razón hace voto de entrar desde su mocedad; por lo que también
en religión ó se ordena ignorándolo su por costumbre común son dedicados los
dueño ; pues este puede revocarlo, según niños á aquellos oficios ó artes, en que se
consta (Decret. dist. 54, cap. Si so-vis). han de ocupar durante su vida.
Y, puesto que los niños ó niñas, antes de Al argumento 1.° diremos, que la edad
llegar á la pubertad, están naturalmente legítima, para que alguno sea tonsurado
bajo la patria potestad en cuanto á la y haga voto solemne de religión, es el
disposición de su vida; podría el padre tiempo de la pubertad (2), en el que el
revocar su voto ó aceptarlo, si le plu- hombre puede usar de su espontánea vo-
guiese, como espresamente se dice de la luntad ; pero antes de ella puede ser le-
mujer (Num. 30). gítima la edad y ser tonsurado para edu-
Así pues, si el niño antes de la edad carse en religión.
de la pubertad emite un voto simple, sin Al 2.° que el estado de religión se or-
tener aún el uso pleno de su razón, no dena principalmente á conseguir la per-
queda obligado por el voto: pero, si tiene fección, según se ha demostrado (C. 186),
el uso de la razón antes de la pubertad, a. 1, al 4.°); y en este concepto conviene
lo queda, en cuanto es en sí, por su voto; á los niños, que son fáciles de dirigir. Dí-
pudiendo sin embargo la obligación ser cese como consecuencia que es un estado
anulada por la autoridad del padre, en de penitencia, en cuanto por la obser-
cuya potestad existe todavía ; puesto que vancia de la religión se quitan las oca-
la ordenación de la ley, por la cual uno siones de pecar, como se ha espuesto
está bajo el poder de otro, se refiere á lo (C. 187, a. 6).
(1) Entiéndase de la solemnidad eslrínseca, que en efecto de esta misma Parte (tom. 3-° pág\ 558).
está al arbitrio de la Iglesia, pues respecto <le la intrínseca (2) V. en el t. 3.° la nota 1 de su pág-. 556.
debe tenerse presente lo espuesto y anotado en la C. 88, art. 11,
166 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULOS V Y VI.

Al 3.° que, así como no sou. obliga­ líos á quienes debe dinero ; y los que
1
dos los niños á jurar según el Canon (1), deben dinero á algunos no pueden entrar
así tampoco lo son á hacer voto. Pero, si en religión, porque dice San Gregorio
se han comprometido á hacer algo por (Regist. 1. 7, indict. 1, epist. 1 1 , D ecr.
voto ó juramento, están obligados ante dist. 5 3 , c. Legem) que «los que están
Dios, si tienen uso de razón ; mas no » obligados por razones públicas, cuando
para con la Iglesia antes de los catorce » piden (entrar) en un monasterio, de
años. » ningún modo deben ser recibidos, si
Al 4.° que (Num. 30) no es vituperada » antes no quedasen libres de los nego­
la mujer constituida en la edad pupilar, » cios públicos ». Luego parece que mu­
si hace voto sin el consentimiento de sus cho menos pueden entrar los hijos en re­
padres, que puede sin embargo ser anu­ ligión, prescindiendo de los deberes fi­
lado por ellos ; por lo cual consta que no liales.
peca, haciendo voto, pero se entiende Por el contrario, dícese (Matth. 4,
que se obliga por voto cuanto es de su 22) que Santiago y San Juan, dejando
parte sin perjuicio de la autoridad pa­ las redes y á su padre, siguieron al Se­
terna. ñor ; lo cual, como dice San Hilario (can.
3 , in Matth.), «nos enseña á seguirá
ARTÍCULO V I . — ¿Oebo alguno retraer­ » Cristo, sin dejarnos retener por los cui­
s e de entrar e n religión por consideración á » dados de la vida secular y por los com­
s u s padres ? (2) » promisos de la casa paterna ».
Conclusión. Así como es ilícito al pa­
1.° Parece que algunos deben retraer­ dre [1] entrar en religión con absoluto
se de entrar en religión y atender á sus abandono de sus hijos, lo es también al
padres : porque no es lícito omitir lo que hijo [2] en absoluta necesidad de él por
es de necesidad, para hacer lo que es li­ parte de sus padres ; fuera de la ewaZ[3]
bre á la voluntad; y el atender á los puede ingresar en religión­ sin su permiso
padres es de necesidad de precepto, es­ y aun contra su mandato.­
preso en cuanto á honrarlos (Exod. 20), Responderemos que, como se ha dicho
por cuya razón dice á su vez el Apóstol (C. 101, a. 2 , al 2.°) tratando de la pie­
(i Tim. 5 , 4 ) , si alguna viuda tuviese dad, los padres tienen como tales carác­
hijos ó nietos, aprenda primero á gober­ ter de principio ; y por tanto les incumbe
nar su casa y á corresponder á sus pa­ naturalmente cuidar de sus hijos. Por
dres. Y , como el entrar en religión es esta razón no es permitido á quien tiene
cosa enteramente libre para la voluntad, hijos entraren religión, omitiendo ente­
parece por consiguiente que nadie debe ramente el cuidado.de ellos, esto es, sin
omitir los deberes hacia sus padres por proveer de qué manera podrán ser edu­
entrar en religión. cados; porque se dice (i Tim. 5 , 8 ) que,
2.° Mayor aparece ser la sujeción del si alguno no tiene cuidado de los suyos,
hijo al padre que la.del siervo al Señor; negó la fe y es peor que un infiel. Mas
pues la filiación es natural, mientras que per accidens conviene á los padres el ser
la servidumbre proviene de la maldición ayudados por sus hijos, en cuanto se en­
del pecado, como consta (Gen. 9). Pero cuentran en alguna necesidad: por lo
el siervo no puede omitir los deberes tanto debe decirse que, estando los padres
para con su Señor, con el fin de entrar en en necesidad tal que no puedan ser fá­
religión ó recibir orden sagrado, según cilmente socorridos de otro modo que por
consta (D ecret. dist. 54, c. Si servus). sus hijos, no es lícito á estos entrar en la
Luego mucho menos, puede el hijo omi­ religión, olvidando los deberes para con
sus padres (3). Pero, si no se hallan en
tir sus deberes para con sus padres, para
tal necesidad que les sea muy preciso el
entrar en religión.
servicio de sus hijos, pueden, omitido el
3.° Por mayor deuda está obligado al­
cuidado para con sus padres, entraren
guno para con sus padres que para aque­
(1) Citado en el arg. 3." y que es del concilio de Ilíberi ó (3) Así lo tiene declarado espresamente (can. Si qtii №h
del hibernense fó irlandés) según Bucardo. dub. 30) el concilio de Gangre en Paflagonia.
(2; Véase la C. 101, a. 4.
CUESTIÓN CLXXXIX. — ARTÍCULOS VI Y VII. 167

religión hasta contra su precepto, puesto in Syntagmate Juris, 1. 14, c. 3, nú-


que después de los años de la pubertad mero 12) (3) la persona de un hombre
tqdo hombre libre lo es en lo concer- libre no queda obligada por causa del
niente á la determinación de su estado, dinero, sino la c o s a , puesto que la per-
sobre t o d o e n lo p e r t e n e c i e n t e al servicio sona del h o m b r e libre escede á todo pre-
diviuo, ymás debe obedecerse al Padre cio del dinero. Puede por consiguiente,
délos espíritus, para que vivamos (1), cedido lo que posee, entrar lícitamente
que á los padres carnales, como dice el e n religión, sin estar obligado á perma-
Apóstol (Hebr. 12, 9). A s í el Señor, necer en el siglo, para procurarse con
según se lee (Matth. 8; y Luc. 9), re- qué pagar sus deudas. E l hijo empero
prende al discípulo, que no quería se- no está obligado á su padre por deuda
guirle i n m e d i a t a m e n t e , por tener que en- alguna especial, sino en el caso de nece-
terrar á su padre ; porque había otros, sidad, como se h a dicho.
que podían cumplir este deber, como
dice el C r i s ó s t o m o ( h o m . 28, in Matth.).
ARTÍCULO V I I . — i o s curas párro-
A l argumento 1.° diremos, que el pre- cos p u e d e n lícitamente entrar e n religión?
cepto de honrar á los padres no solo se
estiende á los socorros corporales, sino l.° Parece que los presbíteros, que
también á los espirituales y á tributarles tienen cura de almas, no pueden lícita-
el respeto (debido) ; y así aun los que mente entrar en religión : porque dice
viven en religión pueden cumplir este San Gregorio (Pastor, p. 3, c. 1, admO-
precepto de honrar á los padres, orando nit. 5) que « el que acepta la cura de
por ellos y tributándoles respeto y so- » almas recibe una terrible advertencia
corro , cual cumple á los religiosos; » e n l o q u e s e d i c e , hijo mió, si salieres
puesto que también los que viven en el fiador por tu amigo, ligaste tu mano con
siglo honran de diverso modo á sus pa- un estraño; y a ñ a d e , « p o r q u e e l p r o m e -
dres s e g ú n su condición. »ter por un amigo es recibir el alma

A l 2.° que, habiendo sido establecida » ajena con peligro de su propio bien-

la servidumbre en castigo del pecado, » estar (4) ». Pero el que se obliga al

pierde el h o m b r e por ella aquellas cosas hombre por algún débito no puede en-

que en otro caso le competerían, es de- trar en religión, á menos que pague lo

cir, que no puede disponer libremente de q u e d e b e , si puede. L u e g o , pudiendo el

su persona; p u e s el siervo, c u a n t o es, per- sacerdote tener la cura de almas, á la

tenece al S e ñ o r : mas el hijo no sufre de- que se obligó con peligro de la suya; pa-

trimento alguno, por estar sujeto al pa- rece que no le es permitido entrar en re-

dre, hasta el punto de que no pueda dis- ligión, dejando este cargo.

poner libremente de su persona, entre- 2.° L o que es lícito á uno lo es por


gándose al servicio de Dios, en lo que se igual razón á todos los de su condición;
cifra el m a y o r b i e n d e l hombre. y, si t o d o s l o s p r e s b í t e r o s , q u e t i e n e n la

A l 3.° que el q u e está obligado á algo cura de almas, entrasen en religión, que-

cierto n o puede lícitamente dejarlo, pu- darían los pueblos sin el cuidado d e sus

diendo (cumplirlo). Así p u e s , si uno pastores, lo cual sería inconveniente.


está obligado á dar cuenta á otro (2) ó L u e g o parece que los curas párrocos no
debe cierta suma, no puede lícitamente p u e d e n lícitamente entrar en religión.
faltar á esto, para entrar en religión; 3.° Entre los actos, á que se ordenan
p e r o , si d e b e alguna cantidad y no tiene las religiones, los principales son aque-
con qué pagarla, está obligado á hacer llos, por los cuales alguno transmite á
lo que p u e d a , es decir, á ceder sus bie- otros las cosas que ha contemplado.
nes al acreedor. Según el derecho civil Ahora bien : estos actos competen á los
(hb. Ob ees c. D e actionib. et obligation., presbíteros curados y á los arcedianos, á

(1J La Vulgata dice en forma interrogativa : ¿ no obedeceré- pítulo 4.° del 1. IV de los R e y e s .
nios.mucho más al Padre de los espíritus, y viviremos? (4) Conversalionis según Nicolai, fundado en el testo del
(2) Está prohibido por Sisto V y Clemente VIH admitir en mismo S. Gregorio y en el manuscrito de la Suma ; y no con-
religión á los que tienen deudas, sin satisfacerlas antes de s u servationis, cual se -lee en la moderna edición de Drioux y al-
ingreso. guna otra.
(3) Del código de Justiniano. Léase á este propósito el ca-
168 CUESTIÓN C L X X X I X . — ARTÍCULOS VII Y VIII.

quienes compete por s u cargo predicar y » argumentas y dices; si todos entran en


oir l a s confesiones. L u e g o parece que n o » el claustro, y viven en la soledad,
es permitido al cura párroco ó al arce- » ¿quién celebrará en las Iglesias? quién
diano pasar á u n a religión. » atraerá á los hombres del siglo? quién
Por el contrario, e l d e r e c h o d i c e ( D e - » podrá exhortar á los pecadores á las
cret. 19, q . 2, c a p . Dtice sunt leyes): « s i » virtudes? Porque d e ese m o d o , si todos
» alguno de los clérigos retiene en su » son tan necios c o m o t ú , quién podrá ser
» iglesia la feligresía c o n dependencia del » el sabio? N o se deberá aprobar aun la
» obispo y vive secularmente, é inspirado » virginidad; pues, si t o d a s permanecen
» p o r el Espíritu Santo quiere procurar » vírgenes y ninguna se casa, el género
» su salvación en u n monasterio ó en u n a » humano perecerá. Kara es la virtud, y
» congregación (canonia) (1) regular; » no es apetecida de los m á s ». E s pues
» aunque su obispo se oponga, entre li- evidente q u e este temor es insensato,
» bremente por autoridad nuestra». como si u n o temiera sacar agua por no

Conclusión. Los párrocos y arcedia- agotar el rio (2).

nos ó arciprestes pueden lícitamente en-


trar en religión sin especial autorización
del Papa. ARTÍCULO V I I I . — ES lícito posnr do
u n a religión á otra ?
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
( a . 3 , a l 3.°; y C . 88, c . 12, a l 1.°) l a
obligación del voto perpetuo es preferida 1.° Parece que no es permitido pasar
á toda otra obligación; y el obligarse c o n de u n a religión á otra a u n m á s estrecha :
voto perpetuo y solemne, para dedicarse porque dice el A p ó s t o l ( H e b r . 10, 25),
solo al obsequio de Dios, compete pro- no abandonando nuestra congregación,
piamente á los obispos y religiosos: m a s como es costumbre de algunos; y l a G l o s a
los presbíteros curados y los arcedianos (interl.) (3) « esto e s , los que ceden por
no se obligan porvoto perpetuo y solem- » temor de la persecución, ó se apartan
ne á conservar la cura de almas, como se » por propia presunción de los pecadores
obligan á ello los obispos; por lo cual » ó imperfectos, para parecer justos».
estos n o pueden abandonar su cargo en
M a s esto parecen hacer los q u epasan de
cualquiera ocasión sin la autorización del
una religión á otra m á s perfecta. L u e g o
romano Pontífice, como consta (Extr. D e
esto parece ser ilícito.
reg. et. transeuntibus a d relig. c. Licet), 2.° L a perfección de losmonjes es m á s
a l p a s o q u e los arcedianos y presbíteros austera quela de los canónigos regulares,
con cura de almas pueden libremente re- según consta (Extra D e statu. monach.
nunciar a n t e e l o b i s p o l a c u r a á e l l o s y c a n . r e g . c . Quod Dei timorem): n o
encomendada sin licencia especial del
siendo pues lícito á alguno pasar del es-
Papa, ú n i c o q u e p u e d e d i s p e n s a r e n l o s
tado de los canónigos regulares al estado
v o t o s p e r p e t u o s . L u e g o es evidentemente
délos monjes, porque se dice(Decret. 19,
lícito á los arcedianos y presbíteros cu-
q. 3, c . 2) (4), «mandamos y prohibi-
rados pasar á la religión.
» m o s en general que ningún canónigo
A l argumento 1.° d i r e m o s , quelos c u - » profeso regular se haga monje, á menos
ras párrocos y los arcedianos se obliga- » que ( l o q u e Dios no permita) cayere
ron á tener el cuidado de sus subditos, »públicamente » ; parece q u e á nadie
mientras conservan el archidiaconado ó es lícito pasar d e u n a religión á otra
la p a r r o q u i a ; mas no se obligaron á con- mayor.
servar estos cargos perpetuamente. 3.° P o r tanto tiempo está alguno obli-
A l 2.° q u e , como dice S a n Jerónimo gado á cumplir lo que prometió por voto,
(contr. V i g i l . c. 6, Multa in orbe), « por por cuanto puede cumplirlo lícitamente :
» m á s que tu lengua de víbora les muerda como si a l g u n o h i z o v o t o de guardar con-
» cruelísima, á los religiosos, de quienes tinencia, aun después de haber contraído

(1J Tío canónica. (3) Moderna ó impresa, y en la antigua manuscrita colate-


(2) Solo en la edición de Pádua se halla la solución del 3.° ral, que se atribuye á S. Ambrosio, siendo en realidad de
e n estos t é r m i n o s , Ad tertium patet soliiiio ex dictis ; en las de- Pedro Lombardo.
mas y en los códices manuscritos se omite completamente. (4) Del Papa Urbano II.
CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULO VIII. 169

matrimonio por palabras de presente, está « porque es imposible que un solo y mismo
obligado á cumplirlo antes de la cópula » hombre haga brillar en sí mismo y á la
carnal, porque esto puede hacerlo en- » vez todas las virtudes; pues, si uno
trando en religión. Si pues uno puede lí- » quisiere cultivarlas todas, recaería ne-
citamente pasar de una religión á otra, » cesariamente en el estremo de que, al
estará obligado á hacerlo, si lo hubiese » seguirlas todas, no conseguiría alguna
prometido con voto, estando en el siglo ; » en su integridad » ; porque las diversas
lo cual parece ser inconveniente, pues de religiones tienen cierta preeminencia se-
esto podría resultar la mayor parte de las gún las diversas obras de virtudes. Puede
veces grande escándalo. Luego ningún sin embargo pasar alguno laudablemente
religioso puede pasar de una religión á de una religión á otra por tres causas:
otra más estrecha. 1.° por el celo de más perfecta religión, y
Por el contrario, dícese (Decret. 20, esta preeminencia, como se ha dicho
q. 4, c. 1) (1) : «las vírgenes sagradas, (C. 188, a. 6), no se considera únicamente
» si en interés de su alma y por tener una según la austeridad (3) sino principal-
» vida más severa han resuelto pasar á mente según el objeto á que se ordénala
» otro monasterio, decididas á permane- religión, y secundariamente según la dis-
» cer en él, el Santo Concilio lo permite»; creción de las observancias proporciona-
y lo propio parece aplicable á cualesquie- das al debidofin"; 2.° á causa de la deca-
ra religiosos. Luego puede alguno pasar dencia de su orden de la debida perfección,
lícitamente de una religión á otra. v. g. si en una religión más severa los re-
Conclusión. No es plausible en gene- ligiosos comienzan á vivir de un modo
?'aZ[l] el tránsito de una á otra religión menos observante, se pasa laudablemente
áotra religión, aun (4) menor, pero donde
sin grave necesidad ó utilidad. ; mas [2]
hay más observancia (5) ; por lo que en
puede serlo para algunos por la triple ra-
las conferencias de los Padres (collat. 19,
zón de celo de mayor perfección, inobser-
c. 3 , 5 y 6) el abad Juan dice de sí
vancia ó decadencia, regular en la propia mismo que « de la vida solitaria, en la
ó complexión débil ó enfermiza y con la » que había profesado, pasó á otra menos
debida autorización. » severa, esto es, de los que viven en
Responderemos, que no es loable pa- » sociedad, porque la vida eremítica ha-
sar de una religión á otra, á no ser por » bía comenzado á declinar y relajarse en
grande necesidad ó Utilidad; ya porque » su observancia» ; 3.°por enfermedad ó
de esto se escandalizan la mayor parte de debilidad, por la que* á veces no puede
las veces los antiguos compañeros, ya alguno observar los estatutos de una
también porque más fácilmente aprove- religión más rígida, y sí los de otra más
cha uno en la orden en que ya vive que espansiva. Mas en estos tres casos puede
en otra desconocida, en igualdad de cir- haber diferencia: porque en el 1.° se debe
cunstancias. Por lo cual en las conferen- por humildad pedir licencia, la que sin
cias de los Padres (collat. 14, c. 5) dice embargo no puede negársele, contal que
el Abad Nestéros (2) : « á cada cual es conste que aquella religión es más severa;
» útil según su propósito adoptado que y, si se duda de esto con probabilidad,
» con sumo empeño y diligencia se apre- debe consultarse el juicio superior, como
»sure por llegar á la perfección de la consta (Extra De regularib. et transeunt.
»obra emprendida, sin separarse jamas ad relig. cap. Licet), é igualmente se re-
» de la profesión que una vez abrazara »; quiere el juicio del superior en el 2.° caso;
J después añade (c. 6) dando la razón,

(1) Cítase y lo confirma asimismo Ivo ó Ivon (part. 7, c. 42) rectitudínem.


como del concilioTriburiense (cap. 25) celebrado en 895 bajo (4) Etiam, aunque en algunas ediciones se echa de menos
el pontificado de Formoso, en cuyo testo sin embargo se lee este adverbio, que por cierto no aparece impertinente ni su-
vionachus en lugar de virgines sucrce; variante en verdad de- péríluo. También leen algunos mitiorem en vez de minorem, no
masiado libre y no bastantemente autorizada, dada la mayor sin visos de verosimilitud según INicolai.
rigidez observada en todos tiempos respecto de las monjas ó (5) No así empero habiendo probabilidad ó fundada espe-
sacras vírgenes. ranza de próxima restauración á la primitiva observancia ó
(2) Véase la nota 1 de la página 143. algún monasterio de la propia orden, donde subsista en v i -
(3) Arctitudinem comunmente ; pero en algunos ejemplares gor y al que pueda trasladarse el religioso, como oportuna-
impresos se lee altitudinem, y en la edición antigua de París mente observan Sánchez y Layman.
C U E S T I Ó N CLXXXIX. — A R T Í C U L O S VIII Y IX.

p e r o e n e l 3.° es necesaria ademas (1) la ARTÍCULO I X . — B e b e alguno inducir


dispensa (2). á otros ú entrar en religión í (4)
A l argumento 1.° diremos, que los que
pasan á religión m á s severa, no lo hacen 1.° Parece que nadie debe inducir á
presuntuosamente para parecer justos; otros á entrar en religión: porque manda
sino por devoción, para hacerse más San Benito en su regla (c. 58) que « no
justos. » se d e b e facilitar el ingreso en la religión
A l 2.° que ambos órdenes, esto es, de x> á l o s q u e p r e t e n d e n ' , sino que se debe
los monjes y de los canónigos regulares, » p r o b a r si s u e s p í r i t u e s d e D i o s » ; y esto
se ordenan á obras de la vida contempla- mismo enseña también Casiano (De in-
tiva ; entre las que son principales las stitutis coenobioram, 1. 4, c. 3). Luego
que se ejecutan en los divinos misterios, menos es lícito inducir á alguno á la re-
á las que se ordena directamente el orden ligión.
de los canónigos regulares, á quienes 2.° Dice el Señor (Matth. 23, 15)
c o m p e t e per se el s e r clérigos religiosos; / ay de vosotros, que rodeáis el mar y la
mas p a r a l a religión de los monjes no les tierra por hacer un prosélito , y después
c o m p e t e per se el q u e sean clérigos, como de haberle hecho le hacéis dos veces más
consta (Decret. causa 18, q. 1, cap. Ne- digno del infierno que vosotros ! l o c u a l
mo potest... y c a p . Alia causa). A s í q u e , parece q u e lo h a c e n los q u e i n d u c e n á los
aunque el orden de los monjes sea de nombres á entrar en religión. L u e g o pa-
más severa observancia, si los monjes rece que esto es vituperable.
fuesen legos, sería permitido pasar del 3.° Nadie debe inducir á otro á lo que
orden de los monjes al de los canónigos cede en detrimento suyo ; y los que son
regulares, según estas palabras de San inducidos á entrar en religión á veces in-
Jerónimo al monje Rústico (epist. 4), curren por esto en detrimento, puesto
« vive en el m o n a s t e r i o d e tal modo que que en ocasiones son obligados á entrar
» merezcas ser clérigo í ; y no viceversa, en religión mayor. L u e g o parece que no
como c o n s t a ( D e c r e t . 16, q. 1. i n Decret. es laudable inducir á algunos á la re-
inducto). Pero, silos monjes son clérigos, ligión.
que d e s e m p e ñ a n los ministerios sagrados,
Por el contrario, d í c e s e (Ex. 2 6 ) , la
tienen lo que los canónigos regulares con
cortina atraiga á la cortina. L u e g o u n
mayor rigidez ; y por lo tanto será lícito
hombre debe atraer á otro al servicio de
pasar del orden de los canónigos regula-
Dios.
res al de los monjes', no sin h a b e r pedido
Conclusión. Inducir áotros á entrar en
licencia al superior, como s e d i c e (19, q.
religión [1] no solo no es pecaminoso sino
3, c a p . Statuimus).
muy meritorio, haciéndose por caridad y
A l 3.° que el voto solemne, por el cual con recta intención ; si bien [ 2 ] puede ser
se obliga alguno á una religión menor, es censurable por el triple desorden de vio-
más fuerte que el v o t o simple, p o r el que lencia, simonía ó embuste.
se adscribe á una religión más impor- Responderemos, q u e los que inducen
tante: p o r q u e , si d e s p u é s del voto simple á otros á entrar en religión, no solamente
contrajese alguno matrimonio, no se di- no pecan, sino que merecen gran recom-
rimiría como después del voto solem- pensa : porque s e dice (Jac. ult. 20), el
ne (3); y así el que y a es profeso en que hiciere á un pecador convertirse del
un orden menor no está obligado á cum- error de su camino, salvará su alma de
plir el v o t o simple, que emitió, de entrar la muerte y cubrirá la muchedumbre de
en orden mayor. los pecados; y ( D a n . 12, 3) se l e e q u e
los que enseñan á muchos para justicia
(1) También aquí falta en alg-unas ediciones, no de las más y no consumado, según la prescripción del Concilio de Trento
correctas, el adverbio etiam, que traducimos con las más au- (sus. 29, can. 18J.
torizadas y todos los manuscritos. (4) Según W i c l e f « los santos fundadores de religiones pri-
(2) Del obispo en las religiones ó comunidades no exentas » vadas pecaron instituyéndolas » ; y , siendo notorio que en
de la jurisdicción ordinaria; ó del general ó provincial en las el hecho mismo de fundarlas indujeron á otros á ingresar en
que lo están, con ó sin el consentimiento del capítulo según ellas, claramente se opone á la sana doctrina de este artículo
sus respectivos estatutos. aquel error condenado como herético por el concilio de Cons-
(3) La profesión religiosa solemne es impedimento diri- tanza en s u sesión 8."
mente del matrimonio, precediendo á este ó siendo solo rato
C U E S T I Ó N C L X X X I X . — A R T Í C U L O S IX Y X. ni

brillarán como estrellas por toda la eter- » sus maestros, vuelve á su vómito y nue-
nidad. Podría sin embargo ocurrir en » vamente gentil se hace digno de mayor
esta inducción desorden entres conceptos: » castigo, como prevaricador». E s pues
1.° s i u n o o b l i g a s e á o t r o por violencia á ya evidente que n o es vituperable el atraer
entrar en religión, lo cual está prohibi- á otros al culto de Dios ó la religión,
do (1) (Decret. 20, q . 3, cap. Prcesens); sino solo que alguno dé al que se con-
2.° si a l g u n o atrae á otro á un monaste- vierte mal ejemplo, por el que se haga-
rio con simonía mediando interés, lo cual peor.
se p r o h i b e a s i m i s m o (Decret. ibid. q. 3, A l 3.° que en lo mayor se incluye lo
c. Quam pios); no entendiéndose haberla, menor; y por esto el que está obligado
cuando se da á un pobre en el siglo lo por voto ó juramento á entrar en religión
necesario, educándolo para religioso, ó a. m e n o r p u e d e l í c i t a m e n t e ser inducido á
sin p a c t o s e l e h a c e n p e q u e ñ o s obsequios » pasar á otra m a y o r » ; á no mediar algo
para captarse su familiaridad ; 3,°si se le especial que lo impida, como enfermeda-
seduce con mentiras (2), puesto que des , ó la esperanza de mayor adelanto en
al a s í i n d u c i d o a m e n a z a el peligro de re- la menor. Mas el que esté obligado por
troceder, al hallarse engañado, y así lo voto ó juramento á entrar en religión
postrero de aquel hombre se haga peor mayor no puede ser inducido lícitamente
que lo primero, c o m o s e d i c e ( L u c . 11,26). á entrar en otra menor, sino por alguna

Al argumento 1.° diremos, que los que causa especial evidente, y esto con dis-

son inducidos á entrar en religión tienen pensa del superior.

también su tiempo de prueba, en el que


pueden esperimentar las dificultades del ARTÍCULO X . — 4 Es laudable que al-
estado; y por consiguiente no por esto se guno entre e n religión sin previo consejo de
les facilita la entrada en el orden reli- muchos, y detenida deliberación ? (4).
gioso.
Al 2.° que según San Hilario (can. 24 l.° Parece que no es laudable que al-
in Matth.) aquellas palabras del Señor guno entre en religión, sin haber antes
fueron la predicción del celo perverso de consultado á muchos y deliberado larga-
los j u d í o s , p o r el q u e d e s p u é s d e l a predi- m e n t e : p o r q u e s e d i c e ( i J o a n . 4, 1), no
cación de Cristo, atrayendo á los gentiles queráis creer á todo espíritu, mas probad
y también á los cristianos al rito judaico, los espíritus si son de Dios; y á v e c e s
les h a c e n e n d o s c o n c e p t o s hijos del fue- el propósito de entrar e n religión n o pro-
go eterno (3), esto es, porque los pe- viene de Dios, pues frecuentemente se
cados antiguos que cometieron en el ju- desvanece por la salida de ella, y así
daismo no les son perdonados, y sin em- se d i c e ( A c t . 5, 39), si esta resolución
bargo incurren en el reato de la perfidia viene de Dios, no la podréis destruir.
de los judíos. P e r o esta interpretación no L u e g o parece que algunos deben entrar
tiene aplicación á n u e s t r o propósito. Se- en religión con grande y previo examen.
gún San Jerónimo (in hunc loe. Matth.)
2.° D í c e s e ( P r o v . 25, 9), trata tu
este pasaje se refiere á los j u d í o s aun en
causa con tu amigo; y e l m á s g r a n d e
la época en que era permitido practicar
asunto para el h o m b r e parece ser el cam-
las o b s e r v a n c i a s l e g a l e s , e n c u a n t o á que
bio de estado. L u e g o parece que no debe
el q u e p o r e l l o s s e c o n v e r t í a a l j u d a i s m o ,
alguno entrar en religión, sin tratarlo
« cuando era gentil, estaba simplemente
antes con sus amigos.
»en el error; m a s , viendo los vicios de
" 3.° E l Señor aduce un símil de un

(1) Y bajo pena de escomunion mayor lata respecto de los por el obispo ú ordinario.
que ejercen tal violencia con las jóvenes ó mujeres, fulminada (3) V. la nota 4 de la página 802 en el tomo 1.°
por el Concilio de Trento (scs. 25, cap. 18, De rcgularibm). (4) "No acerca de la bondad del ingreso en sí mismo, que es
(2) Representando la vida religiosa cual no es ó con colo- indudable, ni aun respecto de la posibilidad de amoldarse á
res y detalles ficticios, que la hagan aliciente en cierto modo la vida religiosa ; sino más bien acerca de los impedimentos
por ponderadas ventajas ó comodidades y seguridad del sus- ó dificultades personales y sobre la acertada elección de la re-
tento y medio personales ú otras razones análogas y munda- ligión más conveniente á cada c u a l : porque Guillermo del
nales. Para evitar semejantes seducciones, ordena el santo santo Amor y sus secuaces exigían muchísimos consejos y
Concilio (ses. 25, cap. 17) se esplore la-intencion y disposi- largo tiempo de premeditación, con el fin de anular así mu-
ciones del pretendiente antes de la recepción del hábito y an- chas vocaciones y disminuir por consiguiente el número de
tes también de la profesión del novicio ó novicia por los res- aspirantes y religiosos. Medítese bien la discreción de la doc-
pectivos superiores, y peculiarmente respecto de las jóvenes trina aquí consignada.
172 CUESTIÓN CLXXXIX.—ARTÍCULO X.

hombre, que quiere edificar una torre » puede errar » ; 2. a


puede considerarse
( L u c . 14, 29) y q u e cuenta primero de el ingreso en religiónpor comparación á
asiento los gastos que le son necesarios, las fuerzas del que ha de entrar en ella;
viendo si tiene para acabarla, para no y así tampoco há lugar la duda sobre el
ser insultado, porque este hombre comen- ingreso en religión, p u e s t o q u e l o s q u e
zó á edificar y no ha podido concluir ; y entran en ella no confían en su virtud
el gasto para construir la torre, como poder subsistir, sino por auxilio de la
dice S a n Agustín (epist. ad Líetum 243 virtud divina, según a q u e l l o ( I s . 40, 31),
ó 38), « n o es otra cosa sino que cada los que esperan en el Señor hallarán nue-
» cual renuncie á todo lo que es suyo ». vas fuerzas , tomarán alas como de águi-
Sucede empero á veces que muchos no la, no se fatigarán , andarán y no des-
pueden hacer esto, y sujetarse igual- fallecerán. M a s , si se tropieza con algún
mente á otras observancias de la reli- impedimento, como enfermedad corporal
gión ; lo cual se espresa en figura, cuan- ó el peso de sus deudas ó algunas otras
17) q u e David no podía
d o se dice (i E e g . causas análogas, requiérese entonces la
andar con la armadura de Saúl, por- deliberación y el consejo de aquellos , de
que no estaba acostumbrado. L u e g o p a - quienes se espera el acierto y no se teme
rece que nadie debe entrar en religión sin que opongan obstáculo ; p o r l o c u a l s e
madura deliberación anterior y después d i c e ( E c c l i . 37, 12) ( 1 ) , ve á tratar de
de recibido el consejo de muchos. santidad con un hombre irreligioso, y con
Por el contrario, dícese (Matth. 4) el injusto de justicia, c o m o s i d i j e s e , n o ,
que al llamamiento del Señor Pedro y y a s í a ñ a d e l u e g o , no atiendas á estos en
dejadas sus redes, al instante
A n d r é s , todo consejo, mas con el varón santo
le siguieron, r e s p e c t o d e l o c u a l d i c e e l trata de continuo. Sobre lo cual s i n e m -
Crisóstomo (sup. Matth. hom. 14) : «tal b a r g o no es preciso tener una prolija de-
» obediencia nos pide el Señor, que no liberación, y a s í d i c e S a n J e r ó n i m o
» nos d e t e n g a m o s ni un solo instante». (epist. ad Paulin. 103) : « date prisa, te
Conclusión. Dudar que el ingreso en » ruego, á cortar más bien que á desatar
religión es un bien mejor que su contra- » la cuerda al que se halle atado en el fon-
rio [1] es como desmentir á Cristo, que do de la barquilla» (2); 3. a
puede con-
lo aconsejó ; ni cabe asimismo duda [ 2 ] siderarse elmodo de entrar en la religión
por relación á las propias fuerzas : y en y en cuál debe entrarse, y acerca de esto
cuanto á los obstáculos de debilidad cor- puede asimismo consultarse á los que no
pórea ó deudas contraidas y semejan- lo impidan.
tes [3] requiérese deliberación no prolija A l argumento 1.° diremos que, cuando
aunque madura y consulta con personas se dice, probad si los espíritus son de
competentes é imparciales ; é igualmen- Dios, esto se refiere á los que dudan, si
te [ 4 ] acerca del modo y acierto en la estos espíritus son de Dios; como puede
elección de orden preferible. caber duda en los que ya están en la re-
Responderemos, q u e e n l a s g r a n d e s l i g i ó n , si el q u e se ofrece á la religión es
dudas se requiere una larga deliberación conducido por el espíritu de D i o s ó viene
y los consejos de muchos, como dice el simuladamente : así pues deben esperi-
Filósofo (Ethic. 1. 3, c. 5 ó 7); mas en mentar, si el q u e se presenta es movido
las cosas, que son ciertas y determinadas, por el Espíritu divino. M a s el que pre-
no se requiere consejo. Acerca de la en- tende entrar en religión no puede dudar
trada en religión pueden considerarse si el p r o p ó s i t o , q u e ha nacido en su cora-
t r e s c o s a s : 1. a
el ingreso m i s m o en sí; y zón, de entrar en religión viene del espí-
en este concepto es cierto queel ingresar ritu de Dios, de quien es conducir al
en religión es bien mejor, y quien duda h o m b r e á tierra recta, sin que por esto sea
acerca de esto desmiente cuanto es de su indicio de no ser de Dios el que algunos
parte á Cristo, que dio este consejo, p o r retroceden; porque no todo lo que viene
lo cual dice S a n Agustín ( D e verb. D o m . de Dios es incorruptible, pues de lo con-
lib. serm. 7, c . 2 ) , « e l O r i e n t e , esto es,
» C r i s t o te llama, y tú miras a l O c c i d e n - (1J Entiéndase en cierto sentido irónico.
(2) Metáfora alusiva al ánimo adherido aún al siglo, sim-
» t e , esto es, al hombre mortal y que bolizado por el agua salada y üuctuante del mar.
CUESTIÓN C L X X X I X . — A R T Í C U L O X. m
trario las criaturas corruptibles no pro- haciendo esto puede llegar á la perfec-
vendrían de Dios, como dicen los ma- ción; mas sí lo es, si esto que hace (1)
niquéos; ni t a m p o c o algunos que tienen es renunciar á todo lo que p o s e e : porque,
la gracia de Dios podrían perderla, lo á no ser que renunciare (que es tener los
cual es asimismo herético. Pero el con- recursos ) , no puede, c o m o a l l í mismo
sejo de Dios es indisoluble, por el que añade, ser discípulo de Cristo, que es
también hace las cosas corruptibles y mu- edificar la torre. E l temor de los que va-
tables, según aquello (Is. 46, 10), mi cilan sobre si pueden por la entrada en
consejo subsistirá y toda mi voluntad religión llegar á la perfección, se de-
será hecha. Y p o r e s t o e l p r o p ó s i t o d e muestra ser irracional por el ejemplo de
entrar e n religión n o h á m e n e s t e r prueba muchos; por lo cual dice San Agustín
de si proviene de Dios, puesto que no (Confess. 1. 8, c. 11) : «mostrábase por
necesita de determinada discusión, como Bla parte, á donde volviera el rostro y
dice la G l o s a (interl.) sup. illud ( i T h e s - » vacilaba entrar, la casta dignidad de la
omnia probate.
sal. ú l t . ° ) , B continencia, brindándose honestamente
2.° q u e , c o m o la carne conspira
A l B á venir sin vacilar, y estendiéronse para
coníra el espíritu, s e g ú n s e d i c e ( G a l a t . B recibirme y abrazarme sus piadosas
5, 17); así también frecuentemente los B manos llenas de multitud de ejemplos
amigos carnales se oponen al provecho B saludables. Alrededor de ella tantos
espiritual, según aquello (Mich. 7, 6), B niños y doncellas, allí multitud de jó-
los enemigos del hombre son sus domésti- B venes, y toda edad y viudas venerables
cos. Por lo que San Cirilo, esponiendo B y vírgenes ancianas. Reíase de mí con
aquello 9 , 6 ) , déjame ir á dar
(Luc. B sonrisa escitatoria, c o m o diciendo: ¿no
disposición de lo que tengo en mi casa, B podrás tú lo que estos y estas ? ¿lo han
dice (Cat. aur. D . Thom.) : « pretender B podido acaso ellos y ellas p o r sí mismos
» disponer de lo que h a y en casa prueba B y no en el S e ñ o r su Dios ? ¿Porqué te
» que uno está dividido de alguna mane- B apoyas e n tí, y te encuentras sin apo-
B ra; porque conversar con los prójimos y B yo ? Échate en sus brazos, no temas,
» consultar á los que no quieren sentir con B no se retirará para dejarte caer, lán-
B equidad, revela languidez y cierto re- B zate con seguridad, te recibirá y t e c u -
B trocesoB. P o r e s o o y e d e l S e ñ o r ( v . 62): B r a r a B. E l ejemplo que se aduce de
ninguno, que haya puesto mano al arado, D a v i d no hace al i n t e n t o ; p u e s t o que las
y mira atrás, es apto para el reino de armas de Saúl, c o m o dice la Glosa (interl.
Dios; p u e s m i r a a t r á s e l q u e , á p r e t e s t o sup. illud, i Reg. 17, et deposuit ea),
de volver á casa y conferenciar con sus « son los sacramentos de la ley como
parientes, busca dilación. B carga pesadas; mas la religión es el
A l 3.° que por la edificación de la yugo suave de Cristo, puesto que, como
torre se significa l a p e r f e c c i ó n de la vida dice San Gregorio (Moral. 1, 4, c. 30),
cristiana; y la r e n u n c i a de los b i e n e s pro- B ¿qué fardo pesado impone sobre la ca-
pios es el gasto para construir la torre. B beza de nuestro espíritu quien ordena
Mas nadie duda ó d e l i b e r a , si quiere te- B evitar todo deseo perturbador, quien
ner fondos ó si puede edificar la torre, B exhorta á desviarse de los caminos pe-
en el c a s o de tenerlos; y es objeto de B nosos de este mundo? B Y á los que to-
la d e l i b e r a c i ó n , si t i e n e ó no los recursos m a n sobre sí este y u g o suave promételes
necesarios. Igualmente no debe ser ob- la refocilación de la fruición divina, y el
jeto de la deliberación, si uno debe re- descanso eterno de sus almas: á la que
nunciar á todas las cosas que posee, ó si nos conduzca el mismo que nos lo ha
prometido, Jesucristo, nuestro Señor,
que es Dios bendito sobre todas las co-
(1) Si hay ó no completa sinceridad y decidida resolución
en sus propósitos. sas por los siglos. A m e n .
S U M A T E O L Ó G I C A .

PARTE TERCERA.

^ R Ó L O G O .

Puesto que el Salvador Nuestro Señor Jesucristo según el testi-


monio del ángel, salvando á su pueblo de los pecados, nos mostró en
sí mismo el camino de la verdad, por la que podamos llegar á la
bienaventuranza de la vida inmortal resucitando ; es necesario para
la consumación del estudio de la Teología entera ( 1 ) que, después
de haber examinado el fin último del hombre y las virtudes y los
vicios , consideremos al Salvador mismo del género humano y los
beneficios de que nos ha colmado. Acerca de lo cual consideraremos:
1 . ° el Salvador mismo ; 2 . ° sus sacramentos, por los cuales consegui-
mos la salvación ; y 3.° el fin de la vida inmortal, á la que llegamos
por él resucitando.
En cuanto á lo 1 . ° ocurren dos consideraciones : 1 . el misterio a

mismo de la Encarnación ( 2 ) , según el cual Dios se hizo hombre por


nuestra salvación ; 2 . lo que hizo y padeció el mismo Salvador
a

nuestro, esto es, Dios encarnado.


(1) De esta insinuación parece colegirse que el Santo Doctor Angélico no se proponía escribir una cuarta parte de la SUMA,
como algunos infundadamente opinan. En cuanto al'contenido y distribución de esta 3 . Parte téngase presente el cuadro
a

analítico que precede , en que con toda claridad y distinción proponemos en reducido estracto s u resumen. Siendo su asunto
eminente y esclusivamente teológico , economizaremos notas y aclaraciones de carácter polémico, en razón á que los teólogos
católicos fácilmente pueden consultar alguna de tantas obras verdaderamente apologéticas del dogma , tan detalladas como
profundas; y los impugnadores por su parte, sobre poder utilizar ese mismo recurso, no darían acaso gran importancia á
observaciones tan poco autorizadas como las que podrían estar á nuestro corto alcance ; dejando y a ademas sólida y suficiente-
mente sentados los principios fundamentalmente filosóficos de las materias propiamente teológicas, y rebatidos los argu-
mentos contrarios á la enseñanza de la Iglesia', especialmente en la 1." Parte ,-bien así como en la 2 . los concernientes de un
a

modo más directo á la disciplina eclesiástica y á los errores y preocupaciones más comunes y deplorables contra e l l a , tanto en
las teorías modernas como en su aplicación práctica á ios hechos, particularmente en las esferas gubernamentales.
(2) Nombre común entre los latinos de la asunción de la naturaleza humana por el Verbo divino bajo su única persona, la
segunda de la Santísima Trinidad, en unión hipostática, según se esplicará oportunamente. Los 'griegos la llaman con
San Juan Damasceno {De orlh. fii. 1. 3 , c. 11) mrMs ( unión á ó con la carne) y también con San Basilio ( m Ps. 10 ) interpre-
tado por San Ambrosio ( 1 . 1 De virginlbus J cnsomatósis (incorporación ó asunción de cuerpo); si bien , para declinar el error de
Apolinar, que solo reconocía en Cristo la carne ó el cuerpo sin el alma, han preferido algunos denominarla cnantropósia
(inhumanacion ó suscepción de humanidad ú hombre), como en efecto la llama San Ambrosio (De fide. 1. 5, c. 5) y mejor (c. (i)
asunción do la naturaleza humana.
CUESTIÓN PRIMERA.
Conveniencia de la Encarnación.

Sobre lo primero deben hacerse tres consideraciones: 1." conveniencia de la Encarnación de


Cristo; 2. modo de la unión del Verbo encarnado; 3. consecuencias de esta unión.
a a

Acerca de la 1. estudiaremos seis puntos: 1," Fue conveniente que Dios se encarnase? —2." Fue ne-
a

cesario parala reparación del género humano? — 3.° Si no hubiese pecado el hombre, se habría Dios
encarnado? — 4 . " Se encarnó más principalmente para borrar el pecado original que el actual?—
5.° Hubiera sido conveniente que Dios se encarnase desde el principio del mundo? — 6.° Su encarna,-
cion debió diferirse hasta el fin del mundo ?

ARTÍCULO I. — F u e conveniente que niente que el Espíritu S u m o increado to-


Dios se encarnase? íl) mase cuerpo.
4.° E s inconveniente que el que escede
1.° Parece que no fue conveniente que á las cosas grandes se contenga en lo
Dios se encarnase : porque, siendo Dios mínimo, y que aquel, á quien incumbe el
ab-ceterno la m i s m a esencia de la bondad, cuidado de las grandes, se traslade á las
lo m e j o r p o r c o n s i g u i e n t e es q u e sea co- pequeñas. Pero toda la universalidad de
mo ba sido eternamente; y , pues Dios los seres no basta para contener á Dios,
ha existido ab-ceterno sin carne alguna, que cuida de todo el mundo. L u e g o pa-
sigúese que es convenientísimo que no rece inconveniente que « se oculte en el
esté unido á la carne. L u e g o no fue con- » cuerpecillo de un niño sollozante aquel,
veniente que Dios se encarnase. » para quien se considera pequeña (3) la
2.° Ú ñ e n s e inconvenientemente las co- » universalidad, y que este rey esté ale-
sas i n f i n i t a m e n t e d i s t a n t e s ; c o m o s e r í a in- » jado tanto tiempo de su trono y que el
conveniente la unión, si u n o pintase una » gobierno del mundo entero se encuen-
imagen, en la que uniese la cerviz de un » tre transportado á un solo cuerpecito»,
caballo á una cabeza humana (2). Pero como escribe Volusiano (4) á San A g u s -
Dios y la carne distan infinitamente, tín (ep. 135, ó 2).
puesto que Dios es simplicísimo y la Por el contrario: parece ser m u y con-
carne m u y c o m p u e s t a y s o b r e t o d o la hu- veniente que las cosas invisibles de Dios
mana. L u e g o fue inconveniente que Dios sean mostradas por las visibles; pues
se u n i e s e á l a c a r n e humana. para esto se hizo el mundo entero, como
3.° Así dista el cuerpo del soberano consta por el A p ó s t o l ( R o m . 1, 20), las
espíritu como la malicia de la bondad cosas de Dios invisibles se ven después de
suma; y sería por c o m p l e t o inconveniente la creación del mundo considerándolas
que D i o s , q u e es la suma bondad, asu- por las obras criadas. M a s , c o m o d i c e e l
miese la malicia. L u e g o no fue conve- Damasceno (1. 3 D e orthod. fide, c. 1),

(i) Los apelitas, maniquéos y otros herejes negaron la rea- de Constantinopla (Collat. 6). ,
lidad del cuerpo de Cristo, enseñando que «la Encarnación es (2) Alusión casi completamente literal á los dos primeros
a indignado Dios » ; error terminantemente condenado por el versos de la tan conocida Epístola de Horacio d los Pisones, lla-
Concilio de Calcedonia (act. 1) con inclusión del de los prodia- mada también vulgarmente y con razón su Arte poética.
nistas, quienes decían que «Cristo no vino en carne», y de Sa- (3) Cid parva pulatur según el testo literal de San Agustín,
turnino , que « Cristo apareció en el mundo solo como en aunque en algunas ediciones de la SUMA se lee cui par vix,
» sombra», en conformidad con los maniquéos según los cuales redacción tan inadmisible como la de parrnn en alguna otra,
«Cristo no fue verdadero hombre, sino fantasma de tal» ; y (4) En opinión de otros, no en la suya propia, como puede
anatematizado también por el concilio 6." de Toledo y por el verse en las obras de San Agustín (t. 2, epist. 2), donde pide
papa León I en su epístola á Flaviano inserta en el Concilio ó 0
al Santo solución de esa dificultad.
SDHA TEOLÓGICA.—'TOMO IV. 12
178 CUESTIÓN I.—ARTÍCULO I.

« por el misterio de la Encarnación se to, así como la criatura comenzó á exis-


» muestra á la vez la bondad y la sabi- tir , siendo así que antes no existía ; así
» duría y la justicia y la potencia de Dios convenientemente, no habiendo estado
» ó su virtud B. Su bondad, « porque no antes unida á Dios en persona, después
B despreció la debilidad de su propia le fue unida.
B criatura» (1) ; su justicia, «porque Al 2.° que unirse áDios en unidad de
» vencido el hombre quiso que no otro persona no fue conveniente á la carne
B que el hombre venciese al tirano, ni humana según la condición de la natura-
B libertó al hombre de la muerte por la leza , porque esto era superior á la digni-
B violencia » ; su sabiduría , « porque es- dad de la misma; pero fue conveniente á
B cogitó la solución más conveniente del Dios según la infinita escelencia de su
B más difícil precio»; su potencia ó su bondad el que la uniese á sí por la salva-
virtud infinita, « porque nada hay mayor ción humana.
B que hacerse Dios hombre». Luego fue Al 3.° que cualquiera otra condición,
conveniente que Dios se encarnase. según la que toda criatura difiere del
Conclusión. Fue conveniente que Dios Criador, ha sido instituida por la sabi-
se encarnase para su más eminente co- duría de Dios y ordenada á su bondad;
municación con las criaturas. porque Dios á causa de su bondad,
Responderemos, que á cada cosa le siendo increado, inmóvil é incorpóreo,
conviene lo que la compete según la ra- produjo las criaturas movibles y corpó-
zón de su propia naturaleza, como es reas. De la misma manera el mal de la
conveniente al hombre el raciocinar, pues pena ha sido introducido por la justicia
que esto le conviene en cuanto es racional de Dios á causa de su gloria. Pero el mal
según su naturaleza. Siendo pues la na- de la culpa se comete por la separación
turaleza misma de Dios la esencia de del arte de la divina sabiduría y del or-
la bondad ( 2 ) , como consta por San den de la divina bondad ; y por esto pudo
Dionisio (De div. nom. c. 1 , lect. 2 y 3); ser conveniente á Dios tomar la natura-
por consiguiente todo cuando pertenece leza creada, mutable, corpórea y sujeta
á la razón de lo bueno es conveniente á ala penalidad; mas no le fue conveniente
Dios: y , como es cosa de suyo buena tomar el mal de la culpa.
el comunicarse á los demás, como se ve Al 4.° que, como contesta San Agus-
por San Dionisio (De Div. nom. c. 4, tín (epist. ad Volusianum 136, ó 3), «la
lect. 1); de consiguiente es esencialmente » doctrina cristiana no dice que de tal
propio del sumo bien comunicarse á la » manera se haya infundido Dios en la
criatura de un modo soberano, lo cual » carne humana, que ó abandonase ó
tiene lugar principalmente al unirse á » perdiese el cuidado de gobernar la uni-
una naturaleza creada, de modo que de » versalidad, ó la transportase como con-
tres (sustancias), el Verbo, el alma y la B traído á aquel cuerpecillo; pues este es
carne (3), se haga una sola persona, como » el parecer de los hombres, que no pue-
dice San Agustín (De Trinit.l. 13, c. 18). B den observar sino los cuerpos. Pero
Por lo cual es notorio que fue conve- B Dios es grande, no en volumen, sino
niente que Dios se encarnase (4). » en virtud; y por consiguiente la mag-
Al argumento 1.° diremos, que el mis- B nitud de su virtud ningunas estrecheces
terio de la Encarnación no se cumplió » siente en lo angosto. No es increíble,
porque Dios cambiase en alguna manera B si la palabra fugaz del hombre es oida
el estado, en que existió ab-ceterno ; sino » simultáneamente por muchos y toda
por haberse unido de un modo nuevo á » entera por cada uno de ellos, que el
la criatura, ó más bien la unió á sí. Pero » Verbo de Dios subsistente esté á la vez
es conveniente que la criatura, que es B en todas partes todo entero». Luego
mutable según su propia razón, no exista ningún inconveniente resulta de haberse
siempre de la misma manera : por lo tan- encarnado Dios.
(1J Plasmatis, obra por él formada ó hecha, según su etimo- constituye perfecta la humanidad ó naturalezahumana, según
gía griega. oportunamente observa Píicolai, al insinuar la suplencia de
(3) En el códice de Alcañiz y en algún otro se lee natura substantiis.
Dei est bonitas. (4) Merece consultarse acerca de las razones de esta conve-
(3) Aunque solo imperfectas las dos últimas, cuya unión niencia Petavio (De incarnat. 1. 2, c. 5 y sig.J.
C U E S T I Ó N I. — A R T Í C U L O II. 179

ARTÍCULO I I . — ¿ F u é necesario para l a es librado el g é n e r o h u m a n o de la perdi-


reparación del genero humano que el Verbo ción, es necesario para la h u m a n a salva-
de Dios so encarnase ? (1) ción ; y tal es el misterio d e la Encarna-
ción divina, según aquello (Joan. 3, 16),
1." Parece que no fue necesario para de tal manera amó Dios al mundo que dio
la reparación del género humano que el su hijo Unigénito, para que todo el que cree
Verbo de Dios se encarnase ; porque el en él no perezca, sino que tenga vida
Verbo de D i o s , siendo perfecto, como se eterna. L u e g o f u e n e c e s a r i o p a r a l a s a l -
h a d i c h o ( C . 4, a. 1 y 2), nada de virtud vación humana que Dios se encarnase.
acreció p o r l a c a r n e t o m a d a . L u e g o , si el Conclusión. Para la reparación del
Verbo de Dios encarnado reparó la na- género humano fue necesario se encarna-
turaleza humana, pudo repararla tam- se el Verbo de Dios[l],no en absoluto (4)
bién sin t o m a r carne. como único medio posible al poder divino,
2.° P a r a reparar la naturalezahumana, sino [2] como el mejor y más conveniente
que h a b í a caido por el pecado, ninguna al efecto. 1

otra cosa p a r e c í a requerirse sino que el Responderemos, q u e s e d i c e q u e a l g o


hombre satisficiese por el pecado ; y el es necesario á algún fin de dos modos:
hombre (2), como parece, pudo satisfa- I.° sin lo que algo no puede existir ; como
cer por el pecado: porque Dios no debe la comida es necesaria para la conserva-
requerir del h o m b r e m á s q u e lo q u e p u e d a ; ; y 2.°por lo que
ción de la vida h u m a n a
y, siendo más inclinado á la compasión se llega mejor y más convenientemente al
que al castigo, como imputa al hombre fin, como el caballo es necesario para
el a c t o d e l p e c a d o á pena, de la misma caminar. Del primer modo no fue necesa-
manera (3) debe imputarle á mérito el rio que Dios se encarnase para la repara-
acto contrario. L u e g o no fue necesario ción de la naturaleza humana, p o r q u e
para la reparación de la naturaleza hu- Dios por su virtud omnipotente podía re-
mana que el Verbo de Dios se encar- parar de otros m u c h o s m o d o s la natura-
nase. leza humana (5) ; m a s del segundo modo
3.° Pertenece principalmente á la sal- fue necesario que Dios se encarnase para
vación del hombre el que reverencie á la reparación de la naturaleza humana.
Dios ; por cuya razón se dice (Malach. Por esta razón dice San Agustín ( D e
1, 6), ¿si yo soy Padre, dónde está im T r i n i t . 1. 13, c . 10) : « demostremos ade-
honor? ¿si Señor,dónde mi temor ? P e r o » mas que no faltó otro modo posible á
los h o m b r e s r e s p e t a n m á s á Dios por lo » Dios, á cuya potestad está sometido
mismo que le consideran elevado sobre » todo igualmente ; sino que no había
todas las cosas y s e p a r a d o d e los sentidos » otro m o d o más conveniente de curar
de los h o m b r e s ; por lo que se dice (Ps. » nuestra miseria ». E s t o es lo que puede
112, 4), escelso sobre todas las naciones considerarse en cuanto á la promoción del
el Señor , y su gloria sobre los cielos ; y hombre al bien : 1.° en cuanto á la fe,
d e s p u é s s e a ñ a d e ¿ quién como el Señor que se certifica más por lo m i s m o que
Dios nuestro ? l o c u a l p e r t e n e c e á l a r e - cree al mismo Dios que habla ; pol-
verencia. L u e g o parece no convenir á la lo cual dice S a n Agustín ( D e civit. Dei,
salud h u m a n a que Dios se hiciera seme- 1. 11, c. 2), « para que el h o m b r e mar-
jante á nosotros por la asunción de la echase con más confianza á la verdad,
carne. » la verdad m i s m a , el H i j o de D i o s hecho

Por el contrario: aquello, por lo que » hombre, constituyó y fundó la fe »; 2.°

(1) Rebátese la herejía de Pedro Abelardo de que «Cristo (4) Tal es en efecto la opinión unánime d é l o s S S . PP. tanto
» Hijo de Dios no se encarnó para librar al hombre » ; bien así griegos como latinos : y , si bien Petavio (De incurn. 1.2, c. 13,
como Teodoro de Bizancio decía que « Cristo no es Salvador»: núm. ó) atribuye á San Anselmo el parecer contrario, San
errores condenados en el Símbolo de la fe de Nicéa formulado Buenaventura y Alejandro de Hales le defienden, diciendo
y reproducido por los Concilios de Constanlinopla, Efeso, hablaba únicamente de cierta necesidad hipotética, como así
Calcedonia y todos los demás posteriores á ellos. mismo creen más verosímil Billuart y oíros teólogos moder-
(2) En el códice de Alcañiz faltan estas palabras, sed homo, nos. San Atanasio (orat. 3 contra árlanos) dice que « pudo li-
Mí viichtr, sathfacere potuü pro pcccalo. » bramos con sola su palabra », San Cirilo de Alejandría
(3) El citado códice en lugar de las frases siguientes pone: (De incarnat. contra apollinaristas) (solo nutu) « con solo que-
tta etiam videíur quod ei iitiptUaret ad delelionem peccati actum » rerlo », y San Juan Damasceno (De fide orth. 1. 3, c. 10J «con
contrarium, « asimismo parece que le imputara el acto contra- » su virtud omnipotente ».
» rio para borrar el pecado ». (5) V. la nota precedente.
180 CUESTIÓN I. — ARTÍCULO II.

en cuanto á la esperanza, que se afirma » los hombres en hombre verdadero (1)»;


principalmente por esto , y así dice San y también el P a p a L e ó n dice (serm. D e
Agustín (De Trinit. 1. 13, ibid.) : « nada nativ. 1): « conoce, oh Cristiano, tu dig-
» fue tan necesario para levantar nuestra » nidad ; y hecho partícipe de la natura-
» esperanza, como el demostrarnos cuán- » leza divina no >vuelvas á tu antigua
» to nos amaba Dios; ¿ y qué prueba más » condición, degradándote por uua mala
» manifiesta de esto que esa, que el Hijo » conducta» ; 3.° puesto que, para des-
» de Dios se dignó formar consorcio con B truir la presunción del hombre, se re-
» nuestra naturaleza ? » ; 3.° en cuanto » comienda en Cristo hombre la gracia de
á la caridad, que se escita principalmen- B D i o s sin mérito alguno anterior de nues-
te por esto, y así es que dice San A g u s - B tra p a r t e B, como dice San Agustín
tín ( D e catechizandis rudibus, c. 4) ( D e T r i n . 1.13, c . 17); 4.° « porque la so-
« ¿ qué mayor motivo existe de la venida B berbia del h o m b r e , que es el m á s gran-
» del Señor, sino el manifestar Dios su » de obstáculo que le impide unirse á
» amor en nosotros ? » y después añade, » D i o s , puede ser reprimida y curada por
B si n o s era p e n o s o amar, al menos no » tan grande humildad de Dios » , como
» n o s d u e l a v o l v e r á a m a r B ; 4.° en cuan- dice San Agustín ( i b i d . ) ; 5.° para librar
to á la recta operación, en la que se nos al h o m b r e d e l a e s c l a v i t u d del p e c a d o ; lo
mostró para ejemplo, por lo que dice San cual, como dice San Agustín (De Trin.
Agustín (serm. D e nat. Domini, 22 D e 1. 13, c . 13), « debió hacerse de tal modo
temp.) , Í no se debía seguir al hombre, » que el diablo fuera vencido por la justi-
» que podía ser visto; se debía seguir á B cia del hombre JesucristoB, cual tuvo
» Dios, que no podía ser visto » ; y así, lugar satisfaciendo Cristo por nosotros.
B para exhibirse al hombre quien fuese U n puro hombre no podía satisfacer por
B visto por el h o m b r e y á quien el hombre t o d o el g é n e r o h u m a n o , y Dios no debía
Ble siguiera, hízose Dios hombre; 5.° satisfacer ; por consiguiente convenía que
en cuanto á la plena participación de la Jesucristo fuese Dios y hombre, y así
divinidad, que es la verdadera beatitud dice el P a p a L e ó n (serm. D e n a t i v . ibid.):
del hombre y el fin de la vida h u m a n a , y « la debilidad es t o m a d a por la fuerza, la
esto nos fue dado por la humanidad de » humildad por la majestad, la mortalidad
Cristo; porque dice San Agustín (serm. » por la eternidad; á fin d e q u e , c u a l con-
D e n a t i v . D o m i n i , 13, D e t e m p . ) , ce D i o s » venía á nuestra curación, un.solo y mis-
B se hizo h o m b r e , para que el h o m b r e se » mo mediador entre Dios y los hombres
» hiciese D i o s ». Igualmente fue también » pudiese morir por lo uno y resucitar
esto útil para la remoción del mal. E n » por lo otro : porque, si n o f u e r a verda-
efecto : 1.° el h o m b r e se instruye por esto, » dero D i o s , no traería el remedio ; y , si
para q u e n o prefiera al diablo á sí mismo » no fuese verdadero hombre, no daría
y venere al que es el autor del pecado, » ejemplo». H a y otra multitud de utilida-
sobre lo cual dice San Agustín ( D e Tri- des, que resultan de esto y que esceden
n i t . 1. 13, c . 17) : « puesto que Dios pudo la aprensión del sentido humano (2).
B unirse á la naturaleza h u m a n a de modo
A l argumento 1.° diremos, que aquel
B que se hiciera u n a sola persona, aque-
razonamiento procede según el primer
B líos malignos y soberbios espíritus no
modo de lo necesario, sin el cual no se
B se atreven por eso á anteponerse al
puede llegar al fin.
B hombre, porque no tienen carne» ; 2.°,
A l 2.° que alguna satisfacción puede
por esto se nos enseña cuánta es la dig-
decirse suficiente de dos modos : 1.° per-
nidad de la naturaleza h u m a n a , para que
fectamente, por ser condigna por cierta
no la manchemos pecando, por lo que
adunacion para compensar la culpa co-
dice San Agustín ( D e v e r a r e l i g . c. 16):
metida, y así la satisfacción de un sim-
« Dios nos ha demostrado cuan elevado
ple hombre n o p u d o ser suficiente por el
» lugar tiene la naturaleza humana entre
pecado ; ya porque toda la naturaleza
» las criaturas, en el h e c h o de aparecer á
h u m a n a estaba corrompida por el pecado,

(1J Más propiamente en verdadera humanidad ; pues l o q u e pondrá (C 4.° a. 3 y 4).


asumió realmente fue la humanidad ó la naturaleza humana, (2) Esto as, á la inteligencia humana.
•y no al hombre en concepto de supuesto, según después se es-
CUESTIÓN I. — A R T Í C U L O S II Y I I I . 181

ni el bien de alguna persona ó aun de que distan entre sí infinitamente, en


muchas podía recompensar equivalente- cuanto se realizó que un hombre fuese
mente el detrimento de toda la natura- D i o s ; en cuya obra parece que se per-
leza ; y a también porque el pecado co- fecciona principalmente el universo, por
metido contra Dios tiene cierta infini- lo m i s m o que la última criatura, esto es,
d a d (1) por la infinidad de la majestad el hombre, se une al primer principio,
divina, pues tanto m á s g r a v e es la ofensa, que es Dios. L u e g o , aunque el hombre
cuanto mayor es aquel, contra quien se no hubiera pecado, Dios se habría en-
delinque. P o r esta razón fue preciso para carnado.
la c o n d i g n a s a t i s f a c c i ó n que el acto del 3.° L a naturaleza humana no se hizo
que. satisfacía tuviera eficacia infinita, más capaz de la gracia por el pecado ; y
como acto del que es Dios y hombre. después del pecado es capaz de la gracia
2.° Imperfectamente, esto es, según la de la unión, que es la mayor gracia.
aceptación del que se contenta con ella, L u e g o , si el h o m b r e no hubiese pecado,
aunque no sea condigna; y de este modo la naturaleza h u m a n a hubiera sido capaz
la satisfacción d e u n p u r o hombre es su- de esta gracia y Dios no hubiera quitado
ficiente. Y , puesto que todo lo imper- á la naturaleza humana el bien de que
fecto presupone algo perfecto, que lo era capaz. L u e g o , si el hombre no hu-
sostenga; de ahí es que toda satisfacción biera p e c a d o , D i o s se habría encarnado.
de un simple h o m b r e tiene su eficacia de 4.° L a predestinación de Dios es eter-
la satisfacción d e Cristo. na ; pero se dice (E,om. 1, 4) de Cristo,
A l 3.° que Dios tomando la carne no el que ha sido predestinado Hijo de Dios
disminuyó su majestad, y por consiguiente con poder. L u e g o a u n antes d e l p e c a d o
no se disminuye la razón de la reverencia era necesario que el H i j o de Dios se en-
á é l , la cual se acrecienta por el aumen- carnase, para que se cumpliese la predes-
to de su conocimiento. P e r o , por haber tinación de Dios.
querido aproximarse á nosotros por la 5." E l misterio de la Encarnación fue
asunción de la carne, más nos atrajo á revelado al primer h o m b r e , como consta
conocerle. por lo que dijo el Señor (Gen. 2, 23),
esto ahora hueso de mis huesos...; l o c u a l
ARTÍCULO I I I . — s í ci hombro no hu- dice el A p ó s t o l q u e es un sacramento
biera pecado, s e habría encarnado Dios ? grande en Cristo y en la Iglesia, c o m o
se v e (Ephes. o, 32). P e r o el hombre no
-l.° P a r e c e que, aunque el hombre no pudo saber con anticipación su caída, por
hubiera p e c a d o , D i o s sin e m b a r g o se ha- la misma razón que tampoco el ángel,
bría encarnado : porque subsistiendo la c o m o lo prueba S a n A g u s t í n (super. Gen.
causa subsiste el efecto ; y, como dice a d l i t t . 1. 11, c. 18). L u e g o , aunque el
San Agustín ( D e Trint. 1. 13, c. 17), hombre no hubiese pecado, Dios se hu-
« otras m u c h a s cosas deben meditarse en biera encarnado.
» la E n c a r n a c i ó n de Cristo ademas de la Por el contrario, dice S a n Agustín
x> a b s o l u c i ó n d e l p e c a d o , d e l a s c u a l e s se (lib. D e verbis Domini), esponiendo lo
í> h a h a b l a d o ( a . 2) ». L u e g o , aunque el q u e s e l e e ( L u c . 19), el Hijo del hombre
hombre no hubiera p e c a d o , Dios se ha- vino á buscar y á salvar lo que había
bría encarnado. •perecido ( s e r m . 36, c . u l t . , p e r o m á s e s -
2.° A la omnipotencia de la virtud di- presamente lib. D e v e r b . Apost. serm. 8,
vina pertenece el perfeccionar sus obras c . 2): «luego, si el hombre no hubiese
y manifestarse por algún efecto infinito. » p e c a d o , el H i j o del hombre no hubiera
Pero ninguna simple criatura puede ser » venido»; y sobre estas palabras (i Tim.
llamada efecto infinito, puesto que es 1), Cristo vino á este mundo, para sal-
finita por su esencia; y en solo la obra var á los pecadores, d i c e l a G l o s a ( o r d .
de^ l a Encarnación parece manifestarse A u g . lib. D e verb. Apost. serm. 9),
principalmente el efecto infinito d e la po- « Cristo Señor ninguna causa tuvo para
tencia divina, por la cual se unen cosas » venir, sino salvar á los pecadores: quita
» las enfermedades, quita las heridas, y
(1) Por cuanto la ofensa se aprecia según el objeto, y la sa-
tisfacción por el sujeto. » no queda causa alguna de la medicina».
182 CUESTIÓN í. — ARTÍCULO III.

Conclusión. Es lo más conforme á la A l 2.° que la virtud divina se mani-


razón y á las insinuaciones de la sagrada fiesta infinita e n la m a n e r a m i s m a d e pro-
Biblia la opinión de que, á no haber pe- ducir las cosas de la n a d a ; y basta tam-
cado el hombre, Dios no se hubiera en- bién para la perfección del universo que
carnado. la criatura se ordene de un modo natu-
Responderemos, q u e a l g u n o s o p i n a n ral á D i o s como á su fin (3). M a s escede
acerca de esto de distinta manera : pues los límites de la perfección de la natura-
hay quienes dicen que, aunque el hom- leza el que la criatura se una á Dios en
bre no hubiese pecado, el Hijo de Dios la persona.
se habría encarnado (1) ; pero otros ase- A l 3.° que en la naturaleza humana
g u r a n lo contrario, á cuya aserción pa- pueden considerarse dos clases de capa-
r e c e que se debe asentir con preferencia. cidad : la una s e g ú n el orden de la poten-
E n efecto: las cosas, que provienen de cia natural, que se cumple siempre por
sola la voluntad de Dios por encima de Dios, el cual da á cada cosa según su
todo lo debido á la criatura, no pueden capacidad natural ; y la otra según el
sernos conocidas sino en cuanto se nos orden de la potencia divina, al que toda
enseñan en la Sagrada Escritura, por la criatura obedece á su voluntad, y á esto
cual la voluntad divina nos es conocida. pertenece esta capacidad. Pero Dios no
P o r está razón, puesto que en la Sagra- llena toda tal capacidad de la naturaleza;
da Escritura la razón de la Encarnación de otra suerte Dios no podría hacer en
se señala en todas partes por el pecado la criatura, sino lo que hace; lo cual es
del primer hombre, se dice conveniente- falso, como se ha demostrado (P. 1. a
C.
mente que la obra de la Encarnación ha 105, a. 6) : y nada impide que la natu-
sido ordenada por Dios para remedio raleza humana haya sido llevada á algo
contra el pecado; de manera que, no mayor después del p e c a d o ; porque Dios
existiendo pecado, no se habría verificado permite que se h a g a lo m a l o , para sacar
la Encarnación ( 2 ) , a u n q u e l a p o t e n c i a de ello algo mejor, y según esto se dice
de Dios no esté limitada á esto, pues ( R o m . 5, 20), donde abundó el pecado,
Dios hubiera podido encarnarse aun sin sobrepujó la gracia, p o r l o c u a l t a m b i é n
existir el pecado. se dice en la b e n d i c i ó n (4) del cirio pas-

A l argumento 1.° diremos, que todas cual « ¡oh culpa feliz, que mereció tener

las otras causas, que se han asignado »tal y tan grande Redentor! »

( a . 2), pertenecen al remedio del pecado: A l 4.° que la predestinación presupone


porque, si el h o m b r e no hubiese pecado, la presciencia de las cosas futuras : y
hubiera sino iluminado con la luz de la por eso, así como Dios predestina la
sabiduría divina y perfeccionado por Dios salud de algún hombre, de modo que se
en la rectitud de la justicia, para conocer cumpla por las oraciones de otros; así
y hacer todo lo necesario. Pero, puesto también predestinó la obra de la Encar-
que el hombre abandonando á Dios se cion para remedio del pecado humano.
había precipitado en las cosas corporales, A l 5.° que nada impide que se revele
fue conveniente que Dios tomando carne á alguno el efecto, á quien no se revela
le exhibiera también por las cosas corpo- la causa. L u e g o p u d o revelarse al primer
rales el remedio de la salvación. P o r lo hombre el misterio de la Encarnación,
cual dice S a n A g u s t í n (sup. illud J o a n . 1, sin que antes fuera sabedor de su caida;
Verbum caro factum es£,tract. 2): «la pues no todo el que conoce el efecto co-
» carne te había obcecado, la carne te noce también la causa.
» sana; puesto que Cristo vino, para con
» su carne d e s t r u i r los vicios de la c a r n e ».

(1) Tal es la opinión de los escotistas con Suarez, Isambert tuvo por igualmente probables (Sent. 3, MU. 1, q. i , a. 3) am-
•y algunos otros, quienes sin embargo no están acordes en el bas opiniones.
modo de esponerla. (3) Refutación previa é indirecta del sistema optimista de
(2J Así opinan comunmente los tomistas con la mayoría de Malebranche.
los teólogos, como lo más probable ; si bien su ilustre caudi- (4J Que se atribuye originariamente á San Ambrosio, aun-
llo en algún tiempo, y antes de haber estudiado la cuestión que á Zósimo su primitiva institución ; y Santo Tomás á San
con la madurez y profundidad que después consagró á ella, Gregorio, en cuya época y a estaba en uso.
CUESTIÓN I. — ARTÍCULO I V . 183

A R T Í C U L O I V . — I Se realizó l a En- cando B e d a dice: « p e c a d o del mundo


carnación de Cristo más principalmente para » se llama el pecado original, q u e es
destruir e l pecado original que e l actual ? (1) » común á todo el m u n d o » .
Conclusión. Cristo vino á este mundo,
1.° P a r e c e q u e D i o s s e e n c a r n ó m á s para borrar todos los pecados original y
principalmente p a r a el remedio d e los actuales ; pero principalmente para la
pecados actuales q u e p a r a e l d e l origi- reparación de aquel, por ser más emi-
ginal: p o r q u e , cuanto m á s grave es el nente y atendible el bien común que el in-
pecado, tanto más contraría á la salva- dividual.
ción h u m a n a , p o r c u y a c a u s a D i o s s e Responderemos, q u e e s c i e r t o q u e
encarnó ; y el p e c a d o a c t u a l es m á s Cristo vino á este mundo, no solo para
grave q u e el p e c a d o original, d a d o q u e borrar aquel pecado, que pasó original-
«la pena mínima es debida al pecado mente á la posteridad, sino también para
» o r i g i n a l » , como dice S a n A g u s t í n borrar todos los pecados, q u e d e s p u é s s e
( c o n t r a J u l i a n u m , 1. 5, c . 11). L u e g o l a h a n a c u m u l a d o ; n o porque se borren
Encarnación d e Cristo se ordena m á s t o d o s , l o c u a l es p o r defecto d e los h o m -
principalmente á borrar los pecados a c - bres, que no,se adhieren á Cristo, según
tuales q u e el original. a q u e l l o ( J o a n . 3 , 19), la luz vino al
2.° Al p e c a d o o r i g i n a l n o s e d e b e l a mundo, y los hombres amaron más las ti-
pena d e s e n t i d o , sino solo l a p e n a d e nieblas que la luz; s i n o p o r q u e él e x h i -
d a ñ o , c o m o se h a d e m o s t r a d o ( i m p l i c . 1. -
a
bió l o q u e fue suficiente p a r a b o r r a r
2 . , C . 87, a . 5, a r g . 2.° y m á s c l a r a -
ffi
t o d o s l o s p e c a d o s (3). P o r e s t a r a z ó n s e
m e n t e S e n t . 2 , d i s t . 33, q . 2 , a . 1). P e r o d i c e ( R o m . 5, 15) : no es el don como el
Cristo vino á sufrir l a p e n a d e s e n t i d o e n pecado ; porque el juicio á la verdad
la cruz e n satisfacción d e l o s p e c a d o s ; fue de un pecado por condenación, mas
mas n o l a p e n a d e d a ñ o , p u e s t o q u e n o la gracia fue de muchos delitos para jus-
tuvo defecto a l g u n o d e l a visión ó frui- tificación. P e r o C r i s t o v i n o t a n t o m á s
ción d i v i n a s . L u e g o v i n o m á s p r i n c i p a l - principalmente á borrar el pecado, cuanto
mente p a r a borrar el pecado actual q u e m a y o r es a q u e l p e c a d o ; y se dice u n a
c o s a m a y o r d e d o s m a n e r a s : 1. inten-
a
el o r i g i n a l .
3.° C o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o ( D e sivamente, c o m o e s m a y o r b l a n c u r a l a
c o m p u n c t i o n e c o r d i s , 1. 2, c . 5 ) , « e s t e e s q u e e s m á s i n t e n s a , y p o r e s t e m o d o es
» el a f e c t o d e l s i e r v o fiel, q u e c o n s i d e r e mayor\elpecado actual que el pecado ori-
» como d a d o s á é l solo los beneficios d e ginal , p u e s t o q u e t i e n e m á s r a z ó n d e v o -
x> s u S e ñ o r , q u e h a n s i d o d a d o s á t o d o s l u n t a r i o , c o m o s e h a d e m o s t r a d o (Y. -2.
a x

» en c o m ú n » ; pues S a n P a b l o , como C . 81, a. l ) ; 2 . a


estensivamenté, c o m o s e
hablando d e sí s o l o , escribe de este dice m a y o r l a blancura que a b a r c a m a y o r
m o d o ( G r a l a t . 2) , me amó y se entregó s u p e r f i c i e , y d e e s t e m o d o el pecado ori-
á sí mismo por mí. P e r o n u e s t r o s p e c a - ginal, por el que se inficiona todo el
dos p r o p i o s s o n l o s p e c a d o s a c t u a l e s , género humano, es mayor que cualquier
puesto q u e el p e c a d o original es u n p e - pecado actual, q u e e s p r o p i o d e p e r s o n a
cado c o m ú n . L u e g o d e b e m o s t e n e r l a s i n g u l a r : y en este concepto Cristo vino
idea d e q u e c r e a m o s q u e v i n o p r i n c i p a l - más principalmente á destruir el pecado
mente p o r causa d e los p e c a d o s a c - original, en cuanto <tel bien de la multi-
tuales. » tud es más divino y eminente que el
Por el c o n t r a r i o , d i c e s e ( J o a n 1, 29), » bien de uno » , c o m o s e d i c e ( E t h i c .
lié ahí el Cordero de Dios*, el que quita 1.1, c . 2 ) .
el pecado (2) del mundo ; l o c u a l e s p l i - Al a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e a q u e l
(1) Dando por supuesto como dogma de fe que en general tar la sagrada Forma á los que se disponen á comulgar: como
tuvo.por objeto la reparación de todos los pecados. también Beda b usa en plural, si bien su testo aducido poco
(2) Así en singular consta testualmente en la Vulgata y después (arg. Por el contrario) no se encuentra tal en sus es-
demás Biblias latinas enmendadas, de conformidad con el testo critos ni en el autógrafo de la SUMA, habiéndose tomado de la
griego y según Teofüacto, que de este modo dice se designa Glosa anónima antigua y moderna.
nías claramente todo pecado} por más que en algunos e j e m - (3) Así lo hace constar espresamente el Concilio Triden-
plares antiguos se baile en plural peccaía, de donde sin duda tino (ses. 0, c; 2).
lo tomara la Iglesia, que lo conserva en SU liturgia al presen-
184 CUESTIÓN I. — A R T Í C U L O S IV Y V.

razonamiento procede de la magnitud in- 2 8 ) , no digas á tu amigo: ve y vuelve,


tensiva del pecado. mañana te daré, pudiendo dar desde
Al 2° que no se debe al p e c a d o origi- luego. L u e g o D i o s n o d e b i ó d i f e r i r l a
nal en la futura retribución la pena de obra de la Encarnación, sino que debió
sentido (1) : mas las penalidades que su- desde el principio socorrer inmediata-
frimos sensiblemente en esta vida, como mente al género h u m a n o por su Encar-
el hambre, la sed, la muerte y otras á nación.
este tenor, proceden del pecado original; 2.° D í c e s e ( i T i m . 1, 15), Cristo vino
y por esto Cristo, para satisfacer plena- á este mundo á salvar á los pecadores;
m e n t e por el p e c a d o original, quiso pade- y se hubieran salvado en mayor número,
cer dolor sensible, para consumir en sí si Dios se hubiera encarnado desde el
mismo la muerte y otras tales penali- principio del género humano, pues mu-
dades. chos sin conocer á Dios murieron en su
Al 3.° que, como dice el Crisóstomo pecado en los diversos siglos. L u e g o hu-
(ibid. c. 6), « e l Apóstol hablaba así, biera sido m á s conveniente que Dios se
» no como queriendo disminuir lo amplí- hubiera encarnado desde el principio del
2> s i m o (2) , y los dones de Cristo difun- género humano.
» didos por el mundo entero, sino ha- 3.° L a obra de la gracia no es menos
»ciéndose él solo víctima por todos; ordenada que la obra de la naturaleza ; y
» porque ¿qué importa que h a y a hecho á esta toma el principio de lo perfecto,
» los demás el m i s m o don que á tí, puesto como dice Boecio ( D e consolat. 1. 3,
» que los á tí otorgados son tan íntegros prosa 10). L u e g o la obra de la gracia
» y tan perfectos, como si á n a d i e se hu- debió ser desde el principio perfecta; y
» biese concedido algo de ellos ? » L u e g o , en la obra de la Encarnación se consi-
porque alguno deba reputar dispensados dera la perfección de la gracia, según
á él los beneficios de Cristo, no debe aquello 1, 1 4 ) , el Verbo se hizo
(Joan
creer que no lo h a y a n sido á otros ; y por carne , y d e s p u é s s e a ñ a d e , lleno de gra-
eso no se escluye que viniese más princi- cia y de verdad. L u e g o C r i s t o d e b i ó e n -
palmente á abolir el pecado de toda la carnarse desde el principio del género
naturaleza que el pecado de una sola humano.
p e r s o n a : si b i e n aquel pecado de natura- Por el contrario, dícese ( G a l a t . 4, 4),
leza ha sido curado tan perfectamente en mas cuando vino el cumplimiento del
cada individuo, como si l o hubiera sido tiempo, envió Dios á su Hijo, hecho de
en uno solo. P o r esta razón á causa de la mujer, hecho sujeto á la ley ; d o n d e d i c e
unión de la caridad cada uno debe atri- la Glosa ( A m b r o s . ) que «la plenitud
buirse todo lo que ha sido dado á todos. » del tiempo es la época prefijada por
» Dios P a d r e , para enviar á su H i j o » :

ARTÍCULO V . — i Hubiera sido con- y, pues D i o s definió t o d o por su sabiduría;

veniente que Dios se encarnase desde el prin- luego Dios se encarnó en el tiempo más

cipio del mundo? conveniente, y por tanto no fue conve-


niente que se encarnase desde el princi-

l.° Parece que hubiera sido conve- pio del género humano.

niente que Dios se encarnase desde el Conclusión. No fue conveniente que


principio del género humano: porque la Dios se encarnase desde el principio del
obra de la Encarnación procedió de la género humano [1] antes del pecado, ni
inmensidad de la caridad divina, según [2] inmediatamente después de cometido;
aquello ( E p h e s . 2, 4): Dios, que es rico sino [3] cuando, humillado el hombre por
en misericordia, por su estremada cari- el pecado, reconoció su necesidad de liber-
dad, con que nos amó, aun cuando está- tador.
bamos muertos por los pecados, nos dio Responderemos q u e , c o m o l a o b r a d e
vida juntamente en Cristo. P e r o l a c a r i - la Encarnación se ordena principalmente
dad no tarda en socorrer al a m i g o que á la reparación de la naturaleza humana
sufre necesidad, según aquello (Prov. 3, por la abolición del pecado, es evidente

(1) Tal es la doctrina constantemente sostenida por el A n - Ve Baplismo, cap. Maje-res 5, Sed adhuc),
gélico Doctor, cual se colige también de Inocencio 111 ( E x t r a (2) La universalidad de la gracia y virtud de Cristo.
CUESTIÓN í. — ARTÍCULO V. 185

q u e no convino que Dios se hubiese encar- cios y l a condición d e l a s p e r s o n a s ; p o r -


nado antes del pecado desde el principio - q u e , si u n m é d i c o d i e r a a l e n f e r m o l a
del género humano; p o r q u e l a m e d i c i n a medicina inmediatamente que principia
n o se d a s i n o á l o s y a e n f e r m o s , y p o r l a e n f e r m e d a d , a d e l a n t a r í a menos, y l e
esto el m i s m o S e ñ o r ( M a t t h . 9, 12) d i c e , d a ñ a r í a m á s q u e le favorecería. P o r este
los sanos no tienen necesidad de médico, m i s m o m o t i v o el S e ñ o r n o aplicó el r e -
sino los enfermos ; porque no he venido á medio de la Encarnación al género h u -
llamar justos, sino pecadores. Tampoco m a n o i n m e d i a t a m e n t e desde el principio;
jue conveniente que Dios se encarnase in- p a r a q u e n o lo despreciase por soberbia,
mediatamente después del pecado : 1.° p o r si a n t e s n o c o n o c í a s u e n f e r m e d a d .
la c o n d i c i ó n d e l p e c a d o h u m a n o , q u e A l 2.° q u e S a n A g u s t í n c o n t e s t a á
había provenido de la soberbia ; por esto ( l i b . D e s e x quasstionibus p a g a n o -
cuya r a z ó n debía el hombre ser libertado, r u m , e p . 102 ó 4 9 , q . 2) d i c i e n d o q u e
de modo que humillado reconociese que ce C r i s t o q u i s o m o s t r a r s e á l o s h o m b r e s y
necesitaba de libertador, y a s í s o b r e e s t a s » predicarles su doctrina, cuando y en
3 , ordinata per angelas
palabras (Gralat. » donde sabía que había hombres que
in manu Mediatoris) d i c e l a G l o s a ( o r d . ) : » h a b í a n de creer e n é l ; p o r q u e en los
« Dios en su g r a n consejo determinó q u e » tiempos y lugares, en que su Evangelio
» su H i j o n o f u e s e e n v i a d o i n m e d i a t a - » n o fue p r e d i c a d o , s a b í a p o r su prescien-
» mente después de la caida del hombre». » cia q u e serían todos tales en s u predi-
E n efecto : D i o s dejó p r i m e r a m e n t e a l » cacion, cuales fueron n o todos p e r o sí
hombre en libertad de arbitrio en l a l e y » muchos a n t e su presencia corporal, q u e
natural, p a r a q u e así conociese las fuer- » no quisieron creer en él aunque resu-
zas d e s u n a t u r a l e z a ; y , h a b i e n d o s i d o a s í » c i t ó m u e r t o s » (2). P e r o e l m i s m o d o c -
desleal, recibió la l e y : m a s , d a d a esta, tor, rechazando esta contestación ( D e
creció l a e n f e r m e d a d p o r v i c i o n o d e l a p e r s e v e r a n c i a , c. 9) d i c e : « ¿ p o d e m o s
ley sino d e l a n a t u r a l e z a , p a r a q u e d e » decir acaso q u e los tirios y sidonios,
este m o d o c o n o c i d a s u e n f e r m e d a d l l a - » o p e r á n d o s e a n t e ellos t a l e s p r o d i g i o s ,
mase al m é d i c o y b u s c a s e el auxilio d e la » no habrían querido creer ó que no cree-
g r a c i a . 2.° A c a u s a d e l o r d e n d e l a p r o - » r í a n viéndolos, siendo así q u e Dios
moción a l b i e n , s e g ú n e l c u a l s e p r o c e d e » mismo atestigua que hubieran hecho
de l o i m p e r f e c t o á l o p e r f e c t o ; p o r l o c u a l » penitencia, humillándose profundamen-
dice el A p ó s t o l ( i C o r . 1 5 , 4 6 ) , no antes » t e , si e n m e d i o d e e l l o s s e h u b i e r a n
lo que es espiritual, sino lo que es animal, » producido estos signos d e l a potencia
después lo que es espiritual: el primer » d i v i n a ? P o r c o n s i g u i e n t e , como él m i s -
hombre de la tierra, terreno ; el segundo » m o d a n d o s u s o l u c i ó n a ñ a d e ( i b i d . c. 11),
hombre del cielo, celestial. 3.° P o r l a » s e g ú n d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 9, 16),
dignidad d e l V e r b o e n c a r n a d o ; p u e s t o » no es del que quiere ni del que corre,
que s o b r e a q u e l l o ( G a l a t . 4 , at ubi venit » sino de Dios que tiene misericordia, e l
plenitudo temporis) dice l a G l o s a ( A u - » c u a l q u i s o s o c o r r e r á l o s q u e previo
g u s t . t r a c t . 31 i n J o a n ) : « c u a n t o m a y o r » creerían en sus milagros, á ser testigos
» e r a el J u e z q u e v e n í a , t a n t o m á s l a r g a » d e ellos ; m a s n o á o t r o s , d e quienes e n
» serie d e p r e g o n e s d e b í a (1) p r e c e d e r - » su predestinación j u z g ó de otra m a n e r a
» l e ». 4.° P a r a q u e e l f e r v o r d e l a fe n o » oculta, pero justamente. A s í pues r e -
se enfriase c o n l a d i l a c i ó n d e l t i e m p o , » c o n o z c a m o s sin d u d a s u misericordia e n
puesto q u e a l fin d e l m u n d o s e r e s f r i a r á » los q u e son librados y su v e r d a d en los
la c a r i d a d d e m u c h o s . P o r e s t a r a z ó n s e » q u e son castigados ».
dice ( L u c . 18, 8 ) : cuando viniere el A l 3." q u e l o p e r f e c t o e s antes q u e l o
Hijo del Hombre, ¿piensas que hallará fe imperfecto ; en l a s cosas diversas lo es e n
sobre la tierra? tiempo y naturaleza (pues lo q u e condu-
_ A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c a - ce á lo d e m á s á l a perfección es preciso
ndad no t a r d a en socorrer al a m i g o , salva que s e a p e r f e c t o ) ; m a s e n u n a sola y
sin e m b a r g o l a o p o r t u n i d a d d e l o s n e g o - misma cosa lo imperfecto tiene la priori-
(l)San Agustín dice a l a letra pracedebat; y n o , como la (2) Palabras de que abusaron los semipelagianos, interpre-
citada Glosa, praccdm debebat. tándolas á favor de sus errores.
186 CUESTIÓN í. — ARTÍCULO Vi.

dad del tiempo, aunque sea posterior por diferirse la Encarnación hasta el fin del
naturaleza. A s í pues á la imperfección mundo.
de la naturaleza humana precede en du- Responderemos q u e , a s í c o m o no fue
ración la eterna perfección de Dios ; pero conveniente q u e D i o s s e e n c a r n a s e d e s d e
la sigue su perfección consumada en la el principio del m u n d o , así no lo fue que
unión á Dios. la Encamación se difiriese hasta el fin
del mundo ; l o c u a l e s n o t o r i o , 1.° p o r l a
unión de la divina y humana naturaleza;
ARTÍCULO V I . — Debió diferirse l a E n -
pues, c o m o se h a dicho (a. 5, al 3.°), lo
carnación hasta el fin del mundo? (1)
perfecto precede de un modo en tiempo á
lo imperfecto, y de otro por el contrario
1.° Parece que la obra de la Encar- lo imperfecto precede en tiempo á lo per-
nación debió ser diferida hasta el fin del fecto ; porque en lo que de imperfecto se
mundo : porque se dice ( P s . 91, 11), mi hace perfecto lo imperfecto precede en
vejez por vuestra abundante misericordia, tiempo á lo perfecto, mas en lo que es
esto es, « en los últimos tiempos » , como causa eficiente de la perfección lo per-
dice la Glosa (interl. y August.). Pero el fecto precede en tiempo á lo imperfecto;
tiempo de la Encarnación es principal- y en la obra de la Encarnación concurren
mente el tiempo de misericordia según estas dos cosas, puesto que la naturaleza
aquello ( P s . 101, 14), porque viene el humana en la Encarnación misma ha sido
tiempo de apiadarse de ella. L u e g o l a llevada á la suma perfección; y por esto
Encarnación debió diferirse hasta el fin n o convino que la E n c a r n a c i ó n se realiza-
del mundo. se desde el principio del g é n e r o humano.
2.° C o m o s e h a d i c h o ( a . 5, a l 3.°), lo Pero el mismo Verbo encarnado es la
perfecto es en el m i s m o sujeto temporal- causa eficiente de la perfección de la na-
mente posterior á lo imperfecto. L u e g o turaleza humana, según aquello (Joan. 1,
lo que principalmente es perfecto debe 16), de su plenitud recibimos todos nos-
ser a b s o l u t a m e n t e lo ú l t i m o en el tiempo. otros ; y p o r t a n t o no debió diferirse la
Pero la suma perfección de la naturaleza obra de la Encarnación hasta el fin del
h u m a n a está en su unión al V e r b o , puesto mundo ; m a s l a p e r f e c c i ó n d e l a g l o r i a , á
que en Cristo se complació habitar toda l a c u a l h a d e s e r l l e v a d a e n ú l t i m o tér-
la plenitud de la Divinidad, como dice el mino la naturaleza humana por el Verbo
Apóstol (Coloss. 1). L u e g o la Encar- encarnado, tendrá lugar al fin del mun-
nación debió diferirse hasta el fin del do. 2.° P o r el efecto de la h u m a n a salud;
mundo. pues, como se dice (lib. D e qq. vet. et

3.° N o es conveniente que se h a g a por novi Testam. q. 83) (3), « en poder del

d o s lo que puede ser h e c h o por uno solo; y> d a d o r e s t á c u á n d o ó c u á n t o q u i e r e com-

y una sola venida de Cristo, que tendrá » padecerse. Vino pues, cuando supo que

lugar al fin del mundo, podía bastar » debía venir en auxilio del género hu-

para la salvación de la humana natura- » m a n o y que sería grato su beneficio;

leza. L u e g o no convino que antes viniera » porque, como por consecuencia de cier-

por la Encarnación, y por lo tanto la » t o abatimiento del género humano co-

Encarnación debió diferirse hasta el fin » menzó á perderse (4) el conocimiento

del mundo. » de Dios entre los hombres y las cos-

Por el contrario, di cese (Habac. 3,2), » tumbres se alterasen, se dignó escoger

en medio de los años la liarás notoria (2). » á A b r a h a m , para que fuese el tipo de

L u e g o el misterio de la Encarnación, que y> l a regeneración del conocimiento de

ha sido manifestado al m u n d o , no debió » Dios y de las costumbres; y, como to-

diferirse h a s t a el fin de este. » davía fuese demasiado tibio en su ser-

Conclusión. De ningún modo convenía » vicio, dio después por medio de Moisés

(1J Como sienten l o s j ú d í o s e n su indefinida espectacion del (3) No de San Agustín, según se ve anotado al margen en
Mesías, cuya venida y a realizada se obstinan en rio querer algunas ediciones, sino de cierto hereje lueiferiano llamado
reconocer. Hilario, como demuestra Belarmino ; aunque en las palabras
(2) Palabras que la Iglesia insinúa referirse al misterio do aducidas nada hay censurable.
la Encarnación, ingiriéndolas en el Oficio de la Natividad de (4) Obsolescere; no abolescere, cual se v e citado en algunos
Cristo. ejemplares.
CUESTIÓN I. — ARTÍCULO V I . 181

» l a ley escrita; y , habiéndola los pueblos C r i s t o v i n o e n l a s e s t a e d a d (1). Y , a u n -


» despreciado, n o sometiéndose á ella ni q u e e n el c u e r p o n o p u e d e n existir simul-
s los q u e l a r e c i b i e r o n l a o b s e r v a r o n , m o - táneamente la juventud y la senectud,
jí v i d o e l S e ñ o r á m i s e r i c o r d i a , e n v i ó á s u p u e d e n existir n o obstante á l a v e z en el
j H i j o , el cual d a d a á t o d o s l a remisión a l m a : aquella por su vivacidad y esta p o r
3> d e l o s p e c a d o s l o s o f r e c i e r a á D i o s P a - su g r a v e d a d . P o r esto dice S a n A g u s t í n
x> d r e j u s t i f i c a d o s » . M a s , si e s t e r e m e d i o e n u n a d e s u s o b r a s ( Q q . 1. 83, q . 44) q u e
se h u b i e r a d i f e r i d o h a s t a el fin d e l m u n - « n o convino venir al M a e s t r o divino, á
do, hubiérase borrado totalmente en la » cuya imitación debía ser formado en
tierra el conocimiento y r e v e r e n c i a d e í> m e j o r e s c o s t u m b r e s e l g é n e r o h u m a n o ,
Dios y l a h o n e s t i d a d d e l a s c o s t u m b r e s . 5> s i n o e n t i e m p o d e l a j u v e n t u d » ; y e n
3." E s n o t o r i o h a b e r s i d o e s t o c o n v e n i e n t e otra parte (lib. 1, D e gen. cont. maniq.
para la manifestación de la divina virtud, c . 3) d i c e « h a b e r v e n i d o C r i s t o e n l a
que s a l v ó á l o s h o m b r e s d e m u c h o s m o - » sesta edad del género h u m a n o , como en
d o s , n o s o l a m e n t e p o r l a fe d e l f u t u r o , » l a s e n e c t u d i>.
sino t a m b i é n p o r l a f e d e l p r e s e n t e y d e l A l 2.° q u e l a o b r a d e l a E n c a r n a c i ó n ,
pasado. no solamente debe ser considerada como
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l l a término del movimiento de lo imperfecto
Glosa h a b l a d e l a misericordia c o n d u - á lo p e r f e c t o , sino t a m b i é n c o m o princi-
c e n t e á l a g l o r i a : y , si s e r e f i e r e á l a m i - pio de perfección en la n a t u r a l e z a h u m a -
sericordia o t o r g a d a a l g é n e r o h u m a n o p o r na, s e g ú n lo dicho.
la E n c a r n a c i ó n d e C r i s t o , d e b e s a b e r s e A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o
que, como dice S a n A g u s t í n ( R e t r a c t . ( s u p . i l l u d J o a n . 3, 17), no envió Dios su
1. 1 , c. 2 6 ) , e l t i e m p o d e l a E n c a r n a c i ó n Hijo al mundo, para juzgar al mundo
puede compararse á l a j u v e n t u d del g é - ( h o m . 27), « d o s s o n l a s v e n i d a s d e C r i s -
nero h u m a n o c< á c a u s a d e l v i g o r y f e r v o r » t o , l a 1. p a r a p e r d o n a r l o s p e c a d o s ,
a

» d e l a f e , q u e o b r a p o r a m o r í>, y á l a T> l a 2. p a r a j u z g a r a l m u n d o . P o r q u e ,
a

senectud, q u e es l a s e s t a e d a d , á c a u s a » si n o h u b i e r a h e c h o e s t o , t o d o s s e h u -
del n ú m e r o d e l o s t i e m p o s , p u e s t o q u e » b i e s e n p e r d i d o á l a v e z , porque todos
»pecaron, y tienen necesidad de la gloria
» de Dios ( R o m . 3 , 2 3 ) » . E s p u e s e v i -
(i) Que se computa desde la cautividad de Babilonia hasta d e n t e q u e n o d e b i ó d i f e r i r s e h a s t a e l fin
el nacimiento de Cristo, siguiendo á ella la 7. hasta el iin del
a

mundo. del m u n d o la venida de la misericordia.


CUESTIÓN II.

Modo de la union del Verbo encarnado.

Es de considerarse á continuación el modo de la unión del Verbo encarnado: 1.° respecto de la unión
m i s m a ; 2.° en cuanto á la persona asumente; 3.° acerca de la naturaleza tomada. Sóbrelo l.°estu~
diarémos doce puntos : 1.° La unión del Verbo encarnado se operó en la. naturaleza? - 2.° Lo fue en la
persona? — 3.° Y en el supuesto ó hipóstasi ? — 4." La persona ó hipóstasi de Cristo después de la En-
carnación es compuesta? — 5.° Se realizó alguna unión del alma y del cuerpo en Cristo? —6.° La na-
turaleza h u m a n a fue u n i d a accidentalmente al Verbo? — 1.° La unión misma es algo creado? — 8.° Es
lo mismo que la asunción? - 9.° La unión de las dos naturalezas es la mayor de las uniones?—10. La u

unión de las dos naturalezas en Cristo fue hecha por la gracia? —11.° La precedieron algunos méri-
tos? —12.° La gracia de la unión fue natural al hombre Cristo?

ARTÍCULO I. — l a unión del Verbo en- l e z a . L u e g o l a u n i ó n h a s i d o l u c h a e n la


carnado ba sido hecba e n l a naturaleza? (1) naturaleza.
3.° D e d o s n a t u r a l e z a s l a u n a n o t o m a
1.° P a r e c e q u e l a u n i ó n d e l V e r b o s u n o m b r e d e l a o t r a , si n o s e t r a n s m u -
e n c a r n a d o s e h i z o e n l a n a t u r a l e z a (2): tan recíprocamente de algún modo. Y,
p o r q u e dice S a n Cirilo y se lee en l a s p u e s l a d i v i n a n a t u r a l e z a y l a h u m a n a en
a c t a s d e l C o n c i l i o d e C a l c e d o n i a ( p . 2, C r i s t o se d e n o m i n a n r e c í p r o c a m e n t e ;
a c t . 1), « n o c o n v i e n e e n t e n d e r d o s n a - p o r q u e dice S a n Cirilo (ibid.) q u e « l a na-
» t u r a l e z a s , sino u n a sola n a t u r a l e z a del » t u r a l e z a divina se e n c a r n ó » ; y San
» V e r b o Dios encarnado » ; lo cual n o » G r e g o r i o N a c i a n c e n o ( e p i s t . 1, a d C l e -
s e r í a , si l a u n i ó n n o se h i c i e s e e n l a n a t u - d o n . ) q u e « l a h u m a n a n a t u r a l e z a h a sido
raleza. L u e g o la unión del V e r b o encar- » d e i f i c a d a » , c o m o se v e p o r el D a m a s -
n a d o h a sido h e c h a en la n a t u r a l e z a . c e n o ( O r t h . fid. 1. 3 , c. 6 y c. 1 1 ) ; p a -
2.° D i c e S a n A t a n a s i o ( S y m b . fid.): r e c e p o r consiguiente q u e d e las dos na-
« a s í c o m o e l a l m a r a c i o n a l y l a c a r n e es turalezas resultó u n a sola naturaleza.
y> u n s o l o h o m b r e , a s í D i o s y e l h o m b r e Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e e n l a d e t e r -
» es u n s o l o C r i s t o ». P e r o e l a l m a r a c i o - m i n a c i ó n d e l c o n c i l i o C a l c e d o n e n s e (sup.
nal y la carne convienen en la constitu- c i t . a c t . 5) : « c o n f e s a m o s q u e e n estos
ción d e u n a sola n a t u r a l e z a h u m a n a : así y> ú l t i m o s t i e m p o s d e b e r e c o n o c e r s e al
p u e s D i o s y el h o m b r e convienen en la » Hijo unigénito de Dios en dos natura-
c o n s t i t u c i ó n d e a l g u n a ú n i c a (3) n a t u r a - » l e z a s , sin c o n f u s i ó n , d e u n m o d o i n m u -

(1) La contestación negativa en el concepto de no haberse do y por León U y otros Pontífices y concilios posteriores,
refundido en una sola y misma las dos naturalezas divina y todos en conformidad con la doctrina de San Cirilo en su
humana es un dogma, de fe declarado por los concilios de epístola sinódica al Concilio 1.° de Efeso y con los símbolos
Constantinopla y de Calcedonia ( act. 5 J en corroboración del constantinopolitano y de San Atanasio, condenatorios de las
2.° do Efcso y por el papa León I (epist. 21 ad Flavianum) con- diversas herejías de Arrio, Sabelio, Apolinar, -Eutíques,
tra Eutíques, quien pretendía que « en el momento de la En- Dióscoro, Orígenes ó Adamancio y tantos otros acerca de este
» carnación la carne fue convertida en la divinidad, teniendo tan fundamental é interesantísimo punto de la fe católica.
» por consiguiente Cristo con su única persona la sola también (2) Suprimida aquí no sin razón la palabra (IÍÍIOJ « única »,
» naturaleza divina » ; así como por el contrario los arríanos que aparecía en varias ediciones antiguas y aun códices ma-
y priscilianitas solo reconocían en Cristo la naturaleza h u m a - nuscritos.
na, y Apolinar dogmatizaba que « en la obra misma de la E n - (3) La palabra unius se echa de menos en algunas ediciones
» carnación algo del Verbo se convirtió en carne » : errores entre las antiguas.
anatematizados ademas por los concilios 1.°, 2,° y 6.° de Tole-
CUESTIÓN II,—ARTÍCULO I. 189

»table, indiviso, inseparable ; sin que lo cual no puede hacerse sino en las cosas,
» jamás desapareciera esta diferencia de cuya forma es composición ú orden ó fi-
B naturalezas por causa de la unión». gura; como de muchas piedras amonto-
Luego la unión no h a sido hecha en la nadas sin orden alguno por la composi-
naturaleza. ción sola se hace un m o n t ó n , m a s de pie-
Conclusión. Es imposible que la unión dras y maderas dispuestas según algún
del Verbo encamado se realizase en la orden y adaptadas á alguna figura se
naturaleza. forma la casa. Según esto algunos (2)
Responderemos q u e , p a r a e v i d e n c i a r supusieron que la unión tenía lugar por
esta c u e s t i ó n , es menester considerar qué modo de confusión, que es sin orden ó

es la naturaleza. D e b e saberse pues que por modo de conmensuración (3), que


el n o m b r e de naturaleza se ha dicho ó es con orden. Pero esto no puede ser:

tomado de [nascendo) nacer ; por lo que 1.° porque la composición ó el orden, ó la

primeramente ha sido impuesto este nom- figura no es forma substancial, sino ac-

bre, para significar la generación de los cidental, y así se seguiría que la unión

vivientes, que se llama nacimiento ó ger- de la Encarnación no existiría per se,

minación (pullulatio), de m o d o que se da sino per accidens , lo que después se de-

el n o m b r e de naturaleza (natura) c o m o mostrará ser falso (a. 6) ; 2.° porque de

que ha de nacer (nascitura); después estas no se hace una sola simpliciter, sino

fue e m p l e a d o este nombre de naturaleza, secundum quid, puesto que subsisten va-

para significar el principio de esta gene- r i a s e n a c t o ; 3.° porque la forma de las

ración : y , puesto que el principio d e la tales n o es naturaleza, sino m á s bien arte,

g e n e r a c i ó n (1) en las cosas vivientes es como la forma de la casa; y así no se

intrínseco, la palabra naturaleza h a ser- constituiría una naturaleza en Cristo,

vido después para significar cualquier c o m o e l l o s q u i e r e n . 2.° A l g o u n o s e h a c e de

principio intrínseco de movimiento, se- muchas cosas perfectas, pero transforma-

gún ló cual dice el Filósofo (Phys. 1. 2, das, como de los elementos se hace lo

t. 3) que cela n a t u r a l e z a es el principio misto ; y en este sentido algunos dijeron

» del m o v i m i e n t o en lo q u e e s per se y no haber sido hecha la unión de la Encar-

secundum accidens ». M a s este principio nación por modo d e c o n m i s t i ó n (4). Pero

ó es f o r m a ó es materia, por lo que á ve- e s t o n o p u e d e s e r : 1.° porque la natura-

ces la naturaleza se dice forma y otras leza divina es absolutamente inmutable,

materia: y , como el fin de la genera- como se h a dicho ( P . 1. a


C. 9, a. 1 y 2);

ción natural e s t á e n lo q u e es engendrado, por consiguiente ni la misma puede con-

esto es, la esencia de la especie, que la vertirse en otro, puesto que es incorrup-

definición significa ; de ahí es que esta tible, ni otro en la misma, por ser ella

esencia de la especie se llama también inengendrable; 2.° porque lo que está

naturaleza. D e este m o d o define Boecio mezclado no es lo mismo en especie que

l a n a t u r a l e z a (1. D e duab. hat.) diciendo: ninguno de los elementos de la mezcla,

«la naturaleza es lo que da á cada cosa pues la carne difiere de cualquiera es-

» su diferencia específica » , esto es, la pecie de elementos; y de este modo

que c o m p l e t a la definición de la especie. Cristo no sería de la misma naturaleza

Así pues ahora hablamos de la natura- que el P a d r e ni que la Madre ; 3.° por-

leza, según que significa esencia ó quod que no puede hacerse mezcla de cosas

quid est, ó la quiddidad de la especie. que están m u y distantes, dado que la


T o m a n d o de este m o d o la palabra natu- una de ellas pierde su especie, como si
raleza, imposible que la unión del
es uno mezcla una gota de agua en una án-
Verbo encarnado haya sido hecha en la fora de vino ; y según esto, escediendo

naturaleza; p o r q u e a l g o e s c o n s t i t u i d o infinitamente la naturaleza divina á la


de dos ó más uno de tres m o d o s : 1.° de h u m a n a , no puede existir tal mistión (ó),
dos cosas í n t e g r a s p e r f e c t a s remanentes, sino que quedará sola la naturaleza di-

(1) Tanto activa como pasiva, según claramente se colige (•1) Commixlionis en todas las ediciones posteriores ¿García;
del contesto. pero en el códice de Alcañiz y en algunas ediciones antiguas,
(2) Los eutiquianos principalmente. como las romanas, complexianis.
(3) Algunos pocos leen commasmtionis, en lugar de commm- (5) Alguna vez sin embargo se halla en los S S . PP. con la
«raíimis, que es lo común. denominación de mixíon ó mixtura, queriendo designar sim-
190 CUESTIÓN l i . — A R T Í C U L O S I Y II.

v i n a . 3.° S e h a c e a l g o d e a l g u n a s c o s a s A l 2.° q u e d e l a l m a y d e l c u e r p o se
n o m e z c l a d a s ó t r a n s f o r m a d a s , sino i m - constituye en cada u n o d e nosotros doble
perfectas, como del alma y del cuerpo se unidad de naturaleza y de p e r s o n a : de
n a c e el h o m b r e , é i g u a l m e n t e d e los d i - n a t u r a l e z a , s e g ú n q u e e l a l m a s e u n e al
versos m i e m b r o s s e c o n s t i t u y e u n solo cuerpo, perfeccionándolo formalmente, de
cuerpo. M a s esto n o p u e d e decirse d e l modo q u e d e dos se h a g a u n a naturaleza,
m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n : 1.° p o r q u e c o m o d e l a c t o y d e l a p o t e n c i a ó d e la
u n a y otra n a t u r a l e z a , es decir, l a divina m a t e r i a y d e l a f o r m a ; y r e s p e c t o á esto
y l a h u m a n a , es perfecta s e g ú n s u r a z ó n ; no se considera l a semejanza, puesto que
2 . ° porque la naturaleza divina y l a h u - la naturaleza divina n o puede ser forma
m a n a n o pueden constituir algo por modo d e c u e r p o , c o m o s e h a p r o b a d o ( P . 1. , a

de p a r t e s c u a n t i t a t i v a s , como los miem- C . 3 , a , 8). M a s l a u n i d a d d e l a p e r s o n a


bros constituyen el cuerpo, puesto q u e l a es c o n s t i t u i d a d e e l l a s , e n c u a n t o e s a l g u n o
n a t u r a l e z a divina es i n c o r p ó r e a ; n i p o r uno subsistente en l a carne y el alma ; y
modo de forma y materia, porque l a di- acerca de estose considera la semejanza,
vina naturaleza no puede ser forma de p o r q u e u n solo Cristo subsiste e n l a di-
algo y menos de cosa corpórea; d e donde v i n a n a t u r a l e z a y e n l a h u m a n a (2).
se s e g u i r í a q u e l a especie r e s u l t a n t e s e r í a A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l D a m a s c e n o
comunicable á m á s d e u n o , y así habría ( i b i d . ) , l a n a t u r a l e z a d i v i n a s e dice en-
m u c h o s C r i s t o s ; 2.° p o r q u e C r i s t o n o c a r n a d a , p o r c u a n t o h a s i d o u n i d a á la
tendría ni naturaleza h u m a n a ni divina; c a r n e p e r s o n a l m e n t e ; n o q u e h a y a sido
pues la diferencia añadida v a r í a la espe- convertida en la naturaleza de la carne.
cie, como l a u n i d a d el n ú m e r o , s e g ú n se I g u a l m e n t e t a m b i é n s e d i c e c a r n e deifi-
d i c e ( M e t . 1. 8 , t . 10). c a d a , c o m o é l m i s m o d i c e ( i b i d . c . 15 y
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l c. 1 7 ) , n o p o r c o n v e r s i ó n , s i n o p o r l a
p a s a j e d e S a n C i r i l o (1) s e e s p o n e e n e l unión al V e r b o , salvas sus propiedades
q u i n t o S í n o d o ( C o n s t a n t . 2.° g e n e r a l , 5, n a t u r a l e s ; d e m o d o q u e s e e n t i e n d a ser
c o l l a t . 8 , c a n . 8 ) d e e s t e m o d o : (( si a l - deificada l a c a r n e , p o r q u e h a sido hecha
B g u n o , diciendo q u e u n a sola naturaleza carne del Verbo D i o s , n o porque haya
B del V e r b o d e Dios se h a e n c a r n a d o , n o sido h e c h a D i o s .
» lo entiende como los P a d r e s l o e n s e ñ a -
» r o n q u e de la naturaleza divina y l a A R T Í C U L O I I . — 1.a untondel Verbo
» h u m a n a mediante su unión según l a encarnado s e hizo e n l a persona ? (3)
B subsistencia se h a h e c h o u n solo C r i s t o ,
» sino q u e p o r t a l e s p a l a b r a s p r e t e n d e 1.° P a r e c e q u e l a u n i ó n d e l V e r b o en-
B introducir u n a sola n a t u r a l e z a ó s u s t a n - c a r n a d o n o s e r e a l i z ó e n l a p e r s o n a ; por-
B cia de l a divinidad y de la carne de Cris- q u e l a p e r s o n a d e D i o s n o e s o t r a cosa
B t o ; el t a l sea escomulgado». L u e g o no q u e s u n a t u r a l e z a , como se h a demos-
es el sentido q u e e n l a E n c a r n a c i ó n se t r a d o ( P . 1. , C . 2 9 , a . 3 ) : s i p u e s la
a

h a y a constituido de las dos naturalezas unión n o h a sido h e c h a e n l a naturaleza,


u n a sola n a t u r a l e z a , sino q u e l a n a t u r a - sigúese q u e n o lo fue e n la persona.
leza del V e r b o Dios unió l a carne á sí en 2.° L a n a t u r a l e z a h u m a n a n o es de
la persona. m e n o r d i g n i d a d e n Cristo q u e e n nos-

plemente la union en su sentido recto y con sencillez de len- á las dos naturalezas divina y humana, reconociendo, no un
guaje, bien lejos de la intención perversa de Eutíques y los solo Cristo Dios y Hombre á la v e z , sino separadamente un
suyos en el uso de esa misma voz ; por cuya razón la recha- Hijo de Dios y otro hijo del hombre ; contra Severo de Antio-
zan como herética San Juan Damasceno (De orlh. fiel. 1. 3, c. 3) quía, que enseñaba « no haber en Cristo unión personal sub-
y San Bernardo , quien sin embargo la llama (serm. 2 de nata' » sistente en las dos naturalezas, y sí solo habitual, es decir,
li Domini) nolani commixturam, entendiéndola inconfusa. » según cierto hábito ó propiedad y condición divina; por la
(1) Quien no obstante so queja en su carta á Juan de A n - » que, siendo únicamente hombre, operaba milagros por la
tioquía de no haber sido bien interpretadas sus palabras por » asistencia en cierta participación de la virtud divina». Juan
Eustacio, á quien por lo mismo reconvienen los Padres del Hus por su parte reconocía un solo Cristo en las dos natura-
Concilio. lezas divina y h u m a n a , sin mencionar empero la única per-
(2) Conforme á la letra del Simbolo de San Atanasio : non sona divina, en la que se verifica la unión de ambas según la
duo, sed unus est Christus ; unm autem, non confusione substantias, doctrina católica, clara y espresamente formulada por los con-
sed unitale persona;. cilios 5.° de Conslantinopla (confes 8, c. 5 y 7), Constanza
(3) Del Verbo : tal es la doctrina de la Iglesia contra Nes- (ses. 13) y Toledanos 1." (can. 21), 2.° y 0.°
torio, que distinguía ep Cristo dos personas, correspondientes
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O II. 191

otros ; y la p e r s o n a l i d a d p e r t e n e c e á la a b s o l u t a m e n t e s e p a r a d a s , sino p o r q u e e n
d i g n i d a d , c o m o se l i a d e m o s t r a d o ( P . 1. , a
el supuesto se incluye l a n a t u r a l e z a m i s -
C . 29, a. 3, al 2.°). L u e g o , c o m o la n a - m a d e l a e s p e c i e y se s o b r e a ñ a d e n c i e r t a s
t u r a l e z a h u m a n a t e n g a en n o s o t r o s p r o p i a otras, que están fuera de la razón d e la
personalidad, con mayor razón tuvo pro- especie ; p o r lo q u e el supuesto es signi-
pia p e r s o n a l i d a d en C r i s l o . ficado c o m o u n t o d o , q u e t i e n e l a n a t u r a -
3.° C o m o d i c e B o e c i o ( l i b . D e d u a b . leza como parte formal y perfectiva de
n a t . ) (1), « p e r s o n a es la s u s t a n c i a in- é l ; y p o r e s t o e n l o s c o m p u e s t o s (3) d e
j> d i v i d u a l de la n a t u r a l e z a r a c i o n a l » ; y m a t e r i a y f o r m a l a ' n a t u r a l e z a n o se p r e -
el V e r b o de D i o s t o m ó la n a t u r a l e z a hu- dica del s u p u e s t o , pues n o decimos q u e
m a n a i n d i v i d u a l , p o r q u e la n a t u r a l e z a e s t e h o m b r e s e a s u h u m a n i d a d . P e r o , si
u n i v e r s a l n o s u b s i s t e secundum se, s i n o h a y a l g u n a c o s a , e n la' q u e n o h a y a e n
que se c o n s i d e r a en la s i m p l e c o n t e m p l a - absoluto otra cosa fuera d e la razón d e
c i ó n , c o m o d i c e el D a m a s c e n o ( O r t h . fid. la especie ó d e su n a t u r a l e z a , como su-
1. 3, c. 11). L u e g o la h u m a n a n a t u r a l e z a cede e n D i o s ; e n ella el supuesto y l a
tiene su p e r s o n a l i d a d en C r i s t o ; y de n a t u r a l e z a n o difieren e n r e a l i d a d , sino
c o n s i g u i e n t e n o p a r e c e q u e la u n i ó n h a y a solo s e g ú n l a r a z ó n d e e n t e n d e r : p o r q u e
sido h e c h a en la p e r s o n a . la n a t u r a l e z a se d i c e , s e g ú n q u e es cierta
Por el c o n t r a r i o , se lee en el S í n o d o esencia; y la misma se dice supuesto,
de C a l c e d o n i a ( A c t . 5): « r e c o n o c e m o s según q u e es subsistente. Y lo q u e se h a
» un s o l o y m i s m o H i j o U n i g é n i t o , D i o s dicho del supuesto debe entenderse d e la
» Verbo, Nuestro Señor Jesucristo, no persona en la criatura racional ó intelec-
» p a r t i d o ó d i v i d i d o en d o s p e r s o n a s » . t u a l ; p o r q u e l a p e r s o n a n o es o t r a cosa
L u e g o la u n i ó n f u e h e c h a en la p e r s o n a . que « la sustancia individual d e la natu-
Conclusión. La unión de la naturaleza r a l e z a racional», según Boecio. P o r
humana á la divina en el Verbo se rea- consiguiente todo lo q u e está e n u n a
lizó en su divina persona. persona, y a pertenezca ó no á su natu-
Responderemos, q u e la p e r s o n a s i g n i - raleza, le está unido en la persona. Si
fica o t r a c o s a q u e la n a t u r a l e z a ; p o r q u e pues la naturaleza h u m a n a no se u n e al
la n a t u r a l e z a s e g ú n l o d i c h o (a. 1) de- Verbo de Dios en la persona, de ningún
signa la e s e n c i a de la e s p e c i e , q u e la de- m o d o s e l e u n e (4); y a s í s e q u i t a t o t a l -
finición s i g n i f i c a : y , si á l a s c o s a s , q u e m e n t e l a fe d e l a E n c a r n a c i ó n , l o c u a l
p e r t e n e c e n á la r a z ó n de la e s p e c i e , nin- es s u b v e r t i r t o d a l a fe cristiana. L u e g o ,
guna o t r a c o s a p u d i e r a h a l l a r s e u n i d a , dado q u e el V e r b o t e n g a unida á sí la
n i n g u n a n e c e s i d a d h a b r í a de d i s t i n g u i r naturaleza humana, m a s no pertenecien-
la n a t u r a l e z a d e l s u p u e s t o de la n a t u r a - d o á s u n a t u r a l e z a d i v i n a ; s i g ú e s e q u e la
l e z a , q u e es el i n d i v i d u o s u b s i s t e n t e en unión fue hecha en la persona del Verbo,
aquella n a t u r a l e z a ; p u e s t o q u e c a d a in- y no en la naturaleza (5).
dividuo s u b s i s t e n t e en a l g u n a n a t u r a l e z a A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n -
sería p o r c o m p l e t o l o m i s m o c o n su na- que en Dios la naturaleza y la persona no
t u r a l e z a . M a s s u c e d e h a l l a r s e en c i e r t a s sean en realidad diferentes, sin e m b a r g o
cosas s u b s i s t e n t e s a l g o , q u e n o p e r t e n e c e difieren s e g ú n el m o d o d e significar,
á la r a z ó n de la e s p e c i e , es d e c i r , l o s como se h a d i c h o ; puesto q u e la persona
accidentes y l o s principios q u e l a s i n d i - designa l a esencia p o r m o d o subsistente:
vidualizan ; c o m o p r i n c i p a l m e n t e s e ve y , como la naturaleza h u m a n a está unida
en l a s q u e s o n c o m p u e s t a s de m a t e r i a y al V e r b o d e t a l m o d o q u e el V e r b o s u b -
forma (2) : y p o r e s o en l a s t a l e s la na- siste e n ella, m a s n o d e m o d o q u e se l e
t u r a l e z a y el. s u p u e s t o d i f i e r e n a u n r e a l - añada algo á la razón de su naturaleza,
m e n t e (secundum rem), n o c o m o c o s a s ó q u e s u naturaleza se transforme en

(1) El titulo íntegro es De ditabus naturis el una persona Christi, lizarse en la persona ; á diferencia de la accidental y como de
contra Bniychen el Nestorium. adjuntos estrínsecos, que no es ni puede ser personal hablan-
ft) V. en la 1 . P. la C. 3, a. 3, y sus notas, tomo 1.°
a
do con propiedad. '
m- 23 y 24. (5) Dogma definido por el concilio de Efeso, confirmado por
(3) Como ni en los demás seres creados cualesquiera, según el de Calcedonia y espresamente consignado y recitado por
se espresa luego ( 0 , 1 7 , a. 1). disposición de la Iglesia en los Símbolos apostólico, niceno y
(4) Por unión propiamente sustancial, que solo puede rea- de San Atanasio.
192 C U E S T I Ó N I I . — A R T Í C U L O S II Y III.

o t r a ; p o r eso la unión de la n a t u r a l e z a s i n o e n s u j e t o m á s p e r f e c t o , e s t o e s , en
h u m a n a a l V e r b o de D i o s se hizo e n la la persona del V e r b o de D i o s ; sigúese
p e r s o n a , no en la naturaleza. q u e no tiene personalidad p r o p i a : así que
A l 2.° q u e l a p e r s o n a l i d a d e n t a n t o l a u n i ó n fue h e c h a e n l a p e r s o n a ( 2 ) ,
pertenece á la dignidad y perfección de
alguna cosa, en cuanto pertenece á la ARTÍCULO III. — ¿La unión del Verbo
dignidad de a l g u n a cosa y á su perfec- encarnado b a sido becba en el supuesto ó hi-
c i ó n e l q u e e x i s t a per se; l o c u a l s e e n - pos tas i? (3)
tiende en el n o m b r e de persona. P e r o
es m á s d i g n o á a l g u n o e x i s t i r e n o t r o 1 ° P a r e c e q u e l a u n i ó n d e l V e r b o en-
m á s d i g n o q u e é l q u e el e x i s t i r per se; y c a r n a d o no h a sido h e c h a en el supuesto
así l a n a t u r a l e z a h u m a n a es m á s d i g n a ó en la hipóstasi ; p o r q u e dice S a n A g u s -
e n C r i s t o q u e en n o s o t r o s , p o r lo m i s m o t í n ( E n c h i r . c . 35): « l a s u s t a n c i a d i v i n a
q u e e n n o s o t r o s c o m o e x i s t e n t e per se » y h u m a n a , u n a y o t r a es u n s o l o H i j o
tiene propia personalidad, mientras que » d e D i o s ; p e r o l a u n a p o r c a u s a del
en Cristo existe en la persona del V e r b o ; » V e r b o y la otra por causa del hombre».
a s í c o m o t a m b i é n el s e r c o m p l e t i v o d e E l p a p a L e ó n dice t a m b i é n (epist. ad
la especie pertenece á la dignidad de F l a v . 28 e d i t . v e n . ) , « b r i l l a u n a d e e s t a s
l a f o r m a , y s i n e m b a r g o l o s e n s i t i v o es » por los m i l a g r o s y s u c u m b e l a o t r a á
m á s noble e n el h o m b r e á c a u s a de l a » l a s i n j u r i a s ». P e r o u n a y o t r a difieren
unión á forma más noble completiva: que e n el s u p u e s t o . L u e g o l a u n i ó n d e l V e r b o
l o es e n el b r u t o a n i m a l , e n e l q u e e s e n c a r n a d o n o h a s i d o h e c h a e n él su-
forma completiva. puesto.
A l 3.° q u e e l V e r b o d e D i o s « n o t o - 2.° L a h i p ó s t a s i n o es o t r a c o s a que
» m ó la naturaleza h u m a n a en universal, la sustancia p a r t i c u l a r , como dice Boe-
» s i n o e n el á t o m o , e s t o e s , e n e l i n d i v i - c i o ( l i b . D e d u a b . n a t u r . ) ; y es e v i d e n t e
» d ú o » (1), c o m o dice el D a m a s c e n o que en Cristo h a y cierta o t r a sustancia
( O r t h . fid. 1. 3 , c. 11): d e o t r a m a n e r a j>articular i n d e p e n d i e n t e d e l a hipóstasi
sería menester que á cada h o m b r e con- d e l V e r b o , á s a b e r , el c u e r p o y el a l m a
viniera ser V e r b o d e D i o s , como conviene y el c o m p u e s t o d e e l l o s . L u e g o h a y en
á C r i s t o . D e b e s a b e r s e sin e m b a r g o q u e e l m i s m o o t r a h i p ó s t a s i a d e m a s d e l a hi-
n o t o d o i n d i v i d u o e n el g é n e r o d e l a s u s - póstasi del V e r b o .
t a n c i a , aun en la naturaleza racional, 3.° L a h i p ó s t a s i d e l V e r b o n o s e c o n -
t i e n e r a z ó n d e p e r s o n a ; sino solo a q u e l t i e n e en a l g ú n g é n e r o , ni b a j o l a especie,
q u e e x i s t e per se, m a s n o e l q u e e x i s t e c o m o c o n s t a d e l o q u e s e h a d i c h o ( P . I."
en otro m á s perfecto: así la m a n o de S ó - C . 3 , a. 5 ) . P e r o C r i s t o , s e g ú n q u e se
crates , aunque sea cierta cosa individual, h i z o h o m b r e , e s t á c o n t e n i d o b a j o l a es-
n o es s i n e m b a r g o p e r s o n a ; p u e s t o q u e p e c i e h u m a n a ; p o r q u e dice S a n Dionisio
n o e x i s t e per se, s i n o e n u n s u j e t o m á s ( D e d i v . n o m . c. 1, l e c t . 2) : « el q u e es-
p e r f e c t o , es d e c i r , e n su t o d o . L o p r o p i o » c e d e s u p e r e m i n e n t e m e n t e e l o r d e n todo
p u e d e s i g n i f i c a r s e e n el h e c h o d e d e c i r s e » d e la n a t u r a l e z a e n t e r a vino á consti-
la persona sustancia individual: porque » tuirse d e n t r o de los t é r m i n o s de nues-
l a m a n o n o es s u s t a n c i a c o m p l e t a , s i n o » t r a n a t u r a l e z a ». M a s n o se contiene
parte de sustancia. L u e g o , aunque esta b a j o l a e s p e c i e h u m a n a , s i n o c o m o cierta
h u m a n a naturaleza sea cierto individuo hipóstasi de la especie h u m a n a . Luego
en el g é n e r o d e l a s u s t a n c i a ; sin e m b a r - e n C r i s t o h a y o t r a h i p ó s t a s i a d e m a s de
g o , c o m o n o e x i s t e per se s e p a r a d a m e n t e , l a h i p ó s t a s i d e l V e r b o d e D i o s , resul-

(1) Es decir, según él mismo esplica, a ni tomó todas las mia por cierto dio ocasión á que el concilio de Efeso formulase
» hipóstasis », ni era individuo subsistente en sí mismo como la tan piadosa y repetida como lacónica y eficaz oración del
hombre-Dios, hasta que comenzó á subsistir en su propia hi- Ave Haría.
póstasi en virtud de la simultánea unión de las dos natura- (3) Refutación directa y concluyente de la herejía llamada
lezas á s u única persona d i v i n a , en la que y a antes subsistía feliciana, que mediante cierta infundada distinción entre per-
6 i n la humana con sola la divina. sona é hipóstasi ó supuesto reconocía en Cristo una sola per-
(2) Pudiéndose por lo mismo decir con toda verdad y pro- sona pero con dos supuestos ó hipóstasis ; error tan antiíilo-
piedad en sentido estrictamente católico que la Santísima sófico como heterodoxo, ya procediese de ignorancia ó de
Virgen María es Madre de Dios, y no solamente Madre de malicia, condenado por León I (epist. 11 ad Juliamm contra
Cristo, como impíamente pretendiera Kestorio, cuya blasfe- Eutychen).
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O III. 193

tando la misma consecuencia anterior. dad por propiedad distinta. Si pues h a


Por el contrario, dice el D a m a s c e n o sido h e c h a la unión en la p e r s o n a y n o
( O r t h . fid. 1. 3 , c. 3, 4 y 5) : « r e c o n o c e - en la hipóstasi, será consiguiente que no
» m o s en N u e s t r o S e ñ o r J e s u c r i s t o d o s se h a e f e c t u a d o la u n i ó n sino s e g ú n c i e r t a
» naturalezas, p e r o u n a sola h i p ó s t a s i » . dignidad. Y esto con la aprobación del
Conclusión. Es herético según anti- S í n o d o E f e s i n o (gener. n i , p . 3, c a n .
gua declaración de la Iglesia decir que a n a t h . 3) fue c o n d e n a d o p o r S a n C i r i l o
hay en Cristo dos hipóstasis ó supuestos, e n e s t o s t é r m i n o s : « si a l g u n o d e s p u é s
ó (lo que es lo mismo) que la unión de la » de la unión divide las subsistencias en
Encarnación no se realizó en su única » u n solo C r i s t o , u n i é n d o l a s o l a m e n t e p o r
hipóstasi ó persona divina. » u n a c o n j u n c i ó n , q u e es conforme á
Responderemos, q u e a l g u n o s (1) i g - » c i e r t a d i g n i d a d (3) ó a u t o r i d a d , ó s e -
norando la relación de la hipóstasi á la » g u n la p o t e n c i a , y n o m á s con el
persona, aunque concedían en Cristo una » concurso según la adunacion n a t u r a l ,
sola p e r s o n a , s u p u s i e r o n sin e m b a r g o u n a » sea e s c o m u l g a d o » . 3. P o r q u e ú n i c a -
a

h i p ó s t a s i d e D i o s y o t r a d e l h o m b r e (2), m e n t e la h i p ó s t a s i es á l a q u e se a t r i -
como si l a u n i ó n f u e s e h e c h a e n l a p e r s o - b u y e n e n c o n c r e t o (4) l a s o p e r a c i o n e s y
n a , no en l a h i p ó s t a s i ; lo c u a l es n o - propiedades de la naturaleza, y también
toriamente erróneo por tres razones: las cosas que pertenecen á la razón de
1. p o r q u e l a p e r s o n a n o a ñ a d e s o b r e l a
a
• l a n a t u r a l e z a :• p o r q u e d e c i m o s q u e e s t e
hipóstasi, sino u n a n a t u r a l e z a d e t e r m i - hombre raciocina, que tiene la facultad
nada, á s a b e r , l a r a c i o n a l , s e g ú n lo q u e d e r e i r y q u e es a n i m a l r a c i o n a l ; y p o r
dice B o e c i o ( l i b . D e d u a b . n a t . ) q u e . e s t a r a z ó n se dice ser e s t e h o m b r e su-
« p e r s o n a es l a s u s t a n c i a i n d i v i d u a d e l a p u e s t o , esto e s , p o r q u e de él es de quien
» n at u ral eza r a c i o n a l » : y así es lo m i s m o se dicen estas cosas, que le p e r t e n e c e n y
atribuir propia hipóstasi á la h u m a n a n a - las recibe como sus p r e d i c a d o s . Si p u e s
turaleza en Cristo que la propia persona; h a y otra hipóstasi en Cristo ademas de la
lo c u a l e n t e n d i é n d o l o l o s S a n t o s P a d r e s hipóstasi del V e r b o , sigúese q u e de al-
condenaron e s t e d o b l e e r r o r en el o.° C o n - g u n o otro q u e del V e r b o se verifican las
cilio c e l e b r a d o e n C o n s t a n t i n o p l a ( C o - c o s a s , q u e son del h o m b r e , como h a b e r
llat. 8, c a n . 5 ) , d i c i e n d o : « s i a l g u n o n a c i d o de la V i r g e n , p a d e c i d o , crucifi-
» i n t e n t a i n t r o d u c i r e n el m i s t e r i o d e cado y s e p u l t a d o . Y esto h a sido t a m b i é n
» Cristo dos s u b s i s t e n c i a s ó dos p e r s o n a s , c o n d e n a d o (5) c o n a p r o b a c i ó n d e l C o n -
»sea anatematizado». E n efecto: la cilio d e E f e s o ( i b i d . c a n . 4) e n e s t a s p a l a -
Santa Trinidad no esperimentó adición b r a s : « si a l g u n o a t r i b u y e c o n s e p a r a c i ó n
de p e r s o n a ó s u b s i s t e n c i a , p o r h a b e r s e » á dos personas ó subsistencias las pala-
encarnado solo de ella el V e r b o d e D i o s . » b r a s q u e se h a l l a n e n l a s E s c r i t u r a s
L a s u b s i s t e n c i a es e m p e r o l o m i s m o q u e » evangélicas y apostólicas, ó las di-
la cosa s u b s i s t e n t e , l o q u e e s p r o p i o d e l a » c h a s de C r i s t o p o r los s a n t o s , ó p o r él
h i p ó s t a s i , c o m o se v e p o r B o e c i o ( 1. D e » mismo de sí, aplicando unas como al
d u a b . n a t u r . ) . 2. P o r q u e , si s e c o n c e d e
a
» h o m b r e entendido s e p a r a d a m e n t e del
que l a p e r s o n a a ñ a d a a l g o s o b r e l a h i - » V e r b o de Dios y otras como adjudica-
póstasi, en lo c u a l p u e d a h a c e r s e la » b l e s (6) á D i o s e n c o n c e p t o d e V e r b o
unión; e s t o n o e s o t r a c o s a q u e l a p r o p i e - » de D i o s P a d r e ; sea escomulgado». A s í
dad p e r t e n e c i e n t e á l a d i g n i d a d , s e g ú n p u e s es evidente ser herejía condenada en
lo q u e se d i c e p o r a l g u n o s q u e l a p e r s o n a otro tiempo por la Iglesia decir que en
es la h i p ó s t a s i , p e r t e n e c i e n t e á l a d i g n i - Cristo hay dos hipóstasis ó dos supues-

(1) Entre los que cuentan algunos á Nestorio y Dióscoro en (31 Accidental y estrínseca únicamente, y no la intrínseca
los principios de su claudicación, más esplícHamente clara y y sustancial designada por el nombre de persona.
herética después. (4) Nos atenemos en esta versión al hipérbaton indicado por
(2J Confundiendo la hipóstasi ó persona con la sustancia ó Nicolai.
naturaleza á pretesto del uso indistinto de las dos voces esen- (5) Por San Cirilo, autor de los anatematismos allí consig-
cia é hipóstasi , según observa San Juan Damasceno (1. 3, c. 3), nados, como presidente del referido concilio.
quien declara su fe en estos términos : « reconocemos una sola (6) Decibiles ó dicibiles, malamente latinizado, y equiva-
• y misma hipóstasi de humanidad y deidad, confesando las lente á Deo congruentes ó Dea dignas según la más moderna edi-
»dos naturalezas unidas en esa única hipóstasi». V . en el ción greco-latina de los Concilios.
lomo i . ° p á g . la 258, C. 29, a. 2.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV. 13
194 CUESTIÓN II.—ARTÍCULOS III Y I V .

tos, ó que la unión no ha sido hecha en hipóstasi ó s u p u e s t o , sino q u e aquel


la hipóstasi ó supuesto. P o r l o c u a l e n e l c o m p l e t o , a l q u e c o n c u r r e , s e d i c e ser
m i s m o S í n o d o s e l e e ( c a n . 2 ) : « si a l g u n o hipóstasi ó supuesto.
» n o confiesa a l V e r b o , q u e p r o c e d e d e A l 3.° q u e , e n l a s c o s a s c r e a d a s n o es
» Dios P a d r e , unido á la carne según la p u e s t a a l g u n a cosa s i n g u l a r e n el género
» subsistencia, y q u e a m b a s cosas son u n ó la especie p o r r a z ó n d e lo q u e pertene-
» solo C r i s t o c o n su c a r n e , esto e s , el ce á su i n d i v i d u a c i ó n , sino p o r r a z ó n de
» mismo Dios y Hombre; sea anatema». su n a t u r a l e z a , q u e es d e t e r m i n a d a según
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a s í c o m o la forma; porque l a individuación resulta
la diferencia accidental produce distin- m á s bien d e l a m a t e r i a e n l a s cosas com-
c i ó n (facit alterum), a s í l a diferencia p u e s t a s . A s í p u e s d e b e decirse q u e Cristo
e s e n c i a l c o n s t i t u y e d i v e r s i d a d (facit a liu d) e s t á e n l a e s p e c i e h u m a n a p o r r a z ó n de
(1). E s e v i d e n t e e m p e r o q u e l a a l t e r i d a d l a n a t u r a l e z a t o m a d a , n o p o r r a z ó n d e la
(alteritas) (2) q u e p r o v i e n e d e d i f e r e n - misma hipóstasi.
cia a c c i d e n t a l , puede pertenecer en las
cosas creadas a l a misma hipóstasi ó su-
ARTÍCULO I V . — persona0hi-
p u e s t o , t o d a vez que el mismo numérica-
póstasi de Cristo después d e l a Encarnación
m e n t e puede estar sometido á diversos
e s compuesta ? (4;
accidentes ; m a s no sucede en las cosas
creadas que lo mismo numéricamente
p u e d a subsistir bajo esencias ó n a t u r a l e - 1.° P a r e c e q u e q u e l a p e r s o n a d e C r i s t o
z a s d i v e r s a s , sino q u e u n o solo y el m i s m o n o e s c o m p u e s t a : p o r q u e l a p e r s o n a de
Cristo subsiste en dos naturalezas. D e Cristo n o es otra cosa q u e l a persona ó
consiguiente, así como lo q u e se dice el h i p ó s t a s i d e l V e r b o , s e g ú n r e s u l t a d e lo
u n o y el o t r o e n l a s c r i a t u r a s n o significa d i c h o ( a . 2); y e n e l V e r b o n o e s d i v e r s a
diversidad de s u p u e s t o , sino solamente cosa l a p e r s o n a y l a n a t u r a l e z a , según
d i v e r s i d a d d e f o r m a s a c c i d e n t a l e s ; así el c o n s t a d e l o e s p u e s t o ( P . 1. , C . 3 , a. 3
a

decir q u e Cristo es u n a cosa y otra n o y 7). L u e g o , s i e n d o s i m p l e l a n a t u r a l e z a


importa diversidad de supuesto ó hipós- d e l V e r b o s e g ú n l o d e m o s t r a d o ( i b i d . ) , es
tasi , sino diversidad d e n a t u r a l e z a s . P o r i m p o s i b l e q u e l a p e r s o n a d e C r i s t o sea
l o c u a l d i c e S a n G r e g o r i o JNTacianceno compuesta.
( e p i s t . 1 a d C l e d o n i u m ) (3) : « u n a c o s a 2.° T o d a c o m p o s i c i ó n p a r e c e s e r l o de
» y o t r a (aliud et aliud) s o n d e l a s q u e p a r t e s ; m a s l a d i v i n a n a t u r a l e z a n o pue-
» consta el S a l v a d o r , m a s no u n o y otro d e t e n e r r a z ó n d e p a r t e , p o r q u e t o d a parte
» (alius et- alius) ; y d i g o q u e t i e n e l o t i e n e r a z ó n d e i m p e r f e c t o . L u e g o es im-
» uno y lo otro al contrario que en la p o s i b l e q u e l a p e r s o n a d e C r i s t o s e a com-
» T r i n i d a d , en l a q u e decimos el u n o y p u e s t a de dos naturalezas.
» el o t r o , p a r a n o confundir las subsis- 3.° L o q u e e s c o m p u e s t o d e a l g u n a s
» t e n c i a s , y n o lo u n o y lo otro ». c o s a s p a r e c e s e r h o m o g é n e o (5) con
A l 2.° q u e l a h i p ó s t a s i s i g n i f i c a l a s u s - e l l a s , c o m o d& l o s c u e r p o s n o s e c o m p o n e
tancia particular, no de cualquier modo, s i n o u n c u e r p o . S i p u e s h a y a l g o en
sino c o m o q u e está e n su c o m p l e m e n t o ; C r i s t o c o m p u e s t o d e d o s n a t u r a l e z a s , se
m a s según q u e viene á la unión de a l g ú n s e g u i r á q u e a q u e l l o n o s e r á p e r s o n a , si-
ser m á s c o m p l e t o , n o se dice hipóstasi, n o n a t u r a l e z a ; y p o r c o n s i g u i e n t e en
como la m a n o ó el pie. I g u a l m e n t e la C r i s t o l a u n i ó n e s t a r á h e c h a e n l a natu-
humana naturaleza en Cristo, aunque sea r a l e z a , l o c u a l e s c o n t r a r i o á l o antes di-
sustancia p a r t i c u l a r , sin e m b a r g o , puesto c h o ( a . 2).
que concurre á la unión de cierto ser com- Por e l c o n t r a r i o , d i c e e l D a m a s c e n o
p l e t o , es d e c i r , d e todo C r i s t o , s e g ú n ( O r t h . fid. 1. 3, c . 3 , 4 y 5 ) : « conocemos
q u e es Dios y h o m b r e ; n o p u e d e decirse » en nuestro S e ñ o r J e s u c r i s t o dos natu-

(1) V. las notas 3 do la p á g . 273, 2 de la 275 y 2 de la 278 en algunas á la margen.


en el tomo 1.° (4) Por razón de las dos naturalezas, en las que unidas sub-
(2) Distinción únicamente. siste.
(3) No ad Didymun, cual se v e en la edición áurea y algunas (5)Esto e s , perteneciente al mismo género.
otras 4 como ni ad Celidonium, citado también adulteradamente
CUESTIÓN II. • " - A R T Í C U L O S IV Y V. 195

» ralezas, mas una sola hipóstasi, com- hombre ; si pues el alma y el cuerpo fue-
» puesta de ambas i> (1). ron unidos en C r i s t o , sigúese que de la
Conclusión. La persona de Cristo [ 1 ] unión de estos fue constituida alguna
según lo que es en sí (2) es absoluta- hipóstasi, mas no la hipóstasi del V e r b o
mente simple; mas [ 2 ] según la razón de de D i o s , que es eterna. L u e g o en C r i s t o
persona (3) es compuesta. habrá alguna persona ó hipóstasi ademas
Responderemos, que la persona ó hi- de la hipóstasi del V e r b o , lo cual es con-
póstasi de Cristo puede ser considerada tra lo ya dicho (a. 2 y 3).
de dos modos : 1.° según lo que es en sí, 2° D e la unión del alma y el cuerpo
y en este concepto es absolutamente sim- se constituye la naturaleza de la humana
ple, como también la naturaleza del Ver- especie; y dice el D a m a s c e n o (orth.fid.1.
bo ; 2° según la razón de persona ó 3 , c. 3) que « en el S e ñ o r Jesucristo no
hipóstasi, á la cual pertenece subsistir » hay que considerar especie común ».
en alguna naturaleza, y bajo este aspec- L u e g o no se hizo en él la unión del alma
to ¡apersona de Cristo subsiste en dos na- y del cuerpo.
turalezas ; por lo que, aunque haya allí 3.° El alma no se une al cuerpo, sino
un solo subsistente, hay sin embargo en para vivificarlo ; pero el cuerpo de C r i s t o
él doble diversa razón de subsistir ; y podía ser vivificado por el V e r b o mismo
así se dice persona compuesta, en cuanto de D i o s , que es fuente y principio de vida.
lo uno subsiste en dos. L u e g o en C r i s t o no hubo unión del alma
Con lo dicho queda contestado el ar- y del cuerpo.
gumento 1.° Por el contrario : el cuerpo no se dice
Al 2.° diremos, que aquella composi- animado sino por la unión del alma ; y
ción de la persona de naturalezas no se el cuerpo de C r i s t o se dice animado, se-
dice ser por razón de las partes (4), sino g ú n lo que la I g l e s i a canta (6), « t o -
más bien por razón del número ; como » mando un cuerpo animado, se dignó na-
todo aquello, en que dos cosas convienen, » cer de V i r g e n i>. L u e g o en C r i s t o hubo
puede decirse compuesto de ellas. unión de alma y cuerpo.
Al 3.° que no en toda composición se Conclusión. Necesario es confesar so-
verifica que lo que es compuesto sea pena de herejía que en Cristo el alma
homogéneo de los componentes, sino solo estuvo unida al cuerpo.
en las partes de lo continuo ; porque lo Responderemos, que C r i s t o se dice
continuo no se compone sino de conti- hombre unívocamente con los otros hom-
nuos , en tanto que el animal se compone bres, como existiendo de la misma espe-
de alma y cuerpo, de lo que ni uno ni cie, según aquello del A p ó s t o l ( P h i l i p p .
otro es animal. 2, 7), hecho á la semejanza de hombres.
M a s pertenece á la razón de la especie
ARTÍCULO V . — ¿ H a sido h e c h a a l g u n a humana que el alma se una al cuerpo:
union del alma y del cuerpo en Cristo ? (5). porque la forma no constituye la especie,
sino por h a c e r s e acto de la materia ; y
l.° Parece que en Cristo no hubo esto es el término de la generación, por
union de alma y cuerpo : porque de la la que la naturaleza tiende á la especie.
union del alma y del cuerpo se produce P o r lo cual es necesario decir que el alma
en nosotros la persona ó hipóstasi del fue unida al cuerpo en Cristo ; y lo con-

(1) V. la ñola 2 de la p á g . 46 en el t. 1." compuesta en un sentido y singular ó simple en otro, según


f2) En su concepto de ente. lo esplicado.
(3) En cuya unidad indivisible s e adunan las dos naturale- (4) Que por su misma naturaleza de tales son imperfectas;
zas divina ^ h u m a n a ; constituyendo así en ella y con ella mientras que cada una de las dos naturalezas en Cristo es en
un solo individuo Dios-hombre, en lo que realmente consiste sí misma completa y perfecta.
la unión hiposlática. En este sentido negar la unión según la (5) Así lo enseñan más ó menos esplícitamente los Concilios
composición de subsistencia en Cristo es hacerse sospechoso de Calcedonia, 1.° de Efeso , 5.° de Constantinopla (confess. 8,
de complicidad en las herejías ó de Apolinar y Eutíques, ó de c. 4), 6.° ecuménico [actio 17) y de Toledo contra diversos
Teodoro y Nestorio, según espresa declaración del Concilio 5." h e r e j e s , de los que unos (como Orígenes) pretendieran que
de Constanlinopla (cap. 4 y 7J, posteriormente reproducida « en Cristo el alma estaba unida al Verbo, mas no al cuerpo»;
con más amplias aclaraciones por el de Letran en tiempo de y otros (como Arrio) que « el cuerpo fue asumido sin alma ».
Martino I y por e l 6." ecuménico, en que se l e y ó (act. 11) y (6) En el oficio de la Octava de la Natividad de Cristo ó
aprobó (act. 13) la epístola de Sofronio, de cuyo testo se des- fiesta de s u Circuncisión, primera antífona de Laudes.
prende que la subsistencia ó persona de Cristo es á la vez
196 CUESTIÓN II.—ARTÍCULOS V Y VI.

trario es herético , c o m o d e r o g a t i v o d e l a a l h o m b r e s i n l a m a t e r i a ( A r i s t . M e t . 1.
v e r d a d de l a h u m a n i d a d de Cristo. 1, t . 6, 25 y s i g . ) . P e r o e n t o n c e s e l H i j o
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e p a r e - d e D i o s n o h u b i e r a t o m a d o l a c a r n e , con-
cen h a b e r sido m o v i d o s p o r e s t a r a z ó n t r a l o q u e s e d i c e ( L u c . ú l t ° . 39), el espí-
los q u e n e g a r o n l a unión d e l a l m a y d e l ritu no tiene carne y huesos, como veis
cuerpo en Cristo, á saber, p a r a no verse que yo tengo. A s i m i s m o t a m p o c o p u e d e
obligados p o r esto á admitir en él u n a d e c i r s e q u e e l H i j o d e D i o s a s u m i ó la
n u e v a p e r s o n a ó h i p ó s t a s i (1), p u e s t o n a t u r a l e z a h u m a n a , c o m o está e n todos
que veían q u e en los puros h o m b r e s d e l a los individuos d e l a m i s m a especie ; por-
unión del alma al cuerpo se constituye la que así h a b r í a asumido á todos los hom-
persona. P e r o esto acontece en los puros bres. Solo q u e d a p u e s , c o m o dice des-
h o m b r e s , porque el alma y el cuerpo se p u é s e l D a m a s c e n o ( i b i d . c . 11), q u e
u n e n e n ellos de t a l m o d o q u e existen »tomóla naturalezahumanaenélátomo»,
per se (2); a l p a s o q u e e n C r i s t o s e u n e n e s t o e s , e n e l i n d i v i d u o ; n o e n v e r d a d en
recíprocamente, como adjuntas á otro más otro individuo, q u e sea supuesto ó hipós-
principal, que subsiste en la naturaleza t a s i d e a q u e l l a n a t u r a l e z a , d i s t i n t o d e la
c o m p u e s t a de ellos. A s í q u e p o r l a unión p e r s o n a d e l H i j o d e D i o s . 2.° P u e d e en-
d e l a l m a y d e l c u e r p o e n C r i s t o n o se t e n d e r s e e l d i c h o d e l D a m a s c e n o , de
constituye nueva hipóstasi ó persona, modo q u e n o sea referido á l a naturaleza
sino q u e c o n c u r r e ese m i s m o c o m p u e s t o h u m a n a , c o m o si n o r e s u l t a s e d e l a u n i ó n
en la persona ó hipóstasi persistente ; ni del a l m a y del c u e r p o u n a sola naturaleza
p o r esto se sigue q u e l a unión del a l m a c o m ú n , q u e es l a h u m a n a ; sino q u e debe
y d e l c u e r p o e n C r i s t o s e a d e m e n o r efi- referirse á la unión d e las dos naturale-
cacia que en nosotros, puesto que la z a s , e s d e c i r , l a d i v i n a y l a h u m a n a , de
misma conjunción á lo m á s n o b l e , n o las q u e n o se c o m p o n e algo tercero, que
r e b a j a su v i r t u d ó d i g n i d a d , sino q u e l a s e a c i e r t a n a t u r a l e z a c o m ú n : p u e s t o que
a u m e n t a : á l a m a n e r a q u e el a l m a s e n - en t a l caso aquello n a t u r a l m e n t e podría
sitiva en los animales constituye la espe- p r e d i c a r s e d e m u c h o s ; y e s t o m i s m o es
cie,. p o r c u a n t o es considerada como su s u p e n s a m i e n t o , p u e s a ñ a d e , « p o r q u e ni
ú l t i m a f o r m a ; m a s n o e n l o s h o m b r e s (3), » es e n g e n d r a d o , ni j a m á s d e l a d e i d a d y
aunque en nosotros sea m á s poderosa » l a h u m a n i d a d se e n g e n d r a r á o t r o Cristo,
y m á s noble, y esto p o r causa de la » Dios perfecto en deidad y humanidad,
unión de la perfección ulterior y m á s » y e l m i s m o t a m b i é n h o m b r e p e r f e c t o ».
n o b l e , esto e s , del alma racional, según A l 3.° q u e e l p r i n c i p i o d e l a v i d a cor-
t a m b i é n s e h a d i c h o ( a . 2, a l 2.°). p o r a l e s d o b l e : u n o e f e c t i v o , y d e este
A l 2.° q u e l a s p a l a b r a s d e l D a m a s c e - m o d o e l V e r b o d e D i o s e s p r i n c i p i o de
n o p u e d e n e n t e n d e r s e d e d o s m o d o s : 1.° t o d a v i d a , y d e o t r o e s a l g o p r i n c i p i o de
refiriéndolas á la h u m a n a n a t u r a l e z a , la v i d a f o r m a l m e n t e : p o r q u e , c o m o «vivir
que en verdad no tiene razón d e especie » es p a r a los seres v i v i e n t e s e x i s t i r » ,
c o m ú n , s e g ú n q u e e s t á e n u n solo i n d i - s e g ú n d i c e e l F i l ó s o f o ( D e a n . 1. 2 , t . 37),
v i d u o , sino s e g ú n q u e es a b s t r a í d a d e a s í c o m o c a d a s e r e x i s t e f o r m a l m e n t e por
t o d o individuo, c o m o se considera e n la s u f o r m a , a s í e l c u e r p o v i v e p o r e l alma;
pura contemplación, ó según que está en y d e e s t e m o d o n o s e a d m i t e q u e e l cuerpo
todos los individuos. M a s el hijo de D i o s v i v e p o r e l V e r b o , e l c u a l n o p u e d e ser
no asumió la humana naturaleza, según la forma del cuerpo.
que está en la sola consideración del en-
tendimiento ; porque en este caso no h u - ARTÍCULO V I . — 1.a n a t u r a l e z a buinn-
b i e r a t o m a d o la m i s m a c o s a d e l a n a t u r a - n a fue unida a l Terbo de Dios accidental-
leza h u m a n a , á menos que se dijera q u e mente? (4)
l a h u m a n a n a t u r a l e z a e s c i e r t a idea s e p a -
r a d a , ' c o m o los platónicos consideraron 1.° P a r e c e q u e l a n a t u r a l e z a h u m a n a

(1) Distinta de la divina, eludiendo incurrir e n la herejía ser por razón de s u todo, subsistente en sí y no en otro.
de Westorio, que atribuía á Cristo dos personas, divina y h u - (3) V. en el t. 1." la nota 1 de su pág. 923.
mana. (4) Los Concilios 5.° de Conslantinopia íconsult. 4), latera-
(2) Con subsistencia separada y distinta de cualquier otro nense (am(. 8, cap. 13) bajo Martino I y de Calcedonia (acl 1)
CUESTIÓN II. ARTÍCULO VI. 197

fue u n i d a al Verbo de Dios accidental- (conc. Later. 3, p. u l t . , c. 20, y consta


mente : porque dice el A p ó s t o l (Philipp. cap. Cúm Christus, D e hasreticis) :
2) d e l H i j o d e Dios que habitu inventus « siendo Cristo perfecto Dios y perfecto
est ut homo; y el hábito sobreviene acci- » hombre, con qué temeridad osan algu-
dentalmente al sujeto, al cual pertenece, j> n o s decir que Cristo, según que es
ya se considere el hábito según que es, » hombre, (quid) s u s t a n c i a » ?
no es
uno de los doce predicamentos (catego- Conclusión. Según la fe católica la
rías), ya en cuanto es una especie de la unión de la naturaleza humana al Verbo
cualidad. L u e g o la h u m a n a naturaleza ha divino se realizó sustancialmente y según
sido unida accidentalmente al Hijo de la subsistencia ó persona ó hipóstasi; y
Dios. no según la esencia ó naturaleza, ni me-
2.° Todo lo que sobreviene á alguno nos accidentalmente.
después de su ser c o m p l e t o , le sobreviene Responderemos q u e , p a r a i l u s t r a r e s t a
accidentalmente ; porque llamamos acci- cuestión, debe saberse que acerca del
dente l o que puede hallarse ó no en algo misterio de la unión de las dos naturale-
sin la c o r r u p c i ó n del sujeto. Pero la na- zas en Cristo se levantaron dos herejías:
turaleza h u m a n a sobreviene en el tiempo una de los que confunden las naturalezas,
al H i j o de D i o s , que tiene el ser perfecto como Eutíqucs y Dióscoro, que supusie-
ab-mterno. L u e g o le sobreviene acciden- ron que de las dos naturalezas ha sido
talmente. constituida una sola, de modo que confe-
3.° Todo lo que no pertenece á la na- saban que Cristo era de dos naturalezas,
turaleza ó á la esencia de alguna cosa es como distintas antes de la unión, mas no
accidente de ella; porque todo lo que en dos naturalezas, como cesando la dis-
existe ó es sustancia ó accidente (1). tinción de naturalezas después de la unión;
Mas la humana naturaleza no pertene- y la otra fue la herejía de Nestorio y
ce á la esencia ó naturaleza divina del Teodoro de Mopsuesta, que separaban
Hijo de Dios, puesto que no ha sido las personas, porque supusieron ser una
hecha la unión en la naturaleza, según se la persona del Hijo de Dios y otra la del
ha dicho (a. 1). L u e g o es menester que hijo del hombre, las que decían estar
sobreviniera accidentalmente la natura- unidas entre sí : 1.° según la inhabita-
leza h u m a n a al Hijo de Dios. cion, esto e s , en cuanto el V e r b o de Dios
4.° El instrumento sobreviene acci- habitó en aquel hombre, como en un
dentalmente ; y en Cristo la h u m a n a na- templo; 2.° por la unidad del afecto, es
turaleza fue instrumento de la divinidad, decir, en cuanto la voluntad de aquel
porque dice el D a m a s c e n o (Orth. fid. 1. 3, hombre es siempre conforme á la volun-
c. 15) que « l a carne de Cristo existe tad del V e r b o de Dios ; 3.° según la
» como instrumento de la divinidad (2). operación, esto es, según decían que
Luego parece que la humana naturaleza aquel h o m b r e era el instrumento del Ver-
fuera u n i d a e n C r i s t o accidentalmente. bo de Dios ; 4.° según la dignidad de
Por el contrario: lo que se predica honor, en cuanto todo honor, que se tri-
accidentalmente no designa (quid) la buta al Hijo de Dios, se contributa al
esencia, sino la cantidad ó cualidad hijo del h o m b r e por causa de su unión al
(quantum ó quale) ó a l g ú n o t r o m o d o Hijo de Dios ; 5.° según la equivocación,
d e s e r (vel aliquo alio modo se habens). esto es, según la comunicación de los
Si pues la humana naturaleza sobrevi- nombres, á saber, conforme decimos que
niese accidentalmente, cuando se dice, aquel hombre es Dios é Hijo de Dios.
« Cristo es h o m b r e », n o se predicaría el M a s es evidente que todos estos modos
qué,sino el cuál ó el c u á n t o ó a l g u n a otra implican una unión accidental (3). Otros
modificación, lo cual es contra la Decre- posteriores maestros, juzgando apartarse
tal del papa Alejandro I I I , que dice de estas herejías, cayeron en ellas por

definieron contra Nestorio -y Teodoro la unión sustancial (y (2) Obrando la divinidad por medio de ella á la manera que
no accidental ni aun esencial ó según la naturaleza) de la hu- el alma funciona mediante el cuerpo.
mana al Verbo, conforme á la doctrina de este articulo. (3) For cuya razón fueron rechazados por el Concilio de
(1) Según uno de los axiomas filosóficos insertos e n e l t . i . ° Efeso en los ilustrados anatematismos de San Cirilo,
de las obras del V. Beda y tomados de Aristóteles (Met. 1.12).
198 CUESTIÓN II.—ARTICULO VI.

i g n o r a n c i a (1); p o r q u e a l g u n o s d e e s t o s tasi (4). P o r l o c u a l e n el 5.° S í n o d o


admitieron u n a sola p e r s o n a de Cristo, (ibid.) se d i c e : « e n t e n d i é n d o s e l a u n i d a d
pero con dos hipóstasis ó dos supuestos, » de m u c h o s m o d o s , los q u e siguen la im-
diciendo h a b e r sido t o m a d o p o r el V e r b o Bpiedad de Apolinar y de Eutíques,
d e D i o s d e s d e el p r i n c i p i o d e s u c o n c e p - B a m o l d á n d o s e á la disolución de las co-
ción cierto h o m b r e compuesto de cuerpo B sas q u e u n i e r o n , es d e c i r , d e s t r u y e n d o
y a l m a ; y e s t a es l a p r i m e r a o p i n i ó n q u e » l a s d o s n a t u r a l e z a s , d i c e n u n i ó n e n el
e s p o n e el M a e s t r o ( S e n t . l i b . 3, d i s t . 6). » s e n t i d o d e c o n f u s i ó n ; a l p a s o q u e los
Otros empero, queriendo conservar la » secuaces de Teodoro y de Nestorio,
unidad de persona, supusieron no estar » i n s i s t i e n d o en l a división, i n t r o d u c e n la
u n i d a el a l m a d e C r i s t o a l c u e r p o , s i n o » unidad afectual : mas la santa Iglesia
q u e estas d o s , s e p a r a d a s entre s í , se h a - » d e D i o s , r e c h a z a n d o l a i m p i e d a d de
bían unido al V e r b o accidentalmente, B u n a y o t r a perfidia, confiesa l a unión
p a r a q u e a s í n o c r e c i e r a el n ú m e r o d e l a s B d e l Verbo d e D i o s á l a c a r n e , s e g ú n l a
p e r s o n a s ; y e s t a es l a t e r c e r a o p i n i ó n » c o m p o s i c i ó n , q u e es s e g ú n l a subsisten-
q u e e s p o n e el M a e s t r o ( i b i d . ) . U n a y o t r a B c i a B . A s í p u e s e s e v i d e n t e q u e l a se-
d e estas opiniones coincide con la herejía g u n d a de las t r e s opiniones, q u e el M a e s -
d e N e s t o r i o : l a p r i m e r a , p o r q u e es lo t r o m e n c i o n a ( S e n t . 3 , dist. 6), l a cual
mismo suponer dos hipóstasis ó supuestos d e c l a r a u n a s o l a h i p ó s t a s i d e D i o s y del
en Cristo que suponer dos p e r s o n a s , se- h o m b r e , n o d e b e l l a m a r s e o p i n i ó n , sino
g ú n s e h a d i c h o ( a . 3.) ; y , si s e h a c e d o g m a d e l a fe c a t ó l i c a ; y p o r s u p a r t e
fuerza en el n o m b r e de p e r s o n a , d e b e l a p r i m e r a o p i n i ó n , q u e e s t a b l e c e d o s hi-
considerarse que también Nestorio habla- p ó s t a s i s , y la t e r c e r a , q u e a d m i t e l a unión
b a de la unidad de persona á causa de la a c c i d e n t a l , n o d e b e n ser l l a m a d a s opinio-
u n i d a d d e d i g n i d a d y h o n o r . P o r lo q u e n e s , sino h e r e j í a s c o n d e n a d a s p o r la I g l e -
t a m b i é n e l 5." S í n o d o ( C o n s t a n t . 2, g e - sia en los Concilios.
n e r . 5.° c o l l a t . 8 , c a n . 5 ) l a n z a a n a t e m a A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o
c o n t r a el q u e d i c e , « u n a s o l a p e r s o n a d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid.lib. 3, c. 26),
» s e g ú n l a d i g n i d a d , el h o n o r y a d o r a - « n o es n e c e s a r i o q u e l o s e j e m p l o s seau
» cion, como escribieron T e o d o r o y N e s - » asimilados de t o d o s m o d o s é indefecti-
» t o r i o e n s u d e l i r i o ». L a o t r a o p i n i ó n » b l e m e n t e ; p o r q u e l o q u e es s e m e j a n t e
c a e en el error de N e s t o r i o , en c u a n t o » en t o d o será i n d u d a b l e m e n t e idéntico,
supuso la unión accidental; porque no B y n o e j e m p l o , y p r i n c i p a l m e n t e e n las
h a y diferencia e n t r e decir q u e el V e r b o B c o s a s d i v i n a s ; p u e s t o q u e es i m p o s i b l e
d e D i o s se h a u n i d o a l h o m b r e C r i s t o B e n c o n t r a r uu ejemplo semejante en todo,
s e g ú n la inhabitacion, como en su t e m p l o B y e n l a T e o l o g í a , esto e s , e n la deidad
( s e g ú n d e c í a N e s t o r i o ) , y decir q u e el B de las p e r s o n a s , y en la dispensación, ó
V e r b o de D i o s fue unido al h o m b r e por B s e a , e n el m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n » .
induicion á m o d o de vestidura, según dice L a h u m a n a n a t u r a l e z a e n C r i s t o es pues
la tercera opinión, q u e enuncia algo a ú n asimilada al h á b i t o , esto e s , al vestido;
peor que N e s t o r i o ; esto es, que no h a n n o e n c u a n t o á l a u n i ó n a c c i d e n t a l , sino
s i d o u n i d a s e l a l m a y e l c u e r p o (2). M a s e n c u a n t o á q u e e s v i s t o e l V e r b o p o r la
la fe católica, teniendo el medio entre las h u m a n a n a t u r a l e z a , c o m o e l h o m b r e por
predichas teorías, no dice que la unión de e l v e s t i d o ( 5 ) ; y t a m b i é n e n c u a n t o á que
Dios y del hombre se haya hecho según el v e s t i d o s e m u d a , e s t o e s , p o r c u a n t o
la esencia ó naturaleza (3), ni tampoco s e f o r m a s e g ú n l a figura d e l q u e l o viste,
según el accidente; sino por un modo in- c u y a f o r m a n o v a r í a á c a u s a del v e s t i d o .
termedio, según la subsistencia ó hipós- Asimismo la n a t u r a l e z a h u m a n a , tomada

(1) Desconociendo los unos el verdadero y propio concepto (3) Que consiste en que de varias esencias resulte una sola,
de la voz supuesto ó hipóstasi, y los otros lo que realmente se como suponía Eutíques, confundiendo en Cristo la divina y
requiere para constituir verdadera humanidad, que es la la humana refundidas según él en una misma.
unión personal del alma y el cuerpo bajo la subsistencia indi • (4) Union propiamente sustancial y personal ó hiposfática,
vidual ó hipóstasi; sea esta humana (como en la generalidad según la cual de las dos naturalezas inconfusas resulta una
de los individuos hombres, ó bien d i v i n a , cual lo es única y sola persona ó individuo subsistente en ellas.
esclusivamente en Jesucristo. (5) A cuyo propósito dice San León que « el Dios Verbo,
(2) Entre sí,, sino cada cual separadamente al Verbo. » invisible en sí, se hizo visible en lo nuestro », que asumió.
CUESTIÓN II. — ARTÍCULOS VI Y VII. 199

por el V e r b o d e D i o s , h a sido m e j o r a d a ; » M a n u e l (2), esto e s , C r i s t o , fue t o -


m a s el m i s m o V e r b o d e D i o s n o s e h a » m a d o , n o como instrumento p a r a u n
mudado, como espone S a n Agustín (lib. » oficio, s i n o c o m o D i o s h u m a n a d o v e r d a -
83, q q . 73). _ » d e r a m e n t e , es decir, h e c h o h o m b r e ».
A l 2.° q u e l o q u e s o b r e v i e n e d e s p u é s M a s el D a m a s c e n o supuso s e r l a n a t u r a -
del s e r c o m p l e t o s o b r e v i e n e a c c i d e n t a l - leza h u m a n a en Cristo como u n instru-
mente, á menos que entre en la composi- mento perteneciente á la unidad de la h i -
ción d e a q u e l s e r c o m p l e t o , c o m o e n l a póstasi.
resurrección el c u e r p o s o b r e v e n d r á al
alma p r e e x i s t e n t e ; n o e m p e r o acciden- AETÍCULO V I I . — ta unión de l a n a -
talmente, puesto q u e será asumida al turaleza divina y h u m a n a e s algo creado ?
mismo s e r , d e t a l m o d o q u e e l c u e r p o
t e n g a el s e r v i t a l p o r e l a l m a : m a s n o e s l.° P a r e c e q u e l a unión d e l a n a t u r a -
esto a s í r e s p e c t o d e l a b l a n c u r a , p o r q u e leza divina y h u m a n a n o es algo creado:
una cosa es él ser d e l o b l a n c o , y o t r a pues n a d a creado p u e d e existir en D i o s ,
es el s e r d e l h o m b r e , a l q u e s o b r e v i e n e p o r q u e todo cuanto h a y e n Dios es
la b l a n c u r a . M a s e l V e r b o d e D i o s t u v o Dios ; y l a unión está e n D i o s , p o r estar
d e s d e ab-ceterno e l s e r c o m p l e t o s e g ú n l a el m i s m o D i o s unido á l a n a t u r a l e z a h u -
h i p ó s t a s i ó l a p e r s o n a : si b i e n e n e l turaleza humana. Luego parece q u e la
tiempo le sobreviene l a n a t u r a l e z a h u - unión n o es algo creado.
m a n a , n o c o m o t o m a d a p a r a u n solo s e r , 2." E l fin e s l o m á s e s c e l e n t e e n c a d a
según q u e es n a t u r a l , c o m o e l c u e r p o es s e r , y e l fin d e l a u n i ó n e s l a d i v i n a h i p ó s -
tomado p a r a el s e r d e l a l m a ; sino p a r a u n tasi ó p e r s o n a , ala que sigue l a unión p o r
solo s e r (1), e n c u a n t o e s d e l a h i p ó s t a s i término. L u e g o parece q u edebe juzgarse
ó persona. Y p o r eso la naturaleza h u - principalmente esta unión según la con-
mana n o se u n e accidentalmente al Hijo dición d e l a divina h i p ó s t a s i , q u e n o es
de D i o s . algo creado. L u e g o n i l a unión m i s m a es
A l 3.° q u e e l a c c i d e n t e s e d i s t i n g u e algo creado.
por oposición á l a s u s t a n c i a ; y l a s u s - 3.° « A q u e l l o , p o r l o q u e c a d a c o s a
t a n c i a , c o m o s e v e ( M e t . 1. 5 , t. 15), s e » e s , es m á s (3)», como dice el Filósofo
c o n s i d e r a d e d o s m o d o s : 1.° p o r l a e s e n - ( P o s t e r . 1. 1, t . 5) ; y s e d i c e s e r c r e a d o r
cia ó n a t u r a l e z a , 2.° p o r e l s u p u e s t o ó l a el h o m b r e á c a u s a d e l a u n i ó n : l u e g o
hipóstasi; p o r lo cual b a s t a , p a r a q u e l a con m a y o r razón l a unión misma n o es
unión n o s e a a c c i d e n t a l , q u e s e a h e c h a a l g o c r e a d o , sino c r e a d o r .
la u n i ó n s e g ú n l a h i p ó s t a s i , a u n q u e n o Por el contrario: t o d o l o q u e e m p i e z a
lo h a y a s i d o s e g ú n l a n a t u r a l e z a . á existir e n el t i e m p o es c r e a d o ; y a q u e -
A l 4.° q u e n o t o d o l o q u e e s t o m a d o l l a u n i ó n n o f u e ab (Eterno, sino q u e c o -
como i n s t r u m e n t o p e r t e n e c e á l a h i p ó s - m e n z ó á e x i s t i r e n t i e m p o (4) : l u e g o l a
tasi d e l a s u m e n t e , c o m o e s n o t o r i o e n unión es algo creado.
el h a c h a y l a e s p a d a ; n a d a i m p i d e s i n Conclusión. Necesariamente la unión
embargo q u e lo q u e es t o m a d o p a r a l a hipostática de las dos naturalezas en la
unidad d e h i p ó t a s i v e n g a á ser c o m o única persona del Verbo, como relación
instrumento, al modo q u e el cuerpo del de Dios á la criatura así inmutada, es
hombre ó sus miembros. Nestorio pues, cosa creada.
supuso q u e l a n a t u r a l e z a h u m a n a h a s i d o Responderemos, q u e l a u n i ó n , d e q u e
tomada p o r el V e r b o solamente por modo h a b l a m o s , es cierta r e l a c i ó n , q u e se con-
de i n s t r u m e n t o , m a s n o p a r a l a u n i d a d sidera entre l a divina naturaleza y l a h u -
de h i p ó s t a s i ; y p o r e s t o n o c o n c e d í a q u e m a n a , según que convienen en la única
aquel h o m b r e fuese v e r d a d e r a m e n t e H i j o persona del H i j o d e D i o s . M a s , como se
de D i o s , s i n o s u i n s t r u m e n t o : p o r l o c u a l h a d i c h o e n l a 1. P a r t e ( C . 13, a. 17),
a

dice S a n C i r i l o ( e p i s t . a d m o n a c h o s t o d a r e l a c i ó n , q u e se considera e n t r e
- ¿ E g y p t i , 1) « d i c e l a E s c r i t u r a q u e e s t e
:
Dios y l a criatura, existe realmente en

fl) Según lo esplicado en la nota 4 de la página 198. (3) V. en el 1.1.» la nota 1 de su pág. 146.
_ (2) Noblscum Detts, Dios con nosotros, lo cual se verificó m e - (4) Pues Cristo, siempre Dios ab-wterno, solo empezó á ser
diante la Encamación. hombre desde el momento de su Encarnación.
200 C U E S T I Ó N II. — A R T Í C U L O S VII Y Vili.

la criatura, por cuya mutación se engen- acción y la pasión del uniente y el unido
dra tal relación; y no existe realmente ó del asumente y el asumido. Luego pa-
en Dios, sino únicamente según la razón, rece ser lo mismo la unión y la asunción.
puesto que no proviene según la mu- 3.° Dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3,
tación de Dios. Así pues debe decirse c. 11) : « una cosa es la unión, otra la
que esta unión (1), de que hablamos, no » encarnación; porque la unión demues-
está realmente en Dios, sino solamente » tra la sola copulación, sin decir cuál
según la razón; en tanto que en la hu- » ha sido el término de esta conjunción,
mana naturaleza, que es cierta criatura, » en tanto que la humanacion y la en-
existe realmente : y por esto es necesario » carnación determinan á quién se ha he-
decir que es cierta cosa creada. » cho la copulación ». Es así que igual-
Al argumento 1.° diremos, que esta mente la asunción no determina cuál ha
unión no está realmente de Dios, sino sido el término de esta conjunción. Luego
únicamente según la razón ; porque se la unión parece ser lo mismo que la
dice unido Dios á la criatura, porque asunción.
realmente la criatura está unida á Dios Por el contrario: se dice que la di-
sin mutación de este. vina naturaleza está unida, mas no asu-
Al 2.° que la razón de relación, como mida.
también la de movimiento, depende del Conclusión. Entre la unión y la asun-
fin ó del término ; pero su ser depende ción son muy de notar estas tres diferen-
del sujeto: y, puesto que tal unión no cias: 1. y principal que la unión designa
a

tiene ser real sino en la naturaleza creada relación entre las cosas imidas, y la
según lo dicho, sigúese que tiene ser asunción las respectivas acción y pasión
creado. del asumente y lo asumido; 2. que aque- a

Al 3.° que se dice creador el hom- lla se enuncia como ya realizada, y esta
bre, y que es Dios, á causa de la unión, como en el acto de efectuarse; 3. que la a

en cuanto esta tiene por término la hi- asunción fija el término a quo y ad quem,
póstasi divina. Sin embargo no se sigue y la unión ninguno de ambos determina.
de esto que la unión misma sea creador Responderemos, que según lo dicho
ó Dios ; puesto que el decirse algo (a. 7) la unión importa cierta relación de
creado, esto atañe más bien al ser de la divina naturaleza y de la humana, se-
ello mismo (2) que á su razón. gún que convienen en una sola persona ;
y toda relación, que comienza á existir
ARTÍCULO V I I I . — m unión «leí v e r b o en tiempo, es causada por alguna muta-
encarnado e s lo mismo que la asunción? (3) ción (5), la cual consiste en la acción y
la pasión. Asi pues debe decirse que la 1. a

l. Parece que la unión es lo mismo


d
y principal diferencia entre la asunción
que la asunción: porque las relaciones y la unión es que la unión importa la
como los movimientos se especifican misma relación, y la asunción la acción,
según el término ( 4 ) ; y el término de la según la cual se dice alguno asumente,
asunción y de la unión es el mismo, esto 6 la pasión, según la que algo se dice
es, la hipóstasi divina. Luego parece que asumido. De esta diferencia se toma otra
no difieren la unión y la asunción. 2. diferencia; porque se dice asunción
a

2.° En el misterio de la Encarnación como (in fieri) al hacerse, y unión como


parece ser lo mismo el uniente y el asu- (in facto esse) ya de hecho realizada: y
mente, lo unido y lo asumido. Es así que por esto el uniente se dice ser unido,
la unión y la asunción parecen seguir la mas el asumente no se dice ser asumi-

fl) No como sustancial ó hipostálica, sino !en el solo con- conventio, osconomia, obtemperatio y aún algunas otras ; debe no
cepto ele habitud ó relación entre ambas naturalezas resultante obstante y por lo mismo distinguirse cuidadosamente entre la
de su unión. uiwm y la asuiicion, que no son formalmente lo mismo segua
(2) Por cuanto el ser de la unión relativa proviene del su- la doctrina de este articulo, y a insinuada por el concilio 0. J

jeto (que es creado), y no del término (que es increado), según de Toledo (cap, 1) y más esplicitamente por el
observa Drioux. (-1) Physic. c. 5, t. '18.
(3) Aunque entre los latinos se designa indistintamente la (5) Ya en ambos estremos, ya en Bolo uno, cual sucede en
Encarnación del Verbo divino por las voces, susceptio, assum- la de que aquí se trata.
ptio incarnatlo, inhumanatlo, incorporatio, foederatio, commixliOf
f
CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O S VIII Y IX. 201

do; porque la naturaleza h u m a n a se sig- A R T Í C U L O I X . — ¿La unión de i a s dos


nifica como en el término de la asunción n a t u r a l e z a s e n Cristo es la mayor de l a s
á la hispóstasi divina, al decirse hombre: uniones ?
por lo cual d e c i m o s c o n v e r d a d q u e el Hijo
de D i o s , que es el que une á sí la natura- l.° Parece que la unión de las dos na-
leza h u m a n a , es h o m b r e ; pero la humana turalezas en Cristo no es la m a y o r de las
naturaleza considerada en sí, esto es, en uniones: porque lo unido es inferior e n el
abstracto, se significa c o m o t o m a d a : mas concepto de unidad á lo que es u n o , por
no d e c i m o s q u e el H i j o d e D i o s s e a la na- cuanto lo unido se dice por participación
turaleza humana. D e lo mismo también y lo uno por esencia. Pero en las cosas
se sigue la 3. diferencia,
a
cual es que la creadas se dice ser algo uno en absoluto,
relación, sobre todo la de igualdad, no c o m o principalmente es notorio en la uni-
se refiere m á s á un estremo que al otro, dad misma, que es el principio del nú-
mientras que la acción y la pasión se han mero. L u e g o esta unión, de la que habla-
diversamente al a g e n t e y al p a c i e n t e y á mos, no importa la m a y o r unidad.
los d i v e r s o s t é r m i n o s . Y asun-
por esto la 2.° Cuanto más distan las cosas que se
ción determina el término de partida ( á unen, tanto menor es la unión; y las
q u o ) y ( a d q u e m ) el final: p o r q u e s e d i c e cosas , que se unen según esta unión, son
asunción como el acto de tomar para sí las más distantes, es decir, la naturaleza
de otro; mas unión nada de esto deter- divina y la humana, pues distan infinita-
mina, p o r c u y a r a z ó n s e d i c e i n d i f e r e n t e - mente. L u e g o esta unión es la mínima
mente que la h u m a n a naturaleza ha sido unión.
unida á la divina, y viceversa ; y no se 3.° Por la unión se hace algo uno; y
dice q u e la naturaleza divina haya sido de la unión del a l m a y del cuerpo se hace
tomada por la h u m a n a , sino lo contrario, en nosotros algo uno en persona y natu-
puesto que la h u m a n a naturaleza ha sido raleza, al p a s o que de la unión de la na-
unida á la personalidad divina, esto es, turaleza divina y humana se hace algo
de m o d o q u e l a p e r s o n a d i v i n a s u b s i s t a en uno solamente en la persona. L u e g o ma-
la n a t u r a l e z a humana. yor es la unión del a l m a al c u e r p o que la

A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que la unión de la divina naturaleza á la humana; y

y la asunción no se refieren del mismo así la unión, de q u e h a b l a m o s , no importa

m o d o al término, sino diversamente, se- la m a y o r unidad*.

gún lo dicho. Por el contrario, dice San Agustín


A l 2.° que el uniente y el asumente no ( D e Trin. 1. 1, c. 10) que «el hombre
son e n t e r a m e n t e lo mismo ; porque toda » está más en el Hijo de Dios que el
persona a s u m e n t e es uniente, m a s n o vice- » Hijo en el Padre». M a s el H i j o está
versa, pues que la persona del P a d r e unió en el Padre por la unidad de esencia,
la naturaleza humana al Hijo, y no á mientras que el hombre está en el Hijo
sí: y en este c o n c e p t o se dice uniente, no por la unión de la Encarnación. L u e g o
a s u m e n t e c o m o a s u m i e n d o así; en tanto m a y o r es la unión de la Encarnación que
que la p e r s o n a del Hijo, que unió á sí la la unidad de la divina esencia, la cual es
naturaleza humana, es uniente y asu- sin e m b a r g o la mayor de las uniones ; y
mente. Igualmente no es lo mismo lo de este modo por consiguiente la unión
unido y lo a s u m i d o ; p o r q u e la naturaleza de la Encarnación importa la mayor
divina se dice u n i d a , y n o asumida. unidad.

Al 3.° que la asunción determina, á Conclusión. La unión hipostática es


quién se h a h e c h o la c o p u l a c i ó n p o r parte la más íntima de todas las uniones por
del a s u m e n t e , e n cuanto se dice asunción parte de la persona del Verbo, en la que
como t o m a n d o para sí; y la Encarnación se unen las dos naturalezas; mas no así
y la h u m a n a c i o n por parte d e lo asumido, considerada por parte de estas.
que es la carne ó la naturaleza humana: Responderemos, q u e l a u n i ó n i m p o r t a
T por esto la asunción difiere racional- la conjunción de algunas cosas en algo
mente de la unión y de la encarnación ó uno. L u e g o la unión de la Encarnación
humanacion. puede considerarse de dos modos: 1.° por
parte de las cosas, que se unen; y 2.°por
202 CUESTIÓN I I . — A R T Í C U L O S IX Y X.

parte de lo en que se unen: por esta parte A R T Í C U L O . X — 4 1 a union do l a s dos


tal unión tiene preeminencia entre las n a t u r a l e z a s en Cristo ha sido h e c h a por la
otras uniones, p o r q u e l a u n i d a d d e l a gracia? (3)
persona divina, en la que se unen las dos
naturalezas, mas no tiene
es la mayor ; 1.° Parece que la union de la Encar-
preeminencia por parte de las cosas (1) nación no ha sido hecha por la gracia:
que son unidas. porque la gracia es cierto accidente, co-
A l argumento 1.° diremos, que la uni- mo s e h a d e m o s t r a d o e n l a 2. A
P . (l. -2.
A ! Ü

dad de la divina persona es m a y o r que la C. 110, a, 2); y la union de la humana


unidad numeral, esto es, la que es el naturaleza á la divina no se hizo per
principio del n ú m e r o : porque la unidad accidens, según se ha hecho evidente
d e l a "divina p e r s o n a e s l a u n i d a d increada (a. 6). L u e g o parece que la union de la
subsistente per se, no recibida en algo Encarnación no ha sido hecha por la
por participación; es también completa gracia.
en sí, teniendo en sí misma todo lo que 2.° E l sujeto de la gracia es el alma;
pertenece á la razón de la unidad; y por y , como se dice (Coloss. en Cristo
2 , 9),
eso no la compete la razón de parte, habitó la plenitud de la Divinidad cor-
como á la uuidad numeral, que es parte poralmente. L u e g o parece que aquella
del número y que es participada en las union no ha sido hecha por la gracia.
cosas numeradas. A s í pues respecto á esto 3.° Cada Santo se une á Dios por la
la unión de la Encarnación tiene preemi- gracia. Si pues la union de la Encarna-
nencia sobre la unidad numeral, esto es, ción fue por la gracia, parece que no se
por razón de la unidad de la divina per- dice de otra manera que Cristo es Dios
sona; mas no por razón de la naturaleza que los otros hombres santos.
humana, que no es la m i s m a unidad de la Por el contrario, dice San Agustín
persona divina, sino que es la unida. (lib. D e praídest. Sanct. c. 15): «desde
A l 2° que aquella razón procede de » el principio de su fe cualquiera hombre
parte de los conjuntos, y no de parte de » se hace cristiano con aquella gracia,
la persona, en la cual es h e c h a la unión. » por la que aquel h o m b r e se hizo Cristo
A l 3.° que la unidad de la divina per- » desde su principio». P e r o aquel hombre
sona es mayor unidad que la unidad de la fue hecho Cristo por la union á la divina
persona y la naturaleza en nosotros; y naturaleza. L u e g o aquella union fue por
por esto la unión de la Encarnación es la gracia.
m a y o r que la unión del alma y del cuerpo Conclusión. La union de la Encarna-
en nosotros. ción en Cristo se verificó por gracia [1]
R e s p e c t o á lo que se objeta por el con- en su concepto de don gratuito y libre do
trario, como supone una cosa falsa, esto Dios, al modo de la de los Santos con él
es, que es m a y o r la unión de la Encarna- por conocimiento y amor mediante la gra-
ción que la unidad de las personas divi- cia santificante, y [ 2 ] sin méritos prece-
nas en la esencia, debe decirse al testi- dentes ; y no [ 3 ] en virtud de la gracia
monio de S a n Agustín que la humana eia habitual, cual de ordinario se verifica
naturaleza n o está m á s en el H i j o de Dios en ellos.
que el Hijo de Dios en el P a d r e , sino Responderemos q u e , s e g ú n se h a d i -
m u c h o menos. P e r o el hombre mismo está c h o e n l a 2 . P a r t e (1."-2.* C . 110, a. 1),
A

en cuanto á algo más en el H i j o que el la gracia tiene un doble concepto (3):


Hijo e n el P a d r e , es decir, en cuanto se 1.° significa la voluntad misma de Dios,
designa el mismo supuesto diciendo yo que da gratuitamente algo ; y 2.° el don
hombre h a b l a n d o d e C r i s t o , q u e s i d i g o mismo gratuito de Dios. M a s la natura-
Hijo de Dios ; m a s e l s u p u e s t o d e l P a d r e leza humana, para elevarse hasta Dios,
y del Hijo no es el mismo. necesita de la voluntad gratuita de Dios,

(1) A causa de la infinita distancia entre los dos estremos espuesto en este artículo y condensado en su Conclusión.
que se unen, infinito el uno como divino, y finito el otro, que (3) Prescindiendo del 3." allí también mencionado de grati-
es la naturaleza humana. tud ó recompensa de algún beneficio, y que no hace al actual
(2) Tal es en efecto la doctrina del concilio do Orange (c. 3 propósito.
y 14) en tiempo de León I, debiendo entenderse en el sentido
CUESTIÓN I I . — ARTÍCULOS X Y XI. 203

por ser esto superior á la facultad de su puede decirse que se dice haber habitado
naturaleza. Pero la naturaleza humana en Cristo corporalmente, esto e s , no co-
se e l e v a á D i o s de dos modos : 1.° por la m o en sombras, como habitó en los Sa-
operación, esto es, con la que los Santos cramentos de la antigua ley, de los que
conocen y aman á D i o s ; 2.° por el ser se dice allí mismo que son sombra de las
personal, c u y o m o d o es singular á Cristo, cosas futuras; mas el cuerpo es Cristo,
en el cual h a sido t o m a d a la naturaleza esto es, según que el cuerpo se contra-
humana, para estar en la persona del pone á la sombra. Algunos indican tam-
Hijo de Dios. E s evidente empero que bién que se dice haber habitado corpo-
para la perfección de la operación se re- ralmente en Cristo la divinidad, es decir,
quiere q u e la p o t e n c i a sea perfeccionada de tres m o d o s , á la manera que el cuerpo
por el hábito; mas el que la naturaleza tiene tres dimensiones: 1.° por esencia,
t e n g a el ser e n s u s u p u e s t o no se verifica presencia y potencia, como en las demás
mediante algún hábito. A s í pues debe criaturas; 2.° por la gracia santificante,
si se toma la gracia por la
decirse q u e , como en los Santos; 3.° por la unión
voluntad misma de Dios, que hace algo personal, que es lo propio al mismo
gratuitamente, ó que tiene á alguno como Cristo.
grato ó acepto; la unión de la Encama- Por lo dicho es obvia la respuesta
ción ha sido hecha por la gracia, como a l 3.°; puesto que la unión de la Encar-
también la unión de los Santos á Dios nación no h a sido h e c h a solamente por la
por el conocimiento y el amor: mas, si gracia habitual, como los otros Santos
por la gracia se entiende el mismo don se unen á D i o s , sino según la subsistencia
gratuito de Dios, a s í e s o m i s m o , q u e h a c e ó persona.
que la humana naturaleza se una á la
persona divina, puede decirse cierta gra- ARTÍCULO X I . — ¿ Precedieron á la
cia, en cuanto esto se hizo sin méritos al- unión del Verbo encarnado algunos méri-
gunos precedentes; no empero de modo tos ? (1)
que sea alguna gracia habitual, m e d i a n t e
la que se h a g a tal unión. 1.° Parece que la unión de la Encar-
A l argumento 1.° diremos, que la gra- nación fue resultado de algunos méritos:
cia, que es accidente, es cierta seme- porque sobre estas palabras (Ps. 32),
janza de la divinidad participada en el jíat misericordia tua super nos, quemad-
hombre. M a s por la Encarnación no se modum..., d i c e l a G l o s a ( o r d . i m p l i c ) :
dice h a b e r participado la naturaleza hu- « a q u í s e i n s i n ú a e l deseo d e l Profeta
mana de semejanza alguna de la divina » sobre la Encarnación y el mérito de su
naturaleza, sino que se dice estar unida » cumplimiento». L u e g o la Encarnación
á la m i s m a d i v i n a naturaleza en la per- cae bajo el mérito.
sona del Hijo; y la cosa misma es ma- 2.° Todo el que merece algo merece
yor que su semejanza participada. a q u e l l o , sin lo que no puede ser habido.
Al 2 .° q u e la gracia habitual está so- Pero los antiguos padres merecían la
lamente en el alma ; en tanto que la gra- vida eterna, á la que no podían llegar
cia, esto e s , el d o n gratuito de D i o s , que sino por la Encarnación, pues dice San
consiste e n unirse á la p e r s o n a divina, p e r - Gregorio (Moral. 1. 1 3 , c. 15): « los que
tenece á toda la n a t u r a l e z a humana, que » vinieron á este mundo antes de la ve-
se c o m p o n e de alma y cuerpo: y por este » nidade Cristo, cuanta quiera que fuera
modo se dice «haber habitado corporal- » la virtud de la justicia que tuviesen,
» mente en Cristo la plenitud d e la divi- » salidos de sus cuerpos, de ningún modo
nidad»; puesto que la naturaleza di- »podían ser recibidos inmediatamente
vina e s t á u n i d a , n o s o l a m e n t e al alma, » en el seno de la patria celestial, porque
sino t a m b i é n a l c u e r p o . A u n q u e también » aún no había venido el que colocaría

(1) Contra la herejía principalmente de Focio ó Folino, con- a Cristo hombre fue por sus méritos como tal sublimado á la
denada por el concilio 1.° de Constantinopla (can. I) reprodu- » unión hipostálica con Dios ». Tal es la doctrina objeto de
ciendo los anatemas de los 318 Pl>. del de Nicéa en Bitinia este artículo y ya antes insinuada en el anterior al núm. 2 d e
contra los errores de Eunomio, Arrio, Macedonio, Apolinar y su Conclusión ; debiendo entenderse del mérito de condigno en
ei mismo Focio con sus respectivos secuaces, condenados tam- las obras del hombre Cristo ó de otros hombres cualesquiera.
bién con Celestio y Pelagio en el de Efeso, y reducida á que
204 CUESTIÓN II. — ARTÍCULOS XI Y XII.

» las almas de los justos en l a m o r a d a meritorias del h o m b r e se ordenan propia-


» eterna». L u e g o parece q u e merecieran m e n t e á l a b e a t i t u d , q u e es el p r e m i o de
la Encarnación. la virtud y consiste e n l a p l e n a fruición
3.° S e c a n t a d e l a B . V i r g e n q u e de Dios ; mas la unión d e l a Encarnación,
«mereció llevar al Señor de t o d o » , lo q u e consiste en el ser p e r s o n a l , t r a s p a s a la
cual se realizó p o r medio de la E n c a r n a - unión d e la m e n t e bienaventurada á Dios,
ción. L u e g o l a E n c a r n a c i ó n c a e bajo el que tiene l u g a r p o r el a c t o del que g o z a ;
mérito. y p o r esto n o p u e d e caer bajo el mérito;
Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n 2.° p o r q u e l a g r a c i a n o p u e d e c a e r b a j o
(lib. D e p r s e d e s t s a n c t . c a p . 15) : « c u a l - el m é r i t o , p u e s t o q u e es el principio de
» quiera q u e encontrare en nuestra c a - merecer ; de consiguiente m u c h o menos
» beza los méritos anteriores de aquella la E n c a r n a c i ó n c a e b a j o e l m é r i t o , sien-
» generación singular, busque él mismo do ella principio d e la g r a c i a , según
» e n nosotros que somos sus miembros los a q u e l l o ( J o a n . 1, 17), la gracia y la
» méritos precedentes de la multiplicada verdad fue hecha por Jesucristo ; 3.° por-
» regeneración ». P e r o ningunos méritos q u e l a E n c a r n a c i ó n d e C r i s t o es refor-
precedieron á nuestra regeneración, según mativa de toda la naturaleza humana; y
a q u e l l o ( T i t . 3 , 5), no por obras de jus- por eso no cae bajo el mérito de algún
ticia que hubiéramos hecho nosotros, mas h o m b r e s i n g u l a r , p u e s t o q u e e l b i e n de
según su misericordia nos hizo salvos por a l g ú n p u r o h o m b r e n o p u e d e s e r causa
el bautismo de regeneración. L u e g o n i á del bien de toda la naturaleza. S i n em-
aquella generación de Cristo precedieron b a r g o ex congruo merecieron los Santos
méritos algunos. Padres la Encarnación, deseándola y
Conclusión. Ningunos méritos de Cris- pidiéndola ; p o r q u e e r a c o n g r u o q u e D i o s
to [1] pudieron preceder d la unión hi- escuchase á los q u e le obedecían.
postática, verdadero principio en sí de C o n lo dicho es evidente l a respuesta
todo mérito ; la cual no pudo ser mere- a l a r g u m e n t o 1.°
cida d e c o n d i g n o [2] por obras de otro A l 2.° q u e e s f a l s o q u e b a j o e l m é r i t o
hombre alguno, aunque sí lo fue d e c o n - cae todo a q u e l l o , sin lo cual n o puede
g r u o [3] por las plegarias y deseos de los o b t e n e r s e el p r e m i o : p o r q u e h a y ciertas
Santos Padres. cosas, q u e n o solamente s o n requeridas
Responderemos, q u e r e s p e c t o a l m i s - p a r a el p r e m i o , sino t a m b i é n preexigidas
mo Cristo es evidente según lo dicho p a r a el m é r i t o ; como l a divina b o n d a d y
( a . 1) q u e ningunos méritos suyos pudie- su g r a c i a y l a m i s m a n a t u r a l e z a d e l hom-
ron preceder á la unión : p o r q u e n o a d - b r e . I g u a l m e n t e t a m b i é n e l m i s t e r i o de
mitimos q u e antes fuese h o m b r e p u r o , y la E n c a r n a c i ó n es principio d e merecer;
que después p o r el mérito d e s u b u e n a p o r q u e de la plenitud de Cristo recibi-
vida obtuviera ser Hijo de D i o s , como mos todos, c o m o s e d i c e ( J o a n . 1, 16).
s u p u s o F o t i n o ; sino q u e e s t a b l e c e m o s A l 3.° q u e s e d i c e h a b e r m e r e c i d o la
que desde el principio d e s u concepción b i e n a v e n t u r a d a V i r g e n l l e v a r a l Señor
a q u e l h o m b r e fue v e r d a d e r a m e n t e H i j o d e t o d o , n o p o r q u e m e r e c i ó q u e é l mismo
de D i o s , como no teniendo otra hipós- s e e n c a r n a s e , s i n o p o r q u e m e r e c i ó p o r la
tasi q u e la del Hijo de Dios, según aque- g r a c i a á e l l a d a d a a q u e l g r a d o d e pu-
llo ( L u c . 1, 35), lo Santo que nacerá de r e z a y s a n t i d a d , p a r a q u e p u d i e r a ser
tí será llamado Hijo de Dios : y p o r e s o c o n g r u a m e n t e l a M a d r e d e Dios.
t o d a operación d e a q u e l h o m b r e fue s u b -
siguiente á l a unión. L u e g o ninguna ope- ARTÍCULO X I I . — t a gracia de l a unión
ración s u y a p u d o s e r m é r i t o d e la unión. fue natural (1) al nombre Cristo?
P e r o tampoco las obras de cualquier otro
hombre pudieron ser meritorias de esta 1." P a r e c e q u e l a g r a c i a d e l a unión
unión ex c o n d i g n o : 1.° p o r q u e l a s o b r a s no f u e n a t u r a l a l h o m b r e C r i s t o : porque

flj No desde luego por razón de s u naturaleza humana, de union y habitual. A s í se desprende de los concilios ya ci-
según se colige de lo espuesto en el anterior (a. 11), aunque sí tados 1.° de Efeso (can. 10) y 6." ecuménico bajo San Cirilo
puede decirse natural como causada por la divina en la hu- {can. 2).
mana ; sino en cuanto tuvo desde su concepción la doble gracia
CUESTIÓN II.—ARTÍCULO XII. 205

la unión d e la Encarnación no se realizó mismo nacimiento, según aquello (Ephes.


en la naturaleza sino en la p e r s o n a , como 43), éramos por naturaleza hijos de ira;
se h a d i c h o ( a . 2) ; y cada cosa es deno- y ( S a p . 12, 10) es malvada la casta de
minada por el término. L u e g o aquella ellos y connatural su malicia (2). A s í
gracia más debe llamarse personal que p u e s la gracia de Cristo, tanto la de
natural. unión como la habitual, no puede decirse
2.° L a gracia se divide por oposición natural como causada de los principios
á la naturaleza, como lo gratuito que de la naturaleza humana en Cristo; aun-
proviene de Dios se distingue por oposi- que pueda decirse natural, como provi-
ción de la naturaleza, que proviene de niendo á la naturaleza humana de Cristo,
principio i n t r í n s e c o (1). M a s de las co- siendo su causa la naturaleza divina del
sas, que se dividen por oposición, una mismo. Mas dícese natural una y otra
no toma nombre de la otra. L u e g o la gracia en Cristo, en cuanto la tuvo desde
gracia de Cristo no le es natural. su nacimiento ; p o r q u e d e s d e e l p r i n c i -
3.° Dícese natural lo que es según la pio de su concepción se unió la natura-
naturaleza : pero la gracia de la unión no leza humana á la persona divina, y su
es natural á Cristo según la naturaleza alma fue llena del don de la gracia.
divina, porque entonces convendría á las A l argumento 1.° diremos que, aunque
otras p e r s o n a s ; ni t a m p o c o le es natural la unión no se h a y a h e c h o en la natura-
según la naturaleza humana, pues así leza, es sin e m b a r g o causada por la vir-
convendría á todos los h o m b r e s , que son tud de la divina naturaleza, que es ver-
de la misma naturaleza con él mismo. daderamente naturaleza de Cristo; y
Parece pues que de n i n g ú n m o d o la gra- también conviene á Cristo desde el prin-
cia de l a u n i ó n e s n a t u r a l á Cristo. cipio de su nacimiento.
Por el contrario, dice San Agustín A l 2.° que no se dice gracia y natural
(Enchir. C. 40): « en la recepción de en un mismo concepto: sino que la gracia
»la humana naturaleza se hace en cierto se dice, en cuanto n o proviene del mérito;
» modo natural á aquel hombre la misma y natural se dice, en cuanto proviene de
» gracia, la cual no p u e d e admitir pecado la virtud de la divina naturaleza en la
» alguno ». humanidad de Cristo desde su naci-
C o n c l u s i ó n . La gracia de Cristo, así miento.
de unión como habitual, no puede decirse A l 3.° que la gracia de la unión no es
natural como causada en él por los prin- natural á Cristo según la h u m a n a natura-
cipios de su naturaleza humana ; pero sí leza, como producida por los principios
como procedente á ella de la divina, y de esta; y por eso no es menester que
mejor como existente en él desde su misma convenga á todos los hombres. L e es
Encarnación. sin embargo natural según la humana
R e s p o n d e r e m o s , que s e g ú n el Filósofo naturaleza á causa de la propiedad de su
( M e t . 1. 5, t . 5) naturaleza se llama de nacimiento, según que fue concebido así
un modo el nacimiento mismo, y de otro del Espíritu Santo, para que fuese él
la esencia d e la cosa ; por lo cual puede m i s m o el H i j o natural de D i o s y del hom-
d e c i r s e a l g o n a t u r a l d e d o s m o d o s : 1.° lo bre ; y según la divina naturaleza le es
que p r o v i e n e únicamente de los princi- natural, en cuanto la divina naturaleza
pios esenciales d e l a c o s a , c o m o es natu- es el principio activo de esta gracia : y
ral al f u e g o elevarse ; 2.° se dice ser na- esto conviene á toda la Trinidad, es de-
tural al hombre lo que tiene desde su cir, ser el principio activo de esta gracia.

(1) A la naturaleza misma, que no podría existir sin ello (2) Innata en ellos, ó más bien nacida con ellos ; no como
según la disposición y otorgamiento gratuito del mismo Dios natural consecuencia de los principios do su naturaleza consi-
al efecto de constituirse y conservarse tal. derada en sí misma.
CUESTIÓN III.

Modo de la union por parte de la persona asumente.

1.° Conviene á la persona divina asumir? 2.° Conviene á la naturaleza divina? 8." La naturaleza
puede asumir, hecha abstracción de la personalidad ? 4 . ° Una persona puede asumir sin otra? 5.°
Cualquiera persona puede asumir ? 6.° Muchas personas pueden asumir una sola naturaleza en nú-
mero? 7.° Una persona puede tomar dos naturalezas numéricamente? 8.° Fue más conveniente en
cuanto ala persona del Hijo de Dios que tomase la naturaleza humana, que respecto de otra per-
sona divina ?

A R T Í C U L O I . — c o n v i e n e á i a perso- m a r u n a n a t u r a l e z a , lo c u a l es asumir.
n a divina tomar l a naturaleza creada ? (1) Conclusión. Con toda propiedad com-
pete á la persona divina asumir natura-
1.° P a r e c e q u e n o c o n v i e n e á l a p e r - leza creada.
sona divina tomar naturaleza creada : R e s p o n d e r e m o s , que en la palabra
p o r q u e la p e r s o n a divina significa a l g o a s u n c i ó n s e i m p o r t a n d o s c o s a s , q u e son
e r n i n e n t e m e n t e p e r f e c t o ; y lo p e r f e c t o es e l p r i n c i p i o d e l a c t o y s u t é r m i n o ; por-
a q u e l l o , á que n o p u e d e hacerse adición. q u e s e d i c e asumir c o m o t o m a r p a r a sí,
L u e g o , siendo a s u m i r como t o m a r p a r a sí, y l a p e r s o n a es á la vez principio y tér-
d e m o d o q u e lo a s u m i d o se a ñ a d a al a s u - mino de t a l asunción : principio , porque
m e n t e ; p a r e c e q u e n o es conveniente a á la p e r s o n a c o m p e t e p r o p i a m e n t e obrar,
la persona divina t o m a r u n a naturaleza y t a l a s u m e i o n d e l a c a r n e s e h i z o p o r la
creada. a c c i ó n d i v i n a ; i g u a l m e n t e l a p e r s o n a es
2.° A q u e l l o , á q u e a l g o s e a s u m e , c o - e l t é r m i n o d e e s t a a s u n c i ó n , p o r q u e se-
m u n í c a s e en cierto m o d o á lo q u e á ello g ú n l o d i c h o ( C . 2, a. 1 y 2) l a u u i o n se
es a s u m i d o ; a l m o d o que l a d i g n i d a d se hizo en la p e r s o n a , no en la naturaleza:
c o m u n i c a al q u e es e l e v a d o á ella. S i e n - y d e e s t e m o d o e s e v i d e n t e q u e compete
d o p u e s d e esencia d e la p e r s o n a el q u e muy propiamente á la persona tomar la
s e a i n c o m u n i c a b l e , c o m o se h a d i c h o en naturaleza.
l a 1. P a r t e ( C . 29, a. 1); s i g ú e s e q u e n o
a
A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e , siendo
c o n v i e n e á la p e r s o n a divina a s u m i r , lo i n f i n i t a l a p e r s o n a d i v i n a , n o p u e d e ha-
c u a l es t o m a r p a r a sí. c é r s e l a a d i c i ó n ; p o r l o c u a l d i c e S a n Ci-
3.° L a p e r s o n a es c o n s t i t u i d a p o r l a n a - r i l o ( e p i s t . s y n o d a l . E p h e s . c o n c i l . Cy-
t u r a l e z a ; y es i n c o n v e n i e n t e q u e lo c o n s - rillus et Synodus ex JEyypti e t c . , c a n . 5,
tituido a s u m a al constituyente, p o r q u e el 3 . ° g e n e r a l , p a r t . 1, c . 2 6 ) : « n o e s por
efecto n o obra sobre su causa. L u e g o no » a p o s i c i ó n c o m o e n t e n d e m o s e s t e modo
conviene á la persona t o m a r naturaleza. » d e u n i ó n » , c o m o t a m b i é n e n l a unioii
Por e l c o n t r a r i o , S a n A g u s t í n ( F u l - d e l h o m b r e c o n D i o s , q u e es p o r l a gra-
g e n t i u s , D e fide a d P e t r . c . 2) d i c e : c i a d e a d o p c i ó n , n o s e a ñ a d e á D i o s cosa
í a q u e l Dios (el U n i g é n i t o ) t o m ó en su a l g u n a ; sino q u e lo q u e es divino se añade
» p e r s o n a l a f o r m a , es d e c i r , l a n a t u r a l e - a l h o m b r e , y p o r c o n s i g u i e n t e n o es Dios
» za de siervo ». P e r o D i o s u n i g é n i t o es perfeccionado sino el h o m b r e .
persona. L u e g o compete á la persona to- A l 2° q u e l a p e r s o n a s e d i c e i n c o m u -
(1) Dogma de fe y a antiguamente definido por el conci- tenido en la doctrina de los primeros Concilios generales men-
lio 6.° de Toledo (can. 1) y clara aunque implícictamente con- cionados en la precedente C. 2.
CUESTIÓN III. — ARTÍCULOS I Y II. 207

nicable, en cuanto n o p u e d e predicarse bien es significada c o m o e l principio, p o r


de m u c h o s s u p u e s t o s : n a d a i m p i d e s i n el q u e o b r a el a g e n t e . L u e g o asumir n o
embargo q u e se prediquen muchas c o - conviene á la naturaleza.
sas d e u n a p e r s o n a . P o r c o n s i g u i e n t e Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n
no es c o n t r a r i o á l a r a z ó n d e l a p e r - ( F u l g e n t i u s , l i b . D e fide a d P e t r . c . 2):
sona s e r c o m u n i c a d a , d e m o d o q u e s u b - « aquella naturaleza, que siempre perma-
sista e n m u c h a s n a t u r a l e z a s ; p o r q u e a u n » nece engendrada del P a d r e , esto es, l a
en l a p e r s o n a c r e a d a p u e d e n c o n c u r r i r » q u e h a sido t o m a d a d e l P a d r e p o r l a
accidentalmente muchas naturalezas, 3> g e n e r a c i ó n e t e r n a , t o m ó n u e s t r a n a t u -
como e n l a p e r s o n a d e u n solo h o m b r e s e y> r a l e z a d e M a d r e s i n p e c a d o » .
encuentran la cantidad y l a cualidad. Conclusión. Propia y -primariamente
Pero es propio d e l a p e r s o n a divina á compete á la persona asumir naturaleza;
causa d e s u infinidad ( 1 ) e l q u e e n ella aunque también puede secundariamente
se v e r i f i q u e e l c o n c u r s o d e l a s n a t u r a l e - decirse que la naturaleza divina asume
zas, n o en v e r d a d a c c i d e n t a l m e n t e , sino la humana á una de sus personas.
según l a subsistencia. Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
A l 3.° q u e s e g ú n l o d i c h o ( C . 2, a . 1) ( a . 1), e n l a p a l a b r a a s u m i r s e d e s i g n a n
la n a t u r a l e z a h u m a n a n o c o n s t i t u y e e n dos cosas, el principio d e l a acción y su
absoluto, l a p e r s o n a divina ; sino q u e l a término. A h o r a bien : ser principio de l a
constituye, según q u e es denominada por asunción conviene á l a naturaleza divina
tal n a t u r a l e z a : pues n o por l a n a t u r a l e z a por sí m i s m a , puesto q u e p o r su virtud
humana tiene el Hijo d e Dios el ser e n h a sido h e c h a l a a s u n c i ó n ; p e r o s e r el
a b s o l u t o , p u e s t o q u e e x i s t i ó áb-azterno; término d e esta no conviene á la natu-
sino solo e l s e r h o m b r e . P e r o s e g ú n l a n a - raleza divina p o r sí m i s m a , sino p o r r a -
turaleza divina es constituida l a persona zón d e l a p e r s o n a , en l a q u e es conside-
divina e n a b s o l u t o . L u e g o n o s e d i c e q u e r a d a (3) ; y p o r e s t o se dice primaria-
la p e r s o n a d i v i n a t o m a l a n a t u r a l e z a d i - mente y con toda propiedad que la per-
v i n a , sino l a h u m a n a . sona asume, y secundariamente puede de-
cirse que también la naturaleza asumió la
ARTÍCULO I I . — Conviene á l a natu- naturaleza á su propia persona: y s e g ú n
raleza divina asumir ? este m o d o también dícese naturaleza en-
carnada, no como que se h a y a convertido
l.° P a r e c e q u e n o c o n v i e n e á l a n a t u r a - e n c a r n e , sino p o r q u e a s u m i ó l a n a t u r a -
leza d i v i n a a s u m i r : p o r q u e , s e g ú n s e h a leza d e l a carne. P o r lo cual dice el D a -
dicho ( a . 1), a s u m i r s e d i c e c o m o t o m a r m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3; c . 6): « d e c i m o s
para s í , y l a n a t u r a l e z a divina n o t o m ó » haberse encarnado la naturaleza de
para sí l a h u m a n a n a t u r a l e z a , p u e s t o q u e » Dios según la autoridad de S a n A t a -
no se h i z o l a u n i ó n e n l a n a t u r a l e z a , s i n o » nasio(4) y S a n Cirilo ».
en l a p e r s o n a , c o m o s e h a d i c h o ( C . 2, a . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a p a r -
1 y 3). L u e g o n o c o m p e t e á l a n a t u r a - t í c u l a se e s r e c í p r o c a y e n v u e l v e e l m i s m o
leza d i v i n a a s u m i r l a n a t u r a l e z a h u m a n a . supuesto ; mas la naturaleza divina n o d i -
2.° L a n a t u r a l e z a d i v i n a e s c o m ú n á fiere e n s u p u e s t o d e l a p e r s o n a d e l V e r b o .
las t r e s p e r s o n a s . S i p u e s c o n v i e n e á l a P o r lo c u a l , en cuanto la naturaleza di-
naturaleza a s u m i r , sigúese q u e conviene vina tomó la naturaleza humana á la
á las t r e s p e r s o n a s ; y a s í e l P a d r e t o m ó persona d e l V e r b o , se dice q u e l a t o m ó
la n a t u r a l e z a h u m a n a , l o m i s m o q u e e l p a r a sí ; al paso q u e , a u n q u e el P a d r e
Hijo : l o c u a l e s e r r ó n e o (2). asuma la naturaleza humana á la persona
3.° A s u m i r e s o b r a r ; y o b r a r c o n v i e n e del V e r b o , n o p o r esto sin embargo l a
á la p e r s o n a , n o á l a n a t u r a l e z a , q u e m á s t o m a p a r a s í , p u e s t o q u e n o es el mismo

(1) Incompatible con toda limitación á determinado género singularidad, esto e s , en lo que es propio del Hijo Dios; no
° especie, cual la recibe la personalidad finita de s u natura- en lo que es común á toda la Trinidad, según espresa decla-
•eza misma, al completar con ella su propia subsistencia indi- sacion del concilio 6.° de Toledo (ses. 6, cap. 1).
vidual. (4) En el concilio de Calcedonia (orí. 2, epísí. ad Joan, episc.
(2) Y condenado como herético en los sabelianos. Antioch.).

(3) Sola la persona del Hijo asumió á si la humanidad en s u


208 CUESTIÓN III.—ARTÍCULOS II Y I I I .

el s u p u e s t o d e l P a d r e y d e l V e r b o : y p o r Por el contrario: en lo divino se l l a m a


eso n o p u e d e decirse p r o p i a m e n t e q u e e l personalidad la propiedad personal, que
Padre tome la naturaleza humana. es t r i p l e , e s t o e s , l a p a t e r n i d a d , l a filia-
A l 2.° q u e l o q u e c o n v i e n e á l a n a t u - c i ó n y l a p r o c e s i ó n , c o m o s e h a d i c h o en
r a l e z a d i v i n a e n s í (1). c o n v i e n e á l a s l a 1. P a r t e ( C . 30, a. 2). E s a s í q u e ,
a

tres personas, como l a b o n d a d , la sabi- abstraídas estas p o r el entendimiento,


d u r í a y s e m e j a n t e s ; p e r o el asumir la con- t o d a v í a q u e d a l a o m n i p o t e n c i a d e Dios,
viene en razón de l a persona del V e r b o , p o r l a c u a l h a sido h e c h a l a E n c a r n a -
según lo d i c h o : y p o r esto conviene á c i ó n , c o m o d i c e e l á n g e l ( L u c . 1, 37),
sola esta p e r s o n a . no hay cosa alguna imposible para Dios.
A l 3.° q u e , a s í c o m o e n D i o s e s l o L u e g o p a r e c e que, a u n a b s t r a í d a l a perso-
m i s m o lo q u e es y p o r lo q u e e s , así t a m - n a l i d a d , la n a t u r a l e z a divina p u e d e asumir.
b i é n e n é l e s l o m i s m o l o q u e o b r a y pol- Conclusión. Aun hecha abstracción in-
lo q u e obra ; p u e s t o q u e c a d a cosa obra telectual á nuestro modo de la personali-
en c u a n t o es ente. P o r consiguiente l a dad, podemos aprender ó concebir la na-
naturaleza divina es aquello, p o r lo q u e turaleza divina como asumente.
Dios obra, y es el mismo Dios agente. Responderemos, q u e e l e n t e n d i m i e n t o
s e r e f i e r e d e d o s m o d o s á l a s c o s a s divi-
ARTÍCULO I I I . •— ¿Abstraída l a perso- n a s : 1.° p a r a c o n o c e r á D i o s c o m o e s , y
nalidad por e l entendimiento (2) puede l a na- así es imposible q u e p o r el entendimiento
turaleza asumir? se circunscriba d e D i o s a l g o , quedando
o t r a c o s a ; p o r q u e t o d o l o q u e h a y e n Dios
l.° P a r e c e q u e , abstraída l a persona- es u n o , s a l v a l a distinción d e l a s perso-
lidad p o r el entendimiento, la naturaleza n a s , d e l a s c u a l e s s i n e m b a r g o s e quita
no p u e d e a s u m i r : porque se h a dicho u n a q u i t a d a l a o t r a , p u e s t o q u e s e dis-
( a . 1) q u e á l a n a t u r a l e z a c o n v i e n e e l t i n g u e n ú n i c a m e n t e p o r l a s relaciones
asumir por razón d e l a persona; y lo q u e q u e d e b e n e x i s t i r s i m u l t á n e a m e n t e ; 2.°
conviene á algo p o r razón de algo, su- e l e n t e n d i m i e n t o s e r e f i e r e á l a s cosas
primido esto, no puede convenirle; como d i v i n a s , n o c o m o c o n o c i e n d o á D i o s tal
el c u e r p o , q u e es visible p o r r a z ó n d e l cual e s , sino conociéndole á s u manera,
color, sin este n o p u e d e ser visto. L u e g o , e s t o e s , d e u n m o d o m ú l t i p l e y p o r par-
abstraída la personalidad p o r el entendi- t e s l o q u e e s u n o e n D i o s ; y p o r este
miento, la naturaleza no puede asumir. m o d o p u e d e n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o en-
2." L a a s u n c i ó n i m p o r t a e l t é r m i n o d e t e n d e r l a b o n d a d y s a b i d u r í a divinas y
Ja u n i ó n , s e g ú n l o d i c h o ( i b i d . ) . P e r o l a o t r a s c o s a s a n á l o g a s , q u e s e d i c e n atri-
unión no puede hacerse en la naturaleza, b u t o s esenciales, sin e n t e n d e r l a paterni-
sino solamente e n l a p e r s o n a . L u e g o , a b s - d a d ó l a filiación, q u e s e d i c e n p e r s o n a -
traída la personalidad, la naturaleza di- l i d a d e s : y s e g ú n e s t o , aun abstraída la
vina n o puede asumir. personalidad por el entendimiento, pode-
3.° Q u e d a d i c h o e n l a 1. P a r t e ( C . 40,
a
mos todavía entender la naturaleza asu-
a. 3) q u e e n l o d i v i n o , a b s t r a í d a l a p e r - mente (4).
s o n a l i d a d , n a d a (3) q u e d a ; y a s í , s i e n d o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , p u e s t o
algo el a s u m e n t e , abstraída l a persona- q u e e n l o d i v i n o e s l o m i s m o p o r l o que
lidad, l a naturaleza divina n o puede asu- e s y l o q u e e s , t o d o c u a n t o d e l o q u e se
mir. a t r i b u y e á D i o s e n a b s t r a c t o s e considere

(1) No por sí misma solo como perteneciendo intrínseca- cepto R nada queda ».
mente á la esencia, al modo de los atributos indicados en el (4) Opinión común entre los tomistas, dice Billuart; porqué-
testo ; sino en el concepto de procedente de principios comu- reconocen en Dios una subsistencia común y absoluta, dis-
nes, como las operaciones ad extra. Kicolai. tinta de las subsistencias relativas constitutivas de las perso-
(2) E s decir, considerando la naturaleza divina sin las per- nas. Es muy de notarla conclusión de que « puede concebirse
sonas que en ella reconoce la fe católica, cual la entienden «asumente la naturaleza», y no (como parecía lógico) que
los gentiles y j u d í o s ; ó bien, prescindiendo completamente K puede asumir » ; porque se considera al efecto como persona,
s
d e las personas, como si no existiesen. aunque no lo es ; lo cual desmiente á los que malamente atri-
(3j Perteneciente á la subsistencia ó h i p ó s t a s i ; que la buyen al Santo Doctor la admisión de cierta subsistencia ab-
esencia común subsiste aún con tal abstracción hipotética : soluta sin concepto alguno de persona, insistiendo, (como lo
mas, como la esencia considerada en sí misma y no subsistente hace hasta cinco vecesj en las voces subsistente (al í.°), «perso-
en acto operativo no es realmente entidad, sino solo en nues- nalidad única» (al 2.°) y (al 3 ° ) supuesto subsistente como en
tro modo de entender; no sin razón se supone que e n tal con- equivalencia de persona.
CUESTIÓN III. — ARTÍCULOS III Y I V . 209

en sí, circunscrito lo demás, será algo sola persona divina, sin que convenga á
subsistente, y por consiguiente persona, otra.
por existir en la naturaleza intelectual. 2.° A s í como decimos encarnada la
Luego, así c o m o , puestas ahora las pro- persona del H i j o , así también la natura-
piedades personales en D i o s , decimos leza; pues « toda la naturaleza divina se
tres personas; a s í , escluidas por el en- » encarnó en una de sus hipÓ3tasis»,
tendimiento las propiedades personales, como dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3,
quedará en nuestra consideración la na- c. 6 ) : y , pues la naturaleza es común á
turaleza divina como subsistente y como las tres personas; luego también la asun-
persona. Y por este modo puede enten- ción.
derse que asuma la naturaleza humana 3.° A s í como la naturaleza humana
por razón de su subsistencia ó personali- fue asumida por Dios en Cristo, así tam-
dad ( 1 ) . bién los hombres son asumidos por él
Al 2.° q u e , aun circunscritas por el mismo mediante la gracia, según aquello
entendimiento las personalidades de las ( R o m . 1 4 , 3 ) , Dios lo asumió. E s así
tres personas, quedará en el entendi- que esta asunción pertenece en común á
miento una personalidad de D i o s , como todas las personas. L u e g o también la
entienden los j u d í o s , en la cual podrá primera.
terminarse la asunción, como ahora de- Por el contrario, dice San Dionisio
cimos que se termina en la persona del ( D e div. nom. c. 2, lect. 1 y 2) que « e l
Verbo. » misterio de la Encarnación pertenece
Al 3.° que, abstraída la personalidad » á la Teología discreta (5), según la
por el entendimiento, se dice no quedar » cual se dice algo distintamente de las
nada por modo de resolución (2), como » personas divinas».
siendo una cosa lo que se somete á la Conclusión. La asunción, por lo que
relación y otra la relación misma ; pues hay en ella de principio de acción, es co-
todo lo que se considera en Dios se con- mún á las tres personas; mas lo conve-
sidera como supuesto subsistente. Sin niente al concepto de término compete á
embargo puede algo de lo que se dice de una sola, y no a otra.
Dios entenderse sin otra cosa, no por Responderemos, que según lo dicho
modo de resolución, sino por el modo y a (a. 1) la asunción importa dos cosas, el
dicho. acto delasumente y el término déla asun-
ción : el primero procede de la virtud di-
vina, que es común á las tres personas,
ARTÍCULO I V . — P u e d e u n a persona
al paso que el término de la asunción es
sin otra asumir n a t u r a l e z a creada? (3)
la persona, según se ha dicho ( i b i d . ) ;
y por eso lo que hay de acción en la
1.° Parece que una persona no puede asunción es común á las tres personas,
asumir la naturaleza creada, sin que otra mas lo perteneciente á la razón de tér-
la asuma: porque « las obras de la Tri- mino conviene á una sola persona, de tal
»nidad son indivisas» ( 4 ) , como dice modo que no conviene á otra (6), porque
San Agustín (Enchirid. c. 3 8 ) ; y , así las tres personas hicieron que la natura-
como es única la esencia de las tres per- leza humana fuese unida á la única per-
sonas, así también sola una la operación: sona del Hijo.
siendo pues el asumir cierta operación, no A l argumento 1.° diremos, que aquel
puede por consiguiente convenir á una razonamiento procede de parte de la ope-

(1) En cuyo caso la naturaleza humana se uniría primaria nes á toda la Trinidad, como la paternidad y la filiación, la
é inmediatamente á la subsistencia absoluta, y solo mediata misión y la Encarnación, e t c , ; á diferencia de la que deno-
y secundariamente á las subsistencias relativas. Drioux. mina conjunta y versa sobre los atributos comunes, en los
[-) O bien, hecha efectiva y real la separación, según ad- que no se' distinguen las personas entre sí, cuales son la dei-
vierte Silvio. dad, sabiduría, bondad, etc.
(3) Dogma de fe definido por el concilio de Nicéa y consig- (tí) En cuanto á la realidad del hecho. Práxeas, Hermóge-
nado en su Símbolo, como también por el G.° de Toledo nes y Sabelio con sus secuaces negaban pudiera encarnarse el
(can. 1). Hijo sin el Padre. Pió se trata pues de una absoluta necesidad
{i\ Inseparables, s e g ú n interpreta el concilio fi.° de To- ó incompatibilidad, de modo que no pueda convenir á otra ó
ledo (c. 11). á las otras personas, según después (a. 3 y 4) se hace notar
(6) Llama así á la que trata de las cosas , que no son comu- con toda claridad.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV 14
210 CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O S IV Y V .

r a c i ó n ; y l a conclusión s e r í a e x a c t a , si p o r l o c u a l s e d i c e ( R o m . 8, 2 9 ) , los que


importase aquella sola operación sin el conoció en su presciencia, á estos tam-
t é r m i n o , q u e es l a persona. bién predestinó para ser hechos conformes
A l 2.° q u e s e d i c e l a n a t u r a l e z a e n c a r - á la imagen de su Hijo. L u e g o p a r e c e
n a d a , como se dice t a m b i é n a s u m e n t e , q u e n i n g u n a o t r a p e r s o n a f u e r a d e l a del
por razón d e la p e r s o n a , e n l a cual se Hijo p u d o h a b e r s e e n c a r n a d o .
terminó l a u n i ó n , como se h a dicho 3.° D í c e s e e l H i j o enviado y engen-
( a . 1 y 2 ) ; m a s n o según q u e es común drado e n s u n a c i m i e n t o t e m p o r a l , s e g ú n
á l a s t r e s personas : y se dice e n c a r n a d a q u e s e h a e n c a r n a d o ; m a s n o c o n v i e n e al
t o d a l a naturaleza divina, n o p o r q u e lo P a d r e ser e n v i a d o , p o r q u e es innascible,
h a y a sido e n t o d a s l a s p e r s o n a s , sino c o m o s e h a d e m o s t r a d o (C. 3 2 , a. 3;
p o r q u e n a d a falta de l a perfección d e la y C . 43 , a . 4). L u e g o a l m e n o s l a per-
divina naturaleza á la persona encarna- sona del P a d r e n o p u d o encarnarse.
d a (1). Por el contrario: t o d o l o q u e p u e d e el
A l 3.° q u e l a a s u n c i ó n , q u e s e v e r i f i c a H i j o (3) l o p u e d e e l P a d r e y e l E s p í r i t u
por la gracia de la adopción, tiene p o r S a n t o ; d e lo c o n t r a r i o n o s e r í a el mismo
término cierta participación d e la divina e l p o d e r d e l a s t r e s p e r s o n a s . E s a s í que
n a t u r a l e z a , según cierta asimilación á l a el H i j o p u d o e n c a r n a r s e . L u e g o igual-
b o n d a d d e e l l a , c o m o s e d i c e ( i l P e t r . 1, mente el P a d r e y el Espíritu Santo.
A), para que seáis hechos participantes Conclusión. Cualquiera de las tres
de la naturaleza divina; y p o r t a n t o e s t a divinas personas con ó sin las otras pudo
asunción es c o m ú n á l a s tres personas, y a asumir la naturaleza humana.
por parte del principio, y a p o r parte del Responderemos, q u e s e g ú n l o dicho
t é r m i n o . M a s l a q u e es p o r l a g r a c i a d e ( a . 4) l a a s u n c i ó n i m p o r t a d o s c o s a s , el
la unión es c o m ú n p o r l a p a r t e d e l prin- a c t o m i s m o d e l a s u m e n t e y e l t é r m i n o de
cipio, pero n o p o r l a del t é r m i n o , según l a a s u n c i ó n ; p e r o e l p r i n c i p i o d e l acto
l o d i c h o ( a q u í y a . 2). e s l a v i r t u d d i v i n a y e l t é r m i n o l a perso-
n a , y l a virtud divina se h a en común é
ARTÍCULO V . — C u a l q u i e r a p c r s o n a d i - i n d i f e r e n t e m e n t e á t o d a s l a s personas.
vlna hubiera podido a s u m i r l a n a t u r a l e z a hu- L a m i s m a e s t a m b i é n l a r a z ó n c o m ú n de
m a n a ? (2) p e r s o n a l i d a d e n l a s t r e s p e r s o n a s , aunque
l a s p r o p i e d a d e s p e r s o n a l e s s e a n diferen-
1.° P a r e c e q u e n i n g u n a o t r a p e r s o n a t e s . A h o r a b i e n : c u a n d o a l g u n a virtud
divina, fuera d e l a del H i j o , h a b r í a podi- s e h á i n d i f e r e n t e m e n t e á m u c h a s cosas,
do asumir la naturaleza h u m a n a : porque p u e d e t e n e r á c a d a u n a d e e l l a s p o r tér-
p o r t a l asunción se h i z o q u e D i o s fuese m i n o d e s u a c c i ó n ; c o m o e s n o t o r i o e n las
hijo d e l h o m b r e ; y sería inconveniente p o t e n c i a s r a c i o n a l e s , q u e s e refieren á
q u e el s e r hijo d e l h o m b r e conviniese a l l o s o p u e s t o s , d e l o s q u e p u e d e n o b r a r lo
P a d r e ó al E s p í r i t u S a n t o , pues esto u n o y l o o t r o . A s í p u e s l a d i v i n a virtud
conduciría á l a confusión d e l a s divinas p u d o u n i r l a n a t u r a l e z a h u m a n a á l a per-
personas. L u e g o el P a d r e ó el Espíritu sona d e l P a d r e ó d e l E s p í r i t u Santo,
Santo n o p u d o asumir l a carne. c o m o l a u n i ó á l a d e l H i j o : y p o r tanto
2.° P o r l a d i v i n a E n c a r n a c i ó n l o s d e b e d e c i r s e q u e el Padre ó el Espíritu
hombres h a n obtenido la adopción de h i - Santo pudo asumir la carne, lo mismo
j o s , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 8, 15), no ha- que el Hijo.
béis recibido el espíritu de servidumbre, A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e la
para estar otra vez con temor; sino el filiación t e m p o r a l , p o r l a q u e C r i s t o se
espíritu de adopción de hijos. P e r o l a d i c e h i j o d e l h o m b r e , n o c o n s t i t u y e la
filiación a d o p t i v a e s u n a s e m e j a n z a p a r t i - p e r s o n a d e l m i s m o c o m o l a filiación eter-
c i p a d a d e l a filiación n a t u r a l , q u e n o c o n - n a ; s i n o q u e e s c o m o c o n s e c u e n c i a de su
viene ni al P a d r e ni al Espíritu Santo ; n a c i m i e n t o t e m p o r a l . P o r consiguiente,

(!)• Como esplica (ibid.) el Damasceno. (3) Como de potencia absoluta ó esencial en cuanto a las
(2) S. Anselmo (De incamat. c. 4) parece haber opinado ne- operaciones ad extra; no ad intra y en lo relativo ó nocional,
gativamente, si bienios tomistas interpretan en buen sentido cual es la potencia de engendrar, por ejemplo.
sus palabras. Drioux.
CUESTIÓN III. — A R T Í C U L O S V Y VI. 211

si l a p a l a b r a filiación s e t r a n s f i r i e s e p o r la distinción de las tres personas divinas,


este c o n c e p t o a l P a d r e ó a l E s p í r i t u lo cual es i n c o n v e n i e n t e . L u e g o d o s ó l a s
S a n t o , n i n g u n a confusión se s e g u i r í a d e tres personas no p u e d e n recibir u n a sola
las d i v i n a s p e r s o n a s (1). naturaleza humana.
A l 2.°, q u e l a filiación a d o p t i v a e s 2.° L a a s u n c i ó n t i e n e p o r t é r m i n o l a
cierta s e m e j a n z a p a r t i c i p a d a d e l a filia- unidad d e p e r s o n a , como se h a dicho
ción n a t u r a l ; p e r o e s p r o d u c i d a e n n o - ( a . 2). P e r o n o e s u n a m i s m a l a p e r s o n a
sotros a p r o p i a d a m e n t e p o r e l P a d r e , q u e del P a d r e y del Hijo y del Espíritu
es el p r i n c i p i o d e l a filiación n a t u r a l , y Santo. L u e g o las tres personas no pue-
por el d o n d e l E s p í r i t u S a n t o , q u e e s e l d e n t o m a r u n a sola n a t u r a l e z a h u m a n a .
amor d e l P a d r e y d e l H i j o , s e g ú n a q u e - 3.° D i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3,
llo ( G a l a t . 4 , 6 ) , ha enviado Dios á c . 3 y 4) y S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 1,
nuestros corazones el Espíritu de suHijo, c . 1 1 , 12 y 13) q u e d e la E n c a r n a c i ó n
que clama Abba, Padre. Y p o r e s t o , a s í del Hijo d e Dios resulta que todo cuanto
como p o r l a E n c a r n a c i ó n d e l H i j o r e c i - se d i c e d e l H i j o d e D i o s s e d i c e d e l h i j o
bimos l a filiación a d o p t i v a á s e m e j a n z a d e l h o m b r e (5) y v i c e v e r s a . S i p u e s l a s
de s u filiación n a t u r a l , a s í p o r l a d e l P a - tres personas asumieran u n a sola n a t u r a -
dre r e c i b i r í a m o s d e é l l a filiación a d o p - leza h u m a n a , seguiríase q u e cuanto se
tiva , c o m o d e l p r i n c i p i o d e l a filiación n a - dice de cada u n a de las tres personas se
tural, y del E s p í r i t u S a n t o como de lazo diría de aquel h o m b r e ; y recíprocamente
común d e l P a d r e y e l H i j o . lo q u e s e dijera d e a q u e l h o m b r e p o d r í a
A l 3.° q u e a l P a d r e c o n v i e n e s e r i n - decirse de cualquiera de las tres perso-
nascible s e g ú n s u n a c i m i e n t o e t e r n o , l o nas. P o r lo t a n t o lo q u e es propio del
cual n o e s c l u i r í a e l t e m p o r a l ; y s e d i c e P a d r e , e s t o e s , e n g e n d r a r a l H i j o ab
ser e n v i a d o e l H i j o s e g ú n l a E n c a r n a - aterno, s e d i r í a d e a q u e l h o m b r e ; y p o r
ción, p o r q u e v i e n e d e o t r o , s i n l o q u e l a consiguiente se diría del H i j o d e D i o s :
Encarnación n o bastaría p a r a la razón de l o c u a l e s i n c o n v e n i e n t e . L u e g o n o es
misión (2). posible q u e las tres personas divinas asu-
m a n u n a sola n a t u r a l e z a h u m a n a .
ARTÍCULO V I . —• i Varias personas d i - Por el contrario: l a p e r s o n a e n c a r n a d a
Tinas pueden asumir u n a sola n a t u r a l e z a subsiste e n dos n a t u r a l e z a s , es decir, di-
humana numéricamente ? (3) vina y humana. E s así q u e las tres per-
sonas p u e d e n subsistir e n u n a sola n a t u -
1.° P a r e c e q u e d o s p e r s o n a s d i v i n a s raleza divina. L u e g o también pueden
no p u e d e n a s u m i r u n a y l a m i s m a n a t u - subsistir en u n a n a t u r a l e z a h u m a n a , esto
raleza e n n ú m e r o : p o r q u e , s u p u e s t o e s t o , es, de modo que sea una la naturaleza
ó serían u n s o l o h o m b r e ó m u c h o s . P e r o h u m a n a asumida p o r las tres personas.
no m u c h o s ; p o r q u e , a s í c o m o u n a s o l a Conclusión. No es imposible á las tres
naturaleza divina e n m u c h a s p e r s o n a s n o divinas personas que dos ó todas tres asu-
consiente q u e h a y a m u c h o s D i o s e s , a s í man una sola naturaleza humana numé-
una sola (4) n a t u r a l e z a h u m a n a e n m u - ricamente, pero sí lo es que tomen una
chas p e r s o n a s n o p e r m i t e q u e h a y a m u - sola hipóstasi ó persona humana.
chos h o m b r e s . A s i m i s m o n o p o d r í a n s e r Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
un solo h o m b r e ; p o r q u e u n s o l o h o m b r e ( C . 2 , a . 5 , a l 1.°) d e l a u n i ó n d e l a l m a
es este h o m b r e , q u e d e m u e s t r a u n a s o l a y del cuerpo en Cristo no se forma ni u n a
persona, y d e este m o d o se d e s t e r r a r í a n u e v a p e r s o n a n i u n a n u e v a h i p ó s t a s i (6),

(1) Resultando únicamente Taita de claridad y exactitud en mente diversos : lo cual tampoco es compatible con la indi-
»1 lenguaje-, lo que desvirtúa ó aun anula el argumento adu- visa unidad absolutamente inmuliiplicablc de la naturaleza
cido piir S. Anselmo, fundado en esa supuesta confusión. divina.
U) V. en la 1.« P. la C. 13, a. S. (5) Solo por cierta comunicación ó transferencia de lengua-
(3) Así se desprende de la doctrina del Concilio de Floren- je ; no empero como propiamente aplicables á la naturaleza
cia, condensada en el Símbolo de S. Atanasio, y de la Cons- divina los atributos predicables de la humana y reciproca-
titución ó decreto del papa Eugenio IV sobre la unión de los mente, sino refiriendo unos y otros á la persoua, según el
jacobinos : opinión común por otra parte entro los teólogos, mismo esplica y se espondrá más claramente en toda la C. 1G,
á escepcion de los escotistas. especialmente en su a. 3 .
(!) Entendida numéricamente; que específicamente se (G) Distinta de la persona divina, que no puede ni debe á
multiplica de hecho en los individuos humanos numérica- su vez distinguirse de la hipóstasi, como se v e por la insis-
212 CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O VI.

sino u n a n a t u r a l e z a a s u m i d a á l a p e r - » u n i ó n s e c o n s t i t u y e u n s o l o e s p í r i t u »,
s o n a ó h i p ó s t a s i d i v i n a : lo, c u a l n o s e s e g ú n a q u e l l o ( i C o r . 6 , 1 7 ) , el que se ad-
realiza p o r la potencia d e l a naturaleza hiere á Dios un Solo espíritu es.
h u m a n a , sino p o r l a d e l a p e r s o n a divina. A l 2.° q u e e n t a l s u p u e s t o l a n a t u r a l e z a
E s empero t a l l a condición d e l a s divi- h u m a n a s e r í a t o m a d a n o e n u n i d a d , no
nas personas, que u n a d e ellas n o escluye d e u n a s o l a p e r s o n a , s i n o e n l a u n i d a d de
á l a otra de l a comunidad de l a misma na- c a d a u n a d e l a s p e r s o n a s : e s t o e s , de
t u r a l e z a , sino solo d e l a d e l a m i s m a p e r - modo que, así como l a divina naturaleza
sona. L u e g o , p u e s t o q u e « en el misterio t i e n e u n i d a d n a t u r a l c o n c a d a u n a d e las
» d e l a Encarnación toda la razón del h e - p e r s o n a s , así l a n a t u r a l e z a h u m a n a tea-
» cho es l a p o t e n c i a d e quien lo e j e c u t a » , d r í a u n i d a d c o n c a d a u n a p o r l a asun-
según dice S a n A g u s t í n (epist. a d . V o l u - ción.
s i a n . 132 ó 3 ) , s e d e b e j u z g a r m á s b i e n A l 3.° q u e a c e r c a d e l m i s t e r i o d e la
acerca de esto según la condición d e l a E n c a r n a c i ó n se establece l a comunica-
divina persona asumente q u e según l a ción d e l a s propiedades pertenecientes á
condición de l a n a t u r a l e z a h u m a n a t o - l a n a t u r a l e z a , p u e s t o q u e t o d o l o que
m a d a . A s í p u e s no es imposible á las di- c o n v i e n e á l a n a t u r a l e z a p u e d e s e r pre-
vinas personas que dos ó las tres tomen d i c a d o d e l a p e r s o n a (2) s u b s i s t e n t e en
una sola naturaleza humana ; y sí sería e s a n a t u r a l e z a , s e a c u a l q u i e r a e l n o m b r e
imposible que tomaran una sola hipóstasi d e n a t u r a l e z a c o n q u e s e s i g n i f i q u e . Así
ó una sola persona humana, c o m o d i c e p u e s e n l a h i p ó t e s i h e c h a p o d r í a n pre-
t a m b i é n S a n A n s e l m o ( l i b . 2 , Cur Deus d i c a r s e d e l a p e r s o n a d e l P a d r e t a n t o las
homo, c . 9) q u e « m u c h a s p e r s o n a s n o cosas q u e son d e l a n a t u r a l e z a humana
» p u e d e n t o m a r u n solo y m i s m o n o m b r e c o m o l a s q u e s o n d e l a d i v i n a ; é igual-
» e n u n i d a d d e p e r s o n a » (1). m e n t e d e l a persona d e l H i j o y d e l Es-
A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e , h e c h a p í r i t u S a n t o : m a s n o lo q u e conviniese á
l a s u p o s i c i ó n d e q u e l a s t r e s p e r s o n a s t o - l a p e r s o n a d e l P a d r e p o r r a z ó n d e l a pro-
m a s e n u n a sola n a t u r a l e z a h u m a n a , sería p i a p e r s o n a p o d r í a s e r a t r i b u i d o á la
verdadero decir que las tres personas eran persona del Hijo ó del Espíritu Santo á
u n solo h o m b r e p o r r a z ó n d e s u ú n i c a c a u s a d e l a d i s t i n c i ó n d e p e r s o n a s , que
naturaleza h u m a n a : pues, así como ahora s u b s i s t i r í a . L u e g o p o d r í a d e c i r s e q u e , así
e s e x a c t o d e c i r q u e l a s t r e s p e r s o n a s s o n c o m o e l P a d r e e s i n g é n i t o , a s í e l hom-
u n solo D i o s á causa d e su ú n i c a n a t u r a - b r e s e r í a i n g é n i t o , s e g ú n q u e l a palabra
leza divina, así lo sería decir que eran u n hombre s e t o m a s e p o r l a p e r s o n a d e l Pa-
solo h o m b r e á c a u s a d e l a u n i d a d d e l a d r e . M a s , s i a l g u n o f u e s e m á s a l l á , di-
naturaleza humana ; ni l a palabra único c i e n d o , « e l h o m b r e e s i n g é n i t o , e l Hijo
(unus) i m p o r t a r í a u n i d a d d e p e r s o n a s i n o » es h o m b r e , l u e g o el hijo es i n g é n i t o D ;
unidad en la naturaleza h u m a n a , puesto h a b r í a f a l a c i a d e figura d e d i c c i ó n (3) ó
que no podría argüirse que, porque las d e a c c i d e n t e (4) : a s í c o m o a h o r a deci-
tres personas son u n solo h o m b r e , fuesen m o s q u e D i o s e s i n g é n i t o , p o r q u e el Pa-
u n o solo e n a b s o l u t o , d a d o q u e n a d a i m - d r e e s i n g é n i t o ; y s i n e m b a r g o n o pode-
p i d e decir q u e l o s h o m b r e s , q u e s o n m u - m o s d e d u c i r q u e e l H i j o s e a ingénito,
chos en absoluto, sean uno e n cuanto á aunque sea Dios.
a l g o , v. gr. u n pueblo : y , c o m o dice S a n
A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 7 , c . 3 ) , « d i v e r s o
» e n n a t u r a l e z a es el E s p í r i t u d e D i o s y
» el espíritu del hombre ; pero p o r l a

t e n c i a , con que repite como sinónimas estas dos voces, contra concreto, pues lo propio de una persona no puede atribuirse
los que admitían una nueva hipóstasi rechazando al propio á otra. Bueno será consultar acerca de esta comunicación (le
tiempo la nueva persona. Nicolai. predicados lo que más adelante (C. 16J se esplica detenida y
(1) Lo que San Anselmo parece querer ampliar á la natu- minuciosamente.
raleza según e l modo de espresarse los Padres, cuando dicen (3) Tránsito de un géneroá otro.
humanidad por hombre ; por más que el Doctor Angélico trate (4) De lo dicho secundum quid ó con referencia á alguna cir-
de interpretar sus palabras en el más recto y aceptable sen- cunstancia ó en algún caso particular á lo aürmado en ab-
tido. V . l a nota 2 , página 210. soluto.
(2) Debiendo entenderse de la predicación ó atribución en
CUESTIÓN III. — ARTÍCULO VII. 213

Hijo. Luego parece que el Hijo después


ARTÍCULO V I I . — ¿ P u e d o u n n s o i a p e r -
sona divina asumir dos naturalezas h u m a -de la Encarnación puede asumir otra na-
nas? (1) turaleza humana aparte de la que asumió.
Conclusión. Una sola cualquiera de
1.° Parece que una sola persona divina las tres divinas personas puede asumir
no puede asumir dos naturalezas huma- otra naturaleza humana numéricamente
nas : porque la naturaleza asumida en el distinta y aun simultáneamente con la
misterio de la Encarnación no tiene otro que tomó la segunda de aquellas, ya se
supuesto que el de la persona divina, considere la persona como principio ó
como resulta de lo dicho (a. 6, y a. 2). como término de la unión.
Si pues se supone haber una sola persona Responderemos, que lo que puede para
divina, que asume dos naturalezas huma- una cosa y no más tiene la potencia limi-
nas, habría un solo supuesto de dos na- tada á uno ; mas el poder la persona di-
turalezas de la misma especie : lo cual vina es infinito, y no puede hmitarse á
parece implicar contradicción, pues la I algo creado. Luego no debe decirse que
naturaleza de una sola especie no se mul- | la persona divina tomara de tal suerte
tiplica sino según la distinción de su- una sola naturaleza humana, que no pu-
puestos. diera tomar otra ; pues parecería seguir-
2.° Hecha esta suposición, no podría se de esto que la personalidad de la di-
decirse que la persona divina encarnada vina naturaleza estaría de tal modo com-
fuese un solo hombre ; puesto que no ten- prendida por una sola naturaleza humana,
dría una sola (2) naturaleza humana : • que no podría ser asumida otra á su per-
asimismo no podría decirse que fuesen sonalidad: lo que es imposible, porque lo
muchas; porque muchos hombres son increado no puede ser comprendido (5)
distintos en supuesto, y allí habría un por lo creado. Es evidente pues que, ya
solo supuesto únicamente. Luego la pre- consideremos á la persona divina según
dicha hipótesi es de todo punto imposible. la virtud, que es el principio de unión, ya
3.° En el misterio de la Encarnación según su personalidad, que es el término
toda la naturaleza divina está unida á de la unión, debe decirse que la persona-
toda la naturaleza tomada, esto es, á lidad divina, ademas de la naturaleza
cada parte de ella ; «pues Cristo es humana que tomó, puede tomar otra na-
í> perfecto Dios (3) y perfecto hombre, turaleza humana numéricamente distinta.
»todo (4) Dios y todo hombre í>, como Al argumento 1.° diremos, que la na-
dice el Damasceno (lib. 3, c. 7). Pero dos turaleza creada se perfecciona en su ra-
naturalezas humanas no pueden unirse zón por la forma, que se multiplica según
totalmente entre sí; puesto que sería la división de la materia ; y por esto, si
menester que el alma de la una estuviera la composición de materia y forma cons-
unida al cuerpo de la otra, y que tam- tituye un nuevo supuesto, es consiguiente
bién dos cuerpos existiesen simultánea- que la naturaleza se multiplique según
mente, lo cual induciría confusión de na- la multiplicación de los supuestos. Pero
turalezas. Luego no es posible que una en el misterio de la Encarnación la unión
sola persona divina tome dos naturalezas de la forma y la materia, esto es, del
humanas. alma y del cuerpo, no constituye nuevo
Por el contrario: todo lo que puede supuesto, como se ha dicho (a. 2) ; y por
el Padre puédelo el Hijo ; y el Padre tanto podría haber multitud según el nú-
después de la Encarnación del Hijo pue- mero de parte de la naturaleza por causa
de asumir otra naturaleza humana dis- de la división de la materia sin distinción
tinta en número de la que el Hijo tomó, de supuestos.
pues por la Encarnación del Hijo en nada Al 2.° que, podría parecer deber de-
se disminuyó el poder de Padre ó del cirse que en la hipótesi dicha se seguiría
(1) Así se desprende de la doctrina del papa San León, una y otra naturaleza.
fundada ademas en la del Concilio de Florencia y el decreto (1) Espresando así la singularidad é indivisión de la única
de Eugenio IV, condensadas en este a. 7. hipóstasi ó persona.
(2) En (51 ISi por comprensión sustancial ó entitativa, de la que
número, que específicamente no puede haber duda aquí se trata, ni por la intelectiva ó m e n t a l , sobre la que se
de que la tendría. habló en la 1." P. C 1 2 , a. 7, pág. 89 del t. 1."

(3) Declarando con esta voz la plenitud é independencia de


214 CUESTIÓN IÍI. — A R T Í C U L O S VII Y VIII.

que existirían dos hombres por causa de raleza humana sea asumida por la divina
las dos naturalezas, sin que hubiese allí persona, se requiere que la divina natu-
dos supuestos ; como por el contrario las raleza se una con unión personal á toda
tres personas se dirían un solo hombre á la naturaleza tomada, esto es, según
causa de la única naturaleza humana todas sus partes. Pero la relación de las
asumida, según lo dicho (a. 6, al 1.°). dos naturalezas tomadas con la persona
Mas esto no parece ser cierto, puesto divina sería uniforme, y no asumiría una
que debe usarse de los nombres, según á la otra : por consiguiente no sería me-
que han sido impuestos para significar ; nester que una de ellas se uniera total-
lo cual debe regularse según la conside- mente á la otra, esto es, que todas las
ración de lo que pasa entre nosotros. Por partes de una estuviesen unidas á todas
esta razón respecto del modo de signifi- las partes de la otra.
car y consignificar es menester conside-
rar lo que hay entre nosotros, en quienes ARTÍCULO V I I I . — ¿ F u e más convc-
jamas el nombre impuesto por razón de nicntc q u e la persona del Hijo tomase la na-
alguna forma se dice en plural sino por turaleza humana que otra persona divina?
la pluralidad de los supuestos: pues el
hombre, que tiene puestos dos vestidos, l.° Parece que no fue más convenien-
no se dice dos individuos vestidos., sino te que el Hijo de Dios se encarnara que
uno solo con dos vestidos; y el que tiene el Padre ó el Espíritu Santo : porque
dos cualidades se dice en singular que es por el misterio de la Encarnación han
de tal manera según estas dos cualidades. sido conducidosloshombr.es al verdadero
Mas la naturaleza tomada en cuanto á conocimiento de D i o s , según 'aquello
algo es á manera del vestido, aunque no (Joan. 18, 37 ), yo para esto nací y para
haya semejanza en cuanto á todas las esto vine al mundo, para dar testimonio
cosas, según lo dicho (C. 2, a. 6, al 1.°): á la verdad; y, por haberse encarnado la
y por eso, si la persona divina asumiese persona del Hijo, muchos han sido pri-
dos naturalezas humanas, por causa de la vados del verdadero conocimiento de
unidad del supuesto se diría un solo Dios, puesto que lo que se dice del Hijo
hombre con dos naturalezas humanas. según la naturaleza humana lo refieren á
Sucede empero que muchos hombres se la persona misma del Hijo; como Arrio,
dicen un solo pueblo, porque convienen que supuso la desigualdad de las perso-
en algo uno; mas no por la unidad del nas, por esto que se dice (Joan 14, 28),
supuesto : asimismo también, si dos per- mi Padre es mayor que yo: cuyo error
sonas divinas tomaran una sola naturale- no hubiera tenido lugar, si la persona del
za humana numéricamente, diríanse un Padre se hubiese encarnado ; puesto que
solo hombre, según lo dicho (a. 2, al 1.°), nadie juzgaría al Padre menor que el
no por la unidad del supuesto, sino en Hijo. Luego parece que hubiera sido más
cuanto convienen en algo uno. conveniente se encarnase la persona del
Al 3.° que la naturaleza divina y la hu- Padre que la del Hijo.
mana no se refieren en el mismo orden á 2.° El efecto de la Encarnación parece
una sola persona divina; sino que prime- ser cierta recreación (2) de la naturale-
ramente se compara á la misma natura- za humana, según estas palabras (Gralat.
leza divina, como que es una sola cosa num. 15), en Jesucristo nada vale, ni la
con ella ab ceterno; mas la naturaleza circuncisión ni el prepucio, sino la nueva
humana se compara posteriormente á la criatura.Pero la potencia de crear se
persona divina como tomada -ex tempore apropia al Padre. Luego hubiera sido
por la divina persona, no para que la más oportuno que se encarnase el Padre
naturaleza sea la misma persona, sino que el Hijo.
para que la persona de Dios subsista en 3." La Encarnación se ordena al per-
la naturaleza humana: porque el Hijo de don de los pecados, según aquello (Matth.
Dios es su deidad, pero no es su huma- 1, 21), llamarás su nombre Jesús, por-
nidad (1); y por. eso, para que la natu- que él salvará (3) á su pueblo de los pe-
. (1) V. sobre esto la C. 16, a. 5, y C 17, a. 1. (3) Según la significación de Salvador propia del nombre de
(2) Nueva creación ó restauración de la criatura. Jesús en lengua hebrea, y que en griego equivale á médico.
CUESTIÓN I I I . — A R T Í C U L O VIII. 215

cados de ellos; mas la remisión de los raleza, por cuanto el Verbo es el concepto
pecados es atribuida al Espíritu Santo de la eterna sabiduría, de la que se deriva
(Joan. 20, 22), recibid el Espíritu San- todo saber humano (2) :'y por esto el
to; á los que perdonareis los pecados, hombre se perfecciona en la sabiduría, que
perdonados les serán. Luego era más es su perfección propia, según que es ra-
conveniente que se encarnase la persona cional, en el hecho de ser partícipe del
del Espíritu Santo que la persona del Verbo de Dios, como el discípulo se ins-
Hijo. truye recibiendo la palabra del maestro;
Por el contrario , dice el Damasceno según lo cual se dice (Eccli. 1,5), la fuente
(Orth. fid. 1. 3 , c. 1) : «en el misterio de de la sabiduría es el Verbo de Dios en las
»la Encarnación se ha manifestado la sa- alturas. Y así para la consumada per-
» biduría y virtud de Dios : la sabiduría, fección del hombre fue conveniente que se
» puesto que halló el secreto de pagar de uniese personalmente á la naturaleza hu-
» un modo convenentísimo la deuda difí- mana el Verbo mismo de Dios. 2.° Puede
» cil; la virtud, porque al vencido le hizo considerarse otra razón de esta conve-
3>nuevamente vencedor»: y , como la niencia por el fin de la unión, que es el
virtud y la sabiduría se apropian al Hijo, cumplimiento de la predestinación de los
según aquello (i Cor. 1, 24), Cristo vir- que han sido preordenados á la heredad
tud de Dios y sabiduría de Dios; sigúese celestial, que no es debida sino á los hijos,
que fue conveniente que se encarnase la según estas palabras (Rom. 8, 17), si
persona del Hijo. hijos, también herederos ; por lo que ha
Conclusión. Fue lo más conveniente sido conveniente que por aquel que es
que se encarnase la persona del Hijo ó hijo natural los hombres participasen de
Verbo por su mayor semejanza con la su filiación según la adopción, como dice
naturaleza humana. el Apóstol (ibid.)(29),á los que conoció
Responderemos, que fue lo más con- en su presciencia, á estos también pre-
veniente que se encarnase la persona destinó para ser hechos conformes á la
del Hijo : 1.° por parte de la unión (1), imagen de su Hijo. 3.° H a y otra razón de
porque se unen convenientemente las co- congruencia tomada del pecado de nues-
sas, que son semejantes; y de un modo tros primeros padres, al cual se aplica el
se observa cierta común conveniencia de remedio por medio de la Encarnación;
la persona del Hijo, que es el Verbo de pues el primer hombre había pecado ape-
Dios, con todas las criaturas ; porque el teciendo la ciencia, como lo prueban las
verbo del artista, esto es, su concepto, palabras de la serpiente, que le prometie-
es la semejanza ejemplar de las obras que ra la ciencia del bien y del mal: fue por
son hechas por él. Por consiguiente el lo tanto conveniente que fuera conducido
Verbo de Dios, que es su concepto eter- á Dios por el Verbo de la verdadera sa-
no, es la semejanza ejemplar de toda biduría el hombre, que se había alejado
criatura : por lo que, así como por la de él por el apetito desordenado de la
participación de esta semejanza las cria- ciencia.
turas han sido establecidas en sus propias Al argumento 1.° diremos•,que nada
especies, pero de una manera movible; h a y , de que no pueda abusar la malicia
asimismo fue conveniente que la criatura humana, cuando abusa aun de la bondad
fuese representada relativamente á su misma de Dios, según aquello (Rom. 2,4),
perfección eterna é inmutable por la ¿ ó menosprecias las riquezas de su bon-
unión del Verbo con ella, no participada dad? Por consiguiente, aunque la perso-
smo personal: porque, si un objeto de arte na del Padre se hubiera encarnado, el
se deteriora, el artista lo restaura por la hombre hubiese podido tomar de ahí oca-
forma del arte concebida, según la cual sión de algún error; como si el Hijo no
lo ha producido. De otro modo tiene una hubiera podido reparar la naturaleza hu-
conveniencia especial con la humana natu- mana.
Al 2.° que la primera creación de las
cosas fue hecha por el poder de Dios
(1) Considerada en sí misma ó en cnanto á los estrenaos
unidos.
Padre por medio del Verbo; por lo que
(2) Conforme á lo espuesto en la i." P. C. 34, a. 1. la recreación debió ser hecha mediante
216 CUESTIÓN III. — A R T Í C U L O VIII.

el Verbo por el poder de Dios Padre, don de los pecados se bace por el Espí-
para que esta correspondiera ala creación, ritu Santo como por don de Dios : por
según aquello ( n Cor. 5, 19), Dios es- lo tanto fue más conveniente para la jus-
taba en Cristo, reconciliando el mundo tificación de los hombres que se encar-
consigo. nase el Hijo, de quien el Espíritu Santo
Al 3.° que es propio del Espíritu Santo es don (1).
ser don del Padre y del Hijo; y el per-

CUESTIÓN IV.
Modo de la unión por parte de la naturaleza humana asumida.

Pasaremos á tratar de la unión por parte de lo asumido: 1.° acerca de lo que fue asumido por el
Verbo de Dios; 2.° De las (cualidades) coasuntas, que son las perfecciones y defectos : y, como el
Hijo de Dios tomó la naturaleza humana y sus partes, por eso acerca de lo 1.° ocurren tres con-
sideraciones: 1. en cuanto á la misma naturaleza humana; 2. en cuanto á sus partes; 3. en cuanto
a a a

al orden de la asunción.
Sobre lo 1.° examinaremos seis puntos: 1.° La naturaleza humana es más asumible por el Hijo de
Dios que alguna otra naturaleza?2.° Tomó la persona? 3." Tomó al hombre? 4.» Hubiera sido conve-
niente que tómasela naturaleza humana separada de todo individuo ? 3.° Lo hubiera sido que la to-
mase en cada uno de sus individuos? 6.° Lo hubiera sido que la tomara en algún hombre engen-
drado de la estirpe de Adán ?

ARTÍCULO I . — A i a n a t u r a l e z a uu- persona divina, según se ha dicho (C. 3,


raana fue m á s susceptible de ser asumida por a. 8). Pero, así como en la criatura ra-
el Hijo de Dios que a l g u n a otra naturaleza? cional se halla la semejanza de la ima-
gen, así en la irracional se encuentra la
l.° Parece que la naturaleza humana semejanza de vestigio ( 2 ) . Luego la
no fue más asumible por el Hijo de Dios criatura irracional fue asumible como la
que cualquiera otra naturaleza: porque naturaleza humana.
dice San Agustín (epist. ad Volusian. 138 3.° En la naturaleza angélica se en-
ó 3 ) , « en las cosas hechas maravillosa- cuentra semejanza más espresa de Dios
3> mente toda la razón del hecho es la que en la naturaleza humana, como dice
» potencia del que las hace » ; y la po- San Gregorio (hom. De centum ovi-
tencia de Dios, autor de la Encarnación, bus, 34 in Evang.), recordando aquello
que es la obra sobre todas admirable, no (Ezech. 28, 12), tú sello de semejanza...
se limita á una sola naturaleza, puesto Hállase también pecado en el ángel,
que su poder es infinito. Luego la natu- como en el hombre , según aquello (Job,
raleza humana no es más asumible por 4 , 18), en sus ángeles halló torcimiento.
Dios que alguna otra criatura. Luego la naturaleza angélica fue tau
2.° La semejanza es la razón, que susceptible de ser tomada como la del
hace conveniente la Encarnación de la hombre.
(1) Concretando esto precisamente á la preferente conve- caso dar pretesto á la misma consecuencia respecto del Padre.
niencia de la Encarnación del Hijo respecto de la del Espíritu- (2) 1." Parte, C. 0 3 , a. 0: página 702 del tomo 1."
Santo ; que como don igualmente del Padre podría en otro
CUESTIÓN IV. — ARTÍCULO 1. 211

4.° Competiendo á Dios la suma per- pias causas; mas no de lo que les con-
fección, tanto más semejante es algo á él, viene según las causas primeras y uni-
cuanto es más perfecto. Siendo pues el versales : como decimos que una enfer-
universo entero más perfecto que sus medad es incurable, no porque no pueda
partes, entre las que se encuentra la na- ser curada por Dios, sino porque no
turaleza humana ; el universo todo es puede serlo por los principios propios del
por lo misma más susceptible de ser asu- sujeto. De este modo pues se dice que
mido que la naturaleza humana. alguna criatura no es asumible, no para
Por el contrario, dícese (Prov. 8, 31) quitar algo á la potencia divina, sino
por boca de la sabiduría engendrada (1) para manifestar la condición de la cria-
mis delicias son estar con los hijos de los tura, que no tiene aptitud para esto.
hombres; y así parece que hay cierta Al 2.° que la semejanza de la imagen
congruencia en la unión del Hijo de Dios se considera en la naturaleza humana,
á la naturaleza humana. según que es capaz de Dios, esto es, lle-
Conclusión. Sola la naturaleza hu- gando hasta él por la propia operación
mana es asumible por el Hijo de Dios. del conocimiento y del amor; al paso
Responderemos, que algo se dice asu- que la semejanza de vestigio se consi-
mible como apto para ser asumido por dera solo según alguna representación
una persona divina; cuya aptitud no existente en la criatura por la impresión
puede entenderse según la potencia pa- divina ; pero no de que la criatura irra-
siva natural, que no se estiende á lo que cional, en la que existe tal semejanza,
escede el orden natural, sobre el cual se pueda llegar hasta Dios por sola su ope-
encuentra la unión personal de la cria- ración. Mas lo que no alcanza á lo me-
tura con Dios. Así que se dice algo asu- nor no tiene aptitud para lo que es ma-
mible según la congruencia con la unión yor ; como el cuerpo, que no es apto
predicha ; la que se considera bajo dos para ser perfeccionado por el alma sen-
aspectos en la naturaleza humana; esto sitiva, lo es mucho menos para serlo por
es, según su dignidad y necesidad : se- la intelectiva: y mucho mayor y más
gún la dignidad, puesto que la natura- perfecta es la unión á Dios según el ser
lezo humana, en cuanto es racional é in- personal, que la que es según la opera-
telectual, es naturalmente apta para lle- ción. Así que la criatura irracional, que
gar en alguna manera al Verbo mismo es incapaz de ser unida á Dios por la ope-
por su operación, esto es conociéndole y ración, no tiene congruencia para serle
amándole ; y según la necesidad, porque unida según el ser personal (3).
tenía necesidad de reparación, por cuanto Al 3.° que algunos dicen que el ángel
estaba sometida al pecado original. Es- no es susceptible de ser asumido, porque
tas dos cosas convienen á solo la natura- desde el principio de su creación es per-
leza humana ; porque á la criatura irra- fecto en su personalidad, por no estar so-
cional falta la dignidad conveniente, y á metido á la generación y corrupción ; y
la naturaleza angélica la conveniencia de de consiguiente no podría ser asumido á
la necesidad predicha. Luego dedúcese la unidad de persona divina, á menos
que sola la naturaleza humana es asu- que su personalidad no fuese destruida:
mible (2). lo cual ni conviene á la incorruptibilidad
Al argumento 1.° diremos, que las de su naturaleza, ni á la bondad del asu-
criaturas toman su peculiar denomina- mente, á la que no está bien que cor-
ción de lo que les compete según sus pro- rompa algo de la perfección en la cria-

(1) A la Increada parecen referirse las palabras aducidas; diciendo que « todo e s o , igualmente indigno de D i o s , le es
pero la Iglesia las aplica singularmente al Hijo de Dios como » no obstante igualmente posible ».
procedente del Padre y aun en concepto de humanado, y tam- (3) Sin que por eso repugne en absoluto la tal unión, así
bién a la Madre de Cristo en los Oficios de sus festividades. como el Verbo continuó hipostáticamente unido á su cadáver
(2) Por el Hijo ó por cualquiera de las tres personas divi- insensible é irracional durante su permanencia en el sepul-
nas y entendiéndose por razones de decoro ó congruencia, y cro , comunicándole en la manera posible su personalidad, no
no de cualquier modo en absoluto ; pues bien podría Dios en concepto de t a l , sino bajo la razón de subsistencia consti-
asumir otra cualquiera naturaleza creada, por más indigno de tutiva de supuesto ó individualidad, por no ser capaz de de-
él que á nosotros nos parezca, como argüía Tertuliano (1. De nominarse persona propiamente la criatura irracional, según
carne Chrisii, c. 4) á Marcion, é insinúa también San Gregorio oportuna é ingeniosamente observa Billuart.
Niseno en su Discurso catequético 17, llamado Magno (c. 27)
218 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULOS I Y II.

tura asumida. Pero esto no parece escluir que «Dios asumió la naturaleza del hom-
totalmente la conveniencia de la asun- » bre, no la persona ».
ción de la naturaleza angélica : porque Conclusión. El Hijo de Dios de nin-
Dios, produciendo una nueva naturaleza gún modo asumió persona humana.
angélica, puede unírsela en unidad de Responderemos, que algo se dice ser
persona ; y así nada alteraría de lo pre- asumido, porque es tomado para algo; por
existente en ella. Mas según lo dicho consiguiente lo que es asumido es preciso
falta la conveniencia de parte de la ne- que se preentienda á la asunción, como
cesidad ; porque, aunque la naturaleza lo que es movido localmente se entiende
angélica esté sometida al pecado en al- anterior al movimiento mismo. Mas la
gunos, su pecado empero es irremedia- persona no se preentiende en la natura-
ble (1), como se ha demostrado en la 1. a
leza humana á la asunción, sino que más
Parte (C. 64, a. 2). bien se ha como su término, según se ha
Al 4.° que la perfección del universo dicho (C. 3 , a . I y 2 ) : porque, si se pre-
no es la perfección de única persona ó su- entendiera, ó sería preciso que se corrom-
puesto, sino de lo que es uno en posición piera, y así en vano sería asumida, ó que
ú orden, cuyas múltiples partes no sOn permaneciese después de la unión, y en-
asumibles, según lo dicho (aquí y al 1.°). tonces serían dos personas, una la del
Luego precisamente solo la naturaleza asumente y otra la asumida; lo cual es
humana es asumible. erróneo (3), como se ha demostrado (C.
2, a. 6). Sigúese pues que de ningún modo
ARTÍCULO II. — E I m j o c í e n n o s asu- el Hijo de Dios asumió persona humana.
mió persona ? $)
Al argumento 1.° diremos, que el Hijo
1.° Parece que el Hijo de Dios asumió de Dios asumió la naturaleza humana en
persona : porque dice el Damasceno (1. 3, el átomo, esto es, en el individuo, que no
c. 11) que «el Hijo de Dios tomó la na- es cosa distinta del supuesto increado, que
turaleza humana en el átomo, esto es, es la persona del Hijo de Dios. Luego no
» en el individuo»; y el individuo de se sigue que fuese asumida persona.
naturaleza racional es persona, como Al 2.° que á la naturaleza asumida no
consta por Boecio (lib. De duab. nat.). le falta su propia personalidad por causa
Luego el Hijo de Dios asumió persona. del defecto de algo que pertenezca á la
2.° Dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3, perfección de la humana naturaleza; sino
c. 6) que « el Hijo de Dios asumió las por la adición de algo, que es superior á
» cosas, que plantó en nuestra naturale- la humana naturaleza, cual es la unión á
» za »; y en ella plantó la personalidad : la persona divina.
luego el Hijo de Dios asumió la persona. Al 3.° que la consunción no implica
3.° Nada es consumido sino lo que allí destrucción de algo que antes exis-
existe, é Inocencio I I I dice en una de- tiera, sino el impedimento de lo que pu-
cretal (Paschas. Diac. 1. 2 , De Spiritu diese existir de otra manera: porque, si
Sancto, c. 4 , y concilio de Francfort, la naturaleza humana no hubiera sido
año 794, epist. ad episc. Gallise, tom. 7 asumida por la persona divina, la natu-
Conc.) que «la persona de Dios consu- raleza humana tendría su propia persona-
»mió la persona del hombre ». Luego lidad; y por tanto se dice que la persona
parece que la persona del hombre fue to- consumió á la persona, aunque impropia-
mada primero. mente, puesto que la persona divina im-
Por el contrario, dice San Agustín pidió por su unión que la naturaleza hu-
(Pulgentius) (lib. De fid. ad Petr. c. 2) mana tuviera su propia personalidad.

(1) No en absoluto, sino convenientemente según el modo » no fue uno solo sino muchos ». No hay para qué repetir que
de la divina Providencia ; y ademas porque ol ángel cayó por tales errores fueron ya anatematizados como heréticos por los
su propia voluntad y el hombre por voluntad ó instigación Concilios 5.° y 6.° ecuménicos y por los de Calcedonia y Flo-
ajena, siendo este por lo mismo más digno de misericofdia, rencia en tiempo de Eugenio IV, toledano 6.° y uvormaciense
Drioux. ó wormense, declarando este que « el Hijo de Dios no tomó
(2) De haber sido así resultarla la Trinidad convertida en » persona de hombre, sino naturaleza humana » , ademas de
cuaternidad , s e g ú n dice el concilio 6." de Toledo (can. 1) ¡ y la espresa y repetida condenación de Nestorio, de la que ya
en efecto los herejes llamados chancinzarios admitían en Cristo se ha hablado.
dos personas, « una que padeció y otra aparte mera especta- (3) Y herético.
« dora de la Pasión»; como los eleeséos pretendían que «Cristo
C U E S T I Ó N I V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 219

A R T Í C U L O I I I . — i » persona divina no se dice con propiedad que el Hijo de


asumió al nombre ? (1) Dios tomó al hombre, suponiendo (cual es
la verdad) que en Cristo hay únicamente
1.° Parece que la persona divina asu- un solo supuesto y una sola hipóstasi.
mió al hombre; porque se dice (Ps. 64, Pero según los que suponen en Cristo
5), bienaventurado aquel, á quien esco- dos hipóstasis ó dos supuestos se podría
qiste y asumiste, lo que la Glosa (interl. decir conveniente y propiamente que el
'y ord. Aug.) espone de Cristo; y San Hijo de Dios hubiera asumido al hombre.
Agustín dice (lib. De agone christiano, Así que también la primera opinión, que
c. 11) que « el Hijo de Dios tomó al hom- se encuentra (Sent. 1. 6, dist. 3), concede
»bre, y sufrió en él lo que es humano». que el hombre fue tomado; pero tal opi-
2.° Este nombre homo (hombre) signi- nión es errónea (2), como se ha dicho
fica la naturaleza humana; y el Hijo de (C. 2, a. 6).
Dios tomó la naturaleza humaua : luego Al argumento 1.° diremos, que seme-
asumió al hombre. jantes locuciones no deben propalarse
3.° El Hijo de Dios es hombre; mas como propias, sino que deben ser inter-
no es el hombre á quien no tomó, pues pretadas piadosamente, do quiera las em-
así por identidad de razón sería Pedro ó plean los sagrados Doctores; de modo
cualquiera otro hombre : luego es el hom- que digamos que el hombre fue tomado,
bre á quien tomó. por cuanto fue tomada su naturaleza, y
Por el contrario, estalla autoridad de porque la asunción tiene por término que
San Félix papa y mártir aducida en el el Hijo de Dios sea hombre (3).
Concilio de Efeso (Conc. Chalced. p. 2, Al 2.° que el nombre homo signifícala
act. 1, actas del de Efeso): « creemos en naturaleza humana en concreto, esto es,
»nuest.ro Señor Jesucristo, nacido de la según que se halla en algún supuesto; y
» Virgen María, que él mismo es el Hijo por tanto, así como no podemos decir que
»sempiterno de Dios, y el Verbo, y no el el supuesto sea tomado, así no podemos
» hombre tomado por Dios, de modo que decir que el hombre lo haya sido.
» sea otro que él; pues ni el Hijo de Dios Al 3.° que el Hijo de Dios no es el
»tomó al hombre, viniendo á ser otro que hombre, á quien tomó; sino el hombre,
» él mismo ». cuya naturaleza tomó.
Conclusión. No es locución propia ni
aceptable decir que el Hijo de Dios asu- A R T Í C U L O IV. — ¿ E I m j o de DIOS de-
mió al hombre. bió tomar la naturaleza b u m a n a abstraída de
Responderemos, que según lo dicho todos los Individuos? (4)
(a. 2) lo que es asumido no es el término
de la asunción, sino que se preentiende 1.° Parece que el Hijo de Dios debió
á ella; y se ha dicho (C. 3, a. 1 y 2) que tomar la naturaleza humana abstraida de
el individuo, en quien es tomada la natu- todos los individuos : porque la asunción
raleza humana, no es otro que la persona de la humana naturaleza fue hecha para
divina, que es el término de la asunción. la salvación común de todos los hombres;
Mas este nombre (homo) hombre significa por lo cual se dice (i Tim. 4 , 10) de
la humana naturaleza, según que natural- Cristo que es el Salvador de todos los
mente debe existir en un supuesto ; por- hombres, mayormente de los fieles. Pero
que, como dice el Damasceno (Orth. fid. la naturaleza, según que está en los indi-
1-3, c. 4 y 11), así como este nombre viduos, se aleja de su comunidad. Luego
Dios designa al que tiene la naturaleza el Hijo de Dios debió asumir la natura-
divina, así este nombre hombre denota al leza humana, según que es abstraida de
que tiene naturaleza humana : y por eso todos los individuos.

(1J Según la doctrina de los concilios de Efeso, 5.° de Cons- (2) Coincidiendo con la herejía de Nestorio.
tantinopla y de Calcedonia no debe decirse que el Verbo tomó (3) « No asumió al hombre, sino que se hizo hombre », dice
al hombre, y sí más bien con San Cirilo (nota 3) que «se hizo S. Cirilo á Valeriano; y lo repite refutando á Teodoreto, que
• hombre»; por más que los S S . PP. y aún la Iglesia mis- defendía á Nestorio.
ma usen impropiamente alguna vez aquella locución en el pia- (4) Que así considerada no es otra cosa que la naturaleza
doso sentido, en que se interpreta ( a l l . ° ) en conformidad con común de todos los hombres, en cuyo concepto no tiene otra
e
l papa Julio y con el Símbolo constantinopolitano. existencia que la intelectual á nuestro modo de entender.
220 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULO IV.

2.° E n t o d a s l a s c o s a s l o q u e e s l o m á s l a m a t e r i a s e n s i b l e , q u e f o r m a p a r t e de
noble debe atribuirse á D i o s ; y en cada su definición, c o m o las c a r n e s y los hue-
g é n e r o l o q u e e x i s t e per se e s l o m á s p r i n - sos e n l a definición d e l h o m b r e . P o r con-
cipal : luego el H i j o de Dios debió asu- siguiente no puede ser q u e la naturaleza
m i r a l h o m b r e per se; e l c u a l s e g ú n l o s h u m a n a e x i s t a f u e r a d e l a m a t e r i a sensi-
p l a t ó n i c o s ( A r i s t . M e t . 1. 1, t . 6 y 25) e s b l e . Si n o o b s t a n t e fuese subsistente de
la misma naturaleza h u m a n a separada de este modo la naturaleza humana, no hu-
los individuos. L u e g o el H i j o d e D i o s biera sido conveniente que el Verbo de
debió asumir esta. Dios la tomase: 1.° p o r q u e e s t a a s u n -
3.° L a n a t u r a l e z a h u m a n a n o e s a s u - c i ó n t i e n e p o r t é r m i n o l a p e r s o n a , y es
m i d a p o r el H i j o de D i o s , s e g ú n se sig- c o n t r a r i o á l a r a z ó n d e f o r m a c o m ú n el
nifica e n c o n c r e t o p o r e s t e n o m b r e homo, q u e e x i s t a e n u n a p e r s o n a , d a d o q u e se
c o m o s e h a d i c h o ( a . 3) ; s i n o q u e s e s i g - i n d i v i d u a l i z a e n e l l a ; 2.° p o r q u e á la
nifica , s e g ú n q u e e s t á e n los i n d i v i d u o s , n a t u r a l e z a c o m ú n n o p u e d e n atribuirse
c o m o se infiere d e lo dicho (ibid.). L u e g o sino operaciones c o m u n e s y universales,
el H i j o de Dios asumió la n a t u r a l e z a h u - s e g ú n l a s q u e e l h o m b r e n o m e r e c e ni
m a n a , según q u e está s e p a r a d a d e los d e s m e r e c e ; n o o b s t a n t e q u e a q u e l l a asun-
individuos. c i ó n f u e h e c h a , p a r a q u e e l H i j o de
Por el contrario, d i c e e l D a m a s c e n o D i o s t o m a d a l a n a t u r a l e z a m e r e c i e s e por
( O r t h . fid.l. 3 , c. 11): « D i o s , V e r b o e n - n o s o t r o s ; 3.° p o r q u e l a n a t u r a l e z a así
» carnado,no asumió aquella naturaleza, e x i s t e n t e n o es sensible sino inteligible; y
» q u e es c o n s i d e r a d a p o r l a p u r a c o n t e m - el H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a l e z a hu-
» placion; pues esta no sería encarnación, m a n a , p a r a a p a r e c e r e n e l l a v i s i b l e á los
» s i n o d e c e p c i ó n ó ficción d e e n c a r n a - h o m b r e s , s e g ú n a q u e l l o ( B a r u c h , 3 , 38),
c i ó n » (1). P e r o l a n a t u r a l e z a h u m a n a , después de esto fue visto en la tierra y
según que está separada ó abstraida de conversó con los hombres. A s i m i s m o t a m -
los i n d i v i d u o s , s e c o n s i d e r a e n l a c o n - bién no pudo ser tomada la naturaleza
templación desnuda; puesto que « no humana por el Hijo de Dios , según que
» subsiste s e g ú n sí m i s m a » , como dice el existe en el entendimiento divino; p o r q u e
m i s m o D o c t o r . L u e g o el H i j o d e D i o s a s í n o e s o t r a c o s a q u e l a n a t u r a l e z a di-
no tomó la naturaleza humana, según v i n a , y p o r e s t e m o d o e s t a r í a desde
que está separada de los individuos. ab-aterno e n e l H i j o d e D i o s l a n a t u r a -
Conclusión. Sí la naturaleza humana l e z a h u m a n a . Tampoco conviene decir
subsistiese p e r s e independientemente de que el Hijo de Dios asumió la naturaleza
todos los individuos [ 1 ] , no habría po- humana, según que está en el entendi-
dido ser convenientemente asumida por el miento humano: p o r q u e e s t o n o s e r í a otra
Verbo de Dios; corno ni pudo serlo [ 2 ] c o s a q u e e l e n t e n d e r s e q u e a s u m í a l a na-
cual existe en el entendimiento divino, ni t u r a l e z a h u m a n a ; y a s í , si n o l a a s u m í a
debe decirse que lo fue [3] cual se halla e n l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s , e l entendi-
en el humano. m i e n t o s e r í a f a l s o , n i s e r í a o t r a c o s a esta
Responderemos, q u e l a n a t u r a l e z a d e l a s u n c i ó n d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a que
h o m b r e ó de cualquiera otra cosa sensi- u n a ficción d e l a e n c a r n a c i ó n , c o m o dice
ble, fuera del ser que tiene en los singu- el D a m a s c e n o (ibid.).
lares , puede entenderse de dos modos: A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l Hijo
1.° c o m o t e n i e n d o e l s e r p o r s í m i s m a d e D i o s e n c a r n a d o e s e l S a l v a d o r común
f u e r a de l a m a t e r i a ; s e g ú n s u p u s i e r o n l o s d e t o d o s l o s h o m b r e s ; n o p o r l a comuni-
p l a t ó n i c o s ; 2.° c o m o e x i s t i e n d o e n e l d a d d e l g é n e r o ó d e l a e s p e c i e , q u e se
entendimiento, y a h u m a n o y a divino. a t r i b u y e á l a n a t u r a l e z a s e p a r a d a d e los
Per se n o p u e d e s u b s i s t i r , c o m o l o p r u e b a i n d i v i d u o s , s i n o p o r c o m u n i d a d d e causa,
e l F i l ó s o f o ( M e t . 1. 7, t . 26, 27, 39, 51 s e g ú n q u e e l H i j o d e D i o s e n c a r n a d o es
y sig.); puesto que á la naturaleza de la l a c a u s a u n i v e r s a l d e l a s a l v a c i ó n hu-
especie d e las cosas sensibles p e r t e n e c e mana.
A l 2.° q u e e l h o m b r e per se n o s e en-
(i) Puesto que en tal concepto no tiene ser real y en acto,
según lo dicho en la nota precedente, y el Verbo no tendría
c u e n t r a e n l a n a t u r a l e z a d e l a s c o s a s , de
unida á sí la carne, sino solo ficticia ó imaginariamente. m o d o q u e e x i s t a f u e r a d e l o s singulares,
C U E S T I Ó N IV. — A R T Í C U L O S IV Y V . 221

como supusieron los platónicos ; aunque (Orth. fid. 1. 3 , c. 11) que « el Hijo de
algunos digan que Platón no entendió » Dios no tomó la naturaleza humana,
que exista el hombre separado, sino en B que se considera en la especie, pues ni
el entendimiento divino (1) : y así no » asumió todas sus hipóstasis».
convino que fuese tomado por el Verbo, Conclusión. No convino que la natu-
puesto que le estuvo presente ab aterno. raleza humana fuese asumida por el
Al 3.° que, aunque la naturaleza hu- Verbo en todos sus individuos ó en las hu-
mana no sea tomada en concreto, de manidades distribuidas en cada uno de
modo que se preentienda el supuesto á la sus supuestos singulares.
asunción ; sin embargo ha sido tomada Responderemos, que no fue conve-
así en el individuo, puesto que lo ha sido niente que la naturaleza humana fuese
para existir en él. asumida por el Verbo en todos sus su-
puestos: 1.° porque sería destruida la
ARTÍCULO V. — * E I HIJO de n i o s de- multitud de supuestos de la humana na-
bió (2) asumir l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n todos turaleza , que le es connatural; pues, co-
los Individuos ? mo en la naturaleza tomada no hay lu-
gar á considerar otro supuesto fuera de la
1.° Parece que el Hijo de Dios debió persona asumente, según lo dicho (a. 3);
asumir la naturaleza humana en todos si no hubiese naturaleza humana sino asu-
los individuos: porque lo que primera- mida (4), seguiríase que no existiría sino
mente y per se es tomado es la natura- un solo supuesto de la naturaleza humana,
leza humana; y lo que conviene per se á que es la persona asumente; 2.° porque
alguna naturaleza conviene á todos los esto derogaría la dignidad del Hijo de Dios
existentes en la misma naturaleza. Luego encarnado, según que es el primogénito
fue conveniente que la naturaleza hu- entre muchos hermanos conforme á la
mana fuese asumida por el Verbo de naturaleza humana, como lo es de toda
Dios en todos sus supuestos. criatura (5) según la divina; pues en-
2.° La Encarnación divina provino de tonces todos los hombres serían de igual
la caridad divina, por lo cual se dice dignidad ; 3.° porque es conveniente que,
(Joan. 3 , 16), de tal manera amó Dios así como un solo supuesto divino se en-
al mundo, que dio á su Hijo unigénito. carnó, así tomase una sola naturaleza
Pero la caridad hace que alguno se co- humana, para que de ambas partes se
munique á los amigos cuanto es posible; encuentre la unidad.
y fue posible al Hijo de Dios tomar va- Al argumento 1.° diremos, que ser
rias naturalezas humanas (3) según lo asumida conviene á la naturaleza huma-
dicho (C. 3 , a. 7), y por igual razón to- na considerada en sí, esto es, porque no
das. Luego fue conveniente que el Hijo la conviene por razón de la persona, como
de Dios tomase la naturaleza humana en á la naturaleza divina la conviene asu-
todos sus supuestos. mir por razón de la persona ; mas no la
3.° El sabio operador perfecciona su conviene secundum se, como pertenecien-
obra por la vía más breve, que le es posi- te á sus principios esenciales, ó como
ble; y el camino hubiera sido más breve, propiedad suya natural, por cuyo modo
si todos los hombres hubieran sido asu- convendría á todos sus supuestos.
midos á la filiación natural que el que Al 2.° que el amor de Dios á los hom-
por un solo hijo natural sean admitidos bres se manifiesta, no solo en la asun-
muchos á la adopción de hijos, como se ción misma de la naturaleza humana,
dice (Galat. 4 ) . Luego la naturaleza sino principalmente por lo que ha sufrido
humana debió ser tomada por el Hijo de en la naturaleza humana por los otros
Dios en todos los supuestos. hombres, según aquello (Rom. 5, 8), Dios
Por el contrario, dice el Damasceno hace brillar su caridad en nosotros, por-

(1) Como todas las ideas de los demás seres según s u teoría. algun manuscrito. Así con razón lo repone Nicolai.
(!) Congruentemente, no por débito de necesidad impres- (4) Es decir, si no hubiese naturaleza alguna humana ó h u -
cindible. manidad singular, que individual y personalmente no hubiera
(3) No de hombres (hominum), cual se ve en la áurea y al- Dios asumido,. -.
guna otra edición; y mucho menos naturas homo in una en (5) Coloss. 1, 15.
222 CUESTIÓN IV. — ARTÍCULOS V Y VI.

que, aun cuando éramos enemigos, murió 3> sido vencido, por quien venciese al ene-
Cristo por nosotros; l o q u e n o h u b i e r a » migo del género humano » ; y e s t o p o r
t e n i d o l u g a r , si h u b i e s e t o m a d o l a n a t u - t r e s r a z o n e s : 1. porque parece pertene-
a

r a l e z a h u m a n a e n todos los h o m b r e s . cer á la justicia que satisfaga el que pecó,


A l 3.° q u e á l a b r e v e d a d d e l a v í a , q u e y p o r eso d e la n a t u r a l e z a c o r r o m p i d a por
el sabio o p e r a d o r o b s e r v a , p e r t e n e c e el el p e c a d o d e b i ó t o m a r s e a q u e l l o , p o r lo
q u e n o h a g a p o r m u c h o s (medios) lo q u e q u e d e b í a d a r s e p l e n a satisfacción por
t o d a l a n a t u r a l e z a ; 2. , porque esto per-
a
p u e d e ser h e c h o suficientemente por u n o
solo ; y p o r esto fue c o n v e n i e n t í s i m o q u e tenece también á la mayor dignidad del
p o r u n solo h o m b r e fuesen s a l v a d o s t o d o s hombre, n a c i e n d o el v e n c e d o r d e l d i a b l o
los otros. de a q u é l g é n e r o , q u e h a b í a sido vencido
p o r e l d i a b l o ; 3. p o r esto también se ma-
a

ARTÍCULO V I . — ¿Fue conveniente que nifiesta más el poder de Dios , q u e t o m ó


el Hijo de Dios a s u m i e s e l a n a t u r a l e z a huma- de la n a t u r a l e z a corrompida y enferma
n a de l a estirpe de Adán ? l o q u e fue p r o m o v i d o á t a n t a v i r t u d y
l.° P a r e c e q u e n o fue c o n v e n i e n t e q u e dignidad.
el H i j o d e D i o s asumiese la n a t u r a l e z a A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e C r i s t o
h u m a n a de la estirpe de A d á n : porque debió ser s e g r e g a d o de los pecadores
d i c e e l A p ó s t o l ( H e b r . 7, 26), tal Pon- r e s p e c t o á l a c u l p a , q u e venía á destruir;
tífice convenía que tuviésemos nosotros.... n o en c u a n t o á l a n a t u r a l e z a , q u e venía
segregado de los pecadores (1); y h u b i e - á s a l v a r , s e g ú n la q u e debió asimilarse
r a estado m á s segregado de los pecadores, e n t o d o á s u s h e r m a n o s , c o m o d i c e el
si n o h u b i e s e t o m a d o l a n a t u r a l e z a h u - A p ó s t o l ( H e b r . 2) : y e s t a m b i é n m á s
. m a n a de la estirpe de A d á n pecador. a d m i r a b l e e n e s t o s u i n o c e n c i a , p o r q u e la
L u e g o parece q u e n o debió tomar de la n a t u r a l e z a t o m a d a d e u n a m a s a s u j e t a al
estirpe de A d á n la naturaleza humana. pecado tuvo tan gran pureza.
2.° E n c u a l q u i e r g é n e r o e l p r i n c i p i o e s A l 2° q u e , c o m o s e h a d i c h o ( a l 1.°),
m á s noble q u e lo q u e de él se deriva. Si c o n v i n o q u e e l q u e v e n í a á b o r r a r los
pues quiso asumir la naturaleza h u m a n a , p e c a d o s fuese s e g r e g a d o d e los pecadores
la debió t o m a r m á s bien en el mismo en cuanto á la c u l p a , á q u e sucumbió
Adán. A d á n , y á q u i e n C r i s t o sacó de su pecado,
3.° L o s g e n t i l e s f u e r o n m á s p e c a d o r e s c o m o s e d i c e ( S a p . 10). E r a p r e c i s o que
q u e los j u d í o s , c o m o dice l a G l o s a ( i n - el q u e v e n í a á p u r i f i c a r á t o d o s n o de-
t e r l . a d . G a l a t . 2) s o b r e a q u e l l o , nos na- biera ser purificado, como en todo géne-
tura Judcei et non ex gentibuspeccatores. r o d e m o v i m i e n t o e l p r i m e r m o t o r e s in-
Si p u e s q u i s o t o m a r d e los p e c a d o r e s l a m ó v i l s e g ú n a q u e l m o v i m i e n t o , c o m o el
naturaleza h u m a n a , debió tomarla más p r i m e r (principio) a l t e r a n t e e s i n a l t e r a -
bien de los gentiles q u e de la estirpe de b l e ; y p o r e s t o n o f u e c o n v e n i e n t e q u e to-
A b r a h a m , q u e fue j u s t o . m a s e l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n e l mismo
Por el contrario, ( L u c . 3) l a g e n e r a - Adán.
ción del S e ñ o r se r e m o n t a h a s t a Adán. A l 3.° q u e , p u e s t o q u e C r i s t o d e b í a
Conclusión. Fue lo más conveniente ser sobre t o d o s e p a r a d o d e los pecadores
que el Hijo de Dios tomase la naturaleza e n c u a n t o á l a c u l p a , c o m o p o s e e d o r de
humana de la estirpe del mismo Adán t o d a l a i n o c e n c i a , f u e c o n v e n i e n t e que
vencido, para vencer así á su enemigo d e s d e e l p r i m e r p e c a d o r h a s t a C r i s t o se
más justa y digna y potentemente. l l e g a s e m e d i a n t e a l g u n o s j u s t o s , e n los
Responderemos q u e , c o m o d i c e S a n c u a l e s r e s p l a n d e c i e s e n d e s d e l u e g o cier-
A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 13 , c . 18), « D i o s t a s s e ñ a l e s d e l a f u t u r a s a n t i d a d . Y por
» h a b í a podido tomar al hombre de otra esto t a m b i é n e n el p u e b l o , d e l cual había
» parte, no de la estirpe de este A d á n , que d e n a c e r C r i s t o , estableció D i o s algunas
» aligó p o r su pecado al género h u m a n o ; s e ñ a l e s d e s a n t i d a d , q u e c o m e n z a r o n en
» pero juzgó mejor que tomase Dios hom- A b r a h a m , e l c u a l r e c i b i ó e l p r i m e r o la
» bre de aquel mismo linaje, que había p r o m e s a d e C r i s t o y l a c i r c u n c i s i ó n en
s e ñ a l d e l a p e r p e t u i d a d d e s u a l i a n z a con
D i o s , c o m o s e d i c e ( G e n . 17).
(i) Sanio ¡inocente, sin mancilla (v. 29). ]
C U E S T I Ó N Y.

Modo de la unión con relación á las partes de la naturaleza humana.

1." El Hijo de Dios debió asumir un cuerpo verdadero ? — 2.° Debió asumir un cuerpo terreno , esto
es, la carne y la sangre ? — 3.° Asumió el alma ? — 4.° Debió asumir el entendimiento ?

ARTÍCULO I . — E I H I J O c i e m o s d e b i ó » e n g a ñ ó , n o es l a v e r d a d . P e r o Cristo
asumir verdadero cuerpo ? (1) » es l a v e r d a d . L u e g o s u cuerpo n o fue
» u n fantasma ». E s pues así evidente
1.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s n o a s u - que asumió u n cuerpo verdadero.
mió u n c u e r p o v e r d a d e r o : p o r q u e s e d i c e Conclusión. Nació el Hijo de Dios con
( P h i p p . 2) que fue hecho á semejanza de verdadero cuerpo, y no putativo ó imagi-
los hombres; y l o q u e e s s e g ú n l a v e r - nario.
dad n o s e d i c e s e r s e g ú n l a s e m e j a n z a . Responderemos q u e , s e g ú n s e d i c e
Luego el H i j o d e D i o s n o t o m ó u n cuer- ( l i b . D e e c e l e s . D o m a g t . (3) c a p . 2),
po v e r d a d e r o . del Hijo de Dios nació, no putativamente,
2.° L a a s u n c i ó n d e l c u e r p o (2) e n n a d a x> como teniendo un cuerpo imaginario,
derogó l a d i g n i d a d d e l a d i v i n i d a d , p u e s » sino un cuerpo verdadero 3>; s o b r e l o
dice el P a p a L e ó n ( s e r m . D e n a t i v . 1) cual pueden aducirse tres razones : l a 1 . a

que <c n i l a g l o r i f i c a c i ó n c o n s u m i ó l a n a - t o m a d a d e l a esencia d e la n a t u r a l e z a


5> t u r a l e z a i n f e r i o r , n i l a a s u n c i ó n d i s m i - h u m a n a , á la cual pertenece tener u n
nuyó l a s u p e r i o r » . P e r o p e r t e n e c e á l a cuerpo verdadero; y , suponiendo según
dignidad d e D i o s e s t a r s e p a r a d o c o m - l o d i c h o ( C . 4 , a . 1) q u e f u e c o n v e n i e n t e
pletamente d e l cuerpo. L u e g o p a r e c e q u e que el Hijo d e Dios tomase la naturaleza
por l a a s u n c i ó n n o s e u n i ó D i o s a l c u e r p o . h u m a n a , es consiguiente q u e t o m ó u n
3.° L o s s i g n o s d e b e n c o r r e s p o n d e r á c u e r p o v e r d a d e r o ; l a 2. p u e d e deducirse
a

las cosas s i g n i f i c a d a s ; m a s l a s a p a r i c i o - de l a s c o s a s , q u e se verificaron e n el


nes del A n t i g u o T e s t a m e n t o , q u e f u e r o n m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n ; p o r q u e , si
signos d e l a a p a r i c i ó n d e C r i s t o , n o f u e - su c u e r p o n o fue v e r d a d e r o sino f a n t á s -
ron v e r d a d e r a m e n t e c o r p o r a l e s , s i n o s e - t i c o , n i sufrió u n a m u e r t e r e a l , n i n a d a
gún l a v i s i ó n i m a g i n a i - i a , como s e v e ( I s . d e l o q u e d e é l refieren l o s E v a n g e l i s t a s
6,1), vi al Señor sentado. L u e g o p a r e c e h i z o e n r e a l i d a d , sino solo b a j o c i e r t a
que t a m b i é n l a a p a r i c i ó n d e l H i j o d e D i o s apariencia ; y así seguiríase también q u e
en el m u n d o n o f u e r e a l m e n t e c o r p o r a l , no se obtuvo la verdadera salvación del
sino solo i m a g i n a t i v a . h o m b r e , p o r q u e e l e f e c t o d e b e ser p r o -
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n porcionado á su causa ; y l a 3. razón a

(q. 1. 8 3 , q . 13) : ce si e l c u e r p o d e C r i s t o puede tomarse de la dignidad misma de


» fue u n f a n t a s m a , e n g a ñ ó C r i s t o ; y , s i la persona a s u m e n t e , l a cual siendo la

(1) Contra el error de los maniquéos y marcionitas y de mente ficticias y estériles l a Encamación y la' redención.
Cerdon y Colorbosio con Simón, Basílides, Saturnino y todos V. la nota 1 de la página 177.
los gnósticos y otros herejes posteriores, que solo reconocían (2) Algunos leen hmnanitatis en lugar de corporis, sin duda
en Cristo un cuerpo fantástico y aparente óaéreo, n o d e carne, por el contraste con divinilatis ; pero más comunmente corporis.
asegurando por lo mismo que no era verdadero hombre : los (3) Obra de Genadio,, con cuyo nombre la cita el mismo
Concilios de Nicéa y Efeso, Constantinopla y Calcedonia, Flo- Santo Tomás en su Cadena áurea de acuerdo con el papa Adria-
rencia y i.o de Toledo con otros muchos posteriores han do- n o , Alger y Walfrido Estrabon , autor hereje y posteriora
tando unánime y constantemente l a realidad del cuerpo de San Agustín, á quien otros infundadamente la atribuyen;
«estro Señor Jesucristo, sin la que habrían sido completa- pero que en este punto nada tiene no católico.
224 CUESTIÓN V. — ARTÍCULOS I Y II.

v e r d a d no convino que hubiese en su c i o n d e l H i j o d e D i o s e n e l m u n d o fuese


o b r a ficción a l g u n a . P o r l o q u e e l m i s m o s e g ú n l a v e r d a d d e l c u e r p o , c o m o l a cosa
se h a dignado prevenir p o r sí mismo este figurada p o r a q u e l l a s figuras. P o r l o cual
e r r o r ( L u c . ú l t . ° y 9), c u a n d o s u s d i s c í - d i c e e l A p ó s t o l ( n C o l o s s . 2 , 1 7 ) : esas
pulos turbados y asustados j u z g a b a u ver son sombras de las cosas venideras, mas
u n espíritu y no u n cuerpo verdadero; el cuerpo es de Cristo.
p o r l o c u a l se l e s m a n i f e s t ó , p a r a q u e le
t o c a s e n , d i c i e n d o : palpad y ved que el es- ARTÍCULO I I . — ¿ E I unjo do n i o s de-
píritu no tiene carne ni huesos, como bió asumir u n cuerpo terreno, esto e s , la car-
veis que yo tengo. n e y l a sangre ? (2).
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e -
lla semejanza espresa la verdad de la l.° P a r e c e q u e C r i s t o n o t u v o un cuer-
n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o , p o r el m o - p o c a r n a l ó t e r r e s t r e , sino c e l e s t e : porque
do p o r el q u e todos los q u e existen ver- d i c e el A p ó s t o l ( i C o r . 15, 4 7 ) : elprimer
d a d e r a m e n t e en la n a t u r a l e z a h u m a n a se hombre de la tierra terreno, el segundo
dicen ser semejantes en l a especie ; m a s hombre del cielo celestial; p e r o e l p r i m e r
no se entiende l a semejanza fantástica, h o m b r e , e s d e c i r , A d á n , fue h e c h o de
p a r a c u y a evidencia a ñ a d e el A p ó s t o l t i e r r a e n c u a n t o a l c u e r p o , c o m o consta
q u e se hizo obediente hasta la muerte y ( G e n . 1). L u e g o t a m b i é n e l s e g u n d o
muerte de cruz: l o q u e n o h u b i e r a p o d i - h o m b r e , e s t o e s , C r i s t o , f u e d e l c i e l o en
d o v e r i f i c a r s e , si n o h u b i e r a t e n i d o m á s cuanto al cuerpo.
que u n a semejanza fantástica. 2.° D í c e s e ( i C o r . 15, 50), la carne y
A l 2.° q u e , p o r h a b e r t o m a d o e l H i j o la. sangre no poseerán el reino de Dios; y
de Dios u n cuerpo verdadero, en nada fue el reino d e D i o s se h a l l a principalmente
disminuida su d i g n i d a d ; por lo cual S a n e n C r i s t o . L u e g o n o h a y e n él c a r n e ni
A g u s t í n (1) d i c e ( l i b . D e fide a d P e t r . s a n g r e , s i n o m á s b i e n u n c u e r p o celeste.
c a p , 2) : « s e a n o n a d ó á s í m i s m o t o m a n - 3.° T o d o l o q u e e s m e j o r d e b e s e r atri-
B do la forma del siervo, para hacerse b u i d o á D i o s , y e n t r e t o d o s l o s cuerpos
B siervo ; pero no perdió l a p l e n i t u d de el m á s n o b i l í s i m o es e l c e l e s t e . L u e g o
B l a forma de D i o s » . E n efecto : el H i j o Cristo debió tomar tal cuerpo.
de Dios n o t o m ó d e t a l m a n e r a su cuer- Por el contrario, d i c e el S e ñ o r ( L u c .
p o v e r d a d e r o , q u e se hiciera forma d e l ú l t . 39) : el espíritu no tiene carne ni
c u e r p o , lo cual r e p u g n a á l a simplicidad huesos, como veis que yo tengo. M a s la
y p u r e z a divinas ; pues esto sería tomar c a r n e y los huesos n o son d e l a materia
u n cuerpo en unidad de naturaleza, lo que del c u e r p o c e l e s t e , sino d e los elementos
e s i m p o s i b l e s e g ú n l o d i c h o ( C . 2, a . 1); i n f e r i o r e s . L u e g o e l c u e r p o d e C r i s t o no
p e r o , salva la distinción d e naturaleza, f u e un c u e r p o c e l e s t e , s i n o c a r n a l y ter-
t o m ó el cuerpo en unidad de persona. reno.
A l 3.° q u e l a figura d e b e c o r r e s p o n - Conclusión. Tomó el Hijo de Dios
der á l a cosa en cuanto á la semejanza, cuerpo terreno de carne y sangre, pasible
no en cuanto á la verdad de la cosa ; por- y de suyo corruptible; no celestial é im-
q u e , si l a s e m e j a n z a existiera b a j o t o d o s pasible.
c o n c e p t o s , y a n o sería s i g n o , sino l a cosa Responderemos, q u e las m i s m a s razo-
m i s m a , como dice el D a m a s c e n o ( O r t h . n e s , p o r l a s q u e s e h a d e m o s t r a d o q u e el
fid. 1. 3 , c. 26). L u e g o f u e c o n v e n i e n t e c u e r p o d e C r i s t o n o f u e u n c u e r p o fantás-
que las apariciones del antiguo T e s t a - t i c o , s i r v e n p a r a p r o b a r q u e n o d e b i ó ser
m e n t o fuesen únicamente según la apa- u n c u e r p o c e l e s t e : 1.° p o r q u e , a s í como
r i e n c i a , c o m o figuras ; p e r o q u e l a a p a r i - n o sería v e r d a d e r a l a n a t u r a l e z a humana

flj Ya queda anotado antes de ahora que el citado libro no « a l g u n a » ; como Apolinar y los menotilas pretendían que
es de San Agustín, sino de San Fulgencio, bajo cuyo nombre « no tonyi carne nueva, sino que y a antes de bajar la tenía en
lo cita Bertrán en su libro De corpore el sanguine Domini, t. 40 » el cielo de la sustancia misma del Padre » : errores anatema-
bibliotheca Palrum. tizados por Eugenio IV en el Concilio de Florencia y por los
(2j Como el de los demás hombres : contra la herejía de Va- de Efeso l . ° ( c m . 1) y 5.° de Constantinopla [cap. 6), al definir
lentín, quien decía que «Cristo enviado por el Padre trajo que « Cristo es verdadero Hijo según la carne de la Santa y
» consigo un cuerpo celeste, pasando con él por la Virgen gloriosa Virgen María.
«[como por un resquicio ó acueducto, sin tomar de ella carne
C U E S T I Ó N V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 225

en C r i s t o , si s u c u e r p o f u e r a f a n t á s t i c o , a m b a s ; la cual no tuvo lugar en Cristo


según lo s u p u s o M a n e s , así t a m p o c o lo se- en cuanto á la culpa, pero existió t e m p o -
ría, si se c r e y e r a s e r c e l e s t e , c o m o p r e t e n - r a l m e n t e en c u a n t o á la p e n a , p a r a q u e
día V a l e n t i n ; p u e s , s i e n d o l a f o r m a d e l cumpliese la obra de nuestra redención.
hombre cierta cosa natural, requiere deter- A l 3.° q u e p e r t e n e c e á l a m a y o r g l o r i a
minada m a t e r i a , esto e s , carnes y huesos, d e D i o s eso m i s m o d e q u e u n c u e r p o d é -
que es c o n v e n i e n t e e n t r e n e n l a d e f i n i c i ó n bil y terreno llegase á t a n g r a n d e subli-
del h o m b r e , c o m o c o n s t a p o r el F i l ó s o f o m i d a d . P o r l o q u e e n el C o n c i l i o d e E f e -
( M e t . 1.7, t . 39); 2.° p o r q u e e s t o d e r o g a r í a so ( g e n e r . 3 , p . 3, a c t . 1 ) s e l e e l a p a l a -
la v e r d a d d e l o s a c t o s , q u e C r i s t o e j e r c i ó b r a d e S a n T e ó f i l o (2) q u e d i c e : « a l
en su c u e r p o ; p u e s , s i e n d o i m p a s i b l e é i n - » m o d o q u e no son a d m i r a d o s los mejores
c o r r u p t i b l e el c u e r p o c e l e s t e , s e g ú n s e » a r t í f i c e s a l r e v e l a r el a r t e s o l a m e n t e e n
p r u e b a ( D e creí. 1. 1 , t . 2 0 ) , si el H i j o d e » m a t e r i a s preciosas, sino q u e son m u c h o
Dios h u b i e s e t o m a d o u n c u e r p o c e l e s t e , »' m á s l o a d o s p o r q u e p o r l o c o m ú n e m -
no h u b i e r a t e n i d o v e r d a d e r a m e n t e h a m - » p l é a n el vilísimo lodo y t i e r r a disuelta,
bre ni s e d , n i s u f r i d o l a P a s i ó n y l a m u e r - » demostrando la virtud de su saber; así
te ; 3.° e s t o d e r o g a r í a t a m b i é n l a v e r d a d » el V e r b o d e D i o s , e l m e j o r d e t o d o s
divina; p u e s , h a b i é n d o s e m o s t r a d o el H i j o » los a r t í f i c e s , sin t o m a r m a t e r i a a l g u n a
de D i o s á l o s h o m b r e s , c o m o t e n i e n d o » preciosa de cuerpo celeste, descendió á
cuerpo d e c a r n e y t e r r e n o , e s t a m a n i f e s - » nosotros, mostrando en lodo la m a g n i -
tación h a b r í a s i d o f a l s a , si h u b i e s e t e n i d o » t u d de su a r t e » .
cuerpo c e l e s t e ; y p o r e s t o ( l i b . D e e c c l e s .
d o g m . c. 2 ) se d i c e : « e l H i j o d e D i o s ARTÍCULO I I I . — E I HIJO de BIOS asu-
» nació t o m a n d o c a r n e d e l c u e r p o d e u n a mió alma ? (3).
»Virgen, y no trayéndole consigo del
» cielo ». l.° P a r e c e q u e el H i j o de D i o s n o t o -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e se d i c e mó a l m a : porque San J u a n , enseñando
que C r i s t o d e s c e n d i ó d e l c i e l o d e d o s el m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n , dijo ( J o a n .
m o d o s : 1.° p o r r a z ó n d e l a n a t u r a l e z a 1, 1 4 ) , el Verbo fue hecho carne, sin h a -
divina, n o d e m a n e r a q u e e s t a n a t u r a l e z a c e r m e n c i ó n a l g u n a d e l a l m a ; y n o se d i c e
dejase d e e s t a r e n e l c i e l o , s i n o q u e c o - q u e fue h e c h o c a r n e , p o r q u e s e h a y a c o n -
menzó á e s t a r a q u í a b a j o d e u n m o d o v e r t i d o en c a r n e , sino p o r q u e t o m ó l a
nuevo, esto e s , conforme á la n a t u r a l e z a c a r n e . L u e g o n o p a r e c e h a b e r t o m a d o el
t o m a d a , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 3, 13), alma.
ninguno subió al cielo, sino el que des- 2.° E l a l m a es n e c e s a r i a a l c u e r p o , p a r a
cendió del cielo, el Hijo del hombre, qite ser vivificado p o r ella ; m a s p a r a esto no
está en el cielo; 2." p o r r a z ó n d e l c u e r - fue n e c e s a r i a a l c u e r p o d e C r i s t o , c o m o
po, n o p o r q u e el c u e r p o m i s m o d e C r i s t o p a r e c e , p u e s t o q u e el m i s m o V e r b o de
según su s u s t a n c i a d e s c e n d i e s e d e l c i e l o , D i o s es d e q u i e n se d i c e ( P s . 3 5 , 10),
sino p o r q u e p o r v i r t u d c e l e s t i a l , e s t o e s , Señor, en tí está la fuente de la vida.
del E s p í r i t u S a n t o , fue f o r m a d o s u c u e r - L u e g o h u b i e r a sido supérfiuo que Cristo
po : p o r l o c u a l S a n A g u s t í n ( 1 ) d i c e á t u v i e s e u n a a l m a , . e s t a n d o e n é l el V e r -
Orosio ( D i a l o g . 65 q q . 4) e s p o n i e n d o l a bo : y, como Dios y la naturaleza n a d a
autoridad a d u c i d a : « d i g o c e l e s t e á C r i s t o , h a c e n en v a n o , s e g ú n dice t a m b i é n el F i -
» porque n o h a sido c o n c e b i d o d e l s e m e n l ó s o f o ( D e ccel. 1. 1 , t . 32 ; y 1. 2, t . 59);
3» h u m a n o » ; y d e l m i s m o m o d o l o e s p o - parece que el H i j o de Dios no asumió
lie S a n H i l a r i o ( D e T r i n . 1. 10). alma.
A l 2.° q u e l a c a r n e y l a s a n g r e n o s e 3.° P o r l a u n i ó n d e l a l m a a l c u e r p o s e
toman a l l í p o r l a s u s t a n c i a d e l a c a r n e y c o n s t i t u y e l a n a t u r a l e z a c o m ú n , q u e es
de la s a n g r e , s i n o p o r l a c o r r u p c i ó n d e l a especie h u m a n a ; « m a s en el S e ñ o r

fl) Más bien algún nial compilador de sus escritos, por lo » alma ', vino á concedérsela después pero sin entendimiento,-
1"°c l
diálogo se tiene por supositicio.
l a l
diciendo que « el Verbo hacíalas veces de este » : condenados
-) Obispo de Alejandría (episl. Pasch. p. 2, act. 1). uno y otro por los concilios 1.° de Efeso {can. 13) y romano en
(•) Contra Arrio y Apolinar, quien sin embargo, retrac- tiempo de San Dámaso y por los de Calcedonia y de Florencia.
tando su primitivo error de que « el Hijo de Dios no tenía V. la nota 1 de la página 219.
SUMA. TEOLÓGICA.—TOMO I V . 15
226 CUESTIÓN V . — ARTÍCULO III.

B Jesucristo n o h á lugar á admitir espe- l a u t i l i d a d d e l a E n c a r n a c i ó n , q u e e s la


» cié común B , como dice el D a m a s c e n o libertad del h o m b r e ; p o r q u e , como argu-
( D e o r t h . fid. 1. 3, c . 3). L u e g o n o t o m ó m e n t a S a n A g u s t í n (lib. cont. Felician.
alma. c . 1 3 ) , « s i e l H i j o d e D i o s , a l t o m a r la
Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n B c a r n e , no h a t o m a d o e l a l m a ; ó bien
( l i b . D e a g o n e c h r i s t . c . 2 1 ) : c< n o e s c u - » conociéndola inocente n o creyó q u e te-
» chemos á los q u é dicen q u e el V e r b o B n í a necesidad d e medicina ; ó bien cre-
» d e D i o s solo t o m ó el cuerpo d e l h o m - » y é n d o l a i m p r o p i a d e é l n o l a o t o r g ó el
» b r e , y q u e e n t i e n d e n e s t a s p a l a b r a s , el B beneficio d e l a r e d e n c i ó n ; ó j u z g á n d o l a
» Verbo fue hecho carne, d e m o d o q u e B incurable del todo n o pudo curarla ;ó
» nieguen q u e b a y a tenido alma ó algu- » l a d e s p r e c i ó c o m o v i l y q u e n o e r a útil
B n a o t r a cosa p r o p i a d e l h o m b r e , sino » p a r a .cosa a l g u n a : estas d o s hipótesis
B sola l a carne ». » i m p l i c a n u n a blasfemia contra Dios,
Conclusión. Cristo tuvo tan verdade- B porque ¿cómo llamarle Todopoderoso,
ra alma como cuerpo real. B s i n o p u d o c u r a r l a p o r d e s e s p e r a d a ? ¿ó
Responderemos q u e , c o m o d i c e S a n B D i o s d e t o d a s l a s c o s a s , si é l m i s m o no
A g u s t í n ( l i b . D e h a s r e s i b u s , hseresi 69 D h i z o n u e s t r a a l m a ? R e s p e c t o d e las
y 55), A r r i o f u e e l p r i m e r o q u e o p i n ó , y » o t r a s d o s , e n l a u n a s e d e s c o n o c e la
después Apolinar, q u e el Hijo de Dios B c a u s a d e l a l m a , e n l a o t r a n o h á lugar
solo t o m ó c a r n e sin e l a l m a , s u p o n i e n d o B á mérito. ¿ O es q u e debe creerse que
que el Verbo había reemplazado á la B e n t i e n d e l a c a u s a d e l a l m a e l q u e se es-
carne e n lugar d e l a l m a ; de lo cual se » fuerza e n s e p a r a r l a del p e c a d o d e trans-
seguía q u e e n C r i s t o n o h u b o d o s n a t u - B g r e s i o n v o l u n t a r i a , i n s t r u i d a y a p a r a re-
r a l e z a s , sino u n a s o l a m e n t e , p u e s t o q u e B c i b i r l a l e y p o r e l h á b i t o d e s u congé-
del a l m a y d e l a c a r n e se constituye u n a B n i t a r a z ó n ? ¿ O c ó m o conoce su nobleza
n a t u r a l e z a h u m a n a . M a s esta opinión n o B e l q u e d i c e q u e l o i n n o b l e d e l vicio la
p u e d e s o s t e n e r s e p o r t r e s r a z o n e s : 1. a
B h a h e c h o d e s p r e c i a b l e ? S i consideras
porque repugna á la autoridad de la S a - » s u o r i g e n , s u s u s t a n c i a es m á s noble ;
g r a d a E s c r i t u r a , e n l a q u e el Señor h a c e B si l a c u l p a d e t r a n s g r e s i ó n , e s p e o r que
m e n c i ó n d e s u a l m a ( M a t t h . 26, 38), B l a c a r n e p o r c a u s a d e s u inteligencia.
triste está mi alma hasta la muerte; y B Y o e m p e r o s é q u e C r i s t o e s l a sabidu-
( J o a n . 10, 18) poder tengo de poner mi B r í a p e r f e c t a , y no d u d o q u e e s piadosísi-
alma; á l o q u e r e s p o n d í a A p o l i n a r q u e B m o ; d e c u y a s c o s a s p r i m e r a m e n t e no
en estas palabras se t o m a metafórica- B despreció l a m e j o r y c a p a z d e pruden-
mente el a l m a : y d e este modo habla B c i a , y en s e g u n d o l u g a r t o m ó l a que
Dios de su alma én el antiguo Testa- B m á s h e r i d a h a b í a s i d o B. 3 . E s t a hipó-
a

m e n t o ( I s . 1, 1 4 ) , vuestras calendas y t e s i e s c o n t r a r i a á l a v e r d a d m i s m a de la
vuestras solemnidades las aborrece mi E n c a r n a c i ó n ; p o r q u e l a c a r n e y l a s de-
alma; P e r o , c o m o d i c e S a n A g u s t í n m a s p a r t e s d e l h o m b r e d e b e n s u especie
( Q q . 1. 83, q . 80), l o s e v a n g e l i s t a s r e f i e - a l a l m a . P o r c o n s i g u i e n t e , s u p r i m i d a el
ren en sus narraciones q u e Jesús se a d - a l m a , n o h a y h u e s o ó c a r n e , s i n o en sen-
miró y se enojó y c o n t r i s t ó , y q u e t u v o t i d o e q u í v o c o , c o m o c o n s t a p o r el Filó-
h a m b r e , hechos que demuestran que tuvo sofo ( D e a n . 1. 2, t . 9 ; y M e t . 1. 7, t . 34).
alma verdadera, c o m o e l q u e c o m i ó y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , cuando
durmió y se fatigó prueban h a b e r tenido s e d i c e Verbum caro factum est,\& carne
v e r d a d e r o c u e r p o ; p u e s d e o t r o m o d o , si s e t o m a p o r t o d o e l h o m b r e , c u a l si se
se t o m a n estas cosas e n sentido m e t a f ó - d i j e r a Verbum homo factum est, c o m o en
rico bajo el pretesto d e q u e se leen otras e f e c t o s e d i c e ( I s . 40, 5), verá toda carne
semejantes de Dios en el antiguo T e s t a - al mismo tiempo lo que habló la boca del
m e n t o , s e d e s t r u i r á l a fe d e l a n a r r a c i ó n Señor; y t o d o e l h o m b r e e s significado
e v a n g é l i c a ; porque u n a cosa es lo q u e se p o r l a c a r n e , p u e s t o q u e , c o m o se dice
. a n u n c i a p r o f é t i c a m e n t e e n figuras, y o t r a e n l a s p a l a b r a s c i t a d a s , p o r l a c a r n e se
lo q u e s e ha e s c r i t o h i s t ó r i c a m e n t e pol- h i z o v i s i b l e e l H i j o d e D i o s , p o r l o que
los E v a n g e l i s t a s s e g ú n l a p r o p i e d a d d e s e a ñ a d e , y vimos su gloria; ó porque,
las cosas. 2. E l susodicho e r r o r d e s t r u y e
a

c o m o o b s e r v a S a n A g u s t í n ( Q . 1. 83, <\-
C U E S T I Ó N V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 227

80), « en toda aquella unidad de suscep­ p o r l a l u z p r i m e r a ( P r o v . 20, 27), an­


» c i o n l o p r i n c i p a l es el V e r b o , y l o e s ­ torcha del Señor el espíritu del hombre.
» t r e m o y ú l t i m o l a c a r n e ; p o r l o c u a l el L u e g o e n C r i s t o , q u e es e l V e r b o d e D i o s ,
» Evangelista, queriendo recomendar por n o fue n e c e s a r i o q u e e x i s t i e r a l a m e n t e
» nosotros el amor de la h u m i l d a d de D i o s , humana.
» n o m b r ó al V e r b o y l a c a r n e , sin h a b l a r 3." S e l l a m a E n c a r n a c i ó n el a c t o , p o r
» d e l a l m a , q u e es i n f e r i o r a l V e r b o y s u ­ el c u a l el V e r b o d e D i o s t o m ó l a n a t u ­
» p e r i o r á l a c a r n e ». R a z o n a b l e fue t a m ­ r a l e z a h u m a n a . P e r o el e n t e n d i m i e n t o ó
bién q u e n o m b r a s e l a c a r n e , l a c u a l , p o r l a m e n t e h u m a n a n i es c a r n e n i a c t o d e l a
distar m á s d e l V e r b o , p a r e c í a m e n o s c a r n e , p u e s t o q u e n o es a c t o d e cuerpo
asumible. a l g u n o , c o m o s e p r u e b a ( D e a n . 1. 3,
A l 2.° q u e e l V e r b o es l a f u e n t e d e i m p l i c . t . 6). L u e g o p a r e c e q u e e l H i j o
vida, c o m o p r i m e r a c a u s a efectiva d e de D ios no t o m ó la mente h u m a n a .
vida ; p e r o e l a l m a e s p r i n c i p i o d e l a v i d a Por el c o n t r a r i o , S a n A g u s t í n (4)
del c u e r p o , c o m o f o r m a d e l m i s m o , y l a d i c e ( l i b . D e fid. a d P e t r . c . 14): « e s t á
forma es el e f e c t o d e l a g e n t e : a s í q u e » seguro y no dudes de modo alguno que
por l a p r e s e n c i a d e l V e r b o s e p o d r í a d e ­ » Cristo el H i j o de D i o s tiene l a c a r n e
ducir m á s b i e n q u e e l c u e r p o f u e s e a n i ­ » verdadera de nuestro género, y u n alma
mado (1), c o m o p o r l a p r e s e n c i a d e l f u e ­ racional ; p o r q u e él dice de su c a r n e »
go se p u e d e d e d u c i r q u e e l c u e r p o , a l q u e ( L u c . u l t . 3 9 ) , palpad y ved, que el es­
se a d h i e r e , e s t á c a l i e n t e . píritu no tiene carne y huesos, como veis
A l 3.° q u e n o e s i n c o n v e n i e n t e , antes que yo tengo. « M u e s t r a a s i m i s m o que
bien n e c e s a r i o , d e c i r q u e e n C r i s t o h u b o » t i e n e a l m a d i c i e n d o ( J o a n . 10, 18), yo
n a t u r a l e z a , q u e es c o n s t i t u i d a p o r e l a l ­ » pongo mi alma y la vuelvo á tomar; y
ma i n f u n d i d a a l c u e r p o . S a n J u a n D a ­ » manifiesta que tiene entendimiento del
masceno s i n e m b a r g o n i e g a (2) q u e e n » a l m a d i c i e n d o ( M a t t h . 11, 29),» apren­
nuestro S e ñ o r J e s u c r i s t o h a y a u n a e s p e ­ ded de mí, que soy manso y humilde de
cie c o m ú n , c o m o a l g o t e r c e r o r e s u l t a n t e corazón ; y D i o s d i c e d e é l p o r e l p r o f e t a
de la u n i ó n d e l a d i v i n i d a d y d e l a h u m a ­ ( I s . 52, 13), mirad que mi siervo tendrá
nidad. inteligencia.
Conclusión. Es dogma de fe que Cristo
ARTÍCULO I V . — E I HIJO «ie u t o s d e ­ asumió alma intelectiva y racional.
bió asumir el entendimiento? (3) R e s p o n d e r e m o s q u e , como dice S a n
A g u s t í n ( l i b . D e h s e r e s . ha3resi49 y 55),
1.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s n o t o m ó los apolinaristas disintieron de la I g l e s i a
la m e n t e h u m a n a ó e l e n t e n d i m i e n t o : católica respecto del a l m a de C r i s t o , di­
porque, d o n d e e s t á p r e s e n t e u n a c o s a , n o ciendo como los arríanos que Cristo D ios
se r e q u i e r e s u i m a g e n ; y e l h o m b r e e s t o m ó sola la c a r n e sin el a l m a : vencidos
según l a m e n t e á i m a g e n d e D i o s , c o m o en esta cuestión por los testimonios evan­
dice S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 14. c. 3 gélicos, dijeron q u e faltaba al a l m a de
y 6). L u e g o , d a d o q u e e n C r i s t o e s t a b a Cristo l a m e n t e , p e r o que en su l u g a r
la p r e s e n c i a d e l m i s m o V e r b o d i v i n o , n o e s t a b a e n e l l a el Verbo m i s m o ; m a s e s t a
fue m e n e s t e r q u e e x i s t i e s e a l l í l a m e n t e suposición se r e f u t a p o r l a s m i s m a s r a z o ­
humana. n e s q u e l a a n t e r i o r : 1.° p o r q u e e s c o n ­
2.° L a l u z m a y o r o s c u r e c e l a m e n o r ; traria al relato evangélico, que recuerda
y el V e r b o d e D i o s , q u e es la luz que que C r i s t o se a d m i r ó , c o m o c o n s t a ( M a t t h .
ilumina á todo hombre, que viene á este 8), y l a a d m i r a c i ó n n o p u e d e t e n e r l u g a r
mundo, c o m o s e d i c e ( J o a n . 1), se c o m ­ sin l a r a z ó n , p o r q u e i m p o r t a cotejo d e l
para á l a m e n t e , c o m o l a l u z m a y o r á l a efecto á la c a u s a ; como cuando u n o ve
menor : p o r q u e a u n l a m i s m a m e n t e es un efecto, cuya causa ignora é indaga,
cierta l u z c o m o u n a a n t o r c h a , i l u m i n a d a s e g ú n s e d i c e ( M e t . 1. 2); 2.° r e p u g n a á

1
I ) No i efectivamente ó de hecho, sino formalmente.
s o 0 sámente condenado por Clemente V en el concilio de Viena y
№ C. 2, a. 5, al 2.» por E ugenio IV en el de Florencia, como también por el
(3) Terminante é intencional refutación del error de Apo­ 1.° de Toledo contra los priscilianistas.
nar mencionado en la nota 3 de la página 225, y más espre­ (4) V . la nota 1 de la página 224.
228 CUESTIÓN V. — ARTÍCULO IV.

la utilidad de la Encarnación, que es la imagen, para que supla el lugar de ella,


justificación del hombre del pecado, pues como donde está el emperador los sol-
el alma humana no es capaz de pecado ni dados no veneran su imagen ; pero sí se
de la gracia justificante sino por la mente. requiere con la presencia de la cosa su
Así pues convino principalmente que to- imagen, para que se perfeccione por la
mase la mente humana ; por lo cual dice presencia misma de la cosa ; como la ima-
el Damasceno (Ort. fid. 1. 3 , c. 6) que gen en la cera se perfecciona por la im-
« el Verbo de Dios tomó cuerpo y alma presión del sello, y la imagen del hom-
» intelectual y racional», y después aña- bre se reproduce en el espejo por la pre-
de, «se ha unido todo átodo,para otor- sencia de este. Por consiguiente, para
» garme á mí todo entero la salvación, perfeccionar la inteligencia humana, fue
» porque lo que no fue asumido es incu- necesario que la uniera á sí el Verbo de
»rable»; 3.° repugna esto á la verdad Dios.
de la Encarnación; pues, como el cuerpo Al 2.° que la luz mayor desvanece la
es proporcionado al alma, como la mate- menor de otro cuerpo iluminante, mas no
ria á la forma propia, no es verdadera- disipa sino que perfecciona la luz del
mente carne humana la que no es perfec- cuerpo iluminado; pues á la presencia del
ta por el alma humana, esto es, por la sol se oscurece la luz de las estrellas,
racional: y por esto, si Cristo hubiese pero se perfecciona la luz del aire. El
tenido un alma sin inteligencia, no habría entendimiento ó la mente del hombre es
tenido verdadera carne humana, sino de como la luz iluminada por la luz del
bestia ; puesto que por sola la inteligen- Verbo divino; y así por la presencia del
cia nuestra alma difiere de la de los bru- Verbo no se disipa la mente del hombre,
tos. Por lo que dice San Agustín (Q. 1. antes bien se perfecciona más.
83, q. '80) que « según este error se se- Al 3.° que, aunque la potencia intelec-
» guiría que el Hijo de Dios habría to- tiva no sea acto de algún cuerpo ; sin
» mado cierta bestia bajo la figura del embargo la esencia misma del alma hu-
» cuerpo humano», lo que ademas re- mana, que es la forma del cuerpo, se re-
pugna á la verdad divina, que no sufre quiere que sea más noble, para que
ninguna falsedad de la ficción. tenga la potencia de entender ; y por
Al argumento 1.° diremos, que donde esto es necesario que la corresponda uu
una cosa está presente no se requiere su cuerpo mejor dispuesto.
C U E S T I Ó N VI.
Modo de la asunción en cuanto al orden AI

1." El Hijo de Dios tomó la carne mediante el alma? 2.° Tomó el alma mediante el espíritu (5) ó
la mente? 3.° Fue tomada antes por el Verbo el alma que la carne? 4.° La carne de Cristo fue antes
tomada por el Verbo que unida al alma? 5.° Toda la naturaleza humana fue tomada 'por medio de
sus partes? 6." Lo fue mediante la gracia ? • 4

A R T Í C U L O I . — E I HIJO de DÍOS a s u - y 3). L u e g o e l V e r b o n o s e u n e á l a


mió la carne mediante e l alma? carne mediante el alma.
Por e l c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t í n
l.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s n o ( e p i s t . a d V o l u s i a n . 136 ó 3): « l a g r a n -
asumió l a c a r n e m e d i a n t e e l a l m a : p o r - » d e z a misma de la virtud divina se
que m á s p e r f e c t o e s e l m o d o , p o r e l q u e » adaptó el alma racional, y por ella el
el H i j o d e D i o s s e u n e á l a n a t u r a l e z a y> c u e r p o h u m a n o y a l h o m b r e t o d o , p a r a
humana y á s u s p a r t e s , q u e p o r e l q u e » cambiarlo e n mejor » ( 4 ) .
existe e n t o d a s l a s criaturas. P e r o e n l a s Conclusión. El Hijo de Dios tomó
criaturas e s t á i n m e d i a t a m e n t e p o r e s e n - carne mediante el alma según el grado de
cia, p o t e n c i a y p r e s e n c i a . L u e g o ' m u c h o dignidad y el orden de causalidad.
más e l H i j o d e D i o s se u n e i n m e d i a t a - Responderemos, q u e e l m e d i o s e d i c e
mente a l a c a r n e , y n o m e d i a n t e e l a l m a . p o r r e l a c i ó n a l p r i n c i p i o y a l fin: a s í
2.° E l a l m a y l a c a r n e h a n sido u n i - p u e s c o m o e l p r i n c i p i o - y e l fin i m p o r t a n
das a l V e r b o d e D i o s e n l a u n i d a d d e h i - un orden, igualmente el medio. H a y e m -
póstasi ó p e r s o n a ; y e l c u e r p o p e r t e n e c e p e r o d o s c l a s e s d e orden, u n o d e t i e m p o
inmediatamente á l a persona ó hipóstasi y o t r o d e n a t u r a l e z a . S e g ú n e l orden d e l
del h o m b r e , l o m i s m o q u e e l a l m a ; y tiempo no se dice en el misterio de la
aun e l c u e r p o , q u e e s l a m a t e r i a , p a r e c e Encarnación medio alguno, porque el
acercarse m á s á l a h i p ó s t a s i d e l h o m b r e V e r b o de D i o s unió así simultáneamente
que el a l m a , q u e e s l a f o r m a ; p u e s t o q u e
toda la naturaleza h u m a n a , como después
el principio de i n d i v i d u a c i ó n , q u e i m p l i c a
s e d e m o s t r a r á ( C . 3 3 , a. 3) ; y e l orden
la palabra h i p ó s t a s i , p a r e c e s e r l a m a t e -
de naturaleza entre algunas cosas puede
ria (3). E l H i j o d e D i o s p u e s n o t o m ó
considerarse de dos m a n e r a s : 1. "según a

la carne p o r m e d i o d e l a l m a .
e l g r a d o d e d i g n i d a d , c o m o d e c i m o s ser
3.° S e p a r a d o e l m e d i o , s e p á r a n s e l a s
los ángeles medios entre los hombres y
cosas q u e p o r é l s e u n e n , c o m o q u i t a d a
D i o s ; 2. s e g ú n l a r a z ó n d e l a c a u s a l i -
a

la superficie c e s a r í a e l c o l o r d e l c u e r p o ,
d a d , cual se dice existir u n a causa m e -
que e s t á u n i d o á é l p o r l a superficie.
dia e n t r e l a p r i m e r a y e l ú l t i m o e f e c t o .
Pero, s e p a r a d a e l a l m a p o r l a m u e r t e , a ú n
E s t e s e g u n d o orden e s c o n s i g u i e n t e e u
queda l a u n i ó n d e l V e r b o á l a c a r n e ,
a l g ú n m o d o al primero ; p u e s , como dice
como d e s p u é s s e d e m o s t r a r á ( C . 5 0 , a. 2
S . D i o n i s i o ( D e d i v . n o m . c. 4, l e c t . 3, un-
(1) Cronológico ó de tiempo. te se tomaba en general como sinónima de esencia.
(2) En su más estricta y perfecta significación, sin distin- (4) Opinión común entre los escolásticos, tomada de San
guirlo de la m e n t e , en cuanto se refiere á la parte inferior, Agustín y de San Juan Damasceno, de la que únicamente
y en el sentido mismo en que habla el Apóstol (i Cor. 14,15). disiente Durando, y espresamente consignada en el edicto de
(3) Sogun el UBO adoptado posteriormente e n la Iglesia con Constantino Pogonato aprobado por León 11 y por el 6.° Sino-
arreglo á la interpretación de los g r i e g o s ; pues antiguamen- do (act. 13).
230 CUESTIÓN VI. — A R T Í C U L O S I Y II.

plic. ; y c 12 y 13. Coelest. hier.), « Dios al Verbo de Dios el alma que el cuerpo.
» obra en las cosas que le están más re- Al 3 . ° que nada impide que algo sea
»motas por medio de las que le están causa de alguna cosa respecto á su apti-
» más próximas ». Así pues, si atende- tud y conveniencia ; lo cual suprimido,
mos al grado de dignidad, el alma ocupa sin embargo no se quita aquello : porque,
el medio entre Dios y la carne, y según aunque el ser hecha alguna cosa depende
esto puede decirse que el Hijo de Dios de algo; no obstante, una vez que ya lo ha
unió á sí la carne mediante el alma; mas sido, ya no depende de ello; como, si en-
también según el orden de causalidad el tre algunos es causada la amistad por al-
alma misma es en algún modo causa de gún intermediario, separado este aún
la carne, que debía unirse al Hijo de queda la amistad : asimismo, si se toma
Dios : pues no sería asumible, sino por el una mujer en matrimonio á causa de su
orden que tiene con respecto al alma ra- belleza, la cual en esta hace conveniente
cional, de la que le proviene el que sea la unión conyugal, persevera esta toda-
carne humana ; porque se ha dicho (C. vía, aunque desapareza la hermosura.
4, a. 1) que la naturaleza humana es De igual modo, separada el alma, sub-
asumible con preferencia á las demás. siste la unión (2) del Verbo á la carne.
Al argumento 1.° diremos, que se pue-
den considerar dos órdenes entre la ARTÍCULO I I . — ¿ E I HIJO de DIOS tomó
criatura y Dios : 1.° según que las cria- el a l m a mediante el espíritu (3) ó l a mente?
turas son causadas por Dios y dependen
de él como del principio de su ser ; y así l.° Parece que el Hijo de Dios no
por la infinidad de su virtud Dios influye tomó el alma mediante el espíritu : por-
inmediatamente sobre toda cosa, causán- que lo mismo no constituye un medio en-
dola y conservándola ; y á esto pertenece tre sí mismo y alguna otra causa; y el
el estar Dios inmediatamente en todas espíritu ó la mente no es distinto en
por esencia, presencia y potencia (1) ; esencia del alma misma, como se ha de-
2.° empero hay otro orden, según el cual mostrado (P. 1. C. 77, a. l , a l l . ° ) .
a

las cosas se reducen á Dios como á su Luego el Hijo de Dios no asumió el alma
fin, y en cuanto á esto se halla un medio mediante el espíritu ó la mente.
entre la criatura y Dios : puesto que las 2.° Aquello, mediante lo cual es he-
criaturas inferiores se reducen á Dios por cha la asunción, parece ser más asumible;
medio de las superiores, como dice San y el espíritu ó la mente no es más asu-
Dionisio (lib. Ecclesiast. hie?arch. c. 5): mible que el alma, de lo cual es prueba
y á este orden pertenece la asunción de que los espíritus angélicos no son asumi-
la naturaleza humana por el Verbo de bles, según lo ya dicho (C. 4 , a. 1).
Dios, que es el término de la asunción; Luego parece que el Hijo de Dios no to-
y por esto se une á la carne por medio mara el alma mediante el espíritu.
del alma. 3 . ° El posterior es tomado por el pri-
Al 2.° que, si la hipóstasi del Verbo mero mediante el anterior; y el alma de-
de Dios se constituyese en general por la signa la esencia misma, que es natural-
humana naturaleza, seguiríase que el mente antes que su potencia misma, que
cuerpo le estaría más próximo, por ser la es la mente. Luego parece que el Hijo
materia, la cual es el principio de indivi- de Dios no asumió el alma mediante el
duación ; como también el alma, que es espíritu ó la mente.
la forma específica, se halla más cerca Por el contrario, dice San Agustín
de la naturaleza humana. Pero, como la (lib. De agone christ. c. 18) ; «la invi-
hipóstasi del Verbo es anterior y más » sible é inconmutable verdad tomó el
elevada que la naturaleza humana, tanto » alma por medio del espíritu, y el cuerpo
más próximo á ella se halla lo que hay » por medio del alma.»
en la naturaleza humana, cuanto es más Conclusión. El Verbo de Dios asumió
eminente : y por tanto más próxima está el alma humana mediante el espíritu ó
(1) S e g ú n lo espuesto en la 1 .* P. C. 8, a 3 . (3) En concepto de parte superior o intelectiva del ánima;
- '2J Inmediata y con independencia de su información por entendiéndose por esta sus potencias inferiores, según so
el alma. colige de la solución al 3.°
C U E S T I Ó N V I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 231

entendimiento, como la carne mediante el asumida por el Verbo antes que la carne:
alma. porque el Hijo de Dios tomó la carne
Responderemos, que según lo espuesto mediante el alma, según queda dicho
(a. 1) « se dice haber tomado el Hijo (a. 1); y antes se llega al medio que al
» de Dios la carne mediante el alma», estremo. Luego el Hijo de Dios asumió
ya á causa del orden de dignidad, ya antes el alma que el cuerpo.
también por la conveniencia de la asun- 2.° El alma de Cristo es más digna
ción. Ambas cosas se encuentran, si que los ángeles, según aquello (Ps. 96,
comparamos el entendimiento, que se 8), adoradle todos sus ángeles. Pero los
llama espíritu, á las demás partes del ángeles fueron creados desde el principio,
alma ¿ pues el alma no es asumible según como se ha demostrado (P. 1. C. 4 6 , a. a

la conveniencia, sino porque es capaz de 3 ; y C. 6 1 , a. 2 y 3). Luego también el


unirse á Dios existiendo á su imagen, lo alma de Cristo, que no fue antes creada
cual es según la mente, que se dice espí- que asumida; pues dice el Damasceno
ritu, conforme á aquello (Ephes. 4 , 24), (Orth. fid. 1. 3 , c. 2 , 3 y 9) que « ni el
renovaos en el espíritu de vuestro enten- » alma ni el cuerpo de Cristo tuvieron
dimiento. Asimismo también el entendi- »jamas hipóstasi propia fuera de la hi-
miento es entre todas las demás partes » póstasi del Verbo ». Luego parece que
del alma superior y más digno y más se- el alma fue tomada antes que la carne,
mejante á Dios ; y por esto, como dice que fue concebida en el seno de la
el Damasceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 6), « el Virgen.
» Verbo de Dios se unió á la carne por 3.° Dícese (Joan. 1, 14), le vimos (3)
»medio del entendimiento; pues el en- lleno de gracia y de verdad, y después aña-
»tendimiento es lo más purísimo del de que de su plenitud recibimos nosotros
» alma ; y Dios mismo es lo-más puro del todos, esto es, los fieles de todos los tiem-
» entendimiento ». pos, como espone el Crisóstomo (hom. 13
Al argumento 1.° diremos que, aunque in Joan.); lo cual no sería así, si el alma
el entendimiento no sea otra cosa que el de Cristo no hubiese tenido la plenitud
alma según la esencia, distingüese sin de la gracia y de la verdad antes que to-
embargo de las otras partes del alma se- dos los santos, que existieron desde el
gún la razón de potencia ; y en este con- origen del mundo ; puesto que la causa
cepto le compete la razón de medio. no es posterior á lo causado. Así pues,
Al 2.° que al espíritu angélico no le como la plenitud de la gracia y de la ver-
falta la congruencia para la asunción dad existió en el alma de Cristo por su
por defecto de dignidad, sino porque su unión al Verbo, segundo que (ibid.) se
caida es irreparable ( 1 ) ; lo cual no puede dice, vimos la gloria de él, gloria como
decirse del espíritu humano, según resul- de Unigénito del Padre lleno de gracia y
ta de lo dicho (P. 1. C. 62, a. 8 ; y C.a
de verdad; parece consiguiente que el
64, a. 2). alma de Cristo fue tomada por el Verbo
Al 3.° que el alma, entre la cual y el desde el principio del mundo.
Verbo de Dios se interpone el medio del Por el contrario, dice el Damasceno
entendimiento, no se toma por la esencia (Orth. fid. 1. 4 , c. 7): « el entendimiento
del alma, que es común á todas las po- »-no ha sido unido al Verbo Dios, como
tencias ; sino por las potencias inferiores, »algunos han pretendido falsamente,
que son comunes á toda alma. » antes de la Encarnación, que tuvo lu-
» gar en el seno de la Virgen, y desde
ARTÍCULO I I I . — El a l m a fue a s u m i d a » entonces es llamado Cristo ».
Por el Hijo de Dios antes que l a carne? (2) Conclusión. El alma de Cristo no exis-
tió antes de ser asumida por el Verbo;
1.° Parece que el alma de Cristo fue ni se le unió antes, y sí á la vez que el

(1) V. la nota 1 de la página 218. (act. 11} de Constantinopla según la carta de Sofronio pa-
(2) Nicéforo Calisto (1.17, c. 2S) atribuye á Orígenes ó Ada- triarca de Jerusalen á este ú l t i m o , y por el papa León I
mando el error de que « el alma de Cristo existia y a en el (epist. 11) escribiendo á Julián obispo de Coa, ciudad de la
*M ' .
6 0
^
a n t e s
' e s e al cuerpo en el seno de la Virgen
u e s c u n
Arabia feliz.
»María >, condenado como herético por los Sínodos 5.° y C.° (3) La V u l g a t a dice gloHam ejus en lugar de eum.
232 CUESTIÓN VI.—ARTÍCULOS III Y I V .

cuerpo ó la carne, en el momento de la A l 3.° q u e t o d o s l o s h o m b r e s r e c i b e n


Encarnación. d e l a p l e n i t u d d e C r i s t o s e g ú n l a f e que
Responderemos, q u e O r í g e n e s s u p u s o t i e n e n e n e l m i s m o ; p u e s s e d i c e (Poní.
e n s u P e r i a r c h o n ( 1 ) ( l i b . 1, c. 7 y 8 ; y 3 , 22) que la justicia de Dios es por la fe
lib. 2 , c. 8 ) q u e t o d a s l a s a l m a s f u e r o n de Jesucristo • para todos y sobre todos
creadas desde el principio, inclusa t a m - los que creen en él: y , a s í c o m o nosotros
b i é n e l a l m a d e C r i s t o . P e r o esto es in- c r e e m o s e n é l c o m o y a n a c i d o , a s í los
conveniente, si se supone que fue creada a n t i g u o s c r e y e r o n e n é l c o m o e n quien
entonces y no unida inmediatamente al h a b í a d e n a c e r , porque teniendo el mismo
Verbo; p u e s s e s e g u i r í a q u e a q u e l l a a l m a espíritu de fe creemos, c o m o s e l e e ( n
babría tenido algún tiempo su propia C o r . 4 , 13). M a s l a fe q u e se t i e n e en
subsistencia sin e l V e r b o ; y e n este caso, Cristo posee la virtud d e justificar según
cuando bubiese sido t o m a d a por el V e r b o , e l p r o p ó s i t o d e l a g r a c i a d e D i o s , con-
ó n o se babría h e c h o l a unión según l a f o r m e á e s t a s p a l a b r a s ( P o n í . 4 , 5 ) , al
subsistencia, ó se hubiera corrompido l a que no obra, pero cree en aquel que justi-
subsistencia preexistente del alma. A s i - fica al impío, su fe le es imputada á justi-
m i s m o también repugna suponer que ficar según el decreto de la gracia de
aquella, alma estuviera unida al Verbo Dios. P o r c o n s i g u i e n t e , c o m o e s t e d e -
desde el principio, y más adelante encar- c r e t o e s e t e r n o , n a d a i m p i d e q u e algu-
nada en el seno de la Virgen; p u e s t o q u e nos sean justificados por l a fe de Jesu-
así su alma parecería n o ser de la misma c r i s t o , aun a n t e s q u e s u a l m a e s t u v i e s e
naturaleza quedas nuestras, que son crea- llena de gracia y de verdad.
das e n e l m o m e n t o m i s m o d e ser i n f u n d i -
d a s á s u s c u e r p o s . P o r l o c u a l dice e l ARTÍCULO I V . — « i a carao do cristo
p a p a S a n L e ó n (epist. a d J u l i á n . 35 ó fue tomada por e l Verbo antes que unida ni
11) q u e « l a c a r n e d e C r i s t o n o e r a d e a l m a ? (3)
B otra n a t u r a l e z a q u e l a n u e s t r a ; y q u e
B no l e f u e infusa a l principio o t r a a l m a 1.° P a r e c e q u e l a c a r n e d e C r i s t o fue
B diferente d e l a d e l o s d e m á s h o m - t o m a d a p o r e l V e r b o a n t e s q u e u n i d a al
b r e s » (2). alma : porque dice S a n A g u s t í n ( F u l -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e g ú n g e n t i u s , l i b . D e fide a d P e t r . c. 18):
l o e s p u e s t o ( a . 1) s e d i c e q u e e l a l m a d e c< t e n p o r m u y s e g u r o y n o d u d e s de modo
Cristo es el medio en l a unión de la carne » a l g u n o q u e l a c a r n e d e C r i s t o n o fue
al V e r b o s e g ú n e l o r d e n d e l a n a t u r a l e z a ; B c o n c e b i d a s i n l a d i v i n i d a d e n e l s e n o de
mas n o por e s o es necesario decir que fue B l a V i r g e n a n t e s d e h a b e r s i d o recibida
medio por relación al tiempo. » p o r e l V e r b o , e t c . ». P e r o l a c a r n e de
A l 2.° q u e , c o m o d i c e e l p a p a L e ó n C r i s t o p a r e c e h a b e r s i d o c o n c e b i d a antes
( i b i d . ) , el alma de Cristo es m a s esce- q u e u n i d a al a l m a r a c i o n a l , p u e s t o que
lente q u e nuestras a l m a s , « n o por diver- l a m a t e r i a ó l a d i s p o s i c i ó n e s anterior en
B s i d a d d e g é n e r o , sino e n s u b l i m i d a d l a v í a d e l a g e n e r a c i ó n q u e l a forma
» d e v i r t u d B ; p u e s e s del- m i s m o g é n e r o c o m p l e t i v a . L u e g o l a c a r n e d e C r i s t o fue
q u e n u e s t r a s a l m a s , p e r o superior a u n á tomada antes que unida al alma.
los á n g e l e s s e g ú n l a p l e n i t u d d e g r a c i a y 2° A s í c o m o e l a l m a e s p a r t e d e la
verdad. A d e m a s el m o d o d e l a creación n a t u r a l e z a h u m a n a , a s í t a m b i é n e l cuer-
corresponde al alma según la propiedad p o . P e r o e l a l m a h u m a n a n o t u v o otro
de s u g é n e r o , q u e h a c e q u e , s i é n d o l a p r i n c i p i o d e su s e r e n C r i s t o q u e e n los
forma d e l c u e r p o , s e a creada á l a v e z o t r o s h o m b r e s , c o m o c o n s t a p o r l a auto-
c u a n d o es i n f u n d i d a y u n i d a ; l o q u e n o ridad y a aducida d e l p a p a S a n León
compete á los ángeles, que son sustan- (a. 3). L u e g o p a r e c e q u e n i e l c u e r p o de
cias separadas por completo de l o s C r i s t o t u v o principio d e s e r d e otra ma-
cuerpos. n e r a q u e e n n o s o t r o s . E n n o s o t r o s antes

(1J Ó sea, Tratado sobre los principios. consta de la epístolade S. Cirilo á Westorio muy recomendada
(2) V. adelante la C. 33, a. 2. por el de Calcedonia ; como también por Eugenio IV en el de
(3) La respuesta afirmativa está condenada como herética Florencia.
por los concilios 5." de Constantinopla y 1." de Efeso, según
CUESTIÓN VI.—ARTÍCULO IV Y V . 233

es c o n c e b i d a l a c a r n e q u e s o b r e v e n g a e l pecie, pero la materia p o r su p a r t e se


alma r a c i o n a l . L u e g o t a m b i é n fue a s í e n h a l l a en. p o t e n c i a p a r a l a especie : y p o r
Cristo; y de consiguiente l a carne fue esto sería contrario á la razón d e la forma
t o m a d a antes p o r e l V e r b o q u e u n i d a a l que preexistiera á l a naturaleza de la es-
alma. pecie, q u e se perfecciona p o r su unión á
3.° C o m o s e d i c e ( l í b . D e c a u s i s p r o p . la m a t e r i a ; m a s n o es contra l a natura-
1), « l a c a u s a p r i m e r a i n f l u y e m á s e n l o leza de la materia que preexista á la n a -
» c a u s a d o , y s e l e u n e antes q u e l a s e - t u r a l e z a d e l a especie. A s í q u e l a dese-
» gunda B ; y el a l m a de Cristo se com- mejanza, que existe entre nuestro origen
para al V e r b o como l a causa segunda á y el de C r i s t o , e n el concepto d e q u e
la p r i m e r a . L u e g o e l V e r b o s e u n i ó antes n u e s t r a c a r n e e s c o n c e b i d a antes d e q u e
á la carne q u e el alma. sea a n i m a d a , y n o a s í l a carne d e Cristo,
P o r e l c o n t r a r i o , dice el D a m a s c e u o es s e g ú n l o q u e p r e c e d e a l c o m p l e m e n t o
(Orth. fid. 1. 3 , c . 2) : « á l a v e z l a c a r n e de la n a t u r a l e z a , así como el ser nosotros
» del V e r b o d e D i o s , j u n t a m e n t e l a c a r n e concebidos del semen del hombre, pero n o
» a n i m a d a r a c i o n a l é i n t e l e c t u a l ». L u e g o Cristo : m a s l a diferencia, q u e existiese
la u n i ó n d e l V e r b o á l a c a r n e n o p r e c e d i ó en cuanto al origen del a l m a , redundaría
á su u n i ó n a l a l m a . en la diversidad d e naturaleza.
Conclusión. La carne no debió ni pudo A l 3.° q u e e l V e r b o d e D i o s s e c o n c i b e
ser asumida antes que el alma. u n i d o á l a c a r n e antes q u e a l a l m a d e e s t a
Responderemos, que la carne humana m a n e r a c o m ú n , según l a cual existe en
es s u s c e p t i b l e d e s e r t o m a d a p o r e l V e r b o las demás criaturas p o r esencia, potencia
según e l o r d e n , q u e t i e n e c o n e l a l m a r a - y p r e s e n c i a . D i g o antes, n o c o n p r i o r i d a d
cional, como á l a p r o p i a f o r m a ; y este de t i e m p o , sino d e n a t u r a l e z a ; p u e s antes
orden n o t i e n e l u g a r antes, q u e l e s o b r e - se e n t i e n d e l a c a r n e c o m o c i e r t o e n t e ,
venga el a l m a r a c i o n a l ; p u e s t o q u e á l a q u e t i e n e d e l V e r b o (3), q u e c o m o a n i -
vez q u e a l g u n a m a t e r i a s e h a c e p r o p i a m a d a , lo cual tiene del alma. P e r o e n la
de a l g u n a f o r m a , r e c i b e a q u e l l a f o r m a : unión personal debe según la razón unirse
por l o c u a l s e t e r m i n a l a a l t e r a c i ó n e n e l antes la carne al alma que al Verbo, toda
instante m i s m o , e n q u e es i n t r o d u c i d a l a vez q u e d e su unión tiene el poder ser
forma s u s t a n c i a l (1). D e a h í e s q u e l a unida al V e r b o en persona; sobre todo
carne n o d e b i ó s e r t o m a d a a n t e s q u e f u e s e p o r c u a n t o n o h a y p e r s o n a sino e n l a n a -
carne h u m a n a , l o q u e t u v o l u g a r a l a d - turaleza racional.
venimiento d e l a l m a r a c i o n a l : p u e s , a s í
como e l a l m a n o e s t o m a d a antes q u e l a ARTÍCULO V . — ¿Toda l a naturaleza
carne, p o r q u e es contrario á l a n a t u r a - h u m a n a h a sido asumida por medio d e s u s
leza (2) d e a q u e l l a e l e x i s t i r antes q u e partes ? (4)
ser u n i d a a l c u e r p o , a s í la carne no debió
ser tomada antes que el alma; p o r q u e l a 1.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s a s u m i ó
carne h u m a n a n o e x i s t e antes q u e t e n g a toda la naturaleza h u m a n a p o r medio de
un a l m a r a c i o n a l . sus p a r t e s : p o r q u e dice S a n A g u s t í n
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c a r n e ( l i b . D e a g o n e c h r i s t . c . 18) q u e « l a i n -
humana recibe el s e r p o r el a l m a ; y p o r B visible é i n c o n m u t a b l e v e r d a d t o m ó el
esto a n t e s d e l a d v e n i m i e n t o d e l a l m a n o B alma p o r medio d e l espíritu, el cuerpo
es c a r n e h u m a n a , p e r o p u e d e s e r d i s p o - B por medio del a l m a , y d e este modo á
sición á e l l a . M a s e n l a c o n c e p c i ó n d e B t o d o el h o m b r e B ; y siendo el espíritu,
Cristo e l E s p í r i t u S a n t o , q u e e s a g e n t e el a l m a y el c u e r p o p a r t e s d e t o d o e l
de infinita v i r t u d , d i s p u s o l a m a t e r i a y l a h o m b r e , sigúese q u e tomó el todo p o r
condujo s i m u l t á n e a m e n t e á s u p e r f e c c i ó n . mediación de las partes.
A l 2.° q u e l a f o r m a e n a c t o d a l a e s - 2„° E l H i j o d e D i o s t o m ó l a c a r n e m e -

l't) Predispuesta la materia á recibirla. (4) Precisamente al contrario , es decir , tomó las partes
(2) No como repugnante en absoluto á su esencia, sino úni- (cuerpo y alma) mediante el todo (la humanidad ó naturaleza
camente á su condición ó estado natural. humana): así lo declaró Eugenio IV én el Concilio d e Flo-
P) En el concepto común, según el cual todo fue hecho por rencia y queda ya previamente demostrado en principio
»1 Verbo f no en el peculiar de la unión lupostática en la E n - ( C 4 , a. 6.).
carnación,
Í3i CUESTIÓN VI. —ARTÍCULOS V Y VI.

diante el alma, porque esta es más seme- En la Encarnación conviene atender so-
jante á Dios que el cuerpo. Siendo em- bre todo al orden, que proviene de parte
pero las partes de la naturaleza humana del agente ; puesto que, como dice San
más simples que el cuerpo, parecen ser Agustín (epist. ad Volusian. 137 ó 3),
más semejantes á Dios, que es simplicí- « en tales cosas toda la razón del hecho
simo, que el todo. Luego tomó el todo » es la potencia del que las hace ». Es
mediante las partes. evidente empero que según la intención
3.° E l todo resulta de la unión de las del que obra antes es lo completo que lo
partes; mas la unión se entiende como el incompleto, y por consiguiente el todo
término de la asunción, en tanto que las que las partes; y por eso debe decirse que
partes se conciben con prioridad respecto el Verbo de Dios tomó las partes de la na-
de ella : luego tomó el todo por las partes. turaleza humana mediante el todo; pues,
Por el contrario, dice el Daniasceno así como tomó el cuerpo por causa del
(Orth. fid. 1. 3, c. 16) : « en nuestro Se- orden ó relación, que tiene con el alma
» ñor Jesucristo no vemos las partes de racional; así tomó el cuerpo y el alma
»las partes, sino los elementos más próxi- por causa del orden, que tiene con la na-
»mos (1), de que se compone, es decir, turaleza humana.
»la deidad y la humanidad ». L a huma- Al argumento 1.° diremos, que por
nidad empero es un todo, que se compone aquellas palabras no se da á entender
de alma y cuerpo, como de partes. Luego otra cosa, sino que el Verbo, tomando
el Hijo de Dios tomó las partes mediante las partes de la naturaleza humana, la
el todo. tomó toda entera ; y así la asunción de
Conclusión. Tomó el Verbo las partes las partes es antes en la vía de la opera-
ó elementos de la naturaleza humana por ción, en el entendimiento, no en tiempo;
medio de esta, que es el todo, á que se mas la asunción de la naturaleza es an-
ordenan. terior en la vía de la intención, lo cual
Responderemos que, cuando se dice eá existir antes en absoluto, según lo
algo medio en la asunción de la Encar- dicho.
nación, no se designa orden de tiempo, Al 2.° que Dios es de tal manera sim-
puesto que simultáneamente se hizo la ple que á la vez es perfectísimo; y por
asunción del todo y de todas las partes; esto el todo es más semejante á Dios que
pues se ha demostrado (a. 3 y 4) que el las partes, en cuanto es más perfecto.
alma y el cuerpo se unen á la vez entre Al 3.° que la unión personal es el tér-
sí, para constituir la naturaleza humana mino de la asunción ; no empero la unión
en el Verbo: mas allí se designa el orden de la naturaleza, que resulta de la con-
de la naturaleza. Así por lo que es ante- junción de las partes.
rior en la naturaleza es asumido lo que
es posterior; y en la naturaleza hay dos
clases de prioridad : 1. de parte del agen-
a ARTÍCULO V I . — r,a naturaleza huma-
t e , y 2. de parte de la materia; pues
a n a fue tomada mediante la gracia ¥ (8)
estas dos causas son preexistentes á la
cosa. Por parte del agente es primero en 1.° Parece que el Hijo de Dios tomó
absoluto (simpliciter) aquello que prime- la humana naturaleza mediante la gracia:
ramente está en su intención, pero relati- porque por la gracia somos unidos á Dios,
vamente (secundum quid) lo que es an- y la naturaleza humana fue unida á Dios
terior á aquello, por lo que comienza su en Cristo sobre todo. Luego aquella
operación : y esto porque la intención es unión fue hecha por medio de la gracia.
anterior á la operación, mas por parte de 2.° Como el cuerpo vive por el alma,
la materia es primero aquello que antes que es su perfección, así el alma por la
existe en la transmutación de la materia. gracia. Pero la naturaleza humana se hace
(1J Las dos naturalezas divina Y humana unidas inmedia- mismo debía llamarse Deífero, Y no Dios; Y á Teodoro (le
tamente en la única persona divina del Verbo. Mopsuesta, que admitía la unión habitual, mas no la personal
(2) El concilio de Florencia condenó como herejes á Píes- subsistente en las dos naturalezas ; Y asimismo
torio , que deducía la dualidad de personas en Cristo de su (can. 5) Y el 5." de Constantinopla (act. 1) condenando al impío
supuesta asunción de la naturaleza humana por gracia, en S e v e r o , declarándole « acéfalo Y segregado de Dios Y de I»
CUYA virtud según él habitaba Dios en Cristo, á quien por lo «Santa Iglesia católica Y apostólica».
CUESTIÓN VI.—ARTÍCULO VI. 235

a p t a p a r a la a s u n c i ó n p o r el a l m a (1) s e - piritual de a q u e l h o m b r e es cierto efecto


g ú n lo d i c h o ( a . 5 ) . L u e g o t a m b i é n el consiguiente á la unión, según aquello
alma se h a c e a p t a p o r l a a s u n c i ó n p o r ( J o a n 1, 14), vemos la gloria de él como
medio d e l a g r a c i a ; y p o r l o t a n t o e l del Unigénito del Padre, lleno de gracia
H i j o d e D i o s t o m ó el a l m a m e d i a n t e l a y de verdad; p o r lo q u e s e d a á e n t e n d e r
gracia. que de esto mismo de que aquel h o m b r e
3.° S a n A g u s t í n ( D e T r i n . l . 15, c. 11) es el U n i g é n i t o d e l P a d r e (lo c u a l l e p r o -
dice q u e el V e r b o e n c a r n a d o es c o m o el viene de la unión) tiene la plenitud de
verbo n u e s t r o en l a v o z ; y , p u e s q u e l a g r a c i a y d e l a v e r d a d . P e r o , s z se en-
n u e s t r o v e r b o se u n e á l a v o z m e d i a n t e tiende por la gracia la voluntad de Dios,
el e s p í r i t u , el V e r b o d e D i o s se u n e á l a que hace ó da algo gratuitamente, así la
carne m e d i a n t e e l E s p í r i t u S a n t o ; y p o r unión se realizó por la gracia; no como
c o n s i g u i e n t e m e d i a n t e l a g r a c i a , q u e se por un medio, sino como por causa efi-
a t r i b u y e al E s p í r i t u S a n t o (2) s e g ú n a q u e - ciente.
llo (i C o r . 12, 4), hay repartimientos de A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e n u e s -
qracias, mas uno mismo es el Espíritu. t r a u n i ó n á D i o s es p o r m e d i o d e l a o p e -
Por el c o n t r a r i o : l a g r a c i a es c i e r t o r a c i ó n , esto e s , en c u a n t o le conocemos
a c c i d e n t e d e l a l m a , c o m o se h a d e m o s - y l e a m a m o s ; y p o r e s t o t a l u n i ó n es p o r
t r a d o en l a 2. P a r t e ( l . - 2 . C . 110, a.
a a ÍG
medio de la gracia h a b i t u a l , en cuanto la
2). M a s l a u n i o n d e l V e r b o á l a h u m a n a operación perfecta p r o c e d e del h á b i t o :
n a t u r a l e z a es h e c h a s e g ú n l a s u b s i s t e n - pero la unión de la naturaleza h u m a n a al
cia, y n o s e g ú n el a c c i d e n t e , c o m o r e s a l - V e r b o d e D i o s es s e g ú n el s e r p e r s o n a l ,
t a de l o d i c h o ( C . 2, a. 6). L u e g o l a q u e no d e p e n d e d e h á b i t o a l g u n o , sino
h u m a n a n a t u r a l e z a n o fue t o m a d a m e - inmediatamente de la misma naturaleza.
diante l a g r a c i a . A l 2.° q u e el a l m a es l a p e r f e c c i ó n s u s -
Conclusion. En la asunción de la na- t a n c i a l (3) d e l c u e r p o , y l a g r a c i a es
turaleza humana por el Verbo la gra- u n a p e r f e c c i ó n a c c i d e n t a l (4) d e l a l m a .
cia [1] ya de union ya habitual no inter- A s í pues la gracia n o p u e d e ordenar el
vino como medio, y sí [2] como causa efi- a l m a á l a u n i ó n p e r s o n a l , q u e n o es a c c i -
ciente en su concepto de don gratuito. d e n t a l , c o m o el a l m a y e l c u e r p o .
Responderemos, q u e e n C r i s t o s e c o n - A l 3.° q u e n u e s t r o v e r b o s e u n e á l a
sidera l a g r a c i a d e l a u n i o n y l a g r a c i a voz m e d i a n t e el e s p í r i t u , no como m e d i o
h a b i t u a l . L u e g o la gracia no puede en- f o r m a l , sino c o m o p o r u n m e d i o q u e m u e -
tenderse como medio en la asunción de ve : porque de la p a l a b r a concebida in-
la naturaleza humana, ya hablemos de t e r i o r m e n t e p r o c e d e el e s p í r i t u (5), d e l
la gracia de la union, ya de la gracia q u e es f o r m a d a l a .voz. A s i m i s m o d e l
habitual: p u e s l a g r a c i a de l a u n i o n es V e r b o e t e r n o p r o c e d e el E s p í r i t u S a n t o ,
el m i s m o s e r p e r s o n a l , q u e es d a d o p o r q u e f o r m ó el c u e r p o d e C r i s t o , c o m o d e s -
Dios g r a t u i t a m e n t e á l a n a t u r a l e z a h u - p u é s se d e m o s t r a r á ( C . 32, a. 1). M a s d e
mana en l a p e r s o n a d e l V e r b o , q u e es el esto n o se sigue q u e la g r a c i a d e l E s p í r i -
término d e la a s u n c i ó n ; m a s l a g r a c i a tu Santo sea u n medio formal en la unión
h a b i t u a l p e r t e n e c i e n t e á la s a n t i d a d e s - predicha.

II) A s í c o m u n m e n t e l a g e n e r a l i d a d d e l a s e d i c i o n e s c o n e l (3) I n t r í n s e c a a l m i s m o c u e r p o .
códice d e A l c a ñ i z y o t r o s , a u n q u e l a e d i c i ó n á u r e a c o n a l g u n a (4) E s t r i n s e c a a l a l m a m i s m a .
otra m e n o s a u t o r i z a d a p o n e per graliam. (5) Hálito ó espiración, ó aire emitido délos pulmones,
(1) C o m o á s u p r i n c i p i o y a u t o r , y s o l o p o r a p r o p i a c i ó n n o que modificado por la l a r i n g e y más ó menos articulado ó
esclusiva ; p u e s t a m b i é n s e a t r i b u y e al P a d r e ( R o m . 1 ; i C o r . m o d u l a d o p o r los d i v e r s o s ó r g a n o s v o c a l e s e n u n c i a ó p r o f i e r e
1 ; C o l o s s . l ; T i t . 5 , . . . ) y a l H i j o ( R o m . 10 ; i C o r . 16 ; G a l a t . lo q u e el e s p í r i t u p i e n s a ò s i e n t e .
tyO;....).
CUESTIÓN VIL
Gracia de Cristo según que es cierto hombre singular.

Hemos de considerar ahora las cosas coasuntas par el Hijo de Dios en la naturaleza humana : 1."
las que pertenecen á la perfección y 2.° las que conciernen al defecto.
Acerca de lo 1 "son de considerar tres cosas: 1." la gracia de Cristo; 2. su ciencia ; 3 . su potencia.
a a

La gracia de Cristo debe ser estudiada bajo dos puntos de vista : 1." su gracia, según que es cierto
hombre singular; 2." su gracia, en cuanto es la cabeza de la Iglesia ; porque de la gracia de la unión
se ha tratado ya (C. 2).
Acerca de lo 1.° examinaremos trece puntos: 1." Hubo en el alma de Cristo alguna gracia habi-
tual ? — 2.° Existieron en Cristo virtudes ? —3.° Hubo en él fe? —.i.°Y esperanza?—o. Y dones ? - 0

6.° Hubo en Cristo don de temor? —"7.° Existieron en Cristo fas gracias gratis-daias? —8." Hubo en
Cristo profecía?— 9.° Existió en él la plenitud de la gracia? —10.° Tal plenitud es propia de Cristo?-
11.° La gracia de Cristo es infinita?— 12.° Pudo aumentarse?—13° De qué manera esta gracia se refiere
á la uriion ?

ARTÍCULO I . — Hubo e n ei nimn de p o r q u e e r a e l V e r b o , p o r q u i e n t o d a s las


C r i s t o a l g u n a g r a c i a h a b i t u a l ? (i) c o s a s f u e r o n h e c h a s , t e n í a l a f a c u l t a d de
o b r a r b i e n t o d a s l a s c o s a s . L u e g o n o ne-
1.° P a r e c e q u e en e l a l m a t o m a d a p o r c e s i t a b a d e o t r a g r a c i a s e g ú n l a natura-
e l V e r b o rio h u b o g r a c i a h a b i t u a l : p o r - l e z a h u m a n a , sino d e l a u n i ó n a l Verbo,
q u e l a g r a c i a es cierta participaciou d e l a 3.° A q u e l l o , q u e o b r a á m o d o d e ins-
divinidad en la criatura racional, según t r u m e n t o , n o necesita del hábito paralas
a q u e l l o ( i l P e t r . 1 , 4 ) , por el cual nos p r o p i a s o p e r a c i o n e s , p u e s t o q u e e l hábito
ha dado muy grandes y preciosas prome- s e f u n d a e n e l a g e n t e p r i n c i p a l ; y l a na-
sas , para que por ellas seamos hechos t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o f u e « c o m o el
participantes de la naturaleza divina. » i n s t r u m e n t o d e l a d i v i n i d a d » , según
M a s Cristo es D i o s , n o participativa- d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3 , c . 15).
m e n t e , sino s e g ú n l a v e r d a d . L u e g o e n L u e g o n o d e b i ó h a b e r e n C r i s t o gracia
él n o h u b o gracia habitual. alguna habitual.
2.° L a g r a c i a e s n e c e s a r i a a l h o m b r e , P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 1 1 , 2),
p a r a que p o r ella obre b i e n , según a q u e - reposará sobre él el Espíritu del Señor,
llo ( i C o r . 1 5 , 10), he trabajado más co- e l c u a l p o r c i e r t o s e d i c e e s t a r e n el hom-
piosamente que todos ellos; mas no yo, sino b r e p o r l a g r a c i a h a b i t u a l , s e g ú n lo es-
la gracia de Dios conmigo ; y t a m b i é n p u e s t o e n l a 1 . P a r t e ( C . 8 , a. 3 ; y C.
a

para q u e el hombre consiga l a vida eter- 4 3 , a . 6). L u e g o e n C r i s t o e x i s t i ó l a gra-


n a ( R o m . 6, 2 3 ) , la gracia de Dios es cia habitual.
vida eterna. P e r o á C r i s t o , p o r s o l o s e r C o n c l u s i ó n . Necesariamente debe reco-
hijo n a t u r a l d e D i o s , le e r a debida l a nocerse en Cristo gracia habitual, re-
herencia de l a vida eterna ; y también dundante de él á los demás hombres.
(1) Según el coinun sentir de los teólogos con Suarcz, A l ' lo propio con tan plena probabilidad, si bien por tal tiene esta
varez y otros probablemente es dogma de fe ó á lo menos opinión Silvio y así lo insinúan S. Ambrosio (De Spíritu saíicta,
doctrina, de la que no puede disentirse sin temeridad, según 1 . 1 , c. 8), S. Atanasio (oral. % contra arríanos) y más claramente
consta por los Concilios de Viena y Tren.to, que los hombres aún S. Agustín (i» Ps. 4 4 ; y 1. 15 De Trinit.),S. Cirilo y San
se hacen justos mediante la gracia habitual ó infusa; mas Gregorio (¡¡oral. 1 29, c. 30 ó JO).
con respecto a Cristo en cuanto hombre no puede asegurarse
CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O S I Y II. 23H

Responderemos, que es necesario re- que esta operación fuese perfecta en él.
conocer en Cristo la gracia habitual por A l 3.° q u e l a h u m a n i d a d d e C r i s t o e s
tres m o t i v o s : 1.° p o r c a u s a d e l a u n i ó n d e instrumento de la divinidad, no como
su alma al V e r b o d e D i o s ; p u e s t o q u e , instrumento inanimado, q u e n o obra e n
en c u a n t o a l g o r e c e p t i v o s e h a l l a m á s m o d o a l g u n o , sino q u e e s s o l a m e n t e
próximo á l a c a u s a i n f l u y e n t e , t a n t o m á s puesto e n a c c i ó n ; y sí como u n instru-
participa d e l a i n f l u e n c i a d e l a m i s m a ; mento animado por el alma racional, que
y , pues e l influjo d e l a g r a c i a p r o v i e n e e s m o v i d o d e m o d o q u e t a m b i é n obra : y
de D i o s , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 83, 12), el por esto para l a conveniencia de la acción
Señor dará la gracia y la gloria ; d e a h í fue p r e c i s o q u e t u v i e s e l a g r a c i a h a b i t u a l .
es que f u e m u y c o n v e n i e n t e q u e a q u e l l a
alma recibiera e l influjo d e l a g r a c i a d i - ARTÍCULO I I . — o u » o e n cristo vir-
vina ; 2.° p o r l a n o b l e z a d e a q u e l l a a l m a , tudes ? (i)
cuyas o p e r a c i o n e s d e b í a n n e c e s a r i a m e n t e
tocar m u y d e c e r c a á D i o s p o r e l c o n o c i - 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o v i r -
miento y e l a m o r , p a r a l o c u a l e s n e c e s a - tudes : porque Cristo t u v o la abundancia
rio que l a n a t u r a l e z a r a c i o n a l s e a e l e v a d a d e l a g r a c i a ; y l a g r a c i a b a s t a , p a r a obrar
por la g r a c i a ; 3.° p o r l a h a b i t u d d e l m i s m o todas las cosas rectamente , según aque-
Cristo c o n r e s p e c t o al g é n e r o h u m a n o ; llo ( i l Cor. 12, 9 ) , te basta mi gracia.
pues Cristo e n c u a n t o h o m b r e e s media- L u e g o en Cristo no hubo virtudes.
dor entre Dios y los hombres, c o m o s e 2.° S e g ú n e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 7, c. 1),
dice (i T i m . 2 ) , y p o r e s t o era preciso la virtud s e contrapone á u n hábito h e -
que tuviese la gracia, que redundase tam- roico ó divino, que se atribuye á los h o m -
bién en los otros, s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . b r e s d i v i n o s (2), y e s t e h á b i t o c o n v i e n e
1, 16), de su plenitud recibimos todos y principalmente á Cristo. L u e g o Cristo no
gracia por gracia. t u v o v i r t u d e s , sino a l g o m á s e l e v a d o q u e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o la virtud.
es verdadero D i o s s e g ú n l a p e r s o n a y n a - 3.° S e g ú n l o d i c h o e n la 2. P a r t e a

turaleza d i v i n a s . P e r o , p u e s t o q u e c o n l a ( l . a - 2 . s C . 65, a. 1 y 2) s e t i e n e n t o d a s
unidad d e p e r s o n a q u e d a l a d i s t i n c i ó n d e las virtudes simultáneamente; pero no
n a t u r a l e z a s , c o m o s e infiere d e l o d i c h o fue c o n v e n i e n t e á C r i s t o t e n e r t o d a s l a s
( C . 2, a. 1 y 2), e l a l m a d e C r i s t o n o e s virtudes, c o m o es notorio acerca d e l a li-
divina por s u e s e n c i a ; y a s í e s p r e c i s o beralidad y magnificencia, que tienen su
que se h a g a d i v i n a p o r l a p a r t i c i p a c i ó n , acto respecto de las riquezas, que Cristo
que es s e g ú n l a g r a c i a . d e s p r e c i ó , s e g ú n a q u e l l o ( M a t t h . 8, 20),
A l 2.° q u e á C r i s t o , e n c u a n t o e s H i j o el Hijo del hombre no tiene donde re-
natural d e D i o s , l e e s d e b i d a l a h e r e d a d cueste su cabeza; y t a m b i é n l a t e m p l a n z a
eterna, q u e e s l a m i s m a b i e n a v e n t u r a n z a y a u n l a c o n t i n e n c i a s e refieren á l a s m a -
increada, p o r u n a c t o i n c r e a d o d e c o n o - las concupiscencias, que n o existieron en
cimiento y d e a m o r d e D i o s , e s t o e s , e l C r i s t o . L u e g o C r i s t o n o t u v o l a s vir-
mismo p o r e l q u e e l P a d r e s e c o n o c e y tudes.
ama á sí m i s m o ; d e c u y o a c t o e l a l m a n o Por el contrario, s o b r e e s t a s p a l a b r a s
era capaz á c a u s a d e l a d i f e r e n c i a d e n a - ( P s . 1. 2 ) , sino que en la ley del Señor
turaleza : l u e g o e r a m e n e s t e r q u e l l e g a s e está su voluntad, d i c e l a G l o s a ( o r d . C a s -
á Dios por acto creado d e fruición, el siod.): « aquí se muestra Cristo lleno d e
cual n o p u e d e e x i s t i r s i n o p o r l a g r a c i a . » t o d o b i e n ». P e r o l a b u e n a c u a l i d a d d e
Asimismo t a m b i é n , e n c u a n t o e s e l V e r - la mente es virtud. L u e g o Cristo fue
bo de D i o s , t u v o f a c u l t a d d e obrar b i e n lleno de toda virtud.
todas l a s c o s a s p o r o p e r a c i ó n d i v i n a . M a s , Conclusión. Cristo poseyó todas las
como a d e m a s d e l a o p e r a c i ó n d i v i n a e s virtudes.
preciso r e c o n o c e r e n é l o p e r a c i ó n h u m a - Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
na, s e g ú n s e v e r á ( C . 19, a. 1), d e b i ó e n l a 2. P a r t e (l. -2.« C . 110, a, 3 y 4),
a a

existo e n é l l a g r a c i a h a b i t u a l , p o r l a a s í c o m o l a g r a c i a s e refiere á l a e s e n c i a
t (1) Tanto intelectuales como morales, que no impliquen (2) Dictado que el mismo Aristóteles refiere atribuido por
imperfección. Homero á Héctor.
238 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS II Y III.

d e l a l m a , así l a v i r t u d á s u p o t e n c i a . d a b a n p a r a sí. A s í , c u a n d o e l Señor


C o n v i e n e p u e s q u e , así c o m o l a s p o t e n - d i c e á Judas ( J o a n . 13, 27), lo que ha-
cias d e l a l m a se d e r i v a n de s u e s e n c i a , ces hazlo presto, l o s d i s c í p u l o s e n t e n d i e -
así las virtudes .sean ciertas derivaciones ron q u e el S e ñ o r l e m a n d a r a dar a l g o á
de la gracia. P e r o , cuanto más perfecto l o s p o b r e s (3). C r i s t o e m p e r o n o t u v o en
es algún principio, tanto más profunda- m o d o a l g u n o c o n c u p i s c e n c i a s m a l a s , como
m e n t e imprime sus efectos : por consi- d e s p u é s s e d e m o s t r a r á ( C . 15, a. 1 y 2);
g u i e n t e , c o m o l a g r a c i a d e C r i s t o fue p e r - sin q u e p o r esto, se e s c l u y a n o obstante
fectísima, sigúese que de la misma pro- el q u e t u v i e r a l a t e m p l a n z a , q u e e s tanto
vinieran las virtudes, para perfeccionar m á s p e r f e c t a en e l h o m b r e , c u a n t o más
cada una de las potencias del alma en c a r e c e d e l a s m a l a s c o n c u p i s c e n c i a s . Por
c u a n t o á todos los actos de ella (1); y l o c u a l s e g ú n el F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 7,
e n t a l c o n c e p t o Cristo tuvo todas las vir- c. 9 ó 10) e l t e m p l a d o difiere d e l conti-
tudes. n e n t e e n q u e el p r i m e r o n o t i e n e l o s ma-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a g r a - l o s d e s e o s , q u e s u f r e el c o n t i n e n t e . D e
c i a b a s t a al h o m b r e e n c u a n t o á t o d a s c o n s i g u i e n t e , t o m a n d o l a continencia
las c o s a s , por las que es ordenado á la c o m o l a e n t i e n d e e l F i l ó s o f o , p o r el he-
b e a t i t u d ; mas algunas de estas perfec- c h o m i s m o d e q u e C r i s t o t u v o t o d a vir-
ciona la gracia inmediatamente por sí t u d , n o t u v o l a c o n t i n e n c i a (4), q u e no
misma, como hacer grato á Dios y seme- es v i r t u d sino a l g o m e n o s q u e e s t a .
jantes ; y otras mediante las virtudes,
que proceden de la gracia.
- A l 2.° q u e a q u e l h á b i t o h e r o i c o ó d i - ARTÍCULO III. — Huno en cristo re?
v i n o n o difiere d e l a v i r t u d c o m u n m e n t e
d i c h a sino s e g ú n u n m o d o m á s p e r f e c t o , l . ° P a r e c e que e n C r i s t o h u b o fe : por-
esto e s , en cuanto alguno está dispuesto q u e e s t a es m á s n o b l e v i r t u d q u e l a s mo-
á cierto bien de un modo más elevado r a l e s , v . g . , q u e la t e m p l a n z a y l a libe-
que el que comunmente compete á todos. r a l i d a d ; y t a l e s v i r t u d e s e x i s t i e r o n siu
L u e g o por esto n o se manifiesta que e m b a r g o e n C r i s t o , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2).
C r i s t o n o t u v i e r a v i r t u d e s , sino que l a s L u e g o m u c h o m á s e x i s t i ó e n é l l a fe.
t u v o perfectísimamente más allá del modo 2.° C r i s t o n o e n s e ñ ó v i r t u d e s que él
común : como también Plotino supuso m i s m o n o t u v o , s e g ú n a q u e l l o ( A c t . 1,
cierto m o d o sublime de las virtudes, que 1), comenzó á hacer y enseñar; y de
dijo ser l a s d e l a l m a p u r i f i c a d a , s e g ú n Cristo se dice ( H e b r . 12) q u e e s autor
refiere M a c r o b i o ( l i b . 1 s o m n . S c i p . consumado de la fe: l u e g o e n é l existió
c.8)(2). sobre t o d o la fe.
A l 3.° q u e l a l i b e r a l i d a d y l a m a g n i f i - 3.° T o d o l o q u e es i m p e r f e c t o es es-
cencia son recomendadas acerca de las c l u i d o d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s ; y en los
r i q u e z a s , en cuanto alguno no las apre- b i e n a v e n t u r a d o s h a y f e , p o r q u e sobre
cia hasta el estrémo de quererlas conser- a q u e l l o ( E o m . 1), justitia Dci revelatur
var, omitiendo lo que debe hacerse. Y las in eo ex fide in fidem, d i c e l a G l o s a (5)
aprecia en grado mínimo el que las des- ( i b i d . al 3.°): « d e l a fe d e l a s palabras y
p r e c i a por c o m p l e t o y l a s d e j a p o r e l a m o r » de la e s p e r a n z a á l a fe d e l a s cosas y
de la perfección; y por tanto en el hecho » d e l a e s p e c i e » . L u e g o p a r e c e q u e tam-
mismo de haber Cristo despreciado todas bién e n Cristo e x i s t i ó l a f e , porque no
las riquezas manifestó en sí el grado implica imperfección alguna.
s u m o de la liberalidad y la magnificencia, Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( H e b r . 11,1)
a u n q u e t a m b i é n ejerciera e l a c t o d e l i b e - que la fe es argumento de las cosas qnc
r a l i d a d , s e g ú n q u e l e era c o n v e n i e n t e , no aparecen; y n a d a e s t u v o oculto a
h a c i e n d o distribuir á l o s p o b r e s l o q u e l e . C r i s t o , s e g ú n a q u e l l o q u e l e dijo S a n P e -

(1) Que no repugnasen á la dignidad de su alma ; pues los (3) Ó comprar lo necesario para el próximo dia festivo
que importan alguna imperfección la revelarían en su alma y (v. 29).
potencias, lo cual es incompatible con su perfectísima san- . (1) V. en el t. 3." la C. 155, a. 2, al 3." y al 5.°, pág. 912.
tidad. (5) Tomada de San Agustín {Qq. 1. 2, q. 43).
(2) V. en la l.'-2® la C. 01, a. 5, en el t. 2."
CUESTIÓN VI. — ARTÍCULOS III Y IV. 239

dro (Joan. ult. 1 7 ) , Tú sabes todas las persona de Cristo, en tí, Señor, esperé;
cosas. Luego en Cristo no hubo fe. y la virtud de la esperanza es por la que
Conclusión. No era posible que Cristo el hombre espera en Dios. Luego esta
tuviese fe, siendo perfecto comprensor virtud existió en Cristo.
desde su misma concepción. 2.° La esperanza es la espectacion de
Responderemos que, según se ha di- la futura bienaventuranza, como se ha
cho en la 2 . Parte ( 2 . - 2 . C. 1 , a. 4 ) , demostrado en la 2 . Parte (2. -2. C. 1 7 ,
A A 8S A A !E

el objeto de la fe es la cosa divina no á. 5 , al 3.°),- y Cristo esperaba algo per-


vista. Mas el hábito de la virtud, como teneciente á la beatitud, esto es, la glo-
asimismo cualquier otro, toma su especie ria del cuerpo. Luego parece que en él
del objeto; y por lo tanto, escluido que hubo esperanza.
la cosa divina sea no vista, se quita la 3 . Cada cual puede esperar lo que per-
razón de la fe. Cristo empero desde el tenece á su perfección, si es futuro; y
primer instante de su concepción vio ple- había algo futuro, que pertenece á la
namente á Dios en su esencia, como des- perfección de Cristo, según aquello
pués se dirá (C. 3 4 , a. 4 ) . Luego no pudo (Ephes. 4 , 1 2 ) , para la consumación de
existir en él la fe. los Sa?itos en la obra del ministerio para
Al argumento 1.° diremos, que la fe edificación del cuerpo de Cristo. Luego
es virtud más noble que las virtudes mo- parece que competía á Cristo tener espe-
rales, porque tiene por objeto materia ranza.
más noble; sin embargo importa cierto Por el contrario, dícese (Rom. 8 , 2 4 ) ,
defecto en comparación á aquella mate- ¿lo que uno ve cómo lo espera? Así es
ria, defecto que no existió en Cristo: evidente que, como la fe tiene por objeto
por lo tanto no pudo existir en él la fe, lo que no se ve, también la esperanza.
aunque tuviera las virtudes morales, que Pero la fe no existió en Cristo, según lo
no implican en su naturaleza tal defecto dicho (a. 3 ) . Luego tampoco la espe-
por comparación á sus materias. ranza.
Al 2.° que el mérito de la fe consiste Conclusión. Cristo no tuvo la virtud
en que el hombre por obediencia á Dios de la esperanza, incompatible con su
asiente á cosas que no ve, según aquello constante fruición de Dios, aunque sí
(Rom. 1 , 5 ) , para que se obedezca á la esperó lo que aún no obtuviera en su vida
fe en todas las gentes por su nombre; y mortal ( 2 ) .
Cristo tuvo la obediencia á Dios plenísi- Responderemos que, así como es de
mamente, según aquello (Philipp. 2 , 8 ) , esencia de la fe el que uno asienta á
kízose obediente hasta la muerte. Por cosas que no v e , también lo es de la es-
consiguiente nada enseñó perteneciente peranza el que uno espere lo que todavía
al mérito, que él no cumpliera de un no tiene : y, así como la fe, en cuanto es
modo más escelente ( 1 ) . virtud teologal, no tiene por objeto cual-
Al 3.° que, como dice allí mismo la quiera cosa no vista, sino solo Dios ; asi
Glosa (Aug. 1. 2 , Qq. evang. q. 3 9 ) , la también la esperanza, en cuanto es vir-
íe propiamente es « por la que se creen tud teologal, tiene por objeto al mismo
»las cosas que no se ven». Pero la fe Dios, cuya fruición espera principal-
que tiene por objeto las cosas vistas se mente el hombre por la virtud de la es-
dice impropiamente tal, y según cierta peranza : mas por consecuencia el que
semejanza en cuanto á la certeza ó fir- tiene la virtud de la esperanza puede
meza de la adhesión. también esperar el auxilio divino en otras
cosas, como el que tiene la virtud de la
ARTÍCULO IV. — H u b o e n C r i s t o e s p e - fe no solamente cree á Dios respecto de
I'IUlzn ? las cosas divinas, sino también de otras
cualesquiera, que le hayan sido reveladas
l.° Parece que en Cristo existió la por él. Cristo empero tuvo plenamente
esperanza : porque se dice(Ps. 3 0 , 1) en desde el principio de su concepción la
fruición divina, como se dirá luego
(1) Tenia pues la obediencia y fidelidad á Dios, en las que (C. 3 4 , a. 4 ) ;y por esto no tuvo la vir-
estriba ó radica el mérito de nuestra fe.
í-l Como la inmortalidad y gloria de su cuerpo. tud de la esperanza: tuvo sin embargo
240 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS IV Y V.

esperanza respecto de algunas cosas, que Cristo recibir los dones del Espíritu
todavía no había obtenido, aunque no Santo.
fe respecto de cualesquiera; puesto que, 3.° Cuatro dones parecen pertenecer
ánn cuando conociera plenamente todas ala contemplación de esta vida, á saber,
las. cosas, lo cual escluía totalmente de la sabiduría, la ciencia, el entendimiento
él la fe, sin embargo no tenía aún ple- y el consejo, que pertenece á la pru-
namente todas las que pertenecían á su dencia : por lo cual aun el Filósofo
perfección, como la inmortalidad y la (Ethic. 1. 6, c. 3) enumera estos entre
gloria del cuerpo, que podía esperar. las virtudes intelectuales. Pero Cristo
Al argumento 1.° diremos, que esto tuvo la contemplación de la patria. Lue-
no se dice de Cristo según la esperanza, go no tuvo semejantes dones.
que es virtud teológica ; sino porque es- Por el contrario, dícese ( I s . 4, 1 ) ,
peró ciertas otras cosas aún no tenidas, echarán mano de un solo hombre siete
según lo espuesto. mujeres, es decir según la Glosa (interl. y
Al 2.° que la gloria del cuerpo no ord. Iíieron.), «los siete dones del Espí-
pertenece á la beatitud, como consis- » ritu Santo á Cristo ».
tiendo principalmente en ella la bienaven- Conclusión. Existieron en Cristo los
turanza, sino por cierta redundancia de don es em in entísim a mente.
la gloria del alma, según lo dicho en la Responderemos, que según lo dicho en
2. Parte (l. -2. C. 4 , a. 6). Por consi-
a a ffi
en la 2 . Parte (l. -2. C. 18, a. 1) los
a a :E

guiente la esperanza, según que es virtud dones son propiamente ciertas perfeccio-
teológica, no respecta á la beatitud del nes de las potencias del alma, según que
cuerpo, sino á la del alma, que consiste son naturalmente aptas para ser movidas
en la fruición divina. por el Espíritu Santo; y es por otra
Al 3.° que la edificación de la Igle- parte evidente que el alma de Cristo era
sia por la conversión de los fieles no per- movida perfectísimamente por el Espíritu
tenece á la perfección de Cristo, por la Santo, según aquello (Luc. 4 , 1), mas
que es perfecto en s í , sino según que in- Jesús lleno del Espíritu Santo se volvió
duce á otros á la participación de su per- del Jordán y era llevado por el Espíritu
fección. Y , puesto que la esperanza se al desierto : lo cual hace notorio que en
dice propiamente respecto de algo, que Cristo existieron los dones de un modo
se espera tener por el mismo que espera, muy escelente.
no puede decirse propiamente que con- Al argumento 1.° diremos, que lo que
venga á Cristo la virtud de la esperanza es perfecto según el orden de su natura-
por la razón aducida. leza necesita ser ayudado por lo que es
de naturaleza más elevada ; como el
hombre, por perfecto que sea, necesita
A R T Í C U L O V . — ¿ n u i > o e n cristo dones?
ser ayudado de Dios : y de este modo las
virtudes, que perfeccionan las potencias
l.° Parece que no existieron los dones del alma, según que son guiadas por la
en Cristo : porque, según se dice comun- razón, por más perfectas que sean, ne-
mente, los dones se dan para auxilio de cesitan del auxilio de los dones, que per-
las virtudes ; y lo que es perfecto en sí feccionan las potencias del alma, según
no ha menester auxilio esterior : como que son movidas por el Espíritu Santo.
pues en Cristo existieron las virtudes Al 2.° que Cristo no es recibidor y
perfectas, parece que en él no hubo donante de los dones del Espíritu Santo
dones. en un mismo concepto; sino que da como
2.° No parece ser del mismo dar y re- Dios (2) y recibe como hombre. Por
cibir dones; puesto que dar es del que lo cual dice San Gregorio (Moral. 1. 2,
tiene, y recibir del que no tiene. Pero á c. últ.°) que « el Espíritu Santo jamás
Cristo conviene dar dones, según estas » abandonó á la humanidad de Cristo,
palabras ( P s . 67, 1 9 ) , dio dones á » de cuya divinidad procede. »
los hombres (1). Luego no conviene á Al 3.° que en Cristo no solo hubo co-
sed dal (omitido lo interpuesto) secundum quod homo , por erroi
( 1 J La Vulgata d i c e : accepisti dona in hominibus.
(2) En algunas pocas ediciones y entre ellas la áurea se lee de imprenta al parecer.
CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS V Y VI. 241

nocimíento d e l a p a t r i a , sino t a m b i é n d e l t e m e al r e y , en cuanto tiene el poder de


c a m i n o , c o m o s e dirá ( C . 15, a. 10); y quitar l a v i d a . M a s n o s e t e m e r í a al q u e
no o b s t a n t e a u n e n l a p a t r i a e x i s t e n d e p u e d e d a ñ a r , si n o t u v i e r a c i e r t a e m i n e n ­
algún m o d o l o s d o n e s d e l E s p í r i t u S a n t o , cia d e p o d e r , al q u e n o s e p u e d e resistir
a a a
como se b a d i c b o en l a 2. P a r t e ( 1 . 2 . fácilmente; pues las c o s a s , que están á
C. 86, a. 6). nuestro alcance, no tememos rechazarlas.
D e e s t e m o d o es n o t o r i o q u e n o s e t e m e
ARTÍCULO V I . — ¿ HUI»O en cristo «ion á a l g u n o s i n o p o r c a u s a d e su e m i n e n c i a
de temor (1) ? (3). D e b e p u e s d e c i r s e q u e en Cristo
existió el temor de Dios, no en verdad
l.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o e x i s t i ó e l según que tiene por objeto el mal de la
don de temor: p o r q u e l a e s p e r a n z a p a r e ­ separación de Dios por la culpa, ni tam­
ce mejor que el t e m o r , p u e s t o q u e el o b ­ poco en cuanto mira al mal de pena por
jeto de la e s p e r a n z a e s l o b u e n o y e l d e l la culpa, sino según que atañe á la misma
temor lo m a l o , c o m o se b a d e m o s t r a d o divina eminencia, e s t o e s , s e g ú n q u e e l
a ft re
en la 2. P . (l. ­2. C . 40, a. 1; y C . 42, a l m a d e C r i s t o era m o v i d a p o r e l E s p í r i t u
a. 1); m a s e n C r i s t o n o b u b o l a v i r t u d S a n t o hacia D i o s c o n c i e r t o a f e c t o d e r e ­
de la e s p e r a n z a , s e g ú n l o d e m o s t r a d o v e r e n c i a . P o r l o c u a l ( H e b r . 5, 7) s e d i c e
(a. 4). L u e g o t a m p o c o b u b o en é l d o n q u e Уме oido en todo por su reverencia;
de temor. porque Cristo como hombre t u v o este
2.° P o r el d o n d e t e m o r t e m e a l g u n o afecto de reverencia á D i o s en más alto
ó la separación d e D i o s , l o c u a l p e r t e n e ­ g r a d o q u e l o s d e m á s : y p o r e s t o l e atri­
ce al temor c a s t o , ó ser c a s t i g a d o p o r é l , b u y e la E scritura la plenitud del temor
lo cual es p r o p i o d e l t e m o r s e r v i l , c o m o del Señor.
dice S a n A g u s t í n ( s u p e r c a n o n i c . J o a n , A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s h á ­
tract. 9). P e r o C r i s t o n o t e m i ó ser s e p a ­ bitos de las virtudes y de los dones se re­
rado de D i o s p o r el p e c a d o , ni t a m p o c o fieren p r o p i a m e n t e y per se al b i e n , y a l
ser castigado p o r é l á c a u s a d e l a c u l p a ; m a l por v í a de c o n s e c u e n c i a ; pues per­
puesto que le era i m p o s i b l e p e c a r , c o m o tenece á la razón de la virtud el hacer
después s e dirá ( C . 15, a. í y 2), y e l buena la o b r a , c o m o se dice (E t h i c .
temor no es d e l o i m p o s i b l e . L u e g o e n 1. 2, c. 6): y p o r t a n t o n o e s p r o p i o d e l
Cristo no b u b o e l d o n d e t e m o r . d o n d e t e m o r a q u e l m a l q u e a t a ñ e al
3.° D í c e s e ( i J o a n . 4 , 18) q u e la ca­ t e m o r , sino la eminencia de aquel bien,
ridad perfecta echa fuera el temor ; y e n es decir, del divino, por c u y o poder pue­
Cristo b u b o p e r f e c t í s i m a c a r i d a d , s e g ú n d e infligirse a l g ú n m a l . P e r o l a e s p e ­
aquello ( E p b e s . 3 , 19), la caridad de r a n z a , s e g ú n q u e e s v i r t u d , s e refiere, *
Cristo supereminente á la ciencia (2). n o s o l o al a u t o r d e l b i e n , sino t a m b i é n al
L u e g o en C r i s t o n o e x i s t i ó e l d o n d e b i e n m i s m o , e n c u a n t o es n o p o s e i d o .
temor. P o r esto á Cristo, que y a tenía el bien
Por el c o n t r a r i o , l é e s e ( I s . 11,3), lle­ p e r f e c t o de l a b e a t i t u d , n o s e le a t r i b u y e
nóle del espíritu de temor de Dios. la virtud de la e s p e r a n z a , sino el don de
Conclusión. Hubo en Cristo temor, no temor.
de culpa ni de pena, sino de reverencia á A l 2.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e d e l
la divina majestad en mayor grado que t e m o r , según que tiene por objeto lo que
hs demás hombres. e s m a l o (4).
Responderemos, que según lo dicbo en A l 3.°. q u e l a p e r f e c t a c a r i d a d e c h a
la 2." P ( í . ^ . * C . 42, a. 1.) e l t e m o r s e f u e r a e l t e m o r s e r v i l , q u e s e refiere p r i n ­
refiere á dos o b j e t o s : d e l o s c u a l e s u n o e s cipalmente á la p e n a ; y esta clase de te­
el mal t e r r i b l e , y o t r o e s a q u e l l o p o r c u y o mor no existió en Cristo.
poder p u e d e inferirse e l m a l ; c o m o a l g u n o

(I) Pedro Abelardo negaba existiese en Cristo el temor ciencia», ó acaso «más escelente que la ciencia».
''al y casto ó (como lo denomina S . A g u s t í n aludiendo al (3) No por esta misma per se y en absoluto, sino por la
>• 18) sonto; y fue condenado por Inocencio II, siendo e n u ­ aneja potestad de castigar.
«ado su error entre las herejías por Alfonso de Castro. (4) 0 quizá también en su concepto de desconfianza según
1 ) E s decir, «mayor que la que puede conocerse por la Nicolai.
S U M A T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 16.
242 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULO VII.

ARTÍCULO V I I . — E n C r i s t o e x i s t i e r o n y 4 ) , l a s g r a c i a s gratis-datas s e orde-


gracias gratis-datas? (1) n a n á l a m a n i f e s t a c i ó n d e l a f e y de
l a e n s e ñ a n z a e s p i r i t u a l : p o r q u e e s pre-
1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o e x i s t i e r o n c i s o q u e e l q u e e n s e ñ a t e n g a l o s medios
g r a c i a s gratis-datas: porque al que tiene d e m a n i f e s t a r s u d o c t r i n a , p u e s d e otra
algo según la plenitud no compete tenerlo m a n e r a e s t a s e r í a i n ú t i l . A h o r a bien :
por participación ; y Cristo t u v o l a gra- C r i s t o e s e l primero y p r i n c i p a l D o c t o r de
cia según l a p l e n i t u d , conforme á l o l a e n s e ñ a n z a e s p i r i t u a l y d e l a f e , seguu
q u e s e dice ( J o a n . 1 , 14), lleno de gra- a q u e l l o ( H e b r . 2 , 3 ) , habiendo comenza-
cia y de verdad. M a s l a s g r a c i a s gratis- do á ser anunciada por el Señor, fue des-
pués confirmada entre nosotros por los
datas p a r e c e n c i e r t a s p a r t i c i p a c i o n e s d i -
vinas concedidas de una manera particular que la oyeron, certificándola Dios con
y separada á diversos individuos, según señales y maravillas, etc. L u e g o es evi-
a q u e l l o ( i C o r . 12, 4 ) , hay repartimien- dente que en Cristo existieron escelentísi-
tos de gracias. L u e g o p a r e c e q u e e n mamente todas las gracias gratis-datas,
C r i s t o n o e x i s t i e r o n g r a c i a s gratis-datas. como en el primero y principal Doctor de
2° L o q u e s e d e b e á a l g u n o n o p a r e c e la fe.
serle dado gratuitamente ; y era debido A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , así
á Cristo bombre que estuviera lleno de c o m o l a g r a c i a s a n t i f i c a n t e s e ordena á
p a l a b r a s d e c i e n c i a y s a b i d u r í a , y fuera l o s a c t o s m e r i t o r i o s t a n t o interiores como
poderoso en el ejercicio de l a s virtudes y e s t e r i o r e s , a s í l a g r a c i a gratis-data se
en otras cosas análogas, q u e p e r t e n e c e n á o r d e n a á c i e r t o s a c t o s e s t e r i o r e s manifes-
l a s g r a c i a s gratis-datas; puesto que el t a t i v o s d e l a f e , c o m o s o n l a operación
m i s m o e s virtud de Dios y sabiduría de d e m i l a g r o s y o t r o s s e m e j a n t e s . Cristo
Dios, c o m o s e d i c e ( i C o r . 1)'. L u e g o n o t u v o l a plenitud de u n a y otra gracia;
fue c o n v e n i e n t e á . C r i s t o t e n e r g r a c i a s p o r q u e , e n c u a n t o s u a l m a e s t a b a unida á
gratis-datas. l a d i v i n i d a d , t e n í a l a e f i c a c i a (2) plena
3.° L a s g r a c i a s gratis-datas se orde- p a r a l l e v a r á c a b o c o n p e r f e c c i ó n todos
n a n á l a u t i l i d a d d e l o s fieles, s e g ú n a q u e - l o s a c t o s s u s o d i c h o s . P e r o l o s o t r o s San-
l l o ( i Cor. 12, 7 ) , á cada uno es dada la t o s , q u e s o n m o v i d o s p o r D i o s c o m o ins-
manifestación del Espíritu para prove- t r u m e n t o s , n o u n i d o s s i n o s e p a r a d o s , re-
cho ; m a s no' p a r e c e p e r t e n e c e r á l a u t i - c i b e n p a r t i c u l a r m e n t e , u n a eficacia para
l i d a d d e otros e l h á b i t o ó c u a l q u i e r a d i s - e j e c u t a r c o n p e r f e c c i ó n e s t o s ó aquellos
p o s i c i ó n , si e l h o m b r e n o h a c e u s o d e a c t o s ; y p o r e s t o e n o t r o s S a n t o s aque-
e l l o s , s e g ú n s e d i c e ( E c c l i . 20, 32) ¿ la l l a s g r a c i a s e s t á n d i v i d i d a s , m a s no en
* sabiduría escondida y el tesoro no visto Cristo.
qué provecho traen ambos? y n o s e l e e A l 2.° q u e s e d i c e C r i s t o virtud de
que Cristo usara de todas las gracias Dios y sabiduría de Dios, e n cuanto es
gratis-datas, s o b r e t o d o e n c u a n t o al d o n e l H i j o e t e r n o d e D i o s : e n c u y o concepto
de lenguas. L u e g o e n Cristo n o existie- n o l e c o m p e t e t e n e r l a g r a c i a , sino más
r o n t o d a s l a s g r a c i a s gratis-datas. b i e n s e r e l d a d o r d e e l l a ; y s o l o l e com-
Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n p e t e t e n e r l a s e g ú n l a n a t u r a l e z a humaua.
( e p i s t . a d D a r d a n u m , 287 ó 5 7 ) q u e , A l 3.° q u e e l d o n d e l e n g u a s fue dado
« así como en l a cabeza están todos los á l o s A p ó s t o l e s , p o r q u e eran enviados á
» sentidos, así e n Cristo estuvieron todas e n s e ñ a r á t o d a s l a s g e n t e s ; a l paso que
» l a s gracias». Cristo quiso predicar personalmente á
Conclusión. Existieron en Cristo es- s o l a u n a n a c i ó n , l a d e l o s j u d í o s , según
celentísimamente todas las gracias g r a t i s - é l m i s m o l o d i c e ( M a t t h . 15, 24), no soy
d a t a s , como en el principal y primer enviado sino á las ovejas que perecieron
Doctor de la fe. de la casa de Israel; y e l Apóstol
Responderemos, q u e s e g ú n l o d e m o s - ( R o m . 15, 8 ) , digo que Jesucristo fue
t r a d o e n l a 2 . P . (l. -2.®, C . 1 1 1 , a. 1
a a
ministro de la circuncisión (3): y por
(1) V. en la l . " - 2 * l a C . 1 1 1 . camente dedicó en persona el ministerio de su predicación,
(2) O virtud eficaz, aunque no siempre en acto. según interpreta Beda conforme con S. A g u s t í n .
(3) Ó del pueblo circunciso, el de los judíos, á quienes úni-
CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O S VII Y VIII. 243

esto no fue menester que hablase muchas feta como viador y respecto de lo que los
lenguas ; mas no le faltó el conocimiento demás ignoraban, sabido y presagiado
de todas ellas, pues aun los secretos de por él (2).
los corazones no le eran desconocidos, Responderemos, que se dice profeta
como después se dirá (C. 10, a. 2 ; y como que habla ó ve de lejos, esto es, en
C. 12, a. 1), de los que son signos cuales- cuanto conoce y habla de cosas que están
quiera palabras. Sin embargo' este cono- lejos de los sentidos de los hombres; como
cimiento no le fue inútil, como no tiene también dice San Agustín (contra Faust.
inútilmente un hábito el que no usa de . 1. 16, c. 18). Debe empero considerarse
él, cuando no es oportuno. que no puede decirse alguno profeta, por-
que conoce y anuncia las cosas que están
ARTÍCULO V I I I . — H u b o e n c r i s t o pro- lejos para otros, con quienes él mismo no
fecía? está: lo cual es evidente según el lugar
y el tiempo; porque, si alguno que viviese
l.° Parece que Cristo no tuvo profe- en la Galia conociera y anunciara á otros
cía : porque esta importa cierto conoci- habitantes en la misma las cosas que en-
miento oscuro é imperfecto, según aque- tonces se obrasen en la Siria, sería pro-
llo (Num. 12, 6 ) , si alguno fuese entre fético; al modo que Eliséo dijo á Griezi
vosotros profeta del Señor, me le apare- (iV R>eg. 3) cómo el hombre había des-
ceré en visión ó le hablaré por ensueño. cendido del carro y le había salido al en-
Pero Cristo tuvo el pleno y completo cuentro. Pero, si alguno estando en Siria
conocimiento, mucho más que Moisés, anunciase las cosas que allí pasan, no
del cual se añade allí que vio á Dios cara sería profético. Lo mismo es claro res-
á cara y no por enigmas. Luego no debe pecto del tiempo: porque profético fue lo
suponerse en Cristo la profecía. que Isaías preanuució, que Ciro rey de
2.° Así como la fe tiene por objeto las los persas había de reedificar el templo
cosas que no se ven y la esperanza las de Dios, como consta (Is. 44); pero no
que no se tienen, así la profecía es de las lo fue cuando Esdras refirió este suceso,
cosas que no están presentes sino distan- en cuyos dias se realizó. Si pues Dios ó
tes ; porque se llama profeta como que los ángeles ó también los bienaventura-
habla de lejos. Pero en Cristo no se re- dos conocen y anuncian lo que está leja-
conoce fe ni esperanza, según se ha dicho no de nuestro conocimiento, esto no per-
(a. 3 y 4). Luego tampoco se debe supo- tenece á la profecía; porque en nada
ner en Cristo la profecía. atañen á nuestro estado. Pero Cristo se
3.° El profeta es de un orden inferior al hallaba en nuestro estado antes de la Pa-
del ángel; por lo que también de Moisés, sión, en cuanto no solamente era com-
que fue el supremo de los profetas, según prensor sino también viador; y así era
lo espuesto en la 2. P . (2. -2. , C. 174, profético el que conocía y anunciaba las
a a ÍC

a. 3), se dice (Act. 7) que habló con el cosas que se hallaban distantes del conoci-
ángel en la soledad. Pero Cristo no es miento de los otros viadores: por cuya
inferior á los ángeles según el conoci- razón se dice hubo en él profecía.
miento de su alma, sino solo según la Al argumento 1.° diremos, que por
pasibilidad del cuerpo, como consta aquellas palabras no se manifiesta ser de
(Hebr. 2 ). Luego parece que Cristo no esencia de la profecía el conocimiento
fue profeta. enigmático, cual es el que se tiene por el
Por el contrario, se predice de Cristo sueño y en visión ;>sino que se establece
(Deut. 18, 15), el Señor Dios os levan- solamente un paralelo de los otros profe-
tara de entre vuestros hermanos ten P R O - tas , que percibieron las cosas divinas por
FETA (1); y de sí mismo dice (Matth. 13, el sueño y en visión, con Moisés, que
5i ; y Joan. 4), no hay profeta sin honra claramente y sin enigma vio á Dios, y
sino en su patria. que es llamado profeta (3)_ según aque-
Conclusión. Cristo fue verdadero pro- llo (Deut. ult.° 10), de allí adelante no
(1) Lo que aplican á Crislo S. Pedro y S. Esléban (Act. 3 (2) V. la nota 1 de la pág. 6 y la 3 de la pág. 22 en este
y Oí y asilo interpretan también S. Irenéo (con!, hecres. 1. 3, mismo tomo.
« • l ! ) y S . Cirilo (1.1 in Joan. c. 24). (3) Aunque comprensor á la vez.
244 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS VIII Y IX.

se levantó en Israel un profeta como Moi- p u e d e t e n e r l a p l e n i t u d d e l o s d o n e s d e la


sés. P u e d e d e c i r s e s i n e m b a r g o q u e , a u n - gracia.
que Cristo ttívo un conocimiento pleno y P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . 1, 14),
claro en cuanto á la parte intelectiva, le vimos lleno de gracia y de verdad.
tuvo no obstante en la p a r t e imaginativa C o n c l u s i ó n . El alma de Cristo tuvo la
ciertas semejanzas, en las que podía t a m - plenitud de todas las gracias intensiva y
bién contepaplar las cosas d i v i n a s , en virtual ó eficazmente.
c u a n t o n o solo e r a c o m p r e n s o r sino t a m - R e s p o n d e r e m o s , q u e se dice tenerse
b i é n v i a d o r (1). p l e n a m e n t e lo q u e se tiene perfecta y
A l 2.° q u e l a fe t i e n e p o r o b j e t o l a s totalmente ; mas la totalidad y perfección
c o s a s q u e n o s o n v i s t a s p o r el m i s m o c r e - p u e d e n considerarse de dos m o d o s : 1.°
y e n t e , é igualmente la esperanza las que en cuanto á su cantidad intensiva, v. gr.
n o se p o s e e n p o r el m i s m o q u e e s p e r a ; si d i g o q u e a l g u n o t i e n e p l e n a m e n t e la
p e r o la p r o f e c í a es de las cosas q u e e s t á n b l a n c u r a , si l a t i e n e c u a n t o p u e d e t e n e r -
lejos del c o m ú n sentir d e los n o m b r e s , se ; 2.° según la- virtud (2), c o m o s i s e
con quienes el profeta vive y comunica en d i c e q u e a l g u n o t i e n e p l e n a m e n t e l a vida,
el e s t a d o d e l a p r e s e n t e v i d a : y en t a l p o r q u e l a p o s e e s e g ú n t o d o s s u s efectos
c o n c e p t o l a fe y l a e s p e r a n z a r e p u g n a n ú o b r a s ; y d e e s t e m o d o e l h o m b r e tiene
á la perfección de la beatitud de Cristo, p l e n a m e n t e l a v i d a , m a s n o el animal
mas no la profecía. b r u t o ó l a p l a n t a . De uno y otro modo
A l 3.° q u e , s i e n d o e l á n g e l c o m p r e n - Cristo tuvo la plenitud de la gracia: 1.°
s o r , es superior al p r o f e t a , q u e es simple p o r q u e l a t u v o e n el g r a d o e m i n e n t e se-
v i a d o r ; p e r o n o lo es r e s p e c t o d e C r i s t o , g ú n e l m o d o m á s p e r f e c t o q u e p u e d e ser
q u e fue á l a v e z v i a d o r y c o m p r e n s o r . t e n i d a , y e s t o s e v e p r i m e r a m e n t e p o r la
p r o x i m i d a d del a l m a d e C r i s t o á la causa
ARTÍCULO I X — Existió e n cristo ia d e l a g r a c i a ; p u e s se h a d i c h o ( a . 1) que,
plenitud de la gracia ? c u a n t o m á s p r ó x i m o e s t á a l g o receptivo
á l a c a u s a i n f l u y e n t e , t a n t o m á s abun-
l.° P a r e c e q u e n o residió en C r i s t o la d a n t e m e n t e r e c i b e ; y p o r e s t o el alma
plenitud d e la gracia : p o r q u e las virtu- de C r i s t o , que se u n e m á s próximamente
des se derivan de la g r a c i a , como se h a á D i o s e n t r e t o d a s las c r i a t u r a s raciona-
d i c h o e n l a 2. a
P . (\. -2.
& x
C . 110, á 4, l e s , r e c i b e l a m a y o r i n f l u e n c i a d e su
a l 1.°) ; y e n C r i s t o n o e x i s t i e r o n t o d a s g r a c i a ; 2.° p o r s u c o m p a r a c i ó n a l efecto;
l a s v i r t u d e s ; p u e s n o h u b o e n é l fe n i e s - p u e s e l a l m a d e C r i s t o r e c i b í a d e tal
p e r a n z a , s e g ú n l o d e m o s t r a d o ( a . 3 y 4). m o d o l a g r a c i a , q u e e l l a s e t r a n s m i t í a en
L u e g o en Cristo no estuvo la plenitud de c i e r t a m a n e r a á o t r o s ; y p o r e s t o fue
la gracia. c o n v e n i e n t e q u e t u v i e r a l a m a y o r gracia;
2.° S e g ú n r e s u l t a d e l o d i c h o e n l a 2. a
c o m o e l f u e g o , q u e es l a c a u s a d e l calor
P a r t e (l. -2.
B ffi
C . 111, a. 2), l a g r a c i a se e n t o d a s l a s c o s a s c á l i d a s , e s e l m á s cá-
divide e n o p e r a n t e y c o o p e r a n t e ; y se l i d o . A s i m i s m o . t a m b i é n e n c u a n t o á la
llama gracia operante aquella, por la virtud de la gracia la t u v o plenamente,
c u a l es justificado el i m p í o : cosa q u e n o p u e s t o q u e l a p o s e y ó p a r a t o d a s l a s ope-
t u v o l u g a r en C r i s t o , el cual j a m á s es- r a c i o n e s ó efectos d e e l l a , y e s t o porque
t u v o sometido á peCado alguno. L u e g o l e e r a c o n f e r i d a c o m o á c i e r t o principio
en Cristo no existió la plenitud de la u n i v e r s a l e n e l g é n e r o d e l o s q u e poseen
gracia. l a g r a c i a . A h o r a b i e n : l a v i r t u d d e l pri-
3.° D í c e s e ( J a c . 1 , 17), toda dádiva m e r p r i n c i p i o d e a l g ú n g é n e r o s e estiende
escelente y todo don perfecto es de lo alto u m v e r s a l m e n t e á t o d o s l o s e f e c t o s de
y desciende del Padre de las luces. M a s a q u e l g é n e r o ; c o m o el s o l , q u e es l a causa
l o q u e d e s c i e n d e s e posee d e u n m o d o g e n e r a l d e l a g e n e r a c i ó n , s e g ú n d i c e San
particular, y no plenamente. L u e g o nin- D i o n i s i o ( D e d i v . n o m . c. 4 , p . 1, l e c t . 3),
g u n a c r i a t u r a , n i aun e l a l m a d e C r i s t o , e s t i e n d e s u v i r t u d á t o d a s l a s c o s a s que

(1) Con cuyo carácter de verdadero profeta consta por el Luc. 21J y muchos otros acontecimientos futuros.
Evangelio haber predicho su e n t r e g a , muerte y resurrección (2) 0 eficacia.
(Matth. 1 6 , 10), la destrucción de Jerusalen (Matth. 2 4 , y
C U E S T I Ó N "VII. — A R T Í C U L O S I X Y X . 245

caen b a j o l a g e n e r a c i ó n . Y a s í l a s e g u n - Cristo ; y la plenitud de la gracia puede


da p l e n i t u d d e l a g r a c i a s e c o n s i d e r a e n ser c o m u n i c a d a á otros p o r m e d i o d e
Cristo, en cuanto su gracia se estiende C r i s t o , p u e s d i c e e l A p ó s t o l ( E p h e s . 3,
á todos los efectos d e l a g r a c i a , q u e s o n 19),para que seáis llenos de toda la ple-
las v i r t u d e s y l o s d o n e s y o t r a s c o s a s s e - nitud de Dios. L u e g o l a p l e n i t u d d e l a
mejantes. g r a c i a n o es propia d e Cristo.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a fe y 3.° E l e s t a d o d e e s t a v i d a (3) p a r e c e
la e s p e r a n z a d e s i g n a n l o s e f e c t o s d e l a ser proporcionado al estado d e l a p a t r i a ;
gracia c o n c i e r t a i m p e r f e c c i ó n , q u e p r o - en el cual h a b r á cierta plenitud, puesto
viene d e p a r t e d e l q u e r e c i b e l a g r a c i a , que « e n aquella patria celestial, donde
esto e s , e n c u a n t o l a fe t i e n e p o r o b j e t o » existe l a plenitud d e todo bien, aunque
las cosas n o v i s t a s y l a e s p e r a n z a l a s n o » ciertas cosas sean dadas escelentemen-
poseídas. P o r c o n s i g u i e n t e n o e s m e n e s - » t e , n a d a s e posee s i n e m b a r g o s i n g u l a r -
ter q u e e n C r i s t o , q u e e s e l a u t o r d e l a T> m e n t e » , c o m o c o n s t a p o r S a n G r e g o -
gracia, h u b i e r a l a s imperfecciones q u e r i o ( h o m . D e c e n t u m o v i b . 34, i n E v a n g . ) .
llevan c o n s i g o l a f e y l a e s p e r a n z a : m a s L u e g o en el estado d e esta vida cada
todo lo q u e h a y d e p e r f e c c i ó n e n l a fe y hombre tiene la plenitud d e la gracia, y
en l a e s p e r a n z a e s e n C r i s t o m u c h o m á s por consiguiente esta plenitud n o es pro-
perfecto; como e n el fuego n o se h a l l a n pia d e Cristo.
todos l o s m o d o s d e c a l o r d e f e c t i v o p o r Por e l c o n t r a r i o : l a p l e n i t u d d e l a
defecto d e l s u j e t o , s i n o c u a n t o p e r t e n e c e gracia es atribuida á Cristo, en cuanto
á la p e r f e c c i ó n d e l c a l o r . es el U n i g é n i t o d e l P a d r e , s e g ú n a q u e l l o
A l 2.° q u e p e r t e n e c e per se á l a g r a c i a ( J o a n . 1, 14), le vimos como Unigénito
operante el h a c e r j u s t o ; p e r o e l q u e d e del Padre, lleno de gracia y de verdad.
un i m p í o h a g a u n j u s t o l a s o b r e v i e n e p o r E s así q u e ser Unigénito del P a d r e es
parte del s u j e t o , e n q u i e n s e h a l l a el p e - propio de Cristo. L u e g o también le es
cado. A s í p u e s e l a l m a d e C r i s t o h a s i d o propio estar lleno d e gracia y d e v e r d a d .
justificada p o r l a g r a c i a o p e r a n t e ( 1 ) , e n Conclusión. La plenitud de la gracia
cuanto por ella fue h e c h a j u s t a y s a n t a es propia esclusivamente de Cristo [ 1 ]
desde e l p r i n c i p i o d e s u c o n c e p c i ó n ; n o en cuanto á su esencia y efectos; mas por
que a n t e s f u e r a p e c a d o r a ó a u n n o j u s t a . parte del sujeto capaz de poseerla se co-
Al 3 . ° q u e l a plenitud de l a gracia se munica á otros por él.
atribuye a l a l m a d e C r i s t o s e g ú n l a c a p a - Responderemos, q u e l a p l e n i t u d d e l a
cidad d e l a c r i a t u r a , m a s n o p o r c o m p a - gracia puede considerarse de dos modos:
ración á l a p l e n i t u d i n f i n i t a d e l a b o n d a d 1.° por parte de la gracia misma, y 2.°
divina. por parte del que tiene la gracia. P o r
p a r t e d e l a gracia m i s m a se dice h a b e r
ARTÍCULO X . — La plenitud de l a plenitud de ella, cuando alguno llega
gracia e s p r o p i a (2) d e C r i s t o ? á lo sumo d e la gracia, y a respecto á la
esencia y a e n c u a n t o á la virtud, es d e -
1.° P a r e c e q u e l a p l e n i t u d d e l a g r a c i a cir, p o r q u e t i e n e l a g r a c i a d e l a m a n e r a
no es p r o p i a d e C r i s t o : p o r q u e l o q u e e s más eminente q u e se puede tener, y en s u
propio d e a l g u n o s o l o á é l l e c o n v i e n e ; y m a y o r estension p a r a todos sus efectos;
el estar l l e n o d e g r a c i a s e a t r i b u y e á c i e r - y tal plenitud de gracia es propia de
tos o t r o s , p u e s s e d i c e ( L u c . 1, 28) á l a Cristo. P o r p a r t e d e l s u j e t o s e d i c e p l e -
B i e n a v e n t u r a d a V i r g e n , ave gratiaplena; nitud d e l a g r a c i a , cuando u n o la tiene
y t a m b i é n ( A c t . 6, 8), Esteban lleno de p l e n a m e n t e s e g ú n s u condición (4); y a
gracia y fortaleza. L u e g o la plenitud de en intensidad, según que en.él e s intensa
la g r a c i a n o e s p e c u l i a r d e C r i s t o . h a s t a el límite prefijado á él p o r Dios,
2.° L o q u e p u e d e s e r c o m u n i c a d o á c o m o s e d i c e ( E p h e s . 4 , 7 ) , á cada uno
otros p o r C r i s t o n o p a r e c e s e r p r o p i o d e de nosotros ha sido dada la gracia según

(1) No solo la actual, que justifica efectivamente y de h e - (3) De viadores, que caminamos al cielo nuestra patria.
c h o ; sino también la habitual, que lo hace formalmente (4) Las circunstancias de su estado, como el carácter ó d i g -
( I - M . * C. 211, a . 2 ) . nidad del cargo á que uno es destinado por Dios.
(2) Peculiar y esclusivamente , ó de solo él.
246 CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O S X Y Xí.

la medida de la donación de Cristo ; y a de los santos e n l a p a t r i a y e n este mun-


según l a virtud, esto e s , en cuanto tiene do, q u e n o todos tienen.
la facultad d e la gracia para todas las
c o s a s q u e p e r t e n e c e n á s u oficio ó e s t a d o , AKTÍCULO X I . — L a gracia ac cristo
como decía el A p ó s t o l ( E p h e s . 3, 8), á e s infinita ?
mí, el menor de todos los santos, me ha
sido dada esta gracia de iluminar á to- l . ° P a r e c e q u e l a g r a c i a d e C r i s t o es
dos... : y t a l p l e n i t u d d e g r a c i a n o e s p r o - i n f i n i t a : p o r q u e t o d o l o i n m e n s o e s infi-
pia d e C r i s t o , sino q u e es c o m u n i c a d a á nito ; y l a g r a c i a d e Cristo es inmensa,
otros p o r Cristo. p u e s s e d i c e ( J o a n . 3 , 34), porque Dios
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a B . no da el Espíritu por medida (3) al
V i r g e n f u e s a l u d a d a llena de gracia, n o Hijo, e s t o e s á C r i s t o . L u e g o l a g r a c i a
p o r p a r t e d e l a g r a c i a m i s m a , p u e s n o d e C r i s t o es infinita.
t u v o la gracia en la m a y o r escelencia, 2.° E l e f e c t o i n f i n i t o d e m u e s t r a l a vir-
con q u epuede ser tenida, ni en cuanto á t u d i n f i n i t a , q u e n o p u e d e f u n d a r s e sino
t o d o s s u s e f e c t o s ; sino q u e se dice fue e n l a e s e n c i a i n f i n i t a ; y e l e f e c t o d e la
llena de gracia por comparación á l a mis- g r a c i a d e C r i s t o e s i n f i n i t o , p u e s s e es-
m a , e s d e c i r , p o r q u e t e n í a l a g r a c i a sufi- t i e n d e á l a s a l u d d e t o d o el g é n e r o hu-
c i e n t e (1) á a q u e l e s t a d o , p a r a e l c u a l m a n o , d a d o q u e é l e s propiciación por
h a b í a sido elegida p o r D i o s , siendo l a nuestros pecados y... de todo el mundo,
M a d r e de su Unigénito. Asimismo S a n c o m o s e d i c e ( i J o a n . 2)'. L u e g o l a gra-
E s t e b a n s e d i c e lleno de gracia, p o r cia d e Cristo es infinita.
c u a n t o t e n í a l a g r a c i a suficiente, p a r a q u e 3.° T o d o l o finito p u e d e p o r l a adición
fuese idóneo ministro y testigo d e D i o s , d e l o finito l l e g a r á l a c a n t i d a d d e cual-
p a r a l o c u a l h a b í a s i d o e l e g i d o (2); y l o q u i e r finito. S i p u e s l a g r a c i a d e Cristo
propio debe decirse de otros. D e estas dos f u e r a finita, p o d r í a c r e c e r t a n t o l a gracia
plenitudes u n a es m á s p l e n a q u e l a o t r a , d e o t r o h o m b r e , q u e l l e g a s e á l a igual-
s e g ú n q u e a l g u n o es p r e o r d e n a d o p o r d a d d e l a g r a c i a d e C r i s t o , c o n t r a l o cual
D i o s p a r a u n estado m á s alto ó inferior. s e d i c e ( J o b , 28, 17), ni el oro niel cris-
A l 2.° q u e e l A p ó s t o l h a b l a a l l í d e tal le igualará, s e g ú n l o e s p o n e S a n G r e -
aquella plenitud d e l a g r a c i a , q u e se con- g o r i o ( M o r a l . 1. 18, c . 27). L u e g o l a gra-
sidera c o n relación al sujeto, comparati- cia d e C r i s t o es infinita.
v a m e n t e al objeto á q u e Dios le h a pre- P o r , e l c o n t r a r i o : l a g r a c i a e s cierta
o r d e n a d o ; objeto q u e es ó algo c o m ú n á c o s a c r e a d a e n e l a l m a ; y t o d o l o creado
lo q u e s o n preordenados todos los santos, e s finito, s e g ú n a q u e l l o ( S a p . 11, 21),
ó algo especial que pertenece á la supe- todo lo dispusiste en número y peso y me-
rioridad de algunos : y según esto cierta dida. L u e g o l a g r a c i a d e C r i s t o n o es
plenitud' d e l a g r a c i a es c o m ú n á todos infinita.
l o s s a n t o s , e s t o e s , e l t e n e r g r a c i a sufi- C o n c l u s i ó n . La gracia de unión [1] en
ciente p a r a merecer la vida eterna, q u e Cristo es infinita; mas la habitual [2], in-
c o n s i s t e e n l a f r u i c i ó n p l e n a d e D i o s . finita asimismo en su propio concepto de
E s t a p l e n i t u d es l a q u e el A p ó s t o l desea gracia, fue finita [ 3 ] como cierta enti-
á l o s fieles, á q u i e n e s e s c r i b e . dad en su alma, aunque sin medida, y en
A l 3.° q u e a q u e l l o s d o n e s , q u e s o n c o - tal concepto puede también decirse in-
m u n e s e n l a p a t r i a , e s d e c i r , l a v i s i ó n , l a finita.
c o m p r e n s i ó n , l a fruición y otros s e m e - R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o c o n s t a de
j a n t e s tienen ciertos dones correspon- l o d i c h o ( C . 2 , a . 10), p u e d e n conside-
dientes á ellos e n el e s t a d o d e l a p r e s e n t e r a r s e e n C r i s t o d o s g r a c i a s : 1. la gracia
a

vida, q u e también son comunes á todos de la unión, q u e s e g ú n l o d i c h o ( C . 6>


los s a n t o s . M a s h a y ciertas p r e r o g a t i v a s a . 6) e s e l m i s m o u n i r s e p e r s o n a l m e n t e

(1) Wo empero en el sentido m i s m o , en que solemos dis- el ministerio de la predicación y aun para el martirio según
tinguir la suficiente actual de la eficaz. la originaria significación de s u mismo nombre Kstébanj
(2) Por Dios mismo , no solo para socorrer á las viudas ele- equivalente á corona.
gido al efecto por los apóstoles ( A c t . 6 ) , sino también para (3) En la Vulgata no consta la palabra Filio.
CUESTIÓN VII. — ARTÍCULOS XI Y XII. 247

al H i j o d e D i o s , l o c u a l h a s i d o o t o r - » P a d r e engendró al V e r b o pleno y p e r -
gado g r a t u i t a m e n t e á l a n a t u r a l e z a h u - » fecto , así este se h a unido pleno y p e r -
mana ; y c o n s t a q u e esta gracia es in- » f e c t o á l a n a t u r a l e z a h u m a n a » ; 3.°
finita, s e g ú n q u e l o e s l a p e r s o n a m i s - p u e d e referirse á l a g r a c i a h a b i t u a l , e n
ma del V e r b o ; 2. o t r a e s la gracia
a
cuanto l a gracia de Cristo se estiende á
habitual, q u e p u e d e s e r c o n s i d e r a d a d e todo lo que es propio de la g r a c i a ; por
dos modos : 1.° según que es cierto ente, lo cual S a n A g u s t í n esponiendo esto
y así es necesario que sea ente finito; ( f r a c t . 14) d i c e : « l a m e d i d a e s c i e r t a d i -
pues está e n e l a l m a d e C r i s t o c o m o e n » v i s i ó n de d o n e s ; porque á uno se da por
su s u j e t o , y e l a l m a d e C r i s t o e s u n a » del Espíritu palabra de sabiduría, á
criatura, q u e t i e n e c a p a c i d a d finita (1); » otro lenguaje de ciencia; p e r o C r i s t o ,
por c o n s i g u i e n t e e l s e r d e l a g r a c i a , p u e s » q u e d a , n o recibe con medida».
no escede á s u s u j e t o , n o p u e d e s e r infi- A l 2.° q u e l a g r a c i a d e C r i s t o t i e n e u n
nito; 2.° p u e d e c o n s i d e r a r s e según la pro- e f e c t o i n f i n i t o , y a p o r l a infinidad p r e d i -
fia razón de la gracia (2), y entonces l& cha de la gracia, y a por la unidad de la
gracia de Cristo puede decirse infinita, divina persona, á la cual está unida el
porque n o e s t á l i m i t a d a , e s decir, p o r q u e alma de Cristo.
tiene todo l o q u e p u e d e p e r t e n e c e r á l a A l 3.° q u e l o m e n o r p u e d e l l e g a r á l a
razón d e l a g r a c i a , y no se le da según cantidad de lo mayor por aumento en las
cierta medida: l o c u a l p e r t e n e c e a l c o n - cosas, que tienen cantidad de u n a sola
cepto d e l a g r a c i a , p u e s t o q u e s e g ú n e l razón. P e r o la gracia de otro hombre s e
designio d e D i o s , á q u i e n c o m p e t e m e d i r compara á l a d e Cristo, c o m o cierta vir-
la gracia, s e confiere a l a l m a d e C r i s t o tud p a r t i c u l a r á l a u n i v e r s a l : p o r l o q u e ,
como á cierto p r i n c i p i o u n i v e r s a l d e g r a - así c o m o l a v i r t u d d e l f u e g o , p o r m u c h o
tificación e n l a n a t u r a l e z a h u m a n a (3), que c r e z c a , no puede igualar á la virtud
según aquello ( E p h . 1, 6), nos ha hecho d e l s o l ; a s í l a g r a c i a d e otro h o m b r e ,
agradables en su amado Hijo; como si crezca cuanto quiera, no puede igualarse
dijéramos q u e l a l u z d e l s o l e s infinita, á la gracia de Cristo.
no según su p r o p i o s e r , sino p o r r a z ó n d e
la l u z , p u e s t o q u e t i e n e t o d o l o q u e p u e d e ARTÍCULO X I I . — i a gracia de cristo
pertenecer á l a e s e n c i a d e l a l u z . pudo (6) a u m e n t a r s e ?
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s o
que se d i c e , q u e e l Padre no da al 1.° P a r e c e q u e l a g r a c i a d e C r i s t o p u d o
Hijo (4) el Espíritu con medida, s e e s - a u m e n t a r s e : p o r q u e á t o d o l o finito p u e d e
pone : 1.° d e l d o n , q u e D i o s P a d r e dio á hacerse adición; y a s í , habiendo sido la
su Hijo d e s d e t o d a l a e t e r n i d a d , e s t o e s , g r a c i a d e C r i s t o finita, c o m o s e h a d i c h o
la naturaleza d i v i n a , q u e e s d o n i n f i n i t o ; ( a . 11), p u d o p o r c o n s i g u i e n t e s e r a u -
sobre l o c u a l dice c i e r t a G l o s a ( i n t e r l . ) , mentada.
« para que e l H i j o s e a t a n g r a n d e , c u a n t o 2.° E l a u m e n t o d e l a g r a c i a s e h a c e
» í o es el P a d r e » ; 2.° p u e d e referirse a l por la virtud divina, s e g ú n aquello ( n
don, que es d a d o á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , Cor. 9, 8),poderoso es Dios,para hacer
para que s e a u n i d a á l a d i v i n a p e r s o n a ; abundar en vosotros toda gracia. Pero,
lo que t a m b i é n e s d o n i n f i n i t o , y a s í l a s i e n d o infinita l a v i r t u d d i v i n a , n o p u e d e
Glosa (ord.) (5) d i c e ( i b i d , ) : « c o m o e l ser c i r c u n s c r i t a á l í m i t e a l g u n o . L u e g o
(1) Entitativamente en el género físico; no así estimativa- Cristo; por más que no todos asienten á esta opinión bas-
mente en el orden moral. tante común y unánime.
(2) En cuanto á sus efectos, que precisa y formalmente (5) La antigua ó manuscrita ; no la impresa ó n u e v a , me-
produce como tal gracia en orden á todos,... Micolai. nos terminante al actual propósito.
(3) Limitación , que á todas luces escluye el tal principio (6) Trátase aquí del aumento físico ó intensivo de la gra-
de gratificación ó santificación con respecto á la naturaleza cia en Cristo y de poder de Dios en absoluto. La opinión más
angélica, digan lo que quieran los que no m u y cautamente común y según Billuart aun la más conforme con Santo To-
atribuyen esto al Santo Doctor, queriendo pasar por tomis- más está por la afirmativa f considerado Cristo hipotética-
as; si bien es también principio do ciertos efectos concer- mente solo como viador); decidiéndose por la negativa los
nientes al orden de la gracia en esta misma naturaleza. Ni- escotistas y entre los tomistas Cayetano y Kazario con algu-
colai. nos otros. Téngase presente la Conclusión del precedente a. 11
(i| La adición de la palabra Fiíio en el testo de la Suma en su núm. 3 , bajo cuyo concepto la doctrina de este a. 12
tiene por visible objeto esplicar la frase bíblica según la e s - en el núm. 2 de su Conclusión combate la herejía de los begar-
posicion de S. Agustín , S . J u a n Crisóstomo, S . Cirilo, R u - dos, condenada por el papa Clemente, de que « no puede uno
perto y otros doctores y t e ó l o g o s , que lo interpretan de » progresar siempre en la gracia».
248 CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O XII.

parece q u e la gracia de Cristo pudo ser h a b e r n i c o n c e b i r s e m a y o r u n i ó n d e la


mayor. c r i a t u r a r a c i o n a l á D i o s q u e l a q u e está
3.° D í c e s e ( L u c . 2 , 52) q u e e l niño e n l a p e r s o n a ; h é a q u í p o r q u é l a gracia
Jesús crecía en sabiduría y en edad y en d e C r i s t o l l e g ó á l a m e d i d a s u m a d e la
gracia delante de Dios y de los hombres. g r a c i a . A s í p u e s e s e v i d e n t e q u e la gra-
L u e g o la gracia de Cristo pudo aumen- cia de Cristo no puede ser aumentada por
tarse. parte de la gracia misma ; pero tampoco
P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . 1, 14), por parte del sujeto, p u e s t o q u e Cristo
vímosle como Unigénito del Padre, lleno e n c u a n t o h o m b r e fue v e r d a d e r o y com-
de gracia y de verdad ; y n a d a p u e d e s e r p l e t o c o m p r e n s o r d e s d e el p r i m e r instante
ni concebirse m a y o r q u e el q u e a l g u n o s e a d e s u c o n c e p c i ó n (1): p o r l o c u a l n o pudo
el U n i g é n i t o del Padre. Luego tampoco h a b e r e n é l a u m e n t o d e g r a c i a , c o m o ni
puede haber ni concebirse m a y o r gracia e n l o s o t r o s b i e n a v e n t u r a d o s , c u y a gra-
que aquella, de la q u e Cristo fue lleno. c i a n o p u e d e s e r a u m e n t a d a , p o r q u e ya
C o n c l u s i ó n . La gracia de Cristo [ 1 ] h a n l l e g a d o á s u t é r m i n o . Mas la gracia
no podía aumentarse ni por parte de la de los hombres, que son puramente via-
gracia misma ni por la del sujeto ; mas dores, puede ser aumentada, ya por parte
la de los hombres puramente viadores [2] de la forma, p u e s t o q u e n o a l c a n z a n el
es susceptible de aumento, así por razón s u m o g r a d o d e l a g r a c i a , ya por parte del
de la forma como por la del sujeto. sujeto, p o r q u e a ú n n o l l e g a r o n á s u tér-
R e s p o n d e r e m o s , q u e el no poderse mino.
aumentar alguna forma tiene lugar de A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , si ha-
d o s m o d o s : 1.° d e p a r t e d e l s u j e t o , y 2.° blamos de las cantidades matemáticas, á
por parte de la forma misma. P o r parte c a d a c a n t i d a d finita p u e d e h a c e r s e adi-
del sujeto, cuando este llega al último c i ó n (2), p u e s t o q u e p o r p a r t e d e l a can-
g r a d o e n l a p a r t i c i p a c i ó n d e a q u e l l a for- t i d a d finita n a d a h a y q u e r e p u g n e á la
m a s e g ú n s u m o d o ; c o m o si s e d i c e q u e a d i c i ó n ; p e r o , si h a b l a m o s d e l a canti-
el aire n o p u e d e crecer en calor, cuando d a d n a t u r a l , e n t o n c e s p u e d e h a b e r re-
llega al último grado de calor, de que p u g n a n c i a p o r p a r t e d e l a f o r m a , á l a que
es s u s c e p t i b l e s e g ú n s u n a t u r a l e z a , a u n - s e d e b e d e t e r m i n a d a (3) c a n t i d a d , como
que p u e d a existir m a y o r calor en la n a - también otros accidentes determinados:
t u r a l e z a d e l a s c o s a s , c u a l es el calor d e l p o r l o c u a l d i c e e l F i l ó s o f o ( D e anima,
fuego. P o r p a r t e de la forma se escluye 1. 2 , t . 41) q u e « p a r a t o d o l o q u e consta
la posibilidad del a u m e n t o , cuando algún » d e n a t u r a l e z a h a y u n t é r m i n o y una
sujeto toca á la última perfección, q u e » r a z ó n d e m a g n i t u d y a u m e n t o » (4);
tal forma puede tener en la naturaleza ; y d e a h í e s q u e á l a c a n t i d a d d e t o d o el
c o m o si d e c i m o s q u e e l c a l o r d e l f u e g o c i e l o (5) n o p u e d e h a c e r s e a d i c i ó n . Con
no puede aumentarse, porque no puede m a y o r r a z ó n p u e s e n l a s f o r m a s mismas
existir m á s perfecto grado de calor q u e s e c o n s i d e r a a l g ú n t é r m i n o , m á s a l i a del
a q u e l á q u e l l e g a el fuego. A h o r a b i e n : c u a l n o p a s a n ; y p o r e s t o n o e s preciso
como p o r la sabiduría divina está deter- q u e p u e d a h a c e r s e a d i c i ó n á l a g r a c i a de
m i n a d a l a m e d i d a p r o p i a d e l a s o t r a s for- C r i s t o , a u n q u e s e a finita s e g ú n s u esencia.
mas, así también la de la gracia, según A l 2.° q u e l a v i r t u d d i v i n a , aunque
a q u e l l o ( S a p . 11, 21), todo lo dispusiste p u e d a h a c e r a l g o m a y o r y m e j o r q u e lo
con número y peso y medida. M a s l a m e - es l a g r a c i a h a b i t u a l d e C r i s t o ; sin em-
d i d a se prefija á c a d a f o r m a p o r r e l a c i ó n b a r g o n o p o d r í a h a c e r q u e se ordenase á
á s u fin ; a s í c o m o n o h a y g r a v e d a d m a - a l g o m a y o r , q u e l o q u e e s l a u n i ó n per-
yor que la de la tierra, porque no puede sonal al H i j o U n i g é n i t o del P a d r e , á
h a b e r l u g a r inferior al d e l a tierra. Sien- c u y a u n i ó n c o r r e s p o n d e suficientemente
d o p u e s e l fin d e l a g r a c i a l a u n i ó n d e t a l m e d i d a d e l a g r a c i a s e g ú n e l decreto
la criatura racional á D i o s , y no pudiendo de la sabiduría divina.
(1) Por su plena visión de la divina esencia , cual la tuvo (4) «Término intrínseco de magnitud», según el lenguaje
durante su vida mortal y la tiene ahora. técnico filosófico, ó b i e n , límite superior de la cantidad en
(2) V . en el t. 1.° las notas 1 de la p á g . 5 1 , 4 de la 56 y 4 progresión creciente.
de la 704. (5) En algunas ediciones se omite la palabra cali.
(3) V . la nota 2 de la pág. 702 y la 2 de la 715 en el tomo 1."
CUESTIÓN V I I . — A R T Í C U L O S X I I Y XIII. 24Ô
A l 3.° que alguno puede adelantar en suscepción de la naturaleza humana en
la. sabiduría y en l a gracia de dos m o - la unidad de persona precede á la gracia
dos (1): 1.° según los mismos hábitos de habitual de Cristo.
la sabiduría y de la gracia aumentados, y Conclusión. La gracia de la unión en
así Cristo no adelantaba en ellos; 2.° según Cristo precedió á la habitual en orden de
los efectos, esto es, en cuanto alguno hace naturaleza é intelectualmente, no empero
obras más sabias y virtuosas ; y en tal en tiempo.
concepto Cristo adelantaba en sabiduría Responderemos, que la unión de la
y gracia, como también en edad ; puesto naturaleza humana á la persona divina,
que según el progreso de la edad hacía la cual dejamos dicho ( C . 2 , a. 10; y
obras más perfectas, para demostrar que C. 6, a. 6) ser la misma gracia de la
era hombre verdadero, ya en las cosas re- unión, precede a la gracia habitual en
ferentes á D i o s , y a en las tocantes á los Cristo, no con prioridad de tiempo, sino
hombres. de naturaleza y de razón, y esto por tres
motivos: 1." según el orden de los prin-
ARTÍCULO X I I I . •— D e q u é modo ia cipios de una y otra, pues el principio de
gracia h a b i t u a l d e C r i s t o s e r e f i e r e a l a u n i o n ? la unión es la persona del H i j o , tomando
la naturaleza humana, la cual se dice
1.° Parece que la gracia habitual en haber sido enviada al mundo, porque tomó
Cristo no subsigue á la union : porque lo la naturaleza humana; al paso que el
mismo no sigue á sí mismo ; y esta gra- principio.de la gracia habitual, que se da
cia habitual parece ser la misma que la con la caridad, es el Espíritu Santo, el
gracia de la union, pues dice San A g u s - que por esto se dice enviado, según que
tín (lib. D e p r a d e s t . Sanct. c. 15): «todo habita eu el alma por la caridad: y, pues-
» hombre se hace cristiano desde el prin- to que la misión del Hijo según el orden
» cipio de su fe por aquella gracia, con de la naturaleza es anterior á la del E s -
» que aquel hombre se hizo Cristo (2) píritu S a n t o , así como en el orden de la
» desde su principio » ; de cuyas dos co- naturaleza el Espíritu Santo procede del
sas la 1." pertenece á la gracia habitual H i j o , y el amor de la sabiduría; de aquí
y la 2. á la gracia de la union. L u e g o
a
que también la unión personal, según la
parece que la gracia habitual no es con- cual se entiende la misión del H i j o , es
secuencia de la union. anterior en el orden de la naturaleza á la
2.° L a disposición precede a l a perfec- gracia habitual, según la cual se entien-
ción temporalmente (3), ó al menos inte- de la misión del Espíritu Santo. 2.° Con-
lectualmente ; y la gracia habitual parece sidérase la razón de este orden por la re-
ser como cierta disposición de la natura- lación de la gracia á su causa; pues la
leza humana á la union personal : luego gracia es producida en el hombre por la
parece que la gracia habitual no subsigue presencia de la divinidad, como la luz
á la union, sino que más bien la precede. en el aire por la presencia del sol. P o r lo
3 . ° L o común es anterior á lo propio ; cual se dice (Ezech. 43, 2), entraba la
y la gracia habitual es común á Cristo y gloria del Dios de Israel por el camino
á los demás hombres ; en tanto que la de de Oriente y la tierra relumbraba con su
la uuion es propia de Cristo. L u e g o la majestad (4). M a s la presencia de Dios
gracia habitual es antes según el enten- en Cristo se entiende según la unión de
dimiento que la misma union ; y por con- la naturaleza humana á la persona divi-
siguiente no la sigue. na ; por lo cual la gracia habitual de Cris-
Por el contrario, dícese (Is. 42, 1), to se entiende como consiguiente á esta
lié aquí mi siervo, le ampararé ; y des- unión, al modo que el resplandor al sol.
pues continúa : sobre él puse mi espíritu, 3.° Puede tomarse también la razón de
lo cual pertenece al don de la gracia ha- este orden del fin de la gracia, pues se
bitual. Por lo que se desprende que la ordena á obrar bien, y las acciones son
(1) V. adelante la C. 1 2 , a. 2 ; y l a C 3 4 , a. 3. inmediatamente receptiva de la forma.
(2J Hombre y Cristo á ía vez ; no antes hombre y l u e g o (4) Esto se refiere á la venida del Señor y en ella tuvo
Cristo, como heréticamente pretendía Mestorio. propiamente su cumplimiento, aunque no en sentido literal,
t(3) En tiempo , si es predisposición imperfecta y paulatina según i n d i c a s . Jerónimo.
» 'a forma, y racionalmente, cuando es perfecta disposición
250 CUESTIÓN VII. — ARTÍCULO XIII.

de l o s s u p u e s t o s é i n d i v i d u o s ; y a s í l a f o r m a d e l f u e g o y a p r e e x i s t e n t e . P e r o la
acción y por consiguiente la gracia, que n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o s e u n i ó á la
ordena á la m i s m a , presupone la hipós- p e r s o n a d e l V e r b o d e s d e e l principio y
tasi o p e r a n t e , y esta no se presupone en sin s u c e s i ó n : por c o n s i g u i e n t e la gracia
la naturaleza humana antes de la unión, h a b i t u a l n o se e n t i e n d e c o m o p r e c e d i e n d o
s e g ú n r e s u l t a d e l o d i c h o ( C . 4 , a. 2). á la u n i ó n , sino como consiguiente á
P o r e s t o l a g r a c i a de l a u n i ó n p r e c e d e e l l a (2), a l m o d o d e c i e r t a p r o p i e d a d n a t u -
racionalmente á la gracia habitual. ral. Por l o c u a l dice S a n A g u s t í n ( E n c h i r .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e S a n c. 4 0 ) q u e « l a g r a c i a e s e n c i e r t o modo
A g u s t í n l l a m a allí g r a c i a á l a v o l u n t a d » natural á Cristo h o m b r e » .
gratuita de D i o s , que distribuye gratui- A l 3.° q u e l o c o m ú n e s anterior á lo
t a m e n t e sus beneficios; y por esto dice p r o p i o , si a m b o s s o n d e u n s o l o g é n e r o ;
q u e s e h a c e u n o cristiano por l a m i s m a p e r o e n l a s c o s a s q u e s o n d e g é u e r o s di-
g r a c i a , por la q u e Cristo se hizo h o m - v e r s o s n a d a i m p i d e q u e l o p r o p i o s e a an-
b r e , porque ambos efectos lo fueron de la terior á l o c o m ú n : y , p u e s l a g r a c i a de la
v o l u n t a d g r a t u i t a d e D i o s sin m é r i t o s . u n i ó n n o e s d e l g é n e r o d e l a g r a c i a habi-
A l 2.° q u e , a s í c o m o l a d i s p o s i c i ó n e n t u a l , s i n o q u e e s superior á t o d o g é n e r o ,
la v í a de la generación precede á la per- c o m o t a m b i é n l a m i s m a p e r s o n a divina;
fección á que dispone en las c o s a s , que n a d a s e o p o n e á q u e e s t o p r o p i o s e a an-
s e p e r f e c c i o n a n s u c e s i v a m e n t e (1); a s í terior á l o c o m ú n , p u e s t o q u e l o p r o p i o no
es n a t u r a l m e n t e p o s t e r i o r á l a p e r f e c c i ó n , s e h a p o r a d i c i ó n á l o c o m ú n , sino que
que y a alguno h a c o n s e g u i d o : c o m o el m á s b i e n e s p r i n c i p i o y o r i g e n d e l o que
calor, que fue disposición para la forma es común.
de f u e g o , es un efecto dimanado de la

(1) En las que debe preceder no solo racionalmente sino g ú n lo dicho en la nota 3 de la página 249,
también en t i e m p o , á no tratarse de la última perfección se- (2) Como causada por una de sus dos naturalezas, la divina.
C U E S T I Ó N YIII.
Gracia de Cristo, según que es la cabeza de la Iglesia.

1.° Cristo es la cabeza de la Iglesia? — 2.° Es la cabeza de los hombres en cuanto á los cuerpos, ó
solamente en cuanto á las almas? —S.° Es la cabeza de todos los hombres? —4.°Lo es de los ángeles?
— 5." La gracia de Cristo, según la que es la cabeza d é l a Iglesia, es la misma que su gracia habitual,
según que es un hombre singular? — 6 . ° Es propio de Cristo ser la cabeza de la Iglesia?—1." El dia-
blo es la cabeza de todos los m a l o s ? - 8 . ° Puede decirse también el antecristo cabeza de todos los
malos?

ARTÍCULO I . — C r i s t o e s l a c a b e z a d e Iglesia á semejanza de la del cuerpo hu-


la I g l e s i a ? (1) mano según el orden, perfección y vir-
tud respectivas.
1.° P a r e c e q u e n o c o m p e t e á C r i s t o , Responderemos q u e , así como se dice
según que e s h o m b r e , s e r l a c a b e z a d e l a toda la Iglesia un solo cuerpo místico
Iglesia: porque l a c a b e z a imprime el por semejanza al cuerpo natural del
sentido y m o v i m i e n t o á l o s m i e m b r o s ; y hombre, e l q u e s e g ú n l o s d i v e r s o s m i e m -
el sentido y m o v i m i e n t o e s p i r i t u a l , q u e bros tiene diversos actos, c o m o enseña el
es efecto d e l a g r a c i a , n o e s p r o d u c i d a A p ó s t o l ( R o m . 12 ; y i C o r . 12); así
en nosotros p o r C r i s t o h o m b r e ; p u e s t o Cristo se dice la cabeza de la Iglesia se-
que, c o m o d i c e S a u A g u s t i n ( D e T r i n . gún la semejanza de la cabeza humana,
1. 1, c. 12; y 1. 15, c. 2 6 ) , « n i C r i s t o e n l a que p o d e m o s considerar tres c o s a s :
scomo hombre da el Espíritu Santo, el orden, la perfección y la virtud. E l
» sino solo e n c u a n t o e s D i o s » . L u e g o , orden, p u e s t o q u e l a c a b e z a e s l a p r i m e -
según que e s h o m b r e , n o l e c o m p e t e s e r ra parte d e l h o m b r e , comenzando p o r l a
la cabeza d e l a I g l e s i a . superior; y d e aquí es q u e s e h a solido
2.° N o p a r e c e h a b e r u n a c a b e z a d e llamar cabeza á todo principio, s e g ú n
otra c a b e z a ; y D i o s e s l a c a b e z a d e C r i s - a q u e l l o ( E z e c h . 16, 25), á toda cabeza
to, s e g ú n q u e e s h o m b r e , d e c o n f o r m i - de calle levantaste una señal de su prosti-
dad con a q u e l l o ( i C o r . 11, 3), la cabeza tución. L a p e r f e c c i ó n , p o r q u e e n l a c a -
de Cristo es Dios (2). L u e g o e l m i s m o b e z a radican t o d o s los sentidos interiores
Cristo n o e s c a b e z a . y esteriores, no habiendo e n todos los
3.° L a cabeza en el hombre es u n d e m á s m i e m b r o s sino s o l o e l t a c t o ; p o r
miembroparticular, q u e recibe s u influen- l o c u a l s e d i c e ( I s . 9, 1 5 ) , el ancia-
cia del c o r a z ó n . S i e n d o p u e s C r i s t o e l no (3) y el hombre respetable ese es la
principio u n i v e r s a l d e t o d a l a I g l e s i a , n o cabeza. L a v i r t u d , p o r c u a n t o e s t a y e l
es por c o n s i g u i e n t e c a b e z a d e l a I g l e s i a . movimiento de los demás miembros y el
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( E p h e s . s 22), gobierno d e ellos e n sus actos proviene
le puso por cabeza sobre toda la Iglesia. d e l a c a b e z a por c a u s a de l a f u e r z a s e n -
Conclusión. Así como la Iglesia se dice sitiva y motora allí dominante ; y así
un cuerpo místico semejante al natural, también s e dice c a b e z a d e l p u e b l o á su
del mismo modo Cristo es cabeza de la r e c t o r ó gobernador, s e g ú n a q u e l l o ( i

(1) Dogma de fe definido por los Concilios 1.° de Efeso y hombre y cabeza del hombre Cristo.
Tridentino (ses. 0 , c. 10). (3) Senex : la V u l g a t a longcevus.
(2) Pero inmediatamente antes dice : cabeza de la mujer el
252 CUESTIÓN "Vili. — A R T Í C U L O S I Y II.

ü e g . 15, 17), citando eras pequeñito en m é s t i c a , t i e n e s o b r e s í p o r c a b e z a a l jefe


tus ojos, fuiste hecho cabeza de las tribus d e la c i u d a d . P o r este m o d o n a d a impide
de Israel ? E s t a s t r e s c o s a s c o m p e t e n e s - q u e D i o s s e a l a c a b e z a d e - C r i s t o , siendo
p i r i t u a l m e n t e á C r i s t o : 1.° p o r q u e s e g ú n s i n e m b a r g o el m i s m o C r i s t o l a c a b e z a de
su p r o x i m i d a d á D i o s su g r a c i a es m á s la Iglesia.
e l e v a d a y a n t e r i o r , a u n q u e no en t i e m p o ; A l 3.° q u e l a c a b e z a t i e n e u n a s u p e -
p u e s t o q u e t o d o s los o t r o s r e c i b i e r o n l a rioridad manifiesta r e s p e c t o d e los demás
gracia en consideración á la gracia del m i e m b r o s e s t e r i o r e s , p e r o e l c o r a z ó n tie-
m i s m o , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 8, 29), Jos n e c i e r t a i n f l u e n c i a o c u l t a : y p o r eso es
que conoció en su presciencia á estos tam- c o m p a r a d o al c o r a z ó n el E s p í r i t u santo,
bién predestinó para ser hechos conformes q u e vivifica y u n e i n v i s i b l e m e n t e á la
á la imagen de su Hijo, para que él sea el I g l e s i a ; y el m i s m o C r i s t o s e c o m p a r a
primogénito entre muchos hermanos; 2.° á la cabeza por razón de su naturaleza
tiene la perfección en cuanto á la pleni- v i s i b l e , s e g ú n l a q u e c o m o h o m b r e tiene
t u d d e t o d a s l a s g r a c i a s , s e g ú n se d i c e la preferencia sobre todos los h o m b r e s .
( J o a n . 1, 14), le vimos lleno de gracia y
de verdad, c o m o t a m b i é n . s e h a d e m o s - ARTÍCULO I I . — ¿cristo e s in' cabeza de
t r a d o ( C . 7, a. 9); 3.° t i e n e l a v i r t u d d e los hombres e n cuanto á los cuerpos, ó sola-
infundir la g r a c i a en t o d o s los m i e m b r o s mente en cuanto á l a s a l m a s ?
d e l a I g l e s i a , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 1,
16), todos nosotros recibimos de su ple- l . ° P a r e c e q u e C r i s t o n o es l a c a b e z a
nitud. E s p u e s e v i d e n t e q u e se llama con d e los h o m b r e s r e s p e c t o á los cuerpos:
razón á Cristo cabeza de la Iglesia. p o r q u e C r i s t o se d i c e c a b e z a d e l a I g l e -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e d a r l a s i a , e n c u a n t o i m p r i m e e l s e n t i d o y mo-
gracia ó al E s p í r i t u S a n t o conviene á Cris- v i m i e n t o s e s p i r i t u a l e s d e l a g r a c i a en la
to como Dios por propia autoridad; pero I g l e s i a ; p e r o el c u e r p o n o es c a p a z de
i n s t r u m e n t a l m e n t e le conviene t a m b i é n e s t e s e n t i d o n i m o v i m i e n t o . L u e g o Cristo
s e g ú n q u e es h o m b r e , esto e s , en c u a n t o n o e s c a b e z a d e l o s h o m b r e s s e g ú n los
s u h u m a n i d a d fue i n s t r u m e n t o d e s u d i v i - cuerpos.
nidad : y así las acciones del mismo por 2.° T e n e m o s d e c o m ú n c o n l o s b r u t o s
virtud d e la divinidad nos fueron salu- l o s c u e r p o s . S i p u e s C r i s t o f u e s e l a cabe-
dables, como produciendo en nosotros la z a d e l o s h o m b r e s e n c u a n t o á l o s cuer-
g r a c i a , y a p o r el m é r i t o , y a p o r cierta p o s , s e g u i r í a s e q u e t a m b i é n l o s e r í a de
eficacia. S a n A g u s t í n n i e g a sin e m b a r g o los animales b r u t o s : lo cual r e p u g n a .
q u e C r i s t o c o m o h o m b r e d é el E s p í r i t u 3.° C r i s t o t o m ó s u c u e r p o d e o t r o s hom-
Santo por autoridad. Instrumentalmente b r e s , c o m o c o n s t a ( M a t t . 1; y L u c . 3) (1):
ó c o m o ministros se dice q u e o t r o s s a n t o s y , p u e s l a c a b e z a e s e l p r i m e r o e n t r e los
d a n el E s p í r i t u S a n t o , s e g ú n aquello d e m á s m i e m b r o s , s e g ú n l o d i c h o ( a . 1,
( G a l . 3 , 5 ) , el que os comunica el Espí- a l 3.°) ; C r i s t o n o e s l a c a b e z a d e l a I g l e -
ritu Santo. sia en c u a n t o á los c u e r p o s .
A l 2.° q u e e n l a s l o c u c i o n e s m e t a f ó - P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( P h i l i p . 3,
ricas n o es preciso considerar l a s e m e j a n - 21), reformará nuestro cuerpo abatido,
za en cuanto á t o d o , porque así no h a b r í a piara hacerlo conforme á su cuerpo glo-
s e m e j a n z a sino r e a l i d a d de la cosa. L a rioso.
cabeza natural no tiene pues otra cabeza, C o n c l u s i ó n . Toda la humanidad de
puesto q u e el cuerpo h u m a n o n o es p a r t e Cristo influye en todos los hombres ¡prin-
de otro c u e r p o ; p e r o el c u e r p o t o m a d o cipalmente en sus almas y secundaria-
por semejanza, esto e s , alguna multitud mente en los cuerpos.
o r d e n a d a , es p a r t e d e o t r a m u l t i t u d como R e s p o n d e r e m o s , q u e el c u e r p o huma-
l a m u l t i t u d d o m é s t i c a es p a r t e d e la m u l - n o t i e n e u n o r d e n n a t u r a l c o n r e l a c i ó n al
t i t u d c i v i l : y p o r t a n t o el p a d r e d e f a - a l m a r a c i o n a l , q u e e s s u p r o p i a forma y
m i l i a , q u e es la c a b e z a de l a m u l t i t u d d o - m o t o r (2); y , e n c u a n t o e s s u forma,
lí) En su g e n e a l o g í a , descrita en diverso orden por uno y r e c i b e d e e l l a l a v i d a y l a s d e m á s pro-
otro. V . la C 3 1 , a. 1. p i e d a d e s c o n v e n i e n t e s a l c u e r p o humano
(2) V. en l a l . ' P . C 75, a. 4 ¡ y C 7 0 , a. 1. s e g ú n s u e s p e c i e : m a s , e n c u a n t o es su
CUESTIÓN V I H . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 253

motor, el cuerpo l a sirve instrumental- Cristo se entregó á sí mismo por la Igle-


mente. A s í p u e s d e b e decirse q u e l a sia, para presentársela así mismo Igle-
humanidad d e Cristo tiene l a virtud de sia gloriosa, sin que tenga mancha ni
influir, e n c u a n t o e s t á u n i d a a l V e r b o d e arruga ni cosa semejante. P e r o " h a y m u -
Dios, á quien el cuerpo está unido p o r el c h o s , a u n fieles, e n q u i e n e s s e h a l l a m a n -
a l m a , s e g ú n l o d i c h o ( C . 6, a . 1). A s í cha ó arruga de pecado. Luego tampoco
que toda la humanidad de Cristo, esto es, C r i s t o e s c a b e z a d e t o d o s l o s fieles.
según el alma y el cuerpo , influye en los 3.° L o s sacramentos de la antigua ley
hombres, ya en cuanto al alma, ya en se c o m p a r a n á Cristo como l a sombra a l
cuanto al cuerpo ; pero principalmente c u e r p o , s e g ú n s e d i c e ( C o l o s s . 2). P e r o
respecto al alma y secundariamente en l o s P a d r e s d e l a n t i g u o T e s t a m e n t o se s e r -
el cuerpo: d e u n m o d o e n c u a n t o l o s vían en su tiempo d e aquellos sacramen-
miembros d e l c u e r p o son l a s a r m a s d e l a t o s , s e g ú n s e d i c e ( H e b r . 8 , 5), los cuales
justicia e x i s t e n t e e n e l a l m a p o r C r i s t o , sirven de modelo y sombra de las cosas
como dice e l A p ó s t o l ( R o m . 6 ) ; y d e celestiales. L u e g o n o p e r t e n e c í a n a l c u e r -
otro m o d o , e n c u a n t o l a v i d a d e g l o r i a p o d e C r i s t o , y p o r t a n t o C r i s t o no e s l a
se d e r i v a d e l a l m a a l c u e r p o , s e g ú n c a b e z a d e todos los h o m b r e s .
aquello ( R o m . 8 , 11), el que resucitó á Por el c o n t r a r i o , d í c e s e ( i T i m . 4, 10),
Jesu-Cristo de entre los muertos vivifica- es Salvador de todos los hombres, y ma-
rá también vuestros cuerpos mortales por yormente de los fieles; y ( i J o a n . 2 , 2),
su Espíritu, que mora en vosotros. él es propiciación por nuestros pecados, y
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l s e n - no tan solo por los nuestros, mas también
tido e s p i r i t u a l d e l a g r a c i a n o l l e g a a l por los de todo el mundo. P e r o e l s a l v a r
cuerpo p r i m e r a y p r i n c i p a l m e n t e , s i n o á los hombres y ser propiacion p o r sus
secundaria é i n s t r u m e n t a l m e n t e , c o m o se pecados compete á Cristo, en cuanto es
ha d i c h o . c a b e z a . L u e g o Cristo es c a b e z a d e todos
A l 2.° q u e e l c u e r p o d e l a n i m a l b r u t o los h o m b r e s .
ninguna r e l a c i ó n t i e n e c o n e l a l m a r a c i o - Conclusion. Cristo es cabeza de todos
nal, como l a t i e n e e l c u e r p o h u m a n o ; y los hombres, aunque no del mismo modo.
por t a n t o n o h a y p a r i d a d . Responderemos, q u e e n t r e e l c u e r p o
A l 3.° q u e , a u n q u e C r i s t o h a y a s a c a d o natural del h o m b r e y el cuerpo místico d e
la m a t e r i a d e s u c u e r p o d e o t r o s h o m b r e s , la Iglesia existe esta diferencia: q u e los
sin e m b a r g o t o d o s e s t o s t r a e n d e é l l a miembros del cuerpo natural existen t o -
vida i n m o r t a l d e l c u e r p o , s e g ú n a q u e l l o dos á l a v e z , y los d e l cuerpo místico n o ,
(i Cor. 1 5 , 2 2 ) , así como en Adán mue- ni respecto al s e r n a t u r a l , puesto q u e el
ren todos, así también todos serán verifi- c u e r p o d e l a I g l e s i a e s c o n s t i t u i d o pol-
cados en Cristo. los h o m b r e s , q u e existieron desde el
p r i n c i p i o d e l m u n d o h a s t a el fin d e l m i s m o ;
ARTÍCULO I I I — cristo e s i o c a b e z a «ie ni tampoco respecto al ser d e la gracia,
«ortos los hombres ? (1) porque también d e los q u e existen enu n
solo t i e m p o a l g u n o s c a r e c e n d e ella,
1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o e s l a c a b e z a habiendo d e tenerla después, y otros y a
de todos l o s h o m b r e s : p o r q u e l a c a b e z a l a poseen. A s í p u e s l o s m i e m b r o s d e l
no t i e n e r e l a c i ó n s i n o c o n l o s m i e m b r o s c u e r p o m í s t i c o s e c o n s i d e r a n , n o solo s e -
de su c u e r p o ; y l o s infieles n o s o n e n m o d o g ú n q u e e x i s t e n e n a c t o , sino t a m b i é n e n
alguno m i e m b r o s d e l a I g l e s i a , q u e e s e l cuanto existen en potencia. H a y sin e m -
cuerpo d e C r i s t o , c o m o s e d i c e ( E p h e s . 1). bargo algunos, que existen en potencia y
Luego C r i s t o n o e s l a c a b e z a d e t o d o s j a m á s son reducidos al acto; y otros, que
los h o m b r e s . á veces lo son, y esto según tres grados:
2.° D i c e e l A p ó s t o l ( E p h e s . 5, 25) q u e 1.° p o r l a f e , 2.° p o r l a c a r i d a d d e e s t a

(1) Cierto hereje llamado A g u s t í n de Roma y mencionado »Iglesia » : error y a condenado por los dichos concilios contra
por el concilio de Basiléa (ses. 2 2 ) decía que « no todos los los donatistas , que en el siglo 4.° enseñaban que « Cristo era
"beles justificados son miembros de Cristo, sino solos los » solo cabeza de los predestinados y que los malos ó pecado-
» predestinados » ; y Juan Hus (Conc. do Constanza, ses. 25) » res no son miembros de la Iglesia », y posteriormente repro-
l u o " ' reprobo, aunque alguna vez esto en gracia según la
e
ducido por Wiclef, Lutero, Calvino y otros herejes.
"presentejusticia, nunca6in embargo es parte de la santa
254 CUESTIÓN V I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .

v i d a , y 3.° p o r l a fruición d e l a p a t r i a . c i e r t o a c t o d e l a v i d a , q u e e s e l creer,


D e b e pues decirse q u e , t o m a n d o en g e - c o m o si u n m i e m b r o a m o r t e c i d o ( 3 ) es
neral por todo e l tiempo d e l mundo, m o v i d o de algún m o d o por el hombre.
Cristo es cabeza de todos los hombres se- A l 3.° q u e l o s S a n t o s P a d r e s n o se
gún diversos grados : p u e s 1.° y princi- a d h e r í a n á l o s s a c r a m e n t o s l e g a l e s , como
palmente es cabeza de los que se le unen á c o s a s c i e r t a s , sino c o m o á i m á g e n e s y
e n a c t o p o r l a g l o r i a ; 2.° d é l o s q u e s e l e s o m b r a s d e l o s f u t u r o s . P e r o e l dirigirse
u n e n e n a c t o p o r l a c a r i d a d ; y 3.° d e l o s á u n a i m a g e n c o m o t a l e s l o m i s m o que
q u e l e e s t á n u n i d o s e n a c t o p o r l a f e ; 4,° dirigirse á l a c o s a q u e r e p r e s e n t a , según
de los que l e están unidos solamente e n c o n s t a p o r e l F i l ó s o f o ( l i b . D e m e m o r . et
potencia, no reducida aún al a c t o , pero r e m i n i s c . c. 2) : y p o r e s o l o s antiguos
que b a d e serlo según la divina predesti- P a d r e s , g u a r d a n d o l o s s a c r a m e n t o s lega-
n a c i ó n ; 5.° d e l o s q u e l e e s t á n u n i d o s e n l e s , s e d i r i g í a n á C r i s t o p o r l a fe y amor
p o t e n c i a , q u e j a m á s será r e d u c i d a al a c t o , m i s m o , p o r el q u e t a m b i é n n o s o t r o s so-
como los bombres que viven en este m o s l l e v a d o s á é l ; y e n t a l concepto
m u n d o , y no son predestinados ; los que, p e r t e n e c í a n al c u e r p o m i s m o d e l a Igle-
cuando salen de esta vida, dejan de ser sia , á q u e n o s o t r o s p e r t e n e c e m o s .
por completo miembros de Cristo ( 1 ) ,
p u e s t o q u e y a ni e s t á n e n p o t e n c i a p a r a
ser u n i d o s á C r i s t o . A R T Í C U L O I V . — C r i s t o (4) e s l a c a b e z o
de los ángeles?
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s q u e
son infieles, aunque no s o n actualmente
de l a I g l e s i a , l o son sin e m b a r g o e n p o - 1.° P a r e c e q u e C r i s t o e n c u a n t o hom-
t e n c i a (2), l a c u a l p o r c i e r t o s e f u n d a e n b r e n o e s c a b e z a de l o s á n g e l e s : porque
d o s c o s a s : 1. y p r i n c i p a l m e n t e e n l a v i r -
a
l a c a b e z a y l o s m i e m b r o s s o n d e u n a sola
t u d d e C r i s t o , q u e e s suficiente para l a n a t u r a l e z a ; y C r i s t o , e n c u a n t o es hom-
salvación de todo el género h u m a n o ; y b r e , n o e s c o n f o r m e e n n a t u r a l e z a con los
2. ó s e c u n d a r i a m e n t e e n l a l i b e r t a d d e l
a
á n g e l e s , s i n o s o l a m e n t e c o n l o s hombres;
arbitrio. p u e s t o q u e , c o m o se d i c e ( H e b r . 2, 16),
A l 2.° q u e e l s e r l a I g l e s i a g l o r i o s a , s i n jamás tomó á los ángeles, mas tomó la si-
t e n e r m a n c h a ni a r r u g a , e s e l fin ú l t i m o , miente de Abraliam. L u e g o C r i s t o como
al cual somos conducidos por la P a s i ó n hombre n o es cabeza de los ángeles.
de Cristo; por consiguiente esto tendrá 2.° C r i s t o e s c a b e z a d e a q u e l l o s , que
lugar en el estado de la patria, no en el p e r t e n e c e n á l a I g l e s i a , q u e e s s u cuerpo,
e s t a d o d e l a p r e s e n t e v i d a ; e n e l q u e , si c o m o se dice ( E p h e s . 1). P e r o l o s auge-
dijéremos.que no tenemos pecado, nosotros Íes n o p e r t e n e c e n á l a I g l e s i a , porque
mismos nos engañamos, c o m o s e d i c e ( i e s t a e s l a c o n g r e g a c i ó n d e l o s fieles, y
J o a n . 1, 8). S i n e m b a r g o h a y p e c a d o s , l a f e n o e x i s t e e n l o s á n g e l e s , pues no
cuales s o n los m o r t a l e s , de los que care- c a m i n a n p o r f e , sino p o r e s p e c i e ; de
cen aquellos que son miembros de Cristo o t r a m a n e r a e s t a r í a n l e j o s d e l Señor,
por l a unión actual d e caridad: m a s los c o m o a r g u m e n t a e l A p ó s t o l ( i l Cor. 5).
que están sometidos á estos pecados no L u e g o C r i s t o c o m o h o m b r e n o e s cabeza
son miembros de Cristo actualmente, sino de los ángeles.
en p o t e n c i a ; á n o ser imperfectamente 3.° D i c e S a n A g u s t í n ( s u p e r Joan,
por medio d e la fe informe, que une á t r a c t . 19, y t r a c t . 23) q u e , a s í como el
Cristo bajo u n c o n c e p t o , pero n o de u n Verbo, que era al principió en el Padre,
m o d o a b s o l u t o , es decir, hasta el punto vivifica l a s a l m a s ; a s í el Verbo hecho
d e o b t e n e r p o r é l e l h o m b r e l a v i d a de l a carne v i v i f i c a l o s c u e r p o s , d e q u e care-
g r a c i a ; porque la fe sin las obras es c e n l o s á n g e l e s . P e r o e l V e r b o hecho
muerta, c o m o se dice ( J a c . 2 , 20) : s i n c a r n e e s C r i s t o e n c u a n t o h o m b r e . Luego
embargo los tales perciben de Cristo C r i s t o c o m o h o m b r e n o c o m u n i c a l a vida
(1) De donde se colige que Cristo no es cabeza de los con- (3) lUorliftcalum, con ib, pero perdida por el pecado la gracia
denados ni d e las almas del limbo. Drioux. antes habida, y cuyos méritos reviven con el perdón obte-
(2¡ El Concilio de Constanza condenó esta proposición de nido.
Juan Hus : « única es la Santa universal Iglesia, que es la (4) Aun en cuanto hombre.
» congregación de los predestinados ».
CUESTIÓN V I I I . — A R T Í C U L O S IV У V. 255

á los á n g e l e s ; y a s í , s e g ú n q u e e s h o m ­ A l 2.° q u e l a I g l e s i a s e g ú n e l e s t a d o
b r e , n o es c a b e z a de l o s á n g e l e s . de esta vida es la congregación de los
Por el contrario, dice e l A p ó s t o l ( C o ­ fieles, y s e g ú n e l d e l a p a t r i a e s l a c o n ­
loss. 2, 10), el que es cabeza de todo gregación de los comprensores : pero
Principado y Potestad; y l a p r o p i a r a ­ Cristo n o solo fue viador, sino también
zón h a y r e s p e c t o d e l o s á n g e l e s d e l o s comprensor ; y por esto, no solo es cabe­
otros ó r d e n e s . L u e g o C r i s t o e s c a b e z a d e z a d e l o s fieles, s í q u e t a m b i é n d e l o s
los á n g e l e s . comprensores, como que.tiene plenísima­
Conclusión. Cristo no solo es cabeza m e n t e l a gracia y l a gloria.
de los hombres sino también de los án­ A l 3.° q u e S a n A g u s t í n h a b l a allí p o r
geles. cierta asimilación de la causa (2) al
Eesponderémos q u e , c o m o s e h a d i ­ efecto, esto e s , según que la cosa corpo­
cho ( a . 1, a l 2.°), d o n d e h a y u n s o l o r a l o b r a e n e l c u e r p o , y l a espiritual e n
cuerpo, e s n e c e s a r i o r e c o n o c e r u n a s o l a las cosas espirituales. S i n embargo la h u ­
cabeza; y se dice por analogía u n solo manidad de Cristo por virtud de la natu­
cuerpo u n a s o l a m u l t i t u d , o r d e n a d a p o r raleza espiritual, esto e s , divina, p u e d e
sus diversos a c t o s ú oficios á u n m i s m o causar algo no solo e n los espíritus d e
fin. A h o r a b i e n : e s e v i d e n t e q u e a s í l o s l o s h o m b r e s , sino t a m b i é n e n l o s e s p í r i t u s
hombres c o m o l o s á n g e l e s s e o r d e n a n á de los á n g e l e s , por causa de su mayor
un solo fin, q u e e s l a g l o r i a d e l a d i v i n a unión á D i o s , es decir, s e g ú n l a unión
fruición; y a s í e s q u e e l c u e r p o m í s t i c o personal.
de la I g l e s i a n o s e c o m p o n e s o l o d e l o s
h o m b r e s , sino t a m b i é n d e l o s á n g e l e s : y ARTÍCULO V. — *ьа gracia de cristo,
de todo e s t e c o n j u n t o e s c a b e z a C r i s t o , según l a cual es cabeza de l a Iglesia, es la
puesto q u e s e h a l l a m á s c e r c a n o á D i o s misma que s u gracia habitual, según la que
y participa c o n m a y o r p e r f e c c i ó n d e s u s e s c i e r t o h o m b r e s i n g u l a r ? (3).
dones, n o s o l o q u e l o s h o m b r e s , s i n o t a m ­
bién q u e l o s á n g e l e s ; y d e s u influencia l.° P a r e c e que no es la misma la gra­
reciben n o s o l o l o s h o m b r e s sí q u e t a m ­ c i a , por l a q u e Cristo es cabeza de l a
bién los á n g e l e s , p u e s s e d i c e ( E p h e s . 1, I g l e s i a , que la gracia singular de aquel
20 y 21) que D i o s P a d r e le constituyó, h o m b r e ; p u e s d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 5,
á su derecha en los cie­
esto e s , á C r i s t o , 15): si por el pecado de uno murieron
los sobre toda Potestad y Principado y muchos, mucho más la gracia de Dios y
Virtud y Dominación y sobre todo nom­ el don por la gracia de un solo hombre,
bre que se nombra, no solo en este siglo, que es Jesucristo, abundó sobre muchos.
mas aun en el venidero; y todas las cosas P e r o u n o e s el p e c a d o a c t u a l d e l m i s m o
sometió bajo los pies de él: y p o r e s t o A d á n , y otro e l p e c a d o o r i g i n a l q u e t r a n s ­
Cristo no solamente es cabeza de los hom­ mitió á la posteridad. L u e g o ­ una es l a
bres, sino también de los ángeles (1); gracia personal, que es propia del mismo
por lo cual s e l e e ( M a t t h . 4 , 2) q u e se Cristo; y otra su g r a c i a , en cuanto es c a ­
acercaron los ángeles y le servían. b e z a de la I g l e s i a , c u y a gracia se deriva
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a i n ­ de é l á o t r o s .
fluencia de C r i s t o s o b r e l o s h o m b r e s t i e n e 2.° L o s h á b i t o s s e d i s t i n g u e n s e g ú n
lugar p r i n c i p a l m e n t e e n c u a n t o á l a s a l ­ los actos (4): pero l a gracia personal
mas, s e g ú n l a s q u e l o s h o m b r e s c o n v i e ­ de Cristo se ordena á u n a c t o , esto e s , á
nen con l o s á n g e l e s e n n a t u r a l e z a d e l g é ­ la santificación de s u alma ; y su gracia
nero , aunque n o e n l a d e l a e s p e c i e ; y c o m o c a b e z a s e o r d e n a á otro, e s d e c i r , á
por razón d e e s t a c o n f o r m i d a d p u e d e d e ­ santificar á o t r o s . L u e g o u n a e s l a g r a c i a
cirse Cristo c a b e z a d e l o s á n g e l e s , a u n ­ personal del mismo Cristo y otra es su
que le falte l a c o n f o r m i d a d e n c u a n t o a l gracia en cuanto es cabeza de l a Iglesia.
cuerpo. 3.° S e g ú n l o d i c h o ( C . 6, a, 6) e n

(1) Según su respectiva condición. ten en este punto de la opinión del Doctor angélico.
(2) E jemplar, no eficiente y á modo do agente físico ó como (4) Próxima ó inmediatamente ; pues mediata y remota­
productiva propiamente. mente se distinguen por los objetos, como los actos mismos
(3) Solo Vázquez y algunos pocos teólogos modernos disien­ según 1Q espuesto e n la l."­2.» C. 5 4 , a. 1 y 2­
256 CUESTIÓN VIII. — ARTICULOS v Y VI.

C r i s t o s e d i s t i n g u e u n a triple g r a c i a : l a d e n a t u r a l e z a , e s d e r i v a d o d e l p e c a d o ac-
de l a union, l a de c a b e z a y l a gracia sin- t u a l d e l m i s m o , q u e e s p e r s o n a l ; puesto
gular de aquel hombre. P e r o la gracia q u e e n é l l a p e r s o n a c o r r o m p e l a natura-
singular d e Cristo e s distinta de l a gra- l e z a , m e d i a n t e c u y a c o r r u p c i ó n e l pecado
cia d e l a u n i o n . L u e g o t a m b i é n e s d i s t i n - d e l p r i m e r h o m b r e s e d e r i v a á l a posteri-
ta de l a gracia de cabeza. d a d , s e g ú n q u e l a n a t u r a l e z a corrompida
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . 1, 16), c o r r o m p e l a p e r s o n a (1). M a s l a gra-
todos recibimos de su plenitud; y es n u e s - c i a n o s e d e r i v a d e C r i s t o á n o s o t r o s me-
tra c a b e z a , según q u e recibimos de él. d i a n t e l a n a t u r a l e z a h u m a n a , sino por
L u e g o , en cuanto t u v o la plenitud de la s o l a l a a c c i ó n p e r s o n a l d e l m i s m o Cristo.
gracia, es nuestra cabeza: y, como tuvo L u e g o n o d e b e n d i s t i n g u i r s e e n Cristo
la plenitud de la gracia, según que exis- d o s g r a c i a s , d e l a s q u e u n a corresponda
tió en él de u n modo perfecto la gracia á l a n a t u r a l e z a y otra á l a p e r s o n a , como
p e r s o n a l , s e g ú n l o d i c h o ( C . 7, a. 9 ) ; s i - e n A d á n s e d i s t i n g u e n e l p e c a d o d e na-
gúese que es nuestra cabeza según la gra- turaleza y el de la persona.
cia p e r s o n a l , y e n t a l c o n c e p t o l a g r a c i a A l 2.° q u e l o s d i v e r s o s a c t o s , d e los
como cabeza n o e s u n a y otra l a gracia q u e u n o e s l a r a z ó n y l a c a u s a d e otro,
personal. n o diversifican e l h á b i t o . M a s e l acto
Conclusion. La misma es en la esen- p e r s o n a l d e l a g r a c i a , q u e e s h a c e r for-
cia, aunque diversa en la razón, la gra- m a l m e n t e (2) s a n t o a l q u e l a p o s é e , es
cia personal justificante del alma de l a r a z ó n d e l a j u s t i f i c a c i ó n d e o t r o s , que
Cristo y la que justifica á otros por él p e r t e n e c e á l a g r a c i a d e l a c a b e z a . De
como cabeza de toda la Iglesia. c o n s i g u i e n t e p o r e s t a d i f e r e n c i a n o se di-
Responderemos q u e , c o m o c a d a c o s a versifica l a e s e n c i a d e l h á b i t o .
obra e n cuanto es ente e n a c t o , es m e - A l 3.° q u e l a g r a c i a p e r s o n a l y l a gra-
nester q u e el a c t o , por el cual aigo exis- c i a d e c a b e z a s e o r d e n a n á a l g ú n acto ;
t e en a c t o , s e a e l m i s m o p o r el. q u e obra; m a s l a g r a c i a d e l a u n i o n n o s e ordena
como es el mismo el calor, por el que el al a c t o , sino a l ser p e r s o n a l : y p o r tanto
fuego es cálido, y por el que calienta. M a s l a g r a c i a p e r s o n a l y l a g r a c i a d e cabeza
no todo a c t o , por el cual algo está e n a c - c o n v i e n e n e n l a e s e n c i a d e l h á b i t o , mas
t o , b a s t a p a r a q u e s e a p r i n c i p i o d e obrar n o l a g r a c i a d e l a u n i o n ; a u n q u e l a gra-
e n o t r o s -: p o r q u e , s i e n d o e l a g e n t e s u p e - c i a p e r s o n a l p u e d a d e c i r s e e n c i e r t o modo
rior a l p a c i e n t e , c o m o dice S a n A g u s t i n g r a c i a d e l a u n i o n , e n c u a n t o produce
( s u p . G e n . a d l i t t . 1. 12, c. 1 6 ) , y e l F i - c i e r t a c o n g r u e n c i a c o n l a u n i o n : y en
l ó s o f o ( D e a n . 1. 3 , t . 9); e s p r e c i s o q u e e s t e c o n c e p t o e s u n a m i s m a p o r esencia
el a g e n t e ejerza su acción sobre otros con l a g r a c i a d e l a u n i o n y l a g r a c i a d e ca-
cierta superioridad. S e h a dicho antes b e z a y l a g r a c i a d e p e r s o n a s i n g u l a r , di-
( a . 1, y C. 7, a. 9) q u e e n e l a l m a d e firiendo s o l o r a c i o n a l m e n t e .
Cristo es recibida l a gracia e n grado el
m á s e m i n e n t e ; y p o r e s t o -de a q u e l l a ARTÍCULO V I . — E I s e r c a n e z a d e in
eminencia de l a g r a c i a , q u e recibió, l e I g l e s i a e s p r o p i o (3) d e C r i s t o ?
compete q u e aquella gracia s e derive á
otros, lo cual pertenece al carácter d e l . ° P a r e c e q u e s e r c a b e z a d e l a Igle-
c a b e z a . A s í q u e es la misma según la sia n o e s p e c u l i a r d e C r i s t o : porque se
esencia la gracia personal, por la-cual es d i c e ( i R e g . 15, 17), cuando eras peque-
justificada el alma de Cristo, que su gra- ñito en tus ojos, fuiste hecho cabeza de
cia, según la que es cabeza de la Iglesia, las tribus de Israel ; y l a I g l e s i a es
y que justifica á otros ; difiere sin em- u n a s o l a e n e l n u e v o y a n t i g u o Testa-
bargo según la razón. m e n t o . L u e g o p a r e c e q u e p o r i g u a l ra-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l p e - z ó n a l g ú n otro h o m b r e a d e m a s d e Cristo
c a d o original e n A d á n , q u e es el pecado p o d r á ser c a b e z a d e l a I g l e s i a .

(1) Wo la persona del mismo Adán , que corrompió la natu- lai en conformidad con la doctrina del Concilio de Trento
raleza ; sino la de los que de él heredan s u pecado, según («es. 6 , c. 7 ) , que la llama « causa formal de la justificación »•
advierte Nicolai. (3) Esclustvamonte, sin que otro ademas pueda serlo.
(2) Tal es la legítima construcción de la frase según Kico-
CUESTIÓN VIII.—ARTÍCULO VI. 25*7

2.° Dícese que Cristo es cabeza de la cabezas de la Iglesia, según aquello


Iglesia, porque transmite la gracia á los (Amos, 6, 1), los magnates cabezas de
miembros de la Iglesia; pero también los pueblos, aunque de diverso modo que
pertenece á otros dar la gracia á otros, Cristo : 1.° en cuanto á que este es cabe-
según aquello (Epbes. 4 , 2 9 ) , ninguna za de todos los que pertenecen á la Igle-
palabra mala salga de vuestra boca, sino sia según todo lugar, tiempo y estado;
sola la que sea buena para edificación de mientras que los otros hombres se dicen
la fe, de manera que dé gracia á los que cabezas según ciertos lugares especiales,
la oyen. Luego parece que también com- como los obispos de sus Iglesias, ó tam-
pete á otros que á Cristo el ser cabeza de bién según determinado tiempo, como el
la Iglesia. Papa es la cabeza de toda la Iglesia,
3.° Cristo, en cuanto preside a la Igle- esto es, durante el tiempo de su pontifi-
sia, se dice, no solo cabeza, sino también cado , y según el estado determinado,
pastor y fundamento de ella. Pero Cristo esto es, según que son viadores; 2.°
no retuvo solamente para sí el nombre de puesto que Cristo es cabeza de la Igle-
pastor, según aquello ( i Petr. 5, 4 ) , sia por virtud y autoridad propias ; mas
cuando apareciere el Príncipe de los pas- otros se dicen cabezas, en cuanto hacen
tores , recibiréis corona de gloria, que no las veces de Cristo (1), según aquello
se puede marchitar; y tampoco el de ( i l Cor. 2, 10), pues yo también, si algo
fundamento, según estas palabras (Apoc. he condonado, lo he condonado por voso?-
21, 14), el muro de la ciudad tenía doce tros en persona de Cristo; y ( i l Cor. 5,
fundamentos. Luego parece que tampoco 2 0 ) , somos embajadores en nombre de
retuvo para sí solo el nombre de cabeza. Cristo, como que Dios os amonesta por
Por el contrario, dícese (Coloss. 2, nosotros.
19), es la cabeza de la Iglesia, de la cual Al argumento 1.° diremos, que aquellas
el cuerpo formado y organizado por sus palabras se entienden, según que la razón
ligaduras y coyunturas, crece en aumen- de cabeza se considera por la dirección
to de Dios. Pero esto conviene á solo esterior, al modo que se dice el rey la
Cristo. Luego solo Cristo es .cabeza de cabeza de su reino.
la Iglesia. Al 2.° que el hombre no da la gracia
Conclusión. Compete esclusivamente influyendo interiormente, sino persua-
á Cristo ser cabeza de la Iglesia [1] en diendo esteriormente á las cosas que
cuanto á su influjo interno ; y le es co- pertenecen á la gracia.
mún con otros [2] respecto al régimen Al 3.° que, como dice San Agustín
esterior. (sup. Joan, tract. 46), « si los prepósitos
Responderemos, que la cabeza influye » de la Iglesia son pastores, ¿cómo es
sobre los demás miembros de dos modos: » que no hay más que un solo pastor,
1." por cierta influencia intrínseca, esto » sino porque todos ellos son miembros
es, según que la virtud motora y sensiti- » de un solo pastor?» Asimismo otros
va se deriva de la cabeza á los demás pueden ser llamados fundamentos y ca-
miembros ; 2.° según cierto gobierno es- bezas, en cuanto son miembros de una
terior, es decir, según que por la vista y sola cabeza y fundamento ; y sin embar-
demás sentidos, que radican en la cabeza, go, como dice San Agustín (ibid. tract.
es dirigido el hombre en los actos este- 47), « concedió á sus miembros ser pas-
nores. El influjo interior de la gracia no » tor, mas ninguno de nosotros se dice
proviene de otro, sino de solo Cristo, cuya » puerta : esto se lo reservó para sí pro-
humanidad, por hallarse unida á la divi- » pío ». Y esto porque la puerta implica
nidad, tiene la virtud de justificar; al la autoridad principal, en cuanto la puer-
paso que la influencia en los miembros ta es por la que todos entran en la casa,
de la Iglesia en cuanto á su dirección es- y el mismo solo Cristo es por quien tene-
tertor puede convenir á otros ; y en este mos acceso á esta gracia, en la cual es-
concepto pueden llamarse algunos otros tamos (Bom. 5, 2 ) ; mientras que por los
(l) No empero como cabezas de toda la Iglesia universal, dro ó á cualquier obispo con el P a p a , considerándolos como
prerogativa reservada únicamente'á San Pedro y sus suceso- una sola y misma cabeza de la Iglesia.
res : así qae es cismático equiparar á San Pablo con San P e - j
SOMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . n
258 CUESTIÓN VIII.—ARTÍCULOS VI Y VII.

demás nombres predicbos puede" denotar- tambien los gobierna esteriormente , di-
se, no solo la autoridad principal, sino rigiendo los actos de estos á algún fin.
también la secundaria. Luego así puede decirse alguno cabeza
de alguna multitud, ya según ambos
ARTÍCULO VII. — E I dianio es c a n e z a conceptos, esto es, según la influencia
de todos los malos ? (1). interior y esterior gobernación; y de este
modo Cristo es la cabeza de la Iglesia,
l.° Parece que el diablo no es cabeza ' según lo dicho (a. 6), ó ya únicameute
de todos los malos : porque pertenece á según el gobierno esterior; y así todo
la razón de cabeza el que imprima la príncipe ó prelado es cabeza de la mul-
sensación y el movimiento á los miem- titud sometida á él. De este modo dicese
bros , como dice cierta Glosa (Petri el diablo cabeza de todos los malos; pues,
Lomb. super illud, Ephes. 1 , ipsum de- como se dice (Job, 4 1 , 25), él es el rey
dil caput etc.) Pero el diablo no tiene la de todos los hijos de la soberbia. Perte-
virtud de comunicar la malicia del peca- nece empero al que gobierna conducir á
do, lo cual proviene de la voluntad del su fin á los gobernados, y el fin del dia-
pecador. Luego el diablo no puede ser blo es separar de Dios á la criatura ra-
llamado cabeza de los malos. cional ; por lo cual desde el principio in-
2.° El hombre se hace malo por cual- tentó separar al hombre de la obediencia
quier pecado. Pero no todos los pecados del divino precepto : y la misma aversión
provienen del diablo, lo cual es evidente de Dios tiene razón de fin, en cuanto se
respecto de los demonios, que pecaron no apetece bajo pretesto de libertad, según
por persuasión de otros ; y asimismo no aquello (Jerem. 2, 20), desde el siglo que-
todo pecado del hombre procede del dia- brantaste el (2) yugo, rompiste las ata-
blo, pues se dice (lib. De ecles. dogm. duras, y dijiste, no serviré. En cuanto pues
c. 82) : « no todos nuestros malos pensa- algunos son conducidos á este fin pecan-
» mientos son siempre escitados por ins- do, caen bajo el gobierno y dirección del
» tigacion del diablo, sino que algunas diablo ; y por esto se dice su cabeza.
» veces se originan del movimiento de Al argumento 1.° diremos que, aun-
» nuestro arbitrio ». Luego el diablo no que el diablo no influya interiormente (3)
es la cabeza de todos los malos. sobre el alma racional, sin embargo in-
3.° Una sola cabeza manda á un solo duce al mal por la sugestión.
cuerpo; mas toda la multitud de los Al 2.° que el jefe no sugiere siempre
malos no parece tener algo en que esté á cada uno de sus subditos, para que
unida, puesto que sucede que lo malo es obedezcan á su voluntad; sino que pro-
contrario á lo malo, y también procede pone á todos el signo de ella, que los
de diversos defectos, como dice San Dio- unos siguen inducidos, y otros de su
nisio (De div. nom. c. 4 , p. 4 , lee. 22). propia voluntad: como se ve en el jefe de
Luego no puede decirse que el diablo es un ejército, cuya bandera siguen los sol-
cabeza de todos los malos. dados, aun sin que nadie les persuada.
Por el contrario, sobre aquello (Job, Así pues el primer pecado del diablo, que
18), memoria illius pereat de térra, dice peca desde el principio, como se dice
la Glosa (ord. Greg. Moral. 1. 14, c. 11): (i Joan. 3), fue propuesto á todos para
« de todo malo se dice que vuelve hacia seguirle; y algunos le imitan por suges-
» su cabeza, es decir, hacia el diablo ». tión del mismo, y otros le siguen espon-
Conclusión. El diablo es cabeza de to- táneamente sin escitacion alguna. En
dos los malos en cuanto á su estertor go- este concepto el diablo es cabeza de to-
bernación. dos los malos, en cuanto le imitan, se-
Responderemos, que según lo dicho gún aquello (Sap. 2 , 24),por la envidia
(a. 6) la cabeza influye sobre los miem- del diablo entró la muerte en el mundo,
bros, no solo interiormente, sino que y le imitan los que son de su partido.

(1) Contra Juan Hus y los llamados predestinados, que decían reccion.
que « el predestinado por Dios á la vida eterna jamás puedo (2) La Vulgata añade meum, mi yugo.
» ser miembro del diablo, aunque practique obras malas». (3) V. l."-2.¡e C. SO, a. 1 y s i g .
Entiéndese cabeza de los malos en cuanto á su esterior di-
CUESTIÓN VIII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 259

Al 3.° que todos los pecados convie- él á la malicia ni tampoco la imitaron;


nen en la aversión de Dios, aunque di- por lo que en este concepto no podría
fieran entre sí según su conversión á di- decirse cabeza de todos los malos, sino de
versos bienes conmutables. algunos: resta pues decir que es cabeza
de todos los malos por'la perfección de
la malicia, por lo cual sobre aquello
ARTÍCULO VIII. — ¿Puede decirse
(il Thesal. 2 ) , ostendens se tamquam
también el antecristo cabeza de todos los
sit Deus, dice la Glosa (ord. Haym.):
oíalos? ( 1 )
« como habitó en Cristo toda la pleni-
» tud de la divinidad, así en el ante-
1.° Parece que el antecristo no es ca- » cristo toda la plenitud de la malicia»,
beza de los malos : porque no tiene di- no de modo que su humanidad sea to-
versas cabezas un solo cuerpo ; y el dia- mada por el diablo en unidad de perso-
blo es cabeza de la multitud de los malos. na , como la humanidad de Cristo por el
Luego no lo es el antecristo. Hijo de Dios; sino porque el diablo por
2.° El antecristo es miembro del dia- medio de sus sugestiones le inspirara su
blo. Es así que la cabeza se distingue de malicia en grado más eminente que á to-
los miembros. Luego el antecristo no es dos los demás: y según esto todos los
cabeza de los malos. otros malos, que le han precedido, son
3.° La cabeza tiene influencia sobre como cierta figura del antecristo, según
los miembros. Pero el antecristo no tiene aquello ( n Thess. 2 , 7 ) , ya está obrado
influencia alguna sobre los malos, que le el misterio de la iniquidad.
precedieron. Luego no es la cabeza de Al argumento 1.° diremos, que el dia-
los malos. blo y el antecristo no son dos cabezas,
Por el contrario, sobre estas palabras sino una sola; porque se llama cabeza al
(Job, 2 1 , 2 9 ) , "preguntad á cualquiera antecristo, en cuanto se halla impresa en
de los que andan por los caminos, dice él plenísimamente la malicia del diablo.
la Glosa (ord. Greg. Moral. 1. 15, c. 3 6 ) : Por lo que sobre aquello ( u Thes. 2 ) ,
«cuando hablaba del cuerpo de todos ostendens se tamquam sit Deus, dice la
slos malos, vuelve súbitamente sus pa- Glosa (ord. Haym.) : « en él existirá la
»labras hacia la cabeza de los inicuos » cabeza de todos los malos, esto es, el
»(el antecristo)». » diablo, que es el rey de todos los hijos
Conclusión. El antecristo es cabeza » de la soberbia ». Mas no se dice exis-
de todos los malos por la perfección de tir en él por la unión personal, ni porque
su malicia , no en orden de tiempo ni por habita en él intrínsecamente; pues sola
su eficaz influjo. la Trinidad penetra en el alma, como se
Kesponderémos, que según lo dicho dice (lib. De eceles. domag. c, 83), sino
(a. 1) en la cabeza natural hállanse tres por efecto de su malicia.
cosas: el orden, la perfección y la virtud Al 2° q u e , así como la cabeza de
de influencia. En cuanto al orden del Cristo es Dios, y sin embargo él mismo
tiempo no se dice que el antecristo es la es cabeza de la Iglesia, según lo dicho
cabeza de los malos, cual si hubiera pre- (a. 1 , al 2.°) ; así el antecristo es miem-
cedido su pecado, como precedió el del bro del diablo, y sin embargo es cabeza
diablo. Tampoco se dice ser cabeza de de los malos.
los malos por la virtud de influir; por- Al 3.° que no se dice el antecristo
que, aunque en su tiempo haya de con- cabeza de todos los malos por la seme-
vertir á algunos al mal induciéndolos janza de su influencia, sino por la seme-
esteriormente,sin embargo de que existie- janza de perfección: pues el diablo lle-
ron antes que él, no fueron inducidos por vará en él su malicia como á la cabeza,
al modo que se dice que uno lleva su de-
(1) Lutero y Calvino aseguraban que « el Papa ó el romano
»Pontífice es el anteeristo», lo propio que en s u s tiempos
signio á la cabeza, cuando lo ha reali 1

Wiclcf y Hus. zado.


CUESTIÓN IX.

Ciencia de Cristo en general.

Acerca de la ciencia de Cristo en general debemos considerar dos cosas: 1 . qué ciencia tuvo a

Cristo; 2. cada una de las ciencias del mismo.


a

Sobre lo l.° examinaremos cuatro puntos: 1." Tuvo Cristo alguna ciencia ademas de la divina? -
2.° Tuvo la ciencia que tienen los bienaventurados ó comprensores? —3.° Tuvo la ciencia innataó
infusa? — 4. Tuvo alguna ciencia adquirida ?
a

ARTÍCULO I . — TUVO cristo otra cien- tenece la ciencia creada. L u e g o en Cristo


cia a d e m a s de l a divina? (1) existió la ciencia creada.
Conclusión. Necesariamente hubo en
1.° Parece que en Cristo no hubo otra Cristo alguna ciencia creada ademas de
ciencia ademas de la divina: porque la la divina, por razón de su naturaleza
ciencia es necesaria, para conocer por humana.
ella algunas cosas; pero Cristo conocía Responderemos que, según resulta de
todas las cosas por la ciencia divina. lo dicho ( C . 5 ) , el H i j o de D i o s tomó la
Luego hubiera sido supérfluo que hu- naturaleza humana íntegra, esto es, no
biera en él otra ciencia. solo el cuerpo, sino también el alma, no
2.° La luz menor es oscurecida por la solo la sensitiva sino también la racional;
mayor, y toda ciencia creada se compara y por esto fue conveniente que tuviera la
á la ciencia increada de Dios como la luz ciencia creada por tres razones : 1 . por a

menor á la mayor. Luego en Cristo no causa de la perfección del alma; pues


resplandeció otra ciencia que la divina. esta considerada en sí está en potencia
3.° La unión de la humana naturaleza para conocer las cosas inteligibles, por-
á la divina fue hecha en la persona, como que es como una tabla, en la que nada
consta de lo dicho (C. 2, a. 2). Pero al- hay escrito ; y sin embargo es posible
gunos suponen cierta, ciencia de unión en que se escriba en ella á causa del enten-
Cristo, esto es, por la que Cristo supo dimiento posible, por el que pueden ha-
más plenamente que algún otro las cosas, cerse todas las cosas , según se dice
que pertenecen al misterio de la Encar- ( D e an. 1. 3 , t. 18). M a s lo que está en
nación. Luego, como la unión personal potencia e s imperfecto, si no se reduce al
contenga dos naturalezas; parece que en acto ; y no fue conveniente que el Hijo
Cristo no hay dos ciencias, sino una sola de D i o s tomara la humana naturaleza
ciencia perteneciente a una y otra na- imperfecta, sino perfecta, como que por
turaleza. medio de ella todo el género humano
Por el contrario, dice San Ambrosio había de alcanzar lo perfecto : y por eso
(lib. De incarnat. c. 7) : « Dios tomó la fue preciso que el alma de Cristo fuese
T> perfección de la naturaleza humana en perfecta por alguna ciencia, que fuera su
»la carne ; tomó el sentido del hombre, perfección propia ; por lo cual fue nece-
» mas no el de la carne lleno de hincha- sario que en Cristo hubiese alguna cien-
» zon ». Pero al sentido del hombre per- cia ademas de la divina ; de otro modo el

( 1 ) Es dogma de fe espresamente definido por los primeros lectivas, divina y humana, ó bien dos entendimientos y
Concilios ecuménicos que en Cristo hay dos operaciones inte- voluntades, contra la herejía de Macario que las negaba.
CUESTIÓN IX. — ARTÍCULOS I Y II. 261

alma d e C r i s t o s e r í a m á s i m p e r f e c t a q u e causa de l a unión, s e g ú n l a cual es l a


las almas d e l o s o t r o s h o m b r e s . 2.° P o r - misma la hipóstasi de D i o s y del h o m -
que, e x i s t i e n d o c a d a c o s a p o r s u o p e r a - bre, lo que es de D i o s se atribuye al
ción, c o m o se dice ( D e c o e l o , 1. 2, t. 17), h o m b r e y l o q u e e s d e l h o m b r e se atri-
eu vano t e n d r í a C r i s t o a l m a i n t e l e c t i v a , b u y e á D i o s , c o m o y a s e h a d i c h o ( C . 3,
si no e n t e n d i e s e s e g ú n e l l a , l o c u a l p e r - a. 1, a r g . y s o l u c . ; y a. 6, a r g . 3.°). P e r o
tenece ala c i e n c i a c r e a d a . 3.° P o r q u e a l - por parte de la unión misma n o p u e d e
guna ciencia c r e a d a p e r t e n e c e á l a n a t u - suponerse en Cristo alguna ciencia ; por-
raleza d e l a l m a h u m a n a , e s t o e s , a q u e l l a q u e a q u e l l a u n i ó n e s e l ser p e r s o n a l , y
por la c u a l c o n o c e m o s n a t u r a l m e n t e l o s l a c i e n c i a n o c o n v i e n e á l a p e r s o n a sino
primeros principios : p u e s a q u í t o m a m o s por razón d e alguna naturaleza.
la ciencia en u n s e n t i d o l a t o p o r c u a l q u i e r
conocimiento d e l e n t e n d i m i e n t o h u m a n o ;
ARTÍCULO II. — é T u v o c r i s t o (i) i a
y nada d e l a s c o s a s n a t u r a l e s f a l t ó á
ciencia que tienen los bienaventurados ó com-
Cristo , p u e s t o q u e t o m ó t o d a l a n a t u r a -
prensores ?
leza h u m a n a , s e g ú n se h a d i c h o ( C . 5);
y por esto e n e l 6.° S i n o d o ( C o n s t a n t i - l.° P a r e c e que en Cristo n o hubo la
nop. 3, g e n . 6.°, a c t . 4 , e p i s t . A g a t h .
ciencia de los bienaventurados ó c o m -
Pp. ad. I m p . ) f u e c o n d e n a d a l a p r o p o -
prensores : porque la ciencia d e los bien-
sición de l o s q u e n e g a b a n h a b e r e n C r i s t o
aventurados es por participación de la
dos ciencias ó d o s s a b i d u r í a s .
l u z d i v i n a , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 35, 10),
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e p o r en tu lumbre veremos la lumbre ( 2 ) .
medio de l a c i e n c i a d i v i n a C r i s t o c o n o - P e r o Cristo n o t u v o l a l u z divina como
ció todas l a s c o s a s p o r u n a o p e r a c i ó n i n - participada, sino que t u v o en sí l a m i s m a
creada, que e s l a e s e n c i a m i s m a d e D i o s ; divinidad sustancial inmanente, según
pues el e n t e n d e r d e D i o s e s su s u s t a n c i a , a q u e l l o ( C o l o s s . 2, 9), en Cristo habita
como prueba e l F i l ó s o f o ( M e t . 1. 12, t . toda la plenitud de la divinidad corpo-
39). L u e g o este a c t o n o p u d o p e r t e n e c e r ralmente. L u e g o e n C r i s t o n o e x i s t i ó l a
al alma h u m a n a d e C r i s t o , p o r ser d e otra ciencia de los bienaventurados.
naturaleza. S i p u e s n o h u b i e r a h a b i d o e n 2.° L a c i e n c i a de l o s b i e n a v e n t u r a d o s
el alma de C r i s t o a l g u n a otra c i e n c i a l o s h a c e b e a t o s , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 17,
ademas de l a d i v i n a , n a d a h u b i e r a c o n o - 3), esta es la vida eterna, que te conoz-
cido ; y en t a l c o n c e p t o e n v a n o h a b r í a can á tí solo Dios verdadero, y á Jesu-
sido t o m a d a , p u e s t o q u e t o d a c o s a e x i s t e cristo á quien enviaste. P e r o a q u e l h o m -
por causa d e s u o p e r a c i ó n . bre fue bienaventurado, por el h e c h o
A l 2.° q u e , si s e c o n s i d e r a n d o s l u c e s mismo de haberse unido á D i o s en la per-
de un mismo o r d e n , l a m e n o r e s o s c u r e - s o n a , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 64, 5), bien-
cida por l a m a y o r ; c o m o l a l u z d e l s o l aventurado aquel que escogiste y tomaste.
ofusca la luz d e u n a b u g í a , c o n s i d e r a n d o L u e g o no se debe suponer en él la cien-
una y otra c o m o i l u m i n a n t e s . P e r o , si cia d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s .
se consideran d o s l u c e s d e m o d o q u e l a 3.° C o m p e t e n al h o m b r e d o s c l a s e s d e
mayor ilumine y l a m e n o r s e a i l u m i n a d a , c i e n c i a , u n a s e g ú n s u n a t u r a l e z a y otra
esta no es o f u s c a d a p o r l a m a y o r ; sino superior á e l l a ; m a s l a c i e n c i a d e l o s
que más b i e n s e a u m e n t a , c o m o l a l u z bienaventurados, que consiste en la vi-
del aire por l a l u z d e l s o l . Y d e e s t e m o d o sión d i v i n a , n o e s s e g ú n l a n a t u r a l e z a
la luz de la c i e n c i a n o e s o s c u r e c i d a , s i n o d e l h o m b r e sino s u p e r i o r á e l l a : m i e n -
que resplandece m á s e n e l a l m a d e C r i s t o t r a s q u e e n C r i s t o e x i s t i ó otra c i e n c i a
por la luz d e l a c i e n c i a d i v i n a , q u e e s sobrenatural m u c h o m á s e l e v a d a , esto es,
la luz verdadera, que alumbra á todo hom- la ciencia divina. L u e g o no convino que
bre que viene á este mundo, c o m o s e d i c e hubiera en Cristo la ciencia de los bien-
(Joan. 1, 9). aventurados.
A l 3.° que d e p a r t e d e l a s c o s a s u n i d a s Por el contrario: la c i e n c i a d e l o s
se reconoce l a c i e n c i a e n C r i s t o , y a e n
(1) Durante su vida mortal, pues en su estado actual no
cuanto á l a n a t u r a l e z a d i v i n a y a e n c u a n -
cabe duda sobre ello y aun es de fe.
to á la h u m a n a , d e t a l m o d o q u e p o r (2) V. en la 1.* P. la C. 12, a. 5.
262 CUESTIÓN IX.—ARTÍCULOS II Y I I I .

b i e n a v e n t u r a d o s consiste en el conoci- e n e l ú l t i m o fin d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a .


m i e n t o d e D i o s ; y él conoció á Dios ple- A l 3.° q u e l a v i s i ó n ó l a c i e n c i a bien-
n a m e n t e , a u n como hombre, según aque- a v e n t u r a d a es e n cierto m o d o superior í
l l o ( J o a n . 8 , 5 5 ) , le conozco y guardo su la n a t u r a l e z a d e l a l m a r a c i o n a l , esto es,
palabra. L u e g o C r i s t o t u v o l a c i e n c i a d e en c u a n t o n o p u e d e llegar á ella p o r s u
los b i e n a v e n t u r a d o s . p r o p i a v i r t u d : p e r o e n o t r o c o n c e p t o es
C o n c l u s i ó n . El conocimiento beatífico conforme á l a n a t u r a l e z a d e l m i s m o , es
de la visión de Dios no puede menos de d e c i r , e n c u a n t o s e g ú n s u n a t u r a l e z a es
convenir escelentísimamente á Cristo capaz d e ella , c o m o h e c h a á imagen de
hombre. D i o s , s e g ú n s e h a d i c h o . M a s l a ciencia
R e s p o n d e r e m o s , que lo q u e está en increada es d e todos modos superior á la
potencia se reduce al acto p o r medio d e naturaleza del alma humana.
lo q u e está e n a c t o ; p u e s es preciso q u e
lo q u e calienta á otros cuerpos s e a c a - ARTÍCULO I I I . — t u v o d i s t o ciencia
liente. E l hombre pues está en potencia innata ó infusa? (2)
p a r a l a ciencia d e los b i e n a v e n t u r a d o s ,
q u e consiste e n l a visión de D i o s , y á 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h a y o t r a
e l l a s e o r d e n a c o m o a l fin; p o r q u e l a ciencia innata ó infusa fuera de la ciencia
criatura racional es c a p a z d e a q u e l bien- b i e n a v e n t u r a d a : p o r q u e t o d a otra cien-
a v e n t u r a d o conocimiento, en cuanto es cia se c o m p a r a á l a ciencia bienaventu-
á i m a g e n d e D i o s : y á e s t e fin d e l a r a d a , c o m o l o i m p e r f e c t o á l o perfecto;
beatitud son reducidos los hombres p o r m a s p o r el conocimiento presente per-
la humanidad de Cristo, según aquello f e c t o s e e s c l u y e e l c o n o c i m i e n t o imper-
( H e b r . 2 , 10), convenía que aquel, para f e c t o , c o m o l a m a n i f i e s t a v i s i ó n d e l a faz
quien son todas las cosas y por quien son e s c l u y e l a e n i g m á t i c a visión d e l a f e , se-
todas las cosas, que había llevado mu- g ú n c o n s t a ( i C o r . 12). L u e g o , c o m o en
chos hijos á la gloria, fuese consuma- Cristo existió l a ciencia bienaventurada,
do (1) por la Pasión autor de la salud s e g ú n l o d i c h o ( a . 3), p a r e c e q u e n o pudo
de ellos. A s í q u e fue menester que el co- h a b e r e n él o t r a ciencia infusa.
nocimiento bienaventurado, que consiste 2.° E l m o d o m á s i m p e r f e c t o d e c o n o -
en la visión de Dios, conviniera escelen- cimiento dispone a l m á s p e r f e c t o , como
tísimamente á Cristo hombre, p u e s t o q u e l a o p i n i ó n q u e s e f o r m a p o r e l silogismo
la causa debe ser siempre superior á lo d i a l é c t i c o (3) d i s p o n e á l a c i e n c i a , que
causado. se f u n d a e n el silogismo d e m o s t r a t i v o ; y
Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , que la di- o b t e n i d a l a p e r f e c c i ó n n o e s necesaria
vinidad se unió á l a h u m a n i d a d d e Cristo y a l a disposición, c o m o l l e g a d o al tér-
según l a persona, n o según la esencia ó m i n o n o e s n e c e s a r i o e l movimiento,
naturaleza ; pero con la unidad de per- P o r c o n s i g u i e n t e , p u e s t o q u e t o d o otro
sona p e r m a n e c e l a distinción de n a t u r a - c o n o c i m i e n t o c r e a d o e s a l conocimiento
l e z a s : y p o r esto el alma d e Cristo, q u e d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s l o q u e l o imper-
es p a r t e d e l a h u m a n a n a t u r a l e z a , r e c i - f e c t o á l o p e r f e c t o y l o q u e l a disposición
bió p o r alguna luz participada de lan a - a l t é r m i n o ; p a r e c e q u e , h a b i e n d o tenido
t u r a l e z a divina l a ciencia b i e n a v e n t u r a d a , Cristo el conocimiento bienaventurado,
con l a q u e se v e á Dios p o r esencia. n o l e f u e n e c e s a r i o t e n e r o t r o conoci-
A l 2.° q u e p o r l a m i s m a u n i ó n a q u e l miento.
h o m b r e es b i e n a v e n t u r a d o c o n l a bien- 3.° C o m o l a m a t e r i a c o r p o r a l e s t á en
aventuranza i n c r e a d a , como por la unión p o t e n c i a , p a r a l a f o r m a s e n s i b l e , así el
es D i o s : p e r o a d e m a s d e l a b e a t i t u d i n - e n t e n d i m i e n t o p o s i b l e e s t á e n potencia
creada convino q u e hubiese en la n a t u - p a r a l a f o r m a i n t e l i g i b l e ; m a s l á materia
raleza h u m a n a de Cristo cierta beatitud c o r p o r a l n o p u e d e recibir á l a v e z dos
creada, por la que su alma se constituyese f o r m a s s e n s i b l e s , u n a m á s p e r f e c t a y otra

(1) Ctmsummari según las antiguas Biblias : la Vulgala mente por Dios al sujeto ; mas aquí se consideran como u" a

(consumase) consummare. misma, en razón á ser debida la infusa á la naturaleza huma-


(2) Ciencia innata es propiamente la esencialmente aneja na de Cristo por su'union al Verbo.
á la naturaleza misma, ó infusa la comunicada accidental- (3) Quesoloconcluye con probabilidady duda(7'op. 1- 1> • C
CUESTIÓN IX. — ARTÍCULOS III Y IV. 263

menos perfecta: l u e g o ni el a l m a p u e d e raleza por especies inteligibles proporcio-


recibir á l a v e z d o s c i e n c i a s , u n a m á s nadas á la mente humana.
perfecta y otra m e n o s p e r f e c t a ; y p o r l o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a ^ v i -
tanto l o m i s m o q u e a n t e s . s i o n i m p e r f e c t a d e l a fe i n c l u y e en s u r a -
Por el contrario, d í c e s e ( C o l o s s . 2, 3) z ó n l o o p u e s t o de l a v i s i ó n m a n i f i e s t a ,
que en C r i s t o están escondidos todos los p o r q u e e s d e r a z ó n d e la fe t e n e r p o r o b -
tesoros de la sabiduría y de la ciencia. j e t o l a s c o s a s n o v i s t a s , c o m o se h a d i c h o
Conclusión. Ademas de la ciencia in- e n la 2. P . (2. -2. C . 1, a. 4). P e r o e l
a a a;

creada tiene el alma de Cristo otra cien- conocimiento, q u e tiene l u g a r por las
cia creada, ya como infusa, por la que especies innatas, no incluye algo opuesto
conoce las cosas en su propia naturaleza al c o n o c i m i e n t o b i e n a v e n t u r a d o : p o r l o
por medio de especies inteligibles propor- cual no h a y paridad entre u n o y otro.
cionadas á la mente humana, ya beatífi- A l 2.° q u e l a d i s p o s i c i ó n s e r e l a c i o n a
ca con el conocimiento del Verbo y de c o n l a p e r f e c c i ó n d e d o s m o d o s : 1.° c o m o
todo en él. v í a c o n d u c e n t e á l a p e r f e c c i ó n : 2.° c o m o
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o el e f e c t o p r o c e d e n t e d e e l l a ; p u e s p o r e l
( a . 1) era c o n v e n i e n t e q u e l a n a t u r a l e z a c a l o r s e d i s p o n e l a m a t e r i a á recibir l a
humana t o m a d a p o r e l V e r b o d e D i o s forma de f u e g o , la cual cuando l l e g a , no
no fuese i m p e r f e c t a ; p e r o t o d o l o q u e p o r e s o c e s a e l c a l o r , sino q u e p e r m a n e c e
está en p o t e n c i a es i m p e r f e c t o , si n o s e c o m o c i e r t o e f e c t o de t a l f o r m a . A s i m i s -
reduce al a c t o ; y e l e n t e n d i m i e n t o h u - m o l a opinión c a u s a d a p o r e l s i l o g i s m o
mano p o s i b l e e s t á en p o t e n c i a p a r a t o d o d i a l é c t i c o es c a m i n o p a r a l a c i e n c i a , q u e
lo i n t e l i g i b l e , y s e r e d u c e a l a c t o p o r l a s se a d q u i e r e p o r l a d e m o s t r a c i ó n , l a q u e
especies i n t e l i g i b l e s , q u e s o n c i e r t a s for- adquirida, puede no obstante permane-
mas c o m p l e t i v a s d e l m i s m o , c o m o s e i n - c e r el c o n o c i m i e n t o q u e p r o v i e n e d e l si-
fiere d é l o e s p u e s t o ( D e an. 1. 3, t. 32 y logismo dialéctico, como consecuencia de
38). Y por e s t o es p r e c i s o r e c o n o c e r e n la ciencia d e m o s t r a t i v a , que es por la
Cristo u n a c i e n c i a i n n a t a , e n c u a n t o p o r c a u s a ; porque el que conoce la causa
el V e r b o de D i o s h a n s i d o i m p r e s a s en el puede por lo mismo conocer con m a y o r
alma de C r i s t o , q u e l e e s t á u n i d a p e r s o - razón los signos p r o b a b l e s , de los cuales
nalmente, l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s r e s p e c - procede el silogismo dialéctico : y del
to de t o d a s l a s c o s a s , p a r a l a s q u e el e n - mismo m o d o en Cristo permanece á la
tendimiento p o s i b l e e s t á e n p o t e n c i a ; v e z con la ciencia de la beatitud la cien-
como t a m b i é n p o r e l V e r b o de D i o s f u e - cia i n n a t a , n o c o m o c a m i n o p a r a l a b e a -
ron impresas e n l a m e n t e a n g é l i c a l a s t i t u d , sino c o m o c o n f i r m a d a p o r e s t a .
especies i n t e l i g i b l e s d e s d e el principio de A l 3.° q u e el c o n o c i m i e n t o b i e n a v e n -
la creación d e l a s c o s a s , s e g ú n c o n s t a p o r turado no tiene lugar por la especie, q u e
San A g u s t í n ( s u p . G e n . a d l i t t . 1. 2, c. 8). es u n a s e m e j a n z a de l a e s e n c i a d i v i n a ó
Por lo t a n t o , a s í c o m o e n l o s á n g e l e s de l a s c o s a s q u e s e c o n o c e n e n l a d i v i n a
según el m i s m o D o c t o r ( s u p . G e n . a d l i t t . esencia, como consta de lo y a dicho en
1. 4, c. 22, 24 y 30) s e r e c o n o c e n d o s l a 1. P a r t e ( C . 12, a. 2); sino q u e t a l
a

conocimientos (1), u n o m a t u t i n o , p o r e l conocimiento proviene inmediatamente de


cual c o n o c e n l a s c o s a s e n e l V e r b o , y l a misma divina esencia, por cuanto esta
otro v e s p e r t i n o , por el c u a l l a s c o n o c e n se une á la m e n t e bienaventurada, c o m o
en su propia n a t u r a l e z a p o r l a s e s p e c i e s l o i n t e l i g i b l e al i n t e l i g e n t e ; c u y a e s e n c i a
que les son infundidas ; así ademas de la d i v i n a es f o r m a q u e e s c e d e l a p r o p o r c i ó n
ciencia divina é increada hay en Cristo d e c u a l q u i e r a criatura. P o r l o c u a l n a d a
según su alma la ciencia bienaventurada, impide que con esta forma superesceden-
por la que conoce al Verbo y las cosas en t e e x i s t a n s i m u l t á n e a m e n t e e n el a l m a
el Verbo, y la ciencia infusa ó innata, por racional las especies inteligibles propor-
la que las (2) conoce en la propia natu- cionadas á su naturaleza.
(1) V. en la 1.» P. la C. 5 8 , a. G y 7. ARTÍCULO IV. — TUVO cristo alguna
(2) Así naturales como sobrenaturales.
(3) 0 espcrimental, hábito que puede adquirirse por la es- c i e n c i a a d q u i r i d a ? (3)
pericncia ú observación mediante la acción natural del enten-
dimiento. 1.° P a r e c e que en Cristo no h u b o al-
264 CUESTIÓN IX. — ARTÍCULO IV.

guna ciencia esperimental adquirida: por- Dios y la naturaleza nada hacen en vano,
que todo lo que fue conveniente á Cristo como hace ver el Filósofo (De ccelo, 1. 1,
lo tuvo del modo más escelente ; pero t. 3 ; y 1. 2,t. 59), mucho menos en el alma
Cristo" no tuvo escelentísimamente la de Cristo hubo cosa alguna en vano ; y
ciencia adquirida, pues no se dedicó al vano es lo que no tiene operación propia,
estudio de las letras, por el que se ad- puesto que toda cosa existe á causa de su
quiere perfectísimamente la ciencia, según operación, según se dice ( D e ccelo, 1. 2,
se dice (Joan. 7, 1 5 ) , maravillábanse t. 17 ) : y la operación propia del enten-
los judíos y decían: ¿cómo sabe este le- dimiento agente es hacer inteligibles en
tras, no habiéndolas aprendido? Luego acto las especies, abstrayéndolas de las
parece que en Cristo no hubo alguna imágenes ; por lo que se dice (De an. 1. 3,
ciencia adquirida. t. 18) que « el entendimiento agente es
2.° A lo que está lleno no puede aña- » por el que puede hacerse todo ». A s í
dírsele algo; y la potencia del alma de pues es necesario decir que en Cristo
Cristo fue llena por las especies inteligi- existieron algunas especies inteligibles
bles infundidas por la divinidad, según lo recibidas en su entendimiento por la ac-
dicho (a. 3 ) : luego no pudieron sobreve- ción del entendimiento agente: lo que
nir á su alma algunas especies adqui- equivale á decir que tuvo la ciencia ad-
ridas. quirida, que algunos llaman esperimental.
3.° En el que ya tiene el hábito de la Por lo tanto, aunque yo haya escrito de
ciencia no se adquiere un nuevo hábito otra manera en otra parte (Sent. 3, C. 3,
por las cosas que recibe del sentido, por- a. 3 , c. 5) debe decirse haber existido
que entonces dos formas de la misma es- en Cristo la ciencia adquirida, que ¡PRO-
pecie existirían á la vez en un mismo piamente es la ciencia según el modo
(sujeto); pero el hábito que primera- humano, no solo por parte del sujeto que
mente existía se confirma y aumenta. la recibe, sino también por parte de la
Luego, como Cristo tuvo el hábito de la causa agente ; porque tal ciencia se atri-
ciencia infusa, no parece que por las cosas buye á Cristo según la ley del entendi-
que percibió por el sentido adquiriese al- miento agente, que es connatural al alma
guna otra ciencia. humana. Mas la ciencia infusa se atribu-
Por el contrario, dícese (Hebr. 5, 8), ye al alma humana según la luz infundida
siendo Hijo de Dios, aprendió la obedien- de lo alto, cuyo-modo de conocer es pro-
cia por las cosas que padeció; y la Glosa porcionado á la naturaleza angélica. La
(interl. Iiaym.) dice, «esto es, esperi- ciencia empero de los bienaventurados,
» mentó». Luego hubo en Cristo algu- por la que se ve la esencia misma de Dios,
na ciencia esperimental, que es la ciencia es propia y connatural á solo Dios, según
adquirida. se ha dicho en la 1. Parte (C. 12, a. 4).
a

Conclusión. Hubo en Cristo también Al argumento 1.° diremos que, siendo


ciencia esperimental adquirida por la luz doble el modo de adquirir la ciencia, esto
natural de su entendimiento agente en es, investigando y aprendiendo, el pri-
virtud de la abstracción de las imágenes mer modo es más principal, y secundario
sensibles. el que tiene lugar por medio de la ense-
Responderemos que, como consta de ñanza. Por lo cual se dice (Ethic. 1. 1,
lo espuesto (a. 1), ninguna de las cosas c. 4 ) : « e s mejor aquel que todo lo en-
que Dios puso en nuestra naturaleza faltó » tiende por sí mismo, y es bueno por su
á la humana naturaleza tomada por el » parte el que obedece al que le dice bien»;
Verbo de Dios ; y es evidente que en la y por esto competía más á Cristo tener
naturaleza humana puso Dios, no sola- la ciencia adquirida por la investigación
mente el entendimiento posible, sino tam- que por la enseñanza; sobre todo siendo
bién el agente: por cuya razón es nece- él mismo dado á todos por Dios como
sario decir que en el alma de Cristo exis- Doctor, según aquello (Joel, 2), alegraos
tió, no solo el entendimiento posible, sino en el Señor Dios vuestro, porque os dio
también el agente. Si pues en lo demás un Doctor de justicia (1).
(t) Los 70 escás in justilia, ó (como leen Teodoreto y San jusliUce : lo que San Cirilo con el mismo Doctor de Belén atri-
Cirilo) in Justlllam, y según San Jerónimo escás et alimenta buye a Cristo y su doctrina.
CUESTIÓN IX. — ARTÍCULO IV. 265

A l 2.° que l a m e n t e h u m a n a t i e n e d o s según la comparación á las imágenes.


relaciones : u n a r e s p e c t o á l a s c o s a s s u - A l 3.° q u e e l h á b i t o a d q u i r i d o y e l i n -
periores, y en e s t e c o n c e p t o e l a l m a d e fuso tienen diversa razón : porque el h á -
Cristo fue l l e n a de l a s a b i d u r í a i n f u s a ; y b i t o d e l a c i e n c i a se a d q u i e r e p o r l a
otra r e s p e c t o d e l o i n f e r i o r , es d e c i r , d e c o m p a r a c i ó n de l a m e n t e h u m a n a á l a s
las i m á g e n e s , q u e s o n a p t a s p a r a m o v e r i m á g e n e s , y por consiguiente no puede
la mente h u m a n a p o r v i r t u d d e l e n t e n d i - adquirirse d e n u e v o o t r o h á b i t o ; m i e n t r a s
miento a g e n t e . F u e c o n v e n i e n t e t a m b i é n q u e el h á b i t o d e l a c i e n c i a infusa e s d e
respecto d e e s t e s e g u n d o m o d o q u e e l otra naturaleza, como descendiendo al
alma de C r i s t o f u e s e l l e n a d e c i e n c i a ; alma de lo más e l e v a d o , no según la pro-
no sin que l a p r i m e r a p l e n i t u d d e l a porción de las i m á g e n e s : y por tanto de
mente h u m a n a b a s t a r a p o r sí m i s m a , s i n o estos dos hábitos no puede juzgarse del
que c o n v e n í a se p e r f e c c i o n a s e t a m b i é n mismo modo.

CUESTIÓN X.
Ciencia bienaventurada del alma de Cristo.

Son de considerarse en la actualidad cada una de las predichas ciencias; mas, como ya se
lia tratado en la 1. Parte (C: 14) de la ciencia divina, réstanos ahora hablar de las otras tres : 1." de la
a

ciencia bienaventurada ;• 2." de la ciencia infusa; y S.° de la ciencia adquirida. Pero, quedando tam-
bién espuestas ya muchas consideraciones acerca de la ciencia beata, que consiste en la visión de
Dios (P. 1. , c. 121, parece que solo debe tratarse aquí de las que pertenecen propiamente al alma de
a

Cristo.
Acerca de lo cual examinaremos: 1." El alma de Cristo comprendió al Verbo ó la esencia divi-
na?-2.° Conoció todas las cosas en el Verbo? — 3 . ° Conoció lo infinito en el Verbo? — 4 . ° Ve al Verbo
ó la esencia divina más claramente que cualquiera otra criatura?

ARTÍCULO I . — El a l i ñ a d e Cristo c o m - d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, c. 6),


prendió (1) a l T o r n o ó l a e s e n c i a d i v i n a ? « t o d a la divinidad se unió en u n a de las
»personas á la naturaleza humana de
1." P a r e c e q u e e l a l m a d é C r i s t o c o m - » C r i s t o ». L u e g o c o n m a y o r r a z ó n t o d a
prendió y c o m p r e n d e al V e r b o ó l a d i v i n a la n a t u r a l e z a divina es vista por el alma
esencia : p o r q u e d i c e S a n I s i d o r o ( D e de C r i s t o ; y así p a r e c e q u e e s t a c o m -
sum. b o n o , 1. 1, c. 3) q u e « l a T r i n i d a d prendió la divina esencia.
»solo es c o n o c i d a d e sí y d e l h o m b r e t o - 3.° L o q u e c o n v i e n e a l H i j o d e D i o s
sí m a d o » . M a s e l h o m b r e t o m a d o c o m u - p o r l a n a t u r a l e z a c o n v i e n e al H i j o d e l
nica con l a S a n t a T r i n i d a d e n a q u e l c o - hombre por la gracia, c o m o dice S a n
nocimiento d e s í , q u e e s p r o p i o d e l a A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 1, i m p l i c . c. 13).
Santa T r i n i d a d ; y t a l es el c o n o c i m i e n t o P e r o comprender la esencia divina c o m -
de la c o m p r e n s i ó n . L u e g o el a l m a d e pete al H i j o de D i o s por n a t u r a l e z a :
Cristo c o m p r e n d i ó l a d i v i n a e s e n c i a . l u e g o c o m p e t e al hijo del h o m b r e por la
2.° M á s es unirse á D i o s s e g ú n e l ser g r a c i a ; y a s í p a r e c e q u e e l a l m a d e Cristo
personal que s e g ú n l a v i s i ó n ; y , c o m o comprendió por la gracia al V e r b o .

(1) Adecuada y exactamente , conociéndolo tanto como es »Dios tan clara é intensamente como Dios se v e á sí mismo »;
cognoscible. El concilio de Basiléácondenófses. 22) la siguiente censura aprobada por Nicolao V y Martino V.
proposición de Agustín de Roma : « el alma de Cristo ve á
266 CUESTIÓN X. — ARTÍCULOS I Y II.

P o r el contrario, dice S a n A g u s t í n » g o b e r n a r l a u n i v e r s a l i d a d ». A s i m i s m o
( Q q . 1. 83, q. 14), « l o q u e se c o m p r e n d e el a l m a de C r i s t o v e t o d a l a e s e n c i a de
» á sí m i s m o e s finito p a r a sí ». P e r o l a D i o s , m a s n o l a c o m p r e n d e ; p o r q u e no la
e s e n c i a d i v i n a n o e s finita e n . c o m p a r a - v e t o t a l m e n t e , es d e c i r , n o t a n perfecta-
c i ó n al a l m a d e C r i s t o , p u e s t o q u e l a e s - m e n t e c o m o es v i s i b l e , s e g ú n l o espuesto
( P . 1. , C . 12, a. 7).
a
c e d e i n f i n i t a m e n t e . L u e g o el a l m a de
C r i s t o n o c o m p r e n d i ó al V e r b o . A l 3.° q u e a q u e l l a s p a l a b r a s d e San
C o n c l u s i ó n . El alma de Cristo, creada A g u s t í n d e b e n e n t e n d e r s e d e l a gracia
y finita, no comprende propiamente la de la u n i ó n , p o r l a q u e t o d o l o que se
divina esencia, increada é infinita. d i c e d e l H i j o de D i o s s e g ú n la d i v i n a na-
R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o c o n s t a de t u r a l e z a , s e d i c e t a m b i é n d e l H i j o del
l o d i c b o ( C . 2 , a. 1 y 6), d e t a l m a n e r a h o m b r e p o r l a i d e n t i d a d d e s u p u e s t o . Eu
fue h e c h a l a u n i ó n d e n a t u r a l e z a s e n l a e s t e s e n t i d o p u e d e d e c i r s e verdadera-
p e r s o n a de C r i s t o , q u e n o o b s t a n t e l a m e n t e que e l H i j o d e l h o m b r e e s com-
propiedad de cada naturaleza permaneció p r e n s o r de l a d i v i n a e s e n c i a , n o s e g ú n el
i n c o n f u s a , e s t o e s , de t a l m o d o q u e « l o a l m a , sino s e g ú n l a d i v i n a n a t u r a l e z a ; p o r
» i n c r e a d o p e r m a n e c i ó i n c r e a d o y lo c r e a - c u y o m o d o t a m b i é n p u e d e decirse que el
» d o permaneció bajo los límites de la H i j o d e l h o m b r e es creador.
» criatura » , c o m o d i c e el D a m a s c e n o
( O r t h . fid. 1. 3 , c. 3 y 4). M a s es i m p o -
A R T Í C U L O II. — E I m i n a d e c r i s t o co-
s i b l e q u e a l g u n a criatura c o m p r e n d a l a
n o c i ó t o d a s l a s c o s a s e n e l V e r b o ? (3)
d i v i n a e s e n c i a , s e g ú n se h a d e m o s t r a d o
( P . 1. C . 12, a. 1, 4 y 7); p o r q u e l o i n -
a

finito n o e s c o m p r e n d i d o p o r l o finito. 1.° P a r e c e q u e e l a l m a d e Cristo no


A s í p u e s d e b e d e c i r s e q u e el alma de c o n o c i ó t o d o en e l V e r b o : p o r q u e se dice
Cristo de ningún modo comprendió la ( M a r c . 13, 32), mas de aquel dia nadie
esencia divina. sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo,
Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e el h o m - sino el Padre. L u e g o n o l o s a b e todo eu
b r e t o m a d o s e c o n n u m e r a (1) á l a d i v i n a el V e r b o .
Trinidad en su conocimiento, no por ra- 2.° C u a n t o m á s p e r f e c t a m e n t e conoce
zón de su comprensión, sino por cierto a l g u n o u n p r i n c i p i o , t a n t a s m á s cosas
conocimiento más elevado ( 2 ) que las c o n o c e e n é l . P e r o D i o s v e c o n m á s per-
otras criaturas. f e c c i ó n s u e s e n c i a q u e e l a l m a d e Cristo,
A l 2.° q u e ni a u n e n l a u n i ó n , q u e e s L u e g o c o n o c e m u c h a s m á s c o s a s en el
s e g ú n e l ser p e r s o n a l , l a n a t u r a l e z a h u - V e r b o que e l a l m a de C r i s t o , y p o r tanto
mana comprende al V e r b o de D i o s ó la e l a l m a d e C r i s t o n o c o n o c e t o d a s las
naturaleza d i v i n a ; la q u e , aunque fue c o s a s e n el V e r b o .
toda unida á la humana naturaleza en la 3.° L a c a n t i d a d d e l a c i e n c i a se consi-
ú n i c a p e r s o n a del H i j o , n o l o fue sin e m - d e r a s e g ú n l a c a n t i d a d d e l a s cosas que
bargo toda la virtud de la divinidad como p u e d e n s a b e r s e . S i p u e s el a l m a de Cristo
circunscrita por la humana naturaleza. s u p i e s e en el V e r b o t o d a s l a s c o s a s que
P o r lo cual dice S a n A g u s t í n (epist. ad s a b e el V e r b o , s e g u i r í a s e q u e l a ciencia
V o l u s i a n . 136 ó 3) : « q u i e r o q u e s e p a s d e l a l m a d e C r i s t o s e i g u a l a r í a á la cien-
y> q u e l a e n s e ñ a n z a c r i s t i a n a n o a d m i t e c i a d i v i n a , e s t o e s , l o c r e a d o á l o increa-
» que D i o s se h a y a infundido de tal m o d o d o : l o c u a l es i m p o s i b l e .
» en la c a r n e , que abandonase ó perdiera P o r e l c o n t r a r i o , s o b r e a q u e l l o (Apoc.
» ó transportase como contraido y redu- 5, 12), digno es el Cordero, que fue muer-
» cido á aquel cuerpecillo el cuidado d e to, de recibir divinidad y sabiduría... dice

(1) Connumcraiur comunmente, aunque en la áurea y algu- (3) Según los agnoetas é ignoitas «la humanidad del V^crbo
nas otras se lee conformalur. » según la subsistencia á ella unida no conoce el último diay
(2) Lo cual esplica Silvio dé la humanidad por razón ó á i n - » la hora de toda la consumación » ; Amoldo por el contrario
flujo de la divinidad ; pero Nicolai opina haber querido decir afirmaba que u el Hijo de Dios había asumido humanida"
San Isidoro, según la opinión de algunos en su época, que el » igual y tan potente como la divinidad » : errores condena-
alma de Cristo entendía por el entendimientodivino, como i n - dos como heréticos por las mismas autoridades mencionadas
sinúan á su vez Hugo de San Víctor (Summa Sent. tract. 1, c. en la nota 1 de la página 265.
10) y San F u l g e n c i o [ad Fsrrandum, resp. 3).
C U E S T I Ó N X . — A R T Í C U L O II- 261

la G l o s a ( o r d . ) ( 1 ) , « e s t o e s , e l c o n o - y por consiguiente l a divina esencia: por-


» cimiento d e t o d o » . que cualquiera virtud es conocida por el
Conclusión. El alma de Cristo [1] co- conocimiento de todas l a s c o s a s , sobre
noce en el'Verbo todo lo existente en cual- l a s q u e t i e n e p o d e r . Otras empero existen
quier tiempo, inclusos los pensamientos de no solamente en la potencia divina sino
los hombres; como también [2] todo cuan- también en la de la criatura, y estas las
to está en potencia de las criaturas, aun- sabe el alma de Cristo en el Verbo, p u e s
que no haya de reducirse al acto : mas en é l c o m p r e n d e l a c i e n c i a d e t o d a c r i a -
no [3] todo lo que existe solo en la poten- tura, y por consiguiente la potencia y
cia divina. v i r t u d y t o d o l o q u e p u e d e n l a s criaturas.
Responderemos q u e , c u a n d o s e p r e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e A r r i o
gunta si C r i s t o c o n o c e t o d a s l a s c o s a s e n y E u n o m i o entendieron este pasaje no en
el V e r b o , l a p a l a b r a todas (omnia) p u e d e ' cuanto á l a ciencia d e l a l m a , que n o a d -
tomarse d e d o s m o d o s : 1.° p r o p i a m e n t e , I mitían en C r i s t o , c o m o se h a dicho ( C . 9,
de t a l s u e r t e q u e a b r a c e todas las cosas I a. 1 ) , s i n o e n c u a n t o al d i v i n o c o n o c i -
que existen ó existirán ó existieron, y a ! miento del H i j o , que suponían ser menor
hechas ó d i c h a s ó p e u s a d a s p o r c u a l q u i e r a que el P a d r e e n cuanto á l a ciencia. M a s
en todo tiempo; y así debe decirse que el e s t a opinión n o p u e d e p r e v a l e c e r ; p o r q u e
alma de Cristo conoce todas las cosas en por el V e r b o de D i o s fueron hechas todas
el Verbo : p u e s c a d a e n t e n d i m i e n t o c r e a - l a s c o s a s , c o m o s e dice ( J o a n . 1), y e n -
do conoce e n e l V e r b o , n o t o d o e n a b s o - tre otras h a n sido h e c h o s por é l todos
l u t o , sino t a n t o m á s c u a n t o m á s p e r f e c - los t i e m p o s , y nada es ignorado por él de
tamente v e a l V e r b o . S i n e m b a r g o n o l o q u e h a sido h e c h o p o r é l m i s m o . P o r
hay e n t e n d i m i e n t o b i e n a v e n t u r a d o , q u e consiguiente se dice que no conoce el dia
no c o n o z c a e n e l V e r b o t o d o l o q u e al y la hora del juicio, porque no lo hace
mismo c o n c i e r n e ; y t o d a s l a s c o s a s cor- conocer: pues, interrogado sobre e s t o p o r
responden á C r i s t o y á s u d i g n i d a d e n los apóstoles ( A c t . 1 ) , n o quiso r e v e -
cierto m o d o , e n c u a n t o t o d a s l e e s t á n velárselo ; como por el contrario se l e e
sometidas. E l m i s m o e s t a m b i é n el j u e z ( G e n . 2 2 , 1 2 ) , ahora, he conocido que
constituido p o r D i o s , p u e s t o que es hijo temes á Dios, e s t o e s , a h o r a t e h i c e c o -
del hombre, c o m o s e d i c e ( J o a n . 5, 27); nocer. S e dice sin embargo que el P a d r e
y por t a n t o el alma de Cristo conoce en el s a b e , porque transmitió este conocimien-
Verbo todas las cosas existentes según to- to al Hijo. P o r consiguiente en esto mis-
dos los tiempos, y sabe aun los pensa- m o q u e s e d i c e , á no ser el Padre, se da
mientos de los hombres ,• d e l o s c u a l e s e s á entender que el Hijo c o n o c e , y no solo
juez; de t a l m o d o q u e l o q u e d e é l s e dice respecto á l a divina n a t u r a l e z a , sino t a m -
( J o a n . 2 , 25), porque ti sabía por sí bién en cuanto á l a humana; pues, como
mismo lo que había en el hombre, p u e d e n arguye el Crisóstomo ( h o m . 7 8 , in M a t t h ) ,
entenderse, n o s o l o e n c u a n t o á l a c i e n c i a si s e h a d a d o á C r i s t o h o m b r e e l s a b e r d e
divina, sino t a m b i é n e n c u a n t o á l a d e s u qué modo se debe j u z g a r lo que es mayor,
alma, q u e t i e n e e n e l V e r b o . 2.° L a p a - c o n m á s r a z ó n l e h a sido d a d o saber l o
labra todas (omnia) p u e d e t o m a r s e e n que es menos importante, esto e s , el
sentido m á s l a t o , d e m o d o q u e s e e s t i e n d a t i e m p o d e l j u i c i o . O r í g e n e s sin- e m b a r g o
no s o l a m e n t e á t o d a s l a s c o s a s , q u e e x i s - ( t r a c t . 30 in M a t t h . ) e n t i e n d e e s t o d e
ten en a c t o s e g ú n c u a l q u i e r t i e m p o , sino Cristo e n cuanto á s u cuerpo, q u e es l a
también á t o d a s c u a n t a s e x i s t e n e n p o - Iglesia, la que ignora este tiempo. Otros
tencia, q u e j a m á s h a n d e r e d u c i r s e ó s e r d i c e n q u e e s t o d e b e e n t e n d e r s e d e l hijo
reducidas al a c t o . E n t r e e s t a s c o s a s unas de D i o s a d o p t i v o , n o d e l hijo natural.
existen en sola la potencia divina,y estas A l 2.° q u e D i o s e n t a n t o c o n o c e m á s
el olma, de Cristo no las conoce todas en perfectamente su esencia que el alma de
el Verbo; p u e s e s t o s e r í a c o m p r e n d e r t o - Cristo, en cuanto la comprende. Y por
das l a s c o s a s que D i o s p u e d e h a c e r , l o esto conoce todas las cosas, n o solamente
cual sería c o m p r e n d e r l a v i r t u d d i v i n a , las q u e e x i s t e n e n a c t o s e g ú n cualquier
t i e m p o , l o que se dice conocer por l a
0) Colateral anónima, pero tomada de Iiaymon. c i e n c i a d e l a v i s i ó n , sino t a m b i é n t o d o
268 CUESTIÓN X . — A R T Í C U L O S II Y l l l .

lo q u e él m i s m o p u e d e h a c e r , l o q u e s e a l m a d e C r i s t o n o p u e d e c o n o c e r l o s infi-
dice conocer p o r la simple inteligencia, nitos.
s e g ú n l o d e m o s t r a d o ( P . 1. , C . 14, a . 9).
a
3.° N a d a p u e d e h a b e r m a y o r q u e l o
L u e g o el a l m a d e C r i s t o s a b e p o r l a infinito. P e r o m u c h a s m á s cosas se con-
ciencia d e l a visión t o d o lo q u e D i o s c o - tienen en l a ciencia divina, absolutamen-
noce en sí mismo ; m a s n o todo lo q u e c o - te h a b l a n d o , q u e en l a ciencia del alma
noce D i o s en sí mismo p o r la ciencia de d e C r i s t o , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2). L u e g o
simple inteligencia ; y así Dios sabe m á s e l a l m a d e C r i s t o n o c o n o c e l a s c o s a s in-
en sí m i s m o q u e el a l m a d e Cristo. finitas.
. A l 3.° q u e l a c a n t i d a d d e l a c i e n c i a n o Por el contrario: el a l m a d e C r i s t o co-
se considera solamente según el n ú m e r o n o c e t o d a su p o t e n c i a y t o d a s l a s cosas
de l a s cosas q u e se pueden s a b e r , sino s o b r e q u e tiene p o d e r . P u e d e purificar
también según la claridad del conoci- u n a infinidad de p e c a d o s , s e g ú n estas p a -
m i e n t o : pues, a u n q u e la ciencia del a l m a l a b r a s ( i J o a n . 2 , 2 ) , él es propiciación
de C r i s t o , q u e tiene en el V e r b o , se por nuestros pecados, y no tan solo por
e q u i p a r e á la ciencia d e l a visión, q u e los nuestros, mas también por los de todo
D i o s tiene e n sí mismo respecto al n ú - el mundo. L u e g o e l a l m a d e C r i s t o c o n o -
m e r o d e las cosas escibles ; sin e m b a r g o ce los infinitos.
la ciencia de Dios escede infinitamente Conclusión. El alma de C?'isto [1] no
respecto de la claridad del conocimiento conoce los infinitos en acto, pero sí [2] en
á l a ciencia del alma d e C r i s t o , porque el Verbo los infinitos en potencia.
la l u z increada del divino entendimiento Responderemos, q u e l a c i e n c i a n o t i e -
escede infinitamente á la luz creada, que n e p o r o b j e t o s i n o e l e n t e , p u e s t o q u e el
es r e c i b i d a e n el a l m a d e C r i s t o : a u n q u e , ente y lo v e r d a d e r o se convierten (2).
a b s o l u t a m e n t e h a b l a n d o , l a ciencia divina P e r o s e d i c e a l g o e n t e d e d o s m o d o s : 1."
esceda á la ciencia del alma de C r i s t o , n o a b s o l u t a m e n t e , e s t o e s , l o q u e e s ente en
solo c u a n t o a l m o d o d e conocer, sino acto; 2° secundum quid, e s d e c i r , el
t a m b i é n respecto al n ú m e r o d e las esci- ente en potencia; y , p u e s t o q u e , c o m o se
b l e s , s e g ú n lo dicho. d i c e ( M e t . 1. 9, t . 2 0 ) , u n a c o s a e s c o n o -
c i d a , s e g ú n q u e e s t á e n a c t o , y n o según
q u e s e h a l l a e n p o t e n c i a , l a c i e n c i a tiene
A R T Í C U L O III. — E Iaium de cristo co-
p o r o b j e t o p r i m e r a y p r i n c i p a l m e n t e el
n o c i ó e n e l V e r b o l a s c o s a s i n f i n i t a s ? (1)
e n t e e n a c t o , y s e c u n d a r i a m e n t e e l ente
en p o t e n c i a , el c u a l n o es cognoscible
1.° P a r e c e q u e e l a l m a d e C r i s t o n o p o r sí m i s m o , sino s e g ú n q u e se conoce
p u e d e conocer l a s cosas infinitas e n el a q u e l l o en c u y a p o t e n c i a e x i s t e . L u e g o
V e r b o : p o r q u e r e p u g n a á l a definición respecto al primer modo de la ciencia el
d e l infinito el q u e se c o n o z c a l o infinito, alma de Cristo no sabe los infinitos, por-
s e g ú n s e d i c e ( P h y s . 1. 3, t . 63) q u e « e l q u e n o s o n i n f i n i t o s e n a c t o (3), a u n q u e
» infiuito es t a l , q u e , c u a l q u i e r a q u e s e a l a se consideren t o d a s l a s c o s a s , cualesquie-
» estension q u e d e él se p e r c i b a , t o d a v í a r a q u e e x i s t e n en a c t o s e g ú n cualquier
» q u e d a siempre algo m á s q u e recibir ». t i e m p o ; p u e s t o q u e el e s t a d o d e la gene-
A h o r a b i e n : es imposible q u e l a defini- r a c i ó n y c o r r u p c i ó n n o d u r a h a s t a lo-infi-
ción sea s e p a r a d a de lo definido; p u e s t o nito. P o r consiguiente es cierto elnúmero,
que esto sería existir simultáneamente n o s o l a m e n t e d e l a s c o s a s q u e e x i s t e n sin
cosas c o n t r a d i c t o r i a s . L u e g o es imposible g e n e r a c i ó n y c o r r u p c i ó n , sino también
q u e el a l m a d e C r i s t o sepa los infinitos. las q u e p u e d e n s e r e n g e n d r a d a s y corrom-
2.° L a c i e n c i a d e l o s i n f i n i t o s e s i n f i n i - p e r s e . En cuanto al segundo modo de fe
t a ; y l a ciencia del a l m a de Cristo n o ciencia el alma de Cristo sabe en el Verbo
p u e d e ser infinita, pues su capacidad es las cosas infinitas; p u e s s a b e , c o m o se
finita, puesto que es creada. L u e g o el ha d i c h o (a. 2 ) , todas las que están en

(1) Infinitas en el sentido esplicado en la nota 2 de la (2) V . en el t. 1." la nota 2 de su p á g . 47.


pág. 5 1 , 1 . 1 . ° Los agnoetas pretendían que « la humanidad (3) Ni simultánea ni aun sucesivamente, según se colige
» de Cristo ignoraba muchas cosas », según refiere Wicéforo del contesto.
(1. 18, c, 50).
CUESTIÓN X.—ARTÍCULO III. 269

potencia de la criatura. P o r l o cual, c o m o Al 2.° que nada impide que sea infi-
en p o t e n c i a d e l a criatura h a y c o s a s infi- nito de un modo algo que es finito de
nitas , s a b e d e e s t a m a n e r a l a s c o s a s infi- otro modo, cómo si imaginamos en las
nitas c o m o p o r c i e r t a c i e n c i a d e s i m p l e cantidades una superficie que sea infinita
i n t e l i g e n c i a , m a s n o p o r l a c i e n c i a de l a en longitud y finita según su latitud.
visión. Así pues, si los hombres fuesen infinitos
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o infi- en número, tendrían infinidad en algo,
nito s e g ú n l o d i c h o e n l a 1. P a r t e ( C . 7,
a
esto es, según la multitud; pero según la
a. 1) se d i c e d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n l a naturaleza de su esencia serían finitas,
razón d e l a f o r m a , y así s e d i c e infinito porque su esencia estaría limitada por la
n e g a t i v a m e n t e , e s d e c i r , l o q u e e s l a for- naturaleza de una sola especie. Pero lo
ma ó el a c t o n o l i m i t a d o por l a m a t e r i a ó que es infinito en absoluto según la ra-
s u j e t o , en que s e r e c i b a , y e s t e infinito zón de su esencia, es Dios, como se ha
en sí m i s m o es p r i n c i p a l m e n t e c o g n o s c i - dicho (P. 1. , C. 7, a. 2); y el objeto
a

ble por c a u s a d e l a p e r f e c c i ó n d e l a c t o , propio del entendimiento es la esencia


aunque n o s e a c o m p r e n s i b l e por l a p o t e n - (quod quid est), como se dice (De an.
cia finita d e l a c r i a t u r a ; p u e s a s í se dice 1. 3 , t. 26), á lo que pertenece la razón
D i o s infinito, y el a l m a d e C r i s t o c o n o c e de la especie. Así pues el alma de Cristo,
tal infinito, a u n q u e n o l o c o m p r e n d e ; 2.° por tener capacidad finita, alcanza lo
dícese infinito s e g ú n l a r a z ó n d e l a m a t e - que es infinito en absoluto según la esen-
ria, lo c u a l s e d i c e p r i v a t i v a m e n t e , e s cia, es- decir, á Dios; pero no lo com-
decir, p o r q u e n o t i e n e l a f o r m a q u e d e b e - prende, según lo dicho (a. 1). Mas lo in-
ría tener n a t u r a l m e n t e ; y p o r e s t e m o d o finito, que se halla eu potencia en las
se dice infinito e n c a n t i d a d . T a l infinito criaturas, puede ser comprendido por el
empero es d e s c o n o c i d o e n sí m i s m o , e s t o alma de Cristo ; porque se refiere á ella
e s , porque e s c o m o l a m a t e r i a c o n l a pri- según la razón de la esencia, de cuya
vación d e l a f o r m a , s e g ú n s e d i c e ( P h y s . parte no tiene infinidad; toda vez que
1. 3, t. 65). M a s t o d o c o n o c i m i e n t o t i e n e aun nuestro entendimiento entiende lo uni-
lugar por l a f o r m a ó el a c t o : así p u e s , si versal , v. g. la naturaleza del género ó
se debe c o n o c e r e s t e infinito s e g ú n el m o d o de la especie, que tienen infinidad en
de lo m i s m o c o n o c i d o , e s i m p o s i b l e q u e s e cierto modo, en cuanto se puede predi-
c o n o z c a ; p o r q u e s u m o d o es q u e s e p e r - car de infinitos (seres).
ciba una p a r t e de él d e s p u é s d e otra s e - Al 3.° que lo que es infinito de todos
gún se dice ( P h y s . 1. 3 , 62 y 63). Y de modos no puede ser sino uno solo; por
este m o d o es v e r d a d e r o q u e p a r a l o s q u e lo cual dice el Filósofo (De coel. 1. 1, t. 2
reciben s u c a n t i d a d , e s t o e s , u n a p a r t e y 3) que, puesto que el cuerpo tiene di-
después de o t r a , h a y s i e m p r e a l g o q u e mensiones-en todas sus partes ( 2 ) , es
recibir m á s . P e r o , a s í c o m o l a s c o s a s m a - imposible que haya muchos cuerpos in-
teriales p u e d e n ser p e r c i b i d a s p o r el e n - finitos. Mas, si hubiese algo infinito de
tendimiento i h m a t e r i a l m e n t e y m u c h a s un modo solamente, nada impediría que
unidamente (1), así l a s infinitas p u e d e n hubiese muchos tales infinitos : como si
ser percibidas p o r el e n t e n d i m i e n t o , n o á concibiésemos muchas líneas infinitas
modo de l o i n f i n i t o , s i n o c o m o finita- trazadas según la longitud sobre una su-
tamente; de m o d o que las c o s a s , que son perficie finita según la latitud. Luego,
en sí m i s m a s i n f i n i t a s , s e a n finitas en el puesto que lo infinito no es cierta sus-
entendimiento d e l q u e c o n o c e : y d e e s t e tancia, sino que es un accidente de las
modo el a l m a d e C r i s t o s a b e l a s c o s a s i n - cosas, que se dicen infinitas, según se
finitas, es d e c i r , e n c u a n t o l a s s a b e , n o lee (Phys. I. 3, t. 37 y 38); así como el
discurriendo p o r c a d a u n a d e e l l a s , s i n o infinito se multiplica segundos diversos
en cierto_ u n o , v . g . e n a l g u n a c r i a t u r a , sujetos, así es necesario que la propiedad
en c u y a p o t e n c i a e x i s t e n l a s c o s a s infini- de lo infinito se multiplique, de manera
tas, y p r i n c i p a l m e n t e e n e l V e r b o m i s m o . que convenga á cada uno de aquellos
según su sujeto. Hay empero cierta pro-
(1) Como un todo colectivo y único. piedad del infinito, y es que no haya
(2) En los tres sentidos ó direcciones llamadas dimensiones
de la cantidad, á saber, longitud , latitud y profundidad. algo mayor que él. Así pues, si consi-
270 CUESTIÓN X.—ARTÍCULOS III Y IV.

d e r a m o s u n a línea infinita, en ella no cede á la potencia visiva; y la potencia


h a y a l g o m a y o r q u e el infinito ; é i g u a l - d e l a l m a r a c i o n a l , c u a l e s e l a l m a de
m e n t e , si c o n s i d e r a m o s c u a l q u i e r a d e l a s Cristo , está bajo la potencia intelectiva
o t r a s líneas infinitas, es e v i d e n t e q u e las del á n g e l , como consta por S a n Dioni-
p a r t e s d e c a d a u n a d e e l l a s son i n f i n i - sio ( D e ccelest. h i e r . c. 4). L u e g o el a l m a
t a s . L u e g o es p r e c i s o q u e n o h a y a a l g o d e C r i s t o n o v e c o n m á s p e r f e c c i ó n al
mayor en aquella línea que todas a q u e - V e r b o q u e los á n g e l e s .
llas p a r t e s i n f i n i t a s : sin e m b a r g o e n l a 3.° D i o s v e d e u n m o d o i n f i n i t a m e n t e
otra línea y en la tercera existirán m u - m á s p e r f e c t o á s u V e r b o q u e el a l m a de
c h a s p a r t e s t a m b i é n infinitas fuera de C r i s t o . L u e g o h a y infinitos g r a d o s me-
estas. E s t o mismo vemos acontece tam- dios posibles e n t r e el m o d o con q u e Dios
b i é n en los n ú m e r o s ; p o r q u e las especies v e á s u V e r b o , y e l m o d o c o n q u e el
d e los n ú m e r o s p a r e s son infinitas é a l m a de C r i s t o ve al m i s m o V e r b o . Luee'o
i g u a l m e n t e l a s d e los i m p a r e s , y sin e m - n o d e b e a s e g u r a r s e q u e el a l m a d e C r i s t o
b a r g o los n ú m e r o s p a r e s é i m p a r e s son v e m á s p e r f e c t a m e n t e a l V e r b o ó la
m á s que los pares. A s í pues debe decirse esencia divina q u e c u a l q u i e r a o t r a cria-
q u e n a d a h a y m a y o r q u e lo infinito en tura.
absoluto y en todos c o n c e p t o s ; ni t a m - P o r e l c o n t r a r i o , dice el Apóstol
p o c o h a y cosa m a y o r q u e el infinito d e - ( E p h e s . 1 . 20) q u e Dios constituyó á
t e r m i n a d o e n a l g ú n o r d e n (1), p e r o p u e - Cristo á su derecha en los cielos sobre
de considerarse algo m a y o r fuera de este todo Principado y Potestad y Virtud y
o r d e n . P o r este m o d o p u e s los infini- Dominación, y sobre todo nombre que se
tos están en la potencia de la criatu- nombra, no solo en este siglo, mas aun
r a ; y no o b s t a n t e h a y m u c h o s m á s en la en el venidero. P e r o e n a q u e l l a g l o r i a ce-
potencia de Dios que en la potencia de lestial t a n t o m á s superior es alguno,
l a c r i a t u r a . I g u a l m e n t e el a l m a d e C r i s t o cuanto m á s p e r f e c t a m e n t e conoce á Dios.
s a b e los infinitos p o r l a ciencia d e s i m p l e L u e g o el a l m a d e C r i s t o v e c o n m á s p e r -
inteligencia; Dios empero sabe más se- f e c c i ó n á D i o s q u e c u a l q u i e r a o t r a cria-
g ú n este m o d o de ciencia ó d e inteli- tura.
gencia. C o n c l u s i ó n . El alma de Cristo ve más
perfecta y claramente que todas las cria-
ARTÍCULO I V . — ¿ E I a i m a de cristo turas laprimera verdad, que es la esencia
ve al Verbo ó l a divina esencia m á s clara- de Dios.
m e n t e q u e c u a l q u i e r a o t r a c r i a t u r a ? (2) R e s p o n d e r e m o s , q u e l a v i s i ó n d e la
d i v i n a e s e n c i a c o n v i e n e á t o d o s l o s bien-
1.° P a r e c e q u e e l a l m a d e C r i s t o n o v e a v e n t u r a d o s s e g ú n l a p a r t i c i p a c i ó n d e la
m á s perfectamente al V e r b o que cual- l u z d e r i v a d a á ellos de la f u e n t e del V e r b o
quiera otra criatura: porque la perfec- de Dios, conforme á estas p a l a b r a s (Eccli.
c i ó n d e l c o n o c i m i e n t o e s s e g ú n el m e d i o 1, 5) , la fuente de la sabiduría es el
d e c o n o c e r ; c o m o es m á s p e r f e c t o e l c o - Verbo de Dios en las alturas. P e r o á este
n o c i m i e n t o , q u e se tiene p o r m e d i o del V e r b o d e D i o s se u n e m á s p r ó x i m a m e n t e
silogismo d e m o s t r a t i v o , que el q u e se e l a l m a d e C r i s t o , q u e e s t á u n i d a al
tiene p o r m e d i o del silogismo dialécti- V e r b o e n p e r s o n a , q u e c u a l q u i e r a otra
c o (3). P e r o t o d o s l o s b i e n a v e n t u r a d o s c r i a t u r a ; y por esto recibe con mayor
ven al V e r b o inmediatamente por la p l e n i t u d l a i n f l u e n c i a d e l a l u z , e n l a que
m i s m a esencia d i v i n a , como se h a dicho es v i s t o D i o s p o r el m i s m o V e r b o que
( P . 1. , C . 12, a. 2). L u e g o e l a l m a d e
a
c u a l q u i e r a o t r a c r i a t u r a ; a s í q u e ve más
C r i s t o no ve m á s p e r f e c t a m e n t e al V e r b o perfectamente que todas las demás cria-
que cualquiera otra criatura. turas la misma verdad primera, que es la
2.° L a p e r f e c c i ó n d e l a v i s i ó n n o e s - esencia de Dios; p o r l o c u a l se d i c e ( J o a n .

(1) En algún concepto ó g é n e r o , como en el de longitud ó (act. 8 , c. 1 1 ) , lateranense (can. 17) en tiempo de Martina I
cualquiera de las tres dimensiones. y 6.° de Constantinopla (act. 1 1 ) ; como también por el papa
(2) Orígenes decía que « el Hijo de Dios no puede ver al Gelasio (Decret. dist. 15, cay. Sánela Romana).
» Padre ni ser visto por el Espíritu-Santo » : errores conde- (3) V. la nota 3 de la página 262.
nados como heréticos por los Concilios 5.° de Constantinopla
CUESTIÓN X. — ARTÍCULO IV. 271

1, 14), vimos su gloria como de Unigé- cia e s c e d e á l a p o t e n c i a n a t u r a l de c u a l -


nito del Padre, lleno n o s o l a m e n t e de gra- quiera c r i a t u r a , c o m o s e h a d i c h o ( P . 1. a

cia sino t a m b i é n de verdad. C. 12, a. 4) : y por e s t o l o s g r a d o s s e


A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a p e r - consideran en la misma más ( 1 ) s e g ú n
fección del c o n o c i m i e n t o r e l a t i v a m e n t e al e l o r d e n d e l a g r a c i a , en el q u e C r i s t o e s
objeto c o n o c i d o s e c o n s i d e r a s e g ú n el m e - escelentísimo, que según el orden de na-
dio ; p e r o en c u a n t o al s u j e t o q u e c o n o c e turaleza , según el cual la naturaleza an-
según la p o t e n c i a ó el h á b i t o . D e a q u í e s gélica aventaja á la naturaleza humana.
que t a m b i é n e n t r e l o s h o m b r e s por u n A l 3.° q u e , a s í c o m o s e h a d i c h o d e l a
solo medio c o n o c e u n o m á s p e r f e c t a m e n - g r a c i a ( C . 7, a. 12) q u e n o p u e d e h a b e r
te que otro a l g u n a c o n c l u s i ó n . D e é s t a gracia m a y o r q u e la gracia de Cristo por
manera el a l m a d e C r i s t o , q u e e s t á l l e n a r e s p e c t o á s u u n i ó n al V e r b o ; l o m i s m o
de luz m á s a b u n d a n t e , c o n o c e m á s p e r - d e b e d e c i r s e t a m b i é n d e la p e r f e c c i ó n d e
fectamente l a d i v i n a e s e n c i a q u e o t r o s la divina visión : a u n q u e , absolutamente
bienaventurados, a u n q u e t o d o s v e a n la hablando, pueda haber algún grado más
misma e s e n c i a d e D i o s p o r sí m i s m a . s u b l i m e en r a z ó n d e l a infinidad d e l a p o -
A l 2.° que l a v i s i ó n d e l a d i v i n a e s e n - tencia divina.

CUESTIÓN XI.
Ciencia innata ó infusa del alma de Cristo.

1.° Sabe Cristo todas las cosas por medio de esta ciencia? — 2.° Pudo hacer uso de esta ciencia sin
laconversion á las imágenes ? — 3 . ° Esta ciencia fue discursiva? —4.° Comparación de esta ciencia
con la angélica. — 5.° Fue ciencia habitual ? — 6." Fue distinta por hábitos diversos ?

A R T Í C U L O I. — s a b e c r i s t o t o d o s e - L u e g o Cristo no conoció s e g ú n esta cien-


gún l a c i e n c i a i n n a t a ó i n f u s a ? cia las cosas que esceden á la razón na-
tural.
l.° P a r e c e q u e s e g ú n e s t a c i e n c i a 2.° L a s i m á g e n e s s e refieren al e n t e n -
Cristo n o c o n o c i ó t o d a s l a s c o s a s ( 2 ) : dimiento h u m a n o c o m o los colores á la
porque e s t a c i e n c i a f u e c o m u n i c a d a á v i s t a , s e g ú n se d i c e ( D e a n . 1. 3, i m p l i c .
Cristo para la p e r f e c c i ó n d e s u e n t e n d i - t. 18, 31 y 39). P e r o n o p e r t e n e c e á l a
miento p o s i b l e ; y e l e n t e n d i m i e n t o p o s i - perfección de la potencia visiva conocer
ble del a l m a h u m a n a n o p a r e c e e s t a r en las c o s a s , que carecen por completo de
potencia p a r a t o d a s l a s c o s a s e n a b s o l u t o , c o l o r . L u e g o ni á l a p e r f e c c i ó n d e l e n t e n -
sino para s o l a s a q u e l l a s a c e r c a d é l a s q u e dimiento h u m a n o pertenece conocer las
puede ser r e d u c i d o al a c t o p o r el e n t e n - cosas, de las que no pueden existir imá-
dimiento a g e n t e , q u e e s e l p r o p i o (prin- genes , como son las sustancias separadas.
cipio) a c t i v o d e l m i s m o ; c o s a s q u e s o n L u e g o , c o m o e s t a c i e n c i a e x i s t i e r a en
cognoscibles s e g ú n l a r a z ó n natural. Cristo para el perfeccionamiento de su

(1) Es decir, o precisamente según el orden de la gracia y d i c h o > n la;.i.* P. C 6 2 , a. 6.


» no según el de la naturaleza», como oportunamente ad- (2) S i n g u l a r e s , sean naturales ó sobrenaturales, pasadas,
vierte Silvio; 'aunque Cayetano interpreta el adverbio más preseptes y futuras ; no empero las simplemente posibles.
(mosis) en sentido comparativo, esplicándolo con arreglo a lo
212 CUESTIÓN XI.—ARTÍCULOS I Y II.

alma intelectiva, parece que por esta e s t a s c o n o c i ó e l a l m a d e C r i s t o c o n más


c i e n c i a no c o n o c i ó l a s s u s t a n c i a s s e p a - a b u n d a n c i a y p l e n i t u d q u e l o s d e m á s . Sin
radas. e m b a r g o por esta ciencia no conoció la
3.° A l a p e r f e c c i ó n d e l e n t e n d i m i e n t o esencia misma de Dios, sino s o l o por la
no pertenece conocer los singulares. L u e - p r i m e r a , d e q u e y a h e m o s h a b l a d o ( C . 10).
g o p a r e c e que p o r e s t a c i e n c i a e l a l m a d e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e aquella
Cristo n o conoció las cosas singulares. r a z ó n s e f u n d a e n l a p o t e n c i a n a t u r a l del
Por el c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 1 1 , 2 ) q u e a l m a i n t e l e c t i v a , e s t o e s , p o r compara-
lo henchirá el espíritu de sabiduría y de c i ó n al a g e n t e n a t u r a l , q u e e s e l enten-
entendimiento, de ciencia y de consejo, e n dimiento agente.
los que se comprenden todas las cosas A l 2.° q u e e l a l m a h u m a n a e n el es-
c o g n o s c i b l e s : p o r q u e á l a sabiduría p e r - t a d o d e esta" v i d a , p o r e s t a r e n cierto
tenece el conocimiento de todas las cosas m o d o l i g a d a a l c u e r p o e n t é r m i n o s de
d i v i n a s , a l entendimiento e l d e t o d a s l a s que n o pueda entender sin las imágenes,
i n m a t e r i a l e s , á l a ciencia e l d e t o d a s n o p u e d e e n t e n d e r l a s s u s t a n c i a s separa-
l a s c o n c l u s i o n e s , y al consejo e l d e t o d a s das. P e r o d e s p u é s d e e s t a v i d a , separada
las operaciones. P a r e c e pues q u e Cristo e l a l m a , p o d r á c o n o c e r d e a l g ú n modo
según l a ciencia infundida por el E s p í r i t u p o r s í m i s m a l a s s u s t a n c i a s separadas,
Santo tuvo conocimiento de todas las s e g ú n s e h a d i c h o ( P . 1. , C . 89, a. 1 y 2);
a

cosas. y e s t o e s e v i d e n t e p r i n c i p a l m e n t e acerca
Conclusión. El alma de Cristo conoció d e l a s a l m a s d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s . Pero
por la ciencia infusa [ 1 ] todo cuanto el C r i s t o a n t e s d e s u P a s i ó n n o s o l o fue
hombre puede conocer por su entendimien- v i a d o r s i n o t a m b i é n c o m p r e n s o r ; por
to agente y por revelación divina más c u y a r a z ó n s u a l m a p o d í a c o n o c e r las
clara y plenamente que las otras almas; s u s t a n c i a s s e p a r a d a s p o r e l m o d o con que
no empero así [2] la divina esencia. conoce el alma separada.
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o A l 3 . ° q u e e l c o n o c i m i e n t o d e l a s cosas
( C . 9, a. 1) f u e c o n v e n i e n t e q u e e l a l m a s i n g u l a r e s n o p e r t e n e c e á l a perfección
de Cristo fuese enteramente perfecta, d e l a l m a i n t e l e c t i v a s e g ú n e l conoci-
siendo reducida toda su potencialidad al m i e n t o e s p e c u l a t i v o ; p e r t e n e c e sin em-
acto: E s pues de tenerse e n cuenta que e n b a r g o á s u p e r f e c c i ó n s e g ú n e l conoci-
el a l m a h u m a n a , c o m o e n c u a l q u i e r cria- m i e n t o p r á c t i c o , q u e n o s e p e r f e c c i o n a sin
tura, se consideran dos clases de potencia el c o n o c i m i e n t o d e l o s s i n g u l a r e s , en los
p a s i v a , u n a p o r c o m p a r a c i ó n al a g e n t e n a - q u e a c t ú a s u o p e r a c i ó n , c o m o s e dice
tural y l a otra a l a g e n t e p r i m e r o , q u e ( E t h i c . 1. 6, c. 7 ó 9). A s í q u e se re-
p u e d e r e d u c i r á u n a criatura c u a l q u i e r a á q u i e r e p a r a l a p r u d e n c i a l a memoria de
algún acto m á s elevado que el acto, al l a s c o s a s p a s a d a s , e l c o n o c i m i e n t o de las
cual e s reducida por el agente n a t u r a l ; y p r e s e n t e s y l a p r e v i s i ó n d e l a s futuras,
esta ha solido llamarse potencia de obe- c o m o dice T u l i o e n s u R e t ó r i c a (lib. 2,
d i e n c i a e n l a criatura. U n a y o t r a c l a s e d e D e i n v e n t . ) . P o r c o n s i g u i e n t e , habiendo
potencia d e l alma de Cristo fue reducida t e n i d o C r i s t o l a p l e n i t u d d e l a prudencia
al a c t o s e g ú n e s t a c i e n c i a i n f u n d i d a pol- s e g u n e l d o n d e c o n s e j o , s i g ú e s e que co-
l a d i v i n i d a d . Y p o r e s t o s e g ú n e l l a el n o c i ó t o d a s l a s c o s a s s i n g u l a r e s presentes,
alma de Cristo conoció 1.° todo lo que el pasadas y futuras.
hombre puede conocer por la virtud de la
luz del entendimiento agente, c o m o s o n ARTÍCULO I I . — ¿cristo pudo uacet
t o d a s l a s c o s a s q u e p e r t e n e c e n alas c i e n - u s o «lo e s t a c i e n c i a , s i n r e c u r r i r á l a s imá-
cias h u m a n a s ; 2.° conoció por ella Cristo genes?
todas las que se dan á conocer á los hom-
bres por medio de la divina revelación, l . ° P a r e c e q u e e l a l m a d e Cristo no
y a pertenezcan al don de sabiduría, y a p u d o e n t e n d e r s e g u n e s t a c i e n c i a , sino
a l d o n (1) d e p r o f e c í a , y a á c u a l q u i e r a c o n v i r t i é n d o s e á l a s i m á g e n e s : porque,
otro d o n d e l Espíritu Santo ; pues todas c o m o s e d i c e ( D e a n . 1. 3 , i m p l i c . t. 18,
31 y 3 9 ) , l a s i m á g e n e s s e c o m p a r a n al
(1) E n sentido lato de donación gratuita ó gracia gratis-
data. a l m a i n t e l e c t i v a h u m a n a c o m o l o s colores
CUESTIÓN X I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 213

á la v i s t a ; y l a potencia visiva d e Cris- almas bienaventuradas, tanto antes como


to no p u d o p o n e r s e en a c c i ó n sino diri- después de l a resurrección, p u e d e n enten-
giéndose á l o s c o l o r e s . L u e g o t a m p o c o der sin conversión á l a s i m á g e n e s . E s t o
su alma i n t e l e c t i v a p u d o e n t e n d e r a l g o mismo d e b e decirse d e l alma d e Cristo,
sino c o n v i r t i é n d o s e á l a s i m á g e n e s . que tuvo plenamente la facultad del com-
2.° E l a l m a d e C r i s t o e s d e l a m i s m a prensor.
naturaleza q u e l a s a l m a s n u e s t r a s ; d e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e -
otra m a n e r a n o s e r í a d e l a m i s m a e s p e c i e lla semejanza, q u e establece el Filósofo,
que n o s o t r o s , c o n t r a l o q u e dice e l A p ó s - no se considera e n cuanto á todas las c o -
tol (Philipp. 2 , 7) que fue hecho á seme- s a s ; p u e s e s e v i d e n t e q u e e l fin d e l a p o -
janza de hombres. P e r o n u e s t r a a l m a n o tencia visiva es conocer l o s colores, y el
puede e n t e n d e r sino c o n v i r t i é n d o s e á l a s de la potencia intelectiva n o es conocer
imágenes. L u e g o t a m p o c o e l a l m a d e l a s i m á g e n e s , sino l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s
Cristo. que aprende d e las imágenes y e n las imá-
3.° L o s sentidos h a n sido dados a l genes según el estado de la presente vida.
hombre para s e r v i c i o d e l e n t e n d i m i e n t o . H a y pues semejanza en cuanto á lo que
Si pues e l a l m a d e C r i s t o p u d o e n t e n d e r mira á u n a y o t r a p o t e n c i a , m a s n o r e s -
sin la c o n v e r s i ó n á l a s i m á g e n e s , q u e s e pecto de aquello en que termina l a con-
reciben por m e d i o d e l o s s e n t i d o s ; s e g u i - d i c i ó n d e a m b a s . N a d a i m p i d e sin e m b a r -
ríase q u e e n v a n o e s t a r í a n l o s s e n t i d o s g o q u e s e g ú n los diversos estados alguna
en el alma d e C r i s t o , l o c u a l e s i n c o n v e - c o s a t i e n d a á s u fin p o r (medios) d i v e r -
niente. P a r e c e p o r l o t a n t o q u e e l a l m a s o s : m a s e l fin p r o p i o d e a l g u n a c o s a
de Cristo n o p u d o e n t e n d e r sino c o n v i r - siempre es u n o solo; y por e s t o , aunque
tiéndose á l a s i m á g e n e s . l a v i s t a n a d a c o n o z c a sin- e l c o l o r , e l e n -
Por e l c o n t r a r i o : e l a l m a d e C r i s t o c o - tendimiento empero puede según algún
noció ciertas c o s a s , q u e n o p u e d e n s e r estado conocer sin i m a g e n , m a s n o sin l a
conocidas p o r m e d i o d e l a s i m á g e n e s , á especie inteligible.
saber, l a s s u s t a n c i a s s e p a r a d a s ( l ) . P u d o A l 2.° q u e , a u n q u e e l a l m a d e C r i s t o
pues entender s i n c o n v e r t i r s e á l a s i m á - fue de la misma naturaleza que l a s nues-
genes. tras, tuvo n o obstante algún estado que
Conclusión. Cristo, como cojnprensor no tienen nuestras almas al presente e n
siempre aun siendo á la vez viador, pudo realidad, sino solo e n esperanza, esto e s ,
por su ciencia infusa conocer sin el re- el e s t a d o d e c o m p r e n s o r .
curso á las imágenes sensibles; é igual- A l 3 . ° q u e , aunque el alma de Cristo
mente lo pueden las almas bienaventu- pudo entender no convirtiéndose á las
radas. imágenes, podía sin embargo entender
Eesponderémos, q u e C r i s t o e n e l e s t a - convirtiéndose á ellas : y por l o tanto n o
do antes d e s u P a s i ó n f u e á l a v e z v i a d o r existieron en vano e n ella los sentidos,
y comprensor, c o m o s e d e m o s t r a r á ( C . 15, principalmente teniendo en cuenta q u e
a 1 0 ) , y tuvo principalmente las condi-
; los sentidos son dados al h o m b r e , n o solo
ciones d e viador p o r p a r t e d e l c u e r p o , para l a ciencia i n t e l e c t i v a , sino también
en cuanto f u e p a s i b l e , y l a s d e c o m p r e n - p a r a l a n e c e s i d a d d e l a v i d a animal.
sor principalmente p o r p a r t e d e l a l m a
intelectiva. E s c o n d i c i ó n d e l a l m a d e l ARTÍCULO I I I . — E s t a c i e n c i a rué dis-
comprensor q u e d e n i n g ú n m o d o e s t é s o - cursiva ?
metida á s u c u e r p o ó d e p e n d a d e é l ,
smo que l e d o m i n e t o t a l m e n t e : a s í q u e l.° P a r e c e que el alma de Cristo no
también d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n l a t u v o esta ciencia á modo d e cotejo : por-
gloria r e d u n d a r á d e l a l m a a l c u e r p o ! A l q u e d i c e e l D a m a s c e n o (.Orth. fid. 1. 3 ,•
contrario e l a l m a d e l v i a d o r n e c e s i t a c o n - c. 14, y 1. 2 , c. 22), « n o d e c i m o s e n
vertirse á l a s i m á g e n e s , p o r q u e e s t á l i g a - » Cristo consejo ni elección » ; cosas q u e
da al cuerpo y e n c i e r t o m o d o s u j e t a á n o s e n i e g a n e n C r i s t o , sino e n c u a n t o
él y d e p e n d i e n t e d e é l : y p o r e s t o l a s i m p o r t a n c o m p a r a c i ó n y discursó. L u e g o
parece q u e e n Cristo n o hubo ciencia
(I) Como los ángeles, que no tienen cuerpo. discursiva.
SUMA. T E O L Ó G I C A . — TOMO I V . 18
274 CUESTIÓN XI. — ARTÍCULOS III Y I V .

2.° E l h o m b r e n e c e s i t a c o m p a r a r y a d m i t e en C r i s t o e l c o n s e j o , q u e supone
discurrir racionalmente, p a r a inquirir l a s d u d a , y p o r c o n s i g u i e n t e l a e l e c c i ó n , que
cosas q u e ignora. P e r o el a l m a d e Cristo i n c l u y e e n s u r a z ó n t a l c o n s e j o ; m a s no
conoció todas las cosas, según se h a s e e s c l u y e e n C r i s t o el u s o d e l c o n s e j o .
d i c h o ( c . 10, a . 2). L u e g o e u é l n o h u b o A l 2.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e del
ciencia discursiva ó comparativa. d i s c u r s o y c o m p a r a c i ó n , s e g ú n q u e se
3.° L a c i e n c i a d e l a l m a d e C r i s t o f u e o r d e n a n á l a a d q u i s i c i ó n d e la c i e n c i a .
al m o d o d e los c o m p r e n s o r e s , q u e se ase- A l 3.° q u e l o s b i e n a v e n t u r a d o s s e ase-
m e j a n á los á n g e l e s , s e g ú n dice ( M a t t h . m e j a n á l o s á n g e l e s e n c u a n t o á l o s dones
2 2 ) ; y en los ángeles n o existe la cien- d e l a s g r a c i a s ; s i n e m b a r g o q u e d a entre
cia discursiva ó c o m p a r a t i v a , como consta e l l o s u n a d i f e r e n c i a r e l a t i v a m e n t e á su
p o r S a n D i o n i s i o ( D e d i v . n o m . c. 7, l e c t . n a t u r a l e z a : y p o r esto el u s o d e razonar
2). L u e g o t a m p o c o e n e l a l m a d e C r i s t o y discurrir es c o n n a t u r a l á las almas de
h u b o ciencia discursiva ó comparativa. l o s b i e n a v e n t u r a d o s , m a s n o á l o s án-
P o r el contrario: Cristo tuvo alma geles.
racional, según se h a demostrado ( C . 5 ,
a. 3 ) ; y e s o p e r a c i ó n p r o p i a d e l a l m a ARTÍCULO IV. — E s t a ciencia en
racional comparar y discurrir d e u n a C r i s t o f u e m a y o r q u e l a c i e n c i a d e l o s ángeles?
cosa á otra. L u e g o en Cristo h u b o l a
ciencia discursiva ó comparativa. - 1.° P a r e c e q u e e s t a c i e n c i a f u e menor
C o n c l u s i ó n . La ciencia infusa en el e n C r i s t o q u e e n l o s á n g e l e s : p o r q u e la
alma de Cristo pudo ser colativa (1) ó p e r f e c c i ó n e s p r o p o r c i o n a d a a l objeto
discursiva en cuanto á su uso, no en su p e r f e c t i b l e ; y e l a l m a h u m a n a s e g ú n el
adquisición. o r d e n d e l a n a t u r a l e z a e s i n f e r i o r á la
R e s p o n d e r e m o s , q u e a l g u n a ciencia n a t u r a l e z a a n g é l i c a . A s í p u e s , c o m o esta
puede ser discursiva ó comparativa d e c i e n c i a , d e q u e h a b l a m o s a h o r a , h a sido
d o s m a n e r a s : 1. respecto á su adquisi-
a
c o m u n i c a d a a l a l m a d e C r i s t o p a r a su
ción, c u a l s u c e d e e n n o s o t r o s , q u e p r o - p e r f e c c i ó n ; p a r e c e q u e f u e i n f e r i o r á la
cedemos al conocimiento de u n a cosa p o r c i e n c i a , p o r l a q u e s e p e r f e c c i o n a l a na-
m e d i o d e o t r a , como al d e l efecto p o r l a s turaleza angélica.
c a u s a s y v i c e v e r s a ; y de este modo la 2.° L a c i e n c i a d e l a l m a d e C r i s t o fue
ciencia del alma de Cristo no fue dis- e n a l g ú n m o d o c o l a t i v a y d i s c u r s i v a , lo
cursiva ó colativa, p u e s t o q u e e s t a c i e n - c u a l n o p u e d e d e c i r s e d e l a c i e n c i a angé-
cia, de q u e a h o r a h a b l a m o s , le fue otor- l i c a . L u e g o l a c i e n c i a d e l a l m a d e Cristo
g a d a por la divinidad, y no adquirida por fue inferior á l a ciencia d e los ángeles.
i n v e s t i g a c i ó n d e l a r a z ó n ; 2.° p u e d e 3.° C u a n t o m á s i n m a t e r i a l e s alguna
;

decirse alguna ciencia discursiva ó c o - ciencia-, t a n t o m e j o r e s ; y l a c i e n c i a de los


l a t i v a en cuanto al uso, c o m o l o s s a b i o s á n g e l e s e s m á s i n m a t e r i a l q u e l a ciencia
d e d u c e n á veces los efectos d e las c a u s a s , d e l a l m a d e C r i s t o , p u e s t o q u e e l alma
n o p a r a a p r e n d e r l o s d e n u e v o , sino q u e - d e C r i s t o e s a c t o d e l c u e r p o , y s e sirve
riendo usar d e la ciencia q u e y a t i e n e n ; d e l a s i m á g e n e s s e n s i b l e s , l o c u a l no
y de este modo la ciencia del alma de p u e d e d e c i r s e d e l o s á n g e l e s . L u e g o la
Cristo podía ser colativa ó discursiva, c i e n c i a d e l o s á n g e l e s es s u p e r i o r á la
p u e s podía deducir u n a cosa d e o t r a , s e - ciencia del alma d e Cristo.
g ú n le placía, como cuando el Señor pre- Por el contrario, dice el Apóstol
g u n t ó á S a n P e d r o ( M a t t h . 17), ¿los re- ( H e b r . 2 , 9 ) , mas aquel Jesús, que por
yes de la tierra de quién cobran el tributo ? un poco fue hecho menor que los ángeles,
de sus hijos 6 de los estraños ? y , h a b i é n - le vemos por la Pasión de la muerte coro-
dole respondido S a n P e d r o que de los nado de gloria y honra; lo q u e h a c e no-
e s t r a ñ o s , l e dijo : luego los hijos son t o r i o q u e C r i s t o p o r s o l a l a P a s i ó n de
libres. m u e r t e e s u n p o c o m e n o s q u e l o s ánge-
Al argumento 1.° diremos, que no se l e s . L u e g o n o p o r c a u s a de la ciencia.
Conclusión. La ciencia infusa en el
(1) Ya respecto de sí mismo por el discurso interno y com-
parativo de unas ideas con otras, y a en orden á los demás
alma de Cristo escede á la de los ánge-
deduciendo de unas otras para su instrucción. les [ 1 ] , así en la multitud como enfocer-
CUESTIÓN XI. — ARTÍCULOS IV Y V. 275

teza de sus conocimientos, considerada consiguiente la ciencia a c t u a l de t o d a s


por parte del influjo divino; pero la es las cosas que s u p o , y n o la habitual.
inferior ,[2] por parte del alma misma 3.° L a c i e n c i a h a b i t u a l e s c i e r t a p e r -
recipiente. fección del q u e s a b e , y la perfección es
R e s p o n d e r e m o s , q u e la ciencia infusa m á s n o b l e q u e l o p e r f e c t i b l e . Si p u e s e n
en el a l m a d e C r i s t o p u e d e s e r c o n s i d e - el a l m a de Cristo hubiese h a b i d o a l g ú n
r a d a d e d o s m o d o s : 1.° según lo que tuvo hábito creado de la ciencia, seguiríase
de la causa influyente ; 2.° por lo que q u e algo c r e a d o s e r í a m á s n o b l e q u e el
tuvo del sujeto recipiente. En el primer a l m a d e C r i s t o . L u e g o e n el a l m a d e
concepto la ciencia infundida en el alma Cristo no existió la ciencia habitual.
de Cristo fue mucho más escelente que la P o r el c o n t r a r i o : la ciencia de C r i s t o ,
de los ángeles, ya en cuanto á la multitud d e q u e a h o r a h a b l a m o s , f u e u n í v o c a (1)
de las cosas conocidas ya en cuanto á la con nuestra ciencia, como t a m b i é n su
certeza de la ciencia; p u e s t o q u e l a l u z d e a l m a fue d e u n a m i s m a e s p e c i e q u e l a
la g r a c i a e s p i r i t u a l , q u e el a l m a d e C r i s t o n u e s t r a . P e r o n u e s t r a ciencia es del g é -
ha r e c i b i d o , es m u c h o m á s e s c e l e n t e q u e nero del hábito. L u e g o t a m b i é n la ciencia
la luz q u e p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a a n - d e C r i s t o fue h a b i t u a l .
gélica. En el segundo concepto la ciencia C o n c l u s i o n . La ciencia de Cristo in-
comunicada al alma de Cristo es inferior fusa en su alma era habitual, pudiendo
á la angélica, e s t o e s , en cuanto al modo usar de ella cuando quisiera.
de conocer, q u e es n a t u r a l a l a l m a h u - R e s p o n d e r e m o s q u e , s e g ú n se h a di-
mana , el c u a l p r o c e d e p o r l a c o n v e r s i ó n c h o ( a . 4 ) , el m o d o d e l a c i e n c i a i n f u s a
á las i m á g e n e s s e n s i b l e s y p o r c o m p a r a - e n el a l m a d e C r i s t o f u e c o n v e n i e n t e a l
ción y d i s c u r s o . sujeto mismo que la r e c i b í a ; porque lo
Con lo d i c h o q u e d a n c o n t e s t a d o s l o s r e c i b i d o se h a l l a e n el r e c i p i e n t e s e g ú n e l
argumentos propuestos. m o d o d e e s t e ú l t i m o (2). P e r o el m o d o
c o n n a t u r a l al a l m a h u m a n a es q u e á v e -
ARTÍCULO Y. — E s t a c i e n c i a rne habi- ces sea inteligente en acto y á veces en
tual? p o t e n c i a , y el m e d i o e n t r e l a p u r a p o t e n -
c i a y el a c t o c o m p l e t o e s e l h á b i t o , s i e n d o
1." P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o c i e n - los medios y los estremos del m i s m o g é -
cia h a b i t u a l : p o r q u e s e h a d i c h o ( C . 9, n e r o . Y a s í es n o t o r i o q u e el m o d o c o n -
a. 1) q u e c o n v i n o a l a l m a d e C r i s t o l a n a t u r a l a l a l m a h u m a n a e s el r e c i b i r l a
máxima perfección d e la ciencia; y m a y o r ciencia p o r m o d o d e h á b i t o ; p o r lo c u a l
es la p e r f e c c i ó n d e l a c i e n c i a e x i s t e n t e e n d e b e d e c i r s e q u e la ciencia infusa en el
acto q u e l a d e l a q u e e x i s t e e n p o t e n c i a ó alma de Cristo fue habitual, y podía usar
hábito. L u e g o p a r e c e h a b e r s i d o c o n v e - de ella cuando quería.
niente q u e s u p i e s e t o d a s l a s c o s a s en a c t o ; A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e n e l
y por t a n t o n o t u v o c i e n c i a h a b i t u a l . alma de Cristo hubo un doble conoci-
2.° O r d e n á n d o s e e l h á b i t o a l a c t o , miento ; y uno y otro perfectísimo según
parece ser v a n a l a c i e n c i a h a b i t u a l , q u e su m o d o : u n o e s c e d e n t e al m o d o de la
j a m a s se r e d u c e a l a c t o ; y , s a b i e n d o n a t u r a l e z a h u m a n a , e s t o e s , p o r q u e vio
Cristo t o d a s l a s c o s a s s e g ú n l o y a d i c h o la esencia de D i o s y las otras cosas en la
( C . 10 a. 2), n o h u b i e r a p o d i d o c o n s i d e - m i s m a , y este fue perfectísimo en a b s o -
rar en a c t o t o d a s a q u e l l a s c o s a s , p e n - luto ; y t a l conocimiento no fue h a b i -
sando en u n a d e s p u é s d e o t r a , p u e s t o q u e t u a l (3) s i n o a c t u a l r e s p e c t o d e t o d a s
no es p o s i b l e r e c o r r e r i n f i n i t a s cosas las cosas, que conoció de este m o d o . E l
enumerando. L u e g o en v a n o h u b i e r a exis- otro conocimiento existía en Cristo según
tido en él l a c i e n c i a h a b i t u a l d e c i e r t a s el m o d o a d e c u a d o á l a n a t u r a l e z a h u m a -
cosas, lo q u e es i n c o n v e n i e n t e . T u v o p o r n a , es d e c i r , s e g ú n q u e c o n o c i ó l a s c o s a s

(1) No de la misma especie ínfima que la nuestra, advierte (3) Esto es , simplemente potencial á modo de hábito en re-
discretamente Silvio ; sino del mismo género en el concepto poso ó inactivo, cual se halla en quien no ejerce la ciencia
común de ciencia. que posee ; pero sí habitual por parte del principio, en cuanto
( ) Adaptándose á su capacidad y forma, al modo que el
2
siempre vio como ve ahora la esencia divina.
liquido en su vasija.
216 CUESTIÓN XI.—ARTÍCULOS V Y VI.

p o r l a s e s p e c i e s infundiólas e n é l p o r l a 2 . , C . 4 , a . 6). L u e g o c o n m a y o r razón


x

divinidad, d e cuyo conocimiento habla- n o h u b o e n C r i s t o s i n o u n s o l o h á b i t o de


mos a h o r a ; y este n o fue en absoluto p e r - la ciencia.
fectísimo, sino el m á s perfecto e n el g é - 3.° L a s c i e n c i a s s e d i s t i n g u e n según
nero del conocimiento h u m a n o : luego n o l a s d i v e r s a s r a z o n e s d e l a s c o s a s escibles;
fue m e n e s t e r q u e s i e m p r e e s t u v i e r a e n m a s e l a l m a d e C r i s t o s u p o t o d a s l a s co-
acto. s a s s e g ú n u n a s o l a r a z ó n , e s t o e s , según
A l 2.° q u e e l h á b i t o s e r e d u c e a l a c t o l a l u z i n f u s a p o r D i o s : l u e g o e n Cristo
al imperio de l a v o l u n t a d ; p o r q u e el h á - existió u n solo h á b i t o d e l a ciencia.
bito es p o r el q u e u n o obra c u a n d o quie- P o r el c o n t r a r i o , dícese ( Z a c h . 3 , 9 )
r e , y l a v o l u n t a d s e refiere i n d e t e r m i n a - q u e sobre una sola piedra ( e s t o e s , Cris-
d a m e n t e á l a s cosas infinitas. S i n e m b a r - t o ) hay siete (1) ojos; y p o r e l ojo se en-
g ó e s t o n o e s i n ú t i l , a u n q u e n o se d i r i j a t i e n d e l a c i e n c i a . L u e g o p a r e c e q u e en
á todas actualmente, con t a l q u e tienda C r i s t o e x i s t i e r o n m u c h o s h á b i t o s d e la
á lo q u e conviene al lugar y tiempo : y ciencia.
p o r esto t a m p o c o el h á b i t o es v a n o , a u n - C o n c l u s i ó n . La, ciencia infusa en el
q u e n o todas las cosas q u e le están some- alma de Cristo fue distinta en diversos
tidas se reduzcan al a c t o , con t a l q u e se hábitos según los varios géneros de cono-
reduzca al acto lo q u e conviene a l debido cimientos.
fin d e l a v o l u n t a d s e g ú n l a e x i g e n c i a d e R e s p o n d e r e m o s , q u e s e g ú n l o dicho
los negocios y tiempo. ( a . 2 y 4) l a c i e n c i a i n f u s a e n e l a l m a de
A l 3.° q u e e l b i e n , c o m o a s i m i s m o e l C r i s t o t u v o e l m o d o c o n n a t u r a l a l alma
e n t e , s e c o n s i d e r a n d e d o s m o d o s : 1.° e n h u m a n a ; y c o n n a t u r a l á e s t a e s e l que
a b s o l u t o , y a s í e l b i e n y el e n t e s e d i c e n r e c i b a l a s e s p e c i e s c o n m e n o s universali-
sustancia, q u e subsiste en su ser y en s u d a d q u e l o s á n g e l e s , e s t o e s , d e t a l suerte
b o n d a d ; 2.° d í c e s e e n t e y b i e n secundum q u e c o n o z c a l a s d i v e r s a s n a t u r a l e z a s es-
quid, y d e e s t e m o d o s e d i c e e n t e y b i e n p e c í f i c a s p o r d i v e r s a s e s p e c i e s inteligi-
el accidente ; n o p o r q u e él m i s m o t e n g a b l e s . E l q u e h a y a e n n o s o t r o s diversos
el s e r y l a b o n d a d , sino p o r q u e s u sujeto h á b i t o s d e l a s c i e n c i a s p r o v i e n e d e que
es e n t e y bien. A s í p u e s l a ciencia h a b i - s o n d i v e r s o s l o s g é n e r o s d e l a s cosas
tual n o es en absoluto mejor ó más digna q u e s o n d e s a b e r s e , e s d e c i r , e n cuanto
q u e e l a l m a d e C r i s t o , s i n o secundum l a s c o s a s , q u e s e r e d u c e n á u n s o l o géne-
quid; p u e s t o q u e t o d a l a b o n d a d d e l a r o , s o n c o n o c i d a s p o r e l m i s m o h á b i t o de
ciencia habitual recae en la b o n d a d del l a c i e n c i a , c o m o s e d i c e ( P o s t e r i o r . 1. 1,
sujeto. t . 42) q u e « l a c i e n c i a q u e s e r e f i e r e á un
» s u j e t o d e l m i s m o g é n e r o e s u n a » . Y por
e s t o la ciencia infusa al alma de Cristo
ARTÍCULO VI. — E s t o c i e n c i a f u e d i s -
se distinguió según los diversos hábitos.
tinguida por diversos hábitos ?
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e según
l o e s p u e s t o ( a . 4) l a c i e n c i a d e l a l m a de
1,° P a r e c e q u e e n e l a l m a d e C r i s t o n o C r i s t o e s p e r f e c t í s i m a y e s c e d e á l a de
existió sino u n solo h á b i t o d e l a c i e n c i a ; l o s á n g e l e s , e n c u a n t o á l o q u e s e consi-
p o r q u e , c u a n t o m á s perfecta es l a ciencia, d e r a e n e l l a p o r p a r t e d e D i o s q u e influ-
t a n t o es m á s c o n j u n t a , y a s í los ángeles y e ; e s n o o b s t a n t e i n f e r i o r e n c u a n t o al
superiores conocen p o r formas m á s uni- m o d o d e l r e c i p i e n t e : y á e s t e m o d o per-
v e r s a l e s , c o m o s e h a d i c h o ( P . 1. , C . 55,
a
t e n e c e e l q u e a q u e l l a c i e n c i a s e distinga
a . 3). P e r o l a c i e n c i a d e C r i s t o f u e p e r - p o r m u c h o s h á b i t o s , c o m o e x i s t e n t e por
fectísima. L u e g o fue e m i n e n t e m e n t e u n a ; especies m á s particulares.
y n o distinguida p o r muchos hábitos. A l 2:° q u e n u e s t r a fe s e a p o y a en la
2.° N u e s t r a fe s e d e r i v a d e l a c i e n c i a p r i m e r a v e r d a d ; y p o r é s o C r i s t o es el
d e C r i s t o , p o r l o c u a l s e d i c e ( H e b r . 12, a u t o r d e n u e s t r a fe s e g ú n l a d i v i n a cien-
2 ) , poniendo los ojos en el autor y consu- c i a , q u e e s u n a simpliciter.
mador de la fe Jesús. P e r o e l h á b i t o d e
la fe d e todas l a s cosas creibles es u n o
(1) Que San Jerónimo interpreta de los siete dones del
solo, c o m o s e h a d i c h o e n l a 2. P . (2. -
a a

Espíritu-Santo.
CUESTIÓN X I . — A R T Í C U L O VI. 277

Al 3.° que la luz infusa por Dios es la Cristo especies propias de las cosas sin-
razón común de entender las cosas que gulares, para conocer con propio conoci-
son reveladas por él, como también la luz miento cada una de ellas; y según esto
del entendimiento agente lo es de las fue menester que hubiera en el alma de
que son conocidas naturalmente. Así Cristo diversos hábitos de la ciencia, se-
pues convino que hubiese en el alma de gún lo dicho.

CUESTIÓN XII.
Ciencia adquirida del alma de Cristo.

Tratemos á continuación de la ciencia de Cristo adquirida ó esperimental: 1.° Según esta ciencia
conoció Cristo todas las cosas ? — 2.° Hizo adelantos en ella? — 3.° Aprendió algo del hombre ? — 4.° Re-
cibió algo de los ángeles ?

ARTÍCULO I . — conoció cristo s e g ú n Conclusión. El alma de Cristo, así


cata ciencia todas l a s cosas? (1) como por su ciencia infusa conocía todo
aquello para lo que se halla en potencia
1.° Parece que según esta ciencia no el entendimiento posible, igualmente por
conoció Cristo todas las cosas : porque la adquirida lo que está al alcance del
tal ciencia se adquiere por la esperiencia; entendimiento agente. -
y Cristo no esperimentó todas las cosas. Responderemos, que se reconoce la
Luego no las supo todas según esta ciencia adquirida en el alma de Cristo,
ciencia. según se ha dicho (C. 9, a. 4 ) , por con-
2.° El hombre adquiere la ciencia por veniencia del entendimiento agente, á fin
medio del sentido; mas no todo lo sensi- de que .su acción, que hace las cosas in-
ble estuvo sujeto á los sentidos corpora- teligibles en acto, no sea ociosa ; como
les de Cristo: luego Cristo no conoció también se supone en el alma de Cristo la
todas las cosas según esta ciencia. ciencia innata ó infusa para la perfección
3.° La cantidad de la ciencia se con- del entendimiento posible. Mas, así como
sidera según lo escible. Si pues según esta el entendimiento posible es por el que
ciencia hubiese sabido Cristo todas las pueden ser hechas todas las cosas, así el
cosas, la ciencia adquirida hubiera sido agente es por el que todas se hacen, como
en él igual á la ciencia infusa y á la cien- se dice (De an. 1. 3 , t. 18) ; y por esto,
cia bienaventurada: lo cual es inconve- así como por la ciencia infusa supo el
niente. Luego Cristo no supo todas las alma de Cristo todas aquellas cosas, res-
cosas según esta ciencia. pecto de las que el entendimiento posible
Por el contrario: nada imperfecto hubo está en algún modo en potencia; así por
en Cristo en cuanto al alma; y esta su Ja ciencia adquirida supo todas las que
ciencia habría sino imperfecta, si según pueden saberse por la acción del entendi-
ella no hubiese sabido todas las cosas, miento agente.
porque imperfecto es lo que es sucepti- Al argumento 1.° diremos, que la cien-
ble de adición. Luego Cristo supo todas cia de las cosas puede adquirirse, no solo
las cosas según esta ciencia. por la esperiencia de las mismas, sino
(1) Va queda dicho (nota 3 de la pá¡r 206) que los agnoitas
también por la de ciertas otras ; puesto
atribuían á Cristo cierta ignorancia. que por la virtud de la luz del entendí-
CUESTIÓN X Ú . — A R T Í C U L O S I Y II.

m i e n t o agente p u e d e llegar el n o m b r e á » t a n l a u n i ó n q u e existe s e g ú n l a hipós-


e n t e n d e r los efectos p o r las c a u s a s y las » tasi ». E s así q u e el n o v e n e r a r aquella
causas p o r los efectos y los semejantes u n i ó n e s u n a i m p i e d a d . L u e g o e s impío
por los semejantes y los contrarios p o r el d e c i r q u e s u c i e n c i a r e c i b i e r a a u m e n t o .
los contrarios. A s í p u e s , a u n q u e C r i s t o P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( L u c . 2, 52)
no bubiese esperimentado todas las cosas, q u e Jesús crecía en sabiduría y en edad
sin embaz-go p o r l a s q u e e s p e r i m e n t ó l l e g ó y en gracia delante de Dios y de los hom-
a l c o n o c i m i e n t o d e t o d a s l a s d e m á s (1). bres ; y S a n A m b r o s i o d i c e ( l i b . D e in-
A l 2° q u e , a u n q u e n o e s t u v i e r o n s o - c a r n a t . D o m . c. 7) q u e ce a d e l a n t a b a se-
m e t i d a s t o d a s las cosas á los sentidos cor- » g u n la ciencia h u m a n a » , y e s t a es la
porales de Cristo, lo estuvieron empero que se adquiere de u n modo humano,
algunas cosas sensibles, por las que en esto e s , p o r la l u z del entendimiento
fuerza de la poderosísima energía de su agente. Luego C r i s t o p r o g r e s ó según
razón p u d o adquirir el conocimiento de esta ciencia.
o t r a s p o r e l m o d o p r e d i c h o ( a l 1.°); c o m o C o n c l u s i ó n . Cristo progresó en cien-
viendo los cuerpos celestes p u d o com- cia [1] como en gracia y en edad, no [2]
p r e n d e r las virtudes y efectos, q u e tienen aumentándose su hábito de ciencia infusa,
en estos inferiores, q u e n o estaban some- que [3] en ningún concepto pudo cre-
tidos á sus sentidos : y por la misma r a - cer ; sino [4] en cuanto al hábito de su
zón pudo adquirir p o r cualesquiera otros ciencia adquirida, piudiendo abstraer
el conocimiento d e los d e m á s . nuevas especies inteligibles de las imáge-
A l 3.° q u e s e g ú n e s t a c i e n c i a e l a l m a nes sensibles.
de Cristo no conoció en absoluto todas R e s p o n d e r e m o s , q u e e l p r o g r e s o de
las c o s a s , sino t o d a s aquellas q u e s o n l a c i e n c i a e s d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n la
cognoscibles al hombre por medio de la esencia, esto e s , según q u e se aumenta
luz del entendimiento agente. D e consi- el h á b i t o m i s m o d e l a c i e n c i a ; y 2.° se-
guiente p o r esta ciencia n o conoció las g ú n e l e f e c t o , v . g r . si a l g u n o s e g ú n el
esencias d e las sustancias s e p a r a d a s , ni m i s m o é i g u a l h á b i t o d e l a c i e n c i a de-
t a m p o c o los singulares p a s a d o s , presen- m u e s t r a p r i m e r a m e n t e á o t r o s l a s cosas
t e s y f u t u r o s , q u e conoció sin e m b a r g o m e n o r e s y d e s p u é s l a s m a y o r e s y más
por l a ciencia infusa, según lo dicho s u t i l e s . De este segundo modo e s evidente
( a q u í , y C . 11). q u e Cristo creció en ciencia y en gracia,
como también en edad ; p u e s t o q u e según
ARTÍCULO I I . — C r i s t o p r o g r e s ó e n e s t a e l a u m e n t o d e l a e d a d e j e c u t a b a obras
ciencia ? m a y o r e s , q u e d e m o s t r a b a n m a y o r cien-
c i a y g r a c i a . P e r o en cuanto al mismo
l.° P a r e c e q u e s e g ú n esta ciencia hábito de la ciencia e s e v i d e n t e q u e el
Cristo no progresó: p o r q u e , así como hábito de la ciencia infusa en él no fue
Cristo conoció todas las cosas según l a aumentado, d a d o q u e d e s d e e l principio
ciencia de l a b e a t i t u d y la infusa, así e x i s t i ó e n él p l e n a m e n t e l a c i e n c i a infusa
t a m b i é n p o r l a ciencia a d q u i r i d a , c o m o e n t o d a s l a s c o s a s ; y mucho menos la
r e s u l t a d e l o d i c h o ( a . 1); y , p u e s n o ciencia bienaventurada pudo ser aumen-
p r o g r e s ó según aquellas ciencias, luego tada en él, p u e s h e m o s p r o b a d o en la
ni s e g ú n esta. P . 1. ( C . 14, a . 15) q u e l a c i e n c i a di-
a

2° P r o g r e s a r e s p r o p i o d e l o i m p e r - v i n a n o p u e d e s e r a u m e n t a d a . S i pues
fecto, pues lo perfecto n o admite adición. i n d e p e n d i e n t e d e l h á b i t o i n f u s o de la
P e r o n o h a y que suponer en Cristo cien- c i e n c i a n o h a y e n e l a l m a d e C r i s t o algún
cia imperfecta. L u e g o Cristo n o p r o g r e s ó h á b i t o d e l a c i e n c i a a d q u i r i d a , como
s e g ú n esta ciencia. p i e n s a n a l g u n o s , y á m í m e h a parecido
3.° D i c e e l D a m a s c e n o ( o r t h . fid. 1. 3, a l g u n a v e z (3, D i s t . 14, C . 1 , a . 3 , q. 5);
c . 22) : « l o s q u e d i c e n q u e C r i s t o a d e - n i n g u n a c i e n c i a f u e a u m e n t a d a e n Cristo
» l a n t a b a en sabiduría y gracia como r e - s e g ú n l a e s e n c i a , s i n o s o l o p o r l a espe-
x> c i b i e n d o a d i c i ó n d e s e n t i d o , n o r e s p e - r i e n c i a , e s t o e s , p o r l a c o n v e r s i ó n de las

(1) Como en una sola causa conoció todos sus efectos, y to- m e j a n t e s , y todos los contrarios en solo uno por la perspica-
das las causas en un soló efecto, y en un símil todos sus se- cia de su entendimiento. Nicolai.
CUESTIÓN XII. — ARTÍCULOS I I Y III. 279

especies i n t e l i g i b l e s i n f u s a s á l a s i m á g e - cida en el alma d e Cristo p o r su unión al


nes. E n e s t e c o n c e p t o d i c e n q u e la cien- V e r b . o ; m a s n o se entiende d e l a u m e n t o
cia de Cristo adelantó según la espe- d e l a ciencia, q u e es c a u s a d a p o r el a g e n -
riencia, esto e s , convirtiendo las especies te natural.
inteligibles infusas á las cosas, que de
nuevo recibió por el sentido. M a s , c o m o ARTÍCULO I I I . — A p r e n d i ó Cristo a l g o
parece i n c o n v e n i e n t e q u e f a l t a s e á C r i s t o d e l h o m b r e ?-
alguna acción n a t u r a l inteligible, p u e s t o
que e s t r a e r l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s d e l.° Parece q u e Cristo aprendió algo
las i m á g e n e s e s c i e r t a a c c i ó n n a t u r a l d e l d e l o s h o m b r e s : p o r q u é , s e d i c e ( L u c . 2)
hombre s e g ú n el e n t e n d i m i e n t o a g e n t e ; q u e le h a l l a r o n e n el t e m p l o e n medio d e
parece conveniente suponer también en l o s d o c t o r e s interrogándolos y (3) res-
Cristo esta acción. Y d e e s t o s e s i g u e q u e pondiéndoles, y e l i n t e r r o g a r y e l r e s p o n -
hubo en el alma de Cristo algún hábito d e r es propio d e l q u e a p r e n d e . L u e g o
de ciencia, que pudo ser aumentado p o r Cristo aprendió algo de los hombres.
semejante a b s t r a c c i ó n d e l a s e s p e c i e s ; e s 2.° A d q u i r i r l a c i e n c i a d e l h o m b r e , q u e
decir, q u e el entendimiento agente des- la enseña, parece ser m á s noble q u e a d -
pués de abstraídas las primeras especies quirirla d e las cosas sensibles; puesto
inteligibles de las imágenes sensibles po- que en el a l m a d e l h o m b r e q u e e n s e ñ a
día abstraer también otras y otras (1). están en acto las especies inteligibles, y
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e t a n t o en l a s cosas sensibles s o l a m e n t e e n p o -
la ciencia i n f u s a d e l a l m a d e C r i s t o c o m o tencia. P e r o Cristo recibía d e las cosas
la b i e n a v e n t u r a d a f u e r o n e f e c t o d e u n sensibles ciencia esperimental, según se
agente d e v i r t u d i n f i n i t a , q u e p u e d e o b r a r h a d i c h o ( a . 2). L u e g o c o n m a y o r r a z ó n
todo s i m u l t á n e a m e n t e ; y a s í C r i s t o n o p o d í a recibir l a ciencia aprendiendo d e
progresó e n u n a n i en o t r a c i e n c i a , sino los h o m b r e s .
que l a t u v o p e r f e c t a d e s d e e l p r i n c i p i o . 3.° C r i s t o s e g ú n l a c i e n c i a e s p e r i m e n -
Mas la ciencia a d q u i r i d a se p r o d u c e p o r t a l n o supo t o d a s las cosas desde el prin-
el e n t e n d i m i e n t o a g e n t e , q u e n o o b r a t o d o cipio , sino q u e p r o g r e s ó e n ella, s e g ú n l o
á la vez sino s u c e s i v a m e n t e ; y p o r esto d i c h o ( a . 2) ; y t o d o e l q u e o y e l a p a l a -
según e s t a c i e n c i a C r i s t o n o s u p o d e s d e b r a significativa de alguno p u e d e a p r e n -
el principio t o d a s l a s c o s a s , s i n o p a u l a t i - der lo q u e n o sabe. L u e g o Cristo p u d o
namente y después d e a l g ú n t i e m p o , esto aprender d e los h o m b r e s algunas cosas,
es, e n l a e d a d p e r f e c t a ; l o c u a l r e s u l t a que n o sabía según esta ciencia.
evidente p o r l o q u e d i c e e l E v a n g e l i s t a Por el c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 55, 4), ved
que p r o g r e s a b a á l a v e z e n c i e n c i a y e n que le di á los pueblos por testigo, por
edad. caxidillo y por maestro á las naciones ; y
A l 2.° q u e t a m b i é n e s t a c i e n c i a e n n o es d e l m a e s t r o s e r e n s e ñ a d o s i n o e n -
Cristo fue s i e m p r e p e r f e c t a s e g ú n e l señar. L u e g o Cristo n o recibió ciencia
tiempo, a u n q u e n o fuera s i e m p r e p e r f e c - a l g u n a p o r l a enseñanza de algún h o m b r e .
t a en a b s o l u t o y s e g ú n l a n a t u r a l e z a ; p o r Conclusión. No era decoroso á la dig-
lo q u e p u d o t e n e r a u m e n t o . nidad de Cristo que fuese enseñado por
A l 3.° q u e l a s p a l a b r a s d e l D a m a s - hombre alguno.
ceno se e n t i e n d e n e n c u a n t o á a q u e l l o s Responderemos, q u e e n c a d a g é n e r o
que dicen h a b e r s e a u m e n t a d o e n a b s o - lo q u e e s e l p r i m e r m o t o r n o es" m o v i d o
luto l a c i e n c i a d e C r i s t o ( 2 ) , e s t o e s , según aquella especie d e movimiento,
según c u a l q u i e r a c i e n c i a s u y a , y p r i n c i - como el primer a l t e r a n t e n o s e a l t e r a .
palmente s e g ú n l a infusa, q u e es p r o d u - A h o r a b i e n : C r i s t o h a sido constituido

(1) Esta doctrina concilla perfectamente los diversos pare- nion de Westorio, suponen á Cristo antes puro hombre por
ceres de los S S . P P . , de los que unos no admiten en Cristo algún tiempo é inhabitado después por el Verbo mediante
ignorancia alguna de cualquier género, suponiéndola otros cierta unión accidental.
en algún modo por razón de su humanidad, y entre estos San (3) Aunque el testo evangélico no dice allí espresamente
Atanasio, San Basilio, San Gregorio Nacianceno y San Cirilo que les respondiese (respondenlem),- colígese harto claramente
eje Alejandría, griegos, y de los latinos San Ambrosio y San del contesto, donde se lee (v. 47J que se admiraban iodos de su
Hilario con algunos otros. prudencia y (responsisj respuestas.

(2) Los que, asintiendo en cierto modo á la insostenible opi-


280 CUESTIÓN X I I . — A R T Í C U L O S III Y IV.

p o r D i o s c a b e z a d e l a I g l e s i a , y aun de » h o m b r e s en l a tierra á l o s d o c e a ñ o s de
t o d o s l o s h o m b r e s , s e g ú n l o d i c h o ( C . 8,a. y> e d a d , p o r q u e s e g ú n el u s o de la razón
3), p a r a q u e t o d o s r e c i b i e r a n p o r é l m i s m o » la e n s e ñ a n z a de l a d o c t r i n a no es opor-
n o s o l o l a g r a c i a sino t a m b i é n p a r a q u e » t u n a sino en la e d a d p e r f e c t a (2)».
recibieran d e él l a e n s e ñ a n z a de la v e r -
d a d ; p o r l o c u a l é l m i s m o dice ( J o a n . 1 8 , ARTÍCULO IV. — A p r e n d i ó c r i s t o oi-
37), pa-ra esto nací y para esto vine al g o d e l o s á n g e l e s 'i
mundo ¡para dar testimonio á la verdad:
y p o r t a n t o no fue conveniente á su dig- 1.° P a r e c e q u e C r i s t o r e c i b i ó de los
nidad el que fuese enseñado por hombre á n g e l e s c i e n c i a : p o r q u e se d i c e ( L u c .
alguno. 22, 43) q u e apareció á Ci'isto un ángel
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , s e g ú n del cielo, que le confortaba ; y la confor-
d i c e O r í g e n e s (sup. L u c . h o m . 18, y t a c i ó n s e h a c e p o r m e d i o de l a s palabras
h o m . 19), « el S e ñ o r i n t e r r o g a b a , n o p a r a c o n f o r t a t i v a s d e l q u e e n s e ñ a , s e g ú n aque-
» a p r e n d e r a l g o , sino p a r a instruir p r e - llo ( J o b . 4,3), lié aquí que enseñaste á
» g u n t a n d o , c o m o q u e de u n a f u e n t e de muchos y diste vigor á manos cansadas,
» e n s e ñ a n z a d i m a n a el p r e g u n t a r y c o n - tus palabras sostuvieron á los que vacila-
y> t e s t a r s a b i a m e n t e ». A s í el E v a n g e l i s t a ban. L u e g o C r i s t o ha sido instruido por
a ñ a d e q u e todos los que le escuchaban se los á n g e l e s .
admiraban de su prudencia y de sus res- 2.° D i c e S a n D i o n i s i o ( D e ccelest.
puestas. h i e r a r c h . c. 4) : « v e o p u e s q u e aun el
A l 2.° q u e e l q u e a p r e n d e d e l h o m b r e » m i s m o J e s ú s , s u s t a n c i a sobresustancial
no recibe inmediatamente la ciencia de » d e las s u s t a n c i a s s o b r e c e l e s t i a l e s , vi-
l a s e s p e c i e s i n t e l i g i b l e s , que h a y e n l a » n i e n d o á la n u e s t r a sin transmutación,
m e n t e d e l m i s m o , sino m e d i a n t e l a s p a - » s e s o m e t e o b e d i e n t e m e n t e á l a s forma-
l a b r a s s e n s i b l e s , c o m o s i g n o s de los c o n - » c i o n e s d e l P a d r e y de D i o s por media-
c e p t o s i n t e l i g i b l e s . P e r o , así c o m o l a s D cion de l o s á n g e l e s ». P a r e c e p u e s que
palabras formuladas por el h o m b r e son el m i s m o C r i s t o quiso s o m e t e r s e al orden
signos de su ciencia i n t e l e c t u a l , así las de la l e y d i v i n a , q u e d i s p o n e q u e los
criaturas f o r m a d a s p o r D i o s s o n s i g n o s d e h o m b r e s s e a n i n s t r u i d o s p o r m e d i o de los
s u s a b i d u r í a ; p o r l o c u a l se d i c e ( E c c l i . ángeles.
1, 10) q u e Dios derramó la sabiduría 3.° A s í c o m o e l c u e r p o h u m a n o está
sobre todas sus obras. A s í p u e s c o m o e s s o m e t i d o por el o r d e n n a t u r a l á l o s cuer-
m á s d i g n o ser e n s e ñ a d o p o r D i o s q u e por p o s c e l e s t e s , así t a m b i é n la m e n t e huma-
e l h o m b r e , así es m á s d i g n o recibir l a n a á l a s de l o s á n g e l e s . P e r o el c u e r p o de
c i e n c i a p o r m e d i o d e l a s criaturas s e n s i - C r i s t o e s t u v o s u j e t o á las i m p r e s i o n e s de
bles que por la enseñanza del hombre. l o s c u e r p o s c e l e s t e s , p u e s sufrió calor en
A l 31° q u e J e s ú s a d e l a n t a b a e n l a c i e n - el estío y frío en i n v i e r n o , c o m o asimis-
cia e s p e r i m e n t a l , como también en l a m o t o d o s l o s d e m á s p a d e c i m i e n t o s huma-
e d a d , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2). M a s , a s í n o s . L u e g o t a m b i é n su m e n t e humana
c o m o se requiere edad oportuna, parece e s t a b a s o m e t i d a á las i l u m i n a c i o n e s de los
que el hombre reciba la ciencia por m e - espíritus sobrecelestes.
dio d e l a i n v e s t i g a c i ó n ; a s í t a m b i é n p a r a Por el contrario, dice S a n Dionisio
que la adquiera por medio de la enseñan- ( C c e l e s t . h i e r . c. 7) q u e « l o s á n g e l e s su-
za. E l Señor empero nada h i z o , que n o » p r e m o s p r o p o n e n al mismo Jesús cues-
f u e r a c o n g r u e n t e á s u e d a d (1) ; y p o r » t i o n e s y q u e a p r e n d e n la ciencia de su
eso no prestó oidos á los discursos de » o b r a d i v i n a y de la carne t o m a d a por
doctrina, sino en aquel t i e m p o , en que » n o s o t r o s , que J e s u s les e n s e ñ a sin
podía por la v í a de la esperiencia haber » i n t e r m e d i a r i o » (3). M a s no pertenece
conseguido tal grado de ciencia ; y según al m i s m o e n s e ñ a r y ser e n s e ñ a d o . L u e g o
esto dice San Gregorio ( s u p . E z e c h . C r i s t o n o r e c i b i ó - c i e n c i a de l o s ángeles.
hom. 2 ) : « dignóse interrogar á los Conclusión. El alma de Cristo nada
(1) Orígenes hace notar que en su niñez enseñaba á sus predicación pública.
coetáneos lo conveniente á ellos con su ejemplo. (3) Por sí mismo personalmente.
(1) La de treinta años, en que comenzó su enseñanza por la
CUESTIÓN XII. — ARTÍCULO IV. 281

aprendió de los ángeles ni en lo esperi- confortación del ángel no fue á modo de


rimental ni en cuanto à la ciencia infusa, instrucción, sino para demostrar la pro-
siendo perfecta en ambos conceptos. piedad de la humana naturaleza ; por lo
Responderemos que, así como el alma cual dice Beda (sup. Luc. c. 92) : « en
humana ocupa el medio entre las sustan- » prueba de las dos naturalezas se dice
cias espirituales y las cosas corporales, » que los ángeles le sirvieron y conforta-
así es naturalmente capaz de ser perfec- » ron, porque el Criador no necesitó au-
cionada de dos maneras : 1 . por medio
a
» xilio de su criatura; pero hecho hombre,
de la ciencia adquirida de las cosas sen- » así como está triste por causa nuestra,
sibles, y 2.° por la ciencia infusa ó" im- » así es confortado á causa de nosotros»,
presa por la iluminación de las sustancias esto es, para que se confirme en nosotros
espirituales. Ahora bien : el alma de Cris- la fe de su Encarnación.
to fue perfecta de estos dos modos : por Al 2.° que San Dionisio dice haber
parte de las cosas sensibles según la cien- estado Cristo sujeto á las instrucciones de
cia esperimental, para la que no se re- los ángeles, no por razón de sí mismo,
quiere luz angélica, sino que basta la del sino en razón de las cosas que se verifica-
entendimiento agente ; y en cuanto á la ban acerca de su Encarnación, y sobre
influencia superior según la ciencia in- las que le atañían durante su edad infan-
fusa,qne obtuvo inmediatamente de Dios: til ; por lo cual añade (ibid.) que «por
porque, así com'o su alma ha sido unida al » mediación de los ángeles se anuucia á
Verbo en unidad de persona sobre el » José por el Padre decidida la retirada
modo común de la criatura, así fue llena » de Jesús á Egipto, y luego su transla-
inmediatamente de un modo estraordina- » cion de Egipto á la Judéa ».
rio por el mismo Verbo de Dios de cien- Al 3.° que el Hijo de Dios tomó cuer-
cia, y de gracia; y esto no por mediación po pasible, como se dirá (C. 14, a. 1);
de los ángeles, quienes también recibieron pero alma perfecta en ciencia y gracia ;
en su principio por la acción del Verbo y por esto fue convenientemente su cuer-
la ciencia de las cosas, como dice San po sometido á la impresión de los cuer-
Agustin (sup. Gen. ad. litt. 1. 2, c. 8). pos celestes, mas su alma no lo estuvo á
Al argumento 1.° diremos, que aquella la de los espíritus celestes.
C U E S T I Ó N XIII.

Potencia del alma de Cristo.

1." Tuvo el alma de Cristo la omnipotencia en absoluto ? 3.° La tuvo con relación á la inmutación
de las criaturas ?3.° Y respecto á su propio cuerpo? 4.° La tuvo respecto á la ejecución de su vo-
luntad ?

ARTÍCULO I . — E I m m a <ie c r i s t o t u v o u n a c r i a t u r a e l a l m a d e C r i s t o , n o tiene


en a b s o l u t o l a o m n i p o t e n c i a ? (1) la omnipotencia.
Conclusión. Es imposible que el alma
1.° P a r e c e q u e el a l m a d e C r i s t o t u v o de Cristo sea absolutamente omnipotente,
la omnipotencia : p o r q u e dice S a n A m - siendo como es parte de la naturaleza
brosio sobre S a n L u c a s ( G l o s s . ord. su- humana.
p e r i l l u d L u c . 1, Hic erit magnus) : ce el R e s p o n d e r e m o s , q u e s e g ú n l o dicho
3) p o d e r , q u e t i e n e n a t u r a l m e n t e e l Hijo ( C . 2 , a. 1 y 2) e n el m i s t e r i o d e l a E n -
» d e D i o s , lo h a b í a d e recibir h o m b r e c a r n a c i ó n d e t a l m o d o s e h i z o l a unión
» en el t i e m p o » ; y esto p a r e c e ser p r i n - en l a p e r s o n a , q u e sin e m b a r g o q u e d ó l a
c i p a l m e n t e s e g ú n el a l m a , q u e es la p a r t e d i s t i n c i ó n d e n a t u r a l e z a s , e s d e c i r , con-
mejor del hombre. L u e g o , habiendo teni- s e r v a n d o u n a y o t r a n a t u r a l e z a l o que le
d o e l H i j o d e D i o s ab-ceterno l a o m n i p o - e s p r o p i o . M a s l a p o t e n c i a a c t i v a de
t e n c i a , p a r e c e q u e el a l m a de C r i s t o r e - c u a l q u i e r c o s a s i g u e á l a f o r m a de la
cibió l a o m n i p o t e n c i a en el t i e m p o . m i s m a , q u e e s e l p r i n c i p i o d e o b r a r (3);
2.° A s í c o m o l a p o t e n c i a d e D i o s e s y l a f o r m a ó e s l a n a t u r a l e z a m i s m a de
infinita, así t a m b i é n su ciencia. P e r o el l a c o s a , c o m o e n l o s s e r e s s i m p l e s , ó cons-
alma de Cristo tiene en cierto modo la t i t u y e l a n a t u r a l e z a m i s m a d e l a s cosas
ciencia de todo lo que Dios sabe (2), en las que son c o m p u e s t a s de materia y
c o m o s e h a d i c h o ( C . 10, a , 2). L u e g o f o r m a . D e a q u í e s e v i d e n t e q u e l a po-
t a m b i é n tiene la potencia de todas las t e n c i a a c t i v a d e c u a l q u i e r c o s a e s consi-
c o s a s , y a s í es o m n i p o t e n t e . g u i e n t e á s u n a t u r a l e z a ; y a s í l a omni-
3.° E l a l m a d e C r i s t o t i e n e t o d a c i e n - p o t e n c i a se r e f i e r e á l a n a t u r a l e z a divina
c i a ; y de las ciencias u n a es p r á c t i c a y c o m o s u c o n s e c u e n c i a : p o r q u e , c o m o la
otra especulativa: luego de las cosas, que n a t u r a l e z a d i v i n a e s e l m i s m o s e r incir-
s a b e , tiene la ciencia p r á c t i c a , esto es, c u n s c r i t o d e D i o s , s e g ú n c o n s t a p o r San
s a b e h a c e r lo q u e s a b e ; y así p a r e c e q u e D i o n i s i o ( D e d i v . n u m . c. 5, l e c t . 1); de
p u e d e hacer todas las cosas. a h í e s q u e t i e n e p o t e n c i a a c t i v a respecto
Por e l c o n t r a r i o : l o q u e e s p r o p i o d e d e t o d a s la.s c o s a s , q u e p u e d e n t e n e r razón
Dios no puede convenir á criatura algu- d e e n t e , l o q u e es t e n e r l a omnipotencia:
n a ; y es p r o p i o de D i o s ser o m n i p o t e n t e , c o m o t a m b i é n c u a l q u i e r a o t r a c o s a tiene
s e g ú n a q u e l l o ( E x o d . 15, 2 ) , este es mi p o t e n c i a a c t i v a r e s p e c t o d e l a s cosas, i
Dios y le glorificaré; y d e s p u é s a ñ a d e , q u e s e e s t i e n d e l a p e r f e c c i ó n d e su natu-
omnipotente es su nombre. L u e g o , s i e n d o r a l e z a , c o m o l o c á l i d o p a r a c a l e n t a r . Lúe-

(1) Agustín de Roma decía virtualmente que « e l alma de dicho fue condenado en el concilio de Basilea.
» Cristo era en absoluto omnipotente », en el hecho de ase- (2) Por ciencia de vision, no por la de simple inteligencia,
gurar que « su naturaleza humana e s la misma persona del conforme á lo dicho en el lugar citado en el testo.
» Verbo y verdaderamente Dios natural y propio ». Y a queda (3) Principio quo únicamente, y no quod.
CUESTIÓN XIII.—ARTÍCULOS I Y II. 283

go, siendo el alma de Cristo parte de la el a l m a de C r i s t o n o conoce t o d a s las co-


naturaleza humana, es imposible que s a s , q u e D i o s p u e d e h a c e r , las q u e sin
tcnqa la omnipotencia. e m b a r g o conoce D i o s p o r l a ciencia d e su
Á l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l h o m - simple inteligencia : aunque conozca to-
b r e r e c i b i ó e n el t i e m p o l a o m n i p o t e n c i a , das las presentes, pasadas y f u t u r a s , que
que el H i j o d e D i o s t u v o ab-mterno p o r D i o s conoce con la ciencia de la visión. Y
la u n i ó n m i s m a d e l a p e r s o n a ; d e l a c u a l asimismo las semejanzas de las cosas in-
resultó q u e , a s í c o m o el h o m b r e se d i c e fundidas en el a l m a de Cristo n o i g u a l a n á
Dios, así se d i g a o m n i p o t e n t e ( 1 ) : n o la v i r t u d divina en el o b r a r , esto es, d e
como si f u e s e o t r a l a o m n i p o t e n c i a d e l modo que pueda ejecutar todas las que
hombre que l a del H i j o d e D i o s , c o m o puede D i o s , ú obrarlas también del modo
ni o t r a l a d e i d a d ; s i n o p o r q u e es u n a s o l a q u e D i o s o b r a ; el c u a l o b r a p o r l a i n f i n i -
la p e r s o n a d e D i o s y d e l h o m b r e . t a v i r t u d , de la q u e n o es c a p a z l a cria-
A l 2.° q u e u u a es l a r a z ó n d e l a c i e n - t u r a . P o r otra p a r t e no h a y cosa, que d e -
cia y o t r a l a d e l a p o t e n c i a a c t i v a , c o m o m a n d e u u a virtud infinita, p a r a que t e n g a
algunos d i c e n : p o r q u e l a p o t e n c i a a c t i v a un conocimiento cualquiera, aunque h a y a
resulta d e l a n a t u r a l e z a m i s m a d e l a c o s a , un modo de conocer que sea de virtud in-
por c u a n t o l a a c c i o u s e c o n s i d e r a c o m o finita : p e r o h a y c o s a s q u e n o p u e d e n s e r
saliendo d e l a g e n t e ; m i e n t r a s q u e l a c i e n - h e c h a s sino p o r l a v i r t u d infinita, c o m o
cia no s i e m p r e se o b t i e n e p o r l a m i s m a la creación y otras s e m e j a n t e s , según se
esencia ó f o r m a d e l q u e s a b e , s i n o q u e v e p o r l o e s p u e s t o e n l a 1. P a r t e ( C . 55).
a

puede ser t e n i d a p o r l a a s i m i l a c i ó n d e l Y p o r t a n t o el a l m a de C r i s t o , q u e sien-


que s a b e á l a s c o s a s s a b i d a s s e g ú n l a s s e - d o c r i a t u r a t i e n e v i r t u d finita, p u e d e e n
mejanzas r e c i b i d a s . M a s e s t a r a z ó n n o verdad conocer t o d o , m a s no por todo
parece c o n c l u y e n t e : p o r q u e , a s í c o m o a l - m o d o ; pero no puede hacer todas las
guno p u e d e c o n o c e r e n v i r t u d d e l a s e - c o s a s , lo cual p e r t e n e c e á l a r a z ó n d e l a
mejanza r e c i b i d a d e o t r o , a s í t a m b i é n o m n i p o t e n c i a , y e n t r e o t r a s cosas es evi-
puede o b r a r p o r l a f o r m a r e c i b i d a d e o t r o ; d e n t e q u e n o p u e d e c r e a r s e á sí m i s -
como el a g u a ó el h i e r r o c a l i e n t a n p o r el m a (2).
calor r e c i b i d o d e l f u e g o . L u e g o n o se i m - A l 3 . ° q u e el a l m a de Cristo t u v o l a
pide p o r e s t o q u e , a s í c o m o el a l m a d e ciencia p r á c t i c a y e s p e c u l a t i v a ; sin e m -
Cristo p u e d e c o n o c e r t o d o p o r l a s s e m e - b a r g o n o es m e n e s t e r q u e t e n g a l a c i e n c i a
janzas de l a s c o s a s i n f u n d i d a s p o r D i o s práctica de todas aquellas cosas, de las
en é l , a s i m i s m o p u e d e h a c e r l a s p o r l a s cuales t u v o la ciencia especulativa ; pues
mismas s e m e j a n z a s . E s d e c o n s i d e r a r s e p a r a tener la ciencia especulativa b a s t a la
ademas q u e l o q u e e s r e c i b i d o e n u n a n a - sola conformidad ó asimilación del es-
turaleza inferior.de o t r a superior se tiene ciente á la cosa sabida ; m a s p a r a la
p o r m o d o i n f e r i o r ; p o r q u e el c a l o r n o t i e n e c i e n c i a p r á c t i c a se r e q u i e r e q u e l a s f o r -
la misma p e r f e c c i ó n y v i r t u d e n e l a g u a m a s d e las cosas, q u e e s t á n en el e n t e n d i -
que lo r e c i b e q u e e n e l f u e g o . A s í p u e s , m i e n t o , s e a n o p e r a t i v a s . M a y o r cosa es
como el a l m a d e C r i s t o e s d e n a t u r a l e z a e m p e r o t e n e r l a f o r m a é i m p r i m i r l a for-
inferior á l a n a t u r a l e z a d i v i n a , l a s s e m e - m a h a b i d a e n otro q u e t e n e r solo l a f o r m a ,
janzas d e l a s c o s a s n o s o n r e c i b i d a s e n e l c o m o es m á s b r i l l a r é i l u m i n a r q u e s o l o
alma m i s m a d e C r i s t o s e g ú n l a m i s m a brillar. D e a q u í es q u e el a l m a d e Cristo
perfección y v i r t u d , c o n f o r m e á l a s q u e tiene ciertamente la ciencia especulativa
estáu en l a n a t u r a l e z a d i v i n a . D e l o c u a l de crear (pues sabe de q u é m o d o crea
resulta q u e l a c i e n c i a d e l a l m a d e C r i s t o D i o s ) ; pero no tiene la ciencia práctica
es inferior á l a c i e n c i a d i v i n a e n c u a n t o d e e s t a c o s a , p u e s t o q u e n o tiene la cien-
al modo d e c o n o c e r , p u e s t o q u e D i o s c o - cia operativa d e la creación.
noce m á s p e r f e c t a m e n t e l a s c o s a s q u e e l
alma de C r i s t o ; y t a m b i é n ' e n c u a n t o a l ARTÍCULO I I . — ¿ T U V O C I a l m o d e c r i s -
número d e las cosas s a b i d a s , p u e s t o q u e to la omnipotencia respecto á la Inmutación
de las criaturas ?
(1) Solo en virtud de la comunicación del lenguaje.
(2) Conviene tener aquí presente lo espuesto y demostrado
la C. 45, . 5 , de la 1." Parte, en el tomo 1.°
a
l.° P a r e c e q u e el a l m a de Cristo tiene
284 CUESTIÓN XIII. — ARTÍCULO II.

la omnipotencia respecto á la inmutación en cuanto á la inmutación de las cria-


d e las c r i a t u r a s : p o r q u e dice él m i s m o turas.
( M a t t h . u l t . 18), me ha sido dada toda R e s p o n d e r e m o s , q u e es necesario ha-
potestad en el cielo y en la tierra; y b a j o c e r a q u í u n a d o b l e d i s t i n c i ó n : l a 1. esa

el n o m b r e de cielo y t i e r r a se e n t i e n d e d e p a r t e d e l a t r a n s m u t a c i ó n d e l a s cria-
t o d a c r i a t u r a , c o m o s e v e c u a n d o se d i c e t u r a s q u e e s d e t r e s m o d o s : 1.° n a t u r a l ,
( G e n . 1, 1), en el principio crió Dios el e s t o e s , q u e se h a c e p o r el a g e n t e propio
cielo y la tierra. L u e g o p a r e c e q u e e l s e g ú n el o r d e n d e l a n a t u r a l e z a ; 2." mi-
alma de Cristo tiene la omnipotencia l a g r o s o , q u e se r e a l i z a p o r el a g e n t e so-
respecto á la inmutación de las cria- b r e n a t u r a l d e u n m o d o superior a l orden
turas. y c u r s o c o m ú n d e l a n a t u r a l e z a , c o m o la
2.° E l a l m a d e C r i s t o es m á s p e r f e c t a r e s u r r e c c i ó n d e l o s m u e r t o s ; 3.° s e g ú n
que cualquiera criatura; y cualquier cria- q u e t o d a c r i a t u r a es r e d u c i b l e á la nada.
t u r a p u e d e ser movida por alguna otra, L a 2. d i s t i n c i ó n d e b e t o m a r s e d e p a r t e
a

p u e s d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 3, d e l a l m a d e C r i s t o , q u e p u e d e s e r consi-
c . 4) q u e , « a s í c o m o l o s c u e r j j o s m á s d e r a d a d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n l a pro-
» crasos é inferiores son regidos p o r los p i a n a t u r a l e z a y v i r t u d , y a n a t u r a l , ya
D m á s s u t i l e s y p o t e n t e s c o n c i e r t o or- g r a t u i t a ; 2.° s e g ú n q u e es i n s t r u m e n t o
is d e n , a s í t o d o s l o s c u e r p o s p o r e l e s p í - del V e r b o de D i o s unido á ella personal-
» r i t u de la v i d a , y el espíritu de la vida m e n t e . S i p u e s h a b l a m o s d e l a l m a de
» irracional por el espíritu racional d e la C r i s t o s e g ú n l a p r o p i a n a t u r a l e z a y vir-
» v i d a , y el e s p í r i t u d e l a v i d a r a c i o n a l t u d , y a u a t u r a l , y a g r a t u i t a ; t u v o poder
» d e s e r t o r y p e c a d o r p o r el e s p í r i t u d e p a r a p r o d u c i r a q u e l l o s e f e c t o s , q u e son
» la vida racional, piadoso y j u s t o » . M a s c o n v e n i e n t e s al a l m a , v. g. p a r a gober-
el a l m a de C r i s t o m u e v e t a m b i é n á los n a r al c u e r p o y d i s p o n e r los a c t o s huma-
mismos espíritus supremos iluminándolos, n o s , y t a m b i é n p a r a i l u m i n a r p o r medio
c o m o d i c e S a n D i o n i s i o ( D e ccelest. h i e - d e l a p l e n i t u d d e l a g r a c i a y d e l a cien-
r a r c h . c . 7). L u e g o p a r e c e q u e el a l m a d e c i a á t o d a s l a s c r i a t u r a s r a c i o n a l e s , que
Cristo tiene la omnipotencia respecto á se a p a r t a n d e su p e r f e c c i ó n , d e la ma-
la inmutación de las criaturas. n e r a q u e e s t o c o n v i e n e á l a c r i a t u r a ra-
3.° E l a l m a d e C r i s t o t u v o p l e n í s i m a - c i o n a l . M a s , si h a b l a m o s d e l a l m a de
m e n t e l a g r a c i a d e los milagros ó virtu- C r i s t o , s e g ú n q u e e s i n s t r u m e n t o del
d e s , comió t a m b i é n l a s d e m á s g r a c i a s . V e r b o á ella u n i d o , en este concepto
P e r o toda inmutación de las criaturas t u v o l a v i r t u d i n s t r u m e n t a l , p a r a hacer
p u e d e pertenecer á la gracia de los mi- t o d a s las m u t a c i o n e s m i l a g r o s a s ordeua-
l a g r o s , p u e s t o q u e a u n los c u e r p o s c e - b l e s a l fin d e l a E n c a r n a c i ó n , q u e es res-
lestes fueron inmutados milagrosamente t a u r a r t o d a s l a s c o s a s q u e e x i s t e n en el
en su o r d e n , como p r u e b a S a n Dionisio cielo ó e n la t i e r r a . L a s inmutaciones
( e p i s t . a d P o l y c a r p u m , 7) (1). L u e g o e l e m p e r o d e l a s c r i a t u r a s , s e g ú n son sus-
alma de Cristo tuvo la omnipotencia res- c e p t i b l e s d e v o l v e r á la n a d a , correspon-
pecto á la inmutación de las criaturas. d e n á l a c r e a c i ó n d e l a s c o s a s , s e g ú n que
P o r el c o n t r a r i o : t r a n s m u t a r las cria- s o n p r o d u c i d a s d e l a n a d a . Y p o r esto,
t u r a s c o m p e t e al m i s m o q u e tiene el p o - a s í c o m o s o l o D i o s p u e d e c r e a r , a s í solo
d e r d e c o n s e r v a r l a s ; y esto es p r o p i o él p u e d e r e d u c i r á la n a d a las criaturas;
d e s o l o D i o s , s e g ú n a q u e l l o ( H e b r . 1, 3), s i e n d o t a m b i é n él solo q u i e n l a s conserva
sustentándolo todo con la palabra de su e n el s e r p a r a q u e n o c a i g a n e n l a nada.
virtud. L u e g o e s e s c l u s i v o d e s o l o D i o s A s í p u e s debe decirse que el alma de
tener la omnipotencia respecto de la in- Cristo no tiene la omnipotencia respecto
mutación de las c r i a t u r a s ; y por t a n t o de la inmutación de las criaturas.
e s t o n o c o n v i e n e al a l m a d e C r i s t o . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , como
C o n c l u s i o n . Debe decirse en absoluto d i c e S a n J e r ó n i m o (2) ( s u p . l o e . M a t t h .
que el alma de Cristo no es omnipotente c i t . i n a r g . ) , « l a p o t e s t a d h a s i d o dada

(1J Refiriéndose principalmente al eclipse de sol ocurrido tiva respecto del sol, que astronómicamente produce sus
en ta muerte del Señor contra el curso ordinario de la natu- eclipses.
raleza, por no hallarse la luna entonces en la posición rela- (2) Tomándolo de San Hilario.
CUESTIÓN XIII.—ARTÍCULOS II Y I I I . 285

» al q u e p o c o antes f u e c r u c i f i c a d o , fue ARTÍCULO III. — ¿EI alma de cristo


» sepultado en l a t u m b a , y después re- tuvo l a omnipotencia respecto de s u propio
» sucitó», esto e s , á Cristo, según que cuerpo?
es h o m b r e . D í c e s e q u e l e f u e d a d a t o d a
potestad por razón de la unión, por la que l.° P a r e c e que el alma de Cristo t u v o
se h i z o q u e e l h o m b r e f u e s e o m n i p o t e n - la omnipotencia respecto de su propio
t e , s e g ú n l o d i c h o ( a . 1 , al 1.°). Y , a u n - c u e r p o : porque dice el D a m a s c e n o ( O r t h .
que esto h u b i e r a s i d o c o n o c i d o d e l o s á n - fid. 1. 3 , c. 20 y 23) q u e « t o d a s l a s c o s a s
geles a n t e s d e l a r e s u r r e c o i o n , f u e s i n y> n a t u r a l e s f u e r o n p a r a C r i s t o v o l u n t a -
embargo notorio á t o d o s l o s h o m b r e s d e s - » rias, pues queriendo tuvo hambre y sed
pués de l a r e s u r r e c c i ó n , c o m o d i c e S a n » y temió y murió ». P e r o se dice que es
Remigio ( C a t . aur. D i v i T h o m a í ) . M a s D i o s o m n i p o t e n t e , p o r q u e hizo todas las
las cosas s e d i c e n s e r h e c h a s , c u a n d o s o n cosas que quiso. L u e g o p a r e c e q u e e l
conocidas; y p o r l o t a n t o d e s p u é s d e l a alma de Cristo t u v o la omnipotencia res-
resurrección d i c e e l S e ñ o r q u e l e h a b í a p e c t o á las operaciones naturales de su
sido dada t o d a p o t e s t a d e n e l c i e l o y e n propio cuerpo.
la tierra. 2.° E n C r i s t o e x i s t i ó l a n a t u r a l e z a h u -
A l 2.° q u e , a u n q u e t o d a criatura s e a mana más perfectamente que en A d á n , en
mudable p o r o t r a c r i a t u r a á e s c e p c i o n d e l q u i e n (2) s e g ú n l a j u s t i c i a o r i g i n a l , q u e
ángel s u p r e m o , q u e s i n e m b a r g o p u e d e tuvo en el estado de la inocencia, t e -
ser iluminado p o r e l a l m a d e C r i s t o ; n o n í a (2) e l c u e r p o s u j e t o p o r c o m p l e t o a l
obstante n o t o d a i n m u t a c i ó n , q u e p u e d e a l m a , d e m o d o q u e n a d a p u d i e r a ocurrir
ser h e c h a a c e r c a d e l a c r i a t u r a , p u e d e en su cuerpo contra l a voluntad del alma.
hacerse p o r l a c r i a t u r a , sino q u e c i e r t a s L u e g o m u c h o m á s el alma de Cristo tuvo
inmutaciones p u e d e n s e r h e c h a s p o r s o l o la omnipotencia respecto de su cuerpo.
Dios. M a s c u a l e s q u i e r a i n m u t a c i o n e s , q u e 3.° P o r l a i m a g i n a c i ó n d e l a l m a se a l -
pueden ser h e c h a s p o r l a s c r i a t u r a s , p u e - tera naturalmente el c u e r p o , y tanto m á s ,
den serlo t a m b i é n p o r e l a l m a d e C r i s t o , c u a n t o e l a l m a fuere m á s f u e r t e d e i m a -
según que e s i n s t r u m e n t o d e l V e r b o ; n o ginación, como se h a demostrado en la
empero s e g ú n s u propia n a t u r a l e z a y vir- 1. P a r t e ( C . 117, a. 3 , a l 3.°). P e r o e l
a

tud, puesto q u e ciertas d e t a l e s i n m u t a c i o - alma de Cristo tuvo virtud perfectísima,


nes no p e r t e n e c e n a l a l m a , n i e n c u a n t o y a en cuanto á la imaginación, y a en
al orden d e l a n a t u r a l e z a ni e n c u a n t o a l c u a n t o á l a s otras f u e r z a s . L u e g o e l a l m a
orden de l a g r a c i a . de Cristo fue omnipotente respecto á su
A l 3.° q u e , s e g ú n s e h a d i c h o e n l a propio cuerpo.
2. P . (2-2.", C . 178, a. 1, al 1.°), la g r a -
a
Por el c o n t r a r i o , s e d i c e ( H e b r . 2,17)
cia de las v i r t u d e s ó d e l o s m i l a g r o s s e que debió en todo asemejarse á los her-~
da al alma d e a l g ú n S a n t o , n o p o r q u e l e manos, y p r i n c i p a l m e n t e e n l a s c o s a s q u e
convenga h a c e r m i l a g r o s p o r p r o p i a v i r - pertenecen á la condición de la naturale-
tud, sino para q u e s e a n h e c h o s e s t o s m i - za h u m a n a ; y á esta condición pertenece
lagros p o r virtud d i v i n a . Y e s t a g r a c i a que l a salud d e l cuerpo y s u nutrición y
fue dada e s c e l e n t í s i m a m e n t e a l a l m a d e crecimiento no estén sometidas al imperio
Cristo, es d e c i r , q u e n o s o l a m e n t e é l de la razón ó de la v o l u n t a d ; porque las
mismo hiciera m i l a g r o s , sino t a m b i é n cosas naturales están sometidas á solo
para que t r a n s m i t i e r a á o t r o s e s t a g r a c i a . D i o s , que es el autor de l a naturaleza.
Por lo cual s e dice ( M a t t h . 10, 1) q u e , L u e g o ni en Cristo estaban sometidas.
convocados sus doce discípulos, les dio N o fue pues omnipotente el alma de Cris-
potestad (1) sobre los espíritus inmundos, to respecto de su propio cuerpo.
para lanzarlos, y para sanar toda dolen- Conclusión. El alma de Cristo [1] no
cia y toda enfermedad. podía según su propia naturaleza y vir-
tud inmutar su propio cuerpo de la natu-

(1) l a cual puede entenderse recibida de la virtud divina, leerse acaso qui, ó bien eral (estaba) en lugar de ( t e n i a ) ha-
Y no precisamente del alma de Cristo. bebat.
(2) ÍH 5uo; mas Kicolai sospecha no sin razón que debe
286 CUESTIÓN X I I I . — A R T Í C U L O S III Y IV.

ral disposición; pero si [2] como insirw a l t o , p u e s t o q u e l a i m a g i n a c i ó n e s hecha


mentó unido al Verbo; aunque [ 3 ] tal p a r a ser e l p r i n c i p i o del m o v i m i e n t o local,
omnipotencia debe más bien atribuirse al c o m o s e d i c e ( D e a n . 1. 3 , t . 48 y sig.).
Verbo mismo. A s i m i s m o t a m b i é n e n c u a n t o á l a altera-
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o c i ó n , q u e es s e g ú n e l calor y el frió, y
( a . 2) e l a l m a d e C r i s t o p u e d e s e r c o n - o t r a s c o n s i g u i e n t e s ; p u e s t o q u e l a s pasio-
s i d e r a d a d e d o s m o d o s : 1.° según la pro- n e s d e l a l m a , q u e a g i t a n e l c o r a z ó n , son
pia naturaleza y virtud ( 1 ) ; y d e e s t e n a t u r a l m e n t e p r o d u c i d a s p o r l a imagina-
m o d o , así como n o podía inmutar los c i ó n ; y a s í e s q u e p o r l a c o n m o c i ó n de
c u e r p o s e s t e r i o r e s d e l curso y o r d e n d e l a l o s e s p í r i t u s s e a l t e r a t o d o e l c u e r p o . Mas
n a t u r a l e z a , así tampoco podía inmutar su l a s otras d i s p o s i c i o n e s c o r p o r a l e s , que no
propio cuerpo de su natural disposición ; t i e n e n u n o r d e n n a t u r a l c o n l a imagina-
puesto q u e el alma de Cristo según la c i ó n , n o s o n a l t e r a d a s p o r e s t a , p o r muy
propia naturaleza tiene proporción deter- f u e r t e q u e s e a ; v . g . l a figura d e l a mano
m i n a d a á s u c u e r p o ; 2.° p u e d e s e r c o n - ó del pie ó algo semejante.
s i d e r a d a e l a l m a d e C r i s t o , según que es
instrumento unido al Verbo de Dios en l a ARTÍCULO I V . — ¿ E I a l m o d e cristo
p e r s o n a ; y e n e s t e c o n c e p t o estaba so- t u v o l a o m n i p o t e n c i a r e s p e c t o d e l a ejecución
metida enteramente á su potestad toda la de s u voluntad?
disposición de su propio cuerpo. S i n e m -
b a r g o , puesto qué la virtud de l a acción l . ° P a r e c e q u e e l a l m a d e Cristo uo
no s e a t r i b u y e p r o p i a m e n t e a l i n s t r u - t u v o l a o m n i p o t e n c i a r e s p e c t o a l a ejecu-
m e n t o s i n o a l a g e n t e p r i n c i p a l ; tal omni- c i ó n d e s u p r o p i a v o l u n t a d : p o r q u e se
potencia se atribuye más bien al mismo dice ( M a r c . 7) q u e , h a b i e n d o e n t r a d o en
Verbo de Dios que al alma de Cristo. u n a c a s a , q u i s o q u e n a d i e l o s u p i e s e , pero
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a s p a - q u e n o p u d o o c u l t a r s e . L u e g o n o pudo
labras d e l D a m a s c e n o deben entenderse e j e c u t a r e n t o d o e l p r o p ó s i t o d e su vo-
respecto á l a voluntad divina de Cristo; luntad.
p u e s t o q u e , c o m o e l m i s m o d i c e antes 2.° E l p r e c e p t o es s i g n o d e l a voluntad,
( c . 14 y 1 5 ) , « p o r b e n e p l á c i t o d e l a d i - c o m o s e h a d i c h o ( P . 1. , C . 19, a. 12).
a

» vina v o l u n t a d era permitido á l a carne P e r o e l S e ñ o r m a n d ó h a c e r c i e r t a s cosas,


» sufrir y e j e c u t a r l o q u e l a e s p r o p i o ». y s u c e d i e r o n l a s c o n t r a r i a s ; p u e s s e dice
A l 2.° q u e n o p e r t e n e c í a á l a j u s t i c i a ( M a t t h . 9, 13) q u e J e s ú s c o n m i n ó á los
original, que tuvo A d á n en el estado de c i e g o s , á q u i e n e s d i e r a v i s t a , diciendo,
la inocencia, que el alma del hombre t u - mirad que nadie lo sepa; mas ellos sa-
v i e s e l a v i r t u d d e modificar s u p r o p i o liendo de allí. lo publicaron por toda
cuerpo e n cualquiera forma , sino e l q u e aquella tierra. L u e g o n o e n t o d a s las
pudiera conservarlo sin daño alguno : y c o s a s p u d o e j e c u t a r e l p r o p ó s i t o de su
Cristo hubiera podido asumir esta virtud, voluntad.
si h u b i e s e q u e r i d o . P e r o , s i e n d o t r e s l o s 3.° L o q u e u n o p u e d e h a c e r n o lo de-
estados d é l o s hombres, á saber, de ino- m a n d a á otro. P e r o e l S e ñ o r pidió al
cencia, d e culpa y de gloria ; así como P a d r e o r a n d o a q u e l l o q u e q u e r í a que
del estado de gloria t o m ó la comprensión f u e s e h e c h o , p u e s s e d i c e ( L u c . 6, 12)
y del estado de l a inocencia la inmunidad que salió al monte á hacer oración, y
de p e c a d o , a s í también d e l estado de l a pasó toda la noche orando á Dios. Luego
culpa t o m ó l a necesidad de someterse á n o p u d o a l c a n z a r e n t o d a s l a s cosas el
l a s p e n a l i d a d e s d e e s t a v i d a , c o m o s e dirá propósito de s u voluntad,
( C . 14¿ a. 2). P o r e l c o n t r a r i o , d i c e S a n Agus-
A l 3.° q u e á l a i m a g i n a c i ó n , si f u e r e tín (2) ( Q q . v e t . e t n o v i T e s t . q. 77):
fuerte, obedece naturalmente el cuerpo « e s i m p o s i b l e q u e n o s e c u m p l a l a vo-
relativamente á ciertas c o s a s , v. g. en » l u n t a d d e l S a l v a d o r , n i p u e d e querer lo
cuanto á l a caida de l a viga colocada e n » q u e s a b e q u e n o d e b e s e r h e c h o ».

(1) A u n la gratuita y santificante ; pues la santidad no | (2) Ya queda repetido que no es de San Agustín el citado
confiere per se el poder inmulador, como puede hacerlo la i libro,
procedente de gracia gratis-data. I
CUESTIÓN XIII. — A R T Í C U L O IV. 287

Conclusión. El alma de Cristo pudo sino lo que debía hacerse por otros, lo
ejecutar por propia virtud [1] cuanto por c u a l n o d e p e n d í a d e su v o l u n t a d h u m a n a ,
sí misma quiso ; y por virtud divina [2] A s í en la epístola del papa A g a t o n
cuanto en tal concepto quería, como ins- ( a c e p t a d a e n el 6.° C o n c i l i o C o n s t a n t . 3.°
trumento de la divinidad. a c t . 4) s e l e e : « c o n q u e ni e l C r e a d o r y
R e s p o n d e r e m o s , q u e e l a l m a de Cristo » el R e d e n t o r de todos p u d o estar o c u l t o
1.° c o m o para
quiso a l g o d e d o s m o d o s : » e n l a tierra ? á n o ser q u e e s t o s e r e -
cumplirlo por sí mismo, y así d e b e d e - » duzca á su voluntad h u m a n a , que se
cirse q u e pudo todo lo que quiso, p u e s n o » d i g n ó t o m a r t e m p o r a l m e n t e ».
convendría á s u s a b i d u r í a el q u e quisiera A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o
hacer a l g o p o r sí, q u e n o e s t u v i e r a s o m e - ( M o r a l . 1. 19, c. 14), « e l S e ñ o r o r d e -
tido á su v i r t u d ; 2.° quiso algo,para que » nando callar sus virtudes h a dado ejem-
se cumpliera por la virtud divina, como » pío á sus s e r v i d o r e s , p a r a q u e e l l o s d e -
la resurrección d e l p r o p i o c u e r p o y o t r a s » s é e n t e n e r o c u l t a s s u s v i r t u d e s , y sin
tales obras m i l a g r o s a s , que no podía por » embargo estas se manifiestan á su p e -
propia virtud, sino en cuanto era instru- » sar, p a r a ser p r o v e c h o s a s á o t r o s » . A s í
mento de la divinidad, s e g ú n s e h a d i c h o pues aquel precepto designaba la volun-
(a. 2). tad del m i s m o , que rehuía la gloria h u -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o m a n a , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 8 , 5 0 ) , no
observa S a n A g u s t í n ' ( Q q . v e t . e t n o vi busco yo mi gloria. Q u e r í a sin e m b a r g o
Test.), « l o q u e h a s i d o h e c h o , e s t o d e b e absolutamente, sobre todo según s u di-
» decirse h a b e r l o q u e r i d o C r i s t o ; p o r q u e v i n a v o l u n t a d , q u e se p u b l i c a s e el m i l a -
» es de a d v e r t i r q u e a q u e l l o s e e f e c t u ó e n gro h e c h o para utilidad de otros.
» l o s confines d e l o s g e n t i l e s , c u a n d o t o - A l 3.° q u e C r i s t o o r a b a , y a p o r l a s c o -
» davía no era e l t i e m p o d e p r e d i c a r l e s : s a s q u e d e b í a n ser h e c h a s p o r l a v i r t u d
í sin e m b a r g o l a e n v i d i a era l a q u e i m - divina, y a también por lo que h a b í a de
» pedía recibir á l o s q u e d e e l l o s m i s m o s hacer por su voluntad humana; puesto
» venían á la f e ; y a s í n o q u i s o ser p r e - que la virtud y operación del alma de
d i c a d o por l o s s u y o s , p e r o sí el ser r e - Cristo d e p e n d í a n d e D i o s , q u e obra en
»querido; y así s u c e d i ó » . O puede de- nosotros el querer y el hacer, c o m o s e
cirse que e s t a v o l u n t a d d e C r i s t o n o t u v o d i c e ( P h i l i p . 2, 13).
por objeto l o q u e d e b í a h a c e r s e p o r e l l a ,
CUESTIÓN XIY.
Defectos del cuerpo tomados por el Hijo de Dios.

Debemos tratar ahora de los defectos, que Cristo tomó en la naturaleza humana: 1." de los defectos
del cuerpo. 2." de los del alma.
Sobre lo 1." examinaremos : 1." El Hijo de Dios debió tomar en la naturaleza humana los defectos
del cuerpo?—2.° Tomó la necesidad de estar sometido á estos defectos ? —3.° Contrajo estos defec-
tos? —4.° Tomó todos estos defectos?

ARTÍCULO I . — Í E I HIJO d e DIO» d e b i ó P e r o e n C r i s t o n o h u b o c u l p a a l g u n a , se-


tomar e n l a naturaleza h u m a n a los defectos g ú n a q u e l l o ( i P e t r . 2, 22), no hizo pe-
d e l c u e r p o ? (1) cado. L u e g o n i l o s d e f e c t o s corporales,
q u e s o n p e n a l e s , d e b i e r o n e x i s t i r e n él.
1.° P a r e c e q u e e l H i j o d e D i o s n o d e - 4.° N i n g ú n s a b i o a s u m e l o q u e l e im-
bió asumir l a naturaleza humana c o n los p i d e e l p r o p i o fin; y p o r t a l e s defectos
defectos del cuerpo : porque, así como c o r p o r a l e s p a r e c e i m p e d i r s e e l fin de la
el a l m a e s t á u n i d a p e r s o n a l m e n t e al V e r b o E n c a r n a c i ó n : 1.° p o r q u e por e s t a s debili-
d e D i o s , a s í t a m b i é n el c u e r p o ; y e l a l m a d a d e s l o s h o m b r e s eran i m p e d i d o s de su
de Cristo tuvo l a omnímoda perfección, c o n o c i m i e n t o , s e g ú n e s t a s p a l a b r a s (Is.
así e n cuanto á l a gracia c o m o en cuanto 53, 2), le hemos deseado, mas nos ha pa-
á l a c i e n c i a , s e g ú n l o y a d i c h o ( C . 7, a. 9, recido despreciado y el postrero de los
y C . 9, a. 1). L u e g o t a m b i é n s u c u e r p o hombres, varón de dolores , y que sabe de
debió ser perfecto d e t o d o s m o d o s , sin trabajos, y como escondido su rostro, y
tener en sí defecto alguno. despreciado, por lo que no hicimos apre-
2.° E l a l m a d e C r i s t o v e í a a l V e r b o cio de él; 2.° p o r q u e n o p a r e c e cumplirse
de D i o s con aquella vision, c o n q u e le el deseo d e l o s S a n t o s P a d r e s , d e cuya
ven los bienaventurados, según lo dicho p e r s o n a s e d i c e ( I s . 51, 9 ) , levántate, le-
( C . 9, a. 2); y a s í e l a l m a d e C r i s t o e r a vántate, vístete de fortaleza, brazo del
bienaventurada. P e r o por la beatitud d e l Señor, 3.° p o r q u e p a r e c í a m á s conve-
a l m a se glorifica el cuerpo, pues dice S a n n i e n t e q u e l a p o t e n c i a d e l d e m o n i o pu-
A g u s t í n e n s u c a r t a á D i ó s c o r o (118 ó 56): d i e s e s e r v e n c i d a y q u e l a d e b i l i d a d hu-
« D i o s hizo el alma de naturaleza tan po- m a n a p u d i e s e s e r c u r a d a m á s b i e n por la
» d e r o s a , q u e d e s u p l e n í s i m a ¡beatitud f o r t a l e z a q u e p o r l a d e b i l i d a d . L u e g o no
» r e d u n d a t a m b i é n sobre l a n a t u r a l e z a i n - p a r e c e f u e s e c o n v e n i e n t e q u é e l H i j o de
» ferior, que es el cuerpo; n o la beatitud D i o s t o m a s e l a n a t u r a l e z a h u m a n a con
» q u e es propia d e l que g o z a y del inteli- las debilidades ó defectos corporales.
» g e n t e , sino l a plenitud d e l a s a l u d , e s Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( H e b r . 2,18),
» decir, el vigor de la incorrupción». A s í en cuanto padeció y fue tentado, es pode-
pues el cuerpo de Cristo fue incorruptible roso para ayudar á aquellos que son ten-
y sin defecto alguno. tados, y v i n o p a r a a y u d a r n o s ; por l o cual
3. L a p e n a e s c o n s e c u e n c i a d e l a c u l p a . t a m b i é n D a v i d d e c í a ( P s . 120), levante

(1) Julian de Halicarnaso , hereje acéfalo, decía que «e^ anatematizados por Clemente IV en el concilio de Víena, por
» cuerpo de Cristo era incorruptible desde su misma concep- Eugenio IV en el,de Florencia, por el 1.° de Efeso (can. 12 y
ta cion »; los afartodocitas que « l a carne que Cristo tomó d é l a 13 ) y por el 1.° de Toledo contra los priscilianitas con apro-
» Virgen fue incorruptible antes de la Pasión »; y los fanta bación del papa León.
siastas que « Cristo no tomó cuerpo humano pasible » : errores
CUESTIÓN XIV. —ARTÍCULO i. 289

mis ojos á los montes, de donde me vendrá persona, para que no os fatiguéis desfü'
el socorro. L u e g o f u e c o n v e n i e n t e q u e el lleciendo en vuestros ánimos.
Hijo d e D i o s t o m a s e l a c a r n e s o m e t i d a á A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a s a -
las e n f e r m e d a d e s h u m a n a s , p a r a q u e p u - tisfacción p o r los p e c a d o s d e o t r o tiene
diera ser t e n t a d o y s u f r i r en e l l a , y de como materia las penas, que alguno su-
este m o d o p r e s t a r n o s a u x i l i o . fre p o r e l p e c a d o d e otro ; p e r o tiene p o r
Conclusión. Fue conveniente que el principio el h á b i t o d e l a l m a , p o r e l q u e
cuerpo tomado por el Hijo de Dios estu- se inclina á q u e r e r satisfacer p o r o t r o , y
viese sometido á los padecimientos y de- d e él r e c i b e s u eficacia l a satisfacción;
fectos humanos. p u e s e s t a n o s e r í a eficaz, si n o p r o c e d i e -
Responderemos, q u e fue conveniente r a d e la caridad, como después se dirá
que el cuerpo tomado por el Hijo de Dios S u p p l e m . C . 14, a . 2). A s í q u e c o n v i n o
estuviese sometido á las enfermedades y q u e el a l m a de Cristo fuese perfecta e n
defectos humanos, y principalmente por cuanto al hábito d e las ciencias y virtu-
tres r a z o n e s : 1. p o r q u e e l H i j o d e D i o s
a
des, para que tuviera la facultad-de sa-
encarnándose vino á este m u n d o , p a r a tisfacer ; y que su cuerpo estuviese sujeto
satisfacer p o r e l p e c a d o d e l g é n e r o h u - á las enfermedades, p a r a q u e n o le fal-
mano; y u n o s a t i s f a c e p o r e l p e c a d o d e tase" l a m a t e r i a d e l a s a t i s f a c c i ó n .
otro, t o m a n d o p a r a s í l a p e n a d e b i d a p o r A l 2.° q u e s e g ú n l a r e l a c i ó n n a t u r a l ,
el p e c a d o d e l o t r o . S i e n d o p u e s l o s d e f e c - que h a y entre el a l m a y el cuerpo , d e l a
tos c o r p o r a l e s , e s d e c i r , l a m u e r t e , e l gloria del alma r e d u n d a la gloria al cuer-
hambre, la sed y semejantes penas del p e - po. P e r o esta relación natural en Cristo
cado, q u e f u e i n t r o d u c i d o e n e l m u n d o p o r estaba sometida á la voluntad de la di-
A d á n , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 5, 12), por vinidad del mismo, d e la q u e resultó q u e
un solo hombre entró el pecado en el mundo la b e a t i t u d permaneciese e n el a l m a y n o
y por elpecado la muerte; s i g ú e s e q u e f u e se d e r i v a s e a l c u e r p o ; p e r o q u e l a c a r n e
conveniente e n c u a n t o a l fin d e l a E n c a r - sufriese l a s c o s a s , q u e c o n v i e n e n á l a n a -
nación, q u e . t o m a s e e n s u n a t u r a l e z a y turaleza pasible, según lo q u e dice el
en v e z d e n o s o t r o s e s a s p e n a l i d a d e s , s e - D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, c . 15) q u e
gún e s t a s p a l a b r a s ( I s . 53, 4): en ver- « p o r beneplácito d e la voluntad divina
dad tomó sobre sí nuestras enfermedades. y> s e p e r m i t í a á l a c a r n e s u f r i r y o b r a r l o
2.° P a r a e s t a b l e c e r l a fe d e l a E n c a r - » q u e l a e s p r o p i o ¡>.
nación : p o r q u e , n o s i e n d o c o n o c i d a d e A l 3.° q u e l a p e n a s i g u e s i e m p r e á l a
los h o m b r e s l a n a t u r a l e z a h u m a n a d e culpa actual ú original, unas veces del
otra m a n e r a , s i n o s e g ú n q u e e s t á s u j e t a que es c a s t i g a d o , y otras d e a q u e l , p o r
á tales d e f e c t o s c o r p o r a l e s ; si s i n e s t o s quien u n o sufriendo l a s penas satisface.
defectos e l H i j o d e D i o s h u b i e s e t o m a d o Y a s í sucedió e n C r i s t o , s e g ú n s e dice
la n a t u r a l e z a h u m a n a , p a r e c e r í a n o h a b e r ( I s . 53, 5), fue llagado por nuestras ini-
sido v e r d a d e r o h o m b r e n i q u e h u b i e s e t e - quidades, quebrantado fue por nuestros
nido v e r d a d e r a c a r n e , s i n o f a n t á s t i c a , pecados.
como s u p u s i e r o n l o s m a n i q u é o s . Y por- A l 4.° q u e l a e n f e r m e d a d t o m a d a p o r
t a n t e , c o m o s e d i c e ( P h i l i p p . 2 , 7), se C r i s t o n o i m p i d i ó e l fin d e l a E n c a r n a -
anonadó á sí mismo tomando forma de ción, sino q u e l o p r o m o v i ó m á s y m á s ,
siervo, hecho á semejanza de hombres y según lo dicho. Y , aunque p o r estas en-
hallado en la condición como hombre; f e r m e d a d e s se escondiese s u divinidad,
por lo q u e t a m b i é n S a n t o T o m á s f u e v u e l - manifestábase no obstante la humanidad,
to á l a fe p o r la c o n t e m p l a c i ó n de las que es el camino p a r a llegar á D i o s , s e -
Hagas d e C r i s t o , c o m o s e d i c e ( J o a n . 20). g ú n a q u e l l o ( R o m . 5 , 2 ) , por Jesucristo
3. P o r e l e j e m p l o d e p a c i e n c i a , q u e
a
tenemos acceso á Dios. M a s l o s a n t i g u o s
nos d a s o b r e l l e v a n d o c o n v a l o r l a s p a - p a t r i a r c a s d e s e a b a n e n el Cristo n o l a
siones (1) y d e f e c t o s h u m a n o s ; p o r l o f o r t a l e z a c o r p o r a l sino l a e s p i r i t u a l , p o r
cual se d i c e ( H e b r . 1 2 , Z),sufiió tal la cual venció al demonio y curó l a d e -
contradicción de los pecadores contra su bilidad h u m a n a .

(1) Surtimientos ó padecimientos.


SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 19
290 C U E S T I Ó N X I V . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

ARTÍCULO I I . — Cristo a s u m i ó l a n e - u n c u e r p o c o m p u e s t o d e e l e m e n t o s contra-


cesidad de estar sometido á estos defectos? r i o s s e d i s u e l v a . A h o r a b i e n : según esta ne-
cesidad, q u e p r o v i e n e d e l a m a t e r i a , el
l.° P a r e c e q u e C r i s t o n o e s t u v o s o m e - cuerpo de Cristo estuvo sujeto á la nece-
tido á estos defectos p o r necesidad : por- sidad de la muerte y de otros defectos
q u e s e dice ( I s . 53, 7 ) , sé ofreció porque semejantes ; p o r q u e , c o m o s e , h a dicho
quiso ; y h a b l a d e l a o b l a c i ó n r e f e r e n t e ( a . 1 , a l 2.°), « p o r b e n e p l á c i t o d e l a vo-
á l a P a s i ó n . P e r o l a v o l u n t a d se opone » l u n t a d d i v i n a s e p e r m i t í a s u f r i r y eje-
á la necesidad. L u e g o Cristo no estuvo » c u t a r á l a c a r n e d e C r i s t o l a s cosas
sometido p o r necesidad á los defectos » p r o p i a s d e e l l a » . E s t a n e c e s i d a d em-
corporales. p e r o e s p r o d u c i d a p o r l o s p r i n c i p i o s de
2.° D i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, l a n a t u r a l e z a h u m a n a , s e g ú n l o dicho.
c . 20), « n a d a s e c o n s i d e r a e n C r i s t o M a s , si hablamos de la necesidad de
» o b l i g a d o (1) s i n o t o d o v o l u n t a r i o » ; y coacción, según que repugna á la natura-
lo q u e es v o l u n t a r i o n o es n e c e s a r i o : leza corporal, e s p r e c i s o r e c o n o c e r asi-
l u e g o tales defectos no existieron p o r m i s m o q u e el cuerpo de Cristo estuvo so-
necesidad en Cristo. metido según la condición de su propia
3.° L a n e c e s i d a d s e i m p o n e p o r a l g u - naturaleza á la necesidad del clavo per-
no m á s poderoso ; pero ninguna criatura forador y del azote que le hería (2). Mas,
es m á s p o d e r o s a q u e el a l m a d e C r i s t o , según que esta necesidad repugna á la
á l a cual p e r t e n e c í a conservar su propio voluntad, es evidente que en Cristo no
cuerpo. L u e g o tales defectos ó enferme- existió la necesidad de estos defectos ni
dades n o existieron por necesidad en c o n r e s p e c t o á l a d i v i n a v o l u n t a d , ni en
Cristo. a b s o l u t o c o n r e l a c i ó n á l a v o l u n t a d hu-
P o r e l c o n t r a r i o , dice el A p ó s t o l m a n a d e l m i s m o , s e g ú n q u e e s t a sigue
( R o m . 8, 3 ) , envió Dios á su Hijo en l a s d e l i b e r a c i o n e s d e l a r a z ó n ; sino sola-
semejanza de carne de pecado ; y e s c o n - mente según el movimiento natural de la
dición d e l a carne del p e c a d o q u e t e n g a voluntad, e s t o e s , según que rehuye na-
n e c e s i d a d d e m o r i r y sufrir o t r o s p a d e c i - turalmente la muerte y también los da-
mientos semejantes : luego tal necesidad ños corporales.
d e sufrir estos defectos existió e n l a c a r - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e se dice
ne de Cristo. q u e C r i s t o se ofreció porque quiso con
C o n c l u s i ó n . El cuerpo „ de Cristo es- v o l u n t a d divina y c o n v o l u n t a d humana
tuvo sujeto á la muerte y análogos defec- d e l i b e r a d a ; a u n q u e l a m u e r t e f u e s e con-
tos [ 1 ] por necesidad natural consi- t r a r i a a l m o v i m i e n t o n a t u r a l d e l a volun-
guiente á la materia, aun por la de coac- t a d h u m a n a , como dice el Damasceuo
ción [2] como repugnante á la naturaleza ( O r t h . fid. 1. 3 , c . 23 y 24).
corpórea ; no empero [ 3 ] en cuanto tal L a r e s p u e s t a a l 2.° e s e v i d e n t e p o r lo
necesidad repugna á la voluntad, sino se- dicho.
gún el movimiento evasivo de esta res- A l 3.° q u e n a d a f u e m á s p o d e r o s o que
pecto de la muerte y sufrimientos cor- e l a l m a d e C r i s t o e n a b s o l u t o ; y sin em-
porales. b a r g o n a d a i m p i d e q u e a l g o h u b i e s e sido
R e s p o n d e r e m o s , que h a y dos clases m á s p o d e r o s o e n c u a n t o á e s t e efecto,
d e necesidad : u n a de coacción, q u e p r o - c o m o l o s c l a v o s p a r a p e r f o r a r . Y digo
viene de agente estrínseco, y esta nece- e s t o , s e g ú n q u e e l a l m a d e C r i s t o es
sidad contraría á la naturaleza y á la vo- considerada según su p r o p i a naturaleza
l u n t a d , c u y o principio de a m b a s es intrín- y virtud.
s e c o ; y o t r a es l a necesidad natural, q u e r e -
ARTÍCULOIII. — C o n t r a j o (3) Cristo
s u l t a de los principios naturales, v. gr. l a
defectos corporales ?
f o r m a , c o m o es n e c e s a r i o q u e el f u e g o c a -
liente, ó la materia,''como esnecesario que 1.° P a r e c e q u e C r i s t o c o n t r a j o defec-
(1) Hecho por necesidad. mente el electo penal con su causa ; q u e , no siendo aquí otra
(2) No pudiendo naturalmente evitar que el clavo le tala- que el pecado, lo argüiría ó supondría en Cristo en la hipóte-
drase ó que l e hiriese el azote aplicado á sus sacratísimas es- sis afirmativa : por cuya razón se establece como doctrina in-
paldas. concusa la contestación n e g a t i v a .
(3) En el sentido de verse precisado á aceptar 'necesaria-
CUESTIÓN XIV,—ARTÍCULO III. 291

tos c o r p o r a l e s : p o r q u e d e c i m o s c o n t r a e r cado ; p o r q u e , como dice S a n A g u s t í n


lo q u e t r a e m o s d e n u e s t r o o r i g e n j u n - e s p o n i e n d o e s t a s p a l a b r a s ( J o a n . 3 ) , qui
tamente con l a naturaleza; y Cristo trajo de sursum venit super omnes est (Grlos-
simultáneamente con su naturaleza h u - sa o r d . ) , « de lo alto vino C r i s t o , esto
mana los defectos y enfermedades cor- » es, de la altura dela naturaleza huma-
porales d e l seno d e s u M a d r e , c u y a c a r - » n a , que tuvo antes del pecado del pri-
ne e s t a b a s o m e t i d a (1) á t a l e s d e f e c t o s . » m e r h o m b r e » , pues tomó la naturaleza
Luego parece q u e contrajo estos d e - h u m a n a sin pecado en aquella pureza
fectos. que tenía en el estado d e l a inocencia;
2.° L o q u e e s p r o d u c i d o p o r l o s p r i n - y d e este modo h a b r í a podido tomar l a
cipios d e l a n a t u r a l e z a s e r e c i b e (trahi- n a t u r a l e z a h u m a n a sin las imperfeccio-
tur) á l a v e z c o n e l l a ; ~ y a s í s e c o n - nes. A s í p u e s e s n o t o r i o q u e Cristo no
trae. P e r o t a l e s p e n a l i d a d e s s o n p r o - contrajo estos defectos como recibiéndolos
ducidas p o r l o s p r i n c i p i o s d e l a n a t u r a l e z a por hábito del pecado, sino por su propia
humana. L u e g o l a s contrajo Cristo. voluntad.
3.° S e g ú n e s t o s d e f e c t o s C r i s t o s e a s e - A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e l a c a r -
meja á l o s o t r o s h o m b r e s , c o m o s e d i c e ne de la V i r g e n fue concebida e n el p e -
( H e b r . 2). P e r o l o s d e m á s h o m b r e s c o n - cado original (2); y p o r t a n t o contrajo
traen e s t o s d e f e c t o s . L u e g o p a r e c e q u e estos defectos. P e r o l a carne d e Cris-
también Cristo los contrajo. t o (3) t o m ó d e l a V i r g e n l a n a t u r a l e z a
Por el c o n t r a r i o : estos defectos se s i n c u l p a (4), é i g u a l m e n t e h u b i e r a p o -
contraen p o r e l p e c a d o , s e g ú n a q u e l l o dido t o m a r l a n a t u r a l e z a sin p e n a ; pero
(Rom. 5, 12), por un solo hombre entró quiso t o m a r l a p e n a p a r a cumplir l a obra
el pecado en el mundo, y por el pecado la de nuestra redención, según se h a dicho
muerte; m a s e n C r i s t o n o t u v o l u g a r e l ( a . 1). A s í p u e s t u v o e s t a s i m p e r f e c c i o -
pecado: luego n o contrajo Cristo estos n e s , n o c o n t r a y é n d o l a s , sino t o m á n d o l a s
defectos. voluntariamente.
C o n c l u s i o n . Cristo no contrajo los de- A l 2.° q u e l a c a u s a d e l a m u e r t e y
fectos corporales como hábito del pecado, otras imperfecciones corporales e n l a
sino por propia voluntad. h u m a n a naturaleza es d e dos clases : u n a
R e s p o n d e r e m o s , que e n el verbo con- r e m o t a , q u e se considera p o r p a r t e d e
traer (contrahere) s e c o m p r é n d e l a r e l a - los principios m a t e r i a l e s d e l c u e r p o h u -
ción d e l a c a u s a a l e f e c t o , d e s u e r t e q u e m a n o , e n c u a n t o es c o m p u e s t o d e ele-
se dice q u e u n a c o s a e s c o n t r a í d a , p o r l o mentos contrarios. M a s esta causa e r a
mismo q u e s e a d q u i e r e n e c e s a r i a m e n t e y impedida p o r la justicia original; y por
á la v e z c o n s u c a u s a . M a s l a c a u s a d e esto la causa p r ó x i m a d e l a m u e r t e y
la m u e r t e y d e e s t o s d e f e c t o s e n l a n a t u - otras imperfecciones es el p e c a d o , p o r e l
raleza h u m a n a e s e l p e c a d o , p u e s t o q u e cual f u e q u i t a d a la justicia original. Y á
por el pecado entró la muerte en este causa de esto, como Cristo n o tuvo p e -
mundo, c o m o s e d i c e ( R o m . 5 , 12); y p o r c a d o , se dice, n o q u e hubiese contraído
esto se d i c e p r o p i a m e n t e q u e c o n t r a e n estos d e f e c t o s , sino h a b e r l o s t o m a d o v o -
estos d e f e c t o s a q u e l l o s , q u e p o r d é b i t o d e l l u n t a r i a m e n t e (5).
pecado i n c u r r e n e n e l l o s : C r i s t o e m p e r o A l 3.° q u e C r i s t o e s a s e m e j a d o e n e s -
no t u v o e s t o s d e f e c t o s p o r h á b i t o d e p e - tos defectos á los otros h o m b r e s e n

(1) Como consecuencia natural y general de la degradación tradicionalmente reconocida casi por unanimidad entre todos
de la naturaleza humana, producida por e l pecado originario los doctores católicos en el sentido mismo de la mencionada
de Adán, prescindiendo de toda exención ó privilegio á s u definición. V. adelante la C 27, a. 2, al 3.°, y las espiracio-
favor, del que por ahora no se trata. nes del P. Martínez Vigil en la tercera Parte de s u Introduc-
(2) Esto es, de la masa seminal infecta por el pecado, cuya ción, inserta al principio del tomo 1.°
infección debía naturalmente y por efecto de la generación (3) Las antiguas ediciones romanas ponen Chrislus en lu-
misma de su cuerpo mancillarlo, á no interponerse preven- gar de caro Cliristi. t

tivamente la gracia de Cristo, que la preservó de incurrir en (4) Tampoco es racional inferir de aquí que la culpa se h a -
dicha infección. No hay pues motivo formal y serio, para de- llase en la naturaleza individual de la Virgen, debiendo en-
ducir do estas palabras que el Doctor Angélico opinase con- tenderse por el contrario que ni lomó culpa ni tomarla podía
tra la doctrina hoy y a dogmática de la Concepción Inmacu- de dicha naturaleza, en la que nunca existió en virtud de
lada de la Santísima Virgen según la declaración del inmor- la preservación mencionada en la nota 2.
tal Pontífice Pió I X en s u definición d e l 8 de Diciembre, (o) V . la C 15, a. 5, al 1."
de 1851, y que hasta dicha fecha era cuestionable, aunque
292 CUESTIÓN XIV. — ARTÍCULOS III Y I V .

c u a n t o á la cualidad d e ellos, m a s no en dddes humanas; p o r q u e h a y c i e r t o s defec-


cuanto á la causa ; y p o r eso Cristo no tos , q u e r e p u g n a n á l a perfección d e la
los contrajo como los otros. ciencia y de la g r a c i a , como l a ignoran-
c i a , l a i n c l i n a c i ó n á l o m a l o y l a dificul-
t a d p a r a l o b u e n o . H a y e m p e r o otros
ARTÍCULO I V . — »ebio tom»r cristo
d e f e c t o s , q u e n o s o n c o n s e c u e n c i a e n co-
todos los defectos corporales d e los hombres?
m ú n d e t o d a l a n a t u r a l e z a h u m a n a por
c a u s a d e l p e c a d o d e l p r i m e r p a d r e , sino
l.° P a r e c e q u e Cristo debió t o m a r t o - que son producidos en algunos hombres
dos los defectos corporales de los h o m - p o r c i e r t a s c a u s a s p a r t i c u l a r e s , c o m o la
bres : p o r q u e dice el D a m a s c e n o ( O r t h . l e p r a , e l m a l c a d u c o (2) y o t r o s s e m e -
fid. 1. 3 , c . 6 y 18), « l o q u e e s i n a s u m i - j a n t e s ; los cuales á veces son causados
» b l e es incurable » ; y Cristo venía á p o r c u l p a d e l h o m b r e , v . g r . p o r u n a vida
curar todos nuestros defectos. L u e g o d e s o r d e n a d a , y o t r a s p r o c e d e n d e l a im-
debió tomarlos todos. p e r f e c c i ó n d e l a v i r t u d f o r m a t i v a , d e cu-
2.° S e h a d i c h o ( a . 1) q u e , p a r a q u e y a s dos.cosas n i n g u n a conviene á Cristo;
Cristo satisfaciera p o r nosotros, debió p u e s t o q u e s u c a r n e f u e c o n c e b i d a del
tener en el a l m a hábitos perfectivos y E s p í r i t u S a n t o , q u e es d e sabiduría y
defectos en el cuerpo. P e r o Cristo p o r v i r t u d i n f i n i t a s n o p u d i e n d o e r r a r n i fal-
relación al alma asumió la plenitud de t a r , y el m i s m o C r i s t o n a d a desordenado
toda d a gracia. L u e g o con relación al h i z o e n el r é g i m e n d e s u v i d a . H a y otra
c u e r p o debió t o m a r todos los defectos. 3. especie de defectos, que se hallan co-
a

3.° E n t r e t o d o s l o s d e f e c t o s c o r p o r a l e s munmente en todos los hombres por el pe-


l a m u e r t e o c u p a e l l u g a r p r e f e r e n t e (1). cado del primer hombre, c o m o l a m u e r t e ,
E s así q u e Cristo asumió la muerte. L u e - el h a m b r e , l a s e d y o t r o s s e m e j a n t e s ; y
go con mayor razón debió asumir todos todos estos los tomó Cristo, á l o s que
los demás defectos. e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 1, c . 14 y
P o r e l c o n t r a r i o : los contrarios n o 1. 3, c . 20) l l a m a « n a t u r a l e s é i r r e p r e n s i -
pueden producirse á la vez en un mismo )) b l e s (3) p a s i o n e s » : n a t u r a l e s , p o r q u e
(sujeto) ; y h a y ciertas debilidades, q u e son c o m ú n c o n s e c u e n c i a d e t o d a l a natu-
son contrarias á sí m i s m a s , según q u e r e - r a l e z a h u m a n a ; i r r e p r e n s i b l e s , p o r q u e no
sultan d e principios contrarios. L u e g o n o implican defecto de ciencia y gracia.
pudo ser q u e Cristo asumiera todas las A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e todos
imperfecciones humanas. los defectos p a r t i c u l a r e s d e los hombres
C o n c l u s i ó n . No fue conveniente que son, p r o d u c i d o s p o r l a corruptibilidad y
Cristo asumiese todos los defectos huma- pasibilidad d e l c u e r p o , a ñ a d i d a s algunas
nos ¡sino solo entre los corporales los co- c a u s a s p a r t i c u l a r e s ; y p o r e s t o , como
munes á todos los hombres y que repug- C r i s t o c u r ó l a pasibilidad y corruptibili-
nan á la gracia y la ciencia. d a d d e n u e s t r o c u e r p o , p o r l o m i s m o que
R e s p o n d e r e m o s , que según lo dicho l a t o m ó , n o s c u r ó p o r c o n s i g u i e n t e de
( a . 1 y 2) C r i s t o a s u m i ó l o s . d e f e c t o s todos los otros defectos.
h u m a n o s , p a r a satisfacer p o r el pecado A l 2° q u e l a p l e n i t u d d e t o d a gracia
de l a h u m a n a n a t u r a l e z a ; p a r a lo q u e se y c i e n c i a e r a d e b i d a p o r s í m i s m a al
r e q u e r í a q u e tuviese l a perfección d e l a a l m a d e C r i s t o , p o r e l h e c h o m i s m o de
ciencia y d e la g r a c i a en el alma. L u e g o h a b e r sido t o m a d a p o r el V e r b o d e Dios;
debió tomar aquellos defectos, que son y a s í C r i s t o t o m ó e n a b s o l u t o t o d a la
consecuencia del pecado común de toda p l e n i t u d d e l a s a b i d u r í a y d e l a gracia.
l a n a t u r a l e z a , y q u e sin e m b a r g o n o r e - M a s t o m ó n u e s t r o s d e f e c t o s dispensati-
p u g n a n á l a perfección d e l a ciencia y de v a m e n t e , p a r a s a t i s f a c e r p o r n u e s t r o s pe-
l a g r a c i a . A s í pijes no fue conveniente c a d o s , n o p o r q u e l e c o m p i t i e s e n secun-
que asumiera todos los defectos y débili- dum se; p o r l o c u a l n o f u e p r e c i s o q u e los

( l j Como término y consumación de todos los demás. ni prestarse ala detracción ó la calumnia, como inculpabl»
(2) La epilepsia según Apuleyo. por parte del individuo ; no indetreclabiles, como malameni
(3) ¡ndelráctibiles, que no deben ni suelen echarse en rostro se lee por algunos.
CUESTIÓN X I V . — A R T Í C U L O IV. 293

asumiera todos, sino solamente aquellos los hombres por el pecado del primer pa-
que bastaban para satisfacer por el pe- dre ; mas no otros defectos , aunque sean
cado de toda la naturaleza bumana. menores que la muerte. Por lo cual no
Al 3.°que la muerte sobrevino á todos hay paridad.

CUESTIÓN XV.

Defectos del alma tomados por Cristo.

1.° Hubo pecado en Cristo? —2.° Existió en él el fómes del pecado ? — 3.° Hubo en él ignorancia —
4.° Su alma fue pasible? — 5.° Hubo en él dolor sensible ? — 6.° Y tristeza? — /. Y temor ? — 8.° Y ad-
1 0

miración ? —9.° E ira ? — 1.° Fue á la vez viador y comprensor.

hecho por Dios. Luego 'en Cristo hubo


A R T Í C U L O I . — H u b o en c r i s t o pc-
c n i l o ? (1) verdaderamente pecado.
5.° Según la espresion de San Agus-
1.° Parece que en Cristo hubo pecado: tín (lib. De agone christ. c. 11) «en
porque se dice (Ps. 21, 1), Dios, Dios » el hombre Cristo se nos dio el Hijo de
mió, mírame, ¿por qué me has desampa- » Dios para ejemplo de vida D. Pero el
rado ? las voces de mis delitos alejan de hombre necesita del ejemplo, no solo
mí la salud; y estas palabras se dicen en para vivir con rectitud, sino también para
persona del mismo Cristo, como consta arrepentirse de los pecados. Luego parece
por las que él mismo pronunció en la que en Cristo debió existir pecado, para
cruz. Luego parece que en Cristo exis- que arrepintiéndose de los pecados nos
tieron delitos. diera ejemplo de penitencia.
2.° Dice el Apóstol (Rom. 5, 12) que Por el contrario, él mismo dice (Joan.
en Adán todos pecaron, puesto que todos 8, 46) ¿quién de vosotros me argüirá de
existieron originalmente en él; y Cristo pecado ?
existió también originalmente en Adán. Conclusión. De ningún modo tomó
Luego pecó en él. Cristo pecado ni original ni actual.
3.° Dice el Apóstol (Hebr. 2,18) que, Responderemos, que según lo dicho
en cuanto padeció y fue tentado, es pode- (a. 1 y 2) Cristo tomó nuestros defectos,
roso para ayudar también á aquellos que para satisfacer por nosotros y para com-
son tentados. Pero sobre todo necesitá- probar la verdad de su naturaleza huma-
bamos de su auxilio contra el pecado. na y darnos ejemplo de virtud. Según es-
Luego parece que en él hubo pecado. tos tres conceptos es evidente que no
4.° Dice ( n Cor. 5, 21) que Dios á debió asumir defecto de pecado : 1.°
aquel que no había conocido pecado, esto porque el pecado nada obra para la sa-
es, á Cristo, le hizo pecado por nosotros; tisfacción, antes bien impide la virtud de.
y existe verdaderamente lo que ha sido ella; puesto que, como se dice (Eccli.
(1) No solo no hul>o ni pudo haber en él pecado, ni original concilios de Basiléa (ses. 22) y otros, contra los judíos y en
ni actual; pero ni pécabilidad, incompatible con su gracia particular los fariseos, que le calumniaban diciéndole e n d e -
tanto habitual como principalísimamenle con la sustancial de moniado, infractor del sábado y de la l e y , comilón y bebedor,
su unión al Verbo •. dogma de Ce consignado cien veces en e l etcétera.
Santo Evangelio -y declarado ademas espresamente por los
294 CUESTIÓN XV. — ARTÍCULOS I Y II.

34, 23) , no recibe el Altísimo los dones la naturaleza h u m a n a , sino solo material-
de los impíos. 2." A s i m i s m o p o r e l p e c a d o mente ; pero activamente del Espíritu
no demuestra tampoco la verdad de la S a n t o : c o m o t a m b i é n e l m i s m o Aclan
naturaleza h u m a n a : porque el pecado no t o m ó m a t e r i a l m e n t e s u c u e r p o d e l barro
pertenece á ella, c u y a causa es D i o s ; de la tierra, y activamente de D i o s . Y
sino que es m á s bien contra l a naturaleza por esta razón Cristo n o p e c ó en A d á n ,
é introducido por sugestión del diablo, e n e l c u a l e s t u v o s o l a m e n t e s e g ú n la
c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 2, materia.
c . 3 0 ; y 1. 3 , c . 20). 3.° P o r q u e p e c a n d o A l 3.° q u e C r i s t o n o s h a d a d o u n gran-
no p u d o dar ejemplo d e virtud, p u e s t o d e a u x i l i o p o r s u t e n t a c i ó n y P a s i ó n , sa-
que el pecado la contraría. A s í pues tisfaciendo por nosotros ; pero el pecado
Cristo no tomó en modo alguno el defecto n o c o o p e r a á l a s a t i s f a c c i ó n , sino q u e más
del pecado, ni original ni actual, s e g ú n b i e n l a i m p i d e , c o m o s e h a d i c h o (aquí,
lo que se dice ( i P e t r . 2, 22), que no y C . 4, a. 6, a l 2.°). A s í q u e n o convino
hizo pecado. q u e t u v i e r a e n sí p e c a d o , sino q u e estu-
A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s q u e , v i e s e c o m p l e t a m e n t e p u r o d e p e c a d o : de
c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3. o t r o m o d o l a p e n a q u e sufrió l e hubiera
c. 25), s e d i c e a l g o d e C r i s t o d e d o s m o - sido debida por su propio pecado.
d o s : 1° s e g ú n l a p r o p i e d a d n a t u r a l é A l 4." q u e D i o s h i z o p e c a d o á Cristo,
hipostática, como se dice que D i o s se n o p o r q u e t u v i e r a p e c a d o e n s í , sino por-
hizo h o m b r e , y que padeció por nosotros; q u e l e h i z o h o s t i a p o r e l p e c a d o , como
2° s e g ú n l a p r o p i e d a d p e r s o n a l y h a b i - t a m b i é n se d i c e ( O s . 4 , 8 ) , comerán los
t u a l , esto e s , como se dicen de él algu- pecados de mi pueblo, e s d e c i r , l o s sa-
nas cosas según que nos representa, las c e r d o t e s , q u e s e g ú n l a l e y c o m í a n l a s víc-
que no le convienen de modo alguno con- t i m a s o f r e c i d a s p o r e l p e c a d o . S e g ú n este
siderado en sí mismo. P o r consiguiente s e n t i d o s e d i c e ( I s . 5 3 , 6) q u e e l Señor
también entre las siete reglas de T i c o - puso en él la iniquidad de todos, e s t o es,
nio, q u e e s p o n e S a n A g u s t í n ( D e d o c t r . p o r q u e l e e n t r e g ó p a r a q u e f u e s e l a víc-
c h r i s t . 1. 3 , c. 3 1 ) , « l a p r i m e r a s e e s t a - t i m a p o r l o s p e c a d o s d e t o d o s l o s hom-
3> b l e c e d e l S e ñ o r y d e s u c u e r p o , e s d e c i r , b r e s ; ó b i e n , l e h i z o p e c a d o , e s t o es,
» cuando se j u z g a como una sola persona teniendo la semejanza de la carne del pe-
» la de Cristo y de la Iglesia » : según cado, c o m o s e d i c e ( R o m . 8 ) ; y esto á
e s t o , hablando Cristo en nombre de sus c a u s a d e l c u e r p o p a s i b l e y m o r t a l , que
m i e m b r o s , dice ( P s . 2 1 , 2 ) , Verba deli- tomó.
ctorum meorum, no que hubiera delitos A l 5.° q u e u n p e n i t e n t e p u e d e d a r ejem-
en l a c a b e z a m i s m a . p l o l a u d a b l e , n o p o r h a b e r p e c a d o , sino
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n e n e l h e c h o d e sufrir v o l u n t a r i a m e n t e la
( s u p . G e n e s , a d l i t t , 1. 10, c. 19 y 20), pena por el p e c a d o . P o r consiguiente
Cristo no estuvo enteramente en A d á n y C r i s t o dio e l m á s g r a n d e e j e m p l o á los
en los demás patriarcas del mismo m o d o p e n i t e n t e s , h a b i e n d o q u e r i d o sufrir la
que nosotros e s t u v i m o s ; pues nosotros p e n a , n o p o r e l p e c a d o p r o p i o , sino por
e s t u v i m o s e n A d á n s e g ú n e l principio g e - el de otros.
nerador y según l a sustancia corporal,
esto e s , puesto q u e , como dice él mismo A R T Í C U L O I I . — n u i » o c u c r i s t o c i ro-
(ibid.), « viendo e n el g e r m e n visible lo m e s (1) d e l p e c a d o ?
» corpóreo é invisible el c o n c e p t o , lo uno
y> y l o o t r o s e d e r i v ó d e A d á n ; p e r o C r i s t o 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o e x i s t i ó el fó-
» t o m ó de l a carne de la V i r g e n la visi- m e s d e l p e c a d o ; p o r q u e e l f ó m e s d e l pe-
D b l e sustanpia de l a c a r n e , m a s l a razón c a d o y l a p a s i b i l i d a d d e l c u e r p o ó s u mor-
» d e s u c o n c e p c i ó n n o p r o v i n o d e semine t a l i d a d s e d e r i v a n d e l m i s m o principio,
» virili, s i n o d e o t r o o r i g e n m u y d i v e r s o y e s d e c i r , d e l a s u s t r a c c i ó n d e l a justicia
B superior» : por l o que no estuvo en o r i g i n a l , p o r l a q u e l a s p o t e n c i a s ó fuer-
A d á n s e g ú n l a razón s e m i n a l , sino solo z a s inferiores d e l a l m a e s t a b a n sometidas
s e g ú n l a s u s t a n c i a corporal. A s i p u e s
(1) Habitual y desordenada concupiscencia del apetito sen-
Cristo n o recibió activamente de A d á n sible.
C U E S T I Ó N X V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 295

á la r a z ó n y e l c u e r p o a l a l m a . P e r o e n cuanto l a virtud fuere e n alguno m á s


Cristo e x i s t i ó l a p a s i b i l i d a d y m o r t a l i d a d perfecta, tanto m á s s e debilita en é l l a
del cuerpo. L u e g o t a m b i é n e x i s t i ó e l to- fuerza del f ó m e s : y , habiendo existido e n
mes del p e c a d o . Cristo l a virtud e n grado perfectísimo,
2." C o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t b . s i g ú e s e q u e no hubo en él fómes del peca-
fid. 1. 3 , c. 14, y c . 1 5 ) , « p o r e l b e n e - do; p u e s t o q u e e s t e d e f e c t o n o e s o r d e -
» plácito d e l a d i v i n a v o l u n t a d s e p e r m i - n a b l e á l a s a t i s f a c c i ó n , sino q u e i n c l i n a
» t í a á l a carne d e C r i s t o sufrir y obrar m á s b i e n á l o contrario á e l l a .
» l a s cosas q u e l e s o n p r o p i a s x>; y p r o p i o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a s
es de l a c a r n e e l d e s e a r l a s c o s a s q u e l e f u e r z a s inferiores p e r t e n e c i e n t e s al a p e t i -
son d e l e i t a b l e s . N o s i e n d o p u e s otra c o s a to sensible s o n obedientes naturalmente
el fómes q u e l a c o n c u p i s c e n c i a , c o m o s e á l a razón; m a s n o l a s corporales ó l a s
dice e n l a G l o s a ( R o m . 7, i n t e r l . y ord. de los humores del cuerpo, ó también de
sup. i l l u d , nam concupiscentiam nescie- la misma alma v e g e t a t i v a , como se dice
ham); parece q u e en Cristo existió el ( E t h i c . 1. 1, c. u l t . ° ) . Y p o r e s o l a p e r -
fómes del p e c a d o . fección d e l a v i r t u d , q u e e s conforme á
3.° P o r r a z ó n d e l f ó m e s d e l p e c a d o la la recta razón, no e s c l u y e l a pasibilidad
carne codicia contra el espíritu, c o m o s e del cuerpo ; mas escluye el fómes del p e -
dice ( G a l a t . 5 , 17 ) ; y e l e s p í r i t u s e m a - c a d o , c u y a esencia consiste en l a resis-
nifiesta t a n t o m á s f u e r t e y m á s d i g n o d e tencia del apetito sensual á la razón.
corona, c u a n t o m á s v e n c e a l e n e m i g o , A l 2.° q u e l a c a r n e d e s e a n a t u r a l m e n t e
esto e s , á l a c o n c u p i s c e n c i a d e l a c a r n e , lo que l a es deleitable por l a concupis-
según a q u e l l o ( I I T i m . 2 , 5), no será co- cencia d e l apetito sensitivo ; pero l a car-
ronado sino el que lidiare según ley. P e r o ne d e l h o m b r e , el cual es animal racio-
Cristo t u v o e s p í r i t u f o r t í s i m o y v i c t o r i o - n a l , l o desea s e g ú n e l m o d o y o r d e n d e
sísimo y d i g n o s o b r e t o d o d e c o r o n a , s e - la razón. Y de este m o d o l a carne d e
gún estas p a l a b r a s ( A p o c . 6 , 2 ) , le fue Cristo p o r concupiscencia d e l apetito
dada una corona y salió victorioso para sensitivo apetecía naturalmente l a comi-
vencer. P a r e c e p u e s q u e e n C r i s t o d e b i ó da y l a bebida y el sueño y otras cosas,
existir p r i n c i p a l m e n t e el f ó m e s d e l p e c a d o . que son apetecidas según l a recta razón,
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( M a t t b . 1, c o m o i n d i c a e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid.
20 ), lo que de ella ha nacido delEspíritu 1. 3 , c. 14). M a s d e e s t o n o s e s i g u e q u e
Santo es. P e r o e l E s p í r i t u S a n t o r e c h a z a en Cristo existiera el fómes del pecado,
el pecado y l a i n c l i n a c i ó n a l p e c a d o , q u e que importa la concupiscencia d e las c o -
implica e l n o m b r e d e f ó m e s . L u e g o e n sas deleitables fuera d e l orden d e l a
Cristo no e x i s t i ó e l f ó m e s d e l p e c a d o . razón.
Conclusión. No existió en Cristo el fó- A l 3.° q u e a l g u n a f o r t a l e z a d e e s p í r i t u
mes peccati. s e m a n i f i e s t a p o r e l h e c h o d e resistir á l a s
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o concupiscencias de l a carne, que l e s o n
( C . 7, a. 2 y 9 ) , C r i s t o t u v o en g r a d o contrarias ; pero m a y o r fortaleza d e l e s -
perfectísimo l a g r a c i a y t o d a s l a s v i r t u - p í r i t u s e m u e s t r a , si p o r s u v i r t u d s e r e -
des. M a s l a v i r t u d m o r a l , q u e r e s i d e e n prime totalmente á l a carne de poder
la parte irracional (1) d e l a l m a , h a c e conspirar contra el espíritu: y así esto
que esta s e s o m e t a á l a r a z ó n , y t a n t o c o m p e t í a á Cristo, c u y o espíritu h a b í a
más cuanto m á s p e r f e c t a f u e s e l a v i r t u d ; alcanzado el sumo grado d é l a fortaleza;
como l a t e m p l a n z a s o m e t e l o c o n c u p i s c i - y , a u n q u e n o sufriera l a i m p u g n a c i ó n i n -
ble, y l a f o r t a l e z a y m a n s e d u m b r e l o terior d e p a r t e d e l f ó m e s , sufrió s i n e m -
irascible, s e g ú n se h a d i c h o e n l a 2. P a r - a
b a r g o l a esterior p o r p a r t e d e l m u n d o y
te (l.»-2.» C . 56, a. 4 ) . A h o r a b i e n : á del diablo, á los q u e venciendo mereció
la razón d e l f ó m e s p e r t e n e c e l a i n c l i n a - la corona d e l a victoria.
ción del a p e t i t o s e n s u a l e n l o q u e e s c o n -
tra la r a z ó n . A s í p u e s e s n o t o r i o q u e , ARTÍCULO I I I . — H u n o c n c r i s t o i g n o
rancia? (2)
(1) En algunas ediciones y entre ellas la áurea se lee ratio-
""" c
de irralionali,
n v e z
que es lo común en casi todas.
( ) V. la C. 10 y sus notas 3 de la pág. 200 y 1 de la 268.
2 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o e x i s t i ó l a i g -
296 CUESTIÓN X V . — A R T Í C U L O S III Y IV.

norancia : porque en Cristo existió ver- (Joan. 1, 1 4 ) , vímosle como de Unigénito


d a d e r a m e n t e aquello que le compete del Padre, lleno de gracia y de verdad;
según su n a t u r a l e z a h u m a n a , a u n q u e no y d e e s t e m o d o l a n a t u r a l e z a h u m a n a en
le competa según la d i v i n a , como la p a - Cristo no tuvo ignorancia.
sión y la m u e r t e . P e r o la i g n o r a n c i a con- A l 2.° q u e se d i c e q u e C r i s t o n o ha
viene á Cristo según la h u m a n a n a t u r a - c o n o c i d o el p e c a d o , p o r q u e n o l o supo
l e z a ; p u e s d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. p o r e s p e r i e n c i a ; p e r o l o s u p o p o r sim-
1. 3 , c. 21) q u e « t o m ó u n a n a t u r a l e z a ple conocimiento.
» ignorante y servil». L u e g o verdadera- A l 3.° q u e e l P r o f e t a h a b l a a l l í d e la
m e n t e existió en Cristo ignorancia. c i e n c i a h u m a n a d e C r i s t o , p u e s dice
2° D í c e s e a l g u n o i g n o r a n t e p o r f a l t a antequam sciat puer, e s t o e s , s e g ú n la
de conocimiento; y algún conocimiento h u m a n i d a d , vocare patrem suum, es de-
f a l t ó á C r i s t o , p u e s d i c e el A p ó s t o l ( n c i r , á - J o s é , q u e fue s u p a d r e p u t a t i v o , et
C o r . 5 , 2 1 ) , á aquel que no conoció pe- matrem suam, es d e c i r , á M a r í a , auj'ere-
cado hízole pecado por nosotros. L u e g o tur fortitudo Damasci: l o c u a l n o debe
en Cristo existió la ignorancia. e n t e n d e r s e c o m o si a l g u n a v e z h u b i e r a
3.° D í c e s e ( I s . 8, 4 ) , antes que
el niño s i d o h o m b r e é i g n o r a s e e s t o , s i n o ante-
sepa llamar á su padre y á su madre, quam sciat, e s t o e s , a n t e s d e h a c e r s e
será quitada lafuerza de Damasco. A q u e l h o m b r e t e n i é n d o l a c i e n c i a h u m a n a , au-
n i ñ o es C r i s t o . L u e g o C r i s t o t u v o i g n o - feretur, ó á l a l e t r a fortitudo Damasci
rancia de algunas cosas. et spolia Samaría, p o r el r e y d e los asi-
Por el contrario : l a i g n o r a n c i a n o se rlos: óesperimental, porque « a ú n n o u a -
destruye por la ignorancia; mas Cristo » c i d o s a l v a r á á s u p u e b l o p o r sola su
vino p a r a disipar nuestras ignorancias, » i n v o c a c i ó n » , seguu la G l o s a (iuterl.
p u e s v i n o p a r a alumbrar á los que están H i e r o n . ) l o e s p o n e a l l í . S a n A g u s t í n dice
de asiento en las tinieblas y en sombra s i n e m b a r g o ( s e r m . D e e p i p h . 32 D e tem-
de muerte ( L u c . 1, 79). L u e g o e n C r i s t o p o r e ) q u e esto se c u m p l i ó en l a adoración
no hubo ignorancia. d e l o s M a g o s , p u e s d i c e : « a n t e s que
Conclusión. iVo hubo en Cristo igno- » p r o f i r i e s e l a s p a l a b r a s h u m a n a s p o r la
rancia. » c a r n e h u m a n a , recibió l a v i r t u d de D a -
Responderemos q u e , a s í c o m o e n C r i s - » m a s c o , e s t o e s , l a s r i q u e z a s e n q u e pre-
to existió la plenitud' de la gracia y de la » s u m í a D a m a s c o , y e n t r e e l l a s el oro
v i r t u d , así t a m b i é n existió en él t o d a la » t i e n e l a p r e f e r e n c i a . E n c u a n t o á los
plenitud de toda ciencia, según resulta » d e s p o j o s d e S a m a r í a , e r a n s u s mismos
d e lo e s p u e s t o ( C . 7, a. 9 ; y c. 9, a. 1): » h a b i t a n t e s ; p o r q u e S a m a r í a se p o n e en
y, así como en Cristo la plenitud de la » v e z d e i d o l a t r í a , e n r a z ó n á q u e allí el
g r a c i a y d e la v i r t u d e s c l u y e el fómes » p u e b l o d e I s r a e l s e p a r a d o d e l S e ñ o r se
del p e c a d o , así la plenitud de,la ciencia » d i r i g i ó á a d o r a r á l o s í d o l o s ». « Niño
escluye la ignorancia, que se opone á la » p u e s h a q u i t a d o á l a d o m i n a c i ó n de la
c i e n c i a . L u e g o , a s í c o m o e n Cristo n o » idolatría estos primeros despojos » ; y
e x i s t i ó e l f ó m e s d e l p e c a d o , tampoco a s í e s t a s p a l a b r a s , antequam sciat, deben
existió en él la ignorancia. e n t e n d e r s e « a n t e s de m o s t r a r q u e sabe».
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a n a -
turaleza t o m a d a por Cristo puede consi- ARTÍCULO IV. — EI olma «e cnsto
d e r a r s e d e d o s m o d o s : 1.° s e g ú n l a r a - fue p a s i b l e ?
zón de su especie, y en este sentido dice
e l D a m a s c e n o q u e « es i g n o r a n t e y ser- l . ° P a r e c e q u e e l a l m a d e C r i s t o no
s v i l » , por lo cual a ñ a d e , « p o r q u e la f u e p a s i b l e : p o r q u e n a d a p a d e c e sino á
» n a t u r a l e z a del h o m b r e es e s c l a v a del d e s p e c h o (á fortiori), p u e s t o q u e el
» que la h i z o , esto e s , de D i o s , y no a g e n t e es m á s fuerte q u e el paciente,
» tiene conocimiento de las cosas futu- c o m o c o n s t a p o r S a n A g u s t í n ( s u p . Ge-
» r a s » ; 2.° p u e d e s e r c o n s i d e r a d a s e g ú n n e s , a d l i t t . 1. 12, c . 16) y p o r A r i s t ó t e -
lo que posee por la unión á la hipóstasi l e s ( D e a n . 1. 3 , t . 19). P e r o ninguna
divina, de la cual tiene la plenitud de la c r i a t u r a fue s u p e r i o r a l a l m a d e Cristo.
ciencia y de la g r a c i a , según aquello L u e g o e l a l m a d e C r i s t o n o p u d o sufrir
CUESTIÓN X V .— ARTÍCULO tv. 297

de p a r t e d e a l g u n a c r i a t u r a , y p o r t a n t o e n t e n d e r y sentir s e d i g a sufrir a l g o el
no fue p a s i b l e ; p u e s e n v a n o h u b i e r a h a - alma de este m o d o , sin e m b a r g o según
bido e n e l l a l a p o t e n c i a d e s u f r i r , si n o l o e s p u e s t o e n l a 2 . P a r t e ( l . - 2 . " C . 22,
a a

hubiera p o d i d o sufrir d e n a d i e . a. 1 ) se dicen con toda propiedad pasio-


2.° D i c e T u l i o ( D e T u s e . quEest. 1. 3 ) nes del alma los afectos del apetito sensi-
que l a s p a s i o n e s d e l a l m a s o n c i e r t a s e n - tivo, que existieron en Cristo, c o m o a s i -
fermedades ; y e n e l a l m a d e C r i s t o n o mismo los demás que pertenecen á la
hubo e n f e r m e d a d a l g u n a , p u e s l a enfer- n a t u r a l e z a del-hombre. P o r lo cual dice
medad d e l a l m a es consecuencia d e l p e - S a n A g u s t í n ( D e c i v . D e i , 1. 14, c . 9 ) :
c a d o , c o m o s e d i c e ( P s . 4 6 , 5 ) , sana mi «habiéndose dignado el mismo Señor
alma, porque he pecado contra tí. L u e g o » vivir e n l a forma d e s i e r v o , empleó las
en C r i s t o n o e x i s t i e r o n l a s p a s i o n e s d e l »pasiones donde juzgó q u e debían ser
alma. » aplicadas; pues ni e n lo q u e existía el
3.° L a s p a s i o n e s d e l a l m a p a r e c e n s e r » v e r d a d e r o cuerpo d e l h o m b r e y el v e r -
lo mismo q u e e l f ó m e s d e l p e c a d o ; p o r l o » d a d e r o ánimo existía el falso afecto h u -
cual e l A p ó s t o l ( R o m . 7 ) l a s l l a m a cepa- m a n o » . D e b e saberse sin embargo q u e
ssiones d e los p e c a d o s » . P e r o e n C r i s t o estas pasiones existieron en Cristo de di-
no existió e l f ó m e s d e l p e c a d o , s e g ú n l o versa manera que en nosotros b a j o t r e s
dicho ( a . 2). L u e g o p a r e c e q u e n o e x i s - c o n c e p t o s : 1.° en cuanto al objeto, p o r q u e
tieron e n é l l a s p a s i o n e s d e l a l m a ; y a s í en nosotros m u c h a s veces estas pasiones se
esta n o fue p a s i b l e . dirigen á cosas ilícitas, lo que no tuvo lugar
Por el c o n t r a r i o , se dice en p e r s o n a d e en C r i s t o ; 2.° en cuanto al principio, por-
Cristo ( P s . 8 7 , 4 ) , rellena está mi alma que estas pasiones previenen frecuente-
de males, n o e n v e r d a d d e p e c a d o s , s i n o mente en nosotros al juicio de la razón, al
de h u m a n o s m a l e s , e s t o e s , d e d o l o r e s , paso q u e en Cristo todos los movimientos
como e s p o n e l a G l o s a ( i n t e r l . A u g . ) . A s í del apetito sensitivo se originaban según
pues el a l m a d e C r i s t o f u e p a s i b l e . la disposición d e l a r a z ó n ; p o r lo c u a l dice
C o n c l u s i ó n . El alma de Cristo fue ne- S a n A g u s t í n ( D e c i v . D e i , 1. 14, i b i d . )
cesariamente pasible [ 1 ] en cuanto á los que « así Cristo p o r gracia d e u n a ciertí-
padecimientos corporales, y [ 2 ] á las pa- » sima dispensación, cuando quiso, reci-
siones propiamente dichas (1) ó afeccio- » b i ó con ánimo h u m a n o estos movimien-
nes del apetito sensitivo; aunque de di- » tos, como se hizo h o m b r e c u a n d o quiso » ;
verso modo que en nosotros [ 3 ] por razón 3.° en cuanto al efecto ; p o r q u e á v e c e s e n
de su objeto, principio y efecto. nosotros estos movimientos n o se detienen
Responderemos, q u e sucede que el en el a p e t i t o s e n s i t i v o , sino q u e a r r a s t r a n
alma u n i d a a l c u e r p o s u f r e d e d o s m o d o s : la razón, lo cual n o sucedió en Cristo;
l.° por pasión corporal, y 2.° -par pasión puesto q u e los movimientos n a t u r a l m e n t e
animal. S u f r e p o r p a s i ó n c o r p o r a l p o r l e - convenientes á la carne permanecían así
sión d e l c u e r p o ; p u e s , c o m o e l a l m a e s l a p o r s u disposición e n el apetito sensitivo,
forma d e l c u e r p o , e s c o n s i g u i e n t e q u e de suerte q u e la razón no e r a impedida
uno s e a e l s e r d e l a l m a y d e l c u e r p o ; y en modo alguno p o r ellos, p a r a ejecutar
portante, perturbado el cuerpo p o r a l - lo que convenía. P o r esto dice S a n J e r ó -
guna p a s i ó n c o r p o r a l , e s n e c e s a r i o q u e e l n i m o ( s u p . M a t t h . s u p . i l l u d , c . 25, ccepit
alma se p e r t u r b e per accidens, e s d e c i r , contristan) que «nuestro Señor, para
en c u a n t o a l s e r q u e t i e n e e n e l c u e r p o . » probar la verdad d e q u e se h a b í a hecho
L u e g o , como el cuerpo de Cristo fue pa- » h o m b r e , se entristeció en realidad; pero
sible y mortal, según se h a demostrado » para que la pasión n o dominase en su
(C. 14, a. 2 ) , fue necesario que también » á n i m o , s e d i c e per propassionem q u e
su alma lo fuese de este modo. M a s s e d i c e » comenzó á entristecerse, p a r a q u e s e e n -
que el a l m a s u f r e p o r p a s i ó n a n i m a l , tienda pasión perfecta cuando domina a l
según l a o p e r a c i ó n , q u e ó e s p r o p i a d e l á n i m o , e s t o e s , á l a r a z ó n ; y propasion,
alma, ó m á s p r i n c i p a l m e n t e d e esta q u e cuando es incoada e n el apetito sensitivo
del c u e r p o : y , a u n q u e t a m b i é n s e g ú n e l y n o se estiende m á s allá.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l a l m a
(i) l.'-2.*C.Í2, a. 1, de Cristo p o d í a e n efecto resistir á l a s
á9á CUESTIÓN XV. — ARTÍCULOS IV Y V .

pasiones, de modo que no le sobrevinie- c i a , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 9, a. 2). L u e g o


ran , s o b r e t o d o p o r s u v i r t u d d i v i n a ; p e r o no podía sentir dolor alguno.
se sometía por su propia voluntad á l a s Por el contrario, d í c e s e ( I s . 5 3 , 4),
pasiones tanto corporales c o m o animales. en verdad tomó sobre sí nuestros dolores.
A l 2.° q u e T u b o b a b l a allí s e g ú n l a Conclusión. A nadie es lícito dudar
opinión d e los e s t ó i d e s , q u e n o .llamaban que Cristo esperimentó verdadero dolor.
pasiones á cualesquiera movimientos del Responderemos q u e , s e g ú n r e s u l t a de
l o d i c h o e n l a 2 . P a r t e ( l . - 2 . , C . 35,
a a í0
apetito sensitivo, sino solo á los desorde-
nados ; y es evidente que tales pasiones a. 1), p a r a l a v e r d a d d e l d o l o r sensible
no existieron en Cristo. s e r e q u i e r e l a l e s i ó n d e l c u e r p o y l a sen-
A l 3.° q u e l a s p a s i o n e s d e l o s p e c a d o s s a c i ó n d e e s t a l e s i ó n ; y e l c u e r p o de
son los movimientos del apetito sensitivo, C r i s t o p o d í a ser h e r i d o , p u e s t o q u e era
que tienden á cosas ilícitas : lo q u e n o p a s i b l e y m o r t a l , s e g ú n s e h a demostrado
existió en C r i s t o , c o m o tampoco el f ó m e s ( C . 14, a. 1), ni l e f a l t ó l a s e n s a c i ó n de
del pecado. esta l e s i ó n , d a d o q u e e l a l m a d e Cristo
t e n í a t o d a s l a s p o t e n c i a s n a t u r a l e s de un
ARTÍCULO V . — Hubo e n cristo dolor m o d o p e r f e c t o . L u e g o á nadie debe caber
s e n s i b l e ? (1) duda de que Cristo esperimentara verda-
dero dolor.
1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o b u b o v e r - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e en to-
dadero dolor sensible : porque dice S a n d a s a q u e l l a s p a l a b r a s .y s e m e j a n t e s San
H i l a r i o ( D e T r i n . 1. 10) : c< s i e n d o v i d a H i l a r i o n o p r e t e n d i ó escluir d e l a carne
» e l morir ¿ p o r q u é b e m o s d e p e n s a r h a - d e C r i s t o l a v e r d a d d e l d o l o r , sino l a ne-
x> b e r s u f r i d o d o l o r e n e l s a c r a m e n t o d e c e s i d a d (3). A s í d e s p u é s d e l a s palabras
B l a muerte el mismo, que devolvió la vida c i t a d a s a ñ a d e : « p o r q u e ni, c u a n d o e l Se-
» á los que por él morían ? » Y más ade- » ñ o r t u v o s e d ó h a m b r e ó l l o r ó , mostró
l a n t e a ñ a d e : « e l D i o s U n i g é n i t o , sin d e - » h a b e r b e b i d o ó c o m i d o ó l l o r a d o ; sino
x> j a r d e s e r D i o s , t o m ó e l h o m b r e v e r d a - » q u e , p a r a d e m o s t r a r l a v e r d a d d e l euer-
» dero; en quien aunque cayesen golpes » p o , a c e p t ó l a c o s t u m b r e d e l c u e r p o , de
» ó l l a g a s , ó l e oprimiesen ligaduras ó se » m o d o q u e p o r l a c o s t u m b r e d e nuestra
j> l e c o l g a s e e n a l t o , p r o d u j e s e s í e s t o í m - » n a t u r a l e z a satisfizo á l a c o s t u m b r e del
» p e t u d e s u f r i m i e n t o , n o e m p e r o infiriese » c u e r p o : ó , c u a n d o b e b i ó y c o m i ó , no
» dolor de p a s i ó n , al m o d o de un dardo » l o h i z o p o r n e c e s i d a d , s i n o acomodán-
»perforando el a g u a » . L u e g o e n Cristo » d o s e á l a c o s t u m b r e ». Y n o a c e p t ó la
no hubo verdadero dolor. n e c e s i d a d p o r c o m p a r a c i ó n á l a c a u s a pri-
2.° P a r e c e ser p r o p i o d e l a c a r n e c o n - m e r a d e e s t o s d e f e c t o s , q u e e s e l pecado,
cebida en pecado el estar sometida á la s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 14, a. 1, y a. 3,
necesidad del d o l o r ; m a s la carne de a l 2.°), e s t o e s , q u e se d i g a p o r esta ra-
Cristo n o fue concebida c o n p e c a d o , sino z ó n q u e l a c a r n e d e C r i s t o n o estuviese
del Espíritu S a n t o e n el seno virginal. s o m e t i d a á l a n e c e s i d a d d e e s t o s defec-
L u e g o no estuvo sometida á la necesidad t o s , p o r q u e n o h u b o e n e l l a p e c a d o ; por
d e sufrir e l d o l o r . lo cual añade : « p u e s t u v o , e s t o e s , Cris-
3.° L a d e l e c t a c i ó n d e l a c o n t e m p l a - » to, c u e r p o , pero propio d e s u o r i g e n , y
ción de l a s cosas divinas disminuye l a » n o e x i s t e n t e p o r c o n s e c u e n c i a d e los vi-
sensación del d o l o r , por l o que también » cios d e la c o n c e p c i ó n h u m a n a , sino sub-
l o s m á r t i r e s (2) h i c i e r o n m á s t o l e r a b l e s » s i s t e n t e e n l a f o r m a d e l n u e s t r o por el
sus s u f r i m i e n t o s p o r l a c o n s i d e r a c i ó n d e l » p o d e r de s u v i r t u d » . S i n e m b a r g o en
amor divino. P e r o el alma de Cristo se c u a n t o á la causa p r ó x i m a d e estos de-
deleitaba soberanamente en la contem- f e c t o s , que e s l a c o m p o s i c i ó n d e (elemen-
plación de D i o s , á quien veía por esen- tos ) c o n t r a r i o s , l a c a r n e d e C r i s t o estuvo

(1) Negáronlo Cerdon y los maniquéos, albanenses y oíros blan te y con espresas palabras hallarse gozando alegres en
herejes, diciendo que o los padecimientos de Cristo eran fan- sus tormentos.
»tástícos ó aparentes » : Eugenio IV condenó como herética (3) 0 aun la turbación procedente del dolor, que atenuase
tal doctrina en el Concilio de Florencia. la firmeza y constancia de su designio en sufrir, y el dolor
(2) Entre los cuales s e refiere d e San Tiburcio, Santa Doro, causado por la debilidad de la naturaleza, según insinúa en
tea, San Vicente y San Lorenzo, que demostraron en su sem- su tratado contra los arríanos (c. 31 in McitUi. é i» Ps. 53).
CUESTIÓN XV. — ARTÍCULOS V Y VI. 299

sujeta á la necesidad de estos defectos, (Is.53, 7 ) , se ofreció porque quiso. Luego


según se ha dicho (C. 14, a. 2). en Cristo no existió la tristeza.
Al 2.° que la carne concebida en pe- Por el contrario, dice el Señor (Math.
cado está sometida al dolor, no solo por 26, 38), triste está mi alma hasta la
la necesidad de los principios naturales, muerte; .y San Ambrosio (De Trin. 1. 2,
sino también por la necesidad del reato ó De fide ad Gratian. c. 3 ) , « como hom-
del pecado; cuya necesidad por cierto no » bre tuvo tristeza, porque tomó la mia;
existió en Cristo, sino solo la de los prin- » digo con confianza tristeza, porque pre-
cipios naturales. » dico la cruz».
Al 3.° que según lo dicho (C. 14, a. 1, Conclusión. Hubo asimismo en Cristo
al 2.°) por la virtud de la divinidad de verdadera tristeza (2).
Cristo estaba contenida la beatitud en su Responderemos, que según lo dicho
alma dispensativamente, de modo que no (a. 5, al 3.°) la delectación de la divina
se derivaba al cuerpo, para que no le contemplación era retenida por dispen-
despojase de su pasibilidad y mortalidad: sación de la virtud divina en la mente de
y por la misma razón la delectación de la Cristo, de tal suerte que no se transmi-
contemplación de tal manera estaba rete- tía á las fuerzas sensitivas, para impe-
nida en su alma, que no transcendía á las dirlas esperimentar el dolor sensible.
fuerzas sensibles, ni escluía por esto el Mas, así como el dolor sensible está en
dolor sensible. el aj>etito sensitivo, así también la tris-
teza ; pero hay diferencia según el mo-
tivo ó el objeto: porque el objeto y mo-
ARTÍCULO V I . — n « b o e n cristo tris-
tivo del dolor es la lesión percibida por
teza? (i)
el sentido del tacto, como cuando alguno
es herido ; al paso que el objeto y mo-
1.° Parece que en Cristo no hubo tris- tivo de la tristeza es lo nocivo ó lo malo
teza ; porque se dice de él (Is. 4 2 , 4), no aprendido interiormente, ya por la razón
será triste ni turbulento. ya por la imaginación, según se ha dicho
2.° Dícese (Prov. 12, 21), no se con- en la 2. P. (l*-2* C. 3 5 , a. 2), como
a

tristará el justo por cosa que le acontez- cuando alguno se entristece por la pér-
ca, y por esta razón los estoicos decían dida de la gracia ó del dinero. El alma
que nadie se entristece sino por la pér- de Cristo pudo aprender interiormente
dida de sus bienes; mas el justo no reputa algo como nocivo, ya en cuanto á sí,
como bienes suyos sino la justicia y la como lo fue en Pasión y muerte, ya en
virtud, que no puede perder, pues de cuanto á otros, como el pecado de los dis-
otra manera el justo estaría sometido á la cípulos, ó también el de los judíos que le
fortuna, si se entristeciera por la pérdida daban la muerte. Por lo tanto, así como
de los bienes materiales. Pero Cristo fue en Ciñsto pudo existir verdadero dolor,
justo en grado eminente, según aquello también pudo haber en él verdadera tris-
(Jerem. 23, 6), este es el nombre que le teza, de otro modo sin embargo que en
llamarán, el Señor nuestro Justo. Luego nosotros según las tres (reservas) (3)
no hubo tristeza en él. que hemos indicado (a. 4 ) , cuando ha-
3.° Dice el Filósofo (Ethic. 1. 7, c. 13 blamos en general de las pasiones del
y 14) que «toda tristeza es un mal y que alma de Cristo.
» debe huirse »; y en Cristo no hubo mal Al argumento 1.° diremos, que la tris-
alguno, de que debiera huir. Luego no teza se escluye de Cristo como pasión
existió en Cristo la tristeza. perfecta; pero fue iniciada en él como
4.° San Agustín (De Civ. Dei, 1. 14, propasion (4): por lo cual se dice (Matth.
c 6) dice que «la tristeza tiene lugar 2 6 , 37), empezó á entristecerse y an-
»sobre las cosas que nos suceden contra gustiarse; « porque una cosa es contris-
» nuestra voluntad». Pero Cristo nada »tarse y otra empezar á contristarse»,
padeció contra su voluntad; pues se dice como indica San Jerónimo (ibid.).
(1) Los maniquéos decían « ser simplemente metafórica la (1) En el concepto mismo indicado en la Conclusión del a- 4.
•tristeza de Cristo repelidas veces mencionada en el Evan- (3) Objeto, principio y efecto.
g e l i o »,
(4) Pasión iniciada ó como amago de pasión.
3ÓÓ CUESTIÓN X V . — A R T Í C U L O S VI Y V i l .

Al 2.° que, según dice San Agustín voluntarias en orden al fin, que es la re-
(De Civ. Dei. 1. 14, c. 8 ) , por tres per- dención del género humano.
turbaciones ( 1 ) , á saber, la codicia, la
alegría y el temor, los estoicos suponían ARTÍCULO V I I . — Existió en cristo ei
en el alma del sabio tres buenas pasiones, temor ?
es decir, por la codicia la voluntad, pol-
la alegría el gozo, y por el miedo la pre- l.° Parece que en Cristo no existió el
caución. Mas por la tristeza negaron que temor: porque se dice (Prov. 28, 1), el
pudiera haber algo en el ánimo del sa- fisto como león confiado estarcí sin terror;
bio, porque la tristeza se tiene del mal y Cristo fue eminentemente justo: luego
que ya sucedió, y no juzgan que pueda en Cristo no hubo temor alguno.
acontecer al sabio cosa mala; y tenían 2.° Dice San Hilario (De Triu. 1. 10):
esta opinión, porque no creían que algo «pregunto á los que piensan, así, si es
fuese bueno sino lo honesto que hace » razonable que temiera la muerte el que,
buenos á los hombres, ni que algo fuese » alejando de sus apóstoles todo temor
malo sino lo inhonesto, por lo que se » de la muerte, les exhortó á la gloria del
hacen malos los hombres. Y , aunque » martirio». Luego no es razonable que
lo honesto sea el bien principal del hom- en Cristo hubiese temor.
bre y lo inhonesto el mal principal, puesto 3.° El temor no parece ser sino de lo
que son cosas que pertenecen á la razón malo, que el hombre no puede evitar;
misma que es lo principal del hombre; pero Cristo podía evitar tanto el m a l de
hay sin embargo ciertos bienes secunda- pena que sufrió, como el mal de culpa,
rios del hombre, que pertenecen al cuerpo que acontece á otros: luego eu Cristo no
mismo, ó á las cosas esteriores que le hubo temor alguno.
sirven. En este concepto puede existir Por el contrario, dícese(Marc. 14, 33),
en el ánimo del sabio la tristeza en cuanto comenzó Jesús a atemorizarse y á an-
al apetito sensitivo según la aprensión gustiarse.
de tales males ; no empero de modo que Conclusión. Hubo en Cristo verdadero
esta tristeza perturbe la razón. Y según temor [1] en cuanto al movimiento natu-
esto se entiende que no contristará al ral del apetito sensitivo repeliendo toda
justo lo que le acaeciese, pues no es lesión del cuerpo; no empero [2] en
perturbada su razón por ningún suceso. cuanto á la incertidumbre del futuro
En este concepto existió en Cristo la evento.
tristeza como propasion, mas no según Responderemos que, así como la tris-
la pasión. teza es causada por la aprensión del mal
Al 3.° que toda tristeza es un mal de presente, así el temor por la del m a l fu-
pena; mas no siempre es mal de culpa, turo. Mas la aprensión del mal futuro,
sino únicamente cuando procede de afecto si tiene completa certeza, no produce te-
desordenado. Por lo cual dice San Agus- mor. Por lo cual dice el Filósofo (Eliet.
tín (De civ. D e i , 1. 14, c. 9 ) , « cuando 1. 2 , c. 5) que el temor no existe sino
» estas afecciones siguen la recta razón, donde hay una esperanza de evasión;
» y cuando son aplicadas donde y cuando porque, cuando no hay esta esperanza,
» conviene, ¿quién se atreverá á decir- se considera el mal como presente, y en-
» las enfermedades ó viciosas pasiones?» tonces más bien produce tristeza que te-
Al 4.° que nada impide que algo sea mor. Así pues el temor puede ser consi-
contrario en sí á la voluntad, lo cual sin derado en dos conceptos: 1.° en cnanto
embargo es querido por razón del fin á á que el apetito sensitivo rehuye natural-
que se ordena; como la medicina amarga mente lo que daña al cuerpo, ya por 1»
no es querida por sí misma, sino solo se- tristeza, si el mal es presente, ya por el
gún que se ordena á la salud. Y de este temor, si es futuro: y de este modo el te-
modo la muerte de Cristo y su Pasión mor existió en Cristo, como también la
fueron involuntarias consideradas en sí tristeza; 2.° según la incertidumbre del
y causantes de la tristeza, aunque fueran acontecimiento futuro, como cuando por
la noche tememos algo de algún ruido,
(1) Eupatias, que significa « buena pasión » ó buen afecto
de pasión-. ignorando lo que sea; y en este concepto
CUESTIÓN X V . — A R T Í C U L O S VII Y VIII. 301

no existió en Cristo el temor, c o m o d i c e cion en cuanto á su ciencia esperimen-


e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3 , c. 23). tal [1] y no respecto de la divina, la bien-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e d i c e aventurada ni la infusa; habiéndola
que el j u s t o e s t á s i n t e r r o r , s e g ú n q u e asumido en su efecto [ 2 ] para nuestra
este importa p a s i ó n p e r f e c t a , q u e s e p a r a instrucción.
al hombre d e l o q u e e s d e l a r a z ó n ; y d e Responderemos, q u e l a a d m i r a c i ó n
este m o d o el t e m o r n o e x i s t i ó e n C r i s t o , propiamente es de algo nuevo é insólito.
sino solo c o m o propasion. P o r e s t o se M a s para Cristo n o podía haber cosa
dice que Jesús comenzó á atemorizarse y alguna nueva é insólita en cuanto á l a
á angustiarse, c o m o según la propasion, ciencia divina, por la que conocía las
según e s p o n e S a n J e r ó n i m o ( s u p e r i l l u d cosas en el V e r b o ; ni t a m p o c o e n cuanto
Matth. 26, capit contristarí). á la ciencia h u m a n a , por la que conocía
A l 2.° q u e S a n H i l a r i o e s c l u y e d e cosas por m e d i o de las especies infusas;
Cristo el t e m o r d e l a m i s m a m a n e r a q u e pudo sin embargo existir para él algo
escluyó l a t r i s t e z a , e s t o e s , e n c u a n t o á n u e v o é insólito respecto de la ciencia
la necesidad d e t e m e r ; sin e m b a r g o , p a r a esperimental, según la que podían pre-
comprobar l a v e r d a d d e s u n a t u r a l e z a sentársele diariamente algunas cosas
humana, a s u m i ó v o l u n t a r i a m e n t e e l t e - n u e v a s . A s í p u e s , si h a b l a m o s d e l m i s m o
mor, c o m o t a m b i é n l a t r i s t e z a . en cuanto á la ciencia divina y la bien-
A l 3.° q u e , a u n q u e C r i s t o p u d o e v i t a r aventurada ó también la infusa, no hubo
los males f u t u r o s s e g ú n l a v i r t u d d e s u en Cristo admiración: p e r o , si h a b l a m o s
divinidad, e r a n s i n e m b a r g o i n e v i t a b l e s de é l en cuanto á la ciencia esperimental,
ó no fáciles d e e v i t a r s e g ú n l a d e b i l i d a d así pudo haber en él admiración ; y tomó
de la carne. este efecto para nuestra instrucción, á
fin d e e n s e ñ a r q u e e s d e a d m i r a r l o q u e
ARTÍCULO V I I I . — E x i s t i ó e n c r i s t o i a también él mismo admiraba. P o r esto dice
admiración? (1) S a n A g u s t í n (sup. G e n . contra manich.
1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o e x i s t i ó l a c. 8), ce l o q u e e l S e ñ o r a d m i r a b a s i g n i -
admiración : p o r q u e d i c e e l Filósofo i> fica l o q u e d e b e m o s a d m i r a r n o s o t r o s ,
(Met. 1. 1, c. 2) q u e l a a d m i r a c i ó n s e » que a ú n t e n e m o s necesidad de ser así
produce d e q u e a l g u n o v e e l e f e c t o é i g - » m o v i d o s : por consiguiente todos estos
nora la c a u s a ; y a s í e l a d m i r a r s e n o e s » movimientos, q u e aparecen en é l , no
propio sino d e l i g n o r a n t e . P e r o e n C r i s t o » son signos de ánimo p e r t u r b a d o , sino
no hubo i g n o r a n c i a , s e g ú n s e h a d i c h o » d e maestro que enseña ».
(a. 2.). L u e g o e n é l n o e x i s t i ó l a a d m i - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n -
ración. que Cristo nada ignorase, podía no obs-
2.° D i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 2, tante presentársele algo de nuevo á su
c 15) que « l a a d m i r a c i ó n es e l t e m o r á ciencia esperimental, que escitase su ad-
» causa de u n a g r a n d e i m a g i n a c i ó n » ; y miración.
por eso dice e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 4, c. A l 2.° q u e C r i s t o n o s e a d m i r a b a d e l a
3) que e l m a g n á n i m o n o e s s u s c e p t i b l e d e fe d e l C e n t u r i ó n , p o r q u e f u e g r a n d e e n
admiración. P e r o C r i s t o f u e m a g n á n i m o cuanto á él m i s m o , sino porque l o era e n
en sumo g r a d o . L u e g o e n C r i s t o n o e x i s - cuanto á otros.
tió la admiración. A l 3.° q u e é l m i s m o p o d í a h a c e r t o d a s
3.° N a d i e s e a d m i r a d e l o q u e é l m i s - las cosas por su virtud d i v i n a , según l a
mo puede h a c e r ; y C r i s t o p o d í a h a c e r c u a l n o c a b í a e n é l l a a d m i r a c i ó n , sino
todo lo que h a b í a d e g r a n d e e n l a s c o s a s . solo según la ciencia h u m a n a esperimen-
Luego p a r e c e q u e d e n a d a s e a d m i r a b a . t a l , conforme á lo dicho.
Por e l contrario, d í c e s e ( M a t t h . 8,
ARTÍCULO IX. — H u b o en cristo
10), cuando esto oyó Jesús, e s d e c i r , l a s
I r a ? (2)
palabras d e l C e n t u r i ó n , se maravilló.
Conclusión. Hubo en Cristo admira- 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o e x i s t i ó l a

os I*o como el conocimiento mismo de algo nuevo é insó- (2) Conviene tener aquí presente lo espuesto en la 1/-2.1C
, sino en concepto de la consiguiente intensa aplicación (tomo 2.°) C. 46, y especialmente en su a. 4.
alma á ello por la atención ó el afecto.
302 CUESTIÓN XV.—ARTÍCULOS IX Y X .

ira : porque se dice (Jac. 1 , 2 0 ) , la ira b u y e a l a g e n t e p r i n c i p a l ; y s e g ú n esto


del varón no obra la justicia de Dios ; y s e e n t i e n d e q u e la ira del varón no obra
todo lo que existió en Cristo perteneció la justicia de Dios. P e r o o t r a s v e c e s la
á la justicia de T)ios¡,pues él mismo nos i r a s i g u e á l a r a z ó n y e s c o m o s u instru-
ha sido hecho por Dios justicia, como se m e n t o ; y e n t o n c e s l a o p e r a c i ó n , q u e es
dice (i Cor. 1, 30) : luego parece que d e j u s t i c i a , n o s e a t r i b u y e á l a i r a sino á
en Cristo no existió la ira. la razón.
2.° La ira se opone á la mansedumbre, A l 2.° q u e l a i r a , q u e t r a s p a s a el or-
como consta (Ethic. 1. 4 , c. 11 ó 1 3 ) ; y d e n d e l a r a z ó n , s e o p o n e á l a manse-
Cristo fue manso. Luego no existió en d u m b r e ; m a s n o l a i r a , q u e e s m o d e r a d a
él la ira. y m a n t e n i d a e n s u s j u s t o s l í m i t e s p o r la
3.° Dice San Gregorio (Moral. 1. 5, r a z ó n , p o r q u e l a m a n s e d u m b r e t i e n e el
c. 30) que « la ira por vicio ciega el ojo m e d i o e n l a i r a .
» de la inteligencia, y la ira por celo lo A l 3.° q u e e n n o s o t r o s s e g ú n e l orden
» turba ». Pero en Cristo no fue cegado n a t u r a l l a s p o t e n c i a s d e l a l m a s e impiden
ni turbado el ojo de la mente. Luego no m u t u a m e n t e , e s d e c i r , d e m o d o que,
hubo en él ira por vicio ni ira por celo. c u a n d o l a o p e r a c i ó n d e u n a p o t e n c i a es
P o r el c o n t r a r i o , léese (Joan. 2) que i n t e n s a , l a o p e r a c i ó n d e l a o t r a s e debi-
e n él se c u m p l i ó lo que se dice (Ps. 6, 8, l i t a . Y d e e s t o r e s u l t a q u e e l m o v i m i e n t o
10), zelus domus tita comedit me. d e l a i r a , p o r . m á s q u e s e a m o d e r a d o se-
C o n c l u s i ó n . Existid en Cristo la ira g ú n l a r a z ó n , t u r b a s i n e m b a r g o el ojo
por celo,y no la viciosa. d e l a l m a d e l q u e c o n t e m p l a . P e r o eu
R e s p o n d e r e m o s que, como se ha dicho C r i s t o p o r l a m o d e r a c i ó n d e l a v i r t u d di-
en la 2 . P. (l. -2. C. 46, a. 3 , al 3.°; y v i n a e r a p e r m i t i d o á c a d a p o t e n c i a obrar
a a ffi

2. -2. C. 158, a. 1, 2 y 3 ) , la ira es l o q u e l a e r a p r o p i o , d e m o d o q u e la


a ffi

efecto de la tristeza ; porque la tristeza u n a n o e r a i m p e d i d a p o r l a o t r a . Así


produce en el que la esperimenta respec- p u e s c o m o l a d e l e c t a c i ó n d e l a mente
to de la parte sensitiva del alma el deseo q u e c o n t e m p l a b a n o i m p e d í a l a t r i s t e z a ó
de rechazar la injuria hecha á sí ó á otros; e l d o l o r d e l a p a r t e i n f e r i o r , a s í tampoco
y de este modo la ira es pasión compues- p o r e l c o n t r a r i o l a s p a s i o n e s d e l a parte
ta de la tristeza y del apetito de ven- i n f e r i o r e n n a d a i m p e d í a n e l a c t o de la
ganza. Se ha dicho ya (a. 6) que en r a z ó n .
Cristo pudo existir la tristeza. También
el apetito de venganza es á veces con pe- ARTÍCULO X . — c r i s t o t u e «i i u m%
cado, como cuando alguno trata de ven- v i a d o r y c o m p r e n s o r ?
g&vse fuera del orden de la razón ; y así
la ira no pudo existir en Cristo , pues la l . ° P a r e c e q u e C r i s t o n o f u e á l a vez
tal se dice ira por vicio : pero otras veces v i a d o r y c o m p r e n s o r : p o r q u e a l viador
tal apetito de venganza es sin pecado, y c o m p e t e m o v e r s e hacia e l fin d e l a bien-
aun es laudable, como cuando alguno a v e n t u r a n z a y a l c o m p r e n s o r descansar
apetece l a venganza según el orden de la e n é l ; y n o p u e d e c o n v e n i r á l a vez
justicia; y esto se llama ira por celo, a l m i s m o i n d i v i d u o q u e s e m u e v a hacia
pues dice San Agustín (sup. Joan. tract. e l fin y q u e r e p o s e e n e l fin. L u e g o no
10) que « es devorado por el celo de la p u d o s e r á l a v e z q u e C r i s t o f u e s e viador
» casa de Dios, el que trata de corregir y c o m p r e n s o r .
»todo l o malo que ve, y , si no puede 2.° M o v e r s e hacia l a b e a t i t u d ú ob-
» conseguirlo, tolera y gime » ; y tal ira t e n e r l a n o c o m p e t e a l h o m b r e según el
existió en Cristo. c u e r p o , s i n o s e g ú n e l a l m a ( 1 ) ; por lo
Al argumento 1.° diremos que, como c u a l d i c e S a n A g u s t í n ( e p i s t . a d Diosco-
espresa San Gregorio (Moral. 1. 5 , c. 30), r u m , 1 1 8 ó 5 6 ) q u e « á l a n a t u r a l e z a m-
la ira se produce en el hombre de dos » f e r i o r , q u e e s e l c u e r p o , r e d u n d a del
modos : porque á veces previene á la ra- » a l m a , n o l a b e a t i t u d , q u e e s p r o p i a del
zón y la arrastra consigo á obras, y en- » q u e g o z a y e n t i e n d e , s i n o l a plenitud
tonces s e dice propiamente que es la ira
la q u e obra, porque la acción se atri- (1) V. la C 69 del Suplemento, a. 2.
CUESTIÓN X V . — ARTÍCULO X. 303

» de la s a l u d , e s t o es, el v i g o r de la in- veía á Dios plenamente según la mente,


» corrupción ». P e r o C r i s t o , a u n q u e tu- y e n e s t e c o n c e p t o t e n í a l a b e a t i t u d en
viera c u e r p o p a s i b l e , s i n e m b a r g o g o z a b a cuanto á lo q u e es propio del alma ; pero
plenamente d e D i o s s e g ú n el a l m a . N o por relación á otras cosas n o l a t e n í a ,
fue pues v i a d o r , s i n o p u r o c o m p r e n s o r . porque s u alma era p a s i b l e , así c o m o era
3.° L o s S a n t o s , c u y a s a l m a s e s t á n en pasible y mortal su c u e r p o , según re-
el cielo y sus c u e r p o s en l o s s e p u l c r o s , s u l t a d e l o d i c h o ( a . 1; y C . 14, a. 1,
gozan de la b i e n a v e n t u r a n z a s e g ú n e l 2 y 4); y p o r e s t o era á la vez compren-
alma, a u n q u e sus c u e r p o s e s t é n s o m e t i - sor, e n c u a n t o p o s e í a l a b e a t i t u d p r o p i a
dos á l a m u e r t e : y sin e m b a r g o n o se d e l a l m a , y también viador, e n c u a n t o
dicen v i a d o r e s , s i n o s o l a m e n t e c o m p r e n - se dirigía á la b i e n a v e n t u r a n z a , según l o
sores. L u e g o p o r i g u a l r a z ó n , a u n q u e e l que le faltaba de esta.
cuerpo de C r i s t o e r a m o r t a l , c o m o su A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s i m -
alma g o z a b a d e D i o s , p a r e c e q u e f u e p o s i b l e m o v e r s e hacia e l fin y d e s c a n s a r
puro c o m p r e n s o r , y de n i n g ú n m o d o en él bajo u n mismo concepto, pero n o
viador. bajo diversos; como algún hombre es á
Por el contrario, dícese ( J e r e m . 14, la v e z esciente en cuanto á las cosas que
8) ¿porqué has de ser en esta tierra como y a conoce, y estudiante en cuanto á las
un estranjero , y como un viador, que se que n o conoce todavía.
aparta para permanecer en la posada. A l 2.° q u e l a b e a t i t u d c o n s i s t e p r o p i a
Conclusión. Cristo antes de su Pasión y principalmente en el alma según la in-
era.á la vez comprensor y viador. teligencia, pero secundariamente y como
Responderemos, q u e se d i c e a l g u n o instrumentalmente se requieren para l a
viador, p o r q u e se d i r i g e á la b e a t i t u d ; beatitud los bienes del cuerpo : como
y comprensor se d i c e , p o r q u e ya p o s e e t a m b i é n d i c e e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 1,
la b e a t i t u d , s e g ú n a q u e l l o ( i C o r . 9, c. 8) q u e « l o s b i e n e s e s t e r i o r e s s i r v e n
24), corred de tal manera que la alcan- )) i n s t r u m e n t a l m e n t e á l a b e a t i t u d » .
céis ; y ( P h i l i p p . 3 , 12), voy siguiendo, A l 3.° q u e n o s e p u e d e r a z o n a r d e l a
por si de algún modo podré alcanzar... misma manera acerca de las almas de los
La perfecta beatitud del hombre c o n - Santos q u e sobre Cristo por dos m o t i v o s :
siste en el a l m a y en el c u e r p o , c o m o se 1.° p o r q u e l a s a l m a s d e l o s S a n t o s n o s o n
ha d e m o s t r a d o en la 2. P a r t e ( l . - 2 . ,
a a ,e
pasibles, como lo fue el alma de C r i s t o ;
C. 4, a. 6): en el a l m a en c u a n t o á l o 2.° p o r q u e l o s c u e r p o s n o o b r a n a l g o , pol-
que la es p r o p i o , s e g ú n q u e la m e n t e ve l o q u e t i e n d e n á l a b e a t i t u d , c o m o Cris-
y goza de D i o s ; y en el c u e r p o , s e g ú n to según las pasiones del cuerpo tendía
que resucitará espiritual, fuerte y glo- hacia e l l a , r e s p e c t o d e l a g l o r i a d e l
rioso é incorruptible, c o m o se d i c e ( i cuerpo.
Cor. 15). M a s Cristo antes de la Pasión
C U E S T I Ó N XVI.

Consecuencias de la unión en cuanto á lo que conviene á Cristo según el ser u>,


y ser hecho.

Hemos de tratar á continuación de las consecuencias de la unión : 1.° en cuanto á las cosas que
convienen á Cristo en sí mismo;2.° de las que le convienen con relación á Dios Padre; 3." de lasque s

le convienen por comparación á nosotros. Acerca de 101.° ocurren dos consideraciones : 1." las cofas
que convienen á Cristo según el ser y ser hecho ; 2." las que le convienen según ¡a razón deuniüad.
Sobre la 1." consideración examinaremos doce puntos: 1." Esta proposición, Dios es hombre, es
verdadera ? —2.° Esta otra, el Hombrees Dios, es verdadera? — 3." Puede decirse que Cristo es un
hombre dominico? —4.° Las cosas, que convienen al Hijo del hombre, pueden predicarse del
Hijo de D i o s , y al contrario? — 5.°Las que convienen al Hijo del hombre pueden predicarse de
la naturaleza divina, y de la humana las que convienen al Hijo de Dios?—6.° Esta proposición, el
Hijo de Dios se hizo hombre, es verdadera? — 1." Lo es esta, el hombre se hizo Dios? — 8." Y esta otra,
Cristo es criatura, es verdadera? — 9.° Esta proposición, este hombre (mostrando á Cristo) comenzó
á ser ó existió siempre, es verdadera? —10.° Lo es esta otra, Cristo , según que es hombre, es cria-
tura ? —11.° Lo es esta otra, Cristo según que es hombre es Dios ? — 12.° Esta proposición. Cristo, se-
gún que es hombre, es hipóstasi ó persona, es verdadera?

ARTÍCULO I . — Es verdadera esta pro- 3.° Dice San Atanasio (Symb. fiel)
posición , Dios es hombre? que, « así como el alma y la carne es un
» solo hombre, así Dios y el hombre son
l.° Parece que esta proposición, Dios » un solo Cristo ». Pero esta proposición
es hombre, es falsa: porque toda proposi- el alma es_ cuerpo es falsa. Luego tam-
ción afirmativa en la materia remota es bién lo es esta otra, Dios es hombre,
falsa; y esta proposición, Dios es hombre 4.° Según se ha demostrado eu la
está en materia remota, puesto que las 1. Parte (C. 39, a. 3 ) , lo que se predica
a

formas significadas por el sujeto y el pre- de Dios, no de un modo relativo siuo ab-
dicado están en estremo distantes. Lue- solutamente, conviene á toda la Trinidad
go, como la proposición indicada es afir- y á cada uua de las personas. Pero el
mativa, parece que es falsa. nombre hombre no es relativo sino abso-
2.° Más convienen entre sí ( 2 ) las luto. Si pues se predica verdaderamente
tres personas divinas que la naturaleza de Dios, seguiríase que toda la Trinidad
humana y la divina. Pero en el misterio y cada persona sería hombre : lo que es
de la Trinidad no se predica una persona evidentemente falso.
de otra ; porque no decimos que el Padre P o r el contrario, dícese (Philip. 2, 6)
es Hijo ó al contrario. Luego parece que que, siendo en forma de Dios, se anona-
ni la naturaleza humana puede predicarse dó á sí mismo tomando forma de siervo,
de Dios, de modo que se diga que Dios hecho á semejanza de hombre y hallado
es hombre. en la condición (3) como hombre. Por
(1) Locuciones propias y apropiadas acerca del misterio de ma ó indivisa y totalmente única.
la Encarnación, ó bien, lo que los teólogos llaman comunica- (3) Habita, actitud, disposición ó modo habitual de ser y
ción de idiomas ó traslación de l e n g u a j e , y que algunos de- obrar; na en el concepto de traje ó v e s t i d o , aunque San
finen : « recíproca predicación ó atribución verbal de las pro- Agustín y Beda lo interpretan así á veces en sentido no del
» piedades de las dos naturalezas divina y humana». todo propio.
(2) Ó se identiñean más por razón de su esencia simplicísi-
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULO I. 305

consiguiente el que es en forma de Dios afección ó habitación. De este modo su­


es hombre ; y el que está en la forma de puso Nestorio que Dios era hombre de
Dios es Dios : luego Dios es hombre. modo que por esto no se signifique otra
Conclusión. Esta proposición « Dios cosa sino esta unión del hombre con
» es hombre » es verdadera y propia, no Dios, según la cual Dios habita en el
solo en los términos sino también por la hombre y le está unido por la afección y
realidad de la predicación. por la participación de la autoridad y del
Responderemos, que esta proposición. honor divino. E n semejante error incur­
Dios es hombre, es admitida por todos ren todos los que admiten dos hipóstasis
los cristianos, mas no por todos según la ó dos supuestos en Cristo; porque no es
misma razón ; pues algunos admiten esta posible entender que de dos sujetos, que
proposición, no según la acepción propia son distintos según el supuesto ó la hipós­
de estos términos : porque los maniquéos tasi,uno se predique propiamente del otro,
dicen que el Verbo de Dios es hom­ sino solamente según cierta locución figu­
bre (1), mas no verdadero, sino aseme­ rativa, en cuanto están unidos en algo :
jado, en cuanto dicen haber tomado el como si dijéramos que Pedro es Juan,
Hijo de Dios un cuerpo fantástico, como porque tienen alguna unión entre sí. Y
si se dijera Dios hombre, al modo que se estas opiniones también han sido ya re­
da el nombre de hombre a una figura de futadas (C. 2 , a. 6 ) . Por consiguiente,
cobre, porque tiene la semejanza del hom­ suponiendo según la verdad de la fe ca­
bre. Asimismo también aquellos, que su­ tólica que la verdadera naturaleza divi­
pusieron que en Cristo el alma y el cuerpo na se unió con la verdadera naturaleza
no estuvieron unidos, no pueden decir que humana, no solamente en la persona, sino
Dios sea verdadero hombre, sino que se también en el supuesto ó hipóstasi; de­
diga hombre figurativamente en razón cimos que esta proposición «Dios es hom­
de las partes. Pero estas dos opiniones bre» es verdadera y propia, no solo por
han sido combatidas ya (C. 2 , a. 5 y 6 ; la verdad de los términos, esto es, porque
y C. 5, a. 1 y 2 ) . Otros por el contrario Cristo es verdadero Dios y verdadero
suponen realidad por parte de hombre, hombre, sino también por la verdad de
pero la niegan respecto de Dios; pues la enunciación ( 3 ) ; pues el nombre sig­
dicen que Cristo, que es Dios y hombre, nificando la naturaleza común en concre­
es Dios no naturalmente sino participati­ to puede sustituir á cada uno de los con­
vameute, esto es, por gracia ; como tam­ tenidos en esta naturaleza común : como
bién se dicen Dioses todos los varones este nombre hombre puede designar á
Santos, si bien Cristo de un modo más cada hombre singular. Y así este nombre
escelente que todos por la gracia más Dios por el modo mismo de su significa­
abundante. Y según esto, cuando se dice ción puede ser empleado para designar la
Dios es hombre, el nombre Dios no su­ persona del Hijo de Dios, como también
a
pone Dios verdadero y natural ( 2 ) , y se ha demostrado en la 1. Parte (C. 39,
esta es la herejía de Fotino, que ya he­ a. 4 ) . Mas de cualquier supuesto de al­
mos refutado (C. 2 , a. 6). Otros conce­ guna naturaleza puede verdadera y pro­
den esta proposición, admitiendo la ver­ piamente predicarse el nombre que signi­
dad de los dos términos, suponiendo ser fica aquella naturaleza en concreto, como
Cristo verdadero Dios y verdadero hom­ la palabra hombre se predica propia y
bre ; y sin embargo no quieren que sea verdaderamente de Sócrates y de Platón.
verdadera de la manera con que se enun­ Luego, puesto que la persona del Hijo de
cia, pues dicen que el hombre se predica Dios, por la que se emplea el nombre
de Dios por cierta conjunción, ya de Dios, es el supuesto de la naturaleza hu­
dignidad ya de autoridad, ó también de mana ; la palabra hombre puede decirse

_ (i) Dando á la palabra Dios su propio sentido, pero usando Kestorio, que suponía á Cristo morada ó habitación peculiar
impropiamente de la voz hombre. de Dios, como puede verse en el cuerpo del a. G de Ja C 2,
(2) Usando propiamente de la voz hombre y solo impropia­ debiendo entenderse según él en sentido moral y no propio la
mente del nombre Dios, en abierta oposición con la doctrina frase « Dios es hombre », al modo que uno dice de su amigo
V lenguaje de los maniquéos ; pues su error consistía en decir <( es otro yo ».
que „ Cristo era únicamente hombre », ó que « no existía (3) Porque con toda propiedad y verdad se predica lo uno
m Í № u e
* ? fuese hombre » ; herejía poco diferente de la de de lo otro.
SOMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . " 20
306 CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S I Y II.

verdadera y propiamente del nombre lo abstracto, sino solamente lo concreto


Dios, según que se supone por la perso- de lo concreto.
na del Hijo de Dios. Al 4.° que este nombre hombre se pre-
Al argumento 1.° diremos que, cuan- dica de Dios en razón de la unión en la
do las formas diversas no pueden conve- persona, cuya unión importa relación; y
nir en un solo supuesto, entonces es me- por esto no sigue la regla de aquellos
nester que la proposición esté en materia nombres, que se predican absolutamente
remota, cuyo sujeto significa una de de Dios ab-aterno.
aquellas formas y el predicado otra; pero,
ARTÍCULO I I . — Esto proposición «ci
cuando dos formas pueden convenir en
h o m b r o e s D i o s » (3) e s v e r d a d e r a ?
un solo supuesto, la materia no es remo-
ta, sino natural ó contingente, como l.° Parece que es falsa esta proposi-
cuando yo digo «lo blanco es músico ». ción el hombre es Dios : porque el nom-
Mas la naturaleza divina y la humana, bre Dios es incomunicable , por lo cual
aunque sean en estremo distantes, con- (Sap. 13 y 14) son reprendidos los idóla-
vienen sin embargo por el misterio de la tras, porque impusieron á los leños y á las
Encarnación en un solo supuesto, al cual piedras este nombre Dios, que es inco-
ni la una ni la otra está unida per acci- municable. Luego por identidad de razou
dens, sino per se; y por tanto esta pro- parece ser inconveniente que este nombre
posición Dios es hombre no es ni en ma- Dios se predique del hombre.
teria remota ni en materia contingente, 2.° Todo lo que se predica del predi-
sino en materia natural; y se predica el cado se predica del sujeto. Pero esta pro-
hombre de Dios, no per accidens, sino posición Dios es Padre ó Dios es Tri-
per se, como la especie de su hipóstasi, nidad es verdadera. Luego , si esta
no en razón de la forma significada por Dios es hombre es verdadera, parece
este nombre Dios, sino por razón del que también lo sea esta el hombre es el
supuesto, que es la hipóstasi de la huma- Padre ó el Hombre es la Trinidad: las
na naturaleza (1). que consta ser falsas. Luego también la
Al 2.° que las tres personas divinas primera.
convienen en naturaleza, mas se distin- 3.° Dícese (Ps. 80, 9), no habrá en tí
guen en el supuesto ; y por eso no se Dios nuevo. Pero el hombre es cierta cosa
predican las unas de las otras. Enelmis- reciente; porque Cristo no fue siempre
terio empero de la Encarnación las natu- hombre. Luego esta proposición elhombre
ralezas, puesto que son distintas, no se es Dios es falsa.
predican la una de la otra, según que Por el contrario, dícese (Rom. 9,5),
son significadas en abstracto, porque la de quienes desciende también Cristo según
naturaleza divina no es la humana; sino la carne, que es Dios sobre todas las cosas,
que, por cuanto convienen en el supues- bendito en los siglos. Pero Cristo es hom-
to , se predican' la una de la otra en con- bre según la carne. Luego esta proposi-
creto (2). ción el hombre es Dios es verdadera.
Al 3.° que el alma y la carne son sig- Conclusión. Admitida ( 4 ) la verda-
nificadas como en abstracto, lo mismo dera y real unión de las dos naturalezas
que la divinidad y la humanidad; mas en divina y humana en la única persona di-
concreto se dice animado y cárneo ó cor- vina, son igualmente verdaderas y pro-
póreo, como se dice también por otra parte pias estas dos proposiciones: «.Dios es
Diosj hombre. Por consiguiente de una y hombrei> y « el hombre es Dios ».
otra parte lo abstracto no se predica de Responderemos que, supuesta la ver-
(1J No formalmente como .humana, puesto que no es hipós- » divinidad », locuciones inadmisibles y erróneas.
tasi h u m a n a ; sino materialmente como subsistente por la (3) En que la predicación se hace en concreto según lo es-
misma personalidad ó subsistencia d i v i n a : es pues hipóstasi puesto en la nota precedente ; pues, atendido el supuesto tle
divina, considerada empero como en representación ó susti- la humanidad después de la unión, el hombre es verdadera y
tución de la humana. ISicolai. propiamente Dios en cuanto á la subsistencia después déla
(2) Puede predicarse en efecto y recíprocamente lo concreto Encarnación, como claramente insinúa San Agustín (nom. 3
de ambas naturalezas y sus propiedades, diciendo v. g. «Dios sup Joann.),
» es hombre » ; mas no lo abstracto de lo concreto ni lo abs- (4) Como no puede menos de admitirse necesariamente,
t r a c t o de lo abstracto, como diciendo « la humanidad es Dios» siendo dogma de fe según lo demostrado en la C. 2, a. 2 y 3.
ó « la divinidad es hombre », ni tampoco « l a h u m a n i d a d e s
CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S II Y III. 307
dad (1) de una y otra naturaleza, esto ARTÍCULO I I I . — P u e d e ilecirse Cris-
es, la divina y la humana y su unión en t o h o m b r e d o m i n i c o ? (3)
la persona é hipóstasi, esta proposición
« el hombre es Dios» es verdadera y pro- 1.° Parece que Cristo puede llamarse
pia, como también esta € Dios es hombre »: hombre dominico: porque dice San Agus-
porque este nombre hombre puede desig- tín (Qq. 1. 83, q. 36): « debe amones-
nar cualquiera hipóstasi de la naturaleza » tarse que esperen obtener aquellos bie-
humana, y por consiguiente puede po- »nes, que existieron en aquel hombre
nerse por la persona del Hijo de Dios, la » dominico »; y habla de Cristo. Luego
que decimos ser la hipóstasi de la hu- parece que Cristo es hombre dominico.
mana naturaleza (2). Es evidente em- 2.° Así como el dominio conviene á
pero que de la persona del Hijo de Dios Cristo por razón de la naturaleza divina,
verdadera y propiamente se predica este así también la humanidad pertenece á la
nombre Dios, como se ha demostrado humana naturaleza. Pero se dice Dios
(P. ] . , C. 39, a. 3 y 4). Luego dedúcese
a
humanado, como se ve por el Damas-
que esta proposición « el hombre es ceno (De orth. fid. 1. 3, c. 2), donde dice
Dios » es verdadera y propia. que « la humanacion demuestra aquella
Al argumento 1.° diremos, que los idó- » unión, que se refiere al hombre». Lue-
latras atribuían el nombre de la deidad á go por la misma razón puede decirse de-
las piedras y á los leños, considerados en nominativamente que aquel hombre es do-
su naturaleza, porque pensaban que ha- minico.
bía en ellos algo divino. Mas nosotros 3.° Como lo dominico se dice deno-
no atribuimos el nombre de la deidad á minativamente del Señor (domino), así
Cristo hombre según la humana natura- lo divino se dice denominativamente de
leza, sino según el supuesto eterno, que Dios. Pero San Dionisio (De eccl. hie-
es también por la unión el supuesto de la rarch. c. 4) llama á Cristo divinísimo Je-
humana naturaleza, como se ha dicho. sús. Luego por igual razón puede decirse
Al 2.° que este nombre Padre se pre- que Cristo es hombre dominico.
dica de este nombre Dios, según que este Por el contrario, dice San Agustín
nombre Dios se supone por la persona del (Retract. 1. 1, c. 19), «no veo que se
Padre. Mas así no se predica de la per- » diga con razón que Cristo es un hom-
sona del Hijo, porque la persona del Hijo » bre dominico, siendo verdaderamente
no es la persona del Padre; y por consi- » Señor».
guiente no es menester que este nombre Conclusión. La locución « Cristo es
Padre se predique de este nombre Hom- hombre dominico » no puede usarse ver-
bre del que se predica este nombre Dios, dadera y propiamente, sin incurrir en
en cuanto la palabra hombre se supone la herejía de Nestorio , debiendo decirse
por la persona del Hijo. con la Iglesia católica « Cristo es el Señor».
Al 3 . ° que, aunque la naturaleza hu- Responderemos que, según se ha di-
mana en Cristo sea algo reciente, sin em- cho (a. 2 , al 3.°), cuando se dice el hom-
bargo el supuesto de la naturaleza hu- bre Cristo-Jesús, se designa el supuesto
mana no es reciente, sino eterno: y, como eterno, que es la persona del Hijo de
este nombre Dios no se predica del hom- Dios, á causa de que es uno solo el su-
bre por razón de su naturaleza humana, puesto de ambas naturalezas. Mas de la
sino por razón del supuesto; no se sigue persona del Hijo de Dios se predican
que supongamos un Dios nuevo. Mas esta esencialmente los nombres Dios y Señor;
consecuencia sería inevitable, si pensára- y por eso no deben predicarse denomi-
mos que el hombre designa un supuesto nativamente (4), porque esto deroga la
creado, como se ven obligados á admi- verdad de la unión. Por consiguiente,
tirlo los que suponen en Cristo dos su- como dominico se dice denominativa-
puestos. mente de la palabra Señor, no se puede

(1) V. lo dicho en la nota i de la pág. 300. trina, suponiendo ser uno el hombre y otro el Señor.
(2) Según lo esplicado en la nota 3 de la página 30S. (4) O parlicipativamente, cual se dice « hombre de Dios ó
$1 O dominical, es decir, hombre del Señor, según el len- » del Señor» de algún santo ó profeta, y con preferencia se
Suaje herético de los apolinaristas y otros secuaces de su doc- llama á la Virgen « madre del Señor «.
308 CUESTIÓN XVI.— ARTÍCULOS III Y I V .

decir verdadera y propiamente que aquel d i v e r s o m o d o d e significar ; y V e r b o di-


hombre sea dominico, sino más bien que v i n o , n o o b s t a n t e q u e e l V e r b o es D i o s .
es Señor. P e r o , si d i c i e n d o h o m b r e C r i s - A s i m i s m o d e c i m o s p e r s o n a d i v i n a l o mis-
t o - J e s ú s se designase algún supuesto m o q u e p e r s o n a d e P l a t ó n á c a u s a d e l di-
creado s e g u n d o s q u e admiten e n Cristo v e r s o m o d o d e significar. P e r o n o s e dice
dos s u p u e s t o s , podría decirse aquel h o m - dominico d e l a s c o s a s , d e l a s q u e s e pre-
bre dominico, en cuanto es elevado á d i c a e l n o m b r e Señor; p u e s n o h a y la
la participación del honor divino, como c o s t u m b r e d e decir q u e a l g ú n h o m b r e que
s u p u s i e r o n l o s n e s t o r i a n o s (1) ; y t a m - e s s e ñ o r s e a d o m i n i c o , sino q u e s e d a este
bién de este m o d o n o se dice q u e l a n a - n o m b r e á l o q u e d e c u a l q u i e r m o d o per-
t u r a l e z a h u m a n a e s e s e n c i a l m e n t e diosa, t e n e c e a l S e ñ o r , c o m o v o l u n t a d domini-
s i n o deificada, n o p o r c o n v e r s i ó n d e l a c a l , m a n o d o m i n i c a ó P a s i ó n dominical.
m i s m a e n l a n a t u r a l e z a d i v i n a , sino p o r Y p o r e s t o e l m i s m o h o m b r e C r i s t o , que
su unión á l a divina naturaleza e n u n a e s S e ñ o r , n o p u e d e s e r l l a m a d o domini-
sola hipóstasi, como consta por el D a - c a l ; m a s p u e d e d e c i r s e s u c a r n e carne
m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3 , c. 11 y 17). d o m i n i c a , y s u P a s i ó n P a s i ó n dominical.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e S a n
A g u s t í n retracta aquellas y semejantes A R T Í C U L O I V . — ¿mscosas, « u c con-
p a l a b r a s ( l i e t r a t . 1. 1 , c. 19); y p o r l o v i e n e n a l Hijo d e l H o m b r e , p u e d e n predicarse
tanto después de las antedichas (Retr. d e l H i j o d e D i o s , y v i c c - v e r s a ? (3)
1. 1, c. 19) a ñ a d e : « d o n d e q u i e r a q u e
» dije e s t o , e s t o e s , q u e C r i s t o - J e s ú s e s 1.° P a r e c e q u e l a s c o s a s , q u e s o n d é l a
» h o m b r e d o m i n i c o , quisiera n o h a b e r - n a t u r a l e z a h u m a n a , n o p u e d e n decirse
» l o dicho , como que h e visto después d e D i o s : p o r q u e e s i m p o s i b l e q u e sean
» q u e no debía decirse; aunque pudiera p r e d i c a d a s c o s a s o p u e s t a s d e u n mismo
» defender esta locución de alguna m a - s u j e t o ; y l a s c o s a s q u e s o n d e l a humana
» ñ e r a » , esto e s , porque podría alguno n a t u r a l e z a s o n c o n t r a r i a s á l a s q u e son
decir q u e s e dice hombre dominico p o r p r o p i a s d e D i o s ; p u e s D i o s e s increado,
razón de su naturaleza humana, que sig- i n m u t a b l e y e t e r n o , y á l a h u m a n a natu-
nifica l a p a l a b r a h o m b r e , m a s n o p o r r a - raleza pertenece ser creada, temporal y
zón del supuesto. m u d a b l e . L u e g o l a s c o s a s propias de la
A l 2.° q u e a q u e l ú n i c o s u p u e s t o , q u e n a t u r a l e z a h u m a n a n o p u e d e n decirse de
es de l a humana y divina naturaleza, Dios.
primero fue de l a divina naturaleza, es 2.° A t r i b u i r á D i o s c o s a s q u e im-
decir, ab alterno; m a s después e n el p l i c a n d e f e c t o p a r e c e d e r o g a r el ho-
tiempo por medio de la Encarnación se n o r d i v i n o , y p e r t e n e c e r á l a blasfemia;
hizo supuesto de l a humana naturaleza. y l a s c o s a s p r o p i a s d e l a n a t u r a l e z a hu-
Y p o r e s t a r a z ó n s e d i c e humanado, n o m a n a c o n t i e n e n a l g ú n d e f e c t o , c o m o su-
p o r q u e t o m a r a a l h o m b r e , sino p o r q u e frir, morir y s e m e j a n t e s . L u e g o parece
asumió la humana naturaleza. M a s n o es q u e d e n i n g ú n m o d o l a s c o s a s q u e son de
así por el contrario, esto e s , que e l su- l a h u m a n a n a t u r a l e z a p u e d e n decirse de
puesto de l a humana naturaleza tomase Dios.
la divina; por cuya razón n o puede d e - 3.° S e r t o m a d a c o n v i e n e á l a natura-
cirse h o m b r e deificado (2) ó d o m i n i c o . l e z a h u m a n a , m a s e s t o n o conviene á
A l 3.° q u e e s t e n o m b r e divino s e h a s o - D i o s . L u e g o l a s c o s a s , q u e s o n de l a hu-
lido p r e d i c a r t a m b i é n d e a q u e l l o s , d e q u i e - m a n a n a t u r a l e z a , n o p u e d e n decirse de
nes se predica esencialmente este nombre Dios.
Dios; p u e s d e c i m o s q u e l a d i v i n a e s e n - Por e l c o n t r a r i o , d i c e e l Damasceno
cia es D i o s por razón d e identidad, y que ( O r t h . fid. 1. 3 , c. 4 y 6) q u e « D i o s tomó
la esencia e s d e D i o s ó divina á causa d e l » l a s c o s a s q u e s o n i d i o m a s ( e s t o e s , pro-

(4) Y los apolinaristas, según hace notar San Gregorio Na- (3J La comunicación de lenguaje ó reciprocidad de predica-
cianceno (oral. 51J y queda consignado en la n o t a 3 , pág. 307. dos, de que aquí propiamente se trata, es de fe según los
(2) Como lo demuestra San Cirilo { 1. De incarnalione c. 1 1 ) ; Concilios de Efeso ( can. 1 ) , lateranense en tiempo de Mar-
así como el Concilio de Efeso (can. 5) prohibió por l a s mismas tino I (consult. 5, c. 6), 6." ecuménico (act. 11 y 18) y floren-
razones y principalmente por su sabor nestoriano el dictado tino bajo Eugenio I V .
de « d e í f e r o » .
CUESTIÓN XVI.—ARTÍCULO IV. 309

» piedades) de la carne , puesto q u e se divina y de la naturaleza h u m a n a ; por


» dice D i o s p a s i b l e , y q u e e l D i o s d e l a lo c u a l puede decirse del Hombre lo que
» gloria h a sido crucificado ». pertenece á la naturaleza divina , como
Conclusión. Todo cuanto se predica de la hipóstasi de esta; y se puede decir
de Cristo con relación á cualquiera de de Dios lo que pertenece á la naturaleza
sus dos naturalezas divina y humana humana como de la hipóstasi de ella.
puede indistintamente atribuirse á Dios D e b e s a b e r s e sin e m b a r g o q u e en l a p r o -
ó al Hombre-Dios, entendiéndose su dis- posición, e n l a q u e se predica algo d e a l -
tinción en el concepto de hipóstasi de la g u n o , n o solo se considera q u é es aquello
respectiva naturaleza. d e q u e s e p r e d i c a e l p r e d i c a d o , sino t a m -
Responder é r a o s , q u e s o b r e e s t a c u e s - b i é n l a r a z ó n p o r l a q u e aquello le es
tión h u b o d i v e r s i d a d d e o p i n i o n e s e n t r e atribuido. L u e g o , a u n q u e n o se distingan
los n e s t o r i a n o s y l o s c a t ó l i c o s : p o r q u e l o s las cosas que se predican d e C r i s t o , dis-
primeros q u e r í a n s e p a r a r l a s p a l a b r a s q u e tínguense sin e m b a r g o según l a relación
se dicen d e C r i s t o , d e m o d o q u e n o s e d i - ó c o n c e p t o e n q u e s e d i c e n : p o r q u e las
jeran de D i o s l a s cosas q u e p e r t e n e c e n á cosas, que son de la divina naturaleza, se
la n a t u r a l e z a h u m a n a , n i l a s q u e p e r t e - predican de Cristo según ella ; y las que
necen á l a n a t u r a l e z a d i v i n a s e d i j e r a n son propias de la naturaleza humana se
del H o m b r e ; p o r l o c u a l N e s t o r i o dijo : predican de él según esta. P o r l o c u a l
«si a l g u n o i n t e n t a a t r i b u i r pasiones a l d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 1 , c . 11):
» V e r b o d e D i o s , s e a a n a t e m a t i z a d o ». « distingamos q u é es lo q u e suena en las
En cuanto á los n o m b r e s , q u e p u e d e n p e r - » Escrituras según la forma d e D i o s , en
tenecer á u n a y o t r a n a t u r a l e z a , d e l o s i> l a q u e e s i g u a l a l P a d r e ; y c o n l a f o r -
tales p r e d i c a b a n l o q u e e s d e a m b a s n a - » m a de siervo, q u e recibió, e n l a q u e es
t u r a l e z a s , c o m o e s t e n o m b r e Cristo 6 Se- » menor q u e el P a d r e » ; y después ( c .
ñor: p o r c o n s i g u i e n t e c o n c e d í a n q u e C r i s - 13): « u n l e c t o r p r u d e n t e y solícito y
to n a c i ó d e l a V i r g e n y q u e e x i s t i ó ab- » piadoso entenderá lo q u e se dice d e u n
aterno; m a s n o d e c í a n ó q u e D i o s n a c i ó » modo absoluto ó de un modo relativo»
de l a V i r g e n ó q u e e l h o m b r e h u b i e s e (quid propter quid et quid secundum
existido ab-ceterno. L o s c a t ó l i c o s p o r s u quid ) .
parte establecieron q u elo que se dice de A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e e s i m -
Cristo, ya según la naturaleza divina ya posible q u e dos cosas opuestas se predi-
según la naturaleza humana, puede de- quen d e u n mismo sujeto - en u n mismo
cirse tanto de Dios como del Hombre. P o r concepto , pero nada impide que lo sean
lo cual d i c e S a n C i r i l o ( e p i s t . a d N é s t o r . bajo diversos : y de este m o d o los opues-
D e e x c o m . c . 4 , Conc-. E p h e s . g e n e r . 3.° tos se predican d e C r i s t o , no según el
part. 1, c . 2 6 ) : « s i a l g u n o a t r i b u y e r e m i s m o c o n c e p t o , sino s e g ú n s u s diversas
»separadamente á dos personas ó sus- n a t u r a l e z a s (1).
t a n c i a s , esto e s , hipóstasis, las cosas A l 2.° q u e , si l a s c o s a s q u e a r g u y e n
» que s e h a l l a n e n l o s e s c r i t o s e v a n g é - defecto se a t r i b u y e r a n á D i o s según l a
»lieos y a p o s t ó l i c o s , ó lo q u e se h a d i c h o divina n a t u r a l e z a (2), s e r í a b l a s f e m i a ,
» de C r i s t o p o r l o s S a n t o s ó p o r e l m i s m o como diminutivo del honor del mismo ;
» Cristo d e s í m i s m o , y c r e y e r e q u e e n t r e m a s n o h a b r í a i n j u r i a á D i o s , si s e l e
J> estas c o s a s l a s u n a s d e b e n a p l i c a r s e a l atribuye p o r relación á la naturaleza h u -
» Hombre y las otras al V e r b o solo; sea m a n a asumida. P o r lo cual se dice en
» anatema » . Y l a r a z ó n d e esto es q u e , cierto sermón ( 3 ) del Concilio de E f e -
siendo u n a m i s m a l a h i p ó s t a s i d e l a s d o s s o (2 D e n a t i v . p a r t . 3, c a p . 10) : « D i o s
naturalezas, se h a b l a d e la m i s m a perso- j) n o c o n s i d e r a j a m á s c o m o u n a i n j u r i a l o
na bajo el n o m b r e d e l a u n a ó d e l a o t r a . » q u e es ocasión d e salvación p a r a los
Así p u e s , y a s e d i g a H o m b r e ó b i e n D i o s , » h o m b r e s : p o r q u e ninguna de las cosas
se aplica á l a h i p ó s t a s i d e l a n a t u r a l e z a í> a b y e c t a s , q u e e l i g i ó p o r n o s o t r o s , h a c e

f ) Conforme á esto advierte Silvio que, si bien Cristo se (2) En sentido propio y no metafórico, cual lo hacían los
dice á veces (Sin. 6.°ocí. 2) y a corpóreo ya incorpóreo, no paganos.
puede empero decirse igualmente « no corpóreo »; porque esta (3) Pronunciado por Teodoro de Ancira sobre la natividad
locución indicaría que de ningún modo es corpóreo. t del Salvador.
310 CUESTIÓN xvi.—ARTÍCULOS IV Y V.

B injuria á aquella naturaleza, que no B son propias de la humanidad ; porque


B puede estar sujeta á injurias, mas hace B no decimos deidad pasible ó creada » ;
B propias las cosas inferiores para salvar y la deidad es la divina naturaleza. Lue-
B nuestra naturaleza : y así, cuando lo go las cosas propias de la naturaleza hu-
» que es vil y abyecto no injuria á la na- mana no pueden decirse de la divina na-
Bturaleza divina, sino que obra la salva- turaleza.
» cion de los hombres, ¿ cómo dices que Conclusión. Los atributos propios de
B las cosas, que son causa de nuestra sal- una sola naturaleza no pueden predicar-
B vacion, fueron ocasión de injuria para se de la otra en abstracto (2).
» Dios ? B Responderemos, que las cosas que son
Al 3.° que el ser tomada conviene á la propias de uno solo no pueden predicarse
naturaleza humana, no por razón del su- verdaderamente de otro, sino de lo que
puesto, sino por razón de sí misma; y por es lo mismo que aquello (3): como lo
tanto no conviene á Dios. visible no conviene sino á lo que es hom-
bre. Mas en el misterio de la Encarna-
ARTÍCULO V. — ¿ t a s cosas que con- ción no es la misma la naturaleza divina
vienen al hijo del Hombre pueden predicarse
y la humana ; sino que es una misma la
de la divina n a t u r a l e z a , y de la h u m a n a las
hipóstasi de una y otra naturaleza. Así
q u e c o n v i e n e n a l H i j o d e Míos ? (1).
pues las cosas, que son de una sola natu-
l.° Parece que las cosas que pertene- raleza, no pueden predicarse de la otra
cen á la naturaleza humana pueden de- según que se significan en abstracto. Mas
cirse de la naturaleza divina : porque las los nombres concretos suponen la hipós-
cosas que son de la naturaleza humana tasi de la naturaleza ; y por esto pueden
se predican del Hijo de Dios y de Dios. ser predicadas indiferentemente las cosas
Pero Dios es su naturaleza. Luego las que son de una y otra naturaleza, tratán-
cosas que pertenecen á la naturaleza hu- dose de nombres concretos; ya aquel
maua pueden predicarse de la naturaleza nombre de que se dicen dé á entender
divina. ambas naturalezas, como este nombre
2 . ° La carne pertenece á la naturaleza Cristo (4), en el cual se entiende tanto
humana ; y, como indica el Damasce- la divinidad ungente como la humanidad
no (Orth. fid. 1. 3 , c. 6, y c. 7), « deci- ungida; ya solamente á la divina natura-
B mos haberse encarnado la naturaleza leza, como este nombre Dios ó Hijo de
B del Verbo según los bienaventurados Dios; ya solo la naturaleza humana,
B Atanasio y Cirilo ». Luego parece que como este nombre Hombre ó Jesús. Por
por identidad de razón las cosas que son lo cual dice el Papa León en su carta á
de la naturaleza humana pueden decirse los palestinos ( 5 ) : «no importa según
de la naturaleza divina. B qué sustancia se denomine á Cristo;
3.° Las cosas que son de la naturaleza B puesto que, existiendo la unidad de
divina convienen á la humana naturaleza B persona de una manera inseparable, el
en Cristo, como conocer los futuros y te- B mismo es todo entero Hijo del hombre
ner una virtud salutífera. Luego parece B á causa de su carne, y todo Hijo de
que por igual razón las que son de la » Dios por razón de su única deidad con
naturaleza humana puedan decirse de la B el Padre B.
divina naturaleza. Al argumento 1.° diremos, que en lo
Por el contrario, dice el Damasceno divino la persona es realmente lo mismo
(Orth. fid. 1. 3 , c. 4 ) : «hablando de la que la naturaleza , y por razón de esta
B deidad, no decimos de ella cosas que identidad la naturaleza divina se predica

(l) Contiene este artículo varias reglas para el recto uso errores de la reciprocidad de predicados, discretamente em-
de la comunicación de lenguaje, con el objeto de evitarlas pleada en el bueti sentido católico por la Iglesia en yarius
herejías de Eutíques, Dióscoro y los acéfalos; quienes decían documentos de sus concilios y de la liturgia.
que « la naturaleza divina de Cristo padeció y fue crucifi- (2) Conforme á lo espucslo en la nota 2, página 300.
» cada » ; como Apolinar afirmaba que n Cristo sufrió Pasión (31 De que propiamente se predica.
» en su divinidad, la cual murió y resucitó con la humani- (1) Que según su etimología griega significa ungido, y se
» dad » ; Agustín de Roma que «la naturaleza humana en aplica por antonomasia al Hijo de Dios .
» Cristo es verdaderamente Cristo m i s m o y su propia persona (5) Epist. 83, c. 7, á los obispos de Palestina contra Nesto-
» ó la persona del Verbo ó Dios natural y propio » ; y á este rio y más directamente contra Eutíques.
tenor otros diversos herejes, que han abusado en pro de sus
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS V Y VI. 311

del H i j o d e D i o s ; p e r o e l m o d o d e s i g - ñor, y no me mudo. L u e g o p a r e c e q u e e s t a


nificación n o e s e l m i s m o , y p o r e s t o s e p r o p o s i c i ó n Dios se hizo hombre e s f a l s a .
dicen a l g u n a s c o s a s d e l H i j o d e D i o s , 3,° H o m b r e , s e g ú n q u e s e d i c e d e C r i s -
que n o s e d i c e n d e l a d i v i n a n a t u r a l e z a : to, supone (2) la persona del Hijo d e
como decimos q u e el H i j o d e D i o s e s e n - D i o s . P e r o e s t a p r o p o s i c i ó n Dios se hizo
gendrado, m a s n o decimos que la natura- persona del Hijo de Dios es f a l s a . L u e g o
leza d i v i n a e s e n g e n d r a d a , s e g ú n s e h a t a m b i é n e s t a Dios se hizo hombre.
d e m o s t r a d o ( P . 1. , C . 39, a. 5). D e i g u a l
a
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . 1, 13),
modo e n e l m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n el Verbo se hizo carne; y , c o m o d i c e S a n
decimos q u e e l H i j o d e D i o s p a d e c i ó , A t a n a s i o ( e p i s t . a d E p i t e c t u m (3) c o n t .
mas n o decimos q u e h a y a p a d e c i d o l a hffiret.), « l o q u e d i j o , « e l V e r b o se h i z o
naturaleza divina. » c a r n e » , e s c o m o si se dijera q u e D i o s se
A l 2.° q u e l a E n c a r n a c i ó n i m p l i c a m á s » hizo h o m b r e ».
bien l a u n i ó n á l a c a r n e q u e l a p r o p i e d a d Conclusión. Es verdadera la proposi-
de l a c a r n e . M a s e n C r i s t o c a d a u n a d e ción « Dios se hizo hombre ».
las d o s n a t u r a l e z a s e s t á u n i d a á l a o t r a Responderemos, q u e s e d i c e h a b e r s i d o
en l a p e r s o n a , p o r r a z ó n d e c u y a u n i ó n hecho todo lo que comienza á predicarse
se dice q u e l a n a t u r a l e z a d i v i n a e n c a r n ó de nuevo de lo mismo. M a s el ser hom-
y la h u m a n a deificada, según lo espues- bre se predica verdaderamente d e Dios,
to ( C . 3, a . 2). s e g ú n l o e s p u e s t o ( a . 1) ; d e m o d o s i n
A l 3.° q u e l a s c o s a s q u e s o n p r o p i a s embargo que no conviene á Dios ser h o m -
de l a n a t u r a l e z a d i v i n a s e d i c e n d e l a b r e ab-ceterno, s i n o e n e l t i e m p o , p o r h a -
naturaleza h u m a n a , n o según q u e com- ber tomado la naturaleza humana. Y por
peten e s e n c i a l m e n t e á l a divina n a t u r a - t a n t o esta proposición aDios se hizo hom-
l e z a , sino s e g ú n q u e p a r t i c i p a t i v a m e n t e brea es verdadera, a u n q u e s e e n t i e n d e d i -
se d e r i v a n á l a h u m a n a n a t u r a l e z a ; p o r ferentemente p o r varios, como también
consiguiente l a s cosas q u e n o p u e d e n s e r e s t a Dios es hombre, s e g ú n s e h a d i c h o
participadas p o r l a n a t u r a l e z a h u m a n a ( a . 1).
(como el ser increada ú o m n i p o t e n t e ) A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e r h e -
no se d i c e n d e m o d o a l g u n o d e l a n a t u - cho h o m b r e es ser h e c h o a b s o l u t a m e n t e
raleza h u m a n a . L a divina n a t u r a l e z a en todas aquellas cosas, en las q u e l a n a -
empero n a d a r e c i b e p a r t i c i p a t i v a m e n t e turaleza h u m a n a empieza á existir en u n
de l a h u m a n a n a t u r a l e z a ; y p o r e s t a r a - supuesto creado d e n u e v o . M a s se dice
zón l a s c o s a s q u e s o n d e l a h u m a n a n a - Dios hecho hombre, porque la naturaleza
turaleza, d e m o d o n i n g u n o p u e d e n decir- h u m a n a comenzó á existir e n el supues-
se d e l a d i v i n a . t o (4) d e l a n a t u r a l e z a d i v i n a , p r e e x i s -
t e n t e ab-ceterno; y p o r e s t o h a c e r s e D i o s
ARTÍCULO VI. — Esta proposición h o m b r e n o es s e r h e c h o D i o s e n a b s o l u t o .
Dios se hizo hombre e s v e r d a d e r a ? (1). A l 2.° q u e s e g ú n l o d i c h o ser hecho
importa q u e algo se predique n u e v a m e n -
l.° P a r e c e q u e e s t a p r o p o s i c i ó n Dios te de otro. D e consiguiente, siempre q u e
se hizo hombre es falsa: porque, como algo se predica d e otro con mutación del
hombre s i g n i f i c a la sustancia, ser hecho q u e se d i c e , e n t o n c e s ser h e c h o es ser
hombre es s e r h e c h o e n a b s o l u t o . P e r o m u d a d o : y esto sucede e n todas las c o -
esta p r o p o s i c i ó n Dios es hecho en abso- s a s q u e s e d i c e n e n a b s o l u t o (5), p u e s -
luto es f a l s a . L u e g o t a m b i é n l o e s e s t a to que la blancura ó lo negro no puede
Dios se hizo hombre. sobrevenir d e n u e v o á a l g u n a c o s a , sino
2.° S e r h e c h o h o m b r e e s c a m b i a r s e ; y p o r q u e d e n u e v o se m u d a á l o b l a n c o ó á
Dios n o p u e d e s e r s u j e t o d e m u t a c i ó n , s e - lo n e g r o . M a s l a s cosas, q u e sé 'dicen r e -
gún a q u e l l o ( M a l a c h . 3, 6), yo soy el Se- lativamente, pueden predicarse nueva-

(1) Asi consta como de fe por el Símbolo de Nicca, en que (4) Del Verbo, uno de los supuestos ó personas de la natu-
terminantemente se dice 0/ homo faclus csí. raleza divina.
[% O la designa y representa, como completando ó indivi- (5) O que tienen ser absoluto, en contraposición d i a s q u e
dualizando su humanidad. lo tienen solo relativo ó accidental, de las que se habla á con-
(3) Obispo de los corintios. tinuación.
312 CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .

mente de algo sin su cambio ; como el Dios humanado por razón de que se hizo
bombre se encuentra á la derecha, sin hombre. Luego se dice el hombre deifi-
haber cambiado y solo por el movimien- cado por la razón de que se hizo Dios ; y
to del que se pone á su izquierda. En es- por consiguiente esta proposición el hom-
tos casos pues no es preciso que todo lo bre se hizo Dios es verdadera.
que se dice ser hecho sea mudado, por- 4.° Cuando se dice Dios se hizo hom-
que esto puede acaecer por el cambio de bre, el sujeto de este hecho ó mutación
otro; y de este modo decimos de Dios no es Dios, sino la naturaleza humana,
Domine, refugium factus est nobis (Ps. que significa este nombre hombre. Pero
89, 1 ) : mas el ser hombre conviene á aquello, á lo que se atribuye el hecho,
Dios por razón de la unión, que es cierta parece ser el sujeto del mismo. Luego la
relación ; y por eso el ser hombre se pre- proposición el hombre se hizo Dios es
dica nuevamente de Dios sin mutación más verdadera que esta Dios se hizo
suya por la mutación de la humana na- hombre.
turaleza, que es asumida en la persona Por el contrario, dice el Damasceno
divina ; y así, cuando se dice Dios se hizo (Orth. fid. 1. 3, c. 2 ) : « no decimos
hombre, no se entiende que haya habido » hombre deificado, sino Dios humana-
alguna mutación de parte de Dios, sino » do ». Ahora bien : ser hecho Dios es lo
solo de parte de la humana naturaleza. mismo que ser deificado. Luego esta pro-'
Al 3.° que el hombre supone la perso- posición el hombre se hizo Dios es falsa.
na del Hijo de D i o s n o simplemente, Conclusión. Es falsa en absoluto la
sino según que subsiste en la humana proposición «.el hombre se hizo Dios )) en
naturaleza ; y por eso, aunque esta pre- su sentido propio (1).
posición Dios se hizo persona del Rijo Responderemos, que esta proposición
de. Dios sea falsa, sin embargo esta otra el hombre se hizo Dios puede entenderse
Dios se hizo hombre es verdadera, por- de tres modos : 1.° de modo que este par-
que se unió á la humana naturaleza. ticipio (factus) hecho determine absolu-
tamente ya el sujeto ya el predicado; y
ARTÍCULO VII. — Esta proposición en este sentido es falsa, porque ni aquel
•el hombre se hizo Dios, e s v e r d a d e r a ? hombre, de quien Dios se predica, es he-
cho, ni Dios es hecho, como después se
1.° Parece que esta proposición el dirá (a. 8 y 9): y en el mismo sentido esta
hombre se hizo Dios es verdadera : por- proposición « Dios se hizo hombre » es
que se dice (Pom. 1, 2 ) , el cual había falsa; mas no es este sentido, en el que
prometido antes por sus Profetas en las aquí se toman estas proposiciones; 2.°
santas Escrituras acerca de su Hijo, que puede entenderse de modo que la palabra
fue hecho del linaje de David según la (factus) hecho determine la composición,
carne. Pero Cristo, según que es hom- siendo este el concepto, homo factus est
bre, proviene del linaje de David según Deus,esto es, ha sido hecho que el hom-
la' carne. Luego el hombre se hizo Hijo bre sea Dios; y en este sentido estas dos
de Dios. proposiciones homo factus est Deus y
2." Dice San Agustín ( D e Trin. 1. 1, Deus factus est homo son verdaderas. No
c. 13): «tal era aquella suscepción, que es este empero el sentido propio de estas
»hiciera á Dios hombre y al hombre locuciones ; á menos que se entienda, se-
» Dios ». Pero por razón de aquella sus- gún que la palabra homo no tiene una
cepción -esta proposición Dios se hizo suposición personal, sino simple ( 2 ) :
hombre es verdadera. Luego también lo pues, aunque este hombre no sea hecho
es esta otra el hombre se hizo Dios. Dios, porque este supuesto, es decir, la
3.° Dice -San Gregorio Nacianceno persona del Hijo de Dios fue Dios al-
(epist. 1 ad Cledonium, u orat. 5 1 ) : aterno; sin embargo el hombre, hablan-
« Dios se humanó en verdad, y el hom- do en general, no fue siempre Dios; 3.
» bre se deificó, ó de cualquier modo lo se entiende propiamente, según que este
» haya espresado alguno». Pero se dice participio factus aplica el ser hecho al
(1) Por cuanlo el sujeto hombre en ella representa ó susti- (2) Representando solo á la naturaleza, y significando asi
tuye ala persona, que es Dios ab alterno. que Dios tomó naturaleza humana.
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS Vil Y VIII. 313

nombre en su respecto á Dios, como al Dios y Dios fuese hombre; en cuyo sen-
término del ser hecho. Y en este sentido, tido ambas locuciones son verdaderas,
supuesto (1) que en Cristo es una mis- según se ha dicho.
ma la persona y la hipostasi y el supues- Lo mismo es de decirse al 3.°, porque
to de Dios y del hombre, como se ha de- ser deificado es lo mismo que ser hecho
mostrado (C. 2, a. 3), esta proposición Dios.
es falsa; porque, cuando se dice homo Al 4.° que el término puesto en el su-
factus est Deus, la palabra (homo) hom- jeto es empleado materialmente, es decir,
bre tiene supuesto personal : pues el ser por el supuesto ; mas colocado en el pre-
Dios no se verifica respecto del hom- dicado, se emplea formalmente, esto es,
bre por razón de la naturaleza humana, por la naturaleza significada: y así, cuan-
sino por la de su supuesto ; y aquel su- do se dice el hombre es hecho Dios, el
puesto de la naturaleza humana, que real- mismo ser hecho no se atribuye á la hu-
mente es Dios, es lo mismo que lahipós- mana naturaleza, sino al supuesto de la
tasi ó la persona del Hijo de Dios, que humana naturaleza, que es Dios ab-ceter-
siempre fue Dios. Por consiguiente no no; y por tanto no le conviene ser hecho
puede decirse que este hombre comenzó Dios. Mas, cuando se dice Dios se hizo
á ser Dios, ó que sea hecho Dios, ó que hombre, se comprende que la palabra
haya sido hecho Dios. Pero, si fuese dis- factio tiene por término la misma natu-
tinta la persona ó hipóstasi de Dios y la raleza humana ; y por esto, propiamente
del hombre (2), de modo que ser Dios hablando, esta proposición Dios se hizo
se predicara del hombre y viceversa por hombre es verdadera ; pero es falsa esta
cierta conjunción de los supuestos ó de otra, el hombre se hizo Dios: como, si
la dignidad personal ó del afecto ó habi- Sócrates, habiendo sido primero hombre,
tación, como los nestorianos dijeron ; en- después se hizo blanco, mostrando á Só-
tonces por igual razón podría decirse que crates se dijese, este hombre se ha hecho
el hombre se hizo Dios, esto es, unido á blanco hoy, esta proposición sería verda-
Dios, como también que Dios se hizo dera ; mas sería falsa esta otra, esto
hombre, esto es, unido al hombre. blanco hoy se ha hecho hombre. Sin em-
Al argumento 1.° diremos, que en aque- bargo , si por parte del sujeto se pusiera
llas palabras del Apóstol este relativo algún nombre, significando la naturaleza
qui, que hace relación á la persona del humana en abstracto; podría de este modo
Hijo de Dios, no debe entenderse por significarse como sujeto de la hechura
parte del predicado, como si alguno exis- (factionis), como si se dice que la natu-
tente del linaje de David según la carne raleza humana se ha hecho del Hijo de
hubiese sido hecho Hijo de Dios, en cuyo Dios.
sentido procedía la objeción; sino que
debe entenderse por parte del sujeto, de ARTÍCULO V I I I . — E s t o p r o p o s i c i ó n
modo que sea este el sentido, que el Hijo Cristo es criatura, e s v e r d a d e r o ? (3)
de Dios se hizo, «esto es, hombre, para
» honor del Padre, como la Glosa (interl.) 1.° Parece que esta proposición Cristo
» espone, existente del linaje de David, es criatura es verdadera : porque el
»según la carne», como si dijera, «el papa San León dice (serm. 3 Pente-
»Hijo de Dios se ha hecho teniendo cost.)-: «convención nueva é inaudita;
» carne del linaje de David para honor » Dios, que es y era, se hace criatura ».
» de Dios ». Pero se puede predicar de Cristo que se
_ Al 2.° que aquélla frase de San Agus- ha hecho Hijo de Dios por la Encarna-
tín debe entenderse en aquel sentido, se- ción. Luego esta proposición Cristo es
gún que por aquella suscepción de la En- criatura es verdadera.
carnación se hizo que el hombre fuese 2.° Las propiedades de una y otra na-
(1) Como en efecto es dogma de fe católica, según queda de- agarenos que « es simplemente una criatura más escelente
mostrado. » que todas las demás » i y Asterioque K es la virtud de Dios,
(2) Es decir, si hubiese en Cristo dos personas distintas, » pero mera criatura y puro hombre » : errores idénticos en el
una divina y otra humana,... fondo y condenados como heréticos por Eugenio IV en el con-
(3) Ebion, Cerinto, Carpócratos, Arrio, Artemon y Nestorio cilio de Florencia y por Paulo IV. Véase en la i." P. la C. 2 7 ,
dogmatizaban q u „e C r i s l 0 . naturaleza » ¡ los
n 0 e s D ¡ o s u m a. I.
314 CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S VIII Y IX.

turaleza pueden predicarse de la h i p ó s - t o d o e n a b s o l u t o , e s t o e s , s i n determina-


tasi común á ambas, sea cualquiera el c i ó n : p u e s n o d e c i m o s q u e e l e t í o p e es
nombre c o n q u e se signifique, c o m o se h a b l a n c o , s i n o q u e l o e s e n c u a n t o á los
dicho ( a . 5); y propiedad de la natura- d i e n t e s ; m a s d e c i m o s s i n determinación
leza humana es ser criatura, c o m o lo es a l g u n a q u e e s c r e s p o , p o r q u e e s t o no
de l a naturaleza divina ser creador. L u e - p u e d e c o n v e n i r l e sino s e g ú n s u s cabellos.
g o ambas cosas pueden decirse de Cristo, A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e algu-
e s t o e s , q u e e s criatura y q u e e s i n c r e a d o n a s v e c e s l o s s a n t o s d o c t o r e s p o r causa
y creador. d e l a b r e v e d a d y o m i t i e n d o l a determi-
3.° E l a l m a e s p a r t e m á s p r i n c i p a l d e l n a c i ó n u s a n e l n o m b r e d e criatura acerca
hombre que el cuerpo. P e r o Cristo por d e C r i s t o ; sin e m b a r g o d e b e sobreenten-
razón del cuerpo, que tomó de la Virgen, d e r s e e n s u s d i c h o s l a d e t e r m i n a c i ó n en
se dice en absoluto ser nacido de l a V i r - cuanto hombre.
gen. L u e g o por razón del a l m a , que fue A l 2.° q u e t o d a s l a s p r o p i e d a d e s de la
creada p o r D i o s , debe decirse en absoluto h u m a n a n a t u r a l e z a , a s í c o m o d e l a divi-
q u e C r i s t o e s criatura. n a , p u e d e n d e c i r s e i g u a l m e n t e d e Cristo;
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A m b r o s i o por l o cual dice también el Damasceno
( D e T r i u . 1. 1, D e fide a d G r a t i a n . c. 7 ) : ( O r t h . fid. 1. 3, c. 4) q u e « C r i s t o , que es
« p o r ventura Cristo es hecho por una » D i o s y h o m b r e , s e d i c e y a creado ya
» palabra ? h a sido creado por u n manda- » i n c r e a d o , p a s i b l e é i m p a s i b l e » . S i n em-
» t o ? » ; c o m o si d i j e r a , n o ; p o r l o q u e b a r g o n o d e b e n d e c i r s e s i n determinación
a ñ a d e CE ¿ c ó m o e m p e r o p u e d e e x i s t i r l a a q u e l l a s c o s a s , q u e p u e d e n ofrecer duda
» criatura e n D i o s ? p o r q u e D i o s e s d e r e s p e c t o d e u n a ú otra n a t u r a l e z a ; y así
» naturaleza simple, n o conjunta». L u e g o a ñ a d e e l m i s m o ( O r t h . fid. 1. 4 , c. 5),
n o s e d e b e a d m i t i r e s t a p r o p o s i c i ó n , Cris- « u n a m i s m a h i p ó s t a s i , e s t o e s , la de
to es una criatura. » C r i s t o , e s p o r u n a p a r t e i n c r e a d a en la
Conclusión. No debe decirse en abso- » d e i d a d , y c r e a d a p o r o t r a e n l a huma-
luto que Cristo es criatura, sino con de- » n i d a d » : c o m o p o r e l c o n t r a r i o n o debe-
terminación referente á su naturaleza r í a d e c i r s e sin d e t e r m i n a c i ó n , Cristo es
humana. incorpóreo ó impasible, p a r a evitar el
R e s p o n d e r e m o s q u e , como dice S a n error d e l m a n i q u é o , q u e s u p u s o q u e Cris-
J e r ó n i m o (implic. c. 5, a d G a l . ) , « p o r t o n o t u v o c u e r p o v e r d a d e r o n i q u e su-
»palabras pronunciadas desordenada- frió v e r d a d e r a m e n t e ; sino q u e d e b e de-
» m e n t e s e incurre e n l a h e r e j í a » : p o r cirse d e t e r m i n a d a m e n t e q u e C r i s t o según
c o n s i g u i e n t e n o d e b e m o s t e n e r ni a u n l o s la deidad es incorpóreo é impasible.
nombres comunes con los herejes, para A l 3.° q u e n o c a b e d u d a a c e r c a de que
que n o parezca q u e favorecemos sus erro- c o n v e n g a á l a p e r s o n a d e l H i j o d e Dios
r e s : y , p u e s l o s arrianos h e r e j e s dijeron s u n a c i m i e n t o d e l a V i r g e n , c o m o puede
q u e C r i s t o e r a criatura y m e n o r q u e e l c a b e r a c e r c a d e s u c r e a c i ó n : p o r l o cual
P a d r e , no solamente por razón de la n a - n o h a y i g u a l d a d d e r a z ó n e n u n o y en
t u r a l e z a h u m a n a , sino también por razón otro caso.
d e l a d i v i n a p e r s o n a ; p o r e s t o no debe
ARTÍCULO I X . — ¿ E s t a proposición,
decirse en absoluto que Cristo es criatura
e s t e h o m b r e ( m o s t r a n d o ó refiriéndose á Cris-
ó menor que el Padre, sino determinando,
t o ) c o m e n z ó á existir, e s v e r d a d e r a ? (1)
esto es, según la naturaleza humana.
Pero las cosas, de que no se puede sos- 1.° P a r e c e q u e a q u e l h o m b r e , refirién-
pechar convengan á la persona divina en d o s e á C r i s t o , c o m e n z ó á e x i s t i r : porque
sí m i s m a , pueden decirse en absoluto de d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . J o a n , t r a c t . 105):
Cristo por razón de la naturaleza huma- « a n t e s q u e e l m u n d o e x i s t i e s e , ni noso-
n a , como decimos en absoluto que Cristo » t r o s e x i s t í a m o s , n i J e s u c r i s t o hombre,
p a d e c i ó , murió y fue sepultado; así c o m o » q u e e s e l m e d i a d o r e n t r e D i o s y los
también en las cosas corporales y h u m a - » h o m b r e s ». P e r o a q u e l l o , q u e n o existió
nas l a s que pueden ofrecer d u d a , sobre
si c o n v i e n e n a l t o d o ó á l a p a r t e , si r e s i - (1) Berilo decía que « Cristo en cuanto á la divinidad M
» fue anterior á María » ; y los cosmianos que o Cristo, Dios y
den en u n a p a r t e , n o las atribuimos al » mediador é imagen d e Dios, no existió antes de los siglos»
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS IX Y X . 315

siempre, comenzó á ser. L u e g o aquel atribuyó que comenzó á existir, diciendo


hombre, refiriéndonos á Cristo, comenzó que era (2) cuando no era.
á existir. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l
2.° C r i s t o c o m e n z ó á s e r h o m b r e ; y e l pasaje debe entenderse con determinación,
ser h o m b r e e s s e r e n a b s o l u t o . L u e g o es decir, d e m o d o q u e digamos q u e el
aquel h o m b r e c o m e n z ó á e x i s t i r e n a b s o - H o m b r e Jesucristo según la humanidad
luto. n o fue a n t e s q u e el m u n d o existiese.
3.° E l h o m b r e i m p o r t a el supuesto de A l 2.° q u e c o n e l V e r b o (incipit) co-
la n a t u r a l e z a h u m a n a . P e r o C r i s t o n o mienza no concluye el argumento de lo
fue s i e m p r e e l s u p u e s t o d e l a h u m a n a n a - inferior á lo superior ( 3 ) : p o r q u e n o
turaleza. L u e g o a q u e l h o m b r e c o m e n z ó h a y conclusion diciendo, esto empieza á
á existir. ser blanco, luego empieza á ser coloreado;
Por el c o n t r a r i o , dícese ( H e b r . ult. 8), y e s t o , p o r q u e c o m e n z a r i m p o r t a e l ser
Jesucristo ayer y hoy el mismo en los presente y no el ser anterior, y n o s e
siglos. s i g u e esto no era antes blanco, luego no
Conclusión. Es falsa la proposición era antes colorado. M a s e l s e r e n a b s o -
«.aquel hombre (designando á Ci'isto) l u t o e s s u p e r i o r á s e r h o m b r e . L u e g o n o
y> comenzó á ser», sin añadir algo que de- s e d e d u c e : C r i s t o c o m e n z ó á s e r h o m b r e ,
termine sic recto sentido. luego comenzó á ser.
R e s p o n d e r e m o s , q u e no debe decirse A l 3.° q u e e s t e n o m b r e hombre, s e g ú n
que aquel hombre, refiriéndose á Cristo, q u e s e t o m a p o r C r i s t o , a u n q u e s i g n i f i -
comenzara á existir, sin añadir algo, y q u e l a n a t u r a l e z a h u m a n a , q u e c o m e n z ó
esto p o r d o s r a z o n e s : 1. p o r q u e e s t a l o -
a
á s e r , se t o m a n o o b s t a n t e p o r el s u p u e s -
cución es a b s o l u t a m e n t e f a l s a s e g ú n l a to eterno, que no comenzó á existir: y
doctrina d e l a fe c a t ó l i c a , q u e n o a d m i t e así, puesto q u e , según q u e se pone en el
en C r i s t o m á s q u e u n s o l o s u p u e s t o y u n a s u j e t o , s e t i e n e p o r el s u p u e s t o , y , s e g ú n
sola h i p ó s t a s i , a s í c o m o t a m b i é n u n a s o l a q u e se aplica a l p r e d i c a d o , se refiere á
persona (1) ; p o r q u e s e g ú n e s t o , c u a n d o la naturaleza ; p o r esto esta proposición
se dice « e s t e h o m b r e » , r e f i r i é n d o s e á el hombre Cristo comenzó á ser e s f a l s a ,
Cristo, es preciso q u e se d e s i g n e el s u - y v e r d a d e r a e s t a Cristo comenzó á ser
puesto e t e r n o , á c u y a e t e r n i d a d r e p u g n a hombre.
comenzar á s e r : l u e g o e s t a p r o p o s i c i ó n
este hombre comenzó á ser e s f a l s a . N i
ARTÍCULO X . — ¿ Es v e r d a d e r a esta
obsta q u e e l c o m e n z a r á s e r c o n v e n g a á
proposición, Cristo s e g ú n q u e e s h o m b r e es
la h u m a n a n a t u r a l e z a , q u e s e s i g n i f i c a
c r i a t u r a ? (4)
por este n o m b r e h o m b r e ; p o r q u e e l t é r -
mino p u e s t o e n e l s u j e t o n o s e t o m a f o r -
malmente p o r l a n a t u r a l e z a , s i n o m á s 1.° P a r e c e s e r f a l s a e s t a p r o p o s i c i ó n ,
bien m a t e r i a l m e n t e p o r e l s u p u e s t o , s e g ú n « Cristo e n c u a n t o h o m b r e es criatura ó
se h a d i c h o ( a . 7, a l 4.°); 2. p o r q u e , a u n
a
» c o m e n z ó á s e r y> : p o r q u e e n C r i s t o n a d a
cuando fuese v e r d a d e r a , n o d e b e r í a u s a r - h a y c r e a d o , sino l a h u m a n a n a t u r a l e z a ;
se sin e m b a r g o d e e l l a s i n d e t e r m i n a c i ó n , y esta proposición « C r i s t o en cuanto
para e v i t a r l a h e r e j í a d e A r r i o ; p u e s t o » h o m b r e es l a n a t u r a l e z a h u m a n a » es
que, a s í c o m o e s t e h e r e s i a r c a a t r i b u y ó á falsa. L u e g o t a m b i é n esta o t r a » Cristo
la p e r s o n a d e l H i j o d e D i o s q u e e r a u n a » e n c u a n t o h o m b r e es c r i a t u r a ».
criatura y m e n o r q u e e l P a d r e , a s í l e 2.° E l p r e d i c a d o s e d i c e m á s b i e n d e l

(1) V. lo dicho en l a C. 2, a. ». verdadero sofisma.


(2) ««personalmente, como si so dijera «hubo algún tiempo, (4) Recuérdese la doctrina herética de Agustín de Roma,
»en que no existía aún el Hijo d e D i o s » , cual pretendían de que « la naturaleza humana en Cristo es la persona d e l
los arríanos, que también argüían en esta otra forma : «ó na- » Verbo y verdaderamente Dios natural y propio » ; como los
" ció antes que fuese ó cuantío y a era : si antes, luego es pos- metamorfístas enseñaban que « el cuerpo de Cristo, cuando
" tenor á aquello de que nació ; si siendo ya, luego era cuando » subió al cielo, se hizo completamente Dios y debía decirse
»no era» (es decir, era antes que fuese) : dilema que San » en absoluto que es Dios propiamente » ; y Eutíques preten-
Agustín llama con mucha razón (De verbis Domini, serm. 37 día que tcenel momento de la Encarnación la carne se con-
8)« silogismo envenenado ». » virtió en divinidad » i errores condenados por el concilio de
(3) 0 de lo menos común á lo más común, e n lo que h a y Basiléa en lo que tuvo de legítimo.
CUESTIÓN XVI. — ARTÍCULOS X Y XI.

término puesto en l a reduplicación que esta proposición, « Cristo , según que es


del sujeto mismo d é l a proposición: como, » hombre, es criaticra», debe más bien con-
si d i g o , e l c u e r p o s e g ú n q u e e s c o l o r e a d o cederse que negarse ; mas, si se aqreqase
es v i s i b l e , s i g ú e s e q u e l o c o l o r e a d o e s algo, que la hiciera referirse al supuesto,
v i s i b l e . P e r o e s t a p r o p o s i c i ó n el hombre debería más bien negarse que concederse;
Cristo es criatura n o d e b e s e r c o n c e d i d a c o m o si s e dijera, Cristo, según que es este
e n a b s o l u t o , s e g ú n l o d i c h o ( a . 8 y 9). hombre, es criatura.
L u e g o ni e s t a o t r a , Cristo según que es A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , aunque
hombre es criatura. C r i s t o n o e s l a h u m a n a n a t u r a l e z a , es
3.° L o q u e s e p r e d i c a d e c u a l q u i e r sin e m b a r g o e l q u e l a t i e n e ( 1 ) ; y el
hombre e n cuanto hombre se predica de n o m b r e d e c r i a t u r a e s a p t o p a r a predi-
él per se y simpliciter ; p u e s e s l o m i s m o c a r s e n o s o l o d e l a s c o s a s abstractas,
per se y secundum quod ipsum, c o m o s e sino t a m b i é n d e l a s c o n c r e t a s ; p u e s de-
d i c e ( M e t . 1. 5, t . 23). P e r o e s t a p r o p o - c i m o s q u e l a h u m a n i d a d e s criatura, y
s i c i ó n , Cristo es per se y simpliciter cria- que el hombre lo es.
tura, e s f a l s a . L u e g o t a m b i é n l o e s e s t a A l 2.° q u e l a p a l a b r a hombre {homo),
otra, Cristo en cuanto hombrees criatura. s e g ú n q u e s e t o m a e n e l s u j e t o , s e refiere
Por el contrario: t o d o l o q u e e x i s t e m á s a l s u p u e s t o ; p e r o e n l a proposiciou
e s ó c r e a d o r ó criatura. P e r o e s t a p r o - r e d u p l i c a t i v a s e refiere m á s b i e n á la
posición Cristo , según que es hombre, es n a t u r a l e z a , s e g ú n s e h a d i c h o . Y , puesto
creador e s f a l s a . L u e g o e s v e r d a d e r a q u e l a n a t u r a l e z a e s c r e a d a y e l supuesto
esta o t r a , Cristo en cuanto hombre es i n c r e a d o ; p o r e s t o , a u n q u e n o s e conce-
criatura. d e e n a b s o l u t o e s t a p r o p o s i c i ó n , el hom-
Conclusión. Esta proposición «. Cristo bre Cristo es criatura, s e c o n c e d e n o obs-
« en cuanto hombre es criatura » es ver- t a n t e e s t a , Cristo, según que es hombre,
dadera [1] dicha en absoluto ó con refe- es criatura.
rencia á su naturaleza humana; pero A l 3.° q u e á c u a l q u i e r h o m b r e , que es
falsa [ 2 ] entendiéndola del supuesto, e l s u p u e s t o d e s o l a l a n a t u r a l e z a humana,
como diciendo « este hombre » determina- c o m p e t e e l q u e n o t e n g a s e r sino según
do en su concepto de persona. l a h u m a n a n a t u r a l e z a ; y p o r esto de
Responderemos q u e , c u a n d o s e d i c e , c u a l q u i e r s u p u e s t o t a l s e s i g u e q u e , si
Cristo como hombre, e s t a p a l a b r a homo s e g ú n q u e e s h o m b r e e s c r i a t u r a , lo sea
p u e d e resumirse e n l a reduplicación p o r e n a b s o l u t o . P e r o C r i s t o n o s o l a m e n t e es
razón del supuesto ó por razón de la n a - e l s u p u e s t o d e l a h u m a n a naturaleza,
turaleza. Si se resume por razón del su- s i n o t a m b i é n d e l a d i v i n a , s e g ú n l a que
puesto, c o m o e l s u p u e s t o d e l a h u m a n a t i e n e e l s e r i n c r e a d o ; y p o r e s t o no se
naturaleza e n Cristo es eterno é increado, s i g u e q u e , s i s e g ú n q u e e s h o m b r e e s cria-
esta proposición, Cristo en cuánto hom- t u r a , s e a criatura e n absoluto.
bre es criatura, será falsa. P e r o , si se re-
sume por razón de la naturaleza humana,
entonces es verdadera; p o r q u e p o r r a z ó n A R T Í C U L O X I . — E S v e r d a d e r a cst»
p r o p o s i c i o u , C r i s t o c o m o h o m b r e e s Dios?(2)
de l a h u m a n a naturaleza ó s e g ú n esta le
conviene ser criatura, según se h a dicho
(a. 8 . ) D e b e s a b e r s e e m p e r o q u e e l n o m - 1.° P a r e c e q u e C r i s t o c o m o hombre es
bre así empleado e n una proposición r e - D i o s , p o r q u e C r i s t o e s D i o s p o r l a gra-
duplicativa se toma más propiamente por c i a d e l a u n i ó n ; y C r i s t o c o m o hombre
la n a t u r a l e z a q u e p o r e l s u p u e s t o ; p o r - t i e n e l a g r a c i a d e l a u n i ó n . L u e g o Cristo
que tiene la fuerza de u n predicado, q u e como hombre es D i o s .
s e e m p l e a f o r m a l m e n t e , p u e s d e c i r Cris- 2.° P e r d o n a r l o s p e c a d o s e s propio de
to como hombre e s l o m i s m o q u e si s e d i - D i o s , s e g ú n a q u e l l o ( I s . 43,25),'go soy el
j e r a Cristo, según que es hombre : y así mismo que borro tus iniquidades poramor
de mí. P e r o C r i s t o c o m o h o m b r e perdona
l o s p e c a d o s , s e g ú n a q u e l l o ( M a t t h . 9,6),
(1) V. adelante la C 17, a. 1 al fin.
(2) Ténganse presentes los errores mencionados en la
y para que sepáis que el hijo del hombre
nota 1 de la página anterior. tiene potestad sobre la tierra de perdonar
CUESTIÓN X V I . — A R T Í C U L O S XI Y XII. 3n

los pecados, e t c . L u e g o C r i s t o c o m o h o m - Cristo como hombre tiene la gracia de la


bre es D i o s . unión; m a s n o e s t a o t r a , Cristo como
3.° C r i s t o n o e s e l h o m b r e c o m ú n , hombre es Dios.
sino q u e e s e s t e h o m b r e p a r t i c u l a r . P e r o A l 2.° q u e e l h i j o d e l h o m b r e t i e n e p o -
Cristo, s e g ú n .que es este h o m b r e , es testad sobre la tierra para perdonar los
Dios; porque e n este h o m b r e se designa pecados, n o en virtud de la h u m a n a n a -
el s u p u e s t o e t e r n o , q u e n a t u r a l m e n t e e s t u r a l e z a , sino e n virtud d e l a n a t u r a l e z a
Dios. L u e g o C r i s t o c o m o h o m b r e es D i o s . divina : en l a cual reside l a p o t e s t a d d e
Por el contrario : lo q u e conviene á p e r d o n a r l o s p e c a d o s p o r a u t o r i d a d , mien-
Cristo c o m o h o m b r e c o n v i e n e á c u a l q u i e r tras q u e en la naturaleza h u m a n a reside
hombre. S i p u e s C r i s t o c o m o h o m b r e es instrumentalmente y p o r ministerio. P o r
Dios, sigúese q u e t o d o h o m b r e es D i o s : lo cual el C r i s ó s t o m o , esponiendo esto
lo c u a l e s e v i d e n t e m e n t e f a l s o . ( s u p . M a t t h . i m p l i c . h o m . 30) o b s e r v a
Conclusión. La proposición « Cristo q u e « d i j o e s p r e s á m e n t e , in térra dimit-
» en cuanto hombre es Dios» debe más » tendi peccata, p a r a m a n i f e s t a r q u e u n i ó
bien negarse que afirmarse, por cuanto el » á l a n a t u r a l e z a h u m a n a l a p o t e s t a d d e
sujeto parece más bien designar así la » l a d i v i n i d a d c o n u n a u n i ó n i n d i v i s i b l e ;
naturaleza que la persona ó supuesto. » puesto q u e , a u n q u e fue h e c h o h o m b r e ,
R e s p o n d e r e m o s , q u e e s t e t é r m i n o (ho- y> s i n e m b a r g o p e r m a n e c i ó V e r b o d e
mo) h o m b r e , e m p l e a d o e n u n a p r o p o s i - » Dios ».
ción r e d u p l i c a t i v a , p u e d e e n t e n d e r s e d e A l 3.° q u e , c u a n d o s e d i c e este hombre,
dos m o d o s : 1.° en cuanto á la naturaleza, el p r o n o m b r e d e m o s t r a t i v o este h a c e q u e
y así no es verdadero que Cristo como el n o m b r e s e a p l i q u e a l s u p u e s t o ; y p o r
hombre sea Dios; p o r q u e l a h u m a n a n a - e s t o e s t a p r o p o s i c i ó n Cristo según que
turaleza es d i s t i n t a d e l a d i v i n a , s e g ú n l a es este hombre es Dios e s m á s v e r d a -
diferencia d e n a t u r a l e z a ; 2.° p u e d e c o n - d e r a q u e e s t a o t r a Cristo como hombre es
siderarse pov razón del supuesto ; y a s í , Dios.
como e l s u p u e s t o d e l a n a t u r a l e z a h u m a -
na en C r i s t o e s l a p e r s o n a d e l H i j o d e ARTÍCULO X I I . — é E s verdadera esta
D i o s , á l a c u a l c o n v i e n e per se s e r D i o s , p r o p o s i c i ó n , « Cristo c o m o h o m b r e e s h i p ó s t a -
es verdadero que Cristo como hombre es s l ó p e r s o n a » ? (1)
Dios. S i n e m b a r g o , p u e s t o q u e e l t é r m i -
no e m p l e a d o e n u n a p r o p o s i c i ó n r e d u p l i - 1.° P a r e c e q u e C r i s t o c o m o h o m b r e e s
cativa s e d i c e m á s p r o p i a m e n t e d e l a hipóstasi ó p e r s o n a : porque lo q u e con-
naturaleza q u e d e l s u p u e s t o , c o m o se h a viene á cualquier h o m b r e conviene á
dicho ( a . 10, y a l 2.°) ; p o r e s t o debe ne- Cristo como h o m b r e ; pues es semejante á
garse más bien que afirmarse esta propo- los otros h o m b r e s , s e g ú n aquello ( P h i l i p p .
sición, « Cristo como hombre es Dios». 2, 7 ) , hecho á semejanza (2) de hom-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o c o n - bres. Pero t o d o h o m b r e e s p e r s o n a . L u e -
viene á a l g o m o v e r s e á a l g o y s e r e s t o go Cristo como h o m b r e es persona.
mismo b a j o i d é n t i c o c o n c e p t o ; p o r q u e 2.° C r i s t o c o m o h o m b r e e s s u s t a n c i a
moverse c o n v i e n e á a l g u n o p o r r a z ó n d e de naturaleza racional; m a s n o sustancia
la m a t e r i a ó d e l s u j e t o , m a s s e r e n a c t o universal:luego sustancia individual. P e r o
por r a z ó n d e l a f o r m a . A s i m i s m o n o c o n - la persona n o es otra cosa q u e « l a sus-
viene á C r i s t o b a j o e l m i s m o c o n c e p t o » tancia individual d e u n a naturaleza r a -
ordenarse á q u e s e a D i o s p o r l a g r a c i a d e Bcional», c o m o d i c e B o e c i o ( l i b . D e
la unión, y s e r D i o s ; s i n o q u e l o p r i m e r o duabus n a t u r i s ) . L u e g o Cristo como
le conviene e n r a z ó n d e l a n a t u r a l e z a h u - h o m b r e es persona.
mana, y lo s e g u n d o s e g ú n l a divina : y 3.° C r i s t o c o m o h o m b r e e s c o s a d e l a
por esto e s v e r d a d e r a e s t a p r o p o s i c i ó n h u m a n a n a t u r a l e z a , y e l s u p u e s t o é hipos-

(1) Según el hereje Félix « hay en Cristo dos hipóstasis »; bien sabido que este heresiarca fue condenado por el conci-
y los chancinzarios reconocían en él « dos personas, una que lio 1.° de Efeso (c. 2 , 3 y 6) y nuevamente después con Teo-
•padeció y otra que no », coincidiendo con la herejía de N e s - doro de Mbpsuesta y demás secuaces de sus heréticas doctri-
lono, que asimismo admitía en Cristo « dos personas, una de nas por Eugenio IV en el de Florencia.
»la divinidad y otra de la humanidad ». Ya queda dicho y es (2) Verdadero hombre, como los demás.
318 CUESTIÓN XVI. ARTÍCULO XII.

tasi de la misma naturaleza. P e r o toda persona, p o r q u e l a n a t u r a l e z a h u m a n a no


hipóstasi y supuesto y cosa de humana es s u b s i s t e n t e p o r sí i n d e p e n d i e n t e m e n t e
n a t u r a l e z a es p e r s o n a . L u e g o C r i s t o c o m o d e l a n a t u r a l e z a d i v i n a , l o [que requiere
hombre es persona. l a r a z ó n de p e r s o n a .
Por e l contrario : C r i s t o c o m o h o m b r e A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e á todo
n o e s p e r s o n a e t e r n a . L u e g o , si C r i s t o h o m b r e c o n v i e n e ser p e r s o n a , s e g ú n que
c o m o - h o m b r e es p e r s o n a , s e g u i r í a s e q u e t o d o l o s u b s i s t e n t e (2) e n l a h u m a n a na-
en Cristo h a y dos personas, una t e m p o - t u r a l e z a es p e r s o n a ; p e r o es propio al
ral y otra eterna: lo cual es erróneo, se- h o m b r e C r i s t o q u e l a p e r s o n a subsisten-
g ú n l o d i c h o ( C . 2, a. 3 y 6 ; y C . 4 , a. t e e n l a h u m a n a n a t u r a l e z a d e e s t e no
2 y 3). s e a p r o d u c i d a p o r l o s principios de esta
Conclusión. La proposición « Cristo n a t u r a l e z a , s i n o q u e s e a e t e r n a : y por
» como hombre es hipóstasi ó personal) es e s t o de u n m o d o e s p e r s o n a e n cuanto
verdadera [1] entendida por razón del q u e es h o m b r e , y d e otro n o l o e s , según
supuesto; mas [2] refiriéndose á la natu- lo espuesto.
raleza humana puede serlo en el sentido A l 2.° que l a sustancia individual, que
de que la compete subsistir en alguna per- e n t r a e n l a definición de la p e r s o n a , im-
sona, y es falsa [3] atribuyéndola perso- p o r t a l a s u s t a n c i a c o m p l e t a subsistente
nalidad propia. per se s e p a r a d a m e n t e d e o t r a s ; de otra
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o m a n e r a la m a n o d e l h o m b r e (3) podría
( a . 10 y 11) e s t e t é r m i n o (homo) « h o m - l l a m a r s e p e r s o n a , p o r ser c i e r t a sustaucia
» bre » e m p l e a d o e n l a r e d u p l i c a c i ó n p u e - i n d i v i d u a l . P e r o , s i e n d o u n a s u s t a n c i a in-
d e c o n s i d e r a r s e ya por razón del supues- d i v i d u a l c o m o e x i s t e n t e en o t r o , n o puede
to ya por razón de la naturaleza. P o r d e c i r s e p e r s o n a ; y por l a m i s m a razón ni
consiguiente, cuando se dice <£ Cristo en l a h u m a n a n a t u r a l e z a e n C r i s t o , la que
y> cuanto hombre es persona 7>, si esto se sin e m b a r g o p u e d e d e c i r s e individuo ó
entiende del supuesto, es evidente que cierto singular.
Cristo en cuanto hombre es persona ; por- A l 3.° q u e , así c o m o l a p e r s o n a signi-
que el supuesto de l a humana naturaleza fica a l g o c o m p l e t o y per se subsistente
n o es otra c o s a q u e l a p e r s o n a d e l H i j o e n l a n a t u r a l e z a r a c i o n a l ; así la hipós-
d e D i o s (1) ; m a s , si s e c o n s i d e r a p o r r a - t a s i , el s u p u e s t o y l a c o s a d e l a natura-
zón de la naturaleza, entonces puede en- l e z a e n el g é n e r o d e s u s t a n c i a (4) signi-
t e n d e r s e d e dos m o d o s : 1.° en cuanto fican a l g o per se s u b s i s t e n t e . P o r consi-
compete á la naturaleza humana existir g u i e n t e , así c o m o l a h u m a n a naturaleza
en alguna persona, y de este modo es n o e s p o r s í p e r s o n a s e p a r a d a m e n t e de la
también verdadera; p o r q u e t o d o l o q u e p e r s o n a d e l H i j o d e D i o s , a s í n o es per
subsiste en la humana naturaleza es per- se h i p ó s t a s i ó s u p u e s t o ó c o s a d e la na-
s o n a ; 2.° p u e d e e n t e n d e r s e de modo que t u r a l e z a . H é a q u í p o r q u é e n el sentido,
se deba á la naturaleza humana en Cristo e n que s e n i e g a e s t a p r o p o s i c i ó n , Cristo
personalidad propia producida por los en cuanto hombre es una persona, es me-
principios de la humana naturaleza; y d e n e s t e r t a m b i é n n e g a r t o d a s l a s otras.
de e s t e m o d o Cristo como hombre no es

(1) Virtualmente, en cuanto la completa confiriéndola sub- (3) Y con más razón y propiedad el alma, que subsiste se-
sistencia individual ; no empero formalmente como originada parada del cuerpo, sin ser no obstante persona por razón lie
de sus propios principios ó como supuesto humano. lo incompleto de tal subsistencia transitoria ó accidental.
(2) Completamente per se y á manera de todo adecuada- (4) V. lo dicho á este propósito en la 1." P., C . 29, a. 2.
mente subsistente, según se esplica luego (al 2.°).
CUESTIÓN XVII.

Cosas concernientes á la unidad en Cristo en cuanto al ser.

Hemos de considerar ahora las cosas que pertenecen á la unidad de Cristo en común ; porque de
las que pertenecen á la unidad ó pluralidad en especial se tratará determinadamente en su lugar
oportuno; como ya dejamos espuesto (C. 9) que en Cristo no hay una ciencia únicamente, y veremos
más adelante (C 35) que en Cristo no hay un nacimiento solamente. Debe considerarse pues 1." la
unidad de Cristo en cuanto al ser, 2." en cuanto al querer, 3.° en cuanto á obrar.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos: l.° Cristo es uno, ó dos? —2,° Hay en él un solo ser ?

• ARTÍCULO I . — cristo persona. Pero á causa de la unidad de


es uno soio,ó
dos ? (1) naturaleza, no obstante la distinción de
personas, el Padre y el Hijo son uno,
1.° Parece que Cristo no es uno solo, según aquello (Joan. 30), Yo y el Padre
sino dos: porque dice San Agustín (De somos una cosa. Luego, no obstante la
Trin. 1. 1, c. 7), «porque la forma de unidad de persona por la dualidad de la
» Dios recibió la forma de siervo, lo uno naturaleza, Cristo es dos. '
» y lo otro es Dios á causa de Dios que 6.° Dice el Filósofo (Phys. 1. 3 , t. 18)
i> recibe; uno y otro hombre por razón que uno y dos se dicen denominativa-
» del hombre recibido». Pero no puede mente. Pero Cristo tiene dualidad de na-
decirse uno y otro, sino donde hay dos. turalezas. Luego Cristo es dos.
Luego Cristo es dos. 7.° Así como la forma accidental cons-
2.° Doquiera hay uno y otro, hay dos; tituye otro, así la forma sustancial lo
y Cristo es uno y otro, pues dice San otro, como dice Porfirio (Prasdic. cap.
Agustin (Enchir. c. 35), «teniendo la De differ.). Habiendo pues en Cristo dos
» forma de Dios, tomó la forma de sier- naturalezas sustanciales, es decir, la hu-
» vo, ambas cosas solo uno; pero lo uno mana y la divina ; sigúese que Cristo es
í> por razón del Verbo y lo otro por la del lo uno y lo otro, y por tanto es dos.
i> hombre». Luego Cristo es dos. Por el contrario, dice Boecio (lid. De
3.° Cristo no es únicamente hombre, duab. natur. implic. y lib. De unit. et
puesto que así sería simple hombre (2). uno), « todo lo que existe, en cuanto
Luego es alguna otra cosa que hombre, » existe es uno solo»; y, pues confesa-
y por consiguiente hay en él una cosa y mos que Cristo existe, luego es una sola
otra cosa. Luego Cristo es dos. cosa.
4.° Cristo es algo que es el Padre (3), Conclusión. Cristo es, no solo único ó
y es algo que no es el Padre (4). Cristo una sola persona, sino una sola cosa, y
es pues algo y algo. Luego Cristo es dos. de ningún modo dos.
5." Así como en el misterio de la Tri- Responderemos, que la naturaleza
nidad hay tres personas en una sola na- considerada en sí misma, según que se la
turaleza, así en el misterio de la Encar- designa en abstracto, no puede predi-
nación hay dos naturalezas en una sola carse verdaderamente del supuesto ó de

(1) Contra la herejía de los elceséos, que aseguraban que (2) Con esclusion de su divinidad.
tristo no era uno, sino muchos », anatematizada en el S í m - (3) Como el ser Dios.
>lo de San Atanasio y por los Concilios de Florencia, ó." de (4) Como el ser humano ú hombre.
onstantinopla y t . ° d e Efeso.
320 CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O I.

la persona, sino en Dios, en el cual no designa cierta cosa informe é imperfecta,


hay diferencia entre lo que es y por lo que y el género masculino algo formado y
es (quod est et quo est), según lo demos- perfecto. Los nestorianos, suponiendo en
trado en la 1. Parte (C. 3 , a. 3 y 4).
a
Cristo dos personas, decían que Cristo
Mas, habiendo en Cristo dos naturalezas, era dos, no solo neutralmente, sino tam-
á saber, la humana y la divina; la una bién dos en masculino. Mas, como nos-
de ellas, es decir, la divina puede predi- otros admitimos en Cristo una sola per-
carse de él, ya en abstracto, ya en con- sona y uu solo supuesto, según resulta
creto; pues decimos que el Hijo de Dios, de lo dicho ( C . 2 , a . 2 y 3 ) ; sigúese que
que es designado por este nombre Cristo, decimos que Cristo, no solo es uno en (gé-
es la naturaleza divina y es Dios. Pero nero gramatical) masculino, sino también
la humana naturaleza no puede predi- que es uno en (género) neutro.
carse de Cristo en sí misma en abstracto, Al argumento 1.° diremos, que aque-
sino solamente en concreto, según que llas palabras de San Agustín no deben
se significa en el supuesto; porque no entenderse, como si la palabra utrumqne
puede decirse con verdad que Cristo sea (el uno y otro) se refiriera al predicado,
la humana naturaleza, por cuanto esta no como si se dijera que Cristo es uno y otro,
puede naturalmente predicarse de su su- sino refiriéndose al sujeto; y entonces
puesto; mas se dice que Cristo es hom- la palabra utrumque se emplea, no como
bre, como también que Cristo es Dios. por dos supuestos sino por dos nombres,
Dios empero significa el que tiene la dei- que significan dos naturalezas en concre-
dad, y hombre espresa el que tiene la hu- to : porque yo puedo decir que uno y otro,
manidad. Sin embargo el que tiene la es decir, Dios y el hombre, es Dios á
humanidad es significado de una manera causa de Dios que recibe ; y el uno y el
por la palabra hombre y de otra por el otro, esto es, Dios y el hombre es hom-
nombre Jesús 6 Pedro: porque este nom- bre por el hombre que ha tomado.
bre hombre (homo) importa el que tiene Al 2.° que, cuando se dice c< Cristo es
humanidad indistintamente, como tam- » lo uno y lo otro », esta locución debe
bién este nombre Dios importa indistin- entenderse, como si este fuera el sentido,
tamente el que tiene la deidad; mas este » teniendo una y otra naturaleza ». Y de
nombre Pedro ó Jesús importa distinta- este modo lo espone San Agustín (lib.
mente al que tiene la humanidad, esto contra Felicianum, c. 11), donde habien-
es, bajo determinadas propiedades indi- do dicho , « en el mediador de Dios y de
viduales : así como este nombre Hijo de » los hombres uno es el Hijo de Dios y
Dios importa el que tiene la deidad bajo otro el Hijo del hombre », añade : « otro,
determinada propiedad personal. Ahora B digo, por de la distinción de sustancia,
bien: la dualidad numérica es admitida » pero no otro por la unidad de persona».
en Cristo acerca de las naturalezas mis- Por lo cual San Gregorio Nacianceno
mas ; y por esto, si ambas naturalezas se (epist. 1, ad Cledonium) (1) dice : «si
predicasen en abstracto de Cristo, se- ce es preciso resumir, hay lo uno y lo
guiríase que Cristo sería dos: pero, como » otrode que constael Salvador,por cuau-
las dos naturalezas no se predican de » to lo que es invisible no es lo mismo que
Cristo, sino según se significan en el » lo que es visible, y lo que está fuera del
supuesto; es menester que se diga que » tiempo que lo que existe en él; y uo el
Cristo es uno ó dos según la razón del » uno y el otro; lejos de mí tal peusa-
supuesto. Algunos empero admitieron en » miento, pues estos dos son uno solo».
Cristo dos supuestos, pero una sola per- Al 3.° que esta proposición «: Cristo es
sona; y según esta opinión la persona no <r únicamente hombre » es falsa ; porque
parece ser más que un supuesto, que ha no escluye otro supuesto, sino otra na-
recibido su último complemento: y por turaleza, por lo mismo que los términos
tanto, puesto que reconocían en Cristo colocados en el predicado se toman for-
dos supuestos, decían que Cristo era dos malmente. Si no obstante se añadiese
neutralmente. Pero, como admitían una
sola persona, decían que Cristo es uno (1) No Elidonio, cual se ve en la edición de Colonia y e11

en masculino; porque el género neutro algún manuscrito ; ni Celidonio, como aparece en la antigua
de París, y ya queda anotado antes de ahora.
CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O S I Y II. 321

algo, q u e h i c i e r a r e f e r i r l a f r a s e a l s u p u e s - A l 1. q u e l a p a l a b r a el otro
a
(alterum)
to, esta locución sería v e r d a d e r a , c o m o importa diversidad de accidente ; y p o r
sise dijera, « C r i s t o es s o l a m e n t e lo q u e esto la diversidad de accidente basta p a r a
» e s el h o m b r e » . S i n e m b a r g o n o s e q u e a l g o se d i g a en a b s o l u t o el o t r o . P e r o
sigue q u e s e a a l g o o t e o q u e h o m b r e , p u e s - l a p a l a b r a lo otro (aliud) i m p o r t a d i v e r s i -
to que l a p a l a b r a otro s i e n d o r e l a t i v o , q u e d a d de s u s t a n c i a , y sustancia se dice n o
espresa l a d i v e r s i d a d d e s u s t a n c i a , s e r e - solo l a n a t u r a l e z a sino t a m b i é n el s u p u e s -
fiere p r o p i a m e n t e a l s u p u e s t o , c o m o t o - t o , ( M e t . 1. 5 , t . 15) ; y p o r e s t o l a d i -
dos los r e l a t i v o s , q u e e s t a b l e c e n u n a r e - versidad de naturaleza no basta para que
lación p e r s o n a l ; p e r o s í s e s i g u e , l u e g o a l g o s e d i g a e n a b s o l u t o l o o t r o (aliud), á
tiene o t r a n a t u r a l e z a . no h a b e r diversidad de supuesto. P e r o la
A l 4.° q u e , c u a n d o s e d i c e c< C r i s t o e s d i v e r s i d a d de n a t u r a l e z a p r o d u c e lo o t r o
algo q u e es e l P a d r e » , l a p a l a b r a a l g o ( a l i u d ) secundum quid, e s t o e s , s e g ú n l a
(aliquid) s e t i e n e p o r l a n a t u r a l e z a d i - n a t u r a l e z a , si n o h a y d i v e r s i d a d d e s u -
vina, q u e t a m b i é n s e p r e d i c a e n a b s t r a c t o puesto.
del P a d r e y d e l H i j o (1). P e r o , c u a n d o
se dice « C r i s t o es a l g o , q u e n o e s el P a - ARTÍCULO I I . — E n cristo hay única-
» d r e » , la p a l a b r a a l g o se t o m a n o p o r la m e i i t i - u n Rolo s e r ? (?)
misma n a t u r a l e z a h u m a n a , s e g ú n q u e es
significada e n a b s t r a c t o , s i n o s e g ú n q u e 1.° P a r e c e eme e n C r i s t o n o h a y ú n i -
se significa e n c o n c r e t o ; n o s e g ú n u n s u - c a m e n t e u n solo s e r , sino dos : p o r q u e
puesto d i s t i n t o , s i n o s e g ú n u n s u p u e s t o d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, c. 13)
indistinto, e s t o es , s e g ú n q u e s u b s i s t e e n que las cosas anejas á l a n a t u r a l e z a son
la n a t u r a l e z a , y n o e n l a s p r o p i e d a d e s , dobles en C r i s t o . P e r o el ser es u n a c o n -
que l a i n d i v i d u a l i z a n . Y p o r e s t o n o s e secuencia de l a n a t u r a l e z a , p u e s el ser
deduce q u e C r i s t o s e a u n a c o s a y o t r a , ó viene de la forma. L u e g o en Cristo h a y
que s e a d o s ; p o r q u e e l s u p u e s t o d e l a dos seres.
humana n a t u r a l e z a en C r i s t o , q u e es l a 2.° E l s e r d e l H i j o d e D i o s e s l a m i s -
persona d e l H i j o d e D i o s , n o e n t r a e n m a n a t u r a l e z a divina y es e t e r n o . P e r o el
número con la n a t u r a l e z a d i v i n a , q u e se ser del h o m b r e Cristo n o es la divina n a -
predica d e l P a d r e y d e l H i j o . t u r a l e z a , sino q u e es el ser t e m p o r a l .
Al 5 . ° q u e e n el misterio de l a divina L u e g o e n C r i s t o n o h a y u n solo s e r ú n i -
Trinidad l a n a t u r a l e z a d i v i n a se p r e d i c a camente.
aun en a b s t r a c t o d e l a s t r e s p e r s o n a s ; y 3.° E n l a T r i n i d a d , a u n q u e s e a n t r e s
por esto p u e d e d e c i r s e e n a b s o l u t o q u e las p e r s o n a s , h a y sin e m b a r g o u n solo
las t r e s p e r s o n a s s o n u n a s o l a c o s a . P e r o s e r (3) á c a u s a d e l a u n i d a d d e l a n a t u -
en el m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n n o s e raleza. P e r o en Cristo h a y dos naturale-
predican a m b a s n a t u r a l e z a s e n a b s t r a c t o zas, aunque h a y a u n a sola persona. L u e g o
de C r i s t o ; y p o r t a n t o n o p u e d e d e c i r s e en Cristo n o h a y ú n i c a m e n t e u n ser,
en a b s o l u t o q u e C r i s t o s e a d o s . sino dos.
Al 6 . ° que se dice d o s , como teniendo 4.° E n C r i s t o e l a l m a d a a l g ú n ser a l
dualidad, n o en a l g u n o o t r o , sino en el c u e r p o , p u e s t o q u e es s u f o r m a ; m a s n o
mismo d e q u i e n l o s d o s s e p r e d i c a n . P e r o le d a el ser d i v i n o , p o r q u e este ser es in-
los p r e d i c a d o s s e d i c e n d e l s u p u e s t o d e - creado. L u e g o en Cristo h a y otro ser
signado p o r e s t e n o m b r e C r i s t o . P o r c o n - ademas del ser divino, y por tanto no
siguiente , a u n q u e C r i s t o t e n g a l a d u a l i - h a y en él u n ser únicamente.
dad de n a t u r a l e z a s ; s i n e m b a r g o , p u e s t o Por el c o n t r a r i o : c a d a c o s a se d i c e
que no t i e n e d u a l i d a d d e s u p u e s t o s , n o e n t e , e n c u a n t o se dice u n a ; p o r q u e lo
puede d e c i r s e q u e C r i s t o e s d o s . u n o y el e n t e , se c o n v i e r t e n . S i p u e s en

(1) Pío s o l o s i m u l t á n e a , s i n o a u n s e p a r a d a m e n t e conside- » y mediante cierta virtual participación del poder divino
rados,
» o b r a b a m i l a g r o s , s i e n d o e m p e r o solo h o m b r e » : d u a l i d a d
P ) S e g ú n N e s t o r i o « C r i s t o n o fue ú n i c o e n s u d i v i n i d a d y p e r s o n a l y s u s t a n c i a l d e s t r u c t o r a d e la u n i d a d h i p o s t á t i c a , y
."humanidad, sino s e p a r a d a m e n t e u n Hijo d e Dios y otro hijo c o n d e n a d a p o r e l c o n c i l i o 5 . ° d e C o n s t a n l i n o p l a (cap. 3 ) y p o r
" hombre » ; y S e v e r o d e A n t i o q u í a e n s e ñ ó q u e « la u n i ó n el p a p a F é l i x c o n t r a la h e r e j í a d e P e d r o , o b i s p o d e A n t i o q u í a ;

.» en C r i s t o n o f u e p e r s o n a l s u b s i s t e n t e e n l a s d o s n a t u r a l e z a s , en s u carta al mismo.
» sino h a b i t u a l y s e g ú n c i e r t a c o n d i c i ó n d i v i n a , s e g ú n l a c u a l (3) S u s t a n c i a l y a b s o l u t o , a u n q u e t r e s e n t i d a d e s r e l a t i v a s .
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO IV.
21
322 CUESTIÓN XVII. — ARTÍCULO II.

Cristo hubiera dos seres y no uno sola- sucediese que después de constituida la
mente , Cristo sería dos y no uno. persona de Sócrates le sobreviniesen las
Conclusión. No recibió Cristo con su manos ó los pies ó los ojos, como sucede
naturaleza humana nuevo ser personal, en el ciego de nacimiento (2) ; no por
y sí solo nueva actitud individual de su esto adquiriría Sócrates otro ser, sino
ser preexistente c.on respecto á ella. solamente cierta relación con estos (miem-
Responderemos que, puesto que en bros ) : porque se diría que existe, no sola-
Cristo hay dos naturalezas y una sola mente según las cosas que antes tenía,
hipóstasi, es necesario que las cosas que sino también según las que después le
pertenecen en Cristo á la naturaleza sean sobrevinieron. Así pues, como la humana
dos, y las que pertenecen á la hipóstasi naturaleza está unida al Hijo de Dios
una sola. Mas el ser pertenece á la natu- hipostática ó personalmente, según se lia
raleza y á la hipóstasi: á la hipóstasi dicho (C. 3 , a. 5 y 6 ) , y no accidental-
como á lo que tiene el ser, y á la natu- mente ; sigúese que según la naturaleza
raleza como aquello por lo cual algo tiene humana no le sobreviene un nuevo ser
el ser; pues la naturaleza se significa por personal, sino solamente una nueva rela-
modo de forma, la que se dice ente, por- ción del ser personal preexistente con la
que por ella algo es, como por la blan- naturaleza humana; de modo que se
cura es algo blanco, y por la humanidad diga ya subsistir aquella persona, no
alguno es hombre. Debe empero consi- solo según la divina naturaleza, sino tam-
derarse que, si hay alguna forma ó natu- bién según la humana.
raleza, que no pertenezca al ser perso- Al argumento 1.° diremos, que el ser
nal de una hipóstasi subsistente ; aquel sigue á la naturaleza, no como que tiene
ser no se dice ser de aquella persona en el ser, sino como por la que algo existe;
absoluto, sino secundum quid, como el mas el ser resulta de la persona ó de la
ser blanco es el ser de Sócrates, no en hipóstasi, como teniendo el ser. Por esta
cuanto es Sócrates, sino en cuanto es razón más retiene la unidad según la
blanco: y nada impide que un tal ser se unidad de la hipóstasi, que tiene la dua-
multiplique en una sola y misma hipósta- lidad según la dualidad de naturaleza.
si ó persona; porque una cosa es el ser, por Al 2.° que aquel ser eterno del Hijo de
el cual Sócrates es blanco, y otra aquel, Dios, que es la divina naturaleza, se
por él que es músico. Pero aquel ser, que hace el ser del hombre, en cuanto es to-
pertenece á la misma hipóstasi ó persona mada la naturaleza humana por el Hijo
en sí misma, es imposible que se multi- de Dios en la unidad de persona.
plique en una hipóstasi ó persona; puesto Al 3.° que según lo dicho (P. 1. C. 3, a

que es imposible que no sea uno solo el a. 3 y 4 ; y C. 39, a. 1), puesto que la
ser de una cosa. Si pues la naturaleza hu- persona divina es lo mismo que la natura-
mana se uniese al Hijo de Dios, no hipos- leza, y en las personas divinas no hay otro
tática ó personalmente, sino accidental- ser de persona ademas del ser de natura-
mente , como algunos ( 1 ) supusieron ; leza ; y por esto las tres personas no tie-
sería menester admitir en Cristo dos se- nen sino un solo ser. Mas tendrían un
res, uno según que es Dios y otro según triple ser, si en ellas fuese uno el ser de
que es hombre : así como en Sócrates se la persona y otro, el ser de naturaleza.
supone un ser según que es blanco y otro Al 4.° que el alma en Cristo da el ser
según que es hombre; porque el ser al cuerpo,' en cuanto hace al mismo ani-
blanco no pertenece al ser mismo perso- mado en acto; lo cual es darle el com-
nal de Sócrates, mas el tener una cabeza plemento de la naturaleza y de la espe-
y el ser corpóreo y animado todo perte- cie. Pero, si se concibe el cuerpo perfecto
nece á una sola persona de Sócrates; y por medio del alma sin la hipóstasi, que
por esto de todas estas cosas no se forma tenga el uno y la otra; este todo com-
más que un solo ser en Sócrates : y, si puesto de alma y cuerpo, según que

(1) Los nestorianos, según ya queda anotado en la C. 2, (Joann. 9), á quien le fueron abiertos, y no dados, según el
a. 6, p á g . 196. testo. No hay pues alusión .a dicho ciego del Evangelio, como
(2) Suponiendo que recibe ojos, que antes no tuviese ; no lijeramente anota Drioux.
precisamente como el de quien se habla en el Evangelio
CUESTIÓN X V I I . — A R T Í C U L O II. 323

es d e s i g n a d o b a j o e l n o m b r e de h u m a - s e g ú n q u e s e refiere á l a n a t u r a l e z a h u -
nidad, n o s e significa c o m o l o q u e e s , sino m a n a ; s i e n d o la c a u s a d e e s t a r e l a c i ó n
como por l o q u e a l g o es : y p o r e s o e l el alma, en cuanto perfecciona la natura-
ser mismo es d e l a p e r s o n a s u b s i s t e n t e , l e z a h u m a n a d a n d o f o r m a al c u e r p o .

C U E S T I Ó N XVIII.

Cosas pertenecientes á la unidad en Cristo respecto á la voluntad.

1." Hay en Cristo una voluntad divina y otra humana? 2.° En la naturalezahumana de Cristo es una
la voluntad de la sensualidad y otra la de la razón ? 3.° Por parte de la razón hubo en Cristo muchas
voluntades? 4.° Hubo en Cristo libre albedrío? 5.° La voluntad humana de Cristo fue del todo con-
forme á la voluntad divina en lo querido? 6." Hubo en Cristo alguna contrariedad de voluntades ?

ARTÍCULO I . — n a y e n c r i s t o d o s vo- c. 14) q u e « e l q u e r e r d e a l g u n a m a n e r a


l u n t a d e s ? ai » n o e s p r o p i o d e l a n a t u r a l e z a , sino d e
» nuestra inteligencia » , esto e s , per-
1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h a y d o s sonal. P e r o toda voluntad es alguna v o -
voluntades, u n a d i v i n a y otra h u m a n a : l u n t a d ; porque nada h a y en el g é n e r o ;
porque l á v o l u n t a d e s e l p r i m e r m o t o r é que no esté en alguna especie suya. L u e g o
imperante en t o d o e l q u e quiere. P e r o e n toda voluntad pertenece á la persona: y
Cristo el p r i m e r m o t o r é i m p e r a n t e fue l a en Cristo hubo y h a y también una per-
voluntad d i v i n a ; p u e s t o q u e t o d a s l a s s o n a s o l a m e n t e . Luego e n C r i s t o h a y u n a
cosas h u m a n a s eran m o v i d a s e n C r i s t o sola voluntad.
según la v o l u n t a d d i v i n a . L u e g o p a r e c e P o r el contrario, dice el Señor ( L u c .
que en Cristo n o h u b o s i n o u n a s o l a v o - 2 2 , 4 2 ) : Padre, si quieres, traspasa de
luntad, e s t o e s , l a d i v i n a . mí este cáliz; mas no se haga mi volun-
2.° E l i n s t r u m e n t o n o es m o v i d o p o r tad, sino la tuya ; y S a n A m b r o s i o d i c e
propia v o l u n t a d , s i n o por l a d e l m o t o r . á e s t e p r o p ó s i t o al E m p e r a d o r G r a c i a n o
Pero en C r i s t o e x i s t i ó la n a t u r a l e z a h u - ( D e fide., 1. 2, c. 3 ) , « a s í c o m o h a b í a
mana c o m o i n s t r u m e n t o d e su d i v i n i d a d . » tomado mi voluntad, tomó mi tristeza» ;
Luego la n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o n o y ( s u p . L u c . c a p . 22, s u p e r i l l u d , verum-
era movida por s u p r o p i a v o l u n t a d , sino tamen non mea voluntas) d i c e : « refirió
por la divina. » su v o l u n t a d al h o m b r e , y l a d e l P a d r e
3.° Solo aquello que pertenece á la » á l a d i v i n i d a d ; p o r q u e l a v o l u n t a d del
naturaleza s e m u l t i p l i c a e n Cristo.. M a s » h o m b r e es t e m p o r a l , y l a d e D i o s
la voluntad n o p a r e c e p e r t e n e c e r á l a n a - » e t e r n a ».
turaleza ; p o r q u e l a s c o s a s , q u e s o n n a - C o n c l u s i ó n . Necesario es reconocer en
turales, son por n e c e s i d a d ; y l o q u e es Cristo dos voluntades, una divina y otra
voluntario n o e s n e c e s a r i o . L u e g o e n humana.
Cristo h a y ú n i c a m e n t e u n a v o l u n t a d . R e s p o n d e r e m o s , que algunos supusie-
4.° D i c e el D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3, ron q u e en C r i s t o h a b í a u n a s o l a vo-

(1) Contra la herejía de los monotelilas, que solo admitían 5.° y 6." de Constantinopla y el de Florencia bajo Eugenio IV'
en Cristo una voluntad, la divina únicamente según Macario anatematizaron como fautores de dicha doctrina herética
Antioquía, y o refundidas en una la divina y la humana, ademas á Ciro de Alejandría, Teodoro Faranciano, Paulo.
»?«e existían en él separadas antes de su unión con la carne», Pirro, Pedro y otros.
según Sergio de Constantinopla. Los Concilios generales 4.°,
324 ' CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULO I.

luntad. P e r o , para suponer esto, parecen Hijo de Dios tomó la voluntad humana
haber sido movidos por diversos moti- en la humana naturaleza. Mas por la
vos : porque Apolinario no admitió en asunción de la humana naturaleza nin-
Cristo una alma intelectual, sino que el guna diminución sufrió el Hijo de Dios
Verbo estuviese en lugar del alma ó en las cosas, que pertenecen á la divina
también en lugar del entendimiento. Pol- naturaleza, á la cual compete tener vo-
lo tanto, como la voluntad está en la ra- luntad, como se ha demostrado ( P . 1. , a

zón ( 1 ) , según dice el Filósofo ( D e an. C. 19, a. 1). L u e g o es necesario decir


1. 3 , t. 42), seguíase que en Cristo no que en Cristo hay dos voluntades, á sa-
había voluntad humana ; y así no existi- ber, una divina y otra humana.
ría en él más que una sola voluntad. A l argumento 1.° diremos, que todo
Asimismo Eutíques y todos los que su- lo que hubo en la humana naturaleza de
pusieron una naturaleza compuesta en Cristo era movido al arbitrio de la volun-
Cristo se veían obligados á admitir una tad divina ; mas no se sigue que en Cris-
sola voluntad en él. Nestorio también, que to no existió el movimiento de la volun-
admitió que la unión de Dios y del hom- tad propio á la naturaleza humana , por-
bre fue hecha solamente según el afecto que también las voluntades piadosas de
y la voluntad, admitió una sola voluntad otros Santos sonmovidas conforme ala vo-
en Cristo. Después Macario, patriarca luntad de D i o s , quien obra en ellos el que-
de Antioquía y Ciro de Alejandría y rer y el hacer, como se dice (Philipp 2);
Sergio de Constantinopla y algunos se- pues, aunque la voluntad no pueda ser
cuaces de estos admitieron en Cristo una movida interiormente por alguna criatu-
sola voluntad, aunque admitían en él dos ra, interiormente sin embargo es movida
naturalezas unidas según la hipóstasi : por D i o s , como se ha dicho ( P . 1. , C. a

porque opinaban que la naturaleza hu- 105, a, 4): y de este modo también Cristo
mana en Cristo jamas era movida por seguía la voluntad divina según la volun-
propio movimiento, sino solo según que tad humana, según aquello ( P s . 39, 9 ) ,
era movida por la divinidad, como consta para hacer tu voluntad, Dios mió, guí-
(epist. synodica Agathonis papas, y cons- selo. Por lo cual dice San Agustín ( cont.
ta en el Conc. const. 3.° gener. 6.° Maxim. 13, c. 26) : «. cuando dijo el Hijo
act.4) (2). Y por esto en el 6.° Sínodo B al Padre, no lo que yo quiero sino lo que
celebrado en Constantinopla (act. 18, B tú quieres, ¿qué te sirve añadir ó decir
Symb. const. 150 P P . ) se determinó que B tus palabras: manifiesta verdadera-
debe decirse que en Cristo hay dos v o - » mente su voluntad sometida á su geni-
luntades ; donde se lee así : ce según lo B tor , como si nosotros negásemos que
» que los profetas nos han enseñado en B la voluntad del hombre debe estar so-
B otro tiempo de Cristo, y lo que él B metida á la voluntad de D i o s B ?
B mismo nos ha dicho y el Símbolo que A l 2.° que es propio del instrumento
» nos han transmitido nuestros P a d r e s , el ser movido por el agente principal,
B declaramos en él dos voluntades natu- mas de diverso modo según las propieda-
» rales y dos operaciones naturales » : y des de su naturaleza : porque el instru-
fue necesario espresarse a s í ; porque es mento inanimado, como el hacha ó la sier-
evidente que el Hijo de Dios tomó la ra , es movido por el artífice por solo el
naturaleza humana perfecta, como se ha movimiento corporal; al paso que el ins-
demostrado (C. 2 , a. 5); y á la perfec- trumento animado por el alma sensible
ción de la naturaleza humana pertenece es movido por el apetito sensitivo, como
la voluntad que es su potencia natural, el caballo por el ginete ; y el instrumen-
como también el entendimiento, según to animado por el alma racional es mo-
resulta de lo espuesto ( P . 1. , C. 79 y a

vido por la voluntad de e s t a , como por


80). L u e g o es necesario decir que el el mandato del señor se mueve el siervo

(1) En la facultad ó parte racional, ó sea , en toda la parte todos los ortodoxos, en la que a f i r m a que ninguno de sus pre-
superior del alma, comprendiendo el entendimiento y la vo- decesores había errado en la fe católica, sin escluir á Honorio,
luntad. quien sin razón por consiguiente pretendieran algunos haber
(2) Tanto en la dirigida al Concilio mismo con instrucciones sido allí condenado entre los monotelitas ; como la que escri-
directivas, leida (act. i) y unánimemente aceptada (act. S) por bió al emperador Constantino Pogonato.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULOS I Y I I . 325

á hacer a l g u n a c o s a , p o r q u e el siervo es la r a z ó n , y en el apetito sensitivo lo


como u n i n s t r u m e n t o a n i m a d o , s e g ú n irascible y lo concupiscible. P e r o l a sen-
dice el F i l ó s o f o , ( P o l i t . 1. 1, c. 3 y 4 ; y s u a l i d a d significa el a p e t i t o sensitivo.
E t h i c . 1. 8 , c . 2). A s í p u e s l a h u m a n a L u e g o no existió en Cristo l a v o l u n t a d
n a t u r a l e z a en C r i s t o fue el i n s t r u m e n t o de sensualidad.
de l a d i v i n i d a d , p a r a q u e s e m o v i e s e p o r 2.° S e g ú n S a n A g u s t í n ( D e T r i n .
propia v o l u n t a d . 1. 12 , c . 13) l a s e n s i b i l i d a d s e s i g n i f i c a
A l 3.° q u e l a p o t e n c i a m i s m a d e l a v o - por la serpiente; pero en Cristo nada h u -
luntad es n a t u r a l , y r e s u l t a n e c e s a r i a - bo de esta, pues tuvo la semejanza del
mente de l a n a t u r a l e z a ; p e r o el m o v i - animal venenoso sin el v e n e n o , como dice
miento ó el a c t o d e e s t a p o t e n c i a , q u e el m i s m o D o c t o r ( D e p e c c a t o r . meritis e t
también se l l a m a v o l u n t a d , á veces es r e m i s s . 1. 1, c . 3 2 , s u p e r i l l u d J o a n . 3,
natural y necesaria, v. g r . respecto d e la sicut exaltavit Moyses serpentem in de-
felicidad ; p e r o o t r a s p r o v i e n e n d e l l i b r e serto) (3). L u e g o e n C r i s t o n o h u b o v o -
arbitrio d e l a r a z ó n , y n o e s n e c e s a r i o n i luntad de sensualidad.
natural, como resulta de lo espuesto 4.° L a v o l u n t a d s i g u e á l a n a t u r a l e z a
( P . 1. , C . 82, a. 2 ; y l. -2.
a a ffi
C . 5, a. 8: s e g ú n l o d i c h o ( a . 1). P e r o e n C r i s t o n o
y C . 6, a . 1). Y n o o b s t a n t e l a m i s m a h u b o sino u n a n a t u r a l e z a a d e m a s d e l a
razón, q u e es el principio d e este movi- divina. L u e g o en Cristo n o h u b o sino
miento, es n a t u r a l : p o r esto a d e m a s d e u n a sola v o l u n t a d h u m a n a .
la v o l u n t a d d i v i n a e s m e n e s t e r r e c o n o c e r P o r el c o n t r a r i o , dice S a n A m b r o s i o
en C r i s t o l a v o l u n t a d h u m a n a , n o s o l o ( a d G r a t . i m p e r a t . 1. 2 , D e fide, c . 3):
según q u e e s p o t e n c i a n a t u r a l ó s e g ú n « u n a es l a v o l u n t a d q u e l l a m a s u y a ;
que es m o v i m i e n t o n a t u r a l , s i n o t a m b i é n » porque como hombre aceptó mi triste-
en c u a n t o e s m o v i m i e n t o r a c i o n a l . » za » ; p o r lo cual se d a entender q u e l a
A l 4.° q u e , a l d e c i r s e q u e q u i e r e d e tristeza pertenece en Cristo á la volun-
a l g u n a m a n e r a (1), s e d e s i g n a d e t e r m i - tad humana. P e r o la tristeza pertenece
nado m o d o d e q u e r e r ; y e l m o d o d e t e r - á l a s e n s u a l i d a d , c o m o se h a d e m o s t r a d o
( P . 2. C . 2 3 , a. 1 y 3 ; C . 25, a . 5 ; y
a
minado s e r e f i e r e á l a c o s a m i s m a d e l a
que es el m o d o . P o r t a n t o , p e r t e n e c i e n d o C . 3 5 , a . 1 y 2). L u e g o p a r e c e q u e e n
la v o l u n t a d á l a n a t u r a l e z a , e s o m i s m o Cristo h a y la voluntad de sensualidad
también q u e es el q u e r e r d e a l g u n a m a - ademas de la voluntad de la razón.
nera p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a , n o s e g ú n C o n c l u s i ó n . Debe decirse que hubo en
que es c o n s i d e r a d a a b s o l u t a m e n t e , s i n o Cristo la sensualidad llamada voluntad
según q u e e x i s t e e n t a l h i p ó s t a s i . P o r por participación.
consiguiente t a m b i é n l a v o l u n t a d h u m a - R e s p o n d e r e m o s , que según lo dicho
na d e C r i s t o t u v o c i e r t o m o d o d e t e r m i - ( a . 1) e l H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a -
nado , p o r l o m i s m o q u e e x i s t i ó e n l a h i - leza h u m a n a con todo lo perteneciente á
póstasi d i v i n a , e s t o e s , d e m o d o q u e s e la perfección de la misma n a t u r a l e z a ; y
moviese s i e m p r e s e g ú n e l a r b i t r i o d e l a en la n a t u r a l e z a h u m a n a se incluye t a m -
divina v o l u n t a d . bién la naturaleza animal, como en la
especie se incluye el género. L u e g o es
ARTÍCULO II. ¿Idilio e n Cristo a l g u n a conveniente que el Hijo de Dios t o -
voluntad d e s e n s u a l i d a d (2) a d e m a s d é l a v o - mara también con la naturaleza h u m a n a
luntad d e l a r a z ó n ? las cosas que pertenecen á la perfec-
ción d e l a n a t u r a l e z a a n i m a l , e n t r e las
l.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o a l - q u e se c u e n t a el a p e t i t o s e n s i t i v o , q u e
guna v o l u n t a d d e l a s e n s u a l i d a d (sensi- s e d i c e s e n s u a l i d a d ; y p o r e s t o es pre-
tiva) i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e l a v o l u n t a d ciso decir que en Cristo existió el ape-
de l a r a z ó n : p o r q u e d i c e e l F i l ó s o f o ( D e tito sensual ó la sensualidad. D e b e s a -
M I . 1. 3, t . 42) q u e l a v o l u n t a d r e s i d e e n berse también que la sensualidad ó el

(1) Aliqualiter, es decir, con deliberación y consejo. (3) Pío en su tratado 12 sobre San Juan, como frecuente-
(2) Stnmalilatis, en su concepto de facultad natural sensi- mente se ve anotado al margen ; y también lo insinúa Beda,
tiva , no como potencia apetitiva viciosa y repugnante á la refiriéndose al testo de San Pablo ( Rem. 8 J, in similitudincm
razón. carnis peccati.
324 ' C U E S T I Ó N X V I I I . — A R T Í C U L O I.

luntad. P e r o , para suponer e s t o , parecen H i j o d e D i o s t o m ó l a v o l u n t a d humana


haber sido movidos por diversos m o t i - e n l a h u m a n a n a t u r a l e z a . M a s por la
vos : porque Apolinario n o admitió en a s u n c i ó n d e l a h u m a n a n a t u r a l e z a nin-
Cristo u n a alma i n t e l e c t u a l , sino q u e el g u n a d i m i n u c i ó n s u f r i ó e l H i j o d e Dios
V e r b o estuviese en lugar del alma ó e n l a s c o s a s , q u e p e r t e n e c e n á l a divina
también en lugar del entendimiento. P o r n a t u r a l e z a , á l a c u a l c o m p e t e t e n e r vo-
lo tanto, como la voluntad está en la ra- l u n t a d , como se h a demostrado ( P . l. !l
;

z ó n (1), s e g ú n dice e l F i l ó s o f o ( D e an. C . 19, a. 1). L u e g o es necesario decir


1 . 3 , t. 4 2 ) , s e g u í a s e q u e e n C r i s t o n o que en Cristo hay dos voluntades, á sa-
había voluntad humana ; y así n o existi- ber, una divina y otra humana.
ría e n él m á s que u n a sola voluntad. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e todo
Asimismo Eutíques y todos los q u e su- l o q u e h u b o e n l a h u m a n a n a t u r a l e z a de.
pusieron u n a naturaleza compuesta e n C r i s t o e r a m o v i d o a l arbitrio d e l a volun-
Cristo se v e í a n obligados á admitir u n a t a d d i v i n a ; m a s n o s e s i g u e q u e e n Cris-
sola voluntad en él. Nestorio también, q u e t o n o e x i s t i ó e l m o v i m i e n t o d e l a volun-
admitió q u e la unión de D i o s y del h o m - t a d propio á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , por-
bre fue hecha solamente según el afecto q u e t a m b i é n l a s v o l u n t a d e s piadosas de
y la voluntad, admitió una sola voluntad o t r o s S a n t o s s o n m o v i d a s c o n f o r m e a l a vo-
en Cristo. D e s p u é s M a c a r i o , patriarca l u n t a d d e D i o s , quien obra en ellos el que-
de A n t i o q u í a y Ciro de Alejandría y rer y el hacer, c o m o s e d i c e ( P h i l i p p 2);
Sergio de Constantinopla y algunos se- p u e s , a u n q u e l a v o l u n t a d n o p u e d a ser
cuaces d e estos admitieron e n Cristo u n a m o v i d a i n t e r i o r m e n t e p o r a l g u n a criatu-
sola v o l u n t a d , aunque admitían en él dos r a , i n t e r i o r m e n t e s i n e m b a r g o es movida
naturalezas unidas según l a hipóstasi : p o r D i o s , c o m o s e h a d i c h o ( P . 1. , C. a

porque opinaban que l a naturaleza h u - 105, a, 4 ) : y d e e s t e m o d o t a m b i é n Cristo


mana en Cristo jamas era movida por s e g u í a l a v o l u n t a d d i v i n a s e g ú n l a volun-
p r o p i o m o v i m i e n t o , sino s o l o s e g ú n q u e t a d h u m a n a , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 39, 9 ) ,
era m o v i d a por l a divinidad, c o m o consta para hacer tu voluntad, Dios mió, quí-
( e p i s t . s y n o d i c a A g a t h o n i s papas, y c o n s - selo. P o r l o c u a l d i c e S a n A g u s t í n ( cont.
t a e n e l C o n c . c o n s t . 3.° g e n e r . 6.° M a x i m . 13, c. 26) : « c u a n d o dijo el Hijo
a c t . 4 ) (2). Y p o r e s t o e n e l 6.° S í n o d o )) al P a d r e , no lo que yo quiero sino lo que
c e l e b r a d o e n C o n s t a n t i n o p l a ( a c t . 18, » tú quieres, ¿ q u é t e sirve añadir ó decir
S y m b . c o n s t . 150 P P . ) s e d e t e r m i n ó q u e » t u s p a l a b r a s : m a n i f i e s t a verdadera-
d e b e decirse q u e e n C r i s t o h a y d o s v o - » m e n t e s u v o l u n t a d s o m e t i d a á su geni-
l u n t a d e s ; d o n d e se l e e a s í : « s e g ú n l o » t o r , c o m o si n o s o t r o s n e g á s e m o s que
)> q u e l o s p r o f e t a s n o s h a n e n s e ñ a d o e n » l a v o l u n t a d d e l h o m b r e d e b e estar so-
» otro tiempo d e C r i s t o , y l o q u e é l » metida á la voluntad de D i o s » ?
» mismo n o s h a dicho y el Símbolo que A l 2.° q u e e s p r o p i o d e l instrumento
» nos h a n transmitido nuestros P a d r e s , e l s e r m o v i d o p o r e l a g e n t e principal,
y> d e c l a r a m o s e n é l d o s v o l u n t a d e s n a t u - m a s d e d i v e r s o m o d o s e g ú n l a s propieda-
» rales y dos operaciones naturales » : y d e s d e s u n a t u r a l e z a : p o r q u e e l instru-
fue necesario espresarse a s í ; porque e s m e n t o i n a n i m a d o , c o m o e l h a c h a ó l a sier-
evidente que el Hijo de Dios tomó la ra , e s m o v i d o p o r e l artífice p o r solo el
naturaleza humana perfecta, como se h a m o v i m i e n t o c o r p o r a l ; a l p a s o q u e el ins-
d e m o s t r a d o ( C . 2 , a. 5 ) ; y á l a p e r f e c - t r u m e n t o a n i m a d o p o r e l a l m a sensible
ción de la naturaleza humana pertenece e s m o v i d o p o r e l a p e t i t o s e n s i t i v o , como
la voluntad que es su potencia natural, e l c a b a l l o p o r e l g i n e t e ; y e l instrumen-
como también el entendimiento, según t o a n i m a d o p o r e l a l m a r a c i o n a l es mo-
r e s u l t a d e l o e s p u e s t o ( P . 1. , C . 79 y
a

v i d o p o r l a v o l u n t a d d e e s t a , c o m o por
80). L u e g o e s n e c e s a r i o d e c i r q u e e l e l m a n d a t o d e l s e ñ o r s e m u e v e el siervo

(1) E n la facultad ó parte racional, ó sea , en toda la parte • todos los ortodoxos, en la que a f i r m a que ninguno de sus pre-
superior del alma, comprendiendo el entendimiento y la vo- decesores había errado en la fe católica, sin escluir á Honorio,
luntad. quien sin razón por consiguiente pretendieran algunos haber
(2) Tanto en la dirigida al Concilio mismo con instrucciones sido allí condenado entre los monotelilas ; como la que escri-
directivas, leida (act. 4) y unánimemente acoptada (ací. S) por bió al emperador Constantino Pogonato.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULOS I Y II. 325

á hacer a l g u n a c o s a , p o r q u e e l s i e r v o e s l a r a z ó n , y e n e l a p e t i t o s e n s i t i v o lo
como un i n s t r u m e n t o a n i m a d o , s e g ú n irascible y l o concupiscible. P e r o l a s e n -
dice el F i l ó s o f o , ( P o l i t . 1. 1, c. 3 y 4 ; y s u a l i d a d significa e l a p e t i t o s e n s i t i v o .
Etliic. 1. 8 , c. 2). A s í p u e s l a h u m a n a L u e g o no existió e n Cristo la voluntad
naturaleza e n C r i s t o f u e e l i n s t r u m e n t o de s e n s u a l i d a d .
de la d i v i n i d a d , p a r a q u e s e m o v i e s e p o r 2.° S e g ú n S a n A g u s t í n ( D e T r i n .
propia v o l u n t a d . 1. 12 , c. 13) l a s e n s i b i l i d a d s e significa
A l 3.° q u e l a p o t e n c i a m i s m a d e l a v o - por la serpiente; pero en Cristo nada h u -
luntad e s n a t u r a l , y r e s u l t a n e c e s a r i a - bo de e s t a , pues t u v o la semejanza del
mente d e l a n a t u r a l e z a ; p e r o el m o v i - animal venenoso sin el v e n e n o , como dice
miento ó e l a c t o d e e s t a p o t e n c i a , q u e el m i s m o D o c t o r ( D e p e c c a t o r . meritis e t
también s e l l a m a v o l u n t a d , á v e c e s e s r e m i s s . 1. 1, c. 3 2 , s u p e r i l l u d J o a n . 3,
natural y n e c e s a r i a , v . g r . r e s p e c t o d e l a sicut exaltavit Moyses serpentem in de-
felicidad ; p e r o o t r a s p r o v i e n e n d e l libre serto) (3). L u e g o e n C r i s t o n o h u b o v o -
arbitrio d e l a r a z ó n , y n o e s n e c e s a r i o ni luntad de sensualidad.
natural, c o m o r e s u l t a d e l o e s p u e s t o 4.° L a v o l u n t a d s i g u e á la n a t u r a l e z a
(P. 1. , C . 82, a. 2 ; y l . - 2 . * C . 5, a. 8;
a a
s e g ú n l o d i c h o ( a . 1). P e r o e n C r i s t o n o
y C. 6, a. 1). Y n o o b s t a n t e l a m i s m a h u b o sino u n a n a t u r a l e z a a d e m a s d e l a
razón, que e s e l p r i n c i p i o d e e s t e m o v i - divina. L u e g o e n Cristo n o h u b o sino
miento, e s n a t u r a l : p o r e s t o a d e m a s d e una sola voluntad humana.
la v o l u n t a d d i v i n a e s m e n e s t e r r e c o n o c e r Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A m b r o s i o
en Cristo l a v o l u n t a d h u m a n a , n o s o l o ( a d G r a t . i m p e r a t . 1. 2 , D e fide, c. 3):
según q u e e s p o t e n c i a n a t u r a l ó s e g ú n « u n a es la voluntad que llama suya ;
que es m o v i m i e n t o n a t u r a l , sino t a m b i é n » porque como hombre aceptó m i triste-
en cuanto e s m o v i m i e n t o r a c i o n a l . » za » ; por lo cual se da entender que la
A l 4.° q u e , a l d e c i r s e q u e quiere d e t r i s t e z a p e r t e n e c e en C r i s t o á l a v o l u n -
alguna m a n e r a (1), s e d e s i g n a d e t e r m i - tad humana. P e r o la tristeza pertenece
nado m o d o d e q u e r e r ; y e l m o d o d e t e r - á la sensualidad, como se h a demostrado
( P . 2 . C . 2 3 , a. 1 y 3 ; C . 25, a. 5 ; y
a
minado se refiere á l a c o s a m i s m a d e l a
que es el m o d o . P o r t a n t o , p e r t e n e c i e n d o C . 3 5 , a. 1 y 2). L u e g o p a r e c e q u e e n
la voluntad á l a n a t u r a l e z a , e s o m i s m o Cristo h a y la voluntad de sensualidad
también q u e e s e l q u e r e r d e a l g u n a m a - ademas de la voluntad de la razón.
nera p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a , n o s e g ú n Conclusión. Debe decirse que hubo en
que es c o n s i d e r a d a a b s o l u t a m e n t e , sino Cristo la sensualidad llamada voluntad
según q u e e x i s t e e n t a l h i p ó s t a s i . P o r por participación.
consiguiente t a m b i é n l a v o l u n t a d h u m a - Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o
na de Cristo t u v o c i e r t o m o d o d e t e r m i - ( a . 1) e l H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a -
nado , por l o m i s m o q u e e x i s t i ó e n l a h i - leza humana con todo lo perteneciente á
póstasi d i v i n a , e s t o e s , d e m o d o q u e s e la perfección de la misma naturaleza; y
moviese siempre s e g ú n e l arbitrio d e l a en la naturaleza humana se incluye t a m -
divina v o l u n t a d . b i é n l a n a t u r a l e z a a n i m a l , c o m o e n la
especie se incluye el género. L u e g o es
ARTÍCULO I I . ¿Hubo e n Cristo a l g u n a conveniente que el Hijo de D i o s t o -
voluntad d e s e n s u a l i d a d (2) a d e m a s d é l a v o - mara también con la naturaleza humana
luntad ile l a r a z ó n ? las cosas que pertenecen á la perfec-
ción de la naturaleza animal, entre las
l.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o h u b o a l - que se cuenta el apetito sensitivo, que
guna v o l u n t a d d e l a s e n s u a l i d a d (sensi- s e dice s e n s u a l i d a d ; y p o r e s t o es pre-
tiva) independientemente d e l a v o l u n t a d ciso decir que en Cristo existió el ape-
de la razón : p o r q u e dice e l F i l ó s o f o ( D e tito sensual ó la sensualidad. D e b e s a -
&. 1. 3, t. 42) q u e l a v o l u n t a d r e s i d e e n
a
b e r s e t a m b i é n q u e la s e n s u a l i d a d ó el

(1) Aliqualüer, es decir, con deliberación y consejo. (3) No en su tratado 12 sobre San Juan, como frecuente-
(2) SemuaWalis, en su concepto de facultad natural sensi- mente se ve anotado al margen ; y también lo insinúa Beda,
tiva, no como potencia apetitiva viciosa y repugnante á la refiriéndose al testo de San Pablo ( R o m . 8 J, in similitudinem
carnis peccali.
326 CUESTIÓN X V I I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

apetito sensual, en cuanto es apto para se diversifica en e l h o m b r e el a p e t i t o sen-


obedecer á l a r a z ó n , se dice racional por s i t i v o é i n t e l e c t i v o . P e r o i g u a l m e n t e en
participación, como consta por el F i l ó - c u a n t o á l a aprensión d e l h o m b r e se su-
s o f o ( E t h i c . 1. 1. c. 1) : y , p u e s t o q u e l a p o n e u n a diferencia e n t r e l a r a z ó n y el
voluntad está en l a r a z ó n , como se h a e n t e n d i m i e n t o , y e s t a s d o s f a c u l t a d e s han
d i c h o ( a . 1), p o r i g u a l r a z ó n p u e d e d e - e x i s t i d o l a u n a y l a otra e n C r i s t o . L u e g o
cirse q u e la sensualidad es voluntad por tuvo dos voluntades, una intelectual y
participación. otra racional.
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e a q u e - 3.° A l g u n o s (3) reconocen en Cristo
lla razón procede de la voluntad esen- l a v o l u n t a d d e p i e d a d , q u e n o p u e d e re-
c i a l m e n t e d i c h a , l a q u e n o e s t á sino e n ferirse sino á l a r a z ó n . L u e g o e n Cristo
la parte intelectiva; pero la voluntad h a y m u c h a s v o l u n t a d e s p o r p a r t e de la
participativamente dicha puede existir razón.
en la parte sensitiva, en cuanto obedece 4.° Por el contrario: e n cualquier or-
á la razón. d e n h a y u n p r i m e r m o t o r ; y l a voluntad
A l 2.° q u e l a s e n s u a l i d a d s e significa e s e l p r i m e r m o t o r e n el g é n e r o de los
por la serpiente, n o en-cuanto á la natu- a c t o s h u m a n o s . L u e g o e n u n s o l o hom-
raleza de la s e n s u a l i d a d , que Cristo t o - b r e n o h a y sino u n a s o l a v o l u n t a d pro-
m ó , sino e n c u a n t o á l a c o r r u p c i ó n d e l p i a m e n t e d i c h a , q u e e s l a v o l u n t a d de la
fómes, que n o existió en Cristo. r a z ó n ; y , s i e n d o C r i s t o u u s o l o hombre,
A l 3.° q u e , c u a n d o u n a c o s a e x i s t e p o r e n C r i s t o h a y s o l a m e n t e u n a voluntad
c a u s a d e o t r a , p a r e c e q u e allí n o h a y a humana.
más q u e u n a ; como la superficie, que es Conclusión. Hay en Cristo una sola
visible por el c o l o r , es u n a sola cosa vi- voluntad humana, esencial y no partici-
sible c o n el color. A s i m i s m o , p u e s t o q u e pativamente dicha, en cuanto á la poten-
l a s e n s u a l i d a d n o s e d i c e v o l u n t a d , sino cia ó facultad; pero con respecto á su
porque participa de la voluntad de la ra- acto distínguense dos, la llamada télesis,
zón ; así como no h a y más que una natu- que es como naturaleza, y la búlesis á
raleza humana en Cristo, así se admite modo de razón.
en él una sola voluntad humana. Responderemos, q u e s e g ú n l o dicho
(a. 1, al 3.°) á v e c e s l a v o l u n t a d s e toma
ARTÍCULO I I I . — H u n o e n c r i s t o dos p o r l a p o t e n c i a y o t r a s p o r e l acto. Si
voluntades e n cuanto á tarazón? p u e s se t o m a p o r e l a c t o , e n t o n c e s no es
m e n e s t e r s u p o n e r e n C r i s t o d o s volunta-
l.° P a r e c e que en Cristo hubo dos d e s p o r parte de l a r a z ó n , e s t o e s , dos
voluntades en cuanto á la razón: porque especies d e a c t o s d e l a v o l u n t a d : porque
d i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 2, c. 22; l a v o l u n t a d , c o m o s e ha d i c h o e n la 2. P. a

y 1. 3 , c. 14 y 18) q u e e n e l h o m b r e h a y (l. -2*


a
C . 8, a. 2 y 3 ) , t i e n e p o r objeto
dos clases de v o l u n t a d : la natural, que e l fin y l o s m e d i o s á é l c o n d u c e n t e s , y no
s e l l a m a 8eAT,o-t¡; ( 1 ) , y l a v o l u n t a d r a - se refiere al u n o y á l o s otros d e l mismo
c i o n a l , q u e s e l l a m a ¡ ^ O A - n a i c (2). P e r o m o d o : d a d o q u e a l fin s e refiere simple y
Cristo tuvo en la humana naturaleza todo a b s o l u t a m e n t e , c o m o á l o q u e e s eu si
lo que pertenece á la perfección de la bueno; m a s á lo q u e c o n d u c e a l fin se
h u m a n a naturaleza. L u e g o una y otra refiere c o n cierta c o m p a r a c i ó n , s e g u u que
de las predichas voluntades existió en t i e n e b o n d a d e n orden á otra c o s a . Y por
Cristo. e s t o e s d e u n a n a t u r a l e z a e l a c t o de la
2.° L a f u e r z a a p e t i t i v a s e diversifica v o l u n t a d , s e g ú n q u e s e refiere á algo que
en el hombre según la diversidad de la es p o r s í q u e r i d o , c o m o l a s a l u d , lo cual
virtud aprensiva, y por esto según la se l l a m a por el D a m a s c e n o (ibid.) G e A n o - t í ,
diferencia d e l sentido y del entendimiento e s t o es, simple v o l u n t a d , y por los maes-

(1) Voz que designa cualquier simple acto de volición. las voluntades divina, de razón, de carne y de piedad, con la
(2) Acto de volición deliberado y precedido del consejo, ó que se condolía (Luc. 19) de los niales-ajenos. Resulta pues
bien, de la facultad cognoscitiva, por la que de algún modo ser dos las voluntades de Cristo (divina y humana) en cuanto
aprendemos el objeto. á la naturaleza j tres (divina, racional creada y sensitiva) por
(3) Entre ellos Hugo de San Víctor en su tratado Le quator razón de las potencias ) y l a s cuatro enumeradas con respecto
voluntatibus Chrlstij donde enumera según los modos de querer al modo de querer.
CUESTIÓN XVIII. — A R T Í C U L O S III Y IV. 327

tros v o l u n t a d c o m o n a t u r a l e z a ; y d e o t r a s consejo no p a r e c e h a b e r existido en C r i s t o ;


el a c t o d e l a v o l u n t a d , s e g ú n q u e s é r e - p o r q u e no t o m a m o s consejo acerca de las
fiere á a l g o q u e e s q u e r i d o s o l a m e n t e e n cosas, de que estamos ciertos: y Cristo
orden á o t r o , c o m o es l a m e d i c i n a q u e se t u v o la certeza en todas las cosas. L u e g o
toma, y á este acto de la voluntad llama en Cristo no h u b o l u g a r á la elección, y
el D a m a s c e n o poüXijsii;, e s t o e s , v o l u n t a d por t a n t o ni libre arbitrio.
consiliativa, y p o r los m a e s t r o s se l l a m a 3.° E l l i b r e a r b i t r i o s e r e f i e r e a l b i e n
voluntad como razón. M a s esta diversi- y a l m a l ; m a s l a v o l u n t a d d e C r i s t o es-
dad de los a c t o s n o diversifica l a p o t e n - t u v o determinada al bien, porque no p u d o
c i a , p o r q u e el u n o y el o t r o se r e f i e r e n á p e c a r , s e g ú n se h a d i c h o ( C . 15, a. 1 y 2).
una sola r a z ó n c o m ú n d e l o b j e t o , q u e e s L u e g o en Cristo no h u b o libre arbitrio.
el b i e n . Y p o r e s t o d e b e d e c i r s e q u e , si P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 7, 15),
hablamos de la potencia de la voluntad, manteca y miel comerá, para que sepa
en Cristo hay una sola voluntad huma- desechar lo malo y escoger lo bueno, l o
na, esencial y no participativamenté di- c u a l es a c t o d e l l i b r e a l b e d r í o . L u e g o e n
cha; mas, si hablamos de la voluntad que C r i s t o e x i s t i ó el l i b r e a l b e d r í o .
es acto, así se distingue en Cristo la volun- C o n c l u s i ó n . Necesariamente debe re-
tad, que es como naturaleza, llamada. conocerse en Cristo elección y por co?ise-
OíArjaii;, y la voluntad, que es como razón, cuencia libre albedrío.
y que se dice poWaicrn;. R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o se h a dicho
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e a q u e - ( a . 1 , a l 3.°), e n C r i s t o h u b o u n d o b l e
llas dos v o l u n t a d e s n o s e d i v e r s i f i c a n s e - a c t o de l a v o l u n t a d : el u n o , p o r el cual
g ú n la p o t e n c i a , s i n o s o l a m e n t e s e g ú n l a su v o l u n t a d era dirigida h a c i a a l g o , c o m o
diferencia d e l a c t o , c o n f o r m e alo d i c h o . q u e r i d o p o r sí m i s m o , lo c u a l p e r t e n e c e
A l 2.° q u e t a m p o c o el e n t e n d i m i e n t o y á l a r a z ó n d e l fin; y o t r o , s e g ú n el q u e s u
la r a z ó n s o n d i v e r s a s p o t e n c i a s , c o m o se v o l u n t a d e r a d i r i g i d a h a c i a a l g o p o r or-
h a d i c h o ( P . 1. C . 79, a. 8).
a
d e n á o t r a c o s a , lo cual p e r t e n e c e á la
A l 3.° q u e la voluntad de piedad n o r a z ó n d e l o q u e c o n d u c e a l fin. D i f i e r e
parece ser o t r a cosa q u e la v o l u n t a d q u e e m p e r o l a e l e c c i ó n , c o m o d i c e el F i l ó -
se c o n s i d e r a c o m o n a t u r a l e z a , e s t o e s , sofo ( E t h i c . 1. 3, c. 2 ó 5), d e l a v o l u n -
en c u a n t o r e h u y e el m a l a j e n o c o n s i d e r a - t a d , en q u e l a v o l u n t a d a b s o l u t a m e n t e
do a b s o l u t a m e n t e . h a b l a n d o s e r e f i e r e a l fin m i s m o , y l a
elección á los medios. A s í p u e s la sim-
p l e v o l u n t a d es lo m i s m o q u e l a v o l u n t a d
A R T Í C U L O I V . — Existió en cristo ei c o m o n a t u r a l e z a ; m a s l a e l e c c i ó n es l o
Ubre a l b e d r í o ? (1) m i s m o q u e la v o l u n t a d c o m o r a z ó n , y es
acto propio del libre a l b e d r í o , s e g ú n se
1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o n o e x i s t i ó e l h a d i c h o ( P . 1. , C . 83, a. 3 y 4). Y p o r
a

libre a r b i t r i o : p o r q u e d i c e el D a m a s c e n o e s t o , a d m i t i é n d o s e en Cristo l a v o l u n t a d
( O r t h . fid. 1. 3, c. 14), « si q u e r e m o s c o m o r a z ó n , es necesario también admi-
» hablar con p r o p i e d a d , es imposible d e - tir la elección, y de consiguiente el libre
» cir e n el S e ñ o r • y v ( ü ¡ j . t v , e s t o e s , d i c t a m e n
1
arbitrio, cuyo acto es la elección, s e g ú n
» o p e n s a m i e n t o ó e s c o g i t a c i o n , yirpocupecnv s e h a d e m o s t r a d o ( P . 1. i b i d . ; y l . - 2 . ,
a a ffi

» ó s e a , e l e c c i ó n ». P e r o e n l a s c o s a s , q u e C . 13, a. 1).
son d e f e , d e b e h a b l a r s e s o b r e t o d o c o n A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l D a -
propiedad. L u e g o en C r i s t o no h u b o elec- masceno escluye de Cristo la elección,
ción ; y p o r c o n s i g u i e n t e n i l i b r e a r b i t r i o , según que entiende que esta palabra im-
cuyo a c t o es l a e l e c c i ó n . p o r t a dubitación. M a s esta dubitación no
2.° D i c e el F i l ó s o f o ( E t h i c . l i b . 3, es de n e c e s i d a d d e l a elección, p o r q u e
c. 4 o 6) q u e « l a e l e c c i ó n p e r t e n e c e a l también conviene á Dios elegir, según
» a p e t i t o d e l p r e a c o n s e j a d o ». M a s e l a q u e l l o ( E p h . 1), elegit nos inipso, e t c . ) ,
aunque en Dios no h a y a dubitación al-
g u n a . Sin e m b a r g o la dubitación tiene
(1) Dogma de fe impugnado por Lutero, Calvino y Jansenio, lugar en la elección, en cuanto existe en
quienes enseñaban que « Cristo solo tuvo libertad de coacción,
» mas no la de natural necesidad ». una naturaleza ignorante. L o mismo debe
328 C U E S T I Ó N X V I I I . — A R T Í C U L O S IV Y V .

decirse respecto de las d e m á s cosas m e n - y l o s S a n t o s , q u e s o n c o m p r e n s o r e s , en


c i o n a d a s e n el p a s a j e c i t a d o (1). la p a t r i a n i n g u n a otra c o s a q u i e r e n que
A l 2.° q u e l a e l e c c i ó n p r e s u p o n e e l l o q u e D i o s quiere : d e l o contrario no
consejo ; mas no es una consecuencia del s e r í a n b i e n a v e n t u r a d o s , p o r q u e n o ten-
m i s m o , sino e n c u a n t o h a s i d o y a d e t e r - drían cuanto quisieran, « pues bienaven-
m i n a d o p o r el j u i c i o . P o r q u e l o q u e j u z - » t u r a d o es el que t i e n e l o q u e quiere,
gamos que debe hacerse lo escogemos, des- » y n a d a quiere m a l a m e n t e » (4), como
pués de haber t o m a d o consejo, c o m o se d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 13, c. 5).
d i c e ( E t h i c . 1. 3, c. 4 y 5, 6 y 9). P o r L u e g o C r i s t o n i n g u n a otra c o s a quiso
e s t o , si s e j u z g a q u e d e b e h a c e r s e a l g o s e g ú n l a v o l u n t a d h u m a n a que l o que
sin dubitación é investigación anterior, quiso la voluntad divina.
e s t o b a s t a p a r a l a e l e c c i ó n : y así es e v i - Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t i n
d e n t e que l a d u b i t a c i ó n ó l a i n v e s t i g a - c o n t r a M á x i m o ( l i b . 3, c. 20), <( al decir
c i ó n n o p e r t e n e c e per se á l a e l e c c i ó n , T> C r i s t o no lo que yo quiero, sino lo que
sino solamente s e g ú n que existen en una » tú, m a n i f i e s t a h a b e r q u e r i d o otra cosa
naturaleza ignorante. » q u e e l P a d r e ; l o c u a l n o p o d r í a sino
A I 3.° q u e l a v o l u n t a d d e C r i s t o , a u n - y> p o r su c o r a z ó n (5) h u m a n o , p u e s t o que
q u e e s t á d e t e r m i n a d a al b i e n , sin e m b a r g o » t r a n s f o r m a b a n u e s t r a d e b i l i d a d en su
n o l o e s t á á e s t e ó a q u e l b i e n ; y por » a f e c t o , n o d i v i n o sino h u m a n o 3>.
t a n t o p e r t e n e c e á C r i s t o e l e g i r p o r el Conclusión. Cristo con su voluntad
libre arbitrio c o n f i r m a d o e n el b i e n , l o sensitiva y la de potencia racional á
m i s m o q u e á l o s b i e n a v e n t u r a d o s (2). modo de naturaleza podía querer otra
cosa que Dios; pero siempre quería lo
ARTÍCULO V . — * u » v o l u n t a d u n m a n a mismo que Dios según su voluntad de po-
do Cristo fue conforme e n todo á l a v o l u n t a d tencia de razón como comparativa.
divina en lo querido ? R e s p o n d e r e m o s , q u e s e g ú n l o dicho
( a . 1 y 2) en C r i s t o s e g ú n la h u m a n a na-
1.° P a r e c e q u e l a v o l u n t a d h u m a n a e n turaleza se admiten dos voluntades: á
Cristo n o quiso otra cosa q u e lo que s a b e r , l a v o l u n t a d d e s e n s u a l i d a d que se
D i o s quiere: p o r q u e s e d i c e ( P s . 39, 9) e n d i c e v o l u n t a d p a r t i c i p a t i v a m e n t e ; y la
n o m b r e d e C r i s t o , para hacer tu volun- v o l u n t a d r a c i o n a l , y a s e c o n s i d e r e á modo
tad, Dios mió, guíselo; y é l q u e quiere d e n a t u r a l e z a y a á m o d o d e r a z ó n : y se
h a c e r l a v o l u n t a d d e a l g u n o quiere l o h a d i c h o ( C . 14, a. 1, al 2.°) q u e por
q u e e s t e q u i e r e . L u e g o p a r e c e q u e la v o - c i e r t a d i s p e n s a c i ó n el H i j o d e D i o s áutes
l u n t a d h u m a n a de C r i s t o n o q u i s o otra d e s u P a s i ó n p e r m i t í a á su c a r n e obrar y
cosa alguna que lo que quiso la voluntad sufrir l a s c o s a s q u e le. s o n p r o p i a s ; y asi-
divina del mismo. m i s m o t a m b i é n p e r m i t í a á t o d a s l a s po-
2.° E l a l m a d e C r i s t o t u v o p e r f e c t í - t e n c i a s d e l a l m a h a c e r y sufrir l o que la
sima caridad, la cual escede á la compren- es p r o p i o . E s e v i d e n t e e m p e r o que la vo-
sión de nuestra ciencia, según se dice l u n t a d d e s e n s u a l i d a d r e h u y e natural-
( E p h e s . 3 , 19), la caridad de Cristo m e n t e l o s d o l o r e s s e n s i b l e s y l a lesión del
que sobrepuja toda ciencia ( 3 ) . P e r o c u e r p o ; é i g u a l m e n t e t a m b i é n l a voluntad
es de la caridad hacer que el hombre c o m o n a t u r a l e z a r e c h a z a l a s c o s a s , que
quiera lo m i s m o q u e D i o s ; por lo cual s o n c o n t r a r i a s á l a n a t u r a l e z a , y l a s que
d i c e t a m b i é n el F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 9, s o n m a l a s e n s í , c o m o l a m u e r t e y otras
c. 4) q u e u n o d e l o s c a r a c t e r e s d e l a s e m e j a n t e s . N o o b s t a n t e e s t a voluntad
amistad es querer y elegir las m i s m a s p u e d e á v e c e s e l e g i r á m o d o de razón
cosas. L u e g o la voluntad humana en e s t o s m a l e s en o r d e n al fin; a s í c o m o tam-
Cristo no quiso otra cosa que la divina ; b i é n en a l g ú n p u r o h o m b r e su sensualidad
3.° C r i s t o f u e v e r d a d e r o c o m p r e n s o r ; y aun su v o l u n t a d , c o n s i d e r a d a en abso-

(1) Véase también en la Í."-1. la C. 13, a. 1 y . 6 .


K
a. 10.
(2) Sin que obsten (como advierte Silvio) ni el precepto (3) Natural.
dado á Cristo por el Padre ni su impecabilidad, que en nada
(4) díale ; no malí, cual se lee en algunas ediciones, inclusa
se oponen á la libertad, como es notorio asimismo en los án-
la áurea, pues ni aun lo bueno debe querer mal.
geles y en Dios mismo, conforme á lo dicho en la 1." P. C. 19,
(5) Esto es, voluntad.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULOS V Y V I .

luto, r e h u y e u n c a u t e r i o , q u e s i n e m - riedad de voluntades se considera s e g ú n


bargo a c e p t a r í a l a v o l u n t a d s e g ú n l a la contrariedad de los objetos, así como
razón por m o t i v o d e salud. M a s l a v o l u n - también la contrariedad de los movimien-
tad de D i o s e r a q u e C r i s t o sufriera d o l o - tos se considera s e g ú n l a de los términos,
res y p a d e c i m i e n t o s y m u e r t e , n o p o r q u e c o m o c o n s t a p o r e l F i l ó s o f o ( P h y s . 1. 5,
estas cosas f u e s e n q u e r i d a s p o r D i o s e n t. 49 y s i g . ) . P e r o C r i s t o q u e r í a l a s c o -
sí m i s m a s , sino p o r o r d e n al fin d e l a h u - sas c o n t r a r i a s s e g ú n d i v e r s a s v o l u n t a d e s ;
mana s a l v a c i ó n . D e l o c u a l r e s u l t a q u e porque s e g ú n la voluntad divina quería
Cristo según la voluntad de la razón, la m u e r t e , que rehuía según la voluntad
que se considera á modo de naturaleza, h u m a n a : por l o cual S a n Atanasio dice
podía querer otra cosa que Dios; pero (lib. adversus A p o l l i n a r i u m ) , « cuando
según la voluntad que es á modo de razón » C r i s t o d i c e , Padre, si es posible, pase
quería siempre lo mismo que Dios : l o » de mí este cáliz, y sin embargo no se
que es e v i d e n t e p o r e s t o m i s m o q u e d i c e » haga mi voluntad sino la tuya, y l u e g o ,
(Marc. 14, 36), no como yo quiero, sino y> el espíritu está pronto, mas la carne
como tú; p o r q u e é l q u e r í a s e g ú n l a r a z ó n B débil; m a n i f i e s t a a q u í d o s v o l u n t a d e s ,
que se c u m p l i e r a l a v o l u n t a d d i v i n a , a u n - » la h u m a n a , que por causa de l a debili-
que diga q u e quiere otra c o s a s e g ú n c i e r t a » d a d d e l a carne r e h u í a l a P a s i ó n , y l a
otra v o l u n t a d s u y a (1). » v o l u n t a d d i v i n a p r o n t a á sufrirla». L u e -
A l a r g u m e n t o 1." d i r e m o s , q u e C r i s t o g o en Cristo hubo contrariedad de volun-
por la v o l u n t a d r a c i o n a l q u i s o q u e s e tades.
cumpliera l a d i v i n a v o l u n t a d ; n o e m p e r o 2.° D í c e s e (Gralat. 5, 17) q u e la carne
por la v o l u n t a d d e s e n s u a l i d a d , c u y o m o - codicia contra el espíritu y el espíritu
vimiento (2) n o s e e s t i e n d e h a s t a l a v o - contra la carne: h a y p u e s c o n t r a r i e d a d
luntad de D i o s , ni p o r l a v o l u n t a d q u e e s d e v o l u n t a d e s , c u a n d o e l e s p í r i t u desea
considerada á m o d o d e n a t u r a l e z a , q u e e s u n a c o s a y l a c a r n e otra'; m a s e s t o t u v o
dirigida á a l g u n o s o b j e t o s c o n s i d e r a d o s lugar en Cristo, porque por la voluntad
en a b s o l u t o , y n o e n o r d e n á l a d i v i n a de. c a r i d a d , q u e e l E s p í r i t u S a n t o p r o d u -
voluntad. c í a en s u a l m a , q u e r í a l a P a s i ó n , s e g ú n
A l 2.° q u e l a c o n f o r m i d a d d e l a v o l u n - a q u e l l o ( I s . 53, 7 ) , se ofreció, porque
tad h u m a n a c o n l a d i v i n a s e c o n s i d e r a quiso, y s e g ú n l a c a r n e r e h u í a l a P a s i ó n .
según l a v o l u n t a d d e l a r a z ó n , c o n f o r m e L u e g o había en él contrariedad d e v o -
á la cual a u n l a s v o l u n t a d e s d e l o s a m i - luntades.
gos c o n c u e r d a n , e s t o e s , e n c u a n t o l a r a - 3.° D í c e s e ( L u c . 2 2 , 43) q u e ; puesto
zón considera a l g o q u e r i d o e n o r d e n á l a en agonía oraba con mayor vehemencia ;
voluntad d e l a m i g o . y l a a g o n í a (4) p a r e c e i m p o r t a r c i e r t o
A l 3.° que C r i s t o f u e á l a v e z c o m - combate del ánimo, que tiende á lo con-
prensor y v i a d o r , e s t o e s , e n c u a n t o g o - trario. L u e g o p a r e c e q u e e n C r i s t o h u b o
zaba de D i o s p o r l a m e n t e y t e n í a u n a contrariedad de voluntades.
carne p a s i b l e ; y p o r e s t o p o r p a r t e d e l a P o r e l c o n t r a r i o , d i c e e l C o n c i l i o 6.°
carne pasible p o d í a s u c e d e r l e a l g o , q u e E c u m é n i c o ( C o n s t . 3, g e n . 6.° a c t . 18):
repugnase á l a n a t u r a l v o l u n t a d d e l m i s - « proclamamos dos voluntades naturales
mo, y t a m b i é n al a p e t i t o s e n s i t i v o . » no contrarias, como aseguran los here-
B j e s i m p í o s , sino s u v o l u n t a d h u m a n a
ARTÍCULO V I . — H u b o e n C r i s t o c o n - » que s i g u e y n o resiste y contraría, y sí
trariedad d e v o l u n t a d e s ? ¡3) B más bien sujeta á su voluntad divina
» y o m n i p o t e n t e B.
_ 1.° P a r e c e q u e e n C r i s t o h u b o c o n t r a - Conclusión. No hubo en Cristo con-
riedad d e v o l u n t a d e s : p o r q u e l a c o n t r a - trariedad alguna de voluntades (5), aun-

U) Según lo espuesto en la nota 3 de la página 326. Calvino por su parte dijo que « l a ley de Dios y su voluntad
(2) Considerado únicamente en sí mismo y como meramente » son frecuentemente contrarias entre sí ». V. lo dichoá este
sensitivo, y no subordinado por cierta participación y obe. propósito en la nota 2, pág. 17S, del t. f."
diente á la razón. (í) Combate ó lucha según su etimología griega.
.13) Cierto apóstata premonstratense, cuyo nombre no ha (5) A s í lo declaró terminantemente el Concilio 6.° ecumé-
conservado la historia, llegó á proferir la horrenda blasfemia nico (act. i) y posteriormente el de Florencia.
oe que « Cristo se condenó, porque desesperó en la cruz » ; y
CUESTIÓN XVIII.—ARTÍCULO VI.

que la natural y la sensitiva difiriesen tural ni la voluntad de sensualidad repu-


algo á veces de la divina y racional, con- diaba aquella razón, esto es, por la quela
formes empero con su divino beneplácito divina voluntad y la voluntad de la razón
según el orden de su naturaleza. humana quería la Pasión en Cristo: puesto
Responderemos, que la contrariedad que la voluutad absoluta (1) quería tara-
no puede existir sino en tanto que la bien en Cristo la salud del género hu-
oposición se considera en el mismo sujeto mano, y no estaba en él el quererlo en
y bajo el mismo concepto ; mas, si se orden á otra cosa ; mas el movimiento de
considera según diversos y existe la di- la sensualidad no podía estenderse á
versidad en diversas cosas, esto no basta esto; 2.° porque ni la voluntad divina ni
para la razón de contrariedad, como ni la voluntad de razón era impedida ó re-
para la de contradicción, v. gr. que el tardada en Cristo por la voluntad natu-
nombre sea bello ó sano según la mano ral, ó por el apetito de la sensualidad,
y no según el pie. Luego, para que baya Asimismo también ni por el contrario la
contrariedad de voluntades en alguno, voluntad divina ó la voluntad de la ra-
requiérese 1.° que la diversidad de volun- zou en Cristo rehuía ó retardaba el mo-
tades se considere bajo un mismo as- vimiento de la voluntad natural humana
pecto ; porque, si la voluntad de uno y el movimiento de la sensualidad en
quiere hacer algo según la razón univer- Cristo ; pues agradaba á Cristo según
sal, y la voluntad de otro es que no se la voluntad divina y también según la
haga lo mismo según una razón particu- voluntad de la razón el que la voluntad
lar , no hay en esto por completo contra- natural y la sensitiva en el mismo se mo-
riedad de voluntades : v. gr. si el rey vieran conforme al orden de su natura-
quiere que sea colgado el ladrón por raleza. Luego es evidente que en Cristo
causa del bien público, y algún consan- no hubo repugnancia ó contrariedad de
guíneo de aquel no quiere que lo sea por voluntades.
causa del amor privado, no habrá con- Al argumento 1.° diremos, que esto
trariedad de voluntad; á no ser en el mismo, de que alguna voluntad humana
caso, en que la voluntad del hombre pri- en Cristo quería otra cosa que su vo-
vado se estienda á querer estorbar el bien luntad divina, procedía de la misma vo-
público, por conservar el bien privado, luntad divina, á cuyo beneplácito se mo-
porque entonces la repugnancia de las vía la naturaleza humana en Cristo por
voluntades se refiere al mismo objeto. 2.° sus propios movimientos, como dice el
Se requiere para la contrariedad de vo- Damasceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 14, 15
luntades que sea acerca de la misma vo- J 19) (2).
luntad ; pues, si el hombre quiere una Al 2.° que en nosotros por la concu-
cosa según el apetito de la razón y quiere piscencia de la carne se impide ó retarda
otra según el apetito sensitivo, no hay la concupiscencia del espíritu, lo cual
aquí contrariedad alguna, sino en el caso no tuvo lugar en Cristo: hé aquí porqué
en que el apetito sensitivo prevalezca de en Cristo no hubo como en nosotros con-
tal modo que ó inmute ó retarde el ape- tradicción entre el espíritu y la carne.
tito de la razón ; porque ya entonces so- Al 3." que no hubo agonía en Cristo
brevendría á la voluntad misma de la ra- en cuanto á la parte racional del alma,
zón algo del movimiento contrario del según que importa una lucha de volunta-
apetito sensitivo. Así pues debe decirse des procedente de la diversidad de mo-
que, aunque la voluntad natural y la tivos : v. gr., cuando alguno quiere esto,
voluntad de sensualidad en Cristo qui- según que lo considera, y después quiere
siera alguna otra cosa que su voluntad lo centrario, según "que considera otra
divina y la voluntad de razón, sin em- cosa. Esto sucede por la- debilidad de la
bargo no hubo contrariedad alguna de razón, que no puede discernir qué es lo
voluntades: 1.° porque ni la voluntad na- mejor en absoluto ; lo cual no sucedió en

(1) Considerada absolutamente en sí misma y como natura- concluye Kicolai que no debe entenderse quería absoluta y
leza, en cuyo concepto no la compete deliberar ú ordenar una decididamente.
Cosa á otra como á s u fin, siendo esto propio de la voluntad (2) No 1. 2, c. 15, como equivocadamente se ve citado en
considerada como razón y en cierto modo relativa : de donde ediciones antiguas.
CUESTIÓN XVIII. — ARTÍCULO VI. S31

Cristo, puesto que por su razón juzgaba á la parte sensitiva, según que esta im-
en absoluto ser mejor que se cumpliera plica temor del infortunio inminente,
por su Pasión la voluntad divina acerca como dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 2,
de la salud del género humano. H u b o c. 1 5 ) .
sin embargo en Cristo agonía en cuanto

CUESTIÓN XIX.

Cosas pertenecientes á la unidad de Cristo en cuanto á la operación.

1.° Hay en Cristo una sola operación de la divinidad y la humanidad, ó muchas? — 2 . " Hay en
Cristo muchas operaciones según la naturaleza humana? —3.° Mereció Cristo algo para s í según la
operación humana? — 4." Mereció por ella algo para nosotros?

turalezas en una hipóstasi ó persona, el


ARTÍCULO I . — H a y e n c r i s t o u n a s o i a
necesario que sea una sola y misma cosa
o p e r a c i ó n d e d i v i n i d a d y h u m a n i d a d ? (1)
lo perteneciente á la hipóstasi ó la per-
1.° Parece que,en Cristo hay única- sona : y , pues la operación pertenece a l a
mente una operación de la divinidad y la hipóstasi ó persona, porque nada se obra
humanidad; porque dice San Dionisio sin el supuesto subsistente, y así según
(De div. nom. c. 2, lect. 3) : « l a opera- el Filósofo los actos son de los singulares
» cion de Dios para con nosotros es dis- (Met. 1. 1 , c. 1) ; luego en Cristo es una
» creta y benignísima, puesto que como y misma la operación de la divinidad y
» nosotros y por nosotros se humanó ín- de la humanidad.
5> tegra y verdaderamente el Verbo, que 4.° A s í como el ser pertenece á la hi-
» es sobre la sustancia, y obró y sufrió póstasi subsistente, así también la opera-
»todo lo que conviene á su operación ción. Pero á causa de la unidad de la hi-
y> humana y divina» ; donde llama una póstasi hay en Cristo un solo ser, según
sola operación á la humana y divina, que se ha dicho ( C . 17, a. 2). L u e g o también
en griego se dice OsavSptx-n,, esto es, (dei por la misma unidad hay en Cristo una
vñilis) de Dios viril. Parece pues haber sola operación.
en Cristo una sola operación compuesta. 5.° Donde hay una sola cosa operada,
2.° U n a sola es la operación del agente allí hay una sola operación; y la misma
principal y del instrumento; y en Cristo obra pertenece á la divinidad y á la h u -
la naturaleza humana fue instrumento de manidad, como la curación del leproso ó
la divina, según lo dicho ( C . 13, a. 2 y 3). la resurrección del muerto. L u e g o parece
Luego la operación de la naturaleza di- que hay en Cristo una sola operación de
vina y de la humana es la misma en la divinidad y la humanidad.
Cristo. Por el contrario, dice San Ambrosio
3.° Puesto que en Cristo hay dos na- (lib. 2, ad Grratian. Imperat. D e fide, c. 4):

(1) Según Macario de Antioquía « en Cristo hubo una sola nados con sus autores como heréticos por el Concilio 6.° de
•operación, la d i v i n a » ; y para Sergio de Constantinopla Constantinopla (act. 1G) y por el lateranense (can. 1 0 , 1 1 , 1 2 ,
«lasdos virtudes opératrices en Cristo antes de la union se 13 y 14) bajo Martino I.
refundieron después de ella en una sola» : errores conde.
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO I.

« cómo la misma operación es de diversa (Const. 3.° general, act. 10) las palabras
» potestad? ¿por ventura una potencia del hereje Severo, que decía así: «las
» menor puede obrar como una mayor, ó » cosas que se hacían y obraban por
» puede haber una sola operación donde » Cristo, que es uno, son muy diferen-
» hay diversa sustancia ? » B tes ; pues unas son aplicables á Dios, y
Conclusión. Hay en Cristo dos distin- B otras humanas, como andar corporal-
tas operaciones, divina y humana', cada » mente sobre la tierra es ciertamente
cual con sus respectivas forma y virtud » una cosa humana, mientras que debe
propias; usando la divina de la humana » atribuirse á Dios el conceder que anden
y participando esta de aquella como su B sanos los (2) que con sus piernas inúti-
instrumento. » les no pueden absolutamente caminar
Responderemos, que los herejes antes » sobre la tierra. Pero un solo sujeto, es
mencionados (1) ( C . 18, a. 1), que ad- B decir, el Verbo encarnado obró esto y
mitieron en Cristo una sola Voluntad, re- » aquello, y no es lo uno de esta natura-
conocieron también en él una sola opera- B leza y lo otro de la otra; ni, porque las
ción : y, para que se comprenda mejor la B cosas operadas son diversas, definiremos
opinión errónea de estos, debe conside- » por eso con razón dos naturalezas ope-
rarse que do quiera hay muchos agen- Brantesy dos.formas ». Mas en esto se en-
tes ordenados, el inferior es movido por gañaban, porque la acción del que es mo-
el superior, como en el hombre el cuerpo vido por otro es doble: una que tiene
es movido por el alma y las fuerzas in- según su propia forma, y otra que tiene
feriores por la razón. Así pues las accio- según que es movido por otro ; como la
nes y movimientos de un principio infe- operación del hacha según su propia for-
rior son más bien ciertas^ cosas obradas ma es la incisión, y según que es movida
que operaciones. Mas lo que pertenece al por el artífice su operación es hacer un
principio supremo, es propiamente la banco ó escaño. La operación pues, que
operación : como si decimos que en el pertenece á alguna cosa según su forma,
hombre el andar que es propio de los pies es su propia operación, y no pertenece al
y el palpar que lo es de las manos, son motor, sino según que este se vale de ella
ciertas obras del hombre, de las que el para su operación; como el calentar es la
alma obra lo uno por medio de los pies y operación propia del fuego, mas no del
lo otro por medio de las manos. Y, puesto artífice, sino en tanto que se sirve del
que el alma misma es la que obra por fuego para calentar el hierro. Pero aque-
estos dos medios, sigúese que por parte lla operación, que es de la cosa solamente
del sujeto que obra, que es el primer según que es movida por otro, no esotra
principio motor, la operación es una y en independiente de la operación misma del
nada difiere ; mas por parte de las cosas motor: como hacer un escaño no es una
obradas hállase diferencia. Y , como en operación del hacha separadamente de la
el hombre puro el cuerpo es movido por operación' del artífice, sino que el hacha
el alma y el apetito sensitivo por el racio- participa ó contribuye instrumentalmente
nal, así en nuestro Señor Jesucristo la á la operación de aquel. Y por eso, donde
naturaleza humana era movida y regida quiera que el motor y lo movido tienen
por la divina; y por esto decían que la diversas formas ó virtudes operativas,
operación es la misma é indiferente de allí es menester que sea una la operación
parte de la misma divinidad que obra, del motor y otra la operación propia de
aunque las cosas obradas sean diversas, lo movido, aunque lo movido participe de
esto es, en cuanto la divinidad de Cristo la operación del motor y este se valga de
hacía una cosa por sí misma, como sobre- la operación de lo movido, y así el uno y
llevarlo todo por el poder de su Verbo, el otro obren por recíproca cooperación.
y otra por la naturaleza humana, como Así pues en Cristo la naturaleza humana
el andar corporalmente. De aquí es que tiene su propia forma y virtud, por la
se refieren en el 6.° Concilio general cual obra, é igualmente la divina. Luego

(i) Macario y Sergio con Ciro de Alejandría: no empero el y de propósito el mártir San Máximo en su diálogo con Pirro.
papa Honorio, á quien ademas de lo dicho en la nota 2 de (2) Paralíticos.
la pág. 324 vindica de la imputación de tal error espresamente
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO I. 333

la humana naturaleza tiene la propia » g e n concibiéndole sobrenaturalmente,


operación distinta de la operación divina, » y el a g u a instable q u e sostiene el peso
y viceversa. Y sin embargo la divina na- » de los pies terrenos » . P o r q u e es evi-
turaleza usa de la operación de la natu- dente que pertenece á la naturaleza hu-
raleza humana, como de operación de su m a n a ser c o n c e b i d a , c o m o l a p e r t e n e c e
instrumento; é igualmente la humana el andar ; pero a m b a s c o s a s e x i s t i e r o n e n
naturaleza participa de la operación de Cristo sobrenaturalmente. Y asimismo l a
la naturaleza divina, como el instrumento virtud divina obraba humanamente, c o m o
participa de la operación del agente prin- c u a n d o curó a l l e p r o s o t o c á n d o l e . A s í
cipal. E s t o e s l o q u e d i c e el p a p a S a n dice en la misma epístola : « no hacien-
León ( e p i s t . a d F l a v . 28) (1) : « l a u u a » d o l a s c o s a s d i v i n a s c o m o D i o s , ni l a s
i y la otra f o r m a , es d e c i r , l a n a t u r a l e z a » c o s a s h u m a n a s c o m o h o m b r e , sino s i e n -
» divina así c o m o l a h u m a n a , obra l o q u e » do D i o s h e c h o hombre por cierta nue-
i) es propio d e l a c o m u n i ó n de l a otra ; » v a o p e r a c i ó n d e D i o s y h o m b r e ». Y el
» esto e s , o b r a n d o e l V e r b o l o q u e es del haber entendido que hubo en Cristo dos
i Verbo y e j e c u t a n d o l a c a r n e lo que es d e operaciones, la una de la naturaleza divi-
s l a c a r n e » . P e r o , si h u b i e s e ú n i c a m e n t e n a y la o t r a d e l a h u m a n a , s e h a c e n o t o -
una operación d e l a d i v i n i d a d y h u m a n i - rio p o r l o que d i c e ( D e d i v . n o m . , c. 2,
dad en C r i s t o , s e r í a p r e c i s o decir ó q u e l e c t . 3 ) , d o n d e e s p r e s a q u e « e n l a s co-.
la humana n a t u r a l e z a n o t e n d r í a la p r o p i a » s a s , q u e p e r t e n e c e n á su o p e r a c i ó n h u -
forma y v i r t u d ( p u e s d e l a d i v i n a es i m - » mana, el P a d r e y el Espíritu Santo no
posible decir e s t o ) , d e l o q u e se s e g u i r í a » t i e n e n p a r t e de m a n e r a a l g u n a ; á m é -
que en C r i s t o h a b r í a s o l a m e n t e u n a o p e - » n o s q u e a l g u n o dijere q u e l a t i e n e n s e -
ración d i v i n a ; ó decir q u e d e l a v i r t u d » g u n su benignísima y misericordiosa
divina y h u m a n a s e h a r í a u n a s o l a v i r t u d » v o l u n t a d , e s t o e s , e n c u a n t o el P a d r e
en Cristo. A m b a s c o s a s s o n i m p o s i b l e s ; » y el E s p í r i t u S a n t o q u i s i e r o n p o r su
porque por l a p r i m e r a de e l l a s se s u p o n e » misericordia q u e C r i s t o o b r a s e y sufrie-
que la n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o es » ra c o m o h o m b r e ». P e r o a ñ a d e : « y . s e -
imperfecta, y p o r l a s e g u n d a s e c o n - » gun toda la sublimísima é inefable ope-
funden las n a t u r a l e z a s . Y por e s t o r a c i o - » ración de D i o s , que efectuó h e c h o h o m -
nalmente ( c i t . a c t . 18, gradee 17, in » b r e por n o s o t r o s , D i o s e n v e r d a d i n m u -
Symb. 150 P P . ) fue c o n d e n a d a e s t a » table y V e r b o de D i o s » . A s í pues es
opinión en el 6.° S í n o d o , e n c u y a d e t e r - e v i d e n t e que u n a es l a o p e r a c i ó n h u m a -
minación se dice : « g l o r i f i c a m o s e n el n a , e n l a que el P a d r e y el E s p í r i t u S a n t o
))mismo J e s u c r i s t o , n u e s t r o S e ñ o r y D i o s no comunican sino s e g ú n la aceptación de
» verdadero, d o s o p e r a c i o n e s n a t u r a l e s d e su misericordia, y otra su operación en
» una m a n e r a i n d i v i s i b l e é i n c o n v e r t i b l e , c u a n t o es V e r b o d e D i o s , en l a q u e c o -
»sin confusión, i n s e p a r a b l e m e n t e , es d e - munican el P a d r e y el Espíritu S a n t o .
í cir, la o p e r a c i ó n d i v i n a y l a o p e r a c i ó n A l 2.° q u e se d i c e que e l i n s t r u m e n t o
»humana ». obra algo, porque es movido por el agen-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e S a n t e p r i n c i p a l ; m a s p u e d e sin e m b a r g o t e -
Dionisio a d m i t e e n C r i s t o u n a o p e r a c i ó n ner propia operación s e g ú n su forma,
teándrica, es d e c i r , d i v i n a viril ó d i v i n a como se h a dicho respecto del fuego. A s í
liumana, no por a l g u n a c o n f u s i ó n d e o p e - p u e s l a a c c i ó n d e l i n s t r u m e n t o , en c u a n -
raciones ó v i r t u d e s d e u n a y otra n a t u r a - t o es i n s t r u m e n t o , n o es d i s t i n t a d e l a a c -
leza, sino p o r q u e l a o p e r a c i ó n d i v i n a u s a ción del a g e n t e p r i n c i p a l ; puede tener no
de la h u m a n a y l a o p e r a c i ó n h u m a n a p a r - obstante otra o p e r a c i ó n , en cuanto es
ticipa de la v i r t u d d e l a o p e r a c i ó n d i v i n a . c i e r t a cosa: de m o d o q u e l a o p e r a c i ó n , q u e
Por c o n s i g u i e n t e , así c o m o e l m i s m o d i c e p e r t e n e c e á l a h u m a n a n a t u r a l e z a en
en cierta e p í s t o l a á C a y o ( l a 4. ) « s o b r e
a
Cristo, en cuanto es instrumento de la
* el hombre o b r a b a l a s c o s a s p e r t e n e c i e n - divinidad, no es distinta de la operación
» tes al h o m b r e , l o q u e d e m u e s t r a l a V i r - d e e s t a ; p o r q u e l a s a l v a c i ó n , obra de l a
il) Contra la pérfida herejía de E u t í q u e s , aducida entre h u m a n i d a d d e C r i s t o , n o e s otra q u e l a
«tras muchas autoridades comprobantes de la doble operación que es producida p o r s u divinidad. S i n
por el citado Concilio 6.° general (acl. 2). embargo la naturaleza humana tiene en
334 s CUESTIÓN XIX. — A R T Í C U L O S I Y II.

Cristo, en tanto que es cierta naturaleza, en la naturaleza nutritiva, con los anima-
una operación propia ademas de la divina, les en la naturaleza sensitiva, con los án-
como se ha dicho. geles en la naturaleza intelectiva, como
Al 3.° que pertenece á la hipóstasi también los demás hombres. Pero una es
subsistente obrar, pero según la forma y la operación de la planta en cuanto tal y
la naturaleza de que la operación recibe otra la del animal considerado como tal.
su especie. Y por tanto de la diversidad Luego Cristo, en cuanto es hombre, tie-
de formas ó naturalezas proviene la di- ne muchas operaciones.
versa especie de operaciones ; pero de la 2.° Las potencias y los hábitos se dis-
unidad de la hipóstasi resulta la unidad tinguen según los actos, y en el alma de
numérica en cuanto á la operación de la Cristo hubo diversas potencias y diversos
especie: como el fuego tiene dos opera- hábitos. Luego también diversas opera-
ciones diferentes en especie, es decir, ilu- ciones.
minar y calentar según la diferencia de 3.° Los instrumentos deben ser pro-
la luz y del calor; y sin embargo es una porcionados á las operaciones; mas el
en número la iluminación del fuego, que cuerpo humano tiene diversos miembros
á la vez alumbra. Asimismo en Cristo es según la forma (3). Luego deben ser
preciso que haya dos operaciones diferen- acomodados á las diversas operaciones.
tes en especie según sus dos naturalezas; Hay pues en Cristo diversas operaciones
pero cada una de sus operaciones es una según la humana naturaleza.
numéricamente en Cristo hecha á la vez, Por el contrario, como dice el Damasce-
como un solo andar y una sola curación. no (Orth. fid. 1. 3, c. 15), «la operación si-
Al 4.° que el ser y el obrar es de la x>gue á la naturaleza». Es así que en Cris-
persona por la naturaleza, pero de dife- to hay solo una naturaleza humana. Lue-
rente manera : porque el ser pertenece á go en Cristo hay únicamente una sola
la constitución misma de la persona, y en operación humana.
este concepto se refiere á ella como á su Conclusión. Mucho mejor debe reco-
término, por lo cual la unidad de la per- nocerse en Cristo que en cualquier otro
sona requiere la unidad del ser completo hombre una sola operación propia y ab-
y personal; al paso que la operación es solutamente humana, como procedente de
un efecto de la persona seguu alguna la razón por la voluntad ó apetito de la
forma ó naturaleza. Así que la plurali- razón, aparte de otras no del todo pro-
dad de las operaciones no perjudica á la piamente humanas.
unidad personal. Responderemos que, puesto que el
Al 5° que una cosa es lo propio obra- hombre es lo que es según la razón, se
do (1) de la operación divina y otra lo llama humana en absoluto la operación
de la operación humana en Cristo : como que procede de la razón por medio de la
es efecto propio de la operación divina la voluntad, que es el apetito de la razón.
curación del leproso, y efecto propio de Mas, si hay alguna operación en el hom-
la humana naturaleza es su contacto. bre, que no procede de la razón y la vo-
Concurren sin embargo ambas operacio- luntad, no es en absoluto operación hu-
nes á un solo efecto, según que una na- mana, sino que conviene al hombre según
turaleza obra en común con la otra, con- alguna parte de la naturaleza humana :
forme á lo dicho (2). unas veces según la naturaleza misma del
elemento corporal, como la fuerza de gra-
ARTÍCULO I I . — H a y e n cristo mu- vedad, que le atrae hacia abajo ; otras
chas operaciones humanas ? según la virtud del alma vegetativa, co-
mo el nutrirse y crecer; y otras según la
l.° Parece que en Cristo hay varias parte sensitiva, como ver y oir, imaginar
operaciones humanas : porque Cristo en y recordar, desear é irritarse ; entre cu-
cuanto hombre comunica con las plantas yas operaciones hay diferencia : porque

fl) El efecto ó término propio. cita nominalmente á San Juan Crisòstomo y San Cirilo con
(2) Con la autoridad de San Leon papa, reproducida casi li- otros SS. PP.
teralmente por San Juan Damasceno en su autógrafo griego (3) Accidéntalo parcial, no sustancial ó total.
(Be fide orlh. 1. 3 , c. 15), aunque sin nombrarle, á pesar de que
CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULOS II Y I I I . 335

las operaciones del alma sensitiva obede- j hay en Cristo una sola operación con ma-
cen de cierta manera á la razón, y por lo yor razón que en cualquiera otro hombre.
tanto son en algún modo racionales y hu- Al argumento 1.° diremos, que la ope-
manas , esto es, en cuanto obedecen á la ración de la parte sensitiva y también de
razón, como consta por el Filósofo (Ethic. la nutritiva no es propiamente humana,
1. 1, c. últ.); mas las operaciones propias según lo dicho : y sin embargo en Cristo
del alma vegetativa, ó también de la na- estas operaciones fueron más humanas
turaleza del cuerpo elemental, no están que en otro.
sometidas á la razón; por lo cual de nin- Al 2.° que las potencias y los hábitos
gún modo son racionales ni humanas en se diversifican por relación á los objetos:
absoluto, sino solamente según la parte y por esto la diversidad de operaciones
de la humana naturaleza. Ya queda dicho corresponde de este modo á diversas po-
(a. 1) que, cuando el agente inferior obra tencias y hábitos diversos, como también
por la propia forma, entonces su opera- corresj)onde á diversos objetos. Mas no
ción es otra que la del agente superior ; pretendemos escluir de la humanidad de
mas, cuando el agente inferior no obra Cristo tal diversidad de operaciones,
sino según que es movido por el superior, como tampoco la que resulta de la di-
entonces es la misma la operación del uno versidad de instrumentos; sino solo aque-
y del otro. Por consiguiente en todo hom- lla que es según el primer principio ac-
bre puro la operación del cuerpo mate- tivo, como se ha dicho.
rial y del alma vegetativa es otra que la Con lo espuesto es también evidente
de la voluntad, que es propiamente hu- la contestación al 3.°
mana (1), y asimismo la operación del
alma sensitiva en cuanto á lo que no es ARTÍCULO III. — 1.a acción humana
movido por la razón ; pero respecto de lo de Cristo p u d o s e r l e m e r i t o r i a ?
que lo es la operación del alma sensitiva
y racional es la misma. El alma racional l.° Parece que la acción humana de
empero no tiene más que una sola opera- Cristo no pudo serle meritoria : porque
ción, si atendemos al principio mismo de Cristo antes de su muerte fue compren-
la operación, que es la razón ó la volun- sor, como lo es ahora ; y no es del com-
tad ; mas se diversifica según que se re- prensor el merecer, porque la caridad del
fiere á diversos objetos. Algunos llamaron comprensor pertenece al premio de la
á esta diversidad diversidad de cosas eje- beatitud, pues según ella se considera la
cutadas más bien que de operaciones, juz- fruición : por consiguiente no parece ser
gando de la unidad de operación sola- principio de merecer, puesto que el mé-
mente por parte del principio operativo ; rito y la recompensa no son lo mismo.
pues en este sentido es en el que se trata Luego Cristo antes de su Pasión no me-
aquí de la unidad ó pluralidad de las recía, como ni merece ahora.
operaciones en Cristo. Así pues en todo 2.° Nadie merece lo que es debido; y,
hombre puro hay únicamente una sola por ser Cristo Hijo de Dios por natura-
operación, que se llama propiamente hu- leza, le es debida la herencia eterna, que
mana; pero independientemente de ella los demás hombres merecen por sus bue-
hay otras que no son propiamente hu- nas obras. Luego Cristo no pudo mere-
manas , según lo dicho. Mas en el hom- cer algo para sí, puesto que desde el
bre Jesucristo no había movimiento al- principio fue Hijo de Dios.
guno de la parte sensitiva, que no fuera 3.° Todo el que tiene lo que es lo prin-
ordenado por la razón, y aun las mismas cipal, merece propiamente lo que es con-
operaciones naturales y corporales perte- secuencia de lo poseído. Pero Cristo tuvo
necían de algún modo á su voluntad, en la gloria del alma, de la cual según el
cuanto era su voluntad que su carne obra- orden común se sigue la gloria del cuerpo,
se y sufriera las cosas que le son propias, como dice San Agustín (epist. ad Dios-
como se ha dicho (C. 18, a. 5) : por esto cor. 118 ó 56). Mas en Cristo se verificó
dispensativamente que la gloria del alma
(l) La operación, se entiende, como procedente de la deli-
beración, condición propia de la naturaleza del hombre, con-
no se derivase al cuerpo. Luego Cristo
mine á lo espuesto en la l.*-2.«> C 1. no mereció la gloria del cuerpo.
336 CUESTIÓN XIX. — ARTÍCULO III.

4.° L a manifestación de la escelencia mérito no es sino de lo que aún no se


de Cristo no es bien del mismo Cristo, tiene, sería menester que Cristo carecie-
sino de los que le conocen ; por lo que se alguna vez de estas cosas, y el care-
también se promete en premio á los que cer de ellas más disminuye la dignidad
le aman que les será manifestado, según de Cristo que aumenta su mérito. Pero
aquello ( J o a n . 14, 2 1 ) , el que me ama la gloria del cuerpo, ó si bay alguna otra
será amado de mi Padre , yyo le amaré cosa análoga, es menos que la dignidad
y me le manifestaré á mí mismo. L u e g o de merecer, que pertenece á la virtud de
Cristo no mereció la manifestación de su la caridad. A s i pues debe decirse que
escelsitud. Cristo mereció la gloria del cuerpo y lo
Por el contrario, dice el Apóstol que pertenece á su escelencia esterior, como
(Pbilipp. 2 , 8 ) , se hizo obediente hasta la su ascensión, su culto y otras cosas seme-
muerte, por lo cual Dios también lo en- jantes. Resulta pues notoriamente que
salzó. L u e g o obedeciendo mereció su pudo merecer para sí algo ( 2 ) .
exaltación, y por consiguiente mereció A l argumento 1.° diremos, que la frui-
algo para sí. ción, que es acto de caridad, pertenece á
Conclusión. Cristomereció para sí [ 1 ] la gloria del alma, que Cristo no mereció:
la gloria de su cuerpo y su ascensión y y por e s t o , si mereció algo por la cari-
veneración con cuanto conduce á su este- d a d , no se sigue que sea lo mismo el
rior escelencia ; no empero [ 2 ] la gracia mérito y el premio. Mas ni por la caridad
ni la ciencia ni la beatitud de su alma, y mereció, en cuanto era caridad del com-
menos la divinidad: pudo pues [ 3 ] mere- prensor , sino en cuanto era del viador;
cer algo para sí. porque él fue á la vez viador y compren-
Responderemos, que tener algún don sor, según lo demostrado ( C . 1 5 , a. 10).
per se es más noble que tenerlo por otro; A s í pues, como ahora no es viador, no
porque la causa que es per se es mejor se halla en estado de merecer ( 3 ) .
que la que es por otro, como se dice A l 2.° que á Cristo, según que es
( P b y s . 1. 8 , t. 3 9 ) . Mas se dice que al- Dios é Hijo de D i o s , por naturaleza se
guno tiene esto por sí mismo, cuando es le debe la gloria divina y el dominio de
causa de ello de algún modo para sí. L a todas las cosas, como al primero y su-
primera causa de todos nuestros bienes premo Señor. L e es debida asimismo la
por autoridad es Dios ; y por este modo gloria como hombre bienaventurado, y la
ninguna criatura tiene algún bien por sí debió tener respecto de algo sin mérito, y
m i s m a , según aquello ( i Cor. 4 , 7 ) , ¿qué con él en cuanto á a l g o , según resulta
tienes tú, que no hayas recibido ? P u e d e de lo espuesto.
sin embargo ser alguno secundariamente A l 3.° que la gloria del alma redunda
causa para sí de tener algún bien, esto al cuerpo por ordenación divina, según la
e s , en cuanto coopera á ello con el mismo conveniencia de los méritos humanos, es
D i o s ; y en este concepto el que tiene decir, q u e , así como el hombre merece
algo por mérito propio tiénelo de algún por el acto de su alma, que ejerce en el
modo por sí mismo , y así lo que se tiene cuerpo , así también se le remunera por
por mérito es más noble que lo que se la gloria del alma redundante al cuerpo.
posee sin él ( 1 ) . M a s , puesto que toda Por esta razón no solamente la gloria del
perfección y nobleza debe ser atribuida alma sino también la gloria del cuerpo cae
á Cristo, sigúese que tuvo el mismo por bajo el mérito, según aquello (Rom. 8,
mérito lo que los otros tienen por mérito; 1 1 ) , vivificará vuestros cuerpos morta-
á menos que se trate de cosas, cuya ca- les por su Espíritu, que mora en nosotros;
rencia más perjudica á la dignidad y per- y así pudo ser merecida por Cristo.
fección de Cristo que la acrece por el mé- A l 4.° que la manifestación de la esce-
rito. P o r consiguiente no mereció ni la lencia de Cristo pertenece al bien suyo
gracia ni la ciencia ni la beatitud del
según el ser, que tiene en el conocimiento
alma ni la divinidad ; porque, como el
de otros ; aunque pertenezca principal-
(1) Pudiendo obtenerse de uno y otro modo, y no siendo tendiendo ensalzar así más el amor de Cristo á nosotros.
debido por naturaleza, cual sucede en esto. (3) Según la opinión común de los teólogos Cristo no me-
(2) Calvinp censura á los escolásticos por esta doctrina, pre- reció ni la gracia habitual ni la gloria esencial.
C U E S T I Ó N X I X . — A R T Í C U L O S III Y IV. 331

mente m á s al b i e n d e l o s q u e l e c o n o c e n estiende á los demás hombres como de la


según el ser, q u e t i e n e n e n sí m i s m o s ( 1 ) : cabeza á sus miembros.
pero t a m b i é n e s t o m i s m o s e refiere á R e s p o n d e r e m o s q u e , s e g ú n queda di-
Cristo, en c u a n t o s o n m i e m b r o s s u y o s . c h o ( C . 8), en Cristo no solo existió la
g r a c i a c o m o en u n h o m b r e s i n g u l a r , s i n o
como en la cabeza de toda la I g l e s i a , á
ARTÍCULO I V . — c r i s t o n u d o m e r e c e r
la que todos se unen como á la c a b e z a
para otros ? (2)
l o s m i e m b r o s , de l o s q u e se c o n s t i t u y e
místicamente una persona. D e aquí es
1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o p u d o m e r e - que el mérito de Cristo se estiende á
cer para o t r o s : p o r q u e s e d i c e ( E z e c h . otros, en cuanto son sus miembros : c o m o
18, 4), el alma, que peca, esa morirá. también en un solo hombre la acción de
L u e g o por i d e n t i d a d d e r a z ó n e l a l m a la cabeza pertenece de algún modo á to-
que m e r e c e s e r á r e m u n e r a d a . L u e g o n o dos sus m i e m b r o s ; puesto que no siente
es posible q u e C r i s t o m e r e c i e r a p a r a o t r o s . solamente para s í , sino para todos los
2.° T o d o s r e c i b e n d e l a p l e n i t u d d e l a miembros.
gracia de C r i s t o , , c o m o s e d i c e ( J o a n 1); A l a r g u m e n t o 1." d i r e m o s , q u e e l p e -
pero los o t r o s h o m b r e s , q u e t i e n e n l a "cado d e u n a p e r s o n a s i n g u l a r n o d a ñ a
gracia de C r i s t o , n o p u e d e n m e r e c e r p a r a más que á ella m i s m a ; pero el pecado de
los d e m á s , p u e s s e d i c e ( E z e c h . 14, 20) A d á n , que fue constituido por D i o s prin-
qiíe, si Noé y Daniel y Job estuvieren en cipio d e t o d a l a n a t u r a l e z a , s e d e r i v a á
la ciudad, no librarán hijo ni hija; mas otros por l a propagación de la carne ; é
ellos por su justicia salvarán sus almas. i g u a l m e n t e e l m é r i t o d e C r i s t o , q u e fue
L u e g o ni C r i s t o p u d o m e r e c e r a l g o p a r a constituido por D i o s c a b e z a de t o d o s los
nosotros. hombres en cuanto á la gracia, se e s -
3.° L a r e c o m p e n s a , q u e a l g u i e n m e - tiende á todos sus miembros.
rece, es d e b i d a s e g ú n l a j u s t i c i a y n o s e - A l 2.° q u e l o s o t r o s r e c i b e n d e l a p l e -
gún la g r a c i a , c o m o c o n s t a ( R o m . 4). n i t u d d e Cristo, n o l a f u e n t e d e g r a c i a ,
Si pues C r i s t o m e r e c i ó n u e s t r a s a l v a c i ó n , sino cierta gracia particular ; y por tanto
sigúese que n u e s t r a s a l u d n o p r o v i e n e d e n o es m e n e s t e r q u e l o s d e m á s h o m b r e s
la gracia de D i o s , s i n o d e l a j u s t i c i a ; y puedan merecer para otros, como Cristo.
que obra i n j u s t a m e n t e c o n l o s q u e n o A l 3.° "que, a s í c o m o el p e c a d o d e
salva, p u e s t o q u e e l m é r i t o d e C r i s t o s e A d á n no se deriva á otros sino por la g e -
estiende á t o d o s . neración carnal, así el mérito de Cristo
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( R o m . 5, 18), n o se deriva á otros sino por la r e g e n e -
como por el pecado de uno solo cayeron ración espiritual, que se h a c e en el b a u -
todos los hombres en condenación, así t i s m o , por la cual los hombres son incor-
también por la justicia de uno solo irán porados á Cristo, según aquello (Galat.
todos los hombres en justificación de vida, 3 , 2 7 ) , todos los que habéis sido bautiza-
Pero e l d e m é r i t o d e A d á n s e d e r i v a á l a dos en Cristo estáis revestidos de Cristo;
condenación d e l o s o t r o s . L u e g o c o n m a - y , c o m o precisamente por la gracia se
yor razón el m é r i t o d e C r i s t o s e d e r i v a á c o n c e d e a l h o m b r e ser r e g e n e r a d o e n
otros (3). Cristo, sigúese que la salud del hombre
Conclusión. El mérito de Cristo se p r o v i e n e de l a g r a c i a (4).
(1) Y más, si el tal conocimiento es perfecto por la caridad cion en Adán.
aneja. (i) Cristo nos mereció todo cuanto conduce á nuestra salva-
(2) Así consta como de fe por la declaración del Concilio de ción, desde la primera gracia é inicial inspiración al bien hasta
Trcnto (ses. G, cap. 7 y 16 y con. 32). la perseverancia y la vida eterna.
(3) A todos, pues todos incurrieron en la común condena-

SUMA. TEOLÓGICA, — TOMO IV. 22


CUESTIÓN XX.

Cosas que convienen á Cristo, según que estuvo sometido al Padre.

Consideraremos ahora las cosas, que convienen á Cristo por relación al Padre; de las cuales unas
se dicen de él según su relación con el Padre, v. gr., que le estuvo sometido, que oró al mismo, que
le sirvió en el sacerdocio; y otras se dicen ó podrán decirse según la relación del. Padre con el
mismo, v, gr. si el Padre le adoptó, y si le predestinó. Debemos pues considerar: ].° la sumisión de
Cristo á su Padre; 2.° su oración; 3.° su sacerdocio ; 4.° su adopción ; 5." su predestinación.
Acerca de lo 1.° examinaremos dos puntos ; l.° Estuvo sometido Cristo al Padre ? — 2.° Lo estuvo a
sí mismo ?

ARTÍCULO I. — B e b o d e c i r s e q u e C r i s t o todo le estuviere sujeto, entonces aun el


estuvo sometido al Padre ? mismo Hijo estará sometido á aquel, que
sometió á él todas las cosas. Pero, como
1." Parece que no debe decirse que se dice (Hebr. 2 , 8 ) , mas ahora aún no
Cristo estuvo sometido al Padre: porque vemos todas las cosas sometidas á él.
todo lo que está sometido á Dios Padre L u e g o aún no está sometido al Padre,
es criatura ; pues, como se dice (lib. D e quien sometió á él todas las cosas.
ecelesiast. dogmatibus, c. 4 ) , « e n la Por el contrario, dice el Señor (Joan.
» Trinidad nada b a y que sirva ni que 1 4 , 2 8 ) , el Padre es mayor que yo; y
» esté sometido ». Pero no debe decirse San Agustín observa ( D e Trin. 1. 1, c.
en absoluto que Cristo es criatura, se- 7 ) , « no sin razón la Escritura dice am-
gún lo espuesto ( C . 1 6 , a. 8 ) . L u e g o » bas cosas, que el Hijo es igual al Pa-
tampoco debe decirse en absoluto que » dre, y que el Padre es mayor que el
Cristo esté sometido á Dios Padre. » Hijo ; pues aquello se entiende por la
2.° Se dice algo sometido á D i o s , por- » forma de Dios, y esto por la forma de
que está al servicio de su dominio. Pero » siervo, sin confusion alguna ». Pero el
á la humana naturaleza en Cristo no menor está sujeto al mayor. Luego Cris-
puede atribuirse la servidumbre, pues to según la forma de siervo está some-
dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 3 , c. tido al Padre.
21) : « d e b e saberse que ni podemos 11a- Conclusion. Cristo en cuanto hombre
» marla sierva ( 1 ) , esto e s , á la natura- estuvo sometido al Padre en cuanto á la
» leza humana de Cristo, puesto que las bondad, servidumbre y obediencia.
» palabras servidumbre y dominación no R e s p o n d e r e m o s , que á todo el que
» son nombres de la naturaleza y signos tiene alguna naturaleza le convienen las
» del conocimiento, sino de aquellas co- cosas que son propias á aquella natura-
» s a s que relativamente son en cierto leza. M a s la naturaleza humana tiene por
» modo nombres de paternidad y filia- su condición una triple sumisión á Dios:
» cion T>. L u e g o Cristo según la natura- la 1 . según el grado de bondad, esto es,
a

leza humana no está sujeto á D i o s según que la naturaleza divina es la


Padre. esencia misma de la bondad, como cons-
3.° D í c e s e ( i Cor. 15, 2 8 ) , y cuando ta por San Dionisio ( D e div. nom. c. 1,
lect. 3); mientras que la naturaleza crea-
(1) En el testo de San Juan Damasceno se lee sermm ipsum da tiene cierta participación de la divina
(Cristo) en vez de servam ipsam, que ponen casi todas las edi-
ciones y manuscritos. bondad, como sometida á los rayos de
CUESTIÓN XX.—ARTÍCULO I. 339

aquella bondad ; 2. la humana natura-


a
la humana naturaleza, y a sea que se de-
leza está sometida á Dios en cuanto á la termine este sentido ó n o , según lo dicho
•potestad de Dios, es decir, según que la ( C . 16, a. 8 ) ; así también no debe en-
naturaleza humana, como cualquiera otra tenderse en absoluto que Cristo esté so-
criatura, está sometida á la operación de metido al P a d r e , sino solamente según
la divina disposición ; 3 . especialmente
a
la naturaleza humana, aunque no se haga
la naturaleza humana está sometida á esta determinación: lo cual empero es
Dios en cuanto á su propio acto, esto es, más conveniente consignar, para evitar el
en cuanto por propia voluntad obedece á error de Arrio, que supuso al Hijo me-
sus mandatos. Cristo pues confiesa de sí nor que el Padre (1).
mismo esta triple sumisión al Padre : la A l 2.° que la relación de la servidum-
l. (Matth. 19, 17), ¿porqué me pregun-
a
bre y del dominio se funda sobre la a c -
tas del bueno? solo es bueno Dios. San ción y la pasión, esto e s , en cuanto es
Jerónimo observa sobre esto que « el propio del siervo moverse según el impe-
» que había llamado al maestro bueno y rio del señor : mas el obrar no se atribu-
» no lo había confesado Dios ó Hijo de ye á la naturaleza como al agente, sino
» Dios, dice que el hombre aunque santo á la persona ; pues los actos pertenecen
» no es bueno en comparación á Dios í> ; á los supuestos y á los individuos ( M e t .
en lo cual dio á entender que él mismo 1. 1, c. 1). Sin embargo la acción se atri-
según la naturaleza humana no llegaba buye á la naturaleza como al principio,
al grado de la bondad divina. Y , puesto por el cual obra la persona ó hipóstasi;
que, según dice San Agustín ( D e Trin. y por esto, aunque no se diga con pro-
1. 6, c. 8), « e n las cosas, que no son piedad que la naturaleza sea señora ó
» grandes en m o l e , lo mismo es ser ma- sierva, puede no obstante decirse propia-
lí yor que mejor » , por esta razón el P a - mente que toda hipóstasi ó persona es
dre se dice mayor que Cristo según la señora ó sierva según esta ó aquella na-
humana naturaleza. L a 2. sumisión se turaleza (2). E n este sentido nada im-
a

atribuye asimismo á Cristo, en cuanto pide decir que Cristo está sometido al
todas las cosas, que han sido hechas P a d r e , ó que es su siervo según la na-
acerca de la humanidad de Cristo, se turaleza humana.
creeu realizadas por divina disposición; A l 3.° q u e , como dice San Agustín
por lo cual dice San Dionisio (Ccelest. ( D e Trin. 1. 1, c. 8 ) , « Cristo entregará
liierarch. c. 4) que Cristo se somete á las » el reino á Dios y al P a d r e , cuando á
órdenes de Dios Padre : y esta es la su- » los j u s t o s , e n quienes ahora reina por
misión de servidumbre, según que toda » la f e , los lleve á la especie », es decir,
criatura sirve á D i o s , sometiéndose á sus á ver la esencia misma, común al Padre
órdenes, conforme á lo que se dice ( S a p . y al H i j o , y entonces estará totalmente
16,24), la criatura sirviéndote á tí su sometido al Padre no solamente en sí
Hacedor; y según esto también el Hijo de sino también en sus miembros por la plena
Dios (Philipp. 11, 10), se dice haber t o - participación de la divina bondad. Enton-
mado la forma de siervo. L a 3 . sumisión a
ces también todas las cosas le estarán
también la atribuye á sí mismo, diciendo plenamente sometidas por el cumpli-
(Joan. 8, 29), yo hago siempre lo que á miento final de su voluntad sobre ellas;
el agrada; y esta es la sumisión de su aunque también le están ahora sometidas
obediencia al Padre hasta la muerte: por todas en cuanto á la potestad, según
lo cual se dice (Philipp. 2 , 8) que se aquello (Matth. ult. 20), me ha sido dada
hizo obediente al Padre hasta la muerte. toda potestad en el cielo y en la tierra.
Al argumento 1.° diremos q u e , así
como no debe entenderse en absoluto que
Cristo sea criatura, sino solamente según

(1) Ko solamente según la humanidad , sino también en el » lo engendró siervo ó adoptivo, sino negar que lo engendró
concepto de Verbo ó de Hijo, negando que era verdadero » Dios?» corroborando así el sentido testual de San Juan Da-
Dios. masceno de que « no es siervo como hombre distinto en su-
(2) El concilio de Francfort consigna contra Félix y Eli- » puesto del Verbo de Dios », cual pretendía Kestorio , que
pando lo siguiente : « ¿qué otra cosa es decir que la Virgen suponía en Cristo u n a persona de señor y otra de siervo.
340 CUESTIÓN XX.—ARTÍCULO II.

ARTÍCULO II. — C r i s t o esta sometido á es siervo de Dios P a d r e , según aquello


s i m i s m o ? (1) ( J o a n . 20, 1 7 ) , subo á mi Padre y vues-
tro Padre, á mi Dios y vuestro Dios.
1.° Parece que Cristo no está someti- Pero cualquiera que es siervo del Padre
do á sí mismo: porque dice San Cirilo lo es del H i j o ; de lo contrario no todas
en la epístola sinódica, esto e s , la que las cosas que son del Padre serían del
recibió el Concilio de Efeso (gen. 3.° p. 1, Hijo. L u e g o Cristo es siervo de sí mis-
c. 26 ) , « ni el mismo Cristo es siervo ni mo y sometido á sí.
» señor de s í ; porque es fatuo y mejor Conclusión. Decir que Cristo [1] (en
» dicbo impío sentir ó decir esto ». Y esto su divina persona) está sometido á, sí
también lo afirma el Damasceno (Ortb. mismo es una impiedad; puede empero
fid. 1. 4 , c. 21) diciendo, « u n solo ente decirse [2] que lo está en su naturaleza
» Cristo no puede ser siervo y señor de humana.
» sí mismo ». P e r o en tanto se dice Cristo R e s p o n d e r e m o s , que según lo dicho
siervo del P a d r e , en cuanto le está some- (a. 1, al 2.°) ser señor y siervo se atri-
tido. L u e g o Cristo no es subdito de sí buye á la persona ó hipóstasi según algu-
mismo. na naturaleza. A s í q u e , cuando se dice
2.° E l siervo se refiere al Señor. P e r o ser Cristo señor ó siervo de sí mismo ó
no h a y relación de un individuo consigo que el Verbo de Dios es Señor del hom-
mismo ; por lo cual dice San Hilario ( D e bre Cristo, esto puede entenderse de dos
Trin. 1. 3) que nada h a y semejante ó modos : 1.° entendiéndose ser esto dicho
igual á sí mismo. L u e g o no puede decir- por razón de otra hipóstasi ó persona, co-
se que Cristo es siervo de sí mismo, y mo si la persona del Verbo de Dios que
por consiguiente ni que está sujeto á sí domina fuese u n a , y otra la del hombre
mismo. que sirve, l o cual coincide con la herejía
3.° A s í como el alma racional y « l a de Nestorio; por cuya razón se dice en
» carne es un solo hombre, así Dios y el la condenación de este hereje en el Síno-
» hombre es un solo Cristo » , como dice do de Efeso (p. 3 , c. 1, anathem. 6 ) : «si
San Atanasio ( Symb. fid.). P e r o el » alguno dice que Dios ó el Señor es el
hombre no se dice sometido á sí mismo ó » Verbo de Cristo procedente de Dios
siervo de sí mismo ó mayor á sí mismo, » P a d r e , y no confiesa más bien que es
por cuanto su cuerpo está sujeto á su » él mismo á la vez Dios y hombre, como
alma. L u e g o ni Cristo se dice sometido á » siendo el Verbo hecho carne, según las
sí mismo, porque su humanidad está so- » Escrituras; sea anatema». San Cirilo
metida á su divinidad. y San Juan Damasceno (ibid. arg. l.°)
l.° Por el contrario, dice San A g u s - niegan de este modo, y en el mismo sen-
tín ( D e Trin. .1. 1, c. 7 ) : « l a verdad tido debe negarse ser Cristo menor á sí
»muestra según este modo», esto e s , por mismo, y ser subdito de si.2° Puede en-
el cual el Padre es mayor que Cristo tenderse según la diversidad de natura-
según la humana naturaleza, « también lezas en una sola persona ó hipóstasi; y
» al Hijo menor que sí mismo». así podemos decir según una de ellas, en
2° Según la argumentación del mis- que conviene con el Padre, que manda y
mo la forma del siervo ha sido aceptada domina simultáneamente con él; mas se-
por el Hijo de D i o s , de tal modo que no gún la. otra naturaleza, en la que convie-
se perdiese la forma de Dios. P e r o según ne con nosotros, que obedece y sirve; y
la forma de D i o s , que es común al Padre en este sentido S a n Agustín (ibid) dice
y al H i j o , el Padre es mayor que el Hijo « ser menor el Hijo á sí mismo ». Debe
según la humana naturaleza. L u e g o tam- saberse no obstante q u e , como este nom-
bién el Hijo es mayor que sí mismo según bre Cristo es nombre de persona, lo mis-
la humana naturaleza. mo que este nombre Hijo; pueden decirse
3.° Cristo según la humana naturaleza per se y absolutamente de Cristo aquellas
cosas, que le convienen por razón de su
persona, que es eterna ; y sobre todo es-
(i) Tal era la doctrina de Nestorio fundada en la dualidad tas relaciones, que parecen pertenecer
de personas, de las que la divina era Señora y la humana
sierva; y fue anatematizado por San Cirilo.
más propiamente á la persona ó hipos-
CUESTIÓN XX ARTÍCULO ÍI. 341

tasi. Pero las que le convienen según la señor y siervo de sí mismo según diver-
humana naturaleza deben atribuírsele más sos conceptos.
bien con determinación, esto es, de modo Al 3.° que á causa de las diversas par-
que digamos que Cristo es absolutamente tes del hombre, de las que una es supe-
máximo y Señor y presidente; mas el rior y otra inferior, dice también el Fi-
que esté sometido ó sea siervo ó menor lósofo (Ethic. 1. 5, c. ult.°) que hay jus-
debe atribuírsele con determinación, es ticia del hombre á sí mismo, en cuanto
decir, según la humana naturaleza (1). lo irascible y lo concupiscible obedece á
Al argumento 1.° diremos, que San la razón. Por lo tanto, según este modo
Cirilo y el Damasceno niegan ser Cristo puede también decirse un hombre sujeto
Señor de sí mismo, según que por esto y servidor de sí mismo según sus diver-
se importa la pluralidad de supuestos, sas partes.
que es requerida para que alguien sea en La contestación á los demás argu-
absoluto señor de alguno. mentos es evidente después de lo dicho ;
Al 2.° que en absoluto es preciso que porque San Agustín afirma ser el Hijo
el señor sea uno y otro el siervo; puede menor que sí mismo ó sometido á sí se-
sin embargo guardarse alguna razón de gún la naturaleza humana, no según la
señor y de siervo, según que lo mismo.es diversidad de los supuestos.

CUESTIÓN XXI.
Oración de Cristo.

V Conviene á Cristo el orar? —2.° Le conviene según su sensualidad? — 3.° Le conviene orar por sí
mismo, ó únicamente por otros? — 4.° Fueron oidas todas sus oraciones?

AETÍCTJLO I. — Compete & Cristo el que sabe no sucederá de modo alguno.


orar? (2). Pero Cristo sabía lo que debía suceder
respecto de todas las cosas. Luego no le
l.° Parece que no compete á Cristo convenía pedir algo orando.
orar: porque, como dice el Damasceno 3.° Dice el Damasceno (1. 3, ibid.) que
(Ort. fid. 1. 3 , c. 24), « la oración es la «la oración es la elevación del entendi-
» petición á Dios de cosas convenientes»; » miento á Dios » (3); mas el entendi-
y, como Cristo podía hacer todas las co- miento de Cristo no necesitaba elevarse
sas, no parece conveniente que pidiera á Dios, porque siempre estaba unido á
algo á alguno. Luego parece que no con- Dios, no solo según la unión de la hipós-
viene á Cristo el orar. tasi, sino también según la fruición de la
.2.° No es conveniente pedir orando beatitud. Luego no convenía á Cristo orar.
aquello que alguno sabe de cierto que Por el contrario, dícese (Luc. 6, 12),
sucederá, como no pedimos que el sol aconteció en aquellos dias que salió al
salga mañana ; ni tampoco es conve- monte á hacer oración, y pasó toda la
niente que alguno pida en la oración lo noche orando.

(1) A no ser tales (advierte Billnart) que no haya lngar á » bían condenarse las vigilias de los Santos ».
ambigüedad, como diciendo que padeció y murió, etc. (3) San Agustín la define (De serm. Dom. in monte, 1.2, c. 1):
(2) Los herejes llamados níctagos tenían por supersticioso o conversión del corazón á Dios », y también (serm. 230 De tan-
y contrario á la ley divina el orar por la noche y de madruga- pare) « ascensión de lo terrestre á lo celeste ».
da, tiempo destinado al descanso; y Vigilando decía que nde-
342 CUESTIÓN X X I . — ARTÍCULOS I Y II.

Conclusión. Compete á Cristo orar B modo pecador al P a d r e , para que se


según su naturaleza humana. B recordase que era él nuestro Doctor».
Responderemos, que según lo dicho A l 2.° que entre las demás cosas, que
en la 2. Parte (2. -2* C. 8 3 , a. 1 y 2)
a a
Cristo supo como futuras, sabía que mu-
la oración es cierta esplicacion de la pro- chas debían ser hechas en virtud de su
pia voluntad ante Dios, para que la cum- oración (2) ; y estas no las pidió á Dios
pla. Si pues en Cristo hubiese una volun- inconvenientemente.
tad solamente, esto es, la divina ; de nin- A l 3.° que la ascensión no es otra cosa
gún modo le competería orar, porque la que el movimiento en dirección á lo alto.
voluntad divina es por sí misma causa Mas el movimiento, como consta ( D e an.
eficiente de lo que ella quiere, según 1. 3, t. 28), se entiende de dos modos : 1.°
aquello ( P s . 134, 6), todas las cosas que propiamente, según que importa el trán-
el Señor quiso las hizo.Ver o, como en Cris- sito de la potencia al acto, según que es
to una es la voluntad divina y otra la hu- acto de lo imperfecto ; y así ascender le
mana, y esta no es por sí misma eficaz compete, porque está en potencia para
para cumplir lo que quiere, sino por la subir, y no en acto. D e este modo, según
virtud divina; de ahí es que á Cristo dice el Damasceno (lib. 3 , ibid.) « el en-
como hombre y teniendo una voluntad B tendimiento humano de Cristo no nece-
humana le compete orar (1). B sita elevarse á D i o s , pues siempre está
A l argumento 1.° diremos, que Cristo B unido á é l , y a según su ser personal,
podía hacer todas las cosas que quería B ya según la contemplación bienaveu-
como D i o s ; mas no como hombre, por- » turada B. 2.° S e llama movimiento lo
que como hombre no tuvo omnipotencia, que es acto de una cosa perfecta, es de-
según lo demostrado ( C . 13, a. 1). Sin cir, existente en a c t o , como el entender
embargo, siendo á la vez Dios y hombre, y el sentir se dicen ciertos movimientos;
quiso dirigir á su Padre la oración, no y en este sentido el entendimiento de
como si él mismo fuera impotente, sino Cristo siempre se eleva á D i o s , puesto
para nuestra enseñanza : 1.° para mos- que siempre le contempla como existente
trar que procede del P a d r e , por lo cual sobre él (3).
dice él mismo (Joan. 11,42), por el pue-
blo, que está al rededor, lo dije (las pala- A R T Í C U L O I I . — c o n v i e n e Ú c r i s t o orar
bras de la oración), para que crean que s e g ú n s u s e n s u a l i d a d V (4)
tú me has enviado; por lo cual dice San
Hilario ( D e Trin. 1. 10) : « no tuvo ne- 1.° Parece que conviene á Cristo orar
» cesidad de preces, oró por nosotros, según su sensualidad : porque se dice en
»para que no ignorásemos que era el persona de Cristo ( P s . 83,3), mi corazón
» Hijo de Dios » ; 2.° para darnos ejem- y mi carne se regocijaron en el Dios vivo;
plo de oración, y así San Ambrosio dice y se da el nombre de sensualidad al ape-
(sup. L u c . c. 6, sup. illud erat per- tito de la carne. L u e g o el apetito sen-
noctans , etc.) : « no prestes oidos mali- sitivo (sensualitas) de Cristo pudo ele-
» ciosos, como pensando que el Hijo de varse á Dios vivo regocijándose, y del
B Dios rogará cuál si fuera débil para propio modo orando.
» implorar lo que no puede cumplir ; 2.° Orar parece pertenecer á aquel,
s p u e s el autor de la potestad, el maes- que desea conseguir lo que pide; y Cristo
B tro de la obediencia nos enseña con su pidió a l g o , que deseó su sensualidad,
» ejemplo á practicar estos preceptos de cuando dijo, pase de mí este cáliz, como
» virtud B . P o r lo cual dice también San se dice (Matth. 26, 39). L u e g o la sen-
A g u s t í n (sup. Joan, tract. 104) : « e l S e - sualidad de Cristo oró.
B ñor podía bajo la forma de siervo orar 3.° Mayor cosa es estar unido á Dios
B en silencio, si hubiera tenido necesidad en persona que elevarse á Dios por me-
» de e l l o ; pero quiso mostrarse de este dio de la oración. Pero el apetito sensi-
(1) Véase en la 2."-2.« la C 83, a. 11. tumbra á orar diciendo Chrisle, ora pro nobls sino miserere itobi*
f

(2) Que por lo mismo no era necesaria sino en el supuesto ó exaudí nos ; para evitar los errores de los nestorianos y w-
de haber sido determinado por el Padre que no obtuviese rianos, que reputaban á Cristo puro hombre.
ciertas cosas de otro modo que mediante la oración. (4) La parte inferior del alma, ó sea, el apetito sensitivo
(3) Por esto la Igicsia en sus oraciones públicas nunca acos-
CUESTIÓN XXI. — ARTÍCULOS II Y I I I . 343

ble fue tomado por Dios en la unidad » hombre manifiesta una voluntad pri-
de persona, como también toda otra par- » vada de hombre, cuando dice, pase de
te de la naturaleza humana. L u e g o mu- » mí este cáliz; pues esta era la voluntad
cho más pudo ascender á D i o s orando. » humana queriendo algo propio y como
por el contrario, dícese (Philipp. 2) » privado. P e r o , como quiere que sea el
que el Hijo de D i o s según la natura- » nombre de recto corazón y que se di-
leza que tomó se hizo á semejanza de » rija á Dios, añade, sin embargo no como
hombres. Pero los otros hombres no oran yo quiero, sino como tú; como si dijera,
según la sensualidad. L u e g o tampoco » mírate en m í , puesto que puedes que-
Cristo. » rer algo propio, aunque Dios quiera otra
Conclusión. Cristo no oró según su » cosa» .
sensualidad [ 1 ] como siendo su oración A l argumento 1.° diremos, que la carne
acto de ella; y sí [2] en cuanto su ora- se regocija en Dios vivo, no por el acto
ción espresaba el afecto de su sensuali- de la carne que se eleva á D i o s , sino
dad, como abogando por ella. por la redundancia del corazón en la car-
Responderemos, que orar según la ne, según que el apetito sensitivo sigue
sensualidad puede entenderse de dos mo- el movimiento del apetito racional.
dos : 1.° siendo la oración misma acto de A l 2.° q u e , aunque el apetito sensitivo
la sensualidad; y en este sentido Cristo quiso lo que la razón pedía, sin embargo
no oró según ella, porque esta fue en pedir esto orando no era de la sensibili-
él de la misma naturaleza y especie que dad sino de lá razón, como se ha dicho.
en nosotros (1), y este apetito no puede A l 3.° que la unión en la persona es
orar en nosotros por dos razones: 1. por- a
según el ser personal, lo cual pertenece
que el movimiento de la sensualidad no á cualquiera parte de la humana natura-
puede pasar de las cosas sensibles, y por leza ; pero la elevación de la oración tie-
tanto no puede elevarse á Dios, lo cual ne lugar por el acto que no conviene sino
se requiere para la oración; 2. porque a
á la razón, como se ha dicho. L u e g o no
la oración importa cierta ordenación, hay paridad.
esto e s , según que uno desea algo como
debiendo ser cumplido por Dios, y esto es ARTÍCULO I I I . -•— F u e c o n v e n i e n t e q u e
propio de sola la razón. D e consiguiente Cristo o r a s e por'sí ?
la oración es acto de la razón, como se
ha demostrado en la 2. Parte (2. -2. ,
a a £e

l.° Parece que no fue conveniente á


C. 83, a. 1 ) . 2.° Puede decirse que al- Cristo orar por sí : porque dice San H i -
guno ora según el apetito sensitivo esto lario ( D e Trin. 1. 1 0 , ) , « como no le
es, porque en la oración que hace á Dios « aprovechase la palabra de su depreca-
le espone lo que esperimenta en esta » cion, hablaba empero en provecho de
parte del alma ; y Cristo oró de esta » nuestra fe ». A s í pues parece que Cris-
suerte según la sensualidad, en el senti- to no rogó por s í , sino por nosotros (2).
do de que su oración espresaba las afec- 2.° Nadie ora sino por lo que quiere ;
ciones de esta parte de su alma, como porque, como se ha dicho (a. 1), la oración
abogada de la sensualidad: y lo hizo es cierta esplicacion de la voluntad, que
para nuestra enseñanza y para mostrar- debe cumplirse por Dios. Pero Cristo
nos 1.° que había tomado verdaderamen- quería sufrir lo que sufría, pues dice
te la _ naturaleza humana con todas sus San Agustín (cont. Faust. 1. 26) ; « or-
afecciones naturales ; 2.° para indicar » dinariamente el hombre se enoja, aun-
que es permitido al hombre según su » que no quiera, se contrista, duerme,
afección natural querer algo, que Dios no » come y bebe, aunque no quiera; mas
quiere; 3.° para demostrar que el hom- aquel, es decir, Cristo hizo todo porque
bre debe someter á la voluntad divina su quiso. L u e g o no le competía orar en fa*
propio afecto. A s í dice San Agustín vor de sí mismo.
(Ps. 32, conc. 1) : « obrando Cristo como 3.° Dice San Cipriano ( l i b . D e orat.

(1) Pues su corrupción, por la que tiene ese nombre vulgar (2) En nuestro provecho y para nuestro ejemplo, según
T de la que Cristo no participó de modo alguno, es en tal con- hace observar San Ambrosio (i» Lite. 6).
cepto estraña á dicha especie ó naturaleza.
344 CUESTIÓN X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV.

domin.) : « el doctor de la paz y maestro por lo cual dice espresamente sibi non
»de la unidad no quiso orar oculta y proficiebat deprecationis sermo: porque,
» privadamente ; para que alguno, cuan- como se dice (Ps. 9), el Señor oyó el de-
)) do ruega, ruegue por sí únicamente ». seo de los pobres, con mucha más razón
Pero Cristo cumplió lo que enseñó, se- sola la voluntad de Cristo tiene fuerza
gún aquello (Act. 1, 1 ) , comenzó Jesús de oración ante el Padre; por lo cual él
á hacer y enseñar. Luego Cristo jamas mismo decía (Joan. 1 1 , 4 2 ) , yo bien sa-
oró por sí solo. bía que siempre me oyes ; mas por el
Por el contrario, el mismo Señor dice pueblo que está alrededor lo dije, para
orando (Joan. 1 7 , 1) : glorifica á tu que crean que tú me has enviado.
Hijo. Al 2.° que Cristo quería sufrir lo que
Conclusión. Cristo oró por sí mismo, sufría en aquel tiempo. Pero quería no
aun espresando el afecto de su voluntad obstante conseguir después de su Pasión
deliberada ademas del sensitivo, para la gloria del cuerpo, que aún no tenía,
darnos ejemplo de orar y mostrar á su cuya gloria la esperaba del Padre como
Padre autor de todo bien. de su autor ; y por esto la pedía al mis-
Responderemos, que Cristo oró por sí mo convenientemente.
de dos modos : 1.° espresando el afecto de Al 3.° que la gloria misma, que Cristo
la sensualidad, como se ha dicho (a. 2), orando pedía, pertenecía á la salud de
ó también el de la simple voluntad, que otros, según aquello (Rom. 4 , 2 5 ) , re-
se considera como naturaleza; como sucitó para nuestra justificación ; y por
cuando rogó que pasase de sí el cáliz de tanto aun aquella oración, que hacía
la Pasión ; 2.° espresando el afecto de la por sí, era en cierto modo en favor de
voluntad deliberada, que se considera otros: como igualmente todo hombre,
como razón, v. gr. cuando pidió la glo- que pide á Dios algún bien, para servir-
ria de la resurrección, y esto razonable- se de él en utilidad de otros, no ora para
mente ; porque, según se ha dicho (a. 1), sí solo, sino también para otros.
Cristo quiso hacer oración al Padre,
para darnos ejemplo de oración y mani- A R T Í C U L O I V . — i a o r a c i ó n d e cristo
festar ser su Padre el autor, de quien f u e s i e m p r e e s c u c h a d a ?
procedió eternamente según la divina
naturaleza, y que según la humana tiene l.° Parece que la oración de Cristo no
de él cuanto tiene de bien. Mas, así como fue siempre escuchada: porque pidió que
tenía en la naturaleza humana algunos el cáliz de su Pasión fuese separado de
bienes ya recibidos del Padre, así tam- él, como consta (Matth. 2 6 ) ; y sin em-
bién esperaba de él otros aún no habidos, bargo no lo fue. Luego parece que no
sino que debía percibir. Así pues como toda oración suya fue escuchada.
daba gracias al Padre por los bienes ya 2.° El mismo oró para que se perdo-
percibidos en la humana naturaleza, re- nase el pecado á sus crucificadores (Luc.
conociéndole autor de ellas, según consta 2 2 ) ; mas aquel pecado no fue perdonado
(Matth. 2 6 , y Joan. 11) ; así también, á todos, porque los judíos fueron casti-
para reconocer al Padre como autor, gados por aquel pecado. Luego parece
orando le pedía las cosas, que le falta- que no toda oración suya fue oida.
ban según la naturaleza humana, v. gr. 3.° El Señor oró por los que habían
la gloria del cuerpo y otras cosas seme- de creer en él por la palabra de los após-
jantes. Y en esto nos dio también ejem- toles, para que todos fuesen en él (l)
plo, para que demos gracias por los do- uno, y para que llegasen á estar con él.
nes que hemos recibido, y pidamos orando Pero no todos llegan á esto. Luego no
los que aún no tenemos. toda oración suya fue escuchada.
Al argumento 1.° diremos, que San 4.° Dícese en la persona de Cristo (Ps.
Hilario habla en cuanto á la oración vo- 2 1 , 3 ) , clamaré durante el dia, y no me
cal, que no le era necesaria por causa de oirás. Luego no toda oración de Cristo
sí mismo, sino solamente por la nuestra; fue escuchada.
Por el contrario, dice el Apóstol
(1) Y en el Padre \Joann. 17 , 20). (Hebr. 5 , 7 ) , ofreciendo con gran cía-
CUESTIÓN XXI. — ARTÍCULO IV. 345

mor y con lágrimas, fue oido por su re- » estos sin desesperación, sin sentido d e
verencia ( 1 ) . » dolor, sin miedo á l a m u e r t e ». O b i e n ,
C o n c l u s i ó n . Toda oración de Cristo s e g ú n S a n J e r ó n i m o ( s u p . h u n c loe.) dice
fue siempre atendida, como realizada e s p r e s a m e n t e este cáliz, « e s t o e s , el
siempre su voluntad aun humana, siem- » p u e b l o d e los j u d í o s , q u e , si m e d i e -
pre conforme con la divina. » r e n m u e r t e , n o puede escusarles s u
R e s p o n d e r e m o s , q u e según lo dicho » ignorancia, pues tienen leyes y profe-
(a. 3 , a l 2.°) l a o r a c i ó n e s e n c i e r t a m a - » t a s q u e m e anuncian todos los dias» (3).
nera i n t e r p r e t a t i v a d e l a v o l u n t a d h u - O bien según S a n Dionisio d e Alejandría
maua. L a p l e g a r i a p u e s d e l q u e r u e g a ( C a t . grase.) l o q u e d i c e , alejad de mí
es e s c u c h a d a , c u a n d o s e c u m p l e s u v o - este cáliz, esto n o significa, n o m e acon-
luntad. M a s l a v o l u n t a d e n a b s o l u t o (2) t e z c a á m í esto ; p o r q u e , si n o a c o n t e -
del h o m b r e e s l a v o l u n t a d d e r a z ó n ; p u e s ciera, n o podría ser alejado : pero, así
queremos a b s o l u t a m e n t e a q u e l l o , q u e c o m o lo q u e p a s ó ni e s t á i n t a c t o n i p e r m a -
queremos s e g ú n l a r a z ó n d e l i b e r a d a : y n e n t e , a s í el S a l v a d o r pide q u e l a t e n t a -
lo q u e q u e r e m o s s e g ú n e l m o v i m i e n t o d e ción, q u e l e a t a c a l i j e r a m e n t e , s e a disi-
la s e n s u a l i d a d ó t a m b i é n s e g ú n e l m o v i - p a d a . S a n A m b r o s i o ( s u p . illud L u c .
miento d e l a s i m p l e v o l u n t a d , q u e s e c o n - 2 2 , Pater, si vis, e t c . ) , y O r í g e n e s
sidera c o m o n a t u r a l e z a , n o l o q u e r e m o s ( T r a c t . 35 i n M a t t h . ) y e l C r i s ó s t o m o
en a b s o l u t o , sino secundum quid, e s t o ( H o m . 8 4 in M a t t h . ) dicen q u e Cristo
es, si n a d a s e o p o n e p o r p a r t e d e l a r a - hizo esta petición, como recusando l a
zón d e l i b e r a d a . P o r l o c u a l t a l v o l u n t a d muerte por su voluntad natural. P o r con-
más bien d e b e d e c i r s e v e l e i d a d q u e v o - s i g u i e n t e , si se e n t i e n d e q u e pidió p o r
luntad a b s o l u t a , e s t o e s , p o r q u e e l h o m - esto q u e otros m á r t i r e s fuesen h e c h o s
bre q u e r í a e s t o , si o t r a c o s a n o s e o p u - imitadores de s u Pasión según S a n H i -
siera. M a s s e g ú n l a v o l u n t a d d e l a r a z ó n lario ( i b i d . ) , ó si pidió q u e n o le per-
Cristo n i n g u n a o t r a c o s a q u i s o , s i n o l o turbase el temor de beber el cáliz, ó que
que supo q u e D i o s q u e r í a ; y p o r e s t o no le retuviera el temor de l a m u e r t e ; lo
toda voluntad de Cristo absolutamente, q u e p i d i ó t o d o s e h a c u m p l i d o : m a s , s i
aun la humana, fue cumplida, porque s e e n t i e n d e q u e p i d i ó , b e b e r e l c á l i z d e l a
fue conforme con la de Dios ; y por con- m u e r t e ó l a P a s i ó n ó n o b e b e r l o d e m a n o
siguiente todas sus oraciones fueron es- d e l o s j u d í o s , l o q u e p i d i ó n o s e r e a l i z ó ;
cuchadas : p o r q u e l a s o r a c i o n e s d e l o s p u e s t o q u e l a r a z ó n , q u e p r o p u s o e s t a p e -
otros s o n c u m p l i d a s , s e g ú n q u e s u s v o - t i c i ó n , n o q u e r í a q u e e s t o s e c u m p l i e r a ;
luntades s o n c o n f o r m e s á l a d e D i o s , sino q u e p a r a nuestra enseñanza quería
como s e dice ( R o m . 8 , 2 7 ) , el que escu- m a n i f e s t a r n o s s u v o l u n t a d n a t u r a l y e l
driña los corazones sabe, e s t o e s , a p r u e b a m o v i m i e n t o d e l a s e n s u a l i d a d , q u e e s p e -
lo que desea el espíritu, e s t o e s , lo q u e r i m e n t a b a c o m o h o m b r e .
hace d e s e a r á l o s S a n t o s , puesto que A l 2.° q u e e l S e ñ o r n o o r ó p o r t o d o s
pide por los Santos según Dios, e s d e - s u s c r u c i f i c a d o r e s , n i p o r t o d o s l o s . q u e
cir, e n c o n f o r m i d a d á l a d i v i n a v o l u n t a d . h a b í a n d e c r e e r e n é l ; s i n o s o l a m e n t e p o r
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l l a los q u e eran predestinados p a r a q u e p o r
petición d e l a t r a s l a c i ó n d e l c á l i z s e e s - él c o n s i g u i e r a n l a vida e t e r n a .
pone d e v a r i o s m o d o s p o r l o s S a n t o s : Con lo dicho es evidente asimismo l a
pues S a n H i l a r i o ( s u p . M a t t h . c . 3 1 ) r e s p u e s t a a l 3.°
dice, « a l p e d i r q u e p a s e d e é l , n o p i d e A l 4.° q u e , c u a n d o d i c e , clamaré y no
» que á él s e l e e x i m a , sino q u e p a s e á me oirás, d e b e e n t e n d e r s e e n c u a n t o a l
» otro a l a l e j a r s e d e é l ; p o r l o c u a l r u e g a afecto de l a sensualidad, q u e rehuía l a
» por los q u e h a b í a n d e s u f r i r d e s p u é s d e m u e r t e ; m a s es oido e n c u a n t o a l afecto
» él,de m o d o q u e s e a e l s e n t i d o , c o m o y o de l a razón según lo dicho.
»bebo este cáliz d e P a s i ó n , b é b a n l o a s í
(1) Activares decir, de él á su Padre ; no pasiva por razón y sin ordenar al ñn l o que quiere, según lo espuesto en la
oe su propia dignidad, si bien San Bernardo lo interpreta así C. 18, a. 6 : observación que aleja toda contradicción.
a veces. (3) Interpretaciones ambas demasiado violentas é inverosí-
(2) Que decidida y resueltamente quiere a l g o ; no en el sen- miles al parecer ; por cuya razón es más comunmente aceptada
l
«o de simple voluntad natural precedente á la deliberación la siguiente.
CUESTIÓN XXII.

Sacerdocio de Cristo.

Vamos á tratar ahora del sacerdocio de Cristo , sobre lo cual se ofrecen seis artículos: 1.° Convie-
ne á Cristo ser sacerdote ? — 2.» Hostia de su sacerdocio. — 3.° Su efecto. - 4." El efecto de su sacerdo-
cio pertenece á él mismo, ó solamente á otros ? - 5.° Eternidad de su sacerdocio. - 6. Debe ser lla- #

mado sacerdote según el orden de Melquisedech?

ARTÍCULO I . — C o n v i e n e a Cristo s e r mi ley en los corazones de ellos (2). Luego


s a c e r d o t e ? (1) no conviene á Cristo ser sacerdote.
Por el contrario, dícese (Hebr. 4,14),
1.° Parece que no conviene á Cristo tenemos un (3) Pontífice, que penetró en
ser sacerdote: porque el sacerdote es me- los cielos, Jesús el Hijo de Dios.
nor qua un á n g e l , por lo cual se dice Conclusión. Compete eminentemente á
(Zach. 3 , 1 ) , me mostró Dios al gran sa- Cristo ser sacerdote.
cerdote, que estaba en pie delante del án- Responderemos, que el oficio propio
gel del Señor. P e r o Cristo es mayor que del sacerdocio es ser mediador entre Dios
los ángeles, según aquello (Hebr. 1 , 4 ) , y el pueblo, esto e s , según que trans-
hecho tanto más escelente que los ángeles, mite al pueblo las cosas divinas; d e don-
cuanto heredó más escelente nombre que de le viene el nombre de sacerdote, que
ellos. L u e g o no conviene á Cristo ser sa- quiere decir en cierto modo (sacra dans)
cerdote. que da las cosas sagradas, según aquello
2.° L a s cosas que existieron en el an- (Malach. 2 , 7 ) , la ley buscarán de su
tiguo Testamento fueron figuras de Cris- boca, esto e s , del sacerdote; y ademas eu
t o , según aquello (Coloss. 2 , 1 7 ) , que cuanto ofrece á Dios las oraciones del
son sombra de las cosas venideras; mas el pueblo y satisface á Dios en cierta ma-
cuerpo es de Ciisto. P e r o Cristo no trajo nera por sus pecados , por lo que dice el
su origen carnal de los sacerdotes de la Apóstol (Hebr. 5, 1) : todo Pontífice to-
antigua l e y ; porque dice el Apóstol mado de entre los hombres es puesto á fa-
( H e b r . 7 , 1 4 ) , manifiesta cosa es que del vor de los hombres en aquellas cosas que
linaje de Judá nació nuestro Señor, en la tocan á Dios, para que ofrezca dones y
cual tribu nada habló Moisés tocante á sacrificios por los pecados. Esto conviene
los sacerdotes. L u e g o no conviene á Cris- principalmente á Cristo, porque por él
t o ser sacerdote. han sido conferidos á los hombres los
3.° E n la antigua l e y , que es la figura bienes divinos, según aquello ( n Petri,
de Cristo, no fue uno mismo legislador y 1 , 4 ) , por el cual, esto es, por Cristo,
sacerdote ; por cuya razón el Señor dice nos ha dado muy grandes y preciosas
á Moisés legislador ( E x o d . 2 8 , 1 ) , aso- promesas, para que por ellas seáis hechos
cia también á tí á Aaron tu hermano , participantes de la naturaleza divino..
para que ejerza él sacerdocio para mí. También el mismo reconcilió con Dios al
P e r o Cristo es el dador de la nueva ley, género humano, según aquello (Coloss.
según aquello (Jerem. 3 1 , 3 3 ) , pondré 1, 19 ) , en él, es decir, en Cristo, quiso

(1) A s í lo declara como de fe el Santo Concilio de Trento (2) La Vulgata dice,': en sus entrañas, y ¡a escribiré ni el
(ses. 22, cap. 1) refiriéndose al de Efeso (can. 10) contra los zon de ellos.
socinianos. (3) Según la Vulgata teniendo un gran PonUflce.
CUESTIÓN X X I I . — ARTÍCULOS I Y II. 34T

hacer morar toda plenitud y reconciliar ARTÍCULO II. — F u e Cristo á l a v e z s a -


por él todas las cosas. En su consecuen- c e r d o t e y h o s t i a ?
cia, conviene muy principalmente á Cris-
to ser sacerdote. l.° Parece que Cristo no fue á la vez
Al argumento 1.° diremos, que la po- sacerdote y víctima: porque pertenece al
testad jerárquica conviene en verdad á sacerdote matar la víctima; y Cristo no
los ángeles, en cuanto también ellos mis- se dio la muerte á sí mismo. Luego n o
mos son intermediarios entre Dios y el fue él mismo á la vez sacerdote y víc-
hombre, como consta por San Dionisio tima.
(lib. De coel. hierarch. c. 9 ) ; de modo 2.° El sacerdocio de Cristo es más se-
que el mismo sacerdote, en cuanto es mejante al sacerdocio de los judíos, que
mediador entre Dios y el hombre, recibe había sido instituido por Dios, que al sa-
el nombre de ángel, según aquello (Ma- cerdocio de los gentiles, por el que se re-
lach. 2, 7 ) , es ángel del Señor de los verenciaba á los demonios. Pero en la an-
ejércitos: y , como Cristo fue mayor que tigua ley jamas era ofrecido el hombre en
los ángeles, no solo según la divinidad, sacrificio, lo cual es sobre todo vitupera-
sino también según la humanidad, en do en los sacrificios de los gentiles, según
cuanto tuvo la plenitud de la gracia y de aquello ( P s . 105, 3 8 ) , derramaron la
la gloria ; por esta razón también tuvo sangre inocente, la sangre de sus hijos y
sobre los ángeles la potencia jerárquica de sus hijas, que habían sacrificado á los
ó sacerdotal de una manera más escelen- ídolos de Canaan. Luego en el sacerdo-
te, de suerte que aun los ángeles mis- cio de Cristo no debió ser el mismo hom-
mos fueron los ministros de su sacerdocio, bre Cristo la víctima.
según aquello (Matth. 4 , 11), los ánge- 3.° Toda víctima, por ser ofrecida á
les llegaron y le servían. Sin embargo Dios, es santificada á él; y la humanidad
según la pasibilidad de la carne por un de Cristo desde el principio fue santifica-
poco fue hecho menor que los ángeles ,como da y unida á Dios: luego no puede de-
dice el Apóstol ( Hebr. 2 , 9 ) : y según cirse convenientemente que Cristo como
esto fue conforme á los hombres viadores hombre fuera la víctima.
constituidos en el sacerdocio. Por el contrario, dice el A p ó s t o l
Al 2.° que, como dice Damasceno ( Eph. 5, 2 ) , Cristo nos amó y se entregó
(Orth.fid.1. 3 , c. 26), « lo que es seme- á sí mismo por nosotros ofrenda y hostia
jante en todo será absolutamente idén- á Dios en olor de suavidad.
» tico, y no ejemplo ». Luego, puesto que Conclusión. Cristo en cuanto hombre
el sacerdocio de la antigua ley era figu- no solo fue sacerdote, sino también sacri-
ra del sacerdocio de Cristo, este no quiso ficio ó víctima, en el triple concepto de
nacer de la raza de los sacerdotes en figu- hostia por el pecado y hostia pacífica y
ra (1); para enseñar que su sacerdocio holocausto.
no es absolutamente el mismo, sino que Responderemos que, como dice San
difiere, como lo verdadero de lo figurado. Agustín (Deciv. Dei, 1. 10, c, 5 ) , «todo
Al 3.° que, como se ha dicho (C. 8), » sacrificio visible es sacramento », es de-
los demás hombres tienen en particu- cir, signo sagrado del sacrificio invisi-
lar algunas gracias, mientras que Cristo ble ; y el sacrificio invisible es por el que
como cabeza de todos tiene la perfección el hombre ofrece á Dios su espíritu, se-
de todas las gracias : y por eso, en cuan- gún aquello ( P s . 5 0 , 19, sacrificio para
to pertenece á otros, uno es legislador, Dios el espíritu atribulado: por lo tanto
otro sacerdote y otro rey; pero todas es- todo aquello que se exhibe á Dios, para
tas cosas concurren en Cristo como en que el espíritu del hombre sea elevado á
fuente de todas las gracias. Por esta ra- Dios, puede llamarse sacrificio. Y nece-
zón se dice (Is. 33, 22), el Señor es nues- sita el hombre del sacrificio por tres mo-
tro Juez, el Señor nuestro legislador, el tivos : 1.° para la remisión del pecado,
Señor nuestro Bey; él mismo vendrá y por el que se separa de Dios; y por eso
nos salvará. dice el Apóstol (Hebr. 5, 1) que al sa-
cerdote pertenece ofrecer dones y sacri-
(1) £)ue eran precisamente de l a tribu de L e \ í , á la que es
Men sabido no perteneció Cristo, descendiente de la de Judá. ficios por los pecados; 2.° para que e l
348 CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULOS II Y III.

h o m b r e s e c o n s e r v e e n el e s t a d o d e g r a - y e n e s t e c o n c e p t o t i e n e c a r á c t e r d e víc-
cia, uniéndose siempre á D i o s , en quien t i m a , e n l o c u a l n o c o n v i e n e c o n los sa-
consiste su p a z y su s a l v a c i ó n ; por c u y a crificios d e l o s g e n t i l e s (2).
r a z ó n t a m b i é n se i n m o l a b a en l a a n t i g u a A l 3.° q u e l a s a n t i d a d d e l a h u m a n i d a d
ley la víctima pacífica p o r la salvación d e C r i s t o d e s d e el p r i n c i p i o n o impide
d e los q u e la o f r e c í a n , c o m o se ve ( L e v i t . q u e l a m i s m a n a t u r a l e z a h u m a n a , cuando
3); 3.° p a r a q u e el e s p í r i t u d e l h o m b r e se f u e o f r e c i d a á D i o s e n l a P a s i ó n fuese
u n a p e r f e c t a m e n t e á D i o s , lo cual t e n d r á s a n t i f i c a d a d e u n a n u e v a m a n e r a (3),es
l u g a r sobre t o d o en la gloria. P o r esta d e c i r , c o m o h o s t i a a c t u a l m e n t e ofrecida
r a z ó n t a m b i é n en l a a n t i g u a l e y se ofrecía e n t o n c e s ; p o r q u e a d q u i r i ó l a a c t u a l san-
el h o l o c a u s t o , c o m o t o d o q u e m a d o , s e g ú n t i f i c a c i ó n d e v í c t i m a p o r l a a n t i g u a cari-
s e d i c e ( L e v i t . 1). P e r o t o d o s e s t o s b i e n e s d a d y p o r l a g r a c i a d e u n i ó n , q u e l a san-
nos los h a p r o c u r a d o Cristo por su h u m a - tifica a b s o l u t a m e n t e .
n i d a d . E n e f e c t o : 1.° h a n s i d o b o r r a d o s
n u e s t r o s p e c a d o s , s e g ú n a q u e l l o ( P o m . 4, ARTÍCULO I I I . — 4 E l e r e c t o d e l sacer-
2 5 ) , fue entregado por nuestros pecados; d o c i o d e C r i s t o l e s l a e s p i n e l o n d e l o s peen-
2° p o r é l h e m o s r e c i b i d o l a g r a c i a q u e d o s ? (4)
n o s s a l v a , s e g ú n e s t a s p a l a b r a s ( H e b r . 5,
9 ) , fue hecho autor de salud eterna para 1.° P a r e c e q u e e l e f e c t o d e l sacerdocio
todos los que le obedecen; 3.° p o r é l m i s m o d e C r i s t o n o es l a e s p i a c i o n d e los peca-
hemos conseguido la perfección de la glo- d o s ; p o r q u e e s p r o p i o d e s o l o D i o s borrar
r i a ( H e b r . 10, 19), tenemos confianza de l o s p e c a d o s , s e g ú n a q u e l l o ( I s . 43, 25),
entrar en el santuario por la sangre de yo soy el que borro las iniquidades por
Cristo, e s t o e s , e n l a g l o r i a c e l e s t i a l . P o r amor de mí. P e r o C r i s t o n o es sacerdote
10 t a n t o el mismo Cristo en cuanto hom- c o n s i d e r a d o c o m o D i o s , s i n o considerado
bre, no solo fue sacerdote, sino también c o m o h o m b r e . L u e g o e l s a c e r d o c i o de
hostia perfecta, siendo á la vez víctima C r i s t o no e s p í a los p e c a d o s .
por el pecado y hostia pacífica y holo- 2° D i c e el A p ó s t o l ( H a j b r . 10,1) que
causto. l a s v í c t i m a s d e l a n t i g u o T e s t a m e n t o no
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o podían hacer perfectos; de otra manera
. n o se dio m u e r t e , sino q u e se e s p u s o v o - hubieran cesado de ofrecerse, porque nin-
luntariamente á la m u e r t e , según aquello guna conciencia tendrían ( 5 ) los peca-
( I s . 5 3 , 7 ) , se ofreció porque el mismo dores, una vez suficientemente purifica-
lo quiso; p o r l o c u a l s e d i c e h a b e r s e o f r e - dos; mas en ellos se hace memoria de los
c i d o é l m i s m o (1). pecados cada año. P e r o d e l a m i s m a ma-
A l 2.° q u e l a m u e r t e d e l h o m b r e C r i s - n e r a s e h a c e m e n c i ó n d e los p e c a d o s bajo
to p u e d e c o n s i d e r a r s e p o r r e l a c i ó n á dos e l s a c e r d o c i o d e C r i s t o , c u a n d o se dice,
c l a s e s d e v o l u n t a d : 1. p o r r e l a c i ó n á l a
a
perdónanos nuestras deudas ( M a t t h . 6,
v o l u n t a d d e los q u e le m a t a r o n , y en este 12) ; y t a m b i é n s e o f r e c e c o n t i n u a m e n t e
sentido no tiene carácter de v í c t i m a ; por- e l s a c r i f i c i o d e l a I g l e s i a , p o r l o q u e en el
q u e n o se dice q u e los q u e m a t a r o n á m i s m o p a s a j e s e d i c e , el pan nuestro de
Cristo ofrecieron á D i o s u n a víctima, cada dia dánosle hoy. L u e g o p o r el sa-
sino h a b e r delinquido g r a v e m e n t e ; y los c e r d o c i o d e C r i s t o n o s e e s p í a n los pe-
s a c r i f i c i o s i m p í o s d e los g e n t i l e s , p o r l o s cados.
cuales ofrecían h o m b r e s á los í d o l o s , t e - 3.° E n l a a n t i g u a l e y s e inmolaba
n í a n a n a l o g í a c o n e s t e p e c a d o ; 2. l a a
p r i n c i p a l m e n t e u n c a b r í o p o r el pecado
m u e r t e de Cristo p u e d e considerarse por d e l p r í n c i p e , ó u n a c a b r a p o r el pecado
relación á la voluntad del paciente, que d e a l g u n o d e l p u e b l o , ó u n b e c e r r o por el
v o l u n t a r i a m e n t e se ofreció á e s t a P a s i ó n ; p e c a d o del s a c e r d o t e , c o m o consta (Le-

(1) Supónese aquí que no es requisito esencial al sacrificio (4) Es de fe que Cristo satisfizo verdadera y propiamente
que el sacerdote mismo mate la víctima ofrecida, según la por nosotros ; y no solo impropia y metafóricamente con su
opinión de Valencia, Suarez y otros. predicación, consejo y ejemplo, como pretendían los soei-
(2) Ni de losjudíos imitadores de los ritos gentílicos. nianos.
( 3 J Mediante cierta consagración al honor y culto de Dios ¡ (5J Ultra añade aquí el sacro testo, dando así mayor énfasis
no por la adquisición de nueva san tidad, según ordinariamente á la frase.
suele entenderse la frase ser santificado.
CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULO III. 349

vit. 4 ) ; y á n i n g u n o d e e s t o s a n i m a l e s » hizo carne y hombre como nosotros,


es c o m p a r a d o C r i s t o , s i n o q u e s e l e c o m - » sino q u e es c o m o o t r o h o m b r e , q u e e l
para al c o r d e r o , s e g ú n a q u e l l o ( J e r e m . » que h a nacido de mujer; sea escomul-
11 j 1 9 ) , yo como cordero manso que es » g a d o ». Y por esto, en cuanto s u h u m a -
llevado al degolladero. L u e g o p a r e c e q u e nidad obraba en virtud de su divinidad,
su s a c e r d o c i o n o e s e s p i a t i v o d e l o s p e - a q u e l sacrificio e r a e f i c a c í s i m o p a r a b o r -
cados. T r a r los p e c a d o s ; p o r lo cual dice S a n
Por el c o n t r a r i o , d i c e e l A p ó s t o l A g u s t í n ( D e T r i n . 1, 4 , c . 14) : « q u e ,
( H e b r . 9 , 1 4 ) , la sangre de Cristo, el » como se consideran cuatro cosas e n
cual por el Espíritu Santo se ofreció á » t o d o sacrificio, á q u i é n se ofrece, q u i é n
sí mismo sin mancilla á Dios, limpiará » l o o f r e c e , q u é es l o q u e s e ofrece y
nuestra conciencia de obras de muerte, » p o r quiénes se ofrece; el mismo u n o
para servir al Dios vivo. E s a s í q u e l a s » y verdadero mediador, reconciliándo-
obras m u e r t a s s e l l a m a n p e c a d o s . L u e g o !í » n o s c o n D i o s p o r e l sacrificio d e l a p a z ,
el s a c e r d o c i o d e C r i s t o t i e n e l a v i r t u d d e ' » permaneciera u n o c o n aquel á quien
limpiar l o s p e c a d o s . » ofrecía; lo hacía u n o en sí e n p r o de
Conclusión. El sacerdocio de Cristo » aquellos p o r quienes lo ofrecía; u n o
tiene indudablemente plena virtud de es- » fuese el mismo q u e ofrecía y l o q u e
piar los pecados. » ofrecía ».
Responderemos q u e , p a r a p u r i f i c a r A l 2.° q u e n o s e c o n m e m o r a n l o s p e -
perfectamente l o s p e c a d o s , s e requieren cados en la nueva l e y á causa d e la in-
dos c o s a s , s e g ú n q u e h a y d o s c o s a s e n e l eficacia d e l sacerdocio d e C r i s t o , c o m o si
pecado, á s a b e r , l a m a n c h a d e l a c u l p a no fueran suficientemente espiados por él
y el r e a t o d e l a p e n a . L a m a n c h a d e l a mismo ; pero son conmemorados e n cuan-
culpa se b o r r a p o r l a g r a c i a , p o r l a c u a l to á aquellos, q u e ó n o quieren ser par-
el c o r a z ó n d e l p e c a d o r s e c o n v i e r t e á tícipes d e s u sacrificio, como s o n los i n -
Dios; y el r e a t o d e l a p e n a es t o t a l m e n - fieles, por cuyos pecados oramos, para
te d e s t r u i d o , c u a n d o e l h o m b r e s a t i s f a c e que se conviertan ; ó también e n cuanto
á Dios : y a m b a s c o s a s p r o d u c e e l s a - á aquellos, que después de haber partici-
cerdocio d e C r i s t o ( 1 ) . E n e f e c t o : p o r p a d o d e s u sacrificio se d e s v í a n d e é l p e -
su v i r t u d n o s d a l a g r a c i a , p o r l a q u e s e cando de cualquier manera. P e r o elsa-
convierten n u e s t r o s c o r a z o n e s á D i o s , crificio, q u e t o d o s l o s dias se ofrece e n
según a q u e l l o ( R o m . 3 , 2 4 ) , justificados la I g l e s i a , n o es distinto d e l q u e e l m i s -
gratuitamente por la gracia del mismo m o C r i s t o ofreció, sino u n a c o n m e m o r a -
por la redención que es en Jesucristo, á ción d e este. P o r e s t a r a z ó n dice S a n
quien Dios ha propuesto en propiciación A g u s t í n ( D e c i v i t . D e i , 1. 1 0 , c . 2 0 ) :
por la fe en su sangre. T a m b i é n s a t i s f i - « Cristo es el mismo sacerdote, q u e oíre-
zo p o r n o s o t r o s p l e n a m e n t e , p u e s t o q u e y> c e , y l a o b l a c i ó n ; d e l o c u a l q u i s o q u e
el tomó sobre sí nuestras enfermedades y » e l sacrificio d e l a I g l e s i a f u e r a s i g n o
cargó con nuestros dolores ( I s . 5 3 , 4 ) . y> c u o t i d i a n o ».
Por lo t a n t o es evidente que el sacerdo- A l 3.° q u e , c o m o d i c e O r í g e n e s ( s u p .
cio de Cristo tiene plena virtud de espiar i l l u d J o a n . 1 , ecce agnus Dei), a u n q u e
los pecados. en l a a n t i g u a l e y se ofrecieran diversos
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n - a n i m a l e s , sin e m b a r g o e l sacrificio c u o t i -
que C r i s t o n o f u e s a c e r d o t e c o m o D i o s d i a n o , q u e se ofrecía p o r m a ñ a n a y t a r -
sino c o m o h o m b r e , s i n e m b a r g o u n o y é l d e , e r a u n c o r d e r o , como se v e ( N u m .
mismo fue s a c e r d o t e y D i o s . P o r e s t a 28); e n lo q u e se significaba q u e l a obla-
razón se l e e en e l C o n c i l i o d e E f e s o ción del v e r d a d e r o C o r d e r o , esto e s ,
(p- 3 , c. 1 , c a n . 1 0 ) : ce si a l g u n o d i c e C r i s t o , sería el sacrificio c o n s u m a t i v o d e
» que. n o e s e l V e r b o m i s m o q u e p r o c e d e todos los demás : p o r eso se dice ( J o a n .
» de D i o s e l q u é l l e g ó á s e r n u e s t r o P o n - 1, 2 9 ) , hé ahí el cordero de Dios, que
t í f i c e y nuestro A p ó s t o l , cuando se quita los pecados del mundo ( 2 ) .

(|) En todo rigor de justicia y por legítimo derecho según teólogos.


doctrina común de los tomistas y aun do l a mayoría de los (2) V . lo dicho en la nota 2 de la página 183.
850 CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULO IV,

ABTÍCTJLO I V . — i E l e f e c t o d e l s a c e r - cho (a. 1), el sacerdote se constituye in-


docio d e Cristo p e r t e n e c i ó n o solo a otros, termediario entre Dios y el pueblo ; y
s i n o t a m b i é n á é l m i s m o ? (1) necesita de intermediario para con Dios
el que no puede acercarse á él p o r sí
1.° Parece que el efecto del sacerdo- mismo, y el que en este caso se encuen-
cio de Cristo no solo perteneció á otros, tra, se somete al sacerdocio, participan-
sino también á él mismo : porque al oficio do su efecto. M a s no conviene esto á
del sacerdote pertenece orar por el pue- Cristo, porque dice el Apóstol ( H e b r .
blo, según aquello ( i r Machab. 1, 23), 7, 2 5 ) , acercándose- por sí mismo á
los sacerdotes hacían oración, mientras Dios, viviendo siempre para interceder
se consumaba el sacrificio. Pero Cristo por nosotros. P o r consiguiente no convie-
no solo oró por otros, sino también por ne á Cristo participar del efecto de su
sí mismo, según lo que se ha dicho (C. sacerdocio, sino más bien comunicarlo á
2 1 , a. 3), y como espresamente se dice los demás; porque el primer agente en
Hebr. 5, 7 ) , en los dias de su morta- cualquier género ejerce siempre s u ac-
lidad, ofreciendo con grande clamor y ción, sin recibir nada en este mismo ge-
con lágrimas preces y ruegos á aquel, nero, como el sol ilumina sin ser ilumi-
que le podía salvar de muerte. L u e g o el nado y el fuego calienta pero no es
sacerdocio de Cristo tuvo efecto no solo calentado. Cristo empero es la fuente de
en otros, sino también en él mismo. todo sacerdocio : porque el sacerdote le-
2.° Cristo se ofreció él mismo en sa- gal era la figura del mismo, mientras que
crificio en su Pasión. E s así que por su el sacerdote de la nueva l e y obra en su
Pasión no solo mereció para otros, sino nombre, según aquello ( n Cor. 2, 10),
también para sí, como se ha demostrado pues yo también, si algo he condonado,
( C . 19, a. 3 y 4). L u e g o el sacerdocio de lo he condonado por vosotros en persona
Cristo, no solo tuvo efecto en otros, sino de Cristo. P o r lo tanto no compete á
también en sí mismo. Cristo recibir el efecto del sacerdocio.
3.° E l sacerdocio de la antigua ley A l argumento 1.° diremos, que la ora-
fue figura del sacerdocio de Cristo ; y el ción, aunque conviene á los sacerdotes,
sacerdote de la antigua ley ofrecía el sa- sin embargo no es propia de su oficio;
crificio no solo por otros, sino también porque á todos conviene orar por sí y
por sí mismo ; porque se dice (Levit. 16) por los demás, según aquello ( J a c . ult.
que el Pontífice entra en el santuario, 16), orad los unos por los otros, para que
para rogar por sí y por su casa y por seáis salvos ; y así podría decirse que la
toda la congregación de los hijos de Israel. oración, por la que Cristo pidió por sí, no
L u e g o también el sacerdocio de Cristo era un acto de su sacerdocio. Pero pare-
no "solo tuvo efecto en otros, sino tam- ce que no puede darse esta contestación;
bién en él mismo. porque habiendo dicho el Apóstol (Hebr.
Por el contrario, el Concilio de Efeso 5 , 6 ) , tú eres sacerdote eternamente según
(gen. 3,°p. 3, c. 1, can. 10) dice : «si al- el orden de Melquisedech, añade: el cual
» guno dice que Cristo ofreció oblación en los dias de su mortalidad... (arg. l.°).
» por él., y no más solamente por nosotros Por lo tanto parece que la oración, pol-
»(porque no necesitó de sacrificio el que la que Cristo oró, pertenece á su sacer-
» no conoció pecado) ; sea anatema». docio ; por cuya razón es preciso decir
Pero el oficio del sacerdote consiste prin- que los otros sacerdotes participan del
cipalmente en ofrecer el sacrificio. L u e g o efecto de su sacerdocio, no como sacer-
el sacerdocio de Cristo no tuvo efecto en dotes, sino como pecadores, seguu se
el mismo Cristo. dirá (a. 5, arg. l.°). Pero Cristo absoluta-
Conclusión. No convino á Cristo re- mente hablando no tuvo pecado, aunque
cibir en sí mismo el efecto de su sacerdo- tuvo la semejanza del pecado en su car-
cio, y sí solo comunicarlo á otros. ne, como se dice ( R o m . 8) : por consi-
Responderemos que, como se ha di- guiente no se puede decir absolutamente
que él mismo participara el efecto de su
sacerdocio, sino relativamente, esto es,
(1) Es de fe que Cristo no ofreció el sacrificio por sí mismo,
que ni pecó ni podíapecar. según la pasibilidad de la carne. Por eso
CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULOS IV Y V . 351

dice el Apóstol señaladamente, que le 9, 12) ; pero la Pasión y muerte de Cristo


pueda salvar de la muerte. no existirá eternamente, según aquello
Al 2.° que en la oblación del sacrificio (Rom. 6, 9), habiendo Cristo resucitado
de todo sacerdote se pueden considerar de entre los muertos, ya no muere. L u e g o
dos cosas, á saber, el sacrificio mismo el sacerdocio de Cristo no existirá eter-
ofrecido y la devoción del que lo ofrece. namente.
El efecto propio del sacerdocio es lo que 3.° Cristo es el sacerdote, no como
resulta del sacrificio mismo. Pero Cristo D i o s , sino como hombre ; y Cristo no
consiguió por su Pasión la gloria de la fue hombre en algún tiempo, á saber, en
resurrección, no como por la virtud del los tres dias de muerto. L u e g o su sacer-
sacrificio, que se ofrece á manera de sa- docio no existe eternamente.
tisfacción, sino por la misma devoción Por el contrario, dícese ( P s . 109, 4),
coa que soportó bumildemente su Pasión tú eres sacerdote eternamente.
por caridad. Conclusion. El sacerdocio de Cristo
A l 3.° que la figura no puede igualar es eterno, no en cuanto á su oblación, sino
í la verdad. Por esta razón el sacerdote por razón delfin en su consumación, con-
figurativo d e la antigua ley no podía lle- sistente en los bienes eternos.
gar á la perfección de no tener necesidad Responderemos, que en el oficio del
del sacrificio satisfactorio ; mientras que sacerdote pueden considerarse dos cosas :
Cristo no necesitó de él. Por consi- 1. la oblación misma del sacrificio, y 2.
a a

guiente no bay paridad entre ambos. Y su consumación, que consiste en que


esto es lo que dice el Apóstol (Hebr. 7, aquellos, por quienes se ofrece el sacrifi-
2 8 ) , la ley constituyó sacerdotes á hom- cio, consiguen el fin de este. Pero el fin
bres, que tienen enfermedad; mas la pa- del sacrificio, que Cristo ofreció, no fue-
labra deljuramento, que es después de la ron los bienes temporales, sino los eternos,
ley, constituye al Hijo perfecto eterna- los que conseguimos por su muerte. Por
mente. esta razón se dice ( H e b r . 9, 12) que
Cristo estando presente es Pontífice de
los bienes venideros, y así dice que el sa-
ARTÍCULO V . — E I s a c e r d o c i o d e c r i s t o
cerdocio de Cristo existe eternamente.
p e r m a n e c e e t e r n a m e n t e ? ;1)
E s t a consumación del sacrificio de Cristo
se figuraba antes, en que el Pontífice de
1.° Parece que el sacerdocio de Cristo la antigua l e y entraba una vez al año
nopermanece eternamente: porque, como en el Sancta Sanctorum con la sangre de
se fia dicho (a. 4 ) , solo necesitan del un cabrío ó de un becerro, como se dice
efecto del sacerdocio los que tienen la (Levit. 16), aunque no inmolase el ma-
debilidad del pecado, la cual puede ser cho y el becerro en el Sancta Sancto-
espiada por el sacrificio del sacerdote. rum, sino fuera. D e la misma manera en-
Pero esto no será por siempre: porque en tró Cristo en el Sancta Sanctorum, es
los Santos no existirá debilidad alguna, decir, en el cielo, y nos preparó el ca-
según aquello (Is. 60, 21), tu pueblo to- mino de entrar por la virtud de su sangre,
dos justos ; mientras que la debilidad de que derramó en la tierra por nosotros.
los pecadores será inespiable, puesto que A l argumento 1.° diremos, que los
en el infierno no hay redención alguna(2). Santos, que estarán en la patria, no ne-
Luego en vano subsistiría el sacerdocio cesitarán en adelante ser purificados por
de Cristo eternamente. el sacerdocio de Cristo; pero y a purifica-
2.° E l sacerdocio de Cristo es princi- dos necesitarán ser consumados por
palmente manifiesto en su Pasión y Cristo mismo, de quien depende su glo-
muerte, cuando por su propia sangre en- ria. Por esta razón se dice (Apocal. 21,
tró en el santuario, como se dice ( H e b r . 23) que la claridad de Dios la ilumina,
(1) Es eterno 1.° porrazon de la persona, pues ni él sucedió la eternidad de las penas en el infierno es de todo punto i n -
a otro ni otro ha de sucederle ; 2.° por razón del oficio, en discutible, no solamente según la fe católica, si también c o n -
cuanto él mismo por sus ministros sacrifica y continuará sacri- forme al dictamen de la razón y á los fueros de la más estricta
ficando hasta el fin del mundo; y 3." por el efecto, siéndonos justicia, en nada desvirtuados por las despechadas decla-
causa de eterna salvación. Drioux maciones de los malvados sobre la inexorabilidad de los rigo-
(2) Pese á los impíos y á los llamados h o y almas fuertes, res de la divina justicia.
352 CUESTIÓN XXII. — ARTÍCULOS V Y VI.

esto e s , la ciudad de los Santos, y la no debe llamarse á Cristo sacerdote se-


lámpara de ella es el Cordero. gún el orden de Melquisedech, como de
A l 2.° que, aunque la Pasión y muerte otro cualquiera, sino según su orden.
de Cristo no hayan de tener lugar por se- Por el contrario, dícese ( P s . 109, 4),
gunda v e z , sin embargo la virtud de tú eres sacerdote eternamente según el
aquella víctima una vez ofrecida subsiste orden de Melquisedech.
eternamente ; puesto que, como se dice Conclusión. Dícese el sacerdocio de
(Hebr. 10, 14), una sola ofrenda hizo Cristo según el orden de Melquisedech
perfectos para siempre á los que ha san- por su preeminencia como verdadero sa-
tificado. cerdocio respecto del figurativo legal.
P o r lo dicho se evidencia la contesta- Responderemos q u e , como se ha dicho
ción al argumento 3.° (a. 4 , arg. 3.°). el sacerdocio legal fue
L a unidad de esta oblación era figu- figura del sacerdocio de Cristo, no como
rada en la ley ; porque el pontífice de igualando á la verdad, sino faltando
aquella época entraba una vez al año en mucho para llegar á ella, ya porque el
el santuario con la oblación solemne de sacerdocio legal no limpiaba los pecados,
la sangre, como se lee (Levit. 16). Pero ya también porque no era eterno, como
la figura no alcanzaba á la verdad, en el sacerdocio de Cristo : pero la escelen-
cuanto aquella víctima no tenía virtud cia misma del sacerdocio de Cristo por
sempiterna; y por lo tanto se reiteraban relación al sacerdocio de L e v i fue figu-
aquellas víctimas anualmente. rada en el sacerdocio de Melquisedech,
que tomó diezmos de Abraham, de cuya
ARTÍCULO V I . — ¿ E I sacerdocio d e raza recibió, por decirlo así, en la dé-
Cristo fue según el orden de Hfclquisc- cima parte de ella misma el sacerdocio
t l c c l i ? (1) legal. P o r esto se dice ser el sacerdocio
de Cristo según el orden de Melquisedech
1.° Parece que el sacerdocio de Cristo á causa de la escelencia del verdadero sa-
no fue según el orden de Melquisedech: cerdocio con relación al sacerdocio figu-
porque Cristo es la fnente de todo el sa- rativo de la ley.
cerdocio como principal sacerdote ; y lo A l argumento 1.° diremos, que Cristo
que es principal no sigue el orden de otra no se dice ser según el orden de Melqui-
cosa, sino que otras siguen su orden. sedech, como del sacerdote más princi-
L u e g o no debe decirse Cristo sacerdote pal ; sino como del que prefigura la esce-
según el orden de Melquisedech. lencia del sacerdocio de Cristo por com-
2.° E l sacerdocio de la antigua ley fue paración al sacerdocio levítico.
más próximo al sacerdocio de Cristo que A l 2.° que en el sacerdocio de Cristo
el sacerdocio que existió antes de l a ley. pueden considerarse dos cosas, á saber,
P e r o los sacramentos significaban tanto la oblación misma de Cristo y su parti-
más espresamente á Cristo, cuanto más cipación. E n cuanto á la oblación mis-
cercanos fueron á é l , como consta por lo ma (2) el sacerdocio legal figuraba más
que se ha dicho en la 2. Parte (implic.
a
espresamente el sacerdocio de Cristo por
2. -2. C. 2, a. 7). L u e g o el sacerdocio de
a B
la efusión de la sangre que el sacerdocio
Cristo debe más bien denominarse según de Melquisedech, en el que no había tal
el sacerdocio legal que según el sacerdo- efusión ; pero en cuanto á la participa-
cio de Melquisedech, que existió antes ción de este sacrificio y su efecto, en el
de la ley. que principalmente se considera la esce-
3.° Dícese (Hebr. 7, 2) que es Rey lencia del sacerdocio de Cristo sobre el
de paz, sin padre, sin madre, sin genea- sacerdocio l e g a l , era prefigurado más es-
logía, que ni tiene principio de dias ni presamente por el sacerdocio de Melqui-
fin de vida, circunstancias que en verdad sedech , que ofrecía el pan y el vino, que
convienen á solo el Hijo de Dios. L u e g o significaban según San Agustín (Tract.

(1) Dogma de fe según el Concilio tridentino (ses. 22) contra (2) Como sacrificio cruento, según se colige del contesto; si
los melquisedequianos, quienes decían que a el sacerdote bien puede asimismo significar la víctima misma ofrecida,
» Melquisedech no fue puro hombre, sino el Cristo ó el E s p í - cual se v e luego en la C. 73, a. 6..
» ritu-Santo ».
CUESTIÓN XXII.—ARTÍCULO Vi. 353

26 in Joan, y c. Quia passus, D e con- que no tuviese estas cosas, sino porque
sécrate dist. 2) la « unidad eclesiástica en la Sagrada Escritura no se lee esto de
» constituida por la participación del sa- él. Por esto mismo, como dice el A p ó s -
í orificio de Cristo ». P o r esta razón tam- tol en el mismo lugar, se asemejó al Hijo
bién en la nueva l e y el verdadero sacri- de D i o s , que en la tierra no tiene padre
ficio de Cristo se comunica á los fieles ni en el cielo madre y sin genealogía, se-
bajo la especie del pan y del vino. gún aquello ( I s . 5 3 , 8) ¿ su generación
Al 3.° que se dice Melquisedech sin quién la contará ? y como Dios no tiene
padre, sin madre, sin genealogía y que principio ni fin de dias.
ni tiene principio de dias ni fin, no por-

CUESTIÓN XXIII.

Adopción de Cristo.

Trataremos de si conviene á Cristo la'adopcion (1), sobre lo cual son de considerar cuatro puntos:
1." Conviene á Dios adoptar hij os ? — 2." Conviene esto á solo Dios Padre ?—3.° Es propio de los hom-
bres ser adoptados por hijos de Dios ?—4." Se puede decir Cristo hijo adoptivo?

ARTÍCULO I . — c o n v i e n e A DIOS adop- y la predestinación de Dios no es v a n a :


tar hijos? luego Dios adopta á algunos por hijos
suyos.
l.° Parece que no conviene á Dios Conclusión. Compete á Dios adoptar
adoptar hijos: porque ninguno adopta á los hombres por su bondad como hijos
por hijo sino á una persona estraña, se- para la herencia de la bienaventuranza.
gún dicen los juristas ; y ninguna per- Responderemos, que algún hombre
sona es estraña á D i o s , que es el creador adopta á otro por hijo suyo, en cuanto
de todos: luego parece que no conviene por su bondad le admite á la partici-
á Dios adoptar. pación de su herencia. M a s Dios es de
2.° L a adopción parece haber sido in- bondad infinita, la que hace que admite
troducida en defecto de la filiación natu- á sus" criaturas á la participación de sus
ral ; y la filiación natural se encuentra bienes, y sobre todo á las criaturas ra-
en Dios, como se ha demostrado en la cionales, que en el mero hecho de ser
1. Parte ( C . 3 3 , a. 3).Luego no con-
a
formadas á su imagen son capaces de la
viene á Dios adoptar hijos. bienaventuranza divina, que consiste ver-
3." Se adopta á alguno, para que su- daderamente en la fruición de D i o s ; por
ceda en la herencia del adoptante ; mas la que también el mismo Dios es bien-
no parece que alguien pueda suceder en aventurado y rico por sí mismo, esto es,
la herencia de Dios,.porque este nunca en cuanto goza de sí mismo. P e r o se
morirá. L u e g o no conviene á Dios llama herencia de alguno aquello por lo
adoptar. que es rico ; y por eso , en cuanto Dios
Por el contrario, dícese(Ephess. 1, 5), por su bondad admite á los hombres á la
wos predestinó para adoptarnos en hijos; herencia de la beatitud, se dice que los
adopta. Pero la adopción divina tiene
(1) o Gratuita y liberal elección ó admisión de persona es- más que la humana; puesto que D i o s
t r a ñ a á la herencia de alguno » según la definición común
de los teólogos y juristas. . ,
; al que adopta le hace apto por el don de
SUMA TEOLÓGICA.— TOMO rv. 23
354 CUESTIÓN XXIII. — ARTÍCULOS I Y II.

su gracia para percibir l a herencia celes- L u e g o e n l a s cosas divinas solo el Padre


tial; mientras q u e el hombre n o hace puede adoptar.
a p t o a l q u e a d o p t a , sino q u e e n s u a d o p - 2.° L o s h o m b r e s s e h a c e n h e r m a n o s
ción elige m á s b i e n a l q u e y a tiene l a d e C r i s t o p o r m e d i o d e l a a d o p c i ó n , se-
aptitud. g ú n a q u e l l o ( R o m . 8 , 29), para que él
Al a r g u m e n t o 1.°diremos, q u e el h o m - sea el primogénito entre muchos herma-
b r e considerado e n su naturaleza n o es nos. P e r o s e l l a m a n h e r m a n o s l o s q u e son
estraño á Dios en cuanto á los bienes h i j o s d e u n m i s m o p a d r e ; p o r c u y a razón
naturales q u e recibe; sin e m b a r g o lo es d i c e e l S e ñ o r ( J o a n . 2 0 , 17), subo á mi
en c u a n t o á los bienes d e la gracia y d e Padre y vuestro Padre. L u e g o solo el
la gloria, y p o r esto es adoptado. P a d r e d e Cristo tiene hijos adoptivos.
A l 2.° q u e e s p r o p i o d e l h o m b r e o b r a r 3.° D í c e s e ( G a l a t . 4 , 4 ) , envió Dios
p a r a suplir su necesidad; pero n o de á su Hijo , para que recibiésemos la
D i o s , á quien conviene obrar p a r a c o m u - adopción de hijos de Dios; y ,por cuanto
nicar la abundancia de s u perfección: y sois hijos, ha enviado Dios á vitestros
por esto, asícomo por el acto de l a crea- corazones el Espíritu de su Hijo, que
ción se comunica l a b o n d a d divina á t o - clama Abba, Padre. L u e g o l a adopción
das las criaturas según cierta semejanza, p e r t e n e c e á q u i e n c o m p e t e t e n e r e l Hijo
así p o r el acto d e la adopción se comu- y E s p í r i t u S a n t o . P e r o e s t o solo cor-
n i c a l a s e m e j a n z a d e l a filiación n a t u r a l r e s p o n d e á l a p e r s o n a d e l P a d r e . Por
á l o s h o m b r e s , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 8, 29), c o n s i g u i e n t e a d o p t a r c o n v i e n e solo á la
á los que conoció en su presciencia, á estos persona del P a d r e .
también predestinó para ser hechos con- P o r e l c o n t r a r i o : a d o p t a r n o s p o r hijos
formes á la imagen de su Rijo. e s p r o p i o d e a q u e l , á q u i e n n o s o t r o s po-
A l 3.° q u e l o s b i e n e s e s p i r i t u a l e s p u e - d e m o s " l l a m a r p a d r e ; p o r c u y a razón se
den ser simultáneamente poseídos p o r dice ( R o m . 8 , 15), habéis recibido el es-
m u c h o s , m a s n o los bienes corporales : y píritu de adopción de hijos, por el cual
por lo tanto ninguno puede percibir la clamamos, Abba, Padre. P e r o , cuando
h e r e n c i a c o r p o r a l , sino sucediendo a l q u e d e c i m o s á D i o s Padre nuestro, e s t o per-
m u e r e ; mientras q u etodos á la vez reci- t e n e c e á t o d a l a T r i n i d a d , c o m o también
b e n p o r completo l a herencia espiritual l o s d e m á s n o m b r e s , q u e s e d i c e n d e Dios
sin.detrimento del P a d r e , q u e siempre r e l a t i v a m e n t e á l a c r i a t u r a , s e g ú n se lia
vive. A u n q u e pudiera decirse q u e Dios d e m o s t r a d o e n l a 1. P a r t e ( C . 23, a. 3;
a

m u e r e , según q u e está en nosotros p o r y C . 3 9 , a . 7). L u e g o e l a d o p t a r con-


la f e , p a r a comenzar ( 1 ) á existir e n viene á toda la Trinidad.
nosotros p o r l a v i s i ó n , como dice l a C o n c l u s i ó n . Adoptar á los hombres
G l o s a ( o r d i n . ) (2) ( R o m . 8. s u p e r i l l u d , por hijos de Dios conviene á toda la Tri-
si hijos, también herederos). , nidad.
R e s p o n d e r e m o s , q u e l a d i f e r e n c i a en-
ARTÍCULO I I . — E l adoptar conviene a t r e h i j o a d o p t i v o d e D i o s y n a t u r a l es
t o d a l a T r i n i d a d ? (3) q u e e l H i j o d e D i o s n a t u r a l e s engen-
d r a d o , n o h e c h o (5) ; m i e n t r a s q u e el
1.° P a r e c e q u e e l a d o p t a r n o c o n v i e n e h i j o a d o p t i v o e s h e c h o , s e g ú n aquello
á t o d a l a T r i n i d a d : porque se dice a d o p - ( J o a n . 1, 12), les dio poder de ser he-
ción e n l a s cosas divinas p o r analogía á chos hijos de Dios. S i n e m b a r g o se dice
las cosas h u m a n a s ; y en l a s cosas h u m a - á v e c e s q u e e l h i j o a d o p t i v o es engen-
n a s solo conviene a d o p t a r a l q u e p u e d e d r a d o á c a u s a d e l a g e n e r a c i ó n espiri-
e n g e n d r a r (4) h i j o s , l o c u a l c o n v i e n e e n t u a l , q u e e s g r a t u i t a , n o n a t u r a l . P o r esta
las cosas divinas solamente a l P a d r e . r a z ó n s e d i c e ( J a c . 1, 1 8 ) , de su volun-

(1) Ut incipiat comunmente; mas en l a áurea y en alguna sacion de la gracia de la adopción,


otra edición se lee (et incipiet) « y.empezará ». (4) Por cuya razón no se permite por las leyes civiles adop-
(2) Tomada de San Agustín y más ampliamente espuesta tar á otro de mayor ó igual edad, á quien no es posible porlo
allí mismo por Beda. mismo haya engendrado el adoptante.
(3) A s í lo hacen constar los concilios 6.° (can. 1) y 11° (5) Según la declaración espresa del Símbolo deNicéa contra
{can. 1) de Toledo, espresando que « las obras (ad extra) de la • Arrio, que lo proclamaba hecho ó creado, reproducida asimis-
» Trinidad son inseparables», cual lo es en efecto la dispen- mo en e l de San Atanasio,
CUESTIÓN XXIII.—ARTÍCULOS II Y I I I . 355
tad nos ha engendrado por palabra de ARTÍCULO I I I . — S e r a d o p t a d a e s p r o -
verdad. P e r o , a u n q u e e n g e n d r a r e n l o pio de l a criatura r a c i o n a l ?
divino es p r o p i o d e l a p e r s o n a d e l P a -
dre, sin e m b a r g o e l p r o d u c i r c u a l q u i e r a l.° P a r e c e que ser adoptada n o es
efecto e n l a s c r i a t u r a s e s c o m ú n á t o d a propio de la criatura r a c i o n a l : porque
la Trinidad á c a u s a d e l a u n i d a d d e l a no se dice D i o s padre de la criatura ra-
naturaleza; p o r q u e , d o n d e h a y u n a s o l a cional sino por adopción; pero t a m b i é n
naturaleza, e s p r e c i s o q u e b a y a u n a v i r - s e d i c e p a d r e d e l a criatura i r r a c i o n a l ,
tud y u n a s o l a o p e r a c i ó n . P o r l o c u a l s e g ú n a q u e l l o ( J o b , 38, 28) ¿quién es el
dice el S e ñ o r ( J o a n . 5, 19), todo lo que padre de la lluvia? ¿ó quién engendró las
el Padre hiciere, lo hace también igual- gotas del rocío? L u e g o ser a d o p t a d a n o
mente el Hijo. P o r c o n s i g u i e n t e , el adop- es p r o p i o d e l a criatura r a c i o n a l .
tar á los hombres por hijos de Dios con- 2.° P o r l a a d o p c i ó n s e d i c e n a l g u n o s
viene á toda la Trinidad. hijos de D i o s . P e r o el ser hijos de D i o s
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e t o d a s parece q u e se atribuye propiamente en
las personas b u m a n a s n o s o n n u m é r i c a - la Sagrada Escritura á los á n g e l e s , se-
mente de u n a s o l a n a t u r a l e z a , d e m a n e r a g ú n a q u e l l o ( J o b , 1, 6), pues un cierto
que sea p r e c i s o q u e n o b a y a p a r a t o d a s dia, como hubiesen ido los hijos de Dios (2)
ellas m á s q u e u n a s o l a o p e r a c i ó n y u n para asistir delante del Señor. L u e g o n o
solo e f e c t o , c o m o s u c e d e e n l a s d i v i n a s ; e s p r o p i o d e l a criatura r a c i o n a l ser a d o p -
y por t a n t o e n c u a n t o á e s t o n o p u d o tada.
considerarse s e m e j a n z a d e u n a y o t r a 3.° L o q u e e s p r o p i o d e a l g u n a n a t u -
parte (1). raleza conviene á todos los que tienen
A l 2.° q u e n o s h a c e m o s h e r m a n o s d e e s t a n a t u r a l e z a , c o m o c o n v i e n e l o risi-
Cristo por a d o p c i ó n , c o m o t e n i e n d o u n b l e á t o d o s l o s h o m b r e s . P e r o ser a d o p -
mismo P a d r e c o n é l ; e l c u a l s i n e m b a r g o tada no conviene á toda la naturaleza ra-
es P a d r e de C r i s t o d e u n a m a n e r a y P a - c i o n a l . L u e g o ser a d o p t a d a n o e s p r o p i o
dre nuestro d e o t r a : p o r e s t a r a z ó n dijo de l a criatura racional.
el Señor e s p r e s a m e n t e ( J o a n 20) Padre Por el contrario : l o s h i j o s a d o p t a d o s
mió, y aparte Padre vuestro; p o r q u e e s son herederos de D i o s , como consta
Padre de C r i s t o e n g e n d r á n d o l o n a t u r a l - ( R o m . 8); y t a l h e r e n c i a c o n v i e n e s o l o
mente, lo c u a l e s p r o p i o á s í m i s m o ; p e r o á l a criatura r a c i o n a l : l u e g o e s p r o p i o d e
es padre n u e s t r o n a c i e n d o a l g o v o l u n t a - l a criatura r a c i o n a l ser a d o p t a d a .
riamente, l o c u a l e s c o m ú n a l H i j o y Conclusión. Solo á la criatura racio-
al E s p í r i t u S a n t o : y p o r e s t o C r i s t o n o nal conviene ser adoptada como hijo de
es H i j o de t o d a l a T r i n i d a d , c o m o n o s - Dios, mas no á todas, y sí únicamente á
otros. la que tiene caridad.
A l 3.° q u e , c o m o s e h a d i c h o ( a . 1, Responderemos q u e , c o m o s e h a d i -
al 2.°), l a filiación a d o p t i v a e s c i e r t a s e - c h o (a. 2 , a l 3.°) , l a filiación d e a d o p c i ó n
mejanza d e l a filiación e t e r n a , c o m o t o - e s c i e r t a s e m e j a n z a d e l a filiación n a t u -
das las c o s a s q u e s e h a n h e c h o e n e l ral. P e r o e l H i j o d e D i o s p r o c e d e "natu-
tiempo s o n c i e r t a s s e m e j a n z a s d e l a s ralmente del Padre como Verbo intelec-
que fueron ab alterno. M a s el h o m b r e t u a l , siendo u n o c o n el P a d r e mismo.
se asemeja al e s p l e n d o r d e l H i j o e t e r n o L u e g o á este V e r b o puede asimilarse
por medio d e l a c l a r i d a d d e l a g r a c i a , a l g o d e t r e s m a n e r a s : 1. s e g ú n l a r a - .
a

que se a t r i b u y e a l E s p í r i t u S a n t o ; y p o r zon de forma, m a s no según la intelec-


eso la a d o p c i ó n , a u n q u e e s c o m ú n á t o d a tualidad del m i s m o , como la forma de
la T r i n i d a d , s e a p r o p i a sin e m b a r g o a l una casa construida esteriormente se ase-
Padre c o m o al a u t o r , a l H i j o c o m o a l m e j a á l a idea q u e e l a r q u i t e c t o t e n í a
ejemplar, y a l E s p í r i t u S a n t o c o m o a l e n s u e s p í r i t u s e g ú n l a e s p e c i e d e l a for-
que imprime e n n o s o t r o s l a s e m e j a n z a d e m a , p e r o n o s e g ú n s u i n t e l e c t u a l i d a d (3);
este ejemplar. p u e s t o q u e la forma de la casa en la m a -

(1) Aunque también en la divinidad se apropia especial- {2J Y según los Setenta ángeles de Dios.
mente al Padre, (3) O « inteligibilidad » seg.un algunas ediciones.
356 C U E S T I Ó N X I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .

teria no es inteligible ( 1 ) , como lo era AKTÍCTJLO I V . — C r i s t o c o m o h o m b r o


en la mente del arquitecto. D e este modo e s h i j o a d o p t i v o (5) d e D i o s ?
toda criatura se asemeja al Verbo Eter-
n o , puesto que ba sido hecho por él. l.° Parece que Cristo como hombre es
2. S e asemeja la criatura al V e r b o , no
a
hijo adoptivo de Dios : porque dice San
solo en cuanto á la razón de la forma, Hilario hablando de Cristo ( D e Trinit.
sino también respecto á la intelectualidad 1. 2 ) , « l a dignidad de la potestad no se
de la misma; como la ciencia, que se pro- » pierde, cuando la humildad de la carne
duce en la mente del discípulo, se ase- » es adoptada». L u e g o Cristo como hom-
meja á la palabra que existe en la mente bre es hijo adoptivo.
del maestro; y de este modo la criatura 2.° San Agustín dice (lib. Depradestin.
racional se asemeja también según su na- sanct. c. 15) que « t o d o hombre se hace
turaleza al-Verbo de Dios. 3 . L a cria- a
» cristiano desde el principio de su fe por
tura se asemeja al Verbo Eterno de Dios » l a misma gracia, con que aquel hombre
según la unidad que tiene con su Padre, » se hizo Cristo desde su principio». Pero
lo cual se verifica por la gracia y la cari- otros hombres son cristianos por la gracia
dad. A s í que el Señor ora (2) ( J o a n . 17, de adopción. L u e g o también aquel hom-
22), sean una cosa en nosotros, como bre es Cristo por adopción; y por lo tanto
también nosotros somos una sola cosa; parece ser hijo adoptivo.
y tal asimilación completa la razón de la 3.° Cristo como hombre es siervo; y es
adopción, puesto que á los así asimilados más digno ser hijo adoptivo que siervo.
se ->les debe la herencia eterna. P o r lo L u e g o mucho más Cristo como hombre
tanto es evidente que ser adoptada con- es hijo adoptivo.
viene á sola la criatura racional (3); pero Por el contrario, dice San Ambrosio
no á todas, sino solo á la que tiene la ca- (lib. D e incarnat. c. 8) : « n o decimos que
ridad, que es infundida en nuestros co- » el hijo adoptivo es hijo por naturaleza,
razones por el Espíritu Santo, como se » sino que decimos ser hijo por naturaleza
dice ( R o m . 5 ) : y por esto se llama al » el que es hijo verdadero». Pero Cristo
Espíritu Santo ( R o m . 8) espíritu de es hijo verdadero y natural de D i o s , se-
adopción de hijos. gún aquello ( i Joan. ult. 2 0 ) , para que
Al argumento 1.° diremos, que D i o s se estemos en Jesucristo su verdadero Hijo.
dice padre de la criatura racional, no L u e g o Cristo como hombre no es hijo
propiamente por adopción, sino por crea- adoptivo.
ción según la propia participación y se- Conclusión. De ningún modo puede
mejanza. decirse hijo adoptivo Cristo en cuanto
A l 2.° que los ángeles se dicen hijos de hombre, Hijo natural de Dios por razón
Dios por filiación de adopción, no porque de su única persona divina.
les. convenga primariamente (4), sino por- Responderemos, que la filiación con-
que ellos recibieron pirimero la adopción viene propiamente á la hipóstasi ó perso-
de hijos. na, y no á la naturaleza. P o r esta razón
A l 3.° que la adopción no es lo propio se ha dicho en la 1. Parte ( C . 33, a. 2
a

que resulta de la naturaleza, sino consi- y 3) que la filiación es propiedad perso-


guiente á la gracia, de la que es capaz nal. Pero en Cristo no hay otra persona
la naturaleza racional: y por esto no es ó hipóstasi que la increada, á la que con-
necesario que convenga á toda criatura viene ser Hijo por naturaleza; y se ha di-
racional, sino que toda criatura racional cho ya (a. 3) que la filiación de adopción
sea capaz de adopción. es una semejanza participada de la filia-
ción natural. Mas no se entiende que se
dice por participación algo que se dice

(1) Sino real y sólida y subsistente en el estertor, a u n (4) Propia y principalmente, según rectiñea Wicolai.
cuando por nadie sea concebida intelectualmente. (5) Así lo afirmaban heréticamente con. Arrio, Nestorio y
(2) Por los apóstoles y por cuantos niodiante ellos habían de Félix obispo de Urgel y Elipando arzobispo de Toledo á fines
creer e n Cristo. del siglo 8.° los boposiacos ó donosiacos : doctrina condenada
(3) En su sentido lato y comprensivo aun de los ángeles por varios Pontífices y concilios, entre estos el de Letran bajo
como sustancias intelectuales. Martino I (can. 6 y 8).
CUESTIÓN X X I I I . — A R T Í C U L O IV.

per se; y por esto Cristo, que es Hijo na- tos para ello, así este hombre fue hecho
tural de Dios, en mañera alguna puede Cristo sin méritos. Sin embargo h a y di-
llamarse hijo adoptivo; por más que, se- ferencia en cuanto al término, cual es que
guu los que admiten en Cristo dos perso- Cristo por la gracia de la unión es Hijo
nas ó dos hipóstasis ( 1 ) ó dos supuestos, natural, mientras que otro por la gracia
nada impediría llamarse con razón á Cristo habitual es hijo adoptivo. P e r o la gracia
hombre hijo adoptivo. habitual en Cristo no hace hijo adoptivo
Al argumento 1.° diremos q u e , así del que no es hijo, sino que es cierto
como la filiación no conviene propiamente efecto de la filiación natural en el alma
á la naturaleza, así tampoco la adopción: de Cristo, según aquello (Joan. 1, 14),
por consiguiente, cuando se dice que la vimos la gloria de él, gloria como de
humildad de la carne es adoptada, esta Unigénito del Padre, lleno de gracia y
es una locución impropia ; y por ella se de verdad.
sobreentiende la unión de la naturaleza A l 3.° que el ser criatura y también
humana á la persona del Hijo. siervo ó estar sometidos á D i o s , no solo
Al 2.° que aquella comparación de San atañe á la persona, sino también á la na-
Agustín debe entenderse en cuanto al turaleza : lo cual no puede decirse de la
principio, esto e s , porque, así como todo filiación, y por eso no hay paridad.
hombre obtiene el ser cristiano sin méri-

CUESTIÓN XXIV.
Predestinación de Cristo.

Sobre esta materia estudiaremos: 1.° Cristo fue predestinado ? —2.° Lo fue como hombre?—3.° Su
predestinación es modelo de la nuestra? — 4." Es causa de nuestra predestinación?

ARTÍCULO I . — c o n v i e n e a cristo n a - Cristo fue predestinado por razón de la


bar sido predestinado? naturaleza humana, puesto que es falso
decir que la naturaleza humana es el
l.° Parece que no conviene á Cristo Hijo de Dios : tampoco por razón de la
haber sido predestinado ; porque el tér- persona, puesto que aquella persona no
mino de la predestinación parece ser la tiene por gracia el ser Hijo de Dios, sino
adopción de hijos, según aquello (Ephes. por naturaleza ; y la predestinación es
1, 5), nos predestinó para adoptarnos en propia de los que existen por la gracia,
hijos. E s así que no conviene á Cristo como se ha dicho en la 1.° Parte ( C . 23,
ser hijo adoptivo, como se ha dicho ( C . a. 1 y 5). L u e g o Cristo no fue predesti-
23, a. 4) : luego no conviene á Cristo ha- nado Hijo de Dios.
ber sido predestinado. 3.° A s í como lo que es hecho no siem-
2.° E n Cristo hay que considerar dos pre fue, así también lo que es predesti-
cosas, á saber, la naturaleza humana y l a nado ; porque la predestinación importa
persona (2). Pero no puede decirse que cierta anterioridad. P e r o , puesto que
Cristo ha sido siempre Dios é Hijo de
D i o s , no se dice propiamente que aquel
. (1) Como Arrio, Nestorio y Focio. hombre haya sido hecho Hijo de Dios.
(2) Divina y en su concepto de supuesto de l a naturaleza
'"'vina principalmente. L u e g o por la misma razón no debe de*
358 CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULO I.

cirse que Cristo haya sido predestinado humana, porque es falso decir que la na-
Hijo de Dios. turaleza humana es el Hijo de Dios, á no
Por el contrario, dice el Apóstol ser que uno esforzando el sentido quiera
( R o m . 1, 4) hablando de Cristo, el que espresarse así : « el que ha sido predesti-
ha sido predestinado Hijo de Dios con 1> nado Hijo de Dios con poder», esto es,
poder. fue predestinado para que la naturaleza
Conclusión. Ds necesario confesar que humana se uniese al Hijo de Dios en per-
la unión de das dos naturalezas en la per- sona. Resta pues que la predestinación
sona de Cristo fue objeto de la eterna pre- se atribuya á la persona de Cristo, no
destinación de Dios, en cuyo concepto se según sí misma ó según que subsiste en
dice que Cristo fue predestinado. la naturaleza divina, sino según que sub-
Responderemos que, como consta de siste en la naturaleza humana. P o r esta
lo dicho en la 1. Parte (C. 23, a. 1 y 5),
a
razón, habiendo dicho el A p ó s t o l , el que
la predestinación tomada en su sentido le fue hecho del linaje de David según la
propio es cierta preordenacion divina ab carne, añade, el que ha sido predestinado
oBterno de las cosas que deben ser hechas Hijo de Dios con poder, para dar á en-
en un tiempo por la gracia de Dios. Dios tender que según que fie hecho del linaje
pues hizo en tiempo por medio de la gra- de David según la carne, es predestinado
cia de la unión que el hombre fuese Dios Hijo de Dios con poder : porque, aunque
y Dios fuera hombre. Tampoco puede sea natural á esta persona considerada en
decirse que Dios no preordenó ab ceterno sí misma ser el Hijo de Dios en la poten-
que haría esto en un tiempo; puesto que cia, sin embargo no la es natural esto
se seguiría que se había ofrecido algo según la naturaleza humana, con arreglo
nuevo al entendimiento divino. P o r lo á la que la conviene por la gracia de
tanto es preciso decir que la unión misma unión.
de las naturalezas en la persona de Cristo A l 3.° que Orígenes (super epistolam
cae bajo la predestinación eterna de Dios, ad R o m . cap. 1) dice que la letra de este
y en razón de esto se dice que Cristo es pasaje está concebida a s í , el que ha sido
predestinado. destinado Hijo de Dios con poder, de
A l argumento 1.° diremos, que el modo que no se designe anterioridad al-
Apóstol habla allí de la predestinación, g u n a , y por tanto no hay dificultad.
con que somos predestinados nosotros á Otros refieren la anterioridad, que se de-
ser hijos adoptivos. Pero, así como Cristo signa eñ el participio prmdestinatus, no
es el Hijo naturalde Dios por un modo á lo que es ser el Hijo de D i o s , sino á su
singular que á nadie le es dado, así por manifestación según la manera acostum-
cierto modo particular es predestinado. brada de hablar en las Santas Escritu-
A l 2 . ° q u e , como se dice en la Glosa ras , por el que se dice que las cosas son
(ord. sup. i l l u d , qui prcedestinatus est hechas cuando son conocidas ; de suerte
Filius) y se ve por San Agustín (lib. D e que el sentido sea que Cristo ha sido
prasdest. sanct. cap. 15, R . 1), algunos predestinado, para manifestarse Hijo de
dijeron que la predestinación debe enten- Dios. Pero así no se entiende la predes-
derse de la naturaleza y no de la perso- tinación en su sentido propio : porque se
na, esto e s , porque á la naturaleza hu- dice que uno es propiamente predestina-
mana se ha hecho esta gracia de unirse d o , según que es dirigido hacia el fin de
al Hijo de Dios en la unidad de persona. la beatitud; y , como la beatitud de Cristo
Pero según esto la locución del Apóstol no depende de nuestro conocimiento, por
es impropia por dos motivos: 1.° por una eso debe decirse mejor que aquella ante-
razón común; porque no decimos que la rioridad, que indica el participio prades-
naturaleza de alguien es predestinada, tinatus, no se refiere á la persona según
sino el mismo supuesto; dado que ser sí misma, sino en razón de la naturaleza
predestinado es ser dirigido á la salva- humana, esto e s , porque aquella persona,
ción, lo cual es propio del supuesto, que aunque fue ab alterno Hijo de D i o s , sin
obra á causa del fin de la beatitud; 2.° embargo el Hijo de Dios no existió siem-
por una razón especial; puesto que el ser pre subsistente en la naturaleza humana.
-Hijo de Dios no conviene á la naturaleza Por esto dice S a n Agustín (lib. D e pra-
CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULOS I Y II. 359

dest. sanct. c. 15) : « Jesús ha sido pre- 3.° L o que debe ser hecho alguna vez
» destinado, para que el que había de ser en el tiempo ha sido predestinado de toda
» según la carne hijo de David, fuese en la eternidad. Mas esta proposición « el
»la virtud Hijo de Dios ». También se » Hijo de Dios se hizo hombre » es más
debe considerar que, aunque este partici- verdadera que esta « el hombre ha sido
pio pradestinatus importe anterioridad, » hecho Hijo de Dios », como se ha de-
lo mismo que el participio factus, sin mostrado ( C . 16, a. 6 y 7). Luego es
embargo de distinto modo: porque ser más verdadera esta proposición « Cristo
hecha pertenece á la misma cosa, según » como Hijo de Dios ha sido predesti-
que existe en sí misma ; mientras que ser » nado á ser hombre » que su contraria
predestinado pertenece á alguien, según « Cristo como hombre fue predestinado
que está en la aprensión de alguno que » á ser Hijo de Dios ».
preordena. Pero lo que se halla bajo una Por el contrario, dice San Agustín
forma y naturaleza en realidad puede (lib. De preedest. sanct. c. 15) : « deci-
aprenderse, ya según que existebajo esta » mos (1) que el mismo Señor de la glo-
forma, ya también absolutamente : y, » ria ha sido predestinado, en cuanto el
puesto que no conviene absolutamente á » hombre se ha hecho Hijo de Dios».
la persona de Cristo el que comenzase á Conclusión. Solo en cuanto homlre ó
ser Hijo de Dios, mientras que la convie- por razón de su naturaleza humana fue
ne, según que se la entiende ó aprende Cristo predestinado á ser Hijo de Dios.
como existente en la naturaleza humana, Responderemos, que en la predestina-
esto es, porque llegó un tiempo en que ción pueden considerarse dos cosas : una
el Hijo de Dios fuese existente en la na- por parte de la misma predestinación
turaleza humana; sigúese que esta pro- eterna, y según esto importa cierta an-
posición « Cristo ha sido predestinado terioridad respecto de lo que es objeto
i> Hijo de Dios », es más verdadera que de la predestinación; y la otra según el
esta otra «Cristo fue hecho Hijo de efecto temporal, que es verdaderamente
» Dios ». algún don gratuito de Dios. Luego debe
decirse que en ambos conceptos se atri-
ARTÍCULO I I . — ¿ E S f a i s o e s t o : cristo buye la predestinación á Cristo en razón
como h o m b r e h a s i d o p r e d e s t i n a d o á s e r H i j o de la sola naturaleza humana ; porque
de Dios ? esta naturaleza no ha estado siempre
unida al Verbo, y también le ha sido
l.° Parece que es falsa esta proposi- dado por la gracia el unirse al Hijo dé
ción « Cristo como hombre ha sido pre- Dios en la persona : por lo tanto la pre-
i> destinado para ser Hijo de Dios » : destinación conviene á Cristo solamente
porque cada uno es en algún tiempo lo por razón de la naturaleza humana; y
que ha sido predestinado á ser, pues que así dice San Agustín (De preedest. sanct.
la predestinación de Dios no falta. Lue- i b i d ) : « l a elevación, á que la natura-
go , si Cristo como hombre ha sido pre- »leza humana ha sido predestinada, es
destinado á ser Hijo de Dios, parece se- » tanta, tan escelsa y grande que no ha-
guirse que es Hijo de Dios como hom- » bría lugar más superior para elevarla».
bre ; y esto es falso. Luego también lo Pero decimos que conviene á alguien
primero. como hombre lo que le conviene por ra-
2.° Lo que conviene á Cristo como zón de la naturaleza humana ; y así
hombre conviene á cualquier hombre, debe decirse que Cristo como hombre ha
porque es de la misma especie con los sido predestinado á ser Hijo deDios (2).
otros hombres. Luego, si Cristo como Al argumento 1.° diremos que, cuando
hombre ha sido predestinado para ser se dice « Cristo como hombre ha sido
Hijo de Dios, seguiríase que á cualquier » predestinado para ser Hijo de Dios »,
hombre conviene esto. Pero esto es falso: esta determinación « como hombre » pue-
luego también lo primero. de referirse al acto significado por el par-
(i) DUimus; pero el testo literal de San Agustín es [didici- concilio 2.° de Toledo, espresando que, ni hecho ni predesti-
*>»») «hemos aprendido ». nado como Dios, debe no obstante creerse nacido y hecho y
- (2) Así lo declara terminantemente en su profesión de fe el > predestinado, por -haber nacido de la Virgen María.
360 CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULOS II Y I I I .

ticipio de dos maneras : 1. por parte de


a
Cristo como hombre ha sido predestinado
lo que es objeto material de la predesti- á ser Hijo de Dios que el que Cristo como
nación, y de este modo es falsa ; pues el Hijo de Dios lo haya sido á ser hombre.
sentido es que ba sido predestinado que
Cristo como hombre sea Hijo de Dios, y ARTÍCULO I I I . — i - a predestinación de
en este sentido procede la objeción; 2. a
Cristo e s ejemplar de l a n u e s t r a ?
puede referirse á la misma razón propia
del a c t o , esto e s , según que la predesti- l.° Parece que la predestinación de
nación importa en su razón anterioridad Cristo no es el modelo de la nuestra:
y efecto gratuito; y de este modo con- porque el modelo existe antes que lo
viene á Cristo por razón de la naturale- modelado ( 2 ) ; y nada preexiste á lo
za humana, como queda dicho. E n cuyo eterno. L u e g o , siendo nuestra predesti-
sentido se dice que ha sido predestinado nación eterna, parece que la predestina-
como hombre. ción de Cristo no es el modelo de la
A l 2.° que algo puede convenir á al- nuestra.
gún hombre por razón de":la naturaleza 2.° E l modelo conduce al conocimiento
humana de dos modos : 1.° que la natu- de lo modelado ; mas no fue preciso que
raleza humana sea la causa de ello; como Dios fuera conducido al conocimiento d e
el ser risible conviene á Sócrates por ra- nuestra predestinación por algún otro,
zón de la naturaleza humana, por cuyos diciéndose ( R o m . 8, 29) los que conoció
principios es causado ; y de este modo el en su presencia, á estos predestinó. Lue-
ser predestinado no conviene ni á Cristo go la predestinación de Cristo no es el
ni á otro hombre en razón de la natura- ejemplar de la nuestra.
leza humana ; y en este sentido procede 3.° E l modelo es conforme á lo mode-
la objeción ; 2. por razón de la natura-
a
lado : pero parece ser de distinta natura-
leza, según que la naturaleza humana es leza la predestinación de Cristo que la
susceptible de ella ; y así decimos que nuestra; porque nosotros somos predes-
Cristo ha sido predestinado por razón de tinados para hijos de adopción, y Cristo
la naturaleza humana, porque la predes- lo lia sido para Hijo de Dios en virtud,
tinación se refiere á la exaltación de la como se dice ( R o m . 1, 4). L u e g o su pre-
naturaleza humana en él mismo, como se destinación no es ejemplar de la nuestra,
deja dicho. Por el contrario, San Agustín dice
A l 3.° q u e , como dice San Agustín (lib. D e praedest. sanct. cap. 15) : « la
( D e praedest. sanct. ibid.), «esa misma es » luz más brillante de la predestinación
T> aquella asunción singular del hombre » y de la gracia es el Salvador mismo, el
y> hecha inefablemente por Dios Verbo, »mediador entre Dios y los hombres,
» viniendo á ser á la vez Hijo de Dios é » Jesucristo hombre 2>. Pero se dice luz
» hijo del hombre ; hijo del hombre por de la predestinación y de la gracia, en
» razón del hombre (1) asumido, é Hijo cuanto por su predestinación y gracia se
» de Dios dicho verdadera y propiamente manifiesta la nuestra ; lo cual parece per-
» por el asumente unigénito de Dios ». Y tenecer á la razón del ejemplar. Luego
por lo tanto, puesto que aquella suscep- la predestinación de Cristo es modelo de
ción cae bajo la predestinación como gra- la nuestra.
tuita, puede decirse lo uno y lo otro ; esto C o n c l u s i ó n . La predestinación de
es, que el Hijo de Dios ha sido predesti- Cristo es el modelo de la nuestra [ 1 ] , no
nado á ser hombre, y que el hijo del hom- como acto del predestinante, sino por sus
bre lo ha sido para ser Hijo de Dios. Sin efectos ó término.
embargo, como la gracia no se ha hecho Responderemos, que la predestinación
al Hijo de Dios para que fuese hombre, puede considerarse de dos modos : 1.°
sino más bien á la naturaleza humana, Según el acto mismo del que predestina, y
con el fin de que se uniese al Hijo de así la predestinación de Cristo no puede
D i o s ; más propiamente puede decirse que llamarse modelo de la nuestra, pues por
un solo y mismo acto eterno nos pre-
(1) Más propiamente « de l a humanidad asumida», según lo destinó Dios y también á Cristo ; 2.° se-
éspuesto e n la C. 2, a. 3.
(2) Como su causa que es en cierto modo. gún aquello á que alguno es predestina^-
CUESTIÓN XXIV. — ARTÍCULOS III Y I V . 361

do, lo c u a l e s el término y el efecto de la su voluntad. L u e g o la predestinación de


predestinación ; y s e g ú n e s t o la predes- Cristo n o es causa d e l a n u e s t r a .
tinación de Cristo es modelo de la nues- 3.° Q u i t a d a l a c a u s a , s e q u i t a e l e f e c -
tra, y e s t o d e d o s m o d o s : 1.° e n c u a n t o to ; m a s , separada la predestinación de
al b i e n á q u e s o m o s p r e d e s t i n a d o s ; p u e s C r i s t o , n o se separa la n u e s t r a : puesto
él h a s i d o p r e d e s t i n a d o á s e r e l H i j o q u e , a u n q u e el H i j o d e D i o s n o se h u -
natural de D i o s , y nosotros lo somos biera encarnado, había otro modo posi-
p a r a l a filiación a d o p t i v a , q u e e s c i e r t a b l e d e salvarnos, c o m o dice S a n A g u s t í n
s e m e j a n z a p a r t i c i p a d a d e l a filiación n a - ( D e T r i n i t . 1. 13, c. 10). L u e g o l a p r e -
t u r a l ; p o r c u y a r a z ó n s e d i c e ( R o m . 8, destinación de Cristo n o es causa de la
29), los que conoció en su presciencia, á nuestra.
estos predestinó para ser hechos confor- P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( E p h e s . 1, 5),
mes á la imagen de su Hijo ; 2.° e n c u a n - nos predestinó para adoptarnos en hijos
to al m o d o d e c o n s e g u i r e s t e b i e n , q u e e s por Jesu-Cristo.
por m e d i o d e l a g r a c i a ; l o c u a l v e r d a d e - Conclusión. La predestinación de
ramente es m u y manifiesto e n C r i s t o , p o r - Cristo es causa de la nuestra, considera-
que l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o s e da [1] en su término, y no [2] en cuanto
ha u n i d o a l H i j o d e D i o s sin m é r i t o s s u - al acto mismo.
yos a l g u n o s a n t e r i o r e s , y de la plenitud R e s p o n d e r e m o s , q u e , si se considera
de su gracia todos recibimos, c o m o s e la predestinación según su acto mismo, la
dice ( J o a n . 1, 16). predestinación de Cristo no es causa de
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e a q u e l la nuestra, h a b i e n d o D i o s p r e d e s t i n a d o
razonamiento p r o c e d e d e p a r t e d e aquel á él y á nosotros p o r u n solo y m i s m o
acto d e l q u e p r e d e s t i n a . a c t o ; mas, si se considera la predesti-
L o m i s m o d e b e d e c i r s e a l 2.° nación según su término, en este caso la
A l 3.° q u e n o e s n e c e s a r i o q u e l o m o - predestinación de Cristo es causa de la
delado se c o n f o r m e a l m o d e l o (1) e n t o - nuestra : p o r q u e D i o s p r e o r d e n ó n u e s t r a
dos sus d e t a l l e s , s i n o q u e b a s t a q u e l e s a l u d , p r e d e s t i n á n d o n o s ab (Eterno, d e
imite e n a l g u n a m a n e r a . m o d o q u e se cumpliese p o r m e d i o d e
Jesucristo (3); puesto q u e bajo la p r e -
ARTÍCULO I V . — l a p r e d e s t i n a c i ó n d e destinación e t e r n a c a e , n o solo lo q u e
Cristo e s c a u s a (2) d e l a n u e s t r a ? d e b e h a c e r s e en el t i e m p o , sino t a m b i é n el
m o d o y o r d e n , s e g ú n el q u e d e b e c u m -
l.° P a r e c e q u e l a p r e d e s t i n a c i ó n d e plirse en el tiempo.
Cristo n o es c a u s a d e l a n u e s t r a : p o r q u e A l o s a r g u m e n t o s 1.° y 2.° d i r e m o s ,
lo e t e r n o n o t i e n e c a u s a ; y n u e s t r a p r e - que aquellas razones proceden de la pre-
destinación e s e t e r n a . L u e g o l a p r e d e s - destinación según el acto del q u e p r e -
tinación d e C r i s t o n o e s c a u s a d e l a destina.
nuestra. A l 3.° q u e , si C r i s t o n o h u b i e r a d e b i d o
2.° L o q u e d e p e n d e d e l a s i m p l e v o - encarnarse, Dios habría preordenado á
luntad d e D i o s ñ o t i e n e o t r a c a u s a s i n o los h o m b r e s á l a salvación p o r o t r a c a u s a ;
la v o l u n t a d d e D i o s ; y n u e s t r a p r e d e s - p e r o , puesto que preordenó la encarna-
tinación d e p e n d e d e l a s i m p l e v o l u n t a d ción d e C r i s t o , p r e o r d e n ó simultánea-
de D i o s , p u e s s e d i c e ( E p h e s . 1, 11) pre- m e n t e con esto q u e ella fuese l a c a u s a d e
destinados según el decreto de aquel que n u e s t r a s a l v a c i ó n (4).
obra todas las cosas según el consejo de

¡1) Más pvopia y exactamente que en el orden inverso, cual (3) Merece consultarse sobre esto el Concilio Tridentino en
i enuncia en el argumento. s u sesión 6 . cap. 2, 5, 0, 7 , 1 1 , 1 1 , 10, etc.
8

(2) Final y eficiente ó meritoria. (4) V. el a. 3 de la C 1."


CUESTIÓN XXY.

Adoración de Cristo.

Trataremos ahora de las cosas, que pertenecen á Cristo por relación á nosotros; y 1." sobre la ado-
ración de Cristo, con que nosotros le adoramos; 2.° de que es nuestro mediador ante Dios.
Sóbrelo 1.° espondrémos: 1." Debe adorarse la divinidad de Cristo y su humanidad por una y mis-
ma adoración ? — 2 . La carne de Cristo debe ser adorada con adoración de latría? — 3 . La adoración
a a

de latría debe darse a l a imagen de Cristo ?—4. Debe tributarse á la cruz de Cristo ? — 5 . Y á su Ma-
a a

dre ? — 6 . Adoración de las reliquias de los Santos ?


a

A B T Í C T J L O I. — ¿ D e h e s e r a d o r a d a l a go la naturaleza humana en Cristo debe


divinidad de Cristo y s u h u m a n i d a d por u n a ser venerada por cierta adoración propia,
m i s m a a d o r a c i ó n ? (1) ademas de la veneración que se da á su
divinidad.
1.° Parece que no debe ser adorada Por el contrario, en los capítulos del
la humanidad de Cristo y su divinidad 5." concilio (Constaut. 2.° gener. 5.° co-
con la misma adoración : porque la divi- llat. 8, can. 9) se lee así : « si alguno
nidad de Cristo debe ser adorada con la » dice que se debe adorar á Cristo en dos
adoración que es común al Padre y al » naturalezas, por lo que se introducen
H i j o ; por cuya razón se dice ( J o a n . 5, » dos adoraciones, y no adora con una
23), todos honren al Hijo como honran al » sola adoración á Dios Verbo encarnado
Padre. E s así que la humanidad de » con la propia carne del mismo, como
Cristo no es común á él y al Padre. L u e - » fue tradición desde el principio de la
g o no debe adorarse con la misma ado- » Iglesia de Dios ; el tal sea escomul-
ración la humanidad de Cristo y su di- » gado ».
vinidad. Conclusión. Una sola es propiamente
2.° E l honor es propiamente el premio la adoración de la divinidad y humani-
de la virtud, como dice Aristóteles dad en Cristo, aunque varias y diversas
(Ethic. 1. 4 , c. 7 y 8) ; y la virtud mere- sus causas en una y otra naturaleza.
ce su premio por su acto. L u e g o , siendo Responderemos,,que en el que es re-
distinta en Cristo la operación de la na- verenciado podemos considerar dos cosas,
turaleza divina de la de la humana, como á saber; aquel á quien se tributa el ho-
se ha dicho ( C . 19, a. 1) ; parece que nor, y la causa de este. Pero se honra
debe ser venerada con distinto honor la " propiamente hablando á toda la cosa
humanidad de Cristo que su divinidad. subsistente ; porque nosotros no decimos
3.° E l alma de Cristo, si no hubiera que se honra la mano del hombre, sino
sido unida al V e r b o , debería ser venera- al hombre : y , si alguna vez se dice que
da por la escelencia de sabiduría y gra- se honra la mano ó el pie de alguien, no
cia, que tiene. Mas nada de dignidad se se dice esto en el sentido de que estas
le ha sustraído, por unirse al Verbo. L u e - partes se honren en sí mismas, sino por-

(1) Nestorio y como él sustancialmente Félix de Urgel y los nico (acl. ó conf. 8, cap. 9 y 13| y por el 1." de Efeso (can. 8),
chanzinzarios negaron debía ser adorada ; la humanidad de
7
como también por el 4.° de Constantinopla, congregado en
Cristo con el mismo culto de latría que su divinidad, fundán- tiempo del emperador Justiniano para completar la obra del
dose en s u herética dualidad de personas : error condenado 6.° general.
por el Concilio 2.° de Constantinopla, que fue el 5.° ecumé-
CUESTIÓN XXV.—ARTÍCULOS I Y II. 363

que en estas partes se honra al todo ; por se manifiesta que haya dos adoraciones,
cuya manera también puede honrarse al sino dos causas de adoración.
hombre en alguna cosa esterior, por A l 3.° que el alma de Cristo, si no es-
ejemplo, en su vestido ó en su imagen ó tuviera unida al Verbo de D i o s , sería lo
en su representante. L a causa del honor que hay más principal en este hombre, y
es el motivo, por el que el que es hon- por ló tanto se le debería honrar prin-
rado tiene alguna escelencia : porque el cipalmente, por cuanto el hombre es lo
honor es la reverencia tributada á alguien que hay más importante en él. Pero,
á causa de su superioridad, como se ha puesto que el alma de Cristo está unida
dicho en la 2. Parte (2. -2.* C. 103, a.
a a
á una persona más digna, se debe sobre
1). Y por esto, si en un mismo hombre todo honrar á aquella persona, á la cual
hay muchas causas de honor, como la se une el alma de Cristo. Sin embargo
dignidad, la ciencia y la virtud ; el honor no por esto se disminuye la dignidad del
será uno de parte del que es honrado, alma de Cristo, sino que se aumenta,
pero múltiple por relación á las causas como también se ha dicho ( C . 2, a. 2,
que lo motivan; porque el hombre es á al 2.°).
quien se honra por su ciencia y por su
virtud. A s í pues, existiendo en Cristo ARTÍCULO I I . — i l a h u m a n i d a d d o
una sola persona de la naturaleza divina Cristo d e b e s e r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e la»
y humana, una hipóstasi y un solo su- t r í a ? (2)
puesto; no hay más que una sola adora-
ción y un solo honor relativamente al que 1.° Parece que la humanidad de Cristo
es adorado : pero por parte de la causa, no debe ser adorada con adoración de
por que se le honra, puede decirse que hay latría : porque (sup. P s . 98), adorad el
más de una adoración, es decir, que se estrado de sus pies, porque es santo, dice la
le honre con un honor por su sabiduría Glosa (ord. antig. m s . ) : «nosotros ado-
increada y con otro por su sabiduría » ramos sin impiedad la carne tomada por
creada. Pero, si se supusieran en Cristo » el Verbo de D i o s , porque nadie come
muchas personas ó hipóstasis, seguiríase » s u carne espiritualmente sin adorarla
que habría absolutamente muchas adora- » antes ; no digo con aquella adoración,
ciones : y esto es lo que se condena por » que es latría, la cual solo es debida al
los concilios ; pues se dice en los capítu- » Criador )>. P e r o la carne de Cristo es
los de San Cirilo (1) (epist. ad Néstor, una parte de su humanidad. L u e g o la
in conc. Ephes. gener. 3.° p. 1, c. 26): humanidad de Cristo no debe ser adorada
«si alguno se atreve á decir que se debe con adoración de latría.
» coadorar al hombre tomado con el Dios 2.° E l culto de latría á ninguna cria-
y>Verbo, como á otro de otro, y no honra tura es debido ; pues que los gentiles son
J> más bien con una misma adoración á reprobados^ porque adoraron y sirvieron
»Emanuel, según que el Verbo se ala criatura, como se dice (Rom. 1,
» hizo carne ; sea escomulgado ». 25). E s así que la humanidad de Cristo
Al argumento 1.° diremos, que en la es criatura. L u e g o no debe ser adorada-
Trinidad son tres los que reciben honor, con adoración de latría.
mas una sola es la causa del honor; mien- 3.° L a adoración de latría se debe á
tras que en el misterio de la Encarnación Dios en reconocimiento del soberano do-
sucede lo contrario. P o r lo tanto de un minio, según estas palabras (Deuter. 6,
modo es uno el honor de la Trinidad y de 13), adorarás (3) al Señor tu Dios y á
otro lo es el honor de Cristo. él solo servirás. M a s , , siendo Cristo con-
Al 2.° que la operación no es la que se siderado como hombre menor que el P a -
honra, pero es la razón del honor: y así, dre ; sigúese que su humanidad no debe
por haber en Cristo dos operaciones, no ser adorada con adoración de latría.

(1) Los doce anatematismos, que formuló contra Nestorio, terminantes del de Nicéa contra Pablo de Samosata, reprodu-
de los que el 8.° constituye el canon S del Concilio de Efeso, cidas en el de Efeso (parte 3.° cap. 6).
presidido por él á nombre del papa Celestino. (3) Temarás (iimebis) dice allí el testo bíblico; pero en el
(¡) Asi consta de los Concilios citados en la nota al epí- Evangelio (Mallh. 4, 10) se lee adorabis,
grafe del artículo precedente, y en especial por las palabras
364 CUESTIÓN XXV. — ARTÍCULOS II Y I I Í .

P o r e l c o n t r a r i o , San Juan D a m a s - con adoración de latría á causa de su


ceno dice (orthod. fid. 1. 4, c. 3) : « se divinidad, y con adoración de dulía á
» adora la carne de Cristo en Dios Verbo causa de la perfección de su humanidad.
» encarnado, no por ella misma, sino á Esto no es inconveniente ; puesto que al
» causa del Verbo de D i o s , que le está mismo Dios Padre se le debe el honor de
» bipostáticamente unido » ; y sobre estas latría por su deidad, y el honor de du-
palabras ( P s . 98), adorad el escabel de sus lía por el dominio, con que gobierna ala
pies, dice la Glosa (ord. A u g u s t . ) : « el criatura. A s í que sobre aquello (Ps. 1),
» que adora el cuerpo de Cristo no mira Señor, Dios mió, en tí esperé, dice la
» á la tierra, sino más bien á aquel de Glosa (interl.) : « s e le debe el culto de
» que ella es estrado, en cuyo bonor adora » dulía, como Señor de todas las cosas
» al estrado mismo ». Mas el Verbo en- » por potencia; y el culto de latría, como
carnado es adorado con la adoración de » D i o s de todas por la creación».
latría. L u e g o también su cuerpo ó su A l argumento 1.° diremos, que aquella
humanidad. Glosa no debe entenderse, como si se
C o n c l u s i ó n . La humanidad de Cristo adorase á la carne de Cristo separada-
recibe adoración de latría [ 1 ] por razón mente de su divinidad ; pues esto podría
del objeto adorado en su mismo ser ; mas suceder solo en el caso, en que la hipósta-
en el concepto de perfeccionada con todo si de Dios y la del hombre no fuesen la
género de gracias [ 2 ] débesela solo la de misma. P e r o , puesto que, como dice el
dulía. Damasceno (ibid.), « si separas con sutí-
R e s p o n d e r e m o s que, como se ha dicho » l e s conceptos lo que se ve de lo que se
( a . 1), el honor de la adoración se debe » comprende, es inadorable como criatu-
propiamente á la hipóstasi subsistente; » ra » , esto e s , con adoración de latría ;
sin embargo la razón del honor puede ser y entonces, al considerarle así como sepa-
algo no subsistente, por lo que se honra rado del Verbo de D i o s , se le debería la
á la persona, en que se encuentra. L u e g o adoración de dulía, no una adoración
l a adoración de la humanidad de Cristo cualquiera, como la que se tributa en ge-
puede entenderse de dos maneras : 1. a
neral á las otras criaturas, sino una ado-
refiriéndose á él como á la cosa adora- ración proporcionada á su escelencia, á la
da, y en este caso adorar la carne de que llaman hiperdulía (1).
Cristo no es otra cosa que adorar al Por esto también es evidente la contes-
Verbo de Dios encarnado, como adorar tación al 2.° y 3.°, puesto que la adoración
el vestido de un rey no es otra cosa que de latría no se da á la humanidad de Cris-
adorar al rey vestido ; y según esto la to por razón de ella misma, sino en razou
adoración de la humanidad de Cristo es de la divinidad, á la que se une, y según
adoración de latría; 2 . la que se hace
a
la cual Cristo no es menor que el Padre,
por razón de la humanidad de Cristo
perfeccionada por todo don de gracia ; y ARTÍCULO I I I . — &a i m a g e n d e crisio
así la adoración de la humanidad de d c n c . s c r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e latría? (2)
Cristo no es adoración de latría, sino ado-
ración de dulía, de tal suerte que una y 1.° Parece que la imagen de Cristo no
l a misma persona de Cristo es adorada debe ser adorada con adoración de latría:
(lj Como demonstracion de cierta servidumbre superior. Iglesia desde sus primeros d í a s , y tal ha venido y continúa
(2) La adoración de las imágenes de Cristo y de los Santos siendo su enseñanza teórica y práctica sin interrupción, antes
ha sido objeto de censura y escarnio y áuu pretesto de veja- con creciente y más esmerado desarrollo, á medida que los em-
ciones y sacrilegos atropellos de personas y cosas por parte bates de los nuevos iconómacos se han presentado más rudos
de los iconoclastas, así de los primeros tiempos de la Iglesia é intempestivos, l i é aquí una do las más concluyenlos prue-,
como en la época más reciente de los reformadores protestan- bas de la constante y decidida protección de la Iglesia á las
tes s figurando entre estos últimos Carlostadio (impugnado en artes, á la vez que de sus íntimas simpatías con los senti-
esto hasta por el mismo Lulero) i imitación de los albígenses mientos de piadoso respeto á la memoria de los mayores y per-
y alascanos, como en tiempos más remotos los emperadores sonas queridas, demostrada siempre y donde quiera por cuan-
León 3.° y 4.° y Juan de Rocsesana ; quienes en general pro- tos abrigan afecciones íntimas y legítimas de familia y de
testaban ser las imágenes ídolos é idolatría el venerarlas y consecuente amistad ó deferencia á los que en cualquier con-
conservarlas en los templos, lo mismo que ofrecerlas incienso cepto se han hecho dignos de imperecedero recuerdo, conser-
según el hereje Ámauric ó Almarico, repetidas veces mencio- vado y transmitido de unafl otra generación eu sus retratos o
nado antes de ahora á otros propósitos. E l Concilio 2." de Ni-
efigies y en sus reliquias corporales ó de objetos de su perte-
céa (ocí. 1, 2 y 3) declaró la construcción y veneración de las
nencia.
imágenes conforme con las tradiciones orales y escritas de la
CUESTIÓN X X V . — ARTÍCULO III. 365

porque se dice (Exod. 20, 4 ) , no harás movimiento que se refiere á la cosa; mas
para tí obra de escultura nifigura algu- el segundo, que se refiere á la imagen
na ; y ninguna adoración debe hacerse como tal, es uno y el mismo con el que se
contra el precepto de Dios. Luego la ima- refiere á la cosa. Así pues debe decirse
gen de Cristo no debe ser adorada con que á la imagen de Cristo, en cuanto es
adoración de latría. cierta cosa (por ejemplo, un madero la-
2.° No debemos hacer lo mismo que brado ó pintado), ninguna reverencia se
los gentiles, según San Pablo (Ephes-5). le tributa; porque esta no~es debida sino
Pero á los gentiles se les culpa principal- á la naturaleza racional. Dedúcese pues
mente de que mudaran la gloria de Dios que se exhibe reverencia solamente en
incorruptible en semejanza de figura de cuanto es imagen, y así se sigue que se tri-
hombre corruptible, como se dice (Rom. buta la misma reverencia á la imagen de
1, 23). Luego la imagen de Cristo no Cristo y á Cristo mismo(l). Luego, como
debe ser adorada con adoración de latría. se adora á Cristo con adoración de latría,
3.° A Cristo se debe la adoración de es consiguiente que su imagen debe ser
latría por razón de su divinidad, mas no adorada con culto de latría.
por razón de su humanidad. Pero no se Al argumento 1.° diremos, que por
debe dicha adoración á la imagen de su aquel precepto no se prohibe hacer cual-
divinidad, que está impresa en el alma quiera escultura ó semejanza, sino hacer-
racional. Luego mucho menos á la ima- las para adorarlas; por lo que añade, no
gen corporal, que representa la humani- las adorarás ni les darás culto.Y, puesto
dad del mismo. que, como se ha dicho, lo mismo es el
4.° Parece que nada debe hacerse en movimiento hacia la imagen y hacia la
el culto divino, sino lo que ha sido insti- cosa; del mismo modo se prohibe la ado-
tuido por Dios; por cuya razón el Após- ración de la imagen que se prohibe la
tol (i Cor. 11, 23) al enseñar la doctrina adoración de la cosa, de la que es ima-
que recibió sobre el sacrificio de la Igle- gen. Por lo cual allí se entiende prohi-
sia, dice, yo recibí del Señor lo que tam- birse la adoración de las imágenes, que
bién os enseñé á vosotros. Pero en la Es- hacían los gentiles en veneración á sus
critura no se encuentra tradición alguna dioses, esto es, á los demonios. Por
sobre la adoración de las imágenes. Lue- esta razón se dice antes, no tendrás dio-
go la imagen de Cristo no debe ser ado- ses ajenos delante de mí. Ademas, siendo
rada con la adoración de latría. el verdadero Dios incorpóreo, ninguna
Por el contrario, San Juan Damasce- imagen corporal podía representarle ;
no (Orth. fid. 1. 4 , c. 17) cita á San puesto que, como dice San Juan Damas-
Basilio, que dice: « el honor de la imagen ceno (ibid.), « es de suma locura é im-
»llega al prototipo», esto es, al ejem- » piedad dar figura á lo que es divino ».
plar. Pero el mismo ejemplar (esto es, Pero, puesto que en el nuevo Testamen-
Cristo) debe ser adorado con adoración to Dios se hizo hombre, puede ser adora-
de latría. Luego también su imagen. do en su imagen corporal.
Conclusión. A laimágen de Cristo [ 1 ] Al 2.° que el Apóstol prohibe comu-
considerada como un objeto material cual- nicar en las obras infructuosas de los gen-
quiera ninguna reverencia es debida; mas tiles , mas no en las obras útiles; y la
como a tal imagen ó representación suya adoración de las imágenes debe compu-
[2] debe tributársela adoración de latría. tarse entre las obras infructuosas bajo
^ Responderemos que, como dice el Fi- dos puntos de vista: 1.° en cuanto á que
lósofo (lib. De memoria et reminiscentia, algunos de ellos adoraban las mismas imá-
p- 2), el movimiento del alma hacia la genes como ciertas cosas, creyendo exis-
imagen es de dos maneras : 1. ala mis-
a
tir en ellas algún numen á causa de las
ma imagen, según que es una cosa; 2. á a
respuestas, que los demonios daban en
la imagen según que es la imagen de otro ellas, y otros tales efectos admirables;
objeto; y entre estos dos movimientos 2.° por causa de las cosas de que eran
hay esta diferencia : que el primero, por imágenes ; pues fabricaban tales imáge-
el que uno se mueve hacia la imagen, se-
gún que es cierta, cosa, es. distinto del (1) Pero absoluta á Cristo y relativa á su i m a g e n .
366 CUESTIÓN X X V . — A R T Í C U L O S III Y I V .

nes de algunas criaturas, á las que vene- está unida al Hijo de Dios en persona;
raban en ellas con la veneración de latría. lo cual no puede decirse de la cruz. Lue-
P e r o nosotros adoramos con adoración go la cruz de Cristo no debe ser adorada
de latría á la imagen de Cristo, que es con adoración de latría.
verdadero D i o s , no por causa de la mis- 3.° A s í como la cruz de Cristo fue
ma i m a g e n , sino por la cosa de que es instrumento de su Pasión y muerte, así
imagen, como se ha dicho. también otras muchas cosas, como los
A l 3.° que á la criatura racional se l a clavos, la corona y la lanza ; á los cua-
debe respeto por sí misma; y por consi- les sin embargo no tributamos culto de
guiente , si se diese á la criatura racional, latría. L u e g o parece que la cruz de Cris-
en la que está la imagen de D i o s , adora- to no debe ser adorada con adoración de
ción de latría, podría haber en ello una latría.
ocasión de error, cual es que el movi- Por él contrario: damos culto de latría
miento del que adora se fijaría en el hom- á aquel, en quien ponemos esperanza de
bre, en cuanto es cierta cosa, y no se re- salvación ; y en la cruz de Cristo pone-
feriría á Dios, de quien es imagen: lo cual mos la esperanza de salvación ; pues la
no puede tener lugar tratándose de una Iglesia canta (3) :
imagen esculpida ó pintada en una mate- O crux , ave , spes única !
ria sensible. Hoc passionis tempore
A u g e piis justitiam,
A l 4.° que los apóstoles por inspira- Reisque dona veniatn.
ción familiar del Espíritu Santo trans- Salve ¡oCruz! nuestra esperanza:
mitieron á la Iglesia la observancia de Hora en tiempo de Pasión
ciertas cosas, que no dejaron en sus es- Añade gracia a los justos
Y da al criminal perdón.
critos, pero que la Iglesia ha observado
en la sucesión de los fieles: por lo que L u e g o la cruz de Cristo debe ser ado-
dice el mismo Apóstol ( n Thess. 2 , 14), rada con adoración de latría.
estad firmes y conservad las tradiciones, Conclusión. Tribútase adoración de
que aprendisteis ó por palabra, es decir, latría [ 1 ] á la cruz misma, en que fue
de viva v o z , ó por carta, esto e s , por clavado el Redentor, por la doble razón
escrito ; y entre tales tradiciones se en- de su contacto y representación ; é igual-
cuentra la adoración de las imágenes de mente [2] por solo este último concepto ú
Cristo. P o r esta razón se dice que San otras cruces de cualquier materia.
L u c a s (1) pintó una imagen de Cristo, Responderemos q u e , como se h a di-
que se conserva en Roma. cho (a. 3 ) , el honor ó reverencia no es
debido sino á la naturaleza racional, pues
ARTÍCULO I V . — cruz do cristo de- á la criatura insensible no se le deben
b e s e r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e l a t r í a ? (2) sino por razón de la naturaleza racional;
y esto en dos conceptos: 1.° en cuanto
1.° Parece que la cruz de Cristo no representa la naturaleza racional; 2.° en
debe ser adorada con adoración de latría: cuanto se le une de cualquier modo. Del
porque ningún hijo piadoso venera la primer modo acostumbraron los hombres
afrenta de su padre, por ejemplo, el láti- á venerar la imagen del r e y , y del se-
g o con que ha sido azotado ó el leño en gundo su vestido ; pero veneran una
el que fue suspendido, sino que más bien y otro con la misma veneración que
le tiene horror; y Cristo sufrió una muer- veneran al rey. L u e g o , si hablamos de la
te oprobiosísima en el madero de la cruz, cruz misma, en que Cristo fue crucifica-
según aquello ( S a p . 2, 20), condenémos- do, de ambas maneras debemos venerarla,
le á la muerte más infame: luego no de- á saber : de una, en cuanto nos represen-
bemos venerar la cruz, sino más bien ta la figura de Cristo estendido en ella;
aborrecerla. y de otra por el contacto que tuvo con ¡os
2.° L a humanidad de Cristo es adora- miembros de Cristo y porque fue regada
da con adoración de latría, en cuanto con su sangre: por esta razón de ambas

(1) S e g ú n refieren TNicéforo (1. 2, c. 43) y Metafrastes citado contra la doctrina dogmática de los Concilios 6.° y 7.° ecumé-
por Baronio al año 48, § 26. nicos y 2.° de TSicéa.
(2) Negábalo.y enseñó á negarlo el célebre Claudio de Turin "(3) En el Himno de la Pasión,
CUESTIÓN XXV ARTÍCULOS IV Y V . 367-

maneras se adora c o n la m i s m a adoración gel á las mujeres (Marc. 1 6 , 6 ) , buscáis


que á Cristo, esto es, con la adoración á Jesús Nazareno crucificado; no dijo
de latría ; y por lo mismo también ha- lanceado sino crucificado. D e ahí es' que
blamos á la cruz y la pedimos, como al. veneramos la cruz de Cristo en cualquie-
mismo crucificado. si se trata de
Pero, ra materia, mas no la imagen de los cla-
la imagen de la cruz de Cristo hecha de vos y cualesquiera otros instrumentos.
una materia cualquiera, p o r e j e m p l o , p i e -
d r a ó m a d e r a , p l a t a ú o r o ; en este caso
ARTÍCULO V. — m madre de cristo
veneramos la cruz solamente (1) como á d e b e s e r a d o r a d a c o n a d o r a c i ó n d e l a t r í a ? (2)
la imagen de Cristo, á la cual veneramos
con adoración de latría , c o m o s e h a d i - 1.° Parece que la Madre de Dios debe
c h o "(a. 3). ser adorada con adoración de latría: pues
A l argumento 1.° diremos, que en la parece que el mismo honor debe tributar-
cruz d e C r i s t o r e s p e c t o á la intención ú se á la madre del rey que al rey ; y así
opinión de los infieles se considera el se dice ( n i R e g . 2 , 19) que fue puesto
oprobio de Cristo; pero en cuanto al un trono para la madre del rey, que se
efecto d a n u e s t r a salvación es considera- sentó á la derecha de él; y San Agustín
da la virtud d i v i n a d e l m i s m o , p o r l a q u e dice (serm. D e Assumptione, c. 6) : ce el
triunfó de sus enemigos, según aquello » trono de Dios y el tálamo del Señor,
(Coloss. 2 , 1 4 ) , la quitó de en medio, en- » la casa y el tabernáculo de Cristo, es
clavándola en la cruz ; y despojando los » digno de estar allí donde él mismo
principados y potestades, los sacó con- » está ». Pero Cristo es adorado con ado-
fiadamente en público triunfando de ellos ración de latría. L u e g o también su
en sí mismo. P o r e s o d i c e e l A p ó s t o l Madre.
( i C o r i n t h . 1 , 1 8 ) , la palabra de la cruz 2.° San J u a n Damasceno dice (Orth.
á la verdad locura es para los que pere- fid. 1. 4 , c. 17) que « el honor de la ma-
cen; mas para los que se salvan, esto es, lí dre se refiere al Hijo ». E s así que el
•para nosotros, es virtud de Dios. Hijo es adorado con adoración de latría.
A l 2.° q u e l a c r u z d e C r i s t o , a u n q u e no L u e g o también la Madre.
estuvo unida al V e r b o de Dios en perso- 3.° Más unida está á Cristo su Madre
na, sin e m b a r g o l e e s t u v o u n i d a d e algún que la cruz; y la cruz se adora con adora-
otro m o d o , esto es, por la representación ción de latría. L u e g o también la Madre
y el contacto ; y por esta sola razón se de Cristo debe ser adorada con adoración
la tributa reverencia. de latría.
Al 3.° que en cuanto á la razón del Por el contrario : la Madre de Dios es
contacto de los m i e m b r o s de Cristo ado- una pura criatura. L u e g o no se la debe
rarnos, n o s o l o l a c r u z , s i n o t a m b i é n todo adoración de latría.
lo q u e p e r t e n e c e á Cristo; por cuya razón Conclusión. A la bienaventurada Vir-
dice el D a m a s c e n o ( D e orth. fid. 1. 4 c. gen María se debe adoración, no de latría,
12): « convenientemente debe ser adora- pero sí más eminente que la de dulia, cual
» do el m a d e r o precioso como santificado es la hiperdulía.
» por el c o n t a c t o del cuerpo y de la san- Responderemos q u e , puesto que la
» gre de Cristo, los c l a v o s , los vestidos, latría se debe á solo D i o s , á ninguna
» la lanza y l a s s a n t a s m o r a d a s d e él, q u e criatura es debida, según que venera-
» son el pesebre, la t u m b a y otras ». Sin mos á la criatura en sí misma. M a s , aun-
embargo estas cosas no representan la que las criaturas insensibles no sean ca-
imagen de Cristo, como la cruz, que se paces de veneración por sí mismas, sin
llama el s i g n o d e l H i j o del hombre, que embargo la racional lo es ; y por la tan-
aparecerá e n el cielo, según la espresion to á ninguna pura criatura racional se
(Matth. 24). P o r esto mismo dijo el á n - debe el culto de la latría. Siendo pues la

(1) Con culto relativo, según lo dicho en la nota 1, pág. 365. debido á solo Dios, y superior al de simple dulía bajo la d e -
(2) Los coliridianos pretendían que « l a Virgen María debía nominación de hiperdulía, conforme á la doctrinadel Concilio
ser adorada como Dios » ; bien al contrario de los antidico- 2.° de Nicéa, 7.° ecuménico y otros posteriores, más ó menos
arlanitas, que la negaban todo culto. La Iglesia católica tiene terminantes sobre este punto.
a termino medio, venerándola con culto inferior al de latría,
368 CUESTIÓN XXV. — ARTÍCULOS V Y VI.

bienaventurada Virgen pura criatura muerte de algún Santo su cuerpo no debe


racional, no se la debe adoración de la- ser adorado.
tría, sino solo veneración de dulía ; más Por el contrario, dícese (lib. D e eccle-
eminentemente sin embargo que á las de- siasticis dogmatibus, c. 73), c< c r e e m o s
mas criaturas, e n c u a n t o e l l a e s M a d r e » que deben honrarse m u y sinceramente
de Dios : y por esto se dice que se la » los cuerpos de los Sautos y sobre todo
debe, no un culto de dulía cualquiera, i> l a s reliquias de los bienaventurados
sino de hiperdulía. » mártires, como miembros de Cristo ; y
A l argumento 1.° diremos, que á la d e s p u é s s e a ñ a d e : « si a l g u n o s e opusiere
madre del rey no se debe igual honor que » á este parecer, no se le conceptúa cris-
se debe al r e y ; sin embargo se la debe » tiano sino eunomiano y vigilanciano »,
un honor consemejante en razón de su es- Conclusión. Debemos venerar en hon-
celencia, y esto significan las autorida- ra á su memoria cualesquiera reliquias
des aducidas. de los Santos y con especialidad sus
A l 2.° q u e el honor de la m a d r e se re- cuerpos.
fiere al hijo, puesto que la madre misma Responderemos q u e , c o m o d i c e S a n
debe ser adorada por causa del hijo: no Agustin ( D e civ. D e i , 1. 1, c. 13), « si el
sin embargo del mismo modo con que el » vestido de un padre y su anillo y otros
honor de la imagen se refiere al modelo; » objetos parecidos son tanto más queri-
puesto que la imagen misma, según que » dos de sus descendientes, cuanto ma-
se considera en sí como cierta cosa, de » yor afecto tienen estos á sus padres; no
ningún m o d o debe ser venerada. » deben despreciarse en manera alguna
A l 3.° que la cruz no es capaz de ve- » los mismos cuerpos, que nos son más
neración, según que se la considera en sí, » preciados y están más estrechamente
como se h a d i c h o ( a . 4): pero la B . Vir- » unidos que todos los vestidos que ha-
g e n es capaz en sí m i s m a de veneración; » yan llevado, pues que estos pertenecen
y por tanto no hay paridad. » á la naturaleza misma del h o m b r e »,
P o r lo que es evidente que el que tiene
ARTÍCULO V I . — t a s r e l i q u i a s d e i o s afecto á alguien venera también lo que
S a n t o s d e b e n s e r a d o r a d a s (1).
queda de él después de la muerte, n o so-

l.° Parece que las reliquias de los lamente su cuerpo ó las partes de su

Santos en manera alguna deben ser ado- cuerpo, sino también algunas cosas este-
radas : porque no debe hacerse algo, que riores, como sus vestidos y otras cosas
pueda ser ocasión de error ; y el adorar semejantes (2) : y, siendo manifiesto que

las reliquias de los muertos parece perte- debemos tener en veneración á los San-

necer al error de los g e n t i l e s , que hacían tos de Dios, como miembros de Cristo,

grandes honores á los hombres muertos. hijos de Dios y amigos é intercesores

L u e g o no deben ser adoradas las reli- debemos tributar un ho-


nuestros; por eso

quias de los Santos. menaje conveniente á sus reliquias en su


. 2.° Parece necio venerar una cosa in- memoria, y sobre todo á sus cuerpos, que
sensible. E s así que las reliquias de los han sido templos y órganos del Espíritu

Sautos son cuerpos insensibles. L u e g o es Santo habitando y obrando en ellos, y

insensato venerarlas. que deben ser configurados al Cuerpo de


3.° E l cuerpo muerto no es de la misma Cristo por la resurrección gloriosa. Por

especie que el cuerpo vivo, y por consi- esta razón también el m i s m o Dios honra
guiente no parece ser numéricamente el convenientemente estas reliquias, ha-

mismo. L u e g o parece que después de la ciendo milagros á la presencia (3)de ellas.

(1) V i g i l a n d o decía que «las reliquias de los Santos, carnes (2) Como San Atanasio refiere haberle dejado San Antonio
» y huesos de muerto, no debían ser veneradas por el pueblo su capa ; y á este su túnica San Pablo el primer ennitañoi
» ni estraidas de sus sepulcros para engarzarse en cajas de oro s e g ú n escribe San Jerónimo.
» ó plata » ; los llamados huérfanos las destruían de hecho , y (3) Como los que consta se realizaron en la invención, exal-
Wiclefl' y Eunomio tachaban de idolatría su veneración, in- tación y aparición de la santa Cruz del Salvador en tiempo tío
cluyendo la de las del Salvador : doctrina herética visible- Constantino Magno y su madre Santa Helena, según refieren
mente contraria á las terminantes declaraciones de los Conci- Eusebio, Sozomeno y el Diácono Pablo ; y los operados ante
lios 2." de Kicéa (act. 3), 3.° de Braga (can. 5) y de Trento las reliquias del protomártir San Esteban mencionados ( Se
(scs.25). civ. Bei, 1. 22, c, 8) por San A g u s t í n , quien dice.(Confe®. 1. . 9
CUESTIÓN X X V . — A R T Í C U L O VI. 369

A l argumento 1.° diremos, que esta » honor redunde al S e ñ o r ». A s í pues


fue la razón de Vigilando, cuyas pala- honrando las reliquias de los Santos no
bras i n t r o d u c e San Jerónimo en el libro caemos en el error de los gentiles, que
que contra él escribe (c. 2) diciendo: daban á los hombres muertos culto de
«bajo pretesto de religión vemos que latría (1).
» se está cerca de volver al rito de los A l 2.° que no adoramos á aquel cuerpo
j> g e n t i l e s ; adoran besando yo no sé que insensible por sí m i s m o , sino por el alma
j polvo, que se conserva en un pequeño que le fue unida, la cual ahora goza de
» vaso envuelto en una tela preciosa ». Dios ; y á causa de Dios, de quien fue-
Contra el cual dice San Jerónimo (epist. ron ministros.
53 ad Riparium) : « n i adoramos, con A l 3.° que el cuerpo muerto de algún
» adoración de latría, no digo las reli- Santo n o es el m i s m o n u m é r i c a m e n t e que
» quias d e los m á r t i r e s , pero ni al sol ni primeramente fue, cuando vivía, por la
»la luna ni á los ángeles : mas honra- diversidad de la forma, que es el alma;
Dmos las reliquias de los mártires, para y siu e m b a r g o es el m i s m o p o r la identi-
» adorar á aquel, de quien son testigos; dad de la materia, que ha de ser de
» y honramos á los siervos, para que su nuevo unida á su forma.

CUESTIÓN XXYI.

Porqué Cristo se dice mediador de Dios y de los hombres.

Manifestaremos ahora porqué se dice Cristo mediador de Dios y de los hombres .sobre lo cual re-
solveremos dos tesis •. 1. Es propio de Cristo ser mediador de Dios y de los hombres?—2. Le con-
a a

viene esto según la humana naturaleza?

ARTÍCULO I. — E S p r o p i o d o c r i s t o s e r nos y malos no puede decirse que es pro-


mediador d e D i o s y d e l o s n o m b r e s ? (2) pio de Cristo; y el ser mediador entre
Dios y los hombres conviene á los ánge-
1.° Parece que no es propio de Cristo les b u e n o s , como dice San Dionisio ( D e
ser m e d i a d o r entre Dios y los hombres: divin. nom. c, 4, lect. 1); y también
porque c o m o el sacerdote así también el conviene á los ángeles malos, esto es, á
profeta parecen ser mediadores entre los demonios, porque tienen ciertas co-
Dios y los h o m b r e s , s e g ú n aquello ( D e u - sas comunes con Dios, esto es, la inmor-
t e r . 5, 5), yo entonces (3) fui intér- talidad ; y otras con los hombres, como
prete y medianero entre el Señor y vos- el ser pasivos de ánimo y por lo tanto
otros. P e r o s e r p r o f e t a y s a c e r d o t e n o e s desdichados, según consta por San A g u s -
propio de Cristo. L u e g o ni el ser me- tín (De civ. D e i , 1. 9 , c. 8, 13 y 15).
diador. L u e g o no es propio de Cristo ser media-

2.° L o que conviene á los ángeles bue- dor de Dios y de los hombres.

<!• ') ademas haber presenciado él mismo los que tuvieron y V i g i l a n d o decía que a los Santos en el cielo no interceden
logar ante las d é l o s S S . Gervasio y Protasio, halladas por re- » por los v i v o s , ni por lo mismo deben ser invocados en nues-
velación hecha á San Ambrosio. » tro auxilio ». El Concilio de Tronto (ses. 23) establece como
O) Vigilando censuraba á los cristianos, imputándoles tal dogma la invocación de los Santos y su mediación entre Dios
supersticiosa práctica, por la que los denominaba cinerarios é y nosotros.
idolatras, según reñere San Jerónimo. (3) Cuando Dios hablaba á Moisés entre llamas de fuego,
(2) Según los herejes llamados pobres do Lyon «los Santos para intimar su l e y á losjudíos.
»no ruegan por nosotros ni oyen las oraciones de los fieles »;
SUMA T E O L Ó G I C A . — T O M O IV. 24
310 CUESTIÓN XXVI. — ARTÍCULO I.

3.° P e r t e n e c e al oficio de mediador in- A l 2.° que los ángeles b u e n o s , como


terpelar ante uno de aquellos, entre los dice S a n A g u s t í n ( D e civ. D e i , 1. 9 . c.
que es m e d i a d o r , por otro. P e r o el Es- 13), no pueden ser llamados con razón
píritu Santo, como se dice ( R o m . 8,26), mediadores entre Dios y los hombres;
pide ( 1 ) por nosotros con gemidos ines- « p o r q u e , a u n q u e t e n g a n comunes con
plicables. L u e g o el E s p í r i t u S a n t o es » Dios ambas cosas, esto e s , la beatitud
mediador entre Dios y los hombres ; y »-y l a inmortalidad, y n a d a con los hom-
por consiguiente no es propio de Cristo. » b r e s , que son desgraciados y mortales;
Por el c o n t r a r i o , dícese (i T i m . 2 , 5), » ¿ cómo no están más bien separados de
uno es el medianero entre Dios y los hom- » los h o m b r e s y unidos á Dios que cons-
bres , el hombre Cristo Jesús, 3) tituidos en medianeros entre ambas
Conclusion. Solo á Cristo compete ser » partes ? » Sin embargo S a n Dionisio
en absoluto y perfectivamente [ 1 ] me- dice que son medianeros, p o r q u e por el
diador entre Dios y los hombres; aunque r a n g o de su n a t u r a l e z a están constituidos
pueden serlo otros [ 2 ] dispositivamente y bajo él y sobre los h o m b r e s , y ejercen el
como ministros suyos. oficio de mediador, no principalmente y
Responderemos, q u e al oficio del m e - de u n a manera perfectiva, sino como mi-
diador pertenece propiamente j u n t a r y nistros suyos y dispositivamente. P o r lo
unir á a q u e l l o s , entre los que interpone cual ( M a t h . 4 , 11) se dice q u e los ánge-
su mediación ; porque los estrenaos se les llegaron y le servían, esto es, á
u n e n en u n medio. P e r o el unir los h o m - Cristo. L o s demonios tienen de común
bres á D i o s de u n a m a n e r a perfectiva con D i o s l a inmortalidad y con los hom-
c o n v i e n e . á C r i s t o , por cuyo medio los bres l a m i s e r i a ; p o r q u e el demonio in-
hombres se reconcilian con D i o s , según m o r t a l y desgraciado se i n t e r p o n e , para
aquello ( n C o r . 5, 1 9 ) , Dios estaba en no dejar p a s a r á l a bienaventurada in-
Cristo reconciliando el mundo consigo; mortalidad y conducir á l a miseria in-
y p o r eso solo Cristo es perfecto media- m o r t a l : p o r consiguiente es como un mal
dor entre Dios y los hombres ( 2 ) , en m e d i a n e r o , que separa á los amigos.
cuanto por su m u e r t e reconcilió con Dios Cristo empero t u v o de común con Dios
al género h u m a n o . P o r esta r a z ó n , h a - la b e a t i t u d y con los hombres l a mortali-
biendo dicho el A p ó s t o l , medianero en- dad ; y p o r esto se interpuso como medio,
tre Dios y los hombres Jesucristo hombre, p a r a p a s a d a la mortalidad hacer de
añadió que se dio á sí mismo en reden- muertos i n m o r t a l e s , lo cual demostró con
ción por todos. Sin embargo nada impide su resurrección, y de desgraciados dicho-
que se llamen algunos otros mediadores sos : por consiguiente j a m á s él mismo se
secundum quid entre Dios y los hombres, s e p a r ó , y por lo t a n t o él mismo es el
es d e c i r , según que cooperan á la union b u e n m e d i a d o r , que reconcilia los ene-
de los hombres con Dios dispositivamente migos.
ó como ministros suyos. A l 3.° que el E s p í r i t u S a n t o , siendo
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que los p r o - en todo igual á D i o s , no puede llamarse
fetas y sacerdotes del antiguo T e s t a - medio ó mediador entre Dios y los hom-
mento fueron llamados mediadores entre b r e s , sino solo Cristo ; q u e , aunque se-
Dios y los hombres dispositivamente y gún su divinidad es igual al P a d r e , sin
como ministros de D i o s , esto e s , en embargo según su h u m a n i d a d es menor
cuanto preanunciaban y prefiguraban al que é l , como se h a dicho ( C . 20, a. 1).
verdadero y perfecto mediador de Dios y P o r cuya razón sobre aquello (Galat. 3)
de los hombres. P e r o los sacerdotes del el mediador no es de uno solo, dice la
N u e v o T e s t a m e n t o pueden llamarse m e - G l o s a , « n o el P a d r e , ni el Espíritu
diadores de Dios y de los h o m b r e s , en » S a n t o » . Sin embargo se dice que el
c u a n t o son ministros del verdadero m e - E s p í r i t u S a n t o pide p o r nosotros, por-
diador y administran en su representa- que él nos h a c e pedir,
ción á los hombres los sacramentos salu-
dables del mismo.
(1) Interpellât según el testo de la Suma ; mas la Vulgata (2) Todos ; no algunos solo, como han pretendido los j¡
dice testualmente jostulat. senistas con su caudillo.
CUESTIÓN XXVI.—ARTÍCULO II. 371

ARTÍCULO I I . •— c r i s t o c o m o h o m b r e e s Conclusión. Ser mediador entre Dios


m e d i a d o r e n t r e D i o s y l o s h o m b r e s ? (1). y los hombres compete á Cristo [1] no en
cuanto Dios, y sí [2] con toda propiedad
l.° P a r e c e q u e C r i s t o n o e s m e d i a d o r en cuanto hombre.
de D i o s y d e l o s h o m b r e s e n c u a n t o h o m - Responderemos, q u e e n el m e d i a d o r
bre : porque d i c e S a n A g u s t í n ( l i b . c o n - p o d e m o s c o n s i d e r a r d o s c o s a s , 1. s u c o n -
a

tra F e l i c i a n u m , c. 10): « u n a s o l a e s l a c e p t o d e i n t e r m e d i a r i o y 2 . e l oficio d e


a

» persona d e C r i s t o , p a r a q u e n o s e d i g a unir:' y e s d e l a e s e n c i a d e l m e d i o q u e
» que n o h a y m á s q u e u n s o l o C r i s t o , n i diste d e ambos estremos ; y el mediador
» una s o l a s u s t a n c i a ; n o s e a q u e , a l a l e - los une por lo mismo que lleva á uno lo
»jar de n o s o t r o s l a i d e a d e q u e e s m e d i a - q u e p e r t e n e c e a l o t r o . Ninguna de estas
» dor, se d i g a s o l a m e n t e q u e él e s H i j o dos condiciones puede convenir á Cristo
» de D i o s ó hijo d e l h o m b r e » . P e r o n o como Dios, sino solo como hombre: p o r -
es H i j o d e D i o s y d e l h o m b r e , c o n s i d e r a - q u e c o m o D i o s n o difiere d e l P a d r e y d e l
do como h o m b r e , s i n o q u e l o e s t o d o á l a E s p í r i t u S a n t o e n n a t u r a l e z a y en p o t e s -
vez como D i o s y c o m o h o m b r e . L u e g o t a d de d o m i n i o ; y t a m p o c o el P a d r e y el
tampoco d e b e d e c i r s e q u e e s m e d i a d o r de Espíritu Santo tienen algo que no sea del
Dios y d e l o s h o m b r e s , c o n s i d e r a d o c o m o Hijo, de manera que no h a y a posibilidad
hombre. para él de transmitir á otros lo que es d e l
2.° A s í c o m o C r i s t o e n c u a n t o e s D i o s P a d r e y d e l E s p í r i t u S a n t o . P e r o ambas
conviene c o n e l P a d r e y c o n e l E s p í r i t u cosas le convienen como hombre; p o r q u e ,
Santo, así e n c u a n t o e s h o m b r e c o n v i e n e según que es h o m b r e , dista de D i o s en
con los h o m b r e s . P e r o , p o r l o m i s m o q u e naturaleza y de los hombres en dignidad
en cuanto e s D i o s c o n v i e n e c o n e l P a d r e de l a gracia y de l a gloria. E n cuanto e s
y el E s p í r i t u S a n t o , n o p u e d e l l a m a r s e t a m b i é n h o m b r e l e c o n v i e n e unir á l o s
mediador e n c u a n t o e s D i o s : p o r q u e s o - hombres á D i o s , dándoles los preceptos
bre aquello ( i T i m o t h . 2) mediador de y d o n e s d e e s t e y s a t i s f a c i e n d o (2) y p i -
Dios y de los hombres, etc., dice l a G l o s a d i é n d o l e p o r e l l o s (3). P o r c o n s i g u i e n -
(ord. A u g . , C o n f e s s . 1. 10, c. 43} : « e n t e con toda verdad se dice mediador co-
»cuanto e s V e r b o , n o e s m e d i o , p u e s t o mo hombre.
» que es i g u a l á D i o s y D i o s a n t e D i o s A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , si s e
» y á la v e z u n s o l o D i o s » . L u e g o t a m - sustrae l a naturaleza divina de Cristo, se
poco c o m o h o m b r e p u e d e l l a m a r s e m e - sustraerá por consiguiente de él l a pleni-
diador p o r l a c o n v e n i e n c i a q u e t i e n e c o n t u d s i n g u l a r d e l a s g r a c i a s , q u e le c o n -
los hombres. viene según que es el unigénito del P a -
3 . ° S e dice C r i s t o m e d i a d o r , e n c u a n t o d r e , c o m o se dice ( J o a n . 1); y de e s t a
nos reconcilió c o n D i o s , l o c u a l h i z o d e s - plenitud viene el estar constituido sobre
truyendo e l p e c a d o q u e n o s s e p a r a b a d e todos los hombres y m á s cercano á Dios.
él. P e r o c o n v i e n e á C r i s t o d e s t r u i r e l p e - A l 2.° q u e C r i s t o c o m o D i o s e s i g u a l
cado, n o c o m o h o m b r e , s i n o c o m o D i o s . en t o d o al P a d r e : pero también en l a n a -
Luego C r i s t o , e n c u a n t o e s h o m b r e , n o turaleza h u m a n a escede á los otros h o m -
es mediador, sino e n c u a n t o e s D i o s . bres ; y por lo tanto como hombre puede
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n ser m e d i a d o r , m a s n o c o m o D i o s .
(De civ. D e i , 1. 9, c. 15): « C r i s t o n o e s A l 3.° q u e , a u n q u e c o n v e n g a á C r i s t o
»mediador p o r r a z ó n d e s e r e l V e r b o , c o m o D i o s destruir e l p e c a d o p o r s u p r o -
J> puesto q u e e l V e r b o s o b e r a n a m e n t e i n - p i a p o t e n c i a , s i n e m b a r g o le c o n v i e n e
» mortal y en a l t o g r a d o d i c h o s o e s t á m u y c o m o hombre satisfacer por el pecado
J> lejos de l a s m o r t a l e s m i s e r i a s ; sino q u e del g é n e r o h u m a n o ; y en este sentido se
» es mediador c o m o h o m b r e » . dice mediador de D i o s y de los hombres

I ) Calvino enseñó que « Cristo era mediador según las dos


1
\inido sustancialmente á Dios.
"naturalezas » ; y algunos luteranos que « no ejerció taloñcio (2) Cual lo hizo una v e z en la cruz.
medianero sino por razón de sola su humanidad, siendo t3J Lo cual continúa haciendo, presentando al Padre de
» completamente estraña á este oficio la persona del Verbo»: continuo el precio de su satisfacción por nuestro rescate.
según la doctrina católica Cristo es mediador como hombre
C U E S T I Ó N XXYII.

Santificación de la bienaventurada Virgen María.

Después de haber tratado de la unión de Dios y. del hombre y de las consecuencias de esta unión,
réstanos considerar las cosas, que el Hijo de Dios increado hizo y sufrió en la naturaleza humana,
que le fue unida. Dividiremos en cuatro partes esta última consideración: 1.° Consideraremos lo
perteneciente á su venida á este mundo ; 2.° lo concerniente al de su vida en él; 3-° su salida de esto
mundo; 4.°su exaltación después de esta vida. Sobre lo 1.° deben examinarse cuatro cosas : 1. la a

concepción de Cristo ; 2. su nacimiento ;.3. su circuncisión ;y 4. su bautismo. Acerca de su concep-


a a a

ción es preciso considerar : 1.° algo de lo que pertenece á la Madre que le concibió ; 2.° lo referente
al modo de concebirle; y 3.° lo concerniente á la perfección de la prole concebida. Por parte de la
Madre consideraremos cinco cosas : 1. su santificación ; 2. su virginidad ; 3. su desposorio; 4. su
a a a a

anunciación (1); 5. su preparación para concebir.


a

Sobre la 1. estudiaremos seis puntos: 1.° La B. Virgen, Madre de Dios fue santificada ¿intes de su
a

nacimiento del seno (de su madre)? — %° Lo fue antes de su animación? — 3.° Foresta santificación
le fue quitado totalmente el fómes del pecado?—4.° Obtuvo por dicha santificación no pecar nunca?-
5." Obtuvo por ella la plenitud de las gracias ? — 6.° La fue propio ser así santificada ?

ARTÍCULO I . — ¿ t a B , V i r g e n Aladre 3.° T o d o e l q u e e s s a n t i f i c a d o por la


de Dios fue santificada antes d e s u naci- g r a c i a e s p u r i f i c a d o d e l p e c a d o original
m i e n t o d e l s e n o ? (2) y d e l a c t u a l . L u e g o , s i l a B . V i r g e n fue
s a n t i f i c a d a a n t e s d e l n a c i m i e n t o del seno
1.° P a r e c e q u e l a B . V i r g e n n o f u e (de su madre), e s c o n s i g u i e n t e q u e fuera
santificada antes del nacimiento d e l seno e n t o n c e s l i m p i a d e l p e c a d o o r i g i n a l . Pero
(ole su madre): p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l s o l a m e n t e e s t e p e c a d o p o d í a impedirla
( i C o r . 1 5 , 4 6 ) , no antes lo que es espi- e n t r a r e n e l r e i n o d e l o s c i e l o s : si pues
ritual, sino lo que es animal; después lo e n t o n c e s h u b i e s e m u e r t o , h u b i e r a en-
que es espiritual. P e r o p o r l a g r a c i a s a n - t r a d o e n d i c h a m a n s i ó n ; l o c u a l s i n em-
tificante el h o m b r e nace espiritualmente b a r g o n o p u d o h a c e r s e a n t e s d e l a Pa-
p a r a s e r hijo d e D i o s , s e g ú n aquello s i ó n d e C r i s t o , porque tenemos confianza,
( J o a n . 1, 1 3 ) , de Dios son nacidos; de entrar en el santuario por su sangre,
mientras q u e el nacimiento d e l ú t e r o es c o m o s e d i c e ( H e b r . 1 0 , 19). L u e g o pa-
el nacimiento animal. L u e g o l a B . V i r - r e c e q u e l a B . V i r g e n n o f u e santificada
g e n n o fue santificada antes d e n a c e r del antes q u e naciese d e l útero.
útero. 4.° E l p e c a d o o r i g i n a l s e c o n t r a e por
2.° S a n A g u s t í n d i c e ( e p i s t . a d D a r - e l o r i g e n , c o m o e l p e c a d o a c t u a l por el
d a n u m , 2 8 7 ó 5 7 ) , « l a santificación, a c t o . P e r o , c u a n t o t i e m p o e s t á a l g u u o en
» por la que somos hechos templo de Dios, a c t o d e p e c a r , n o p u e d e e s t a r limpio de
» n o p e r t e n e c e s i n o á l o s r e n a c i d o s )>; p e c a d o a c t u a l . L u e g o t a m p o c o l a B . Vir-
m a s n a d i e r e n a c e , si a n t e s n o n a c e . L u e g o g e n p u d o l i m p i a r s e d e l p e c a d o original,
l a B . V i r g e n n o f u e s a n t i f i c a d a antes d e m i e n t r a s a ú n e x i s t í a e n e l s e n o materno,
que naciese del útero. en el acto mismo d e s u origen.

(1) Anunciación de la Virgen la llama Baronio en su Martiro- (2) Tal e s la doctrina común y h o y y a dogmática de I"
logio, siguiendo al Crisológo (serm. 140 y 142), como la Iglesia Iglesia con el unánime dictamen de todos los SS. PP- y D ' nt

en su Oficio ; pero San A g u s t í n (serm. 17 De Sandia) la deno- tores.


mina (annuntialio dominica) anunciación del Señor.
CUESTIÓN XXVII. —ARTÍCULOS I Y II. 373

Por el contrario: l a I g l e s i a c e l e b r a e l A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e t a m -


nacimiento d e l a B . V i r g e n ; m a s n o s e bién en la B . V i r g e n fue antes lo q u e es
celebra e n l a I g l e s i a u n a fiesta sino p o r animal y posterior l o q u e e s espiritual ;
algún S a n t o : l u e g o l a B . V i r g e n e n s u porque primero fue concebida s e g ú n la
misma n a t i v i d a d fue S a n t a . L u e g o fue carne, y después santificada s e g ú n el e s -
santificada e n e l s e n o . píritu.
Conclusión. Razonablemente se cree A l 2.° q u e S a n A g u s t í n h a b l a s e g ú n
que la bienaventurada Virgen María la l e y c o m ú n , conforme á la que ninguno
fue santificada, antes que naciese del es regenerado por los sacramentos, sin
vientre de su madre. h a b e r n a c i d o antes. P e r o D i o s n o s o m e -
Eesponderémos, q u e sobre l a santifi- t i ó s u p o t e n c i a á e s t a l e y d e l o s Sacra-
cación de l a B . V i r g e n M a r í a , e s d e c i r , m e n t o s , de m o d o que no pueda por u n
de haber sido s a n t i f i c a d a e n e l s e n o , n o p r i v i l e g i o e s p e c i a l conferir s u g r a c i a á a l -
se encuentra d a t o a l g u n o e n la E s c r i t u r a gunos antes que nazcan.
canónica, l a c u a l t a m p o c o h a c e m e n c i ó n A l 3.° q u e l a B . V i r g e n f u e s a n t i f i c a -
de su n a c i m i e n t o . S i n e m b a r g o , a s í c o m o d a e n e l s e n o (de su madre) d e l p e c a d o
San A g u s t í n (serm. D e a s s u m p t i o n e i p - original en cuanto á la m a n c h a personal;
sius V i r g i n i s , c. 2 , 4 y 5) (1) p r u e b a m a s n o fue libertada del reato que pesa-
razonablemente q u e , h a b i e n d o s i d o e l e - ba sobre la naturaleza entera, que no la
vada al cielo c o n s u c u e r p o , l o c u a l s i n p e r m i t í a entrar e n e l p a r a í s o , s i n o p o r e l
embargo n o l o e n s e ñ a l a E s c r i t u r a ; a s í sacrificio (2) d e C r i s t o , c o m o s e d i c e
también p o d e m o s a r g u m e n t a r d e l a también de los Patriarcas que existieron
misma m a n e r a q u e f u e s a n t i f i c a d a e n e l antes d e C r i s t o .
vientre (de su madre); p o r q u e s e c r e e A l 4.° q u e e l p e c a d o o r i g i n a l v i e n e d e l
con razón q u e l a q u e e n g e n d r ó al Uni- origen, en cuanto por este es comunicada
génito del Padre lleno de gracia y de l a n a t u r a l e z a h u m a n a , á l a q u e s e refiere
verdad, recibió p r i v i l e g i o s d e g r a c i a s u - propiamente el pecado original: lo cual
periores á t o d o s l o s d e m á s . P o r e s t a r a - tiene lugar, cuando la prole concebida es
zón, s e g ú n se l e e ( L u c . 1, 28), la dijo aniniada, y por consiguiente nada impi-
el ángel, Dios te salve, llena de gracia. de que la prole concebida sea santificada
Por otra p a r t e e n c o n t r a m o s haberse después de s u animación ; porque después
otorgado á a l g u n o s o t r o s e l p r i v i l e g i o d e no subsiste e n el seno de l a madre para
ser santificados e n e l v i e n t r e d e s u m a - recibir l a naturaleza h u m a n a , sino sola-
dre, como J e r e m í a s , á q u i e n se dijo ( J e - mente para cierta perfección d e lo que y a
rem. 1, 5), antes que salieras de la ma- h a recibido.
triz, te santifiqué; y á San Juan Bau-
tista, de q u i e n s e h a d i c h o ( L u c . 1, 15), ARTÍCULO I I . —: m » . v i r g o » f u e s o n -
será lleno delEspíritu Santo aun desde el t i n c a d a t i n t e s d e s u u n í n i n c l o i i ? (3)
vientre de su madre. P o r c o n s i g u i e n t e se
cree con razón que la B. Virgen fue san- 1.° P a r e c e q u e l a B . V i r g e n f u e s a n -
tificada antes de su nacimiento. tificada antes d e su animación: porque,

(1) Ya queda anotado no es suya l a tal obra, que algunos l e pues proponerse este punto de discusión, al parecer del todo
atribuyen. inútil, si no fuera con el visible .propósito de limitar en lo po-
(2) IJosíiam, aunque algunos l e e n (oüium) puerta. sible la infección del pecado originario á la de la masa cárnea
(3) El epígrafe de este articulo, así formulado y no obs- y material del cuerpo informe aún de aquel feto,que había de
tante su solución negativa ( c o m o evidentemente no podía ser mas no era todavía siquiera el cuerpo de la futura Madre
menos de serlo) en la priir.era parte de la Conclusión, que al Inmaculada de Dios ? Dada la opinión entonces reinante y co_
parecer raya en futilidad, demuestra á todas luces el esfuerzo n i u n de que la animación del feto n o se verifica en el momento
do ingenio, con que el Santo Doctor angélico trató de esqui- mismo de su generación ó concepción, como lo prueban las an-
var la cuestión concreta sobre la Concepción Inmaculada de tiguas precauciones y disposiciones concernientes á los abortos
María, en la imposibilidad de decidirla por entonces según la antes de los 40 ú SO dias acontar desde el principio del emba-
devotísima piedad de sus íntimas convicciones en pro de la razo! claro es que durante todo ese tiempo el embrión no tenía
prcrogaliva singularísima de la Santísima Virgen, que parece personalidad ni era por consiguiente susceptible de culpabili-
juzgaba inotorgable en los términos en que recientemente dad de ningún genero, siendo no obstante por otra parle una
ha sido definida como dogma por el inmortal Pontífice Pió I X , porción de la masa humana corrompida en Adam por su preva-
salva la inexorable universalidad de la divina justicia en la ricación. Para darnos pues cuenta imparcial del objeto ó fin de
transmisión de la culpa original á todos los descendientes de este punto así propuesto, conviene tener presentes tres cir-
Adam sin cscepcion alguna : porque ¿cómo había de ser santi- cunstancias del respetabilísimo Autor : 1." su incuestionable
ficada antes de s u animación, cuando aún no existía? ¿á q u é devoción y entusiasmo por toda clase de privilegios de la Sari-
374 CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO II.

como se ha cucho (a. 1), más gracia fue en tí. Pero mayor pureza hubiera tenido
dada á la B. Virgen Madre de Dios que la B. Virgen, si jamás hubiera estado sii
á alguuo de los Santos; y parece haberse alma contaminada del pecado original.
concedido á algunos el ser santificados Luego la fue concedido el ser santificada
antes de la animación ; puesto que, como antes que su carne se animase.
se dice (Jerem. 1 , 5 , antes que te forma- 3.° Como se ha dicho (a. 1, arg. Por
ra en el vientre, te conocí, y el alma no el contrario), no se celebra fiesta sino
se infunde antes de la formación del cuer- de algún Santo; y no obstante algunos
po : de la misma manera también dice celebran la fiesta de la Concepción de la
San Ambrosio de San Juan Bautista B. Virgen. Luego parece que en su mis-
(super. Luc. c. 1, sup. illud, et Spiritu ma concepción fue santa, y así que fue
Sancto replebitur), que ce aún no tenía el santificada antes de su animación.
y> espíritu de vida, y ya tenía el espíritu 4.° Dice el Apóstol (Rom. 1 1 , 16), si
»de gracia». Luego con mayor razón la raíz es santa, también los ramos; y la
pudo ser santificada la B. Virgen antes raíz de los hijos son sus padres: luego
de su animación. pudo la B. Virgen ser santificada en sus
2.° Fue conveniente, como dice San padres antes de su animación.
Anselmo (lib. De conceptu virginali, Por el contrario : las cosas, que tuvie-
c. 18) que ce aquella Virgen brillase con ron lugar en el antiguo Testamento, sou
» pureza tal, que no pudiera compren- figura del Nuevo, según aquello (i Cor.
» derse mayor bajo de Dios ¿>; por cuya 10, 11), todas estas cosas les acontecían
razón se dice ( Cant. 4, 7 ) ; toda eres á ellos en figura. Pero por la santificación
hermosa, amiga mia, y mancilla no hay del tabernáculo, de la que se dice (Ps. 45,

'tisima Virgen , a quien desde luego reconoce los de su e x e n - las decisiones de la Iglesia, que por entonces y en atención á
ción de toda culpa actual, el uso de la razón desde su anima- los disturbios promovidos por algunos de los concertantes
ción misma, la asunción de su cuerpo ya glorioso al cielo, y hubo de coartar la discusión en los escritos como en las pol-í-
tantos otros admitidos por l a piadosa tradición de los fieles, micas orales. 2 . Prescindiendo de que hayan sido ó no su'uep-
a

mas no definidos aún como de fe ; 2 . su respetuosa deferen-


a
t'u'iamente insertas en su Suma algunas frases de las mis
cia á toda autoridad, no solo pública ú oficial, sí también pri- ostensible ó aparentemente favorables á la doctrina de la no
vada de cualesquiera doctores particulares; 3 . el estado de
a
absoluta inmunidad, como sospechan y aun dan por asentado
la cuestión en l a época en que escribía, cuando el ardor ver- el célebre cardenal Lamhruschini con el P. dominico l'ro-
daderamente apasionado y bélico de los ánimos en los deba- miardo y otros, cuyos argumentos (dicho sea de paso) no nos
tes sostenidos en conclusiones públicas entre los partidarios satisfacen ni dejan á salvo la verdadera opinión del Santo
de las diversas escuelas acerca de este punto, como también ante el criterio recto é imparcial de la buena fe científica; esa
sobre la predeterminación física, la predestinación, la eficacia misma perplejidad, en que se le ve como fluctuar entre su
de la gracia y otros, dio ocasión á repetidas prohibiciones de convjccion y su lenguaje, constratada con la decisión resucita
tales debates aun en el pulpito y hasta de la celebración de aunque deferente en otros puntos más ó menos controvertililes
ciertas fiestas, á fin de evitar el escándalo que frecuentemente y transcendentales, prueba á todas luces que en otras cir-
se ofrecía á los fieles, viniendo á veces casi á las manos los cunstancias se habría declarado acérrimo partidario de lo (pie
contendientes, que muchas veces se prodigaban mutuos dic- hoy constituye el dogma en cuestión ; como en efecto lo in-
terios nada edificantes, al estilo de lo que en nuestros dias tenta, no siempre con reservas ó deferentes reticencias, do
vamos estando acostumbrados á presenciar sin asombro pero quiera se le ofrece ocasión de declarar á María « inmune de
con indignación y reproche en las discusiones políticas de los » toda culpa original ó actual » (Sent. I. i , dist. -11, q. 1, Sení-
modernos parlamentos ó asambleas legislativas. disl. 3), si bien más esplícitamente de esta última, sobre la que
no mediaban idénticas trabas, dadas la más completa unanimi-
E n vista pues de estas consideraciones y bien examinados
dad de pareceres entre los teólogos y creyentes y la consi-
los diversos pasajes, en que respectivamente se muestra y a
guiente mayor libertad de manifestación de su propio dicta-
favorable ya más ó menos claramente opuesto al parecer á lo
men. 3 . N o solamente nadie probará jamás de un modo conclu-
n

que constituye en la actualidad el dogma sobre la Concepción


y e n te y demostrativo su opinión contraria al dogma ya hoy
Inmaculada de María, condensaremos nuestra opinión acerca
definido por la Iglesia sobre el punto aquí debatido, reuniendo
de la del Santo Doctor en las siguientes conclusiones : 1." In-
locuciones sueltas diseminadas en sus discretísimos escritos;
dudablemente abrigaba en el fondo de su alma la íntima con-
sino qne no vemos difícil la tarea de evidenciar, hasta donde
vicción de que la Madre Santísima de Cristo fue agraciada por
permite la crítica moderna y depurando los diversos ejempla-
Dios con todas cuantas prerogativas eran otorgabables á s u
res de sus obras, que aun á despecho de doctores adversarios
Madre sin menoscabo de la divinidad misma, en el más alto
(siquierasean sus hermanos de ívligion), la ¡opinión del angé-
grado y en la forma más honrosa para su dignidad, inclusa por
lico Doctor fue y se muestra constantemente propicia á la doc-
consiguiente la de su inmunidad de la culpa original en el
trina ya actual y recientemente erigida en dogma de fe cató-
momento mismo (no ántes pero ni después) de su generación
?
lica; sin que tuviera que retractarse en lo más mínimo, si hoy
pasiva, ó sea, de su concepción definitiva ó de su animación
viviese, y con solo esplicar ó interpretar según su sentir aliru"
efectiva y constitutiva de su personalidad como ser humano
ñas frases, que parecen prestarse á interpretación contraria,
propia y formalmente t a l ; por más que en s u modesta descon-
y sobre las que iremos llamando oportunamente la atención
fianza de su propio juicio recelase incurrir al espresarse en
de los lectores con la posible concisión y claridad, bien así
alguna inconveniencia, y a dando margen á que se creyese
como respecto de las que por el contrario aparecen desde
vulneraba en algún modo la necesidad común de la redención,
luego más estrictamente conformes con la ortodoxia católica
y a hiriendo sin querer la susceptibilidad de los que opinasen
en su actual canonicidad.
de otro modo dentro ó fuera del gremio de su Orden de Predi-
cadores, y a en fin mostrándose acaso no del todo conformecon
CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO II. 375

5), santificó su tabernáculo el Altísimo, no es sino la limpieza del pecado origi-


parece significarse la santificación de la nal, pues la santidad es la pureza per-
Madre de Dios, que se llama tabernáculo fecta, como dice San Dionisio (De div.
de Dios, según aquello ( P s . 18, 6 ) , en nom, c. 12) ; pero la culpa no puede ser
el sol puso su tabernáculo ; y del taber- purificada sino por la gracia, cuyo sujeto
náculo se dice (Exod. ult. 31), después es sola la criatura racional, y por eso la
que fueron cumplidas todas estas cosas, B. Virgen no fue santificada antes de la
cubrió una nube el tabernáculo del testi- infusión del alma racional ; 2. porque, a

monio y llenóle la gloria del Señor, Lue- siendo susceptible de culpa solo la cria-
go tampoco l a B . Virgen fue santificada, tura racional, la prole concebida no es
sino después que fueron perfectas todas culpable antes de la infusión del alma
sus cosas, á saber, el cuerpo y el alma. racional: y así, si la B. Virgen hubiera
Conclusión. La santificación de la B. sido santificada de cualquier modo antes
Virgen María [ 1 ] no puede concebirse de ser animada (3), nunca (4) habría
tintes de su animación ; en cuyo caso [2] incurrido en la mancha del pecado origi-
jamás habría incurrido en la mancha de nal ; y por lo tanto, no hubiera necesita-
culpa original ni necesitado de la reden- do de la redención y de la salvación ( 5 ) ,
ción del pecado por Cristo, lo cual es in- que es por Cristo, de quien se dice (Matth.
conveniente (1) según la fe católica: y 1, 21), él salvará á su pueblo de sus pe-
se realizó [3] después (2) de su anima- cados. Mas es inconveniente que Cristo
ción. no sea el Salvador de todos los hombres,
Responderemos, que la santificación como se dice ( i Timoth. 4 ) . Luego si-
de la B. Virgen no puede entenderse an- gúese que la santificación de la B. Virgen
tes de su animación por dos razones: 1. a
fue después de la animación (6).
porque la santificación de que hablamos Al argumento 1.° diremos, que el Se-
(1J No porque la opinión contraria deba inevitablemente conveniente mencionado en la nota precedente y por otra el no
juzgarse errónea, sino porque se presta fácilmente y con menos grave de su contrariedad á la definición dogmática, que
riesgo de error á deducir que Cristo no fue Salvador de todos ni pudo prevenir ni puede admitirse contradijese de antema-
los hombres sin escepcion : inconveniente, que la Santa Igle- no, dada su ortodoxia nunca desmentida y como instintiva-
sia en su sapientísima é inspirada discreción y por boca de su mente previsora en todas las cuestiones teológicas.
memorable Pontífice Pió IX ha tenido el acierto de eludir (3) Y por consiguiente más bien en la sustancia ó materia
declarando á la Madre de Dios preservada (prcevenía) en virtud de sus progenitores, que indudablemente según la fe se ha-
de los méritos de Cristo de incurrir en la mancha original en llaba infecta originariamente, que en la suya propia aún no
el momento mismo de su animación ó (decirse pudiera) del constituida como tal.
tránsito de su generación activa á la pasiva ; de manera que (A) E s t o e s , ni aun en la masa orgánica, de que había de
ni hubo instante alguno anterior á su animación propiamente ser formado su cuerpo, y que por lo mismo debería en tal hi-
dicha, en el que fuese ya santificada, ni otro alguno en ella ó pótesi considerarse y a purificada ó inmune en sus ascendien-
posterior á ella, en que estuviese la Señora sometida al domi- tes á lo menos inmediatos ; lo cual implicaría la insostenible
nio satánico ; anticipándose así preventivamente Dios á lomar exención, no solo de sus padres San Joaquín y Santa Ana,
posesión de su futuro tabernáculo en el momento mismo, en sino también por idénticas razones de sus abuelos y bisabue-
que había de ser presa y victima de su enemigo ; al modo los etc., hasta llegar al mismo Adam ; quedando así desmen-
mismo que el Verbo en su Encarnación previno la personali- tida la doctrina inconcusa de la sucesiva propagación de la
dad humana de Cristo, informando con su propia persona divi- mancha originaria desde él hasta la misma Santísima Virgen.
na el cuerpo del niño ya suficientemente dispuesto á su inme- Hé aquí la razón de la insistencia como sistemática y mani-
diata animación, antes que según las leyes naturales fuese fiestamente intencionada en alejar á todo trance la inconve-
informado por personalidad h u m a n a , á la que en el hecho niencia de la santificación ante animationcm ; como también la
mismo no dio lugar. La culpa y la gracia, el diablo y Dios, de su solución en los términos post animationcm, cuya legítima
hallábanse (por decirlo así) como á competencia en acecho del interpretación y a dejamos indicada en la nota i .
momento crítico, en que debiera comenzar la subsistencia
( 5 ) Recelo ó escrúpulo, á que no parece realmente haber
personal de aquella niña de bendita espectacion ; y , llegado
lugar, teniendo en cuenta que no ha menester ser redimida
que fue, Dios se anticipó á Satán, infundiendo en su alma (al
la que no puede hallarse cautiva antes de su existencia per-
serlo esta en el cuerpo) la gracia preventivamente sanlifica-
sonal ; pero que el Santo Doctor apura (por decirlo asi) en
dora, cuando había de entrar en ella la infección de la man-
gracia de la integridad del dogma de la redención universal-
cha original, que así no permitió se apoderase de ella ni por
mente común, y que es lo que principalmente le retrae de es-
un solo momento, recibiendo la masa informe y naturalmente
presarse más resueltamente propicio á la inmunidad en el acto
infecta un alma purísima en lugar de la mancillada, que sin
mismo de la animación, temeroso de vulnerar en lo más mí-
aquella preservación escepcional habría de haber recibido
nimo un dogma notoria é indudablemente católico, por prevé"
según la ley universalísima del contagio adámico. Así es que
nir favorablemente otro , que sería mas no lo era aún mani-
ni Santo Tomás prejuzga la doctrina definitiva de la Iglesia,
fiestamente canónico, aunque sí incluido en la creencia tradi-
m esta la verdad dogmática sobre este punto, al prohibir la
cional de la Iglesia no del todo manifiesta y decisivamente.
condenación de una ú otra de ambas opiniones.
(6) Esta proposición sería en la actualidad sospechosa y te-
(2) Es decir, después de su generación activa y en el mo- meraria, cuando menos, sin las salvedades preinsertas en la
mento mismo de su concepción pasiva ó de su animación real, nota l y s i g u i e n t e s , que por cierto en justicia no pueden
al ser constituida en personalidad humana. Tal debe ser en menos de hacerse en justificación de la indeficiente y sincerí-
nuestro concepto y según lo espuesto en la nota 3, pág. 373, sima adhesión del Santo en todos sus escritos á la para él
5
H la.interpretación de esta posterioridad, más que de tiempo siempre inviolable doctrina de la Iglesia.
de intelectualidad lógica; salvándose así por una parte el in-
376 CUESTIÓN XXVII. — ARTICULO II.

ñor dice haber conocido á Jeremías antes mientras que la B . Virgen contrajo el
de su formación en el ú t e r o , esto es, con pecado original (5), pero fue purificada
el conocimiento de predestinación; pero de él antes que saliese del seno (mater-
añade que le h a santificado, no antes de no ) (6). Esto es lo q u a s e espresa (Job,
su formación, sino antes que saliese del 3,9), donde se dice sobre la noche del
vientre : y lo que dice San Ambrosio, pecado espere la luz. ( e s t o e s , á
original,
que San J u a n Bautista no tenía aún el C r i s t o ) , y no la vea; puesto que nada
espíritu de vida, cuando y a tenía el espí- manchado cae en ella, c o m o s e d i c e
ritu de la gracia, no debe entenderse se- ( S a p . 7, 25), W2 el nacimiento de la au-
g ú n que el espíritu de vida se dice el rora cuando se levanta, e s t o e s , d e l a
alma vivificante, sino según que se dice B. Virgen, que e n s u n a c i m i e n t o (7) es-
espíritu d e v i d a el aire respirado esterior- tuvo exenta del pecado original.
mente (1). O bien puede decirse que no A l 3.° que, aunque la Iglesia Romana
tenía aún el espíritu de vida, esto es, el no celebre la concepción de la B . Virgen,
alma en cuanto á las manifiestas y com- tolera sin e m b a r g o la costumbre de algu-
pletas operaciones del mismo. nas Iglesias, que celebran aquella festi-
A l 2.° que, si el a l m a de la Bienaven- vidad. P o r consiguiente tal solemnidad
turada Virgen nunca hubiese sido con- no debe ser reprobada totalmente (8).
tagiada del pecado original (2), esto de- N i sin embargo, porque se celebra la
rogaría á la dignidad de Cristo (3), se- fiesta de la Concepción, se da á entender
gún la que es el Salvador universal de que e n su Concepción fuese Santa ; sino
todo3. Por lo tanto bajo Cristo, que no que, como se ignora en qué tiempo fue
necesitó ser s a l v a d o , c o m o Salvador uni- santificada, se celebra la fiesta de su san-
versal, la m a y o r pureza fue la de la B . tificación m á s bien que la de la Concep-
Virgen (4): porque Cristo en manera ción en el mismo dia de su Concep-
alguna contrajo pecado original, sino que ción (9).
fue Santo en su misma concepción, según A l 4.° que hay dos clases de santifica-
aquello 1, 35), lo Santo, que na-
(Lúe. ción : la una de toda la naturaleza, esto
cerá de tí, será llamado Hijo de Dios; es, en cuanto toda la naturaleza humana

(1) Quiere decir claramente que recibió la gracia viviendo página 375.
-ya en el útero materno, aunque sin haber salido aún á respi- (4) Incomparable é indefinidamente superior por lo tanto á
rar el aire libre fuera de él. Si pues el Bautista y Jeremías la de cuantas almas hayan sido ó hubieren de ser purificadas
fueron privilegiados antes de nacer con la gracia de la santi- de la mancilla original antes de su nacimiento á la vida extra-
ficación y purificados de la mancha original, ¿no había de uterina.
serlo la Madre de Dios con otra distinción más señalada que (5) Conforme a l o dicho en la nota 3, pág. 375.
la de anterioridad respecto de ellos en algunos meses ó dias ú (G) En el momento mismo (y no antes ni después) de su ani-
horas ó aun instantes, siendo posible al Hijo como Dios pres- mación pasiva, según lo e s p u e s t o -
cindir hasta de los segundos y momentos sin menoscabo de (7) Y mucho antes de él, ya perfectamente concebida y
ninguno de sus divinos atributos ? ¿y no había de estar tal idea animada en el seno maternal.
al alcance del ingenio verdaderamente angélico y perspicací- (8) Hé aquí una locución, que prefiriríamos encontrar sin
simo del Santo Doctor? Hé aquí pues una de las más obvias el adverbio lotaliler, el cual nos atrevemos á sospechar haya
razones, que nos inducen á repetir que. su opinión íntima no sido intercalado y no consignado en el testo autógrafo: porque,
pudo menos de coincidir plena y estrictamente con la antes si bien se esplica lo de no ser censurable la celebración de la
tradición no bien definida y y a actualmente dogma declarado mencionada iiesta, toda vez que la Iglesia la toleraba y aun
de la Iglesia. realmente la autorizaba y veía con satisfacción ; eso de total-
(2) Es muy de notarse que el papa Sisto IV fulminó esco- mente parece indicar que en algún modo era en sentir del An-
munion (posteriormente puesta en vigor por motivos de ac gélico reprensible ; si bien es harto notoria su intención do
tualidad por el Concillo de Trento, sess. 5) contra los que di- salvar tal costumbre de algunas iglesias particulares, á pesar
jeran « ser herética la opinión de haber sido la B. V. conce- de no estar sancionada por la común de la Iglesia universal
» bida sin pecado original» : ¿cómo había de ser herética, en su práctica por entonces, en razón de las circunstancias
cuando entrañaba el futuro dogma espreso de fe? Lo que esto mencionadas en la nota 3 de la página 373.
prueba es el embrollo de la cuestión en aquellos tiempos por (!)) Por estas mismas razones se ha considerado general-
efecto de las polémicas entre los teólogos, que en su sistemá- mente como la principal entre todas las fiestas de la B. V. la
tico empeño de discutirlo todo y cada cual bajo el aspecto de su A.suncion ó glorificación, como el término felicísimo de
más halagüeño á sus ideas ó pretensiones de nombradla lle- todas sus gracias y glorias, al modo que también so celebra la
garon á veces á hacer prevaleciese en teoría la opinión con- muerte más bien que el nacimiento de los Santos ; pero, rati-
traria á la que en el fondo do la tradición piadosa del pueblo ficada ya la santificación é impecabilidad y gracia sobrehu-
creyente constituía el germen de la futura definición dogmá- mana de la Señora en virtud del dogma de su Concepción In-
tica, en c u y a defensa puso su oportuno veto el ilustre Pontí- maculada, nada tiene de estraño se celebre actualmente con
fice como depositario leal é inviolable custodio de la verdadera pura ó íntima satisfacción de la piedad de los fieles creyentes
doctrina. ¿ Cómo pues en tales circunstancias había de espre- esta última solemnidad no menos que aquella, como el princi-
sar Santo Tomás su opinión concreta con la libertad propia de pio de todas las gracias y prcrogalivas singularísimas, cuyo
s u ingenuidad verdaderamente angelical, coartada por tanta complemento se festeja en la de su elevación al cielo en cuerpo
y alma, que, no hallándose aún garantida por el dogma, pa-
contrariedad?
rece en efecto no alcanzar á la de la Inmaculada Concepción.
(5) Téngase muy presente lo consignado en la nota 5 de la
C U E S T I Ó N X X V I I . — A R T Í C U L O S II Y III. 377

es librada de toda corrupción de la culpa lia no hay en tí; y el fómes pertenece á


y de la pena , y esta tendrá lugar en la la mancha, por lo menos de la carne.
resurrección ; y la otra es la santificación Luego en la B. Virgen no existió el
personal, que no pasa á la prole engen- fómes.
drada carnalmente, porque tal santifica- Conclusión. Parece preferible afirmar
ción no se refiere á la carne, sino al espí- que por la santificación de la B. Virgen
ritu. Y por eso, aunque los padres de la en el útero materno cl fómes [_Y]fue en
B. Virgen fueron purificados del pecado ella ligado en cuanto á su operación ó
original, no obstante la B. Virgen con- ejercicio, permaneciendo en su esencia;
trajo el pecado original, al haber sido y destruido por completo solo en el mo-
concebida según la concupiscencia de la mento de su concepción del Hijo de Dios.
carne (1) por la unión del varón y de la Responderemos, que sobre esto hay
hembra; porque dice San Agustin (De diversas opiniones : pues algunos dijeron
nuptiis et concupiscentia, 1. 1, c. 12) que en la misma santificación de la
«ser carne de pecado toda la que nace B. Virgen, por la que fue santificada en
» del concúbito ». el útero, la fue quitado totalmente el fó-
mes ; otros dicen que el fómes subsistió
ARTÍCULO I I I . — ¿Fue. quitado <oioi- respecto á lo que hace difícil el bien, pero
nicnlc á ia US. Virgen el lomes por su santifi- que la fue quitado en cuanto á la propen-
cación ? ('2) sión al mal; otros dijeron que la fue qui-
tado el fómes, en cuanto pertenece á la
1.° Parece que la B. Virgen no fue corrupción de la persona, según que im-
purificada de la infección del fómes: por- pele al mal y produce dificultad para el
que, así como la pena del pecado origi- bien, pero que permaneció en cuanto
nal es el fómes, que consiste en la rebe- pertenece á la corrupción de la naturale-
lión de las potencias inferiores contra la za, esto es, según que es causa de trans-
razón; así también la pena del pecado mitir el pecado original á la prole ; otros
original es la muerte y demás penalida- en fin dicen que en la primera santifica-
des corporales. Pero la B. Virgen estuvo ción quedó el fómes según la esencia,
sujeta á tales penalidades. Luego tam- pero encadenado, y que en la concepción
poco la fue sustraído totalmente el fómes. misma del Hijo de Dios fue totalmente
2.° Dícesc ( í l Cor. 1 2 , 9 ) , la virtud destruido. Para entender esto, es preciso
se perfecciona en la enfermedad; y habla considerar que el fómes no es otra cosa
allí de la enfermedad del fómes, según la que una concupiscencia desordenada del
que sufría el aguijón de la carne. Pero apetito sensible ; habitual sin embargo,
nada, que pertenece á la perfección de la porque la concupiscencia actual es el mo-
virtud, debió quitarse á la B. Virgen. vimiento del pecado: y se dice que la
Luego no debió destruirse totalmente en concupiscencia de la sensualidad es des-
ella el fómes. ordenada, en cuanto repugna á la razón;
3.° Dice San J u a n Damasceno (Orth. lo cual en verdad tiene lugar, en cuanto
fid. 1. 3 , c. 2) que « en la B. Virgen so- inclina al mal ó produce dificultad para
sbrevino el Espíritu Santo, purificándo- el bien. Por consiguiente pertenece á la
s la antes de la concepción del Hijo de esencia misma del fómes inclinar al mal
»Dios», cosa que no puede entenderse ó producir dificultad en el bien; y así su-
smo de la purificación del fómes, puesto poner que subsistió el fómes eu la B. Vir-
que no obró pecado,'como dice San Agus- gen, sin inclinarla al mal, es suponer dos
tín (lib. De natura et gratia, c. 3 6 ) . opuestos á la vez. De la misma ma-
Luego no se libró de este fómes por la nera también parece implicar oposición
santificación en el vientre (de su madre). el que permaneciera el fómes, en cuanto
Por el contraigo, dícese (Cant. 4, 7), pertenece á la corrupción de la naturale-
toda eres hermosa, amiga mia, y manci- za, y no en cuanto pertenece á la corrup-

(1) ¡Sueva y leniilnanle comprobación de lo consignado en i) voluntad de María fue alguna vez en su acto estulta fsíc
1 1
ñola 3 de la página 373. »contra justicia 6 inobediente, á saber, cuando no amó la
(2) Contraía herejía de Raimundo Lulio, espinosamente con- » muerte de su Ilijon,
denada l' ' Concilio do Trcnto (scs. G, can. 23) de que « la
01 c l
CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO III.

cion de la persona ; porque según S a n por la santificación de la B. Virgen en el


Agustín ( D e .nupt. e t concupisc. 1. 1 , seno (de su madre), el fómes de la con-
c . 24) « l ac o n c u p i s c e n c i a e s l a q u e t r a n s - cupiscencia no fue destruido en su esencia,
mite el pecado original á l a prole ; y la sino que permaneció encadenado, n o por
concupiscencia importa u n apetito desor- el a c t o d e s u r a z ó n , como e n l o s santos
d e n a d o , q u en o s e somete p o r completo á varones, porque n o tuvo ella inmediata-
la razón. P o rl o tanto, si el fómes hubie- mente el u s o d e l libre arbitrio, cuando
ra sido totalmente destruido, e n cuanto aún existía e n el seno d e su madre, por-
pertenece á l a corrupción d e la persona; que este es privilegio especial d e Cristo,
no podría permanecer encuanto pertene- sino p o rl a abundancia d e l a gracia que
c e ala corrupción d el anaturaleza. Basta recibió e n l a santificación, y m á s perfec-
pues q u edigamos q u e ó el fómes l af u e tamente a ú np o rla providencia divina,
totalmente quitado p o rl a primera santi- que ponía su sensualidad al abrigo d e todo
ficación, ó q u eq u e d ó sujeto: porque p o - movimiento d e s o r d e n a d o : pero después
dría entenderse q u e fue totalmente qui- en la concepción misma de la carne de
tado el fómes; d emodo que,por haberse Cristo, e n l a q u e d e b i ó p r i m e r o r e s p l a n -
acordado á la B . Virgen por consecuen- decer la inmunidad del pecado, debe
cia d e l a abundancia d e la gracia, q u e creerse que redundó del Hijo á la Madre,
descendió á ella, el q u e t a l fuese l a dis- destruyéndose por completo el fómes. Esto
posición d e l a s fuerzas del alma e n la es l o q u es e simboliza (2) E z e c h . 43, 2),
misma q u e l a sf u e r z a s i n f e r i o r e s nunca se donde vi cómo entraba la gloria
se dice,
moviesen s i n e l arbitrio d e la razón, c o - del Dios de Israel por el camino de Orien-
m o se h a dicho ( C . 1 5 , a . 2 y 4) haber te, e s d e c i r , p o r l a B i e n a v e n t u r a d a Vir-
tenido lugar e n Cristo, d e quien consta g e n ; y la tierra, e s d e c i r , s u c a r n e re-
no haber tenido el fómes d e lpecado ; y lumbraba con su majestad, e s t o e s , de
como sucedió e n A d a m antes del pecado Cristo.
por medio d el a justicia original, d e m o d o A l argumento 1.° diremos, que k
que e n cuanto á esto la gracia d el a san- muerte y las penalidades d e este género
tificación e n l a V i r g e n tuvo l a virtud d e no inclinan p o r sí a l p e c a d o . P o r consi-
la justicia original. Y , aunque esta supo- guiente , aunque también C r i s t o tomó
sición p a r e z c a p e r t e n e c e r á l ad i g n i d a d d e sobre sí estas penalidades, s i n embargo
la V i r g e n M a d r e , sinembargo deroga e n no tomó el fómes. P o r l o cual también
algo á la dignidad d e Cristo ( 1 ) , sin en la B . Virgen, para q u e fuese con-
cuya virtud nadie s e libra d e la primera forme á su Hijo, d e cuya plenitud reci-
condenación. Y a u ncuando por. l a f e d e bía la gracia, primero f u e sujeto el fó-
Cristo algunos antes d e s u Encarnación mes y después quitado; pero n o fue
hayan sido librados d e esta condenación exenta d e la muerte y d e otras penali-
según el espíritu, s i ne m b a r g o e l l i b r a r s e dades parecidas.
alguno d e ella según l a carne n o parece A l 2.° que la enfermedad d e la carne
que debió verificarse sino después d e su perteneciente al fómes e s á l a v e r d a d en
Encarnación, e n la q u e primero debió los Santos ocasión d e virtud perfecta;
aparecer l ainmunidad d e la condenación. pero n o c a u s a , s i n l a q u e n o p u e d a te-
P o r consiguiente, así como antes d e la nerse l a perfección. Basta empero admi-
inmortalidad delcuerpo d e Cristo resuci- tir e n l a B . V i r g e n u n a v i r t u d perfecta
tado ninguno consiguió la inmortalidad por consecuencia d e l a a b u n d a n c i a d e 1¡»
de la carne; asíparece inconveniente d e - gracia, y n o es necesario suponer en
cir q u e antes d e l a carne d e Cristo, enl a ella toda ocasión d e perfección.
que n o hubo pecado alguno, l a carne d e A l 3.° q u e el Espíritu Santo produjo
la Virgen su Madre ó cualquiera otra en l a B . Virgen d o s c l a s e s d e purifica-
hubiera existido sinel fómes, q u es e lla- ción : u n a como preparatoria para ln
m a l e y d e la carne ó d e losmiembros. Y concepción d e C r i s t o , l a c u a l n o fue de
por eso parece que mejor debe decirse que alguna impureza d e culpa ó fómes, sino

(1) Con l a precaución' y en el sentirlo indicados en l a (2) En sentido piadoso y acomodaticio según San Jerónimo
nota 1 de la página 376. y San Ambrosio.
C U E S T I Ó N X X V I I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 379

que consistió en reconcentrar más pro- la B . Virgen no fue preservada inmune


fundamente el alma en una sola cosa y de todo pecado.
en separarla de la multitud ; porque aun Por el contrario, dice San Agustin
se dice ser purificados (1) los ángeles, (lib. D e natura et gratia, c. 3 6 ) : « e n
« en los que no se encuentra impureza » honor á Cristo no quiero tener cues-
» alguna » , como dice San Dionisio » tion alguna sobre la Santa Virgen Ma-
(De ccel. hierarch. c. 6 ) ; y la otra purifi- » r í a , sobre todo cuando se trata de
cación es obrada en ella por el Espíritu » pecados; porque sabemos que le fue con-
Santo mediante la concepción de Cristo, » ferida más gracia para vencer el pe-
que es obra del Espíritu Santo; y según » cado de todas maneras, por lo mismo
esto puede decirse que la purificó total- » que mereció concebir y dar á luz al
mente del fómes. » que es evidente que no tuvo pecado
» alguno ».
Conclusión. Debe reconocerse en ab-
ARTÍCULO IV. — i'or esta santifica-'
soluto que la Santísima Virgen jamás
clon a l c a n z ó e l n o p e c a r n u n c a ? (2)
cometió pecado actual alguno, ni mortal
ni venial, cuya ignominia habría redun-
1.° Parece que por la santificación en dado en cierto modo en la del Hijo.
el vientre no fue preservada la B. Vir- Responderemos, que aquellos, á quie-
gen de todo pecado actual: porque, nes Dios elige para algo, los prepara y
como se ha dicho (a. 3 ) , después de la dispone de modo que se hallen idóneos
primera santificación el fómes del pecado para lo que son elegidos, según aquello
subsistió en la Virgen ; y el movimiento ( i l Cor. 3 , 6 ) , nos ha hecho ministros
de este fómes, aunque se anticipe á la idóneos del Nuevo Testamento; y la B.
razón, es un pecado venial, si bien muy Virgen fue elegida por Dios para ser
leve, como dice San Agustin (lib. de Madre de Dios : por consiguiente no debe
Trinit.). Luego en la B. Virgen hubo al- dudarse que Dios la hizo idónea por su
gún pecado venial. gracia para esto, según lo que el ángel la
2.° Sobre aquello (Luc. 2 ) , iuam ip- dice (Luc. 1 , 3 0 ) , has hallado gracia de-
sius animam pertransibit gladius, dice lante de Dios ; hé aquí que concebirás etc.
San Agustin (lib. qq. veteris et novi Mas no hubiera sido idónea Madre de
Testamenti, q. 7 3 ) que « l a B. Virgen Dios, si alguna vez hubiese pecado ; ya
» á la muerte del Señor dudó con cierto porque el honor de los padres redunda
» estupor » ; y dudar de la fe es pecado. en los hijos, según aquello (Prov. 17, 6 ) ,
Luego la B. Virgen no fue preservada gloria de los hijos los padres de ellos ; y
inmune de todo pecado. por el contrario la ignominia de la Ma-
3." El Crisóstomo (sup. Matth. 12, dre redundaría al Hijo ; ya también por-
hom. 45), esponiendo aquello ecce mater que tuvo una afinidad singular con Cristo,
tua et fratres tui foris stant, quceren- que recibió de ella la carne, por lo que
tes te, dice : « es evidente que solamente se dice ( n Cor. 6 , 15) ¿qué concordia de
s hacían esto por vanagloria». Y sobre Cristo con Belial ? ; ya también porque
estas palabras de San Juan, vinum non de uua manera singular el Hijo de Dios,
habent (Joan. 2 ) , dice el mismo Padre que es la sabiduría de Dios, habitó en
(hom. 20 in Joan.) que « quería conci- ella, no solamente en su alma, sino tam-
»liarse aquella gracia de los hombres y bién en su seno. Pero se dice (Sap. 1 , 4 ) ,
» hacer á la misma más gloriosa por me- en alma maligna no entrará la sabidu-
»dio de su Hijo, y quizá sentía alguna ría , ni morará en cuerpo sometido á pe-
» cosa humana », lo mismo que sus her- cados. Por consiguiente es preciso reco-
manos, que la decían : date á conoce?' nocer en absoluto que la B. Virgen no
del mundo; y después añade : « aún no cometió pecado alguno actual, ni mortal
» tenía de él la opinión que convenía »; ni venial; para que así se cumpla en ella
todo lo cual consta ser pecado. Luego lo que se dice (Caut. 4 , 1 7 ) , toda eres

< cuanto son ilustrados con cierto conociiniento ó cierta interior ignorancia parcial de ellos.
más perfecta de los misterios divinos, disipándose (2) Así se colige del Concilio de Trento (ses. 6, can. 23).
380 ECU STIÓN XXVII. — ARTÍCULOS IV Y V .

hermosa, amiga mia, y no hay en tí man­ entienda que el Señor cohibió en ella, no
cilla ( 1 ) . un movimiento desordenado de vanaglo­
A l argumento 1.° diremos, que en la ria por relación á ella, sino lo que pudiera
B . Virgen después de su santificación en ser interpretado por otros.
el seno subsistió el fómes del pecado,
pero encadenado, esto es, de modo que no
A R T Í C U L O V . — A i a n . v i r g e n con.<¡¡.
se dejase llevar de cualquiera movi­
g u i ó p o r e s t a s a n t i l l c u c i o n l a p l e n i t u d d e to­
miento desarreglado, que se anticipase á
d a s l a s g r a c i a s ¥ (3)
la razón: y, aunque á esto contribuyera
la gracia de la santificación, sin embargo
no bastaba para ello ; de otra suerte por 1.° Parece que la B . Virgen no ob­
la virtud de esta gracia la hubiera sido tuvo por su santificación en el seno la
otorgado el que ningún movimiento pu­ plenitud ó la perfección de la gracia:
diera existir en su sensualidad, sin estar porque esto parece pertenecer al privile­
prevenido por la razón: y entonces no gio de Cristo, según aquello (Joan. 1,
tendría el fómes, lo cual es contrario á 1 4 ) , le vimos como Unigénito del Padre
lo que se ha dicho ( a . 4 ) . P o r consi­ lleno de gracia y de verdad; y lo que es
guiente es preciso decir que lo que com­ propio de Cristo no debe atribuirse á
pletó este encadenamiento fue la acción otro. L u e g o la B . Virgen no recibió cu
de la providencia divina, que no permi­ la santificación la plenitud de las gra­
tía que surgiera de este fómes movi­ cias.
miento alguno desordenado. 2.° Nada queda que agregar á lo que
A l 2.° que Orígenes (hom. 1 7 in L u c . está lleno y perfecto ; puesto que « per­
y otros doctores ( 2 ) entienden aquella »fecto es aquello á que nada falta»,
frase de Simeón del dolor, que sufrió en como se dice (Physic. lib. 3 , t. 6 3 y G4),
la Pasión de Cristo. Pero San Ambrosio Pero la B . Virgen recibió adición de gra­
(in hunc loe.) dice « significarse por la cia, cuando concibió á Cristo ; puesto
» espada la prudencia de María, que no que se ha dicho ( L u c . 1, 3 5 ) , el Espíritu
» ignoraba el misterio celestial; porque Santo vendrá sobre tí, y ademas cuando
» la palabra de Dios es viva y fuerte y fue elevada á la gloria. L u e g o parece
y> más aguda que la espada más afi­ que no tuvo en su primera santificación
» l a d a ». Otros por la espada entienden la plenitud de las gracias.
la duda, la que sin embargo no debe en­ 3.° Dios nada hace en vano, como se
tenderse como duda de infidelidad sino de dice ( D e ccelo, lib. 1 , t. 3 2 ; y 1. 2 , t. 59);
admiración y discusión : porque dice S a n y en vano hubiera tenido ciertas gracias,
Basilio (epist. ad Optimum, 3 1 7 ) que no ejerciendo nunca el uso de ellas:
« la B . V i r g e n , estando al pie de la cruz pues no se lee ó que enseñase, lo que es
» y observándolo todo, después del tes­ acto de sabiduría, ó que hiciese mila­
y> timonio de San Gabriel, después del lagros, que es acto de la gracia gratuita­
» inefable conocimiento de la concepción mente dada. L u e g o no tuvo la plenitud
» divina, después de haber sido testigo de las gracias.
» de tantos milagros, vacilaba » , esto es, Por el contrario, el Á n g e l dijo diri­
v i e n d o por una parte á su Hijo sufrir giéndose á ella ( L u c . 1 , 2 8 ) , Dios te sal­
tormentos ignominiosos y­ por otra al ve , llena de gracia ; lo cual al esplicarlo
considerar sus maravillas. San Jerónimo (serm. D e assumptione, ó
A l 3.° que San Crisóstomo se escedió epist. ad Paul, et E ustoch.) ( 4 ) dice:
en aquellas palabras ; las cuales pueden « bien llena de gracia María ; puesto que
sin embargo esplicarse de modo que se » á los demás les es dada por partes, y

(1] Con los mismos argumentos podría demostrarse su in­ » era buena por naturaleza y que tenía por sí misma la \№­
munidad del pecado original, según oportunamente advierte » piedad de hacer el bien », coincidiendo en esto con la herejía
D r i o u x ; por más que Kicolai insinúa lo contrario, fundándose de Pelagio, que atribuía á las fuerzas humanas lo que es propio
en la distinción de que el pecado original no to cometemos de la gracia.
propiamente, sino que lo contraemos por su natural propa­ (4) Así se ha venido­anotando a l a margen en casi todas'ns
gación. ediciones ; pero es de San Pedro Crisólogo (serm. 113 Be »»•
(2) San Gregorio Wiseno entre ellos. nunUatíone).
(3J E l mencionado llaimttndo Lulio dijo que o María Virgen
CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO V. 381

» á ella se le i n f u n d i ó s i m u l t á n e a m e n t e la B . Virgen fue triple la perfección de


» toda la p l e n i t u d d e l a g r a c i a ». la gracia : la 1. como dispositiva, pol-
a

Conclusión. La Santísima Virgen de- la que se hacía idónea para ser Madre
bió obtener de Cristo su Hijo mayor ple- de Cristo, y esta fue la perfección de la
nitud de gracia que los demás por razón santificación; la 2. perfección de la gra-
a

de su más intima unión con él. cia existió en la B. Virgen por la presen-
Eesponderémos q u e , c u a n t o m á s s e cia del Hijo de Dios encarnado en su
acerca a l g o al p r i n c i p i o e n u n g é n e r o seno ; y la 3 . es la perfección del fin, que
a

cualquiera, t a n t o m á s p a r t i c i p a d e l e f e c t o tiene en la gloria. Es evidente que la se-


de este principio. P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n gunda perfección es más principal que la
Dionisio (Ccel. h i e r a r c h . c. 4) q u e l o s á n - primera, y la tercera que la segunda :
geles, que e s t á n m á s p r ó x i m o s á D i o s , 1.° por relación a l a liberación del mal,
participan m á s d e l a s b o n d a d e s d i v i n a s pues 1.° en su santificación fue libertada
que los h o m b r e s , y C r i s t o es el p r i n c i - de la culpa original; 2.° en la concepción
pio de la g r a c i a p o r s u p r o p i a p o t e n c i a del Hijo de Dios fue totalmente purifi-
como D i o s , é i n s t r u m e n t a l m e n t e c o m o cada del fómes; y 3.° en su glorifica-
hombre. P o r l o m i s m o s e d i c e ( J o a n . 1, ción quedó libre también de toda mise-
17), la gracia y la verdad fue hecha por ria. 2.° Por orden al bien ; pues prime-
Jesu-Cristo: y, como la B. Virgen fue la ramente en su santificación consiguió la
más próxima á Cristo s e g ú n l a h u m a n i - gracia, que la inclinaba al bien, en la
dad, porque de ella recibió la naturaleza concepción del Hijo de Dios se consu-
h u m a n a ; por e s t a r a z ó n debió obtener mó su gracia confirmándola en el bien,
de él una plenitud de gracia mayor que y en su glorificación llegó á la consuma-
los demás (1). ción de la gracia, que la perfecciona en
A l a r g u m e n t o : 1.° d i r e m o s , q u e D i o s el goce de todo bien.
da á c a d a u n o s u g r a c i a s e g ú n a q u e l l o , Al 3.° que no debe dudarse que la B .
para que le e l i g e : y, p u e s t o q u e C r i s t o Virgen María recibiera escelentemente
como h o m b r e fue p r e d e s t i n a d o y e l e g i d o el don de sabiduría y la gracia de las
para ser H i j o d e D i o s e n l a v i r t u d d e virtudes y también la de la profecía : sin
santificar, l e fue p r o p i o t e n e r t a l p l e n i - embargo no recibió el que tuviera los
tud de g r a c i a q u e r e d u n d a s e e n t o d o s , s e - usos todos de estas y semejantes gracias,
gún lo que s e d i c e ( J o a n . 1, 16), de su como tuvo Cristo, sino según que con-
plenitud recibimos nosotros todos. P e r o venía á la condición de la misma ; pues
la B. V i r g e n o b t u v o t a n g r a n p l e n i t u d tuvo el uso de la sabiduría en la contem-
de g r a c i a , q u e era l a m á s p r ó x i m a al a u - plación, según, aquello (Luc. 2 , 19), y
tor de la g r a c i a , de m o d o q u e r e c i b i e r a María guardaba todas estas cosas, medi-
en sí al que e s t á l l e n o d e t o d a g r a c i a y tándolas en su corazón; pero no tuvo el
dándole á l u z l a d e r i v a s e e n c i e r t o m o d o uso de la sabiduría para enseñar, por-
á todos. que esto no convenía al sexo femenil,
A l 2.° q u e e n l a s c o s a s n a t u r a l e s p r i - según aquello (i Timoth. 2, 12), yo no
mero es la p e r f e c c i ó n d e la d i s p o s i c i ó n , permito á la mujer que enseñe. Tampoco
como c u a n d o l a m a t e r i a e s t á p e r f e c t a - la convenía hacer milagros, mientras vi-
mente d i s p u e s t a p a r a l a f o r m a ; l o s e g u n - viese : porque entonces la doctrina de
do es la p e r f e c c i ó n de l a f o r m a , q u e e s l a Cristo debía ser confirmada por milagros,
más p r i n c i p a l , p o r q u e es m á s p e r f e c t o e l y por esto á solo Cristo y sus discípulos,
calor m i s m o , q u e p r o v i e n e de l a f o r m a que eran propagadores (2) de la doctrina
del f u e g o , q u e e l q u e d i s p o n í a á e s t a for- de Cristo, convenía el hacer milagros.
ma ; y lo t e r c e r o e s l a p e r f e c c i ó n d e l fin, Por cuya razón se dice también de San
como e l f u e g o t i e n e p e r f e c t í s i m a m e n t e Juan Bautista (Joan. 10) que no hizo
las cualidades q u e l e s o n p r o p i a s , c u a n d o ningún milagro, á fin de que todos diri-
llega á su l u g a r . D e l a m i s m a m a n e r a e n gieran sus miradas á Cristo. Tuvo empero
el uso de la profecía, según se ve en el
cántico que compuso, mi alma engran-
(1) Angeles y hombres, en estension y en
Drioux.
intensidad. dece al Señor, etc. (Luc. 1, 47).
(2) Bajuli, portadores ó depositarios.
382 CUESTIÓN XXVII. — ARTÍCULO VI.

ARTÍCULO V I . — rae propio d e í a i t . » mujer fuese Madre de D i o s , que debe-


V i r g e n s e r así s a n t i f i c a d a ? (1) » ría ser conocida por los mayores, pero
» no conocida por el párvulo; por cuya
1.° Parece que después de Cristo fue » razón no se dice en el E v a n g e l i o , cre-
propio á la B . Virgen el ser santificada s> y ó el niño en el seno, sino saltó. Vemos
en el seno : porque se h a dicho (a. 3 y 4) » sin embargo que el salto es propio no
que la B . Virgen fue santificada en el » solo de los pequeñuelos, sino también
vientre, para que se hiciese idónea para » de los animales ; y lo que hubo de es-
ser Madre de Dios. E s así que esto la es » traordiuario en aquel movimiento fue
propio. L u e g o sola ella fue santificada B el haber tenido lugar en el útero : por
en el seno (de su madre). » e s o , como suelen hacerse los milagros,
2° Parece que hay quienes se aproxi- B la tal exultación fue hecha por Dios
maron más á Cristo que Jeremías y S a n » en el niño aquel movimiento, y no liu-
J u a n Bautista, los cuales se dicen santi- » ruanamente por él : y , aunque el uso
ficados en el seno (de su madre) ; porque B de la razón y de la voluntad se hubiera
se dice especialmente Cristo hijo de D a - B acelerado en aquel niño, hasta el punto
vid y Abraham á causa de la promesa » de poder conocer, creer y consentir
hecha especialmente sobre Cristo. Tam- B desde el vientre de su madre, cosa que
bién Isaías profetizó de él de la manera B en los demás no tiene lugar, hasta que
más espresa ; y los apóstoles vivieron con » l a edad los hace capaces de ello; creo
é l , y sin embargo no se lee que fueran » que esto debería tenerse como un mi-
santificados en el seno. L u e g o tampoco B lagro de la potencia divina B. Pero,
conviene á Jeremías y á S a n J u a n B a u - puesto que en el Evangelio se dice espe-
tista el haber sido santificados en el samente de San Juan (Luc. 1, 15) que
útero. será lleno del Espíritu Santo aun desde
3.° J o b dice de sí mismo ( J o b . 31,18) el vientre de su madre, y de Jeremías,
desde la infancia creció conmigo la mise- antes que salieras de la matriz, te santi-
ricordia, y del vientre de mi madre salió fiqué ; parece deberse afirmar que fue-
conmigo ; y sin embargo no por eso de- ron santificados en el vientre, aunque en
cimos que fuese santificado en el seno de él no tuvieron el uso de su libre arbi-
su madre. L u e g o tampoco estamos obli- trio, del que habla San Agustin (ibid.):
gados á decir que Jeremías y San Juan al modo que también los niños, que son
Bautista fueron santificados en el seno santificados por el bautismo, no disfrutan
de su madre. inmediatamente del libre albedrío. Tam-
Por el contrario , dícese de Jeremías poco debe creerse que hayan sido santi-
(Jerem. 1, 5), antes que salieras de la ficados en el seno de su madre algunos
matriz, te santifiqué, y de San Juan otros, de quienes la Escritura no hace
Bautista ( L ú e . 1, 15), será lleno del Es- mención : puesto que tales privilegios de
píritu Santo aun desde el vientre de su la gracia, que se dan á algunos fuera de
madre. la ley común, se ordenan á utilidad de
Conclusión. Nofue es elusivamente pro- otros, según aquello ( i Cor. 12, 7), «
pio de la Santísima Virgen María el ser cada uno es dada la manifestación del
santificada en el útero materno ( 2 ) , ha- Espíritu para provecho; y sería inútil
biéndolo sido también otros, como Jere- que algunos fueran santificados en el seno,
mías y San Juan Bautista. si la Iglesia no lo supiese. Y , aunque no
R e s p o n d e r e m o s , que San Agustín puede asignarse la razón de los juicios
(epist. ad Dardanum, 287 ó 57) parece de D i o s , esto e s , porqué concede á unos
que habla con duda de la santificación de y no á otros este don de la gracia ; sin
estos en el seno; «porque el salto de embargo parece conveniente que los dos
» San Juan en el vientre de su madre fueran santificados en el útero, para pre-
» pudo ser, como dice é l , la significación figurar la santificación que debía produ-
» de cosa tan grande, esto e s , que una cirse por Cristo 1.° por su Pasión, según

(1) Bernardo de Lutzemhurgo en su catálogo de los herejes (2) Pero sí el singularísimo privilegio de ser inmune ó pre-
dice que los maniquéos enseñaban que « el precursor de Cristo servada de toda mancha original.
» Juan Bautista fue condenado, porque no creyó en Cristo ».
CUESTIÓN XXVII.—ARTÍCULO VI. 383

Jesús,para
aquello ( H e b r . u l t . 1 2 ) , san- C r i s t o . L a p r u e b a de ello es q u e á la B .
tificar al pueblo por su sangre, padeció V i r g e n l a fue concedido el n o p e c a r m á s ,
fuera de la puerta, c u y a P a s i ó n a n u n c i ó ni m o r t a l ni venialmente (1) ; mientras
Jeremías con anticipación de la m a n e r a q u e á ellos se c r e e q u e solo les fue o t o r -
más c l a r a p o r s u s p a l a b r a s y p o r s u s m i s - g a d o el n o p e c a r m á s m o r t a l m e n t e , m e -
terios y l a figuró a n t e s d e l m o d o m á s e s - diante la protección de su gracia divina.
preso p o r s u s s u f r i m i e n t o s ; 2.° p o r e l A l 2.° q u e e n c u a n t o á o t r o s p u n t o s
bautismo, s e g ú n a q u e l l o ( i Cor. 6 , 1 1 ) , de vista p u d i e r o n los S a n t o s e s t a r m á s
mas habéis sido lavados, mas habéis sido unidos á Cristo que J e r e m í a s y San J u a n
santificados; á c u y o b a u t i s m o p r e p a r ó B a u t i s t a ; p e r o q u e estos lo e s t u v i e r o n
San J u a n á l o s h o m b r e s p o r el s u y o . m á s estrechamente en cuanto á la figura
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a B . espresa de la santificación del mismo,
V i r g e n , q u e fue e l e g i d a p o r D i o s p a r a c o m o se h a d i c h o .
madre, o b t u v o u n a g r a c i a de santificación A l 3.° q u e l a c o m p a s i ó n , d e q u e h a b l a
mayor q u e S a n J u a n B a u t i s t a y J e r e - e n él J o b , n o significa l a v i r t u d infusa,
mías, q u e lo fueron p a r a ser e s p e c i a l e s sino cierta inclinación n a t u r a l á el a c t o
prefiguradores d e l a santificación de de esta virtud.

CUESTIÓN XXVIII,
Virginidad de la B. María.

Vamos á tratar de la virginidad de la Madre de Dios, sobre la cual e x a m i n a r e m o s : 1.° Fue virgen
al concebir ? — 2.° Lo fue en el parto;? — 3.° Quedó virgen después del parto ? — 4.° Hizo voto de virgi -
nidad ?

ARTÍCULO I. — l a B . v . M a r í a fue Vir- 2.° P r u é b a s e ( M a t t h . 1 ) q u e C r i s t o


gen e u e l a c t o d e c o n c e b i r ? (2) fue h i j o d e A b r a h a m y d e D a v i d , p o r -
que J o s é desciende de D a v i d ; cuya prue-
1.° P a r e c e q u e l a M a d r e d e D i o s n o b a s e r í a n u l a , si J o s é n o f u e s e p a d r e d e
fue V i r g e n a l c o n c e b i r á C r i s t o : p o r q u e Cristo. L u e g o parece que la M a d r e de
ninguna p r o l e , q u e t i e n e p a d r e y m a d r e , C r i s t o l e c o n c i b i ó ex semine Joseph; y
es c o n c e b i d a d e m a d r e v i r g e n ; y C r i s t o p o r t a n t o p a r e c e q u e n o fue v i r g e n a l
se dice n o s o l o t e n e r m a d r e , s i n o t a m b i é n concebirle.
p a d r e , p u e s s e l e e ( L u c . 2 , 33), su pa- 3.° D í c e s e ( G a l a t . 4 , 4 ) , envió Dios
dre y su madre estaban maravillados de á su Hijo hecho de mujer; y e n e l l e n -
aquellas cosas, que de él se decían; y m á s guaje ordinario se l l a m a mujer la q u e es
abajo ( i b i d . 48 ) l a m i s m a M a d r e dice, conocida del v a r ó n . L u e g o Cristo n o fue
mira cómo tu padre y yo angustiados te concebido de madre virgen.
buscábamos. L u e g o C r i s t o n o f u e c o n c e - 4.° L a s c o s a s q u e s o n d e l a m i s m a e s -
bido de v i r g e n m a d r e . pecie tienen el m i s m o m o d o de g e n e r a -

(1) No habiendo podido quedar en ella reato ni vestigio Cerinto, Joviniano y otros que « Cristo fue [originado) de uno
alguno ó consecuencia del pecado original, en que no incur- a y otro sexo y nacido de su padre José » ó engendrado por é l ,
rió : por cuya razón fue condenada por Pió V y Gregorio X1U según atestigua (nares. 24) San Epifanio con referencia á Ce-
la proposición 73 de Miguel Bayo, en que aseguraba que « la rinto. Así el Símbolo apostólico y el constantinopolitanocomo
» B. Virgen sufrió todas las penalidades de la vida por causa los concilios, todos cuantos han tratado de este punto , decla-
u
del pecado original y murió por débito próximo del mismo». ran ser de fe que María quedó Virgen en el parto y antes y
(2) Contra la herejía de los antidicomarianitas, 6 c g u n los después de él, siendo entre ellos el inás esplícito el lateranense
cuales a María engendró parto de varón » ó no fue virgen al (can. 2 y 3) en tiempo de Martino I, como también el papa
concebir á su Hijo, sino que « lo engendró ó concibió en s u Paulo IV en su bula publicada á este mismo propósito.
»útero de semen viril », Los j udíos y Aquila decían con Ebion
384 CUESTIÓN XXVIII. — ARTÍCULO I.

cion ; p u e s t o q u e l a generación" recibe l a que n o debió t e n e r l u g a r el p e c a d o , por


especie d e su t é r m i n o , lo mismo q u e los l a c u a l s e d e s t r u í a e l p e c a d o d e l mundo,
d e m á s movimientos. M a s Cristo fue d e s e g u u a q u e l l o ( J o a n . 1, 2 9 ) , he ahí el
la m i s m a especie q u e los otros h o m b r e s , Cordero de Dios, e s t o e s , e l inocente,
s e g ú n e l A p ó s t o l ( P h i l i p . 2 , 7 ) , hecho á que quita el pecado del mundo; m a s n o
la semejanza de hombres y hallado en la era posible q u e en u n a naturaleza y a
condición como hombre. L u e g o , g e n e r á n - corrompida p o r el concúbito naciera una
dose los d e m á s h o m b r e s p o r l a unión d e l c a r n e sin m a n c h a d e p e c a d o original, por
hombre y de la mujer, parece que tam- c u y a r a z ó n d i c e S a n A g u s t i n ( D e nuptiis
bién Cristo fuera engendrado de seme- e t c o n c u p i s c e n t i a , 1. 1, c . 1 2 ) : « solamen-
jante manera; y por tanto noparece que » t e e l c o n c ú b i t o n u p c i a l n o e x i s t i ó allí,
fue concebido d e m a d r e virgen. » e s t o e s , e n e l m a t r i m o n i o (2) d e M a -
5.° T o d a f o r m a n a t u r a l t i e n e u n a m a - » r í a y d e J o s é ; p o r q u e e n u n a c a r n e de
teria á ella d e t e r m i n a d a , fuera d e l a q u e » p e c a d o n o p o d í a t e n e r l u g a r s i n esa v e r -
no p u e d e e x i s t i r ; y l a m a t e r i a d e l a f o r - » gonzosa concupiscencia carnal, que pro-
m a h u m a n a p a r e c e s e r semen maris et » v i e n e d e l p e c a d o , s i n l a c u a l quiso ser
femina'. L u e g o , s i e l c u e r p o d e C r i s t o n o » c o n c e b i d o e l q u e h a b í a d e e s t a r sin p e -
f u e c o n c e b i d o ex semine maris etfemino?, » c á d o » ; 4 . p o r e l fin m i s m o d e l a En-
a

no f u e v e r d a d e r a m e n t e c u e r p o h u m a n o : carnación d e C r i s t o , q u e t u v o lugar para


lo cual es inconveniente. L u e g o p a r e c e q u e l o s h o m b r e s r e n a c i e s e n e n hijos d e
que n o fue concebido d e m a d r e virgen. D i o s , non ex volúntate carnis, ñeque ex
Por el contrario, d í c e s e ( I s . 7, 14 ) , he volúntate viri, sed ex Deo , e s t o e s , p o r
aquí que concebirá una virgen. l a m i s m a v i r t u d d e D i o s , c u y o modelo
Conclusión. La Madre de Cristo lo d e g e n e r a c i ó n d e b i ó a p a r e c e r e n l a con-
concibió quedando virgen. c e p c i ó n m i s m a d e C r i s t o . P o r l o c u a l dice
Responderemos q u e , se debe confesar S a n A g u s t i n ( l i b . D e s a n c t a virginitate,
en absoluto que la Madre de Cristo con- c . 6 ) : « e r a p r e c i s o q u e n u e s t r a cabeza
cibió siendo virgen; p o r q u e l o c o n t r a r i o )) p o r i n s i g n e m i l a g r o n a c i e s e s e g ú n l a
pertenece á l a herejía d e los ebionitas y » c a r n e d e u n a v i r g e n , p a r a significar q u e
de Cerinto (1), q u e consideraban á Cris- » s u s m i e m b r o s d e b í a n s e g ú n e l espíritu
to s i m p l e m e n t e c o m o u n h o m b r e y l e » n a c e r d e o t r a v i r g e n , q u e e s l a Iglesia».
creían nacido d e los dos sexos. E n efecto: A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o
convenía q u e Cristo fuera concebido d e d i c e B e d a ( s u p . L u c . 1. 1, c. 7), « s e
u n a v i r g e n p o r c u a t r o r a z o n e s : 1. p a r a
a
» l l a m a J o s é p a d r e d e l Salvador, no
conservar la dignidad del P a d r e q u e le )) p o r q u e r e a l m e n t e l o f u e r a , c o m o p r e -
e n v i a b a ; p o r q u e , siendo Cristo el H i j o » t e n d e n los f o t i n i a n o s ; sino q u e , para
v e r d a d e r o y n a t u r a l d e D i o s , n o fue con- » conservar l a reputación de María, ha
v e n i e n t e q u e t u v i e r a o t r o p a d r e qué D i o s , » s i d o c o n s i d e r a d o c o m o t a l p o r todo el
p a r a q u e no fuera transferida á otro la » m u n d o » . P o r esta r a z ó n se dice (Luc.
d i g n i d a d d e D i o s P a d r e ; 2. fue c o n v e -
a
3 , 2 3 ) , hijo de José, según se creía. 0,
niente esto á la propiedad del mismo Hijo c o m o d i c e S a n A g u s t i n ( D e consensu
que e s e n v i a d o , e l c u a l e s e n v e r d a d e l E v a n g e l i s t a r u m , 1. 2 , c . 1 ) , « s e llama á
V e r b o d e Dios ; y el V e r b o se concibe » J o s é p a d r e d e C r i s t o , d e l m i s m o modo
s i n c o r r u p c i ó n a l g u n a d e l c o r a z ó n , antes » q u e s e l e l l a m a e s p o s o d e M a r í a , siula
bien la corrupción del corazón n o permite » u n i ó n c a r n a l p o r l a m i s m a copulación
la c o n c e p c i ó n p e r f e c t a d e l V e r b o ; l u e g o , » d e l m a t r i m o n i o , y e s t o d e u n a manera
puesto q u e l a carne fue t o m a d a p o r el » m á s u n i d a q u e s i h u b i e r a s i d o adoptado
V e r b o de. D i o s , p a r a s e r c a r n e d e l V e r b o » p o r o t r o ; p u e s t a m p o c o p o r eso d e -
d e D i o s , fue c o n v e n i e n t e q u e e l l a f u e r a » b í a d e j a r s e d e l l a m a r J o s é p a d r e de
concebida sin corrupción p o r parte d e l a » C r i s t o , p o r q u e n o l o h a b í a engendrado
m a d r e ; 3 . fue c o n v e n i e n t e e s t o á l a d i g -
a
» p o r e l c o m e r c i o c a r n a l ; t o d a v e z que
nidad de la humanidad d e Cristo, en la » c o n r a z ó n s e r í a t a m b i é n p a d r e de u n

(1) Como también de Carpócrates, según dice San A g u s t i n (2) Del que dice poco antes que « concurrieron en él tod<
(De nares, cap. 7). » los bienes de las nupcias: prole, fidelidad y sacramento».
CUESTIÓN XXVIII.—ARTÍCULOS I Y II. 385

j n i ñ o aquel q u e n o le h u b i e r a tenido cepcion del cuerpo d e C r i s t o , n o se sigue


» con s u e s p o s a y l o h u b i e r a a d o p t a d o que le faltase la debida materia. Sin e m -
» por otra p a r t e ». b a r g o , sí e l semen maris f u e r a l a m a t e r i a
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o del feto concebido en los a n i m a l e s , es
(sup. M a t t h . c . 1 , s u p . i l l u d , Christi ge- e v i d e n t e q u e n o es u n a m a t e r i a p e r m a -
neratio sic erat), « n o s i e n d o J o s é ' p a d r e n e n t e e n l a m i s m a f o r m a , sino u n a m a t e -
»del Señor S a l v a d o r , el orden de su ria transformada. Y , aunque la potencia
» g e n e r a c i ó n s e d e d u c e h a s t a J o s é : 1.° natural no pueda transmutar en u n a
s porque las E s c r i t u r a s no a c o s t u m b r a n cierta f o r m a sino u n a m a t e r i a d e t e r m i -
» á seguir e n l a s g e n e r a c i o n e s el o r d e n d e nada ; sin embargo la virtud divina, que
» l a s m u j e r e s ; 2.° p o r q u e J o s é y M a r í a es i n f i n i t a , p u e d e c a m b i a r t o d a m a t e r i a
» fueron d e u n a m i s m a t r i b u , y d e c o n s i - en c u a l q u i e r a forma. P o r esta r a z ó n , así
»guíente estaba obligado por la ley á como t r a n s m u t ó el b a r r o de l a tierra en
» recibirla c o m o p a r i e n t e s u y o » . Y , c o m o cuerpo de A d a m , así pudo cambiar en
dice S a n A g u s t í n ( D e n u p t i i s e t c o n c u - cuerpo de Cristo la materia suministrada
p i s c e n t i a , 1. 1, c . 11), cela g e n e a l o g í a d e - p o r l a m a d r e , a u n q u e e s t a n o f u e r a sufi-
» bió s e r c o n t i n u a d a h a s t a J o s é , p a r a n o ciente p a r a la concepción natural.
»injuriar á a q u e l m a t r i m o n i o , m á s n o b l e
»sin d u d a p o r p a r t e d e l s e x o v i r i l , c u a n d o ARTÍCULO II. — la Madre de Dios
» por otra p a r t e n o sufría d e t r i m e n t o l a f u e v i r g e n e n ] e l p o r t o ? (1)
» verdad, puesto que J o s é y M a r í a des-
c e n d í a n los dos de la raza de D a v i d » . 1.° P a r e c e q u e l a M a d r e d e C r i s t o n o
A l 3.° q u e , c o m o d i c e l a Grlosa ( o r d . . fue v i r g e n e n e l p a r t o : p o r q u e d i c e S a n
A u g u s t . c o n t . F a u s t . 1. 2 3 , c . 7 ) , p u s o A m b r o s i o ( s u p e r L u c . c . 1, s u p . i l l u d ,
la p a l a b r a mulierem p o r femina, «. s i - O m n e m a s c u l i n u m ) : « el q u e santificó l a
» g u i e n d o l a c o s t u m b r e d e l o s hebreos; » v u l v a ajena p a r a que naciese u n P r o -
» pues el u s o d e l a locución h e b r e a l l a m a » f e t a , es el q u e l a h a a b i e r t o á s u m a d r e ,
»mulleres, n o á l a s c o r r o m p i d a s e n s u » p a r a salir sin m a n c h a » ; y l a a p e r t u r a
» virginidad, sino á las h e m b r a s » . de la vulva escluye la virginidad. L u e g o
A l 4.'° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o t i e n e l a m a d r e d e C r i s t o n o fue v i r g e n e n el
lugar e n l a s c o s a s , q u e r e c i b e n e l s e r p o r parto.
las vías n a t u r a l e s : p o r q u e l a n a t u r a l e z a , 2.° E n e l m i s t e r i o d e C r i s t o n o d e b i ó
así como s e d e t e r m i n a á u n s o l o e f e c t o , h a b e r cosa a l g u n a , p o r la q u e apareciese
de l a m i s m a m a n e r a e s t á d e t e r m i n a d a su c u e r p o f a n t á s t i c o . P e r o n o p a r e c e c o n -
para u n m o d o d e p r o d u c i r l e ; m i e n t r a s venir á u n cuerpo v e r d a d e r o , sino á u n
que l a v i r t u d d i v i n a s o b r e n a t u r a l , s i e n d o cuerpo fantástico, q u e pueda pasar por lo
mfinita, c o m o n o e s t á d e t e r m i n a d a á u n cerrado; porque dos cuerpos no pueden
efecto, t a m p o c o l o e s t á á l a m a n e r a d e estar simultáneamente en un mismo pun-
producir c u a l q u i e r e f e c t o : y p o r e s o , to. L u e g o el cuerpo d e Cristo n o debió
como l a v i r t u d d i v i n a h a p o d i d o h a c e r salir d e l seno c e r r a d o d e l a m a d r e ; y p o r
que el p r i m e r h o m b r e f u e r a f o r m a d o d e l lo t a n t o n o fue c o n v e n i e n t e q u e fuese
fango d e l a t i e r r a , d e l a m i s m a m a n e r a v i r g e n e n el p a r t o .
pudo h a c e r s e t a m b i é n p o r v i r t u d d i v i n a 3.° C o m o d i c e S a n G r e g o r i o ( h o m i l .
que-el c u e r p o d e C r i s t o f u e r a f o r m a d o d e o c t a v a r u m P a s c h a a , 26, i n E v a n g . ) , a l
la V i r g e n absque virili semine. e n t r a r el S e ñ o r , e s t a n d o l a s p u e r t a s cer-
Al 5.° q u e , s e g ú n e l F i l ó s o f o (De r a d a s , después de la resurrección á donde
gener. a n i m a l . 1. 1, c . 2 , 19 y 20), semen se h a l l a b a n s u s d i s c í p u l o s , « m a n i f e s t ó
maris n o es c o m o l a m a t e r i a e n l a c o n - » q u e su cuerpo era de la misma n a t u r a -
cepción d e l a n i m a l , s i n o s o l o c o m o e l » leza y de distinta gloria » ; y d e este
agente; pues l a mujer sola suministra l a m o d o parece pertenecer á la gloria del
materia d e l a c o n c e p c i ó n . P o r c o n s i g u i e n - cuerpo el pasar á través de lo q u e está
t e , p o r q u e f a l t ó semen maris e n l a c o n - cerrado. P e r o el cuerpo d e Cristo en su

(1) Contra Joviniano y otros herejes, que decían « haber por Paulo IV y por los concilios 1.° de Efeso y Télense en su
•perdido María su virginidad en el parto », según atestigua rescripto al papa Siricio.
San Agustín (cont. Julián. I. 1 , arg. 2 ) . Dogma d e fe declarado
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 25
386 CUESTIÓN XXVIII. — ARTÍCULO II.

concepción no fue glorioso, sino pasible honrar á los • padres no disminuyera el


en semejanza de carne de pecado, como honor de su madre al nacer.
dice el Apóstol ( R o m . 8). N o salió pues A l argumento 1.° diremos, que San
por el útero cerrado de la virgen. Ambrosio dice esto al esplicar este pa-
Por el contrario, en un discurso pro- s a j e , que el Evangelista ( L u c . 2 ) alegó
nunciado en el concilio de Efeso (1) ( p . de la ley: todo macho, que abriese matriz,
3, c. 19) se dice : « la naturaleza después será consagrado al Señor. L o cual en
» del parto no conoce y a más á la virgen; verdad, como dice B e d a (c. 8, in L u c ) ,
» pero la gracia muestra á la que pare y » se conforma con la manera ordinaria de
» l a ba becbo madre y no ba perjudicado » espresarse; no que deba creerse que
» á su virginidad ». L u e g o la Madre de j> el Señor, que había santificado el seno
Cristo fue virgen en el parto. » de su madre al entrar en é l , le hubiera
Conclusión. Debe afirmarse sin géne- » hecho perder su virginidad, cuando
ro de duda que la Madre de Cristo per- » salió de él ». P o r consiguiente aquella
maneció Virgen también en el parto. abertura no significa la apertura común
Responderemos, que sin duda algu- del claustro del pudor virginal, sino solo
na debe afirmarse (2) que la Madre de la salida de la prole del seno de la madre.
Cristo fue también virgen en el parto, A l 2.° que Cristo quiso demostrar la
porque el Profeta no solamente dice, he verdad de su cuerpo, de modo que á l a
aquí que concebirá una virgen , sino que vez también se declarase su divinidad ;
también añade, y parirá un hijo (Is. 7, y por esto mezcló á las humillaciones los
14). E s t o fue conveniente por tres razo- prodigios. A s í , para manifestar que su
nes : 1 . porque convenía á la propiedad cuerpo es verdadero, nace de mujer; pero
a

del que nacía, que es el Verbo de Dios, para manifestar su divinidad, nace de
puesto que el Verbo no solamente es v i r g e n : pues tal parto conviene á Dios,
concebido en el corazón sin corrupción, como dice San Ambrosio en el himno de
sino que procede de él también sin cor- la Natividad.
rupción. P o r consiguiente, para que se A l 3.° que algunos dijeron que Cristo
manifestase que aquel sería el cuerpo del en su nacimiento había tomado el dote
mismo Verbo de D i o s , fue conveniente de la sutileza; así como, cuando anduvo á
que naciese del seno incorrupto de la pie enjuto sobre las aguas del mar, dicen
virgen. P o r esto se lee en el discurso del que había tomado el de la agilidad. Pero
concilio de Efeso: « l a que pare una carne esto no concuerda con lo que ya se lia
T> pura pierde su virginidad; pero, puesto determinado ( C . 14) ; porque tales dotes
» que el Verbo de Dios nació en la carne, del cuerpo glorioso provienen de la re-
» guarda la virginidad, manifestándose dundancia de la gloria del alma sobre
» por esto que él es el Verbo ; porque ni el cuerpo, como se dirá al tratar de los
» nuestro verbo, cuando es producido, cuerpos gloriosos (Supplem. C. 95). Ade-
» corrompe el espíritu, ni Dios Verbo mas se ha dicho ( C . 14, a. 1, al 2.°) que
» sustancial al querer nacer ba destruido Cristo antes de su Pasión permitía á su
» l a virginidad». 2. F u e conveniente esto carne hacer y sufrir lo que la es propio; y
a

en cuanto al efecto de la encarnación de que no tenía lugar tal redundancia del


Cristo, porque vino para destruir nuestra alma sobre el cuerpo. P o r consiguiente
corrupción ; por lo cual no fue convenien- diremos que todas estas cosas fueron
te que corrompiese la virginidad de la hechas milagrosamente por virtud divi-
madre al nacer. Esto es lo que bace de- na. P o r esta razón dice San Agustín
cir á San Agustín (in quodam serm. de (sup. Joan.tract. 121): « al cuerpo blan-
Nativ. Domini.) : « no convenía que el » d o , en que residía la divinidad, no fue-
» que había venido á salvar lo que estaba »ron obstáculo las puertas cerradas;
» corrompido violase con su venida la pues pudo entrar sin abrirlas el que na-
» pureza de su madre ». 3 . F u e conve- » ciendq permaneció intacta la virginidad
a

niente en fin que el que había mandado » de la madre » ; y [San Dionisio dice

(1) Por Teodoro de Aueira sobre la natividad de Cristo. » corrupta » ; aunque San Jerónimo no hace mención de c s t e

(2) Contra Joviniano, quien según San Agustín (¡taires. 82) error en sus libros contra el citado hereje.
« destruía la virginidad de María, diciendo que al parir fue
CUESTIÓN X X V I I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 387

(epist. 3, a d C a j u m ) q u e « C r i s t o o b r a b a 8, 29), los que conoció en su presciencia


j sobre e l h o m b r e l a s -cosas q u e s o n d e l á estos también predestinó para ser he-
j> h o m b r e , y e s t o l o d e m u e s t r a l a V i r g e n chos conformes á la imagen de su Hijo,
» al c o n c e b i r l e s o b r e n a t u r a l m e n t e , y e l para que él sea el primogénito entre mu-
» agua instable s o s t e n i e n d o l a g r a v e d a d chos hermanos. P e r o el E v a n g e l i s t a l l a m a
» de l o s p i e s t e r r e n a l e s » . á C r i s t o p r i m o g é n i t o d e s u Madre. L u e g o
t u v o otros hijos d e s p u é s d e Cristo, y p o r
ARTÍCULO I I I . — I B n i n d r e d e DIOS lo t a n t o parece q u e l a M a d r e d e Cristo
p e r m a n e c i ó v i r g e n d e s p u é s d e l p a r t o ? (1) no permaneció virgen después del parto.
5.° D í c e s e ( J o a n . 2 , 12), después de
1.° P a r e c e q u e l a M a d r e d e C r i s t o esto se fue á Cafarnaum él, e s t o e s , C r i s -
no p e r m a n e c i ó v i r g e n d e s p u é s d e l p a r t o : t o , y su Madre y sus hermanos; y se l l a -
pues se d i c e ( M a t t h . 1, 18), antes que m a n hermanos los q u e son nacidos de l a
concurriesen juntos José y M a r í a , se misma madre. Luego parece que la B .
halló haber concebido en el vientre de V i r g e n t u v o otros hijos d e s p u é s d e Cristo.
Espíritu Santo. P e r o n o d i r í a el E v a n - 6.° D í c e s e M a t t h . 27, 55), estaban
g e l i s t a , antes que concurriesen, si n o h u - allí, e s t o e s , j u n t o á l a c r u z d e C r i s t o ,
bieran de c o n c u r r i r ; p o r q u e n a d i e d i c e muchas mujeres á lo lejos, que habían se-
de a l g u i e n q u e n o h a d e c o m e r , antes guido á Jesús desde Galilea sirviéndole,
que c o m a . L u e g o p a r e c e q u e l a B . V i r - entre las cuales estaba María Magdale-
gen t u v o a l g u n a v e z a c c e s o s c a r n a l e s c o n na y María madre de Santiago y de Jo-
San J o s é ; y p o r l o t a n t o n o p e r m a n e c i ó sefy la madre de los hijos del Cebcdéo ; y
virgen d e s p u é s d e l p a r t o . p a r e c e q u e esta M a r í a , q u e aquí se dice
2.° A ñ á d e s e ( i b i d . ) p o r l a s p a l a b r a s m a d r e d e S a n t i a g o y d e J o s é , es t a m -
del á n g e l , q u e h a b l a b a á J o s é , no temas bién m a d r e d e C r i s t o ; p o r q u e se dice
de recibir á María tu cónyuge; y e l m a - ( J o a n . 19, 2 5 ) q u e estaba junto á la
trimonio e s c o n s u m a d o p o r l a c ó p u l a c a r - Cruz de Jesús María su Madre. L u e g o
nal. L u e g o p a r e c e q u e a l g u n a v e z h u b o parece que l a M a d r e d e Cristo n o per-
unión c a r n a l e n t r e M a r í a y J o s é , y p o r maneció Virgen después del parto.
tanto parece q u e n o q u e d ó v i r g e n d e s - Por el c o n t r a r i o , dícese ( E z e c h . 44,
pués d e l p a r t o . 2), esta puerta estará cerrada y no se
3.° En e l m i s m o l u g a r u n p o c o d e s p u é s abrirá, y, hombre no pasará por ella,
se a ñ a d e , y recibió á su mujer, y no la porque el Señor Dios de Israel ha entrado
conoció, hasta que parió á su Hijo Pri- por ella; l o c u a l a l e s p l i c a r l o S a n A g u s -
mogénito; y e s t e a d v e r b i o doñee h a s o l i d o t í n e n c i e r t o d i s c u r s o (3) d i c e : ¿ q u é e s
designar u n t i e m p o d e t e r m i n a d o , e l q u e « la puerta cerrada e n l a c a s a d e l S e -
cumplido s e h a g a l o q u e h a s t a e s e t i e m p o » ñ o r , sino q u e M a r í a s i e m p r e será i n -
no se h a c í a . M a s e l V e r b o cognoscen- » t a c t a ? » Y ¿ q u é e s hombre no entrará
di (2) se r e f i e r e a l l í a l coito, c o m o s e por ella, s i n o q u e J o s é n o l a c o n o c i ó ?
dice t a m b i é n ( G e n . 4, 1) q u e Adam co- Y ¿ q u é e s , el Señor solo entra y sale
noció á su mujer. L u e g o p a r e c e q u e d e s - por ella, s i n o q u e e l E s p í r i t u S a n t o l a
pués d e l p a r t o l a B . V i r g e n f u e c o n o c i d a h a r á concebir y q u e p o r ella n a c e r á e l
carnalmente p o r S a n J o s é ; y p o r lo S e ñ o r d e l o s á n g e l e s ? Y q u é e s , cerrada
tanto que n o p e r m a n e c i ó V i r g e n d e s p u é s estará para siempre, s i n o q u e M a r í a e s
del p a r t o . v i r g e n antes d e l p a r t o y v i r g e n e n e l
4.° N o s e p u e d e l l a m a r p r i m o g é n i t o parto y virgen después delparto ?
sino e l q u e t i e n e h e r m a n o s q u e l e s i g u e n ; Conclusión. Debe absolutamente afir-
por c u y a r a z ó n s e d i c e t a m b i é n ( R o m . marse que la Madre de Dios, así como

(1) Contra Helvidio (citado en e l testo), Joviniano y Lúeas tratándose de la lícita y cohonestada por el matrimonio.
Mernbcrger, que aseguraban que «María había concebido (3) El 14 De natuli Domini, ó el 25 en el apéndice de varios
» y parido otros hijos ademas de Cristo su unigénito.» La sermones ; aunque parece no ser del referido Doctor, quien sin
Slesia canta post parlimi Virgo inviolata permansisli, con forme á embargo espresa algo muy parecido en su sermón 2 , como
las terminantes declaraciones del concilio télense y de los también San Jerónimo y San Ambrosio, y así lo esplica ó in-
papas Siricio y Paulo IV, contra los antidicomarianitas. terpreta también RuRno entre las obras de San Cipriano sobre
if) Del que ordinariamente usa la sagrada Escritura, para el Símbolo de los apóstoles.
designar con cierto decoro el acto de la cópula, especialmente
388 CUESTIÓN X X V I I I . — A R T Í C U L O III.

concibió y parió quedando virgen, per- v i n i e s e n ; s i n o p o r q u e , c u a n d o p a r e c e que


maneció tambienvírgen después del parto. c o n v e n d r í a n , l l e g ó a n t e s l a concepción
Responderemos, q u e s i n l a m e n o r d u d a p o r e l E s p í r i t u S a n t o , d e l o q u e resultó
debe detestarse el error d e H e l v i d i o , q u e que y a n o se uniesen.
t u v o l a presunción d e decir q u e l a M a d r e A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
de Cristo después del parto fue conocida ( D e n u p t i i s e t c o n c u p i s c e n t i a , 1.1, c. 11),
carnalmente por José, y que había engen- « S a n J o s é l l a m a b a á l a M a d r e d e Dios
drado otros hijos: porque esto deroga » s u m u j e r p o r l a p r i m e r a fe d e l despo-
1.° á l a p e r f e c c i ó n d e C r i s t o ; e l c u a l , a s í » s o r i o , á l a c u a l n o h a b í a c o n o c i d o por
como s e g ú n s u n a t u r a l e z a divina es U n i - » e l c o n c ú b i t o n i l a h a b í a d e conocer»;
g é n i t o d e l P a d r e , como s u hijo perfecto p o r q u e , c o m o d i c e S a n A m b r o s i o (super
e n t o d o , a s í convino q u e fuese u n i g é n i t o Luc. c . 1, s u p . i l l u d , nomen virginis Ala-
d e s u M a d r e , c o m o f r u t o d e e l l a e l m á s ría) , « l a c e l e b r a c i ó n d e l a s n u p c i a s no
p e r f e c t o ; 2.° e s t e e r r o r i n j u r i a a l E s p í - » p r u e b a l a p é r d i d a d e l a virginidad,
ritu S a n t o , q u e tuvo p o r santuario el » sino q u e a t e s t i g u a el m a t r i m o n i o » .
seno d e l a V i r g e n , e n el q u e formó el A l 3.° q u e a l g u n o s d i j e r o n q u e esto
cuerpo de C r i s t o ; y p o r consiguiente no n o d e b e e n t e n d e r s e d e l c o n o c i m i e n t o car-
c o n v e n í a q u e e s t e s a n t u a r i o fuese e n a d e - n a l , sino d e l conocimiento intelectual:
lante violado por u n a unión carnal; p o r q u e d i c e S a n C r i s ó s t o m o ( h o m . 1 in
3.° a t a c a á l a d i g n i d a d y s a n t i d a d d e l a o p u s e , i m p e r f . ) q u e « n o c o n o c i ó San
M a d r e de D i o s , que parecería ingratísi- » J o s é , a n t e s q u e p a r i e s e , c u a l e r a su
m a , si n o s e h u b i e r a c o n t e n t a d o c o n u n » d i g n i d a d , s i n o d e s p u é s q u e p a r i ó , en-
H i j o t a l , y si v o l u n t a r i a m e n t e quisiera » t ó n c e s l a c o n o c i ó » : p o r q u e p o r su
p e r d e r p o r el concúbito d e l a carne l a p r o l e s e h i z o m á s g r a n d e (1) y m á s digna
virginidad, q u e se h a b í a conservado e n q u e e l m u n d o e n t e r o , p u e s t o q u e solo
e l l a m i l a g r o s a m e n t e ; 4 . ° h a b r í a q u e i m - e l l a r e c i b i ó e n e l e s t r e c h o r e c i n t o d e su
p u t a r t a m b i é n a l m i s m o S a n J o s é l a m a - s e n o a l q u e e l m u n d o e n t e r o n o podía
y o r p r e s u n c i ó n , si h u b i e r a a t e n t a d o á l a c o n t e n e r . O t r o s r e f i e r e n e s t a e s p r e s i o n al
pureza d e la que según la revelación del c o n o c i m i e n t o d e l a v i s t a : p o r q u e , así
ángel sabía q u e h a b í a concebido á Dios c o m o l a f a z d e M o i s é s , q u e conversaba
d e l E s p í r i t u S a n t o . P o r l o t a n t o se debe c o n D i o s , f u e g l o r i f i c a d a , h a s t a t a l punto
afirmar absolutamente que la Madre de q u e l o s h i j p s d e I s r a e l n o p o d í a n diri-
Dios, así como concibió virgen y parió g i r l e s u s m i r a d a s ; a s í M a r í a c u b i e r t a del
virgen , así también permaneció virgen e s p l e n d o r d e l a v i r t u d d e l A l t í s i m o no
después del parto para siempre. p o d í a s e r c o n o c i d a p o r S a n J o s é hasta
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o q u e p a r i e s e ; p e r o d e s p u é s d e l p a r t o se
dice S a n J e r ó n i m o (lib. cont. H e l v i d i u m , d i c e q u e l a c o n o c i ó p o r s u r o s t r o , n o por
c . 1), « d e b e e n t e n d e r s e q u e e s t a p r e p o - e l t a c t o d e l u j u r i a . S a n J e r ó n i m o (lib.
» s i c i o n ante, a u n q u e i n d i c a m u c h a s v e - a d v e r s . H e l v i d . c . 3) c o n c e d e q u e debe
» ees u n a c o n s e c u e n c i a , sin e m b a r g o m a - e n t e n d e r s e s o b r e e l c o n o c i m i e n t o carnal;
» nifiesta a l g u n a s veces ú n i c a m e n t e l a s p e r o d i c e q u e l a s p a l a b r a s usque ó doñee
» cosas q u e se p e n s a b a n p r i m e r o ; n i es p u e d e n t e n e r d o s s e n t i d o s e n l a s Sagra-
» necesario q u e se realicen l a s cosas p e n - d a s E s c r i t u r a s ; p u e s u n a s v e c e s desig-
» s a d a s , puesto q u e á veces sobrevienen n a n u n t i e m p o c i e r t o , s e g ú n a q u e l l o (Ga-
» causas q u e impiden sean hechas : como l a t . 3, 19), por causa de las transgresio-
» si a l g u n o d i c e , a n t e s q u e comiese e n nes fue puesta la ley, hasta que viniera
» el p u e r t o , n a v e g u é ; n o se entiende q u e la simiente á quien había hecho la pro-
» coma e n el p u e r t o , después de h a b e r mesa ; y o t r a s i n d i c a u n t i e m p o indefi-
» n a v e g a d o , sino q u e p e n s a b a c o m e r e n n i d o , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 122, 2), nues-
» e l p u e r t o » . Y d e l a misma m a n e r a dice tros ojos al Señor Dios nuestro, hasta
el E v a n g e l i s t a , antes que concurrieran, que tenga misericordia de nosotros; por
se halló haber concebido en el vientre del l o c u a l n o d e b e e n t e n d e r s e q u e después
Espíritu Santo, n o p o r q u e d e s p u é s c o n - d e a l c a n z a d a l a m i s e r i c o r d i a s e aparte

(1) Spaliosior se lee comunmente en las ediciones antiguas y Uor) « más singular » , y en la edición de Pádua (speciosior)
en algunos manuscritos; pero en el códice de Alcañiz (specia- « más bella».
CUESTIÓN XXVIII.—ARTÍCULOS III Y IV. 389

la vista d e D i o s ; y s e g ú n e s t e m o d o d e es hijo Santiago el menor, que fue lla-


h a b l a r se s i g n i f i c a n l a s c o s a s , d e q u e p o - mado hermano del Señor.
dría d u d a r s e , si n o h u b i e s e n s i d o e s c r i -
tas ; y l a s d e m á s s e d e j a n á n u e s t r a i n -
ARTÍCULO IV. — laMadrcdeDÍOSIIÍZO
v o t o d o v i r g i n i d a d ? (2)
teligencia. C o n f o r m e p u e s á e s t o d i c e el
Evangelista que la M a d r e de Dios no 1.° Parece que la Madre de Dios no
fue c o n o c i d a d e l v a r ó n h a s t a el p a r t o , hizo voto de virginidad: porque se dice
para que c o m p r e n d a m o s m u c h o m e j o r (Deuter. 7 , 1 4 ) , no habrá entre vosotros
que no lo fue d e s p u é s d e l p a r t o . estéril de ambos sexos; y la esterili-
A l 4.° q u e l a s d i v i n a s E s c r i t u r a s a c o s - dad sigue á la virginidad. Luego la con-
tumbran á d a r el n o m b r e de p r i m o g é n i t o , servación de la virginidad era contraria
no solo a l q u e t i e n e o t r o s h e r m a n o s , s i n o al precepto de la antigua ley: y , como
al que h a n a c i d o e l p r i m e r o : d e o t r a m a - la ley antigua estaba aún vigente, antes
n e r a , si n o es p r i m o g é n i t o s i n o e l q u e que Cristo naciese; por esta razón no
tiene h e r m a n o s p o s t e r i o r e s , l o s n a c i d o s pudo lícitamente la B. Virgen ofrecer
primero n o s e d e b e n ( 1 ) , h a s t a t a n t o voto de virginidad en aquel tiempo.
que n o n a c i e s e n o t r o s d e s p u é s : l o c u a l 2.° Dice el Apóstol ( i Cor. 7, 25),
es e v i d e n t e m e n t e f a l s o , p u e s t o q u e s e g ú n cuanto á las vírgenes no tengo manda-
la l e y se m a n d a r e d i m i r á l o s p r i m o g é n i - miento del Señor, mas doy consejo. Pero
tos en el t é r m i n o d e u n m e s . la perfección del consejo debió comenzar
A l 5.° q u e , c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o por Cristo, que es el fin de la ley, como
(sup. M a t t h . c. 12, s u p . i l l u d , ecce mater dice el Apóstol (Rom. 10). Luego no fue
yus), « h a y q n i e n e s c r e e n q u e l o s h e r m a - conveniente que la B . Virgen hiciese
» nos d e l S e ñ o r s o n h i j o s q u e S a n J o s é voto de virginidad.
»había tenido con otra m u j e r ; p e r o n o s - 3.° L a Glosa de SanAgustin (3) dice
» otros e n t e n d e m o s q u e l o s h e r m a n o s d e l ( i Tim 5 , sup. illud, hábentes damnatio-
» Señor f u e r o n , n o l o s h i j o s d e S a n J o s é , nem, etc., lib. De bono viduit. c. 9) que,
» s i n o los p r i m o s d e l S a l v a d o r y l o s h i j o s «para los que hacen voto de castidad
»de M a r í a su t i a » . E n efecto: de cuatro » es una falta punible, no solamente el
maneras se l l a m a n h e r m a n o s e n l a s E s - » casarse, sino aun el quererlo ». Pero la
crituras, á saber: por n a t u r a l e z a , p o r Madre de Cristo ningún pecado punible
nación, por p a r e n t e s c o y p o r afecto. A s í cometió, como se ha demostrado (C. 27,
han sido l l a m a d o s l o s h e r m a n o s d e l S e - a. 4). Luego, habiéndose casado, como
ñor, n o s e g ú n l a n a t u r a l e z a n a c i d o s d e se ve (Luc. 1) ; parece que no hizo voto
la m i s m a m a d r e , s i n o p o r p a r e n t e s c o c o - de virginidad.
mo siendo sus c o n s a n g u í n e o s . P e r o , c o m o Por el contrario, dice San Agustín
dice S a n J e r ó n i m o ( c o n t r a H e l v i d i u m , (lib. De sancta virginitate, c. 4 ) : «Ma-
c. 9), « se d e b e c r e e r m á s q u e S a n J o s é » ría contestó al ángel que le anunciaba
»permaneció v i r g e n , p u e s t o q u e n o se » ¿cómo se hará esto, puesto que no co-
2> lee q u e t u v i e s e o t r a m u j e r , y l a f o r n i - nozco varón» ? lo cual sin duda no lo di-
» cacion n o c a b e e n e l s a n t o v a r ó n » . ría, si ella antes no hubiera ofrecido á
A l 6.° q u e l a M a r í a , q u e s e l l a m a Dios en voto su virginidad.
madre de S a n t i a g o y d e J o s é , n o s e e n - Conclusión. Convino que la virgini-
; tiende ser l a M a d r e d e l S e ñ o r , l a c u a l e n dad de la Aladre de Dios [1] le fuese
| el E v a n g e l i o n o s o l í a l l a m a r s e s i n o c o n consagrada por voto ; mas no es de creer
el s o b r e n o m b r e d e s u d i g n i d a d , d i c i e n d o lo hiciese absolutamente [2] antes de su
\ que era l a M a d r e d e J e s ú s . E s t a M a r í a s e desposorio con San José, y sí de acuerdo
i entiende e r a l a m u j e r d e A l f é o , d e q u i e n con él [3] ya su esposo (4).
¡ (1) En ofrenda al Señor. cion de Kicolai; que las antiguas y la áurea ponen Apostolus
t (-) Condénase aquí indirectamente á los adversarios de los dtcit, y la antigua de París con el códice de Alcañiz y algún
| 'otos, como los lamperianos, calvinistas y luteranos, ó en g e - otro Glossa Hicronymi.
| neral de la continencia, como Vigilando y Juan de Weslfalia. (-1) Cuyo voto sin embargo no consta tan espresamente entre
i Ulvino con Beza y otros novadores negaron el voto de vir- los S S . PP-, si bien parece deducirse como consecuencia del
I S">|Oad de María, que San A g u s t í n , San Anselmo; San Gre- acuerdo común indicado en el t e s t o , y así lo insinúan entre
f gorio Niseno, San Bernardo y otros antiguos PP. de la Iglesia otros San Bernardo, San A g u s t í n , San Gregorio Niseno y
I consignan y demuestran de propósito. Beda.
| (») Así las modernas ediciones unánimes según la rectlfica-
í
390 CUESTIÓN X X V I I I . — A R T Í C U L O IV.

Responderemos q u e , c o m o s e h a d e - que parecía estar prohibido p o r la ley ( 1 )


m o s t r a d o e n l a 2. P a r t e (2. -2. C . 88,
a a ffl
e l n o p r o c u r a r d e j a r h i j o s s o b r e l a tierra,
a. 6 ) , l a s o b r a s d e p e r f e c c i ó n s o n m á s p o r e s o n o h i z o l a M a d r e d e D i o s voto
l o a b l e s , si s e c e l e b r a n p o r v o t o . P e r o l a a b s o l u t o d e v i r g i n i d a d , sino condicional,
virginidad debió brillar principalmente si e r a d e l a g r a d o d e D i o s ; p e r o , des-
en l a M a d r e de D i o s , como se desprende p u é s q u e s u p o q u e l e e r a a c e p t o , l o hizo
d e l a s r a z o n e s d i c h a s ( a . 1); y p o r e s o a b s o l u t o a n t e s d e l a a n u n c i a c i ó n p o r el
fue conveniente que su virginidad fuese ángel.
consagrada á Dios por voto. P e r o , puesto A l 2.° q u e , a s í c o m o l a p l e n i t u d d e la
que en tiempo de la l e y era preciso q u e g r a c i a e x i s t i ó p e r f e c t a m e n t e e n Cristo,
t a n t o las mujeres como los h o m b r e s se y s i n e m b a r g o a l g ú n p r i n c i p i o d e ella
aplicasen á la generación, porque el culto e x i s t i ó a n t e r i o r m e n t e e n s u M a d r e ; así
de D i o s se p r o p a g a b a s e g ú n el o r i g e n d e t a m b i é n l a o b s e r v a n c i a d e l o s consejos,
la c a r n e , a n t e s q u e C r i s t o n a c i e s e d e q u e e s e f e c t o d e l a g r a c i a , comenzó
a q u e l p u e b l o ; no se cree que la Madre de p e r f e c t a m e n t e e n C r i s t o , p e r o d e algún
Dios, antes de desposarse con San José, m o d o fue i n c o a d a en l a V i r g e n su Madre.
hiciese absolutamento voto de virginidad; A l 3.° q u e a q u e l p a s a j e d e l A p ó s t o l
sino q u e , a u n q u e lo d e s e a b a , sometió sin d e b e e n t e n d e r s e d e l a s q u e h a c e n voto
e m b a r g o en esto su voluntad al arbitrio a b s o l u t o d e c a s t i d a d : l o c u a l e n verdad
d i v i n o : pero después, ya casada s e g ú n l o n o h i z o l a M a d r e d e D i o s , a n t e s d e que
exigían las costumbres de aquel tiempo, s e d e s p o s a s e con- S a n J o s é ; p e r o después
hizo voto de virginidad simultáneamente d e s u m a t r i m o n i o l o h i c i e r o n a m b o s de
con su esposo. común acuerdo.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , p u e s t o

CUESTIÓN XXIX.

Desposorio de la Madre de Dios.

1.° Debió nacer Cristo de mujer desposada?—2.° Hubo verdadero matrimonio entre María Madre
del Señor y San Jo sé ?

ARTÍCULO I . — » e w ó n a c e r c r i s t o d e A g u s t í n ( e p i s t . a d V o l u s i a n u m , 137 ó 3):


u n a v i r g e n d e s p o s a d a ? (2) « l a m i s m a p o t e n c i a d e D i o s s a c ó el cuer-
y> p o d e l n i ñ o p o r m e d i o d e l a s virginales
1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó n a c e r » e n t r a ñ a s d e l a i n v i o l a d a m a d r e , que
de u n a virgen desposada : p o r q u e el des- » d e s p u é s i n t r o d u j o l o s m i e m b r o s del
posorio se o r d e n a á l a c ó p u l a c a r n a l ; y » j o v e n e s t a n d o l a s p u e r t a s c e r r a d a s . Eu
la M a d r e del Señor n u n c a quiso h a c e r » e s t o n a d a h a b r á a d m i r a b l e , si s e busca
uso de esta u n i ó n , porque esto derogaría » l a r a z ó n ; n a d a s i n g u l a r , si s e p i d e ejem-
á la virginidad de su mente. L u e g o no » p í o » . P e r o l o s m i l a g r o s s e h a c e n para
debió ser desposada. l a c o n f i r m a c i ó n d e l a f e , p o r l o q u e deben
2.° Q u e C r i s t o n a c i e s e d e l a V i r g e n s e r m a n i f i e s t o s . L u e g o , p u e s t o q u e el
fue u n m i l a g r o ; p o r lo q u e dice S a n m a t r i m o n i o c u b r i ó c o n u n v e l o este nn-

(1) No empero ilícita ni denigrante la virginidad, s e g ú n (2) Ciertos modernos maniquéoshan sostenido la donosa he-
hacen observar San Jerónimo y San Ignacio, comprobándolo rejía de que « María no fue mujer » ; cuya refutación se da
con los ejemplos de Elíseo, Jeremías y Daniel con sus tres aquí por eoncluyente en el hecho de demostrar que fue casad»
compañeros. y virgen.
CUESTIÓN XXIX. — ARTÍCULO I. 391

l a g r o , no parece q u e fuera conveniente c . 1, s u p . i l l u d , in mense sexto) : « ¿ q u é


que C r i s t o n a c i e s e de d e s p o s a d a . » se podría argüir á los j u d í o s , q u é á
3.° S a n I g n a c i o m á r t i r , c o m o d i c e S a n » H e r o d e s , si pareciese p e r s e g u i r á u n
» n a c i d o d e a d u l t e r i o ? » . 2 . Para que se
a
J e r ó n i m o ( s u p e r . M a t t h . c. 1, s u p i l l u d ,
cum esset desponsata) dio p o r r a z ó n d e l describiese su genealogía como de costum-
desposorio de l a M a d r e de D i o s «la d e bre por la línea masculina. P o r e s t e m o -
» que se ocultase s u p a r t o a l d i a b l o , e n tivo dice el m i s m o D o c t o r (super L u c . c.
» cuanto le j u z g a e n g e n d r a d o , n o d e u n a 3; s u p . i l l u d , et ipse Jesús erat, e t c ) : « e l
» v i r g e n , s i n o de u n a m u j e r c a s a d a » . » q u e vino al m u n d o , debió ser descrito
P e r o e s t a r a z ó n p a r e c e s e r n u l a , ya p o r - » según la costumbre del mundo. Trátase
que el d i a b l o c o n o c e p o r s u s a g a c i d a d » empero de la persona de u n hombre,
natural l o q u e se h a c e c o r p o r a l m e n t e ; » que reivindica la dignidad de su prosa-
ya también porque después los demonios » pia en el senado y en los demás cargos
conocieron en a l g u n a m a n e r a á C r i s t o p o r » de las ciudades : y l a costumbre de las
una m u l t i t u d de s i g n o s e v i d e n t e s ; p o r » E s c r i t u r a s n o s i n s t r u y e (en esto) i n d a -
cuya r a z ó n s e d i c e ( M a r c . 1, 2 4 ) q u e un » g a n d o siempre el origen d e l v a r ó n ».
hombre poseído del espíritu inmundo co- 3.° Para la tutela del niño nacido, c o n e l
menzó á gritar diciendo : ¿qué tenemos fin d e q u e e l d i a b l o n o t u v i e r a g r a n e m p e -
que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿has ñ o e n perjudicarle. P o r esta razón dice
venido á destruirnos antes de tiempo? sé S a n I g n a c i o q u e ella fue d e s p o s a d a , « p a r a
que eres el Santo de Dios. L u e g o n o p a - » o c u l t a r a l d i a b l o s u p a r t o » (2). 4 . Para
a

rece h a b e r s i d o c o n v e n i e n t e q u e l a M a - que fuera alimentado por San José; p o r


dre de D i o s f u e s e d e s p o s a d a . c u y a r a z ó n t a m b i é n fue l l a m a d o s u p a d r e ,
4.° S a n J e r ó n i m o a s i g n a o t r a r a - como nutricio. F u e también conveniente
zón (1) d e e s t o ( i b i d . ) , « p a r a q u e l a M a - por parte de la Virgen : 1.° p o r q u e p o r
i> d r e d e D i o s n o f u e s e a p e d r e a d a p o r l o s e s t o se hace libre de la pena, e s t o e s ,
»judíos como a d ú l t e r a » . P e r o esta r a - « p a r a q u e n o fuese a p e d r e a d a p o r los
zón p a r e c e s e r n u l a : p u e s , s i n o h u b i e r a » judíos como a d ú l t e r a » , s e g ú n dice S a n
sido d e s p o s a d a , n o p o d r í a s e r c o n d e n a d a J e r ó n i m o ( i b i d . ) ; 2.° para librarse por
por a d u l t e r i o . P o r l o t a n t o n o p a r e c e esto de la infamia, p o r c u y a r a z ó n d i c e
h a b e r sido r a z o n a b l e q u e C r i s t o n a c i e s e S a n A m b r o s i o ( s u p e r L u c . c . 1, s u p . i l l u d ,
de v i r g e n d e s p o s a d a . in mense sexto) q u e « f u e d e s p o s a d a , p a r a
Por el contrario, d í c e s e ( M a t t h . 1, » q u e n o fuese a c u s a d a d e h a b e r m a n -
18), estando María Madre de Jesús des- » chado su virginidad, al ver en su emba-
posada con José ; y L u c . 1, 2 6 ) , el án- » r a z o u n a s e ñ a l d e c o r r u p t e l a » ; 3.°
gel Gabriel fue enviado de Dios á María para que San José la ayudase, c o m o
virgen, desposada con un varón que se d i c e S a n J e r ó n i m o ( i b i d . ) . Por parte
llamaba José. nuestra f u e t a m b i é n c o n v e n i e n t e : 1.°
Conclusión. Fue conveniente que Cris- p u e s t o q u e fue probado por testimonio de
to naciese de mujer virgen desposada por San José que Cristo nació de Virgen.
la triple razón de ocultar al diablo su P o r esto dice S a n A m b r o s i o (super L u c .
nacimiento, salvar la honra de su Madre i b i d . ) : « como testimonio m á s elocuente
y simbolizar su casto desposorio con la » del p u d o r d e M a r í a está su esposo, que
Iglesia también virgen. » p o d r í a condolerse d e l a injuria y v e n g a r
» e l o p r o b i o , si n o c o n o c i e r a e l s e c r e t o
Responderemos, q u e fue conveniente
que Cristo naciese de una virgen despo- (sacramentum)T>. 2.° Porque las mismas
sada, yapor él mismo, ya por su Madre, palabras de la Virgen madre, q u e a t e s -
t i g u a s u v i r g i n i d a d , se hacen más creí-
ya también por nosotros. A c a u s a d e l
bles. P o r l o c u a l d i c e S a n A m b r o s i o ( s u p .
mismo Cristo p o r c u a t r o r a z o n e s : 1. a

Luc. ibid.): « las palabras de M a r í a m e -


para que no fuera despreciado de los in-
» r e c e n m á s c r é d i t o , y se aleja t o d o m o -
fieles, como nacido ilegítimamente ; por
» t i v o d e m e n t i r a ; p o r q u e , si e l l a h u b i e -
lo q u e d i c e S a n A m b r o s i o ( s u p e r . L u c #

(i) La 2." de las tres que por su parte espone antes d é l a 4 . a


in t u e ) , San Basilio (orat. De nalivltate Domini), San J e r ó n i m O j
tomada de San Ignacio y aducida en el arg. 3.° San A g u s t i n , San Bernardo y varios otros S S . P P .
(") Razón aducida también después por Orígenes (limo. C
392 CUESTIÓN XXIX. — ARTÍCULO I.

» se'estado en cinta sin estar c a s a d a , pa- ria: pero h a y otros, que s o n p a r a la com-
» recería que había querido ocultar su probación de la fe, y estos d e b e n ser ma-
» falta con la mentira ; pero estando ca- nifiestos.
» sada no tuvo motivo para mentir, pues- A l 3.° que, como dice San Agustín
» to que el p r e m i o del matrimonio y la ( D e T r i n i t . 1. 3 , implic. c . 7 y 8), e l dia-
» gracia de las b o d a s es la fecundidad de blo puede muchas c o s a s p o r v i r t u d d e su
» las mujeres » : cuyas dos cosas contri- naturaleza, de las que sin e m b a r g o es im-
buyen á afirmar nuestra fe. 3.° Para qui- pedido por la virtud divina. D e este modo
tarla escusa á las vírgenes, q u e p o r s u puede decirse que el diablo podía cono-
descuido no evitan la infamia. P o r esto cer por virtud de su naturaleza que la
dice San Ambrosio (ibid.): « n o fue con- Madre de Dios no había sido corrompi-
» veniente que las, v í r g e n e s , que tienen da, sino que era virgen; sin embargo
» mala reputación, pudiesen. alegar por Dios le prohibe conocer el modo del
» pretesto que hasta la Madre de Dios parto divino. E s t o empero n o o b s t a , para
» p a r e c e r í a h a b e r s i d o d i f a m a d a . 4.° Por- que el demonio conociese después d e al-
que por esto se significa á toda la Igle- guna manera que era Hijo de D i o s : por-
sia, que siendo virgen se ha desposado sin que ya era tiempo de que Cristo mostra-
embargo con un solo varón Cristo, c o m o se su valor contra el diablo y q u e sufriese
dice San San Agustín (lib. D e sancta la persecuciou por el suscitada. P e r o du-
v i r g i n i t a t e , c . 12). A ú n puede darse una rante su infancia era preciso impedir que
5. a
razón, cual es la de que la M a d r e del la malicia del diablo le persiguiera dema-
Señor fue desposada y virgen, por cuanto siado vivamente, cuando Cristo no estaba
en su persona se honra la virginidad dispuesto ni á sufrir ni á desplegar su
y el matrimonio contra los herejes que poder, sino que se mostraba s e m e j a n t e en
han atacado á la una y al otro (1). todo á los d e m á s niños. P o r esto el Papa

A l argumento 1.° diremos, que se debe L e ó n (serm. D e E p y p h . 4, c. 3) dice

creer qué la B . Virgen Madre de Dios « que los magos vieron (2) y a d o r a r o n al

quiso ser desposada s e g ú n la inspiración » niño Jesús, pequeño de estatura, que

particular del Espíritu Santo, confiando » necesitaba de los d e m á s , que no podía

en el auxilio divino que jamás llegaría y> h a b l a r y que e n n a d a se mostraba dife-

su matrimonio á la unión carnal; sin em- » rente de los d e m á s niños ». Sin embar-

bargo dejó esto á la voluntad de Dios, go San Ambrosio (sup. L u c . ibid.) pare-

por cuya razón en nada sufrió detrimen- ce más bien referir esto á los miembros

to su virginidad. del diablo; porque, habiendo dado antes


esta razón, á saber, sobre engañar al
. A l 2.° que> como dice San Ambrosio
príncipe del m u n d o , a ñ a d e : ce a n t e s bien
(sup. Luc. ibid.), « m á s quiso el Señor
» e n g a ñ ó él á los príncipes d e l s i g l o , por-
» que algunos dudasen de su nacimiento
x> q u e l a m a l i c i a d e l o s d e m o n i o s penetra
» que del pudor de su M a d r e ; porque
» fácilmente en las cosas más secretas;
» sabía que este era delicado en ella y
» mientras que los que están ocupados
» frágil la reputación del honor, y no
» en las vanidades del mundo no pueden
» pensó en asegurar la honra de su naci-
» saber las cosas divinas ».
» miento á cuenta de injurias de su M a -
» dre». D e b e saberse sin embargo que A l 4.° que según la ley se apedreaba
de los milagros de Dios h a y algunos, como adúltera, no solamente á la que
que tienen por objeto la fe, como el mi- estaba ya desposada ó casada, sino á la
lagro del parto virgíneo, el de la resur- que se custodiaba en la casa del padre
rección del S e ñ o r y t a m b i é n el del Sacra- como v i r g e n , p a r a ser u n dia casada. Por
mento del altar ; y por eso el Señor qui- esta razón se dice (Deuter. 22, 20), si
so que estos milagros fuesen más ocultos, no fue hallada en la muchacha virgini-
para que la fe de ellos fuera-más merito- dad, la apedrearán los hombres de aque-
(1J Joviniano igualaba la dignidad del matrimonio á la de tonino en la Suma histórica, San Irenéo, San Epifanio, San
la virginidad ; y los simonianos, encratitas, gnósticos , mani- Agustin, San León (epist. 93 ad Tutlblum, c. 7) y San Bernardo-
quéos, eustatianos, adamianos y priscilianitaSj,como poste- (serm. 60 in Canl.).
riormente los llamados apostólicos { más bien apostáticos ) y (2) Viderunt; no vencrunl ni invenerunt, cual se ve en algu-
los albigenses despreciaban las bodas como cosa diabólica, nas ediciones, inclusa la áurea.
según hacen constar Sócrates en su historia eclesiástica, A n -
CUESTIÓN XXIX. — ARTÍCULOS I Y II.

lia ciudad y morirá ; porque hizo cosa dadero el matrimonio; principalmente no


detestable en Israel, fornicando en casa siendo permitido á nadie después de con-
de su padre. O p u e d e d e c i r s e s e g ú n a l g u - traído el matrimonio a b a n d o n a r á su e s -
nos (1) q u e l a B . V i r g e n e r a d e l a r a z a posa.
de A a r o n , y p o r l o t a n t o p a r i e n t a d e Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n
Isabel, como se v e ( L u c . 1 ) ; y l a v i r g e n ( D e c o n s e n s u E v a n g e l i s t a r u m , 1. 2, c . 1):
de r a z a s a c e r d o t a l e r a c o n d e n a d a á m u e r - « el E v a n g e l i s t a n o podía p e n s a r q u e
te p o r c a u s a d e e s t u p r o , p o r q u e s e l e e » J o s é debía separarse de M a r í a su e s -
( L e v i t . 2 1 , 9): si la hija de un sacerdo- » posa, por haber dado á luz á Cristo, no
te fuese hallada en estupro y violase el » p o r consecuencia d e s u u n i o n , sino p o r
nombre de su padre, será quemada en » h a b e r s e esto verificado siendo ella v í r -
fuego. O t r o s r e f i e r e n l a f r a s e d e S a n J e - » g e n ; porque este ejemplo enseña de la
rónimo á l a l a p i d a c i ó n d e l a infamia. » m a n e r a m á s c l a r a á l o s fieles c a s a d o s ,
» q u e pueden permanecer j u n t o s , obser-
ARTÍCULO I I . Hubo verdadero ma- » v a n d o de c o m ú n a c u e r d o l a c o n t i n e n -
trimonio e n t r e M a r í a y J o s é ? (2) » c i a , y q u e h a y m a t r i m o n i o sin q u e h a y a
» union carnal ».
1.° P a r e c e q u e n o h u b o v e r d a d e r o m a - Conclusion. Hubo verdadero matri-
trimonio e n t r e M a r í a y J o s é ; p u e s d i c e monio de la Santísima Virgen con San
San J e r ó n i m o c o n t r a H e l v i d i o ( c . 2), José [1] en cuanto á la primera perfec-
que J o s é f u e m á s b i e n g u a r d i á n d e M a - ción de la recíproca fidelidad en orden á
ría q u e s u e s p o s o . P e r o , si h u b i e r a h a b i - la procreación y educación de la prole;
do u n v e r d a d e r o m a t r i m o n i o , J o s é h a - no empero [ 2 ] respecto de la segunda en
bría sido v e r d a d e r a m e n t e s u m a r i d o . cuanto al concúbito conyugal.
Luego parece q u e n o h u b o verdadero Responderemos, q u e e l m a t r i m o n i o ó
matrimonio e n t r e M a r í a y J o s é . conyugio se l l a m a v e r d a d e r o , c u a n d o
2.° S o b r e a q u e l l o ( M a t t h . 1), Jacob llega á s u perfección. P e r o en u n a cosa
engendró á José el esposo de María, d i c e h a y d o s clases d e perfección, p r i m e r a y
San J e r ó n i m o : « c u a n d o o y e r e s h a b l a r segunda. L a perfección primera d e l a
» de e s p o s o , n o c r e a s q u e p o r e s o s e t r a t a cosa consiste en l a forma misma d e donde
» de b o d a s ; s i n o a c u é r d a t e d e l a c o s t u m - t o m a su especie ; y l a perfección s e g u n d a
y> h r e d e l a s E s c r i t u r a s , q u e d a e l n o m b r e consiste en l a operación de la cosa, p o r
T> d e e s p o s o s á l o s m a r i d o s y e l d e e s p o - la q u e esta alcanza d e alguna manera su
r a s á las mujeres ». P e r o los esponsales fin. L a f o r m a p u e s d e l m a t r i m o n i o c o n -
no p r o d u c e n u n v e r d a d e r o m a t r i m o n i o , siste e n cierta union indivisible d e l o s
sino l a s b o d a s . L u e g o n o h u b o v e r d a d e - ánimos, p o r l a q u e u n o d e los cónyuges
ro m a t r i m o n i o e n t r e l a B . V i r g e n y S a n e s t á o b l i g a d o á g u a r d a r fidelidad a l o t r o
José. i n d i v i s i b l e m e n t e . E l fin d e l m a t r i m o n i o
3.° D í c e s e ( M a t t h . 1, 1 9 ) , José su es e n g e n d r a r l a p r o l e y e d u c a r l a , d e c u -
esposo, como era justo y no qiásiese infa- y a s c o s a s s e l l e g a á l a p r i m e r a p o r el
marla , e s t o e s , « c o n d u c i r l a á s u c a s a concúbito conyugal, y á la segunda por
» p a r a c o h a b i t a r c o n s t a n t e m e n t e » , quiso otras obras del marido y d e l a mujer, p o r
dejarla secretamente, e s d e c i r , « c a m b i a r medio d e las q u e se a y u d a n recíproca-
» el t i e m p o d e l a s b o d a s » , c o m o e s p l i c a mente para alimentar la prole. A s í pues
San R e m i g i o (3) ( C a t . a u r . D . T h o m . ) . d e b e d e c i r s e q u e en cuanto á la perfec-
Luego p a r e c e q u e , n o h a b i é n d o s e a ú n ción primera el matrimonio de la Virgen
celebrado l a s b o d a s , n o e r a t o d a v í a v e r - Madre de Dios y de San José fue verda-
tí) No muy razonablemente, por cuanto prescinden de la
(3) Esplicacion no bien legítima ni satisfactoria; pues según
notable diferencia entro las dos penas de ser respectivamente
la frase originariamente griega equivale á divulgar ó hacer
"neniada ó apedreada. notorio, como también lo interpreta San Agustín (semt. 16 De
{2) Los adamianos decían que a el matrimonio debía ser re- verbis Doínini] y con e l l a Glosa interlineal, aunque la colateral
»probado como malo en sí » j los tacianos que « no es otra cosa insinúa e l doble sentido de « entregarla á la pena legal ó to-
»sino un oculto amancebamiento» ; y los cataros lo calificaban » marla en matrimonio y a desposada con él » : mas la Glosa de
de pecado mortal : errores lodos rebatidos aquí en el hecho Liran se concreta al concepto de « propalar ó divulgar el h e -
mismo de haber contraído verdadero matrimonio la Santísima » cho », como asimismo insinúa San Bernardo (hom 2 sobre tas
IRJEN q u 8 n u n ( 27, a. 41 y siempre conservó su
c a p e c o C -
palabras del Evangelio ÍKISSBS..,, núm. 13 y 15J.
anidad (C. 28, a. 1, 2 y 3). I
.394 CUESTIÓN X X I X . — ARTÍCULO II.

clero en absoluto, p o r q u e a m b o s c o n s i n - A l 2.° q u e S a n J e r ó n i m o l l a m a alas


t i e r o n e n l a u n i ó n c o n y u g a l ; mas río es- bodas concúbito nupcial.
presamente en la cópula carnal, sino b a j o A l 3.° q u e , c o m o d i c e S a n Crisóstomo
l a c o n d i c i ó n d e si a g r a d a b a á D i o s . P o r ( s u p e r M a t t h . h o m . 1, i n o p . imperf,),
e s t a r a z ó n t a m b i é n el ángel llama á M a - « l a B . V i r g e n f u e d e s p o s a d a c o n San
r í a esposa de J o s é , cuando dice á este í J o s é d e m a n e r a q u e e l l a h a b i t a s e en la
( M a t t h . 1, 2 0 ) , no temas en recibir á » c a s a d e e s t e ; p o r q u e , c o m o s e c r e e que
María tu mujer; l o c u a l a l e s p l i c a r l o S a n » l a m u j e r q u e c o n c i b e e n c a s a de su
A g u s t í n ( D e n u p t i i s e t c o n c u p i s c . 1. 1, » m a r i d o e s p o r é l ; a s í e n l a q u e concibe
c. 2 ) , d i c e : « e s l l a m a d o c ó n y u g e e n » f u e r a d e l a c a s a s e h a c e s o s p e c h o s a la
» v i r t u d d e l a fe p r i m e r a d e l d e s p o s o r i o , » u n i ó n » . P o r lo t a n t o no se hubiera pro-
» a u n q u e no la b a y a conocido ni la h u - v i s t o s u f i c i e n t e m e n t e á l a r e p u t a c i ó n de
» b i e r a d e c o n o c e r » ; y r e s p e c t o d e la se- l a B . V i r g e n p o r s u d e s p o s o r i o , si ellanu
gunda perfección, que es por el acto del h u b i e r a h a b i t a d o t a m b i é n e n l a casa de
matrimonio, si se refiere esto á la unión s u e s p o s o . P o r e s t a r a z ó n l o q u e se dice,
carnal, p o r l a q u e e s e n g e n d r a d o e l h i j o , y no quisiese infamarla, s e e n t i e n d e m e -
aquel matrimonio no fue consumado. P o r j o r d i c i e n d o q u e n o q u i s o d i f a m a r l a en
lo c u a l dice S a n A m b r o s i o ( s u p . L u c . p ú b l i c o (2), q u e d a n d o á entender que
c . 1, s u p . i l l u d , in mense sexto): « n o t e n o quiso llevarla á su casa ; y así añade
» estrañe que la Escritura dé frecuente- e l E v a n g e l i s t a q u e quiso dejarla secreta-
» m e n t e á M a r í a el n o m b r e de esposa; mente. S i n e m b a r g o , a u n q u e e l l a hubiera
» porque la celebración de las bodas no h a b i t a d o e n l a c a s a d e J o s é p o r c a u s a de
» lleva consigo la corrupción de la virgi- l a fe p r i m e r a d e l d e s p o s o r i o , c o n todo la
» n i d a d , sino q u e a t e s t i g u a s o l a m e n t e el c e l e b r a c i ó n s o l e m n e d e l a s b o d a s no h a -
» m a t r i m o n i o » . S i n e m b a r g o aquel ma- b í a t e n i d o a ú n l u g a r , p o r l o c u a l tampo-
trimonio tuvo también la perfección se- c o s e h a b í a n u n i d o c a r n a l m e n t e . P o r esta
gunda en cuanto á la educación de la r a z ó n , como o b s e r v a el C r i s ó s t o m o (hom.
prole (1) ; a s í q u e dice S a n A g u s t í n 4 in M a t t h . ) , « n o dice el Evangelista,
( D e n u p e t c o n c u p i s c . 1. 1, c. 2 ) : « t o d o « a n t e s d e q u e f u e r a c o n d u c i d a á la casa
» el bien d e las b o d a s se h a cumplido en » d e s u e s p o s o , p o r q u e y a e s t a b a allí;
» l o s p a d r e s d e C r i s t o ; l a p r o l e , l a fide- » p u e s t o q u e los a n t i g u o s acostumbraron
» lidad, el sacramento : conocemos p o r » m u c h a s v e c e s á t e n e r l a s d e s p o s a d a s en
» p r o l e a l m i s m o S e ñ o r J e s ú s , l a fideli- » s u c a s a » . P o r e s t e m o t i v o t a m b i é n dice
» d a d en que no hubo adulterio, y el sa- e l á n g e l á S a n J o s é , no temas recibir á
» c r a m e n t o e n q u e n o h u b o d i v o r c i o ;" María tu esposa, e s t o e s , « n o t e m a s ce-
» solo n o existió allí el c o n c ú b i t o n u p - » l e b r a r s o l e m n e m e n t e s u s b o d a s » . Aun-
cial ». q u e o t r o s d i g a n q u e a ú n n o h a b í a sido
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e S a n l l e v a d a á l a c a s a , s i n o s o l o desposada.
J e r ó n i m o t o m a l a p a l a b r a marido d e l S i n e m b a r g o el p r i m e r p a r e c e r concuerda
acto del matrimonio consumado. m á s c o n el E v a n g e l i o .

(1) Y lo propio pudiera decirse y probarse en cuanto á su pro- San José , informado por el ángel del misterio operado en sn
creación ó generación , según discretamente advierte Silvio; santísima cónyuge y perfectamente conforme con la voluntad
toda v e z que fue concebida y engendrada sin injuria alguna y operación de Dios en ella.
á la santidad del matrimonio ni á los derechos conyugales de (2) Téngase presente lo espuesto en la nota 3, pág. 393.
CUESTIÓN X X X .

Anunciación de la B. Virgen María.

1." Fue conveniente que se la anunciara lo que había de engendrarse en ella? —3.° Por quién debía
anunciársela esto ? — 3.° De qué manera se la debía anunciar? —4.° Orden de la anunciación.

ARTÍCULO I. — ¿ F u e n e c e s a r i o (i) á Cristo espiritualmente. L u e g o tampoco


anunciar á l a R . V i r g e n l o q u e s o H a b í a d e e n - debió anunciarse á l a B . V i r g e n q u e
gendrar e n e l l a ? concebiría en su seno al Hijo d e Dios.
P o r e l c o n t r a r i o , refiere el E v a n g e l i o
l.° P a r e c e q u e n o f u e n e c e s a r i o q u e s e q u e e l á n g e l l a dijo ( L u c . 1, 3 1 , héaquí,
anunciase á l a B . V i r g e n l o q u e d e b í a concebirás en tu seno, y parirás un hijo.
realizarse e n e l l a : p o r q u e l a a n u n c i a c i ó n C o n c l u s i ó n . Fue conveniente se anun-
parecía s e r n e c e s a r i a s o l a m e n t e p a r a o b - ciase á la santísima Virgen que concebi-
tener e l c o n s e n t i m i e n t o d e l a V i r g e n ; ría á Cristo.
pero s u c o n s e n t i m i e n t o n o p a r e c e h a b e r R e s p o n d e r e m o s , q u e fue conveniente
sido n e c e s a r i o , p o r q u e s u c o n c e p c i ó n f u e se anunciase á la B. Virgen que conce-
anunciada a n t e s p o r l a profecía d e l a p r e - biría á Cristo: 1.° p a r a q u e s e o b s e r v a s e
destinación, « q u e se c u m p l e sin n u e s t r o e l orden c o n v e n i e n t e d e l a u n i ó n d e l H i j o
» a r b i t r i o » , c o m o d i c e c i e r t a ( G l o s a (2) de Dios con l a V i r g e n , es decir, p a r a
( M a t t h . 1 , b r d . s u p . i l l u d , ut adimplere- q u e s u e s p í r i t u l o s u p i e r a antes q u e l o
tur quod dictum est, e t c . ) . L u e g o n o f u e concibiese carnalmente : p o r c u y a razón
necesario q u e se h i c i e r a t a l a n u n c i a c i ó n . dice S a n A g u s t í n (lib. D e virginitate,
2.° L a B . V i r g e n t e n í a l a f e d e l a E n - c . 3), « m á s d i c h o s a e s M a r í a p e r c i b i e n -
carnación, s i n l a q u e n a d i e p o d í a e s t a r » d o l a fe d e C r i s t o q u e concibiendo l a
en e s t a d o d e s a l v a c i ó n ; p u e s t o q u e , c o m o » carne d e Cristo » ; y después añade,
se dice ( R o m . 3. 22 ) , la justicia de Dios « de nada hubiera aprovechado á María
es por la fe de Jesucristo para todos. » s u c u a l i d a d d e M a d r e , si n o h u b i e s e
Pero de lo q u e alguno cree con certeza » l l e v a d o m á s felizmente á Cristo en s u
no n e c e s i t a s e r i n s t r u i d o m á s . L u e g o n o » c o r a z ó n q u e e n s u c u e r p o » ; 2.° p a r a
fue n e c e s a r i o á l a B . V i r g e n q u e s e l a que tuviera m á s cierta noticia d e este
anunciase l a E n c a r n a c i ó n d e l H i j o d e m i s t e r i o , u n a v e z q u e y a h a b í a sido ins-
Dios. t r u i d a d e é l p o r p a r t e d e D i o s ; 3.° p a r a
3.° A s í c o m o l a B . V i r g e n c o n c i b e q u e ofreciese á D i o s e l p r e s e n t e v o l u n t a -
corporalmente á C r i s t o , así t a m b i é n t o d a rio d e s u o b e d i e n c i a , á l o q u e s e ofreció
alma s a n t a c o n c i b e a l m i s m o e s p i r i t u a l - d i s p u e s t a d i c i e n d o , hé aquí la esclava del
mente; p o r lo q u e dice el A p ó s t o l ( G a l . Señor; 4.° p a r a q u e s e m a n i f e s t a s e h a b e r
4, 19), hijitos mios, de los que otra vez cierto matrimonio espiritual entre el Hijo
estoy de parto, hasta que Cristo sea de Dios y la naturaleza h u m a n a ; y p o r
formado en vosotros. P e r o t a l c o n c e p c i ó n esto se esperaba p o r l a anunciación el
no es a n u n c i a d a á l o s q u e d e b e n c o n c e b i r consentimiento de l a V i r g e n en lugar del
de toda la naturaleza humana.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a
(1) Por congruencia, no de necesidad absoluta. profecía d e l a predestinación se cumple,
(2) Citada ordinariamente como de San Jerónimo, y tomada
Mímente del Comentario d e San Anselmo. sin q u e n u e s t r a v o l u n t a d s e a l a c a u s a d e
396 CUESTIÓN X X X . — ARTÍCULOS I Y II.

ella; p e r o n o sin q u e n u e s t r a v o l u n t a d lo m e n t e la anunciación d e la Encarnación,


consienta. 4.° L a s c o s a s m á s g r a n d e s d e b e n ser
A l 2.° q u e l a B . V i r g e n t e n í a l a f e a n u n c i a d a s p o r m e n s a j e r o s m á s eminen-
espresa de la Encarnación futura ; pero t e s ; y e l m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n es la
siendo h u m i l d e n o p e n s a b a d e sí t a n m a y o r e n t r e l a s c o s a s a n u n c i a d a s p o r los
grandes cosas, y p o r esto debía ser ins- á n g e l e s á l o s h o m b r e s . L u e g o p a r e c e que,
t r u i d a e n ellas. si d e b i ó a n u n c i a r s e p o r u n á n g e l , esto de-
A l 3.° q u e á l a c o n c e p c i ó n e s p i r i t u a l b i ó s e r d e l o r d e n s u p r e m o . E s a s í que
de C r i s t o , q u e tiene l u g a r p o r l a fe, p r e - S a n G a b r i e l n o es d e l o r d e n supremo,
cede l a anunciación, q u e se opera p o r la p u e s t o q u e es d e l o r d e n d e l o s arcánge-
p r e d i c a c i ó n d e l a fe m i s m a , s e g ú n q u e l e s , q u e e s e l p e n ú l t i m o ; p o r l o cual la
ésta es por el oido, c o m o s e d i c e ( P ó m . I g l e s i a c a n t a , sabemos que el arcángel
10, 17). S i n e m b a r g o n o p o r e s t o s a b e San Gabriel le habló de parte de Dios.
alguno con certeza q u e tiene l a g r a c i a ; L u e g o t a l a n u n c i a c i ó n n o f u e h e c h a con-
p e r o s a b e s e r v e r d a d e r a l a fe q u e recibió. v e n i e n t e m e n t e p o r e l a r c á n g e l S a n Ga-
briel.
ARTÍCULO I I . — B e b i ó hacerse l a anun- P o r e l c o n t r a r i o , d i c e s e ( L u c . 1, 26);
ciación á l a B . Virgen por el á n g e l ? el ángel Gabriel fue enviado de Dios, etc.
Conclusión. Convenientemente fue
1.° P a r e c e q u e n o d e b i ó h a c e r s e l a anunciado á la Madre de Dios por medio
anunciación á l a B . V i r g e n p o r el á n g e l : del ángel el misterio de la divina Encar-
porque á los ángeles supremos se hace nación.
la revelación inmediatamente p o r Dios, R e s p o n d e r e m o s , q u e fue conveniente
c o m o dice S a n Dionisio (Ccelest. h i e r a r c h . que se anunciara á la Madre de Dios por
c. 7 ) . E s a s í q u e l a M a d r e d e D i o s h a un ángel el misterio de la Encarnación
s i d o e x a l t a d a s o b r e t o d o s l o s á n g e l e s (1). divina p o r t r e s r a z o n e s : 1.° p a r a q u e se
L u e g o p a r e c e q u e debió serle anunciado o b s e r v a s e t a m b i é n e n e s t o e l o r d e n divi-
i n m e d i a t a m e n t e p o r Dios el misterio d e n o , s e g ú n e l q u e p o r m e d i a c i ó n d e los
la E n c a r n a c i ó n , y n o por el ángel. á n g e l e s l l e g a n l a s c o s a s d i v i n a s á los
2.° S i e n e s t o c o n v e n í a o b s e r v a r e l or- h o m b r e s : p o r c u y a r a z ó n d i c e S a n Dio-
den c o m ú n , según el q u e l a s cosas divi- n i s i o ( C c e l e s t . h i e r a r c h . , c . 4) q u e «los
nas son reveladas á los hombres p o r los » á n g e l e s f u e r o n i n s t r u i d o s l o s primeros
á n g e l e s , i g u a l m e n t e las divinas lo son á x> e n e l m i s t e r i o d i v i n o d e l a benignidad
la mujer p o r el h o m b r e ; p o r lo cual dice y> d e C r i s t o , y d e s p u é s p a s ó p o r ellos á
e l A p ó s t o l ( i C o r . 14, 34), las mujeres » n o s o t r o s l a g r a c i a d e e s t e conocimiento.
callen en las Iglesias;y, si quieren apren- » A s í p u e s e l d i v i n í s i m o G a b r i e l enseñó
der alguna cosa, pregunten én casa á sus » á Z a c a r í a s q u e d e é l n a c e r í a e l Profeta
maridos. L u e g o p a r e c e q u e d e b i ó a n u n - » J u a n , y á M a r í a c ó m o s e o b r a r í a en
ciarse ala B . V i r g e n el misterio de l a » e l l a e l m i s t e r i o t e á r q u i c o (2) d e l a hie-
Encarnación por algún varón, sobre todo » f a b l e E n c a r n a c i ó n d e D i o s » . 2.° Fue
porque S a n J o s é su esposo lo supo p o r e s t o c o n v e n i e n t e p a r a l a r e p a r a c i ó n hu-
u n á n g e l , c o m o s e l e e ( M a t l h . 1). m a n a , q u e d e b í a o p e r a r s e p o r C r i s t o ; so-
3.° N a d i e p u e d e convenientemente b r e l o c u a l d i c e B e d a ( h o m i l . i n festo An-
anunciar lo que ignora; y ni a u n los ánge- n u n t . ) : « l a r e s t a u r a c i ó n d e l h o m b r e co-
les supremos conocieron p l e n a m e n t e e l x> m e n z ó c o n v e n i e n t e m e n t e p o r e l envío
misterio de la E n c a r n a c i ó n ; p o r lo cual » d e u n á n g e l , q u e v i n o d e p a r t e d e Dios,
d i c e S a n D i o n i s i o ( C c e l e s t . h i e r a r c h . c . 7) » p a r a a n u n c i a r e l p a r t o d i v i n o d e l a Vír-
q u e á ellos es á quienes d e b e referirse » g e n ; p u e s t o q u e l a c u l p a d e A d a m había
esta pregunta, q u e hace el Profeta ( I s . » t e n i d o p o r p r i m e r a c a u s a l a s e r p i e n t e en-
63, 1 ) , ¿quién es este, que viene de » v i a d a p o r e l d i a b l o , p a r a e n g a ñ a r á la
Edóm ? L u e g oparece q u e p o r nin- » m u j e r p o r e l e s p í r i t u d e s o b e r b i a ». 3."
gún ángel pudo ser hecha conveniente- P o r q u e c o n v e n í a e s t o á l a v i r g i n i d a d de

, (1) No aquí en la tierra, según se colige de la solución á este (2) « Divino » según el moderno intérprete, ó como «pnn-
mismo argumento; sino en el cielo, como cania la Iglesia en » cipal obra de Dios ».
él dia de su Asunción.
C U E S T I Ó N X X X . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 397

la M a d r e d e D i o s ; p o r c u y a r a z ó n d i c e » en el P a d r e , t o d o en t o d a s las c o s a s , y
San J e r ó n i m o ( s e r m . A s s u m p t i o n i s ) (1) » a u n e n l a v i r g i n a l c e l d i l l a (4)».
« con r a z ó n es e n v i a d o u n á n g e l á l a V í r - A l 4.° q u e a l g u n o s d i c e n q u e G a b r i e l
5) g e n , p u e s t o q u e l a v i r g i n i d a d e s s i e m - fue d e l o r d e n s u p r e m o d e los á n g e l e s ;
» pre p r ó x i m a á e l l o s ; p o r q u e v i v i r e n l a p o r l o c u a l d i c e S a n G r e g o r i o ( h o m . 34
» carne s i n l a c a r n e n o es u n a v i d a t e r r e - in E v a n g . ) : « e r a digno q u e el á n g e l
» n a , sino c e l e s t i a l » . » más elevado viniera á anunciar la m á s
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a M a - » g r a n d e d e l a s n u e v a s ». P e r o d e e s t o n o
dre de D i o s e r a s u p e r i o r á l o s á n g e l e s e n r e s u l t a q u e fuera el s u m o entre t o d o s
cuanto á l a d i g n i d a d , p a r a l a q u e e r a e l e g i - los órdenes c e l e s t i a l e s , sino r e s p e c t o d e
da por D i o s ; p e r o e n c u a n t o a l e s t a d o p r e - l o s á n g e l e s : p o r q u e f u e d e l orden d e l o s
sente d e l a v i d a e r a i n f e r i o r á e l l o s , p u e s t o a r c á n g e l e s , por lo cual t a m b i é n la Iglesia
que C r i s t o m i s m o t a m b i é n e n r a z ó n d e s u m i s m a le d a este n o m b r e , y el mismo S a n
vida p a s i b l e por un poco fue hecho menor Gregorio dice (homil. D e c e n t u m ovi-
que los ángeles, c o m o se d i c e ( H e b r . 2, b u s , ibid.) que « s e llaman arcángeles
9). Sin e m b a r g o , p u e s t o q u e C r i s t o f u e á » los q u e a n u n c i a n l a s cosas m á s g r a n -
la vez v i a d o r y c o m p r e n s o r , n o n e c e s i t a - » d e s » . L u e g o es b a s t a n t e c r e í b l e q u e
ba ser i n s t r u i d o p o r l o s á n g e l e s e n c u a n t o s e a e l s u m o e n e l o r d e n de l o s a r c á n g e -
al c o n o c i m i e n t o d e l a s c o s a s d i v i n a s . P e r o l e s ; y , como dice S a n Gregorio mismo
su M a d r e a ú n n o e s t a b a e n e l e s t a d o d e ( i b i d . ) , « e s t e n o m b r e c o n v i e n e á s u ofi-
los c o m p r e n s o r e s , y p o r e s o d e b í a n i n s - » cío » ; p o r q u e G a b r i e l q u i e r e decir for-
truirla los á n g e l e s a c e r c a d e l a c o n c e p - t a l e z a de D i o s . L u e g o por la fortaleza
ción d i v i n a . d e D i o s d e b í a ser a n u n c i a d o el S e ñ o r d e
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n las v i r t u d e s y el fuerte en los c o m b a -
(serm. D e a s s u m p t i o n e , c . 4) (2) «la t e s , que venía á destruir las potestades
» B . V i r g e n M a r í a b a sido e s c e p t u a d a aéreas.
» con r a z ó n d e c i e r t a s r e g l a s g e n e r a l e s ;
» porque ni t u v o m u c h o s h i j o s , ni e s t u v o ARTÍCULO I I I . — ¿ E l ángel anunciante
i) bajo l a p o t e s t a d d e l v a r ó n , e s t o e s , d e l dcltió a p a r e c e r s e á l a H. V i r g e n e n f o r m a
» marido, la que concibió á Cristo en sus corporal?
»castas entrañas p o r o b r a del E s p í r i t u
)) S a n t o » . P o r c o n s i g u i e n t e n o d e b i ó s e r l.° P a r e c e q u e el á n g e l a n u n c i a n t e n o
instruida e n e l m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n debió aparecerse á la V i r g e n en forma
por l a m e d i a c i ó n d e u n v a r ó n , s i n o p o r c o r p o r a l : p o r q u e « es m á s d i g n a la v i -
la de u n á n g e l . P o r e s t a r a z ó n t a m b i é n » sion i n t e l e c t u a l q u e l a c o r p o r a l » , c o m o
fue ella i n s t r u i d a a n t e s q u e S a n J o s é ; d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . G e n . a d l i t t . 1.
pues ella lo s u p o a n t e s d e c o n c e b i r , m i e n - 12, c. 24); y p r i n c i p a l m e n t e e s m á s c o n -
tras q u e S a n J o s é l o s u p o d e s p u é s . v e n i e n t e al á n g e l m i s m o , p u e s el á n g e l
A l 3.° q u e , c o m o s e v e p o r e l p a s a j e es visto e n su s u s t a n c i a p o r l a visión in-
de S a n D i o n i s i o ( c i t a d o p o c o h á ) l o s á n - t e l e c t u a l , m i e n t r a s q u e por la visión cor-
geles c o n o c i e r o n e l m i s t e r i o d e l a E n c a r - p o r a l es v i s t o e n l a f o r m a c o r p o r a l t o -
nación ; y sin e m b a r g o p r e g u n t a b a n á m a d a . P e r o , así como p a r a anunciar la
Cristo, d e s e a n d o s a b e r d e él d e u n a m a - concepción divina convenía que viniese
nera m á s p e r f e c t a l a s r a z o n e s d e e s t e u n m e n s a j e r o d e orden s u p e r i o r , d e l a
misterio, q u e s o n i n c o m p r e n s i b l e s á t o d o misma manera también convendría que
entendimiento c r e a d o . P o r e s t a r a z ó n S a n fuera visto de la m a n e r a m á s elevada.
M á x i m o (3) m á r t i r d i c e : <r n o s e d e b e L u e g o p a r e c e q u e e l á n g e l a n u n c i a n t e se
«dudar que los á n g e l e s c o n o c i e r a n l a apareció á la V i r g e n p o r visión i n t e -
« E n c a r n a c i ó n f u t u r a ; y sin e m b a r g o lectual.
«ocúlteseles la concepción i n v e s t i g a b l e 2.° L a v i s i ó n i m a g i n a r i a ( 5 ) p a r e c e
» del S e ñ o r y s u m o d o , c o m o e s t a b a t o d o ser m á s n o b l e q u e l a visión c o r p o r a l ,

(1) Sermón malamente atribuido á San Jerónimo, y que (1) Puede consultarse sobre esto en la 1 . P. la C. 57, a. 5
a

propiamente es el 113 del Crisólogo sobre la Anunciación. a l l . ° ; ' y C 106, a. 4 al 2."


-) - 1 » nota precedente.
v
' (5) Mediante alguna representación del objeto
(3) Escritor griego comentador de San Dionisio. '
398 C U E S T I Ó N X X X . — A R T Í C U L O III.

c o m o l a i m a g i n a c i ó n es u n a p o t e n c i a m á s d e l o q u e s e a n u n c i a b a ; p o r q u e nosotros
e l e v a d a q u e el s e n t i d o . P e r o e l á n g e l s e p e r c i b i m o s l a s c o s a s , q u e e s t á n sometidas
apareció á S a n J o s é en sueños según la á l a v i s t a , d e u n a m a n e r a m á s c i e r t a que
v i s i ó n i m a g i n a r i a , c o m o s e v e ( M a t t h . 1, a q u e l l a s q u e i m a g i n a m o s . P o r e s t a razón
y 2). L u e g o p a r e c e q u e t a m b i é n d e b i ó el C r i s ó s t o m o d i c e ( s u p e r . M a t t h . hom.
a p a r e c e r s e á l a B . V i r g e n en visión i m a - 4) q u e « el á n g e l n o se m o s t r ó á l a Vír-
ginaria y no corporal. » g e n e n s u e ñ o s , s i n o d e u n a m a n e r a vi-
3.° L a v i s i ó n c o r p o r a l d e u n a s u s t a n - T> s i b l e : p o r q u e d e s d e e l m o m e n t o que
cia e s p i r i t u a l d e j a a t ó n i t o s á l o s q u e l a » e l l a r e c i b í a d e l á n g e l u n a revelación
v e n ; p o r c u y a r a z ó n se c a n t a t a m b i é n » t a n g r a n d e , n e c e s i t a b a a n t e s d e cum-
d e l a V i r g e n m i s m a expavescit Virgo de » p l i r s e e s t e s u c e s o d e l a v i s i ó n solem-
lumine. P e r o m e j o r h u b i e r a s i d o q u e s u » n e » (1).
a l m a hubiese sido preservada de t a l tur- A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e la vi-
b a c i ó n . L u e g o n o fue c o n v e n i e n t e q u e t a l s i ó n i n t e l e c t u a l es m e j o r q u e l a visión
a n u n c i a c i ó n se hiciera p o r visión cor- i m a g i n a r i a ó c o r p o r a l , si es s o l a . P e r o el
poral. m i s m o S a n A g u s t í n d i c e ( s u p . G e n . ad
Por e l contrario, S a n A g u s t í n ( s e r m . l i t t . 1. 12, c. 9) q u e e s m á s e s c e l e n t e la
25 i n A p p . ) i n t r o d u c e á l a B . V i r g e n p r o f e c í a , q u e t i e n e s i m u l t á n e a m e n t e la
h a b l a n d o a s í : « vino á m í el a r c á n g e l v i s i ó n i n t e l e c t u a l é i m a g i n a r i a , que la
» S a n G a b r i e l con rostro brillante, con q u e t i e n e s o l o u n a d e l a s d o s (2) ; y la
» vestido resplandeciente y con apostura B . V i r g e n n o s o l o p e r c i b i ó l a visión cor-
» a d m i r a b l e ». P e r o e s t a s c o s a s n o p u e d e n p o r a l , s i n o t a m b i é n l a i l u m i n a c i ó n inte-
p e r t e n e c e r sino á u n a visión c o r p ó r e a . l e c t u a l : p o r c o n s i g u i e n t e t a l aparición
L u e g o el á n g e l a n u n c i a n t e s e a p a r e c i ó á f u e m á s n o b l e . H u b i e r a s i d o sin embargo
la V i r g e n e n visión c o r p ó r e a . m á s n o b l e , si h u b i e r a v i s t o e n s u sustan-
Conclusión. El ángel anunciador de c i a a l á n g e l m i s m o p o r v i s i ó n intelectual;
la Encarnación á la Madre de Dios de- p e r o e l e s t a d o d e l h o m b r e v i a d o r (3) no
bió aparecérsela, cual en efecto se pre- c o n s e n t í a q u e v i e s e a l a n g e l e n s u esencia.
sentó , en forma corpórea. A l 2.° q u e l a i m a g i n a c i ó n e s en efecto
Responderemos, q u e el ángel anun- u n a p o t e n c i a m á s e l e v a d a q u e el sentido
ciante se apareció á la Madre de Dios en e s t e r i o r ; sin e m b a r g o , p u e s t o q u e el prin-
figura corporal, y esto fue conveniente: c i p i o d e l c o n o c i m i e n t o h u m a n o es el sen-
1.° e n c u a n t o á l o q u e e r a a n u n c i a d o . E n t i d o , p o r e s o h a y e n é l c e r t e z a mayor;
e f e c t o : el á n g e l h a b í a venido á a n u n c i a r d a d o q u e s i e m p r e es p r e c i s o q u e los prin-
la E n c a r n a c i ó n de D i o s invisible, por la c i p i o s d e l c o n o c i m i e n t o s e a n m á s ciertos.
q u e se hiciese v i s i b l e ; p o r c u y a r a z ó n E n s u c o n s e c u e n c i a S a n J o s é , á quien
t a m b i é n fue c o n v e n i e n t e q u e p a r a la d e - s e a p a r e c i ó e l á n g e l e n s u e ñ o s , no tuvo
claración de esta cosa la criatura invisi- u n a a p a r i c i ó n t a n e s c e l e n t e c o m o la B,
ble tomase la forma, bajo la cual apare- Virgen.
ciera visiblemente, puesto que todas las A l 3.° q u e , c o m o d i c e S a n Ambrosio
a p a r i c i o n e s del a n t i g u o T e s t a m e n t o ' se ( s u p . L u c . c . 1, s u p . i l l u d , apparuit Mi
preordenan á esta aparición, por la que ángelus), « s o m o s t u r b a d o s y enajenados
el H i j o d e D i o s se a p a r e c i ó en c a r n e . » d e n u e s t r o a f e c t o , c u a n d o somos sor-
2.° F u e c o n g r u e n t e á l a d i g n i d a d d e » p r e n d i d o s p o r el e n c u e n t r o d e una po-
M a d r e d e D i o s , q u e no solo en la m e n t e » t e s t a d s u p e r i o r c u a l q u i e r a »; y esto su-
sino t a m b i é n en su seno corpóreo h a b í a c e d e n o s o l o e n l a v i s i ó n c o r p o r a l sino
d e recibir al H i j o d e D i o s ; y p o r eso no t a m b i é n e n l a v i s i ó n i m a g i n a r i a . P o r esta
solo su m e n t e sino t a m b i é n sus sentidos r a z ó n ( G e n . 15, 12) s e d i c e que ¡puesto
corporales d e b í a n ser reanimados por la ya el sol (4), cayó sobre Ábraham n
v i s i ó n a n g é l i c a . 3.° C o n v i n o á l a c e r t e z a profundo sueño, y sobrecogióle un gratule

(1) Estraordinaria é insólita. esencia misma de Dios (y mucho mejor la del ángel), valién-
(2) Por medio de semejanzas corporales, conforme á lo e s - dose de los ejemplos de San Pablo y de Moisés.
puesto en la 2.'-2. C 174, a. 2 a l l
,RÍ 0
(4) Occutuisset según el testo de la Suma ; mas la Vulgal»
(3) Mediante el uso de los sentidos, pues con enajenación dice (occmnbcret) á la caída del Sol.
de ellos enseña no haber inconveniente, en que viese aun la
CUESTIÓN XXX. — ARTÍCULOS III Y I V . 399

terror y obscuridad. S i n e m b a r g o t a l hacerla ostensible s u dignidad a l salu-


perturbación d e l h o m b r e n o le p e r j u d i c a darla.
tanto q u e p o r e l l a d e b a h a c e r s e c a s o 2.° O d e b e o m i t i r s e l a p r u e b a e n l a s
omiso d é l a a p a r i c i ó n a n g é l i c a : 1.° p o r - cosas q u e n o son dudosas, ó d a r l a con a n -
que , p o r l o m i s m o q u e e l h o m b r e e s e l e - ticipación en l a s q u e pueden serlo. P e r o
vado s o b r e s í m i s m o , l o c u a l p e r t e n e c e á parece q u e el ángel anunció p r i m e r o
su d i g n i d a d , s u p a r t e i n f e r i o r s e d e b i l i t a aquello de q u e dudaba la V i r g e n , y lo
de donde p r o v i e n e l a p r e d i c h a p e r t u r b a - que preguntaba d u d a n d o , cuaudo decía :
ción : c o m o t a m b i é n , c u a n d o e l c a l o r n a - ¿cómo será esto? y d e s p u é s dio l a p r u e b a
tural se r e c o n c e n t r a e n l o i n t e r i o r , l a s e s - y a c o n el ejemplo d e I s a b e l , y a con l a
t r e m i d a d e s t i e m b l a n . 2.° P o r q u e , c o m o omnipotencia divina. L u e g o l a anuncia-
dice O r í g e n e s ( s u p . L u c . h o m . 4), ce e l c i ó n f u e h e c h a p o r e l á n g e l e n u n orden
» ángel q u e a p a r e c e c o n o c i e n d o l a n a t u - inconveniente.
»raleza h u m a n a r e m e d i a primero esta 3.° L o m a y o r n o p u e d e p r o b a r s e sufi-
» turbación ; p o r lo q u e dice á Z a c a r í a s cientemente p o r lo m e n o r ; y m a y o r cosa
í y á María después de su emoción : n o fue q u e p a r i e s e u n a v i r g e n q u e u n a m u -
í> t e m a s » . P o r e s t e m o t i v o t a m b i é n , c o m o j e r anciana : l u e g o n o fue suficiente l a
se lee e n l a v i d a d e S a n A n t o n i o e n l a s prueba del ángel, que demostraba la con-
Vidas d e l o s P a d r e s (1. 1, c . 18), n o e s c e p c i ó n d e l a v i r g e n p o r l a d e u n a an-
difícil d i s t i n g u i r l o s e s p í r i t u s b i e n a v e n t u - ciana.
rados d e l o s m a l o s ; p o r q u e , si a l t e m o r Por el contrario, d í c e s e ( P o m . 13,1),
sucediese e l g o z o , s e p a m o s q u e e s t e e s las cosas que son de Dios son ordenadas;
un socorro q u e n o s v i e n e d e D i o s , p u e s t o y el ángel fue enviado p o r D i o s , p a r a
que l a s e g u r i d a d d e l a l m a e s u n i n d i c i o anunciar á la V i r g e n , como se dice ( L u c .
de l a m a j e s t a d p r e s e n t e . P e r o , si e l t e - 1). L u e g o l a A n u n c i a c i ó n f u e e f e c t u a d a
mor p e r s e v e r a , e s e l e n e m i g o á q u i e n s e p o r el á n g e l o r d e n a d í s i m a m e n t e .
ve. T a m b i é n f u e c o n v e n i e n t e l a t u r b a - Conclusión. La Anunciación se reali-
ción m i s m a d e l a V i r g e n á s u v i r g i n a l zó por el ángel en el orden más conve-
candor ; p o r q u e , c o m o d i c e S a n A m b r o - niente.
sio ( s u p e r L u c e . 1, s u p . i l l u d , et ingres- Responderemos, q u e la Anunciación
sus ángelus), e s p r o p i o d e l a s v í r g e n e s fue liecha por el ángel con un orden con-
» ser t í m i d a s , t e m b l a r t o d a s á l a p r e s e n - veniente : p o r q u e e l á n g e l s e p r o p o n í a
» cia d e u n h o m b r e y r u b o r i z a r s e d e t o d o t r e s c o s a s c o n r e l a c i ó n á l a V i r g e n : 1. a

«trato con el v a r o u » . S i n e m b a r g o a l - llamar la atención d e su alma á l a consi-


gunos d i c e n q u e , e s t a n d o a c o s t u m b r a d a deración d e u n a cosa t a n g r a n d e , lo cual
la B . V i r g e n á l a s v i s i o n e s d e l o s á n g e - hizo al saludarla de u n a manera nueva y
les, no se t u r b ó á l a v i s t a d e l á n g e l , s i n o desusada. P o r esto dice O r í g e n e s ( s u p .
por l a a d m i r a c i ó n d e l a s c o s a s q u e l a d e - L u c . h o m . 6) q u e , « si e l l a h u b i e r a s a b i d o
cía, p o r q u e n o t e u í a a c e r c a d e s í m i s m a » q u e p a r e c i d a s p a l a b r a s h a b í a n sido d i -
pensamientos t a n e l e v a d o s . P o r e s t a r a - » rígidas á cualquier o t r o , como ella t e -
zón t a m b i é n e l E v a n g e l i s t a n o d i c e q u e » n í a la ciencia d e la ley, j a m á s la h a b r í a
fue t u r b a d a á l a v i s t a d e l á n g e l , s i n o por » amedrentado como peregrina t a l salu-
las palabras de este. » tacion » ; en la cual la espuso primero
s u i d o n e i d a d d e c o n c e b i r , a l d e c i r llena
eres de gracia ; e n s e g u i d a e s p r e s ó q u e
ARTÍCULO I V . — K,a a n u n c i a c i ó n s e c o n c e b i r í a , a ñ a d i e n d o el Señor es contigo;
consumó e n o r d e n c o n v e n i e n t e ?
y p o r último l a anunció el h o n o r consi-
g u i e n t e , c u a n d o d i j o bendita tú entre las
1-° P a r e c e q u e l a a n u n c i a c i ó n n o s e mujeres. 2. P r o p o n í a s e
a
instruirla en el
'levó á efecto e n e l o r d e n c o n v e n i e n t e : misterio de l a E n c a r n a c i ó n , q u e debía
porque l a d i g n i d a d d e l a M a d r e d e D i o s cumplirse en ella, lo cual hizo p r e a n u n -
depende d e l a p r o l e c o n c e b i d a ; y l a c a u s a ciando la concepción y su p a r t o en estas
debe m a n i f e s t a r s e a n t e s q u e e l e f e c t o . p a l a b r a s , hé aquí concebirás en tu se-
Luego el á n g e l d e b i ó a n u n c i a r á l a V i r - no, e t c . ; y , a l m a n i f e s t a r l a la d i g n i d a d d e
gen la c o n c e p c i ó n d e l a p r o l e , a n t e s q u e la prole concebida, cuando dijo este será
400 CUESTIÓN XXX. — ARTÍCULO IV.

grande, e t c . , y también al demostrar la » no duda se realizará lo que pregunta


manera de la concepción en estos térmi- » cómo puede h a c e r s e » . Sin embargo
nos, el Espíritu Santo vendrá sobre tí. San Agustín ( 1 ) parece decir que d u d ó ;
3 . Trataba de atraer su ánimo al consen- pues dice (lib. qq. veteris et novi Testa-
a

timiento, lo cual hizo con el ejemplo de mentí, q. 5 1 ) : « a l dudar María sobre la


Isabel y el argumento tomado de la om- »posibilidad d e l a concepción, el ángel
nipotencia divina. » se la esplica ». Pero tal duda más e s de
A l argumento 1.° diremos, que para un admiración que de incredulidad; y por eso
ánimo humilde nada h a y más admirable el ángel le da de ello la prueba, no para
que oir hablar de su escelencia : pero la disipar su infidelidad, sino más para ha-
admiración escita la atención de la ma- cer cesar su admiración.
nera más viva; y por esto el ángel, que- A l 3.° que, como dice San Ambrosio
riendo llamar la mente de la Virgen á la en el Hexameron (implic. 1. 5 , c. 19, et
audición de un misterio tan grande, co- super illud L u c . 1 , exurgens María; y
menzó por alabarla. c. 8 , sup. illud, adhuc eo loquente), « m u -
A l 2.° que San Ambrosio dice espresa- » chas estériles parieron ( 1 ) , para que
mente (sup. L u c . c. 1 , super illud, quo- » s e crea el parto de la V i r g e n » . Por
modojiet istud?) que la B . Virgen no du- esto se aduce l a concepción de Santa Isa-
dó de las palabras del ángel, porque dice, bel que era estéril, no como un argu-
« más moderada es la respuesta de María mento suficiente, sino como ejemplo figu-
» que las palabras del sacerdote. Aquella rativo. P o r consiguiente en apoyo d e e s t e
» d i c e , ¿cómo será esto? este responde: ejemplo se añade un argumento conclu-
» ¿de dónde lo sabré? niega él que cree, yente sacado de l a omnipotencia divina.
» negando que sabe; ella profesa hacer, y

(1J Queda y a repelido que la citada obra no es de San c. 19), San Justino (Dial, cum Tryj>h.) t San Crisólogo (scrm. 112)
Agustín, quien precisamente indica (hom. 44 De quincuagésima) y varios otros S S . l'P.
lo contrario, como asimismo San Irenéo (1. 3 , ' c . 3 3 ; y 1. 5,
CUESTIÓN X X X I .

Concepción del Salvador en cuanto á la materia, de la que fue concebido


su cuerpo.

Al tratar de la concepción del Salvador lo haremos : 1." respecto á la materia de la que fue conce-
cebido su cuerpo; 2.° acerca del autor de la concepción; y 3.° sobre el modo y orden de la concepción.
Sobre lo 1.° examinaremos ocho puntos : l.° La carne de Cristo fue tomada de Adán?— 2.° Lo fue de
David? —3.° Genealogía de Cristo, que se espone en el Evangelio. — 4.°Fue conveniente que Cristo na-
ciese de mujer? — S.° Fue formado su cuerpo de la purísima sangre de la Virgen? — 6.° La carne de
Cristo estuvo en los antiguos padres según algo determinado? — "7.° La carne de Cristo estuvo en
los padres espuesta al pecado?— 8.° Fue diezmada en los lomos de Abraham?

ARTÍCULO I. — ! • > c a r n e d e c r i s t o f u e bien originalmente en A d á n , cuando pecó.


t o m a d a d e A d á n 1 (1) L u e g o h u b i e r a c o n t r a i d o el p e c a d o o r i -
g i n a l , l o c u a l n o c o n v e n í a ala p u r e z a d e
1.° P a r e c e q u e l a c a r n e d e C r i s t o n o C r i s t o . E n s u c o n s e c u e n c i a el c u e r p o d e
fue t o m a d a d e A d á n : p o r q u e d i c e e l C r i s t o n o fue f o r m a d o de l a m a t e r i a t o -
A p ó s t o l ( i C o r . 1 5 , 4 7 ) , el primer hom- m a d a de A d á n .
bre de la tierra terreno, el segundo hom- P o r e l c o n t r a r i o , d i c e el A p ó s t o l
bre del cielo celestial. P e r o e l p r i m e r ( H b r . 2, 16), en ningún lugar tomó á
hombre es A d á n y el s e g u n d o C r i s t o . los ángeles, esto e s , el H i j o de Dios;
Luego Cristo no proviene de A d á n , sino mas tomó la simiente de Abraham. Pero
que t i e n e o r i g e n d i s t i n t o d e é l . l a s i m i e n t e d e A b r a h a m fue t o m a d a d e
2. L a c o n c e p c i ó n d e C r i s t o d e b i ó s e r
a
A d á n . L u e g o el c u e r p o de C r i s t o fue
sobre t o d o m i l a g r o s a ; y m a y o r m i l a g r o formado de la materia tomada de A d á n .
es f o r m a r el c u e r p o d e l h o m b r e d e u n C o n c l u s i ó n . Fue conveniente que Cristo
pedazo d e t i e r r a q u e d e l a m a t e r i a h u - tomase carne de materia derivada de
mana, que viene d e A d á n . L u e g o p a r e c e Adán.
que n o fue c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o t o - R e s p o n d e r e m o s , que Cristo tomó la
mase su c a r n e d e A d á n . P o r c o n s i g u i e n t e n a t u r a l e z a h u m a n a , p a r a purificarla de la
parece q u e el c u e r p o d e C r i s t o n o d e b i ó corrupción. P e r o la naturaleza h u m a n a
formarse d e l a m a s a d e l g é n e r o h u m a n o n o n e c e s i t a b a la purificación, sino s e g ú n
derivada d e A d á n , s i n o d e a l g u n a o t r a q u e e s t a b a m a n c h a d a p o r el o r i g e n v i -
materia. ciado, con q u e descendía de A d á n . P o r
3.° Por un hombre entró el pecado en lo t a n t o fue conveniente que tomase la
este mundo, á s a b e r , p o r A d á n ; p o r q u e carne de la materna derivada de Adán,
todos los e x i s t e n t e s e n é l o r i g i n a l m e n t e para que la naturaleza misma fuera cu-
p e c a r o n , c o m o c o n s t a ( R o m . 5 ) . P e r o , si rada por la asunción.
el c u e r p o d e C r i s t o h u b i e r a s i d o t o m a d o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l s e -
de A d á n , é l m i s m o h a b r í a e x i s t i d o t a m - g u n d o h o m b r e , esto e s , C r i s t o se dice

(1) Refutación directay terminante délas herejíasde Simón, le atribuía « carne antesecular y consustancial al Verbo en el
Cerdon, Marcion, Basílides, los maniquéos, gnósticos y dona- » cielo antes de s u descensoála tierra» ; y de los mennonitas,
tistas, quienes pretendían « ser fantástico el cuerpo de Cristo»; según los cuales a Cristo tomó cuerpo, no de la carne de la
Valentín, que lo suponía « celeste y no de nuestra misma » Virgen, sino de la sustancia misma de Dios. Padre ».
» naturaleza, aunque verdadero hombre » : de Apolinar, que
SOMA T E O L Ó G I C A . . — ' TOKIO IV. 26
402 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULOS I Y II.

ser del cielo, no respecto de la materia como consta ( E x o d . 6 ) ; y María Ma-


corporal, sino en cuanto á la virtud for- dre de Cristo se dice parienta de Santa
madora de su cuerpo, ó también respecto I s a b e l , la cual es hija de Aaron, como
de su misma divinidad (1). Mas según consta ( L u c . 1). L u e g o , como David era
la materia el cuerpo de Cristo fue terre- de la tribu de J u d á , según se ve (Matth.
n o , como también el cuerpo de Adán. 1), parece que Cristo no descendió del
A l 2.° q u e , como se ha dicho ( C . 29, linaje de David.
a. 1, al 2.°), el misterio de la Encarna- 3.° D í c e s e de Jeconías (Jerem. 22,
ción de Cristo es una cosa milagrosa, no 30), escribe que este hombre será estéril,
como ordenada á la confirmación de la pues no habrá de su linaje varón, que se
f e , sino como artículo, de fe : y por eso siente sobre el solio de David; al paso
en el misterio de la Encarnación no se que se dice de Cristo (Is. 9, 7), se sen-
pregunta qué es mayor milagro, como en tará sobre el solio de David. Luego
los milagros que se hacen para la confir- Cristo no fue del linaje de Jeconías, y
mación de la f e ; sino qué es más conve- por consiguiente tampoco del de David;
niente á la sabiduría divina y más con- porque San Mateo hace venir las gene-
ducente para la salvación humana, lo raciones de D a v i d por Jeconías.
cual se requiere en todas las cosas que Por el contrario, dícese ( R o m . 1, 3),
son de fe. O puede decirse que en el mis- que le fue hecho del linaje de David se-
terio de la Encarnación no solo se consi- gún la carne.
dera el milagro por la materia de la con- Conclusión. Por muchas razones se
cepción ; sino más bien por el modo de dice Cristo especialmente hijo de los dos
la concepción y del parto, esto es, por- antiguos padres Abraham y David.
que la Virgen concibió y parió á Dios. Responderemos, que se dice que Cristo
A l 3.° que, como se ha dicho (aquí, y es especialmente hijo de los dos antiguos
C. 4 , a. 6), el cuerpo de Cristo estuvo padres Abraham y David, como se ve
en Adán según su sustancia corporal, es (Matth. 1 ) , de lo cual hay muchas ra-
decir, porque la materia misma del zones : 1. porque á estos se hizo espe-
a

cuerpo de Cristo se deriva de A d á n ; cialmente la promesa de Cristo, pues se


pero no estuvo en él según la razón se- dijoá Abraham ( G e n . 2 2 , 18), en tu si-
minal, puesto que no fue concebido por miente serán benditas todas las naciones
semilla de varón: y por consiguiente no de la tierra, lo cual esplica el Após-
contrajo pecado original, como los de- tol de Cristo, diciendo (Galat. 3 , 16),
mas ( 2 ) , que se derivan de Adán por las promesas fueron dichas á Abraham
la vía del semen viril. y á su simiente: no dice y á las simientes,
como de muchos, sino como de uno, y á
A R T Í C U L O I I . — L a c a r n e «le C r i s t o f u e tu simiente, que es Cristo; y á David fue
t o m a d a d e D a v i d ? (3) ' dicho ( P s . 131, 11), del fruto de tu vien-
tre pondré sobre tu trono; por lo que
1.° Parece que Cristo no tomó su también los pueblos de los judíos, re-
carne de la simiente de David : porque cibiéndole con honores regios, decían
San Mateo haciendo la genealogía de (Matth. 2 1 , 9 ) , gloria al hijo de David.
Cristo la conduce á San J o s é ; pero este L a 2. razón es que Cristo había de ser
a

no fue el padre de Cristo, como se ha rey, profeta y sacerdote ; y Abraham fue


dicho ( C . 28, a. 1 ; y C . 29, a. 2). sacerdote, como se ve por estas palabras,
L u e g o no parece que Cristo descendió que el Señor dijo ( G e n . 15, 9), toma
del linaje de David. para tí (4) una vaca de tres años, etc.
2° Aaron fue de la tribu de L e v í , También fue profeta, según aquello que

(1J Bien puede decirse también el cuerpo de Cristo celes- C 27, a. 2) de la Santísima é Inmaculada Virgen.
tial, esto es, glorioso é incorruptible después de su resurrec- (3) Fausto maniquóo decía que « Cristo no fue de la estirpe
ción, y aun antes en atención á su modo de vivir celeste y » de David según la carne », ó lo que es lo mismo, que « no la
perfecto, según la interpretación del Crisóstomo ( h o m . 42 in i » tomó de la descendencia de David »: herejía manifiesta según
a i í C o i . 1 5 ) ; y Teodoreto añade que puede decirse del cielo, lo espuesto on el a. 1 y en la C. 2S, a. 1 y 2 con referencia i
designando su última venida como juez, para conducir á éí la bula de Paulo IV allí citada en la nota
consigo á los s u y o s . (4) La Vulgata dice (mihi) para mí.
(2) A escepcion (por supuesto y conforme á lo dicho en la
CUESTIÓN XXXI.—ARTÍCULOS II Y I I I . 403

se dice (Gen. 20, 7), es profeta y orará San Gregorio Nacianceno (implic. in
por tí (1) ; y David fue rey y profeta. carm. 38, D e genealog. Christi) y San
La 3. razón es que en Abralíam c o -
a
Agustín ( D e consensu E v a n g . 1. 1, c. 2
menzó primeramente la circuncisión, y en y 1. 2 , c. 3) diciendo que « p o r un de-
David se manifestó sobre todo la elec- » creto supremo sucedió que la raza real
ción de D i o s , según aquello que se dice » se uniera á la sacerdotal, con el fin de
(i Beg. 13, 1 4 ) , el Señor se ha buscado » que Cristo, que es rey y sacerdote, na-
un varón según su corazón. Y por esto » ciese de ambos según la carne». P o r
Cristo es llamado muy especialmente esta razón también Aaron, que fue el pri-
hijo de ambos, para que se demuestre mer sacerdote según la ley, tomó de la
que él es para la salvación tanto á la tribu de Judá en matrimonio á Isabel
circuncisión como á la elección de los gen- hija de Aminadab. A s í pues pudo suce-
tiles. der que el padre de Isabel tuviese alguna
Al argumento 1.° diremos, que esta mujer de la estirpe de D a v i d , por razón
objeción fue del maniquéo F a u s t o , que de la cual la B . V i r g e n , que fue de la
quería probar que Cristo no era hijo de estirpe de D a v i d , fuese parienta de Isa-
David, puesto que no fue concebido de bel ; ó más bien por el contrario que el
San José, hasta quien conduce San Ma- padre de la B . Virgen que era de la raza
teo su genealogía; contra el cual res- de D a v i d , tuviera una esposa de la raza
ponde San Agustín (cont. Faust. 1. 23, de A a r o n ; ó , como dice San Agustín
c. 8 , y c. 9) que, «diciendo el mismo (contra Faust. 1. 2 3 , c. 9), si San J o a -
í> Evangelista que San José es el esposo quin el padre de María fue de la estirpe
» de María y que Cristo es del linaje de de Aaron ( c o m o aseguraba el hereje
» David; ¿ qué resta sino creer que M a - Fausto por ciertos escritos apócrifos), se
íría no fue estraña al parentesco de D a - debe creer que la madre de San Joaquin
» vid, y que ella no ha sido en vano Ua- fue de la estirpe de D a v i d , ó también su
5> mada la esposa de San J o s é á causa de esposa, de tal suerte que por algún modo
»la unión de sus corazones, aunque no digamos que María fue de la estirpe de
»se haya unido á él corporalmente ; y David.
)) que más bien por consideración á la A l 3.° que por aquel pasaje del profe-
» dignidad del varón el orden genealó- t a , como dice San Ambrosio (sup. L u c .
» gico es llevado hasta San J o s é ? » ; y c. 3 super illud, quifuit Salathiel) no se
y después ( c . 9) añade: « así también niega que Jeconías había de tener descen-
spues creemos haber sido María del linaje dientes, y por consiguiente Cristo es de
»de David, porque creemos á las Escri- su progenie. Y el haber reinado Cristo no
ü> tarasque dicen ambas cosas, que Cristo es contrario á la profecía; porque no reinó
» es del linaje de David según la carne, con honor secular, pues él mismo dijo,
»y que María es su Madre, no cohabi- mi reino no es de este mundo.
t a n d o con varón, sino permaneciendo
» virgen » ; pues, como dice San J e -
rónimo (super Matth. c. 1, super illud, ARTÍCULO I I I . — ÍIM genealogía de

Christi generatio sic erat), « de una Cristo e s t á c o n v e n i e n t e m e n t e descrita por l o s


»tribu fueron José y María; por lo cual e v a n g e l i s t a s ? (2)
»la ley le obligaba á recibirla como pa-
» nenta , y por ello se inscribieron jun- 1.° Parece que la genealogía de Cristo
»tos en el censo en B e l é n , como engen- se describe inconvenientemente por los
» drados de una sola estirpe ». evangelistas; pues se dice ( I s . 53, 8) de
Al 2.° que á esta objeción contesta Cristo ¿su generación quién la contará?

I ) Palabras dirigidas á Abimelec, rey do Gerara, cuando


1
(epist. 3 ad Exuperium episcopum Tholosianum), San Gregorio y
andado por Dios restituyese á Abraham su mujer, que aquel Gelasio, é incluidos en el canon de los Libros Santos por el
'eia hermana, le prometió perdonarle á ruegos del mismo Concilio de Trento (ses. 4, decret. 1) : contra Fausto maniquéo,
oraham y por razón de su ignorancia de la verdad, que con no menos impudencia que ignorancia rechazaba como
( i El Concilio 6.° ecuménico aprobó las decisiones de los inconvenientes las genealogías de Cristo según San Mateo y
e Laodicéa (c. 50) y 3.°de Cartago (c. 47), declarando autén- San Lúeas, cuya vindicación es el objeto principal y directo
ras y canónicos los cuatro Evangelios, mandados reconocer de este artículo.
••mismo como inspirados por los sumos pontífices Inocencio I
404 CUESTIÓN X X X I . — ARTÍCULO III.

L u e g o no debió ser narrada la generación damente, según aquello (Rom. 1 3 , 1 ) , las


de Cristo. que son de Dios son ordenadas. Luego
2 . ° E s imposible que un hombre tenga la genealogía de Cristo ha sido escrita por
dos padres; y San M a t e o dice ( c . 1 , 1 6 ) los evangelistas en orden conveniente.
que Jacob engendró á José esposo de Ma- A l argumento 1 . ° diremos que, como
ría , mientras que San Lúeas dice ( c . 3 ) dice San Jerónimo (super Matth. c. 1 ) ,
que José fue hijo de Heli. Luego los dos Isaías habla de la generación de la divi-
sejeontradicen. nidad de Cristo, mientras que San Ma-
3 . ° Parece que están en desacuerdo so- t e o cuenta la generación de Cristo según
bre ciertos puntos : porque San M a t e o , la humanidad; no esplicando el modo de
comenzando su libro por Abraham y des- la Encarnación, porque este es también
cendiendo hasta J o s é , enumera cuarenta 1
inefable, sino enumerando los patriarcas,
y dos generaciones ( 1 ) ; y San L ú e a s de quienes Cristo procede según la carne.
establece después del bautismo de Cristo A l 2 . ° que á esta objeción, que promo-
la generación de e s t e , comenzando por vió Juliano el apóstata, contestan algunos
él y siguiendo el orden de ellas hasta de diverso modo. E n efecto : unos, como
D i o s , distinguiendo hasta setenta y siete, San Gregorio Nacianceno ( A u g . qq.
comprendidos ambos estremos. L u e g o pa- evang. 1 . 2 , q. 5 ) , dicen ser los mismos
rece que describen inconvenientemente la los que ambos evangelistas enumeran,
generación de Cristo. pero bajo diversos nombres, como bino-
4 . ° L é e s e ( i v , R e g . 8 ) que Joram en- mios ( 2 ) . Pero esta suposición es insos-
gendró á O z í a s , á quien sucedió Joas su tenible, porque San M a t e o designa uno
hijo; pero á este sucedió su hijo Amasias, de los hijos de D a v i d , esto e s , Salomón;
después reinó su hijo Azarías, que se mientras que San L ú e a s menciona otro,
llama Ozías, á quien sucedió su hijo J o a - cual es Nathan ( 3 ) , los cuales según la
tam : y San M a t e o dice que Joram en- historia del libro de los R e y e s consta que
gendró á Ozías. L u e g o parece descri- fueron hermanos. P o r esta razón otros
birse inconvenientemente la generación dijeron que San M a t e o formó la verda-
de Cristo, omitiendo en medio tres reyes. dera genealogía de Cristo, y San Lúeas
5 . ° Todos los que son descritos en la la genealogía putativa; por lo cual co-
generación de Cristo tuvieron padres y mienza por estas palabras, ut putabatur
madres, y la mayor parte de ellos tuvie- filius Joseph: porque había algunos de
ron también hermanos. Pero San M a t e o los judíos, que creían que á causa de los
en la generación de Cristo solo enumera pecados de los reyes de Judá no nacería
tres madres, á saber, Tamar, R u t y la Cristo de David por los reyes, sino por
mujer de U r í a s ; y nombra á los herma- alguna otra rama de simples particulares.
nos de J ú d a y de Jeconías, lo mismo que Otros dijeron que San M a t e o distinguió
á Fáres y Zara; de los que San Lúeas los padres carnales, y San Lúeas los p a -
no hizo mención. L u e g o parece que los dres espirituales, esto e s , los varones jus-
evangelistas describieron inconveniente- tos, que son llamados padres por analogía
mente la genealogía de Cristo. de honestidad. Pero San Agustín con-
Por el contrario está la autoridad de testa en el « Libro de las ¡cuestiones del
la Escritura. » antiguo y nuevo Testamento » ( P . 1)
Conclusión. La genealogía de Cristo q. 5 6 ) , que no debe entenderse que se
se describe por los evangelistas en orden diga por San L ú e a s que José es hijo de
conveniente. H e l i , sino que Heli y José fueron padres
Responderemos q u e , como se dice ( i i de Cristo, descendientes de distinta ma-
Tim. 3 , 1 6 ) , toda Escritura sagrada ha nera de David. P o r esta razón se dice
sido inspirada por Dios; y las cosas que de Cristo que se le creía hijo de José y
son hechas por Dios lo son muy ordena- que el mismo Cristo también fue hijo de

(1) Distribuidas en tres series de á catorce: la 1. desde


A
manuscritos (binomios) « de dos nombres ó de doble nombre».
Abraham hasta David, la 2 . hasta la cautividad de Babilonia,
a
(3) Do debe confundirse á este Natán hijo de David con el
y la 3 . hasta Cristo, según hace notar fv. 17) el mismo
a
profeta Natán, que reconvino al mismo santo Rey por su adul-
Evangelista. terio, y era hijo de Betsabeé (i Par. 3 , 5).
(2) La edición de Pádua pone binonymes; las demás con los
CUESTIÓN XXXI. ARTÍCULO III. 405

Heli; como si dijera que Cristo, por la sidera c o m o hijo de Heli. P o r esto dice
misma r a z ó n que se llama hijo de José, San M a t e o , Jacob genuit Joseph; mien-
puede llamarse hijo de Heli y de todos tras que San L ú e a s , que describe la ge-
los q u e d e s c e n d i e r o n de la estirpe de D a - neración legal^ no dice hubiese engen-
vid, como dice el Apóstol ( R o m . 9, 5), drado algún otro. Y , aunque el D a m a s -
de quiénes ( e s t o e s , d e l o s j u d í o s ) descien- ceno diga (Orth. fid. 1. 4 , c. 1 5 ) que la
de también Cristo según la carne. S a n B. Virgen María pertenecía á San José
Agustin (De quajstionihus Evangel. 1. 2 , según aquel orígen/por el cual se dice
q . 5) a c l a r a e s t o d e t r e s m a n e r a s , dicien- su padre Heli, porque dice eme ella des-
do : « t r e s causas se ofrecen, de las que cendía de Melchi; sin embargo debe
s alguna siguió el E v a n g e l i s t a : p u e s ó un creerse que ella traería también su origen
»Evangelista llamó padre de José á de Salomón según algún modo por aque-
» aquel por quien fue engendrado, mas llos padres, que enumera San Mateo, el
T¡ o t r o h a d e s i g n a d o ó á su abuelo mater- cual se dice q u e refiere la generación car-
j> no ó á alguno de sus parientes en línea nal de Cristo, sobre todo diciendo San
i ascendente; ó el u n o era el padre natu- Ambrosio (sup. illud Luc. 3 , qui fuit
»ral de José, mientras que el otro era Salathiel) que Cristo descendió del li-
j> s u p a d r e a d o p t i v o ; ó bien según la eos- naje de Jeconías.
j) t u m b r e d e l o s j u d í o s , habiendo muerto A l 3 . ° que, como dice San Agustin
simo sin t e n e r h i j o s , el otro al recibir la ( D e consensu Evang. 1. 2 , c. 4 ) ,« San
Í esposa d e este á título de pariente, atri- » Mateo se había propuesto insinuar el
íbuyó al y a muerto el hijo que engen- » origen real de la persona en Cristo,
» dró » ; l o c u a l t a m b i é n es un género de » mientras que San L ú e a s el sacerdotal;
adopción l e g a l , como dice el mismo San » por cuya razón en la genealogía de San
A g u s t i n ( D e c o n s e n s u E v a n g e l . 1. 2 , c. 3 ) . » Mateo se significa que nuestro Señor
Esta última causa es la más verdadera, y> J e s u c r i s t o h a t o m a d o n u e s t r o s pecados,
la c u a l d i s t i n g u e también San Jerónimo » es decir, que por su origen carnal tomó
(super M a t t h . c. 1, sup. illud, Jacob au- » la semejanza de la carne del pecado»;
tem genuit Joseph), y Eusebio de Cesá- mientras que San L ú e a s hace notar en la
rea a f i r m a que así lo dejó escrito en su suya la abolición de nuestros pecados, la
Historia eclesiástica ( 1 . 1 , c. 7 ) el histo- cual es producida por el sacrificio de Cris-
riador africano; porque dicen que M a - to. Por este motivo San Mateo enumera
than ( 1 ) y Melchi tuvieron cada uno un las generaciones siguiendo el orden des-
lujo e n distintos tiempos de una misma c e n d e n t e , al p a s o q u e S a n L ú e a s s i g u e el
mujer llamada Esta ( 2 ) ; porque M a - orden ascendente. D e ahí es también que
than, que d e s c i e n d e d e S a l o m ó n , la había San Mateo desciende desde el mismo
tomado primero por esposa y murió de- D a v i d por Salomón, en cuya madre pecó
jando u n solo hijo llamado Jacob : des- aquél; y San L ú e a s ascendió al mismo
pués d e c u y o f a l l e c i m i e n t o , p u e s t o q u e la D a v i d por Nathan, cuyo nombre tenía el
ley n o i m p i d e á l a v i u d a c a s a r s e con otro profeta por quien D i o s espió el p e c a d o de
hombre, M e l c h i , que desciende de M a - David. Y de ahí es también que, puesto
tlian y q u e era de la misma tribu, mas qué San Matéo'quiso significar á Cristo
no d e l a m i s m a f a m i l i a , t o m ó por esposa descendiente á nuestra mortalidad, con-
la v i u d a q u e Mathan había dejado, con m e m o r ó desde el principio de su E v a n g e -
la c u a l tuvo también un hijo llamado lio las generaciones desde A b r a h a m hasta
Heli; y así de p a d r e s diferentes se hacen José y siguiendo el orden d e s c e n d e n t e
Jacob y Heli hermanos uterinos : de los hasta el nacimiento de Cristo m i s m o ;
cuales el primero, esto es, J a c o b , ha- mientras que San L ú e a s no las refiere
biéndose casado por mandato de la ley desde el principio sino desde el bautismo
con l a m u j e r d e H e l i que murió sin hijos, de Cristo, no siguiendo el orden descen-
engendró á J o s é que fue su hijo natural, dente, sino el ascendente, representán-
pero q u e p o r p r e c e p t o de la ley se con- dole sobre todo como sacerdote venido
para la espiacion de los pecados, donde
(1) Así los códices y ediciones más esmerados ; aunque en refiere el testimonio de J u a n diciendo, he
¡%unossc lee Datan.
ahí el que quita los pecados del mundo;
( ) Algunos leen Esca.
2
406 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO III.

mas siguiendo el orden ascendente pasa reposo de la vida futura, pues seis veces
á Abraham y llega á D i o s , con quien so- siete son cuarenta y dos. P o r otra parte
mos reconciliados por la purificación y el número catorce, puesto que proviene
espiacion. E l también tomó con razón de la suma de diez y cuatro , puede tener
el origen de adopción, puesto que somos la misma significación que la que se atri-
hechos hijos de Dios por adopción; mien- buye al número cuarenta, que resulta de
tras que el Hijo de Dios fue hecho hijo la multiplicación de estos dos mismos
del hombre por la generación carnal. P o r números. Pero el número, de que se sirve
otra parte demostró suficientemente que San Lúeas en la genealogía de Cristo,
él no había llamado' á José hijo de Heli, significa la universalidad de los pecados;
porque fuera engendrado por este; sino porque el número diez como- número de
porque había sido adoptado por é l , pues- justicia se manifiesta en los diez precep-
to que dice que A d á n es hijo de Dios, tos de la ley. Pero el pecado es la trans-
habiendo sido creado por Dios. E l n ú - gresión de la ley, y la transgresión del
mero cuadragenario también pertenece al número diez es el once. E l número siete
tiempo de la vida presente á causa de las significa universalidad, puesto que todo
cuatro partes del mundo, en el que pasa- el tiempo transcurre por períodos de
mos nuestra vida mortal bajo el reinado siete dias : y , como siete veces once
de Cristo. Pero dicho número cuarenta son setenta y siete, así este número
contiene cuatro veces el número diez, y significa la universalidad de los pecados,
el número diez es producido por la suma que son destruidos por Cristo.
desde el uno al cuatro siguiendo la pro- A l 4.° que, como dice San Jerónimo
gresión aritmética. Podría referirse tam- (sup. Matth. c. 1, sup. illud, Joram au-
bién el número diez al Decálogo y el tem genuit, e t c . ) , « puesto que el rey Jo-
número cuatro á la vida presente ó á los » ram se había mezclado con la raza de
cuatro Evangelios, según los cuales Cris- » la m u y impía J e z a b e l , por este motivo
to reina en nosotros. P o r esto San M a - » su memoria se borra hasta la tercera
teo, recomendando la persona real de » generación, para que no figurase en el
Cristo, enumeró cuarenta personas, sin » orden de la santa natividad ». Así, co-
contar á él mismo. M a s esto debe en- mo dipe el Crisóstomo ( h o m . in Mattli,
tenderse, si el mismo J e c o n í a s , que se in oper. imperf.), « cuanta bendición fue
menciona al fin del segundo cuaternario, » sobre J e h ú , que se había vengado de
es el mismo que el que figura en el prin- » l a casa de A c a b y J e z a b e l , tanta fue
cipio del tercero, como quiere San A g u s - » la maldición sobre la casa de Joram á
tín ( i b i d . ) , quien dice que se ha hecho » causa de la hija del impío Acab y
esta repetición para significar que en J e - » J e z a b e l , de manera que sus hijos que-
conías se produjo cierta declinación hacia y> den escluidos d e l n ú m e r o de los Eeyes
las gentes estrañas, cuando tuvo lugar x> hasta la cuarta generación, según estas
la transmigración á Babilonia, lo cual I> palabras ( E x o d . 20), vengaré la iniqíd-
también anunciaba con anticipación que » dad de los padres sobre los hijos hasta
Cristo iría de la circuncisión al prepu- 7> la tercera y cuarta generación ». Ade-
cio. Mas San Jerónimo dice ( s u p . illud mas debe observarse que también los
Matth. 1, et post transmigrationem), otros reyes, que entran en la genealogía
que hubo dos Joaquines, esto e s , J e - de Cristo, fueron pecadores ; pero no fue
conías, que son el padre y el hijo ; los continua su impiedad; porque, como se
cuales el uno y el otro están compren- dice (in lib. Qusestionum veteris et noví
didos en la genealogía de Cristo, para Testamenti, q. 8 1 ) , « S a l o m ó n quedó
que las generaciones por el Evangelista » sobre el trono por el mérito de su padre,
designadas sean distinguidas en tres cate- » y Eoboam por el mérito de Asa su
gorías de catorce cada una, las cuales se x> hijo. P e r o la impiedad de estos tres fue
elevan á cuarenta y dos personas. E s t e , *> constante ».
número también conviene á la santa I g l e - A l 5° que, como dice San Jerónimo
sia ; porque es producido por el número (sup. Matth. c. 1, sup. illud, Judas, ge-
seis que significa el trabajo de la vida nuit, e t c . ) , « en la genealogía del Salva-
presente y el número siete que indica el » dor no se encuentra ninguna de las san-
C U E S T I Ó N X X X I . — A R T Í C U L O S III Y IV. 407

»tas mujeres, sino las que la Escritura que es perfecto en la naturaleza humana.
x> reprende; para que el que había veni- Luego parece que no debió tomar de la
3>do por los pecadores, al nacer de peca- mujer la carne, sino más bien de varón,
» dores, borrase los pecados de todos». como Eva fue formada de la costilla del
Así se menciona á Thamar, que es vitu- varón.
perada por su iucesto (1); á Raab, que 2.° Cualquiera que es concebido de la
fue una mujer pública; á Ruth, que fue mujer está encerrado en su seno. Pero
una mujer de raza estranjera; á Bersa- no conviene que Dios, que llena el cielo
beé, mujer de Urías, que fue adúltera, y la tierra según el profeta (Jerem. 23),
la cual sin embargo no es designada por se encierre en el pequeño seno de una
su nombre propio, sino por el de su es- mujer. Luego parece que no debió ser
poso, ya á causa de su pecado que la concebido de mujer.
hizo cómplice de adulterio y homicidio, 3.° Los que son concebidos de mujer
ya también porque al nombrar á su ma- contraen cierta impureza ; por cuya ra-
rido venga á la memoria el pecado de zón se dice (Job. 25, 4) ¿por ventura
David. Y, puesto que San Lúeas se pro- puede justificarse el hombre comparado
pone designar á Cristo como espiador de con Dios, ó comparecer limpio el nacido
los pecados, no hace mención de tales de mujer ? Pero en Cristo ninguna im-
mujeres: pero cita los hermanos de Judá, pureza debió existir; porque él mismo
para manifestar que pertenecen al pueblo es la sabiduría de Dios, de la que se dice
de Dios ; mientras que Ismael, hermano (Sap. 7, 25), nada manchado cae en ella.
de Isaac, y Esaú, hermano de Jacob, ha- Luego parece que no debió tomar carne
biendo sido separados del pueblo de Dios, de la mujer.
no hay mención de ellos en la genealogía Por el contrario, di cese (Galat. 4, 4),
de Cristo: y lo hace también así, para Dios envió á su Hijo, hecho de mujer.
destruir el orgullo de su nacimiento; por- Conclusión. Fue convenientísimo que
que muchos de los hermanos de Judá Cristo tomase carne de una mujer, para
tuvieron madres esclavas, y sin embargo ennoblecer así á toda la naturaleza hu-
todos eran simultáneamente patriarcas y mana y confirmar mejor la verdad de su
jefes de tribus. En cuanto á Fáres y Encarnación.
Zara son nombrados juntos, como dice Responderemos que, aunque el Hijo
SanAmbrosio (sup. Luc. c. 3, sup. illud, de Dios pudo tomar la carne humana de
quifuit Pfiares), porque ellos represen- cualquiera materia que hubiese querido,
tan la doble vida de los pueblos : la una sin embargo fue muy conveniente que la
según la ley, que está representada por tomara de una mujer : 1.° porque por
• Zara; y la otra según la fe , que lo está esto toda la naturaleza humana fue en-
por Fáres. Habla de los hermanos de noblecida ; por lo cual dice San Agustín
Jeconías, porque todos remaron en di- (lib. 83, qq. 11): <rla liberación del
versos tiempos, lo cual no había sucedi- »hombre debió manifestarse en uno y
do con otros reyes; ó porque su iniqui- » otro sexo : luego, puesto que convenía
dad y miseria fueron semejantes. » que Cristo tomase el sexo del hombre,
que es el más noble; convenía que la li-
ARTÍCULO IV. — Fue conveniente que » beracion del sexo femenino se manifes-
Cristo n a c i e r a d e u n a m u j e r ? ¡2) »tase en haber nacido de una mujer ».
2.° Porque por esto se confirma la verdad
1.° Parece que la materia del cuerpo de la Encarnación ; por lo que dice San
de Cristo no debió ser tomada de una Ambrosio (lib. De incarnat. c. 5) : « mu-
mujer: porque el sexo masculino es más » chas cosas encontrarás en Cristo con-
noble que el sexo femenino ; y fue con- » formes á la naturaleza y superiores á
veniente sobre todo que Cristo tomase lo sella ; pues conforme á la condición de

(1) Por haberse u n g i d o meretriz, sentándose en una encru- (2) Apeles pretendía heréticamente que « Cristo no tomó
cijada, por donde había de'pasar su suegro Judas, con el ob- » su carne de madre, sino de los elementos » ; y análogos e r -
jeto de tener coito con él, aunque no por liviandad, sino porque rores sostenían Cerdon, Valentín y los mennonitas, según y a
se negaba á darla por marido á su hijo Sela, á lo que se creía queda espuesto en la nota 5S0.
con derecho según la l e y .
408 CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO IV.

3> la naturaleza estuvo en el seno, esto es, Í carne en el seno de su madre al mismo
» del cuerpo d é l a mujer, y superior á Hijo de D i o s , como si no existiera fuera
» ella el haber concebido y engendrado » de él y como si hubiera abandonado el
» una virgen ; para que creyeses que era » gobierno del cielo y de la tierra y se
x> Dios el que renovaba la naturaleza y D alejase de su Padre. Pero vosotros, ma-
» hombre el que nacía de hombre con- » niquéos, no comprendéis enteramente
» forme á la condición natural3>. Tam- 3> estas cosas, por ese espíritu con que
bién dice San Agustín epist. ad Volu- x> no pensáis sino en fantasmas corpora-
sianum, 137 ó 3) : « s i Dios omnipoten- x> les 3>; porque, como dice (ep. ad Volu-
» t e críase al hombre formado de cual- sianum, 137), « esta es la idea de los
x> quier materia, no del útero materno, x> hombres que no son capaces de conce-
» sino presentándolo repentinamente á la » bir más que cuerpos, de los que nin-
» vista, ¿ no confirmaría la opinión erró- » guno puede estar todo en todas partes,
3> n e a , dando lugar á que se creyese no 3> puesto que es necesario que tenga cada
x> haber tomado de modo alguno al hom- 3> porción de las innumerables partes dis-
x> bre verdadero ? y , haciéndolo todo ad- 3> tinto lugar. E l alma es bien distinta de
B mirablemente ¿ suprimiría lo que ha 3> la del cuerpo : cuánto más la de Dios,
hecho misericordiosamente ? Mas ahora x> que es el criador del alma y del cuerpo
» de tal manera apareció mediador entre 3> y sabe estar en todas partes y no estar
» Dios y el hombre que adunando ambas x> contenido en lugar alguno, ha sabido
» naturalezas en la unidad de la perso- 3> venir sin alejarse de donde estaba, y
» na sublimase con lo insólito lo ordina- 3> ausentarse sin abandonar el lugar de
x> rio, atemperando aquello con esto 3>. 3> donde había venido 3>.
3.° Porque por este modo se completa A l 3.° que en la concepción del hom-
toda la diversidad de la generación hu- bre, que nace de la mujer, no hay algo
mana ; pues el primer hombre fue hecho inmundo, en cuanto es obra de Dios; por
del fango de la tierra sin varón y. sin mu- cuya razón se dice (Act. 10, 15), lo que
j e r , y E v a fue hecha de varón sin mu- Dios creó (1) no lo llames tú común,
jer , mas los demás hombres nacen de va- esto e s , inmundo. Sin embargo hay allí
ron y mujer. Por consiguiente quedaba alguna impureza, que proviene del pe-
un cuarto modo propio á Cristo, cual era cado, según que uno es concebido con
el nacer de mujer sin varón. concupiscencia por la unión del hombre
A l argumento 1.° diremos q u e , puesto y de la mujer; la cual sin embargo no
que el sexo masculino es más noble que tuvo lugar en Cristo, como se ha mani-
el femenino, por eso tomó la natura- festado ( C . 29, a. 2). Esto no obstante, si
leza humana en el sexo masculino. Sin hubiese allí alguna inmundicia, no se
embargo, para que no se despreciara el habría manchado por ella el Verbo de
sexo femenino, fue conveniente que t o - D i o s , que en manera alguna es suscepti-
mara la carne del cuerpo de una mujer. ble de cambio ó alteración. P o r esta ra-
P o r esta razón dice San Agustín (lib. zón dice San Agustín (lib. D e quinqué
D e agone christiano, c. 11) : « varones, hasresibus (2), c. 5) : « Dids el criador
i> no queráis despreciaros á vosotros mis- 3> del hombre, hijo del hombre, dice:
» mos ; el Hijo de Dios tomó forma de 3> ¿ qué hay en mi nacimiento que te in-
» varón. Mujeres, no queráis desprecia- 3> quieta ? no he sido concebido por la
» ros á vosotras mismas; el Hijo de Dios 3> concupiscencia y da pasión ; yo creóla
3> nació de mujer ». madre, de la que he nacido. Si el rayo
A l 2.° que, como dice San Agustín 3> solar sabe desecar las inmundicias
(cont. Paust. 1. 2 3 , c. 10) á Fausto, que 3> de las cloacas, no sabe mancharse con
le hacía esta objeción , « l a fe católica, x> ellas, ¿ cuánto más puede limpiar el
x> que cree que Cristo Hijo de Dios ha x> esplendor de la luz eterna, donde quie-
» nacido de una virgen según la carne, 3> ra que dirija sus rayos, sin que se pue-
3> no encierra en manera alguna según la 3> da manchar él mismo ?

(1) La Vulgata puri/lcavit. un apostrofe á los maniquéos, que no reconocían en Cristo sino
un cuerpo fantástico.
(2) Paganos, judíos, maniquéos, sabelianos y arríanos: es
CUESTIÓN xxxi. — A R T Í C U L O V. 4Ó9

ARTÍCULO V. — ¿ E I c u e r p o <io c r i s t o tural en la generación de un ser animado


fue f o r m a d o do l a purísima sangre de l a la mujer suministra la materia y del
Virgen? (1) hombre es el principio activo en la gene-
ración , como lo prueba el Filósofo (De
1.° Parece que la carne de Cristo no generatione animalium, 1. 1, c. 19, 20
fue concebida de la purísima sangre de y 21): pero la mujer, que concibe con el
la Virgen, porque se lee (Collecta) (2) concurso del hombre, no es virgen ; y
que Dios quiso que su Verbo tomase su por eso pertenece al modo sobrenatural
carne de una virgen. Es así que la carne de la generación de Cristo que el princi-
difiere de la sangre de la Virgen. Luego pio activo en aquella generación fuera la
el cuerpo de Cristo no ba sido tomado virtud sobrenatural divina; y al modo
de la sangre de la Virgen. natural de la (3) generación pertenece
2.° Así como la mujer fue formada que la materia, de la que fue concebido
milagrosamente del hombre, así el cuer- su cuerpo, sea conforme á la materia, que
po de Cristo fue formado milagrosamente las otras mujeres suministran para la
de la Virgen. Mas no se dice que la mu- concepción de la prole. Pero esta materia
jer ha sido formada de la sangre del hom- según el Filósofo (De generatione ani-
bre, sino más bien de la carne y de los malium, 1. 1, c. 19) es la sangre de la
huesos de este, según aquello (Gen. 2, mujer, no cualquiera, sino elaborada
23), esto ahora hueso de mis huesos y car- hasta cierta completaformacionmediante
ne de mi carne. Luego parece que~ tam- la virtud generatriz de la madre ( 4 ) ,
poco el cuerpo de Cristo debió ser formado para que sea materia apta para la con-
de la sangre déla Virgen, sino de sus cepción ; y por esto, de tal materia jue
carnes y de sus huesos. concebido el cuerpo de Cristo.
3.° El cuerpo de Cristo fue de la mis- Al argumento 1.° diremos, que la B.
ma especie que los cuerpos de los otros Virgen, habiendo sido de la misma natu-
hombres; y los cuerpos de estos no son raleza que las otras mujeres, es consi-
formados de la purísima sangre, sed ex guiente que tuvo carne y huesos de la
semine et sanguine menstruo. Luego pa- misma naturaleza. Pero las carnes y los
rece que tampoco el cuerpo de Cristo huesos son en otras mujeres las partes
fue concebido de la purísima sangre de la actuales del cuerpo,,de las que se consti-
Virgen. tuye la integridad del cuerpo ; y por lo
Por el contrario, dice San Juan Da- tanto no pueden sustraerse sin la corrup-
masceno (Orth. fid. 1. 3, c. 2) que « el ción del cuerpo ó su disminución : mas
» Hijo de Dios formó para sí mismo de Cristo, que había venido á reparar lo
»la castísima y purísima sangre de la corrompido, no debió inferir corrupción
» Virgen una carne animada por un alma ni disminución á la integridad de su Ma-
oracional». dre, como se ha dicho (C. 28, a. 1 y 2).
Conclusión. El cuerpo de Cristo fue Y por tanto no debió formarse el cuerpo
concebido según el modo natural de la ge- de Cristo de la carne, ó de los huesos de
neración de la sangre purísima de la la Virgen, sino de la sangre, que aún no
Virgen,predispuesta al efecto mediante es parte en acto, sino que es toda po-
su virtud generativa. tencia, como se dice (De gener. anima-
Responderemos, que según lo dicho lium, 1. 1, c. 18 y 19). Por esta razón se
(a. 4) en la concepción de Cristo fue dice haber tomado la carne de la Virgen;
conforme con la condición de la natura- no que la materia de su cuerpo haya sido
leza el haber nacido de mujer, pero su- carne en acto, sino su sangre, que es carne
perior á tal condición el haber nacido de en potencia.
una virgen. Mas según la condición na- Al 2.° que, como se ha dicho en la

(1) Así consta de los concilios i." de Efeso (c. 13), calcedo- ni en las ediciones más correctas.
nense y de Lctran (can. 3 v 4) bajo Marlino I. (4) MatrU según la mayoría de las ediciones i aunque Kico-
(2) En la fiesta de la Anunciación y que también se repite lai repone maris (del macho ó varón) según la letra de Aristó-
en todo el Adviento: Dcus, qui de B. Mariat Virginis ulero Veroum teles y aun de algunos manuscritos; debiendo siempre e n t e n -
'««m... caracul susclpere valuislt,... derse que el Espíritu Santo dispuso la tal materia de modo que
(3) Redunda en algunas ediciones (inclusa la áurea) el g e - supliese en la madre la virtud viril.
nitivo determinante ejus, que no se encuentra en códice alguno
410 CUESTIÓN X X X I . — ARTÍCULOS V Y VI.

1. P., ( C . 92, a. 3 , al 2.°), Adán,puesto


a
formatus in prolem. Y por esto se dice
que había sido instituido como cierto haber sido formado el cuerpo de Cristo
principio de la naturaleza humana, tenía de la castísima y purísima sangre de la
en su cuerpo algo de carne y de hueso, Virgen.
que no pertenecía á la integridad perso-
nal del mismo, sino solo en cuanto era A R T Í C U L O V I . — ¿ E I c u e r p o cíe cwsio
el principio de la naturaleza humana ; y e s t u v o e n l o s a n t i g u o s p a d r e s s e g ú n a l g o de-
de tal carne fue formada la mujer sin t e r m i n a d o ? (2)
detrimento del hombre. Pero en el cuer-
po de la Virgen nada hubo parecido, de 1.° Parece que el cuerpo de Cristo es-
lo que pudiera formarse el cuerpo de tuvo según algo determinado en Adaii y
Cristo sin corrupción del cuerpo materno. en los otros padres: porque dice San
A l 3.° quod semen fœminaj non est A g u s t í n (sup. Gen. ad litt. 1. 10, c. 19y
generationi aptum, sed est quiddam im- 2 0 ) que la carne de Cristo estuvo en
perfectum in genere seminis, quod non Adán y Abraham según la sustancia cor-
potuit perduci ad perfectum seminis com- poral (3). Pero la sustancia corporal es
p l e m e n t a n propter imperfectionem vir- cierta cosa determinada. L u e g o la car-
tutis fceminaí. E t ideo tale semen non est ne de Cristo estuvo en Adán y Abraham
materia que de necesidad se requería y otros padres, según algo determinado,
para l a concepción, como dice el Filóso- 2.° S e dice (B,om. 1 , 3 ) que Cristo fue
fo ( D e générât, animalium, 1. 1, cap. 19 hecho según la carne de la sangre de Da-
a med. ) ; y así en la concepción del cuer- vid. Pero el semen de David fue algo de-
po de Cristo no medió principalmente terminado en el mismo. Luego Cristo fue
porque, aunque sea imperfecto, in gene- en David según algo determinado y por
re seminis, resuélvese empero con cierta la misma razón en los otros padres.
concupiscencia, lo mismo que el semen 3.° Cristo tiene afinidad con el género
maris. Pero en aquella virginal concep- humano, en cuanto tomó la carne del
ción la concupiscencia no pudo tener lu- género humano (4). P e r o , si aquella
gar. A s í que dice el Damasceno ( Orth. carne no fue en Adán según algo deter-
fid. 1. 3 , cap. 2 , y 1. 4 , cap. 15), que el minado, parece no tener afinidad alguna
cuerpo de Cristo fue concebido no se- con el género humano, que se deriva de
minalmente (1). Sanguis autem mens- A d á n , sino más bien con otras cosas, de
truus, quem feminas per singulos menses donde fue tomada la materia de su carne.
emittunt, impuritatem quamdam natura- L u e g o parece que la carne de Cristo es-
lem habet corruptionis ; sicut et cœterte tuvo en Adán y en los otros padres según
superfluitates, quibus natura non indiget, algo determinado.
sed eas expellit. E x tali autem menstruo Por el contrario, dice (5) San Agus-
corruptionem habente, quod natura ré- tín (sup. Genes, ad litt. 1. 10, cap. 19 y
pudiât, non formatur conceptus : sed hoc 20) ; « de cualquiera manera que haya
est purgamentum. quoddam illius puri » estado Cristo en A d á n , Abraham y loa
sanguinis, qui digestione quadam est » otros padres, lo estuvieron también los
prEeparatus ad conceptum quasi purior et » demás hombres, mas no recíprocamen-
përfectior alio sanguine. H a b e t tamen im- » te ». Pero los demás hombres no estu-
puritatis libidinis in concepiione aliorum vieron en Adán y Abraham según algu-
hominum, in quantum e x ipsa commix- na materia señalada, sino solamente se-
tione maris et feminœ talis sanguis ad gún el origen, como se ha demostrado en
locum generationi congruum attrahitur. la 1. Parte ( C . 119, a. 2 , al 4.°). Luego
a

Sed hoc in conceptione Christi non fuit, tampoco Cristo estuvo en Adán y Abra-
quia operatione Spiritus Sancii talis san- ham según algo determinado, y p ^ o r

guis in utero Virginia adunatus est et misma razón tampoco en los otros padres.

t i ) O (lo qué es lo mismo y más claro según los modernos (3) Corpulentam subsleniationem ó según el testo literal da
intérpretes) sine semine. San A g u s t í n (c. 20 y no 1 9 ) subslanliam cmporalem, q«
(2) Lo que aquí se indaga es si existió en el cuerpo de Adán también llama después visibilis corpuleníia.
ó de alguno de sus descendientes progenitores de Cristo al- (4) De aquí el llamarnos él mismo [llcbr. 2, 12) hermano'-
guna partícula de sustancia ó materia, de l a q u e precisamente (5) En términos equivalentes en cuanto al senttdo} n 0

había de formarse á su tiempo el cuerpo del Salvador. presa y literalmente.


CUESTIÓN XXXI.—ARTÍCULOS V i Y Vtf. 411

Conclusión. El cuerpo de Cristo no el cuerpo de Cristo por la virtud seminal


estuvo en Adán ni en otros padres en al- derivada de Adán. P o r lo tanto se dice
guna determinada partícula de la sustan- que Cristo fue en Adán originalmente
cia de sus cuerpos; sino solo según el orí- según la sustancia corporal, mas no se-
gen, como los cuerpos de los demás hom- gún la razón seminal.
bres. A l 2.° que aunque el cuerpo de Cristo
Responderemos que, como se ha dicho no estuvo en Adán y en otros patriar-
(a. 5), la materia del cuerpo de Cristo no cas según la razón seminal, sin embargo
fue la carne y hueso de la B . Virgen ui el cuerpo de la B . Virgen, que fue con-
algo que haya sido en acto una parte de cebido ex semine maris (2) estuvo en
su cuerpo, sino la sangre que es la carne Adán y en los otros padres según la razón
en potencia. Pero todo lo que la B . Vir- seminal ( 3 ) ; y por eso por medio de la
gen recibió de sus padres fue en acto una B . Virgen se dice que Cristo según la
parte de su cuerpo: por consiguiente lo carne es originalmente de la sangre de
que recibió de ellos no fue materia del David.
cuerpo de Cristo; y por lo tanto debe A l 3.° que Cristo tiene afinidad con el
decirse que el cuerpo de Cristo no estuvo género humano según la semejanza de la
en Adán y otros padres según algo deter- especie. Pero la semejanza de la especie
minado, de manera que se pudiera desig- se considera, no según la materia remo-
nar determinadamente una parte del t a , sino según la materia próxima y se-
cuerpo de A d á n ó de otro cualquiera, gún el priucipio activo, que engendra lo
para decir que de esta materia debió ser semejante á sí en la especie. A s í pues la
formado el cuerpo de Cristo; sino que afinidad de Cristo con el genero humano
estuvo allí según el origen, como la carne se conserva suficientemente, por lo mis-
de los demás hombres; porque el cuerpo mo que el cuerpo de Cristo fue formado
de Cristo tiene relación con Adán y de- de la sangré de la V i r g e n , derivada ori-
mas padres mediante el cuerpo de su Ma- ginalmente de Adán y de los otros pa-
dre. Por esta razón de ningún otro modo dres. P o r otra parte no importa á esta
estuvo en los patriarcas el cuerpo de afinidad de dónde fuera tomada la mate-
Cristo que el. cuerpo de su Madre, el cual ria de esta sangre, como tampoco la g e -
no estuvo en ellos según la materia de- neración de los otros hombres, según se
terminada, como tampoco los cuerpos de ha dicho en la 1. Parte (C. 118, a. 1).
a

los demás hombres (1), según se ha dicho


en la 1. Parte (C. y a. ult. al 4.°).
a

A R T Í C U L O V I I . — <•«• c o m o d e c r i s t o
Al argumento 1.° diremos q u e , cuando e s t u v o e n l o s p a d r e s s o m e t i d a a l p e c a d o ? (4)
se dice que Cristo fue en Adán según la
sustancia corporal, no debe entenderse 1.° Parece que la carne de Cristo no
que el cuerpo de Cristo fue en Adán fue manchada por el pecado en los anti-
cierta sustancia corporal; sino que tal guos padres : porque se dice (Sap. 7) que
sustancia de Cristo, esto es j la materia en la divina sabiduría nada manchado
que tomó de la V i r g e n , fue en Adán co- cae; y Cristo, es la sabiduría de Dios,
mo en el principio activo, pero no como como se dice (i Cor. 1). Luego su carne
en el principio material; esto e s , que por jamas fue manchada por el pecado.
la virtud generativa de Adán y de todos 2.° San Juan Damasceno dice (Orth.
los que descienden de él hasta la B . Vir- fid. 1. 3 , c. 2 y c. 1 1 ) que Cristo tomó
gen se hizo que aquella materia se prepa- las primicias de nuestra naturaleza. Pero
rase para concebir el cuerpo de Cristo, en el primer estado la carne humana no
"ero aquella materia no fue formada en estaba inficionada por el pecado. Luego

(1) Galatinoyatgunosotrospretendían(erróneamentesegun (3) Virtud activa existente en el semen paterno parala for-»
Silvio) que Dios había designado en Adán cierta parte de su macion del feto.
sustancia, que fue pasando ó siendo transmitida de unos en (4) O infecta del pecado, esto es ¿ existió en la carne de los
otros de sus descendientes directos separadamente y con su padres ó progenitores de Cristo alguna porción inmune de p e -
primitiva determinación, hasta que de ella fue formado el cado, de la que había de formarse el cuerpo de Cristo? La con
cuerpo de Cristo. testación á esta pregunta debe ser negativa según la doctrina
(2) Nomitfris, cual equivocadamente se v e en algunos ejem- aquí sentada.
plaáes.
4Í2 CUESTIÓN X X X l . — A R T Í C U L O Vil.

la carne de Cristo no fue inficionada ni pretesto de que la carne de Cristo según


en A d á n ni en los otros padres. que existió en él no estuvo sometida al
3.° Dice San Agustín (super. Gen. ad pecado, se pensase que en Adán y en los
litt. 1. 10, c. 20) que « la naturaleza hu- otros padres hubo alguna parte de su
» mana siempre tuvo con la herida la me- cuerpo que no fue sometida al pecado, de
» dicina de la herida ». Pero lo que está la cual se formase después el cuerpo de
inficionado no puede ser medicina de la Cristo, como algunos supusieron, cosa que
herida, sino que más bien necesita del no puede ser: 1.° porque la carne de Cristo
remedio. L u e g o siempre hubo en la natu- no existió en Adán y en los otros padres,
raleza humana algo inficionado, de lo según algo particular, que pudiera distin-
que fue formado después el cuerpo de guirse del resto de su carne, como lo
Cristo. puro de lo impuro, según se ha dicho
Por el contrario: el cuerpo de Cristo (ibid.); 2.° porque, como la carne huma-
no se refiere á Adán y á los otros padres na se inficiona con el pecado, por ser
sino por mediación del cuerpo dé la B . concebida por la concupiscencia ; así co-
V i r g e n , de la que tomó la carne. Pero mo toda la carne de algún hombre es
el cuerpo de la B . Virgen fue todo con- concebida por la concupiscencia, así tam-
cebido en pecado original (1), como se bién toda ella se mancha por el pecado.
ha dicho ( C . 14, a. 3 , al 1.° y C. 27, a. 2); Por lo tanto debe decirse que toda la
y por tanto también, según que existió carne de los antiguos padres estuvo so-
en los padres estuvo sometido al pecado. metida al pecado y que no existió en ellos
L u e g o la carne de Cristo según que algo que estuviera impune del pecado, de
existió en los padres, estuvo sometida al lo que se formara después el cuerpo de
pecado. Cristo.
Conclusión. Toda la carne de los an- A l argumento 1.° diremos que Cristo
tiguos padres estuvo infecta del pecado; no tomó la carne del género humano su-
mas no la carne misma de Cristo en su jeta al pecado, sino purificada (2) de
propio cuerpo. toda infección de pecado ; y por lo tanto
Responderemos que, cuando decimos nada manchado cae en la sabiduría de
que Cristo ó su carne existió en Adán y Dios.
en los otros padres, lo comparamos á él A l 2.° que se dice que Cristo tomó las
ó á su carne con Adán y los otros pa- primicias de nuestra naturaleza en cuan-
dres. Pero es evidente que la condición to á la semejanza de la condición, es de-
de los padres fue otra que la de Cristo; cir, porque tomó una carne no inficiona-
porque los padres estuvieron sometidos da por el pecado, como lo había sido la del
al pecado, mientras que Cristo estuvo hombre antes del pecado, mas no se en-
enteramente exento de él. L u e g o se tiende esto según la continuidad de la
puede incurrir en error de dos maneras pureza, esto e s , de manera que aquella
en esta comparación: 1. atribuyendo á a
carne del primer (3) hombre se conser-
Cristo ó á su carne la condición de los vase inmune del pecado basta la forma-
padres, como si dijéramos que Cristo pecó ción del cuerpo de Cristo.
en A d á n , porque existió en él de algún A l 3.° que en la naturaleza humana
modo, lo cual es falso : porque no existió antes de Cristo había una herida, esto
en Adán de manera que su pecado lle- es, la infección del pecado original en
gase á Cristo, puesto que no se deriva a c t o ; pero la medicina de la herida no
de él según la l e y de la concupiscencia ó .estaba allí en acto, sino solo según la
según la razón seminal, como se ha dicho virtud del origen, según que había de
( a / 6, al 1.°; y C. 15, a. 1, al 2.°); ser propagada por aquellos padres la car-
2 . atribuyéndole la condición de Cristo
a
ne de Cristo.
ó de su carne á lo que existió en acto en
los padres, como si por ejemplo bajo

(1) V. las notas 3 y 4 de la pág. 375 y la 3 de la 373 al prin- cuerpo de Cristo ; pues en esta, así individualmente consii
cipio. rada, nada había ya de que pudiera ser purificada.
(2) Entendiéndose la carne así en general ó en común, que (3) Primi, aunque en la áurea y alguna otra edición se 1
fue en efecto desinfeccionada en la parte de que se formó el purí, lo que no parece aceptable.
CUESTIÓN XXXI. — ARTÍCULO VIII. 413

ARTÍCULO V I I I . — F U C d i e z m a d o (i) docio levítico, porque Abraham dio diez-


Cristo e n l o s l o m o s d e Afora h a m ? mos á Melchisedec, existiendo aún en
sus lomos L e v í , á quien pertenece el sa-
l.° Parece que Cristo fue diezmado en cerdocio legal. P e r o , si Cristo hubiera
los lomos de A b r a h a m : porque dice el sido también diezmado en Abraham, su
Apóstol (Hebr. 7) que L e v í biznieto de sacerdocio no sería según el orden de
Abraham fue diezmado en Abraham, Melchisedec, sino menor que este. P o r
puesto que aún estaba en los lomos de lo tanto debe decirse que Cristo no fue
este patriarca, cuando daba el diezmo á diezmado en los lomos de Abraham como
Melquisedec. Pero de la misma manera L e v í ; porque, como el que da el diezmo
Cristo estaba en los lomos de Abraham, guarda nueve partes para él y da á otro
cuando este dio diezmos. Luego también la décima, lo cual es un signo de perfec-
el mismo Cristo fué diezmado en Abra- ción , en cuanto es en cierto modo el tér-
ham. mino de todos los números que hay hasta
2.° Cristo es del linaje de Abraham el diez ; de ahí resulta que el que da
según la carne, que recibió de su Madre. diezmos se protesta imperfecto y que
Es así que su Madre fue diezmada en atribuye á otro la perfección. Pero la im-
Abraham. L u e g o por igual razón Cristo. perfección del género humano existe á
3.° « Diezmábase en Abraham lo que causa del pecado, que necesita de la per-
»necesitaba de curación » , como dice fección, del que cura el pecado. Mas cu-
San Agustín (super Gen. ad litt. 1. 10, rar el pecado es propio de solo Cristo;
c. 20). Pero necesita de curación toda porque él es el cordero que quita los pe-
carne sometida al pecado. L u e g o habien- cados del mundo, como se dice (Joan. 1).
do estado la carne de Cristo sujeta al Melquisedec era la figura de é l , como lo
pecado, como se ha dicho (a. 7 ) , parece prueba el Apóstol (Hebr. 7). Luego por
que la carne de Cristo fue diezmada en lo mismo que Abraham dio el diezmo á
Abraham. Melquisedec, se prefiguró á sí mismo
4.° Esto no parece atacar en manera como concebido en pecado y que todos
alguna á la dignidad de Cristo : pues los que de él habían de descender, por
nada impide que, dando el padre de un cuanto contraerían el pecado original t e -
pontífice diezmos á un sacerdote, su hijo nían necesidad de la curación, que es por
sea un pontífice más grande que este sim- Cristo. Isaac, J a c o b , L e v í y todos los
ple sacerdote. A s í , aunque se diga que otros existieron en Abraham de tal suer-
Cristo ha sido diezmado en Abraham, t e , que de él se derivan no solo según la
cuando este daba diezmos á Melquise- sustancia corporal, sino también según
dec, sin embargo no por eso!'se escluye la razón seminal, por la que se contrae
que Cristo sea mayor que Melquisedec. el pecado original. Y por eso todos son
Por el contrario, dice San Agustín diezmados en Abraham, es decir, prefi-
(super Gen. ad litt. 1. 10, c. 20) que gurados como necesitando de la curación
« Cristo allí, esto e s , en Abraham, no que es por Cristo. Solo Cristo existió en
sfue diezmado, puesto que su carne no Abraham de modo que se derivase de él
» recibió de allí el ardor de la herida sino no según la razón seminal, sino según la
s la materia del medicamento. » sustancia corporal. A s í que no existió en
Conclusión. Cristo no fue diezmado Abraham como necesitando de curación,
en los lomos de Abraham como necesitan- sino más bien como remedio de la herida.
do de curación y libertad, y sí más bien Y por tanto no fue diezmado en los lomos
como medicina de su llaga. de Abraham.
Responderemos, que según la inten- Con lo dicho queda contestado el ar-
ción del Apóstol es preciso decir que gumento 1.°
Cristo no fue diezmado en los lomos de A l 2.° q u e , puesto que la B . Virgen
Abraham; porque prueba el Apóstol fue concebida en pecado original ( 2 ) ,
que el sacerdocio, que es según el orden existió en Abraham como necesitando de
de Melchisedec, es mayor que el sacer- curación; y por lo tanto fue diezmada en
(1) Es decir, prefigurado como que necesitaba de rescate ó (2) Téngase presente lo espuesto en las notas al a. 2 de la
««librado déla cautividad del demonio. C27.
414 CUESTIÓN X X X I . — A R T Í C U L O VIII.

é l , como descendiente de él por razón mismo que Abraham dio diezmos á Mel-
seminal. Pero no es así del cuerpo de quisedec como á mayor, se manifiesta
Cristo, como se ha dicho (a. 7 ) . que el sacerdocio de Melquisedec, se-
A l 3.° que se dice que la carne de gún que es la figura de Cristo, es más
Cristo fue en los antiguos padres someti- grande que el sacerdocio levítico. Pero
da al pecado según la cualidad que tuvo el sacerdocio de Cristo no sigue el orí-
en sus padres, que fueron diezmados, gen de la carne, sino la gracia espiritual:
mas no según la cualidad que tiene, se- y por esto puede ser que el padre dé dé-
gún que. está en acto en Cristo, el cual cimas á algún sacerdote como el menor
no ha sido diezmado. al m a y o r ; y sin embargo su hijo, si es
A l 4.° que el sacerdocio levítico se pontífice, es mayor que aquel sacerdote,
derivaba según el origen de la carne ; y no por el origen de la carne, sino por la
por lo tanto no fue menor en Abraham gracia espiritual que tiene de Cristo.
que en L e v í . P o r consiguiente, por lo

CUESTIÓN XXXII.

Concepción de Cristo en cuanto al principio activo.

Acerca de esto examinaremos: l.° ¿El Espíritu Santo fue el principio activo de la concepción de
Cristo? —2.° ¿Puede decirse que Cristo fue concebido del Espíritu Santo ? —8.° ¿Puede decirse que el
Espíritu Santo es padre de Cristo según la carne? —4.° ¿La B. Virgen hizo algo activamente en la
concepción de Cristo?

ARTÍCULO I . — E I E s p í r i t u s a n t o tao 1. P . (C. 4 3 , a. 8). L u e g o también la


a

e l p r i n c i p i o a c t i v o d e l a c o n c e p c i ó n d e Cristo? concepción, según la que fue hecho de


mujer, debe atribuirse principalmente al
l.° Parece que no debe atribuirse al Padre.
Espíritu Santo efectuar la concepción de 3.° D í c e s e (Prov. 9, 1), la sabiduría
Cristo ; porque, como dice San Agustín edificó casa para sí ; y la sabiduría de
( D e Trinit. 1. 1, c. 4 y c. 5), « l a s obras Dios es Cristo mismo, según aquella
» de la Trinidad son indivisibles, como (i Cor. 1, 24); Cristo virtud de Dios y
» lo es la esencia de la Trinidad misma». sabiduría de Dios. L a casa de esta sabi-
P e r o efectuar la concepción de Cristo es duría es el cuerpo de Cristo, el cual es
cierta obra divina. L u e g o parece que no llamado también su templo, según aque-
debe atribuirse más al Espíritu Santo llo (Joan. 2 , 2 1 ) , mas él hablaba del tem-
que al Padre ó al Hijo. plo de su cuerpo. L u e g o parece que efec-
2.° D i c e el Apóstol (Gralat. 4 , 4), tuar la concepción del cuerpo de Cristo
cuando vino el cumplimiento del tiempo debe atribuirse principalmente al Hijo, y
envió Dios á su Hijo hecho de mujer ; lo por consiguiente no al Espíritu Santo.
c u a l a l esplicarlo San Agustín ( D e Tri- Por el contrario, dícese ( L u c . 1, 35),
nit. 1. 4 , c. 20) dice, ce por eso enviado el Espíritu Santo vendrá sobre tí.
» como hecho de mujer ». Pero la misión Conclusión. La concepción ó forma-
del Hijo es atribuida principalmente al ción del Cuerpo de; Cristo se atribuye
P a d r e , como se ha demostrado en la convenientemente al Espíritu Santo, aun-
CUESTIÓN XXXII.—ARTÍCULO I. 415

que efectuada por toda la Trinidad. (Eom. 1), según una Glosa (interl.) des-
Responderemos, que toda la Trini- pués de haber dicho de Cristo, el que ha
dad operó la concepción del cuerpo de sido predestinado para ser Hijo de Dios
Cristo ( 1 ) ; y sin embargo se atribuye con poder, se manifiesta por lo que sigue
esto al Espíritu Santo por tres razones: inmediatamente; según el espíritu de san-
1. porque conviene esto á la causa de la
a
tificación, esto e s , porque fue concebido
Encarnación, que se considera por parte del Espíritu Santo : y el ángel que
de Dios; puesto que el Espíritu Santo es anuncia este misterio por lo que había
el amor del Padre y del H i j o , como se dicho al principio, el Espíritu Santo ven-
ha manifestado en la 1. Parte ( C . 37,
a
drá sobre tí, concluye, y por esta razón
a. 1); y proviene del amor soberano de lo que de tí nacerá santo, se llamará
Dios, el que el Hijo de Dios tomase para Hijo de Dios.
sí la carne en el seno virginal; por lo A l argumento 1.°diremos, que la obra
cual dice (Joan. 3 , 16), de tal manera de la concepción es á la verdad común á
amó Dios al mundo, que dio á su Hijo toda la Trinidad ; sin embargo se atribu-
Unigénito ; 2. porque esto conviene á la
a
ye de una cierta manera á cada persona.
causa de la Encarnación por parte de la E n efecto : al Padre se atribuye la auto-
naturaleza tomada ; pues por esto se da ridad respecto á la persona del Hijo, que
í entender que la naturaleza humana fue por tal concepción tomó para sí la natu-
tomada por el Hijo de Dios en la unidad raleza humana; al Hijo se atribuye la
de persona, no por méritos algunos, sino asunción misma de la carne ; y al E s p í -
solo por la gracia, que se atribuye al ritu Santo la formación del cuerpo, que
Espíritu Santo según aquello ( i Cor. es tomado por el Hijo ; porque el mismo
12, 4), hay repartimiento de gracia, mas Espíritu Santo es el Espíritu del Hijo,
tino mismo es el Espíritu ; por cuya ra- según aquello (Gralat. 4 , 6), ha enviado
zón dice San Agustín (Enchirid. c. 40): Dios el Espíritu de su Hijo. Pero así
« este modo con que Cristo nació del E s - como la virtud del alma qum est in semi-
spíritu Santo, nos insinúa la gracia de ne, per spiritum quiin semine includitur
» Dios, por la que el hombre sin méritos forma el cuerpo en la generación de los
» anteriores desde el principio de su na- demás hombres; de la misma manera
»turaleza, en que comenzó á existir se la virtud de D i o s , que es el Hijo mis-
¡> uniese al Verbo de Dios en tanta uni- mo, según aquello ( i Cor. 1, 24), Cristo
»dad de persona, que el Hijo de Dios virtud de Dios, formó por medio del
» fuese el mismo que el Hijo del hombre Espíritu Santo el cuerpo que t o m ó ; y
»y el hijo del hombre el mismo que el esto también demuestra las palabras del
»Hijo de D i o s » ; 3 . porque conviene
a
ángel que dice, Spiritus sanctus super-
al término de la Encarnación ; pues esta veniet in te, como para preparar y for-
tuvo por término el que el hombre, que mar la materia de Cristo ; et virtus Altis-
era concebido, fuese Santo é Hijo de simi, esto e s , Cristo, obumbrabit tibi,
Dios. Pero ambas cosas son atribuidas al esto e s , la luz incorpórea de la divinidad
Espíritu Santo; pues por él los hombres recibirá en tí un cuerpo de humanidad;
se hacen hijos de D i o s , según aquello « porque la sombra es formada por la luz
(Gralat. 4, 6), por cuanto vosotros sois » y por un cuerpo » , como dice San Gre-
hijos, ha enviado Dios á vuestros cora- gorio (Moral. 1. 18, c. 12) ; y por el A l -
zones el Espíritu de su Hijo, que clama tísimo se entiende aquí el P a d r e , cuya
Mba, Padre. E l es también el espíritu virtud es el Hijo.
de la santificación, como se dice ( R o m . A l 2.°, que la misión se refiere á la
1). Luego, así como otros ,son santifica- persona ausente, la cual es enviada por
dos espiritualmeute por el Espíritu San- el Padre; pero la concepción se refiere
to, para ser hijos adoptivos, así Cristo al cuerpo tomado, el que se forma por la
es concebido por medio del Espíritu operación del Espíritu Santo. Por lo
•Santo en santidad, para que fuese el tanto, aunque la misión y la concepción
Hijo natural de Dios. P o r esta razón sean lo mismo subjetivamente, sin em-
bargo, puesto que difieren racionalmen-
(1) Como todas las operaciones llamadas ai extra. t e , la misión es atribuida al Padre, efec-
416 CUESTIÓN XXXII. — ARTÍCULOS I Y II.

tuar la concepción al Espíritu Santo, y hecho cierta mezcla del Espíritu Santo
asumir la carne al Hijo. y de la materia que suministró la Virgen;
A l 3.° q u e , como dice San Agustín lo cual es evidentemente falso. Luego no
(lib. D e quffistionibus veteris et novi T e s - debe decirse que Cristo ha sido conce-
tamenti, q. 52), se puede entender este bido del Espíritu Santo.
pasaje de dos maneras : 1. . porque la a
Por el contrario, dícese(Matth. 1 , 1 8 ) ,
casa de Cristo es la Iglesia que él edi- antes que concurriesen se halló haber
ficó para sí con su sangre; 2 . , puede de- a
concebido en el vientre del Espíritu Santo.
cirse también que su cuerpo es su m o - Conclusión. Razonablemente decimos
rada como se dice su templo. P e r o la que Cristo fue concebido del Espíritu
obra del Espíritu Santo es la obra del Santo, refiriéndonos á la formación del
Hijo de Dios á causa de la unidad de na- cuerpo asumido por su operación, como
turaleza y de voluntad. también por su consustancialidad con él
en cuanto á la persona asumente.
ARTÍCULO I I . — » c n e d e c i r s e c r i s t o Responderemos, que la concepción no
c o n c e b i d o d e l E s p i r i t o S a n t o ? (1) se atribuye esclusivamente al cuerpo de
Cristo, sino también á Cristo mismo en
1.° Parece que no debe decirse Cristo razón de su cuerpo. Pero en el Espíritu
concebido del Espíritu Santo : porque so- Santo se consideran dos clases de rela-
bre aquello ( R o m . 2), deély por élson to- ción respecto de Cristo: porque respecto
das las cosas, dice la Glosa de San A g u s - al Hijo de D i o s , que se dice haber sido
tín (ord. lib. D e nat. boni, c. 27) : « es concebido, tiene relación de consustan-
» preciso observar que no dice de ipso, cialidad, mientras que respecto al cuerpo
» sino ex-ipso ; porque por él son los cie- la tiene de causa eficiente (2). Mas esta
» los y l a tierra, puesto que él los bizo; preposición de designa ambas relaciones,
» mas no de é l , puesto que no son de su como cuando decimos que un hombre es
» sustancia. Pero el Espíritu Santo no de su padre; y por esto podemos decir
» formó el cuerpo de Cristo de su sus- convenientemente que Cristo fue conce-
» tancia». L u e g o no debe decirse Cristo bido del Espíritu Santo, de manera que
concebido del Espíritu Santo. la virtud eficiente del Espíritu Santo se
2.° E l principio activo, del que algo refiera al cuerpo tomado, y la consus-
es concebido, es como el semen en la g e - tancialidad á la persona asumente.
neración. Pero el Espíritu Santo no fue A l argumento 1.° diremos, que el
semen en la concepción de Cristo; por- cuerpo de Cristo, puesto que no es con-
que .dice San Jerónimo (Pelagio) en la sustancial al Espíritu Santo, no puede
esplicacion de la fe católica: « nosotros decirse propiamente concebido de el Es-
» no decimos, como algunos perversísi- píritu Santo (de Spiritu Sancto), sino
» mámente opinan, que el Espíritu Santo más bien por el Espíritu Santo (ex Spi-
»fuisse pro semine, sino que decimos ritu Sancto), como lo dice San Ambro-
» que por la potencia y virtud del Crea- sio ( D e Spiritu Sancto, 1. 2 , c. 5) (3):
» dor ha sido operado, es decir, formado « l o que viene de alguno, viene ó de su
el cuerpo de Cristo ». L u e g o no debe de- » sustancia ó de su potencia ; de su sus-
cirse que Cristo fue concebido del Espí- » tancia, como el hijo que procede del
ritu Santo. » padre; de su potencia, como todo lo
3.° Nada uno se forma de dos sino por » que Dios h a c e ; y así es como María
cierta mezcla. Pero el cuerpo de Cristo » concibió en su seno del Espíritu Santo?.
fue formado de la Virgen Maria. L u e g o , A l 2.°, que sobre este punto parece
si se dice que Cristo ha sido concebido haber cierta diferencia entre San Jeró-
del Espíritu S a n t o , parece que se ha nimo (4) y ciertos otros doctores, que

(1) A s í lo enseña el concilio de Letran (can. 2 y 3) en tiempo (4) Más bien Pelagio hablando como católico en su espía»» -

de Martino I. cion del Símbolo dirigida al papa Inocencio, pero recibida por
(2) Por cuanto el Espíritu Santo es consustancial á Cristo en su sucesor Zózimo, según espresamente atestigua San A£« s-

cuanto Dios, y causa eficiente de su cuerpo y concepción h u - lin, aunque rechazándola como capciosa y redactada por si
mana. autor fingiéndose fraudulentamente católico , de modo qu»
(3) No c. 25, como malamente se v e citado en algunos ejem- pudiera creerse de San Jerónimo.
plares ; pues el tal libro consta de solos 12 capítulos.
CUESTIÓN XXXII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 417

afirman que el Espíritu Santo in concep­ otros santos se forman por el E spíritu
tione Cristi fuisse pro semine ; pues dice S a n t o , así también el cuerpo de Cristo
Crisóstomo (super Matth. hom. 1 in es formado por el E spíritu Santo. P e r o
Op. iniperf.): <r el E spíritu Santo prece­ los otros santos, á causa de la predicha
i) dio al Unigénito de D i o s , que había de formación, se llaman hijos de toda la
»entrar en el seno de la V i r g e n , para Trinidad ( 3 ) , y por consiguiente del Es ­
i> que, precediendo aquél en la santifica­ píritu Santo. L u e g o parece que Cristo
j) cion, nazca é s t e , esto e s , Cristo según debe llamarse hijo del E spíritu Santo,
í> el cuerpo, divinitate ingrediente pro en cuanto su cuerpo ha sido formado
»semines. También el Damasceno dice por él.
(Orth. fid, 1. 3 , c. 2) : « l a sabiduría y la 3.°.Se dice Dios nuestro padre, por­
» virtud de Dios la cubrieron con su som­ que nos hizo, según aquello (Deuter.
»bra, como una semilla divina» (1). 32, 6) : ¿por ventura no es él tu padre,
Pero es fácil resolver esta dificultad: por­ que te poseyó é hizo y te crió? Pero el
que, según que la virtud activa se en­ Espíritu Santo hizo el cuerpo de Cristo,
cuentra in semille, así el Crisóstomo y el como se ha dicho (a. 1): L u e g o el E spí­
Damasceno comparan al E spíritu Santo ritu Santo debe decirse padre de Cristo
á la semilla ó también al H i j o , que es la según el cuerpo formado por el mismo.
virtud del Altísimo. P e r o , según que Por el contrario, dice San Agustín
in semine se entiende la sustancia corpo­ (Enchir. c. 40): « nació Cristo del E spí­
ral, que es transformada en la concep­ » ritu Santo, no como hijo; y de la V í r ­
ción, San Jerónimo niega Spiritum Sanc­ » gen María, como hijo».
tum fuisse pro semine. Conclusión. De ningún modo debe de­
Al 3.° que, como dice San Agustín cirse Cristo hijo del Espíritu Santo ni
(Enchirid. c. 40), no se dice del mismo de toda la Trinidad.
modo Cristo concebido ó nacido del Es ­ R e s p o n d e r e m o s , que los nombres de
píritu Santo y de María Virgen ; por­ paternidad y maternidad y de filiación
que de la Virgen María lo fue mate­ resultan de la generación; no de una g e ­
rialmente, pero del E spíritu Santo efec­ neración cualquiera, sino propiamente de
tivamente; y por lo tanto, no tuvo aquí la de los vivientes, y sobre todo de la de
lugar la mezcla. los animales: porque no decimos que el
fuego engendrado es el hijo del fuego que
ARTÍCULO III.— AE I E spíritu santo le engendra, á no ser metafóricamente;
debo s e r l l a m a d o p a d r e d e C r i s t o s e g ú n l a sino que decimos esto solamente en los
carne ? (2) animales, cuya generación es más per­
fecta. Sin embargo, no todo lo que se
1.° Parece que el E spíritu Santo debe engendra en los animales recibe el nom­
llamarse padre de Cristo según la huma­ bre de filiación, sino solo lo que es en­
nidad: porque según el Filósofo ( D e g e ­ gendrado á la semejanza del que lo en­
neratione animalium, 1. 1, c. 2) el padre gendra. P o r lo q u e , como dice San A g u s ­
da el principio activo en la generación y tín (E nchirid c. 39), no decimos que el
la madre suministra la materia. P e r o l a pelo, que nace del hombre, es hijo del
B. Virgen se dice Madre de Cristo á hombre ; ni tampoco decimos que el hom­
causa de la materia que suministró en la bre que nace est filius seminis ; porque ni
concepción de éste. L u e g o parece que el pelo tiene analogía con el hombre, ni
también el E spíritu Santo pueda decirse el hombre, que nace ex semine la tiene
su padre, por haber sido el principio ac­ con este ( 4 ) , sino con el hombre que lo
tivo en la concepción del mismo. engendra; y , si hay semejanza perfecta,
2.° Así como las almas (mentes) de será perfecta la filiación ; tanto en las

(1) Locución, que debe referirse al Hijo, y no al E spíritu del concilio 2.° de Toledo, que niega y condena tal error.
Santo; pues añade luego films Dei consubsiantialis Patri velut se­ (3) E n equivalencia, llamándolos (Joann. i , 1 2 ; Лот. 8, 1­1;
mimtio divina. Gal. 3, 15,..­J hijos de Dios.
(2) Confútase aquí la herejía llamada suencfeldiana¿ según (4) E ste último ejemplo no se halla en San Agustín : y el
la cual «la naturaleza humana de Cristo es engendro del E s ­ del cabello, como también el de la lombriz ó gusano y el
»puitu Santo, padre de Cristo s e g ú n la humanidad, en cuyo del piojo.
c
" °nceplo lo engendró » ; conforme á la doctrina terminante
SOMA TEOIÓGICA.— TOMO I V . 21
418 C U E S T I Ó N X X X I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .

cosas divinas como en las cosas huma- ARTÍCULO IV. — J U B . v i r g e n oiiró


nas ; pero, si es imperfecta, sera también a c t i v a m e n t e a l g o e n l a c o n c e p c i ó n d e l cuerpo
imperfecta la filiación; así como en el de Cristo ?
hombre h a y cierta semejanza imperfecta
de D i o s , y a en cuanto que ha sido l.° Parece que la B . Virgen obró algo
creado á su imagen, y a en cuanto es re- activamente en la concepción del cuerpo
criado según la semejanza de la gracia: de Cristo : porque dice San Juan Da-
y por esto de ambos modos puede el hom- masceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 2) que «el
bre decirse hijo de D i o s ; esto es , y a por- » Espíritu Santo vino sobre la Virgen,
que ha sido criado á su imagen, y a por- » purificándola, y dándola la virtud sus-
que se le ha asemejado por la gracia. Sin » ceptiva del Verbo de D i o s , al mismo
embargo, debe considerarse que lo que »tiempo que la virtud generativa». Pero
se dice de alguno según la razón perfec- ella tenía por naturaleza la virtud gene-
t a , no debe decirse de él según la razón rativa pasiva, como también cualquiera
imperfecta; así como se dice que Sócra- mujer. L u e g o la dio la virtud generativa
tes es hombre naturalmente según su activa, y de esta manera obró algo acti-
propia razón del hombre, jamás se dice vamente en la concepción de Cristo.
que es hombre según aquella significa- 2.° Todas las virtudes del alma vege-
ción por la que la pintura de un hombre tativa son virtudes activas, como dice el
se dice hombre, aunque él mismo se ase- Comentador ( D e anima, 1. 2 , comment.
meje á otro hombre. Pero Cristo es el 33 y sig.). Pero la potencia generatriz
Hijo de Dios según la razón perfecta de pertenece al alma vegetativa tanto en el
la filiación ; por lo cual, aunque haya varón como en la hembra. L u e g o así en
sido creado y justificado según la natu- el hombre como en la mujer obra activa-
raleza humana, sin embargo no debe de- mente en la concepción de la prole.
cirse Hijo de Dios ni por razón de la 3.° L a mujer suministra para la con-
creación, ni por razón de la justificación; cepción de la prole la materia, de la que
sino solamente por razón de la genera- se forma naturalmente el cuerpo de la
ción eterna, según la que es Hijo del prole. Pero la naturaleza es el principio
Padre solo. Y por esto en manera al- intrínseco del movimiento. L u e g o parece
guna debe decirse Cristo Hijo del Espíritu que en la misma materia, que la B . Vir-
Santo, ni tampoco de toda la Trinidad. gen suministró para la concepción de
A l argumento 1.° diremos, que Cristo Cristo, hubo algún principio activo.
ha sido concebido de la Virgen María, Por el contrario : el principio activo en
que suministra la materia en semejanza la generación se llama razón seminal.
de la especie; y por lo tanto se dice que P e r o , como dice San Agustin (sup. G-eu,
es su hijo. Pero Cristo como hombre ha ad litt. 1. 10, c. 20 y 21), « el cuerpo de
sido concebido del Espíritu Santo, como » Cristo h a sido tomado de la Virgen eu
de principio activo ( 1 ) , no empero según » sola la materia corporal por un medio
l a semejanza de la especie, como el hom- » divino de concepción y formación, mas
bre nace de su padre; y por eso no se » no según alguna razón seminal huma-
dice que Cristo es hijo del Espíritu Santo. » n a » (2). L u e g o la B . Virgen nada liizo
A l 2." que los hombres, que son for- activamente en la concepción del cuerpo
mados espiritualmente por el Espíritu de Cristo.
S a n t o , no pueden decirse hijos de Dios Conclusión. La Santísima Virgen nada
según la razón perfecta de la filiación; y operó activamente en su concepción del
por lo tanto se llaman hijos de D i o s se- Hijo de Dios, sino solo suministrar la
gún la filiación imperfecta, que resulta de materia, preparándola antes para su ido-
la semejanza de la gracia y que proviene neidad al efecto.
de toda la Trinidad. P e r o no es lo mismo Responderemos, que algunos dicen que
de Cristo, como se ha dicho. la B . Virgen había obrado algo activa-
L o mismo debe decirse al 3.°. mente en la concepción de Cristo por vir-

(i)'Efectuando la formación del feto en suplemento d e l sino hecho por el Espíritu «anto, s e g ú n observa San Agustín.
varón ó de la virtud viril. De no ser así, no se diría nacido ó Wicolai.
concebido del Espíritu S a n t o , cual se espresa en el Símbolo; (!¡) 0 bien, sin intervención de la concupiscencia.
CUESTIÓN XXXII. — ARTICULO IV. 419

lud natural y sobrenatural : por virtud las condiciones de padre de Cristo sino
natural, porque suponen que en cual- de madre; no recibió por consecuencia
quiera materia natural bay algún princi- en la concepción de Cristo la potencia
pio activo; de otra suerte creen que no activa, ni ejerció función alguna, por la
existiría la transformación natural: en lo que se erigiese en padre de Cristo: ó bien,
cual se engañan porque la transformación según algunos dicen nada hizo, de donde
se llama natural á causa de un principio se sigue que la tal potencia activa se la
intríuseco, no solo activo, sino también habría conferido superfluamente. Debe
pasivo; pues dice espresamente el Filó- pues decirse que en la misma concepción
sofo (Phys. 1. 8, t. 29 y sig.) que en los de Cristo nada operó activamente la B.
cuerpos graves y ligeros bay un principio Virgen, que solo suministró la materia;
pasivo del movimiento natural y no un pero sí hizo activamente algo antes.de la
principio activo. Tampoco es posible que concepción, preparando la materia, para
la materia obre para su formación, puesto que fuese apta á su realización.
que no existe en acto : ni es tampoco po- Al argumento 1.° diremos, que aquella
sible que algo se mueva á sí mismo, sino concepción tuvo tres privilegios : á saber,
se divide en dos partes, de las que una haber sido sin pecado origina, no del
sea la que mueve y la otra la movida; lo hombre puro sino de Dios y hombre, y
cual sucede solo en los animales, como se concepción de virgen; y estos tres los
prueba (Pbys. 1. 8, t. 30). Por su virtud tuvo del Espíritu Santo. Por esto dice el
sobrenatural, porque dicen que se re- Damasceno en cuanto á lo 1.° que el Es-
quiere para ser madre que no solo sumi- píritu Santo vino sobre la Virgen purifi-
nistre la materia (qua? est sanguis mens- cándola, esto es, preservándola de con-
truus sed etiam semen, quod commixtum cebir con pecado original; en cuanto á
virili semini babet virtutem activam in lo 2.° dice, ce y dándola la virtud suscep-
generatione. Y, como en la B. Virgen »ti va del Verbo de Dios », esto es, que
nulla fuit facta resolutio seminis á causa concibiese al Verbo de Dios; y en cuanto
de su integérrima virginidad, dicen que á lo 3.° dice, ce concediéndola á la vez la
el Espíritu Santo la otorgó virtud activa 5> generativa », esto es, que permanecien-
en la concepción del cuerpo de Cristo, la do Virgen, pudiese engendrar; no acti-
que otras madres tienen per semen reso- vamente, sino pasivamente, como lo ob-
lutum. Mas esto no puede sostenerse; por- tienen las demás madres ex semine viri.
que, dado que cada cosa es por su opera- Al 2.° que la potencia generativa en la
ción, según se dice (De ccelo, 1. 2, t. 17), mujer es imperfecta por relación á la po-
la naturaleza,no distinguiría para la obra tencia generativa que existe en el varón.
de la generación los sexos masculino y Por lo tanto, así como en las artes el arte
femenino, si no fuese distinta la opera- inferior dispone la materia y el superior
ción de aquel de la de este; y en la ge- da la forma, como se dice (Phys. 1. 2,
neración son distintas las operaciones del t. 25); así también la virtud generativa
agente y del paciente. Resulta pues que de la mujer prepara la materia y la virtud
toda la virtud activa está de parte del activa del hombre da forma á la materia
varón, siendo de la hembra la pasiva; ra- preparada.
zón por la que no hay distinción de ma- Al 3.° que, para que la transmutación
cho y hembra en las plantas, en las que sea natural, no se requiere que haya en
ambas fuerzas se refunden en una. Así la materia un principio activo, sino sola-
pues, no habiendo la.B. Virgen recibido mente pasivo, como se ha dicho.
CUESTIÓN XXXIII.

Modo y orden de la concepción de Cristo.

Trataremos del modo y orden de la concepción de Cristo, sobre lo cual investigaremos : i.° ¿El
cuerpo de Cristo fue formado en el primer instante de su concepción ? — 2.° ¿ Fue animado en el pri-
mer instantede su concepción?—3.° ¿Fue tomado por el Verbo en el primer instante de la concep-
ción ? — 4.° & Aquella concepción fue natural ó milagrosa ?

ARTÍCULO I . — ¿ E I cuerpo d e c r i s t o rué aquella materia no pudo ser en el mismo


formado e n el primer instante de s u concep- instante sangre y carne, puesto que en
ción ? este caso la materia habría existido á la
vez en dos formas. L u e g o hubo un ins-
l.° Parece que el cuerpo de Cristo no tante , en que últimamente fue sangre, y
fue formado en el primer instante de su otro en que primero fue formada la carne:
concepción : porque se dice (Joan. 2, 20), y, como entre dos instantes cualesquiera
en cuarenta y seis años fue hecho este hay un tiempo m e d i o , sigúese que el
templo; lo cual al esplicarlo San Agustín cuerpo de Cristo no fue formado instan-
( D e Trinit. 1. 4 , c. 5) dice, «este número táneamente, sino durante algún tiempo.
» conviene claramente á la perfecion del 4.° A s í como la potencia aumentativa
» cuerpo del Señor ì ; y ( Q q . 1. 83, q. 56) requiere un tiempo determinado en su
dice : « no se dice absurdamente que fue acto, así también Ja virtud generativa;
» edificado en cuarenta y seis años el tem- porque la una y la otra es potencia na-
» p l o , que figuraba su cuerpo, de modo tural perteneciente al alma vegetativa.
» que transcurriesen tantos dias para la Pero el cuerpo de Cristo fue aumentado
» perfección del cuerpo del Señor como en un tiempo determinado, como los cuer-
» años para la edificación del templo ». pos de los demás hombres; pues se dice
L u e g o el cuerpo de Cristo no fue perfec- ( L u c . 2, 52) que crecía en sabiduría y en
tamente formado en el primer instante de edad. L u e g o parece por igual razón que
la concepción. la formación de su cuerpo, que pertenece
2° Para la formación del cuerpo de á la virtud generativa, no tuvo lugar en
Cristo se necesitaba un movimiento local, el instante, sino en determinado tiempo,
por el que la purísima sangre del cuerpo en el que se forman los cuerpos de los
de la Virgen llegara al lugar conveniente otros hombres.
para la generación. Pero ningún cuerpo Por el contrario, dice San Gregorio
puede moverse localmente en el instante, (Moral. 1. 18, c. 2 7 ) : «por la anuncia-
porque el tiempo del movimiento se di- » cion del ángel y viniendo el Espíritu
vide según la di vision del móvil, como se » S a n t o , después el Verbo en - el útero,
prueba ( P b y s . 1. 6, t. 37 y 38). L u e g o » luego dentro del útero el Verbo carne».
el cuerpo de Cristo no fue formado ins- Conclusión. La formación misma del
tantáneamente. cuerpo de Cristo, en la que principal y
3.° E l cuerpo de Cristo fue formado esencialmente consiste su concepción, fo e

de la purísima sangre de la Virgen, como instantánea; mas no así su preparación


se ha demostrado ( C . 3 1 , a. 5). P e r o y consecuencias.
CUESTIÓN XXXIII. — ARTÍCULOS I Y II. 421

Eesponderémos, que en la concepción hasta el tiempo del parto. P o r consi-


del cuerpo de Cristo hay que considerar guiente según la razón de aquel número
tres cosas : 1. el movimiento local de la
a
dice que pasaron nueve meses completos,
sangre al lugar de la generación ; 2 . la durante los cuales Cristo estuvo en el
a

formación del cuerpo de tal materia, y seno de la Virgen.


3. el aumento, por el que es llevado á
a
A l 2.° que aquel movimientp local no
la cantidad perfecta, en el medio de las se corresponde dentro de la concepción
que consiste la razón de la concepción; misma, sino que es un preámbulo de
porque la 1 . es la preparación de la con-
a
esta.
cepción y la 3 . es la consecuencia de ella.
a
A l 3.° que no se puede asignar el ú l -
La primera no pudo ser instantánea, timo instante, en el que aquella materia
porque esto es contra la naturaleza fue sangre : pero si el último tiempo el
misma del movimiento local de todo cual se continuó sin que mediase otro ins-
cuerpo, cuyas partes entran sucesiva- tante hasta el primero, en que fue for-
mente en un lugar. D e la misma manera mada la carne de Cristo ; y este instante
también es preciso que la 3 . sea sucesiva, fue el término del t i e m p o , del movi-
a

bien porque no hay aumento sin movi- miento local de la materia al lugar de la
miento local, bien porque procede de la generación.
virtud del a l m a , operando y a en el A l 4.° que el aumento se produce por
cuerpo formado y que no obra sino en el la potencia aumentativa de lo mismo que
tiempo. Pero la formación misma del es aumentado; mientras que la forma-
cuerpo, en la que consiste principalmente ción del cuerpo tiene lugar por la poten-
la razón de la concepción, fue instantá- cia generativa, no del que es engendrado,
nea, por dos razones : 1. por la virtud sino del que engendra ex semine, in quo
a

infinita del agente, esto e s , del Espí- operatur vis formativa ab anima patris
ritu Santo, por el que fue formado el derivata. Pero el cuerpo de Cristo no fue
cuerpo de Cristo, como se ha^dicho (C. formado ex semine viri, como se ha di-
32, a. 1); pues tanto más pronto puede cho ( C . 3 2 , a. 1 ) , sino por obra del E s -
algún agente disponer la materia, cuanto píritu Santo. P o r consiguiente debió ser
es de mayor virtud; y por consiguiente tal esta formación, como convenía al E s -
el agente de virtud infinita puede dispo- píritu S a n t o ; al paso que su acrecenta-
ner instantáneamente la materia para la miento fue producido según la potencia
forma debida; 2 . por parte de la per- aumentativa del alma de Cristo, la que
a

sona del H i j o , cuyo cuerpo se formaba; siendo conforme la misma especie con la
pues no era conveniente que tomase el nuestra, del mismo modo debió ser au-
cuerpo humano sino formado. M a s si an- mentado aquel cuerpo, como son aumen-
tes de la formación perfecta hubiera pre- tados los^ cuerpos de los otros hombres,
cedido algún tiempo de la concepción, para que por eso se manifestase la ver-
no podría atribuirse toda la concepción dad de la naturaleza humana.
al Hijo de D i o s , la cual no se le atribuye
sino en razón de su asunción. Y por esto ARTÍCULO I I . — ¿ E I cuerpo de cristo
en el primer instante, en que la materia fue animado e n e l primer instante de s u con-
reunida llegó al lugar de la generación, cepción ?
el cuerpo de Cristo fue perfectamente
formado y asumido ; y así se dice que el l.° Parece que el cuerpo de Cristo no
Hijo de Dios ha sido concebido, lo cual fue animado en el primer instante de su
no podría decirse de otra manera (1).- concepción porque dice el P a p a León en
Al argumento 1.° diremos, que aquel su carta á Juliano (edit. V e n . 3 5 , q. 25,
doble pasaje de San Agustín no se re- n. 1 1 ) : « n o era de otra naturaleza la
fiere únicamente á la formación del x> carne de Cristo que la nuestra ; ni tam-
cuerpo de Cristo, sino á la formación si- » poco le fue inspirada desde el principio
multáneamente con determinado aumento » otra alma que á los demás hombres ».

(1) Mlcéforo ( 1 , 1 7 , c. 28) aduce el siguiente anatematismo » primeramente formado en el útero d é l a Santa Virgen y que
uno de los concilios de Constantinopla, sin determinar cuál » después se unió á él el Dios Verbo y su alma, ya antes exis-
'ese :« si alguno dice ó siente que el cuerpo del Señor f u e tente ; sea anatema.
422 CUESTIÓN XXXIII.—ARTÍCULO II.

E s así que á los otros hombres no se les Espíritu Santo, es necesario decir que
infunde el alma en el primer instante de el Verbo de Dios tomó el cuerpo de
su concepción. L u e g o tampoco debió ser Cristo en el instante mismo en que era
infundida al cuerpo de Cristo en el pri- concebido. Pero se ha manifestado (C.
mer instante de su concepción. 6 , a. 1 y 2 ) , que el Verbo de Dios tomó
2.° E l alma, como cualquiera forma na- el cuerpo mediante el a l m a ; y el alma
tural, requiere determinada cantidad en mediando el espíritu, esto e s , el entendi-
su materia. Pero en el primer instante de miento. L u e g o fue preciso que en el pri-
su concepción el cuerpo de Cristo no tuvo mer instante de la concepción fuera ani-
tanta cantidad, cuauta tienen los cuer- mado el cuerpo de Cristo por su alma
pos de los otros hombres, cuando son ani- racional.
mados, de lo contrario, si continuamente A l argumento 1.° diremos, que el prin-
se hubiese aumentado después, ó habría cipio de la inspiración del alma puede
nacido más pronto ó hubiese sido en su considerarse de dos modos : 1.° según la
nacimiento de mayor tamaño que los disposición del cuerpo, y así no fue ins-
otros niños: de cuyas hipótesis la pri- pirada el alma en el cuerpo de Cristo por
mera es contraria á San Agustín ( D e otro principio que en los cuerpos de los
Trinit. 1. 4 , c. 5 ) , donde prueba que demás hombres : porque, así como ins-
aquel estuvo por espacio de nueve meses tantáneamente de formado el cuerpo de
en el seno de la V i r g e n ; y la segunda es otro hombre se infunde el alma, así fue
contraria al Papa León que (serm. en Cristo: 2.° solamente según ei tiempo;
Epiphan.4, c. 3) dice que los Magos y así puesto que el cuerpo de Cristo fue
encontraron al niño Jesus « que en nada formado de una manera perfecta antes
» era diferente (1) de la generalidad de en tiempo, también fue animado tempo-
» la infancia humana ». L u e g o el cuerpo ralmente antes.
de Cristo no fue animado en el primer A l 2.° que el alma requiere la debida
instante de su concepción. cantidad en la materia á la que se in-
3.° Donde quiera que hay antes y des- funde ; pero esta cantidad tiene una
pués, es preciso que haya muchos instan- cierta latitud, puesto que puede ser más
tes. Pero según el Filósofo ( D e genera- ó menos grande. Pero la cantidad corpo-
tione animalium, 1. 2, c. 3 y c. 4 ) en la ral, que t i e n e , cuando en él se infunde
generación del hombre se requiere antes y primeramente el alma , es proporcionada
después ; pues antes es lo v i v o , luego el á la cantidad perfecta, á la que llegará
animal, y después el hombre. L u e g o la por el aumento ; esto e s , de modo que
animación de Cristo no pudo perfeccio- los cuerpos de hombres mayores tengan
narse en el primer instante de su con- mayor cantidad en la primera animación.
cepción. Mas Cristo en la edad perfecta tuvo una
Por el contrario, dice San Juan D a - cantidad conveniente y moderada, á la
masceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 2): así que que se proporcionaba la cantidad que
» existió la carne, fue simultáneamente tuvo su cuerpo en el tiempo en que son
» la carne del Verbo de D i o s : é instan- animados los cuerpos de los demás hom-
ce táneamente su carne animada por un bres ; sin embargo la tuvo menor en el
» alma racional é intelectual i¡>. principio de su concepción. Mas aquella
Conclusión. El cuerpo de Cristo debió pequeña cantidad no era tan pequeña,
ser y fue informado por su alma racional que no pudiera conservarse en ella la ra-
en el instante mismo de su concepción. zón de cuerpo animado, siendo así que
Responderemos que, para que la con- en tal cantidad son animados los cuerpos
cepción sea atribuida al mismo Hijo de de ciertos hombres pequeños (2).
D i o s , como confesamos en el Símbolo, A l 3.° que en la generación de los
cuando decimos, que fue concebido del otros hombres tiene lugar lo que dice el

(í) Dissimilem según el testo literal del mismo San León y (2) Como los que vulgarmente llamamos enanos, porque «o
la mayoría de los mejores impresos y manuscritos ; no discre- crecen hasta obtener la estatura ordinaria ; ó también pigmeos
tum, como se lee en algún códice y e n las ediciones romanas voz que en griego significa codo, cuya longitud apenas alcan-
y alguna otra, entre las que la áurea anota sin embargo mar- zan ó esceden, según observa San A g u s t í n (Pe civ. Dci, 1- '6,
ginalmente l a variante. c. 8) refiriéndose á Plinio y Gelio.
CUESTIÓN XXXIII.—ARTÍCULOS II Y I I I . 423

Filósofo; porque el cuerpo es formado su- Conclusión. Es herético decir que la


cesivamente y se dispone á recibir el alma; carne de Cristo fue concebida antes que
por esta razón primeramente dispuesto asumida por el Verbo de Dios.
imperfectamente recibe uua alma imper- Responderemos q u e , como se b a di-
fecta, después, cuando su disposición es cho (C. 16, a. 6 y 7), decimos propia-
perfecta, la recibe perfecta ( 1 ) . Pero mente que Dios se hizo hombre ; pero no
el cuerpo de Cristo fue perfectamente decimos propiamente que el hombre se
dispuesto en el instante á causa de la hizo D i o s ; esto e s , porque Dios tomó
virtud infinita del agente : por consi- para sí lo que es del hombre, mas lo que
guiente inmediatamente en el primer ins- es del hombre por sí no preexistió como
tante recibió la forma perfecta, esto es, subsistente per se antes que fuera toma-
el alma racional. do por el Verbo. Pero si la carne de Cris-
to hubiese sido concebida antes que fuera
ARTÍCULO I I I . — ¿ E I cuerpo ue cristo recibida por el Verbo, habría tenido al-
fue t o m a d o p o r e l V e r b o c u e l p r i m e r I n s t a n t e guna vez alguna hipóstasi ademas de la
de s u c o n c e p c i ó n ? (2) del Verbo de D i o s ; lo cual es contra la
naturaleza de la Encarnación, según la
1.° Parece que la carne de Cristo fue cual establecemos estar unido el Verbo
concebida primero y después tomada: de Dios á la naturaleza humana y á t o -
porque lo que no existe no puede t o - das sus partes en la unidad de hipóstasi.
marse ; y la carne de Cristo comenzó á Tampoco fué conveniente que el Verbo
existir por la concepción. L u e g o parece de D i o s destruyese por su asunción la
que fue tomada por el Verbo de Dios, hipóstasi preexistente de la naturaleza
después que fue concebida. humana ó de alguna de sus partes. P o r
2.° L a carne de Cristo fue tomada esta razón es contrario á la fe decir que
por el Verbo de Dios mediante el alma la carne de Cristo fue concebida antes, y
racional ( 3 ) . Pero en el término de la después tomada por el Verbo de Dios.
concepción recibió el alma racional. L u e - A l argumento 1.° diremos q u e , si la
go la tomó eutónces : y , como al tér- carne de Cristo no hubiese sido formada
mino de la concepción se dice ya conce- ó concebida instantáneamente, sino por su-
bida, por esta razón primero fue concebida cesión de tiempo; se seguiría precisamente
y después tomada. una de estas dos cosas : ó que lotomadono
3.° En todo ser engendrado es primero fuese aún carne ( 4 ) , ó que primero fuese
en el tiempo lo que es imperfecto á lo la concepción de la carne que su asun-
que es perfecto, como consta por el F i - ción. P e r o , puesto que establecemos que
lósofo Met. 1. 9, t. 13). Pero el cuer- la concepción fue perfecta instantánea^
po de Cristo es cierta cosa engendrada. mente, es consiguiente que en aquella
Luego no llegó inmediatamente en el carne fue simultáneo el ser concebida y
primer instante de la concepción á la úl- estarlo y a : y , como dice San Agustín
tima perfección, que consiste en la unión ( F u l g e n t i u s ) ( l i b . D e fide ad Petrum,
al Verbo de Dios ; sino que primero fue c. 18), « decimos que el mismo Verbo de
concebida la carne y después tomada. » Dios fue concebido por la recepción de
Por el contrario, dice San Agustín » su carne, y la carne misma concebida
(Fulgentius) (libr. D e fide ad Petrum, » por la encarnación del Verbo T>.
c 18): «ten por muy cierto y en manei a -
D e lo dicho se deduce también la con-
» alguna lo dudes, que la carne de Cristo testación.al argumento 2.°, puesto que en
» no fue concebida en el seno de la Vír- la concepción el cuerpo fue simultánea-
*gen, antes que fuese asumida por el mente concebido y animado.
» Verbo. » A l 3.° que en el misterio de la Encár-

(1) Consúltese lo espuesto en la 1." P. C. 76, a. 3, al 3." ; y enos que « Cristo era puro hombre y no verdadero Dios, de-
C- li8, a. 2, al 2.» » biendo llamarse solo hombre divino ».
(2) Según Fotino «Cristo fue primeramente puro hombre y Í3) V. la C. 6, a. i y 2.
* l">es consiguió ser Hijo de Dios por el mérito de su buena
lles
(4) Perfecta y humana, cual no lo es ni puede decirse pro-
•rola» : herejía condenada por Eugenio IV en el concilio de piamente tal en su forma de simple embrión ó feto antes de su
' orencia °ntra el mismo Fotino, Ebion, Ccrinto, Marcion, ' animación.
c

•rolo de Samosata y cuantos han blasfemado diciendo como


424 C U E S T I Ó N X X X I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V .

nación no se considera el ascenso como el debe decirse en absoluto milagrosa y so-


movimiento de algo preexistente, que brenatural por parte de la virtud activa,
progresa hasta ser digna de la unión, co- aunque natural en cuanto á la materia.
mo supuso el hereje Fotino ; sino más R e s p o n d e r e m o s q u e , como dice San
bien se considera en él el descenso, según Ambrosio (lib. D e incarnatione, c. 6 ) ,
que el Verbo perfecto de Dios tomó para « en este misterio encontrarás muchas
sí la imperfección de nuestra naturaleza, » cosas según la naturaleza y sobre la
según aquello ( J o a n . 6, 38), descendí del » naturaleza » ; porque si consideramos lo
cielo. que es la concepción por relación á la
materia, que la madre suministró, toda
ARTÍCULO I V . — t a c o n c e p c i ó n d e c r i s - ella es natural; pero si consideramos lo
to f u e n a t u r a l ó m i l a g r o s a ? que h a y en ella por parte de la virtud
activa, todo es milagroso. Mas puesto que
1.° Parece que la concepción de Cristo se juzga cada cosa más bien según la
fue natural: porque según la concepción forma que según la naturaleza, y del
de la carne, Cristo es llamado hijo del mismo modo según el agente que según
hombre; y es hijo verdadero y natural el paciente ; de ahí es que la concepción
del hombre, como Hijo verdadero y na- de Cristo debe decirse absolutamente mi-
tural de Dios. L u e g o su concepción fue lagrosa y sobrenatural, pero natural se-
natural. gún algo.
2." Ninguna criatura produce una ope- A l argumento 1.° diremos, que Cris-
ración milagrosa; y la concepción de to se dice hijo natural del hombre, en
Cristo es atribuida á la B . V i r g e n , que cuanto tiene verdadera naturaleza huma-
es pura criatura, porque se dice que la na (2), por la cual es hijo del hombre,
Virgen (1) concibió á Cristo. L u e g o pa- aunque la tuviese milagrosamente; como
rece que no es una concepción milagrosa, un ciego iluminado ve naturalmente por
sino natural. la potencia visual que recibió milagrosa-
3.° Para que una transformación sea mente (3).
natural, basta que el principio pasivo sea A l 2.° que la concepción se atribuye á
natural, como se ha demostrado ( C . 32, la B . V i r g e n , no como principio activo,
a. 4). Pero el principio pasivo por parte sino porque suministró la materia á la
de la madre en la concepción de Cristo concepción y en s u seno se verificó la
fue natural, como consta de lo dicho (ibid.). concepción.
L u e g o la concepción de Cristo fue na- A l 3.° que el principio pasivo natural
tural. basta para la transmutación natural, cuan-
. P o r e l contrario, dice San Dionisio do es movido naturalmente y seguu las
(epist. ad Cajum monachum, 4 ) : «Cris- leyes ordinarias por el principio activo
» t o obraba sobre el hombre las cosas propio ; pero esto no es aplicable á nues-
» que son del hombre, y esto lo prueba tra tesis, y por lo tanto aquella concep-
» l a V i r g e n concibiendo sobrenatural- c i ó n n o p u e d e llamarse natural en abso-
» mente ». luto.
Conclusión. La concepción de Cristo
(1) Así la generalidad de las ediciones en conformidad con cion humana, según advierte Silvio.
la Biblioteca de los P P . ; aunque en algunas se lee Verbo en (3) Entendiéndose principalmente delacegueracompletay
lugar de Virgo, tomándolo del himno de Laudes en el Oficio consumada, cual la del ciego de nacimiento, en quien el mi-
de la Natividad de Cristo, cuyo autor es Sedulio ; intacta nes- lagro es más ostensible por su más notoria transmutación (le
ciens virum-verbo concepit filiiim. la naturaleza.
(2) Comunicada á él por la vía de la concepción y genera-
CUESTIÓN XXXIV.

Perfección de la prole concebida.

Vamos á tratar de la perfección de la prole concebida, sobre lo cual se ofrecen estos cuatro ar-
tículos: 1.° ¿Fue santificado Cristo por la gracia en el primer instante de su concepción? — 2.° ¿Tuvo
en el mismo instante el uso del libre albedrío ?—3.° ¿Pudo merecer e n e l mismo instante? — 4 . ° ¿Fue
plenamente comprensor en el mismo instante?

ARTÍCULO I . — ¿ c r i s t o e n e i primer t i n ( D e T r i n i t . 1. 1, c. 6). L u e g o C r i s t o ,


instante de s o concepción fue santificado por p o r q u i e n s o n s a n t i f i c a d o s t o d o s , n o ha
la gracia? (1) sido santificado.
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( L u c . 1, 35),
1.° Parece que Cristo rio fue santifi- lo Santo, que nacerá de tí será llamado
cado en el primer instante de su concep- Hijo de Dios; y a d e m a s ( J o a n . 10, 36),
ción: porque se dice (i Cor. 15, 4 6 ) , no á quien el padre santificó y envió al
antes lo que es espiritual, sino lo que mundo.
es animal: después lo que es espiritual. Conclusion. Cristo tuvo en el primer
Pero la santificación de la gracia perte- instante de su concepción la plenitud de
nece á la espiritualidad. Luego Cristo no todas las gracias santificantes de su alma
recibió inmediatamente desde el principio y cuerpo.
de su concepción la gracia de la santifi- Responderemos q u e , c o m o s e h a dicho
cación, sino después de algún espacio de ( C . 7, a . 1), l a a b u n d a n c i a d e l a g r a c i a
tiempo. santificante se deriva al a l m a d e C r i s t o
2.° La santificación parece ser la de la union misma del V e r b o , según
purificación del pecado, según aquello a q u e l l o ( J o a n . 1, 14), vimos la gloria de
(i Cor. 6, 11): y tales habéis sido algu- él, gloria como de Unigénito del Padre,
nos, esto es, los pecadores; mas habéis lleno desgracia y de verdad. Y a s e h a
sido lavados, mas habéis sido santifica- m a n i f e s t a d o ( C . 33) q u e e n e l p r i m e r i n s -
dos. Pero en Cristo jamas existió pecado. t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n el c u e r p o d e C r i s -
Luego no le convino ser santificado por to fue animado y t o m a d o p o r el V e r b o
la gracia. de D i o s . P o r esta razón es consiguiente
3.° Así como por el Verbo de Dios q u e en el primer instante de su concep-
todas las cosas fueron hechas, de la mis- ción tuvo Cristo la plenitud de la gracia
ma manera todos los hombres, que son santificante de su alma y de su cuerpo.
santos, han sido santificados por el Ver- A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l
bo encarnado (Hebr. 2 , 1 1 ) , el que san- orden q u e establece el A p ó s t o l en el p a -
tifica y los que son santificados todos son saje c i t a d o , p e r t e n e c e á los q u e l l e g a n
de uno. Pero ce el Verbo de Dios, por el p o r medio del progreso al estado espiri-
"que todas las cosas fueron hechas, no t u a l (2). P e r o e n e l m i s t e r i o d e l a E n -
» fue hecho », como lo dice San Agus- carnación se considera m á s bien el des-

(l) Condénase indirectamente la herejía de Valentín, quien anotado.


decía que « Cristo trajo consigo un cuerpo celeste, que pasó (2) Tanto del cuerpo, de que principal y directamente se
"por la Virgen como por una rendija, sin tomar carne de trata aquí y cuya espiritualidad consiste sobre todo en s u
«ella» : error análogo al de Apolinar y Apeles con los men- perfecta sumisión al alma, cuanto del alma misma, sin la que
lomtas, que le atribuían cuerpo fantástico ó de origen celeste no puede el cuerpo llegar á ese estado espiritual.
í aun de la misma sustancia divina, según y a queda antes
426 CUESTIÓN XXXIV. — ARTÍCULOS I Y II.

censo de la plenitud divina á la naturale- n o t u v o e l u s o d e s u l i b r e a l b e d r í o en el


za h u m a n a q u e el p r o g r e s o de la n a t u r a - p r i m e r i n s t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n : por-
leza h u m a n a como preexistente en Dios. q u e p r i m e r o es el s e r d e u n a c o s a que la
Y p o r e s o fue p e r f e c t a d e s d e el p r i n c i p i o a c c i ó n ú o p e r a c i ó n ; y el u s o d e l libre
l a e s p i r i t u a l i d a d e n el h o m b r e C r i s t o . a r b i t r i o es c i e r t a o p e r a c i ó n . L u e g o ha-
A l 2.° q u e s e r s a n t i f i c a d o e s h a c e r s e b i e n d o c o m e n z a d o á e x i s t i r el a l m a de
a l g o s a n t o ; y se h a c e a l g o , n o s o l a m e n - C r i s t o e n el p r i m e r i n s t a n t e d e s u con-
t e d e su c o n t r a r i o , sino t a m b i é n de lo c e p c i ó n , c o m o c o n s t a d e l o d i c h o (a. 1 ) ;
opuesto negativa ó privativamente ; como p a r e c e s e r i m p o s i b l e q u e e n e l p r i m e r ins-
lo b l a n c o se h a c e de lo n e g r o y t a m b i é n t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n t u v i e r a el uso de
de lo n o b l a n c o . N o s o t r o s de pecadores s u libre albedrío.
nos hacemos santos, y de este modo 2.° E l u s o d e l l i b r e a l b e d r í o e s l a elec-
n u e s t r a santificación consiste en librarnos c i ó n ; y l a e l e c c i ó n p r e s u p o n e l a delibe-
del pecado. P e r o Cristo como h o m b r e r a c i ó n d e l c o n s e j o , p u e s d i c e el Filósofo
fue h e c h o s a n t o , p u e s t o q u e n o s i e m p r e ( E t h y c . 1. 3, c . 4 ó 6), (1) q u e «la
t u v o esta santidad de la gracia. Sin em- » e l e c c i ó n e s el a p e t i t o d e l o aconsejado
b a r g o n o fue h e c h o s a n t o d e p e c a d o r » a n t e s ». L u e g o p a r e c e i m p o s i b l e que en
p o r q u e j a m a s t u v o p e c a d o ; p e r o fue h e - el p r i m e r i n s t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n tu-
c h o s a n t o de n o s a n t o c o m o h o m b r e , no viera Cristo el uso del libre albedrío.
p r i v a t i v a m e n t e , esto es, de modo que 3.° E l l i b r e a l b e d r í o es l a f a c u l t a d de la
h a y a sido h o m b r e a l g u n a vez y no h a y a v o l u n t a d y d e l a r a z ó n , c o m o s e h a de-
s i d o s a n t o ; s i n o n e g a t i v a m e n t e , es d e - m o s t r a d o e n l a 1. P a r t e ( C . 83, a. 3); y
a

c i r , p o r q u e , c u a n d o n o fue h o m b r e , n o p o r l o t a n t o el u s o d e l l i b r e a l b e d r í o es
t u v o s a n t i d a d h u m a n a ; y p o r eso á la a c t o d e l a v o l u n t a d y d e l a r a z ó n ó del
vez fue h e c h o h o m b r e y h o m b r e s a n t o ; e n t e n d i m i e n t o . P e r o el a c t o d e l entendi-
p o r l o c u a l d i c e el á n g e l ( L u c . 1), lo m i e n t o p r e s u p o n e e l a c t o d e l s e n t i d o , que
Santo que de tí nacerá; l o c u a l a l e x p l i - n o p u e d e e x i s t i r s i n l a c o n v e n i e n c i a de
c a r l o S a n G r e g o r i o ( M o r a l . 1. 18, c. 27) l o s ó r g a n o s , l o s c u a l g s n o p a r e c e haber
dice : « afírmase que J e s ú s n a c e r í a santo, e x i s t i d o e n el p r i m e r i n s t a n t e d e l a con-
» p a r a distinguir su s a n t i d a d de la n u e s - c e p c i ó n d e C r i s t o . L u e g o p a r e c e que
» t r a : p o r q u e n o s o t r o s , si s o m o s h e c h o s C r i s t o n o p u d o t e n e r e l u s o d e s u libre
» s a n t o s , n o n a c e m o s sin e m b a r g o t a l e s , a l b e d r í o e n el p r i m e r i n s t a n t e d e su con-
T> p o r q u e e s t a m o s s u j e t o s á l a c o n d i c i ó n cepción.
» misma de nuestra naturaleza corrupti- P o r e l c o n t r a r i o , d i c e S a n Agustín
» b l e ; m i e n t r a s q u e solo n a c i ó s a n t o v e r - ( l i b . D e T r i n i t a t e ; G r e g . i n Registro,
» d a d e r a m e n t e el q u e n o h a sido conce- l i b r o 9, e p i s t . • 6.1) : « t a n l u e g o como el
¿ b i d o p o r l a u n i ó n c a r n a l ». » V e r b o e n t r ó e n e l s e n o d e l a Virgen,
A l 3.° q u e el P a d r e o b r a d e u n a m a - » c o n s e r v a n d o á l a v e z l a v e r d a d de la
n e r a l a c r e a c i ó n d e l a s c o s a s p o r el H i j o » p r o p i a n a t u r a l e z a , se h i z o c a r n e y hom-
y de otra t o d a la T r i n i d a d la santifica- » b r e p e r f e c t o ». P e r o e l h o m b r e perfec-
c i ó n d e l o s h o m b r e s p o r el h o m b r e C r i s - t o t i e n e e l u s o d e l l i b r e a l b e d r í o . Luego
t o : p o r q u e el V e r b o de D i o s tiene l a C r i s t o t u v o e n el p r i m e r i n s t a n t e de su
m i s m a v i r t u d y l a m i s m a o p e r a c i ó n cOn c o n c e p c i ó n el u s o d e l l i b r e a l b e d r í o .
D i o s P a d r e , p o r c u y a r a z ó n el P a d r e n o C o n c l u s i ó n . Cristo tuvo según su hi-
o b r a p o r el H i j o , c o m o p o r i n s t r u m e n t o manidad el pleno uso de su libre albedrío
q u e m u e v e lo m o v i d o ; al p a s o q u e la h u - desde el momento mismo de su concepción.
m a n i d a d d e C r i s t o es c o m o i n s t r u m e n t o R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o s e h a dicho
d e l a d i v i n i d a d , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 13, ( C . 7, a. 12; y C . 19, a. 3 ; y C . 33, a,
a. 3) : y p o r l o t a n t o l a h u m a n i d a d d e 3 , a l 3.°), á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , que
C r i s t o es s a n t i f i c a n t e y s a n t i f i c a d a . t o m ó C r i s t o , c o n v i e n e l a p e r f e c c i ó n es-
p i r i t u a l , e n l a c u a l n o p r o g r e s ó , sino que
ARTÍCULO I I . — ¿ c r i s t o e n ci primer
l a t u v o i n m e d i a t a m e n t e d e s d e el princi-
i n s t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n t u v o e l u s o del li-
p i o . P e r o l a p e r f e c c i ó n ú l t i m a n o consis-
bre albedrío ?

l.° P a r e c e que Cristo como hombre tí) No c. 3 , cual se cita en ediciones antiguas.
CUESTIÓN XXXIV.—ARTÍCULOS II Y III. 427

te en la potencia ó en el hábito, sino en como teniendo toda certeza pudo elegir


la operación. Por esta razón (De anima, inmediatamente y de una manera instan-
1. 2, t. 5) se dice que la operación es acto tánea.
segundo (1). De consiguiente debe de- A l 3.° que el entendimiento de Cristo
cirse que Cristo en el primer instante de según la ciencia infusa podía entender
su concepción tuvo aquella operación del aun sin recurrir á las imágenes, como se
alma, que puede tenerse instantánea- ha demostrado ( C . 1 1 , a. 1, al 2.°;. y
mente ; y tal es la operación de la volun- a. 2). Por esta razón podía existir en él
tad y del entendimiento, en la que con- la operación de la voluntad y del enten-
siste el uso del libre albedrío : porque dimiento sin la operación del sentido. Sin
súbita é instantáneamente se perfecciona embargo pudo existir en él también la
más la operación del entendimiento y de operación del sentido en el primer ins-
la voluntad que la visión corporal; dado tante de su concepción, sobre todo res-
que entender, querer y sentir no es el pecto al sentido del tacto ; por el cual
movimiento que sea acto de lo imperfec- la prole concebida siente en la madre,
to (que se perfecciona sucesivamente), aun antes que obtenga un alma racional
sino que es acto del ser ya perfecto, como se dice ( D e gener. animal. 1. 2,
como se dice (De anima 1. 3 , t. 28). Y c. 3 y 4 ) . Por consiguiente, habiendo
por esto debe decirse que Cristo en el tenido Cristo en el primer instante de su
primer instante de su concepción tuvo el concepción alma racional, formado ya y
uso del libre albedrío. organizado su cuerpo, podía con mayor
Al argumento 1.° diremos, que el ser razón en uu mismo instante tener la ope-
es antes en naturaleza que obrar, pero ración del sentido del tacto.
no es antes en tiempo ; sino que simul-
táneamente, cuando el agente tiene el A R T Í C U L O III. — Cristo p u d o m e r e -
ser perfecto, comienza á obrar, á menos c e r (2) c u e l p r i m e r I n s t a n t e d e s u c o n c e p c i ó n ?
que haya algún obstáculo : como el fuego
á la vez que se produce comienza á ca- 1.° Parece que Cristo no pudo mere-
lentar é iluminar ; pero la calefacción no cer en el primer instante de su concep-
se termina en el instante sino por suce- ción : porque, así como se ha el libre al-
sión de tiempo, mientras que la ilumina- bedrío para merecer, así para desmere-
ción se perfecciona instantáneamente : y cer. Pero el diablo en el primer instante
tal operación es el uso del libre albedrío, de su creación no pudo pecar, como se
como se ha dicho. ha demostrado en la 1 . Parte ( C . 6 3 , a

Al 2.° que, cuando se termina el con- a. 5 ) . L u e g o ni el alma de Cristo en el


sejo ó la deliberación, la elección puede primer instante de su creación, que fue el
tener lugar simultáneamente. Pero los primer instante de su concepción, pudo
que necesitan de la deliberación del con- merecer.
sejo, tienen 1.° al terminarse el consejo 2.° L o que tiene el hombre en el pri-
certeza sobre lo que deben elegir, y por mer instante de su concepción parece serle
consiguiente no lo eligen inmediatamen- natural, porque esto es á lo que se ter-
te. De lo cual resulta evidente que la mina su generación natural. Pero noso-
deliberación del consejo no se preexige tros no merecemos por las cosas natura-
para la elección sino para la averigua- les ( 3 ) , como consta de lo dicho en la
ción de lo incierto. Pero Cristo en el pri- 2 . Parte ( l . - 2 . " C. 2 4 , a. 1, al 3.°; y
a a

mer instante de su concepción, así como 2 . - 2 C. 1 5 8 , a. 2 , a l l . ° ) . L u e g o parece


a K

tuvo la plenitud de la gracia santificante, que el uso del libre albedrío, que tuvo
asi tuvo la plenitud de la verdad conoci- Cristo como hombre en el primer instan-
da, según aquello (Joan. 1, 1 4 ) , lleno de te de su concepción, no fue meritorio.
gracia y de verdad. Por consiguiente, 3.° L o que una vez ha merecido algu-

(1) Elícito por la polencia, siendo esla misma autonomás- ( 3 ) Ya se entienda lo natural en contraposición á lo volun-
licamente el acto primero. tario, en cuyo sentido quiere decir que no merecemos por las
(2) Y en efecto mereció, ofreciéndose como víctima por la pasiones (C. 24, a. 1 al 3 . " en la t.'-i."); y a como opuesto á lo
redención del género humano, según hace constar el Apóstol sobrenatural, y en este concepto no podemos merecer por ello
(Hebr. 10, 8 y 9) reproduciendo las palabras del Salmo 119, sin la gracia (C. 114, a. 2 y 3 J .
v
. i : ecce nenio,... ut faclam, Beus, vohmlalem luam.
428 CUESTIÓN XXXIV. — ARTÍCULOS III Y IV.

no ya lo hizo en cierto modo suyo ; y ella ; puesto que lo que e s t á f u e r a d e la


así no parece pueda merecerse aquello naturaleza es una desviación d e l o q u e la
mismo de nuevo, porque ninguno merece es conforme. P o r lo tanto v
el libre albe-
lo que es suyo. L u e g o , si m e r e c i ó Cristo drío de la criatura puede moverse e n el
en el primer instante de su concepción, primer instante de su creación hacia el
sigúese que después nada mereció : lo bien mereciendo, pero no hacia el mal
cual es evidentemente falso. E n su con- pecando, con tal empero que la natura-
secuencia Cristo no mereció en el primer leza sea íntegra (2).
instante de su concepción. A l 2 .° q u e lo que tiene el hombre en
Por el contrario, dice San Gregorio el principio de su creación conforme con
(super E x o d . o Paterio inter op. Greg, el curso común de la naturaleza, le es
c . 40): « no tuvo absolutamente Cristo natural. Sin embargo nada impide que
D en cuanto al mérito de alma en qué pu- a l g u n a c r i a t u r a e n e l p r i n c i p i o d e s u crea-
» diera p r o g r e s a r ». P e r o hubiera podido ción consiga de Dios algún beneficio de
progresar e n m é r i t o , si n o h u b i e r a mere- la gracia ; y de este modo el alma de
c i d o e n el primer instante de su concep- Cristo en el principio de su creación con-
ción. L u e g o Cristo mereció en el primer siguió la gracia, por la que pudiese mere-
instante de su concepción. cer ; y por esta razón aquella g r a c i a se-
Conclusion. Cristo mereció en el pri- gún cierta semejanza se dice haber sido
mer instante de su concepción. natural á aquel h o m b r e , como consta por
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o San Agustín (Enchir. c. 40).
(a. 1), Cristo e n el primer instante de su A l 3.° q u e nada impide que lo mismo
concepción fue santificado por la gracia. pertenezca á alguien por diferentes cau-
Pero hay dos clases de santificación : la sas ; y según esto Cristo pudo también
de los adultos, que son santificados se- merecer por actos posteriores y por sus
gún el acto propio, y la de los niños, sufrimientos la gloria de la inmortalidad,
que no son santificados s e g ú n el a c t o pro- que mereció desde el primer instante de
pio de la fe, sino según la fe de sus pa- su concepción, no para que le fuese más
dres ó de la Iglesia. L a primera santifi- debida, sino para que le fuese debida por
cación es más perfecta que la segunda, muchas causas.
como el acto es más perfecto que el há-
bito, y lo que es por sí-, m á s que lo que ARTÍCULO I V . — ¿ c r i s t o f u e p e r í o d o
es por otro. L u e g o habiendo sido la san- c o m p r e n s o r e n e l p r i m e r i n s t a n t e d e s u con*
tificación de Cristo la m á s perfecta (pues- cepcion?
to que fue santificado de manera que
fuese santificador de otros), es consi- l. p
Parece que Cristo no fue perfecto
guiente que el mismo fuera santificado comprensor en el primer instante de su
según el movimiento propio de su libre concepción : porque el mérito precede al
albedrío hacia Dios ; cuyo conocimiento premio, como también l a c u l p a á l a pena.
de libre arbitrio en verdad es meritorio. P e r o Cristo mereció en el primer instante
Por,esta razón se Cristo me-
deduce que de su concepción, como se ha d i c h o (a.
reció en el primer instante de su concep- 3). L u e g o siendo el e s t a d o del compren-
ción (1). sor el premio-principal, parece que Cris-
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e e l l i b r e to no fue comprensor en el primer ins-
albedrío n o se refiere del m i s m o m o d o al tante de su concepción.
bien y al m a l ; porque al bien se refiere 2.° D i c e e l S e ñ o r ( L u c . u l t . 26),/««
por sí y naturalmente ; y al mal por menester que Cristo padeciese estas co-
modo de imperfección y saliéndose de lo sas y que así entrase en su gloria. P e r o
natural. Pero, c o m o dice el F i l ó s o f o ( D e la gloria pertenece al estado del com-
c c e l o , 1. 2, t. 18), lo que está fuera-de la prensor. L u e g o Cristo no estuvo en este
naturaleza es posterior á lo que es según estado en el primer instante de su con-

( i ) Y continuó mereciendo sin interrupción hasla el mo- (2) « Cual lo era la naturaleza que Cristo asumió », añade
mento mismo de su muerte mediante el uso continuo de su aquí Mediéis, adición que no se v e aceptada por las demás
libre albedrío, sin que nada le impidiese el ejercicio de sus ediciones ni consignada en códice alguno.
virtudes en sus operaciones internas.
CUESTIÓN XXXIV. — ARTÍCULO IV. 429

cepcion, cuando aún no había sufrido io dicho (a. 3), no fue conveniente que
pasión alguna. Cristo en su concepción recibiera la gracia
3.° L o que no conviene ni al hombre habitual solamente sin el acto; pues reci-
ni al ángel parece ser propio de D i o s , y bió la gracia sin medida, como se ha dicho
por tanto no conviene á Cristo como ( C . 7, a. 9, 10 y 12), Pero la gracia del
nombre. P e r o no conviene ni al hombre viador, siendo inferior á la gracia del
ni al ángel ser siempre bienaventurados, comprensor; tiene una medida menor
porque, si lo hubieran sido por natura- respecto d é l a gracia del comprensor (1).
leza, no habrían pecado después. L u e g o Por lo cual es evidente que Cristo en el
Cristo como hombre no fue bienaventu- primer instante de su concepción recibió,
rado en el primer instante de su concep- no solo tanta gracia, cuanta tienen los
ción. comprensores, sino también mayor que
Por el contrario, dícese ( P s . 6 4 , 5 ) todos estos. Y , puesto que aquella gracia
bienaventurado aquel que escogiste y to- no fue sin el acto, es consiguiente que
maste; lo cual según la Glosa (ord. Aug.) fue comprensor en acto, viendo á Dios
se refiere á la naturaleza humana de por esencia más claramente que las de-
Cristo, que fue tomada por el Verbo de mas criaturas.
Dios en la unidad de persona. P e r o en A l argumento 1.° diremos q u e , como
el primer instante de la concepción fue se ha dicho (C. 19, a. 3, al 1.°), Cristo
tomada la naturaleza humana por el no mereció la gloria del alma, según la
Verbo de Dios en la unidad de persona. que se dice que es comprensor; sino la
Luego en el primer instante de su con- gloria del cuerpo, á la que llegó por su
cepción Cristo como hombre fue bien- Pasión.
aventurado, lo cual es ser comprensor. D e lo espuesto se deduce la contesta-
Conclusion. Cristo fue perfecto com- ción al 2.°
drensor en acto desde el primer instante A l 3.°, que Cristo, porque fue Dios y
de su concepción, viendo á Dios por hombre, tuvo también en su humanidad
esencia más claramente que todas las de- algo que no tuvieron las otras criaturas,
mas criaturas. esto e s , el ser bienaventurado inmediata-
Responderemos q u e , como consta de mente desde el principio.

(1) Lo cual según Silvio debe entenderse, no de la gracia aventurados ; sino respecto de su término final ó posesión per-
habitual del comprensor en cuanto a su intención, que puede fecta é inamisible.
•ser igual y aun mayor en algún viador que en algunos bien-
C U E S T I Ó N X X X V .

Natividad de Cristo.

Después de haber tratado de la concepción de Cristo, lo haremos ahora de su nacimiento : y l.°en


cuanto á su nacimiento mismo , y 2.° en cuanto á la manifestación de su nacimiento.
Acerca de lo primero examinaremos; 1." El nacimiento es de la naturaleza ó de la persona?-
2-° Debe atribuirse á Cristo otro nacimiento ademas del eterno ? — 3.° La B. Virgen es su Madre según
el nacimiento temporal ? — i." Debe decirse Madre de Dios ? — 5.° Cristo es el Hij o de Dios Padre y de
la Virgen María según las dos filiaciones ? — 6.° Modo del nacimiento. — 1. Su lugar. — 8.° Tiempo
A

del nacimiento.

ARTÍCULO I. — E l n a c i m i e n t o e s d e l a á sujeto que nace, y á la naturaleza como


naturaleza, ó de la persona? á su término.
Responderemos, que el nacimiento
1.° Parece que el nacimiento conviene puede atribuirse á alguno de dos m o d o s ;
más á la naturaleza que á la persona l . , como al sujeto, y 2.°> como al térmi-
Q

porque dice San Agustín (Fulgentius, no. Como al sujeto se atribuye á l o que
libr. De Jide ad Petrum, c. 2) : « l a na- nace; y esto es propiamente la hipóstasi,
» turaleza eterna y divina no podría ser ñ o l a naturaleza: porque, siendo e l nacer
» concebida y nacer de la naturaleza hu- ser en cierto modo engendrado , al m o d o
» mana, sino según la verdad de esta na- que se engendra una cosa, para que exis-
» turaleza». Si pues conviene á la natu- ta, de la misma manera nace algo p a r a
raleza divina ser concebida y nacer por que exista. M a s el ser es propiamente d e
razón de la naturaleza humana, mucho la cosa subsistente; porque la forma que
más conviene á ésta. no subsiste se dice que existe solamente,
2.° Según el Filósofo ( M e t . 1. 5,t. 5 ) , puesto que es algo ; mientras que la p e r -
« la palabra naturaleza se ha tomado de sona ó hipóstasi se significa por modo del
» nacerá; y las denominaciones se hacen que subsiste (1), y la naturaleza s e sig-
con arreglo á la conveniencia de la seme- nifica por modo de la forma, por la que
janza. L u e g o parece que el nacimiento algo subsiste. Y por eso el nacimiento
más pertenece á la naturaleza que á la como al sujeto naciente se atribuye pro-
persona. piamente á la persona ó hipóstasi, no a
3.° N a c e propiamente lo que comienza la naturaleza; pero como al término se
á existir por el nacimiento. P e r o por el atribuye el nacimiento á la naturaleza;
nacimiento de Cristo no comienza á exis- pues el término de la generación y de
tir la persona de Cristo, sino su natura- cualquier nacimiento es la forma, y la
leza humana. L u e g o parece que el naci- naturaleza se significa por modo d e la
miento pertenece propiamente á la natu- forma. P o r esta razón se dice que el n a -
raleza , no á la persona. cimiento es el camino á la naturaleza,
Por el contrario, dice el Damasceno como consta por el Filósofo (Phisyc.
(Orth. fid. 1. 3 , c. 2 , 3 y 6), «. el naci- 1 . 2 , t. 14) ; porque la intención de la
» miento es de la hipóstasi, no de la na- naturaleza termina en la forma ó natura-
»turaleza ». leza de la especie.
Conclusión. La natividadó nacimiento
(1) Siendo ella la que propiamente nace en esta ó aquella
se atribuye á la persona ó hipóstasi como naturaleza.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULOS I Y II. 431

Al argumento 1.° diremos, que á causa cimiento, por el que nació del P a d r e , no
de la identidad que hay en Dios entre la sufre interrupción, puesto que es eter-
naturaleza y la hipóstasi, á veces la na- no i^4), lo cual sin embargo se requiere
turaleza se toma por la persona ó hipós- para legitimar la palabra bis; por que
tasi;- y según esto dice San Agustín (1) se dice que corre dos veces el que corre
que la naturaleza divina ha sido conce- con interrupción. Luego parece que en
bida y nacida, puesto que la persona del Cristo no deben considerarse dos naci-
Hijo fue concebida y nacida según la mientos.
naturaleza humana. Por el contrario, dice el Damasceno
Al 2.°, que ningún movimiento ó mu- (Orth. fid. 1. 3 , c. 7 ) : « confesamos dos
tación se denomina por el sujeto que es » nacimientos de Cristo ; uno eterno, que
movido, sino por el término del movi- » es del Padre ; y el otro, por el que vino
miento , del que trae la especie; y por » en estos últimos tiempos por nosotros».
esto el nacimiento no se denomina por la Conclusión. Hay en Cristo dos natu-
persona que nace, sino por la naturaleza ralezas ó término de nacimiento: una
que tieue por término el nacimiento. eterna, por la que procede del Padre; y
Al 3.°, que la naturaleza, propiamente otra temporal, según la que nació de
hablando, no comienza á existir, sino más madre.
bien es la persona la que comienza á Responderemos que, como se ha dicho
existir en alguna naturaleza, puesto que, (a. 1 ) , la naturaleza se compara al naci-
como se ha dicho, la naturaleza se signi- miento como el término al movimiento ó
fica como por la que algo e s , mientras mutación; y el movimiento se diversifica
que la persona se indica como la que tiene según la diversidad de los términos, como
ser subsistente. consta por el Filósofo (Physic. 1. 5 , t. 4 1
y 42). Pero en Cristo hay dos naturale-
ARTÍCULO I I . — D e b e a t r i b u i r s e & zas, divina y humana, de las cuales la
Cristo a l g ú n n a c i m i e n t o t e m p o r a l ? (2) una la recibió ab aterno del P a d r e , y la
otra la recibió temporalmente de la Ma-
1.° Parece que no debe atribuirse á dre : y por eso es necesario atribuir á
Cristo nacimiento alguuo temporal: por- Cristo dos nacimientos ; uno, por el que
que nacer es como cierto movimiento de nació eternamente del Padre, y otro, por
cosa no existente antes que nazca y « que el que nació temporalmente de la Madre.
i> debe al beneficio del nacimiento el exis- Al argumento 1.° diremos, que esta
tir» (3). Pero Cristo existió ab (¡eterno. fue la objeción de cierto hereje llamado
Luego no pudo nacer temporalmente. Feliciano, la cual San Agustín (lib. Con-
2." Lo que es perfecto en sí no nece- tra Felicianum, c. 12) refuta a s í : « su-
sita del nacimiento ; y la persona del Hijo » pongamos, dice, como muchos quieren,
de Dios fue perfecta ab (Eterno. Luego » que hay en el mundo un alma general;
no necesita del nacimiento temporal, y » que vivifique todas las semillas con un
por lo tanto parece que no nació tempo- » movimiento inefable, de manera que sin
ralmente. »identificarse con las cosas, que son pro-
3.° El nacimiento conviene propiamente » ducidas, dé la vida ella misma á las
á la persona; y en Cristo no hay más que » que han de ser engendradas, esto es,
una sola persona. Luego hay en él un » que cuando ésta ha llegado al útero
solo nacimiento. » para formar la materia pasible para sus
4.° Lo que nace en dos nacimientos » fines, hace que lo que no consta tiene
nace dos veces. Pero parece falso decir, » la misma sustancia que ella, forme una
« Cristo nació dos veces »; porque su na- » misma con ella, y por la actividad del
(1) Más bien San Fulgencio, quien parece haber tomado esa Los arríanos negaban el primero suponiendo en Cristo única-
locación dol uso de los g r i e g o s . mente naturaleza humana ; y por el contrario los proclianos ó
(2) Es dogma de fe, definido por el Concilio 5.° general de proclianitas desconocían el segundo, admitiendo en él solo la
Constantmopla (act. 2, cap. 2),'por el de Letran (can. 4) bajo naturaleza divina.
Marlino I, por el 1." d e Nicéa y por todos los posteriores legí- (3) Id agens beneficio nativitalis, ut sil, ó b i e n , id estagens...
timos, que han reproducido "el.Símbolo de ISicéa en per.fecta según el testo de San Agustín conforme con el manuscrito; no
consonancia con el apostólico que « deben atribuirse á Cristo indigens, cual se v e en algunas ediciones. Kicolai.
»dos nacimientos : eterno el uno por el que procede del Padre; (4J V . la definición de la eternidad según Boecio en el 1.1."
• y temporal el otro como hijo en cuanto hombre de su madre». pág. 65, C. 10, a. 1 de la 1.' P.
432 CUESTIÓN XXXV.—ARTÍCULOS II Y I I I .

» alma y pasividad de la materia de las que corre en dos tiempos, así puede de­
» dos sustancias un solo hombre; y así cirse que nace dos veces el que nace una
» decimos que el alma nace del útero (1), vez en la eternidad y otra en el tiempo;
» n o porque antes que naciese no haya porque la eternidad y el tiempo difieren
в sido enteramente en cuanto á lo que la mucho más que dos tiempos, aunque uno
» concierne. A s i , pues, de una manera y otro designen una medida de duración,
» más sublime aún el Hijo de Dios nació
в como hombre de su M a d r e , al modo ARTÍCULO I I I . — *«•« n. virgen puede
» mismo que se enseña que el alma nace decirse ¡Madre de Cristo según su nacimiento
» con el cuerpo, no porque ambos tengan temporal? (SJ
» l a misma materia, sino porque de las
в dos se hace una sola persona. Sin em­ 1.° Parece que según el nacimiento
в bargo, no decimos que el Hijo de D i o s temporal de Cristo la B . Virgen no puede
» comenzase desde el principio de su car­ decirse su M a d r e ; porque, como se ha
в n e , no sea que alguno crea temporal la dicho ( C . 32, a. 4 ) , la B . Virgen María
» deidad; ni reconocemos la carne del nada obró activamente en la generación
» Hijo de Dios eterna, para que no pen­ de Cristo, sino solo suministró la mate­
в sernos que recibió, no la verdad de ria. Pero esto no parece ser suficiente
» cuerpo h u m a n o , sino cierta i m a g e n » . para la razón de madre : de otra suerte
A l 2.° que este fue el razonamiento de se diría que la madera es madre de una
Nestorio que San Cirilo refuta en una cama ó de un escaño. L u e g o parece que
carta (2) (conc. E phes. parte 1, c. 8) la B . Virgen no puede decirse Madre de
cuando d i c e : « no decimos que el Hijo Cristo.
» de Dios haya tenido necesidad por sí de 2.° Cristo nació milagrosamente de la
» un segundo nacimiento después del que B . Virgen ( 4 ) ; y la generación milagro­
в tiene de su Padre : porque es insensato sa no basta para la razón de maternidad
» é ignorante decir que el que existió án­ ó de filiación; pues no decimos que E va
» t e s de los siglos todos y coeterno con el fuese hija de Adán. L u e g o parece que
в P a d r e , tenga necesidad de comenzar tampoco Cristo debe decirse hijo de la
врага existir una segunda vez. Pero, B . Virgen.
» puesto que procedió de mujer uniéndose 3.° Parece pertenecer á la madre de­
» así según la subsistencia por nosotros y cisio seminis; m a s , como dice el Damas­
» por nuestra salvación lo que es huma­ ceno (Orth. fid. 1. 3 , c. 2 y 7 ) , el cuerpo
» no; por esto se dice nacer carnalmente». de Cristo fue formado por el E spíritu
A l 3.° que el nacimiento pertenece á la Santo, no seminalmente, sino como ac­
persona como á su sujeto, y á la natura­ tor : luego parece que la B . Virgen no
leza como á su término. Pero es posible debe decirse Madre de Cristo.
á u n sujeto tener muchas transmutacio­ Por el contrario, léese (Matth. 1,1S),
nes, las cuales sin embargo es necesario la generación de Cristo era así : estando
que varíen según los términos; lo cual María Madre de Jesús desposada con
empero no lo decimos, como si el naci­ José, etc.
miento eterno fuese un cambio ó movi­ Conclusión. La Santísima Virgen es
miento, sino porque se significa por modo verdadera y natural Madre de Cristo se­
de mutación ó movimiento. gún su nacimiento temporal.
A l 4.° que se puede decir Cristo nacido Responderemos, que la B. Virgen es
dos veces según dos nacimientos: porque, verdadera y natural Madre de Cristo;
así como se dice que corre dos veces el porque, como se ha dicho ( C . 5, a. 2) (5),

(1J Tío como el cuerpo, que es formado en el útero mismo. guraba a haber tomado Cristo su carne, no de madre, sino de
B
(2) La 4 . , dirigida á Nestorio é inserta en las actas de los » los elementos », Apolinar que se la atribuía « antesecular V
Concilios de E f e s o , Calcedonia (act. 1 ) y 6.° ecuménico » consustancial traída del cielo », comolos mennonitas 1c su­
(mt. 11)'. ponían « cuerpo tomado de la sustancia misma de Dios Padre
(3) A s í se colige de lo espuesto en la C. 3 1 , a. 4, 5, y 6 en » en el cielo, y no de la carne de la Virgen ».
conformidad con los santos E vangelios, que llaman á María (4) De su vientre y en su vientre, pues la concepción misa»
Madre de Jesús (Joan. 2) y Madre del Señor (Luc. 1) contra la la hizo y a madre, siéndolo por 'consiguiente antes del parto
herejía de Valentín, quien decía que « la Bienaventurada Vír­ mismo.
» g e n no es verdadera Madre de Cristo, que pasó por ella sin (5) Ténganse también presentes l a C 31, a. 5 ; y C 32, a.
stomar nada de ella » ; coincidiendo con él Apeles, que ase­
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULOS III Y I V . 433

el c u e r p o d e C r i s t o n o h a s i d o t r a í d o d e l Cristo, ó la madre del niño, como consta


cielo, c o m o s u p u s o e l h e r e j e V a l e n t í n , (Matth. 1). L u e g o no debe decirse que
sino t o m a d o d e l a V i r g e n M a d r e y f o r - la B . Virgen es Madre de Dios.
mado d e s u p u r í s i m a s a n g r e ; y esto solo 2.° Cristo se dice Dios según la natu-
se r e q u i e r e p a r a s e r m a d r e , c o m o s e h a raleza divina; pero la naturaleza divina
dicho ( C . 3 1 ,a . 5 ) . P o r c o n s i g u i e n t e l a no ha recibido de la Virgen el principio
B. V i r g e n e s v e r d a d e r a m e n t e l a M a d r e del ser. L u e g o no debe decirse á la
de C r i s t o (1). B . Virgen Madre de Dios.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o 3 . ° E s t e nombre Dios se predica co-
se h a e s p u e s t o ( C . 3 2 , a . 3 ) , l a p a t e r n i d a d munmente del Padre y del Hijo y del
ó m a t e r n i d a d y filiación n o c o n v i e n e n á Espíritu Santo. L u e g o , si la B . Virgen
cualquiera g e n e r a c i ó n , sino solo á l a d e es Madre de D i o s , parece seguirse que
los v i v i e n t e s . Y p o r e s t o , s i h a y c o s a s lo es del Padre y del Hijo y del Espíritu
inanimadas, q u e s o n hechas d e a l g u n a Santo : lo cual es inconveniente. L u e g o
materia, n o s e sigue p o r esto q u eh a y a e n la B . Virgen no debe decirse Madre de
ellas r e l a c i ó n d e m a t e r n i d a d y filiación, Dios.
sino s o l o e n l a g e n e r a c i ó n d e l o s v i v i e n - Por el contrario, en íos capítulos ana-
tes, q u e s e d i c e p r o p i a m e n t e n a c i m i e n t o . temas de San Cirilo aprobados en el con-
A l 2.° q u e , c o m o d i c e e l D a m a s c e n o cilio de Efeso ( P . 1 , c. 2 6 , anathem. 1)
( O r t h . fid. 1. 3 , c . 7 ) , « e l n a c i m i e n t o se lee : « si alguno no confiesa que M a -
»temporal, p o r el q u enació Cristo p o r » nuel es verdaderamente Dios, y que por
»nuestra salvación, e s e n cierto m o d o » este motivo la Santa Virgen es la M a -
¡> s e g ú n n o s o t r o s ; p u e s t o q u e , n a c i ó h o m - lí dre de Dios (pues engendró carnal-
?bre d e u n a mujer y e n e l tiempo d e » mente ( 3 ) al Verbo de Dios hecho car-
»bido d e l a c o n c e p c i ó n ; p e r o e s supe- » n e ) ; sea escomulgado ».
s r i o r á n o s o t r o s , p o r q u e n a c i ó n o n ex Conclusión. La B. Virgen se dice con
)> semine s i n o d e l E s p í r i t u S a n t o y d e l a toda verdad Madre de Dios, siendo heré-
Í Virgen Santa sobre l a l e y d e l a con- tico el negarlo.
)) c e p c i o n •». A s í p u e s p o r p a r t e d e l a m a - Responderemos que, como se ha dicho
dre a q u e l n a c i m i e n t o f u e n a t u r a l ; p e r o (C. 1 6 , a. 1 ) , todo nombre, que en con-
por p a r t e d e l a o p e r a c i ó n d e l E s p í r i t u creto significa alguna naturaleza, puede
Santo f u e m i l a g r o s o . P o r e s t a r a z ó n l a sustituir á alguna hipóstasi de esta natu-
B. V i r g e n e s l a v e r d a d e r a y n a t u r a l M a - raleza. Habiéndose pues hecho la unión
dre d e C r i s t o . de la encarnación en la hipóstasi, como
A 1 3 .° q u e , c o m o s e h a d i c h o ( C . 3 2 , se ha dicho ( C . 2 , a. 2 y 3 ) ; es evidente
a. 4 ) , resolutio seminis femince n o p e r t e - que este nombre Dios puede suponerse
nece á l a n e c e s i d a d d e l a c o n c e p c i ó n ; y por la hipóstasi que tiene naturaleza h u -
p o r t a n t o l a resohitio seminis n o s e r e - mana y la divina : y por eso todo lo que
quiere p o r n e c e s i d a d p a r a s e r m a d r e . conviene á la naturaleza divina ó huma-
na, puede atribuirse á aquella persona,
ARTÍCULO I V . — i a K . v i r g e n d e b e ya se suponga por ella un nombre signi-
decirse m a d r e d e D i o s ? (2)
ficando la naturaleza divina, y a otro sig-
1.° P a r e c e q u e l a B . V i r g e n n o d e b e nificando la humana. Pero ser concebido
decirse M a d r e d e D i o s : p o r q u é n o d e b e y nacer se atribuye á la persona y á la
decirse a c e r c a d e l o s m i s t e r i o s d i v i n o s , hipóstasi según aquella naturaleza, en
sino l o q u e c o n s t a e n l a E s c r i t u r a ; y j a - que es concebida y nace. L u e g o , habien-
mas s e l e e e n l a E s c r i t u r a q u e s e a l aM a - do sido tomada por la persona divina en
dre ó g e n i t r i z d e D i o s , s i n o l a m a d r e d e el principio mismo ( 4 ) de la concepción

(1) San Juan Damascano (1. 3, c. 12) indica no ser conve- y varios otros Pontífices.
niente emplear la denominación de Cristipara, para evitar el (3) No en el sentido de concupiscente sensualidad, sino para
error de Nestorio, que abusaba de ella con el objeto de no indicarque realmente lo engendró d e s u propia carne ysangre,
llamarla Deipara. según lo espuesto en la C 31, a. 5.
(2) Contra la herejía do Ibas, Edisorio, Teodoro y Nestorio, (4) En el que la concepción de Cristo fue y a completamente
según los cuales o Moría no es ni debe decirse Madre de Dios»; perfecta ; á diferencia de los demás niños, cuya concepción se
anatematizada por los concilios 1.° de Efeso, 6." de Constanti- perfecciona después paulatinamente.
nopla, Calcedonensey de Letran, como también por Paulo IV
SOMA T E O L Ó G I C A TOMO IV. 28
434 C U E S T I Ó N X X X V . — A R T Í C U L O S IV Y V .

l a n a t u r a l e z a h u m a n a , como se h a dicho » n e r a c i o n d e C r i s t o ; p o r q u e el V e r b o de
( C . 33, a. 3 ) ; e s c o n s i g u i e n t e q u e p u e d e » D i o s n a c i ó d e l a s u s t a n c i a d e D i o s Pa-
decirse v e r d a d e r a m e n t e q u e D i o s fue con- » d r e ; p e r o p u e s t o q u e t o m ó c a r n e es n e -
cebido y nacido d e la V i r g e n . P e r o se » c e s a r i o c o n f e s a r q u e n a c i ó d e m u j e r se-
llama u n a mujer madre de alguno, por » g u n l a c a r n e » . L u e g o d e b e d e c i r s e que
haberlo concebido y engendrado : por lo l a B . V i r g e n s e d i c e M a d r e d e D i o s , no
c u a l s i g ú e s e q u e la B. Virgen se dice ver- p o r q u e s e a l a m ' a d r e d e l a d i v i n i d a d , sino
daderamente Madre de Dios; p o r q u e solo p o r q u e es l a M a d r e s e g ú n l a humanidad
s e p o d r í a n e g a r q u e l a P>. V i r g e n e s M a - d e l a p e r s o n a q u e t i e n e l a d i v i n i d a d y la
d r e d e D i o s e n el caso e n q u e ó l a h u m a - humanidad.
nidad hubiera estado sometida á la con- A l 3.° q u e e s t e n o m b r e D i o s , aunque
cepción y al nacimiento antes que aquel s e a c o m ú n á l a s t r e s p e r s o n a s , sin em-
h o m b r e hubiese sido el H i j o d e D i o s b a r g o u n a s v e c e s s e e m p l e a p o r sola l a
como supuso Fotino, ó que la humanidad p e r s o n a d e l P a d r e , o t r a s p o r s o l a l a del
n o h u b i e s e sido t o m a d a en la u n i d a d d e H i j o ó d e l E s p í r i t u S a n t o , c o m o se lia
persona ó hipóstasi del V e r b o de Dios, e s p u e s t o ( C . 16 , a . 1 y 2):. y a s í , cuando
c o m o s u p u s o JSTestorio (1). P e r o a m b a s se d i c e : « l a B . V i r g e n e s M a d r e d e
hipótesis son erróneas : por consiguiente » D i o s » , e s t e n o m b r e D i o s s e p o n e por
es herético negar que la B. Virgen es Ma- sola la p e r s o n a del H i j o encarnada.
dre de Dios.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s t a f u e ARTÍCULO V - — n o y e n cristo dos oiia.
la objeción d e N e s t o r i o , la cual se refuta clones?
diciendo q u e , a u n q u e en la E s c r i t u r a no
se h a l l e e s p r e s a m e n t e dicho q u e l a B . V i r - l . ° P a r e c e q u e e n C r i s t o h a y d o s filia-
g e n sea la M a d r e de D i o s ; se encuentra c i o n e s : p o r q u e e l n a c i m i e n t o e s c a u s a de
sin e m b a r g o en ella d e u n a m a n e r a e s - filiación; y e n C r i s t o h a y d o s nacimien-
p r e s a q u e J e s u c r i s t o es el v e r d a d e r o t o s . L u e g o t a m b i é n h a y e n é l d o s filia-
D i o s , como se v e ( i J o a n , u l t . ) , y q u e ciones.
la B . V i r g e n es l a M a d r e d e J e s u c r i s t o 2.° L a filiación, p o r l a q u e alguien se
c o m o c o n s t a ( M a t t h . 1). D e d o n d e s e s i - dice hijo d e a l g u n o c o m o d e l a madre ó
g u e por necesidad de las palabras de la d e l p a d r e d e p e n d e e n a l g u n a m a n e r a del
E s c r i t u r a m i s m a q u e es M a d r e d e D i o s . m i s m o : p o r q u e e l s e r d e l a r e l a c i ó n con-
T a m b i é n se dice ( B o m . 9 , 5 ) , q u e d e l o s s i s t e e n r e f e r i r s e e n a l g u n a m a n e r a á al-
j u d í o s e s de quienes desciende también g o ; p o r c u y a r a z ó n d e s t r u i d o u n o d e dos
Cristo según la carne, que. es Dios sobre r e l a t i v o s e l o t r o s e d e s t r u y e también.
todas las cosas bendito en los siglos. P e r o P e r o l a filiación e t e r n a , p o r l a c u a l Cris-
no proviene d e los j u d í o s sino m e d i a n t e t o e s H i j o d e D i o s P a d r e , n o d e p e n d e de
l a B . V i r g e n : p o r l o c u a l el que es sobre l a M a d r e , p u e s t o q u e n a d a e t e r n o de-
todas las cosas Dios, bendito en los siglos, p e n d e d e l o t e m p o r a l . L u e g o C r i s t o no
es v e r d a d e r a m e n t e n a c i d o d e la B . V i r - es H i j o d e m a d r e p o r filiación eterna.
gen como de su M a d r e . P o r l o t a n t o d e n i n g ú n m o d o e s s u hijo,
A l 2.° q u e a q u e l l a es l a o b j e c i ó n d e l o c u a l e s c o n t r a l o y a d i c h o ( a . 4), ó es
JSTestorio. P e r o S a n C i r i l o e n u n a c a r - p r e c i s o q u e l o s e a p o r c i e r t a o t r a filia-
t a (2) c o n t r a e s t e h e r e j e , q u e c o n s t a e n c i ó n t e m p o r a l . L u e g o h a y e n C r i s t o dos
e l C o n c i l i o d e E f e s o ( p . i , c. 2, n ú m . 12), filiaciones.
la refuta d i c i e n d o : « así c o m o el a l m a 3:° U n o d e l o s r e l a t i v o s s e p o n e en la
» del hombre nace con su propio cuerpo d e f i n i c i ó n d e l o t r o ; d e l o q u e e s notorio
» y es r e p u t a d a c o m o u n a sola cosa c o n q u e u n o d e l o s r e l a t i v o s s e especifica por
» é l , y habla demasiado superfluamente e l o t r o . P e r o u n a y m i s m a c o s a n o puede
» el q u e p r e t e n d i e r e q u e l a q u e e s M a d r e e x i s t i r e n d i v e r s a s e s p e c i e s . L u e g o pare-
» d e la c a r n e , n o lo sea t a m b i é n del a l m a : c e i m p o s i b l e q u e u n a y l a m i s m a relación
» t a l algo sucedido reconocemos en la g e - t e n g a p o r t é r m i n o estreñios absolutamen-

(1) Y también Focio, que lo tenía por puro hombre, aunque (2) Dirigida á los presbíteros, diáconos y monjes y demás
unido después al Verbo, ^ quien tampoco reconocía oomo ver- solitarios d e Egipto.
dadero Dio?.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULO V. 435

te diversos. Pero Cristo se dice Hijo del sas diversas diferentes en especie, parece
Padre eterno y de Madre temporal que por lo tanto que también las relaciones
son términos enteramente diversos. L u e - difieren en especie. Por consiguiente nada
go parece que Cristo no pueda decirse impide que haya así muchas relaciones
hijo del Padre y de la madre por la mis- diferentes en un mismo sujeto : c o m o , si
ma relación. L u e g o hay en Cristo dos uno es maestro de algunos en gramática
filiaciones. y de otros en lógica, es distinta la rela-
Por el contrario, como dice el D a - ción del magisterio en ambos ; y por eso
masceno (Orth. fid. 1. 3, c. 13), las co- por razones diversas uno y el mismo hom-
sas que son de la naturaleza se multipli- bre puede ser maestro de diversos discí-
can en Cristo, mas no las que son de la pulos ó de los mismos según diversas en-
persona. Pero la filiación pertenece sobre señanzas. Mas sucede á veces que algu-
todo á la persona; porque es una propie- no tiene relación con muchos individuos
dad personal, como consta por lo que se según diversas causas, aunque de la mis-
ha dicho P . 1. ( C . 40, a. 2,3 y 4). L u e -
a
ma especie; como cuando alguno es pa-
go en Cristo hay solamente una filiación. dre de diversos hijos, ^egun los diversos
C o n c l u s i ó n . Deben reconocerse en actos de la generación: por lo cual la
Cristo dos filiaciones correspondientes á paternidad no puede diferir en especie,
¡tusdos nacimientos eterno y temporal en siendo los actos de las generaciones los
cuanto al concepto de perfecta filiación ; mismos en. especie, y puesto que no pue-
pero una sola eterna por razón del único den concurrir á la vez muchas formas
sujeto de esta, que no puede ser sino su de la misma especie en el mismo sujeto,
único supuesto eterno. no es posible que haya muchas paterni-
Responderemos, que acerca de esto dades en el que es padre de muchos hijos
hay diversas opiniones : porque algunos, por generación natural ; pero sería dis-
atendiendo á la -causa de la filiación, que tinto, si fuera padre de uno por genera-
es el nacimiento, suponen en Cristo dos ción natural y de otro por adopción. E s
filiaciones, como también dos nacimien- evidente empero que Cristo no nació por
tos. Otros considerando el sujeto de la uno y el mismo nacimiento del Padre
filiación, que es la persona ó la hipóstasi ab-ceterno y de su madre temporalmente;
del Hijo, admiten en Cristo únicamente ni el nacimiento no es de una sola espe-
una filiación, como también una sola hi- cie. P o r consiguiente en cuanto á esto
póstasi ó persona (1) : porque la unidad sería preciso decir que hay en Cristo di-
de la relación ó su pluralidad no se con- versas filiaciones, la una temporal y la
sidera según los términos, sino según la otra eterna. Pero puesto que el sujeto de
causa ó él sujeto; porque, si se conside- la filiación no es la naturaleza ó parte de
rase según los términos, sería preciso que ella, sino solamente la persona ó la hipós-
todo hombre tuviera en sí dos filiaciones, tasi, y en Cristo no hay hipóstasi ó per-
una por la que se refiriese al padre y otra sona sino eterna ; no puede haber en Cris-
á la madre. Pero para el que considera to filiación alguna, sino la que existe en
rectamente esta cuestión aparece que ca- la hipóstasi eterna. Mas toda relación,
da cual se refiere por la misma relación que se dice de Dios en el tiempo, no pone
á su padre y madre en razón de la unidad en el mismo Dios eterno algo real, sino
de causa ( 2 ) ; puesto que por el mismo solamente racional, como se ha demos-
nacimiento nace el hombre de su padre y trado P . l . ° " ( C 1 3 , a. 7 ) ; y por esto la
madre, y por consiguiente por la misma filiación, por la que Cristo se refiere á la
relación se refiere á ambos : y la misma Madre no puede ser una relación real,
razón hay del maestro que enseña á mu- sino solamente según la razón; y así, en
chos discípulos la misma doctrina,, y del cuanto á a l g o , ambas opiniones dicen ver-
señor, que gobierna á muchos subditos dad ; porque, si atendemos á las razones
por la misma potestad. M a s , si hay cau- perfectas de la filiación, es preciso decir

U) Ambas opiniones resultan aquí conciliarias, como se v e al paso que la madre solo pasivamente y como causa material;
en la doble conclusión. ambas causalidades parciales vienen á refundirse en una sola
(2) Total y completa ó inmediata y próxima : porque, si para la completa y perfecta generación. — DRIOUX.
bien el padre concurro activamente y á modo de causa eficiente
436 CUESTIÓN X X X V . — A R T Í C U L O S V Y VI.

que hay en él dos filiaciones según la es una sola la relación, y por parte del
dualidad de sus nacimientos; pero si otro muchas; como en los hombres por
atendemos al sujeto.de la filiación, que parte de los padres se halla la doble re-
no puede ser sino el supuesto eterno, no lación, una de paternidad y otra de ma-
puede haber en Cristo realmente sino la ternidad, las que son diferentes en espe-
filiación eterna. S e dice no obstante hijo cie, puesto que el padre es el principio
relativamente á la madre por la relación, de la generación por distinta razón que
que se coentiende á la relación de mater- la madre. Pero si fueran muchas por una
nidad que se refiere á Cristo, como tam- misma razón principio de una misma ac-
bién se dice Dios Señor por una relación ción ( c o m o cuando muchos juntos arras-
de razón, que se concibe simultánea- tran un navio) en todos habría una sola
mente con la relación real, por la que la y misma relación. D e parte de la prole
criatura está sometida á Dios ; y , aun- existe una sola filiación según la cosa,
qne la relación de dominio no sea real en pero doble, según la razón, en cuanto
D i o s , se dice sin embargo realmente S e - corresponde á ambas relaciones de los
ñor por la sujeción real de la criatura padres según las dos relaciones del en-
al mismo. E igualmente Cristo se di- tendimiento. A s í también respecto á algo
ce realmente hijo de la Virgen Madre hay en Cristo solamente una filiación
por la relación real de la maternidad á real, que mira al Padre eterno; sin em-
Cristo. bargo hay en él otra relación temporal,
A l argumento 1.° diremos, que el naci- que se refiere á la madre temporal.
miento temporal causaría en Cristo una
filiación temporal real, si hubiese allí
ARTÍCULO VI. — xaeió cristo simio-
sujeto capaz de esta filiación ; lo cual en
l o r d e l a m a d r e ? (1)
verdad no puede ser, pues el mismo su-
puesto eterno no puede ser susceptible de
relación temporal, como se ha dicho. N i 1.° Parece que Cristo no nació sin do-
puede decirse susceptible de recibir la lor de la madre: porque, así como la
filiación temporal en razón de la natura- muerte de los hombres provino del peca-
leza humana, como tampoco aun del na- do de los primeros padres según aquello
cimiento temporal; puesto que sería pre- (Genes. 2 , 17) : en cualquier dia que co-
ciso que la naturaleza humana estuviera miereis de él, moriréis; así también el do-
en alguna manera sujeta á la filiación, lor del parto según aquello (Genes. 3,
como lo está al nacimiento ; porque cuan- 16): con dolor parirás los hijos. Pero
do se dice que un etiope es blanco en ra- Cristo quiso sufrir la muerte. Luego pa-
zón á su dentadura, es preciso que la rece que por igual razón el parto de este
dentadura del etiope sea el sujeto de la debió ser con dolor.
blancura. Pero la naturaleza humana en 2.° E l fin es proporcionado al princi-
manera alguna puede ser sujeto déla filia- pio ; y el fin de la vida de Cristo fue con
ción, puesto que esta relación mira direc- dolor según aquello ( I s . 5 3 , 4 ) : en ver-
tamente á la persona. dad él cargó con nuestros dolores. Luego
A l 2.° que la filiación -eterna no depen- parece que también en su nacimiento
de de la madre temporal ; pero á esta hubo dolor del parto.
filiación eterna se coentiende una rela- 3.° E n el libro « D e l nacimiento del
ción temporal dependiente de la madre, » Salvador » se refiere que al nacimiento
según la cual se dice Cristo hijo de la de Cristo concurrieron parteras, las cua-
madre. les parecen ser necesarias á la que pare
A l 3.° que lo uno y el ente son consi- con dolor. L u e g o parece que la B . Vir-
guientes, como se dice (Met. 1. 4 , t. 3). gen parió con dolor.
Y por esto, así como sucede que en uno Por el contrario, San Agustín dice
de los estremos la relación es cierto ente (serm. D e n a t i v i t . ) dirigiéndose á la Vir-
y en el acto no hay ente, sino solamente gen Madre : « ni en la concepción, dice,
razón como de la ciencia y su objeto dice
el Filósofo ( M e t . 1. 3 , t. 2 0 ) ; así tam-
(I) Así lo tienen declarado los Concilios 0." ecuménico de
bién sucede que por parte de un estremo Constantinopla (p. 6, can. 79).
CUESTIÓN xxxv. — ARTÍCULOS VI Y VII. 437

» eres hallada sin pudor, ni en el parto Por esto se manifiesta que la narración
» con dolor ». (1) de aquel libro, que es apócrifo ( 3 ) , es
Conclusión. La B. Virgen no solo no falsa. P o r lo que San Jerónimo dice con-
esperimentó en su parto dolor alguno tra Helvidio (c. 4) : « en él no hubo co-
(como ni corrupción en su integridad, » madrona alguna ni partera ; ella fue
C. 28, a. 1), sino que parió con inefable » madre y comadrona á la vez. Envolvió,
gozo. y> añade, al niño en paños, y lo colocó
Responderemos, quod dolor parientis » en el pesebre ; cuyo parecer echa por
causatur ex apertione meatuum, per quos » tierra los delirios de los libros apó-
proles egreditur. Pero se ha dicho (C. 28, » crifos ».
a. 2) que Cristo salió del seno cerrado de
la madre; et sic nulla violentia apertio- ARTÍCULO V I I . — c r i s t o d e b i ó n a c e r
nis meatuum ibi fuit. P o r esta razón en en Belén ?
aquel parto no hubo dolor alguno, como
tampoco corrupción alguna; sino que l.° Parece que Cristo no debió nacer
hubo en él un intensísimo gozo, por haber en Belén ; porque se dice ( I s . 2 , 3 ) : de
nacido el hombre Dios al m u n d o , según Sion saldrá la ley y la palabra del Señor
aquello (Is. 35, 2), copiosamente brotará de Jerusalen. Pero Cristo es verdadera-
como lirio, y con mucha alegría y ala- mente el Verbo de Dios. L u e g o debió
banzas saltará de contento. nacer en Jerusalen para el mundo.
Al argumento 1.° diremos, que el do- 2.° D í c e s e (Matth. 2) haberse escrito
lor del parto en la mujer es consecuen- de Cristo que será llamado Nazareno, lo
cia de su unión carnal con el hombre. cual se toma de lo que se escribe (Is. 11,
Por lo que ( G e n . 3 ) después de haber 1 ) : de su raíz subirá una flor, por-
dicho: con dolor parirás, se añade : y que Nazaret se interpreta flor (4). P e r o
estarás bajo la potestad de tu marido. se denomina alguno principalmente por
Pero como dice San Agustín (2) (serm. el lugar de su nacimiento. L u e g o parece
De Assumpt. P>. Virginis), « esceptúase que Cristo debió nacer en Nazaret,
» de esta sentencia la Virgen Madre de donde también fue .concebido y ali-
» Dios; la cual, puesto que concibió á mentado.
» Cristo sin la concurrencia del pecado y 3.° E l Señor nació en este mundo,
»sin detrimento de la unión carnal, en- para anunciar la verdad de la fe según
sgendró sin dolor y sin violación de la aquello (Joan. 18, 37), yo para esto nací
)) integridad permaneció con el pudor ín- y para esto vine al mundo, para dar tes-
Dtegro de la virginidad ». Cristo empero timonio á la verdad. Pero esto pudiera
recibió voluntariamente la muerte, para hacerse con más facilidad, si hubiera
satisfacer por nosotros, no como por ne- nacido en la ciudad de R o m a , que tenía
cesidad de aquella sentencia, puesto que entonces el imperio del orbe, por lo que
él mismo no era deudor de la muerte. también San Pablo, escribiendo á los R o -
Al 2 .° q u e , así como Cristo muriendo manos, dice ( R o m . 1 , 8 ) : vuestra fe es
destruyó nuestra muerte; así también divulgada por todo el mundo. L u e g o pa-
con su dolor nos libró de los dolores, y rece que no debió nacer en Belén.
por eso quiso morir con dolor: pero el Por el contrario, se dice (Mich. 5 , 2),
dolor de la Madre al parir no pertenecía y tú, Belén Epharata, pequeña eres entre
á Cristo, que venía á satisfacer por nues- los millares de Judá ; de tí me saldrá el
tros pecados; y por tanto no fue preciso que sea denominador en Israel.
que su Madre pariese con dolor. Conclusión. Cristo quiso nacer en
Al 3.° que se dice ( L u c 2) que la B . Belén.
Virgen envolvió en paños y colocó en el Responderemos que Cristo quiso na-
pesebre al mismo niño que había parido. cer en Belén por dos razones : 1. por- a

(1) Serm. 18 en las ediciones modernas ó 18 en otras ; pero viso de fundamento.


ni es de San Agustín ni habla el autor á la V i r g e n , sino esta (3) Así lo califica el papa Gelasio (Decret. dist. 2 5 , c. Sánela
misma en primera persona. Romana Ecclesia), condenando con anatema la citada narración.
(2) Créese comunmente no es de San Agustín el discurso (4) Según San Jerónimo, quien ademas insinúa significar
citadoen el testo, aunque algunos se lo atribuyen no sin algún también limpieza ó separación.
438 CUESTIÓN X X X V . — ARTÍCULOS VII Y VIII.

que fue hecho de la raza de David se- Ephesi. (1) part. 3 , c. 9), « s i hubiera
gún la carne como se dice ( R o m . 1, 3), x> elegido á la gran ciudad de B o m a , se
quien también se había hecho promesa » creería que había cambiado el mundo
especial de Cristo según aquello ( I I x> á causa de la potencia de sus conciuda-
Reg. 23, 1 ) : dijo el varón, á quien fue » d a n o s , si hubiera sido el hijo de un
ordenado acerca del Cristo del Dios de » Emperador, atribuirían al poder l a
Jacob ; y por eso quiso nacer en Belén, » utilidad. P e r o , para que se conociese
donde nació D a v i d , á fin de que según » que su divinidad había transformado
el lugar mismo de su nacimiento se mani- » el universo, escogió una madre pobre
festasen que la promesa, que le había » y una patria más pobre. Y como Dios
sido hecha se había cumplido : y esto de- )) eligió la parte débil del mundo para
signa el Evangelista al decir ( L u c . 2), » confundir la fuerte » , como se dice (i
porque era de la casa y familia de Da- Cor. 1 , 27); por eso también para mani-
vid ; 2. porque, como dice San Grego-
a
festar más su potestad, colocó en Poma
rio (hom. 8, in E v a n g . ) , « Belén se in- mismo, que era la cabeza del mundo, la
» terpreta casa del pan » , y el mismo cabeza de su Iglesia en señal de victoria
Cristo es el que dice, yo soy el pan vivo, perfecta y para que de ella se derivase l a
que descendió del cielo. fe al mundo entero según aquello ( I s .
A l argumento 1.° diremos q u e , así 26, 5) : abatirá la ciudad altiva... la pi-
como David nació en Belén, así también sará el pie del pobre , es decir, de Cristo,
eligió á Jerusalen, para establecer en los pasos de los menesterosos, esto e s , de
ella la silla del reino y edificar allí el los Apóstoles Pedro y Pablo (2).
templo de D i o s , y así escogió á Jerusa-
len, para que esta fuese á la vez la ciu- ARTÍCULO V I I I . — n a c i ó c r i s t o cu
dad real y la ciudad sacerdotal. Pero el t i e m p o o p o r t u n o ?
sacerdocio de Cristo y su reino se con-
sumó principalmente en su Pasión; y por l.° Parece que Cristo no nació en
eso eligió convenientemente á Belén para tiempo oportuno : porque Cristo había
la natividad, y á Jerusalen para la P a - venido para llamar á los suyos á la liber-
sión. D e la misma manera también con- tad ; pero nació en tiempo de la esclavi-
fundió por esto la gloria de los hombres, tud, tiempo en que salió un edicto de
que se glorían de traer su origen de no- César A u g u s t o , para que fuese empa-
bles ciudades, en las que quieren tam- dronado todo el mundo como tributario,
bién ser honrados principalmente; Cristo según se ve (Luc. 2). L u e g o parece que
por el contrario quiso nacer en una ciu- Cristo no nació en tiempo oportuno.
dad oscura y sufrir el oprobio en una ciu- 2.° L a s promesas sobre el nacimiento
dad noble. de Cristo no habían sido hechas á los
' A l 2.° que Cristo quiso florecer según gentiles según aquello ( R o m . 9, 4): de
el trato virtuoso no según el origen car- los cuales son las promesas. Pero Cristo
nal. Y por eso quiso ser educado y ali- nació en tiempo, en que un rey extraño
mentado en la ciudad de Nazaret, pero dominaba, como consta (Matth. 2, 1):
quiso nacer en Belén como lugar extran- cuando hubo nacido Jesús en Belén tiem-
jero : porque, como dice San Gregorio po del rey Herodes). L u e g o parece que
(ibid.), « p o r la humanidad, que había no nació en tiempo conveniente.
» tomado, nacía (por decirlo así) en un 3.° E l tiempo de la presencia de Cristo
» lugar, qué leerá extraño, no según su po- en este mundo se compara al dia, í
li der sino según su naturaleza » ; y tam- causa de ser él mismo la luz del mundo;
» bien como diceBeda(c. 5 in L u c ) , « n a - de donde dice el mismo (Joan. 9 , 4 ) , es
»cía en un establo, para prepararnos mu- necesario que yo obre las obras de aquel,
» chas moradas en la casa de su Padre ». que me envió mientras que es de dia. Pero
A l 3.° que como se dice (Serm. conc. en el verano los dias son más largos que

(1) Pronunciado por Teodoro de Ancira, según ya queda ni determinan, referirse á la ciudad de Roma, nunca pisada
anotado. por los pies de Cristo, según observa San Jerónimo, quien por
(2) Según la Glosa antigua y moderna ; si bien ni una ni lo mismo espresa su convicción de que se trata más bien de
otra nombran espresamente á San Pedro y San Pablo, como Jerusalen.
CUESTIÓN XXXV. — ARTÍCULO VIII. 439

en el i n v i e r n o . L u e g o h a b i e n d o n a c i d o » torias antiguas, n o sencontraremos q u e


en el r i g o r d e l i n v i e r n o , e s t o es, el 25 de » h a s t a e l a ñ o 28 d e l r e i n a d o d e C é -
D i c i e m b r e , p a r e c e q u e n o n a c i ó en t i e m - » sarAugusto hubo guerras e n el m u n d o
po o p o r t u n o . » entero ; pero al nacimiento d e l Señor,
Por el c o n t r a r i o , se d i c e ) G a l a t . 4 , 4), » c e s a r o n t o d a s » , s e g ú n a q u e l l o ( I s . 2,
mando vino el cumplimiento del tiempo, 4), no alzará la espada una nación con-
envió Dios á su Hijo hecho de mujer, tra otra nación. C o n v e n í a t a m b i é n q u e
sujeto á la ley. en aquel t i e m p o , e n q u e u n sólo prín-
Conclusión. Nació Cristo en el tiempo cipe dominaba e n todo e l orbe, naciera
más conveniente y oportuno. Cristo, el cual venía á congregar á t o -
Responderemos, q u e h a y e n t r e C r i s t o dos los suyos e n u n o , d e manera q u e n o
y l o s d e m á s h o m b r e s la d i f e r e n c i a de q u e h u b i e s e m á s q u e un solo rebaño y un
e s t o s n a c e n s u j e t o s á la n e c e s i d a d d e l solo pastor, c o m o s e d i c e ( J o a n . 10, 16).
tiempo ; m i e n t r a s q u e C r i s t o c o m o , S e - A l 2.° q u e C r i s t o q u i s o n a c e r e n t i e m p o
ñ o r y C r i a d o r de t o d o s l o s t i e m p o s e l i g i ó de u n B e y estranjero, para q u ese cum-
p a r a s í el t i e m p o en q u e n a c e r í a , a s í pliese l a profecía d e J a c o b , q u e decía
como l a m a d r e y l u g a r : y p u e s t o q u e lo ( G e n . p e n u l t . 1 0 ) : no será quitado de
que ha sido ordenado por Dios ( E - o m . 13, Judá el cetro, y de su muslo el caudillo,
1), h a s i d o t a m b i é n convenientemente hasta que venga el que ha de ser enviado;
d i s p u e s t o , es c o n s i g u i e n t e q u e Cristo na- p o r q u e , c o m o dice e l Crisóstomo ( s u p .
ció en el tiempo más conveniente. Matth. hom. 2 inOp. imperf.), « cuando
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o » l a nación judía vivía bajo el dominio
h a b í a v e n i d o á l l e v a r n o s d e l e s t a d o de l a » d e los reyes d e J u d á , a u n q u e estos f u e -
e s c l a v i t u d al e s t a d o de la l i b e r t a d . Pol- » sen pecadores, eran enviados profetas
lo q u e , a s í c o m o t o m ó n u e s t r a m o r t a l i - » para su remedio ; pero ahora, cuando
d a d , p a r a c o n d u c i r n o s á la v i d a , a s í , » l a l e y divina estaba bajo e l poder d e
como d i c e B e d a ( c . 5 in L u c ) , « s e » u n r e y inicuo, nace el Cristo ; porque
» d i g n ó e n c a r n a r s e en el t i e m p o , en q u e » l a grande y desesperada debilidad exi-
D el C é s a r o r d e n a b a q u e el r e c i e n n a c i d o » g í a unmédico m á s hábil».
» f u e r a i n s c r i t o en el c e n s o , p a r a s o - A l 3.° q u e , c o m o s e d i c e ( l i b . D e
lí m e t e r s e á la e s c l a v i t u d en i n t e r é s de quast. vet. et novi Testam. quaist. 53),
» n u e s t r a l i b e r t a d » . T a m b i é n en a q u e l <r C r i s t o q u i s o n a c e r , c u a n d o l a l u z d e l
t i e m p o en q u e t o d o el o r b e v i v í a b a j o el » dia comenzó á tomar incremento »,
p o d e r de un s ó l o p r í n c i p e , se d i s f r u t ó de para enseñarnos q u e venía al mundo,
mayor p a z e n él. P o r l o t a n t o , convenía p a r a q u e creciesen los h o m b r e s e n l al u z
que e n a q u e l t i e m p o n a c i e s e J e s u c r i s t o , d i v i n a , s e g ú n a q u e l l o ( L u c . 1, 79), para
que es nuestra paz, el que de ambos ha alumbrar á los que están de asiento en ti-
hecho un pueblo, c o m o s e d i c e ( E p h e s . nieblas y en sombra de muerte. D e l a
2, 14). P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n J e r ó - m i s m a m a n e r a t a m b i é n eligió p a r a nacer
n i m o ( s u p e r . I s . s u p . i l l u d c . 2 , non le- el rigor d e linvierno, p a r a sufrir p o r n o s -
vabitgens,etc.) : « sirevolvérnoslas his- otros d e s d e e n t o n c e s l aaflicción d e l a carne.
CUESTIÓN XXXYI.
Manifestación de Cristo nacido.

Vamos á tratar de la manifestación de Cristo ya nacido, y sobre esta materia dilucidaremos ocho
puntos : 1.° El nacimiento de Cristo debió ser manifiesto á todos? — 2 . ° Debió manifestarse á algu-
nos? — 3.° A quiénes debió manifestarse? — 4.° Debió él mismo manifestarse á sí propio, ó más bien
ser manifestado por otros? — 5.° Por qué otras cosas debió ser manifestado? — 6.° Orden de las mani-
festaciones.— /. De la estrella, por la que se manifestó su nacimiento.—8.° Veneración de los Magos,
1 0

que conocieron por la estreila el nacimiento de Cristo.

ARTÍCULO I . — i n n a t i v i d a d do cristo q u e juzgará las justicias (2), v e n d r á m a -


d e b i ó s e r m n n i f l e s t a á t o d o s ? (1) nifiesto á t o d o s , s e g ú n aquello (Matth.
24, 2 7 ) , como el relámpago sale del
1.° P a r e c e q u e e l n a c i m i e n t o d e C r i s t o Oriente y se deja ver hasta el Occidente,
debió s e rmanifiesto á todos : p o r q u e e l así será también la venida del Hijo del
cumplimiento debe corresponder á la pro- hombre. L u e g o c o n m a y o r r a z ó n d e b i ó
m e s a ; y s edice d e l a promesa d e l a v e - m a n i f e s t a r s e á t o d o s s u p r i m e r a venida,
n i d a d e C r i s t o ( P s . 4 9 , 3 ) , Dios vendrá p o r la q u e n a c i ó e n e l m u n d o s e g ú n l a
manifiestamente: l u e g o , p u e s , v i n o p o r e l carne.
nacimiento d e l a carne, parece q u e s u Por el contrario, s e d i c e ( I s . 45, 15),
nacimiento debió s e r manifiesto á todo e l verdaderamente tú eres un Dios escon-
mundo. dido, salvador, santo de Israel; y (53,
2.° D í c e s e ( i T i m . 1 , 1 5 ) , Cristo vino 3 ) , como escondido está su rostro y des-
á este mundo para salvar á los pecado- preciado.
res. Y e s t o n o s e h a c e , s i n o e n c u a n t o s e Conclusión. El nacimiento de Cristo,
les manifiesta l a gracia d e Cristo, según ora por causa de no impedir la humana
a q u e l l o ( T i t . 2 , 1 1 ) , se manifestó á todos redención, ora por no quitar el mérito de
los hombres la gracia de.Dios Salvador la fe, ó bien, por último, para no poner
nuestro, enseñándonos que renunciando á en duda la verdad de dicho nacimiento,
la impiedad y á los deseos mundanos vi- debió no ser comunmente manifiesto á
vamos en este siglo sobria, justa y pía- todos.
mente. L u e g o p a r e c e q u e e l n a c i m i e n t o Responderemos, q u e e l n a c i m i e n t o d e
de Cristo debió s e rmanifiesto á todos. Cristo n o d e b i ó s e r c o m u n m e n t e mani-
3.° D i o s s o b r e t o d o e s e lm á s d i s p u e s t o fiesto á t o d o s : 1.° p o r q u e p o r e s t o s e h u -
á l a m i s e r i c o r d i a , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 146, b i e r a i m p e d i d o la r e d e n c i ó n h u m a n a , q u e
9 ) , sus misericordias sobre todas sus s e c u m p l i m e n t ó p o r s u cruz, p u e s t o q u e ,
obras. P e r o e n s u s e g u n d a v e n i d a , e n l a c o m o s e d i c e ( i C o r . 2 , 8 ) , si le hubieran

(1J Esta manifestación puede hacerse de dos maneras ; una magos, á Simeón y Ana. A los pastores, pues, y á los magos
que llaman por visión, y otra que se dice por atestación. La pri- no pudo hacerse otra manifestación, que por atestación no
mera se verifica inmediatamente por el sujeto, y la .segunda fuera ; porque los ángeles atestiguaron á los pastores, la es-
mediante testigos. No convienen los espositores en el sentido trella á los magos y la revelación á Simeón y Ana. — »!• Ch.
en que habla el Santo relativamente á este"particular ; pues (2) (Salmo 14, v. 2.) Dice el testo cum accepero tempus ego jas-
mientras que unos afirman que en la manifestación de que se trata tilias juúicabo, esto es, como se dice en el testo caldeo ; cuantío
en este artículo se hace abstracción de la distinción referida, llegare el tiempo elegido ab alterno, es decir, en el dia del jui-
suponiendo que incluye á la de visión y atestación indiferen- cio entonces juzgaré las justicias, ó lo que es justo y equita'
temente ; otros distinguen asegurando que el testo se refiero tivo, — M. Ch.
á aquella manifestación, tal cual fue hecha á los pastores, á los
CUESTIÓN X X X V I . — A R T Í C U L O S I Y Ií. 441

conocido, nunca habrían crucificado al salvación h u m a n a q u e l a primera venida


Señor de la gloria ; 2° p o r q u e e s t o dis- d e C r i s t o f u e s e o c u l t a (1). P e r o C r i s t o
minuiría e l m é r i t o d e l a f e , p o r l a q u e había venido, para salvar á todos, según
había v e n i d o á h a c e r j u s t i c i a á l o s h o m - a q u e l l o ( i T i m . 4 , 10), que es el salvador
b r e s , s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 3, 22), ¡ajus- de todos, mayormente de los fieles. L u e g o
ticia de Dios es por la fe de Jesucristo. el n a c i m i e n t o d e C r i s t o á n i n g u n o d e b i ó
Si p u e s á s u n a c i m i e n t o s e h u b i e s e h e c h o manifestarse.
conocer C r i s t o d e t o d o e l m u n d o p o r s e - 2° A n t e s q u e C r i s t o n a c i e s e , e r a m a -
ñales e v i d e n t e s , s e d e s t r u i r í a y a l a r a z ó n n i f i e s t o á l a B . V i r g e n y á S a n J o s é el
d é l a f e , q u e e s e l argumento de las cosas futuro nacimiento d e Cristo. L u e g o n o
que no aparecen, c o m o s e d i c e ( H e b r . era necesario, q u enacido Cristo, se mani-
11); 3.° p o r q u e p o r e l l o h u b i e r a s u r g i d o festase s unacimiento á otros.
la d u d a s o b r e l a v e r d a d d e l a h u m a n i d a d 3.° N i n g ú n s a b i o m a n i f i e s t a a q u e l l o d e
del m i s m o . P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n A g u s - lo c u a l n a c e l aturbación y d e t r i m e n t o d e
tín e n s u c a r t a á V o l u s i a n o (136 ó 101): otros. Y conocido e lnacimiento d e Cristo
«si n o h u b i e s e c a m b i a d o d e e d a d d e l a n i - siguióse l a turbación; porque s e dice
»ñez á l a j u v e n t u d , y n oh u b i e r e c o m i d o ( M a t t h . 2 , 3) q u e , a l o i r H e r o d e s e l n a -
»ni d o r m i d o , ¿ n o c o n f i r m a r í a e l e r r o r d e c i m i e n t o d e C r i s t o , se turbó y con él toda
»los q u e c r e e n q u e n o s e h i z o h o m b r e Jerusalem; t a m b i é n r e d u n d ó e s t o e n d e -
» verdaderamente, y haciéndolo todo m a - trimento d e otros, porque c o nesta oca-
lí r a v i l l o s a m e n t e h u b i e r a d e s t r u i d o l o q u e s i ó n Herodes hizo matar á todos los niños
Í obró c o n m i s e r i c o r d i a ? » que había en Belén y en toda su comarca
A l a r g u m e n t o 1." d i r e m o s , q u e a q u e l de dos años abajo ( M a t t h . 2 , 16). L u e g o
pasaje s e e n t i e n d e d e l a v e n i d a d e C r i s t o parece q u e n ofueconveniente q u éel n a -
al j u i c i o , s e g ú n l o e s p l i c a l a G l o s a ( i n t e r l . cimiento d e Cristo se manifestase á a l -
Augustin.)- e n e l m i s m o l u g a r . gunos.
A l 2.° q u e t o d o s l o s h o m b r e s d e b í a n Por e l c o n t r a r i o : e l n a c i m i e n t o d e
estar i n s t r u i d o s p a r a s u s a l v a c i ó n e n l a Cristo á nadie habría aprovechado, si á
gracia d e l S a l v a d o r , n o e n e l p r i n c i p i o d e todos hubiera sido oculto. P e r o e r a pre-
su n a c i m i e n t o , s i n o a n d a n d o e l t i e m p o , ciso q u e e l n a c i m i e n t o d e Cristo fuese
d e s p u é s q u e él puso por obra la salud en provechoso ; d eotra manera hubiera n a -
medio de la tierra ( P s . 7 3 , 12). P o r e s t a c i d o i n ú t i l m e n t e (2). L u e g o p a r e c e q u e
razón d e s p u é s d e s u P a s i ó n y r e s u r r e c - debió manifestarse á algunos el nacimien-
ción d i c e á s u s d i s c í p u l o s ( M a t t h . u l t . to d e Cristo.
19), id y enseñad á todas las gentes. Conclusión. Así como no fue conve-
A l 3.° q u e s e r e q u i e r e p a r a u n j u i c i o niente que la resurrección de Jesucristo
que l a a u t o r i d a d d e l j u e z s e a c o n o c i d a ; y se manifestara á todos, sino á solos los
por e s t o e s p r e c i s o q u e l a v e n i d a d e C r i s t o testigos preordenados por Dios; de igual
sea m a n i f i e s t a , c u a n d o v e n g a á j u z g a r - manera no convino que su natividad lo
nos. P e r o l a p r i m e r a v e n i d a f u e p a r a l a fuese más que á algunos, y por medie de
salvación d e t o d o s , l a c u a l s e p r o d u c e p o r estos á todos los demás.
la fe y t i e n e p o r o b j e t o l a s c o s a s q u e n o R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o dice el
aparecen. P o r c o n s i g u i e n t e l a p r i m e r a A p ó s t o l ( R o m . 1 3 , 1 ) , las cosas que son
venida d e C r i s t o d e b i ó s e r o c u l t a . de Dios son ordenadas. P e r o pertenece al
orden d e l a d i v i n a s a b i d u r í a el q u e los
ARTÍCULO I I . — E l n a c i m i e n t o d e C r i s t o dones d e Dios y los secretos d e s u sabi-
•Idiló m a n i f e s t a r s e u a l g u n o s ? duría n olleguen igualmente á todos, sino
que lleguen inmediatamente á algunos y
l.° P a r e c e q u e e l n a c i m i e n t o d e C r i s t o que p o r estos s e deriven á otros. P o rl o
á ninguno d e b i ó manifestarse : p o r q u e , cual y respecto a lmisterio d el a resurrec-
como s e h a d i c h o ( a . 1), c o n v e n í a á l a c i ó n s e d i c e ( A c t . 10, 40) q u e Dios quiso

ll) Entiéndese oculta comunmente, no totalmente, es decir, manifestado. — M. Ch.


oculla á todos á la vez, mas no á algunos separadamente, pues (2) S e g ú n aquello (Ecles. c. 10) si la sabiduría se halla escon-
aquello se llama oculto comunmente lo que no es manifestado dida y el tesoro no se ve ¿qué utilidad presta? — RI. Ch,
a
^t 0
'"as se dice oculto totalmente loque a ninguno se ha
o s
442 CUESTIÓN XXXVI.—ARTÍCULOS II Y í l l .

que Cristo resucitado se manifestase no » t e r r e n o , mientras que el diablo le co-


á todo el pueblo, sino á los testigos que )) nocía D i o s , y ambos temían al sucesor
Dios había ordenado antes. Por esta ra- » de su reino, el diablo al celestial y He-
zón también debió observarse esto con »rodes al terreno»; pero no había por
relación al nacimiento del mismo, para qué temerle, puesto que Cristo no venía
que Cristo no se manifestase á todos sino para tener el reino en la tierra. Por esto
á ciertos, por los cuales pudiera llegar al dice el P a p a León (serm. 4 de Epiph. c.
conocimiento de los otros. 2) hablando á Herodes : « no seduce á
A l argumento 1.° diremos q u e , así » Cristo t u reinado; ni el Señor del mundo
como bubiera sido en perjuicio de la sal- » está restringido á los estrechos límites
vación humana que el nacimiento de Dios » del poder de tu cetro». Mas el turbarse
fuera desconocido de todo el mundo, así los judíos, que más bien debieran ale-
también si ninguno lo hubiese conocido : grarse, ó es porque, como dice el Crisós-
porque de uno y otro modo se destruye tomo (hom. 2 , in Op. imperf.), «los iní-
la fe ; tanto por ser una cosa totalmente » cuos no podían alegrarse de la venida
manifiesta, cuanto por no ser conocida » del j u s t o » , ó porque querían agradar
de alguien, que pueda dar testimonio de á Herodes á quien temían, pues el pueblo
e l l a ; porque la fe es por el oido ( 1 ) , favorece más de lo justo á los hombres
como se dice ( R o m . 10). " crueles á quienes sostiene. E n cuanto á
A l 2.° que María y J o s é debían estar haber sido muertos los niños por Herodes
instruidos acerca del nacimiento de Cris- no redundó en detrimento de ellos, sino
to antes que naciese, puesto que les cor- en su provecho; porque dice San Agustín
respondía tributar reverencia á la prole (serm. de Epiph. 6 6 , D e diversis, c. 3):
concebida en el seno y demostrarla su « destiérrese de nosotros la idea de que
sumisión al nacer. Pero el testimonio de » Cristo, que venía á salvar á todos los
ellos, por ser testimonio de familia, se » hombres, nada hizo en premio de los
hubiera tenido por sospechoso acerca de » que por él eran degollados, el que pen-
la magnificencia de Cristo; y así fue pre- » diente de la cruz oró por sus verdugos».
ciso que se manifestase á otros estraños,
cuyo testimonio no pudiese ser sospe-
ARTÍCULO III. — ¿ F u e r o n elegidos
choso.
c o n v e n i e n t e m e n t e a q u e l l o s , á « n i l o n e s fue ma-
A l 3.° que era congruente al naci-
nifestado el nacimiento d e Cristo?
miento de Cristo la turbación misma,
que resultó al tenerse noticia de él : 1.°
porque por esto se manifiesta la dignidad l.° Parece que no fueron elegidos con-
celestial de Cristo; por lo cual dice San venientemente aquellos, á quienes fue
Gregorio (hom. 10 in E v a n g . ) : « nacido manifestado el nacimiento de Cristo: por-
» el rey del Cielo, turbóse el rey de la que el Señor (Matth. 10, 5 ) mandó á sus
» tierra; puesto que la grandeza terrena discípulos, no vagáis,á camino de genti-
» es confundida cuando aparece la gran- les, es decir, para que fuera manifestado
» deza del cielo »; 2.° porque por esto se á los judíos antes que á los gentiles. Lue-
figuraba la potestad judicial de Cristo; g o parece que mucho menos debió ser
por lo que dice San Agustín (serm. Epiph. revelado al principio el nacimiento de
30, D e Temp.): «¿qué será su tribunal de Cristo á los gentiles, que habían venido
» j u e z , cuando su cuna de niño amedren- del Oriente, como se ve (Matth. 2).
» t a b a á los reyes soberbios?»; 3.° por- 2.° L a manifestación de la verdad di-
que por esto se figuraba la caida del reino vina debe principalmente hacerse á los
del diablo; pues que, como dice el P a p a amigos de D i o s , según aquello (Job, 36,
L e ó n (serm. Epiph. serm. 5 , c. 2 , y más 3 3 ) , anuncia de ella á su amigo. Pero los
espresamente el autor de la obra imperf., magos parecen ser enemigos de Dios, por"
hom. 2 ) , « n o tanto se turbaba Herodes que se dice (Levit. 19, 3 1 ) , no os ladeéis
» en sí mismo como el diablo en Hero- á los encantadores, ni consultéis en cosa
2> des : pues Herodes le creía hombre alguna á los adivinos. L u e g o el naci-
(1) Entiéndase esto, no en cuanto la fe no pueda ser adqui- á que según el curso ordinario no suele así adquirirse, y esto
rida por interna sugestión é inspiración de Dios, sino en razón . sin el auxilio de la gracia. — M. Ch.
CUESTIÓN XXXVÍ. — ARTÍCULO ÍÍI. 443

miento de Cristo no- debió manifestarse á condiciones de los hombres; porque, como
los magos. dice San Agustín (serm. de Epiph. 32 de
3.° Cristo había venido para libertar á Tempore, c. 1 ) , « los pastores fueron is-
todo el mundo de la potestad del diablo, » raelitas, los magos gentiles; los prime-
por cuya razón se dice (Malach. 1, 11), »ros de cerca, los segundos de lejos, sin
desde donde nace el sol hasta donde se » embargo unos y otros concurrieron á la
pone grande es mi nombre entre las gen- » piedra angular». También hubo entre
tes. Luego no debió manifestarse sola- ellos otra diferencia; pues los magos (1)
mente á los del Oriente, sino también de- fueron sabios y poderosos, y los pastores
bió manifestarse á algunos de todos los sencillos y rústicos. Manifestóse á los jus-
países. t o s , esto e s , á Simeón y á A n a , y á los
4.° Todos los sacramentos de la anti- pecadores, que son los magos. Manifes-
gua ley eran figura de Cristo. Pero los tóse también á los varones y á las muje-
sacramentos dichos se dispensaban por res, á saber, para significar por esto que
ministerio de los sacerdotes legales. Lue- ninguna condición humana se escluye de
go parece que más bien debió manifes- la salud de Cristo.
tarse el nacimiento de Cristo á los sacer- A l argumento 1.° diremos, que aquella
dotes en el templo que á los pastores en manifestación del nacimiento de Cristo
el campo. fue cierta previa señal de la plena mani-
5.° Cristo nació de Madre Virgen y era festación, que debía tener lugar después:
niño en edad. Luego parece que hubiese y, así como en la segunda manifestación
sido más conveniente que Cristo se mani- se anunció la gracia de Cristo por este y
festase á jóvenes y vírgenes que á ancia- sus A p ó s t o l e s , primero á los judíos y des-
nos y casados ó viudas, como á Simeón pués á los gentiles ; así llegaron á Cristo
y á Ana. primeramente los pastores, que eran las
Por el contrario, se dice (Joan. 13, primicias de los judíos, como los más cer-
18), yo sé los que escogí, y las cosas, que canos ; y después vinieron los magos de
se hacen según la sabiduría de D i o s , se países lejanos, « l o s cuales fueron las pri-
hacen convenientemente : luego conve- » micias de las naciones » , como dice San
nientemente fueron elegidos aquellos, á Agustín (serm. 30 de Temp.).
quienes se manifestó el nacimiento de A l 2.° q u e , como dice San Agustín
Cristo. (serm. de Epiph. ibid.), « a s í como pre-
Conclusión. Comprendiendo la reden- » valece la impericia en la rusticidad de
ción que había de verificar Jesucristo á » los pastores, así prevalece la impiedad
toda clase de hombres, fue congruente » en los sacrilegios de los magos; sin em-
que á todas las condiciones de ellos les » bargo á unos y otros se les aplicó aquella
fuese manifestada su natividad, esto es, » piedra angular, como que vino á elegir
á los magos y á Simeón, á Ana y á los » lo que es insensato, para confundir á los
pastores. » sabios, y no á llamar á los justos, sino
Responderemos, que la salvación que » á los pecadores; para que ningún mag-
había de ser por Cristo, pertenecía á toda » nate se ensoberbeciese, ni ningún débil
diversidad de hombres; porque, como se » desesperase». Sin embargo hay quienes
dice (Coloss. 3, 11), en Cristo no hay va- dicen que estos magos no fueron maléfi-
ron y mujer, gentil y judío, siervo y libre, cos, sino sabios astrólogos, que entre los
J así de los demás : y, para que este ca- persas y caldeos se llaman magos.
rácter se prefigurase en el mismo naci- A l 3.° que, como dice el Crisóstomo
miento de Cristo, manifestóse á todas las (hom. 2 in Op. imperf.), « l o s magos vi-

(1) Se llaman así magos porque eran hábiles en el estudio de los más célebres astrónomos de la antigüedad. Ademas
del curso de los astros. Estos reyes generalmente se creo fue- esas ciudades están al oriente de Je-rusalen, y se puede en
ron naturales de la Caldea ; sin embargo, no se está precisa- veinte dias de marcha trasportarse á Belén desde las orillas
mente de acuerdo acerca de su país; pues mientras unos los del Eufrates. Orígenes, que era U n sabio y el hombre más ins-
hacen venir del fondo de la Arabia feliz, otros los hacen ori- truido en tales materias, asegura que los magos se .ocupaban
ginarios de la India. Los mejores autores parece les dan la de la astrología. Drexello se burla de Orígenes con este m o -
Persia por patria, cuya opinión se cree más probable. Los nora- tivo, lo que prueba que estaba poco versado en la historia del
yes de Gaspar, Melchor y Baltasar, que se les aplica son com- antiguo Oriente, en donde todo astrónomo era á la vez y se
pletamente babilónicos. En efecto, Babilonia y después de sus consideraba como astrólogo. — M. Ch.
tuinas Selencia, situada á unac cria distancia, fueron la morada
444 CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULOS Ifl Y ÍV.

» n i e r o n d e O r i e n t e , p o r q u e l a fe c o m e n z ó 2.° D í c e s e ( E c c l i . 20, 32), la Sabidu-


» d o n d e n a c e e l d í a , p u e s t o q u e l a fe e s ría escondida y el tesoro no visto ¿qué
» l a l u z de las almas » ; ó p o r q u e todos los provecho traen ambos? P e r o C r i s t o desde
q u e vienen á Cristo vienen de él y p o r él. e l p r i n c i p i o d e s u c o n c e p c i ó n t u v o plena-
P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( Z a c l i . 6, 12), hé m e n t e e l t e s o r o d e l a s a b i d u r í a y de la
aquí el varón, su nombre Oriente. S e d i c e g r a c i a . L u e g o , si n o h u b i e r a manifestado
sin e m b a r g o l i t e r a l m e n t e q u e vinieron d e e s t a p l e n i t u d d e p a l a b r a ú o b r a , en vano
O r i e n t e , ó porque vinieron de las últimas l e h a b r í a s i d o d a d a l a s a b i d u r í a y la gra-
regiones orientales, según algunos, ó por- c i a : l o c u a l e s i n c o n v e n i e n t e , p u e s t o que
que vinieron de algunos vecino» lugares D i o s y l a n a t u r a l e z a n a d a h a c e n en vano,
de l a J u d é a , pero q u e están al Oriente c o m o s e d i c e ( D e c c s l o , 1. 1, t . 32 ; y 1,
d e este p a í s . S i n e m b a r g o es creíble t a m - 2, t . 59).
bién que en las demás partes del m u n d o 3.° E n e l l i b r o « D e l a infancia del
h u b i e r o n aparecido algunos indicios d e l » S a l v a d o r » s e l e e q u e C r i s t o en su ni-
nacimiento de C r i s t o ; como en P o m a ñ e z h i z o m u c h o s m i l a g r o s ; y a s í parece
corrió el aceite y en E s p a ñ a a p a r e c i e r o n q u e m a n i f e s t ó s u n a c i m i e n t o p o r s í mismo.
t r e s s o l e s , q u e poco á poco se refundie- P o r e l c o n t r a r i o , d i c e e l P a p a León
r o n e n u n o (1) ( E u s e b . i n C h r o n . , e t I n o - ( S e r m . 4 , d e E p i p h . , c. 3) q u e « l o s ma-
centius I I I , sermone 2 de Nativit.). » g o s e n c o n t r a r o n a l n i ñ o J e s ú s en nada
A l 4.° q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o » d e s e m e j a n t e d e l a g e n e r a l i d a d d e la in-
(Cat. aur. S a n Thom., sup. cap. 2 L u c ) , » f a n c i a h u m a n a . P e r o l o s o t r o s niños no
<r e l á n g e l , q u e m a n i f e s t ó e l n a c i m i e n t o s e m a n i f i e s t a n á s í m i s m o s . L u e g o tam-
y> d e C r i s t o , n o fue á J e r u s a l e n , n o b u s c ó p o c o f u é c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o manifes-
» á los escribas y fariseos,porque e s t a b a n t a s e s u n a c i m i e n t o p o r si m i s m o .
» corrompidos y devorados por la envidia; C o n c l u s i ó n . A fin de no derogar la
» mientras q u e los pastores eran sinceros propagación de la fe, convino que el na-
» y h a c í a n l a a n t i g u a vida d e los p a t r i a r - cimiento de Jesucristo se hiciese público,
» c a s y d e M o i s é s ». P o r estos p a s t o r e s no por el mismo Jesucristo, sino mediante
se s i g n i f i c a b a n t a m b i é n l o s d o c t o r e s d e l a otras criaturas.
I g l e s i a , á quienes se revelan los misterios R e s p o n d e r e m o s , q u e e l n a c i m i e n t o de
d e C r i s t o , q u e s e o c u l t a b a n á los j u d í o s . C r i s t o s e o r d e n a b a á l a s a l v a c i ó n huma-
A l 5.° q u e , c o m o d i c e S a n A m b r o - n a , l a c u a l e s p o r l a f e , y l a fe saludable
sio ( s u p e r i l l u d L u c . 2 , et ecce homo c o n f i e s a l a d i v i n i d a d y l a h u m a n i d a d de
erat, e t c . ) , « l a g e n e r a c i ó n d e l S e ñ o r n o C r i s t o . E r a c o n v e n i e n t e p u e s q u e el na-
» solo debió recibir testimonio d e los j ó - c i m i e n t o d e C r i s t o s e m a n i f e s t a s e d e modo
» venes sino t a m b i é n de los a n c i a n o s y q u e l a d e m o s t r a c i ó n d e s u d i v i n i d a d no
» j u s t o s » ; en cuyo testimonio t a m b i é n se p e r j u d i c a r a á l a fe d e s u h u m a n i d a d ; y
creía m á s por causa de la justicia. e s t o t u v o l u g a r , c u a n d o C r i s t o exhibió
e n s í m i s m o u n n a c i m i e n t o p a r e c i d o á la
ARTÍCULO I V . — D e b i ó C r i s t o m a n i f e s - d e b i l i d a d h u m a n a , y s i n e m b a r g o mostró
tar por sí m i s m o s u nacimiento? e n s í p o r m e d i o d e l a s c r i a t u r a s d e Dios
l a v i r t u d d e l a D i v i n i d a d . Y p o r esto
l.° P a r e c e q u e Cristo debió manifes- Cristo no manifestó su nacimiento por si
t a r p o r sí m i s m o su nacimiento : p o r q u e mismo, sino por ciertas otras criaturas.
l a c a u s a q u e e x i s t e por sí e s s i e m p r e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e en la
mejor q u e la q u e existe p o r otra cosa, v í a d e l a g e n e r a c i ó n y d e l m o v i m i e n t o es
c o m o s e d i c e ( P h y s i c . 1. 8, t . 39). P e r o p r e c i s o l l e g a r á l o p e r f e c t o p o r l o imper-
Cristo manifestó su nacimiento p o r otros, f e c t o . P o r l o t a n t o , C r i s t o e s manifesta-
v. g r . , á los p a s t o r e s p o r los á n g e l e s , y á d o p r i m e r o p o r m e d i o d e o t r a s criaturas,
los m a g o s p o r la estrella. L u e g o m u c h o y d e s p u é s s e m a n i f e s t ó p o r s í m i s m o por
más debió manifestar su nacimiento por manifestación perfecta.
sí mismo. A l 2 . ° q u e , a u n q u e l a s a b i d u r í a oculta

(1J Este hecho lo refiere Eusebio como sucedido algunos mismo dia de la Natividad, ó sea en la olimpiada 1!)4 ó año 42
años antes del nacimiento de Cristo, es decir, en la olim- deAuguslo.
piada 184 ó año 3." del reinado de Augusto ; mas no en el
CUESTIÓN XXXVI.—ARTÍCULOS IV Y V. 445

sea i n ú t i l , s i n e m b a r g o no corresponde á festarse á los m a g o s por la estrella: por-


la s a b i d u r í a e l m a n i f e s t a r s e á s í m i s m a en que esto parece ser ocasión de error en
todo tiempo, sino en tiempo oportuno; cuanto á los que piensan que las estre-
porque se dice ( E c c l i . 20, 6), hay quien llas dominan los nacimientos de los h o m -
calla no teniendo cordura para hablar, y bres ; y las ocasiones de pecar deben ser
hay quien calla que sabe el tiempo opor- quitadas á los hombres. L u e g o no fue
tuno. A s í p u e s l a s a b i d u r í a d a d a á C r i s t o
( conveniente que el n a c i m i e n t o de Cristo
no fue inútil, porque se manifestó en se m a n i f e s t a s e por la estrella.
tiempo o p o r t u n o ; y el b a b e r e s t a d o ocul- 4.° E s preciso que el signo sea cierto,
ta en t i e m p o o p o r t u n o es indicio de ella. para que por él se manifieste algo. Pero
Al 3.° que, el libro a q u e l « D e la in- la estrella no parece ser signo cierto del
jifancia d e l Salvador» es apócrifo ( l ) ; y nacimiento de Cristo. L u e g o inconve-
San C r i s ó s t o m o dice (Sup. Joan, hom., nientemente fué manifestado el nacimien-
20) que Cristo n o bizo m i l a g r o s antes de to de Cristo por la estrella.
convertir el a g u a e n v i n o , s e g ú n l o q u e se Por el contrario, dícese (Deuter. 32,
2), este fue el primer milagro 4 ) , las obras de Dios son perfectas; y t a l
dice ( J o a n .
que hizo Jesús; p o r q u e s i h u b i e r a h e c h o m a n i f e s t a c i ó n f u e o b r a d i v i n a : l u e g o f u e
milagros e n su infancia, los israelitas no efectuada por señales convenientes.
hubieran n e c e s i t a d o de otro que le mani- Conclusión. Debiendo verificarse la
festase, siendo así que dice San Juan manifestación del nacimiento de Cristo
1, 31), para que sea ma-
Bautista ( J o a u . por medio de signos familiares, fue con-
nifestado en Israel, por-eso vine yo á veniente se hiciera á los justos por inspi-
bautizar en agua. « P e r o p o r c o n v e n i e n - ración ; á los pastores en razón de los
í cia n o c o m e n z ó á hacer milagros en la judíos, por los ángeles, y á los magos,
» primera e d a d ; porque hubieran creído como personas dedicadas á la contempla-
»los judíos que su encarnación era fan- ción de los cuerpos celestes, mediante la
¡> t a s m a , y en su locura le habrían sacri- estrella.
» ficado antes del tiempo oportuno.» Responderemos q u e , a s í c o m o l a m a -
nifestación silogística se hace por las co-

ARTÍCULO V . — ¿ E I n a c i m i e n t o «ie c r i s - sas que m á s conoce aquel á quien se debe


to debió m a n i f e s t a r s e p o r l o s á n g e l e s y l a e s - manifestar algo; en la manifestación que
trella ? se hace por signos debe hacerse por lo
que es más familiar á aquellos á quienes
l.° Parece que el nacimiento de Cristo se manifiesta. E s evidente empero, que
no d e b i ó manifestarse por medio de los los santos varones están familiarizados y
ángeles, p o r q u e estos son sustancias es- a c o s t u m b r a d o s á ser instruidos por el mo-
pirituales s e g ú n a q u e l l o (Ps. 103, 4), el vimiento interior del Espíritu Santo sin
que hace á sus ángeles espíritus. Pero el la demostración de signos sensibles, esto
nacimiento de Cristo era según la carne, e s , por el espíritu de la profecía ; mien-
no s e g ú n su sustancia espiritual. L u e g o tras que h a y otros que entregados á las
no d e b i ó ser manifestado por medio de cosas corporales son conducidos por las
los á n g e l e s . cosas sensibles á las inteligibles. L o s ju-
2.° Mayor es la afinidad de los justos díos estaban acostumbrados á recibir las
con los ángeles que con cualesquiera respuestas divinas por los ángeles, por los
otros, s e g ú n a q u e l l o ( P s . 53, 8), el án- cuales también recibían la ley según
gel del Señor vendrá sobre los que le te- a q u e l l o ( A c t . 7, 53).; recibisteis la ley
men y los libertará. P e r o á l o s j u s t o s , por ministerio de los ángeles; a l p a s o que
esto e s , á S i m e ó n y á A n a no se mani- los gentiles y los astrólogos sobre todo
festó el n a c i m i e n t o de Cristo por medio están acostumbrados á inspeccionar el
de los á n g e l e s . L u e g o ni debió manifes- curso de las estrellas; y por eso á los jus-
tarse á l o s p a s t o r e s p o r l o s ángeles. tos, esto es, á Simeón y A n a les fue ma-
3.° P a r e c e que tampoco debió mani- nifestado el nacimiento de Cristo por el
movimiento interior del Espíritu Santo
(1) Asi consta en el libro de las Decretales (distinc. 15, | s e g ú n a q u e l l o ( L u c . 2, 26): había reci-
«tn. Sánela Romana) en donde el pana Golasio reprueba entre
«ros este libro y lo condena. - Diuoux. i bido respuesta del Espíritu Santo que él
446 CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULO V.

no vería la muerte, sin ver antes al Cris- fiesto. M a s l a c a r n e d e l q u e n a c í a era


to del Señor. M a s á l o s p a s t o r e s y m a g o s , m a n i f i e s t a , p e r o s u d i v i n i d a d e s t a b a ocul-
como entregados á las cosas corporales, t a : y p o r e s o c o n v e n i e n t e m e n t e s e mani-
les f u e manifestado elnacimiento d e Cris- f e s t ó a q u e l n a c i m i e n t o p o r l o s ángeles,
to p o r visibles apariciones. Y , p u e s t o q u e q u e s o n m i n i s t r o s d e D i o s ; p o r l o cual
el nacimiento n o e r a p u r a m e n t e terreno, t a m b i é n a p a r e c i ó e l á n g e l c o n claridad,
sino e n cierto m o d o celestial, p o r eso á p a r a m a n i f e s t a r q u e a q u e l q u e n a c í a era
unos y otros es revelado el nacimiento d e el e s p l e n d o r d e l a g l o r i a p a t e r n a .
Cristo p o r signos celestiales; porque, c o - A l 2.°, q u e l o s j u s t o s n o n e c e s i t a b a n
m o dice S a n Agustín (serm. d e E p i p b . d e l a a p a r i c i ó n v i s i b l e d e l o s á n g e l e s , sino
a s q u i v a l e n t e r s e r m . 66. D e d i v e r s i s ) , « l o s q u e l e s b a s t a b a e l m o v i m i e n t o interior
» ángeles h a b i t a n los cielos y l a s estrellas d e l E s p í r i t u S a n t o , á c a u s a d e s u per-
» los adornan » ; luego á los unos y á los fección.
o t r o s los cielos cuentan la gloria de Dios. A l 3.° q u e l a e s t r e l l a q u e m a n i f e s t a b a
Con razón pues fue revelado el nacimien- e l n a c i m i e n t o d e C r i s t o , s u s t r a j o toda
to de Cristo p o rlos ángeles á los pasto- o c a s i ó n d e e r r o r ; p o r q u e c o m o d i c e San
res, q u e representan á los judíos, entre A g u s t í n c o n t r a F a u s t o (1. 2. c . 5 ) , « n o
1c s q u e t u v i e r o n l u g a r c o n f r e c u e n c i a l a s » h u b o a s t r ó l o g o s q u e . s o m e t i e r a n á las
apariciones délos ángeles ; mientras q u e » e s t r e l l a s l o s d e s t i n o s d e l o s h o m b r e s que
íue manifestado p o r u n a estrella á los » n a c i e s e n , h a s t a e l p u n t o d e pretender
magos, q u e estaban acostumbrados á la » q u e a l n a c i m i e n t o d e u n i n d i v i d u o haya
contemplación de los cuerpos celestes; » u n a e s t r e l l a q u e a b a n d o n e s u p u e s t o en
puesto q u e , como dice S a n Crisostomo » e l c i e l o y s e a d e l a n t e h a c i a e l q u e ha
(hom. 6 in M a t t h . ) , « Dios quiso llamar- 6 n a c i d o , c o m o s u c e d i ó c o n l a q u e hizo
» los-á él condescendiendo c o nlo.que les » c o n o c e r e l n a c i m i e n t o d e C r i s t o ». Por
» e r a familiar ». H a ya d e m a s otra razón; c o n s e c u e n c i a d e e s t o n o s e c o n f i r m a el
porque, como dice S a n Gregorio ( h o m . e r r o r d e l o s « q u e j u z g a n q u e l a suerte
10 i n E v a n g . ) , u n s e r r a c i o n a l , e s t o e s , » d e l o s h o m b r e s q u e n a c e n s e c o a l i g a al
el á n g e l debió anunciar á Cristo á los j u - » o r d e n d e l o s a s t r o s , p o r q u e n o creen
d í o s c o m o a l p u e b l o m á s i l u s t r a d o , mien- » q u e e s t e o r d e n p u e d a s e r c a m b i a d o al
t r a s q u e los g e n t i l e s , q u en o s a b í a n h a c e r » n a c i m i e n t o d e l h o m b r e » . D e l a misma
uso d e l a r a z ó n , h a n sido conducidos m a n e r a t a m b i é n , c o m o d i c e e l Crisosto-
para conocer al Señor, n opor la palabra, m o ( h o m . 4 i n M a t t h . ) , « n o e s o b r a de
sino p o r signos : y , así c o m o á estos les » l a a s t r o n o m í a s a b e r p o r l a s e s t r e l l a s los
anunciaron el Señor predicadores elo- » q u e n a c e n , s i n o p r e d e c i r l a s c o s a s fu-
cuentes, cuando la voz de él resonaba » t u r a s p o r l a h o r a d e s u n a c i m i e n t o » . Los
por el orbe; así los elementos mudos se m a g o s e m p e r o n o c o n o c i e r o n e l t i e m p o del
lo hicieron conocer, c u a n d o a ú n n o h a - n a c i m i e n t o , d e m o d o q u e , p a r t i e n d o de
blaba. e s t e p r i n c i p i o c o n o c i e s e n l a s c o s a s futuras
H a y p o r último u n a tercera razón; p o r e l m o v i m i e n t o d e l a s e s t r e l l a s , sino
p o r q u e , c o m o dice S a n A g u s t í n (serm. más bien al contrario.
E p i p h . ) , « l a innumerable sucesión p r o - A l 4.° q u e , c o m o r e f i e r e e l C r i s o s t o m o
» metida á Abraham no debía ser produ- ( h o m . 2 i n O p . i m p e r f . ) , e n a l g u n a s es-
» cida p o r l a generación carnal, sino p o r c r i t u r a s a p ó c r i f a s s e l e e q u e « h a b í a una
» l a fecundidad d e la fe » ; y p o r lo tanto » n a c i ó n a l e s t r e m o d e O r i e n t e c e r c a del
fue c o m p a r a d a á l a multitud d e las es- » O c é a n o , q u e p o s e í a c i e r t a escritura
trellas para hacerle esperar u n a progeni- » t i t u l a d a « S e t h » , q u e v e r s a b a s o b r e la
t u r a celestial. P o r consiguiente l o s g e n - » a p a r i c i ó n d e e s t a e s t r e l l a y d e l o s pre-
tiles designados p o rl a sestrellas s o n esci- » s e n t e s q u e s e d e b í a n o f r e c e r , c u y a na-
tados p o r este nacimiento d e la nueva es- » c i o n o b s e r v a b a c o n c u i d a d o e l naei-
trella á llegar á Cristo, p o r el q u e seh a - » m i e n t o d e e s t a e s t r e l l a p o r m e d i o de
cen d e l linaje d e A b r a h a m . » d o c e o b s e r v a d o r e s q u e á h o r a s marca-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e - » d a s d e l a n o c h e s u b í a n á u n a montaña,
llo q u e e s p o r sí oculto necesita manifes- » d e s d e l a q u e l a v i e r o n e n s e g u i d a de
tación, pero no lo q u e p o r sí es mani- » a p a r e c e r , t e n i e n d o l a f o r m a d e u n nmo
CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULOS V Y VI. 447

» pequeño y sobre él la semejanza de la 2.° Según S a n A g u s t í n , los magos


s cruz ». O bien responderemos que, co- fueron las primicias de las naciones, que
mo se dice (lib. D e quajstionibus vet. et creerían en Cristo; y primero entra á la
novi Testamenti, q. 63), « aquellos ma- fe la plenitud de las naciones y después
j) gos seguían la tradición de,Balaam, que todo Israel se bará salvo, como se dice
» dijo: orieíur stella ex Jacob (1)». A s í ( R o m . 11). L u e g o el nacimiento de
al ver esta estrella, que se diferenciaba Cristo debió manifestarse antes á los ma-
de las demás, comprendieron que esta era gos que á los pastores.
la que Balaam anunciara que sería la se- 3.° Dícese (Mattb. 2 , 16) que Hora-
ñal del nacimiento del B e y de los judíos. des hizo matar los niños que había en
Puede también contestarse según S a n Belén y en toda su comarca de dos años
Agustín (serm. de Epiph.), que los ma- y abajo ( 3 ) , conforme al tiempo que ha-
gos oyeron de los ángeles por revelación bía averiguado de los magos ; y así pa-
que esta estrella significaba á Cristo na- rece que después de dos años que nació
cido, y parece probable que ellos fue- Cristo llegaron los magos á él. L u e g o
ron instruidos por los (ángeles) buenos, inconvenientemente fue manifestado á
puesto que al adorar á Cristo buscaban los gentiles el nacimiento de Cristo des-
su salvación. — O , como dice el P a p a pués de tanto tiempo.
León (serm. de Epipb. 2 , 4 ejusdem Por el contrario, se dice (Dan. 2, 21),
festiv. c. 3 ) , «independientemente del él muda los tiempos y las edades (4) ; y
»signo esterior que les sirvió de indicio por tanto, el tiempo de la manifestación
» material, el rayo más esplendoroso de de la natividad de Cristo parece Haberse
¡>la verdad iluminó sus corazones ; lo dispuesto en orden conveniente.
i» cual pertenecía á la iluminación de la Conclusión. Fue muy conveniente el
¡>fe» (2). ordenen que fue hecha la manifestación
del nacimiento de Cristo, esto es: \.°á los
ARTÍCULO V I . ^ - EI nacimiento d e
pastores, en el mismo dia de la natividad;
Cristo f u e m a n i f e s t a d o e n o r d e n c o n v e n i e n t e ?
2.° á los magos, en el tercero dia ; y últi-
l.° Parece que el nacimiento de Cristo mamente á los justos Simeón y Ana en
fue manifestado en orden inconveniente, el dia cuarto.
porque primero debió manifestarse el na- Responderemos, que el nacimiento de
cimiento de Cristo á los más cercanos de Cristo primeramente se manifestó á los
él y que más lo deseaban según estas pastores en el mismo dia de su naci-
palabras (Sap. 6; 14): tómala delantera miento, porque, como se dice (Luc. 2,8),
á los que la codician y se les muestra á había unos pastores en aquella comarca,
ellos la primera. P e r o los justos eran los que estaban velando y guardando las ve-
más cercanos de Cristo por la fe y eran las de la noche sobre su ganado; y luego
los que deseaban más vivamente su lle- que los ángeles se retiraron de ellos al
gada; por lo que se dice ( L u c . 2 , 25) de cielo, los pastores se decían los unos a los
Simeón que era hombre justo y timorato, otros, pasemos hasta Belén, y acudieron
que esperaba la redención de Israel. presurosos ; 2°, los magos llegaron á
Luego el nacimiento de Cristo debió Cristo á los trece dias de su nacimiento,
manifestarse primero á Simeón que á los en cuyo tiempo se celebra la festividad
pastores ó á los magos. de la Epifanía, porque si hubieran venido

(I) Conviniendo con l a doctrina de muchos S S . PP. de la la faz del mundo, nacería de una virgen pura é inmaculada en
Iglesia, el abate Orsini dice : que los magos caldeos , hábiles la región más occidental del Asia. — M. Ch.
en el estudio del curso de los astros, divisaron una estrella de (2) Aquí dice Bossuet, que esa estrella, que parecía no afec-
primera magnitud, á la que reconocieron por su marcha es- tar nada más que á los ojos sensibles, fue ademas asequible á
traordiuaria y otras señales no menos ciertas, deducidas del los sentimientos del corazón. A la presencia de esta señal Dios
vaticinio de Balaan, según el cual debía aparecer radiosa tocó á los magos por medio de aquella inspiración de que nos
sobre el horizonte en la época del alumbramiento de la Santí- habló Jesucristo diciendo : nadie puede venir ámi, si mi Pddre
sima Virgen. Acorde con las antiguas tradiciones de Irán, re-
no lo trajere. — Daioux.
cogidas por Abulfarage, Zerdascht, el restaurador del magis-
(3) Esto es, á todos los niños que tenían la edad de dos años,
ni
°,grande astrónomo, muy versado, ademas, en la teología
y á los que á ella no habían llegado. — Dmoux.
oe los hebreos, y al que algunos hacen discípulo de Jeremías,
(4) Parece que esto se dijo en otro sentido, como se deduce
V otros, más probablemente, de Daniel, anunció bajo los pri-
de las palabras s i g u i e n t e s : et transferí regna atque constiluit; si
meros sucesores de Ciro y poco tiempo después del restableci-
bien puede también interpretarse analógicamente. — Diuoux.
miento del templo, que u n niño d i n n o , destinado á cambiar
448 CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .

un a ñ o ó d o sdespués, n o le habrían e n - O r i e n t e á C r i s t o á l o s t r e c e d i a s d e s u na-


contrado en Belén, puesto que se h a es- c i m i e n t o (2). P o r l o q u e t a m b i é n H e r e -
c r i t o ( L u c . 2, 39) q u e , eximido lo hu- d e s , i n m e d i a t a m e n t e d e s p u é s d e l a p a r -
bieron todo cumplido conforme á la ley t i d a d e l o s m a g o s , v i é n d o s e b u r l a d o d e
del Señor ofreciendo, e s t o e s , a l n i ñ o e l l o s , m a n d ó m a t a r á l o s n i ñ o s de dos
J e s ú s e n e l t e m p l o , s e volvieron á Gali- años abajo, d u d a n d o n o h u b i e s e n a c i d o
lea á su ciudad de Nazaret; 3.°, m a n i - C r i s t o c u a n d o s e a p a r e c i ó l a e s t r e l l a ,
festóse á l o s justos e n el templo á los según lo q u e h a b í a oido d e l o s magos.
c u a r e n t a dias d e s u nacimiento, como s e Otros dicen q u e l a estrella apareció
v e (1) ( L u c . 2 ) ; y l a r a z ó n d e e s t e o r d e n p r i m e r o c u a n d o nació C r i s t o , é inmedia-
es p o r q u e p o rl o s p a s t o r e s s e significan t a m e n t e l o s m a g o s , vista l a estrella, po-
los apóstoles y otros creyentes d e entre n i é n d o s e e n c a m i n o , r e c o r r i e r o n u u a lar-
los j u d í o s , á l o s q u e p r i m e r a m e n t e s e g u í s i m a d i s t a n c i a e n l o s t r e c e d i a s , en
m a n i f e s t ó l a f e d e C r i s t o , e n t r e l o s q u e p a r t e a y u d a d o s p o r l a v i r t u d d i v i n a y en
no h u b o muchos potentados ni muchos p a r t e p o r l a v e l o c i d a d d e s u s d r o m e d a -
nobles, c o m o s e d i c e ( i C o r . 1). D e s p u é s r i o s ; y e s t o l o d i g o , s i e s q u e v i n i e r o n
l l e g ó l a f e d e C r i s t o á l a p l e n i t u d d e l a s d e l o s confines e s t r e m o s d e O r i e n t e . Otros
n a c i o n e s , l a c u a l e s figurada p o r l o s m a - e m p e r o d i c e n q u e v i n i e r o n d e u n a r e g i ó n
gos. P o rúltimo llegó á l a plenitud d elos cercana, e n l a q u e h a b í a vivido Balaam,
j u d í o s , q u e e s l a figurada p o r l o s j u s t o s ; d e q u i e n e r a n d i s c í p u l o s ; p e r o s e dice
por cuya razón se les manifestó Cristo q u e v i n i e r o n d e O r i e n t e p o r q u e aquella
también e nel templo d e los judíos. t i e r r a c a e a l O r i e n t e d e l a t i e r r a d e los
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o j u d í o s . S e g ú n este p a r e c e r H e r o d e s no
d i c e e l A p ó s t o l ( B o m . 9, 31), Israel, hizo m a t a r á los niños inmediatamente
que seguía la ley de la justicia , no ha d e s p u é s d e l a v u e l t a d e l o s m a g o s , s i n o
llegado á la ley de la justicia. P e r o l o s d o s a ñ o s d e s p u é s : y a p o r q u e s e d i c e q u e
gentiles, q u e n o buscaban l a justicia, en e l ínterin h a b í a i d o a B o m a p o r una
previnieron c o m u n m e n t e á losjudíos e n a c u s a c i ó n , ó a g i t a d o c o n l o sterrores de
la justicia d e l a fe : y e n representación a l g u n o s p e l i g r o s , h a b í a d e s i s t i d o mien-
d e é s t a S i m e ó n , que esperaba la reden- t r a s d e l e m p e ñ o d e m a t a r a l n i ñ o , ó
ción de Israel, c o n o c i ó ú l t i m a m e n t e á p o r q u e p u d o c r e e r q u e l o s m a g o s , « e n -
C r i s t o n a c i d o y l e p r e c e d i e r o n l o s m a - » g a n a d o s c o n l a v i s i ó n d e l a e s t r e l l a fa-
gos y lospastores, q u en oesperaban t a n » l a z , s e a v e r g o n z a r í a n d e v o l v e r á él,
solícitamente el nacimiento d e Cristo. » d e s p u é s d e n o h a b e r e n c o n t r a d o á quien
A l 2.° q u e , - a u n q u e l a p l e n i t u d d e l o s » c r e y e r o n n a c i d o » , c o m o d i c e S a n A g u s -
gentiles entró antes á l a fe q u e la pleni- tín ( D e c o n s e n s u E v a n g e l . 1. 2 , c . 11).
tud d e losjudíos, sin embargo l a s pri- P o r e s t a r a z ó n , n o s o l a m e n t e h i z o pere-
micias d e losjudíos se adelantaron e nla cer á l o sniños d e d o sa ñ o s , sino a u n á
fe á l a s primicias d e l o s g e n t i l e s : y p o r l o s q u e n o l o s t e n í a n ; p o r q u e , c o m o dice
eso el nacimiento d e Cristo se manifestó S a n A g u s t í n (serm. Innocentium, Grloss.
antes á lospastores q u e á los magos. o r d . , s u p . i l l u d M a t t h . 2 , a binatu, e t c . ) ,
A l 3.°, q u e s o b r e l a a p a r i c i ó n d e l a « t e m í a q u e e l n i ñ o , á q u i e n obedecen
estrella, q u e se apareció á los magos, » l a s e s t r e l l a s , s e t r a n s f o r m a s e d e modo
h a y dos opiniones : porque el Crisóstomo » q u e p a r e c i e s e d e u n p o c o m á s ó menos
(sup. M a t t h . h o m . 2 in O p . imperf.) y B edad».
S a n A g u s t í n ( s e r m . E p i p h . 7) d i c e n q u e
la estrella m á sbien se apareció á los m a - A R T Í C U L O V I L — ¿ u estrena-, «uc
gos d o s años antes del nacimiento d e se apareció á l o s m a g o s , f u e u n a ile las
Cristo; y e n este tiempo, premeditan-
e s t r e l l a s c e l e s t e s ? (3)
do y preparándose para el viaje, llega-
ron d e los confines m á s apartados d e l 1.° P a r e c e q u e l a e s t r e l l a , q u e s e a p a -

( l j Cuándo y cómo, Simeón el justo y timorato, y Ana la Iglesia, como enseñan M. Cano (Be Loe. theolog. 1.2, c. 5, ad n),
profetisa esperaban la redención de Israel, pnede verse en el Jansenio, Baronio y otros muchos. — Dnioux.
lugar citado v. 57 y siguientes Dnioux. (3) En este articulo prueba el Doctor angélico con v a r i a s
(2) Tal es la opinión común y la tradición de la antigua razones, que la estrella aparecida á los magos no fue del nu-
CUESTIÓN X X X V I . — A R T Í C U L O VII. 449

recio á los magos, fue una de las estre- otra, particularmente creada por Dios á
llas celestes: porque dice San Agustín este efecto.
(serm. Epiph. implic.) : « mientras pende Responderemos que, como dice el Cri-
» á los pechos y envuelto Dios en viles sóstomo (sup. Matth. hom. 6 ) , es evi-
¡>pafiales, repentinamente brilló una nue- dente por muchas razones que aquella
» va estrella en el cielo ». Luego fue una estrella, que se apareció á los magos, no
estrella celeste la que se apareció á los fue una de las estrellas celestes : 1. por- a

que ninguna otra de las estrellas sigue


2.° Dice San Agustín (serm. Epiph.): esta dirección; pues esta estrella se diri-
«los ángeles muestran á Cristo á los pas- gía del septentrión al mediodía, porque
tores, y la estrella á los magos; á unos tal es la posición de la Judéa con re-
y> j otros habla la lengua de los cielos, lación á Persia, de donde vinieron los
j> porque cesó la lengua de los profetas». magos; 2 . por el tiempo, pues no solo
a

Pero los ángeles, que aparecieron á los apareció de noche, sino también en medio
pastores, fueron verdaderamente de los del dia, lo cual no es propio de la virtud
ángeles del cielo. Luego la estrella, que de una estrella ni aun de la luna; 3. por- a

se apareció á los magos, fue verdadera- que unas veces aparecía y otras se ocul-
mente de las estrellas celestes. taba ; así cuando entraron en Jerusalen,
3.° Las estrellas, que no están en el cielo se ocultó, y cuándo abandonaron á He-
sino en el aire, se llaman estrellas come- rodes se les apareció; 4. porque no tenía a

tas , las cuales no aparecen en los naci- movimiento continuo ; pues avanzaba
mientos de los reyes, sino más bien son cuando era preciso que los magos avan-
indicios de su muerte. Pero aquella es- zaran, y se paraba cuando era oportuno
trella significaba el nacimiento del rey; que se detuvieran, como sucedía con la
por cuya razón dicen los magos (Matth. columna de la nube en el desierto ( 1 ) ;
2 , 2 ) : ¿dónde está el Rey de los judíos 5. puesto que no demostraba el parto de
a

que lia nacido? porque vimos su estrella la Virgen, manteniéndose elevada, sino
en el Oriente. Luego parece que fue uña descendiendo; porque se dice (Matth. 2,
de las estrellas celestes. 9) que la estrella, que los magos habían
Por el contrario, dice San Agustín visto en el Oriente, iba delante de ellos,
(contra Faustum, 1. 2 , c. 5): «no era hasta que llegando se paró sobre donde
D ésta de aquellas estrellas, que desde el estaba el niño. D e lo que se desprende
» principio de la creación siguen su mo- que las palabras de los magos, vimos su
» vimiento bajo la ley del Criador, sino estrella en el Oriente, no deben enten-
» que al nuevo parto de la Virgen apa- derse como si hubieran visto en Oriente
reció un nuevo astro». una estrella, que se encontraba en la
Conclusión. Atendiendo á que la es- tierra de Judá, sino porque la vieron en
trella aparecida á los magos verificó sus el mismo Oriente y les precedió hasta la
movimientos desde el Septentrión al Me- Judéa; aunque algunos consideran esta
diodía en la parte del aire muy próxima opinión como dudosa. Por otra parte no
a la tierra, en oposición con lo que se ve habría podido demostrar con distinción
suceder con las demás estrellas, es razo- la casa, si no hubiese estado cerca de la
nable creer que dicha estrella no fue de tierra; y, como dice el mismo (ibid.),
las que lucen sobre el firmamento, sino « esto no parece ser propio de una estre-

mero de las celestes, como opinan muchos intérpretes de la regular, ni que le fuese propio ; tan presto se avanzaba á la
Sagrada Escritura. Según las referidas tradiciones de Irán, cabeza de la caravana siguiendo siempre una linea recta hacia
los magos, siguiendo el curso de una estrella desconocida en el Occidente, tan pronto permanecía estacionario encima de
el horizonte, y dejando detras de ellos la-ciudad de los seléu- las tiendas levantadas para pasar la noche, y parecía balan-
eidascon sus elegantes edificios de madera de palmeras, en cearse blandamente en el seno de las nubes ; á la punta del
que el viento del desierto, llorando sobre ruinas inmensas, dia daba la señal de marcha, como antes había-dado la de de-
parecía referir á esos silenciosos restos los siniestros oráculos tención. Así io sintió también Calcidio, filósofo pagano, que
del hijo de Amos; salieron del país do los dátiles y tomaron e l vivía hacia el fin del siglo 3 . ° ; y del mismo parecer fueron
camino arenoso de la Palestina. Delante de ellos, á la manera San Juan Crisóstomo y San A g u s t í n . — M. Ch.
de la columna luminosa que guiaba hacia las desiertas playas (1) Esto es conforme con lo que se dice en el Éxodo c. 16:
del Mar Rojo las turbas fugitivas de Israel, marchaba la estre- ;?ias el Señor iba delante de ellos en forma de columna de nube, vara
na del Slaias. Ese nuevo astro, libre de las leyes invariables manifestarles el camino durante el dia. — Dnioux.
que rigen á los globos del firmamento, no tenía movimiento
SUMA TEOLÓGICA.— TOMO I V . 29
450 CUESTIÓN XXXVI.—ARTÍCULOS VII Y VIII.

» l i a , sino d e l a v i r t u d d e u n ser racio- c o n v e n i e n t e m e n t e á a d o r a r á C r i s t o (3);


» n a l » ; por cuya razón parece que esta p o r q u e á t o d o r e y s e d e b e r e v e r e n c i a por
estrella d e u n a virtud sensible se p r e s e n t ó s u s s u b d i t o s . P e r o l o s m a g o s n o e r a n del
bajo esta forma. P o r este motivo dicen r e i n o d e l o s j u d í o s . L u e g o p u e s t o q u e pol-
algunos q u e , así como el E s p í r i t u S a n t o l a v i s i ó n d e l a e s t r e l l a c o n o c i e r o n haber
descendió sobre el Señor al ser b a u t i z a d o n a c i d o e l R e y d e l o s j u d í o s , p a r e c e que
e n figura d e p a l o m a , a s í s e a p a r e c i ó á l o s vinieron á adorarle inconvenientemente.
m a g o s e n figura d e e s t r e l l a . O t r o s p r e - 2.° E s n e c i o v i v i e n d o a l g ú n r e y anun-
t e n d e n q u e el á n g e l , q u e se apareció á c i a r u n r e y e s t r a ñ o . P e r o e n e l r e i n o de
l o s p a s t o r e s e n figura b u m a n a , s e a p a r e - l a J u d e a r e i n a b a H e r o d e s . L u e g o obra-
c i ó á l o s m a g o s e n figura d e e s t r e l l a . S i n r o n n e c i a m e n t e l o s m a g o s a l a n u n c i a r el
e m b a r g o p a r e c e m á s p r o b a b l e q u e fue nacimiento de otro rey.
u n a estrella c r e a d a d e n u e v o , n o en el 3.° E s m á s c i e r t o e l i n d i c i o c e l e s t e que
cielo, sino e n el aire p r ó x i m o á l a tierra, e l i n d i c i o h u m a n o . P e r o l o s m a g o s guia-
la cual era movida según la voluntad di- d o s p o r u n i n d i c i o c e l e s t i a l h a b í a n venido
vina. P o r esta razón dice el P a p a L e o n d e O r i e n t e á l a J u d e a . L u e g o obraron
( s e r m . E p i p b . l . ° d e e s t a fiesta, c . 1 ) : n e c i a m e n t e a l b u s c a r f u e r a d e l a estrella
« á l o s m a g o s (1) s e l e s a p a r e c i ó e n e l u n i n d i c i o h u m a n o , d i c i e n d o : ¿ dónde está
» Oriente la estrella de la nueva claridad, el que ha nacido Rey de los judíos ! 1

» l a cual m á s resplandeciente y m á s bella ( M a t t h . 2, 2).


» q u e las demás atraía las miradas y áni- 4.° L a o b l a c i ó n d e l o s p r e s e n t e s y el
í > m o s d e l o s q u e l a c o n t e m p l a b a n , á fin r e s p e t o d e l a a d o r a c i ó n n o s e d e b e sino á
» d e q u e inmediatamente se advirtiese l o s r e y e s y a r e i n a n t e s : y l o s m a g o s no
» q u e un signo t a n estraordinario n o exis- e n c o n t r a r o n á C r i s t o b r i l l a n d o p o r su dig-
» t í a sin motivo ». n i d a d r e a l . L u e g o i n c o n v e n i e n t e m e n t e le
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l c i e l o o f r e c i e r o n p r e s e n t e s y l e t r i b u t a r o n ho-
es l l a m a d o a l g u n a s veces en l a S a g r a d a menaje real.
E s c r i t u r a a i r e , s e g ú n a q u e l l o ( P s . 8, 9), P o r e l c o n t r a r i o e s l o q u e s e dice (Is.
las aves del cielo y los peces del mar. 60, 3) : andarán las gentes á tu lumbre
A l 2.° q u e l o s m i s m o s á n g e l e s c e l e s t e s y los reyes al resplandor de tu nacimien-
t i e n e n p o r p r o p i a función d e s c e n d e r á to. P e r o l o s q u e s o n g u i a d o s p o r la luz
nosotros, cuando son enviados para cum- d i v i n a , n o y e r r a n . L u e g o l o s m a g o s tri-
plir u n ministerio; en t a n t o q u e las estre- b u t a r o n r e s p e t o á C r i s t o sin error.
llas d e l cielo n o c a m b i a n d e sitio. P o r C o n c l u s i ó n . Debe creerse, que los ma-
consiguiente no b a y paridad. gos, inspirados por el Espíritu Santo, se
A l 3.° q u e , a s í c o m o a q u e l l a e s t r e l l a portaron sabiamente llegándose á adorar
no siguió el movimiento de las estrellas al nacido Jesucristo.
celestes, así tampoco el de las estrellas R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o s e h a dicho
c o m e t a s , que ni aparecen de d í a , ni c a m - ( a . 3, a l 1.°), l o s m a g o s s o n l a s primicias
b i a n su movimiento ordinario. S i n e m - d e l a s n a c i o n e s d e l o s q u e c r e e n e n Cristo,
b a r g o n o estaba e n t e r a m e n t e estraña al e n l o s c u a l e s a p a r e c i ó c o m o e n c i e r t o pre-
significado d e los c o m e t a s ; p u e s t o q u e el s a g i o l a fe y l a d e v o c i ó n d e l a s gentes,
r e i n o c e l e s t i a l d e C r i s t o quebrantó y aca- q u e v e n í a n á C r i s t o d e p a í s e s lejanos.
bó todos los reinos de la tierra, y él mismo Y p o r e s t o , a s í c o m o l a d e v o c i ó n y la fe
subsistirá para siempre, c o m o s e d i c e d e l a s g e n t e s e s t á n s i n e r r o r p o r l a inspi-
( D a n . 2 , 44). r a c i ó n d e l E s p í r i t u S a n t o , d e l a misma
m a n e r a t a m b i é n d e b e c r e e r s e q u e los ma-
ARTÍCULO V I I I . — T I n i e r o n conve- g o s i n s p i r a d o s p o r e l E s p í r i t u S a n t o tri-
n i e n t e m e n t e l o s m a g o s á a d o r a r á C r i s t o ? (2) b u t a r o n s a b i a m e n t e á C r i s t o adoración.
A l a r g u m e n t o l . " d i r e m o s q u e , como es-
1.° P a r e c e q u e l o s m a g o s n o v i n i e r o n p r e s a S a n A g u s t í n (in s e r m . E p i p h . serm.
(1) Se cree vulgarmente, dice Bossuet, que los magos eran nota anterior Diuoux.
tres á causa de los tres presentes que le ofrecieron á Jesucris- (3) Esto es, como dice Nicolai, que no fue conveniente que
to ; pero la Iglesia nada ha decidido sobre el particular. (Elé- le adorasen, ó q u e v i n i e s e n á adorarlo : aunque también puede
vationssur les mystéres). — Dmoux. referirse al modo de adorarlo. — Diuoux.
(2) Sobre esta materia véase á Bossuet en el lugar citado
CUESTIÓN XXXVI. — ARTÍCULO VIII. 451

2), «habiendo nacido y muerto muchos » esas piedras que indican en los caminos
» reyes de los judíos, á ninguno de ellos » l a s distancias, las cuales muestran el
» buscaron los magos para adorarle. L u e - » camino y no andan ». L a Providencia
»go no era á un rey de los judíos tal quiso también que, al desaparecer la es-
scomo lo habían sido estos monarcas, á trella, los magos fuesen á Jerusalen guia-
» quien estos estranjeros, venidos de tan dos por las luces humanas, buscando en
»lejos y que habían dejado su país, pen- la ciudad real al rey nacido, á fin de que
j saban ofrecer estos honores; sino supie- el nacimiento de Cristo fuera primero
» ron ser el nacido t a l , que al adorarle no anunciado públicamente á Jerusalen se-
y> dudarían en lo más mínimo que conse- gún aquello (Is. 2, 3) : de Sion saldrá la
» guirían la salvación, que viene de Dios». ley y la palabra del Señor de Jerusalen;
Al 2.° que por aquella anunciación de y también, para que con la noticia de los
los magos se presignificaba la constancia magos, que venían de lejos, se condenase
de las naciones, que confiesan á Cristo la pereza de los judíos que estaban cerca.
hasta la muerte : por lo que dice el Cri- A l 4.° q u e , como dice el Crisóstomo
sóstomo (alius auctor super Matth. hom. (alius auctor sup. Matth. hom. 2 , in Op.
2, iu Op. imperf.) q u e , «cuando consi- imperf.), « si los magos, buscando un rey
» deraban al rey futuro, no temían al rey » de la tierra, le hubieran encontrado, en
i) presente; aun no habían visto á Cristo » tal caso se hubieran confundido; porque
i y ya estaban dispuestos á morir por él B. » hubieran tomado sin causa la molestia
Al 3.° que, como dice San Agustín (in » de un viaje tan l a r g o ; por lo que ni le
serm. Epiph., ut s u p . ) , « l a estrella, que » hubieran adorado ni ofrecido presentes.
» guió á los magos al lugar, en que estaba B Pero en el caso presente, como busca-
» con la madre virgen el niño Dios, podía » bau al rey celestial, aunque ninguna
» guiarlos á la misma ciudad de Belem en » escelencia real verían en é l , sin embar-
»la que nació Cristo; sin embargo se B g o contentos con el testimonio de la
»sustrajo á su vista hasta eme los judíos » sola estrella, le adoraron ; pues ven al
» dieran testimonio acerca de la ciudad, B hombre y reconocen á Dios y ofrecen
» en que Cristo nacería » ; á fin de que, B presentes adecuados á la dignidad de
confirmados con este doble testimonio, B Cristo; oro como á un rey grande, in-
como dice el P a p a L e ó n (serm. 4 de i> cienso, del que se hace uso en el sacri-
Epiph. c. 2 ) , «buscasen con una fe más D ficio de Dios, como á Dios, y mirra, que
» ardiente á aquel, á quien manifestaban i) sirve para embalsamar los cuerpos, á
»la claridad de la estrella y la autoridad i fin de demostrar como debía morir por
»de la profecía ». A s í « ellos mismos B la salvación de todos B ; en lo cual tam-
» anuncian á los judíos el nacimiento de bién, como dice San Gregorio (hom. 10,
» Jesucristo y preguntan el lugar, creen, in E v a n g . ) «somos instruidos á fin de
í> buscan, como significando á los que an- » q u e , guiados por la luz de la sabiduría,
í> dan por la fe y desean ver, como dice » ofrezcamos ante la presencia del rey
)) San Agustín (ibid). L o s judíos, al indi- » nacido, oro (por el cual se significa la
» caries el lugar del nacimiento de Cristo, B sabiduría); incienso (por el que se es-
i> se asemejaron á los que construyeron el » presa la devoción de la oración), se le
» arca de N o é , que dieron á otros el me- » ofrecemos á D i o s si podemos por el ejer-
ndiode librarse, pereciendo ellos en el » cicio de la oración servirle de olor gra-
5> diluvio. L o s que indagaban, oyeron y B t o ; y en fin, mirra (que indica la mor-
»se fueron; dijéronselo y se quedaron » tificacion de la carne), si mortificamos
»con ellos los doctores que son como » los vicios carnales por la abstinencia B.
CUESTIÓN XXXVIL

Prescripciones legales observadas acerca del niño Jesus.

Trataremos ahora de la circuncisión de Cristo; y puesto que esta es cierta profesión , que se hace
de observar la ley, según aquello (Galat. 5,3): protesto á todo hombre que se circuncida, que está
obligado aguardar toda la ley; á la vez que esto examinaremos otras prescripciones legales obser-
vadas acerca del niño Jesús sobre lo cual estudiaremos : 1." Su circuncisión. — 2.° La imposición del
nombre. — 3.° Su oblación. — 4.° La purificación de la madre.

ARTÍCULO I. — D e b i ó s e r c i r c u n c i d a d o librase de esta á los demás y comprobase


Cristo ? la realidad de su carne.
Responderemos, q u e p o r m u c h a s c a u -
l.° P a r e c e q u e Cristo n o debió s e r sas d e b i ó s e r c i r c u n c i d a d o C r i s t o : 1. para a

circuncidado ; porque a l llegar l a ver- m o s t r a r l a v e r d a d d e l a c a r n e h u m a n a (1)


d a d , c e s a l a figura; y l a c i r c u n c i s i ó n f u e c o n t r a M a n i q u e o , q u e d i j o , q u e t e n í a un
ordenada á A b r a b a m e nseñal d el a alian- c u e r p o fantástico; y c o n t r a Apolinario,
za, q u e existía sobre s uposteridad, como q u e d i j o , q u e e l c u e r p o d e C r i s t o e r a con-
c o n s t a ( G r e n e s . 17). P e r o e s t a a l i a n z a f u e sustancial á l a divinidad; y contra Va-
completada e n el nacimiento d e Cristo. l e n t í n , q u e d i j o , q u e C r i s t o h a b í a traído
L u e g o l a circuncisión debió cesar inme- s u c u e r p o d e l c i e l o ; 2 . p a r a a p r o b a r la
a

diatamente. x
circuncisión, q u e e n otro t i e m p o había
2.° T o d a a c c i ó n d e C r i s t o e s i n s t r u c - D i o s e s t a b l e c i d o ; 3. p a r a c o m p r o b a r q u e
a

ción n u e s t r a ; p o rl o c u a l s e dice ( J o a n . e r a d e l a d e s c e n d e n c i a d e A b r a h a m , el
13, 15) : ejemplo os he dado, para que, c u a l h a b í a r e c i b i d o e l m a n d a t o d e la cir-
como yo he hecho, vosotros también ha- c u n c i s i ó n e n s e ñ a l d e l a f e q u e t e n í a del
gáis. M a s n o s o t r o s n o d e b e m o s s e r c i r - m i s m o ; 4 . p a r a q u i t a r e l p r e t e s t o á los
a

cuncidados s e g ú n aquello ( G a l a t . 5,2): j u d í o s d e n o r e c i b i r l e , s i h u b i e r a estado


si os circuncidareis, Cristo no os aprove- i n c i r c u n c i s o ; 5. p a r a r e c o m e n d a r n o s por
a

chará nada. L u e g o p a r e c e q u e t a m p o c o su e j e m p l o l a v i r t u d d e o b e d e c e r : p o r lo
Cristo debió ser circuncidado. q u e f u e c i r c u n c i d a d o e l o c t a v o d i a , como
3.° L a c i r c u n c i s i ó n h a s i d o o r d e n a d a l a l e y l o o r d e n a b a ; 6. p a r a q u e , t o m a n d o
a

para remedio delpecado original; y Cris- l a s e m e j a n z a d e l a c a r n e d e l p e c a d o , no


to n o contrajo pecado original, como d e s d e ñ a s e (2) e l r e m e d i o , p o r e l q u e e s t a
c o n s t a d e l o d i c h o ( C . 15, a . 1 y 2). L u e - c a r n e e s t a b a a c o s t u m b r a d a á s e r purifi-
go Cristo n odebió ser circuncidado. c a d a ; 7. p a r a q u e a l t o m a r s o b r e s í el
a

Por el contrario, d i c e s e ( L u c . 2 , 21): p e s o d e l a l e y (3), l i b e r t a s e d e él á los


después que fueron pasados los ocho dias, d e m á s s e g ú n a q u e l l o ( G a l a t . 4 , 4 ) : envió
para circuncidar al niño. Dios á su Hijo hecho sujeto á la ley, para
Conclusión. Jesucristo, como hijo de redimir á aquellos, que estaban bajo de
Abraham, debió ser circuncidado ájfin de la ley.
que, tomando sobre sí el peso de la ley, A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c i r -

(1) San Epifanio (liares. 30, § 28) señala también esta causa al pecado consiguiente. •— Dnioux.
como primera. — DRIOUX. (3) S e g ú n lo que dice el A p ó s t o l ; testifico d lodo homlm q«<¡
(2) Pues como dice B o s s u e t ; fue conveniente que llevase debe circuncidarse, porque es deudor del cumplimiento de Id W
Jesucristo la marca del pecado, así como debió sufrir la pena universal. — DBIOUX .
CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULOS I Y II.
453
cuncision hecha por medio de la remoción que la verdad evangélica debe correspon-
de la película carual en el miembro de la der á la preanunciacion profética, y los
generación, significaba la espoliacion de profetas preanunciaron antes otro nom-
la antigua generación, de cuya antigüe- bre de Cristo, pues se dice ( I s . 7, 14):
dad somos libertados por medio de la pa- hé aquí que concebirá una Virgen y pa-
sión de Cristo, y por tanto la verdad de rirá un Hijo y será llamado su nombre
esta figura no fue plenamente cumpli- Emmanuel; y (8, 3): llama su nombre,
mentada en el nacimiento de Cristo, sino date priesa á quitar despojos, apresúrate
en su pasión, antes de la cual la circun- á la presa ; y (9, 6) : será llamado su
cisión conservaba su virtud (1) y estado; nombre; Admirable, Consejero, Dios
así que fue conveniente que Cristo como fuerte, Padre del siglo venidero, Prin-
hijo de Abraham fuera circuncidado an- cipe de la paz ; y (Zach. 6, 12) hé aquí
tes de su pasión. el varón, su nombre Oriente. L u e g o in-
Al 2.° que Cristo recibió la circunci- convenientemente es llamado su nombre
sión en el tiempo, en que la circuncisión Jesús.
era de precepto. P o r lo tanto su acción 2.° D í c e s e ( I s , 62, 2) : te será puesto
debe ser imitada por nosotros, para que un nombre nuevo, que el Señor nombrará
observemos las cosas, que son de pre- con su boca (3). Pero este nombre de
cepto en nuestro tiempo, puesto que cada Jesús no es un nombre n u e v o , sino que
cosa tiene su tiempo y sazón, como se dice fué dado á muchos en el antiguo Testa-
(Eccless. 8, 6), y ademas, como dice mento , como consta también por la g e -
Orígenes (hom. 34 in L u c ) , « como so- nealogía misma de Cristo ( L u c . 3).
» mos muertos con Cristo, que muere y L u e g o parece que inconvenientemente se
» resucitamos con Cristo, que resucita, le dio el nombre de Jesús.
» así hemos sido circuucidadoá por él con 3.° E s t e nombre Jesús significa salva-
»la circuncisión espiritual, y por lo tanto ción, como consta por lo que se dice
» no necesitamos de la circuncisión car- ( M a t t h . 1, 21) : parirá un hijo y llama-
» nal»; y esto es lo que dice el Apóstol rás su nombre Jesús, porque él salvará á
(Coloss. 2, 11) : en el que, esto e s , en su pueblo de los pecados de ellos. P e r o la
Cristo, estáis circuncidados de circunci- salvación no ha sido hecha solamente
sión no hecha por mano en el despojo del por Cristo en la circuncisión, sino tam-
cuerpo de la carne, sino en la circunci- bién en el prepucio, como consta por el
sión de Cristo. Apóstol ( R o m . 4). L u e g o inconvenien-
Al 3.° q u e , así como Cristo recibió temente le fue impuesto á Cristo este
por voluntad propia nuestra muerte, la nombre en su circuncisión.
que es efecto del pecado, no teniendo en Por el contrario, está la autoridad
sí pecado alguno con el fin de librarnos de la Sagrada Escritura, en la que se
de la muerte y hacernos morir espiri- dice ( L u c . 2, 21) : después que fueron
tualmente para el pecado ; así también pasados los ocho dias para circuncidar
recibió la circuncisión que es el remedio al niño, llamaron su nombre Jesús.
del pecado original, sin tener este pe- Conclusión. Convenientemente fue im-
cado, con el fin de librarnos del yugo de puesto á Jesucristo por el ministerio del
la ley y producir en nosotros una circun- Ángel el nombre de Jesús.
cisión espiritual, es decir, para cumplir Responderemos, que los nombres de-
la verdad (2) recibiendo la figura. ben corresponder á las propiedades de
las cosas. Y esto es notorio en los nom-
ARTÍCULO I I . — F u e I m p u e s t o c o n r c - bres de géneros y de especies ; puesto
nienteinente n o m b r e á Cristo? que, como se dice ( M e t . 1. 4, t. 28), « l a
B razón que el nombre significa, es la de-
l.° Parece que fue inconveniente- » finicion » , que designa la naturaleza
mente impuesto nombre á Cristo; por- propia de la cosa. P e r o los nombres de
(1) Alean., su verdad. — D R I O B X . (3) Este lugar se le aplica á Jesucristo por acomodación; pero
(2) El lugar en que se verificó la circuncisión, según San en sentido propio le pertenece á Simeón, á quien estaba pro-
Epifanio, (¡tares. 20) fue Belén, y esto, porque no había ningún metido un nombre nuevo, esto es, el nombre de la Iglesia de
lugar deputado para circuncidar, antes bien podía hacerse en Cristo y del pueblo romano, como esponen San Jerónimo, San
cualquier sitio privado. — Dnmux. Cirilo y otros PP. — Daioux.
454 CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULO II.

los hombres singulares se imponen siem- que hemos sido salvados; porque nos sacó
pre por alguna propiedad de aquel, á de la esclavitud del diablo, cuyos des-
quien se le impone, y a por el tiempo, pojos destruyó según aquello (Colors,
como se dá el nombre de algunos san- 2, 15) : despojando los principados y po-
tos á los que nacen en el dia de su festi- testades, los sacó confiadamente. Cuando
vidad; y a por el parentesco, como se da se dice : vocabitur nomen ejus Admira-
al hijo el nombre del padre ó de alguno bilis, e t c . , se significa el camino y el tér-
de su familia : tal sucedía con los parien- mino de nuestra salvación, esto e s , en
tes de San Juan Bautista que querían cuanto somos conducidos por el consejo
llamarle Zacarías como su padre, y no admirable de la divinidad y por su virtud
J u a n , puesto que nadie había en su li- á la herencia de la otra vida, en la que
naje que se llamase con este nombre, será perfecta la paz de los hijos de Dios
como se dice (Luc. 1, 61) ; y a también bajo el gobierno del mismo Dios. L o que
por el suceso, como J o s é llamó al pri- se dice : ecce vir, Oriens nomen ejus se
mogénito suyo Manases, diciendo : Dios refiere al mismo objeto que lo primero,
me ha hecho olvidar de todos mis traba- es decir, al misterio de la Encarnación
jos (Genes. 4 1 , 5 1 ) : y a también por al- según que en las tinieblas nació la luz
guna cualidad de aquel, á quien se im- á los rectos de corazón ( P s . 1 1 1 , 4).
pone el nombre ; como se dice (Genes. A l 2.° que á los que existieron áutes
25), que porque el que salió primero era de Cristo, pudo convenir este nombre
bermejo y todo velludo á semejanza de Jesús según alguna otra razón, por ejem-
piel, fué llamado su nombre Esau, que plo, porque fueron causa de la salvación
significa rubio. P e r o los nombres, que temporal ó particular; pero bajo el punto
Dios ha dado á algunos, significan siem- de vista de la salvación espiritual y uni-
pre algún don gratuito que les ha dado versal ( 1 ) , este nombre es propio de
divinamente. A s í dijo á Abraham ( G e - Cristo, y según esto se dice que es nom-
nes. 17, 5 ) : serás llamado Abraham, bre nuevo.
porque te he puesto por padre de muchas A l 3.° q u e , según se lee (Genes. 17),
gentes. Y (Matth. 16, 18) dijo á San Abraham recibió de Dios á la vez la
Pedro : tú eres Pedro y sobre esta piedra imposición del nombre y el mandato de
edificaré mi Iglesia. L u e g o , puesto que la circuncisión. P o r eso se acostumbró
le era concedido á Cristo este don de la entre los judíos á imponer nombres á los
gracia, para que por él se salvasen to- niños en el mismo dia de la circuncisión,
d o s , por eso fue llamado conveniente- como si antes da ella no hubieren tenido
mente de Jesús, esto es Salvador, ha- un ser perfecto, como también se hace
biendo preanunciado el ángel este nom- ahora con los niños en el bautismo. Por
bre no solo á su madre, sino también á lo cual sobre aquello ( P r o v . 4 ) : yo fui
J o s é , que era su futuro ayo (nutritius). hijo de mi padre, tiernecito y unigénito
A l argumento 1.° diremos, que en t o - delante de mi madre, dice la Glosa (or-
dos aquellos nombres se significa en cier- din) : « ¿ por qué Salomón se llama uni-
ta manera este nombre Jesús, que es » génito delante de su madre, siendo
significativo de salvación ; porque el » así que la Escritura atestigua que tuvo
nombre Emmanuel que se interpreta, » un hermano uterino, que le había pre-
Dios con nosotros, designa la causa de » cedido, sino porque éste murió iume-
la salvación, que es la unión de la natu- » diatamente de nacer sin recibir nom-
raleza divina y humana en la persona del » bre, por lo que le considera como si no
Hijo de D i o s , por la que se hizo que » hubiese vivido ? » P o r esta razón
D i o s estuviese con nosotros, como parti- Cristo recibió la imposición del nombre
cipando de nuestra naturaleza. A l decir: á la vez que fue circuncidado (2).
voca nomen ejus; accélera, spolia de-
tráhe, e t c . , se designa el enemigo, de

(1) Porque solo él trajo sobre ei mundo la salud universal, mentó en que por la circuncisión se rasgaban sus carnes, se
perfecta é íntegra de los cuerpos y de las almas, juntamente nos dio á conocer la sangre que debía derramar para ser nues-
con la temporal y eterna. — Dmoux. tro Salvador. — Dnioux.
(2) Dice Bossuet; que imponiéndosele nombre en el m o -
CUESTIÓN XXXVII.—ARTÍCULO III. 455

ARTÍCULO I I I . — F u e Cristo conve­ un doble precepto : 1.° general,­que se


n i e n t e m e n t e o f r e c i d o e n e l t e m p l o ? (1) refería á todos, cual e s , que cumplidos
los dias de la purificación de la madre se
1.° Parece que Cristo fue inconvenien­ ofreciese sacrificio por el hijo ó la hija
temente ofrecido en el templo , porque como se ve ( L u c . 12); y este sacrificio
se dice ( E x o d . 13, 2) : santifícame todo tenía por objeto y a la espiacion del pe­
primogénito que abre matriz entre los cado (3) en el que la prole era conce­
hijos de Israel. S e d Cristus exivit de bida y nacida y a también para cierta con­
clauso virginis útero ; et ita matris vul­ sagración de la misma, puesto que enton­
vam non aperuit. L u e g o según esta ley ces era presentada al templo por vez
Cristo no debió ser ofrecido en el primera, por cuya razón se ofrecía al­
templo. guna cosa en holocausto y algo por el
2.° L o que siempre está presente á pecado ; 2.° otro era el precepto especial
alguien, no puede serle presentado. P e r o en la l e y de los primogénitos tanto en los
la humanidad de Cristo estuvo sobre todo hombres como en los animales; porque
muy presente á D i o s , como unida siem­ el Señor se había reservado para sí todo
pre á él en la unidad de la persona. primogénito de los hijos de Israel, puesto
Luego no convino que fuera presentado que para libertar á este pueblo había h e ­
ante el Señor. rido á los primogénitos del Egipto desde
3." Cristo es la hostia principal, á la el hombre hasta los animales, con excep­
que se refieren todas las de la antigua ción de los primogénitos de los hijos de
ley, como la figura á la verdad. Pero Israel; y este mandato se encuentra en la
una hostia no debe ser sustituida á otra. ley ( E x o d . 13), en el que se prefiguraba
Luego no fue conveniente ofrecer otra también Cristo que es el primogénito en­
hostia por Cristo. tre muchos hermanos según la espresion
4.° E ntre las hostias legales la princi­ de San Pablo (Rom. 8 , 29). L u e g o ,
pal fue el cordero, que era el sacrificio puesto que Cristo nació de mujer como
perenne, como se ve (Numer. 28), por primogénito y quiso ser hecho bajo la
cuya razón también Cristo se llama cor­ l e y , el Evangelista San L ú e a s manifiesta
dero (Joan 1, 29) : hé ahí el cordero de haberse observado con él estas dos co­
a
Dios. Luego hubiera sido más conve­ sas : 1. lo que pertenece á los primogé­
niente ofrecer en lugar de Cristo un cor­ nitos, cuando dice ( L u c . 2 , 22) : lo lle­
dero, que un par de tórtolas ó dos pi­ varon á Jerusalem para presentarlo al
chones. Señor, como está escrito en la ley del Se­
Por el contrario está la autoridad de ñor, que todo varón que abriere matriz,
la Escritura que atestigua haberse hecho será consagrado al Señor; 2 . lo que per­ a

esto ( L u c . 2). tenece comunmente á t o d o s , cuando


Conclusión. Fué congruente el que dice :para dar la ofrenda conforme está
Jesucristo fuese presentado en el templo mandado en la ley del Señor, un par de
con las oblaciones legales: 1.°por la ra­ tórtolas ó dos palominos.
zón general de la ley que á todos com­ A l argumento 1.° contestaremos q u e r

prendía ; y 2.° por la especial, que hacía como dice San Gregorio Niceno (hab. in
relación á solo los primogénitos. Caiena S. Thom. sup. illud Lucas 2:
Responderemos que, como se ha di­ Sanctum Domino, etc.). « aquel precepto
cho (a. 1, in corp. al 3.°), Cristo quiso » de la l e y parece cumplirse en solo Dios
ser hecho bajo la ley para reducir á los » encarnado de una manera singular y de
que estaban bajo ella y para que la justi­ Í diferente modo los demás; pues el solo
ficación de la ley se cumpliese espiritual­ y> concebido inefablemente, é incompren­
mente en sus miembros (2). M a s de la y> siblemente dado á l u z , virginalem ute­
prole nacida se consigna en la antigua ley x> rum aperuit, non antea connubio rese­

(i) Por aquel misterio cumplió Jesucristo lo dicho por el pro­ la justificación de la ley se cumpliese eti nosotros que no andamos
feta (Malach. c. 3), vino inmediatamenteásu tcmploel dominador según la carne, sino según el espíritu. — Dwoux.
á quien­buscais, y el ángel del testamento d quienqucreis.—Viwovx.. (3) Tal pecado no era'otra cosa que la inmundicia legal con­
(2) Lo cual fue tomado por el Apóstol (Пот. 8 . 4 y 5) cuando traída por el flujo de sangre, y por cuya inmundicia no era
dice: que Dios ¡tabla enviado á su Що en semejanza de carne depe­ permitido tocar cosa alguna sagrada. — D RLOUX.
ca
to, ttun del pecado, condenando al pecado en la carne, para que
456 CUESTIÓN XXXVII. — ARTÍCULOS III Y I V .

» ratum, servans et post partum inviola- paloma es un animal manso y sencillo, y


» bile signaculum castitatis». U n d e quod significa la mansedumbre y sencillez; es
dicit, adaperiens vulvam, designat quod también animal que anda acompañado
nibil antea inde intraverat, vel exive- de otros de su especie, por lo que signi-
rat: e t per boc etiam specialiter dicitur fica la vida activa ; y de consiguiente tal
masculinus, quia nibil de femineitate víctima figuraba la perfección de Cristo
culpa? portabit : singulariter etiam sanc- y sus miembros. Estos animales, á causa
tus quia terreno? contagia corruptela? del habito que tienen de gemir, designan
immaculati partus nativitates non sensit también el uno y el otro las aflicciones
( A m b . in bunc. loe. L u c . 2). de los santos en" este mundo: la tórtola,
A l 2." que, así como el Hijo de Dios que es solitaria, indica las lágrimas se-
no fue hecho hombre y circuncidado en cretas de sus oraciones; la paloma, que
su carne por causa de él mismo, sino para es animal sociable, significa las oraciones
deificarnos por la gracia y que seamos públicas de la Iglesia. Ambos animales
circuncidados espiritualmente ; de la mis- se ofrecen por duplicado para que la san-
ma manera es presentado al Señor por tidad exista, no solamente en el alma,
nosotros, para que nosotros mismos apren- sino también en el cuerpo.
damos á presentarnos á é l : y esto fue
hecho después de la circunsicion para dar ARTÍCULO I V . — ¿ i » m a d r e de mm
á entender que nadie, á no ser el que se f u e c o n v e n i e n t e m e n t e a l t e m p l o p a r a s e r pu-
ha despojado de todos los vicios, es digno r i f i c a d a ?
de las miradas de Dios.
A l 3.° que por causa de esto mismo l.° Parece que la madre D i o s fue in-
quiso que se ofreciesen hostias legales convenientemente al templo para ser pu-
por é l , que era la verdadera hostia, á rificada ; porque la purificación no parece
fin de unir la figura á la verdad y apro- tener lugar sino cuando h a y inmundicia,
bar la una por la otra contra los que nie- Pero ésta no existió en la Virgen, como
gan que el D i o s de la l e y ha sido predi- consta de lo dicho (a. 3 al 1.° y C. 27,
cado por Cristo en el E v a n g e l i o ; ce porque a. 4 y 5 y C. 28). L u e g o no debió acer-
» no se debe p e n s a r » , como dice Oríge- carse al templo para ser purificada.
nes (hom. 14in L u c ) , «que D i o s , siendo 2.° Dícese ( L e v i t . 12, 2) : si la mujer
» bueno hubiera hecho á su Hijo sujeto que fecundiza (2) pariere varón, será in-
» á una l e y enemiga (1), que el mismo munda siete dias; y por eso se ordena
» no había dado». que no entre en el santuario hasta que
A l 4.°, que se manda ( L e v i t . 12) que no se cumplan los dias de su purificación.
los que pudiesen, ofrecieran por el hijo ó P e r o la B . Virgen parió varón sine virile
hija un cordero á la vez que una tórtola semine. L u e g o no debió ir al templo para
ó una paloma; pero que los que no pudie- ser purificada.
ran ofrecer un cordero, ofreciesen sola- 3.° L a purificación de la inmundicia
mente dos tórtolas ó dos pichones. L u e g o no se verifica sino por la gracia. Pero los
el Señor q u e , siendo rico se hizo pobre sacramentos de la antigua l e y no confe-
por amor nuestro, á fin de que nosotros rían la gracia, sino más bien ella misma
fuésemos ricos por su pobreza, como se tenía consigo al autor de la gracia. Luego
dice ( n Cor. 8, 9), ha querido que se ofre- no fue conveniente que se llegara al tem-
ciese por él la ofrenda de los pobres : así plo para ser purificada.
en su nacimiento es envuelto en pañales Por él contrario, así l o hace constar
y reclinado en el pesebre. Sin embargo, la Escritura, en la quesedice ( L u c . 2,22),
á pesar de t o d o , estas aves convienen á que fueron cumplidos los dias de la pu-
la figura; porque la tórtola, puesto que es rificación de María según la ley de
ave locuaz , significa la predicación y la Moisés.
confesión de la f e ; porque es casta, sig- Conclusión. Aunque la Santa Virgen
nifica la castidad, y porque es animal so- y Madre de Dios no estaba sujeta á In
litario, significa la contemplación. L a observancia, convino se sometiera á U
(1) E n algunas ediciones no se halla la palabra bajo la ley (2) E n el testo de la V u l g a t a s e leemuller, sí suscepío seinlnc<
enemiga sino solamente bajo la ley.— Dmoux. — Dmoux.
CUESTIÓN X X X V I I . — A R T Í C U L O IV. 457

ley de la purificación en gracia de su hu- P o r esto dice espresamente e l E v a n g e -


mildad, presentándose en el templo. l i s t a q u e fueron cumplidos los dias de su
R e s p o n d e r e m o s que, así c o m o la ple- purificación según la ley; p o r q u e e l l a
nitud d e l a g r a c i a s e d e r i v a d e C r i s t o á secundum se n o n e c e s i t a b a l a p u r i f i c a -
su m a d r e , a s í t a m b i e u c o n v i n o q u e l a ción.
madre se c o n f o r m a s e á l a h u m i l d a d d e A l 2.°, que M o i s é s parece haberse es-
su h i j o ; p u e s á los humildes da Dios presado así para esceptuar d e esta in-
gracia, c o m o s e d i c e ( J a c . 4 , 6). P o r mundicia á la madre de Dios que no pa-
consiguiente, así c o m o Cristo, a u n q u e n o r i ó suscepto semine. P o r l o t a n t o , e s
estuviera s o m e t i d o á l a l e y , q u i s o sin e m - notorio que n o estaba obligada á cum-
bargo soportar l a circuncisión y las otras plir c o n a q u e l p r e c e p t o y que lo c u m p l i ó
cargas l e g a l e s p a r a d e m o s t r a r el e j e m p l o voluntariamente como se ha dicho.
de su h u m i l d a d y o b e d i e n c i a , a p r o b a r l a A l 3.°, q u e l o s s a c r a m e n t o s l e g a l e s n o
ley y quitar á l o s j u d í o s l a o c a s i ó n d e l a purificaban de la inmundicia de la culpa,
calumnia; por estas m i s m a s razones quiso lo cual se h a c e por l a gracia, sino que
que s u m a d r e c u m p l i e r a l a s o b s e r v a n c i a s prefiguraban esta purificación. Purifica-
legales, á las q u e sin e m b a r g o n o e s t a b a b a n , sin e m b a r g o , por cierta purificación
sometida. carnal de la inmundicia de cierta ó parti-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n q u e cular irregularidad, c o m o se h a dicho en
la B . V i r g e n n o t u v i e r a i n m u n d i c i a a l - l a s e g u n d a p a r t e ( l . - 2 C . 102, a . 5, 6
a K

guna, quiso s i n e m b a r g o , cumplir l a y 7). S i n e m b a r g o , n i u n a n i o t r a i n -


observancia de la purificación n o p o r n e - mundicia había contraido l a B . Virgen;
cesidad, sino p o r el p r e c e p t o d e l a l e y . y por tanto n o necesitaba ser purificada.
CUESTIÓN XXXVIII.

Del bautismo de Juan.

Consideraremos ahora el bautismo con que Cristo fue bautizado; y puesto que Cristo fue bautizado
por el bautismo de Juan trataremos: 1.° el bautismo de Juan en general; 2.° del bautismo de Cristo.
Sobre lo primero estudiaremos: 1.° Fue con veniente que Juan bautizase ? — 2.° Aquel bautismo fue
de Dios? — 3.° Confirió gracia ? — 4.° Debieron ser bautizados otros ademas de Cristo con aquel bau-
tismo ? — 5.° Debió cesar aquel bautismo después de bautizado Cristo ? — 0.° Los bautizados con el
bautismo de Juan debían después ser bautizados con el bautismo de Cristo ?

ARTÍCULO I. — FUC conveniente que Por el contrario; l a E s c r i t u r a , des-


J u a n b a u t i z a s e ? (1; p u é s d e h a b e r h a b l a d o a n t e s d e l a santi-
d a d d e J u a n , a ñ a d e ( M a t t h . 3 , 6) que
1.° P a r e c e q u e n o f u e c o n v e n i e n t e q u e iban muchos á él y eran bautizados ene]
J u a n b a u t i z a s e ; p o r q u e t o d o r i t o s a c r a - Jordán.
mental pertenece á alguna ley. P e r o Conclusión. Fue conveniente el minis-
J u a n n o i n t r o d u j o n u e v a l e y . L u e g o f u e terio de bautizar, ejercido por San Juan
i n c o n v e n i e n t e q u e i n t r o d u j e r a u n n u e v o Bautista, lo uno porque Jesucristo llegó
rito de bautizar. á ser bautizado y manifestado á los hom-
2.° J u a n f u e e n v i a d o p o r D i o s e n t e s - bres; y lo otro , porque estos, en atención
t i m o n i o c o m o p r o f e t a , s e g ú n a q u e l l o (2) ádicho bautismo de Cristo, se hacían más
( L u c . 1, 7 6 ) : tu, niño. Profeta del Al- fáciles é idóneos para recibir los Sacra-
tísimo serás llamado. P e r o l o s p r o f e t a s mentos del Bautismo y de la Penitencio.,
q u e e x i s t i e r o n antes d e C r i s t o n o i n t r o d u - Responderemos, q u e f u e c o n v e n i e n t e
j e r o n r i t o n u e v o , s i n o q u e i n d u c í a n á o b - q u e J u a n b a u t i z a s e p o r c u a t r o razones:
s e r v a r l o s r i t o s l e g a l e s , c o m o c o n s t a 1. , p o r q u e c o n v e n í a q u e C r i s t o fuera
a

( M a l a e h . u l t . 4 ) : acordaos de la ley de b a u t i z a d o p o r J u a n , p a r a c o n s a g r a r el
Moisés mi siervo. L u e g o t a m p o c o J u a n b a u t i s m o , c o m o d i c e S a n A g u s t í n (Sup-
d e b i ó i n t r o d u c i r u n n u e v o r i t o d e b a u t i z a r . J o a n i m p l i c . t r a c t . 5 ) ; 2 . , p a r a manifes-
a

3.° D o n d e b a y s u p e r f l u i d a d d e a l g u n a t a r á C r i s t o , p o r l o " q u e d i c e e l mismo


c o s a n o d e b e a g r e g á r s e l a a l g o . P e r o l o s J u a n ( J o a n . 1, 31): para que sea mani-
j u d í o s t e n í a n s u p e r f l u i d a d d e b a u t i s m o , festado, e s t o e s , C r i s t o , en Israel, por
p o r q u e s e d i c e ( M a r . 7 , 3 ) q u e los fa- eso vine yo á bautizar en agua; porque
riseos y todos los judíos, si no se lavan a n u n c i a b a á C r i s t o á l a s t u r b a s q u e acu-
las manos muchas veces no comen ,y d í a n á s u b a u t i s m o ; l o c u a l s e h i z o más
cuando vuelven de la plaza, no comen si f á c i l m e n t e a s í , q u e s i s e h u b i e r a i d o pre-
antes no se bañan; y guardan muchas co- g o n a n d o uno á u n o , c o m o o b s e r v a el Cn-
sas que tienen por tradición, lavatorios s ó s t o m o ( S u p e r Joan. h o m . 16); 3. , para
a

de vasos y jarros y de vasijas de metal y a c o s t u m b r a r á los h o m b r e s c o n s u bau-


de lechos. L u e g o f u e i n c o n v e n i e n t e q u e t i s m o a l b a u t i s m o d e C r i s t o ; p o r l o cual
J u a n bautizase. d i c e S a n G r e g o r i o ( i n q u a d a m . h o m . 7)

(1) Téngase presente, que Juan bautizaba por inspiración (2) En el E v a n g e l i o de San Juan (1, 6) se lee : I I I I W * *
del Espíritu-Santo, según aquello (Joann. 1J quien me envió d llamado Juan fue enviado por Dios : vino este cn testimonio /IÍÍI'ÍJd"
r

bautizar en agua, él mismo me dijo i aquel sobre el cual vieres el testimonio de la luz. — Dnioux.
Espirilu..—Dnioux.
CUESTIÓN XXXVIII.—ARTÍCULOS I Y 11. 459

que « Juan bautizó para q u e , guardando cramental que es de Dios trae su nom-
i el orden de su precursion, el qué había bre de un hombre puro. A s í no se dice
i> previniese naciendo al Señor, que nace- que el bautismo de la nueva l e y es de
»ría, prevendría bautizando también al P e d r o ó de P a b l o , sino de Cristo. P e r o
j) Señor que bautizaría» ; 4 . , para que aquel bautismo trae el nombre de Juan,
a

induciendo á los hombres á la penitencia según aquello, (Matth. 2 1 , 25) : ¿el bau-
los preparase á recibir dignamente el tismo de Juan de dónde era? ¿Del Cielo
bautismo de Cristo. P o r lo que en el mis- ó de los hombres? L u e g o el bautismo de
mo lugar dice el venerable B e b a (in hom. J u a n no fue de Dios.
Circuncis. qua3 est interhom. totuis anni) 2.° Toda doctrina que procede nueva-
que ff el bautismo de San Juan sirvió mente de Dios es confirmada por algu-
i> tanto antes del bautismo de Cristo, co- nos prodigios; por esta razón el Señor
» mo la doctrina de la fe sirve á los cate- (Exod. 4) dio á Moisés la potestad de
i>eumenos, aún no bautizados»; porque hacer milagros; y San P a b l o dice (Hebr.
así como aquel predicaba la penitencia, 2 , 3) : la cual (esto e s , la salud), ha-
preanuuciaba el bautismo de Cristo y biendo comenzado á ser anunciada por el
atraía al conocimiento de la verdad que Señor, fue después confirmada entre
apareció en el mundo; así los miuistros nosotros por aquellos que la oyeron, con-
de la Iglesia instruyen primero á los ca- firmándola al mismo tiempo Dios con se-
tecúmenos, después les reprenden sus p e - ñales. Pero se dice de J u a n Bautista
cados, y por último, les prometen el per- ( J o a n 10, 41) : Juan en verdad no hizo
don de ellos por el bautismo de Cristo. ningún milagro. L u e g o parece que el
Al argumento 1.° diremos, que el bau- bautismo con que bautizó no fuese de
tismo de San J u a n no era per se un sa- Dios.
cramento, sino como cierta cosa sacra- 3.° L o s sacramentos que han sido ins-
mental, que dispone al bautismo de tituidos por D i o s , se contienen en algu-
Cristo ; por consiguiente pertenecía en nos preceptos de la Sagrada Escritura.
algún modo á la ley de Cristo, mas no á P e r o el bautismo de J u a n no se manda
la ley de Moisés. por precepto alguno de la Sagrada E s -
Al 2.° que San Juan no sólo fue pro- critura. L u e g o parece que no fue de Dios.
feta, sino más que profeta, como se dice Por el contrario, es lo que se dice (Joan.
(Matth. 11); porque fue el término de 1, 33) : aquel que me envió á bautizar en
la ley y el principio del Evangelio (1). agua, me dijo : Sobre aquel que tu vieres
Por consiguiente pertenecíale escitar á descender el Espíritu, etc.
los demás de palabra y obra á seguir la Conclusión. El bautismo de San Juan
ley de Cristo más que á la observancia Bautista fue solamente un rito prescrito
de la ley antigua. por Dios.
Al 3.° que aquellos bautismos ó ablu- Responderemos, que en el bautismo
ciones de los,fariseos eran vanos, como de Juan pueden considerarse dos cosas;
que solo se referían á la limpieza del que son el rito mismo del bautismo y el
cuerpo ; mientras que el bautismo de San efecto de este bautismo. E l rito del bau-
Juan se refería á la purificación espiri- tismo no fue de los hombres sino de Dios
tual, porque atraía á los hombres á la el cual por revelación familiar del Espí-
penitencia, como se ha dicho. ritu Santo envió á J u a n á bautizar (2).
P e r o el efecto de aquel bautismo fue del
ARTÍCULO I I . — E l b a u t i s m o d o J u a n hombre, puesto que nada se hacía en él
fnc de Cristo? que el hombre no pudiera hacer (3). L u e -
go no fue de solo D i o s , sino en cuanto
l.° Parece que el bautismo de J u a n Dios obra en el hombre.
no fue de D i o s ; porque ninguna cosa sa- A l argumento 1.° diremos que por el

M Desde entonces, pues, la l e y principió á ser abrogada y el bautismo de penitencia—Daioux.


el reino de Dios y a no siguió profetizándose, sino más bien (3) Es decir, que el efecto de dicho bautismo consistía sola-
evangelizándose y anunciándose á los hombres. — Dnioux. mente en la limpieza esterna del cuerpo, como puede verse e n
(2) Lo que se manifiesta por. aquellas palabras de San Lú- la respuesta al 3.° — Dnioux.
»s (c. 3) -. el Verbo del Seílor se hizo sobre Jum y vino d predicar
c
460 CUESTIÓN xxxviii. — A R T Í C U L O S II Y III.

b a u t i s m o He l a n u e v a l e y e r a n b a u t i z a - 1 , 4 ) : estaba Juan en el desierto bauli-


dos loshombres interiormente p o r el E s - zando y predicando el bautismo de peni-
píritu S a n t o , lo cual hace solamente tencia para remisión de pecados. P e r o la
Dios ; mientras q u e p o r el bautismo de p e n i t e n c i a y l a r e m i s i ó n d e l o s pecados
J u a n sólo el cuerpo e r a purificado p o r el s o n p r o d u c i d o s p o r l a g r a c i a . L u e g o el
a g u a . P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( M a t t h . 3, b a u t i s m o d e J u a u confería l a gracia.
11) : os bautizo en agua ; él os bautizará 2.° L o s q u e d e b í a n s e r b a u t i z a d o s por
en el Espíritu Santo. P o r c o n s i g u i e n t e J u a n c o n f e s a b a n s u s p e c a d o s , como se
el bautismo d e J u a n t r a e d e él su nom- v e ( M a t t h . 3 , y M a r c . 1). P e r o l a cou-
b r e , p o r q u e n a d a se obraba en este b a u - f e s i o n d e l o s p e c a d o s s e o r d e n a á su re-
tismo q u e el mismo n o hiciere ; al paso m i s i ó n , l a c u a l s e h a c e p o r l a gracia,
que el bautismo de la nueva l e y n o trae L u e g o l a g r a c i a e r a c o n f e r i d a e n e l bau-
su n o m b r e d e l ministro q u e lo confiere, tismo de J u a n .
el cual n o p r o d u c e el efecto principal 3.° E l b a u t i s m o d e J u a n e s t a b a más
del b a u t i s m o , esto e s , l a purificación i n - c e r c a d e l b a u t i s m o d e C r i s t o q u e la cir-
terior. c u n c i s i ó n . Y p o r l a c i r c u n c i s i ó n se per-
A l 2.° q u e s o l a (1) l a d o c t r i n a y o p e - d o n a b a e l p e c a d o o r i g i n a l ; p u e s t o que
ración d e J u a n se o r d e n a b a n á Cristo c o m o d i c e B e d a ( i n h o m . d e Circuncis.),
q u e confirmó p o r m u l t i t u d d e milagros « l a c i r c u n c i s i ó n e r a b a j o l a l e y u n me-
su doctrina y l a de J u a n . Si este hubiera y> d i o d e c u r a r l a h e r i d a d e l p e c a d o origi-
h e c h o milagros, losh o m b r e s se hubieran » n a l , c o m o l o e s a h o r a e l b a u t i s m o bajo
fijado e n é l l o m i s m o q u e e n C r i s t o . P o r » l a l e y d e l a g r a c i a » . L u e g o c o n mayor
lo t a n t o p a r a q u e los h o m b r e s fijaran r a z ó n e l b a u t i s m o d e J u a n o p e r a b a la
principalmente su intención en Cristo, n o r e m i s i ó n d e l o s p e c a d o s ; l o c u a l n o pue-
fue d a d o á J u a n el h a c e r m i l a g r o s . S i n de h a c e r s e sin l a g r a c i a .
e m b a r g o habiéndole preguntado los j u - P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( M a t t h . 3,
d í o s p o r q u é b a u t i z a b a , c o n f i r m ó s u oficio 11): yo en verdad os bautizo en aguapan
por l a autoridad de l a E s c r i t u r a , dicién- penitencia; e s p o n i e n d o l o c u a l S a n Gre-
d o l e s : yo soy la voz del que clama en el g o r i o ( i n q u a d a m h o m . 7 i n E v a n g . ) dice:
desierto, e t c . c o m o s e d i c e ( J o a n . 1, 23). « J u a n n o b a u t i z a e n e s p í r i t u sino en
También la misma austeridad de su vida » a g u a , p o r q u e n o p o d í a p e r d o n a r los
era u n a recomendación para su ministe- » p e c a d o s » . M a s l a g r a c i a v i e n e d e l Es-
rio, p o r q u e como dice el Crisóstomo ( S u p . p í r i t u S a n t o y p o r e l l a s e q u i t a n los pe-
M a t t h . h o m . 10), « e r a a d m i r a b l e v e r e n c a d o s . L u e g o e l b a u t i s m o d e J u a n no
3>un c u e r p o h u m a n o t a n t a p a c i e n c i a (2).» confería l a gracia.
A l 3.° q u e e l b a u t i s m o d e J u a n n o f u e C o n c l u s i o n . El bautismo de San Juan
o r d e n a d o p o r D i o s sino p a r a q u e d u r a s e Bautista no daba la gracia sobrenatural,
u n corto tiempo por las causas predichas sino solo preparaba para recibirla por
( a . 7.) y p o r e s t o n o h a s i d o r e c o m e n d a d o medio de la doctrina que conducía á los
por u n precepto general contenido en l a hombres á la fe y á los sacramentos del
E s c r i t u r a (3), sino p o r cierta revelación bautismo y penitencia.
particular del Espíritu Santo ; como se R e s p o n d e r e m o s , q u e c o m o s e h a di-
h a d i c h o ( a . 1). c h o ( a . 1, y a . 2 a l 2.°), t o d a l a doctrina
y o p e r a c i ó n d e J u a n e r a n preparatorias
ARTÍCULO I I I . — Se daba la gracia en p a r a C r i s t o , c o m o e s p r o p i o d e l sirviente
e l b a u t i s m o d e J u a n ? (4) y d e l a r t i s t a i n f e r i o r p r e p a r a r l a materia
p a r a l a f o r m a q u e e l a r t i s t a principalis
1.° P a r e c e q u e e n e l b a u t i s m o d e J u a n d a . P e r o l a g r a c i a d e b í a s e r conferida a
se d a b a l a g r a c i a , porque se dice ( M a r c . l o s h o m b r e s p o r C r i s t o s e g ú n aquello

(1) Al. toda » — Dnioux. (4) Lulero, Zwinglio, Calvino y otros novadorescnscñaM"
(2) A s í lo sienten con el Crisóstomo casi todos los esposito- que no hubo diferencia alguna entre el bautismo de Juany c
res, sin embargo de que algunos ponen penitencia en lugar de de Jesucristo; mas esto fué condenado por el Concilio de rrento
paciencia. — Dnioux. (ses. 7, De capí. can. \), si alguno dijere, que el bautismo Je '««•
(3) Como advierte Kicolai, tal precepto no fue necesario que tuvo igual virtud que el bautismo de Jesucristo, sea anntemti^
se espresase en la Escritura relativamente á nuestros sacra- Por el contrario, los Socinianos dijeron, que el bautismo
m e n t o s . — DRIOUX. Juan era puramente humano. — Dntoux.
CUESTIÓN XXXVIII. — ARTÍCULOS III Y I V . 461

(Juan 1, IV): la gracia y la verdad fue no se había instituido para esto, sino que
hecha por Jesucristo. Y por esto el bau- solo era preparatorio para el bautismo
tismo de Juan no conferia la gracia, sino de Cristo como se ha dicho (aquí y a . 1).
solamente preparaba á ella de tres mo- Mas en cuanto á los sacramentos tienen
dos: 1.° por su doctrina que induce á los su efecto de la fuerza (ó eficacia) de su
hombres á la fe de Cristo ; 2.° acostum- institución.
brando a los bombres al rito del bautismo
de Cristo; y 3.° preparándolos por la pe- ARTÍCULO I V . — ¿ B e b i e r o n s e r b a u t i -
nitencia á recibir el efecto del bautismo zados otros a d e m a s de Cristo, c o n el b a u t i s m o
de Cristo. de J u a n ?
Al argumento 1.° diremos, que en
aquellas palabras como dice B e d a (c. 2 l.° Parece que solo Cristo debió ser
in Marc. sup. illud : fuit Joannes in de- bautizado con el bautismo de J u a n ; por-
serto), puede entenderse dos clases de que, como se ha dicho (a. 1), Juan bau-
bautismo : uno que Juan confería bauti- tizó, para que Cristo fuese bautizado,
zando, el cual se dice bautismo de peni- como dice San Agustín (sup. Joan. tract.
tencia, puesto que aquel bautismo era 13). Pero lo que es propio de Cristo no
una exortacion á la penitencia y cierta debe convenir á los demás. L u e g o nin-
protestación por la que los bombres ofre- gunos otros debieron^ ser bautizados con
cían hacer penitencia (1); y otro es el bau- aquel bautismo.
tismo de Cristo, por el que se perdonan 2.° Todo el que es bautizado, ó recibe
los pecados, cuyo bautismo no podía dar algo del bautismo, ó confiere algo á este.
Juan, sino que solamente le predicaba di- Pero nadie podía recibir cosa alguna del
ciendo: él os bautizará en Espíritu Santo. bautismo de J u a n , puesto que en él no
0 puede decirse que predicaba el bautis- se confería la gracia, como se ha dicho
m o de la penitencia, esto es, el que induce (a. 3 ) ; ni alguno podía conferir algo al
a l a penitencia, la que condude á los hom- bautismo sino Cristo, que « santificó las
bres al perdón de los pecados. O puede » aguas por el contacto de su purísima
decirse también que por el bautismo de » carne ». L u e g o parece que solo Cristo
Cristo, como indica San Jerónimo (alius debió ser bautizado con el bautismo de
auctor, sup. illud Marci 1 : prmdicans Juan.
baptismum peen.), « s e da la gracia por 3.° Si eran bautizados otros con aquel
»la que se perdonan los pecados gratui- bautismo, esto no era sino para que se
»tamente ; pero lo que es consumado preparasen al bautismo de Cristo; y en
»por el esposó, es iniciado por el padri- tal concepto parecía conveniente que, así
» no de la boda » , esto es por Juan. P o r como el bautismo de Cristo se confiere á
esta razón se dice que bautizaba y pre- todos, grandes y pequeños, gentiles y j u -
dicaba el bautismo de la penitencia para díos , también se confiriese del mismo
la remisión de los pecados, no porque él modo el bautismo de J u a n . Pero no se
lo perfeccionase, sino porque preparán- lee que fuesen bautizados por él los ni-
dolos disponía para esto á los hombres, ños , ni tampoco los gentiles; pues se dice
Al 2.° que aquella confesión de los pe- (Mar. 1, 5), que salían á él todos los de
cados (2) no se hacía para obtener inme- Jerusalen y eran bautizados. Luego pa-
diatamente el perdón de ellos por el bau- rece que solo Cristo debió ser bautizado
tismo de J u a n , sino para obtenerle por por Juan.
la penitencia consiguiente y por el bau- Por el contrario, dícese ( L u c . 3 , 21):
tismo de Cristo, al que preparaba aque- aconteció que como recibiese el bautismo
lla penitencia. todo él pueblo, también fice bautizado Je-
Al 3.° que la circuncisión había sido sús , y estando él orando se abrieron los
instituida para remedio del pecado origi- cielos.
nal ; mientras que el bautismo de Juan Conclusión. No solo convino que Jesu-

(1) Qua profitebanhir homines, se pmnitenliam acíitros; donde en la C. 68 se hace evidente, según advierte Silvio, el sentido
ebe advertirse, que en algunas ediciones no se halla el pro- del Autor, á s a b e r ; que esta confesión no sería solamente
nombre se. _ Dmoux. • general sino que también particular d e los crímenes ó peca-
(2) Cotejada esta respuesta con la doctrina del a. 6.° al 1.° dos, al menos más graves. — Dmoux.
462 CUESTIÓN X X X V I I I . — ARTÍCULOS IV Y V .

cristo fuera bautizado con el bautismo de A R T Í C U L O V . — E I b a u t i s m o d e auau


San Juan B., sino que fue congruente se d e b i ó c e s a r d e s p u é s d e b a u t i z a d o Cristo?
bautizasen otros de igual modo, tanto
para que se preparasen á recibir al mis- l.° Parece que el bautismo de Juan
mo Cristo, cuanto para que no creyesen debió cesar después que Cristo fue bau-
que el bautismo de Juan debía ser prefe- tizado; porque se dice (Joan. I, 31):
rido al del Hijo de Dios. para que sea manifestado en Israel por
Responderemos, que convino que otros eso vine yo á bautizar en agua. Pero bau-
que Cristo, fueran bautizados con el bau- tizado Cristo ( 2 ) , fue suficientemente
tismo de Juan por dos causas. 1. Por- a
manifestado, y a por el testimonio de Juan,
q u e , como dice San Agustín (sup. Joan, ya por el descenso de la paloma, ya tam-
tract. 4 et tract. 5), « s i solo Cristo h u - bién por el testimonio de la voz paterna,
» biera sido bautizado con el bautismo de Luego parece que no debió durar después
» J u a n , no faltarían quienes dijesen, que el bautismo de Juan.
» el bautismo de J u a n , con el que fue 2.° Dice San Agustín (sup. Joau,
» bautizado Cristo era más digno que el tract. 4) : « e s bautizado Cristo, y cesó
»bautismo de Cristo, con el que eran x> el bautismo de Juan y>. Luego parece
» otros bautizados ». 2 . Porque era con-
a
que Juan no debió bautizar después de
veniente que con el bautismo de Juan bautizado Cristo.
fueran otros preparados al bautismo de 3.° E l bautismo de Juan era prepara-
Cristo, como se na dicho (a. 1 y 3). torio para el bautismo de Cristo ; y el
A l argumento 1.° diremos, que el bau- bautismo de Cristo comenzó inmediata-
tismo de Juan fue instituido no solo para mente de haber sido este bautizado, pues-
que Cristo fuera bautizado, sino también to que « por el contacto de su purísima
por otras causas como se ha dicho (a. 1). » carne dio á las aguas una virtud rege-
Sin embargo, si solamente hubiera sido » nerativa » , como dice B e d a (c. 1 0 , in
instituido, para que por el fuera bauti- L u c , sup. illud L u c . 3 : Factum est au-
zado Cristo, hubiera sido preciso para tem). L u e g o parece que, bautizado Cris-
evitar este inconveniente que otros le re- t o , cesó el bautismo de Juan.
cibiesen. Por el contrario es lo que se dice
A l 2.° que los otros que se acercaban (Joan. 3, 23), que vino Jesús á la tierra
al bautismo de Juan no podían en verdad de Judea y bautizaba : allí estaba Juan
conferir cosa alguna al bautismo, ni tam- y bautizaba. Pero Cristo no bautizó, sino
poco recibían de el la gracia, sino solo el después que fue bautizado. Luego parece
signo de la penitencia. que después de haber sido bautizado Cris-
A l 3.° que, puesto que aquel bautismo t o , todavía bautizaba Juan.
era bautismo de penitencia, la cual no Conclusión. Permaneciendo las som-
conviene á los niños, por eso no fueron bras de la Antigua Ley aun después de
estos bautizados con el (1). E n cuanto á ser bautizado Jesucristo, y no siendo
los gentiles el camino de la salvación es- oportuno la cesación del ministerio del
taba reservado á solo Cristo, el cual es h
Precursor, tampoco debió cesar el bau-
la espectacion de las gentes, como se dice tismo de San Juan B.
(Genes, penult.). Pero el mismo Cristo Responderemos, que el bautismo de
prohibió á sus Apóstoles el predicar á Juan no debió cesar después de bautizado
estos el evangelio antes de su pasión y Cristo : 1.° porque, como dice el Crisos-
resurrección. P o r consiguiente mucho m e - tomo (hom. 28 in J o a n . ) , « s i Juan hu-
nos convenía que Juan admitiera los gen- » biera cesado de bautizar, después de
tiles al bautismo. » bautizado Cristo, se creería que bacía
» esto por celo ó ira »; 2.° porque, si hu-
biera cesado de bautizar, cuando Cristo

(1) De aquí nada puede concluirse en favor de los anabap- eficaz por institución para dar la gracia y remisión de lospo
tistas, y en contra el Sacramento del bautismo administrado cades á los n i ñ o s , no valiendo solo como quieren los sectario*
en la Iglesia á los párvulos, porque como ya se ha dicho, el para significar y escitar la fe. — D R I O U X .
bautismo de Jesucristo no es bautismo de penitencia; y ademas (2) Ál., baptizado in Christo. — DRIOUX.
porque, como dice S i l v i o , dicho bautismo de Jesucristo es
CUESTIÓN XXXVIII. — ARTÍCULOS V Y VI. 463

bautizaba, sus discípulos h u b i e r a n t e n i d o ser b a u t i z a d o s con el b a u t i s m o de Cristo.


m a y o r r e c e l o ; 3.° p o r q u e , p e r s i s t i e n d o e n 2.° L o s A p ó s t o l e s f u e r o n b a u t i z a d o s
bautizar, e n v i a b a s u s o y e n t e s á C r i s t o ; por e l bautismo d eJ u a n ; pues algunos
4.° p o r q u e , c o m o d i c e B e d a ( h a b e t u r i n d e e l l o s f u e r o n d i s c í p u l o s d e J u a n , Como
G l o s s . o r d . s u p . i l l u d J o a n . 3 : erat autem c o n s t a ( J o a n . 1). P e r o l o s A p ó s t o l e s n o
•Joannes), <r a ú n s u b s i s t í a l a s o m b r a d e l a parece que fueron bautizados con el bau-
s antigua l e y ; ni d e b i ó cesar el precursor tismo d eCristo; porque s e dice (Joan.
» basta q u e la v e r d a d se m a n i f e s t a s e ». 4, 2 ) , q u e Jesús no bautizaba, sino sus
A l a r g u m e n t o 1>° d i r e m o s , q u e C r i s t o discípulos. L u e g o p a r e c e q u e l o s b a u t i z a -
aún n o s e h a b í a m a n i f e s t a d o p l e n a m e n t e dos con el bautismo de J u a n , no d e b í a n
después d e b a u t i z a d o ; y p o r l o t a n t o a u n ser bautizados con el bautismo de Cristo.
era n e c e s a r i o q u e J u a n b a u t i z a s e . 3.° M e n o r e s e l q u e e s b a u t i z a d o q u e
A l 2.° q u e , b a u t i z a d o C r i s t o , c e s ó e l el que bautiza. P e r o n o s elee que e l
bautismo d e J u a n ; sin e m b a r g o n o i n m e - mismo J u a n fuera bautizado por el b a u -
diatamente, sino después q u e fue encar- tismo de Cristo. L u e g o m u c h o menos ne-
celado. P o r e s t a r a z ó n d i c e e l C r i s ó s t o m o cesitaban d eé l los que eran bautizados
(snp. J o a n . h o m . 28): « j u z g o q u e l a m u e r - por Juan.
» t e de J u a n fue p e r m i t i d a por e s o , y q u e 4.° D í c e s e ( A c t . 19, 1), q u e P a b l o
»desaparecido este del m u n d o , Cristo h a l l ó a l g u n o s d i s c í p u l o s , y l e s d i j o : cuan-
»comenzó á predicar principalmente, do abrazasteis la fe, ¿ recibisteis el Espí-
»para que e l afecto d e todos pasase á ritu Santo? Y ellos les respondieron : an-
» Cristo y q u e n o s e d i v i d i e r a n l o s p a r e - tes ni aun hemos oido si hay Espíritu
»ceres d e los q u e eran del u n o ó del Santo. Y él les dijo : ¿pues en qué habéis
5> O t r o » . sido bautizados? Ellos dijeron en el bau-
A l 3.° q u e e l b a u t i s m o d e J u a n e r a tismo de Juan. U n p o c o m á s a d e l a n t e s e
p r e p a r a t o r i o , n o s o l o p a r a q u e C r i s t o v e que fueron bautizados de nuevo en el
fuese b a u t i z a d o , s i n o t a m b i é n p a r a q u e nombre de nuestro Señor Jesucristo. A s í
otros s e a c e r c a s e n a l b a u t i s m o d e C r i s t o , p u e s p a r e c e q u e p u e s t o q u e i g n o r a b a n q u e
lo c u a l t o d a v í a n o f u e c u m p l i d o a u n d e s - e x i s t í a e l E s p í r i t u S a n t o , f u e p r e c i s o q u e
pués de b a u t i z a d o C r i s t o ( 1 ) . fueran bautizados por segunda vez, como
dicen S a n Jerónimo (sup. J o e l e m sup.
ARTÍCULO V I . — ¿ L o s b a u t i z a d o s c o n illud c. 3 : E f f u n d a m d e S p i r i t u m e o ; e t
el b a u t i s m o d e J u a n d e b í a n s e r b a u t i z a d o s i n e p i s t . D e v i r o u n i u s u x o r i s , 83, a d
después c o n e l b a u t i s m o d e C r i s t o ? (2) O c c e a n . c . 3) y S a n A m b r o s i o ( D e S p i -
r i t u S a n c t o 1. 1, c . 3). E s a s í q u e f u e r o n
1.° P a r e c e q u e l o s b a u t i z a d o s c o n e l b a u t i z a d o s c o n e l b a u t i s m o d e J u a n a l g u -
bautismo d e J u a n n o d e b i e r o n ser b a u t i - n o s , q u e t e n í a n p l e n o c o n o c i m i e n t o d e l a
zados c o n e l b a u t i s m o d e C r i s t o ; p o r q u e T r i n i d a d . L u e g o n o d e b í a n s e r b a u t i z a -
Juan n o fue m e n o r q u e los A p ó s t o l e s , d o s d e n u e v o por Cristo.
p u e s t o q u e e s t á e s c r i t o d e é l ( M a t t h . 11, 5.° S o b r e a q u e l l o ( P o m . 10 : hoc est
11): entre los nacidos de mujeres no se verbum fidei quod pradicamus), d i c e l a
levantó mayor que Juan el Bautista. G l o s a d e S a n A g u s t í n ( o r d . t r a c t . 80 i n
Pero los q u e e r a n b a u t i z a d o s p o r l o s J o a n . ) : « ¿ d e d ó n d e v i e n e al a g u a t a n t a
Apóstoles, no volvían á serlo, sino que » virtud, que a l tocarla el cuerpo, puri-
s o l a m e n t e s e l e s a p l i c a b a l a i m p o s i c i ó n » fica e l c o r a z ó n , s i n o d e l a a c c i ó n d e l a
d e m a n o s , p o r q u e s e d i c e ( A c t . 8, 16) » p a l a b r a , n o p o r q u e s e l a p r o n u n c i e s i n o
q u e a l g u n o s q u e s o l a m e n t e h a b í a n s i d o » p o r q u e s e l a c r e a ? » D e lo c u a l e s
b a u t i z a d o s p o r F e l i p e en el nombre del e v i d e n t e q u e l a v i r t u d d e l b a u t i s m o d e -
Señor, y que entonces los Apóstoles Pedro p e n d e d e l a f e . P e r o l a f o r m a d e l b a u t i s -
y Juan ponían las manos sobre ellos y re- m o d e J u a n s i g n i f i c ó la f e d e C r i s t o , e n
cibían el Espíritu Santo. L u e g o p a r e c e la q u e s o m o s b a u t i z a d o s ; p o r q u e d i c e
q u e l o s b a u t i z a d o s p o r J u a n n o d e b i e r o n S a n P a b l o ( A c t . 1 9 , 4 ) : Juan bautizó al
(í) Es verosímil, que solamente Juan bautizó, mas no s u s ministerio personal, ejercido por el precursor. — DRIOUX.
discípulos, y esto, en razón á que dicho bautismo era prepa- (2) El angélico Doctor responde afirmativamente ; lo cual
ratorio para Cristo, y por tanto, debía ser esclusivamente u n es de fe. — DRIOUX .
464 CUESTIÓN XXXVIII. — ARTÍCULO V.

pueblo con bautismo de penitencia, di- S a n t o , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 3 , 5): no


ciendo, que creyesen en aquel que había puede entrar- en el reino de Dios, sino
de venir después de él, esto es, en Jesús. aquel que fuese renacido de agua y de
L u e g o parece que n o era preciso que l o s Espíritu Santo. P o r c o n s i g u i e n t e aque-
bautizados p o r J u a n , l o fueran nueva- l l o s , q u e s o l o h a b í a n s i d o b a u t i z a d o s por
m e n t e por Cristo. J u a n e n a g u a , n o s o l o d e b i a suplírseles
Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n l o q u e l e s f a l t a b a , e s t o e s , q u e s e les
( s u p . J u a n , t r a c t . 5): « e r a c o n v e n i e n t e d i e s e e l E s p í r i t u S a n t o p o r m e d i o d e la
s> q u e l o s q u e f u e r o n b a u t i z a d o s c o n e l i m p o s i c i ó n d e m a n o s , s i n o q u e segunda
» bautismo de Juan, l ofuesen con el bau- v e z d e b í a n s e r b a u t i z a d o s t o t a l m e n t e en
» tismo d e Cristo ». agua y Espíritu.
Conclusión. Convino que todos los A l a r g u m e n t o 1.° r e s p o n d e r e m o s q u e ,
bautizados con el bautismo de Juan, fue- c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( s u p e r Joan,
sen después bautizados con el bautismo t r a c t . 5 ) , « f u e b a u t i z a d o d e s p u é s de
de Cristo, por el cual se confería el carác- » J u a n , p o r q u e e s t e n o d a b a e l bautismo
ter y la gracia sobrenatural. B d e C r i s t o , s i n o e l s u y o ; e n t a n t o que
Besponderémos, q u e s e g ú n l a o p i n i ó n » e l q u e s e d a b a p o r P e d r o ó q u e fue
d e l m a e s t r o d e las t e n d e n c i a s ( i n . 2-dis- » c o n f e r i d o p o r J u d a s , e r a d e Cristo.
tinctione libro I V s e n t e n t i a r u m ) , los q u e B P o r l o t a n t o , s i J u d a s b a u t i z ó á algu-
fueron bautizados por J u a n , n o sabiendo B n o s , e s t o s n o d e b i e r o n s e r bautizados
que existía e l Espíritu Santo, poniendo B p o r s e g u n d a v e z ; p u e s t o q u e t a l bau-
su esperanza e n este bautismo, fueron B t i s m o e r a c u a l e s a q u e l , e n c u y o nom-
después bautizados por Cristo; pero los » b r e s e d a , p e r o n o c o m o a q u e l , e n nii-
que n o pusieron s u esperanza e n el bau- B n i s t e r i o d e l q u e s e d a » . D e a h í es
tismo d e Juan y creían a l Padre, a l t a m b i é n q u e l o s b a u t i z a d o s p o r e l Diá-
Hijo y al Espíritu Santo, n ofueron des- c o n o F e l i p e , q u e d a b a e l b a u t i s m o de
pués bautizados; sino que recibieron e l C r i s t o , n o f u e r o n b a u t i z a d o s d e nuevo,
Espíritu Santo con solo l a imposición d e s i n o q u e r e c i b i e r o n l a i m p o s i c i ó n de
m a n o s d e l o s A p ó s t o l e s sobre ellos. Y m a n o s p o r m e d i o d e l o s A p ó s t o l e s , á la
esto es verdadero e n cuanto á la primera m a n e r a q u e l o s b a u t i z a d o s p o r l o s sacer-
parte, l ocual s e confirma por mucbas au- d o t e s s o n c o n f i r m a d o s p o r l o s obispos.
toridades ; pero e ncuanto á l a segunda A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
es absolutamente irracional lo que s e dice (ad Seleucianum e p i s t . 265, ó 1 0 8 ) ,
(1) : 1.° p o r q u e e l b a u t i s m o d e J u a n n o « e n t e n d e m o s h a b e r s i d o b a u t i z a d o s los
confería l a gracia, ni imprimía carácter, B d i s c í p u l o s d e C r i s t o , ó c o n e l bautismo
sino que era solamente e na g u a , como el B d e J u a n ( c o m o a l g u n o s p i e n s a n ) ó , lo
m i s m o d i c e ( M a t t b . 3). P o r e s t a r a z ó n B q u e e s m á s c r e í b l e ' , c o n e l b a u t i s m o de
la f e óla esperanza de los bautizados, que B C r i s t o (2) ; p u e s n i f a l t ó a l m i n i s t e -
tenían e n Cristo, n opodia suplir este de- B r i o d e b a u t i z a r p a r a t e n e r s i e r v o s bau-
f e c t o : 2.° p o r q u e , c u a n d o s e o m i t e e n e l » t i z a d o s , p o r l o s q u e b a u t i z a s e á los
sacramento algo, q u e e s d e necesidad » d e m á s , e l q u e n o f a l t ó a l m i n i s t e r i o de
suya, n o solo,es preciso que s e supla l o B a q u e l l a m e m o r a b l e h u m i l d a d , cuando
que s e había omitido, sino renovarse to- B l e s l a v ó l o s p i e s B.
talmente : y e s d enecesidad d e l bau- A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o
tismo d e Cristo, q u e s e h a g a n o sola- ( s u p e r M a t t h . a l i u s a u c t o r h o m . 4, úi
mente e na g u a , sino también e n Espíritu Op. imperf.), habiendo dicho Juan á

(í) Parece que el Maestro de las Sentencias así lo dedujo sobre San Lúeas. « Y por eso, escribe, una cosa fue el bautismo
del testo de San Ambrosio (De Spiritu S. c. 3) en que se dice : » penitencia, y otra el de gracia». Así San Basilio distinguía
« Juan no bautizaba en su bautismo, sino en la remisión de tres clases de bautismos, el de Moisés, el de Juan y el do Cristo.
» los pecados, en Jesús que venía ». Mas tal deducción no era El i . ° , que prometía á Cristo, confería solo la pureza lega!;
conforme ; pues San Ambrosio habla de la remisión futura de el 2.°, que anunciaba próximo al Mesías, exhibíala gracia ya
los pecados y la infusión de la gracia que debía verificarse por cercana ; mas el 3 , ° e r a el que daba la supereminencia de la
el bautismo de Cristo, y solo concede el efecto del temor de los gracia, es decir, la gracia completa y perfecta. — M. Ch.
castigos al bautismo dé penitencia ; como se infiere de la expo- (2) Así lo sienten otros PP. como Evodio Anlioqueno, Cle-
sición que hace del Salmo 37, diciendo : « E l bautismo de mente Alejandrino, añadiendo que solo San Pedro fue bauti-
» Juan es el ojo de los castigos, el bautismo de Cristo es el ojo zado por Cristo; mas por San Pedro lo fueron San Aiubes,
» de las gracias ». Lo que se confirma en el libro 2.° c. 278 Santiago y San Juan , y por estos todos los demás.—Daio»*-
CUESTIÓN X X X V I I I . — A R T Í C U L O VII. 465

C r i s t o : yo debo ser bautizado por tí, únicamente porque n ohabían conocido


C r i s t o l e r e s p o n d i ó : sine modo, l o c u a l al Espíritu S a n t o , sino porque n o h a b í a n
prueba q u e Cristo "bautizó después á sido bautizados con el bautismo de Cristo.
Juan (1), y e s t o e s l o q u e s e b a r e f e r i d o A l 5.° que, como dice S a n A g u s t í n
en a l g u n a s o b r a s e v i d e n t e m e n t e a p ó c r i - ( C o n t . F a u s t u m 1. 19, c . 13), n u e s t r o s
fas. S i n e m b a r g o e s c i e r t o , c o m o d i c e sacramentos son signos de l agracia pre-
San J e r ó n i m o ( S u p e r M a t t h . s u p . illud sente, mientras que los sacramentos de l a
c. 3 : sine modo) q u e , « a s í c o m o C r i s t o antigua l e y fueron signos d e l a gracia
»fue bautizado e n a g u a p o r J u a u , a s í futura. D econsiguiente, p o r l o m i s m o
j también J u a n debía ser bautizado por que Juan bautizó e n nombre d e l q u e
» Cristo e n E s p í r i t u » . vendría en pos d e é l ,s ed a entender que
A l 4.° q u e l o s q u e f u e r o n b a u t i z a d o s no daba el bautismo d e Cristo, que esel
por J u a n h a n d e b i d o s e r l o d e n u e v o , n o sacramento d e la nueva ley.

CUESTIÓN XXXIX.
Del bautismo de Cristo.

Vamos á tratar del bautismo de Cristo acerca del cual estudiaremos: 1.° Debió ser bautizado
Cristo?2.° Debió ser bautizado con el bautismo de Juan? 3.° Del tiempo del bautismo. 4.° Del lugar.
5.° Del hecho que le fueron abiertos los cielos. 6.° De la aparición del Espíritu Santo en figura de pa-
loma. 1." Aquella paloma fue un verdadero animal ? 8." De la voz del testimonio paterno.

ARTÍCULO I. — Fno conveniente owe y reposar sobre él, este es el que bautiza.
Cristo f u e r a b a u t i z a d o ? (2) L u e g o n o l e convino ser bautizado.
P o r e l contrario, e s l o q u e s e dice
1.° P a r e c e q u e n o f u e c o n v e n i e n t e q u e ( M a t t h . 3 , 1 3 ) , q u e vino Jesús de la Ga-
Cristo f u e r a b a u t i z a d o ; p o r q u e s e r b a u - lilea al Jordán para ser bautizado por él.
tizado e s s e r l a v a d o , y s e r l a v a d o n o C o n c l u s i ó n . Aunque Cristo no nece-
c o n v e n í a á C r i s t o , e n q u i e n n o h u b o i m - sitó .ser bautizado quiso no obstante serlo
p u r e z a a l g u n a . L u e g o p a r e c e q u e n o f u e pora santificar las aguas y purificar
c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o f u e r a b a u t i z a d o . nuestras manchas, esplicando así lo que
2.° C r i s t o r e c i b i ó l a c i r c u n c i s i ó n p a r a nosotros debíamos hacer.
cumplir l a l e y . E s a s í q u e e l b a u t i s m o n o R e s p o n d e r e m o s , que fue conveniente
p e r t e n e c í a á l a l e y . L u e g o n o d e b i ó s e r q u e C r i s t o f u e s e b a u t i z a d o : 1.° p o r q u e ,
bautizado. como dice S a n Ambrosio (Super, L u c .
3.° E l p r i m e r m o t o r e n c u a l q u i e r g é - s u p . i l l u d c . 3 : Factum estautem, e t c . ) ,
nero e s i n m ó v i l s e g ú n a q u e l l o m o v i d o , « e l S e ñ o r f u e b a u t i z a d o , n o q u e r i e n d o
que é l p r o d u c e ; a l m o d o q u e e l c i e l o , » s e r p u r i f i c a d o , s i n o p u r i f i c a r l a s a g u a s ,
que e s e l p r i m e r a l t e r a n t e , n o e s a l t e r a - u p a r a q u e , p u r i f i c a d a s p o r l a c a r n e d e
ble. P e r o C r i s t o e s e l p r i m e r o q u e b a u - » C r i s t o , q u e n o c o n o c i ó p e c a d o , t u v i e -
tiza s e g ú n a q u e l l o ( J o a n 1 , 33) : sobre » s e n l a v i r t u d b a u t i s m a l ( 3 ) » y p a r a
aquel que tú vieres descender el Espíritu » d e j a r l a s a g u a s s a n t i f i c a d a s á l o s q u e

(1) Tengase presente que según la opinión del angélico (3) Lo cual es conforme con lo que la Iglesia pide en la ben-
Mtor, el Sacramento del bautismo fue instituido cuando dición' de la fuente bautismal cuando dice, mida purifican*,
"'{° bautizado por San Juan en el Jordán. — Ditioox.
f u e
aqua regenerans, es decir, que todos los que por ella sean lava-
W Sobre esta materia V. á Bossuet {Élévations sur les myslé- dos consigan la indulgencia de una purificación perfecta me-
*i semine 22, elemt. 2."). • DRIOUX. diante la gracia del Espíritu Santo, i— DRIOUX.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 80
466 CUESTIÓN V X X I X . — A R T Í C U L O S I Y II.

debían ser bautizados después», según c o n e l b a u t i s m o l e g a l , n i t a m p o c o c o n su


dice e l Crisóstomo ( S u p . M a t t h . alius b a u t i s m o , p a r e c e q u e p o r i g u a l r a z ó n no
a u c t o r b o m . 4 i n O p . i m p e r f e c . ) : 2.° d e b i ó s e r b a u t i z a d o c o n e l b a u t i s m o de
porque, c o m o dice e lCrisóstomo ( S u p . Juan.
» Matth. ibid), «aunque e lmismo n o 3.° T o d o l o q u e e s m e j o r e n l a s cosas
» f u e s e p e c a d o r , sin e m b a r g o t.omó n a - h u m a n a s , d e b e a t r i b u i r s e á C r i s t o . Pero
» turaleza pecadora y la semejanza d e e l b a u t i s m o d e J u a n n o t i e n e e l l u g a r su-
» la carne del pecado: por esto, aunque p r e m o e n t r e l o s b a u t i s m o s . L u e g o no
» n o necesitaba por s í del bautismo, sin c o n v i n o á C r i s t o s e r b a u t i z a d o c o n el
» embargo su naturaleza carnal la nece- bautismo de Juan.
» sitaba e n otros »; y c o m o dice S a n Gre- Por el contrario, d í c e s e ( M a t t h . 3,33)
g o r i o N a c i a n c e n o ( i n o r a t . 39, q u a s e s t . q u e Jesús vino al Jordán para ser bauti-
in sancta L u m i n a ) , « Cristo fue bauti- zado por Juan.
» zadó, para sumergir en e lagua todo e l Conclusión. Fice congruente que Cris-
j> v i e j o A d á n » : 3.° q u i s o s e r b a u t i z a d o , to fuese bautizado con el bautismo de
como dice S a n A g u s t í n ( i n serm. d e Juan para comprobar este bautismo.
E p i p h . 29 d e T e m p . , i m p l i c ) , « p o r q u e Responderemos q u e , c o m o d i c e Sau
» quiso hacer lo q u e m a n d ó q u e todos hi- A g u s t i n ( s u p . , J o a n t r a c t . 13); « e l Se-
» cieran». Y esto es lo q u e el mismo dice: » ñ o r d e s p u é s d e b a u t i z a d o b a u t i z a b a no
así nos conviene cumplir toda justicia » c o n e l b a u t i s m o c o n q u e f u e bautiza-
( M a t t h . 3, 15) ; ' p o r q u e , c o m o o b s e r v a » d o » ; p o r l o c u a l , p u e s t o q u e bautizaba
San Ambrosio ( S u p . L u c . ibid.), « esta c o n b a u t i s m o p r o p i o , e s c o n s i g u i e n t e que
» es l a justicia; h a z t u primero l o q u e n o f u e b a u t i z a d o c o n s u b a u t i s m o , sino
» quieras que otro h a g a y exhortarás á c o n e l b a u t i s m o d e J u a n . Y e s t o f u é con-
» los demás con tu ejemplo». v e n i e n t e : 1.°, p o r l a c o n d i c i ó n d e l bau-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o t i s m o d e J u a n , q u e n o b a u t i z ó e n espí-
n o fue bautizado, para ser limpiado, sino r i t u , s i n o e n a g u a s o l a m e n t e ; y Cristo
para limpiar, c o m o se h a dicho (in corp.) n o n e c e s i t a b a d e l b a u t i s m o espiritual,
A l 2.° q u e C r i s t o n o solo d e b í a c u m - p u e s d e s d e e l p r i n c i p i o d e s u concepción
plir l o q u e era d e l a antigua l e y , sino f u e l l e n o d e l a g r a c i a d e l E s p í r i t u Santo,
también incoar lo que es de la nueva ; y c o m o c o n s t a d e l o d i c h o ( C . 34, a. 4).
por l o tanto n o solo quiso ser circunci- E s t a e s t a m b i é n l a r a z ó n d e l Crisóstomo
dado , sino también bautizado. ( a l t e r i u s a u c t o r i s , h o m . 4 i n O p . imperf.);
Al 3.° q u e C r i s t o e s e l q u e p r i m e r o 2.°, c o m o d i c e B e d a ( c . 4 i n M a r i ) ,
bautizaba espiritualmente, y así n o fue « f u e b a u t i z a d o c o n e l b a u t i s m o d e Juan,
bautizado, sino solo en,agua. » p a r a c o n s u b a u t i s m o c o m p r o b a r el
» b a u t i s m o d e J u a n » ; 3.°, c o m o d i c e San
ARTÍCULO I I . — C r i s t o dentó ser bauti-
G r e g o r i o N a c i a n c e n o ( i b i d . a . 1), «Cristo,
zado con el bautismo de J u a n ?
» q u e h a b í a d e s a n t i f i c a r e l b a u t i s m o (1)
» se acercó al bautismo de Juan».
l.° P a r e c e q u e Cristo n o debió s e r A l argumento 1.° d i r e m o s q u e , como
bautizado c o n el bautismo d e J u a n ; por- s e h a d i c h o ( a . 1), C r i s t o q u i s o s e r bau-
que el bautismo de,J u a n fue bautismo de t i z a d o , p a r a i n d u c i r n o s c o n s u ejemplo
penitencia; y la penitencia no convino á a l b a u t i s m o ; y p o r e s t o , p a r a q u e fuera
Cristo, puesto que n o tuvo pecado al- m á s e f i c a z s u i n d u c c i ó n , q u i s o s e r bauti-
guno. L u e g o parece que n o debió ser z a d o c o n e l b a u t i s m o , q u e manifiesta-
bautizado c o n el bautismo de J u a n . m e n t e n o n e c e s i t a b a , p a r a q u e l o s hom-
2.° E l b a u t i s m o d e J u a n , como d i c e e l b r e s s e a c e r c a s e n a l b a u t i s m o , d e que
C r i s ó s t o m o (hom. 12 i n M a t t h . ) , f u e e l n e c e s i t a b a n . P o r e s t a r a z ó n d i c e San
m e d i o e n t r e e l b a u t i s m o d e los j u d í o s y e l A m b r o s i o ( S u p . L u c . , s u p . i l l u d . c. 3:
bautismo de Cristo. P e r o el medio parti- factum est autem): « n a d i e r e h u y a el
c i p a d e l a n a t u r a l e z a d e los e s t r e ñ i o s . » b a u t i s m o d e l a g r a c i a , c u a n d o Cristo
L u e g o , no habiendo sido bautizado Cristo » no rehuyo e lde la penitencia».
(1J Pues entonces fue cuando Cristo comunicó á las aguas Santo Doctor, que así fue instituido el bautismo de la nueva
la virtud de regenerar á las almas ; de donde concluye el ley. (V. la C. 66, a. 2). — D R I O U X .
C U E S T I Ó N X X X I X . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 46*7

Al 2.° que el bautismo de los judíos hombres, debió ser bautizado antes de los
ordenado en la ley era solamente figura­ treinta años.
tivo ; mientras que el bautismo de J u a n 3.° E l indicio de la sabiduría infusa
era en alguna manera real, en cuanto por Dios debió manifestarse sobre todo
inducía á los hombres á abstenerse de los en Cristo. M a s se manifestó en Daniel
pecados. Pero el bautismo de Cristo en tiempo de su niñez, según aquello
tiene la eficacia de limpiar del pecado y (Dan. 1 3 , 45): despertó el Señor el
conferir la gracia. Cristo no tenía nece­ Santo espíritu de un mancebo de poca
sidad de recibir la remisión de los peca­ edad, cuyo nombre era Daniel. L u e g o
dos, que no había en é l , ni tampoco la mucho más Cristo en su infancia debió
gracia, de que estaba lleno: de la misma ser bautizado y enseñar.
manera también, siendo él la verdad, no 4.° E l bautismo de Juan se ordena al
le convenía lo que se hacía solo en figu­ bautismo de Cristo como á su fin. Pero
ra(l). Por lo tanto, fue más conveniente el fin es lo anterior en la intención y lo
que fuese bautizado con un bautismo me­ posterior en la ejecución. L u e g o ó Cristo
dio que con alguno de los estremos. debió ser bautizado el primero ó el últi­
Al 3.° que el bautismo es cierto re­ mo por Juan.
medio espiritual; pero cuanto más per­ Por el contrario, es lo que se dice
fecto es algo, tanto menor remedio nece­ (Luc. 3 , 21): aconteció que, como reci­
sita. D e consiguiente, por l o mismo que biese el bautismo todo el pueblo, también
Cristo es la misma perfección, fue conve­ fue bautizado Jesús y estando él oran­
niente que no fuese bautizado con el do, etc.; y más adelante :y el mismo Je­
bautismo perfecto; como aquel que está sús comenzaba á ser corno de treinta
sano no necesita de medicina eficaz. años.
Conclusión. Cristo fue bautizado con­
ARTICULO I I I . — c r i s t o f u e b a u t i z a d o venientemente á la edad de treinta años.
en t i e m p o c o n v e n i e n t e ? (2) Responderemos, que Cristo fue con­
venientemente bautizado á los treinta
1.° Parece que Cristo no fue bautizado años : 1.°, porque Cristo era bautizado
en tiempo conveniente; porque Cristo fue como comenzando entonces á enseñar y
bautizado para escitar con su ejemplo á predicar, para lo cual se requiere la
á otros al bautismo. Y los fieles de Cristo edad perfecta, cual es la de treinta años.
son bautizados laudablemente, no solo Por esta razón se lee (Genes. 4 1 , 46),
antes de los treinta años, sino también que José tendría treinta años cuando re­
en la edad infantil. L u e g o parece que cibió el gobierno del Egipto. D e la misma
Cristo no debió ser bautizado á los treinta manera también se lee de David ( n K e g .
años. 5, 4) que era de treinta años cuando co­
2.° No se lee que Cristo hubiera ense­ menzó á reinar. También E zequiel co­
ñado ó hecho milagros antes del bautis­ menzó á profetizar á los treinta años,
mo (3). Pero hubiera sido más útil al como se ve (Ezech. 1); 2.°, porque, como
mundo si hubiera enseñado en tiempo an­ dice el Crisóstomo(super Matth. hom. 1 0 ) ,
terior, comenzando á los veinte años ó debía suceder que después del bautismo
también antes. L u e g o parece que Cristo, de Cristo, comenzase á cesar la ley. P o r
que había venido por utilidad de los consiguiente, Cristo vino al bautismo á

(1) La circuncisión era también figurativa; sin embargo, nacimiento del Salvador. Los que sienten que Jesucristo nació
Cristo la observó por razones diversas según se ha dicho en el año 748 ó 19 de la fundación de Roma, guardada la época
la C. 37, a. 1. —Dmoux. tiberiana, no pueden colocar el bautismo de Cristo en el año
(2) TÍO convienen los teólogos en el año en que Cristo fue 15 ó 16 de Tiberio ó sea el 7S2 ú 83 de la fundación de Roma,
bautizado. Pues unos, apoyados en el (c. 3) de San Lúeas, su­ á no ser que supongan que Cristo fue bautizado el año 33 ó
poniendo que San Juan Bautista incoó su ministerio en el año 34 de su edad. Otros quo, apoyándoso en el E vangelio, sos­
décimo­quinto de Tiberio, afirman que Jesucristo fue bautizado tienen que Cristo fue bautizado cum essel quasiannorum triginta,
á los 30 años de su edad. Consta, pues, que Tiberio consiguió y nacido en el año 748 ó 49, defienden, que esto sucedió el dia
la autoridad imperial el 19 d e Agosto del Jaño 707 de l a fun­ 6 de Enero del 779 de la fundación de Roma, es decir, cuando
dación de Roma; luego el año 15 referido de Tiberio corres­ Cristo cumplía los 30 años ó pocos dias d e s p u é s . — M . Ch.
ponde al año 182 de la fundación de Roma y en el cual (3) Y l a razón es porque el primer milagro que Jesucristo
principió a bautizar San Juan. Mas si se dice que Cristo nació, obró según se dice en el fe. 2) de San Juan, fue cuando con­
see;<№ el Martirologio romano en el año 752 de la fundación virtió el agua en vino en las bodas de Canaan. — Dmoux.
de Roma, entonces debe decirse que principiaba el año 30 del
468 C U E S T I Ó N X X X I X . — A R T Í C U L O S III Y I V .

la edad en que se pueden cometer todos la presunción de aceptar el oficio de pre-


los pecados ; á fin de q u e , habiendo ob- lado y el ministerio de la predicación.
servado la l e y , nadie diga que la derogó A l 3.° que Cristo se proponía á los
por no haber podido cumplirla; 3.°, por- hombres para ser ejemplo de todos; y
que , al ser bautizado Cristo en la edad por lo tanto fue preciso que se manifes-
perfecta, se da á entender que el bautis- tara en él lo que conviene á todos según
mo produce hombres perfectos, según la ley general, esto e s , enseñar en la
estas palabras (Ephes. 4 , 13): hasta que edad perfecta. Pero como dice San Gre-
todos lleguemos á la unidad de la fe y del gorio Nacianceno (in orat. 39 quce est in
conocimiento del Hijo de Dios á varón sancta humina), «no es ley común lo que
perfecto, según la medida de la edad » sucede rara v e z , así como tampoco una
cumplida de Cristo. P o r consiguiente, » golondrina hace verano ». Pero á algu-
hasta la misma propiedad del número nos por cierta disposición especial se les
parece que pertenece á esto ; porque el ha concedido « según el orden y la razón
número treinta proviene del número tres » d e la sabiduría divina» el tener antes de
multiplicado por diez. P o r el número la edad perfecta el cargo de presidir ó
tres se comprende la fe de la Trinidad, enseñar, como Salomón, Daniel y Je-
y por el diez el cumplimiento de los pre- remías.
ceptos de la ley; y la perfección de la vida A l 4.° que Cristo no debió ser bauti-
cristiana consiste en estas dos cosas. zado por Juan ni el primero ni el último;
A l argumento 1.° responderemos que, porque como dice el Crisóstomo (Super.
ocmo dice San Gregorio Nancianceno (in Matth. alius auctor, homil 4 , in op. im-
orat. 40, quse est de Baptismo), Cristo perf.), Cristo era bautizado « para con-
no ha sido bautizado, « como si tuviera » firmar la predicación y el bautismo de
»necesidad de purificación, ni porque » Juan y para recibir un testimonio de
» le amenazara peligro. alguno difiriendo » é l » . Pero no hubiera sido creído el tes-
» el bautismo ; mientras que á otro cual- timonio de Juan, sino después que fueron
» quiera le amenaza peligro y no peque- muchos bautizados por él mismo. Y por
» ñ o , si sale de esta vida sin vestirse con eso no debió ser bautizado el primero por
» l a vestidura de la incorrupción » esto J u a n . Tampoco debió serlo el último;
e s , la g r a c i a ( l ) ; y , aunque sea bueno porque como el mismo añade (ibid), « así
conservar la pureza del bautismo des- » como la luz del sol no espera el ocaso
pués del bautismo, « s i n embargo, vale » de la estrella de la mañana, sino que
» más, como lo dice él mismo, estar man- » avanzando é l , sale y con su luz oscu-
» chado á veces por poco tiempo, que » rece la de dicha estrella ; así también
» carecer enteramente de la gracia». » Cristo no esperó á que Juan cumpliese
A l 2.° que la utilidad, que proviene » su carrera sino que se apareció, cuando
de Cristo á los hombres, es principal- » aun estaba este enseñando y bautizan-
mente por la fe y la humildad; bajo cu- » do » (2).
yos dos puntos de vista es útil que Cristo
A R T Í C U L O I V . — n e n i ó s e r uauuaoiio
no haya comenzado á enseñar en la niñez
Cristo e n e l J o r d á n ?
ó adolescencia, sino en la edad perfecta.
Para la f e , porque se ve en él la verda- l.° Parece que Cristo no debió ser
dera naturaleza de la humanidad por lo bautizado en el Jordán ; porque la ver-
mismo que su cuerpo ha crecido mate- dad debe responder á la figura. Y la figu-
rialmente con el tiempo; y por temor á ra del bautismo precedió en el tránsito
que este desenvolvimiento no pareciese del mar B o j o , donde fueron sumergidos
ser fantástico, no quiso manifestar su sa- los de E g i p t o , como los pecados son bor-
biduría ó su virtud antes de la edad ma- rados en el bautismo. L u e g o parece que
dura. Y para la humildad, para que an- Cristo debió ser bautizado más bien en
tes de la edad madura no tuviese alguno el Mar P o j o , que en el rio Jordán.

(l) Por esü el Concilio de Trento anatematizó á todos los (2) Ya hemos dicho que es incierto el dia y año en que si
que enseñaban que el Sacramento del bautismo, á imitación verificó el bautismo de Cristo, como igualmente sucede reía
de Cristo, debía diferirse hasta la edad de 30 años. (V. dicho tivamente á la adoración de los magos y del primer mila?; 11

concilio en la ses. 7, can. 12).—DRIOUX. de las bodas de Canaan.—Dnioux.


CUESTIÓN X X X I X . — A R T Í C U L O S IV Y V . 469

2.° L a palabra Jordán significa des- cia, y á tal descenso debe referirse la
censo : y por el bautismo se sube más palabra Jordán.
bien, que se baja ; por lo que también se A l 3.° que como dice San Agustín (in
dice (Matth. 3 , 16) q u e , bautizado Je- Serm. de Epiphan.), « a s í como retroce-
sús, subió luego del agua. L u e g o parece » dieron las aguas del Jordán, del mismo
que fue inconveniente que Cristo fuera » modo, una vez que Cristo fue bautí-
bautizado en el Jordán. » zado, retrocedieron también los peca-
3.° Cuando los hijos de Israel pasaron » dos ». O bien se significa por esto que
el Jordán, las aguas del rio retrocedie- contra el descenso de las aguas, se re-
ron, como se lee ( J o s u é , 4) y también montaba el rio de las bendiciones.
(Ps. 113). M a s los que son bautizados,
no caminan atrás sino adelante. L u e g o A R T Í C U L O V. — Bautizado Cristo, de-
no fue conveniente que Cristo fuese bau- b i e r o n a b r i r s e l o s c i c l o s (1) ?
tizado en el Jordán.
Por el contrario, es lo que se dice l . ° Parece que bautizado Cristo no de-
(Marc. 1 , 9 ) , que Jesús fue bautizado bieron abrirse los cielos ; porque estos
por Juan en el Jordán. deben abrirse para aquel, que tiene nece-
Conclusión. Fue conveniente que Jesu- sidad de entrar en el cielo como existente
cristo se bautizase en el rio Jordán para fuera del cielo. Pero Cristo estaba siem-
designar por medio de este bautismo la pre en el cielo según aquello (Joan. 3,
entrada en el reino de Dios. 13): el hijo del hombre, que está en el
Responderemos, que el rio Jordán fue cielo. L u e g o parece que los cielos no de-
aquel, por el que entraron los hijos de bieron abrirse para él.
Israel en la tierra de promisión. P e r o el 2.° L a apertura de los cielos ó se en-
bautismo de Cristo tiene de especial en- tiende espiritual ó corporalmente. Más
tre todos los bautismos el hacer entrar no puede entenderse corporalmente, pues-
en el reino de D i o s , el cual es significado to que los cuerpos celestes son impasi-
por la tierra de promisión: por esta razón bles é infrangibies, según aquello ( J o b .
se dice (Joan. 3 , 5) : no puede entrar en 37, 18): ¿acaso tu juntamente con él fa-
el reino de Dios, sino aquel que fuese na- bricaste los cielos, que son muy sólidos,
cido de agua y de Espíritu Santo. A lo como si fuesen vaciados de bronce? Tam-
que también pertenece el que Elias divi- poco puede entenderse espiritualmente,
dió las aguas del Jordán, cuando debía porque los cielos no .habían estado cerra-
ser elevado en u n carro de fuego al cielo, dos antes á los ojos del Hijo de Dios.
como se dice (4 R e g . 11); porque pasan- L u e g o parece que se dice inconveniente-
do por el agua del bautismo, se franquea mente q u e , bautizado Cristo, fueran
por el fuego del Espíritu Santo la entrada abiertos á él los cielos.
al cielo. Por consiguiente fue conveniente 3.° A los fieles se les abrió el cielo por
que Cristo fuera bautizado en el Jordán. la pasión de Cristo según aquello (Hebr.
Al argumento 1.° diremos, que el paso 10, 19): teniendo confianza de entrar en
del mar Rojo prefiguró el bautismo, en el Santuario porla sangre de Cristo. P o r
cuanto que este borra los pecados ; mien- consiguiente ni aun los bautizados por el
tras que el paso del Jordán, en cuanto á bautismo de Cristo pudieron entrar en el
que abre la puerta del cielo, que es el cielo, si habían muerto antes de su pa-
efecto más principal del bautismo , se sión. Luego, con mayor razón debieron
cumplió por solo Cristo ; y por esto fue abrirse los cielos durante su pasión, que
más conveniente que Cristo fuera bauti- durante su bautismo.
zado en el Jordán, que en el mar. Por el contrario, dice el Evangelista
Al 2.° que en el bautismo se sube por (Luc. 3 , 21); también fue bautizado Je-
el movimiento de la gracia, que requiere sús y estando él orando se abrió el Cielo.
el descenso de la humildad, según aque- Conclusión. Bautizado Cristo fue con-
llo (Jao. 4, 6 ) : y á los humildes da gra- gruente que los cielos se abriesen para

(4) Los cíelos que aquí se dicen abiertos no deben en teñ- llas, sino los aéreos en que se hizo tal mudanza en que se v i o
irse, seKuu Silvio, los sidéreos ó en donde están las estre- la apertura que aquí se dice.—Daioux.
CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULO V.

manifestar á los bautizados la entrada ó » b e n e f i c i o n o l o d o y á . a q u e l s i n o á tí,


el camino que á ellos conduce. » e s t o e s , á é l p o r t í » , c o m o dice el
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o C r i s ó s t o m o (alius auctor s u p . M a t t h .
( a . 1), C r i s t o q u i s o s e r b a u t i z a d o , p a r a hom. 4 in op. imperf.).
con s u bautismo consagrar e l bautismo A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o
con que fuésemos bautizados. Y por eso e s p r e s a e l C r i s ó s t o m o ( s u p . Matth. i b i -
en e lbautismo d e Cristo debieron demos- « d e m ) , a s í c o m o Cristo f u e bautizado
trarse las c o s a s , q u e p e r t e n e c e n á l a efi- » s e g ú n d i s p e n s a c i ó n h u m a n a , a u n q u e él
cacia d e nuestro bautismo. Acerca d e l a » m i s m o propter se n o n e c e s i t a s e d e l b a u -
c u a l h a y q u e c o n s i d e r a r t r e s c o s a s : 1. l a
a
» t i s m o ; así t a m b i é n p o r d i c h a dispensa-
virtud principal, por l a que e l bautismo » c i o n h u m a n a l e f u e r o n a b i e r t o s l o s cie-
tiene eficacia, l a cual e s la virtud celes- 3) l o s ; m á s s e g ú n s u n a t u r a l e z a d i v i n a
t i a l ; a s í q u e , bautizado Cristo, se abrió » siempre estaba e n ellos » .
el cielo, p a r a m a n i f e s t a r q u e e n l o s u c e - A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o
sivo l avirtud celestial santificaría e l bau- (sup. M a t t h . c. 3 i n hunc. l o e ) , « s e
t i s m o : 2. l a f e d e l a I g l e s i a y d e l q u e e s
a
» abrieron los cielos á Cristo bautizado,
bautizado contribuye á l a eficacia d e l » n o p o r l a separación d e l o s elemen-
bautismo ; por cuya razón los bautizados » t o s , sino á los ojos espirituales ; como
hacen una profesión d e f e , y el bautimo » t a m b i é n E z e q u i e l d i c e a l principio de
se llama sacramento d e fe. P e r o por l a » s u l i b r o , q u e l o s c i e l o s s e a b r i e r o n ».
fe v e m o s las cosas celestiales, que esce- E s t o l o p r u e b a e l C r i s ó s t o m o (super
den a l sentido del hombre y s u razón; y M a t t h . i b i d . ) d i c i e n d o « q u e , s i l a cria-
p a r a s i g n i f i c a r e s t o , bautizado Cristo, se D t u r a m i s m a , e s d e c i r , d e l o s cielos hu-
abrieron los cielos ; 3 . p o r q u e p o r e l b a u -
a
» b i e r a s i d o s e p a r a d a , n o h u b i e r a dicho:
tismo d e Cristo s enos abre especialmente 5> a b r i e r ó n s e l e l o s c i e l o s ; p u e s t o q u e l o
la entrada e n e l reino d el o s cielos, que » q u e s e a b r e c o r p o r a l m e n t e , á t o d o s está
había estado cerrado e n u n principio a l » a b i e r t o » . P o r l o q u e t a m b i é n s e dice
hombre por e lpecado. P o r consiguiente e s p r e s a m e n t e ( M a r c . 1, 10) q u e Jesús,
bautizado Cristo, se abrieron los cielos, subiendo luego del agua, vio los cielos
para manifestarse que e l camino del cielo abiertos, c o m o s i s u a p e r t u r a s e refiriese
está abierto á l o s bautizados. M a s des- á l a v i s i ó n d e C r i s t o . A l g u n o s refieren
p u é s del b a u t i s m o e snecesario a l h o m b r e e s t a s p a l a b r a s á u n a v i s i ó n c o r p o r a l , di-
perenne oración para entrar e n e l cielo; c i e n d o q u e e n e l m o m e n t o e n q u e Cristo
porque aunque por el bautismo se perdo- f u e b a u t i z a d o , h u b o t a n t a c l a r i d a d e n el
n e n los p e c a d o s , sin e m b a r g o q u e d a sub- b a u t i s m o , q u e l o s c i e l o s p a r e c í a n abier-
sistente e l fómes d e l pecado, q u e n o s t o s . T a m b i é n p u e d e r e f e r i r s e á l a visión
combate interiormente, y el mundo y los i m a g i n a r i a , p o r c u y o m o d o E z e q u i e l vio
d e m o n i o s , que n o s c o m b a t e n e x t e r i o r m e n - l o s c i e l o s a b i e r t o s , p o r q u e p o r l a virtud
te ; por l o que dice e lEvangelista espre- d i v i n a y l a v o l u n t a d d e l a r a z ó n e r a for-
s a m e n t e ( L u c . 3) q u e , bautizado Jesús y m a d a e n l a i m a g i n a c i ó n d e C r i s t o t a l vi-
estando orando, se abrió el cielo, e s t o s i ó n , p a r a d e s i g n a r q u e p o r e l bautismo
es, porque l a oración e s necesaria para s e a b r e á l o s h o m b r e s l a p u e r t a d e l cielo.
l o s fieles d e s p u é s d e l b a u t i s m o ; ó p a r a T a m b i é n p u e d e r e f e r i r s e á l a v i s i ó n inte-
hacernos comprender q u e , s i el bautismo l e c t u a l , e s d e c i r , s e g ú n q u e C r i s t o vio,
abre e lcielo á l o s q u e creen, e s por l a s a n t i f i c a d o ya e l b a u t i s m o ( 1 ) , q u e e s t a -
v i r t u d de l a o r a c i ó n d e C r i s t o . P o r e s t a b a a b i e r t o e l c i e l o á l o s h o m b r e s , l o cual
r a z ó n s e d i c e s e ñ a l a d a m e n t e ( M a t t h . 3) s i n e m b a r g o t a m b i é n a n t e s h a b í a visto
que s e abrió e l cielo, e sdecir, q u e s e que debería producirse.
a b r i ó á t o d o el m u n d o á c a u s a d é é l , A l 3.° q u e p o r l a p a s i ó n d e C r i s t o se
c o m o si u n emperador dijese á uno que a b r e e l c i e l o á l o s h o m b r e s (2) como
h a c e una d e m a n d a por otro : « mira este p o r c a u s a c o m ú n (3) d e e s t e f a v o r . Sin

(1J Es decir, después que el bautismo fue santificado y tu- (3) No solo ex parte sui, como si fuera únicamente univer-
viese virtud de santificar á los bautizados.—Daioux. sal, sino también ex parte nostri, es decir, por todos los hom
(2) En otras ediciones se lee á lados, es decir, que en lugar bres, aunque no á todos aproveche.—Dnioux.
de hominibus dice ómnibus,—DKIOTJX,
CUESTIÓN XXXIX.—ARTÍCULOS V Y VI. 471

embargo e s preciso q u e esta causa c o m ú n manifestarse como en u n ejemplar lo q u e


de l a a p e r t u r a d e l o s c i e l o s s e a p l i q u e á se h a c e e n nuestro bautismo. M a s e n
cada i n d i v i d u o p a r a q u e e n t r e n e n é l , l o nuestro bautismo n o tiene lugar misión
cual e n v e r d a d s e v e r i f i c a p o r e l b a u - a l g u n a visible d e lE s p í r i t u S a n t o . L u e g o
t i s m o s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 6 , 3 ) : todos ni e n el bautismo d e Cristo debió hacerse
los que somos bautizados en Jesucristo, d i c h a misión visible.
hemos sido bautizados en su muerte. P o r 4.° E l E s p í r i t u S a n t o s e d e r i v a d e
lo t a n t o m á s b i e n s e h a c e m e n c i ó n d e l a Cristo á todos losdemás según aquello
apertura d e l o s cielos e n e l b a u t i s m o q u e ( J o a n . 1, 16) : de su plenitud recibimos
en l a p a s i ó n d e C r i s t o . O c o m o d i c e e l nosotros todos. P e r o e l E s p í r i t u S a n t o
Crisóstomo ( S u p . M a t t h . alius auctor, d e s c e n d i ó s o b r e l o s A p ó s t o l e s n o e n fi-
l i o m . 4, i n O p . i r r i p e r f . ) , « b a u t i z a d o g u r a d e p a l o m a , s i n o e n figura d e f u e g o .
i Cristo, loscielos se abrieron s o l a m e n t e ; L u e g o n o hubiera debido descender so-
»mas después q u e venció al tirano p o r b r e C r i s t o e n figura d e p a l o m a , s i n o e n
j>medio d e l a c r u z , p u e s t o q u e y a n o figura de fuego.
i) e r a n n e c e s a r i a s l a s p u e r t a s q u e y a P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( L u c . 3, 22):
»jamas debían cerrarse, n o dice l o s bajó sobre él el Espíritu Santo en figura
« á n g e l e s , aperite, portas, p u e s e s t a b a n corporal, como paloma (2).
» a b i e r t a s ; s i n o tollite portas » . P o r Conclusión. Fue conveniente que el
lo c u a l d a á e n t e n d e r e l C r i s ó s t o m o q u e Espíritu Santo descendiese en figura de
la p a s i ó n d e C r i s t o e s l a q u e h a q u i t a d o paloma sobre Cristo bautizado.
totalmente los obstáculos, q u es e oponían Eesponderémos, que lo q u e pasó c o n
antes á l a e n t r a d a d e l a s a l m a s d e l o s relación á Cristo e n s u bautismo, como
muertos e n e l c i e l o ; p e r o q u e e n e l b a u - dice e l Crisóstomo ( S u p . M a t t h . alius
tismo d e C r i s t o s e h a n a b i e r t o l o s c i e l o s , auctor, h o m . 4,in O p . imperf.) pertenece
como m a n i f e s t a n d o y a e l c a m i n o , p o r e l al misterio d e todos los q u e d e b í a n s e r
que l o s h o m b r e s h a b í a n d e e n t r a r e n b a u t i z a d o s d e s p u é s . M a st o d o s l o s q u e
ellos. son bautizados c o nelbautismo d e Cristo,
reciben el Espíritu Santo, á menos q u e
ARTÍCULO VI. — i Descendió conve- no se acerquen á él fingidamente según
nientemente e l E s p í r i t u S a n t o e n figura d e a q u e l l o ( M a t t h . 3 , 11): él os bautizará
paloma, s o b r e C r i s t o b a u t i z a d o ? (1) en Espíritu Santo. P o r l o t a n t o f u e c o n -
veniente q u e el Espíritu Santo descen-
1.° P a r e c e d e c i r s e i n c o n v e n i e n t e m e n t e diese sobre Cristo después d e bautizado.
que e l E s p í r i t u S a n t o d e s c e n d i ó s o b r e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o
C r i s t o b a u t i z a d o e n figura d e p a l o m a ; e s p r e s a S a n A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 1 5 , c .
porque e l E s p í r i t u S a n t o h a b i t a e n e l 26), « e s a b s u r d o d e c i r q u e C r i s t o , t e -
hombre p o r l a g r a c i a ; y l a p l e n i t u d d e T> n i e n d o y a l o s t r e i n t a a ñ o s , r e c i b i e s e e l
la g r a c i a e x i s t i ó e n C r i s t o c o m o h o m b r e » Espíritu S a n t o ; sino q u e a s ícomo vino
desde e l p r i n c i p i o d e s u c o n c e p c i ó n , p o r - » al bautismo sin pecado, d e igual modo
q u e f u e unigénito del Padre, c o m o c o n s t a x> n o v i n o s i n e l E s p í r i t u S a n t o : p o r q u e ,
d e l o d i c h o ( C . 3 4 , a . 4). L u e g o n o d e - TD s i s e e s c r i b i ó d e J u a n , q u e s e r á l l e n o d e l
bió s e r l e e n v i a d o e n e l b a u t i s m o e l E s p í - » Espíritu Santo desde elseno d es u m a -
ritu S a n t o . » d r e ; ¿ q u é se dirá d e l hombre cuya
2.° S e d i c e q u e C r i s t o d e s c e n d i ó a l D concepción d e l cuerpo n o h a sido obra
mundo p o r e l m i s t e r i o d e l a E n c a r n a c i ó n , » carnal sino espiritual ? L u e g o entonces,
c u a n d o s e anonadó á sí mismo tomando » es decir, e n s u bautismo se dignó figu-
forma de siervo. ( P h i l i p p . 2 ) . P e r o e l E s - B r a r anticipadamente s u cuerpo, esto es,
píritu S a n t o n o s e e n c a r n ó . L u e g o i n - » l a Iglesia, e n l a cual los principal-
convenientemente s e dice q u e el Espíritu » mente bautizados reciben el Espíritu
Santo descendió s o b r e é l . x> S a n t o » .
3.° E n e l b a u t i s m o d e C r i s t o d e b i ó A l 2.° q u e , s e g ú n e s p r e s a S a n A g u s -

' (1) La respuesta afirmativa es cierta } porque todas las (2) V ademas lo que se dice en el c. 3 , v . 16 de San Mateo,
cosas que se hacen divinamente por necesidad deben también y c. 1, v . 10 de San Marcos.—Dnioux.
resultar como muy convenientes.—DRIOUX.
4T2 CUESTIÓN XXXIX.—ARTÍCULO VI.

t i n ( d e T r i n i t . 1. 2 , c . 6 ) , s e d i c e h a b e r A l 4 .° q u e e l E s p í r i t u S a n t o apareció
descendido e l Espíritu sobre Cristo e n s o b r e C r i s t o b a u t i z a d o en figura d e p a l o -
figura c o r p o r a l c o m o p a l o m a , n o p o r q u e m a p o r c u a t r o r a z o n e s : 1. á c a u s a d e l a
a

se viese l a misma sustancia del Espíritu d i s p o s i c i ó n q u e se r e q u i e r e en e l b a u t i z a -


S a n t o , q u e e s invisible ; n i c o m o si d o y q u e c o n s i s t e e n n o a c e r c a r s e a l bau-
hubiera tomado esta criatura visible, e n t i s m o c o n ficción; p o r q u e , c o m o se dice
la unidad d e persona divina ; n i s e dice ( S a p . 1, 5 ) , el Espíritu Santo huirá de
tampoco que el Espíritu Santo s e a una la ficción de la disciplina: y l a p a l o m a es
paloma, como s e dice q u e e l Hijo d e a n i m a l s e n c i l l o , q u e c a r e c e d e astucia y
Dios es hombre e nrazón d e l a unión. N i e n g a ñ o ; p o r l o c u a l se d i c e ( M a t t b . 10,
a u n f u e v i s t o e l E s p í r i t u S a n t o e n figura 16): sed sencillos como la paloma: 2."
de paloma como San J u a n vio el cordero p a r a d e s i g n a r los siete d o n e s del Espíritu
m u e r t o e n e l A p o c a l i p s i s ( A p o c . 5); S a n t o , q u e l a p a l o m a s i g n i f i c a p o r sus
puesto que aquella visión fue producida p r o p i e d a d e s . E n e f e c t o é s t a h a b i t a en las
en e lespíritu por medio d e las i m á g e n e s r i b e r a s , p a r a q u e l u e g o d e v i s t o e l gavi-
espirituales d e los cuerpos ; pero ninguno l á n , e s c a p a r , s u m e r g i é n d o s e en l o s rios,
dudó que aquella paloma fuese vista con l o c u a l p e r t e n e c e a l d o n d e s a b i d u r í a , por
los ojos. T a m p o c o e l Espíritu S a n t o s e e l q u e l o s s a n t o s se a p o y a n en l a s S a g r a -
m a n i f e s t ó e n figura d e p a l o m a , c o m o s e d a s E s c r i t u r a s c o m o r i o s p r o t e c t o r e s , para
d i c e ( l C o r 1 0 , 4 ) : y la piedra era Cristo; librarse d el o s ataques d e l demonio. —
pues aquella piedra existía y ae n l a cria- E l i g e l o s g r a n o s m e j o r e s ; l o c u a l perte-
tura y metafóricamente ( 1 ) recibió e l n e c e a l d o n d e l a c i e n c i a , p o r e l q u e los
nombre d e Cristo, q u eella significaba, s a n t o s e s c o g e n l a s sanas d o c t r i n a s , con-
mientras que l apaloma s e presentó re- q u e a l i m e n t a r s e . — L a p a l o m a n u t r e los
p e n t i n a m e n t e , para significar este miste- p o l l u e l o s a j e n o s ; l o c u a l p e r t e n e c e al
rio y después d e s a p a r e c i ó , c o m o la llama, d o n d e c o n s e j o , q u e h a c e q u e l o s santos
que s e apareció á Moisés e n l a zarza. n u t r a n c o n su e j e m p l o y c o n s e j o á l o s que
Dícese pues que e l Espíritu Santo des- f u e r o n p e q u e ñ o s ; es d e c i r , i m i t a d o r e s del
cendió sobre Cristo, n oe nrazón d e s u d i a b l o . — L a p a l o m a no d e s g a r r a con el
unión con l a p a l o m a , sino e n razón d e l a p i c o ; l o c u a l p e r t e n e c e a l d o n d e entendi-
p a l o m a m i s m a , q u esignificaba a l E s p í - m i e n t o , p o r e l q u e l o s s a n t o s n o pervier-
ritu S a n t o , l a cual descendiendo vino t e n l a s sanas d o c t r i n a s , lacerándolas,
sobre Cristo; ó también e n razón d e l a c o m o a c o s t u m b r a n l o s h e r e j e s . — Carece
gracia espiritual, q u ed e Dios s e deriva d e h i é l ; l o c u a l p e r t e n e c e a l d o n d e pie-
á l a criatura á manera de cierto descenso d a d , p o r l o q u e l o s s a n t o s c a r e c e n d e la
s e g ú n a q u e l l o ( J a c . 1 , 17) : toda dádiva i r a i r r a c i o n a l . — A n i d a en l a s c a v e r n a s
escelente y todo don perfecto es de lo alto, d e l o s p e ñ a s c o s ( 2 ) ; l o cual pertenece
que'desciende del Padre de las luces. al d o n d e f o r t a l e z a , p o r l a q u e los Santos
A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o p o n e n su n i d o en l a s p l a g a s d e l a m u e r t e
( s u p . M a t t h . h o m 12), « e n l o s p r i n c i - d e C r i s t o , q u e es l a p i e d r a firme, e s t o es,
» pios d el a s cosas espirituales siempre su r e f u g i o y su e s p e r a n z a . — Y p o r últi-
B aparecen visiones sensibles á causa d e m o l a p a l o m a g i m e en l u g a r d e c a n t a r ;
» aquellos, que n o p u e d e n recibir inteli- l o c u a l p e r t e n e c e a l d o n d e t e m o r , con el
» gencia d el a naturaleza inmaterial, á q u e l o s s a n t o s se d e l e i t a n en l l o r a r por
» fin d e q u e s i m á s t a r d e e s t a s v i s i o n e s sus p e c a d o s . ; 3 . e l E s p í r i t u S a n t o apa-
a

» n o s e realizan, reciban la f e por lo que r e c e b a j o l a f o r m a d e p a l o m a á c a u s a del


» una v e z h a pasado». P o r l o tanto, e f e c t o d e l b a u t i s m o , q u e es e l p e r d ó n de
cuando Cristo fue bautizado, e l Espíritu l o s p e c a d o s y l a r e c o n c i l i a c i ó n c o n Dios;
Santo descendió visiblemente bajo u u a p u e s l a p a l o m a es a n i m a l m a n s o , y p<> r

f o r m a s e n s i b l e , c o n e l fin d e q u e s e c r e a e s o , c o m o dice el C r i s ó s t o m o ( S u p . Matth,


después que desciende invisiblemente so- h o m i l . 1 2 ) , « e n e l d i l u v i o a p a r e c i ó este
bre todos los bautizados. » a n i m a l l l e v a n d o un r a m o d e o l i v a y

(1) En el testo se dice, según unos per significalionismodum; ticos c. 2, se atribuyen al Esposo ¡ veni, columba mea informal-
mas según otros debe leerse per aclionin modum.—Dmoux. nibw pelrcs in caverna maceriai.—DRIOUX.
(2) Aquí se alude a las palabras que el cántico de los can-
C U E S T I Ó N XXXIX. — ARTÍCULOS VI Y V I I . 473

» anunciando l a tranquilidad general de ARTÍCULO V I L — ¿Aquén» paloma


3>todo e l m u n d o ; y a h o r a t a m b i é n a p a - e n l a que apareció el Espíritu Santo, fue ver-
3) r e c e e n e l b a u t i s m o d e m o s t r á n d o n o s e l d a d e r o a n i m a l ? (1)

j> l i b e r t a d o r » . 4 . a p a r e c i ó e l E s p í r i t u
a

Santo bajo la f o r m a de u n a p a l o m a sobre 1.° P a r e c e q u e a q u e l l a p a l o m a , e n la


el S e ñ o r b a u t i z a d o , p a r a d e s i g n a r e l que apareció e l Espíritu Santo, n o fue
efecto g e n e r a l d e l b a u t i s m o , q u e e s l a v e r d a d e r o a n i m a l ; p o r q u e l o q u e s e mues-
construcción d e l a u n i d a d d e l a Iglesia. t r a s e g ú n l a s e m e j a n z a , n o p a r e c e que
P o r l o c u a l s e d i c e ( E p h e s s . 5, 25), q u e existe m á s que en apariencia. P e r o se dice
C r i s t o se entregó á sí mismo para pre- ( L u c . 3 , 22) q u e bajó sobre él el Espí-
sentarse á sí mismo la Iglesia gloriosa, ritu Santo en figura corporal como palo-
que no tenga mancha, ni arruga, ni cosa ma. L u e g o n o f u e v e r d a d e r a p a l o m a , s i n o
semejante, purificándola con el bautismo cierta semejanza de paloma.
de agua por la palabra de vida. Y p o r e s o 2.° A s í c o m o l a n a t u r a l e z a n a d a h a c e
el E s p í r i t u S a n t o s e m o s t r ó c o n v e n i e n t e - en v a n o , así t a m p o c o D i o s , c o m o s e dice
m e n t e e n e l b a u t i s m o e n figura d e p a l o - (De calo, 1. 1, t e x . 32 y 1. 2 , t . 59).
ma , q u e es a n i m a l a m i g a b l e y social. P o r Pero, no habiendo aparecido aquella pa-
e s t a r a z ó n s e d i c e d e l a I g l e s i a ( C a n t . 6, l o m a , sino « p a r a significar algo y dcs-
8 ) : una sola es mi paloma. E n c u a n t o á » aparecer después», como l o dice S a n
los A p ó s t o l e s , d e s c e n d i ó e l E s p í r i t u S a n t o A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 2 , c . 6 ) , e n vano
sobre e l l o s e n l a f o r m a d e f u e g o p o r d o s hubiera sido una verdadera paloma, pues-
m o t i v o s : 1.° p a r a d e m o s t r a r e l f e r v o r to que esto mismo podía hacerse con una
conque d e b í a n e n c e n d e r s u s c o r a z o n e s , semejanza d e paloma. L u e g o aquella pa-
para p r e d i c a r á C r i s t o p o r t o d a s p a r t e s y loma no fue verdadero animal.
en m e d i o d e l a s p e r s e c u c i o n e s ; y p o r e s t o 3.° L a s p r o p i e d a d e s d e c u a l q u i e r c o s a
se a p a r e c i ó e n l e n g u a s d e f u e g o . P o r l o l l e v a n a l c o n o c i m i e n t o de l a n a t u r a l e z a
cual d i c e S a n A g u s t í n ( S u p e r . J o a n , de aquella cosa. L u e g o , si aquella palo-
tract. 6 ) : « d e d o s m o d o s m a n i f e s t ó e l m a hubiese sido u n verdadero animal, las
)) S e ñ o r v i s i b l e m e n t e a l E s p í r i t u S a n t o , propiedades de la paloma significarían la
» ásaber, por l a p a l o m a , que descendió naturaleza del verdadero animal, pero no
»sobre e l Cristo d e s p u é s de b a u t i z a d o , y los efectos del Espíritu Santo. L u e g o no
»por e l f u e g o q u e descendió sobre s u s p a r e c e q u e a q u e l l a p a l o m a fuera v e r d a -
» discípulos c o n g r e g a d o s ; y allí se m a n i - dero animal.
» fiesta l a s e n c i l l e z ; a q u í e l f e r v o r . L u e - Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n
)) g o s e m o s t r ó e n figura d e p a l o m a , p a r a (in lib. De agone christiano, c . 22):
)) q u e l o s s a n t i f i c a d o s p o r e l e s p í r i t u n o « no pretendemos que Jesucristo Nuestro
»tengan e n g a ñ o ; y en fuego para que su » Señor haya tenido sólo un cuerpo ver-
i) s e n c i l l e z n o p e r m a n e z c a f r i a . í í o t e i n - » dadero y que e l Espíritu Santo se h a y a
» quiete e l p o r q u é s e dividieron las l e n - » manifestado á los ojos d e los hombres
¡>guas; r e c o n o c e l a u n i d a d e n l a p a l o - » de una manera falsa, pero creemos que
i > m a » . 2.° p o r q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s - » estos dos cuerpos son verdaderos».
tomo ( h a b e t u r i n C a t . S . T h o m . , s u p . Conclusión. A la manera que el Hijo
illud L u c . 3 : Jesu baptizato), «cuando de Dios tomó verdadero cuerpo, de igual
» era p r e c i s o p e r d o n a r l o s p e c a d o s , l o manera el Espíritu Santo formó una ver-
)) c u a l s e h a c e e n e l b a u t i s m o , e r a n e c e - dadera paloma en que se manifestase á
s a r i a la m a n s e d u m b r e > que s e d e m u e s - los hombres, aunque no verificó esta asun-
»tra e n l a p a l o m a ; pero l u e g o que h e - ción en la unidad de su persona.
i>mos c o n s e g u i d o l a g r a c i a , q u e d a e l Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
» tiempo d e l j u i c i o , q u e e s s i g n i f i c a d o p o r ( C . 5, a . 1), n o c o n v e n í a q u e e l H i j o d e
»'el f u e g o » . D i o s , que e sl averdad del P a d r e , usase
d e ficción a l g u n a . P o r lo tanto r e c i b i ó un
cuerpo no fantástico, sino verdadero; y

(1) Aquí el Doctor angélico responde afirmativamente, tada en la (sent. i, dlst. 16, quast. 1, itrí. 3, ai 3 , segün a d '
aunque no sea menos probable la doctrina por é l mismo s e n - v i e r t e Silvio).—DRIOUX.
474 CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULOS VII Y VIII.

c o m o e l E s p í r i t u S a n t o e s l l a m a d o espíri- S a n t o , s e g ú n q u e a p a r e c i e r o n sensible-
tu de verdad, c o m o c o n s t a ( J o a n . 16), m e n t e , s e d i c e n h a b e r s i d o e n v i a d o s visi-
por eso también él mismo formó l a ver- b l e m e n t e . P e r o n o c o n v i e n e a l P a d r e ser
dadera paloma, e n l a q u e aparecería, e n v i a d o , c o m o consta p o r S a n Agustín
aunque n o la tomara, e n la unidad d e l a (De Trin. 1. 2 , c . 12). L u e g o t a m p o c o
persona. P o r esta razón, después d e l o el aparecer.
predicbo añade S a n Agustín: «así como 2.° L a v o z e s s i g n i f i c a t i v a d e l v e r b o
» n o convenía que e lHijo d e Dios enga- c o n c e b i d o e n e l c o r a z ó n . Y e l P a d r e no
» ñase á los hombres ; así tampoco con- e s .el V e r b o . L u e g o i n c o n v e n i e n t e m e n t e
» venía que engañase el Espíritu Santo. se manifiesta e n l av o z .
t> M a s n o e r a d i f í c i l a l D i o s o m n i p o t e n t e 3.° E l h o m b r e C r i s t o n o c o m e n z ó á
» que h a criado d e l a nada al m u n d o e n - ser H i j o d e D i o s e n e l b a u t i s m o , como
tero, formar e lcuerpo verdadero d e u n a a l g u n o s h e r e j e s h a n p e n s a d o , s i n o q u e lo
» paloma sine l concurso d eotras palo- f u e d e s d e e l principio d e s u concepción.
» m a s ; c o m o n o l e f u e difícil f o r m a r u n L u e g o l a v o z d e l P a d r e d e b i ó atesti-
» cuerpo verdadero e n e lseno d e M a r í a g u a r l a D i v i n i d a d d e C r i s t o m á s b i e n en
» sin e ls e m e n viril; puesto q u e l a cria- el nacimiento q u e e n s u bautismo.
» t u r a c o r p o r a l o b e d e c e á l a orden y á l a Por el contrario, d i c e e l E v a n g e l i s t a
»voluntad d e l Señor, para formar a l ( M a t t h . 3 , 17) : Y he aquí una voz de
» hombre e n lasentrañas d el amujer y los cielos que decía: este es mi Hijo el
» para formar e n este m u n d o l a palo- amado , en quien me he complacido.
í> m a y>. (1). Conclusion. Fue conveniente que en el
A l argumento 1.°diremos, que s e dice bautismo de Cristo, el Padre se declarase
haber descendido el Espíritu Santo bajo en la voz.
l a figura ó s e m e j a n z a d e p a l o m a , n o p a r a Responderemos q u e , c o m o s e h a dicho
escluir l a verdad d el ap a l o m a , sino para ( a . 6 ) , e n e l b a u t i s m o d e C r i s t o , q u e fue
enseñar que no apareció bajo la forma d e el m o d e l o d e l n u e s t r o , d e b i ó d e mostrarse
su sustancia. lo q u e s e p e r f e c c i o n a e n e l n u e s t r o . Pero
A l 2.° q u e n o f u e s u p e r f l u o f o r m a r l a e l b a u t i s m o , c o n q u e s o n b a u t i z a d o s los
paloma verdadera, para que el Espíritu fieles, se c o n s a g r a p o r l a invocación y
Santo apareciese e n ella, puesto que por v i r t u d d e l a T r i n i d a d s e g ú n aquello
la m i s m a verdad d el a p a l o m a s e significa ( M a t t h . u l t . 1 9 ) : id pues, y enseñada
la verdad d e l Espíritu Santo y d e s u s todas las gentes bautizándolas en el nom-
efectos. bre del Padre y del Hijo y del Espíritu
A l 3.° q u e l a s p r o p i e d a d e s d e l a p a l o - Santo, y p o r e s o (( e n e l b a u t i s m o de
m a c o n d u c e n d e l m i s m o m o d o á significar » C r i s t o y>, c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o (Sup.
su naturaleza q u e á significar los efectos i l l u d M a t t h . 3 : Et cece aperti, e t c . ) , « s e
del Espíritu Santo ; porque por lo mismo » d e m u e s t r a e l misterio d e l a Trinidad;
que la paloma tiene tales propiedades, s e » p o r q u e e l S e ñ o r e s b a u t i z a d o e n l a na-
manifiesta q u e l a p a l o m a significa a l E s - » t u r a l e z a h u m a n a : e l E s p í r i t u Santo
píritu Santo. » d e s c i e n d e s o b r e é l en figura d e p a l o m a
» y s e o y e l a v o z (2) d e l Padrea q u e da
ARTÍCULO V I I I . — ¿Fue conveniente
)) t e s t i m o n i o d e l H i j o » . P o r l o t a n t o fue
q u e d e s p u é s d e b a u t i z a d o Cristo s e o y e s e l a c o n v e n i e n t e q u e e l P a d r e se m a n i f e s t a s e
voz d e l P a d r e q u e l e reconocía como mijo?
por esta voz en a q u e l b a u t i s m o .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a mi-
l.° P a r e c e , q u e inconvenientemente s i ó n v i s i b l e a ñ a d e algo á l a a p a r i c i ó n ,
después d ebautizado Cristo fuese oida esto es, l a a u t o r i d a d del q u e e n v i a ; y por
la v o z del P a d r e , que l e reconocía c o m o e s o el H i j o y el E s p í r i t u Santo, q u e pro-
H i j o ; porque e l Hijo y e l Espíritu v i e n e n d e o t r o , s e d i c e n s e r e n v i a d o s vi-

(tj San Ambrosio fue de opinión contraria, según Opiato apropiacion, fue sin embargo otra de'toda la Trinidad, puesto
Milevitano contra Parmeniano y San A g u s t í n , diciendo: que era operación ad extra ; y así como advierte Silvio, fuá
« descendió el Espíritu Santo en especie, no en realidad de formada, para espresar á solo el Padre, de igual modo que la
» paloma». (De.sacram. 1. 1, c. 5).—Dmoux. especie de paloma Se dice enviada para significar la represen-
(2) Esta voz aunque se dice formada por el Padre según tación del Espíritu Santo.—Dniotix.
CUESTIÓN XXXIX. — ARTÍCULO "Vili. 475

siblemente y no solo que aparecen ; pero mana y como en la paloma solo se demos-
el Padre, que no procede de otro, puede tró el Espíritu S a n t o , según consta por
aparecer, mas no puede ser enviado visi- Agustin ( F u l g e n c i o ) [in lib. de fide ad
blemente. Petrum c. 9.)
Al 2.° que el Padre no se muestra en A l 3.° que la divinidad de Cristo no
la voz, sino como el autor de la voz ó que debió manifestarse á todos en su naci-
habla por ella : y puesto que es propio miento, sino más bien ocultarse en los de-
del Padre producir el V e r b o , lo cual es fectos de la edad infantil. Pero cuando
decir ó hablar, por eso se manifestó el y a llegó á la edad perfecta, en la que era
Padre muy convenientemente por la voz, preciso que enseñase, que hiciera mila-
que significa el Verbo ( 1 ) ; por lo que gros y que convirtiese á el á los hombres,
también la misma voz emitida por el P a - entonces, su divinidad debía manifestarse
dre atestigua la filiación del V e r b o ; y por el testimonio del Padre para que su
así como la especie de paloma, en la que doctrina se hiciese más creíble. P o r esto
se ha demostrado el Espíritu S a n t o , no dice el mismo ( J o a n . 5, 37) : el Padre
es la naturaleza misma del Espíritu Santo, que me envió, el dio testimonio de mí. Y
ni la especie de hombre, en la que se de- esto es lo que sucede principalmente en el
mostró el mismo H i j o , es la naturaleza bautismo, por el cual renacen los hom-
misma del Hijo de D i o s , así también la bres en hijos adoptivos de Dios. Pero los
voz misma no pertenece á la naturaleza hijos adoptivos de Dios son instituidos á
del Verbo ó del Padre que habla. P o r semejanza del hijo natural, según aquello
esta razón (Joan. 5, 37) dice el Señor : ( K o m . 8, 2 9 ) : los que conoció en su
vosotros nunca habéis oido su voz, esto es, presciencia,, á estos también predestino,
ladelPadre, ni habéis visto su semejanza. para ser hechos conformes á la imagen de
Por lo que, como dice el Cnsóstomo su Hijo. P o r esta razón dice San H i l a -
(Sup. Joan. hom. 39), «induciéndolos rio ( S u p . Matth. cap. 1), que « e l Espí-
ípoco á poco al dogma filosófico ( 2 ) , » ritu Santo descendió sobre Jesús des-
)) les manifiesta porque D i o s no tiene ni » pues de bautizado, y se oyó la voz del
»voz ni forma sensible, sino que es supe- » Padre que decía : este es mi hijo amado ;
írior á las figuras y a las lenguas ». Y 2> para q u e , por lo que se consumaba en
como la Trinidad entera operó la paloma x> Cristo, conociéramos que después del
y aun la naturaleza humana tomada por » bautismo, el Espíritu Santo viene sobre
Cristo, así también la formación de la » nosotros y nos franquea las puertas del
voz ; pero sin embargo en la voz solo se » cielo y que somos hechos hijos de D i o s
anuncia el P a d r e , como el que habla, » por la adopción de la voz del Padre ».
como solo el Hijo tomó la naturaleza hu-

(1) 0 lo que es lo mismo signo del Verbo; así como aquellas (2) INo en el sentido que ahora se toma la palabra filosófico',
cosas que se declaran por medio de la -voz son notas de las pa- sino en el de San Juau Crisòstomo, para designar un sentido
siones del alma, como dice el filósofo en el libro de la inter- sublime, cual es el de que se trata.—DRIOUX.
pretación. — Dmoux.
CUESTIÓN XL.

D e l m o d o de v i v i r de C r i s t o .

Después de haber tratado de lo perteneciente á la enirada de Cristo en el mundo ó á su principio,


réstanos ahora considerar lo perteneciente á su desenvolvimiento, y 1.° sobre su modo de vivir;
2.°, sobre su tentación; 3.° sobre su doctrina; 4.° sobre sus milagros. Sobre lo primero estudiaremos:
1." Debió Cristo llevar una vida solitaria ó vivir entre los hombres? 2.° Debió llevar una vida austera
en el comer, beber ó vestir, ó vivir como todo el mundo? 3.° Debió vivir en este mundo en la abyec-
ción ó en las riquezas y honores? 4." Debió vivir según la ley?

ARTÍCULO I. — F u e c o n v e n i e n t e q u e f o r m e , p o r q u e s i e m p r e d e b i ó a p a r e c e r en
Cristo viviese e n t r e los h o m b r e s ? él l o q u e e s m e j o r . M a s a l g u n a s veces
C r i s t o b u s c a b a l o s l u g a r e s s o l i t a r i o s ale-
l . ° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó v i v i r j á n d o s e d e l a m u l t i t u d ; p o r l o c u a l dice
e n t r e l o s h o m b r e s s i n o h a c e r u n a v i d a S a n R e m i g i o (Sup. Matt. habitur in
s o l i t a r i a ; p o r q u e e r a p r e c i s o q u e C r i s t o Cap. S. Thom. c . 5 ) : « t r e s r e f u g i o s se
m a n i f e s t a s e p o r s u m a n e r a d e v i v i r n o » l e e q u e t u v o e l S e ñ o r , l a n a v e , el
s o l a m e n t e q u e e r a h o m b r e , s i n o t a m b i é n » m o n t e y e l d e s i e r t o ; á u n o d e l o s que
D i o s . P e r o n o c o n v i e n e á D i o s v i v i r e n - i> s e r e t i r a b a , c u a n t a s v e c e s l a m u l t i t u d
t r e l o s h o m b r e s ; p o r q u e s e d i c e D a n . » l e o b l i g a b a » . L u e g o t a m b i é n siempre
2, 11) : sino los dioses (Y) los cuales no d e b i ó h a c e r u n a v i d a s o l i t a r i a .
tienen comercio con los hombres; y e l P o r e l c o n t r a r i o : e s l o q u e s e dice
F i l ó s o f o d i c e ( P o l i t . 1. 1, c . 2 ) q u e « e l ( B a r u c h . 3 , 38) : después de esto fue visto
» q u e v i v e s o l i t a r i o , ó e s u n a b e s t i a , e s t o en la tierra y conversó con los hombres.
» es, silo hace por causa d efiereza, ó C o n c l u s i ó n . Jesucristo no debió ocul-
» e s D i o s , s i l o h a c e p o r c a u s a d e c o n - tarse llevando una vida solitaria, sino
» t e m p l a r l a v e r d a d » . L u e g o p a r e c e q u e más bien adoptar la pública.
no f u e conveniente q u e Cristo viviese R e s p o n d e r e m o s q u e l a v i d a d e Cristo
entre los hombres. d e b i ó s e r t a l , c o m o c o n v i n i e s e a l f i n d e la
2.° C r i s t o m i e n t r a s v i v i ó e n c a r n e m o r - E n c a r n a c i ó n , s e g ú n e l q u e v i n o a l m u n d o .
t a l , d e b i ó l l e v a r u n a v i d a p e r f e c t í s i m a . P e r o v i n o a l m u n d o p a r a m a n i f e s t a r la
P e r o l a v i d a p e r f e c t í s i m a e s c o n t e m p l a - v e r d a d , c o m o d i c e e l m i s m o ( J o a n . 18,
t i v a , c o m o s e h a d e m o s t r a d o e n l a s e - 37) : yo para esto nací, y para esto vine
g u n d a p a r t e (2 -2. C . 182, a . 1 y 2); al mundo, para dar testimonio á la ver-
a !E

y á l a v i d a c o n t e m p l a t i v a c o n v i e n e s o - dad ; y p o r e s o n o d e b í a o c u l t a r s e , ha-
b r e t o d o l a s o l e d a d s e g ú n a q u e l l o (Oseae. c i e n d o u n a v i d a s o l i t a r i a , s i n o mostrar-
2, 14) : yo la atraeré y la llevaré al de- s e e n p ú b l i c o p r e d i c a n d o p ú b l i c a m e n t e .
sierto y la hablaré al corazón. L u e g o p a - P o r l o c u a l ( L u c . 4, 43) d i j o á a q u e l l o s
r e c e q u e C r i s t o d e b i ó l l e v a r u n a v i d a q u e q u e r í a n d e t e n e r l e : á las otras ciu-
solitaria. dades es menester también que yo anuncie
3.° L a v i d a d e C r i s t o d e b i ó s e r u n i - el reino de Dios ; pues para esto he sido
enviado : 2." p a r a l i b r a r á l o s h o m b r e s del
p e c a d o , s e g ú n a q u e l l o ( i T i m . 1, 1 5 ) :
(1) Así hablaron los caldeos adivinos para esensarse de e s -
plicar el sueño de Nabucodonosorsegun este quería.—Dnioux. Jesucristo vino á este mundo, para sal-
CUESTIÓN XL. — ARTÍCULOS I Y II.

•car á los pecadores. P o r l o q u e , c o m o siempre s emanifestasen e npúblico, á


dice e l C r i s ó s t o m o (habetur in Cat. aur. veces e lSeñor s eapartó d e las turbas:
S. TU., sup. illud Luc. 4 : quia et aliis lo cual se lee haberlo hecho por tres m o ­
civitatib.), « a u n q u e C r i s t o p u d i e s e p e r ­ tivos, unas veces para atender a l des­
j) m a n e c i e n d o e n e l m i s m o l u g a r , a t r a e r c a n s o c o r p o r a l ; p o r l o q u e ( M a r . 6, 31)
» á sí á todos, para que oyesen s u pre­ se dice q u e e l S e ñ o r dijo á s u s discípu­
y> d i c a c i o n ; s i n e m b a r g o n o h i z o e s t o , l o s : venid aparte á un lugar solitario y
»dándonos ejemplo, para que andemos reposad un poco porque eran muchos los
я y vayamos e nbusca d e l q u e perece, que iban y venían, y ni aun tiempo para
» como e l pastor busca l a oveja perdida comer tenían. O t r a s p o r c a u s a d e l a o r a ­
з>у e l m é d i c o s e a c e r c a a l e n f e r m o » . c i ó n ; p o r l o q u e s e d i c e ( L u c . 6, 12):
3." v i n o p a r a q u e t e n g a m o s p o r é l f á c i l aconteció en aquellos dias que salió al
acceso p a r a c o n D i o s , c o m o s e d i c e monte á hacer oración y pasó toda la no­
( K o m . 5). P o r l o t a n t o c o n v e r s a n d o f a ­ che orando á Dios; d e l o c u a l d i c e S a n
miliarmente c o n los h o m b r e s , fue c o n v e ­ Ambrosio «que nos enseña con s u ejem­
niente q u e l e s i n s p i r a s e l a c o n f i a n z a n e c e ­ ¡> p í o á s e g u i r s u s p r e c e p t o s » . Y final­
saria, p a r a a c e r c a r s e á é l . P o r l o q u e s e m e n t e , para enseñarnos á evitar el favor
dice ( M a t t h . 9 , 1 0 ) : acaeció que estando h u m a n o ; a s í , p u e s , s o b r e a q u e l l o M a t t h . 5:
Jesús sentado á la mesa en una casa vi­ videns Jesús turbas ascendit in montem),
nieron micchos publicano s y pecadores y d i c e e l C r i s ó s t o m o ( h o m . 15 i n M a t t h ) :
se sentaron á comer con él y sus discí­pu­ » al n o haberse sentado e n l a ciudad n i
los; l o c u a l a l e x p l i c a r l o S a n J e r ó n i m o » en l a plaza, sino e n e l m o n t e y l a sole­
dice : « l o s p e c a d o r e s v i e r o n q u e e l p u ­ » dad, nos enseño a n o hacer cosa alguna
s b l i c a n o (1) c o n v e r t i d o d e l o s p e c a d o s » para ostentación, y á separarnos d e l o s
í álo mejor, había encontrado medio d e » tumultos, y sobre todo cuando es pre­
»hacer penitencia, y p o r esto t a m b i é n » ciso disputar sobre cosas necesarias».
» aquellos m i s m o s n o desesperan d e l a
ъsalvación » . ARTÍCULO II. — cristo debió nevar
A l a r g u m e n t o 1¡° d i r e m o s , q u e C r i s t o en este mundo u n a vida austera ?
quiso m a n i f e s t a r l a d i v i n i d a d p o r m e d i o
de s u h u m a n i d a d ; y p o r l o t a n t o , c o n ­ l.° P a r e c e q n e Cristo debió llevar una
versando c o n l o s h o m b r e s , l o c u a l e s vida austera e n este m u n d o ; porque pre­
propio d e l h o m b r e , m a n i f e s t ó á t o d o s s u dicó mucho más la perfección d e la vida
divinidad p r e d i c a n d o y h a c i e n d o m i l a g r o s que Juan. Pero Juan llevó u n a vida
y viviendo inocente y j u s t a m e n t e entre austera, para c o n s u ejemplo escitar á
ellos (2). los hombres á l a perfección d e l a vida;
A l 2.°, q u e , c o m o s e h a d i c h o e n l a p u e s s e d i c e ( M a t t h . 3 , 4) q u e el mismo
a
s e g u n d a p a r t e (2. ­2."­'C. 182, a . 1 ; y Juan tenía un vestido de pelos de came­
C. 188, a . 6 ) , l a v i d a c o n t e m p l a t i v a e s llos y un ceñidor de cuero alrededor de
absolutamente mejor q u e l a activa, q u e sus lomos, y su comida eran langostas y
se o c u p a d e l o s a c t o s c o r p o r a l e s ; p e r o l a miel silvestre, e s p o n i e n d o l o c u a l , d i c e e l
vida a c t i v a s e g ú n l a q u e s e t r a n s m i t e á C r i s ó s t o m o ( h o m . 10 i n M a t t h ) : í e r a
otros p o r l a e n s e ñ a n z a y l a p r e d i c a c i ó n , » admirable v e r e nu n cuerpo humano
Ь que s e h a c o n t e m p l a d o e s m á s p e r f e c t a » tanta paciencia, l o cual también atraía
que l a v i d a , q u e s o l a m e n t e e s c o n t e m ­ » más á los J u d í o s » . L u e g o parece que
plativa, p o r q u e t a l v i d a p r e s u p o n e l a convino m u c h o más á Cristo l a austeri­
abundancia d e l a c o n t e m p l a c i ó n ; y p o r dad d e l a vida.
eso C r i s t o e l i g i ó t a l v i d a . 2.° L a a b s t i n e n c i a s e o r d e n a á l a c o n ­
A l 3.°, q u e l a a c c i ó n d e C r i s t o f u é t i n e n c i a ; p o r q u e s e d i c e ( O s e s e . 4 , 10):
nuestra i n s t r u c c i ó n . Y p o r e s t o p a r a d a r comerán y no se saciarán : fornicaron y
ejemplo á l o s p r e d i c a d o r e s d e q u e n o no cesaron. M a s C r i s t o o b s e r v ó e n s í

(lj E n otras ediciones conformes con San Jerónimo se dice: (2) Por esta razón los Apóstoles pudieron decir : os anun­
Mebant publicanum á peccatis, etc. E n la edición romana se ciamos... lo que fue desde el principio, lo que oimos, lo que vimos
«o, viicranl publicani á peccatis ad meliova eonversi locura inve­ con nuestros propios ojos, lo que miramos y palparon nuestras manos
"«Ptraireníia;.—DRIOUX. del Verbo de la vida. a
( 1 . Joann. c. 1). — D KIOUX.
4*78. CUESTIÓN XL. — ARTÍCULO II.

mismo l a continencia y propuso ál o s sapientia a filiis suis), q u e « l o s santos


d e m á s g u a r d a r l a , c u a n d o dijo ( M a t t h . » A p ó s t o l e s c o m p r e n d i e r o n q u e e l reino
19, 12): hay eunucos que á sí mismos » d e D i o s n o e s t á n i e n l a c o m i d a ni en
se castraron por amor del reino de los » l a b e b i d a , s i n o e n l a i g u a l d a d d e alma
cielos: el que puede ser capaz, séalo. » e n s u f r i r , á l o s c u a l e s n i s u b l e v a la
L u e g o parece que Cristo debió observar » a b u n d a n c i a , ni deprime l a pobreza».
en s íy en sus discípulos la austeridad de Y ( D e d o c t r i n a C h r i s t i , 1. 3 , c . 12) dice
la vida. q u é « e n t a l e s c a s o s n o e s c u l p a b l e el uso
3.° P a r e c e r i d í c u l o q u e a l g u n o e m - » d e l a s c o s a s , s i n o l a p a s i ó n d e l q u e usa
prenda una vida austera y que después » d e e l l a s . P e r o a m b a s v i d a s s o n lícitas
se aparte d e ella para l a m á s amplia; » y l a u d a b l e s , e s d e c i r , e l q u e alguno
porque se puede decir contra él lo que se » s e g r e g a d o d e l c o n s o r c i o c o m ú n d e los
r e f i e r e ( L u c . 14, 30): este hombre co- » h o m b r e s g u a r d e l a a b s t i n e n c i a ; y el
menzó á edificar y no pudo consumar. » q u e p u e s t o e n s o c i e d a d c o n o t r o s liom-
P e r o Cristo comenzó una vida más aus- » b r e s h a g a u n a v i d a c o m ú n ; a s í q u e el
tera después del bautismo, morando e n » S e ñ o r q u i s o d a r á l o s h o m b r e s ejem-
el desierto y a y u n a n d o cuarenta dias y » p í o d e u n a y o t r a v i d a » . P e r o Juan,
cuarenta noches. L u e g o parece que n o c o m o dice e l C r i s ó s t o m o ( s u p e r Matth,
hubiera sido oportuno que después d e h o m . 3 8 ) , « n a d a m á s h i z o v e r q u e su
una vida tan austera volviese á la vida » v i d a y s u j u s t i c i a ; m i e n t r a s q u e Cristo
común. » t e n í a s u s m i l a g r o s p a r a d a r l e testimo-
Por el contrario, e s l o q u e s e d i c e » n i o . L u e g o d e j a n d o q u e J u a n s e dis-
( M a t t h . 11, 19): vino el Hijo del hom- » t i n g u i e s e p o r e l a y u n o , é l f u e p o r ca-
bre que come y bebe. » m i n o o p u e s t o s e n t á n d o s e á l a m e s a de
Conclusión. Fue convenientísimo que » l o s p u b l í c a n o s y c o m i e n d o y bebiendo»,
Cristo se manifestase en la comida y be- A l 2.° q u e , a s í c o m o o t r o s h o m b r e s
bida como los demás hombres. c o n s i g u e n p o r l a a b s t i n e n c i a l a v i r t u d de
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i - c o n t e n e r s e , así t a m b i é n Cristo comprimía
c h o ( a . 1 ) , e r a a d e c u a d o a l fin d e l a E n - l a c a r n e e n s í y e n s u s d i s c í p u l o s p o r la
carnación que Cristo no hiciera una vida v i r t u d d e s u d i v i n i d a d . P o r l o c u a l , como
solitaria, sino que viviese con los h o m - s e d i c e ( M a t t h . 9 ) , l o s f a r i s e o s y l o s dis-
bres. P e r o e lque vive con otros es m u y c í p u l o s d e J u a n a y u n a b a n , p e r o n o los
conveniente que'se conforme á s u ma- d i s c í p u l o s d e C r i s t o . L o c u a l a l espli-
n e r a d e v i v i r , s e g ú n a q u e l l o ( i . C o r . 9 , 22): c a r l o B e d a ( c . 12 i n M a r c . e t A m b r o s .
me he hecho todo para todos. P o r l o t a n - s u p . i l l u d L u c . 1 : Ne timeas María)
to , fue m u y conveniente que Cristo co- d i c e q u e « J u a n n o b e b i ó n i v i n o ni li-
miese y bebiese en compañía como lo ha- » c o r f u e r t e , p o r q u e l a a b s t i u e u c i a au-
cen los demás. P o r esto dice S a n A g u s t i n » m e n t a e l m é r i t o d e l q u e n o t i e n e sobre
c o n t r a F a u s t o ( L . 16, c . 31), q u e « s e » el c u e r p o p o d e r a l g u n o p o r natutaleza.
» dijo d e J u a n q u e n i c o m í a n i bebía, » P e r o e l S e ñ o r t e n i e n d o naturalmente
» porque no usaba de aquel alimento que » e l p o d e r d e p e r d o n a r l o s p e c a d o s , ¿por
» u s a b a n los judíos. L u e g o si el S e ñ o r n o » q u é h u b i e r a a b a n d o n a d o á l o s q u e po-
» hubiese hecho uso de esto, n os e hu- » d í a h a c e r m á s p u r o s , q u e l o s q u e hacen
» biera dicho por analogía que comía y » abstinencia?»
» que bebía». A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e e l S e - ( S u p e r . M a t t h . h o m . 13), « p a r a q u e s e -
ñ o r e n s u v i d a dio e j e m p l o d e p e r f e c c i ó n » p a s c u a n g r a n b i e n e s e l a y u n o y qué
en todo lo que pertenece por s ím i s m o á » e s c u d o e s c o n t r a , e l d i a b l o , y p o r que
la salvación. Pero, la abstinencia misma » d e s p u é s d e l b a u t i s m o n o e s p r e c i s o en-
de la comida y de la bebida no pertenece » t r e g a r s e á l a l a s c i v i a s i n o a l a y u n o , el
por s í á l a salvación, según aquello » m i s m o también a y u n ó , no porquenece-
( P o m . 14, 17): el reino de Dios no es » s i t a r a d e e l l o , s i n o p a r a instruirnos.
comida ni bebida; y S a n A g u s t i n d i c e » Sin e m b a r g o n o procedió ayunando
( i n l i b . 2 d e Q u a s s t . e v a n g e l . q . 11, e x - » m á s a l l á q u e M o i s é s y E l i a s , p a r a que
p o n e n s i l l u d M a t t h . 11: justificata est » n o pareciese increiblé s u Encarnación)).
CUESTIÓN X L . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 479

Pero s e g ú n l a interpretación mística d e AllTÍCULO III. — D e b i ó Cristo llevar


S a n G r e g o r i o ( h o m . 16 i n E v a u g . ) « á u n a v i d a p o b r e e n e s t e i n u n d o ? (1)
i) i m i t a c i ó n d e C r i s t o a y u n a m o s c u a r e n t a
» dias p o r q u e l a v i r t u d d e l D e c á l o g o e s t á 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó l l e v a r
» cumplida por los cuatro libros del S a n t o una v i d a p o b r e e n e s t e m u n d o ; p o r q u e
j> E v a n g e l i o , p u e s t o q u e e l n ú m e r o d i e z debió tomar una vida l a más preferible:
»repetido cuatro veces d a cuarenta. O y l a vida m á s preferible es l a media e n -
3>bien p o r q u e e n e s t e c u e r p o m o r t a l tre lasriquezas y l a pobreza ; porque s e
»subsistimos p o r l o scuatro elementos y d i c e ( P r o v . 30, 8) : mendiguez ni rique-
» queriendo . satisfacerle, v a m o s contra zas no me des á mí : dame solo lo necesa-
»los preceptos d e l S e ñ o r q u e n o s b a n rio para mi sustento. L u e g o C r i s t o n o
í sido t r a n s m i t i d a p o r e l D e c á l o g o » . O debió llevar una vida p o b r e , sino m o d e -
s e g ú n S a n A g u s t í n ( C . 1. 83, q . 81), rada.
»toda l a ciencia d e l a sabiduría consiste 2.° L a s r i q u e z a s e x t e r i o r e s s e o r d e n a n
»en conocer a l Criador y á l a criatura. al uso d e l cuerpo respecto a lalimento y
» E l Criador e sl a Trinidad, e l Padre, al vestido. P e r o Cristo c o m i ó y vistió
3>el H i j o y e l E s p í r i t u S a n t o . M a s l a como acostumbraban aquellos, con quie-
5) c r i a t u r a e n p a r t e e s i n v i s i b l e c o m o e l nes vivía. L u e g o parece que e nlas rique-
Dalma, á l a que s e atribuye e l número zas y lapobreza debió observar e l m o d o
»tres; porque se nos manda amar á Dios de vida más común y n o usar d e l a m a -
» d e t r e s m a n e r a s ; con todo nuestro ca- yor pobreza.
rrazón, con toda nuestra alma y con 3.° C r i s t o i n v i t ó p r i n c i p a l m e n t e á l o s
T> todo nuestro espíritu : e n p a r t e v i s i b l e , hombres á imitar s u humildad según e s -
» como e l c u e r p o , a l q u e s e refiere e l n ú - t a s p a l a b r a s ( M a t t h . 11, 29) : aprended
»mero cuatro á causa d e l o cálido, l o de mí, que manso soy y humilde de cora-
» h ú m e d o l o frió y l o s e c o . L u e g o e l zón. M a s l a h u m i l d a d e s e n s u m o g r a d o
)) n ú m e r o d i e z , q u e i n s i n ú a t o d a l a d i s - l a u d a b l e e n l o s r i c o s -: p o r e s t a r a z ó n s e
sciplina, multiplicado p o rcuatro (esto d i c e ( i . T i m . u l t . 1 7 ) : manda á los ricos
» es, n ú m e r o q u e s e a t r i b u y e a l cuerpo) de este siglo, que no sean altivos. L u e g o
» produce e l n ú m e r o cuarenta ; y p o r parece q u e Cristo n o debió llevar u n a
y> e s o e l t i e m p o , e n q u e g e m i m o s y n o s vida pobre.
»dolemos, s ecelebra por elnúmero cua- Por el c o n t r a r i o : e s l o q u e s e d i c e
r e n t a ». S i n e m b a r g o t a m p o c o f u e i n - ( M a t t h . 8, 20): el hijo del hombre no
conveniente q u e Cristo, después d e h a - tiene en donde recueste la cabeza (2) ;
ber a y u n a d o y v i v i d o e n e l d e s i e r t o , como si dijera, según S a n Jerónimo
volviera á l a v i d a c o m ú n ; p o r q u e e s t o ( i n i l l u d M a t t h . 8 ; Accedens unus scri-
conviene á l a v i d a q u e t i e n e p o r o b j e t o ba) : ¿ « p o r q u é d e s e a s s e g u i r m e á c a u s a
transmitir á o t r o s l o q u e s e h a c o n t e m p l a - » d e las riquezas y d e l o s provechos d e
d o , c u a l e s l a q u e C r i s t o t o m ó , c o n e l fin » este siglo, cuando soy tan pobre, q u e
de q u e p r i m e r a m e n t e s e e n t r e g u e u n o á » ni casa tengo y u s o d e techado que n o
la c o n t e m p l a c i ó n y d e s p u é s s e p r e s e n t e » es mío ?» Y sobre aquello (Matth.
al p ú b l i c o c o n v e r s a n d o c o n l o s d e m á s . 1 7 ) : ut non scandalizemus eos, vade ad
Por lo que t a m b i é n B e d a (et. A m b . ibid.) mare, d i c e S a n J e r ó n i m o : « e s t o s e n q i -
dice ( S u p . M a r c i 2): « C r i s t o a y u n ó » l l á m e n t e entendido edifica a l oyente,
»para que n o t e sustrajeras á este pre- » cuando o y eq u e e l Señor fue tan pobre
» cepto; comió c o nl o s pecadores, para » que n o tuvo con q u epagar e l tributo
» que p e r c i b i e n d o s u g r a c i a , r e c o n o c i e s e s » por sí y por e l A p ó s t o l » .
» su p o t e s t a d » . Conclusion. Cristo llevó en este mundo
una vida pobre, lo uno porque así con-

fl) Fíjese l a atención en que aquí so habla de la pobreza, gele la necesidad misma, resultando la desgracia social siem-
cosa muy diferente del pauperismo, que ni es conforme al pre y cuando las naciones han llegado á ser material y moral-
Evangelio , ni nunca se conoció en las antiguas sociedades mente pobres.—M. Ch.
católicas. El pauperismo , plaga de la moderna civilización, es (2; Lo cual es conforme con lo que de él estaba escrito en el
un efecto de los malos gobiernos, así como el hacer la felici- Salmo 39 : mas yo soy mendigo y pobre. Lo mismo se repite en
dad general es como consecuencia de los gobiernos buenos. el Salmo 69, 108 y en los trenos de Jeremías cap. 3.°
fiiperismo conduce á la desmoralización, hacia la cual i m -
480 CUESTIÓN X L . — ARTÍCULO III,

venía al ministerio de la predicación, lo » pobre, una patria más pobre aún y fu e

otro para concedemos las espirituales ri­ » pobre de dinero; y esto te lo espresa
quezas, y en fin para que su predicación » el pesebre ». (1)
no se atribuyera á la codicia. A l argumento 1.° diremos, que los que
Responderemos, que fue conveniente quieren vivir virtuosamente, deben evi­
á Cristo llevar una vida pobre en esto tar la superabundancia de las riquezas y
mundo : 1.° Porque esto era adecuado al la mendicidad, en cuanto son ocasiones
oficio de la predicación, para el que se de pecar; porque la abundancia de las
dice haber venido (Marc. 1, 3 8 ) : vamos á riquezas es ocasión de enorgullecerse; y
las aldeas y ciudades más cercanas para la mendicidad lo es de hurtar y mentir ó
predicar también allí ; porque para esto también de perjurar. Y puesto que Cristo
he venido. Pero es preciso que los que no era capaz de pecado, no debía evitar
predican la palabra de D i o s , para entre­ la mendicidad por la causa por la que
garse completamente á la predicación, Salomón la evitaba. Sin embargo ni toda
estén enteramente libres del cuidado de mendicidad es ocasión de hurtar ó de
las cosas seculares ; lo cual no pueden perjurar como parece añadir Salomón
hacer los que ponen riquezas. P o r esta (ibid.) sino solo aquella que es contraria
razón el Señor m i s m o , al enviar á los á la voluntad, para evitar la cual el hom­
Apóstoles á predicar, les dijo (Matth. bre hurta y perjura. Pero la pobreza vo­
10, 9 ) : no poseáis oro, ni plata; y los luntaria no tiene este peligro ; y tal po­
mismos Apóstoles dicen ( A c t . 6) : no es breza es la que Cristo eligió.
justo que dejemos nosotros lá palabra de A l 2.° que puede uno llevar una vida
Dios y que sirvamos á las mesas. 2° común en cuanto al alimento y al vestido,
Porque así como tomó la muerte corpo­ no solamente poseyendo riquezas, sino
ral , para darnos la vida espiritual; así también recibiendo de las mujeres y de
soportó la pobreza corporal para darnos los ricos lo necesario, lo cual también su­
las riquezas espirituales, según aquello cedió con Cristo; porque se dice (Luc. 8,
( i l Cor. 8 , 9 ) : sabéis la gracia de nues­ 2 y 3 ) : que algunas mujeres seguían á
tro Señor Jesucristo ; se hizo pobre por Cristo que le asistían de sus haciendas,
amor vuestro, á fin de que vosotros fue­ Por lo que, como dice San Jerónimo (super
seis ricos por su pobreza. 3.° P o r temor á Matth. sup. illud cap. 27 : erant ibi mu­
que, si poseyese riquezas, se atribuyera lleres), « f u e costumbre judaica, y no
su predicación á codicia. P o r esto, dice » estaba mal visto según las costumbres
San Jerónimo (Sup. Matth. in illud cap. )) antiguas el que las mujeres administra­
10 : nolite posidere aurum) q u e , « si sus » sen de su hacienda alimento y vestido
» discípulos hubiesen tenido riquezas, pa­ » á­ sus maestros. Pero como esto podía
» recería que no predicaban por causa de » escandalizar á los gentiles, San Pablo
» la salvación de los hombres, sino por » dice que no lo admitió ». A s í pues se
» causa de lucro » ; y lo mismo dirían de podía llevar una vida común sin las in­
de Cristo. 4.° Para que se manifestase quietudes que impiden el oficio de la pre­
tanto mayor la virtud de su divinidad, dicación, mas no la posesión de las ri­
cuanto más abyeta parecía por su po­ quezas.
breza. P o r lo que se dice (in quodam A l 3.° que la humildad en el que es
sermone E phesini conciba et habetur ih pobre por necesidad, no es muy recomen­
eo concil. part, 3 , c. 9) : « eligió todo lo dable ; sino que, en el que lo es volunta­
» pobre y v i l , todo lo mediano y muchas riamente, como lo fue Cristo, la misma
» v e c e s oscuro, para que se conociese pobreza es indicio de una grande hu­
2> que su Divinidad había transformado mildad.
» el mundo ;, por eso eligió una madre
(i) A lo cual puede añadirse, que faltando los hombres or­ consideración ; puesto que son hijos de un padre y creador
gullosos y mundanos á las leyes de la naturaleza, de la piedad de quien continuamente necesitan los auxilios ; y así á todos
y de la justicia por el desprecio que hacen de sus semejantes, comprende la obligación de orar á Él con el Santo Rey Baviil
constituidos en la indigencia y en la desgracia, convino que y decirle : Inclina tu oído, Señor, y escúchame ; porque soy l><№
Jesucristo eligiese una vida pobre, á fin de dignificar la misma y necesitado (Salm. 85, v . 1) hasta al mismo Jesucristo, en
pobreza y restituir al necesitado á la consideración que le es euanto hombre, aplican alegóricamente esta oración los expo­
debida ante los ojos de Dios y de la razón. Todos los hombres, sitores.—M. Ch.
pues, son pobres en cierto sentido, en cuyo caso merecen tal
CUESTIÓN XL. — ARTÍCULO IV. 481

ARTÍCULO I V . — vivió cristo e n esto marla y terminarla e n sí mismo obser-


mundo según la ley? vándola, manifestando que era ordenada
á e l m i s m o ; 3.° p a r a q u i t a r á l o s j u d í o s l a
l.° P a r e c e que C r i s t o no vivió con- o c a s i ó n d e c a l u m n i a r l e ; y 4.° para librar
forme á la l e y ; p o r q u e é s t a m a n d a b a q u e á los hombres de l a esclavitud de l a l e y ,
e n s á b a d o , como Dios
no se t r a b a j a s e 4 , 4 ) : envió Dios
según aquello ( G a l a t .
reposó el dia séptimo de toda la obra, á su Hijo, hecho de mujer, hecho sugeto
que había hecho ( G e n . 2). P e r o él c u r ó á la ley, para redimir á aquellos que es-
a u n b o m b r e en s á b a d o y le mandó que taban bajo de la ley.
l l e v a s e su cama. L u e g o parece que no A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que el Se-
obró s e g ú n la ley. ñ o r se e s c u s a sobre esto de tres m o d o s :
2.° C r i s t o b i z o lo m i s m o q u e enseñó, 1.° p u e s t o q u e p o r e l p r e c e p t o d e l a s a n -
según a q u e l l o ( A c t . 1. 1) : Jesús comenzó tificación del sábado no se prohibe la
á hacer y enseñar. M a s é l m i s m o e n s e ñ ó obra divina, sino l a obra h u m a n a ; pues
( M a t t b . 15, 11) q u e no ensucia al hom- aunque al séptimo dia cesó Dios de
bre lo que entra en la boca, l o c u a l es crear nuevas criaturas, sin embargo tra-
c o n t r a el p r e c e p t o de la l e y , que por la baja siempre en la conservación y go-
comida y c o n t a c t o de c i e r t o s a n i m a l e s el bernación de las cosas. E n cuanto á que
hombre se bacía inmundo, como consta Cristo hacía milagros, era propio de
( L e v i t . 11). L u e g o p a r e c e q u e él mismo la obra divina. P o r esta razón el mismo
no v i v i ó s e g ú n la ley. d i c e ( J o a n . 5, 17) : mi Padre obra hasta
3.° P a r e c e q u e se d e b e j u z g a r lo mis- ahora y yo obro. 2.° P o r q u e d i c h o p r e -
s

mo al q u e h a c e y al q u e c o n s i e n t e s e g ú n cepto no prohibe las obras que son de n e -


a q u e l l o ( P o m . 1, 32): no tan solamente cesidad aun para la salud corporal. Por
los que estas cosas hacen, sino también e s t a r a z ó n e l m i s m o d i c e ( L u c . 13, 15) :
los que consienten á los que las hacen. cada uno de vosotros no desata en sábado
P e r o C r i s t o c o n s i n t i ó á sus d i s c í p u l o s q u e su buey ó su asno del pesebre y lo lleva á
q u e b r a n t a b a n la l e y al a r r a n c a r l a s e s p i - abrevar? y u n p o c o m á s a d e l a n t e ( C . 14,
gas e n s á b a d o e s c u s á n d o l o s , c o m o se ve 5) : ¿quién hay de vosotros, que viendo
( M a t t b . 12). Luego parece que Cristo su asno ó su buey caído en un pozo no le
no v i v i ó s e g ú n la ley. saque luego en dia de sábado? P e r o e s
Por el contrario es lo que se dice evidente que las obras de los milagros,
(Mattb. 5, 17) : no penséis que he venido que Cristo hacía, pertenecían á la salva-
á abrogar la Ley de los Profetas ; e s p o - c i ó n d e l c u e r p o y d e l a l m a (2). 3.° Por-
n i e n d o lo c u a l d i c e el C r i s ó s t o m o ( b o m . que aquel precepto no prohibe las obras
16, i n M a t t b . ) : « cumplió la ley ; 1.° que pertenecen al culto de D i o s ; por esta
»no quebrantando observancia alguna r a z ó n s e d i c e ( M a t t h . 12, 5): ¿ó no ha-
» l e g a l ; 2.° j u s t i f i c á u d o p o r la fe, lo béis leido en la Ley que los sacerdotes los
que
» l a l e y t o m a d a á la l e t r a n o p o d í a h a c e r » . sábados en el templo quebrantan el sábado
Conclusión. Cristo se portó en todas y son sin pecado? y ( J o a n . 7, 23) s e d i c e
la.s cosas en conformidad á los preceptos q u e el hombre recibió la circuncisión en
de la ley. sábado. P e r o e l h a b e r m a n d a d o C r i s t o a l
^Responderemos, q u e C r i s t o v i v i ó en p a r a l í t i c o q u e l l e v a s e s u c a m a e n s á b a d o
todo c o n f o r m e á l o s p r e c e p t o s de la ley, pertenece a l culto de D i o s , esto e s , á l a
en p r u e b a de lo c u a l q u i s o s e r circunci- a l a b a n z a d e l a v i r t u d d i v i n a . A s í es e v i -
dado ; p o r q u e la circuncisión es cierta dente que Cristo no quebrantaba el sá-
p r o t e s t a de c u m p l i r la fe según aquello b a d o , aunque los j u d í o s le echasen en cara
(Galat. 5, 3 ) : protestó á todo hombre e s t o f a l s a m e n t e , d i c i e n d o ( J o a n . 9 , 16) :
que se circuncida, que está obligado á este hombre no es Dios, pues que no
guardar toda la ley ( 1 ) . P e r o C r i s t o guarda el Sábado.
quiso v i v i r c o n f o r m e á la l e y : 1.° para A l 2.° q u e Cristo q u i s o manifestar por
a p r o b a r la l e y a n t i g u a ; 2.° para consu- aquellas palabras que el h o m b r e n o se

(1) Como se ve, aquí se establecen dos conclusiones; una las cuatro razones que dá el Santo seguidamente.
que prueba por los hechos y otra por l a conveniencia; la pri- (2) Consta de la C 44, a. 3, que Jesucristo nunca llevó á
mera consta de lo antedicho; mas la segunda se contiene en cabo las curaciones corporales sin las espirituales.
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 31
482 CUESTIÓN XL.—ARTÍCULO IV.

hace inmundo según elalma por eluso d e » p e r o p o r r e l a c i ó n á l a s i g n i f i c a c i ó n el


ciertos alimentos según s u naturaleza, » c o r d e r o e s p u r o y e l p u e r c o i n m u n d o ».
sino solo según cierta significación. P e r o A l 3." q u e t a m b i é n l o s d i s c í p u l o s ,
el q u e e n l a l e y algunos alimentos s e c u a n d o h a m b r i e n t o s a r r a n c a b a n l a s es-
llaman inmundos, esto e s por cierta sig- p i g a s e n s á b a d o , s e e s c u s a n d e l a trans-
nificación. P o r l o que S a n A g u s t í n dice g r e s i ó n d e l a l e y p o r l a n e c e s i d a d del
( C o n t . P a u s t u m . 1. 6, c . 7) : « s i s e p r e - h a m b r e ; c o m o n i D a v i d q u e b r a n t ó l a ley,
» gunta sobre elpuerco y e lcordero, diré c u a n d o p o r l a n e c e s i d a d d e l h a m b r e co-
» que ambos son puros por s u naturaleza; m i ó l o s p a n e s s a n t o s q u e n o l e e r a lícito
» porque toda criatura d eD i o s e sbuena ; comer.

C U E S T I Ó N XLI.

De l a t e n t a c i ó n de C r i s t o .

Sobre esta materia examinaremos cuatro puntos: 1.° Fue conveniente que Cristo fuese tentado?
2.° Del lugar de la tentación. 3." Del tiempo. 4." Del modo y orden de la tentación.

ARTÍCULO I . — F U O c o n v e n i e n t e q u e Jesús fue llevado al desierto por el espí-


Cristo fuera t e n t a d o ? ritu para ser tentado por el diablo.
Conclusión. Cristo quiso ser tentado
l.° P a r e c e que n o c o n v e n í a que Cristo para instruirnos en la manera de vencer
fuera tentado; porque tentar e s hacer las tentaciones y darnos ejemplo y auxilio
una esperiencia l a cual n o tiene lugar contra ellas.
sino d e cosa desconocida. P e r o l a virtud Responderemos, q u e C r i s t o q u i s o ser
de Cristo era conocida aun d elos d e m o - t e n t a d o : 1.° p a r a d a r n o s u n a u x i l i o con-
n i o s ; p u e s s e d i c e ( L u c . 4 , 41) q u e no t r a l a s t e n t a c i o n e s ; p o r l o q u e dice
les permitía hablar ( 1 ) porque sabían, S a n G r e g o r i o ( i n h o m . 16 i n B v a n g e l ) :
que él era Cristo. L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o « n o e r a indigno d e nuestro Redentor
no debió ser tentado. » q u e h a b í a v e n i d o p a r a s e r m u e r t o , el
2.° C r i s t o v e n í a p a r a d e s h a c e r l a o b r a » h a b e r q u e r i d o s e r t e n t a d o , p o r q u e era
del diablo según aquello (i. J o a n . 3,8): » j u s t o q u e venciese nuestras tentaciones
para esto apareció el Hijo de Dios, para » por l a s s u y a s , c o m o h a b í a venido á
deshacer las obras del diablo. P e r o n o » vencer nuestra muerte por l a suya»:
pertenece a l mismo individuo deshacer 2.° p a r a q u e e s t u v i é r a m o s p r e v e n i d o s , de
las obras d e algunos y tolerarlas; y a s í m o d o que n a d i e , por santo que fuese,se
parece haber sido inconveniente que Cris- c r e y e s e s e g u r o é i n m u n e d e l a tentaciou.
to tolerase e l s e r tentado p o re l diablo. P o r l o c u a l q u i s o s e r t e n t a d o después
3.° H a y t r e s c l a s e s d e t e n t a c i ó n , á d e l b a u t i s m o , p o r q u e , c o m o dice San
saber; l ad e l a carne, l a del mundo y l a H i l a r i o ( S u p e r M a t t h . c a p . 3), « l a s
del diablo. P e r o Cristo no fue tentado ni » t e n t a c i o n e s d e l d i a b l o s e r e d o b l a n prin-
por l a carne n i p o re l mundo. L u e g o » c i p a l m e n t e e n n o s o t r o s d e s p u é s d e san-
t a m p o c o debió ser tentado por e l diablo. » tificados, p u e s t o q u e l e a g r a d a más
Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( M a t t h . 4, 1) : » t r i u n f a r d e l o s s a n t o s » . P o r l o que
( E c c l i . 2 , 1) s e dice : hijo, cuando te lle-
(1) Es decir, no les permitía, cuando saliendo los demonios
del cuerpo de los poseídos, exclamaban, tú< eres Hijo de Dios. gues al servicio de Dios estáfirme enjus-
CUESTIÓN XLI.—ARTÍCULOS I Y II. 483

liria y en temor y prepara tu alma á la p o t e s t a d , c o m o d i c e S a n A g u s t i n ( D e


tentación; 3.° á c a u s a d e l e j e m p l o , e s t o T r i n i t . 1. 13, c . 13), q u e « e l d i a b l o n o
es, p a r a i n s t r u i r n o s d e q u e m o d o v e n z a - » d e b i ó s e r v e n c i d o p o r l a p o t e n c i a d e
mos las t e n t a c i o n e s d e l d i a b l o ; d e l o c u a l » D i o s , s i n o p o r s u j u s t i c i a ». Y p o r e s o
dice S a n A g u s t i n ( D e T r i n i t . 1. 4, c . 13) a c e r c a d e l a t e n t a c i ó n d e C r i s t o d e b e
que <Í C r i s t o s e d e j ó t e n t a r p o r e l d i a b l o c o n s i d e r a r s e l o q u e h i z o p o r s u v o l u n t a d
i c ó n e l fin d e s e r n u e s t r o m e d i a d o r y p r o p i a y l o q u e s u f r i ó d e p a r t e d e l d i a b l o ,
» ayudarnos á triunfar de las tentaciones p u e s e lofrecerse al tentador fue por v o -
»de este, n osolo por s usocorro, sino luntad propia; por lo cual se dice (Matth.
x> t a m b i é n p o r s u e j e m p l o » : 4.° p a r a 4) : Jesús fue llevado al desierto por el
» d a r n o s c o n f i a n z a e n s u m i s e r i c o r d i a , p o r Espíritu, para ser tentado por el diablo,
lo q u e s e d i c e ( I i e b r . 4, 15) : no tenemos l o c u a l S a n G r e g o r i o ( h o m . 16 i n E v a n g . )
un Pontífice, que no pueda compadecerse d i c e q u e d e b e e n t e n d e r s e s o b r e e l E s p í -
de nuestras enfermedades; más tentado r i t u S a n t o , d e m a n e r a « q u e s u E s p í r i t u
en todas cosas á semejanza nuestra es- » l e c o n d u j e s e á d o n d e e l e s p í r i t u m a -
cepto el pecado (1). » l i g n o l e e n c o n t r a r a , p a r a ser t e n t a d o ».
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o S u f r i ó q u e e l d e m o n i o l e p u s i e s e s o b r e l a
e s p r e s a S a n A g u s t i n ( D e c i v i t . D e i , 1. 9, a l m e n a d e l t e m p l o y l e s u b i e s e á u n
c. 21), « C r i s t o s e h i z o c o n o c e r d e l o s m o n t e m u y a l t o . N o e s e s t r a ñ o , d i c e e l
«demonios tanto c o m o quiso, no por l o m i s m o doctor (ibid.) « que se dejase con-
» q u e e s la v i d a e t e r n a , s i n o p o r c i e r t o s » d u c i r á l a m o n t a ñ a q u i e n p e r m i t i ó s e r
» efectos t e m p o r a l e s d e su v i r t u d » , p o r » crucificado p o r l o s m i e m b r o s del m i s m o
los q u e c o n j e t u r a b a n q u e C r i s t o e r a H i j o » d i a b l o » . P e r o s e e n t i e n d e q u e s e d e j ó
de D i o s . P e r o , c o m o p o r o t r a p a r t e t r a n s p o r t a r p o r e l d i a b l o n o p o r n e c e s i d a d ,
v e í a n e n él s i g n o s d e d e b i l i d a d h u m a n a , s i n o q u e s e g ú n l a e s p r e s i o n d e O r í g e n e s
no c o n o c í a n c o n s e g u r i d a d q u e e r a H i j o ( s u p . L u c . h o m . 31) l e s i g u i ó p a r a s e r
de D i o s ; y p o r l o t a n t o q u i s i e r o n t e n - t e n t a d o , c o m o u n a t l e t a , q u e s e o f r e c e
tarle. E s t o s e s i g n i f i c a ( M a t t . 4 ) , c u a n d o p o r s í m i s m o a l c o m b a t e .
se d i c e q u e , después que tuvo hambre, se A l 3.° q u e , c o m o d i c e e l A p ó s t o l
llegó el tentador á él; p o r q u e , c o m o d i c e ( H e b r s . 4, 15) ; Cristo quiso ser tentado
S a n H i l a r i o ( i b i d . ) , « e l d i a b l o n o s e h u - en todas las cosas escepto el pecado. P e r o
3>biera a t r e v i d o á t e n t a r á C r i s t o , s i n o l a t e n t a c i ó n q u e v i e n e d e l e n e m i g o p u e d e
» h u b i e r a r e c o n o c i d o e n él p o r la d e b i l i - s e r s i n p e c a d o , p o r q u e e s p r o d u c i d a ú n i -
»dad del h a m b r e l oq u e es propio del c a m e n t e por la sugestión esterior; m i e n -
» hombre ». E s t o es e v i d e n t e p o r e l m o d o tras q u e l a t e n t a c i ó n , q u e v i e n e d e l a
m i s m o d e s e r t e n t a d o , c u a n d o d i j o : si c a r n e n o p u e d e e x i s t i r s i n p e c a d o ( 2 ) ;
eres Hijo de Dios; e s p o n i e n d o l o c u a l p o r q u e t a l t e n t a c i ó n s e h a c e p o r l a d e l e c -
dice S a n A m b r o s i o ( L u c . 4 ) : « ¿ á q u é t a c i ó n y l a c o n c u p i s c e n c i a ; y c o m o d i c e
i> e m p l e a e s t a m a n e r a d e e s p r e s a r s e , s i n o S a n A g u s t i n ( D e c i v i t . D e i , 1. 19, c . 4),
» porque sabía q u e e lH i j o d e D i o s v e n - « h a y a l g ú n p e c a d o , c u a n d o la carne lu-
Baria, p e r o q u e n o c r e í a q u e h a b í a v e - » c h a c o n t r a e l e s p í r i t u » . Y p o r e s o C r i s t o
»nido á causa d e esta debilidad cor- quiso ser t e n t a d o p o r el e n e m i g o , m a s n o
poral?» por la carne.
A l 2 •° q u e C r i s t o h a b í a v e n i d o á d e s -
hacer l a s o b r a s d e l d i a b l o n o o b r a n d o p o r ARTÍCULO I I . — C r i s t o d e b i ó s e r t e n -
su p o d e r , s i n o m á s b i e n s u f r i e n d o d e él y t a d o e n e l d e s i e r t o ?
de sus m i e m b r o s ; d e m a n e r a q u e t r i u n -
fase d e l d i a b l o p o r l a j u s t i c i a , n o p o r l a l.° P a r e c e que Cristo n o debió ser ten-
(1) Con esto no quiere decirse que en Jesucristo no hubiese ral. De igual manera que á su paladar debía ser deleitable el
delectaciones según la carne, sino aquellas que no llevaban pan, y la luz del sol ser amable á sus ojos—M. Ch.
al pecado ; pues es sabido que no toda delectación natural es (2) Aquí no quiere decirse, que toda delectación de la car-
pecado. Esto es claro si se atiende á que aun en el estado de ne sea pecado, como queda dicho en la nota anterior ; una
la inocencia hubiera habido delectaciones naturales, confor- cosa es la concupiscencia y delectación naturales, y otra, esa
mes á la razón ; así en Cristo las hubo sin duda a l g u n a ; pues misma concupiscencia y delectación, provenientes del pecado
v
emos, según la historia evangélica, que cuando se fatigaba original que incitan al hombre á obrar contra la razón. —
por el cansancio del camino se sentaba en el brocal del pozo, M. Ch.
"a duda produciéndole este descanso una delectación n a t u -
484 CUESTIÓN XLI.—ARTÍCULO II.

tado en el desierto; porque Cristo quiso librar del destierro á Adán, el cuál fue
ser tentado para servirnos de ejemplo, echado del Paraíso al desierto, y también
como se ha dicho (a. 1). Pero el ejemplo para enseñarnos por su ejemplo que el
debe proponerse manifiestamente á los diablo tiene envidia de los que tienden á
que deben ser informados por él. L u e g o lo que hay más perfecto.
no debió ser tentado en el desierto. A l argumento 1.° diremos, que Cristo
2.° E l Crisóstomo dice (super Matth. es propuesto á todos como ejemplo p o r
hom. 12) que « el diablo se apresura más la f e , según aquello ( H e b r . 12, 2 ) : po-
» á tentar, cuando ve solitarios ; por lo niendo los ojos en el autor y consumador
» que tentó primero á la mujer cuando se de la fe, Jesús. Mas la fe, como se dice
» encontraba sin el marido » ; y así pare- (Rom. 10, 17), es por el oido, y no por
ce que Cristo, por retirarse al desierto la vista ; por eso se dice (Joan, 20, .29):
para ser tentado, se espuso él mismo á la Bienaventurados los que no vieron y cre-
tentación. L u e g o siendo su tentación yeron. Y por e s o , para que la tentación
nuestro ejemplo, parece que también los de Cristo nos sirviera de ejemplo, no fue
demás deben esponerse á recibir las ten- necesario que la viesen los hombres, sino
taciones, lo cual sin embargo parece ser que bastó que se les contase.
peligroso, puesto que más bien debemos A l 2.° que hay dos ocasiones de t e n t a -
evitar las ocasiones de ellas. ción. U n a por parte del hombre ; p o r
3.° San Mateo (4) cuenta que en la ejemplo, cuando alguno se espone próxi-
segunda tentación el diablo le llevó á la mamente al pecado, no evitando las oca-
santa ciudad y le puso sobre la almena siones de pecar, y tal ocasión de t e n t a -
del templo; lo cual en verdad no tenía ción debe ser evitada, según lo dicho á
lugar en el desierto. L u e g o no solamente L o t (Genes. 19, 17): no te par-es en toda
fué tentado en el desierto. esta comarca alrededor de Sodoma. L a
Por el contrario, dícese (Marc. 1, 13) otra ocasión de tentación es por parte del
que Jesús estuvo en el desierto cuarenta diablo, que « siempre envidia á los que
dias y cuarenta noches y le tentó Satanás. »tienden a l o mejor», como dice S a n
Conclusión. Convino que Cristo fuese Ambrosio (ibid.), y tal ocasión de tenta-
tentado en el desierto, á fin de que el hom- ción no debe ser evitada. P o r esta razón
bre, arrojado fuera del Paraíso, quedase dice el Crisóstomo (alius auctor, sup.
libre del destierro. Matth. hom. 5 in Op. imperf.), q u e no
Responderemos q u e , como se ha di- solamente fue llevado Cristo al desierto
cho (a. 1, al 2.°), Cristo se manifestó por el Espíritu, sino «todos los hijos de
voluntariamente al diablo para ser tenta- » Dios que tienen el Espíritu Santo; por-
do ( 1 ) , como también á sus miembros » que no se contentan con permanecer
para ser muerto ; de otra manera el dia- » ociosos, sino que el Espíritu Santo los
blo no se hubiera atrevido á llegarse á él. » insta á emprender alguna obra grande,
Pero el diablo tienta más á uno cuando » cual es estar en el desierto relativamen-
está solitario, porque según se dice (Eccle. » te al diablo, porque no hay allí injus-
4, 12), si alguno prevaleciese contra el » ticia en la que el diablo se deleite. Tam-
uno, los dos le resisten. D e ahí el que » bien toda obra buena es desierta res-
Cristo se fue al desierto como á un cam- » pecto á la carne y al mundo, porque no
po de batalla para ser tentado allí por el » es conforme á la voluntad de la carne
diablo. P o r lo cual dice San Ambrosio » ni á la del mundo». Pero no es peligro-
( Super L u c , c. 4 ) , que « Cristo se iba so dar al diablo tal ocasión de tentación,
í> al desierto para provocar al demonio porque es más bien un consejo del Espí-
» en é l ; porque si él no hubiera com- ritu Santo, que es el autor de la obra per-
» batido, esto e s , el demonio, no le hu- fecta, que una impugnación del diablo en-
» biera este vencido para m í » , e s t o e s . vidioso.
Cristo. Añade aún otras,razones, dicien- A l 3.° que algunos dicen que todas las
do que Cristo obró así por misterio, par-a tentaciones fueron hechas en el desierto;

(1) Wo h a y inconveniente alguno en la locución llevado por del mismo Jesucristo. Algunos, no obstante, aunque con
el espíritu, pues según los S S . PP. no implica fuese así llevado menos probabilidad, suponen; que el espirita de que aquí se
al desierto; sin embargo de que esto sucediese por voluntad habla hace referencia al Espíritu Santo.—M. Ch.
C U E S T I Ó N X L I . — A R T Í C U L O S III Y IV. 485

de l o s c u a l e s h a y q u i e n e s d i c e n q u e C r i s - g ú n l o d i c h o ( a . 1), importa á todos de-


to f u e l l e v a d o á la santa c i u d a d , no real- fenderse contra las tentaciones; por lo
mente, sino s e g ú n l a v i s i ó n i m a g i n a r i a ; y m i s m o que a y u n ó antes de l a tentación que
hay otros q u e d i c e n q u e t a m b i é n l a m i s - d e b í a t e n e r l u g a r , n o s e n s e ñ ó q u e n o s es
ma s a n t a c i u d a d , esto e s , J e r u s a l e n , se conveniente armarnos contra las tentacio-
llama d e s i e r t o , porque h a b í a sido aban- nes por medio del a y u n o . P o r esta r a z ó n e n -
donada p o r D i o s . M a s e s t o n o es n e c e s a - tre las armas de justicia el A p ó s t o l con-
rio, p o r q u e dice S a n M a r c o s q u e e r a t e n - numera e l a y u n o ( n . C o r . 6); 2.° para
tado e n el desierto por el diablo; m a s no enseñarnos que el diablo viene á tentar
dice q u e s o l a m e n t e e n e l d e s i e r t o . t a m b i é n á los que a y u n a n , como á los d e -
m a s q u e se e n t r e g a n á las b u e n a s obras :

ARTÍCULO I I I . — 1 « tentación do cris- y por esto, así como Cristo es tentado

to debió sor después del ayuno? después del bautismo, así después del
ayuno. D e lo cual dice San Crisóstomo
l.° Parece que l a tentación de Cristo ( S u p . M a t t h . h o m . 13): « p a r a que apren-
no d e b i ó s e r d e s p u é s d e l a y u n o , porque » d a s c u a n g r a n d e b i e n es el a y u n o y qué
se h a d i c h o ( C . 40, a . 2), que no conve- j> e s c u d o es contra el diablo, y porqué
nía á C r i s t o l a a u s t e r i d a d d e l a v i d a . P e r o » d e s p u é s d e l b a u t i s m o n o es p r e c i s o e n -
parece q u e f u e d e u n a a u s t e r i d a d e s t r e m a » tregarse á l a l a s c i v i a , sino al ayuno,
el n o h a b e r comido en cuarenta dias y » por eso ayunó Cristo no necesitando
cuarenta n o c h e s ; p u e s así se e n t i e n d e q u e » hacerlo, sino para enseñarnos » : 3.°
ayunó c u a r e n t a d i a s c o n s u s n o c h e s , p u e s - porque después del ayuno se siguió el
to q u e , c o m o d i c e San Gregorio (hom. h a m b r e , q u e dio al diablo l a audacia de
16, i n E v a n g . ) , <r d u r a n t e e s t e t i e m p o n o a t a c a r l e , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1, a l 1.).
3> t o m ó a b s o l u t a m e n t e a l i m e n t o a l g u n o » . Pero cuando el Señor tuvo hambre, como
Luego no parece que tal ayuno debió dice S a n Hilario (Sup. Matth. cap. 3),
preceder á l a t e n t a c i ó n . « no fue por indigencia ó por necesidad,
2.° D í c e s e ( M a r c . 1,13) que estuvo en » sino que abandonó al h o m b r e á su n a -
el desierto cuarenta dias y cuarenta no- » turaleza ; porque el diablo no d e b í a ser
ches, y fue tentado del demonio. P e r o » vencido por D i o s sino por l a carne ».
ayunó c u a r e n t a d i a s y cuarenta noches. Por esta razón también, como dice el
Luego parece que no fue tentado por el Crisóstomo (ibid), « no ayunó más tiem-
diablo d e s p u é s d e l a y u n o , s i n o d u r a n t e e l » po que Moisés y E l i a s , p a r a que no p a -
ayuno. » reciese; increíble la a s u n c i ó n _de la

3.° N o se s a b e q u e C r i s t o a y u n a s e s i n o » carne».

una s o l a v e z . P e r o n o s o l a m e n t e f u e t e n - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o c o n -
tado u n a s o l a v e z p o r e l d i a b l o , p u e s se vino á Cristo la vida austera, para mos-
4 , 13), que acabada toda
dice ( L u c . trarse igual á aquellos á quienes predicó.
tentación se retiró de él el diablo hasta el P e r o nadie debe t o m a r el oficio de l a p r e -
tiempo. L u e g o , a s í c o m o n o p r e c e d i ó el d i c a c i ó n , si primero no fuese.purificado y
ayuno á l a s e g u n d a t e n t a c i ó n , a s í n i d e - p e r f e c c i o n a d o e n l a v i r t u d , c o m o se d i c e
bió p r e c e d e r á l a p r i m e r a . también de Cristo ( A c t u u m 1,1), que
Por el contrario, d í c e s e ( M a t t h . 4 , 2): Jesús comenzó á hacer y enseñar. P o r l o
habiendo ayunado cuarenta dias y cua- tanto Cristo inmediatamente después del
renta noches, después tuvo hambre, y en- bautismo tomó un género de vida auste-
tonces se llegó á él el tentador. r a , p a r a e n s e ñ a r n o s q u e es p r e c i s o que
Conclusión. Fué conveniente que Jesu- los d e m á s , después de haber domado su
cristo quisiese ser tentado después del carne pasen al oficio de l a predicación
' yuno para nuestro ejemplo é instrxtc-
a
según aquello ( i . Cor.9, 29) : mas cas-
l CÍOB, es decir, para que aprendamos á ser tigo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre,
\ humildes en medio del bien que disfru- porque no acontezca que habiendo predi-
\ tamos. cado á otros, me haga yo mismo repro-
| Responderemos, q u e C r i s t o q u i s o c o n - bado.
scientemente s e r t e n t a d o d e s p u é s d e l A l 2.°, que aquellas palabras de San
| a y u n o : 1.° por el ejemplo, puesto que se- M a r c o s p u e d e n entenderse a s í ; que es-
486 CUESTIÓN X L I . — ARTÍCULOS III Y I V .

tuvo en el desierto cuarenta dias y cua- t e n t a c i ó n d e l d i a b l o i n d u c e á pecar. Pero


renta noches 3 durante cuyo tiempo ayu- si Cristo hubiese subvenido al hambre
nó. P e r o l o q u e s e d i c e : y fue tentado por c o r p o r a l , c o n v i r t i e n d o l a s p i e d r a s en pan,
Satanás, d e b e e n t e n d e r s e n o e n a q u e - u o h u b i e r a p e c a d o , c o m o n o p e c ó cuando
llos cuarenta dias y cuarenta noches en m u l t i p l i c ó los p a n e s , l o c u a l n o fue mi-
que a y u n ó , sino d e s p u é s d e ellos (1) ; lagro menor para socorrer á l a multi-
porque dice San habiendo
Mateo que, tud hambrienta. Luego p a r e c e q u e fue
ayunado cuarenta dias y- cuarenta no- nula aquella tentación.
ches, después tuvo hambre; d e l o q u e t o m ó 2.° Ninguno que persuade aconseja
el tentador ocasión p a r a acercarse á é l ; convenientemente l o c o n t r a r i o d e l o que
p o r l o c u a l t a m b i é n l o q u e se a ñ a d e : y los se propone. Más el demonio al subir á
ángeles le servían, debe entenderse con- Cristo sobre la almena d e l t e m p l o , se
s e c u t i v a m e n t e , p o r l o q u e se d i c e ( M a t t h . p r o p o n í a t e n t a r l e p o r e l o r g u l l o ó p o r la
4 , 11) ; entonces le dejó el diablo, e s t o vanagloria. Luego inconvenientemente
e s , d e s p u é s d e l a t e n t a c i ó n , y hé aquí los le persuade á echarse abajo, lo c u a l es
ángeles llegaron y le servían. P e r o l o q u e contrario á l a soberbia' ó á l a vanagloria,
i n t e r c a l a S a n M a r c o s ( c . 1, 13): y mo- que siempre tiende á subir.
raba con las fieras, se aduce según San 3.° E s conveniente que u n a tentación
C r i s ó s t o m o (13 in M a t t h , ) , para mani- s e a d e u n s o l o p e c a d o . P e r o e n l a tenta-
festar cuál era e l d e s i e r t o , esto e s , que ción que tuvo lugar en el m o n t e , per-
era inaccesible á los h o m b r e s y estaba suadió dos p e c a d o s , esto es, l a codicia y
lleno de animales feroces. — S i n embar- l a i d o l a t r í a . L u e g o n o p a r e c e h a b e r sido
g o , según l a explicación de B e d a (c. 5 in conveniente el m o d o de esta tentación.
Marc), el Señor fue tentado cuarenta 4.° L a s tentaciones se ordenan á los
dias y cuarenta noches. P e r o esto debe p e c a d o s ; y los v i c i o s c a p i t a l e s s o n siete,
entenderse no de aquellas tentaciones v i - como se h a dicho en la segunda parte
sibles que mencionan San Mateo y San (l. -2.
a a
C. 84, a. 4)'; mas no le tentó
Lucas, las cuales manifiestamente han sino sobre t r e s , á s a b e r , l a g u l a , vana-
sido hechas después del a y u n o , siuo de g l o r i a y c o d i c i a . L u e g o n o p a r e c e haber
ciertas otras impugnaciones que Cristo sido suficiente el m o d o de la tentación.
sufrió del diablo en aquel tiempo del 5.° D e s p u é s d e l a v i c t o r i a d e t o d o s los
ayuno. vicios q u e d a en el hombre la tentación
A l 3.° que, como dice S a n Ambrosio del orgullo ó de la vanagloria; porque
(Sup. Luc. c. 4, sup. illud : et consum- « e l o r g u l l o p o n e a s e c h a n z a s á l a s buenas
mata omni, e t c . ) , « el d i a b l o se s e p a r ó de » o b r a s , p a r a q u e p e r e z c a n » , c o m o dice
» Cristo hasta el tiempo, porque después S a n A g u s t í n ( e p i s t . 211, ó 109). Luego
» vino no á tentar, sino á combatirle abier- inconvenientemente S a n M a t e o p o n e en
» tamente » , esto e s , e n e l t i e m p o de l a ' último lugar l a tentación de l a codicia
p a s i ó n : y s i n e m b a r g o , p o r este c o m b a t e e n e l m o n t e , y e n e l l u g a r m e d i o l a de la
parecía tentar á C r i s t o sobre l a tristeza vanagloria e n e l t e m p l o , s o b r e t o d o or-
y el odio de los prójimos c o m o en el de- denándolas S a n L u c a s al contrario.
sierto sobre l a delectación de l a g u l a y 6.° D i c e S a n J e r ó n i m o ( S u p e r . Matth.,
desprecio de D i o s por l a idolatría. sup. illud c. 4) : non in solo pane, que
« el propósito de Cristo fue vencer al
ARTÍCULO I V . — F U 6 conveniente oí » diablo por l a h u m i l d a d , no por l a po-
modo y orden de la tentación do Cristo? (2) t e s t a d » . L u e g o n o d e b i ó r e p e l e r l e impe-
r i o s a m e n t e é i n c r e p á n d o l e , d i c i e n d o : re-
1.° Parece que no fue conveniente el tírate Satanás.
m o d o y orden de l a tentación ; porque l a . 1° L a n a r r a c i ó n d e l E v a n g e l i o parece

(1J Téngase en cuenta la esposicion de V. Beda que va al (2) El orden y modo de la tentación de Cristo fácilmente s«
fin y que hace referencia á otras tentaciones, anteriores á las comprende sin más que considerar la narración del Evange-
referidas ; porque pudo suceder muy bien que el diablo for- lio ; pues por ella se nos manifiesta, que dicha tentación se
jase otras tentaciones, tomadas de formas corporales, para verificó por sugestión (hé aquí el modo); y que procedió ileto
tentar á Jesucristo., así como se lee que echó mano de ellas menos á lo más¿ de las cosas leves á las graves (lié a<I»' ' e

para tentar á San Antonio Abad y otros varones s a n t o s . — orden).—M. Ch.


i » , Ch. -
CUESTIÓN X U . — A R T Í C U L O IV. 487

que c o n t i e n e u n a c o s a f a l s a ; p u e s n o p a - turaleza corporal por medio del alimen-


rece p o s i b l e q u e C r i s t o p u d i e r a p o n e r s e t o ; 2.°, p r o c e d i ó á l o e n q u e l o s h o m b r e s
sobre el p i n á c u l o d e l t e m p l o , s i n s e r v i s t o espirituales á veces caen en falta, esto
de los d e m á s ; t a m p o c o s e e n c u e n t r a m o n - es, á q u e h a g a n algo p o r o s t e n t a c i ó n , lo
taña t a n a l t a q u e d e s d e e l l a p u e d a v e r s e c u a l p e r t e n e c e á l a v a n a g l o r i a ; 3.°, l l e v ó
todo el m u n d o , d e m o d o q u e p u d i e r a n la t e n t a c i ó n á lo q u e y a n o es propio d e
manifestarse á C r i s t o d e s d e e l l a t o d o s l o s los h o m b r e s e s p i r i t u a l e s , sino de los c a r -
reinos d e l m u n d o . L u e g o p a r e c e h a b e r s e n a l e s ; esto e s , á codiciar las riquezas y
descrito i n c o n v e n i e n t e m e n t e l a t e n t a c i ó n l a g l o r i a d e l m u n d o h a s t a el d e s p r e c i o
de C r i s t o . de D i o s . P o r esto en las dos primeras
Por el c o n t r a r i o : está la autoridad t e n t a c i o n e s dijo : si eres hijo de Dios ;
de la S a g r a d a E s c r i t u r a ( M a t t h . 4 , e t pero no en la tercera, la cual no puede
Luc. 4 ) . convenir á los h o m b r e s espirituales, q u e
C o n c l u s i ó n . La triple tentación su- son p o r a d o p c i ó n hijos de D i o s c o m o en
frida por el Señor en el desierto ha sido las dos primeras. A estas tentaciones r e -
descrita por los evangelistas en el orden sistió C r i s t o c o n los t e s t i m o n i o s d e l a l e y
conveniente. y n o p o r l a p o t e n c i a d e s u v i r t u d , « á fin
Kesponderémos que la tentación, que » de honrar m á s por esto mismo al h o m -
viene d e l e n e m i g o , s e p r o d u c e p o r m o d o » bre y castigar m á s á su adversario, al
de s u g e s t i ó n , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o » s e r v e n c i d o el e n e m i g o d e l g é n e r o h u -
(hom. 16 i n E v a n g . ) . P e r o n o p u e d e s u - » m a n o , n o c o m o p o r D i o s , sino c o m o
gerirse a l g o á t o d o s d e l m i s m o m o d o , » por el h o m b r e ( l ) » s e g ú n dice el P a p a
sino q u e á c a d a i n d i v i d u o s e l e s u g i e r e S a n L e ó n ( S e r m . Q u a d r a g . c . 3).
algo d e l a s c o s a s s o b r e l a s q u e t i e n e s u s A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l u s a r
afectos: y p o r e s o e l d i a b l o n o t i e n t a i n - de lo necesario p a r a el s u s t e n t o n o es p e -
mediatamente al h o m b r e espiritual sobre cado de la gula ; pero puede pertenecer
los p e c a d o s g r a v e s , s i n o q u e p o c o á p o c o al vicio d e é s t a el q u e el h o m b r e h a g a
comienza p o r l o s m á s l e v e s , p a r a c o n d u - alguna cosa desordenada p o r el deseo de
cirle d e s p u é s á l o s m á s g r a v e s . S e g ú n este s u s t e n t o ; y es d e s o r d e n a d o q u e a l -
esto, S a n G r e g o r i o ( M o r a l . 1. 31, c. 17) g u n o quiera procurarse su alimento m i -
al e x p l i c a r a q u e l l o ( J o b . 39 : procul odo- lagrosamente , pudiendo recurrir á los
ratur bellum, exhortationem ducum et m e d i o s h u m a n o s p a r a s u s t e n t o d e s u
ahdatum exercitus), d i c e : « c o n r a z ó n c u e r p o . P o r e s t a r a z ó n e l S e ñ o r m a n d ó
í se h a d i c h o q u e l o s J e f e s e x h o r t a n , m i l a g r o s a m e n t e á l o s hijos d e I s r a e l e l
» que los e j é r c i t o s g r i t a n , p o r q u e l o s p r i - m a n á e n e l d e s i e r t o , d o n d e n o se p o d í a
Í meros vicios s e i n s i n ú a n e n e l a l m a e n - p r o c u r a r de o t r a m a n e r a con q u é vivir:
T> g a n a d a b a j o u n a a p a r i e n c i a d e r a z ó n ; d e l m i s m o m o d o t a m b i é n C r i s t o a l i m e n t ó
»pero l o s i n n u m e r a b l e s q u e s e s i g u e n , las t u r b a s en el d e s i e r t o , d o n d e t a m p o c o
» cuando l a a r r a s t r a n á t o d a l o c u r a , l a h a b í a con q u é vivir. P e r o Cristo podía
)) confunden c o n u n c l a m o r c a s i b e s t i a l » . satisfacer su h a m b r e de otra m a n e r a que
Esto m i s m o o b s e r v ó el d i a b l o e n l a t e n - por u n m i l a g r o , como se v e q u e lo hizo
tación del p r i m e r h o m b r e ; p u e s p r i m e r a - S a n J u a n B a u t i s t a , s e g ú n s e l e e ( M a t t h . 3)
mente solicitó d e l a l m a q u e c o m i e s e d e l ó t a m b i é n y e n d o á los lugares inmedia-
fruto del á r b o l p r o h i b i d o , d i c i e n d o ( G e n e s . t o s ; y p o r esto c r e í a el diablo q u e C r i s t o
3, 1): ¿por que os mandó Dios que no p e c a r í a s i , s i e n d o u n h o m b r e c o m o l o s
comieseis de todo árbol del Paraíso? D e s - d e m á s , i n t e n t a s e h a c e r m i l a g r o s p a r a
pués, s o b r e l a . v a n a g l o r i a , c u a n d o d i j o : a p a g a r el h a m b r e .
, serán abiertos vuestros ojos. Y p o r ú l t i - A l 2.° q u e a l g u n o b u s c a f r e c u e n t e -
mo, llevó l a t e n t a c i ó n h a s t a l a s o b e r b i a m e n t e por la humillación exterior la glo-
estrema, c u a n d o dijo : seréis como dioses, ria con que se enorgullece respecto á
sabiendo el bien y el mal. E s t e orden d e l o s b i e n e s e s p i r i t u a l e s . P o r lo q u e d i c e
tentar lo o b s e r v ó t a m b i é n e n C r i s t o . E n S a n A g u s t i n ( i n lib.,2 d e S e r m o n e D o -
efecto: 1.°, le t e n t ó s o b r e l o q u e a p e t e - m i n i i n m o n t e , ' c . 19): « e s d e a d v e r t i r
cen los h o m b r e s , p o r e s p i r i t u a l e s q u e
( 1 ) Sobre esto V. Bossuet (Ulcvalions sur les mystéres, sem, 23,
s
ean, á saber, sobre el sustento d e la n a -
éléi'at 5).
488 CUESTIÓN XLI. — ARTÍCULO IV.

» que la jactancia puede existir no en » carne, la esperanza de la gloria y la


» solo el esplendor y la pompa de las cosas » avidez del poder B ( 2 ) .
» corporales, sino también en las mismas A l 5.° que, como dice San Agustín
» inmundicias del lodo s>. Para significar ( D e consensu Evangel. 1. 2 , c. 1 6 ) , «es
esto el diablo aconsejó á Cristo que se » incierto, qug se hizo primero ; si se le
arrojara corporalmente abajo para bus- » enseñaron antes los reinos de la tierra
car la gloria espiritual. B y después fue colocado sobre el pi-
A l 3.° que apetecer las riquezas y h o - » náculo del t e m p l o , ó si esto antes y
nores del mundo es pecado, cuando se B aquello después. Sin embargo poco
apetecen tales cosas desordenadamente. » importa esto, puesto que es evidente
Pero esto se manifiesta principalmente B que ambos hechos tuvieron lugar».
por lo mismo que el hombre, para conse- Pero parece que los Evangelistas obser-
guir estos bienes, hace algo inhonesto. van un orden diverso, porque algunas
P o r lo tanto, no se contentó el diablo veces se va de la vanagloria á la codicia
con aconsejar el deseo de las riquezas y y otras por el contrario.
honores, sino que pretendió que Cristo A l 6.° que, habiendo padecido Cristo
le adorase , para obtener tales bienes, lo la injuria de la tentación, diciéndole el
cual es la maldad mayor y lo más con- diablo: si eres Hijo de Dios, échate
trario á Dios. N o solamente dijo: si me abajo no se turbó, ni increpó al diablo.
adoras, sino que añadió : si te arrodillas Pero cuando el diablo usurpó para sí el
ante mí; porque, como dice Sam A m - honor de D i o s , diciendo : todo esto te
brosio (sup. illud Luc. 4 : duxit illum in daré si postrándote me adorases, sealteró
montem, etc.) ( 1 ) , « l a ambición tiene un y le rechazó, diciendo : retírate, Sata-
B peligro doméstico; porque para domi- nás ; para que aprendamos con su ejem-
» nar á otros, primeramente es sierva y plo á soportar con igualdad de alma
» se presta al obsequio para que se la de nuestras injurias, mas no oir siquiera las
» honor; y cuando quiere ser más subli- injurias hechas á Dios.
» me se rebaja más ». D e l mismo modo A l 7.° que, como dice el Crisóstomo
también en las tentaciones precedentes (alius auctor hom. 5 , in Op impevf.),
se esforzó el demonio en llevarle del « acaso el diablo elevaba á Cristo sobre
apetito de un pecado á otro pecado; así B el pináculo del templo para que fuera
es que del deseo del alimento se esforzó B visto de todos : más é l , sin que el dia-
porque cayese en la vanidad de hacer » blo lo supiese, hacía de modo que na-
milagros sin motivo; y del deseo de la B die le viese ». Y lo que dice : Le mos-
vanagloria procuró inducirle á tentar á tró todos los reinos del mundo y la gloria
Dios por medio del precipitamiento. de ellos, no debe entenderse que vería
A l 4.° que, como dijo San Ambrosio los mismos reinos, sus ciudades, pueblos,
(sup. L u c . c. 4 , in illud : et consummata oro ó plata ; sino que el diablo le indicó
omni, etc.), « l a Escritura no hubiera con el dedo las partes de la tierra en las
B dicho que, consumada toda tentación, que se encuentra todo reino ó toda ciu-
» el diablo se separó de é l , si en las dad, y le esplicó verbalmente la gloria y
» tres tentaciones ya dichas no existiese estado de cada imperio. O según Oríge-
B la materia de todos los pecados ; por- nes (hom. 3 0 , in Luc.) le enseñó como
» que las causas de las tentaciones lo son reinaba é l mismo en e l mundo por diver-
» de las codicias, esto e s , los goces d é l a sos vicios.

(I) Tengase presente, que cuando se dice que Cristo fue Juan y los llevó al monte transfigurándose delante de ellos.—M • Cll.
trasportado al monte por el diablo, no debe entenderse como (2) En este sentido se habla (I." Joann. c. 2, v . 10) I»''»" 1

si esto se hubiera verilicado por Satanás poniéndose al Señor que liabla en el mundo es concupiscencia de la carne y concupiscen-
sobre sus hombros ó espaldas i sino es á la manera, como se cia de los ojos y soberbia do la vida.
dice en San Mateo, c. 17, que Cristo lomó d Pedro, Santiago y
CUESTIÓN XLII.

De la doctrina de Cristo.

Vamosátratar de la doctrina de Cristo^ l.°¿Debió Cristo predicar solamente á los judíos ó tam-
bién á los gentiles? 2.° ¿Debió evitar la turbación de los judíos en su predicación ? 3.° ¿ Debió predi-
car pública ú ocultamente? 4." ¿Debió enseñar solamente de palabra ó también por escrito. Del
tiempo en que comenzó á enseñar, ya se ha hablado (C. 39, a.'3), al tratar de su bautismo.

ARTÍCULO I . ' — ¿ F u e c o n v e n i e n t e q u e C a n a n é a ( M a t t h . 15). L u e g o parece que


Cristo p r e d i c a r a á l o s j u d í o s y n o ú l o s gen- con m a y o r razón debió Cristo predicar á
tiles ? l a multitu d de los gentiles.
Por e l c o n t r a r i o , d i c e e l S e ñ o r ( M a t t h ,
l.° P a r e c e q u e C r i s t o debió predicar 15, 24): no soy enviado sino á las ovejas,
no s o l a m e u t e á l o s j u d í o s , s i n o t a m b i é n á que perecieron de la casa de Israel. P e r o
los g e n t i l e s ; p o r q u e s e d i c e ( I s . 49, 6): s e d i c e ( R o m . 10, 15): ¿y cómo predi-
poco es que seas mi siervo para levantar carán si no. fueren enviados ? L u e g o
las tribus de Jacob y convertir las heces C r i s t o n o d e b i ó p r e d i c a r , s i n o á l o s j u -
de Israel. lié aquí que yo te he estable- d í o s .
cido, para que seas luz de las naciones y Conclusión. Fue conveniente que Je-
seas mi salud hasta los estremos de la sucristo predicase en un principio la sal-
tierra.. P e r o C r i s t o dio l a l u z y l a s a l u d vación á solo los judíos, tanto por si
por s u d o c t r i n a . L u e g o p a r e c e q u e f u e como por medio de sus Apóstoles, para de
poco s i s o l o p r e d i c ó á l o s j u d í o s y n o á este modo cumplir mediante su venida
los g e n t i l e s . las promesas en otro tiempo hechas á los
2.° C o m o s e d i c e ( M a t t h . 7, 29) (1), mismos judíos.
los enseñaba como quien tiene autoridad. Responderemos, q u e f u e c o n v e n i e n t e
Y mayor autoridad de enseñanza se m a - que l a predicación de Cristo, tanto por
nifiesta e n l a i n s t r u c c i ó n d e l o s q u e n a d a él como por sus Apóstoles se hiciese
absolutamente h a b í a n oido, cuales eran desde u n p r i n c i p i o á solos l o s j u d í o s (2).
los g e n t i l e s ; p o r e s t a r a z ó n d i c e e l A p ó s - l.° P a r a manifestar que su venida era
tol ( R o m . 15, 20): así he anunciado el cumplimiento de l a s promesas hechas
este Evangelio, no en donde se había he- antiguamente á los j u d í o s , y no á los
cho ya mención de Cristo .por no edificar gentiles. P o r esta razón dice e l A p ó s t o l
sobre cimiento de otro. L u e g o m u c h o ( R o m . 15, 8) : digo que Jesucristo fue
más d e b i ó p r e d i c a r C r i s t o á l o s g e n t i l e s ministro de la circuncisión, e s t o e s ,
que á l o s j u d í o s . A p ó s t o l y p r e d i c a d o r d e los j u d í o s , por
3.° E s m á s ú t i l l a i n s t r u c c i ó n d e m u - la verdad de Dios para confirmar las
chos q u e l a d e u n o s o l o . M a s C r i s t o i n s - promesas de los padres. 2.° P a r a q u e s e
truyó á algunos d e l o s g e n t i l e s , c o m o á c o n o c i e s e q u e s u v e n i d a era de D i o s ; por-
la mujer Samaritana (Joan 4) y á la q u e las cosas que son de Dios son orde-

(1) t o mismo se lee en San Marcos 1, 2 2 ; mas en San Lúeas fiestamente, que Jesucristo no predicaría mas que en la Tierra
i o2, la significación de estas palabras es más clara ; pnes se Santa y á los israelitas (Élivaliom sur les mysléres, sem. 25,
bce allí, i n potcstatc eral sermo ipsltis. élévat. i . ° )

P) Dice Bossuet que por estas palabras se determina mani-


490 CUESTIÓN XLII. — ARTÍCULOS I Y II.

nadas, c o m o se d i c e ( R o m . 13, 1). Mas queda, mas si muriese, mucho fruto


el orden legítimo exigía que l a doctrina lleva; y como dice San Agustin (ibid.
de C r i s t o fuese propuesta a l principio á tract. 51, in Joan), «se llamaba él
los j u d í o s que eran los más cercanos á » e l g r a n o q u e l a i n f i d e l i d a d d e los judíos
D i o s p o r l a fe y p o r e l c u l t o de l a unidad » d e b í a h a c e r p e r e c e r y q u e d e b í a multi-
d i v i n a y q u e fuese t r a s n m i t i d a por éstos á » p l i c a r s e e u l a fe d e t o d o s l o s pueblos.
los gentiles; al modo que en l a jerarquía A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e Cristo
celestial las luces divinas l l e g a n por los f u e l a l u z y l a s a l u d d e l a s n a c i o n e s por
ángeles superiores á los inferiores. Por s u s d i s c í p u l o s , á q u i e n e s e n v i ó á predi-
esta razón, sobre aquello ( M a t t h . 15): car á los gentiles.
non sum missus, ni si ad oves, guo? perie- A l 2.° q u e n o e s d e m e n o r s i n o d e m a -
runt domus Israel, d i c e S a n J e r ó n i m o : yor potestad hacer algo por otros que
« no dice que no b a y a sido enviado á los p o r s í m i s m o ; y p o r e s o l a p o t e s t a d di-
» g e n t i l e s , sino que primero lo fue á I s - v i n a se m o s t r ó en C r i s t o principalmente
» r a e l D. P o r l o c u a l s e d i c e ( I s . u l t . 19): en h a b e r conferido á sus discípulos tanta
enviaré de los que fueren salvos, e s t o e s , virtud en enseñar, q u e l a s g e n t e s , que
d e l o s j u d í o s , á las gentes y anunciarán n a d a h a b í a n oido de Cristo, se convir-
mi gloria á las gentes 3.° P a r a q u i t a r tiesen a l m i s m o . M a s l a p o t e s t a d de Cris-
á los judíos la ocasión de calumniarle; t o e n e n s e ñ a r s e c o n s i d e r a , y a e n cuanto
por lo c u a l sobre aquello (Mattb. 10): á los milagros por los cuales confirmaba
in viam gentium ne abieritis, dice San su doctrina, y a e n c u a u t o á s u eficacia
Jerónimo : « convenía que primero se p e r s u a s i v a , y y a e n c u a n t o á l a autoridad
» anunciase la venida de Jesucristo á de su p a l a b r a , porque h a b l a b a como te-
» los j u d í o s , p a r a que no pudiesen legíti- niendo dominio sobre l a l e y cuando de-
mo m á m e n t e escusarse diciendo, que ha- cía : ego autem dico vobis ; y t a m b i é n por
» bían rechazado al Señor porque había r e l a c i ó n á l a v i r t u d de s u rectitud, la que
» enviado á sus Apóstoles á los gentiles mostraba en su trato viviendo sin peca-
» y á l o s s a m a r i t a n o s » . 4.° P o r q u e Cristo do(l).
mereció por l a victoria de l a cruz l a p o - A l 3.° q u e , así como C r i s t o n o debió
testad y el imperio sobre las naciones; d e s d e e l p r i n c i p i o c o m u n i c a r á los genti-
por lo cual se dice (Apoc. 2, 26) : al l e s i n d i f e r e n t e m e n t e s u d o c t r i n a p a r a que
que venciere, yo le daré potestad sobre s e o b s e r v a s e q u e s e d e d i c a b a s o l o á los
las Gentes como también yo la recibí judíos, como pueblo primogénito; así
de mi padre; y ( P h i l i p p . 2, 8) q u e p u e s t o también n o d e b i ó r e p e l e r d e l t o d o á los
q u e se humilló á sí mismo, hecho obe- g e n t i l e s , p a r a q u e n o s e l e s c e r r a s e l a es-
diente hasta la muerte y muerte de cruz, p e r a n z a d e l a s a l v a c i ó n ; y p o r t a n t o , al-
Dios también lo ensalzó, para que al g u n o s de estos f u e r o n a d m i t i d o s particu-
nombre de Jesús se doble toda rodilla y larmente por la escelencia d e s u f e y de
toda lengua le confiese. Y p o r eso n o su devoción.
quiso que antes de s u pasión fuese predi-
c a d a su doctrina á los gentiles ; pero des- ARTÍCULO I I . — D e b i ó c r i s t o predicar
p u é s de e l l a dijo á sus d i s c í p u l o s ( M a t t h . a los judíos sin ofenderles ?
u l t . 19) : id y enseñad á todas las gentes.
P o r este m o t i v o , c o m o se l e e , habiendo l.° P a r e c e que C r i s t o debió predicará
querido ver á Cristo algunos gentiles l o s j u d í o s s i n o f e n d e r l e s ; p o r q u e , como
momentos antes de s u p a a s i o n , les res- d i c e S a n A g u s t i n ( i n l i b . D e a g o n e chris-
pondió (Joan. 12, 24) si el grano de trigo t i a n o , c . 11), «el Hijo d e D i o s se nos
que cae en la tierra, no muriere, él solo » mostró en el hombre J e s u c r i s t o , para

(i) También puede conocerse tal potestad por la excelencia hombre debe pedir por medio de la oración dominical y del
de la doctrina, y por la irreprensibilidad de la vida moral. Lo modo de v i v i r ; y ésto de tal manera enseñado é inculcado a
primero es claro si se atiende a l o manifestado de la Trinidad, los hombres que, testigo la esperiencia, los cristianos, obran-
diciendo Jesucristo : Padre, hice conocer tu nombre á los hombres do en conformidad con el Evangelio, llevan siempre una vida
todos y ademas, por la esplicaclon que él hizo de la resurrec- arreglada, henchida de toda clase de buenas obras y en un
ción, de la eterna felicidad, etc. Lo segundo es evidente por todo opuesta al vicio. Pues según la historia, los que cumplen
lo que dice San Mateo c. 5, hablando de los actos excelentísi- con la doctrina de Cristo nada en ellos se ve de culpa»''
mos de virtudes, llamados .bienaventuranzas, di lo que el nada de supersticioso y liada de fanático*— M. Ch.
C U E S T I Ó N X L I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 491

3> d a r n o s e j e m p l o d e v i d a ». P e r o d e b e m o s sa d eestos, p a r a proveer á l a salud del a


evitar l a o f e n s a n o s o l a m e n t e d e l o s fie- multitud. Pero losescribas, fariseos y
les, sino t a m b i é n de l o s i n f i e l e s , según príncipes de los judíos con su malicia i m -
aquello ( i . C o r . 10, 3 2 ) : sed tales que pedían mucho l a salud delpueblo, y a por-
no ofendáis ni á los judíos ni á los genti- que repugnaban l a doctrina de Cristo,
les ni á la Iglesia de Dios. L u e g o p a r e c e por sola l acual puede haber satisfacción,
que t a m b i é n C r i s t o e n s u d o c t r i n a debió y a también porque con sus malas costum-
evitar l a o f e n s a d e l o s j u d í o s . bres corrompían l a vida d e l pueblo ; y
2." N i n g ú n sabio debe hacer lo q u e por eso e l S e ñ o r , n o obstante l a ofensa d e
impida e l e f e c t o d e s u o b r a . P e r o a l t u r - ellos enseñaba públicamente l a verdad
bar C r i s t o c o n s u d o c t r i n a á los judíos, que aquellos aborrecían, y les a r g ü í a d e
impedía l o s e f e c t o s d e ella; porque se sus vicios. P o r esto s e dice ( M a t t h . 15,
dice ( L u c . 1 1 , 5 3 ) , q u e r e p r e n d i e n d o e l 12) q u e á l o s d i s c í p u l o s que decían a l
S e ñ o r : ¿sabes que los judíos se han escan-
Señor á l o s f a r i s e o s y e s c r i b a s ,
comenza-
ron á insta?' porfiadamente y á importu- dalizado cua?ido oyeron esta palabra?
narle con muchas preguntas a?'mándole c o n t e s t ó : dejadlos, ciegos son y guías de
lazos y procura?xdo cazar de su boca al- ciegos: y si un ciego guía á otro ciego,
guna cosa para poderle acusar. L u e g o entrambos caen en el hoyo (2).
no p a r e c e q u e fue conveniente que los A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l h o m -
ofendiese e n s u d o c t r i n a . bre n o debe ofender á nadie, de modo
3.° D i c e e l A p ó s t o l ( i . T i m . 5 , 1 ) : no que á ninguno d é con dicho ó hecho me-
increpes al anciano, mas amonéstale como n o s r e c t o o c a s i ó n d e r u i n a ; p e r o ce c u a n -
á padre. P e r o l o s s a c e r d o t e s y l o s p r í n - T> d o d e l a v e r d a d n a c e e l e s c á n d a l o , d e b e
cipes d e l o s j u d í o s e r a n l o s m á s a n c i a n o s » m á s s o p o r t a r s e este q u eabandonar l a
de a q u e l p u e b l o . L u e g o p a r e c e q u e n o d e - » v e r d a d » ( 3 ) , c o m o ^dice S a n Gregorio
bieron ser argüidos con duras increpa- (hom. 7, i n Ezech.).
ciones. A l 2.° q u e p o r r e p r e n d e r C r i s t o públi-
Por el contrario, habíase profetizado camente á los escribas y fariseos, no i m -
(Is. 8 , 14) q u e C r i s t o s e r í a en piedra de p i d i ó , sino m á s b i e n p r o m o v i ó e lefecto d e
tropiezo y en piedra de escándalo á las su doctrina; puesto que como los vicios
dos casas de Israel. de estos e r a n notorios a lp u e b l o , s e s e p a -
Conclusión. Siendo los escribas, fa- r a b a menos de Cristo á causa de las p a l a -
riseos y pi'íncipes de los judíos decididos bras d elos escribas y . fariseos q u e s i e m -
adversa?'ios de la salvacio?i comu?i, el Se- pre eran opuestas á l a doctrina de C r i s t o .
ñor debió públicamente e?iseñar la ver- A l 3.°, q u e a q u e l p a s a j e del Apóstol
dad y redargüirías sin consideración á debe entenderse sobre aquellos ancia-
ninguna clase de ofensa que pudieran n o s (4) q u e s o n t a l e s n o s o l a m e n t e p o r
recibir. l a edad ó a u t o r i d a d , sino t a m b i é n por l a
Responderemos, q u e l a s a l u d d e l a honestidad, según aquello ( N u m . 11,16):
multitud d e b e s e r p r e f e r i d a á la paz de congrégame setenta varones de los ancia-
algunos h o m b r e s singulares (1). P o r l o nos de Israel, que tu conoces , que son los
tanto, cuando algunos por su perversidad ancianos del pueblo. P e r o s i h a c e n d e l a
impiden l a s a l u d de la m u l t i t u d , el q u e autoridad d es usenectud instrumento d e
predica ó enseña no debe temer la ofen- malicia pecando públicamente, deben ser

(1) Exige el orden natural y moral, que Dios debe ser pre- vacion ó salud de la multitud; y por eso, allí en donde esas
ferido á la sociedad y ésta al hombre : l u e g o , cuando el bien reprensiones escluyen dicho fin ó no aprovechan para alcan-
de Dios media la sociedad debe ser postergada , y cuando el zar la referida salud, no son convenientes, y tales correccio-
'ñen de ésta interviene , debe ser postergado el hombre. D e nes serían vanas, l o d o lo cual se v e cuan ajeno era de lapre-
¡{rual manera, cuando interviene la salvación temporal del dicacion de Cristo.— M. Ch.
pueblo, como insinúa Aristóteles en el libro 5 . " de su Política * (3) V. sobre el escándalo todo lo que queda dicho en la
debe ser postergada la salud de los hombres particulares. Y C. 23, 2 . ' - 2 . « a . 0 y C. 43, a. 1.
si esto es uua verdad razonable relativamente al orden natu- (4) Atiéndase á lo que las l e y e s morales dictad sobre la
ral y moral, ¿con cuánta más razón debe esto decirse con res- corrección fraterna, teniendo en cuenta, que el Apóstol habla
pecto al orden espiritual y eterno del género humano? — en la citada primera carta á Timoteo de las reprensiones g e -
M. Ch. nerales y comunes ; mas no de aquellas obras que se hacen
(2) Adviértase, que toda la razón de ser, que tienen las re- por motivo de la comisión de crímenes públicos y de la natu-
prensiones públicas de los superiores, lleva por objeto l a sal- raleza más grave.—M. Ch.
492 C U E S T I Ó N X L I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

reprendidos manifiestamente y con acri- vidia y no escondo su honestidad. Otras


t u d , c o m o l o h i z o D a n i e l ( D a n . 13, 52): v e c e s s u c e d e e s t o p o r l a i n h o n e s t i d a d de
envejecido en dias malos, e t c . l a s cosas q u e se e n s e ñ a n , c o m o dice San
Agustín (Super. Joan, tract. 96), que
ARTÍCULO I I I . — C r i s t o d e b i ó e n s e ñ a r « h a y ciertas cosas malas que cualquier
todas las cosas públicamente? » p u d o r h u m a n o n o p u e d e s o p o r t a r » . Por
» l o q u e s e d i c e s o b r e l a d o c t r i n a d e los
l.° Parece que Cristo no debió ense- 9, 17): las aguas hur-
» herejes ( P r o v .
ñar lo que enseñó públicamente; por- tadas más dulces son. M a s l a d o c t r i n a
q u e se l e e q u e d i j o á sus d i s c í p u l o s mu- d e C r i s t o n o t i e n e n a d a d e e r r ó n e a n i de
c h a s cosas r e s e r v a d a m e n t e c o m o se v e e n inmoral. Por esta razón dice el Señor
el sermón de l a cena (1), en el que dijo (Marc. 4 , 21): ¿por ventura se trae una
(Matth. 10, 27): lo que ois á la oreja antorcha, e s t o e s , l a d o c t r i n a v e r d a d e r a
predicadlo sobre los tejados. L u e g o n o y h o n e s t a , p a r a meterla debajo de un ce-
enseñó todas las cosas p ú b l i c a m e n t e . lemín? 2. p o r q u e s e p r o p o n e á p o c o s (2"l;
a

2.° L a s profundidades de l a sabiduría y C r i s t o n a d a e n s e ñ ó e n s e c r e t o d e esta


no deben esponerse sino á los perfectos, m a n e r a , p o r q u e p r o p u s o t o d a s u doctrina
según aquello ( i . Cor. 2, 6 ) : entre los á t o d a l a m u l t i t u d y á t o d o s sus discípu-
perfectos hablamos sabiduría. P e r o l a los en general. D e donde dice S a n Agus-
doctrina de Cristo contenía la sabiduría t í n ( S u p . J o a n , t r a c t . 113): « ¿ h a b l a en
m á s p r o f u n d a . L u e g o no d e b í a ser c o m u - » s e c r e t o e l q u e h a b l a d e l a n t e d e los hom-
nicada á la multitud imperfecta. » b r e s s o b r e t o d o , s i d i c e á p o c o s l o que
3.° L o m i s m o es o c u l t a r a l g u n a v e r d a d » por ellos quiere h a c e r conocer á mu-
con el silencio, que con l a oscuridad de » c h o s ? » 3. a
a l g u n a d o c t r i n a e s o c u l t a en
las palabras. P e r o Cristo ocultaba á las cuanto al modo de enseñarla ; y d e esta
turbas la verdad que predicaba, con p a - m a n e r a C r i s t o h a b l a b a á l a s t u r b a s cier-
labras oscuras, puesto que no les hablaba tas cosas en oculto usando de parábolas
sin parábolas, c o m o se d i c e ( M a t t h . 13, p a r a anunciar los misterios espirituales,
34). Luego por la misma razón podía l o s c u a l e s n o e r a n d i g n o s n i c a p a c e s de
ocultarla con el silencio. c o m p r e n d e r ; y s i n . e m b a r g o l e s e r a mejor
P o r e l c o n t r a r i o , es l o que é l mismo oir l a doctrina de lo e s p i r i t u a l de esta
dice ( J o a n . 18, 20): nada he hablado en m a n e r a b a j o e l v e l o d e l a s p a r á b o l a s , que
oculto. s e r e n t e r a m e n t e p r i v a d o s d e e l l a . P e r o el
C o n c l u s i ó n . La doctrina de Jesucristo S e ñ o r e s p l i c a b a l a v e r d a d c l a r a y desnu-
no fue oculta ni por la envidia del que la d a de estas parábolas á sus discípulos
enseñaba, ni por el corto número de per- p o r l o s q u e h a b í a d e l l e g a r á o t r o s que
sonas á quienes se proponía; sino sola- fuesen idóneos, según aquello ( n . Tim.
mente en cuanto al modo de enseñarla. 2 , 2 ) : las cosas que has oido de mí de-
Responderemos, que la doctrina de
lante de muchos testigos, encomiéndalas á
alguno puede estar oculta de tres mane-
hombres fieles, que sean capaces también
ras : 1 . a
en cuanto á la intención del que
de instruir á otros. E s t o e s l o q u e s i g n i -
fica e l p a r a j e d e l a l e y ( n u m . 4), e n el
enseña, que procura no' m a n i f e s t a r su
q u e s e m a n d a q u e l o s h i j o s d e A a r o n en-
doctrina á m u c h o s , sino más bien ocul-
volviesen los vasos del S a n t u a r i o , para
tarla ; lo c u a l tiene lugar unas veces por
que los levitas los llevasen envueltos.
envidia de parte del que enseña, que
quiere sobresalir p o r su c i e n c i a y por esto A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e , como
no quiere comunicarla á los d e m á s , lo dice San Hilario (Super M a t t h . c. 10,
cual no tuvo lugar en C r i s t o , de cuya exponens illud yerbum inductum), «no
p e r s o n a s e d i c e ( S a p . 7, 13): la que yo » leemos que el Señor hubiese acostum-
sin ficción aprendí y la comunico sin en- » b r a d o á p r e d i c a r p o r l a n o c h e y enseñar

(1) V. estensamente descrito este sermón de Jesucristo en quiso fuese manifiesta al mundo ; y lo otro, porque nunca
el Evangelio de San Juan, desde el C. 13, hasta el 17 in- creyó ajeno de lo que publicó una clara y universal ense-
clusive. ñanza. Lo cual era contrario á la conducta que observaban
(2) No hay que olvidar que Jesucristo enseñó todo pública- los filósofos antiguos, que enseñaban á sus discípulos la ver-
mente, y nada en oculto; lo uno, porque toda su enseñanza dadera doctrina, dejando la falsa para las turbasi—M; Ch.
CUESTIÓN XLII. — A R T Í C U L O S III Y IV. 493

jsu doctrina en tinieblas; sino que dice doctrina por escrito; porque la escritura
» esto p o r q u e t o d o s s u s d i s c u r s o s s o n t i - se h a inventado para transmitir la doc-
j nieblas p a r a l o s h o m b r e s c a r n a l e s , y su t r i n a á l a m e m o r i a de las generaciones v e -
s¡ p a l a b r a e s n o c h e p a r a l o s i n f i e l e s . Así nideras. P e r o l a ciencia de Cristo debía
j> es q u e l o q u e h a s i d o d i c h o p o r é l , q u i e - durar eternamente según aquello (Luc.
3) re q u e d e b a h a b l a r s e c o n l i b e r t a d d e f e 2 1 , 33): el cielo y la tierra pasarán;
j>y d e c o n f e s i ó n » . O según San Jeró- mas mis palabras no pasarán. Luego pa-
nimo ( i n h u n c . l o e ) , h a b l a c o m p a r a t i v a - rece que Cristo debió transmitir su doc-
mente, p o r q u e é l i n s t r u í a á s u s d i s c í p u l o s trina por escrito.
en l a J u d e a l u g a r p e q u e ñ o c o n relación 2.° L a l e y antigua h a sido previamente
á todo e l m u n d o , en el que debía p u b l i - la figura de C r i s t o , según aquello (Heb.
carse l a d o c t r i n a d e C r i s t o p o r l a p r e d i - 10, 1) : teniendo la ley la sombra de los
cación d e l o s A p ó s t o l e s . bienes venideros. P e r o l a l e y a n t i g u a f u e
A l 2.° q u e e l S e ñ o r n o m a n i f e s t ó t o d a s descrita por D i o s , según aquello (Exod.
las p r o f u n d i d a d e s d e s u s a b i d u r í a p o r su 24, 12): te daré dos tablas de piedra y la
doctrina, n o solo á l a s t u r b a s sino a u n á ley y mandamientos que he escrito. L u e g o
sus d i s c í p u l o s , á q u i e n e s d i j o ( J o a n . 16, parece que también Cristo debió escribir
12): aun tengo que deciros muchas cosas, su doctrina.
mas no las podéis llevar ahora. S i n e m - 3.° C o r r e s p o n d í a á C r i s t o , q u e había
bargo t o d o l o q u e é l j u z g ó d i g n o d e t r a n s - venido para alumbrar á los que están de
mitir á l o s d e m á s r e s p e c t o d e s u s a b i d u r í a , asiento en tinieblas y en sombra de muerte,
no l o p r o p u s o en oculto, sino pública- c o m o se d i c e ( L u c . 1, 79), escluir las
mente, a u n q u e n o fuese c o m p r e n d i d o de ocasiones del error y abrir el camino de
todos. P o r e s t a r a z ó n d i c e San Agustín l a fe. P e r o esto lo h u b i e r a h e c h o escri-
(sup. t r a c t . 113): « al decir al S e ñ o r : «he biendo su doctrina ; porque dice San
s hablado p ú b l i c a m e n t e a l m u n d o » ; debe A g u s t í n ( D e c o n s e n s u E v a n g . 1. 1, c. 7),
entenderse e s t o como si h u b i e r a dicho: « que á algunos suele llamarles l a aten-
« muchos m e o y e r o n ». Y no obstante lo » cion, porque el mismo Señor nada es-
que d e c í a n o e r a m a n i f i e s t o , p o r q u e n o l e » cribió, de modo que sea necesario creer
entendían. » á otros que escribieron de é l : esto pues
A l 3.° q u e e l S e ñ o r h a b l a b a á l a s t u r - » lo preguntan aquellos y sobre todo los
bas e n p a r á b o l a s , c o m o s e h a d i c h o , p o r - » p a g a n o s , q u e n o se a t r e v e n á c u l p a r ó
que n o e r a n d i g n o s n i c a p a c e s d e recibir » á blasfemar de Cristo y le atribuyen
la v e r d a d d e s n u d a , que exponía á sus » m u y escelente s a b i d u r í a ; m a s sin em-
discípulos. E n c u a n t o á l o q u e se d i c e q u e » b a r g o se l a a t r i b u y e n como hombre; y
no les hablaba sin parábolas, debe en- » dicen que sus ¿ i s c í p u l o s h a n dado á s u
tenderse, s e g ú n e l C r i s ó s t o m o ( h o m . 48 » maestro más que lo que e r a , al llamarle
in M a t t h . ) e n c u a n t o á a q u e l discurso; » H i j o de D i o s y V e r b o de D i o s , por el
aunque por otra parte habló muchas » que todo ha sido h e c h o » ; y después
cosas á l a s t u r b a s s i n p a r á b o l a s . O según añade : « parece que estarían dispuestos
San A g u s t í n ( i n l i b D e qua?st. Evang. » á creer esto de a q u e l p o r q u e el mismo
scilicet s e c u n d u m M a t t h . C . 15) se d i c e » escribiese de sí m i s m o , n o porque otros
esto, «no porque nada habló propia- » predicasen de él á su arbitrio ». Luego
»mente, sino p o r q u e c a s i n o pronunció parece que Cristo debió transmitir su
» discurso a l g u n o , e n q u e n o significase doctrina por escrito.
i> a l g o p o r l a p a r á b o l a , a u n q u e e n é l d i - Por el contrario, e n e l canon d e l a S a -
j e s e propiamente algo ». grada Escritura ningún libro escrito se
encuentra por él.
ARTÍCULO I V . — D e b i ó C r i s t o d e j a r s u
Conclusión. Fue congruente que otros,
doctrina p o r e s c r i t o ? (1)
y no el mismo Cristo, escribiesen la doc-
1.° P a r e c e q u e Cristo debió dejar su trina de él, tanto para manifestar la es-
(i) Como quiera que en el ministerio de la enseñanza deben dio de escrito; y lo otro, porque debiendo ser también la tra-
concurrir todos los modos de practicarla provechosamente, y dición un fundamento de nuestra fe, lo conducente á ambos
«los pueden ser por palabra y por escrito, de aquí, que Jesu- objetos era el modo verbal con que enseñó Jesucristo. —
cristo enseñase solo por medio de la palabra; lo uno, porque M. Ch.
»sta enseñanza no escluye s u manifestación posterior por m e -
494 CUESTIÓN XLII. — ARTÍCULO IV.

celencia del doctor, como-paradeclarar la » libros, que contenían cosas de magia,


superioridad y grandeza de la doctrina. » con las que hacía milagros, lo cual con-
Responderemos, que fue conveniente » dena la enseñanza cristiana. Y s i n em-
que Cristo no escribiese su doctrina : » bargo los que afirman que h a n leido
1.° á causa de la dignidad del mismo ; » t a l e s libros de Cristo no han h e c h o
porque un maestro de un Orden superior » nada parecido á las maravillas, cuyo
debe enseñar de la manera más escelente; » secreto pretenden encierran estos libros.
y por tanto convenía á Cristo como al » Pero Dios ha permitido que se engañen,
más escelente doctor imprimir su doc- » hasta el punto de decir que estos libros
trina en el corazón de sus oyentes. P o r l o » habían sido dirigidos á San Pedro y
que se dice ( Mattb. 7 , 2 9 ) que era el que » San Pablo ; porque en muchos p a s a j e s
los enseñaba como teniendo autoridad. » los han visto pintados juntamente con
P o r lo que también entre los gentiles P i - » Cristo. Y no es de estrañar que h a y a n
tágoras y Sócrates, que fueron escelen- » sido engañados por tales pinturas, p u e s -
tísimos doctores, nada quisieron escribir ; » to que en todo el tiempo que vivió
porque la escritura se ordena á la impre- » Cristo con sus discípulos en carne m o r -
sión de la doctrina en los corazones de » t a l , aun no era San Pablo discípulo
los oyentes como á su fin : 2.° á causa de » suyo ».
la escelencia de la doctrina de Cristo, la A l argumento 1.° contestaremos q u e ,
cual no puede ser comprendida en libro como dice San Agustín en el mismo libro
alguno, según'aquello ( J o a n . ult. 2 5 ) : (c. u l t . ) , « Cristo es á todos sus discípu-
otras muchas cosas hay también que hizo » l o s , lo que la cabeza es á los miembros
Jesús : que, si se escribiesen una por una, » del cuerpo. A s í que cuando ellos escri-
me parece que ni aun en el mundo cabrían » bieron lo que el manifestó y dijo, j a m a s
los libros que se habrían de escribir, «los » debe decirse que él mismo no escribiera;
c u a l e s » , como dice San Agustín (tract. » porque como miembros de él obraron
ult. in J o a n ) , « no debe creerse que ma- » lo que conocieron bajo el dictado del
»terialmerite no cabrían en el mundo, » j e f e , pues todo lo que quiso que leyé-
» sino que la capacidad de los que los le- »ramos de sus hechos y dichos se lo
» yesen quizá no podría comprenderlos». »mandó escribir á ellos, como manos
Y , si Cristo bubiera escrito su doctrina, » suyas ».
nada más de ella creerían los hombres A l 2.° que, puesto que la ley antigua
que lo que estuviera escrito : 3.° para ha sido dada en figuras sensibles, por eso
que su doctrina pasase de él á los demás también se escribió convenientemente con
por cierto orden; así el mismo enseñó in- signos sensibles. Pero la doctrina de
mediatamente á sus discípulos, los cuales Cristo, que es la ley del espíritu de la
después enseñaron á otros de palabra y vida, debió escribirse, no con tinta, sino
por escrito. P e r o , si él mismo hubiese con Espíritu de Dios vivo; no en tablas
escrito su doctrina, hubiera llegado in- de piedra sino en tablas de carne del co-
mediatamente á todos. P o r esta ra- razón, como dice el Apóstol ( n . Cor. 3,3).
zón se dice sobre l a sabiduría de Dios A l 3.° que los que no quisieron creerlo
(Prov. 9, 3) que envió sus criadas, á fin que los Apóstoles escribieron de Cristo,
de que llamasen para el alcázar. D e b e tampoco hubieran creído si hubiera escrito
saberse, no obstante, como dice San el mismo Cristo, del cual opinaban q u e
Agustín ( D e consensu E v a n g . 1. 1, c. 9 había hecho milagros por artes m á g i -
y 1 0 ) , que «algunos gentiles habían cas (1).
» creído, que Cristo había escrito algunos

(1) Esto s e comprende fácilmente atendiendo á lo que el otro lugar reprendía á los judíos, porque habían derramado
mismo Señor dijo en el Evangelio : Jerusalem, Jerusalem, qua- la sangre de los que profetizaban y hacían milagros en nom-
tics volui congregare filios lúes, sicut gallina, etc., el noluisli. Y en bre de Dios.—M. Ch.

i
C U E S T I Ó N XLIII.

De los milagros hechos por Cristo en general.

Vamos á tratar ahora de los milagros hechos por Cristo ; y l . ° en general. 2.° en particular de cada
género de milagros, y 3.» en particular de su transfiguración. Sobre lo primero examinaremos cua-
tro puntos:
l.° Debió Cristo hacer milagros? 2.° Los hizo por virtud divina? 2.° En qué tiempo comenzó á
hacer milagros ? 4.° Fue suficientemente manifestada su divinidad por los milagros?

ARTÍCULO I . — D e b i ó C r i s t o h a c e r m i - disminuyen e l mérito de l afe; por lo cual


lagros? d i c e e l S e ñ o r ( J o a n . 4 , 4 8 ) : sino viereis
milagros y prodigios, no creeréis. L u e g o
1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó h a c e r no parece q u eCristo debió hacer m i -
milagros ; p o r q u e l o s a c t o s d e C r i s t o d e - lagros.
bieron c o n c o r d a r c o n s u s p a l a b r a s : y e l Por e l c o n t r a r i o , l o s a d v e r s a r i o s d e
m i s m o d i c e ( M a t t . 12,39) : la generación Cristo decían entre ellos ( J o a n . 11,47) :
mala y adulterina señal pide : y no le será qué hacemos, porque este hombre hace
dada señal, sino la señal de Jonás el pro- muchos milagros ?
feta. L u e g o n o d e b i ó h a c e r m i l a g r o s . C o n c l u s i ó n . Siendo manifiesto que
2." A s í c o m o C r i s t o d e b í a v e n i r e n s u Cristo era Dios no por adopción sino por
s e g u n d o a d v e n i m i e n t o con una gran vir- gracia de la unión de las dos naturale-
tud y majestad (1), c o m o s e d i c e ( M a t t h . zas, y que su doctrina era igualmente del
24 , 30), a s í e n l a p r i m e r a v e n i d a v i n o mismo Dios, convino que hiciese milagros
con d e b i l i d a d , s e g ú n a q u e l l o ( I s . 53, 3), en la tierra.
varón de dolores y que sabe de trabajos. Responderemos, q u e l a d i v i n i d a d c o n -
Pero la o p e r a c i ó n d e l o s m i l a g r o s m á s p e r - cede a l hombre hacer milagros por d o s
tenece á l a v i r t u d q u e á l a d e b i l i d a d . motivos. P r i m e r o y principal para confir-
Luego n o f u econveniente q u e hiciera mar la verdad q u e alguno enseña; por-
milagro e n s u p r i m e r a v e n i d a . que las cosas que son d efe, esceden á l a
3.° C r i s t o v i n o p a r a s a l v a r á l o s h o m - razón humana, y no pueden probarse por
bres p o r l a f e , s e g ú n a q u e l l o ( H e b r . 12, razonamientos h u m a n o s , sino q u e es pre-
2): poniendo los ojos en el autor y consu- ciso s e prueben por e l argumento d e l a
mador de la fe, Jesús. P e r o l o s m i l a g r o s p o t e n c i a d i v i n a (2) ; y c u a n d o a l g u n o

[1) Esto e s , con gran poder y gloria grande , como se vertir, que entre dichos dos filósofos media alguna diferencia
dice en el testo griego. de apreciación, que consiste en que Bonnet establece dos se-
(2) Esto es, por una demostración sobrenatural que pruebe ries de causas creadas por Dios ; una, que produce los efectos
de una manera concluyente la doctrina, imposible de demos- comunes, como v . g el nacimiento y ocaso del Sol, la revolu-
trarse de otro modo, para creer firmemente. A fin de compren- ción del sistema planetario e t c . ; otra, que dispone las causas
der lo cual será conveniente manifestar lo que sobre la inte- que intervienen para el milagro, atendida la razón de tiem-
ligencia del verdadero milagro, y con el objeto de combatir á pos y circunstancias ; todo preparado así por el autor supremo
Espinosa, han dicho algunos filósofos modernos, entre ellos para verificar estos fenómenos divinos fuera del orden acos-
Bonnet y Houtteville. Estos, sin salirse de la común defini- tumbrado y leyes de la naturaleza, como sucedió en la resur-
ción que los teólogos hacen del milagro, añaden alguna cosa rección de Lázaro. Houtteville opina, ademas, que Dios desde
lije creen á propósito para conseguir dicho objeto. Según un principio dispuso todas las cosas de tal m o d o , que estas
Ji ' ™Uugro no es otra cosa que un acontecimiento maravi-
8 e
siempre se verificasen ó sucediesen,bien fuerannaturalesóbien
loso y estupendo, nacido de la armonía desconocida, aunque que nos pareciesen maravillosas. De todos modos y sin calificar
natural, de las leyes que rigen el universo. Es también de ad- la apreciación de estos filósofos sobre elconocimiento de los mi-
496 CUESTIÓN XLIII. — ARTÍCULOS I Y II.

hace obras q u e solo D i o s puede hacer, se no q u i e r e n c r e e r l o q u e se p r u e b a e n las


c r e a n q u e l a s cosas q u e se dicen vienen E s c r i t u r a s d i v i n a s , s i n o p o r m e d i o d e mi-
de D i o s ; como cuando alguno lleva car- l a g r o s ; y s i n e m b a r g o l e s e s m e j o r con-
t a s selladas c o n e l anillo d e l r e y se cree v e r t i r s e á l a f e p o r m i l a g r o s , q u e perma-
haber procedido de l a voluntad delr e y lo n e c e r e n t e r a m e n t e e n l a i n f i d e l i d a d ; pues
q u e e n e l l a s s e c o n t i e n e (1) ; 2.° p a r a m a - 14,22) q u e l a s señales son
se d i c e ( i . C o r .
nifestar l a presencia de D i o s en el hombre dadas á los infieles p a r a q u e s e c o n v i e r t a n
por l a g r a c i a d e l E s p í r i t u S a n t o ; esto es, á l a fe.
á fin d e q u e , c u a n d o e l h o m b r e h a c e l a s
obras de D i o s , se crea que D i o s habita A R T Í C U L O I I . — H i z o C r i s t o milugros
en é l por l a gracia : por lo cual se dice por virtud d i v i n a ?
( G a l . 3 , 5) : aquel que os comunica el
Espíritu Santo, obra virtudes envosotros. 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o h i z o milagros
P e r o estas dos cosas d e b í a n decirse á los por virtud d i v i n a ; p o r q u e l a v i r t u d di-
h o m b r e s a c e r c a d e C r i s t o ; esto e s , q u e v i n a e s o m n i p o t e n t e (2); y p a r e c e que no
Dios estaba e n él por l a gracia n o de f u e o m n i p o t e n t e a l h a c e r s u s milagros,
adopción, sino de l a u n i ó n , y que s u doc- pues se dice ( M a r . 6, 5), q u e no podía
trina sobrenatural venía de Dios. P o r lo allí, e s t o e s , e n s u p a t r i a , hacer milagro
tanto fue m u y conveniente que hiciese alguno. L u e g o p a r e c e q u e n o h i z o m i l a -
m i l a g r o s ; por esta razón dice el mismo gros por virtud divina.
(Joan. 10, 38) : si á mí no me queréis 2.° N o pertenece á D i o s orar. Pero
creer, creed á las obras; y ( J o a n . 5, 38) : C r i s t o o r a b a a l g u n a v e z p a r a h a c e r mila-
las obras que el Padre me dio que cum- gros c o m o s e v e e n l a r e s u r r e c c i ó n de
pliese las mismas son las que dan testimo- L á z a r o ( J o a n . 11) y e n l a m u l t i p l i c a c i ó n
nio de mí. d e l o s p a n e s (3) ( M a t t h . 14). L u e g o pa-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e s t o q u e r e c e q u e n o h i z o m i l a g r o s p o r v i r t u d di-
dice :no le será dada señal, sino la señal vina.
de Jonás el Profeta, d e b e e n t e n d e r s e , 3.° L o q u e s e h a c e p o r v i r t u d divina
como dice el Crisóstomo ( h o m . 44, in n o p u e d e s e r h e c h o p o r v i r t u d d e alguna
M a t t h ) , q u e e n t o n c e s <t n o o b t u v i e r o n t a l c r i a t u r a ; p e r o l a s c o s a s q u e C r i s t o hacía
» s e ñ a l c u a l p e d í a n , esto e s ,d e l c i e l o , n o p o d í a n s e r h e c h a s t a m b i é n p o r l a virtud
aporque n o les diese n i n g u n a , ó porque de alguna criatura ( 4 ): p o r l o c u a l los
» hacía señales n o por aquellos quienes fariseos l e d e c í a n q u e en virtud de Beel-
»sabía eran duros como piedras, sino zebub,príncipe de los demonios, lanzaba
» p a r a corregir á otros; y p o r eso n o se los demonios ( L u C 11,15). L u e g o parece
» l e s d a b a n señales á estos ú l t i m o s sino que Cristo no hizo milagros p o r virtud
» á aquellos». divina.
A l 2.° q u e , a u n q u e C r i s t o v i n o e n d e - Por el contrario, es l o q u e d i c e e l Se-
b i l i d a d de c a r n e , l o c u a l se manifiesta p o r ñor (Joan. 1 4 , 1 0 ) : el Padre que está en
sus sufrimientos ; sin e m b a r g o , vino c o n mí, él hace las obras.
el poder de D i o s , lo cual debía manifes- Conclusión. Todos los milagros que
tarse p o r milagros. hizo Jesucristo emanaron de la virtud
A l 3.° q u e l o s m i l a g r o s e n t a n t o d i s m i - divina, siendo como eran verdaderos mi-
nuyen el mérito de l a fe en cuanto que lagros'.
p o r esto se m a n i f i e s t a l a d u r e z a d e l o sq u e Responderemos q u e , c o m o s e ha dicho

lagros, nos parece no haber necesidad de recurrir á e l l a para necesarias para que haya verdadero milagro : 1." que sea sen-
rebatir los errores de los racionalistas, siendo suficiente al sible, 2 . que no pueda hacerse por las criaturas, 3 . que ¡o
a a

efecto la definición común que los teólogos con el angélico sea fuera del orden natural y 4." que dirija á Ios-hombres ala
Doctor dan sobre el milagro. Pues por ella, el milagro, que divinidad, y á lo bueno y verdadero. — M. Ch.
Según su etimología viene de la palabra latina mirando, esto (1) Como se dice (Esther. c. 8, v . 81 del anillo de Asuero,ó
es, maravilla, porque escede la comprensión del hombre, no es de las cartas selladas con dicho anillo para su mayor crédito y
otra cosa, que un suceso acaecido fuera del orden de toda la na- firmeza.
turaleza creada, ó divinamente ejecutado fuera del orden comun- (2) E s decir, omnipotente, que hace de conveniente manera
mente observado en las cosas. Si á estas definiciones se añade, todo lo que hace.
que tal acontecimiento es contra io r
á las leyes comunes de la na- (3) Y también en el mismo lugar (Matth. c. 1 5 , v, 3ü).
turaleza, tendremos la definición general del milagro, y solo' (4) Esto es falso realmente si se habla de las cosas que
debemos añadir e n este l u g a r , que son las cuatro condiciones hacía Jesucristo, esto es, del modo que las hacía. — M. Ch.
CUESTIÓN XLIII, — ARTÍCULOS II Y l l í . 497

en la primera parte (C. 1 1 0 , a. 4 ) , los de estos en cuanto al alma ; porque el


verdaderos milagros pueden ser hechos diablo nada obra contra su reino. P e r o
por la sola virtud divina, porque solo Cristo espulsaba los demonios no sola-
Dios puede mudar el orden de l a natura- mente del cuerpo, sino mucho más del
leza, lo cual pertenece á la razón del alma. Y por esto el Señor rechazó l a
milagro. D e aquí es que dice el P a p a blasfemia de los fariseos, que decían que
León (epist. ad Flavianum 28, c. 4 ) , lanzaba los demonios por virtud de los de-
í haber en Cristo dos naturalezas; una monios : 1.° porque Satanás no se divide
j divina que brilla por los milagros, y contra sí m i s m o ; 2.° para ejemplo de
jotra humana que sucumbe á las iuju- los otros que lanzaban los demonios por
3> rias». Y no obstante una de ellas obra el Espíritu de D i o s ; 3.° porque no podía
en comunicación con la otra, es decir, en espulsar al demonio, si no le vencía por
cuanto que la naturaleza humana es el la virtud divina, y 4.° porque no había
instrumento de la acción divina y la conveniencia alguna entre sus obras y
acción humana recibe su virtnd de la na- efectos y los de Satanás ; puesto que S a -
turaleza divina, como se ha demostrado tanás deseaba dispersar á los que Cristo
(C. 13, a. 3 ) . reunía.
Al argumento 1.° diremos que lo que se
dice : no podía hace?- allí milagro alguno, ARTÍCULO I I I . — c o m e n z ó c r i s t o á h a -
no debe referirse á la potencia absoluta, cer milagros e n l a s bodas ?
sino á lo que puede hacerse conveniente-
mente ; porque no era conveniente que l.° Parece que Cristo no comenzó á
Cristo hiciese milagros entre los incrédu- hacer milagros en las bodas, mudando el
los, por lo que se añade : y se admiraba agua en vino; porque se lee en el libro
de su incredulidad. A s í es que se dice « de la infancia del Salvador» que Cristo
(Genes. 18, 17) : ¿pues qué podré ocul- en su niñez hizo muchos milagros. Pero
tar á Abraham lo que voy á hacer ? y el milagro de la conversión del agua en
(19, 22): no podré hacer nada hasta que vino lo hizo en las bodas á los treinta ó
entres en ella. treinta y un años de edad. L u e g o parece
Al 2.° que, como dice"el Crisóstomo que no comenzó entonces á hacer mi-
(sup. illud Matth. 1 4 , habiendo tomado lagros.
cinco panes y dos peces, mirando al cielo, 2.° Cristo hacía milagros según la vir-
los bendijo y distribuyó ; hom. 5 0 ) <r era tud divina: y la virtud divina existía en
» preciso creer de Cristo que procede del él desde el principio de su concepción,
)) Padre y que es igual á él. Y por tanto, pues desde entonces fue Dios y hombre.
» para manifestar ambas cosas, unas ve- Luego parece que hizo milagros desde el
í ees hacía milagros por su potestad, y principio.
» otras orando : en las cosas menores 3.° Cristo después del bautismo y la
» mira al cielo como la multiplicación de tentación comenzó á congregar á sus dis-
»los panes; en las mayores que solo á cípulos, como se lee (Matth. 4 y Joan. 1).
» Dios pertenecen, obra por sí mismo con Pero sus discípulos se unieron á él sobre
ü> autoridad, por ejemplo cuando perdonó todo á causa de sus milagros; como se
»los pecados, y resucitó los muertos.» dice ( L u c . 5 ) que llamó á Pedro que e s -
Pero lo que se dice (Joani 11) que en la taba asombrado por el milagro, que ha-
resurrección de Lázaro levantó los ojos al bía hecho en la pesca de los peces. L u e g o
cielo, esto l o hizo no por necesidad del parece que antes del milagro, que hizo
sufragio, sino para darnos ejemplo, pol- en las bodas, hizo otros.
lo cual dijo : por el pueblo, que me rodea, Por el contrario, dícese (Joan. 2 , 2 ) :
para que crea que tu me enviaste. este fue el primer milagro que hizo Jesús
A13.° que Cristo lanzaba los demonios en Cana de Galilea, ( 1 ) .
de otro modo que se lanzan por virtud de Conclusión. No debió Cristo hacer mi-
los demonios ; pues por virtud de los de- lagros durante su primera edad y antes
monios superiores son espulsados los de-
(1) Tal es el sentido general que declara, ser este el pri-
monios de los cuerpos de los hombres, de mero de todos los milagros que Jesús verificó para manifestar
tal manera que siempre queda el dominio su gloria y divinidad.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I T . 32
498 CUESTIÓN X L I I I . — ARTÍCULOS III Y IV.

de comenzar á enseñar ; y por tanto tam- y creyeron en él sus discípulos; no porque


poco debió hacerlos antes de llegar á la e n t o n c e s c r e y e s e n por p r i m e r a v e z , sino
edad perfecta, como sucedió en las bodas porque creyeron con más c u i d a d o y más
de Cana. p e r f e c t a m e n t e . O l l a m a d i s c í p u l o s á aque-
Responderemos, q u e C r i s t o h i z o m i l a - l l o s q u e l o h a b í a n de ser, como espone
ros p a r a confirmar su doctrina y para m a - S a n A g u s t í n ( D e consensu Evangelista-
nifestar l a virtud divina que h a b í a en é l ; rum 1. 2, c. 17.)
y por esto en c u a n t o á lo p r i m e r o n o de-
bió hacer milagros antes de que c o m e n - ARTÍCULO I V . — A t o s m i l a g r o s uecuos
zase á enseñar; y no debió comenzar á p o r C r i s t o m a n i f e s t a r o n s u f i c i e n t e m e n t e su
enseñar antes de l a edad perfecta, como divinidad?
se h a d e m o s t r a d o ( C . 39, a . 3), al tratar
del bautismo. M a s respecto á lo segundo l.° P a r e c e que los milagros que hizo
debió manifestar por milagros su Deidad C r i s t o n o f u e r o n s u f i c i e n t e s , p a r a manifes-
d e m o d o q u e se c r e y e s e l a v e r d a d de la t a r c o n v e n i e n t e m e n t e s u d i v i n i d a d ; por-
humanidad del mismo. P o r lo tanto, como q u e s e r D i o s y h o m b r e es p r o p i o d e Cristo.
d i c e e l C r i s ó s t o m o ( s u p e r J o a n 20), « no P e r o l o s m i l a g r o s , q u e C r i s t o h i z o , tam-
» comenzó convenientemente á hacer mi- b i é n s o n h e c h o s p o r o t r o s . L u e g o parece
» lagros en la primera edad, pues hubie- q u e n o f u e r o n s u f i c i e n t e s piara manifestar
» r a n creído fantástica su encarnación, y su divinidad.
» le h u b i e r a n crucificado antes del tiempo 2.° N a d a e s m a y o r q u e la v i r t u d divi-
» oportuno ». n a ; y a l g u n o s h i c i e r o n m a y o r e s milagros
A l argumento 1.° diremos que, como q u e C r i s t o ; p o r q u e s e d i c e ( J o a n . 14,12):
espresa el Crisóstomo (super J o a n .ex v e r - el que en mi cree, él también hará las
bo J o a n n i s Baptistae dicentis: ut manifes- obras que yo hago y mayores que estas
tetur in Israel,propterea veniego magua hará. L u e g o p a r e c e q u e l o s m i l a g r o s , que
baptizans h o m . 16), es evidente que Cristo hizo, no fueron suficientes para
« aquellos signos, que algunos dicen que m a n i f e s t a r la d i v i n i d a d d e l m i s m o .
» h i z o C r i s t o en l a n i ñ e z , son mentiras y 3.° Lo u n i v e r s a l . (1) no se manifiesta
» ficciones ; porque si C r i s t o hubiera he- suficientemente por lo particular. Pero
» cho milagros en la primera edad ni cada uno de los m i l a g r o s de C r i s t o fue
» J u a n lo hubiera ignorado, ni la demás c i e r t a o b r a p a r t i c u l a r . L u e g o p o r ninguno
» m u l t i t u d hubiera necesitado de maestro de ellos pudo manifestarse suficiente-
» para manifestarle». m e n t e la d i v i n i d a d de C r i s t o , á l a cual
A l 2.° q u e l a v i r t u d d e D i o s o b r a b a e n p e r t e n e c e t e n e r v i r t u d u n i v e r s a l s o b r e to-
C r i s t o , según que era necesario parala das las cosas.
s a l u d h u m a n a , p o r l a q u e se h a b í a e n c a r - Por el contrario, d i c e el S e ñ o r (Joan,
nado. P o r lo cual hizo milagros por su 5, 36): las obras que el Padre me dio, que
v i r t u d d i v i n a de m o d o que no se p e r j u d i - cumpliese, las mismas obras dan testimo-
c a s e l a fe q u e se t e n í a de s u c a r n e . nio de mí (2).
A l 3.° que pertenece á l a alabanza de Conclusión. Siendo los milagros obra-
sus discípulos el haber seguido á Cristo dos por Jesucristo superiores á la virtud
sin haberle visto hacer milagro alguno, humana y propios de Cristo, prueban ab-
como dice S a n Gregorio (in quadam ho- solutamente su divinidad.
mü. 5, i n E v a n g . ) . T a m b i é n d i c e e l Cri- Responderemos, q u e l o s m i l a g r o s que
s ó s t o m o ( h o m . 22 i n J o a n ) : « e r a n e c e - C r i s t o h i z o , e r a n s u f i c i e n t e s p a r a mani-
» sario que hiciera m i l a g r o s , sobre todo, festar su d i v i n i d a d de t r e s m a n e r a s (3):
» cuando sus discípulos y a congregados 1. a
S e g ú n la e s p e c i e m i s m a de l a s obras,
» e r a n d e v o t o s y a t e n t o s alo q u e él h a c í a » ; que escedían á t o d a p o t e s t a d d e virtud
p o r e s t a r a z ó n se a ñ a d e ( J o a n 2, 11): c r e a d a , p o r lo t a n t o n o p o d í a n hacerse,

(1) Como se prueba por las reglas de los silogismos. mando un todo, á fin de que lo intentado en la conclusión
(2) 0 con más claridad : todas las obras que me encargó el aparezca más claro y más firme. Así pues, la 3 . debe ser con- a

Padre liacer, y que yo practico, dan testimonio de mi, á quien envió siderada como el nervio y lazo de perfección de las dos pri-
el Padre : y en San Juan {10, 25J se d i c e : os hablo y no me meras -, entonces viene á resultar la demostración eficacísima
creéis ; lo que yo hago en nombre de mi Padre dd de mi testimonio. de que Jesucristo es verdadero Dios, y también la convicción
(3) Dichas tres maneras deben tomarse u n i d a s , ó como for- para los idiotas ó impíos de la verdad de estos milagros-
CUESTIÓN XLIII.—ARTÍCULO IV. 499

sino p o r v i r t u d d i v i n a . P o r e s t o d e c í a e l » tales ; pero e l m i s m o M o i s é s y los de-


ciego, después d e haber recobrado l a » mas profetas profetizaron al Señor J e s ú s
v i s t a ( J o a n . 9, 32): nunca fue oido que » y le dieron grande gloria, e lcual quiso
abriese uno los ojos de uno que nació » el mismo hacer tales cosas, para q u e
ciego; si este no fuese de Dios, no pu- » n o fuese absurdo, si é lmismo también
diera hacer cosa alguna. 2. P o r e l m o d oa
» n o hiciera l o que había h e c h o por ellos.
de h a c e r l o s m i l a g r o s , e s t o e s , p o r q u e » M a s n o obstante debió hacer algo pro-
los h a c í a c o m o p o r p r o p i a p o t e s t a d , » pió como nacer d e una virgen, resuci-
pero n o o r a n d o c o m o o t r o s : p o r e s t o s e » tar d e entre los m u e r t o s y subir al cielo.
dice ( L u c . 6, 19), que salía de él virtud » S i uno encuentra que esto e s poco para
y sanaba á todos: p o r l o q u e s e m a n i f i e s t a » u n Dios, ignoro que más se puede de-
c o m o d i c e S a n C i r i l o ( T h e s a u r . 1. 12, » sear. ¿ P o r ventura h e c h o h o m b r e debió
c. 14) € q u e n o r e c i b í a p o d e r a j e n o , s i n o » hacer otro m u n d o , para que creyéramos
i que siendo D i o s p o r n a t u r a l e z a , m a n i - » que el hizo el mundo actual? Pero n i
í festaba e l s u y o propio sobre los enfer- » m a y o r m u n d o n i igual á éste podría ser
»mos, y p o resto hacía innumerables » hecho e n este mundo. Y si e l hubiera
Í milagros ». P o r esta r a z ó n , sobre aque- » h e c h o otro menor ¿no s e diría a ú n que
llo ( M a t t h . 8): ejiciebat spiritus verbo, et » esto sería poca cosa para u n D i o s ? » S i n
omnes malé habentes curavit, d i c e e l C r i - embargo l o que otros h a n h e c h o , Cristo
s ó s t o m o ( h o m i l . 28 i n M a t t h . ) : « o b s e r v a lo h a hecho de una manera mas escelente.
» cuan g r a n d e e s l a m u l t i t u d d e h o m b r e s P o r l o c u a l s o b r e a q u e l l o ( J o a n 15: si
»curados q u e l o s evangelistas indican, opera non fecissem in eis quce nemo alius
» sin c o n t a r c a d a c u r a c i ó n p o r s e p a r a d o , fecit, e t c . ) , d i c e S a n A g u s t í n ( t r a c t . 91):
í sino a b r a z a n d o e n u n a s o l a p a l a b r a u n «. n i n g u n a s e n l a s o b r a s d e C r i s t o p a r e c e n
» océano indecible d e m i l a g r o s » . P o r esto » ser m a y o r e s que l a resurrección d e l o s
se m a n i f e s t a b a q u e t e n í a v i r t u d c o i g u a l » m u e r t o s , cosa q u e sabemos haberlo
á D i o s P a d r e , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n 5,19): » hecho también l o s profetas antiguos.
todo lo que el Padre hace, lo hace también » Sin embargo hizo Cristo algunas cosas
igualmente el Hijo; y e n e l m i s m o l u g a r : » que ningún otro hizo. P e r o s enos con-
así como el Padre resucita los muertos y » testa que otros también hicieron cosas
les da vida, así el Hijo del hombre da vida » que ni e l mismo n i otro h a hecho. M a s
á los que quiere. 3. P o r l a m i s m a d o c t r i -
a
» n o se l e e q u eninguno d e los antiguos
na c o n q u e s e d e c í a D i o s , l a c u a l , s i n o » haya curado una multitud tan conside-
hubiese sido v e r d a d e r a , n o h u b i e s e s i d o » rabie d e vicios, enfermedades y veja-
confirmada c o n l o s m i l a g r o s h e c h o s p o r » ciones con tanto poder ; porque para n o
v i r t u d d i v i n a ; y p o r e s t o s e d i c e ( M a r c . 1, » hablar d etodos l o s individuos q u e é l
27): ¿ qué nueva doctrina es esta, que » curó por s u s órdenes á medida que l o s
manda con imperio aun á los mismos es- » encontraba, S a nMarcos dice que por
píritus inmundos y le obedecen ? » todas partes donde entraba, aldeas, v i -
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s t a » lias, ciudades, ponían á los enfermos e n
era l a o b j e c i ó n d e l o s g e n t i l e s . P o r l o c u a l » las plazas, y l e pedían tocar l a orla d e
dice S a n A g u s t í n ( i n e p i s t . a d V o l u s i a - » sus vestiduras y que cuantos le tocaban,
n u m 137, a l i a s 3) : « n o h a y n a d a p a r e - » sanaban. N i n g u n o otro hizo estas cosas
»cido, dicen, q u es e a proporcionado á » é n ellos. A s í pues debe entenderse que
sana majestad tan grande; puesto q u e » dice e n ellos, n o entre ellos, ó delante
» aquella purificación h o r r e n d a c o n l a q u e » d e ellos, sino rectamente e nellos, pues-
» ahuyentaba los demonios, las curaciones » t o q u elos sanó. S i n embargo ningún
» de los d é b i l e s , l o s m u e r t o s r e s u c i t a d o s » otro hizo e n ellos obras parecidas; por-
»son poca cosa para u n D i o s sobre todo » que todo otro hombre que hizo alguna
»si se considera q u e otros h a n h e c h o » de ellas, l ahizo por l a cooperación de él
» otro t a n t o » . Y á e s t o r e s p o n d e d i c h o » mismo ; pero é l n o hizo esto c o n l a
d o c t o r : <t c o n f e s a m o s t a m b i é n n o s o t r o s » c o o p e r a c i ó n d e o t r o s (1) ».
* que los p r o f e t a s h i c i e r o n ciertas c o s a s A l 2.°, q u e S a n A g u s t í n ( t r a c t . 72),
(1) Si bien algunos de los milagros que Jesucristo hizo pu- ficaron del mismo modo que el mismo Cristo los verificó. La de-
nieron en cierto sentido ser hechos por otros, nunca se veri- mostración que puede hacerse de ser uno Dios, no consiste
500 CUESTIÓN XLIII.—ARTÍCULO IV.

al esplicar aquel pasaje de S a n J u a n pre- B hacer de un hombre impío un hombre


g u n t a , cuales son esas obras m a y o r e s que » j u s t o ? l o c u a l e n v e r d a d o b r ó C r i s t o en
deben hacer los que creen en él. « ¿Es » el h o m b r e , pero no sin él. Considero
» por ventura que'su sombra curaba t a m - B esta obra como mucho mayor q u e la
» bien los enfermos su paso ? M a y o r mi- » creación del cielo y de la tierra; cmlum
» lagro p u e s es q u e c u r e l a sombra que B enim et térra transibunt; m i e n t r a s que
» la orla. Pero cuando Cristo hablaba B p e r m a n e c e r á l a s a l u d y j u s t i f i c a c i ó n de
» así r e c o m e n d a b a los efectos y las obras B l o s p r e d e s t i n a d o s . E n e l c i e l o l o s ánge-
B de sus palabras. E n efecto cuando dijo : B l e s s o n l a s o b r a s d e C r i s t o . P e r o e l que
» Pater in me manens ipse facit opera, B coopera c o n C r i s t o p a r a su justificación,
B ¿ dé qué obras.hablaba entonces, que de B ¿no hace alguna cosa más grande que
» las palabras que h a b l a b a ? E l fruto de Juzgue quien pueda, si es
» estas o b r a s ?
» estas m i s m a s p a l a b r a s e r a l a fe de ellos. B mayor cosa crear justos que justificar
» Así cuando sus discípulos evangeliza- limpios. S e g u r a m e n t e , s i d e p a r t e de
» ron no llevaron á l a fe u n n ú m e r o tan B a m b a s c o s a s l a p o t e n c i a e s i g u a l , esto
» poco considerable como ellos e r a n , sino B último supone u n a m i s e r i c o r d i a mayor.
» h a s t a n a c i o n e s enteras » (quse seg. hab. B Por otra parte no estamos obligados á
trac. 72). « E l rico aquel que le pidió B c r e e r q u e s e t r a t a d e t o d a s l a s o b r a s de
» consejo p a r a conseguir la vida eterna B C r i s t o , c u a n d o d i c e : majora horumfa-
» ¿ n o se fue e n s e g u i d a lleno de t r i s t e z a ? B ciet, p u e s q u i z á h a b l ó d e l a s q u e en
» Y sin -embargo lo que u n solo h o m b r e B aquel instante hacía. P e r o é l pronun-
» n o h i z o , después de h a b e r l e oido una B c i a b a entonces p a l a b r a s de fe. Y cierta-
Bmultitud, lo hizo cuando habló por B m e n t e e s u n a c o s a m e n o r p r e d i c a r las
B medio de sus discípulos. H e ahí como » palabras de j u s t i c i a , lo cual hizo sin
» obró prodigios mayores, cuando pre- B n o s o t r o s , q u e j u s t i f i c a r á l o s i m p í o s , lo
» dicó por los que creían en él, que B cual hizo en nosotros de manera que
B cuando h a b l ó á los que le escuchaban. B n o s o t r o s l o h a g a m o s t a m b i é n B.
B A l menos h a y aun u n a cosa que llama A l 3.° q u e , c u a n d o u n a o b r a p a r t i c u l a r
» l a a t e n c i ó n , c u a l es l a d e h a b e r hecho e s p r o p i a d e a l g ú n a g e n t e , e n t o n c e s por
B sus mayores milagros por medio de los e s a o b r a p a r t i c u l a r se p r u e b a t o d a l a vir-
B Apóstoles. P e r o no solamente h a b l a de t u d d e l a g e n t e ; c o m o s i e n d o p r o p i o del
B e l l o s c u a n d o d i c e : qui credit in me, hombre el raciocinar, se demuestra ser
B opera quoz ego fació et ipsefaciet. Luego a l g ú n h o m b r e , p o r l o m i s m o q u e raciocina
B o y e , y entiende : el que cree en m í , las sobre u n a proposición particular. D e la
B obras que y o hago las hará el mismo m i s m a m a n e r a t a m b i é n , p u e s t o q u e hacer
B también. Primeramente las hago yo ; m i l a g r o s p o r p r o p i a v i r t u d p e r t e n e c e sólo
B después las hará él mismo también, á D i o s , s u f i c i e n t e m e n t e se h a demostrado
B puesto que las h a g o , para que las h a g a , q u e C r i s t o es D i o s p o r c u a l q u i e r milagro
» ¿qué obras sino las que consisten en que hizo por propia virtud.

propiamente en hacer milagros entre las criaturas, que es de lente con que se verifican por el que los hace, y cuya cscelen-
lo que se trata, sino más principalmente en el modo de hacerlos, cia brilla en el hecho de haber él mismo nacido de una Virgen,
es decir, potestativamente, y , ademas, de cierta manera esce- resucitado de entre los muertos y subido á los cielos.
CUESTIÓN XLIY.

De cada una de las especies de milagros.

Trataremos de cada una de las especies de milagros ; y 1.° De los milagros que hizo con relación á
las sustancias espirituales; 2.° De los milagros que hizo con relación á los cuerpos celestes. 3.° De los
que hizo con relación á los hombres. 4.° De los que hizo con relación á las criaturas irracionales.

ARTÍCULO I. — * i - o s m i l a g r o » banza no es bien vista en la boca del pe-


hechos
cador, como se dice (Eccli. 15, 9 ) ; por
por Cristo c o n r e l a c i ó n á l a s s u s t a n c i a s e s p i -
rituales f u e r o n c o n v e n i e n t e s ? esta razón según también se dice (Marc.
1), y ( L u c . 4 ) ( 1 ) , no dejaba que el
l.° Parece que los milagros que Cristo demonio dijera las cosas que pertenecían
hizo acerca de las sustancias espirituales, á su gloria. L u e g o parece que no fué
no fueron convenientes; porque entre las conveniente que hiciese algunos milagros
sustancias espirituales l o s ángeles santos con relación á los demonios.
pueden mucho sobre los demonios : puesto 4.° L o s milagros hechos por Cristo se
que, como dice San Agustiu (De Trinit. ordenan á la salud de los hombres ; pero
1. 3, c. 6), « e l espíritu de la vida racio- algunos demonios fueron arrojados de los
»nal, desertor y pecador, es regido por hombres con detrimento de estos, unas ve-
)) el espíritu de la vida racional, piadoso ces corporal, como se dice (Marc. 9, 25)
D y justo». Pero no se lee que Cristo hi- que el demonio al precepto de Cristo,
ciese milagros con relación á los ángeles dando grandes alaridos y maltratando
buenos. Luego tampoco debió hacerlos mucho al hombre, salió de él y quedó co-
acerca de los demonios. mo muerto de manera que muchos decían:
2.° Los milagros de Cristo se ordena- muerto está; otras también con daflo de
ban á manifestar su divinidad: y l a divi- las cosas, como cuando á petición de los
nidad de Cristo no debía ser manifestada demonios él los envió á una piara de puer-
á los demonios, puesto que por medio de cos, á los que precipitaron en el mar; por
esto se hubiera impedido el misterio de lo que los ciudadanos de aquella región
su pasión según aquello ( i . Cor. 2 , 8 ) : le rogaron que se alejase de sus confines,
si le hubieran conocido, nunca hubieran como se lee (Matth. 8). L u e g o parece
crucificado al Señor de la gloria. L u e g o que hizo inconvenientemente tales mila-
lo debió hacer milagros respecto á los gros.
demonios. Por el contrario, se había predicho
3.° Los milagros de Cristo se ordena- por estas palabras del profeta (Zach. 13,
ban á la gloria de D i o s : por lo cual se 2), donde se dice, esterminaré de la tierra
dice (Matth. 9, 8 ) q u e al ver l a s turbas el espíritu impuro (2).
al paralítico curado por Cristo temieron Conclusión. Fue congruente que Jesu-
y loaron á Dios que dio tal potestad á los cristo librase á los obsesos de la tiranía
hombres. Pero no pertenece á los demo- del demonio en virtud de su divinidad.
nios glorificar á D i o s , puesto que la ala- Responderemos que los milagros que

(1) En este sentido, cuando el espíritu inmundo (Matth. 1, (2) Lo cual aplican San Cirilo y otros PP. á los pseudo-pro-
M) esclamaba : sé quien eres, sanio de Dios i Cristo le amenazó, fetas, que estaban influidos por el espíritu maligno.
diciendo : cdllate,
502 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULO I.

Cristo hizo fueron ciertos argumentos de que sabían que él era el Cristo P e r o e l
la fe, que él mismo enseñaba. P e r o debía c o n f e s a r q u e e r a é l e l H i j o d e D i o s , más
suceder que por la virtud de su divinidad e r a p o r s o s p e c h a q u e p o r c e r t e z a . D e lo
escluyese e l poder d elos demonios, d e c u a l d i c e B e d a ( s u p e r . L u c . c . 14, se-
los hombres q u e habían d e creer e n él, c u n d u m ejus o r d . ) « e t d a j m o n i a Filium
s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 12, 31) : ahora será D e i c o n f i t e b a n t u r . » Y c o m o d i c e después
lanzado fuera el príncipe de este mundo. ( i b i d . ) : s a b í a n q u e é l e r a e l C r i s t o , por-
Por lo tanto fue conveniente también que q u e a l v e r l e e l d i a b l o f a t i g a d o p o r el
entre otros milagros libertase á los p o - a y u n o , c r e y ó q u e era h o m b r e verdadero;
seídos de los demonios. m a s c o m o n o l e v e n c i ó p o r l a teutaciou,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a s í c o - d u d a b a s i sería e l H i j o d e D i o s . Mas
m o los hombres debían ser libertados por a h o r a p o r l a p o t e n c i a d e l o s m i l a g r o s en-
Cristo del poder de los demonios, d e l a t e n d i ó ó m á s b i e n s o s p e c h ó q u e f u e s e el
m i s m a manera debían por é l asociarse á H i j o d e D i o s . P o r eso p u e s aconsejó á
J o s á n g e l e s s e g ú n a q u e l l o ( C o l o s s . 2, 20): l o s j u d í o s c r u c i f i c a r l e , n o p o r q u e pensó
pacificando por la sangre de su cruz, q u e C r i s t o e r a e l H i j o d e D i o s , s i n o por-
tanto lo que está en el cielo como lo que q u e n o previo q u e s u m u e r t e s e r í a su
está en la tierra. P o r l o t a n t o , a c e r c a d e p r o p i a r u i n a : p u e s d e e s t e m i s t e r i o (2)
los ángeles n o convenía mostrar otros m i - o c u l t o d e s d e s i g l o s , d i c e e l A p ó s t o l (i,
lagros á los hombres sino e l que los á n - C o r . 2 ) : lo que no conoció ninguno de los
geles se apareciesen á los hombres; cosa príncipes de este siglo ; porque si le hu-
que tuvo lugar en su nacimiento, resu- bieran conocido, nunca hubieran crucifi-
rrección y ascensión. cado al Señor de la gloria.
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n A l 3.° q u e C r i s t o n o h i z o m i l a g r o s en
( D e c i v i t . D e i , 1. 9, c . 21), « C r i s t o s e l a e s p u l s i o n d e l o s d e m o n i o s p o r utilidad
» dio á conocer de los demonios, tanto d e ellos sino p o r u t i l i d a d d e l o s hombres,
» como quiso, pero quiso tanto como fue p a r a q u e e l l o s m i s m o s l e g l o r i f i c a s e n . Por
» p r e c i s o - ; y s e dio' á c o n o c e r á e l l o s n o l o t a n t o p r o h i b i ó l o s h a b l a r l o q u e perte-
» como á los santos ángeles, por l oque c í a á s u a l a b a n z a : 1.° p o r e l e j e m p l o ,
» constituye la vida eterna, sino por cier- p o r q u e c o m o d i c e S a n A t a n a s i o (implic.
» t o s efectos temporales d es u virtud». i n e p i s t . d e s y n o d o A n i m . e t S e l e u c . et
Primeramente a l ver que Cristo tenía C r i s o s t o m u s c o n c . 2 d e L a z . ) «reprimía
hambre después de haber ayunado, pen- » l a s p a l a b r a s d e l d i a b l o , a u n q u e dijera
saron q u e n o era el H i j o de Dios. P o r lo » v e r d a d , p a r a a c o s t u m b r a r n o s también
c u a l s o b r e a q u e l l o ( L u c . 4 ) : sifilius Dei » á n o c u i d a r n o s d e e l l o s , a u n q u e parezca
es e t c . , d i c e S a n A m b r o s i o : « ¿ q u é s i g - » q u e n o s d i c e n l a v e r d a d ; p u e s e s ilícito
» nifica esta m a n e r a d e espresarse, sino » q u e , t e n i e n d o n o s o t r o s l a s a g r a d a Es-
» que conocía que vendría e l Hijo d e » c r i t u r a , s e a m o s i n s t r u i d o s p o r e l dia-
» Dios, pero.que no juzgó que había ve- » b l o » ; p u e s e s t o e s p e l i g r o s o , porque
s n i d o a lver las flaquezas corporales»? l o s d e m o n i o s m e z c l a n f r e c u e n t e m e n t e lo
P e r o después, vistos los milagros(.1),con- v e r d a d e r o c o n l o f a l s o . 2.° p o r q u e ; como
jeturó por sospecha que é l era e l Hijo d i c e e l C r i s ó s t o m o ( i n C a t e n a S . Th.),
de Dios. P o r esta razón sobre aquello « n o c o n v e n í a q u e s e a p r o p i a r a n l a gloria
( M a r c . 1 ) : scio quod sis sanctus Dei, » d e l c a r g o a p o s t ó l i c o n i e s t a b a b i e n que
dice e l Crisóstomo (habetur i n Catena » p u b l i c a s e n e l m i s t e r i o d e C r i s t o c o n len-
S. Thomas e t i n lib. C . vet. e t novi » g u a e m p o n z o ñ a d a , p o r q u e l a alabanza
T e s t a m . q u a e s t . 66, i n t e r o p . A u g u s t i n i ) » e s d i s p l i c e n t e e n b o c a d e pecadores?.
q u e « n o t e n í a n o t i c i a c i e r t a y firme d e 3.° p o r q u e , c o m o d i c e B e d a ( L o e . sup.
» l a venida de D i o s , pero q u e sabía que c i t . e t . T e o p h . i n h u n c . l o e . ) : « n o quería
» é lmismo era el Cristo prometido en l a » e n c e n d e r p o r e s t o l a e n v i d i a d e l o s ju-
» l e y » ; por lo cual se dice ( L u c . 4 , 4 1 ) » d i o s . A s í m a n d a t a m b i é n á s u s mismos

(1J El mismo Santo (C. 47, a. 5) añade ; que veian en él ninguna de las potestades seculares, ninguno de los filósofo!
todas las señales que los profetas habían vaticinado. y ninguno dO los demonios, como esplica en otro lugar Santo
(2) O de esta sabiduría divina, escondida en el misterio, Tomás,
que no conoció alguno de los príncipes de este s i g l o , esto es,
CUESTIÓN X L I V . — ARTÍCULOS I Y II. 503

j Apóstoles q u e n o h a b l e n de é l , p a r a como dice S a n Dionisio ( D e div. n o m .


j> q u e , p r e d i c a d a l a m a j e s t a d d i v i n a n o 1. 4 , p . 4 , l e c t . 2 3 ) , « n o e s p r o p i o d e l a
»se difiera l a d i s p e n s a c i ó n d e s u p a s i ó n » . » Providencia divina corromper la n a t u -
A l 4.° q u e C r i s t o v e n í a e s p e c i a l m e n t e » r a l e z a , sino s a l v a r l a » . P e r o los cuerpos
á enseñar y á h a c e r m i l a g r o s p a r a u t i l i - celestes son por su n a t u r a l e z a incorrupti-
dad de l o s h o m b r e s , p r i n c i p a l m e n t e r e s - bles é i n a l t e r a b l e s , c o m o se p r u e b a ( D e
pecto á l a s a l u d d e l a l m a ; y p o r l o t a n t o coelo 1. 1 , t . 2 0 y s i g . ) . L u e g o n o f u e c o n -
permitió á l o s d e m o n i o s , á q u i e n e s e s p u l - veniente que Cristo hiciera alguna m u t a -
saba q u e o c a s i o n a r a n a l g ú n d a ñ o á l o s ción resjoecto a l o r d e n d e los c u e r p o s
hombres e n s u c u e r p o ó e n l a s c o s a s p r o - celestes.
pias p o r c a u s a d e l a s a l v a c i ó n d e s u a l m a , 2.° E l m o v i m i e n t o d e l o s c u e r p o s c e -
es decir, p a r a i n s t r u c c i ó n d e l o s h o m b r e s . lestes indica l a m a r c h a d e los tiempos,
De d o n d e d i c e S a n C r i s ó s t o m o ( S u p . s e g ú n a q u e l l o ( G e n e s . 1 , 1 4 ) : sean he-
M a t t h . h o m . 2 9 ) q u e C r i s t o ce p e r m i t i ó á chas lumbreras en el firmamento del
D los d e m o n i o s e n t r a r e n l o s p u e r c o s , n o Cielo y se pasen el dia y la noche y sean
i) como p e r s u a d i d o p o r l o s d e m o n i o s , s i n o •para señales, y tiempos y dias y años.
i> p r i m e r a m e n t e p a r a e n s e ñ a r n o s l a m a g - A s í pues al cambiar la m a r c h a de los
i) nitud d e l d a ñ o q u e n o s c a u s a n l o s d e - cuerpos celestes, se cambia la distinción
»momos q u e p o n e n l a z o s á l o s h o m b r e s ; y el o r d e n de los t i e m p o s . S i n e m b a r g o
2." p a r a q u e t o d o s s u p i e s e n e l p o r q u é n o n o se l e e q u e estos c a m b i o s h a y a n sido
)) se a t r e v e n á h a c e r n a d a s i n s u c o n s e n - p e r c i b i d o s p o r l o s a s t r ó l o g o s que contem-
»timiento ; 3.° p a r a m a n i f e s t a r n o s q u e plaban las estrellas y contaban los meses,
»hubieran h e c h o m á s m a l á los h o m b r e s como se dice ( I s . 4 7 , 1 3 ) . L u e g o p a r e c e
» que á l o s p u e r c o s si l a P r o v i d e n c i a d i - que no fue hecha por Cristo mutación
i) vina n o h u b i e r a v e n i d o e n s u a u x i l i o » . a l g u n a sobre el curso de los cuerpos c e -
Por e s t a s c a u s a s t a m b i é n c o n s i n t i ó q u e lestes.
aquel q u e e r a l i b e r t a d o d e l o s d e m o n i o s 3.° M a s c o m p e t í a á C r i s t o h a c e r m i l a -
fuese m á s g r a v e m e n t e a f l i g i d o e n t o n c e s , gros durante su vida y cuando predicaba,
de cuya aflicción l e l i b e r t ó s i n e m b a r g o que al m o r i r , y a p o r q u e , según dice el
inmediatamente. P o r esto t a m b i é n se A p ó s t o l ( i i . C o r . u l t . 4 ) , fue crucificado
manifiesta, c o m o d i c e B e d a ( i d h a b e t por enfermedad; mas vive por el poder de
Gregor. h o m . 2 i n E v a n g . ) q u e « f r e c u e n - Dios, s e g ú n e l c u a l h a c í a m i l a g r o s : y a
t e m e n t e , cuando nos esforzamos por t a m b i é n p u e s t o q u e sus m i l a g r o s confir-
» volver á D i o s d e s p u é s d e h a b e r p e c a d o , m a b a n s u d o c t r i n a . P e r o n o se l e e q u e
»nuestro a n t i g u o e n e m i g o n o s t i e n d e Cristo en su vida hiciese milagro alguno
)) nuevos l a z o s y n o s a t a c a m á s v i v a m e n - con relación á los cuerpos celestes, antes
)) te ; l o c u a l h a c e c o n é l fin d e q u e o d i e - bien pidiéndole los fariseos u n a señal d e l
» mos l a v i r t u d ó v e n g a r l a i n j u r i a d e s u cielo r e h u s ó d á r s e l a , c o m o se v e ( M a t t h .
Í expulsión » . T a m b i é n e l q u e f u e c u r a d o 12 y 1 6 ) . L u e g o parece que ni en la
quedó c o m o m u e r t o , c o m o d i c e S a n J e - m u e r t e debió hacer milagro alguno con
rónimo ( i n h u n c . l o e . M a r c i ) , p u e s t o q u e relación á los cuerpos celestes.
se dice d e l o s q u e h a n s i d o c u r a d o s P o r el contrario, dícese ( L u c . 2 3 ) :
(Coloss. 3 , 3 ) : estáis ya muertos y vues- toda la tierra se cubrió de tinieblas hasta
tra vida está escondida con Cristo en la hora de nona, y se oscureció el sol.
Dios. C o n c l u s i ó n . Fue oportuno que Jesu-
cristo no solo hiciese milagros acerca de
ARTÍCULO I I . — ¿ F u e r o n c o n v e n i e n t e - las criaturas inferiores, si que también
mente h e c h o s i o s m i l a g r o s p o r C r i s t o a c e r c a los ejecutase sobre los cuerpos celestes,
<Io los c u e r p o s c e l e s t e s ? (1) para de aquí comprobar más particular-
mente su divinidad.
1.° P a r e c e f u e r o n h e c h o s i n c o n v e n i e n - R e s p o n d e r e m o s q u e , como se h a di-
temente p o r C r i s t o l o s m i l a g r o s c o n r e - c h o ( C . 4 3 , a. 4 ) , l o s m i l a g r o s d e C r i s t o
lación á l o s c u e r p o s c e l e s t e s ; p o r q u e , d e b í a n ser t a l e s , q u e m a n i f e s t a s e n sufi-
cientemente q u e él e r a Dios. P e r o esto n o
(1) 0 cuando apareció la estrella en su nacimiento, ó cuando
'» tierra se cubrió de tinieblas en su muerte. se rñanifiesta t a n e v i d e n t e m e n t e p o r l a s
504 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO II.

transformaciones d elos cuerpos inferio- D i o n i s i o ( D e div. n o m . c. 4, L e c t . l ) ;

res, los cuales también pueden moverse p e r o s e d i c e h a b e r r e t r a í d o e l sol sus ra-


por otras causas, c o m o por l a transfor- y o s e n c u a n t o p o r l a v i r t u d d i v i n a se
mación del curso de los cuerpos celestes, h i z o q u e s u s r a y o s n o l l e g a s e n á l a tierra,
que Dios solo b a ordenado de una manera O r í g e n e s d i c e q u e e s t o s e v e r i f i c ó por la
inmutable ; y esto es lo que expresa S a n i n t e r p o s i c i ó n d e l a s n u b e s , y se espresa
D i o n i s i o ( i n epist. a d P o l y c a r p u m 7): a s í ( S u p e r . M a t t h . t r a c t . 32): « conviene
« es preciso conocer que nunca puede per- » e n t e n d e r q u e u n a m u l t i t u d d e nubes
» vertirse algo del movimiento y ordena- » m u y e s t e n s a s y e s p e s a s s e p u s i e r o n so-
» cion celeste, á n o mediar causa que » b r e J e r u s a l e m y l a J u d e a y r e s u l t ó ele
» mueva á bacer esto, cuya causa hace » e s t o u n a p r o f u n d a o b s c u r i d a d d e s d e la
» ejecutar todas las cosas y las m u d a se- » h o r a d e s e x t a h a s t a l a d e n o n a . Opino
» g u n s u p a l a b r a » . Por lo que fue con- » p u e s , q u e a s í c o m o l o s d e m á s milagros
veniente que Cristo hiciese también mi- » q u e t u v i e r o n l u g a r e n l a p a s i ó n , tales
lagros acerca de los cuerpos celestes. » c o m o el d e s g a r r a r s e el v e l o d e l templo,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a s í » e l t e m b l a r l a t i e r r a , s o l o se verificaron
c o m o es natural á los cuerpos inferiores »en J e r u s a l e n ; así t a m b i é n este».
ser movidos por los cuerpos celestes que O b i e n se p u e d e h a c e r e s t e n s i v o e s t e mi-
son superiores según e lorden de la natu- l a g r o á l a J u d e a p o r q u e se d i c e : obscu-
raleza, a s ítambién e s natural á toda recióse toda la tierra, l o c u a l s e entien-
criatura que sea transformada por D i o s d e d e l a t i e r r a d e l a J u d e a ; c o m o Ab-
según su voluntad. P o r esta razón dice d i a s dijo á E l i a s ( n i R e g . 1 8 , 10): vive
S a n A g u s t í n ( C o n t . F a u s t u m , 1. 26, c . 3, él Señor Dios tugo, que no hay gente ni
et babetur i n Gloss. ordin. R o m á n . 11, reino á donde no haga enviado mi Señor
s u p e r i l l u d : contra naturam insertus á buscarle, i n d i c a n d o p o r e s t o q u e le ha-
es e t c . ) : c< D i o s e l c r i a d o r y e l a u t o r d e b í a b u s c a d o e n l a s n a c i o n e s q u e están
» todas las naturalezas nada hace contra a l r e d e d o r d e l a J u d e a . P e r o a c e r c a de
» l a naturaleza, puesto que l o que é l e s t o d e b e c r e e r s e m á s b i e n á S a n Dioni-
» h a c e , es lo que constituye la naturale- sio q u e vio c o n l o s ojos d e l a fe q u e este
» za de cada cosa » ; y así la naturaleza p r o d i g i o h a b í a s u c e d i d o p o r l a interposi-
de los cuerpos celestes no s e corrompe c i ó n d e l a l u n a e n t r e l a t i e r r a y el sol;
cuando Dios cambia s ucurso; mas s e p u e s d i c e (in E p i s t . a d P o l y c a r p u m 7):
c o r r o m p e r í a , si f u e r a i n m u t a d a p o r a l g u - « s i n p e n s a r l o v e i a m o s i n t e r p o n e r s e la
na otra causa. » l u n a e n t r e el s o l y l a t i e r r a » , esto es,
A l 2.° q u e p o r e l m i l a g r o h e c h o p o r l o s q u e e s t á b a m o s e n E g i p t o , c o m o dice
Cristo no es trastornado e l orden de los ( i b i d . ) y d e s i g n a c u a t r o m i l a g r o s . El
tiempos, porque según algunos autores p r i m e r o e s q u e u n e c l i p s e n a t u r a l de sol
las tinieblas y la obscuridad del sol, que n o s u c e d e n u n c a , s i n o e n t i e m p o de la
acontecieron en la pasión de Cristo, fue c o n j u n c i ó n d e l s o l y d e l a l u n a . L a luna
p o r q u e el sol retrajo sus r a y o s , sin que e s t a b a e n t o n c e s e n o p o s i c i ó n r e s p e c t o al
hubiera habido por esto cambio alguno sol, p u e s q u e e s t a b a e n el decimoquin-
en el movimiento de los cuerpos celestes t o d i a , p o r q u e e r a e n t o n c e s l a pascua
que son l a medida del tiempo. P o r l o d e l o s j u d í o s . P o r e s t a r a z ó n d i c e : « uo
cual dice San Jerónimo (super Matth. y> e r a p u e s e l t i e m p o d e l a conjunción J>.
s u p . i l l u d c . 27 : á sexta autem hora): E l s e g u n d o m i l a g r o es q u e h a b i e n d o sido
« parece que e lastro m á s brillante retra- v i s t a á l a h o r a d e s e x t a (1) l a l u n a j u n -
» j o sus rayos, ó para n o ver a l Señor t a m e n t e c o n e l s o l e n m e d i o d e l cielo,
» pendiente de la cruz ó para que los im- a p a r e c i ó p o r l a t a r d e e n s u l u g a r , esto
» p i o s , que blasfemaban, no disfrutasen e s , e n e l o r i e n t e o p u e s t a a l s o l . P o r lo
» d e su luz ». P e r o este m o v i m i e n t o de q u e a ñ a d e : « l a h e m o s v i s t o d e nuevo a
r e t r a c c i ó n n o d e b e e n t e n d e r s e c o m o si el » l a h o r a d e n o n a , e s t o e s , l a l u n a , es
sol tuviera e ns um a n o l a facultad d e » d e c i r , e n e l m o m e n t o e n q u e l a s tinie-
emitir sus rayos ó retraerlos ; porque no » b l a s c e r r a r o n , s e s e p a r ó d e l sol y vino
los emite por su elección, sino por su na-
turaleza según el pensamiento d e San (1) Esto es, del mediodía.
CUESTNIO XLIV . — ARTÍCULO II. 505

»ponerse naturalmente enfrente d e este » por l a m i s m a parte del sol, sino por l a
» astro», esto e s , q u e estuviese diame- » diametralmente opuesta ». E l Crisós-
tralmente o p u e s t a a l sol (1). A s í e s e v i - tomo añade u n quinto milagro (sup.
dente q u e . e l c u r s o o r d i n a r i o d e l o s t i e m - M a t t h . h o m . 79) diciendo q u e « l a s t i -
pos n o s e a l t e r ó , p u e s t o q u e p o r l a v i r t u d » nieblas duraron tres horas, mientras
divina s e h i z o q u e l a l u n a s e a p r o x i m a s e » que u n eclipse d e s o l pasa e n u n m o -
sobrenaturalmente a l sol fuera d e l tiem- » mentó, porque n o dura mucho tiempo
po d e b i d o y q u e s e p a r á n d o s e d e l s o l s e » como saben aquellos que observaron ».
restituyese á s u propio l u g a r e n e l t i e m - P o r esto s e d a á entender q u e l a luna
po c o n v e n i e n t e . E l t e r c e r m i l a g r o e s q u e quedó inmóvil debajo d e l sol; á menos
el e c l i p s e n a t u r a l c o m i e n z a s i e m p r e p o l - que n o digamos q u ee ltiempo, q u e las
la p a r t e o c c i d e n t a l d e l s o l y l l e g a h a s t a tinieblas duraron, s e cuenta después d e l
la o r i e n t a l ; y e s t o e s a s í , p u e s t o q u e l a instante e n que e l sol comenzó á obscu-
luna s e g ú n s u m o v i m i e n t o p r o p i o , p o r e l recer hasta el e n que recobró completa-
que s e m u e v e d e o c c i d e n t e á o r i e n t e , e s mente s uclaridad. P e r o según dice Orí-
más r á p i d o q u e e l s o l e n e l s u y o ; y p o r genes (Super. M a t t h . ibid.) « contra esto
consiguiente l a l u n a viniendo d e occi- » dicen l o s hijos d e este siglo : ¿ c ó m o
dente a l c a n z a a l s o l y l e p a s a d i r i g i é n - » ninguno d e los Griegos ó Bárbaros e s -
dose a l o r i e n t e . P e r o e n t o n c e s l a l u n a » cribió este h e c h o t a n admirable ? » y
ya h a b í a p a s a d o a l s o l y d i s t a b a d e é l d i c e q u e c i e r t o l l a m a d o P h l e g o n (3) e s -
un s e m i c í r c u l o , c o m o e s t a n d o e n o p o s i - cribió e ns u s crónicas q u e esto sucedió
ción ; p o r l o c u a l f u e p r e c i s o q u e v o l v i e - bajo el principado d e Tiberio César, pero
se hacia e l o r i e n t e p o r e l l a d o d e l s o l y no indicó que esto tuviera lugar e n ple-
que t o c a s e á é l m i s m o p r i m e r a m e n t e p o r nilunio. L u e g o pudo suceder que todos
su p a r t e o r i e n t a l , m a r c h a n d o d e s p u é s los astrólogos, que existieron entonces,
hacia e l o c c i d e n t e . Y e s t o e s l o q u e d i c e : no s e cuidaron d e observar este eclipse,
« vimos t a m b i é n c o m e n z a r e l eclipse p o r porque n o e r a el tiempo d e observarlo;
i> e l o r i e n t e , e s t e n d e r s e h a s t a l a e s t r e m i - y creyeron que aquella obscuridad suce-
» d a d d e l d i s c o d e l s o l , (2) p u e s t o q u e día p o r alguna cosa q u epasaba e n e l
)) el s o l s e e c l i p s ó t o t a l m e n t e ) , y d e s p u é s aire. M a s en E g i p t o , d o n d e rara v e z apa-
» retroceder » . E l cuarto milagro fue q u e recen nubes á causa d e l a serenidad del
en e l e c l i p s e n a t u r a l e l s o l c o m i e n z a á aire, llamó l a atención d e S a n Dionisio
reaparecer p r i m e r o p o r l a p a r t e m i s m a y sus compañeros al observar l o que he-
que p r i m e r o c o m e n z ó á o b s c u r e c e r s e , e s mos descrito acerca d e aquella obscu-
decir, p o r q u e l a l u n a a l l l e g a r b a j o d e l ridad.
sol l e p a s a hacia e l o r i e n t e p o r s u m o v i - A l 3.° q u e C r i s t o d e b í a m o s t r a r s u d i -
miento n a t u r a l y a s í d e j a p r i m e r o t a m - vinidad principalmente p o rmilagros e n
bién l a p a r t e o c c i d e n t a l d e l s o l q u e p r i - el m o m e n t o e n q u e a p a r e c í a mejor e n é l
mero o c u p a . P e r o e n t o n c e s , v o l v i e n d o l a la debilidad según l anaturaleza humana:
luna m i l a g r o s a m e n t e d e o r i e n t e á o c c i - y por esto e ne l nacimiento d e Cristo
dente, no s efue m á s allá del sol para e s - apareció e n e l cielo una n u e v a estrella.
tar m á s o c c i d e n t a l q u e é l ; s i n o d e s p u é s D e donde dice S a n M á x i m o ( i n serm.
que^ l l e g ó a l t é r m i n o d e l s o l , s e v o l v i ó JSTativit. 4 ) : « s i d e s p r e c i a s e l p e s e b r e ,
hacia e l o r i e n t e , y p o r t a n t o l a p a r t e d e » eleva u n poco los ojos y v e e n e l cielo
sol q u e o c u p ó ú l t i m a m e n t e , l a a b a n d o n a » una estrella n u e v a , que indica al m u n -
también primero ; y a s í p o r l a parte » d o el nacimiento d e l Salvador ».M a s
oriental c o m e n z ó e l e c l i p s e ; p e r o c o m e n - en l a pasión apareció mayor la debilidad
zó p r i m e r o á a p a r e c e r l a c l a r i d a d e n l a acerca d e la humanidad d e Cristo, y por
parte o c c i d e n t a l . Y e s t o e s l o q u e d i c e : esto fue preciso que s e manifestasen m a -
<f h e m o s v i s t o p o r s e g u n d a v e z e l d e c r e - yores milagros acerca d e l o s principa-
» cimiento y l a reaparición d e l a luz n o les astros, q u e iluminan a l mundo. Y

(1) Se dice oposición diametral, cuando una cosa so opone á (3) De este eclipse, verificado en la pasión del Señor y sobro
otra directamente. sus resultados, V. lo que dice Bossuet en su Discurso sobre la
(-) 0 hasta la estremidad solar ; puesto que dicha estremi- historia universal (pág. ,99, edic. de Versalles).
dad es la terminación de la luz del sol.
506 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULOS II Y III.

como dice el Crisóstomo (Super. Matth. tan la una de la otra. Pero la enferme-
hom. 8 9 ) «. este es el signo que prometía dad del cuerpo no es causada siempre del
» dar á los que se lo pedían, diciendo. pecado, como se ve por aquello que dijo
» E s t a generación depravada y adúltera el Señor (Joan 9 , 3) : ni este pecó ni sus
» reclama un signo y no la será dado, padres, para haber nacido ciego. Luego
» sino el signo del profeta J o n á s , indi- no fue preciso que perdonase los pecados
» cando la cruz y la resurrecion y>, ade- á los hombres que buscaban su curación
más « -es mucho más admirable que se corporal, como se lee que hizo con el pa-
» hiciese esto por el que estaba y a Orud- ralítico (1) ( M a t t h : 9 ) , sobre todo por-
is ficado, que cuando andaba por la que siendo menos la curación corporal
»tierra ». que el perdón de los pecados, no parece
ser argumento suficiente que pueda per-
A R T Í C U L O III. — ¿Obró Cristo c o n v e - donar los pecados.
nientemente milagros con relación á los hom- 4.° L o s milagros de Cristo fueron he-
bres? chos para confirmar su doctrina y dar
testimonio de su divinidad, como se ha
l.° Parece que inconvenientemente dicho ( C . 4 3 , a. 4). Pero ninguno debe
obró Cristo milagros con relación á los impedir el fin de su obra. L u e g o parece
hombres ; porque en el hombre es m e j o r que Cristo no obró convenientemente al
el alma que el cuerpo : y Cristo hizo mu- mandar á algunos de los que él había cu-
chos milagros acerca de los cuerpos, y rado milagrosamente, que no lo dijeran
no se lee que hiciera alguno acerca de á nadie, como se vé (Matth. 9 y Mace,
las almas ; porque ni convirtió á algunos 8 ) , sobre todo puesto que mandó á otros
incrédulos á la fe por su virtud, sino amo- publicar los milagros que él había hecho
nestando y manifestando los milagros en su favor, como se lee que dijo al que
exteriores ; ni que hiciese sabios á algu- libertó de los demonios (Marc. 5, 19):
nos fatuos. L u e g o parece que no obró vete á tu casa á los tuyos y cuéntales
convenientemente milagros con relación cuan grandes cosas hizo el Señor contigo,
á los hombres. Por el contrario, dícese (Marc. 7,37):
2° Como se ha dicho ( C . 4 3 , a. 2), bien lo ha hecho todo ; á los sordos ha
Cristo hacía milagros por la virtud divi- hecho oir y á los mudos hablar.
na, de la que es propio obrar súbita y per- Conclusión. A fin de manifestarse
fectamente sin la ayuda de alguien. Pero Cristo Dios Salvador de todos los hom-
Cristo no siempre curó súbitamente á los bres, convino que hiciese milagros entre
hombres respecto al cuerpo, pues se dice ellos.
(Marc. 8 , 23) q u e , tomando al ciego por R e s p o n d e r e m o s , que los medios deben
la mano lo sacó fuera de la aldea, y es- ser proporcionados al fin ; porque Cristo
cupiéndole en los ojos, y poniendo las pia- había venido al mundo y enseñaba para
nos encima, le preguntó si veía algo, y hacer salvos á los hombres, según aque-
él alzando los ojos, dijo : veo los hombres llo ( J o a n 3 , 17) : no envió Dios su Hijo
como árboles que andan. Y le puso otra al mundo, para juzgar al mundo, sino
vez las manos sobre los ojos, y comenzó á para que el mundo se salve por él. Por
ver, y fue sano de modo que veía clara- lo tanto fue conveniente que Cristo, cu-
mente todas las cosas. A s í es evidente rando particularmente á los hombres por
que no le curó súbitamente, sino que sus milagros, mostrase que él era el Sal-
primero lo curó imperfectamente y por vador universal y espiritual de ellos (2).
medio de su saliva. L u e g o parece que no A l argumento 1.° diremos que los me-
hizo convenientemente milagros con r e - dios se distinguen del fin mismo. Pero los
lación á los hombres. milagros hechos por Cristo se ordenaban
3.° N o conviene que se destruyan si- como á su fin á la salud de la parte ra-
multáneamente las cosas, que no resul- cional, que consiste en la luz de la sabi-
do las almas, como sucedió esto último infundiendo la sabidu-
(1) Conocido es el modo con que Jesucristo verificó este ría divina en sus discípulos. De donde resulta que es falso lo
hecho diciéndole : confia , hijo , se te perdonan los pecados Lo
que se dice e n el primer argumento sobre que Jesucristo no
mismo puede verse en San Marcos c. 2 , y San Lúeas c. 5.
(2) Los milagros que Jesucristo hacía acerca délos hombres hizo milagro alguno en las almas, y sí solo en los cuerpos.
versaban, no solo sobre la salud de los cuerpos, si qlie también
C U E S T I Ó N X L I V . — ARTÍCULO III. 50*7

daría y en l a justificación de los hom- tes et ementes, e t c . , s e u s u p i l l u d " : prin-


bres, d e c u y a s cosas la primera presu- cipes sacerdotum, e t c . ) , d i c e e l m i s m o
pone l a segunda ; puesto que, como se doctor : « entre todos los prodigios que
1, 4) : en alma maligna no
dice ( S a p . 2> h i z o e l S e ñ o r , ninguno parece ser más
entrará la sabiduría, ni morará en cuer- T> a d m i r a b l e q u e e l v e r que u n hombre,
po sometido á pecados. P e r o n o c o n v e n í a » en aquel entonces despreciado, pudiere
justificar á los h o m b r e s s i n o queriéndolo » con un simple látigo echar á una m u l -
ellos ; p u e s e s t o s e r í a y a c o n t r a l a r a z ó n » t i t u d tan g r a n d e ; porque de sus ojos
de l a j u s t i c i a q u e i m p o r t a l a rectitud de » salían rayos de fuego y de luz y la
la v o l u n t a d , y a t a m b i é n c o n t r a l a razón » majestad de l a divinidad brillaba en su
de l a naturaleza humana que debe ser » rostro ». Orígenes dice (sup. J o a n . T.
conducida a l b i e n p o r el libre albedrío y 2, secundum ejus ordinem) que «este
no p o r c o a c c i ó n . L u e g o C r i s t o justificó » milagro era m a y o r que aquel por el que
interiormente á los h o m b r e s p o r l a v i r t u d » convirtió el agua en v i n o x> ; porque
divina, pero no contra la voluntad de x> e n e s t e s e t r a t a b a d e u n a materia in-
ellos; y este efecto no pertenece á los í> a n i m a d a ; mientras que en aquel era
m i l a g r o s s i n o a l fin d e e l l o s . D e l a misma » preciso domar el genio de m u c h o s mi-
manera también por su virtud divina, »les de h o m b r e s i>. Y sobre aquello
infundió l a s a b i d u r í a d i v i n a e n s u s discí- (Joan 18): abierunt retrorsim, et acide-
pulos, q u e e r a n s e n c i l l o s ; p o r e s t a r a z ó n runt in terram, d i c e S a n A g u s t í n ( t r a c t .
les d i c e el Señor ( L u c . 21, 15): y yo 112 in J o a n ) : « u n a sola voz h i r i ó , ar-
os daré boca y saber, al que no podrán » rojo y anonadó sin a r m a a l g u n a , auna
resistir ni contradecir todos vuestros ad- » i n m e n s a m u l t i t u d feroz por sus odios y
versarios, l o c u a l r e s p e c t o á l a i l u m i n a - » t e r r i b l e p o r sus a r m a s ; p o r q u e D i o s se
ción i n t e r i o r , n o se c u e n t a e n t r e los mi- » ocultaba bajo l a carne ». A lo mismo
lagros v i s i b l e s , s i n o s ó l o r e s p e c t o a l a c t o pertenece lo que se dice ( L u c . 4, 30)
esterior ; e s t o es, en cuanto veían las q u e Jesús, pasando por medio de ellos,
gentes q u e h o m b r e s , q u e h a b í a n s i d o i g - se fue, por lo que dice el Crisóstomo
norantes y s e n c i l l o s , h a b l a b a n c o n tanta ( h o m . 47 i n J o a n ) que « al estar en m e -
sabiduría y acierto, Por esto se dice » dio de los que le p o n í a n asechanzas sin
( A c t . 4, 13) : losjudíos viendo la firmeza » dejarse coger en ellas, demostraba la
de Pedro y de Juan, entendiendo que » eminencia de su divinidad » ; y lo que
eran hombres sin letras é idiotas ( 1 ) , se 8, 59): Jesús se escondió y
se d i c e ( J o a n
maravillaban. E s t o n o o b s t a n t e , a u n q u e salió del templo, l o i n t e r p r e t a T e o f i l a c t o
estos e f e c t o s e s p i r i t u a l e s s e d i s t i n g u e n d e d i c i e n d o : « n o se o c u l t ó e n u n r i n c ó n d e l
los m i l a g r o s v i s i b l e s , s o n a l m e n o s t e s t i - » t e m p l o , c o m o si t u v i e s e m i e d o , ó c o m o
monios d e l a d o c t r i n a y v i r t u d d e Cristo » si se hubiese puesto al abrigo de un
2 , 4 ) : confirmán-
según a q u e l l o ( H e b . x> m u r o ó c o l u m n a , sino que haciéndose
dola al mismo tiempo Dios con señales y » invisible á los que le tendían lazos, por
con maravillas y con virtudes diversas, y » p o d e r d i v i n o s a l i ó p o r m e d i o d e e l l o s x>.
con dones del Espíritu Santo. S i n e m - D e t o d o l o q u e se v e q u e C r i s t o cuando
bargo a c e r c a d e l a s a l m a s d e l o s h o m b r e s quiso obró por virtud divina en las almas
Cristo h i z o a l g u n o s m i l a g r o s , s o b r e t o d o de los h o m b r e s , n o solo justificándolas é
al o b r a r sobre sus potencias inferiores. infundiendo en ellas la sabiduría, (lo
De donde dice S a n J e r ó n i m o ( s u p . i l l u d cual pertenece al fin de los milagros),
Matth. 9: surgens secutus es eum, s e u sino también atrayéndolas esteriormente
sup. i l l u d : cum transiret, vidit homi- ó atemorizándolas ó asombrándolas, lo
nem, etc.): « e l resplandor mismo y la c u a l pertenece á los milagros mismos.
» majestad de l a Divinidad oculta, que A l 2.° que Cristo había venido á sal-
»brillaba también sobre su rostro de var al m u n d o no solo por su virtud di-
» hombre p o d í a a t r a e r á sí p o r l a primera v i n a , sino por el misterio de su encarna-
»mirada á los q u e le v e í a n ». Y (sup. ción. P o r lo tanto frecuentemente en l a
ülud M a t t h . 2 1 : ejiciebat omnes venden- curación de los enfermos usaba no solo
del poder divino, curando como por im-
0 ) Idiotas ó rudos ó simples ó iliteratos. perio, sino t a m b i é n aplicando algo perte-
5Ó8 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULO III.

neciente á la humanidad del mismo. P o r B la ceguedad humana, la cual vuelve di-


esta razón sobre aquello ( L u c . 4 ) : si?i- B fícilmente y como por grados á la luz,
gulis manus imponens, curabat omnes, B y para indicarnos su gracia por la que
dice San Cirilo (lib. 4 in J o a n , sup illud B ayuda á cada uno de los aumentos de
Joan 6 : nisi manducaveritis carnem, et- B la perfección B .
cétera, el habetur in Cat. S. Thom sup. A l 3.° que, como se ha dicho (C. 4 3 ,
L u c . ) : « a u n q u e Dios hubiera podido a. 2), Cristo hacía milagros por la virtud
B curar con su palabra todas las enfer- divina, y las obras de Dios so?i perfectas,
B medades, sin embargo tocó á los en- como se dice (Deuter. 32, 4). Y como
» fermos, manifestando la eficacia de su nada es perfecto, si no consigue el fin, y
B propia carne para curarlos B . También el fin de la curación esterior hecha por
el Crisóstomo apropósito de estas pala- Cristo es la curación del alma, por eso
bras (Marc. 8 ) : expuens in oculos ejus, no convenía á Cristo curar el cuerpo de
impositis manibus, etc. dice (id habet alguien, sin curar su alma. Por lo que
Víctor Antiochenus in hunc loe.) : « puso sobre aquello ( J o a n 7 : totum hominem
B saliva sobre los ojos del ciego y le im- sa?ium fecit in sabbatto, dice San Agus-
B puso las manos queriendo manifestar tín (tract. 30 in J o a n . ) , que « fue cu-
» que la palabra de Dios unida á la ac- B rado, para que sanase en cuerpo, y
» cion produce milagros; porque la mano B creyó , para que fuese sano en alma».
B es ostensiva de la operación y la saliva E l Señor dice muy particularmente al
» de la palabra que sale de la boca B . paralítico : tus pecados te son perdona-
También sobre aquello (Joan. 9) : fecit dos, porque, como espresa San Jeró-
lutum ex sputo et linivit lutum supe?- ocu- nimo ( S u p . Matth. sup illud c. 9 : qui
los cceci, dice San Agustín (Tract. 44, est faciliús dicere) : « por esto nos da á
in J o a n . ) : « h i z o con su saliva barro, B entender que muchas veces nuestras
B porque el Verbo se hizo carne B . O B debilidades ó males provienen de los
también para significar que él mismo era B pecados ; y por esto los pecados son
el que de un pedazo de tierra había for- B perdonados primero, para que, quitadas
mado al hombre como dice el Crisóstomo » las causas de la debilidad, sea resti-
(hom. 55, in Joan). D e b e empero consi- B tuida la salud ». E n su consecuencia se
derarse con relación á los milagros de dice (Joan. 5, 1 4 ) : no quieras pecar
Cristo'que comunmente hacía obras per- más, porque ?io te acontezca alguna cosa
fectísimas. P o r lo que sobre aquello peor., lo cual el Crisóstomo (hom. 3 7 in
(Joan. 2) : om?iis homo p?-imúm bonum J o a n ) lo interpreta así, aprendemos por
vinum ponit, dice el Crisóstomo (hom. esto que su enfermedad provenía « de los
2 1 , in J o a n . ) : « t a l e s son los milagros B pecados B . Mas aunque, como observa
B de Cristo, que son más bellos y más el mismo doctor (sup. illud Matth. hom.
» útiles que las obras producidas por la 30), cuanto mejor es el alma que el cuer-
» naturaleza B . Asimismo confería ins- po , tanto mayor cosa es perdonar el pe-
tantáneamente la salud perfecta á los cado que sanar el cuerpo ; sin embargo,
enfermos; por lo cual sobre aquello como lo primero no es manifiesto, el Se-
(Matth. 8) : et surrexit, et ministrabat ñor hace lo menor, que es más manifies-
illis, dice San Jerónimo (seu sup. illud: t o , para demostrar lo mayor y no mani-
cum venisset Jesús): « l a salud que el fiesto.
B Señor d á , la da entera simultáneamente A l 4.° que sobre aquello (Matth. 9:
B ( ó toda á la v e z ) B . L O contrario tuvo videte, ne quis sciat, dice el Crisóstomo
lugar especialmente en aquel ciego á (hom. 13 in Matth) : « l o que el Señor
causa de su infidelidad (1) como dice el B dice á uno en esta circunstancia no es
Crisóstomo (innuitur hom. 9 in Matth.). B contrario á lo que dice á otro » : « ve y
O según Beda (c. 34 in Marc.):' « al que B anuncia la gloria de Dios » ; porque nos
D con una palabra podía curar instantá- enseña á evitar que nos alaben los que lo
B neamente por completo, lo cura poco á hacen por nosotros mismos ; mientras que,
B p o c o , para manifestar la magnitud de cuando su glorificación se refiere á Dios,
no debemos prohibirla, sino más bien in-
(1) E r decir, por su fe imperfecta. ducir para que esto se haga.
CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULO IV. 509

ARTÍCULO I V . — ¿Hizo conveniente- que Cristo hiciese milagros para de este


mente C r i s t o m i l a g r o s r e s p e c t o d e l a s c r i a t u - modo haeer ostentación de su divinidad
ras i r r a c i o n a l e s ? á la que están sujetas todas las cosas (2).
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i -
l.° Parece que Cristo hizo inconve- c h o ( a . 3), los m i l a g r o s de C r i s t o se or-
nientemente m i l a g r o s a c e r c a d e l a s cria- denaban á hacer conocer en él l a virtud
turas i r r a c i o n a l e s ; p o r q u e l o s b r u t o s son de la divinidad para la salvación del gé-
animales más nobles que las plantas. nero humano; y pertenece á la virtud
Pero C r i s t o h i z o a l g ú n m i l a g r o respecto de l a d i v i n i d a d , que toda c r i a t u r a l a esté
de l a s p l a n t a s ; por e j e m p l o , c u a n d o se s o m e t i d a ; y por esto c o n v i n o que hiciese
secó l a h i g u e r a p o r s u p a l a b r a , s e g ú n s e milagros en todos los géneros de criatu-
dice (Matth. 11). Luego parece que ras, no solamente en los h o m b r e s , sino
también h u b i e r a debido hacer milagros también en las criaturas irracionales.
respecto d e l o s a n i m a l e s b r u t o s . A l argumento 1.° diremos, que los
2.° La p e n a n o se aplica justamente animales brutos se aproximan más al
sino p o r l a c u l p a . M a s n o f u e c u l p a d e l a hombre según el género; por lo cual fue-
higuera q u e Cristo no encontrase fruto ron creados el m i s m o día que él. Y puesto
en sus r a m a s , c u a n d o n o era tiempo de que a c e r c a de los cuerpos h u m a n o s había
tenerle. L u e g o p a r e c e q u e l a s e c ó i n c o n - hecho muchos milagros, no era preciso
venientemente. que respecto de los cuerpos de los ani-
3.° El agua y el aire están en medio males brutos hiciera algunos, sobre todo
del c i e l o y d e l a t i e r r a . Y Cristo hizo al- porque con relación á la naturaleza sen-
gunos m i l a g r o s e n e l c i e l o , c o m o s e ha sible y corporal, los hombres son pare-
dicho ( a . 1 y 2); asimismo en l a tierra, cidos á los otros animales y en particular
cuando ésta se c o n m o v i ó e n s u pasión. á l o s t e r r e s t r e s (3). M a s los peces, puesto
Luego parece q u e t a m b i é n debiera h a b e r que v i v e n en el a g u a , difieren m á s de la
hecho a l g u n o s milagros en el aire y el naturaleza de los hombres, por lo que
agua; como el dividir el m a r , egun lo fueron creados también en distinto día,
hizo M o i s é s ( E x o d . 14); ó también el rio, y sobre ellos h i z o C r i s t o un milagro en
como l o hicieron Josué ( c . 3) y Elias la abundantísima pesca, como se lee
( i v R e g . 2); ó el h a c e r oir truenos en el (Luc. 5 y Joan, ult.); y también en el
aire, c o m o a c o n t e c i ó e n e l m o n t e Sinaí, pez que cogió S a n P e d r o , en el que en-
cuando e r a d a d a l a l e y ( E x o d . 19) y co- contró una moneda. P e r o el haberse pre-
mo l o h i z o E l i a s ( n i E e g . 18). cipitado los puercos al m a r no fue opera-
4.° L a s obras milagrosas pertenecen á ción de u n m i l a g r o d i v i n o , sino operación
la o b r a d e l g o b i e r n o d e l mundo por la de los demonios por permisión divina.
providencia divina. Pero esta obra p r e - A l 2.° q u e , c o m o dice el Crisóstomo
supone l a c r e a c i ó n . L u e g o p a r e c e i n c o n - (sup. M a t t h . h o m . 68), « cuando el Se-
veniente q u e C r i s t o h a y a hecho uso de » ñor obra alguna cosa parecida en las
la c r e a c i ó n e n s u s m i l a g r o s , c o m o c u a n d o » plantas ó en los animales, no pregun-
multiplicó l o s p a n e s . Por consiguiente, » tes si l a h i g u e r a h a sido s e c a d a c o n r a -
sus m i l a g r o s n o p a r e c í a n h a b e r s i d o c o n - » zon, puesto que e s t e no era el tiempo
venientemente o p e r a d o s respecto de las » de l o s f r u t o s , p o r q u e es r e f i n a d a l o c u r a
criaturas i r r a c i o n a l e s . » hacer u n a averiguación parecida, pues
^ Por el c o n t r a r i o : C r i s t o es l a sabidu- » que e n los tales n o se e n c u e n t r a p e n a
r í a d e D i o s (1) de l a que se dice (Sap. » ni c u l p a ; pero c o n s i d e r a el milagro y
8,1), que dispone suavemente todas las » admira el autor de é l » : ni el Criador
cosas. hace injuria al propietario si se sirve de
C o n c l u s i ó n . 2 V o solo con relación á la criatura á su arbitrio para la salvación
los hombres, si que también respecto dé- de los d e m á s ; sino más bien, como dice
las criaturas irracionales fue congruente S a n Hilario (sup. M a t t h . c a p . 21), «en
(1) Como se dice por el Apóstol (1 Cor. c. 1, v . 2-1). (3) Algunos espositores incluyen en la palabra terrestres
(2) La presente conclusión con su prueba, no solo sirve para las aves del cielo ; en razón á que est.as permanecen sobre la
demostrar la verdad de este articulo, si que también de todos tierra muchas veces y tienen semejanza á su manera con los
^sdemas í e n ella se contienen, siendo como el epilogo de
u e
demás cuerpos terrestres.
510 CUESTIÓN XLIV. — ARTÍCULO IV.

» esto encontramos u n a p r u e b a de l a b o n - torbellino y á la oscuridad y tempestad,


» dad del Señor; p o r q u e , cuando él qui- S i n e m b a r g o e n s u p a s i ó n el velo se des-
» so darnos u n ejemplo de l a s a l u d , que garró, p a r a m a n i f e s t a r q u e l o s misterios
» él había procurado, ejerció en los d e l a i e y e s t a b a n a l d e s c u b i e r t o ; las tum-
» cuerpos humanos el poder de su virtud; bas se abrieron, p a r a h a c e r v e r q u e por
» m a s cuando quiso mostrarnos cuál sería s u m u e r t e i b a á d a r l a v i d a á l o s muer-
» su severidad contra los rebeldes, nos t o s ; la tierra tembló y las piedras se rom-
» dio la imagen de los castigos futuros, pieron, p a r a p r o b a r q u e l o s c o r a z o n e s de
» haciendo que pereciera un árbol», prin- l o s h o m b r e s , q u e s o n d u r o s c o m o l a s pie-
cipalmente, como dice el Crisóstomo, dras, serán ablandados por su pasión, y
u n a h i g u e r a , q u e es á r b o l m u y húmedo, q u e t o d o e l m u n d o m e j o r a r á p o r l a virtud
para que aparezca mayor el milagro (1). de sus sufrimientos.
A l 3.° que Cristo hizo también en el A l 4.° q u e l a m u l t i p l i c a c i ó n d e l o s pa-
agua y en el aire milagros, que conve- n e s n o s e h i z o á m a n e r a d e c r e a c i ó n sino
n í a n á su m i s i ó n , esto e s , c u a n d o , como por adición de una materia e s t r a ñ a con-
8, 26), mandó á los vien-
se lee ( M a t t h . vertida en pan. Por lo c u a l dice San
tos y ala mar y se siguió una grande bo- A g u s t í n ( S u p e r J o a n . t r a t . 24) « a s í co-
nanza. P e r o n o c o n v e n í a á q u i e n v e n í a á » mo con algunos g r a n o s m u l t i p l i c a las
poner estado de paz y tranquilidad en » semillas, así multiplicó los c i n c o pa-
todo, turbar el aire y dividir las aguas. » n e s » . P e r o e s e v i d e n t e q u e p o r conver-
Por esta razón dice el Apóstol (Hebr. sión se multiplican los granos e n las
12, 18): no os habéis aún llegado al mieses.
monte palpable y al fuego encendido y al

fl) La aparición de este milagro puede decirse mayor en con que aventaja á las demás plantas, fue secada súbitamente
razón á q u e , no obstante su natural humedad y gran arraigo hasta las raíces.
CUESTIÓN XLY.

De l a t r a n s f i g u r a c i ó n de C r i s t o .

1.° Fue conveniente que Cristo se transfigurase ? 2.° La claridad de la transfiguración fue claridad
gloriosa? 3.° De los testigos de la transfiguración. 4.° Del testimonio de la voz paterna.

ARTÍCULO I. — F u * c o n v e n i e n t e q n e cristo ostentase por su transfiguración la


Cristo s e t r a n s f i g u r a s e ? (1) gloria de la claridad propia ante sus dis-
cípulos.
1.° Parece que no fue conveniente que Responderemos, que el Señor, pre-
Cristo se transfigurase; porque no com- anunciada su pasión á los discípulos, l e s
pete á un cuerpo verdadero que se mude babía inducido á que le siguieran en el
en diversas figuras ( 2 ) , sino al cuerpo camino del sufrimiento. E s preciso empe-
fautástico. M a s el cuerpo de Cristo n o ro, para que alguno marche directamente
fue fantástico, sino verdadero, como se por un camino, que preconozca de algún
ha demostrado ( C . 5 , a. 1). L u e g o parece modo el fin, á que se dirige : como el ar-
que no debió transfigurarse. quero no lanza rectamente la saeta, sino
2.° L a figura pertenece á l a cuarta mira primeramente el objeto á que la di-
especie de cualidad (3) ; y la claridad rige. Por lo cual dijo Santo Tomás (Joan.
está comprendida en la tercera, pues es 1 4 , 5 ) : Señor, no sabemos á donde vas ;
cualidad sensible. Luego no debe darse á ¿pues cómo podemos saber el camino ? Y
la claridad que Cristo tomó el nombre de esto es necesario principalmente cuando
transfiguración. la v í a es difícil y áspera, el camino labo-
3.° L a s dotes del cuerpo glorioso son rioso y el fin agradable. M a s Cristo por
cuatro, como se dirá ( S u p p l e m . c. 82 su pasión llegó á obtener, no solamente
ysig.), á saber: «impasibilidad, agili- la gloria del alma, que tuvo desde el
»dad, sutileza y claridad». L u e g o no principio de su concepción, sino también
debió transfigurarse más bien según la la del cuerpo según aquello ( L u c . ult.°
asunción de la claridad, que según la 2 6 ) : ¿pues qué no fue menester, que
asunción de las otras dotes. Cristo padeciese estas cosas, y que así
Por el contrario, di cese ( M a t t h . 17, entrase en su gloria ? á la cual conduce á
2) que Jesús se transfiguró ante tres de los que siguen las huellas de su pasión
sus discípulos. según aquello ( A c t . 1 4 , 2-1): por mu-
Conclusión. Fue conveniente que Jesu- chas tribulaciones nos es necesario entrar

(1) Dice el Apóstol (2. Cor. 3 , 7 ) sí el ministro de muerte gra- mente, sino in quale : sin embargo aquí no se trata sino de la
bado con letras sobre piedra, fue en gloria, de manera que los hijos cualidad, en cuanto es un ente real que se diferencia de las
lie hvacl no podían mirar la cara de Moisés por la gloria de su sem- demás categorías. En este sentido Aristóteles la define d i -
blante, la que liabia de perecer ¿ como no será mucho más en gloria ciendo : qualitas est, ex qua quale nominamur. Esta definición, ó
el ministerio del espírilut Porque si el ministerio de condenación más bien descripción, parte de lo concreto, como más conocido,
fue gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia. á lo abstracto, que es menos ; y de lo simple, como es la pala-
Esto con lo demás que se sigue en dicho capítulo prueba s u - bra qualitas, á lo compuesto, quale. Téngase presente para e n -
ficientemente la conveniencia de la transfiguración. tender, ademas, este argumento, que son cuatro las especies
(1) Es decir, a l a sustancia corporal, perdiendo su primitiva de cualidad ; 1." la que se llama hábito y disposición ; 2," po-
forma y dejando la verdad de ella, ó tomando un cuerpo de tencia é impotencia ; 3." pasión y cualidad posible ; 4.* forma
diferente sustancia, y a espiritual ó y a aérea. y figura. La forma pertenece á las esencias de las cosas y se
(3) Aunque á la diferencia que h a y en los cuerpos, y á los predica de ellas ; mas la figura es propia de las superficies y
accidentes, comunes ó propios, se les suele llamar cualidad; se predica de los sujetos secundum quantilatem, pero con res-
pues todo accidente no puede predicarse in quid ó sustancial- pecto al pene vel mole se habendum. — M.. CJi.
.512 CUESTIÓN XLV. — ARTÍCULOS I Y II.

en el reino de Dios. Y por esto fue con- mar; la sutileza, cuando salió del seno
veniente que manifestase á sus discípulos virginal, la impasibilidad cuando se eva-
la gloria de su claridad que es lo mismo dió ileso de las manos de los judíos, que
que transfigurarse, pues en esta claridad querían precipitarle ó apedrearle. Y sin
transfigurará los s u y o s , como se dice embargo no se dice haberse transfigurado
(Philip. 3 , 2 1 ) : reformará nuestro cuer- por ellas, sino por sola la claridad, que
po abatido, para hacerlo conforme á su pertenece al aspecto de la misma per-
cuerpo glorioso. D e lo cual dice el B . sona.
B e d a ( S u p . Marc. c. 77) : « en su pia-
D dosa previsión les permitió gozar du- ARTÍCULO I I . — 4 t a c l a r i d a d d e cristo
» rante un tiempo muy corto, la contem- en la transfiguración fue claridad glorio-
» placion de la alegría que dura siempre s a ? (3)
í para hacerles sobrellevar con mayor
» fortaleza la adversidad B . 1.° Parece que aquella claridad no fue
A l argumento 1.° contestaremos que, claridad gloriosa; porque dice una glosa
como dice San Jerónimo ( S u p . Matth. (Bedaí sup. illud Matth. 17 transfigura-
in illud cap. 17 : et transfiguratus est), tus est, coram eis) : « en un cuerpo mor-
« nadie crea que Cristo hubiera perdido B tal manifiesta no la inmortalidad, sino
B en su transfiguración su antigua forma B una claridad semejante á la futura iu-
» y su rostro, ó que hubiera perdido la B mortalidad B . Pero la claridad de la
» verdad del cuerpo, y hubiese tomado un gloria es la claridad de la inmortalidad.
» cuerpo espiritual ó aéreo B ; sino que el L u e g o aquella claridad, que Cristo ma-
B Evangelista nos manifiesta, de qué modo nifestó á sus discípulos, no fue la clari-
se transfiguró, diciendo: resplandeció su dad de la gloria.
rostro como el sol; y sus vestiduras frie- 2.° Sobre estas palabras ( Luc. 9 ) non
ron hechas blancas como la nieve. « E n gustabunt mortem, doñee videant regnum
B I O cual se manifiesta el esplendor del Dei, dice la glosa (interl.), esto es, «la
B rostro y se describe el candor de las B glorificación del cuerpo en la represeu-
B vestiduras ; no se destruye la sustancia, »tacion imaginaria de la beatitud fu-
B sino se cambia la gloria. » B tura B . Pero la imagen de alguna cosa
A l 2.° que la figura se considera por no es la cosa misma. L u e g o aquella cla-
relación á la estremidad del cuerpo; por- ridad no fue la claridad de la beatitud.
que la figura es lo que se halla compren- 3.° L a claridad de la gloria no existe
dido en ciertos términos ó en ciertos lími- siuo en el cuerpo humano. Pero la clari-
tes. A s í pues todas aquellas cosas, que se dad aquella de la transfiguración apare-
consideran con relación á la extremidad ció no sólo en el cuerpo de Cristo sino
de su cnerpo, parecen pertenecer en cier- también en sus vestiduras, y en una nube
to modo á la figura. M a s , así como se luminosa que cubrió á los discípulos.
considera el color, también la claridad de L u e g o parece que aquella claridad no fue
un cuerpo que no es transparente en su la claridad de la gloria.
superficie. Y por esto la asunción de la Por el contrario, ( Super illud Mattli.
claridad se dice transfiguración ( 1 ) . 1 7 ) : transfiguratus est: ante eos, dice
A l 3.° que entre las predíchas cuatro San Jerónimo : « cuál ha de ser en el dia
dotes sola la claridad es cualidad de la B del juicio, tal apareció á los discípu-
misma persona en sí misma ( 2 ) . M a s las B I O S » ; y (super illud Matth. 1, 6),

otras tres dotes no son percibidas sino en doñee videantfiilium hominis venientem in
algún acto ó movimiento ó pasión. Cristo regno suo) dice el Crisóstomo (hom. 57,
pues manifiesta en sí mismo algunos indi- in M a t t h ) , « que queriendo mostrar lo
cios de aquellas tres dotes, v. g. la agili- » que es la gloria, en que después ha de
dad, cuando anduvo sobre las olas del B venir, se la reveló en la vida presente

(1J Esto e s , la mudanza esterior del cuerpo de Jesucristo en (3) La Iglesia en el oficio de la Transfiguración d e l Señor,
cuanto á la figura por la adquisición de un esplendor no acos- dice : Jesucristo esplendor del Padre y figura de su sustancial ¡«
tumbrado, no por la inmutación de s u sustancia. dignó aparecer hoy glorioso sobre un monte elevado conduciendo todas
(2) E s decir, que tal cualidad, y no otra, á no intervenir las cosas por la palabra de su. virtud, y purificando los pecados. De
otros actos ó movimientos, puede inmutar los sentidos de la donde se deduce, con cuánta razón el Doctor angélico afiraHi
persona. que la claridad del cuerpo de Jesucristo fue la de la gloria.
CUESTIÓN XLV. — ARTÍCULO II. 513

ícomo les era posible conocerla, para y> sobrenaturalmente, y el agua instable
¡> que ya no se doliesen en la muerte del » sosteniendo la gravedad de sus pies ma-
í Señor». » feriales y terrenos». D e consiguiente no
Conclusión. Aquella claridad, que Je- debe decirse, como indica H u g o de San
sucristo tomó en la transfiguración, fue Victor (id. habet Innocent. 111,1. 4, de
ciertamente la claridad de la gloria en Myster. missse, c. 12), que Cristo asumió
cuanto á la esencia, mas no en cuanto al las cuatro dotes ; la claridad en la trans-
modo (1). figuración; la agilidad, andando sobre el
Responderemos, que aquella claridad mar; la sutileza, saliendo del seno virgi-
que tomó Cristo en la transfiguración, nal ; y la impasibilidad en la cena, cuan-
fue la claridad de la gloria en cuanto á la do dio á comer su cuerpo sin dividirlo;
esencia, mas no en cuanto al modo de ser. porque la palabra dote indica algo de in-
Porque la claridad del cuerpo glorioso se manente en los cuerpos gloriosos, en
deriva de la claridad del alma, como dice tanto que Cristo tuvo milagrosamente las
San Agustín (in epist. ad Dioscorum, cosas que pertenecen á estas dotes. Y
118 ó 56). Y asimismo la claridad del lo mismo es respecto al alma sobre la vi-
cuerpo de Cristo en la transfiguración se sión, por la cual San Pablo vio á Dios
derivó de la diviuidad del mismo, como en el rapto, como se ha dicho (2. -2. C. a as

dice el Damasceno (potest. colligi ex 175, a. 3, al 2.°).


epist. lib. sent. iu cap. D e transfig. A l argumento 1.° diremos, que por
Christi), y de la gloria de su alma; pues aquellos pasajes no se muestra que la cla-
el que al principio de la concepción de ridad de Cristo no fuera la claridad de la
Cristo la gloria de su alma no redundase gloria, sino que no fue la claridad del
al cuerpo, tuvo lugar por dispensación cuerpo glorioso, porque el cuerpo de
divina, á fin de que se.cumplieran en el Cristo no era aún inmortal; porque así
cuerpo pasible los misterios de nuestra como tuvo lugar dispensativamente que
redención según lo dicho ( C . 14, a 1, la gloria del alma en Cristo no redundase
al 2.°). Mas no por esto perdió Cristo'la al cuerpo, así pudo hacerse dispensativa-
potestad'de hacer que la gloria de su mente , que redundase en cuanto á la dote
alma redundara al cuerpo. Y esto hizo de claridad, y no en cuanto á la de impa-
respecto á la claridad de la gloria en la sibilidad.
transfiguración; de diverso modo sin em- A l 2.° que aquella claridad se dice ha-
bargo que en el cuerpo glorificado; por- ber sido imaginaria, no porque fuese ver-
que la claridad redunda del alma al dadera claridad de gloria, sino porque
cuerpo glorificado como una cualidad era cierta imagen, representando aquella
permanente que afecta al cuerpo: por lo perfección de la gloria, según la que el
cual no es un milagro que un cuerpo glo- cuerpo será glorioso.
rioso brille exteriormente; mientras que A l 3.° que así como la claridad, que
en la transfiguración, la claridad es deri- había en el cuerpo de Cristo, represen-
vada al cuerpo de Cristo de la divinidad taba la futura claridad de su cuerpo, así
J del alma del mismo, no por modo de la claridad de sus vestiduras designaba
cualidad inmanente y que afecta al cuer- la futura claridad de los santos, que será
po mismo, sino más bien, á m o d o de pa- superada por la de Cristo, como el can-
sión transeúnte, como cuando el aire es dor de la nieve es superado por el ex-
iluminado por el sol: por lo cual aquel plendor del sol. Por lo cual dice San Gre-
fulgor que apareció entonces en el cuerpo gorio (Moral. 1. 32, c. 7) que ce los ves-
de Cristo fue milagro, como también el » tidos de Cristo se hicieron resplande-
hecho de andar sobre las olas del mar. » cientes, porque en el colmo de la su-
Por lo cual dice San Dionisio (in Epist.'4 » prema claridad todos los santos se adhe-
a
d Caium), « Cristo obraba escediendo al » rirán á él. resplandeciendo con la luz de
* hombre las,cosas que son del hombre, » l a justicia», pues con el nombre de
* como lo prueba la Virgen concibiendo vestidos designa á los justos á quienes
unirá á sí según estas palabras ( I s . 49,
(1) Y esto es así, porque dicha claridad en Jesucristo es de- 18 ) : de todos estos serás vestida. L a nube
«vada de la gloria de s u a l m a ; mas la claridad de los cuerpos
glorificados se deriva de la gloria de que gozan sus almas. .
resplandeciente significa la gloria del E s -
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 33
514 CUESTIÓN XLV. — ARTÍCULOS II Y I I I .

p í r i t u S a n t o ó 1«. v i r t u d d e l P a d r e , c o m o J u a n c o m o t e s t i m o n i o de s u transfigura-
dice Orígenes ( H o m . 3, in Matth.), c i ó n , sino á todos los discípulos.
por l a que son protegidos los santos en Por el c o n t r a r i o : e s t á l a a u t o r i d a d de
la futura gloria. A u n q u e también puede la Escritura Evangélica (Matth. 17
significar convenientemente la claridad M a r c . 9, y Luc. 9).
del m u n d o renovado que será el taber- Conclusión. Fue conveniente que Je-
náculo de los santos: por lo cual dispo- sucristo , al transfigurarse para mani-
niendo San Pedro hacer tabernáculos, festar á los hombres su gloria, exhibiese
una nube luminosa cubrió á los discí- testigos, no solo posteriores, como Pedro,
pulos. Santiago y Juan ; sino anteriores, como
Moisés y Elias.
R e s p o n d e r e m o s q u e C r i s t o quiso
ARTÍCULO I I I . — Adujéronseconve-
t r a n s f i g u r a r s e , p a r a m a n i f e s t a r s u gloria
nientemente testigos de la transfiguración ?
á los hombres y estimularlos á desearla,
s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1); m a s á l a gloria
1.° P a r e c e que no fueron conveniente- de la eterna bienaventuranza s o n lleva-
mente aducidos testigos de l a transfigu- d o s l o s h o m b r e s p o r m e d i o d e C r i s t o , no
ración, porque cada cual puede dar tes- s o l a m e n t e l o s q u e d e s p u é s d e é l existie-
timonio principalmente de las cosas c o n o - r o n , s i n o t a m b i é n l o s q u e l e precedieron.
cidas. P e r o en tiempo de l a transfigura- A s í p u e s c u a n d o m a r c h a b a á s u pasión,
ción de Cristo no había hombre alguno t a n t o l a s t u r b a s q u e l e s e g u í a n , corriólas
que supiera por esperiencia lo que sería que iban delante le gritaban Hosanna
la gloria futura, y sí solo los ángeles. ( M a t t h . 21), como pidiéndole l a salud.
L u e g o los testigos de l a transfiguración Por lo cual fue conveniente que hubiera
debieron ser m á s b i e n los ángeles que los en la transfiguración testigos de los pre-
hombres. cedentes, como Moisés y Elias y de los
2.° P a r a los testigos de l a v e r d a d no que le seguían, como Pedro, Santiago y
conviene ficción a l g u n a sino l a v e r d a d ; y Juan, para que esta palabra fuera ates-
Moisés y E l i a s no estuvieron allí verda- tiguada por dos ó tres testigos.
d e r a m e n t e , sino i m a g i n a r i a m e n t e : pues A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e Cristo
dice cierta G l o s a ( Colligitur. ex. lib. 3, p o r m e d i o d e s u t r a n s f i g u r a c i ó n manifestó
de M i r a b i l i b u s 1, S c r i p t u r s e , c. 9 y 10 á l o s d i s c í p u l o s l a g l o r i a d e l c u e r p o , que
inter. op. Ang. super. illud. Luc. 9: pertenece á solos los h o m b r e s . P o r lo
erantautemMoyss. e t E l i a s , etc.): «debe tanto adúcense convenientemente acerca
» saberse q u e n o aparecieron allí los cuer- d e e s t o c o m o t e s t i g o s l o s h o m b r e s , no los
» pos ó las almas de Moisés y E l i a s , sino ángeles.
» que aquellos cuerpos fueron formados A l 2.° q u e a q u e l l a G l o s a s e d i c e ser
» en una criatura subalterna. Puede t a m - tomada del libro que se t i t u l a ; de mira-
» bien c r e e r s e , que esto fue h e c h o por bilibus sacra scriptura, q u e n o es libro
» ministerio angélico, de modo que los a u t é n t i c o , s i n o q u e s e a t r i b u y e falsamente
» ángeles tomasen (1) las personas de á San Agustín. Así pues n o h a y que
» e s t o s » . L u e g o n o p a r e c e q u e estos t e s - atenerse á aquella Glosa; porque dice
tigos fueron convenientes. espresamente S a n J e r ó n i m o (sup. MattL
3.° Dícese (Act. 10, 43) que á Cristo in illud, c. 17) : et apparuerunt illú
dan testimonio todos los profetas. Luego Moyses, e t c . : « d e b e c o n s i d e r a r s e que uo
M o i s é s y E l i a s no debieron estar allí so- » quiso dar á los escribas y f a r i s e o s las
los como testigos, sino t a m b i é n todos los » señales celestes que le p e d í a n ; mas
profetas. » a q u í , p a r a a u m e n t a r l a f e d e s u s apos-
4.° L a g l o r i a de C r i s t o es p r o m e t i d a á » t o l e s , l e s d a u n a s e ñ a l e n e l c i e l o : Elias
todos Ios-fieles de C r i s t o , á quienes quiso » d e s c i e n d e d e d o n d e h a b í a s i d o coloca-
encender el deseo de aquella gloria por » d o , y M o i s é s s a l e d e l o s i n f i e r n o s » . Lo
medio de la transfiguración. Luego no c u a l n o d e b e e n t e n d e r s e c o m o s i e l alma
solo debió tomar á P e d r o , Santiago y á de Moisés v o l v i e s e á t o m a r s u cuerpo;
s i n o que a p a r e c i ó s u a l m a p o r m e d i o de

(!) Esto es, sus individuos ó sujetos que tenían esta forma.
a l g ú n c u e r p o , que tomó, como aparecen
CUESTIÓN X L V . — A R T Í C U L O S III Y IV. 515

los á n g e l e s . Mas Elias apareció en su m a s en l a potestad de que fue revestido:


propio c u e r p o , n o t r a i d o d e l c i e l o empí- « S a n J u a n en el privilegio del amor que
rico , s i n o d e a l g ú n l u g a r e m i n e n t e , a l c u a l » C r i s t o le t e n í a á causa de su virginidad
había sido a r r e b a t a d o en el carro de fuego. » y ademas por la prerogativa de su doc-
Al 3.° que, como dice el Crisóstomo » trina evangélica, Santiago, por l a pre-
( S u p . M a t t b . h o m . 57), Moisés y Elias rogativa del m a r t i r i o (1). Sin embargo
son p r e s e n t a d o s como testigos por mu- no quiso que anunciasen á otros lo que
chas r a z o n e s : 1. a
«porque las turbas habían visto antes de su resurrección,
» decían ser el E l i a s ó J e r e m í a s , ó u n o p a r a q u e , como dice S a n Jerónimo ( S u p .
í de l o s p r o f e t a s , y p o r e s t o l l e v a c o n s i g o Matth. 17, nemini dixeritis, etc.), «no
» el j e f e d e l o s p r o f e t a s , p a r a q u e se v e a » fuese increíble por l a g r a n d e z a de l a c o -
» al menos l a diferencia que h a y entre » sa, y que l a cruz no fuese después de t a n -
»los servidores y el Señor ». L a 2. a
es » ta gloria objeto de escándalo p a r a los
« p o r q u e M o i s é s dio la ley y Elias tuvo » espíritus ignorantes». O también « p a r a
í gran celo por l a gloria del S e ñ o r , por » que su muerte no fuese i m p e d i d a por el
»lo cual al aparecer á la vez con Cristo, »pueblo » (hoc habet Eemig. in Cat.
»se destruye l a c a l u m n i a de los judíos, D. T h . ) ; y para «que cuando estuviesen
» que a c u s a b a n á C r i s t o c o m o t r a n s g r e s o r » llenos del E s p í r i t u Santo fuesen testi-
» de l a l e y y b l a s f e m o , y u s u r p a n d o p a r a » gos de los hechos espirituales » (hoc.
B sí l a g l o r i a d e D i o s » . L a 3. a
es « p a r a habet H i l a r , ibid.).
s que se m a n i f i e s t e q u e t i e n e l a potestad
» de m u e r t e y v i d a , y q u e es el j u e z de
ARTÍCULO I V . — h conveniente
s muertos y v i v o s , porque llevó consigo que se oyera el testimonio de l a voz paterna
» á Moisés que había ya muerto, y á en la transfiguración?
» Elias aun viviente ». L a 4. a
es por-
que, c o m o dice San Lúeas, « hablaban l.° Parece que fue inconveniente que
» con é l d e s u fin, que había de cum- se o y e r a l a v o z d e l P a d r e c o m o t e s t i m o n i o
» plirse en J e r u s a l e n » , esto e s , de su q u e d e c í a ( M a t t h . 17, 5 ) : este es mi
pasión y m u e r t e . P o r lo cual, para afir- Hijo amado: p o r q u e c o m o s e d i c e ( J o b
mar e l v a l o r d e s u s d i s c í p u l o s « l o s c o l o c a 33, 1 4 ) , una vez habla Dios y segunda
» en m e d i o d e l o s q u e s e h a b í a n e x p u e s t o vez no repite la misma cosa. P e r o e n e l
»á la muerte por D i o s , porque Moisés bautismo la voz del P a d r e dio este mis-
»se presentó á F a r a ó n con p e l i g r o de s u m o testimonio. L u e g o no fue conveniente
svida, y E l i a s al rey A c a b ». L a 5. a
es q u e se r e p i t i e r a s e g u n d a v e z e n l a t r a n s -
porque q u e r í a q u e s u s d i s c í p u l o s «imita- figuración. '
sen l a m a n s e d u m b r e de Moisés y el celo 2.° E n el bautismo, juntamente con la
»de Elias». San H i l a r i o a ñ a d e ,1a 6. a

v o z d e l P a d r e , s e vio al Espíritu Santo


r a z ó n ( c a p . 17 i n M a t t b . ) d i c i e n d o , « q u e bajo l a especie de u n a p a l o m a , lo cual no
» era p a r a m o s t r a r q u e f u e anunciado en tuvo lugar en l a transfiguración. Luego
»la ley dada por Moisés y por los profe- no parece haber sido conveniente este
stas, entre los cuales Elias ocupa el testimonio de l a voz del P a d r e .
Dprimer r a n g o ». 3.° Cristo comenzó á enseñar después
A l 4.°, que los altos misterios n o d e b e n de su b a u t i s m o ; y sin embargo en el b a u -
ser e s p u e s t o s á todos inmediatamente, tismo la voz del P a d r e no indujo á los
sino q u e d e b e n l l e g a r a l c o n o c i m i e n t o de hombres para que le oyeran. Luego ni
otros e n e l t i e m p o c o n v e n i e n t e y p o r m e - debió inducirles á esto en l a transfigu-
diación d e l o s s u p e r i o r e s . Y por esto, c o - ración.
mo d i c e e l C r i s ó s t o m o ( i b i d . ) , t o m ó tres 4.° No se d e b e decir á algunos co-
de s u s d i s c í p u l o s c o m o l o s m á s principa-- sas que no pueden l l e v a r , según aquello
les. P o r q u e S a n P e d r o f u e « e s c e l e n t e e n (Joan. 16, 12): aun tengo que'deciros
»la dilección» que tuvo á Cristo, y ade- muchas cosas, nías no las podéis llevar
ahora. P e r o l o s d i s c í p u l o s n o p o d í a n l l e -
var la voz del Padre; pues se dice
í*).^ or
frase parece debe entenderse el martirio que
e s t a

(Matth. 17, 6), q u e cuando lo oyeron


sufrió Santiago y fue anterior al de todos los demás mártires
oe la nueva ley. los discípulos, cayeron sobre sus rostros
516 CUESTIÓN X L V . — ARTÍCULO IV.

y tuvieron gran miedo. L u e g o no debió participar de l a semejanza de l a filiación


dirigirse á ellos l a v o z del P a d r e . eterna.
Por el contrario: está l a autoridad de A l 2.° q u e así como en el bautismo,
l a E s c r i t u r a E v a n g é l i c a ( l ) M a t t b . 17; y e n e l q u e f u e d e c l a r a d o e l m i s t e r i o de l a
Marc. 9). primera regeneración, se manifestó la
Conclusión. Tanto en el bautismo operación de t o d a l a Trinidad, p u e s el
cuanto en la transfiguración fue con- Hijo encarnado estuvo allí, a p a r e c i ó el
gruente manifestar la filiación natural Espíritu Santo bajo la forma de pa-
de Jesucristo por medio del testimonio de loma, y el P a d r e por m e d i o de l a voz,
su eterno Padre. a s í t a m b i é n e n l a t r a n s f i g u r a c i ó n , q u e es
Responderemos, q u e l a a d o p c i ó n d e el sacramento de la segunda regenera-
los bijos de D i o s es p o r c i e r t a conformi- ción, apareció toda la T r i n i d a d : el Pa-
dad de imagen con el Hijo natural de dre en l a v o z , e l H i j o e n e l h o m b r e , el
D i o s , lo c u a l es p r o d u c i d o d e d o s mo- Espíritu Santo en la nube luminosa;
d o s : 1.° por l a gracia de l a v i d a , que es p u e s t o q u e a s í c o m o e n e l b a u t i s m o da la
la conformidad imperfecta; 2.° por la inocencia, que se d e s i g n a por la senci-
gloria de l a p a t r i a , que será l a conformi- l l e z d e l a p a l o m a , a s í d a r á á s u s elegidos
dad perfecta según aquello ( i J o a n . 3,2): e n l a r e s u r r e c c i ó n , l a c l a r i d a d d e l a glo-
ahora somos hijos de Dios; y no aparece ria , y el alivio de todo m a l , q u e se d e -
aún lo que hemos de ser : sabemos que, signan en la nube luminosa (2).
cuando él aparezca, seremos semejantes A l 3.° q u e Cristo había venido para
á él; por cuanto nosotros le veremos así dar actualmente la gracia, y prometer
como él es. Luego como por el bautismo p o r s u p a l a b r a l a g l o r i a . A s í pues conve-
conseguimos la gracia, y en la trans- nientemente s e i n d u c e á l o s h o m b r e s en
figuración ha sido premostrada la cla- la transfiguración para que le oigan,
ridad de la gloria futura, por eso fue m a s no en el bautismo.
conveniente, tanto en el bautismo como A l 4.° q u e f u é c o n v e n i e n t e q u e l o s d i s -
en la transfiguración que se manifes- cípulos se atemorizasen y se postrasen
tase la filiación natural de Cristo por en tierra a l o i r l a v o z p a t e r n a p a r a que
testimonio del Padre; p u e s t o q u e é l s o l o se d i e r a á c o n o c e r , q u e l a e s c e l e n c i a de
es el que juntamente con el Espíritu a q u e l l a g l o r i a , q u e e n t o n c e s se manifes-
S a n t o conoce realmente aquella perfecta taba escede á t o d o s e n t i d o y f a c u l t a d de
generación. los mortales según aquello (Exod.33, 20):
A l argumento 1.° diremos que aque- no me verá hombre y vivirá, y p o r e s o dice
llas palabras deben referirse á l a locución San Jerónimo (sup. Matth. sup. illud
eterna de D i o s , por la que D i o s Padre C. 17: audientes discipuli ceciderunt)
h a pronunciado el V e r b o ú n i c o , coeterno q u e <r l a f r a g i l i d a d h u m a n a n o p u e d e so-
con é l ; y no obstante puede decirse, que, is p o r t a r l a v i s t a d e u n a g l o r i a t a n g r a n -
aunque Dios pronunciara lo mismo con D des. D e e s t a f r a g i l i d a d s o n c u r a d o s los
v o z corporal, sin e m b a r g o , no por causa h o m b r e s p o r C r i s t o , c o n d u c i é n d o l o s á la
de lo m i s m o , sino p a r a manifestar el d i - g l o r i a : l o q u e s e s i g n i f i c a p o r l o q u e les
verso modo con que los h o m b r e s pueden dijo, levantaos y no temáis.
(1) Las palabras del Evangelio, á que esto se refiere, son: (2) Bien persuadida la Iglesia de esta verdad, hace oración
y después de 6 días toma Jesús consigo á Pedro, y d Santiago, y d en el dia de la fiesta de la Transfiguración, para que Dios,
Juan su hermano, y los lleva aparte á un monte alto : y se trans- quien por la gloriosa transfiguración de su Hijo verificó la
figuró delante de ellos. Lo dicho por San Mateo en el capítulo ci- adopción de los hombres mediante la voz emanada de una
tado, conviene con lo que se dice en el capítulo 9, v . l . ° de nube resplandeciente, etc.
San Marcos.
CUESTIÓN XLYI.
De la pasión de Cristo.

Son de considerarse ahora las cosas pertenecientes á la salida de Cristo del mundo; y l.° su pa-
sión: 2." su muerte ;3.° su sepultura; 4.° su bajada á los infiernos. Sóbrela pasión ocurren tres re-
flexiones: 1.* acerca de la pasión m i s m a ; 2 . de su causa eficiente; 3 . del fruto de la pasión.
a a

En cuanto á la pasión misma examinaremos doce puntos: 1.° Fue necesario que Cristo sufriera por
la libertad de los hombres? — 2.° Era posible que el hombre fuera libertado de otro modo ?—3.° Aquel
modo fue el más conveniente? —4.°Fue conveniente que sufriera en la cruz? - o . ° Déla generalidad
de su pasión. — 6.° El dolor que sufrió en la pasión fue el más grande? — 1." Sufrió toda su alma? —
8." Su pasión le impidió el gozo de la fruición ? — 9.° Del tiempo de la pasión.—10.° Del lugar.—11.° Fue
conveniente que fuera crucificado con los ladrones? —12.° La pasión de Cristo debe ser atribuida á
ladivinidad?

ARTÍCULO I . — ¿ F u e n e c e s a r i o q u e dos los caminos del Señor, misericordia


Cristo s u f r i e r a p o r l a l t n c r t a d d e l g é n e r o h u - y verdad. Pero no parece necesario que
mano? (1) sufriera por parte de la misericordia di-
vina, la que así como otorga gratuita-
1.° Parece que no fue necesario que mente los dones, así parece que perdona
Cristo sufriera por la libertad del género gratuitamente las deudas sin satisfac-
humano: porque el género humano no ción ; ni tampoco por parte de la divina
podía ser libertado sino por D i o s según justicia, según la que el hombre merecía
aquello ( I s . 45,21): ¿por ventura no la eterna condenación. L u e g o parece que
soy yo el Señor, y no hay otro Dios sino no fue necesario que Cristo padeciera
yo? no hay Dios justo ni Salvador, sino por la libertad de los hombres.
yo. Mas para Dios no hay necesidad al- 4.° L a naturaleza angélica es más es-
guna (2), porque repugnaría á la omni- celente que la humana, como consta por
potencia del mismo. L u e g o no fue nece- San Dionisio ( D e div. nom. c. 2 lect.).
sario que Cristo padeciese. Pero por la reparación de la naturaleza
2.° L o necesario se opone á lo volun- angélica, que había pecado, no padeció
tario. Pero Cristo sufrió por propia vo- Cristo. L u e g o parece que tampoco fue
luntad; pues se dice ( I s . 53, 7 ) : se ofre* necesario que sufriera por la salud del
ció porgue quiso. L u e g o no fué necesario género humano.
que padeciese. Por el contrario; dícese (Joan. 3, 14):
3.° Dice el Salmista ( P s . 24, 10): to- y como Moisés levantó la serpiente en el
(1) Enseñan los católicos, que fue decretada l a Encarnación niente modo de sanar nuestra miseria ; pues en él Dios nos
del Verbo y muerte de Cristo para que este, muriendo por el dio el ejemplo de la humildad y del amor. Así por esta razón
género humano, llevase sobre sí la pena de nuestras iniqui- Dios nos declaró su justicia y misericordia, decretando la
dades, diese satisfacción condigna á la divina justicia y pa- muerte d'e su unigénito para la manifestación de la justicia,
gase el precio de nuestra redención. Así es que todos los teó- y la espontaneidad de ella para darnos á conocer su caridad.
logos, unánimes y conformes, convienen en que Jesucristo Lo otro, porque no hay cosa al parecer más idónea para des-
verificó todo esto por medio de la efusión de su propia san- echar la ceguera y enfermedad que contrajeron los hombres
gre. Sin embargo de que algunos en estaparte varían; la por el pecado, que la asunción de la carne, hecha por aquel
general creencia es, que Dios pudo redimir á los hombres sin que era verdadera luz y médico saludable ; y últimamente por
exigir con este objeto condigna satisfacción. — M. Ch. la congruencia de que el pecado referido no quedase impune
(2) Entiéndase de la necesidad absoluta ; tpuesto que tra- y sin satisfacción ante Injusticia de Dios. Téngase presente
tando de la hipotética, es decir, supuesto el decreto de la re- que toda esta doctrina es opuesta a la errónea opinión de S o -
dención, reparación de la injuria y solución.del precio, algu- cino, tomada de las blasfemias de los paganos, evionitas y sec-
nos teólogos con los S S . PP. sostienen, que fue necesaria la tarios de Pelagio. — M . Ch.
satisfacción de Jesucristo : lo uno porque era el más c o n v e -
ARTÍCULOS I Y II.
518 CUESTIÓN XLVI. —

desierto; así también es necesario que sea decreto acerca de la pasión de Cristo,
levantado el Hijo del hombre para que preauunciada en las Escrituras y prefi-
todo aquel que cree en él no perezca, sino gurada en las observancias del antiguo
que tenga vida eterna; y esto se entiende Testamento, era necesario que se cum-
de su elevación en la cruz. L u e g o parece pliera, y esto es lo que se dice (Luc. 22,
que fue necesario que Cristo padeciera. 22) : y en verdad el Hijo del hombre va,
Conclusión. Aunque no fue necesario según lo que está decretado, y (Luc. ult.
que Jesucristo padeciese por necesidad de 44) : estas son las palabras que os hablé
coacción, tanto por parte de Dios que estando aún con vosotros, que era nece-
tenía decretado que el mismo Cristo pade- sario que se cumpliese todo lo que está
ciese, cuanto por parte de este que volun- escrito de mí en la ley de Moisés, en los
tariamente aceptó la pasión ; sin embar- Profetas y en los salmos, porque así está
go convino, á fin de merecer para nos- escrito y así era menester que el Cristo
otros la vida eterna y cumplir en un padeciese y resucitase al tercer dia de
todo lo predicho en las Santas Escritu- entre los muertos.
ras, que satisfaciese al Padre por el pe- A l argumento 1.° diremos, que aque-
cado de los hombres. lla razón procede de la necesidad de
Responderemos q u e , como enseña el coacción de parte de Dios.
Filósofo (Met. 1. 5,t. 6), lo necesario se A l 2.° que procede de la necesidad de
toma en muchos sentidos : 1.° significa coacción de parte del hombre Cristo.
que es imposible que una cosa se haya A l 3.° que el ser libertado el hombre
de otra manera según su naturaleza ; y por la pasión de Cristo fue conveniente
así es evidente que no fue necesario que á la misericordia y justicia de este. Con-
Cristo sufriera, ni por parte de Dios ni venía á su justicia puesto que por su pa-
por parte del hombre : 2.° di cese algo sión Cristo satisfizo por el pecado del
necesario, por alguna cosa esterior, la género humano; y de este modo el hom-
que si es causa eficiente ó motora produ- bre fue libertado por la justicia de Cris-
ce necesidad de coacción; como cuando to ; y á la misericordia porque no pudieu-
alguno no puede marchar por causa de la do el hombre satisfacer por sí mismo por
violencia del que le detiene: si aquello, el pecado de toda la naturaleza humana,
que esteriormente produce la necesidad, como y a se ha dicho ( C . 1, a. 2), Dios
es el fin, se dice algo necesario hipotéti- le dio á su Hijo para satisfacer por él
camente en vista de un fin, como cuando según aquello ( R o m . 3 , 24): justifica-
algún fin no puede existir en manera al- dos gratuitamente por la gracia del mis-
guna, ó no se le puede realizar convenien- mo, por la redención que es en Jesu-
temente sino en tanto que se le- presupo- cristo, á quien Dios he puesto en propi-
ne. N o fue pues necesario que Cristo pa- ciación por la fe en su sangre. Y esto fue
deciese con necesidad de coacción, ni por de misericordia más abundante que si
parte de D i o s , que decretó que Cristo hubiera perdonado los pecados sin satis-
sufriera, ni de parte de Cristo mismo, facción. P o r lo cual se dice (Ephes. 2,4):
que sufrió voluntariamente. F u e empero Dios que es rico en misericordia, por su
necesario por necesidad del fin ; el cual estremada caridad con que nos amó, dan
puede entenderse de tres modos : 1.° de cuando estábamos muertos por los peca-
parte de nosotros que fuimos redimidos dos, nos dio vida juntamente en Cristo.
por su pasión, según aquello (Joan. 3 , A l 4.° que el pecado del ángel no fue
14) : es necesario que sea exaltado el remediable, como el pecado del hombre,
Hijo del hombre,para que todo aquel que según consta de lo y a espuesto en la
crea en él, no perezca, sino que tenga 1.a P . ( C . 64, a. 2).
vida eterna. 2.° de parte del mismo Cris-
t o , el cual mereció por la humildad de la ARTÍCULO I I . — ¿Hubiera sitio posible
pasión la gloria de su exaltación : y á esto
l i b e r t a r a l g e n e r o u u m n n o d e o t r o m o d o que
pertenece lo que se dice ( L u c . ult. 26):
p o r l a p a s i ó n d e C r i s t o ? (1
¿ pues qué no fue menester que Cristo pa-
deciese estas cosas, y que así entrase en 1.° Parece que no fue posible otro
su gloria? 3.° de parte de D i o s , cuyo
(1) Téngase en cuenla lo dicho en el artículo anterior.
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO II. 519

modo para libertar al género humano, otra manera, supuesta la divina pres-
que la pasión de Cristo : porque dice el ciencia.
Señor (Joan. 12, 24) : si el grano de tri- Responderemos, que algo puede de-
go que cae en la tierra, no muriere, el cirse posible ó imposible de dos modos:
solo queda ; mas, si muriere, mucho fru- 1.° simplemente y en absoluto ; 2.° hipo-
to lleva ; sobre lo cual dice San Agustín téticamente. Hablando pues simplemente
(tract. 5 1 , in J o a n . ) , que « él á sí mismo y en absoluto fue posible á Dios libertar
»se llamaba grano ». Por consiguiente si al hombre de otro modo que por medio
no hubiera sufrido la muerte, no se hu- de la pasión de Cristo, puesto que no hay
biera obtenido de otra manera nuestra cosa imposible para Dios, (1) como se
liberación. dice ( L u c . 1, 37). Pero hipotéticamente
2.° Dice el Señor ( M a t t h . 26, 42) al hablando fue imposible ; porque es impo-
Padre : Padre mió, sino puede pasar este sible que la presciencia de Dios se enga-
cáliz sin que yo lo beba hágase tu volun- ñe, y que su voluntad ó disposición se ha-
tad ; y se habla allí del cáliz de la pa- gan nulas ; supuesta esta presciencia y
sión. Luego la pasión de Cristo no podía preordinacion de Dios acerca de la pa-
omitirse; por lo cual también dice San sión de Cristo no era posible á la vez que
Hilario (c. 3 1 , in Matth) : « este cáliz Cristo no sufriera, ó que el hombre fuera
» no podía pasar, sin que él le beba, pues- librado, por otro modo que por su pasión.
» to que no podemos ser reparados sino Y la misma razón puede aplicarse á las
» por su pasión ». cosas que son presabidas y preordenadas
3.° L a justicia de Dios exigía que el por Dios como se ha demostrado en la
hombre fuese librado del pecado, satis- 1. P . ( C . 14, a. 13).
a

faciendo Cristo por su pasión. Pero A l argumento 1.° diremos, que el S e -


Cristo no podía dispensarse de observar ñor habla allí supuesta la presciencia y
la justicia; porque se dice ( u . ad Tim. preordenacion de D i o s , según la que es-
2, 13) : sí no creemos, él permanece fiel: taba determinado, que no se siguiera el
no puede negarse á sí mismo. Y á sí mis- fruto de la humana salvación, sino pade-
mo se negaría, si negara su justicia, pues- ciendo Cristo.
to que él mismo es la justicia. L u e g o D e igual modo deben entenderse las
parece que no fue posible libertar al hom- palabras del 2.° argumento, Si non pos-
bre de otro modo que por la pasión de test hic calix transiré nisi bibam illum,
Cristo. esto es porque tú así lo dispusiste, por lo
4.° L o falso no puede estar sometido cual añade : hágase tu voluntad.
á la fe. Pero los antiguos Padres creye- A l 3.°que estajusticia también depende
ron que Cristo había de padecer. Luego de la voluntad divina que exige del género
parece que no pudo menos de suceder que humano satisfacción por el pecado: porque
Cristo padeciese. si hubiera querido librar al hombre del pe-
Por el contrario, dice San Agustín cado absolutamente sin satisfacción, no
(De Trin. 1. 13, c. 10). « aseguramos que hubiese obrado contra la justicia. P o r
» el modo, por el cual Jesucristo, el me- que aquel juez que está encargado de
s diador entre Dios y los hombres, se ha castigar una culpa cometida contra otro
» dignado servirse para libertarnos, es hombre, ó contra toda la sociedad, ó
» bueno y conveniente á su divina digni- contra el príncipe superior, no puede
» dad ; pero también mostramos, que no perdonar la pena sin faltar á la justicia.
» hubiera faltado á Dios otro medio po- Pero Dios no tiene superior alguno, sino
»sible, á cuya potestad están sometidas que él mismo es el Superior y común
»igualmente todas las cosas ». bien de todo el universo. Y por esto si
Conclusión. No obstante de que Dios perdona el pecado, que tiene razón de
pudo redimir al hombre de otro modo que culpa, por ser cometido contra él mismo,
por la pasión, fue imposible hacerlo de á nadie injuria, como todo hombre, que

(1) Entiéndase esta frase pura Dios no es imposible cosaalguna quiere hacer todo lo que hace, y no cosa alguna que envuelva
m relación á la potencia que llaman los teólogos absoluta; mas I contradicción. — M. Ch.
0
si se refiere á la que dicen ordinaria, según la cual, Dios I
520 C U E S T I Ó N X L V I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

perdona sin satisfacción la ofensa come- tenía sometido á su servidumbre por


tida contra é l , obra con misericordia, cierta violencia. L u e g o parece que hubie-
y no injustamente. P o r lo cual David, ra sido convenientísimo que Cristo des-
pidiendo misericordia, decía ( P s . 50, 6): pojase al diablo de su poder por sola su
contra tí solo pequé, como si dijera: — potencia, sin sufrir la pasión.
« puedes perdonarme sin injusticia y>. Por el contrario, dice San Agustín
A l 4.° que la fe humana y también las ( D e Trin. 1. 13, C. 10): « no hubo otro
Escrituras divinas, por las que se ins- » modo más conveniente para sanar nues-
truye la f e , se fundan en la presciencia » tra miseria que la pasión de Cristo.
y preordenacion divinas. Y por eso hay' Conclusión. Habiendo conseguido el
la misma razón sobre la necesidad hipo- hombre mediante la pasión de Jesucristo
tética , que proviene del testimonio de las bienes mucho mayores y mejores que pudo
Escrituras, que la que proviene de la conseguir por sola la voluntad de Dios,
presciencia y voluntad divinas. fue congruente que el mismo hombre
fuese libertado por dicha pasión.
ARTÍCULO I I I . — ¿ H u b o n i g u n m o d o
Responderemos, que algún modo es
m á s conveniente para l a liberación del genero
tanto más conveniente para conseguir un
h u m a n o q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o ? (1)
fin, cuando por el mismo concurren ma-
1.° Parece que hubo otro modo más yor número de cosas, que son ventajosas
conveniente para la liberación del g é - para el fin. Mas por el hecho de haber
nero humano, que la pasión de Cristo; sido libertado el hombre por la pasión de
porque la naturaleza imita en su opera- Cristo, concurren muchas cosas pertene-
ción la obra divina, como movida y re- cientes á la salud del hombre, ademas
gulada por Dios. Pero la naturaleza no de su liberación del pecado : 1.° porque
hace por dos modos lo que puede hacer por esto conoce el hombre cuanto le
por uno solo. L u e g o habiendo podido ama D i o s , y por ello es escitado á amar
Dios libertar al hombre por sola la pro- á aquel, en el que consiste la perfección
pia voluntad, no parece haber sido con- de la salud humana ; por lo cual dice el
veniente que se añadiese para la libera- Apóstol ( R o m . 5 , 8 ) : Dios pone su ca-
ción del género humano la pasión de ridad en nosotros; porque aunque éra-
Cristo. mos pecadores, murió Cristo por nos-
2.° L o que se hace por la naturaleza otros (2). 2.° Porque por ,esto nos dio
se hace más convenientemente que lo ejemplo de obediencia, humildad, cons-
que se hace por la violencia, porque tancia, justicia y demás virtudes mani-
» la violencia es « cierta escisión, ó rup- festadas en la pasión de Cristo, las cua-
» t u r a de lo que es conforme á la natu- les son necesarias para la salvación hu-
i> raleza » , según se dice ( D e Cosí. 1. 2, m a n a , por lo cual se dice ( i . Pet. 2,21):
t. 18). Pero la pasión de Cristo tuvo por Cristo padeció por nosotros, dejándonos
efecto la muerte violenta. L u e g o hubiera ejemplo para que sigáis sus pisadas. 3.°
sido más conveniente, que Cristo liber- Porque Cristo por medio de su pasión
tase al hombre, muriendo de muerte na- no solo libertó al hombre del pecado,
tural, que el que padeciese. sino también mereció para él la gracia
3.° Parece muy conveniente que aquel, santificante y la gloria de la beatitud,
que retiene algo violenta é injustamente como se dirá (C. 48). 4.° Porque por
sea despojado por la potencia del supe- esto se impuso al hombre mayor necesi-
rior : por lo cual se dice : (Is. 52, 3 ) de dad de conservarse libre del pecado, al
balde fuisteis vendidos y sin plata seréis pensar que ha sido redimido del pecado
redimidos. Pero el diablo no tenía dere- por la sangre de Cristo según estas pala-
cho alguno sobre el hombre, á quien ha- oras (i Cor. 6 , 2 ) : comprados fuisteis
bía engañado por un fraude, y á quien por grande precio ( 3 ) . Glorificad áDios

(1) Esta doctrina se opone al error de los socinianos que su- inestimable de caridad! entregaste ü tu ¡lijo para redimir al siervo.
ponían, que la redención debía haberse verificado por medio (3; En cuanto al precio grande de la redención deben distin-
de la predicación y el ejemplo de Jesucristo, sin necesidad de guirse dos cosas ; una, si este precio fue equivalente y con-
dar á la divina justicia una satisfacción digna, e t c — M. Ch. digno •. otra, si lo fue ¡vuela ápices jwls. La 1." es cuestión dog-
(2) La Iglesia, consiguiente á esta doctrina, hace preces en . mática ; mas la 2." es solo controvertible. — M. Ch.
el dia de la bendición del cirio pascual, esclamando : ¡oh amor I
C U E S T I Ó N X L V I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 521

y Revadle en vuestro cuerpo. 5° Porque tado de l a esclavitud del diablo por m e -


esto redundó en mayor dignidad del dio de la justicia satisfaciendo Cristo,
hombre ; de m o d o q u e , a s í . c o m o e l h o m - mediante su pasión, por el mismo hom-
bre h a b í a s i d o e n g a ñ a d o y v e n c i d o por el bre, Fue también conveniente «para
diablo, a s í también fuera el hombre el » v e n c e r l a s o b e r b i a d e l d i a b l o , q u e es e l
que l e v e n c i e r a , y así como el hombre » desertor de l a j u s t i c i a , y a m b i c i o s o d e l
mereció la muerte, así el hombre, mu- » poder, que Cristo venciera al diablo y
riendo, s u p e r a s e á l a m u e r t e . P o r l o c u a l » libertase a l h o m b r e , no por solo el p o -
15, 57) : gracias á Dios
se d i c e : ( i C o r . » der de l a d e i d a d , sino t a m b i é n por la
que nos dio la victoria por nuestro Señor »justicia y humildad de la pasión»,
Jesucristo. Fue por lo tanto más conve- como dice S a n A g u s t í n ( D e T r i n . 1. 13,
niente que fuésemos librados por la pa- C. 13, 14 y 15.
sión de Cristo, que por solo la voluntad
de Dios.
ARTÍCULO I V . — D e n l o Cristo pade-
A l argumento 1.° diremos, que tam-
c e r e n l a c r u z ? (1)
bién l a n a t u r a l e z a p a r a hacer algo más
convenientemente, emplea muchas co-
sas p a r a u n a sola, como dos ojos para 1.° P a r e c e que Cristo no debió pade-
ver, y a s í e n l a s demás. cer en la cruz ; porque la verdad debe
A l 2.° q u e , c o m o dice el Crisóstomo, corresponder á la figura. Ahora bien
(hab. e s p r e s s . e x A t h a n a s , i n l i b . D e in- Cristo fue figurado anteriormente por to-
carnat. V e r b i e t e p i s t . a d v e n t u corpor.), dos los sacrificios del antiguo Testamen-
<r C r i s t o no había venido á destruir su t o , en los que los animales eran inmola-
»muerte, que no tenía, pues él era la dos por la espada, y después quemados
»vida ; sino que h a b í a venido á destruir por el fuego. Luego parece que Cristo
3>la m u e r t e de los hombres». Por lo no debió padecer en l a c r u z , sino más
cual n o « d e j ó su cuerpo por la propia bien por l a espada ó por el fuego.
» muerte, sino que sufrió l a que los h o m - 2.° D i c e e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid., 1. 3,
»bres le dieron : y aunque su cuerpo c . 20), que Cristo no debió tomar sufri-
¡> h u b i e r a estado enfermo, y se hubie- mientos reprensibles. Pero la muerte de
» ra destruido á la vista de todos, era cruz parece haber sido l a más reprensible
T> i n c o n v e n i e n t e que el que sanaba los é i g n o m i n i o s a : p o r l o c u a l se d i c e (Sap.
J males d e otros, tuviese cuerpo pro- 2, 2 0 ) : condenémosle á la muerte mas in-
i> pió c a p a z d e e s t a s m i s e r i a s . S i h u b i e r a fame. L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó
sdejado su cuerpo sin enfermedad al- sufrir l a muerte de c r u z .
»guna y después se h u b i e r a aparecido 3.° D í c e s e d e C r i s t o : bendito el que
«vivo, no se h a b r í a c r e í d o en s u pala- viene enel nombre del Señor, c o m o c o n s t a
»bra al hablar de su resurrección. Por- Matth. 21, 23). P e r o l a muerte de cruz
»que, ¿ c ó m o sería evidente la victoria era muerte de maldición según aquello
a de C r i s t o s o b r e l a m u e r t e s i n o l a h u - ( D e u t . 21, 23): maldito es de Dios el
»hiera sufrido á l a vista de todos y m o s - que es colgado de un madero. L u e g o p a -
strado que la había destruido, por la rece que no fue conveniente que Cristo
»incorruptibilidad de su cuerpo » ? fuera crucificado.
Al 3.° que, aunque el diablo atacase Por el oontrario : dícese ( P h i l i p p . 2,
injustamente a l h o m b r e , sin embargo, á 8): se hizo obediente hasta la muerte, y
causa d e s u p e c a d o e l h o m b r e h a b í a s i d o muerte de cruz.
justamente a b a n d o n a d o p o r D i o s b a j o la Conclusión. El que vino á morir por
servidumbre d e l d i a b l o . Y p o r esto f u e la salvación de todos y á satisfacer por
conveniente q u e e l h o m b r e fuera liber- el pecado del primer hombre, fue conve-

(1) Se advertirá, que la figura de lacruz era diferente; una formación de un madero puesto de pié derecho con .otro tam-
tenia la forma de una 1, á la cual se condenaban los malhe- bién derecho que cruzaba la parte superior" en figura de T y
chores, lns cuales sufrían el'tormento, pasándoles el madero en esta fue en la que murió Jesucristo. No convienen los crí-
por medio del cuerpo hasta salirles por la boca : otra dis- ticos respecto del título ó inscripción puesta á la cruz, si fde
puesta á manera de X ; otra que tenía la hechura de horca de fijado en el vértice de la misma correspondiente á la parte de
ios dientes, como una Y, á la cual se ataban los reos con los la cabeza ó si fue colocado en otra tabla diferente.—M. Ch,
pies hacia arriba i ademas existía la 4.', que consistía en la
522 CUESTIÓN Xtvi. — ARTÍCULO IV.

niente que no muriese de otra manera que 4.° p o r q u e p o r m o r i r e n l o a l t o n o s pre-


en la cruz (1). p a r a l a a s c e n s i ó n a l c i e l o , c o m o d i c e el
R e s p o n d e r e m o s , q u e fue c o n v e n i e n t í - C r i s ó s t o m o ( i d h a b e t express. Athanas.
simo que Cristo sufriera la m u e r t e de c r u z : i b i d . a . 3 , a l 2.). Y d e a h í e s q u e e l mis-
1.° p a r a d a r e j e m p l o d e v i r t u d ; p u e s m o d i c e ( J o a n . 12, 32): si yo fuese al-
d i c e ( S a n A g u s t í n ( Q . 1. 8 3 , q . 25): cela zado de la tierra, todo lo atraeré á mí
» s a b i d u r í a de D i o s se hizo h o m b r e p a r a mismo: 5.° p o r q u e e s t o c o m p e t e á l a sal-
» e n s e ñ a r n o s con su ejemplo á vivir r e c - v a c i ó n u n i v e r s a l d e t o d o e l m u n d o . Por
» tamente » ; y pertenece á la vida recta l o c u a l d i c e S a n G r e g o r i o N i c e n o (Serm.
» n o t e m e r l a s c o s a s q u e n o d e b e n ser t e - 1. d e r e s u r r e c t . ) y e l D a m a s c e n o ( O r t h .
» midas». Y hay hombres que, aunque fid. 1. 4, c . 12) y S a n A g u s t í n ( e p i s t . 140
n o t e m a n á l a m u e r t e m i s m a , t i e n e n sin ó 120, c . 26) q u e « l a figura d e l a cruz
» e m b a r g o horror al género de m u e r t e . » q u e s e d i v i d e a l m e d i o e n c u a t r o partes,
» L u e g o para que ningún género de muer- » s i g n i f i c a l a v i r t u d y p r o v i d e n c i a clei
» t e fuese t e m i b l e al h o m b r e , q u e v i v e » q u e e s t á p e n d i e n t e d e e l l a , q u e s e di-
» r e c t a m e n t e , l e s fue m o s t r a d a l a c r u z d e » f u n d e p o r d o q u i e r a » . E l Crisóstomo
» a q u e l h o m b r e , p o r q u e e n t r é todos los d i c e t a m b i é n ( h o c e t i a m h a b e t Athan.
» géneros de m u e r t e ninguno h a b í a m á s i b i d . a . 3, a l 2.°) q u e « m u e r e c o n l a s ma-
» e x e c r a b l e y t e m e r o s o q u e el d e l a c r u z » . » n o s e s t e n d i d a s s o b r e l a c r u z , p a r a atraer
2.° p o r q u e e s t e g é n e r o d e m u e r t e e r a » á s í c o n u n a m a n o a l p u e b l o antiguo, y
conveniente sobre t o d o p a r a satisfacer » c o n l a o t r a á l o s g e n t i l e s » : 6.° p o r q u e
p o r el p e c a d o d e n u e s t r o s p r i m e r o s p a - p o r e s t e g é n e r o d e m u e r t e s e designan
d r e s , q u e r e s u l t ó d e h a b e r c o n t r a r i a d o el diversas virtudes. A s í dice S a n Agustín
m a n d a t o de D i o s , comiendo la m a n z a n a i n l i b . D e g r a t i a v e t e r , e t n o v i T e s t , sci-
d e l á r b o l p r o h i b i d o . P o r l o c u a l fue c o n - l i c e t . e p i s t . 140 ó 120, c . 26): « n o en
veniente que Cristo, p a r a satisfacer por » b a l d e e l i g i ó t a l g é n e r o d e m u e r t e , sino
a q u e l p e c a d o , p a d e c i e s e el m i s m o c l a v a - » p a r a m o s t r a r e s t a l a t i t u d y a l t u r a , y lon-
d o e n u n m a d e r o , c o m o r e s t i t u y e n d o lo » g i t u d y p r o f u n d i d a d d e q u e h a b l a el
que A d á n había quitado, según aquello » A p ó s t o l (3): p o r q u e l a l a t i t u d a p a r e c e
(Ps. 6 8 , 5): lo que no robé pagábalo en- » e n e l t r a n s v e r s o d e l a c r u z y designa
tonces ( 2 ) ; a c e r c a d e l o c u a l d i c e S a n » l a s b u e n a s o b r a s , p u e s t o q u e á esta
A g u s t í n , en un sermón de pasión (implic. » p a r t e d e l a c r u z e s t á n c l a v a d a s l a s ma-
s e r m . 101 d e T e m p . ) : « d e s p r e c i ó A d á n » n o s . L a l o n g i t u d c o n s i s t e e n l a p a r t e que
» el p r e c e p t o t o m a n d o l a m a n z a n a d e l » v a d e s d e e l b r a z o t r a n s v e r s a l h a s t a la
» á r b o l ; p e r o t o d o lo q u e A d á n p e r d i ó , » t i e r r a , e n l a c u a l s e e s t i e n d e e l cuerpo,
» C r i s t o lo h a l l ó e n l a c r u z » . 3.° p o r q u e » t o d o d e r e c h o , y c a s i e n l a p o s t u r a d e un
c o m o dice el C r i s ó s t o m o en u n s e r m ó n » h o m b r e fijo ; l o c u a l s e a t r i b u y e á la
de pasión ( H o r n . de cruce et latr.): « s u - » l o n g a n i m i d a d . L a a l t u r a e s l a p a r t e que
» frió s o b r e u n m a d e r o y n o b a j o t e c h a d o » s e halla sobre e l b r a z o d e l a cruz, y
» p a r a q u e t a m b i é n se p u r i f i c a s e l a n a t u - » c o r r e s p o n d e á l a c a b e z a : d e l q u e es
» raleza del mismo aire; y aun la tierra » c r u c i f i c a d o , p u e s t o q u e e s l a suprema
» m i s m a sentía semejante beneficio por l a » e s p e c t a c i o n d e l o s q u e e s p e r a n e l bien.
» destilación p u r a de la sangre que caía » L a p a r t e d e l a c r u z q u e e n t r a e n la
» del costado». Y sobre aquello ( J o a n , 3): » t i e r r a , y q u e e s c o m o e l t r o n c o , - del
oportet exaltar ifilium hominis, dice T e o - » c u a l s a l e t o d o l o d e m á s , s i g n i f i c a la
filacto ( e t A t h a n a s . 1. D e p a s i o n e e t C r u - » profundidad d e l a gracia gratuita ». Y
ce D o m . ) « c u a n d o oyeres q u e es l e v a n - c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( S u p . Joan.
» t a d o , e n t i e n d e q u e fue e l e v a d o á l o a l t o t r a c t . 119) « e l m a d e r o , s o b r e e l c u a l es-
» p a r a santificar el a i r e , el q u e h a b í a » t a b a n c l a v a d o s l o s m i e m b r o s d e l pa-
» s a n t i f i c a d o l a t i e r r a a n d a n d o s o b r e e l l a »: » c í e n t e , f u e l a c á t e d r a d e l m a e s t r o que

(1J Tal conveniencia puede estenderse también al tiempo (2) Lo cual es conforme con lo que se canta en el prefación
en que se verificó, el cual según los cronólogos más acredita- la Cruz : ut linde mors orícbatur, inde vita resnrgcret, et qui
dos fue el año 782 de la fundación de Roma, el 15 del imperio Ugno vincebat in Ugno quoque vincerelur.
de Tiberio César, 1.° de la olimpiada, 202, 29 déla era vulgar, (3) (Efes. c. 3 , 18). Para que podáis comprender con todos Ka
•y 33 de la edad del mismo Jesucristo—M. Ch. santos cual sea la latitud y longitud, ó la sublimidad y loprofuni''
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IV Y V. 523

»enseña» : 7.° porque este género de carne de Cristo fue mortal, habiendo te-
muerte corresponde á muchas figuras; nido la semejanza de pecado: y por esto
pues según dice San Agustín en un ser- Moisés la llama maldita, como el A p ó s -
món de pasión (habet aliquid serm. 101), tol la denomina pecado, diciendo ( n . Cor.
j del diluvio de las aguas fue libertado el 5, 2 1 ) : aquel que no había conocido pe-
j género humano en un arca de madera; cado , se hizo pecado por nosotros, esto
j cuando salió el pueblo de Dios de E g i p - es, por causa de la pena del pecado. « N o
j t o , Moisés dividió las aguas con una » debe admirarnos que se haya dicho que
jvara, destruyó á Faraón, y redimió al » h a sido maldito por D i o s , porque si
j pueblo de Dios ; el mismo Moisés arro- » D i o s no hubiera odiado el pecado y
»jó al agua un leño, y convirtió el agua » nuestra muerte, no hubiera enviado á
j amarga en dulce ; con una vara de ma- » su H i j o , para someterse á ella y des-
lí dera hirió la piedra espiritual, para » truirla. Confiesa pues que recibió la
D hacer brotar el agua ; y para vencer á » maldición por nosotros, el que confesáis
sAmalech, Moisés tenía sus brazos es- » haber muerto por nosotros». P o r lo cual
»tendidos sobre la vara: el arca del T e s - se dice (Galat. 3 , 13): Cristo nos redi-
¡» tamento donde estaba la ley de Dios mió de la maldición de la ley, hecho por
s era de madera ; de modo que todas estas nosotros maldición.
¡> cosas debían conducir gradualmente á
Í los hombres á venerar el santo madero ARTÍCULO V . — c r i s t o s u f r i ó t o d a cia-
í de la cruz» (1). se de padecimientos ?
Al argumento 1.° diremos, que el altar
de los holocaustos, en el que se ofrecían l.° Parece que Cristo sufrió toda cla-
los sacrificios de los animales, era hecho se de padecimientos ; porque dice San
de madera, como consta ( E x o d . 2 6 ) ; y Hilario ( D e Trin. 1. 1 0 ) : « e s cierto que
en cuanto á esto, la verdad corresponde » el Hijo de D i o s , para cumplir el miste-
á la figura; mas no es necesario que lo » rio de su muerte ha consumado en él
sea en cuanto á todas las cosas porque » todos los sufrimientos humanos, cuando
entonces no habría semejanza, sino reali- » inclinada la cabeza,exhaló su espíritu».
dad, como dice el Damasceno (Orth. fid. L u e g o parece que Cristo sufrió todos los
1. 3, c. 26). Sin embargo según el pen- padecimientos humanos.
samiento del Crisóstomo ( i d etiam hab. 2.° Dícese (Is. 52, 13): mirad que mi
Athan. ibid. a. 3 , al 2.°): c< no se le de- siervo tendrá inteligencia, ensalzado y
í capita como á San J u a n , ni es dividido elevado será, y sublimado en gran mane-
acornó Isaías, para que su cuerpo sea ra : como muchos se pasmaron, así será
í entregado á la muerte íntegro é indivi- sin gloria su aspecto.entre varones, y su
J>sible, y no sirva de ocasión ó motivo á figura entre los hijos de los hombres. Pero
s los que quieren dividir la Iglesia » . E n
Cristo fue ensalzado según que tuvo toda
lugar del fuego material, hubo en el ho- gracia y toda ciencia, por lo cual, mu-
locausto de Cristo el fuego de la caridad.chos admirándole se pasmaron. L u e g o
Al 2 .° que Cristo rehusó tomar sobre parece que no fue g l o r i o s o , sufriendo
silos sufrimientos reprensibles que per- todos los padecimientos humanos.
tenecían al defecto de ciencia ó de gra- 3.° L a pasión de Cristo ha sido orde-
cia ó también de virtud, mas no aquellos nada á la liberación del hombre del peca-
que se refieren á la injuria que se le había
do , según lo dicho (a. 3 ) ; y Cristo vino
de inferir esteriormente, mucho menos á libertar á los hombres de todo género
cuando dice el Apóstol. ( H e b . 12, 2 ) :
de pecados. L u e g o debió sufrir todo g é -
sufrió cruz menospreciando la deshonra. nero de padecimientos.
Al 3.° que, como dice San Agustín Por el contrario, dícese (Juan. 19,
(cont. Faust. 1. 14, c. 6 ) , el pecado es 32), que vinieron los soldados, y quebra-
maldito, y por consiguiente la muerte y ron las piernas al primero, y al otro, que
la mortalidad proviniente del pecado. L a fue crucificado con él; mas cuando vinie-
ron á Jesús, no le quebrantaron las pier-
(1) Basílides falsamente supuso, que no fue Jesucristo ver- nas. L u e g o no sufrió todo padecimiento
daderamente el que padeció en la Cruz, sino el Cirineo trans-
iormado en la figura de Cristo. humano.
524 CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS V Y VI.

Conclusión. Jesucristo sufrió todas las n o s l o s c l a v o s , e n s u r o s t r o l a s bofetadas


pasiones humanas según el género, mas y s a l i v a s y en t o d o e l c u e r p o azotes. P a -
no según la especie, á fin de que pudiera deció t a m b i é n por todos sus sentidos;por
decirse verdaderamente que salvó á todo e l t a c t o a l s e r a z o t a d o y h e r i d o c o n los
el género humano. c l a v o s , p o r e l g u s t o , b e b i e n d o h i é l y vi-
Responderemos, q u e l o s p a d e c i m i e n - nagre, por el o l f a t o , a l ser p u e s t o en
tos h u m a n o s p u e d e n considerarse de dos c r u z e u u n l u g a r q u e los c a d á v e r e s ha-
m a n e r a s : 1. a
en cuanto á l a especie ; y c í a n fétido y q u e se l l a m a b a el Calvario;
así no convino que C r i s t o sufriese todo p o r e l o i d o , a l ser a t a c a d o p o r las pala-
p a d e c i m i e n t o , porque m u c h a s especies de b r a s d e l o s q u e l e b l a s f e m a b a n y se mo-
padecimientos son contrarias entre sí, f a b a n d e é l , y p o r l a v i s t a , a l v e r llorar
c o m o c u a n d o u n o se q u e m a p o r e l f u e g o á su m a d r e y a l discípulo á quien amaba,
ó es s u m e r g i d o e n el a g u a ; p o r q u e a h o r a A l a r g u m e n t o 1.° diremos que aquel
h a b l a m o s de los padecimientos inferidos p a s a g e de S a n H i l a r i o debe entenderse
esteriormente, puesto que los que son en c u a n t o á todo g é n e r o de padecimien-
causados interiormente, como las en- tos pero no en cuanto á todas l a s es-
fermedades corporales, no fue convenien- pecies.
te que los sufriese, como se h a dicho A l 2.° q u e s e o b s e r v a a l l í l a semejan-
(C. 14, a . 4): 2. a
en cuanto al género s u - za no en cuanto al número d e padeci-
frió todo padecimiento h u m a n o ; lo cual m i e n t o s y d e g r a c i a s s i n o e u c u a n t o á la
puede considerarse de tres maneras: m a g n i t u d d e l o u n o y d e l o o t r o ; porque
1. a
por parte de los hombres de quienes a s í c o m o f u e e l e v a d o s o b r e l o s d e m á s en
p a d e c í a , pues padeció algo de los genti- l o s d o n e s d e l a s g r a c i a s , a s í fue vilipen-
l e s , de los j u d í o s , de los varones y de las d i a d o m á s q u e o t r o s p o r l a i g n o m i n i a de
m u j e r e s , c o m o se v e p o r l a s s i r v i e n t a s q u e sus sufrimientos.
acusaban á San Pedro. Padeció también A l 3.° que el menor de l o s padeci-
por parte de los príncipes y de sus m i - m i e n t o s de C r i s t o h u b i e r a bastado para
nistros y del pueblo, según aquello (1) r e d i m i r a l g é n e r o h u m a n o d e t o d o s sus
( P s . 2 , 1 ) : ¿por qué bramaron las gen- p e c a d o s , p e r o s e g ú n l a c o n v e n i e n c i a fue
tes y los pueblos meditaron cosas vanas? p r e c i s o q u e s u f r i e s e t o d o g é n e r o d e pasio-
asistieron los reyes de la tierra y se man- nes c o m o y a se h a d i c h o .
comunaron los príncipes contra el Señor
y contra su Cristo. T a m b i é n s u f r i ó d e A R T Í C U L O V I . — E I d o l o r «ie in pasión
parte de sus discípulos y de los que le
d e C r i s t o f u e m a y o r q u e t o d o s l o s d o l o r c N ? (3)
c o n o c í a n , c o m o se v e p o r J u d a s , q u e l e
entregó y por P e d r o q u e l e n e g ó (2) : 1.° P a r e c e q u e e l d o l o r d e l a pasión
2. a
L a m i s m a c o n s e c u e n c i a se d e s p r e n d e d e C r i s t o n o f u e m a y o r q u e t o d o s los d e -
por relación á las cosas, en las que el h o m - m a s d o l o r e s ; p o r q u e e l d o l o r d e l pacien-
b r e p u e d e sufrir. E n efecto C r i s t o sufrió te se a u m e n t a s e g ú n l a g r a v e d a d y dura-
en sus amigos que le a b a n d o n a b a n ; en c i ó n d e l p a d e c i m i e n t o . P e r o a l g u n o s már-
su reputación por las blasfemias proferi- tires sufrieron m á s graves y más durade-
das contra é l ; en su honra y gloria por r o s p a d e c i m i e n t o s q u e C r i s t o , c o m o se ve
las b u r l a s y a f r e n t a s q u e se le c a u s a r o n ; p o r S a n L o r e n z o q u e f u e a s a d o en u n a
en sus cosas porque h a s t a fue despojado p a r r i l l a , y S a n V i c e n t e c u y a s c a r n e s fue-
de sus vestidos; en su a l m a por l a tris- ron destrozadas con garfios de hierro.
t e z a i t e d i o y t e m o r , y en su cuerpo por L u e g o p a r e c e q u e e l d o l o r d e C r i s t o en
las heridas y a z o t e s . 3. a
Puede conside- su pasión no fue el m a y o r .
rarse respecto á los miembros del cuerpo, 2.° L a v i r t u d d e l a m e n t e es mitigadora
pues Cristo sufrió en su cabeza l a corona d e l d o l o r h a s t a e l p u n t o q u e l o s stóicos
d e e s p i n a s p u n z a n t e s ; en s u s p i e s y ma- p r e t e n d i e r o n q u e l a t r i s t e z a n o penetraba

(1) Lo cual aplica San Pedro á Jesucristo con los Apóstoles. (3) Do es raro ver en la historia eclesiástica herejes y filó-
(2J Algunos herejes llegaron á suponer, que Jesucristo en sofos impíos como Cerdon y Marcion que pretendieron soste-
esta vida sufrió las penas y dolores de los condenados en el ner como una verdad el manifiesto absurdo de que Jesucristo
infierno, de igual manera que Calvino llegó con su blasfemia no padeció verdaderos dolores. Mas la Iglesia condenó como
hasta decir, que el mismo Cristo emitió durante sus sufrimien- errores tales asertos, según particularmente puede verse en
tos una voz de desesperación. la definición del Concilio de Florencia.
CUESTIÓN X L V I . — A R T I C U L O VI. 525

en e l á n i m o d e l s a b i o ; y A r i s t ó t e l e s t a m - paciente un dolor verdadero y sensible


bién s u p u s o ( E t h i c . 1. 2 , 6, 7 y 9), que que es c a u s a d o p o r e l d a ñ o c o r p o r a l ; y
la v i r t u d m o r a l o c u p a e l m e d i o e n l a s p a - u n dolor interno, que es c a u s a d o p o r la
siones. M a s e n C r i s t o f u e p e r f e c t í s i m a l a p e r c e p c i ó n d e a l g ú n d a ñ o , q u e se llama
virtud de l a m e n t e . Luego parece que tristeza. U n o y otro dolor en Cristo fue
Cristo n o e s p e r i m e n t ó e l m a y o r dolor. el m a y o r entre los dolores de l a v i d a p r e -
3.° Cuanto más sensible es algo pa- s e n t e ; y e s t o p o r c u a t r o r a z o n e s . 1. a
Por
ciente, t a n t o m a y o r d o l o r d e p a d e c i m i e n - las causas del dolor; pues l a del dolor
to se s i g u e . P e r o e l a l m a e s m á s sensible sensible fue l a lesión corporal ; l a cual
que el cuerpo, puesto que el cuerpo fue a c e r b a , y a á causa de la generalidad
siente p o r e l a l m a ; t a m b i é n A d á n e n e l de sus sufrimientos, de los q u e y a se h a
estado d e i n o c e n c i a p a r e c e q u e t u v o u n h a b l a d o ( a . 5, y C, 15) ; y a también por
cuerpo m á s s e n s i b l e q u e C r i s t o , q u e t o m ó el género de ellos, porque l a muerte de
el c u e r p o h u m a n o c o n s u s d e f e c t o s n a t u - l o s c r u c i f i c a d o s es l a m á s t e r r i b l e , p u e s t o
rales. L u e g o p a r e c e q u e e l d o l o r d e l a l m a que son clavados en las partes m a s ner-
que s u f r e e n e l p u r g a t o r i o ó e n e l i n f i e r n o viosas y m á s sensibles, esto e s , l a s m a n o s
ó también el dolor de A d á n , si hubiese y los p i e s , y el peso m i s m o del cuerpo,
padecido, h u b i e r a sido m a y o r que el d o - que pende continuamente, aumenta el
lor de l a p a s i ó n d e Cristo. d o l o r , y c o n esto t a m b i é n se p r o l o n g a el
4.° L a pérdida del mayor bien causa dolor ; puesto que no m u e r e n inmediata-
mayor dolor. Y e l p e c a d o r a l p e c a r p i e r d e mente como los que son pasados á c u c h i -
mayor b i e n , q u e C r i s t o a l p a d e c e r , por- llo. L a causa empero del dolor inter-
que l a v i d a d e l a g r a c i a e s m e j o r q u e l a no fue primeramente todos los pecados
vida de l a n a t u r a l e z a : t a m b i é n C r i s t o q u e del género humano por los que satis-
perdió l a v i d a p a r a r e s u c i t a r al tercero facía sufriendo; por lo q u e c a s i se los
dia, p a r e c e q u e p e r d i ó m e n o s q u e l o s q u e atribuye cuando dice (in Ps. 21): las
la pierden p a r a p e r m a n e c e r m u e r t o s . L u e - voces de mis delitos : segundo, especial-
go p a r e c e q u e e l d o l o r de C r i s t o no fue m e n t e l a c a i d a de los j u d í o s y de los d e -
el m a y o r d e l o s d o l o r e s . mas que pecaban en su m u e r t e , y princi-
5." L a i n o c e n c i a d e l p a c i e n t e d i s m i n u - p a l m e n t e de sus discípulos que se e s c a n -
ye e l d o l o r d e l p a d e c i m i e n t o . M a s Cristo dalizaron en su pasión ; tercero l a p é r d i -
padeció inocentemente, según aquello da también de la v i d a corporal que es
(Jerem. 11, 19) : y yo como cordero man- naturalmente horrible á la naturaleza h u -
so que es llevado al degolladero. L u e g o m a n a . 2. L a m a g n i t u d de su dolor p u e -
a

parece q u e e l d o l o r d e l a p a s i ó n d e Cris- de considerarse por la percepción del


to no f u e e l m a y o r . paciente según el alma y según el cuer-
6.° En lo q u e es d e C r i s t o n a d a fue p o ; según el cuerpo, tenía una comple-
supérfluo. P e r o e l m e n o r d o l o r d e Cristo xión perfecta, puesto que fue formado
hubiera b a s t a d o p a r a e l fin de l a salva- milagrosamente por la operación del E s -
ción h u m a n a , p u e s h u b i e r a t e n i d o p o r la píritu S a n t o , como también todo lo que
persona d i v i n a u n a v i r t u d i n f i n i t a . L u e g o es h e c h o p o r m i l a g r o es m e j o r que todo
hubiera s i d o s u p é r f l u o q u e t o m a s e e l m a - lo q u e l o es d e o t r a m a n e r a , s e g ú n lo
yor de l o s d o l o r e s . hace notar el Crisóstomo (hom. 11 in
Por el contrario, dícese ( T h r e n . 1,2) J o a n 1) a c e r c a d e l v i n o e n q u e c o n v i r t i ó
atended y mirad
de l a p e r s o n a d e C r i s t o : Cristo el a g u a e n l a s b o d a s ; y por esto
si hay dolor como mi dolor. sobresalió en él principalmente el sentido
Conclusión. Bien consideradas todas d e l t a c t o de c u y a p e r c e p c i ó n se s i g u e el
las cosas, es manifiesto, que el dolor tan- dolor. E l a l m a t a m b i é n percibió eficací-
to interior como esterior que padeció Jesu- simamente según las fuerzas interiores
cristo fue el mayor de todos los demás do- todas las causas d e l a t r i s t e z a . 3. a
L a
lores que pueden sufrirse en la vida pre- m a g n i t u d del dolor de Cristo que pade-
sente. c í a puede considerarse por la pureza del

Responderemos, que como s e ha d i c h o dolor y de l a tristeza ; pues en los demás

al.tratar de los defectos tomados por p a c i e n t e s se m i t i g a l a t r i s t e z a i n t e r n a y

Cristo ( C . 15, a. 5 y 6), hubo en C r i s t o l h a s t a el dolor esterior por a l g u n a consi-


526 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO VI.

aeración de l a razón por medio de cierta que es según Dios, engendra penitencia
derivación ó redundancia de l a s . p o t e n - estable para la salud. P o r l o t a n t o Cristo
cias superiores á las inferiores, lo c u a l no p a r a satisfacer por los pecados de todos
t u v o l u g a r en Cristo que p a d e c í a , puesto l o s h o m b r e s t o m ó la t r i s t e z a , la mayor
que, según el Damasceno (Orth. fid. 1. e n c a n t i d a d a b s o l u t a , p e r o q u e no esce-
3 , c . 15), € dejó hacer á cada u n a de las d í a la regla d e la razón. E n cuanto al
j> p o t e n c i a s del alma lo que las era pro- d o l o r s e n s i b l e e s t e r i o r l a v i r t u d m o r a l no
» p i ó » . 4. a
P u e d e considerarse la m a g n i - le disminuye directamente, p o r q u e tal
t u d del dolor de Cristo en su pasión por- dolor no obedece á l a r a z ó n , sino que
que tomó voluntariamente (1) estos p a - s i g u e la n a t u r a l e z a d e l c u e r p o ; sin em-
d e c i m i e n t o s y e l d o l o r c o n e l fin d e l i b e r - b a r g o l e d i s m i n u y e i n d i r e c t a m e n t e p o r la
tar á los h o m b r e s del p e c a d o , y por c o n - redundancia de las potencias sujDerioresá
siguiente tomó t a n t a c a n t i d a d de dolor, las inferiores, lo cual no sucedió en Cris-
como correspondía á la magnitud del t o , c o m o s e h a d i c h o ( a q u í y C . 45, a. 2).
fruto que Luego por
de ello resultaba. A l 3.° que el dolor del a l m a separada
todas estas causas consideradas simultá- q u e s u f r e p e r t e n e c e al e s t a d o d e la f u t u r a
neamente aparece manifiesto que el dolor c o n d e n a c i ó n , la c u a l e s c e d e á t o d o mal
de Cristo fue el mayor. d e e s t a v i d a , c o m o l a g l o r i a d e l o s san-
A l argumento 1.° diremos que aquel tos escede á t o d o b i e n d e la v i d a pre-
razonamiento procede solamente de una sente. Así pues c u a n d o d e c i m o s que el
de las causas de que a c a b a m o s de h a b l a r , d o l o r d e C r i s t o es e l m a y o r , n o le c o m -
esto es de la lesión c o r p o r a l q u e es l a paramos al dolor del a l m a separada (2).
causa del dolor sensible; pero el dolor de E l c u e r p o d e A d á n e m p e r o n o p o d í a su-
C r i s t o paciente se a u m e n t a m u c h o más f r i r , m i e n t r a s n o p e c a s e y e n t o n c e s se h a -
p o r l a s otras c a u s a s , s e g ú n se h a dicho. c i a m o r t a l y p a s i b l e , y h u b i e r a sufrido me-
A l 2.° q u e l a v i r t u d m o r a l m i t i g a de n o s q u e e l c u e r p o d e C r i s t o p o r l a s razo-
u n a m a n e r a diferente l a tristeza interior, n e s p r e d i c h a s . D e l a s q u e t a m b i é n es evi-
y de otra el dolor exterior sensible ; por d e n t e q u e a u n s u p o n i e n d o p o r imposible
que disminuye directamente la tristeza q u e A d á n h u b i e s e p a d e c i d o e n e l estado
interior, estableciendo en ella un medio, d e la i n o c e n c i a , h u b i e r a s i d o m e n o r su
como en su propia materia, y la virtud dolor que el de Cristo.
m o r a l establece el medio en las pasiones, A l 4.° que C r i s t o n o s o l a m e n t e sufrió
c o m o se h a d i c h o en l a segunda parte p o r la p é r d i d a d e l a v i d a c o r p o r a l propia,
(l. -2.
a ! e
C. 44, a. 1 y 2), no según la can- sino también por los p e c a d o s d e todos
t i d a d r e a l , sino s e g ú n la cantidad propor- l o s d e m á s : c u y o d o l o r e s c e d i ó e n Cristo
c i o n a l , es d e c i r , d e m a n e r a q u e l a p a s i ó n á todo dolor de c u a l q u i e r c o n t r i t o ; ya
no esceda l a regla de l a razón. Y puesto p o r q u e p r o c e d i ó d e m a y o r s a b i d u r í a y ca-
que los estoicos pensaban que ninguna r i d a d , p o r l a s q u e s e a u m e n t a e l dolor de
tristeza sería útil para algo, por eso c o n t r i c i ó n , ya t a m b i é n p o r q u e sufrió a l a
creían que discordase totalmente de la v e z p o r t o d o s l o s p e c a d o s , s e g ú n aquello
r a z ó n , y por consiguiente que debía estar ( I s . 53, 4 ) : en verdad cargó con muchos
totalmente exento de ella el sabio. Pero dolores. P o r o t r a p a r t e la v i d a corporal
en realidad de verdad h a y una tristeza de Cristo fue d e t a n t a d i g n i d a d , espe-
laudable, como lo prueba San Agustín c i a l m e n t e p o r l a D i v i n i d a d q u e l e estaba
( D e c i v . D e i , 1. 14, c . 9), esto es, c u a n - u n i d a , q u e s u p é r d i d a m i s m a p o r u n a hora
do procede del amor santo, como cuando e r a m á s d e p l o r a b l e q u e la p é r d i d a d e la
a l g u n o se entristece p o r los p e c a d o s p r o - vida de otro hombre por siempre. Por
pios ó ajenos. E s también útil cuando esto dice e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 3, c. 9),
tiene por fin satisfacer por el pecado se- q u e « e l v i r t u o s o a m a t a n t o m á s s u vida,
g ú n aquello (ir. Cor. 7, 10): la tristeza » c u a n t o m e j o r s a b e q u e e s ; y s i n embar-

(IJ Aquí la voluntariedad debe tomarse en el sentido de (2) Según el parecer de varios teólogos, no es improba!) e
apartar la mente de la consideración de todas aquellas cosas que alguna de las penas que se padecen en el purgatorio se>
que pueden causar tristeza y dejar á cada uno de los tormentos menos acerba que las sufridas por Jesucristo en su pasión y
obrar según s u acerbidad, y á cada una de las fuerzas y pp- muerde,
íencias del alma sufrir lo que les es propio.
CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS VI Y V I I . 527

u go l a e s p o n e p o r e l b i e n d e l a v i r t u d » . 'ó.
a
Cuando la pasión sensible llega
De la misma manera también Cristo es- hasta l a r a z ó n , entonces se d i c e q u e es
puao s u v i d a m u y a m a d a , p o r e l b i e n d e c o m p l é t a l a pasión, la cual no existió en
l a c a r i d a d s e g ú n a q u e l l o ( J e r e m . 12, 7) C r i s t o , pues solo existió en él l a propa-
¿í mi amada alma en manos de sus ene- sion, como dice San Jerónimo (Sup.
migos. illud Matth. 26 : Ccepit contristar i); por
A l 5.°, que la inocencia del paciente lo que también S a n Dionisio (inepist. ad
disminuye el dolor de l a pasión en cuanto J o a n . E v a n g . 10) d i c e <r s u f r í a l a s p a s i o -
al n ú m e r o ; p o r q u e , c u a n d o s u f r e u n c u l - » n e s q u e se l e inferían según que solo
p a b l e , se d u e l e n o s o l a m e n t e d e l a p e n a , » l a s j u z g a b a s (3). L u e g o no parece que
sino t a m b i é n d e l a c u l p a , m i e n t r a s q u e e l Cristo padeció según toda su alma.
inocente s o l a m e n t e d e l a p e n a , c u y o d o l o r 4.° L a pasión causa el dolor ; pero en
sin e m b a r g o s e a u m e n t a e n é l p o r l a i n o - el entendimiento especulativo no h a y d o -
cencia, en c u a n t o considera que el dolor l o r , p u e s t o q u e n i n g u n a t r i s t e z a se opone
que se l e h a c a u s a d o es m u y indebido; á l a delectación, que resulta de l a con-
por l o q u e t a m b i é n a u n o t r o s s o n m á s r e - templación, como dice el Filósofo (Top.
prensibles, si no le compadecen según 1. 1, c. 13, l o e . 2). Luego parece que
aquello (Is. el. justo perece y
5 7 , 1): Cristo no padecería según toda su alma.
no hay quien lo recapacite en su corazón. Por e l c o n t r a r i o , e s l o q u e se d i c e d e
Al 6.° que Cristo quiso librar a l gé- la persona de Cristo ( P s . 8 7 , 4 ) : rellena
nero h u m a n o d e l o s p e c a d o s , n o p o r su está mi alma de males; la Glosa interl.
poder s o l o , s i n o t a m b i é n p o r s u j u s t i c i a . A u g u s t . ) , « no de vicios sino de dolores,
Y por eso n o solo c o n s i d e r a c u á n t a vir- » que el alma padece en unión con el
tud t e n d r í a s u d o l o r d e l a d i v i n i d a d q u e » cuerpo, ó de m a l e s » , esto e s , compa-
le es u n i d a , s i n o t a m b i é n cuánto dolor deciendo á los que perecen dei pueblo.
suyo b a s t a r í a s e g ú n l a n a t u r a l e z a huma- P e r o no hubiera estado su a l m a rellena
na p a r a t a n t a s a t i s f a c c i ó n (1). d e estos m a l e s , si no hubiera padecido
según toda su alma. L u e g o Cristo pade-
ARTÍCULO V I I . — p a d e c i ó c r i s t o sc- ció según toda su a l m a (4).
gtm t o d a s u a l m a ? (2)
Conclusión. Uniéndose toda la esencia
1.° Parece que Cristo no padeció se- del alma con el cuerpo, y existiendo toda
gún t o d a s u a l m a ; p o r q u e c u a n d o e l c u e r - ella en todo el cuerpo, igualmente que en
po p a d e c e , p a d e c e e l a l m a per accidens, cada una de las partes del mismo cuerpo,
en c u a n t o e s e l a c t o d e l c u e r p o . P e r o el debe decirse que padeciendo Jesucristo en
alma no es e l a c t o d e l c u e r p o s e g ú n c a d a el cuerpo sufrió tal padecimiento según
una de s u s p a r t e s , p u e s t o q u e e l e n t e n d i - toda el alma y todas sus partes inferiores;
miento n o es a c t o d e n i n g ú n c u e r p o , c o - mas no según la razón por parte del objeto
mo se d i c e ( D e a n i m a 1. 3 , t. 6 y 12). que le sirvió de gozo y deleite r sin em-
Luego parece que Cristo no padeció se- bargo tomó todas las pasiones según ra-
gún toda s u a l m a . dican en el alma.
2.° C a d a potencia del a l m a padece por Responderemos, q u e el t o d o s e d i c e
su o b j e t o . P e r o e l o b j e t o d e l a p a r t e s u - por relación á las partes ; y las partes del
perior d e l a r a z ó n s o n l a s r a z o n e s e t e r n a s a l m a se l l a m a n p o t e n c i a s de e s t a . Luego
« á que e l l a se a p l i c a , c o n s u l t á n d o l a s y se d i c e q u e t o d a e l a l m a p a d e c e , e n c u a n -
» contemplándolas » como dice S a n A g u s - to sufre según su esencia ó en cuanto pa-
tín ( D e T r i n i t . 1. 12, c. 7 ) . P e r o Cristo dece s e g ú n todas sus potencias. M a s debe
no p u d o s u f r i r d a ñ o a l g u n o p o r l a s r a z o - considerarse que alguna potencia del a l m a
nes e t e r n a s , p u e s t o q u e e n n a d a l e con- p u e d e s u f r i r d e d o s m o d o s : 1.° p o r l a p a -
trarían. Luego parece que no padeció sión propia, lo que tiene lugar según que
según t o d a s u a l m a . sufre de parte de s u objeto, como si l a

(i) Lo cual se comprende fácilmente si se supone desde nientes.


luego, que la pena debía ser proporcionada á la culpa. (4) Repárese que en este lugar el Angélico Doctor usa de
(21 Tanto con relación á la totalidad de su esencia, cuanto la palabra padeció; mas no dice se dolió ; y la diferencia está
á la totalidad de sus potencias ; pues Jesucristo padeció en en que, el dolerse es propio del apetito animal solamente, y
iodos estos sujetos. el padecer es común á los cuerpos y á las almas.
(3) Es decir, no de otra manera que él creía le eran conve-
528 CUESTIÓN X L V I . — A R T Í C U L O S VII Y VIII.

vista sufre por una luz demasiado abun- cuando la pasión de la parte sensitiva l l e g a
dante ; 2.° sufre alguna potencia por la hasta inmutar la razón de la rectitud de
pasión del sujeto sobre el que se funda; su acto de modo que siga á la pasión y no
como sufre la vista sufriendo el sentido tenga el libre albedrío sobre e l l a . M a s
del tacto en el ojo sobre el que se funda así no llega en Cristo la pasión d e la
la v i s t a ; por ejemplo cuando el ojo ha parte sensitiva hasta la razón, sino p o r
recibido un golpe ó se dilata por el ca- parte del sujeto, como se ha dicho.
l o r . — A s i pues debe decirse que si enten- A l 4.° que el entendimiento especula-
demos el alma entera en razón de su tivo no puede tener dolor ó tristeza por
esencia, entonces es evidente que toda el parte de su objeto, que es lo verdadero
alma de Cristo ha sufrido; porque toda la absolutamente considerado y que consti-
esencia del alma se une al cuerpo de tal tuye su perfección; sin embargo puede
modo que toda está en todo y toda en llegar á él el dolor ó la causa del dolor
cada una de sus partes. Y por esto su- por el modo ya dicho.
friendo el cuerpo y dispuesto á separarse
del alma, toda el alma sufría. Pero si en- ARTÍCULO VIII. —¿Eiaimaentera
tendemos el alma entera según todas sus d e C r i s t o g o z a b a e n s u p a s i ó n d e i u bienaven-
potencias, hablando de este modo de los t u r a n z a ? (2]
sufrimientos propios de ellas, sufría en
verdad según todas sus potencias inferio- 1.° Parece que el alma de Cristo no
res, porque en cada una de las potencias gozase toda entera de la bienaventuranza
inferiores del alma que tienen por objeto en el momento de su pasión; porque es
las cosas temporales se encontraba algo imposible sufrir y gozar á la v e z , puesto
que era causa del dolor de Cristo como que el dolor y el gozo son contrarios.
se ve por lo dicho (a. 6) : pero bajo este Pero toda el alma de Cristo sufría el
punto de vista la razón superior no sufría dolor en el tiempo de su pasión, c o m o se
en Cristo por parte de su objeto, esto es, ha demostrado (a. 7). L u e g o no podía
de Dios (1) que no era la causa del do- ser que toda entera gozase.
lor del alma de Cristo, sino de delecta- 2.° Dice el Filósofo ( E t h i c . 1. 7,c. últ),
ción y de gozo : mas según aquel modo que la tristeza, si es vehemente, no sólo
de pasión por el que se dice que alguna impide la delectación contraria, sino cual-
potencia sufre por parte de su sujeto, en quiera otra ; y recíprocamente (3). P e r o
este caso todas las potencias del alma de el dolor de la pasión de Cristo f u e el
Cristo sufrían; porque todas las poten- más grande, como se ha manifestado
cias del alma radican en su esencia á la (a. 6 ) ; y de la misma manera también la
que llega la pasión cuando padece el delectación de la fruición es la mayor,
cuerpo del cual es acto. como se ha dicho en el principio d e l a se-
A l argumento 1.° diremos que aunque gunda parte (1 . -2. C. 4). Luego no pudo
a IE

el entendimiento, según que es cierta po- ser que el alma entera de Cristo padecie-
tencia, no es acto corporal, sin embargo se y gozase á la vez.
la esencia del alma, en la que radica la 3.° E l goce bienaventurado es según
potencia intelectiva, es acto del cuerpo, el conocimiento y el amor de las cosas
como se ha dicho en la primera parte divinas, como consta por San Agustín
( C . 77, a. 6 y 8). ( D e doct. christ. 1. 1, c . 4 y 10). Pero no
A l 2.° que aquel razonamiento procede todas las facultades del alma llegan á co-
de la pasión que resulta de parte del ob- nocer y amar á Dios. L u e g o no gozaba
jeto propio, según la que la razón supe- toda el alma de Cristo.
rior no sufrió en Cristo. Por el contrario, es lo que dice el Da-
A l 3.° que se dice ser el dolor pasión masceno (Orth. fid. 1. 3, c. 15), que « l a
perfecta por la que se perturba el alma, i> Divinidad de Cristo permitió á la carne

( 1 ) Cristo padeció por los pecados de los hombres según la venturanza en cuanto á toda el alma en el sentido de com-
razón superior los aprendió como ofensas de Dios ; de aquí se prender la esencia, mas no las potencias de la misma alma.
siguió.la .tristeza que afectaba al apetito sensitivo, a la vez (3) Si el goce es vehemente en sumo grado no solo escluye
que á la voluntad. la tristeza opuesta á él, si que también toda tristeza.
(2) Se dice que en su pasión Jesucristo gozaba de la biena-
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO VIII Y IX. 529

« h a c e r y p a d e c e r lo q u e la e s p r o p i o » . l a f r u i c i ó n es p o r p a r t e d e l a p o t e n c i a , á
Luego por i g u a l r a z ó n , siendo propio del l a que está sometido.
alma d e C r i s t o , e n c u a n t o e r a b i e n a v e n - A l 2.° q u e a q u e l l a s p a l a b r a s d e l F i l ó -
t u r a d a , g o z a r , su p a s i ó n no i m p e d í a l a sofo, son verdaderas en razón de l a r e -
fruición. d u n d a n c i a q u e n a t u r a l m e n t e se p r o d u c e
Conclusión. Aunque toda el alma de de u n a potencia del a l m a á o t r a ; pero
Jesucristo gozase de Dios por esencia du- esto n o t u v o l u g a r e n C r i s t o , c o m o se h a
rante su pasión, sin embargo no gozaba dicho.
de la fruición de los bienaventurados se- A l 3.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o p r o c e d e
gún todas sus potencias, sino solamente de l a t o t a l i d a d del a l m a respecto á sus
según la parte superior de la razón. potencias.
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
(a. 7), e l a l m a e n t e r a p u e d e e n t e n d e r s e ARTÍCULO I X . — P a d e c i ó Cristo en
según s u e s e n c i a y s e g ú n t o d a s s u s p o t e n - t i e m p o c o n v e n i e n t e ? (2)
cias. S i p u e s s e e n t i e n d e s e g ú n s u e s e n -
cia, en este c a s o e l a l m a e n t e r a g o z a b a , 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o p a d e c i ó e n
en c u a n t o e s e l s u g e t o d e l a p a r t e s u p e r i o r tiempo conveniente; porque la pasión de
del a l m a , á l a q u e p e r t e n e c e g o z a r d e l a C r i s t o e r a figurada p o r l a i n m o l a c i ó n d e l
Divinidad ; p a r a que así como l a pasión cordero p a s c u a l ; por lo que dice t a m b i é n
es a t r i b u i d a á l a p a r t e s u p e r i o r d e l a l m a e l A p ó s t o l ( i . C o r . 5, 7) : Cristo, que es
por r a z ó n d e l a e s e n c i a , d e l m i s m o m o d o nuestra Pascua, ha sido inmolado. P e r o
el goce e s a t r i b u i d o r e c í p r o c a m e n t e á l a el cordero pascual era inmolado el dia
esencia d e l a l m a p o r r a z ó n d e s u p a r t e c a t o r c e p o r l a t a r d e , c o m o se dice ( E x o d .
superior. M a s s i c o n s i d e r a m o s e l a l m a t o d a 12). L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o d e b i ó p a -
por r a z ó n d e t o d a s s u s p o t e n c i a s , e n t o n - decer entonces, lo c u a l consta ser falso ;
ces no t o d a e l a l m a g o z a b a , n i d i r e c t a - porque en aquel tiempo celebró la P a s c u a
mente, p o r q u e l a f r u i c i ó n n o p u e d e s e r e l con sus d i s c í p u l o s , s e g ú n aquello ( M a r c .
acto de t o d a s l a s p a r t e s d e l a l m a (1), 14, 12) : el primer dia de los ázimos,
ni por l a r e d u n d a n c i a d e l a g l o r i a , p o r q u e cuando sacrificaban la Pascua; y a l d i a
cuando C r i s t o e r a v i a d o r , n o e r a p r o - siguiente padeció.
ducida l a r e d u n d a n c i a d e l a g l o r i a de l a 2.° L a p a s i ó n d e C r i s t o s e d i c e su
parte s u p e r i o r á l a i n f e r i o r , n i d e l a l m a a l e x a l t a c i ó n , s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 3, 14):
cuerpo. P e r o p u e s t o q u e r e c í p r o c a m e n t e es necesario que sea levantado el Hijo del
la p a r t e s u p e r i o r d e l a l m a n o e r a i m p e d i - hombre. P e r o e l m i s m o C r i s t o s e d i c e s o l
da con r e l a c i ó n á l o q u e es p r o p i o p o r l a de justicia, como consta ( M a l a c h . ult.).
parte i n f e r i o r , e s c o n s i g u i e n t e q u e l a p a r - L u e g o parece que debió padecer en la
te s u p e r i o r d e l a l m a g o z a b a p e r f e c t a - h o r a de s e s t a , c u a n d o el sol está en s u
mente, s u f r i e n d o C r i s t o . m a y o r a l t u r a ; habiendo sucedido lo con-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l g o z o t r a r i o s e g ú n se v e p o r l o q u e se d i c e
de l a f r u i c i ó n n o c o n t r a r í a d i r e c t a m e n t e a l ( M a r c . 15, 25) : era pues la hora de ter-
dolor d e l a p a s i ó n , p o r q u e t a l e s c o s a s n o cia cuando lo crucificaron.
se r e f i e r e n á l a m i s m a c o s a . P e r o n a d a i m - 3.° A s í como el sol está todos los dias
pide q u e l o s c o n t r a r i o s e x i s t a n e n e l m i s - á su m a y o r altura á l a h o r a de sesta, de
mo s u j e t o , a u n q u e n o s e g ú n e l m i s m o c o n - l a m i s m a m a n e r a lo está en todo el año en
cepto ; y a s í e l g o z o d e l a f r u i c i ó n p u e d e el solsticio del estío. L u e g o debió p a d e -
pertenecer á l a p a r t e s u p e r i o r d e l a r a z ó n cer más bien al rededor del solsticio del
por su a c t o p r o p i o , m i e n t r a s q u e e l d o l o r estío, que al rededor del equinoccio de la
de l a p a s i ó n e s s e g ú n el s u j e t o . A la primavera.
esencia e m p e r o d e l a l m a p e r t e n e c e el 4.° P o r l a p r e s e n c i a d e C r i s t o e n e l
dolor d e l a p a s i ó n p o r p a r t e d e l c u e r p o , m u n d o e r a este i l u m i n a d o s e g ú n a q u e l l o
del q u e e s f o r m a ; a l p a s o q u e e l g o z o d e (Joan 9, 5 ) : mientras que estoy en el

(1) Se supone que el alma, no siendo compuesto alguno fi- facultad de la misma alma, según se espresa el Filósofo.
deo, carece de partes componentes, en cuyo caso la parte de (2) Sobre el tiempo en que padeció Jesucristo, v. la nota 1
lúe aquí se habla no es propiamente tal, sino más bien cierta pág.522.
SUMA TEOIÓGICA.—TOMO IV. 31
530 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULO IX.

mundo, luz soy del mundo. L u e g o h u - ( M a t t h . 2 6 , 1 7 ) , queelp rimer dia de los


biera sido conveniente á la salud humana ázimos se llegaron los discípulos á Jesas
que hubiera vivido más tiempo en este y le dijeron : ¿en donde quieres que dis-
mundo, de modo que no padeciese en su pongamos, para que comas la Pascua?
edad juvenil, sino más bien en la ancia- D e lo cual se desprende que, «. llamán-
nidad. » dose el primer dia de los ázimos el dia
Por el contrario, dícese ( J o a n 13) : » catorce del primer m e s , cuando el cor-
sabiendo Jesíis que era venida su hora de » dero era inmolado y la luna es plení-
pasar de este mundo al Padre ; y (Joan. » s i m a » , como dice San Jerónimo (sup,
2 , 4 ) dice : aún no es llegada mi hora : de illud Matth. 16 : Prima, die azymorum.
donde dice San Agustín (tract. 8 in accesse sunt, e t c . ) , consta que Cristo hizo
Joan) : « hizo todo lo que juzgó necesa- la cena el dia catorce de la luna y que
» rio hacer y su hora vino, no por nece- padeció el dia quince. E s t o se manifiesta
» sidad, sino por voluntad». L u e g o pa- más espresamente por lo que se dice
deció en tiempo conveniente. (Marc. 14, 12): el primer dia délos ázi-
Conclusión. Siendo regida por la di- mos , cuando sacrificaban la Pascua, etc.,
vina sabiduría la voluntad de Cristo, á la y ( L u c . 2 2 , 7 ) : vino el dia de los ázimos
que estaba sometida su pasión, es eviden- en que era menester matar la Pascua,
te que estapasion sucedió en el tiempo que P o r lo tanto algunos dicen que Cristo co-
mas convenía (1). mió la P a s c u a con sus discípulos el dia
Responderemos que, como se ha dicho conveniente, es decir, el dia catorce déla
(a. 1), la pasión de Cristo estaba some- luna, « demostrando con esto que hasta el
tida á su voluntad : y esta era regida por » último momento era fiel observador de
la sabiduría divina, la cual lo dispone »la ley», como espresa el Crisóstomo (sup.
todo conveniente y suavemente, como se Matth. hom. 83); mientras que los judíos,
dice ( S a p . 8). Así pues debe decirse ocupados en hacer morir á Cristo, proro-
que la pasión de Cristo tuvo lugar en garon contra la ley la celebración de la
tiempo conveniente. P o r lo cual San Pascua hasta el dia siguiente. Por este
Agustín (alius auctor) ( i n lib. Queestio- motivo se dice de ellos que en el dia de la
num veteris et novi Festam. q. 45),dice: pasión de Cristo no quisieron entrar en el
« el Salvador lo hizo todo en los lugares pretorio, « á fin de no ser contaminados,
» y tiempos propios ». »sino para comer la P a s c u a » . Mas esto no
A l argumento 1.° responderemos, que parece que concuerda con las palabras de
algunos dicen que Cristo padeció el dia San Marcos que dice: el primer dia de los
catorce de la luna cuando los judíos sacri- ácimos, cuando sacrificaban la Pascua,
ficaban la P a s c u a ; por lo que (Joan. 18, L u e g o Cristo y los judíos celebraron si-
28) se dice que los judíos no entraron en multáneamente la antigua Pascua (2).
el pretorio de Pilatos en el mismo dia de Y c o m o dice B e d a (super Marc. 43),
la pasión, por no contaminarse y por po- «aunque Cristo, que es nuestra Pascua
der comer la Pascua; por lo que el Crisós- » haya sido sacrificado al dia siguiente,
tomo espresa (hom. 82 in Joan.) que celos » esto e>s, el dia quince de la luna; sin em-
» judíos hacían entonces la P a s c u a ; pero » bargo, la noche en que el cordero era
» que Cristo la celebró un dia antes, re-- » inmolado encargando á sus discípulos la
» servando su muerte para el sexto dia, » celebración de los misterios de su cuer-
» cuando se celebraba la antigua P a s - » po y de su sangre, y reducido á prisión
» cua». Con esto parece concordarlo que » y encadenado por los judíos, consagro
se dice (Joan. 13), que antes del dia de » así el principio de su sacrificio, esto es,
la fiesta de la Pascua, Cristo, acabada » de su pasión». Pero cuando se dice
la cena, lavó los pies de los discípulos. (Joan. 13): antes del dia de la fiesta de k
Pero contra esto parece ser lo que se dice Pascua, se entiende que esto fue el dia ca-

(1) Pío antes, porque debía iluminar á las generaciones pri- haberse endurecido en sus incredulidades y pecados. Por con-
mitivas humanas con la luz de la futura pasión, y dejarlas siguiente debió suceder todo esto en et tiempo que se verifico-
abandonadas en cierto sentido á sus propias fuerzas, para que (2) La Pascua se celebrabaentónces, según mandaba la ley,
deseasen los auxilios que habían de provenir de ella al mundo: en la luna H." por la tarde. De aquí nació en los primeros si-
no tampoco después, porque en ese caso los hombres pudieran glos de la Iglesia la herejía de los quatordecimianos.
CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IX.
531
torce de la l u n a q u e e n t o n c e s l l e g ó á la » se celebra en lapasion del Señor comenzó
q u i n t a f e r i a , p o r q u e el q u i n c e de la l u n a 3> á s e r p r e p a r a d a á l a s n u e v e d e l a n o c h e ,
era el d i a s o l e m n í s i m o de la P a s c u a e n t r e » e s decir, cuando todos los príncipes d e
los j u d í o s , y a s í al m i s m o d i a S a n J u a n s>los s a c e r d o t e s d i j e r o n : reo es de muerte.
l l a m a el dia antes de la fiesta de la Pas- » L u e g o desde aquella hora d e l a noche
cua, á c a u s a de la d i s t i n c i ó n n a t u r a l » hasta e l acto m i s m o de crucificarle pasa-
d e l o s d i a s ; S a n M a t e o le l l a m a el p r i m e r 3> r o n l a s s e i s h o r a s d e p r e p a r a c i ó n , hora
dia de l o s á z i m o s , p o r q u e , s e g ú n el r i t o de y>parasceve sexta , s e g ú n S a n J u a n y
los j u d í o s , la s o l e m n i d a d d e la fiesta co- 3> e r a l a t e r c e r a h o r a d e l d i a s e g ú n S a n
m e n z a b a d e s d e la t a r d e d e l d i a a n t e r i o r . 3> M a r c o s . 3) S i n e m b a r g o , a l g u n o s d i c e n
E n c u a n t o á lo q u e s e d i c e q u e e l l o s co- que esta diferencia proviene d e l a falta
m e r í a n l a P a s c u a e l d i a q u i n c e de la l u n a , d e c o p i a e n t r e l o s G r i e g o s ; p u e s l a s figu-
debe e n t e n d e r s e q u e a l l í la P a s c u a n o s e ras que representan e ln ú m e r o tres y e l
dice el c o r d e r o p a s c u a l , q u e h a b í a s i d o n ú m e r o seis s e parecen bastante entre
i n m o l a d o el d i a c a t o r c e , s i n o el a l i m e n t o ellos.
pascual, e s d e c i r , los p a n e s á z i m o s q u e A l 3.° q u e , c o m o s e d i c e ( l i b . D e
d e b í a n c o m e r s e p o r l o s p u r i f i c a d o s . Por q u m s t i o n i b u s v e t e r i s e t n o vi T e s t a m e n t i ,
lo q u e el C r i s ó s t o m o ( i b i d . ) d a o t r a e s p l i - q . 55, i n t e r o p . A u g . ) : c< e l S e ñ o r q u i s o
c a c i o n , d i c i e n d o q u e la P a s c u a p u e d e to- 3> p o r s u p a s i ó n r e s c a t a r e l m u n d o y r e -
m a r s e p o r t o d a la fiesta d e l o s j u d í o s q u e » formarle, cuando le había creado; e s
duraba siete d i a s . » decir, e n e l equinoccio, que e sl a época
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n 3> e n q u e c o m e n z ó e l p r i n c i p i o d e l m u n -
( D e c o n s . E v . 1. 3, c . 13), « e r a c a s i la I) d o ; y e n e m e e l d i a e s m a y o r q u e l a n o -
» h o r a d e s e s t a (1) c u a n d o e l S e ñ o r » c h e , p u e s t o q u e p o r l a p a s i ó n del~ S a l -
»fué entregado por P i l a t o s p a r a ser cru- 3> v a d o r s o m o s l l e v a d o s d e l a s t i n i e b l a s á
í chicado », c o m o d i c e S a n J u a n « p o r q u e 3> laluz3>. Y p u e s t o q u e l a l u z s e r á p e r f e c -
» n o e r a l a h o r a de s e s t a p l e n a m e n t e , s i n o t a á l a s e g u n d a v e n i d a d e Cristo, el tiem-
í casi s e s t a , e s t o e s l a h o r a d e q u i n t a c o n - po d e s u segundo advenimiento es com-
D c l u i d a y c o m e n z a d a a l g o la de s e s t a , parado por este motivo a l estío e n este
« c u a n d o e s t a n d o C r i s t o p e n d i e n t e d e la p a s a j e ( M a t t h . 24, 32) : cuando su
)>Cruz s e p r o d u j e r o n l a s t i n i e b l a s . P e r o ramo está ya tierno y las hojas han bro-
s>se e n t i e n d e q u e f u é l a h o r a de t e r c i a tado, sabéis que está cerca el estío ; pues
» c u a n d o l o s j u d í o s c l a m a r o n q u e el S e ñ o r del mismo modo cuando vosotros vieseis
u ñ i e r a c r u c i f i c a d o ; y se d e m u e s t r a d e la todo esto, sabed que está cerca y á las
5>manera m á s v e r d a d e r a q u e e l l o s le c r u - puertas; y e n t o n c e s s e r á t a m b i é n l a m a -
)) c h i c a r o n c u a n d o g r i t a r o n q u e e r a p r e c i s o yor exaltación d e Cristo.
» hacerlo. L u e g o p a r a q u e n i n g ú n a d v e r - A l 4.° q u e C r i s t o q u i s o s u f r i r e n s u
s a r i o c o n v i r t i e s e el p e n s a m i e n t o d e c r i - j u v e n t u d p o r t r e s r a z o n e s (2). 1. P a r a
a

smen tan grande hacíalos soldados, se- e n c o m e n d a r m á s s u a m o r p o r q u e dio s u


p a r á n d o l o de l o s j u d í o s , d i j o , era la hora vida por nosotros cuando s ehallaba e n
]>de tercia cuando le crucificaron, p a r a e l e s t a d o m á s p e r f e c t o . 2. P o r q u e n o
a

» probar q u e m á s b i e n f u é c r u c i f i c a d o p o r convenía q u eapareciese e né l l a deca-


»aquellos q u e c l a m a r o n á l a h o r a d e ter- dencia d e la naturaleza, n il a enferme-
s>cia q u e d e b í a s e r l o . S i n e m b a r g o hay d a d , c o m o s e h a d i c h o ( C . 14, a . 4). 3. a

¡> q u i e n e s p r e t e n d e n q u e e s t a s p a l a b r a s de P a r a que muriendo y resucitando Cristo


J> S a n J u a n : Erat Parasceve hora quasi en laedad juvenil demostrase en sí mis-
»sexta i n d i c a n la t e r c e r a h o r a d e l d i a ; m o l a cualidad futura d e l o s q u e r e -
a p o r q u e la p a l a b r a Parasceve i n d i c a p r e - s u c i t a n , p o r l o q u e s e d i c e ( E p h e s s . 4,
p a r a c i ó n . P e r o la v e r d a d e r a P a s c u a q u e 13) : hasta que todos lleguemos en la uni-

(l)Sabido es, que los judíos dividían la noche en cuatro (2) Sin embargo de lo advertido en notas anteriores, tén-
M
gilias, y el dia en cuatro horas que llamaban prima, tertia, gase presente, que no todos los cronólogos convienen en la
sala y nona. Por eso San Juan dijo que Jesucristo murió á la edad en que murió Jesucristo ; pues. Baronio y algunos más,
hora sexta, es decir, un poco antes del medio dia, á la vez que aunque con menos probabilidad, dicen, que murió al incoarse
San Marcos pudo enseñar, que la crucifixión se verificó en la el año 34 de su edad ; mientras que otros, con la sentencia
ñora (erara, es decir, cuando y a estaba próxima la sexta y más común afirman, que sucodió al principio del año trigé-
concluía la tocia. simo tercio.
532 CUESTIÓN XLVI. — ARTÍCULOS IX Y X .

dad de la fe y del conocimiento del Hijo p r e s e n t a b a n l a p a s i ó n d e C r i s t o , q u e es


de Dios, á varón perfecto, según la me- e l v e r d a d e r o s a c r i f i c i o s e g ú n aquello
dida de la edad cumplida de Cristo. ( E p h e s . 5, 2) : se entregó á sí mismo
por nosotros ofrenda y hostia á Dios en
ARTÍCULO X . — Padeció cristo en olor de suavidad. P o r l o q u e d i c e B e d a
lugar conveniente ? en cierta homilía (in D o m i n . Palmarum)
q u e , « a p r o x i m á n d o s e l a h o r a d e l a pa-
l.° Parece que Cristo no padeció en » s i o n , e l S e ñ o r q u i s o a c e r c a r s e a l lugar
lugar conveniente; porque Cristo pade- » e n q u e d e b í a v e r i f i c a r s e » , esto es, á
ció según la carne humana, la cual fué J e r u s a l e n á d o n d e l l e g ó s e i s d i a s antes
concebida de la Virgen en Nazareth y d e l a P a s c u a , c o m o e l c o r d e r o pascual,
nacida en Belén. L u e g o parece que no a n t e s d e l o s s e i s d i a s d e l a p a s c u a , esto
debió padecer en Jerusalen, sino en N a - e s , e n e l d é c i m o d i a d e l a l u n a , s e g ú n el
zareth ó en Belén. p r e c e p t o d e l a l e y e r a l l e v a d o a l lugar
2.° L a verdad debe corresponder á d e l s a c r i f i c i o : 2.° p o r q u e l a v i r t u d d e su
la figura. Pero la pasión de Cristo era p a s i ó n d e b í a s e r d i f u n d i d a á t o d o el
figurada por los sacrificios de la antigua m u n d o , q u i s o p a d e c e r e n m e d i o d e la
ley ; y tales sacrificios eran ofrecidos en t i e r r a h a b i t a b l e (1), e s t o e s , e n Jeru-
el templo. L u e g o parece que también s a l e n . P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( P s . 73,
Cristo debió padecer en el templo y no 12): mas el Dios Rey nuestro antes de los
fuera de puertas de la ciudad. siglos puso por obra la salud en medio de
3.° L a medicina debe corresponder á la tierra, e s t o e s , e n J e r u s a l e n , q u e se
la enfermedad ; y la pasión de Cristo fué l l a m a e l c e n t r o d e l a t i e r r a . 3." p o r q u e
la medicina contra el pecado de A d á n ; e s t o c o n v e n í a e n s u m o g r a d o á s u humil-
y Adán no fué sepultado en Jerusalen d a d ; p u e s a s í c o m o e l i g i ó e l g é n e r o de
sino en H e b r o n , pues se dice (Josué, 14, m u e r t e m á s v e r g o n z o s o , d e l m i s m o modo
15) : Hebron se llamaba antes Canath s u h u m i l d a d l e h i z o e s c o g e r e l l u g a r más
Arbée ; allí está enterrado Adán que fué c é l e b r e p a r a sufrir t o d o s l o s oprobios.
el mayor de los Enacin. L u e g o parece S o b r e l o c u a l d i c e e l p a p a L e ó n (in
que Cristo debió padecer en Hebron y Serm.. Epiphan. 1, c . 2) : ce e l q u e h a b í a
no en Jerusalen. » t o m a d o l a f o r m a d e siervo preeligió á
Por el contrario, es lo que se dice » B e l é n p a r a s u n a c i m i e n t o y á Jerusa-
( L u c . 13, 33) : no cabe que vn profeta » l e n p a r a s u p a s i ó n » . 4.° p a r a mani-
muera fuera de Jerusalen. E s así que f e s t a r q u e l a i n i q u i d a d d e l o s q u e le
Cristo fué Profeta. L u e g o padeció con- m a t a r o n p r o v e n í a d e l o s p r í n c i p e s del
venientemente en Jerusalem. p u e b l o d e l o s j u d í o s : y p o r l o t a n t o quiso
Conclusión. Jesucristo padeció en el p a d e c e r e n J e r u s a l e n d o n d e moraban,
lugar conveniente. l o s p r í n c i p e s ; " p o r l o q u e s e d i c e (Act.
Responderemos, - que cómo se dice 4, 27) : Herodesy Pondo Pilato con los
(lib. quasst. vet. et novi Testam. q. 55, gentiles y con los pueblos de Israel se
inter op. A u g . ) , « el Salvador lo hizo concertaronen esta ciudad contra tusante
»todo en lugar y tiempo propios,» porque niño Jesús á quien ungiste.
como todos los tiempos están en su mano A l 2.° q u e C r i s t o n o s u f r i ó n i e n el
del mismo modo lo están también todos t e m p l o n i e n l a c i u d a d sino extramuros
los lugares; y por lo t a n t o , así como pa- p o r t r e s m o t i v o s . l . ° P a r a q u e l a verdad
deció Cristo en tiempo conveniente, así c o r r e s p o n d i e s e á l a figura; p o r q u e el be-
también en lugar conveniente. c e r r o y e l c a b r i t o q u e s e o f r e c í a n e n el
A l argumento 1.° diremos que Cristo sacrificio m á s s o l e m n e p a r a l a expiación
padeció muy convenientemente en Jeru- d e t o d a l a m u l t i t u d , e r a n q u e m a d o s fuera
salen : 1.° porque Jerusalen era el lu- d e l o s r e a l e s , c o m o s e m a n d a (Lev,
gar elegido por D i o s , para ofrecerle sa- 16). P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( H e b r . 13>
crificios ; cuyos sacrificios figurativos re- 11) : los cuerpos de aquellos animales,
(1) En aquel tiempo Jerusalen era tenida por los judíos sus ciudades más célebres : así por los griegos se afirmaba qu°
como ciudad colocada en medio de la tierra. Sin embargo todos Atenas estaba fundada en el ombligo de la tierra.
los pueblos antiguos pretendían el mismo honor en favor de
CUESTIÓN X L V l . — ARTÍCULOS X Y XI. 533

cuya sangre mete el Pontífice en el San- ARTÍCULO X I . — F u é c o n v e n i e n t e q u e


tuario por el pecado, son quemados fuera C r i s t o f u e r a c r u c i f i c a d o c o n l o s l a d r o n e s ?
de los reales. Por lo cual también Je-
sús para santificar al pueblo por su san- 1.° Parece que no fué conveniente que
gre, padeció fuera de la puerta, 2° Para Cristo fuera crucificado con los ladrones;
darnos con esto ejemplo de salir de la por que se dice (11 Cor. 6 , 14) : ¿qué
vida mundana. P o r esto se añade en el comunicación tiene la justicia con la in-
mismo lugar : Salgamos pues á él fuera justicia? Pero Cristo, factus est nobis
délos reales, llevando sus improperios. justitia a Deo ( 2 ) , y la iniquidad per-
3.° Según lo hace notar el Crisóstomo tenece á los ladrones. L u e g o no fué con-
(Serm. de P a s s . ) , « e l Señor no quiso veniente que Cristo fuera crucificado
» padecer bajo techado ni en el templo juntamente con los ladrones.
» de los judios, por temor á que ellos se 2.° Sobre aquello (Matth. 26 : si opor-
í> atribuyesen este sacrificio saludable y tuerit me mori tecum, non te negaba), di-
» para que no se creyera que solo había ce Orígenes (tract. 35 in M a t t h ) : «no
í sido ofrecido por este pueblo; y por eso » pertenecía al hombre morir con Jesús
»sufrió fuera de la ciudad y extramuros » que moría por todos.» Y San Ambro-
» de ella para enseñarnos que este sacri- sio, sobre aquello (Luc. 20 iparatus sum
» ficio es común á todos los hombres, que tecum it in carcerem et in mortem iré ) ,
3> es una oblación por todo el universo y dice : «la pasión del Señor tiene émulos
» una purificación general ». » (3), más no iguales. » L u e g o parece
Al 3.° que, como dice San Jerónimo mucho menos conveniente que Cristo pa-
(Sup. Matth. sup. illud c. 27 : et vene- deciera juntamente con los ladrones.
runtinlocum, e t c . ) , alguno supuso que 3.° D í c e s e (Matth. 27, 44) que los la-
el lugar del Calvario, en que fué sepul- drones, que estaban crucificados con él,
tado A d á n , (1) se llamó a s í , porque le improperaban. P e r o se dice ( L u c . 22,
en él estuvo guardada la cabeza del hom- 42) que uno de los que había sido cru-
bre antiguó. E s t a interpretación favora- cificado con Cristo, le decía : acuérdate
ble y que agrada al pueblo, no es verda- de mí, Señor, cuando estés en tu reino.
dera ; porque fuera de la ciudad y extra- L u e g o parece que ademas de los ladro-
muros hay lugares, en que son decapita- nes que blasfemaban fue crucificado con
dos los condenados y se les da el nombre él otro, que no blasfemaba, y por lo
de calvarios, porque estos desgraciados tanto, parece haber sido narrado por el
son eu ellos decapitados. P o r esto J e - evangelista inconvenientemente que Cris-
sús fué crucificado eu él á fin de que se to fue crucificado con los ladrones.
viera elevarse el estandarte del martirio Por el contrario es lo que ( I s . 53,12)
allí, donde se encontraba la palestra de se había profetizado: y con los malvados
los condenados. E n cuanto Adán fué s e - fue reputado ( 4 ) .
pultado entre Hebron y Arbée según lo Conclusión. En cuanto á la ordena-
que leemos en el libro de Josué hijo de ción divina fue conveniente que Jesuci-is-
Nave. Por otra parte, Jesús debía ser to fuera crucificado con los ladrones.
sacrificado más bien en un lugar común Responderemos, que Cristo fue cru-
á todos los condenados, que sobre l a cificado entre los ladrones, porque este
tumba de A d á n , para enseñarnos que la acto convenía por una razón en cuanto
cruz de Cristo no era solamente un re- á l a intención de los judíos y por otra
medio contra el pecado personal del mis- en cuanto á la ordenación de Eios. E n
mo Adán, sino también contra el pecado cuanto á la intención de los judíos « l e
del mundo entero. » crucificaron entre dos ladrones,» como
dice el Crisóstomo (homil. 8 8 in Matth.

(1) Así opinan Orígenes, San Epifanio, San Ambrosio, S a n (3) San Pedro en su carta 1." c. 2, v . 21 dice : Puesparaeslo
Agustín, San Atanasio, San Cipriano, San Juan Crisóstomo y fuisteis llamados, puesto que Cristo padeció tumbicn pornosotros, de-
otros PP. y Doctores de la Iglesia. jándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas.
(2) En la i." á los Corintios c . l dice el A p ó s t o l : Y per lo (4) En S a n Marcos, c. 15, v . 27 y 28 se dice : Y crucificaron
mismo sois vosotros en Jesucristo, el cuul nos ha sido hecho por Dios con el dos ladrones, el uno á su derecha, y el otro d su izquierda. Y
tíittdurla y santificación, y justificación, y redención : para que se cumplió la Escritura en que se lee : y fue contado con los malos.
como está cscriío ; el que se gloria, gloríese en el Sefior.
534 CUESTIÓN X L V I . — ARTÍCULOS XI Y XII.

et hom. 84 in J o a n ) , «para hacerle par- » disciplina austera ; mas los que lo ha-
» tícipe de la sospecha que se tenía de » cen por la gloria eterna, son clesig-
» ellos. M a s no sucedió a s í ; pues riada » nados por la fe del ladrón que estaba
» se dice de ellos, mientras que la cruz » á la derecha ; mientras que los que lo
» de este es honrada en todas partes : los » hacen por instinto de la gloria del mnu-
» reyes deponiendo sus coronas colocan la » d o , imitan las disposiciones y los actos
» cruz en sus vestidos de púrpura, en sus » del ladrón que estaba á la izquierda.»
» diademas, en sus armas, en la mesa sa- A l ar-gumento 1.° diremos, que así
» g r a d a ; y la cruz brilla en el mundo en- como Cristo no debió sufrir la muerte,
tero». Respecto al orden establecido por sino que se sometió voluntariamente á
Dios, Cristo fue crucificado con los ladro- ella, para vencerla por su potencia; así
nes ; 1.° porque, como dice San Jerónimo tampoco tuvo mérito para ser colocado
(Super Matth. sup. illud c. 27 : venerunt con los ladrones, sino que quiso ser depu-
in locum qni, etc.,) «así como Cristo se tado con los inicuos para destruir con su
» hizo por nosotros el maldito de la cruz, virtud la iniquidad. P o r lo que dice el
» de igual manera es crucificado como Crisóstomo ( S u p . Joan. hom. 8 4 ) que
» culpable entre culpables para la salva- « no fue menos difícil convertir al ladrón
» cion de todos» ; 2.°, como dice el P a p a » sobre la cruz y hacerle entrar en el pa-
L e ó n (Serm. 4 de Pass.) «fueron cruci- » raíso, que romper las piedras».
» ficados dos ladrones el uno á su dere- A l 2.°, que no convenía que sufriese
» cha y el otro á su izquierda, para de- algún otro con Cristo por la misma causa:
» mostrarnos bajo la imagen misma del por lo que añade Orígenes (ibid) : «los
» patíbulo la distinción que deberá ha- »hombres estaban todos en pecado y
» cerse de todos los hombres en el dia » todos tenían necesidad que otr'o mu-
» del juicio.» También San Agustín dice » riese por ellos, no ellos por otros».
(Sup. Joan, tract. 31): «la cruz misma, A l 3.° q u e , como dice San Agustín
» si te fijas, fue tribunal; porque en me- ( D e consensu Evangelist. 1. 2, c. 16),
» dio se encuentra el j u e z ; á un lado el « podemos entender que San Mateo lia
» que creyó y fue libertado, y al otro el » puesto el plural por el singular, cuando
» que le insultó y fue condenado. Y a sig- » dijo : los ladrones le injuriaban.^ 0
» niñeaba por ello lo que haría con los » p u e d e decirse según San Jerónimo
» vivos y los muertos ; á unos los pon- (sup. illus Matth. 27 : latrones impro-
» dría á su diestra, á los otros á su iz- peraban?), que «ellos al principio le blas-
» quierda.» 3.° Según San Hilario (Cap. » femaron ambos, y después, vistos sus
» 83 in Matth.) «hubo dos ladrones cru- » prodigios, creyó uno de ellos».
» cificados, el uno á su derecha y el otro
» á su izquierda, para enseñar que el g é -
» ñero humano había sido llamado todo ARTÍCULO X I I . — m p a s i ó n «io crísio
» entero al sacramento de la pasión del d e b e a t r i b u i r s e li s u d i v i n i d a d (1) ?
» Señor. P e r o , puesto que por la dife-
» rencia que hay entre fieles é infieles es l.° Parece que la pasión debe Cristo
» hecha la división de todos por é l , po- debe atribuirse á su divinidad ; pues se
» niendo á los unos á su derecha y á los. dice ( i Cor. 2, 8) : si le-hubieran cono-
» otros á su izquierda,uno de los dos, el cido, nunca hubieran crucificado al Se-
» que está colocado á su diestra, se salva ñor de la gloria. Pero el Señor de la
» por la justificación de la fe.» 4.° P o r - gloria es Cristo según la divinidad. Lue-
» q u e , como dice B e d a , (super Marc. c. g o la pasión de Cristo le compete según
» 44 secundum ejusord.), «los ladrones, la divinidad.
» que fueron crucificados con el Señor, 2.° E l principio de la salud humana es
» significaban á los que bajo la fe y la la misma divinidad según aquello (Ps.
» confesión de Cristo, sufren la agonía 36, 39) : mas la salud de los justos viene
» del martirio ó todas las penas de una del Señor. L u e g o si la pasión de Cristo

(1) Afirmaban los apolinaristas, que Jesucristo fue cruci- Ya se ha dicho en la C. 10, a. 4 y 5, que este error fue con-
ficado y muerto según s u naturaleza divina ; contra ellos pa- denado en muchos Concilios.
rece ser que el Doctor Angélico establece el presente artículo.
CUESTIÓN XLVI.—ARTÍCULO XI. 535

no perteneciese á su divinidad, parecería » el Verbo de Dios sufrió y fue crucifi-


que no pudiera sernos fructuosa. » cado en su carne, sea excomulgado».
3.° Los judíos han sido castigados por L u e g o la pasión de Cristo pertenece al
el pecado de haber muerto á Cristo, supuesto de la naturaleza divina, por ra-
como homicidas del mismo D i o s , lo cual zón de la naturaleza pasible que tomo,
lo prueba la magnitud de su castigo. Pero pero no por razón de la naturaleza divina
esto no tendría lugar, si la pasión no per- impasible.
teneciese á la divinidad. L u e g o la pasión A l argumento 1.° diremos, que se dice
de Cristo perteneció á su divinidad. que el Señor de la gloria fue crucificado,
Por el contrario, dice San Atanasio, no como t a l , sino según que era hombre
(epist. ad Epict. cujus initium : ego arbi- pasible.
trabar) : « D i o s el Verbo inmanente es A l 2.° q u e , como se dice (in quodam
j> impasible por naturaleza». Y lo que es sermone Epherini concilii, qui est Theo-
impasible no puede sufrir. L u e g o la pa- dori Aucyr., et habetur in eo conc. p. 3,
sión de Cristo no pertenecía á su divi- c. 10), «la muerte de Cristo, como hecha
nidad. » muerte de D i o s , esto e s , por conse-
Conclusión. La pasión de Jesucristo » cuencia de la unión hipóstática, des-
debe atribuirse al supuesto de la natu- » truyó la muerte; porque era Dios y
raleza divina, no por razón de la misma » hombre el que padecía, pues la natu-
naturaleza divina, que es impasible, sino » raleza de Dios no fue herida, sino la
por razón de la humana que es única- » humana, ni cambió por consecuencia
mente pasible. » de estos padecimientos».
Responderemos que, como se ha dicho A l 3.° que, como se añade en el mismo
(C. 2, a. 2 y 3 ) , la unioa de la natura- lugar, «los judíos no crucificaron á un
leza humana y divina se hizo en la per- » simple mortal, sino que tuvieron la au-
sona, y en la hipóstasis y en el supuesto, » dacia de levantarse contra Dios : por-
permaneciendo sin embargo, la distin- » que suponed que un Príncipe habla y
ción de las naturalezas, de modo que la » que su palabra es escrita sobre un p e -
persona y la hipóstasis de la naturaleza » dazo de papel, que se envía este escrito
divina sea la misma que la de la natura- »~á las ciudades de su reinado y que un
leza humana ; s a l v a , . s i n embargo, la » rebelde rompe la orden que en él está
propiedad de una y otra naturaleza. Y » contenida ; este tal será sentenciado á
por esto, como se ha dicho (C. 16, a. 5), » m u e r t e , no por haber roto el papel
la pasión debe atribuirse al supuesto de » material, sino él contenido. P o r consi-
la naturaleza divina, no en razón de esta » guíente, no se tranquilicen los judíos,
naturaleza, que es impasible, sino en ra- » como crucificando á un simple hom-
zón de la naturaleza humana. D e donde » bre, porque lo que se veía era como el
dice San Cirilo en su epístola sinodal » p a p e l p e r o lo que en él se encerraba
(qure habetur in conc. Ephes. gener. 3, » era el Verbo imperial nacido de la na-
p. 1, c. 26): «si alguno no confiesa que » turaleza y no proferido por la lengua.»
CUESTIÓN XLYII.

De la cansa eficiente de la pasión de Cristo.

Vamos á tratar de la causa eficiente de la pasión de Cristo en los seis artículos siguientes : 1.° ¿Fue
muerto Cristo por otros ó por sí mismo ? 2." ¿Por qué motivo se entregó á la pasión ? 3.° Le entregó
el Padre para padecer? 4.° ¿Fue conveniente que sufriese por mano de los gentiles, ó más bien por
los judíos? 5.° ¿Le conocieron sus matadores? 6.° Del pecado de los que mataron á Cristo.

A R T Í C U L O I. — F u é m u e r t o cristo C o n c l u s i ó n . Los perseguidores de


por otro ó por sí m i s m o ? Cristo fueron la causa directa de su muer-
te; mas él puede ser considerado solo
l.° Parece que Cristo no fué muerto como causa indirecta de su pasión.
por otro, sino por sí mismo ; porque dice Responderemos, que algo puede ser
el mismo ( J o a n . 10, 18) : nadie me quita la causa de un* efecto de dos maneras:
á mí el alma ; más yo la pongo. Pero se 1. contribuyendo directamente para pro-
a

dice que mata á alguien aquel que le ducirlo, y de este modo los persegui-
quita la vida. L u e g o Cristo no fué muerto dores de Cristo le mataron, porque hi-
por otros, sino por sí mismo. cieron lo que se necesitaba para h a c e r l e
2.° L o s que son muertos por otros, morir, con intención de matarle , siguién-
sienten desfallecer su naturaleza poco á dose el efecto ; porque su muerte resultó
poco, y esto se ve sobre todo en los cru- de esta causa. 2.° Se dice que algo es cau-
cificados; porque como dice San A g u s - sa de alguna cosa indirectamente, c u a n -
tín ( D e Trin. 1. 4 , c. 13), «suspendidos do no lo impide pudiendo hacerlo; así
» de la cruz sufrían una muerte lenta ». es que se dice que uno moja á otro,
Pero en Cristo no sucedió e s t o ; pues porque no cierra la ventana, por la que
clamando Jesús segunda vez con grande entra el a g u a ; y de este modo el mismo
voz entregó el espíritu, como se dice Cristo fué causa de su pasión y muerte
(Matth. 27, 50). L u e g o Cristo no fué porque ambas podía impedirlas ; ( 1 ) ;
muerto por otros, sino por sí mismo. 1.° reprimiendo á sus enemigos, de m a -
3.° L o s que son muertos por otros, nera que ó no quisiesen ó no pudiesen
mueren por la violencia y por lo tanto matarlo ; 2.° porque" su espíritu tenía la
involuntariamente, porque lo violento se potestad de conservar la naturaleza do
opone á lo voluntario. Pero dice San su carne de modo que no fuera oprimido
Agustín ( D e Trinit. 1. 4 , ibid.") que « e l por ninguna de las heridas que se le hu-
» espíritu de Cristo no abandonó la carne bieran causado, cuyo poder en verdad
» contra su voluntad, sino porque quiso, tuvo el alma de Cristo porque estaba
» cuando quiso y como quiso ». L u e g o unida al Verbo de Dios en la unidad de
Cristo no fué muerto por otros, sino por la persona, como dice San Agustín (De
sí mismo. Trin. 1. 4 , c. 13). L u e g o , puesto que el
Por el contrario dícese ( L u c . 18,33): alma de Cristo no echó de su propio
después que le azotaron, le quitaron la cuerpo el daño que se le causó, sino que
vida. quiso que la naturaleza corporal sucum-

(1) Como sucedió, cuando intentaron los judíos precipitarlo cuando tomando piedras para arrojarlas sobre él, se esconda
d é l o alto de un monte, en cuya ocasión según San Lúeas, 4, {Joan. 8, 69) y salii del templo.
29, se libertó de sus manos pasando por medio de ellos: y ademas,
CUESTIÓN X L V I I . — ARTÍCULOS I V II. 531

biese á aquel m a l , se dice que puso su 2 . ° L o que alguno hace por necesidad
alma ó que murió voluntariamente. de precepto se dice que lo hace por obe-
Al argumento 1.° contestaremos que, diencia. Y Cristo no padeció por necesi-
cuando se dice : nadie me quita mi alma, dad sino voluntariamente. L u e g o no pa-
se entiende, contra mi voluntad ; porque deció por obediencia.
se dice propiamente que se quita algo á 3.° L a caridad es virtud más escelente
uno cuando se le arrebata contra su v o - que la obediencia. Mas se lee que Cristo
luntad sin que pueda resistir. padeció por caridad, según aquello
Al 2.° que Cristo, para mostrar que la ( E p h e s . 5,2) : andad su caridad, así
pasión que sufría no le quitaba la vida como Cristo también nos amó y se entregó
violentamente, conservó la naturaleza á sí misino por nosotros. L u e g o la pa-
corporal en su fortaleza, de modo que, sión de Cristo más debe atribuirse á la
hasta estando en los últimos momentos caridad que á la obediencia.
de su vida, dio un grito muy grande el Por el contrario, dícese (Philip. 2,
cual se cuenta entre los otros milagros 8) : se Hizo obediente al Padre hasta la
que han acompañado á s u muerte. P o r muerte.
lo cual se dice (Marc. 15, 39) : y cuan- Conclusion. Fué muy conveniente que
'do el Centurion, que estaba enfrente vio Jesucristo padeciese por obediencia.
que así clamando había espirado dijo: Responderemos, que fué muy conve-
verdaderamente este hombre era hijo de niente que Cristo padeciese por obe-
Dios. F u é también admirable enlamuerte diencia.
de Cristo que murió antes que los que l.° Porque esto convenía á la justifi-
eran atormentados con el mismo género cación humana para que como por la des-
de muerte. P o r esta razón se dice (Joan. obediencia de un solo hombre muchos fue-
19, 32), que quebraron las piernas al ron hechos pecadores; así también serán
•primero y al otro que fué crucificado con muchos hechos justos por la obediencia de
eZpara que muriesen pronto; mas cuando uno solo, como se dice ( R o m . 1, 19.)
vinieron á Jesús, viéndole ya muerto 2.° F u é conveniente esto para la recon-
no le quebrantaron las piernas; y (Mar. ciliación de Dios con los hombres : por
15,44) se dice que Pilatos se maravillaba esta razón se dice (Rom. 5, 10): fuimos
de que tan pronto hubiese muerto. Por- reconciliados con Dios por la muerte de
que , así como su naturaleza corporal fué su Hijo, esto e s , en cuanto la misma
conservada por voluntad suya en su vi- muerte de Cristo fué cierto sacrificio
gor hasta el fin ; así, cuando quiso, su- muy acepto á Dios según aquello (Efes.
cumbió súbitamente á los malos trata- 5,2): se entregó á sí mismo por nos-
mientos que había recibido. otros ofrenda y hostia á Dios en olor de
Al 3.° que Cristo á la vez que sufrió suavidad. Pero la obediencia es preferida
violencia para morir, murió sin embargo á todos los sacrificios, según aquello (1
voluntariamente, porque la violencia in- R e g . 15, 22) : mejor es la obediencia que
ferida á su cuerpo prevaleció tanto, como las víctimas. P o r lo tanto fué conve-
él mismo quiso. niente que el sacrificio de la pasión y
muerte de Cristo procediese de la obe-
ARTÍCULO I I . — m u r i ó c r i s t o p o r o b e - diencia. 3.° F u é conveniente esto á su
diencia (i) ? victoria, por la que triunfó de la muerte
y su autor; pues el soldado no puede ven-
l.° Parece que Cristo no murió por cer, si. no obedece al capitán, y así el
obediencia ; porque la obediencia se re- hombre Cristo obtuvo la victoria porque
fiere al precepto : y no se lee que se h u - fué obediente á Dios según aquello (Prov.
biese mandado á Cristo que padeciese. 21, 28) : el hombre obediente contará la
Luego no padeció por obediencia. victoria.

/
fl) La obediencia de Jesucristo se halla espresada e v i d e n - fruientes ) : Yo soy el buen Pastor y conozco mis ovejas, y tas mías
temente por las palabras del Apóstol en su carta á los fílopcn me conocen, como el Padre me conoce, asi conozco yo al Padre : y
ses (c. 2, v , 8) en donde se dice : se humilló á si mismo, hecho pongo mí alma por mis ovejas... nome la quita ninguno ; mas yo la
obediente hasta la muerte, y muerte de cnts ; á la v e z que se de- pongo por mi 7nismo : poder tengo para ponerla, y poder tengo para
duce del testo del E v a n g e l i o de San Juan ( c . 1 0 , v . 11 y si- Volverla á tomar. Este mandamiento recibí de mi Padret
538 CUESTIÓN X L V I I . — A R T Í C U L O S II Y, I I I .

A l argumento 1.° diremos que Cristo bol contrariando el mandato de Dios (1),
recibió de su Padre el mandato de pade- A l 2.° que la obediencia, aunque im-
cer ; porque se dice (Joan. 10, 18) : po- porte necesidad por relación á lo que se
der tengo para ponerla y poder tengo manda, sin embargo importa la voluntad
para volverla á tomar: este mandamiento respecto al cumplimiento del precepto: y
recibí de mi Padre, esto e s , ponerla y tal fué la obediencia de Cristo ; porque la
volverla á tomar : ce de lo q u e , como dice pasión misma y la muerte consideradas
» el Crisóstomo (hom. 59 in J o a n ) , » no en sí, repugnaban á la-voluntad natural;
» debe entenderse que primero esperase sin embargo quería Cristo cumplir la vo-
» á oir y que tuviese necesidad de apren- luntad de Dios con relación á esto según
» der, sino que nos enseñó el procedi- aquello ( P s . 3 9 , 9) : para hacer tu vo-
» miento voluntario y destruyó la sospe- luntad, Dios mió, quíselo. P o r esta razón
» c b a d e contrariedad con su Padre». Sin decía (Matth. 26, 42) : si no puede pasar
embargo, puesto que en la muerte de este cáliz sin que yo le beba , hágase tu
Cristo se consumó la ley antigua, según voluntad.
lo que dijo él mismo al morir (Joan. 19, A l 3.° que por la misma razón pade-
3 0 ) ; todo está consumado; puede enten- ció Cristo por Caridad y obediencia;
derse que padeciendo cumplió todos los puesto que también cumplió los precep-
preceptos de la l e y antigua. E n efecto tos de caridad por obediencia y fué obe-
cumplió los morales que se fundan en los diente por amor al Padre que le man-
preceptos de caridad, en cuanto padeció daba.
ya por amor á su Padre según aquello
(Joan. 14, 31) : para que el mundo co- ARTÍCULO I I I . — n i o s p a d r e entregó
nozca que amo al Padre y como me dio el n C r i s t o á In p a s i ó n ? (2)
mandamiento el Padre, así hago. Levan-
taos y vamos de aquí, esto e s , al lugar de 1.° Parece que Dios Padre no entregó
la pasión ; y también por amor al próji- á Cristo á la pasión ; pues parece ser ini-
m o , según aquello (Gralat. 2. 2 0 ) : me cuo y cruel el entregar al inoceute á la
amó y se entregó á sí mismo por mí. Cristo pasión y á la muerte. Pero como se dice
en su pasión cumplió los preceptos cere- (Deuter. 32, 4) : fiel es Dios y sin nin-
moniales de la l e y , que se refieren prin- guna iniquidad. L u e g o no entregó á
cipalmente á los sacrificios y á las obla- Cristo inocente á la pasión y á la muerte.
ciones, en cuanto todos los sacrificios an- 2.° N o parece que alguno se ha entre-
tiguos fueron figurativos de aquel sacrifi- gado por sí mismo y por otro á la muerte.
cio verdadero, que Cristo ofreció mu- Y Cristo se entregó á sí mismo por nos-
riendo por nosotros. P o r esta razón se otros, según lo que se dice ( I s . 53,12):
dice (Coloss. 2. 16) : ninguno os juzgue entregó su alma á la muerte. Luego no
por la comida ó por la bebida ó por res- parece que Dios Padre le entregase.
pecto del dia de fiesta ó de neomenia que 3.° Judas es vituperado porque entregó
son sombra de las cosas venideras; mas á Cristo á los judíos según aquello (Joan.
el cuerpo es de Cristo, es decir, porque 6, 71) : uno de vosotros es diablo, lo cual
Cristo es comparado á aquellas cosas lo decía por Judas que le había de en-
como el cuerpo á la sombra. Cumplió tregar. D e la misma manera también son
por último en su pasión los preceptos j u - vituperados los judíos que le entregaron
diciales de la l e y que tienen principal- á P i l a t o s , según lo que dice él mismo
mente por objeto satisfacer á los que han (Joan. 18, 35) : tu. nación y los Pontífi-
sufrido una injuria, puesto q u e , como se ces te han puesto en mis manos. También
dice ( P s . 68), pagó lo que no robó , con- Pilatos le entregó para ser crucificado,
sintiendo ser clavado en la cruz por la como se ve (Joan. 19, 16). E s así que
fruta que el hombre había robado del ár- no hay comunicación entre la justicia y ti

(1) De donde se sigue, que Jesucristo en su pasión cumplió se refiere á las tres personas de la Santísima Trinidad, ó l'' '
6 1

los mandatos de su eterno Padre, referentes al derecho divino, se entienda personalmente, en cuanto hace relación á la pn-
natural y positivo según su género, y por tanto, satisfizo la mtra de dichas Personas, la doctrina que aquí deja sentada el
justicia de toda especie de derechos y preceptos. Doctor angélico es verdadera en absoluto.
(2) Bien sea tomada la palabra Padre esencialmentecncuanto
CUESTIÓN X L V l I . — A R T Í C U L O S III Y I V .
539
injusticia, como se dice (11. Cor. 6 14). cual se manifiesta la severidad de Dios
Luego parece que Dios Padre no entre- que no quiso perdonar el pecado sin l a
gó á Cristo á la pasión. pena ; lo cual hace notar el A p ó s t o l ,
Por el contrario, dícese ( P o m . 8, 32): cuando dice ( P o m . 8, 32): no perdonó
Dios no perdonó aun a su propio Hijo, aun á su propio Hijo. Y su bondad, en
sino que lo entregó por todos nosotros. que el hombre, no pudiendo satisfacer
Conclusión. El eterno Padre entregó suficientemente por medio de alguna
á su Hijo á la pasión, decretando que pena, que él mismo sufriría, le dio uno
Cristo padeciese por la libertad del gé- que satisfaciera por é l ; lo cual indicó el
nero humano, infundiéndole á la vez A p ó s t o l , diciendo : lo entregó por todos
tanta caridad que quisiese padecer, y no nosotros ; y ( P o m . 3, 25) : á quien , esto
eximiéndole de las penas consiguientes, es, Cristo, Dios ha propuesto en propia-
sino esponiéndolo á sus perseguidores. cion por la fe en su sangre.
Kesponderémos q u e , como se ha di- A l 2.° que Cristo, considerado como
cho (a. 2 ) , Cristo padeció voluntaria- Dios se entregó á sí mismo á la muerte
mente por obediencia al Padre. P o r con- con la misma voluntad y acción con que
siguiente, Dios Padre le entregó á la el Padre le entregó ; pero como hombre,
pasión en tres conceptos : 1.° según que se entregó por voluntad que su Padre le
preordenó por su voluntad eterna la pa- inspiró. P o r consiguiente, no h a y con-
sión de Cristo, para libertar al género trariedad en q u e el Padre haya entre-
humano según aquello que se dice ( I s . gado á Cristo y que él se entregara á sí
53, 6) : cargó el Señor sobre él la ini- mismo.
quidad de todos nosotros; y más ade- A l 3.° que la misma acción es juzgada
lante, el Señor quiso quebrantarle con de distinto modo en el bien ó en el mal
trabajos : 2.° en cuanto le inspiró la v o - según que procede de diversa raíz. Pero
luntad de padecer-por nosotros, infun- eh-Padre entregó á Cristo, y este á sí
diendo en él la caridad, de donde se mismo por caridad, y por eso son alaba-
sigue (ibid) : se ofreció, porque él mismo dos : mientras que Judas le entregó por
lo quiso : 3.° no protegiéndole en la pa- codicia, los judíos por envidia y Pilatos
sión, sino esponiéndole á sus perseguido- por el temor mundano, con que temió al
res ; por lo que también se lee (Matth. 27, César (3) ; por lo tanto, estos son vitu-
46) que pendiente de la cruz decía Cristo: perados.
Dios mió, Dios mió, ¿por qué me has
abandonado"!, (1) es decir, por qué lo es- ARTÍCULO IV. — Fué conveniente
puso al poder de sus perseguidores, como q u e Cristo p a d e c i e s e d e p a r t e d e l o s g e n t i l e s ?
espresa San Agustín (de Gratia novi
Testam. epist. 140, ó 120, c. 6 y 10). l.° Parece que no fué conveniente que
Al argumento 1.° diremos, que es im- Cristo padeciese de parte de los gentiles;
pío y cruel entregar á un hombre ino- porque, como por l a muerte de Cristo
cente á la pasión y muerte contra su v o - los hombres debían ser librados del pe-
luntad (2). P e r o Dios Padre no entre- cado, parecía conveniente que pecasen
go así á C r i s t o , sino inspirándole la muy pocos en su muerte. M a s pecaron
voluntad de padecer por nosotros ; en lo en su muerte los judíos, de los que se

(i).Esta esclamacion tle Jesucristo debe tomarse solamente larlos.—M. Ch.


en un sentido referente á la persecución esterior que sufría él (3) Las palabras en la Escritura Sagrada que dan razón de
mismo en su pasión ; mas no importaba de manera alguna su esta respuesta del Angélico Doctor se v e n en el evangelio de
impaciencia, ira, odio, envidia, ni ningún otro acto interior San Juan {3, 1GJ en donde se dice : Dios amó al mundo de tal
que supusiese clase alguna do pecado ; toda v e z que es cierto modo que entregó á sit Hijo unigénito. Esto con respecto al Padre.
haber tomado sobre sí la redención del mundo voluntaria- En cuanto á Judas, San Mateo (26, 15J dice en s u evangelio
mente. De aquí puede deducirse, que Dios Padre abandonaba poniendo las palabras en boca de Judas : ¿Qué queréis darme,
a Jesucristo en las manos de sus enemigos, á la v e z que le y yo os lo entregaré? En cuanto á los judíos, el mismo Evange-
prestaba el auxilio divino, atendidas las circunstancias diver- lista (27, 1SJ dice : que Pilatos sabía que (los judíos J le habían
sas y consideraciones acerca de la p a s i ó n — M . Cli. entregado por envidia. En cuanto á Pilatos, según se refiere en
(2) Esto debe entenderse en un sentido absoluto, mas no él c. 19 de San Juan, aquel entregó á Jesús en mano de los
con relación á Dios, de quien son propiedad la vida y la muerte judíos por puro temor al resultado de las palabras que le diri-
délos hombres, y por tanto, puede sin impiedad y sin cruel- gieron los mismos j u d í o s , clamando : si á éste sueltas, no eres
dad de especie alguna entregar el Señor á la muerte y pasión amigo del César; porque todo aquel que se hace rey contradice al
a los inocentes que la repugnan , de igual manera que , a s u César.
arbitrio y sin contar con la voluntad de ellos, puede aniqui-
CUESTIÓN XLVll. — ARTÍCULOS IV Y V.

dice (Matth. 21, 38) : este es el heredero, A l argumento 1.° diremos, que Cristo,
venid, matémosle. L u e g o parece que hu- para manifestar la abundancia de su ca-
biera sido conveniente que en el pecado ridad, por la que padecía, puesto eu la
de la muerte de Cristo no hubieran sido cruz pidió perdón por sus perseguidores:
complicados los gentiles. y por esto, para que el fruto de esta pe-
2.° L a verdad debe-corresponder á la tición llegara á los judíos y gentiles,
figura : y los gentiles, no ofrecían los quiso Cristo padecer por parte de los
sacrificios figurativos de la antigua ley, unos y de los otros.
sino los judíos. L u e g o tampoco la pasión A l 2.° que la pasión de Cristo fue la
de Cristo, que fue un verdadero sacri- oblación de su sacrificio en cuanto Cristo
ficio, debió ser cumplida por mano de sufrió por propia voluntad la muerte por
los gentiles. caridad ; más según que sufrió de parte
3.° Como se dice (Joan. 5 ) , los j u - de sus perseguidores, no fue sacrificio,
díos buscaban el modo de matar á Cristo, sino un pecado gravísimo.
no solo porque no observaba el sábado, A l 3.° que, como dice San Agustín
sino también porque decía ser D i o s su (tract. 114 in J o a n . ) , «diciendo los ju-
P a d r e , haciéndose igual á Dios. Mas B dios : no nos es lícito matar á nadie,
esto parecía ser solamente contrario á la B entendieron que no les era lícito matar
ley de los judíos ; por lo cual también » á nadie á causa de la santificación de la
decian ellos mismos (Joan. 19, 7) : según » fiesta, que ellos habían comenzado á ce-
la ley debe morir, porque se hizo Hijo de » l e b r a r ( l ) » . O decían esto como dice
Dios. L u e g o parece haber sido inconve- el Crisóstomo (hom. 82 in J o a n . ) , « por-
niente que Cristo padeciese no de parte » que querían que este fuera muerto, no
de los gentiles, sino de los judíos y ser » como transgresor de la l e y , sino como
falso lo que dijeron : á nosotros no nos » enemigo público, puesto que se hacía
es permitido matar á nadie, puesto que B rey y no correspondía á ellos juzgarle».
hay muchos pecados que la ley castiga O porque no les era lícito crucificar (lo
con la muerte, como consta (Levit. 20). cual deseaban), sino apedrear cual hicie-
Por el contrario ; el mismo Señor dice ron con San Esteban. O mejor debe de-
( M a t t h . 20" 19) : le entregarán á los cirse que los Romanos, á quienes estaban
gentiles, para que le escarnezcan y azo- sometidos, les habían privado de la fa-
ten y crucifiquen. cultad de matar (2).
Conclusión. Fué conveniente que Jesu-
cristo principiase á padecer por medio de ARTÍC U L O V . — ÍJOS p e r s e g u i d o r e s de
los judíos, y después se consumase su pa- Cristo l e c o n o c i e r o n ?
sión por los gentiles, á quienes le entre-
gáronlos mismos judíos. 1.° Parece que los perseguidores de
Responderemos que en el modo mis- Cristo le conocieron, porque se dice
mo de la pasión de Cristo se prefiguró ( M a t t h . 21, 3 8 ) , que los labradores,
su efecto ; pues primeramente la pasión cuando vieron al hijo, dijeron entre sí:
de Cristo produjo el efecto de la salud este es el heredero, venid, matémosle; so-
en los j u d í o s , de los cuales la mayor bre lo que dice San Jerónimo (id habetit
parte fueron bautizados en la muerte de Rabanus et Eloss. ord. in hunc. loe):
Cristo, como consta ( A c t s . 2 y 3) : 2.° « el Señor prueba manifiestamente por
con la predicación de los judíos pasó el B estas palabras de los judíos que los
efecto de la pasión de Cristo á los genti- » príncipes de los judíos crucificaron al
les. P o r lo tanto, fué conveniente que B Hijo de Dios no por ignorancia, sino
Cristo comenzase á padecer por parte B por envidia ; porque entendieron que él
de los judíos y 'después entregándole á B era aquel á quien el Padre dice por el
los judíos los gentiles, terminase su pasión B profeta ( P s . 2) : pídeme y te daré ¡as
á mano de estos. B gentes en herencia». L u e g o parece que

Jí) Así lo afirman muchos PP. entre ellos San Cirilo, San San Esteban mediante el permiso de los romanos; roas en
Juan Crisóstomo y San A g u s l i n . cuanto á los crímenes, opuestos á la legislación romana, solo
',2j Los judíos podían sin duda alguna castigar á los infrac- la autoridad del Imperio tenia derecho á castigarlos:
tores de la l»y hasta imponerles la muerte , como sucedió con
CUESTIÓN XLVII. — ARTÍCULO V. 541

conocieron que él era Cristo ó el Hijo bieran crucificado al Señor de la gloria.


de Dios. Sin embargo debe saberse que su igno-
2.° Dice el Señor (Joan. 13, 24) : mas rancia no les escusaba del crimen, puesto
ahora y las han visto y me aborrecieron á que era en cierto modo afectada ; porque
mí y á mi Padre. Pero lo que se v e , se veían signos evidentes de su divinidad,
conoce manifiestamente. L u e g o los judíos pero los interpretaban mal por odio, y
que conocieron á Cristo le hicieron pade- por envidia á Cristo, y no quisieron creer
cer por odio. en sus palabras por las que confesaba
3.° Dícese (in quodam serm. Epherini que él era el Hijo de Dios. Por esto les
couc.cit. C.46.a. 12, al 2.°): «así como el dice él mismo (Joan. 15, 22): si no hu-
» que rompiere una carta imperial, como biera venido, ni les hubiera hablado, no
» rompiendo el verbo del Emperador, es tendrían pecado : mas ahora no tienen
» condenado á muerte ; de la misma ma- escusa de su pecado. Y después añade:
lí ñera el judío que ha crucificado á quien sino hubiese hecho entre ellos obras, que
»había visto, será castigado, como si ninguno otro ha hecho, no tendrían pe-
x> hubiera atentado ál Verbo de Dios cado. A s í puede referirse á ellos lo que
«mismo». Pero esto no sería a s í , si no se dice ( J o b . 2 1 , 1 4 ) : ellos dijeron á
hubieran conocido que él era el Hijo de Dios : apártate de nosotros que no quere-
Dios, porque los escusaría la ignorancia. mos la ciencia de tus caminos. Pero los
Luego parece que los judíos, que cruci- menores, esto e s , la plebe, que no cono-
ficaron á Cristo, conocieron que él era el cían los misterios de la Escritura, no co-
Hijo de Dios. nocieron plenamente que él mismo era
Por el contrario, dícese ( i Cor. 2, 8 ) : Cristo ni Hijo de Dios ; pues aunque al-
si la hubieran conocido, (la sabiduría) gunos de ellos creyeron en é l , la multi-
jamás hubieran crucificado al Señor de tud sin embargo no c r e y ó , y si alguna
la gloria; y ( A c t . 3, 17) San P e d r o , al vez dudaron, si él mismo sería el Cristo
hablar á los judíos, dice : sé que lo hicis- á causa de la multitud de los milagros y
teis por ignorancia como también vues- la eficacia de su doctrina, como se ve
tros Príncipes ; y el Señor pendiente en (Joan. 7 ) , fueron sin embargo engañados
la cruz dice : Padre, perdónalos ; por- después por sus príncipes y no le creye-
que no saben lo que hacen ( L u c . 13,34). ron ni Hijo de Dios ni Cristo. P o r esta
Conclusión. Si bien los príncipes de razón les dijo San Pedro : sé que lo hi-
los judíos conocieron que Jesús era el Me- cisteis por ignorancia, como también
sías prometido en la ley, ignoraron no vuestros príncipes, esto e s , porque eran
obstante, aunque con ignorancia inescu- seducidos por los príncipes.
sable, que fícese verdadero Dios : mas el A l argumento 1.° diremos, que aque-
pueblo comunmente no le reconoció como llas palabras son dichas sobre los culti-
tal Mesías ni como Hijo de Dios, antes vadores de viñas por los cuales se signi-
bien engañado por los príncipes cayó en ficaban los jefes de aquel pueblo, que
duda sobre estas cosas. conocieron que él era el heredero, en
Responderemos, que entre los judíos cuanto supieron que él era el Cristo pro-
había unos mayores y otros menores: metido en la ley. Pero parece ser contra
«los mayores que se decían príncipes esta contestación el que aquellas pala-
»suyos», como se dice (in lib. qucest. bras ( P s . 2, 8) : pídeme y te daré las gen-
veteris et no vi Testam. C. 66, inter op. tes por herencia; son dirigidas á aquel
Aug.), conocieron como también los de- mismo á quien se dice : mi hijo eres tú;
monios que él era el Cristo prometido en yo te he engendrado hoy. L u e g o , si cono-
la ley (1); porque veían en él todas las cieron que él era á quien se dijo : pídeme
señales, que los profetas dijeron que su- y te daré las gentes por herencia, sigúese
cedeyíau ; pero ignoraban el misterio de que conocieron que él era el Hijo de
su divinidad. P o r esto dice el Apóstol Dios. También el Crisóstomo (alius auc-
que, si la hubieren conocido, jamás hu- tor) dice en el mismo lugar (hom. 40 in

(I) Se dice que conocieron que Cristo era el prometido Me- dudaban, cuando dijeron : (Luc. 22) S Í tú eres Cristo dtnoslo. Y
sías por las señales evidentes que poseían; puesto quede hecho les contestó ; si os lo dijere no me creeréis.
conocieron que era Cristo sin embargo de que parecía que lo
542 CUESTIÓN X L V I I . — A R T Í C U L O V Y VI.

Op. imperf.), que « conocieron que él era Judas que le entregó fue un pecado más
» el Hijo de Dios ». También Beda sobre grave que el de los que le crucificaron.
aquello ( L u c . 23 quia nesciunt quit fa- 3.° Según el Filósofo (Ethic. 1. 5, c,
ciunt, c. 94 in L u c ) : « d e b e notarse 9), « s e sufre lo injusto queriendo, y como
» dice, que no ora por aquellos q u e , co- » él mismo dice (ibid.) , nadie hace lo in-
» nociéndole Hijo de D i o s , prefirieron » j u s t o no sufriéndolo n a d i e » . Luego
í crucificarle á confesarle ». Pero á esto ninguno hace injusticia al que la quiere.
puede responderse que que conocieron Pero Cristo padeció voluntariamente,
que él era el Hijo de Dios no por natu- como se ha dicho (a. 1 al 3.° y a. 2),
raleza sino por la escelencia de la gracia L u e g o no hicieron lo injusto los crucifi-
singular. Podemos indicar no obstante cadores de Cristo, y así su pecado no fue
que se dice que conocieron que él era el gravísimo.
verdadero Hijo de D i o s , porque tenían Por el contrario, sobre aquello (Matth.
pruebas evidentes de ello á las que no 23) : et vos implete mensurara patrum
quisieron asentir por odio y envidia para vestrorum; dice el Crisóstomo (alius
que conociesen que él era el Hijo de auctor hom. 45 in Op. imperf.); « esce-
Dios(lj. » dieron verdaderamente la medida de
A l 2.° que antes de aquellas palabras » sus padres ; pues aquellos mataron á
se dice : si no hubiese hecho entre ellos » hombres, estos crucificaron á Dios ».
obras que ninguno otro ha hecho, no ten- Conclusión. Fue gravísimo el pecado
drían pecado, y después se añade: mas cometido por los príncipes de los judíos en
ahora y las han visto y me aborrecen á mí la crucifixión de Cristo, tanto por el gé-
y á mi Padre. P o r lo que se manifiesta nero de dicho pecado, cuanto por la mali-
que viendo las obras maravillosas de cia de la voluntad de los que le cometieron;
Cristo, procedió del odio, el no haber pero no fue tan grave en cuanto al gé-
conocido que él era el Hijo de Dios. nero por parte del pueblo judío en razón
A l 3.° que la ignorancia afectada no á su ignorancia , siendo por tal causa ma-
escusa de la culpa, sino más bien parece cho menor con relación á los gentiles.
que la agrava, porque demuestra que el Responderemos q u e , como se ha di-
hombre está inclinado á pecar con tal cho (a. 5 ) , los príncipes de los judíos co-
vehemencia, que quiere incurrir en la i g - nocieron á Cristo, y si alguna ignorancia
norancia para no evitar el pecado. P o r hubo en ellos, fue una ignorancia afecta-
este motivo pecaron los judíos no solo da, la cual no podía escusarlos ; y por
como crucificadores del hombre Cristo, esto su pecado fue gvavísimo ya por su
sino también de Dios (2). género, ya por la malicia de la voluntad.
Pero los judíos menores pecaron gravísi-
ARTÍCULO V I . — E l pecado de los
mamente, en cuanto al género de pecado;
q u e crucificaron á Cristo fué g r a v í s i m o ?
sin embargo en algo se disminuía su pe-
l.° Parece que el pecado de los que cado á causa de su ignorancia. Por esta
crucificaron á Cristo no fué gravísimo; razón, sobre aquello ( L u c . 23) : no sa-
porque no es gravísimo el pecado que ben, lo que hacen dice Breda , (c. 24 in
tiene escusa. P e r o el Señor mismo e s - » L u c ) : « pide por los que no supieron lo
cusó el pecado de los que le crucificaron, í q u e hacían teniendo celo de Dios pero
al decir ( L u c . 13, 34) : Padre, perdó- T> no teniéndole según la ciencia. Mucho
nalos; porque no saben lo que hacen. » más escusable fue el pecado de los gen-
L u e g o el pecado de estos no fue graví- » tiles por cuyas manos fue crucificado,!)
simo. los cuales no tenían la ciencia de la ley.
2.° D i c e el Señor á Pilatos ( J o a n . A l argumento 1.° diremos, que aquella
19, 2) : el que me entregó á tí, mayor escusa del Señor no se refiere á los prín-
pecado tiene. Pero el mismo Pilatos hizo cipes de los judíos sino á la plebe ( 3 ) ,
que Cristo fuera crucificado por sus mi- como se ha dicho.
nistros. L u e g o parece que el pecado de A l 2.° q u e , Judas entregó á Cristo, no

(i) El que los judíos no conocían en absoluto que Jesucristo (2) Por esto dice el Apóstol (i. Cor. 2, 8) •. Porque si m hubie-
era hijo verdadero y natural de Dios, es deducción clara de ran conocido, nunca hubiesen crucificado al Señor de la gloria.
dichas palabras, (3) La mayor ó menor gravedad de este gran pecado de» e
CUESTIÓN XLVI1. — ARTÍCULO VI. 543

á Pilatos, sino á los príncipes de los s a - no quiso l a acción inicua de los judíos.
cerdotes q u e l e e n t r e g a r o n á P i l a t o s s e - Por lo tanto los que dieron muerte á
tu nación
gún a q u e l l o s ( J o a n . 1 8 , 3 5 ) : Cristo no son escusados de l a injusticia.
y los pontífices te han puesto en mis ma- P o r otra parte el que m a t a á u n nombre,
nos. S i n e m b a r g o e l p e c a d o d e t o d o s e s - injuria no solamente a l hombre muerto,
tos f u e m a y o r que el de Pilatos, que sino también á Dios y á la sociedad,
mató á Cristo por temor al César, y como igualmente el q u e se suicida, s e -
también m a y o r q u e e l p e c a d o de l o s s o l - g ú n d i c e e l F i l ó s o f o ( E t h i c . 1. 5 , c . u l t . )
dados, q u e p o r m a n d a t o d e s u j e f e cru- Por esta razón D a v i d condenó á muerte
cificaron á C r i s t o n o p o r c o d i c i a , como a l q u e no h a b í a temido poner s u m a n o
Judas, n i por envidia y odio como los para matar al Cristo del Señor, aunque
príncipes d e l o s sacerdotes. este se l o h u b i e r a pedido como se l e e
Al 3.° que Cristo quiso su pasión, (II R e g . 1) (1).
como t a m b i é n D i o s l a q u i s o ; s i n e m b a r g o

C U E S T I Ó N . XLVIII.
Del modo de la pasión de Cristo en cuanto al efecto.

Es de considerar el efecto de la pasión de Cristo: 1.° Del modo, por el que ella produce el efecto. 2.°
Del efecto mismo. Sobre la primera de estas dos consideraciones estudiaremos :
1.° La pasión de Cristo causó nuestra salud por modo de mérito? — 2 o
Por modo de satisfacción? —
3." Por modo de sacrificio? — 4 ° Por modo de redención ? — 5." Es propio de Cristo ser Redentor ?—
6.° Causó el efecto de nuestra salud por modo de causa eficiente ?

ARTÍCULO I . — L* pasión de cristo sion de Cristo nada obró por modo de


causó n u e s t r a s a l u d p o r m o d o d e m é r i t o ? (2) mérito.
2.° Cristo desde el principio de s u c o n -
1.° P a r e c e q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o n o c e p c i ó n m e r e c i ó p a r a sí y pa,ra n o s o t r o s ,
causó n u e s t r a salud por modo de m é - c o m o s e h a d i c h o ( C . 9, a . 4 ; y C. 34,
rito ; p o r q u e l o s p r i n c i p i o s d e l a s p a s i o - a . 3). P e r o e s s u p é r f i u o q u e u n o m e r e z c a
nes n o e x i s t e n e n n o s o . t r o s : y n a d i e m e - por segunda v e z l o q u e y a antes había
rece ó e s a l a b a d o s i n o p o r a q u e l l o , cuyo merecido (3). Luego Cristo por su p a -
principio e s t á e n é l m i s m o . L u e g o l a p a - sión n o mereció nuestra salud.

aícnderse, considerado coino es en sí, á la circunstancia de los cuelas ¿qué es lo que mereció, hablando en general? y ¿para
que le cometieron, puesto q u e pudo hacerse por ignorancia, quiénes mereció? En cuanto á lo primero, contestan : que
con pleno ó semipleno conocimiento, con mayor ó menor ma- Cristo no mereció la unión hiposlática ni la primera gracia,
f

licia. De esta manera fácilmente puede comprenderse l o q u e cosas que preceden al mérito; ni la visión beatífica y santi-
dijo Jesucristo: Vater ignoscc i//í.s, etc., ó como se lee en el testo dad que se siguen necesariamente de dicha unión ; sino la glo-
griego : Palcr ilmilte illis. Aunqne es por otro parte lo más ria del cuerpo, la exaltación de su nombre, la sujeción de los
probable, que Jesucristo en la cruz oró á su eterno Padre no demonios y la ñrmeza de la Iglesia : todo lo cual si bien le era
solo por los que pecaron contra ól por ignorancia mayor ó debido por generación divina, sin embargo, para nuestra
menor, verdadera ó afectada, si que también por los que así mayor provecho quiso adquirirlo mediante la efusión de su
obraron con envidia, odio y malicia, y por los que estaban sangre. Mas con respecto á lo segundo, afirman : que J e s u -
constituidos ó no en autoridad ; en una palabra, por t o d o s s u s cristo mereció para nosotros la redención, la remisión de los
perseguidores. pecados y todas las demás gracias que preceden á la j u s t i -
(1) Por la falsa narración del Amalecita que, juzgando sería ficación y la subsiguen. — M. Ch.
gratificado por David, refirió á ésto la historia de que Saúl (3) S e g ú n el axioma v u l g a r ; frustra fiunt per plui-a, quea
recibió la muerte de sus manos, ó al menos que él la consumó. possunt ficri per pauciora'.
(2) Sobre el mérito de Cristo suele preguntarse en las e s -
CUESTIÓN X L V I 1 I . — ARTÍCULOS I Y II.

3.° L a r a í z de merecer es l a caridad; s a l u d e t e r n a , pero por n u e s t r a parte ha-


y l a caridad de Cristo no fue más aumen- bía ciertos obstáculos (3) por los que
tada en l a pasión que áutes. L u e g o no é r a m o s i m p e d i d o s d e c o n s e g u i r e l efecto
mereció más nuestra salud padeciendo, de los méritos precedentes : p o r esta ra-
que por lo que él habia hecho antes. zón para separar aquellos impedimentos
Por el c o n t r a r i o , s o b r e a q u e l l o ( P h i l i p . fue preciso que Cristo padeciese, c o m o se
2) : propter quod et Deus exaltavit illum, h a d i c h o ( C . 46, a. 3).
dice S a n A g u s t í n ( t r a c t . 104 iu Joan) : A l 3.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o t u v o a l -
a l a h u m i l d a d de l a pasión es e l mérito g ú n e f e c t o (4) que no tuvieron los mé-
y> d e l a g l o r i f i c a c i ó n ; l a g l o r i f i c a c i ó n e s l a r i t o s precedentes no por la m a y o r ca-
»recompensa de la humildad». Pero r i d a d sino por el género d e l a o b r a , lo
Cristo ha sido glorificado no solamente c u a l e r a c o n v e n i e n t e á t a l e f e c t o , como
en él m i s m o , sino también en sus fieles, c o n s t a p o r l a s r a z o n e s a l e g a d a s sobre la
como él d i c e ( J o a n . 17). Luego parece c o n v e n i e n c i a de l a pasión de Cristo (C.
que él mismo mereció la s a l u d de sus 46, a. 3 y 4).
fieles.
Conclusión. Cristo por su pasión me- ARTÍCULO I I . — t a pasión de CrisCo
reció la salud no solo para sí mismo, si causó nucsti-u salud por modo de sutisfnc-
que también para todos sus miembros (1). cioní [5)
Responderemos q u e , c o m o s e h a d i -
c h o ( C . 8), la gracia fue dada á Cristo 1.° P a r e c e q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o no
no solo como á u n a persona singular, sino c a u s ó n u e s t r a s a l u d p o r m o d o de satis-
e n c u a n t o es l a c a b e z a d e l a I g l e s i a , es d e - f a c c i ó n ; p o r q u e p a r e c e s e r p r o p i o d e l que
c i r , p a r a que de él redundase á sus m i e m - peca el satisfacer, como se ve e n las
bros ; y p o r esto l a s obras de C r i s t o se otras partes de la penitencia, p u e s al
refieren de este modo tanto á él como á m i s m o q u e p e c a pertenece el estar con-
s u s m i e m b r o s , c o m o se r e f i e r e n l a s o b r a s trito y confesarse. Mas C r i s t o n o pecó
de u n hombre en estado de gracia á él s e g ú n a q u e l l o (1, P e t . 2 , 22) : el que no
m i s m o . P e r o es e v i d e n t e q u e t o d o e l q u e pecó. Luego no satisfizo por su propia
constituido en gracia padece por la jus- pasión.
t i c i a , m e r e c e p o r esto m i s m o p a r a sí la 2.° A n a d i e s e s a t i s f a c e p o r u n a ofensa
salud, según aquello ( M a t t h . 5, 10) : mayor (6). Pero la mayor ofensa fue
bienaventurados los que padecen persecu- p e r p e t r a d a e n l a p a s i ó n d e C r i s t o , por-
ción por la justicia. P o r e s t a r a z ó n Cristo que los que le m a t a r o n , pecaron gravísi-
por su pasión no solamente mereció para m a m e n t e , c o m o se h a d i c h o ( C . 47, a.
sí sino también para todos sus miembros 6). L u e g o parece que por l a p a s i ó n de
la salud (2). Cristo no pudo satisfacerse á Dios.
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e l a p a - 3.° L a satisfacción i m p o r t a cierta igual-
s i ó n , c o n s i d e r a d a c o m o t a l , n o es m e r i t o - d a d c o n l a c u l p a , p u e s t o q u e e s u n acto
r i a , puesto que tiene su principio de lo de justicia. M a s l a pasión de C r i s t o no
exterior; pero según que alguno la so- p a r e c í a s e r i g u a l á t o d o s l o s p e c a d o s del
porta voluntariamente, así tiene su p r i n - g é n e r o h u m a n o ; p o r q u e C r i s t o n o h a su-
c i p i o d e lo i n t e r i o r y d e este m o d o es m e - frido según l a D i v i n i d a d s i n o s e g ú n la
ritoria. h u m a n i d a d conforme á aquello (1, Pet.
A l 2.° q u e C r i s t o d e s d e e l p r i n c i p i o d e 4 , 1): habiendo padecido Cristo en ló-
su concepción mereció para nosotros la came ; m a s e l a l m a e n l a q u e está el
(1) En Jesucristo es evidente que concurrieron al efecto cion de los hombres. — M . Ch.
todas las condiciones que son necesarias para el verdadero (2) V. lo dicho en las notas anteriores.
mérito, como la libertad de arbitrio, la gracia, la perfección (3) Estos impedimentos se refieren á nuestros pecados yá
de la obediencia y la preordinacion y promesa de Dios. Y este las razones dadas sobre la conveniencia d é l a pasión de insto.
mérito era de precio infinito ; pues aunque Cristo mereciese (4) Y efectivamente puede contarse como peculiar la actual
por las acciones de la naturaleza humana, de quien era propio y absoluta satisfacción y redención del género humano.
la sujeción á Dios, sin embargo, como sus acciones no sola- (5) Es doctrina católica contra los Socinianos, el que Jesu-
mente emanaban del puro hombre, sino es del Hombre Dios, cristo padeció y satisfizo por nosotros.
y tenían su valor procedente de la persona del Verbo, de aquí, (ü) De este argumento se valió Abelardo para manifestar
el que padeciendo y sufriendo la muerte en cuanto á la carne, como ilusoria la satisfacción do Cristo , como dice San Ber-
como ésta se hallaba unida á la divinidad, vino á dar por re- nardo.
sultado el infinito mérito de s u pasión en favor de la salva-
CUESTIÓN X L V I I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 545

pecado es mejor que la carne. Luego A l argumento 1.° diremos que la ca-
Cristo no satisfizo con su propia pasión beza y los miembros son como una per-
por n u e s t r o s pecados. sona mística ; y por esto la satisfacción
Por el contrario la p e r s o n a
; se d i c e d e de Cristo pertenece á todos los fieles
de C r i s t o ( P s . 68, 5) : lo que no robé, c o m o á s u s m i e m b r o s ; a s í es q u e cuando
•pagábalo entonces. P e r o n o p a g a e l q u e dos hombres no f o r m a n m á s que u n o por
no s a t i s f a c e p e r f e c t a m e n t e . L u e g o p a r e c e la caridad, el uno puede satisfacer por
que C r i s t o p a d e c i e n d o s a t i s f i z o p o r n u e s - el otro, como se verá (in Supplem. C.
tros p e c a d o s . 13, a . 2). Pero no hay la misma razón
Conclusión. La satisfacción que por sobre la confesión y contrición , puesto
los pecados de todo el género humano dio que la satisfacción consiste en el acto
Jesucristo por medio de su pasión, no exterior para el que pueden tomarse ins-
solo fue suficiente, si que también supe- trumentos, entre los que se c u e n t a n tam-
rabundante. bién los amigos.
Responderemos q u e s a t i s f a c e p r o p i a - A l 2.° que mayor fue la caridad de
mente p o r u n a o f e n s a e l q u e d a a l o f e n d i d o Cristo que padecía que la malicia de los
loque ama tanto ó más como aborrece que le crucificaron ; y por eso m á s pudo
la ofensa (1). Pero Cristo, padeciendo Cristo satisfacer con su propia pasión,
por c a n d a d y o b e d i e n c i a , p r e s e n t ó á Dios que ofender los que le crucificaron ma-
algo m a y o r q u e l o q u e e x i g i r í a l a recom- tándole, en tanto que la pasión de Cristo
pensa d e t o d a o f e n s a d e l g é n e r o h u m a n o ; fue suficiente y superabundante para sa-
1.° p o r l a g r a n d e z a d e l a c a r i d a d , p o r la tisfacer por los pecados de los que le cru-
que p a d e c í a ; 2.° por la dignidad de su cificaron.
vida que daba para satisfacer, la cual A l 3.° que l a dignidad de l a carne de
era v i d a d e D i o s y hombre ; 3.° por la Cristo no debe ser apreciada solamente
generalidad de la pasión y la magnitud según l a n a t u r a l e z a de l a c a r n e , sino se-
del d o l o r t o m a d o , c o m o s e h a d i c h o (C. gún la persona asumente, es decir en
46, a . 6). P o r l o t a n t o la pasión de Cristo cuanto era l a carne de D i o s del cual t e n í a
no solamente fue una satisfacción sufi- la dignidad infinita.
ciente, sino también superabundante por
los pecados del género humano según ARTÍCULO I I I . — t a pasión d e c r i s t o
aquello (1. J o a n . 2, 2) : él es propiacion obró por modo de sacrificio ? (2)
por nuestros pecados: y no tan solo por
los nuestros, mas también por los de todo 1.° P a r e c e . q u e l a pasión de Cristo no
el mundo. obró por m o d o de sacrificio; porque la

(1) La satisfacción puede tomarse en dos sentidos : ó como Pero esta es una respuesta improcedente y n e c i a , puesto
solución y pago de un débito, ó como compensación de una que , si bien los antiguos sacrificios no borraban jjer s e la
injuria causada. mancha del pecado, eran no obstante tipos del Sacrificio de
(2) En este artículo se refuta el error de los Socinianos, de- Cristo por cuyo medio se verificó tal expiación, figurada en la
mestránüose que la pasión de Cristo fue un verdadero sacri- limpieza legal y en el perdón de la pena temporal merecida
ficio. por el pasado. De aquí es que en el Levítico (c. 19) se lee, que
Como gran parte de los errores que se han propalado en la efusión de sangre se hacía pro ánimos peccato. De donde de-
estos tiempos por los protestantes sobre la satisfacción del sa- ducía San Jerónimo (in Hos. 11) que : « Si el todo estuviera
crificio de Cristo por nuestros pecados traen su origen del so- » contenido en el tipo, y a no sería tipo, sino que debería 11a-
cinianismo, bueno será consignar aquí la polémica que los ca- » marse verdad histórica')). Por tanto, asi como el limpiar la
tólicos sostuvieron contra los fautores del error, contribu- impureza de la sangre por medio de las antiguas hostias fue
yendo de este modo á esclarecer más la enseñanza sobre el una figura, de igual modo el borrar por la sangre de Cristo
particular del angélico Doctor. Así, pues, se tendrá presen- las manchas del pecado fue la realización de la figura, como
te 1." : que afirmándose en la Sagrada Escritura y por los refiere la historia evangélica. En cuanto á que en la Antigua
SS. PP. que en los sacrificios de la Antigua Ley fue prefigu- Ley se hacían sacrificios de los corderos en expiación del de-
rado Jesucristo, y no negándolo tampoco en absoluto los soci- lito consta del Levítico (c. 14) y del Éxodo (c. 12). Por esta
nianos, dijeron.los católicos: es así, que muchos sacrificios del razón llama el Bautista á Jesucristo cordero de Dios; porque
Testamento Antiguo fueron expiatorios, ó tuvieron la virtud
como cordero fue muerto (lsaí. 5 3 ) por nuestros pecados.
de tales para la remisión de los pecados según el Apóstol
2.°-El Apóstol ( E f e s . c. 5, 2 ) andad en caridad, dice, a s í
(Heb 5): luego Cristo por medio de su Sacrificio satisfizo por
como Cristo también nos amó, y s e entregó á sí mismo por nosotros
los pecados de los hombres.
ofrenda y hostia á Dios en olor de suavidad. De donde se s i g u e que
A esto contestaron los Socinianos : que los sacrificios de la fue ofrecido por nuestros pecados, no solo por caridad y amor,
Antigua Ley, ni tenían razón de expiatorios, ni el cordero si que también por la efusión de su sangre. Y ademas de en-
inmolado por el pecado figuraba á Jesucristo; añadiendo, que tregdrsc d sí mismo, resulta que fue víctima á la vez que Sa-
no existe paridad entre los animales que allí se sacrificaban y cerdote ; puesto que, según Ezequiel (44, v . 15) se llaman Sa-
el hombre, máxime siendo evidente, 'que Dios no necesitaba cerdotes los que ofrecen á Dios grasa y sangre (adipem el san.
del sacrificio de aquellos. j gnincm) lo cual constituye verdadero sacrificio. Se engañan
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO' I V . ' . ' 33
546 CUESTIÓN XLVIII. — A R T Í C U L O S III.

verdad debe corresponder á la figura : y cual es evidente que la pasión de Cristo


en los sacrificios de la antigua l e y , que fue un verdadero sacrificio. Y como el
eran figuras de Cristo, jamás se ofrecía la mismo añade después en el dicho libro
carne humana; antes bien estos sacrifi- (c. 20), « e s t e sacrificio verdadero era
cios eran tenidos como inmundos y ne- » figurado por una multitud de signos
fandos según aquello ( P s . 105, 38) : der- » diferentes, que eran los sacrificios de la
ramaron la sangre inocente; la sangre » antigua l e y ; porque este uno era figu-
de sus hijos y de sus hijas que habían » rado por muchos, á la manera que se
sacrificado á los ídolos de Canaam. » espresa una sola idea por una multitud
L u e g o parece que la pasión de Cristo » de palabras, á fin de que se haga valer
no puede decirse sacrificio. » mucho sin fastidio » ; por manera que,
2.° D i c e S a n Agustín ( D é Civi. D e i , considerándose cuatro cosas en todo sa-
]. 10, c. 5 ) , que « e l sacrificio visi- crificio, como dice el mismo San Agustín
» ble es el sacramento del sacrificio invi- ( D e Trinit. 1. c. 14), esto e s , aquel á
» sible, esto e s , el signo sagrado». Pero » quien se ofrece, el que le ofrece, lo
la pasión de Cristo no es signo, sino más » que se ofrece y por quienes se ofrece,
bien una cosa designada por otros signos. » el uno mismo y verdadero Mediador
L u e g o parece que la pasión de Cristo no » reconciliándonos con Dios por el sa-
es sacrificio. » orificio de p a z , permanecería uno con
3.° Cualquiera que ofrece sacrificio, » aquel á quien ofrecía, se haría uno en
hace algo sagrado, como demuestra el » s í por quienes ofrecía, y sería uno
mismo nombre de sacrificio. Pero los que » mismo el que ofrecía y lo que ofrecía.»
mataron á Cristo no hicieron algo sagra- A l argumento 1.° diremos que, aun-
do, sino que perpetraron un acto grande que la verdad corresponda á la figura
de malicia. L u e g o la pasión de Cristo relativamente á algo, no empero en
fue más bien maleficio, que sacrificio. cuanto á todo, puesto que es preciso que
Por el contrario, dícese (Ephess. 5, la verdad esceda á la figura. Y por esto
2) : se entregó á sí mismo por nosotros convenientemente la figura de este sacri-
ofrenda y hostia á Dios en olor de sua- ficio por el que se ofrece la carne de
vidad (1). Cristo por nosotros, fué la carne no de
Conclusión. Es evidente que la pasión los hombres, sino de otros animales que
de Cristo fue un verdadero sacrificio. significan la carne de Cristo, que es sa-
Responderemos que se dice realmente crificio perfectísimo : l.° porque por ser
sacrificio algo hecho en honor debido pro- carne déla naturaleza humana es ofrecida
piamente á D i o s ; y de ahí viene lo que convenientemente por todos los hombres
dice San Agustín ( D e Civ. D e i , 1. 10, c. y tomada por ellos bajo la forma de sa-
6) : « el verdadero sacrificio es toda obra cramento : 2.° porque por lo mismo que
» que se hace para unirnos á D i o s en era pasible y mortal era apta para ser
» santa sociedad, es decir, el referido á inmolada : 3.° porque estando sin pecado,
» aquel fin del bien con el que podemos era eficaz para purificar los pecados : 4'.°
» s e r verdaderamente dichosos». Pero porque siendo la carne del mismo ofe-
Cristo, como se añade (ibid.), « se ofre- rente , era acepta á Dios á causa de la
» ció á sí mismo en la pasión por nos- inefable caridad del que ofrecía su carne.
» otros » ; y el sufrir voluntariamente D e lo cual dice San Agustin ( D e Trinit.
la pasión fué m u y acepto á D i o s , como 1. 4 , c. 14) : « ¿ qué cosa sería tomada
proveniente de la mayor caridad. D e lo » tan convenientemente de los hombres

por tanto los Socinianos cuando aseeruran, que las palabras en oblación hecha una vez ; y Cristo en el Cielo, no una vez, sino
olor de suavidad no se refieren á los sacrificios expiatorios; pues siempre vive para interpelar por nomlros: ni tampoco aquí es sa-
l a verdad e s , que en el Levítico (c. 4) se dice hostia por el pe- crificado, antes bien se halla de continuo ofreciendo al Padre
cado ; holocausto. Génesis (c. 8 ) ; muerte del carnero, Éxodo por nosotros el precio de su sangre derramada.
(e. 21)). Todavía insistían estos herejes con otras razones, maso
3.° El mismo Apóstol (á IosHebr. c. 7) recomienda la san- menos ineptas, á Gn de desvirtuar el verdadero y eterno Sa-
tidad de Cristo, por cuanto no tenía necesidad de ofrecer hos- crificio de Jesucristo. Pero para nota baste lo dicho-—M. Ch.
tias por sus pecados : Esto lo hizo una sola vez, dice, ofreciéndose (1) Los S S . PP , fundados en el c. 0 y 10 de la carta á los
a si mismo por los delitos del pueblo. A esto contestan los Soci- hebreos, en q u e el Apóstol trata largamente del sacrificio
nianos : que tal oblación y ofrecimiento las ejecuta hoy Jesu- ofrecido por Cristo en la cruz, sostienen esta doctrina del
cristo en los Cielos. Pero olvidan, que el Apóstol trata de u n a Doctor angélico.
CUESTIÓN XLVIÍI. — A R T Í C U L O S III Y I V . 547

» para ofrecer por ellos, como la carne L u e g o parece que Cristo no nos redimió
» humana, y qué cosa tan apta para este con su pasión.
» sacrificio, como la carne mortal ? ¿ qué 2.° Como dice San Agustín ( D e Trinit.
s cosa más pura para purificar los vicios 1. 13, c. 13), <r Cristo debió vencer al
j de los mortales, como la carne nacida » diablo por la justicia.» Pero la justicia
» en el seno y del seno de una virgen sin exige que el que se apropia dolosa-
j> el contagio de la concupiscencia carnal? mente la cosa ajena, deba ser privado de
» ¿ Y qué podría ofrecerse y recibirse ella, puesto que « ei fraude y el dolo no
»tan gratamente como la carne de nues- » deben ser título para nadie, » como lo
»tro sacrificio convertida en cuerpo de dice también el derecho humano (50,
» nuestro Sacerdote »? 65,ff. pro S o c ) . P o r consiguiente, como
Al 2.° que San Agustín habla allí de el diablo engañase dolosamente y some-
los sacrificios visibles figurativos ; y tam- tiera así á la criatura de D i o s , es decir,
bién la pasión misma de Cristo, aunque al hombre, parece que no debió el hom-
sea algo designado" por otros sacrificios bre ser sacado de su potestad por modo
figurativos, es sm embargo el signo de de redención.
alguna cosa, que debemos observar se- 3.° Cualquiera que compra ó redime
gún aquello ( I P e t . 4, 1) : habiendo pues algo, paga el precio al que lo poseía.
Cristo padecido en la carne, armaos tam- Pero Cristo no pagó su sangre que se
bién vosotros de esta consideración: que dice ser el precio de nuestra redención,
aquel que ha padecido en la carne, cesó al diablo que nos tenía cautivos. L u e g o
de pecados , de suerte que el tiempo, que Cristo no nos redimió con su pasión.
le queda en carne lo viva no á las pasio- Por el contrario, dícese ( i Petr. 1,
nes de' hombres, sino á la voluntad de 18) : sabiendo que habéis sido rescatados
Dios. de vuestra vana conversación, que reci-
Al 3.° que la pasión de Cristo por bisteis de vuestros padres no por oro ni
parte de sus matadores fué un maleficio; por plata que son cosas perecederas, sino
pero por parte del que la sufrió por ca- por la preciosa sangre de Cristo, como
ridad fué un sacrificio. Por esta razón se de un cordero inmaculado y sin mancilla;
dice que el mismo Cristo había ofrecido y (Galat. 3) se dice : Jesucristo nos re-
este sacrificio (1), mas no aquellos que dimió de la maldición de la Ley, hecho
le mataron. por nosotros maldición. Pero se dice que
fue hecho maldición por nosotros, se-
A R T Í C U L O I V . — i , a p a s i ó n a© c r i s - gún que sufrió por nosotros sobre la cruz,
to obró n u e s t r a s a l u d p o r m o d o d e r e d e n - como se ha espuesto ( C . 46, a. 4, al 3).
ción ? (2) L u e g o nos redimió por su pasión.
Conclusión. La pasión de Cristo fue
1.° Parece que la pasión de Cristo no verdaderamente causa de nuestra reden-
obró nuestra salud por modo de reden- ción.
ción ; porque nadie compra ó vuelve á R e s p o n d e r e m o s que por el pecado
comprar lo que no dejó de ser suyo. Pero había sido obligado el hombre de dos
los hombres jamás dejaron de ser de maneras : 1. por la esclavitud del peca- a

Dios según aquello ( P s . 23, 1) ; del Se- do, puesto que todo aquel que hace pe-
ñor es lá tierra y su plenitud: la redon- cado, esclavo es del pecado, según se
dez de la tierra y todos sus habitadores. dice (Joan. 8 , 34 y I I P e t . 2 , 19): todo

(1) Es decir, el sacrificio de la cruz, en cuanto Jesucristo cados mediante solo su misericordia. Es de saber, que los re-
murió voluntariamente, ofreciendo al eterno Padre dicha feridos herejes parecía admitirla remisión de las culpas pol-
muerte para la reconciliación del género humano. la justicia divina \ pero esto lo decían confundiéndola con la
(2) Los socinianos, apoyados en la sentencia de su maestro misericordia. Por esta razón, para redargüir á los socinianos,
Socino, que á la vez había tomado de las blasfemias de los pa- no es suficiente, como algunos creen, demostrar que Dios
ganos, ebionilas, pelagianos y otros sectarios ; negando el tiene odio al pecado y que castiga á los malvados, pues esto
misterio de la Trinidad y Encarnación, y pretendiendo soste- no lo niegan ; sino es que es preciso probar, que intervino la
ner una verdad cuando afirmaban, que Jesucristo era un puro misma justicia que castiga y se opone á la misericordia en la
hombre, enseñaron : que el mismo Jesucristo no era persona redención humana. De aquí se deduce fácilmente el por qu¿
(le tanta dignidad que pudiese redimir al hombre y satisfacer Socino, admitiendo que Cristo nos redimió y sufrió la muerte
á Dios por nuestros pecados. Añadían, que tal redención no por nosotros, niegu* sin embargo á esta redención la satis-
era necesaria, y que la divina justicia no exigía dicha satis- facción verdadera. — M. Ch.
ccion, >"o es que, por el contrario, Dios perdonaba los pe-
s
548 CUESTIÓN X L V I I I . — ARTÍCULOS IV Y V.

aquel que fue vencido queda esclavo del ofendido á Dios, y se había sometido al
del que lo venció. A s í p u e s t o q u e e l d i a - diablo, consintiendo con é l ; por consi-
blo babía vencido al hombre inducién- guiente por razón de su culpa no había
dole á pecar, el h o m b r e estaba sometido sido h e c h o siervo de Dios; sino más bien
á l a s e r v i d u m b r e d e l d i a b l o . 2.° en cuanto al separarse del servicio de Dios, había
al reato de la pena por la que estaba caido en la esclavitud del diablo, permi-

obligado el h o m b r e á la justicia de Dios; tiéndolo Dios con justicia á causa de la

y esto también es cierta servidumbre; ofensa cometida contra él. P e r o en cuan-


pues á esta pertenece que alguno sufra to á la p e n a , el hombre-había sido obli-
lo que no quiere, porque es propio del gado principalmente á Dios como al so-

hombre libre hacer uso de sí m i s m o como berano j u e z , y al diablo como al ver-

quiere (1). M a s puesto que la pasión de dugo según aquello (Matth. 5, 25): no

Cristo fue satisfacción suficiente y super- sea que tu contrario te entregue al juez,
abundante por el pecado y reato de la
y el juez te entregue al ministro, e s t o e s ,
pena del género humano, su pasión fue
« al á n g e l cruel de las p e n a s » , c o m o dice
como cierto precio por el q u e h e m o s sido
el Crisóstomo (alius auctor, h o m . 11 i n o p .
imperf.). A s í pues, aunque el diablo tu-
librados de esta doble obligación ; pues
viese injustamente cuanto en él estaba
la satisfacción m i s m a por la que uno sa-
bajo su esclavitud al h o m b r e á quien ha-
tisface por sí ó por o t r o , se dice ser cier-
bía engañado fraudulentamente, ya en
t o precio por el q u e se r e d i m e á sí mismo
cuanto á la culpa, ya e n c u a n t o á la pena,
ó á otro del pecado y de la pena según
aquello, (Dan. 4, 24) : redime tus peca-
sin e m b a r g o era justo que el hombre pa-

limosnas (2). P e r o C r i s t o
deciese, permitiéndolo Dios en cuanto á
dos con satis-
la culpa y ordenándolo en cuanto á la
fizo, no dando
cida, sino dando lo que
dinero ú otra
fue
cosa
más
pare-
grande,
pena (4). P o r lo tanto con respecto á Dios
la justicia exigía que e l h o m b r e f u e r a re-
esto e s , d á n d o s e á sí m i s m o por nosotros.
dimido, mas con no respecto al diablo.
Y por esto la pasión de Cristo se dice
ser nuestra redención. A l 3.° que puesto que la redención se
A l a r g u m e n t o 1.° contestaremos que se requería para la liberación del hombre
dice que el h o m b r e es de D i o s en dos con- con respecto á Dios, mas no con respecto

c e p t o s : 1.° Según que está sometido á su al diablo , no h a b í a que pagar precio al

potestad y de este m o d o el h o m b r e jamas diablo, sino á Dios, y por esto n o se dice


deja de ser de D i o s según aquello ( D a n . q u e C r i s t o o f r e c i ó s u s a n g r e q u e e s e l pre-

4, 22): el excelso tiene dominio sobre el c i o de. n u e s t r a r e d e n c i ó n a l d i a b l o , sino á

reino de los hombres y lo da á aquel que Dios.

quiere. 2.° P o r l a u n i ó n d e l a c a r i d a d á
él, según lo que se dice ( P o m . 8, 9): ARTÍCULO V . — Ser Redentor es propio
el que no tiene el espíritu de Cristo este de Cristo ? (a)
tal no es de él. L u e g o por el primer modo
jamas dejó el hombre de ser de Dios, 1.° Parece que no es propio de Cristo
pero por el s e g u n d o dejó de ser de Dios ser R e d e n t o r ; porque se dice (Ps. 30,6):
p o r el p e c a d o ; y por esto en cuanto fue tu me has redimido, Señor, Dios de la
libertado del pecado satisfaciendo Cristo, verdad. P e r o s e r S e ñ o r D i o s d e la verdad
se dice haber sido redimido por la pasión conviene á t o d a l a T r i n i d a d . L u e g o n o es
de Cristo. propio de Cristo.
A l 2.° que p e c a n d o el h o m b r e se había 2.° Se dice que redime el que da el
obligado á Dios y al diablo (3). E n precio de la redención. Pero Dios Padre
efecto, con relación á la culpa había dio á su hijo para redención de nuestros

(1) Según el dictamen de la razón. — M. Ch. de sostener, que Jesucristo no vino á libertar al hombre: cosa
(2) Estas palabras fueron dichas por Daniel á Nabucodòno- que él mismo confesaba ser opuesta al sentido de todos los
sor después que interpretó el sueño de este. cristianos.
(3) Pero de diverso modo ; puesto que ofendiendo á Dios se (5) Se dice ser propia de Cristo la redención, en cuanto él
había hecho reo de lesa majestad divina y digno por tanto de la verificó por sí, pagó el precio de nuestra libertad con el de
eterno castigo ; pero sirviendo al diablo pe hizo su esclavo y su propia sangre, libertándonos así del cautiverio y servi-
por consiguiente su digno compañero en el infierno. dumbre del pecado.
(4) Uno de los errores que se le apropian á Abelardo, es el
CUESTIÓN XLVIII. — ARTÍCULOS V Y VI. 549

pecados según aquello ( P s . 110, 9 ) : re- da atribuirse á la Trinidad como á la


dención envió á su pueblo el Señor; esto primera causa (2).
es á Cristo (Glos. A u g . interl.) que da la A l argumentó 1.° diremos que la Glo-
redención á los cautivos. L u e g o no solo sa (vetus et manuscripta) esplica así este
Cristo sino también Dios Padre nos re- pasage : c< T u , Señor, D i o s de verdad,
dimió. » me redimiste en Cristo que clamaba:
3.° N o solamente la pasión de Cristo, » en tus manos, Señor, encomiendo mi
sino también de otros santos fue prove- » espíritu ». Y así la redención pertenece
chosa para nuestra salud, según aquello inmediatamente al hombre Cristo, y prin-
(Coloss. 1, 2 4 ) : me gozo ahora en las cipalmente á Dios.
aflicciones que he padecido por vosotros A l 2.° que el precio de nuestra reden-
y suplo en mi carne lo que resta de los su- ción lo pagó el hombre Cristo inmediata-
frimientos de Cristo por el cuerpo de el, mente, pero por mandado del Padre
que es la Iglesia. L u e g o no solo Cristo como del autor primordial.
debe decirse Redentor, sino también otros A l 3.° que los sufrimientos de los san-
santos. tos son útiles á la Iglesia no por modo
Por el contrario, dícese (Galat. 3,13): de redención, sino de ejemplo y exhorta-
Jesucristo nos redimió de la maldición de ción según aquello ( u Cor. 3 , 6) : ó so-
la ley, hecho por nosotros maldición. mos atribulados por vuestra exhortación
Pero solo Cristo se hizo maldición por y salud.
nosotros. L u e g o solo Cristo debe decirse
nuestro Redentor. ARTÍCULO V I . — A L a p a s i ó n de Cristo
Conclusion. Aunque la redención del obró n u e s t r a s a l u d por modo d e c a u s a efi-
género humano pueda atribuirse á toda c i e n t e ? (3)
la Trinidad como causa primera; sin
embargo, el ser redentor inmediato es 1.° Parece que la pasión de Cristo no
propio de Jesucristo en cuanto hombre. obró nuestra salud por modo de causa
Responderemos, que para que alguno eficiente ; porque la causa eficiente de
redima son precisas dos cosas, á saber el nuestra salud es la magnitud de la virtud
acto del pago y el precio pagado; porque divina según aquello (Is. 59, 1): mirad
si alguno paga por la redención de algu- que la mano del Señor no se ha encogido
na cosa un precio que no es suyo, sino de para no poder salvar (4). Pero Cristo
otro, no se dice que es el que principal- fue crucificado según la debilidad (de la
mente redime, sino más bien aquel de carne) como se dice ( u Cor. 13,4). L u e g o
quien es el precio. M a s el precio de nues- la pasión de Cristo no obró eficiente-
tra redención es la sangre de Cristo ó su mente nuestra salud.
vida corporal que reside en la sangre y 2.° Ningún agente corporal obra efi-
que el misino Cristo sacrificó. P o r consi- cientemente sino por el contacto ; por
guiente ambas cosas pertenecen á Cristo lo cual también Cristo tocando al leproso
inmediatamente, en cuanto es hombre, y lo limpió « para manifestar que su carne
á toda la Trinidad como á la causa pri- » tiene una virtud saludable », como dice
mera y remota ( 1 ) , de quien era también el Crisóstomo (implic. hom. 26 in Matth,
la misma vida de Cristo, como del primer auctor Op. imp. hom. 22, Cyrill. 1. 4 in
autor y por la que le fue inspirado al Joan. sup. illud : nisi manducaveri-
mismo hombre Cristo padecer por nos- tis, etc.). Pero la pasión de Cristo no
otros. Por tanto ser inmediatamente re- pudo tocar á todos los hombres. L u e g o
dentor es propio de Cristo en cuanto es no pudo obrar eficientemente la salud de
hombre, aunque la redención misma pue- todos los hombres.

(1) Esta es una verdad contenida en las Sagradas Letras, (3) Ténganse aquí presentes los géneros de causas que sue-
leyéndose en el cántico de Zacarías : Bcndilo Señor Dios de len distinguirlos filósofos escolásticos; pues unas son eficientes,
hrael que visitó c hizo la redención de nuestro pueblo. Y en Isaías otras finales, otras materiales.y otras formales. Las dos primeras
(e. 6 3 ) « dice : Tú Señor Padre nuestro, Redentor nuestro. son consideradas .como estrinsecas al s u j e t o ; mas como intrínse-
(2) Según el cardenal Cayetano, el redimir causahnente cas las otras dos. — M. Ch.
como primera causa es común a todas las personas de la San- (4) O de otro modo haciendo interrogación : Numquid abbre-
tísima Trinidad ; más redimir personalmente, conviene solo á viata et párvula facía est manus mea ut non passim redìmere ? aut
^esucristo, en razón á que él por sí pagó el precio de nuestra non est in me virtus ad liberandum'ì
550 CUESTIÓN XLVIII. — ARTÍCULO VI.

3.° N o p a r e c e s e r p r o p i o d e l m i s m o s i o n d e C r i s t o , r e l a c i o n a d a c o n s u cuer-
sujeto obrar p o r m o d o d emérito y p o r p o , conviene á l a debilidad d e l a natura-
m o d o d e causa eficiente, puesto q u e el que leza q u et o m ó ; mientras q u e relacionada
merece espera e lefecto d eotro. P e r o l a c o n l a d i v i n i d a d r e p o r t a d e e s t a u n a vir-
pasión d e Cristo b a obrado nuestra salud t u d i n f i n i t a , s e g ú n a q u e l l o ( i C o r . 1 , 25):
por modo d emérito. L u e g o n o p o r m o d o lo que parece flaco en Dios es más fuerte
de causa eficiente. que los hombres ( 1 ) , e s t o e s p u e s t o q u e
Por e lc o n t r a r i o , dícese ( i C o r . 1 , 1 8 ) , la m i s m a d e b i l i d a d d e C r i s t o , conside-
que la palabra de la cruz para los que se r a d o c o m o D i o s , posee u n a virtud que
salvan es virtud de Dios; y l a v i r t u d d e escede á toda virtud humana.
Dios obra eficientemente nuestra salud. A l 2.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o , a u n q u e
L u e g o la pasión de Cristo en l acruz obró s e a c o r p o r a l , t i e n e , s i n e m b a r g o , virtud
eficientemente nuestra salud. e s p i r i t u a l p o r c o n s e c u e n c i a d e l a divini-
C o n c l u s i ó n . Aunque Dios fue la causa d a d u n i d a ; y p o r e s t o t r a e s u eficacia del
eficiente principal de nuestra salud, Cris- c o n t a c t o e s p i r i t u a l , e s t o e s , d e l a f e y el
to sin embargo fue la eficiente instru- s a c r a m e n t o d e l a f e , s e g ú n a q u e l l o del
mental. A p ó s t o l ( R o m . 3 , 25): á quien Dios ha
Responderemos, q u e b a yd o s clases propuesto en propiciación por la fe en
de causa eficiente : principal é instru- su sangre.
mental. L a causa eficiente principal d e A l 3.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o , s e g ú n
la salud h u m a n a es Dios. Pero puesto q u e s e c o m p a r a á s u d i v i n i d a d , o b r a por
que l ahumanidad d e Cristo e sel instru- m o d o d e c a u s a eficiente, p e r o e n cuanto
mento d e l adivinidad, como s e h a dicho se c o m p a r a á l a v o l u n t a d d e l a l m a de
( C . 43, a . 2), p o r e s t a r a z ó n e s c o n s i - C r i s t o o b r a p o r m o d o d e m é r i t o ; y según
guiente q u e todas l a sacciones y pasio- q u e s e c o n s i d e r a e n l a c a r n e m i s m a de
nes d e Cristo obran instrumentalmente C r i s t o o b r a p o r m o d o d e s a t i s f a c c i ó n , en
en virtud d e l a divinidad para l a salud c u a n t o n o s libra d e l r e a t o d e l a pena;
d e l g é n e r o h u m a n o . S e g ú n e s t o la pasión p e r o á m a n e r a d e r e d e n c i ó n , e n cuanto
de Cristo causa eficientemente la salud nos libra d el a esclavitud d el a culpa ;y
humana. á m a n e r a d e sacrificio, e n c u a n t o n o s re-
Al argumento 1.° d i r e m o s q u e l a p a - concilia c o nDios, comosedirá(C.49,á4).

(1) En el v . 23 se dice : Has nosotros predicamos á Cristo cru- dicamos d Cristo, virtud de Dios y sabiduría de Dios: cuyas pala-
cificado, que es escándalo para los judíos y locura para los gentiles; bras v i e n e n á confirmar plenamente el sentido de la citada
mas para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos, pre- autoridad por el angélico Doctor.
C U E S T I Ó N XLIX.

Efectos de l a p a s i ó n de C r i s t o .

Vamos á tratar de los efectos mismos de la pasión de Cristo: 1." Hemos sido librados del pecado
por la pasión de Cristo? — 2.° Hemos sido librados por ella del poder del diablo? — 3." Lo hemos sido
de la pena debida al pecado? —4.° Hemos sido reconciliados por ella con Dios? — 5.° Nos ha abierto
la puerta del cielo ? — 6.° Cristo consiguió por ella la exaltación ?

ARTÍCULO I . — Domos sido libertados de Cristo no es causa suficiente de la re-


del p e c a d o p o r l a p a s i ó n d e C r i s t o ? misión de los pecados.
5.° Dícese (Prov. 10, 12): la caridad
l.° Parece que no hemos sido librados cubre todas las faltas; y (Act. 15) se
del pecado por la pasión de Cristo; por- lee: los pecados son purificados por la
que librar del pecado es propio de Dios misericordia y por la fe (1). Pero hay
según aquello (Is. 43, 25) : yo soy el que otras muchas cosas de las que tenemos
borro tus iniquidades por amor de mí. fe y que escitan la caridad. Luego la
Pero Cristo no sufrió considerado como pasión de Cristo no es la causa propia
Dios, sino como hombre. Luego no he- del perdón de los pecados.
mos sido librados del pecado por la pa- Por el contrario; dícese (Apoc. 1, 5):
sión de Cristo. nos amó y nos lavó de nuestros pecados
2.° Lo corporal no obra en lo espiri- por su sangre. (2).
tual; y la pasión de Cristo es corporal, Conclusión. La pasión de Cristo es la
mientras que el pecado no está sino en el causa propia de la remisión de nuestros
alma, que es criatura espiritual. Luego pecados.
la pasión de Cristo no pudo purificarnos Responderemos, que la pasión de
del pecado. Cristo es la causa propia del perdón de
3.° Ninguno puede librarse de un pe- los pecados en tres conceptos: 1.°, esci-
cado que aun no ha cometido, sino del tando á la caridad, porque, como dice el
que ha de cometer en lo sucesivo. Luego Apóstol (Pom. 5 , 8 ) : Dios hace brillar
habiéndose cometido muchos pecados su caridaden nosotros; porque aun cuando
después de la pasión de Cristo y come- éramos pecadores en su tiempo, murió
tiéndose todos los dias, parece que no Cristo por nosotros. Pero por la caridad
somos librados del pecado por la pasión conseguimos el perdón de los pecados,
de Cristo. según aquello (Luc. 7 , 47) : perdonados
4.° Puesta una causa suficiente no se le son sus muchos pecados, porque amó
requiere ninguna otra cosa para que el mucho; 2°, la pasión de Cristo causa el
efecto sea producido. Sin embargo, se perdón de los pecados por modo de re-
requieren aún otras cosas para el perdón dención. En efecto, como es nuestra
de los pecados, esto es, el bautismo y la cabeza, por, la pasión que sufrió por
penitencia. Luego parece que la pasión amor y por obediencia, nos libró en con-

(1) En la Vulgata se lee (v. 9) -. Fide purificans corda eorum. ademas (Ephess. 1, 7) : En el que tenemos la redención por su
W En la carta á los romanos (3, 25) se dice : A quien Dios sangre, la remisión de los pecados según las riquezas de su gracia.
i prepuesto en propiciación por la fe en su sangre, d fin de mani- Lo mismo se v e 'Coloss. 1, 14) y (Hebr. 9, 26).
star !» justicia por la remisión de los pecados pasados. Se dice
S52 CUESTIÓN XLIX. — ARTÍCULOS I Y II.

cepto de miembros suyos de los pecados por la fe en su sangre. Mas la fe por la


como por el precio de su pasión ; como si que somos purificados del pecado, no es
un hombre se redimiese de un pecado la fe informe, que puede existir también
que había cometido con los pies por me- con el pecado, sino la fe formada por la
dio de una obra meritoria que hiciere con caridad; de manera que la pasión de
sus manos; pues así como un cuerpo na- Cristo nos sea aplicada, no solo en cuan-
tural es uno solo (est unum) compuesto to al entendimiento, sino también en
de diferentes miembros, así toda la I g l e - cuanto al efecto. Y por este modo también
sia, que es el cuerpo místico de Cristo, es se perdonan los pecados por la virtud de
computada como una sola persona con su la pasión de Cristo.
cabeza que es Cristo; 3.°, por modo de
causa eficiente, en cuanto la carne, según ARTÍCULO I I . •— ¿ p o r i n p a s i ó n »ic
la que Cristo sufrió su pasión, es instru- C r i s t o h e m o s s i d o l i b r a d o s d e l p o d e r d e l dia-
mento de su divinidad, de lo que resulta b l o ? (2)
que sus pasiones y acciones obran por
virtud divina para espeler el pecado. 1.° Parece que no hemos sido librados
A l argumento 1.° diremos que aunque por la pasión de Cristo del poder del dia-
Cristo no haya padecido como D i o s , sin blo, porque no tiene poder sobre otros
embargo su carne es instrumento de su aquel que nada puede hacer sobre ellos
divinidad, y por esto su pasión tiene si no se le permite. Pero el diablo jamás
cierta virtud divina de perdonar los p e - pudo hacer algo en daño de los hombres,
cados como se ha dicho. sino por permisión divina, como consta
A l 2.° que la pasión de Cristo, aunque (Job. 1 , 2 ) , que recibida la potestad de
sea corporal, obtiene sin embargo cierta D i o s , primero le perjudicó en sus bienes
virtud espiritual de la divinidad, á la que y después en su cuerpo; y se dice asi-
su carne está unida como instrumento; mismo (Matth. 8) que los demonios, á no
en razón de cuya virtud la pasión de habérselo concedido Cristo, no hubieran
Cristo es causa de perdón de los peca- podido entrar en Jos puercos. Luego el
dos. diablo jamás tuvo poder sobre los hom-
A l 3.° que Cristo por su pasión nos li- bres; y así por la pasión de Cristo no.
bró de nuestros pecados causaliter, esto hemos sido librados del poder del diablo.
es, instituyendo la causa de nuestra libe- 2.° E l diablo ejerce su poder en los
ración, de modo que por ella pudieran hombres tentándolos y atormentándolos
ser perdonados cualesquiera pecados pa- corporalmente. Pero él hace todavía es-
sados ó presentes ó futuros; como si un tas mismas cosas después de la pasión de
médico hace una medicina con que pue- Cristo. L u e g o no hemos sido librados pol-
dan curarse cualesquiera enfermedades, la pasión de Cristo del poder del diablo.
aun las futuras (1). 3.° L a virtud de la pasión de Cristo
A l 4.° q u e , puesto que la pasión de dura perpetuamente según aquello (Heb.
Cristo precedió como cierta causa uni- 10, 14): con una sola ofrenda hizo per-
versal del perdón de los pecados, según fectos para siempre á los que ha santifica-
se ha dicho, es necesario que sea apli- do ; y también se estiende á todos los lu-
cada á cada uno para borrar sus propios gares. Pero no todas las partes del mundo
pecados; y esto se hace por el bautismo, están libres del poder del diablo ; pues en
y la penitencia y otros sacramentos que muchas hay todavía idólatras; ni lo es-
reciben la virtud de la pasión de Cristo, tarán nunca, porque en tiempo del Ante-
como se demostrará ( C . 12, a. 5). cristo, el diablo ejercerá principalmente
A l 5.° que también nos es aplicada por su poder en detrimento de los nombres;
la fe la pasión de Cristo para percibir su sobre lo cual se dice ( i Thess. 2, 9), que
fruto según aquello (Rom. 3 , 25): á su venida será según operación de Sata-
quien Dios ha propuesto en propiciación nás en toda potencia y en señales y en

(i) El mérito de Jesucristo, según dice el Santo en otro así atendiendo al libre albedrío del hombre por una parte, y
lugar, es igual para todos según la suficiencia, ó sufficicnter, por otra, á la divina elección, predestinación etc.
como hablan los escolásticos ; mas no en cuanto á la eficacia, (2) V. el Apóstol (Coloss. í , 13).
ó etfcacitcr, como se espresan los mismos. Y todo esto sucede
CUESTIÓN X L I X . — ARTÍCULOS II Y III.
558
prodigios mentirosos y en toda seducción » y e s e n en a q u e l á q u i e n m a t ó sin q u e
de ¡a iniquidad. L u e g o p a r e c e q u e l a p a - » d e b i e r a n a d a , » (1). ,
sión de C r i s t o n o es c a u s a d e q u e e l g é - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o s e
nero h u m a n o h a y a s i d o l i b r a d o d e l p o - d i c e q u e el d i a b l o t u v i e s e p o d e r s o b r e
der del d i a b l o . los. h o m b r e s , d e m o d o q u e p u d i e r a p e r -
Por el c o n t r a r i o ; dice el S e ñ o r ( J o a n . j u d i c a r l e s sin p e r m i s o de D i o s ; sino p o r -
1 2 , 3 1 ) e s t a n d o p r ó x i m a su p a s i ó n : ahora q u e D i o s le p e r m i t í a j u s t a m e n t e d a ñ a r á
será lanzado fuera el príncipe de este l o s h o m b r e s , á l o s q u e h a b í a a t r a í d o ha-
mundo, y si yo fuera alzado de la tierra, c i a él t e n t á n d o l o s .
todo lo atraeré á mí mismo. P e r o C r i s t o A l 2.° q u e el d i a b l o p u e d e t a m b i é n
fue a l z a d o d e l a t i e r r a p o r l a p a s i ó n d e l a a h o r a p e r m i t i é n d o l o D i o s t e n t a r á los
cruz. L u e g o p o r e l l a f u e d e s p o j a d o e l h o m b r e s en c u a n t o al a l m a y a t o r m e n -
diablo d e l p o d e r q u e t e n í a s o b r e l o s t a r l o s en c u a n t o al c u e r p o ; y sin e m -
hombres. b a r g o la pasión de Cristo h a p r e p a r a d o
C o n c l u s i ó n . La pasión de Jesucristo a l h o m b r e u n r e m e d i o , p o r el c u a l p u e d e
nos libertó del poder del demonio ; bien d e f e n d e r s e c o n t r a l o s a t a q u e s d e l e n e m i -
este poder se considere por parte del g o , p a r a n o c a e r e n el a b i s m o d e l a
hombre, ó bien por parte de Dios, ó, en m u e r t e e t e r n a ( 2 ) ; y c u a l e s q u i e r a d e l o s
fin, por parte del diablo. que antes de la pasión de Cristo resistían
Responderemos, que acerca del poder a l d i a b l o , p o d í a n h a c e r e s t o p o r l a fe d e
que el d i a b l o e j e r c í a e n l o s h o m b r e s a n - su p a s i ó n , a u n q u e e s t a n o h u b i e r a sido
tes de la p a s i ó n d e C r i s t o , d e b e n c o n s i - a ú n c o n s u m a d a . M a s en c u a n t o á algo
derarse t r e s c o s a s : 1. p o r p a r t e d e l
a
nadie podía escaparse de las manos del
hombre, q u e m e r e c i ó p o r s u p e c a d o s e r diablo, esto e s , que n o descendería al
entregado a l p o d e r d e l d i a b l o , p o r c u y a infierno, del q u e después de la pasión de
tentación h a b í a s i d o v e n c i d o ; 2 . a
por Cristo pueden defenderse los hombres
parte de D i o s á q u i e n el h o m b r e h a b í a p o r v i r t u d d e ó!.
ofendido p e c a n d o , y el c u a l p o r s u j u s t i - A l 3.° q u e D i o s p e r m i t e a l d i a b l o p o -
cia le h a b í a a b a n d o n a d o a l p o d e r d e l d i a - d e r e n g a ñ a r á los h o m b r e s en c i e r t a s
blo ; 3. p o r p a r t e d e l d i a b l o q u e p o r s u
a
personas, tiempos y lugares, seguu la ra-
depravada v o l u n t a d i m p e d í a a l h o m b r e zón secreta de sus juicios. Sin e m b a r g o
la consecución d e l a s a l u d . L u e g o r e s p e c - por la pasión de Cristo siempre está pre-
to á la p r i m e r a , el h o m b r e fue l i b r a d o d e l p a r a d o á l o s h o m b r e s e l r e m e d i o p o r el
poder del d i a b l o p o r m e d i o d e l a p a s i ó n que pueden defenderse de las maldades
de Cristo, e n c u a n t o e s t a e s l a c a u s a d e l del demonio a u n en tiempo del A n t e -
perdón de l o s p e c a d o s . C o n r e l a c i ó n á l a c r i s t o . P e r o si a l g u n o s d e s c u i d a n u s a r
segunda, d e b e d e c i r s e q u e l a p a s i ó n d e este r e m e d i o , su negligencia en n a d a per-
Cristo nos l i b r ó d e l p o d e r d e l d i a b l o , e n j u d i c a á l a eficacia d e l a p a s i ó n d e C r i s t o .
cuanto nos r e c o n c i l i ó c o n D i o s , c o m o se
dirá ( a . 4 ) . Y r e s p e c t o á l a t e r c e r a , l a ARTÍCULO I I I . — ¿ F u e r o n l i b r a d o s l o s
pasión de C r i s t o n o s l i b r ó d e l d i a b l o e n h o m b r e s de l a p e n a del p e c a d o por l a pasión
cuanto en e l l a e s c e d i ó el m o d o d e l a p o - - d e C r i s t o ?
tencia que D i o s l e h a d a d o , t r a b a j a n d o
para que m u r i e s e C r i s t o , q u e n o m e r e c í a 1.° P a r e c e q u e p o r l a p a s i o u d e C r i s t o
la m u e r t e p u e s t o q u e e s t a b a s i n p e c a d o . n o son librados los h o m b r e s de la p e n a
Por esta r a z ó n d i c e S a n A g u s t í n ( D e del pecado ; porque la pena principal del
Trinit. 1. 1 3 , c. 14) : « e l d i a b l o f u e v é n - p e c a d o es la c o n d e n a c i ó n e t e r n a ; y los
denlo p o r l a j u s t i c i a d e C r i s t o ; p u e s t o q u e h a b í a n sido c o n d e n a d o s al infierno
* que n o e n c o n t r á n d o s e e n é l c o s a a l g u n a p o r sus p e c a d o s , no fueron librados p o r
» digna de m u e r t e , s i n e m b a r g ó l e m a t ó . l a p a s i ó n d e C r i s t o , p u e s t o q u e en el in-
i> Por t a n t o es j u s t o q u e á l o s d e u d o r e s fierno no hay redención alguna. L u e g o
»que t e n í a l o s d e j a s e l i b r e s y q u e c r e - parece que la pasión de Cristo no libró

(1) Dice Bossuet, que el demonio habiéndose ali'cvido á en el mero hecho de hacerlo a s í , perdió todo su imperio.
•tentar de una manera horrible contra la persona del Hijo de (2) V. el Concilio de Trenlo en la scs. ó y decrct. sobre el
, sin embargo de no poder encontrar en él cosa alguna,
l o s
pecado original.
554 C U E S T I Ó N X L I X . — A R T Í C U L O S III Y IV.

á loa h o m b r e s d e l a p e n a del p e c a d o . murió una vez solamente por nuestros


2.° A l o s q u e h a n s i d o l i b r a d o s d e l pecados, c o m o s e d i c e ( i . P e t . 3, 18),
reato de la p e n a no se les debe imponer p o r e s o n o p u e d e e l h o m b r e configurarse
otra pena. M a s á los penitentes s e l e s p o r s e g u n d a v e z á l a m u e r t e d e Cristo
a p l i c a l a p e n a s a t i s f a c t o r i a (1). L u e g o p o r e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o . P o r lo
no h a n sido librados los h o m b r e s d e l c u a l e s p r e c i s o q u e l o s q u e p e c a n des-
reato de la pena por la pasión de Cristo. p u é s d e l b a u t i s m o s e c o n f i g u r e n á Cristo
3.° L a m u e r t e e s l a p e n a d e l p e c a d o , q u e p a d e c e , p o r a l g o d e p e n a l i d a d ó pa-
s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 6, 23): los gages s i ó n q u e s u f r a n e n s í m i s m o s , l a cual
del pecado son muerte. P e r o a u n d e s p u é s b a s t a q u e s e a m u c h o m e n o r q u e l a que
de la pasión de Cristo los hombres m u e - m e r e c e l a f a l t a p o r l a c o o p e r a c i ó n de la
ren. L u e g o por l a pasión d eCristo n o satisfacción de Cristo.
son librados los hombres del reato de la A l 3.°, q u e l a s a t i s f a c c i ó n d e Cristo
pena. t i e n e e n n o s o t r o s e f e c t o e n c u a n t o somos
P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 5 3 , 4): en incorporados á é l c o m o los miembros á
verdad tomó sobre sí nuestras enferme- s u c a b e z a , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1). Pero
dades y él cargó con nuestros dolores. l o s m i e m b r o s d e b e n s e r c o n f o r m e s á la
C o n c l u s i ó n . Los hombres son libi-ados c a b e z a . P o r l o t a n t o , a s í c o m o Cristo
directa é indirectamente por la pasión de t u v o p r i m e r a m e n t e l a g r a c i a e n e l alma
Cristo. a c o m p a ñ a d a d e l a p a s i b i l i d a d d e l cuerpo,
R e s p o n d e r e m o s que la pasión de Cris- y p o r m e d i o d e l a p a s i ó n l l e g ó á l a gloria
to nos libró del reato de la pena de dos d e l a i n m o r t a l i d a d ; a s í t a m b i é n nosotros,
m a n e r a s : 1. d i r e c t a m e n t e , e s t o e s , e n
a
q u e s o m o s s u s m i e m b r o s , s o m o s librados
cuanto la pasión d e Cristo fue una sa- p o r s u p a s i ó n d e l r e a t o d e c u a l q u i e r peua;
tisfacción suficiente y superabundante d e t a l m o d o , s i n e m b a r g o , q u e primera-
por los pecados de todo el g é n e r o h u m a - m e n t e r e c i b i m o s e n e l a l m a e l e s p í r i t u de
n o (2): y d a d a l a s a t i s f a c c i ó n s u f i c i e n t e , a d o p c i ó n d e h i j o s , p o r e l q u e s o m o s ads-
s e q u i t a e l r e a t o d e l a p e n a ; 2. i n d i r e c -
a
c r i t o s á l a h e r e n c i a d e l a g l o r i a inmortal,
tamente, esto es, en cuanto la pasión de t e n i e n d o a ú n e l c u e r p o p a s i b l e y mortal;
Cristo es la causa del perdón del pecado, p e r o d e s p u é s , h e c h o s s e m e j a n t e s á l o s pa-
e n el que se funda el reato de la pena. d e c i m i e n t o s (pasiones) y á l a m u e r t e de
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a p a - C r i s t o , s o m o s l l e v a d o s a l a g l o r i a inmor-
sión de Cristo surte su efecto en aquellos t a l s e g ú n a q u e l l o d e l A p ó s t o l ( R o m . 8,
á quienes se aplica por la fe, por la cari- 17 ) : si hijos también herederos; herede-
d a d y por los sacramentos de la fe. Y ros verdaderamente de Dios y coherede-
por esto los condenados e n e l infierno, ros de Cristo, pero si padecemos con él,
que no se unen á la pasión de Cristo del para que seamos también glorificados
m o d o predicho, n o pueden percibir s u con él.
efecto.
A l 2.° q u e , c o m o s e h a d i c h o ( a . 1 a l A R T Í C U L O I V . — Hemos s i d o reconci-
4.°), p a r a q u e c o n s i g a m o s e l e f e c t o d e l a l i a d o s c o n O í o s p o r l a p a s i ó n d e Cristo?
pasión de Cristo, es preciso que nos con-
figuremos á él. P e r o nos c o n f i g u r a m o s á l . ° P a r e c e q u e n o h e m o s s i d o reconci-
él en el bautismo sacramentalmente, se- l i a d o s c o n D i o s p o r l a p a s i ó n d e Cristo;
g ú n a q u e l l o ( R o m . 6, 4 ) : somos sepul- p o r q u e l a r e c o n c i l i a c i ó n n o t i e n e lugar
tados con él en muer-te por el bautismo. e n t r e a m i g o s ; D i o s s i e m p r e n o s a m ó se-
P o r esta razón ninguna pena satisfacto- g ú n a q u t d l o . y ( S a p . 11, 25) : amas todas
ria s e i m p o n e á los b a u t i z a d o s , p o r q u e las cosas que son y ninguna aborreces de
son totalmente librados por l a satisfac- aquellas que hiciste (3). L u e g o l a pasión
c i ó n d e C r i s t o . P e r o p u e s t o que Cristo de Cristo no nos reconcilió con Dios.
{1J Ya se dirá lo suficiente sobre esta materia en el tratado en el negocio importante de nuestra salvación, sino más bien
de la penitencia. para que nos salvásemos, compartiendo con él las penas según
(2) Con esto no se quiere decir,, que Jesucristo nos libertó las fuerzas de nuestra flaqueza, auxiliadas por su gracia.^
de nuestras personales satisfacciones, ó que por ellas se dero- (3) Porque tuyas son, Señor, que amas las almas ; como s i f 0

ga la pasión de Cristo, como quieren los herejes ; puesto que allí mismo con relación á todos los hombres.
no padeció por nosotros á ñn de que permaneciésemos ociosos
CUESTIÓN XLIX.—ARTÍCULOS IV Y V. 555

2." La misma cosa no puede ser princi- aborrece en cuanto á la culpa que contra
pio y efecto ; por lo que la gracia que es él cometen, según aquello (Eccl. 1 2 , 3 ) :
el principio de merecer, no cae bajo el el Altísimo aborrece á los pecadores.
mérito. Pero el amor de Dios es el princi- Al 2.°, que no se dice habernos recon-
pio de la pasión de Cristo según aquello ciliado la pasión de Cristo con Dios,
(Joan. 3, 1 6 ) : de tal manera amó Dios como si hubiera comenzado á amarnos de
al mundo que dio á su Hijo Unigéni- nuevo, pues está escrito (Jerem. 3 1 , 3 ) :
to (1). Luego no parece que hemos sido con amor perpetuo te amé, sino porque
reconciliados con Dios por la pasión de por la pasión de Cristo ha sido quitada la
Cristo, de manera que comenzase á amar- causa del odio, ya por haber sido borra-
nos de nuevo. do el pecado ya por la recompensa de un
3.° La pasión de Cristo fue consuma- bien más aceptable.
da por los hombres que le hicieron mo- Al 3.° que, así como los matadores
rir, los cuales por esto ofendieron á Dios de Cristo fueron hombres,- así también
gravemente. Luego la pasión de Cristo Cristo muerto. Pero mayor fue la cari-
es más bien causa de indignación que de dad de Cristo, que padecía, que la ini-
reconciliación con Dios. quidad de sus verdugos. Y por esto la
Por el contrario, dice el Apóstol pasión de Cristo fue más valiosa para
(Rom. 5 , 1 0 ) -.fuimos reconciliados con reconciliar á Dios con todo el género hu-
Doispor la muerte de su Hijo ( 2 ) . mano, que para provocar su ira.
Conclusión. La pasión de Cristo es
causa de nuestra reconciliación con Dios. ARTÍCULO V . — s o s abrió c r i s t o c o n «n
Eesponderémos, que la pasión de Cris- p a s i ó n l a p u e r t a d e l c i c l o ? (3)
to es causa de nuestra reconciliado?! con
Dios de dos modos: 1.° en cuanto re- 1.° Parece que Cristo no nos abrió con
mueve el pecado, por el que los hombres su pasión la puerta del cielo ; porqué se
se constituyen en enemigos de Dios según dice (Prov. 1 1 , 1 8 ) : para el que siembra
aquello (Sap. 1 4 , 9 ) : igualmente son justicia hay recompensa fiel: y la recom-
odiosos á Dios el impío y su impiedad; y pensa de la justicia es la entrada en el
(Ps. 5 , 7 ) : aborreces á todos los que reino de los cielos. Luego parece que los
obran iniquidad: 2° en cuanto es un Santos Padres, que han hecho obras de
sacrificio muy acepto á Dios ; pues el justicia, consiguieron por la fe la entrada
efecto propio del sacrificio es aplacar á en el reino de los cielos, aun sin la pa-
Dios por el mismo, al modo que un hom- sión de Cristo. Luego la pasión de Cristo
bre perdona la ofensa que se le ha inferi- no es la causa de la apertura de la puerta
do, por causa de algún obsequio grato del reino celestial.
que se le tributa. Por lo cual se dice 2.° Antes de la pasión de Cristo, Elias
(i.Reg. 2 6 , 1 9 ) : si el Señor te incita fue arrebatado al cielo (4) como se dice
contra mí, reciba el olor de este sacrifi- (iv. Reg. 2). Pero el efecto no precede á la
cio. De la misma manera fue un bien tan causa. Luego parece que la apertura de
grande el haber padecido Cristo volunta- la puerta del cielo no es efecto de la pa-
riamente, que á causa de este bien en- sión de Cristo.
contrado en la naturaleza humana, ha 3.° Como se lee (Matth. 3 ) , bautizado
sido aplacado Dios respecto de toda Cristo, abriéronsele los cielos. Pero el
ofensa del género humano con relación á bautismo precedió á la pasión. Luego la
los que se unen á Cristo que padeció apertura del cíelo no es efecto de la pa-
conforme al modo anteriormente dicho. sión de Cristo.
Al argumento 1.° diremos que Dios 4.° Dícese (Mich. 2 , 13) : subirá de-
ama á todos los hombres respecto á la lante de ellos el que les abrirá el camino.
naturaleza, que él mismo hizo ; pero los Mas ninguna otra cosa parece ser abrir
(1) Para que sufriese la pasión de la cruz, como se deduce (3) El abrir las puertas del cielo no es otra cosa, que facili-
°» las palabras adjuntas de este testo. tar y hacer espedita la consecución de la eterna bienaventu-
Pl El Apóstol ( n . Cor. 5): Pues si alguna criatura, dice, es ranza.
1
fliíeua en Cristo, las cosas viejas ya pasaron : hé aquí /oáíis (4) En el testo se dice : Marchando en conversación (Elias y
«ii hechas nuevas. Y todas son de Dios, que nos reconcilió d si por Eliséo) hé aquí que un carro de fuego y caballos también de fuego
los separaron, y Elfos subió al cielo en un torbellinOj e t c .
55<5 CUESTIÓN XLIX. — ARTÍCULOS V Y VI.

él camino del cielo, que franquear la eterna. E s t o es lo que se figura por la ley,
puerta de este. L u e g o parece que la cuando se dice (Num. 35,25) que el homi-
puerta del cielo líos ha sido abierta, no cida se estará allí, esto e s , en la ciudad
por la pasión de Cristo, sino por su as- de refugio, hasta que muera el sumo sa-
censión. cerdote que fue ungido con el óleo santo:
Por el contrario, dice el Apóstol (Hebr. mas después que este muriese podrá vol-
10,19): por lo tanto, hermanos, teniendo ver á su casa.
confianza de entraren el santuario, esto A l argumento 1.° diremos, que los
e s , en el cielo, por la sangre de Cristo. santos padres, haciendo obras de justicia,
Conclusión. Por medio de la pasión de merecieron la entrada en el reino celes-
Jesucristo se abrieron á los hombres las tial por la fé en la pasión de Cristo según
puertas del reino celestial, no solo me- aquello ( Hebr. 11, 33): los santos por k
diante el perdón del pecado original co- fe conquistaron reinos, obraron justicia;
mún á la naturaleza humana en cuanto por la cual también cada uno era purifi-
á la culpa y pena, sí que también mediante cado del pecado respecto á la purificación
la remisión de los pecados propios de cada de la propia persona. Sin embargo que la
uno de sus individuos. fe ó la justicia de alguno no bastaba para
R e s p o n d e r e m o s , que la clausura de la remover el impedimento, que provenía
puerta es un obstáculo, que impide á los del reato de toda humana criatura, el
hombres entrar. Pero los hombres son cual ha sido removido por el precio déla
privados de la entrada en el reino del cielo sangre de Cristo. A s í pues antes de la
por causa del pecado, puesto q u e , como pasión de Cristo ninguno podía entrar en
se dice ( I s . 35, 8 ) , aquel camino se lla- el reino celestial, esto e s , obteniéndola
mará santo : no pasará por él hombre beatitud eterna que consiste en la plena
mancillado. P e r o hay dos clases de peca- fruición de Dios.
dos , que impiden la entrada en el reino A l 2.° que Elias fué elevado al cielo
de los cielos. U n o común á toda la hu- aereo ; pero no al cielo empíreo, que es
mana naturaleza, que es el pecado de el lugar de los santos; é igualmente tam-
nuestro primer padre, y por este pecado bién Enoch fue arrebatado al paraíso
se cerraba al hombre la entrada en el terrestre, donde se cree que vivirá con
reino del cielo. Por esto se lee (Genes. 3, Elias hasta la llegada del Antecristo (2).
24) que después del pecado de nuestro A l 3.° q u e , como se ha dicho (C. 3S,
primer padre puso Dios Querubines y es- a. 5), bautizado Cristo, abriéronse los
pada que arrojaba llamas, y andaba al cielos no por él mismo Cristo, á quien
rededor, para guardar el camino del ár-
siempre estuvo abierto el cielo, sino para
bol déla vida. Otro es el pecado especial
significar que el cielo se abre á los bauti-
de cada persona, el cual es cometido por
zados con el bautismo de Cristo, que re-
el acto propio de cada hombre. Mas por la
cibe la eficacia de su pasión.
pasión de Cristo hemos sido librados no
A l 4.° que Cristo mereció por su pasión
solamente del pecado común á toda la na-
para nosotros la entrada en el reino de
turaleza humana ya acerca de la culpa
ya respecto al reato de lapena, pagando los cielos y quitó el impedimento; pero
él mismo por nosotros el precio, sino tam- por su ascensión nos introdujo, por de-
bién de los pecados propios de cada uno cirlo así, en la posesión de este reino: J
délos que participan de su pasión por la fe, por esto se dice que sube delante de ellos
la caridad y los sacramentos de la fe. Y abriéndoles el camino.
por eso la pasión de Cristo nos abrió la
puerta del reino celestial (1)..Y esto es ARTÍCULO VI. *—Mereció cristo

loque expresa el Apóstol diciendo (Hebr. ser exaltado por s u pasión ?


9,11 y 12) que Cristo estando ya presente,
Pontífice de los bienes venideros, por su 1." Parece que Cristo no mereció ser
propia sangre entró una sola vez en el san- exaltado por su pasión ; porque así cora»
tuario, habiendo hallado una redención el conocimiento de la verdad es propio de
D i o s , así también la sublimidad según
(1) Hé aquí las palabras |Luc. 23) que Cristo dirigió al (2) Todos los teólogos con los S S . PP. enseñan, que Elfo!
ladrón estando en la cruz : Hoy serás conmigo en el Paraíso. Enoch serán muertos por el Antecristo.
CUESTIÓN XL.IX. —• A R T Í C U L O VI.

aquello ( P s . 112, 4) : él es el supremo voluntad inicua. De la misma manera,


dominador de todas las naciones de la cuando uno sustrajo á sí por voluntad jus-
tierra, y su gloria sobre los cielos. Pero ta lo que debía tener, merece que se le dé
Cristo, considerado como hombre, tuvo más como recompensa de la misma justa
conocimiento de toda verdad no por algún voluntad. De ahí es que, según se dice
mérito precedente, sino por la unión (Luc. 14, 2), el que se humilla será en-
misma de Dios y del hombre según aque- salzado. Pero Cristo en su pasión se hu-
llo (Joan 1, 14): veremos la r/loria de milló á sí mismo más de lo que debía, en
él, gloria como de Unigénito del Padre, cuatro conceptos : 1.° respecto á la pa-
lleno de gracia y de verdad. Luego no sión y la muerte de que no era deudor ;
fue exaltado por consecuencia del mérito 2.° con relación al lugar, porque su cuer-
de su pasión, sino por la sola unión. po fue colocado en el sepulcro y el alma
2.° Cristo mereció para sí desde el en el infierno ; 3.° respecto á la confusión
primer instante de su concepción, como y los oprobios que sufrió ; 4.° en cuanto
se lia dicho (C. 34, a. 3). Pero no hubo á que fue entregado á la potestad hu-
en él mayor caridad en tiempo de la pa- mana (2) según lo que dice el mismo á
sión que antes. Luego siendo la caridad Pilatos (Joan. 19, 11) : no tendrías po-
el principio de merecer, parece que no der alguno sobre mí sino te hubiera sido
mereció más por su pasión la exaltación dado de arriba. Por lo tanto mereció por
que antes. su pasión la exaltación bajo cuatro puntos
3.° La gloria del cuerpo resulta de la de vista : 1.° en cuanto á su resurrección
gloria del alma como dice San Agustín gloriosa; y así se dice (Ps. 138, 2): tu
(in epist. Dioscorum, 118, ó 56). Pero conociste mi asiento, esto es, la humildad
Cristo por su pasión no mereció la exal- de mi pasión y mi resurrección; 2° en
tación respecto ala gloria del alma, por- cuanto á su ascensión al cielo ; por lo
que su alma fue bienaventurada desde el cual se dice (Ephes. 4, 9, 10) : había
primer instante de su concepción. Luego descendido antes á. los lugares más bajos
tampoco mereció por la pasión la exalta- de la tierra; el que descendió, ese mismo
ción respecto á la gloria del cuerpo. es el. que subió sobre todos los cielos;
3.° en cuanto á que está sentado á la dies-
Por el contrario, dícese (Filip. 2, 8 ) : tra del Padre y ha manifestado su divi-
se humilló á sí mismo hecho obediente nidad según aquello ( Is. 52, 13 ) : ensal-
hasta la muerte y muerte de Cruz, por lo zado y elevado será y sublimado en grande
cual Dios también lo ensalzó. manera : como muchos se pasmaron sobre
Conclusión. Jesucristo así como se hu- tí, así será sin gloria su aspecto entre va-
milló por medio de su pasión, de igual rones ; y (Philip. 2, 8) se dice : se humi-
manera fue exaltado, resucitando glorioso lló á sí mismo, hecho obediente hasta la
y subiendo al cielo, en donde está, sentado muerte y muerte de cruz. Por lo cual
a la, diestra de Dios Padre y vendrá des- Dios también lo ensalzó y le dio un nom-
pués con gran majestad á juzgar á todos bre que es sobre todo nombre, ésto es,
los hombres. de modo que sea llamado Dios por todos,
Responderemos que el mérito importa y todos le tributen reverencia como á
cierta igualdad de justicia ; por lo cual Dios, y esto es lo que se añade : para
dice el Apóstol (Rom. 4 , 4 ) , que al que que al nombre de Jesús se doble toda ro-
obra, no se le cuenta el jornal por gracia dilla de los que están en los cielos, en la
sino por deuda. Pero cuando uno se atri- tiera y en los infiernos : 4.° eu cuanto á
buye por injusta voluntad más que lo que la potestad judicial; porque se dice (Job.
debe, es justo que se le disminuya tam- 36, 17) : tic causa ha sido juzgada como
bién en cuanto á lo que se le debía; como la de un impío; ganarás la causa y sen-
cuando uno roba una oveja, está obligado tencia.
a devolver cuatro (1), según se dice
(Exod. 22). Y se dice que esto es meri- Al argumento 1.° diremos que el prin-
torio, en cuanto por ello es castigada su cipio de merecer es por parte del alma ;
(1) A l l í m i s m o s e d i c e , q u e q u i e n r o b a r e u n b u e y d e b e r á (2) O p o r m e j o r d e c i r , p o r l a p o t e s t a d h u m a n a f u e e n t r e g a d o
restituir c i n c o . A h o r a b i e n , e l p o r q u é s e h a n d e r e s t i t u i r m á s á la v o l u n t a d d e los j u d í o s q u e le p e r s e g u í a n p a r a crucificarle
« y e s q u e o v e j a s q u e d a e s p l i c a d o (!."• 2.« C . 1 0 5 , a . 2 a d 9 ) . ( M a t l h . 2 7 , L u c . 23).
558 CUESTIÓN XLIX. — ARTÍCULOS VI.

mientras que el cuerpo es instrumento del p o , que por caridad se había sometido á
acto meritorio; y por esto la perfección la pasión, recibiese la recompensa en la
del alma de Cristo, que fue el principio gloria.
de merecer, no debió ser adquirida en él A l 3.° que por cierta dispensación su-
por el mérito, como la perfección del cedió en Cristo que la gloria del alma no
cuerpo que fue el sujeto de la pasión y redundase antes de la pasión sobre el
por esto fué el -instrumento del mérito cuerpo, á fin de tener más honrosamente
mismo. la gloria corporal, cuando la hubiese me-
A l 2.° que por los méritos anteriores recido por su pasión. Pero no convenía
mereció Cristo la exaltación por parte de que la gloria del alma fuese diferida, por-
su alma, cuya voluntad era informada que estaba unida inmediatamente al Ver-
por la caridad y otras virtudes. Pero bo ; por esta razón era conveniente que
en la pasión mereció su exaltación á fuese lleno de la gloria por el Verbo mis-
modo de cierta recompensa aun por parte mo ; más el cuerpo estaba unido al V e r t o
del cuerpo, porque es justo que el cuer- mediante el alma ( 1 ) .

CUESTIÓN E.
De la muerte de Cristo.

1.° Fue conveniente que Cristo muriese? 2.° La divinidad fue separada de la humanidad por la
muerte ? 3.° La divinidad fue separada del alma ? 4.° Cristo fue hombre durante los tres dias que duró
su muerte ? o.° Su cuerpo fue el mismo numéricamente vivo y muerto ? 6.° Su muerte obró algo para
nuestra salud ?

ARTÍCULO I . — F u e c o n v e n i e n t e q u e e s t a se l l e g a á l a m u e r t e . Pero n o fue


C r i s t o m o r i e s e ? (2) c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o l a n g u i d e c i e s e por
a l g u n a e n f e r m e d a d , c o m o d i c e e l Crisòs-
1.° Parece que no fue conveniente, que t o m o ( V i d e s u p . q . 4 6 , a . 3 , a l 2 . ° ) L u e g o
Cristo muriese ; pues lo que es el primer t a m p o c o f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o mu-
principio en algún "género, no es dis- r i e s e ,
puesto por lo que es contrario á este g é - 3.° D i c e e l S e ñ o r ( J o a n . 1 0 , 1 0 ) : 7«
nero ; como el fuego, que es el principio vine, para que tengan vida y la tengan
del calor, jamás puede ser frió. Pero el más abundante. P e r o l o o p u e s t o n o con-
Hijo de Dios es fuente y principio de d u c e á l o o p u e s t o . L u e g o p a r e c e q u e no
toda vida, según aquello ( P s . 3 5 , 1 0 ) ; f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o m u r i e s e .
en tí está la fuente de la vida. L u e g o pa- Por e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( J o a n . c. 11)
rece que no fue conveniente que Cristo v . 5 0 ) : os conviene que muera un soh
muriese. hombre por el pueblo, y no perezca toa
2.° Mayor es el defecto de la muerte la gente (3), lo cual dijo Caifas profè-
que el de la enfermedad, puesto que por ticamente c o m o atestigua e l Evangelista.

(1) Tanto según el orden de dignidad, por el que el alma se (Hebr, 2) cuando decía : que era conveniente que claulorfóü
acerca más á Dios que la carne ; cuanto según el orden de salud de sus hijos la consumase por la pasión ; y fibid. 9) añade,
causalidad, puesto que la causa por que fue tomada la carne, que donde hay testamento es necesario que intervenga la linifici
ó fue asumible, como dicen los teólogos, es el alma. (V. la testador. Porque el testamento no tiene fuerza sino por la muerte,
C 6, a. 1). (3) A esto respondía Socino ; que en el testo griego la pa-
(1) Esta verdad estaba y a enunciada por el Apóstol labra pro populo no significa causa impulsiva, sino solofinale
CUESTIÓN L.— ARTÍCULOS I Y II. 559

Conclusión. Fue conveniente que Cristo si se predica que Cristo resucitó de entre
muriese. los muertos, ¿cómo dicen algunos entre
Responderemos, q u e fue conveniente vosotros que no hay resurrección de
que Cristo muriese: 1.° p a r a satisfacer muertos ?
por el g é n e r o h u m a n o , q u e h a b í a s i d o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o
condenado á m u e r t e á c a u s a d e l p e c a d o es l a f u e n t e d e l a v i d a , c o n s i d e r a d o c o m o
según a q u e l l o ( G e n e s . 2 , 17) cualquier Dios, pero no como hombre ; así murió
dia que comiereis de él, moriréis de muerte. como h o m b r e y no como Dios. P o r esto
Pero h a y u n a m a n e r a c o n v e n i e n t e d e s a - dice S a n A g u s t í n c o n t r a Feliciano (c.
tisfacer p o r o t r o , c u a n d o a l g u n o s e s o - 14) : «. e s t á m u y l e j o s d e m í e l p e n s a -
mete al c a s t i g o q u e o t r o h a m e r e c i d o . » m i e n t o d e q u e Cristo sintiese la muerte,
Por esto q u i s o C r i s t o m o r i r , p a r a s a t i s - » c o m o si h u b i e r a p e r d i d o l a v i d a e n
facer por n o s o t r o s c o n s u m u e r t e s e g ú n » c u a n t o é l es l a v i d a m i s m a ; p o r q u e , s i
aquello ( 1 P e t . 3 , 18) : Cristo una vez » a s í f u e r a , se h u b i e r a secado l a fuente
murió por nuestros pecados : 2° p a r a » de l a vida. L u e g o sintió la m u e r t e p o r
manifestar l a v e r d a d d e l a n a t u r a l e z a , » participación d e l afecto h u m a n o , q u e
que t o m ó ; p o r q u e , c o m o d i c e E u s e b i o » espontáneamente había tomado ; pero
(in O r a t . d e l a u d i b . C o n s t a n t i n i s e u » no perdió la potencia d e su naturaleza
cap. 15),« si d e s p u é s d e h a b e r v i v i d o e n - » p o r l a q u e vivificó t o d a s l a s c o s a s » .
»tre los h o m b r e s hubiese d e s a p a r e c i d o A l 2.° q u e C r i s t o n o sufrió l a m u e r t e
í de o t r o m o d o y s e h u b i e s e o c u l t a d o proveniente de la enfermedad para q u e
i>huyendo d e l a m u e r t e , t o d o s l e h u b i e - no pareciese q u e moría necesariamente
5>ran c o m p a r a d o á u n f a n t a s m a » : 3 . ° p o r debilidad d e su n a t u r a l e z a ; sino q u e
para l i b r a r n o s c o n s u m u e r t e d e l t e m o r d e sufrió l a m u e r t e producida p o r u n a causa
ella, p o r l o q u e s e d i c e ( H e b r . 2, 14), exterior, á l a q u e se ofreció é l m i s m o p a r a
que p a r t i c i p ó de la carne y de la sangre, q u e se d e m o s t r a s e q u e s u m u e r t e e r a v o -
para destruir por su muerte al que tenía luntaria.
el imperio de la muerte, es á saber, al dia- A l 3 . ° q u e u n o p u e s t o n o c o n d u c e per
ílo (1), y para librar á aquellos que se á o t r o , s i n o a l g u n a s v e c e s per acci-
por el temor de la muerte estaban en ser- dens, c o m o e l frió á v e c e s c a l i e n t a per
vidumbre toda la vida : 4.° p a r a q u e m u - accidens ; (2) ; y d e e s t e m o d o C r i s t o
riendo c o r p o u a l m e u t e á s e m e j a n z a d e l por s u muerte nos condujo á la vida,
pecado, es d e c i r , á l a p e n a , n o s d i e r a e l puesto que destruyó nuestra muerte por
ejemplo d e m o r i r e s p i r i t u a l m e n t e ' a l p e - la s u y a ; c o m o el q u e sufre u n a p e n a p o r
cado. P o r e s t a r a z ó n s e d i c e ( P o m . 6 , otro, destruye l a pena d e este.
10) : porque en cuanto al haber muerto
por el pecado , murió una vez; más en ARTICULO I I . — E n i a m u e r t e d e c r i s t o
manto al vivir, vive para Dios. Así l a d i v i n i d a d f u e s e p a r a d a d e l a c a r n e ?
también vosotros consideraos que estáis
de cierto muertos al pecado, pero vivos 1.° P a r e c e q u e e n l a m u e r t e d e C r i s t o
para Dios : 5.°para, q u e r e s u c i t a n d o d e fue s e p a r a d a l a d i v i n i d a d d e l a c a r n e ;
entre los m u e r t o s , m a n i f e s t a s e s u v i r t u d p o r q u e , c o m o s e dice ( M a t t h . 27), el S e -
por la q u e v e n c i ó l a m u e r t e y n o s d i e r a ñ o r p e n d i e n t e e n l a c r u z c l a m a b a : Dios
la esperanza d e r e s u c i t a r t a m b i é n . D e mío, Dios mió, porque me has abando-
donde dice e l A p ó s t o l (1 C o r . 15, 12) : nado ? e s p o n i e n d o l o c u a l d i c e S a n A r a -
se s i g u e , q u e Cristo fue m u e r t o para r e p a r a r la m i s m a muerte
de losjudíos, al menos temporal. A ñ á d a s e á esto, q u e las p a -
meramente o c a s i o n a l , d e f o r m a , q u e el s e n t i d o e r a : q u e C r i s t o
padeció por n o s o t r o s , n o p a r a s a t i s f a c e r por los pecados, sino labras referidus son d e l concilio d e los fariseos y n o d e Caifas;
c,ue, para f o m e n t a r n u e s t r a f e , t u v i e r o n estos q u e perdonarse pues este contradieiéndoles l e s d e c í a ; sois unos ignorantes y no
Por la m i s e r i c o r d i a d e Dios. Pero todo esto e s falso ; p u e s
sabéis que conviene, etc. : cuyas palabras no pronunció por si
Caifas p r o f e t i z ó , q u e t o d a l a g e n t e p e r e c e r í a s i C r i s t o n o m o r í a
•uiumo manifestando, q u e el p u e b l o d e b í a ser librado, no del
por el p u e b l o : l u e g o l a p e r d i c i ó n i n m i n e n t e d e l U I I M I I Ü p u e b l o
lúe la c a u s a a n t e c e d e n t e é impulsiva de la m u e r t e de Cristo. yugo de los romanos, sino d e la servidumbre del diablo.
Ademas c u a n d o e n g r i e g o l a p r e p o s i c i ó n pro v a u n i d a a l s u s - — M. Ch.
anlivo marte s i e m p r e d e s i g n a , s e g ú n Vosio, u n a causa meri-
(1) Y l a r a z ó n e s , p o r q u e c o m o s e d i c e e n el l i b r o d e l a s a -
toria y a n t e c e d e n t e ; e s a s í q u e t a l s u c e d e e n e l t e s t o aducido;
b i d u r í a {2, 2 4 ) , p o r l a e n v i d i a d e u n o e n t r ó l a m u e r t e e n t o d o
ue
e;o etc. i n t i m a m e n t e dice Socino, q u e la m u e r t e espresada
el o r b e terráqueo.
por Caifas e r a m o t i v a d a p o r m i e d o d e l o s r o m a n o s , p u e s t o q u e
(2) E s t o s e e s p e r i m e n t a por cualquiera, q u e t e n i e n d o v . g.
se decía, vendrán los romanos y destruirán nuestro lugar : luego
las m a n o s frias s e l a s frota c o n n i e v e .
560 CUESTIÓN L. — A R T Í C U L O II.

brosio (sup. illud L u c . 23, et hmc di- de afección, y sin embargo vemos que la
cens expiravit) : « clamaba el hombre gracia de adopción jamás se pierde sin
» que había de morir cou la separación culpa. Luego no existiendo en Cristo pe-
» de la divinidad; porque siendo libre cado alguno, fue imposible que se desatase
B de la muerte la divinidad, no podía m o - la unión de la divinidad de la cañe del
» r i r , á no ser que la vida se alejase, mismo. P o r consiguiente, así como antes
B puesto que la vida es la divinidad». P o r de la muerte la carne de Cristo fue unida
consiguiente, parece que en la muerte de según la persona y la hipóstasis al Verbo
Cristo se separó la divinidad de la carne. de D i o s , asi también permaneció unida
2.° Quitando el medio, se quitan los después de la muerte, esto e s , para no
estremos. Pero la divinidad se unió á la ser otra la hipóstasis del Verbo de Dios,
carne por mediación del alma, como se y la de la carne de Cristo después de la
ha dicho ( C . 6, a. 1). L u e g o parece que, muerte como dice San Juan Damasceno
habiéndose separado en la muerte de (Orth. fid. 1. 3 , c. 27).
Cristo el alma de la carne, se separó por A l argumento 1.° diremos, que aquel
consiguiente la divinidad de la carne. abandono no debe referirse á la solución
3.° Mayor es la virtud vivificante de de la unión personal, sino á que Dios su
Dios que la del alma. Pero el cuerpo no Padre le espuso á la pasión: por consi-
podía morir, sino se separaba el alma de guiente abandonar allí no es otra cosa
él. L u e g o mucho menos podía morir sino que no proteger contra los perseguidores.
separada la divinidad. O bien se dice que ha sido abandonado
Por el contrario: las cosas que perte- respecto á aquella oración que había di-
necen á la naturaleza humana, no se di- cho : Padre mió, á ser posible, pase de
cen del Hijo de D i o s , sino por razón de mí este cáliz, como espone San Agus-
la unión, como se ha demostrado ( C . 16, tín ( E p . 140, c. 6 y 10).
a. 4 y 5). Pero se dice del Hijo de Dios A l 2.° que el Verbo de Dios se dice
lo que conviene al cuerpo de Cristo des- unido á la carne mediante el alma (3),
pués de su muerte, esto e s , el ser sepul- en cuanto la carne pertenece por el alma
tado ; como consta en el Símbolo de la á la naturaleza humana, que el Hijo de
fe (1), donde se dice que « el Hijo de Dios se proponía tomar ; pero no de modo
» Dios fue concebido y nacido de Virgen, que el alma sea lo que está unido como el
» que padeció, murió y fue sepultado ». medio que liga. P o r otra parte la carne
L u e g o el cuerpo de Cristo no fue sepa- tiene del alma el pertenecer á la natura-
rado en la muerte de la divinidad. leza humana, aun después que el alma se
Conclusión. Fue imposible que en la separa de ella, esto e s , en cuanto en la
muerte de Jesucristo se disolviese la unión carne muerta subsiste por consecuencia
que existía entre su divinidad y su de la ordenación divina cierto orden á la
carne. resurrección. Y por eso no se quita la
Responderemos, que lo que se con- unión de la divinidad á la carne.
cede por la gracia (2) de D i o s , jamás A l 3.° que el alma tiene la potencia de
es revocado, sin que haya culpa ; por lo vivificar formalmente; y por eso estando
que se dice ( R o m . 1 1 , 29) : los dones y presente esta y unida formalmente, es
vocación de Dios son sin penitencia. necesario, que el cuerpo esté vivo. Pero
Pero es mucho mayor la gracia de la la divinidad no tiene la potencia de vivi-
unión, por la que la divinidad fue unida car formalmente, sino efectivamente;
á la carne de Cristo en persona, que la porque ella no puede ser la forma del
gracia de adopción, por la que son otros cuerpo; y por lo tanto no es necesario
santificados; y también más permanente que, permaneciendo la unión de la divi-
por su naturaleza, puesto que esta-gracia nidad á la carne, esta esté viva, por-
se ordena á la unión personal, mientras que Dios no obra por necesidad, sino por
que la gracia de adopción á cierta unión voluntad.
(1) Compuesto por el Concilo Niceno "y Constanlinopolitan-o, Dios, incompatible con la culpa ; mas si se trata de gracias ac-
y antes, aunque de un modo implícito, contenido en el Sím- tuales, dicho se está, que pueden permanecer con laculpa; y
bolo d é l o s Apóstoles. - sin ella pueden también perderse.
[2) Es decir, que cuando la gracia, que por.su naturaleza es (3) V . el a. 1, de la C, ü.
permanente y habitual,..se considera como, don gratuito de .
CUESTIÓN L . — A R T Í C U L O III. 561

A R T I C U L O I I I . — E n i a muerte de de Dios, durante l a muerte d e Cristo,


Cristo l a D i v i n i d a d f u e s e p a r a d a d e l a l m a ? fuera d o s hipóstasis, l o cual e s inconve-
niente (1). L u e g o después d e l a muerte
de Cristo n opermaneció el alma unida
1.° P a r e c e q u e e n l a m u e r t e d e C r i s t o al V e r b o .
fue h e c h a l a s e p a r a c i ó n d e l a l m a d e l a P o r e l contrario, dice S a n J u a n D a -
Divinidad, p o r q u e dice el Señor ( J o a n . m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 3 , c . 2 7 ) : a u n q u e
10, 18) : no me la quita ninguno ; mas Cristo muerto es como hombre y su alma
yo la pongo por mí mismo; poder tengo santa fué separada del cuerpo q u e se en-
•para ponerla y poder tengo para volverla contraba sin mancha ; sin embargo per-
á tomar. P e r o n o p a r e c e q u e e l c u e r p o maneció l a divinidad inseparable d e l a
pudiese p o n e r e l a l m a s e p a r á n d o l a d e s í , una y del otro, esto e s , d e l alma y del
puesto q u e e l a l m a n o s e s o m e t e á l a cuerpo.
potestad d e l c u e r p o , sino m á s bien a l C o n c l u s i ó n . No habiendo sido la divi-
contrario ; y p o r c o n s i g u i e n t e p a r e c e q u e nidad separada del cuerpo en la muerte
conviene á C r i s t o , s e g ú n q u e e s e l V e r b o de Jesucristo, mucho menos la misma
de D i o s , p o n e r s u a l m a ; p e r o e s t o e s s e - divinidad debió ser separada del alma.
pararla d e sí. L u e g o p o r m e d i o d el a Responderemos, q u e el alma fue
muerte e l a l m a d e Cristo f u e s e p a r a d a d e unida alVerbo d eDios m á s inmediata-
la D i v i n i d a d . mente y antes q u e elcuerpo, puesto q u e
2.° D i c e S a n A t a n a s i o ( i m p l i c . D e el c u e r p o h a sido u n i d o a l V e r b o d e
b e a t i t u d , V e r b i D e i , a d T h e o p h i l . 1. 6): Dios mediante el alma, como se h a dicho
« maldito e l q u e n o confiesa q u eel h o m - ( C . 6 , a . 1 ) . L u e g o , c o m o el Verbo de
¡>bre t o d o q u e t o m ó e l H i j o d e D i o s , Dios no haya sido separado en la muerte
í tomado d e nuevo ó librado resucitó a l del cuerpo, mucho menos ha sido sepa-
í tercero d i ad e entre los m u e r t o s . » . P e r o rado del alma. P o r c o n s i g u i e n t e , a s í
el h o m b r e t o d o n o p u d o s e r t o m a d o d e como se predica del Hijo d eDios lo que
nuevo, sino s eh u b i e r a s e p a r a d o t o d o e n - conviene a l cuerpo separado del alma,
tero d u r a n t e u n t i e m p o d e l V e r b o d e e s t o e s , el ser sepultado, a s í s e d i c e d e
Dios. Y . c o m o e l h o m b r e t o d o e n t e r o s e él e n e l s í m b o l o q u e descendió á losi n -
compone d e a l m a y c u e r p o , s i g ú e s e q u e fiernos, puesto q u e s ualma separada del
la d i v i n i d a d h a s i d o s e p a r a d a d u r a n t e u n cuerpo descendió á los infiernos (2).
tiempo d e l c u e r p o y d e l a l m a . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e S a n
3." S e d i c e q u e e l H i j o d e D i o s e s Agustín (tract. 4 7 i n Joan.) a l explicar
verdaderamente hombre á causa d es u aquel pasaje d e S a n J u a n , pregunta,
unión a l h o m b r e e n t e r o . L u e g o s i , d i - « s i e n d o C r i s t o V e r b o , a l m a y c u e r p o ,
suelta l a u n i ó n d e l a l m a y d e l c u e r p o p o r » ¿pone elalma porque esVerbo óp o r -
la m u e r t e , e l V e r b o d e D i o s p e r m a n e c i ó » q u e é sa l m a , ó a u n p o r q u e es c u e r p o ? »
unido a l a l m a , s e g u i r í a s e q u e h u b i e r a p o - Y d i c e :' « s i d i j é r a m o s q u e e l V e r b o d e
dido d e c i r s e c o n v e r d a d q u e e l H i j o d e » Dios puso el alma, sigúese q u e esta
Dios es e l a l m a . P e r o e s t o e s f a l s o p u e s t o » alma h aestado durante u n tiempo se-
que, s i e n d o e l a l m a l a f o r m a d e l c u e r p o , s e - » p a r a d a d e l V e r b o , l o cual e s falso,
guiríase q u e e l V e r b o d e D i o s f u e l a f o r m a » porque l amuerte separó alcuerpo del
del c u e r p o ; l o c u a l e s i m p o s i b l e . L u e g o » a l m a , mientras q u en o digo q u e e l
en l a m u e r t e d e C r i s t o e l a l m a f u e s e p a - » alma fué separada del Verbo. P o r otra
rada d e l V e r b o d e D i o s . » parte si dijéramos q u e elalma misma
4.° E l a l m a y e l c u e r p o s e p a r a d o s l a » se pone p o r s í , sigúese q u e esta s e se-
una d e l o t r o n o s o n u n a s o l a h i p ó s t a s i s , » p a r ó d eella m i s m a , l o cual e s absur-
sino d o s . S i p u e s e l V e r b o d e D i o s p e r - » d o », L u e g o queda q u ela carne misma
maneció unido t a n t o a l c u e r p o c o m o a l pone su alma y latoma de nuevo nopor
alma d e C r i s t o , s e p a r a d o s e s t o s á s u su potestad, sino p o r l a potestad d e l
muerte, parece seguirse q u ee l V e r b o Verbo que habita e nl a carne; porque,

fl) Es decir, herético. Téngase presente, que Santo Tomás contraria á la fe ; pues ciertamente no hay cosa más inconve-
usa muchas voces de la palabra ¡nconaenieníe, no solo para de- niente que todo lo que contraría al dogma católico.
signar una doctrina opuesta á la razón, si que también como (2) Como quedará esplicado en el a, 2 de la siguiente C
SOMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 36
562 CUESTIÓN L.—ARTÍCULOS III Y IV.

c o m o se h a d i c h o ( a q u í , y a . 2), por la A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 1 , c . 13) : «talera


muerte no h a sido separada de l a carne B aquella suscepción que hacía á Dios
la divinidad del V e r b o . B hombre y al hom bre Dios». Pero
A l 2.° que en este p a s a j e San Atana- a q u e l l a s u s c e p c i ó n n o c e s ó p o r l a m uerte.
sio no entendió que el h o m b r e todo h a y a L u e g o p a r e c e q u e p o r l a m u e r t e n o dejó
sido t o m a d o de n u e v o , esto e s , todas sus de ser h o m b r e .
p a r t e s , c o m o si el V e r b o de D i o s h u b i e r a 2.° Dice el F i l ó s o f o , ( E t h i c . 1. 9, c.
dejado por la m uerte las partes de l a n a - 4), que « cada hom bre es su enteudi-
turaleza hum ana; sino que quiso decir B miento B, por l o q u e t a m b i é n después
que la totalidad de la naturaleza, que de la m uerte dirigiéndonos al a l m a de
t o m ó , fue de nuevo reintegrada en su San Pedro decim os, santo Pedro, ruega
resurrección por la reiterada unión del por nosotros. Pero e l H i j o d e D i o s no
alma y del cuerpo. fue separado después d e l a m u e r t e del
A l 3.° q u e e l V e r b o de Dios á causa a l m a i n t e l e c t u a l . L u e g o d u r a n t e aquellos
de l a unión de l a naturaraleza hum ana tres dias el H i j o de D i o s fué hom bre.
no se dice naturaleza hum ana ; sino 3.° T o d o s a c e r d o t e e s h o m b r e . P e r o en
q u e se dice q u e es h o m b r e lo que tiene aquellos tres dias de l a m uerte Cristo
l a n a t u r a l e z a h u m a n a . P e r o el a l m a y el fué sacerdote : pues de o t r a m a n e r a no
cuerpo son partes esenciales de l a natu- s e r í a v e r d a d e r o lo q u e se dice ( P s . 109,
raleza hum ana. P o r consiguiente, á causa 4) : tu eres sacerdote eternamente. Luego
de la unión del V e r b o con am bas partes, Cristo fué hom bre e n a q u e l l o s t r e s dias.
n o se s i g u e q u e e l V e r b o de D i o s sea el Por el c o n t r a r i o : s e p a r a d o l o s u p e r i o r
a l m a ó el cuerpo, sino que tiene el alm a se s e p a r a l o i n f e r i o r ; y l o v i v o y l o ani-
ó el cuerpo. m a d o es s u p e r i o r a l a n i m a l y a l hom bre;
A l 4.° que, com o dice el Dam asce- pues e l a n i m a l es l a s u s t a n c i a a n im a d a
no ( O r t h . fid. 1. 3 , c . 27), « e n la m uer- s e n s i b l e . P e r o e n a q u e l l o s t r e s d i a s de l a
» te de Cristo el haberse separado el muerte el cuerpo d e C r i s t o n o f u é vivo
» alm a del cuerpo, n o es una hipósta- ni a n i m a d o . L u e g o n o f u é h o m b r e .
B sis d i v i d i d a e n dos h i p ó s t a s i s ; porque Conclusión. Hablando en absoluto,
» el cuerpo y el alm a de C r i s t o secum­ decir que Cristo fue hombre durante los
B dum idem^ tuvieron existencia desde tres dias de su muerte, es completamente
B su principio en la hipóstasis del V e r b o , herético.
» y en l a m uerte estas dos p a r t e s , s e p a - Responderemos, q u e e s a r t í c u l o de
B radas l a u n a de l a o t r a , cada u n a de fe q u e C r i s t o m u r i ó v e r d a d e r a m e n t e . Por
» ellas ha perm anecido ( 1), teniendo c o n s i g u i e n t e e l a f i r m a r t o d o a q u e l l o que
B sola la hipóstasis del V e r b o . P o r esta destruye la verdad de la m uerte de
» razón l a sola hipóstasis del V e r b o ha C r i s t o e s u n e r r o r c o n t r a l a f e . P o r este
» perm anecido hipóstasis del V e r b o , del m o t i v o se dice (in epist. Synodali Cyri­
» alm a y del cuerpo: pues nunca ni el lli, et habetur i n c o n c . E p h e s . g e n e r . 3,
1
» alm a ni el cuerpo tuvieron hipóstasis p . 1, c . 26): « s i a l g u n o n o c o n f i e s a que
B propia, excepto la hipóstasis del Ver- B el V e r b o de Dios s u f r i ó e n s u carne,
B b o , porque siem pre fue una l a hipósta- B q u e f u é c r u c i f i c a d o e n s u c a r n e y que
» sis d e l V e r b o y n u n c a dos ». » m u r i ó en s u c a r n e , s e a e x c o m u l g a d o 3>.
P e r o p e r t e n e c e á l a v e r d a d d e l a m uerte
ARTÍCULO I V . — C r i s t o fué h o m b r e du­ del hom bre ó del a n i m a l q u e c e s e des-
r a n t e e l t r i d u o d e s u m u e r t e ? (2) pués de su m uerte de ser h o m b r e ó ani­
m a l , p o r q u e l a m u e r t e d e l h o m b r e ó del
1.° P a r e c e que Cristo fue hom bre en a n i m a l p r o v i e n e d e l a s e p a r a c i ó n d e l alm a
el triduo de su m uerte ; porque dice San q u e c o m p l e t a l a n a t u r a l e z a del anim al o

* (l) Siendo de fe, que en.Jesucristo hubo solo una persona, cuerpo y el alma. Por tanto, si ño había esta necesidad,
y esta divina, que informaba á la vez la naturaleza divina y hubo tal separación ; porque Dios nunca hace lo que no con­
humana, se sigue ; que una también y la misma era la que viene. De aquí el axioma teológico : Quod Dem conjunxil, JT№
regia ó informaba el cuerpo y alma de Jesucristo. Por consi­ quam dimisil; es decir, no habiendo razón para ello.—M. Ch'
guiente, separándose el alma del cuerpo del mismo Jesucristo (2) E s de fe, que Cristo, durante el triduo de su muerto, no
por medio de la muerte, no intervino, ni había para que i n ­ permaneció verdadero hombre.
terviniese, la separación d« la persona divina existente en el
CUESTIÓN L. — ARTÍCULOS IV Y V. 563

del h o m b r e . P o r l o t a n t o d e c i r q u e Cristo ARTICULO V . — &vae eimismonu-


fue hombre en los tres dias que duró su mcricamcnte el cuerpo de Cristo vivo y
muerte, simple y absolutamente hablando, muerto ?
es erróneo. S i n e m b a r g o p u e d e d e c i r s e
que C r i s t o en aquellos tres dias fué un l.° Parece que no fue el mismo nu-
hombre muerto. Algunos sin embargo méricamente el cuerpo de Cristo vivo y
confesaron q u e C r i s t o e n el mencionado m u e r t o ; porque C r i s t o fue v e r d a d e r a m e n -
tiempo f u é h o m b r e , e m p l e a n d o v e r d a d e - te m u e r t o c o m o m u e r e n los d e m á s h o m -
ramente e s p r e s i o n e s erróneas, pero sin b r e s . P e r o el c u e r p o de c u a l q u i e r a otro
lastimar l a f e , como H u g o de S a n Víc- hombre no es absolutamente el mismo
tor q u e d i j o ( D e s a c r a m . 1. 2, P. 1, c. numéricamente muerto y vivo, puesto
11) que Cristo había sido hombre du- que difieren esencialmente. L u e g o ni el
rante l o s t r e s d i a s d e s u m u e r t e , porque cuerpo de Cristo es absolutamente el
pretendía q u e el a l m a era el h o m b r e , lo mismo numéricamente muerto y vivo.
que es f a l s o c o m o l o h e m o s demostrado 2.° Según el Filósofo Met. 1. 10, t.
( P . 1. ,
a
C. 75, a . 4). T a m b i é n el M a e s - 12), « t o d a s las cosas, que difieren de
tro d e l a s s e n t e n c i a s ( i n d i s t . 22, 1. 3) B especie, difieren también numérica-
supuso q u e C r i s t o e n l o s t r e s d i a s d e la B m e n t e » . P e r o el' c u e r p o de C r i s t o vivo
muerte fué hombre por otra razón, y muerto fue diferente en especie ; pues
puesto q u e c r e y ó q u e l a u n i ó n del alma n o se d i c e e l ojo ó l a c a r n e de u n m u e r t o ,
y de la carne no es d e l a esencia del sino equívocamente , como consta por el
hombre, sino que b a s t a r í a p a r a que algo Filósofo ( D e a n 1. 2, t. 9; y M e t . 1. 7,
fuese h o m b r e t e n e r un alma humana y t . 35). L u e g o el cuerpo de Cristo no fue
un c u e r p o unidos ó separados, lo cual absolutamente el mismo numéricamente
también c o n s t a ser f a l s o p o r l o q u e se h a vivo y muerto.
dicho e n l a p r i m e r a p a r t e ( i b i d . ) , y por 3.° L a m u e r t e es c i e r t a c o r r u p c i ó n : y
lo q u e s e h a d i c h o a c e r c a d e l m o d o d e l a lo q u e se corrompe por una corrupción
unión ( C . 2, a . 5). substancial, después de corrompido no
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l V e r - existe y a , puesto que la corrupción es
bo de D i o s tomó el alma y la carne u n a m u t a c i ó n d e l ser a l no ser. L u e g o el
unida, y por esto a q u e l l a s u s c e p c i ó n h i z o cuerpo de C r i s t o después que fue m u e r t o ,
á Dios hombre y al hombre Dios. Pero no permaneció el m i s m o numéricamente,
no cesó a q u e l l a s u s c e p c i ó n por la sepa- p u e s l a m u e r t e es l a corrupción sustan-
ración d e l V e r b o d e l a l m a ó d e l a c a r n e ; cial.
sin e m b a r g o c e s ó l a u n i ó n d e l a carne y Por el contrario, dice San Atanasio
del a l m a . (in epistola a d E p i c t e t u m c i r c a med.,' et
A l 2.° q u e s e d i c e que el h o m b r e es incipit: ergo arbitrabar) : « el cuerpo,
su e n t e n d i m i e n t o , n o p o r q u e e l e n t e n d i - B que h a sido circuncidado y l l e v a d o (1),
miento e s e l h o m b r e t o d o , s i n o p o r q u e e l B que h a bebido y ha comido, que ha
entendimiento es l a p a r t e m á s priucipal B sufrido y que lia sido crucificado, y
del h o m b r e e n c u y a f a c u l t a d c o n s i s t e v i r - B al que estaba unido el impasible ó
tualmente toda la disposición del h o m - B incorpóreo V e r b o de D i o s ; era el que
bre ; c o m o s i s e d i c e que el jefe de u n a B fue puesto en el s e p u l c r o B. P e r o el
c i u d a d es t o d a l a c i u d a d , p u e s t o q u e e n é l cuerpo de Cristo vivo fué circuncidado y
consiste t o d a l a d i s p o s i c i ó n d e l a c i u d a d . clavado en l a cruz y el cuerpo de Cristo
A l 3.° q u e ser sacerdote conviene al muerto fué colocado en el sepulcro. L u e -
hombre p o r r a z ó n d e s u a l m a , e n l a que go este m i s m o cuerpo q u e fue v i v o , fue
se i m p r i m e el carácter del orden ; por también muerto.
consiguiente p o r l a m u e r t e e l h o m b r e n o Conclusión. Siendo uno mismo en nú-
pierde e l o r d e n s a c e r d o t a l y m u c h o me- mero el supuesto del cuerpo de Cristo
nos C r i s t o , q u e e s e l o r i g e n d e . t o d o s a - vivo y muerto, uno mismo debió ser sim-
cerdocio. pliciter en número Ci'isto vivo y muerto;
mas no fue uno en número totalmente.
e
(l)D.e esta manera Atanasio, Tíicolai y otros que después
siguieron escriben la palabra del testo ; pues antes en al-
. Responderemos, q u e l a p a l a b r a sim-
Sanas ediciones se leía el veíalo. pliciter puede entenderse de dos maneras.
564 CUESTIÓN L. — A R T Í C U L O S V Y V I .

U n a según que eslo mismo que la pala- p e r m a n e c e u n i d o á a l g u n a hipóstasis que


b r a absolute ; e s t e e s e l s e n t i d o q u e t i e n e , s u b s i s t e , c o m o e l c u e r p o m u e r t o d e Cristo.
cuando se l a emplea sin agregar nada, P o r l o t a n t o , e l c u e r p o m u e r t o d e cual-
c o m o l o d i c e A r i s t ó t e l e s ( i n fin. 1. 2 T o p . ) ; q u i e r o t r o h o m b r e n o e s e l m i s m o abso-
y d e este m o d o el cuerpo d e Cristo vivo l u t a m e n t e , s i n o r e l a t i v a m e n t e , p o r q u e es
y m u e r t o h a sido a b s o l u t a m e n t e el m i s m o el m i s m o s e g ú n l a m a t e r i a , p e r o n o según
numéricamente ; porque se dice q u e u n a la f o r m a , m i e n t r a s q u e e l c u e r p o d e Cristo
cosa es absolutamente l a misma numéri- permanece el mismo absolutamente á
c a m e n t e p o r q u e tiene e lm i s m o supuesto. c a u s a d e l a i d e n t i d a d d e l s u p u e s t o , como
P e r o el cuerpo d e Cristo vivo y muerto se h a dicho.
ha tenido el mismo supuesto, porque n o A l 2.° q u e , p u e s t o q u e s e d i c e q u e
tuvo vivo y muerto otra hipóstasis q u e l a a l g o e s n u m é r i c a m e n t e l o m i s m o según
del Verbo d e Dios, como seh adicho (a. e l s u p u e s t o y q u e e s e s p e c í f i c a m e n t e lo
2) ; e n e s t e s e n t i d o s e e s p r e s a S a n A t a - m i s m o según l a forma, d o n d e quiera que
nasio e n el pasaje citado. L a otra según el s u p u e s t o s u b s i s t e e n u n a sola natura-
q u e s i g n i f i c a i g u a l q u e l a s p a l a b r a s om- l e z a , e s preciso q u e , q u i t a d a l a unidad
minb ó totaliter ; y e n e s t e c a s o e l c u e r p o d e l a e s p e c i e , s e q u i t e l a u n i d a d d e l nú-
de Cristo muerto y vivo n o f u é absolu- m e r o . M a s l a h i p ó s t a s i s d e l V e r b o de
tamente el mismo numéricamente, pues D i o s s u b s i s t e e n d o s n a t u r a l e z a s , y por
to q u en ofué totalmente elmismo, siendo l o t a n t o a u n q u e e l c u e r p o e n C r i s t o no
la vida algo d e l a esencia d e l cuerpo v i - p e r m a n e z c a e l m i s m o , s e g ú n l a especie
viente ; porque es el predicado esencial, d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a , p e r m a n e c e sin
n o e l accidental ; p o resta r a z ó n e s con- e m b a r g o e l m i s m o n u m é r i c a m e n t e según
siguiente q u e elc u e r p o q u edeja d e vivir, el supuesto d e lV e r b o d e D i o s .
no permanece totalmente el mismo. P o r A l 3.° q u e l a c o r r u p c i ó n y l a m u e r t e
o t r a p a r t e si s e dijera q u ee l c u e r p o d e n o c o m p e t e n á C r i s t o p o r r a z ó n d e l su-
Cristo permanece totalmente el mismo, p u e s t o , s e g ú n e l q u e s e c o n s i d e r a l a uni-
seguiría q u e n o estaría corrompido c o n d a d , sino p o r r a z ó n d e l a naturaleza,
la corrupción d e l a m u e r t e ; cosa q u e s e g ú n l a q u e s e e n c u e n t r a l a diferencia
c o n s t i t u y e l a h e r e j í a d e l o s G - a y a n i t a s (1), de l a m u e r t e y d el a vida.
c o m o d i c e S a n I s i d o r o ( E t y m . 1. 8,
c . 5), y s e l e e ( i n D e c r . 24, C . 2 , c : ARTICULO V I . — i . a m u e r t e d e cristo
quídam autem ) . T a m b i é n S a n J u a n D a - obró a l g o p a r a n u e s t r a s a l u d ?
m a s c e n o d i c e ( O r t h . fid. 1. 3 , c . 28), q u e
« l a p a l a b r a corruptio s i g n i f i c a d o s c o s a s : l . ° P a r e c e q u e l a m u e r t e d e C r i s t o na-
» 1. l a s e p a r a c i ó n d e l a l m a y d e l c u e r p o
a

d a o b r ó a l g o p a r a n u e s t r a s a l u d ; porque
» y o t r a s á e s t e t e n o r ; 2. l a d i s o l u c i ó n
a

l a m u e r t e e s c i e r t a p r i v a c i ó n , p u e s e s la
» perfecta e n loselementos. L u e g o decir p r i v a c i ó n d e l a v i d a ; y n o s i e n d o c o s a al-
» q u e el cuerpo d e lSeñor h a sido incor- g u n a l a p r i v a c i ó n , n o t i e n e t a m p o c o vir-
* r u p t i b l e s e g ú n J u l i a n o y G a i a n o (2), t u d p a r a o b r a r . L u e g o n o p u d o obrar
» c o n arreglo, al primer m o d o d e l acor- algo para nuestra salud.
» rupcion antes d el a resurrección, e si m - 2.° L a p a s i ó n d e C r i s t o o b r ó n u e s t r a
y> p í o ; p o r q u e e l c u e r p o d e C r i s t o n o s e r í a s a l u d p o r m o d o d e m é r i t o . P e r o d e esta
» d e l a misma sustancia q u e el nuestro m a n e r a n o p u d o o b r a r l a m u e r t e de
» nihubiera muerto verdaderamente, ni C r i s t o ; p o r q u e e n l a m u e r t e s e separa
» h u b i é r a m o s sido s a l v a d o s s e g ú n l av e r - e l a l m a d e l c u e r p o , l a c u a l e s e l princi-
» dad.Pero del segundo modo el cuerpo p i o d e m e r e c e r (3). L u e g o l a m u e r t e de
» d e Cristo fue incorrupto». C r i s t o n o o b r ó a l g o p a r a n u e s t r a salud.
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l c u e r - 3.° L o c o r p o r a l n o . e s c a u s a d e l o espi-
po muerto d e cualquiera otro hombre n o r i t u a l : y l a m u e r t e d e C r i s t o f u e corpo-

(1) Existé la diferencia entre Gaianitas y Eutiquianos en po por el pueblo amotinado y perverso.
que, mientras unos reconocían en Cristo una naturaleza i n - (3) Es decir, como hablan los teólogos, priticipíum quod, in-
corruptible, los otros decían haberse esta corrompido. moto y mediato ; porque el príncipium quo inmediato y l ' ,roM

(2) Gaiano, del cual tomaron nombre los Gaianitas, se cree mo es la caridad.
vivió en tiempo del emperador Justiniano, y fue elegido obis-
CUESTIÓN L. — ARTÍCULO VI. 565

ral. L u e g o n o p u d o s e r l a c a u s a e s p i r i - cuerpo de Cristo; y p o r eso, todo lo


tual d e n u e s t r a salud. que acontece respecto d e la carne de
Por e l contrario, d i c e S a n A g u s t í n Cristo, a u n después d e separada el alma,
( D e T r i n i t . 1. 4 , c . 3) : « u n a s o l a m u e r t e fue p a r a nosotros s a l u d a b l e p o r v i r t u d d e
» de nuestro Salvador, esto e s , lacor- la divinidad q u ele estaba unida. Considé-
3> p o r a l , u o s h a s a l v a d o d e u n a d o b l e rase, sin e m b a r g o , propiamente el efecto
» muerte, es decir, de la del alma y de de alguna causa según la semejanza de
•» l a d e l c u e r p o » . ella. D e a q u í es q u e , p u e s t o q u el a m u e r t e
Conclusión. La muerte de Cristo, con- es cierta privación d e l a vida propia, e l
siderada como privación de la vida, obró efecto d e l a muerte d e Cristo se consi-
nuestra salud, no por modo de mérito dera relativamente al alejamiento de las
v e l m e r i t o r i é , sino es por modo de eficien- cosas, q u esoncontrarias á nuestra salud.
cia v e l e f f i c i e n t e r , esto es,por virtud de Estas cosas son la muerte del alma y la
la divinidad; mas si por nombre de muerte del cuerpo. P o r esta razón se
muerte se entiende elcamino á ella, es cau- dice q u e l a m u e r t e d e Cristo h a des-
sa de nuestra salvación, de la misma ma- truido e n nosotros la muerte del alma,
nera que dejamos dicho lo fue su pasión. que es el efecto d e nuestro pecado según
Responderemos, q u e d e l a m u e r t e d e a q u e l l o ( P o m . 4 , 25) : fue entregado á
Cristo p o d e m o s h a b l a r e n d o s c o n c e p t o s : la muerte por nuestros pecados; y la
según q u e e s el c a m i n o q u e c o n d u c e á l a m u e r t e d e l cuerpo q u e consiste e n l a s e -
muerte y según q u e es consumada. P e r o paración del alma según aquello ( i C o r .
se d i c e q u e l a m u e r t e e s t á e n c a m i n o , 15, 54) : tragada ha sido la muerte en
cuando u n o se dirige á ella p o r cualquier la victoria.
sufrimiento n a t u r a l ó violento ; y d e este A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a m u e r -
modo es lo mismo hablar d e l a muerte te de Cristo obró nuestra salud p o r virtud
de C r i s t o q u e d e s u p a s i ó n ; y a s í , e n t a l de la divinidad q u e le estaba unida, y n o
sentido, la muerte d e Cristo es causa por sola la razón d e la muerte.
de n u e s t r a s a l u d , s e g ú n l o q u e s e h a A l 2.° q u e la muerte d e Cristo, según
d i c h o s o b r e s u p a s i ó n ( C . 49). M a s s e 1
que se considera como consumada, aun-
dice q u e e s c o n s u m a d a , s e g ú n q u e e l que n o obró para nuestra salud p o r modo
cuerpo está s e p a r a d o d e la l m a ; y e n este de mérito, sin embargo obró p o r modo
sentido h a b l a m o s a h o r a d e l a m u e r t e d e de causa eficiente, c o m o se h a dicho.
C r i s t o . D e e s t a m a n e r a e m p e r o no puede A l 3.° q u e l a m u e r t e d e C r i s t o f u e e n
ser la causa de nuestra salvación por verdad corporal; pero aquel cuerpo fue
modo de mérito, sino solo por modo de instrumento d e la divinidad q u e le esta-
causa eficiente, e s d e c i r , e n c u a n t o n i ba unida, obrando a u n muerto en virtud
por l a m u e r t e s e s e p a r ó l a d i v i n i d a d d e l d e e s t a (1).

(1) Si del cuerpo muerto del profeta Eliséo se dice en la cristo causó nuestra salud y obró otros milagros después de
Escritura Santa (Eccles. 48, 13J que estando muerto profetizó : muerto?
¿con cuánta más razón podrá decirse, que el cuerpo de Jesu-
CUESTIÓN LI.

De l a s e p u l t u r a de C r i s t o .

1." Fue conveniente que Cristo fuese sepultado? —2.° Del modo de su sepultura. —3.° Sé corrom-
pió su cuerpo en la tumba? — 4.° Del tiempo que yació en el sepulcro.

ARTÍCULO I. — F u e c o n v e n i e n t e q u e que Cristo fuese sepultado; 1.° para com-


Cristo f u e s e s e p u l t a d o ? probar la verdad de su muerte, porque
no es puesto alguno en el sepulcro sino
l.° Parece que no fue conveniente que cuando y a consta la verdad de la muerte.
Cristo fuese sepultado ; porque se dice Por esta razón (Marc. 15) se l e e , que
de Cristo ( P s . 87, 6): he venido á ser Pilatos, antes de permitir que Cristo
como hombre sin socorro, libre entre los fuese sepultado hizo examinar con esqui-
muertos. Pero los cuerpos de los muertos sita diligencia, si estaba muerto ; 2.° por-
son encerrados en las tumbas, lo cual que por lo mismo que Cristo resucitó del
parece ser contrario á la libertad (1). sepulcro, da la esperanza de resucitar
L u e g o no parece haber sido conveniente por él á los que están en el sepulcro se-
que el cuerpo de Cristo fuese sepultado. gún aquello (Joan. 5, 28): todos los que
2.° Nada debió hacerse con relación á están en los sepulcros, oirán la voz del
Cristo que no fuese saludable para nos- Hijo de Dios, y los que la oyeren vivi-
otros. Pero en nada parece pertenecer á rán : 3.° para ejemplo de los que mue-
la salvación de los hombres que Cristo ren espiritualmente por la muerte de
fuera sepultado. Luego no fue convenien- Cristo á los pecados, esto e s , los que se
te que Cristo fuera sepultado. esconden de la conturbación de los hom-
3.° Parece ser inconveniente que Dios, bres. P o r esto se dice (Coloss. 3 , 3):
que es elevado sobre los cielos, fuera se- estáis ya muertos y vuestra vida, está
pultado en la tierra. Pero lo que conviene escondida con Cristo en Dios. Por lo que
al cuerpo muerto de Cristo es atribuido también los bautizados que mueren á los
á D i o s en razón de la union. L u e g o pa- pecados por la muerte de Cristo, son
rece inconveniente que Cristo hubiera si- como consepultados con él por la inmer-
do sepultado. sión (2),' según aquello ( R o m . 6, 4 ) :
Por el contrario, dice el Señor (Matth. somos sepultados en muerte con él en el
26, 10) de la mujer que le había ungido: bautismo.
ha hecho conmigo una buena obra; y des- A l argumento 1.° diremos que Cristo
pués añade: porque derramando esta este sepultado demuestra haber sido libre en-
ungüento sobre mi cuerpo, para sepul- tre los muertos, porque su encerramiento
tarme lo hizo. en el sepulcro no pudo impedir que saliera
Conclusion. Fue conveniente que Cris- de él resucitando.
to fuese sepultado. A l 2 . ° que así como la muerte de Cris-
R e s p o n d e r e m o s , que fue conveniente to obró eficientemente nuestra salud, así

(1) En cnanto estaba en el sepulcro liado en los lienzos, que aquí hace alusión á una de las clases y modos de confe-
como se l e e de Lázaro que estaba liado de manos y pies cuando rir el bautismo ; pues es sabido que unas veces se bautizaba
Jesucristo l e resucitó. por infusión, otras por ablución y otras por inmersión.
(2) Téngase presente para entender esta doctrina del Santo,
CUESTIÓN LI. — ARTÍCULOS I Y II. 56"?

también su sepultura (1). Por lo cual ella misma. P e r o l a sepultura de Cristo


dice S a n Jerónimo (Sup. Mattb.) Se- fue s e n c i l l a de u n a p a r t e , esto e s , p o r q u e
pultura Christi resurgimus, e t s u p e r Is. 2 7 , 5 9 ) ) , J o s é en-
s e g ú n se d i c e ( M a t t h .
53 : Dabit impíos pro sepultura, d i c e la volvió su cuerpo en una sábana limpia,
Glosa (ord. H i e r . ) : « dará á Dios su P a - pero n o e n oro,pedrería ó seda, c o m o d i c e
» dre n a c i o n e s que estaban sin piedad, S a n J e r ó n i m o (ibid.) ; y por otra parte
» porque las h a conquistado por su m u e r - parece que fue suntuosa, en cuanto le
5 te y p o r s u s e p u l t u r a » . enterraron con aromas. L u e g o parece no
A l 3.° q u e c o m o s e d i c e e n u n d i s c u r s o haber sido conveniente el modo de l a se-
del C o n c i l i o d e E f e s o (et b a b e t u r part. pultura de Cristo.
3, c . 9), « n i n g u n a de las cosas que s a l - 4.° Todas las cosas que han sido escri-
» van á los hombres injuria á D i o s , las tas p r i n c i p a l m e n t e d e C r i s t o , para nues-
» cuales le m a n i f i e s t a n , no p a s i b l e , sino tra enseñanza están escritas, c o m o s e
»clemente » , y en otro discurso del d i c e ( R o m . 15, 4). P e r o s e e s c r i b e n c i e r -
m i s m o c o n c i l i o ( c . 10) s e l e e : <r D i o s no tas cosas en los Evangelios acerca del
» considera como injurioso lo q u e es u n a sepulcro de C r i s t o , que en n a d a parecen
» ocasión de s a l u d p a r a los h o m b r e s . No pertenecer á nuestra enseñanza ; como el
5 juzgarás de tal modo vil l a naturaleza que fue sepultado en u n h u e r t o , el ha-
» de D i o s que la creas pudiera estar á berlo sido en u n sepulcro a j e n o , nuevo
» veces s u j e t a á l a s i n j u r i a s ». y abierto en l a piedra. L u e g o fue i n c o n -
veniente el modo de la sepultura de
ARTÍCULO I I . — F u e sepultado cristo Cristo.
de u n m o d o c o n v e n i e n t e ? Por el c o n t r a r i o , d í c e s e ( I s . 11, 10):
su sepulcro será glorioso.
1.° Parece que Cristo no fue sepul- Conclusión. Según el Evangelio Cristo
tado d e u n modo conveniente; porque fue sepultado del modo y en el orden más
su s e p u l t u r a responde á su muerte : y conveniente. ,
Cristo sufrió l a m u e r t e m á s a b y e c t a , s e - Responderemos, q u e el modo de la se-
gún aquello (Sap. 2, 20) : condenémosle pultura de Cristo se manifiesta ser con-
á lamuerte más infame (2). L u e g o p a r e - veniente e n c u a n t o á t r e s r a z o n e s : 1. r e s - a

ce s e r i n c o n v e n i e n t e q u e se l e d i e r a una pecto á l a confirmación de l a fe de su


sepultura h o n r o s a , puesto que fue s e p u l - m u e r t e y d e s u r e s u r r e c c i ó n ; 2. a
para re-
tado p o r g r a n d e s p e r s o n a j e s , t a l e s como c o m e n d a r l a p i e d a d de los que le sepul-
José de A r i m a t e a que era un noble de- taron. P o r lo cual dice S a n A g u s t í n (De
curión s e g ú n c o n s t a ( M a r c . 15) y N i c o - c i v . D e i , 1. 2, c . 13): « se h a b l a con e l o -
d e m o q u e era príncipe de los judíos c o m o » gio en el E v a n g e l i o de los que recibie-
se v e ( J o a n . 3). » ron con prontitud su cuerpo después
2.° N o debió hacerse algo acerca de » que fue b a j a d o de l a c r u z y de los q u e
Cristo que fuese e j e m p l o de superfluidad. »tuvieron cuidado de cubrirle y de se-
Pero parece que lo fue el haber venido » p u l t a r l e h o n r o s a m e n t e » ; 3. a
respecto
Nicodemo, trayendo una confección como a l misterio por el que son informados los
de cien libras de mirra y de aloe, p a r a s e - que son consepultados en l a muerte con
pultar á C r i s t o , c o m o se d i c e ( J o a n 19), Cristo.
adelantó la mujer
sobre t o d o c u a n d o s e A l argumento 1.° d i r e m o s q u e acerca
á ungir su cuerpo para la sepultura, de l a m u e r t e de C r i s t o se r e c o m i e n d a n la
como se ve (Marc. 14) (3). Luego no paciencia y constancia del m i s m o , que
fue h e c h o e s t o c o n v e n i e n t e m e n t e c o n r e - sufrió l a muerte y tanto m á s , cuanto fue
lación á C r i s t o . más abyecta ; pero en l a sepultura hono-
3." N o e s c o n v e n i e n t e q u e u n a c o s a q u e rífica se considera la virtud del que
se h a c e p a r a s í e s t é e n d e s a c u e r d o con m u e r e , el c u a l contra l a intención de sus

f 1) Como queda dicho arriba esto debe en tenderse en cuan to que así toma estas palabras en el oficio de la pasión, que este
el cuerpo de Jesucristo sepultado era instrumento de resur- es el verdadero sentido.
rección de los hombres. (3) Cuando en tiempo de la pasión derramó ungüento sobre
(2) Lo cual se dice de él en persona de los impíos ; pues se su cabeza.
eolige de los adjuntos y de ia aplicación y" uso de la Iglesia,'
568 CUESTIÓN LI. — ARTÍCULO II.

m a t a d o r e s , a u n m u e r t o es s e p u l t a d o h o - y s e p u l t u r a s o m o s l i b r a d o s d e l a muerte
n o r í f i c a m e n t e ; y se p r e f i g u r a l a d e v o c i ó n e n l a q u e i n c u r r i m o s p o r e l p e c a d o de
d e l o s fieles q u e h a b í a n d e s e r v i r á C r i s t o A d á n cometido en el h u e r t o del paraíso ¡
después de su muerte (1). y a d e m a s e l S a l v a d o r es c o l o c a d o en un
A l 2.° q u e e n e s t o q u e d i c e e l E v a n g e - sepulcro ajeno, como dice S a n Agustín
que le sepultaron como acostumbra-
lista, (in quodam sermone. D e sepulcro Domi-
ban los judíos, s e g ú n e s p r e s a S a n A g u s - n i ) « p o r q u e m o r í a p o r l a s a l v a c i ó n d e los
tín ( S u p . J o a n , t r a c t . 120), « n o s enseña B d e m á s y e l s e p u l c r o es l a m o r a d a de la
» á observar en los deberes p a r a con los B m u e r t e » . P o r esto t a m b i é n p u e d e con-
B m u e r t o s la c o s t u m b r e d e c a d a n a c i ó n . s i d e r a r s e l a e s t r e m a d a p o b r e z a q u e tomó
» P e r o esta nación acostumbraba á s e p u l - p o r n o s o t r o s ; p o r q u e e l q u e e n v i d a no
B tar los cuerpos de los muertos con a r o - t u v o c a s a , d e s p u é s de l a m u e r t e fue co-
B m a s v a r i o s , p a r a q u e se c o n s e r v a s e i n - l o c a d o e n s e p u l c r o a j e n o , y e s t a n d o des-
» tactos m á s tiempo.B. P o r esta r a z ó n n u d o f u e c u b i e r t o p o r J o s é . M a s se le
( D e d o c t r . c h r i s t i . 1. 3 , c . 12) s e d i c e q u e p u s o e n u n s e p u l c r o n u e v o « p a r a que
« en todas estas cosas n o es c u l p a b l e e l B d e s p u é s d e s u r e s u r r e c c i ó n n o s e figure
B uso q u e se h a c e de e l l a s , sino el c a p r i - » nadie que h a resucitado otro indivi-
B c b o del que las u s a B , y d e s p u é s a ñ a d e : B dúo B, como dice S a n J e r ó n i m o (in
« l o q u e e n otras p e r s o n a s es l a s m á s de h u n c l o e . M a t t h . ) . E s t e s e p u l c r o nuevo
B las veces u n pecado g r a v e , en la per- puede demostrar t a m b i é n el seno virginal
B s o n a d i v i n a ó p r o f é t i c a es s i g n o de u n de M a r í a . P o r esto t a m b i é n se d a á en-
B g r a n misterio B : porque l a m i r r a y el t e n d e r q u e p o r l a s e p u l t u r a d e C r i s t o so-
• aloe á causa de su amargor significan l a m o s r e n o v a d o s t o d o s , puesto q u e destru-
p e n i t e n c i a , por l a que u n o conserva en sí y ó l a m u e r t e y l a c o r r u p c i ó n . F u e colo-
á Cristo sin la corrupción del pecado, y cado en u n sepulcro abierto en piedra,
el olor de los aromas significa l a b u e n a c o m o d i c e S a n J e r ó n i m o ( s u p . illud
fama. M a t t h . 2 7 : Jube ergo custodiri, etc.),
A l 3.° q u e l a m i r r a y e l a l o e s e a p l i c a - « p a r a n o d a r l u g a r á decir si hubiera
b a n al cuerpo de C r i s t o , p a r a ponerle al B s i d o h e c h o d e m u c h a s p i e d r a s , q u e so-
abrigo de l a corrupción, lo cual parecía B c a b a d o s los c i m i e n t o s h a b í a sido roba-
pertenecer á u n a necesidad; por lo que B do de a q u e l l u g a r . P o r lo q u e tambieu
se nos d a e j e m p l o p a r a que p o d a m o s usar B l a g r a n p i e d r a , q u e f u e p u e s t a á l a en-
lícitamente, á título de remedios, de » t r a d a d e m u e s t r a q u e s u t u m b a n o podía
ciertas cosas preciosas por l a necesidad B s e r a b i e r t a s i n l a a y u d a d e m u c h a s per-
de conservar nuestro cuerpo ; pero l a e n - B s o n a s B. S i s e l e h u b i e r a s e p u l t a d o en
voltura de su cuerpo pertenecía sola- t i e r r a , p o d í a n d e c i r : « s o c a v a r o n l a tier-
mente á l a decencia de l a h o n e s t i d a d , y » r a y le r o b a r o n B , c o m o i n d i c a San
en tales casos debemos contentarnos con A g u s t í n . E n u n s e n t i d o m í s t i c o se signi-
l a s m á s sencillas. P o r esto sin e m b a r g o fica p o r e s t o , s e g ú n S a n H i l a r i o ( c a p .
se significaba s e g ú n S a n J e r ó n i m o (in u l t . i n M a t t h . ) q u e « l a e n s e ñ a n z a d e los
h u n c . loe. M a t t h . ) , que « e n v u e l v e á B A p ó s t o l e s d e b í a h a c e r e n t r a r á Cristo
B Jesús en una sábana l i m p i a , el que B e n e l c o r a z ó n d e l o s g e n t i l e s , después
B l e r e c i b e c o n u n a m e n t e p u r a B. Y d e B d e h a b e r l e m o d e l a d o e n a l g ú n modo
a q u í , c o m o d i c e B e d a ( s u p . M a r c . c . 44 B p o r l a a c c i ó n d e l a d o c t r i n a , c o m o una
secundum ejus ordinem), « h a venido en » t i e r r a n u e v a é i n c u l t a , y q u e h a s t a en-
B l a I g l e s i a l a c o s t u m b r e de celebrar el » tónces n o h a b í a sido asequible en ma-
» sacrificio del altar, no en seda ni en paño B ñ e r a a l g u n a a l t e m o r d e D i o s . Y puesto
B t e ñ i d o , sino en lino p u r o , a l m o d o que » q u e n o c o n v i e n e d e j a r e n t r a r e n nuestro
B el cuerpo del Señor fue sepultado en B c o r a z ó n n a d a m á s q u e á é l , p o r eso se
B una sábana limpia ». B puso á l a entrada u n a enorme piedra».
A l 4.°, que Cristo fue enterrado en u n Y , c o m o d i c e O r í g e n e s ( T r a c t . 35, in
M a t t h . ) , n o s e e s c r i b i ó a l a c a s o q u e José
h u e r t o , p a r a significar que por su muerte

(1) Lo más prudente fue el que hombres constituidos en plebeyos y pobres ¿cómo podrían haberse acercado & Pilotos
dignidad y llenos de riquezas enterrasen á Cristo y pidiesen para hacerle semejante petición?
á Filatos su cuerpo para sepultarle ; pues si hubiesen sido >
C U E S T I Ó N L I . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 569

envolvió el cuerpo de Cristo en una sá­ cualquiera otra m a n e r a , p o r q u e la p u t r e ­


bana pura y lo colocó en un sepulcro facción de cualquier cuerpo proviene de
nuevo y q u e le cubrió con tina gran pie­ la debilidad de su n a t u r a l e z a q u e n o
dra, p o r q u e t o d a s l a s c o s a s q u e s e r e f i e ­ p u e d e c o n s e r v a r l e m á s en su u n i d a d . P e r o
ren al c u e r p o d e C r i s t o s o n p u r a s , n u e v a s l a m u e r t e d e C r i s t o c o m o se h a d i c h o
y muy g r a n d e s . ( C . 50, a. 1 a l 2.°) n o d e b i ó s e r p o r d e ­
bilidad d e la n a t u r a l e z a , p a r a q u e n o se
ARTÍCULO I I I . — E I c u e r p o cíe c r i s t o c r e y e r a n o ser v o l u n t a r i a , p o r lo t a n t o
en el s e p u l c r o s e c o n v i r t i ó e n c e n i z a ? quiso morir, no por consecuencia de en­
f e r m e d a d , s i n o p o r l a p a s i ó n q u e se le
l.° P a r e c e q u e e l c u e r p o d e C r i s t o s e h i z o s u f r i r , á l a q u e s e ofreció e s p o n t á ­
redujo á c e n i z a s e u l a t u m b a ; p o r q u e a s í neamente. Y p o r esto Cristo, p a r a que
como la m u e r t e es l a p e n a d e l ¡ r e c a d o d e l la m u e r t e d e su n a t u r a l e z a no fuera atri­
primer p a d r e , d e l a m i s m a m a n e r a t a m ­ b u i d a á e n f e r m e d a d , no quiso que su cuer­
bién la c o r r u p c i ó n , p u e s t o q u e s e dijo a l po viniera á putrefacción ó se disolviese
primer h o m b r e d e s p u é s d e h a b e r p e c a d o : de alguna manera, sino que quiso que
«Polvo eres y en polvo t e c o n v e r t i r á s » permaneciese incorrupto para manifes­
( G e n e s . 3 , 19). P e r o C r i s t o sufrió l a tar la virtud divina; p o r l o q u e dice e l
muerte p a r a l i b r a r n o s d e e l l a . L u e g o C r i s ó s t o m o ( i u D e m o n s t . quod Deus sit,
también d e b i ó c o n v e r t i r s e e n c e n i z a s s u c o u t . g e n t i l . ) , q u e ce e n t a n t o q u e l o s o t r o s
cuerpo p a r a l i b r a r n o s d e l a c o r r u p c i ó n . » h o m b r e s v i v e n , esto e s , los q u e h a n
2.° E l c u e r p o d e C r i s t o fue d e l a m i s ­ » obrado v a l e r o s a m e n t e , viven sus p r o ­
ma n a t u r a l e z a q u e n u e s t r o s c u e r p o s . P e r o » pias acciones ; pero u n a vez muertos,
nuestros c u e r p o s c o m i e n z a n á d i s o l v e r s e » perecen. E n Cristo empero sucede todo
inmediatamente d e s p u é s d e m u e r t o s y se » lo c o n t r a r i o , p o r q u e a n t e s d e s u m u e r t e
disponen á c o r r o m p e r s e (1), p o r q u e e x ­ » en la c r u z , t o d o en él es triste y débil,
halando el c a l o r n a t u r a l , s o b r e v i e n e u n » pero después q u e fue crucificado, t o d a s
calor e s t e r i o r q u e p r o d u c e l a p u t r e f a c ­ » s u s a c c i o n e s se h i c i e r o n m á s p r e c l a r a s ,
ción. L u e g o p a r e c e q u e a c a e c e r í a l o m i s ­ » p a r a d a r á c o n o c e r q u e n o es u n sim­
mo en el c u e r p o d e C r i s t o . » p i e m o r t a l el q u e h a sido crucificado ».
3.° C o m o s e h a d i c h o ( a . 1 ) , C r i s t o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o h a ­
quiso ser s e p u l t a d o p a r a d a r á l o s h o m ­ b i e n d o e s t a d o s o m e t i d o C r i s t o al p e c a d o ,
bres la e s p e r a n z a d e r e s u c i t a r t a m b i é n ni e s t a b a sujeto á la m u e r t e ni á la cor­
de sus t u m b a s . L u e g o t a m b i é n d e b i ó s u ­ r u p c i ó n ; sin e m b a r g o s o p o r t ó l a m u e r t e
frir la c o r r u p c i ó n p a r a q u e d e s p u é s d e l a voluntariamente por nuestra salud según
corrupción se d i e s e á l o s c o r r o m p i d o s l a l a s r a z o n e s y a d i c h a s ( C . 50, a. 1). P e r o
esperanza d e r e s u c i t a r . si s u c u e r p o h u b i e r a v e n i d o á p u t r e f a c ­
Por el contrario, d í c e s e ( P s . 15, 10): ción ó se hubiese disuelto, esto h u b i e r a
no permitirás que tu Santo vea la cor­ r e d u n d a d o m á s en detrimento de la sal­
rupción; l o c u a l e x p l i c a el D a m a s c e n o vación del género h u m a n o , puesto que
(Orth. fid. 1. 3, с 18) s o b r e l a c o r r u p ­ n o s e c r e e r í a q u e e x i s t í a e n él l a v i r t u d
ción q u e r e s u l t a d e l a d i s o l u c i ó n d e l o s divina. P o r esta r a z ó n se dice de su p e r ­
elementos. s o n a ( P s . 29, 10): ¿quéprovecho hay en
Conclusión. N o fue conveniente que el mi sangre si desciendo á la corrupción?
cuerpo de Cristo sufriese putrefacción en C o m o si d i j e r a : ce si m i c u e r p o se p u d r e ,
el sepulcro, sino al contrario, necesaria­ » s e p e r d e r á l a u t i l i d a d d e l a s a n g r e v e r ­
mente sucedió que su cuerpo permaneciese » t i d a » . ( G l o s . o r d . A u g u s t i n i i n i s t u m
mtegro por virtud de la divinidad que le p s a l m u m ) .
estaba unida. A l 2.° q u e e l c u e r p o d e C r i s t o c o n r e ­
Responderemos, q u e n o f u e c o n v e ­ f e r e n c i a á l a c o n d i c i ó n d e l a n a t u r a l e ­
niente q u e el c u e r p o de C r i s t o s u f r i e r a l a z a p a s i b l e fue s u s c e p t i b l e d e p u t r e f a c ­
putrefacción ó q u e s e c o r r o m p i e s e d e ción (2), a u n q u e n o r e s p e c t o al m é r i t o

CJ L a m u e r t e s e t o m a a q u í e n s e n t i d o d e p u t r e f a c c i ó n . tomó lodos los defectos de la naturaleza humana q u e no su­


[Щ V e s t o a u n s u p u e s t a l a u n i ó n c o n e l V e r b o , puesto que ponen pecado. — M . Ch.
1 1 0
obstante d i c h a u n i ó n pudo morir. S a b i d o es q u e Cristo
CUESTIÓN L I . — ARTÍCULOS II Y I I I .

de la putrefacción que es el pecado ; pero Eesponderémos, que el tiempo mismo


la virtud diviua preservó el cuerpo de que Cristo permaneció en el sepulcro re-
Cristo de la putrefacción como le resu- presenta el efecto de su muerte. Pero se
citó de la muerte. ha dicho ( C. 50, a. 6 ) que por la muerte
A l 3.° que Cristo resucitó del sepulcro de Cristo hemos sido librados de una do-
por la virtud divina, la cual en manera ble muerte, es decir, de la muerte del
alguna es limitada. Y así el haber resu- alma y de la muerte del cuerpo, y estose
citado del sepulcro fue un argumento su- significa por las dos noches, durante las
ficiente de que los hombres habían de que Cristo permaneció en el sepulcro.
resucitar por virtud divina, no solo de los Pero su muerte como no fue proveniente
sepulcros, sino también de sus cenizas del pecado, sino aceptada por caridad,
cualesquiera que fuesen. no tuvo la naturaleza de la noche, sino
del dia y por lo tanto se significa por el
dia entero que Cristo estuvo en el sepul-
ARTÍCULO I V . — Estuvo cristo en ci
cro. Y así fue conveniente que Cristo es-
s e p u l c r o s o l a m e n t e u n illa y d o s n o c h e s ?
tuviera en el sepulcro un dia y dos no-
ches (1).
l.° Parece que Cristo no estuvo en el A l argumento 1.° responderemos que,
sepulcro solamente un dia y dos noches; como dice San Agustín ( D e consensu
porque él mismo dice (Matth. 12, 40): así Evangelistarum, 1. 3, c. 24), «algunos sin
como Jonás estuvo tres días y tres no- B conocer la manera de espresarse de la
ches en el vientre de una ballena; así » Sagrada Escritura quisieron contar por
estará el Mijo del hombre tres días y tres » una noche las tres horas que transcur-
noches en el corazón de la tierra. Pero » rieron desde la hora de sesta á la hora
estuvo en el corazón de la tierra cuando » de nona durante las que el sol estuvo
estuvo en el sepulcro. L u e g o no estuvo )) oscurecido ; y por un dia aquellas tres
en el sepulcro solamente un dia y dos no- » horas en que se esparció otra vez por
ches. » la tierra, esto e s , desde la hora de nona
2.° Dice San Gregorio ( i n hom. P a s - » hasta el ocaso. Viene en seguida la
chali 21 in E v . ) que « a s í como Sansón B noche del sábado, que contada con el
» se llevó las puertas de Gaza á la mitad B dia dan dos noches y dos dias. Después
» de la noche, de la misma manera Cristo » del sábado vino la noche del primer
» resucitó á media noche, llevándose las B sábado, es decir, del dia esplendoroso
»puertas del infierno». Pero después B en el que el Señor resucitó entonces,
que resucitó no estuvo en el sepulcro. » Con todo esto no suman aún los tres
L u e g o no estuvo en el sepulcro dos no- » dias y las tres noches. Resta pues que
ches completas. » se halle en la Escritura este modo de
3.° P o r la muerte de Cristo la luz pre- » hablar, por el que la parte se estiende
valeció sobre las tinieblas. Y la noche » por el t o d o » ; es decir, de tal suerte
pertenece á las tinieblas, mientras que el que tomemos un dia y una noche por un
dia á la luz. L u e g o fue más conveniente solo dia natural. ( Quod sequitur habe-
que el cuerpo de Cristo estuviese en el se- tur. D e Trinit. 1. 4 , c. 6). « Así el pri-
pulcro dos dias y una noche que viceversa. B mer dia se cuenta después de la última
Por el contrario: es lo que dice San » parte del viernes que es el dia en que
Agustín ( D e Trinit. 1. 4 , c. 6 ) , «desde la B Cristo murió y fue sepultado; el se-
» tarde de la sepultura hasta la mañana » gundo dia completo y comprende las
» de la resurrección, van treinta y seis » veinticuatro horas entre dia y noche,)'
» horas, esto e s , noche y dia completos y s la noche siguiente corresponde al ter-
» una noche entera ». » cer dia » ; porque así como los prime-
Conclusión. Fue conveniente que Cris- ros dias de la creación son contados a
to permaneciese en el sepulcro .un dia y causa de la futura caida del hombre de
dos noches. la luz á las tinieblas, así lo son á causa

(1) Ademas de esta razón mística, que dael angélico Doctor dice, que fue conveniente permaneciese Cristo en el sepulcro
en el presente artículo, hay otra, fundada en el sentido lite- un dia y dos noches; porque así bastaba para comprobar la
ral y alegada por él mismo en el a. 2 de la C. 63, en donde verdad de su muerte.
CUESTIÓN LI. — ARTÍCULO IV.

de la s e p a r a c i ó n d e l h o m b r e d e l a s t i n i e ­ n o c h e , no considerando á esta dividida


blas á l a l u z (1). en dos p a r t e s i g u a l e s , sino m á s b i e n s u p o ­
Al 2.° q u e c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e niéndolas como p a s a d a ; p o r q u e se p u e d e
Trinit. 1. 4 , c. 6), C r i s t o r e s u c i t ó e n l a decir q u e el c r e p ú s c u l o p e r t e n e c e al dia
mañana a l r a y a r e l a l b a e n c u y a h o r a y á la n o c h e , á causa de la relación q u e
aun q u e d a n a l g u n a s t i n i e b l a s d é l a n o c h e . tiene con u n o y otra.
Por e s t a r a z ó n s e d i c e d e l a s m u j e r e s A l 3.° q u e e n l a m u e r t e d e C r i s t o l a
(Joan. 20) q u e cuando aun era oscuro l u z q u e e s s i g n i f i c a d a p o r u n solo d i a p r e ­
fueron al sepulcro. L u e g o p o r c a u s a d e valeció de t a l m o d o q u e alejó las tinie­
estas t i n i e b l a s d i c e S a n G r e g o r i o ( h o m . 21 b l a s d e l a n o c h e , es d e c i r , d e n u e s t r a
in E v a n g . ) q u e C r i s t o r e s u c i t ó á m e d i a d o b l e m u e r t e , c o m o se h a d i c h o .

C U E S T I Ó N LII.

De la bajada de Cristo á los infiernos.

1.° Fue conveniente que Cristo descendiese á los infiernos? 2.° A qué infierno descendió ? 3." Estuvo
todo en el infierno? <1.° Estuvo allí algún tiempo? 5.° Libró á los Santos Padres del infierno ? 6.° Y á
los condenados? 7.° Y á los niños muertos en pecado original? 8.°Libró á los hombres del purgatorio?

ARTÍCULO I. — vu<¡ conveniente que p e n a , c o m o s e h a d i c h o ( C . 5 1 , a 1).


Cristo descendiese al infierno? (2) L u e g o n o fue c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o d e s ­
cendiese al infierno.
1.° P a r e c e q u e n o fue c o n v e n i e n t e q u e 3.° P o r l a m u e r t e de C r i s t o s e s e p a r ó
Cristo d e s c e n d i e s e a l i n f i e r n o ; p o r q u e el a l m a d e s u c u e r p o , el c u a l fue p u e s t o
dice S a n A g u s t í n ( i n e p i s t o l a a d E v o ­ e n el s e p u l c r o , c o m o s e h a d i c h o (C. 51).
dium, 164, ó 119) : CE n o lie p o d i d o a ú n P e r o n o p a r e c e q u e s e g ú n el a l m a s o l a
5> encontrar l a p a l a b r a i n f i e r n o t o m a d a descendiese al infierno, puesto q u e e l a l m a
»enbuen sentido en la E s c r i t u r a » . P e r o siendo incorpórea, no parece que p u e d a
el alma d e C r i s t o n o d e s c i e n d e á u n l u g a r ser m o v i d a l o c a l m e n t e , p u e s e s t o es p r o ­
malo, p u e s t o q u e n i l a s a l m a s d e l o s j u s ­ p i o d e l o s c u e r p o s , c o m o se p r u e b a ( P h y ­
tos descienden á é l . L u e g o p a r e c e q u e n o sic. 1. 6, t. 32) ; y el d e s c e n s o i m p o r t a un
fue c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o d e s c e n d i e s e á m o v i m i e n t o c o r p o r a l . L u e g o n o fue c o n ­
los infiernos. v e n i e n t e q u e C r i s t o d e s c e n d i e s e al i n ­
2." N o p u e d e c o n v e n i r á C r i s t o d e s ­ fierno.
cender á l o s i n f i e r n o s s e g ú n l a n a t u r a l e z a Por el contrario, d í c e s e e n el S í m b o l o :
divina, q u e e s a b s o l u t a m e n t e i n m ó v i l , descendió á los infiernos; y el A p ó s t o l
sino que solo p u e d e c o n v e n h d e s e g ú n l a d i c e ( E p h e s . 4 , 9 ) : que subió, ¿qué es
naturaleza t o m a d a . P e r o l a s c o s a s q u e sino porque antes había descendido á los
hizo Cristo ó p a d e c i ó e n l a n a t u r a l e z a t o ­ lugares más bajos déla tierra? e s t o es
mada, s e o r d e n a n á l a s a l u d h u m a n a , á (Glos. interl.) « á l o s infiernos».
la que n o p a r e c e h a b e r s i d o n e c e s a r i o Conclusion. Así como fue oportuno
f
iue C r i s t o d e s c e n d i e s e á l o s i n f i e r n o s , que Cristo muriese para libertar al hom­
puesto q u e p o r l a p a s i ó n q u e s u f r i ó e n bre de la muerte y producir otros efectos
este m u n d o , n o s l i b r ó d e l a c u l p a y l a análogos, de igual modo fue conveniente
(1) V. s o b r e e s t o t a m b i é n á S a n A g u s t í n (Be consensu eva/i­ (2} E s p r o p o s i c i ó n d e f e c o n t r a D urando, q u e Cristo bajó
№>l(irmn, 1 3 , c . 2 4 ) , S a n A n s e l m o ( i n c . 1 2 M a t l h . l y S a n realmente á los i n i i e m o s en c u a n t o su alma se hizo allí
L
=on (seem, 1 d e r e s u r r e c . ) presente.
S-72 CÜESTtON LII. — ARTÍCULOS I Y II.

que descendiese al infierno para librarnos humana tanto de los vivos, como de los
de él. muertos ; y una causa universal se aplica
Responderemos, que fue conveniente á efectos particulares por algo especial.
que Cristo descendiese al infierno. l.° P o r E n su consecuencia, así como la v i r t u d
que había venido á llevar nuestra pena, de la pasión de Cristo se aplica á l o s que
para librarnos de ella según aquello ( I s . viven por los sacramentos, que nos h a c e n
5 3 , 4 ) : en verdad tomó sobre sí nuestras semejantes á ella, así también es a p l i c a d a
enfermedades y él cargó con nuestros do- á los muertos por la bajada de C r i s t o á
lores. Pero por el pecado había incurrido los infiernos. P o r esto se dice s e ñ a l a d a -
el hombre no solamente en la muerte cor- mente (Zach. 9 ) que por la sangre de
poral, sino también en la bajada á los in- su estamento sacó á sus cautivos del lago,
fiernos. Por lo tanto, así como fue con- esto e s , por la virtud de su pasión(1).
veniente que muriese, para librarnos de A l 3 . ° que el alma de Cristo n o des-
la muerte, así fue conveniente que descen- cendió á los infiernos por aquel género de
diese á los infiernos para librarnos de movimiento, por el que se mueven los
bajar á ellos. P o r esta razón se dice cuerpos, sino por un movimiento a n á l o g o
(Osea3.13, 1 4 ) : seré tu muerte oh muerte; al de los ángeles, como se ha dicho en la
seré tu mordedura, infierno. 2° Porque primera parte ( C . 5 3 ) .
era conveniente q u e , vencido el diablo
por la pasión, libertase á los vencidos de A R T Í C ULO I I . — D e s c e n d i ó Crista al in-
este, que estaban detenidos en el infierno fierno de los condenados.?
según aquello (Zachar. 9 , 1 1 ) : tu tam-
bién por la sangre de tu testamento, hi- l.° Parece que Cristo descendió tam-
ciste salir tus cautivos del lago, en que no bién al infierno de los condenados ; porque
hay agua; y (Coloss. 2 , 1 5 ) se dice: des- se dice por boca de la divina S a b i d u r í a
pojando los principados y potestades, los (Eccle. 2 4 , 4 5 ) : ¡yeneiraré todas las infe-
sacó confiadamente. 3 . ° Para q u e , así riores partes de la tierra. Pero e n t r e las
como manifestó su potestad viviendo y partes inferiores de la tierra se cuenta
muriendo en la tierra, así también la ma- también el infierno de los c o n d e n a d o s ,
nifestase en el infierno, visitándole é ilu- según aquello ( P s . 6 2 , 1 0 ) : entrarán eti-
minándole. Por lo cual se dice ( P s . 2 3 , 7 ) : lo más bajo de la tierra. Luego Cristo,
alzad, oh Príncipes, vuestras puertas que es la sabiduría de Dios, d e s c e n d i ó
(Grlos. ord. A u g . ) , e s t o e s , ce príncipes también hasta el infierno de los conde-
» del infierno dejad vuestro poder, con el nados.
3> que hasta ahora deteníais á los hombres 2° Dice San Pedro ( A c t . 2 , 24), que
» en el infierno 3>, y por tanto al nombre Dios resucitó á Cristo sueltos los dolores
de J e s ú s doblegúese toda rodilla no sola- de la muerte, por cuanto era imposible
mente de los que están en el cielo, sino ser detenido de ella. Pero no hay dolores
también de los que están^ en el infierno, en el infierno de los patriarcas, ni tam-
como se dice (Philipp. 2 ) . poco en el de los niños, los cuales n o son
A l argumento 1.° diremos, que el nom- castigados con la pena del sentido á causa
bre de los infiernos significa el mal de la del pecado actual, sino solamente con la
p e n a , mas no el mal de la culpa. A s í pena de daño á causa del pecado original.
pues fue conveniente que Cristo descen- L u e g o Cristo descendió al infierno de los
diese al infierno, no como si el mismo condenados ó también al purgatorio, donde
fuese deudor de la p e n a , sino para liber- los hombres son castigados con la pena
tar á los que habían estado sujetos á de sentido por los pecados actuales.
ella. 3 . ° Dícese (i P e t . 3 , 1 9 ) que Cristo
A l 2 . ° que la pasión de Cristo fue como también fue á predicar á aquellos espíri-
cierta causa universal de la salvación tus que estaban en cárcel, los que en otro
tiempo habían sido incrédulos; lo cual
(\) Lo cual celebra la Iglesia con el himno siguiente : como expresa San Atanasio (in epist. ad
Inferni claustra penetrans,
Epict. circa med., et incipit : ergo arbi-
titos captivos redimen*, trabor), se entiende sobre la bajada de
Victor iriumpho nobili,
Ad dextram Palris residen*. Cristo á l o s infiernos; porque dice que el
CUESTIÓN LII. — ARTÍCULO II. 573

cuerpo d e C r i s t o f u e c o l o c a d o e n e l s e - una manera diferente en unos que e n


pulcro c u a n d o é l s e f u e á p r e d i c a r á l o s o t r o s ; p o r q u e su b a j a d a a linfierno d e
espíritus q u e e s t a b a n c a u t i v o s , c o m o d i j o los condenados t u v o por efecto c o n v e n -
San P e d r o . P e r o c o n s t a q u e los i n c r é d u l o s cerles de su incredulidad y de su mali-
estaban e n el infierno d e los c o n d e n a d o s . c i a ( l ) ; a l c o n t r a r i o , dio á l o s q u e e s t a b a n
Luego Cristo descendió al infierno de los en el p u r g a t o r i o l a e s p e r a n z a d e c o n s e -
condenados. guir la gloria; esparció la luz de la glo-
4.° D i c e S a n A g u s t í n ( i n e p i s t . a d ria eterna sobre los santos padres q u e
E v o d . 164, ó 99) : «. s i h u b i e r a d i c h o l a e s t a b a n retenidos e n el infierno por solo
j Sagrada Escritura, que Cristo había e l p e c a d o o r i g i n a l . 2. S e d i c e q u e a l g o
a

D venido al seno de A b r a h a m , n o m e n - está en todas partes por su esencia ;y


»cionando el infierno ni sus d o l o r e s , m e d e este m o d o el a l m a d e Cristo d e s c e n -
dió s o l a m e n t e al l u g a r del infierno, en el
T> a d m i r o , s i a l g u n o s e a t r e v i e s e á a f i r m a r
í que h a b í a b a j a d o á los infiernos; y que eran detenidos los justos, para que
i puesto que testimonios evidentes h a b l a n á los que él m i s m o visitaba interiormente
» del infierno y s u s d o l o r e s , n o se v e p o r por su gracia s e g ú n su divinidad, los vi-
í qué el S a l v a d o r d e s c e n d e r í a á él, sino sitase también localmente por su alma.
í h u b i e r a s i d o p a r a l i b r a r l o s de e s t o s d o -P e r o existiendo de este m o d o en una sola
parte del infierno, estendió su efecto en
lí l o r e s » . P e r o e l l u g a r d e l o s d o l o r e s e s e l
infierno d e l o s c o n d e n a d o s . L u e g o C r i s t o a l g u n a m a n e r a á todas sus p a r t e s ; a l
descendió al infierno d e los c o n d e n a d o s . modo que habiendo padecido solamente
5.° C o m o d i c e S a n A g u s t í n ( i n q u o d a m en un lugar de la tierra, libró con su pa-
s e r m o n e d e P e s u r r e c t i o n e 2), « C r i s t o , sión á todo el m u n d o .
^descendiendo al infierno, absolvió á todos A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o ,
»los justos, q u e e s t a b a n sujetos al p e c a d o que e sl asabiduría de Dios, penetró
í o r i g i n a l » . Pero e n t r e e l l o s e s t a b a t a m - todas las partes inferiores de l a tierra,
bién J o b , e l c u a l d i c e d e sí m i s m o ( J o b . n o r e c o r r i é n d o l a s t o d a s l o c a l m e n t e (2)
17, 16) : á lo más profundo del infierno s e g ú n e l a l m a , s i n o e s t e n d i e n d o á t o -
descenderán todas mis cosas. L u e g o C r i s - d a s e n a l g u n a m a n e r a e l e f e c t o d e s u p o -
to t a m b i é n d e s c e n d i ó á l o m á s p r o f u n d o t e n c i a , d e t a l m o d o s i n e m b a r g o q u e s o l o
del i n f i e r n o . iluminó á los justos : porque sigue di-
Por el contrario, d í c e s e s o b r e e l i n - c i e n d o : é iluminaré á todos los que espe-
fierno d e l o s c o n d e n a d o s ( J o b . 10, 21): ran en el Señor.
hites de que vaya y no vuelva á la tierra A l 2.° q u e h a y d o s c l a s e s d e d o l o r ;
tenebrosa y cubierta de oscuridad de u n o r e s u l t a n t e d e l a p a s i ó n d e l a p e n a
muerte en donde no habita ningún orden q u e p a d e c e n l o s h o m b r e s p o r e l p e c a d o
sino un horror sempiterno. P e r o n o h a y a c t u a l s e g ú n a q u e l l o ( P s . 17, 6): dolo-
nada c o m ú n e n t r e l a l u z y l a s tinieblas, res de infierno me cercaron. O t r o e s e l
c o m o s e ve ( n C o r . 6). P o r c o n s i g u i e n t e d o l o r q u e r e s u l t a d e l a d i l a c i ó n d e l a
C r i s t o , q u e e s l a l u z , n o d e s c i e n d e á g l o r i a e s p e r a d a s e g ú n a q u e l l o ( P r o v . 13,
aquel infierno d e los c o n d e n a d o s . 12): la esperanza , que se retarda,
Conclusión. Así como Cristo en cuan- aflige al alma; c u y o d o l o r p a d e c í a n l o s
to á la presencia sustancial solo bajó al s a n t o s p a d r e s q u e e s t a b a n e n e l i n -
infierno de los justos, de igual manera en fierno ; p a r a s i g n i f i c a r l o c u a l d i c e S a n
cuanto al efecto visitó todos los in- A g u s t í n ( i n s e r m o n e d e R e s u r r . , u b i s u p .
fiernos. á med.) que « dirigían á Cristo oracio-
Responderemos, q u e s e d i c e q u e a l g o » n e s l l e n a s d e l á g r i m a s » . A l d e s c e n d e r
e s t á e n t o d a s p a r t e s d e d o s m a n e r a s : 1. a Cristo á los infiernos hizo cesar estas dos
por su e f e c t o ; y d e e s t e m o d o C r i s t o c lases de dolores, pero de diverso m o d o
d e s c e n d i ó á t o d o s l o s i n f i e r n o s , p e r o de u n o s q u e o t r o s ; p o r q u e h i z o c e s a r l o s

(I) Hubo en otro tiempo herejes que dijeron, según San mientras la sentencia común afirma lo que dice el Santo, otros
Agustín (hseres. 79); que bajando Cristo á los infiernos, cre- creen como probable, que Cristo según el alma bajó á todos
yeron en él todos los incrédulos y fueron librados de las pe- los lugares de los condenados; pues se dice en la Escritura
nas de aquel lugar. (Eccles. 24J : Penetraré lodos las partes inferiores de la tierra.
P) Se dividen los escolásticos sobre esto particular ; pues
574 CUESTIÓN LII.—ARTÍCULOS II Y I I I .

dolores que resultan de las penas preser- este s e n t i d o n o le c o n v i e n e ni el nombre


v á n d o l e s de ellas, c o m o se dice q u e u n de i a f i e r n o y n i h a y en é l d o l o r e s a l g u -
médico hace cesar una enfermedad de la n o s . 2.° s e l e p u e d e c o n s i d e r a r p o r r e l a -
que preserva la medicina, é hizo cesar c i ó n á l a p r i v a c i ó n de l a g l o r i a q u e s e e s -
los que provienen de la dilación actual p r e s a y e n e s t e c o n c e p t o e s u n infierno
de l agloria, dándoles l a gloria mis- y u n l u g a r d e d o l o r . P o r e s t a r a z ó n se
m a (1). d i c e a h o r a e l s e n o d e A b r a h a m aquel
A l 3.° q u e l o q u e a l l í , d i c e S a n P e - d e s c a n s o d e l o s b i e n a v e n t u r a d o s y n o se
dro, algunos lo refieren ála bajada de l e l l a m a i n f i e r n o n i s e d i c e t a m p o c o que
Cristo álos infiernos, explicando así este h a y en él dolores.
p a s a j e : Cristo vino en espíritu, e s d e - A l 5.° q u e , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o
c i r , p o r s u a l m a , á predicar á los que es- e n e l m i s m o l u g a r ( M o r a l . 1. 1 3 , c . u l t . )
taban encerrados en la prisión, e s d e c i r , « s e l l a m a á l o s l u g a r e s s u p e r i o r e s del
e n e l i n f i e r n o , y q u e otras veces habían » infierno, el infierno m á s profundo. Por-
sido incrédulos. P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n B q u e si p o r r e l a c i ó n á l a a l t u r a d e l cielo
J u a n D a m a s c e n o ( O r t h .fid.1. 3 , c . 1 9 ) » e s t e a i r e c a l i g i n o s o e s e l i n f i e r n o , por
q u e , «así c o m o e v a n g e l i z ó álos q u e es- » r e l a c i ó n á l a altura d e este mismo
B tan e n l a t i e r r a , a s i t a m b i é n á l o s q u e » aire, l a tierra, q u e se e n c u e n t r a más
B están e ne linfierno ; n o verdadera- B a b a j o , p u e d e r e c i b i r e l n o m b r e d e in-
» m e n t e p a r a c o n v e r t i r i n c r é d u l o s á l a B fiemo y s e r l l a m a d a i n f i e r n o p r o f u n d o ;
B fe, sino para convencerles de su infide- B p e r o p o r r e l a c i ó n á l a a l t u r a d e esta
» l i d a d » , p u e s t o q u e s u m i s m a p r e d i c a - B m i s m a t i e r r a , l o s l u g a r e s d e l infierno,
ción n o p u e d e entenderse, sino c o m o la B que son superiores á las otras moradas
manifestación de su divinidad que se m o s - B del infierno, p u e d e n ser llamados muy
tró á los q u e e s t a b a n en los infiernos B p r o f u n d o s B.
por e l virtuoso descenso d e Cristo á
ellos. Sin e m b a r g o S a n A g u s t í n esplica ARTÍCULO III. — E s t u v o c r i s t o toiiocn
m e j o r e s t e p a s a j e (in epist. ad Evo- e l I n f i e r n o ?
dium u t s u p . ) d i c i e n d o , q u e n o s e r e f i e r e
á la b a j a d a de Cristo álos infiernos, sino 1.° P a r e c e q u e C r i s t o t o d o n o e s t u v o
á l a o p e r a c i ó n d e su d i v i n i d a d , q u e ejer- e n el infierno ; p o r q u e el c u e r p o d e Cristo
ció desde e lprincipio del m u n d o , d e es p a r t e d e é l ; y e l c u e r p o d e C r i s t o
m o d o q u e el v e r d a d e r o sentido es este: n o e s t u v o e n e l i n f i e r n o . L u e g o n o estu-
por el espíritu de su divinidad predicó v o C r i s t o t o d o e n e l i n f i e r n o .
por inspiraciones interiores y por a d v e r - 2.° N a d a , c u y a s p a r t e s e s t á n s e p a r a -
t e n c i a s e x t e r i o r e s , q u e p o n í a e n b o c a d e d a s e n t r e s í , p u e d e d e c i r s e t o d o . P e r o el
l o s j u s t o s á los espíritus que estaban en c u e r p o y e l a l m a que s o n l a s p a r t e s d e
cárcel, e s d e c i r , á l o s q u e v i v í a n e n u n l a n a t u r a l e z a h u m a n a e s t u v i e r o n s e p a r a -
c u e r p o m o r t a l , q u e es c o m o la prisión d e l d a s el u n o de la otra d e s p u é s de la muer-
a l m a y á los que habían sido incrédulos t e , c o m o s e h a d i c h o ( C . 5 0 , a . 4). P o r
en otros tiempos, e s d e c i r , l o s q u e n o h a - o t r a p a r t e d e s c e n d i ó á l o s i n f i e r n o s es-
b í a n c r e í d o á N o é q u e les p r e d i c a b a l o t a n d o m u e r t o . L u e g o n o p u d o estar todo
q u e se refería ála p a c i e n c i a d e D i o s , p o r en el infierno.
la cual se difería el castigo del diluvio: 3.° S e d i c e que un t o d o e x i s t e e n u n
• p o r e s t a r a z ó n a ñ a d e : en los dias de Noé, l u g a r , c u a n d o n i n g u n a d e s u s p a r t e s e s t á
mientras que se fabricaba el arca. f u e r a d e él. P e r o a l g o d e C r i s t o estaba
A l 4.° q u e e l s e n o d e A b r a h a m p u e d e f u e r a d e l i n f i e r n o , p o r q u e s u c u e r p o es-
considerarse bajo dos puntos de vista. t a b a e n el s e p u l c r o y l a d i v i n i d a d en to-
l . ° c o m o u n l u g a r d e q u i e t u d e n el q u e d a s p a r t e s . L u e g o C r i s t o t o d o n o estuvo
se está esento d e las p e n a s sensibles. E n en el infierno.
Por e l contrario: d i c e S a n A g u s t í n
(1) Aludiendo á esto mismo canta la Iglesia.en l a Dominica
( D e s y m b o l o , 1. 3 , c . 7) :,«. e l H i j o t o d o
:in Albis.

•Solutis jam gemitibns,


B e s t á en e l P a d r e , t o d o en el c i e l o , t o d o
Eí infemi doloribm, » en l a t i e r r a , t o d o en e l s e n o d e l a vir-
Quiasurrexit Dominas,
Resplendens clamat ángelus. B g e n , t o d o en l a cruz, t o d o e n el ni-
CUESTIÓN LII.—ARTÍCULOS III Y I V . 575

5) fiemo, t o d o e n e l p a r a í s o , á d o n d e i n - p r e n d e á t o d o s p o r s u i n m e n s i d a d . M a s
t r o d u j o al b u e n ladrón ». sucede en las cosas q u e están en u n l u -
C o n c l u s i ó n . Todo Jesucristo estuvo g a r c o r p o r a l y c i r c u n s c r i p t i v a m e n t e , q u e ,
en el infierno así como todo Cristo estuvo s i e l t o d o e s t á e n a l g u n a p a r t e , n a d a d e
en el sepulcro, y estuvo y está en todas é l e s t é f u e r a , c o s a q u e n o t i e n e l u g a r e n
•partes; pues la carne y el. alma del D i o s . P o r e s t a r a z ó n d i c e S a n A g u s t í n
mismo Cristo jamás se separaron de la ( D e s y m b o l o 1. 3 , c . 7 ) : « n o d e c i m o s
•persona del Verbo. » que C r i s t o está todo en todas partes
E e s p o n d e r é m o s q u e , c o m o c o n s t a d e » p o r d i v e r s o s t i e m p o s ó l u g a r e s , d e ma-
lo q u e s e h a d i c h o P a r t . 1. ( C . 3 1 , B ñ e r a q u e a h o r a e s t é t o d o e n u n l u g a r ,
a

a. 2 , a l 4.°), e l g é n e r o m a s c u l i n o s e B e n o t r o t i e m p o l o e s t é e n o t r o , s i n o
refiere á l a h i p ó s t a s i s ó á l a p e r s o n a , B q u e s i e m p r e e s t á e n t o d a s p a r t e s t o d o
y e l g é n e r o n e u t r o p e r t e n e c e á l a n a t u - B e n t e r o B.
raleza. M a s e n l a m u e r t e d e C r i s t o , a u n -
que e l a l m a f u e r a s e p a r a d a d e l c u e r p o ,
sin e m b a r g o n i e l a l m a n i e l c u e r p o s e ARTÍCULO I V . — s e d e t u v o c r i s t o a l -
s e p a r a r o n d e l a p e r s o n a d e l H i j o d e g ú n t i e m p o e n e l i n f i e r n o ? (2)
Dios, c o m o se h a d i c h o ( C . 5 0 , a. 2 ) .
Por lo t a n t o d u r a n t e a q u e l l o s tres d i a s 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o s e d e t u v o
que d u r ó s u m u e r t e , d e b e d e c i r s e q u e a l g ú n t i e m p o e n e l i n f i e r n o ; p o r q u e
Cristo t o d o e s t u v o e n l a t u m b a ; p o r q u e Cristo descendió a l infierno p a r a librar á
la p e r s o n a e n t e r a e s t u v o e n e l l a p o r e l los h o m b r e s d e é l . P e r o esto l o h i z o i n -
c u e r p o , q u e l e e s t a b a u n i d o ; y d e l a m e d i a t a m e n t e q u e d e s c e n d i ó , porque fá-
m i s m a m a n e r a estuvo todo entero en el in- cil cosa es delante de Dios el enriquecer
fierno ,porque la persona entera de Cristo de repente al pobre, c o m o s e d i c e ( E c c l i .
esturo en él en razón del alma que le es- 1 1 , 23). L u e g o p a r e c e q u e n o s e d e t u v o
taba unida; también Cristo todo estaba t i e m p o a l g u n o e n e l i n f i e r n o .
entonces en todas partes en razón de la 2.° D i c e S a n A g u s t í n e n u n d i s c u r s o
naturaleza divina (1). sobre l a Resurrección ( u t s u p . ) , que « s i n
A l a r g u m e u t o 1.° d i r e m o s , q u e e l » detención alguna al mandato del Señor
cuerpo q u e e s t a b a e n t o n c e s e n e l s e p u l - B y S a l v a d o r todos los cerrojos de hierro
c r o , n o e s u n a p a r t e d e l a p e r s o n a i n - B f u e r o n rotos » ; por lo c u a l se h a c e d e -
creada, sino d e la n a t u r a l e z a t o m a d a . Y cir á los ángeles que a c o m p a ñ a b a n á
por e s t o d e q u e e l c u e r p o d e C r i s t o n o C r i s t o : alzad, oh Príncipes, vuestras
e s t u v i e r a e n e l i n f i e r n o , n o s e e s c l u y e q u e puertas ( P s . 2 3 , 7). P e r o C r i s t o d e s c e n -
estuviera t o d o C r i s t o e n é l ; s i n o q u e s e dió allí p a r a romper todos los cerrojos d e l
d e m u e s t r a q u e n o e s t u v o a l l í t o d o l o q u e infierno. L u e g o C r i s t o no se detuvo
pertenece á la n a t u r a l e z a h u m a n a . algún tiempo en el infierno.
A l 2.° q u e d e l a l m a y e l c u e r p o u n í - 3.° D í c e s e ( L u c . 2 3 ) , que el Señor
dos s e c o n s t i t u y e l a t o t a l i d a d d e l a n a t u - p e n d i e n t e d e l a c r u z d i j o a l b u e n l a d r ó n :
r a l e z a h u m a n a , m a s n o l a t o t a l i d a d d e hoy serás conmigo en el Paraíso; d e l o
la p e r s o n a d i v i n a . P o r l o t a n t o d i s u e l t a q u e se d e d u c e q u e C r i s t o e s t u v o e n e l
la u n i ó n d e l a l m a y d e l c u e r p o p o r l a m i s m o d i a e n e l P a r a í s o . P e r o n o s e g ú n
muerte, q u e d ó C r i s t o t o d o , p e r o n o q u e d ó el cuerpo que fue colocado en el sepul-
la n a t u r a l e z a h u m a n a e n s u t o t a l i d a d . cro. L u e g o según el a l m a , que había
A l 3.° q u e l a p e r s o n a d e C r i s t o e s t á d e s c e n d i d o a l i n f i e r n o ; y p o r l o t a n t o p a -
toda e n c u a l q u i e r l u g a r , p e r o n o t o t a l - rece q u e n o se d e t u v o a l g ú n tiempo e n
mente, p u e s t o n o e s t á c i r c u n s c r i t a p o r el infierno.
lugar a l g u n o ; ni t o d o s los l u g a r e s t o - Por e l contrario; d i c e S a n P e d r o
mados s i m u l t á n e a m e n t e ' p u e d e n c o m p r e n - (Act. 2, 24) : al cual Dios ha resucitado
d e r s u i n m e n s i d a d ; a n t e s é l l o s c o r n - sueltos los dolores de la muerte, por

il) Esto es, todo Cristo estaba entonces ubique en todas en el infierno hasta el momento de su resurrección ; de forma
PMtes; mas no allí totalmente, como se v e en la respuesta al que su alma, á la vez ó inmediatamente después que salió de
stsmento argumento, dicho l u g a r , informó el cuerpo y salió del sepulcro.
(2) Parece que según la, mente del Santo permaneció Cristo
576 CUESTIÓN Lili — ARTÍCULOS IV Y V .

cuanto era imposible ser detenido de ARTÍCULO V . — ¿AI d e s c e n d e r cristo


ella. L u e g o p a r e c e q u e p e r m a n e c e r í a e n n los i n f i e r n o s , l i b e r t ó d e e l l o s á los santo»
el infierno h a s t a la h o r a d e la resurrec- p a d r e s ? (3)
c i ó n (1).
Conclusion. Debe creerse que el alma 1.° P a r e c e q u e a l d e s c e n d e r C r i s t o á
de Cristo permaneció en el infierno tanto l o s i n f i e r n o s n o l i b e r t ó d e e l l o s á los san-
tiempo, cuanto su cuerpo estuvo en el se- tos padres, porque dice S a n Agustín
pulcro. ( i n e p i s t . a d E v o d i u m 164, ó 99): « n o
Responderemos, q u e a s í c o m o C r i s t o , » h e e n c o n t r a d o a ú n e lf r u t o q u e han
p a r a t o m a r sobre sí nuestras p e n a s , quiso » r e p o r t a d o c o n l a b a j a d a d e C r i s t o los
q u e su cuerpo fuera c o l o c a d o e n el s e p u l - » justos q u e estaban en el seno de Abra-
cro ;así también quiso que su alma des- » h a m , p o r q u e n o v e o q u e j a m á s se se-
cendiese al infierno. P e r o su c u e r p o per- » p a r a s e d e ellos e n c u a n t o ála presencia
m a n e c i ó en el sepulcro u n día entero y » b e a t í f i c a d e s u d i v i n i d a d » . P e r o les
dos noches para comprobar la verdad de h u b i e r a s i d o m u y ú t i l , si l o s h u b i e r a li-
s u m u e r t e . P o r c o n s i g u i e n t e debemos b e r t a d o d e los infiernos. L u e g o n o parece
creer también que su alma estuvo en el q u e C r i s t o l i b e r t ó á l o s s a n t o s p a d r e s de
infierno tanto tiempo que á la vez que sa- los infiernos.
lía de él, salía también el cuerpo del se- 2.° N a d i e e s d e t e n i d o e n e l i n f i e r n o
pulcro (2). sino p o r el p e c a d o . P e r o los santos padres,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e C r i s t o c u a n d o a u n v i v í a n , h a b í a n s i d o justifi-
al descender al infierno libertó inmedia- c a d o s d e l p e c a d o p o r l a fe de Cristo,
t a m e n t e á los santos q u e se e n c o n t r a b a n L u e g o n o n e c e s i t a b a n s e r l i b e r t a d o s del
e n é l ; n o h a c i é n d o l o s salir i n m e d i a t a - i n f i e r n o d e s c e n d i e n d o C r i s t o a l infierno,
m e n t e de este lugar, sino ilustrándolos 3.° Q u i t a d a l a c a u s a s e q u i t a e l e f e c t o .
en él con la luz de la gloria. Sin e m b a r g o P e r o l a c a u s a d e b a j a r á l o s i n f i e r n o s es
fue conveniente que su alma permane- el p e c a d o q u e f u e q u i t a d o p o r la pasión
ciese en el infierno tanto t i e m p o c o m o su d e C r i s t o , c o m o s e h a d i c h o ( C . 50, a . 6).
c u e r p o p e r m a n e c í a en el sepulcro. L u e g o p o r l a b a j a d a d e C r i s t o á los in-
A l 2.° q u e s e l l a m a n c e r r o j o s d e l i n - fiernos los s a n t o s p a d r e s n o fueron saca-
fierno los obstáculos que i m p e d í a n á los dos del infierno.
santos patriarcas salir d e él por conse- Por el contrario; d i c e S a n A g u s t í n
cuencia del reato de la culpa de los pri- (in s e r m . D e r e s u r r e c t . ut s u p . ) q u e C r i s -
meros padres ; c u y o s obstáculos, al des- t o , « c u a n d o d e s c e n d i ó á l o s infiernos
cender Cristo á los infiernos los rompió » r o m p i ó l a s p u e r t a s y l o s c e r r o j o s de
inmediatamente por virtud de su pasión » h i e r r o , y a b s o l v i ó á t o d o s los justos
y d e su m u e r t e ;y sin e m b a r g o quiso p e r - » q u e e l p e c a d o o r i g i n a l t e n í a allí su-
m a n e c e r a l g ú n tiempo en el infierno por jetos».
la razón predicha. Conclusión. Cuando Cristo bajó á los
A l 3.° q u e a q u e l l a s p a l a b r a s d e l S e ñ o r infiernos libertó de ellos á las almas de
deben entenderse, no del paraíso terres- los santos padres que allí se encontraban.
tre corpóreo, sino del paraíso espiritual, Responderemos, q u e , c o m o s e h a d i -
en el q u e se dice q u e están t o d o s los q u e c h o ( a . 4 a l 2), C r i s t o a l d e s c e n d e r á-los
g o z a n de la gloria divina. P o r esta razón i n f i e r n o s o b r ó e n v i r t u d d e s u pasión.
el ladrón descendió al infierno con Cristo P e r o p o r s u p a s i ó n es l i b e r t a d o el género
p a r a estar c o n él, p u e s t o q u e le dijo : h u m a n o , n o solo d e l p e c a d o , sino tam-
serás conmigo en el paraíso; p e r o f u e b i é n d e l r e s t o d e l a p e n a , c o m o s e h a di-
r e c o m p e n s a d o en el paraíso, puesto q u e c h o ( C . 4 9 , a . 3 , y C . 50, a . 6). L o s
e n él g o z a b a d e la divinidad d e C r i s t o lo h o m b r e s e s t a b a n e n c a d e n a d o s por la
m i s m o que los otros santos. p e n a d e b i d a á s u s p e c a d o s de d o s m o d o s :

(1) Lo cual parece deducirse también de las palabras s i - (3) Que Cristo bajando á los infiernos sacó las almas allí de-
guientes (ibid. 37} : No dejarás mi alma en el infierno. tenidas de los S S . P P . , se deduce de la Escritura (Zach. 9, et
(2) Está conforme con las palabras de que uSa la Iglesia e n Apóst. Coloss. 2). Es igualmente doctrina de los doctores de
el dia de la bendición del cirio pascual : Esta es la- noche en que la Iglesia, á saber, San Agustín (hom. 57), San Gregorio
Cristo salió vencedor de los infiernos, (hom, 22 in evang.), San Jerónimo (in cap. 2 Joann.J.
CUESTIÓN LII. — ARTÍCULOS V Y V I . 577

1.°, p o r e l p e c a d o a c t u a l q u e c a d a u n o esto c u a n d o añade d e s p u é s , « q u e é l n o


h a b í a c o m e t i d o p e r s o n a l m e n t e ' : y 2.°, p o r »había encontrado a ú n que provecho
el p e c a d o d e t o d a l a n a t u r a l e z a h u m a n a , » habían reportado los antiguos justos
que h a p a s a d o o r i g i n a l m e n t e d e l p r i m e r » conl a bajada de Cristo á los infiernos»,
hombre á t o d o s l o s d e m á s , c o m o s e d i c e debe entenderse e n cuanto á l a absolu-
(Eom. 5), d e c u y o pecado es p e n a l a ción d e los dolores d e l a s penas. S i n e m -
muerte c o r p o r a l y l a e s c l u s i o n d e l a v i d a bargo les fue provechosa su bajada en
de l a g l o r i a , c o m o c o n s t a d e l o q u e s e cuanto á l a consecución de l a gloria, y
dice ( G e n . 2 y 3), porque D i o s echó por consiguiente les libró d e l dolor q u e
al h o m b r e del paraíso después del pe- padecían por l a dilación de l a gloria,
cado a m e n a z á n d o l e a n t e s d e l p e c a d o c o n cuya esperanza sin embargo les causaba
la m u e r t e , si pecaba. Y p o r eso Cristo una grande alegría, según aquello ( J o a n .
al d e s c e n d e r á los infiernos absolvió á 8 , 5 6 ) : Abraham vuestro padre deseó
los s a n t o s p o r l a v i r t u d d e s u p a s i ó n d e con ansia ver mi dia. Y p o r e s t o a ñ a d e
este r e a t o q u e l e s e s c l u í a d e l a v i d a d e S a n A g u s t í n : « n o creo que C r i s t o se a l e -
la g l o r i a á fin d e q u e p u d i e s e n v e r á D i o s » j a s e n u n c a d e ellos según l a presencia
en s u e s e n c i a , e n l o c u a l c o n s i s t e l a f e - » beatífica d e s u d i v i n i d a d » , esto es en
licidad p e r f e c t a d e l h o m b r e , c o m o s e h a cuanto q u e antes de l a llegada de Cristo
dicho ( P . 2 . a
l . - 2 . * C . 3, a . 8). P e r o l o s
a
eran bienaventurados en la esperanza
santos p a d r e s eran detenidos en el i n - (in spe), aunque a u nno fueran perfecta-
fierno , p o r q u e e l p e c a d o d e n u e s t r o pri- mente dichosos en realidad (inre).
mer p a d r e l e s c e r r a b a l a entrada de l a A l 2.° q u e l o s s a n t o s padres cuando
al descender Cristo
vida de l a g l o r i a : a s í , a u n v i v í a n , f u e r o n l i b e r t a d o s p o r l a fe d e
á los infiernos, libertó de ellos á los santos Cristo de todo pecado tanto original como
padres. E s t o e s l o q u e s e d i c e ( Z a c h a r . actual y d e l reato de l a pena de los p e c a -
9,11): tu también por la sangre de tu dos actuales, pero n o del reato d e l a p e n a
testamento hiciste salir tus cautivos del del pecado original que les escluía de l a
lago en que no hay agua. Y ( C o l o s s . 2 , 1 5 ) g l o r i a , puesto q u e a u n n o se h a b í a p a -
se d i c e , q u e despojando los principados y b i a pagado el precio de l a redención h u -
potestades, e s t o e s , l o s i n f e r n a l e s , t o - mana ; al modo que ahora también los
mando á A b r á h a m , á I s a a c , á J a c o b y fieles de Cristo sonlibrados por el b a u -
demás j u s t o s , los transportó, esto e s , tismo del reato de los pecados actuales,
«los condujo a l cielo lejos d e este reino y d e l reato del original respecto á l a es-'
¡> de t i n i e b l a s » , c o m o d i c e l a G l o s a ( o r d . ) clusion de l a gloria, permaneciendo sin
en e l m i s m o lugar. embargo a ú n obligados a l reato d e lp e -
A l argumento 1.° diremos, que S a n cado original en cuanto á l a necesidad de
Agustín habla allí, contra ciertos q u e morir corporalmente; porque se renuevan
pensaban q u e l o s a n t i g u o s j u s t o s a n t e s d e en cuanto a l espíritu pero n o así respecto
la v e n i d a d e C r i s t o e s t a b a n s u j e t o s e n e l á l a carne según a q u e l l o ( P o m . 8 , 10 :
infierno á l o s d o l o r e s de las penas. P o r el cuerpo verdaderamente está muerto
lo q u e a n t e s del pasaje citado añade : por el pecado , más el espíritu vive por la
« no f a l t a n q u i e n e s p r e t e n d e n h a b e r sido justicia.
»acordado- este beneficio á los justos, A l 3.° que t a n pronto como murió
* que, cuando e l S e ñ o r viniese a l infier- Cristo su a l m a descendió a l infierno, y
J> n o , f u e s e n l i b r a d o s d e s u s d o l o r e s . P e r o aplicó el fruto de s u p a s i ó n , á los santos
» como A b r a h a m e n c u y o seno f u é r e c i - detenidos e n él ; aunque n o salieran de
»bido a q u e l p o b r e (1) s u f r í a estos d o - aquel lugar morando Cristo enlos infier-
31
res, y o e n v e r d a d n o l o v e o » . Y p o r nos, puesto que l a presencia misma de
Cristo pertenecía a l colmo de l a gloria.
(1) Proclama la Iglesia esta doctrina por la siguiente es-
trofa :
ARTICULO V I . — l i b e r t ó c r i s t o d e i i n -
O veré digna hosHa,
Per quam fracta sunl Tártara, fierno a a l g u n o s c o n d e n a d o s ? (2).
Redcmpta píeos captiva ta ,
Reddtta vilaz pramia.
l.° Parece que Cristo libertó del i n -
(2) Es proposición de f e , que ninguno de los condenados
fue libertado por Cristo del infierno. fierno á algunos condenados, porque se
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 37
578 CUESTIÓN L1I. — A R T Í C U L O VI Y V I I .

dice (Is, 2 4 , 22) : serán recogidos y tenido, no tenían conformidad alguna


atados en un solo haz (1) para el lago con la caridad de Cristo que padece; por
y serán allí encerrados en cárcel; y aun consiguiente no habían sido purificados
después de muchos dias serán visitados; de sus pecados. P o r lo que la bajada de
mas allí se habla de los condenados que Cristo á los infernos no les concedió la
adoraron la milicia del cielo, como es- liberación del reato de la pena infernal.
plica San Jerónimo. L u e g o parece que A l argumento 1.° diremos, que, alba-
también los condenados fueron visitados jar Cristo á los infiernos todos los que
con la bajada de Cristo á los infiernos: lo estaban en cualquiera parte del infierno
cual parece pertenecer á su liberación. fueron visitados de algún m o d o ; los unos
2.° Sobre aquello (Zach. 9 , 11) : tu para su consuelo y libertad, y los otros
también por la sangre de tu testamento para su vergüenza y confusión, como los
hiciste salir tus cautivos del lago en que condenados. P o r esta razón se añade en
no hay agua, dice la Glosa (interl. H i e - el mismo lugar : y se pondrá roja la luna
ronymi) : <t tu libraste á los que estaban y confundirá el sol, etc. También puede
» encarcelados en esta prisión donde nin- esto referirse á la visita, con que serán
» gun consuelo recibían de esa misericor- visitados en el dia del juicio, no para li-
» dia que aquel rico i n v o c a b a » . Pero brarlos sino para condenarlos más, según
solo los condenados son encerrados en aquello (Sophonise 1, 12) : visitaré los
las cárceles sin misericordia. L u e g o Cristo varones que están clavados en sus heces.
libertó del infierno á algunos condenados. A l 2.° que cuando se dice en la Glosa:
3.° E l poder de Cristo no fue menor <r donde ninguna misericordia les conso-
en el infierno que en este mundo, pues » laba » debe entenderse en cuanto al con-
en ambas partes obró por la potencia de suelo de la liberación perfecta ; puesto
su divinidad. Pero en este mundo libertó que los santos padres no podían ser liber-
á algunos existentes en todos los estados. tados antes de la venida de Cristo de
L u e g o también en el infierno libertó á aquellas cárceles del infierno.
algunos del estado de los condenados. A l 3.° que no fue por impotencia de
Por el contrario, dícese (Oseaa 13, Cristo, el que algunos no hayan sido li-
14) : seré tu muerte, 6 muerte; seré tu bertados de cualquier estado de los in-
mordedura, ó infierno. L a glosa (interl.) fiernos, como de cualquier estado de este
lo interpreta diciendo : ce sacando de él mundo ; sino por la diversa condición de
» los escogidos y dejando en él los ré- unos y otros. Porque los hombres mien-
» probos ». Pero solamente los reprobos tras viven pueden convertirse á la fe y á
están en el infierno de los condenados. la caridad , puesto que en esta vida los
Conclusión. No teniendo los condena- hombres no son confirmados en el bien ó
dos fe alguna en Cristo informada por la en el m a l , como después de la salida de
caridad, tampoco debe creerse fueron li- ella.
bertados de las penas del infierno por su
descenso á él. ARTÍCULO V I L — i o s niños iiue iw-
R e s p o n d e r e m o s , que como se ha di- b í a n m u e r t o c u p e c a d o o r i g i n a l f u e r o n liber-
cho (a, 5 ) , Cristo al descender á los in- tados por Cristo V
fiernos obró en virtud de su pasión (2)
y por eso su bajada á los infiernos solo Parece que los niños que habían muerto
fue provechosa á aquellos que están uni- en pecado original, fueron libertados del
dos á la pasión de Cristo por la fe for- infierno por la bajada de Cristo al infierno:
mada por la caridad por la que se quitan porque no eran retenidos en el infierno
los pecados. Pero los que estaban en el sino por el pecado original, lo mismo que
infierno de los condenados ó no habían los santos padres. Pero los santos padres
tenido en absoluto la fe de la pasión de fueron libertados del infierno por Cristo,
Cristo como los infieles ; ó si la habían como se ha dicho (a. 5). L u e g o también

(1) En la V u l g a t a se lee : in congregatiane unius fascis in divino de la redención no se estendió sino á aquellos que se
lacum, etc. encontraban en el estado de viadores, en el cual el borne 1,6

(2) Es doctrina corriente, que la pasión de Cristo no tuvo solamente tiene potencia para arrepentirse de los pecados y
virtud para salvar á los condenados en razón á que el decreto conseguir la gracia.
CUESTIÓN LII.—ARTÍCULO VII. 579

los n i ñ o s f u e r o n l i b e r t a d o s i g u a l m e n t e p o r la bajada de Cristo á los infier-


lo tanto
Cristo d e l infierno. nos no libertó á los niños del infierno.
2.° D i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 5, ió): si Ademas los santos padres fueron liber-
por el pecado de uno murieron muchos, tados del infierno por lo mismo que fue-
mucho más la gracia de Dios y el don por r o n a d m i t i d o s á l a g l o r i a de l a v i s i ó n d i -
la gracia de un solo hombre , que es Je- v i n a ; á l a que ninguno puede llegar sino
sucristo , abundó sobre muchos. P e r o l o s por la gracia según aquello (Rom. 6,
niños m u e r t o s ú n i c a m e n t e c o n e l pecado 23): la gracia de Dios es la vida eterna.
original son retenidos en el infierno á L u e g o puesto que los niños que morían
causa d e l p e c a d o d e l p r i m e r p a d r e . Lue- en pecado original no tenían la gracia,
go c o n m a y o r razón h a n sido libertados no fueron libertados del infierno.
del i n f i e r n o p o r l a g r a c i a d e Cristo. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s s a n -
3.° A s í como el b a u t i s m o obra en v i r - tos padres, aunque todavía estuviesen
tud d e l a p a s i ó n d e C r i s t o , a s í también obligados por el reato del pecado origi-
su b a j a d a á l o s i n f i e r n o s , c o m o c o n s t a d e ginal, en c u a n t o se refiere á l a natura-
lo d i c h o ( a . 6). P e r o los niños son libra- leza humana (3), h a b í a n sido no obs-
dos p o r e l b a u t i s m o d e l p e c a d o o r i g i n a l y tante librados por l a fe de C r i s t o de toda
del i n f i e r n o . L u e g o i g u a l m e n t e l o f u e r o n m a n c h a d e p e c a d o ; y p o r eso e r a n c a p a -
por l a b a j a d a de C r i s t o á los infiernos. ces de aquella liberación que C r i s t o c o n -
Por el contrario: d i c e e l A p ó s t o l firió descendiendo á los infiernos. Pero
( E o m . 3 , 25) q u e Dios propuso á Cristo esto no p u e d e decirse d e los n i ñ o s , c o m o
en propiciación por la fe en su sangre. consta de lo dicho.
Pero los n i ñ o s que habían muerto con A l 2.° que cuando dice el A p ó s t o l que
solo e l p e c a d o original, en manera al- l a g r a c i a de D i o s abundó en muchos l a
guna f u e r o n p a r t í c i p e s d e l a fe d e Cris- palabra plures no debe entenderse com-
to (1). L u e g o no percibieron el fruto de parativamente, como si muchos en nú-
la p r o p i c i a c i ó n d e C r i s t o p a r a s e r l i b e r t a - mero h a y a n sido salvados por la gracia
dos p o r él d e l i n f i e r n o . de Cristo que condenados por el peca-
Conclusión. Los niños que habían do de A d á n ; sino absolutamente como
muerto en pecado original, no teniendo fe si dijera que l a g r a c i a de u n solo Cristo
en Cristo unida á la caridad, no fueron a b u n d ó en m u c h o s , como el pecado de u n
librados del lugar del infierno, cuando á solo A d á n llegó á m u c h o s . P e r o así c o m o
él descendió el mismo Cristo. el pecado de A d á n solamente llegó á los
Responderemos,que c o m o s e h a d i c h o que descendieron de él carnalmente por
(a. 6 ) l a b a j a d a d e C r i s t o á l o s infiernos la generación, así l a gracia de Cristo so-
tuvo e l e f e c t o de la liberación en solos lamente llega á aquellos que por l a r e -
aquellos q u e e s t a b a n u n i d o s á l a pasión generación espiritual han sido hechos
de C r i s t o p o r l a f e y l a c a r i d a d , e n cuya sus m i e m b r o s ( 4 ) : lo c u a l no compete á
virtud l a b a j a d a d e C r i s t o á l o s i n f i e r n o s los niños que m u e r e n con el pecado ori-
era l i b e r a t o r i a . P e r o l o s n i ñ o s q u e h a b í a n ginal.
muerto c o n el pecado o r i g i n a l , en ma- A l 3.° q u e e l b a u t i s m o es conferido á
nera a l g u n a h a b í a n estado unidos á la los hombres en esta v i d a , en l a que el
pasión d e C r i s t o p o r l a f e y e l a m o r ; p o r - h o m b r e puede pasar de l a culpa á l a g r a -
que n i p o d í a n t e n e r f e p r o p i a , p u e s t o q u e c i a ; pero l a b a j a d a de C r i s t o á los infier-
uo t e n i a n e l uso del libre albedrío, ni nos fué manifestada á las almas después
tampoco h a b í a n s i d o p u r i f i c a d o s d e l pe- de esta v i d a (5) donde no son capaces
cado o r i g i n a l p o r l a f e de los padres ó de la transmutación predicha.
por a l g ú n s a c r a m e n t o d e l a f e (2). Por P o r lo tanto después d e l b a u t i s m o los

. (1) Los que se encuentran en estado de original pecado no tura de los cielos.
tienen fe en Cristo ni actual ni habitual ; puesto que ellos ni (4) La gracia de Cristo se concede á aquellos, que son sus
l' ' Profesión implícita ni esplícita, ni virtual ni sacramental,
01
miembros por la espiritual regeneración , de una manera efi-
"queridas para la salud y para que cualquiera hombro sea ciente y eficaz; más á aquellos otros, que no se hallan en tal
reputado fiel, poseen dicha fe de Cristo. caso, solo tienen derecho á las gracias suficientes.
(!' A s i
" s e
sacramento del bautismo.
a m a e l
( 5 ) El que la bajada de Cristo á los infiernos solo aprove-
(3) Es decir, en cuanto á la pena general en que se incurre chó á las a l m a s q u e habían salido de esta vida, y por lo tanto,
j»r dicho pecado,.y por cuya pena tenían cerrado el reino de incapaces de dicha trasmutación, es el sentido de algunos
"S ciclos, ó cuya pena servía de impedimento para la aper- ii concilios que negaron, que Cristo murió por los condenados.
580 CUESTIÓN H I . — ARTÍCULOS VII Y V I I .

n i ñ o s .son l i b e r t a d o s d e l p e c a d o o r i g i n a l » C r i a d o r y R e d e n t o r p e n e t r a n d o e n los
y del infierno, pero n o por l ab a j a d a d e » c l a u s t r o s d e l i n f i e r n o s a c ó d e a l l í las
Cristo á ellos. » a l m a s d e l o se s c o g i d o s , n o consiente
» q u e n o s o t r o s v a y a m o s al l u g a r de donde
ARTICULO V I I I . — ¿ l i b e r t ó « r u t o » y a l i b r ó o t r o s d e s c e n d i e n d o áél ». Pero
p o r s u b a j a d a á l o s I n f i é r a o s á l a s ni m a s d e l
permite q u e v a y a m o s a l purgatorio.
purgatorio ?
L u e g o d e s c e n d i e n d o á l o s i n f i e r n o s no
1° P a r e c e q u e C r i s t o , p o r s u b a j a d a á l i b e r t ó á l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o .
los infiernos, libertó á las almas del pur- Conclusión. Las almas existentes en-
gatorio ; porque dice S a n A g u s t í n ( i n tonces en el purgatorio como las que hoy
e p i s t . a d E v o d i u m , 164, ó 99) : ce p u e s t o hay detenidas en él, no fueron libertadas
» q u e t e s t i m o n i o s e v i d e n t e s c o n m e m o r a n por la bajada de Cristo ; mas las que se
» e l i n f i e r n o y s u s d o l o r e s n o h a y c a u s a hallaban en el caso en que hoy se hallan
» a l g u n a p a r a c r e e r p o r q u é e l S a l v a d o r las que reciben este beneficio , fueron li-
» v i n o á é l , s i n o p a r a s a l v a r á a l g u n o s bertadas del purgatorio por el descenso de
» de estos dolores. P e r o y omismo m e Cristo.
» p r e g u n t o a ú n s ij u z g ó dignos d e a q u e l Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
» b e n e f i c i o á t o d o s l o s q u e e n c o n t r ó e n m u c h a s v e c e s f a . 7 y 4 a l 2, y a . 5, y 6)
» é l ó s o l a m e n t e á a l g u n o s . S i n e m b a r g o l a b a j a d a d e C r i s t o á l o s i n f i e r n o s fué
» n o d u d o q u e C r i s t o e s t u v o e n l o s i n - m á s l i b e r a t o r i a e n v i r t u d d e s u pasión.
» fiemos y q u e c o n c e d i ó e s t e b e n e f i c i o á P e r o s u p a s i ó n n o t i e n e v i r t u d t e m p o r a l
» a l g u n a s a l m a s q u e e s t a b a n e n é l » . P e r o y t r a n s i t o r i a s i n o s e m p i t e r n a s e g ú n aquello
n o a c o r d ó e l b e n e f i c i o d e - l a l i b e r a c i ó n á ( H e b . 10, 14): con una sola ofrenda hizo
l o s c o n d e n a d o s , c o m o s e h a d i c h o ( a . 6). perfectos para siempre á los que ha san-
Y puesto que fuera d e estos no había tificado. Y a s í a p a r e c e q u e l a p a s i ó n de
constituidos en tales dolores, sino los que C r i s t o n ot u v o e n t o n c e s m a y o r eficacia
están en el purgatorio, sigúese que Cristo q u e l a q u e a h o r a t i e n e . Y p o r e s o aquellos
l i b e r t ó á l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o (1). que fueron tales cuales son ahora, los que
2.° L a p r e s e n c i a m i s m a d e C r i s t o n o son detenidos en el purgatorio no fueron
t u v o menor efecto que sus sacramentos. librados del purgatorio por la bajada de
P e r o por los sacramentos d eCristo son Cristo á los infiernos. Pero si se han en-
l i b e r t a d a s l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o y p r i n - contrado que eran tales como son ahora
c i p a l m e n t e p o r e l s a c r a m e n t o d e l a E u c a - los que son libertados del purgatorio por
r i s t í a , c o m o s e d i r á ( S u p l e m . C . 71, a . la virtud de la pasión de Cristo, nada
9). L u e g o c o n m a y o r r a z ó n f u e r o n l i b e r - impide que los tales hayan sido librados
t a d a s l a s a l m a s d e l p u r g a t o r i o p o r l a del purgatorio por la bajada de Cristo
presencia de Cristo q u e descendió á los á los infiernos.
infiernos. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e por
3.° « C r i s t o , á t o d o s l o s q u e c u r ó e n a q u e l p a s a j e d e S a n A g u s t í n n o p u e d e
» e s t a v i d a l o s c u r ó t o t a l m e n t e » , c o m o d e d u c i r s e q u e h a y a n s i d o l i b r a d o s del
d i c e S a n A g u s t í n ( i n l i b . D e p a m i t . ; p u r g a t o r i o t o d o s l o s q u e e s t a b a n e n él,
a l i u s a u c t o r . D ev e r a e t f a l s a p c e n i t e n t . s i n o q u e e s t e b e n e f i c i o s o l o f u e conferido
c . 9); y e l S e ñ o r ( J o a n . 7, 2 3 ) , d i c e : á a l g u n o s d e e l l o s , e s t o e s , á l o s q u e y a
sané en sábado á todo un hombre. P e r o estaban suficientemente purificados, o
C r i s t o l i b r ó á l o s q u e se h a l l a b a n e n e l t a m b i é n á l o s q u e d u r a n t e s u v i d a mere-
p u r g a t o r i o , d e l r e a t o d e l a p e n a d e d a ñ o c i e r o n p o r l a f e y d e v o c i ó n e n C r i s t o el
p o r e lq u e e s t a b a n e s c l u i d o s d e l a g l o r i a . q u e f u e r a n l i b e r t a d o s d e l a p e n a tempo-
L u e g o t a m b i é n los libertó del reato d e ral del purgatorio con su bajada.
la pena del purgatorio. A l 2.° q u e l a v i r t u d d e C r i s t o o b r a en
Por e l c o n t r a r i o ; d i c e S a n G r e g o r i o l o s s a c r a m e n t o s p o r m o d o (2) d e c i e r t a
( M o r a l . 1. 13, c . 15): « c u a n d o n u e s t r o c u r a c i ó n y e s p i a c i o n . P o r l o q u e e l s a c r a -

(1J Es sentencia, sin embargo, de algunos, que por privi • es la opinión bastante generalizada entre los PP. antiguos.
legio de Cristo todas las almas, existentes en el purgatorio, (2) Otros leen, por modo de santificación ; y otros, pormait
fueron libradas cuando descendió á los infiernos, concedién- de satisfacción.
oles al efecto las indulgencias plenarias indispensables. Tal
CUESTIÓN LT1. — A R T Í C U L O VIII. 581

mentó de l a E u c a r i s t í a libra a l h o m b r e libertaba á los h o m b r e s e neste m u n d o


del p u r g a t o r i o e n c u a n t o e s c i e r t o s a c r i - eran personales, pertenecientes propia-
ficio s a t i s f a c t o r i o p o r e l p e c a d o . P e r o l a mente á cada individuo ; pero l a esclu-
bajada d e C r i s t o á los infiernos n o fué sion de l agloria de D i o s era u n defecto
satisfactoria ; s i n e m b a r g o , o b r a b a e n general perteneciente á toda l a natura-
virtud d e l a p a s i ó n , q u e f u é s a t i s f a c t o r i a leza humana. P o r lo tanto nada impide
c o m o s e h a d e m o s t r a d o ( C . 49, a . 1 , 2 y 3 ) : q u e los q u e e s t a b a n en el p u r g a t o r i o f u e -
pero e r a s a t i s f a c t o r i a e n e lg e n e r o , c u y a sen librados por Cristo de la esclusion de
virtud era p r e c i s o q u e f u e s e a p l i c a d a á la gloria, más no del reato de la pena del
cada iudividuo p o r a l g o p e r t e n e c i e n t e es- purgatorio, que pertenece al defecto pro-
pecialmente a lm i s m o . P o r lo t a n t o n o e s p i o , c o m o por e lcontrario los santos p a -
menester que por l a b a j a d a de Cristo á dres fueron libertados antes de l a venida
los i n f i e r n o s , f u e r a n l i b e r t a d o s t o d o s d e l de Cristo d e los propios defectos, m a s
purgatorio. n o d e l d e f e c t o c o m ú n s e g ú n -se h a d i c h o
A l 3.° q u e l o s d e f e c t o s d e q u e C r i s t o ( C . 4 9 , a . 5 a l 1.°)

CUESTIÓN LILI.
Resurrección de Cristo.

Trataremos de las cosas pertenecientes á la exaltación de Cristo; y l." de.su misma resurrección
2." de su ascensión; 3.° de su posición á la diestra del Padre; y 4.° de su potestad judicial.
Sobre lo primero examinaremos cuatro puntos : 1.° sobre la resurrección misma de Cristo; 2.° so-
bre la cualidad del que resucita; 3.° sobre la manifestación de la resurrección ; y 4.° sobre la cau-
salidad.
Con respecto al 1.° examinaremos: i.° De la necesidad de su resurrección, 2.° Del tiempo. 3.° Del
orden. 4.° De la causa.

ARTICULO I . — F u e necesario que u n i d o ál adivinidad y en este c o n c e p t o


Cristo r e s u c i t a s e ? (1) n o p u d o elevarse á a l g o m á s a l t o . L u e g o
no l ecompetía resucitar.
1." P a r e c e q u e n o f u e n e c e s a r i o q u e 3.° L a s c o s a s , q u e h a n s i d o e j e c u t a d a s
Cristo r e s u c i t a s e ;p o r q u e d i c e S a n J u a n acerca d e l a humanidad d e Cristo, s e
D a m a s c e n o ( O r h . f d . 1. 4 , c . u l t . ) : « l a ordenan á nuestra salvación. Pero bas-
» resurrección consiste e nq u e e l animal t a b a p a r a nuestra s a l v a c i ó n l apasión d e
» que estaba disuelto ym u e r t o se v u e l v e Cristo , por l a que h e m o s . sido librados
» á. l e v a n t a r » . P e r o C r i s t o n o m u r i ó p o r de l apena y d el a culpa, como consta
el p e c a d o , n i s u c u e r p o s e d i s o l v i ó , c o m o d e l o d i c h o ( C . 5 9 , a . 1 y 3). L u e g o n o
c o n s t a d e l o d i c h o ( C . 5 1 , a . 3). L u e g o fue necesario que Cristo resucitase d e
no le c o n v i n o p r o p i a m e n t e r e s u c i t a r . entre los muertos (2).
2.° T o d o e l q u e r e s u c i t a , e s e l e v a d o P o r e l c o n t r a r i o ; dícese ( L u c . ult.
á algo m á s a l t o , p u e s t o q u e resucitar e s 2 6 ) : era preciso que Cristo padeciese y
moverse hacia arriba. P e r o e l cuerpo de resucitase de entre los muertos.
Cristo p e r m a n e c i ó d e s p u é s d e m u e r t o C o n c l u s i ó n . La resurrección de Jesu-

(1) Aquí la palabra necesario no debe entenderse en sentido conveniente, sino necesaria.
absoluto ó simpliciler, sino, secundum quid ; esto es, supuesta (21 Por eso decía Jesucristo : Es necesario se cumplau (odas
'a predicción y ordenación divina y los méritos de Cristo. De las cosas que de mi están escritas en la ley de Moisés, en losprofetas
aquí puede decirse, que dicha resurrección era no tan solo y en los salmos.
582 1
CUESTIÓN LÍH.— ARTfCTJLO 1 Y I I .

cristo de entre los muertos fue necesaria. del Padre, así también nosotros andemos
Responderemos, que fue necesario que en novedad de vida; y más adelante : ha-
Cristo resucitase por cinco razones. 1. a
biendo resucitado Cristo de entre los
Para recomendación de la justicia divina, muertos, ya no muere : así también vo-
á la que pertenece exaltar á los que se sotros consideraos, que estáis de cierto
humillan por causa de Dios según aquello muertos al pecado, pero vivos para Dios.
( L u c . 1 , 52) : destronó á los poderosos 5. Para complemento de nuestra salva-
a

y ensalzó á los humildes. L u e g o , puesto ción porque, como se humilló por su


que Cristo se humilló á causa del amor muerte y sufrió tantos males para li-
y obediencia á Dios hasta la muerte de brarnos de ellos, asimismo fue glorificado
cruz, era preciso que fuera ensalzado por en su resurrección, para dirigirnos al
Dios hasta la resurrección gloriosa ; por bien según aquello ( P o m . 4 , 25): fue
lo cual se dice de su persona (Ps. 138, 1): entregado por nuestros pecados y resucitó
tu conociste, esto e s , aprobaste, mi sen- para nuestra justificación (1).
tarme, esto e s , la humildad y la pasión, A l argumento 1.° diremos, que aunque
y mi resurrección, esto e s , la glorifica- Cristo no cayó por el pecado, sin embar-
ción en la resurrección, como esplica la g o cayó por la muerte; porque así como
Glosa (interl.) 2. Para la instrucción de
a
el pecado es la caída de la justicia, así
nuestra f e , puesto que por su resurrec- la muerte lo es de la vida ; por esta razón
ción fue confirmada nuestra fe acerca de puede entenderse de la persona de Cristo
la divinidad de Cristo, pues como se dice lo que se dice ( M i c h . 7 ) , no te huelgues,
( i l Cor. ult. 4) : aunque fue crucificado enemiga mia, sobre mí, porque caí: me
por debilidad; mas vive por el poder de levantaré. D e la misma mauera también,
Dios. Y por eso se dice (i Cor. 15, 14): aunque el cuerpo de Cristo no fue di-
si Cristo no resucitó, luego vana es nues- suelto por la corrupción, sin embargo la
tra predicación y también es vana'vues- misma separación del alma del cuerpo
tra fe; y ( P s . 29, 10) : ¿qué prove- fue cierta disolución.
cho hay en mi sangre, esto e s , en la A l 2.°, que después de la muerte, la
efusión de mi sangre, si desciendo, como divinidad estaba unida á la carne de Cris-
por ciertos grados de males á la corrup- to con una unión personal, pero no con
ción? ; como si dijera : ninguno; « por- la unión de naturaleza, según que el alma
» que si no resucito inmediatamente y mi se une al cuerpo como forma para consti-
» cuerpo fuere corrompido á nadie predi- tuir la naturaleza humana. P o r lo tanto,
» caré ni ganaré ninguna alma » , como por lo mismo que su cuerpo se unió al
lo esplica la Glosa (interl.,et ord. A u g . ) . alma, fue promovido á un estado más alto
3. Para escitar nuestra esperanza, por-
a
de la naturaleza, pero no á un estado más
que al ver resucitar á Cristo, que es alto de la persona.
nuestra cabeza, esperamos que también ' A l 3.°, que la pasión de Cristo obró
resucitaremos nosotros. A s í es que se nuestra salvación propiamente hablando,
dice ( i Cor. 15, 12) : si se predica que en cuanto á la remoción de los males;
Cristo resucitó de entre los muertos, mientras que su resurrección en cuanto al
¿ cómo dicen algunos, entre vosotros, principio y modelo de los bienes.
que no hay resurrección de muertos? y
(Job. 19, 2 5 ) : sé, es decir, por la cer- ARTÍCULO I I . -r— F u e c o n v e n i e n t e que
teza de la f e , que mi Redentor, esto e s , Cristo r e s u c i t a s e al t e r c e r día?
CristOj vivió resucitando de entre los
muertos, y por lo tanto que en el último l.° Parece que no fue conveniente que
dia he de resucitar de la tierra : y de Cristo resucitara al tercero dia; porque
nuevo he de ser rodeado de mi piel. 4. a
los miembros deben estar en armonía con
P a r a información de la' vida de los fieles la cabeza. P e r o nosotros que somos los
según aquello (Kom. 6 , 4 ) : como Cristo miembros de Cristo no resucitamos de la
resucitó de muerte á vida por la gloria muerte al tercer dia, sino que nuestra

(1) Dicho se está, que estos testimonios, tomados de la Sa- vencerlos de los principios de la razón natural. A este créelo
grada Escritura, soio pueden probar la verdad contra los h e - v . las Disertaciones de la Luzerne : Trayssinous Dcfcm^
rejes ; pues con relación á los incrédulos debe usarse paracon- cristianismo, y Luvoisin Demostración evangélica.
CUESTIÓN LUÍ. — ARTÍCULOS IÍ. 583

r e s u r r e c c i ó n s e d e m o r a h a s t a e lfind e lm e n t e d e s p u é s d e m u e r t o , p o d í a p a r e c e r
mundo. L u e g o parece que Cristo, q u e es que su muerte no fue su verdadera y por
nuestra c a b e z a , n o d e b i ó resucitar al ter- consiguiente tampoco su resurrección. M a s
cero d i a , sino q u e s u r e s u r r e c c i ó n d e b i ó para manifestar la verdad de la muerte
d i f e r i r s e h a s t a e l fin d e l m u n d o . de Cristo bastaba que su resurrección se
2.° D i c e S a n P e d r o ( A c t . 2 , 24) q u e demorase h a s t a el tercero dia, p o r q u e n o
era i m p o s i b l e q u e C r i s t o f u e r a d e t e n i d o
1
sucede que un hombre que parece muer-
por el i n f i e r n o y l a m u e r t e . P e r o t o d o e l to, mientras que está vivo, no dé duran-
tiempo q u e u n o está m u e r t o está deteni- te este tiempo algunas señales de vida.
do p o r l a m u e r t e . L u e g o p a r e c e q u e l a A l resucitar e ltercero dia, nos reco-
resurrección de Cristo n o debió diferirse m i e n d a l a p e r f e c c i ó n d e l ternario, q u e e s
hasta el t e r c e r o d i a , sino resucitar i n m e - el n ú m e r o de t o d a s las c o s a s , s e g ú n q u e
diatamente en el m i s m o dia, sobre t o d o e n c i e r r a e l p r i n c i p i o , e l m e d i o y e l fin,
d i c i e n d o l a G l o s a y a c i t a d a ( a . 1), « q u e c o m o s e d i c e ( D e c e e l o . 1. 1 , t . 2). D e -
s> n i n g u n a u t i l i d a d h a b r í a e n l a e f u s i ó n muéstrase también según el misterio que
ji d e l a s a n g r e d e C r i s t o , s i n o r e s u c i t a b a Cristo, por una sola muerte corporal que
» i n m e d i a t a m e n t e ». fue luz á causa de la justicia, destruyó
3.° E l d i a p a r e c e c o m e n z a r a l ' s a l i r e l las dos m u e r t e s nuestras, esto es, la del
sol, q u e c a u s a p o r s u p r e s e n c i a e l d i a . cuerpo y la del alma, que son tenebrosas
P e r o C r i s t o r e s u c i t ó antes d e l a s a l i d a á causa del pecado ;y por eso permane-
d e l s o l ; p o r q u e s e d i c e ( J o a n . 20, 1), ció m u e r t o u n dia entero y dos noches,
q u e el primer dia de la semana vino Ma- c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 4,
ría Magdalena de mañana al sepulcro, c . 6 ) . P o r e s t o t a m b i é n s e s i g n i f i c a q u e
cuando aún era oscuro; y s i n e m b a r g o p o r l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o c o m e n z a b a
Cristo y a h a b í a r e s u c i t a d o , p u e s t o q u e u n a t e r c e r a é p o c a ;p u e s l a p r i m e r a fue
s i g u e : y vio quitada la losa del sepulcro. a n t e s d e l a l e y , l a s e g u n d a b a j o l a l e y , y
L u e g o no resucitó Cristo al tercero dia. la tercera bajo la gracia. T a m b i é n c o -
P o r e l c o n t r a r i o ; d í c e s e ( M a t t b . 20, m e n z ó e n l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o e l
1 9 ) : le entregarán á los gentiles para t e r c e r e s t a d o d e l o s s a n t o s , p o r q u e e l
que le escarnezcan y azoten y crucifi- p r i m e r o f u e b a j o l a s figuras d e l a l e y , e l
quen; mas al tercero dia resucitará ( 1 ) . s e g u n d o b a j o l a v e r d a d d e l a f e y e l t e r -
C o n c l u s i ó n . A fin de que nuestra fe c e r o s e r á e n l a e t e r n i d a d d e l a g l o r i a ,
en la divinidad de Cristo fuese confirma- q u e C r i s t o i n c o h ó r e s u c i t a n d o .
da, convino resucitase prontamente, y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c a -
que tal resurrección no se dilatase hasta b e z a y l o s m i e m b r o s s o n c o n f o r m e s e h l a
elfindel mundo. n a t u r a l e z a , m a s n o e n la v i r t u d ;p u e s es
R e s p o n d e r e m o s , q u e c o m o se h a di- m á s escelente la v i r t u d d e la c a b e z a q u e
cho (a. 1 ) la r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o f u e la d e los m i e m b r o s . P o r lo t a n t o , p a r a
necesaria p a r a instrucción d e n u e s t r a fe. demostrar la escelencia de la virtud de
Pero nuestra fe es a c e r c a de la divinidad C r i s t o , fue conveniente q u e el m i s m o re-
y humanidad de Cristo, pues no basta sucitara al tercero dia, difiriéndose la re-
c r e e r l o u n o s i n l o o t r o , c o m o c o n s t a d e s u r r e c c i ó n d e l o s d e m á s h a s t a e l fin d e l
l o d i c h o (2. -2. C . 2 , a . 7 y 8). y por m u n d o .
tt 18

esto para que se confirmara la fe sobre A l 2.°, q u e l a d e t e n c i ó n i m p o r t a c i e r t a


la verdad de la divinidad del mismo, fue c o a c c i ó n . P e r o C r i s t o n o e s t a b a s u j e t o
preciso que resucitara pronto y su resur- p o r n i n g u n a n e c e s i d a d d e m u e r t e , a n t e s
rección no se demorase hasta el fin del b i e n , era libre entre los muertos. P o r l o '
mundo. P e r o p a r a q u e s e c o n f i r m a r a l a t a n t o p e r m a n e c i ó m u e r t o a l g ú n t i e m p o ,
fe s o b r e l a v e r d a d d e l a h u m a n i d a d y s u n o c o m o s i e n d o f o r z a d o á e l l o , s i n o p o r
muerte, fue preciso que hubiera uu inter- su propia voluntad ;y estuvo tanto tiem-
regno entre la m u e r t e y la resurrección; p o c o m o c r e y ó necesario p a r a la instruc-
p o r q u e si h u b i e r a r e s u c i t a d o i n m e d i a t a - c i ó n d e n u e s t r a f e . M a s s e d i c e q u e u n a

(1) A esto so refiere lo que dice San Mateo (c. 12) de la Apóstol fl Cor. 15) declara, que Cristo resucitó al tercero dia
figura de Jonás, y lo que se l e e en Oseas (c. 6) : Nos vivificará según las Escrituras.
ianm de dos dios, y nos resucítate en el dia tercero, etc. El
584 CUESTIÓN LUI.—ARTÍCULOS II Y Ш.

cosa es hecha inm ediatam ente, cuando que estaba al punto de aparecer sobre el
tiene lugar después de u n corto espacio horizonte.
de tiem po.
A l 3.°, q u e c o m o se h a dicho (C. 51, A R T Í C U L O I I I . — c r i s t o f u e e i prime­
a. 4), Cristo resucitó á la m añana, c u a n - ro que resucitó?
do el día com enzaba y a y se retiraban
las tinieblas, para significar que por su l.° Parece que Cristo no fue el pri­
resurrección nos conducía á la luz de la mero que resucitó, porque se lee en el
g l o r i a (1); c om o m u r i ó a l d e c l i n a r e l antiguo Testamento haber sido resucita­
dia en dirección á l a noche para hacernos do algunos por E lias y E liseo, según
ver que por su m uerte destruía las tinie- aquello (Hebr. 11, 35) : las mujeres re­
blas de l a culpa y de l a pena. S i n e m - cobraron sus muertos por resurrección;
b a r g o se dice que resucitó a l tercero d i a , de la misma manera también Cristo an­
tomando el dia por un dia n a t u r a l , que tes de su pasión resucitó á tres muertos.
c o m p r e n d e v e i n t i c u a t r o h o r a s ; y c om o Luego Cristo no fue el primero de los
d i c e S a n A g u s t í n ( D e T r i n i t . 1. 4, c . 6), que resucitaron.
l a noche hasta l a m a ñ a n a , en que fue 2.° E ntre otrosf milagros que aconte­
anunciada la resurrección, pertenece al cieron en la pasión de Cristo se cuenta
tercer d i a , puesto que D i o s , que dijo que (Matth. 27, 52) el de que se abrieron los
l a l u z saliera de las tinieblas p a r a que sepulcros y muchos cuerpos de Santos
por la gracia del nuevo Testam ento y la que habían muerto resucitaron. Luego
participación de l a resurrección de C r i s t o Cristo no fue el primero de los que resu­
o y é s e m o s : alguna vez fuisteis tinieblas, citaron.
mas ahora luz en el Señor, n o s i n - 3.° Así como Cristo por su resurrec­
sinúa en cierto m odo que el dia co- ción es causa de la nuestra, así también
mienza por la noche ; porque así « com o por su gracia es causa de nuestra gracia
y> s e c u e n t a n l o s p r i m e r o s d í a s p a s a n d o según aquello (Joan. 1, 16): de su pleni­
» de l a l u z á l a noche á causa de l a f u - tud recibimos nosotros todos. Pero hay
» tura caida del h o m b r e , de la m i sm a quienes tuvieron la gracia antes de la ve­
» m a n e r a se c u e n t a n e s t o s , p a s a n d o de nida de Cristo, como son todos los padres
» las tinieblas á l a luz á causa de su se- del antiguo Testamento. Luego también
» p a r a c i o n í>. A s í e s e v i d e n t e q u e a u n q u e algunos llegaron á la resurrección corpo­
resucitase á m edia n o c h e , puede decirse ral antes que Cristo.
que resucitó al tercero d i a , entendiéndolo Por el contrario, dícese ( i Cor. 15,
del dia natural. P e r o ahora, puesto que 20) : Cristo resucitó de entre los muer­
resucitó á l a a u r o r a , puede decirse que tos, primicias de los que duermen ( 2 ) ;
resucitó al tercer d i a , entendiendo por porque, como dice la Glosa (interl.), re­
e s t o e l d i a a r t i f i c i a l q u e e s p r o d u c i d o p o r • sucitó el primero bajo el punto de vista
l a presencia del sol puesto que entonces del tiempo y de la dignidad.
el sol com enzaba á brillar. P o r esta razón Conclusión. Cristo fue el primero de
s e d i c e ( M a r c . u l t . 2 ) , q u e llegaron las los que resucitaron si se habla de la per­
mujeres al sepulcro salido ya el sol, l o fecta resurrección.
c u a l n o es c o n t r a r i o á l o q u e d i c e S a n Responderemos, que la resurrección
J u a n : siendo aún de noche, c o m o d i c e es una separación de la muerte á la vida.
S a n A g u s t í n ( D e consensu Evangelist. Pero alguno es arrebatado á la muerte
1. 3 , c . 2 4 ) , « p u e s t o q u e a l c o m e n z a r e l de dos modos : 1.° solamente de la muer­
'» d i a los restos d e l a s t i n i e b l a s se a m i n o - te en acto, esto es, que alguno comience
» r a n m á s cuanto m á s entra l a l u z ». E n á vivir de cualquier modo después de
c u a n t o á l o q u e d i c e S a n M a r c o s : salido haber estado muerto ; 2.° que se libre al­
ya el sol, n o d e b e e n t e n d e r s e c o m o s i s e guno no solamente de la muerte, sino
le hubiera visto y a sobre l a t i e r r a , sino también de la necesidad, y lo que es más,

(1) Como dice la Iglesia en el dia de la Resurrección : (2) Se dice ademas por el Apóstol (Coloss. 1 , 1 8 ) : Yilmlstm
Aurora lucís rutilai..i es la cabeza del cuerpo de la Iglesia, que es el principio, primogé'
Сит rcx Ule forlissimus, nito de los muertos; de manera que él tiene el primado en todas las
Victor surgit de funere. cosas.
CUESTIÓN LUÍ. — ARTÍCULO IÍI.

de l a p o s i b i l i d a d d e m o r i r . Y e s t a e s l a » puesto que resucitaron tantos otros án-


verdadera y perfecta resurrección, p u e s t o » tes que él? Si se contesta q u e esto se
que t o d o el t i e m p o q u e u n o v i v e s u j e t o á » h a d i c h o p o r a n t i c i p a c i ó n , per antici-
la n e c e s i d a d d e m o r i r , l e d o m i n a e n c i e r - y> pationem ( 1 ) , q u e s e a b r i e r o n l o s s e -
ta m a n e r a l a m u e r t e s e g ú n a q u e l l o ( R o m . » pulcros a lterremoto que sucedió es-
8 , 10): el cuerpo verdaderamente está » t a n d o a ú n C r i s t o p e n d i e n t e e n l a c r u z ,
muerto por el pecado. T o d o l o q u e e s p o - » p e r o q u e l o s c u e r p o s d e l o s j u s t o s n o
s i b l e q u e sea, s e d i c e ser secundum quid, » r e s u c i t a r o n e n t o n c e s , s i n o s o l a m e n t e
e s t o e s , e n p o t e n c i a ó potentialiter. Y » después que é lresucitó, queda aún
así e s e v i d e n t e q u e a q u e l l a r e s u r r e c c i ó n , » u n a d i f i c u l t a d ; p o r q u e s i e s t o e s a s í ,
por l a q u e u n o s e l i b r a s o l a m e n t e d e l a » ¿ c ó m o S a n P e d r o p r o b ó á l o s j u d í o s
m u e r t e a c t u a l e s l a r e s u r r e c c i ó n i m p e r - í> q u e n o h a b í a s i d o d e D a v i d s i n o d e
f e c t a . L u e g o , hablando de la resurrec- 3> C r i s t o d e q u i e n s e h a b í a d i c h o q u e s u
reccion perfecta, Cristo es el primero de D c u e r p o n o v e n d r í a á c o r r u p c i ó n , a l r e -
los que resucitan, p u e s t o q u e é l m i s m o a l j> c o r d a r l e s q u e l a t u m b a d e D a v i d s e v e í a
resucitar l l e g ó p r i m e r o á l a v i d a a b s o l u - » a ú n e n t r e e l l o s ? N o les h u b i e r a c o n -
tamente i n m o r t a l s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 6, » v e n c i d o p o r e s o si e l c u e r p o d e D a v i d
9 ) : Cristo resucitado de entre los muer- » n o h u b i e s e e s t a d o y a e n e l l a ; p o r q u e
tos ya no muere. P e r o b a y o t r o s q u e r e - » a u n q u e h u b i e r a r e s u c i t a d o p o c o s d í a s
sucitaron a n t e s q u e C r i s t o p o r u n a r e s u r - » d e s p u é s d e s u m u e r t e y s u c a r n e n o se
r e c c i ó n i m p e r f e c t a p a r a d e m o s t r a r a n t i c i - 3> h u b i e r a c o r r o m p i d o , p o d r í a n o o b s t a n -
padamente c o m o en cierto signo la resur- » te permanecer aquella t u m b a . P o r otra
rección d e l m i s m o . » parte p a r e c e duro q u e D a v i d no se h a -
Por lo dicho es notoria la contestación » l i a r a e na q u e l l a resurrección d e los
al a r g u m e n t o 1.°, p u e s t o q u e l o s q u e r e - B j u s t o s s i r e c i b i e r o n u n a v i d a q u e n o d e -
sucitaron e n el a n t i g u o T e s t a m e n t o y los » bía concluir, siendo así que descendía
que f u e r o n r e s u c i t a d o s p o r C r i s t o v o l v i e - » d e s u r a z a . P o r o t r a p a r t e p e l i g r a r í a
ron á l a v i d a p a r a m o r i r d e n u e v o . » lo que dice el A p ó s t o l á los hebreos
A l 2 . ° q u e d e l o s q u e r e s u c i t a r o n c o n » s o b r e l o s j u s t o s a n t i g u o s : ne sine con-
Cristo, h a y d o s o p i n i o n e s : u n o s a f i r m a n » summarentur, s i y a e s t u v i e s e n c o n s t i -
que v o l v i e r o n á l a v i d a , c o m o p a r a n o » t u i d o s e n a q u e l l a i n c o r r u p c i ó n d e l a
morir n u e v a m e n t e , p u e s t o q u e l e s c a u s a r í a » r e s u r r e c c i ó n q u e s e n o s p r o m e t e á n o s -
mayor t o r m e n t o si v o l v i e s e n á m o r i r , q u e »otros con e lperfeccionamiento en e l
si n o h u b i e s e n r e s u c i t a d o . Y s e g ú n e s t o » fin » . A s i , p u e s , p a r e c e q u e o p i n a S a n
deberá e n t e n d e r s e , c o m o d i c e S a n J e - A g u s t í n q u e r e s u c i t a r o n p a r a m o r i r s e -
rónimo (S u p e r . M a t t h . s u p . i l l u d , c, 2 7 g u n d a v e z , á l o c u a l p a r e c e q u e t a m b i é n
y muchos cuerpos de Santos): q u e « n o s e u n e e l p e n s a m i e n t o d e S a n J e r ó n i m o ,
»resucitaron antes d e q u e resucitara el q u e dice ( S u p . M a t t h . ibid.) q u e así
» Señor ». P o r esta r a z ó n dice el E v a n - c o m o L á z a r o r e s u c i t ó , del m i s m o m o d o
gelista q u e « s a l i e n d o d e s u s t u m b a s d e s - r e s u c i t a r o n m u c h o s c u e r p o s d e S a n t o s
»pues de su resurrección vinieron á la p a r a d e m o s t r a r q u e el S e ñ o r resucitaba.
J> c i u d a d s a n t a y s e a p a r e c i e r o n á m u - A u n q u e e s t o q u e d a e n d u d a e n e l s e r m ó n
» chos ». P e r o S a n A g u s t í n (in E p i s t . a d s o b r e l a A s u n c i ó n , sin e m b a r g o l a s r a -
E y o d i u m , 9 9 ) a l h a c e r m e n c i ó n ele e s t a z o n e s d e S a n A g u s t í n p a r e c e n m u c h o
opinión, d i c e : « s é q u e h a y q u i e n e s c r e e n m á s e f i c a c e s .
J>que á l a m u e r t e d e J e s u c r i s t o m u c h o s A l 3.° q u e así c o m o las cosas q u e p r e -
* justos r e s u c i t a r o n d e l a m i s m a m a n e r a c e d i e r o n al a d v e n i m i e n t o d e C r i s t o f u e -
* q u e e s p e r a m o s n o s o t r o s r e s u c i t a r a l fin r o n p r e p a r a t o r i a s p a r a C r i s t o , a s í l a g r a -
» del m u n d o ; l o s c u a l e s , a l m e n o s q u e n o c i a e s u n a d i s p o s i c i ó n p a r a l a g l o r i a . P o r
J" se d e s p r e n d a n d e n u e v o d e l o s m i s m o s l o t a n t o l a s c o s a s q u e p e r t e n e c e n á l a
» cuerpos q u e a c a b a b a n d e v o l v e r á t o - g l o r i a , y a e n c u a n t o al a l m a , c o m o l a
1 m a r
> ¿ c ó m o c o m p r e n d e r q u e Cristo es perfecta fruición de D i o s , y a en c u a n t o
» el p r i m e r n a c i d o d e e n t r e l o s m u e r t o s , a l c u e r p o c o m o l a r e s u r r e c c i ó n g l o r i o s a
(1} El mismo Santo Tomás dice que lo que espresa San debe entenderse no en el sentido de que resucitaron entonces
ateo sobre la resurrección de los muertos por anticipación, sino es después que Cristo resucitó (lee. 3 , c. 15 epist* ad Cor.)
CUESTIÓN Un. — ARTÍCULOS IÍI Y IV.

debieron existir primero en Cristo c o m o r e c e q u e C r i s t o r e s u c i t ó p o r s u propia


en e lautor de l agloria, mientras que \yirtud.
convenía que la gracia existiese anterior­ Conclusion. Cristo fue causa de su
m e n t e en las cosas q u e se o r d e n a b a n á resurrección en virtud de su divinidad;
Cristo. pero según la humanidad fue resucitado
por Dios y no por virtud propia.
Responderemos, q u e c o m o s e h a d i c h o
ARTÍCULO I V . — F u e c r i s t o i a c a u s a d o
( C . 5 0 , a . 2 y 3) p o r l a m u e r t e n o s e se­
su resurrección?
p a r ó l a d i v i n i d a d n i d e l a l m a d e Cristo
ni d e s u c a r n e . P u e d e p u e s c o n s i d e r a r s e
l.° Parece que Cristo no fue la causa e n d o s s e n t i d o s t a n t o e l a l m a d e Cristo
d e s u r e s u r r e c c i ó n ; p o r q u e el q u e es r e ­ m u e r t o c o m o s u c a r n e : 1.° p o r r a z ó n de
sucitado por otro no es causa de su re­ l a d i v i n i d a d ; 2.° p o r r a z ó n d e l a m i s m a
surrección. P e r o Cristo fue resucitado n a t u r a l e z a c r e a d a . Según la virtud de la
p o r o t r o s e g ú n a q u e l l o ( A c t . 2 , 24): al divinidad unida el cuerpo volvió á tomar
cual Dios ha resucitado sueltos los dolores el alma que había dejado y esta el cuerpo
de la muerte ; ( P o m . 8, 11) : el que re­ que había abandonado y así Cristo, resu­
sucitó á Jesucristo de entre los muertos, citó por su propia virtud. E s t o e s l o que
vivificará también vuestros cuerpos mor­ s e d i c e d e C r i s t o ( n C o r . u l t . 4) que
tales, e t c . , L u e g o C r i s t o n o e s c a u s a d e aunque fue crucificado por enfermedad
su resurrección. nuestra, mas vive por el poder de Dios.
2.° N o s e d i c e q u e m e r e c e é l q u e p i d e Pero si consideramos el cuerpo y alma de
& otro a l g o , de lo cual el m i s m o es causa. Cristo muerto según la virtud de la na­
P e r o Cristo mereció por su pasión la re­ turaleza creada, en este caso no pudieron
surrección, como dice S a n Agustín (sup. reunirse ambos, sino que fue preciso tpie
J o a n , t r a c t . 104), q u e «: l a h u m i l d a d d e Cristo fuese resucitado por Dios.
» l a pasión es el m é r i t o de la gloria de la A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a vir­
» resurrección » ; é lpidió t a m b i é n á su t u d y o p e r a c i ó n d i v i n a d e l P a d r e y del
P a d r e q u e le resucitase, s e g ú n aquello H i j o e s l a m i s m a (2) ; p o r c o n s i g u i e n t e
( P s . 4 0 , 11) : más tu, Señor, ten mise­ s i g ú e s e q u e C r i s t o h a s i d o resucitado
ricordia de mi y resucítame. L u e g o n o p o r l a v i r t u d d i v i n a d e l P a d r e y d e sí
fue causa de su resurrección. mismo.
3.° C o m o p r u e b a S a n J u a n D a m a s ­ A l 2.° q u e C r i s t o , o r a n d o , p i d i ó y me­
c e n o ( O r t h . fid. 1. 4 , c . u l t . ) , l a r e s u r r e c ­ r e c i ó s u r e s u r r e c c i ó n , e n c u a n t o hombre
ción n o es del a l m a sino del c u e r p o , el pero no en cuanto Dios.
cual sucumbe por l a muerte. Pero e l A l 3.° q u e e l c u e r p o s e g ú n l a n a t u r a ­
c u e r p o n o p u e d e unir á sí al a l m a q u e es l e z a c r e a d a n o e s m á s p o t e n t e q u e e l alma
m á s n o b l e q u e él. L u e g o lo q u e resucitó d e C r i s t o , e s s i n e m b a r g o m á s potente
en Cristo n o p u d o ser causa de su re­ q u e e l l a s e g ú n l a v i r t u d d i v i n a , l a c u a l es
surrección. t a m b i é n s e g ú n l a d i v i n i d a d u n i d a más
Por e l c o n t r a r i o , d i c e e l S e ñ o r ( J o a n . p o t e n t e q u e e l c u e r p o s e g ú n l a natura­
10, 18) :' nadie me quita mi alma, mas l e z a c r e a d a . P o r l o t a n t o s e g ú n l a virtud
yo la pongo por mí mismo y la vuelvo á d i v i n a s e v o l v i e r o n á t o m a r recíproca­
tomar (1). P e r o r e s u c i t a r n o e s o t r a c o s a m e n t e e l c u e r p o y e l a l m a , p e r o n o se­
q u e t o m a r el a l m a de n u e v o . L u e g o p a ­ g ú n la v i r t u d d e la n a t u r a l e z a creada.
fl) E chando Jesucristo del templo á los vendedores y cam­ del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los imicitosn
bistas que lo profanaban, y preguntando estos con qué poder acordaron sus discípulos que por esto lo decía, y creyeron tn la r>
hacía estas c o s a s , el Señor les respondió y dijo : destruid este critura y en la palabra que Jesús dijo. I San Juan 3 , 18 al 22J.
templo y en tres días lo levantaré. Los judíos le dijeron • ¿En 46­ años (2) S e g ú n las palabras de la E scritura : Todas las cosos №
fue hecho este templo, y tú lo levantarás en tres diast Mas él hablaba hace el Padre, de igual manera las ejecuta el Hijo.
C U E S T I Ó N LTV.

Cualidad de Cristo resucitado.

Sobre este tema estudiaremos: 1.° Cristo después de su resurrección tuvo un cuerpo verdadero? —
2," Resucitó con la integridad del cuerpo?—3." Su cuerpo fue glorioso? — 4.° De las cicatrices que
aparecían en su cuerpo.

ARTÍCULO I . — cristo después de s u nido cuerpo verdadero, sino fantástico;


resurrección tuvo u n cuerpo verdadero? (1) p a r a disipar lo c u a l el m i s m o a ñ a d e d e s -
p u é s : palpad y ved; que el espíritu no
1.° P a r e c e q u e C r i s t o d e s p u é s d e s u tiene carne ni huesos, como veis que yo
resurrección n o t u v o c u e r p o v e r d a d e r o ; tengo. L u e g o n o t u v o u n c u e r p o f a n t á s -
porque u n v e r d a d e r o c u e r p o n o p u e d e tico, sino verdadero.
existir s i m u l t á n e a m e n t e c o n o t r o c u e r p o Conclusión. El cuerpo de Cristo des-
en e l m i s m o l u g a r . P e r o e l c u e r p o d e pués de la resurrección fue cuerpo verda-
Cristo d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n e s t u v o dero y de la misma naturaleza que antes
simultáneamente con otro cuerpo en u n había sido.
mismo l u g a r , p o r q u e entró d o n d e se h a - Responderemos, q u e c o m o e s p r e s a e l
llaban sus d i s c í p u l o s e s t a n d o las p u e r t a s D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 4 , c . u l t . ) , s e
c e r r a d a s , c o m o s e d i c e ( J o a n . 20). L u e g o dice «q u e s el e v a n t a ó resucita l o q u e
parece q u e C r i s t o d e s p u é s d e la r e s u r r e c - » c a y ó i>. P e r o e l c u e r p o d e C r i s t o c a y ó
ción n o t u v o u n c u e r p o v e r d a d e r o . por la muerte, esto es, en cuanto fue se-
2.° E l v e r d a d e r o c u e r p o n o d e s a p a r e c e p a r a d a d e él el a l m a , q u e era su p e r f e c -
de l a p r e s e n c i a d e l o s q u e l e v e n á n o ción formal. D e consiguiente convino para
ser q u e s e c o r r o m p a . P e r o e l c u e r p o d e que la resurrección de Cristo fuese verda-
Cristo d e s a p a r e c i ó d e l a v i s t a d e sus d i s - dera, que el m i s m o cuerpo de Cristo s e
cípulos q u e l e m i r a b a n , c o m o s e d i c e uniese de .nuevo á l a misma alma. Y
(Luc. ult.). L u e g o p a r e c e q u e Cristo puesto que la verdad de la naturaleza del
d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n n o t u v o vei-- cuerpo proviene de la forma, sigúese que
dadero cuerpo. el cuerpo de Cristo después de la resur-
3.° T o d o c u e r p o v e r d a d e r o t i e n e u n a rección fue un cuerpo verdadero y de la
figura determinada. Pero e lcuerpo d e misma naturaleza que había sido antes.
Cristo se a p a r e c i ó á sus d i s c í p u l o s b a j o Si su cuerpo hubiese sido fantástico, su
otra f o r m a , c o m o s e v e ( M a t t h . u l t . ) . resurrección no hubiera sido verdadera
Luego parece que Cristo después d e s u sino aparente.
resurrección n o t u v o v e r d a d e r o c u e r p o A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e e l c u e r p o
humano. de Cristo, después d es u resurrección,
Por él c o n t r a r i o , , d í c e s e ( L u c . u l t . 3 7 ) entró donde estaban sus discípulos cerra-
que al a p a r e c e r s e C r i s t o á s u s d i s c í p u l o s d a s l a s p u e r t a s (2), n o p o r m i l a g r o , s i n o
turbados y espantados pensaban que veían* por s ucondición gloriosa, como dicen
algún espíritu, c o m o s i n o h u b i e r a t e - algunos, existiendo simultáneamente con

U) La doctrina, contenida en este artículo es contraria al (2) Pues dice la Escritura : que estando cerradas las puertai
error de los apelitas y pasionitns, qne negarcji la verdadera de la habitación en que se encontraban reunidos los discípulos, s$
earae de Jesucristo cuando resucitó. présenlo Jesús, etc.
588 CUESTIÓN LlV.—ARTÍCULOS I Y II.

otro cuerpo en el mismo lugar. Pero más son gloriosos no sean vistos, como fue da-
adelante (in supplem. C. 8 3 , a. 4), donde do milagrosamente á San Bartolomé el ser
se tratará de la resurrección en general, visto si quería, y no serlo si no quería (1).
se discutirá, si un cuerpo glorioso puede D í c e s e pues que Cristo desapareció de
tener por alguna propiedad que le es in- la vista de sus discípulos, no porque fue-
nata, la virtud de existir simultánea- ra corrompido ó resuelto en algunas cosas
mente con otro cuerpo en el mismo lugar. invisibles, sino porque por su voluntad
Mas ahora, respecto á nuesto propósito, dej ó de ser visto por ellos, ya estando él
basta decir que aquel cuerpo, no por su presente ya alejándose rápidamente por
naturaleza sino más bien por la virtud de la dote de agilidad.
la divinidad que le está unida, aunque A l 3.° que como dice San Severiano
fuese verdadero, entró cerradas las puer- en un discurso pascual (id habet Pet.
tas donde estaban sus discípulos. Por lo Chrysol. in serm. 82, ad fin.), «nadie
cual dice. San Agustín en un discurso » crea que Cristo cambió con su resurrec-
pascual (colligitur e x serm. 159. de » cion la efigie de su rostro ». L o cual
Temp.) que algunos disputan a s í : « si debe entenderse en cuanto á la delinea-
era cuerpo, si se levantó del sepulcro, lo cion de los miembros, puesto que no ha-
» que estuvo pendiente de la cruz, ¿cómo bía nada desarreglado ni deforme en el
» pudo entrar por unas puertas cerradas?» cuerpo de Cristo concebido por el Espí-
Y contesta : « si comprendes la manera, ritu Santo que debiera ser corregido en
» no es un milagro ; donde falta la razón su resurrección. Sin embargo recibió en
» allí está la edificación de la f e » . Y la resurrección la gloria de la claridad:
(sup. Joan, tract. 121) dice : « las puer- por lo que añade el mismo autor : « pero
» tas cerradas no fueron un obstáculo á » se cambia su efigie cuando se hace de
» la mole del cuei-po en el que estaba la » mortal inmortal ; de modo que adqui-
» divinidad ; como que bien pudo entrar » riese la gloria del rostro, sin haber per-
» sin que las puertas estuviesen abiertas » dido la sustancia del semblante ». Sin
» el que al nacer, dejó intacta la virgi- embargo no se apareció á aquellos discí-
» nidad de su madre ». L o mismo dice pulos bajo una forma gloriosa ; sino que
San Gregorio (in quadam homil, de oc- así como estaba en su poder el que su
tava Pascha?, 26 in E v a n g ) . cuerpo fuera ó no visto,~así también lo
A l 2.° que como se ha dicho (C. 53, estaba el que á su presencia se formase en
a. 3) Cristo resucitó á la vida inmortal la vista de los que le miraban una forma
de la gloria. Mas la disposición del cuer- gloriosa ó no gloriosa ó una forma mista
po glorioso, es que sea espiritual, es de- ó cualquiera otra. P o r otra parte basta
cir, sometido al espíritu como dice el una pequeña diferencia para que alguno
Apóstol (i. Cor. 15). Pero para que un se vea aparecer en efigie ajena.
cuerpo esté del todo sometido al espíritu,
se requiere que toda la acción del cuerpo A R T Í C U L O I I . — E I c u e r p o d e cristorc-
esté sometida á la voluntad de espíritu: s u c i t ó i n t e g r o ? (2)
mas el que algo sea visto se verifica por
la acción del objeto visible sobre la vista 1.° Parece que el cuerpo de Cristo no
como dice el Filósofo ( D e an. 1. 2 , t. 73 resucitó íntegro ; porque pertenecen á la
y 74), por lo que, todo el que* tiene un integridad del cuerpo humano la carne y
cuerpo glorificado tiene en su potestad la sangre, las que no parece haber tenido
dejarse ver cuando quiere y no ser visto, Cristo; pues se dice ( i . Cor. 15, 50): /«
cuando no quiere. Y Cristo tuvo esto, no carne y la sangre no poseerán el reino de
solamente por la condición de su cuerpo Dios. Pero Cristo resucitó en la gloria
glorioso, sino también por virtud de la del reino de Dios (3). L u e g o parece que
divinidad, por la que puede hacerse mila- no tuvo ni carne ni sangre.
grosamente que aun los cuerpos que no 2.° L a sangre es uno de los cuatrohu-
{1J Así se lee en algunos rituales antiguos del tiempo en ser de la misma naturaleza, aunque ya entonces estaba filo ' "
11

que vivía el angélico Doctor. íicada._


(2) Es decir, completo en todas sus partes corporales é in- (3) O como si dijéramos, en aquel estado glorioso que en el
tegrantes, como son los huesos, la carne y la sangre; pues en reino de Dios han de obtener los santos que resucitan.
cuanto á estas cosas Jesucristo al resucitar no dejó por eso de
CUESTIÓN LIV. — ARTÍCULO II. 589

mores. S i pues Cristo tuvo sangre por nes de los discípulos que le palparon,
igual r a z ó n t u v o t a m b i é n l o s d e m á s b u - hizo en seguida sutil todo lo que pudo
mores, d e l o s c u a l e s r e s u l t a l a c o r r u p c i ó n palparse en él. S a n Gregorio desaprueba
en l o s c u e r p o s d e l o s a n i m a l e s . E n este e s t e p a r e c e r ( h o m . 26 i n E v a n g . ) , p u e s t o
caso s e g u i r í a s e q u e el c u e r p o d e Cristo que el cuerpo de Cristo después de l ar e -
fue i n c o r r u p t i b l e , lo cual es inconve- surrección no fue inmutado según aquello
niente. Luego Cristo no tuvo carne y ( R o m . 6, 9) : Cristo resucitado de los
sangre. muertos no muere ya, p o r l o q u e a q u e l
3.° E l c u e r p o d e C r i s t o , q u e r e s u c i t ó , obispo se retractó (1) á l a muerte de lo
subió a l c i e l o . P e r o e n a l g u n a s i g l e s i a s s e que h a b í a dicho. P o r q u e si no es c o n v e -
conserva a l g o de su sangre como reli- niente q u e Cristo en s u concepción haya
quias. L u e g o n o resucitó el cuerpo de recibido u n cuerpo de distinta naturaleza
Cristo en l a integridad de todas sus que l a n u e s t r a , por ejemplo, celeste como
partes. lo aseguró V a l e n t i n o , mucho m á s incon-
Por el contrario, dice el Señor ( L u c . veniente es q u e e n l a resurrección vol-
u l t 39), h a b l a n d o á s u s d i s c í p u l o s d e s p u é s viese á tomar u n cuerpo d e otra n a t u r a l e -
el espíritu no tiene
de l a r e s u r r e c c i ó n : za , puesto queen ella h a vuelto á tomar
carne y huesos, como veis que yo tengo. para l a vida inmortal el cuerpo que en su
Conclusion. Siendo perfecta la resur- concepción había tomado para su vida
rección de Cristo; su cuerpo fue absolu- mortal.
mente glorioso é íntegro cuando resucitó. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a c a r n e
Eesponderémos, q u e , c o m o s e h a d i - y l a sangre n o se t o m a n e n aquel pasaje
cho ( a . 1), e l c u e r p o d e C r i s t o e n s u r e - por l a naturaleza de l a carne y de l a
surrección fue de l a mism'a naturaleza , -
s a n g r e , sino ó p o r l a c u l p a de l a carne y
pero d e d i s t i n t a g l o r i a . P o r l o c u a l t o d o de l a sangre, como dice S a n Gregorio
lo q u e p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a d e l c u e r - ( M o r a l . 1. 14, i b i d . ) , ó p o r l a c o r r u p c i ó n
po h u m a n o , e x i s t i ó e n t e r o e n el cuerpo de l a carne y de l a sangre; porque según
de C r i s t o r e s u c i t a d o . E s e v i d e n t e e m p e r o dice S a n A g u s t í n (ad Consentium de re-
que á l a n a t u r a l e z a d e l c u e r p o humano surrectione carnis e p i s t . 205, ó 146),
pertenecen l a s c a r n e s , l o s h u e s o s , l a s a n - « no habrá allí corrupción y mortalidad
gre y o t r a s s e m e j a n t e s . P o r lo tanto to- » de l a carne y de l a sangre». L a carne
das estas cosas han existido en el cuerpo p u e s , s e g ú n s u s u s t a n c i a p o s e e e l r e i n o d e
de Cristo resucitado y deuna manera ín- D i o s s e g ú n l o q u e s e h a d i c h o ( L u c . u l t . ) :
tegra sin diminución alguna, pues en el espíritu no tiene carne y huesos c o m o
otro caso su resurrección no Imhiera sido veis que yo tengo; m a s l a c a r n e e n t e n d i d a
perfecta si no hubiera sido reintegrado de s e g ú n s u c o r r u p c i ó n , n o l e p o s e e r á ; p o r
todo lo que había caido por la muerte. e s t a r a z ó n e l A p ó s t o l a ñ a d i ó á c o n t i n u a -
P o r e s t a r a z ó n t a m b i é n el S e ñ o r p r o m e - c i ó n : ni la corrupción poseerá la incor-
tió á s u s fieles, d i c i é n d o l e s ( M a t t h . 10, ruptibilidad.
30): mas los cabellos de vuestra cabeza A l 2.° q u e , - c o m o d i c e S a n A g u s t í n
están todos contados, y ( L u c . 2 1 , 18) s e ( i n e o d e m l i b . i b i d . ) , « p u e d e s e r q u e c o n
dice : no perecerá un cabello de vuestra » ocasión de l a sangre, cualquier espíritu
cabeza. P e r o d e c i r q u e el c u e r p o d e C r i s t o » c u r i o s o é i n q u i e t o n o s i n s t a r á y d i r á :
no t u v o c a r n e y h u e s o y o t r a s p a r t e s t a - » ¿ si e n el cuerpo de Jesucristo resuci-
les n a t u r a l e s a l c u e r p o h u m a n o , perte- » tado hubo sangre, porque no también
nece a l e r r o r d e E u t i q u i o obispo de l a » pituita, esto e s , flema, hiél amarilla,
ciudad Constantinopolitana, que decía » esto e s , c ó l e r a , y hiél negra, esto e s ,
( u t . h a b e t G r e g . M o r a l . 1. 14, c , 29) q u e » melancolía, cuyos cuatro humores, se-
nuestro c u e r p o e n a q u e l l a g l o r i a d e l a r e - » gun la ciencia médica, componen el
surrección será impalpable y m á s sutil »temperamento d e l cuerpo humano?»
que l o s v i e n t o s y el a i r e ; y q u e el Señor » Pero l o s q u e á « este estremo quiereu
después d e h a b e r confirmado los corazo- » llegar guárdense de no agregar nada
» que sea también susceptible de altera-
(1J Refiere San Gregorio, que Euüques estando para morir » cion ó corrupción si quieren no c o m p r o -
agarro su piel con las manos, y delante de los amigos que lp
visitaban dijo : confieso que todos resucitaremos en esta carne. £ m e t e r la r e c t i t u d y la p u r e z a d e s u f e ;
590 CUESTIÓN LIV. — ARTÍCULOS II Y I I I .

» porque D i o s puede por toda s u potencia ( L u c ult. y J o a n . ult.). Luego parece


» q u i t a r á estos cuerpos visibles y sensi- que el cuerpo d e C r i s t o n o f u e glorioso.
» bles algunas d esus cualidades s i n tocar Por el contrario, d i c e e l A p ó s t o l ( P h i -
» á las otras, y por consiguiente librarlas lipp. 3 , 21) : reformará nuestro cuerpo
» de l a corrupción y darles u n aforma i n - abatido para hacerlo conforme á su cuer-
» alterable, hacerlas capaces de moverse po glorioso.
» sinque capaces sean del cansancio, dar- Conclusion. Él cuerpo de Cristo fue
» l a s el poder de comer sin someterlas glorioso en la resurrección.
» al hambre». Responderemos, q u e el cuerpo de Cris-
A l 3.° q u e p e r t e n e c i e n d o á l a verdad to fue glorioso en la resurrección, y esto
de l a naturaleza h u m a n a , toda l a sangre e s n o t o r i o p o r t r e s r a z o n e s : 1. p o r q u e la a

qué fluyó d e l cuerpo de C r i s t o , resucitó r e s u r r e c i o n de C r i s t o fue e l tipo y l a causa


en e l cuerpo d e Cristo; y l a m i s m a razón d e l a n u e s t r a , c o m o s e v e ( i . C o r . 15,43):
hay d e todas l a s partículas que perte- y l o s santos t e n d r á n e n l a resurrección
necen á l a verdad é integridad del a natu- c u e r p o s g l o r i o s o s , c o m o se d i c e en el mis-
raleza humana. Pero aquella sangre que mo lugar : lo que es sembrado en vileza,
en algunas iglesias se conserva como r e - resucitará en gloria. P o r c o n s i g u i e n t e
l i q u i a n o fluyó d e l c o s t a d o d e C r i s t o , s i n o s i e n d o l a c a u s a m e j o r que l o c a u s a d o y el
que se dice que corrió por milagro de u n a ejemplar mejor que lo modelado, con
imagen de Cristo que fue herida (1). m a y o r razón el cuerpo de Cristo resuci-
t a d o f u e g l o r i o s o . 2. a
porque p o r la hu-
ARTÍCULO I I I . — E I c u e r p o d e c r i s t o m i l d a d d e s u p a s i ó n , m e r e c i ó l a g l o r i a de
resucitó glorioso ? l a resurrección. P o r l o que él mismo tam-
bién decía (Joan. 12, 27) ahora mi alma
l.° Parece que el cuerpo de Cristo no está turbada, l o c u a l p e r t e n e c e á l a pa-
resucitó glorioso, porque los cuerpos g l o - sión ; y después añade : Padre glorifica
riosos son resplandecientes, según aquello tu nombre ; en lo cual pide l a gloria déla
(Matth. 1 3 , 4 3 ) : entonces los justos res- resurrección. 3. a
p o r q u e c o m o s e h a de-
plandecerán como el sol en el reino de su m o s t r a d o ( C . 34, a . 4) e l a l m a d e C r i s t o
Padre. P e r o l o s c u e r p o s r e s p l a n d e c i e n t e s desde e l principio d e s u concepción fue
son vistos según l a razón de l a l u z , pero g l o r i o s a p o r l a f r u i c i ó n p e r f e c t a d e la di-
no según l a r a z ó n d e l color. L u e g o h a - vinidad. P e r o sucedió providencialmente,
biendo sido visto e l cuerpo d e C r i s t o bajo c o m o s e h a d i c h o ( C . 14, a . 1 a l 2) que
l a especie d e l color como se l e veía a n - n o r e d u n d a b a d e l a l m a l a g l o r i a a l cuerpo
t e s (2), p a r e c e q u e n o f u e g l o r i o s o . á fin d e c u m p l i e s e p o r s u p a s i ó n e l mis-
2i° E l cuerpo glorioso es incorrupti- t e r i o d e n u e s t r a r e d e n c i ó n . P o r l o tanto,
ble. P e r o el cuerpo de Cristo n o parece c o n s u m a d o que f u e e l m i s t e r i o d e la pa-
haber sido incorruptible, porque fue p a l - sión y muerte d e C r i s t o , s u a l m a hizo
p a b l e , como dice también é l mismo ( L u c . que redundase inmediatamente s u gloria
ult. 39) palpad y ved y dice S a n Grego- s o b r e e l c u e r p o q u e v o l v i ó á t o m a r en su
rio (in quadam hom. 26 in Evang.), que resurrección, y así se hizo g l o r i o s o aquel
« es necesario q u ese c o r r o m p a l o q u e se cuerpo.
» p a l p a ; y q u enopuede palparse lo que A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e t o d o lo
»no se corrompe». Luego el cuerpo de q u e s e r e c i b e e n a l g ú n s u j e t o , es recibido
Cristo n o f u e glorioso. en é l s e g ú n e l m o d o del que recibe. Luego
3.° E l c u e r p o g l o r i o s o n o e s u n c u e r p o p u e s t o q u e l a g l o r i a d e l c u e r p o s e deriva
a n i m a l sino e s p i r i t u a l , como, consta ( i . del a l m a , como dice S a n Agustín ( i n
Cor. 1 5 ) (3). Y el cuerpo de Cristo epístola a d D i o s c o r u m , 118, ó 5 6 ) , el
parece haber sido cuerpo a n i m a l después r e s p l a n d o r ó c l a r i d a d d e l c u e r p o glorioso
de l a resurrección, puesto q u e comió y es s e g ú n e l c o l o r n a t u r a l a l c u e r p o hu-
bebió con sus discípulos, como se lee m a n o ; a l m o d o q u e u n v i d r i o d e distintos

(1) Así lo refiere San Atanasio, ú otro autor en su nombre, de igual modo sucedía después de la resurrección.
al hacer un panegírico sobre la pasión de Crislo, como consta (3) Pues se lee en el y . 44 del cap. y carta citados : líe
en el Sínodo 7, act. 4. brado cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Si hay ci
(2J De manera, que así como antes de ser glorioso se le yeía, animal, también lo hay espiritual.
CUESTIÓN LIV.—ARTÍCULOS III Y I V . 591

colores r e c i b e s u e s p l e n d o r d e l a i l u s t r a - ( D e c i v i t . D e i , 1. 13, c . 22), € nuestro


ción d e l s o l , s e g ú n e l m o d o d e s u c o l o r . » Salvador después de l a resurrección y a
Pero así c o m o e s t á en poder del hombre » en carne espiritual, pero sin embargo
glorificado e l q u e s u c u e r p o se v e a ó n o se » verdadera, comió y bebió con sus d i s -
vea, c o m o s e h a d i c h o ( a . 1 a l 2.°), a s í e s t á » cípulos, no porque tenía necesidad de
en s u p o d e r e l q u e s u c l a r i d a d s e a ó n o » alimentos, sino p a r a demostrar q u e p o -
vista; p o r c o n s i g u i e n t e p u e d e s e r v i s t o e n » d í a hacer uso de ellos » . P o r q u e , como
su c o l o r s i n c l a r i d a d a l g u n a . Y d e este dice B e d a (super. L u c . c . 97), « d e dis-
modo s e a p a r e c i ó C r i s t o á s u s d i s c í p u l o s » tinta manera absorbe el agua l a tierra
después d e l a r e s u r r e c c i ó n . » sedienta, que los rayos calientes del
A l 2.° q u e s e d i c e s e r p a l p a b l e algún » s o l ; a q u e l l a p o r n e c e s i d a d y éstos p o r
cuerpo n o s o l a m e n t e e n r a z ó n d e l a r e s i - » su potencia». L u e g o comió después de
stencia s i n o en razón de su consisten- l a resurrección, no como teniendo nece-
cia. P e r o l a t e n u i d a d y l a d e n s i d a d t i e - s i d a d de a l i m e n t o , sino p a r a de este m o d o
nen p o r c o n s e c u e n c i a la gravedad y la ocultar la naturaleza del cuerpo resuci-
ligereza, el calor y el frió, y todos los tado. Y p o r esto no se sigue que su
otros c o n t r a r i o s q u e s o n l o s p r i n c i p i o s d e cuerpo fuere u n cuerpo a n i m a l , que n e -
la c o r r u p c i ó n d e l o s c u e r p o s e l e m e n t a l e s . cesita l a comida.
Por consiguiente e l c u e r p o q u e es p a l p a -
ble a l t a c t o d e l h o m b r e , e s n a t u r a l m e n t e ARTÍCULO I V . — E I cuerpo de cristo
corruptible. Pero si h a y algún cuerpo debió resucitar con l a s cicatrices? (2)
que s e r e s i s t e a l t a c t o , q u e n o esté dis-
puesto c o n a r r e g l o á las predichas cua- 1.° Parece que el cuerpo de Cristo no
lidades q u e s o n l o s o b j e t o s p r o p i o s d e l debió resucitar con las cicatrices ; porque
tacto h u m a n o , c o m o u n c u e r p o celeste, s e d i c e ( i C o r . 15, 5 2 ) , q u e los muertos
tal c u e r p o n o p u e d e l l a m a r s e palpable. resucitarán incorruptibles. Y l a s c i c a t r i -
Mas e l c u e r p o de Cristo después de l a ces y l a s heridas pertenecen á u n a cor-
resurrección fué verdaderamente com- rupción y defecto. L u e g o no fue c o n v e -
puesto d e e l e m e n t o s , t e n i e n d o e n s í c u a - niente q u e C r i s t o , q u e es e l autor de l a
lidades, t a n g i b l e s s e g ú n q u e l o requiere resurrección, resucitase con las cicatrices.
la n a t u r a l e z a d e l c u e r p o h u m a n o , y p o r 2.° E l cuerpo de Cristo resucitó ínte-
lo t a n t o e r a n a t u r a l m e n t e palpable y si g r o , c o m o se h a d i c h o ( a . 1). Pero las
nada h u b i e r a t e n i d o s u p e r i o r á l a n a t u r a - aberturas de las heridas son contrarias á
leza d e l c u e r p o humano, hubiera sido la integridad corporal, puesto que por
también c o r r u p t i b l e . Pero tuvo alguna ellas deja de ser continuo el cuerpo.
otra c o s a q u e l e h i z o i n c o r r u p t i b l e , no Luego no parece que fué conveniente
ciertamente l a n a t u r a l e z a d e l c u e r p o c e - que en el cuerpo de Cristo permanecie-
leste, c o m o d i c e n a l g u n o s , d e l o q u e s e sen l a s aberturas de l a s h e r i d a s , aunque
tratará m á s a d e l a n t e (Supplem. C. 82, en él quedasen algunos vestigios de ellas
a. 1), sino l a gloria que proviene del que bastaban á l a vista, á la que creyó
alma b i e n a v e n t u r a d a ; p u e s t o q u e , c o m o T o m á s á quien se dijo ( J o a n . 20, 29):
dice S a n A g u s t í n en s u carta á Dios- porque me has visto Tomás me has creído.
coro, ( i b i d . ) « D i o s h i z o el a l m a de u n a 3.° Dice el Damasceno (Orth. fid., 1.
)) n a t u r a l e z a t a n p o t e n t e , q u e d e s u p l e - 4 , c . 19) que « después de l a resurrección
y> n í s i m a b e a t i t u d r e d u n d a r á a l c u e r p o l a » s e d i c e n d e C r i s t o v e r d a d e r a m e n t e c o -
» plenitud de l a s a l u d , esto e s , e l v i g o r » sas q u e no tuvo según s u naturaleza,
» d e i n c o r r u p c i ó n » . (1) P o r > l o t a n t o » s i n o s e g ú n e l orden d e l a p r o v i d e n c i a
como d i c e S a n G r e g o r i o (ibid.), « se v e x> d i v i n a p a r a c e r t i f i c a r q u e s u c u e r p o r e -
» que e l c u e r p o de Cristo después de l a » sucitado era verdaderamente el mismo
»resurrección fué de l a m i s m a natura- » que había sufrido, como lo fueron las
l e z a , p e r o d e g l o r i a d i f e r e n t e )). » cicatrices». P e r o cesando l a causa, cesa
A l 3.° q u e , como dice San Agustín el efecto. Luego parece q u e , convenci-

(1) Cristo resucitando decntrelosmuertosyammuerc ; lamuerte ñales de sus heridas y llagas, si que también de los agujeros
"»le dominara jamás. (Rom. b). en su cuerpo abiertos y patentes.
(-) Lo cual debe entenderse, no solo de los vestigios y se-
592 CUESTIÓN LIV. — ARTÍCULO IV.

d o s sus discípulos d e su r e s u r r e c c i ó n , n o » n o l a s t o c a b a y v e í a , a s í t a m b i é n las


debió íener e n adelante l a s cicatrices. » e n s e ñ a r á á s u s e n e m i g o s á fin d e q u e
M a s no convenía á l ainmutabilidad d e B d e s p u é s d e h a b e r l e s c o n v e n c i d o les
la gloria que tomase algo que no debiera » d i g a : h e a h í a lh o m b r e q u e crucificás-
permanecer en é lperpetuamente. L u e g o » t e i s ; v i e n d o e s t á i s l a s h e r i d a s que le
parece que en s u resurrección n o debió B i n f e r i s t e i s ; c o n o c é i s e l c o s t a d o q u e he-
volver á t o m a r s u cuerpo con las cica- » r í s t e i s , p u e s t o q u e a b i e r t o h á s i d o por
trices. B v o s o t r o s y á c a u s a d e v o s o t r o s , y sin
Por el contrario, d i c e e l S e ñ o r á T o - B e m b a r g o n o h a b é i s q u e r i d o entrar
m á s ( J o a n . 20, 27) : mete aquí tu dedo B e n é l B.
y mira mis manos y da acá tu mano, A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e a q u e -
y métela en mi costado y no seas incré- l l a s c i c a t r i c e s q u e p e r m a n e c i e r o n e n el
dulo sino fiel (1) c u e r p o d e C r i s t o , n o p e r t e n e c e n á l a cor-
Conclusión. Fue conveniente que el r u p c i ó n ó d e f e c t o , sino a lm a y o r cúmulo
alma de Cristo en su resurrección resu- d e g l o r i a e n c u a n t o s o n c i e r t a s insignias
miese el cuerpo con las cicatrices, tanto d e s u v i r t u d , y e n a q u e l l o s l u g a r e s d e las
para manifestar el triunfo de su victoria h e r i d a s a p a r e c e r á cierto esplendor es-
cuanto para afirmar en la fe á los que pecial.
dudaban de ella. A l 2.° q u e a u n q u e a q u e l l a a b e r t u r a
Responderemos q u e fue conveniente al d e l a s h e r i d a s s u p o n g a c i e r t a s o l u c i ó n de
alma de Cristo volver á tomar el cuerpo c o n t i n u i d a d , s i n e m b a r g o t o d o e s t o está
en la resurrección con las cicatrices : 1.° r e c o m p e n s a d o p o r e l m a y o r e s p l e n d o r de
por la gloria de Cristo mismo ;pues dice l a g l o r i a , d e s u e r t e q u e sin ser el cuerpo
B e d a ( s u p e r . L u c . c . 97 ,secundum ejus m e n o s í n t e g r o , e s m á s perfecto. Pero
ordinem) q u e « c o n s e r v ó s u s c i c a t r i c e s S a n t o T o m á s n o s o l o vio, s i n o q u e t a m -
» no por l a impotencia de curarlas, sino b i é n t o c ó l a s h e r i d a s , p u e s t o q u e como
» p a r a llevar siempre consigo e lsello de dice e l P a p a L e ó n ( v e l Augustinus,
» su triunfo y de su victoria ». P o r esta s e r m . 56, i n a p p e n d i c e d e D i v e r s i s ) ,
razón también dice S a n A g u s t í n ( D e « l e b a s t ó p a r a s u p r o p i a f e h a b e r visto
c i v i t . D e i , 1. 22, c . 20) q u e « q u i z á e n B l o q u e v e í a , p e r o o b r ó p a r a nosotros,
» aquel reino v e r e m o s en los cuerpos de B a l t o c a r a l q u e v e í a B.
» los mártires las cicatrices d elas heri- A l 3.° q u e C r i s t o q u i s o q u e p e r m a n e -
B das que sufrieron por e l n o m b r e d e c i e r a n e n s u c u e r p o l a s c i c a t r i c e s d e las
B Cristo, p o r q u e no serán en ellos defor- heridas, no solamente para confirmarla
» m i d a d , sino dignidad, y la belleza de su f e d e s u s d i s c í p u l o s , s i n o t a m b i é n por
B virtud brillará por ellas en cierto m o d o o t r a s r a z o n e s , p o r l a s c u a l e s aparece
B e n s u c u e r p o B. 2.° P a r a c o n f i r m a r l o s q u e s i e m p r e p e r m a n e c e r á n e n s u cuerpo
corazones de sus discípulos acerca de l a a q u e l l a s c i c a t r i c e s ; p o r q u e c o m o dice
f e d e s u r e s u r r e c c i ó n . 3.° P a r a q u e a l p e - S a n A g u s t í n (ad Consentium de Resur-
dir á s u P a d r e por nosotros, manifieste rectione carnis e p i s t . 205, ó 146), « c r e o
siempre qué género de muerte b a sufrido B q u e e l c u e r p o d e l S e ñ o r e s t á e n el
p o r e l h o m b r e . 4.° P a r a h a c e r v e r á l o s q u e B C i e l o tal c o m o e s t a b a c u a n d o subió í
h a rescatado por su muerte, poniéndoles B é l B. Y S a n G r e g o r i o ' ( M o r a l . 1. 14, c.
á s u v i s t a las s e ñ a l e s d e s u s u p l i c i o , c o n 29) d i c e « q u e s i a l g o p u d o c a m b i a r s e en
q u é m i s e r i c o r d i a v i n o e n s u s o c o r r o . 5.° B e l c u e r p o d e C r i s t o d e s p u é s d e l a re-
y último para hacer ver e ne ljuicio l a B s u r r e c c i ó n , e s q u e e lS e ñ o r , (contra-
justicia d e l a sentencia que dará á los B r i a m e n t e a l p a r e c e r d e S a n P a b l o ) , ha-
condenados. P o r esta razón como dice B b r í a m u e r t o d e n u e v o , l o c u a l ¿ quien
S a n A g u s t í n ( D e S y m b o l o 1. 2 , c . 8) B s e a t r e v e r á á d e c i r l o s i n o e l n e c i o que
« sabía Cristo porque conservaba las ci- B n i e g a l a v e r d a d e r a r e s u r r e c c i ó n d e la
B c a t r i c e s ' en su c u e r p o ; p u e s a s í c o m o B c a r n e » . P o r e s t a r a z ó n e s e v i d e n t e que
» l a s enseñó á T o m á s q u e no c r e í a , s i l a s c i c a t r i c e s q u e C r i s t o m a n i f e s t ó e n su
c u e r p o d e s p u é s d el a r e s u r r e c c i ó n jamas
(1) San Cirilo (1. in Joan, c- 5S) cree aludir á esto mismo lo h a n desaparecido d e él.
que se dice por el profeta Zach, 13 : ¿qué son estas llagas en
medio de tus manos?
CUESTIÓN LV.

Manifestación .de la resurrección.

Es de considerar ahora la manifestación de la resurrección de Cristo ; acerca de la cual examina-


remos ; 1.° La resurrección de Cristo debió manifestarse á todos ó solamente á algunas personas espe-
ciales?—2.° Hubiera sido conveniente que resucitase viéndolo ellas?—3.° Después de la resurrección
debió conversar con sus discípulos? — 4.° Fue conveniente que se apareciese á sus discípulos bajo
una forma estraíía? — o.° Debió manifestar su resurrección por medio de argumentos (ópruebas)"}
-C.° De la suficiencia de aquellos argumentos.

ÁKTÍCTJLO I . — la- resurrección de que enseñe. L u e g o parece que l a resurrec-


Cristo d e b i ó m a n i f e s t a r s e á totlos? ción de C r i s t o se manifestó i n c o n v e n i e n -
temente primero á las mujeres, que á to-
l.° P a r e c e q u e l a r e s u r r e c c i o n d e C r i s t o dos en general.
debió m a n i f e s t a r s e á t o d o s : p u e s a s í c o ? P o r e l c o n t r a r i o ; d í c e s e ( A c t . 10, 40):
mo a l p e c a d o p ú b l i c o s e d e b e l a p e n a p ú - al cual lo resucitó Dios al tercero dia y
blica, según a q u e l l o ( i T i m . 5 , 20): á quiso que se manifestase, no á todo el
los que pecasen repréndelos delante de pueblo, sino á los testigos que Dios había
todos, a s í a l m é r i t o p ú b l i c o s e d e b e e l ordenado antes.
premio p ú b l i c o . P e r o <r l a c l a r i d a d d e l a Conclusión. Laresurreccionde Cristo
T> r e s u r r e c c i ó n e s e l p r e m i o d e l a h u m i l - no debió manifestarse á todo el pueblo,
»dad de l a pasión», como dice San sino solamente á algunas personas, por
Agustin (sup. J o a n , tract. 104). Luego cuyo medio llegase la noticia á los demás.
habiéndose m a n i f e s t a d o á todos l a p a s i ó n "Responderemos que de l a s cosas q u e
de C r i s t o , p a d e c i e n d o é s t e p ú b l i c a m e n t e , se c o n o c e n , a l g u n a s s o n conocidas p o r l a
parece q u e l a g l o r i a d e s u resurrección l e y c o m ú n de l a n a t u r a l e z a y ciertas se
debió m a n i f e s t a r s e á t o d o s . conocen por u n don especial de l a g r a -
2.° A s í c o m o l a pasión de C r i s t o se cia, como l a s cosas que son reveladas
ordena á n u e s t r a salud, así también su por Dios, de las q u e , como dice San
resurrección, s e g ú n a q u e l l o ( P o m . 4,25): D i o n i s i o ( C f e l e s t . b i e r . c. 4), esta es l a
resucitó para nuestra justificación. Pero « l e y establecida por D i o s , á saber; que
lo q u e p e r t e n e c e á la utilidad común, » sean reveladas por él inmediatamente
debe m a n i f e s t a r s e á t o d o s . L u e g o l a r e - » á los seres superiores, p o r c u y o inter-
surrección d e C r i s t o d e b i ó m a n i f e s t a r s e á » medio lleguen á los inferiores » , como
todos y n o e s p e c i a l m e n t e á a l g u n o s . se v e e n l a o r d e n a c i ó n d e l o s e s p í r i t u s c e -
3.° A q u e l l o s á q u i e n e s b a s i d o m a n i f e s - lestiales. P e r o las cosas que pertenecen
tada l a r e s u r r e c c i ó n de Cristo, fueron á la gloria futura, esceden el conoci-
testigos d e e l l a , c o m o s e d i c e ( A c t . 3, 15): miento común de los hombres, según
a quien Dios resucitó de entre -los muer- 64, 4): ojo no vio, salvo tu
aquello ( I s .
tos; de lo cual nosotros somos testigos. ó Dios, lo que has preparado para aque-
Mas daban este t e s t i m o n i o , predicando llos que te esperan. P o r l o t a n t o , l a s t a -
públicamente; lo cual no convenía á las les cosas n o s o n conocidas por e l h o m b r e ,
mujeres, según a q u e l l o ( i C o r . 14, 34): á no ser q u e D i o s se l a s h a y a revelado,
las mujeres callen en las iglesias; y como dice e l A p ó s t o l (1 C o r . 2, 10):
( i T i m . 2 , 1 2 ) : no permito á la mujer Dios nos lo reveló á nosotros por Su Es-
SUMA TEOLÓGICA. — TOMO I V . 38
594 CUESTIÓN LV. — ARTÍCULOS I Y II.

píritu. L u e g o puesto que Cristo resucitó » c e y a n u n c i a l a p r i m e r a e l m i s t e r i o sa-


con u n a resurrección g l o r i o s a , por eso » grado de l a resurrección. L u e g o la mu-
su resurrección no se manifestó á todo el » j e r h a o b t e n i d o e l p e r d ó n d e s u falta y
pueblo, sino á algunos para que por su » h a sido librada de l a maldición». Asi-
testimonio llegase á noticia de los demás. mismo también se manifiesta p o r esto,
A l argumento 1.° d i r e m o s q u e l a p a - a c e r c a d e l o q u e p e r t e n e c e a l e s t a d o de
sión d e C r i s t o se c o n s u m ó en el cuerpo l a g l o r i a , q u e e l s e x o f e m e n i n o n o sufrirá
que aun tenía naturaleza pasible, la cual d e t r i m e n t o a l g u n o ; a n t e s b i e n s i estuviese
es c o n o c i d a d e t o d o e l m u n d o p o r l a l e y a n i m a d o d e u n a c a r i d a d m a y o r , h a s t a go-
c o m ú n ; y por lo tanto l a pasión de Cristo z a r á d e m a y o r g l o r i a p o r c o n s e c u e n c i a de
pudo manifestarse inmediatamente á todo l a visión d i v i n a : y puesto q u e l a s muje-
el pueblo. P e r o l a resurrección de Cristo r e s a m a r o n m á s e s t r e c h a m e n t e a l Señor,
fue producida por la gloria del Padre, e n t a n t o q u e n o s e a p a r t a r o n d e s u tumba
como dice el A p ó s t o l ( R o m . 6). Y por aun cuando sus discípulos se alejaron,
esto manifestóse inmediatamente, no á vieron primeramente a l S e ñ o r q u e resu-
todos, sino á a l g u n o s ; por otra parte el cita en gloria (1).
imponer u n castigo público á los que p e -
c a n p ú b l i c a m e n t e , debe entenderse sobre A R T Í C U L O I I . — ¿ n u i í i c r » s¡<io conve-
el castigo de l a vida presente; y de la n i e n t e q u e l o s d i s c í p u l o s v i e r a n resucitar á
m i s m a m a n e r a es p r e c i s o q u e l o s m é r i t o s Cristo?
públicos sean premiados públicamente
para estímulo de los demás. P e r o los cas- l.° Parece que hubiera sido conve-
tigos y los premios de l a otra v i d a no se n i e n t e q u e l o s d i s c í p u l o s v i e s e n resucitar
manifiestan á todos públicamente, sino á C r i s t o , p u e s á e l l o s p e r t e n e c í a e l dar
solo á los q u e D i o s h a preordenado para testimonio de l a resurrección de Cristo
esto. según aquello ( A c t . 4 , 33): con grande
A l 2.° q u e l a r e s u r r e c c i ó n de Cristo, fortaleza daban los Apóstoles testimonio
a s í c o m o es p a r a l a s a l u d c o m ú n d e t o - de la resurrección de Jesucristo Nuestro
dos, así también llega á noticia de to- Señor. P e r o e l t e s t i m o n i o d e l a v i s t a es el
dos ; n o e n v e r d a d de m o d o q u e se m a - más cierto. L u e g o hubiera sido conve-
nifieste á todos i n m e d i a t a m e n t e , sino á niente q u e v i e s e n l a r e s u r r e c c i ó n misma
algunos, por cuyo testimonio pasa a l c o - de Cristo.
nocimiento de los demás. 2.° P a r a t e n e r l a c e r t e z a d e l a f e , los
A l 3.° q u e n o s e p e r m i t e á la mujer discípulos v i e r o n l a a s c e n s i ó n d e Cristo,
enseñar en público en l a iglesia ; pero l a s e g ú n a q u e l l o ( A c t . 1,9): v i é n d o l o ellos
está permitido el enseñar privadamente á fue elevado. M a s es p r e c i s o tener igual-
algunos en lo interior de su casa. P o r lo mente u n a fe cierta de l a resurrección
tanto, como dice San Ambrosio (super d e C r i s t o . L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o debió
Luc. s u p , i l l u d , c. 24 : Mulleres ex nos- resucitar e n p r e s e n c i a d e s u s discípulos.
tris ) : € l a m u j e r es e n v i a d a á l o s q u e e s - 3.° L a r e s u r r e c c i ó n d e L á z a r o f u e cierto
» tan en el interior de l a c a s a » ; pero no i n d i c i o d e l a f u t u r a r e s u r r e c c i ó n de Cris-
p a r a que de testimonio de l a resurrección to : y el S e ñ o r r e s u c i t ó á L á z a r o vién-
al pueblo. Y por eso aparecióse pri- dolo sus discípulos. L u e g o p a r e c e que
mero á las mujeres, para que la mujer, t a m b i é n C r i s t o d e b i ó r e s u c i t a r á l a vista
que fue l a primera que llevó al hombre la de éstos.
nueva de l a muerte, fuera también la que Por e l c o n t r a r i o ; d í c e s e M a r c , u l t . 9):
primero anunciase la nueva de la re- habiendo resucitado el Señor por la ma-
surrección. D e lo cual dice San Cirilo ñana, el primer dia de la semana, apa-
(lib. 12 i n J o a n . s u p . i l l u d , c. 20 : vade reció primeramente á María Magdalena,
ad fratres, etc.): « l a m u j e r que en otro Pero María Magdalena n o l e v i o resu-
» tiempo fue ministro de l a muerte cono- c i t a r ; s i n o q u e b u s c á n d o l e e n e l sepulcro

(1) Es la opinión más probable y piadosa, que Jesucristo se Sin embargo la sentencia que esto n i e g a , suponiendo que
apareció á su Santísima Madre antes que á cualquiera otra Cristo resucitado se apareció primeramente á María Magda-
persona; pues parece que el Hijo debía honrar á la Madre con lena, no debe reputarse como improbable é impía.
preferencia aun de tiempo á todos tos demás cuando resucitó.
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O S II Y III. 595

oyó d e l ángel estas p a l a b r a s : resucitó, conocimiento común y a en cuanto al tér-


no está aquí. Luego nadie le vio resu- m i n o á quo según que el a l m a volvió de
citar. los infiernos y el cuerpo salió del sepul-
C o n c l u s i ó n . La resurrección de Cris- cro cerrado, y a en cuanto al término ad
to no debió ser vista inmediatamente pol- quem según que consiguió la vida glo-
los hombres, sino ser anunciada á ellos riosa : y en este concepto no debió ha-
por los ángeles. cerse l a resurrección de modo que fuera
Responderemos que, como dice el vista por el hombre.
Apóstol ( R o m . 1 3 , 1), las cosas que pro- A l 3.° q u e L á z a r o f u e r e s u c i t a d o para
vienen de Dios son ordenadas. Y este volver á l a vida que h a b í a tenido antes,
orden e s t a b l e c i d o p o r Dios consiste en l a c u a l no escede el conocimiento común
que l a s cosas que son superiores á los de los hombres. P o r lo tanto no h a y p a -
hombres les s e a n r e l e v a d a s p o r l o s á n g e - ridad.
les (1), como dice San Dionisio (De
ccel. b i e r . c. 4 ) . Mas al resucitar Cristo ARTÍCULO I I I . — ¿Cristo d e s p u é s d e l a
uo v o l v i ó á l a v i d a g e n e r a l m e n t e conoci- resurrección debió conversar continuamente
da de t o d o s l o s h o m b r e s , s i n o á u n a v i d a con sus discípulos?
inmortal y conforme á Dios según el
Apóstol ( P o n í . 6 , 1 0 ) : mas en cuanto al l.° Parece que Cristo después déla
vivir, vive para Dios. P o r lo tanto la re- resurrección debió conversar continua-
surrección m i s m a d e C r i s t o no debió ser mente con sus discípulos ; pues se apare-
vista de los hombres inmediatamente, ció á ellos después de l a resurrección p a -
sino a n u n c i á r s e l e s por los áugeles. Por r a asegurarlos en l a fe de su resurrección
esta r a z ó n dice San Hilario (super. y consolarlos en su turbación según a q u e -
M a t t h . c a p . u l t . ) q u e <r e s e l á n g e l e l q u e l l o ( J o a n . 2 0 , 2 0 ) : se gozaron los discí-
»primero anuncia la resurrección, á fin pulos viendo al Señor. P e r o m á s s e h u -
»de que este misterio fuese auunciado bieran asegurado y consolado, si les h u -
)) por l o s q u e s o n s e r v i d o r e s d e l a volun- biera mostrado continuamente su pre-
Dtad d e l P a d r e celestial ». sencia. L u e g o parece que debiera haber
Al argumento 1.° diremos, que los conversado continuamente con ellos.
Apóstoles p u d i e r o n testificar l a r e s u r r e c - 2.° A l resucitar C r i s t o de los muertos
ción d e C r i s t o a u n por la vista, porque no subió inmediatamente al cielo sino
ellos v i e r o n después de l a resurrección después de cuarenta dias como se ve
con s u s p r o p i o s o j o s á C r i s t o , q u i e n s a - ( A c t . 1). Y d u r a n t e este t i e m p o en n i n -
bían h a b í a m u e r t o . P e r o a s í c o m o s e l l e - g ú n otro lugar pudo estar m á s conve-
ga á l a v i s i ó n b i e n a v e n t u r a d a p o r l a au- nientemente que allí donde estaban con-
dición d e l a f e , a s í t a m b i é n l o s h o m b r e s gregados sus discípulos. Luego parece
llegaron á l a v i s i ó n d e C r i s t o resucitado que debiera haber conversado con ellos
por l a s c o s a s q u e oyeron primeramente continuamente.
de l o s á n g e l e s . 3.° E n el mismo dia de l a resurrección
A l 2.° q u e l a ascensión de Cristo en del S e ñ o r se l e e q u e Cristo se apareció
cuanto a l t é r m i n o á quo no traspasaba cinco veces, como dice S a n A g u s t í n (De
el c o n o c i m i e n t o común de los hombres c o n s e n s u E v a n g e l i s t a r u m , 1. 3 , c. u l t . ) ;
sino s o l a m e n t e en cuanto al término ad la primera á las mujeres junto al sepul-
<¡uem(2). P o r eso los d i s c í p u l o s pudieron cro : l a segunda á las mismas en el c a -
verla a s c e n s i ó n d e C r i s t o e n c u a n t o a l t é r - m i n o de regreso d e l sepulcro ; l a tercera
mino á quo, esto e s , s e g ú n q u e se e l e v a - á S a n P e d r o ; l a c u a r t a á dos discípulos
ba d e l a tierra ; pero no le vieron en que i b a n al castillo; l a quinta á muchos de
cuanto a l t é r m i n o ad quem, puesto que los A p ó s t o l e s que se h a l l a b a n e n J e r u s a -
uo v i e r o n c o m o fue recibido en el cielo. l e n , donde no estaba Santo T o m á s . L u e -
Pero l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o e s c e d í a e l g o t a m b i é n parece que en los demás dias

í ) Se habla aquí del orden general que observa la Provi-


l
nos misterios por manifestación inmediata de Jesucristo ó por
ncia '° *\ "o impide que en casos particulares y extra-
ev,
inspiración del Espíritu Santo.
ordinarios se haya notado l o contrario ; puesto que no puede (21 Se llama término á quo el principio de donde parte una
"egarse, que los Apóstoles tuvieron conocimiento de algu- cosa ; y ad quem, el término á donde se dirige.
596 CUESTIÓN L V . — ARTÍCULO III.

antes de su ascensión debió aparecerse B en carne mortal, en la que estáis tam-


al menos muchas veces. B bien vosotros. Entonces á la verdad
4.° E l Señor antes de la pasión había B había resucitado en la misma carne,
dicho á sus discípulos ( M a t t h . 26, 3 2 ) : B pero no era mortal como la de ellos».
después que resucitaré iré delante de vos- A l argumento 1.° diremos que la apa-
otros á la Galilea, lo cual también el rición frecuente de Cristo bastaba para
ángel y el Señor mismo lo dijo alas mu- certificar á los discípulos de la verdad de
jeres después de la resurrección, y sin la resurrección. Pero la conversación
embargo le vieron antes en Jerusalen y continua con ellos hubiera podido indu-
en el mismo dia de la resurrección como cirles á error, de modo que creyeran que
se h a dicho (arg. 3 ) , y también al octavo había resucitado á una vida parecida á
dia como se lee (Joan. 20). L u e g o no la que antes había tenido. E n cuanto á
parece que después de la resurrección los consuelos que hubieran podido tener
conversó de un modo conveniente con con su continua presencia, él se los pro-
sus discípulos. metió en la otra vida, cuando les dijo
Por el contrario: dicese ( J o a n . 20, ( J o a n . 1 6 , 2 2 ) : otra vez os he de ver y
29) que á los ocho dias se apareció Cristo se gozará vuestro corazón y ninguno os
á sus discípulos. L u e g o no conversaba quitará vuestro gozo.
con ellos continuamente. A l 2.° que Cristo no conversaba con
C o n c l u s i ó n . Para que no pudiera sus discípulos continuamente, no porque
creerse que había vuelto á la vida mor- reputase ser más conveniente estar en
tal, Cristo, después de su resurrección otra parte ; sino porque creía más venta-
no debió conversar por mucho tiempo joso para su instrucción el no estar con-
con sus discípulos ; sino sólo por espacio tinuamente con ellos por la razón pre-
de algunos dias, y esto para demostrar dicha. P o r otra parte, no se sabe eu qué
que su resurrección era verdadera. lugares estuviese corporalmente en aque-
Responderemos, que acerca de la re- llos intervalos ( 1 ) , en que no estaba con
surrección de Cristo había dos cosas que ellos, pues la Escritura nada dice de esto,
hacer conocer á sus discípulos, á saber, y su dominación se estiende por todas
la verdad misma de la resurrección y la partes.
gloria del que resucita. Para la manifes- A l 3.° que se apareció con más fre-
tación de la verdad de la resurrección cuencia en el primer dia porque sus dis-
bastó el habérseles aparecido muchas cípulos debían ser advertidos con muchos
v e c e s , haber hablado, comido y bebido indicios de su resurrección, á fin de que
con ellos familiarmente y el haber dado creyesen en ella desde el principio. Pero
á palpar su cuerpo; y para manifestar su luego que ya hubieron recibido la fe sobre
gloria, no quiso conversar continuamente este asunto, no era necesario que, des-
con ellos, como lo había hecho antes, pués de convencidos de ella, fueran ins-
para que no pareciese que resucitaba á la truidos cou tan frecuentes apariciones.
vida tal como antes había tenido. P o r Por lo cual no se lee en el Evangelio que
esta razón ( L u c . ult. 44) dice el mismo: después del primer dia se les apareciese,
estas sonlas palabras que os hablé estando sino cinco veces (2); porque como dice
aún con vosotros. Entonces en verdad San Agustín ( D e consensu Evang. 1. 3, c.
estaba con ellos en presencia corporal; ult.) « después de las cinco primeras apa-
pero antes había estado con ellos. no so- B riciones se les apareció por sexta vez,
lamente en presencia corporal, sino tam- » cuando le vio Tomás : la séptima en el
bién por la semejanza de la mortalidad. B mar de Tiberiades, estando pescando;
Por esto B e d a , al esplicar las predichas B la octava en el monte de Galilea según
palabras ( c . 97 i n L u c . ) dice: cccum adhuc B San M a t e o ; la novena según San Mar-
» essem vobiscum, esto e s , estando aún B eos en la última vez que comió cou

(1) Dice Silvio, con alguna probabilidad, que en este tiempo (2) La primera á María Magdalena, la segunda á las ninje-
de que no habla la Escritura, permaneció Jesucristo unas res que volvían del sepulcro, la tercera á San Pedro, la cuarta
veces con la Santísima Virgen, otras con los S S . PP. que había, á los discípulos que iban á Emaus, y la quinta cuando entre
visitado en el dia de s u muerte y dado la bienaventuranza, en el cenáculo en donde se hallaban reunidos los discípulo*
según lo que escribe San Buenaventura sobre la vida de Cristo estando cerradas las puertas.
(c. 79, 81 y 92).
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O S III Y I V . 597

Í ellos, puesto q u e sus discípulos n o d e - » A p ó s t o l , c u a n d o d i c e : fue visto por


» bían y a c o m e r m á s c o n él sobre l a tier- » más de quinientos hermanos estando
» ra ; y l a d é c i m a e n e l d i a m i s m o d e s u »juntos». L a s o l u c i ó n m á s v e r d a d e r a e s
» ascensión, n o y a en la tierra, sino ele- que primero se apareció á los que esta-
v á n d o s e en la nube, cuando subía al ban ocultos en Jerusalen una ó dos ve-
» cielo. P e r o n o t o d a s s e h a n e s c r i t o c o m o ces, para consolarles, mientras que en la
» confiesa S a n J u a n (1); porque él con- G a l i l e a n o s e l e vio e n s e c r e t o n i u n a v e z
j versaba frecuentemente con ellos án- ni d o s , sino que se apareció con u n a g r a n
»tes de su ascensión, y lo hacía para potencia, probando por una multitud de
» consolarlos ». Por esta razón se dice prodigios q u e era viviente á pesar de su
(i. Cor. 1 5 , 6 ) que fue visto p or más de pasión, como l oatestigua S a n Lucas
quinientos hermanos estando juntos; des- ( A c t . 1). O b i e n , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
pués apareció á Santiago ; d e c u y a s a p a - ( L u c . 3, d e c o n s e n s . E v a n g . c. u l t . ) , l o
riciones n o s e h a c e m e n c i ó n e n e l E v a n - q u e el Á n g e l y el S e ñ o r dijeron q u e les
gelio. precedería en Galilea, debe entenderse
A l 4.° q u e e l C r i s ó s t o m o , esponiendo proféticamente; porque la palabra Gali-
después que resuci-
aquello ( M a t t . 2 6 ) , lea significa transmigración, lo cual indi-
tare iré delante de vosotros á la Galilea, ca que la gracia de Dios debía pasar del
dice ( h o m . 83 in Matth.): « no fue á pueblo de Israel á los gentiles, que n o
» una r e g i ó n lejana para aparecérseles, hubieran creído en las predicaciones de
j> s i n o e n l a m i s m a n a c i ó n y c a s i l a m i s - l o s A p ó s t o l e s , si el m i s m o S e ñ o r n o l e s
)) m a r e g i ó n , e n q u e h a b í a n conversado hubiera p r e p a r a d o el c a m i n o en los co-
» c o n é l m u c h a s v e c e s , á fin d e q u e f u e - razones de los hombres, y esto e s l o
)) s e n c o n v e n c i d o s con esto q u e el que q u e s e e n t i e n d e p o r e s t a s p a l a b r a s : os
»resucitó, era exactamente el mismo precederá en Galilea. O b i e n s i s e t o m a
» que f u e c r u c i f i c a d o » . P o r e s t o también la palabra Galilea según que significa
dice q u e v a á l a G a l i l e a p a r a l i b e r t a r l o s r e v e l a c i ó n , n o se d e b e considerar y a á
del t e m o r d e l o s j u d í o s . A s í , p u e s , c o m o Cristo bajo l aforma del esclavo, sino
dice San Ambrosio ( S u p . L u c . in fin b a j o la f o r m a , p o r la q u e es i g u a l á su
comment.), « el S e ñ o r h a b í a prometido P a d r e y q u e h a p r o m e t i d o á los q u e le
» á sus d i s c í p u l o s q u e l e v e r í a n e n G a l i - aman. N o s h a precedido en este lugar,
y> l e a , p e r o s e l e s a p a r e c i ó p r i m e r o e n e l de donde no salió viniendo á nosotros y
)) c ó n c l a v e , d o n d e el temor les tenía e n - á d o n d e llegó antes q u e nosotros sin
i) c e r r a d o s y é l n o f a l t ó e n e s t o á s u p r o - abandonarnos.
» mesa, antes p o r el contrario s e obligó
» por b o n d a d á c u m p l i r l a ; pero después ARTICULO IV. — B e b i ó Cristo apa-
)) f o r t a l e c i d o s sus ánimos se fueron á la r e c e r a s u s d i s c í p u l o s e n o t r a e f i g i e ? (2)
)) G a l i l e a » . P o r o t r a p a r t e n a d a o b s t a á
decir q u e h u b i e s e pocas personas en el 1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o d e b i ó a p a -
conclave y muchas sobre la montaña; recerse á sus discípulos en otra efigie;
porque, c o m o d i c e S a n E u s e b i o ( h a b . i n porque no puede aparecer como verda-
Cat. d i v . T h . s u p . i l l u d L u c a ? . u l t . : Stetit d e r o , sino lo q u e lo es. P e r o en Cristo
in medio, etc., « los dos Evangelistas, n o h u b o s i n o u n a s o l a e f i g i e . L u e g o , si
» esto e s , S a n L u c a s y S a n J u a n e s c r i b e n Cristo apareció en otra, no fue verda-
* que solo s e a p a r e c i ó en Jerusalen á d e r a a p a r i c i ó n , s i n o fingida ; l o c u a l e s
»los once Apóstoles; mientras que los inconveniente, puesto que, c o m o dice
» otros d o s d i c e n q u e e l Á n g e l y el Sal- S a n A g u s t í n ( C . 1. 8 3 , 13), <r s i C r i s t o
» vador n o o r d e n a r o n q u e s o l a m e n t e f u e - i> e n g a ñ a , n o e s l a v e r d a d » . E s a s í q u e
»sen los once á la G a l i l e a , sino que lo Cristo es la verdad. L u e g o p a r e c e , que
» ordenaron á t o d o s l o s d i s c í p u l o s y h e r - Cristo n o debió aparecerse á sus discí-
s manos de quienes hace mención el pulos e n otra efigie.

(1) Es sabido que, ademas de estas apariciones que se refie- (2) Por este artículo enseña el Santo Doctor, que conve-
ren en el Evangelio, hubo ciertamente otras de que nos habla nientemente Jesucristo apareció en otra efigie ; no en cuanto
c l
Apóstol (i Cor. 15), y otras, por fin, que no han llegado á esta informase su cuerpo, sino es en cuanto así se formaba
escribirse. ante los ojos de los que le miraban.
598 CUESTIÓN LV.—ARTÍCULOS IV.

2.° N a d a p u e d e a p a r e c e r b a j o o t r a esperábamos que él era el que había de


efigie q u e l a q u e tiene, sin q u e los ojos redimir á Israel. D e d o n d e d i c e S a n G r e -
de los que lo ven estén bajo la influencia g o r i o ( H o m i l . 23 i n E v a n g . ) q u e « se les
de algunos prestigios. P e r o tales presti- » mostró corporalmente tal cual e r a en
gios siendo e l efecto d elas artes m á g i - » su espíritu ; y puesto que su corazón
cas no convienen á Cristo según aquello » e s t a b a a u n a l e j a d o d e la f e , fingió que
( i l C o r . 6 , 1 5 ) : ¿ó qué concordia de » i b a más l e j o s » , e s t o e s , c o m o s i fuera
Cristo con Belial ? L u e g o p a r e c e q u e n o un peregrino.
d e b i ó a p a r e c e r e n otra efigie. Al argumento 1 . ° contestaremos que,
3.° A s í c o m o p o r l a S a g r a d a E s c r i - como dice S a n A g u s t í n (de qumst. Evang,
tura se b a c e cierta nuestra fe, del m i s m o 2, C . u l t . ) , « n o t o d o lo que fingimos es
m o d o los discípulos s easeguraron de l a » mentira ; sino que cuando fingimos lo
fe de l a resurrección p o r las apariciones » que nada ( 1 ) significa, e n t o n c e s es
de Cristo. P e r o como dice S a n A g u s t í n » mentira ; pero cuando nuestra ficciou
(in epist. ad Hier. i m p l i c . e p i s t . 8, c . 3 y » s e r e f i e r e á a l g u n a s i g n i f i c a c i ó n , n o es
e p i s t . 9 , c . 3), « s i e n l a S a g r a d a E s c r i - » m e n t i r a , sino a l g u n a figura d e l a ver-
» tura s e encontrase u n a sola mentira, » d a d ; de otra m a n e r a todo lo q u e los
» su autoridad sería enteramente des- » s a b i o s y s a n t o s v a r o n e s ó a u n e l mismo
»truida». L u e g o siCristo s e apareció » D i o s dijeron figuradamente, se reputa-
á sus discípulos en una aparición de dis- » r í a c o m o m e n t i r a , p u e s t o q u e l a verdad
tinta forma que era, s e debilitaría todo » n o c o n s i s t e e n e s t a s e s p r e s i o n e s , según
lo que sus discípulos vieron en él después » nuestra manera ordinaria de pensar.
d e l a r e s u r r e c c i ó n , l oc u a l e s i n c o n v e - » P e r o así como h a y palabras figuradas,
niente. L u e g o no debió aparecer en otra » del mismo modo hay hechos q u e se
efigie. » pueden fingir s i n m e n t i r p a r a significar
P o r el c o n t r a r i o ; d í c e s e ( M a r c . u l t . » u n a cosa ». A s í sucedió a q u í , c o m o se
13) : después de esto se encontró en otra ha dicho.
forma á dos de ellos que iban á una A l 2.°, que, como dice San Agustín
aldea. (De consensu Evang. 1. 3, c. 2 5 ) , « e l
C o n c l u s i ó n . Después de la resurrec- » Señor podía transformar su carne de
ción debió Cristo aparecer en su propia » manera que su figura fuera verdadera-
forma á todos los que estaban dispuestos » mente o t r a , q u e l a q u e sus discípulos
al efecto de creer ; mas á aquellos otros » acostumbraban á ver en él. A s í antes
que no tenían disposición igual debió pre- » de su pasión se transformó s o b r e la
sentarse en otra efigie. » m o n t a ñ a , d e m o d o q u e s u r o s t r o se h i -
R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o s e h a di- » c i e s e r e s p l a n d e c i e n t e c o m o e l s o l . Pero
c h o ( a . 1 y 2) l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o » a h o r a n o se h i z o así. C r e e m o s c o n ra-
debió ser m a n i f e s t a d a á los h o m b r e s del » z o n q u e e s t e o b s t á c u l o q u e p e s a b a so-
m o d o con que s e revelan las cosas divi- » bre sus ojos fue o b r a de S a t a n á s que
nas. P e r o las cosas divinas son manifies- » les impidió reconocer á J e s ú s » . Por
tas á los h o m b r e s de diverso m o d o s e g ú n esta razón se dice ( L u c . ult. 1 6 ) q u e te
sus diferentes disposiciones. E n efecto ojos de ellos estaban detenidos para que
los que tienen el espíritu bien dispuesto no lo conociesen.
las perciben verdaderamente tal cual son; A l 3.° que aquel r a z o n a m i e n t o sería
mientras que los que no tienen el espíritu concluyente ; s i b a j o e l a s p e c t o d e una
bien dispuesto las perciben con cierta figura e x t r a ñ a n o h u b i e r a n s i d o condu-
confusión de duda ó error; p u e s c o m o cidos á ver verdaderamente la f a z de
d i c e e l A p ó s t o l ( 1 C o r . 2, 14) el hombre C r i s t o ; porque, como dice S a n Agustín
animal no percibe aquellas cosas que son (ibid.), « Cristo permitió que sus ojos
del Espíritu de Dios. P o r e s t e m o t i v o »permaneciesen cerrados, como se ha
Cristo después de su resurrección se apa- » d i c h o , h a s t a e l f r a c c i o n a m i e n t o d e l pan,
reció en su figura á algunos que estaban » á fin de q u e se c o m p r e n d i e s e q u e por
dispuestos á creer, mientras qut. en otra » la participación de la unidad de su
á los que parecían ser tibios en la fe ; p o r
(1J La palabra nihil, ó nada, se entiende no nada que s e a

l o q u e d e c í a n ( L u c . u l t . 21) ¡ nosotros verdadero, sino solamente lo que es falso.


CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O S IV Y V.
599
2> cuerpo, se desliga uno de lo que impide muertos era real y efectiva lo probó con
j> conocer á C r i s t o » . P o r lo que se señales evidentes.
añade en el mismo lugar que se abrieron Responderemos, que argumento se
sus ojos y le conocieron; no porque antes dice de dos modos : unas veces se "dice
anduvieron con los ojos cerrados, sino argumento á cierta razón de la cosa du­
porque había en ellos alguna cosa que no dosa que da fe ; otras se dice argumento
les dejaba conocer lo que veían, esto es, á algún signo sensible que se alega para
una oscuridad ó algún humor que se la manifestación de alguna verdad; al
suele producir. modo que también Aristóteles en sus li­
bros usa algunas veces de la palabra ar­
gumento, como se ve (lib. D e rhetorica,
ARTICULO V. — ¿nenio cristo decla­
ad A l e x . c. 14 y 15). L u e g o tomando la
rar c o n a r g u m e n t o s l a v e r d a d d e l a r e s u r r e c ­
palabra argumento en el primer sentido,
ción ? (H.
Cristo no probó su resurrección á sus
discípulos con argumentos, puesto que
l.° Parece que Cristo no debió de­ tal prueba argumentativa procedería de
clarar con argumentos la verdad de la algunos principios que, si no fuesen cono­
resurrección ; porque dice San Ambrosio cidos de sus discípulos, nada se les mani­
(De fid. 1. 1, c. 5): a quita los argumen­ festaría por ellos, puesto que de lo desco­
» tos, donde buscas la fe ». Pero con re­ nocido no puede hacerse algo conocido,
lación á la resurrección de Cristo se mientras que si les fuesen conocidos no
busca la fe. L u e g o no tienen lugar allí serían superiores á la razón humana y
los argumentos. por lo tanto no serían eficaces para esta­
2.° Dice San Gregorio (hpmil. 26 in blecer la fe de la resurrección, que es­
Evang.) « l a fe no tiene mérito, donde cede á la razón humana; porque es pre­
»la razón humana suministra pruebas». ciso que los principios se tomen del mismo
Pero no correspondía á Cristo destruir género (2), como se dice (Poster. 1. 1,
el mérito de la fe. L u e g o no le perte­ t. 20). Pero les probó su resurrección
necía confirmar la resurrección por argu­ por la autoridad de la Sagrada E scritura,
mentos. que es el fundamento de la f e , cuando
3.° Cristo vino al mundo, para que dijo : era necesario que se cumpliese todo
los hombres consigan por él la bienaven­ lo que está escrito de mí en la ley de Moi­
turanza según aquello (Joan. 10, 10): sés y en los Profetas y en los salmos como
.yo he venido, para que tengan vida y la se ve ( L u c . ult. 44). Pero si se considera
tengan en más abundancia. Pero por ta­ la palabra argumento en el segundo se?i­
les manifestaciones de los argumentos tido, en este paso se dice que Cristo de­
parece prestarse un obstáculo á la bea­ claró su resurrección con argumentos, en
titud de los hombres ; porque se dice cuanto manifestó por ciertos signos evi­
(Joan. 20, 29) : bienaventurados los que dentes que resucitó verdaderamente 3( ).
no vieron y creyeron. L u e g o parece que Por esta razón en griego en lugar de las
Cristo no debió manifestar su resurrec­ palabras : in multis argumentis , se pone
ción por algunas pruebas. tey.ixiíptov que es un signo evidente para
Por el contrario, dicese ( A c t . 1,3 ) probar. E stos signos de la resurrección
que Cristo se apareció á sus discípulos los dio Cristo á sus discípulos por dos
con muchas pruebas por cuarenta dias, motivos ; primero, porque no estaban sus
hablándoles del reino de Dios. corazones dispuestos á recibir con facili­
Conclusión. Cristo no probó su resur­ dad la fe de la resurrección. P o r lo que
rección á los discípulos por medio de ar­ él mismo les dice ( L u c . sult. 25). O ne­
gumentos evidentes, sino que se contentó cios y tardos de corazón para creer, y
con el testimonio de la Escritura sagrada: (Marc. 16, 14): les.afeó su incredulidad
"№* el que su resurrección de entre los y dureza de corazón. 2.° para darles más

(1) A este artículo puede contestarse en sentido afirma­ (1) De lo contrario se seguiría el sofisma que llaman los ló­
d o , entendiendo por argumento una noción general que i n ­ gicos traslación de un genero d otro genero.
cluya, no solo las razones especulativas sino también las (3) Tales señales no son más que hechos, que caen bajo los
practicas y otras señales sujetas á esperimentacion. sentidos y la esperiencia.
600 CUESTIÓN LV.—ARTÍCULOS IV Y V .

eficazmente testimonio p o r estos signos q u e n a d a m a n i f e s t ó C r i s t o á l o s discípu-


m a n i f i e s t o s s e g ú n a q u e l l o ( i J o a n . 1, 1), los d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n , q u e tam-
lo que vimos y oimos y palparon nuestras b i é n l o s á n g e l e s a l a p a r e c e r á l o s hombres
manos... esto testificamos. ó n o s el o m a n i f e s t a r e n ó n o pudieren ma-
A l argumento 1.° diremos que S a n n i f e s t á r s e l o ; p u e s l o s á n g e l e s se manifes-
Ambrosio habla allí de los argumentos, t a r o n f r e c u e n t e m e n t e á l o s h o m b r e s en
según q u e proceden de l a razón humana, figura h u m a n a y h a b l a b a n , conversaban
que son ineficaces p a r a mostrar l a s cosas, y c o m í a n c o n ellos c o m o s i f u e s e n verda-
que sond e f e , como se h a demostrado. d e r o s h o m b r e s , c o m o c o n s t a ( G e n e s . 18)
A l 2." q u e e l m é r i t o d e l a f e p r o v i e n e s o b r e l o s á n g e l e s á q u i e n e s A b r a b a m dio
de q u e e l hombre p o r m a n d a d o de D i o s h o s p i t a l i d a d ( 3 ) ; y ( i n l i b . T o b i r e ) del
cree l o q u e n o se v e . P o r consiguiente á n g e l q u e l e g u i ó y v o l v i ó . S i n embargo,
aquel razonamiento escluye el mérito, l o s á n g e l e s n o t i e n e n v e r d a d e r o s cuerpos
que hace ver por medio de l a ciencia lo q u e l e s s e a n n a t u r a l m e n t e u n i d o s , l o cual
que se propone p a r a creer ; y t a l es l a se r e q u i e r e p a r a l a r e s u r r e c c i ó n . Luego
r a z ó n d e m o s t r a t i v a (1). P e r o C r i s t o n o l a s s e ñ a l e s q u e C r i s t o e x h i b i ó á s u s dis-
adujo esta d e razón p a r a declarar s ur e - c í p u l o s n o f u e r o n s u f i c i e n t e s p a r a mani-
surrección. festar s u resurrección.
A l 3.° q u e c o m o s e h a d i c h o ( a l 2.°) 2.° C r i s t o r e s u c i t ó c o n r e s u r r e c c i ó n
el mérito de l a b e a t i t u d , q u e c a ú s a l a fe, g l o r i o s a , esto e s , teniendo simultánea-
n o es escluido d e l todo á n o ser q u e e l m e n t e l a n a t u r a l e z a h u m a n a c o n l a glo-
h o m b r e n o quiera creer sino l o q u e v e . r i a . P e r o C r i s t o m a u i f e s t ó c i e r t a s cosas
Pero el que alguno crea lo que no v e á s u s d i s c í p u l o s , q u e p a r e c e s o n contra-
por algunos signos vistos, n o hace total- r i a s á l a n a t u r a l e z a h u m a n a , c o m o el ha-
mente inútil l a fe n i su mérito A s í b e r d e s a p a r e c i d o d e s u v i s t a y e l haber
S a n t o T o m á s , á q u i e n l e d i j o ( J o a n . 20, e n t r a d o d o n d e e l l o s s e h a l l a b a n estando
2 9 ) , porque me has visto has creído, v i o c e r r a d a s l a s p u e r t a s , y o t r a s p a r e c e son
u n a c o s a y c r e y ó o t r a ; vio l a s h e r i d a s y c o n t r a r i a s á s u g l o r i a , c o m o e l h a b e r co-
creyó á D i o s . P e r o tiene u n a fe m á s per- m i d o y b e b i d o y e l h a b e r t e n i d o l a s cica-
fecta e l q u e n o exige tales auxilios para t r i c e s d e l a s h e r i d a s . L u e g o p a r e c e que
creer. P o r este m o t i v o e l S e ñ o r , p a r a a q u e l l o s a r g u m e n t o s n o f u e r o n suficientes
reprender e l defecto d e l a fe e n algunos, n i c o n v e n i e n t e s p a r a m a n i f e s t a r l a fe de
d i c e ( J o a n . 4 , 48): si no viereis milagros la resurrección.
y prodigios no creéis. S e g ú n e s t o p u e d e 3.° E l c u e r p o d e C r i s t o n o e r a t a l des-
entenderse q u e los q u e tienen u n ánimo p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n , q u e d e b i e r a ser
tan pronto p a r a creer e n D i o s , a u n sin t o c a d o p o r e l h o m b r e m o r t a l ; p o r l o cual
ver los prodigios , son dichosos en c o m - é l m i s m o d i j o á l a M a g d a l e n a ( J o a n . 20,
paración d e los q u e n o creen si n o v e n 17) : no me toques porque aun no he su-
tales señales. bido á mi Padre. L u e g o n o f u e conve-
n i e n t e q u e p a r a m a n i f e s t a r l a v e r d a d de
A R T I C U L O V I . — K « pruebas que c r i s t o l a r e s u r r e c c i ó n s e d i e s e á p a l p a r á sus
adujo manifestaron suficientemente s u resur- discípulos.
rección ? (2) 4.° E n t r e l a s d o t e s d e u n c u e r p o glo-
r i f i c a d o p a r e c e s e r l a p r i n c i p a l l a clari-
1. Parece que los argumentos que
a
d a d ( 4 ) ; l a c u a l s i n e m b a r g o n o da
Cristo adujo n o manifestaron suficiente- n i n g u n a p r u e b a d e e l l a e n s u resurrec-
mente l a verdad de s u resurrección; por- ción. L u e g o parece q u e a q u e l l o s argu-

(!) Mas no aquella razón demostrativa que .siempre y en de Jesucristo examinados según tas reglas, etc.
todo caso quita el mérito, sino solo la suficiente para que (3) Si estos fueron verdaderamente ángeles ó más bien
asienta uno á ia razón que de otra manera no asentiría. Lo hombres que se presentaban á su vista, Abraham no lo debía
cual puede colegirse de lo que se dice por el Santo en este saber. De aquí el que el Apóstol (Hcb. 13, 2) dice : No ollMci'
lugar y en la 2 . - 2 te C. 2, a. 10.
a
la hospitalidad ; pues por ella se ocultaron algunos ángelesrecibidoí
(2) Sobre estos argumentos puede verse á De la Luzerne, en hospedaje.
Disertación sobre la verdad de la religion ; á Bergier, Tratado de (4)S obre las dotes ó propiedades del cuerpo glorioso habla
la religion ; á Dition, La religion probada por el solo keclio de la el Santo Doctor en la C. 85, a. 1.
muerte de Jesucristo ; á Sherlock, Los testimonios de la resurrección
CUESTIÓN L V . — A R T Í C U L O VI.
601
méritos f u e r o n i n s u f i c i e n t e s p a r a m a n i f e s - como veis que yo tengo. 2. a
Demostró que
tar l a cualidad de la resurrección de su cuerpo era u n cuerpo h u m a n o , mani-
Cristo. festándoles la verdadera efigie que po-
5.° L o s ángeles que h a n sido testigos dían ver por sus propios ojos. 3. a
Les
de l a r e s u r r e c c i ó n p a r e c e n insuficientes demostró que era numéricamente el
por consecuencia de la diferencia que mismo cuerpo que había tenido antes
hay entre l o q u e d i c e n l o s e v a n g e l i s t a s ; descubriéndoles las cicatrices de sus he-
porque v e m o s q u e S a n M a t e o n o s m u e s - ridas ; por lo c u a l les dijo , s e g ú n se lee
tra e l á n g e l s e n t a d o s o b r e l a p i e d r a r e m o - ( L u c . u l t . 39) : ved mis manos y mis pies
vida , S a n M a r c o s n o s d e s c r i b e e l ángel que yo mismo soy. 2.° l e s m a n i f e s t ó l a
que l a s m u j e r e s v i e r o n d e s p u é s q u e en- verdad de s u resurrección por parte del
traron e n l a t u m b a , y según estos dos alma unida por segunda vez al cuerpo y
Evangelistas no h a b í a más que un solo esto p o r las obras de las tres v i d a s que
ángel, m i e n t r a s q u e S a n J u a n dice que e x i s t e n e n e l h o m b r e : 1.° por las obras
eran d o s q u e e s t a b a n s e n t a d o s ( c . 20) y de la vida nutritiva, al comer y beber
San L u c a s n o s d e s c r i b e q u e estaban de con sus discípulos, como se lee (Luc.
pié ( c . 24). L u e g o parecen inconvenien- ult.) : 2.° por las obras de l a v i d a sensi-
tes l o s t e s t i m o n i o s d e l a r e s u r r e c c i ó n . tiva al responder á los discípulos á lo
Por el c o n t r a r i o , C r i s t o q u e es l a sa- que le preguntaban y al saludar á los
biduría de D i o s dispone todas las cosas presentes, en lo que manifestaba que
con s u a v i d a d y c o n v e n i e n t e m e n t e , como v e í a y o í a : 3.° por las obras de l a vida
se d i c e ( S a p . 8). intelectiva, al hablarles y disertar sobre
Conclusión. Cristo manifestó su resur- l a s s a g r a d a s E s c r i t u r a s . Y p a r a q u e n a d a
rección de dos maneras, á saber , por me- f a l t a s e á l a p e r f e c c i ó n d e e s t a m a n i f e s t a -
dio de testimonios y de argumentos, y tal c i ó n , d e m o s t r ó t a m b i é n q u e t e n í a u n a
manifestación fue suficiente en su género. n a t u r a l e z a d i v i n a p o r e l m i l a g r o q u e
Responderemos, q u e Cristo mani- h i z o e n l a p e s c a d e l o s p e c e s y a d e m a s
festó su resurrección d'e dos modos , esto p o r q u e s u b i ó a l c i e l o á s u p r e s e n c i a ;
es, por testimonio y argumento ó por p u e s t o q u e , c o m o s e d i c e ( J o a n . 3, 13),
signo; y ambas manifestaciones fueron ninguno subió al cielo sino el que descen-
suficientes en su género. E n e f e c t o , h i z o dió del cielo, el Hijo del Hombre que
uso d e d o s c l a s e s d e t e s t i m o n i o p a r a m a - está en el cielo. T a m b i é n m a n i f e s t ó á s u s
festar s u r e s u r r e c c i ó n á s u s d i s c í p u l o s , y discípulos la gloria de la resurrección,
ni e l u n o n i e l o t r o p u e d e s e r d e s e c h a d o . por haber e n t r a d o á d o n d e se hallaban
E s el p r i m e r o d e e l l o s e l d e l o s ángeles estando las puertas cerradas; porque se-
que a n u n c i a r o n á l a s s a n t a s mujeres la g ú n lo que dice San Gregorio (in hom.
resurrección, c o m o consta por todos los 26 in E v a n g . ) , « el Señor dio á palpar
E v a n g e l i s t a s (1); es otro el testimonio » su carne l a c u a l entró con las puertas
de l a s Sagradas Escrituras de que se » cerradas, p a r a manifestar que su cuerpo
sirvió p a r a l a m a n i f e s t a c i ó n d e s u resur- » después de la resurrección era de la
rección c o m o s e d i c e ( L u c . u l t . ) También » misma naturaleza y de otra gloria».
los a r g u m e n t o s fueron suficientes para Asimismo también pertenecía á la pro-
manifestar l a v e r d a d e r a y g l o r i o s a r e s u r - piedad de l a gloria el haber desaparecido
rección. E n e f e c t o m a n i f e s t ó que la re- súbitamente de su vista, c o m o se dice
surrección e r a v e r d a d e r a , p r i m e r o , por ( L u c . ult.), p u e s t o q u e p o r esto m o s t r a b a
parte d e l c u e r p o , y l o h i z o de tres ma- que estaba en su poder ser visible ó i n -
n e r a s ; 1.a
P r o b ó que su cuerpo era ver- visible, lo cual pertenece á la condición
dadero y sólido, que no era u n cuerpo del cuerpo glorioso, como se ha dicho
fantástico ó r a r o c o m o e l a i r e y lo hizo (C. 54, a. 1 al 2° y a. 3 al 1.°)
dándole á p a l p a r ; p o r e s t a r a z ó n d i c e el A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que aunque
mismo (Luc. ult. 39) : palpad
y ved, c a d a uno de los argumentos no bastase
porque el espíritu no tiene carne y huesos para manifestar perfectamente la resur-
rección de Cristo, sin embargo tomados to-
(1) A saber, San Maleo (c. 28, v . 5), San Marcos (c. 10, dos á l a vez, manifiestan perfectamente l a
7' ) , San Lúeas (c. 24, v. 4) y San Juan, aunque de un modo
5

implícito (c. 20, Y . 13). resurrección de C r i s t o , sobretodo á causa


602 CUESTIÓN L V . — ARTÍCULO VI.

del testimonio d el a S a g r a d a Escritura, y » I g l e s i a d e l o s g e n t i l e s , q u e n o c r e y ó en


las p a l a b r a s d e l o sá n g e l e s y t a m b i é n l a » C r i s t o , sino c u a n d o a s c e n d i ó á s u P a -
aserción d e Cristo mismo confirmada por » d r e . O bien J e s ú s q u i s o q u e e l l a cre-
los -milagros. P e r o l o s ángeles, q u e s e » y e s e e n é l , e s d e c i r , q u e e l l a supiese en
aparecían, n o afirmaban q u eeran hom- » s u espíritu q u e e l mismo y s u Padre,
bres , c o m o afirmó C r i s t o s e ré l era v e r - » s o n u n o p o r q u e s e e l e v a e n cierto m o d o
daderamente hombre. Sin embargo Cristo » h a c i a s u P a d r e p o r l a i n t i m i d a d d e l pen-
y l o s ángeles n o comieron d el a m i s m a » Sarniento e l q u e a v a n z a d e t a l m o d o en
manera ;porque como loscuerpos toma- » é l , q u e l e r e c o n o c e i g u a l á su P a d r e ;
dos p o r l o s á n g e l e s n oeran c u e r p o s v i - » m i e n t r a s q u e e s t a m u j e r q u e l e lloraba
vientes óa n i m a d o s , n oc o m í a n v e r d a d e r a - » c o m o u n h o m b r e , c r e í a a u n e n é l carnal-
r a m e n t e a u n q u e ellos hubiesen recibido m e n t e » . P e r o e l l e e r s e e n o t r a p a r t e que
verdaderamente alimentos y los hubiesen M a r í a t o c ó á C r i s t o , c u a n d o se a c e r c ó
h e c h o pasar á l aparte interior del cuerpo r e s u e l t a m e n t e c o n o t r a s m u j e r e s y l e tuvo
q u e h a b í a n t o m a d o ; por c u y o m o t i v o dijo d e l o s pies, n o h a y e n e s t o d i f i c u l t a d , como
e l á n g e l ( T o b i a í 12, 1 8 ) : cuando estaba d i c e S e v e r i a n o ( i d . h a b e t C h r i s o l . serm.
con vosotros parecía en verdad que co- 76), s i e n v e r d a d l o u n o s e e n t i e n d e figu-
mía y bebía con vosotros; mas yo uso de r a t i v a m e n t e y l o o t r o s e r e f i e r e a l s e x o ; lo
un manjar invisible. P e r o p u e s t o q u e e l u n o s e d i c e d e l a g r a c i a d i v i n a y l o otro
cuerpo d e Cristo f u e verdaderamente d e l a n a t u r a l e z a h u m a n a . O b i e n según
animado, comió verdaderamente; porque e l C r i s ó s t o m o ( h o m . 85 i n J o a n . ) , « que-
c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e c i v i t . D e i , » r í a e s t a m u j e r a u n c o n v e r s a r c o n Cristo,
1. 1 3 , c . 22), c e n o s e l e s q u i t a r á á l o s » c o m o a n t e s d e s u p a s i ó n y e l l a n o pen-
» c u e r p o s d e l o s r e s u c i t a d o s e l p o d e r c o - » s a b a n a d a g r a n d e e n s u a l e g r í a , aunque
» mer,sino l anecesidad d e comer». P o r » l a c a r n e d e C r i s t o s e h u b i e r a hecho
e s t a r a z ó n , c o m o d i c e B e d a ( c . 97 i n » m u c h o m e j o r r e s u c i t a n d o . P o r esto
L u c ) , ce C r i s t o c o m i ó p a r a m o s t r a r q u e » . d i j o : aún no he subido á mi Padre;
» podía, n opor necesidad ». » c o m o s i d i j e r a n o c r e a s q u e y o hago
A l 2.° q u e , c o m o s e h a d i c h o , C r i s t o » u n a v i d a t e r r e s t r e ; p o r q u e , s i m e ves
e m p l e a b a c i e r t o s a r g u m e n t o s , p a r a p r o - » t o d a v í a s o b r e l a t i e r r a , e s t o e s , porque
b a r l a v e r d a d d e l an a t u r a l e z a h u m a n a y » a ú n n o h e s u b i d o á m i P a d r e ; pero
otros para probar l a gloria d e s u cuerpo » e s t o y y a á p u n t o d e a s c e n d e r » . P o r lo
r e s u c i t a d o . M a s l a c o n d i c i ó n d e l a n a t u - q u e s e a ñ a d e : subo á mi Padre y vuestro
r a l e z a h u m a n a c o n s i d e r a d a e n s í , e s t o e s , Padre.
en cuanto a l estado presente, contraría á A l 4.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
l a c o n d i c i ó n d e l a g l o r i a s e g ú n a q u e l l o ( i n D i a l o g o a d O r o s i u m , q . 14), « e l
( i . C o r . 15, 4 3 ) : es sembrado en fla- » S e ñ o r r e s u c i t ó c o n c a r n e g l o r i f i c a d a ;
queza , resucitará en vigor. P o r l o t a n t o » pero n o q u i s o a p a r e c e r s e á s u s discípu-
l a s p r u e b a s q u e e m p l e a p a r a m a n i f e s t a r » l o s e n e s t a c l a r i d a d , p o r q u e n o hubie-
la condición d el agloria, p a r e c e n ser c o n - » r a n p o d i d o v e r c o n s u s o j o s t a l claridad;
trarias á l a naturaleza, n oe n absoluto, » p u e s t o q u e , s i a n t e s d e morir por nos-
sino según e lestado d el avida presente » o t r o s y r e s u c i t a r , s u s d i s c í p u l o s n o pu-
y p o r e lcontrario. D e l o c u a l dice S a n » d i e r o n v e r l e , c u a n d o s e t r a n s f i g u r ó en
G r e g o r i o ( h o m . 26 i n E v a n g . ) q u e ce e l » e l m o n t e , c o n m a y o r r a z ó n n o h u b i e r a n
» S e ñ o r h a d e m o s t r a d o d o s c o s a s a d m i - » p o d i d o v e r l e c o n s u c a r n e glorificada.!),
» r a b i e s y a b s o l u t a m e n t e c o n t r a r i a s l a D e b e c o n s i d e r a r s e t a m b i é n q u e después
» u n a d e l a o t r a s e g ú n l a r a z ó n h u m a n a , d e l a r e s u r r e c c i ó n , e l S e ñ o r q u e r í a mani-
» c u a n d o d e s p u é s d e s u r e s u r r e c c i ó n d e - f e s t a r p r i n c i p a l m e n t e q u e é l mismo era el
» m o s t r ó q u e s u c u e r p o e r a i n c o r r u p t i b l e q u e h a b í a e s t a d o m u e r t o ; l o cual s e hu-
» y sin e m b a r g o p a l p a b l e » . b i e r a p o d i d o i m p e d i r m u c h o , s i l e s hu-
A l 3.° q u e ' , c o m o d i c e S a n A g u s t í n b i e s e m a n i f e s t a d o l a c l a r i d a d d e s u cuer-
( s u p e r J o a n , t r a c t . 121), l o q u e d i j o e l p o , p o r q u e l a t r a n s f o r m a c i ó n q u e r e s u l t a
S e ñ o r : no me toques porque aun no he s e g ú n l a v i s t a , m a n i f i e s t a p r i n c i p a l m e n t e
subido á mi padre, s e h a d i c h o d e m a - l a d i v e r s i d a d d e l o q u e s e v e , p u e s t o que
n e r a q u e ce e n a q u e l l a m u j e r s e figúrasela l a v i s t a j u z g a p r i n c i p a l m e n t e d e l a s cosas
CUESTIÓN LV.—ARTÍCULO VI. 603

sensibles c o m u n e s , e n l a s q u e s e e n c u e n - » Marcos, de modo que supongamos que


tra l o u n o y l o m ú l t i p l e , l o m i s m o y l o » ellas entraron en l at u m b a , e s decir,
diverso'. P e r o a n t e s d e s u p a s i ó n , p a r a » en e l espacio comprendido entre las
que s u s d i s c í p u l o s n o d e s p r e c i a s e n l a d e - » piedras de ella y q u e allí vieron u n á n -
bilidad d e e l l a , p r o c u r a b a C r i s t o m a n i - » g e l sentado sobre la piedra que se se-
festarles l a g l o r i a d e s u m a j e s t a d , l a c u a l » paró del sepulcro, c o m o dice S a n M a -
demuestra p r i n c i p a l m e n t e la claridad de » teo, de m o d o que estaba sentado ál a
su c u e r p o ; y p o r e s o a n t e s d e s u p a s i ó n » derecha según San Marcos, después
manifestó la g l o r i a á sus d i s c í p u l o s p o r la » c u a n d o vieron el l u g a r donde h a b í a es-
claridad; p e r o d e s p u é s d e la resurrección » tado depositado e lcuerpo del Señor
por o t r o s i n d i c i o s . » vieron otros dos ángeles, primero senta-
A l 5.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n B dos, c o m o dice S a n J u a n y que se le-
(1. 3 D e c o n s e n s u E v a n g . c . 24), ce p o d e - B vantaron después para aparecer de pié,
si m o s e n t e n d e r q u e l a s s a n t a s m u j e r e s B c o m o dice S a n L u c a s » .
D vieron u n á n g e l s e g ú n S a n M a t e o y S a n

C U E S T I Ó N LYI.
De la causalidad de la resurrección de Cristo.

Vamos á tratar de la causalidad de la resurrección 'deCristo, en los dos artículos siguientes: 1.° La
resurrección de Cristo es causa de la nuestra? 2.° La resurrección de Cristo es causa de nuestra
justificación?

ARTÍCULO I . — i * r e s u r r e c c i ó n «io pliese, aunque Cristo no hubiera resuci-


Cristo e s c a u s a d o l a r e s u r r e c c i ó n d e i o s c u e r - tado. L u e g o aunque Cristo no hubiera re-
pos'? (1) sucitado, resucitarían los muertos : y por
tanto la resurrección de Cristo no es c a u -
1.° P a r e c e q u e l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o sa de la resurrección de los cuerpos.
no es c a u s a d e l a r e s u r r e c c i ó n d e l o s 3.° S i l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o f u e s e
cuerpos, p o r q u e d a d a u n a c a u s a sufi cien-, causa de la resurrección de los cuerpos,
te, es n e c e s a r i o q u e s e d é t a m b i é n e l ó sería causa ejemplar, ó causa efectiva
efecto. L u e g o , s i l a r e s u r r e c c i ó n d e ó meritoria. P e r o no es causa ejemplar,
Cristo es c a u s a s u f i c i e n t e d e l a r e s u r r e c - puesto que Dios obrará l a resurrección
con d e l o s c u e r p o s , i n m e d i a t a m e n t e q u e d e l o s c u e r p o s s e g ú n a q u e l l o ( J o a n 5,
él r e s u c i t ó , d e b i e r o n r e s u c i t a r t a m b i é n 21): como el Padre resucita á los muertos,
todos los m u e r t o s . y Dios no necesita considerar un modelo
2.° L a c a u s a d e l a r e s u r r e c c i ó n d e l o s f u e r a d e sí. T a m p o c o e s c a u s a efectiva,
muertos e s l a j u s t i c i a d i v i n a , e s decir, puesto q u e l a causa eficiente n o obra
para q u e s e a n p r e m i a d o s ó c a s t i g a d o s l o s sino por contacto y a espiritual y a corpo-
cuerpos j u n t a m e n t e c o n l a s a l m a s , así ral. P e r o es evidente q u e la resurrección
como p a r t i c i p a r o n d e s u s m é r i t o s ó d e de Cristo no tiene contacto corporal con
sus f a l t a s , c o m o d i c e n S a n D i o n i s i o ( u l ' t . los muertos que resucitan á c a u s a de la
c. C c e l e s t . h i e r a r c h . ) y S a n J u a n D a m a s - distancia del tiempo y del lugar ; tam-
c e n o ( o r t h . fid. 1 . 4 , c . 2 8 ) . P e r o s e r í a p o c o ni el c o n t a c t o espiritual, q u e es p o r
necesario q u e l a j u s t i c i a d e D i o s s e c u m - la f e y l acaridad, puesto que t a m b i é n
los infieles y p e c a d o r e s resucitarán. N i
U) Es decir, causa eficiente y ejemplar tanto de los cuerpos
eomo de las almas. Tal parece ser la mente de Santo Tomás. a u n es causa meritoria, puesto que Cristo
604 CUESTIÓN LV. — ARTÍCULO I.

resucitando no era y a viador, y por lo tan m á s p r ó x i m a s , p o r m e d i o d e l a s cua-


tanto no estaba en estado de m e r e c e r ; y l e s i l u m i n a á l a s m á s r e m o t a s , c o m o dice
así de n i n g ú n modo la resurrección de San Dionisio ( C a d e s t . h i e r a r c h . a. 13).
C r i s t o parece ser c a u s a de l a nuestra. el Verbo de Dios dio primero
P o r lo tanto
4.° S i é n d o l a muerte, la privación de vida inmortal al cuerpo que le está unido
la vida, ninguna otra cosa parece ser naturalmente y por el mismo obra la re-
destruir l a muerte que volver la v i d a , lo surrección en todos los otros.
cual pertenece á la resurrección. Pero A l a r g u m e n t o 1.° r e s p o n d e r e m o s , que
Cristo destruyó nuestra muerte muriendo. como se ha dicho, la r e s u r r e c c i ó n de
Luego l a m u e r t e de C r i s t o es c a u s a de C r i s t o es c a u s a d e l a n u e s t r a p o r l a vir-
nuestra resurrección: y no su resur- t u d d e l V e r b o q u e l e e s t á u n i d o ; e l cual
rección. l a o p e r a s e g ú n s u v o l u n t a d . P o r l o tanto
P o r el c o n t r a r i o , sobre aquello ( i Cor. n o es p r e c i s o q u e se s i g a inmediatamente
15): si se predica que Cristo resucitó de el efecto, sino según l a d i s p o s i c i ó n del
entre los muertos, e t c . , d i c e l a G f l o s a ( i n - V e r b o d e D i o s ; e s t o e s , d e m o d o que en
terl.) « q u e é l es l a causa eficiente de e s t a v i d a p a s i b l e y m o r t a l n o s conforme-
» nuestra resurrección ». m o s p r i m e r o á C r i s t o q u e p a d e c i ó y mu-
C o n c l u s i ó n . El Verbo de Dios conce- r i ó , y después lleguemos á participar (2)
dió en primer lugar vida inmortal al de l a semejanza de su resurrección.
cuerpo que le estaba unido sustancial- A l 2.° q u e l a j u s t i c i a d e D i o s e s l a causa
mente, y por este medio obró la resurrec- p r i m e r a d e n u e s t r a r e s u r r e c c i ó n ; mientras
ción de todos los demás cuerpos. q u e l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o e s l a c a n s a se-
R e s p o n d e r e m o s , q u e ce l o q u e e s p r i - c u n d a r i a y c o m o i n s t r u m e n t a l . M a s , aun-
» m e r o e n t o d o g é n e r o , es c a u s a d e t o d o q u e l a v i r t u d d e u n a g e n t e p r i n c i p a l no se
»lo que es después», como se dice determine á tal instrumento determiua-
( M e t . 1. 2 , t . 4). Pero lo primero en el d a m e n t e , s i n e m b a i - g o d e s d e e l momento
género de l a verdadera resurrección fue q u e o b r a p o r u n i n s t r u m e n t o , a q u e l ins-
l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o (1), como cons- t r u m e n t o e s l a c a u s a e f i c i e n t e . A s í , pues,
ta de lo diebo ( C . 53, a. 3). Por esta l a j u s t i c i a d i v i n a , c o n s i d e r a d a e n s í mis-
r a z ó n es p r e c i s o que la resurrección de ma, no está obligada á c a u s a r nuestra
C r i s t o sea causa de l a nuestra y esto es r e s u r r e c c i ó n p o r l a r e s u r r e c c i ó n d e Cristo;
lo que dice el A p ó s t o l ( i Cor. 15, 20): p o r q u e D i o s p u d o l i b r a r n o s d e o t r o modo
Cristo resucitó de entre los muertos pri- q u e p o r l a p a s i ó n y r e s u r r e c c i ó n d e Cristo
micias de los que duermen ; porque, como c o m o s e h a d i c h o ( C . 46, a . 2 y 3). Sin
la muerte fue por un hombre, también e m b a r g o , por lo m i s m o que r e s o l v i ó li-
por un hombre la resurrección de los b r a r n o s d e e s t a m a n e r a , e s e v i d e n t e que
muertos. Y e s t o c o n r a z ó n ; p u e s e l p r i n - la resurrección d e C r i s t o e s c a u s a de la
cipio de la vivificación humana es el nuestra.
V e r b o d e D i o s , d e l q u e se d i c e ( P s . 35, A l 3.° q u e l a r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o no
10): en ti está la fuente de la vida ; p o r e s , p r o p i a m e n t e h a b l a n d o , l a c a u s a me-
lo que dice el mismo (Joan. 5, 21): ritoria de nuestra resurrección, sino la
como el Padre resucita los muertos y les c a u s a e f i c i e n t e y e j e m p l a r . E f i c i e n t e , eii
da la vida, asi el Hijo da vida á los que c u a n t o q u e l a h u m a n i d a d d e C r i s t o , se-
quiere. P e r o e l o r d e n n a t u r a l d e l a s c o s a s g ú n l a q u e r e s u c i t ó , e s e n c i e r t o m o d o el
establecido por D i o s exige que toda c a u - instrumento de su divinidad y o b r a por
sa obre primero sobre lo que l a está m á s s u v i r t u d , c o m o s e h a d i c h o ( C . 13, a. 2
c e r c a n o , y que por esto obre en lo que y 3); y p o r e s o , a s í c o m o l a s d e m á s co-
l a está más l e j a n o ; á la manera que el s a s , q u e C r i s t o h i z o ó p a d e c i ó e n s u hu-
fuego primero calienta el aire que le está manidad, nos son saludables por la vir-
más cercano por medio del cual calienta tud de su divinidad, como s e h a dicho
los cuerpos distantes ; y el mismo D i o s , ( C . 48, a . 6), así t a m b i é n l a resurreciou
primero ilumina las sustancias que le es- d e C r i s t o e s l a c a u s a e f i c i e n t e d e l a nues-
tra por virtud divina, de l a q u e es pro-
(1) Esto es, en el género de causa tanto eüciente como ejem- p i o e l v i v i f i c a r l o s m u e r t o s , c u y a virtud
plar, según se deduce de la respuesta al 3.°
(J) Ó ¡t percibir, como leen otros espositores. a l c a n z a p o r s u p r e s e n c i a á t o d o s l o s lu-
CUESTIÓN LVI. — ARTÍCULOS I Y II. 605
gares y t i e m p o s ; y tal contacto virtual ARTÍCULO I I . — ¿ t a resurrección de
basta p a r a la razón de esta eficiencia. Cristo e s l a c a n s a do l a r e s u r r e c c i ó n de l a s
P o r l o t a n t o , c o m o s é h a d i c h o ( a l 2.°) la a l m a s ? (3)
causa p r i m o r d i a l de l a resurrección hu-
mana es l a j u s t i c i a d i v i n a , p o r l a que 1.° Parece que la resurrección de
Cristo tiene l a f a c u l t a d d e j u z g a r según C r i s t o n o es c a u s a de l a r e s u r r e c c i ó n d e
que es e l H i j o d e l h o m b r e : l a v i r t u d e f i - las almas; porque dice San Agustín
ciente d e s u r e s u r r e c c i ó n s e e s t i e n d e n o (sup. J o a n , t r a c t . 23) que «los cuerpos r e -
solo á los buenos sino t a m b i é n á los ma- B sucitan por dispensación h u m a n a , m i e n -
los q u e e s t á n s u j e t o s á s u j u i c i o . P e r o a s í » tras que las almas por l a sustancia de
como l a r e s u r r e c c i ó n d e l c u e r p o d e C r i s t o , » D i o s ». P e r o l a resurrección de Cristo
por l o m i s m o q u e e s t á u n i d o personal- no pertenece á l a sustancia de D i o s , sino
mente a l V e r b o , e s l a p r i m e r a e n t i e m p o , á la dispensación humana. Luego la re-
así t a m b i é n e s l a p r i m e r a e n d i g n i d a d y s u r r e c c i ó n de C r i s t o , a u n q u e es c a u s a de
perfección, c o m o dice ( G l o s s a 1 a d Co- l a resurrección de los cuerpos, sin em-
rinth. 4 i n t e r l . sup.illud: Primitice Chris- b a r g o n o p a r e c e ser l a c a u s a de l a r e s u r -
tus). P e r o s i e m p r e l o q u e e s m á s p e r f e c t o rección de las almas.
es e j e m p l a r d e l o q u e e s m e n o s perfecto 2.° E l cuerpo no obra sobre el espí-
según s u m a n e r a (1); y por consiguiente ritu. Y l a resurrección de Cristo perte-
la r e s u r r e c c i ó n d e Cristo e s c a u s a ejem- nece á s u cuerpo que cayó por l a muerte.
plar de l a n u e s t r a , l o c u a l es necesario, Luego la resurrección de C r i s t o no es
no p o r p a r t e d e l q u e r e s u c i t a , e l c u a l no causa de la resurrección de las almas.
necesita e j e m p l a r , sino por parte de los 3.° P u e s t o que l a resurrección de C r i s -
resucitados, l o s c u a l e s es p r e c i s o q u e se to es causa de la resurrección de los
conformen á a q u e l l a r e s u r r e c c i ó n según c u e r p o s , los cuerpos de todos resucitarán
3, 21): reformará nues-
aquello ( P h i l i p p . según aquello ( i Cor. 15, 51) : todos cier-
tro cuerpo abatido para hacerlo confor- tamente resucitaremos. P e r o no resucita-
me á su cuerpo glorioso (2). P e r o a u n - r á n las almas de todos, puesto que algu-
que l a eficiencia de la resurrección de nos irán al suplicio eterno, c o m o se dice
Cristo se e s t i e n d e á l a r e s u r r e c c i ó n t a n t o ( M a t t h . 25, 46). Luego la resurrección
de los b u e n o s c o m o d e l o s m a l o s ; s i n e m - d e C r i s t o n o es c a u s a d e l a resurrección
bargo s u e j e m p l a r i d a d s e estiende p r o p i a - de las almas.
mente s o l o á l o s b u e n o s , que son hechos 4.° L a resurrección de las" a l m a s se
conforme á l a filiación del mismo, según hace por el perdón de los pecados. Pero
se dice ( R o m . 8). esto ha sido hecho por la pasión de
A l 4 .° q u e s e g ú n l a r a z ó n d e l a e f i c i e n - Cristo según aquello ( A p o c . 1,5): nos
cia, que d e p e n d e d e l a v i r t u d d i v i n a , g e - lavó de nuestros pecados en su sangre.
neralmente tanto la muerte de Cristo L u e g o l a pasión de C r i s t o es m á s bien
como t a m b i é n s u r e s u r r e c c i ó n e s causa causa de la resurrección de las almas,
tanto d e l a destrucción de la muerte, que su resurrección.
como d e l a r e p a r a c i ó n de l a v i d a ; pero Por el contrario, d i c e e l A p ó s t o l
según l a razón de l a ejemplaridad, la ( R o m . 4, 25): resucitó para nuestra
muerte d e C r i s t o p o r l a c u a l se separó justificación, la cual ninguna otra cosa
de e s t a v i d a m o r t a l , e s c a u s a d e l a des- es q u e l a r e s u r r e c c i ó n d e l a s a l m a s ; y
trucción d e n u e s t r a m u e r t e ; m i e n t r a s q u e sobre aquello ( P s . 29 : ad vesperum des-
su r e s u r r e c c i ó n , p o r l a q u e comenzó la morabitur jíetus), d i c e l a G l o s a q u e ce l a
vida i n m o r t a l , es c a u s a d e l a reparación B r e s u r r e c c i ó n d e C r i s t o es c a u s a d e la
de n u e s t r a v i d a . Sin embargo la pasión B n u e s t r a , d e l a l m a en e l p r e s e n t e y del
de C r i s t o e s l a c a u s a m e r i t o r i a p o r aña- B c u e r p o e n e l f u t u r o B.
d i d u r a , c o m o s e h a d i c h o ( C . 48, a. 1). Conclusión. Obrando la resurrección
(1) El sentido de estas palabras es : que lo más perfecto es muertería seremos también á la de su resurrección.
ejemplar de lo menos perfecto, en cnanto lo menos perfecto (3) Advierten a l g u n o s , que Santo Tomás ai tratar en este
puede imitar á lo que es más perfecto, sin embargo de que no articulo y en el precedente de la resurrección de Cristo, esta
io pueda igualar. no la entiende ó considera como el mismo acto transeúnte de
(2J Lo mismo viene á decir en la carta á los romanos ( 6 , 5 ) : resurrección, sino como el término de ella, es decir, la perfecta
erque si fuimos paitados juntamente con él d la semejanza de su humanidad constando de la misma alma y cuerpo.
606 CUESTIÓN L V I . — ARTÍCULO II.

de Cristo en virtud de su divinidad, no » dichosa por l a p a r t i c i p a c i ó n de Dios,


solo es causa efectiva y ejemplar de la re- » n o p o r l a p a r t i c i p a c i ó n d e l a l m a santa».
surrección de los cuerpos, si que también P e r o p a r t i c i p a n d o d e l a g l o r i a d e l cuerpo
de las almas. d e C r i s t o , m u c h o s c u e r p o s s e h a c e n glo-
Eesponderémos q u e / c o m o s e h a d i - riosos.
c h o ( a . 1, a l 3.°), la resurrección de A l 2.° q u e l a e f i c e n e i a d e l a resurrec-
Cristo obra en virtud de la divinidad, la c i ó n d e C r i s t o l l e g a á l a s a l m a s , n o por
cual se estiende no solo á la resurrección l a p r o p i a v i r t u d d e l m i s m o c u e r p o resuci-
de los cuerpos, sino también á la resur- tado , sino por l a virtud de l a divinidad,
rección de las almas; p o r q u e d e p e n d e d e á l a q u e se u n e p e r s o n a l m e n t e .
D i o s que el alma v i v a por la gracia y el A l 3.° q u e l a r e s u r r e c c i ó n d e l a s almas
cuerpo por el alma. Y p o r esto l a resur- pertenece a l m é r i t o q u e e s e l e f e c t o de
rección de C r i s t o tiene instrumentalmente l a j u s t i f i c a c i ó n ; a l p a s o q u e l a resurrec-
l a v i r t u d e f e c t i v a , no solo c o n relación á c i ó n d e l o s c u e r p o s se o r d e n a á l a pena ó
. l a resurrección de los cuerpos, sino tam- al premio, q u e son los e f e c t o s d e l que
bién respecto á la resurrección de las a l - j u z g a . P e r o n o p e r t e n e c e á C r i s t o justi-
mas. D e la misma manera también tiene ficar á todos, sino j u z g a r , y resucita á
r a z ó n de ejemplaridad por relación á la t o d o s " s e g ú n e l c u e r p o , p e r o n o á todos
resurrección de las almas, puesto que según el alma (2).
debemos también conformarnos á Cristo A l 4.° q u e e n l a j u s t i f i c a c i ó n d e l a s al-
resucitado según el a l m a , para que así m a s c o n c u r r e n d o s c o s a s , á s a b e r , l a re-
como según el Apóstol (Rom. 6, 4): misión de l a culpa y l a n o v e d a d de la
Cristo resucitó de muerte á vida por la v i d a p o r l a g r a c i a . L u e g o e n c u a n t o á la
gloria del Padre ; así también nosotros eficiencia q u e es el efecto de la virtud
andemos en novedad de vida ; y así como d i v i n a , t a n t o l a p a s i ó n d e C r i s t o c o m o la
habiendo el mismo resucitado de entre los r e s u r r e c c i ó n es c a u s a d e l a justificación
muertos,ya no muere; así también nos- b a j o estos d o s puntos de v i s t a . P e r o en
otros debemos creernos muertos al peca- c u a n t o á l a e j e m p l a r i d a d p r o p i a m e n t e la
do para que segunda vez vivamos en pasión y la muerte de Cristo es causa
aquel. (1) del perdón de la culpa p o r l a q u e mori-
A l argumento 1.° contestaremos que m o s a l p e c a d o ; m i e n t r a s q u e l a resurrec-
S a n A g u s t í n dice que la resurrecion de las c i ó n d e C r i s t o es c a u s a d e l nacimiento á
a l m a s se h a c e p o r l a sustancia de Dios l a v i d a q u e es p r o d u c i d a p o r l a gracia ó
en cuanto á la participación; esto es, la justicia; y por eso d i c e el Apóstol
porque participando de l a b o n d a d divina, (Rom. 4, 25) que fué entregado, esto es,
l a s a l m a s se h a c e n b u e n a s y j u s t a s y no á la muerte por nuestros pecados y resu-
p a r t i c i p a n d o de u u a criatura cualquiera. citó para nuestra justificación M a s la
Por esta r a z ó n , habiendo dicho : «las pasión de Cristo e s t a m b i é n c a u s a meri-
» almas resucitan por la sustancia de t o r i a , c o m o se h a d i c h o ( a . 1 a l 4.°).
» D i o s , añade : porque el a l m a se h a c e

flj Otros l e e n , con aquel. Esta última adición se contiene (2) De aquí aquello de la Escritura : Ciertamente todos resu-
implícitamente en varios otros lugares del mismo Apóstol. citaremos, mas no lodos seremos inmutados.
C U E S T I Ó N LYII.

De la ascensión de Cristo.

l.°Fue conveniente que Cristo ascendiese? —2.° Según qué naturaleza le conviene la ascensión? —
3,° Ascendió por su propia virtud ? — 4." Ascendió sobre todos los cielos corpóreos? — o.° Ascendió
sobre todas las criaturas espirituales.—6.° Del efecto de la ascensión?

ARTÍCULO I. — F u e c o n v e n i e n t e q u e 4.° C o m o d i c e S a n G r e g o r i o ( M o r a l .
Cristo a s c e n d i e s e ? (1) 1 . 14, c . 2 9 ) , e l c u e r p o d e C r i s t o e n
nada cambió después de su resurrección.
1.° P a r e c e q u e n o f u e c o n v e n i e n t e P e r o n o s u b i ó a l c i e l o i n m e d i a t a m e n t e
que C r i s t o a s c e n d i e s e ; p o r q u e d i c e e l d e s p u é s d e l a r e s u r r e c c i ó n , p u e s t o q u e e l
F i l ó s o f o ( D e c o e l o 1. 2 , t . 6 5 y 6 6 ) , q u e m i s m o d i c e d e s p u é s d e e l l a ( J o a n . 20,
«cosas q u e e x i s t e n d e l a m e j o r m a n e r a 17): aun no he subido á mi Padre. L u e g o
» poseen su b i e n sin m o v i m i e n t o ». P e r o p a r e c e q u e n id e b i ó a s c e n d e r d e s p u é s d e
Cristo b a e x i s t i d o d e l a m a n e r a m á s e s - l o s c u a r e n t a d i a s .
celente, p u e s t o q u e s e g ú n l a n a t u r a l e z a Por e l contrario, d i c e e l S e ñ o r ( J o a n .
d i v i n a é l e s e l s o b e r a u o b i e n y s e g ú n s u 20, 17): subo á mi Padre y vuestro Pa-
naturaleza h u m a n a h a sido s o b e r a n a - dre (2).
mente g l o r i f i c a d o . L u e g o t i e n e s u b i e n sin Conclusión. El que Cristo subiese al
movimiento. M a s l aascensión es u n m o - cielo después de su resurrección fué muy
vimiento. L u e g o n o f u e c o n v e n i e n t e q u e conveniente atendiendo á que principiaba
Cristo a s c e n d i e s e . después de ella su vida inmortal.
2.° T o d o l o q u e s e m u e v e , s e m u e v e Responderemos, q u e e l l u g a r d e b e s e r
por c a u s a d e a l g o m e j o r . P e r o n o f u e p r o p o r c i o n a d o a l o b j e t o c o l o c a d o . P e r o
mejor á C r i s t o e s t a r e n e l c i e l o q u e e n Cristo comenzó por l aresurrección una
la t i e r r a , p o r q u e é l n a d a a c r e c i ó p o r e n - v i d a i n m o r t a l é i n c o r r u p t i b l e . P o r o t r a
trar e n e l c i e l o , n i e n c u a n t o a l a l m a n i p a r t e e l l u g a r e n q u e n o s o t r o s h a b i t a m o s
en c u a n t o a l c u e r p o . L u e g o p a r e c e q u e es e ll u g a r de l a g e n e r a c i ó n y de l a c o r -
Cristo n o d e b i ó s u b i r a l c i e l o . r u p c i ó n , m i e n t r a s q u e e ll u g a r celeste e s
3.° E l H i j o d e D i o s t o m ó l a n a t u r a l e z a u n l u g a r d e i n c o r r u p c i ó n . P o r l o t a n t o n o
liumana p a r a n u e s t r a s a l u d . P e r o m á s f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o p e r m a n e c i e s e
saludable h u b i e r a sido álos h o m b r e s q u e después d e l aresurrección en l a tierra;
h u b i e r a v i v i d o s i e m p r e c o n n o s o t r o s e n y sifué conveniente que subiese al cielo.
la t i e r r a , p o r l o q u e é l m i s m o d i j o á s u s A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que e l ser
d i s c í p u l o s ( L u c . 1 7 , 2 2 ) : vendrán dias, m e j o r q u e p o s e e s u b i e n s i n m o v i m i e n t o ,
cuando deseareis ver un dia del Hijo del e s e l m i s m o D i o s , p u e s t o q u e e s e n t e r a -
hombre y no lo veréis. L u e g o p a r e c e q u e m e n t e i n m u t a b l e , s e g ú n a q u e l l o ( M a l a c h .
n o f u e c o n v e n i e n t e q u e C r i s t o s u b i e s e a l 3 , 6 ) : yo soy el Señor, y no me mudo.
cielo. P e r o toda criatura e smutable d e algún

(1) El Doctor angélico, partiendo del principio de fe de que (2) San Marcos (16, 19,1 : Eí Señor después que les habló fuere-
"slo real y verdaderamente subió al cielo, viene á probar la cibido arriba en el cielo.
conveniencia de este hecho.
CUESTIÓN L V I I . — ARTICULO I.

m o d o , c o m o c o n s t a p o r S a n A g u s t í n ( s u ­ » n o v e n y c r e e n . L u e g o s e r á vuestra
p e r G e n . a d l i t t . 1, 8 , c . 1 4 ) . Y p u e s t o » j u s t i c i a d e l a q u e e l m u n d o s e r á a r ­
que l a naturaleza q u ee lHijo d e Dios í> g ü i d o e n q u e h a b r é i s c r e i d o e n m í sin
tomó permaneció criatura, como consta » v e r m e ». 2.° P a r a escitar l a esperanza:
d e l o q u e s e h a d i c h o ( C . 2 , a . 1 y a . 7 p o r l o q u e d i c e e l m i s m o ( J o a n . 1 4 , 3);
a l 1 ) , n o e s i n c o n v e n i e n t e s i s e l e a t r i ­ sime fuere y os aparejase lugar, vendré
buye algún movimiento. otra vez y os tomaré á mí mismo, para
A l 2 . ° q u e p o r h a b e r s u b i d o C r i s t o a l que en donde yo estoy, estéis también vos­
c i e l o , n a d a l e a c r e c i ó e n c u a n t o á l o q u e otros ; p u e s p o r l o m i s m o q u e C r i s t o co­
e s d e l a e s e n c i a d e l a g l o r i a , y a s e g ú n e l l o c ó e n e l c i e l o l a n a t u r a l e z a h u m a n a que
c u e r p o y a s e g ú n e l a l m a , s i n e m b a r g o t o m ó , n o s d i o l a e s p e r a n z a d e llegar á
ganó algo e n cuanto álaconveniencia d e é l ; p o r q u e donde quiera que estuviese el
lugar, lo cual pertenece al bienestar d e cuerpo, allí se congregarán las agíalas,
la g l o r i a , n o p o r q u e s uc u e r p o adquiriese c o m o s e d i c e ( M a t t h . 2 4 , 2 8 ) . P o r lo
d e l c u e r p o c e l e s t i a l a l g o d e p e r f e c c i ó n ó c u a l s e d i c e ( M i c h . 2 , 1 3 ) : subirá de­
conservación, sino solamente p o r cierta lante de ellos el que les abrirá el camino.
conveniencia. M a s esto pertenecía d e 3.° P a r a e s c i t a r e l a m o r d e l a c a r i d a d á
a l g ú n m o d o á s u g l o r i a , y ' d e e s t a c o n v e ­ l a s c o s a s d e l c i e l o . D e d o n d e d i c e el
n i e n c i a t u v o a l g ú n g o z o , n o c o m o s i h u ­ A p ó s t o l ( C o l o s s . 3 , 1 ) : buscad las cosas
b i e s e c o m e n z a d o á g o z a r d e u n a c o s a que son de arriba en donde está Cristo
n u e v a c u a n d o s u b i ó a l c i e l o , s i n o p o r q u e sentado á la diestra de Dios. Pensad en
se regocijó d e u n m o d o n u e v o d e ello las cosas de arriba, no en las de la tierra;
c o m o c o s a c u m p l i d a . P o r l o q u e s o b r e c o m o s e " d i c e ( M a t t h . 6 , 2 1 ) : en donde
a q u e l l o ( P s . 1 5 : Delectationes in dex­ está tu tesoro, allí está también tu cora­
tera tua tisque ad jínem) d i c e l a G l o s a zón. Y p u e s t o q u e e l Es p í r i t u S a n t o es
( O r d . i m p l i c . ) <r l a d e l e c t a c i ó n y l a a l e ­ e l a m o r q u e n o s l l e v a á l a s c o s a s celes­
i> g r í a s e r á n e n m í c u a n d o e s t é s e n t a d o t i a l e s , p o r e s o e l S e ñ o r d i c e á s u s d i s c í ­
x> c e r c a d e t í y s u s t r a í d o á l a s m i r a d a s p u l o s ( J o a n . 1 6 , 7 ) : conviene á vosotros
i> d e l o s h o m b r e s » . que yo me vaya, porque sino me fuese,
A l 3 . ° q u e , a u n q u e l a p r e s e n c i a c o r ­ no vendrá á vosotros el consolador , mas
p o r a l d e C r i s t o f u e a r r e b a t a d a á l o s fie­ si me fuere os lo enviaré ; e s p l i c á n d o lo
l e s p o r l a a s c e n s i ó n , s i n e m b a r g o l a p r e ­ c u a l d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . J o a n , tract.
s e n c i a d e s u d i v i n i d a d s i e m p r e p e r m a n e ­ 9 4 ) : « n o p o d é i s r e c i b i r e l E s p í r i t u en
ce e n ellos, según lo que dice él mismo >> S a n t o t a n t o q u e p e r s i s t í s e n c o n o c e r
( M a t t h . u l t . 2 0 ) : mirad que yo estoy con » á C r i s t o s e g ú n l a c a r n e ( 1 ) . P e r o a l des­
vosotros todos los dias hasta la consuma­ » c e n d e r C r i s t o c o r p o r a l m e n t e , n o sola­
ción del siglo ; p o r q u e a l s u b i r a l c i e l o , » m e n t e e l E s p í r i t u S a n t o s i n o t a m b i é n
n o d e j ó a b a n d o n a d o s á l o s q u e a d o p t ó , i) e l P a d r e y e l H i j o e s t u v i e r o n p r e s e n ­
como dice el P a p a S a n L e ó n (serm. 2 » tes e n ellos espiritualmente».
de P e s u r r e c t . c . 3 ) .P e r o l a m i s m a a s ­ A l 4 . ° q u e , a u n q u e f u e r a congruente
censión d e Cristo alcielo, que nos privó á C r i s t o r e s u c i t a d o á l a v i d a i n m o r t a l el
d e s u p r e s e n c i a c o r p o r a l , n o s f u e m á s l u g a r d e l c i e l o , s i n e m b a r g o d i f i r i ó su
ú t i l q u e l o h u b i e r a s i d o s u p r e s e n c i a c o r ­ a s c e n s i ó n , p a r a q u e f u e r a c o m p r o b a d a la
p o r a l ; l . ° á c a u s a d e l a u m e n t o d e l a f e , v e r d a d d e l a r e s u r r e c c i ó n . A s í e s q u e se
q u e t i e n e p o r o b j e t o l o q u e n o s e v e . P o r d i c e ( A c t . 1 , 3 ) q u e se mostró á sus dis­
este m o t i v o dice e l S e ñ o r m i s m o ás u s cípulos vivo después de su pasión con mu­
discípulos (Joan. 16) q u e e l E spíritu chas pruebas durante cuarenta dias /.so­
S a n t o , cuando él viniese, argüirá al b r e l o q u e o b s e r v a l a G l o s a ( o r d i n . ) q u e ,
mundo de justicia, e s d e c i r , d e l o s q u e p u e s t o q u e h a b í a e s t a d o m u e r t o durante
c r e e n ; c o m o d i c e S a n A u s t i n ( s u p . J o a n , c u a r e n t a h o r a s , c o n f i r m a q u e e s t á vivo
t r a c t . 9 5 ) ; « p o r q u e l a c o m p a r a c i ó n m i s ­ d u r a n t e c u a r e n t a d i a s ; ó p o r l o s cua­
» m a d e l o s fieles e s l a v i t u p e r a c i ó n d e r e n t a d i a s p u e d e e n t e n d e r s e e l t i p o (2)
» l o s infieles » ; p o r esta r a z ó n añade:
« puesto q u e m e v o y á m i Padre y n o (1) Aludiendo á lo que dice el Apóstol (n Cor. ¿ , ' ^ ) '
Aunque conocimos á Cristo según lacarne, masalioraya wlovci№'
» m e veréis y a . Bienaventurados l o s que (2) Otros leen tiempo.
CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS I Y II. 609

del s i g l o presente durante el que Cristo ber : la condición del que asciende y la
vive e n l a I g l e s i a ; ó bien p o r q u e el hom- causa de la ascensión. Si designa la con-
bre q u e consta de cuatro elementos, es dición del que asciende, entonces el as-
instruido contra la transgresión del D e - cender no puede convenir á Cristo según
cálogo. la condición de la naturaleza divina ; y a
porque nada hay más elevado que la di-

ARTÍCULO I I . — ¿ c o n v e n í a a cristo vinidad á que poder ascender, ya tam-

ascender al cielo según la naturaleza di- bién porque la ascensión es un movi-

vino? (1) miento local, que no compete á la natu-


raleza divina, la cual es inmóvil y no
1.° Parece que convenía á Cristo as- ocupa lugar. Pero por este m o d o la as-
cender al cielo según la naturaleza di- censión compete á Cristo según su natu-
vina; p o r q u e 46, 6 ) , subió
se dice (Ps. raleza humana, la cual se contiene en el
Dios con voces de alegría y ( D e u t . 33, lugar y puede estar sometida al movi-
26): el cavalgador del cielo es tu protec- miento. L u e g o en este sentido podremos
tor. Pero estas cosas se dicen de Dios ' decir, que Cristo subió al cielo como
aun antes de la encarnación de Cristo. hombre, no según que es Dios. M a s
Luego conviene á Cristo, según que es si la p a l a b r a secundúm designa la causa
Dios, ascender al cielo. de la ascensión, habiendo subido Cristo
2.° Ascender al cielo es propio del al cielo por virtud de la divinidad, mas
mismo, de quien lo es el descender del no por virtud de la naturaleza huma-
c i e l o s e g ú n a q u e l l o ( J o a n . 3 , 13) : nin- n a (2), debe decirse que Cristo subió al
guno subió al cielo, sino el que descendió cielo, no según que es h o m b r e sino segnu
del cielo ; y ( E p h e s , 4 , 10): el que des- que es Dios. Por lo cual dice San A g u s -
cendió, ese mismo es el que subió sobre tín (in serm. de Ascens. 3 in eo festo
todos los cielos. M a s C r i s t o d e s c e n d i ó implic.): « por nosotros fue el haber es-
del cielo, no como hombre, sino como.' » tado el Hijo de Dios pendiente en la
Dios, porque su naturaleza humana no y> c r u z , y por él, el h a b e r ascendido».
había e s t a d o a n t e s en el cielo, sino la di- A l argumento 1.° diremos que aque-
vina. L u e g o parece que Cristo subió al llos pasajes se entienden proféticamente
cielo c o m o Dios. de D i o s , según que debía encarnarse.
3.° Cristo por su ascensión subió al Sin embargo puede decirse que el ascen-
Padre. Y no llegó á la igualdad del P a - der, aunque no convenga propiamente á
dre como hombre, porque dice así: el la naturaleza divina, no obstante puede
Padre es mayor que yo, c o m o consta convenirla metafóricamente, esto es, se-
( J o a n . 14,28). L u e g o p a r e c e q u e Cristo gún que se dice ascender en el corazón
como D i o s subió al cielo. del h o m b r e , cuando el corazón de éste
Por el contrario, sobre aquello^(Ephes. se somete y se humilla á Dios ; y del
4, 9 : Quod autem ascendit, quid est, mismo modo se dice metafóricamente que
nisi guia et descendit?) , d i c e l a G l o s a asciende respecto á cualquiera criatura,
(ord. P e t r i Lomb.) : « consta que según por someterla á sí mismo.
»la humanidad Cristo descendió y as- A l 2° que es él m i s m o el que asciende
» cendió ». y el que desciende ; porque dice San
Cristo subió al cielo, no
Conclusión. Agustín (.De symbolo , 1. 4, c. 7):
según la naturaleza divina, que jamas se « ¿ quién es el que desciende ? Dios hom-
había separado del mismo cielo, sino es » bre. ¿ Quién es el que asciende ? E l
que penetró en él en cuanto hombre y por » mismo Dios h o m b r e x>. Sin embargo á
virtud de la divinidad. Cristo se atribuyen dos descensos; uno,
Responderemos, que la palabra se- por el que se dipe que descendió del
cumdúm puede denotar dos cosas, á sa- cielo, el cual se atribuye á Dios hombre

(1) Aquí el Sanio nos enseña, que Cristo subió al cielo en (2) Es decir, no por virtud natural que proceda d é l o s prin-
cuanto á la naturaleza humana ; lo cual es conforme con las cipios de la naturaleza del hombre ; puesto que es cosa clara
palabras del Concilio lateranense : Bajó d los infiernos, resucité según la mente también del Santo, que Cristo no subió al
'ü adre los muertos, suiió al cielo ; pero descendió con el alma, re- cielo de tal manera.
sucitó ca la carne y ascendió igualmente cotí la carne y con el aliña.
SpMA TEOLÓGICA.—TOMp IV. 30
610 CUESTIÓN L V I I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

s e g ú n que es D i o s , p o r q u e este descenso C r i s t o n o a s c e n d i ó p o r s u p r o p i a virtud.


no debe entenderse según el movimiento Por el contrario, d í c e s e ( I s . 63, 1) :

l o c a l , sino s e g ú n la h u m i l d a d q u e le hizo este hermoso en su vestido, que camina en


tomar l aforma de siervo, cuando tenía la muchedumbre de su fortaleza. S a n
la f o r m a de D i o s ; p u e s , así c o m o se dice Gregorio también dice ( h o m . Ascensio-
humillado, no porque perdió su plenitud, n i s , 29 i n E v a n g . ) : « d e b e n o t a r s e q u e se
sino porque recibió nuestra p e q u e n e z ; » d i c e q u e E l i a s a s c e n d i ó s o b r e u n carro,
así s e dice q u e descendió del cielo, n o » p a r a h a c e r c o m p r e n d e r de u n a m a n e r a
p o r q u e abandonase e l cielo, sino porque » c l a r a q u e el s i m p l e m o r t a l t i e n e n e c e -
t o m ó l anaturaleza terrena en l a unidad » s i d a d de a y u d a a j e n a . P e r o n o s e l e e
de l apersona. E lotro descenso e s a q u e l » q u e n u e s t r o R e d e n t o r s u b i e r a sosteuido
p o r e l q u e descendió á las partes inferio- » p o r u n c a r r o ó p o r los á n g e l e s , puesto
res de la tierra, c o m o s e d i c e ( E p h e s . » q u e el q u e h a b í a h e c h o t o d a s l a s c o s a s ,
4) ; c u y o d e s c e n s o e s l o c a l ; p o r c o n s i - » era llevado sobre todas ellas por supro-
guiente, conviene á Cristo según la con- » pia virtud».
dición de l ah u m a n a naturaleza. Conclusión. Cristo subió al cielo, pri-
A l 3.° q u e s e d i c e q u e C r i s t o s u b i ó a l mero por virtud divina y segundo por
P a d r e en cuanto subió para sentarse á su virtud del alma glorificada que movía al
diestra; l o cual e n verdad conviene á cuerpo según su voluntad.
Cristo, en alguna m a n e r a según su n a t u - Responderemos, q u e en C r i s t o hay d o s
raleza divina, y según otra conforme á l a n a t u r a l e z a s , á s a b e r , la d i v i n a y la h u -
h u m a n a , c o m o s e d i r á ( C . 58 , a . 3). m a n a . P o r c o n s i g u i e n t e , s e g ú n ambas
n a t u r a l e z a s , p u e d e c o n s i d e r a r s e la v i r t u d
ARTÍCULO I I I . — cristo ascendió por s u de C r i s t o . S e g ú n la n a t u r a l e z a h u m a n a
p r o p i a v i r t u d ? (1) e m p e r o , p u e d e n c o n s i d e r a r s e e n Cristo
d o s c l a s e s de v i r t u d : u n a n a t u r a l , q u e
1.° P a r e c e q u e C r i s t o n o a s c e n d i ó p o r p r o c e d e de l o s p r i n c i p i o s de la n a t u -
propia virtud; porque s edice ( M a r c . r a l e z a , y c o n t a l v i r t u d es e v i d e n t e q u e
u l t . 19), q u e el Señor Jesús, después que C r i s t o n o s u b i ó a l c i e l o ; la o t r a v i r t u d
habló á sus discípulos, fue recibido en el en la n a t u r a l e z a h u m a n a de C r i s t o e s la
1

cielo; y ( A c t . 1 , 9 ) : viéndolo ellos se fue v i r t u d de la g l o r i a , s e g ú n la q u e C r i s t o


elevando y le recibió una nube que le s u b i ó al c i e l o . H a y q u i e n e s a t r i b u y e n e s t a
ocultó á sus ojos. P e r o l o q u e e s r e c i b i d o v i r t u d á la n a t u r a l e z a de la q u i n t a e s e n -
y e l e v a d o parece ser m o v i d o por otro. c i a (2) q u e es la l u z , c o m o d i c e n , la
L u e g o C r i s t o e r a l l e v a d o a l c i e l o , n o p o r c u a l s u p o n e n p e r t e n e c e r á la c o m p o s i c i ó n
su propia virtud, sino por l a ajena. d e l c u e r p o h u m a n o , y p o r e l l a se recon-
2.° E l c u e r p o d e C r i s t o f u e t e r r e n o c i l i a n l o s e l e m e n t o s c o n t r a r i o s , r e u u i é n -
c o m o lo son los nuestros. Y es contra l a d o l o s en u n o s o l o , de t a l m o d o , q u e e n el
n a t u r a l e z a d e l o s c u e r p o s t e r r e s t r e s e l e l e - e s t a d o de e s t a m o r t a l i d a d la n a t u r a l e z a
varse ; por otra parte ningún movimiento e l e m e n t a l d o m i n a en l o s c u e r p o s h u m a -
r e s u l t a d e l a v i r t u d p r o p i a d e l o q u e s e n o s ; y p o r e s o , s e g ú n la n a t u r a l e z a del
m u e v e contra la naturaleza. L u e g o Cristo e l e m e n t o p r e d o m i n a n t e , el c u e r p o h u m a -
n o ascendió a lcielo p o r p r o p i a virtud. no t i e n d e hacia el c e n t r o de la t i e r r a p o r
3.° L a v i r t u d p r o p i a d e C r i s t o e s l a v i r t u d n a t u r a l ; p e r o en el e s t a d o d e
v i r t u d d i v i n a . P e r o a q u e l m o v i m i e n t o n o g l o r i a p r e d o m i n a r á la n a t u r a l e z a c e l e s -
p a r e c e h a b e r r e s u l t a d o d e l a v i r t u d d i - t i a l , p o r c u y a i n c l i n a c i ó n y v i r t u d el
v i n a , p u e s t o q u e , s i e n d o i n f i n i t a l a v i r t u d c u e r p o de C r i s t o y l o s o t r o s c u e r p o s d e
d i v i n a , a q u e l m o v i m i e n t o h u b i e r a s i d o los s a n t o s s o n l l e v a d o s a l c i e l o . M a s d e
i n s t a n t á n e o ; y e n e s t e c a s o n o p o d í a e l e - e s t a o p i n i ó n y a se h a t r a t a d o ( C . 76, a . 7)
v a r s e a l c i e l o v i é n d o l e s u s d i s c í p u l o s , y m á s a d e l a n t e n o s o c u p a r e m o s de ella
c o m o s e d i c e ( A c t . 1). L u e g o p a r e c e q u e al t r a t a r de la r e s u r r e c c i ó n g e n e r a l ( i u

(1) S e dice aquí propia virtud de Cristo, en cuanto era di- los filósofos antiguos una luz nacida del cielo sideral, o c
vina por ser Dios verdadero, y también en cuanto humana en talino, ó empíreo, se intentaba esplicar la union del alma
razón á las propiedades de que gozaba su alma glorificada. el cuerpo.
(2) Con el nombre de quinta esencia, por la que entendían
CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS III Y IV. 611

S u p p l e m . C . 84, a . 1). D e j a n d o e m p e r o á A l 3.° q u e a u n q u e l a v i r t u d d i v i n a s e a


un l a d o esta opinión, otros asignan la infinita y obre infinitamente, cuanto está
razón d e l a p r e d i c h a v i r t u d p o r p a r t e d e l de parte del que o b r a ; sin e m b a r g o , el
alma glorificada, de c u y a redundancia efecto de su virtud es r e c i b i d o en las
será g l o r i f i c a d o e l c u e r p o c o m o d i c e San cosas según su c a p a c i d a d y según l a dis-
Agustín (ad. D i o s c o r u m , epist. 118, ó posición de D i o s . P e r o el c u e r p o n o es
56); porque será tanta la obediencia del capaz de moverse de u n lugar instantá-
cuerpo g l o r i o s o a l a l m a b i e n a v e n t u r a d a , n e a m e n t e (1), p o r q u e es p r e c i s o q u e s e a
que, c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e c i v i t . D e i medido por el espacio, por c u y a división
1. 2 2 , c . ult.), «elcuerpo estará inmedia- se d i v i d e el t i e m p o , c o m o se dice ( P h y s i c .
tamente donde el espíritu quiera y el 1. 6, t . 36 y 37). Y p o r eso n o es p r e c i s o
» espíritu no q u e r r á n a d a que no pueda que el cuerpo movido por D i o s sea mo-
»convenirle n i á él m i s m o ni á su cuerpo». vido instantáneamente, sino que lo sea
Pero conviene al cuerpo glorioso é in- por aquella velocidad que D i o s dispone.
mortal estar e n u n l u g a r c e l e s t i a l , como
se h a d i c h o ( a . 1). Por consiguiente el ARTÍCULO I V . — c r i s t o ascendió sobre
cuerpo de C r i s t o s u b i ó al cielo por la t o d o s l o s c i c l o s ? (2)
virtud d e l a l m a que lo q u e r í a . M a s , así
como e l c u e r p o s e h a c e glorioso por la 1.° Parece que Cristo no subió sobre
participación del a l m a , así t a m b i é n , como todos los cielos ; p o r q u e se d i c e ( P s . 10,
dice S a n A g u s t í n ( s u p e r J o a n , t r a c t . 23), 5 ) : el Señor está en su templo santo, el Se-
« el a l m a se h a c e b i e n a v e n t u r a d a p o r la ñor tiene su trono en el cielo. P e r o l o q u e
«participación de D i o s » . L u e g o el primer está en el cielo, no está sobre el cielo.
origen d e l a a s c e n s i ó n a l c i e l o es l a v i r t u d L u e g o Cristo no ascendió sobre todos los
d i v i n a . A s í , p u e s , Cristo subió al cielo cielos.
por propia virtud; primeramente por la 2.° Sobre todos los cielos no h a y l u g a r
virtud divina y segundo por la virtud del a l g u n o , c o m o se p r u e b a ( D e c o e l o , 1. 1,
alma glorificada que mueve el cuerpo, se- t . 69). Mas es p r e c i s o q u e t o d o cuerpo
gún quiere. esté en un lugar. L u e g o el cuerpo de
Al argumento 1.° diremos que, así C r i s t o no ascendió sobre todos los cielos.
como s e d i c e q u e C r i s t o r e s u c i t ó p o r s u 3.° D o s cuerpos no p u e d e n estar en u n
propia v i r t u d , y sin embargo fue resuci- mismo lugar. L u e g o no pasándose de u n
tado p o r e l P a d r e , p o r q u e l a v i r t u d del estremo á otro, sino por el m e d i o , parece
Padre y d e l H i j o es l a m i s m a ; así tam- que Cristo no p o d í a ascender sobre todos
bién C r i s t o s u b i ó al cielo por su propia los cielos á n o ser q u e se d i v i d i e r a e l cielo,
virtud y sin e m b a r g o fue e l e v a d o y r e c i - l o c u a l es i m p o s i b l e .
bido p o r e l P a d r e . 4.° D í c e s e ( A c t . 1 , 9 ) , q u e le recibió
A l 2.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o p r u e b a una nube que le ocultó á sus ojos. Y l a s
que C r i s t o n o s u b i ó a l c i e l o p o r l a p r o p i a nubes no pueden elevarse sobre el cielo.
virtud, q u e es n a t u r a l á l a n a t u r a l e z a h u - L u e g o C r i s t o no ascendió sobre todos los
mana; mas subió al cielo por l a propia cielos.
virtud, que es l a v i r t u d divina, y por 5° Creemos que Cristo permanecerá
la propia virtud que pertenece al alma eternamente alli á donde subió. E s así lo
bienaventurada. Y aunque el ascender q u e es c o n t r a r i o á l a n a t u r a l e z a n o p u e d e
es c o n t r a r i o á l a naturaleza del cuerpo s e r s e m p i t e r n o , p u e s t o q u e , l o q u e es c o n -
bumano s e g ú n e l estado p r e s e n t e , e n e l f o r m e á e l l a , se e n c u e n t r a e n l a mayor
que e l c u e r p o n o e s t á e n t e r a m e n t e s o m e - parte de los individuos y con más fre-
tido al espíritu, sin e m b a r g o , no será cuencia. Luego, siendo contrario á la
contra l a n a t u r a l e z a , n i v i o l e n t o a l c u e r - n a t u r a l e z a del cuerpo terreno estar sobre
po g l o r i o s o c u y a n a t u r a l e z a t o d a e s t á e n - el cielo, parece que el cuerpo de Cristo
teramente s o m e t i d a a l e s p í r i t u . no ascendió sobre el cielo.

(I) Aunque todavía no está resuelta la cuestión de si los vimiento sucesivo y continuo.
cuerpos pueden moverse instantáneamente-, ni sea improbable (2) El que Cristo penetró hasta lo más íntimo de los cielos
a parte afirmativa; sin embargo, es lo niás probable, como hasta ponerse en el lugar supremo de todas las cosas, se de-
o'cen algunos, que Cristo subió al cielo por medio de un mo- duce de las Escrituras.
612 CUESTIÓN LVII.—ARTÍCULOS IV Y V .

Por el contrario, dícese ( E p h e s . 4,10): l o s c u e r p o s c e l e s t e s y no e s t é e n u n l u -


subió sobre todos los cielos, para llenar g a r c o n t i n e n t e . Y no p o r e s t o , s i n e m -
todas las cosas (1). b a r g o , es p r e c i s o , que f u e r a d e l c i e l o
Conclusión. Participando el cuerpo h a y a v a c í o , p u e s t o q u e n o h a y allí lu-
glorioso de Jesucristo de la divina bondad g a r , n i p o t e n c i a a l g u n a susceptible de
en un grado perfectísimo, convino fuese recibir a l g ú n c u e r p o , sino q u e l a poten-
elevado sobre todos los cielos. cia d e l l e g a r allá e s t á e n Cristo. Pero
Responderemos, que cuanto algunos l o q u e A r i s t ó t e l e s p r u e b a ( D e c c e l o 1.1),
cuerpos participan más perfectamente de q u e f u e r a d e l c i e l o no h a y c u e r p o , d e b e
la bondad divina, tanto más superiores e n t e n d e r s e de l o s c u e r p o s c o n s t i t u i d o s e n
son en el orden corporal que es el orden el e s t a d o n a t u r a l , c o m o se ve p o r l a s
local. P o r esta razón vemos que los cuer- p r u e b a s q u e da.
pos que son más formales, son natural- Al 3.° q u e , a u n q u e no s e a de l a
mente superiores, como consta por el F i - n a t u r a l e z a de un c u e r p o p o d e r e s t a r
lósofo ( P h y s . 1. 4 , implic. t. 43 y 44 y en el m i s m o l u g a r c o n o t r o c u e r p o ,
D e c c e l o , 1. 2, t-, 30) ; porque por la for- sin e m b a r g o D i o s p u e d e h a c e r p o r mi-
ma cada cuerpo participa del ser divino, l a g r o , q u e en un m i s m o l u g a r p u e d a es-
como consta ( P h y s i c . 1. 1, t. 81). P e r o t a r c o n o t r o c u e r p o á la v e z (2), c o m o
un ,cuerpo participa más de la bondad di- h i z o , q u e e l c u e r p o de C r i s t o s a l i e s e d e l
vina por la gloria, que cualquiera cuerpo s e n o c e r r a d o de la B . V i r g e n y el h a b e r
natural por la forma de su naturaleza ; y e n t r a d o d o n d e se h a l l a b a n sus d i s c í p u -
entre los demás cuerpos gloriosos es evi- l o s c e r r a d a s l a s p u e r t a s , c o m o d i c e San
dente que el cuerpo de C r i s t o brilla con G r e g o r i o ( h o m . 26 in E v a n g . ) . L u e g o
mayor gloria. A s í pues, le es convenen- el c u e r p o de C r i s t o p u e d e e s t a r s i m u l t á -
tísimo el estar constituido sobre todos n e a m e n t e c o n o t r o c u e r p o en un m i s m o
los cuerpos. Y por eso sobre aquello l u g a r , no p o r la p r o p i e d a d d e l c u e r p o ,
( E p h e s . 4): ascendens in altum, dice la s i n o p o r la v i r t u d d i v i n a q u e le a s i s t e y
G l o s s a (interl.): «: en lugar y en dig- obra esto.
» nidad ». Al 4.° q u e a q u e l l a n u b e no a y u d ó á
A l argumento 1.° responderemos que C r i s t o en su a s c e n s i ó n á m a n e r a d e u n
se dice que el asiento de D i o s está en el v e h í c u l o , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o (ibid),
cielo, no como en un lugar que contiene s i n o q u e a p a r e c i ó en s e ñ a l de su d i v i n i -
á D i o s , sino más bien como en un lugar dad , s e g ú n q u e la g l o r i a d e l D i o s d e I s -
contenido por él. P o r esta razón no con- r a e l a p a r e c í a s o b r e el t a b e r n á c u l o e n
viene que parte alguna del cielo sea supe- u n a n u b e ( E x o d . 32).
rior á él, sino que él esté sobre todos los Al 5.° q u e el c u e r p o g l o r i o s o no d e b e
cielos, como se dice P s . 8, 3): Señor, tu á l o s p r i n c i p i o s de su n a t u r a l e z a el p o d e r
magnificencia se ha levantado sobre los e s t a r en el c i e l o ó s o b r e el c i e l o ; p e r o
cielos. t i e n e e s t a p r e r o g a t i v a d e l a l m a biena-
A l 2.° que el lugar tiene razón de con- v e n t u r a d a , de la q u e r e c i b e la g l o r i a ; y
tinente , por lo cual el primer continente a s í c o m o el m o v i m i e n t o de la a s c e n s i ó n
tiene la razón del primer lugar, que es el d e l c u e r p o g l o r i o s o no es v i o l e n t o , a s í
primer cielo. E n tanto, pues, los cuerpos t a m p o c o lo es la q u i e t u d ; p o r c o n s i -
necesitan estar per se en un lugar, en g u i e n t e n a d a i m p i d e q u e e s t a s e a eterna.
cuanto necesitan ser contenidos por el
cuerpo celeste. P e r o los cuerpos glorio- ARTÍCULO V. — E l c u e r p o d e C r i s t o as-
sos y sobre todo el cuerpo de C r i s t o no cendió sobre toda criatura espiritual ?
necesita de tal continencia, puesto que
nada recibe de los cuerpos celestes, sino l . ° P a r e c e q u e el c u e r p o de C r i s t o no
de D i o s , mediante el alma. E n tal con- a s c e n d i ó s o b r e t o d a criatura espiritual;
cepto nada impide que el cuerpo de p o r q u e de l a s c o s a s q u e no se d i c e n bajo
C r i s t o esté fuera de toda continencia de u n a s o l a r a z ó n no p u e d e c o n v e n i e n t e -

(1) No se dice, que Cristo subió y se colocó sobre los cielos (Sent. 3 , dist. 22, C 3 , a. 3).
en cuanto se pusiese fuera del cielo empíreo; sino es en cuanto (2) Otros leen, puedan'eslar dos cuerpos.
ocupó la parte más alta de este cielo. V . á Santo Tomás
CUESTIÓN LVI1. — ARTÍCULOS V Y VI. 613

mente hacerse c o m p a r a c i ó n , y e l l u g a r eso según la razón de la predicha con-


no se a t r i b u y e p o r l a m i s m a r a z ó n á l a s gruencia se le debe un lugar más elevado
criaturas c o r p o r a l e s y e s p i r i t u a l e s , c o m o superior á toda criatura aun espiritual.
c o n s t a d e l o d i c h o ( P . 1, C . 5 3 ) . L u e g o P o r esta razón dice también S a n G r e -
parece q u e no p u e d e decirse q u e el c u e r p o gorio (in h o m . Ascensionis, 2 9 i n E v a n g . ) ,
de C r i s t o a s c e n d i ó s o b r e t o d a c r i a t u r a q u e c< e l q u e h a b í a h e c h o t o d a s l a s c o s a s ,
espiritual. € era elevado por su virtud sobre todas
2.° D i c e S a n A g u s t í n ( D e v e r a r e l i g . » l a s c o s a s » (2).
c. 5 5 ) q u e « e l e s p í r i t u e s p r e f e r i d o á A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , a u n q u e
j> t o d o c u e r p o » . P e r o á l a c o s a m á s n o - el lugar se atribuya á las sustancia cor-
ble se d e b e e l l u g a r m á s e l e v a d o . L u e g o poral y á la sustancia espiritual bajo u n a
parece q u e Cristo n o ascendió sobre t o d a r a z ó n diferente, sin e m b a r g o , h a y e n
criatura espiritual. a m b a s u n a razón c o m ú n , cual e s , q u e el
3.° E n t o d o l u g a r h a y a l g ú n c u e r p o , l u g a r m á s e l e v a d o es atribuido ála c o s a
puesto q u e n a d a h a y v a c í o en la n a t u r a - más digna.
leza. L u e g o si n i n g ú n c u e r p o o b t i e n e u n A l 2.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o t i e n e
lugar m á s e l e v a d o q u e el espíritu en el su f u n d a m e n t o sobre el cuerpo de Cristo,
orden d e los c u e r p o s n a t u r a l e s , n i n g ú n considerado según la condición de la na-
lugar h a b r á sobre t o d a criatura espiritual. turaleza corporal, mas no según la razón
L u e g o el c u e r p o d e C r i s t o n o p u d o a s - de la unión.
cender sobre t o d a criatura espiritual. A l 3.° q u e e s a c o m p a r a c i ó n p u e d e
Por el c o n t r a r i o : d í c e s e ( E p h e s . 1, considerarse ó según la razón de los lu-
21): lo colocó sobre todo Principado y gares, y en este sentido no h a y lugar al-
Potestad y sobre todo nombre que se nom- guno tan elevado, que esceda ála digni-
bra no solo en este siglo, mas aun en el dad de la sustancia espiritual, como l o
venidero (1). supone la objeción, ó según la dignidad
Conclusión. Considerado el cuerpo de d e las cosas á q u e se a t r i b u y e el lugar;
Jesucristo según la dignidad de la unión y así se d e b e al c u e r p o d e C r i s t o el q u e
hipostática ó personal, se le debe el lugar esté sobre las criaturas espirituales.
más eminente entre todas las criaturas
aun espirituales. A R T Í C U L O V I . — l a ascensión de Cristo
Responderemos, q u e s e d e b e á u n a e s c a n s a de nuestra salvación ? (3)
cosa u n l u g a r t a n t o m á s e l e v a d o , c u a n t o
más n o b l e es ; b i e n q u e se l a d e b a á m a - 1.° P a r e c e q u e l a a s c e n s i ó n d e C r i s t o
nera d e c o n t a c t o c o r p o r a l , c o m o á l o s no es causa de nuestra salvación; porque
cuerpos, bien a m a n e r a de c o n t a c t o espi- Cristo fué causa de nuestra salvación en
ritual, c o m o á las sustancias espirituales; cuanto mereció nuestra salud. P e r o por
por e s o e l l u g a r c e l e s t i a l q u e e s e l l u g a r su ascensión nada mereció para nosotros;
más e l e v a d o es d e b i d o á las s u s t a n c i a s puesto que la ascensión pertenece al pre-
espirituales s e g ú n cierta c o n g r u e n c i a , m i o de su e x a l t a c i ó n y n o es lo m i s m o el
puesto q u e estas sustancias son las pri- m é r i t o y el p r e m i o , c o m o t a m p o c o la v í a
m e r a s e n e l orden d e l a s s u s t a n c i a s . M a s y el término. L u e g o p a r e c e q u e la a s c e n -
aunque el c u e r p o de C r i s t o sea inferior á sión de Cristo n o es c a u s a de nuestra sal-
las s u s t a n c i a s e s p i r i t u a l e s , c o n s i d e r a n d o vación.
las c o n d i c i o n e s d e l a n a t u r a l e z a c o r p o r a l ; 2.° S il a a s c e n s i ó n d e C r i s t o e s l a
s m e m b a r g o , atendida la dignidad de la causa de nuestra salvación, parece que
unión, con la que está personalmente esto es sobre t o d o , p o r q u e ella es c a u s a
unido á Dios, escede á Ja dignidad de de la nuestra. P e r o esta ventaja nos ha
todas las sustancias espirituales. Y por sido conferida por su pasión, porque co-
lugar supremo de las cosas corporales, no porque allí sea ne-
(1) Y á los hebreos (c. i , v . 3 y i) : El cual (Hijo) siendo el
cesario suponer que permanece fijamente; sino ^más bien
esplendor de la gloria y la figura de su sustancia, y sustentándolo
l'io con la palabra de su virtud, habiendo hecho la purificación de porque convenientemente tal lugar le corresponde en cual-
fttioi, esld sentado d la diestra de la Majestad en las alturas!
t c s

quier parte en que Cristo se halle.


hecho tanto más escelente que los ángeles, cuanto heredó más esce*
(3) Nótese aquí que cuando se dice que es causa eficiente la
tinte nombre que ellos.
ascensión, no debe entenderse el mero hecho de tal ascensión
(2) De donde se deduce, que Cristo fue exaltado sobre el sino es el sujeto de ella ó Cristo que ascendía.
614 CUESTIÓN LVII. — ARTÍCULO VI.

m o s e d i c e ( H e b r . 10, 19), tenemos con- p r u e b a d e e l l o , é l l l e v ó a l c i e l o l a s a l m a s


fianza de entrar en el Santuario por la d e l o s s a n t o s , q u e h a b í a s a c a d o d e l i n -
sangre de Cristo. L u e g o p a r e c e q u e l a fierno s e g ú n a q u e l l o ( P s . 67, 17) c i t a d o
a s c e n s i ó n d e C r i s t o n o f u e c a u s a d e n u e s - p o r S a n P a b l o ( E p h e s . 4 , 8): subiendo
tra salud. Cristo á lo alto, llevó cautiva la cauti-
3.° L a s a l u d s e m p i t e r n a n o s h a s i d o vidad, e s t o e s , p o r q u e l o s q u e h a b í a n
d a d a p o r C r i s t o s e g ú n a q u e l l o ( I s . 51, 6): s i d o r e t e n i d o s c a u t i v o s p o r e l d i a b l o , l o s
mas mi salud por siempre será. P e r o l l e v ó c o n s i g o a l c i e l o , c o m o á u n l u g a r
C r i s t o n o s u b i ó al cielo p a r a estar allí estraño á la n a t u r a l e z a h u m a n a , habién-
e t e r n a m e n t e ; p o r q u e s e d i c e ( A c t . 1,11): d o l o s c o n q u i s t a d o d e l a m a n e r a m a s g l o -
así vendrá como le habéis visto ir al cielo. r i o s a p o r l a v i c t o r i a q u e r e p o r t ó s o b r e el
T a m b i é n s e l e e q u e s e m o s t r ó á m u c h o s e n e m i g o ; 2.° p u e s t o q u e a s í c o m o e l P o n -
santos s o b r e la tierra d e s p u é s d e su a s - tífice en el a n t i g u o T e s t a m e n t o entraba
c e n s i ó n , c o m o s e l e e d e S a n P a b l o e n e l s a n t u a r i o , p a r a p e d i r á D i o s por
( A c t . 9). L u e g o p a r e c e q u e s u a s c e n s i ó n e l p u e b l o , a s í t a m b i é n C r i s t o entró en el
n o es causa de nuestra salvación. cielo para interceder por nosotros, c o m o
Por el contrario, d i c e e l m i s m o ( J o a u . s e d i c e ( H e b r . 7 ) ; p u e s l a r e p r e s e n t a c i ó n
16, 7): conviene á vosotros que yo me m i s m a d e s i p o r c o n s e c u e n c i a d e l a n a t u -
vaya, e s t o e s , q u e m e s e p a r e d e v o s o t r o s r a l e z a h u m a n a q u e l l e v ó a l c i e l o , es
p o r l a a s c e n s i ó n (1). c i e r t a i n t e r c e s i ó n p o r n o s o t r o s ; puesto
Conclusión. La ascensión de Jesu- q u e p o r l o m i s m o q u e D i o s e x a l t ó d e e s t e
cristo , tanto por parte suya como de m o d o l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o ,
nosotros, es causa de nuestra salvación. s e c o m p a d e z c a t a m b i é n d e a q u e l l o s p o r
Responderemos, q u e l a a s c e n s i ó n d e l o s q u e s u H i j o t o m ó e s t a n a t u r a l e z a ;
C r i s t o e s c a u s a d e n u e s t r a s a l v a c i ó n d e . 3.° á fin d e q u e c o n s t i t u i d o c o m o D i o s y
d o s m o d o s : 1.° p o r p a r t e n u e s t r a ; 2 . ° p o r S e ñ o r sobre su trono celestial, derramase
p a r t e d e él m i s m o . P o r p a r t e n u e s t r a , en d e s d e a l l í s o b r e l o s h o m b r e s l o s d o n e s di-
c u a n t o q u e p o r l a a s c e n s i ó n d e C r i s t o v i n o s s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 4 , 10): su-
n u e s t r o e s p í r i t u s e m u e v e h a c i a é l , p u e s t o bió sobre todos los cielos, para llenar to-
q u e p o r e l l a , c o m o s e h a d i c h o ( a . 1, a l 3.°) das las cosas, e s t o e s , « d e s u s d o n e s » ,
s e d a l u g a r , 1.° á l a f e ; 2.° á l a e s p e r a n - s e g ú n l a G l o s a ( i n t e r l . ) .
z a ; 3.° á l a c a r i d a d , y 4.° p o r q u e s e a u - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a as-
m e n t a n u e s t r o r e s p e t o h a c i a é l , p u e s t o c e n s i ó n d e C r i s t o e s c a u s a d e n u e s t r a sal-
q u e n o l e c o n s i d e r a m o s y a c o m o u n h o m - v a c i ó n , n o p o r m o d o d e m é r i t o , s i u o por
b r e t e r r e n o , s i n o c o m o D i o s c e l e s t e ; s e - m o d o d e c a u s a e f i c i e n t e , c o m o s e h a di-
g ú n d i c e t a m b i é n e l A p ó s t o l ( n . C o r . c h o s o b r e l a r e s u r r e c c i ó n ( C . 56, a . 1).
5, 16): y si conocimos á Cristo según la. A l 2.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o e s c a u s a
carne, e s t o e s , « m o r t a l , p o r l o q u e l e d e n u e s t r a a s c e u s i o n a l c i e l o , p r o p i a m e n t e
» j u z g a m o s solo c o m o h o m b r e » , s e g ú n h a b l a n d o , por la r e m o c i ó n del pecado,
• e s p o n e l a G l o s a ( o r d . e t . i n t e r l . P e t r i q u e n o s i m p i d e ir allí y p o r m o d o d e mé-
L o m b . ) ; « p e r o ahora y a no le conoce- rito ; pero su ascensión es directamente
» m o s » . P o r p a r t e s u y a , en c u a n t o á las la c a u s a d e la n u e s t r a , c o m o incoándola
c o s a s q u e é l m i s m o h i z o , a s c e n d i e n d o p o r e n n u e s t r a c a b e z a , á l a q u e es preciso
c a u s a d e n u e s t r a s a l v a c i ó n : 1.° n o s p r e - q u e s e u n a n l o s d e m á s m i e m b r o s .
p a r ó el c a m i n o d e subir al cielo, s e g ú n A l 3.° q u e C r i s t o , a l s u b i r u n a v e z al
l o q u e d i c e e l m i s m o ( J o a n . 14, 2): voy c i e l o , a d q u i r i ó p a r a s í y p a r a n o s o t r o s el
á aparejaros el lugar; y ( M i c h . 2 , 13): d e r e c h o p e r p e t u o y l a g r a c i a i n a p r e c i a -
sube delante de ellos el que les abrirá el b l e d e p e r m a n e c e r a l l í s i e m p r e , á c u y a
camino, p o r q u e p u e s t o q u e é l m i s m o e s d i g n i d a d s i n e m b a r g o n o d e r o g a , s i por
n u e s t r a c a b e z a , e s p r e c i s o q u e s u s m i e m - a l g u n a d i s p e n s a c i ó n d e s c i e n d e C r i s t o al-
b r o s s i g a n a l l í d o n d e v a l a c a b e z a . P o r g u n a v e z c o r p o r a l í ñ e n t e á l a t i e r r a ; ya
esta razón se d i c e (Joan, 14, 3) : donde p a r a q u e s e m a n i f i e s t e á t o d o s , c o m o en
yo estoy, estéis también vosotros. E n e l j u i c i o , y a p a r a m a n i f e s t a r s e á a l g u n o
e s p e c i a l m e n t e , c o m o á S a n P a b l o , según
(1) Por eso se dijo en el Concilio de Nicea *. El que subió al
cielo por nosotros los hombres y por nuestra salud. c o n s t a ( A c t . 9). Y p a r a q u e n a d i e c r e a
CUESTIÓN LVII. — ARTÍCULO VI. 615

que esto p a s ó sin q u e el c u e r p o d e C r i s t o 15, 8): y el •postrero de todos como á un


estuviese c o r p o r a l m e n t e presente y q u e abortivo; me apareció también á mí (1);
solamente apareció de u n a m a n e r a cual- c u y a visión no probaría l a verdad de su
quiera, S a n P a b l o a s e g u r a p o s i t i v a m e n t e resurrección s in o hubiera sido visto por
lo c o n t r a r i o , c u a n d o d i c e f u e p a r a c o n - él e lverdadero cuerpo d e Cristo.
firmar la f e e ns uresurrección ( i Cor.

C U E S T I Ó N LYIII.
Del asiento de Cristo á la diestra del Padre.

].° Se sienta Cristo á Indiestra de Dios Padre? 2.° Le conviene esto según la naturaleza divina
3° Le conviene según la naturaleza humana? 4.° Es esto propio de Cristo?

ARTÍCULO I . - — c o n v i e n e á cristo s e n tos, y al Hijo del Hombre que está en pie


tarse n In d i e s t r a d e D i o s P a d r e ? á la diestra de Dios. L u e g o parece que
C r i s t o no está sentado á la diestra del
1. P a r e c e q u e n o c o n v i e n e á C r i s t o
a
Padre.
estar s e n t a d o á l a d i e s t r a d e D i o s P a d r e ; Por el contrario, dícese ( M a r c . ult.
porque l ad e r e c h a y l a izquierda son di- 19) : el Señor Jesús después que los habló
ferencias d e l a s p o s i c i o n e s c o r p o r a l e s , fue recibido arriba en el cielo y está sen-
y ninguna cosa corporal conviene á Dios, tado á la diestra de Dios (2).
p u e s t o q u e Dios es espíritu c o m o s e v e Conclusion. Conviene decir que Cristo
( J o a n . 4, 24). L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o está sentado á la diestra del Padre, en
no e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e D i o s cuanto eternamente incorruptible perma-
Padre. nece en la gloria del Padre, y coreinando
2.° S i a l g u n o s e s i e n t a á l a d i e s t r a d e con él, ejerce en todo la potestad judicial.
alguien, aquel se sienta á s u izquierda. Responderemos, que en la palabra
Luego siCristo se sienta ála diestra del a s i e n t o p o d e m o s considerar d o s cosas, á
Padre, sigúese q u e e l P a d r e se sienta á saber : la quietud según aquello ( L u c .
la i z q u i e r d a d e l H i j o , l o c u a l e s i n c o n v e - ult. 49) : permaneced aquí en la ciudad,
niente. y también la potestad regia ó judicial
3.° E l s e n t a r s e y e s t a r d e p i é p a r e c e n según aquello ( P r o v . 2 0 , 8) : Rey que se
tener o p o s i c i ó n . P e r o S a n E s t e b a n d i c e sienta sobre el trono de justicia, con una
( A c t . 7, 55) : he aquí veo los cielos abier- mirada suya disipa todo el mal. L u e g o
fl) Y el mismo San Pablo en la carta á los corintios den de la naturaleza uno es el sitio natural, á saber, estar,
(r Cor. 9 , 1 ) : ¿No soy yo libre ? ¿no soy apóslol? ¿no he visto tí estar sentado, estar echado e t c . , que son enfermedades, ó debi-
Jesucristo Señor nuestro ? ¿no sois vosotros obra mia en el Señor? lidades de la naturaleza. De donde, cuando Cristo se suscitó
(2) Varias cosas hay que notar en este punto: 1." que tanto á la vida impasible, usó en sn fortaleza, del sitio natural de
mlcre corno dextera se toman no en sentido propio, sino me- su propia naturaleza que es estar. 2." Que sentarse tomado e n
tafórico, como aparece claramente del sentido literal. Si, em- sentido metafórico, importa tanto como descansar, ó habitar
pero, de la posición de Cristo, en cuanto hombre, se pre- en la regia dignidad no en la potestad judicial. Y en esto di-
gunta si está, ó está sentado en el cielo, hay que contestar, que fiere de la tercera significación de la diestra tomada metafóri-
está. Porque las posiciones del cuerpo pueden tomarse de dos camente, pues la diestra del Padre se toma en tercer lugar
maneras, ó en orden á los oficios humanos, ó en orden á la por la regia ó judicial potestad ; sentarse por la dignidad se-
naturaleza. Y aunque estos segundos oficios convienen á di- gún aparece en el siguiente artículo. A s í el Cardenal Caye-
versas situaciones del hombre ; porque del que pelea es el tano en su comentario.—M. Ll.
"lar, del que juzga el estar sentado etc., empero, según el ór-
616 CUESTIÓN LVIII.—ARTÍCULOS I Y II.

de ambos modos conviene á Cristo sen- sentado después de su ascensión, puesto


tarse á la diestra de Dios Padre; 1.° en que después de la gloria de este último
cuanto permanece eternamente incorrup- misterio será visto al fin como juez.
tible en Ja beatitud del Padre, la cual se
dice su diestra, según aquello (Ps. 15, ARTÍCULO I I . — E l s e n t a r s e a l a dies-
11) : deleites en tu derecha para siempre. t r a d e l P a d r e c o n v i e n e ú Cristo c o m o Dios?
Por esta razón dice San Agustin ( D e
symbolo 1. 1, c. 4 ) : « está sentado á la l.° Parece que el sentarse á la diestra
» diestra de Dios Padre: sentar, enten- del Padre no conviene á Cristo como
)) ded que es habitar, como decimos de Dios; porque Cristo, considerado como
» cualquier hombre, en aquel país está Dios, es la diestra del Padre. Pero no
» sentado, ó lleva de permanencia en él parece ser lo mismo la diestra de alguno
»tres años. Así, pues, creed que Cristo y el que se sienta á su diestra. Luego
» habita á la diestra de Dios Padre ; por- Cristo, como Dios, no está sentado á la
» que es bienaventurado y la palabra diestra del Padre.
» bienaventuranza es la diestra del Pa- 2.° Dice el Evangelista (Marc. ult. 19)
» dre ». 2.° se dice que Cristo está sentado que el Señor Jesús fue recibido arriba en
á la diestra de Dios Padre, según que el cielo y está sentado á la diestra de
reina con él y de él tiene potestad judi- Dios. Pero Cristo no ha sido elevado al
cial ; como el que se sienta con el Bey á cielo según que es Dios. Luego tampoco
la derecha, le asiste en el reinar y en el como Dios está sentado á la diestra de
juzgar. Por esta razón dice San Agustin Dios.
(in alio serm. De symbolo, 1. 2, c. 7): 3.° Cristo como Dios es igual al P a d r e
« entended por la diestra misma la potes- y al Espíritu Santo. Luego, si Cristo,
t a d que recibió aquel hombre tomado como Dios, está sentado á la diestra d e l
»por Dios para que venga á juzgar el que Padre, por igual razón el Espíritu Santo
» antes había venido para ser juzgado ». se sentará á la diestra del Padre y d e l
Al argumento 1.° responderemos que, Hijo y el mismo Padre á la diestra d e l
como dice el Damasceno (Orth. fid. 1. 4, Hijo y del Espíritu Santo, lo cual no se
c. 2), «no decimos la diestra local del encuentra en ninguna parte.
»Padre, porque el que en manera alguna Por el contrario, dice San Juan D a -
» puede ser circunscrito podría tener una masceno (Orthod fid. 1. 4 , c. 2 ) , q u e
y> diestra local? La diestra y la izquierda « llamamos la diestra del Padre la gloria
» se refieren á las cosas que se circuns- •» y el honor de la divinidad», en la q u e
» criben. Mas decimos la diestra del Pa- existió. antes de los siglos el Hijo d e
» dre á la gloria y el honor de la divini- Dios como Dios y consustancial al P a d r e .
» dad». Conclusión. Cristo como Dios está sen-
Al 2.° que aquel razonamiento procede tado á la diestra del Padre (1).
según que, sentarse á la diestra, se en- Responderémos que, como consta d e
tiende corporalmente. Por esta razón dice lo dicho (a. 1), por el nombre de diestra
San Agustin en cierto discurso (De pueden entenderse tres cosas : 1. según a

symb., scilicet 1. 1 , c. 4) : «si entende- San Juan Damasceno, « la gloria de la


» mos en un sentido carnal que Cristo está »divinidad»; 2 . según San Agustin
a

» sentado á la diestra del Padre, este lo (lib. Cont. serm. Arian. c. 12 y 1. 1 d e


» estará á la izquierda. Pero allí, esto es, Symb. c. 4 ) , « l a bienaventuranza del
» en la bienaventuranza eterna, todo es » Padre», y 3 . según el mismo (ibid. et
a

y> derecha, porque allí no hay miseria al- sup. Ps. 109), «la potestad judicial».
» guna ». Pero la palabra sessio asiento, como se
Al 3.° que, como dice San Gregorio ha dicho (a. 1) indica ya la habitación, y a
(in hom. Ascens. 29 in Evang.), pertene- la dignidad real ó judicial. Por esta razón
ce al que juzga el estar sentado y al que sentarse á la diestra del Padre, no es
combate ó al que ayuda estar de pié. otra cosa que tener simultáneamente con
Luego San Esteban, colocado en lo rudo
del combate, vio en pie á uno que le ayu- (l) Porque tiene al igual que el Padre la gloria de la divi-
nidad, la beatitud y la potestad judicial según se ha mani-
daba. Pero San Marcos nos le describe festado .
CUESTIÓN L V I I I . <— A R T Í C U L O S II Y I I I . 617

el P a d r e l a g l o r i a d e l a d i v i n i d a d , y l a h o m b r e , p o r q u e dice S a n J u a n D a m a s -
la b i e n a v e n t u r a n z a y e l p o d e r j u d i c i a l y c e n o ( O r t h . fid. 1. 4, c . 2, ce l l a m a m o s
poseer e s t a s c o s a s i n m u t a b l e m e n t e y á » diestra d e l P a d r e l a gloria y el honor
modo de r e y . P e r o e s t o c o n v i e n e a l H i j o B de D i o s » . P e r o el honor y l a gloria d e
de Dios c o n s i d e r a d o c o m o t a l . P o r l o la divinidad n o convienen á Cristo c o m o
tanto es e v i d e n t e q u e C r i s t o , c o n s i d e r a d o hombre. L u e g o parece q u e Cristo, como
como D i o s , e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l hombre n o está sentado á la diestra del
P a d r e ; sin e m b a r g o , d e m o d o q u e e s t a Padre.
proposición ad, q u e e s t r a n s i t i v a (1), i m - 2.° E s t a r s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l q u e
porta l a s o l a d i s t i n c i ó n p e r s o n a l y e l or- r e i n a , p a r e c e escluir l a sumisión, puesto
den del o r i g e n ; p e r o n o e l g r a d o d e n a - que el q u e se sienta á la diestra del que
turaleza ó d e d i g n i d a d , q u e e s n u l o e n l a s r e i n a , reina con él e n cierto modo. Y
personas d i v i n a s , c o m o s e h a d e m o s t r a d o Cristo como hombre esta sometido al
en la p r i m e r a p a r t e ( C . 42, a. 3). P a d r e , s e g ú n s e d i c e ( i . C o r . 15). L u e g o
Al a r g u m e n t o 1 . ° d i r e m o s , q u e e l H i j o parece q u e Cristo como hombre n o está
de Dios es l l a m a d o l a d i e s t r a d e l P a d r e á la diestra del P a d r e .
apropiadamente, a l m o d o c o n q u e t a m - 3.° S o b r e a q u e l l o ( R o m . 8) : qui est
bién es l l a m a d o l a v i r t u d d e l P a d r e ; p e r o ad dexteram Dei, e s p o n e l a G l o s a ( i n t e r l .
la diestra d e l P a d r e , s e g ú n l a s t r e s s i g - e t o r d . A m b r o s . ) , e s t o e s , ce i g u a l a l P a -
nificaciones p r e d i c h a s , e s a l g o c o m ú n á » dre en el h o n o r , p o r el q u e el P a d r e es
las tres p e r s o n a s . 2> D i o s » ; ó á l a d i e s t r a d e l P a d r e , e s t o
Al 2.° q u e C r i s t o c o m o h o m b r e h a s i d o e s , í en los bienes m á s escelentes de
elevado a l h o n o r d i v i n o q u e s e d e s i g n a a l » D i o s ». Y s o b r e a q u e l l o ( H e b r . 1):
decir q u e e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e Sedet ad dexteram majestatis in excelsis,
Dios P a d r e ; m a s n o o b s t a n t e a q u e l h o n o r la G l o s a ( i n t e r l . ) a ñ a d e , ce q u e es i g u a l
divino c o n v i e n e á C r i s t o , e n c u a n t o e s » al P a d r e en lugar y e n dignidad sobre
Dios, no p o r a s u n c i ó n a l g u n a s i n o p o r o r í - » todas las c o s a s » . P e r o ser igual á
gen e t e r n o . Dios n o conviene á Cristo, como hombre;
Al 3.° q u e e n m a n e r a a l g u n a p u e d e d e - p u e s s e g ú n e s t o d i c e e l m i s m o ( J o a n . 14
cirse q u e e l P a d r e s e s i e n t a á l a d i e s t r a 28) : mayor que yo es el Padre. Luego
del Hijo ó d e l E s p í r i t u S a n t o ; p u e s t o parece que estar sentado á l a diestra del
que el H i j o y e l E s p í r i t u S a n t o t r a e n e l P a d r e n o conviene á Cristo considerado
origen d e l P a d r e y n o a l c o n t r a r i o . P e r o como hombre.
puede d e c i r s e c o n p r o p i e d a d q u e e l E s p í - P o r e l c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t í n ( i n
ritu S a n t o e s t á s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l serm. D e S y m b o l o scilicet D e s y m b o l o
Padre ó d e l H i j o , s e g ú n e l s e n t i d o p r e d i - 1. 2, c. 7) : «. e n t e n d e d p o r l a m i s m a d i e s -
cao, a u n q u e s e g ú n c i e r t a a p r o p i a c i ó n s e » t r a el p o d e r q u e r e c i b i ó d e D i o s a q u e l
atribuya a l H i j o , a l q u e s e a p r o p i a l a » hombre que Dios h a tomado, de modo
igualdad, c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e » q u e el q u e h a b í a venido primero p a r a
doctr. C h r i s t . 1.4, c , 5) q u e ce e n el P a d r e » s e r j u z g a d o , v e n g a d e s p u é s á j u z g a r ».
está la u n i d a d , e n el H i j o l a i g u a l d a d , C o n c l u s i ó n . Cristo, en cuanto Dios,
s

»en el E s p í r i t u S a n t o l a c o n e x i ó n d e l a se dice que está sentado á la derecha del


)) unidad y d e l a i g u a l d a d » . Padre, según que tiene con El una mis-
ma naturaleza, mas en cuanto hombre,
ARTÍCULO III. —¿Sentarse á Indies- según que el hombre denota el supuesto
tra del P a d r e c o n v i e n e á C r i s t o c o m o h o m - divino, digno del mismo honor en la na-
bre? (2) turaleza asumida y constituido en los
bienes más escelentes del Padre.
1-° P a r e c e q u e s e n t a r s e á l a d i e s t r a R e s p o n d e r e m o s q u e , como se h a dicho
del P a d r e , n o c o n v i e n e á C r i s t o c o m o ( a . 2), p o r e l n o m b r e d e d i e s t r a d e l P a -

0) La preposición transitiva ad denota dos cosas , la distin- (2) Contesta afirmativamente el Santo Doctor, según
"°" l' 'sonal sola, ó solo el orden del origen ; mas como entre
c
aquello del Apocalipsis ( v ) . aDignus est Agnus qui occisas est
las personas divinas no hay más distinción que la personal, acctpcrc virtutem el divinilatem , ct saplcntlam, el forlitudinem, et
ninias orden qm; el del origen, (le aquí que la preposición ad honorem, et gloriam, ct benedictionem. Orntles audivi dicentes sc-
«signe necesariamente la sola distinción personal y el solo dcnli in throno et agno : Ucnedlclio, et honor, et gloria et poteslas.
«rten del origen. Asi el Cardenal Cayetano.—M. Ll. in scecula sceculorum.n
618 CUESTIÓN LVÍII. — ARTÍCULOS III Y I V .

dre se entiende ó la misma gloria de su ñ o r d e l a d e i d a d , l a c u a l n o o b s t a n t e la


deidad, ó su bienaventuranza eterna ó la t i e n e p o r r a z ó n d e l a p e r s o n a á quien se
potestad judicial y real. M a s esta prepo- une. P o r lo q u e 'añade el Damasceno
s i c i ó n ad d e s i g n a c i e r t o a c c e s o á l a d i e s - ( i b i d . ) « e n l a c u a l » , e s t o e s , <t e n l a g l o -
tra, en el q u e se designa la convenien- » r i a d e l a d e i d a d , e x i s t i e n d o e l H i j o de
cia c o n cierta distinción, como se b a dicho » Dios antes de los siglos como Dios y
( a . 2) ; l o c u a l p u e d e t e n e r l u g a r d e t r e s i> c o n s u s t a n c i a l al Padre, está sentado
m a n e r a s : 1. a
de modo q u e la convenien- » c o n s u c a r n e g l o r i f i c a d a , p u e s e s ado-
cia exista e n la naturaleza y l a distin- » r a d o c o n u n a s o l a a d o r a c i ó n juntamen-
ción en la persona ; y en este caso Cristo, y> t e c o n s u c a r n e p o r t o d a c r i a t u r a » .
considerado como Hijo de Dios, está sen- A l 2.° q u e Cristo como h o m b r e está
tado á la diestra del P a d r e , puesto que s o m e t i d o a l P a d r e , s e g ú n q u e l a s pala-
tiene l a misma naturaleza con el P a d r e ; bras secundum quod d e s i g n a n l a condi-
por consiguiente lo predicho conviene c i ó n d e l a n a t u r a l e z a ; y s e g ú n e s t o no le
esencialmente al H i j o c o m o al P a d r e ; y conviene estar sentado á l a d i e s t r a de
esto es estar en igualdad con el Padre. D i o s P a d r e , s e g ú n l a r a z ó n d e igualdad,
2. a
Según la gracia de la unión que im- considerado como hombre. M a s así le
porta por el contrario la distinción de la compete estar sentado á l a d i e s t r a del
naturaleza y la unidad de la persona ; y P a d r e s e g ú n q u e p o r e s t o s e d e s i g n a la
según esto Cristo, como hombre, es Hijo e s c e l e n c i a d e l a b i e n a v e n t u r a n z a y l a po-
de D i o s y por consiguiente está sentado t e s t a d judicial sobre t o d a criatura.
á l a diestra del P a d r e , sin embargo, de A l 3.° q u e e s t a r e n i g u a l d a d c o n el P a -
m o d o que estas palabras secundum quod dre n o pertenece á la misma naturaleza
no designen la condición de la naturaleza, humana de Cristo, sino solamente á la
sino la unidad del supuesto, c o m o se h a p e r s o n a a s u m e n t e ; p e r o e s t a r e n l o s me-
d i c h o ( C . 1 6 , a . 10). 3 . P u e d e a
entender- jores bienes d e D i o s s e g ú n q u e importa
se el acceso predicho según la gracia h a - un esceso sobre las otras criaturas con-
bitual que es m á s abundante en Cristo, v i e n e t a m b i é n á l a m i s m a n a t u r a l e z a to-
q u e e n t o d a s l a s o t r a s criaturas* e n t a n t o mada.
que la misma naturaleza humana en Cris-
to es m á s dichosa que las demás criatu-
A R T Í C U L O I V . — Estar sentado n la
ras y tiene sobre todas ellas potestad real
diestra del P a d r e e s propio de Cristo?
y j u d i c i a l . A s í p u e s , si l a s p a l a b r a s se-
cundum quod designan la condición de la 1.° P a r e c e q u e e s t a r s e n t a d o á l a dies-
naturaleza, Cristo, como D i o s , está sen- tra del Padre n o e s p r o p i o d e Cristo;
tado á l a diestra del P a d r e , esto e s , en p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l ( E p h e s . 2, 6) que
igualdad con el P a d r e ; pero como h o m - Dios nos resucitó y nos hizo sentar en los
bre, está sentado á la diestra del P a d r e , cielos con Jesucristo. P e r o s e r resucitado
esto e s , en los bienes paternos mejores n o e s p r o p i o d e C r i s t o . L u e g o p o r igual
que las demás criaturas, es decir, en la r a z ó n n i e l e s t a r s e n t a d o á l a d i e s t r a de
mayor bienaventuranza y teniendo la D i o s e n l o m a s alto d e los cielos.
p o t e s t a d j u d i c i a l (1). Y p o r ú l t i m o s i d i - 2.° C o m o dice S a n A g u s t í n ( d e sym-
chas palabras designan la unidad del su- b o l o , 1. 1 , c . 4) « e s t a r P r i s t o sentado á
puesto, así también como hombre, está Dla diestra d e l P a d r e e s h a b i t a r e n su
sentado á l a diestra del P a d r e , s e g ú n l a » bienaventuranza ». P e r o esto conviene
igualdad del honor, esto e s , en cuanto á o t r o s m u c h o s . L u e g o p a r e c e q u e el es-
le veneramos con este honor al mismo t a r s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l P a d r e no es
Hijo de D i o s con la naturaleza tomada, propio de Cristo.
c o m o s e h a d i c h o ( C . 2 5 , a . 1). 3.° D i c e el mismo ( A p o c . 3 , 21) (2);
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a h u - al que venciere le liare sentar conmigo en
manidad de Cristo según las condiciones mi trono-, así como yo también he vencido
de s u naturaleza, n o tiene la gloria ú h o - y me he sentado con mi Padre en su tro-
(1J Por esto en el canon de la misa de la Ascensión se dice: (2) 0 mejor, manda escribir al ángel de Laodicea, ó seo si
tPllius Dei unilam ubi fragilüalis noslrce mbs'anliam in gloria obispo, como puede verse en los versículos 14 y 21 del men-
Pülris dézlera collocasse.» cionado capítulo,—M. Ll.
CUESTIÓN LVIII. — ARTÍCULOS IV. 619

no. P e r o C r i s t o s e s i e n t a á l a d i e s t r a d e l el A p ó s t o l que nos hizo sentar con él en


Padre, porque se s i e n t a en su trono. los cielos, es d e c i r , e n e l h e c h o mismo
Luego t a m b i é n l o s d e m á s q u e v e n c e n se que nuestra cabeza, que es Cristo, se
sientan á l a d i e s t r a d e l P a d r e . sienta allí.
4.» Dice el Señor (Mattb. 20, 23): A l 2.° q u e p u e s t o q u e l a d i e s t r a e s l a
estar sentados á mi derecha ó á mi iz- bienaventuranza d i v i n a , el sentarse á la
quierda no me pertenece á mi darlo á vo- derecha no significa simplemente estar
sotros, sino a los que está preparado por en l a b i e n a v e n t u r a n z a , sino tener l a b i e n -
mi Padre. P e r o e s t o s e d i r í a e n v a n o , s i aventuranza con cierta potestad de d o -
no h u b i e r a e s t a d o preparado á algunos. minación y como propia y natural, lo
Luego no c o n v i e n e á solo Cristo estar cual conviene á Cristo solo, y no á nin-
sentado á l a d i e s t r a . guna otra criatura. Puede sin embargo
P o r e l c o n t r a r i o , D í c e s e ( H e b r . 1, 13): decirse que todo santo que está en la
¿á cuál de los ángeles dijo alguna vez: bienaventuranza, se h a l l a constituido á
siéntate á mi derecha, e s t o e s , e n m i s d i e s t r a de D i o s : p o r l o q u e se dice t a m -
bienes m e j o r e s ó i g u a l á m i s e g ú n l a di- b i é n ( M a t t h . 25, 33), q u e pondrá las ove-
vinidad ? ; c o m o si dijera: á ninguno. jas á su derecha.
Pero los- á n g e l e s s o n s u p e r i o r e s á l a s de- A l 3.° q u e por el t r o n o se s i g n i f i c a la
mas c r i a t u r a s . L u e g o con mucha mayor potestad j u d i c i a l que Cristo tiene del P a -
razón á n i n g ú n o t r o q u e á C r i s t o convie- d r e ; s e g ú n esto se d i c e q u e está s e n t a d o
ne estar s e n t a d o á l a d i e s t r a d e l P a d r e . en el trono del P a d r e . M a s los otros S a n -
Conclusión. Solo á Cristo, no al án- tos l a tienen de C r i s t o y s e g ú n es d i c e n
gel ó al hombre conviene estar sentado á sentarse en el trono de Cristo según
la derecha del Padre (1). aquello (Matth. 19, 28) : Os sentareis
R e s p o n d e r e m o s , q u e c o m o se h a dicho también vosotros sobre doce sillas, para
(a, 1, 2 y 3), s e d i c e q u e C r i s t o e s t a s e n - juzgar á las doce tribus de Israel.
tado á l a d i e s t r a d e l P a d r e e n c u a n t o e s t á A l 4.° que, como dice el Crisóstomo
en i g u a l d a d c o n e l P a d r e s e g ú n l a n a t u - (sup. M a t t h . h o m . 6 6 ) , « aquel lugar »,
raleza d i v i n a , m i e n t r a s q u e s e g ú n l a n a - esto e s , « e l l u g a r donde C r i s t o está s e n -
turaleza h u m a n a en l a posesión de los » tado á l a diestra del P a d r e , es i n a c c e -
bienes d i v i n o s d e u n m o d o m á s escelente » sible no solamente á todos los hombres,
que t o d a s l a s o t r a s c r i a t u r a s . P e r o a m b a s » sino también á los ángeles, porque San
cosas c o n v i e n e n s o l o á C r i s t o . P o r consi- » P a b l o h a c e v e r q u e e s t a es l a p r e r o g a -
guiente á n i n g u n o o t r o n i á u g e l n i h o m - » tiva principal del Hijo único cuando
bre c o n v i e n e e l e s t a r s e n t a d o á l a d i e s t r a » dice :¿A cuál de los ángeles dijo algu-
de D i o s P a d r e , s i n o s o l o á C r i s t o . » na vez : siéntate á mi derecha? E l S e -
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que puesto » ñ o r , p u e s , n o se d i r i g e á los q u e c o m o
que C r i s t o es nuestra cabeza, aquello » existentes d e b í a n sentarse, sino condes-
que le h a s i d o c o n f e r i d o , n o s h a s i d o c o n - » cendiendo á los que le preguntaban,
ferido t a m b i é n á nosotros en el mismo. y> c o n t e s t a : p o r q u e s o l o p e d í a n c o n p r e -
Y por e s t o , h a b i e n d o el mismo y a resu- y> f e r e n c i a á l o s d e m á s , e s t a r a n t e e l m i s -
citado, d i c e el Apóstol que Dios nos » mo ». Sin embargo puede decirse que
conresucitó e n c i e r t o m o d o c o n é l a u n q u e los hijos del Zebedeo pretendían tener
todavía n o h e m o s s i d o r e s u c i t a d o s e n n o s - p r e e m i n e n c i a sobre los d e m á s en l a p a r -
otros m i s m o s , p e r o d e b e m o s r e s u c i t a r s e - ticipación de l a potestad j u d i c i a l de C r i s -
8 , 1 1 ) : el que resuci-
gún a q u e l l o ( R o m . to ; por consiguiente no pedían el sen-
to a Jesucristo de entre los muertos, vivifi- tarse á l a derecha ó á l a izquierda del
cara también vuestros cuerpos mortales; P a d r e , sino á l a derecha ó izquierda de
}' según e l m i s m o m o d o d e h a b l a r añade Cristo.

(1) Porque solo á Cristo, á diferencia de las demás criatu- los mejores bienes del Padre comunicables á la criatura según
ras, conviene ser igual al Padre según la divinidad, y ser en la humanidad : (C. Cayetano Coment. á este lugar.—M. Ll.
C U E S T I Ó N LIX.

De la potestad judicial de Cristo.

1.° La potestad judicial debe seratribuida á Cristo ? — 2." Le conviene según que es hombre?-!)."
La consiguió por sus méritos ? — 4.° Su potestad j udicial es universal respecto á todos los hombres?
5.° Independientemente del juicio que hace en este tiempo, debe esperarse de él otro juicio univer-
sal?—6.° Su potestad judicial se estiende también á los ángeles? De la ejecución del juicio final se
tratará más convenientemente cuando considerémoslo perteneciente al fin del mundo (in Supplem.
C 88 y 89), pero ahora basta tratar sólo las cosas que pertenecen á la dignidad de Cristo.

A E TÍ C U L O I. — l a potestad judicial Por el contrario, dícese d e Cristo


d e b e a t r i b u i r s e e s p e c i a l m e n t e á Cristo?(1) ( A c t . 10, 4 2 ) : él es quien Dios ha puesto
por Juez de vivos y de muertos.
1.° P a r e c e q u e l a p o t e s t a d j u d i c i a l n o C o n c l u s i ó n . La potestad judicial se
debe atribuirse especialmente á Cristo; atribuye propiamente al Hijo de Dios[1),
porque e l juicio d e algunos parece q u e R e s p o n d e r e m o s q u e p a r a j u z g a r se re-
pertenece a l señor ; p o r lo cual se dice q u i e r e n t r e s c o s a s : 1. l a p o t e s t a d de
a

( P . o m . 14 , 4) : ¿quién eres tú que juzgas o b l i g a r á l o s s u b d i t o s ; p o r e s t a razón se


al siervo ajeno ? P e r o s e r s e ñ o r d e l a s d i c e ( E c c l i . 7, 6) : no pretendas ser juez
c r i a t u r a s , es c o m ú n á t o d a l a T r i n i d a d . si no tienes valor para entrar con fuerza
L u e g o n o debe atribuirse especialmente por entre las iniquidades : 2 . a el zelo de
á Cristo la potestad judicial. l a r e c t i t u d , e s t o e s , e l q u e a l g u n o juz-
2.° D í c e s e ( D a n . 7, 9) : sentóse el an- g u e n o p o r o d i o ó e n v i d i a , s i n o p o r amor
ciano de dias, y d e s p u é s s e a ñ a d e : se á l a j u s t i c i a s e g ú n a q u e l l o ( P r o v . 3,12):
sentó al juicio y fueron abiertos los libros. porque al que ama, el Señor lo castiga,]
P e r o p o r el A n c i a n o d e dias se entiende se complace en él como un padre en su
el P a d r e , p u e s t o q u e , c o m o dice S a n H i - hijo : 3 . l a s a b i d u r í a , c o n f o r m e a l a cual
a

l a r i o ( D e T r i n . 1. 2 ) , « e n e l P a d r e e s t á s e f o r m a e l j u i c i o : p o r e s t o se dice
la eternidad. » L u e g o se debe atribuir l a ( E c c l i . 1 1 , 1) : el juez sabio juzgará a
potestad judicial más bien al P a d r e , que su pueblo. L a s d o s p r i m e r a s condiciones
á Cristo. s e p r e e x i g e n p a r a e l j u i c i o ; m á s la ter-
3.° P a r e c e q u e e l j u z g a r e s p r o p i o d e l c e r a , p r o p i a m e n t e h a b l a n d o , e s aquella,
mismo d e quien lo es el argüir.. Y el c o n a r r e g l o á l a c u a l s e considera la
argüir pertenece al Espíritu Santo; pues f o r m a d e l j u i c i o , p u e s t o q u e l a razón
d i c e e l S e ñ o r ( J o a n . 16, 8) : cuando él m i s m a d e l j u i c i o e s l a l e y d e l a sabiduría
viniere, e s t o e s , el Espíritu Santo, ar- ó d e l a v e r d a d s e g ú n l a c u a l s e juzga. 1
güirá ál mundo de pecado y de justicia y p u e s t o q u e e l H i j o e s l a s a b i d u r í a engen-
de juicio. L u e g o l a p o t e s t a d j u d i c i a l m á s d r a d a y l a v e r d a d p r o c e d e n t e d e l Padre
debe atribuirse al Espíritu S a n t o , q u e á y q u e l e r e p r e s e n t a p e r f e c t a m e n t e , por
Cristo. e s t o se" a t r i b u y e p r o p i a m e n t e l a potestad

(íj La palabra especialmente (specialiter) se toma aquí en (2) Porque el Hijo de Dios es la sabiduría engendrada
su sentido propio, es decir, escluyendo á las demás personas es propio de la sabiduría formar el juicio, ó ser la razón deel.
divinas,
CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULOS I Y II, 621

judicial al Hijo de Dios. E n este con- » tendréis libertad de argüir ». A s í pues,


cepto dice San Agustín (1. D e vera re- se atribuye el juicio al Espíritu Santo,
ligioue, c. 31) : » esta es aquella verdad no en cuanto á la razón del juicio, sino
í incontrastable que es llamada con ra- en cuanto al efecto de juzgar que tienen
»zon la ley de todas las artes y el arte los hombres (1).
s del omnipotente artífice. Pero como
s nosotros y todas las almas racionales ARTICULO II. — i a potestad judicial
»juzgamos rectamente de las cosas infe- c o n v i e n e á Cristo , s e g ú n q u e e s h o m b r e ?
íriores según la verdad, así, cuando
»estamos unidos á ella, la sola verdad l.° Parece que la potestad judicial no
»misma j u z g a ; y no el Padre de la conviene á Cristo según que es hombre ;
í misma, pues no es menor que él mismo; porque dice San Agustín (in 1. de vera
» y por eso lo que el Padre juzga, por la religione implic. c. 31) que « e l juicio se
B misma lo juzga ». Y después concluye: » atribuye al Hijo en cuanto es la ley
«luego el Padre no juzga á nadie sino » misma de la primera verdad ». Pero
j que dio todo juicio al Hijo ». esto pertenece á Cristo según que es
Al argumento 1.° diremos, que por Dios. Luego la potestad judicial no con-
aquel razonamiento se prueba que la po- viene á Cristo según que es hombre, sino
testad judicial es común á toda la Trini- según que es Dios.
d a d , lo cual es verdadero ; m a s , no obs- 2.° Pertenece á la potestad judicial
tante, se atribuye al Hijo por cierta apro- premiar á los que obran bien, como cas-
piación, como se ha dicho. tigar á los malos. Pero el premio de las
Al 2.°que, como dice San Agustín ( D e buenas obras es la bienaventuranza eter-
Trinit. 1. 6, c. 10), se atribuye al Padre na , la que no se da sino por Dios ; pues
la eternidad á causa de la idea del prin- dice San Agustín ( S u p . Joan, tract. 23)
cipio que se importa en la razón de la que « por la participación de Dios se hace
eternidad. También San Agustín dice en » el alma bienaventurada, pero no por la
el mismo lugar que el Hijo es el arte del » participación de una alma santa». Lue-
Padre. Así pues, la autoridad de juzgar go parece que la potestad judicial no con-
se atribuye al Padre, en cuanto es prin- viene á Cristo, según que es hombre, sino
cipio del Hijo, y la razón misma del jui- según que es Dios.
cio se atribuye al Hijo que es el arte y 3.° Pertenece á la potestad judicial de
la sabiduría del Padre ; es decir, que así Cristo juzgar los secretos de los corazo-
como el Padre hace todas las cosas por nes según aquello ( i Cor. 4, 5 ) : no juz-
medio del Hijo, en cuanto es su arte, así guéis antes de tiempo hasta que venga el
también juzgue todas las cosas por el Señor, el cual aclarará aun las cosas es-
Hijo, en cuanto es su sabiduría y ver- condidas de las tinieblas y manifestará
dad. Esto se significa en D a n i e l , donde los designios de los corazones. Pero esto
primero se dice que el Anciano de dias se pertenece á la sola virtud divina, según
sentó; y después se añade, que el Hijo aquello (Jerem. 17, 9) : torcido es el co-
del Hombre llego hasta el anciano de razón de todos é impenetrable : ¿ quien
Has y diole la potestad y la honra y el lo conocerá ? Yo el Señor que escudriño el
reino; por lo que se da á entender que corazón y examino los ríñones, que doy
la autoridad de juzgar existe en el P a - á cada uno según su camino. Luego la
dre del que el Hijo ha recibido el poder potestad judicial no conviene á Cristo
de juzgar. según que es hombre, sino según que es
Al 3.° que, como dice San Agustín Dios.
(sup. Joan, tract. 9 5 ) , « Cristo dijo que Por el contrario ; dícese (Joan. 5, 2 7 ) :
»el Espíritu Santo argüiría al mundo le dio poder de hacer juicio porque es
51
del pecado, como si dijese : difundirá Hijo del hombre (2).
51
en vuestros corazones la caridad ; por- Conclusión. Siendo Cristo, según que
» que disipado de esta manera el temor, es hombre, la cabeza de toda la Iglesia,
0) fio,.ciertamente, justo, santo, para que juzguen con (2) Y en otros logares de la Escritura (Act. 10 y 17, 11 Cor.
™tojuicio y arguyan con equidad, no según el exterior ó la v. 1.", Thesalon. 4.°; V. también sobre esta materia á Orosio
persona. de libero arbitr. c. 25 : Tocio, ad Amphiloch ; qua;st. 192.
622 CUESTIÓN LIX.--ARTÍCULO II.

conviene que tenga en cuanto hombre la tos, así también juzga á l o s h o m b r e s por
potestad judicial. el h o m b r e Cristo para q u e e l j u i c i o sea
Responderemos, q u e el Crisóstomo más suave á l o s h o m b r e s . P o r l o q u e dice
(sup. J o a n . h o m . 38) parece opinar que e l A p ó s t o l ( H e b r . 4, 15) : no tenemos un
la potestad judicial no conviene á Cristo Pontífice que no pueda compadecerse de
según que es hombre, sino según que es nuestras enfermedades : mas tentado en
Dios. P o r esta razón esplica en este sen- todas cosas á semejanza nuestra excepto
tido el pasaje de S a n Juan que acaba- elpecado. Pues lleguemos confiadamente
mos d e citar : le dio la potestad de juz- al trono de la gracia. 2. P o r q u e e n el a

gar ; y después añade : « puesto que es juicio final como dice S a n A g u s t í n (sup,
» el Hijo del hombre, no te admires de Joan, tract. 23), será l a r e s u r r e c c i ó n de
» esto, porque no por ser hombre recibió los cuerpos muertos que Dios resucitará
» la potestad de juzgar, sino que es juez por medio del Hijo del hombre; como
» p o r ser el H i j o inefable d e D i o s ». M a s , por Cristo mismo resucita l a s a l m a s , en
puesto que lo que se decía era dema- cuanto es el Hijo de Dios. 3.° Porque,
siado elevado para referirse al hombre, como dice S a n Agustín (in lib. D e ver-
por eso desechando esta opinipn dijo : bis D o m i u i , s e r m . u l t . c . 7), e r a j u s t o que
ceno os admiréis, puesto que es el Hijo los que debían ser juzgados, v i e s e n su
» del hombre : porque el mismo es tam- juez. Pero los que debían s e r juzgados
il b i e n el Hijo de Dios» ; lo cual prueba eran los buenos y los malos. Luego fal-
por el efecto de la resurrección; por esto taba q u e e n el juicio se m o s t r a s e b a j o la
añade : puesto que viene la hora en que forma del siervo á l o s b u e n o s y á l o s ma-
todos los que están en las tumbas oirán los y que conservase la forma d e Dios
la voz del Hijo de Dios. D e b e s a b e r s e , para solos los buenos.
no obstante, que aunque en Dios perma- A l argumento 1.° d i r e m o s , q u e e l juicio
nezca la primitiva autoridad de juzgar, se pertenece á la verdad c o m o su regla ; pero
confía por Dios á los hombres la potes- pertenece al hombre q u e e s t á i m b u i d o eu
tad de juzgar respecto de los que están la verdad, según que es u n o en cierto
sometidos á s u jurisdicción. P o r lo cual se modo con la misma verdad, como cierta
dice (Deuter. 1, 16): juzgad lo que es ley y cierta justicia animada. E s t o es
justo y d e s p u é s s e a ñ a d e : porque el juicio lo q u e hace decir á S a n Agustin, según
es de Dios, e s t o e s , la autorización con el A p ó s t o l el hombre espi-
(i Cor. 2,15) :
que juzgáis. Pero se h a dicho ( C . 8, a. 1 ritual juzga todas las cosas. P e r o e l alma
y 3), q u e Cristo, aun en la naturaleza de Cristo estuvo m á s unida á l a verdad
humana, es la cabeza de toda la Iglesia que las demás criaturas y m á s l l e n a de
y que Dios sometió todo bajo sus pies. ella según S a n Juan (1, 14) : le vimos
Por consiguiente le pertenece, como hom- lleno de gracia y de verdad. Y s e g ú n
bre, tener la potestad judicial. E s t a e s l a e s t o , p e r t e n e c e p r i n c i p a l m e n t e a l a l m a de
causa porque S a n Agustín (tract. 19 in Cristo juzgar todas las cosas.
Joan) dice que el predicho pasaje del A l 2.° q u e e s p r o p i o d e s o l o D i o s hacer
Evangelista debe entenderse a s í : « le di bienaventuradas las almas p o r s u parti-
» potestad de juzgar puesto q u e él e s e l cipación , y conducir á l o s h o m b r e s á la
»Hijo del hombre » , no por causa de la beatitud-: conviene á C r i s t o e n c u a n t o es
condición de su naturaleza, puesto que cabeza y a u t o r d e l a s a l u d d e e s t o s según
e n e s t e c a s o <r t o d o s l o s h o m b r e s tendrían aquello ( H e b r . 2, 10): el que había de
» tal potestad», como objeta S a n Cri- llevar muchos hijos á la gloria consumase
sóstomo (ibid); sino q u e esto pertenece por la pasión el autor de la salud de ellos.
á la gracia de la cabeza que Cristo recibió A l 3.° q u e c o n o c e r l o s s e c r e t o s d e los
en la naturaleza humana. L a potestad corazones y juzgar, pertenece p o r si a
judicial le conviene á Cristo de esta m a - Dios solo ; pero p o r c o n s e c u e n c i a de la
nera según la naturaleza h u m a n a por tres acción de la divinidad s o b r e e l a l m a de
motivos : 1.° por la conveniencia y afini- Cristo le conviene también conocer y juz-
d a d del mismo con los hombres, pues así g a r l o s a r c a n o s d e l o s c o r a z o n e s , c o m o se
como Dios obra por medio de las causas ha dicho a l t r a t a r d e l a c i e n c i a d e Cristo
m e d i a s , como las más cercanas á los efec- (C. 10, a. 2). P o r e s o s e dice (Rom. %
CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULOS I I , III Y I V . 623

16) : en el dia en que Dios juzgará las » culpables el que ha sido falsamente
cosas ocultas de los hombres.... por Jesu- » acusado ».
cristo (l). Conclusión. Aunque la potestad judi-
cial sea debida á Cristo por causa de su
A R T Í C U L O III. — cristo a l c a n z ó por persona divina y dignidad de cabeza, y
sus m é r i t o s l a p o t e s t a d j u d i c i a l ? plenitud de gracia, la mereció sin em-
bargo , para ser juez según la justicia de
l.° Parece que Cristo no alcanzó por Dios, que peleó y venció por la justicia.
sus méritos la potestad judicial: porque Responderemos, que nada impide que
esta potestad resulta de la dignidad real una sola y misma cosa sea debida á uno
según aquello (Prov. 20, 8) : el Rey que por causas diversas ; como la gloria del
se sienta sobre el trono de justicia , con cuerpo que resucita fue debida á Cristo
una mirada suya disipa todo mal. Pero no solo por la congruencia de la divini-
Cristo obtuvo la dignidad real sin méri- dad y por causa de la gloría del alma,
tos, pues le compete por lo mismo que es sino también por el mérito de la humil-
unigénito de Dios ; porque se dice ( L u c . dad de la pasión. E igualmente debe de-
1,32) : le dará el Señor Dios el trono de cirse que la potestad judicial compete al
David su Padre y reinará, en la casa de hombre Cristo, ya por la persona divina
Jacob por siempre. L u e g o Cristo no ob- y a por la dignidad de cabeza, ya por la
tuvo por sus méritos la potestad judicial. plenitud de su gracia habitual ; y sin em-
2.° Como se ba diebo (a. 2 ) , la potes- bargo también la obtuvo por mérito (3),
tad judicial compete á Cristo en cuanto esto e s , de modo que conforme á la jus-
es nuestra cabeza. Y la gracia de cabe- ticia de Dios fuera juez el que combatió
za no compete á Cristo por sus méritos por ella y venció y fue juzgado injusta-
sino que resulta de la uuion personal de mente. P o r lo que dice el mismo ( A p o c . 3,
la naturaleza divina y lmmaua, según 21) : yo también he vencido y me he sen-
aquello (Joan. 1, 14) : vimos la gloria de tado con mi Padre en su trono. Pero por
él,gloria como de Unigénito del. Padre, el trono se entiende la potestad judicial
lleno de gracia y de verdad y de su ple- según aquello ( P s . 9, 5): te sentaste so-
nitud recibimos nosotros todos, lo cual per- bre el trono tu que juzgas la justicia.
tenece á la razón de cabeza. Luego pa- A l argumento 1.° diremos, que aquel
rece que Cristo no tuvo la potestad j u - razonamiento procede de la potestad j u -
dicial por sus méritos. dicial según que se debe á Cristo por la
3.° Dice el Apóstol ( i Cor. 2, 1 5 ) : el unión misma al Verbo de Dios.
espiritual juzga todas las cosas. Pero el A l 2.° que aquel razonamiento procede
hombre se hace espiritual por la gracia de parte de la gracia, según que es
que no proviene de los méritos ; pues de cabeza.
otra manera la. gracia, ya no sería gracia, A l 3." que aquel razonamiento procede
como se dice (Rom. 11, 6). Luego parece de parte de la gracia habitual que perfec-
que la potestad judicial no conviene ni á ciona el alma de Cristo. Sin embargo,
Cristo ni á otros por los méritos sino por porque la potestad judicial se deba á
sola la gracia. Cristo de estas maneras, no se escluye
Por el contrario, dícese ( J o b . 36, 17): que se le deba por mérito.
tu causa, ha sido juzgada como la de un
impío ; ganarás la causa y sentencia : y ARTÍCULO IV.— ¿ i « potestad judi-
San Agustín dice (in l. De verbis Do- c i a l c o n v i e n e a C r i s t o e n c u a n t o á t o d a s l a s
mini serva, ult. c. 7 ) : « s e sentará como c o s a s h u m a n a s ? (4)
"juez el que ha comparecido para ser
juzgado; condenará álos verdaderos (2) 1.° Parece que la potestad judicial no

(1) Consúllese acerca esta cuestión el suplemento (quíest. (•I) Son varios los testos de la Escritura Sagrada probando
M.art. 1.) que la potestad judicial de Cristo se estiende á todas las co-
(2) Vcrc dice la edición de Roma de 1773, y de consiguiente sas humanas. (S. Math. 15). De omni verbo otroso, quod loculi
debe traducirse verdaderamente. fuerint nomines, reddent ralionem in die judicii ; (San Lucas 16)
( ) Y en cnanto al uso que haría de ella al fin de los siglos
3
Rcddc rationem villieclionis titos: (Rom. 11.) Judicabil Dem occulta
V en cuanto á la manifestación de la misma que empezó en su hominumper Jesum Christum ; (Coloss. 11). Omnia quez fiunt, ad-
"surrección. ducet Deus in judicium pro oinni erralo.
624 CUESTIÓN LIX.—ARTÍCULO IV.

pertenece á Cristo e n cuanto átodas l a s t i e n e j u i c i o s o b r e t o d a s l a s c o s a s . 2,° L a


cosas humanas ; porque, según s e l e e m i s m a c o n s e c u e n c i a r e s u l t a evidente-
( L u c . 12, 13) : h a b i e n d o d i c h o u n o d e l a m e n t e d e l m é r i t o d e s u m u e r t e ; puesto
m u l t i t u d á C r i s t o : di á mi hermano que q u e , c o m o s e d i c e ( R o m . 14, 9), por esto
parta conmigo la herencia, é l l e r e s p o n - murió el Señor y resucitó para ser Señor
d i ó : hombre, ¿quién me ha puesto por de muertos y de vivos. P o r l o t a n t o tiene
juez ó repartidor entre vosotros ? L u e g o j u i c i o s o b r e t o d o s , p o r l o c u a l a ñ a d e el
su potestad judicial n o se estiende á to- A p ó s t o l que todos compareceremos en el
das las cosas humanas. tribunal de Cristo; y ( D a n . 7, 14) se
2.° N a d i e j u z g a s i n o l a s c o s a s q u e l e d i c e q u e le dio potestad y la honra y el
están sometidas. P e r o n ov e m o s q u e t o d o reino ; y todos los pueblos, tribus y len-
esté a ú n sometido á Cristo, como se dice guas le servirán á él. 3.° L o m i s m o re-
( H e b r . 2). L u e g o p a r e c e q u e C r i s t o n o s u l t a d e l a c o m p a r a c i ó n d e l a s c o s a s hu-
j u z g a todas las cosas humanas. m a n a s c o n e lfind e l a s a l v a c i ó n h u m a n a ;
3.° D i c e S a n A g u s t í n ( D e c i v i t . D e i . , p o r q u e s e c o n f í a t a m b i é n l o a c c e s o r i o al
1. 20, c . 2) q u e « p e r t e n e c e a l j u i c i o d i - q u e s e c o n f í a l o p r i n c i p a l . P e r o t o d a s las
» vino e lq u e algunas veces l o s b u e n o s c o s a s h u m a n a s s e o r d e n a n a lfind e la
» sean desgraciados e n este m u n d o y que b i e n a v e n t u r a n z a q u e e s l a s a l v a c i ó n eter-
» otras prosperen, y que l omismo suceda n a , á l a q u e s o n a d m i t i d o s l o s hombres
» con los malos». P e r o esto h a tenido lu- ó d e l a q u e s o n e s c l u i d o s p o r e l j u i c i o de
gar igualmente antes d e l a encarnación C r i s t o , c o m o c o n s t a ( M a t t h . 25). E n su
d e Cristo. L u e g o n otodos los juicios d e c o n s e c u e n c i a e s e v i d e n t e q u e pertenecen
D i o s acerca d e las cosas h u m a n a s perte- á l a p o t e s t a d j u d i c i a l d e C r i s t o t o d a s las
necen ál a potestad judicial d e Cristo. cosas humanas.
Por e l contrario, d í c e s e ( J o a n 5, 22): A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s que,
el Padre dio al Hijo todo poder de c o m o s e h a d i c h o ( a . 3 , a . 1), l a p o t e s t a d
juzgar. j u d i c i a l r e s u l t a d e l a d i g n i d a d r e a l . Pero
Conclusión. Siendo Cristo el Verbo de a u n q u e C r i s t o h u b i e r a s i d o constituido
Dios, por quien el Padre hace todas las r e y p o r D i o s , s i n e m b a r g o , v i v i e n d o e n la
cosas, y estando su alma llena de la divi- tierra, n o quiso administrar temporalmen-
nidad, es evidente, que pertenecen á la t e e l r e i n o t e r r e n o ; p o r e s t a r a z ó n dice
potestad judicial de Cristo ya como hom- e l m i s m o ( J o a n . 18, 36) : mi reino no es
bre ya como Dios, las cosas todas huma- de este mundo. D e l a m i s m a m a n e r a tam-
nas y otras cualesquiera. p o c o q u i s o e j e r c e r s u p o t e s t a d judicial
Responderemos q u e , s i h a b l a m o s d e s o b r e l a s c o s a s t e m p o r a l e s e l q u e había
Cristo según l anaturaleza divina, es evi- v e n i d o á e l e v a r á l o s h o m b r e s á D i o s (1).
dente que todo juicio del P a d r e pertenece Y s e g ú n e s t o d i c e S a n A m b r o s i o (in
al H i j o ; pues a s í c o m o e l P a d r e hace h u n c l o e . L u c a s , i b i d e m ) : « c o u razón
todas l a s cosas p o rs u V e r b o , a s í tam- » d e c l i n a l a s c o s a s t e r r e n a s e l q u e había
bién las j u z g a todas por s u V e r b o . P e r o » d e s c e n d i d o p o r c a u s a d e l a s divinas ;y
si h a b l a m o s d e C r i s t o s e g ú n l a n a t u r a - » e l q u e d e b e j u z g a r l o s v i v o s y l o s muer-
l e z a h u m a n a , e n e s t e c a s o t a m b i é n es e v i - » t o s y a p r e c i a r s u s m é r i t o s , n o s e digna
dente que todas las cosas h u m a n a s están » j u z g a r l o s p r o c e s o s , y h a c e r s e arbitro
sometidas á s u juicio. Y esto es notorio, » d elos bienes temporales » .
1.° s i c o n s i d e r a m o s l a r e l a c i ó n d e l a l m a A l 2.° q u e t o d a s l a s c o s a s e s t á n some-
de Cristo c o nel Verbo d e Dios, porque t i d a s á C r i s t o e n c u a n t o á l a potestad
s i el espiritual juzga todas las cosas, c o m o q u e r e c i b i ó d e s u P a d r e s o b r e t o d o lo
s e d i c e ( i C o r . 2 , 15), e n c u a n t o s u e s - e x i s t e n t e s e g ú n a q u e l l o , ( M a t t h . u l t . 18):
p í r i t u e s t á u n i d o a l Verbo d e D i o s , m u - se me ha dado toda potestad en el cielo y
cho m á s e lalma d e Cristo, q u e está en la tierra ; s i n e m b a r g o a u n n o l o es-
l l e n a d e l a verdad d e l V e r b o d e D i o s , t á n t o d a s l a s c o s a s s o m e t i d a s e ncuanto a

(1) De lo dicho por San to Tomas parece deducirse que Cristo que Cristo no tuvo jamas reino temporal ni en lodo (
tiene la potestad real y judicial sobre tas cosas h u m a n a s , mas bre, ni e n ninguna parte de él ( C x x x l , art. 2 al
no e n cuanto al uso; pero esto no debe entenderse a s í , pues el Cat. aurea sobre el cap. x v m de S. Juan.)
mismo Santo Doctor con el común sentir de los teólogos dice
CUESTIÓN U X . — ARTÍCULOS IV Y V . 625

la ejecución de su potestad ; lo cual ten­ su cuerpo ademas de aquel, con el que


drá lugar en lo futuro, cuando cumplirá ahora son castigadas ó premiadas las
su voluntad sobre todos los hombres, sal­ almas.
vando á unos y castigando á otros. P o r e l c o n t r a r i o , dícese (Joan. 12,48):
Al 3.° que antes de la encarnación es­ la palabra que lie hallado, ella le juz­
tos juicios eran ejercidos por Cristo , en gará en el dia postrimero. L u e g o habrá
cuanto es el Verbo'de D i o s , de cuya p o ­ un juicio en el dia postrimero indepen­
testad se hizo partícipe por la encarna­ diente del que tiene lugar ahora.
ción el alma unida á él personalmente (1). C o n c l u s i ó n . N o pudiendo juzgar se per­
fectamente de alguna cosa mudable antes
de su plena consumación, es necesario
ARTICULO V.— ¿ D e s p u é s «oí jui­ que ademas del juicio particular que se
cio, q u e s e h a c e e n e l t i e m p o p r e s e n t e , q u e d a hace á la muerte de cada hombre, haya
otro j u i c i o ? (1) un juicio definitivo al fin de los tiempos.
R e s p o n d e r e m o s , que no puede juz­
1.° Parece que después del juicio, que garse perfectamente de una cosa muta­
se hace en el tiempo presente, no queda table antes de su consumación; como no
otro juicio g e n e r a l ; porque después de la se puede juzgar perfectamente de alguna
última retribución de los premios y casti­ acción, cualquiera que s e a , antes de que
gos inútilmente se agrega el juicio. Pero esté consumada en sí y en sus efectos;
eu este tiempo presente se hace la retri­ puesto que parecen ser útiles muchas ac­
bución de los premios y de los castigos, ciones que demuestran­ ser nocivas por
pues el Señor dijo al ladrón en la cruz sus efectos, y de la misma manera no
(Luc. 23, 43) : hoy serás conmigo en el puede juzgarse perfectamente á hombre
paraíso; y ( L u c . 16, 22) se dice que alguno hasta que se termine su vida;
murió el rico y fue sepultado en el in­ porque puede por muchos modos pasar
fierno. L u e g o en vano se aguarda el jui­ de bueno á malo y recíprocamente, ó de
cio final. bueno ir á mejor ó de malo á peor. P o r
2.° Dícese (Nahum 1, 9) según otra esta razón dice el Apóstol (Hebr. 9, 27)
versión (septuagintá iuterpr.) Dios no que está establecido á los hombres que
juzgará dos veces la misma cosa (3). P e r o mueran una sola vez y después el juicio.
en este tiempo se ejerce el juicio de Dios, D e b e saberse empero q u e , aunque por
ya en cuanto á las cosas temporales, y a la muerte termina l a vida temporal del
en cuanto á las espirituales. L u e g o pa­ hombre considerada en sí misma, sin
rece que no debe aguardarse otro juicio embargo subsiste dependiente secundúm
final. quid de las cosas futuras: 1.° Según
3.° E l premio ó la pena corresponden que todavía vive en la memoria de los
al mérito y demérito. Pero el mérito y hombres, en los cuales algunas veces en
el demérito no pertenecen al cuerpo sino contra de l a verdad, queda con buena ó
en cuanto es instrumento del alma : por mala fama. 2.° Subsiste en los hijos que
lo que ni el premio ó la pena es debida al son como algo del padre, según aquello
cuerpo sino por causa del alma. L u e g o ( E c c l i 30, 4) : muerto es el padre de él y
no se requiere otro juicio al fin del mun­ como si no fuese muerto ; porque dejó
do, para premiar ó castigar al hombre en después de sí un semejante; y sin embar­

(1) De modo que según el Santo Doctor, Cristo como Dios Teodor. in Psalm. 1, 6), mas examinando estas opiniones solo
tiene desde la eternidad la potestad judicial sobre todas las se deduce que dichos Padres han opinado que en el último
cosas ; esta potestad no la perdió por su Encarnación, hacién­ juicio no habrá instrucción, por decirlo así, nueva del delito,
dose hombre, y si como tal no ejerce esta potestad sobre un que ya se hizo en el juicio particular, sino que se pronun­
reino temporal, es porque no'ha querido nunca ejercerla por ciará la sentencia definitiva lo mismo para los malos, que
las razones que en el testo se dicen. A s í lo comenta el С. Ca­ para los buenos, Consúltese al mismo S. Cirilo de Jerusalen
yetano.— M. Ll. (Cat. x v i u , n. 14) y á San Buenaventura (Compend. theolog.
(!) E n este artículo refuta Santo Tomás el error de los gnós­ veril, v i l , 1 9 ) . Respecto á la universalidad de este juicio
ticos, saduceos, flagelantes y otros herejes que negaban el pueden verse los siguientes Santos Padres : San Justino,
juicio universal, en contra de lo que dice el símbolo : nVrnfit­ Apolog. i , n. 5 2 ; Tertuliano, de Pracscript, 13 ; Orígenes,
>'MS e*í Indicare vivos el morillos.» También han pretendido al­ adv. C e l s . i v , 9 ; de Princip. 11, c. 9, n. S; c. 10, n. 1 , 1 8 ;
gunos que varios Santos Padres han dicho que los malos y los Hippolito, contr. Grac e t P l a t . n. 3, Lact. Inst. v a , 1 ; Efrem.
incrédulos no comparecerán al juicio universal (Ciernent. A l y . de Jud. et compunct ; Hilar Tract. in Psalm. 2.—M. Ll.
Thom, и Ammon in Joann. ш , 1 8 ; Lact. Inst. v n , 2 0 ;
;
(31 La V u l g a t a dice : Non consttrget dúplex tribulallo.

SUMA TE OLÓGICA ТОМв I V . '• 40


626 CUESTIÓN LÍX.—ARTÍCULOS V Y VI.

go de muchos hombres de bien h a y hijos t i e m p o , q u e n o s o n a j e n a s a l j u i c i o divi-


m a l o s , y p o r e l c o n t r a r i o . 3.° E n c u a n t o n o , e s p r e c i s o q u e p o r s e g u n d a v e z sean
al efecto de sus o b r a s ; como p o r l a d e - t o d a s e l l a s s o m e t i d a s a l j u i c i o a l fin del
cepción de A r r i o y de otros sectarios p u - tiempo; p o r q u e , a u n q u e e l h o m b r e , se-
lula l a i n f i d e l i d a d h a s t a e l fin d e l m u n - gún ellas, no merezca ni desmerezca,
do; y hasta entonces progresa l a fe por s i n e m b a r g o p e r t e n e c e n á a l g u n a recom-
l a p r e d i c a c i ó n d e l o s A p ó s t o l e s . 4.° E n p e n s a s u y a ó c a s t i g o (2). P o r e s t a razón
cuanto a l cuerpo q u e es a l g u n a s veces es p r e c i s o q u e todas e l l a s s e a n apreciadas
s e p u l t a d o h o n o r í f i c a m e n t e y otras se d e j a en el juicio final.
i n s e p u l t o , y m i e n t r a s se resuelve abso- A l 2.° que Dios no juzgará dos veces
l u t a m e n t e e n p o l v o . 5.° E n c u a n t o á las la misma cosa, e s t o e s , b a j o e l m i s m o
cosas, en las que el hombre puso su afec- p u n t o d e v i s t a ; p e r o n o es inconveniente
t o ; tales como l a s cosas temporales, de que l a j u z g u e dos veces bajo diferentes
las cuales las unas pasan rápidamente y puntos de vista.
las otras duran m á s largo tiempo. Todas A l 3.° q u e , a u n q u e e l p r e m i o ó l a pena
estas cosas están sometidas á l a a p r e c i a - del cuerpo d e p e n d a d e l p r e m i o ó de l a
ción del juicio de Dios. Y p o r eso n o p e n a d e l a l m a , s i n e m b a r g o , p u e s t o que
puede tenerse de todas ellas u n juicio e l a l m a n o e s m u d a b l e s i n o per accidens
perfecto y manifiesto, en tanto q u e dura á c a u s a d e l c u e r p o , e n e l m o m e n t o d e se-
el curso de esta vida. Y s e g ú n esto es p a r a r s e d e l c u e r p o , t i e n e u n estado in-
preciso que h a y a u n juicio final en el dia m u t a b l e y r e c i b e s u j u i c i o . P e r o e l cuer-
postrimero, en el que se j u z g u e perfecta po permanece sometido á l a mutabilidad
y manifiestamente l o q u e pertenece en h a s t a e l fin d e l t i e m p o ; y p o r l o t a n t o es
cualquiera modo á cada hombre. preciso q u e entonces reciba s u recom-
A l argumento 1.° diremos que l a opi- pensa ó castigo en el juicio final.
n i ó n (1) d e a l g u n o s f u e q u e l a s a l m a s d é
los santos no s o n premiadas en e l cielo, A R T I C U L O V I . — i . a p o t e s t a d judicini
ni las almas de los condenados castiga- d e Cristo s e e s t i e n d e á l o s á n g e l e s ?
das e n el infierno hasta el d i a d e l juicio,
lo cual aparece ser falso por lo q u e dice l.° P a r e c e q u e l a p o t e s t a d j u d i c i a l de
el A p ó s t o l ( n C o r . 5,
8 ) : tenemos con- C r i s t o n o s e e s t i e n d e á l o s á n g e l e s ; por-
fianza y queremos más ausentarnos del q u e l o s á n g e l e s , t a n t o l o s b u e n o s como
cuerpo y estar presentes al señor, lo cual los malos, h a n sido j u z g a d o s d e s d e el
es ya no andar por la fe, sino por la es- p r i n c i p i o d e l m u n d o , c u a n d o c a y e n d o al-
pecie, c o m o s e v e , p o r l o q u e s i g u e . M a s g u n o s p o r e l p e c a d o , l o s o t r o s h a n sido
esto es v e r á D i o s p o r e s e n c i a , e n l o c u a l c o n f i r m a d o s e n l a b i e n a v e n t u r a n z a . Pero
consiste la vida eterna, como consta l o s q u e h a n s i d o j u z g a d o s , n o necesitan
( J o a n . 17). P o r l o tanto, es evidente q u e s e r j u z g a d o s d e n u e v o . L u e g o l a potes-
las almas están separadas de los cuerpos t a d j u d i c i a l d e C r i s t o n o s e e x t i e n d e á los
en l a v i d a e t e r n a ; y s e g ú n esto debe d e - ángeles.
cirse q u e después de l a m u e r t e , e n cuanto 2.° N o pertenece a l mismo juzgar y
á l a s cosas q u e s o n d e l a l m a , el h o m b r e ser j u z g a d o . Pero los ángeles vendrán
sale á cierto estado i n m u t a b l e , y así e n c o n C r i s t o á j u z g a r s e g ú n a q u e l l o (Matth.
cuanto a l premio d e l a l m a n o se necesita 20, 31): cuando viniere el Hijo del hom-
que h a y a otro j u i c i o . P e r o p u e s t o q u e h a y bre en su majestad y todos los ángeles
otras cosas que pertenecen a l hombre, con él. L u e g o p a r e c e q u e l o s á n g e l e s no
las cuales se hacen e n todo el curso d e l deben ser juzgados por Cristo.

( 1 ) Esta opinion era solo errónea, antes de ser condenada Chrisli meritum, si bene agendo el divina mándala custodiando tu-
por la Iglesia : hoy después de la declaración del Concilio que in finem perseveraverint, auathema sil (Scs. vi, can. xxv¡);
Florentino, es herética (Ses. ultim.,1 SI quis dixerit, hominis justifican bona opera lía esse dona Dei, «'
(2) ISo estará de más aquí se tenga presente la condenación non sint etiam bona ipsíus justifican merita ; aut ipsum justifictilio^,
de la proposición de Bayo fxivj que d e c í a : Opera bona justo- bonis operibus quos ab eo per Del gratiam el J. C. meritum, ci'jw
rum non acoipient in die judìcii estremi ampliorem mercedem, vivum membrum est, fiunt, non veré mcrcri augmentum gratice, i'''
quam justo Beijudicio mereantur accipere, y las dos proposicio- tam celernam, el ipsius vitas ceternos, si tamen in gralia deces-
nes definidas por el Tridentino : Si quis dixerit, justos non de- serlt, conseculioncm alque etiam glories augmentum, anatlwnaM
bere pro bonis operibus, quoz in Deo fuerint facta, expectare et spe- (Can. x x x n . ) — M. Ll.
rare wternam relributionem à Deo per ejus misericordiam et Sesti
CUESTIÓN LIX. — A R T Í C U L O VI. 627

3.° L o s á n g e l e s s o n s u p e r i o r e s á l a s los ángeles obran en relación á los h o m -


otras c r i a t u r a s . L u e g o , si C r i s t o es j u e z , bres, de los q u e Cristo es c a b e z a de cier-
no s o l a m e n t e d e l o s h o m b r e s , s i n o t a m - to m o d o especial.
bién d e l o s á ü g e l e s , p o r i g u a l r a z ó n s e r á P o r e s t o s e d i c e ( H e b r . 1, 1 4 ) ; todos
juez d e t o d a s las criaturas, l o c u a l p a - son espíritus administradores enviados
rece s e r f a l s o , p o r s e r e s t o p r o p i o d e l a para ministerio en favor de aquellos
p r o v i d e n c i a d i v i n a , e n cuyo c o n c e p t o s e que han de recibir la heredad de salud.
dice ( J o b . 34, 13) : ¿ á cuál otro ha es- P e r o están sometidos al juicio d e Cristo.
tablecido sobre la tierra, ó á quien ha 1,° E n c u a n t o á l a d i s p e n s a c i ó n d e l a s c o -
¡tuesto sobre el mundo que fabricó? L u e - sas q u e se h a c e n p o r ellos m i s m o s , la cual
go C r i s t o n o e s j u e z d e l o s á n g e l e s : tiene lugar por medio.de Cristo hombre, á
Por el contrario, d i c e e l A p ó s t o l quien servían los ángeles, c o m o s e dice
( i C o r . 6, 3 ) : ¿no sabéis que juzgaremos ( M a t t h . 4) y á q u i e n p e d í a n l o s d e m o n i o s
á los ángeles? P e r o l o s s a n t o s n o j u z g a - ser enviados álos cuerpos de los puercos,
rán s i n o p o r l a a u t o r i d a d d e C r i s t o . L u e g o c o m o s e d i c e ( M a t t h . 8 ). 2.° E n c u a n t o
con m a y o r r a z ó n t i e n e C r i s t o p o t e s t a d á otros premios accidentales de los á n g e -
judicial s o b r e los á n g e l e s . les buenos y q u e consisten en l a alegría,
Conclusión. Los ángeles, buenosy ma- que esperimentan con l asalvación de los
los , están sujetos á la potestad judicial h o m b r e s s e g ú n e s t a s p a l a b r a s ( L u c . 15,
de Cristo, no solo en cuanto es Dios, sino 10): habrá gozo delante de los ángeles
también en cuanto es hombre, es decir, por un pecador que hace penitencia, y
no solo en cuanto á la naturaleza divina, t a m b i é n e n cuanto á las penas acciden-
sino también por razón de la naturaleza tales de los d e m o n i o s c o n las q u e ó son
humana. atormentados e neste m u n d o , ó son en-
Responderemos q u e , l o s á n g e l e s e s t á n cerrados en el infierno ; y esto t a m b i é n
bajo la p o t e s t a d j u d i c i a l d e C r i s t o n o s o - pertenece a lh o m b r e Cristo. P o r esta ra-
lamente en c u a n t o á l an a t u r a l e z a divi- z ó n s e d i c e ( M a t t h . 24 ) q u e e l d e m o n i o
na, s e g ú n q u e e s e l V e r b o d e D i o s , s i n o c l a m ó : ¿ Qué hay de común entre tú y
también en razón de la naturaleza h u m a - nosotros, Jesús Nazareno? ¿ Viniste an-
na ; lo c u a l e s e v i d e n t e p o r t r e s r a z o n e s : tes de tiempo (1) á perdernos? 3.° E n
1. p o r l a p r o x i m i d a d á D i o s d e l a n a t u -
a
c u a n t o a l p r e m i o esencial de los ángeles
raleza q u e t o m ó ; p u e s t o q u e c o m o , se d i c e b u e n o s , q u e es l a b i e n a v e n t u r a n z a eter-
( H e b r . 2 , 16) : en ningún lugar tomó á na, y en cuanto a l a p e n a esencial de los
los ángeles, mas tomó á la simiente de ángeles malos, q u e e sl a condenación
Abraham. P o r l o t a n t o e l a l m a d e C r i s t o e t e r n a . P e r o esto se h a h e c h o por. C r i s t o
ha sido m á s l l e n a d e l a v i r t u d d e l V e r b o en c u a n t o es e l V e r b o d eD i o s d e s d e e l
de D i o s q u e n i n g u n o d e l o s á n g e l e s , y principio del mundo.
por este m o t i v o les i l u m i n a , c o m o d i c e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e a q u e l
San Dionisio ( Cailest. hierarch. c . 7),y razonamiento procede del juicio en cuan-
por c o n s i g u i e n t e t i e n e l a p o t e s t a d d e j u z - to a lpremio esencial y la p e n a principal.
g a r l o s . 2. P o r q u e p o r l a h u m i l d a d d e s u
a
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
pasión l a n a t u r a l e z a h u m a n a e n C r i s t o ( i n 1. d e v e r a r e i i g . c . 3 1 ) , « a u n q u e e l
mereció ser e l e v a d a s o b r e los á n g e l e s , d e » espiritual j u z g u e todas l a sc o s a s , sin
modo q u e , s e g ú n s e d i c e ( P h i l i p p . 2 , 1 0 ) , » e m b a r g o es j u z g a d o por l a m i s m a ver-
al nombre de Jesús se doble toda rodilla il d a d . » P o r l o t a n t o , a u n q u e j u z g u e n l o s
de los que están en los cielos en la tierra á n g e l e s p o r ser e s p i r i t u a l e s , sin e m b a r g o
y en los infiernos. P o r l o t a n t o C r i s t o son j u z g a d o s p o r C r i s t o , e n c u a n t o es l a
tiene l a p o t e s t a d j u d i c i a l h a s t a s o b r e t o - verdad.
d o s los á n g e l e s b u e n o s y m a l o s ; e n p r u e - A l 3.° q u e C r i s t o t i e n e l a p o t e s t a d d e
ba d e l o c u a l s e d i c e ( A p o c . 7, 11), que j u z g a r n o solamente á los ángeles, sino
todos los ángeles estaban en pie alrededor también l a administración d etoda cria-
del trono. 3 . P o r r a z ó n d e l a s c o s a s que
a
tura ;porque sí, como dice San A g u s t í n

(1) Al decir aquí el demonio antes de tiempo, usa de u n a cuerpo que tiranizaba basta el juicio final y por esto le ator-
mentira, pues sabía que estaba sujeto á Dios en todo tiempo ; menta este juicio que Cristo, en cuanto hombre ejerce ahora
feia, empero, que Cristo le dejaría e n posesión de aquel
c
contra él. A s í el Cardenal Cayetano.—M. Ll.
628 CUESTIÓN LIX. — ARTÍCULO VI.

( D e T r i n i t . 1. 3, c . 4 ) , « l a s c o s a s i n f e r i o - sujeto á é l , del que hablamos, esto es,


» res sou regidas por Dios según cierto á C r i s t o (1). S i n e m b a r g o n o p o r esto
B orden p o r medio d e l a s superiores » , es constituyó Dios otro sobre la tierra, pues-
preciso decir quetodas son regidas por el t o q u e u n o y m i s m o e s D i o s y h o m b r e el
a l m a de C r i s t o , q u eestá sobre toda cria- S e ñ o r J e s u c r i s t o ; d e c u y o m i s t e r i o de l a
tura. P o rlo cual dice también el Apóstol encarnación basta con lo dicho hasta
( Hebr. 2 , 5 ) : porque no sometió Dios á aquí.
los ángeles el mundo venidero, e s t o e s

CUESTIÓN LX.
De los sacramentos.

Despuesde haber expuesto de lo perteneciente á los misterios del Verbo encarnado, vamos á tratar
de los sacramentos de la Iglesia que traen su eficacia del mismo Verbo encarnado : 1.° se tratará de
los sacramentos en general: 2.° de cada uno de ellos en particular. Sobre lo primero se ofrecen
cinco consideraciones : 1. Qué es sacramento ? 2. De la necesidad de los sacramentos. 3. De los efec-
a a a

tos de los sacramentos. 4. De la causa de ellos. 5. Del número.


a a

Sobre la primera estudiaremos ocho puntos: 1.° El sacramento está en el género del signo ? 2.° To-
do signo de una cosa sagrada es sacramento ? 3.° El sacramento es signo solamente de una cosa ó de
muchas? 4." El sacramento es el s i g n o , que es la cosa sensible ? 5.° Se requiere para el sacramento
cosa sensible determinada? 6.° Se requiere para el sacramento la significación, que es por palabras?
7.° Se requieren determinadas palabras ? 8.° Puede añadirse ó quitarse algo á aquellas palabras?

ARTÍCULO I. — El sacramento está c u r e c e s e r c o n t r a l a r a z ó n d e l s i g n o , por-


e l g é n e r o d e l s i g n o ? (2) q u e s i g n o es « l o q u e independientemente
» d e l a i m a g e n q u e r e p r e s e n t a á l o s sen-
1.° Parece q u e el sacramento no está » t i d o s n o s h a c e l l e g a r a l c o n o c i m i e n t o de
en el genero del signo; porque sacra- » alguna otra cosa», como dice San
mento parece decirse á sacrando, como A g u s t í n ( D e d o c t . C h r i s t i , 1. 2). Luego
medicamento á medicando. P e r o esto p a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o n o e s t á e n el
más parece pertenecer á l a razón de l a género del signo.
causa q u eá l a d e lsigno. L u e g o el sacra- 3.° E l juramento es l l a m a d o á veces
mento está m á s bien en el género de l a s a c r a m e n t o ; p o r q u e s e d i c e ( i n d e c r . 22,
causa q u e en el género del signo. C . 5, c . 14) : « l o s p á r v u l o s q u e n o tie-
2.° Sacramento parece significar algo B n e n l a e d a d d e l a r a z ó n , n o e s t á n obli-
oculto según aquello ( T o b . 12, 7 ) ; cosa B gados á jurar ; y e l q u e h a perjurado
buena es tener oculto el secreto del Rey ; B u n a v e z , n o s e a t e s t i g o d e s p u é s d e esto
y E p h e s . 3, 9), cual sea la comunicación B y n o s e a c e r q u e a l s a c r a m e n t o , e s t o es,
del sacramento escondido desde los siglos » al jurameuto. B Pero e l j u r a m e n t o no
en Dios. P e r o l o q u e e s t á e s c o n d i d o p a - pertenece á l a naturaleza d e l signo. Lue-

(1) A s í está en la glosa de la edición de Roma de 1773, que Milone). Entre los autores eclesiásticos indica un misterio sa-
precisa mejor las palabras del Apóstol: Futurum, de qtw toqui- grado, según aquello : Ñescierunt Sacramenta Dci (cap. 12)1
mur, subíectum ei, id esl Christo. una cosa oculta buena aunque no sagrada; según aquello 1

(2) La palabra Sacramento v i e n e de morando, ó de secreto se- Sacramenlum Regis abscondere bonum esl (Tob. 1 2 ) ; ó una oculla
g ú n se quiera indicar las cosas sagradas, ó las secretas ú mala : Dicam Ubi Sacramenlum mulieris el bestios (Ap. l ' J ; °
ocultas. Los griegos le llaman misterio. Entre los autores pro- para significar el signo de una cosa sagrada, que sea instru-
fanos significajwramenío y también el dinero que se depositaba mento eñcaz para conferir la divina gracia, y e n este sentido
en lugar sagrado al empezar un pleito (Ciceronis oratio pro lo toma Santo Tomás, con los teólogos y concilios.— M.
CUESTIÓN LX.—ARTÍCULOS I Y II. 629

go p a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o n o e s t á e n final. P o r l o t a n t o n o e s p r e c i s o q u e e l
el g é u e r o d e l s i g n o . sacramento importe siempre causalidad.
Por el contrario, d i c e S a n A g u s t í n A l 2.° q u e a q u e l r a z o n a m i e n t o p r o c e d e ,
( D e c i v i t a t e D e i , 1. 10, c . ó ) : ce e l s a - según q u e el sacramento es lo mismo q u e
i> orificio v i s i b l e e s e l s a c r a m e n t o d e l s a - secreto s a g r a d o . P e r o se dice q u e el s e -
T¡ orificio i n v i s i b l e , e s d e c i r , e l s i g n o s a - c r e t o n o solo d e D i o s sino t a m b i é n d e l
3) g r a d o . » r e y es s a g r a d o y s a c r a m e n t o , puesto q u e
Conclusion : Tomándose por los teólo- s e g ú n l o s a n t i g u o s se l l a m a b a n s a n t a s ó
gos el sacramento como signo, que denota sagradas t o d a s l a s cosas q u e n o e r a per-
cierto hábito, es evidente que el sacra- mitido violar ; como los muros d e u n a
mento está en el género de signo (1). ciudad y las personas constituidas en dig-
Responderemos q u e t o d o l o q u e t i e n e n i d a d (2); y p o r l o t a n t o aquellos s e -
relación c o n a l g o u n o , a u n q u e d e d i s t i n - cretos divinos ó h u m a n o s , q u e n o es p e r -
tas m a n e r a s , p u e d e s e r d e n o m i n a d o p o r mitido violar, divulgándolos, son llama-
ello ; a s í e s q u e d e l a s a n i d a d q u e e x i s t e dos cosas sagradas ó sacramentos. '
en el a n i m a l , s e l l a m a s a n o n o s o l o e l a n i - A l 3.° q u e t a m b i é n e l j u r a m e n t o t i e n e
mal, q u e e s e l s u j e t o d e l a s a n i d a d , s i n o cierta relación c o n l a s cosas s a g r a d a s ,
que t a m b i é n s e l l a m a s a n a l a m e d i c i n a , esto e s , e n c u a n t o es cierta afirmación
en c u a n t o q u e e s l a c a u s a e f i c i e n t e d e h e c h a p o r alguna cosa s a g r a d a , y e n este
la s a n i d a d ; l a d i e t a , e n c u a n t o e s l a sentido se dice q u e el j u r a m e n t o es u n
causa c o n s e r v a d o r a , y l a o r i n a e n c u a n t o sacramento, no por la misma razón, con
es la c a u s a s i g n i f i c a t i v a . L u e g o e n e s t e la que ahora hablamos d e los sacramen-
caso p u e d e l l a m a r s e u n a c o s a s a c r a m e n t o , tos, no tomando la palabra sacramento
ó porque e n s í tiene a l g u n a s a n t i d a d o c u l - e q u í v o c a m e n t e ; sino p o r a n a l o g í a , esto
ta y s e g ú n e s t o , s a c r a m e n t o e s l o m i s m o es, s e g ú n q u e se refiere d e u n a m a n e r a di-
que s e c r e t o s a g r a d o ; ó p o r q u e s e o r d e - f e r e n t e á a l g o u n o q u e e s la c o s a s a g r a d a .
na en a l g ú n m o d o á e s t a s a n t i d a d y a p o r
relación d e c a u s a d e s i g n o ó c u a l q u i e r a
otra. P e r o a h o r a h a b l a m o s e s p e c i a l m e n t e
ARTÍCULO I I . — Todo signo de cosa sa-
g r a d a e s s a c r a m e n t o ? (3)
de los s a c r a m e n t o s , s e g ú n q u e i m p o r t a n
una r e l a c i ó n d e s i g n o ; y s e g ú n e s t o el
sacramento se considera en el género del 1.° P a r e c e q u e n o t o d o s i g n o de c o s a
signo. s a g r a d a es sacramento ; porque todas las
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p u e s t o criaturas sensibles son signos d e l a s cosas
que l a m e d i c i n a s e h a c o m o l a c a u s a efi- s a g r a d a s s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 1, 2 0 ) :
ciente d e l a s a n i d a d , d e a h í e s q u e t o d a s las cosas de él invisibles se ven después de
las c o s a s , q u e s o n d e n o m i n a d a s p o r l a la creación del mundo por las obras cria-
medicina, se refieren á u n p r i m e r a g e n t e , das : s i n e m b a r g o n o t o d a s l a s c o s a s s e n -
y por e s t o e l m e d i c a m e n t o i m p l i c a c i e r t a sibles p u e d e n llamarse sacramentos. L u e -
causalidad. P e r o l a s a n t i d a d d e l a q u e g o n o t o d o s i g n o de c o s a s a g r a d a e s sa-
trae s u n o m b r e e l s a c r a m e n t o , n o e s s i g - cramento.
nificada á m a n e r a d e c a u s a e f i c i e n t e , s i n o 2.° T o d a s l a s c o s a s q u e se h a c í a n e n l a
más b i e n á m a n e r a d e c a u s a f o r m a l ó antigua l e y , representaban á Cristo q u e

(i) Para los novadores, que separan la gracia santificante significación simbólica, como por la moral. Así el P. Perrone.
do la justificación, los sacramentos son signos, que significan * M. LI.
otra cosa distinta de la establecida por la Iglesia católica. (2) A s i antiguamente se llamaban sagradas las cartas de
Asi, según Lulero, son signos d e las divinas promesas para los r e y e s , sus personas; y el derecho canónico distingue las
escilar la fe ; según Zwinglio, signos de la divina gracia que cosas sagradas, de las religiosas y profanas, como distingue
hacen mas cierta á la Iglesia de la fe de los que la reciben ; los sacramentos, de las sacramentales, según se dirá luego.
según Calvlno, señales ó prendas que hacen al elegido mas M . Ll.
cierto de la fe seguida y de las divinas promesas ; según los (3) El catecismo Romano (Part, ir, cap. 1, 9) define el S a -
Anabaptistas, son signos alegóricos de la vida espiritual; para cramento : lies sensibus subjecta, quee ex Dei institutione sanclita-
los Ai'mininnos, Socinianos, Mounonilos, simples ritos este- tis et juslilite ta,n significando; lam cfficiendee vim habet; el Con-
Hores por los que los cristianos se distinguen de los infieles ; cilio de Trento (Ses 13, c. 3 ) : Symbolum rei sacres, ct invisibi-
para los Quakeros, actos espirituales y efectos internos d e l lis gratics visibilis formee ; y el común de los moralistas : Sig-
hombre celestial ; para los Schwedenborgianos, símbolos que num sensibilCj sacrum et permanens interioris gratice, a Christo
unen mutuamente á los hombres con Dios ; para los Raciona- Domino instilutum, ad nostramsanetificationem (San Ligor. opus.
listas, ritos más escelentes que los de los paganos tanto por su Mor. 1, v i , n. 2).—M. Ll.
630 CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

es el santo de los santos (1) s e g ú n a q u e ­ signo de alguna cosa sagrada pertene­


llo ( i C o r . 1 0 , 1 1 ) ; todas estas cosas c i e n t e á l o s h o m b r e s , e s d e c i r , q u e se
les acontecían á ellos en figura ; y ( C o ­ d i g a p r o p i a m e n t e s a c r a m e n t o s e g u u que
los. 2 , 17 ) ; que son sombra de las cosas a h o r a h a b l a m o s d e l s a c r a m e n t o , q u e es
venideras, mas el cuerpo es en Cristo. S i n « s i g n o d e l a c o s a s a g r a d a , e n cuanto
e m b a r g o n o todas las acciones de los p a ­ » s a n t i f i c a á l o s h o m b r e s » (2).
triarcas del antiguo Testamento ó t a m ­ A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e las
bién todas las ceremonias de la l e y son c r i a t u r a s s e n s i b l e s s i g n i f i c a n a l g o sagra­
s a c r a m e n t o s , sino a l g u n a s e n especial, d o , e s t o e s , l a s a b i d u r í a y b o n d a d divi­
como se b a dicho en la segunda parte n a s , e n c u a n t o s o n s a g r a d a s e n s í mismas,
(l. ­2.
a
C . 101, a. 4 ) . L u e g o p a r e c e q u e
, B
m a s n o e n c u a n t o n o s o t r o s s o m o s santifi­
no todo signo d e cosa s a g r a d a es sacra­ c a d o s p o r e l l a s ; y p o r e s o n o p u e d e n de­
mento. c i r s e s a c r a m e n t o s , e n e l s e n t i d o e n que
3.° T a m b i é n e n e l n u e v o Testamento ahora hablamos d e los sacramentos.
se h a c e n m u c h a s cosas e n signo d e a l g u ­ A l 2.° q u e c i e r t a s c o s a s p e r t e n e c i e n t e s
n a cosa s a g r a d a , las q u e sin e m b a r g o n o a l a n t i g u o T e s t a m e n t o s i g n i f i c a b a n la
se dicen sacramentos ; como l a aspersión s a n t i d a d d e C r i s t o , s e g ú n q u e e u sí es
del agua b e n d i t a , la consagración del al­ s a n t o ; o t r a s s i g n i f i c a b a n s u s a n t i d a d , en
tar y semejantes. L u e g o n o todo signo d e c u a n t o p o r e l l a s s o m o s s a n t i f i c a d o s , como
cosa s a g r a d a es s a c r a m e n t o . l a i n m o l a c i ó n d e l c o r d e r o p a s c u a l signifi­
P o r e l c o n t r a r i o : l a definición se c o n ­ c a b a l a i n m o l a c i ó n d e C r i s t o , p o r l a que
v i e r t e c o n lo definido. P e r o a l g u n o s d e ­ s o m o s s a n t i f i c a d o s : y l a s t a l e s se dicen
finen el s a c r a m e n t o , p o r q u e e s signo de p r o p i a m e n t e s a c r a m e n t o s d e l a antigua
cosa sagrada; y e s t o p a r e c e s e r a s í s e ­ l e y (3).
gún la autoridad de S a n Agustín, q u e A l 3.° q u e l a c o s a s e d e n o m i n a p o r el
h e m o s c i t a d o ( a . 1, a r g . p o r e l c o n t r a ­ fin y c o m p l e m e n t o . M a s l a disposición no
rio). L u e g o parece q u e todo signo de es e l fin n i l a p e r f e c c i ó n . Y p o r esto las
cosa s a g r a d a es sacramento. q u e s i g n i f i c a n l a d i s p o s i c i ó n á l a santidad,
C o n c l u s i ó n . Como los signos se dan n o s e d i c e n s a c r a m e n t o s (4), y sobre
propiamente para los hombres, no cual­ e s t a s c o s a s s e f u n d a e l a r g u m e n t o , sino
quier signo de cosa sagrada es sacramen­ s o l a m e n t e l a s c o s a s q u e s i g n i f i c a n l a per­
to, sino tan solo el que es signo de cosa fección d e l a s a n t i d a d h u m a n a .
sagrada, en cuanto santifica á los hom­
bres. A R T Í C U L O I I I . — E I s a c r a m e n t o c» sig­
R e s p o n d e r e m o s , q u e los signos son no únicamente de u n a sola cosa ?
dados principalmente á los h o m b r e s , d e
los q u e es propio llegar p o r las cosas c o ­ l . ° P a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o n o es
nocidas á l a s desconocidas. Y p o r esto se s i g n o s i n o d e u n a s o l a c o s a ; p o r q u e aque­
dice propiamente sacramento lo q u e es l l o , p o r l o q u e s o n s i g n i f i c a d a s muchas,

(1) A s í en Dan. i x , 24. chos no lo consideran como á tal (San Ligorioopus. moral. 1. iv,
(2) E t autor habla aquí del Sacramento en sentido propio, n. 4) y antes de S. Agustín ningún santo Padre ha dicho que
ó general, según conviene á los sacramentos de la antigua y la Circuncisión remitiese el pecado original y confínesela
n u e v a l e y . Y esta definición coincide con la dada por el cate­ gracia de la justificación. (Cons. S. Justino M. Dialog. cum
cismo romano, insertada en la nota 27.—M. L l . Tryfon 8 ; S. Ireneo, 1. i v , c. 3 ; S. Chrisostomo In Genes,
(3) Conviene notar aquí que si la palabra sacramento se hom. 39 ; S. Epifanio Ha:r. 30 ; Tertuliano, Contra JudasJ.
toma por simple signo, fuéronlo en la antigua l e y , el árbol de M. Ll.
la vida, en el estado de inocencia, el sacrificio de Melquise­ (4) Hasta el siglo x u i so llamaban Sacramentos lo que se
dek en la l e y natural; el cordero pascual, la circuncisión y conoce hoy con el nombre de sacramentales, únicamente que,
varias maneras de purgar en la ley de Moisés. Mas si se toma se decia sacramenta majara á los sacramentos propiamente di­
en el sentido de propio sacramento que confiere la gracia que chos, y sacrnjíien/íí minora á los sacramentales. (Hugo deban
significa, no los hubo en la ley anticua, y esta es la doctrina Víctor, E pit. Theolog. id. Rheinvald, cap. 28, p. 77). Kes­
adoptada por Eugenio IV en el decreto ájlos Armenios, cuando pecto al número de sacramentales unos las fijan en seis, otros
dice : Illa enim (es decir los sacramentos de la antigua Ley) en siete, y otros como Valencia los estienden indefinidamente;
non caumbant graliam, sed solitni per passionem Chrisli dandam mas todos están de acuerdo con Santo Tomás en decir que las
figurabant. Por lo cual el Concilio Tridentino (Ses. 7 de Sacr. cosas sacramentales no contribuyen directamente á la justiti­
can. 2) declara : Siguis dixerit ea ipsa novas Legis Sacramenta á cacion, sino que auxilian para la misma : Quia non perdncnat ai
Sacf amentis antiguos legis non diferre, nisi quia cceremonice sunt sacramenli e¡fecium, qui esl gralias consecutio, sed sunt disposítiona
atice, el alii rilus exlerni, analhema sil. Respecto á la Circunci­ queedam ad sacramenta,.vel removendo prohibens... vcl eliam №•
sión creen algunos que era un verdadero sacramento en s e n ­ neitatcm quandam faciendo ad sacramenli perfectionem el percep­
tido propio porque producía cierta santidad, distinguía á los Uonem. (Suma ni, quajst. (15, art. I, conf. quiest. 83 art. 3 y 87,
fíeles y los consagraba al culto del verdadero Dios, mas m u ­ art. 3).—M. L l .
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O S III Y IV. 631

es s i g n o a m b i g u o y p o r c o n s i g u i e n t e o c a - significan por los sacramentos. Por lo


sión d e e n g a ñ a r s e , c o m o se v e respecto cual el sacramento es signo recordativo
de l o s n o m b r e s e q u í v o c o s . P e r o t o d a f a - d e l o q u e p r o c e d i ó , es d e c i r , d e l a p a s i ó n
lacia debe ser r e m o v i d a de l a religión de Cristo y demostrativo de lo que en
cristiana, según aquello ( C o l o s s . 2, 8) : nosotros es producido por la pasión de
estad sobre aviso que ninguno os en- C r i s t o , á saber, de l a gracia y pronóstico,
gañe (1) con filosofías y vanos sofismas. esto e s , p r e a n u n c i a t i v o de l a f u t u r a g l o -
Luego parece que el sacramento no es ria (3).
signo d e m u c b a s c o s a s . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e h a y s i g -
2.° C o m o s e h a d i c h o ( a . 2), el s a c r a - no ambiguo ocasionado á error cuando
mento s i g n i f i c a l a c o s a s a g r a d a e n c u a n t o significa m u c h a s cosas, de las que u n a no
es c a u s a d e l a h u m a n a s a n t i f i c a c i ó n . P e r o se o r d e n a á o t r a ; pero cuando significa
una s o l a es l a c a u s a d e l a h u m a n a santifi- muchas, según que d e e l l a s se produce
cación, esto e s , l a s a n g r e de Cristo, se- u n a sola por cierto o r d e n , entonces no
12): Jesús, para
gún a q u e l l o ( I í e b . u l t . es s i g n o a m b i g u o , s i n o c i e r t o , c o m o este
santificar al pueblo por su sangre, pade- nombre hombre significa el alma y el
ció fuera de la puerta. L u e g o p a r e c e q u e cuerpo, s e g ú n que de ellos se constituye
el s a c r a m e n t o n o s i g n i f i q u e m u c h a s c o s a s . la naturaleza humana. Y de este m o d o el
3.° S e h a d i c h o ( a . 2, al 3.°), que el s a c r a m e n t o significa l a s tres cosas predi-
sacramento significa propiamente el fin chas, según que por cierto orden son
mismo de l a s a n t i f i c a c i ó n . P e r o e l fin de una sola.
la s a n t i f i c a c i ó n es l a v i d a e t e r n a según A l 2.° que el sacramento al significar
aquello 6, 22) : tenéis vuestro
(Rom. l a cosa santificante es m e n e s t e r q u e sig-
fruto en santificación (2) ; y por fin la nifique el e f e c t o , q u e se e n t i e n d e en la
vida eterna. L u e g o p a r e c e q u e e l s a c r a - misma causa santificante, según que san-
mento n o significa sino una sola cosa, tifica.
esto e s , l a v i d a e t e r n a . A l 3.° que basta p a r a l a razón de s a -
Por el contrario, en el sacramento del cramento que signifique la perfección que
a l t a r , es d o b l e l a c o s a s i g n i f i c a d a , á sa- e s l a f o r m a (4), n i es p r e c i s o q u e sola-
ber : e l c u e r p o v e r d a d e r o d e C r i s t o y el mente signifique la perfección, que es
cuerpo m í s t i c o , c o m o d i c e S a n Agustín el fin.
(in l i b . S e n t . P r o s p e r i s i v e P r o s p e r , i n l i b .
Sent. A n g . u t r e f e r t u r . c a p . Hoc est,J)e
ARTÍCULO IV.—El sacramento es siem-
Consecrat. dist. 2).
p r e a l g u n a c o s a s e n s i b l e ? (5)
Conclusión. El sacramento es signo
recordativo de la, pasión de Cristo, de-
mostrativo de la divina gracia y pronós- 1.° Parece que el sacramento no es
tico de la futura gloria. siempre alguna cosa sensible; porque se-
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o g ú n el Filósofo (in lib. 2 P r i o r u m ) , «todo
( a . 2), s e d i c e p r o p i a m e n t e s a c r a m e n t o l o » e f e c t o es s i g n o d e s u c a u s a » . P e r o así
que s e o r d e n a p a r a s i g n i f i c a r n u e s t r a s a n - como hay ciertos efectos sensibles, así
tificación, en l a que p u e d e n considerarse también hay ciertos efectos inteligibles,
tres c o s a s , á s a b e r : l a c a u s a misma de c o m o l a c i e n c i a es efecto de l a d e m o s t r a -
nuestra s a n t i f i c a c i ó n , q u e es l a p a s i ó n d e ción. L u e g o no todo s i g n o es sensible.
Cristo y l a f o r m a de n u e s t r a s a n t i f i c a c i ó n , Mas basta p a r a l a razón de sacramento
que c o n s i s t e e n l a g r a c i a y v i r t u d e s , y el que sea signo de alguna cosa sagrada,
ú l t i m o fin d e n u e s t r a santificación, que e n c u a n t o p o r e s t a es s a n t i f i c a d o e l h o m -
es l a v i d a e t e r n a , y t o d a s e s t a s c o s a s s e bre, c o m o se h a dicho ( a . 2). Luego no

(1) Así dice la Vulgata ; otras biblias seduzca cular {Part. n, qusest. v i , cap. i . ) Parece ocioso advertiraquí
(2) Así en las biblias enmendadas, en otras por santificación. que la palabra significar no se toma en el sentido de los no-
(31 Por esto la Iglesia dice del Sacramento de la Eucaristía vadores, que pretenden que el Sacramento solo significa la
que en ella, recolitur memoria passionis Chrisli; mcns impletur gracia, sin producirla.
Brutia, et futuros gloriee nobis pignus datur. (5) La respuesta afirmativa aparece de la definición dada
(1) Aunque no sea de esencia del sacramento el que signi- del Sacramento y de las declaraciones de los Concilios Floren-
fique aquellas tres cosas, la mente de Santo Tomás es , según tino y Tridentino diciendo que el Sacramento es invisibilli
Silvio, atribuirlo á todos los sacramentos de la nueva i e y , así grattas forma visibilis.
como el catecismo romano las atribuye á cada uno en parti-
632 CUESTIÓN LX. — ARTÍCULOS IV.

se requiere p a r a el s a c r a m e n t o q u e s e a l o s q u e e l h o m b r e s e s a n t i f i c a ; sigúese
a l g u n a cosa sensible. q u e l a s i g n i f i c a c i ó n d e l s a c r a m e n t o se
2.° L o s s a c r a m e n t o s p e r t e n e c e n a l c u l t o c o m p l e t a p o r a l g u n a s c o s a s sensibles (21;
ó reino d e D i o s (1). P e r o l a s cosas sen- a s í c o m o t a m b i é n p o r l a s e m e j a n z a d e las
sibles n o p a r e c e n p e r t e n e c e r a l culto d e c o s a s s e n s i b l e s s e n o s d e s c r i b e n e n l a Sa-
D i o s ; p o r q u e se dice ( J o a n . 4 , 2 4 ) : g r a d a E s c r i t ú r a l a s c o s a s e s p i r i t u a l e s . De
Dios es espíritu, y es menester que aque- a q u í e s q u e p a r a l o s s a c r a m e n t o s se re-
llos que le adoran, le adoren en espíritu q u i e r e n c o s a s s e n s i b l e s , c o m o l o prueba
y en verdad: y ( R o m . 1 4 , 17) el reino t a m b i é n S a n D i o n i s i o ( C í e l e s t . hierar.
de Dios no es comida ni bebida. L u e g o c . 1) (3).
n o se requieren cosas sensibles p a r a el A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e cada
sacramento. cosa se d e n o m i n a y define principalmente
3.° D i c e S a n A g u s t i n ( D e l i b . a r b . s e g ú n l o q u e l a c o n v i e n e primo et per se,
1. 2 , c . 18 y 19) q u e ce l a s c o s a s s e n s i b l e s m a s n o s e g ú n l o q u e l a c o n v i e n e por
» son p e q u e ñ o s b i e n e s , sin los q u e el o t r a . E l e f e c t o s e n s i b l e e m p e r o t i e n e por
» h o m b r e p u e d e vivir r e c t a m e n t e » . P e r o sí l a v i r t u d d e c o n d u c i r a l conocimiento
los s a c r a m e n t o s s o n d e necesidad p a r a l a d e o t r a c o s a , h a c i é n d o l a n o t o r i a al
s a l u d h u m a n a , c o m o s e h a r á v e r ( C . 61); h o m b r e primo et per se, p u e s t o q u e todo
y e n este concepto el h o m b r e n o p u e d e n u e s t r o c o u o c i m i e n t o v i e n e d e l sentido.
vivir r e c t a m e n t e sin ellos. L u e g o n o se M a s l o s e f e c t o s i n t e l i g i b l e s n o pueden
r e q u i e r e n l a s c o s a s s e n s i b l e s p a r a l o s s a - c o n d u c i r n o s a l c o n o c i m i e n t o d e o t r a cosa,
cramentos. s i n o e n t a n t o q u e s o n m a n i f e s t a d o s por
Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t i n o t r a , e s t o e s , p o r a l g u n a s s e n s i b l e s . De
( Sup. Joan, tract. 80): « añade la pala- aquí resulta, q u e se llaman primera y
» b r a a l elemento y se h a c e sacramento, p r i n c i p a l m e n t e s i g n o s á l a s c o s a s q u e se
(accedit verbum ad elementum, et fit sa- o f r e c e n á l o s s e n t i d o s , c o m o dice San
cramentum) ; y se h a b l a a l l í d e l e l e m e n t o A g u s t i n ( D e d o c t . C h r i s t . 1. 2) ; donde
sensible, q u e es el a g u a . L u e g o se r e - i u d i c a q u e « signo es l o q u e independiente
quieren las cosas sensibles p a r a los sacra- » d e l a e s p e c i e q u e r e p r e s e n t a á nuestros
mentos. » s e n t i d o s , h a c e v e n i r o t r a c o s a á nues-
Conclusión. Siendo natural al hombre » t r o c o n o c i m i e n t o » . M a s l o s e f e c t o s in-
llegar por las cosas sensibles al conoci- t e l i g i b l e s n o t i e n e n r a z ó n d e s i g u o s , sino
miento de las inteligibles, el sacramento, s e g ú n q u e s o n m a n i f e s t a d o s p o r algunos
que significa los bienes espirituales é inte- s i g n o s . Y p o r e s t e m o d o t a m b i é n ciertas
ligibles para el hombre, debe ser cosa sen- c o s a s , q u e n o s o n s e n s i b l e s , s e diceu en
sible. c i e r t o m o d o s a c r a m e n t o s , e n c u a n t o son
Responderemos, q u e l a s a b i d u r í a d i - s i g n i f i c a d a s p o r a l g u n a s s e n s i b l e s (4),
vina provee á cada cosa según su m o d o de d é l a s q u e d e s p u é s s e t r a t a r á ( C . 6 3 , a. 1).
s e r ; y p o r esto se dice (sap. 8 , 1 ) , q u e A l 2.° q u e l a s c o s a s s e n s i b l e s , como
todo lo dispone con suavidad: t a m b i é n s e c o n s i d e r a d a s e n s u n a t u r a l e z a , n o perte-
d i c e ( M a t t h . 2 5 , 1 5 ) : dio á cada uno se- n e c e n a l c u l t o ó a l r e i n o d e D i o s , sino
gún su propia virtud. E s e m p e r o c o n n a - s o l a m e n t e s e g ú n q u e s o n s i g n o s d e las
t u r a l a l h o m b r e e l q u e p o r m e d i o d e l a s c o s a s e s p i r i t u a l e s , e n l a s q u e c o n s i s t e el
cosas sensibles llegue al conocimiento de reino d e Dios.
l a s i n t e l i g i b l e s ; m a s el s i g n o es p o r lo q u e A l 3.° q u e S a n A g u s t i n h a b l a allí de
alguno llega al conocimiento d e otra cosa; l a s c o s a s s e n s i b l e s , s e g ú n q u e e x i s t e n eu
de d o n d e c o m o l a s c o s a s s a g r a d a s , q u e s e s u n a t u r a l e z a , m á s n o s e g ú n q u e son
significan p o r los s a c r a m e n t o s , s e a n cier- e m p l e a d a s p a r a s i g n i f i c a r l a s c o s a s espi-
tos bienes espirituales é inteligibles, p o r r i t u a l e s , q u e s o n l o s m a y o r e s bienes.

(1) A l culto de Dios porque están establecidos para honrarle ditoris ars ut arlem falleret, el medelam ferret inde hoslis linde
los que lo reciben. De ahí que en (Matth. 7) se diga : noliíe lasserat.
sanclum daré canibus ñeque miltalis margaritas vestras ante par- (3) Consúltese acerca del particular (Crisost. hom. 00 ad
cos. Al reino de Dios porque serán para s u gloria y salud del populum); Damasc. (1. 4, c. 1.0 y 11¡; Grog. Nazianz. (oral 40ji
hombre que lo recibe. Agustin (de doct. christ. 1. 2 , r. 9).
(2) De ahí que en el prefacio de la dominica de pasión se (4) Es decir, por el carácter sacramental que es cierto signo
d i g a : hoc opus nostres salutis ordo deposcerat multiformis pro- distintivo de los que reciben ó no reciben el Sacramento.
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O V. 633

A R T Í C U L O V . —• Se requieren cosas hombres, es necesario usar determinadas


determinadas para los sacramentos ? (1) cosas por institución divina.
Responderemos que en el uso de los
1.° Parece que no se requieren cosas sacramentos pueden considerarse dos co-
determinadas para los sacramentos ; por sas ; á saber, el culto divino y la santifi-
que las cosas sensibles son empleadas en cación del hombre ; de las que la primera
los sacramentos para significar algo, pertenece al hombre por comparación á
como se ha dicho (a. 4). Pero nada im- Dios, y la segunda por el contrario per-
pide que lo mismo sea significado por tenece á Dios por comparación al hom-
diversas cosas sensibles, como en la sa- bre. Mas no pertenece á alguno determi-
grada Escritura es significado Dios me- nar lo que está en la potestad de otro,
tafóricamente alguna vez por la piedra, sino solamente lo que está en la suya.
otras por el león, otras por el sol ó al- Por lo tanto, como la santificación del
guna otra semejante. Luego parece que hombre está en la potestad de Dios san-
diversas cosas puedan ser congruentes tificante, por eso no pertenece al hom-
á un mismo sacramento. Luego no se re- bre , tomar por juicio propio las cosas,
quieren cosas determinadas en los sacra- por las que es santificado ; sino que esto
mentos. debe ser determinado por institución di-
2.° Más necesaria es la salud del alma vina : y en tal concepto en los sacramen-
que la salud del cuerpo ; pero en las me- tos de la nueva ley, por los que se santi-
dicinas corporales, que se ordenan á la ficau los hombres conforme á aquello
salud del cuerpo, puede darse una cosa (i. Cor. 6, 11) : habéis sido lavados, ha-
á falta de otra. Luego con mayor ra- béis sido santificados, es menester hacer
zón en los sacramentos , que son medici- uso de las cosas determinadas por institu-
nas espirituales ordenadas á la salud del ción divina.
alma, podrá tomarse una cosa por otra Al argumento 1.° diremos, que si bien
cuando aquella faltare. lo mismo puede ser significado por di-
3.° No es conveniente que la salud del versos signos ; sin embargo, determinar
hombre sea restringida por la ley divina qué signo debe usarse para significar,
y principalmente por la ley de Cristo, pertenece al significante. Mas Dios es el
que vino á salvar á todos. Pero en el es- que nos significa en los sacramentos las
tado de la ley de naturaleza no se reque- cosas espirituales por las cosas sensibles
rían en los sacramentos algunas cosas de- (3) y por expresiones metafóricas en la
terminadas, sino que se las empleaba ex Escritura sagrada. Así, pues, como por
voto, como se ve (Genes. 28) : según el juicio del Espíritu Santo, se ha deter-
ejemplo de Jacob, que hizo voto de ofre- minado bajo cuales imágenes, se signifi-
cer á Dios el diezmo y las hostias pací- quen las cosas espirituales en ciertos lu-
ficas. Luego parece que no debió restrin- gares de la Escritura, así también debe
girse al hombre y principalmente en la ser determinado por institución divina,
nueva ley para el uso de alguna cosa de- qué cosas se toman para la significación
terminada en los sacramentos. en este ó aquel sacramento.
Por el contrario, es lo que dice el Se- Al 2.° que las cosas sensibles tienen
ñor (Joan. 3 , 5) : que no puede entrar infundidas en sí naturalmente las virtu-
en el reino de Dios , sino aquel que fuere des que contribuyen á la salud corporal;
renacido de agua y de Espíritu Santo (2). y por eso no importa si dos de ellas tie-
Conclusión. Siendo los sacramentos nen la misma virtud de que uno usa, pero
dé la nueva ley para santificación de los para la santificación no se ordenan por

(1) A q u í S a n t o T o m á s h a b l a e n p a r t i c u l a r d e l o s s a c r a - c a n . 1 3 ) ; si quis dixertt : receptos, el approbates Ecclcsiee cathollcce


mentos cíe la n u e v a l e y , a u n q u e l a s p r u e b a s q u e a d u c e p o d r á n rltus in solemni administratione sacramenlorum adhiberi consuelos,
servir t a m b i é n p a r a l o s d e l a a n t i g u a l e y . A l e f e c t o t é n g a n s e aut conlcmni, aul sine peccato à minístris pro libito omìtli, aut in
Presentes l a s p a l a b r a s d e J o s u é (c 2 3 ) : tantum estote solicité, novos alios per qnemeunque Ecclcsiarum pastorem, mutarì posset:
«í cuslodwiìs cuneta, quee scripta sunl in voluminc leáis Moysi, et anathema sil.
"o» (íecímcíis ab eis ñeque ad dcxleram, ncque ad sinistrala ; testo (3) Pío t a n s o l o p o r l a s c o s a s q u o c o n s t i t u y e n la m a t e r i a d e
que c o n v i e n e c o n l a d e c l a r a c i ó n d e l t r i d e n t i n o q u e c i t a r e m o s ' los s a c r a m e n t o s , sino por las p a l a b r a s d e la forma, como l u e g o
luego. se dirá.
634 CUESTIÓN L X . — ARTÍCULOS V Y VI.

alguna virtud que les sea naturalmente 2." E l sacramento es algo único. Mas
infusa, sino solamente por institución di- no parece q u e d e l a s c o s a s q u e s o n d e di-
vina, y por esto fue menester, que se de- versos géneros pueda hacerse a l g o único.
terminasen por Dios, qué cosas sensibles Siendo, pues, las cosas sensibles y las
se d e b e n usar en los sacramentos. palabras d e d i v e r s o s g é n e r o s , p u e s t o que
A l 3.° que, como dice S a n Agustin, las cosas sensibles provienen d e l a natu-
(cont. F a u s t . 1. 19, c . 16 y 17), son con- raleza, y las palabras de la razón, pare-
venientes á diversos tiempos los diversos ce q u e e n l o s s a c r a m e n t o s n o s e requieran
sacramentos, así como también los diver- las palabras con las cosas sensibles.
sos.tiempos se significan por diversas pa- 3.° L o s sacramentos de la n u e v a ley
labras, es decir, el presente, pasado y sucedieron á los sacramentos de l a anti-
futuro. Y por esto, así como en el esta- gua, puesto que quitados aquellos, lian
do de la l e y de la naturaleza los hombres sido instituidos estos, como dice San
eran movidos á dar culto á Dios sin l e y Agustin (Contra Faust. 1. 1-9, c. 16 y
alguna dada esteriormente, sino por solo 17) (2). Pero en los sacramentos d e la
su instinto interior; así también, por este antigua l e y , n o s e r e q u e r í a a l g u n a forma
interior instinto les eran determinadas las de las palabras. L u e g o tampoco l o s de
cosas sensibles, de que debían usar para la ley nueva.
el culto de Dios. Después fue necesa- Por el contrario, dice el Apóstol
rio t a m b i é n que se diera esteriormente (Ephes. 5, 25): Cristo amó á la Iglesia,
la l e y , y a á causa del oscurecimiento de y se entregó á sí mismo por ella, -para
la ley natural, por los pecados de los santificarla, purificándola con el bautis-
hombres, y a para la significación más mo de agua por la palabra de vida:]
espresiva de la gracia de Cristo, por la San Agustin dice ( s u p . - J o a n . tract. 80):
que es santificado el género humano ; y « accedit verbum ad elementum e t f i t sa-
por eso fue también necesario que se » cramentum ».
determinasen las cosas que habrían de Conclusión. Para la más perfecta sig-
usar los hombres en los sacramentos. N i nificación sacramental fue necesario que
por esto se violenta el camino de la sal- la significación de las cosas sensibles si
vación, puesto que las cosas, cuyo uso determinase por algunas palabras.
es necesario en los sacramentos, se tienen Responderemos, q u e l o s s a c r a m e n t o s ,
comunmente, ó pueden procurarse sin s e g ú n l o d i c h o ( a . 3 ) , s e e m p l e a n para la
grande trabajo. santificación d e l o s n o m b r e s c o m o ciertos
s i g n o s . P u e d e n , p u e s , s e r c o n s i d e r a d o s de

ARTÍCULO VI. — ¿ S e r e q u i e r e n l a s p a - tres m o d o s , y d e c u a l q u i e r a d e e s t o s mo-

labras e n la significación d e los sacramen- dos, es conveniente que sean añadidas

t o s ? (1) las palabras á las cosas s e n s i b l e s : 1.'


Pueden ser considerados por parte d e la
1.° Parece que en la significación de causa santificante, que es el Verbo en-
los sacramentos no se requieren las pala- c a r n a d o ; al q u e e l s a c r a m e n t o s e confor-
bras ; porque dice S a n Agustin contra ma e n cierto m o d o , e n q u e á l a c o s a sen-
Fausto (1. 19, c. 16): « ¿ q u é otra cosa sible se añade l a p a l a b r a c o m o e n el mis-
» son los sacramentos corporales, sino terio de la Encarnación se u n i ó e l Verbo
» como ciertas palabras visibles? » y así de Dios á l a c a r n e s e n s i b l e . 2.° P o r parte
parece que, añadir palabras á las cosas del hombre que es santificado, q u e se
sensibles en los sacramentos, es añadir compone de alma y cuerpo, a l q u e es
palabras á palabras. Pero esto es super- proporcionado el sacramento c o m o medi-
fluo. Luego no se requieren las palabras cina, que toca al cuerpo por la c o s a vi-
con las cosas sensibles en los sacra- sible y se cree por el alma m e d i a n t e la
mentos. palabra. P o r lo cual dice S a n Agustin

(1) Las palabras se requieren para la significación de los » aliquod desit, tton perficitur sacramentum ».
sacramentos según el decreto del concilio florentino, K hozo ß) Dice San Agustin : « sacramenta veterls legis ablata siw'i
» omnia sacramenta tribus perficiuntur, videlicet rebus tanquam » qula, impleta ; et alia sunt institula virtute majora, utilitale® '
1

» materia, verbis tanquam forma, el persona ministri conferentis sa- »liora, acta faciliora numero pauciora
f ».
it cramentum cum intentione faciendi quod facti Ecclesia ; quorum si
CUESTIÓN L X . — ARTÍCULOS VI Y VII. 635

(sup. illud. J o a n . 15 : jam vos mundi es- r i a (2), e s t o e s , e n c u a n t o p o r l a s p a l a -


lis propter sermonem, etc. Tract. 80 in b r a s se perfecciona l a significación d e l a s
Joan.) : « ¿ d e d ó n d e e s t a t a n g r a n d e v i r - c o s a s s e g ú n l o d i c h o , ( i n c o r p . y a . 5,
j t u d d e l a g u a , q u e t o q u e el c u e r p o y a l 3.°). B a j o l a s c o s a s e m p e r o s e c o m - -
jlave el c o r a z ó n , sino h a c i é n d o l o el v e r - prenden t a m b e n los mismos actos sensi-
il bo (la p a l a b r a ) , n o p o r q u e s e d i c e s i n o b l e s , v.. g r . , l a a b l u c i ó n , l a u n c i ó n y o t r a s
5)porque s e c r e e ? » 3.° P o r p a r t e d e l a semejantes, puesto que en estas h a y la
significación m i s m a s a c r a m e n t a l . M a s m i s m a r a z ó n d e significar q u e e n las
dice S a n A g u s t í n ( D e d o c t . c h r i s t . 1. 2, cosas.
c. 3), q u e « l a s p a l a b r a s o b t u v i e r o n e n t r e A l 3.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
ílos h o m b r e s el p r i n c i p a d o d e signifi- c o n t r a F a u s t o ( l i b . 19, c . 16 y 17), u n o s
» c a r , (1) » p u e s t o q u e l a s p a l a b r a s p u e - deben ser los sacramentos de la cosa p r e -
den ser f o r m a d a s d e d i v e r s o s m o d o s , p a r a sente y otros los de l a cosa futura. M a s
significar l o s d i v e r s o s c o n c e p t o s d e l a los s a c r a m e n t o s d e l a l e y a n t i g u a p r e -
mente ; y p o r e s t a c a u s a p o r m e d i o d e anunciaban la venida de Cristo y p o r esto
las p a l a b r a s p o d e m o s e s p r e s a r m á s d i s - no significaban t a n espresamente á Cris-
tintamente l o q u e c o n c e b i m o s e n l a m e n - to, como los sacramentos de la nueva
te. Y p o r e s o f u e n e c e s a r i o p a r a l a p e r - ley que emanan del mismo Cristo, y tie-
fección d e l a s i g n i f i c a c i ó n s a c r a m e n t a l , n e n e n sí c i e r t a s e m e j a n z a d e e s t e , c o m o
el que se d e t e r m i n a s e l a s i g n i f i c a c i ó n d e se h a d i c h o . S i n e m b a r g o u s a b a n e n l a
las cosas s e n s i b l e s p o r a l g u n a s p a l a b r a s : ley antigua de algunas palabras en las
porque el a g u a p u e d e s i g n i f i c a r , y a l a cosas q u e pertenecen al culto d e D i o s ,
ablución p o r s u h u m e d a d y a e l r e f r i g e - t a n t o los sacerdotes, q u e eran los minis-
rio por s u f r e s c u r a ; p e r o c u a n d o s e d i c e , tros de aquellos sacramentos según aque-
Yo te bautizo, s e m a n i f i e s t a q u e u s a m o s llo ( n u m . 6, 23): así daréis la bendición
en el b a u t i s m o d e l a g u a , p a r a s i g n i f i c a r á los hijos de Israel, y les diréis : bendí-
la purificación e s p i r i t u a l . gate el Señor, e t c . , c o m o t a m b i é n l o s
Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a s c o s a s que usaban de aquellos sacramentos, se-
visibles d e l o s s a c r a m e n t o s s e d i c e n p a - g ú n a q u e l l o ( D e u t . 26, 3) : protesto hoy
labras p o r c i e r t a s e m e j a n z a , e s t o e s , e n delante del Señor que e t c .
cuanto p a r t i c i p a n d e c i e r t a v i r t u d d e s i g -
AKTÍCTJLO V I L — S e requieren en los
nificar, l a q u e p r i n c i p a l m e n t e e s t á e n l a s
s a c r a m e n t o s d e t e r m i n a d a s p a l a b r a s ? (3)
mismas p a l a b r a s s e g ú n l o d i c h o , ( i n c o r p ) .
Y por eso n o h a y u n a r e p e t i c i ó n i n ú t i l 1.° P a r e c e q u e n o s e r e q u i e r e n d e t e r -
de p a l a b r a s , c u a n d o s o n a ñ a d i d a s é s t a s minadas p a l a b r a s en los s a c r a m e n t o s ;
a l a s cosas s e n s i b l e s , p u e s t o q u e u n o d e p o r q u e , como dice el Filósofo ( P e r i h e r .
estos e l e m e n t o s e s t a d e t e r m i n a d o p o r e l 1. 1), « l a s v o c e s n o s o n l a s m i s m a s e n t o -
otro c o n f o r m e á l o d i c h o ( i b i d . ) . » d o s los pueblos » . P e r o l a s a l u d , q u e s e
A l 2.° q u e , a u n q u e l a s p a l a b r a s y l a s b u s c a p o r los s a c r a m e n t o s , es l a m i s m a
otras cosas s e n s i b l e s e s t é n e n d i v e r s o g é - p a r a todos. L u e g o n o se requieren en los
nero, c u a n t o p e r t e n e c e n á l a n a t u r a l e z a sacramentos algunas palabras determi-
de la c o s a , c o n v i e n e n s i n e m b a r g o e n l a nadas.
razón d e s i g n i f i c a r q u e e s m á s p e r f e c t a 2.° S e r e q u i e r e n l a s p a l a b r a s e n l o s s a -
en las p a l a b r a s , q u e e n l a s o t r a s c o s a s . cramentos en cuanto son principalmente
Y por eso d e l a s p a l a b r a s y d e l a s c o s a s s i g n i f i c a t i v o s s e g ú n l o d i c h o ( a . 6). P e r o
se hace e n c i e r t o m o d o u n a s o l a e n l o s sucede q u e lo m i s m o es significado p o r
sacramentos, c o m o l a f o r m a y m a t e - diversas p a l a b r a s . L u e g o n o se r e q ü i e -

(1)'Fundados en esto los luteranos y calvinistas han pre- elemcnto y á la forma, palabra, invocación, bendición, santifica-
tendido, que para obtener los efectos de los sacramentos, se ción. 0 también llamaban á la materia y forma juntas partes
«quiere en los que los reciben la plena inteligencia de los de los sacramentos, símbolos sagrados, signos, místicos dones, ini-
signos y de las palabras, y que por esto debían administrarse ciaciones de la religión, e t c . ; y al efecto se le llamaba también
en lengua vulgar. Cuyo error condenado en Quesnell s i g u i e - cosa.
ran luego los jansenistas, escipionistas y los del Sínodo de (3) Afirmativamente contesta el Santo Doctor, pues si se
Rstoya.
requiere en los sacramentos cosas determinadas por Cristo,
P) Aunque el concilio Tridentino (scs. 1C, can. 2) h a y a con mayor razón palabras determinadas, porque las palabras
cao : materia et forma Sacramenti essentia perficitur, téngase tienen razón de forma y es propio de la forma el determinar.
e n
cuenta que antiguamente á la materia se la llamaba cosa ó
636 CUESTIÓN LX.— A R T Í C U L O VII.

r e n d e t e r m i n a d a s p a l a b r a s en l o s s a c r a - que se lian en los sacramentos como ma-


mentos. teria, mucho más sé requiere en ellos de.
3.° L a c o r r u p c i ó n d e c u a l q u i e r a c o s a terminada forma de palabras (2).
v a r í a su especie. P e r o h a y algunos q u e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , como
pronuncian defectuosamente las p a l a b r a s ; espresa S a n A g u s t í n ( S u p . J o a n , tract,
y sin e m b a r g o n o se cree q u e esto s e a 8 0 ) , « l a p a l a b r a o b r a e n l o s sacramen-
c a u s a , q u e impida el efecto de los sacra- » t o s , n o p o r q u e s e d i c e , e s t o e s , según
m e n t o s , p o r q u e d e otra m a n e r a los ilite- » e l s o n i d o e s t e r i o r d e l a v o z , sino p o r -
r a t o s y t a r t a m u d o s q u e confieren estos » q u e s e c r e e » , e s d e c i r , s e g ú n el sen-
sacramentos inducirían frecuentemente t i d o d e l a s p a l a b r a s , q u e s e t i e n e p o r la
u n defecto e n ellos. L u e g o p a r e c e q u e fe. Y e s t e c o n c e p t o e s e l m i s m o en todos
n o se r e q u i e r a n e n los s a c r a m e n t o s deter- los p u e b l o s , a u n q u e n o s e a n l a s mismas
minadas palabras. l a s v o c e s e n c u a n t o a l s o n i d o . Y p o r esto
Por el c o n t r a r i o : e l S e ñ o r p r o f i r i ó e n c u a l q u i e r a l e n g u a , e n q u e s e profiera
determinadas palabras en la consagración p o r p a l a b r a s t a l s e n t i d o , s e perfecciona
del sacramento de la Eucaristía, di- el s a c r a m e n t o .
c i e n d o : ( M a t t h . 26, 26) hoc est corpus A l 2.° q u e , a u n q u e e n c a d a l e n g u a su-
meum; i g u a l m e n t e m a n d ó á s u s d i s c í p u - c e d a q u e u n a m i s m a c o s a s e a significada
los q u e b a u t i z a s e n bajo determinada p o r d i v e r s a s v o c e s , s i n e m b a r g o siempre
forma d e p a l a b r a s , diciendo ( M a t t h . a l g u n a d e a q u e l l a s v o c e s e s d e l a que
u l t . 19) : id, pues y enseñad á todas las p r i n c i p a l y c o m u n m e n t e s e v a l e n los hom-
gentes bautizándolas en el nombre del b r e s p a r a s i g n i f i c a r e s t o : (3) y t a l voz
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. d e b e t o m a r s e e n l a s i g n i f i c a c i ó n del sa-
Conclusión. Siendo determinada la c r a m e n t o , a s í c o m o t a m b i é n e n t r e las co-
materia de los sacramentos, es decir, de- s a s s e n s i b l e s s e t o m a p a r a l a significación
terminadas las cosas sensibles con mayor d e l s a c r a m e n t o a q u e l l a c u y o u s o e s más
razón conviene sea determinada la forma c o m ú n a l a c t o , p o r e l c u a l s e significa el
de las palabras en los sacramentos. e f e c t o d e l s a c r a m e n t o ; c o m o el agua,
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o d e q u e u s a n c o m u n m e n t e l o s hombres
( a . 6 , a . 2.°), e n l o s s a c r a m e n t o s l a s p a - p a r a l a a b l u c i ó n d e l c u e r p o , p o r l a que
l a b r a s s e h a n r e s p e c t o de e l l o s p o r m o d o s e s i g n i f i c a l a a b l u c i ó n e s p i r i t u a l , es to-
de f o r m a , y las cosas sensibles por m o d o m a d a c o m o m a t e r i a e n el b a u t i s m o .
de materia. M a s en todas l a s cosas com- A l 3.° q u e a q u e l q u e p r o n u n c i a defec-
p u e s t a s de materia y forma, el principio t u o s a m e n t e l a s p a l a b r a s sacramentales,
de l a determinación proviene de parte de si l o h a c e d e p r o p ó s i t o , n o p a r e c e que
l a f o r m a , q u e e s en c i e r t o m o d o e l fin t i e n e i n t e n c i ó n d e h a c e r l o q u e h a c e la
y e l t é r m i n o d e l a m a t e r i a (1) ; y p o r I g l e s i a y e n e s t e c o n c e p t o n o p a r e c e que
eso s e r e q u i e r e m á s p r i n c i p a l m e n t e p a r a s e p e r f e c c i o n a e l s a c r a m e n t o ( 4 ) . M a s si
e l s e r esse d e l a c o s a d e t e r m i n a d a f o r - e s t o l o h a c e p o r e r r o r ó lapsus lingu<B,$i®
m a , q u e d e t e r m i n a d a m a t e r i a ;' p o r q u e t a n t a l a c o r r u p c i ó n ó d e f e c t o que quita
la materia determinada se requiera, q u e p o r c o m p l e t o e l s e n t i d o d e l a locución,no
sea p r o p o r c i o n a d a á d e t e r m i n a d a for- p a r e c e q u e s e p e r f e c c i o n a e l sacramen-
m a . Requiriendo se , pues , en los sa- t o , y e s t o s u c e d e p r i n c i p a l m e n t e cuando
cramentos determinadas cosas sensibles s e p r o d u c e l a c o r r u p c i ó n p o r p a r t e del
(\) Elfinen cnanto a l a intención, porque la materia es por el Filii el Spiritus Sancti, cum inlenlione faciendi qnod fácil tcclt-
causa de la forma, no la forma por causa de la materia ; el sia
} non esse verum baptismum, anathema sit, ( can. 1, de baptj.
término por la perfección, porque la materia perfecciona por y si quis dixeril, minislrum in peceulo moi tali cxislcnlcjn, ^oúí
la forma y tiene el ser actual, mas no la forma por la ma- omnia essentialia, quos ad sacramenl<,m conficiendum cwl confuí'
teria, e t c . dum pertinent, servaverít, non conficere aul conferre xacramcnlitin,
(2) Esto con respecto á los sacramentos de la nueva ley, anathema sil, s e s . 7, can. 12).
puesto que con respecto á los de la antigua se ha dicijo {a. ü (4) No solamente lo parece sino que no lo hace, pues segué
al 3} en qué sentido se usaban las palabras al administrar la definición del tridenlino se requiere cuando menos le '"'
ciertos ritos, como las bendiciones, la circuncisión, etc. tención de hacer lo que hace la Iglesia : si quis dixeril, i«
(3) Esto empero no es de necesidad absoluta para la validez nistris non requiri, dum sacramenta conficiunt et conferunt, i»'^'
del sacramento, y así con tal de que se guarde lo esencial, tionem sallem faciendi, quod fácil Ecclesia, anathema sit, (ses- 'j
puede, aunque no sin pecado, dejarse lo demás. Y así el con- can. 11). Doctrina declarada antes por el papa Martin V, p° r

cilio de Trento ha condenado estas dos proposiciones : si quis el concilio de Constanza y por Eugenio IV en el concillo Flo-
dixeril, baptismum, qui etiam dalur ab hosreticis in nomine Palris
t rentino.
CUESTIÓN LX.—ARTÍCULOS VII Y VIII. 637

principio d e l a d i c c i ó n , v. gr. S i en vez critas en este Libro y si alguno quitare,


de d e c i r s e :in nomine Patris, se dice i n quitará Dios su parte del Libro de la
nomine matris. M a s s i n o s e quita del vida. L u e g o p a r e c e q u e n i e n l a f o r m a
todo e l sentido de l a locución p o r este d e l o s s a c r a m e n t o s es l í c i t o a ñ a d i r ó d i s -
defecto, c o n s ú m a s e n o o b s t a n t e e l s a c r a - minuir algo.
mento ; y e s t o t i e n e l u g a r p r i n c i p a l m e n t e , 2.° L a s p a l a b r a s se h a n e n l o s sacra-
cuando e l d e f e c t o e s t á e n l a p a r t e d e l fin, mentos por modo de forma según lo di-
como s i a l g u n o d i j e r a : in nomine patrias c h o ( a . 7). P e r o en las formas toda a d i -
etfilias; porque, aunque semejantes p a - ción ó sustracción varía la especie, así
labras p r o f e r i d a s d e f e c t u o s a m e n t e nada c o m o t a m b i é n en los n ú m e r o s , s e g ú n se
signifiquen p o r v i r t u d d e i m p o s i c i ó n , s i n d i c e ( M e t . 1. 8, t . 10). L u e g o parece que,
embargo s e l a s a c e p t a c o m o s i g n i f i c a n d o si se a ñ a d e ó sustrae a l g o de l a forma
alguna c o s a según el uso ; y por tanto d e l s a c r a m e n t o , n o s e r á el' m i s m o s a c r a -
aunque s e m u d e e l sonido sensible, per- mento.
manece n o o b s t a n t e e l m i s m o s e n t i d o . E n 3.° A s í como para la forma del sacra-
cuanto á l o q u e s e b a d i c h o d e l a dife- mento se requiere determinado número
rencia d e a l t e r a c i ó n e n e l p r i n c i p i o ó fin d e d i c c i o n e s , así t a m b i é n se r e q u i e r e d e -
de l a d i c c i ó n , e s t o t i e n e s u r a z ó n , p o r q u e terminado orden de p a l a b r a s , y también
entre n o s o t r o s l a variación de l a dicción continuidad de oración. S i pues la adición
al p r i n c i p i o c a m b i a l a s i g n i f i c a c i ó n ; m a s ó sustracción no quita l a verdad del s a -
la v a r i a c i ó n e n e l fin d e l a d i c c i ó n n o la cramento, parece que por la misma razón,
cambia e n e l m a y o r n ú m e r o d e c a s o s (1). ni l a transposición de las palabras ó aun l a
Entre los g r i e g o s t a m b i é n s e v a r í a s e g ú n interpolación de l a pronunciación.
el p r i n c i p i o d e l a d i c c i ó n e n l a s declina- Por el c o n t r a r i o : e n l a s f o r m a s d e l o s
ciones d e l a s p a l a b r a s . P e r o s e d e b e po- s a c r a m e n t o s se a g r e g a n p o r a l g u n o s c i e r -
ner a t e n c i ó n m á s b i e n en l a c a n t i d a d de tas p a l a b r a s , que otros no p o n e n , c o m o
la a l t e r a c i ó n , p u e s t o q u e e n u n o y otro l o s l a t i n o s b a u t i z a n b a j o e s t a f o r m a c< e g o
caso p u e d e s e r t a n i n s i g n i f i c a n t e q u e n o » te b a p t i z o i n n o m i n e P a t r i s et F i l i i et s

quite e l s e n t i d o d e la palabra, y tan » Spiritus Sancti » y los griegos bajo


grande q u e l e d e s t r u y a . P e r o u n a d e e s - esta : ce b a p t i z e t u r s e r v u s C h r i s t i N. in
tas dos c o s a s a c o n t e c e m á s f á c i l m e n t e al » nomine Patris, etc. » Y sin embargo
principio d e l a p a l a b r a y o t r a a l fin. unos y otros confieren verdadero sacra-
mento. L u e g o en las formas de los s a c r a -
ARTÍCULO V I I I . — ¿ E s p e r m i t i d o a ñ a - m e n t o s es permitido añadir ó disminuir
dir algo á l a s p u l a b r a s e n q u e c o n s i s t e l a for- algo.
ma de i o s s a c r a m e n t o s ? Conclusión. No es lícito quitar ó aña-
dir algo á las palabras en que consiste la
l.° P a r e c e q u e n o es p e r m i t i d o añadir forma de los sacramentos, si por ello se
algo á l a s palabras en que consiste la corrompe el verdadero sentido de los
forma d e l o s s a c r a m e n t o s : p o r q u e n o s o n mismos.
de m e n o r n e c e s i d a d e s t a s p a l a b r a s s a c r a - Responderemos, q u e a c e r c a d e t o d a s
mentales , q u e l a s p a l a b r a s d e l a Sagra- estas m u d a n z a s que p u e d e n tener lugar
da E s c r i t u r a . P e r o á las palabras de la en las formas de los sacramentos, parece
Sagrada E s c r i t u r a n o es l í c i t o a ñ a d i r n i que deben considerarse dos cosas : 1. a

disminuir c o s a alguna ; p o r q u e se d i c e : por parte del que profiere las palabras,


no añadiréis á la palabra que os hablo, c u y a intención se requiere p a r a el s a c r a -
ni quitareis de ella y ( A p o s . u l t . 18) mento, c o m o d e s p u é s s e d i r á ( C . 64, a.
protesto á todo el que oye las palabras 8). Y p o r e s t o , si se i n t e n t a p o r seme-
de la profecía de este Libro ; que si alguno jante adición ó disminución introducir
añadiere á ellas alguna cosa, pondrá otro r i t o , que no está admitido por la
Dios sobre él las plagas, que están es- I g l e s i a , (2) no parece confeccionarse el

(1) En este particular téngase presente en general los tra- Ecclesiarum mater est et magistra, non esse veram de Baptismi Sa-
ídos especiales sobre el bautismo y la definición del triden- cramento doctrinam, anathema sit.
°° («es. 7, can. 3 de bapt. y San Ligorio Opus Mor. 1. 6, (2) V. las notas anteriores pág. 636 y 637.
uro. 107); si quis dixerit, in Ecclesia Romana, quee omnium
638 CUESTIÓN LX. — ARTÍCULO VIII.

sacramento, puesto que no parece que ego te bautizo in nomine Patris et Filii
intenta hacer lo que hace la Iglesia. 2. a
et Spiritüs Sancti ; et B. Virgo te adjti-
por parte de l a significación de las p a l a - vet, s e r á v e r d a d e r o b a u t i s m o . Y si dijera
bras : porque como las palabras obran en quizá : ego te bautizo in nomine Patris
los sacramentos conforme al sentido que et Filii et Spiritüs Sancti, etB. Virgi-
p r e s e n t a n , c o m o s e h a d i c h o ( a . 7, a l . l.° nis Marice, n o s e r í a b a u t i s m o , p o r q u e se
y 3.°), es preciso considerar si por tal d i c e ( i C o r . 1, 13) : ¿por ventura Pallo
mutación se q u i t a el debido sentido de fue crucificado por vosotros? ¿ó habéis
las palabras, porque entonces es m a n i - sido bautizados en el nombre de Pablo?
fiesto que se d e s t r u y e l a v e r d a d del s a - E l b a u t i s m o n o s e r í a v e r d a d e r o , s i se en-
c r a m e n t o . E s e v i d e n t e e m p e r o , q u e si se tiende b a u t i z a r en el n o m b r e de l a B . V i r -
disminuye algo de lo que pertenece á l a g e n c o m o e n n o m b r e d e l a T r i n i d a d , por la
sustancia de la forma sacramental, se c u a l e s c o n s a g r a d o e l b a u t i s m o ; porque
quita el debido sentido de las palabras, t a l s e n t i d o s e r í a c o n t r a r i o á l a verdadera
y p o r t a n t o n o se h a c e p e r f e c t o e l s a c r a - f e y p o r c o n s i g u i e n t e q u i t a r í a l a verdad
mento. P o r lo que D i d y m o dice ( D e Spi- del sacramento. M a s , si se e n t i e n d e lo
ritu Santo l i b . 2) : « si alguno intenta q u e se a ñ a d e et in nomine B. Virginis,
» bautizar de modo q u e omita uno de los n o c o m o s i s e o b r a s e a l g o e n e l bautismo
» predichos n o m b r e s , esto e s , del P a d r e , e n n o m b r e d e B . V i r g e n , s i n o p a r a que su
» del H i j o y del Espíritu Santo, bauti- intercesión aproveche a l b a u t i z a d o para
» z a r a s i n p e r f e c c i ó n » (1). M a s s i se s u s - conservar la gracia bautismal, entonces
trae algo que no sea de l a sustancia de n o d e s t r u y e l a p e r f e c c i ó n d e l sacramento.
la forma, tal diminución, no quita el A l a r g u m e n t o 1." diremos, q u e no es
debido sentido de las palabras y por c o n - permitido añadir algo á las p a l a b r a s de
siguiente ni la perfección del sacramento: la Sagrada Escritura en cuanto a l sen-
como en la forma de la Eucaristía que t i d o , p e r o r e s p e c t o á l a e x p o s i c i ó n de la
es, Hoc est enim Corpus meum ; q u i t a d a S a g r a d a E s c r i t u r a , s e l e s a ñ a d e n muchas
la palabra enim n o s e d e s t r u y e e l d e b i d o p o r l o s d o c t o r e s . S i n e m b a r g o n o es per-
sentido de l a s p a l a b r a s ; y p o r eso no i m - m i t i d o a ñ a d i r p a l a b r a s d e t a l s u e r t e , que
pide la perfección del sacramento, aun- s e p r e t e n d a q u e f o r m a n p a r t e integrante
que pueda suceder que aquel que la omi- d e e l l a , p o r q u e e s t o s e r í a h a c e r s e culpa-
tió peque por negligencia ó desprecio. ble de falsedad, y s u c e d e r í a l o mismo,
A c e r c a de l a adición sucede también que si alguno dijese s e r d e n e c e s i d a d de la
se agrega algo que sea corruptivo del f o r m a , no siéndolo (2).
sentido debido ; v. g. si alguno dijera: A l 2.° que las p a l a b r a s pertenecen á
ego te bautizo in nomine Patris majoris, la forma del sacramento, p o r r a z ó n del
et Filii minoris c o m o b a u t i z a b a n l o s a r - sentido significado. Y por esto, cual-
ríanos : y por esto t a l adición quita la q u i e r a a d i c i ó n ó s u s t r a c i o n d e palabras,
v e r d a d d e l s a c r a m e n t o . P e r o si l a a d i c i ó n q u e s e h a g a , q u e n o a ñ a d a ó q u i t e algo
es t a l , q u e n o q u i t a e l d e b i d o s e n t i d o , n o a l d e b i d o s e n t i d o , n o d e s t r u y e l a especie
se d e s t r u y e l a v e r d a d d e l s a c r a m e n t o . N i del sacramento.
hace a l caso que tal adición sea h e c h a al A l 3.° q u e s i h a y t a n t a i n t e r r u p c i ó n de
p r i n c i p i o , a l m e d i o , ó a l fin ; c o m o s i a l - p a l a b r a s q u e l a i n t e n c i ó n d e l q u e l a s pro-
g u n o d i j e r a : ego te bautizo in nomine n u n c i a es i n t e r r u m p i d a , s e d e s t r u y e el
Patris omnipotentis ; et Filii unigeniti et s e n t i d o d e l s a c r a m e n t o y p o r consiguiente
Spiritüs Sanctiparacliti s e r í a v e r d a d e r o su v e r d a d ; pero n o se d e s t r u y e cuando
bautismo: é i g u a l m e n t e si alguno dice : l a i n t e r r u p c i ó n e s c o r t a (3), l a c u a l no

(1) De aquí los siguientes versos : convertii in crimen gravis rebelionis ncsvnm satis tcvcm simpüM
transgressionis(1. 1, de p r a 3 C . et disc J.
Nil forma: ponas, nil demás, nil variabis,
(2) Según la declaración del concilio Tridentino y antes del
Transportare cave, corromperé verba, morari-
florentino.
Por lo cual el que á sabiendas muda sustancialmente la ma- . (3) De donde si alguno dijere : yo te bautizo en el nombre
teria y forma de los Sacramentos peca mortalmente y se hace del Padre y del Hijo y del Espíritu... y estornudara ó tosiera,
reo de sacrilegio. Si por desprecio la cambiare solo accidental- continuando luego, Santo, esta interrupción no perjudicaría
mente cometería también pecado mortal porque de sí siempre á la validez del sacramento.
se considera esto grave según lo dicho por San Bernardo:
CUESTIÓN L X . — A R T Í C U L O VIII. 639

quita l a i n t e n c i ó n d e l q u e l a s p r o f i e r e y existe t a l transposición que no varía el


la i n t e l i g e n c i a d e e l l a s . L o m i s m o d e b e s e n t i d o d e l a l o c u c i ó n (1), n o s e d e s t r u y e
decirse d e l a t r a n s p o s i c i ó n d e l a s p a l a - l a verdad del sacramento, puesto q u e s e -
bras, p u e s t o q u e , s i d e s t r u y e e l s e n t i d o g ú n l o q u e d i c e e l F i l ó s o f o ( L . 2, P e r i h e r
de l a l o c u c i ó n , e l s a c r a m e n t o n o s e p e r - c . 1), « l o s n o m b r e s y l a s p a l a b r a s t r a n s -
fecciona, c o m o s e v e , p o r u n a n e g a c i ó n » puestos significan lo mismo».
puesta a n t e s ó d e s p u é s d e u n s i g n o . S i

C U E S T I Ó N LXI.
Necesidad de los sacramentos.

1." Los sacramentos son necesarios parala salvación humana? 2.° Fueron necesarios en el es-
tado anterior al pecado? 3.° Fueron necesarios en el estado posterior al pecado, y antes de Cristo?
4.° Fueron necesarios después de la venida de Cristo?

ARTÍCULO I. — t o s s a c r a m e n t o s son por la muerte de su Hijo, mucho más es-


necesarios para l a salvación h u m a n a ? (2) tando ya reconciliados., seremos salvos
por su vida. L u e g o n o s e r e q u i e r e n l o s
1.° P a r e c e q u e l o s s a c r a m e n t o s n o s o n sacramentos para l a salvación humana.
necesarios p a r a l a s a l v a c i ó n h u m a n a ; Por el contrario, dice San Agustín
porque d i c e e l A p ó s t o l ( i T i m . 4, 8) : el (Cont. Faust., 1. 19, c . 1 1 ) , «bajo nin-
ejercicio corporal para poco es prove- » g u n nombre de religión, sea verdadero,
choso. P e r o e l u s o d e l o s s a c r a m e n t o s » seafalso, pueden reunirse los hombres,
pertenece a l e j e r c i c i o c o r p o r a l , p o r l a r a - » si n o se reúnen p o r a l g ú n consorcio de
zón d e q u e l o s s a c r a m e n t o s s e p e r f e c c i o - » signos ó sacramentos visibles». Pero
nan e n l a s i g n i f i c a c i ó n d e l a s c o s a s s e n s i - es n e c e s a r i o á l a h u m a n a s a l v a c i ó n q u e
bles y d e l a s p a l a b r a s , c o m o s e h a d i c h o , los h o m b r e s se r e ú n a n e n l a u n i d a d d e
(C. 60, a . 6 a l 2.°). L u e g o l o s s a c r a m e n - nombre de l a verdadera religión. Luego
tos n o s o n n e c e s a r i o s p a r a l a s a l v a c i ó n h u - los sacramentos son necesarios á l a sal-
mana. vación humana.
2.° (ir C o r . 12, 9) s e d i c e a l A p ó s t o l : Conclusión. Los sacramentos son ne-
te hasta mi gracia. M a s no b a s t a r í a , si cesarios para la salvación humana.
los s a c r a m e n t o s f u e s e n necesarios á l a Responderemos, q u e los sacramentos
salvación. L u e g o l o s s a c r a m e n t o s n o s o n son necesarios á la humana salvación p o r
necesarios p a r a l a s a l v a c i ó n h u m a n a . tres razones : l a p r i m e r a debe tomarse de
3." P u e s t a l a c a u s a s u f i c i e n t e , n i n g u n a la condición de l a h u m a n a naturaleza, de
otra c o s a p a r e c e s e r n e c e s a r i a a l e f e c t o . l a q u e es propio ser c o n d u c i d a a l a s cosas
Pero l a p a s i ó n de Cristo es suficiente espirituales é inteligibles p o r medio del a s
causa d e n u e s t r a s a l u d : p o r q u e dice e l corporales y sensibles : m a s pertenece á
Apóstol, ( R o m . 5, 10): porque, si siendo la Divina Providencia proveer á cada
enemigos fuimos reconciliados con Dios cosa según el modo de su condición: y

(1) Así por ejemplo si se dijera Filii ego le baptizo in nomine (ses. 7, de Sacramentis c. 4) : si quis dixerit, sacramenta noves
I*afris el Spirita Sancii, sería una transposición que varía com- Legis non esse ad salulem necessaria, sed super/Ina... anathema sii,
pletamente el sentido y haría dudosa la forma. y contra los cataros y otros herejes modernos.
I?) Es de fe según la declaración del concilio Tridentino
640 C U E S T I Ó N L X I . — A R T Í C U L O S I V II.

p o r eso convenientemente la divina sabi- s o n n e c e s a r i o s á l o s h o m b r e s los sacra-


d u r í a a y u d a al h o m b r e p a r a su salvación mentos para conseguir la gracia.
p o r medio de estos signos corporales y A l 3.°, q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o es sufi-
sensibles q u e se dicen s a c r a m e n t o s . L a c i e n t e c a u s a d e l a s a l u d h u m a n a : y no
segunda razón debe tomarse del estado p o r e s t o se sigue q u e los sacrameutos no
del h o m b r e , que p e c a n d o se s o m e t e p o r s e a n n e c e s a r i o s p a r a l a h u m a n a salud,
afecto á las cosas corporales. A h o r a bien, p u e s t o q u e o b r a n e n v i r t u d d e l a pasión
el r e m e d i o m e d i c i n a l d e b e s e r a p l i c a d o d e C r i s t o ; y e s t a e s a p l i c a d a de cierto
a l l í d o n d e e s t á e l m a l . Y p o r e s t o fue c o n - m o d o á l o s h o m b r e s p o r m e d i o d e los sa-
veniente q u e Dios aplicase al h o m b r e la cramentos según aquello ( R o m . 6 , 3 ) :
medicina espiritual, p o r ciertos signos cor- los que hemos sido bautizados en Cristo
p o r a l e s , p o r q u e si s e l e p r o p u s i e r a c o s a s Jesús, hemos sido bautizados en su muerte.
p u r a m e n t e e s p i r i t u a l e s , su e s p í r i t u , d e d i -
cado á las cosas corporales, no podría A R T Í C U L O I I . — ¿ F n e r o u I n m o l e n ne-
aplicarse á aquellas. L a tercera razón c e s a r i o s n i h o m b r e l o s s a c r a m e n t o s untes del
debe ser t o m a d a del estudio de la acción p e c a d o ? (3)
h u m a n a , que versa principalmente acer-
c a de lo corporal. A s í , p a r a q u e n o fuese 1.° P a r e c e q u e t a m b i é n antes del pe-
d e m a s i a d o d u r o a l h o m b r e , si s e a b s t r a - c a d o f u e r o n n e c e s a r i o s a l h o m b r e los
j e r a totalmente de los actos corporales, s a c r a m e n t o s ; p o r q u e , c o m o s e h a di-
le h a n sido p r o p u e s t o s en los s a c r a m e n - c h o ( a . 1, a l 2.°), l o s s a c r a m e n t o s son
t o s ejercicios c o r p o r a l e s , d e los q u e se sir- n e c e s a r i o s a l h o m b r e p a r a c o n s e g u i r la
ve s a l u d a b l e m e n t e p a r a evitar los ejerci- g r a c i a . P e r o aun e n e l e s t a d o d e inocen-
cios s u p e r s t i c i o s o s , q u e c o n s i s t e n e n el c i a e l h o m b r e n e c e s i t a b a d e l a gracia,
culto d e los demonios ó c u a l e s q u i e r a o t r a s c o m o s e h a d e m o s t r a d o e n l a P a r t e pri-
cosas d a ñ o s a s q u e consisten en los actos m e r a ( C . 9 5 , a. 4 , a l 1.°). L u e g o tam-
de los p e c a d o s . A s í p u e s p o r l a institu- b i é n e n a q u e l e s t a d o l e e r a n necesarios
ción de l o s s a c r a m e n t o s el h o m b r e es i n s - los s a c r a m e n t o s .
truido p o r medio de las cosas sensibles 2.° L o s s a c r a m e n t o s s o n n e c e s a r i o s al
del m o d o q u e conviene á su n a t u r a l e z a ; h o m b r e , s e g ú n l a c o n d i c i ó n d e l a huma-
se h u m i l l a c o n o c i e n d o q u e e s t á s o m e t i d o n a n a t u r a l e z a , c o m o s e h a d i c h o ( a . 1.)
á las cosas corporales, p u e s t o que p o r P e r o l a n a t u r a l e z a d e l h o m b r e es l a mis-
m e d i o d e ellas se l e a y u d a ; y es p r e - m a a n t e s y d e s p u é s d e l p e c a d o . Luego
servado de las acciones perjudiciales p o r p a r e c e q u e t a m b i é n e l h o m b r e a n t e s del
los saludables ejercicios d e los s a c r a - p e c a d o necesitaría de los sacrameutos.
m e n t o s (1). 3.° E l m a t r i m o n i o e s u n sacramento,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e el e j e r - s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 5 , 3 2 ) : este sa-
cicio c o r p o r a l , e n c u a n t o t a l , n o e s m u y cramento es grande; mas yo digo en
ú t i l ; p e r o el ejercicio p o r el u s o d e los Cristo y en la Iglesia. Y e l matrimonio
s a c r a m e n t o s n o es p u r a m e n t e c o r p o r a l , f u e i n s t i t u i d o a n t e s d e l p e c a d o , como se
sino en cierto m o d o e s p i r i t u a l , esto es, d i c e ( Gren. 2 ) . L u e g o e r a n n e c e s a r i o s al
p o r l a s i g n i f i c a c i ó n y c a u s a l i d a d (2). h o m b r e l o s s a c r a m e n t o s a n t e s d e l pecado.
A l 2.°, q u e l a g r a c i a d e D i o s e s c a u s a P o r e l c o n t r a r i o : l a m e d i c i n a no es
suficiente de la salud h u m a n a ; pero D i o s n e c e s a r i a s i n o a l e n f e r m o s e g ú n aquello
d a á los h o m b r e s l a g r a c i a , s e g ú n el m o - ( M a t t h . 9 , 12)s los sanos no tienen ne-
d o q u e les es conveniente. Y p o r esto cesidad de médico. P e r o l o s sacramentos

(1) Por las razones aducidas en este artículo puede verse rantis, sino ex opere opéralo.
que Santo Tomás no habla aquí de la necesidad absoluta, sino (3) S e g ú n Billuart y Dronben la ley natural era conocida
solo de la necesidad de congruencia. por el instinto solo de la naturaleza, mas la ley sobrenatural
(2) Esta causalidad afecta solo á los sacramentos de la solo por la inspiración de Dios á manera de naturaleza. De
nueva l e y . De ahí que no pueda admitirse la definición del aquí que en el estado de inocencia es opinión común (le les
sacramento como función ó acción, pues esto no puede aplicarse teólogos, que no existían sacramentos. Empero no están de
á la Eucaristía que consiste en algo estable y no en una fun- acuerdo los autores en afirmar si hubieran existido los sacra-
ción pasajera ; y tal definición del sacramento, según Belar- mentos á continuar aquel estado ; lo niega Santo lomas
mino, (1. 4 de Euch. c. 1) es propia de los herejes que niegan porque no habría habido necesidad de ellos ni para santiuear
que la Eucaristía consista en algo permanente y escluye el los hombres que ya estaban santificados, ni para combatirlas
dogma católico definido por el tridentino, á saber, que los sa- tentaciones de los sentidos que no existían en aquel feliz es-
cramentos de la. nueva ley confieren la gracia no ex opere ope- tadp ; y Dios nada hace en vano (3, P. C 01, a. 2j.
CUESTIÓN LXI.—ARTÍCULOS II Y I I I . 641

BON ciertas medicinas espirituales que s e ARTÍCULO I I I . — Después del pecado y

aplican contra las heridas del pecado. a n t e s d e Cristo debió h a b e r s a c r a m e n t o s (2)?

Luego no fueron necesarios a n t e s d e l


pecado. 1.° P a r e c e q u e d e s p u é s d e l p e c a d o y
Conclusión. En el estado de inocencia antes de Cristo no debió haber sacra-
el hombre no necesitaba los sacramentos, m e n t o s ; p o r q u e s e h a d i c h o ( a . 1, a l 3.°),
ñipara remedio del pecado, ni para per- q u e p o r los s a c r a m e n t o s es a p l i c a d a á los
fección del alma. hombres la pasión de Cristo; y en este
Eesponderémos, que en el estado de c o n c e p t o la p a s i ó n d e ' C r i s t o se c o m p a r a
inocencia antes del pecado no fueron ne- á l o s s a c r a m e n t o s c o m o l a c a u s a a l e f e c -
cesarios los sacramentos, y la razón de t o . P e r o e l e f e c t o n o p r e c e d e á l a c a u s a .
esto puede tomarse de la rectitud de aquel L u e g o n o d e b i ó h a b e r s a c r a m e n t o s a n t e s
estado en el que las potencias superiores d e l a v e n i d a d e C r i s t o .
dominaban- á las inferiores y no depen- 2.° L o s s a c r a m e n t o s d e b e n s e r c o n v e -
dían en modo alguno de ellas ; porque, n i e n t e s a l e s t a d o d e l g é n e r o h u m a n o ,
así como la mente estaba sometida á c o m o c o n s t a p o r S a n A g u s t í n ( C o n t .
D i o s , así lo estaban á la mente las fuer- F a u s t . 1. 19, c . 16 y 17). P e r o e l e s t a d o
zas inferiores del alma, y el cuerpo á la d e l g é n e r o h u m a n o n o f u e m u d a d o d e s -
misma alma. S e r í a pues contrario á este p u é s d e l p e c a d o , h a s t a l a r e p a r a c i ó n h e -
orden, si el alma se perfeccionase, ya c h a p o r C r i s t o . L u e g o n o d e b i e r o n i n -
en cuanto á la ciencia, ya en cuanto á la m u t a r s e l o s s a c r a m e n t o s , d e m o d o q u e
gracia por algo corporal que se hace en a d e m a s d e l o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y n a t u -
los sacramentos. Y por esto en el estado r a l s e e s t a b l e c i e r a n o t r o s e n l a l e y d e
de inocencia no necesitaba el hombre de M o i s é s .
los sacramentos, no sólo en cuanto estos 3.° C u a n t o a l g o e s t á m á s p r ó x i m o á l o
se ordenan como remedio del pecado, sino p e r f e c t o , t a n t o m á s d e b e a s e m e j á r s e l e .
ni aun en cnanto los mismos se ordenan M a s l a p e r f e c c i ó n d e l a s a l u d h u m a n a f u e
á ¡a perfección del alma ( 1 ) . h e c h a por Cristo, al cual estuvieron m á s
A l argumento 1 . ° diremos, que e l p r ó x i m o s l o s s a c r a m e n t o s d e l a a n t i g u a
hombre en el estado de inocencia necesi- l e y q u e l o s q u e e x i s t i e r o n antes d e l a l e y .
taba de la gracia : no empero para con- Luego^debieron^ser m á s semejantes á los
seguirla por algunos signos sensibles, sacramentos de Cristo. Sin embargo, apa-
sino espiritual é invisiblemente. r e c e l o c o n t r a r i o á e s t o , p o r q u e se d i c e
A l 2 . ° que la naturaleza del hombre antes q u e el sacerdocio de Cristo d e b e
es la misma antes y después del pecado; ser s e g ú n el o r d e n de M e l c h i s e d e c h , y n o
mas no es el mismo el estado de la natu- s e g ú n el o r d e n d e A a r o n , c o m o c o n s t a
raleza ; porque después del pecado, el ( H e b . 7). L u e g o n o f u e r o n d i s p u e s t o s
alma necesita también en cuanto á su c o n v e n i e n t e m e n t e l o s * s a c r a m e n t o s antes
parte superior recibir para su perfección de Cristo.
algo de las cosas corporales, que no era Por el c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n
necesario al hombre en aquel estado. ( C o n t . F a u s t . 1. 19, c. 13), q u e « l o s p r i -
A 1 3 •° que el matrimonio fue institui- » meros s a c r a m e n t o s , que se c e l e b r a b a n
do en el estado de inocencia, no según B yobservaban por ley, eran preanuncia-
que es sacramento, sino en cuanto es de- i> d o r e s d e q u e v e n d r í a C r i s t o » . P e r o e r a
ber de la naturaleza : sin embargo signi- necesario ála s a l v a c i ó n h u m a n a el q u e se
ficaba como consecuencia algo futuro, preanunciase la venida de Cristo. L u e g o
respecto de C r i s t o y de la I g l e s i a ; como e r a n e c e s a r i o q u e antes d e C r i s t o s e d i s -
también todas las otras cosas que prece- pusieran ciertos sacramentos.
dieron en la figura de C r i s t o . Conclusión. Como después del pecado
ninguno pueda ser santificado sino por
(!) Como se dice en l a nota anterìor, y el Concilio de Trento (2) Aquellos sacramentos eran solamente signos de los sa-
(sess, ìi c, 1) insinua cuando dice : si ca in re generai te omni-
} cramentos de la nueva l e y de los cuales se diferenciaban
bus gratitudo erga Dmm ensct, ut juslUiam in baptismo ipsius benc- esencialmente. Por lo cual el Conciliojtridentino ha declarado:
wficio ci grafia susceptam consta»ter tucrcnliir : non fuissel opus, si quis dixerit, ea ipsa noves legis sacramenta á sacranienlis anti-
flìudab ipso baplismo sacramentum ad peccalorum remissioncm qaos legis non diferre, nisi qnia ceremonias sunt alice, et alii rilas
esse instihitum externi, anathema sit {sess. "7 de sae. can 2 ) .

SUMA TEOLÒGICA.—TOMO I V . 41
642 CUESTIÓN LXI. — ARTÍCULOS III Y I V .

Cristo, necesariamente después del pe- m e n t o s d e l a fe. E r a c o n v e n i e n t e también


cado precedieron á la venida de Cristo q u e c o n e l t r a n s c u r s o d e l o s t i e m p o s se
algunos sacramentos p;r los cuales el e s p l i c a s e m á s e l c o n o c i m i e n t o d e la fe;
hombre protestase de su fe en Cristo. p o r q u e , c o m o d i c e S a n G r e g o r i o ( h o m . 16
Responderemos, q u e l o s s a c r a m e n t o s i n E z e c h . ) , « c o n e l t r a n s c u r s o d e los
son necesarios á l a h u m a n a salvación, e n » t i e m p o s s e a u m e n t ó e l conocimiento
cuanto son ciertos signos sensibles d e l a s » a c e r c a d e D i o s » . Y p o r e s t o fue también
cosas invisibles, por los q u e e s santificado n e c e s a r i o s e d e t e r m i n a s e n e n l a ley anti-
el h o m b r e . M a s n i n g u n o p u e d e s e r santi- g u a c i e r t o s s a c r a m e n t o s d e l a f e s o b r e la
ficado después del p e c a d o sino por Cristo, v e n i d a d e C r i s t o , los c u a l e s s e comparan
á quien Dios propuso en propiciación pol- á l o s q u e e x i s t i e r o n a n t e s d e l a l e y , como
la fe en su sangre,con objeto de manifes- l o d e t e r m i n a d o a l o i n d e t e r m i n a d o , por-
tar su justicia, á fin deque él sea hallado q u e a n t e s d e l a l e y n o s e d e t e r m i n ó fija-
justo y justificador de aquel que tiene la m e n t e c o s a a l g u n a sobre los sacramentos
fe de Jesucristo ( R o m . 3 , 25). A s í , p u e s , d e q u e e l h o m b r e h a b í a d e h a c e r u s o (2)
e r a m e n e s t e r q u e antes d e l a v e n i d a d e c o m o l o f u e p o r l a l e y ; l o c u a l e r a nece-
C r i s t o h u b i e r a ciertos s i g n o s visibles, pol- s a r i o y a á c a u s a d e l o s c u r e c i m i e n t o d e la
los q u e e l h o m b r e atestiguase s uf e acerca l e y n a t u r a l , y p a r a q u e f u e s e m á s deter-
de l a venida futura del Salvador. Y estos minada l asignificación d e l a fe.
signos sedicen sacramentos; por l o tanto, A l 3.° q u e e l s a c r a m e n t o d e M e l c h i s e -
es evidente que antes de la venidade Cristo d e c h , q u e f u e a n t e s d e l a l e y , s e asimila
debieron instituirse ciertos sacramentos. m á s a l s a c r a m e n t o d e l a n u e v a l e y e n la
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a p a - m a t e r i a , e s t o e s , e n c u a n t o ofreció el pan
s i ó n d e C r i s t o e s l a c a u s a final d e l o s s a - y el vino, s e g ú n c o n s t a ( G e n . 14); como
cramentos antiguos, e sdecir, q u e h a n t a m b i é n e l s a c r i f i c i o d e l a l e y n u e v a se,
sido instituidos para significar l a misma. p e r f e c c i o n a c o n l a o b l a c i ó n d e l p a u y del
M a s l a c a u s a final n o p r e c e d e e n t i e m p o , v i n o . M a s l o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y de
sino solamente e n l a intención del agente. M o i s é s s e a s e m e j a n m á s á l a c o s a signifi-
Y por esto n oh a y inconveniente que h u - c a d a p o r e l s a c r a m e n t o , e s t o e s , á l a pa-
b i e r a h a b i d o a l g u n o s s a c r a m e n t o s antes s i ó n d e C r i s t o , c o m o s e v e e n e l cordero
de l a pasión d e Cristo. p a s c u a l y o t r o s s e m e j a n t e s ; y e s t o h a sido
A l 2.° q u e e l e s t a d o d e l g é n e r o h u m a n o a s í , p a r a q u e p o r l a c o n t i n u i d a d d e l tiem-
después d e l pecado y antes d e Cristo, p o , s i p e r m a n e c í a l a m i s m a l a e s p e c i e de
puede ser considerado d e d o s modos : l o s s a c r a m e n t o s , n o p a r e c i e s e s e r conti-
1.° s e g ú n l a r a z ó n d e l a f e ; y a s í , s i e m - nuación del mismo sacramento.
pre permanece u n o y mismo, esto e s ,
porque los h o m b r e s eran justificados p o r A R T Í C U L O I V . — n e s p u e s d e cristo de-
l a f e d e l a f u t u r a v e n i d a d e C r i s t o (1). b i ó h a b e r a l g u n o s s a c r a m e n t o s ? (3)
2.° s e g ú n l a i n t e n s i d a d y r e m i s i ó n d e l p e -
cado y del espreso conocimiento de Cristo; 1.° P a r e c e q u e d e s p u é s d e C r i s t o no
p u e s por el desarrollo d elos tiempos t a m - d e b i ó h a b e r a l g u n o s s a c r a m e n t o s ; porque
bién el pecado comenzó á dominar m á s v i n i e n d o l a v e r d a d , d e b e c e s a r l a figura,
en el hombre, e ntanto que oscurecida l a Pero la gracia y la verdad fue hecha
razón humana por elpecado, n o bastasen por Jesucr-isto, c o m o s e d i c e ( J o a n 1,17).
al h o m b r e para vivir r e c t a m e n t e los pre- L u e g o s i e n d o l o s s a c r a m e n t o s signos o
ceptos d el a l e y natural, sino que fue ne- figuras d e l a v e r d a d , p a r e c e q u e después
cesario que se determinasen preceptos e n d e l a p a s i ó n d e C r i s t o n o d e b i e r o n existir
la l e yescrita, y con estos, ciertos sacra- los sacramentos.

(1) Es decir, por la fe de la pasión que era el fin de su v e - para el culto de Dios .
nida y en la cual después del pecado debió creerse en todo (3) Debieron después de Cristo existir otros sacramentos
tiempo según lo dicho ex professo en la 2. -2.ai C. 2, a. 7. Y por
a
distintos de los de la antigua ley según la declaración del tn-
esto en el decreto de Eugenio IV á los armenios se dice que dentino, y nótese aquí de paso que los sacrificios de la ley e

aquellos sacramentos de la antigua ley no causaban la gracia, Moisés no pueden llamarse propiamente sacramentos, pees
sed solum per passionem Christi dandam figurabant. fueron instituidos no para causar la gracia sino para dar culto
(2) El autor en la C. 59, a. 5 al 3.° dice, que por interior á Dios.
nstinto se determinaba qué cosas sensibles debían emplearse
CUESTIÓN LXI. — ARTÍCULO IV. 643

2 . ° L o s sacramentos consisten en cier- » de otra la h e c h a ; c o m o las mismas p a -


t o s elementos, como se infiere de lo dicho » l a b r a s passurus q u e h a d e s u f r i r y
( C . 6 0 , a. 4 y 5). M a s dice el A p ó s t o l passus q u e s u f r i ó , n o s i g n i f i c a n l o m i s m o » .
( G a l . 4 , 3 ) : cuando éramos niños, ser-, H e a q u í p o r q u é es preciso que bajo la ley
víamos bajo los rudimentos del mundo ; nueva haya otros sacramentos por los que
pero ahora, llegada la plenitud del tiem- se signifiquen las cosas que precedieron
p o , no somos niños. L u e g o parece que no en Cristo, independientemente de los sa-
debamos servir á D i o s bajo los elementos cramentos de la antigua ley, por los que
de este mundo, usando de los sacramen- se preanunciaban las cosas futuras.
t o s corporales. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o
3.° En Dios no hay mudanza ni sombra d i c e S a n D i o n i s i o ( E c c l . h i e r . c . 5 ) , e l
de variación, según se dice ( J a c . 1 , 1 7 ) . e s t a d o d e l a n u e v a l e y e s m e d i o e n t r e e l
M a s parece pertenecer á cierta mutación e s t a d o d e l a . a n t i g u a , c u y a s figuras s e
de l a divina voluntad, que se empleen c u m p l e n e n l a l e y n u e v a , y e l e s t a d o d e
ahora para la santificación del hombre en g l o r i a , e n l a q u e s e m a n i f e s t a r á c l a r a y
el tiempo de la gracia unos sacramentos, p e r f e c t a m e n t e t o d a v e r d a d ; y p o r e s o
y otros antes de C r i s t o . L u e g o parece entonces no existirán sacramentos. P e r o
q u e d e s p u é s de C r i s t o no debieron ser a h o r a q u e c o n o c e m o s l a v e r d a d corno en
instituidos otros sacramentos. un espejo, y en enigma ( i . C o r . 1 3 ) , e s
Por el contrario, dice S a n Agustín preciso que lleguemos á las cosas espiri-
( C o n t . F a u s t . 1. 1 9 , c. 13), «; que los sa- tuales por signos sensibles; lo cual perte-
» cramentos de la antigua ley han con- n e c e á la r a z ó n d e los sacramentos.
» c l u i d o , porque se han cumplido; y han A l 2.° q u e el A p ó s t o l l l a m a á los s a -
« s i d o instituidos otros, mayores en vir- c r a m e n t o s d e l a l e y a n t i g u a ( G a l a t . 4)
í tud, mejores en utilidad, más fáciles en elementos flacos y pobres, p o r q u e n i c o n -
¡> acto y en menor número». tenían la gracia ni la producían. Y por
C o n c l u s i ó n . Habiéndoselos Padres eso dice el A p ó s t o l q u e los q u e u s a b a n
salvado por la fe en Cristo venidero, así aquellos sacramentos servían áD i o s bajo
nosotros somos salvados por la fe en los elementos del m u n d o , esto es, por-
Cristo que ha nacido y padecido; por lo que no eran otra cosa que elementos
mal ademas de los sacramentos de la an- de este mundo. M a s nuestros sacramen-
tigua ley que preanunciaban los futuros tos contienen y producen la gracia ( 1 )
misterios de Cristo, es necesario hubiese y por esto no h a y paridad entre estos y
en la nueva ley otros sacramentos que sig- aquellos.
nificasen las cosas que precedieron á A l 3.° que, así c o m o el padre de fami-
Cristo. lias no d e m u e s t r a tener u n a v o l u n t a d m u -
Eesponderémos que, así como los anti- dable , porque propone á su familia diver-
guos padrea se salvaron por la fe de sos preceptos, s e g ú n la variedad de los
Cristo que hapía de venir, así nosotros t i e m p o s , no ordenando lo m i s m o en el in-
por la fe de Cristo que nació y padeció. vierno que en el v e r a n o ; así no se m a n i -
M a s los sacramentos son ciertos signos fiesta mudanza alguna en Dios por que
protestativos de la fe, por la cual el instituyó otros sacramentos después de la
hombre se justifica. E s conveniente, em- v e n i d a de Cristjo, y otros en tiempo de la
p e r o , que el pasado y el presente sean ley; puesto que aquellos fueron congruen-
significados por diversos signos; porque, tes para prefigurar la gracia, y estos lo
como dice S a n Agustín (Cont. Faust. son para demostrarla presencialmente.
1- 1 9 , c. 1 6 ) , «se anuncia de una manera
»la misma cosa, que debe ser hecha y (1) S e g ú n la declaración del tridentino fsess. 7, can. 6J.
CUESTIÓN LXII.
Del principal efecto de los sacramentos, que es la gracia.

Consideraremos el efecto d é l o s sacramentos ; y 1.° la gracia que es su efecto principal : 2.° el carác-
ter que es su efecto secundario.
Acerca de lo primero estudiaremos seis puntos. l.° Los sacramentos de la ley nueva son causa de
lagracia? —2.° La gracia sacramental añade algo sobre la gracia de las virtudes y dones? —3.° Los
sacramentos contienen la gracia? — i." Existe en ellos alguna virtud para causar la gracia? -D.° Tal
virtud en los sacramentos se deriva de la pasión de Cristo ? —6.° Los sacramentos de la ley antigua
causaban la gracia ?

ABTÍCULO I . — t o s sacramentos son ( s u p . J o a n , t r a c t . 80) q u e « e l a g u a b a u -


c a u s a d e l a g r a c i a ? (1) t i s m a l t o c a e l c u e r p o y l a v a e l c o r a z ó n ».
P e r o e l c o r a z ó n n o s e l a v a , s i n o p o r la
1.° P a r e c e q u e l o s s a c r a m e n t o s n o g r a c i a . L u e g o c a u s a l a g r a c i a , y p o r l a
s o n c a u s a d e l a g r a c i a ; p o r q u e n o p a r e c e m i s m a r a z ó n l o s o t r o s s a c r a m e n t o s de la
ser lo m i s m o el signo y la c a u s a , p u e s t o Iglesia.
que la razón del signo parece competir Conclusión. Aunque sólo Dios sea la
m á s b i e n al efecto. P e r o el s a c r a m e n t o causa principal y efectiva de la gracia,
es signo de g r a c i a : n o es pues su causa. sin embargo, los sacramentos de la nueva
2.° N i n g ú n s e r c o r p o r a l p u e d e o b r a r ley causan la misma á manera de instru-
e n l a c o s a e s p i r i t u a l , « p u e s t o q u e e l mento.
a g e n t e es m á s noble que e l paciente » , Responderemos, q u e e s n e c e s a r i o d e -
c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( s u p . G e n . a d cir q u e los s a c r a m e n t o s d e la l e y nueva
H t t . 1. 12, c . 16). P e r o e l s u j e t o d e l a c a u s a n d e a l g ú n m o d o l a g r a c i a ; p o r q u e
g r a c i a es la m e n t e d e l h o m b r e , q u e e s es e v i d e n t e q u e el h o m b r e es incorporado
c o s a e s p i r i t u a l . L u e g o l o s s a c r a m e n t o s á C r i s t o p o r m e d i o d e l o s s a c r a m e n t o s de
no pueden causar la gracia. l a l e y n u e v a : c o m o d e l b a u t i s m o dice
3.° A q u e l l o q u e e s p r o p i o d e D i o s , n o e l A p ó s t o l ( G a l a t . 3 , 27) : todos los que
d e b e a t r i b u i r s e á c r i a t u r a a l g u n a . Y c a u - habéis sido bautizados en Cristo, estáis
s a r l a g r a c i a e s p r o p i o d e D i o s s e g ú n revestidos de Cristo. M a s e l h o m b r e n o
a q u e l l o ( P s . 8 3 , 12) : el Señor dará la s e h a c e m i e m b r o d e C r i s t o s i n o p o r la
gracia y la gloria. C o n s i s t i e n d o , p u e s , l o s g r a c i a . A l g u n o s d i c e n , s i n e m b a r g o , que
s a c r a m e n t o s e n c i e r t a s p a l a b r a s y c o s a s n o s o n c a u s a d e l a g r a c i a o b r a n d o algo,
c r e a d a s , n o p a r e c e q u e p u e d a n c a u s a r l a s i n o p o r q u e D i o s , a p l i c a d o s l o s sacra-
gracia. m e n t o s , o b r a l a g r a c i a e n e l a l m a (2), y
Por el c o n t r a r i o : d i c e S a n A g u s t í n , p o n e n e l e j e m p l o de a q u e l q u e , a p o r t a n d o

(1) Los protestantes atribuyen á la sola fe el conferir la remos que es cierto que los sacramentos no son la causa prin-
gracia, por lo cual consideran los sacramentos como signos cipal como obrando por virtud propia, sino instrumentalen
esteriores de la fe ó distintivos de la profesión cristiana. De cnanto obran por virtud comunicada. M a s í a causa instru-
ahí que pretendan que las palabras, con las cuales se adminis- mental puede producir dos efectos, uno físico producido in-
tran los sacramentos, sean simplemente dispositivas fconcio- mediatamente, como el hacha con respecto al árbol que coila;
natoriaj, mas, no efectivas de la gracia que signiíican (conse- y otro moral si mueve un agente libre para producir una causa
cratoria). En contra están las declaraciones del florentino, del física, como es, por ejemplo, el señor con respecto al criado.
tridentino (sess. 7, can. 2, 6 y 7) y la bula del papa León X Tourneli con los escolistas quieren que loss acramentos pro-
contra los errores de Lutero. duzcan la gracia solamente del segundo modo (San Ligorio,
(2) A s í piensan los que sostienen que los sacramentos cau- Opus. Mor. 1. 6, c. 7).
san la gracia no física, sino solo moralmente, á lo cual añadi-
CUESTIÓN LXII.—ARTÍCULO I. 645

un denario de plomo, recibe cien libras de gun la ordenación divina, para causar en
plata por orden del rey: no porque aquel ellos la gracia. P o r lo cual dice San
denario obre algo para obtener la predi- Agustín (Cont. Faust. 1. 1 9 , c. 1 6 ) :
cha cantidad de dinero, sino que esto se «todas estas cosas, es decir, las sacra-
realiza por sola la voluntad del rey. Pol- » mentales (3) se hacen y pasan ; pero la
lo cual también San Bernardo dice (serm. » virtud esto e s , de Dios que obra estas
i. in cena Dom. et inscribitur : ele capt. x> cosas, permanece eternamente ». Se da
c. 2) : « como es investido un canónigo también propiamente el nombre de ins-
j>por el libro, el abad por el báculo, y el trumento á la cosa, por la cual alguno
»obispo por el anillo, así las divisiones de obra, y por eso también se dice (tit. 3, 5):
j las gracias nos son distribuidas diversa- nos hizo salvos por el bautismo de regene-
»mente en los sacramentos » ( 1 ) : pero ración (4).
si se considera este asunto conveniente- A l argumento 1.° diremos que la causa
mente, este modo no traspasa la razón principal no puede decirse propiamente
de signo ; porque el denario de plomo no signo de un efecto, aun del oculto, aun-
es sino cierto signo de la orden del rey, que la causa misma sea sensible y mani-
para que sea recibido por este el dinero: fiesta ; mas la causa instrumental, si es
igualmente el libro es cierto signo, por elmanifiesta, puede decirse signo del efecto
que se designa la entrega del canonicato. oculto, porque no solamente es causa,
Según esto, pues, los sacramentos de la sino que es también efecto en cierto
nueva ley no serían otra cosa que signos modo, en cuanto es movida por el agente
de la gracia; aunque, sin embargo, consta principal. Y según esto, los sacramentos
por la autoridad de muchos padres, que de la nueva l e y son simultáneamente
los sacramentos de la nueva ley no sola- causas y signos, y de ahí es q u e , como
mente significan, sino que causan la gra- comunmente se dice, «producen lo que
cia (2). Y por esto debe decirse, eme hay » figuran». D e lo cual es notorio tam-
dos clases de causa agente, principal é bién que tienen perfecta razón de sacra-
instrumental. L a principal obra por vir- mentos , en cuanto se ordenan á algo sa-
tud de su propia forma, á la que se ase- grado, no solo por modo de signos, sino
meja el efecto, como el fuego calienta también por modo de causa.
por su calor ; y de este modo nada puede A l 2.° que el instrumento tiene dos ac-
causar la gracia sino D i o s , porque la gra-
ciones ; una instrumental, según la que
cia no es otra cosa que cierta semejanza obra, no en virtud propia, sino en virtud
participada de la divina naturaleza según del agente principal ; y otra propia que
aquello ( n . P e t . 1 , 4 ) : nos ha dado muy
le compete según su propia forma, como
grandes y preciosas promesas ; para que compete al hacha cortar, por razón de
por ellas seáis hechos participantes de la su filo, y hacer el lecho en cuanto es ins-
naturaleza divina. L a causa instrumen- trumento del arte ; mas no perfecciona la
tal empero no obra por virtud de su acción instrumental, sino ejerciendo su
forma, sino solo por el movimiento con acción propia, pues hace el lecho cor-
que es movida por el agente principal. tando. Igualmente los sacramentos corpo-
Por consiguiente el efecto no se asemeja rales por la propia acción, que ejercen
al instrumento, sino al agente principal; acerca del cuerpo que tocan, producen
como el lecho ó cama no se asemeja al la operación instrumental por virtud di-
hacha, sino al arte, que está en la mente vina en el alma, como el agua del bau-
del artífice. Y de este modo los sacra- tismo , lavando el cuerpo según su propia
mentos de la ley nueva causan la gracia, virtud, lava el alma en cuanto es instru-
porque son conferidos á los hombres se- mento de la virtud divina, porque del

(i) Lo cual puede esplicarse, según riieolai, de la manera mas aquellos por la Iglesia, en que los sacramentos producen
"guíente : no de manera que refiera esto para conferir la gra- sq efecto ex opere oieralo , pero las sacramentales solo ex
a,smo solo como una comparación de los símbolos esterior-
n
opere operautis (Santo Tomás Summa 3. P. C. 87, a. 3 y San
"lente empleados en los sacramentos. Ligorio , Opus. Mor. 1. 6, núm. 30 y siguientes).
(-) Según la declaración del tridentino ya citada. (4) Así el Concilio de Milevi (can. 2), el Concilio 2.° Arau-
(3) La palabra sacramentales entiéndase en el sentido que sicaño (can 25) y los Concilios florentino y tridentino (sess. 7
espresado en la nota 31 y que difieren de los sacra-
m o s
can. 2, 6 y 7).
mentos en cuanto que estos han sido establecidos por Cristo,
646 • CUES TION LXII. — ARTÍCULOS I Y II.

a l m a y d e l c u e r p o s e f o r m a un s o l o s e r . Y m e n t a l n o a ñ a d e a l g o s o b r e l a gracia de
esto e sl oque espresa S a n A g u s t í n (ibid). l a s v i r t u d e s y d o n e s , e n v a n o s e conferi-
c u a n d o dice, «que toca e l cuerpo y l a v a r í a n l o s s a c r a m e n t o s á l o s q u e t i e n e n las
el corazón » . v i r t u d e s y l o s d o n e s . M a s e n l a s o b r a s de
A l 3.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e de D i o s n a d a inútil s eencuentra. Luego
lo que e s causa d e l agracia por m o d o d e p a r e c e q u e l a g r a c i a s a c r a m e n t a l añade
a g e n t e p r i n c i p a l , y e s t o es p r o p i o de a l g o sobre l ag r a c i a d e l a s virtudes y
Dios según lo dicbo. dones.
Conclusión. La gracia sacramental
ARTICULO I I . — ¿ L a gracia s a c r a n i e n - añade cierto divino auxilio sobre la gra-
mentnl añade algo sobre l a gracia de l a s vir- cia de las virtudes y dones para conse-
tudes y dones ? (1) guir el fin del sacramento, como los do-
nes y virtudes parece añaden cierta de-
1.° P a r e c e q u e l a g r a c i a s a c r a m e n t a l terminada perfección á la gracia, para
no añade algo sobre l a gracia d e las vir- perfeccionar los actos propios de las po-
tudes y dones; porque p o rl a gracia d e tencias.
las virtudes y dones s e perfecciona sufi- Responderemos, q u e s e g ú n l o dicho
cientemente e lalma y ae n cuanto á l a ( Í M ^ C . 9 0 , a . 3 y 4 ) , l a g r a c i a con-
e s e n c i a , ya e n c u a n t o á s u s p o t e n c i a s , s i d e r a d a e n s í , p e r f e c c i o n a l a e s e n c i a del
c o m o c o n s t a de lo d i c b o en la s e g u n d a a l m a , e n c u a n t o p a r t i c i p a d e c i e r t a se-
p a r t e ( l . - 2 . C . 1 1 0 , a. 3 y 4). P e r o la
a ! E
m e j a n z a d e l d i v i n o ser; y a s í c o m o de
g r a c i a se o r d e n a á la p e r f e c c i ó n d e l a l m a . l a e s e n c i a d e l a l m a d i m a n a n s u s poten-
L u e g o la g r a c i a s a c r a m e n t a l no p u e d e c i a s , a s í d e l a g r a c i a fluyen c i e r t a s per-
a ñ a d i r a l g o s o b r e la g r a c i a de l a s v i r t u - f e c c i o n e s á l a s p o t e n c i a s d e l a l m a , que
des y dones. s e d i c e n v i r t u d e s y d o n e s , p o r l o s q u e se
2° L o s d e f e c t o s d e l a l m a s o n c a u s a d o s p e r f e c c i o n a n l a s p o t e n c i a s d e l a l m a en
por los pecados. Y todos los pecados o r d e n á s u s actos. M a sl o s sacramentos
se e s c l u y e n s u f i c i e n t e m e n t e p o r la g r a c i a s e o r d e n a n á c i e r t o s e f e c t o s e s p e c i a l e s ne-
de l a s v i r t u d e s y d o n e s , p o r q u e no h a y c e s a r i o s e n l a v i d a c r i s t i a n a ; c o m o el
p e c a d o a l g u n o q u e no c o n t r a r í e a l g u n a b a u t i s m o s e o r d e n a á c i e r t a e s p i r i t u a l re-
v i r t u d . L u e g o o r d e n á n d o s e l a g r a c i a sa- g e n e r a c i ó n , p o r l a q u e e l h o m b r e muere
cramental áquitar los defectos d e l alma, á l o s v i c i o s y s e h a c e m i e m b r o d e Cristo,
no p u e d e a ñ a d i r a l g o s o b r e la g r a c i a de c u y o efecto esa l g o especial independiente
las virtudes y dones. de los actos d e las potencias del alma; y
3.° T o d a a d i c i ó n ó s u s t r a c c i ó n en l a s l a m i s m a r a z ó n h a y r e s p e c t o á l o s otros
f o r m a s v a r í a la e s p e c i e , c o m o se d i c e s a c r a m e n t o s ( 2 ) . L u e g o , a s í c o m o l a s vir-
( M e t . 1 . 8 , t e s t . 1 0 ) . S i p u e s la g r a c i a t u d e s y d o n e s a ñ a d e n s o b r e l a gracia
s a c r a m e n t a l a ñ a d e a l g o s o b r e la g r a c i a c o m u n m e n t e d i c h a c i e r t a p e r f e c c i ó n or-
de l a s v i r t u d e s y d o n e s , s i g ú e s e , q u e se d e n a d a d e t e r m i n a d a m e n t e á l o s propios
l l a m a g r a c i a e q u i v o c a d a m e n t e ; y de a c t o s d e l a s p o t e n c i a s , así la gracia sa-
e s t e m o d o n a d a c i e r t o se n o s m a n i f i e s t a cramental añade sobre la gracia comun-
al d e c i r q u e l o s s a c r a m e n t o s c a u s a n la mente dicha, y sobre las virtudes y do-
gracia. nes, cierto auxilio divino para conseguir
Por e l c o n t r a r i o : si la g r a c i a s a c r a - el fin del sacramento. Y p o r e s t e modo

(1) Es contra los luteranos afirmando que loilos los cristia- lis temeraria presuntio iiltcrius fíat : sed omnino presbijler per se-
nos son sacerdotes sin distinción de estado ni condición, y metipsum infirmum communicet. Quod si aliter feccrit, gradas sni
contra los Pobres de Leon que decían que cualquier seglar, periclito sübjacetítt.
siendo bueno, podía absolver é imponer penitencia : herejías (2) Así la Confirmación, para confesar intrépidamente la
condenadas por el tridentino (sess. 7, can. 10) : sí quis dixerit, fe ; la Eucaristía, para permanecer constantemente en el amoi
christianos omnes in verbo, el omnibus sacramenlis administrandis de Cristo y progresar en el mismo ; la Penitencia para detes-
liabere polestatem ; anathema sit. Y el concilio de Rcims en el tar los pecados cometidos, evitar las ocasiones de los mismos,
decreto (De consecrat. distinct. 2) pervenil ad noliiiam nostram l perseveraren gracia y espiar las culpas pasadas; la Extre-
quod quidam presbiteri in tantum parvi pendebant divina mysteria, maunc'un para purgarse de las reliquias del pecado, aliviar
ut laico, vet [cemince sacrum corpus Domini tradant ad deferendum la enfermedad y resistir más fácilmente los asaltos del demo-
ìnftrmis ; et quibus prohibelur, ne sacrarium ingredlantur, ncc ad nio ; el Orden para que los ministros ejerzan dignamente sus
altare appropinquent, ìllis sánela sanclorum commitluntur. Quod cargos ; el Matrimonio, en fin, para que los cúnyujes guarden
quam sit horribile, quam qua detestabile ; ominum religiosprum la fe, repriman las concupiscencias, eduquen píamente á ta
animadvertil prudenlia. lgltur inlerdicil per omnia synodus: ne la- prole y lleven con paciencia las cargas del matrimonio.
CUESTIÓN LXII. — ARTÍCULOS II Y III. 647

la gracia sacramental añade á las gra- sujeto. Luego sería inútil que la gracia
cias de las virtudes y dones. estuviese en los sacramentos.
Al argumento 1.° diremos que la gra- 3.° Lo espiritual no se contiene en lo
cia de las virtudes y dones perfecciona corporal, aunque exista en ello; pues no
suficientemente la esencia y las poten- está contenida el alma por el cuerpo,
cias del alma, en cuanto á la ordenación sino más bien ella contiene al cuerpo.
general de los actos de ella ; pero en Luego parece que la gracia, siendo cierta
cuanto á ciertos efectos especiales, que cosa espiritual, no se contenga en el sa-
son requeridos en la vida cristiana, se re- cramento corporal.
quiere la gracia sacramental. Por el contrario, dice Hugo de San
Al 2.° que por las virtudes y dones se Víctor (De sacram. 1. 1, p. 9 , c. 2), que
escluyen suficientemente los vicios y pe- « el sacramento contiene la gracia invisi-
cados, en cuanto al presente y al futuro, j) ble por la santificación ».
esto es, en cuanto es impedido el hombre Conclusión. Los sacramentos de la
del pecado por medio de las virtudes y nueva ley contienen la gracia, como se
dones; pero en cuanto á los pecados pa- dice que la causa instrumental contiene el
sados, que pasan en acto, pero que efecto.
subsisten por el reato, se aplica al hom- Responderemos, que algo se dice es-
bre un remedio especial por medio de los tar en otro de muchos modos; entre
sacramentos. los que, de dos se halla la gracia en los
Al 3.° que la razón de la gracia sacra- sacramentos : 1.° como en el signo, por-
mental se refiere á la gracia comunmente que el sacramento es signo de gracia;
dicha, como la razón de la especie al gé- 2.° como en la causa, pues, como se ha
nero. Por lo tanto, así como no se dice dicho (a. 1), el sacramento de la nueva
equívocamente el nombre animal, em- ley es causa instrumental de la gracia.
pleándole en común y tomándole por el Por lo cual la gracia está en el sacra-
hombre; así no se dice equívocamente la mento de la nueva ley, no según la se-
palabra gracia, cuando se la aplica á la mejanza de la especie, como el efecto
gracia pura y simple y á la gracia sacra- está en la causa unívoca ( 2 ) ; ni tam-
mental. poco según alguna forma propia y per-
manente y proporcionada á tal efecto;
ARTÍCULO I I I . — Los s a c r a m e n t o s d e como están los efectos en las causas no
I n n u e r a l e y c o n t i e n e n l a g r a c i a ? (1). unívocas, v. g., las cosas engendradas es-
están en el sol, sino según cierta virtud
l.° Parece que los sacramentos de la instrumental, que es fluyente é incom-
ley nueva no contienen la gracia; por- pleta en el ser de la naturaleza, como
que lo contenido parece estar en el con- después ?e dirá (a. 4).
tinente : y la gracia no está en el sacra- Al argumento 1.° contestaremos que
mento, ni como en el sujeto, (porque el la gracia no se dice estar en el sacra-
sujeto de la gracia no es el cuerpo sino mento como en su sujeto, ni como eñun
el espíritu); ni como en un vaso, porque vaso, según que este es cierto lugar, sino
«el vaso es un lugar movible », como se como se dice que el vaso es el instru-
dice (Phys. 1. 4 , t. 41). Mas el estar en mento para hacer alguna operación se-
un lugar no conviene al accidente. Luego gún aquello (Ezech. 9 , 1): cada uno
parece que los sacramentos de la nueva tiene en su mano un instrumento de
ley no contienen la gracia. matar.
2. Los sacramentos se ordenan para Al 2.° que, aunque el accidente no
que los hombres consigan la gracia por pase de sujeto á sujeto ; sin embargo pasa
medio de ellos. Pero la gracia, siendo un de la causa á un sujeto de cierta mane-
accidente, no puede pasar de sujeto en ra por medio del instrumento, no para
(lj Es de fe contra los luteranos, s e g ú n aparece de la de- el alíquibits, anathema sil fses. 7, can. 6 y 7) y antes el Conci-
claración del Concilio tridentino : si quis dixerit, sacramenta lio florentino en su decreto de unión había dicho : septem sunt
"OVÍE legis non contincre gratiam quam significant, aul gratiam ip- sacramenta novee legis quee multum ab antiquis differunt: illa enim
M n
Poncntibus obiccm non con ferré... anathema sil. Si quis di-
m n
non causabant gratiam... heve vero nostra el continent gratiam el
x e n í
aari gratiam per hujttsmodi sacramenta
n m
semper, ómnibus, ipsam digne suscipienlibus confferunt.
iumium cst ex parle Dei, etiamsi rile ea suscipiant, sed aliquando (i) Se llama unívoca la causa de un mismo género y efecto.
648 CUESTIÓN LXII. — ARTÍCULOS III Y I V .

e s t a r en ellos d e l m i s m o m o d o , sino e n 4.° L a m i s m a c o s a n o p u e d e estar en


c a d a u n o s e g ú n su propia r a z ó n . d i v e r s o s e l e m e n t o s . M a s p a r a los sacra-
A l 3.° q u e l o e s p i r i t u a l e x i s t e n t e p e r - m e n t o s c o n c u r r e n d i v e r s o s , á s a b e r , las
f e c t a m e n t e en alguno le contiene ( 1 ) y p a l a b r a s y l a s c o s a s : y u n s a c r a m e n t o no
no es contenido p o r este. P e r o la gracia p u e d e t e n e r s i n o u n a s o l a v i r t u d . Luego
e s t á e n el s a c r a m e n t o s e g ú n e l se?- flu- p a r e c e q u e e n l o s s a c r a m e n t o s n o existe
y e n t e é i n c o m p l e t o , y p o r eso n o se dice virtud alguna.
inconvenientemente, q u e el sacramento P o r e l c o n t r a r i o , d i c e S a n Agustín
contiene la gracia. ( S u p . J o a n , t r a c t . 8 0 ) : ce ¿ d e d ó n d e vie-
» n e a l a g u a t a n t a v i r t u d q u e , tocando
ARTÍCULO IV. — H a y e n el sacra-
» a l c u e r p o l a v e e l c o r a z ó n ? » Y Beda
m e n t o a l g u n a v i r t u d c a u s a t i v a d e l a g r a c i a ? (2)
d i c e ( C a p . 10, i n L u c . s u p . i l l u d L u c . 3,
1.° P a r e c e q u e e n l o s s a c r a m e n t o s n o factum est autem) ; « q u e el S e ñ o r por el
h a y alguna virtud causativa de la gracia ; i) c o n t a c t o d e s u c a r n e p u r í s i m a confirió
p o r q u e la v i r t u d , causa de la gracia es » á las aguas la virtud generativa. »
la virtud espiritual. Y en el cuerpo no C o n c l u s i ó n . Hay en los sacramentos
p u e d e existir la virtud espiritual; ni de cierta virtud instrumental que conduce la
m o d o q u e le s e a p r o p i a , p o r q u e la vir- gracia y es el efecto del sacramento pro-
t u d d i m a n a de l a esencia d e l a cosa ; y porcionado al instrumento : no en verdad
así n o p u e d e superarla, ni t a m p o c o q u e permanente sino pasajero, así como el
l a r e c i b a d e o t r o , p o r q u e l o q u e se recibe instrumento no obra sino movido por el
de a l g u n o , está en él p o r m o d o de reci- agente principal.
piente. L u e g o en los s a c r a m e n t o s no p u e - R e s p o n d e r e m o s q u e a q u e l l o s q u e pien-
de h a b e r virtud alguna causativa de la s a n q u e l o s s a c r a m e n t o s n o c a u s a n la
gracia. g r a c i a sino p o r cierta concomitancia (3)
2 . ° T o d o lo q u e e s , se reduce á algún s u p o n e n q u e en el s a c r a m e n t o no h a y
género del e n t e , y á algún grado de bien. v i r t u d a l g u n a q u e o b r e p a r a e l efecto del
M a s n o es posible señalar e n q u é g é - s a c r a m e n t o ; s i n e m b a r g o h a y u n a virtud
n e r o d e l e n t e se h a l l e t a l v i r t u d , c o m o se d i v i n a a s i s t e n t e a l s a c r a m e n t o y q u e obra
v e r e c o r r i e n d o c a d a u n o d e ellos : ni e l e f e c t o s a c r a m e n t a l . M a s admitiendo
tampoco puede reducirse á algún grado q u e el s a c r a m e n t o es c a u s a instrumental
de bienes ; pues ni está entre los m e n o - d e l a g r a c i a , e s n e c e s a r i o a d m i t i r á la
res b i e n e s , porque los sacramentos son v e z q u e h a y e n é l c i e r t a v i r t u d instru-
necesarios p a r a l a s a l u d , ni e n t r e los m e - m e n t a l p a r a p r o d u c i r e l e f e c t o sacramen-
dios, pues estos son las potencias del t a l . Y e s t a v i r t u d e s p r o p o r c i o n a d a al
a l m a , que son ciertas potencias n a t u r a - i n s t r u m e n t o ; p o r l o q u e s e c o m p a r a á la
les, ni a u n entre los m a y o r e s , porque no v i r t u d a b s o l u t a y p e r f e c t a d e alguna
es g r a c i a ni v i r t u d d e l a m e n t e . L u e g o c o s a , c o m o s e c o m p a r a e l i n s t r u m e n t o al
p a r e c e que n o h a y a en los sacramentos a g e n t e p r i n c i p a l . P o r q u e e l instrumento,
virtud alguna causativa de la gracia. s e g ú n l o d i c h o ( a . 1 ) , n o o b r a sino eu
3.° S i e x i s t e t a l v i r t u d e n l o s s a c r a - c u a n d o e s m o v i d o p o r e l a g e n t e princi-
m e n t o s , n o es c a u s a d a e n ellos sino p o r p a l , el c u a l o b r a per se ( 4 ) y p o r esto
creación de Dios. P e r o es inconveniente l a v i r t u d d e l a g e n t e p r i n c i p a l tiene un
que t a n noble criatura deje inmediata- ser p e r m a n e n t e y c o m p l e t o e n l a natura-
m e n t e de ser en el m o m e n t o , perfecto y a l e z a ; m a s l a v i r t u d i n s t r u m e n t a l tiene un
el s a c r a m e n t o . L u e g o p a r e c e q u e n o h a y s e r t r a n s i t o r i o d e u n o á o t r o é incompleto;
virtud a l g u n a en los s a c r a m e n t o s p a r a c o m o t a m b i é n e l m o v i m i e n t o e s a c t o im-
causar la gracia. p e r f e c t o q u e v a d e l a g e n t e a l paciente.

(1) Así el alma con respecto al cuerpo. ad graliam consequendam sitfficere, anathema slt.
(2) Los luteranos y calvinistas pretenden que los sacra- (3) Así piensan los que sostienen, que los sacramentos cau-
mentos no confieren la gracia ex opere opéralo, es decir, por sí san la gracia no física sino moralmente, lo cual difícilmente
mismos independientemente del mérito de los que los admi- puede concillarse con las palabras ex opere opéralo del l i >
nistran, sino ex opere operanlis, es decir, que conceden la gra- dentino.
cia según la fe y piedad del ministro. Mas el Concilio de (4) Este movimiento de los sacramentos es el producido por
Trento , de acuerdo con la tradición , ha declarado (sess. 7, Dios para conseguir un determinado efecto, y de esta opinión
can. B): si quis dixerit, per ipsa noven legis sacramenta ex opere son Cayetano, Domingo, Cabrera y muchos otros después*
opéralo non con/ferri graüam, sed solam fidem divinen promUsionis Santo Tomás.
CUESTIÓN LXII. — A R T Í C U L O S IV Y V . 649

Al argumento 1.° diremos, que la virtud tra en jas palabras y en las cosas, según
espiritual no puede existir eu una cosa que por unas y otras se perfecciona un
corpórea á modo de virtud permanente y solo sacramento (1).
completa, como la razón lo prueba. JN"ada
impide, sin embargo, que exista instru- ARTÍCULO V . — t o s sacramentos de l a
meutalmente en el cuerpo la virtud es- nueva ley tienen s u virtud de la pasión de
piritual, esto e s , en cuanto el cuerpo Cristo ?
puede ser movido, por alguna sustancia
espiritual para producir algún efecto es- l.° Parece que los sacramentos de la
piritual ; como también en la misma voz ley nueva no reciben su virtud de la pa-
sensible hay cierta fuerza espiritual para sión de Cristo ; porque la virtud de los
excitar el entendimiento del hombre en sacramentos es para causar la gracia en
cuanto procede de la concepción de la el alma, por la cual vive espiritualmente.
mente. Y de este modo hay en los sacra- P e r o , como dice San Agustín (Sup. Joan,
mentos una fuerza espiritual, en cuanto tract. 1 9 ) , « e l Verbo, según era en el
son ordenados por Dios para un efecto es- » principio con D i o s , vivifica las almas ;
piritual. » según que se hizo carne vivifica los
Al 2.° que, así como el movimiento, por » cuerpos.» Y como la pasión de Cristo
ser acto imperfecto, no está propiamente pertenezca al Verbo en cuanto se hizo
en algún género, sino que es reducido al carne, parece que no puede causar la
género de acto perfecto, como la altera- virtud de los sacramentos.
ción á la cualidad ; así la virtud instrn- 2.° L a virtud de los sacramentos pa-
mental'no está propiamente hablando en rece depender de la fe, puesto que, como
algún género, sino que se reduce al g é - dice San Agustín ( S u p . Joan, trac. 80),
nero y especie de la virtud perfecta. « e l Verbo de Dios perfecciona el sa-
Al 3.° q u e , así como la virtud instru- » cramento, no por lo que se dice, sino
mental se adquiere por el instrumento, » por lo que se cree.» Mas nuestra fe no
por el hecho mismo de ser movido por el solo se refiere á la pasión de Cristo, sino
agente principal, así también en el sa- también á otros misterios de su humani-
cramento se consigue la virtud por la dad, y más principalmente aún á su di-
bendición de Cristo y por la aplicación vinidad. L u e g o parece que los sacramen-
del ministro al uso del sacramento. Pol- tos no tienen especialmente la virtud de
lo cual dice San Agustín (in quodam la pasión de Cristo.
serm. de Epiphauia ) : « no es de admirar 3.° L o s sacramentos se ordenan á la
»que digamos que el agua, es decir una justificación de los hombres según aque-
)) sustancia corporal, llegue á purificar el llo ( i Cor. 6, 11): habéis sido lavados,
»alma. L l e g a seguramente, y penetra habéis sido justificados. Pero la justifica-
5> en los pliegues todos de la conciencia ; ción es atribuida ala resurrección, según
»porque aunque la misma sea sutil, y te- aquello ( P o m . 6, 25) : resucitó para
»nue, sin embargo hecha aun más sutil nuestra justificación. L u e g o parece que
»por la bendición de Cristo, penetra las los sacramentos tienen su virtud más bien
»causas ocultas de la vida, y los secre- de la resurrección de Cristo, que de su
»tos de la mente con sutil rocío. » pasión.
Al 4 . ° que, así como la misma fuerza Por el contrario : sobre estas palabras
principal del agente se encuentra ins- ( P o m . 5) en semejanza de la transgre-
trumentalmente en todos los instrumen- sión de Adán, dice la Glossa ordin : « del
tos ordenados al efecto, en cuanto son » costado de Cristo muriendo en la Cruz
uno solo según cierto orden; así también » salieron los sacramentos, por los que es
la misma fuerza sacramental se encuen- » salvada la Iglesia » (2). A s í pues los

(1) Así S a n i o T o m á s (De veiil. C 2 7 , a . -1 a l 10) e n t o d o s l o s flucntibils itndis aqua: et sanguinis formaretur unica et inmacculata,
sacramentos e s c i e r t o q u e s u v i r t u d n o c o n s i s t e e n l a m a t e r i a ac virgo, sancla mater Ecclessia, conjux Christi ; y segun se d e -
s
°lo,sino en la n m t e r i a y forma j u n t o s s e g ú n se h a d i c h o d u c e d e las palabl-as del Concilio t r i d e n t i n o (sess. o, d e c . d e
antes,
p e c e , o r i g . ) : si quis negat, ipsum Christi nierltum, qui nos Deo re-
(2) A s í en e l C o n c i l i o d e V i e n a (elementinas tit. de sum. conciliavlt in sanguine suo, per baptysmi sacramenlum in forma
unit. e t ful. c a l h . ) : in natura assumpta Dci Verbum, emisso Ecclesia; rite collalum tarn adultis quam parvulis applicavi: ana-
m
WirilH perforan lancea sustinuit latas suum : ut exinde pro- thema sit.
650 CUESTIÓN L X I I . — A R T Í C U L O S V Y VI.

sacramentos parecen tener su virtud de q u e s o n l o s s a c r a m e n t o s m á s escelentes.


l a pasión de Cristo. A l argumento 1.° d i r e m o s , que «el
Conclusión. Habiendo Cristo por su y> V e r b o s e g ú n que era e n e l principio
humanidad y pasión obrado no sólo meri- y> e n Dios, vivifica las almas » , como
toriamente, si que también satisfactoria- a g e n t e p r i n c i p a l ; m a s s u c a r n e y los mis-
mente nuestra libertad del pecado y san- terios c u m p l i d o s en ella o b r a n instrumen-
tificación, es conveniente que los sacra- t a l m e n t e p a r a l a v i d a d e l a l m a ; y para
mentos de la nueva ley tengan su eficacia l a del cuerpo, no sólo instrumentalmente
de la pasión de Cristo. s i n o t a m b i é n p o r c i e r t a e j e m p l a r i d a d , se-
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o g ú n l o d i c h o ( C . 56, a . 1, a l 3.°)
(a. 1), el sacramento obra para produ- A l 2.° que Cristo h a b i t a e n nosotros
cir l a gracia por modo de instrumento. p o r l a f e , c o m o se d i c e ( E p h e s . 5 ) y por
M a s h a y dos clases de instrumentos ; uno tanto l a v i r t u d de C r i s t o s e u n e á nos-
separado, c o m o el b á c u l o , y otro unido otros p o r m e d i o de l a fe. M a s l a virtud
como l a mano. P o r el instrumento unido q u e p e r d o n a l o s p e c a d o s p e r t e n e c e de un
es movido el separado, c o m o l o es el c i e r t o m o d o e s p e c i a l á l a p a s i ó n d e l mis-
báculo por la mano. M a s la causa prin- mo Cristo. Y p o r eso p o r l a fe de su pa-
c i p a l e f i c i e n t e d e l a g r a c i a es e l mismo s i ó n s o n l i b r a d o s e s p e c i a l m e n t e los hom-
D i o s , al q u e se c o m p a r a l a humanidad bres de los pecados s e g ú n aquello (Rom.
de Cristo como al instrumento unido ; y 3, 25); á quien Dios ha propuesto en
el sacramento como al instrumento sepa- propiciación por la fe en si¿ sangre; y así
rado. Y por eso es c o n v e n i e n t e q u e la l a v i r t u d d e l o s s a c r a m e n t o s , q u e se or-
v i r t u d s a l u d a b l e se d e r i v e á los mismos d e n a á q u i t a r l o s p e c a d o s , p r o v i e u é sobre
sacramentos de l a d i v i n i d a d de C r i s t o por t o d o de l a fe de l a p a s i ó n d e C r i s t o (2).
su humanidad. L a gracia sacramental A l 3.° q u e l a j u s t i f i c a c i ó n se atribuye
empero, parece ordenarse principalmente á l a r e s u r r e c c i ó n p o r r a z ó n d e l término
á dos cosas ; á s a b e r , á quitar los defec- ad quem, q u e es l a n o v e d a d d e l a vida
tos de los pecados p a s a d o s , en cuanto p a - p o r l a g r a c i a : m a s s e a t r i b u y e á l a pasión
s a n en acto y q u e d a n en reato ; y a d e m a s , p o r r a z ó n d e l t é r m i n o á quo, e s t o es en
p a r a perfeccionar el a l m a respecto de las cuanto al perdón de l a culpa.
cosas que pertenecen al culto de D i o s se-
g ú n l a religión de l a v i d a cristiana. Es
A R T Í C U L O V I . — i o s s a c r a m e n t o s <ic
e v i d e n t e p o r l o q u e s e h a d i c h o ( C . 48 y
l a a n t i g u a l e y c a u s a b a n l a g r a c i a ? (3)
4 9 ) , q u e Cristo nos libertó de nuestros
pecados principalmente por medio de su 1.° P a r e c e q u e t a m b i é n los sacramen-
pasión, no solo eficiente y meritoriamente t o s de l a a n t i g u a l e y c a u s a b a n l a gracia;
sino también satisfactoriamente. A s í t a m - p o r q u e c o m o s e h a d i c h o , ( a . 5), l o s sa-
bién por su pasión inició el rito de la cris- c r a m e n t o s d e l a l e y n u e v a t i e n e n s u efi-
t i a n a r e l i g i ó n , ofreciéndose á sí mismo á c a c i a p o r l a fe e n l a p a s i ó n d e C r i s t o . Pero
Dios como oblación y hostia, s e g ú n s e l a f e d e l a p a s i ó n d e C r i s t o e x i s t i ó en la
dice ( E p h e s . 5 ). D e lo cual resulta que l e y a n t i g u a , c o m o t a m b i é n en l a nueva:
los sacramentos de l a I g l e s i a tienen es- porque tenemos el mismo espíritu deje,
pecialmente su virtud de la pasión de como consta ( n C o r . 4, 13). L u e g o , así
C r i s t o , c u y a v i r t u d se n o s u n e d e c i e r t o como los sacramentos de l a n u e v a ley
m o d o por l a recepción de los m i s m o s y c o n f i e r e n l a g r a c i a , a s í t a m b i é n l o s de la
c o m o s i g n o d e esto es q u e d e l c o s t a d o d e antigua la conferían.
Cristo pendiente de l a cruz salió agua 2° L a s a n t i f i c a c i ó n n o s e v e r i f i c a sino
y s a n g r e (1), de las que una pertenece poi* la gracia. Y por los sacramentos
al bautismo, y la otra á l a Eucaristía, de la antigua ley e r a n s a n t i f i c a d o s los

(1) V. la C. GG, a. 4 y 5 y la C. 74, a. 7 al 3 sobre si el agua neral, y de ellos ya se dijo (Galat. 4) que eran in/irina et como
era elemental y la sangre que fluyó verdadera sangre. por lo cual no causaban la gracia y eran establecidos solo para
(2) Wo en el sentido de los luteranos de que los sacramen- alimentar la fe en Cristo. Así el Doncilio de Trento (sess. é,
tos tengan su virtud de la fe de los que los reciben, ó sea, ex c 1) dice : llomincs usque aneo nervi crani peccali, ul non modo
opere operantls, sino ex opere opéralo como se ha dicho antes. gentes per viam naturai, sed ne judtei quidem per legcm Moysi info
(3) De todo el contesto de este artículo aparece que se ha- liberari, ani surgere possent.
bla de todos los llamados sacramentos de la 1. y antigua en g e -
CUESTIÓN LXII. — ARTÍUCLÓ VI. 651

h o m b r e s ; p u e s se d i c e ( L e v i t . 8, 31): y n u a c i o n , q u e es p o r los s a c r a m e n t o s , tie-


después de haberlos santificado á M o i s é s ne l u g a r p o r el uso de las cosas esterio-
y á A a r o n , y á s u s h i j o s en su vesti- res. M a s n a d a i m p i d e q u e lo q u e es p o s -
do, e t c . L u e g o p a r e c e q u e l o s s a c r a m e n - terior en tiempo se m u e v a antes de que
t o s d e la a n t i g u a l e y c o n f e r í a n la g r a c i a . sea, s e g ú n que precede en e lacto del
3.° C o m o d i c e B e d a en u n a h o m i l í a de a l m a : c o m o e l fin, q u e e s p o s t e r i o r e n
d e la C i r c u n c i s i ó n ( i n t . h o m . h i e m . d e t i e m p o , m u e v e al a g e n t e , s e g ú n q u e es
11): « b a j o la l e y , la c i r c u n c i s i ó n o b r a b a aprendido y deseado por el m i s m o ; pero
T¡ e l m i s m o a u x i l o de la s a l u d a b l e c u r a - aquello que a ú n no está eu la naturaleza
j c i o u c o n t r a la l l a g a d e l p e c a d o o r i g i - d e las c o s a s , n o m u e v e s e g ú n el uso de
T> n a l , q u e el b a u t i s m o a c o s t u m b r ó a h o r a las cosas esteriores, por lo cual la causa
» á o b r a r en el t i e m p o d e la g r a c i a r e v e - e f i c i e n t e n o p u e d e s e r p o s t e r i o r in esse e n
» l a d a » . P e r o el b a u t i s m o c o n f i e r e a h o r a orden de la duración, como la causa final.
l a g r a c i a . L u e g o l a c i r c u n c i s i ó n la c o n - A s i p u e s es e v i d e n t e , q u e de la pasión
fería, y p o r i g u a l r a z ó n l o s o t r o s s a c r a - de Cristo que es la causa de la justifica-
mentos legales ;p o r q u e así c o m o el b a u - ción h u m a n a , se deriva c o n v e n i e n t e m e n -
t i s m o es la p u e r t a de l o s s a c r a m e n t o s de t e (3) á l o s s a c r a m e n t o s d e l a n u e v a l e y
la n u e v a l e y , a s i t a m b i é n la c i r c u n c i s i ó n la virtud justificativa, n o á los de la a n -
e r a l a p u e r t a d e l o s s a c r a m e n t o s de la t i g u a ; y , sin e m b a r g o , p o r la fe de la
a n t i g u a l e y , p o r c u y a c a u s a d i c e el A p ó s - pasión de Cristo se justificaban los anti-
t o l ( G a l a t . 5, 3 ) : de nuevo protesto á guos padres como también nosotros. M a s
todo hombre que se circuncida, que está l o s s a c r a m e n t o s d e l a a n t i g u a l e y e r a n
obligado á guardar toda la Ley. ciertas protestaciones de aquella fe, en
Por el contrario : s o b r e e s t a s p a l a b r a s cuanto significaban la pasión de Cristo y
( G a l a t . 4, 9 ) : ¿cómo os volvéis otra vez s u e f e c t o . L u e g o e n e s t e c a s o e s n o t o -
á los rudimentos flacos y pobres? la G l o - r i o , q u e l o s s a c r a m e n t o s d e l a a n t i g u a
. s a o r d . o b s e r v a , e s t o es, « á la l e y q u e l e y n o t e n í a n e n s í v i r t u d a l g u n a , p o r
»es llamada débil, porque no justifica la cual obrasen para conferir la gracia
Í p e r f e c t a m e n t e » . P e r o la g r a c i a j u s t i f i - j u s t i f i c a n t e ; s i n o s o l a m e n t e s i g n i f i c a b a n
c a p e r f e c t a m e n t e . L u e g o l o s s a c r a m e n t o s l a f e p o r l a c u a l e r a n j u s t i f i c a d o s (4).
de l a a n t i g u a l e y n o c o n f e r í a n la g r a c i a . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s a n -
Conclusión. No puede decirse que los t i g u o s p a d r e s t e n í a n l a f e d e l a p a s i ó n
sacramentos de la antigua ley confiriesen f u t u r a d e C r i s t o , l a q u e , s e g ú n q u e s e
la gracia justificante por sí misma, es h a l l a b a e n l a a p r e n s i ó n d e l a l m a , p o d í a
decir, por su propia virtud (1). justificar ; pero nosotros tenemos la fe de
Responderemos q u e no puede decirse l a p a s i ó n p r e c e d e n t e d e C r i s t o , q u e p u e -
que los sacramentos de la antigua ley d e j u s t i f i c a r t a m b i é n s e g ú n e l u s o r e a l d e
confiriesen por sí mismos la gracia justi- l a s c o s a s s a c r a m e n t a l e s c o n f o r m e á l o
ficante, es decir, por propia virtud; p o r - d i c h o .
q u e a s í n o h u b i e r a s i d o n e c e s a r i a la pa- A l 2.° q u e a q u e l l a s a n t i f i c a c i ó n e r a
s i ó n de C r i s t o s e g ú n a q u e l l o ( G a l a t . 2, figurativa, pues se d e c í a n ser santifica-
21): si la justicia es por ley, sigúese que d o s , p o r q u e s e a p l i c a b a n a l c u l t o d i v i n o
Cristo murió en vano (2). P e r o ni p u e - s e g ú n e l r i t o d e l a l e y a n t i g u a , q u e s e
d e d e c i r s e , q u e p o r la p a s i ó n de C r i s t o o r d e n a b a p o r c o m p l e t o á figurar l a p a -
t u v i e r a n la v i r t u d de c o n f e r i r la g r a c i a s i ó n d e C r i s t o .
d e j u s t i f i c a r . P o r q u e , c o m o c o n s t a de l o A l 3.° q u e a c e r c a d e l a c i r c u n c i s i ó n
p r e d i c h o (a. 5), la v i r t u d de la p a s i ó n d e h u b o m u c h a s o p i n i o n e s . P o r q u e a l g u n o s
C r i s t o se u n e á n o s o t r o s p o r la fe y l o s dijeron, que por l acircuncisión no s e
sacramentos, d i f e r e n t e m e n t e sin e m b a r g o ; confería la g r a c i a , sino q u e solo se qui-
p o r q u e la c o n t i n u a c i ó n , qué es por la fe, t a b a e l p e c a d o . M a s e s t o n o p u e d e s e r ,
se h a c e p o r el a c t o d e l a l m a , y la c o n t i - p o r q u e e l h o m b r e n o e s p u r i f i c a d o d e l p e -

(') V. la nota anterior. guientcmenle.


(2| Es decir, supórfluamente, ó sea, que su muerte no fue (4) Según la declaración del florentino antes citada al dis-
necesaria para la justificación. tinguir los sacramentos de la antigua y de la nueva l e y .
(3) Así en las mejores ediciones, pues otras dicen, co«s¡-
CUESTIÓN LXÍ1.— ARTÍCULO VI.

c a d o sino por l a g r a c i a , s e g ú n aquello v i d a e t e r n a ; m a s n o e n l o q u e s e refiere


( R o m . 3 , 24) justificados gratuitamente á r e p r i m i r l a c o n c u p i s c e n c i a , q u e impele
por la gracia del mismo. Y p o r e s o o t r o s a l p e c a d o , s e g ú n t a m b i é n m e p a r e c i ó al-
dijeron que por la circuncisión se confería g u n a v e z ( s e n t . 4 , d i s t . 1, C . 2, a. 4,
lagracia en cuanto álos efectos remotivos C . 3). P e r o b i e n c o n s i d e r a d o , aparece
de la culpa, pero no en cuanto á los efectos q u e e s t o n o e s t a m p o c o v e r d a d e r o , pues-
positivos d el agracia. M a s esto parece t o q u e l a g r a c i a m á s p e q u e ñ a , p u e d e re-
ser falso ;puesto que por l a circuncisión s i s t i r t o d a c o n c u p i s c e n c i a y m e r e c e r la
se d a b a á los niños la facultad de llegar v i d a e t e r n a . A s í , p u e s , p a r e c e m e j o r de-
á la gloria, q u e es el ú l t i m o efecto positi- cir, q u e la circuncisión, así c o m o también
v o de la gracia; y por eso s e g ú n el orden l o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y a n t i g u a eran
de la causa formal, los efectos positivos s o l a m e n t e s i g n o s d e l a f e justificante.
son n a t u r a l m e n t e anteriores á los priva- P o r l o q u e d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 4,11),
t i v o s , a u n q u e s e g ú n el o r d e n d e la c a u s a q u e A b r a h a m recibió la señal de la cir-
material sea lo contrario; porque la for- cuncisión, como sello de la justicia de la
m a n oescluye l a privación, sino infor- fe, y p o r e s t o e n l a c i r c u n c i s i ó n s e c o n -
m a n d o a l sujeto. Y por esto otros dicen f e r í a l a g r a c i a e n c u a n t o e r a s i g n o d e la
q u e l acircuncisión confería l a g r a c i a ; p a s i ó n f u t u r a d e C r i s t o , c o m o se demos-
también en cuanto á algún efecto posi- t r a r á ( C . 7 0 , a . 4 ) (1).
t i v o , q u e es b a c e r al h o m b r e d i g n o de l a
(1) Ademas de lo que dijimos en otra nota sobre la circun- mandola signo de la alianza. En el siglo x u hubo en la alta
cisión, ceremonia litúrgica por la cual todo israelita varón era Italia y en Francia meridional una secta judáieo-cristianaque
admitido en la comunión del pueblo de Dios y se hacía partí- observaban la circuncisión, de donde les vino el nombre de
cipe de sus derechos, pueden verse Bergier Dicción, enciclop. circuncisos , ó también passaginos de passagium que significa
V . circoncisione ; la Biblia de Vence vol. 4 y ü, disert. sobre cambio, si bien estos últimos eran los descendientes de ios
la circuncisión : W i n e r , Diccionario de la Biblia etc. Téngase judio-cristianos de los primeros siglos, que á consecuencia de
presente por lo que mira á si era ó no sacramento ademas de las relaciones del Occidente con la Palestina habían venido á
lo que dice Santo'Tomás (3. P. C. 70, a. 4) que (Gen. 17, 14) Lombardia, (V. Muratori Antiq. Ital. med. cevi, t. 5 , pág. 151
el mismo Dios da el motivo y el objeto de la circuncisión lla- y siguientes).
CUESTIÓN LXIII.

Del carácter, que es otro efecto de los sacramentos.

1." Se produce por los sacramentos algún carácter en el alma? —2.°Qué es este carácter? — 3.° A
quién pertenece?—4.° En quién reside como en su sujeto?—5." Permanece indeleblemente?—6,° To-
dos los sacramentos imprimen carácter ?

ARTÍCULO I. — El sacramento Impri- g u a l e y no i m p r i m í a n algún carácter en


mo a l g n n c a r á c t e r e n e l a l m a ? (1) el alma ; por lo cual t a m b i é n se dicen
justicias de la carne según el Apóstol
1.° P a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o no im- (Heb. 9). Luego parece que ni los sa-
prime a l g ú n c a r á c t e r e n e l a l m a ; p o r q u e cramentos de la l e y n u e v a imprimen c a -
el c a r á c t e r p a r e c e s i g n i f i c a r c i e r t o signo rácter.
distintivo; y l a distinción de los miem- Por e l contrario, d i c e e l A p ó s t o l ( n
bros d e C r i s t o d e l o s d e m á s , t i e n e lugar C o r . 1 , 2 1 ) : el que nos ungió es Dios, el
por l a e t e r n a p r e d e s t i n a c i ó n , q u e n o p o n e cual también nos selló y dio en nuestros
cosa a l g u n a e n e l p r e d e s t i n a d o , s i n o s o l o corazones la prenda del Espíritu. Pero
en D i o s p r e d e s t i n a n t e , c o m o s e h a d e m o s - el carácter no importa otra cosa que
trado e n l a p r i m e r a p a r t e ( C . 23, a. 2); cierta m a r c a . L u e g o parece que D i o s nos
T r i n . 2 , 1 9 ) : el fun-
porque s e d i c e [ n . i m p r i m e su carácter por medio de los s a -
damento de Dios está firme, el cual tiene cramentos.
este sello ; el Señor conoce á los que son Conclusión. Como los fieles de Cristo
de él. L u e g o los sacramentos no impri- son destinados por los sacramentos á
men c a r á c t e r e n e l a l m a . cierta cosa espiritual perteneciente al
2.° E l c a r á c t e r es u n s i g n o d i s t i n t i v o . culto de Dios, conviene que por los sacra-
Mas el signo, como dice S a n Agustín mentos sean, revestidos de algún carácter
( D e d o c t . C h r i s t . , 1 . 2), e s « l o q u e , a d e - espiritual.
»mas de l a imagen que presenta á los Responderemos q u e , c o m o c o n s t a d e
s sentidos, h a c e v e n i r a l g u n a o t r a c o s a á l o p r e d i c h o ( C . 62, a . 1 y 5), los sacra-
»nuestro c o n o c i m i e n t o r>. Ahora bien, m e n t o s de l a l e y n u e v a se o r d e n a n á dos
nada h a y e n e l a l m a que presente á los cosas ; a l remedio contra los p e c a d o s , y
sentidos u n a e s p e c i e cualquiera. Luego á perfeccionar el a l m a en las cosas que
parece q u e n o s e i m p r i m e e n e l a l m a a l - pertenecen al culto de D i o s según el rito
gún carácter por medio de los sacra- d e l a v i d a c r i s t i a n a . T o d o e l q u e es d e s t i -
mentos. nado á u n a función positiva está revesti-
3.° Así como por los sacramentos de do de u n a insignia a l efecto ; como á los
l a l e y n u e v a s e d i s t i n g u e e l fiel d e l i n f i e l , s o l d a d o s q u e a n t i g u a m e n t e se adscribían
asi t a m b i é n p o r l o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y en l a m i l i c i a , solían revestirlos de ciertos
antigua. P e r o l o s s a c r a m e n t o s d e l a a n t i - caracteres c o r p o r a l e s , p o r q u e se les d e s -

(1) Pretenden los protestantes que el carácter en los sacra- primen carácter, y aunque en las congregaciones privadas y
'ontos es una invención de los escolásticos, siendo asi que preparatorias del Concilio de Trento se disputó largo tiempo
»sta de la tradición- (V. reunida por Trombell t. 5, de bapt. acerca del carácter sacramental, no se trató empero de su
. ' ^ confirm.) por lo cual los concilios de Florencia y el existencia, dándola por admitida según puede verse en Palla -
'"entino (sess. 7, can. 9) declararon que los sacramentos im- vicini (Estoria del Concilio ec. 1, 19, c. 5).
654 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS I Y II.

tinaba á algo corporal. Y por esto, c o m o t a b a a l l í l a c o r p o r a l c i r c u n c i s i ó n q u e el


los hombres son destinados por los sacra­ A p ó s t o l l l a m a sello ( P o m . 4 ).
mentos áalgo espiritual perteneciente a l
c u l t o d e D i o s , e s c o n s i g u i e n t e que se les A R T Í C U L O I I . — E l c a r á c t e r e s l a po­
revista por ellos de algún carácter espi­ t e s t a d e s p i r i t u a l ? (3)
ritual. P o r l o q u e d i c e S a n A g u s t í n
( C o n t . P a r m e n , 1. 2, c . 13 ) : ¿ « s i e l s o l ­ 1.° P a r e c e q u e e l c a r á c t e r n o e s l a po­
» d a d o , rehusando pelear por miedo, lle­ t e s t a d e s p i r i t u a l ; p o r q u e e l c a r á c t e r pa­
» g a ádeshonrar e l carácter d el a mili­ r e c e s e r l o m i s m o q u e l a figura. A s í eu
» cia, q u e lleva en sí, éi m p l o r a d a la cle­ este pasaje d eS a n P a b l o ( H e b . 1,3),
» mencia del E m p e r a d o r , obtiene des­ d o n d e s e d i c e la figura de su sustancia la
» pues por sus súplicas la gracia de éste, p a l a b r a figura e s r e e m p l a z a d a e n griego
J> y v u e l v e á c o m b a t i r , e s n e c e s a r i o q u e p o r l a d e carácter. P e r o l a figura perte­
» c u a n d o este h o m b r e s e halle libre de nece á l a cuarta especie de cualidad ; y
» su p e n a , y esté corregido, se l e r e m u e ­ así difiere d e l a p o t e s t a d , q u e pertenece
)) v e e s t e c a r á c t e r , y n o s e l e d e b e a p r o ­ á l a s e g u n d a . L u e g o e l c a r á c t e r n o e s la
» bar más bien después de haberle reco­ potestad espiritual.
» nocido ? ¿ L o s sacramentos d e Cristo 2.° D i c e S a n D i o n i s i o ( E c c l . h i e r a r c ,
»serían pues menos permanentes q u e c. 2 ) , q u e « l a d i v i n a b e a t i t u d admite á
» e s t a m a r c a c o r p o r a l » (1) ? l a p a r t i c i p a c i ó n d e s u n a t u r a l e z a al que
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s fie­ » s e a c e r c a al b a u t i s m o y q u e le transmite
les d e Cristo son destinados á la r e c o m ­ » e s t a p a r t i c i p a c i ó n p o r s u p r o p i a luz,
p e n s a d é l agloria futura p o r e lsello d e » c o m o p o r c i e r t o s i g n o » : y a s í parece
la predestinación d i v i n a , y l oson á los q u e e l c a r á c t e r s e a c i e r t a l u z . M a s la luz
actos q u e convienen á la Iglesia presente p a r e c e p e r t e n e c e r á l a t e r c e r a e s p e c i e de
por u n sello espiritual, con q u e son m a r ­ c u a l i d a d . L u e g o e l c a r á c t e r n o e s la po­
c a d o s , y q u e s e l l a m a c a r á c t e r (2). t e s t a d , l a q u e p a r e c e p e r t e n e c e r á la se­
A l 2.°, q u e e l c a r á c t e r i m p r e s o e n e l g u n d a especie de l a cualidad.
alma tiene razón d ésigno en cuanto s e "3.° E l c a r á c t e r s e d e f i n e p o r a l g u n o s
imprime por un sacramento sensible; por­ d i c i e n d o ; q u e « e s e l s i g n o s a n t o d e la
q u e se sabe que a l g u n o se halla investido » c o m u n i ó n d e l a f e y d e l a s a n t a orde­
del carácter bautismal, porque h a sido » n a c i ó n c o n f e r i d a p o r e l j e r a r c a » . E s así
l a v a d o p o r el a g u a sensible. S i n e m b a r g o q u e e l s i g n o e s t á e n e l g é n e r o d e relación,
no menos s epuede dar por analogía e l y n o e n e l d e l a p o t e s t a d . L u e g o el carác­
n o m b r e de carácter ósello, átodo lo que ter n o es la p o t e s t a d espiritual.
i m p r i m e u n a s e m e j a n z a , óát o d o l o q u e 4 . ° L a p o t e s t a d t i e n e r a z ó n d e causa
distingue de otro, aunque esta cosa n o y d e p r i n c i p i o , c o m o c o n s t a ( M e t . 1. 5,
s e a s e n s i b l e ; c o m o C r i s t o s e d i c e figura t . 1 7 ) . P e r o e l s i g n o q u e e n t r a e n la de­
ó carácter de la sustancia paterna, s e g ú n finición d e l c a r á c t e r p e r t e n e c e m á s bien
e l A p ó s t o l ( H e b . 1). á l a r a z ó n d e l e f e c t o . L u e g o e l carácter
A l 3.° q u e , c o m o s e h a d i c h o ( C . 62, no es l a potestad espiritual.
a. 6), l o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y a n t i g u a Por e l c o n t r a r i o : d i c e e l F i l ó s o f o
n o tenían en s íl a virtud espiritual, para ( E t h i c , 1. 2 , c . 5 ) : « t r e s c o s a s h a y en
obrar algún efecto espiritual; y por eso
en aquellos sacramentos n os e requería » e l a l m a , l a p o t e n c i a , e l h á b i t o y l a pa­
carácter alguno espiritual, sino que bas­ » s i o n » . P e r o e l c a r á c t e r n o e s l a pasión,
tí) Han pretendido algunos que San Agustín en sus argu­ p u e s t o q u e é s t a p a s a p r e s t o : e l carácter
mentos contra los donatistas, á diferencia de los demás PP.,
entendía el carácter como un signo esterior simplemente ; más tino (sess. О, c. 7) enseñando que los bautizados reciben la
gracia secundum propriam ctijusque disposílionem.
esto no es verdad, pues distingne perfectamente el acto este­
(2) Por lo cual ei carácter sacramental se define : sinmm
rior en el bautismo por ejemplo, del carácter que imprime el
spirilualo el indelebile per quod homo dislinguitur ab alus; si
sacramento. O mejor el carácter de la gracia santificante, res idóneas ad nonnulla, quoe sunt cultas divini. '
sacramenli, del sacramento como acto esterior, operatio sacra­ (3) Han disputado mucho los autores sobre la naturaleza
menialis ; y enseña que los que se acercan hipócritamente al del carácter; mas Santo Tomás enseña que es cierta modifica­
bautismo reciben el carácter, mas no la gracia santificante res ción del alma ó cierta cualidad ó potencia espiritual que perma­

sacramenli, y que el sacramento, operatio sacramenli, no impri­ nece también en la otra vida, en los bienaventurados para
gloria y en los condenados para ignominia (3. Р. C. 03,
me el carácter sino en los que no le ponen obstáculo con una
a. 2 y 5).
voluntad contraria, conforme con lo declarado por el triden­
CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 655

es i n d e l e b l e , c o m o s e d i r á ( a . 5 ) . A s i - á l a s e g u n d a e s p e c i e d e l a c u a l i d a d (2).
mismo t a m p o c o es h á b i t o , p o r q u e n o h a y A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a figu-
hábito q u e p u e d a ser e m p l e a d o b i e n ó ra es cierta terminación d el a c a n t i d a d ;
malamente ; y e lcarácter s í ; porque los por l oque, propiamente hablando, n o
unos h a c e n b u e n u s o d e é l y l o s o t r o s existe sino en las cosas corporales ; y en
malo, lo cual no tiene l u g a r en los h á b i - las espirituales s e dice solo metafórica-
tos, p u e s t o q u e n a d i e u s a m a l a m e n t e d e l m e n t e . M a s n o se p o n e a l g o en el g é n e r o
hábito de l av i r t u d , y n a d i e b i e n d e l h á - ó e nl a especie sino por l o que d e ello
bito d e l a m a l i c i a . L u e g o e l c a r á c t e r e s p r o p i a m e n t e se predica. A s í pues e l ca-
potencial. rácter no puede estar en l a cuarta espe-
Conclusión. El carácter importa cier- cie d el a cualidad ( 3 ) , a u n q u e algunos
ta potencia espiritual ordenada á aque- lo supusieron.
llas cosas que son del culto divino (1). A l 2.° q u e e n l a t e r c e r a e s p e c i e d e
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o cualidad, n o existen sino las pasiones sen-
( a l ) , l o s s a c r a m e n t o s d e l a n u e v a ley sibles , ó sensibles cualidades. P e r o el c a -
imprimen carácter, en cuanto por ellos rácter no e s una luz sensible ; y por esto
son destinados los hombres al culto de no está en l atercera especie (4) d e c u a -
Dios, según el rito de la religión cristia- lidad, c o m o algunos dijeron.
na. P o r l o c u a l S a n D i o n i s i o ( E c c l e . A l 3.° q u e la relación, q u e se i m p o r t a
h i e r a r . , c . 2), d e s p u é s d e h a b e r d i c h o en e l n o m b r e de signo e smenester q u e
«que Dios transmite e n cierto signo a l se funde sobre algo. M a s l a relación de
i que se a c e r c a al b a u t i s m o u n a partici- este signo, que e s e l carácter, no puede
¡> p a c i ó n s u y a » , a ñ a d e , « h a c i é n d o l e d i - fundarse inmediatamente sobre la esencia
B vino y c o m u n i c a d o r d e l o d i v i n o ». E l del a l m a , porque así convendría natural-
culto d i v i n o c o n s i s t e y a e n r e c i b i r a l g u - m e n t e á t o d a alma. Y por esto es m e n e s -
nas c o s a s d i v i n a s , y a e n t r a n s m i t i r l a s á ter que se p o n g a algo en el a l m a sobre lo
otros; m a s p a r a u n a y otra c o s a se re- q u e s e f u n d e tal relación ; y esto es l a
quiere c i e r t a p o t e n c i a , p o r q u e p a r a t r a n s - esencia del carácter; por consiguiente no
mitir a l g o á o t r o s s e r e q u i e r e c i e r t a p o - convendrá que e lcarácter esté en e l g é -
tencia a c t i v a ; p a r a recibir s e r e q u i e r e nero d e relación, como algunos supu-
potencia p a s i v a ; y por esto e l c a r á c t e r sieron.
importa cierta p o t e n c i a espiritual orde- A l 4.° q u e e l carácter tiene r a z ó n d e
nada á las c o s a s p e r t e n e c i e n t e s a l c u l t o signo, por comparación a l sacramento
divino. D e b e s a b e r s e , n o o b s t a n t e , q u e e s t a sensible por e lc u a l se i m p r i m e ; pero se-
potencia espiritual es instrumental, c o m o g ú n q u e se le considera e n sí, tiene r a z ó n
t a m b i é n ( C . 62, a . 4 ) s e h a d i c h o a c e r c a d e principio, a lm o d o y a d i c h o ( 5 ) .
de la v i r t u d q u e e x i s t e e n l o s s a c r a m e n -
tos ; p o r q u e t e n e r e l c a r á c t e r d e l . s a c r a - ARTÍCULO I I I . — E l c a r á c t e r sacra-
mento c o m p e t e álos ministros de D i o s ; y m e n t a l e s e l carácter d e Cristo ?
el m i n i s t r o o b r a á m o d o d e i n s t r u m e n t o , 1.° P a r e c e q u e e l c a r á c t e r s a c r a m e n -
s e g ú n s e d i c e ( P o l i t i c . 1. 1, c . 3 ) . P o r l o tal n o e s e l carácter d eC r i s t o ; porque
tanto, así c o m o l av i r t u d q u e reside e n s e d i c e ; ( E p h e s . 4 , 3 0 ) : no contrastes al
l o s s a c r a m e n t o s n o e s t á e n e l g é n e r o per Espíritu Santo de Dios en el cual estáis
se, s i n o p o r r e d u c c i ó n , p o r q u e e s a l g o sellados. P e r o e l c a r á c t e r i m p l i c a e s t e
pasajero é i n c o m p l e t o ; así t a m b i é n e l sello. L u e g o el carácter s a c r a m e n t a l d e b e
carácter n o e s t á p r o p i a m e n t e e n e l g é - atribuirse m á s bien a l Espíritu S a n t o ,
nero ó e n l a e s p e c i e , s i n o q u e s e r e d u c e que á Cristo.

(1) Según se ha dicho en la ñola anterior. ( V . Migue Curs. causa alteración de los sensibles ó causada por la alteración
theol, compl. 2 1 , pág. 98). de lo sensible. Si estas cualidades pasan pronto, se llaman
f2) Esta segunda especie puede ser potencia é impotencia y pasiones ; si perseveran algún tiempo, se llaman cualidades
se define cualidad que dispone la sustancia para obrar ó re- pasibles.
sistir ; si esta cualidad es fuerte se llama potencia, si débil, (5) Sin embargo, Bellarmino, Suarez, Vázquez y otros
impotencia. quieren que el carácter pertenezca á la primera especie, es
(3) La cuarta especie es la forma y la figura; defínese la decir, al hábito. Esta especie puede definirse, calidad que de-
cualidad resultante de la diversa disposición de las partes de termina al sujeto á obrar bien ó mal según su naturaleza. Si
la cantidad. esta cualidad es difícil, el móvil se llama hábito ; si fácil, se
(1) La tercera especie de cualidad se define calidad que llama disposición.
656 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULO III.

2.° E l carácter tiene razón de signo y modo que es marcado el denario por un
es signo de la gracia que se confiere por carácter para el uso de los cambios y los
el sacramento ; mas la gracia se infunde soldados son investidos de un carácter,
en el alma por toda la Trinidad, por lo como destinados á la milicia. Mas el h o m -
cual se dice (Ps. 8 3 , 1 2 ) : el Señor dará bre fiel es destinado para dos cosas : p r i -
la gracia y la gloria. Luego parece que mera y principalmente para goce d e la
el carácter sacramental no debe atribuirse gloria ; y para esto se le marca con el
especialmente á Cristo. sello de la gracia según aquello (Ezecli.
3.° Se recibe el carácter para ser dis- 9,4) : y señala un Thau sobre las frentes
tinguido por él de los demás. Pero la dis- de los hombres que gimen y se duelen. Y
tinción de los santos de los otros tiene (Apoc. 7, 3): no hagáis mal á la tierra
lugar por la caridad, porque « esta sola ni al mar ni á los árboles hasta que seña-
» establece diferencia entre los hijos del lemos á los siervos de Dios en sus frentes.
» reino y los hijos de perdición», como Es destinado en segundo lugar cualquier
dice San Agustín ( D e Trin. 1. 15, c. 8), fiel para recibir ó transmitir á o t r o s l a s .
por lo cual se dice que los hijos de perdi- cosas que pertenecen al culto de Dios; y
ción tienen el carácter de la bestia, como á esto se destina propiamente el carácter
consta (Apoc. i3). Pero la caridad no se sacramental. Pero todo el rito de la reli-
atribuye á Cristo, sino más bien al Espí- gión cristiana se deriva del sacerdocio de
ritu Santo, según aquello (Rom. 5,5): la Cristo. Y por esto es evidente que el ca-
caridad de Dios está difundida en nues- rácter sacramental es especialmente el
tros corazones por el Espíritu Santo que carácter de Cristo, á cuyo sacerdocio se
se nos ha dado. O también al Padre ( n asemejan los fieles según los caracteres
Cor. ult. 13) : la gracia de Nuestro Se- sacramentales, que no son otra cosa que
ñor Jesucristo y la caridad de Dios. ciertas participaciones del sacerdocio de
Luego parece que el carácter sacramen- Cristo derivadas del mismo Cristo.
tal no debe atribuirse á Cristo. Al argumento 1.° diremos que el A p ó s -
Por el contrario : algunos definen el tol habla allí de la consignación, según
carácter diciendo ; que es « una distinción la que es destinado alguno á la gloria
» impresa por el sello eterno en el alma futura, que se realiza por la gracia ; y
» racional según la imagen de Dios, que se atribuye al Espíritu Santo en cuanto
» consigna la Trinidad creada á la Tri- procede del amor, que Dios nos o t o r g a
» nidad que crea y regenera y que dis- algo gratuitamente, lo cual pertenece á
»tingue á los no configurados según la razón de la gracia. Mas el E s p í r i t u
» el estado de la fe». Ahora bien el ca- Santo es amor : por lo cual también se
rácter eterno es el mismo Cristo según dice (i Cor. 12, 4) : hay repartimientos
aquello (Heb. 1, 3) el cual siendo el de gracias, mas mío mismo es el Espíritu.
resplandor de la gloria y la figura ó ca- Al 2.° que el carácter sacramental, es
rácter de su sustancia. Luego parece que la cosa sacramental respecto del sacra-
el carácter debe ser atribuido propiamen- mento exterior, y es sacramento respecto
te á Cristo. del último efecto. Y por esto puede atri-
Conclusión. El carácter que se impri- buirse algo al carácter, de dos m o -
me por los sacramentos para obrar lo dos : 1.° según la razón del sacramento,
destinado al culto divino es el carácter de y de este modo es signo de la gracia in-
Cristo, por el cual los fieles se asemejan visible que se confiere en el sacramento;
á Cristo (1). 2.° según la razón propia del carácter:
Responderemos, que, como consta de y de este modo es signo, configurativo del
lo dicho (a. 1.), el carácter es propia- agente principal en el que reside la auto-
mente cierto sello, por el que algo es ridad sobre la cosa á la cual es destinado:
marcado, como ordenado á algún fin, al como los soldados que se destinan p a r a

(1) Así^en'f Luc. 22 J se dice : Iíoc facile in meam commcmora. mismo sacerdocio ; mas imprimiendo carácter el sacerdocio
lionem. Por estas palabras Cristo, como dice él tridentino (según el concilio citado} de aquí que Cristo recordó que el
(sess. 2, c. 1, can. 2} instituyó sacerdotes á los apóstoles y carácter en el sacerdocio como los demás sacramentos deriva
consiguientemente habiendo hecho esto por autoridad propia de él.
demostró que el sacerdocio de los Apóstoles se derivaba de su
CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS III Y IV. 651

el combate, son marcados con la señal 3.° Las potencias del alma racional,
del capitán, al cual se le asemejan de se distinguen en conognoscitivas y apeti-
cierto modo. Y en este concepto los que tivas. Mas no puede decirse que el carác-
son destinados al culto cristiano, cuyo ter esté únicamente en la potencia cog-
autor es Cristo, reciben el carácter, con noscitiva, ni tampoco solo en la potencia
el que son asemejados á Cristo ; por apetitiva, porque no se ordena esclusi-
lo cual el carácter es propiamente de vamente ni á conocer ni á apetecer ; del
Cristo. mismo modo también no puede decirse
Al 3.° que por el carácter se distingue que esté en una y otra, porque un mismo
un individuo de otro por relación al fin, accidente no puede estar en diversos su-
al que es ordenado el que recibe el ca- jetos. Luego parece que el carácter no
rácter, según lo dicbo (a. 1) del carácter está en la potencia del alma, como en su
militar, por el que se distingue el sol- sujeto sino más bien en la esencia.
dado del rey, del soldado del enemigo con Por el contrario : así como se contiene
relación al combate. Asimismo el carác- en la antedicha definición del carácter
ter de los fieles es por el que se distin- (a. 3), este se imprime en el alma racio-
guen los fieles de Cristo, de los siervos nal, según la imagen. Pero la imagen de
del diablo (1), ya en orden á la vida la Trinidad en el alma se considera se-
eterna, ya en orden al culto de la Iglesia gún las potencias. Luego el carácter
actual, de los cuales el primero se realiza existe en las potencias del alma.
por la caridad y la gracia, como la obje- Conclusión. El carácter no se funda
ción supone, y el segundo, por el carác- en la esencia del alma como en el sujeto,
ter sacramental. Por lo cual aun el ca- sino en la potencia de la misma.
rácter de la bestia puede entenderse por Responderemos que, según lo dicho
oposición , ya la obstinada malicia, por (a. 3 ) , el carácter es cierto sello, por el
la que algunos son destinados á la pena que es marcada el alma para, recibir ó
eterna, ya la profesión de un culto ilícito. transmitir á otros las cosas que son del
culto divino; y este consiste en ciertos
A R T Í C U L O IV. — ¿El carácter re- actos. Mas á los actos se ordenan pro-
side e n l a s p o t e n c i a s d e l a l i ñ a c o m o e n s u s u - piamente las potencias del alma, comoja
jeto? (3) esencia se ordena al ser. Y por esto, el
carácter no está como en su sujeto en la
1.° Parece que el carácter no está en esencia del alma, sino en su potencia.
las potencias del alma como en su su- Al argumento 1.° diremos que se atri-
jeto ; porque se dice que el carácter es buye el sujeto á algún accidente según la
una disposición á la gracia, y la gracia razón de aquello, á que dispone próxi-
está en la esencia del alma, como en su mamente, mas no según la razón de aque-
sujeto, según se ha dicbo (l. -2. C. 136, llo á que dispone remota ó indirecta-
a ffi

a. 4). Luego parece-que el carácter está mente. Pero el carácter dispone directa
en la esencia del alma, y no en las po- y propiamente el alma para las cosas que
tencias. deben practicarse en el culto divino. Y
2.° La potencia del alma no parece como estas no se hacen idóneamente sin
ser el sujeto de alguno, sino del hábito el auxilio de la gracia; porque, como se
ó de la disposición. Pero el carácter, se- dice (Joan. 4 , 24), los que adoran á
gún se ha dicbo (a. 2 ) , no es hábito ó Dios es menester que le adoren en espí-
disposición sino más bien potencia, cuyo ritu y en verdad; sigúese que la bondad
sujeto no es sino la esencia del alma. divina da la gracia á los que reciben el
Luego parece que el carácter no está carácter, para que cumplan dignamente
como en su sujeto en la potencia del las cosas á que son destinados (3) Y por
alma, sino más bien en la esencia de la esto debe atribuirse más bien al carácter
misma. un sujeto según la razón dé los actos per-
(1; Por lo cual (Apoc. 13, 17 y 14, 9) se dice : que las bes- {3) A no ser que pongan obstáculo, pues, cuando los indig-
recibieron el carácter en la frente y en la mano : en donde
t l a s
nos se acercan al sacramento en estado de pecado, se les im-
por bestia se entiende el antecrlsto y en este al diablo. prime el carácter, mas no la gracia sacramental; esto tratán-
(-J Según Santo Tomás el carácter se imprime en e l e n t c n - dose del sujeto que recibe el sacramento, pues con respecto
«imienlo práctico como la misma fe. al ministro se tratará más adelante.
SUMA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 42
658 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULOS IV Y V.

tenecientes al divino culto, que según la lo que sirve para el fin, de otra manera
razón de la gracia. subsistiría en vano; así como después
Al 2.° que la esencia del alma es el • de la resurrección no habrá • matrimonio
sujeto de la potencia natural, que proce­ porque cesara la generación, á la cual se
de de los principios de la esencia. Mas ordena el matrimonio. Mas el culto e s t e ­
tal potencia no es el carácter, sino cierta rior, al que se ordena el carácter, no p e r ­
potencia espiritual que viene de afuera. manecerá en la patria celestial en la cual
Por consiguiente, así como la esencia del nada se obra en figura sino todo en ver­
alma, por la cual es natural la vida del dad desnuda. Luego el carácter s a c r a ­
hombre se perfecciona por la gracia, pol­ mental no permanece perpetuamente en el
la que vive espiritualmente el alma; así alma, y así no se la une indeleblemente.
la potencia natural del alma se perfec­ Por el contrario, dice San A g u s t í n
ciona, por la potencia espiritual, que es (contr. Parm. 1. 2, c. 13) : «los s a c r a ­
el carácter. Mas el hábito y la disposición » mentos cristianos no tienen menos du­
pertenecen á la potencia del alma, por­ » ración que la insignia corporal d e la,
que se ordenan á los actos de los cuales » milicia. Pero el carácter militar no es
son principios las potencias Y por igual » impreso de nuevo, sino que es recono­
razón, todo lo que se ordena al acto, » cido con honor en el que ha obtenido
debe atribuirse á la potencia. » del E mperador su perdón después de
Al 3.° que según lo dicho el carácter » haber cometido una falta». Luego el
se ordena á las cosas que son del culto carácter sacramental no puede ser bor­
divino, que es.cierta protestación de la rado.
fe por medio de signos esteriores. Y por Conclusión. Siendo el carácter cierta
esto es menester, que el carácter resida participación sacramental del sacerdocio
en la potencia cognoscitiva del alma, en la de Cristo, es necesario que sea inde­
que reside la fe. leble.
Responderemos que, según lo dicho
ARTÍCULO V . — EI carácter reside In­ (a. 3 ) , el carácter sacramental es cierta
d e l e b l e m e n t e e n e l a l m a ? (1) participación del sacerdocio de Cristo en
sus fieles, esto es, que así como Cristo
1.° Parece que el carácter no reside tiene la plena potestad del sacerdocio es­
indeleblemente en el alma ; porque cuanto piritual, así sus fieles (3) son asemeja­
más perfecto es algún accidente, tanto dos á él en que participan de alguna po­
más firmemente se adhiere. Pero la gra­ testad espiritual respecto de los sacra­
cia es más perfecta que el carácter, por­ mentos y de las cosas que pertenecen al
que el carácter se ordena á la gracia divino culto. Y por esta causa no com­
como al fin ulterior (2), y la gracia se pete á Cristo tener carácter, sino q u e la
pierde por el pecado. Luego mucho más potestad de su sacerdocio se compara al
el carácter. carácter, como lo que es pleno y perfecto
2.° Por el carácter es destinado alguno á alguna participación suya. Mas el sa­
al culto divino, como se ha dicho (a. 4 y cerdocio de Cristo es eterno según aque­
a. 1 , y 2). Y algunos pasan del culto llo (Ps. 1 0 9 , 4) : tu eres sacerdote eter­
divino al culto contrario por la apostasía namente según el orden de Melchisedecli,
de la fe. Luego parece que los tales pier­ De aquí es que toda santificación q u e se
dan el carácter sacramental. hace por su sacerdocio, es perpetua, per­
3.° Cesando el fin, debe cesar también maneciendo la cosa consagrada. Lo cual

(1J E s de fe según la declaración del florentino y del tri­ quita, el sacramento renace ( revivicere ) y confiere la grácil.
dentino : si quis dixerit,... non imprimi caractùrem in anima, hoc Así el mismo Santo Tomás, refiriéndose á espresiones aná­
est, signum quoddam spirituale et indelebile, nude ea iterari non Я
logas de San A g u s t í n , dice : guando aliquis bapliztdiir, Г'"'Я'
possunt, analhema sii, (ses. 7, can. 9). caracterem quasl formam el consequilur proprium ejj'echm, ?"i eií

(2) No intrinseco sino extrínseco ; porque el carácter por sí gratia remitíais omnia peccala. Impcdilur autem quinutoqucp
intrínseca, próxima é inmediatamente se ordena á lo pertene­ ficlioncm, unde oportet qubd, remola ea per peenitcnliam, bastid
cíente al culto divino y por tanto á la gracia para desempe­ stalim consequatur suum effeclum.
ñarla rectamente, si bien la gracia es un efecto más principal (3J E ntiéndase la palabra fieles en el sentido del autor, ni* 5

que e l carácter. Por esto la mayor parte de los teólogos con no respecto del ministro del sacramento, c o m o lo entienden Ь
Santo Tomás sienten que, cuando un sacramento no reiterable protestantes.
ha sido redhibido con un obstáculo (obesj, si el obstáculo se
CUESTIÓN LXIII.—ARTÍCULOS V Y VI. 659

se v e t a m b i é n e n las cosas inanimadas; A l 3.° q u e , a u n q u e d e s p u é s d e e s t a v i d a


porque la consagración de la Iglesia ó no permanezca el culto esterior, perma-
del a l t a r p e r m a n e c e s i e m p r e , á m e n o s q u e nece no obstante el fin de aquel culto;
este ó a q u e l l a s e d e s t r u y a n . S i e n d o , p u e s , y por eso después de esta v i d a q u e d a el
el a l m a e l sujeto del carácter según la carácter, en los buenos para gloria de
parte i n t e l e c t i v a , e n l a c u a l e s t á l a f e s e - ellos, y en los malos para su ignominia;
gún l o d i c h o ( a . 4 , a l 3.°), es e v i d e n t e q u e , así como también el carácter militar per-
así c o m o e l e n t e n d i m i e n t o es p e r p e t u o é m a n e c e en los soldados después de obte-
incorruptible,asi el carácter permanece nida la victoria, en los que vencieron
indeleblemente en el alma. para gloria, y en los que son vencidos
Al argumento 1.° diremos que de un para tormento.
modo e s t á l a g r a c i a e n e l a l m a y d e o t r o
el c a r á c t e r ; p o r q u e l a g r a c i a e s t á en el ARTÍCULO V I . — So I m p r i m e c a r á c -
alma, como cierta f o r m a que tiene el ser ter por todos los sacramentos de l a nueva
completo e n e l l a ; y el carácter como l e y ? (1)
cierta v i r t u d instrumental, como se ha
dicho ( a . 2). M a s l a forma completa está 1.° Parece q u e se i m p r i m e carácter
en e l s u j e t o s e g ú n l a condición de este. por todos los sacramentos de l a nueva
Y como el a l m a es m u d a b l e s e g ú n e l l i - l e y : porque por todos los sacramentos de
bre a l b e d r í o , m i e n t r a s e x i s t e e n e l e s t a d o la nueva ley se hace alguno partícipe
de l a v i d a , s i g ú e s e q u e l a g r a c i a s e une del sacerdocio de Cristo ; y el carácter
al a l m a mudablemente. Pero la virtud s a c r a m e n t a l n o es o t r a c o s a , q u e l a par-
instrumental se considera más bien se- ticipación del sacerdocio de Cristo según
gún la c o n d i c i ó n del agente principal: l o d i c h o ( a . 5). Luego parece que por
y por esto e l carácter reside indeleble- todos los sacramentos d e l a n u e v a l e y se
mente e n e l a l m a , n o á c a u s a d e s u per- imprime carácter.
fección , s i n o á c a u s a d e l a p e r f e c c i ó n d e l 2.° E l c a r á c t e r es a l a l m a , e n q u e se
sacerdocio d e C r i s t o , d e l que se deriva h a l l a , como l a consagración á las cosas
el c a r á c t e r , como cierta virtud instru- consagradas. M a s por cualquier sacra-
mental. mento de l a l e y n u e v a recibe el hombre
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n (De la gracia santificante s e g ú n se h a dicho
B a p t i s . c a n t . D o n a t . 1. 1), s vemos que (C. 62, a. 1). Luego parece que por
» ni los m i s m o s a p ó s t a t a s c a r e c e n d e b a u - cualquiera sacramento de l a l e y nueva se
» tismo, á los q u e restituidos por la pe- imprime carácter.
Í nitencia n o se les r e p i t e , y p o r esto se 3.° E l c a r á c t e r es l a c o s a y el sacra-
)) cree q u e n o s e p u e d e p e r d e r e l c a r á c t e r m e n t o (2). Mas en todo sacramento de
» bautismal». Y l a r a z ó n d e e s t o es p o r - la ley nueva hay algo q u e es la cosa
que e l carácter es virtud instrumental, ú n i c a m e n t e , y a l g o q u e es s o l a m e n t e el
según l o d i c h o ( a l 1.°). M a s la razón del sacramento y algo que es l a cosa y el
instrumento consiste en que sea movido sacramento. L u e g o por cualquier sacra-
por o t r o , m a s no en que él mismo se mento de l a ley nueva se imprime ca-
mueva, lo c u a l pertenece á l a voluntad; rácter.
y por e s o , d e c u a l q u i e r a manera que la Por el c o n t r a r i o : los sacramentos en
voluntad s e a m o v i d a e n c o n t r a r i o , n o se los q u e se i m p r i m e c a r á c t e r no son rei-
destruye el carácter, por causa de la terados por l a razón de que el carácter
inmovilidad del m o t o r p r i n c i p a l . es i n d e l e b l e s e g ú n lo d i c h o (a. 5). Mas

(1) Este articulo es contra los herejes anabaptistas rebapti- Así también el concilio tridentino (sess. 7 de sacram. can. 9):
zantes, contra los pobres de Lion sosteniendo que el sacerdote si quis dixeril; in tribus sacramentis, seiliect, Uaplismo, Confirma-
pierde por el pecado mortal la potestad de consagrar ; contra tione el Ordine non imprimí caracterem in anima, hoc est, signum
los wiclcfitas sosteniendo igual doctrina y últimamente los quoddam spirituale el Indelebite, unde ea iterart non possunt: ana-
*aldenscs que c o n f i e r e n el carácter sacramental á los seglares. thema sil. Y en las sesiones 14, c. G y 23 c. 4 condena los erro-
El concilio de Constanza condenó (sess. SJ el error de Wiclef res acerca del carácter sacramental en-los seglares.
y e n el concilio 1." de Cartago, á los rebautizantes. El conci- (2) La cosa, es decir, cierto efecto : el sacramento, esto es, el
lio de Florencia (decret. de unión) dice : inter hese sacramenta efecto ulterior ; y acerca de estas palabras véase lo que diji-
stmí, Baptismus, Confirmatio el Ordo quee caracterem, idest, mos en otra nota tocante á la doctrina del carácter indeleble
WrUttalc qitoddam signum a cceteris distinctivum, iniprimutU in sostenida en la edad media, según la de San A g u s t í n y P P . d e
anima iniclebile : unde in eadem persona non reiterantur. Hcliqtta la antigua Iglesia y reproducida principalmente en el decreio
reo qualor caracterem non imprimitnt el reiteralionem admiltunt. de Inocencio 111 (Majorcs):
660 CUESTIÓN LXIII. — ARTÍCULO VI.

ciertos sacramentos se reiteran, como se El sacramento del orden pertenece al


ve en la penitencia y el matrimonio. agente en los sacramentos, puesto que
Luego no todos los sacramentos impri- por él son destinados los hombres para
men carácter. transmitir á otros los sacramentos. El sa-
Conclusión. Por los sacramentos del cramento del bautismo pertenece á los
bautismo, de la confirmación y del orden que le reciben, puesto que por él mismo
se imprime el carácter, más no por los adquiere el hombre la potestad de recibir
otros nuevos de la ley. los otros sacramentos de la Iglesia ; por
Responderemos que, según lo dicho lo que se dice ser la puerta de todos los
(C. 62, a. 1 y 5 ) , los sacramentos de la sacramentos. A lo mismo se ordena en
ley nueva se ordenan á dos cosas ; al re- cierto modo la confirmación, como des-
medio del pecado y al culto divino. Es pués se dirá en el lugar oportuno. (C.
común á todos los sacramentos, el que 72, a. 7). A s í , pues, por estos tres sacra-
por ellos se aplique algún remedio contra mentos á saber, el bautismo, la confir-
el pecado, por lo mismo que confieren la mación y el orden ( 2 ) , se imprime ca-
gracia. Mas no todos los sacramentos se rácter.
ordenan directamente al culto divino, Al argumento 1.° diremos, que porto-
como se ve acerca de la penitencia, por dos los sacramentos se hace partícipe el
la que el hombre es librado del pecado; hombre del sacerdocio de Cristo, como
y no se da por este sacramento al hom- percibiendo algún efecto suyo, más no
bre alguna cosa nueva perteneciente al por todos los sacramentos es destiuado
divino culto; pero se le restituye á su alguno á obrar ó recibir algo que perte-
primitivo estado (1). Algún sacramento nezca al culto del sacerdocio de Cristo,
pertenece al culto divino de tres maneras: lo cual se exige para que el sacramento
1. por modo de la acción misma ; 2. por
a a
imprima carácter.
modo del agente y 3 . por modo del que a
Al 2.° que por todos los sacramentos
le recibe. Por modo de la misma ac- es santificado el hombre, según que la
ción pertenece al culto divino la Euca- santidad importa la limpieza del pecado,
ristía, en la que consiste principalmente que se verifica por la gracia ; pero espe-
el culto divino en cuanto es sacrificio de cialmente por ciertos sacramentos, que
la Iglesia ; y por esto mismo este sacra- imprimen carácter, es santificado el hom-
mento no imprime al hombre carácter,, bre por cierta consagración, como des-
pues por este sacramento no se ordena tinado al divino culto, como también se
el hombre á obrar ó recibir otra cosa ulte- dicen ser santificadas las cosas inanima-
riormente en materia de sacramentos, das, en cuanto se las dedica al culto divino.
puesto que él es más bien « e l fin y la Al 3.° que, aunque el carácter sea cosa
» consumación de todos los demás », y sacramento, sin embargo, no es nece-
como dice San Dionisio (Eccl. hierarch. sario que todo lo que es cosa y sacra-
c. 3) : contiene, sin embargo, en sí mento sea carácter. Qué sea la cosa y el
mismo á Cristo, en el que no hay carác- sacramento, se explicará al tratar de los
ter sino toda la plenitud del sacerdocio. otros sacramentos (3).

(1) Así dice San Agustín hablando del bautismo : baplizan- (2) Según las declaraciones de los Concilios citados cu la
dis caracterem inligi, imprimi, hmrere, munquam violari, portari .. nota 109.
lene qúod accepisii ; non mutalur sed agnoscitur ; carácter est regís . (3) Consúltese lo que se dice en la C. 66, a. 4 sobre el bau-
mei, non ero sacrilegas ; corriga desertorem, non immuto caracterem, tismo.
CUESTIÓN LXIY.

De l a c a u s a de l o s s a c r a m e n t o s .

Trataremos ahora de la causa de los sacramentos ya por autoridad ya por ministerio, esto es,
quién es su autor y quién es el ministro, en los diez artículos siguientes:
1." Solo Dios obra interiormente en los sacramentos? 2.° Lainstitucion de los sacramentos proviene
solamente de Dios ? 3.° De la potestad que Cristo tuvo en los sacramentos 4.° Pudo comunicar á otros
esta potestad ? 5.° La potestad del ministerio en los sacramentos conviene á los malos ? 6." Pecan los
malos dispensando los sacramentos ? 7.° Los ángeles pueden ser ministros de los sacramentos ? 8.° Se
requiere la intención del ministro en los sacramentos ? 9." Es necesario que tenga la verdadera fe, de
tal suerte, que el infiel no pueda conferir los sacramentos ? 10. Se requiere recta intención?

ARTICULO I . — S o I o B i o s o b r a I n t e r i o r - » cuerpo y lava el corazón», como dice


mente p u r a e l e f e c t o d e l s a c r a m e n t o ? (1) San Agustín (Sup. Joan. trac. 80). L u e g o
el hombre obra algo para el efecto inte-
1.° Parece que uo solo Dios, sino tam- rior del sacramento y no solo Dios.
bién el ministro obra interiormente para Por el contrario, dícese ( E o m . 8, 33):
el efecto del sacramento; porque el efecto Dios es el que justifica. Siendo, pues,
interior del sacramento es que el hombre la justificación el efecto interior de todos
sea purificado de los pecados é iluminado los sacramentos, parece que solo Dios
por la gracia. Pero á los ministros de la. obra el efecto interior del sacramento.
Iglesia pertenece purificar, iluminar y Conclusión. Aunque solo Dios, como
perfeccionar, como consta por San D i o - agente principal, es el que obra el efecto
nisio (Eccl. hierarch. c. 5). L u e g o pa- del sacramento, el hombre, como agente
rece que no solo D i o s , sino también los ministerial, puede obrarlo también.
ministros de la Iglesia contribuyen inte- Responderemos, que se puede obrar
riormente al efecto del sacramento. un efecto de dos maneras : 1. como a

2.° E n la colación de los sacramentos agente principal; 2. como instrumento.


a

se dicen ciertas oraciones. Y las oracio- L u e g o del primer modo solo D i o s obra el
nes de los justos son más dignas de ser efecto interior del sacramento ; ya porque
oidas por D i o s , que las de cualesquiera él solo penetra en el alma, en la cual exis-
otros según aquello (Joan. 9, 31) : si al- te el efecto del sacramento; y no puede
guno es temeroso de Dios, y hace su vo- obrar alguna cosa inmediatamente donde
luntad, á este oye. L u e g o parece que ma- no existe; y a porque la gracia, que es el
yor efecto sacramental consigue aquel efecto interior del sacramento, proviene
que recibe el sacramento del ministro que de solo D i o s , según se ha dicho f 1-2. ,K

es bueno. A s í , pues, también el ministro C. 112, a. 1). También el carácter, que


obra algo para el efecto interior, y no solo es efecto interior de ciertos sacramentos,
Dios. es virtud instrumental que dimana del
3.° Más digno es el hombre que la cosa agente principal que es Dios. D e l segundo
inanimada. Pero esta obra algo para el modo el hombre puede contribuir al efecto
efecto interior, porque « e l agua toca al interior del sacramento, en cuanto obra
á modo de ministro. Porque la misma ra-
(1) En este artículo se contiena la herejía de los A.tbanen- zón milita sobre el ministro y el instru-
ses que enseñaron que los hombres pueden dar el Espíritu
Santo. mento , pues la acción del uno y del otro
662 CUESTIÓN L X I V . — ARTÍCULOS I Y II.

se a p l i c a esteriormente ; m a s e l efecto i n - A R T Í C U L O I I . — t o s s a c r a m e n t o s son


terior es p r o d u c i d o por la virtud del s o l a m e n t e «le i n s t i t u c i ó n d i v i n a ? (2)
agente p r i n c i p a l , q u e es D i o s .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a p u r i - 1.° P a r e c e q u e l o s s a c r a m e n t o s n o son
ficación, según q u e se a t r i b u y e á losm i - solamente de institución divina; porque
nistros de l a I g l e s i a , n o libra d e l pecado; las cosas, q u e h a n s i d o i n s t i t u i d a s por
m a s se dice que los diáconos p u r i f i c a n , e n D i o s , nos s o ntransmitidas en l a Sagrada
cuanto arrojan á losinmundos de l a socie- E s c r i t u r a . Y e n l o s s a c r a m e n t o s s e hacen
d a d d e l o s fieles ó l o s d i s p o n e n p o r s a g r a - c i e r t a s c o s a s d e l a s q u e n o s e h a c e men-
das amonestaciones para l a recepción de ción alguna en la Sagrada Escritura,
los sacramentos. Asimismo t a m b i é n se c o m o d e l C r i s m a , p o r e l q u e l o s hombres
dice, que los sacerdotes iluminan a l pue- s o n c o n f i r m a d o s , y d e l a c e i t e , p o r e l que
blo sagrado, no infundiendo l a gracia, s o n u n g i d o s l o s s a c e r d o t e s y d e otras mu-
sino administrando los sacramentos de l a c h a s , t a n t o p a l a b r a s c o m o a c t o s , d e que
gracia, como consta p o r S a n Dionisio u s a m o s e n l o s s a c r a m e n t o s . L u e g o l o s sa-
(ibid.). c r a m e n t o s n o p r o v i e n e n s o l a m e n t e d e ins-
A l 2.° q u e l a s o r a c i o n e s , q u e s e d i c e n titución divina.
en l a colación do los sacramentos, son 2.° L o s sacramentos s o u ciertos sig-
propuestas á D i o s , no por parte de u n a nos; y l a s cosas sensibles naturalmente
persona singular, sino p o r parte de toda l a t i e n e n c i e r t a s i g n i f i c a c i ó n . S i n embargo,
I g l e s i a , cuyas oraciones son dignas de ser n o p u e d e d e c i r s e q u e D i o s s e d e l e i t e en
o i d a s p o r D i o s s e g ú n a q u e l l o ( M a t t b . 18, ciertas significaciones y no e n otras,
19) : si dos de vosotros se convinieren p o r q u e é l m i s m o a p r u e b a t o d a s l a s cosas,
sobre la tierra, de toda cosa que pidieren, q u e h i z o ; m a s p a r e c e s e r p r o p i o d e los
les será hecho por mi Padre. S i n e m b a r - demonios atraer p o r ciertos signos hacia
g o , nada impide que l a devoción de u n a l g o ; p o r q u e d i c e S a n A g u s t í n ( D e civ.
varón justo obre a l g u u a cosa respecto á Dei 1. 21, a. 6): «los d e m o n i o s sou
esto. M a s a q u e l l o q u e es e l efecto d e l s a - » atraídos para habitar e n l a s criatu-
cramento, n o se pide por l a oración de l a » r a s , q u e e l l o s n o h a n h e c h o , s i n o que
I g l e s i a ó d e l m i n i s t r o (1), s i n o p o r e l m é - » h a n sido creadas- p o r D i o s , y s o u se-
rito de l a pasión de C r i s t o , c u y a virtud » ducidas p o r a t r a c t i v o s d i v e r s o s según
obra e n l o s s a c r a m e n t o s , c o m o se h a d i - » l a d i v e r s i d a d d e s u n a t u r a l e z a , n o como
c h o ( C . 62, a . 5). P o r c o n s i g u i e n t e n o s e » l o s a n i m a l e s l o s o n p o r l o s alimentos,
d a m e j o r efecto del sacramento p o r el m i - » s i n o c o m o l o s e s p í r i t u s l o s o n p o r sig-
nistro mejor. S i n embargo, l a devoción » nos». L u e g o n o p a r e c e q u e l o s sacra-
del ministro puede obtener para aquel m e n t o s n e c e s i t a n s e r d e i n s t i t u c i ó n divina,
que recibe el sacramento alguna gracia 3.° L o s a p ó s t o l e s h i c i e r o n l a s v e c e s de
particular, pero el ministro n o obra aque- Dios en l a tierra; por lo cual d i c e el
llo, sino que pide que sea obrado por Apóstol 2 , 10) : pites yo tam-
( n Cor.
Dios. bién, si algo he condonado, lo he condo-
A l 3.° q u e l a s cosas inanimadas no nado por vosotros en persona de Cristo,
o b r a n cosa a l g u n a p a r a e l efecto interior, e s t o e s , c o m o s i C r i s t o m i s m o l o hubiera
sino instrumentalmente según lo dicho. condonado. A s í , pues, parece q u e los
Asimismo los hombres no obran para el Apóstoles y s u s s u c e s o r e s p u e d e n insti-
efecto interior d e los sacramentos sino á tuir nuevos sacramentos.
m o d o d e m i n i s t r o s , c o m o se h a espuesto Por e l c o n t r a r i o , e l q u e i n s t i t u y e algo
(ibid.). es e l q u e l e d a f o r t a l e z a y v i r t u d , como

(1) Como si la oración fuese lá verdadera causa de conse- todos los sacramentos de la nueva l e y habían sido inmediata-
guir el efecto ; pues de aquí se seguiría que cuanto mejor y .mente establecidos por Cristo, como la Éstremauncion y la
más santo fuese el ministro, mayor efecto produciría el sacra- Confirmación por ejemplo. Mas el Concilio tridenlino ( s e s s . ¡
mento, salvas las gracias especiales producidas per accidcns de sacram. can. 1) dice : si quis dixerit, sacramenta nene legi*
por cada sacramento según dijimos antes. non fnisse omnia á Jesa Clirislo Domino nostro instituía, alKitlwM
(2) Este artículo es contra la herejía de Jacobo Prepósito sit. Y en l a (sess. 14, c. 1) hace igual declaración respeelo a
diciendo que la Confirmación, el Orden, el Matrimonio y la la Éstremauncion y en la (sess. 24, c. i) llama á Jesucristo!
Éstremauncion han sido instituidos por la Iglesia. Ademas venerabillum sacramentorum i7istitulor, atqne perfector.
contra la opinión de algunos teólogos que sostuvieron que no
CUESTIÓN L X I V . — A R T Í C U L O S II Y I I I . 663

se ye en los que instituyen las leyes. cial : y esto es lo que H u g o de San V i c -


Pero la virtud del sacramento proviene tor ( D e sacram. 1. 1, p. 9, c. 11) dice que
de solo Dios según consta de lo espuesto « el sacramento toma su significación de
(a. 1 y C. 62, a. 1 y 5). L u e g o solo Dios» su institución ». Sin embargo Dios ha
puede instituir el sacramento. escogido, con preferencia á otras, ciertas
Conclusión. Proviniendo la virtud del cosas para las significaciones sacramen-
sacramento de Dios solo, solo Dios es el t a l e s , no porque contraiga á éstas su
autor de los sacramentos. afecto, sino para la más conveniente sig-
Responderemos q u e , según resulta de nificación.
lo dicho ( i b i d ) , los sacramentos obran A l 3.° que los Apóstoles y sus suceso-
instrumentalmente para producir efectos res son vicarios de Dios en cuanto al ré-
espirituales; y el instrumento recibe su gimen de la Iglesia constituida por la fe y
virtud del agente principal. M a s por re- los sacramentos de la fe. Por consiguien-
lación á los sacramentos h a y dos clases t e , así como^no les es lícito constituir
de agentes : el que establece el sacra- otra I g l e s i a , así no les es lícito transmi-
mento y el que usa del sacramento insti- tir otra fe ni establecer otros sacramen-
tuido, esto e s , aplicándole para que pro- t o s , sino que se. dice que la Iglesia ha
duzca el efecto. Pero la virtud del sacra- sido formada por los sacramentos, que
mento no puede provenir de aquel que fluyeron del costado de Cristo pendiente
usa del sacramento, puesto que no obra de la cruz.
sino por modo de ministro. Sigúese, pues,
que la virtud del sacramento proviene del ARTÍCULO III. — ¿ cristo c u cnanto
que le instituye, y como esta virtud pro- h o m b r e t u v o l a p o t e s t a d d e o b r a r e l e f e c t o
viene de solo D i o s , es evidente que solo i n t e r i o r d e l o s s a c r a m e n t o s (2) ?
Dios es el que instituí/e los sacramentos.
Al argumento 1.° diremos, que aque- l.° Parece que Cristo en cuanto hom-
llas cosas que se ejecutan en los sacra- bre tuyo potestad de obrar el efecto inte-
mentos, instituidas por los hombres, no rior de los sacramentos : porque dice S a n
son de necesidad del sacramento, sino Juan P a u t i s t a , como consta (Joan. 1,
que pertenecen á cierta solemnidad, que 33): aquel que me envió á bautizar en
se emplea en ellos, para excitar la devo- agua, me dijo : sobre aquel que tú vieres
ción y la reverencia en los que reciben descender el Espíritu y reposar sobre él,
los sacramentos ; mas las cosas que son este es el que bautiza en Espíritu San-
de necesidad del sacramento, han sido to (3). Pero bautizar en Espíritu Santo,
instituidas por el mismo Cristo, que es es conferir interiormente la gracia del
Dios y hombre. Y aunque no estén todas Espíritu Santo, y este descendió sobre
consignadas en las Escrituras, la Iglesia Cristo en cuanto hombre, no en cuan-
las posee por tradición (1) familiar de to Dios ; porque en este concepto él
los Apóstoles, como dice el Apóstol ( i . mismo da el Espíritu Santo. L u e g o pa-
Cor. 11, 34) : las demás cosas las orde- rece que Cristo en cuanto hombre tuvo
naré, cuando viniere. potestad de causar el efecto interior del
AÍ 2.° que las cosas sensibles según su sacramento.
naturaleza tienen cierta aptitud para sig- 2.° D i c e el Señor (Matth. 9, 6): para
nificar los efectos espirituales; pero esta que sepáis que el hijo del hombre tiene
misma aptitud es determinada por insti- potestad sobre la tierra de perdonar los
tución divina para una significación espe- pecados. Pero la remisión de los pecados

(1) De aquí que el Concilio tridentino diga : si quis autem Dios en todos sus bienes ; de manera que la humanidad de
Irodilioncs pra¡dilas sciens et prudens contemserit, anatema sit. \ Cristo puede y vale tanto como su divinidad ; siendo así que
V» el mismo Concilio (sess. 2 1 , can 2) hablando de las ceremo- en el Símbolo de San Atanasio se dice de Cristo : cequalis
nias de los sacramentos había definido : praedictain potatatela Patri secundum divinltalem, ininor Paire secundum humanilulem,
[esdecir, de establecerlas) perpetuo in Ecclesia fuisse, ut in sacra- .profesión de fe aprobada por la Iglesia.
nenroi'Kitt dispensalione, salva illorum subslanlìa ca stalueret vel (3) Como puede verse en el lugar citado, donde se añade:
mutarci, quos suscipicnlium ninnate, sen ipsorum sacrajnentorum el ego vidi et testimonium perhibui quia hic est Filtus Dei, y antes
vencrationi pro rerum, tempoi uni, per locorum varietale magis ex- había dicho ( v . 32J : vidi Spirilum descendenlcm quasi columbam
Vedire judicaret. de cosió et mansit super eum : et ego nesciebam eum, sed qui missil
(2) Este artículo es contra la herejía de A m o l d o de Villa- me, etc.
nova diciendo que la naturaleza humana en Dios es igual a
664 CUESTIÓN L X I V . — A R T Í C U L O S III Y I V .

es el efecto interior del sacramento. L u e - que la pasión de Cristo, que le compete


g o parece que Cristo en cuanto hombre seguu la naturaleza humana, es causa de
obra el efecto interior de los sacramentos. nuestra justificación meritoria y efectiva-
3.° L a institución de los sacramentos mente , no á modo de agente principal ó
pertenece á aquel que, como agente prin- por autoridad, sino á modo de instru-
cipal, obra para el efecto interior del sa- mento, en cuanto la humanidad es ins-
cramento. E s así que Cristo instituyó los trumento de su divinidad según lo dicho
sacramentos. L u e g o él mismo es el que ( C . 13, a. 1 y 3). Mas como es instru-
obra interiormente el efecto de los sacra- mento unido á la divinidad en la perso-
mentos. na, posee cierta superioridad y causali-
4.° Nadie puede conferir el efecto del dad por relación á los instrumentos es-
sacramento sin el sacramento, á menos tríusecos que son los ministros de la
que no obre por virtud propia el efecto Iglesia, según se deduce de lo dicho (a 1).
del sacramento. Pero Cristo confirió el Y por tanto, así como Cristo, en cuanto
efecto del sacramento sin el sacramento, D i o s , tiene la potestad de 'autoridad en
como se ve en la Magdalena, á la cual los sacramentos, a s í , en cuanto hombre,
dijo ( Luc. 7, 48 ) : te son perdonados los tiene la potestad del ministerio principal
pecados. L u e g o parece que Cristo como ó la de escelencia, la cual consiste eu
hombre obra el efecto interior del sacra- cuatro cosas : 1. en que el mérito y la
a

mento. virtud de su pasión obran en los sacra-


5.° Aquello, en cuya virtud se obra el mentos según lo dicho ( C . 6 2 , a. 5). Y
sacramento, es el agente principal para el puesto que la virtud de suipasion nos es
efecto interior. Pero los sacramentos tie- comunicada por la fe según aquello (Rom.
nen su virtud por la pasión de Cristo é 3 , 2 5 ) , á quien ha propuesto su propi-
invocación de su nombre, según aquello ciación por la fe en su sangre, cuya fe
( i . Cor. 1, 13) : por ventura Pablo fue confesamos por la invocación del nombre
crucificado por vosotros? ¿ó habéis sido de Cristo, sigúese 2. que pertenece á la
a

bautizados en el nombre de Pablo? Lue- potestad de escelencia que Cristo tiene


g o Cristo en cuanto hombre obra el efec- en los sacramentos, que sean santifica-
to interior del sacramento. dos estos en su nombre. Y como los sa-
Por el contrario: dice San Agustín cramentos obtienen la virtud de su ins-
(implic. tract. 80 in Joan, y lib. 3. cont. titución, de ahí es que 3 . pertenece á la a

D o n a t . c. 10, sed espress. Isid. 1. 6, escelencia de la potestad de Cristo, que


c. 18), q u e « en los sacramentos la vir- el mismo que dio la virtud á los sacra-
» tud divina obra secretamente la salud». mentos pudo instituirlos. Y puesto que
Mas la divina virtud pertenece á Cristo, la causa no depende del efecto, sino más
en cuanto es Dios, y no según que es bien al contrario, por eso 4. pertenece á a

hombre. L u e g o Cristo no obra el efecto la escelencia de la potestad de Cristo,


interior del sacramento, según que es que el mismo pudo conferir el efecto de
hombre, sino según que es Dios. los sacramentos sin el sacramento este-
Conclusión. El efecto interior de los rior.
sacramentos es obrado por Cristo en cuan- Con lo dicho es evidente la contesta-
to es Dios y en cuanto es hombre, empero ción á las objeciones propuestas, pues
de diversa manera. una y otra parte de las objeciones es ver-
Responderemos , que Cristo obra el dadera en algo según lo dicho.
efecto interior de los sacramentos, como
Dios y como hombre, aunque de diferen- AliTíCTJLO I V . — ¿Pudo comunicar
te manera. Porque, según que es Dios, C r i s t o ii l o s m i n i s t r o s l a p o t e s t a d q u e t u r o cu
obra en los sacramentos por autoridad, y l o s s a c r a m e n t o s íl) ?
según que es hombre, obra para los efec-
tos interiores de los sacramentos merito- l.° Parece que Cristo no pudo comu-
ria y eficientemente, pero instrumental- nicar á los ministros la potestad que tuvo
mente. Porque se ha dicho ( C . 48 y 49), en los sacramentos ; porque, como dice
(1J Es contra la herejía de Suenkfeld diciendo que el hom- tudes en igual dignidad y modo con que Dios está esencial-
bre está dotado de la j usticia, sabiduría, caridad y demás vir- mente dotado de ellas.
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS IV Y V . 665

San Agustín (1) (Contr. Max., 1. 3, alguna, así como ni la divina esencia ;
c. 7 ) , «si pudo y no quiso fue envidio- tuvo otra potestad de escelencia, que le
j) so »; pero la envidia estuvo muy lejos compete en cuanto hombre, y tal potes-
Je Cristo, en el cual existió la suma ple- tad pudo comunicarla á los ministros,
nitud de la caridad. Luego al no comu- esto es, dándoles tanta plenitud de gra-
nicar Cristo su potestad á los ministros, cia, que el mérito de ellos obrase para los
parece que no pudo comunicarla. efectos de los sacramentos, de modo que
2.° Sobre estas palabras (Joan. 14): ala invocación de sus nombres fueran san-
majora horum faciet, dice San Agustín tificados los sacramentos, y que pudiesen
(tract. 72, in Joan.): « yo juzgaría esto, los mismos instituirlos y sin el rito de los
5) es decir, la justificación del impío, co- sacramentos conferir su efecto por sólo su
í mo una cosa más grande que crear el mandato. Porque puede el instrumento
í cielo y la tierra ». Pero Cristo no pudo unido, cuando fuere más fuerte, dar tanto
comunicar á sus ministros el crear el cielo más su virtud al instrumento separado,
y la tierra. Luego ni el justificar al im- como la mano al báculo.
pío; pues haciéndose la justificación del Al argumento 1.° diremos, que Cristo
impío por la potestad de Cristo, que tie- no omitió por envidia el comunicar á los
ne en los sacramentos, parece que la que ministros de la Iglesia su potestad de es-
en éstos tuvo, no pudo comunicarla á sus celencia, sino por utilidad de los fieles,
ministros. para que no pusieran en el hombre su es-
3.° A Cristo, en cuanto es cabeza de peranza y no hubiera diversos sacramen-
la Iglesia, compete el que de él mismo se tos, de los cuales se originase la división
derive á otros la gracia según aquello en la Iglesia; como entre los que decían :
(Joan. 1, 16): de su plenitud recibimos yo soy de Pablo y yo de Apolo, pero yo
fados. Mas esto no.fue comunicable á de Céfas, como se dice ( i Cor. 12).
otros, porque así la Iglesia sería un Al 2.° que aquella objeción procede de
monstruo que tendría muchas cabezas. la potestad de autoridad que conviene á
Luego parece que Cristo no pudo co- Cristo en cuanto es Dios, aunque tam-
municar su potestad á los ministros. bién la potestad de escelencia pueda de-
Por el contrario es lo que sobre aque- nominarse autoridad por comparación á
llo (Joan. 1, 3 1 ) : ego nesciebam eum, los otros ministros. Por lo cual sobre
dice San Agustín (tract. 5, in Joan.), aquello ( i Cor. 1 : divisus est Cristus),
que « él no sabía que el Señor hubiera dice la Glosa (ord. sup. illud : ego vero
i> tenido la potestad de bautizar, y que Cephce) que « pudo dar la autoridad del
» él la conservaría para sí ». Mas esto no » bautismo á los que confirió el minis-
lo hubiera ignorado Juan, si tal potestad terio ».
no fuese comunicable. Luego Cristo pudo Al 3.° que,para evitar el inconveniente
comunicar su potestad á los ministros. que resultaría de la multiplicidad de ca-
Conclusión. La potestad de Cristo, co- bezas en la Iglesia, no quiso Cristo co-
no Dios no puede ser comunicada á nin- municar á los ministros la potestad de su
guna criatura ; mas la potestad de esce- escelencia. Mas si la hubiera comunicado,
lencia pudo Cristo comunicarla á sus mi- él mismo sería la cabeza principalmente
nistros. y los otros de un modo secundario (2).
Responderemos que, según lo dicho
(a. 3 ) , Cristo tuvo en los sacramentos ARTÍCULO V . — p u c u c n conferirse
doble potestad ; una de autoridad, que le l o s s a c r a m e n t o s p o r l o s m a l o s m i n i s t r o s ? (S)
compete en cuanto es Dios, y tal potes-
tad no pudo ser comunicada á criatura 1.° Parece que los sacramentos nopu-
(1) En distinto sentido y con otro motivo, á saber, para los sacramentos pueden conferirse válidamente por malos mi-
Kobar contra ios arríanos que el Hijo era igual al Padre ; nistros. El error de estos herejes condenado por el Concilio de
porque si el Padre no pudo engendrar un igual suyo, fue hu- Constanza fue nuevamente condenado por el tridentino contra
mille ; si no quiso fue envidioso. los p r o t e s t a n t e s ; si quis dixerit, ministrum in peccato morlall
(2) Adviértase que los apóstoles son llamados siempre mi- existentcm, modo omnia essentialia quee ad Sacramentum cott/icicn-
nistros (i Cor. 3 ) ; quid igllur esl Appolo? quid veroPaulusl mi- dum aut conferendum perlinenl, servaverit, non conficere aut con-
slH ejus cui credidisii.
nt
(id. 4) : sic nos existimet homo ul minis- ferre Sacramentum, anathema sit. (sess. 7, can 12). Ya antes San
'nsChristi el dtspensatores mysteriorum Del. Crisóstomo había dicho (hom. S, in i ad Cor.); nlhil leedilur
(•>) Es de fe contra los donatistas, valdenses, vviclefitas que gratia baptismi per vitam sacerdotis ; S. A g u s t í n , quomodo secur.
666 CUESTIÓN LXlV. — ARTÍCULO V.

den ser conferidos por los malos ministros; ( C . 62, a . 1 y 4 ) , e l i n s t r u m e n t o n o obra


p o r q u e l o s sacramentos d e l an u e v a l e y s e g ú n s u p r o p i a f o r m a ó v i r t u d , s i n o se-
se ordenan á l a purificación d e l a culpa g ú n l a v i r t u d d e a q u e l p o r q u i e n e s mo-
y á l a colación d e l a gracia. P e r o los m a - v i d o . Y p o r esto s u c e d e q u e e l instrumen-
los, siendo inmundos, n o pueden limpiar t o , c o n s i d e r a d o c o m o t a l , t i e n e u n a for-
á otros d e pecado según aquello ( Eccli. m a ó virtud c u a l q u i e r a independiente-
34, 4) : qué cosa será limpiada por un m e n t e d e l o q u e s e e x i g e p a r a s u razón
inmundo? y t a m b i é n , n o t e n i e n d o l a g r a - d e i n s t r u m e n t o , c o m o q u e e l c u e r p o del
cia, n o parece q u e puedan conferirla, m é d i c o q u e e s e l i n s t r u m e n t o d e l al-
porque nadie d a l o que n o tiene. L u e g o m a , q u e p o s e e l a c i e n c i a , s e a s a n o ó en-
no parece que puedan serconferidos l o s f e r m o ; y c o m o e l q u e l a c a n i l l a p o r donde
sacramentos p o rlos malos. p a s a e l a g u a s e a d e p l a t a ó p l o m o . Por
2.° T o d a l a v i r t u d d e l o s s a c r a m e n t o s c o n s i g u i e n t e los ministros de la" Iglesia,
s e d e r i v a d e C r i s t o s e g ú n l o d i c h o ( a . 3). aunque sean malos, pueden conferirlos
Y losmalos están separados d e Cristo, sacramentos.
porque n o tienen caridad, por l a que l o s A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o s mi-
miembros s eunen á l a cabeza según n i s t r o s d e l a I g l e s i a n i p u r i f i c a n d e los
a q u e l l o ( I J o a n . 4, 1 6 ) : quien permane- p e c a d o s á los h o m b r e s q u e s e acercan á
ce en caridad, en Dios permanece y Dios l o s s a c r a m e n t o s , n i l e s c o n f i e r e n l a gra-
en él. L u e g o p a r e c e q u e l o s s a c r a m e n t o s c i a p o r s u p r o p i a v i r t u d ; p u e s e s t o lo
n o p u e d e n s e r c o n f e r i d o s p o r l o s m a l o s . h a c e C r i s t o s e g ú n s u p o t e s t a d p o r medio
3.° S i f a l t a a l g o d e l a s c o s a s q u e d e - d e e l l o s , c o m o p o r c i e r t o s i n s t r u m e n t o s ;
b e n e x i s t i r e n l o s s a c r a m e n t o s , n o s e p e r - y p o r e s t o , e l e f e c t o e s p r o d u c i d o e n los
f e c c i o n a e l s a c r a m e n t o , a s í c o m o s i f a l t a q u e r e c i b e n l o s s a c r a m e n t o s , n o s e g ú n la
la d e b i d a f o r m a ó l a d e b i d a m a t e r i a . P e r o s e m e j a n z a d e l o s m i n i s t r o s , s i n o s e g ú n la
el debido ministro d e l s a c r a m e n t o e s configuración con Cristo.
aquel q u ecarece d e la mancha d e l p e - A l 2.° q u e p o r l a c a r i d a d l o s m i e m b r o s
c a d o , según s edice ( L e v i t . 2 1 , 1 7 ) : d e C r i s t o s e u n e n á s u c a b e z a , p a r a re-
hombre de su linaje por familias que tu- c i b i r d e e l l a l a v i d a ; p o r q u e , c o m o se
viese mancha, no ofrecerá panes á su d i c e ( i J o a n . 3 , 1 4 ) , el que no ama,está
Dios ni se acercará á su ministerio. L u e - en muerte. P u e d e , s i n e m b a r g o , obrar
g o p a r e c e q u e , s i e l m i n i s t r o e s m a l o , a l g u n o p o r m e d i o d e u n i n s t r u m e n t o que
nada producirá e n e l sacramento. c a r e z c a d e v i d a y s e p a r a d o d e s í en
Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n A g u s t í n , c u a n t o á l a u n i ó n d e l c u e r p o , c o n t a l que
( s u p . i l l u d J o a n . I : super quem videris s e h a l l e u n i d o p o r c i e r t a m o c i ó n , p u e s de
spiritum, e t c . , t r a c t . 5 i n J o a n ) : « ¿ q u é u n a m a n e r a t r a b a j a e l a r t í f i c e c o n la
» e s l o q u e J u a n n o s a b í a e n C r i s t o ? ¿ e s m a n o , y d e o t r a c o n e l h a c h a . D e este
» q u e e lS e ñ o r t e n d r í a l a p o t e s t a d d e l m o d o p u e s o b r a C r i s t o e n l o s sacramen-
» b a u t i s m o , y l a c o n s e r v a r í a , p e r o q u e e l t o s (1) p o r l o s b u e n o s , c o m o p o r miem-
» m i n i s t e r i o p a s a r í a c i e r t a m e n t e á l o s b r o s v i v o s , y p o r l o s m a l o s c o m o p o r ins-
» b u e n o s y á l o s m a l o s ? ¿ q u é s e h a c e el t r u m e n t o s q u e c a r e c e n d e v i d a .
3> m i n i s t r o m a l o , d o n d e e l s e ñ o r e s b u e n o ? A l 3.° q u e e s d e b i d o q u e a l g o s e halle
Conclusión. Los ministros de la Igle- e n e l s a c r a m e n t o d e d o s m o d o s : 1 . ° como
sia bien sean buenos ó malos pueden con- e x i s t e n t e d e n e c e s i d a d d e l s a c r a m e n t o , lo
ferir los sacramentos. c u a l , s i f a l t a , n o s e p e r f e c c i o n a e l sacra-
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o m e n t o , c o m o s i f a l t a l a d e b i d a f o r m a ó
( a . 1 y 3 ) , l o s m i n i s t r o s d e l a I g l e s i a l a d e b i d a m a t e r i a ; 2.° s e g ú n c i e r t a con-
o b r a n i n s t r u m e n t a l m e n t e e n l o s s a c r a - v e n i e n c i a , y d e e s t e m o d o e s d e b i d o que
m e n t o s , p u e s t o q u e e n c i e r t o m o d o e s l o s m i n i s t r o s d e l o s s a c r a m e n t o s sean
una m i s m a l a r a z ó n d e l m i n i s t r o y d e l b u e n o s .
i n s t r u m e n t o . M a s , s e g ú n ya s e h a d i c h o

erunt (los fieles) si conscicntia danlis attendatur, quod lalel oculos mentó de un ministro impío.
accepluri t (1. 1, contra litt. Petil. n. 4 ) ; y S. Ambrosio, non (1) A estos se refieren los testos de la escritura : hiesstam
eanat baplisma perfidorum, non mundat; sed polluít (de inyslaris), baplizat (Joann. 1); Deas esl qui justifica! (Rom. 8); V\H'
es decir, con respecto á aquel que á sabiendas recibe el sacra- Apollo, quid esl Paulns, etc. ( i Cor. 3).
CUESTIÓN LXIV.—ARTÍCULO VI. 667

ARTÍCULO V I . — P e c a n los malos ad- l a e p í s t o l a a d D e m o p h i l u m (8), d i c e : « e l


ministrando l o s s a c r a m e n t o s ? (1) » t a l , esto es, e l p e c a d o r p a r e c e audaz al
» poner m a n o enl a s cosas sacerdotales, y
1.° P a r e c e q u e l o s m a l o s q u e a d m i n i s - » no teme n i se a v e r g ü e n z a al ejecutar
tran l o s s a c r a m e n t o s n o p e c a n porque, » l a s cosas divinas contrariamente á l a d i -
así c o m o s e s i r v e á D i o s e n l o s s a c r a m e n - » v i n i d a d , y cree q u e D i o s ignora l a s c o -
tos, a s í p o r l a s o b r a s d e l a c a r i d a d , p o l - » sas q u e e n sí m i s m o conoció, y piensa
lo c u a l s e d i c e 16) : no olvi-
(Heb. ult. » engañarle dándole falsamente el n o m -
déis hacer bien y comunicar con otros » bre de P a d r e y se atreve á pronunciar,
vuestros bienes, porque de tales ofrendas »no diré oraciones, palabras impuras é
se agrada Dios. P e r o l o s m a l o s n o p e c a n » infames sobre los signos divinos bajo
si s i r v e n á D i o s e n l a s o b r a s d e c a r i d a d ; » la forma de Cristo. »
y aun esto d e b e serles a c o n s e j a d o según Conclusión. Los malos ministros dis-
estas p a l a b r a s (Dan. 4, 24) : toma mi pensando en tal estado los sacramentos
consejo y redime tus pecados con limos- de Dios y de la Iglesia pecan, y tal pe-
nas. L u e g o p a r e c e q u e l o s m a l o s n o p e - cado es del género de los mortales.
can, a d m i n i s t r á n d o l o s s a c r a m e n t o s . Responderemos, que alguno peca
2.° C u a l q u i e r a q u e c o m u n i c a c o n o t r o obrando, porque no obra según lo que es
en e l p e c a d o , e s t a m b i é n r e o d e d i e b o p e - debido, como consta por el Filósofo
cado, s e g ú n a q u e l l o ( P o m .1, 32): dig- ( E t h i c . 1. 2, c . 3 y 5). S e h a d i c h o ( a . 5,
nos son de muerte no solamente los que co- a l 3.°) ser conveniente que los ministros
meten pecados, sino también los que con- de los sacramentos sean justos, porque
sienten. P e r o s i l o s m a l o s m i n i s t r o s p e c a n los ministros deben conformarse a l S e ñ o r
administrando l o s s a c r a m e n t o s , aquellos s e g ú n a q u e l l o ( L e v i t . 19, 2): sed santos,
que l o s r e c i b e n d e e s t o s , c o m u n i c a n e n s u porque yo santo soy, y ( E c c l i . 10, 2):
pecado. L u e g o t a m b i é n p e c a r í a n , l o c u a l según el Juez del pueblo, así son sus mi-
parece i n c o n v e n i e n t e . nistros. Y p o r e s t o n o h a y d u d a , q u e l o s
3.° N a d i e p a r e c e e s t a r p e r p l e j o ; p u e s t o malos q u e se h a c e n m i n i s t r o s de Dios y
que e n e s t e c a s o e l h o m b r e s e v e r í a obli- pequen en la dispensación
de s u I g l e s i a
gado á l a d e s e s p e r a c i ó n , c o m o n o p u d i e n - de los sacramentos. Y c o m o e s t e p e c a d o
do e l u d i r e l p e c a d o . P e r o s i l o s m a l o s p e - pertenece á l a irreverencia hacia D i o s y
casen d á n d o l o s s a c r a m e n t o s , e s t a r í a n p e r - á l a profanación de los sacramentos, en
plejos; p u e s a l g u n a s v e c e s p e c a r í a n , s i n o cuanto está de parte d e l mismo pecador,
los d i e r a n v . g r . c u a n d o t i e n e n n e c e s i d a d (aunque los sacramentos sean p o r sí m i s -
de h a c e r l o p o r s u c a r g o , p u e s se dice ( i mos incontaminables), sigúese que tal
Cor. 9,16): ¡ay demí,siyo noevangeliza- pecado es mortal en su género (2).
ré! porque me es impuesta obligación : á A l argumento 1.° diremos, que las
veces t a m b i é n p o r c a u s a d e l p e l i g r o , c o m o obras de l a c a r i d a d , no son santificadas
si u n n i ñ o e s o f r e c i d o e n p e l i g r o d e m u e r t e por a l g u n a c o n s a g r a c i ó n , sino q u e perte-
& algún p e c a d o r , para que le bautice. necen á l a santidad de l a justicia, como
Luego p a r e c e q u e l o s m a l o s m i n i s t r o s n o ciertas partes de ella. Y p o r eso, e l h o m -
pecan a d m i n i s t r a n d o l o s s a c r a m e n t o s . bre q u e se e m p l e a como ministro de D i o s
?or el contrario, dice S a n Dionisio e n l a s o b r a s d e c a r i d a d , s i es j u s t o , se
(Eccl. h i e r a r c h . c. 1 ) « n o es permitido santifica m á s , pero si es pecador, se dis-
» á los m a l o s n i a u n t o c a r l o s s í m b o l o s » , p o n e p o r esto á l a s a n t i d a d . P e r o l o s s a -
es d e c i r l o s s i g n o s s a c r a m e n t a l e s ; y en cramentos tienen en sí mismos cierta s a n -

(1) Lo afirma espresamente el Concilio tridentino, cuando G, 34J. Cou respecto á los otros sacramentos, lo afirman Con-
dice : M e r a m e n t e Impii ea ministranübns morlem xtemam afj'e- cina, Collet, Merbesio y el Catecismo romano por razón de la
™»í (sacram. § 8). Y el Ritual romano : impuré ct indigné sa- irreverencia y de la dificultad de hacer un acto de contrición
cramenta ministrantes in celemos morlis realum incurrunt. perfecto ; mas muchos otros con Antoine lo niegan con más
(2) Asi Escolo, Durando, Ricardo, Silvestre, Navarro y el probabilidad, porque no hay l e y que lo mande, el tridenlino
común de los moralistas, los cuales preguntan : ¿ si el minis- no lo impuso, sino tratándose de la Eucaristía y el mismo Ri-
tro que tiene conciencia de pecado mortal debe confesar antes tual romano dice : sacerdas si fuerit peccati mortalis sibi conscius
de conferir el Sacramento, ó si basta que solo se arrepienta? (quod absltj, ad sacramenlorum administrationemnon audeat acce-
Si se trata de la Eucaristía, es cierto que tanto el que la con- dere, nisi prius corde pceniteat ; sed si habeat copiam confesari, et
fiere como el que la recibe está obligado bajo pecado grave, teníporis loci quœ ratio ferat, convenu conñteri. A l decir convenu,
según el tridentino, á confesarse antes (Ligor. Opus. Mor. 1, declara tan solo la mayor conveniencia,
668 CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS VI Y VII.

tificacion por la mística consagración; y ARTÍCULO V I I . — l o s ángeles pueden


por eso se preexige en el ministro la san- administrar los sacramentos ?
tidad de la justicia, para que cumpla
convenientemente su ministerio ; de con- 1.° Parece que los ángeles pueden ad-
siguiente obra mal y peca, si estando en ministrar los sacramentos; porque todo
pecado, se emplea en tal ministerio. lo que puede el ministro inferior también
Al 2.° que aquel que se acerca á los el superior, como todo lo que puede el
sacramentos, los recibe del ministro de diácono, lo puede el sacerdote; mas no
la Iglesia, no en cuanto es tal persona, viceversa (2). Pero los ángeles son los
sino en cuanto es ministro de aquella. Y ministros superiores en el orden jerár-
por eso, mientras que la Iglesia le tolera quico, aun á cualquiera de los hombres,
en el ministerio, el que recibe de él el como consta por San Dionisio (Crelest.
sacramento, no consiente ó comunica en hier. c. 9). Luego pudiendo los hombres
su pecado, sino que comunica con la Igle- administrar los sacramentos, parece que
sia, que le presenta como su ministro. con más razón lo puedan los ángeles.
Mas. si no es tolerado por la Igle- 2.° Los hombres santos son asimilados
sia, v. gr. cuando es degradado, esco- á los ángeles en el cielo, como se dice
mulgado ó suspendido, entonces peca el (Matth. 22). Pero algunos santos exis-
que recibe de él el sacramento, porque tentes en el cielo pueden administrar los
comunica con el pecado del mismo. sacramentos ; porque el carácter sacra-
Al 3.° que aquel que se halla en peca- mental es indeleble según se ha dicho
do mortal, no está perplejo en absoluto, (C. 6 3 , a. 5). Luego parece que también
si le incumbe dispensar por su cargo los ángeles pueden administrar los sacra-
los sacramentos, puesto que puede arre- mentos.
pentirse del pecado y administrarlos líci- 3.° Como se ha dicho (C. 8, a. 7), el
tamente. Mas no hay inconveniente en diablo es cabeza de los malos, y estos
admitir que se halle perplejo, si se son sus miembros ; pero los sacramentos
supone, esto es, que quiere permane- pueden ser administrados por los malos:
cer en el pecado. Pero en artículo de luego parece que también por los de-
necesidad, no pecaría bautizando en el monios.
caso en que también puede bautizar el Por el contrario, di cese (Heb. 5,1):
seglar (1); porque así es notorio que no todo Pontífice tomado de entre los hom-
lo haría como ministro de la Iglesia, sino bres, es puesto á favor de los hombres en
para socorrer al que se hallaba en esta aquellas cosas que tocan á Dios. Pero
necesidad. No es lo mismo, sin embargo, los ángeles buenos ó malos no provienen
respecto de los otros sacramentos, que de los hombres. Luego no son puestos
no son de tanta necesidad como el bau- como ministros en aquellas cosas que to-
tismo, según después se demostrará can á Dios, esto es en los sacramentos.
(C. 67, a. 3). Conclusión. A los hombres pertenecí
dispensar los sacramentos y administrar-
los, mas no á los ángeles. Empero, si al-
gún acto ministerial del sacramento se

(1) Esta opinión, dice S. Ligorio, es probable ; pero parece » nes odiosas en sí mismas, peligrosas en la práctica y deroa-
más probable la contraria que sostienen Contin, Tournclli, » siado onerosas siempre que se les impusiera como mi ilober-
Croix (n. 92 y 95), Anloine (C. 6), y Lug-o con Vázquez. Mas, » Esta advertencia muy juiciosa y prudente es ile Biliuarl.
en general, con respecto á la indignidad del ministro y á re- » Desde el momento que no hay peligro de seducción no corren
cibir de sus manos los sacramentos téngase presente lo que » el mismo riesgo juzgando que lodos los sacerdotes que ejor-
dicen las Conferencias de Angers : « por cierto que sería cosa » cen el santo ministerio públicamente y con aprobación lid
» fuera del caso el poner ansiosos á los fieles acerca del mé- » obispo están debidamente dispuestos para ejercer ias luncitf-
» rito ó indignidad del ministro que les administraba los sa- » nes sagradas, siempre y cuando se presentan para adinin'S-
» cramentos, por más que muestren deseos de cerciorarse de » trar los sacramentos. No basta haber sido testigo de alguna
» eilo : es preciso, pues, portarse con santa sencillez en seme- » falla que hayan cometido antes para juzgarles indignos de
» jantes circunstancias. Es muy justo que para elsacramento « e j e r c e r l a s funciones del sagrado ministerio. Desde el m'
fl

» de la penitencia elijan al que más confianza les inspire ; per- » mentó que ellos determinan hacerlo puede presumirse que
» suadiéndose sin embargo que es su propio pastor ó aquellos » no pasarían adelante si no se hubiesen antes reconciliado
» q u e especialmente están encargados de administrárselo, » con Dios por medio de la penitencia. »
» quienes tienen derecho á tamaña confianza. Por regla g e n e - (2) Cadacual en su orden, es decir, el inferior de una ma-
» ral no es á los fieles á quienes toca inquirir sobre la conducta nera inferior y el superior de un modo superior. V*. Slatidw 1-

» que observan los ministros de los sacramentos, averiguacio- maier, Dogmática cristiana, t. 3 pág. 221 y 230.
CUESTIÓN LXIV.—ARTÍCULOS VII Y V I I I . 669

perfeccionare por los ángeles buenos, de- cielo, son semejantes á'los ángeles e n
lía considerarse como válido, y por el c u a n t o á l a p a r t i c i p a c i ó n d e l a g l o r i a , (4)
contrario, si fuere ejercido por los ánge- m a s -no e n c u a n t o ál a c o n d i c i ó n d e n a t u -
les malos ó demonios. raleza, y p o r consiguiente ni en c u a n t o á
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o los sacramentos.
(a.3), t o d a l a v i r t u d d e l o s s a c r a m e n t o s s e A l 3.° q u e los h o m b r e s malos n o tienen
deriva d e l a p a s i ó n d e C r i s t o , q u e p e r t e - el p o d e r d e administrar los s a c r a m e n t o s ,
nece á C r i s t o , e n c u a n t o e s h o m b r e , a l c u a l pues que por su malicia son miembros del
se a s e m e j a n l o s h o m b r e s e n s u n a t u r a l e z a diablo, y de esto no se sigue q u e e l dia-
y no los á n g e l e s p o r r e l a c i ó n ál o s c u a l e s blo, que es su jefe, pueda con m a y o r ra-
d i c e e l A p ó s t o l , q u e s e g ú n s u p a s i ó n fue zón hacerlo.
hecho un poco menor que ellos c o m o cons-
t a ( H e b . 2). P o r l o c u a l pertenece á los AKTÍCULO V I I I . — t Se requiere la in-
hombres dispensar los sacramentos y ad- tención del ministro para l a perfección del
ministrarlos, y no á los ángeles. Debe s a c r a m e n t o ? (5)
saberse, n o o b s t a n t e , q u e a s í c o m o D i o s
no l i g ó s u v i r t u d á l o s s a c r a m e n t o s , h a s t a 1.° P a r e c e q u e n o s e r e q u i e r e l a i n a t e n -
el p u n t o d e n o p o d e r p r o d u c i r s u e f e c t o ción del ministro para l a perfección del
sin e l l o s ; a s í t a m p o c o l i g ó s u v i r t u d á l o s sacramento ;porque el ministro en e l sa-
ministros d e l a I g l e s i a , d e m o d o q u e t a m - cramento obra instrumentalmente ; y l a
poco p u e d a c o n c e d e r á l o s á n g e l e s l a p o - acción no s eperfecciona según l a inten-
testad d e a d m i n i s t r a r l o s . Y p u e s t o q u e l o s ción del instrumento, sino según l a d e l
ángeles b u e n o s s o n l o s n u n c i o s d e l a v e r - a g e n t e principal. L u e g o n os e requiere
d a d , si algún ministerio sacramental es la intención del ministro para l a perfec-
perfeccionado por los ángeles, debe ser te- ción del sacramento.
nido por válido (1); p o r q u e d e b e r í a c o n s - 2.° L a i n t e n c i ó n d e u n i n d i v i d u o n o
tar q u e e s t o s e v e r i f i c a b a p o r v o l u n t a d d i - p u e d e s e r c o n o c i d a d e o t r o . S i p u e s s e
vina, c o m o s e d i c e h a b e r a l g u n o s t e m p l o s r e q u i e r e l a i n t e n c i ó n d e l m i n i s t r o p a r a l a
c o n s a g r a d o s por l o s á n g e l e s (2). P e r o si p e r f e c c i ó n d e l s a c r a m e n t o , n o p o d r í a s e r
los demonios ( 3 ) que son espíritus men- conocido a lhombre que se acerca a lsa-
tirosos, cumpliesen algún ministerio sa- cramento el haberlo recibido, ye n este c a -
cramental, no debería tenerse por válido. so n o podría tener l acerteza d e su salud,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e - p r i n c i p a l m e n t e s i e n d o c i e r t o s s a c r a m e n -
llo q u e h a c e n l o s h o m b r e s p o r u n m o d o t o s d e n e c e s i d a d p a r a l a s a l v a c i ó n , c o m o
inferior, e s t o e s , p o r s e n s i b l e s s a c r a m e n - d e s p u é s s e d i r á ( C . 6 5 , a . 3 y 4 ) .
tos, q u e s o n p r o p o r c i o n a d o s á l a n a t u r a - 3.° L a intención d e l h o m b r e n o p u e d e
leza d e l o s m i s m o s , l o h a c e n l o s á n g e l e s versar sobre una cosa ál a que n o pone
como m i n i s t r o s s u p e r i o r e s y d e u n m o d o s u a t e n c i ó n . P e r o á v e c e s a q u e l l o s q u e
superior, e s t o e s , p u r i f i c a n d o , i l u m i n a n d o administran en los sacramentos, no ponen
y perfeccionando invisiblemente. atención á las cosas q u e dicen ó hacen,
A l 2.° q u e l o s s a n t o s q u e e s t á n e n e l p e n s a n d o e n o t r a s . L u e g o s e g ú n e s t o n o

(1) Así Niccforo (1. 2 , c. 20) refiere que San Anfiloquio re- de lo otro, porque no se casan, para ser participantes de la
cibió la consagración episcopal de mano de los angeles, por lo gloria.
cual fue tenido por verdadero obispo. (5) Es de fe según la declaración del Concilio de Constanza,
(2) Santo Tomás probablemente alude aquí á la basílica de bajo Martin V, del de Florencia, bajo Eugenio IV y del triden-
San Miguel dedicada y consagrada por el mismo ángel San tino (sess. 7, can i l ) : si qwis dixcrit, in minislris, dum saci'a-
Miguel, según refiere Pedro de Natalibus'll. 8, c. 130) y Mo- menlnni conficiunl el conferunt, non requiri inlcnlionem saltem fa-
leno en el 29 de Sept. ciendi quod fácil Ecclesia, anathema sit. Los protestantes, como
(3) V. la obra de José Bizouard titulada Des rapporls de no reconocen en los sacramentos más que cierta virtud para
l'homme avecle démon ensayo histórico y filosófico, en la cual el escitarla fe, pretenden que puaden conferirse válidamente
autor, ademas'de manifestar la marcha de la creencia humana aun de una manera irrisoria. Contra esto, ademas de las d e c l a -
per lo maravilloso, examina todos los fenómenos por los cua- raciones citadas, está en oposición la práctica constante de la
les ha pretendido siempre Satán seducir á los hombres, esta- Iglesia. Así, á fin del siglo segundo, como refiere Firmiliano
blecer su culto y sustituir á Dios ; desdo la magia sacerdotal en su carta á Cipriano fue declarado írrito un bautismo con-
hasta el magnetismo espiritualista y el espiritismo siguiendo ferido por una prestidigitadora; y lo que se refiere de San
á ese mono de Dios, como le llama Tertuliano, en sus transfor- Ginés que fue bautizado en el teatro, ó no es cierto como lo
maciones infinitas y dándole á conocer en todos sus disfraces. prueban algunos, ó si lo es, fue inválido el bautismo ; y S. Gi-
H) Aunque esto mismo se dice (Matth. 22 y Luc. 20), tiene nés recibió el de su propia sangre (V. S., Ligor. Opus. Mor.
«¡verso sentido; es decir, que no se casan ; mas lo uno sigúese 1. 6, n . 3 y sig.).
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULO VIII.

se p e r f e c c i o n a r í a e l s a c r a m e n t o á causa n i o n e s ;v p u e s u n o s d i c e n q u e s e requiere
de l a falta de intención. l a i n t e n c i ó n m e n t a l e n e l m i n i s t r o , l a que
Por e l contrario : l a s cosas q u e están s i f a l t a , n o se p e r f e c c i o n a e l sacram ento;
fuera de l a intención son casuales, lo cual p e r o e s t a f a l t a e n l o s . n i ñ o s , q u e n o tienen
no debe decirse de l a operación de los i n t e n c i ó n d e a c e r c a r s e a l s a c r a m e n t o , la
sacramentos. Luego estos requieren la suple Cristo (3) que bautiza interior-
intención del m inistro. m e n t e ; e n l o s a d u l t o s , q u e t i e n e n l a in-
C o n c l u s i ó n . La intención del ministro tención de recibir el sacram ento, suple
es necesaria para conferir los sacra­ aquel defecto l a fe y l a devoción. Pero
mentos. e s t a o p i n i ó n s e r í a a c e p t a b l e e n c u a n t o al
Responderemos, que cuando algo se ú l t i m o e f e c t o , q u e e s l a j u s t i f i c a c i ó n de
ba á m uchas cosas, es preciso q u e s e a l o s p e c a d o s ; p e r o e n c u a n t o a l e f e c t o , que
determinado por algo á u n o , si aquello es l a c o s a y e l s a c r a m e n t o , esto e s , en
debe ser producido. M a s las cosas q u e c u a n t o a l c a r á c t e r , n o p a r e c e q u e pueda
se h a c e n e n l o s s a c r a m e n t o s , p u e d e n ser s u p l i r s e p o r l a d e v o c i ó n d e l q u e s e acerca;
ejecutadas diversam ente," com o l a ablu- p o r q u e e l c a r á c t e r j a m á s e s i m p r e s o , sino
por el sacram ento. Y p o r e s o o t r o s dicen
ción d e l a g u a , q u e se h a c e e n el b a u t i s -
m e j o r , q u e e l m i n i s t r o d e l s a c r a me n t o obra
mo, p u e d e o r d e n a r s e , y a á»la p u r e z a c o r -
e n n o m b r e d e t o d a l a I g l e s i a , d e l a que
poral, y a á l a salud corporal, y a al jue-
es m i n i s t r o , y q u e e n l a s p a l a b r a s que
go, y a á m u c h a s otras cosas análogas; y
profiere se e x p r e s a l a intención de la
p o r esto es p r e c i s o q u e se d e t e r mi n e á u n
I g l e s i a , q u e b a s t a p a r a l a p e r f e c c i ó n del
solo objeto, esto, a l efecto sacram ental
s a c r a m e n t o , á m e n o s q u e n o s e esprese lo
por l a intención del que hace l a ablución.
c o n t r a r i o e s t e r i o r m e n t e p o r p a r t e d e l m i-
Y esta intención se espresa p o r l a s p a l a -
nistro ó d e l q u e recibe el sacram ento.
b r a s q u e se p r o n u n c i a n e n l o s s a c r a m e n -
tos,c o m o c u a n d o s e d i c e : yo te bautizo A l 3.° q u e , a u n q u e a q u e l q u e piensa
en el nombre del Padre, e t c . ( 1 ) . otra cosa no tenga i n t e n c i ó n a c t u a l , tie-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l i n s - ne, sin em bargo, la h a b i t u a l ( 4 ) , que
trumento inanim ado no tiene intención b a s t a p a r a l a p e r f e c c i ó n d e l sacram ento:
a l g u n a respecto del efecto; pero en vez c o m o c u a n d o e l s a c e r d o t e , a l acercarse á
de l a intención está el m o v i m i e n t o , con b a u t i z a r , e n t i e n d e h a c e r , r e s p e c t o a l que
el q u e es m o v i d o p o r e l agente p r i n c i p a l . h a de bautizar, lo que hace l a Iglesia;
M a s e l i n s t r u me n t o a n i m a d o , c o m o m i n i s - por lo q u e , si después en el ejercicio
tro, n o s o l a m e n t e es m o v i d o , sino tam - mismo del acto su pensam iento se dis-
bién se m u e v e de cierto m odo á sí m i s - trae en otras cosas, el s a c r a m e n t o se
mo, en cuanto m ueve por su voluntad p e r f e c c i o n a e n v i r t u d d e l a p r i m e r a in-
sus m iem bros p a r a l a acción ; y p o r eso tención; aunque e l q u e a d m i n i s t r a los
se requiere su intención, por l a q u e se sacramentos debe procurar t e n e r l a in-
somete a l agente p r i n c i p a l , es d e c i r , q u e t e n c i ó n a c t u a l , s i b i e n e s t o n o s e h a l l a en
p o d e r d e l h o m b r e , p o r q u e a u n c o n t r a su
intente á hacer lo que hace Cristo y la
i n t e n c i ó n , c u a n d o e l h o m b r e q u i e r e apli-
I g l e s i a (2).
c a r s e c o n i n t e n s i d a d á u n a c o s a , com ienza
A l 2.° q u e a c e r c a d e e s t o h a y d o s o p i -

(1J No se requiere la intención actuaT, aunque es de desear » cramentos característicos administrados sin intención deba­
según lo dicho por el Autor angélico (P. 3, C. 64, a. 8 ) ; sino » cer lo que hace la Iglesia se reiteren bajo condición, si liay
que basta la virtud, por la cual el hombre obra de una ma­ » urgencia; de lo contrario se consulte á la Sede apostólica»
nera humana. Asi por ejemplo, el sacerdote que se reviste las (3) De aquí que el tridentino (sess. 7 de bapt. c. 13) iteli'
vestiduras sagradas, sube al altar y celebra, aunque no tenga nió : si quis dixeril pá rvulos, eo quod credendi actum von hobciü,
intención espresa, en el hecho de practicar todo esto, quiere susceplo Baplismo, ínter fideles computandos non esse ; ac proplcw
implícitamente celebrar la misa, sin que obste el que de pala­ cum ab annos discrclionis pervenerint, esse rebaptizandos ; avi pil-
bra no manifieste la intención de celebrar el sacramento. (San lare omini eorum Bapltsma, quam eos non acta proprio cvctl№№
L i g . Opus. Mor. 1, G, n. 18). baplizari in sola fède Ecclesia;, analltema sil ; y (sess. 7, can. 1­J
(2) De aquí la proposición condenada por Alejandro VIH : declaró de nuevo : si quis dixerit neminem esse baptizuuduvi, «'*'
valet baplismus collatus a ministro qui omnem ritum externum for- ea ostate qua Christus baptizatus est, vel in ipso mortis articula,
niamque baptizandi observat; intus vero in corde suo apud se rcsol- analhema Sit. Por esta razón los PP. de la Iglesia re|irobaron
vit : non intendo faceré quod fá cil Ecclesia. E sta fue la célebre siempre la costumbre observada en los siglos 4.° y 5.° (le tlt­
controversia suscitada en el Concilio tridentino por Ambrosio ferir el bautismo á una edad mayor.
Catarino, de la orden de predicadores, y que el Concilio resol­ (4) Por la intención habitual entiende el Santo Doctor la
vió en el sentido antes espresado. Por lo cual Benedicto XIV virtual, pues añade « en virtud de la primera intención se
(instruct. 28 Febrero 1717) declara expresamente que « los sa­ » perfecciona el Sacramento. »
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS VIII Y IX. 671

á pensar e n o t r a s s e g ú n a q u e l l o f P s - . 39, » sacramentos de Dios las costumbres de


13): mi corazón me desamparó. » los h o m b r e s m a l o s , p o r las c u a l e s los
» s a c r a m e n t o s dejen de existir ó sean
ARTÍCULO IX. — t,a re d c i m i n i s t r o es
» menos santos».
do n e c e s i d a d d e l s a c r a m e n t o ? (1)
C o n c l u s i ó n . No se requiere para la
1.° P a r e c e q u e l a fe d e l m i n i s t r o e s d e perfección del sacramento la fe del minis-
necesidad d e l s a c r a m e n t o ; p o r q u e s e g ú n tro; y así el infiel puede administrarlo,
lo dicho ( a . 8), l a i n t e n c i ó n d e l m i n i s t r o siempre que no omita lo que es de necesi-
es n e c e s a r i a p a r a l a p e r f e c c i ó n d e l s a c r a - dad del sacramento.
mento. Y l a fe d i r i g e l a i n t e n c i ó n c o m o R e s p o n d e r e m o s q u e , según lo dicho
dice S a n A g u s t í n c o n t r a J u l i a n o ( i m p l i c . ( a . 5 y C . 62, a. 1 y 2), p u e s t o q u e e l m i -
1. 4, c. 3 y e x p r e s s e in p r c e f a t . a d P s . 31). n i s t r o o b r a i n s t r u m e n t a l m e n t e en los s a -
L u e g o , si f a l t a l a v e r d a d e r a fe e n e l m i - c r a m e n t o s , no obra en v i r t u d propia sino
nistro, n o se p e r f e c c i o n a e l s a c r a m e n t o . en la de Cristo. P e r o así como la caridad
2.° Si e l m i n i s t r o d e l a I g l e s i a n o t i e n e pertenece á la virtud propia del h o m b r e así
verdadera f e , p a r e c e s e r h e r e j e . P e r o l o s m i s m o l a fe : p o r c o n s i g u i e n t e , a s í c o m o
herejes, c o m o p a r e c e , n o p u e d e n c o n f e - no se requiere p a r a l a perfección d e l s a c r a -
rir los s a c r a m e n t o s ; p o r q u e d i c e S a n C i - m e n t o q u e el m i n i s t r o e x i s t a e n c a r i d a d ,
priano i n e p i s t . c o n t r a h a a r e t i c o s ( s u b fin. sino que t a m b i é n p u e d e n conferirlos los
etest. 12, 1. 1) : « t o d o l o q u e h a c e n l o s p e c a d o r e s , s e g ú n l o d i c h o ( a . 5), a s í no se
»herejes es c a r n a l , v a n o y f a l s o , d e m o d o requiere para la perfección del sacramen-
» que n a d a d e l o q u e h i c i e r e n , d e b e s e r to la fe del ministro : puesto que el infiel
y> a p r o b a d o p o r n o s o t r o s » , y el P a p a S a n puede conferir un verdadero sacramento
León dice ( i n e p i s t . a d L e ó n A u g u s t . con tal que emplee y observe todas las
165, c. 5), « e s e v i d e n t e q u e p o r l a l o c u r a cosas que sonde necesidad del mismo.
« cruelísima é i n s a n í s i m a s e e x t i n g u i ó e n A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e p u e d e
» l a sede d e A l e j a n d r í a t o d a l a l u z d e l o s suceder que alguno esperimente u n a falta
» celestiales s a c r a m e n t o s ; i n t e r r u m p i ó s e d e fe a c e r c a d e a l g o y n o s o b r e l a v e r d a d
»la oblación d e l s a c r a m e n t o , f a l t ó l a del sacramento q u e administra, v. g. q u e
»santificación d e l c r i s m a , y s e s u s t r a j e - a l g u n o c r e a q u e el j u r a m e n t o es ilícito en
» ron t o d o s l o s m i s t e r i o s p o r l a s p a r r i c i - t o d o s los c a s o s , y sin e m b a r g o , c r e a q u e
»das m a n o s d e l o s i m p í o s » . L u e g o l a el b a u t i s m o es e f i c a z p a r a l a s a l u d , y t a l
verdadera fe d e l m i n i s t r o es d e n e c e s i d a d infidelidad no impide la intención de con-
del s a c r a m e n t o . f e r i r el s a c r a m e n t o . M a s si e s p e r i m e n t a
3.° L o s q u e n o t i e n e n l a v e r d a d e r a f e , f a l t a d e fe a c e r c a d e l s a c r a m e n t o m i s m o
parecen e s t a r s e p a r a d o s d e l a I g l e s i a p o r q u e c o n f i e r e , a u n q u e c r e a q u e el a c t o e s -
la e s c o m u n i o n ; p o r q u e se d i c e ( i n C a n ó - terior que ejecuta no tiene efecto a l g u n o
nica J o a n . 10) : sí alguno se llegad vos- i n t e r i o r ; sin e m b a r g o , n o i g n o r a q u e l a
otros, y no trae esta doctrina, no queráis I g l e s i a C a t ó l i c a se p r o p o n e , p o r las cosas
recibirlo en vuestra casa ni siquiera le q u e esteriormente se h a c e n , conferir u n
saludareis; y ( T i t . 3, 10) : huye del s a c r a m e n t o : por consiguiente, á pesar de
hombre hereje después de la primera y l a infidelidad, p u e d e p r o p o n e r s e h a c e r lo
segunda corrección. P e r o n o p a r e c e q u e que hace la Iglesia, aunque j u zg u e que
el e s c o m u l g a d o p u e d a , c o n f e r i r e l s a c r a - esto es n a d a . Y tal intención b a s t a p a r a
mento d e l a I g l e s i a p u e s t o q u e s e h a l l a el s a c r a m e n t o ; p o r q u e , c o m o se h a dicho
separado d e e l l a , á c u y o m i n i s t e r i o p e r t e - ( a . 8, a l 2.°), e l m i n i s t r o d e l s a c r a m e n t o
nece la d i s p e n s a c i ó n d e l o s s a c r a m e n t o s . obra en n o m b r e de t o d a la I g l e s i a , por
Luego p a r e c e q u e es d e n e c e s i d a d d e l s a - c u y a fe s e s u p l e l o q u e d e e l l a f a l t a j ' a l
cramento l a v e r d a d e r a fe d e l m i n i s t r o . ministro.
Por el c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t í n A l 2.° q u e a l g u n o s d e l o s h e r e j e s n o
contra P e t i l i a n o D o n a l i s t a ( l i b . 2, c , 47): observan la forma de la Iglesia en la co-
« acuérdate q u e en n a d a obstan p a r a los lación d e los s a c r a m e n t o s , y los tales ni

(1) Es do fe que para la válida administración de los sacra- mum, qui eliam datar ab hosreticis in nomine Patris et Filii etSvi-
inenlos no se requiere la fe del ministro, como declaró el Con- ritus sanc'i, cum inlentione faciendi quod fácil Ecclcsia, non esse
f i o de Trento al tratar del Bautismo : si qitís dixeril, Baplís- verum Baplisma, anathema sil (sess. "t, c. 4).
672 CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULOS IX Y X .

confieren el sacramento ni la cosa del sa- A E T Í C U L O X . — S e requiere In Inten-


cramento : otros la guardan y estos con- ción recta del ministro pnrn la nerfecciou del
fieren ciertamente el sacramento, pero no sacramento?
la cosa del sacramento (1). Y digo esto,
si están manifiestamente separados de la 1.° Parece que se requiere la recta in-
Iglesia porque por el heclio mismo de re- tención del ministro para la perfección del
cibir alguno de su mano los sacramentos sacramento ; porque la intención del mi-
peca, y se impide por esto que se consiga nistro debe conformarse á la de la Igle-
el efecto del sacramento. P o r lo cual dice sia, según se infiere de lo dicho (a. 8,
San Agustín (in lib. D e fide ad P e t . al 2.°). Pero la intención de la Iglesia
C. 36) : « cree firmemente y no dudes de siempre es recta. L u e g o se requiere de
» modo a l g u n o , que los bautizados fuera necesidad para l a perfección del sacra-
» de la Iglesia si no volviesen á ella, su mento la recta intención del ministro.
» bautismo es añadido á s u perdición. » 2.° L a perversa intención parece ser
Y en este mismo sentido dice el Papa San peor que la jocosa. Pero ésta anula el sa-
L e ó n , « en la silla de Alejandría se ha cramento v. g r . ; si alguno no en serio,
» estinguido toda luz délos sacramentos», sino por juego bautizase á alguno. Luego
esto e s , en cuanto á la cosa del sacra- mucho más la intención perversa anula
mento, mas no en cuanto al sacramento el sacramento, como si se bautizase al-
mismo. San Cipriano creía que los here- guno para matarle en seguida.
jes no podían conferir el sacramento de 3.° L a intención perversa hace viciosa
modo alguno ( 2 ) ; mas no se ha seguido toda obra, según aquello ( L u c . 11, 34):
s u parecer. P o r lo cual dice San A g u s - si tu ojo fuere malo, también tu cuerpo
tín (lid. D e único bapt. contra. Petil. será tenebroso. Pero los sacramentos de
C. 13): « San Cipriano no quería reco- Cristo no pueden ser manchados por los
» nocer el bautismo conferido por los h e - malos, como dice San Agustín (Cont,
» rejes y los cismáticos; pero los méritos, Petil. 1. 2 , C. 47 y lib. Cont. Crescon.
» que adquirió hasta el triunfo del mar- C. 5 y 6). L u e g o parece que si la inten-
» tirio, fueron tan grandes, que borraron, ción del ministro es perversa, no hay allí
» esta sombra, por la luz de la caridad, verdadero sacramento.
» en que tanto se aventajaba, y si algo Por el contrario: la perversa intención
» tenía que purificarse, la espada de su pertenece á la malicia del ministro. 1 l a
» martirio lo hubiera borrado.» malicia del ministro no destruye el sacra-
A l 3.° que la potestad de administrar- mento. L u e g o ni la perversa intención,
los sacramentos pertenece al carácter es- Conclusión. La intención perversa y
piritual que es indeleble, como resulta de mala de'l-ministro respecto al sacramento
lo espuesto ( C . 6 3 , a. 5). Y a s í , porque quita la verdad del sacramento ; mas no
alguno sea suspendido ó escomulgado, ó si la mala intención es con respecto de las
aun degradado no pierde la potestad de cosas que siguen al sacramento.
conferir el sacramento, sino la facultad R e s p o n d e r e m o s , que la intención del
de usar de este poder; y por esto con- ministro puede pervertirse de dos modos:
fiere verdaderamente el sacramento, pero 1.° respecto al sacramento mismo, v. gr.
peca confiriéndole, así como también el cuando alguno no pretende conferir el
que le recibe de é l , y en este concepto sacramento, sino obrar algo por burla,//
no percibe la cosa del sacramento, á no tal perversidad anula la verdad del sa-
escusarle la ignorancia (3). cramento , principalmente cuando mam-

(1) E s decir, la gracia santificante y el perdón de los pe- nonem contra universalis Ecclcsice regulam, contra sensum omnium
cados. consacerdolinn, contra morem el instituía majorum (que el bauti-
(2) E l error de S . Cipriano fue puramente dísciplinal que zado por un hereje) rebaptizandum esse docuit (Common, c. !!)•
retractó y purgó por el martirio, según puede verse en San (3) O por el miedo, si bien este no quila el voluntario, por
Agustín (de bapt. cont. Donat. lib. 1, n. 28) y S. Jerónimo lo cual el Concilio toledano 4 °, según Lugo, definió que la
(advers. Lucifer, n. 25 y n. 23) y en la vida de San Cipriano intención coartada es suficiente para la validez del sacramen-
número 14 escrita por el diácono S . Poncio (que se encuentra to ; á menos que se trate del sacramento del matrimonio que
en Galland. t. 3 , p á g . 470 y 476). A s í , con razón pudo decir por la gran libertad que requiere, los cánones lo declaren
San Vicente de Lerins que cierto obispo agripino de mediados nulo si es contraído por miedo injusto.
del siglo m faé : prinius omnium mortalium, contra divlnum ca-
CUESTIÓN LXIV. — ARTÍCULO X. 673

fiesta esteriormente su intención ( L ) . 2.° la primera rectitud, m a s n o en cuanto á la


en c u a n t o á l o q u e sigue al sacramento, segunda, perfecciona ciertamente el sa-
v. g r . s i e l s a c e r d o t e t i e n e l a i n t e n c i ó n de cramento, pero no adquiere mérito para sí.
bautizar á a l g u n a m u j e r , p a r a a b u s a r d e A l 2.° que la intención, bufa ó jocosa,
e l l a , ó si s e p r o p o n e c o n s a g r a r e l c u e r p o escluye la primera rectitud de la inten-
de C r i s t o , p a r a s e r v i r s e d e é l e n l o s m a - ción, por la que se perfecciona el sacra-
leficios. Y , c o m o l o a n t e r i o r n o depende mento. Y por esto no h a y paridad.
tal perver-
de l o p o s t e r i o r , d e a h í e s q u e A l 3.° que la intención perversa cor-
sidad de intención no destruye la verdad rompe la obra del que tiene la intención,
del sacramento, s i n o q u e e l m i n i s t r o p e c a m a s no la obra de otro; y así, por la in-
gravemente por tal intención. tención perversa del ministro se pervierte
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , que la in- lo que obra en los sacramentos, en cuanto
tención de la Iglesia es recta, ya en es obra s u y a , no en cuanto es obra de
cuanto á l a p e r f e c c i ó n d e l s a c r a m e n t o , y a Cristo del cual es ministro ; y es lo m i s m o
en c u a n t o a l u s o d e l s a c r a m e n t o ; p e r o l a q u e si e l m i n i s t r o d e a l g ú n h o m b r e diera
primera rectitud perfecciona el sacra- á los p o b r e s c o n p e r v e r s a i n t e n c i ó n l a li-
mento, la s e g u n d a c o n t r i b u y e al mérito. mosna, que su S e ñ o r le hubiera m a n d a d o
Así p u e s el m i n i s t r o , c u y a i n t e n c i ó n es dar con recta intención.
conforme á l a d e l a I g l e s i a e n c u a n t o á

CUESTIÓN L/XY,

Del número de los sacramentos.

l." Son siete los sacramentos? 2." De su orden respectivo. 3.° De su comparación. 4.° Son necesarios
todos para la salud ?

ARTICULO I. — D e b o n s c r siete los 2.° E l sacramento se ordena contra el


s a c r a m e n t o s d e l a I g l e s i a ? (2) defecto del pecado : y en este hay dos
defectos, la pena y la culpa. L u e g o bas-
1.° P a r e c e q u e n o d e b e n s e r s i e t e los taría que hubiese dos sacramentos.
sacramentos de la Iglesia; porque los 3.° Los sacramentos pertenecen á las
sacramentos r e c i b e n s u eficacia d e l a vir- acciones de la jerarquía eclesiástica, c o m o
tud d i v i n a y d e l a v i r t u d d e l a p a s i ó n d e consta por San Dionisio (Eccl. hierarch.
Cristo. P e r o l a v i r t u d d i v i n a y l a d e la C. 2 y 5). Pero, como el m i s m o dice
pasión d e C r i s t o es una sola, pues con (ibid), las acciones de la jerarquía son
una sola ofrenda hizo perfectos para tres : purificación, iluminación y perfec-
siempre á los que ha santificado, c o m o s e ción. L u e g o no debe haber sino tres sa-
dice ( H e b . 10, 14). L u e g o no debe haber cramentos.
sino u n s o l o s a c r a m e n t o . 4.° Dice San Agustín (Cont. Jaust.

(1J Es de fe contra Lutero que la intención jocosa no basta landés suscribió la forma luterana que no había más sacramen-
para la confección del sacramento según la declaración del tos que el Bautismo y la Eucaristía ó la Cena como aquellos
Indentino (scss. 14, can. 0 de pojnit.) y la de Leon X : sì sa- le llaman. Los Concilios de Lion (1237), de Constanza (1415),
ccrdos non serio sed joco absolverá, si lamen credal pocnitens, se d e Florencia (1439), y el de Trento (1564), de acuerdo con el
esse abselulum, verissimi esl absolutus. universal consentimiento de la Iglesia han declarado (según
(2) El Concilio de Jerusalem de 1672 condenó al Patriarca hemos manifestado antes) que son siete ni más ni menos los
de Constantinopla Cirilo Lu.car que corrompido por el oro ho- sacramentos do la Iglesia.
SUMA TEOLÓGICA. TOM» I V . 43
614 CUESTIÓN LXV. — ARTICULO I.

1. 19, c . 13) q u e l o s s a c r a m e n t o s d e l a mo t a m b i é n l a s d e m á s c o s a s corporales


nueva ley son menos en número q u e los l a t i e n e n c o n l a s e s p i r i t u a l e s . A h o r a bien,
de la ley antigua. P e r o en esta no había e n l a v i d a c o r p o r a l s e p e r f e c c i o n a alguno
algún sacramento correspondiente á la d e d o s m o d o s : 1.° e n c u a n t o á l a propia
Confirmación y á la Estremauncion. L u e - p e r s o n a ; 2.° c o n r e s p e c t o á t o d a l a comu-
go estos n o deben contarse entre los s a - n i d a d d e l a s o c i e d a d e n q u e v i v e , puesto
cramentos de la ley nueva. q u e e l h o m b r e e s n a t u r a l m e n t e animal
5.° L a l u j u r i a n o e s e l m á s g r a v e e n - s o c i a b l e . M a s r e s p e c t o d e s í mismo se
tre los demás p e c a d o s , como resulta de p e r f e c c i o n a e l h o m b r e e n l a v i d a corpo-
l o e s p u e s t o (2. -2. , C . 4 4 , a. 3). P e r o
!t 18
r a l d e d o s m o d o s : 1.° per se adquiriendo
c o n t r a los otros p e c a d o s n o se i n s t i t u y e a l g u n a p e r f e c c i ó n d e v i d a ; 2.° per acci-
sacramento alguno. L u e g o ni contra la dens, e s t o e s , r e m o v i e n d o l o s obstáculos
lujuria debió instituirse el s a c r a m e n t o d e l a v i d a , c o m o l a s e n f e r m e d a d e s ó algo
del matrimonio. s e m e j a n t e . Per se s e p e r f e c c i o n a l a vida
6.° D i c e H u g o d e S a n V í c t o r ( D e S a - c o r p o r a l d e t r e s m o d o s : 1.° s e g ú n l a ge-
c r a m . 1. l , p . 12, C . 10) q u e l o s s a c r a - n e r a c i ó n , p o r l a c u a l e l h o m b r e co-
mentos de la antigua l e y fueron las obla- m i e n z a á s e r y v i v i r , y e n s u l u g a r en la
c i o n e s , l o s d i e z m o s y los sacrificios. M a s v i d a e s p i r i t u a l e s t á e l b a u t i s m o , que es
e l sacrificio d e l a I g l e s i a e s u n s o l o s a - l a r e g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l s e g ú n aquello
c r a m e n t o , q u e se llama Eucaristía. L u e - ( T i t . 3 , 5 ) : por el agua de regeneración,
g o t a m b i é n las oblaciones y los diezmos e t c . ; 2.° s e g ú n e l a u m e n t o , p o r el cual
deben decirse sacramentos. s e l l e g a á l a c a n t i d a d y v i r t u d perfectas,
7.° T r e s s o n l o s g é n e r o s d e p e c a d o s : y á e s t o c o r r e s p o n d e e n l a v i d a espiri-
original, m o r t a l y venial. P e r o c o n t r a el t u a l l a C o n f i r m a c i ó n , e n l a q u e s e da el
p e c a d o original se ordena el b a u t i s m o , y E s p í r i t u S a n t o p a r a f o r t a l e z a . P o r lo
contra el mortal la penitencia. L u e g o d e - c u a l s e d i c e á l o s d i s c í p u l o s y a bautiza-
b e r í a h a b e r o t r o , a d e m a s d e los siete, d o s ( L u c . u l t . 4 9 ) : permaneced aquí en
que se ordenase c o n t r a el venial. la ciudad, hasta que seáis vestidos de la
Por el contrario : parece que h a y m u - virtud de lo alto ; 3.° s e g ú n l a nutriciou,
chos s a c r a m e n t o s ; p o r q u e los - s a c r a m e n - p o r l a q u e s e c o n s e r v a e l h o m b r e en la
tos se dicen c o m o ciertos signos s a g r a d o s . v i d a y e n l a v i r t u d (fuerza), y á esto
P e r o e n l a I g l e s i a se h a c e n otras m u c h a s c o r r e s p o n d e e n l a v i d a e s p i r i t u a l l a Euca-
santificaciones según los signos sensibles, r i s t í a ; p o r l o c u a l s e d i c e ( J o a n . 6, 54):
como el agua bendita, la consagración si no comiereis la carne del Hijo del
del altar y semejantes. L u e g o h a y m á s hombre y bebiereis su sangre, no tendréis
sacramentos que siete. vida en vosotros. Y e s t o b a s t a r í a al
C o n c l u s i ó n . Convenientemente se se- h o m b r e , s i t u v i e r a t a n t o c o r p o r a l como
ñalan siete sacramentos de la Iglesia: e s p i r i t u a l m e n t e u n a v i d a i m p a s i b l e . Pero
Bautismo, Confirmación, Eucaristía, p u e s t o q u e e l h o m b r e c a e á v e c e s , y a en
Penitencia, Orden, Matrimonio, Estre- e n f e r m e d a d c o r p o r a l , y a e n espiritual,
mauncion, por los cuales el hombre se e s t o e s , e n e l p e c a d o , p o r e s o es necesa-
perfecciona en aquellas cosas que perte- r i a a l h o m b r e l a c u r a c i ó n d e l a enferme-
necen al culto divino y comunmente con- d a d , l a q u e es d e d o s c l a s e s : u n a es la
tra el defecto del pecado. c u r a c i ó n q u e r e s t i t u y e l a s a n i d a d ó salud
I t e s p o n d e r é m o á que, según se h a dicho y s u c o r r e s p o n d i e n t e e n l a v i d a espiritual
( C . 62, a. 3 ; y C . 63, a. 3 ) , l o s s a c r a - es l a p e n i t e n c i a s e g ú n a q u e l l o ( P s . 40,
mentos d e . l a Iglesia se ordenan á dos 5 ) : sana mi alma porque he pecado con-
cosas ; á perfeccionar al h o m b r e e n las tra tí: o t r a e s l a r e s t i t u c i ó n á l a primi-
cosas q u e pertenecen al culto d e Dios t i v a s a l u d p o r m e d i o d e l a d i e t a y ejerci-
según l a religión d e l a vida cristiana, y cio c o n v e n i e n t e s , y l a correspondiente a
también p a r a remedio contra el defecto é s t a e n l a v i d a espiritual es l a Estrema-
del pecado. E n u n o y otro concepto se u n c i o n , q u e q u i t a l a s r e l i q u i a s d e los pe-
reconocen convenientemente siete sacra- c a d o s y p r e p a r a a l h o m b r e p a r a la gloria
mentos ; porque l a vida espiritual tiene final. Por lo c u a l s e d i c e ( J a c . 5, l5):y
alguna conformidad con la corporal, co- si estuviere en pecados, le serán perdona-
CUESTIÓN L X V. — A R T Í C U L O I. 675

dos. S e p e r f e c c i o n a el h o m b r e e n o r d e n á trunientos p a r a diferentes efectos s e g ú n


toda l a c o m u n i d a d d e d o s m o d o s : 1.° la conveniencia de las obras. Asimismo
porque recibe la p o t e s t a d d e r e g i r á la la virtud divina y la pasión de Cristo
multitud y ejercer actos públicos : y su o b r a n en nosotros p o r diversos s a c r a m e n -
c o r r e s p o n d i e n t e e n l a v i d a e s p i r i t u a l es e l tos como por diversos instrumentos.
Sacramento del O r d e n , según aquello A l 2.° q u e l a c u l p a y l a p e n a s o n d i -
( H e b . 7 ) , q u e los s a c e r d o t e s ofrecen h o s - versas y a según la especie, en cuanto h a y
tias, no s o l a m e n t e p o r s í , sino p o r el diversas especies de culpas y p e n a s , y a
p u e b l o ; 2.° e n c u a n t o á l a p r o p a g a c i ó n s e g ú n los diversos estados y h á b i t o s de
natural, q u e tiene l u g a r por el m a t r i m o - los h o m b r e s ; y en este sentido convino
nio, t a n t o e n l a v i d a c o r p o r a l c o m o e n q u e se m u l t i p l i c a r a n los s a c r a m e n t o s c o m o
la e s p i r i t u a l , p o r q u e e s n o s o l o s a c r a - r e s u l t a d e lo d i c h o .
mento, sino t a m b i é n d e b e r d e l a n a - A l 3.° q u e e n l a s a c c i o n e s j e r á r q u i c a s
t u r a l e z a ( 1 ) . P o r e s t o es e v i d e n t e t a m - se c o n s i d e r a n los a g e n t e s , los recipientes
bién el n ú m e r o d e s a c r a m e n t o s , según y las acciones. L o s a g e n t e s son los m i -
que se ordenan contra el defecto del nistros d e la I g l e s i a , á los que p e r t e n e c e
pecado. P o r q u e el b a u t i s m o s e o r d e n a el s a c r a m e n t o d e l o r d e n ; los r e c i p i e n t e s
contra l a c a r e n c i a d e l a v i d a e s p i r i - son aquellos q u e se a c e r c a n al s a c r a -
tual ; l a c o n f i r m a c i ó n c o n t r a l a d e b i l i d a d m e n t o , los cuales son p r o d u c i d o s p o r el
del a l m a , q u e s e h a l l a e n l o s r e c i e n n a c i - m a t r i m o n i o , las acciones son la purifica-
dos ; l a E u c a r i s t í a c o n t r a l a f a c i l i d a d d e l ción, la iluminación y la perfección. P e r o
alma p a r a p e c a r ; l a P e n i t e n c i a c o n t r a e l s o l a l a p u r i f i c a c i ó n n o p u e d e s e r el s a c r a -
pecado a c t u a l c o m e t i d o d e s p u é s d e l b a u - m e n t o d e l a n u e v a l e y , q u e confiere l a
tismo, la E s t r e m a u n c i o n c o n t r a las reli- g r a c i a , sino q u e p e r t e n e c e á ciertas cosas
quias d e l o s p e c a d o s , q u e " n o h a n s i d o s a c r a m e n t a l e s , q u e son la c a t e q u é s i s y el
quitadas s u f i c i e n t e m e n t e p o r l a p e n i t e n - exorcismo. M a s la purificación é ilumina-
cia, sea p o r d e s c u i d o , s e a p o r i g n o r a n c i a : ción j u n t a m e n t e , s e g ú n S a n Dionisio
el O r d e n c o n t r a l a d i s o l u c i ó n d e l a m u l t i - ( E c c l . h i e r . c. 3 ) p e r t e n e c e n a l b a u t i s m o ,
t u d , el M a t r i m o n i o c o m o r e m e d i o c o n t r a y á causa de la recaída pertenecen secun-
la c o n c u p i s c e n c i a p e r s o n a l , y l a f a l t a d e dariamente á la penitencia y á la E s t r e -
la m u l t i t u d q u e t i e n e l u g a r p o r l a m u e r - mauncion. P e r o la perfección en cuanto á
te. O t r o s c o n s i d e r a n el n ú m e r o d e l o s s a - l a v i r t u d , q u e es c o m o l a p e r f e c c i ó n f o r -
cramentos, a d a p t á n d o l o s á las v i r t u d e s y mal, pertenece á la Confirmación; mas en
defectos d e l a s c u l p a s y p e n a l i d a d e s , d i - c u a n t o á l a c o n s e c u c i ó n d e l fin p e r t e n e c e
ciendo q u e á l a fe c o r r e s p o n d e el b a u t i s - á la Eucaristía.
mo, y q u e s e o r d e n a c o n t r a l a c u l p a o r i - A l 4 . ° q u e e n el s a c r a m e n t o d e l a C o n -
ginal ; á l a e s p e r a n z a l a E s t r e m a u n c i o n , firmación se d a l a p l e n i t u d d e l E s p í r i t u
y se o r d e n a c o n t r a l a c u l p a v e n i a l ; á S a n t o p a r a fortificarnos ; en la E s t r e m a -
la c a r i d a d l a E u c a r i s t í a , y s e o r d e n a u n c i o n se p r e p a r a el h o m b r e p a r a recibir
contra l a p e n a l i d a d d e l a m a l i c i a ; á l a i n m e d i a t a m e n t e la gloria, y ni uno ni
p r u d e n c i a el o r d e n , y s e o r d e n a c o n t r a í a otro compete al antiguo T e s t a m e n t o . Y
ignorancia; á l a justicia la penitencia, y por esto n a d a p u d o corresponder en la
se o r d e n a c o n t r a el p e c a d o m o r t a l , á l a ley a n t i g u a á estos s a c r a m e n t o s . Sin em-
templanza el m a t r i m o n i o , y se o r d e n a b a r g o , en la antigua ley fueron muchos
contra l a c o n c u p i s c e n c i a ; á l a f o r t a l e z a en n ú m e r o los s a c r a m e n t o s á c a u s a de la
la c o n f i r m a c i ó n , y se o r d e n a c o n t r a l a d i v e r s i d a d d e los sacrificios y de las c e r e -
debilidad. monias (2).
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l m i s - A l 5.° q u e c o n t r a l a c o n c u p i s c e n c i a d e
mo a g e n t e p r i n c i p a l u s a d e d i v e r s o s i n s - l o s p l a c e r e s d e l a c a r n e fue m e n e s t e r

(1) Deber de la naturaleza en cuanto por la generación se los Sacramentos d é l a antigua ley que obraban la gracia según
ordena á la vida corporal; Sacramento en cuanto tiene por fin las disposiciones, es decir, según la fe del que los recibía. Así
a
[ ^ espiritual, no tan solo al que rectamente dispuesto lo
x l a
el Apóstol San Pablo en su carta á los hebreos c. I I , no habla
recibe, sino también con respecto á la prole que nace del ma- de los Sacramentos que justificaron á los Patriarcas y justos
trimonio, á cuyo fin ha sido instituido el Sacramento, para como Abel, Enoch, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, etc., sino de
educarla en el culto de Dios. la fe con que agradaron á Dios.
(2) Recuérdese lo dicho en una nota anterior respecto de
676 CUESTIÓN LXV.—ARTÍCULOS I Y II.

aplicar especialmente un remedio por al- predicho; porque dice el Apóstol (i. Cor.
gún sacramento ; en primer lugar, por- 1 5 , 4 6 ) : primeramente lo que es animal,
que por esta concupiscencia no solo se después lo que es espiritual. Pero por
vicia la persona, sino también la natura- el matrimonio se engendra el hombre
leza ; y en segundo lugar, por la vehe- por la primera generación que es la gene-
mencia de ella, que absorbe la razón. ración animal; mas por el bautismo es re-
Al 6.° que el agua bendita y otras generado el hombre por la segunda gene-
consagraciones no se dicen sacramentos, ración, que es espiritual. (3). Luego el
porque no conducen al efecto del sacra- matrimonio debe preceder al bautismo.
mento, que es la consecución de la gra- 2." Por el sacramento del orden recibe
cia, sino que son ciertas disposiciones á alguno la potestad de ejecutar las accio-
los sacramentos, ya removiendo los obs- nes sacramentales. Pero el agente es an-
táculos , como el agua bendita se ordena terior á su acción. Luego el orden debe
contra las asechanzas del demonio y con- preceder al bautismo y á los otros sacra-
tra los pecados veniales ; ya también mentos.
produciendo cierta aptitud para la per- 3.° La Eucaristía es alimento espiri-
fección y percepción del sacramento, co- tual ; y la confirmación se compara al au-
mo son consagrados el altar y los vasos mento. Pero la nutrición es causa del
por respeto á la Eucaristía. aumento, y por consiguiente antes que él.
Al 7.° que las oblaciones y los diezmos Luego la Eucaristía es anterior á la con-
eran ordenados tanto en la ley natural firmación.
como en la de Moisés ( 1 ) no solamente 4.° La penitencia prepara al hombre
para socorro de los ministros y de los po- para la Eucaristía. Mas la disposición
bres, sino también como figura, y por eso precedeá la perfección. Luego la peniten-
eran sacramentos. Mas ahora no queda- cia debe preceder á la Eucaristía.
ron en cuanto son figurativos, y por esto 5.° Lo que está más próximo alfinúl-
no son sacramentos. timo es postei-ior. Pero la Estremauncion
A l 8.° que, para borrar el pecado ve- es la más próxima entre todos los sacra-
nial, no se requiere la infusión de la gra- mentos al último fin de la beatitud.
cia. Por consiguiente, infundiéndose en Luego debe ocupar el último lugar entre
cualquier sacramento de la nueva ley la los sacramentos.
gracia ( 2 ) , ningún sacramentó de la nue- P o r e l c o n t r a r i o , los sacramentos se
va ley es instituido directamente contra ordenan comunmente por todos los auto-
el pecado venial, que se quita por ciertas res del modo ya dicho (a. 1 ) (4).
cosas sacramentales, como por el agua C o n c l u s i ó n . Entre los sacramentos se
bendita y semejantes. Algunos, sin em- colocan en último lugar el Orden y el
bargo, dicen que la Estremauncion se or- Matrimonio: la Penitencia empero, y
dena contra el pecado venial. Mas de esto Estremauncion son posteriores al bautis-
hablaremos en su lugar (Supl. C. 30,a. 1). mo, Confirmación y Eucaristía, poste-
rior, sin embargo, es la Extremaunción
ARTÍCULO I I .— ¿ t o s sacramentos se á la Penitencia; en los tres otros el Bau-
ordenan convenientemente según el modo tismo precede á la Confirmación y á la
predlcho ? Eucaristía.
R e s p o n d e r e m o s , q u e la razón del or-
l.° Parece que los sacramentos no se den de los sacramentos es patente según
ordenan convenientemente según el modo Ib espuesto (ibid.) Porque, así como la

(1) Según lo que en su lugar dice tocante á las oblaciones solo confieren la gracia ulterior. De aquí que el tridentino
y á los diezmos (2."-2.œ C 88 y C 87). (sess. 7) diga : conscntaneiim visam est de sanctis Ecclesia; Sacra-
(2) La primera en los Sacramentos llamados de m u e r t o ^ y mentis agere, per quce omnis vera juslilia V E L Ì N C I P I T V E L CEPTA
la segunda en los Sacramentos llamados de vivos. Así el Bau- ATJGETUR V E L AMISSA R E P A R A T U R . (V. Líg. O p U S Mor. 1 , 6 IlÚ"
tismo y la Penitencia c o n f i e r e n la primera gracia por la cual mero 5 y s i g . ) .
el hombre se hace primitivamente aceptable á Dios de se el (3) Como en San Juan (3, 5) se indica espresamente al decir
•¡•rimarlo, pues son instituidos para que el hombre muerto á la Cristo á Nicodemus : nisi qai renalus faeril ex aqua el Spiriti'
divina gracia renazca á la vida espiritual. Los Sacramentos Sancto non potesl introire in regnum Dei.
empero de vivos son establecidos para que primario aumenten (4) Y se ha dicho al hablar de las declaraciones conciliarci
por sí la gracia san tincante, y a existente en el hombre ; y por del florentino, tridentino, e t c . , sobre el objeto de los Sacra-
tanto presuponen la vida espiritual en tos que los reciben, y mentos.
CUESTIÓN LXV. — ARTÍCULOS II Y I I I . 671

unidad es antes que la multitud, así los puede preceder á la confirmación, como lo
sacramentos, que se ordenan á la perfec- hace San Dionisio (in lib. D e Eccle.
ción de una persona, preceden natural- hier. c. 3 y 4 ) , y puede ser pospuesta
mente á los que se ordenan á la perfección como lo hace el Maestro (Sent. 1. 4,
de la multitud; y por esto se ponen en dict. 7 y 8 ) .
último lugar entre los sacramentos al or- Al 4.° que aquella razón procedería
den y al matrimonio, que se ordenan á la rectamente, si se requiriera necesaria-
perfección de la multitud; el matrimonio, mente la penitencia, como preparatoria
sin embargo, después del orden, porque para la Eucaristía; más esto no es verda-
participa menos de la naturaleza de la dero ; porque si alguno se hallase sin pe-
vida espiritual, á la que se ordenan los cado mortal, no necesitaría de la peniten-
sacramentos. Entre las cosas, que se or- cia , para recibir la Eucaristía; y por lo
denan á la perfección de una persona, tanto, es evidente que la penitencia pre-
son anteriores naturalmente aquellas que para per accidens, para la Eucaristía,
ver se se ordenan á la perfección de la esto es, supuesto el pecado. Por esto se
vida espiritual, que aquellas que se orde- dice (11 Paralip. ult.) : tú, Señor, Dios
nan per accidens, esto es, para remover de los justos no pusiste la penitencia para
el accidente nocivo sobreviviente, -tales los justos (2).
como la Penitencia y Estremauncion; Al 5.° que por la razón ya indicada la
la Estremauncion que termina la cura- Estremauncion es el último entre los sa-
ción que la penitencia empieza, es sin cramentos, que se ordenan á la perfección
embargo posterior á esta. En cuanto á de una sola persona.
los otros tres, es evidente que el bau-
ARTÍCULO I I I . — ¿ E l S a c r a m e n t o d e l a
tismo que es la regeneración espiritual es
Eucaristía es el m á s escelente entre los sa-
antes; después la confirmación que se or-
c r a m e n t o s ?¡ (3)
dena á la perfección formal de la vida, y
por último la Eucaristía, que se ordena á 1.° Parece que el Sacramento de la
la perfección delfin(1). Eucaristía no es el más escelente entre los
Al argumento 1.° diremos, que el ma- sacramentos ; porque el bien común es
trimonio, según que se ordena á la vida mejor que el bien de uno solo, como se
animal, es un deber de la naturaleza; pero dice (Ethic. 1. 1, c. 2). Pero el matrimo-
en cuanto tiene algo de espiritualidad, es nio se ordena al bien común de la especie
sacramento; y puesto que tiene lo mínimo humana por la vía de la generación:
de la espiritualidad, se le coloca en últi- en tanto que el sacramento de la Euca-
mo lugar entre los sacramentos. ristía se ordena al bien propio del que la
Al 2.° que, para que algo sea agente, recibe. Luego no es el más escelente de
se presupone que sea perfecto in se. Y los sacramentos.
por eso son anteriores los sacramentos, 2.° Más dignos sacramentos parecen
por los que se perfecciona el individuo en ser los que se confieren por el ministro de
sí mismo, al sacramento del orden, por un orden más elevado. Y el sacramento
el que alguno se constituye en perfeccio- de la confirmación y el del orden no se
nador de otros. confieren sino por el obispo, que es mi-
A13 .° que el nutrimento precede al au- nistro mayor, que el simple sacerdote,
mento, como su causa, y le sigue como por el que se confiere el sacramento de la
conservando al hombre en perfecta canti- Eucaristía. Luego aquellos sacramentos
dad y virtud. Y por eso la Eucaristía son más importantes.

(1) O i la consecución del fin. As! es'de fe según la decla- sino en caso de sobrevenir un defecto.
ración del tridentino (sess. 7, can. 3) que no todos los Sacra- (2) Se encuentra en la oración de Manases, tenida por apó-
mentos son de igual dignidad : si quis dixcril ex scpltm sacra- crifa, antes del libro 3.° de Esdras.
menta ita inlcr se esse paria, ut nulla ratione aliad sil alio dignius, (3) Es contra la herejía de los Albanenses negando la escc-
matliema sit, Y asi el mismo Santo Tomás (3 P. C. (¡5, a. 3) lencia del Sacramento de la Eucaristía. Así el Concilio de
dice que el sacramento de la Eucaristía es el más escelerste de Trento, ademas de distinguirlos Sacramentos por s u d i g n i d a d ,
todos, porque contiene no solo la gracia sino al Autor de la según se ha dicho en la nota 1 , anterior, añade hablando de l a
a

misma. Por raron de necesidad el Bautismo es el principal: escelencia de la Santísima Eucaristía ( sess. 13, c. 5 ) : nitllns
por razón de la perfección y del ministróla Confirmación y el ilaque dubitandi locas relinquilur : qnin omnes Chrisli fideles,pro
Orden. La Estremauncion y la Penitencia empero son de i n - more in Catholica Ecclesia semper recepto, latrioe cullum, qui vero
ferior grado, por que se ordenan á la vida cristiana no por sí, Dco debetur, lude Sanclissimo Saci-amento in veneralione exhibeant t
678 CUESTIÓN LXV. — ARTÍCULO III.

3.° L o s sacramentos son tanto más es- (Ephess. 5, 3) : este sacramento es aran-
celentes, cuanto mayor virtud tienen. de; mas yo digo en Cristo y en su Igle-
P e r o ciertos sacramentos imprimen c a - sia ( 1 ) ; 3 . por el rito de los sacramen-
a

rácter, como el bautismo, la confirma- tos , porque casi todos los sacramentos se
ción y el orden, lo cual no bace la E u - consuman en la Eucaristía, según dice
caristía. L u e g o aquellos sacramentos son San Dionisio (Eccl. hier. c. 3), como se
más escelentes. ve que comulgan los que reciben las ór-
4.° Aquello de que otras cosas depen- denes y también los bautizados, si son
den, parece ser mejor, y no al contrario; adultos. L a comparación de los otros sa-
y la Eucaristía depende del bautismo, cramentos entre sí puede ser múltiple:
porque no se la puede recibir sin haber porque, en el concepto de necesario, el
sido bautizado. L u e g o el bautismo es más bautismo es el más importante de los sa-
importante que la Eucaristía. cramentos ; en el de la. perfección el sa-
Por el contrario, dice San Dionisio cramento del orden, y como término me-
( E c c l . hierar. c. 3), que « no sucede que dio el de la confirmación : el sacramento
» alguno sea perfeccionado con la perfec- de la penitencia y el de la Estremaun-
» cion jerárquica, sino por la divinísima cion son de grado inferior á los prediclios
» Eucaristía». L u e g o este sacramento es sacramentos porque, según lo espuesto
más escelente que todos los otros. (a. 1), se ordenan á la vida cristiana, no
Conclusión. Absolutamente hablando, per se, sino como per accidens, esto es,
el sacramento de la Eucaristía es más como remedio á los defectos que sobre-
escelente que los otros Sacramentos. vienen, entre los q u e , sin embargo la
Responderemos que, hablando en ab- Estremauncion se compara á la peniten-
soluto, el sacramento de la Eucaristía es cia, como la confirmación al bautismo,
el más escelente entre los otros sacra- esto e s , de modo que la penitencia es de
mentos, lo cual es manifiesto por tres ra- mayor necesidad, y la Estremauncion de
zones ; 1. por lo que en él se contiene;
a
perfección (2).
pues en este sacramento se contiene sus- A l argumento 1.° diremos que el ma-
tancialmente el mismo Cristo; mas en los trimonio se ordena corporalmente al bien
otros sacramentos se contiene cierta vir- común (3) ; pero el bien común espiri-
tud instrumental participada de Cristo, tual de toda la Iglesia se contiene sus-
según resulta de lo espuesto ( C . 6 2 , a. 3, tancialmente en el sacramento mismo de
al 4.°) : y siempre lo que es por esencia la Eucaristía.
es mejor que lo que es por participación; A l 2.° que por el orden y la confirma-
2. por el orden de los sacramentos entre
a
ción los fieles de Cristo son destinados á
s í ; puesto que todos los otros sacramen- algunos cargos especiales, que pertene-
tos parecen ordenarse á e s t e , como al cen al oficio del príncipe; y , p o r esto,
fin ; porque es evidente que el sacramento conferir estos sacramentos pertenece á
del orden se ordena á la consagración solo el obispo, que es como el príncipe
de la Eucaristía : el del bautismo á la en la Iglesia. P o r el sacramento de la
recepción de ella, en el que también se Eucaristía no es destinado el hombre á
perfecciona alguno por la confirmación, algún oficio, sino que más bien este sa-
de modo que no sea escitado por el temor cramento es el fin de todos los oficios,
á alejarse de este sacramento : por la P e - según lo dicho.
nitencia y la Estremauncion, se pre- A l 3.° que el carácter sacramental,
para el hombre dignamente para recibir según se ha dicho (C. 6 3 , a. 3 ) , es cierta
el cuerpo de Cristo : y el matrimonio se participación del sacerdocio de Cristo.
refiere á é l , al menos por su significa- P o r consiguiente, el sacramento que une
ción, en cuanto significa la unión de al hombre al mismo Cristo, es más digno
Cristo con su Iglesia, cuya unión se que el que imprime el carácter de Cristo.
figura por el sacramento de la Eucaris- A l 4.° que aquella razón procede de
tía. P o r lo cual también dice el Apóstol parte de la necesidad ; porque, así como

(1J Refiriéndose el Apóstol á lo que se dice en el capí- (2) V. lo dicho en la nota 1." pág. 677.
tulo 2.° del Génesis : propter hoc relinquet homopalrem et matrem
(3) Es decir, al bien común de la especie por la generación.
Buam et adherebiiuxori suoe } et erunl dúo in carne una.
CUESTIÓN LXV.—ARTÍCULOS III Y I V . 679

el b a u t i s m o p o r s e r d e l a m a y o r n e c e s i - cramentos son necesarios en cuanto por


dad es e l m á s e s c e l e n t e d e l o s s a c r a m e n - ellos se consigue más cómodamente el
tos ; a s í e l o r d e n y l a c o n f i r m a c i ó n t i e - efecto de la salvación.
nen c i e r t a e s c e l e n c i a p o r r a z ó n d e l m i - R e s p o n d e r e m o s , q u e se dice algo n e -
nisterio, y e l m a t r i m o n i o p o r r a z o n . d e s u c e s a r i o r e s p e c t o d e l fin, d e l q u e a h o r a
significación ; p u e s n a d a i m p i d e q u e a l g o t r a t a m o s d e d o s m o d o s : 1.° s i n l o q u e n o
sea m á s d i g n o se-cundum esse, s i n s e r l o p u e d e a l c a n z a r s e e l fin , c o m o l a c o m i d a
no obstaDte simpliciter. es n e c e s a r i a á l a v i d a h u m a n a , y esto e s
n e c e s a r i o a b s o l u t a m e n t e p a r a e l fin; 2.°se
A R T Í C U L O IV. — Todos JOS s a c r a m e n - dice s e r necesario a q u e l l o , sin l o q u e n o
tos s o n d e n e c e s i d a d p u r a l a s a l v a c i ó n ? s e o b t i e n e e l fin t a n c o n v e n i e n t e m e n t e ;
como el caballo es necesario para viajar;
l.° P a r e c e q u e t o d o s l o s s a c r a m e n t o s mas esto n o es absolutamente necesario
son d e n e c e s i d a d p a r a l a s a l u d : p o r q u e p a r a e l fin. E n e l p r i m e r c o n c e p t o h a y
lo q u e n o e s n e c e s a r i o p a r e c e s e r s u p é r - tres sacramentos necesarios; dos á l a
fluo. P e r o n i n g ú n s a c r a m e n t o e s s u p é r - p e r s o n a s i n g u l a r ; el bautismo S I M P L I -
fluo, p u e s t o q u e D i o s n a d a h a c e e n v a n o . C I T E R y A B S O L U T E (1) y la peniten-
Luego todos los s a c r a m e n t o s son necesa- cia supuesto el pecado mortal después
rios p a r a l a s a l v a c i ó n . del bautismo ( 2 ) ; mas el sacramento
2.° A s í c o m o s e d i c e d e l b a u t i s m o del orden es necesario á la Iglesia, p o r -
(Joan. 3 , 5 ) , que no puede entrar en el q u e en donde no hay gobernador, caerá
reino de Dios, sino aquel que fuese rena- el pueblo, c o m o s e d i c e ( P r o v . 11, 14).
cido de agua y de Espíritu Santo, a s í s e P e r o d e l segundo modo son necesarios
dice d e l a E u c a r i s t í a ( J o a n . 6, 54): sino otros sacramentos ; porque l a confirma-
comiereis la carne del Hijo del hombre y ción perfecciona en cierto m o d o a l b a u -
bebiereis su sangre, no tendréis vida en tismo, la Estremauncion á la Penitencia
vosotros. L u e g o , a s í c o m o e l b a u t i s m o e s y el matrimonio conserva l a sociedad de
sacramento d e n e c e s i d a d , a s í t a m b i é n l a la Iglesia p o r la propagación.
Eucaristía. A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p a r a
3.° S i n e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o , q u e a l g o n o s e a s u p é r f l u o , b a s t a q u e s e a
puede a l g u n o s e r h e c h o s a l v o , <r c o n t a l n e c e s a r i o d e l p r i m e r o ó d e l s e g u n d o m o d o ;
« que n o e s c l u y a e l s a c r a m e n t o e l d e s - y e n e s t e c o n c e p t o t o d o s l o s s a c r a m e n t o s
» precio d e l a r e l i g i ó n , s i n o l a n e c e s i d a d » , son necesarios s e g ú n lo dicho.
como d e s p u é s s e d i r á ( C 6 8 , a . 1 y 2). A l 2° q u e a q u e l l a p a l a b r a d e l S e ñ o r
Pero en t o d o s a c r a m e n t o e l desprecio d e debe entenderse d e l a manducación espi-
la r e l i g i ó n i m p i d e l a s a l v a c i ó n d e l h o m - r i t u a l , y n o d e sola l a s a c r a m e n t a l (3),
bre. L u e g o p o r i g u a l r a z ó n t o d o s l o s s a - como espone S a n A g u s t í n ( S u p . J o a n ,
cramentos s o n n e c e s a r i o s p a r a l a s a l - t r a c t . 26).
vación. A l 3.° q u e a u n q u e e l d e s p r e c i o ' d e t o -
Por e l c o n t r a r i o : los niños se salvan dos los sacramentos sea contrario á la s a -
por solo e l b a u t i s m o s i n l o s o t r o s s a c r a - l u d , sin e m b a r g o n o h a y desprecio d e l
mentos. sacramento, porque alguno no procure,
C o n c l u s i ó n . Tres son los sacramentos recibir el s a c r a m e n t o , q u e n o es necesario
necesarios para la salvación : el Bautis- p a r a l a s a l v a c i ó n ; d e l o c o n t r a r i o t o d o s
mo en absoluto; la Penitencia para el que l o s q u e n o r e c i b e n e l o r d e n , y q u e n o
está en pecado mortal; el Orden con res- c o n t r a e n m a t r i m o n i o d e s p r e c i a r í a n e s t o s
pecto á la Iglesia; empero los demás sa- s a c r a m e n t o s .
(1) Según la declaración del concilio tridenlino (sess. 7, si quis negaverit, confessionem sacramentaiem, vel institutam, vel ad
can. 5): si qttis dixcrit, Baplismum liberum esse, hoccsl, nonneces- salutem necessariant esse, jure divino ; anathema sit.
saiium ad salutem, anathema sit. Y en general se condena aquí (3J Según el tridenlino (sess. 21, c. 4) : si quis dixeril, par-
la herejía de los adiaforislas sosteniendo que todos los Sacra- vulis, anlcquam ad annos discretionis pervenerint, necessariam esse
mentos eran (adiaphora), es decir, indiferentes, etc. Eucharistios communionem, anathema'sil.
(2) Según ia declaración del tridentino (sess. 14, can. (i):
C U E S T I Ó N L X V L

De las cosas pertenecientes al sacramento del bautismo.

Hemos de considerar ahora cada sacramento en especial, y l.° el Bautismo: 2." la Confirmación;
3.° la Eucaristía: 4." la Penitencia: o.° la Estremauncion: 6.° el Orden , y el 1." Matrimonio. Acerca
del 1.° ocurre una doble consideración : 1. sobre el mismo bautismo ; 2. sobre las cosas preparato-
a a

rias á él. De la primera consideración se desprenden otras cuatro, á saber: 1. de las cosas que per- a

tenecen al sacramento del Bautismo: 2, del Ministro de este sacramento: 3. de los que le reciben:
a a

4. a
de su efecto.
Y acerca de la primera examinaremos. l.° Qué es el b a u t i s m o , es d e c i r , es la ablución ? 2.° De la
institución de este sacramento. 3." El agua es materia propia de este sacramento ? 4.° Se requiere el
agua simple? 5." Yo te bautizo el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, es la forma con-
veniente de este sacramento? 6.° Puede alguno ser bautizado bajo esta forma: Yo te bautixo en
nombre de Cristo'!!. 0
La inmersión es de necesidad del bautismo? 8.° Se requiere la trina inmersión?
9.° Puede reiterarse el bautismo ? 10 De su rito. 11 De la distinción de bautismos. 12 De la compara-
ción de los bautismos.

A R T Í C U L O I . — E I bautismo es in tract. 80), « añade la palabra al e l e m e n t o


m i s m a a b l u c i ó n ? (1) D y se h a c e sacramento». M a s e l ele-
mento e s e l a g u a m i s m a e n e l s a c r a m e n t o
1.° Parece que el bautismo n o es la del bautismo. L u e g o este es e l a g u a mis-
ablución misma ; porque la ablución cor- m a m á s no la ablución.
poral pasa ; y el bautismo permanece. Por el contrario, d í c e s e ( E c c l i . 34,30):
Luego e l b a u t i s m o n o es l a m i s m a ablu- el que es bautizado después de haber to-
ción , sino m á s bien u n a regeneración y cado un muerto y de nuevo le toca, ¿qué
sello, y guarda é iluminación, como dice le sirve haberse lavado? (2). L u e g o p a -
el Damasceno (Ortb. fid. 1. 4, c . 10). r e c e q u ee l b a u t i s m o es l a a b l u c i ó n misma,
2.° Dice Hugo de S a n Víctor (De sa- Conclusión. El bautismo no es el agua
c r a m . 1. 3, p . 6, c . 2 ) , que « el bautismo en sí, sino la ablución exterior del cuerpo
» es e l a g u a santificada p o r l a p a l a b r a d e hecha con la forma prescrita de las pa-
» Dios para borrar los pecados ». Pero labras.
el agua n o es l a ablución misma, sino Responderemos, q u e e n e l s a c r a m e n t o
que ésta es cierto uso del agua. Lue- del bautismo son de considerar tres co-
go etc. sas : algo, q u e es únicamente e l sacra-
3.° Dice San Agustín (Sup. Joan. mento ; algo que es la cosa y e l sacra-

(1) S e g ú n la mente de Santo Tomás el bautismo puede de- y de Tertuliano (de resurrect. carn. c. 4S y advers.
finirse : ablano corporis sub prcsscripla verborum forma. Marc. 5, 10). Es evidente que San [renco no había de un bau-
(2) Algunos escritores eclesiásticos (Filaslrio, de hieres, tismo de los muertos, sino de u n a consagración de los que
núm. 49 ; San Epifanio, hieres. 1.1, t. 2, e t c . ; San Crisóstomo, mueren (teleutontes), que tenía lugar raras veces entre los
hom. 40 in c. 15 epist. i ad Cor. etc.), refieren que antiguos marcosianos ; l o que dice Tertuliano es tan oscuro y tan vago,
'herejes partidarios de Corinto, de Marcion, Catafrigios, a d - que nada puede sacarse en claro. De todos modos la cuestión
mitían, fundándose en el testo de San Pablo (i Cor. 1 5 , 29), del bautismo de los muertos no tiene más interés que el de la
un bautismo de los muertos, y a bautizando á los muertos que curiosidad. Nótese sin embargo que el Concilio provincial de
habían fallecido como catecúmenos, y a á los vivos en nombre Cartago (397) acompañó la prohibición de dar la Eucaristía á
y por l a salad de los muertos. Mas esta tradición no es cierta los muertos, con una advertencia conLra la opinión de los que
y en caso contrario es difícil determinar en qué consistía. admitían que se puede dar el bautismo á los muertos.
Parece haber sido sacada de San Ireneo (advers. hieres. 1, 21)
CUESTIÓN LXVI.—ARTÍCULO I. 681

mentó, y a l g o que es s o l a m e n t e l a cosa. cuanto álo que e s interior, por l o cual


El sacramento ú n i c a m e n t e e s algo visi­ designó los efectos pertenecientes a l ca­
ble e x i s t e n t e e x t e r i o r m e n t e , e s t o e s , q u e r á c t e r , e s t o e s e l sello y la custodia e n
es e l s i g u o d e l e f e c t o i n t e r i o r ; p o r q u e c u a n t o el m i s m o carácter q u e se dice sello,
esto p e r t e n e c e á l a i * a z o n d e l s a c r a m e n t o ; cuanto está de su parte, guarda e l alma
y lo e s p u e s t o e x t e r i o r m e n t e a l s e n t i d o e s en e lbien. D e s i g n ó también otras dos
el a g u a m i s m a , y s u u s o q u e e s l a a b l u ­ pertenecientes ála última cosa del sacra­
ción. A l g u n o s p e n s a r o n , q u e e l a g u a m e n t o , e s d e c i r , á la regeneración, q u e
misma es e l s a c r a m e n t o , l o c u a l p a r e c e n consiste e n que e l hombre comienza l a
significar l a s p a l a b r a s d e H u g o d e S a n v i d a n u e v a d e l a j u s t i c i a , y la ilumina­
V í c t o r , ( c i t . i n a r g . 2) ; p o r q u e é l m i s m o , ción, q u e p e r t e n e c e e s p e c i a l m e n t e á l a
en l a d e f i n i c i ó n d e l s a c r a m e n t o ( D e s a ­ fe, por l a q u e recibe e lh o m b r e l a v i d a
c r a m . 1. l , p . 9, c . 2 ) , d i c e « q u e e s m a ­ e s p i r i t u a l s e g ú n a q u e l l o ( H a b a c . 2, 4 ) :
lí t e r i a l e l e m e n t o » y e n l a d e f i n i c i ó n d e l el justo vive d e l a f e (2). M a s e l b a u ­
bautismo, dice q u e « e s el a g u a » . M a s e s t o t i s m o e sc i e r t a p r o t e s t a c i ó n d e l a f e , pol­
no p a r e c e s e r v e r d a d e r o ; p o r q u e o b r a n d o l o c u a l s e d i c e sacramento de fe. D é l a
los s a c r a m e n t o s d e l a n u e v a l e y c i e r t a misma manera también San Dionisio de­
santificación, d o n d e s e p e r f e c c i o n a l a finió e l b a u t i s m o e n orden á o t r o s s a c r a ­
santificación, allí se p e r f e c c i o n a el s a c r a ­ m e n t o s , d i c i e n d o ( E c c l . h i e r a r . c . 2) q u e
mento. M a s e n e l a g u a n o s e p e r f e c c i o n a es «cierto principio d e l o s santísimos
la s a n t i f i c a c i ó n , s i n o q u e b a y a l l í c i e r t a D mandatos de l asagrada acción que for­
virtud i n s t r u m e n t a l d e s a n t i f i c a c i ó n n o » m a nuestros hábitos animales ála opor­
permanente, sino q u e pasa a l Hombre, » tunidad susceptiva d e ellos » ; y des­
que e s e l s u j e t o d e l a v e r d a d e r a s a n t i f i ­ pués en orden ál agloria celeste q u e e s
cación : y p o r e s o e l s a c r a m e n t o n o s e e l fin ú l t i m o d e l o s s a c r a m e n t o s , c u a n d o
perfecciona e n e l a g u a m i s m a , sino e n l a añade «que nos abre e lcamino para
aplicación d e l a g u a a l h o m b r e , q u e e s l a »nuestra elevación a lreposo sobreceles­
ablución. Y p o r e s t o el M a e s t r o ( S e n t . 4 . »tial»; ya d e m a s en cuanto al principio de
dist. 3 ) , d i c e q u e el bautismo es la ablu­ la vida espiritual, por lo que añade : « l a
ción exterior del cuerpo hecha bajo la » t r a d i c i ó n d e n u e s t r a s a g r a d a y d i v i n í ­
forma prescrita de las palabras. L a c o s a s i m a r e g e n e r a c i ó n » .
y el sacramento e s e l carácter bautis­ A l 2.° q u e , c o m o s e h a d i c h o , n o c o n ­
mal, q u e e s l a c o s a s i g n i f i c a d a p o r l a a b l u ­ v i e n e s e g u i r l a o p i n i ó n d e H u g o d e S a n
ción e x t e r i o r : y e s e l s i g u o s a c r a m e n t a l V í c t o r e n e s t e p u n t o . P u e d e , s i n e m ­
de l a j u s t i f i c a c i ó n i n t e r i o r , q u e e s s o l a ­ b a r g o , v e r i f i c a r s e q u e s e d i g a q u e e l b a u ­
mente l a c o s a d e e s t e s a c r a m e n t o , e s t o t i s m o e s e l a g u a , p o r q u e é s t a e s e l p r i n ­
es s i g n i f i c a d a y n o s i g n i f i c a n t e (1). cipio material del bautismo, y e n este
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l o q u e caso será predicación por causa.
es s o l a m e n t e s a c r a m e n t o e n e l b a u t i s m o , A l 3.° q u e u n i e n d o l a p a l a b r a a l ele­
pasa, y p e r m a n e c e l o q u e e s e l s a c r a ­ m e n t o s e h a c e e l s a c r a m e n t o , n o c i e r t a ­
mento y l a c o s a , e sd e c i r , e l c a r á c t e r , y m e n t e e n e l m i s m o e l e m e n t o , sino e n e l
jo q u e e s v í n i c a m e n t e l a c o s a , e s t o e s l a h o m b r e , á q u i e n s e a p l i c a e l e l e m e n t o
justificación i n t e r i o r ; p e r o e l c a r á c t e r p o r e l u s o d e l a a b l u c i ó n ( 3 ) , y e s t o t a m ­
permanece i n d e l e b l e m e n t e , c o m o s e h a b i é n d e s i g n a l a p a l a b r a q u e s e u n e a l
d i c h o ( C . 6 3 , a . 5 ) : y l a j u s t i f i c a c i ó n p e r ­ e l e m e n t o c u a n d o s e d i c e : Yo te bau­
m a n e c e p e r o a m i s i b l e m e n t e . E l D a m a s ­ tizo etc.
ceno e m p e r o d e f i n i ó e l b a u t i s m o n o e n
cuanto á l o q u e s e o b r a e x t e r i o r m e n t e ,
que es ú n i c a m e n t e s a c r a m e n t o , s i n o e n

(1) E sta conclusión riel Santo Doctor v a contra Hugo de (3) E l bautismo tomado en sentido metafisico dice Billuart,
San Víctor que (de Sacram. 1. 2, P. 0, c. 2) escribió que la rectamente se define por el Catecismo romano : saeramentum
misma agua era el Sacramento, definiéndolo así : baplismus est regeneralionis per aquam in verbo. Mas la definición comun­
'№ abluendis criminibus sanctificata. mente admitida hoy es : Sacramenlum á Christo institutum ai
(2) Según el Apóstol (Rom. 1, 17) ; pero la Vulgata dice : spirilualem hominum regenerationem, qnce fit per ablutionem aquat
i'Mtsautcm in fide sua vivel. et cum expressa SS. Trinitatis invocatione.
682 ECU STIÓN LXVI. — ARTÍCULO II.

A R T I C U L O I I . — E I bautismo fue insti­ sacramento fue instituido cuando el bau­


tuido después de l a pasión de Cristo ? (1). tismo de Cristo, mas la necesidad de
usar este sacramento fue impuesta á los
l.° Parece que el bautismo fue insti­ hombres después de la pasión y resurrec­
tuido después de la pasión de Cristo; ción de Cristo.
porque la causa precede al efecto. Pero R e s p o n d e r e m o s que, como s e h a dicho
la pasión de Cristo obra en los sacramen­ (C. 62, a. 1), los sacramentos t i e n e n por
tos de la nueva ley. L u e g o la pasión de su institución el conferir la gracia. Por
Cristo precedió á la institución de los c o n s i g u i e n t e p a r e c e q u e a l g ú n sacramento
sacramentos de la n u e v a ley, y principal­ ha sido instituido en la época en que re­
mente á la institución (2) del bautismo, cibió la virtud de producir su efecto: y
puesto que dice el Apóstol ( P o m . 6, 3): esta virtud la recibió el bautismo, cuando
todos los que hemos sido bautizados en Cristo fue bautizado. Luego entonces
Jesucristo, hemos sido bautizados en su fue instituido verdaderamente el bau­
muerte, e t c . tismo, en cuanto al sacramento mismo.
2.° L o s sacramentos de la nueva ley Pero la necesidad de usar de este sacra­
tienen eficacia por mandato de Cristo. Y mento fue impuesta á los hombres des­
Cristo dio el mandato de bautizar á los pués de la pasión (3) y la resurrección,
discípulos después de su pasión y resur­ ya porque en la pasión de Cristo s e ter­
rección, diciéndoles (Matth. 28, 19) : minaron los sacramentos figurativos, á
id pues, y enseñad á todas las gentes, los que sucede el bautismo y otros sa­
bautizándoles en el nombre del Pa­ cramentos de la n u e v a l e y , ya también
dre, etc. L u e g o parece que el bautismo porque por el bautismo e s c o n f i g u r a d o el
fue instituido después de la pasión de hombre á la pasión y resurrección de
Cristo. Cristo, en cuanto m u e v e a l p e c a d o y co­
3.° E l bautismo es sacramento de ne­ mienza la nueva vida de la justicia. Así
cesidad, como se b a dicho ( C . 65, a. 4), que, fue conveniente que Cristo pade­
y por tanto parece que d e s d e el m o m e n t o ciera y resucitara antes que se impusiera
que el b a u t i s m o fue instituido, los h o m ­ á los hombres la necesidad de ser confi­
bres se obligasen al bautismo. P e r o an­ gurarse á su muerte y resurrección.
tes de la pasión de Cristo los hombres A l argumento 1.° d i r e m o s , q u e también
no estaban obligados al b a u t i s m o , puesto antes de la pasión de Cristo el bautismo
que aun la circuncisión tenía su virtud, tenía su eficacia de la pasión de Cristo,
en c u y o lugar s u c e d i ó el b a u t i s m o . L u e g o en cuanto la prefiguraba, de un modo
parece que el b a u t i s m o no fue instituido distinto, sin embargo, que los sacramen­
antes de la pasión de Cristo. tos de la antigua l e y ; porque aquellos
Por el contrario es lo que dice S a n eran figuras únicamente ; y el bautismo
Agustín (serm. 1. D o m . inf. oct. E phif): tenía del mismo Cristo la virtud d e jus­
« por ser sumergido Cristo en el agua, tificar, por c u y a v i r t u d t a m b i é n l a misma
» por eso el agua borra los pecados de pasión fue saludable.
» t o d o s ». Pero esto fue antes de la pa­ A l 2.° que los h o m b r e s no (4) debían
sión de Cristo. L u e g o parece q u e el bau­ ser limitados á un gran número d e figu­
tismo fue instituido antes de la pasión de ras por Cristo, que había venido á des­
Cristo. truir por su verdad las figuras cumplidas.

Conclusión. El bautismo en cuanto Y por eso antes de su pasión no puso

( l ) Tres opiniones se han sostenido en este punto. Unos indicada en San Mateo ; el objeto, en la conversación con
dicen : antes de la resurrección ó en la conversación con Ni­ codemo ; el efecto, en el discurso de despedida; la ÍJÍWMÍÍ, sobre
codemo (Joann. 3) y esta es la opinión de San Bernardo y de la Cruz cuando sangre y ag'ua corrieron de su costado. Asi
Estío ; después cuando bautizó en Judea, ó bien mucho des­ Alejandro de Hales, Melchor Cano, etc.
pués cuando se hizo bautizar por San Juan en el Jordán y así (2j Así según la opinión común.
opinan P. Lombardo, Santo Tomás, Vázquez, etc. ; ó también ',3) No están de acuerdo los teólogos acerca del tiempo M
en un tiempo que no puede determinarse exactamente. Otros que empezó á ser obligatorio el bautismo. E l tridentino em­
dicen, después de la resurrección, cuando dio solemnemente pero (sess. G, c. 4) dice que después de la suficiente promii*
á los apóstoles la misión sabida (Matth. 28 ; Marc. 16), y así gacion del E v a n g e l i o . Créese comunmente que esta se h№
sienten Tertuliano, San Juan Crisóstomo, Teófilo y San León después de Pentecostés ; mas Santo Tomás la cree oblifjaloiu
el Grande. Otros en fin v e n en muchas circunstancias reuni­ desde el momento mismo de la pasión y resurrección deCrisl"'
das la institución del bautismo, y así dicen, Jesucristo ordenó (4) E n otras ediciones falta este no.
la materia en el bautismo del Jordán ; la forma en la misión ;
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO II Y I I I . 683

bajo p r e c e p t o e l b a u t i s m o c o n s t i t u i d o ; M a s d e él fluyó n o solo a g u a s i n o t a m -


siuo q u e q u i s o q u e los h o m b r e s s e o c o s - b i é n s a n g r e . L u e g o p a r e c e q u e p u e d a h a -
tumbraran á s u e j e r c i c i o , y p r i n c i p a l - cerse también e l bautismo e n s a n g r e , y
mente e u e l p u e b l o j u d í o , e n e l c u a l t o - esto parece convenir m á s b i e n c o n l a
dos los h e c h o s e r a n figurativos, c o m o c a u s a y e f e c t o d e l b a u t i s m o , p o r q u e se
dice S a n A g u s t í n ( C o n t . F a u s t . 1 . 4. d i c e ( Á p o c . 1 , 5 ) : nos lavó de nuestros
c, 2 . ) . P e r o d e s p u é s d e l a p a s i ó n y r e s u r - pecados con su sangre.
rección i m p u s o b a j o p r e c e p t o l a n e c e s i d a d 4.° C o m o d i c e n S a n A g u s t í n ( i m p l i c .
del b a u t i s m o n o s o l a m e n t e á l o s j u d í o s s e r m . 36 d e T e m p s . ) , y B e d a ( i b i d . C . 62,
sino t a m b i é n á l o s g e n t i l e s , d i c i e n d o a. 4) y c o n s t a ( i n G l o s s a . o r d . s u p e r
( M a t t h . u l t . 1 9 ) : id pues, enseñad á to- i l l u d L u c . 3 , Jesu baptízalo, etc.),
das ¡asgentes, e t c . « C r i s t o dio á l a s a g u a s p o r e l c o n t a c t o
Al 3.° q u e l o s s a c r a m e n t o s n o s o n o b l i - » d e s u p u r í s i m a c a r n e , l a v i r t u d r e g e n e -
gatorios, sino c u a n d o s o n p u e s + o s b a j o » rativa y purificativa ». P e r o no toda
precepto, lo c u a l n o t u v o l u g a r a n t e s d e a g u a es c o n t i n u a c o n l a d e l J o r d a u , á l a
la p a s i ó n , c o m o s e h a d i c h o . L o q u e e l q u e C r i s t o t o c ó c o n s u c a r n e . L u e g o p a -
Señor dijo a n t e s d e s u p a s i ó n á N i c o d e - rece q u e n o c o n t o d a a g u a puede h a c e r s e
m o , ( J o a n . 3 , 5 ) : no puede entrar en el e l b a u t i s m o ; y a s í e l a g u a , c o n s i d e r a d a
reino de Dios, sino aquel que fuere rena- c o m o t a l , n o e s l a m a t e r i a p r o p i a d e l
cido de agua y de Espíritu Santo, m á s b a u t i s m o .
bien p a r e c e r e f e r i r s e a l f u t u r o q u e a l 5.° S i e l a g u a secundum se f u e r a la
tiempo p r e s e n t e . materia propia delbautismo, n osería m e -
nester que se hiciera alguna otra cosa
ARTICULO I I I . — El agua es materia sobre el a g u a , p a r a que.en ella fuera h e -
propia d e l b a u t i s m o ? (1). cho el bautismo. Pero en el bautismo so-
lemne el a g u a , e n l a que debe celebrarse
l.° P a r e c e q u e e l a g u a n o e s l a m a t e - el bautismo es e x o r c i z a d a y bendita.
ria p r o p i a d e l b a u t i s m o ; p o r q u e e l b a u - L u e g o parece q u e el agua secundum se
tismo, s e g ú n S a n D i o n i s i o ( E c c l . h i e r . n o es l a m a t e r i a p r o p i a d e l b a u t i s m o .
c. 2), y e l D a m a s c e n o ( O r t h . fid. 1. 4, c . Por el c o n t r a r i o , d i ó e e l S e ñ o r (Joan.
10), t i e n e l a v i r t u d i l u m i n a t i v a . P e r o l a 3 , 5 ) : no puede entrar en el reino de
iluminación c o m p e t e s o b r e t o d o a l f u e g o . Dios, sino aquel que fuere renacido de
Luego el b a u t i s m o d e b e h a c e r s e m á s agua y de Espíritu Santo (2).
bien e n e l f u e g o q u e e n e l a g u a ; p r i n c i - Conclusión. Siendo el bautismo la re-
palmente c u a n d o S a n J u a n B a u t i s t a , generación á la vida espiritual, y convi-
preanunciando e lb a u t i s m o d e Cristo, niendo sus efectos adecuadamente á las
dice ( M a t t h . 3 , 1 1 ) : él os bautizará en propiedades del agua, claro está que el
Espíritu Santo y en fuego. agua es la materia propia de este sacra-
2.° E u e l b a u t i s m o s e s i g n i f i c a l a a b l u - .mento.
ción d e l o s p e c a d o s : y h a y o t r a s m u - Responderemos, q u e p o r i n s t i t u c i ó n
chas c o s a s a d e m a s d e l a g u a q u e s i r v e n d i v i n a el agua es la materia propia del
para l a s a b l u c i o n e s ; c o m o e l v i n o , e l bautismo; y e s t o c o n v e n i e n t e m e n t e : 1.°
aceite, y s e m e j a n t e s . L u e g o t a m b i é n e n en cuanto á l a naturaleza misma del bau-
en e s t a s p o d r í a h a c e r s e e l b a u t i s m o : y d e tismo, que es la regeneración á la vida es-
consiguiente el a g u a n o es l a m a t e r i a p r o - piritual, cosa q u e conviene sobre todo a l
pia d e l b a u t i s m o . a g u a . D e c o n s i g u i e n t e aun las semillas,
3.° L o s s a c r a m e n t o s d e l a I g l e s i a flu- p o r l a s q u e se e n g e n d r a n t o d o s los seres
yeron d e l c o s t a d o d e C r i s t o p e n d i e n t e e n vivientes, esto e s , l a s p l a n t a s y los a n i -
la C r u z s e g ú n l o d i c h o ( C . 62, a . 5). m a l e s s o n h ú m e d a s y p e r t e n e c e n al a g u a .

(1) Es contra la herejía de los socinianos, cuákeros , lutera- (sess. 7, can. 2). Ya antes los Concilios de Letran y Florencia
nos, seleucianos y otros sosteniendo que podía conferirse el habían hecho igual declaración.
bautismo con cualquier licor, ó que debía bautizarse con fue- (2) Y Act. 8, 36 y Act. 10, 47 ; y añádese á esto las figuras
&"°t o que el agua significa solo la limpieza de corazón. Por del bautismo; como las aguas del diluvio (i Pet. 3); las del Mar
eso el tridentino definió : si quis dlxeritaquamveram et natura- Rojo (i Cor. 10) ; asimismo las profecías (Ezeclu 26) Effundam
la' non esse de necessitate baptlsmi : atque ideo verba illa D. N. i C super vos aquam mundam. (Zach. 13) ¡n illa, die erit fons volens.
"'" ü"'» etc. at metaplioram. aiiqtiam detorserit, anathema sit.
684 CUESTIÓN LXVÍ.—ARTÍCULOS III Y I V .

P o r cuya causa, algunos filósofos (1) » t o , l e s f a l t a e l s e r p e r f e c c i o n a d o s por el


supusieron al a g u a principio de t o d a s » fuego d e l j u i c i o ».
l a s c o s a s , c o m o se d i c e ( M e t . 1. l , c . 3 ) ; A l 2.° q u e e l v i n o y e l a c e i t e no se
y l i b . d e S e n s u . c. 4 ) . 2.° E n c u a n t o á t o m a n c o m u n m e n t e p a r a e l u s o de la
ios efectos del b a u t i s m o , á los q u e com- a b l u c i ó n , c o m o e l a g u a ( 2 ) ; n i tampoco
p e t e n las propiedades del a g u a q u e lava l a v a n t a n p e r f e c t a m e n t e , p u e s t o que que-
p o r su h u m e d a d ; p o r lo q u e es c o n v e - d a a l g u n a i n f e c c i ó n d e s u ablución en
n i e n t e p a r a significar y c a u s a r l a a b l u - c u a n t o a l o l o r , l o q u e n o s u c e d e con el
ción d e los p e c a d o s ; t a m b i é n p o r s u fres- a g u a . A d e m a s n o s e t i e n e n t a n común y
c u r a t e m p l a el esceso d e c a l o r , y p o r a b u n d a n t e m e n t e , como esta.
esto es conveniente p a r a m i t i g a r la con- A l 3.° q u e d e l c o s t a d o d e C r i s t o salió
cupiscencia del f ó m e s ; p o r su diafanidad el a g u a , p a r a l a v a r n o s y l a s a n g r e para
es s u s c e p t i b l e d e l a l u z , p o r l o c u a l c o m - r e d i m i r n o s . Y p o r e s t o l a s a n g r e compete
p e t e a l b a u t i s m o e n c u a n t o es s a c r a m e n - a l s a c r a m e n t o d e l a E u c a r i s t í a y el agua
t o d e fe. 3.° P o r q u e c o n v i e n e p a r a l a r e - a l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o , el cual sin
p r e s e n t a c i ó n de los misterios d e C r i s t o , e m b a r g o t i e n e l a v i r t u d a b l u t i v a por vir-
por los q u e somos justificados: pues, como t u d de la sangre de Cristo.
d i c e el C r i s ó s t o m o ( s u p e r i l l u d J o a n . Al 4.° q u e l a v i r t u d d e C r i s t o se derivó
3 ; nisi quis renatus fuerit, etc. hom 2 4 á t o d a a g u a , n o p o r l a c o n t i n u i d a d del
in J o a n . ) , « a l s u m e r g i r l a s c a b e z a s e n el l u g a r , s i n o p o r c a u s a d e l a semejanza de
» a g u a c o m o e n u n s e p u l c r o , el h o m b r e l a e s p e c i e . P o r l o c u a l clice S a n Agustín
» v i e j o e s s e p u l t a d o , y s u m e r g i d o se o c u l t a e n c i e r t o s e r m ó n d e l a E p i f a n í a ( 3 6 , de
» e n el fondo ; y e n s e g u i d a r e a p a r e c e el t e m p s . ) , « e s t a b e n d i c i ó n h a dimanado
» n u e v o » . 4.° P o r q u e p o r r a z ó n d e s u c o - » d e l b a u t i s m o d e l S a l v a d o r , como nii
m u n i d a d y a b u n d a n c i a es m a t e r i a c o n v e - » r i o e s p i r i t u a l , y h a l l e n a d o los cauces,
niente á la necesidad de este s a c r a m e u t o ; » d e l a s f u e n t e s u n i v e r s a l e s ».
pues p u e d e tenerse con facilidad en todas A l 5.° q u e l a b e n d i c i ó n q u e se da al
partes. a g u a n o e s d e n e c e s i d a d d e l bautismo,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a i l u - s i n o q u e p e r t e n e c e á c i e r t a solemnidad,
minación p e r t e n e c e a c t i v a m e n t e al fuego. p o r l a c u a l se e s c i t a l a d e v o c i ó n de los
M a s a q u e l q u e es b a u t i z a d o , n o s e h a c e fieles, y se d e s t r u y e l a a s t u c i a del demo-
p r i n c i p i o d e i l u m i n a c i ó n , s i n o q u e es i l u - n i o p a r a q u e n o i m p i d a e l e f e c t o del bau-
m i n a d o p o r l a f e , que viene del oido s e - tismo (3).
g ú n se dice ( P o m . 1 0 ) . Y p o r esto c o m -
p e t e m á s b i e n al b a u t i s m o el a g u a q u e el ARTÍCULO I V . — Se requiere purn el
f u e g o . L o q u e s e d i c e os bautizará en Es- bautismo el tagua simple ? (-1)
píritu Santo y en fuego; p u e d e e n t e n d e r -
se p o r e l f u e g o , s e g ú n d i c e S a n J e r ó n i m o 1.° P a r e c e q u e p a r a e l b a u t i s m o no se
( S u p . h u n c l o e . M a t t h ) , el E s p í r i t u S a n t o r e q u i e r e e l a g u a s i m p l e ; p o r q u e la que
q u e s e a p a r e c i ó á l o s d i s c í p u l o s e n len-_ t e n e m o s , n o e s a g u a p u r a , l o cual apa-
g u a s a l f u e g o , c o m o se clice ( A c t . 2 ) . O r e c e p r i n c i p a l m e n t e e n e l a g u a del mar,
por el fuego p u e d e e n t e n d e r s e la tribula- e n l a q u e se m e z c l a n m u c h a s sustancias
c i ó n , c o m o dice el C r i s ó s t o m o ( S u p . t e r r e s t r e s , c o m o c o n s t a p o r el Filósofo
M a t t h . a l i u s a u c t o r . h o m . 3 , in O p . ( M e t e o r . 1. 2 , c. 3 ) ; y sin embargo,
imperf.), porque « la tribulación puri- p u e d e h a c e r s e e l b a u t i s m o e n t a l agua.
» fica los p e c a d o s y d i s m i n u y e l a c o n c u - L u e g o n o s e r e q u i e r e p a r a e l bautismo el
» p i s c e n c i a ». O p o r q u e c o m o clice S a n a g u a simple y pura.
H i l a r i o ( S u p . M a t t h . c. 2 ) , « á l o s q u e 2.° E n l a c e l e b r a c i ó n s o l e m n e del bautis-
» h a n sido b a u t i z a d o s e n el E s p í r i t u S a n - m o se m e z c l a e l c r i s m a c o n e l a g u a . Mas

(i) Principalmente Tales, como refiere Aristóteles (Met. m e z c l a d o e l s a n t o C r i s m a ; p e r o e s n e c e s a r i o n o o l v i d a r (|oe


1 1 , c. 5). l a b e n d i c i ó n n i e l s a n t o C r i s m a s o n l o s q u e h a c e n el ag'ii.M iro

fi) Que es absolutamente necesaria según la declaración p i a p a r a e l b a u t i s m o ; e l a g u a e s p r o p i a p o r s í m i s m a ; clsam - 1

citada dei tridentino. C r i s m a y lu b e n d i c i ó n n o l e a ñ a d e n v i r t u d sacramental.


(3) Sabido es que el agua que se usa para el bautismo en (i) E l a g u a s i m p l e e s l a q u e p o r s u n a t u r a l e z a e s elemental
general, según el voto de la Iglesia, está bendecida y tiene
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO IV. 685

to parece impedir la pureza y simplici-


cs sustancial, lo cual no puede hacer el arte;
dad delagua. Luego uo se requiere para el todas las formas artificiales son acciden-
bautismo el agua pura y simple. tales, á uo ser aplicando el agente pro-
3.° El agua fluyente del costado de pio á su propia materia ; como el fuego al
Cristo, pendiente de la cruz, fue signo del combustible ; por cuyo modo son engen-
bautismo según lo dicho (a. 3 al 3.°). Pero drados por algunos ciertos animales por
no parece que aquella agua fue agua pura, medio de la putrefacción. Luego cual-
porque en un cuerpo misto, tal como fue quiera transmutación que se haya hecho
el de Cristo, no existen los elementos en en el agua por medio del arte, ya mez-
acto. Luego parece que no se requiere el clando, ya alterando, uo cambia la es-
anua pura ó simple para el bautismo. pecie del agua, por lo que puede ha-
4,° La legía no parece ser agua pura; cerse el bautismo en tal agua ( 3 ) ; á me-
porque tiene propiedades contrarias (11 nos que el agua se mezcle por el arte
al agua, como calentar y desecar. Y sin en tan pequeña cantidad á algún cuerpo,
embargo parece que puede hacerse bau- que el compuesto sea más bien otra cosa
tismo en ella, como también en las aguas que el agua ; como el lodo es más tierra
de los baños, que pasan por corrientes que agua, y el vino aguado más es vino
sulfúreas, como la legía se cuela á través que agua. Pero la transmutación, que se
de los cedazos. Luego parece que no se hace por la naturaleza, á veces destruye
requiere para el bautismo el agua simple. la esjDecie del agua, y esto se verifica
5.° El agua ele rosas se hace por des- cuando el agua se hace por la naturaleza
tilación de estas ( 2 ) , como también el de la sustancia de algún cuerpo misto,
agua de la alquimia por la destilación de como el agua convertida en licor de uva
alguuos cuerpos. Pero en estas aguas, se- es vino, por lo que no tiene la especie
gún parece, puede hacerse el bautismo clel agua ; otras veces se hace por la na-
como también en las aguas pluviales, que turaleza la transmutación del agua sin la
se engendran por la destilación de los va- solución de la especie; y esto tanto por la
pores. Y como estas aguas no son puras y alteración, como sucede en el agua ca-
simples, parece que la pura y simple no se lentada por el sol, cuauto también por la
requiere para el bautismo. mezcla, como se ve en el agua del rio
Por el contrario: la materia propia enturbiada por la mezcla de partes ter-
del bautismo es el agua según lo dicho restres. Así, pues, debe decirse que en
(a. 3). Pero sola el agua simple es la es- toda agua transmutada de cualquiera
pecie del agua. Luego se requiere de manera que sea , con tal que no se destru-
necesidad para el bautismo el agua pura ya la especie del agua, puede hacerse el
J simple. bautismo; mas no, si se destruye la espe-
Conclusión. En cualquier agua, mien- cie del agua.
tras no pierda su naturaleza de tai., puede Al argumento 1.° diremos, que la trans-
hacerse el bautismo. mutación hecha en el agua del mar, y
Responderemos, que el agua puede también en otras que están cerca de nos-
perder su pureza y simplicidad de dos otros, no es tau grande que destruya la
modos: 1.° por la mezcla de otro cuerpo; especie del agua. Y por tanto puede
2.° por la alteración. Ambas cosas acon- hacerse el bautismo con estas aguas.
tece que se verifican de dos mados, á sa- Al 2.° que la mezcla del crisma no
ber, por el arte y por la naturaleza. E l destruye la especie del agua, como ni
arte, empero, es inferior á la operación tampoco el agua de la decocion de la car-
de la naturaleza, porque esta da la forma ne á otras cosas tales, á menos que no sea
(1) Si l a l e g í a e s l á s i m p l e m e n t e h e c h a c o n c e n i z a s y n o p o r
(3) E n s e ñ a a q u í e l s a n t o D o c t o r q u e s e r í a v á l i d o e l b a u -
smeihos q u í m i c o s q u e h o y s e e m p l e a n , es opinión común
tismo hecho con agua de mar, sulfurosa, termal, etc., pero
(
l"e cuando m o n o s e s m a t e r i a d u d o s a d e l S a c r a m e n t o . h a y q u e n o t a r q u e esto sólo en caso d e n e c e s i d a d . A s í dice
(2) Cóncina y IJoneL r o n S a n t o T o m á s n i e g a n q u e el a g u a G o u s s e t : « s u c e d e á v e c e s q u e los p a d r e s se e m p e ñ a n e n q u e
Mhlicial s a c a d a do l a s flores, plañías, raíces sea materia vá- « s u s hijos s e a n b a u t i z a d o s con a g u a del J o r d á n , q u e ellos se
«la del b a u t i s m o ; m á s T o u r n e l y C r o i x , 1-lolzman, e t c . , d i c e n » h a n procurado por conducto seguro. Creemos q u e sin a l e -
"l e es p r o b a b l e m e n t e v á l i d a y s o l o c u c a s o d e c s t r e m a n e c c -
l,

« j a r s e d e l a s r e g l a s d e la I g l e s i a , p u e d e n s a t i s f a c e r s u s d o -
™ i podrá a d m i n i s t r a r s e c o n e l l a b a j o c o n d i c i ó n . E l a g u a d e » seos mezclando u n a p e q u e ñ a cantidad de esta a g u a con la
'esas p r o c e d e n t e d e la d e s t i l a c i ó n e s v e r d a d e r a agua natu- « q u e se h a t o m a d o del b a p t i s t e r i o . »
etc. (V. S . I . i g o r . O p u s . M o r . 1. 6 , n . 1 0 5 ) .
686 CUESTIÓN L X V I . — A R T Í C U L O S IV Y V.

tan grande la resolución de los cuerpos retiene propiedad alguna de a l g ú n cuerpo


metidos en el agua, que el licor tenga m i s t o , lo cual no puede d e c i r s e d e l agua
más sustancia estraña que agua, lo que rosácea, y de las aguas químicas (1),
puede advertirse por su densidad. Pero
si d e l licor d e e s t e m o d o e s p e s o s e esprime
A R T Í C U L O V . — ¿ E s c o n v e n i e n t e esta
agua líquida puede bautizarse con ella,
f o r m a del b a u t i s m o : Yo le bautizo en el nom-
c o m o c o n el a g u a q u e se esprime del lodo,
bre del Padre y del Hijo y del Espíritu San-
aunque con este no pueda hacerse el bau-
to (2) ?
tismo.

A l 3.° q u e el agua, que fluyó del cos- l.° Parece que no e s c o n v e n i e n t e esta
tado de Cristo pendiente, de la cruz no forma Yo te bautizo en el
del bautismo :
fue el humor flemático, como algunos di- nombre del Padre del Rijo y del Espíri-
jeron ; pues con tal humor no podría ha- tu Santo; p o r q u e e l a c t o m á s d e b e atri-
cerse el b a u t i s m o , c o m o ni c o n la sangre buirse al agente principal que al minis-
de un animal, ó con vino ó cualquiera tro. Pero en el sacramento el ministro
otro licor vegetal. F u e agua pura, que obra como instrumento, según lo dicho
salía milagrosamente del cuerpo muerto (C. 6 4 , a. 1) : y el agente p r i n c i p a l en
lo,mismo que la sangre, para comprobar el bautismo es Cristo, según aquello
la verdad del cuerpo del Señor contra el (Joan. 1,33) : sobre aquel que tú viera
error de los maníqueos, esto es, para descender el Espíritu y reposar sobre él,
que se demostrase por el a g u a , que es este es el que bautiza. L u e g o i n c o n v e -
uno de los cuatro elementos, q u e el cuer- n i e n t e m e n t e d i c e e l m i n i s t r o : Yo te bau-
po de Cristo fue compuesto verdadera- tizo ; s o b r e t o d o p o r q u e a l d e c i r s e bau-
mente de los cuatro elementos ; y por la tizo s e e n t i e n d e ego y a s í p a r e c e q u e se
sángrese manifestase que era compuesto añade superfinamente.
de cuatro humores. 2.° N o e s m e n e s t e r q u e a q u e l q u e ejer-
A l 4.° que en la legía y aguas sulfuro- ce algún acto haga mención del acto
sas de los baños puede hacerse el bau- ejercido, como aquel que enseña noes
tismo, puesto que tales aguas no se in- menester que diga : Yo os enseño. M a s el
corporan por el arte ó la naturaleza á al- Señor dio á la vez el precepto d e bauti-
gunos cuerpos mistos, sino solamente re- zar y de enseñar diciendo : ( M a t t l i . ult,
ciben cierta alteración, porque pasan por 1 9 ) : Id enseñad á todas las gentes etc,
algunos cuerpos. L u e g o no es menester que en la forma
A l 5.° q u e el a g u a rosácea es un licor del bautismo se haga mención del acto
concentrado de rosas, por lo que con ella del bautismo.
no puede hacerse el bautismo, y por la 3.° Aquel que e s b a u t i z a d o á v e c e s no
misma razón ni en las aguas ,químicas entiende l a s p a l a b r a s , v . g r . s i e s sordo ó
como ni en el vino. M a s no sucede lo es un niño. L u e g o en balde se l e s dirige
mismo respecto de las aguas llovidas, la palabra según aquello (Eccli. 32,6):
que se engendran en su mayor parte por no derrames palabras donde no hay quiet
la elevación de los vapores, que se re- te oiga. L u e g o , s e d i c e i n c o n v e n i e n t e m e n -
suelvan en agua, y no hay en ellas más t e Yo te bendigo, d i r i g i e n d o l a palabra
que una pequeña parte de licores de los al que es bautizado.
cuerpos mistos, que no obstante por la 4.° Sucede que son bautizados muchos
mayor virtud de la naturaleza, que es á la v e z , y por muchos, como bautizaron
más poderosa 'que el arte, se resuelven los Apóstoles en un dia tres m i l , y en
en agua verdadera, que arte no puede o t r o c i n c o m i l , s e g ú n s e d i c e ( A c t . 2 y4)>
hacer; por lo cual el agua llovida no L u e g o no debe determinarse en singular

(1) No puede hacerse el'bautismo con nieve, hielo, grani- tismo, 1.° los que bautizaban en nombre de la muerte de Cnslfli
zo, etc. porque es menester que el agua esté liquida para que como consta del canon 4!) ó 50 de los llamados apostólicos; -
h a y a verdadera ablución. Respecto á la saliva es materia los que bautizaban en nombre del Padre universal, delaJ/<*
inepta para el bautismo según declaración de Inocencio 111 (cap. de todos, del descendimiento de Jesús, etc.-, 3." los maniquí*
penúlt. de bapt.J, lo mismo sucede según la opinión común cacafrigas que bautizaban en nombre del Padre y del Hijo o
con el sudor y las lágrimas, pues no so consideran como ver- en el nombre de Montano ó de Priscilla, etc.; -i." los arrian»,
dadera agua. marcionitas y otros que trocaban ó corrompían la forma i
(2) Muchos herejes han errado acerca de la forma del bau- bautismo.
CUESTIÓN L X V I . -— A R T Í C U L O V .

la f o r m a d e l b a u t i s m o , d e m o d o q u e se esteriormente el sacramento: p o r lo c u a l
diga yo te bautizo, s i u o q u e puede decir- es n e c e s a r i o h a c e r m e n c i ó n d e u n a y otra
se, nosotros os bautizamos. en el bautismo. S e indica el ministro
5.° E l b a u t i s m o tiene s u virtud de l a cuando se dice Yo te bautizo ; y l a c a u s a
pasión d e C r i s t o . P e r o el bautismo es principal cuando s e d i c e : en el nombre
santificado p o r l a f o r m a . Luego parece del Padre y del Hijo y del Espíritu San-
qne e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o debe h a - to. L u e g o la forma conveniente del bau-
cerse m e n c i ó n d e l a p a s i ó n d e C r i s t o . tismo es esta : Yo te bautizo en el nom-
6.° E l n o m b r e d e s i g n a l a p r o p i e d a d d e bre del Padre, del Hijo y del Espíritu
la c o s a (1). P e r o tres son l a s propieda- Santo (2).
des p e r s o n a l e s d e l a s d i v i n a s p e r s o n a s s e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a a c -
gún s e h a d i c h o ( C . 3 2 , a . 3). L u e g o n o ción se atribuye a l i n s t r u m e n t o , como á
En el nombre del Padre, y
debe d e c i r s e l o q u e o b r a i n m e d i a t a m e n t e y es a t r i b u i -
del Hijo y del Espíritu Santo, s i n o en da a l agente principal como á aquel en
los nombres. cuya virtud el instrumento obra ; y por
1° L a p e r s o n a d e l P a d r e n o s o l a m e n t e esto e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o se signi-
es s i g n i f i c a d a p o r e l n o m b r e d e l P a d r e , fica convenientemente el ministro como
siuo p o r e l n o m b r e d e i n n a c i b l e y g e n i t o r : ejerciendo el acto d e l b a u t i s m o , p o r esto
el H i j o t a m b i é n s e s i g n i f i c a p o r e l n o m - que se d i c e : Yo te bautizo, como tam-
bre d e l V e r b o y d e i m a g e n y e n g e n d r a d o . bién el Señor mismo atribuye el acto de
El Espíritu Santo puede significarse por bautizar á los ministros, diciendo ( M a t t h .
el n o m b r e d e d o n y d e a m o r p r o c e d e n t e . ult. 19) : baptizantes eos, etc. L a causa
Luego p a r e c e q u e , u s a n d o t a m b i é n estos principal es significada como e l principio
nombres s e p e r f e c c i o n a e l b a u t i s m o . en v i r t u d d e l c u a l se hace e l sacramento,
Por e l contrario, d i c e e l S e ñ o r ( M a t t h . p o r esto q u e se dice : en el nombre del
ult. 1 9 ) : id, pues, enseñad á todas las Padre, del Hijo y del Espíritu Santo;
(¡entes bautizándolas en el nombre del pues Cristo no bautiza sin el P a d r e y el
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Espíritu Santo. L o s griegos empero no
Conclusión. La forma conveniente del atribuyen el acto d e l bautismo á losm i -
bautismo es esta : yo te bautizo en el nom- nistros, p a r a evitar e l .error de los anti-
bre del Padre y del Hijo y del Espíritu guos, que atribuían l a virtud del bautis-
Santo,pues con ella se espresa conve- m o á los q u el e conferían diciendo: ( i C o r .
nientemente la causa del bautismo prin- 1, 12). Yo en verdad soy de Pablo, y yo
cipal é instrumental. de Cefas ; y p o r e s o d i c e n , sea bautizado
Responderemos, q u e e l b a u t i s m o e s el siervo de Cristo, t a l , en el nombre del
consagrado p o r s u f o r m a s e g ú n aquello Padre, e t c . (3). Y c o m o s e e s p r e s a e l
(Ephes.5, 26): purificándola con el bau- acto ejercido por e l ministro c o nl a i n v o -
tismo de agua por la palabra de vida ; y c a c i ó n d e l a T r i n i d a d , se h a c e verdadero
San A g u s t í n d i c e ( i n l i b . d e ú n i c o B a p t i s . sacramento. M a s l a palabra ego q u e s e
s e u l . 4 . D e B a p t i s . C o n t . D o n a t i s t . c . 15; a ñ a d e e n nuestra f o r m a , n o es de s u s t a n -
y 1. 6, c . 25) q u e « e l b a u t i s m o es c o n s a - cia de e l l a , sino q u e se emplea para la
* grado p o r p a l a b r a s e v a n g é l i c a s » ; a s í , m a y o r espresion de l a intención.
pues, e s n e c e s a r i o q u e e n l a f o r m a d e l A l 2.° q u e p u e s t o q u e l a a b l u c i ó n d e l
bautismo s e e s p r e s e l a c a u s a d e l b a u t i s - h o m b r e en el agua puede ser h e c h a por
mo, y s u c a u s a e s d o b l e , u n a p r i n c i p a l muchos motivos, p o r esto es necesario
de l a q u e r e c i b e s u v i r t u d , y esta causa que se determine e n l a s palabras de l a for-
es l a S a n t a Trinidad; y l a otra instru- m a para q u e s e h a g a : l o q u e n o sehace por
mental, esto e s e l m i n i s t r o , q u e c o n f i e r e esto q u e se dice : en el nombre del Padre
(1) Es decir, la propia noción, la condición, la entidad de (3) Porestamisma razón San Agustín (serm. 99al 23 ínter.
la cosa. 50, t. 5, pág. 524J condena á los que dicen: Ego peccata dimitió,
(2J Así lo declararon los Concilios de Letran fe. firmitas) y ego santifico, ego sano quemeumque baptizo, como sino fuese el S e -
tridentino (sess. 7, c. 4) diciendo que la verdadera y legítima ñor el que obra todos estos efectos. No niega San A g u s t í n la
[orina del bautismo consiste en estas palabras : ego te baptizo fórmula ego baptizo, sino que condena el orgullo de los que d i -
"i nomine Palrls el Filii el Splrllus Sancll. El mismo Concilio cen : « yo que te bautizo, soy el que curo ». La fórmula griega
tridentino declaró válida la fórmula de la Iglesia griega con- tiendo á evitar esto, y así ha sido aprobada por la Iglesia
f í e n l e en estas palabras •. baptizatur vel baplizetur servas Christi latina.
•V. « matate Patrie el Filii el Splritus Sancli.
688 CUESTIÓN LXVI. — A R T Í C U L O S V Y VI.

y del Hijo y del Espíritu Santo, p u e s t o r í a c o n v e n i e n t e d e c i r , ego baptizo vos:


que en tal nombre deben hacerse todas las n i h a b r í a m u t a c i ó n d e f o r m a , p u e s t o que
c o s a s , c o m o c o n s t a ( c o l o s s . 3). Y p o r e s o , vos n o e s o t r a c o s a , q u e te y te : m a s
si n o s e e s p r e s a e l a c t o d e lb a u t i s m o á c u a n d o s e d i c e nos, n o e s d e c i r l o m i s m o ,
nuestro m o d o óa ld e l o s griegos, n o s e q u e d e c i r ego et ego, s i n o ego et tu, y así
perfecciona el sacramento según aquella y a s e m u d a r í a l a f o r m a (2). D e l mismo
d e c r e t a l d e A l e j a n d r o I I I ( c a p . si quis. m o d o s e m u d a r í a s i s e d i j e s e : ego baptizo
D e bapt. e tepis efect.): «si a l g ú n niño me, y e n e s t e c o n c e p t o n i n g u n o puede
» fuese sumergido tres veces e n e l agua, b a u t i z a r s e á s i m i s m o . ; p o r l o c u a l tam-
B en el nombre delPadre y delHijo y b i é n C r i s t o q u i s o s e r b a u t i z a d o p o r Juan,
jrdel Espíritu S a n t o , a m e n , yno s e dije- c o m o s e d i c e ( E x t r a d e b a p t . e t ejus
3> s e : yo te bautizo en el nombre del Pa- e f f e c t . c a p . Debitum).
í dre y del Hijo y del Espíritu Santo, A l 5.° q u e l a p a s i ó n d e C r i s t o , aunque
5> amen, el niño no es bautizado » ( 1 ) . s e a l a c a u s a p r i n c i p a l r e s p e c t o d e l minis-
A l 3.° q u e l a s p a l a b r a s q u e s e p r o f i e - t r o , e s s i n e m b a r g o c a u s a i n s t r u m e n t a l
r e n e n l a s f o r m a s d e l o s s a c r a m e n t o s , n o r e s p e c t o d e l a S a n t í s i m a T r i n i d a d ; y por
se pronuncian solamente p o r causa d e e s t o s e h a c e m e n c i ó n m á s b i e n d e l a Tri-
significación, sino también para producir nidad, que d el a pasión d e Cristo.
el efecto, e n cuanto tienen eficacia d e A l 6.° q u e , a u n q u e s e a n t r e s l o s nom-
a q u e l V e r b o , p o r e l c u a l h a n s i d o h e c h a s b r e s p e r s o n a l e s d e l a s t r e s p e r s o n a s , es
t o d a s l a s c o s a s ; y p o r e s t o s e d i r i g e n s i n e m b a r g o , u n o s o l o e l n o m b r e esencial.
c o n v e n i e n t e m e n t e n o s o l a m e n t e á l o s M a s l a v i r t u d d i v i n a , q u e o b r a e n e l bau-
h o m b r e s n o i n t e l i g e n t e s , s i n o t a m b i é n á t i s m o , p e r t e n e c e á l a e s e n c i a y p o r esto
las criaturas insensibles ; c o m o cuando s e s e d i c e e n el nombre y n o en los nombres,
d i c e : exorcito te, ere atura salis. A l 7.° q u e a s í c o m o e l a g u a e s emplea-
A l 4.° q u e m u c h o s n o p u e d e n b a u t i z a r d a p a r a e l b a u t i s m o , p o r q u e s u u s o ES
á l a v e z á u n o s o l o , p o r q u e e l a c t o s e m á s c o m ú n p a r a p u r i f i c a r ; a s í también
m u l t i p l i c a s e g ú n l a m u l t i p l i c a c i ó n d e l o s p a r a s i g n i f i c a r l a s t r e s p e r s o n a s e n l a for-
a g e n t e s , s i s e e j e c u t a p e r f e c t a m e n t e p o r m a d e l b a u t i s m o s e e m p l e a n aquellos
c a d a u n o d e ellos. P o r l o t a n t o , s i s e n o m b r e s b a j o l o s cuales acostumbraron
reunieran dos individuos d e los cuales e l á s e r n o m b r a d a s l a s p e r s o n a s e n aquella
u n o f u e s e m u d o y n o p u d i e s e p r o f e r i r p a - l e n g u a : y n o se p e r f e c c i o n a e l sacramento
labras, y e lotro careciese d e manos, d e e n o t r o s n o m b r e s (3).
m o d o que n o pudiera ejercer e lacto, n o
podrían ambos bautizar ál a vez, dicien- A R T Í C U L O V I . — P u e d e d m - s o ci bnu-
d o e l u n o l a s p a l a b r a s , y e j e c u t a n d o e l t i s i n o c u n o m b r o d o C r i s t o ? (<1)
otro elacto. P u e d e n m u c h o s , sil a nece-
sidad l o exige, ser bautizados á l a v e z 1.° P a r e c e q u e p u e d e d a r s e e l b a u t i s -
porque ninguno d e ellos recibiría m á s m o e n n o m b r e d e C r i s t o ; p o r q u e , ASI
q u e u n s o l o b a u t i s m o ; p e r o e n t o n c e s s e - c o m o h a y u n a s o l a f e , a s í t a m b i é n UN

{1J V. las diferentes maneras de bautismo por lo que res- por ego te baptizo tratándose de usar la palabra TOS COMO UNA
pecta á la ablución , pues los griegos cismáticos acusan á los especie de honor, según se emplea en algunos PAÍSES, JUZGA
latinos dé haberse separado de la fe católica omitiendo la tri- el Cardenal Cayetano que no invalidaría la forma, PEROCIEÍ'Í
ple inmersión. evitarse su uso.
(2) La variación de la forma puede ser sustancial ó acciden- (3) Santo Tomás, Escolo, Estio, Silvio, Suarez Y el C OMAN
tal ; sustancial cuando no espresa la sustancia de las palabras de los autores enseñan contra Cayetano y algún otro QUENA
•prescritas y tal variación invalida el Sacramento. Tal sucede- valdría el bautismo conferido in nomine Gcnitoris et Genital
ría,' por. ejemplo, si dijera el ministro : ego te lingo, ego le procedenlis ab utroque. Asimismo si en lugar de Filü se dijera
communico, ego le baptizo in nominibus Patrie, e t c . , ó in Patre et Jesu Chrlsti, como también in nomine SS. Trinilatis, ó in »o"I' ' BL

Filio, etc.,"ó cura Patre et Filio, e t c . , ó in nomine Patris per Fi- Irlttni divifíarum personarttm (V. L i g . Hom. A p . tract. 11, »• "
lium el Spirilum Sanctum, porque en todo esto no se esplica y Opus. Mor. 1. ti, n. 3).
bastante la unidad de la esencia divina. Accidental cuando (4) Nadie hoy dia lo considera como válido por FALTARLE' 1

el sentido se conserva en cuanto á la sustancia, y esta no i n - trina invocación d é l a s personas divinas según lo PRESCRITO por
valida el Sacramento, á no ser que cambie en el ministro la el Evangelio,, los S S . PP. y el tridentino. PRECISAMENTE
intención de hacer lo que hace la Iglesia. Tal sucedería si se los PP. de la iglesia, sin escepcion , han comprendido QUC| C

mudase el idioma ó se sustituyesen palabras sinónimas ó si un bautismo conferido en el nombre del Padre y del UIJOJ' LLC

latino usara la fórmula griega ó se omitiese el pronombre Espíritu Santo era conocido con el nombre de Bautismo ENE
ego, ó si se omite según la opinión más probable la palabra in, nombre de Jesús, porque Jesucristo fue el que ordenó E S
TA
ó se pronuncia la forma balbuciendo, e t c . , (V. San Lig. Opus. forma.
Mor. 1. 6 núms. 111 y 112). Tocante al cambio de baptizo vos
(
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO VI. 689

s o l o b a u t i s m o , c o m o s e d i c e ( E p b e s s . 4), gridad de este sacramento lo que falte


P e r o ( A c t . 8, 12) s e d i c e que en nombre •perteneciente á la plena invocación de la
de Cristo se bautizaban hombres y muje- Trinidad.
res. L u e g o t a m b i é n a h o r a p u e d e d a r s e e l Responderemos q u e , c o m o s e h a d i c h o
bautismo e n n o m b r e d e Cristo. ( a . 2), l o s s a c r a m e n t o s r e c i b e n s u e f i c a c i a
2.° D i c e S a n A m b r o s i o ( D e S p i r i t u de l a institución d e Cristo; y p o r tanto,
S a n t o 1. 1, c . 3) : « s i n o m b r a s á C r i s t o , si s e o m i t e a l g o d e l o q u e C r i s t o i n s t i t u y ó
»designado h a s también al P a d r e p o r el acerca de algún sacramento, carece de
» que fue ungido, y al mismo q u e fueu u - eficacia, á n o ser p o r u n a dispensa espe-
ígido, al Hijo y al Espíritu Santo, p o r cial d e lq u e n o ligó s u virtud á los sacra-
y> e l q u e f u e u n g i d o » . P e r o e n n o m b r e d e m e n t o s . Pero Cristo instituyó que el sa-
la T r i n i d a d p u e d e h a c e r s e e l b a u t i s m o . cramento del bautismo se diese con la in-
Luego también en nombre d e Cristo. vocación de la Trinidad. Y por eso todo
3.° E l P a p a N i c o l á s I , r e s p o n d i e n d o lo que falte para la invocación plena de
á una consulta de los B ú l g a r o s , dice la Trinidad, quita la integridad del bau-
( c a p . 104 e t h a b . C a p . A quodam d e c o n - tismo. Y n o o b s t a q u e e n e l n o m b r e d e
s e c r e t . d i s t . 4) « l o s q u e h a n s i d o b a u t i - u n a sola persona se entiende otra ( c o m o
7> z a d o s e n n o m b r e d e l a S a n t a T r i n i d a d , en el n o m b r e d e l P a d r e s eentiende e l
í ó solamente en nombre de Cristo, como H i j o ) , ó q u e el q u e nombra u n a sola
»se dice e n l o s h e c h o s d e l o s A p ó s t o l e s , persona, puede tener recta fe d e las tres;
»no deben ser rebautizados (porque es porque, así como para el sacramento se
i unasola y m i s m a c o s a , c o m o dice S a n requiere la materia sensible, así también
» Ambrosio)». P e r o serían rebautizados la forma sensible, p o r lo q u e n o basta la
silos q u e s o n b a u t i z a d o s b a j o e s t a f o r m a inteligencia ó la fe d e la Trinidad para la
no r e c i b i e r a n e l s a c r a m e n t o . L u e g o p u e d e perfección d e lsacramento, sino se espresa
conferirse e l b a u t i s m o e n n o m b r e d e C r i s - la Trinidad p o r palabras sensibles. D e
t o b a j o e s t a f o r m a : Yo te bautizo en c o n s i g u i e n t e , t a m b i é n e n el b a u t i s m o d e
nombre de Cristo. Cristo, donde radicó el origen de la san-
Por el c o n t r a r i o : e s l o q u e e l P a p a tificación d e nuestro bautismo, concurrió
Pelagio escribe a l O b i s p o G a u d e n c i o ( u t la Trinidad e n signos sensibles, esto es,
h a b . c a p . Si re vera, D e c o u s e c r a t . d i s t . el P a d r e e n l a v o z , el H i j o e n l a natura-
4): « s i l o s q u e s e d i c e q u e h a b i t a n e n l o s leza h u m a n a y el Espíritu Santo enl a
»lugares vecinos á t u a m o r , confiesan p a l o m a (1).
t> h a b e r s i d o b a u t i z a d o s s i u l a m e n o r d u d a , A l a r g u m e n t o 1.°.diremos q u e p o r r e -
ísolo en n o m b r e d e l S e ñ o r , los bautiza- velación especial d e Cristo los Apóstoles
¡> ras a l a c e r c a r s e á l a f e c a t ó l i c a e n n o m - e n l a p r i m i t i v a I g l e s i a (2) b a u t i z a b a n e n
»bre d e l a S a n t a T r i n i d a d » . D í d i m o dice nombre d e Cristo para q u e el nombre d e
t a m b i é n ( D e S p i r i t u s a n c t . 1. 2 i n t e r o p . este q u e e r a odioso á losjudíos y genti-
Hieron.) : «a u n q u e p u e d a existir a l g u n o les, se hiciera honroso, p o r cuanto al in-
» de corazón d e p i e d r a , p o r decirlo a s í , vocarle se d a b a el Espíritu Santo e n el
» y de mente enteramente trastornada, bautismo.
»que intente bautizar, d e m o d o q u e omita A l 2.° q u e S a n A m b r o s i o a s i g n a l a r a -
» u n o d e l o s p r e d i c h o s n o m b r e s (esto es, zón p o r la que. convenientemente pudo
» de las tres personas), b a u t i z a r á n o o b s - hacerse tal dispensación en la primitiva
t a n t e sin perfección». Iglesia, esto es, porque en el nombre de
C o n c l u s i ó n . Habiendo establecido Cristo se entiende toda l a Trinidad. Y
Cristo que el sacramento del bautismo se p o r e s t o s e o b s e r v a b a , a l menos e n l a i n -
dé con la invocación déla Santísima Tri- tegridad inteligible, la forma q u e Cristo
nidad, es consiguiente que falta á la inte- dio e n e l E v a n g e l i o .

(1) Tal es el parecer de lodos los PP. de la Iglesia griega y el nombre de Jesús, y preguntan én consecuencia si sería v á -
latina (cons. Tertul. lil). de baptism. c. 13 ; Cyprian. epist. ad lida esta forma de bautismo. Unos como Beda, Alger, P. Lom-
lovayan.; Justin. apologet. 2 ; Basil. de Spiritu Sánelo c. 2 j bardo, Hugo de S. Víctor dicen que sí. Kiéganlo empero E s -
•Ición. 1. 4 comment. in Malth. ; Ciril. de Jerusal. catee. 26). tío, Suarez, Vázquez, Silvio y muchos otros. Billuard dice que
(2) Muchos teólogos han comprendido lo que se refiere en Santo Tomás habló sólo hipotéticamente al decir que los após-
varios parajes de los Hechos de los Apóstoles (Act. 2, 28 ; 8, toles bautizaron de aquel modo por especial revelación de
"> Id, 48, 19, 5) como si los Apóstoles hubiesen bautizado en Cristo.
SUMA T E O L Ó G I C A . — TOMO IV. 44
690 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULOS VI Y V I I .

A l 3.° q u e e l P a p a N i c o l á s c o n f i r m a dadero corazón con fe cumplida, purifi-


su dicho p o r las dos razones predichas. Y cados los corazones de conciencia mala, y
por esto su respuesta es evidente p o r las lavados los cuerpos con agica limpia.
primeras dos soluciones. C o n c l u s i ó n . La inmersión en el agua
no es de necesidad del bautismo; aunque
A R T I C U L O V I L — t a inmersión ou parece más seguro bautizar por inmersión.
e l a g u a e s d e n e c e s i d a d d e l b a u t i s m o ? (1) R e s p o n d e r e m o s q u e s e t o m a el a g u a en
e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o p a r a el uso de
1.° P a r e c e q u e l a i n m e r s i ó n e n e l a g u a l a a b l u c i ó n d e l c u e r p o , p o r l a q u e se sig-
es d e n e c e s i d a d d e l b a u t i s m o ; p o r q u e , n i f i c a l a a b l u c i ó n i n t e r i o r d e l o s pecados.
c o m o s e d i c e ( E p h e s , 4 , 5 ) , una fe, un M a s l a a b l u c i ó n p u e d e h a c e r s e por el
bautismo. P e r o e n m u c h o s p a í s e s , e l a g u a , n o s o l o á m o d o d e i n m e r s i ó n , sino
m o d o c o m ú n de b a u t i z a r es p o r i n m e r - t a m b i é n á m o d o d e a s p e r s i ó n ó efusión.
sión. L u e g o p a r e c e q u e n o p u d o h a b e r Y p o r e s t o , aunque sea más seguro bauti-
b a u t i s m o sin inmersión. zar por modo de inmersión ( p u e s t o que
2.° D i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 6 , 3 ) , todos e s d e u s o m á s c o m ú n ) ( 2 ) , p u e d e tam-
los que hemos sido bautizados en Jesu- b i é n h a c e r s e e l b a u t i s m o á m o d o de as-
cristo, hemos sido bautizados en su muer- p e r s i ó n ó t a m b i é n á m o d o d e efusión ( 3 )
te ; "porque somos sepultados con él en s e g ú n a q u e l l o ( E z e c h . 3 6 , 2 5 ) : derrama-
muerte por el bautismo. P e r o e s t o s e h a c e ré sobre vosotros agua pura., c o m o se lee
p o r l a i n m e r s i ó n , p u e s dice el C r i s ó s t o m o h a b e r b a u t i z a d o e l B . L o r e n z o , á San
( s u p . i l l u d J o a n 3 : nisi quis renatus fue- K o m a n q u e l e p i d i ó s e r b a u t i z a d o , cuando
rit ex aqua et Spiritu Sancto, e t c . ( h o m . e s t a b a s o b r e l a p a r r i l l a ; y e s t o principal-
24, in J o a n . ) , «como en cierto sepulcro es m e n t e p o r c a u s a d e n e c e s i d a d , ó porque
» s e p u l t a d o el h o m b r e v i e j o , c u a n d o s u - e s g r a n d e l a m u l t i t u d d e l o s q u e d e b e n ser
» m e r g i m o s l a s c a b e z a s e n el a g u a , y s u - bautizados como consta ( A c t . 2 y 4),
» mergido todo se oculta; después reapa- d o n d e s e d i c e q u e c r e y e r o n e n u n dia
» rece el h o m b r e n u e v o » . L u e g o p a r e c e t r e s m i l y o t r o d i a c i n c o m i l . A veces,
q u e l a inmersión es d e n e c e s i d a d d e l b a u - e m p e r o , l a n e c e s i d a d p u e d e s e r inminente
tismo. p o r l a e s c a s e z d e l a g u a , ó p o r causa de
3.° S i s i n l a i n m e r s i ó n d e t o d o e l c u e r - l a d e b i l i d a d d e l q u e d e b e s e r bautizado,
p o p u d i e r a h a c e r s e el b a u t i s m o , s e g u i - a l q u e p u e d e a m e n a z a r p e l i g r o d e muerte
ríase que por igual razón bastaría derra- p o r l a i n m e r s i ó n . Y por esto debe decirse
m a r agua sobre cualquiera parte del que la inmersión no es de necesidad del
cuerpo. P e r o esto parece inconveniente, bautismo.
porque el pecado original, contra el q u e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e las co-
p r i n c i p a l m e n t e se d a el b a u t i s m o , n o se s a s q u e e x i s t e n per accidens, n o varían
halla únicamente en una parte del cuerpo. l a s u s t a n c i a d e l a c o s a . M a s per se se re-
L u e g o p a r e c e q u e se r e q u i e r e l a i n m e r - q u i e r e p a r a e l b a u t i s m o l a a b l u c i ó n cor-
sión p a r a el b a u t i s m o , y n o b a s t a l a sola p o r a l p o r m e d i o d e l a g u a ; p o r lo que
aspersión. t a m b i é n e l b a u t i s m o s e d e n o m i n a baño
P o r e l c o n t r a r i o , es lo q u e se dice s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 5 , 2 6 ) : purifir.éui-
( H e b . 1 0 , 2 2 ) , lleguémonos á él con ver- dola en el baño donde es lavada por h
il) La práctica de la Iglesia latina acerca del particular d i -
FIERE del uso de la antigua Iglesia. Nosotros hacemos la ablu-
ofrecía, y por la abolición de las diaconisas que se empleaban
ción por aspersión o infusión de esta manera según el Ritual en el bautismo de las mujeres.
romano : se infunde el agua sobre la cabeza del Infante en (2) Hubo en la antigua Iglesia un bautismo llamado clínico
en forma de cruz pronunciando así las palabras. Ego le baptizo (bapl'mniLs clínicorum) que se daba al enfermo mediante una
in nomine Patris (primera infusión f) el Filii (segunda infu- simple aspersión. Se encuentra la noticia más antigua aceña
sión Spirllus Sancti ( tercera infusión -¡-1. Hasta muy en- del mismo en una carta del Papa Cornelio á Fallió, obispo (le
trada la edad media, ó sea hasta mediados del siglo XIII, s i - Antioqura hacia el año 250 (Euseb. hrslor. ecclris. i , ti, 43J.
guiendo la costumbre apostólica se bautizaba por inmersión. Según esta carta no se podía ordenar al que hubiese solo re-
La Iglesia española desde el siglo VI había ordenado una sola cibido el bautismo clínico. El Concilio de Neocesaréa del
año 3L4 formuló la misma prohibición en su canon 12. Heno
inmersión contra los arríanos y para indicar la unidad de Dios
vola el Concilio de París del año 82!) en su canon 8-
en tres personas distintas. Gregorio I (epíst. 1, 41) confirmó
(3J Lo cual va contra los griegos que después del Concilio
esta orden y el Concilio toledano IV (año 033, can 5) la re- florentino, entre sus causas de separación, pretendieron lace
novó á pesar de la oposición aislada de algunos personajes que la Iglesia romana se había separado de la primitiva des-
como Alcuino. La Iglesia católica abandonó el uso primordial echando el bautismo por inmersión.
de la inmersión E N el bautismo por los inconvenientes que
CUESTIÓN LXVI.—ARTÍCULOS VII Y VIII. 691

•palabra de vida. P e r o q u e s e h a g a l a de necesidad del b a u t i s m o ; porque dice


ablución de este ó del otro m o d o es acci- S a n A g u s t í n ( H o m . 2, ad neophyt. ut re-
dental al bautismo. Y por esto tal diver- fertur in Decret. d i s t . 4, De consecrat.
sidad n o quita la u n i d a d del b a u t i s m o . c a p . Postquam): « c o n r a z ó n h a b é i s s i d o
A l 2.° q u e e n l a i n m e r s i ó n s e r e p r e - » s u m e r g i d o s tres veces en el a g u a , los
s e n t a l a figura d e l a s e p u l t u r a d e C r i s t o , » q u e recibisteis el b a u t i s m o e n n o m b r e
y por tanto" este m o d o de b a u t i z a r es e l » de la S a n t a Trinidad; rectamente lo
más común y m á s laudable. P e r o en otros » habéis sido tres veces los que recibis-
modos de bautizar se representa de a l g ú n » teis el b a u t i s m o en n o m b r e de J e s u -
modo, aunque no tan espresamente ; por- » cristo, quien t a m b i é n resucitó al tercer
que de cualquier m o d o que se h a g a la » dia de entre los muertos : porque a q u e -
ablución, el cuerpo del h o m b r e ó a l g u n a » lia inmersión tres v e c e s repetida espre-
d e s ú s ]5artes e s c u b i e r t a p o r e l a g u a (1) » sa el tipo de la sepultura dominica, por
como el c u e r p o d e C r i s t o fué p u e s t o b a j o y> l a q u e h a b é i s s i d o s e p u l t a d o s c o n C r i s t o
la tierra. » en el bautismo. » P e r o a m b a s cosas p a -
A l 3.° q u e l a p a r t e p r i n c i p a l d e l c u e r - recen pertenecer ála necesidad del bau-
po, sobre t o d o respecto á los m i e m b r o s tismo, esto es, que en el b a u t i s m o se sig-
esteriores, es la c a b e z a e n la q u e radican nifique la Trinidad de las personas y el
todos los sentidos tanto interiores c o m o q u e se configure ála s e p u l t u r a d e C r i s t o .
esteriores. Y p o r e s t o , si t o d o el c u e r p o L u e g o parece que la trina inmersión es
no p u e d e ser c u b i e r t o d e a g u a p o r l a es- de necesidad del bautismo.
casez de ella, ó por a l g u n a otra cosa, 2° L o s s a c r a m e n t o s t i e n e n s u e f i c a c i a
c o n v i e n e e s p a r c i r l a (2) p o r l a c a b e z a , del mandamiento de Cristo. P e r o la trina
en la q u e s e m a n i f i e s t a e l p r i n c i p i o d e l a inmersión proviene del mandato de Cristo;
vida animal. Y , a u n q u e se transmita el p e - p o r q u e escribe el P a p a P e l a g i o al O b i s p o
cado por los m i e m b r o s q u e sirven p a r a la G a u d e n c i o ( e t h a b e t . C . multi sunt D e
generación sin e m b a r g o n o d e b e n ser consecrat. dist. 4 ) : « e l p r e c e p t o E v a n -
rociados estos m i e m b r o s m á s bien q u e la » gélico, que nos h a sido transmitido por
cabeza, p o r q u e por el b a u t i s m o no s e » el m i s m o S e ñ o r D i o s y S a l v a d o r n u e s -
quita la t r a n s m i s i ó n d e l p e c a d o original y> t r o J e s u c r i s t o , n o s a m o n e s t a a d m i n i s -
á la p r o l e p o r el a c t o d e l a g e n e r a c i ó n , » trar el santo b a u t i s m o á c a d a u n o p o r
sino q u e e s l i b e r t a d a e l a l m a d e l a m a n - » una trina inmersión en nombre de la
cha y reato del p e c a d o e n q u e incurre. » Trinidad. » L u e g o , así c o m o bautizar
Por lo que d e b e lavarse principalmente en n o m b r e de la T r i n i d a d es d e n e c e s i d a d
aquella p a r t e del c u e r p o , en la q u e s e del b a u t i s m o , así también parece serlo
manifiestan las obras del alma. M a s en la bautizar por trina inmersión.
antigua ley el remedio establecido contra 3.° S i l a t r i n a i n m e r s i ó n n o e s d e n e -
el p e c a d o o r i g i n a l , s e a p l i c a b a a l m i e m - c e s i d a d del b a u t i s m o , se c o n s i g u e el s a c r a -
bro de l a g e n e r a c i ó n , p o r q u e el q u e h a - m e n t o á la primera. S i pues se a ñ a d e la
bía de borrar este p e c a d o d e b í a nacer de s e g u n d a ó la t e r c e r a , p a r e c e q u e se b a u -
la s a n g r e d e A b r a h a m , c u y a f e s i g n i f i c a - tiza s e g u n d a ótercera v e z , lo cual es in-
b a l a c i r c u n c i s i ó n , c o m o s e d i c e ( R o m ; 4). conveniente. L u e g o n o b a s t a p a r a el s a -
cramento del bautismo una sola inmer-
ARTÍCULO V I I I . — latrinuinmersión
sión; sino q u e parece ser de necesidad
es d e n e c e s i d a d d e l b a u t i s m o ? (3)
del m i s m o la trina inmersión.
1.° P a r e c e que la trina inmersión es Por e l c o n t r a r i o , d i c e S a n G r e g o r i o

(1) Los que insisten en que el bautismo debe parecerse á la la trina inmersión.
muerte y á la resurrección, y que esto se representa mejor por (2) S e g ú n San Ligorio (1. 6, n. 107) si el agua del bautismo
la inmersión que por los otros modos, deben notar ; que esta no se echa sobre la cabeza , el bautismo es dudoso y debe- re-
significación la tiene el bautismo aun conferido de otra ma- bautizarse bajo condición. Sin embargo es opinión común que
nera y que por otra parte no es necesario que la significación "valdría también el bautismo, si se infundiere en las espaldas,
de un acto esté visiblemente representada y en cierto modo hombros, pecho ú otra parte principal, porque habría en tal
palpable para existir ; que los que están por la inmersión dis- caso verdadera ablución del hombre; pero esto podrá hacerse
minuyen d i o s mismos su significación aparente haciendo una solo en caso de necesidad como nota Benedicto XIV (de S y n .
triple inmersión; y sobre todo que la Iglesia no ha ordenado diojees. i , 7, c. 5).
sino simplemente permitido bautizar por aspersión y por i n - (3) La trina inmersión ó infusión ó aspersión no es d e ne-
fusión. Así en la Iglesia de Milán todavía se tlá el bautismo por cesidad del Sacramento y sí solo de precepto.
692 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO VIII.

escribiendo al Obispo Leandro (in Pe- » porque n o nos dijo el S e ñ o r : bautizad


g i s t . 1. 1 , e p i s t . 4 1 ) : a d e n i n g ú n modo » en mi muerte, sino en el n o m b r e del Pa-
» p u e d e ser reprensible el que se sumerja ís d r e d e l H i j o y del Espíritu Santo. »
» al niño en la pila bautismal tres v e c e s ó M á s a d e l a n t e vino el error de los cismá-
» solo una v e z , puesto que en las tres in- ticos y de los herejes, que rebautizaban,
» mersiones pueden designarse las tres c o m o refiere S a n A g u s t í n de los Dona-
» personas y en la u n a , la singularidad tistas ( S u p . Joan, tract. 1 1 , y lib. De
» d.e l a D i v i n i d a d . » h a r e s . hieres. 6 9 ) . Y por esto en detes-
Conclusión. Aunque el sacramento del t a c i ó n del error d e e s t o s fue establecido
bautismo (por lo que respecta á su natu- e n e l C o n c i l i o T o l e d a n o , 4, C. 6 (et ha-
raleza) puede perfeccionarse por una sola b e t . C . 85, D e c o n s e c r a t . , d i s t . 4), q u e se
ó trina inmersión, y ambos modos fueron h i c i e s e u n a s o l a i n m e r s i ó n ; d o n d e s e lee
establecidos antiguamente por la Igle- a s í « p a r a e v i t a r e l e s c á n d a l o d e l o s cis-
sia, mediante justos motivos, hoy empero » m á t i c o s , ó el u s o d e l d o g m a d e los he-
no puede administrarse sin pecado el sa- » r e j e s , l i m i t é m o n o s á h a c e r u n a simple
cramento de bautismo sin la trina in- »inmersión en el b a u t i s m o ». P e r o ha-
mersión. b i e n d o c e s a d o e s t a c a u s a , s e o b s e r v a co-
Responderemos q u e , s e g ú n se b a d i - m u n m e n t e e n e l b a u t i s m o l a t r i n a inmer-
c h o n a . 7 , a l 1.°), p a r a e l b a u t i s m o s e sión ( 1 ) . Y por eso se pecaría grave-
r e q u i e r e l a ablución d e l a g u a , q u e e s d e mente bautizando de otro modo, c o m o no
necesidad del sacramento, m a s el modo o b s e r v a n d o e l rito d e l a I g l e s i a ; sin em-
d e l a a b l u c i ó n se refiere per accidens al b a r g o el b a u t i s m o sería válido (2).
sacramento. Y por esto, según resulta de A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a Tri-
la citada autoridad de San Gregorio, nidad es c o m o el a g e n t e p r i n c i p a l e n el
quantum est de se puede hacerse lícita- bautismo. A h o r a bien la semejanza del
mente de las dos maneras, esto es, por una a g e n t e l l e g a al e f e c t o s e g ú n la forma y
sola ó por tres inmersiones, p o r q u e p o r l a no según la materia. Y por eso la signi-
única inmersión se significa la unidad de ficación d e l a T r i n i d a d s e h a c e e n e l bau-
la muerte de Cristo y la unidad de la t i s m o p o r l a s p a l a b r a s d e l a f o r m a : y no
D e i d a d ; y por la trina inmersión se sig- es de necesidad q u e s e a s i g n i f i c a d a por
nifica los tres dias que Cristo e s t u v o se- el uso de la materia, sino que esto se
pultado, y también la Trinidad de las añade para mayor espresion. Asimismo
p e r s o n a s . Pero por diversas causas, se- la muerte de Cristo es figurada también
gún la ordenación de la Iglesia se ha pres- suficientemente en la única inmersión. Y
crito unas veces un modo y otras otro : n o e s n e c e s a r i o p a r a n u e s t r a s a l u d q u e se
p o r q u e al principio d e la n a c i e n t e Igle- signifique todavía los tres dias que per-
sia, algunos opinaban malamente acerca m a n e c i ó e n e l s e p u l c r o , p u e s t o q u e aun-
d e la T r i n i d a d , j u z g a n d o ser Cristo puro q u e h u b i e r a s i d o s e p u l t a d o ó m u e r t o por
b o m b r e , y que no se le llamaba Hijo de u n solo dia hubiera b a s t a d o para consu-
D i o s y D i o s sino por el mérito que tuvo m a r n u e s t r a p e r f e c t a r e d e n c i ó n . P e r o los
principalmente en su muerte ; y por esto t r e s d i a s s e o r d e n a n á m a n i f e s t a r l a ver-
no bautizaban en nombre de la Trinidad d a d d e l a m u e r t e , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 51,
sino en conmemoración de la muerte de a . 4; y C . 53, a . 2). Y por esto es eviden-
Cristo, y eu una inmersión, lo que fué t e q u e l a t r i n a i n m e r s i ó n , n i p o r p a r t e de
reprobado en la primitiva Iglesia. P o r lo l a T r i n i d a d , n i p o r p a r t e d e l a p a s i ó n de
c u a l se d i c e e n l o s C á n o n e s Apostólicos Cristo es de necesidad del sacramento.
(Can. 49; et bab. C. 79 de Consecrat. A l 2.° que el P a p a Pelagio entiende
dist. 4 ) : «si algún presbítero ú obispo, s e r d e p r e c e p t o d e C r i s t o l a t r i n a inmer-
» no observa la triple inmersión de este s i ó n , p o r a n a l o g í a , e s d e c i r , p o r q u e Cristo
)> m i s t e r i o , s i n o q u e s u m e r g e una vez en ha o r d e n a d o e l b a u t i s m o en el nombre
» e l b a u t i s m o , q u e p o r a l g u n o s se confiere del Padre y del Hijo y del Espíritu
» en l a m u e r t e del Señor, sea depuesto ; Santo (3). M a s n o h a y l a m i s m a r a z ó n
(1) 0 trina infusión en la forma que hemos espresado en la (3) Lo cual no significa rigurosamente la trina inmersión,
nota 1.°, pág. 690. sino que se espresen en la forma las tres personas de la San-
¡2) Por la razón que hemos dicho en la nota í.°, pág. 691. tísima Trinidad.
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULOS VIII Y I X . 693

acerca d e l a forma y d e l u s o d e l a m a t e - 4.° E l b a u t i s m o e s d e n e c e s i d a d p a r a


ria s e g ú n l o d i c h o ( a l 1.°). la salud. P e r o d e algunos bautizados se
A l 3.° q u e , s e g ú n l o d i c h o ( C . 64, a . 8), d u d a á v e c e s si l o e s t á n . L u e g o p a r e c e
se r e q u i e r e l a i n t e n c i ó n p a r a e l b a u t i s m o . que deban ser bautizados d e n u e v o .
Y según esto p o r l a intención del ministro 5.° L a E u c a r i s t í a e s u n s a c r a m e n t o
de l a I g l e s i a , q u e s e p r o p o n e c o n f e r i r u n m á s perfecto q u e el bautismo, según se
solo b a u t i s m o p o r u n a t r i p l e i n m e r s i ó n s e h a d i c h o ( C . 65, a. 3). P e r o e l s a c r a -
realiza u n solo b a u t i s m o . P o r l o c u a l dice m e n t o d e l a E u c a r i s t í a se reitera. L u e g o
San J e r ó n i m o ( S u p e r E p i s t . E p h e s s . s u p . parece q u e con mayor razón puede rei-
illud C . 4 , Unus Dominus, e t c . ) : « a u n - t e r a r s e el b a u t i s m o .
» que seamos b a u t i z a d o s t r e s veces esto es P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( E p h e s . 4,5):
» sumergidos p o r causa del misterio de l a una fe, un bautismo.
» T r i n i d a d , se r e p u t a sin e m b a r g o como C o n c l u s i ó n . El bautismo no puede rei-
» u n s o l o b a u t i s m o . » P e r o si s e p r o p u s i e - terarse. • -
ra d a r u n b a u t i s m o e n c a d a u n a d e l a s i n - R e s p o n d e r e m o s , q u e no puede reite-
mersiones, repitiendo e n c a d a u n a d e ellas rarse el bautismo: 1.° p o r q u e e l b a u t i s -
las p a l a b r a s d e l a f o r m a , p e c a r í a , quan- m o es cierta espiritual regeneración, es
tum in se est, b a u t i z a n d o m u c h a s v e c e s . decir, según que alguno muere á la anti-
gua vida, y comienza á tener u n a vida
ARTICULO IX. — Puede reiterarse el n u e v a : p o r l o c u a l s e d i c e ( J o a n . 3, 5):
b a u t i s m o ? (I) no puede entrar en el reino de Dios, sino
aquel que fuere renacido de agua y de
1.° P a r e c e q u e p u e d e r e i t e r a r s e e l b a u - Espíritu Santo. M a s d e u n solo i n d i v i -
tismo ; p o r q u e e l b a u t i s m o p a r e c e i n s t i - d u o n o h a y sino u n a g e n e r a c i ó n . Y p o r
tuido p a r a l a a b l u c i ó n d e l o s p e c a d o s ; y esto n o puede reiterarse el bautismo,
los p e c a d o s s e r e i t e r a n . L u e g o m u c h o c o m o n i l a g e n e r a c i ó n c a r n a l (2). S a n
más d e b e r e i t e r a r s e el b a u t i s m o , p o r q u e A g u s t í n ( s u p . i l l u d J o a n . 5: Nunquid
la m i s e r i c o r d i a d e C r i s t o e s c e d e á l a c u l - potest homo in ventrem matris suce itéra-
pa del h o m b r e . lo introire et renasci?) d i c e ( t r a c t 11 i n
2.° S a n J u a n B a u t i s t a f u e a l a b a d o p o r J o a n ) : « entiende t ú el nacimiento d e l
Cristo, p u e s d e él se h a dicho ( M a t t h . » espíritu como Nicodemus entendió el
11, 11) que entre los nacidos de mujeres » nacimiento de la carne; porque, como
no se levantó mayor que Juan Bautista. » no se puede volver á entrar en el seno
Pero los b a u t i z a d o s p o r éste lo eran d e » materno, así ni repetir el bautismo»;
n u e v o , c o m o c o n s t a ( A c t . 19), d o n d e s e 2.° p o r q u e s o m o s b a u t i z a d o s e n l a m u e r t e
dice q u e S a n P a b l o b a u t i z a b a á l o s q u e de Cristo, por la cual morimos al pecado
habían recibido el bautismo d e J u a n . y resucitamos á u n a vida nueva. M a s
Luego con m a y o r razón los q u e son b a u - Cristo murió solamente u n a v e z , y p o r
tizados p o r l o s h e r e j e s ó l o s p e c a d o r e s eso n o d e b e reiterarse el b a u t i s m o . H é
deben s e r r e b a u t i z a d o s . a q u í p o r q u e ( H e b . 6, 6) s e d i c e c o n t r a
3.° E n e l C o n c i l i o N i c e n o , C a n . 19, a l g u n o s q u e q u e r í a n r e b a u t i z a r s e , cruci-
se e s t a b l e c i ó « q u e si a l g u n o d e l o s p a u - fican de nuevo al Hijo de Dios en sí mis-
»Imitas y catafrigas se acogiera á l a mos : y l a Grlossa ( o r d . s u p i l l u d : reno-
» Iglesia católica deber ser rebautizado vari rursus) dice « u n a m u e r t e d e Cristo
»por completo». L u e g o parece haber la » c o n s a g r ó u n s o l o b a u t i s m o » ; 3.° p o r -
misma r a z ó n r e s p e c t o á l o s o t r o s h e r e - q u e el b a u t i s m o i m p r i m e el c a r á c t e r q u e
j e s ; y d e c o n s i g u i e n t e , l o s b a u t i z a d o s pol- e s i n d e l e b l e (3), y d a d o c o n c i e r t a c o n -
los h e r e j e s d e b e n s e r r e b a u t i z a d o s . sagración. P o r consiguiente, así como

(1) Los mnrcionitas, según S. Epifanio herejía 42, bautiza- dixerit, verum et rite collalum baplismum iterandum esse Uli qui
ban una vez en la infancia y dos veces en la edad adulta que- apud infideles fidem Christi negaverit, cum ad pcenitentiam conver-
riendo imitar, según ellos, á Cristo que fue bautizado por San tititi', anathema sit.
Juan y en su sangre. Los anabaptistas del siglo XVÍ rebau- (3) S e g ú n la declaración del tridentino (sess. 7, can. 9):
tizaban á los que lo habían sido en su infancia y á los que h a - si quis dixerit, in tribus sacramentis Baplismo, scilicet Confirma-
bían apostado de la fe. E s de fe que el bautismo una v e z re- tione et Ordine non imprimi caracterem in anima, hoc est Signum
cibido válidamente no puede ser reiterado. quoddam spirituale et indelebile, unde ea iteravi non possunl, ana-
(2) Según el tridentino (de bapt. sess. 7, can 11) : si quis thema sit.
694 CUESTIÓN L X V I . — ARTÍCULOS IX Y X .

otras consagraciones no se reiteran en la » g i o s c r e e n q u e el E s p í r i t u S a n t o es un


Iglesia, así t a m p o c o el bautismo. S a n » h o m b r e p e r v e r s o , confundiéndole con
A g u s t í n dice ( C o n t . epist. P a r m e n i a m . » M o n t a n o ; los t a l e s , c u a n d o v i e n e n á la
1. 2 , c . 1 3 ) , « q u e e l c a r á c t e r m i l i t a r n o » Santa Iglesia, son bautizados, porque
» es reiterado » y que « el s a c r a m e n t o de » no existió el b a u t i s m o , el cual fue im-
» C r i s t o , no es m e n o s durable q u e este » pedido á causa del error q u e profesa-
» signo corporal; puesto que vemos que » b a n , no habiéndole recibido en nombre
» los apóstatas n o pierden el carácter del » d e l a S a n t a T r i n i d a d » . P e r o , c o m o se
» b a u t i s m o y que n os eles restituye, dice (in regulis e c c h , es decir, in lib. D e
» cuando vuelven ála Iglesia por medio e c c l . d o g m . c . 52): « s i a l g u n o s h a n s i d o
» d e l a p e n i t e n c i a » ; y 4.° p o r q u e e l b a u t i s - » b a u t i z a d o s e n t r e a q u e l l o s h e r e j e s , los
m o se d a p r i n c i p a l m e n t e c o n t r a el p e c a d o » c u a l e s b a u t i z a n e n l a c o n f e s i ó n d e la
original. Y p o r e s t o , así c o m o el p e c a d o » S a n t a T r i n i d a d , y vienen á la fe cató-
original n o s ereitera, así t a m p o c o e l » lica, sean recibidos como bautizados».
b a u t i s m o , p o r q u e s e d i c e ( R o m . 5, 1 8 ) : A l 4.° q u e , c o m o d i c e e l P a p a A l e -
como por el pecado de uno solo cayeron j a n d r o I I I ( D e c r e t . q u a j h a b . c a p . De
todos los hombres en condenación, así quibus 1 1 , d e b a p t . e t e j u s e f f e c t . ) .
también por la justicia de una solo irán « Respecto de aquellos, cuyo bautismo
todos los hombres en justificación de « es d u d o s o , s e a n b a u t i z a d o s , p r e v i a s es-
vida (1). » t a s p a l a b r a s : si e s t á s b a u t i z a d o , y o no
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l b a u - » te b a u t i z o ; m a s , si n o lo e s t á s t o d a v í a ,
tismo obra en virtud de la pasión de Cris- » y o te b a u t i z o , etc.» ;porque no parece
t o , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 2). Y p o r e s o , reiterarse lo que se ignora haberse hecho.
así c o m o los p e c a d o s siguientes no des- A l 5.° q u e a m b o s s a c r a m e n t o s , á s a -
truyen l avirtud de la pasión de Cristo, ber: el del b a u t i s m o y el d é l a Eucaris-
así t a m b i é n n o quitan el b a u t i s m o , de t í a , r e p r e s e n t a n l a m u e r t e y p a s i ó n del
m o d o que sea necesario reiterarle : m a s S e ñ o r , p e r o d e d i v e r s o m o d o ; p o r q u e eu
l a p e n i t e n c i a q u e s o b r e v i e n e q u i t a el p e - e l b a u t i s m o s e c o n m e m o r a l a m u e r t e de
c a d o que i m p e d í a el efecto del bautismo. C r i s t o , en c u a n t o el h o m b r e conmuere
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n c o n él p a r a ser r e g e n e r a d o en u n a vida
( s u p . i l l u d J o a n . 1. sed ego nesciebam n u e v a ; y en el s a c r a m e n t o de la Eucaris-
eum, t r a c t . 5 i n J o a n . ) : <t h é a q u í q u e s e t í a s e c o n m e m ó r a l a m u e r t e d e C r i s t o , en
» b a u t i z ó después de J u a n , y no se b a u - c u a n t o el m i s m o C r i s t o , q u e h a padecido,
» tizó después del homicida; porque J u a n se nos d a c o m o convite p a s c u a l segun
»dio su b a u t i s m o , e l h o m i c i d a dio e l a q u e l l o ( i C o r . 5 , 7 ) : Cristo, que es
» bautismo de Cristo ; cuyo sacramento nuestra Pascua, ha sido inmolado ; y así
» es tan s a n t o , q u e no se m a n c h a a u n q u e solemnicemos... Y c o m o e l h o m b r e n a c e
» le administre un homicida». u n a v e z sola, y se alimenta m u c h a s ve-
A l 3.° q u e l o s p a u l i a n o s y c a t a f r i g i o s ces, se da u n a v e z sola e lbautismo y
no bautizaban en nombre de la Trinidad. muchas la Eucaristía.
P o r lo cual S a n G r e g o r i o , escribiendo al
o b i s p o Q u i r i n o ( i n R e g i s t . 1. 9 , e p i s t . 6 ) A R T Í C U L O X. — isi p i t o , « u e i a i g l e s i a
dice: «estos herejes , que no son bauti- u s a e n e l b a u t i s m o , e s c o n v e n i e n t e ? ('2)
» zados de ningún m o d o en nombre de la
» T r i n i d a d , c o m o son los bonosianos y 1.° P a r e c e q u e n o e s c o n v e n i e n t e e l
» catafrigios» (que eran de l a misma rito q u e l a I g l e s i a u s a al b a u t i z a r , por-
opinión que los paulianos), «puesto que q u e dice el C r i s ó s t o m o ( h a b . in F r a g m .
» t a m b i é n aquellos no creen en Cristo, C h r o m a t i i in B i b l i o t h . P P . et D e con-
» c o n s i d e r a n d o q u e es s i m p l e m e n t e u n s e c r a t . c . 1 0 , d i s t . 4) : « j a m á s l a s a g u a s
» h o m b r e , y estos, es decir, los catafri- » del b a u t i s m o p o d r í a n purificar los pe-

(1) Estas razones, según Billuard, no son de simple con- sacr. can. 3) : si quis dixerit, receptos et approbatos Ecclcsice cu-
gruencia sino deducidas de la misma naturaleza de los sa- Iholtcce ritus in solemni sacramentorum administratione adhibeñ
cramentos, y por tanto prueban que no solo es ilícito rebauti- consuetos, aul contemni, aut sino peccato á ministris pro libito onü-
zar, si que también inválido. tti, aut in nonos alios per quemeunque Ecclcsiarum pastorcm >"«-
(2) Es de fe que el rito que usa la Iglesia en el bautismo es tari posee, anathenia sit.
conveniente según la declaración del tridentino (sess. de
CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO X. 695

)) cactos d e l o s c r e y e n t e s , s i n o h u b i e r a n del sacramento : l o c u a l s e a p l i c a e n e l


»sido santificadas por e lcontacto del s a c r a m e n t o - p o r t r e s m o t i v o s : 1.° p a r a
» cuerpo del S e ñ o r ». M a s esto se realizó excitar l a devoción y reverencia d e los
eu e l b a u t i s m o d e C r i s t o , q u e s e c e l e b r a fieles al sacramento. P o r q u e , s i s e hi-
e n l a fiesta d e l a E p i f a n í a . L u e g o d e b e - ciera s i m p l e m e n t e l aablución en el a g u a
ría c e l e b r a r s e m á s b i e n e l b a u t i s m o s o - sin s o l e m n i d a d , h a b r í a algunos q u e l a
l e m n e e n l a fiesta d e l a E p i f a n í a , q u e e n j u z g a s e n c o m o u n a a b l u c i ó n c o m ú n ; 2.°
la v i g i l i a d e - P a s c u a y e n l a d e P e n t e - p a r a i n s t r u c c i ó n d e l o s fieles : p u e s á l o s
costés. sencillos, q u e n o tienen estudios, es pre-
2.° A l m i s m o s a c r a m e n t o n o p a r e c e ciso enseñarlos por a l g u n o s signos sensi-
pertenecer e l u s o d ediversas m a t e r i a s . bles v. gr. por las pinturas y cosas análo-
Pero a lb a u t i s m o pertenece l a ablución g a s : y en este concepto por las cosas, q u e
del a g u a . L u e g o i n c o n v e n i e n t e m e n t e e l se h a c e n en los sacramentos óson instrui-
que es b a u t i z a d o es u n g i d o d o s v e c e s c o n dos óal m e n o s excitados á inquirirla signi-
el ó l e o s a n t o , p r i m e r a m e n t e e n e l p e c h o ficación délos signos sensibles; y por esto,
y después entre las espaldas, y otra con como ademas del efecto principal del sa-
el c r i s m a e n e l v é r t i c e d e l a c a b e z a . c r a m e n t o , es m e n e s t e r saber ciertas otras
3." En Cristo no hay macho y hembra, cosas a c e r c a d e lb a u t i m o , f u e c o n v e -
Bárbaro y Escita (1) ( C o l o s s . 3, 11); niente q u e se r e p r e s e n t a r a n t a m b i é n p o r
y por l a m i s m a r a z ó n n i a l g u n a s otras a l g u n o s s i g n o s e x t e r i o r e s ; 3.° p o r q u e p o r
diferencias s e m e j a n t e s . L u e g o la diferen- las oraciones, bendiciones y otras cosas
cia d e v e s t i d o s e s t o d a v í a m u c h o m e n o s análogas, se reprime la fuerza del d e m o -
importante, c u a n d o se trata de la f e de nio p a r a impedir e l efecto s a c r a m e n -
Cristo. L u e g o n o e s c o n v e n i e n t e p o n e r t a l (2).
á los b a u t i z a d o s u n v e s t i d o b l a n c o . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o
4.° S i n t a l e s o b s e r v a n c i a s p u e d e c e l e - fue bautizado con e l bautismo de J u a n
brarse e lb a u t i s m o . A s í , p u e s , t o d a s e s - e n l a E p i f a n í a , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 39, a .
tas c o s a s d i c h a s p a r e c e n s e r s u p é r f l u a s : y 2); p o r c u y o b a u t i s m o n o s o n b a u t i z a d o s
por t a n t o e s t a b l e c i d a s i n c o n v e n i e n t e m e n - l o s fieles, s i n o m á s b i e n c o n e l b a u t i s m o d e
te p o r l a I g l e s i a e n e l r i t o d e l b a u t i s m o . Cristo, que recibe la eficacia de la pasión
Por el c o n t r a r i o ; l a I g l e s i a e s r e g i d a d e C r i s t o s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 6, 3): los
por e lE s p í r i t u S a n t o q u e n a d a d e s o r d e - que hemos sido bautizados en Jesucristo
nado obra. hemos sido bautizados en su muerte y d e l
Conclusión. En el sacramento del. bau- E s p í r i t u S a n t o ( J o a n . 3 , 5 ) : sino aquel
tismo hay cosas que son de necesidad del que fuese renacido de agua y de Espí-
sacramento y otras que pertenecen solo á ritu Santo etc. Y p o r e s o s e c o n f i e r e e n
la solemnidad del mismo. l a I g l e s i a e l b a u t i s m o s o l e m n e y ae n l a
R e s p o n d e r e m o s , q u e e n él sacramento vigilia de P a s c u a , c u a n d o se h a c e con-
del bautismo se obra algo que es de nece- m e m o r a c i ó n d e l a s e p u l t u r a d e l S e ñ o r y
sidad del sacramento, y algo que perte- d e s u r e s u r r e c c i ó n , p o r q u e t a m b i é n e s t e
nece á cierta solemnidad del sacramento. d e s p u é s d e e s t a , d i o á s u s d i s c í p u l o s e l
De necesidad e s l aforma, que designa precepto del bautismo, según consta
la c a u s a p r i n c i p a l d e l s a c r a m e n t o y e l (Matth. ult.); como e n l a víspera d e
Ministro q u e es c a u s a i n s t r u m e n t a l ; y el Pentecostés, cuando empieza á celebrar-
uso d e l am a t e r i a , e s t o e s , l a a b l u c i ó n e n se l asolemnidadd del Espíritu Santo.
el a g u a q u e d e s i g n a e l e f e c t o p r i n c i p a l A s í se lee q u e t a m b i é n los A p ó s t o l e s e n
del s a c r a m e n t o ; y t o d o l o d e m á s q u e o b - el m i s m o dia de Pentecostés, en e l que
serva la I g l e s i a e n el rito d e l b a u t i s m o , habían recibido al Espíritu S a n t o , bauti-
pertenece más bien, á cierta solemnidad zaron á tres mil hombres.

(1) La Vulgata dice antes non est gentills aut Judeus, clrcum- tiene hoy nuestro ritual es nuevo y no puede decirse á punto
cisio el prtsputium; y s i g u e l u e g o barbaras el Scytha. fijo cuando fue introducido entre las ceremonias. Lo cierto es
(2) Respecto de las ceremonias del bautismo bastará decir que están originariamente calculadas para el bautismo de los
que son las mismas , principalmente desde la bendición del catecúmenos adultos, y dispuestas con arreglo á los diversos
agua hasta la denominación del bautizado en los más antiguos grados por que estos debían pasar. (V. Migne Patrolog. t. 75,
Rituales de la Iglesia, en las sacramentales de Gelasio, Gre- pág. 339-379).
gorio, en el Ordo romanas; de modo que nada de cuanto con-
696 CUESTIÓN LXVI.—ARTÍCULOS X Y XI.

A l 2.° que se hace uso del agua en bautismo, según aquello ( P o m . 6, 4) ;

el bautismo, como perteneciendo á la andemos en n o v e d a d de vida.


s u s t a n c i a d e l s a c r a m e n t o ; m a s se añade A l 4.° que las cosas que pertenecen á
el uso del aceite ó del crisma, como l a s o l e m n i d a d d e l s a c r a m e n t o , a u n q u e uo
para darle cierta solemnidad (1). Por- s e a n d e n e c e s i d a d d e e s t e , n o s o n s i n em-
que primeramente se u n g e al que debe b a r g o s u p é r f l u a s , p o r q u e s o n ú t i l e s y con-
ser bautizado con el oleo santo en el v e n i e n t e s a l s a c r a m e n t o c o m o s e h a dicho.
pecho y en las espaldas como atleta de
Dios, según dice S a n A m b r o s i o ( D e sa- A R T Í C U L O X I . — E S c o n v e n i e n t e dis-
c r a m . 1. 1, c . 2) ; a l m o d o q u e s e u n g í a á t i n g u i r t r e s b a u t i s m o s (2; ?
los que habían de luchar en pugilato.
P o r lo c u a l , según dice Inocencio I I I en l.° Parece q u e se d e s c r i b e n inconve-
cierta decretal. D e Sacra Unctione (cap. n i e n t e m e n t e t r e s b a u t i s m o s , á s a b e r , de
Cum venisset), « se u n g e a l q u e se h a d e a g u a , de sangre y de fuego ó del Espíritu
» bautizar en el p e c h o , p a r a que por el S a n t o , p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l ( E p l i e s . 4,
» don del E s p í r i t u S a n t o , arroje el error 5 ) : una fe, un bautismo. P e r o n o hay
» y la ignorancia, y reciba la fe recta, s i n o u n a s o l a f e . L u e g o n o d e b e n distin-
í> p o r q u e e l j u s t o v i v e d e l a f e . S e l e u n g e guirse tres bautismos.
» entre las espaldas, p a r a que por l a g r a - 2° E l b a u t i s m o es c i e r t o sacramento,
» cia del E s p í r i t u Santo deseche la negli- según resulta de lo dicho ( C . 65, a. 1),
» gencia y pereza, y ejerza buenas obras, P e r o s o l o e l b a u t i s m o d e a g u a es sacra-
» p o r q u e l a fe sin estas es m u e r t a . S e h a - m e n t o . L u e g o n o d e b e n r e c o n o c e r s e otros
» cen t a m b i é n estas dos c o s a s , p a r a que dos.
» p o r e l s a c r a m e n t o de l a fe se l i m p i e el 3.° E l Damasceno (Orth. fid. 1.4, c,
»pecho de los malos pensamientos, y 10) determina muchos o t r o s g é n e r o s de
» p o r e j e r c i c i o de l a s b u e n a s o b r a s se a d - bautismos. L u e g o no deben distinguirse
» quiera l a fortaleza suficiente p a r a llevar solamente tres.
» sobre las espaldas la carga que ellas Por el contrario: S u p e r i l l u d ( H e b . 6,
J> i m p o n e n , de modo que se obre por baptismatum doctrina) dice la Glosa
» amor ». Después del bautismo, como ( O r d . ) « os h a b l a e n p l u r a l , p o r q u e hay
dice P á b a ñ o (libro histit. c l e r i c . c. 28), » bautismo d e a g u a , d e p e n i t e n c i a y de
ce e s s e ñ a l a d o inmediatamente el bauti- » sangre ».
» zado por el presbítero en l a c a b e z a , con C o n c l u s i ó n . Ademas del bautismo de
» el sagrado c r i s m a , y se d i c e á l a v e z agua puede cualquiera conseguir el efecto
s> u n a o r a c i ó n , p a r a que se h a g a partí- de este sacramento por la pasión de Cris-
» cipe del reino de Cristo, y pueda 11a- to , en cuanto se conformad Cristo pa-
» marse por C r i s t o , cristiano ». O como ciente. Puede asimismo conseguirlo por la
e x p r e s a S a n A m b r o s i o ( D e s a c r a m . 1. 3, virtud del Espíritu Santo en cuanto su
c. 1), « s e derrama el u n g ü e n t o sobre l a corazón es movido por el Espíritu Santo
» c a b e z a , porque el sentido del sabio r e - para creer, amar á Dios y hacer digna
ce r e s i d e e n e l l a » ; é I n o c e n c i o I I I añade penitencia.
( i b i d . ) : « se u n g e en el v é r t i c e , p a r a que R e s p o n d e r e m o s , que según lo dicho
» esté p r o n t o á d a r r a z ó n d e s u fe a l q u e (a. 2; y C. 62, a. 5), e l b a u t i s m o de
» se l a p i d a » . a g u a recibe su eficacia de l a p a s i ó n de
A l 3.° que se d a a l b a u t i z a d o aquella C r i s t o , a l q u e s e a s e m e j a a l g u n o p o r el
vestidura candida, no porque no le sea b a u t i s m o , y ademas como de la primera
p e r m i t i d o usar otros v e s t i d o s , sino c o m o c a u s a d e l E s p í r i t u S a n t o . M a s a u n q u e el
signo de l a gloriosa resurrección, á la e f e c t o d e p e n d a d e l a p r i m e r a c a u s a , esta
que son regenerados los hombres por el sin embargo sobreescede a l e f e c t o y no
bautismo, y para significar l a pureza de depende de él. Y por eso ademas del bau-
l a v i d a , que deben observar después del tismo de agua, puede alguno conseguir el

(l) El que empero voluntariamente omitiere las unciones anterior, según San Lig. (Theolog. mor. n. 141).
del oleo y del crisma pecaría mortalmente, como también el (2) Es decir, el bautismo de agua (flumlnis), el do deseo
que bautizare con agua no consagrada ó con crisma del año (flaminis), el de sangre (sanguinis).
CUESTIÓN LXVI. — A R T Í C U L O S XI Y X I I . 697

efectodel sacramento por la pasión de tismo de a g u a , no en cuanto á la razón


Cristo, en cuanto uno se le asemeja, pa- d e s i g n o , sino en c u a n t o al efecto d e l
deciendo por Cristo. P o r l o c u a l s e d i c e b a u t i s m o : y a s í n o s o n s a c r a m e n t o s .
(Apoc. 7 , 1 4 ) : estos son los que vinie- A l 3.° q u e e l D a m a s c e n o d i s t i n g u e
ron de grande tribulación y lavaron sus c i e r t o s b a u t i s m o s figurativos : c o m o e l
vestiduras y las emblanquecieron en la d i l u v i o , q u e f u e s i g n o d e n u e s t r o b a u t i s -
sangre del cordero. P o r e s t a m i s m a r a - m o , e n c u a n t o á l a s a l v a c i ó n d e l o s fieles
zón c o n s i g u e a l g u n o p o r v i r t u d d e l E s p í - d e l a I g l e s i a , p u e s t o que fueron entonces
ritu S a n t o e l e f e c t o d e l b a u t i s m o , n o s o - pocas las personas que se salvaron en el
lamente s i n e l b a u t i s m o d e a g u a , s i n o arca ( 2 ) c o m o s e d i c e ( i P e t . 3 , 2 0 ) .
también s i n e l b a u t i s m o d e s a n g r e , e s t o H a b l a también del tránsito del M a r Pojo,
es, en c u a n t o e l c o r a z ó n d e a l g u n o es q u e significa n u e s t r o b a u t i s m o , en c u a n t o
movido por el Espíritu Santo á creer y á la liberación de la esclavitud del peca-
amar á Dios, y arrepentirse de los peca- d o , p o r lo cual dice el A p ó s t o l (i C o r .
dos, p o r l o c u a l s e l l a m a t a m b i é n b a u t i s - 1 0 , 2 ) , que todos fueron bautizados en
mo de p e n i t e n c i a , y d e e s t o se d i c e ( I s . la nube y en la mar. P o n e t a m b i é n l a s
4, 4 ) : si limpiare el Señor las manchas d i v e r s a s a b l u c i o n e s q u e s e h a c í a n e n l a
de las hijas de Sion y lavare la sangre de l e y a n t i g u a , p r e f i g u r a t i v a s d e n u e s t r o
medio de Jerusalen con espíritu de justi- b a u t i s m o en cuanto á la purificación d e
cia y con espíritu de ardor. A s í p u e s u n o l o s p e c a d o s . Y a s i m i s m o e l b a u t i s m o
y otro d e e s t o s b a u t i s m o s s e l l a m a b a u - de J u a n , q u e fue p r e p a r a t o r i o p a r a el
tismo en c u a n t o s u p l e l a s v e c e s d e l b a u - nuestro.
tismo d e a g u a (1). P o r l o q u e d i c e S a n
Agustín ( l i b . D e ú n i c o b a p t . p a r v . c o n t . ARTÍCULO X I I . — ¿ E l b a u t i s m o d e s a n -
Donatist. c. 2 2 ) : « S a n C i p r i a n o n o s e n - gre e s el inás c s c c l c n t c e n t r e l o s otros b a u t i s -
»seña q u e e l b a u t i s m o p u e d e s e r r e e m - m o s (3J ?
íplazado p o r el sufrimiento ; testimonio
)) de esto el b u e n l a d r ó n , a l q u e f u e d i - l.° P a r e c e q u e el b a u t i s m o d e s a n g r e
í cho sin e s t a r b a u t i z a d o : h o y serás c o n - n o es el m á s e s c e l e n t e e n t r e los t r e s p r e -
Dmigo en el Paraíso, lo cual considera- dichos b a u t i s m o s ; p o r q u e el b a u t i s m o de
ndo con a t e n c i ó n , e n c u e n t r o , d i c e e l a g u a i m p r i m e c a r á c t e r , lo q u e n o h a c e el
í mismo d o c t o r , q u e se p u e d e s u p l i r e l b a u t i s m o de s a n g r e . L u e g o este n o es
»bautismo, n o s o l a m e n t e sufriendo p o r m á s e s c e l e n t e q u e el d e a g u a .
»el n o m b r e d e C r i s t o , s i n o t a m b i é n c r e - 2.° E l b a u t i s m o d e s a n g r e n a d a v a l e
»yendo y c o n v i r t i é n d o s e á é l d e c o r a z ó n , sin e l b a u t i s m o d e f u e g o , q u e e s p o r l a
i> si se b a i l a e n t a n e s t r e m a n e c e s i d a d , c a r i d a d ; p u e s s e d i c e ( i . C o r . 1 3 , 3):si
y que no p u e d a r e c i b i r e l b a u t i s m o » . entregare mi cuerpo para ser quemado y
Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l o s o t r o s no tuviese caridad, nada me aprovecha.
dos b a u t i s m o s s e i n c l u y e n e n e l b a u t i s m o P e r o e l b a u t i s m o d e f u e g o s i r v e s i n el
de a g u a , q u e r e c i b e s u e f i c a c i a t a n t o d e b a u t i s m o d e s a n g r e , p o r q u e n o solo se
la pasión d e C r i s t o c o m o d e l E s p í r i t u s a l v a n los m á r t i r e s . L u e g o el b a u t i s m o
Santo. Y p o r e s t o n o s e d e s t r u y e l a u n i - d e s a n g r e n o es el m á s e s c e l e n t e .
dad del b a u t i s m o . 3.° A s í c o m o e l b a u t i s m o d e a g u a
Al 2.° q u e s e g ú n l o d i e b o ( C . 6 0 , a. 1 tiene su eficacia d e la pasión d e C r i s t o ,
y 2 ) , el s a c r a m e n t o t i e n e r a z ó n d e s i g n o : á la q u e corresponde s e g ú n lo dicho
mas los o t r o s d o s c o n v i e n e n c o n el b a u - ( a . 1 1 ) el b a u t i s m o d e s a n g r e ; a s í l a p a -

(1) Es d e fe , s e g ú n l a d e c l a r a c i ó n d e l t r i d e n t i n o ( s e s s . 4 , y l a p e n a , m a s n o i m p r i m e el c a r á c t e r s a c r a m e n t a l . De a q u í
c- I), que el b a u t i s m o , d e d e s e o , ó s e a e l v o t o ó d e s e o d e r e c i - q u e I n o c e n c i o 111 d i c e ( d e c r e t . 1 . I I I , t . •! l , c . G) : injuriam
bir el b a u t i s m o si l l e v a a d j u n t a l a p e r f e c t a c o n t r i c i ó n d e l o s facit marlyri qui oral pro marlyrc ; e n l o s a d u l t o s e m p e r o a d e m a s
pecados c o m e t i d o s , s u p l e l:ts v e c e s d e l b a u t i s m o d e a g u a . L o de la aceptación del martirio por motivo habitual ó sobrena-
mismo d e c l o r ò I n o c e n c i o H I ( d e c r e t . 1, V I , t . 4 2 , c . 4) y S a n t o t u r a l se r e q u i e r e y es o p i n i ó n m á s p r o b a b l e la contrición y l a
lomas e n s e ñ a e s p r e s a m e n t e ( 3 P . C . GS, a . 2 ) q u e e l d e s e o ó caridad s e g ú n la doctrina del Doctor angélico (2."-2. ! e
C. 1 2 4 ,
volo de r e c i b i r e l b a u t i s m o b a s t a q u e s e a implícito, ó sea u n a a. 2). E s t e b a u t i s m o s e g ú n l a p r á c t i c a d e l a Iglesia q u e t r i -
disposición e n g e n e r a l d e h a c e r l o p r e s c r i t o p o r D i o s . b u t a culto á los S a n t o s Mártires I n o c e n t e s a p r o v e c h a t a m b i é n
1-) L a V u l g a t a d i c e : in qimpauci, e s d e c i r , ocloanimce, etc. á los i n f a n t e s y s e r í a t e m e r a r i o s e g ú n S a n L i g . ( O p u s M o r . 1 ,
(íí) El b a u t i s m o d e s a n g r e ex opere operato y p o r c i e r t o p r i - VI, n . 9(i) o p i n a r l o c o n t r a r i o .
vilegio en c u a n t o i m i t a l a p a s i ó n d e C r i s t o p e r d o n a l a c u l p a
698 CUESTIÓN LXVI. — ARTÍCULO XII.

sion de C r i s t o t i e n e s u eficacia del E s p í - m o s , p e r o de un modo muy escelente sin


r i t u S a n t o s e g ú n a q u e l l o ( H e b . 9, 14): embargo en el bautismo de sangre; por-
la sangre de Cristo, el cual por Espíritu q u e la pasión de C r i s t o o b r a seguramen-
Santo se ofreció á sí mismo sin mancilla t e e n e l b a u t i s m o d e a g u a , p o r c i e r t a re-
á Dios, limpiará nuestra conciencia de presentación figurativa, e n el bautismo
obras de muerte, e t c . A s í p u e s e l b a u t i s - d e f u e g o ó d e p e n i t e n c i a p o r c i e r t o afec-
m o d e f u e g o es m á s escelente q u e el b a u - t o ; m a s e n e l b a u t i s m o d e s a n g r e , p o r la
tismo de • sangre. L u e g o este no es e l i m i t a c i ó n d e l a o b r a (1). A s i m i s m o la
m á s escelente. v i r t u d d e l E s p í r i t u S a n t o o b r a e n el bau-
Por el c o n t r a r i o : S a n A g u s t i n , d i r i - t i s m o d e a g u a p o r c i e r t a v i r t u d latente;
giéndose á Fortunato y hablando de la e n el d e l a p e n i t e n c i a , p o r l a conmoción
comparación de los bautismos, dice ( G e n - d e l c o r a z ó n ; y e n e l d e s a n g r e , p o r el
n a d i u s . in lib. d e eccl. d o g m a t . , c. 7 4 ) : p r i n c i p a l í s i m o f e r v o r d e a m o r y afecto
«: e l b a u t i z a d o c o n f i e s a s u f e d e l a n t e d e l s e g ú n a q u e l l o (2) ( J o a n . 15, 13): nin-
» sacerdote, el mártir ante su persegui- guno tiene mayor amor que este, que el
» dor ; aquel es rociado con a g u a después poner su vida por sus amigos.
» de la "confesión, este con sangre; a q u e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l ca-
» recibe el Espíritu S a n t o por la imposi- r á c t e r e s l a c o s a y e l s a c r a m e n t o . Mas
» cion d e m a n o s del P o n t í f i c e , este se n o d e c i m o s q u e e l b a u t i s m o d e sangre
» h a c e t e m p l o del Espíritu S a n t o ». t e n g a l a p r e e m i n e n c i a s e g ú n l a r a z ó n de
Conclusión. El bautismo de sangre es s a c r a m e n t o , s i n o e n c u a n t o a l e f e c t o del
el más escelente de los tres bautismos en sacramento.
cuanto al efecto del sacramento. A l 2.° q u e e l d e r r a m a m i e n t o d e san-
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o g r e n o t i e n e r a z ó n d e b a u t i s m o , s i es sin
( a . 11), e l d e r r a m a m i e n t o d e s a n g r e p o r c a r i d a d . D e l o c u a l r e s u l t a q u e e l bau-
Cristo, y la operación interior del E s p í - t i s m o d e s a n g r e i n c l u y e e l b a u t i s m o de
ritu S a n t o se dicen bautismos, en cuanto f u e g o y n o v i c e v e r s a ; l o c u a l p r u e b a que
p r o d u c e n el efecto del b a u t i s m o d e a g u a . es m á s perfecto.
E s t e recibe su eficacia de la pasión de A l 3.° q u e e l b a u t i s m o d e s a n g r e tiene
Cristo, y también del Espíritu Santo, p r e e m i n e n c i a n o s o l a m e n t e d e p a r t e de
s e g ú n l o d i c h o ( a . 11). E s t a s d o s c a u s a s l a p a s i ó n d e C r i s t o , s i n o t a m b i é n d e par-
o b r a n en c a d a u n o de estos tres bautis- t e d e l E s p í r i t u S a n t o , s e g ú n l o dicho.
(1.) V. lo que hemos dicho en la nota anterior respecto de Jcrusalen (cat. 4), San Crisóstomo (hom. 3 in var. S. Matth.
los infantes y los testimonios de los S S . PP. que no dejan loe), San Agustin (de lib. arb. 3, 23 ; ep. 106 al 2S ad Hit
ninguna duda acerca del particular, tales como Tertuliano ron ; de civit. Dei 13. 7 ; de an. et ejus orig. 1, 9 etc.); San
(apol. c. 50 ; de bapt. c. 16 adver. Prax. c. 1), San Cipriano León (serm. de Epiph. 1, 3).
( exhort. mart. prol. e t c . , 12 y e p . 73 J, Euscbio ( hist. (2) Así el M. S. de García y las ediciones posteriores; en
eccles. 6, 4), San Basilio (De Spir. Sanct. c. Í5), San Cirilo de otras per potissimnn dilectionis secundum illud.
C U E S T I Ó N L X Y I I .

De los ministros por los cuales se administra el sacramento del bautismo.

1.»pertenece al d i á c o n o b a u t i z a r ? — 2 . ° P e r t e n e c e al presbítero ó s o l a m e n t e a l obispo? — 3.° U n


set'Iar puedo c o n f e r i r el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o ? — 4." P u e d e h a c e r esto l a mujer? — íi. El no b a u t i - 0

zado puede b a u t i z a r ? — C.° P u e d e n m u c h o s b a u t i z a r á l a v e z á u n o y m i s m o i n d i v i d u o ? — 1." Es n e -


ctario que h a y a a l g u n o q u e t e n g a al q u e e s b a u t i z a d o en l a f u e n t e s a g r a d a ? —S.° El q u e t i e n e á
alguno en la fuente b a u t i s m a l , e s t á o b l i g a d o á i n s t r u i r l e ?

A R T Í C U L O I . — P e r t e n e c e a l oOclo tlel » diáconos observen su propio rango » :


diácono b a u t i z a r (1) ? y más adelante «que no s eatrevan á
y> b a u t i z a r sin el obispo ó p r e s b í t e r o , á
1." P a r e c e q u e a l o f i c i o d e l d i á c o n o » m e n o s que en la ausencia de estos ííl-
pertenece b a u t i z a r ; p o r q u e e l S e ñ o r i m - » timos la necesidad e s t r e m a les c o m p e l a
pone á l a v e z e l o f i c i o d e p r e d i c a r y d e » á ello ».
bautizar ( M a l h . u l t . 1 9 ) : id, enseñad á Conclusion. i V b pertenece al diácono
todas las (/entes bautizándolas, etc. P e r o por oficio propio administrar el sacra-
al oficio d e l d i á c o n o p e r t e n e c e e v a n g e l i - mento del bautismo , sino que en este y en
zar. L u e g o p a r e c e q u e t a m b i é n l e p e r t e - los demás sacramentos asiste como minis-
nece b a u t i z a r . tro de sus superiores.
2.° S e g ú n S a u D i o n i s i o ( E c c l . b i e r a r c h . Responderemos q u e , a s í c o m o l a s p r o -
c. ó ) , p u r i f i c a r p e r t e n e c e a l o f i c i o d e l p i e d a d e s d e los ó r d e n e s celestiales y s u s
diácono. Y l a p u r i f i c a c i ó n d e l o s p e - oficios, se t o m a n de sus n o m b r e s , c o m o
cados s e r e a l i z a p r i n c i p a l m e n t e p o r e l d i c e S a n D i o n i s i o ( c a d e s t . h i e r a r c h . c. 7 ) ;
b a u t i s m o s e g ú n a q u e l l o ( E p b e s . 5, 2 6 ) : así t a m b i é n por los n o m b r e s de los órde-
purificándola con el bautismo de agua n e s e c l e s i á s t i c o s p u e d e t o m a r s e lo q u e
}>or la palabra de vida. L u e g o p a r e c e pertenece á c a d a uno de ellos. L l á m a u s e
que b a u t i z a r p e r t e n e c e a l d i á c o n o . diáconos, c o m o ministros; p o r q u e no les
3.° D e S a n L o r e n z o s e l e e , q u e a u n - pertenece principalmente conferir un sa-
que f u e d i á c o n o , b a u t i z a b a á m u c h o s . cramento, y hacerle en virtud de su pro-
Luego p a r e c e q u e p e r t e n e c e á l o s d i á - pio oficio, sino que d e b e n a y u d a r en la
conos e l b a u t i z a r . administración de los sacramentos á los
Por e l c o n t r a r i o : e l P a p a G e l a s i o I de un orden superior. E n este concepto
«¡jo: e p i s t . 9 , c . 7 ( e t h a b i n D e c r e t . no pertenece al diácono, como por of ció
dist. 9 3 , c . 1 3 ) : « e s t a b l e c e m o s q u e l o s propio (2) administrar el sacramento del

(1) En l a a d m i n i s t r a c i ó n d e l b a u t i s m o h a y q u e d i s t i n g u i r rristro o r d i n a r i o y l e g í t i m o es el P á r r o c o ú otro s a c e r d o t e d e -


iros clases; la wlcmnc q u e s u e l e h a c e r s e e n l a s s o l e m n i d a d e s l e g a d o p o r el P á r r o c o ó p o r el o r d i n a r i o de la diócesis. E l m i -
de Pascua y i ' e n t e c o s l é s ; l a pública q u e s e h a c e c o n m á s f r e - nistro legítimo y estraordinario del bautismo público en
cuencia con s u s r i t o s y c e r e m o n i a s ; y ¡ a prii'utla q u e s e h a c e v i r t u d d e la o r d e n a c i ó n es s e g ú n el P o n t i f i c a l r o m a n o el D i á -
encasarle n e c e s i d a d o m i t i e n d o l a s c e r e m o n i a s . D e a h í q u e c o n o , si b i e n p o r el d e r e c h o e c l e s i á s t i c o ( c a n . Diáconos 1 3 ,
su^en u i s ü n g - n i r s e t r e s c l a s e s d e m i n i s t r e s e n e l b a u t i s m o ; d i s t . 93) solo p o d r á a d m i n i s t r a r el b a u t i s m o con l i c e n c i a d e l
el oiduiíinu, q u e p o r d e r e c h o o r d i n a r i o b a u t i z a y a s o l e m n e , y a Obispo ó del Párroco, ó en caso de necesidad g r a v e y racio-
Publicamente; el extraordinario, que bautiza públicamente más n a l como sería la e n f e r m e d a d d e l P á r r o c o y l a falta d e otros
per delegación ; y e l e n c a s o d e n e c e s i d a d q u e p u e d e s e r l o sacerdotes.
cuali|uiurn. E l m i n i s t r o o r d i n a r i o d e l b a u t i s m o s o l e m n e e s (2J D e a q u í q u e s e g ú n l a s D e c r e t a l e s s i e l d i á c o n o b a u t i -
Por derecho d i v i n o e l O b i s p o . D e l b a u t i s m o p ú b l i c o e s p o r zare solemnemente sin permiso del obispo, ó del presbítero i n .
techo d i v i n o el S a c e r d o t e s e g u i r e l d e c r e t o d e E u g e n i o I V c u r r i r í a e n i r r e g u l a r i d a d ( d e c . G r e g . 1 , V , t . '28 : d e C ! e r . n o n
•jes armenios y e l c a t e c i s m o r o m a n o . B l a s p o r d e r e c h o c c l e - ordin. c. 1).
siaslico s e g ú n el I r i d e n l i n o ( s e s s . 2-1, c . 1 3 d e r e l ' o r m . ) e l m i -
CUESTIÓN L X V t l . — ARTÍCULOS I Y II.

bautismo, sino asistir y servir á los supe­ ció de enseñar y bautizar (Matth. ult,),
riores en la administración de los sacra­ P e r o e n s e ñ a r , q u e es perfeccionar, perte.
mentos. P o r l o c u a l d i c e S a n I s i d o r o nece a l oficio d e l O b i s p o , seg ún consta
( E p i s t . a d Laudefred.): « al diácono per- p o r S a n D i o n i s i o ( E c c l . h i e r . c. 5 yfj),
s e r v i r L u e g o t a m b i é n b a u t i z a r pertenece ú i
y> t e n e c e a s i s t i r á l o s s a c e r d o t e s y
D e n t o d a s l a s c o s a s , q u e se h a c e n e n l o s c a m e n t e a l oficio d e l O b i s p o .
» s a c r a m e n t o s d e C r i s t o , esto e s , e n e l 2.° P o r e l b a u t i s m o se añade alguno
» b a u t i s m o , en el c r i s m a , en l a patena y a l p u e b l o c r i s t i a n o , l o c u a l parece perte­
» en el cáliz ». n e c e r a l oficio de solo e l P r í n c i p e ; nías el
A l a r g u m e n t o 1.° direm os, que al diá- principado en l a Ig lesia corresponde á
cono pertenece recitar el E v a n g e l i o en los O b i s p o s , q u i e n e s , c o m o se dice en la
la Iglesia, y predicar al m odo del que c a - G l o s a (ord. B e d a ; , sup. i l l u d : Dcsúju­
tequiza ; por lo cual dice S a n Dionisio vit Dominus L u c . 1 0 ) , ocupan el lugar
( E c c l e s . h i e r a r c h . c . 5, y c . 3), que los de los A p ó s t o l e s , de los cuales se dice
diáconos tienen u n cargo sobre los i n m u n - ( P s . 44, 17): los establecerás Príncip,
dos, entre los cuales cuenta á los cate- sobre toda la tierra. L u e g o parece que'
c ú m e n o s . P e r o e l e n s e ñ a r , esto e s , e x p l i - b a u t i z a r p e r t e n e c e s o l a m e n t e al oficio del
car el Evangelio pertenece propiam ente Obispo.
al Obispo, cuyo a c t o es p e r f e c c i o n a r s e - 3.° D i c e S a n I s i d o r o (ibid. a. 1), que
gún el m ism o (Eccl. hierarch. c. 5). « a l O b i s p o p e r t e n e c e l a consag ración k
M a s perfeccionar es l o m i s m o q u e ense- » l a s basílicas, ung ir el altar, y lacón­
ñ a r . P o r c o n s i g u i e n t e n o se s i g u e q u e á » f e c c i o n d e l c r i s m a , e l m i s m o distribim
los diáconos pertenece e l oficio de b a u - » los órdenes g enerales eclesiásticos, y
tizar. » bendice las sag radas vírg enes. Pero el
A l 2.° q u e , com o dice San Dionisio sacramento del bautismo es mayor que
( E c c l . hier.), el bautism o tiene no sola- t o d a s estas cosas. L u e g o parece que ma­
mente l a virtud purificativa, sino tam bién chos más pertenezca a l oficio de solo el
l a i l u m i n a t i v a ; y p o r esto escede a l oficio Obispo el bautizar.
del diácono, al cual pertenece solam ente Por el contrario, dice San Isidoro
p u r i f i c a r , esto e s , y a repeliendo á l o s i n - (De offic. 1. 2, c. 24). « C o n s t a que el
m u n d o s , y a d i s p o n i é n d o l o s ala recepción » d e r e c h o d e b a u t i z a r h a sido transmitido
del sacram ento. » á solo los sacerdotes ».
A l 3.° q u e , p u e s t o q u e e l b a u t i s m o es C o n c l u s i ó n . Así como al sacerdote ¡ia­
s a c r a m e n t o de n e c e s i d a d , es p e r m i t i d o á tenece consagrar la Eucaristía, á lo ai
los diáconos bautizar en caso de necesi- ha sido principalmente ordenado el sa­
d a d urgente y en ausencia de los superio- cerdocio, así pertenece al oficio pnp
res, com o consta por l a autoridad del del sacerdote el bautizar.
Papa Grelasio ya aducida. Y bajo este R e s p o n d e r e m o s , q u e los sacerdote
concepto bautizó el diácono San L o - son c o n s a g r a d o s p a r a q u e confeccione!
renzo. el s a c r a m e n t o d e l c u e r p o de Cristo, f­
g u n l o d i c h o ( C . 63, a. 2 y 6; y C.65,
a. 3). M a s este es e l sacramento deis
ARTÍCULO I I . —Bautizar pertenece
unidad de la Ig l e s i a , aquel
seg ún
n i o l i d o d e l o s p r e s b í t e r o s ? (1)
(i C o r . 1 0 , 17) : un pan, un cuerpo»
mos muchos, todos aquellos que partí®
1.° Parece que bautizar no pertenece pamos de un mismo pan y de un ?)«•
a l oficio de los presbíteros sino solam ente cáliz. M a s p o r e l b a u t i s m o se hace al­
al de los Obispos ; porque según lo dicho, g u n o p a r t í c i p e de l a u n i d a d eclesiástica
(C. 66, a. 5, arg. l.° y a. 4, arg. l.°), p o r l o q u e r e c i b e t a m b i é n e l derecho if
bajo el m i s m o precepto se i n c l u y e el ofi- a c e r c a r s e á l a m e s a d e l S e ñ o r , y por ^
así como al sacerdote pertenece consaftt

la Eucaristía, (á lo cual se ordena f
cipalmente el sacerdocio), así tandil
( 1 ) A s i l o ha declarado el Concilio florentino, diciendo : pertenece al propio oficio del sacerdote»
minister htijus sacramenti est sácenlos cui ex officio competit bap­
tizare.
bautizar ; p o r q u e p a r e c e pertenecer il
CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO II Y I I I . 101

mismo s u j e t o o b r a r e l t o d o , y d i s p o n e r ­ t i s m o es el m á s necesario, pero en c u a n ­


la p a r t e p a r a e l t o d o ^(1). to á la perfección h a y algunos otros m á s
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l S e ñ o r superiores, que son reservados á los
impuso á l o s A p ó s t o l e s , c u y a s v e c e s h a ­ Obispos.
cen l o s O b i s p o s , u n o y o t r o o f i c i o , e s d e ­
cir, e n s e ñ a r y b a u t i z a r , m a s d e d i s t i n t o ARTÍCULO I I I . — Puede bautizar el «c­
modo. P o r q u e C r i s t o l e s c o m e t i ó e l o f i c i ó g l a r ? (2)
de e n s e ñ a r , p a r a q u e l e e j e r c i e r a n p o r s í
mismos, c o m o p r i n c i p a l í s i m o : p o r l o q u e 1.° P a r e c e q u e e l s e g l a r n o p u e d e b a u ­
los A p ó s t o l e s m i s m o s d i j e r o n ( A c t . 6 , 2): tizar ;p o r q u e el b a u t i z a r s e g ú n lo d i c h o
no es justo que dejemos nosotros la pala­ ( a . 2), p e r t e n e c e p r o p i a m e n t e a l o r d e n
Ira de Dios y que sirvamos á las mesas. s a c e r d o t a l ; y l a s c o s a s q u e s o n d e l o r d e n
Encargó á l o s A p ó s t o l e s el oficio d e b a u t i ­ n o p u e d e n e n c a r g a r s e á l o s q u e n o le t i e ­
zar, p a r a q u e l e e j e r c i e r a n p o r m e d i o d e n e n . L u e g o p a r e c e q u e e l s e g l a r , q u e n o
otros, p o r l o c u a l d i c e e l A p ó s t o l ( i C o r . tiene orden sagrado, no puede bautizar.
1,17): no me envió Cristo d bautizar 2.° M a y o r c o s a e s b a u t i z a r , q u e p e r ­
sino á predicar el Evangelio, y e s t o e s f e c c i o n a r o t r a s c o s a s s a c r a m e n t a l e s d e l
así, p o r q u e e n e l b a u t i s m o n a d a o b r a e l b a u t i s m o , c o m o c a t e q u i z a r y e x o r c i z a r ,
mérito )' l a s a b i d u r í a d e l m i n i s t r o c o m o y b e n d e c i r e l a g u a b a u t i s m a l . P e r o e s t a s
enseñando, s e g ú n s e i n f i e r e d e l o d i c h o , c o s a s n o p u e d e n s e r h e c h a s p o r l o s s e g l a ­
(C. 64, a . 5 , 6 y 9 ) : y c o m o c o r r o b o r a ­ r e s , s i n o s o l a m e n t e p o r l o s s a c e r d o t e s .
ción d e e s t o , n i e l m i s m o S e ñ o r b a u t i z ó L u e g o parece que mucho menos pueden
sino s u s d i s c í p u l o s , c o m o s e d i c e ( J o a n . b a u t i z a r l o s s e g l a r e s .
4). N o s e e s c l u y e p o r e s t o , s i n e m b a r g o , 3 . ° Así c o m o e l b a u t i s m o e s s a c r a ­
que l o s O b i s p o s n o p u e d a n b a u t i z a r , p o r ­ m e n t o d e n e c e s i d a d , así t a m b i é n l a p e n i ­
que l o q u e p u e d e l a p o t e s t a d i n f e r i o r l o t e n c i a . P e r o e l s e g l a r n o p u e d e a b s o l v e r
puede t a m b i é n l a s u p e r i o r ; y e n e s t e en el tribunal de la penitencia. L u e g o ni
concepto d i c e e l A p ó s t o l ( i b i d . ) q u e é l p u e d e b a u t i z a r .
mismo b a u t i z ó á a l g u n o s . Por e l c o n t r a r i o , e l P a p a G e l a s i o I
A l 2.° q u e e n c u a l q u i e r e s t a d o l o s c a r ­ ( E p i s t . 9 , c . 7) y S a n I s i d o r o ( D e o f f í c .
gos d e m e n o r i m p o r t a n c i a c o r r e s p o n d e n 1. 2 , c . 24) d i c e n , q u e « s e c o n c e d e p o r
álos i n f e r i o r e s y l o s m a y o r e s s e r e s e r ­ » l o g e n e r a l á l o s s e g l a r e s c r i s t i a n o s b a u ­
van á l o s s u p e r i o r e s , s e g ú n a q u e l l o T> t i z a r e n c a s o d e i n m i n e n t e n e c e s i d a d » .
( E x o d . 18, 22) : te den razón de todo lo Conclusión. A fin de que el hombre no
pe fuere de mayor momento, y ellos juz­ carezca, de un remedio tan necesario como
fien solamente lo de menor importancia. el bautismo, se estableció que la materia
Por l o q u e p e r t e n e c e á l o s p r í n c i p e s , del bautismo, ó sea el agua,, fuese gene­
magistrados m e n o r e s d e l a c i u d a d , d i s ­ ral ; y asimismo que el ministro del bau­
poner d e l p u e b l o b a j o , y á l o s P r í n c i p e s tismo pudiera ser el que no está ordenado.
mayores a r r e g l a r l o q u e c o n c i e r n e á l o s Responderemos, q u e á l a m i s e r i c o r d i a
mayores d e e l l a . Y c o m o p o r e l b a u t i s m o de aquel q u e quiere que todos los h o m ­
no se a d q u i e r e m á s q u e e l ú l t i m o r a n g o bres sean s a l v o s , p e r t e n e c e q u e el h o m ­
№ el p u e b l o c r i s t i a n o , s i g ú e s e q u e p e r ­ bre halle fácil remedio en las cosas que
tenece c o n f e r i r e l b a u t i s m o á l o s P r í n c i ­ son de necesidad para su salvación. E n t r e
pes i n f e r i o r e s d e l a I g l e s i a , e s t o e s , á l o s t o d o s los s a c r a m e n t o s el m á s n e c e s a r i o
p r e s b í t e r o s q u e o c u p a n e l l u g a r d e l o s 72 es e l b a u t i s m o , q u e e s l a r e g e n e r a c i ó n d e l
discípulos d e C r i s t o , c o m o d i c e l a G l o s a h o m b r e en la vida espiritual; porque á
(Luc. 10 i b i d ) . los niños n o se les p u e d e socorrer d e o t r o
, A l 3.° q u e s e g ú n l o d i c h o ( C . 6 5 , a. 3 m o d o en absoluto, y los adultos no p u e ­
ln
c o r p . y a l 4.°), e l s a c r a m e n t o d e l b a u ­ d e n conseguir de otra m a n e r a , que por el

(') Mas c o m o h e m o s d i c h o p o r d e r e c h o e c l e s i á s t i c o s e r e ­ mente bautizar según la declaración del Concilio de Le­


""•re, para q u e e l b a u t i s m o s e a l í c i t o , l a j u r i s d i c c i o n o r d i n a ­ t r a n I V : sacramentum baptismi á quocumque rilu collalum profi­
u
o la d e l e g a d a . D e a q u í q u e n o p u e d e b a u t i z a r s e á u n fiel cit ad salutali ; y del Concilio florentino : in casa necessitati*,
e
«tra p a r r o q u i a s i n e s p e c i a l f a c u l t a d . non solum sacerdos, vcl diaconus, sed ctlam laicas el mitlier, el imo
H lt.s de fe c o n t r a C a l v i n o q u e l o s s e g l a r e s p u e d e n v á l i d a ­ ctiam paganas et hcerclicus baptizare potest.
102 CUESTIÓN LXVII.—ARTÍCULOS III Y I V .

bautismo, la pleua remisión, y a en cuan­ cosa es á una mujer hablar en la Iglesia,


to á la culpa y a respecto á la pena. A s í , L u e g o parece que ni la sea permitido en
p u e s , p a r a que el hombre no pueda sufrir modo alguno bautizar.
detrimento acerca de un remedio tan ne­ 2.° Pautizar pertenece al oficio de la
cesario , se instituyó que también la ma­ prelacion ; por consiguiente debe reci­
teria del bautismo fuese común, esto es, el birse el bautismo de manos de los sacer­
agua, que puede encontrarse fácilmente dotes que tienen la cura de almas. Mas
en cualquier parte, y que el ministro del esto no puede competir á la mujer según
bautismo sea cualquiera, aunque no esté aquello (i Tim. 2 , 1 2 ) ; no permito ák
ordenado, á fin de que por falta del bau­ mujer que enseñe ñique tenga señorío so­
tismo no sufra el hombre la pérdida de bre el marido, sino que esté en silencio.
su salvación (1). L u e g o la mujer no puede bautizar.
A l argumento 1,° diremos que bautizar 3.° E u la regeneración espiritual pa­
pertenece al orden sacerdotal, según rece que el agua reemplaza al seno ma­
cierta conveniencia y solemnidad, mas terno, como dice San Agustín (Super
esto no es de necesidad del sacramento. illud Joan. 3 , 4) ; ¿por ventura puede c!
Por consiguiente, aunque un seglar peca hombre volver al vientre de su mutiny
bautizando, fuera del caso de necesidad, nacer otra vez? (tract. 11 in Joan,),
sin embargo, confiere el sacramento del pero el que bautiza parece más bien cum­
bautismo, y no debe ser rebautizado el plir el oficio de padre ; y esto no compele
que así lo fue. á la mujer. L u e g o la mujer no puede
A l 2.° que aquellas cosas sacramenta­ bautizar.
les del bautismo, pertenecen á la solem­ Por el contrario, dice el Papa Ur­
nidad, mas no á la necesidad del mismo. bano (et hab. in Decret. 30, C. 3, c, 4);
Y por esto no deben ni pueden ser hechas « sobre las cosas que nos consultó tu
por el seglar sino solamente por el sacer­ » amor, creemos deber responderos que
d o t e , al que pertenece bautizar solemne­ », hay bautismo, si en caso de necesidad
mente. » una mujer bautizare á un niño ennori!­
A l 3.° que según se ha dicho (C. 65, y> bre de la Santa Trinidad ».
a. 3 y 4 ) , la penitencia no es de tanta Conclusion. Pueden las mujeres a
necesidad como el bautismo ; puesto que caso de necesidad bautizar si hay falta
puede suplirse por la contrición la falta de varones, así como el seglar cuanik
de la absolución sacerdotal, que no libra falta el sacerdote ó el clérigo.
de toda la pena, ni aun se aplica á los R e s p o n d e r e m o s , que Cristo es el que
niños. P o r lo cual no hay paridad con el principalmente bautiza según aquello
bautismo, cuyo efecto no puede ser su­ (Joan. 1. 33) ; sobre aquel que tu view
plido por algún otro medio. descender el Espíritu y reposar sobre J
este es elque bautiza. Mas se dice(Colos
A R T I C U L O I V . — r u e d e iiautizur i a 3), que Cristo no hace distinción cutre
mujer? (2) hombre y mujer; y por esto así como
el hombre que es seglar puede bautizar,
1.° Parece que la mujer no puede bau­ como ministro de Cristo ; así también 1¡
tizar; por que se lee, (in Carthagin. conc. mujer. Mas como la cabeza de la muja
4, c. 99), que « l a mujer, aunque sea doc­ es el varón, y Cristo, la cabeza de td>
» ta y santa, no pretenda enseñar á los varón según se dice ( i Cor. 11), nodek
» hombres públicamente ó bautizar á al­ bautizar la mujer si hay muchos »«№
» gunos». Pero no es permitido en manera nes (3) como ni el seglar si está preseÉ
alguna á la mujer enseñar en público se­ el clérigo, ni éste, presente el saca­
gún aquello ( i Cor. 14, 35) : indecente dote (4); el que sin embargo puede 1*

( 1 ) De aquí que S. Agustín diga (eont. Parmen. 1, 2 ) : t>tü e l diácono, el snbdiácono, el clérigo, el seglar y en i'i 1 ti (no ^
e
nulta ncccssilfllc nsnrixlitr, et acolibcl cuilibel dctiir non JÍOSSC dici gar la mujer. Mas este orden puede invertirse, si locU; ''
non dalum (cons. cathcc. rom. part. 2, n. 22 y siguientes,). pudor ó si uno sabe bautizar mejor que otro.
(2) E n caso de necesidad dice el catecismo romano (part 2, (­1) Según el Cardenal Gousset no sería pecado mortal in
ísen1
n. 22J todos varones ó hembras pueden bautizar. vertir el orden antes indicado á no ser que el seglar, |»' '
| , l,,
(3) Según el mismo Ritual romano debe empero seguirse el sacerdote no impedido, bautizare sin su collselllп>i ' ;'
1
esta orden, l . ­ e l Párroco, á falta de este el sacerdote, luego Por derecho canónico se prohibe al padre y á la nmdre W'
CUESTIÓN LXVII. A R T Í C U L O S IV Y V. 703

tizar aun p r e s e n t e el O b i s p o , p o r q u e e s t o L u e g o n o p u e d e c o n f e r i r el s a c r a m e n t o
pertenece a l oficio d e l s a c e r d o t e . del bautismo.
Al a r g u m e n t o 1.° diremos, que así 3.° M a y o r c o s a es c o n f e r i r el s a c r a -
como n o s e p e r m i t e á l a m u j e r e n s e ñ a r m e n t o q u e r e c i b i r l e . M a s el q u e n o e s t á
p ú b l i c a m e n t e , y p u e d e sin e m b a r g o i n s - b a u t i z a d o , n o p u e d e r e c i b i r los o t r o s sa-
truir á a l g u n o p o r m e d i o d e l a e n s e ñ a n z a c r a m e n t o s . L u e g o m u c h o menos p u e d e
privada y c o n s e j o ; a s í n o se l a p e r m i t e conferir algún s a c r a m e n t o .
bautizar p ú b l i c a y s o l e m n e m e n t e , a u n - Por el contrario , d i c e S a u I s i d o r o
que p u e d e sin e m b a r g o b a u t i z a r e n c a s o ( h a b . c a p . si q u i s p e r ignorant. 1, C . 1):
de n e c e s i d a d . <Í el R o m a n o P o n t í f i c e n o i n d i c a q u e s u -
A l 2. q u e , c u a n d o el b a u t i s m o es a d -
a
» ministra la g r a c i a d e l b a u t i s m o el h o m -
ministrado s o l e m n e y o r d e n a d a m e n t e , » b r e q u e b a u t i z a , s i n o el E s p í r i t u d e
debe a l g u n o r e c i b i r el s a c r a m e n t o d e l » D i o s , a u n q u e sea p a g a n o el que b a u -
bautismo, d e l p r e s b í t e r o q u e t i e n e l a c u r a » t i z a ». M a s el q u e es b a u t i z a d o n o s e
de a l m a s ó d e a l g u n o q u e b a g a s u s v e c e s . d i c e p a g a n o . L u e g o t a m b i é n el q u e n o
Mas e s t o n o se r e q u i e r e e n c a s o d e n e c e - está b a u t i z a d o p u e d e conferir el sacra-
sidad, en el q u e p u e d e b a u t i z a r l a m u j e r . mento del bautismo.
A l 3.° q u e e n l a g e n e r a c i ó n c a r n a l , e l Conclusión. El no bautizado puede en
hombre y l a m u j e r o b r a n s e g ú n l a v i r - caso de necesidad conferir el bautismo,
tud de l a p r o p i a n a t u r a l e z a , y p o r e s t o siempre que observe la forma establecida
la mujer n o p u e d e s e r e l p r i n c i p i o a c t i v o por la iglesia; pecaría, empero grave-
de la g e n e r a c i ó n , s i n o ú n i c a m e n t e p a - mente no ocurriendo aquella necesidad.
sivo. P e r o e n l a g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l , n i Responderemos, q u e S a n A g u s t í n d e j a
uno ni o t r o o b r a n p o r v i r t u d p r o p i a s i n o sin resolver esta c u e s t i ó n ; p u e s dice
solo i n s t r u m e n t a l m e n t e p o r l a v i r t u d d e ( C o n t . E p i s t . P a r m e n i a n i 1. 2 , c. 13):
Cristo. Y p o r e s o d e l m i s m o m o d o p u e d e i e x i s t e e s t a o t r a c u e s t i ó n : si aun p o r los
bautizar e n c a s o d e n e c e s i d a d el v a r ó n » q u e j a m á s h a n sido cristianos p u e d e
que la m u j e r . M a s si l a m u j e r b a u t i z a r a » d a r s e el b a u t i s m o ; n a d a d e b e a f i r m a r -
á alguno f u e r a d e l c a s o d e n e c e s i d a d , n o » se t e m e r a r i a m e n t e sin l a a u t o r i d a d d e
debe ser r e b a u t i z a d o , c o m o t a m b i é n se h a y> a l g ú n c o n c i l i o t a n g r a n d e q u e s e a b a s -
dicho r e s p e c t o d e l s e g l a r ( a . 3 ) ; p e c a r í a » tante p a r a resolver cosa de t a n t a im-
sin e m b a r g o l a q u e b a u t i z a , y los d e m á s , » p o r t a n c i a » . M a s d e s p u é s se h a d e -
que á e s t o c o o p e r a s e n , y a r e c i b i e n d o d e t e r m i n a d o p o r l a I g l e s i a , q u e los no
ella el b a u t i s m o , y a o f r e c i é n d o l a á a l - b a u t i z a d o s ya s e a n j u d í o s ó p a g a n o s ,
guno p a r a b a u t i z a r l e . p u e d e n c o n f e r i r el s a c r a m e n t o d e l b a u -
t i s m o , c o n t a l q u e b a u t i c e n b a j o la
ARTÍCULO V. — ¿El «pie n o está bau- f o r m a a d o p t a d a p o r la I g l e s i a . P o r l o
tizado puede conferir el sacramento del bau- cual el P a p a N i c o l á s I , responde ( D e
tismo'? (1) C o n s e c r a t . d i s t . 4, C . 24, a d C o n s u l t a
B u l g a r . c. 104) : « m e d e c í s q u e e n v u e s -
1.° P a r e c e q u e a q u e l q u e n o e s t á b a u - » tro país h a y muchos individuos que
tizado no p u e d e c o n f e r i r e l s a c r a m e n t o » h a n sido b a u t i z a d o s p o r cierto j u d í o ,
del b a u t i s m o ; p o r q u e n a d i e d a lo q u e n o i> sin q u e s e p á i s si es c r i s t i a n o ó p a g a n o ,
tiene. P e r o el n o b a u t i z a d o n o t i e n e el B y m e p r e g u n t a s q u é es l o q u e s e d e b e
sacramento d e l b a u t i s m o . L u e g o n o p u e - » h a c e r . N o se les d e b e s e g u r a m e n t e r e -
de conferirle. » b a u t i z a r , si h a n s i d o b a u t i z a d o s e u
2.° A l g u n o c o n f i e r e el s a c r a m e n t o d e l » n o m b r e d e la S a n t a T r i n i d a d » , p e r o
bautismo e n c u a n t o es m i n i s t r o d e l a si n o f u e r e o b s e r v a d a l a ' f o r m a d e I g l e s i a ,
Iglesia. Y el q u e n o e s t á b a u t i z a d o , no se confiere el s a c r a m e n t o d e l b a u t i s -
de ningún m o d o p e r t e n e c e á l a I g l e s i a , m o . E n e s t e s e n t i d o d e b e e n t e n d e r s e lo
"i por l a c o s a ni p o r el s a c r a m e n t o . q u e G r e g o r i o I I I e s c r i b e al O b i s p o B o -

z a r
a la p r o p i a p r o l e á m e n o s g u e h a y a falta do otras p e r s o - b a u l i z a n t e s s e g u n la d e c l a r a c i ó n del t r i d e n t i n o ( s e s s . 7, c. 4):
"as; asimismo, si el s a c e r d o t e e s t u v i e r a e x c o m u l g a d o , debe si quis dixcrit bap!is¡nitm qui etiam datar ab hccrclicis in nomine
Proponérsele á o t r o . Patris el Filii el Spiritus sancii cum inlcntione faciendi quod fácil
0 ) Es de fe c o n t r a la h e r e j í a de los a r m e n i o s y otros re- Ecclesìa, non esse verum baplìsmitm, anathema sit.
704 CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULOS V Y VI.

n í f a c i o , e p i s t . 1 , c a n . 1, ( e t h a b . D e b a u t i z a d o p u e d a b a u t i z a r , q u e e l que
c o n s e c r a t . C . 52, d i s t . 4 ) : « m a n d a m o s p u e d a recibir otros sacramentos.
» bautizar d e n u e v o , e n n o m b r e d el a
í Trinidad, á los que sabéis que h a n sido ARTÍCULO V I . — P u e d e n muchos lian,
» b a u t i z a d o s p o r los p a g a n o s , e s decir n o tizar a. l a vez á uno solo ? (3)
» habiendo observado así la forma d ela
» Iglesia». Y l a razón d e esto es q u e , 1.° P a r e c e q u e m u c h o s p u e d e n b a u t i z a r
como por parte d e la materia e n cuanto á l a v e z á u n o s o l o ; p o r q u e e n l a multitud
á l anecesidad del sacramento basta cual- s e c o n t i e n e e l u n o ; m a s n o v i c e v e r s a ; por
quier a g u a , así también, por parte del m i - c o n s i g u i e n t e p a r e c e q u e t o d o l o q u e puede
nistro es bastante cualquier hombre. Y h a c e r u n o , p u e d a n h a c e r l o m u c h o s y no
por esto aun el n o bautizado, e n caso d e v i c e v e r s a , c o m o m u c h o s a r r a s t r a n una
necesidad puede bautizar, d em o d o que si n a v e , q u e u n o s o l o n o p u e d e arrastrar.
dos individuos que n o están bautizados, P e r o u n h o m b r e s o l o p u e d e b a u t i z a r si-
se bautizan m u t u a m e n t e con t a l que pri- m u l t á n e a m e n t e á m u c h o s . L u e g o tam-
mero el uno bautizase al otro, y después b i é n m u c h o s p u e d e n b a u t i z a r á l a vez á
fuera bautizado p o r éste, conseguirían uno solo.
el u n o y e lotro n o s o l a m e n t e e l sacra- 2.° M á s d i f í c i l e s q u e u n s o l o a g e n t e
m e n t o sino t a m b i é n l a cosa d e l sacra- o b r e s o b r e m u c h a s c o s a s , q u e muclios
m e n t o . M a s s i h i c i e r a n e s t o fuera del caso a g e n t e s o b r e n á l a v e z s o b r e u n a sola,
de necesidad, pecarían gravemente, el M a s u n s o l o h o m b r e p u e d e b a u t i z a r á la
bautizante y el bautizado, y p o r e s t o s e v e z á m u c h o s . L u e g o m u c h o m e j o r mu-
i m p e d i r í a e l e f e c t o d e l b a u t i s m o , (1) a u n - c h o s p u e d e n á l a v e z b a u t i z a r á u n o solo,
q u e n o s ed e s t r u y e s e e l s a c r a m e n t o 3.° E l b a u t i s m o e s e l s a c r a m e n t o de
mismo. m a y o r n e c e s i d a d . Y e n a l g ú n c a s o pa-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l h o m - rece s e r necesario q u e m u c h o s bauticen á
bre que bautiza c u m p l e t a n solo u n mi- l a v e z á u n o , v . g r . s i a l g ú n n i ñ o estu-
nisterio exterior ; pues e s Cristo quien v i e s e in articulo mortis y s e h a l l a s e n allí
b a u t i z a i n t e r i o r m e n t e , y .el q u e p u e d e d o s , d e l o s c u a l e s u n o f u e s e m u d o y el
servirse d e todos l o shombres para todo o t r o c a r e c i e s e d e m a n o s y b r a z o s ; pues
lo que quisiere. Y por eso l o sn o bauti- e n t o n c e s s e r í a m e n e s t e r , q u e e l mutilado
zados pueden bautizar, puesto que como p r o f i r i e s e l a s p a l a b r a s y e l m u d o ejecu-
dice e l P a p a Nicolás e l bautismo n o t a s e e l a c t o d e l b a u t i s m o . L u e g o parece
es d e aquellos, esto e s d e l o s que bauti- q u e m u c h o s p u e d a n b a u t i z a r á l a vez á
z a n , sino d e Cristo (hoc. h a b e t exprés. uno solo.
A u g u s t . C o n t . C r e s c o n 1. 3 , C . 6). Por el c o n t r a r i o : d e u n s o l o a g e n t e es
A l 2° q u e a q u e l q u e n o e s t á b a u t i - u n a s o l a a c c i ó n . S i p u e s m u c h o s bautiza-
zado, aunque n opertenezca á l a Iglesia s e n á u n o , p a r e c e s e g u i r s e q u e h a b r í a mu-
p o r l a c o s a ó p o r e l s a c r a m e n t o (2) c h o s b a u t i s m o s , l o c u a l e s c o n t r a r i o alo
p u e d e n o obstante pertenecer á ella p o r q u e s e d i c e ( E p h e s . 4, 5 ) : una fe, mi
la intención y l asemejanza d e l acto, bautismo.
esto e s , e n c u a n t o intenta h a c e r l oq u e Conclusión. Pueden muchos, mientras
h a c e l aI g l e s i a , y .observa l a forma d e guarden la forma prescrita por la Igle-
ella a l bautizar, y e n t a l supuesto obra sia y diga cadauno simultáneamente. Ego
c o m o ministro d e Cristo, que n o ligó s u t e b a p t i z o i n n o m i n e P a t r i s e t F i l ü et
virtud álos b a u t i z a d o s , c o m o n i t a m p o c o S p i r i t u S a n c t i , conferir el verdadero sa-
á los sacramentos. cramento del bautismo aunque pecarían
A l 3.° q u e l o s o t r o s s a c r a m e n t o s n o gravemente.
son d e tanta necesidad como el bautismo; Responderemos, q u e e l s a c r a m e n t o del
y por esto se permite más bien que eln o b a u t i s m o tiene s u v i r t u d principalmente

(\ J Es decir, la gracia santificante, ambos pecarían mortal- (3) Esta cuestión no afecta á la validez del sacramento,
mente, mas no por esto el sacramento sería inválido ni deja- puesto que válidamente puede uno bautizar á muchos, bocs
ría por consiguiente de imprimir carácter. lícito empero hacerlo por ser contrario al uso de la Iglesia y
(2) Consult. ( C preced. a. 1 ) acerca de la significación de á ladignidad del sacramento. (V. Ligor. Opus. Mor. 1, , '^)'
V I

estas palabras.
CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO VI. 105

de la f o r m a q u e e l A p ó s t o l l l a m a p a labra ser castigados p o r el m o d o d e s o r d e n a d o


de vida ( E p h e s . 5 ) . Y p o r e s t o e s p r e c i s o de bautizar, m a sno p o r reiteración del
considerar, s i m u c h o s b a u t i z a n á l a v e z b a u t i s m o , p o r q u e u n o y otro tenía inten-
auno, de q u é forma habrían u s a d o ; por- ción d e b a u t i z a r al n o b a u t i z a d o y c a d a
que si d i j e r e n nosotros te bautizamos en c u a l b a u t i z a r í a , quantum est in se. N i
el nombre del Padre, y del Hijo y del Es- conferirían otro, y otro s a c r a m e n t o , sino
píritu Santo, n o se conferiría el sacra- Cristo, q u e es u n o , bautizando interior-
mento d e l b a u t i s m o , p o r q u e n o s e o b s e r - m e n t e , conferiría u n sacramento p o r m e -
varía la f o r m a d e l a I g l e s i a , q u e e s : Yo te diación d e u n o y otro.
bautizo en el nombre del Padre y del Hijo A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e a q u e l l a
y del Espíritu Santo. P e r o a l g u n o s d i c e n razón tiene l u g a r en las cosas q u e obran
que esto s e e s c l u y e p o r l a f o r m a d e b a u - por virtud propia. P e r o los hombres no
tizar d e q u e u s a l a I g l e s i a d e l o s G r i e - b a u t i z a n p o r p r o p i a v i r t u d , sino e n v i r t u d
gos ; p o r q u e p o d r í a n d e c i r : sea bautizado de Cristo, q u e , siendo u n o , perfecciona
el siervo de Cristo Nuestro Señor en el su o b r a p o r u n solo ministro.
nombre del Padre y del Hijo y del Espí- A l 2.° que en caso d e necesidad uno p o -
ritu Santo, e t c . b a j o c u y a f o r m a r e c i b e n dría bautizar á muchos á la vez bajo esta
los G r i e g o s e l b a u t i s m o ; l a q u e s i n e m - f o r m a : Yo os bautizo, v . g r . s i a m e n a z a s e
bargo es m u c h o m á s d e s e m e j a n t e á l a ruina ó espada, ó algo t a l que no diera
que n o s o t r o s u s a m o s , q u e si s e d i c e : nos- t r e g u a e n absoluto, p a r a q u e todos fuesen
otros te bautizamos. Pero d e b e c o n s i d e - bautizados separadamente. Y no por esto
rarse q u e p o r t a l f o r m a , nosotros te bauti- se d i v e r s i f i c a r í a l a f o r m a d e l a I g l e s i a ,
zamos ( 1 ) , s e e s p r e s a u n a i n t e n c i ó n t a l p o r q u e lo p l u r a l n o es sino l o s i n g u l a r
que c o n c u r r a n m u c h o s p a r a c o n f e r i r u n r e p r o d u c i d o , sobre t o d o cuando se dice
solo b a u t i s m o , l o c u a l p a r e c e s e r c o n t r a r i o en plural ( M a t t h . u l t . ) Bautizándo-
a l a razón d e l m i n i s t e r i o , p u e s el h o m b r e los, e t c . : n i e s l o m i s m o d e l q u e b a u t i z a
no b a u t i z a s i n o c o m o m i n i s t r o d e C r i s t o , y d e l q u e es b a u t i z a d o , p o r q u e C r i s t o ,
y haciendo s u s v e c e s ; p o r l o q u e , a s í que principalmente bautiza, es u n o ; y
como C r i s t o es u n o s o l o , a s í e s p r e c i s o m u c h o s se h a c e n u n o e n Cristo p o r el b a u -
que sea u n o s o l o e l m i n i s t r o q u e l e r e p r e - tismo.
sente. P o r e s t a r a z ó n d i c e e s p r e s a m e n t e A l 3.° q u e s e g ú n l o d i c h o C . 66, a . 3
el A p ó s t o l ( E p h e s . 4 , 5 ) , un Señor, una y 5 ) , l a integridad d e l bautismo consiste
fe, un bautismo. Y p o r e s o l a i n t e n c i ó n en l a forma de las p a l a b r a s y e n el u s o d e
contraría p a r e c e e s c l u i r e l s a c r a m e n t o la materia. A s í , pues, ni aquel que úni-
del b a u t i s m o . P e r o , s i u n o y o t r o d i j e r a n camente pronuncia las palabras bautiza,
Yo te bautizo en el nombre del Padre y ni a q u e l q u e s u m e r g e : p o r l o c u a l , si
del Hijo y del EspírituSanto, c a d a c u a l u n o profiere l a s p a l a b r a s y el otro s u -
espresaría s u i n t e n c i ó n , c o m o si é l m i s m o merge, ninguna forma de palabras podría
singularmente c o n f i r i e s e e l b a u t i s m o , l o ser conveniente ; pues n i podría decirse :
que p u e d e s u c e d e r e n e l c a s o e n q u e u n o Yo te bautizo, no sumergiendo, y por
y otro p o r r i v a l i d a d i n t e n t a s e n b a u t i z a r consiguiente n o b a u t i z a n d o el mismo ; ni
a alguno : p u e s e n t o n c e s e s e v i d e n t e , q u e t a m p o c o p o d r í a d e c i r s e : nosotros te bau-
a
quel q u e p r i m e r a m e n t e p r o f i r i e s e l a s p a - tizamos, c u a n d o n i u n o n i o t r o b a u t i z a -
labras , c o n f e r i r í a e l s a c r a m e n t o d e l b a u - r í a . P o r q u e si d e d o s i n d i v i d u o s e l u n o
tismo, y e l o t r o , c u a l q u i e r a q u e f u e s e e l escribe u n a p a r t e del libro y el otro otra,
derecho q u e t u v i e r a p a r a b a u t i z a r , n a d a n o s e r í a p r o p i a l a l o c u c i ó n : nosotros he-
haría; y si p r e s u m i e r a p r o n u n c i a r l a s p a - mos escrito este libro, s i n o p o r s i n é c d o -
labras, d e b e r í a s e r c a s t i g a d o c o m o r e - que e n cuanto se pone el todo p o r la
bautizador. P e r o , si p r o n u n c i a r a n l o s dos parte.
euteramente á Ja v e z l a s p a l a b r a s y s u -
mergieran ó r o c i a r a n a l h o m b r e , d e b e r í a n

(t) Si las palabras nos te baptizamus se toman en conjunto, dadero bautismo, porque cada uno intentará bautizar, y por
entonces no se perfecciona el bautismo por falta de unidad de tanto habrá materia y forma del Sacramento.
•nimstro; si empero se toman separadas, entonces habrá ver-
SuMA. TEOLÓGICA. — TOMO I V . 45
IOS CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO VII.

A R T Í C U L O V I I . — nequiérese cu ci r a c i ó n c a r n a l ; p o r lo c u a l se dice (i P e t ,
bautismo alguno que tonga ni bautizado en 2, 2) : como niños recien nacidos, codiciad
la sagrada fuente? (1) la leche racional, y sin dolo. M á s e n l a
generación carnal el p á r v u l o , que acaba
1.° Parece que n o se requiere en el de n a c e r , necesita de n o d r i z a y de maes-
bautismo alguno que saque al bautizado tro. Luego también en la regeneración
de la sagrada fuente : porque nuestro espiritual d e l b a u t i s m o se requiere alguno
b a u t i s m o es c o n s a g r a d o p o r el bautismo que b a g a l a vez de nodriza y pedagogo,
d e C r i s t o , y se c o n f o r m a á é l . P e r o C r i s t o f o r m á n d o l e é i n s t r u y é n d o l e c o m o novicio
bautizado no fué recibido por alguno de en l a f e , acerca de lo que p e r t e n e c e á la
l a f u e n t e , sino q u e , c o m o se d i c e (Matth. f e y á l a v i d a c r i s t i a n a , alo c u a l n o pue-
3 , 1 6 ) : después que Jesús fué bautizado, d e n d e d i c a r s e los p r e l a d o s de l a Iglesia,
subió luego del agua. L u e g o p a r e c e q u e p o r h a l l a r s e e n t r e g a d o s a l c u i d a d o común
n i e n e l b a u t i s m o d e l o s o t r o s se r e q u i e r a del p u e b l o ; m a s los niños y l o s neófitos
alguno que reciba al bautizado de la n e c e s i t a n u n c u i d a d o e s p e c i a l a d e m a s del
fuente sagrada. común, y por eso se requiere que alguno
2.° E l b a u t i s m o es l a r e g e n e r a c i ó n e s - saque de la fuente sagrada al bautizado,
p i r i t u a l s e g ú n l o d i c b o ( a . 3). P e r o en la como para su instrucción y tutela. Y esto
g e n e r a c i ó n c a r n a l n o se r e q u i e r e s i n o el es l o q u e dice San Dionisio ( ú l t . cap.
p r i n c i p i o a c t i v o q u e es el p a d r e , y e l p r i n - Eccl. hierarch), «vino á la m e n t e de
c i p i o p a s i v o q u e es l a m a d r e . A s í pues, » n u e s t r o s j e f e s , es d e c i r , los Apóstoles,
obteniendo en el bautismo el lugar del x> y l e s p a r e c i ó b i e n q u e f u e r a n tomados
padre aquel q u e b a u t i z a , y el l u g a r de l a » los niños conforme á esta santa prác-
madre el agua m i s m a del bautismo, como » tica, que consiste en que los padres
dice S a n A g u s t í n en u n sermón de Epi- » n a t u r a l e s d e l n i ñ o , le c o n f í e n á u n maes-
fanía ( i D o m . infr. octav.), parece que no » t r o i n s t r u i d o e n l a s c o s a s d i v i n a s , para
se requiere a l g ú n otro que s a q u e a l bau- » q u e o b r e b a j o s u s ó r d e n e s , considerán-
tizado de l a fuente sagrada. » dolé como su padre en D i o s , y garante
3.° E n los sacramentos de l a Iglesia » de su salvación » (2).
n a d a d e b e b a c e r s e q u e se p r e s t e á l a b u r l a . A l argumento 1.° diremos que Cristo
P e r o parece risible que los adultos, que n o f u e b a u t i z a d o p a r a s e r r e g e n e r a d o sino
p u e d e n sostenerse á sí m i s m o s y salir de para que regenerase á o t r o s ; y p o r esto
l a fuente bautismal, sean recibidos por después del bautismo no n e c e s i t ó de
otro. L u e g o parece que no se r e q u i e r e , maestro, como el niño.
a l g u n o , principalmente en el bautismo de A l 2.° q u e e n l a g e n e r a c i ó n c a r n a l no
los adultos, que saque al bautizado de se requiere necesariamente s i n o e l padre
l a fuente sagrada. y la madre, pero para la f a c i l i d a d del
Por el contrario es lo que dice San p a r t o y l a e d u c a c i ó n c o n v e n i e n t e de los
Dionisio (Eccl. bier. c. 2), que «los n i ñ o s , se r e q u i e r e l a p a r t e r a , l a nodriza y
» sacerdotes tomando a l bautizado lo e n - e l p e d a g o g o , c u y a s v e c e s h a c e e n e l bau-
» tregan al que le b a tenido en las f u e n - t i s m o a q u e l q u e s a c a a l n i ñ o d e l a fuente
» tes del bautismo p a r a que le i n s t r u y a y sagrada. P o r consiguiente, no e s de ne-
» l e dirija ». c e s i d a d d e s a c r a m e n t o , s i n o q u e u n o solo
C o n c l u s i ó n . Requiérese que alguno re- puede bautizar á a l g u i e n e n c a s o de es-
ciba al bautizado de la sagrada fuente trema necesidad.
del bautismo como para su instrucción y A l 3.° q u e e l b a u t i z a d o n o e s sacado
tutela. por el padrino d e l a f u e n t e s a g r a d a por
Responderemos que la regeneración c a u s a d e s u d e b i l i d a d c o r p o r a l , s i n o por
e s p i r i t u a l , q u e se v e r i f i c a p o r el bautis- l a e s p i r i t u a l , c o m o se h a d i c h o .
m o se a s e m e j a e n cierto m o d o á l a g e n e -

(1) Como el que saca á uno (le la fuente bautismal se le con- solía llamárseles susceplorcs, fideí jussores, .iponsóres.
sidera como ministro, por esto trata aqui esta cuestión Santo (2) El catecismo romano refiere estas palabras de San Dio-
Tomás que pertenece más bien á la relativa á las ceremonias nisio y añade que confirman la misma sentencia la autori*'"'
1

del bautismo. El uso de nombrar padrinos para el bautismo del Papa Higinio (De consecrat. dist. 4, c. 100J; de San leo»
es muy antiguo en la Iglesia, haciéndolo remontar algunos Papa (Id. c. 101), y el concilio de Maguncia (Id. c. 101, y ' 3

hasta el siglo n en tiempo del Papa Higinio. Antiguamente C. l , c . 1).


CUESTIÓN LXVII. — ARTÍCULO Vili. 707

A R T Í C U L O V I I I . — ¿ E I « U C s a c a á ai- alguno en las fuentes del bautismo, acep-


gimo de la sagrada fílenle, e s t á obligado á ta el cargo de pedagogo; y por tanto se
instruirlo ? (1) obliga á tener cuidado del mismo, si tu-
viera necesidad, por ejemplo durante el
1.° Parece que el que saca á alguno de tiempo y lugar en que los que son bauti-
la fuente sagrada no se obliga á su ins- zados viven entre los infieles. Pero cuan-
trucción ; porque nadie puede instruir do viven entre católicos cristianos pueden
sino el que está instruido. Pero también escusarse bastante de este cuidado, pre-
algunos no instruidos, sino sencillos, son sumiendo que sea instruido diligentemen-
admitidos (como -padrinos), para sacar á te por sus padres. Mas, si de cualquier
alguno de la fuente sagrada. Luego aquel modo pensasen lo contrario, estarían obli-
que recibe al bautizado, no está obligado gados, según su modo, á cuidar de la
¡i instruirle. salvación de sus hijos espirituales.
2.° El hijo puede ser instruido más Al argumento 1.° diremos que, donde
bien por su padre que por otro estraño; quiera que amenazase un peligro sería
porque el hijo recibe del padre el ser, el necesario que hubiese alguno instruido en
alimento y la enseñanza, como dice el las cosas divinas, como dice San Dioni-
Filósofo (Ethic., 1. 8, c. 12). Si pues sio (Eccl. hierard. c. 7 ) , que sacase al
aquel que recibe al bautizado estuviera bautizado de la sagrada fuente ; mas
obligado á instruirle, sería más conve- donde no amenaza el peligro por causa de
niente que el padre carnal tuviera á su que los niños viven entre los católicos, es
hijo en la fuente bautismal, que algún admitido cualquiera para el oficio de pa-
otro, lo cual parece estar prohibido, se- drino ; puesto que las cosas que pertene-
gún consta (in Decret. 30, C. 1, cap. cen á la vida cristiana y á la fe son cono-
Pervenit y cap. Dictum est. cidas públicamente de todos. Sin embar-
3.° Muchas personas pueden instruir go, el que no está bautizado no puede
más que una sola. Si pues el que recibe recibir al bautizado (2), como se de-
al bautizado estuviera obligado á ins- claró en el concilio de Maguncia (hab.
truirle, más bien deberían recibirle mu- cap. in baptismale, De consecrat. dist. 4),
chos que uno solo : y consta lo contrario aunque el no bautizado pueda bautizar;
por decreto del Papa León (hab. c. 10]. porque la persona del que bautiza es de
De cousecrat. dist. 4 ) : c< no es preciso, necesidad del sacramento, mas no la del
»dice j que se presente más de una perso- que recibe según lo dicho (a. 7 al 2.°).
»na, sea hombre ó mujer, para tener al Al 2.° que así como la generación es-
aniño en la fuente del bautismo ». piritual es distinta de la carnal; así tam-
Por el contrario, dice San Agustín bién debe serlo la enseñanza según aque-
(Serm. Pasch. 7, iu Dom. in albis) : « á llo ( H e b . 1 2 , 9) : si tuvimos á nuestros
»vosotros hombres y mujeres, que habéis padres carnales que nos corrigiesen y los
)) tenido á los niños en las fuentes del mirásemos con respeto, ¿cómo no obede-
»bautismo, os advierto que os habéis ceremos mucho más al Padre de los espí-
» constituido ante Dios como los fiadores ritus y viviremos ? Y por esto el padre
)) de aquellos ». espiritual debe ser otro que el padre car-
Conclusión. Solo en caso de necesidad, nal, á menos que la necesidad exija lo
c¡ que ha sacado á alguno de la fuente contrario.
bautismal, está obligado á instruirle, es Al 3.° que la educación sería confusa,
decir, si advierte que no podrá ser ins- si no hubiese más que un solo maestro
truido debidamente. principal. P o r lo cual en el bautismo es
Responderemos, que cada cual esta preciso que haya uno principal que re-
obligado á cumplir el cargo que aceptó. ciba al niño : y los demás pueden ser
Se lia dicho (a. 7), que aquel que tiene á admitidos como coadjutores.
0 ) Las o b l i g a c i o n e s (le l o s p a d r i n o s l a s c o m p r e n d e S a n d e b a p t . c a n . 7) a d v i e r t e : si quis dixeril, baptízalos per baptis-
Agustín c u e s t a s p a l a b r a s : debent eos semper admoiwre til cas- mum ipsum soliits lanlnm lidei debilores ficri : non aatcm universal
' ''c„¡ custodian!,
!,í
jtiMilianí diligan!, charitatcm tencant, el ante legis Chrisli servando:, anatliema sil.
" syiulolum et oratioilcm
m , l t
dominica»! eos doceant : dccalógtim (2) A c e r c a d e l o s q u e n o p u e d e n b a u t i z a r . ( V . G o u s s e
<im ct qiia: sint prima christiana:
cti
religionis utdimcnla fcathec. t h e o l o g . m o r . t. 2, p á g . 07).
r
° » . n. 2 7 ) . P o r e s t o c o n r a z ó n e l C o n c i l i o d e T r e n t o ( s e s s . 7
l
C U E S T I Ó N LXYIII.

De los que reciben el bautismo.

1.° Están todos obligados á recibir el bautismo? — 2.° Puede salvarse alguno sin el bautismo?-
3." Debe diferirse el bautismo? —4.° Los pecadores deben ser bautizados? — 5.° Deben imponerse obras
satisfactorias á los pecadores bautizados? — 6.° Se requiere la confesión de los pecados? — ~.° Se re-
quiere la intención de parte del bautizado? — 8." Y la fe? — 9." Los niños deben ser bautizados? - lo.
Los niños de los judíos deben ser bautizados contra la voluntad de sus padres? —11. Deben ser bau-
tizados algunos en el seno de su madre? —12. Deben ser bautizados los furiosos y los locos?

A B T Í C U L O I. — E s t á n obligados todos » únicamente los bautizados están en el


á la recepción del bautismo (1) ? D camino de la salud ».
Conclusion. Como nadie puede conse-
l.° Parece que no están todos obliga- guir la salvación sino por Cristo, sígne-
dos á la recepción del bautismo ; porque se que todos están obligados á recibir el
el camino de la salvación no ba sido coar- bautismo, por el cual se incorporan á
tado á los hombres por Cristo. Pero an- Cristo y son hechos miembros del mismo.
tes de la venida de Cristo podían salvar- Responderemos, que los hombres es-
se los hombres sin el bautismo. Luego tán obligados á aquello sin lo cual 110
también después de su venida. pueden conseguir la salvación. Es evi-
2.° El bautismo parece haber sido ins- dente que nadie puede conseguir la sal-
tituido sobre todo para remedio del peca- vación sino por medio de Cristo, por lo
do original. Pero aquel que es bautizado cual dice el Apóstol (Rom. 5, 18) : como
no teniendo pecado original, no parece por el pecado de uno solo, cayeron todos
que pueda transmitirlo á la prole. Luego los hombres en condenación, así también
parece que no deben ser bautizados los por la justicia de uno solo irán todos los
hijos de aquellos que ya lo están. hombres en justificación de Cristo. Y el
3.° El bautismo se da, para que por bautismo se otorga, para que alguno re-
medio de la gracia se limpie el hombre generado por el mismo sea incorporados
del pecado. Pero esto lo consiguen aque- C?-isto ; y sea hecho miembro de este (2);
llos que son santificados en el vientre de por lo cual se dice (Galat. 3, 27): todos
su madre sin el bautismo. Luego no están los que habéis sido bautizados en Cristo
obligados á recibirle. estáis revestidos de Cristo. Luego es evi-
Por el contrario, dícese (Joan. 3, 5 ), dente que todos están obligados al bau-
que. no puede entrar en el reino de Dios, tismo, y sin él no puede haber salud pan
sino aquel que fuere renacido de agua y los hombres.
de Espíritu Santo: y (lib. de eccl. Al argumento 1.° diremos que nunca
dogmat. c. 74) se dice «creemos que los hombres pudieron salvarse aun antes

(1) Varios han sido los herejes que han negado la necesi- ciertas personas para cierto tiempo. Contra todos estos ha in-
dad del bautismo. Ademas de los inaniquéos y otros que re- finido el Concilio tridentino (sess. 7, can 5) : si quit
chazaban el bautismo de agua, los pelagianos pretendían que baptismtim liberum esse, hoc est, non necessarlttm ad salnten, <"i'
J

no era necesario para conseguir alcanzar el reino de los cie- thema sit.
los ; Wiclef, Zvinglio y Bucero dijeron que aquel sacramento (2) Por él dice el concilio florentino somos hechos mie»
no era necesario á los infantes predestinados ; los socinianos bros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia.
que no era de precepto universal y perpetuo, 6Íno solo para
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULOS I Y II. 709

de l a v e n i d a d e C r i s t o , s i n o s e h u b i e r a n t i n c a d o s e n e l s e n o m a t e r n o (2), s e r í a
hecho m i e m b r o s d e C r i s t o ; p o r q u e c o m o necesario bautizarles, para que por l a
se d i c e ( A c t . 4, 12), no hay otro nombre recepción del carácter se asemejaran á
debajo del cielo, dado á los hombres, en los otros m i e m b r o s de Cristo.
que nos sea necesario ser salvos. P e r o
ARTÍCULO I I .— Puede alguno sal-
antes d e l a v e n i d a d e C r i s t o l o s h o m b r e s
v a r s e s i n e l b a u t i s m o ? (3)
eran i n c o r p o r a d o s á C r i s t o , p o r l a f é e n
su f u t u r a v e n i d a , c u y a s e ñ a l d e f e e r a l a 1.° P a r e c e q u e n a d i e p u e d e s a l v a r s e
circuncisión, c o m o dice el A p ó s t o l ( R o m . sin el b a u t i s m o ; p o r q u e dice el S e ñ o r
4): y a n t e s d e q u e s e e s t a b l e c i e r a l a c i r - ( J o a n . 3 , 5 ) : no puede entrar en el reino
cuncisión p o r s o l a la f e , c o m o d i c e S a n de Dios, sino aquel que fuere renacido de
G r e g o r i o ( M o r a l . 1.4, c . 3) c o n l a o b l a - agua y de Espíritu Santo. P e r o s o l o s e
ción d e l o s s a c r i f i c i o s , p o r l a q u e c o n f e - s a l v a n a q u e l l o s , q u e e n t r a n en el reino
saban s u fe los a n t i g u o s p a t r i a r c a s , y e r a n de D i o s . L u e g o nadie p u e d e salvarse sin
incorporados los h o m b r e s á Cristo. D e s - el b a u t i s m o , c o n el cual es r e g e n e r a d o al-
pués d e l a v e n i d a d e C r i s t o e r a n i n c o r p o - g u n o por a g u a y el E s p í r i t u Santo.
rados á l o s h o m b r e s p o r l a f é e n C r i s t o 2.° D í c e s e ( l i b . D e e c c l e s . d o g m a t . c .
s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 3 , 17) : para que 74) : « n i n g ú n c a t e c ú m e n o a u n q u e m u e r a
Cristo more por la fe en vuestros cora- B después de haber hecho buenas obras,
zones. P e r o l a f e d e c o s a y a p r e s e n t e e s B creemos que consigue la vida eterna, á
manifestada por otro signo q u e lo sería B m é n ó s q u e h a y a sufrido el martirio, e n
cuando era f u t u r a , c o m o t a m b i é n se s i g - B el q u e se c o m p l e t a t o d a la v i r t u d del
nifican p o r d i v e r s a s p a l a b r a s e l p r e s e n t e , B s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o B. P e r o s i a l -
el p a s a d o y e l f u t u r o . Y p o r e s o , a u n q u e g u n o p u d i e r a salvarse sin el b a u t i s m o ,
el s a c r a m e n t o m i s m o d e l b a u t i s m o n o esto tendría principalmente lugar en los
s i e m p r e f u e r a n e c e s a r i o p a r a l a s a l u d (1), catecúmenos, que hacen buenas obras, y
sin e m b a r g o l a f e , d e l a q u e e s s a c r a - qué parecen tener fe, que obra por e l
mento el b a u t i s m o , s i e m p r e fue n e c e s a r i a . amor. L u e g o parece q u e nadie p u e d e sal-
A l 2.° q u e s e g ú n l o d i c h o ( l . - 2 . , C .
a x
varse sin el b a u t i s m o .
81, a . 3 , a l 2.°), l o s q u e s e b a u t i z a n s o n 3.° C o m o s e h a d i c h o ( C . 65, a . 3 y
renovados espiritualmente p o r el b a u t i s - 4), e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o e s n e c e -
mo ; m a s e l c u e r p o p e r m a n e c e s u j e t o a l sario p a r a la s a l v a c i ó n , y es necesario
a n t i g u o p e c a d o s e g ú n a q u e l l o ( R o m . 8, a q u e l l o , sin lo c u a l n o p u e d e existir a l g o ,
10): el cuerpo verdaderamente está muer- c o m o s e d i c e ( M e t . 1. 5 , t . 6). L u e g o p a -
to por el pecado, mas el espíritu vive por rece que nadie puede conseguir la salva-
la justicia. P o r l o c u a l S a n A g u s t í n ción sin el b a u t i s m o .
p r u e b a ( C o n t . J u l i á n . 1. 6, c . 17), q u e Por e l c o n t r a r i o e s , l o q u e d i c e S a n
«no se b a u t i z a e n el h o m b r e t o d o lo q u e A g u s t í n ( S u p . L e v í t i c u m q . 48) : q u e
)) h a y e n é l B . E s e v i d e n t e q u e e l h o m b r e a la santificación invisible h a sido acor-
no e n g e n d r a p o r g e n e r a c i ó n c a r n a l s e g ú n B d a d a á a l g u n o s (4), y l e s f u e ú t i l ,
el e s p í r i t u , s i n o s e g ú n l a c a r n e . Y p o r B sin los sacramentos visibles; en tanto
esto l o s h i j o s d e l o s b a u t i z a d o s n a c e n c o n s> q u e l a s a n t i f i c a c i ó n v i s i b l e , q u e t i e n e
el p e c a d o o r i g i n a l , y p o r t a n t o n e c e s i t a n B l u g a r en el sacramento visible, p u e d e
ser b a u t i z a d o s . B estar p r e s e n t e sin la i n v i s i b l e , m á s n o
A l 3.° q u e a q u e l l o s q u e s o n s a n t i f i c a - » p u e d e a p r o v e c h a r B. L u e g o , p e r t e n e -
dos e n e l s e n o m a t e r n o , c o n s i g u e n l a c i e n d o el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o á la
gracia q u e l e s p u r i f i c a d e l p e c a d o o r i g i - santificación visible, p a r e c e q u e sin e l
nal ; m a s n o p o r e s o o b t i e n e n e l c a r á c t e r sacramento del bautismo puede alguno
con.el q u e se c o n f i g u r a n á C r i s t o , p o r conseguir la salud por medio de la santi-
cuya r a z ó n si f u e r a n a l g u n o s a h o r a s a n - ficación invisible.
(l)Es decir, antes de la l e y de gracia. quis dixeril : sine eis sacramentis ani eorum voto, per solam fidem
(2) Aunque su santificación fuese conocida, pues San Juan homines á Deo gratiam juslificationis adipisci, anathema sil. Y
a
pesar de ser santificado en el seno materno fue circunci- (sess. 6, can. 7) : sacramenlum baptismi est sacramentum fidei sine
dado (Luc. 1). qua nulli unquam conligit juslificalio.
(3) Ninguno puede ser salvado sin el bautismo según la (4) A algunos mártires por ejemplo.
declaración de fe del Concilio tridentino (sess. 7 , can. 4) : si
710 CUESTIÓN LXVIIL — ARTÍCULOS II Y I I I .

Conclusión. N inguno puede salvarse fica en l a p e r c e p c i ó n d e l b a u t i s m o y eu


sino ha recibido el bautismo realmente ó el m artirio (2) ; p o r l o q u e s e d i c e que
por el voto del bautismo. e n e l m a r t i r i o s e c o m p l e t a n t o d o s l o s sa-
Responderemos, q u e e l s a c r am e n t o cramentos del bautism o, esto e s , en
del bautism o puede faltar á alguno de c u a n t o á l a p l e n a l i b e r a c i ó n d e l a culpa y
d o s m o d o s : 1.° p u e d e n o h a b e r l e recibido de l a pena. L u e g o s i e x i s t e a l g ú n cate-
ni r e a l m e n t e n i p o r v o t o y e s t o s u c e d e á cúmeno que tiene d e s e o d e l bautism o,
aquellos, que no son bautizados ni quie- p u e s t o q u e d e o t r a m a n e r a n o m o r i r í a en
ren bautizarse, lo cual pertenece clara- b u e n a s o b r a s , q u e n o p u e d e n e x i s t i r sin
mente a l desprecio del sacram ento res- l a f e q u e o b r a p o r l a c a r i d a d , e l t a l no
pecto de los que tienen el uso del albe- l l e g a i n m e d i a t a m e n t e d e mu e r t o á l a vida
drío. Y p o r eso aquellos, á quienes de e t e r n a , s i n o q u e s u f r i r á l a p e n a p o r los
este m o d o falta e l b a u t i s m o no pueden pecados pasados ; sin embargo él mismo
conseguir l a s a l u d , puesto que n i sacra- será salvo como por el fuego, c om o se
mental ni m entalm ente son incorporados dice ( i C o r . 3, 5).
á Cristo, por m edio d e l c u a l solo h a y A l 3 . ° q u e s e d i c e p o r t a n t o q u e e l sa-
s a l v a c i ó n ; 2.° puede faltar á alguno el c r a m e n t o d e l b a u t i s m o e s n e c e s a r i o á la
s a c r a m e n t o d e l b a u t i s mo r e a l m e n t e , p e r o salud, porque no puede haber salvación
no por voto ; com o cuando alguno desea p a r a e l h o m b r e , s i n o s e t i e n e a l m e n o s en
ser b a u t i z a d o , y le sobreviene l a m uerte, l a v o l u n t a d , l a c u a l s e r e p u t a p o r hecho
antes de que reciba el bautism o, y el ante D i o s .
t a l , sin el bautismo actual puede obtener
la s a l v a c i ó n (1), p o r c a u s a d e l deseo d e l A R T Í C U L O I I I . — » e i » c diferirseci bau­
bautismo, el cual procede de l a f e ,que tismo ? (3)
obra por am or, por lo cual Dios, cuyo
poder n o se l i g a á los sacram entos visi- 1.° Parece q u e debe diferirse e l bau-
bles, santifica al hombre interiorm ente. t i s m o ; p o r q u e d i c e e l P a p a L e ó n (epist.
Por esta r a z ó n dice S a n A m b r o s i o (lib. d o s t i e m p o s , esto e s P a s c u a y Pentecos-
de o b i t u Valentín) de Valentiniano que t é s ) , h a n sido designados l e g í t im am e n t e
m u r i ó siendo catecúm eno : « perdí a l que por el « Rom ano Pontífice para bauti-
» h a b í a de regenerar ; pero sin em bargo » z a r ; p o r l o c u a l a m o n e s t a m o s á vuestro
» él no perdió l a gracia que pidió ». » a m o r , p a r a q u e e n n i n g u n o s o t r o s (lias
A l argum ento 1.° d i r e m o s q u e , com o »mezcléis esta observancia » . Luego
se dice 16, 7), e l hombre ve lo
(i R e g . parece q u e es preciso q u e a l g u n o sea
que aparece, más el Señor ve el corazón; b a u t i z a d o , n o i n m e d i a t a m e n t e , s i n o que
y aquel q u e desea ser regenerado por el se d i f i e r a e l b a u t i s m o h a s t a l o s tiem pos
bautismo de agua y de Espíritu Santo, predichos.
es r e g e n e r a d o en el corazón, aunque no 2.° E n e l c o n c i l i o A g a t e n s e ( C a n . 34
en el cuerpo ; com o dice tam bién el et h a b e t u r C . 93 D e c o n s e c r a t . d i s t . 4)
Apóstol (Rom . 2 , 2 6 ) , q u e la circunci­ se l e e : « los judíos, caya p e r f i d i a fre-
sión de corazón es en espíritu y no en le­ » cuentem ente se torna e n v ó m i t o , si
tra, cuya alabanza no es de los hombres, » quisieren venir á las leyes católicas,
sino de Dios. » e s t é n o c h o m e s e s a l u m b r a l d e l a Igle-
A l 2.° q u e n a d i e l l e g a á l a v i d a eterna » s i a e n t r e l o s c a t e c ú m e n o s ; y s i se co-
s i n o el a b s u e l t o d e t o d a c u l p a y r e a t o d e » noce que vienen c o n f e p u r a , entonces
pena, cuya absolución universal se verí­ » a l fin m e r e z c a n l a g r a c i a d e l b a u t i s m o » .

(1) Según hemos dicho en una nota anterior, el voto es me­ (3) E s de fe contra los publícanos y otros herejes que les
nester que sea explícito para el que conoce el bautismo y la niños son capaces del bautismo, según declaración dol Con­
necesidad del mismo. Bastará empero que sea implícito al que cilio Trodenlino : si quis duverit parimlos eo quod actum credent
solo conoce el bautismo de nombre. non habent, suscepto baplismo inter fidclcs computandos non c№¡
(2) E l martirio aprovecha también á los infantes pues la ac prop'erea cum ad annos discrelionis pervenerint esse lebuplr
Iglesia considera c o u i o verdaderos mártires los Santos Ino­ zandos; aut prcestare omitti eorum baptisma , qitam eos non
centes. E sta opinión, dice Suarez, es tan fundada que debe proprio credentes baptizan in sota fide Eccles/ce, anathema sit,
considerarse como temeraria la opuesta. Mas en los adultos se ísess. 7, de bapt. can. 13). Y si quis dixeril, neminem esle №
requiere la aceptación del martirio, cuando menos habitual­ tizandum, nisi ca célale qua Christus baptizatus est, vcl in if¡>
mente ó por u n motivo sobrenatural, dice San Alfonso mortis articulo, anathema sit, (sess, 7, can. 12).
(theolog. m o r . 1. 6, n. 97),
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULO III. •711

Luego los hombres deben ser bautizados no queráis creer á todo espíritu, mas
no inmediatamente, sino que debe dife- probad los espíritus si son de Dios, cuya
rirse el bautismo hasta cierto tiempo. prueba se hace en los que se acercan al
3.° Como dice Isaías (27, 9), este es bautismo, cuando se examinan su fe y
todo su fruto que sea quitado su pecado. sus costumbres por algún tiempo. 2.° Para
Pero más parece que se quita el pecado utilidad de los que son bautizados, pues-
ó aun se disminuye, si el bautismo se di- to que necesitan algún espacio de tiempo,
fiere por largo tiempo : 1.° por que los para instruirse en la fe y ejercitarse en
que pecan después del bautismo pecan lo perteneciente á la vida cristiana ; 3.°
más gravemente según aquello (Heb. 10, es necesario respecto á la referencia del
29), ¿ de cuánto mayores tormentos creéis sacramento, pues bautizándose en las
que es digno el que hollare la sangre del principales festividades de Pascua y de
testamento en que fue santificado ? esto Pentecostés, se recibe con más devoción
es, por el bautismo ; 2.° porque el bau-. el sacramento ( 2 ) . Mas esta dilación
tismo quita los pecados pasados, y no los debe omitirse por dos razones : 1. a

futuros : por lo que, cuanto más se difiere cuando los que deben ser bautizados
el bautismo tanto más pecados quita. aparecen perfectamente instruidos en la
Luego parece que el bautismo debe dife- fe é idóneos para el bautismo, como San
rirse largo tiempo. Felipe bautizó inmediatamente al Eunu-
Por el contrario: dícese (Eccli. 5 , co, según consta (Act. 8), y Pedro á
8 ) ; no tardes en convertirte al Señor, y Cometió y á los que con él estaban
no lo dilates de dia en dia. Pero la per- (Act. 10) : 2.° por enfermedad ó algún
fecta conversión á Dios es la de los que peligro de muerte. Por lo que dice el Papa
son regenerados en Cristo por medio del León, (ibid. c. 6) : «los que se hallan
bautismo. Luego no debe ser diferido el » bajo la presión de un peligro ó necesi-
bautismo de dia en dia. » dad de muerte, de enfermedad, de un
Conclusión. Los niños deben ser bau- » sitio, persecución ó naufragio, deben
tizados en seguida á causa del peligro de » ser bautizados en todo tiempo ». Sin
muerte ; los adultos empero al cabo de embargo, si alguno es sorprendido por
cierto tiempo, á no ser que estén perfec- la muerte antes de haber podido recibir
tamente instruidos en la fe, ó en mani- el sacramento esperando el tiempo esta-
fiesto peligro de muerte. blecido por la Iglesia, se salva, aunque
Responderemos, que acerca de este por el fuego, según se ha dicho (a. 2).
punto debe distinguirse, si los que han Peca no obstante, si difiere el recibir el
de ser bautizados son niños ó adultos; bautismo pasado el tiempo establecido
porque, si son niños, no debe diferirse el por la Iglesia, sin causa legítima y licen-
bautismo (1) ; 1.° porque no se espera cia de los prelados de ella. Sin embargo,
en ellos mayor instrucción, ó también también este pecado puede ser borrado
más plena conversión ; 2.° á causa del con los otros por la subsiguiente contri-
peligro de muerte, puesto que no se les ción, que suple las veces del bautismo
puede auxiliar con otro remedio sino por según lo dicho (aquí y a. 2).
el sacramento del bautismo. Mas á los Al argumento 1.° diremos, que ese
adultos se les puede socorrer, por solo mandato del Papa León sobre las dos épo-
el deseo del bautismo, según se ha dicho cas que deben observarse para el bautis-
(a. 2). Así, pues, á los adultos no se les mo, debe entenderse del de los adultos,
debe conferir el sacramento del bautismo escepcion hecha del peligro de muerte,
al instante que se convierten, sino que que siempre debe temerse en los niños,
conviene diferirlo hasta cierto tiempo ; según lo dicho.
l.°por precaución de la Iglesia, á fin de Al 2.° que aquello ha sido establecido
que no sea engañada, confiriendo el sa- respecto á los judíos como precaución de
cramento á los que fingidamente se acer- la Iglesia, para que no corrompan la fe
can á él, según aquello (i Joan. 4 , 1 ) : de los sencillos, si no estuviesen plena-
(1) La dilación será grave, si pasa de un mes no habiendo cinco ó seis dias y San Alfonso de diez á once dias (lib. 6,
causa que lo motive según algunos; si hay causa, lo será á los n.°U8).
líos meses; Tournelli dice que la dilación no puede pasar de (2) V. el catecismo romano P. 1 n. 30.
712 C U E S T I Ó N L X V I I I . — A R T Í C U L O S III Y IV.

mente convertidos, y sin e m b a r g o , como Pero cuando el pecador está mal dis-
allí m i s m o s e a ñ a d e , « si d u r a n t e el tiem- puesto, no coopera con Dios, antes bien
» po prescrito incurrieren en peligro de obra lo contrario. L u e g o i n ú t i l m e n t e se
» enfermedad, deben ser bautizados ». le administraría el bautismo, no estando
Al 3.° que el bautismo por la gracia dispuesto para l a j u s t i f i c a c i ó n .
que confiere, no solo quita.los pecados Conclusión. A los pecadores que tie-
pasados, sino que también impide los fu- nen voluntad de pecar y propósito hecho
turos, para que no se realicen, y se debe de perseverar en el pecado, no debe con-
desear principalmente que los hombres ferírseles el bautismo,pues no quieren ser
no pequen, y secundariamente que pe- unidos á Cristo y lavados del pecado; á
quen más levemente, ó también que sean los que empero tienen solo la mancha y
purificados de sus pecados según aquello consecuencia del pecado debe conferír-
(i Joan.2, 1) : hijitos mios, esto os es- sele.
cribo para que no pequéis. Mas si alguno Responderemos, que s e p u e d e d e c i r
pecare, tenemos por abogado con el Pa- alguno pecador de dos m o d o s : 1.° p o r la
dre á Jesucristo el justo ; y el es propi- mancha y el reato p a s a d o , y en este sen-
ciación por nuestros pecados (1). tido , debe conferirse á los pecadores el
sacramento del bautismo, p u e s t o q u e h a
ARTÍCULO TV. — Beben ser bautiza- s i d o i n s t i t u i d o e s p e c i a l m e n t e para b o r r a r

d o s l o s p e c a d o r e s ? (2) las m a n c h a s del p e c a d o según a q u e l l o


( E p h e s . 5, 26) : purificándola, e s decir,
1.° Parece que los pecadores deben á l a I g l e s i a , con el bautismo de aguapor
ser bautizados ; porque se dice Zach. 13, la palabra de vida. 2.° P u e d e d e c i r s e al-
1)•. en aquel dia habrá una fuente abier- guno pecador cuando tiene la voluntad
ta para la casa de David y para los mo- de pecar y el propósito de p e r s i s t i r e n el
radores de Jerusalen para lavar las p e c a d o : y en este concepto no debe con-
manchas del pecador y de la mujer mens- ferirse á los pecadores el sacramento del
truosa ; l o c u a l s e e n t i e n d e d e l a f u e n t e bautismo ; 1.° p o r q u e por e l b a u t i s m o son
del bautismo. L u e g o parece que este sa- incorporados los hombres á Cristo según
cramento debe conferirse aun á los peca- aquello 3 , 27): todos los que ha-
(Gralat.
dores. béis sido bautizados en Cristo, estáis re-
2.° Dice el Señor (Matth. 9,12) ; los vestidos de Cristo : y m i e n t r a s uno t i e n e
sanos no tienen necesidad de médico sino voluntad de pecar, n o puede estar unido
los enfermos. P e r o l o s e n f e r m o s s o n l o s á Cristo, según e s t a s palabras ( n Cor,
pecadores. L u e g o siendo el bautismo la 6, 14) : ¿qué comunicación tiene lajusti-
medicina del médico espiritual, esto es, ticia con la injusticia? P o r l o que dice
de Cristo, parece que se debe conferir t a m b i é n S a n Agustín (1. D e p a e n i t . h o m -
este sacramento á los pecadores. ult. int. 2 0 , c . 2 ) , que « ninguno c o u s t i -
3.° N o debe quitarse á los pecadores » tuido en arbitro de su voluntad puede
socorro alguno. Pero los pecadores bau- 3> comenzar una vida nueva, s i n o s e arre-
t i z a d o s son ayudados espiritualmente por » píente de la antigua » : 2.° porque en
el carácter m i s m o bautismal, puesto que las obras d e Cristo" y de la Iglesia nada
este es cierta disposición á la gracia. debe h a c e r s e en vano, é inútil es l o que
L u e g o parece que se les debe conferir no llega al fin para que es ordenado. Mas
este sacramento. ninguno que tiene voluntad de pecar,
Por el contrario, dice San Agustín puede ser purificado á l a vez del pecado
(tract. 72 in J o a n , implic, sed espressé, a l que se ordena el b a u t i s m o ; p u e s esto
serm. 15, de Verb. Apost. c. 11), el que sería suponer que los contrarios existen
te creó sin tí no te justificará sin tí. á l a vez ; 3.° porque e n los signos sacra-

(1) Siendo la virtud del bautismo no solo librarnos del mal, (2) Enseña el Santo Doctor que la penitencia es necesaria a
si que también enriquecernos de bienes y dones especiales, los pecadores para recibir el bautismo. De aquí que el Concilio
fácilmente se comprenderá lo malo de la costumbre observada tridentino (sess. 14, c. l¡ haya dicho : fuít qiMem panMeniit
en algún tiempo de diferirlo, según hemos dicho al hablar necessaria Mis etiam qui baptismi sacramento abluí petlvissent,
del bautismo de los clínicos, y de aquellos que retardaban el perversitatc abjecta el eliminita tanlam Dei offensionem cwupcccslí
bautismo para que á la vez en él se les perdonasen los peca- odio et pió animi dolare detestarenlur.
dos original y actuales.
CUESTIÓN LXVI1I.— ARTÍCULOS IV Y V . 713

mentales n o d e b e h a b e r f a l s e d a d a l g u n a , A R T Í C U L O V. — ¿Deben imponerse


y es falso e l s i g n o a l q u e n o c o r r e s p o n d e obras satisfactorias á ios pecadores bauti-
la cosa s i g n i f i c a d a . A s í c u a n d o a l g u n o z a d o s ? (2)
se p r e s e n t a p a r a s e r l a v a d o p o r e l b a u -
tismo, e s t o s i g n i f i c a q u e s e d i s p o n e á l a 1.° P a r e c e q u e á l o s p e c a d o r e s b a u t i -
ablución i n t e r i o r , c u y a d i s p o s i c i ó n n o h a zados se les deben imponer obras satis-
lugar e n a q u e l q u e t i e n e e l p r o p ó s i t o d e factorias: porque parece pertenecer á la
persistir e n e l p e c a d o : d e c o n s i g u i e n t e , justicia de Dios que alguno sea castiga-
no debe c o n f e r i r s e á l o s t a l e s e l s a c r a - do p o r cualquier pecado según aquello
mento d e l b a u t i s m o . ( E c c l . u l t . 14) : todo cuanto se hace, lo
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s e p a - traerá Dios ajuicio. P e r o l a s o b r a s s a -
saje d e b e e n t e n d e r s e d e l o s p e c a d o r e s , tisfactorias son impuestas á los p e c a d o -
que t i e n e n l a v o l u n t a d d e a p a r t a r s e d e l res en pena de los pecados anteriores.
pecado. L u e g o parece q u e á los pecadores b a u t i -
Al 2.° q u e e l m é d i c o e s p i r i t u a l , e s t o zados se les deben imponer obras satis-
es, C r i s t o o b r a d e d o s m a n e r a s : 1.° i n t e - factorias.
riormente p o r s í m i s m o , y a s í p r e p a r a l a 2.° P o r l a s o b r a s s a t i s f a c t o r i a s s o n e j e r -
voluntad d e l h o m b r e p a r a q u e q u i e r a e l citados los p e c a d o r e s n u e v a m e n t e c o n v e r -
bien, y o d i e e l m a l ; 2.° o b r a p o r m e d i o tidos á la justicia, y les son quitadas l a s
de sus m i n i s t r o s a p l i c a n d o e s t e r i o r m e n t e ocasiones d e p e c a r ; p o r q u e satisfacer es
los s a c r a m e n t o s , y d e e s t e m o d o o b r a p e r - cortar las causas d e los pecados, é impe-
feccionando e s t e r i o r m e n t e , l o q u e s e h a dir s u reproducción. M a s esto es princi-
comenzado i n t e r i o r m e n t e . P o r l o q u e e l p a l m e n t e necesario á los q u e acaban d e
sacramento d e l b a u t i s m o n o d e b e s e r c o n - ser b a u t i z a d o s . L u e g o p a r e c e q u e se l e s
ferido, s i n o á a q u e l e n e l q u e a p a r e c e debe imponer obras satisfactorias.
algún s i g n o d e c o n v e r s i ó n i n t e r i o r (1), 3.° N o e s m e n o s d e b i d o q u e e l h o m -
como n i l a m e d i c i n a c o r p o r a l s e a p l i c a bre satisfaga á Dios q u e al prójimo. Y
al enfermo, s i n o e n t a n t o q u e a p a r e c e e n á los recien bautizados debe imponérse-
él a l g ú n m o v i m i e n t o d e l a n a t u r a l e z a les el q u e s a t i s f a g a n á sus p r ó j i m o s , si l e s
vital. hubieren ofendido. L u e g o también debe
Al 3.° q u e e l b a u t i s m o e s s a c r a m e n - imponérseles el q u e satisfagan á Dios p o r
to de fe ; m a s l a f e i n f o r m e n o b a s t a obras de penitencia.
para la s a l u d , n i e l l a m i s m a e s s u f u n d a - Por e l c o n t r a r i o : S a n A m b r o s i o ( a l i u s
mento , sino s o l o l a fe f o r m a d a q u e o b r a a u c t o r ) s o b r e a q u e l l o ( R o m . 11 : los dones
por a m o r , c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( D e y vocación de Dios son sin arrepentimien-
fid. et o p e r i b u s c . 16). P o r c o n s i g u i e n t e , to) d i c e : « l a g r a c i a d e D i o s e n e l b a u -
ni el s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o p u e d e c o n - » tismo n o requiere gemido ni llanto ó
ferir la s a l u d , c u a n d o h a y v o l u n t a d d e D a u n a l g u n a o b r a , s i n o l a fe s o l a , y l o
pecar, l a c u a l e s c l u y e l a f o r m a d e l a f e . » condona todo gratuitamente».
No se d e b e , p u e s , d i s p o n e r á a l g u n o á l a Conclusión. Al bautizado no debe im-
gracia p o r l a i m p r e s i ó n d e l c a r á c t e r b a u - ponérsele obra alguna satisfactoria,por-
tismal , m i e n t r a s e n é l a p a r e z c a l a v o l u n - que Cristo, al que se incorpora el hombre
tad de p e c a r , p o r q u e « D i o s á n a d i e v i o - por el bautismo, con su pasión y muerte
»lenta p a r a l a v i r t u d » , c o m o d i c e e l D a - ha satisfecho plenamente por los pecados
masceno ( O f t h . fid. 1. 2 , c . 30). de todos.
Responderemos q u e , como dice el
A p ó s t o l ( R o m . 6, 3 ) , todos los que he-
mos sido bautizados en Jesucristo, hemos
(1} La p e n i t e n c i a r e q u e r i d a p a r a e l b a u t i s m o d e b e s e r l a culpz dcbetur : propterca baptiiatis nulla pro peccatis prozleritis in-
^enladera c o n t r i c i ó n , c u a n d o m e n o s i m p e r f e c t a . L o c u a l d i c e jungellda est salisfactio ; sed morleiies, antcquam ciilpam aliquam
Silvio se c o n f i r m a p o r e l C o n c i l i o t r i d e n t i n o f s e s s . 1-1, c . 4 ) , commitant, slalim ad regnum coilontm el Dei visioncm pcrvcniunt.
cual define a q u e l l a c o n t r i c i ó n : fnit aulcm quovis tcmporc ad L o c u a l e s t á d e a c u e r d o c o n lo d i c h o e n el C o n c i l i o t r i d e n t i n o
^Mrmnlam vcnlam pcccatorum lúe conlrilionis molus necessarius. ( s e s s . 14, c . 2 ) q u e e l m i n i s t r o d e l b a u t i s m o n o c o n v i e n e q u e
(-) M n g u n a o b r a s a t i s f a c t o r i a d e b e i m p o n e r s e á l o s b a u l i - sea j u e z y q u e haciéndose por el bautismo miembros d e Cristo
os por los p e c a d o s a n t e r i o r e s a l b a u t i s m o , s e g ú n l o d i c h o p o r y criaturas enteramente nuevas consiguen p o r lo m i s m o la
e
Concilio f l o r e n t i n o : hujus sacramenli effectus cst rcmissio om- p l e n a é i n t e g r a remisión d e todos los pecados.
flí¡ atipo; originan* et actitalis, omnis quoqne penal, qua¡ pro ipsa
•714 CUESTIÓN LXVlII.—ARTÍCULOS V Y VI.

sido bautizados en su muerte; porque so- cadores bautizados debe imponérseles el


mos sepultados con él en muerte por el que satisfagan á los prójimos, como tam-
bautismo, e s t o e s , d e m o d o q u e e l h o m b r e bién que desistan del pecado; m a s no
e s i n c o r p o r a d o á l a m i s m a m u e r t e d e C r i s - debe imponérseles que sufran alguna pena
t o p o r e l b a u t i s m o . E s e v i d e n t e s e g ú n l o por los pecados pasados.
d i c h o ( C . 48, y 49), q u e l a m u e r t e d e
A R T Í C U L O V I . — Ü-OS p e c a d o r e s <iuc se
Cristo f u e suficientemente satisfactoria
a c e r c a n ni b a u t i s m o , e s t á n o b l i g a d o s n con-
p o r l o s p e c a d o s , no solamente nuestros,
f e s a r s u s p e c a d o s ? [1)
sino de todo el mundo, c o m o s e d i c e
( i J o a n . 2 , 5). P o r t a n t o , al que es bau- 1.° Parece que los pecadores que se
tizado, no debe imponérsele satisfacción acercau al bautismo están obligados á
alguna por cualesquiera pecados : p u e s confesar sus pecados: porque se dice
e s t o s e r í a i n j u r i a r á l a p a s i ó n y m u e r t e d e (Matth. 3 , 6), que eran bautizados mu-
C r i s t o , c o m o s i l a m i s m a n o f u e s e s u f i - chos por Juan en el Jordán confesando
c i e n t e p a r a s a t i s f a c e r p l e n a m e n t e p o r l o s sus pecados. Pero el bautismo de Cristo
p e c a d o s d e los bautizados. es más perfecto que el bautismo de J u a n .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e , c o m o L u e g o parece que aquellos, que han de
d i c e S a n A g u s t í n ( D e b a p t . p a r v u l . 1. 1, ser bautizados con el bautismo de Cristo,
s e n d e p e c c a t . m e r i t . e t r e m i s s . c . 26), deben con mayor razón confesar sus pe-
e l b a u t i s m o s i r v e <r p a r a q u e l o s b a u t i z a - cados.
y> d o s s e i n c o r p o r e n á C r i s t o c o m o m i e m - 2.° Dícese (Prov. 2 8 , 13): el que
» b r o s s u y o s » . P o r c o n s i g u i e n t e , l a p e n a oculta sus maldades, no será bien diriiji-
m i s m a d e Cristo f u esatisfactoria por los do; mas el que las confesare y abando-
j p e c a d o s d e l o s b a u t i z a d o s , c o m o t a m b i é n nare, misericordia alcanzará. M a s al-
l a p e n a d e u n s o l o m i e m b r o p u e d e s e r gunos son bautizados para conseguir mi-
s a t i s f a c t o r i a p o r e l p e c a d o d e o t r o m i e m - sericordia de sus pecados. Luego los
b r o ; p o r l o q u e s e d i c e ( I s . 5 3 , 4 ) : en bautizados deben confesar sus pecados,
verdad tomó sobre sí nuestras enfermeda- 3.° L a penitencia es requerida antes
des y él cargó con nuestros dolores. del bautismo según aquello ( A c t . 2, 38):
A l 2.° q u e l o s r e c i e n b a u t i z a d o s d e b e n arrepentios y cada uno de vosotros sea
ejercitarse e n l ajusticia, n o p o r obras bautizado. E s así que la confesiones parte
p e n a l e s (1), s i n o f á c i l e s « áfind e q u e de la penitencia. L u e g o parece que se re-
x> c o m o a l i m e n t a d o s c o n l e c h e , q u e e s d e quiere la confesión de los pecados antes
í> f á c i l d i g e s t i ó n , s e a n p r o m o v i d o s á o b r a s del bautismo.
» m á s perfectas», como dice l a Glosa Por el contrario: la confesión d e los
( o r d i m p l i c . s u p e r i l l u d P s . 130): como el pecados debe ser acompañada de l l a n t o ;
niño destetado junto á su madre. P o r l o pues dice San Agustín en el libro De
q u e t a m b i é n e l S e ñ o r e s c u s ó d e l a y u n o peenit. (aliusauctorDevera et falsa prenit,
á s u s d i s c í p u l o s r e c i e n c o n v e r t i d o s , c o m o c. 1 4 ) : <r toda esta variedad debe ser
c o n s t a ( M a t t h . 9); y e s t o e s l o q u e s e » confesada y llorada». P e r o , como dice
d i c e ( i P e t . 2, 2) : como niños recien na- San Ambrosio (alius auctor. sup. illud
cidos codiciad la leche, para que con ella Rom. 1 1 , sine pcenitentia sunt dona))
crezcáis en salud. « l a gracia de Dios en el bautismo no re-
A l 3.° q u e r e s t i t u i r á l o s p r ó j i m o s l o » quiere gemido ni llanto». Luego no
q u e m a l a m e n t e s e l e s h a q u i t a d o y s a - debe requerirse de los que han de ser
t i s f a c e r l e s d e l a s i n j u r i a s i n f e r i d a s e s c e - bautizados la confesión de los pecados.
sar d ep e c a r , pues esto m i s m o d e rete- Conclusión. Como la confesión de los
n e r l o a j e n o , y n o a p l a c a r a l p r ó j i m o pecados pertenece al sacramento de la pe-
o f e n d i d o e s p e c a d o . Y p o r e s t o á l o s p e - nitenciados que se acercan al bautismo,

(í) E s decir, según Silvio, no en obras difíciles sino l a s q u e vites spiritualis janua est. De qué manera el bautismo sea pueda
suelen hacerse ordinariamente á fin de corregir las malas cos- de la salvación lo esplica el Concilio de París en tiempo ile
tumbres y afectos, escitar la devoción y la contrición etc., Luis y Lotario diciendo : fíammcus Ule gladim, qui propter ^
para que no se impidan los efectos del bautismo. calum primi hominis januam paradisi obice mortalibus imiw^
(2) Ningún otro sacramento puede conferirse antes del oppilaverat, iti sacrosanto baplismatìs fonie extingiiilur et e« tieli>

bautismo. Así el Concilio florentino bajo Eugenio IV Papa janua credentibus apèritur.
dijo : primum omnium sacramentorum locum tenet baptlsma, quod
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULOS VI Y V i l . 715

no es necesario confiesen sus pecados al debe oírseles en confesión ( 2 ) , no p a r a


sacerdote, sino solo á Dios, es decir, re- imponerles satisfacción a l g u n a , sino p a r a
capacitándolos y llorándolos. darles u n a regla de vida espiritual contra
Responderemos, q u e h a y d o s c l a s e s las faltas acostumbradas.
de c o n f e s i ó n d e l o s p e c a d o s ; u n a i n t e - A l argumento 1.° diremos, que en el
rior, q n e s e h a c e á D i o s , y tal confesión bautismo de J u a n n o se p e r d o n a b a n los
se requiere antes del bautismo, es decir, pecados, sino q u e e r a bautismo de p e n i -
cjue el hombre meditando sus pecados se tencia. Y p o r eso, l o s q u e se a c e r c a b a n
duela de ellos, « p u e s n o p u e d e e m p r e n - convenientemente á aquel bautismo con-
»der n u e v a v i d a , sino se arrepiente de fesaban c o n razón sus pecados, para q u e
)> l a a n t i g u a , como dice San Agustín se l e s i m p u s i e r a u n a p e n i t e n c i a s e g ú n l a
(lib. D e p c e n i t . h o m . u l t . i n t e r . 50 c . 21). cualidad de los pecados. P e r o el bautis-
Otra es l a c o n f e s i ó n e x t e r i o r d e l o s p e c a - m o de Cristo tiene l u g a r sin l a penitencia
dos, q u e s e h a c e a l s a c e r d o t e , y tal con- exterior, como dice S a n A m b r o s i o (ibid.)
fesión no se requiere antes del bautismo: Luego no h a y paridad.
1.° p o r q u é t a l c o n f e s i o u , r e f i r i é n d o s e á l a A l 2.° q u e basta á los bautizados l a
pertenece al sacra-
persona d e l m i n i s t r o , confesión interior hecha á D i o s y tam-
mento de la penitencia, q u e n o e s r e q u e - bién l a general exterior, para que sean
rido a n t e s d e l b a u t i s m o , p u e s t o q u e e s l a dirigidos y consigan misericordia ; y no
puerta d e t o d o s l o s s a c r a m e n t o s : 2.° p o r - se r e q u i e r e u n a confesión e s p e c i a l exte-
que l a c o n f e s i ó n e x t e r i o r q u e se h a c e a l rior según lo dicho.
sacerdote s e o r d e n a p a r a q u e é s t e a b s u e l - A l 3.° q u e l a confesión es parte d e l a
va d e s u s p e c a d o s a l q u e s e c o n f i e s a y l e penitencia sacramental; q u e n o se r e -
ligue á l a s o b r a s s a t i s f a c t o r i a s , l a s c u a l e s quiere antes del bautismo (3) según lo
no d e b e n imponerse á los que h a n de dicho, p e r o se r e q u i e r e l a v i r t u d d e l a
bautizarse, s e g ú n l o d i c h o ( a . 5), n i t a m - penitencia interior.
poco l o s b a u t i z a d o s n e c e s i t a n l a r e m i s i ó n
A R T I C U L O V I L — ¿Se requiere por
de l o s p e c a d o s p o r m e d i o d e l a s l l a v e s d e
parte del bautizado l a intención de recibir el
la I g l e s i a , p o r q u e t o d o s s o n p e r d o n a d o s
s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o ? (4)
por e l b a u t i s m o : 3.° porque, l a misma
confesión p a r t i c u l a r h e c h a a l h o m b r e es 1.° Parece que por parte del bauti-
penosa, á c a u s a d e l a v e r g ü e n z a d e l q u e zado no se requiere l a intención de reci-
se c o n f i e s a : y c o m o al b a u t i z a d o n o se bir el sacramento del bautismo ; porque
le i m p o n e p e n a alguna exterior (1), p o r el bautizado se h a como paciente en el
eso n o s e r e q u i e r e d e l o s b a u t i z a d o s con- sacramento. Y l a intención n o se requiere
fesión e s p e c i a l d e s u s p e c a d o s , sino q u e de parte d e l p a c i e n t e , sino d e l agente.
basta l a g e n e r a l q u e h a c e n , c u a n d o s e g ú n L u e g o parece q u e n o se requiere de parte
el rito d e l a I g l e s i a r e n u n c i a n á Satanás del bautizado l a intención de recibir e l
y á todas sus pompas. Y de este modo bautismo.
dice c i e r t a G l o s a ( o r d . super u l u d : et 2° S i se omite l o q u e se requiere p a r a
baptizabantur ab eo) q u e «en el b a u t i s m o el b a u t i s m o , debe ser bautizado de n u e v o
» de Juan s e d a b a e j e m p l o á l o s q u e d e - el h o m b r e ; como cuando se omite l a i n v o -
»bían ser b a u t i z a d o s d e confesar sus p e - cación de l a Trinidad según lo dicho ( C .
»cados y d e p r o m e t e r u n a v i d a m e j o r » . 56, a . 6). M a s p o r q u e a l g u n o n o t e n g a l a
Mas s i los q u e d e b e n s e r b a u t i z a d o s qui- intención de recibir el b a u t i s m o , n o p a -
sieran p o r d e v o c i ó n c o n f e s a r s u s p e c a d o s rece que debe ser bautizado de nuevo ;

O Por lo cual ni la del ayuno á los bautizados en la v i g i - cometidos después del bautismo según ha declarado el Conci-
lia (le Pascua (2." 2.re C 1S9, a. 1). lio tridentino (sess. 14, can. 1) ; si quis dixerit in Catholica
(2) Esta confesión será empero solo un acto de humildad, Ecclesia pcenitentiam non esse veré et proprié sacramenlum pro fide-
"las no un acto sacramental. Antiguamente siguieron algurnSs libus, quotics post baplismum in pecca'a lavuntur, ipsi Dco reconci-
'acostumbre de confesar á los que iban á bautizarse ; costum- liandis á Ctiristo Domino instltutum, anathema sil.
bre que fue raras veces observada. Así también los armenios (4) Es contra el error de los corinlianos, inarcionitas y ca-
Sostenían que no podía bautizarse á los que no habían reci- tafrigios que enseñaron debía bautizarse á los muertos ó que
bí" antes la Eucaristía ; lo cual condenó el Concilio triden-
0
los vivos podían ser bautizados por los muertos. Lo cualcon*.
hno {sess. 21, can. i) con estas palabras : si quis dixerit pnrvn- denó entre otros el Concilio de Cartago 3.° (can. 6) diciendo :
i|s avtequam ad anuos discrctionis pervenerinl tiecessariam esse cavendum est ne morluos posse baptizari fratrum infirmitas credal.
íulmristiat communionem, unathema sit. V . lo que dijimos en la nota correspondiente respecto al
(3) La penitencia fue instituida para perdonar los pecados bautismo de los muertos.
716 CUESTIÓN LXVIII.— ARTÍCULOS VII Y VIII.

de otra m a n e r a , no constando la inten- constase, debería decirse : si no estás


ción del bautizado, cualquiera podría pe- bautizado, yo te bautizo.
dir ser b a u t i z a d o de n u e v o por la falta A l 3.° q u e e l b a u t i s m o s e o r d e n a no
d e i n t e n c i ó n . L u e g o n o p a r e c e q u e se r e - s o l a m e n t e c o n t r a e l p e c a d o o r i g i n a l , sino
quiera l a i n t e n c i ó n de recibir el b a u t i s m o t a m b i é n c o n t r a l o s a c t u a l e s , q u e son cau-
por parte del bautizado. sados por l a v o l u n t a d y l a intención.
3.° E l b a u t i s m o se d a c o n t r a el p e c a d o
o r i g i n a l ; y el p e c a d o o r i g i n a l se c o n t r a e A R T Í C U L O V I I I . — s e r e q u i e r e i ic n

sin intención del que nace. L u e g o el b a u - d e p a r t e d e l b a u t i z a d o ? (2)


tismo, como parece, no requiere la in-
tención por parte del bautizado. P a r e c e q u e s e r e q u i e r e l a f e p o r parte
Por el contrario: según el rito de la d e l b a u t i z a d o ; p o r q u e e l s a c r a m e n t o del
Iglesia (1), los que deben ser b a u t i z a - bautismo h a sido instituido por Cristo;
dos declaran pedir el bautismo de la y C r i s t o a l e s t a b l e c e r l a f o r m a d e l bautis-
I g l e s i a , por lo c u a l dan á conocer su i n - m o , a n t e p u s o l a fe a l b a u t i s m o diciendo
tención de recibir el sacramento. (Marc. u l t , 16) el que creyere y fuere
Conclusión. Como por el bautismo mo- bautizado será salvo. L u e g o p a r e c e que
rimos á la vida antigua para principiar si no h a y f e , no puede e x i s t i r e l sacra-
otra nueva, es necesaria al que ha de mento del bautismo.
bautizarse la intención de recibir el bau- 2.° N a d a se h a c e e n vano en l o s sa-
tismo, principio de la nueva vida. cramentos de l a Iglesia. Pero s e g ú n el
Responderemos, q u e p o r e l b a u t i s m o r i t o d e e s t a , a q u e l q u e s e a c e r c a a l bau-
alguno muere á la vida antigua del pe- t i s m o , e s p r e g u n t a d o p o r l a f e c u a n d o se
c a d o , y comienza cierta n o v e d a d de v i d a le dice ¿ crees en Dios Padre ? e t c . Luego
según aquello ( R o m . 6,4): somos sepul- p a r e c e q u e s e r e q u i e r e l a f e p a r a e l bau-
tados con Cristo en muerte por el bau- tismo.
tismo, para que, como Cristo resucitó de 3.° S e r e q u i e r e p a r a e l b a u t i s m o l a in-
muerte á vida por la gloria del Padre, tención de recibir el sacramento. Mas
así también nosotros andemos en novedad esto no puede tener lugar, s i n u n a fe
de vida. Y p o r e s t o , c o m o p a r a q u e e l recta, porque el bautismo es sacra-
bombre muera á la antigua v i d a , se r e - m e n t o de l a fe recta; pues por é l son
quiere, según San Agustín (bom. ult. i n c o r p o r a d o s l o s h o m b r e s á C r i s t o , como
i n t . 50, c. 2), l a v o l u n t a d en el que tiene d i c e S a n A g u s t í n ( D e B a p t i s . p a r v u l . 1.
el uso del libre albedrío, por la que se 1, s e u D e p e c c a t . m e r i t . e t r e m i s s . c . 26).
arrepienta de l a antigua v i d a ; así se r e - M a s esto no puede verificarse s i n l a fe
q u i e r e l a v o l u n t a d , c o n l a q u e se d i r i j a á r e c t a s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 3 , 17) :que
la n u e v a v i d a , c u y o p r i n c i p i o e s l a r e c e p - Cristo more por la fe en nuestros cora-
ción misma del sacramento ; y por tanto, zones. L u e g o p a r e c e q u e a q u e l , que no
de parte del bautizado se requiere la vo- tiene u n a fe r e c t a , no puede r e c i b i r el
luntad ó intención de recibir el sacra- sacramento del bautismo.
mento. 4.° L a i n f i d e l i d a d e s u n p e c a d o graví-
A l argumento 1.° diremos, que en la s i m o , s e g ú n se h a demostrado (2." 2?,
j u s t i f i c a c i ó n , q u e se verifica por el b a u - C. 10, a . 3). Pero los que permanecen
tismo, no h a y pasión coacta sino volunta- en pecado, no deben ser bautizados.
ria ; y p o r eso se requiere la intención L u e g o n i l o s q u e p e r m a n e c e n e n l a infi-
d e recibir lo que en él se confiere. delidad.
A l 2.° q u e s i e n e l a d u l t o f a l t a s e l a i n - Por e l c o n t r a r i o , e s l o q u e S a n Gre-
tención de recibir el sacramento debe ser gorio escribiendo al obispo Q u i r i n o (¡j 1

rebautizado; sin embargo, si esto no Í J e g i s t . 1. 9. e p i s t . 61) d i c e : « p o r insti-

(1) Según lo que se dice conforme al Ritual romano en el que era necesaria la fe para que el bautismo aprovechase. En
acto de bautizar al infante, pues se le pregunta ¿oís baptizari? contra están las declaraciones de los Concilios florentino)
y contesta el padrino: voló. tridentino ya citadas. Mas ¿ qué debe pensarse del que quiere
(2} En este artículo se combate la herejía de los anabaptis- recibir con voluntad el bautismo, mas no quiere prometerser
tas diciendo que es mejor omitir el bautismo de los niños que fiel á la fe y á la virtud? La respuesta es que está penni*
bautizarlos sin fe. Y el error de los henricianos que decían el bautizarle, pero se recomienda no hacerlo {cath. rom. C. 31))-
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULOS VIII Y IX. Ill

jtucion antigua d e nuestros padres los del p e c a d o , y s e g ú n aquello (Is. 27,


í aprendimos que los que son bautiza- 9 ) : este es todo su fruto que sea quitado
j> d o s e n l a h e r e g í a , c u a n d o v u e l v e n á l a el pecado. P o r l o q u e e n c u a n t o e s d e
j santa I g l e s i a , s o n recibidos e n s u s e n o , s u y o , n o tiene intención d eo t o r g a r e l
¡> p o r l a u n c i ó n d e l s a n t o c r i s m a , ó l a bautismo sino álos que tienen recta fe,
D imposición de m a n o s ópor sola la pro- sin la cual no h a y perdón de los p e c a d o s ;
cesión d e l a f e » . A b o r a b i e n e s t o n o por c u y a r a z ó n p r e g u n t a á los q u e s e
sería a s í , s i l a r e c t a f e f u e s e d e n e c e s i - acercan al bautismo s i creen. Sin e m -
dad d e l b a u t i s m o . L u e g o n o s e r e q u i e r e b a r g o , si a l g u n o r e c i b e el b a u t i s m o f u e r a
de n e c e s i d a d l a f e r e c t a p a r a l a r e c e p - d e la I g l e s i a sin tener v e r d a d e r a fe , n o
ción d e l b a u t i s m o . le recibe para su salud : por lo cual dice
C o n c l u s i ó n . Por razón de la gracia S a n Agustín ( D e B a p t . cont. Donatist.
que cada uno consigue por el bautismo se 1. 4 ) : « l a I g l e s i a c o m p a r a d a a l p a r a í s o
exige la fe del que le recibe. Por razón » nos indica, que los h o m b r e s p u e d e n re-
empero del carácter no es necesaria. » cibir el b a u t i s m o a u n fuera d e su seno,
K e s p o n d e r e m o s , q u e s e g ú n se infiere y> p e r o q u e f u e r a d e e l l a n a d i e p e r c i b e ó
de l o d i c h o ( C . 6 2 , a . 9 ; y C . 6 6 , a , 9 ) , j> t i e n e l a s a l u d d e l a b e a t i t u d » .
dos c o s a s s e p r o d u c e n e n e l a l m a p o r A l 3.° q u e a u n el q u e n o tiene fe r e c t a
medio d e l b a u t i s m o ; á s a b e r , e l c a r á c - acerca de otros artículos, p u e d e tener fe
ter y l a g r a c i a . P o r c o n s i g u i e n t e d e d o s recta acerca del sacramento del bautismo,
modos se r e q u i e r e a l g u n a c o s a p o r n e c e - y así n o s ei m p i d e q u e n o p u e d a tener
sidad p a r a e l b a u t i s m o : 1.° a q u e l l a s i n . la intención de recibir el s a c r a m e n t o del
laque no p u e d e poseerse la g r a c i a , q u e b a u t i s m o . S i n e m b a r g o , si a u n r e s p e c t o
es e l ú l t i m o e f e c t o d e l s a c r a m e n t o ; y de á este sacramento no siente rectamente,
este modo se requiere de necesidad para basta para la percepción del sacramento
el bautismo la fe recta, p u e s t o q u e c o m o la intención general por la cual se intente
se d i c e ( R o m . 3 , 2 2 ) , la justicia de Dios recibir el b a u t i s m o c o m o Cristo le insti-
es por la fe de Jesucristo, 2 . ° r e q u i e r e tuyó y la Iglesia ha transmitido.
algo p o r n e c e s i d a d p a r a e l b a u t i s m o , s i n A l 4.° que así c o m o no d e b e conferirse
lo q u e n o p u e d e s e r i m p r e s o é l c a r á c t e r el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o a l q u e n o
b a u t i s m a l ; y e n e s t e c o n c e p t o la recta quiere apartarse de los otros pecados, así
fe del bautizado no es requerida de nece- tampoco al que no quiere abandonar l a
sidad para el bautismo, c o m o n i l a d e l infidelidad. Sin e m b a r g o , uno y otro re-
que b a u t i z a , c o n t a l q u e c o n c u r r a n t o d a s ciben e l sacramento, s i se l e confiere,
las d e m á s c o s a s q u e s o n d e n e c e s i d a d a l aunque no para la salud (1).
sacramento; puesto que no se perfec-
ciona e l s a c r a m e n t o p o r l a j u s t i c i a d e l AB, T Í C U L O I X .— Deben ser bautiza-
hombre q u e c o n f i e r e ó r e c i b e e l s a c r a - d o s l o s n i ñ o s ? (2).
mento, sino p o r la v i r t u d d e D i o s .
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l S e - l.° P a r e c e q u e los niños n o d e b e n ser
ñor h a b l a a l l í d e l b a u t i s m o , s e g ú n q u e b a u t i z a d o s :p o r q u e en e lque e s bauti-
conduce á los h o m b r e s á l a s a l u d p o r l a z a d o se requiere la intención de recibir el
gracia j u s t i f i c a n t e , l o c u a l e n v e r d a d n o sacramento, c o m o s eh a dicho (a. 7).
puede t e n e r l u g a r s i n l a r e c t a f e : y p o r P e r o los niños no p u e d e n tener tal inten-
eso s e d i c e e s p r e s a m e n t e : el que creyere ción, porque no tienen e l uso del libre
y fuere bautizado, será salvo. albedríp. L u e g o parece que no pueden
A l 2.° q u e l a I g l e s i a t i e n e l a i n t e n c i ó n recibir el s a c r a m e n t o del bautismo.
de b a u t i z a r á l o s h o m b r e s p a r a p u r i f i c a r - 2.° E l b a u t i s m o es s a c r a m e n t o d e f e

ía) Según dijimos en la nota acerca del que quiere recibir credentes baptizan in sola fide Ecclesiec, anathema sit. De aquí
el bautismo, mas no ser fiel á la fe y á la virtud. que el mismo Concilio (can. 14) advierta : parvuli baptizan,
(2) Es de fe contra los v a l d e n s e s , petrobusianos, anabaptis- cum adolcverint inlerrogandi non sunt, an ralum habere velin
ta, cuákeros s e g ú n la definición del Concilio tridentino quod patrini eorum nomine, dum baptizarenlur, polliciti sunt; el
(scss. 7, can. 13) : si'quis dixerit, párvulos, co quodactu credcndi ubi se nolle respondcrent non sunt suo arbitrio relinqucndi : y la
nubenl susceplo baptismo inler fidcles computando*
110,1
non essc, ac razón de esto la da el mismo Concilio fcan. 7) cuando declara:
Ptonlerca cum ad anuos discrelionis pervcnerint, esse rebaptizandos, si quis dixerit, baptizatos per baplismum ipsum solius fidei debitares
°'«prosstare omitli eorum baplisma, quam eos non aclu proprio fieri, non autem universal legis Christi servanda, anathema sit.
•718 CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULO IX.

s e g ú n h e d i c h o , ( C . 65, a. 1). Mas los A d á n i n c u r r i e r o n e n l a c o n d e n a c i ó n , así


niños no tienen l a fe que consiste en la r e n a c i e n d o p o r J e s u c r i s t o c o n s i g a n l a sal-
voluntad de los que creen, como dice v a c i ó n . F u e t a m b i é n c o n v e n i e n t e que fue-
S a n A g u s t í n ( S u p . J o a n , t r a c t . 26 ylib. sen bautizados los niños para que nutridos
de praedest. sanct. c. 5). Ni tampoco desde su infancia en las cosas pertene-
p u e d e decirse q u e s e a n s a l v o s en l a fe de cientes á la vida cristiana perseverasen
sus p a d r e s ; puesto que á veces sus pa- con mayor firmeza en ellas, s e g ú n aque-
dres son infieles y e n este concepto más l l o ( P r o v . 2 2 , 6): el mancebo según tomó
b i e n se c o n d e n a r í a n por l a i n f i d e l i d a d d e su camino, aun cuando se envejeciere no
estos. Luego parece que los niños no se apartará de él. Y S a n D i o n i s i o con-
p u e d a n ser b a u t i z a d o s . s i g n a esta r a z ó n ( E c l . h i e r a r . c. u l t . ) (1).
3.° D í c e s e ( i . P e t . 3, 21), q u e el bau- A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e l a rege-
tismo salva á los hombres, no la purifica- n e r a c i ó n e s p i r i t u a l , q u e t i e n e l u g a r por el
ción de las inmundicias de la carne, mas b a u t i s m o , e s d e c i e r t o m o d o s e m e j a n t e al
la promesa de buena conciencia para con nacimiento c a r n a l , en cuanto á q u e , así
Dios. P e r o l o s n i ñ o s n o t i e n e n c o n c i e n c i a c o m o l o s n i ñ o s c u a n d o e s t á u e n e l claus-
buena ó m a l a , puesto que no tienen el t r o m a t e r n o n o s e a l i m e n t a n p o r s í mis-
uso de la r a z ó n , ni tampoco se les pre- m o s , sino q u e se s u s t e n t a n d e l alimento
gunta convenientemente, porque no en- de l a m a d r e , a s í t a m b i é n l o s n i ñ o s que
tienden. Luego los niños no d e b e n ser a ú n n o t i e n e n e l u s o d e l a r a z ó n , como
bautizados. c o n s t i t u i d o s e n e l s e n o d e l a m a d r e Igle-
Por el contrario, dice San Dionisio sia, reciben la salud no por sí mismos,
(Eccle. hierarc): « nuestros jefes divi- s i n o p o r e l a c t o d e l a I g l e s i a . P o r l o cual
» n o s , es d e c i r , los A p ó s t o l e s aprobaron dice S a n A g u s t í n (De p e c c a t . m e r i t . et
» que fueran bautizados los niños ». r e m i s s . 1. 1, c. 25): « l a I g l e s i a nuestra
Conclusión. Los niños deben ser bau- » madre d a el beso m a t e r n o á s u s Lijos
tizados -por estar manchados por el peca- » para que se e m b e b a n e n l o s sagrados
do original y á fin de que, educados desde » m i s t e r i o s , p u e s t o q u e t o d a v í a n o pue-
la niñez en la Religión cristiana, perseve- » den creer por s u p r o p i o c o r a z ó n para
ren firmemente en ella. D ser j u s t i f i c a d o s ni confesar por boca
Responderemos que, como dice el » propia para ser s a l v o s » . Y cap. 19):
A p ó s t o l ( P . o m . 5, 17), si por el pecado « si pues por eso se l l a m a n rectamente
de uno reinó la muerte, por un solo hom- » fieles, p o r q u e p r o f e s a n l a f e e n cierto
bre ( e s d e c i r , A d á n ) , mucho más reina- » modo por las palabras de l o s q u e les
rán en vida por un solo Jesucristo los » engendran en Cristo ; ¿por q u é no te-
que reciben la abundancia de la gracia y jí) n e r l o s c o m o p e n i t e n t e s cuando renuu-
de la justicia. M a s los niños por el peca- 3 c i a n a l d i a b l o y a l s i g l o p o r l a s palabras
do de Adán contraen el pecado original, » d e a q u e l l o s m i s m o s » ? P o r l a m i s m a ra-
l o c u a l se v e p o r q u e se h a l l a n s u j e t o s á l a zón se p u e d e d e c i r q u e t i e n e n l a inten-
mortalidad, que por el pecado del pri- ción de recibir el bautismo, n o por el
mer hombre pasó á todos, según dice el a c t o d e l a s u y a p r o p i a , p u e s t o q u e á ve-
Apóstol (ibid). P o r consiguiente, mucho ces se oponen y l l o r a n , s i n o p o r l a de
m á s los niños pueden recibir la gracia aquellos por quienes son ofrecidos.
mediante Cristo, para que reinen en la A l 2.° que, como dice San Agustín
vida eterna. E l mismo Señor dice ( J o a n . escribiendo á Bonifacio ( Cont. duas,
3 , 5 ) , que no puede entrar en el reino de epist. P e l a g . 1. 1, c . 22): « e n l a Iglesia
Dios, sino aquel que fuere renacido de » del Salvador los párvulos c r e e n por
agua y de Espíritu Santo. P o r e s t a r a - » medio de otros como c o n t r a j e r o n por
zon.fue necesario que los niños fuesen b a u - » medio de otros los p e c a d o s , q u e son
tizados p a r a q u e , así como naciendo por » p e r d o n a d o s e n e l b a u t i s m o » . N i es im-

(IJ Y ha sido constante tradición de la Iglesia que los niños han atacado el bautismo de los niños ; pues Tertuliano solo
sean bautizados. Ademas de Orígenes que asegura que la habla (c. 18 de bapt.) de una dilación del bautismo, y San U-
práctica de bautizar á los niños se apoyaba en la tradición priano (epist. 59 ad Fidum) cabalmente dice al terminal' un
apostólica (epist. ad Rom. t. 4, p á g . 505), el de Clemente Concilio presidido por él, que no es menester diferir el bau-
(Rom. 1. C), Agustín (de bapt. 1. 4, c. 21), Jerónimo (al íin tismo hasta el octavo dia, sino que debe conferirse inmedia-
del 1. 3 contra los pelag.), etc. INi Tertuliano, ni San Cipriano tamente después del nacimiento.
CUESTIÓN L X V I I I . — ARTÍCULOS IX Y X. 719

pedida s u s a l u d p o r q u e s u s p a d r e s s e a n te, a u n en sí mismo, u n a conciencia bue­


infieles ; p o r q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n n a , n o e n a c t o (1) s i n o h a b i t u a l .
escribiendo a l m i s m o B o n i f a c i o ( E p i s t . 98,
c. 23), « l o s n i ñ o s s o n p r e s e n t a d o s p a r a A R T Í C U L O X . — ¿ L O S hijos de ios judíos
Í recibir l a g r a c i a e s p i r i t u a l , n o t a n t o p o r ó de otros Ínfleles deben ser bautizados con­
»los q u e l e s l l e v a n e n s u s b r a z o s ( a u n ­ tra la voluntad de sus padres ? (2)
í que t a m b i é n p o r l o s m i s m o s , si l o s m i s ­
amos s o n b u e n o s fieles), c o m o p o r t o d a 1.° P a r e c e q u e l o s n i ñ o s d e l o s j u d í o s
»la s o c i e d a d d e l o s s a n t o s y d e l o s fieles, ó d e o t r o s infieles d e b e n s e r b a u t i z a d o s
j Porque es preciso comprender q u e son también contra la voluntad de sus p a ­
j presentados p o r todos aquellos á quie­ dres : porque se debe a y u d a r m á s bien al
»nes a g r a d a q u e s e a n o f r e c i d o s , y p o r h o m b r e c o n t r a el peligro d e m u e r t e eter­
j cuya c a r i d a d s o n u n i d o s á l a c o m u n i ó n n a , q u e c o n t r a el peligro d e l a m u e r t e
j del E s p í r i t u S a n t o » . M a s l a i n f i d e l i d a d temporal. P e r o se debe socorrer al niño
de los p r o p i o s p a d r e s , a u n q u e s e e s f o r z a ­ que esté espuesto al peligro de la muerte
sen p a r a h a c e r l o s p a r t i c i p a r d e s p u é s d e l t e m p o r a l , a u n cuando sus p a d r e s se opon­
: bautismo d e l o s s a c r i f i c i o s d e l o s d e m o ­ g a n p o r malicia. L u e g o con m a y o r razón
: nios, n o d a ñ a á l o s n i ñ o s ; p o r q u e , c o m o d e b e a m p a r a r s e á los niños hijos d e los
í dice S a n A g u s t í n ( i b i d . ) , « e l n i ñ o u n a infieles p o r m e d i o d e l b a u t i s m o c o n t r a e l
s vez e n g e n d r a d o p o r l a v o l u n t a d c a r n a l peligro d e la muerte eterna, a u n á pesar
»de o t r o s , c o m o f u e r e r e g e n e r a d o u n a de sus padres.
» vez p o r l a v o l u n t a d e s p i r i t u a l d e o t r o s , 2.° L o s h i j o s d e l o s s i e r v o s s o n s i e r v o s
í no p u e d e d e s p u é s s e r o b l i g a d o p o r v í n ­ y están bajo la potestad d e los señores.
»culo d e a j e n a i n i q u i d a d , si c o n s i e n t e s i n P e r o l o s j u d í o s s o n s i e r v o s de l o s r e y e s y
»voluntad a l g u n a s u y a » , s e g ú n a q u e l l o de los p r í n c i p e s , a s í como cualesquiera
( E z e c h . 18, 4 ) : como el alma del padre otros infieles. L u e g o sin injuria a l g u n a
es mia, así también el alma del hijo ; el p u e d e n l o s p r í n c i p e s h a c e r q u e s e b a u t i ­
I alma que pecare, esa morirá. L o q u e c e n l o s h i j o s d e l o s j u d í o s ó d e o t r o s s i e r ­
| produjo q u e e l a l m a r e c i b i e r a d e A d á n v o s infieles (3).
I una m a n c h a , q u e n o p u e d e s e r b o r r a d a , 3.° C u a l q u i e r h o m b r e p e r t e n e c e m á s
í sino p o r l a g r a c i a d e l s a c r a m e n t o , e s q u e bien á D i o s , de quien tiene el a l m a , q u e
j no era t o d a v í a v i v i e n t e s e p a r a d a m e n t e d e al p a d r e carnal d e quien recibe el cuerpo.
él. M a s l a f e d e u n o s o l o , y a u n l a d e L u e g o n o e s i n j u s t o si l o s n i ñ o s h i j o s d e
! toda l a I g l e s i a a p r o v e c h a a l n i ñ o , p o r l o s infieles s o n q u i t a d o s á l o s p a d r e s c a r ­
i medio d e l a o p e r a c i ó n d e l E s p í r i t u S a n t o , nales para q u e sean consagrados á D ios
| que u n e á l a I g l e s i a y c o m u n i c a l o s b i e ­ p o r m e d i o d e l b a u t i s m o .
j nes de u n o á o t r o . Por el contrario, s e d i c e ( i n D e c r e t .
| A l 3.° q u e , a s í c o m o e l n i ñ o c u a n d o e s d i s t . 4 5 , c . 5, e x C o n c i l . T o l e t . 4 , c . 57):
f bautizado, c r e e , n o p o r s í m i s m o , s i n o « r e s p e c t o d e l o s j u d í o s el S a n t o C o n c i l i o
' por medio d e o t r o s , a s í e s p r e g u n t a d o n o » o r d e n a , q u e n o se h a g a violencia á n a ­
S por sí m i s m o s i n o p o r m e d i o d e o t r o s , y jo d i e p a r a q u e c r e a , p o r q u e l o s t a l e s n o
¡ los p r e g u n t a d o s c o n f i e s a n l a f e d e l a » deben ser salvados contra su voluntad,
; Iglesia e n n o m b r e d e l n i ñ o q u e e s a g r e ­ » sino q u e r i é n d o l o , p a r a q u e q u e d e í n t e ­
; gado á e s t a fe p o r el s a c r a m e n t o d e l a f e . » g r a l a f o r m a d e l a j u s t i c i a » (4).
i El niño c o n s i g u e p o r l a g r a c i a j u s t i f i c a n ­ Conclusión. Los hijos de los infieles
. U) Asi dice San ireuco (advers. hmr. 2, 23, -i) - omncs cnim lícitamente bautizados contra la voluntad d e s ú s padres ; mas
; mi
" V** scmelipsum salvare ; ovnies, inquam, qui per cum relias­ la opinión común y en la práctica dobe seguirse á Santo Tomás
!
. cwur in üeum, infantes, el párvulos, el pileros, etjuvcncs, el se~ enseñando que es ilícito, por regla general, bautizar á los
: «№es. Meo per omnem venit ailalcm el infanlibus infans facíus san­ hijos de los infieles contra la voluntad de sus padres, aunque
] 'tfoms infantes ; in parvulis párvulos san ificans hatw ipsam haben­ en lo civil estén sujetos á príncipes cristianos. Y esta ha sido
; 'isictalem, etc. la práctica de la Iglesia, que puede verse en Benedicto X I V ,
(2) E u general, contra Calaiino y Durando, es cierto que Instrucción Postremo mense y Constitución Probé te.
puede bautizarse á los hijos contra la voluntad de sus padres (4) Así la Constitución de Julio III impone la pena de sus­
s
• eg«n lo prueba Benedicto X I V en su Instrucción
; Postremo pensión y de mil ducados á los que bautizan á los hijos de los
i >'ini«c y como dice San Agustín (epist.
f
no está escrito : hebreos contra la voluntad de s u s padres. E mpero según el
ni
; « eiíij renatus fucrll ex parentum volúntale, sino nisl quis rena­ citado Benedicto XIV y varios decretos de la S. C. C. puede
\ Infaait ex aqua. darse el caso de bautizar lícitamente á los hijos de los judíos
(3j LD S hijos de los infieles, afirma E scoto , que pueden ser 6 paganos en las circunstancias siguientes : 1.° si los padres
CUESTIÓN LXVIII.—ARTÍCULOS X Y XI.

estando bajo el cuidado de sus padres l o s p r í n c i p e s p o r s e r v i d u m b r e c i v i l , que


antes del uso de la razón no deben ser n o e s c l u y e e l o r d e n del d e r e c h o natural ó
bautizados entonces contra la voluntad del divino.
de aquellos; teniendo empero el uso de A l 3 . ° q u e e l h o m b r e s e o r d e n a á Dios
razón, y como dueños de sí mismos en lo p o r m e d i o d e l a r a z ó n , p o r l a q u e puede
divino, rectamente puede amonestárseles c o n o c e r l e . D e c o n s i g u i e n t e e l n i ñ o , antes
é inducírseles á recibir el batitismo. d e q u e t e n g a e l u s o d e l a r a z ó n , s e orde-
Responderemos q u e l o s n i ñ o s h i j o s d e n a s e g ú n e l o r d e n n a t u r a l á D i o s por
los infieles ó tienen u s o d e l a r a z ó n ó n o m e d i o d e l a r a z ó n d e s u s p a d r e s , á cuyo
le tienen. S i l e tienen, y a e n cuanto á las cuidado está naturalmente sometido, y
cosas que son d ederecho divino ó natural s e g ú n l a d i s p o s i c i ó n d e e s t o s d e b e n eje-
comienzan á ser dueños d e sí mismos: y c u t a r s e l a s c o s a s d i v i n a s r e f e r e n t e s al
p o r e s o por propia voluntad y á pesar de mismo.
sus padres, pueden recibir el bautismo,
como también contraer matrimonio. Y por A R T I C U L O X I . — ¿ líos niños que e s -
t a n t o los tales pueden ser amonestados lí- tán en el seno de sus madres deben ser bau-
citamente é inducidos á recibir el bautis- tizados? (1)
mo. P e r o s i t o d a v í a n o t i e n e n e l u s o d e l
libre albedrío, están bajo e l c u i d a d o d e 1.° P a r e c e q u e l o s n i ñ o s e x i s t e n t e s en
sus padres según e lderecho natural, mien- e l s e n o d e s u s m a d r e s p u e d e n s e r bauti-
tras n opuedan valerse á sí propios. P o r z a d o s ; p o r q u e m á s e f i c a z e s e l d o n de
esta razón s e dice t a m b i é n d e l o s hijos C r i s t o p a r a l a s a l v a c i ó n , q u e e l pecado
de losantiguos que se salvaban enl afe d e A d á n p a r a l a c o n d e n a c i ó n c o m o dice
d e s u s p a d r e s . Y p o r e s t o .sería contra e l A p ó s t o l ( R o m . 5 ) . P e r o l o s n i ñ o s exis-
la justicia natural, si tales niños fueran t e n t e s e n e l s e n o m a t e r n o s e condenan
bautizados contra la voluntad de sus pa- por causa d e l p e c a d o d e A d á n . Luego
dres: c o m o t a m b i é n s i a l g u n o , t e n i e n d o c o n m a y o r r a z ó n p u e d e n s a l v a r s e p o r el
u s o d e l a r a z ó n , f u e r a b a u t i z a d o á s u p e - d o n d e C r i s t o , l o c u a l s e v e r i f i c a p o r el
s a r . S e r í a a d e m a s p e l i g r o s o b a u t i z a r d e b a u t i s m o . L u e g o l o s n i ñ o s q u e v i v e n en
e s t a m a n e r a á l o s h i j o s d e l o s i n f i e l e s , por- e l s e n o d e s u s m a d r e s p u e d e n s e r b a u t i -
q u e f á c i l m e n t e p o d r í a n r e c a e r e n l a infi- z a d o s .
delidad por el cariño natural que tienen 2.° E l n i ñ o e n e l s e n o d e s u madre,
á s u s p a d r e s : y p o r e s o n o h a y e n l a p a r e c e s e r a l g o d e l a m a d r e . P e r o , bau-
I g l e s i a l a c o s t u m b r e d e b a u t i z a r á l o s t i z a d a l a m a d r e , s e b a u t i z a t o d o l o que
hijos d e l o s infieles, r e p u g n á n d o l o s u s h a y existente dentro d e l a m i s m a . Luego
padres. p a r e c e q u e , b a u t i z a d a l a m a d r e , s e bau-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e n o d e b e t i z a e l n i ñ o q u e l l e v a e n s u s e n o .
librarse á alguno d e l a muerte corporal 3 . ° L a m u e r t e e t e r n a e s p e o r q u e la
c o n t r a e l orden d e l d e r e c h o c i v i l : v . g r . s i m u e r t e c o r p o r a l . M a s d e d o s m a l e s debe
a l g u n o e s c o n d e n a d o á m u e r t e p o r e l e l e g i r s e e l m e n o r . S i p u e s e l n i ñ o exis-
j u e z , n i n g u n o d e b e a r r e b a t a r l e v i o l e n t a - t e n t e e n e l s e n o d e s u m a d r e , n o puede
mente d e l amuerte. P o r consiguiente s e r b a u t i z a d o , s e r í a m e j o r q u e s e abriera
n a d i e d e b e i n t e r r u m p i r e l orden d e l d e r e - á l a m a d r e y s a c a d o e l n i ñ o f u e r a se le
c h o n a t u r a l , p o r e l q u e e l h i j o e s t á b a j o b a u t i z a s e , y n o q u e e l n i ñ o s e condene
el cuidado d e l p a d r e , c o n e l objeto d e e t e r n a m e n t e m u r i e n d o sin e l bautismo.
librarle del peligro d e l a muerte eterna. 4 . ° J S u c e d e á v e c e s q u e u n a p a r t e del
A l 2 . ° q u e l o s j u d í o s s o n s i e r v o s d e n i ñ o s a l e a n t e s c o m o s e l e e ( G e n . 38,

eran e s c l a v o s ; 2.° si ambos ó alguno de ellos había sido bau- (1) En general, ó el niño está enteramente encerrado den-
tizado ; 3.° si alguno de ellos lo pide ó muertos los padres lo tro del seno materno, ó es fácil Hogar hasta él el agua ilel
pide el abuelo ; 4.° si el infante está en peligro de muerte ; bautismo. En el primerease el Ritual romano dice : nenio m
5.° si tiene uso de razón y pide el bautismo ; C.°si no está bajo «íero matris clausus baptizare debet. De esta opinión participan
el cuidado de sus padres ó ha sido hecho prisionero de guerra; Santo Tomás, San A g u s t í n , San Isidoro. Otros sostienen Is
7.° si el padre lo pide primero y luego muda de parecer ; 8.° si contraria de ía cual parece no apartarse Benedicto XIV. (D*
teniendo uso de razón ha sido puesto en la alternativa de bau- Synod. dioc. 1. 11, c. 5), y en caso de necesidad dicen que ta
tizarse ó sufrir tormento. A s í el Concilio toledano 4.° declaró infante debe ser bautizado bajo condición por la matrona o r
válido el bautismo de los judíos á quienes el rey Sisebuto médico.
puso en la alternativa de bautizarse ó sufrir el tormento.
CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULO XI. 721

27) que, Thamar instando el -parto al )) como parte suya, no se bautizaría al


tiempo mismo de parir á los niños sacó B niño, cuya madre lo hubiera sido en un
uno la mano en la que la partera ató un » peligro grave de muerte, cuando le lle-
hilo de grana, diciendo éste saldrá el y> vaba en su seno. Mas puesto que se
primero; pero retrayendo él la mano, » bautiza sin embargo al niño, es evi-
salió el otro. A veces en tal caso ame- » dente que no pertenecía al cuerpo de
naza peligro de muerte. Luego parece » su madre, cuando estaba en su seno a.
que esta parte deba ser bautizada, aun- Así se deduce que de ningún modo pue-
que todavía se baile el niño en el seno den ser bautizados los niños existentes en
materno. el seno materno (2).
Por el contrario, dice San Agustín Al argumento 1.° diremos, que los ni-
(Epist. ad Dardanum 287 ó 57): «. nadie ños existentes en los senos maternos aun
»renace sin que nazca primeramente ». no salieron á la luz del dia, de modo que
Pero el bautismo es cierta regeneración vivan con los otros hombres, por lo cual
espiritual. Luego no debe ser bautizado no pueden someterse á la acción humana,
alguno, sin que antes nazca del seno ma- de suerte que reciban por su ministerio
terno. los sacramentos para salvarse : pueden,
Conclusión. El bautismo con que se sin embargo, estar sometidos á la acción
bautiza á la madre no redunda en favor de Dios ante quien viven, de modo que
de la prole existente en el seno materno; consigan la santificación por privilegio
mientras la prole continúa allí no puede de la gracia, como se ve en los que son
ser bautizada. santificados en el seno materno.
Kesponderémos que es de necesidad Al 2.° que el miembro interior de la
del bautismo, que el cuerpo del que debe madre es algo de ella por continuación y
ser bautizado, sea lavado por el agua de unión natural de la parte al todo; mas
algún modo, pues el bautismo es cierta el niño existente en el claustro materno,
ablución, como se ba dicho (C. 66, a. 1). es algo de la madre, por cierta coligación
Mas el cuerpo del niño antes de que de cuerpos distintos. Luego no hay pa-
nazca del seno materno no puede reci- ridad.
bir la ablución del agua de ningún mo- Al 3.° que no debe hacerse el mal para
do (1); á no ser que se diga que la ablu- que venga el bien, como se dice (Kom.
ción bautismal, por la que se lava el 3 , 8) ; y por eso no debe el hombre ma-
cuerpo de la madre, llega al hijo exis- tar á la madre, para bautizar al niño.
tente en su vientre. Pero esto no puede Sin embargo, si la madre muriera que-
ser ya porque el alma del niño, á cuya dando vivo en su seuo el hijo, debe
santificación se ordena el bautismo es abrírsela para que el niño sea bauti-
distinta del alma de la madre, ya porque zado (3).
el cuerpo del niño animado, está ya for- Al 4.° que se debe aguardar á que el
mado, y por consiguiente es distinto del niño salga totalmente del seno de su ma-
cuerpo de la madre, y por esto el bautis- dre para bautizarle, á menos que se tema
mo, por el que es bautizada la madre, no la muerte. Si sale primeramente la ca-
redunda en favor de la prole que lleva en beza en la que radican todos los sentidos
su seno. De aquí dice San Agustín (Cont. debe ser bautizado en peligro inminente;
Julián 1. 4 , C. 14) : ce si al cuerpo de la y no debe ser después rebautizado si tu-
"madre pertenece lo que es concebido viera lugar su perfecto nacimiento. Y
)}
en ella, de modo que se considere parece que debe hacerse lo mismo, en pe-

(1) S e g ú n l o i n d i c a d o en la nota anterior y prueban las ob- operacion cesárea están obligados á h a c e r l a el p á r r o c o ú otro
servaciones m o d e r n a s , e s f á c i l h a c e r l l e g a r e l a g u a a l n i ñ o en- cualquier sacerdote. E s de p a r e c e r q u e no h a y tal obligación
cerrado en el s e n o materno. por ser esta operación m u y p o c o c o n f o r m e al c a r á c t e r eclesiás-
(-) El c a r d e n a l G o u s s e t ( T h e o l . m o r . d e b a p t . ) a d v i e r t e que tico y s o b r e todo e s p u e s t a á ser reconvenidos p o r los magis-
c
» los p a r t o s l a b o r i o s o s , s i s e t e m e que el niño m u e r a en el trados. Téngase empero presente, como advierten los a u t o r e s ,
st
»o materno, la m a t r o n a ó el medico deben bautizarlo ha- q u e c o n v i e n e a b r i r la b o c a d e la m a d r e e n c u a n t o m u e r a , á l i n
remlo U i - g a r h a s t a e l n i ñ o e l a g u a , s a l v o el r e i t e r a r el bau- d e q u e n o se a s f i x i e el n i ñ o q u e se c r e e v i v o y q u e los padres
tismo bajo c o n d i c i ó n si el n i ñ o n a c e v i v o . (V. Debreyne, en- pecan gravemente oponiéndose á la o p e r a c i ó n c e s á r e a , cuando
sayo sobre l a t e o l o g í a , P . 3 . , y E m b r i o l o g í a s a g r a d a c . S t .
a
i . está prescrita facultativamente. (V. Ligor. hom. aposl.
(3) El C a r d e n a l G o u s s e t p r e g u n t a si e n caso de no encon- t r a c t . 14, n.°9).
a r s e cirujano, ni médico, ni otra persona capaz de hacer la

SUMA TEOLÓGICA.. — TOMO I V . 46


722 CUESTIÓN LXVIII. — ARTÍCULOS XI Y XII.

ligro inminente, sea cualquiera la parte cibir el bautismo, si lo piden en un inter-


q u e salga. M a s sin e m b a r g o , p u e s t o q u e valo de lucidez, deben ser bautizados.
en ninguna de las partes esteriores s e Responderemos, q u e a c e r c a d e l o s
halla la integridad de la vida como en la d e m e n t e s y f u r i o s o s d e b e h a c e r s e una
cabeza, hay algunos que piensan que por d i s t i n c i ó n ; p o r q u e a l g u n o s s o n tales
causa de la duda, sea cualquiera la parte d e s d e s u n a c i m i e n t o sin t e n e r intervalo
del c u e r p o que h a y a sido l a v a d a por el a l g u n o l ú c i d o , e n l o s q u e n o a p a r e c e uso
agua, después de nacer perfectamente a l g u n o d e r a z ó n , y de estos en cuanto á
el niño, debe ser bautizado bajo esta la recepción del bautismo parece que debe
f o r m a : Si no estás bautizado, yo te bau- formarse el mismo juicio que acerca de
tizo (1). los niños que son bautizados en la fe de
la Iglesia, ( 3 ) s e g ú n s e h a d i c h o (a. 9),
ARTÍCULO X I I . — l o s furiosos y d e - O t r o s h a y , q u e h a b i e n d o t e n i d o a n t e s su
m e n t e s deben ser bautizados ? (2) razón sana cayeron en la demencia, y
r e s p e c t o d e e l l o s d e b e j u z g a r s e s e g ú n la
1.° P a r e c e q u e los furiosos y los d e - v o l u n t a d q u e t u v i e r o n a n t e s d e enloque-
m e n t e s n o d e b e n ser bautizados ; p o r q u e c e r . Y p o r e s o si entonces apareció en
para l arecepción del bautismo s e re- ellos la voluntad de recibir el bautismo
quiere la intención e n el q u e es b a u t i - debe conferírseles aun cuando se hallen
z a d o c o m o se h a dicho (a. 7). P e r o los en el estado de furia ó de locura, a u n q u e
furiosos y dementes careciendo del uso e n t o n c e s c o n t r a d i g a n s u a c t o . P e r o si
d e la razón, no p u e d e n tener sino inten- c u a n d o e s t a b a n e n s a n o j u i c i o n o apare-
ción desordenada. L u e g o no d e b e n ser c i ó e n e l l o s v o l u n t a d d e r e c i b i r el bau-
bautizados. t i s m o , n o d e b e n s e r b a u t i z a d o s . Hay al-
2.° E l h o m b r e e x c e d e á l o s b r u t o s a n i - g u n o s , q u e a u n q u e s o n f u r i o s o s ó locos
males en que tiene la razón. M a s los fu- d e s d e su n a c i m i e n t o , t i e n e n sin embargo
riosos y los d e m e n t e s n o tienen el uso de a l g u n o s i n t e r v a l o s l ú c i d o s , e n l o s que
la r a z ó n , y á v e c e s t a m b i é n n o se e s p e r a p u e d e n u s a r d e l a r e c t a r a z ó n . P o r con-
q u e le t e n g a n c o m o se espera en los ni- s i g u i e n t e si e n t o n c e s q u i s i e r a n s e r bauti-
ños. L u e g o parece que así c o m o los b r u - z a d o s , p u e d e n s e r l o t a m b i é n a u n consti-
tos animales no son b a u t i z a d o s , así ni los t u i d o s e n e s t e e s t a d o d e d e m e n c i a , y debe
tales furiosos y d e m e n t e s d e b e n serlo. c o n f e r í r s e l e s e l s a c r a m e n t o s i s e t e m e al-
3.° M á s sujeto se h a l l a el uso d e la r a - g ú n p e l i g r o ; e n o t r o c a s o , e s m e j o r aguar-
z ó n e n los furiosos ód e m e n t e s q u e e n los d a r e l t i e m p o e n q u e t e n g a n d e s p e j a d a su
q u e duermen. P e r o n o se a c o s t u m b r a á r a z ó n , p a r a q u e reciban m á s devotamente
conferir el b a u t i s m o á los que d u e r m e n . e l s a c r a m e n t o . P e r o s i c u a n d o s e hallan
L u e g o t a m p o c o d e b e conferirse á los d e - e n e l i n t e r v a l o l ú c i d o n o a p a r e c e e n ellos
m e n t e s y furiosos. l a v o l u n t a d d e r e c i b i r e l b a u t i s m o , no
Por e l contrario : d i c e S a n A g u s t í n d e b e n s e r b a u t i z a d o s c u a n d o s e hallan
( C o n f e s s . 1. 4. c .4 ) d e u n a m i g o s u y o e n e l d e l a l o c u r a . H a y o t r o s , e n fin, que
q u e «h a l l á n d o s e e n u n e s t a d o d e d e s e s - a u n q u e n o t e n g a n p o r c o m p l e t o lamente
» p e r a c i o n fue b a u t i z a d o sin él saberlo » s a n a , t i e n e n s i n e m b a r g o e l suficiente
y sin e m b a r g o el b a u t i s m o p r o d u j o en él j u i c i o p a r a p o d e r p e n s a r a c e r c a d e su
eficacia. L u e g o á veces d e b e conferirse s a l v a c i ó n y c o m p r e n d e r l a v i r t u d d e l sa-
el b a u t i s m o á los que c a r e c e n del uso de c r a m e n t o ; y d e l o s t a l e s d e b e razonarse,
la razón. c o m o r e s p e c t o . d e l o s q u e t i e n e n l a mente
s a n a , álos c u a l e s se b a u t i z a queriéndolo,
Conclusión. Siendo los dementes de
m á s no contra su voluntad.
nacimiento semejantes á los niños deben
ser bautizados ; los que empero tuvieron A l a r g u m e n t o 1 . ° d i r e m o s q u e l o s de-
antes uso de razón y la intención de re- m e n t e s q u e n u n c a t u v i e r o n n i t i e n e n el

(1) Si el niño saca la cabeza y hay peligro de muerte inmi- aquí lo que se dice (Lig. theol. mor. cit.J acerca del bautismo
nente dice el Ritual romano que debe bautizársele e n la ca- de los monstruos y de los abortos.
beza y no ser bautizado de nuevo si luego nace v i v o ; si em- (2) V. el catecismo romano P. 2. n.° 39.
pero saca a l g ú n otro miembro que indique la vitalidad, en él (3) Los locos que no han tenido nunca el uso de su razón,
debe ser bautizado en caso de peligro de muerte, y vuelto á deben ser tratados como niños y bautizados en la fe de!*
bautizar bajo condición si nace v i v o . Téngase presente ademas Iglesia (catee, rom. C. 38.)
CUESTIÓN' L X V I I I . — A R T Í C U L O XII. 723

uso de la razón son bautizados según la gano corporal, no por defecto del alma
intención de la Iglesia, así como creen y racional, como los brutos animales. L u e -
se arrepienten por el acto de la Iglesia, g o no hay paridad.
conforme se ba dicho de los niños (a. 9 ) . A l 3.° que los eme duermen no deben
Mas aquellos que en algún tiempo tuvie- ser bautizados s i n o amenaza un peligro
ron ó tienen el uso de la razón son bau- de muerte, en cuyo caso deben serlo, si
tizados según la propia intención, que antes apareció en ellos la voluntad de re-
tienen ó tuvieron en el tiempo de su sana cibir el bautismo, como se ha dicho tam-
razón. bién de los dementes, y según refiere
Al 2.° que los furiosos ó dementes ca- San Agustín (Confess. 1. 4 , ibid) de su
recen del uso de la razón per accidens, amigo, que fue bautizado sin él saberlo,
esto es, por algún impedimento del ór- por causa del peligro de muerte.

CUESTIÓN LXIX.
De los efectos del bautismo.

1.' Por el bautismo se quitan todos los pecados? 2." Se libra el hombre de toda pena? 3.° El
bautismo quita las penalidades de esta vida? i." Se confiere al hombre por el bautismo la gracia
y las virtudes? 5.° De los efectos de las virtudes que se confieren por el bautismo. 6.° Reciben
también los niños en el bautismo las gracias y las virtudes ? 7.° Por el bautismo se abre á los
bautizados la puerta del reino celestial ? 8.° Tiene el bautismo igual efecto en todos los bautizados?
8." La ficción impide el efecto del bautismo? 10.° Quitada la ficción, obtiene el bautismo su efecto?

ARTÍCULO I. — 3.° Para enfermedades diversas hay


por cibnntismosc «ui-
Inn todos los pecados ? (1) diversas medicinas ; porque como dice
San Jerónimo (alius auctor. super illud
1.° Parece que por el bautismo no se marc. 9 ) ; hoc. genus dozmoniorum, € no
quitan todos los pecados ; porque el bau- » cura el ojo lo que sana el talón.» Pero
tismo es cierta regeneración espiritual, el pecado original que se quita por el bau-
que se contrapone á la generación car- tismo, es de otro género que el pecado
nal. Pero por la generación carnal, el actual. Luego no se perdonan todos los
hombre contrae solo el pecado original. pecados por el bautismo.
Luego por el bautismo se perdona sola- Por el contrario; dícese ( E z e c h . 36,
mente este pecado. 25) : derramaré sobre vosotros agua pura
2.° L a penitencia es suficiente causa y os purificareis de todas vuestras in-
de la remisión de los pecados actuales. mundicias.
Pero antes del bautismo se requiere en Conclusión. Como el pecado mira á
los adultos la penitencia según aquello la vida antigua á la cual muere el hom-
(Act. 2, 38) : arrepentios y cada uno de bre por el bautismo, claro está que el bau-
vosotros sea bautizado. L u e g o el bautis- tismo borra todos los pecados.
mo nada obra respecto de la remisión de Responderemos q u e , como dice el
los pecados actuales. Apóstol ( P o m . 5 , 3 ) : todos los que he-

(1) Es'cle fe contra los maniquéos, luteranos y calvinistas lantum radi ant non i,nputari, anathema sil; dice el Concilio
°i"c pretendían no se borraban los pecados por el bautismo, Tridentino (sess. 5 , can. 5 ) : é igual declaración habían hecho
sino solo que eran cubiertos ó no imputados. Si quis per Jcm antes el concilio de Letran bajo Inocencio III (cap. íirmiter);
Cirisíí Domini nosiri gmliam, quee in baplismale confertur, reatum el de Viena. bajo Clemente V , y el florentino (decret. exultate
0inalis peccaíi remitti ilegal,
m
aut eliam asserit non tolli tolum Deo.)
i3Mod veram et propriam
,d
peccali ralionem habet; scdilluddicit
724 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULOS I Y II.

mos sido bautizados en Jesucristo hemos medicinas particulares. M a s e l bautismo


sido bautizados en su muerte. Y d e s p u é s o b r a e n v i r t u d d e l ap a s i ó n d e Cristo,
t e r m i n a [11] : así vosotros consideraos q u e e s l a m e d i c i n a u n i v e r s a l d e t o d o s los
que estáis de cie.rto muertos al pecado, p e c a d o s ; y así p o r el b a u t i s m o se borran
pero vivos para Dios en nuestro Señor t o d o s e l l o s (2).
Jesucristo. D e l o c u a l s e d e d u c e que por
el bautismo muere el hombre para el an-
A R T Í C U L O I I . — vav ci bautismo se u-
tiguo pecado y principia á vivir á la no-
vedad de la gracia. Mas como todo pe- bra el hombre de todo el reato del pecado ? $)
cado pertenece á la primitiva vejez, si-
gúese que queda borrado por el bautis- 1.° P a r e c e q u e p o r e l b a u t i s m o n o se
mo (1). l i b r a e l h o m b r e d e t o d o e l r e a t o d e l pe-
A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s , q u e c a d o ; p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 13,
c o m o d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . 5, 1 6 ) e l 1).- Que las cosas que son de Dios son or-
pecado d e A d á n n opuede tanto cuan- denadas. P e r o l a c u l p a n o s e o r d e n a sino
to puede e l don d e Cristo, que e s per- p o r l ap e n a c o m o dice S a n A g u s t í n (Ee-
c i b i d o e n e l b a u t i s m o : porque el jui- t r a c t . 1. 1, c . 9 , y D e l i b . a r b . 1. 3 , C . 18).
cio fué de un pecado para la condena- L u e g o p o r e l b a u t i s m o n o s e q u i t a el
ción, mas la gracia fué de muchos deli- r e a t o d e l a p e n a d e los p e c a d o s prece-
tos para justificación. P o r l o c u a l d i c e dentes.
también San Agustín ( D e bapt. parv. 2.° E l e f e c t o d e l s a c r a m e n t o t i e n e al-
1.1, s e n d e p e c c a t . m e r i t . e t r e m i s s . c . 15), g u n a s e m e j a n z a c o n e l s a c r a m e n t o mis-
q u e c< p o r l a g e n e r a c i ó n c a r n a l s ó l o s e m o , p u e s t o q u e l o s d e l a l e y n u e v a pro-
» contrae el p e c a d o original » ; mientras d u c e n l o q u e figuran s e g ú n s e h a d i c h o
q u e p o rl a r e g e n e r a c i ó n d e l E s p í r i t u ( C . 62, a . 1. a l 1.°). P e r o l a a b l u c i ó n b a u -
S a n t o se obtiene no sólo l aremisión del t i s m a l t i e n e a l g u n a s e m e j a n z a con la
p e c a d o original, sino t a m b i é n de los v o - a b l u c i ó n q u e b o r r a u n a m a n c h a , mien-
luntarios. t r a s q u e n o p a r e c e t e n e r a l g u n a c o n la
A l 2.° q u e n o s e p u e d e o b t e n e r l a r e - sustracción del reato de l a pena. Luego
misión de p e c a d o a l g u n o , sino por virtud n o s e q u i t a p o r e l b a u t i s m o e l r e a t o d e la
de la pasión de Cristo ; por lo cual dice pena.
e l A p ó s t o l ( H e b . 9, 22) : sin efusión de 3." Q u i t a d o e l r e a t o d e l a p e n a no
sangre no hay remisión. P o r c o n s i g u i e n - q u e d a a l g u n o d i g n o d e l a p e n a , y por
te el m o v i m i e n t o d e l av o l u n t a d h u m a n a c o n s i g u i e n t e s e r í a i n j u s t o q u e f u e r a cas-
que hay e ne lpenitente, n o bastaría t i g a d o . S i p u e s p o r e l b a u t i s m o s e quita
p a r a l a r e m i s i ó n d e l ac u l p a , si n o t u v i e - e l r e a t o d e l a p e n a , s e r í a i n j u s t o des-
se l af e d e l a p a s i ó n d e C r i s t o y el p r o - p u é s d e l b a u t i s m o a h o r c a r a l l a d r ó n que
pósito de participar de la m i s m a , y a re- a n t e s c o m e t i ó u n h o m i c i d i o , y d e este
cibiendo el b a u t i s m o , y a sometiéndose á m o d o p o r e l b a u t i s m o s e q u i t a r í a e l rigor
la potestad d e l a s l l a v e s d e l a I g l e s i a . Y d e l a s d i s p o s i c i o n e s h u m a n a s l o c u a l es
por eso, cuando algún penitente adulto i n c o n v e n i e n t e . L u e g o p o r e l b a u t i s m o no
se acerca a lb a u t i s m o , obtiene l a remi- se quita el reato de l a pena.
sión d e todos sus pecados por e l p r o p ó - P o r e lc o n t r a r i o , dice S a n Ambrosio
sito q u e tiene d e .recibir este s a c r a m e n t o , ( a l i u s a u c t o r , s u p e r i l l u d R o m . 11): sine
y más perfectamente recibiéndole real- pcenitentia sunt dona et vocatio Dei, & la
mente. » g r a c i a d e D i o s e n el b a u t i s m o condona
A l 3.° q u e a q u e l l a r a z ó n p r o c e d e d e » gratuitamente todo.»

(1) Por eso canta públicamente la Iglesia : confíteor unum (3) Es contra los herejes cataros y patarinos que sostienen
baptisma in remissionem peccalorum , y llama á los bautizados que los párvulos bautizados serán castigados en la otra vida
innocentes, inmaculali, puri r innoxi t facli Dea dilccti, hceredes lo mismo que los ladrones y homicidas. Por esto el concillo
Dei colieeredes Ckristi;
7 porque como dice el citado decreto del tridentino fsess. cit.) ha dicho: inrenatis nihil oditücus;qsm
concilio florentino, el efecto de este Sacramento es el perdón níhil, est damnationis iis qui veré consepulti sunt cuín Chiflos-
de toda culpa original y actual. baptismum in morlctn... ita tu nihil prorsus eos ab ingre™. c*'-
(2) La sola memoria del bautismo no justifica, como pre- remorctur. Y el concilio florentino: morientes, anteqttum c«fi- (in

tenden los novadores, de los pecados cometidos después de su aliqttam commttant, slalim ad regnum coslorum el fíe
recepción, según consta de la declaración del concilio ttiden- perveniunt.
tino (sess. 7 , can. 10).
CUESTIÓN LXIX.—ARTÍCULOS II Y III. 725

Conclusión. El que es bautizado es li- ARTÍCULO I I I . — P o r el b a u t i s m o d e -


bertado del reato de toda la pena debida ben quitarse las penalidades de la presente
•por sus pecados, como si él mismo satis- v i d a ? (2)
ficiese por todos ellos.
Responderemos q u e , según lo dicho 1.° P a r e c e q u e por el bautismo deben
( C . 68, a . 5, al i.°) p o r el b a u t i s m o es quitarse las penalidades de l a presente
incorporado el hombre á la pasión y v i d a ; porque como dice el A p ó s t o l ( R o m .
muerte de C r i s t o , s e g ú n a q u e l l o (Rom. 5 ) , e l d o n d e C r i s t o es m á s p o d e r o s o q u e
6, 8): si somos muertos con Cristo cree- el pecado de Adán y por el pecado de
mos que juntamente viviremos también A d á n como dice el A p ó s t o l (ibid.) entró
con él. D e l o c u a l e s e v i d e n t e q u e á t o d o la muerte en este mundo, y por consi-
bautizado se l e c o m u n i c a para remedio guiente todas las otras penalidades de l a
la pasión d e C r i s t o , c o m o si e l mismo presente vida. L u e g o con mayor razón
hubiese s u f r i d o y m u e r t o . M a s l a pasión p o r e l d o n d e C r i s t o , q u e se r e c i b e en e l
de C r i s t o , s e g ú n l o d i c h o ( C . 68, a. 5), bautismo, d e b e ser l i b e r t a d o el h o m b r e
es s u f i c i e n t e s a t i s f a c c i ó n p o r t o d o s l o s p e - de las penalidades de l a presente vida.
cados d e todos los h o m b r e s , y p o r eso 2.° E l bautismo quita tanto la culpa
aquel que es bautizado se libra del reato original como la actual, según lo dicho
de toda la pena que le era debida por los ( a . 1). M a s de t a l m o d o quita la culpa
pecados, como si él mismo satisficiera su- actual, que libra al hombre de todo el
ficientemente por todos sus pecados (1). reato de l a pena consiguiente á la culpa
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e p u e s t o actual. Luego también libra de las p e -
que l a p e n a d e l a p a s i ó n d e C r i s t o e s c o - nalidades de la presente v i d a , que son
municada a l b a u t i z a d o en c u a n t o se h a c e las penas del pecado original.
miembro de C r i s t o , c o m o si é l m i s m o s u - 3.° Q u i t a d a l a c a u s a se q u i t a e l e f e c t o .
friese a q u e l l a p e n a , s i g ú e s e que sus p e - P e r o l a c a u s a d e e s t a s p e n a l i d a d e s es e l
cados p e r m a n e c e n o r d e n a d o s p o r l a p e n a p e c a d o o r i g i n a l , q u e se q u i t a p o r medio
de l a p a s i ó n d e C r i s t o . del bautismo. Luego no deben quedar
A l 2.° que el a g u a no sólo l a v a sino semejantes penalidades.
también r e f r i g e r a , y por tanto su fres- Por el contrario, sobre aquello (Rom.
cura s i g n i f i c a l a s u s t r a c c i ó n d e l r e a t o d e 6 ) : destruatur coi-pus peccati dice la
la p e n a , c o m o p o r s u a b l u c i ó n significa G l o s a , (Vetus ms. ex August. D e pecca-
la p u r i f i c a c i ó n d e l a c u l p a . t o r . m e r i t . e t r e m i s s . 1. 1 ) : « p o r e l b a u -
A l 3.° q u e e n l a s p e n a s q u e se impo- » tismo se h a c e que el h o m b r e viejo sea
nen p o r e l j u i c i o humana no solamente » c r u c i f i c a d o , y se d e s t r u y a e l c u e r p o d e l
se c o n s i d e r a de qué pena sea digno el » pecado, mas no de tal m a n e r a , que l a
hombre r e s p e c t o á D i o s , s i n o t a m b i é n e n » concupiscencia de la carne, que existía
que e s t é obligado respecto á los hom- » en él cuando vivía y que era innata,
bres, q u e h a n s i d o o f e n d i d o s y escanda- » sea destruida de repente, y no exista
lizados p o r e l p e c a d o de alguno. Y por » m á s , sino que no nos perjudique en l a
esto a u n q u e e l h o m i c i d a s é l i b e r t e p o r e l í muerte lo que teníamos al nacer. »
bautismo d e l r e a t o d e l a p e n a e n cuanto Luego por identidad de razón no se
áDios, queda t o d a v í a obligado respecto quitan las otras penalidades por el b a u -
á los h o m b r e s , q u i e n e s e s j u s t o s e a n e d i - tismo.
ficados p o r l a p e n a , c o m o f u e r o n e s c a n - C o n c l u s i ó n . El bautismo tiene la vir-
dalizados p o r l a c u l p a . S i n embargo, el tud de quitar las penalidades de la pre-
príncipe podría piadosamente perdonar sente vida: no las quita empero antes de
la p e n a á l o s t a l e s . la resurrección, á fin de que los miembros
incorporados con su cabeza, Cristo, re-
porten la victoria en la lucha espiritual ;
y ninguno se acerca al bautismo por las

(1) Nótese aquí que en el bautismo, para que se remita toda (2) P j r penalidades se entienden aquí las temporales, ó
| P na, no sé requiere más disposición que la necesaria para
a e
sean las originadas de los principios de la naturaleza, como
!a remisión de la culpa, lo que no sucede en los demás sacra- la pasibilidad, la mortalidad, etc.
mentos,
726 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO III.

ventajas más bien déla vida presente, que acercasen al bautismo, por causa de la
de la futura. impasibilidad de la presente vida, y no
Responderemos, q u e el bautismo tiene por la gloria de la vida eterna, p o r / d o
la virtud de quitar las penalidades de la c u a l d i c e t a m b i é n e l A p ó s t o l ( i . C o r . 15,
presente vida; m a s n o l a s q u i t a e n e s t e 19) : si en esta vida tan solamente espe-
m u n d o ; sino que serán quitadas por su ramos en Cristo, los más desdichados so-
virtud á los justos e n la resurrección, mos de todos los hombres (1).
cuando este cuerpo mortal se revista de A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e c o m o
la inmortalidad, c o m o s e d i c e ( i C o r . 15, e s p o n e l a G l o s a ( P e t . L o m b . R o m . 6) su-
34). Y e s t o c o n r a z ó n 1.°, p u e s t o q u e p o r p e r i l l u d : ut ultra non serviamus pec-
el bautismo se incorpora e lh o m b r e á cato, a s í c o m o c u a n d o s e p r e n d e á u u
C r i s t o y se h a c e m i e m b r o s u y o , s e g ú n lo e n e m i g o t e m i b l e , n o s e l e d a m u e r t e in-
d i c h o ( a . 2.) A s í p u e s e s c o n v e n i e n t e q u e m e d i a t a m e n t e , s i n o q u e s e l e d e j a vivir
lo q u e h a s i d o h e c h o e n l a c a b e z a s e h a g a a l g ú n t i e m p o e n l a v e r g ü e n z a y el des-
t a m b i é n e n el m i e m b r o i n c o r p o r a d o . M a s h o n o r , a s í t a m b i é n C r i s t o e n c a d e n ó desde
Cristo fue lleno de gracia y de v e r d a d l u e g o l a p e n a , y l a d e s t r u i r á e n e l futuro.
d e s d e el p r i n c i p i o d e s u c o n c e p c i ó n ; t u v o , A l 2.° q u e c o m o d i c e l a G l o s a ( i b i d . ) ,
sin e m b a r g o , u n c u e r p o p a s i b l e , q u e r e - (ord. sup. illud h o m o noster crucifixus):
sucitó después de su pasión y muerte á la « l a p e n a d e l p e c a d o e s d o b l e , l a eterna
vida gloriosa. P o r consiguiente, también » y la t e m p o r a l . » C r i s t o borró comple-
el cristiano consigue en e lb a u t i s m o l a t a m e n t e l a e t e r n a ; d e m o d o q u e « n o la
g r a c i a en c u a n t o al a l m a ; tiene e m p e r o » e s p e r i m e n t e n l o s b a u t i z a d o s y l o s ver-
un c u e r p o p a s i b l e , e n e l q u e p u e d e s u f r i r í d a d e r a m e n t e a r r e p e n t i d o s , p e r o l a tem-
por Cristo ; pero este cuerpo resucitará » poral no la quitó t o d a v í a por completo:
después ála vida impasible. P o r lo cual » p u e s s u b s i s t e n e l h a m b r e , l a s e d , la
d i c e el A p ó s t o l ( P o m . 8, 11) : el que re- » m u e r t e y s e m e j a n t e s , p e r o d e s t r u y ó su
sucitó á Jesucristo de entre los muertos, » reino y su d o m i n i o , p a r a q u e el hombre
vivificará también vuestros cuerpos mor- » n o l a s t e m a ; y l a s e s t e r m i n a r á p o r com-
tales por su Espíritu que mora en vos- » pleto en los últimos t i e m p o s . »
otros, y d e s p u é s [17] herederos verdade- A l 3.° q u e s e g ú n s e h a d i c h o (1. , 2 / a

ramente al Dios y coherederos de Cristo, C . 8 1 , a . 1), e l p e c a d o o r i g i n a l s e h a es-


pero si padecemos con él para que sea- tendido de m a n e r a , q u e primeramente
mos glorificados también con él. 2.° E s t o l a p e r s o n a i n f i c i o n ó l a n a t u r a l e z a , y des-
e s c o n v e n i e n t e por catisa del ejercicio es- p u é s e s t a i n f i c i o n ó l a p e r s o n a . C r i s t o em-
piritual, e s d e c i r , á fin d e q u e e l h o m - p e r o , e n o r d e n i n v e r s o , r e p a r ó p r i m e r o lo
bre combatiendo contra la concupiscen- q u e p e r t e n e c e á l a p e r s o n a , y d e s p u é s re-
cia y las otras pasiones, recibiese la co- p a r a r á s i m u l t á n e a m e n t e e n t o d o s l o que
rona d e l a v i c t o r i a . P o r l o q u e s o b r e e s t a s p e r t e n e c e á l a n a t u r a l e z a . H é a q u í por-
p a l a b r a s ( R o m . 6 ) , ut destruatur corpus q u e e l b a u t i s m o l i b r a i n m e d i a t a m e n t e al
peccati, d i c e l a G l o s a ( A u g u s t . D e p e c - h o m b r e d e l p e c a d o o r i g i n a l y d e l a pena
c a t o r . m e r i t . e t r e m i s s . 1.1): « s i v i v i e s e q u e c o n s i s t e e n l a c a r e n c i a d e v i s i ó n , di-
T> e l h o m b r e d e s p u é s d e l b a u t i s m o , t i e n e v i n a , q u e s e r e f i e r e n á l a p e r s o n a (2):
0) e n s u c a r n e l a c o n c u p i s c e n c i a , c o n t r a p e r o l a s p e n a l i d a d e s d e 4a p r e s e n t e vida
» l a cual c o m b a t e , y la v e n c e con el auxi- ( c o m o l a m u e r t e , e lh a m b r e , l a sed y
» lio d e D i o s . » E s t o es lo q u e figuran o t r a s s e m e j a n t e s ) s e r e f i e r e n á l a natura-
e s t a s p a l a b r a s ( J u d i e . 3 , 1 ) : Estas son l e z a d e c u y o s p r i n c i p i o s s o n c a u s a d a s , se-
las gentes que dejó el Señor para ense- g ú n q u e e s t á d e s t i t u i d a d e l a j u s t i c i a ori-
ñanza de Israel y para que aprendieran g i n a l , y p o r t a n t o e s t o s d e f e c t o s n o serán
sus hijos á pelear en lo sucesivo contra d e s t r u i d o s , sino e n l a ú l t i m a reparación
sus enemigos y tuvieran la costumbre de d e l a n a t u r a l e z a p o r l a r e s u r r e c c i ó n glo-
pelear. 3.° Para que los hombres no se riosa.

ft) Es decir, si no esperáramos de Jesucristo más bienes cuanto pertenece á la na'üraleza rscibida do Adán, de donde
que los de esta vida etc. se llama pecado de la naturaleza.
(3) No por sí y directamente en cuanto es persona, sino.en
CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO IV. 72*7

ARTÍCULO IV. — se confieren por ei siguen por su recepción no solo la gracia,


bautismo a l n o m b r e l a g r a c i a y l a s virtu- si que también las virtudes.
des? (1). R e s p o n d e r e m o s , que como dice San
Agustín (de bapt. parv. 1. 1. seu de
l.° Parece que por el bautismo no se peccat. merit. et 26) el bau-
remiss. c.
confieren al h o m b r e la g r a c i a y las virtu- tismo sirve para que los bautizados sean
des , p o r q u e según se h a dicho (a. 2 arg. incorporados á Cristo como miembros
2.°) los sacramentos de la nueva ley pro- suyos. A h o r a b i e n l a p l e n i t u d d e l a g r a -
ducen lo que figuran. Pero por la ablu- cia y de la virtud dimanan de Cristo,
ción d e l b a u t i s m o se significa la purifica- que es la c a b e z a á todos sus miembros
ción d e l a l m a de la culpa, m a s no la in- según a q u e l l o ( J o a n . 1. 16), de su pleni-
formación del alma por la gracia y las tud recibimos todos. L u e g o e s e v i d e n t e
virtudes. Parece pues, que por el bau- que por el bautismo se consiguen la gra-
tismo n o se confieran al h o m b r e la gracia cia y las virtudes.
y las virtudes. , A l argumento 1.° diremos, q u e a s í
2.° Aquello que alguno ya ha conse- como el a g u a del bautismo por su ablu-
guido, no necesita conseguirlo de nuevo. ción significa la purificación de la culpa,
Pero algunos que -tienen ya la gracia y y por su frescura la liberación de la pena,
las v i r t u d e s s e a c e r c a n al b a u t i s m o , como así por la claridad natural significa el
s e l e e ( A c t . 1 0 , 1): había en Cesárea un esplendor de la gracia y de las virtudes.
varón por nombre Cornelio, centurión de A l 2.° que, como se ha dicho (C. 68,
una cohorte que se llamaba Itálica, reli- a. 3), alguno obtiene la remisión de los
gioso y temeroso de Dios, e l q u e s i n em- pecados antes del bautismo según que
bargo f u e d e s p u é s b a u t i z a d o p o r S a n tiene la voluntad implícita ó esplícita
Pedro. L u e g o no se confieren por el b a u - de recibirlo. Sin embargo, c u a n d o le re-
tismo la g r a c i a y las virtudes. cibe realmente, la remisión se hace más
3.° L a virtud es un hábito á cuya ra- completa en cuanto á la liberación de
zón p e r t e n e c e que sea una cualidad que toda la pena. A s í también antes del bau-
y> c a m b i e difícilmente por la que alguno tismo consiguió Cornelio, y los que se le
» obra con facilidad y deleitablemente ». asemejan consiguen la gracia y las vir-
Pero después del bautismo queda en los tudes por la fe de Cristo, y el deseo
hombres la inclinación al m a l , por el que del bautismo implícita ó esplícitamente;
se quita l a v i r t u d y s e h a c e difícil el bien, pero después en el bautismo adquieren
que es u n a c t o de virtud. L u e g o por el mayor abundancia de gracia y de virtu-
bautismo n o consigue el hombre la gra- des. Por lo cual sobre aquello (Ps. 22.
cia y l a s virtudes. super aquas refectionis educavit me)
Por el c o n t r a r i o : dice el A p ó s t o l (Tit. dice la glosa, (interl. y ord. implic.) ;

3 , 5 ) : nos hizo salvos por el agua de la « hemos sido educados en el bautismo

regeneración, e s t o e s , p o r e l b a u t i s m o y » para aumento de virtud y de buenas

renovación del Espíritu Santo, el cual » o b r a s x>.

difundió sobre nosotros abundantemente, A l 3.° que la dificultad para el bien y


es d e c i r , para la remisión de los pecados la inclinación al mal se encuentran en
J abundancia de las virtudes, como es- los bautizados, no por falta del hábito
pone la glosa (interl.). Así, pues, en el de las virtudes, sino á causa de la con-
bautismo se dan la gracia del Espíritu cupiscencia, que nó se quita en el b a u -
Santo, y la abundancia de las virtudes. tismo ; no obstante, así como por el
Conclusión. Siendo incorporados á bautismo se disminuye la concupiscencia
Cristo por el bautismo, los hombres con- para q u e n o d o m i n e (2), así también se

(i) Algunos antiguos sostuvieron que á los niños por el cismo romano. Esta opinión está apoyada por la autoridad de
bautismo no se les conferia la gracia y las virtudes , sino sólo Clemente V, que en el concilio de Viena la consideró como la
el carácter de Cristo, por cuya v i r t u d , cuando llegaban á la más probable, la más conforme con los dichos de los Santos y
perfecta edad, conseguían aquella gracia y virtudes. Mas Doctores más modernos , y mereció la aprobación del conci-
esto es falso , pues por el bautismo ademas de la gracia santi- l i o . ( V . a . 6, respond.J
ficante se les infunden, no solo los dones del Espíritu Santo (1) Niegan los herejes y sus partidarios que por el bautis-
T las virtudes teológicas, según el tridentino (sess. 7 ) , si que mo se perdonen todos los pecados originales, y actuales. Pues
también las demás virtudes morales, como se dice en el cate- dicen: «por el bautismo no se quita la concupiscencia, y esta
728 CUESTIÓN LXÍX. — ARTÍCULOS IV Y V.

disminuyen estas dos malas disposiciones, C o n c l u s i ó n . Los bautizados son incor-


p a r a q u e el h o m b r e n o sea vencido p o r porados á Cristo como sus miembros, ilu-
ellas. minados por Cristo acerca del conoci-
miento de la verdad y fecundados por el
A R T Í C U L O V . — Se atribuyen con- mismo con la fecundidad de las buenas
venientemente al bautismo ciertos actos de obi-as por la infusión de la gracia.
las virtudes ? R e s p o n d e r e m o s , q u e p o r el bautismo
es r e g e n e r a d o a l g u n o , a l a v i d a espiri-
l.° P a r e c e q u e i n c o n v e n i e n t e m e n t e se t u a l , q u e e s p o r l a f e d e C r i s t o , como
a t r i b u y e n al b a u t i s m o como efectos cier- d i c e e l A p ó s t o l ( G r a l a t . 2 , 20) : y lo que
t o s actos d e l a s v i r t u d e s , esto es l a incor- vivo ahora en carne lo vivo en la fe del
poración á Cristo, la iluminación y la Hijo de Dios : y l a v i d a n o e s sino de
f e c u n d a c i ó n ; p o r q u e el b a u t i s m o n o s e d a l o s m i e m b r o s u n i d o s á l a c a b e z a d e la
a l a d u l t o s i n o a l q u e e s fiel s e g ú n a q u e l l o c u a l reciben l a sensación y el movimiento.
( M a r c . u l t . 16) el que creyere y fuese Y p o r e s t o e s n e c e s a r i o q u e p o r el bau-
bautizado, será salvo. P e r o p o r l a f e s e t i s m o s e i n c o r p o r e a l g u n o á C r i s t o , como
incorpora alguno á C r i s t o , según aquello m i e m b r o s u y o : p u e s a s í c o m o d e l a ca-
( E p h e s . 3. 17) : para que Cristo more b e z a n a t u r a l s e d e r i v a á l o s m i e m b r o s el
por la fe en nuestros corazones. Luego s e n t i d o y e l m o v i m i e n t o , a s í d e l a ca-
n i n g u n o es b a u t i z a d o , sino e n t a n t o q u e b e z a espiritual, q u e es C r i s t o , se deriva á
ya está incorporado á Cristo, y por tanto s u s m i e m b r o s e l s e n t i d o e s p i r i t u a l que
n o es efecto d e l b a u t i s m o ser i n c o r p o r a d o c o n s i s t e e n e l c o n o c i m i e n t o d e l a verdad,
á Cristo. y e l m o v i m i e n t o e s p i r i t u a l , q u e proviene
2.° L a i l u m i n a c i ó n s e h a c e p o r l a e n - d e l i n f l u j o d e l a g r a c i a . P o r l o c u a l se
s e ñ a n z a , s e g ú n a q u e l l o ( E p h e s . 3 , 8), á d i c e ( J o a n . 1, 14) : le vimos lleno de gra-
mí que soy el menor de todos los santos cia y de verdad é ( i b i d . 16) : y de su ple-
me ha sido dada esta gracia de predicar nitud recibimos nosotros todos. D e lo cual
á los gentiles ( l ) e t c . P e r o l a e n s e ñ a n z a s i g u e que los bautizados son iluminados
precede al bautismo, al catequizar. L u e g o por Cristo acerca del conocimiento de la
no es efecto d e l bautismo. verdad y fecundados por él, con la fe-
3.° L a f e c u n d i d a d p e r t e n e c e á l a g e - cundidad de las buenas obras, por la in-
neración activa. M a s por el bautismo se fusión de la gracia (2).
regenera alguno espiritualmente. L u e g o A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e los
la fecundidad n o es efecto d e l b a u t i s m o , a d u l t o s q u e c r e e n p r i m e r o e n C r i s t o , le
P o r e l c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t í n , e s t á n i n c o r p o r a d o s m e n t a l m e n t e : des-
( D e b a p t . p a r v . 1. 1. l o e . c i t . a . 4 ) , q u e p u é s c u a n d o s o n b a u t i z a d o s s e l e incor-
el b a u t i s m o sirve p a r a q u e los b a u t i z a d o s p o r a n , p o r decirlo así corporalmente,
sean incorporados á Cristo. S a n Dionisio e s t o e s , p o r e l s a c r a m e n t o v i s i b l e , sin
t a m b i é n ( E c c l e . h i e r a r . c . 2), a t r i b u y e c u y o p r o p ó s i t o d e r e c i b i r l e , n i mental-
la iluminación al bautismo, y sobre aque- m e n t e h u b i e r a n p o d i d o s e r incorporados
l l o , ( P s . 22. super aquam rejíectionis á Cristo.
dice l a glosa (interl.) q u e el a l m a estéril A l 2.° q u e e l d o c t o r i l u m i n a exterior-
por l a aridez d e los p e c a d o s es f e c u n d a d a m e n t e p o r m i s t e r i o , c a t e q u i z a n d o . Pero
por el bautismo. D i o s i l u m i n a i n t e r i o r m e n t e á l o s bauti-

» es pecado. » Contra esta aserción el Concilio tridentino 1 , V, c. 13J. Por último el mismo concilio tridentino (de
(sess. 5 , can. 5.) declaró : manere in baptizatis concupiseenliam jüstif. 1 , 1 1 , c. 15) ha declarado expresamente: Ecclesiam
vel fomitem, hese sánela Synodus (atetar et sentit ; ques cum ad cathollcam nunquam inlellexlssc conctlpiscentlam db apostolo pee-
agonem relicta sit , naceré non consentienlibus, sed vlrililer per catum appellari, quod vere el proprie in renalis peccalum sit, sei
Christi Jesu gratiam repugnantibus non valet. Ademas la concu- quia ex peccalo est et ad peocatam incltnat : condenando al quo
piscencia, que no es en nosotros libre y voluntaria, nc puede siente la opinion contraria (sess. 5 , can. 5.)
ser pecado , á menos de admitir pecados necesarios, lo cual es (1) Acerca de las investigabtes riquezas de Cristo y desìi
absurdo. Por esto Belarmino distingue de tres maneras el misterio escondido según se dice á continuación.
reato de la concupiscencia. l . ° Ule qui ab ipsa oritur et in ipsa (2) De aquí que se distinguen tres secciones para significar
fandatur , ila ni reus sit qui ipsam habet, quia ipsam habet. 2.° is, los efectos del bautismo. 1 . La incorporación
a
por el sacramento
quo ipsa facta est, .non quem ipsa facit. 3.° is , quern ipsa facit si v i s i b l e , s u carácter y gracia. 2." La iluminación que proviene
perlrahil ad consensum, ut non sit proprie homo reus, quia concu- de la fe y de la cual el bautismo es el sacramento y la profe-
piseenliam habet, sed quia concupiscentlai cedit (De amiss, g r a t . sión. 3 . La fecundación para ejercer las buenas obras.
a
CUESTIÓN L X I X . — A R T Í C U L O S V Y VI. 729

zados p r e p a r a n d o s u c o r a z ó n p a r a r e c i - Por el contrario, d i c e S a n A g u s t i n


bir la d o c t r i n a d e l a v e r d a d , s e g ú n a q u e - ( i n E u c h r i r . c. 5 2 ) : « l o s n i ñ o s r e n a c i e n -
llo ( J o a n . 6 , 4 5 ) : escrito está en los pro- » do mueren á aquel p e c a d o , que naciendo
fetas : y serán todos enseñados de Dios. » contrajeron y p o r consiguiente á ellos
Al 3.° q u e s e p o n e c o m o efecto d e l » s e r e f i e r e n e s t a s p a l a b r a s : somos sepul-
bautismo l a f e c u n d i d a d p o r l a que alguno » tados con él en muerte por el bautismo)")
produce b u e n a s o b r a s , n o l a fecundidad y después añade para que como Cristo
por la q u e a l g u n o e n g e n d r a á otros en resucitó de muerte á la vida por la gloria
Cristo s e g ú n l a e s p r e s i o n d e l Apóstol (i del Padre, así también nosotros andemos
Cor. 4, 1 5 ) : porque yo soy el que os he en novedad de vida. P e r o l a n o v e d a d d e
engendrado en Jesucristo por el Evan- la vida tiene lugar por la gracia y las
gelio. v i r t u d e s . L u e g o l o s n i ñ o s e n el b a u t i s m o
consiguen la gracia y las virtudes.
ARTÍCULO V I . — c o n s i g n e n i o s n i ñ o s
Conclusión. Como los niños en el bau-
en el b a u t i s m o l a g r a c i a y l a s v i r t u d e s ? (II
tismo son hechos miembros de Cristo, es
1.° P a r e c e q u e l o s n i ñ o s e n e l b a u t i s m o consiguiente que reciben de la cabeza
no c o n s i g u e n l a g r a c i a y l a s v i r t u d e s ; Cristo, no solo el carácter, si que también
porque l a g r a c i a y l a s v i r t u d e s n o s e p o - el influjo de la gracia y las virtudes.
seen sin l a fe y l a c a r i d a d . P e r o l a fe, Responderemos, q u e a l g u n o s a n t i g u o s
como d i c e S a n A g u s t i n ( l i b . D e p r í e d e s t . s u p u s i e r o n q u e á los niños n o les es d a d a
sanctor. c. 5 ) , « c o n s i s t e e n l a v o l u n t a d la g r a c i a y las v i r t u d e s en el b a u t i s m o ;
í de los c r e y e n t e s » . A s i m i s m o t a m b i é n sino q u e se les i m p r i m e el c a r á c t e r d e
la caridad c o n s i s t e e n l a v o l u n t a d d e l o s C r i s t o , en c u y a virtud, cuando llegaren á
que a m a n , c u y o u s o n o t i e n e n l o s n i ñ o s , la edad perfecta, consiguen la gracia y las
y por t a n t o n i l a fe n i l a c a r i d a d . L u e g o v i r t u d e s ( 2 ) . P e r o esto es n o t o r i a m e n t e
¡os niños e n el b a u t i s m o n o r e c i b e n l a f a l s o p o r d o s m o t i v o s : 1.° p o r q u e l o s n i -
gracia y l a s v i r t u d e s . ñ o s a s í c o m o l o s a d u l t o s se hacen miem-
2.° S o b r e a q u e l l o ( J o a n . 1 4 , 12 : ma- bros de Cristo en el bautismo, p o r l o c u a l
laxa horum faciet) d i c e S a n A g u s t i n es necesario que reciban de la cabeza el
(tract. 72 i n J o a n ) q u e « p a r a h a c e r d e u n influjo de la gracia y de las virtudes: 2.°
simpío u n j u s t o , C r i s t o o b r a e n é l , m a s p o r q u e s e g ú n e s t o , los niños q u e m u e -
í n o sin é l » . Y e l n i ñ o , n o t e n i e n d o e l ren después del b a u t i s m o , no llegarían á
uso del l i b r e a l b e d r í o , n o c o o p e r a á s u la vida e t e r n a , p u e s t o q u e , como se dice
justificación c o n C r i s t o ; y a u n á v e c e s ( R o m . 6, 2 3 ) , la gracia de Dios es vida
se resiste c u a n t o p u e d e . L u e g o n o es j u s - eterna, y p o r t a n t o n o l e s h u b i e r a a p r o -
tificado p o r l a g r a c i a y l a s v i r t u d e s . v e c h a d o p a r a l a salvación el h a b e r sido
3.° ( R o m . 4 , 5 ) s e d i c e : al que no bautizados ( 3 ) . L a causa de este error
obra, y cree en aquel, que justifica al im- fue q u e n o s u p i e r o n d i s t i n g u i r e n t r e e l
pío, su fe es imputada ajusticia según el h á b i t o y e l a c t o , y p o r t a n t o , v i e n d o q u e
decreto de la gracia de Dios. M a s ell o s n i ñ o s e r a n i n h á b i l e s p a r a l o s a c t o s d e
niño no c r e e e n a q u e l q u e j u s t i f i c a a l i m - las virtudes, creyeron que estos después
pío. L u e g o n o c o n s i g u e l a g r a c i a j u s t i f i - del bautismo no poseían de modo alguno
cante ni l a s v i r t u d e s . la virtud. P e r o esta impotencia de obrar,
4.° L o q u e s e e j e c u t a c o n i n t e n c i ó n n o sobreviene á los niños p o r defecto d e
carnal, n o p a r e c e p r o d u c i r u u e f e c t o e s - los h á b i t o s , sino p o r el i m p e d i m e n t o cor-
piritual. A h o r a b i e n , a l g u n a s v e c e s l o s p o r a l , así como t a m b i é n los q u e d u e r m e n ,
liños son p r e s e n t a d o s a l b a u t i s m o c o n a u n q u e t e n g a n el h á b i t o de l a s v i r t u d e s ,
una i n t e n c i ó n , v . g r . d e q u e s a n e n c o r - son impedidos sin e m b a r g o d e los actos
poralmente. L u e g o n o c o n s i g u e n e l e f e c t o por causa del sueño.
espiritual d e l a g r a c i a y d e l a s v i r t u d e s . A l a r g u m e n t o 1.° diremos, q u e l a fe y

(1) E s d e fé s e g ú n l a d e c l a r a c i ó n d e l t r i d e n t i n o ( s e s s . 7 , d e (2) V . l a n o t a l . p d g . 7 2 7 .
à

- can 7 ) , q u e l a g r a c i a s e c o n f i e r e á t o d o s s i n e x c e p c i ó n
S l c r a m
(3) A s i d i c e I n o c e n c i o I I I ( e x t r a v . d e b a p t . e j u s effect. c a p .
P el b a u t i s m o : sì quis dixerit,
or
non dari graliam per hujusmodi M a j o r e s ) absil ut tiniversi parvuli pereanl, quorum! quotidie tanta
totmmvnta semper et omnibus, quantum est ex parte Dei, etiamsi multitudo moritur; quia et ipsis miscricar Deus qui 7ieminem vull
" " mstipiant
l c
t sed alìquando el aliquibus, anathema sit. derire, aliquod remedium provocatcrit ad salutem.
CUESTIÓN LXIX. — A R T Í C U L O S VI Y VII.

l a c a r i d a d c o n s i s t e n en l a v o l u n t a d d e los ARTÍCULO V I L — ¿ E I erecto cici h «. n

h o m b r e s , de t a l m o d o sin e m b a r g o , q u e tismo es abrir la puerta «leí reino celes-


el h á b i t o de estas y otras virtudes r e - tlnl? (1)
quiere la potencia de la v o l u n t a d , la cual
existe en los niños ; p e r o los actos de las 1.° P a r e c e q u e el e f e c t o d e l bautismo
v i r t u d e s r e q u i e r e n el a c t o d e l a v o l u n t a d , n o es a b r i r l a p u e r t a d e l r e i n o celestial:
q u e n o h a y en ellos. Y en este c o n c e p t o p o r q u e a q u e l l o q u e e s t á a b i e r t o , no ne-
d i c e S a n A g u s t í n « q u e el s a c r a m e n t o d e c e s i t a q u e se a b r a ; y l a p u e r t a del reino
» l a f e , e s d e c i r , el q u e p r o d u c e el h á - c e l e s t i a l e s t á a b i e r t a p o r l a pasión de
» b i t o d e l a fe h a c e u n fiel d e u n n i ñ o , C r i s t o ; p o r lo que se dice ( A p o c . 4,1) ;

» a u n q u e e s t e n o t e n g a t o d a v í a l a fe, q u e despicas de esto vi una puerta grande


» consiste en el a c t o d e la v o l u n t a d de abierta en el cielo. L u e g o l a a p e r t u r a de
» l o s q u e c r e e n ». l a p u e r t a d e l r e i n o c e l e s t i a l n o es efecto
A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( i n del bautismo.
l i b . D e C h á n t a t e s e u t r a c t . 3, s u p e r . e p i s t . 2.° E l b a u t i s m o t i e n e s u e f e c t o en todo
J o a n ) , « nadie renace del a g u a y del E s - el t i e m p o d e s d e q u e fue i n s t i t u i d o . Pero
» p í r i t u S a n t o , sino en t a n t o q u e q u i e r e » , a l g u u o s f u e r o n b a u t i z a d o s p o r el bau-
lo c u a l d e b e e n t e n d e r s e d e los a d u l t o s y t i s m o d e C r i s t o a n t e s d e s u pasión,
n o d e los p á r v u l o s ; y lo m i s m o d e b e e n - c o m o c o n s t a ( J o a n . 3), á l o s q u e , si liubie-
t e n d e r s e , q u e el h o m b r e n o s e r á justifi- r a u m u e r t o e n t o n c e s , a u n n o les hubiera
c a d o p o r C r i s t o sin el h o m b r e m i s m o . s i d o a b i e r t a l a p u e r t a d e l c i e l o , en el que
E n c u a n t o á los niños q u e se b a u t i z a n , n a d i e e n t r ó a n t e s d e C r i s t o s e g ú n aque-
si se o p o n e n c o n t o d a s s u s f u e r z a s , e s t o llo ( M i c h . 2, 13) : subirá delante de ellos
n o l e s es i m p u t a b l e , p u e s t o q u e i g n o r a n el que les abrirá el camino. L u e g o el
por completo lo que h a c e n , de m o d o que e f e c t o d e l b a u t i s m o n o es l a a p e r t u r a de
p a r e c e q u e n o lo h a c e n , c o m o dice S a n la puerta del reino celestial.
A g u s t í n (in libro D e prajscientia D e i a d 3.° L o s b a u t i z a d o s e s t á n t o d a v í a su-
D a r d a n u m . e p i s t . 287 ó 57). j e t o s á l a m u e r t e y o t r a s p e n a l i d a d e s de
A l 3.° q u e , c o m o d i c e el m i s m o d o c t o r l a p r e s e n t e v i d a , s e g ú n l o d i c h o ( a . 3),
( D e v e r b . A p o s t . s e r m . 10, c . 2 ) , « l a M a s á n a d i e es a b i e r t a l a e n t r a d a del
» I g l e s i a m a d r e p r e s t a á l o s n i ñ o s l o s pies r e i n o c e l e s t i a l e n t a n t o q u e e s t á sometido
» de los o t r o s , p a r a que v e n g a n h a c i a á l a p e n a c o m o se v e r e s p e c t o d e los que
» e l l a ; .el c o r a z ó n , p a r a q u e c r e a n , l a e s t á n e n el p u r g a t o r i o . L u e g o el efecto
» l e n g u a p a r a q u e confiesen » , y así los d e l b a u t i s m o n o e s l a a p e r t u r a de la puer-
niños c r e e n , n o p o r a c t o p r o p i o , sino p o r t a del reino celestial.
l a fe d e l a I g l e s i a q u e l e s es c o m u n i c a d a ; P o r e l c o n t r a r i o : s o b r e a q u e l l o (Luc,
y e n v i r t u d d e e s t a fe l e s s o n c o n f e r i d a s 3, apertura est ccelum), d i c e la Glosa.
la gracia y las virtudes. B e d a o r d : « a q u í s e m a n i f i e s t a la virtud
A l 4.° q u e l a i n t e n c i ó n c a r n a l d e l o s » d e l b a u t i s m o , p o r el q u e á cada cual
q u e llevan á b a u t i z a r á los niños en n a d a » c u a n d o s a l e , s e le a b r e l a puerta del
les p e r j u d i c a , como ni la culpa de u n o » reino celestial».
d a ñ a á o t r o , si n o c o n s i e n t e e n e l l a . P o r C o n c l u s i ó n . Quitándose por el bautn-i
lo c u a l , dice S a n A g u s t í n (in epist. ad. mo todo el reato de la culpa y de la pene,
B o n i f . 98 ó 2 3 ) : « n o t e i n q u i e t e e l q u e debe creerse, que por el mismo es abierto
» a l g u n o s n o l l e v a n á los p e q u e ñ u e l o s á la puerta del reino celestial.
» r e c i b i r e l b a u t i s m o c o n l a fe d e r e g e n e - R e s p o n d e r e m o s , q u e a b r i r la puerta
» rarlos á la vida e t e r n a , por la gracia d e l r e i n o c e l e s t i a l es r e m o v e r el obstácu-
» e s p i r i t u a l , sino q u e m i r a n este s a c r a - l o , p o r e l c u a l a l g u n o es i m p e d i d o de en-
» m e n t ó como un medio de dar la salud t r a r e n el r e i n o c e l e s t e . E s t e impedimento
» á sus hijos ó de c o n s e r v a r l a ; pues no e s l a c u l p a y e l r e a t o d e l a p e n a . Se ty
» p o r esto n o son r e g e n e r a d o s aquellos, d e m o s t r a d o y a ( a . 1 y 2 ) q u e por el í«*
» p u e s t o q u e n o son ofrecidos p o r estos tismo se destruye toda la culpa y todo°
» con e s t a intención.i> reato de la pena. L u e g o s i g ú e s e que Í'

(1) En este sentido habla el concilio florentino cuando dice: spiritiialiH janua cst , ele. Así dice también San Bucnayent^
1

primum omníum sacramenlorum locum tenet baplismus, quod vilos baptismusest in Iramium pot ta (serm. 3 De S. Andrea pag"'
CUESTIÓN LXrK. — AÍÍTÍCULOS VII Y VIII. •J31

efecto del bautismo es la apertura de la niños, h a ymayor capacidad natural q u e


•puerta del reino celestial (1). en otros, parece q u e algunos consiguen
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e l b a u ­ m a y o r gracia q u e otros.
tismo e n t a n t o a b r e a l b a u t i z a d o l a p u e r ­ 4.° A l g u n o s a l c a n z a n e n e l b a u t i s m o ,
ta del r e i n o c e l e s t i a l , e n c u a n t o l e i n c o r ­ n o solamente l a salud espiritual, sino
pora á l a p a s i ó n d e C r i s t o , a p l i c a n d o a l también la corporal, como se vio en
hombre s u v i r t u d . C o n s t a n t i n o , q u e fue curado d e l a lepra
A l 2.° q u e , c u a n d o l a p a s i ó n d e C r i s t o e n e l b a u t i s m o (2). M a s n o t o d o s l o s e n ­
no se h a b í a r e a l m e n t e c o n s u m a d o , s i n o fermos consiguen en el bautismo l a salud
que e s t a b a e n l a f e d e l o s c r e y e n t e s , e l corporal. L u e g o este n o tiene igual efec­
bautismo c a u s a b a p r o p o r c i o n a l m e n t e l a to en todos.
apertura d e l a p u e r t a , n o e n r e a l i d a d , Por el c o n t r a r i o , d í c e s e ( E p h e s . 4, 5):
sino e n e s p e r a n z a ; p u e s l o s b a u t i z a d o s una fe, un solo bautismo. M a s l a c a u s a
que e n t o n c e s m o r í a n , a g u a r d a b a n p o r uniforme tiene u n efecto uniforme. L u e g o
cierta e s p e r a n z a s u e n t r a d a e n e l r e i n o el bautismo tiene efecto igual e n todos.
celestial. Conclusión. El bautismo, por lo que
A l 3.° q u e e l b a u t i z a d o n o e s t á s u j e t o mira á producir el efecto por el.cual ha
á la m u e r t e y p e n a l i d a d e s d e l a p r e s e n t e sido instituido, á saber, la nueva vida
vida p o r e l r e a t o d e l a p e r s o n a , s i n o á espiritual, en todos los que se acercan á
causa d e l e s t a d o d e n a t u r a l e z a ( s e g ú n s e él produce iguales efectos; en algunos
ha dicho a n t e s ) ; y p o r e s t o n o s e l e i m ­ otros empero no iguales efectos, sino que
pide l a e n t r a d a e n e l r e i n o c e l e s t i a l , c u a n ­ según el orden de la divina Providencia,
do el a l m a e s s e p a r a d a d e l c u e r p o p o r l a en unos mayores y en otros menores.
muerte, c o m o h a b i e n d o y a p a g a d o l o q u e Responderemos, q u e e l e f e c t o d e l b a u ­
se d e b í a á l a n a t u r a l e z a . t i s m o e s d o b l e , u n o per se y o t r o per ac­
cidens. Per se e l e f e c t o d e l b a u t i s m o e s
ARTÍCULO V I I I . — Tiene ci bautismo
aquello p a r a q u e fue instituido, esto e s ,
Igual efecto en todos ?
para regenerar á los hombres en la vida
1.° P a r e c e q u e e l b a u t i s m o n o t i e n e espiritual, y este efecto le produce igual­
igual e f e c t o e n t o d o s ; p o r q u e e l e f e c t o mente en todos los que le reciben de la
del b a u t i s m o e s l a r e m o c i ó n d e l a c u l p a . misma manera. P o r c o n s i g u i e n t e , p u e s t o
Pero e n a l g u n o s q u i t a m a y o r n ú m e r o d e que todos los niños reciben el bautismo
pecados q u e e n o t r o s ; p o r q u e e n l o s n i ­ d e l a m i s m a m a n e r a ( p o r q u e n o son b a u ­
ños q u i t a s o l o e l p e c a d o o r i g i n a l , y e n tizados e n l a fe p r o p i a , sino e n l a fe d e
los a d u l t o s t a m b i é n l o s p e c a d o s a c t u a l e s , la I g l e s i a ) , p e r c i b e n t o d o s e n el b a u t i s ­
en unos m á s y e n o t r o s m e n o s . L u e g o m o igual efecto. M a s los a d u l t o s , p u e s t o
el b a u t i s m o n o p r o d u c e i g u a l e f e c t o e n que se a c e r c a n a l b a u t i s m o p o r l a propia
todos. fe, no le reciben de igual manera ; pues
. 2.° P q r e l b a u t i s m o s e c o n f i e r e n a l unos se acercan á él con m á s devoción q u e
hombre l a g r a c i a y l a s v i r t u d e s . Y a l ­ o t r o s , y por eso unos reciben más gracia
gunos d e s p u é s d e l b a u t i s m o p a r e c e n t e ­ de novedad y otros menos, c o m o t a m b i é n
ner m a y o r g r a c i a y p e r f e c c i ó n d e v i r t u ­ del mismo fuego, recibe m á s calor el q u e
des que o t r o s b a u t i z a d o s . L u e g o e l b a u ­ está m á s p r ó x i m o á é l , a u n q u e el fuego
tismo n o p r o d u c e i g u a l e f e c t o e n t o d o s , considerado en sí m i s m o , esparza igual­
3.° L a n a t u r a l e z a s e p e r f e c c i o n a p o r l a m e n t e s u c a l o r á t o d o s (3). E l e f e c t o d e l
gracia, c o m o l a m a t e r i a p o r l a f o r m a ; y b a u t i s m o per aecidens e s a q u e l p a r a e l
la forma e s r e c i b i d a e n l a m a t e r i a s e g ú n cual n o h a sido o r d e n a d o el bautismo; sino
su c a p a c i d a d . P o r c o n s i g u i e n t e , p u e s t o que lo obra milagrosamente l a virtud divi­
lúe en a l g u n o s b a u t i z a d o s , aun é n t r e l o s n a , s e g ú n s o b r e a q u e l l o ( R o m . 6, ut ultra

(1) Por esto se dice : si qnis non renatus fuerll ex agua et Spirltu opone á la autorwlad de San Ambrosio en su oración fúnebre
"Klo, non polesl inlroirc in rcgnum Dei. á Teodosib, que dice que Constantino recibió el bautismo á los
(2) No consta que Constantino fuese curado de la lepra por últimos años de su vida. De igual opinion son los benedictinos
el bautismo , ya porque los hechos de Silvestre (de los cuáles de San Mauro , Tillemon , F l e u r i , e t c .
№ sulo tomada esta noticia, son de autor incierto, según (3) E l Concilio tridentino definió que en el bautismo se re­
•parece en(c. sánela Romana, dist. 1 5 ) , y a porque ningún cibe l a justicia s e g ú n la propia disposición y cooperación de
Historiador cristiano ó pagano hablan de e s t o , y a porque se cada cual.
•732 CUESTIÓN L X I X . — A R T Í C U L O S VIII Y IX.

non serviamus peccata), dice la G l o s a , 3 , 2 7 ) : todos los que habéis


tol ( G a l a t .
August. ( D e peccator. merit. et remiss. sido bautizados en Cristo estáis revesti-
1 . 1 , c . 39): ce e l b a u t i s m o n o h a c e q u e l a dos de Cristo. P e r o t o d o s l o s q u e reciben
«ley del pecado, que está en nuestros el bautismo son bautizados en Cristo.
» m i e m b r o s , se estinga completamente, L u e g o t o d o s r e v i s t e n á C r i s t o , l o c u a l es
» sino por u n m i l a g r o inefable del Cria- p e r c i b i r e l e f e c t o d e l b a u t i s m o , y p o r con-
dor.». Y tales efectos no son percibidos siguiente la ficción n o i m p i d e e l e f e c t o de
igualmente por todos los bautizados, no este sacramento.
obstante que se acerquen con igual devo- 2.° E n e l b a u t i s m o o b r a l a v i r t u d divi-
ción, sino que son dispensados estos efec- n a q u e p u e d e m u d a r l a v o l u n t a d d e l liom-
tos según el orden de la divina Provi- bre hacia el bien. M a s el e f e c t o d e la
dencia. c a u s a a g e n t e n o p u e d e s e r i m p e d i d o por
A l argumento 1.° diremos que b á s t a l a lo que puede ser quitado por aquella
más pequeña gracia bautismal para bor- causa. Luego la ficción no i m p i d e el
rar todos los pecados. No es p u e s por efecto del b a u t i s m o .
causa de l a m a y o r eficacia del bautismo el 3.° E l efecto del b a u t i s m o e s l a gra-
q u e b o r r e , en algunos m u c h o s y en otros c i a , á l a q u e se o p o n e e l p e c a d o . Y hay
menor número de p e c a d o s , sino por la otros pecados m u c h o m á s g r a v e s q u e la
condición del sujeto, puesto que en cada ficción, d e l o s q u e n o s e d i c e q u e impidan
c u a l b o r r a todos los que encontrare. el efecto del bautismo. L u e g o n i l a fic-
A l 2.° que el aparecer en los bautiza- ción le impide.
dos mayor ó menor gracia, puede te- P o r e l c o n t r a r i o , d í c e s e ( S a p . 1 , 5):
ner lugar por dos m o t i v o s : 1.° porque el Espíritu Santo de disciplina huirá de
uno recibe en el bautismo m a y o r gracia lo fingido. E s a s í q u e e l e f e c t o d e l bau-
que otro á causa de l a m a y o r devoción t i s m o p r o v i e n e d e l E s p í r i t u S a n t o . Luego
s e g ú n l o d i c h o ; 2.° p o r q u e , a u n q u e reci- la ficción i m p i d e e l e f e c t o d e l bautismo.
b a n igual g r a c i a , no usan dé ella igual- Conclusión.Como Dios no obliga i
mente, sino que uno adelanta más cuida- los hombres á la justicia, sigúese que los
doso en e l l a , y á otro falta por n e g l i g e n - que se acercan fingidamente al bautismo
c i a l a g r a c i a de D i o s . no consiguen su efecto.
A l 3.° que la diferencia de capacida- R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o d i c e e l Da-
des naturales en los hombres n o proviene masceno (Orth. fid. 1 . 2 , c . 30), Diosno
d e l a d i v e r s i d a d d e s u a l m a , q u e es r e n o - obliga al hombre á la justicia. Y por eso,
v a d a por el b a u t i s m o , (puesto que siendo p a r a q u e a l g u n o s e j u s t i f i q u e p o r e l bau-
todos los hombres de la misma especie tismo, se requiere que l a v o l u n t a d del
convienen en l a f o r m a ) ; sino de l a diver- hombre abrace el bautismo y su efecto,
s a d i s p o s i c i ó n d e l o s c u e r p o s . M a s n o es Se dice empero alguno fingido, porque
así respecto de los ángeles que difieren en s u v o l u n t a d c o n t r a d i c e y a a l b a u t i s m o (S)
e s p e c i e , y p o r eso s o n d a d o s á l o s á n g e l e s ya á su efecto ; pues según S a n Agus-
dones gratuitos s e g ú n la diversidad de sus tín (De baptis. c o n t . D o n a t . 1 . 1 , c. 12
capacidades n a t u r a l e s , m a s no á los h o m - y 1. 7 , c. 53), se dice alguno fingido
bres. de cuatro modos : 1.° c u a n d o n o se cree,
A l 4,° q u e l a s a l u d d e l c u e r p o n o e s per p u e s t o q u e e l b a u t i s m o e s u n sacramento
se e f e c t o d e l b a u t i s m o , s i n o q u e e s c i e r t a de fe; 2.° cuando desprecia e l sacra-
obra milagrosa de la Providencia divina. m e n t o m i s m o ; 3.° cuando c e l e b r a el sa-
cramento de distinto modo sin observar
A R T Í C U L O I X . — i.a acción impide ei el rito de l a I g l e s i a (3) ; 4.° c u a n d o se
efecto del bautismo? (1) a c e r c a á é l i n d e v o t a m e n t e . L u e g o es en-
1.° P a r e c e que la ficción no impide el denté que la ficción impide el efecto del
efecto del b a u t i s m o : porque dice e l . A p ó s - bautismo.

(1) La ficción es la simulación exterior de lo que no se (3) Porque si falta en los sacramentos la parte esencial ¿!
quiere interiormente ó por carecer de voluntad de reciliir el los mismos , ya con respecto á la forma ya tocante á la malí'
bautismo ó por la falla de disposición necesaria para la gracia r i a , n o es válido el sacramento. Así entre otros dice Peiltf
del bautismo. Lombardo (1. 4 , sent. dist. 3 , pág. 303): si ablulio in «I'" 8

. (2) V. lo dicho en el a. 7 , acerca de la ficción qué escluye fiut sine verbo, non esl ibi sacramentum etc.
la verdad del sacramento.
CUESTIÓN LXIX. — A R T Í C U L O S IX Y X. 733

Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e r p o r l o m á s d é b i l . L u e g o el p e c a d o d e l a
bautizado e n C r i s t o p u e d e e n t e n d e r s e d e ficción n o p u e d e s e r d e s t r u i d o p o r el b a u -
dos m o d o s : 1.° e n C r i s t o , e s t o e s , e n t i s m o q u e l a ficción i m p i d e , y e n e s t e
conformidad d e C r i s t o : y e n e s t e c o n - supuesto el b a u t i s m o no c o n s e g u i r á su
cepto t o d o s l o s q u e s o u b a u t i z a d o s e n e f e c t o , q u e es l a r e m i s i ó n d e t o d o s l o s
Cristo, c o n f o r m a d o s á él p o r l a fe y l a pecados.
caridad, r e v i s t e n á C r i s t o p o r l a g r a c i a ; 3.° S u c e d e q u e a l g u n o s e a c e r c a fingi-
2.° d í c e n s e a l g u n o s s e r b a u t i z a d o s e n d a m e n t e al b a u t i s m o y después de reci-
Cristo, e n c u a n t o r e c i b e n el s a c r a m e n t o d e b i d o c o m e t e m u c h o s p e c a d o s , los q u e
Cristo, y a s í t o d o s r e v i s t e n á C r i s t o p o r sin e m b a r g o n o s o n b o r r a d o s p o r e l b a u -
la c o n f i g u r a c i ó n d e l c a r á c t e r , m a s n o p o r t i s m o , p u e s t o q u e el b a u t i s m o q u i t a los
la c o n f o r m i d a d d e l a g r a c i a . p e c a d o s p a s a d o s , n o los futuros. L u e g o
Al 2.° q u e , c u a n d o D i o s m u d a l a v o - t a l b a u t i s m o j a m á s conseguiría su efecto,
luntad d e l h o m b r e d e l o m a l o á l o b u e n o , q u e es l a r e m i s i ó n d e t o d o s l o s p e c a d o s .
entonces el h o m b r e n o se a c e r c a fingida- P o r el c o n t r a r i o , dice S a n A g u s t i n
mente ; m a s n o s i e m p r e h a c e D i o s e s t o , n i ( D e b a p t i s . c o n t . D o n a t . 1. 1, c. 12):
este s a c r a m e n t o se o r d e n a el h a c e r q u e « el b a u t i s m o c o m i e n z a á s e r ú t i l p a r a
el d i s i m u l a d o d e j e d e s e r l o , s i n o q u e s e a » l a s a l u d , c u a n d o a q u e l l a ficción d e s a p a -
justificado el q u e s e a c e r c a á él s i n » r e c e p o r u n a v e r a z c o n f e s i ó n , c u y a fic-
ficciou. y> c i o n n o p e r m i t í a q u e f u e r a n b o r r a d o s
Al 3.° q u e se d i c e a l g u n o fingido, p o r » los p e c a d o s en t a n t o q u e el c o r a z ó n p r e -
demostrar q u e r e r a l g o q u e n o q u i e r e . M a s » s e r v a b a en su malicia ó sacrilegio ».
todo el q u e se a c e r c a a l b a u t i s m o , d a á C o n c l u s i o n . Removida por la peniten-
entender p o r e s t o m i s m o t e n e r u n a fe cia la ficción, el bautismo produce inme-
recta de C r i s t o , y q u e v e n e r a el s a c r a - diatamente su efecto.
mento, q u e q u i e r e c o n f o r m a r s e á C r i s t o , R e s p o n d e r e m o s q u e , c o m o se h a d i -
y que q u i e r e a p a r t a r s e d e l p e c a d o . P o r c h o ( C . 6 6 , a. 9 ) , e l b a u t i s m o e s c i e r t a
lo c u a l , c u a l q u i e r a h o m b r e q u e q u i e r e r e g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l . M a s c u a n d o es
permanecer u n i d o al p e c a d o , si s e a c e r c a e n g e n d r a d o a l g o , j u n t a m e n t e con la for-
al b a u t i s m o , l o h a c e fingidamente, lo m a recibe el efecto de e l l a , á m e n o s q u e
cual es a c e r c a r s e i n d e v o t a m e n t e ; m a s no h a y a a l g u n a c o s a q u e lo i m p i d a , l a
esto d e b e e n t e n d e r s e d e l p e c a d o m o r t a l , que s e p a r a d a , la forma de la cosa e n g e n -
que es c o n t r a r i o á l a g r a c i a , p e r o n o d e l d r a d a perfecciona su efecto, como c u a n d o
pecado v e n i a l . L u e g o l a ficción i n c l u y e es e n g e n d r a d o a l g ú n c u e r p o - g r a v e , r e c i b e
aquí en c i e r t o m o d o t o d o p e c a d o . á la vez la propiedad de descender de
alto a b a j o , sino h a y a l g ú n o b s t á c u l o q u e
l o i m p i d a el q u e u n a v e z q u i t a d o , a l i n s -
ARTÍCULO X . — &icjnniio inacción• con- t a n t e c o m i e n z a el c u e r p o á m o v e r s e d e e s t a
sigue el bautismo s u efecto ?(1) m a n e r a . A s i m i s m o , c u a n d o a l g u n o es b a u -
t i z a d o r e c i b e el c a r á c t e r , c o m o f o r m a , y
1.° P a r e c e q u e a l e j a n d o l a ficción, el c o n s i g u e s u p r o p i o e f e c t o , q u e es l a g r a -
bautismo n o c o n s i g u e s u e f e c t o ; p o r q u e cia q u e p e r d o n a todos los p e c a d o s . M a s
la obra m u e r t a q u e e x i s t e s i n c a r i d a d , u o e s t e e f e c t o es á v e c e s i m p e d i d o p o r l a
puede j a m á s s e r v i v i f i c a d a . P e r o e l q u e ficción. P o r l o t a n t o es preciso que qui-
fingido se a c e r c a a l b a u t i s m o , r e c i b e el tada esta (2) por la penitencia, consiga
sacramento sin c a r i d a d . L u e g o j a m á s inmediatamente el bautismo su efecto.
puede ser v i v i f i c a d o d e m a n e r a q u e c o n - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e el s a -
fiera la g r a c i a . c r a m e n t o d e l b a u t i s m o es o b r a d e D i o s y
2.° L a ficción p a r e c e s e r m á s f u e r t e n o d e l h o m b r e , p o r l o c u a l n o es d e l a s
<l el b a u t i s m o , p u e s t o q u e i m p i d e s u
ue
m u e r t a s e n el q u e finge, el c u a l e s b a u t i -
efecto. P e r o lo m á s f u e r t e n o es d e s t r u i d o z a d o sin c a r i d a d .

(1) Contesta el Santo Doctor afirmativamente y con él el tismo antes de la ficción, según Silvio. Mas según San A g u s -
°n»ln de los teólogos,
c
tín las gracias ademas que se conceden a l a penitencia sub-
l^) Quitada la ficción , recibe el bautizado tanta cantidad siguiente : y así lo dice también el Santo Doctor en el t e x t o .
S 'acia, cuanta había sido su disposición en recibir el bau-
e 1
•734 CUESTIÓN LXIX. — ARTÍCULO X.

A l 2.° q u e l a ficción no se quita por el b a u t i s m o c o n c u r r e n e l b a u t i s m o y l a pe


bautismo, sino por la penitencia subsi- nitencia ; m a s el bautism o com o cansí
guiente, cuya ficción una vez quitada, obrante per se y l a p e n i t e n c i a , comí
el bautism o borra toda l a culpa y el reato causa pe?­ accidc?is, e s t o e s r e m o v i e n d i
de todos los pecados precedentes al b a u - el obstáculo.
tismo y á l a v e z tam bién los existentes A l 3.° q u e e l e f e c t o d e l b a u t i s m o n o c¡
con el bautism o, por lo cual dice San quitar l o s p e c a d o s f u t u r o s sino l o s pre
A g u s t i n ( i n lib. D e bapt. ibid.) : « el dia s e n t e s ó p a s a d o s , y p o r e s t o d e s t r u i d a 1;
» de a y e r es p e r d o n a d o y todo lo q u e ficción, l o s p e c a d o s s i g u i e n t e s s o n per­
» precede, y l a hora m ism a, y el mo­ donados p o r l a p e n i t e n c i a , m a s no pore
lí m e n t ó a n t e s d e l b a u t i s m o y durante el b a u t i s m o . P o r l o t a n t o n o s o n perdona-
» b a u t i s m o , es t a m b i é n p e r d o n a d o ; d e s - d o s e n c u a n t o á t o d o e l r e a t o , c o m o lo;
s> p u e s s e c o m i e n z a á s e r c u l p a b l e » . Y pecados precedentes al bautism o.
así para l a consecución d e l efecto del

CUESTIÓN LXX.
De la circuncisión que precedió al bautismo.

T r a t a r e m o s , por último , de las cosas p r e p a r a t o r i a s al b a u t i s m o , y l.° de la preparación que le pre­


cedió , esto es de la circuncisión. 2.° De los preparativos que concurren á la vez con el bautismo,esto
es de la catequesis y el exorcismo.
Acerca del primer punto e x a m i n a r e m o s : l.° La circuncisión fue p r e p a r a t o r i a y figurativa del bau­
tismo ? —2.° D e su institución —3.° De su rito —4.° D e.su efecto.

A R T Í C U L O I. — L a c i r c u n c i s i ó n f u e p r e ­ 3.° S e h a dicho ( C . 38, a. 1 , a l 1.°),


paratoria y figurativa d e l b a u t i s m o ? que el bautism o de J u a n f u e preparato-
rio para el bautism o d e C r i s t o ) (1). Si
l.° P a r e c e que l a circuncisión no fue p u e s t a m b i é n l a c i r c u n c i s i ó n f u e prepara-
preparatoria y figurativa del bautism o; toria y figurativa d e l b a u t i s m o d e Cristo,
porque toda figura tiene alguna s em e- parece que el bautism o de J u a n f u e su­
janza con su figurado. M a s la circunci- pérfiuo, lo cual e s i n c o n v e n i e n t e . Lue­
sión no tiene sem ejanza alguna con el g o l a circuncisión n o f u e preparatoria y
bautismo. L u e g o parece que no fue pre- figurativa del bautism o.
paratoria y figurativa del bautism o. Por el contrario, dice el Apóstol
2.° D i c e e l A p ó s t o l ( i C o r . 10), h a - e?i id que también estáis
( C o l o s . 2 , 11) ;
b l a n d o d e l o s a n t i g u o s p a d r e s q u e todos circuncidados de circuncisión no lieck
fueron bautizados e?i la nube y en la mar. por mano e?i el, despojo del cuerpo, de h
M a s no dice que fueran bautizados en l a carne, sino en la. circuncisión de Cristis,
circuncisión. L u e g o l a protección de l a esta?iclo sepultados juntamente con él №
columna de l a nube y el tránsito del M a r el bautismo,
P o j o fueron m ás preparatorias a l bautis- Conclusión. Siendo una misma nues­
mo y figurativas del m i s m o , que l a cir- tra fe y la de los antiguos padres, y acoi­
cuncisión, tecie?ido e?i los padres todo por figura,

(1) De tres maneras se dijo que fue preparatorio el bautis­ plicioruin est; baptismus Christiocitlusgratiarum ; y Hug'od^­
mo de Juan ; por la doctrina que inducía á la fe de Cristo ; V i ' c t o r ( l i b . 2 , D e s a c r a m . P . 6 , c. (j) : inter baplisma l m
"
por la semejanza con el bautismo de Cristo y por la peniten­ et baptistna Christi heec dislatitia est, quod in baplhmo .lmmni<i< !

cia requerida para conseguir el efecto de aquel. Así dice San intinctioneni aqua: solum sacratnenlum dabatur ; in baplismßtc^­
Ambrosio ( P s . 37, príefat. 1321J : baptismus Joannis, ocultissup­ Christi, cum sacrameiilo ctiam re sacramenti pereipilur.
CUESTIÓN LXX.—ARTÍCULOS I Y II. 735

claro está, que la circuncicion que fue en c u a n t o al ejercicio del a c t o , en t a n t o


cierta protestación de fe, vino á ser pre- que la circuncisión en cuanto ála profe-
paratoria y figurativa del bautismo. sión de la fe, que se requiere en el b a u -
Responderemos, q u e e l b a u t i s m o s e tismo según lo dicho.
dice s a c r a m e n t o d e f e e n c u a n t o e n e l
bautismo se h a c e c i e r t a p r o f e s i ó n d e fe, A K T Í C U L O I I . — L a c i r c u n c i s i ó n fu©
y por él e s a g r e g a d o e l h o m b r e ál a c o n - i n s t i t u i d a c o n v e n i e n t e m e n t e 1 (3)
g r e g a c i ó n d e l o s fieles. M a s nuestra fe
es la misma que la de los antiguos padres, 1.° P a r e c e q u e l a c i r c u n c i s i ó n f u e i n s -
s e g ú n a q u e l l o ( n C o r . 4 , 13) ; teniendo tituida inconvenientemente; porque, se-
el mismo espíritu de la fe, creemos : la g ú n s e h a d i c h o ( a . 1), e n l a c i r c u n c i -
circuncisión era cierta protestación de la sión se h a c í a cierta profesión de la fe.
fe, p o r l o c u a l s e d i c e ( R o m . 4 , 11), P e r o desde el pecado del primer hombre,
q u e Abraham recibió la circuncisión nadie p u d o j a m a s salvarse sino por la fe
como sello de la fe (1) ; y t a m b i é n p o r de l apasión d eCristo s e g ú n aquello
la c i r c u n c i s i ó n , l o s a n t i g u o s e r a n a g r e g a - ( R o m . 3 , 2 5 ) ; á quien Dios ha pro-
dos a l c o l e g i o d e l o s fieles. L u e g o es evi- puesto en propiciación por la fe en su
dente , que la circuncisión fue prepara- sangre. L u e g o l a c i r c u n c i s i ó n d e b i ó s e r
toria para el bautismo y prefiigurativa instituida inmediatamente después del
del mismo, s e g ú n q u e t o d o l o q u e s u c e - pecado de A d a m , y no en tiempo de
día e n t r e l o s a n t i g u o s p a d r e s e r a u n a Abraham.
figura d e l o f u t u r o , s e g ú n s e d i c e ( i C o r . 2.° E n l a c i r c u n c i s i ó n e l h o m b r e h a c í a
10), a s í c o m o s u f e e r a d e l o f u t u r o . profesión d e observar l aley antigua,
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a c i r - c o m o e n el b a u t i s m o se h a c e p r o f e s i ó n d e
cuncisión t e n í a s e m e j a n z a c o n e l b a u t i s - observar la n u e v a ; por lo cual dice e l
mo e n c u a n t o a l e f e c t o e s p i r i t u a l d e l A p ó s t o l ( G a l a t . 5, 3) ; protesto á todo
mismo; p o r q u e así c o m o p o r la circunci- hombre que se circuncida que está obliga-
sión s e q u i t a b a c i e r t a p e l í c u l a (2) c a r - do á guardar toda ley. P e r o l a o b s e r v a n -
nal, a s í p o r e l b a u t i s m o e s d e s p o j a d o e l cia legal, no fue d a d a e ntiempo de
hombre d e s u v i d a c a r n a l . A b r a h a m , sino m á s bien en el de M o i -
A l 2.° q u e l a p r o t e c c i ó n d e l a c o l u m n a sés. L u e g o l a circuncisión fue estable-
de l a n u b e y t r á n s i t o d e l M a r R o j o f u e - cida inconvenientemente en el t i e m p o de
ron c i e r t a s figuras d e n u e s t r o b a u t i s m o , Abraham.
por e l q u e r e n a c e m o s e n e l a g u a s i g n i f i - 3.° L a c i r c u n c i s i ó n f u é figurativa y
cada p o r e l M a r R o j o , y e l E s p í r i t u S a n t o p r e p a r a t i v a del b a u t i s m o . P e r o el b a u t i s -
significado p o r l a c o l u m n a d e l a n u b e ; m o se confiere átodos los pueblos s e g ú n
mas n o p o r e s t o s m i l a g r o s s e h a c í a u n a e s t a s p a l a b r a s ( M a t t h . u l t . 19) : id pues
profesión d e f e , c o m o p o r l a c i r c u n c i s i ó n , y enseñad á todas las gentes bautizándo-
y por e s t o l a s d o s c o s a s p r e d i c h a s e r a n las. L u e g o l a c i r c u n c i s i ó n n o d e b i ó s e r
únicamente figuras, y no sacramentos. establecida, para que fuese observada
La circuncisión, e m p e r o , era también sa- ú n i c a m e n t e p o r el p u e b l o d e los j u d í o s ,
cramento p r e p a r a t o r i o p a r a el b a u t i s m o , sino por todos los pueblos.
figurando m e n o s espresamente el bautis- 4.° L a c i r c u n c i s i ó n c a r n a l d e b e c o r -
mo e n c u a n t o á l a s c o s a s e s t e r i o r e s q u e responder ála espiritual, c o m o la figura
las d o s s u s o d i c h a s . P o r l o c u a l e l A p ó s - á lo figurado. P e r o la circuncisión espiri-
tol h a c e m á s b i e n m e n c i ó n d e e s t a s q u e tual, que es producida por Cristo, con-
de l a c i r c u n c i s i ó n . viene indiferentemente á los dos sexos
A l 3.° q u e e l b a u t i s m o d e J u a n f u e p o r q u e en Jesucristo n o h a y m a c h o ni
preparatorio p a r a el b a u t i s m o d e C r i s t o h e m b r a , c o m o s e d i c e ( G a l a t . 3). L u e g o

, 0) Sígnaculmn justitice fidei dice la Vulgata. la circuncisión tiene este carácter, la espresion de incircun-
(2) El rito de la circuncisión consistía en cortar completa- ciso que en el lenguaje bíblico es sinónima de lo que desagra-
mente el prepucio. Este según las ideas bíblicas [causa pro da á O i o s ; mientras que la de circunciso representa por el
; //ecfií) era considerado como una cosa impura y por lo mismo
c
contrario lo que es agradable á Dios.
profana. La ablación del prepucio era el Símbolo del aleja- (3) Afirmativamente responde el Santo Doctor según aque-
miento y separación de lo que es impuro y profano y de lo llo fsap. 11J omnia in pondere numero et mensura disposuisti.
por lo mismo desagrada á Dios en el hombre. Prueba que
736 CUESTIÓN LXX.—ARTÍCULOS II Y I I I .

inconvenientemente f u é establecida l a (l. -2.


a f f i
C . 90, a . 2). E l p u e b l o d e los
circuncisión q u e conviene sólo á l o s v a - fieles d e b í a s e r u n i d o p o r a l g ú n s i g n o sen-
rones. s i b l e , l o c u a l e s n e c e s a r i o , p a r a que los
Por el c o n t r a r i o . C o m o s e v e ( G e n . h o m b r e s s e a d u n e n e n c u a l q u i e r a religión,
IV), l acircuncisión f u é instituida p o r c o m o d i c e S a n A g u s t í n ( C o n t r a Paust,
D i o s c u y a s , o b r a s s o n p e r f e c t a s (1). I. 19, c . 11). Y p o r e s t o c o n v i n o que fue-
Conclusión. Habiendo sido Abraham r a i n s t i t u i d a l a c i r c u n c i s i ó n a n t e s d e que
el -primero de los nacidos que recibió la s e d i e r a l a l e y . A q u e l l o s p a d r e s que exis-
promesa de Cristo y el primero que se t i e r o n a n t e s d e l a l e y i n s t r u y e r o n á sus
separó de la sociedad de los infieles, con- f a m i l i a s e n l a s c o s a s d i v i n a s á modo de
venientemente fué establecida en aquella a d v e r t e n c i a s p a t e r n a l e s . A s í e l Señor
circuncisión. d i c e á A b r a h a m ( G e n . 18, 19): se que
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o mandará á sus hijos y á su casa después
la circuncisión e r a preparatoria para el de sí, que guarden el camino del Señor,
bautismo e n cuanto e r a cierta profesión A l 3.° q u e e l b a u t i s m o c o n t i e n e e u sí
de l afe de Cristo, que también profesamos l a p e r f e c c i ó n d e l a s a l v a c i ó n , á l a que
nosotros e n el bautismo, Entre los anti- D i o s l l a m a á t o d o s l o s h o m b r e s según
g u o s p a d r e s , Abraliam fué el primero a q u e l l o ( i T i m . 2 , 4 ) : que quiere que to-
que recibió la promesa del nacimiento de dos los hombres sean salvos. Y p o r eso el
Cristo, c u a n d o s e l e d i j o ( G e n . 2 2 , 18): b a u t i s m o e s p r o p u e s t o á t o d o s l o s pue-
en tu simiente serán benditas todas las b l o s . M a s l a c i r c u n c i s i ó n n o c o n t e n í a la
naciones de la,tierra. T a m b i é n el prime- p e r f e c c i ó n d e l a s a l u d , s i n o q u e l a figu-
ro que se separó de la sociedad de los in- r a b a s o l o c o m o u n a c o s a q u e h a b í a d e ser
fieles s e g ú n e l m a n d a t o d e D i o s q u e l e c u m p l i d a p o r C r i s t o , q u e h a b í a d e nacer
d i j o ( G e n . 12, 1) : sal de tu tierra y de d e l p u e b l o d e l o s j u d í o s , y p o r esto fué
tu parentela. P o r t a n t o , la circunci- d a d a á s ó l o a q u e l p u e b l o l a circuncisión.
sión fué convenientemente instituida en A l 4.° q u e l a c i r c u n c i s i ó n f u é institui-
Abraham. d a c o m o s i g n o d e l a f e d e A b r a h a m , que
A l a r g u m e n t o 1.° diremos q u e i n m e - c r e y ó q u e é l s e r í a e l p a d r e futuro de
diatamente después d e l pecado d e los C r i s t o , q u e s e l e h a b í a p r o m e t i d o ; y por
primeros padres p o r causa d e l a ciencia t a n t o c o m p e t í a c o n v e n i e n t e m e n t e á solos
de A d á n , que h a b í a sido instruido plena- l o s v a r o n e s . T a m b i é n e l p e c a d o original,
m e n t e e n l a s c o s a s d i v i n a s (2), t o d a v í a c o n t r a e l c u a l s e o r d e n a b a especialmente
la fe y l a razón naturales eran poderosas l a c i r c u n c i s i ó n , p r o v i e n e d e l p a d r e , no de
en el hombre, y n o había necesidad q u e l a m a d r e s e g ú n l o d i c h o ( l . - 2 . C . 81, a,
a a s

se l e determinasen algunos signos d e fe 5 i n c o r p . y a l 2.°). P e r o e l b a u t i s m o con-


y d e salud, sino que c a d a cual espresaba t i e n e l a v i r t u d d e C r i s t o , q u e e s l a causa
su fe á s u manera p o r algunos signos. u n i v e r s a l d e l a s a l v a c i ó n d e t o d o s y de
P e r o hacia e l t i e m p o d e A b r a h a m h a b í a la remisión d e todos los pecados.
disminuido l afe, declinando m u c h o s h o m -
bres hacia l a idolatría ; también s eh a - A R T Í C U L O I I I . — « ¡ i r i t o a c i a circunci-
bía oscurecido l arazón natural p o r e l sión fué conveniente ?
aumento d e l a concupiscencia d e la car-
ne hasta el pecado contra l a naturaleza. l . ° P a r e c e q u e e l r i t o d e l a circunci-
Y por esto convenientemente entonces y s i ó n n o f u é c o n v e n i e n t e ; p o r q u e l a cir-
n o antes f u é i n s t i t u i d a l a c i r c u n c i s i ó n c u n c i s i ó n s e g ú n l o d i c h o ( a . 1 y 2),es
para l a profesión d e l a fe y diminución c i e r t a p r o f e s i ó n d e l a f e ; y l a f e existe en
de l a concupiscencia carnal. l a p o t e n c i a a p r e n s i v a , c u y a s operaciones
A l 2.° q u e l a o b s e r v a n c i a l e g a l n o d e - a p a r e c e n m á s p r i n c i p a l m e n t e e n l a cabe-
bió d a r s e s i n o a l p u e b l o y a r e u n i d o , p u e s - z a . L u e g o m á s b i e n d e b i ó d a r s e e l sig-
to q u e l a l e yse ordena al bien público, n o d e l a c i r c u n c i s i ó n e n l a c a b e z a que en
como se h a dicho e n l a segunda parte el m i e m b r o d e l a g e n e r a c i ó n .

(1) Según se dice (Deuteron. 4 y Ecclesiast. 3) : non postu- esencia sino por un conocimiento más elevado que el nuestra,
mas eis quidquam addere neo auferre. como aparece (P. 1 . C. 94, a. 2).
a

(2) Ko empero como los bienaventurados que v e n á Dios en


CUESTIÓN L X X . — A R T Í C U L O III.

2." T o m a m o s p a r a el uso de los s a c r a - n o se h a l l a t a l i n s t r u m e n t o determinado


mentos a q u e l l a s c o s a s q u e s o n d e u n u s o por e l p r e c e p t o d i v i n o (3) ni tampoco los
común, como el agua para lavarse, y j u d í o s u s a b a n comunmente de tal instru-
el p a n p a r a a l i m e n t a r s e (1). Pero para mento para la circuncisión, como no se
cortar n o s s e r v i m o s m á s c o m u n m e n t e de sirven de él al presente. Hablase, sin
un c u c h i l l o d e h i e r r o q u e d e p i e d r a . L u e - e m b a r g o , de circuncisiones famosas he-
go l a c i r c u n c i s i ó n n o debió hacerse con c h a s con u n c u c h i l l o de p i e d r a , c o m o se
un c u c h i l l o d e p i e d r a . lee ( E x o d .4, 2 5 ) , que Sephora tomo al
3.° A s í c o m o e l b a u t i s m o h a s i d o i n s t i - instante una piedra muy aguda, y cir-
tuido p a r a r e m e d i o d e l p e c a d o original, cuncidó el prepucio de su hijo : y ( J o s u é
así t a m b i é n la circuncisión, como dice 5 , 2 ) : hazte unos cuchillos de piedra, y
Beda (in h o m . Circuncis.). Mas el bau- circuncida segunda vez á los hijos de Is-
tismo n o s e difiere h a s t a el octavo dia, rael, p o r l o q u e s e figuraba q u e l a c i r -
para q u e n o a m e n a c e p e l i g r o de conde- cuncisión espiritual d e b í a ser h e c h a por
nación á l o s n i ñ o s á causa del pecado C r i s t o , de q u i e n se d i c e ( i . C o r . 10,4):
original, si m u e r e n n o b a u t i z a d o s a ú n . A y la piedra era Cristo.
veces s e c o n f i e r e e l b a u t i s m o d e s p u é s d e l A l 3.° que el octavo dia era el fijado
octavo d i a . L u e g o n o d e b i ó d e t e r m i n a r s e para la circuncisión, y a por una razón
el o c t a v o d i a para la circuncisión, sino mística, porque en la octava edad, que
que á v e c e s d e b í a a n t i c i p a r s e c o m o tam- será l a de la resurrección, l a circuncisión
bién o t r a s retardarse. espiritual será perfeccionada por Cristo
Por el c o n t r a r i o , sobre aquello (Rom. (como en el octavo d i a ) , cuando librará
4) : et signum accepit circuncisionis, l a á los elegidos n o solo de l a c u l p a , sino
Glosa (ord.) dice, q u e el rito de l a c i r c u n - también de toda p e n a l i d a d , ya también
cisión e s d e t e r m i n a d o d e u n m o d o c o n v e - á causa de la delicadeza del niño antes
niente. (2) del octavo dia. P o r lo c u a l se preceptúa
C o n c l u s i o n . Habiendo sido la circun- igualmente acerca de los animales (Lev.
cisión cierta señal de fe establecida por 22, 2 7 ) : buey, oveja y cabra luego que
Dios, su rito fué convenientemente pres- hubieren nacido estarán siete dias á la
crito en la ley. teta de su madre, mas al octavo dia y
Responderemos que, según lo dioho después se podrán ofrecer al Señor. E l
(a. 2 ) , la circuncisión es cierto signo de octavo dia era de necesidad de precepto,
la fe instituido por Dios, c u y a s a b i d u r í a de modo q u e , dejándole p a s a r , p e c a b a n ,
es i n f i n i t a , y determinar los signos con- aunque cayese en sábado según aquello
venientes es o b r a d e l a s a b i d u r í a . Y por (Joan. 7, 23) : recibe el hombre la cir-
tanto debe concederse que el rito de la cuncisión en sábado para que no se que-
circuncisión fué conveniente. brante la ley de Moisés. M a s n o e r a d e
A l a r g u m e n t o 1.° diremos, que con r a - necesidad del sacramento puesto que si
zón l a c i r c u n c i s i ó n se p r a c t i c a b a en el algunos no eran circuncidados en el dia
miembro de la generación : 1.° porque octavo, p o d í a n serlo después. Algunos
era s i g n o d e l a f e , p o r l a que Abraham dicen que á causa del peligro inminente
creyó q u e d e s u s e m i l l a h a b í a de nacer de muerte p o d í a anticiparse l a circunci-
C r i s t o ; 2.° p o r q u e e r a p a r a r e m e d i o del sión antes del octavo dia. M a s esto no
pecado o r i g i n a l , q u e s e t r a n s m i t e p o r e l consta ni p o r l a a u t o r i d a d de l a Sagrada
acto de l a g e n e r a c i ó n ; 3.° p o r q u e s e o r - Escritura ni por la costumbre de los j u -
denaba á l a d i m i n u c i ó n d e l a concupis- díos. P o r l o c u a l es m e j o r decir, corno
cencia c a r n a l , q u e r e s i d e principalmente también espresa Hugo de San Víctor
en a q u e l l o s miembros, á causa de la ( D e sacram. 1. 1, p . 12, c. 2), que por
abundancia d e l a delectación carnal. ninguna necesidad se anticipaba el dia
A l 2.° q u e e l c u c h i l l o d e p i e d r a n o e r a octavo (4), por lo que sobre aquello
de n e c e s i d a d e n l a c i r c u n c i s i ó n , p o r l o q u e (Prov. 4 ) era unigénito delante de mi
0) Como sucede en el bautismo y en la Eucaristía que el ( 3 ) Según atestiguan Justino (Dial, con TrifonJ; Hugo de
a
S y el pan son comunmente usados para lavar y para
u a

San Víctor (Palud. 1 . 1 , P. 12, c. 2), y otros.


comer.
(4) Por lo cual aparece que el dia octavo era solo necesario
(2) Es decir, en el miembro viril que debía hacerse dentro de precepto.
del octavo dia por las causas que se dicen más adelante.
SUMA TEOLÓGICA TOMO I V . 41
738 CUESTIÓN LXX.—ARTÍCULOS III Y I V .

madre dice la Glosa (ord.) que no habla de los cielos. L u e g o por la circuncisión
de otro párvulo de B e r s a b é , porque no eran justificados los hombres del pe-
muerto antes del octavo dia no recibió el cado.
nombre y por consiguiente no fue circun- 5.° E l pecado original no se perdona
ciso ( 1 ) . sin el actual, porque « es impío esperar
y> de Dios un perdón á medias » , como
ARTÍCULO I V . -— i « c i r c u n c i s i ó n c o n - dice San Agustín (alius.auctor in lib. De
f e r í a l a g r a c i a j u s t i f i c a n t e ? (2) vera et falsa poenit. c. 9). Ahora bien,no
se lee en parte alguna, que por la circunci-
1.° Parece que la circuncisión no con- sión se perdonase el pecado actual. Luego
fería la gracia justificante ; porque dice ni se perdonaba por ella el original.
el Apóstol (Galat. 2 , 21) : si la justicia Por el contrario, San Agustín dice á
es por la ley, sigúese que Cristo murió en Valerio contra Juliano ( D e nupt. et
vano, esto e s , sin causa. Pero la circun- concupiscent. 1. 2, c. 11) : «desde que fue
cisión es cierta obligación de cumplir la » establecida en el pueblo de Dios la cir-
ley según aquello (Galat. 5 , 3 ) : y de cuncisión, que era el sello de la justicia
nuevo -protestó á todo hombre que se cir- » de la fe, servía á los niños para lajus-
cuncida, que está obligado á guardar toda » tificacion de la purificación original (4),
ley. L u e g o si la justicia es por la circun- » y del pecado antiguo; como el bautismo
cisión, Cristo murió en v a n o , esto e s , sin » también comenzó á valer para la invo-
causa. Pero esto es inconveniente y pol- » cacion del hombre desde que fue insti-
lo tanto la circuncisión no producía la » tuido » .
gracia que justifica del pecado. Conclusión. En la circuncisión se con-
2.° A n t e s de la institución de la cir- fería la gracia en cuanto á los efectos to-
cuncisión, bastaba sola la fe para la jus- dos de la misma de distinto modo empero
tificación; pues dice San Gregorio (Moral que en el bautismo; puesto que en la cir-
1. 4 , c. 3 ) , « q u e el agua del bautismo cuncisión la gracia provenía de la fe, no
» hace en nosotros lo que hizo sola la fe de la misma circuncisión, y en el bautis-
j> entre los antiguos en pro de sus hijos mo se adquiere por la fuerza del sacra-
» pequeños ». Pero la virtud de la fe no ha mento.
sido debilitada por el mandato de la cir- Responderemos, que todos reconocen
cuncisión. L u e g o sola la fe justificaba á comunmente que l a circuncisión perdo-
los niños y no la circuncisión. naba el pecado original (5). Algunos,
3.° S e lee ( J o s u é , 5, 5 ) , que el pueblo sin embargo, dijeron que no confería la
que ha nacido en el desierto, en los cua- gracia, sino que solamente quitaba el pe-
renta años estuvo sin circuncisión (3). cado. E s t o es lo que supone el maestro
Si pues esta borraba el pecado original, de las sentencias ( 1 . dist., 4 sent.; y
parece que todos los que murieron en ei P o m . 4 in Glosa ord. super illud, signum
desierto, tanto párvulos como adultos, se accepit). Mas esto no puede s e r , puesto
condenaron. Y la misma objeción puede que la culpa no se perdona sino por la
hacerse respecto á los niños que morían gracia, según aquello ( P o m . 3 , 24): jus-
antes del octavo dia de la circuncisión, tificados gratuitamente por la gracia, etc.
cuyo dia no debían adelantarse, como se Por esto otros dijeron, que por la circun-
ha dicho (a. 3, al 3.°). cisión se confería la gracia, en cuanto á
4.° Nada impide la entrada en el reino los efectos más remotos de la culpa, mas
de los cielos sino el pecado. Y los cir- no en cuanto á los efectos positivos, para
cundados antes de la pasión de Cristo no verse obligados á decir, que la gracia
estaban impedidos de entrar en el reino dada en la circuncisión bastaba para

(1) Nada dice el Autor del lugar y ministro de la circunci- inonias prescritas al pueblo y a constituido.
sión, porque nada habla determinado la Sagrada Escritura. (4) Así con San Agustín le llaman otros también úgmadm
(2) En los niños confería la gracia ex opere opéralo pasivc; en fidei juslitice Dei ad santificationem purgationis : también sigm-
los adultos disputan los autores sosteniendo muchos que solo calara justitia; fidei ad purgationetn valebal magnis et parmdis.
la confería ex opere operantis. (5) E s la opinión común, aunque piensan lo contrario Be-
(3) La permanencia en el desierto fue un tiempo de prepa- llarmino, Vázquez Lherminier, Nalalis Alex, Touinely J
ración que debía formar de los israelitas el pueblo de Dios, y otros.
esta es la razón por qué pudieron omitirse los actos y cere-
CUESTIÓN LXX. — ARTÍCULO IV. 739

cumplir los m a n d a m i e n t o s de la ley, y o,bra i n s t r u m e n t a l m e n t e e n v i r t u d d e l a


que en este c o n c e p t o h u b i e r a sido s u p é r - pasión de Cristo, y no l a circuncisión,
flua l a v e n i d a d e C r i s t o . E s t o , e m p e r o , p o r esto el b a u t i s m o i m p r i m e carácter,
n o p u e d e p r e v a l e c e r : 1.° p o r q u e p o r l a i n c o r p o r a n d o el h o m b r e á C r i s t o , y c o n -
circuncisión se d a b a á los niños la facul- fiere g r a c i a m á s c o p i o s a q u e l a c i r c u n c i -
tad de llegar ála gloria, q u e es el ú l t i m o sión ;pues m a y o r es el efecto de la cosa
e f e c t o p o s i t i v o d e l a g r a c i a ; 2.° p o r q u e y a presente q u e el de la esperanza.
los e f e c t o s p o s i t i v o s s o n a n t e r i o r e s n a t u - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a q u e l l a ,
ralmente s e g ú n el orden de la causa for- razón procedería s ila justicia hubiera
mal, á los privativos, a u n q u e s e g ú n e l sido producida por la circuncisión de otro
orden d e la c a u s a m a t e r i a l sea lo contra- modo que por l af e de l a pasión de
rio; p u e s t o q u e l a f o r m a n o e s c l u y e l a C r i s t o (1).
privación, sino informando al sujeto. P o r A l 2.°, q u e a s í c o m o a n t e s d e i n s t i -
esta r a z ó n o t r o s d i j e r o n , q u e e n l a c i r c u n - tuirse la circuncisión, sola la fe en Cristo
cisión s e c o n f e r í a t a m b i é n l a g r a c i a a u n f u t u r o justificaba, t a n t o á los niños c o m o
eu c u a n t o á a l g ú n e f e c t o p o s i t i v o , q u e e s á los a d u l t o s ; así t a m b i é n después d e
hacer digno de la vida e t e r n a , pero no dada la circuncisión. M a s antes no s e
en c u a n t o á t o d o s l o s e f e c t o s , p u e s t o q u e requería algún signo demostrativo d e
no b a s t a b a á r e p r i m i r el f ó m e s d e la c o n - e s t a f e , p o r q u e t o d a v í a l o s h o m b r e s fie-
cupiscencia, ni t a m p o c o p a r a c u m p l i r el les no se h a b í a n reunido s e p a r a d a m e n t e
mandamiento de la ley : lo cual t a m b i é n de los infieles p a r a el culto de u n solo
m e h a p a r e c i d o a l g u n a v e z ( i v d i s t . 1, C . Dios. Sin e m b a r g o , es probable q u e los
2, a . 4 C . 3). P e r o c o n s i d e r a n d o e l a s u n t o p a d r e s fieles d i r i g i e s e n á D i o s a l g u n a s
con d e t e n i m i e n t o , se v e q u e este p a r e c e r oraciones por sus hijos, sobre todo cuan-
no es v e r d a d e r o , p o r q u e l a m á s m í n i m a do estuvieran en peligro de muerte, ó
gracia p u e d e resistir á cualquiera c o n c u - les bendijeran (lo c u a l era en cierto m o -
piscencia , y evitar todo p e c a d o mortal, do e lsello de l afe) c o m o los adultos
que se c o m e t e en la t r a n s g r e s i ó n d e los ofrecían p o r sí m i s m o s oraciones y sacri-
mandamientos de la l e y ; pues la caridad ficios.
más p e q u e ñ a a m a m á s á D i o s , q u e a m a A l 3.°, q u e e l p u e b l o e n e l d e s i e r t o
la c o d i c i a á l a s r i q u e z a s d e o r o y p l a t a . era escusable, omitiendo el m a n d a m i e n t o
A s í , p u e s , p u e d e d e c i r s e , que en la cir- de la circuncisión, y a porque no sabía
cuncisión se confería la gracia en cuanto cuando h a b í a de m o v e r sus reales, y a
á todos los efetos de la gracia, aunque p o r q u e , c o m o dice el D a m a s c e n o ( O r t h .
de diverso modo que en el bautismo : por- fid. 1. 4, c . 26), n o e r a n e c e s a r i o q u e h u -
que en éste se confiere la gracia por la biera un signo para distinguirle, puesto
virtud que este sacramento tiene, e n que habitaba en un lugar separado de los
cuanto es i n s t r u m e n t o d e l a pasión d e otros pueblos : y sin e m b a r g o , c o m o in-
C r i s t o y a p e r f e c t a : a l p a s o q u e en la cir- d i c a S a n A g u s t í n ( L i b . Q q . i n J o s u é q . 6),
cuncisión se confería la gracia no por « i n c u r r í a n en desobediencia, los q u e la
virtud de la circuncisión , s i n o p o r v i r t u d »descuidaban por desprecio». Parece,
de l a f e d e l a p a s i ó n d e C r i s t o , c u y o sin e m b a r g o , q u e n i n g u n o de los incir-
signo e r a l a c i r c u n c i s i ó n ;e s t o e s , d e m a - cuncisos, murieran en e l desierto; por-
nera, q u e el h o m b r e q u e r e c i b í a la cir- q u e , c o m o s e d i c e ( P s . 104, 37), no ha-
cuncisión, c o n f e s a b a q u e r e c i b í a tal fe, ó bía enfermo en las tribus de ellos, y s í
el a d u l t o p o r s í m i s m o , ú o t r o p o r l o s n i - solos aquellos que fueron circuncidados
ños. P o r l o c u a l d i c e e l A p ó s t o l ( R o m . e n E g i p t o : n o o b s t a n t e si m u r i e r o n a l -
4, 11), q u e A b r a h a m recibió la señal de gunos incircuncisos, s edebe pensar de
la circuncisión, como sello de la justicia ellos lo q u e se piensa de los que m o r í a n
de la fe, e s d e c i r , q u e l a j u s t i c i a e r a s i g - antes de la institución de la circuncisión;
nificada p o r la, f e , n o p o r l a c i r c u n c i s i ó n lo cual debe entenderse también respecto
que l a s i g n i f i c a b a . Y c o m o el b a u t i s m o de los niños que morían antes del octavo
día en tiempo de la ley.
(1J Como si la circuncisión confiriese la justicia por si
misma, ó en la l e y de Moisés se confiriese independiente-
A l 4.°, q u e e n l a c i r c u n c i s i ó n s e q u i -
mente de la pasión de Cristo, ó de la fe en la misma pasión. taba el pecado original, en cuanto á la
740 CUESTIÓN LXX. — ARTÍCULO IV.

persona; quedaba, empero, e l impedi- l a p a s i ó n d e C r i s t o , i n t r o d u c i r í a e n el reino.


m e n t o de entrar e n el "reino de los cielos A l 5.° q u e l o s a d u l t o s c u a n d o e r a n c i r -
por parte d e toda l a naturaleza, cuyo c u n c i d a d o s c o n s e g u í a n l a r e m i s i ó n n o solo
o b s t á c u l o f u e destruido p o r l ap a s i ó n d e d e l p e c a d o o r i g i n a l , s i n o t a m b i é n d e los
Cristo. Y por eso también e l bautismo p e c a d o s a c t u a l e s ; (1) n o e m p e r o d e m o d o
antes de l a pasión de Cristo no introdu- q u e q u e d a s e n l i b r e s d e t o d o e l r e a t o de
cía en e l reino. I g u a l m e n t e l a circunci- l a p e n a , c o m o e n el b a u t i s m o , e n e l que
sión, s ihubiera tenido lugar después- de se confiere gracia m á s copiosa.

C U E S T I Ó N L X X I .

De los preparativos y ceremonias concurrentes á la vez en el bautismo a).

1." La catequesis debe preceder al bautismo ? 2,° Debe preceder á este el exorcismo ? 3.° Las cosas
que se ejecutan en la catequesis y en el exorcismo, producen algún efecto, ó solamente significan
algo? 4." Es preciso que los que deben ser bautizados sean catequizados ó exorcizados por los
sacerdotes ?

ARTICULO I . — t,a catcquesis debe 3.° E n l a c a t e q u e s i s e l c a t e c ú m e n o


p r e c e d e r a l b a u t i s m o ? (3) confiesa s ufe. Y los niños n o pueden
c o n f e s a r s u f e n i p o r s í m i s m o s , n i a u n al-
1.° P a r e c e q u e l a c a t e q u e s i s n o d e b e g u n o o t r o p o r e l l o s ; y a p o r q u e nadie
p r e c e d e r al b a u t i s m o ;p o r q u e p o r el b a u - puede obligar á otro á alguna cosa, y a
tismo son regenerados los hombres á la t a m b i é n , p o r q u e n o p u e d e saber alguno,
y i d a espiritual. P e r o antes recibe el h o m - si l o s n i ñ o s c u a n d o l l e g u e n á l a e d a d ma-
b r e l av i d a q u e l ae n s e ñ a n z a . L u e g o n o d u r a , a s e n t i r á n á l a f e (4). L u e g o l a c a -
es preciso q u e el h o m b r e sea catequizado, tequesis no debe preceder al bautismo.
esto es, enseñado antes de ser bautizado. • Por el c o n t r a r i o , d i c e R a b a u . M a u r .
2.° E l b a u t i s m o s e a d m i n i s t r a n o s o l o ( D e i n s t i t . c l e r i c . 1. 1, c . 25) : ce s e d e b e
á los adultos, sino también á los niños » c a t e q u i z a r a n t e s d e l b a u t i s m o , áfind e
que no son capaces d e enseñanza, por- » q u e , s i e n d o p r i m e r o c a t e c ú m e n o , reciba
q u e n o tienen el u s o d e l ar a z ó n . L u e g o » el h o m b r e los r u d i m e n t o s d e la fe ».
es ridículo e l catequizarlos. Conclusión. Siendo el bautismo el sa-
(1) No sin embargo ex opere opéralo ó por cierta fuerza in- transcurrido el tiempo del catecumenato, si mediante escru-
trínseca instrumental ,^como sucede en e l bautismo, sino ex tinio se les consideraba dignos, eran admitidos á la gracia del
opere operantis y por cierta relación estrínseca con la pasión de bautismo ; este escrutinio solía empezar en la 2 . semana tic
a

Cristo, dice Píicolai. Cuaresma, y en Roma principalmente tenía lugar el Miércoles


(2) Se ocupa aquí Santo Tomás en las ceremonias del bau- de la Semana Santa. Los competentes eran los que suficiente-
tismo acerca de las cuales puede consultarse el catecismo ro- mente educados, probados y hallados dignos pedían y roga-
mano {P. 2, n.° 69), el cual distingue las ceremonias del bau- ban que se les confiriese el bautismo. Estos solían ser bauti-
tismo en tres clases ; las que le preceden, las que están inme- zados solemnemente en las vigilias de Pascua y Pentecostés.
diatamente ligadas á él y las que le siguen. El tiempo del catecumenato variaba á voluntad de cada obis-
(3) Llamábase antiguamente de una palabra griega caíe- po : y el rilu de la instrucción se reducía antiguamente á la
chismus catequesis y catechistee aquellos que eran enseñados por señal d e la cruz, ó á la imposición de manos con oraciones, ó
los catequistas y preparados para el bautismo ; se distinguían al soplo sobre el rostro, ó á tocar con saliva las narices y ore-
tres grados : audlentcst elecli y competentes. Los primeros eran jas, ó á ungir el pecho y las espaldas con el Santo óleo(V. P.
aquellos que deseando recibir el bantismo eran admitidos en Marlene. De antiq. Eccles. ritib.).
la enseñanza del catecismo ; se les perndtía oir la palabra de (i) V. lo que dijimos acerca de la declaración del TridLMitino
Dios en la Iglesia y asistir á las ceremonias de la misa hasta (sess. 7, De bapt. c. 3) que los niños cuando llegan á mayores
•el Ofertorio ; llegando el cual el Diácono decía : catechumeni
} no deben ser preguntados si tienen por válido lo que los pa-
discedite y entonces salían de la i g l e s i a ; por lo cual esta misa drinos en su nombre han prometido cuando fueron bautiza-
se llamaba Misa de los catecúmenos. Los elecli eran los que dos, según hace observar el mismo Santo Tomás al 3.°
CUESTIÓN LXXI.— ARTÍCULOS I Y II. 741

cramento de la fe que requiere instrucción, A E T Í C U L O I I . — El exorcismo debe


para recibirla convenientemente precede p r e c e d e r a l b a u t i s m o ? (21
el catecismo al bautismo.
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o 1.° Parece que el exorcismo no debe
(c. 70, a . 1), el bautismo es el sacramento preceder al bautismo ; porque el exorcis-
de la fe cristiana, p u e s t o q u e e s c i e r t a m o se o r d e n a c o n t r a l o s e n e r g ú m e n o s ,
profesión d e l a m i s m a : y p a r a q u e a l g u n o e s t o es l o s p o s e í d o s . P e r o n o t o d o s l o s q u e
reciba l a fe, r e q u i é r e s e que sea i n s t r u i d o d e b e n ser b a u t i z a d o s son tales. L u e g o el
e n e l l a , s e g ú n s e d i c e ( R o m . 10, 14): exorcismo no debe preceder al bautismo.
¿cómo creerán á aquel que no oyeron, y 2.° M i e n t r a s e l h o m b r e e s t á s o m e t i d o
cómo oirán sin predicador? Y por esto la a l p e c a d o , e l d i a b l o t i e n e p o t e s t a d s o b r e
catcquesis precede convenientemente al é l ; p u e s t o q u e , c o m o s e d i c e ( J o a n . 8,34),
bautismo. P o r l o c u a l t a m b i é n e l S e ñ o r , el que hace el pecado, siervo es del pecado.
al d a r á s u s d i s c í p u l o s e l p r e c e p t o d e b a u - M a s el p e c a d o se q u i t a p o r el b a u t i s m o .
tizar, le h a c e preceder d e l de l a ense- L u e g o no deben ser exorcizados los h o m -
ñ a n z a , d i c i e n d o ( M a t t h . u l t . 19): id pues bres antes del bautismo.
y enseñad á todas las gentes bautizándo- 3.° P a r a c o m b a t i r e l p o d e r d e l d e m o -
las etc. n i o se e m p l e a e l a g u a b e n d i t a . L u e g o n o
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a v i d a e r a menester p a r a esto a ñ a d i r otro r e m e -
de l a g r a c i a , e n l a q u e a l g u n o e s r e g e n e - dio por los exorcismos.
rado p o r e l b a u t i s m o , p r e s u p o n e l a v i d a Por e l c o n t r a r i o , d i c e e l P a p a C e l e s -
de l a n a t u r a l e z a r a c i o n a l , e n l a q u e e l t i n o ( e p i s t . 2, c a n . 9 e t h a b . D e c o n s e c r a t
hombre p u e d e ser p a r t í c i p e de l a ense- c . 53. dist. 4 ; y lib. de E c c l e s . d o g -
ñanza. m a t . c . 31) : « l o s q u e v i e n e n a l s a c r a -
A l 2.° q u e a s í c o m o l a I g l e s i a n u e s t r a » mentó de l a regeneración, sean párvulos
m a d r e , s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 69, a . 6 a l » ó j ó v e n e s , n o se a c e r c a n á l a f u e n t e de
3.°), p r e s t a á l o s n i ñ o s q u e d e b e n s e r b a u - » l a v i d a , sin que antes h a y a n a r r o j a d o de
tizados l o s p i e s d e otros p a r a q u e a n d e n , » ellos el espíritu i n m u n d o por medio de
y el c o r a z ó n d e otros p a r a q u e c r e a n ; a s í exorcismos y soplos de.los c l é r i g o s » .
también les p r e s t a los oidos de otros p a r a Conclusión. Convenientemente son es-
que e s c u c h e n , y e l e n t e n d i m i e n t o p a r a pelidos los demonios por los exorcismos
que s e a n i n s t r u i d o s p o r o t r o s ; p o r l o c u a l antes del bautismo, á fin de que no impi-
se l e s d e b e c a t e q u i z a r p o r l a m i s m a r a z ó n dan la salvación del hombre.
que d e b e n ser b a u t i z a d o s . Responderemos, q u e t o d o e l q u e se
A l 3.° q u e e l q u e r e s p o n d e p o r e l n i ñ o propone hacer sabiamente alguna obra,
que s e b a u t i z a , Credo, n o p r e d i c e q u e e l remueve primeramente los impedimentos
niño c r e e r á , c u a n d o l l e g u e á l a e d a d d e d e s u obra : p o r l o c u a l s e d i c e ( J e r e m .
l a r a z ó n , p u e s e n t a l c a s o d i r í a , Credet; 4, 3) : renovad para vosotros, renovad el
sino q u e c o n f i e s a l a f e d e l a I g l e s i a e n n o m - barbecho, y no sembréis sobre espinas.
bre d e l n i ñ o a l c u a l l e e s c o m u n i c a d a p o r M a s e l d i a b l o es e l e n e m i g o d e l a h u -
la v i r t u d d e l s a c r a m e n t o q u e se l e c o n f i e r e , m a n a s a l v a c i ó n , l a c u a l se d a a l h o m b r e
y ala c u a l s e o b l i g a p o r o t r o (1) : p u e s por el bautismo ; y tiene alguna potestad,
no h a y i n c o n v e n i e n t e q u e a l g u n o s e o b l i - sobre el h o m b r e , por el hecho mismo que
gue p o r o t r o e n l a s cosas que son n e c e - está sometido al pecado o r i g i n a l , ó t a m -
sarias p a r a l a s a l v a c i ó n : a s i m i s m o e l p a - bién al actual. Luego convenientemente
drino, q u e r e s p o n d e p o r e l n i ñ o , p r o m e t e antes del bautismo, son espelidos los de-
hacer c u a n t o e s t é d e s u p a r t e p a r a q u e monios por los exorcismos, para que no
el n i ñ o c r e a ; l o c u a l n o b a s t a r í a s i n e m - impidan la salvación del hombre, c u y a
bargo e n l o s a d u l t o s q u e t i e n e n e l u s o d e e x p u l s i ó n s i g n i f i c a e l s o p l o (3). L a b e n -
la r a z ó n . dición con l a imposición de manos le cierra

(1) Lo que bellamente esplica y defiende contra los infieles Agustín (De grat, Dei et peccat. origin. 1. 2, c. 40 y 1. 2. De
San Dionisio (1. de Eccles. hierarch. c. ult.), en donde llama nupt. et concup. c. 25), Optato (1. 4. Cont. Parmen.) y la de-
a
'es padrinos susceptores, sponsores, dacem pedadogum, divinum claración del concilio Bracarense 2.° diciendo : antevigintl dies
Paírem, etc. baplisml, ad purgationem exorcismi calechumeni currant.
P) V. Tertuliano (De prajscript. c. 41), Cipriano (epist. 2), (3) Hace mención de él San Ambrosio fe. 1, 1. De iis qui
742 C U E S T I Ó N L X X I . — A R T Í C U L O S II Y I I I .

el camino, una v e z arrojado, para que no mentos se ordena á que el hombre con-
pueda volver. L a sal que se pone en la siga la salud ; por lo cual también
boca, y la saliva que se le aplica á las ( M a r c . ult. 16) s e d i c e : el que creyere y
narices y orejas, significan la recepción fuere bautizado, será salvo. L u e g o l a s
de la doctrina en cuanto á las orejas, y cosas q u e se h a c e n en el exorcismo, nada
la aprobación respecto de las narices, y producen, sino sólo significan.
la confesión en cuanto á la boca. L a un- 2.° Requiérese solamente para el sa-
ción con el aceite (1) significa la apti- cramento de la nueva ley el q u e s e a signo
tud del hombre para combatir contra los y causa, según se ha dicho ( C . 60, a. 1;
demonios. y C. 62, a. 1). S i , p u e s , l a s c o s a s q u e se
A l argumento 1.° diremos que se di- bacen en el exorcismo producen algo,
cen energúmenos, como trabajando in- parece que c a d a u n a d e e l l a s e s c i e r t o sa-
teriormente (2) por la operación intrín- cramento.
seca del diablo ; y aunque no todos los 3.° Así como el exorcismo se ordena
que se acercan al bautismo sean atormen- al b a u t i s m o , así t a m b i é n , si a l g o se hace
tados corporalmente por él, sin embargo en el exorcismo, se ordena al efecto
todos los no bautizados están sometidos del bautismo. P e r o l a disposición precede
á la potestad de los d e m o n i o s al m e n o s á necesariamente á la forma perfecta, por-
causa del reato del pecado original. que esta n o es recibida sino e n la materia
A l 2.° q u e en el b a u t i s m o , por la ablu- dispuesta. Seguiríase, pues, que nadie
ción del pecado se excluye la potestad podría conseguir el efecto del bautismo,
del demonio sobre el h o m b r e , en cuanto sino fuera exorcizado primeramente, lo
á lo que le impide la percepción de la cual aparece ser falso. L u e g o las cosas
gloria ; pero los exorcismos destruyen la que se h a c e n e n el e x o r c i s m o n o producen
potestad del demonio, en cuanto impide efecto alguno.
al h o m b r e la percepción del sacramento. 4.° A s í c o m o c i e r t a s c o s a s s e h a c e n en
A l 3.° que el a g u a bendita se emplea el exorcismo antes del bautismo, así
contra los combates de los demonios que también otras después del bautismo; como
proceden del exterior. M a s el exorcismo que el sacerdote unja con el crisma el
se ordena contra las impugnaciones de vértice de la cabeza del bautizado. Pero
los demonios que provienen de lo inte- las cosas que se hacen después del bau-
rior : por lo cual se dicen también ener- tismo no parece que p r o d u c e n a l g o ; por-
gúmenos, como trabajadores por dentro, que según esto el efecto del bautismo
á los que son exorcizados. O debe de- sería imperfecto. L u e g o ni las c o s a s que
cirse q u e así c o m o se da secundariamente se h a c e n antes del bautismo en el exor-
la penitencia como remedio contra el pe- cismo producen algo.
cado, puesto que el b a u t i s m o no se rei- Por el contrario, dice S a n Agustín (De
tera ; así también se da secundariamente symb. 1. 1, c. 1) : «se sopla sobre los
como remedio contra los ataques de los » párvulos y se les exorciza para arrojar
demonios el a g u a bendita, con la que los » d e ellos l a p o t e s t a d e n e m i g a d e l diablo,
exorcismos bautismales no se reiteran. » que engaña al hombre». M a s nada se
hace inútilmente por,la Iglesia. Luego
ARTÍCULO I I I . — l a s c o s a s q u o s e h a -
tales soplos tienen por objeto a r r o j a r la
cen e n el exorcismo producen algo?
potestad de los demonios.
l.° Parece que las cosas que se reali- C o n c l u s i ó n . Las cosas que se hacen en
zan en el exorcismo, no producen algún el exorcismo, tienen algún efecto distinto
efecto, sino que solo tienen una signifi- empero del mismo bautismo.
cación ; porque si el niño muriera des- Responder éraos, q u e a l g u n o s d i j e r o n
pués del exorcismo y antes del bautismo, que las cosas que se hacen en el exor-
n o conseguiría la salvación. P e r o el efecto c i s m o , no producen efecto, sino que solo
de las cosas que se hacen en los sacra- son significativas. M a s esto aparece ser

initiantur), San Agustín (De peccat. orig. c. 40, y 1. G Cont. San Cirilo (Catech. 2). Así como del uso de la sal San Isidoro
Julián, c. 5). El sacerdote al soplar sobre el rostro del niño (olT. 1. 2, c. 20), Agustín (Coniless. 1. 1, c. 1 1 , Concil. 3 , Car-
pronuncia estas palabras : sal, espíritu inmundo y retírate t a g . can. 5).
delante del Espíritu consolador. (2) O sea aquellos en los cuales obra interiormente el de-
(1J Hace mención de ella Ambrosio (De sacram. 1 . 1 , c. 1) y monio, según lo significa la palabra griega encrgsumenas.
CUESTIÓN LXXI. — ARTÍCULO III. 743

falso, por cuanto la Iglesia usa en el castigado el hombre después dela muerte;
exorcismo, para destruir l a potestad d e l sino solamente l o s impedimentos para r e -
demonio, d e p a l a b r a s i m p e r a t i v a s , como cibir l a remisión d e l a c u l p a p o r el sacra-
Sal, pues, de él, maldito
cuando d i c e : mento. D e consiguiente el exorcismo n o
diablo. Y por tanto debe decirse que pro- vale después de la muerte sin el bau-
ducen algún efecto, pero de otra manera t i s m o . P r e p o s i t i v o (2), s i n e m b a r g o , d i c e
que el bautismo ; p o r q u e p o r e l b a u t i s m o q u e l o s n i ñ o s e x o r c i z a d o s , s i m u e r e n an-
se d a a l h o m b r e la gracia para la plena tes del bautismo, sufren tinieblas menores.
remisión d é l a s c u l p a s ; y p o r l a s c o s a s q u e Pero esto no parece verdadero porque
se h a c e n e n e l e x o r c i s m o , s e a l e j a n d o s aquellas tinieblas son la carencia de la
clases d e o b s t á c u l o s para la percepción visión divina, q u en o recibe m á s y menos.
de l a g r a c i a s a l u d a b l e . E l u n o d e e l l o s e s Al 2.° q u e es de esencia del sacra-
estrínseco, s e g ú n q u el o s d e m o n i o s i n t e n - mento el perfeccionar el efecto principal
tan i m p e d i r la salvación del hombre; y que es la gracia, que remite la culpa, ó
este i m p e d i m e n t o se quita por medio de que suple algún defecto del hombre; lo
los s o p l o s , c o n l o s q u e s e e s p e l e l a p o t e s - cual n o se realiza por las cosas que se
tad d e l d e m o n i o , como consta por la ejecutan e n el exorcismo, sino q u e solo
autoridad citada de San Agustín, esto son quitados tales impedimentos; y por
es, en cuanto no presta impedimento esto n o s o n sacramentos, sino ciertas cosas
para r e c i b i r e l s a c r a m e n t o . Queda, sin sacramentales.
embargo, la potestad del demonio en el A13.° q u e la disposición suficiente para
hombre e n c u a n t o á l a m a n c h a del p e - recibir l a gracia bautismal es la fe y la
cado, y e l r e a t o d e l a p e n a , h a s t a q u e e s intención, y a propia del q u e es bautizado,
quitado e l p e c a d o p o r e l b a u t i s m o , y s e - si e s a d u l t o , y a d e l a I g l e s i a m i s m a , si e s
gún esto dice S a n Cipriano (Epist. 7, párvulo. L a s cosas que se obran en el
1. 4) « s a b e q u e la malicia del diablo exorcismo se ordenan para quitar los i m -
» puede subsistir hasta q u e se recibe el pedimentos, y p o r esto sin él puede al-
»agua de la salud; pero que en el bau- guno conseguir el efecto del bautismo.
t i s m o pierde toda su perversidad». E l Sin embargo, no deben omitirse tales
otro i m p e d i m e n t o e s i n t r í n s e c o , e s t o e s , cosas, sino e n caso d e necesidad; y e n -
según que el hombre á causa de la in- tonces, cesando el peligro, deben suplirse
fección d e l p e c a d o o r i g i n a l t i e n e c e r r a d o s para que se observe la uniformidad e n el
los s e n t i d o s p a r a p e r c i b i r l o s m i s t e r i o s d e bautismo. N i son suplicadas e n balde des-
la s a l v a c i ó n ; por lo cual dice Raban pués del bautismo; puesto que así como
Maur. ( D e inst. c l e r i c . 1. 1 , c . 27) q u e se impide el efecto d e l bautismo antes de
«por la saliva simbólica, y el tacto del recibirle; así puede serimpedido después
)) s a c e r d o t e , l a s a b i d u r í a y v i r t u d divinas que fuere recibido.
)) o b r a n l a s a l u d d e l c a t e c ú m e n o , p a r a q u e A l 4.° q u e d e las cosas q u e se hacen
í se l e a b r a n l a s n a r i c e s , á fin d e q u e después del bautismo respecto al bauti-
» perciba e l s u a v e olor del conocimiento zado, h a y alguna que no solamente sig-
» de D i o s , y l o s o i d o s , p a r a e s c u c h a r l o s nifica, sino q u e produce efecto, como l a
»mandamientos de Dios y los sentidos unción q u e se hace en el vértice de la c a -
»hasta lo íntimo del corazón para q u e b e z a , q u e obra la conservación d e la gra-
»responda» ( 1 ) . cia b a u t i s m a l ; pero h a y alguna otra q u e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p o r l a s n a d a p r o d u c e , sino q u e ú n i c a m e n t e sig-
cosas q u e s e o b r a n e n e l e x o r c i s m o , n o nifica, c o m o el dársele vestido blanco para
se q u i t a l a c u l p a , p o r c a u s a d e l a q u e e s significar l a n o v e d a d d e l a vida ( 3 ) .

(1) 0 sea las orejas para que escuche los mandatos de Dios Antonino lo afirman por aquello de que lo accesorio debe s e -
7 reponer el sentido intimo del corazón según dice Rábano guir á lo principal. Mas comunmente lo niegan Suarez, Co-
('• 10, Bibliolh. Pat.). ninchio y otros, porque en los Sacramentos que imprimen ca-
(2) Prepositivo fue un teólogo del siglo m i autor de una rácter, debe seguirse la regla canónica y general que dice que
Suma teológica que menciona Elias Dupin en su Biblioteca de nada se debe reiterar, sed cante supplendurn quod in cante fuerat
¡miara eclesidslicos. prcelermissum (Decret. Greg. 1. 1, tit. 10, c. 1.) Ambas opinio-
(3) El significado de las ceremonias del bautismo lo esplica nes son probables, pero más segura la primera; por lo cual debe
Habano Maur. (De instit. cleric. 1. 1, c. 2S) debiendo hacer aconsejarse en la práctica á menos de ocasionar escándalo, in-
notar aquí únicamente si deben repetirse las ceremonias caso famia, admiración, lo cual es de temer, tratándose de adultos.
de tener que repetirse el bautismo. Los Salmaticenses y don
744 CUESTIÓN LXXI. — ARTÍCULO IV.

ARTÍCULO I V . — ¿ E S o f i c i o d e l s á c e n l o . R e s p o n d e r e m o s , q u e e l ministro es
te catequizar y exorcizar al que debe ser b a u - c o m p a r a d o al s a c e r d o t e , c o m o el agente
tizado t s e c u n d a r i o é i n s t r u m e n t a l a l principal,
s e g ú n l o i n d i c a e l n o m b r e m i s m o d e mi-
1.° P a r e c e q u e n o p e r t e n e c e a l s a c e r - n i s t r o . M a ' s e l a g e n t e s e c u n d a r i o n o obra
dote catequizar y exorcizar al q u e debe sin el a g e n t e p r i n c i p a l , sino q u e coopera
ser b a u t i z a d o ; p o r q u e a l oficio de los c o n é l e n s u s o p e r a c i o n e s ; y c u a n t o mejor
ministros pertenece obrar sobre los in- es l a o p e r a c i ó n , d e t a n t o m e j o r e s instru-
m u n d o s , c o m o dice S a n Dionisio (Eccles. m e n t o s Ó ministros n e c e s i t a e l agente
h i e r a r c b . c. 5 ) ; y l o s c a t e c ú m e n o s , q u e p r i n c i p a l . P e r o e s m á s i m p o r t a n t e l a ope-
son instruidos en el c a t e c i s m o , y los ener- r a c i ó n d e l s a c e r d o t e e n c u a n t o c o n f i e r e el
g ú m e n o s , que son purificados en el e x o r - s a c r a m e n t o m i s m o , q u e l a q u e t i e n e por
c i s m o , se e n u m e r a n entre los i n m u n d o s , o b j e t o l a s c o s a s p r e p a r a t o r i a s p a r a el sa-
s e g ú n espresa e lm i s m o S a n D i o n i s i o c r a m e n t o ; p o r e s t o l o s m i n i s t r o s supre-
(ibid. y e . 3). L u e g o catequizar y exor- m o s , q u e se l l a m a n d i á c o n o s , cooperan
cizar no p e r t e n e c e n al oficio del sacerdote c o n e l s a c e r d o t e e n l a c o l a c i ó n m i s m a de
sino m á s bien al de los ministros. los s a c r a m e n t o s ; p u e s d i c e S a n Isidoro
2." S e i n s t r u y e á l o s c a t e c ú m e n o s e n ( i b i d . ) , q u e « a l d i á c o n o p e r t e n e c e asistir
la fe por la S a g r a d a E s c r i t u r a q u e se re- » á l o s s a c e r d o t e s , y s e r v i r l e s e n todas
cita en la Iglesia por los ministros ; por- » l a s c o s a s , q u e se h a c e n e n los sacra-
q u e así c o m o se lee en la Iglesia por los » m e n t o s d e C r i s t o , v. g . en el bautismo,
lectores el a n t i g u o T e s t a m e n t o , así t a m - » e n e l c r i s m a , p a t e n a y c á l i z . M a s los
bién por los diáconos y subdiáconos s e » m i n i s t r o s i n f e r i o r e s c o o p e r a n c o n los
lee el n u e v o ; y en este concepto perte- » s a c e r d o t e s e n l a s c o s a s q u e s o n pre-
nece álos ministros catequizar. A s i m i s m o » p a r a t o r i a s p a r a el s a c r a m e n t o » , como
t a m b i é n el exorcizar, c o m o p a r e c e , per- l o s l e c t o r e s e n el c a t e c i s m o , y los exor-
tenece á los ministros, pues dice S a n cistas en el e x o r c i s m o .
I s i d o r o (in q u a d . epist. seil. a d L a u d e - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e sobre
fred. qure h a b . p o s t conc. T o l . 8) : « p e r - l o s i n m u n d o s l o s m i n i s t r o s t i e n e n una
» tenece al exorcista retener en su m e m o - operación ministerial, y c o m o instrumen-
» ria los exorcismos é imponer las m a n o s tal , pero los sacerdotes principal.
» en el exorcismo sobre los e n e r g ú m e n o s A l 2.° q u e los l e c t o r e s y exorcistas
» yc a t e c ú m e n o s » . L u e g o no pertenece al t i e n e n el oficio d e c a t e q u i z a r y exorcizar,
oficio del s a c e r d o t e c a t e q u i z a r y exorcizar. n o p r i n c i p a l m e n t e , s i n o s i e n d o e n estos
3.° C a t e q u i z a r es lo m i s m o q u e ense- casos los auxiliares del sacerdote.
ñ a r , y esto lo m i s m o que perfeccionar; A l 3.° q u e l a instrucción es múltiple:
lo c u a l p e r t e n e c e al oficio d e los obispos una, que tiene por objeto la conversióná
c o m o dice S a n Dionisio (Eccles. hierach. l a . f e , l a c u a l a t r i b u y e S a n D i o n i s i o al
c. 5). L u e g o n o p e r t e n e c e a l oficio d e l o b l i s p o ( E c l e s . h i e r a r c h . ) ; y p u e d e com-
sacerdote. petir á cualquier predicador ótambién á
P o r e lc o n t r a r i o , e lP a p a N i c o l á s I c u a l q u i e r fiel. O t r a e s l a i n s t r u c c i ó n , p o r
dice ( b a b . inter epis. D e c r e t . tit. 1 6y l a q u e u n o e s i n s t r u i d o e n r u d i m e n t o s de
c. 5 7 . D e c o n s e c r a t . dist. 4 ) : « l a c a t e - l a f e y l a m a n e r a d e c o n d u c i r s e e n l a re-
» quesis de los que d e b e n ser bautizados c e p c i ó n d e l o s s a c r a m e n t o s ; y e s t a perte-
» p u e d e ser h e c h a por los sacerdotes de n e c e s e c u n d a r i a m e n t e á los ministros y
» cada iglesia». P o r lo cual dice también p r i n c i p a l m e n t e á l o s s a c e r d o t e s . L a ter-
S a n Gregorio (sup. E v a u g . h o m b . 29) : c e r a e s p e c i e d e i n s t r u c c i ó n t i e n e p o r ob-
« c u a n d o los sacerdotes por la gracia del j e t o l a c o n d u c t a q u e se d e b e t e n e r para
» exorcismo i m p o n e n las m a n o s sobre los vivir cristianamente; y esta pertenece a
q u e creen, ¿ q u é otra cosa hacen, sino los p a d r i n o s . L a c u a r t a es l a instrucción
» l a n z a r los d e m o n i o s ? » e n l o s p r o f u n d o s m i s t e r i o s d e l a f e y e n la
C o n c l u s i ó n . Es cargo del sacerdote p e r f e c c i ó n d e l a v i d a c r i s t i a n a ; y esta
instruir en la fe á los que se han de bau- p e r t e n e c e p o r oficio á los obispos.
tizar y ayudarles por medio de exorcis-
mos los inferiores.
CUESTIÓN LXXII.
Del sacramento de la confirmación.

1.° La confirmación es sacramento? 2.° De su materia. 3.° ¿Es necesario para este sacramento que
el crisma haya sido consagrado antes por el Obispo? 4." De la forma del mismo. 5.° Imprime carác-
ter?6.° El carácter de la confirmación presupone el del bautismo ? 7.° Confiere la gracia? 8.° A quién
compete recibir este sacramento? 9 . ° En qué parte? 10. Se requiere alguno que tenga al que h a d e
ser confirmado ? 11. Se confiere este sacramento por solos los obispos ? 12. De su rito.

ARTÍCULO I . — L a confirmación e s firmacion s e s a l v a n . L u e g o l a confirma-


s a c r a m e n t o V (1) ción n o es sacramento.
4.° P o r t o d o s l o s s a c r a m e n t o s d e l a
1.° P a r e c e q u e l a c o n f i r m a c i ó n n o e s Iglesia se conforma e l hombre a Cristo
sacramento : p o r q u e l o s s a c r a m e n t o s t i e - q u e e s e l autor d e e l l o s . P e r o p o r l a c o n -
nen su eficacia d e l a i n s t i t u c i ó n d i v i n a , firmación no parece que el hombre se
como se h a d i c h o ( C . 6 4 , a. 2). E s a s í conforme á Cristo, el cual, n o se l e e que
que no se l e e q u e l a c o n f i r m a c i ó n f u e r a f u e r a c o n f i r m a d o . L u e g o l a confirma-
instituida p o r C r i s t o . L u e g o n o e s s a c r a - ción n o es sacramento.
mento. Por el contrario: el P a p a Melquíades
2.° L o s s a c r a m e n t o s d e l a l e y n u e v a escribió a l O b i s p o d e l a s E s p a ñ a s ( e p i s t .
fueron p r e f i g u r a d o s e n l a a n t i g u a , p o r l o única e t habetur D e consecrat. C . 3,
cual dice e l A p ó s t o l ( i . C o r . 1 0 , 2 : q u e dist. 5 ) : « r e s p e c t o d e l o q u e m e p r e -
todos fueron bautizados en Moisés, en la » g u n t a i s , si e l s a c r a m e n t o d e l a confir-
nube y en la mar ; y todos comieron una » macion es mayor que el del bautismo,
misma vianda espiritual ( v . 4 ) , y todos » sabed que uno y otro son grandes sa-
bebieron una misma bebida espiritual. » cramentos. »
Mas la confirmación' n o f u e p r e f i g u r a d a C o n c l u s i ó n . Ademas del bautismo exis-
en el a n t i g u o t e s t a m e n t o (2). L u e g o n o te el sacramento especial de la confirma-
es sacramento. ción, por el cual el hombre recibe cierta
3.° L o s s a c r a m e n t o s s e o r d e n a n á l a fortaleza y virilidad en la vida espiri-
salvación d e l o s h o m b r e s , p e r o s i n l a c o n - tual.
firmación p u e d e h a b e r s a l v a c i ó n , p u e s R e s p o n d e r e m o s , que los sacramentos
los niños b a u t i z a d o s q u e m u e r e n sin c o n - de la nueva l e y se ordenan á efectos e s -

(1) El concilio de Trento, s e s s . v u de Confirmât, can. 1-3, al tal, que practican los que pertenecen á esa comunidad. Véase
condenar la doctrina de los Reformadores con respecto á la Schinche. Recopilación completa y sistemática de los pensamientos
confirmación, y ratificarla tradicional de la Iglesia Católica bíblicos para los confirmantes ; Nalle, 1S25 ; Buchmann, Simbó-
sobre el particular, declara lo siguiente : « S i alguno dijere lica popular, n pág. 3S7; y otros. — M. Ll.
•(pie la confirmación de los bautizados es una ceremonia vana (2} San Cirilo de Jerusalen, Catequesis XXI, hablando del
*y no más bien un -verdadero y propio sacramento ; ó que no Sacramento del Clirisma (ó sea de la Confirmación, Consumación,
" bahía sido mas que cierta catcquesis (instrucción) sóbrela Pci-feccion. pues con todos estos nombres era conocido en la
1
le que se daba á los prójimos à la adolescencia, sea anatema». antigua Iglesia) espone las figuras, bien terminantes por
Los Reformadores rechazaron este sacramento, que, según de- cierto, del Antiguo Testamento que lo significaban. Sabido
cían, Dios no había ordenado espresatnente y al que faltaba es que en las palabras del Apóstol, citadas en el testo, por el
for consiguiente la gracia divina. Melanchton le llamaba «una mar y la nube, se quiere dar á entender el bautismo de la
monería », Lulero en su estilo habitual « una vaciedad » y nueva l e y ; por la comida, ó sea el maná, la Eucaristía y
Catoino llevaba aun más allí sus palabras de desprecio Los por la bebida, el agua que sale de la piedra, la confirma-
rituales de la Iglesia protestante unida hablan de la confir- macion. — M. Ll.
mación como una ceremonia esterior, sin carácter sacramen-
746 CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO I.

peciales de l a gracia. Y p o r esto donde B p a r a e l c o m b a t e ; e n e l b a u t i s m o somos


se presenta algún efecto especial de l a B lavados, después del bautismo robuste-
g r a c i a , se ordena u n sacramento espe- » c i d o s » (2), y p o r e s o e s e v i d e n t e que
cial ; y puesto que l a s cosas sensibles y la confirmación es u n s a c r a m e n t o espe-
corporales se h a c e n á semejanza de las cial.
espirituales é inteligibles, por las cosas A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e acerca
que se h a c e n e n l a v i d a corporal podemos de l a institución d e este sacramento hay
formarnos u n a idea de las que existen en d o s o p i n i o n e s ; p u e s a l g u n o s d i j e r o n , que
l a v i d a e s p i r i t u a l d e l a g r a c i a (1). E s e v i - este s a c r a m e n t o n o f u e i n s t i t u i d o n i por
dente, empero, que en l a vida corporal C r i s t o n i p o r l o s A p ó s t o l e s , s i n o andaudo
h a y cierta perfección especial, que hace el tiempo, en cierto Concilio (3); otros
llegar a l hombre á l a edad perfecta y q u e que fue instituido por los Apóstoles. Mas
le p e r m i t e obrar perfectas acciones ; pol- esto no puede ser, porque i n s t i t u i r un
lo cual dice también el A p ó s t o l ( i . C o r . nuevo sacramento pertenece á l a potes-
13, 11),: cuando fui ya hombre hecho, di tad de escelencia, que compete á solo
de mano á las cosas de niño : d e d o n d e Cristo. Y por tanto debe d e c i r s e que
se s i g u e q u e f u e r a d e l m o v i m i e n t o d e l a C r i s t o i n s t i t u y ó e s t e s a c r a m e n t o n o dando
generación, por el que alguno recibe la e l E s p í r i t u S a n t o s i n o p r o m e t i é n d o l o , se-
vida corporal, hay u n movimiento de g ú n a q u e l l o ( J o a n . 16, 7) : porque sino
c r e c i m i e n t o , p o r e l q u e a l g u n o es l l e v a d o me fuese, no vendrá á vosotros el Conso-
á l a edad perfecta. A s í pues el hombre lador ; mas si me fuere os lo enviaré (4).
recibe la vida espiritual por medio del Y esto es a s í p o r q u e e n este sacramento
b a u t i s m o , q u e es l a r e g e n e r a c i ó n espiri- es d a d a l a plenitud del Espíritu Santo,
tual : m a s en l a confirmación recibe el que no debía darse a n t e s d e l a resurrec-
hombre como cierta perfecta edad de l a c i ó n y l a a s c e n s i ó n d e C r i s t o , s e g ú n aque-
v i d a espiritual. P o r lo cual el P a p a Mel- llo ( J o a n . 7, 39): aun no había sido
quíades dice (ibid) : « e l E s p í r i t u Santo dado el Espíritu, por cuanto Jesús no
» que descendió por u n movimiento salu- había sido aun glorificado.
» dable sobre las aguas del b a u t i s m o , las A l 2.° q u e p u e s t o q u e l a confirmación
» concedió en toda su plenitud l a virtud es s a c r a m e n t o d e l a p l e n i t u d d e l a gra-
B de l a inocencia, en l a confirmación, da c i a , n o pudo tener algo correspondiente
B el crecimiento en l a gracia ; en el b a u - á é l e n e l a n t i g u o t e s t a m e n t o , porque la
» tismo somos regenerados á l a v i d a ; d e s - ley ninguna, cosa llevó á perfección, se-
» pues del bautismo somos confirmados g ú n s e ' d i c e ( H e b . 7, 19) (5).

(1) En sentido más lato y en otro orden de cosas decía el solo peculiar de este autor que padeció una alucinación ; asi
Apóstol á los Romanos cap. 1, v. 20 : <t Las cosas invisibles de y todo hay que fijarse en sus palabras : « Este Sacramento
» Él se v e n claramente después de la creación del mundo por » (de la confirmación ) fue instituido, inspirando el Espíritu
las obras creadas , aun su poder eterno y su divinidad ; por » Santo, en el concilio de Meaux (Meldense) en cuanto á la
lo cual ellos (los paganos) no tienen escusa ». — M . Ll. » forma de las palabras y á la materia elemental ái la cual el
(2) Por consiguiente, así como el Bautismo, puerta d é l o s » Espíritu Santo confirió la virtud (le santificar». (Snmma
demás sacramentos y condición absoluta de los mismos, libra Theol. part. i v , q. i x , tiiembr. i resol, edición Venet. 15iá)^
y purifica al hombre de todos sus pecados, le sustrae, al im- y tener en cuenta que en la época de los escolásticos la erilí-
perio del mundo, para trasportarle al reino de Dios, implanta ca teológica por falta de momentos no había llegado á su des-
en él el germen de la vida celestial y le garantiza todas las arrollo.— M. Ll.
gracias necesarias al desenvolvimiento de esta vida nueva; (4) No puede fijarse de una manera exacta en qué tiempo
la confirmación termina lo que el bautismo comenzó, comu- y circunstancias instituyó Cristo formalmente este Sacra-
nica al bautizado el Espíritu Santo, que le consolida en la fe mento. Piensan unos que lo instituyó al mismo tiempo queh
recibida y le transmite el valor de^confesarla ante el mundo, Eucaristía ; olios cuando bendijo á los pequeñuelos impo-
de defenderla aun con peligro de su vida y de sufrirlo todo niéndoles las manos ( Malh. x i x ) ; y otros, en el intervaloqa*
por ella. A s í el papa Eugenio IV en su decreto á los armenios medió entre su resurrección y ascensión durante el cuaUío
dado en el Concilio de Florencia dice '. « que en la Confirma- á los Apóstoles sus últimas instrucciones acerca de los miste-
a cion se da el Espíritu Santo para fortalecernos, para que el rios de su reino (Act. de los Apóst. 1, 2-4.). De todos niodos
» cristiano confiese valerosamente el nombre de Cristo, así siempre es cierto que Cristo lo instituyó, según demuestra"
>. como se dio á los Apóstoles en el dia de Pentecostés ». sus propias promesas, la práctica de los Apóstoles admiras-
M. Ll. trando este Sacramento bajo una forma especial, lo cual M
hubieran podido hacer sin misión de Cristo y por último, los
(3) Cierto es que algunos escolásticos tales como el Maestro
efectos mismos de las gracias que conüere que nadie puede
de las Sentencias, Hugo de San Víctor, San Buenaventura
realizar más que el Redentor. — M. Ll.
creyeron que el Sacraniento de la Confirmación no fue esta-
blecido por Cristo inmediatamente, sino por los Apóstoles, es (5) Entiéndase « que no pudo tener algo correspondientes
decir, mediatamente, mas esto no afecta á la institución. La -» él en el Antiguo Testamento », es decir, que lo confine",
opinión de Alejandro de Hales de que la confirmación se es- mas no que lo figurara, c o n i o se ha dicho en la nota 1 •, In-
tableció en el Concilio de Meaux (Meldense) del año 8 4 5 , es gina 745. — M. Ll.
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS I Y II.

A l 3.° q u e s e g ú n s e h a d i c h o ( C . 6 5 , p o r q u e la m a t e r i a es de n e c e s i d a d del s a -
a, 4), t o d o s l o s s a c r a m e n t o s s o n n e c e s a - cramento.
rios cíe a l g ú n m o d o p a r a l a s a l v a c i ó n ; 2.° L a c o n f i r m a c i ó n p e r f e c c i o n a e n
pero h a y a l g u n o s s i n l o s c u a l e s n o h a y cierto m o d o el s a c r a m e n t o del b a u t i s m o ,
salvación ; y o t r o s q u e c o o p e r a n á l a p e r - s e g ú n se h a d i c h o ( C . 6 5 , a. 3 ) y a s í d e b e
fección d e e l l a Y d e e s t e m o d o l a c o n f i r - serle conforme, c o m o la perfección á lo
mación e s n e c e s a r i a p a r a l a s a l v a c i ó n , perfectible. P e r o en el b a u t i s m o la m a t e -
aunque s i n e l l a p u e d a e x i s t i r l a s a l u d c o nria es u n e l e m e n t o s i m p l e , esto e s e l
tal q u e n o s e o m i t a p o r d e s p r e c i o d e l s a - a g u a . L u e g o el crisma q u e es c o m p u e s t o
cramento ( 1 ) . d e aceite y de b á l s a m o n o es la m a t e r i a
A l 4.° q u e a q u e l l o s q u e r e c i b e n l a c o n -conveniente de este sacramento.
firmación, q u e es el s a c r a m e n t o d e la p l e - 3.° E n la m a t e r i a d e este s a c r a m e n t o se
nitud d e l a g r a c i a , s e c o n f o r m a n á C r i s t o ,
e m p l e a el aceite p a r a ungir. P e r o se p u e -
en c u a n t o e l m i s m o , f u e lleno de gracia y de ungir con toda especie de aceite, como
ie verdad d e s d e e l p r i m e r i n s t a n t e d e s u el q u e se h a c e d e las n u e c e s ó d e c u a l e s -
concepción, c o m o se dice ( J o a n . 1 ) . E s t a quiera otras cosas. L u e g o no debe e m -
plenitud f u e d e c l a r a d a e n e l b a u t i s m o plearse s o l a m e n t e el aceite d e olivas p a r a
cuando e l E s p í r i t u S a n t o d e s c e n d i ó s o - este sacramento.
bre é l b a j o u n a f o r m a c o r p o r a l . P o r l o 4.° S e h a d i c h o ( C . 6 6 , a . 3 ) , q u e s e
cual t a m b i é n s e d i c e ( L u c . 4 , 1 ) ; que e m p l e a el a g u a , c o m o m a t e r i a del b a u -
Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió m o , p o r q u e s e h a l l a f á c i l m e n t e e n t o d a s
id Jordán. M a s n o c o n v e n í a á l a d i g n i - p a r t e s . M a s e l a c e i t e d e o l i v a s n o s e e n -
dad d e C r i s t o , q u e e s e l a u t o r d e l o s s a - c u e n t r a e n t o d a s p a r t e s , y m u c h o m e n o s
cramentos, el q u e r e c i b i e r a d e u n s a c r a - el b á l s a m o . L u e g o el c r i s m a , q u e se c o n -
mento l a p l e n i t u d d e l a g r a c i a . fecciona con estas cosas n o es la m a t e r i a
conveniente de este sacramento.
ARTÍCULO I I . — El crisma es la mate- P o r el contrario, S a n G r e g o r i o dice
ria conveniente de este sacramento? (2)
¿?i Registro ( 1 . 3 , e p í s t . 9 ) « l o s p r e s b í t e -
Parece que el crisma no es la materia » ros no t e n g a n la presunción de m a r c a r la
conveniente d e e s t e s a c r a m e n t o ; p o r q u e » frente d e los b a u t i z a d o s c o n el s a g r a d o
este s a c r a m e n t o h a s i d o i n s t i t u i d o p o r » crisma. » L u e g o el crisma es la m a t e -
Cristo, p r o m e t i e n d o á s u s d i s c í p u l o s e l r i a d e e s t e s a c r a m e n t o .
Espíritu S a n t o . M a s é l l e s e n v i ó e l E s - C o n c l u s i ó n . Significándose por el óleo
píritu S a n t o s i n u n c i ó n a l g u n a d e c r i s - la plenitud del Espíritu Santo, que se
ma : l o s m i s m o s A p ó s t o l e s t a m b i é n c o n - confiere para fortaleza de la confirma-
ferían e s t e s a c r a m e n t o p o r s o l a l a i m p o - ción, es materia conveniente de este sa-
sición d e m a n o s s i n e l c r i s m a ; p u e s s e cramento el óleo mezclado con el bálsa-
dice ( A c t . 8 ) : q u e los apóstoles impo- mo por la fragancia de su olor.
nían las manos sobre los bautizados y re- R e s p o n d e r e m o s que e lcrisma e s l a
cibían el Espíritu Santo. L u e g o e l c r i s - m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e e s t e s a c r a m e n -
•na n o e s l a m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o , t o ( 3 ) : p u e s c o m o s e h a d i c h o ( a . 1 ) , e n

(1) Como l o s p r o t e s t a n t e s a r g u y e n s i e m p r e d e n o v e d a d d e l reúnen ambas opiniones y declaran materia del Sacramento á


Sacramento d e l a c o n f i r m a c i ó n , c o n v i e n e h a c e r n o t a r a q u í d e l a unción y a ta imposición de manos q u e l a a c o m p a ñ a . E l c o n c i -
nuevo su a n t i g ü e d a d p o r l a t r a d i c i ó n y p r á c t i c a d e l a I g l e s i a lio d e T r e n l o m a n i f i e s t a q u e l a U n c i ó n con el S a n t o C r i s m a
'Icacucnlocon l o s h e c h o s E v a n g é ' i c o s . A d e m á s d e l o s S S . P P . , p e r t e n e c e e s e n c i a l m e n t e á e s t e S a c r a m e n t o ( s e s s . v n de Con-
lis concilios d e E l v i r a ( 3 0 3 ) y d e L a o d i c e a (30-1) s o n m u y c a - firm. c . '2). L o s P a d r e s d a n á l a U n c i ó n u n a i m p o r t a n c i a g r a n d e
tegóricos s o b r e e s t e p a r t i c u l a r y d a n e s p e c i a l e s i n s t r u c c i o n e s y e x p r e s a n la convicción de q u e el S a n t o Crisma en v i r t u d de
sobre el modo d e a d m i n i s t r a r l o ; l o s m i s m o s d i v e r s o s p a r t i d o s la operación del Espíritu Santo, es el vehículo é intermediario
bm-licos y c i s m á t i c o s d e l a I g l e s i a d e O r i e n t e r e c o n o c e n l a d e las d i v i n a s v i r t u d e s . (San Ciril. c a t . x x n , 3 ; S a n G r e g o r .
'calidad d e l a c o n f i r m a c i ó n . — M . L l . Piiz. O r a l , c a l h e c . 3 7 ) . — M. L l .
Í-) río e s t á n d e a c u e r d o t o d o s l o s t e ó l o g o s s o b r e l a materia (3} E l p a p a E u g e n i o IV e n e l c o n c i l i o d e F l o r e n c i a a l d e -
'le la c o n t i n u a c i ó n . A l g u n o s , c o m o M o r i u , A u r e o l o , e t c . , c o n - c l a r a r q u e : a El s e g u n d o S a c r a m e n t o es l a Confirmación ; l a
sideran como m a t e r i a e x c l u s i v a l a i m p o s i c i ó n d e m a n o s d e l » m a t e r i a d e l c u a l es el c r i s m a c o m p u e s t o d e ó l e o , c u y a p u -
Obispo, t a n t o l a g e n e r a l q u e p r e c e d e á l a u n i ó n d e l S a n t o u reza significa la conciencia, y de b á l s a m o q u e significa el
Crisma, como l a p a r t i c u l a r q u e a c o m p a ñ a á l a U n c i ó n e n l a » o l o r d e s a n t i d a d », c r e e n a l g u n o s q u e q u i s o c o m p r e n d e r
Ircnle; otros c o m o B e l l a r m i n o , W a l d o n a d o , e t c . , s o n d e p a r e - t a m b i é n como m a t e r i a la imposición d e m a n o s , p o r q u e v a
a r d e q u e la m a t e r i a c o n s i s t e e n e l S a n t o C r i s m a , e n e l a c e i t e u n i d a á e l l a y c o m p r e n d i d a p o r sí m i s m a e n l a u n c i ó n .
mezclado al b á l s a m o y c o n s a g r a d o p o r e l O b i s p o y a u n e n l a M. L l .
kntion d e l a f r e n t e c o n e l S a n t o C r i s m a . P e r o l a m a y o r p a r t e
748 CUESTIÓN LXXII.—"ARTÍCULO II.

este sacramento s ed al a plenitud del E s - f e , y l o s o t r o s fieles c o m o o p e r a d o r e s de


píritu Santo para elvigor espiritual, que l a s c o s a s q u e p e r t e n e c e n á la e d i f i c a c i ó n
compete ál a edad perfecta. M a s el h o m - d e l o s fieles. I g u a l m e n t e en l a i m p o s i c i ó n
bre cuando llega á l a perfecta edad co- d e m a n o s d e l o s A p ó s t o l e s y en la predi-
mienza y a á comunicar sus acciones á otros; c a c i ó n de l o s m i s m o s , d e s c e n d í a la pleni-
pues antes vive particularmente para s í t u d , d e l E s p í r i t u S a n t o , s o b r e l o s fieles
mismo. L a gracia empero d e l Espíritu b a j o s i g n o s v i s i b l e s , c o m o al p r i n c i p i o
Santo esdesignada e n el aceite ; p o r l o h a b í a d e s c e n d i d o s o b r e e l l o s . P o r l o cual
q u e s e d i c e ( P s . 44) q u e C r i s t o fue un- d i c e S a n P e d r o ( A c t . 11, 15): cuando
gido con el aceite de la alegría, á c a u s a comencé á hablar descendió el Espíritu
de q u e tuvo l aplenitud d e l Espíritu Santo sobre ellos, así como sobre nosotros
Santo, y por este motivo el óleo compete al principio. Y p o r e s t o no e r a n e c e s a r i a
á l a materia d e este sacramento. M é z - la m a t e r i a s e n s i b l e d e l s a c r a m e n t o desde
clase c o ne l b á l s a m o , p o r l a fragancia el m o m e n t o en q u e se e x h i b í a n p o r Dios
d e l o l o r , q u e e s p a r c e s o b r e o t r o s (1) ; m i l a g r o s a m e n t e s i g n o s s e n s i b l e s . Usaban
p o r l o c u a l , d i c e e l A p ó s t o l ( n . C o r . 2, c o m u n m e n t e l o s A p ó s t o l e s d e l c r i s m a en
15 ) : porque somos para Cristo buen e l s a c r a m e n t o , c u a n d o no a p a r e c í a n es-
olor, e t c . Y a u n q u e o t r a s m u c h a s c o s a s t o s s i g n o s v i s i b l e s ; p o r q u e S a n Dionisio
s e a n olorosas, sin e m b a r g o , s e e m p l e a e l d i c e ( D e c a d e s t . h i e r e . C. 4) : « q u e hay
bálsamo sobre todo por tener u n princi- » u n a o p e r a c i ó n p e r f e c t i v a q u e nuestros
pal olor y t a m b i é n porque presta l a i n - » j e f e s , e s t o es l o s A p ó s t o l e s l l a m a n hos-
corrupción; p o r l o cual s edice (Eccli. » tia del crisma. »
24, 21) : como bálsamo no mezclado mi. A l 2.° q u e el b a u t i s m o s e d a p a r a coa-
olor. s e g u i r s i m p l e m e n t e (simpliciter) la vida
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e C r i s t o e s p i r i t u a l , y p o r e s o c o m p e t e á e s t e sa-
por l a potestad d e escelencia q u e tiene c r a m e n t o la m a t e r i a s i m p l e . M a s e s t e sa-
en los sacramentos confirió á los A p ó s t o - c r a m e n t o se c o n f i e r e p a r a o b t e n e r la ple-
les l a cosa d e este s a c r a m e n t o , esto e s l a n i t u d d e l E s p í r i t u S a n t o , c u y a opera-
plenitud d e l Espíritu S a n t o sine l sacra- c i ó n es m u l t i f o r m e , s e g ú n a q u e l l o (Sap,
m e n t o , p u e s t o que ellos recibieron las 7, 22): porque hay en ella un espíritu
primicias del Espíritu Santo, c o m o s e de inteligencia santo, único, de muchas
d i c e ( R o m . 8) ; n o o b s t a n t e a l g o c o n f o r - maneras; y ( i C o r . 12, 4) se d i c e : hmj
m e á l a materia d e este sacramento f u e repartimiento de gracias, mas uno mismo
d a d o álos apóstoles sensiblemente e nl a es el Espíritu. Y p o r t a n t o c o n v e n i e n t e -
colación del Espíritu Santo; pues elque el m e n t e la m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o es
Espíritu Santo descendió sensiblemente compuesta.
sobre ellos e n especie d ef u e g o , se refiere A l 3.° q u e l a s p r o p i e d a d e s d e l aceite
á l a m i s m a significación á q u e s e refiere p>or l a s c u a l e s s e s i g n i f i c a el E s p í r i t u
el aceite, á n o s e r q u e e l fuego t e n g a S a n t o , s e h a l l a n m á s b i e n en "el a c e i t e de
fuerza activa, y el óleo pasiva, e n cuanto o l i v a q u e en c u a l e s q u i e r a o t r o s ; por lo
es materia y fomento del f u e g o ; l o cual c u a l l a m i s m a o l i v a t e n i e n d o s i e m p r e sus
era ademas m u yconveniente; pues p o r h o j a s v e r d e s s i g n i f i c a el v i g o r y l a mise-
m e d i o d elos A p ó s t o l e s h a b í a d e derivarse r i c o r d i a d e l E s p í r i t u S a n t o . E s t e aceite
á otros l a gracia del Espíritu Santo. S o - se d i c e t a m b i é n p r o p i a m e n t e a c e i t e y se
bre los Apóstoles también descendió el h a c e u s o d e é l d o n d e q u i e r a q u e pueda
E s p í r i t u S a n t o e n figura d e l e n g u a s , l o p r o c u r a r s e ; y t o d o o t r o l í q u i d o uo recibe
c u a l s e refiere á significar l o m i s m o q u e e l n o m b r e d e a c e i t e s i n o p o r analogUi
significa elbálsamo ; con esta diferencia, y no s e h a c e u s o d e é l s i n o p a r a s u p l i r al
que l a lengua comunica con otros por l a a c e i t e d e o l i v a e n l o s p a í s e s d o n d e no le
palabra, y e l bálsamo por medio del olor ; h a y . P o r l o c u a l e s t e a c e i t e s e emple*
puesto que l o s Apóstoles estaban llenos s o l a m e n t e p a r a u s o d e e s t e y d e ciertos
del Espíritu Santo c o m o doctores d el a o t r o s s a c r a m e n t o s (2).

(1) A s í el Catecismo Romano (part. u , n. 7). mineral, ó con cualquiera de los otros que se conocenen'l
(2) Ocioso parece preguntar si podría administrarse hoy la comercio. El uso de la Iglesia, invariable hasta el presente,
confirmación con aceite de n u e c e s , de linaza, de algodón, ha sido del aceite de oliva y acerca de esto deben tenerse!»
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS II Y I I I . 749

Al 4.° que el bautismo es sacramento » Obispo, mas no signarles en la frente


de absoluta necesidad, y por lo tanto su » con este mismo oleo, pues esto se re-
materia debe encontrarse en todas par- » serva á los obispos, cuando dan el E s -
tes. Mas basta que la materia de este sa- » píritu Santo »; lo cual se hace en la
cramento, que no es de tanta necesidad, confirmación. L u e g o para este sacra-
Be pueda llevar fácilmente á cualquier mento se requiere el crisma consagrado
lugar del mundo. por el Obispo.
Conclusión. No habiendo usado Cristo
ARTÍCULO I I I . — E « tic n e c e s i d a d e n de visibles unciones, lo mismo el crisma
este s a c r a m e n t o q u e e l c r i s m a h a y a s i d o c o n - que el oleO santo de los enfermos deben ser
sogrado p r i m e r a m e n t e p o r e l O b i s p o ? (1) bendecidos, antes de emplearse para uso
del sacramento.
1.° Parece que no es de necesidad de Responderemos, que toda la santifi-
este sacramento que el crisma, que es su cación de los sacramentos se deriva de
materia, baya sido consagrada previa- Cristo, según lo dicho, (c. 64, a. 3). E s
mente por el Obispo; porque el bautis- de considerar empero, que elmismo Cristo
mo, en el que se hace la plena remisión hizo uso de ciertos sacramentos que tie-
délos pecados, no es de menor eficacia nen una materia corpórea, esto e s ' d e l
que este sacramento. Pero aunque se bautismo y también de la Eucaristía. Y
añada cierta santificación al agua bau- por tanto en virtud de haber hecho uso
tismal antes del bautismo, no es sin em- Cristo de las materias de estos sacramen-
bargo de necesidad del sacramento, por- t o s , recibieron estas la aptitud para la
que en caso de necesidad puede omitirse. perfección del sacramento. P o r esta ra-
Luego no es de necesidad de este sacra- zón, dice el Crisóstomo (id habet. Chro-
mento que el crisma haya sido consagra- mat. in Fragmentis, vid. cap. nunquam
do antes por el Obispo. de Consecrat. dist. 4 ) , que «jamás po-
2," L a misma cosa no debe ser consa- » drían las aguas del bautismo purificar
grada dos veces. E s así que la materia » l o s pecados de los creyentes sino hu-
del sacramento se santifica en la colación » bieren sido santificadas por el contacto
misma del sacramento por la forma de » del cuerpo del Señor ». E igualmente
las palabras con que este se confiere ; el mismo Señor tomando el pan lo ben-
por lo cual dice San Agustín ( S u p . Joan, dijo, y asimismo el cáliz, como consta
tract. 80) : « añade la palabra al elemen- (Math. 26 y L u c . 22), por cuya razón
t o y resulta sacramento»: luego no no es necesario en estos sacramentos que
debe consagrarse el crisma antes de con- su materia se bendiga antes porque basta
ferirse este sacramento. la bendición de Cristo. M a s si se emplea
3.° Toda consagración que se hace en alguna bendición, pertenece á la solem-
los sacramentos se ordena á la consecu- nidad del sacramento, y no á su necesi-
ción de la gracia. E s así que la materia dad. E n cuanto á las unciones visibles
sensible confeccionada de aceite y bálsa- Cristo no hizo uso de ellas para que no
mo no es capaz de la gracia. L u e g o no se injuriase á la unción invisible, con la
debe aplicársela alguna consagración. cual fue ungido sobre sus compañeros
Por el contrario : el Papa Inocencio ( P s . 4 4 , 8). Y por esto tanto el crisma,
I' (Epist. ad Decent. c. 3 y consta de como el óleo santo de los enfermos se
Consecrat. c. 119, dist. 4) dice, « á los bendicen antes de destinarlos al uso del
8
presbíteros cuando bauticen les es per- sacramento.
emitido ungir á los bautizados con el Por lo dicho es evidente la respuesta
•* crisma que estuviere consagrado por el al primer argumento.
' untes los s i g u i e n t e s c á n o n e s d e l T r i d e n t i n o : « S i a l g u n o d i - » niente á la utilidad de los q u e los reciben , ó á la veneración
M « e , que l o s r i t o s r e c i b i d o s y aprobados p o r l a I g l e s i a c a l i - » d e los m i s m o s S a c r a m e n t o s , s e g ú n la variedad de las cosas
'Jica, que a c o s t u m b r a u s a r e n l a s o l e m n e a d m i n i s t r a c i ó n d e a tiempos y lugares.o (Scs. x x i , cap. itj. (M. Ll).
' °* S a c r a m e n t o s , p u e d e n s e r m e n o s p r e c i a d o s , ú o m i t i d o s s i n (1) L o s S a n t o s Padres y los Rituales tanto latinos como
Ideado i v o l u n t a d d e l o s m i n i s t r o s . ó q u e p o r c u a l q u i e r p a s -
g r i e g o s , prescriben q u e el crisma d e b e s e r b e n d e c i d o por el
tor i] | . i^]„.:.
G n .i _ _ ... . *-
750 CUESTIÓN L X X I I . — .A R T Í C U L O S III Y I V .

A l 2.° d i r e m o s , q u e u n a y o t r a c o n s a - sanctificationis. L u e g o e s t a n o e s l a for-


gración del crisma no se refieren á lo m i s - m a c o n v e n i e n t e d e e s t e s a c r a m e n t o (4),
m o : p o r q u e así c o m o el instrumento a d - 3.° E s t e s a c r a m e n t o d e b e c o n f o r m a r s e
quiere l a virtud instrumental, cuando a l b a u t i s m o , c o m o l o p e r f e c t o á l o perfec-
recibe la forma de instrumento, y cuando t i b l e , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 2. a r g . 2.°),
es m o v i d o á su efecto p o r el a g e n t e prin- P e r o e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o n o s e hace
cipal , así también, la materia del sacra- m e n c i ó n d e l a c o n s i g n a c i ó n d e carácter,
m e n t o , necesita de dos santificaciones, n i t a m p o c o d e l a c r u z d e C r i s t o (aunque
por u n a de las cuales, se b a c e materia s i n e m b a r g o p o r e l b a u t i s m o m u e r e el
p r o p i a del s a c r a m e n t o , y p o r la otra se h o m b r e c o n C r i s t o c o m o d i c e el Apóstol
aplica al efecto. R o m . 6 ) ; n i t a m p o c o s e m e n c i o n a el
A l 3.° q u e l a m a t e r i a c o r p o r a l n o e s e f e c t o d e l a s a l u d , n o o b s t a n t e q u e el
o a p a z de la gracia c o m o sujeto de ella, b a u t i s m o es n e c e s a r i o p a r a l a salvación;
sino solo c o m o su instrumento, s e g ú n lo e n l a f o r m a d e l b a u t i s m o p ó n e s e también
d i c h o ( C . 62, a . 1 y 3) : y p a r a e s t o s e s o l a m e n t e e l a c t o , y s e e x p r e s a l a per-
consagra la materia del sacramento, y a s o n a d e l b a u t i z a n t e , d i c i e n d o : Ego te
por el m i s m o C r i s t o , y a p o r el O b i s p o baptizo y l o c o n t r a r i o s e a d v i e r t e e n la
que representa en la Iglesia, la persona a n t e d i c h a . L u e g o n o e s l a f o r m a conve-
d e C r i s t o (1). niente de este sacramento.
Por e l c o n t r a r i o . E s t á l a a u t o r i d a d de
ARTÍCULO I V . — ¿ lia forma d e esto sa- l a I g l e s i a q u e u s a d e e s t a f o r m a comun-
c r a m e n t o «te signo c o n l a s e ñ a l d é l a cruz, et- m e n t e (5).
c é t e r a » e s c o n v e n i e n t e ? (2) Conclusión. La predicha forma es
conveniente á este sacramento.
1.° P a r e c e q u e l a f o r m a d e e s t e s a c r a - Responderemos, q u e la predicha for-
m e n t o : Consigno te signo crucis, et con- ma es conveniente á este sacramento,
firmo te chrismate salutis, in nomine Pa- p u e s a s í c o m o l a f o r m a d e l a c o s a natu-
tris, et Filii, et Spiritu Santi, amen, n o r a l l e d a l a e s p e c i e , a s í l a f o r m a d e l sa-
es c o n v e n i e n t e : p o r q u e el uso d e los s a - c r a m e n t o d e b e c o n t e n e r t o d o l o q u e per-
c r a m e n t o s se deriva de Cristo y de los t e n e c e , á l a e s p e c i e d e l s a c r a m e n t o . Mas
A p ó s t o l e s (3). E s a s í q u e C r i s t o n o e s t a - c o m o s e v e , s e g ú n l o d i c h o ( a . 1) e n este
bleció esta f o r m a , ni se lee que los A p ó s - s a c r a m e n t o s e d a e l E s p í r i t u S a n t o para
toles usaron de ella. L u e g o n o es la f o r m a e l v i g o r e n e l c o m b a t e e s p i r i t u a l (6) y por
conveniente de este sacramento. e s o s o n n e c e s a r i a s t r e s c o s a s e n e s t e sa-
2.° A s í c o m o e l s a c r a m e n t o e s e l m i s m o c r a m e n t o , q u e s e c o n t i e n e n e n l a forma
para todos, así también la forma d e b e ser p r e d i c h a : d e l a s c u a l e s l a p r i m e r a es la
la m i s m a ; porque toda cosa t o m a su uni- c a u s a q u e c o n f i e r e l a p l e n i t u d d e l vigor
d a d , c o m o s u ser d e s u f o r m a . A h o r a espiritual, que es la S a n t a Trinidad,la
bien, no todos usan de esta forma ; pues c u a l s e e x p r e s a d i c i e n d o , in nomine
a l g u n o s d i c e n : Confirmo te chrismate tris etc., l a s e g u n d a e s e l v i g o r mismo

(1J La consagración del crisma según el catecismo Romano mitirse que correspondería á la circunstancia y á la Iglesia,
pertenece al Obispo que es el ministro ordinario del Sacra- la indicación de una oración análoga para caso semejante.
mento de la confirmación. Esta consagración se hace todos los La citada en la nota anterior está perfectamente adaptada»
los a ñ o s , el Jueves Santo durante los oficios ; y se reparte la naturaleza y significación de este sacramento, es delaan-
luego el crisma con el óleo á las Iglesias, que por precepto tigüedad más remota, y de ella se encuentran ya pruebas e»
eclesiástico tienen que renovarlos todos los años. (M. Ll.) el octavo siglo. (M. Ll.)
(2) La diversidad de opiniones acerca la {orina de la confir- (i) En la Iglesia griega la forma e s : «Signaculum' dom
mación resulta, según Biluart, de la diversidad de opiniones » Spiritus S a n c t i » , y otras Iglesias de Oriente usan de lormas
sobre la materia de la misma. La opinión común e s , que la diferentes. (M. Ll.)
forma consiste en general en las oraciones que preceden y (5) Se ha indicado dicha forma en la nota 2 . . a

acompañan á la imposición de manos y á la unción , según lo (6) Porque, si bien las persecuciones, el destierro, lostor-
dicho en las Actas de los Apóstoles, v m , 1 5 , y sobre todo en .mentos y el martirio no suelen amenazan ya al que quiere
las palabras latinas : « T e signo con la señal de la cruz y te profesar el E v a n g e l i o , pueden renacer estos peligros; no en
»confirmo con el crisma de s a l u d , en el nombre del Padre, todas partes han cesado, y los misioneros déla China íj' e

» del Hijo y del Espíritu Santo, Amen,.pronunciadas durante Japón y de otros puntos, pagan aun con la vida la confesión
» la unción.» (M. Ll.) de su fe. Ademas las tentaciones inferiores, las seducciones
(3) De Cristo como autor de los Apóstoles, como primeros del mundo s u b s i s t e n , y «el enemigo del nombre cristiano, s¡¡
administradores de los mismos, y aunque es cierto que en el sirve siempre de medios, que en definitiva, son tan peligre
Nuevo Testamento ño se halla contenida la oración que hicie- sos en su acción sobre los fieles , como el martirio en o tr0i

ran los Apóstoles al conferir la confirmación, bien puede ad- tiempos, y hacen quizá más víctimas. (M. Ll.)
CUESTIÓN L X X I I . — ARTÍCULOS IV Y V . 751

espiritual q u e se c o n f i e r e a l h o m b r e , p a r a e s t a b l e c e e nl a f o r m a d e l b a u t i s m o sino
la s a l u d , p o r e l s a c r a m e n t o d e l a m a t e - u n a c t o s o l o , p e r t e n e c i e n t e á l a s a n t i f i -
r i a v i s i b l e , c u a n d o s e d i c e : confirmo te c a c i ó n d e l h o m b r e m i s m o . M a s e s t e s a -
chrismate salutis : l a t e r c e r a e s e l s i g n o c r a m e n t o s e o r d e n a , n o s o l o á q u e el
que s e d a a l c o m b a t i e n t e , c o m o t a m b i é n h o m b r e s e s a n t i f i q u e e n s í m i s m o , s i n o
en l a b a t a l l a c o r p o r a l , l o s s o l d a d o s e s t á n q u e l e c o l o c a e n c o n d i c i o n e s d e s o s t e n e r
señalados p o r las insignias d e sus jefes, cierta p e l e a exterior, y esta es la r a z ó n d e
y p o r e s t o s e d i c e : consigno te signo h a c e r s e m e n c i ó n n o s o l a m e n t e d e l a s a n -
crucis, e n e l q u e t r i u n f ó n u e s t r o R e y t i f i c a c i ó n i n t e r i o r c u a n d o s e d i c e : Con-
c o m o s e d i c e ( C o l o s s . 2). firmo te chrismate salutis s i n o t a m b i é n d e
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e s e g ú n a f i l i a r l e á l a s b a n d e r a s d e l a c r u z p a r a e l
lo e x p u e s t o ( a . 2 a l 1.°), p o r e l m i n i s t e - c o m b a t e e s p i r i t u a l , l o q u e s i g n i f i c a c u a n d o
rio d é l o s A p ó s t o l e s s e d a b a a l g u n a s v e c e s s e d i c e : Consigno te signo crucis (2).
el e f e c t o d e e s t e s a c r a m e n t o , e s t o e s l a A d e m a s p o r l a p a l a b r a bautizar q u e s i g -
plenitud d e l E s p í r i t u S a n t o , p o r ciertos nifica a b l u c i ó n , p u e d e e n t e n d e r s e la m a -
signos v i s i b l e s e f e c t u a d o s m i l a g r o s a m e n t e t e r i a , q u e es el a g u a q u e l a v a , y el e f e c t o
por D i o s , e l c u a l p u e d e c o n f e r i r e l e f e c t o s a l u d a b l e , l o q u e n o s e e n t i e n d e e n l a p a -
del s a c r a m e n t o s i n e l s a c r a m e n t o , y e n - l a b r a c o n f i r m a r ; y p o r t a n t o f u e n e c e s a -
tonces n o e r a n e c e s a r i a n i l a m a t e r i a n i rio c o n s i g n a r e s t a s d o s c o s a s . S e h a d i c h o
la f o r m a d e e s t e s a c r a m e n t o . O t r a s v e c e s ( C . 66, a . 5 a l 1), q u é l a p a l a b r a JEgo,
administraban este sacramento c o m o mi- n o e s d e necesidad á la forma del b a u -
nistros d e l o s s a c r a m e n t o s , y e n t o n c e s t i s m o , p u e s t o q u e s e e n t i e n d e ó e s t á
usaban t a n t o d e l a m a t e r i a c o m o d e l a c o m p r e n d i d a e n l ap a l a b r a d e l a p r i m e r a
f o r m a s e g ú n e l m a n d a t o d e C r i s t o , p o r - p e r s o n a ; s e a ñ a d e n o o b s t a n t e , p a r a ex-
que a l c o n f e r i r l o s s a c r a m e n t o s l o s A p ó s - p r e s a r l a i n t e n c i ó n ; l o c u a l n o e s a s í n e -
toles o b s e r v a b a n m u c h a s c o s a s , q u e n o c e s a r i o e n l a c o n f i r m a c i ó n , q u e n o e s
han sido t r a n s m i t i d a s e n l a s E s c r i t u r a s c o n f e r i d a , s i n o p o r u n m i n i s t r o s u p e r i o r ,
q u e n o s d e j a r o n . P o r l o c u a l S a n D i o n i - c o m o s e d i r á ( a . 11).
sio d i c e ( i n fine E c c l e s h i e r a r c h . c . u l t . )
í que r e s p e c t o d e las p a l a b r a s p o r las q u e ARTICULO V . — E I s a c r a m e n t o d e la
» l o s s a c r a m e n t o s s e c o n f i e r e n , n o e s j u s t o C o n f i r m a c i ó n i m p r i m e c a r á c t e r ? (3)
T> d a r á c o n o c e r á t o d o e l m u n d o s u s e n -
il t i d o m í s t i c o , n i l a s v i r t u d e s q u e D i o s 1.° P a r e c e q u e e l s a c r a m e n t o d e la
n obra o c u l t a m e n t e p o r s u m e d i a c i ó n , sino Confirmación no imprime carácter ; por-
»que e s preciso q u e nuestra tradición q u e este importa cierto signo distintivo.
» s a n t a l a s e n s e ñ e s i n p o m p a s , e s t o e s e n Pero p o r e l s a c r a m e n t o d e l a c o n f i r m a -
» s e c r e t o » (1). P o r l o q u e d i c e e l A p ó s - c i ó n n o s e d i s t i n g u e e l h o m b r e d e l o s i n -
tol h a b l a n d o d e l a c e l e b r a c i ó n d e l a fieles ; pues esto tiene lugar por m e -
E u c a r i s t í a ( i . C o r . 11, 32) : cuando lle- d i o d e l b a u t i s m o , n i a u n t a m p o c o d e l o s
gare dispondré las demás cosas. d e m á s fieles, p o r q u e e s t e s a c r a m e n t o s e
A l 2.° q u e l a s a n t i d a d e s c a u s a d e l a o r d e n a p a r a e l c o m b a t e e s p i r i t u a l , q u e
s a l u d , y p o r t a n t o e s l o m i s m o d e c i r , cris- e s s o s t e n i d o p o r t o d o s l o s fieles. L u e g o
ma de salud y crisma de santificación. este sacramento n o imprime algún c a -
A l 3.° q u e e l b a u t i s m o e s l a r e g e n e r a - r á c t e r .
ción e n l a v i d a e s p i r i t u a l , p o r l a q u e v i v e 2.° S e h a d i c h o y a ( C . 63, a. 2): q u e
el h o m b r e e n s í m i s m o , y p o r t a n t o n o s e e l c a r á c t e r e s c i e r t a p o t e n c i a e s p i r i t u a l ,

(1) Esta cita hace referencia á la disciplina del secreto que es opinion probabilísima que es necesaria para la validez del
se guardaba en los primeros siglos de la Iglesia, y que fué Sacramento, porque sin e l l a , s e faltaría á la integridad de l a
oayendo en desuso á medida que las circunstancias ofrecían forma. (M. Ll.)
monos peligro de revelarla. (M. Ll.) (3) Es de fe que el Sacramento de la confirmación imprime
(2) La Iglesia católica desde su origen se ha atenido inva- carácter, según lo declarado por el concilio Florentino y por
riable y resueltamente al Sacramento de la confirmación, con- el de Trento (ses. v n . de Sacramentis, can. 9.) « S i quis
siderándole como la consagración « de la raza elegida, publi- « d i x e r i t , in tribus Sacramentis , Baptismo scilicet, Confir-
cando las grandezas de aquel que la ha llamado desde las » mattone et Ordine , non imprimi characterem in anima, hoc
> tinieblas á la luz » ( i . Petr. u , 9 , s i g . ) , como la unción de » e s t , signum quoddam spiritnale et indelebile, undo ea
os atletas de Cristo y el armamento completo del soldado de u iterari non possunt, anathema sit. n
l a
fe. Así la señal de la cruz, verdadera enseña del cristiano,
752 CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO V.

y la potencia no es sino activa ó pasiva: te espiritual contra los enemigos de la


la activa se confiere en los sacramentos fe, como se, ve por el ejemplo de los A p ó s -
del orden, y la pasiva ó receptiva por el toles, los que antes de recibir la plenitud
del bautismo. Luego por el sacramento del Espíritu Santo, estaban continua-
de la confirmación no se imprime carác- mente orando en el cenáculo; mas cuan-
ter alguno. do salieron, no se avergonzaban de con-
3.° En la circuncisión que es carácter fesar públicamente la fe aun delante de
corporal, no se imprime algún carácter los enemigos de la fe cristiana. Y por
espiritual. Mas en este sacramento se tanto es evidente que en el sacramento
imprime cierto carácter corporal, puesto de la confirmacion se imprime carác-
que el hombre es marcado por el crisma ter (1).
con la señal de la cruz en la frente. Lue- Al argumento 1.° diremos, que el com-
go en este sacramento no se imprime ca- bate espiritual contra los enemigos invi-
rácter espiritual. sibles compete á todos; mas el pelear
Por el contrario : en todo sacramento contra los visibles, esto es, contra los
que no se reitera, se imprime carácter. Es perseguidores déla fe, confesando públi-
así que este sacramento no se reitera; camente el nombre de Cristo, es pro-
pues dice San Gregorio (habetur de Con- pio de los que han sido confirmados, los
secrat. c. 9, dist. 5) « que el hombre que cuales han ya llegado espiritualmente á
» fuese confirmado de nuevo por el pon- la edad viril, según lo que se d i c e (i,
» tífice, tal reiteración debe ser prohi- Joan. 2 , 14) : os escribo á vosotros jóve-
bida. Luego en la confirmación se-impri- nes , porque sois fuertes, y la palabra it
me carácter. Dios permanece en vosotros, y habéis
Conclusión. En el sacramento de la vencido al maligno. Y por esto el carác-
confirmación se imprime carácter. ter de la confirmacion es signo distintivo,
Responderemos, que según se ha di- no de los infieles respecto de los fieles,
cho (C. 63, a. 2 ) , el carácter es cierta sino de los que han llegado espiritual-
potestad espiritual ordenada á algunas mente á la edad madura respecto de
acciones sagradas. Mas se ha dicho antes aquellos de quienes se dice (i. Pet. 2,2),
(a. 1) que así como el bautismo es cierta re- como niños recien nacidos, etc.
generación espiritual en la vida cristiana, Al 2.° que todos los sacramentos son
asila confirmación es cierto aumento espi- ciertas profesiones de fe. Así pues como
ritual que hace llegar al hombre á la edad el bautizado recibe la potestad espiritual
perfecta espiritual. Es evidente, empero, para profesar la fe recibiendo los otros
por la analogía de la vida corporal, que sacramentos, también el confirmado reci-
una es la acción del hombre inmediata- be la potestad de profesar públicamente
mente después de nacer, y otra la que le por la palabra la fe de Cristo, como por
compete cuando llegó á la edad perfecta. deber.
Y por esto por el sacramento de la confir- Al 3.° que los sacramentos de la anti-
mación se da al hombre la potestad es- gua ley se dicen justicia de lo carne, co-
piritual para ciertas acciones sagradas, mo se ve (Heb. 9); puesto que no pro-
ademas de la que le fue dada en el bau- ducían nada interiormente; y por tanto,
tismo para otras : porque en este recibe en la circuncisión, se imprimía el carác-
el hombre la potestad para hacer las co- ter solamente en el cuerpo, mas no en el
sas que pertenecen á la propia salud, esto alma. Pero en la confirmación con el ca-
es en cuanto vive para sí propio; mas en rácter corporal se imprime á la v e z el
la confirmación recibe la potestad para espiritual, porque es un sacramento de la
hacer aquellas que pertenecen al comba- nueva ley (2).

(1J Elitre ios Santos Padres, hablan del caracter que im_ Posnit. tom. II. p. 168. San Ambrosio, Desacram llb.UIMh»
prime el Sacramento de la confirmacion -. Tertuliano, De pres- San A g u s t í n , Tract. III. in Joan. n. 1 0 , y conlr. lilt. PclU Mí."
tivi, cap. 40 y lib. de Baptism ; el Papa Cornei. Epirt. ad Tab.. cap. 8.° y otros que pueden verse en las Patrologías. (M. >"•
San Cipriano, Ep, 73 adJnbain; San Crisòstomo, Noni. IIin (2) Servirá , tal v e z , para hacerse cargo del valor c imp*-
Epist ad Ephes, n. 2 y Noni. Ili, in Episl. ad Cor.; San Cirilo de lanciadel carácter sacramental,, tener presente que San la
Jerusalem , Catlie. III. n. 3 ; San B a s i l i o , Nom:III. in S. Bapt. llama al Hijo de D i o s , caracter de la sustancia de Dios,xa,
n. 5.-, San E p i f a n i o , Naercs V. edet. Petav. n. 6.; San Gregorio racter tes hipostaseos ton Theon (Ep. á los hebreos, cap.
Nacianzeno, Orai. XI. n. 4 ; San Gregorio INiseno, Orai, de 3.) (M. Ll.)
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO V I . 753

A R T Í C U L O V I . — EÍ carácter «te i a Responderemos q u e e l c a r á c t e r d e l a


confirmación p r e s u p o n e e l d e l b a u t i s m o ? (1) confirmación presupone necesariamente
el carácter bautismal, de tal suerte que,
1.° P a r e c e q u e e l c a r á c t e r d e l a c o n - s i a l g u n o n o b a u t i z a d o f u e r a c o n f i r m a d o ,
firmación n o presupone necesariamente n a d a recibiría, sino que sería preciso con-
el c a r á c t e r b a u t i s m a l ; p o r q u e e l s a c r a - firmarle de nuevo después del bautismo:
mento d e l a confirmación s eordena á y l a r a z ó n de esto es p o r q u e la confirma-
confesar p ú b l i c a m e n t e l a f ed e C r i s t o . c i ó n s erefiere a l b a u t i s m o , c o m o e l a u -
P e r o m u c h o s aun a n t e s d e l b a u t i s m o s o n m e n t o á l a g e n e r a c i ó n , s e g ú n r e s u l t a d e
c o n f e s o r e s p ú b l i c a m e n t e d e l a f e d e C r i s - l o d i c h o ( a . 1). E s e v i d e n t e e m p e r o q u e
to, d e r r a m a n d o s u s a n g r e p o r e l l a . L u e - n a d i e p u e d e l l e g a r á l a e d a d v i r i l , s i p r i -
go el c a r á c t e r d e l a c o n f i r m a c i ó n n o p r e - m e r a m e n t e n o n a c e ; é i g u a l m e n t e , s i a l -
supone e ld e l b a u t i s m o . g u n o no está bautizado, no p u e d e recibir
2.° D e l o s A p ó s t o l e s n o s e l e e q u e f u e - e l s a c r a m e n t o d e l a c o n f i r m a c i ó n (2).
s e n b a u t i z a d o s , antes b i e n s e d i c e ( J o a n . A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a v i r -
4) q u e e l m i s m o C r i s t o n o b a u t i z a b a , t u d d i v i n a n o e s t á l i g a d a á l o s s a c r a -
sino s u s d i s c í p u l o s , y s i n e m b a r g o f u e r o n m e n t o s : p o r l o c u a l p u e d e s e r c o n f e r i d o
después c o n f i r m a d o s p o r l a v e n i d a d e l al h o m b r e e l v a l o r e s p i r i t u a l p a r a c o n f e -
Espíritu S a n t o . L u e g o i g u a l m e n t e otros sar p ú b l i c a m e n t e l a f e d e C r i s t o sin e l
p u e d e n s e r c o n f i r m a d o s antes d e s e r b a u - s a c r a m e n t o d e l a c o n f i r m a c i ó n ; c o m o
tizados. también puede conseguirse e l perdón de
3.° S e d i c e ( A c t . 10, 4 4 ) , q u e estan- l o s p e c a d o s s i n e l b a u t i s m o . S i n e m b a r -
do aún diciendo Pedro estas palabras, g o , c o m o n a d i e c o n s i g u e e l e f e c t o d e l
descendió el Espíritu Santo sobre todos b a u t i s m o s i n e l d e s e o d e é l ; a s í n a d i e
los que oían la palabra ( v . 46) y los oían c o n s i g u e e l e f e c t o d e l a c o n f i r m a c i ó n , s i
hablar en lenguas: y d e s p u é s m a n d ó n o d e s e a r e c i b i r l o , c u y o d e s e o p u e d e
P e d r o q u e f u e r a n b a u t i z a d o s . L u e g o p o r t e n e r s e t a m b i é n antes d e l a r e c e p c i ó n d e l
i d e n t i d a d d e r a z ó n p u e d e n o t r o s s e r c o n - b a u t i s m o (3).
firmados antes d e q u e s e b a u t i c e n . A l 2.° q u e , c o m o d i c e S a n A g u s t í n
Por el c o n t r a r i o , P a b a n M a u r d i c e ( E p i s t . 265 ó 1 0 8 ) , p o r e s t a s p a l a b r a s
( D e i n s t i t . c l e r i c . 1. 1, c . 3 0 ) , j q u e e l d e l S e ñ o r ( J o a n . 13, 10), el que está la-
í s u m o s a c e r d o t e d a e l E s p í r i t u S a n t o vado, no necesita sino lavar los pies (4),
5) p o r l a i m p o s i c i o u d e m a n o s a l b a u t i - s e e n t i e n d e « q u e P e d r o y l o s o t r o s d i s -
í zado, para que sea robustecido por e l » cípulos de Cristo fueron bautizados y a
» Espíritu S a n t o para predicar». » p o r el b a u t i s m o d e J u a n ( c o m o a l g u n o s
Conclusión. El carácter de la confir- » p i e n s a n ) ó ( l o q u e e s m á s c r e í b l e ) p o r
mación presupone por necesidad el ca- » e l b a u t i s m o d e C r i s t o ; p o r q u e n o r e -
rácter bautismal, de manera que, si al- » huso e l m i n i s t e r i o d e b a u t i z a r , a u n q u e
guno no bautizado fuere confirmado nada » t u v i e s e t a m b i é n s e r v i d o r e s b a u t i z a d o s ,
recibiría, y sería necesario bautizarle » p o r l o s c u a l e s b a u t i z a r a á o t r o s » .
para confirmarle después. A l 3.° q u e l o s q u e o í a n l a p r e d i c a c i ó n

(1) Por necesidad, dice el Sto. Doctor, el carácter de la con- » redemit Salvator, latus transfixus sanguinem et aquam emi-
firmación presupone el carácter del bautismo, porque como se » s i t , ut alii quidem pacis tempore per aquam , alii vero per-
ha dicho antes, la confirmación es la perfección y consuma- » secutionum temporibus propriis sanguinibus baptizarentur.
ción del bautismo. (M. Ll.) oWam et martyrium baptismi nomine significare suevit Ser-
(2) Ni tampoco ningún otro, porque el bautismo es la puer- » vator etc.»
ta de los demás sacramentos. iYisi quis renalus fuerit ex aqua etc. (4) Algunos han querido ver un Sacramento en estas pala-
De aquí que si un presbítero, por ejemplo , resultase que se bras del S e ñ o r , apoyadas en que S. Ambrosio (Lib. de Mis-
había ordenado sin estar bautizado , habría que bautizarle y teriis, cap. v i , n. 32, obra de dudosa autenticidad) y 8an
ordenarle otra vez , según el Concilio Florentino ,- este caso Bernardo (Serm. in ccena Domini n. 2 ) , llaman Sacramento á
empero, es casi imposible hoy atendidas las pruebas que se la ablución de los pies ; empero ni uno ni otro lo entienden en
«¡gen, entre otras la partida de bautismo , antes de la orde- el sentido de que esta práctica, usada una vez al ano en la
nación. (M. Ll.) I g l e s i a , tenga el carácter y la eficacia de Sacramento, y si
(3) Ténganse presente aquí las dos especies de dones de solo la virtud de borrar los pecados veniales por el acto de
que habla el Apóstol ( i , Corint. 12 y 1 3 , u. Corint. 1, 22) y lo humildad que ejerce el que la practica. Pertenece más bien á
ine se dirá más adelante acerca los efectos del carácter sacra- lo que se llaman Sacramentales. V. Maurines pref. á las id, de
mental. (Convienen ademas con lo expuesto en el texto ¡as estos S S . PP. y principalmente con respecto á San Bernardo,
palabras de San Cirilo de Jerusalem (Calhech. m , n. 10), ha- i D ' A r g e n t r é , varia; disputationes Theologicre etc. París 1712.
blando de dos especies de bautismo : o Qui orbem per crucera. I pág. 208. (M. Ll.)

SUBÍA TEOLÓGICA.—TOMO I V . 48
754 CUESTIÓN LXXII.—ARTÍCULOS VI Y VII.

de Pedro recibieron milagrosamente el » p l e n i t u d de l a i n o c e n c i a , e n l a confirma-


efecto de l a c o n f i r m a c i ó n , m a s no el s a - » cion otorga el a u m e n t o de l a gracia»,
cramento de l a confirmación. S e b a d i c h o Conclusión. Dándose en la confirma-
( a . 2 , a l 1.° y a . 4 a l 1.°) que puede ser ción el Espíritu Santo para robustecer,
conferido á a l g u n o el efecto de l a confir- es consiguiente que este sacramento con-
m a c i ó n antes del b a u t i s m o , m a s no el s a - fiere la gracia santificante.
cramento de l a confirmación ; porque así Responderemos, q u e e u e s t e s a c r a -
c o m o e l efecto de l a c o n f i r m a c i ó n q u e es m e n t o s e g ú n l o d i c h o ( a . 4), se d a a l bau-
el vigor espiritual, presupone el efecto tizado el Espíritu Santo para robuste-
d e l b a u t i s m o , q u e es l a j u s t i f i c a c i ó n , a s í c e r l e , c o m o f u e d a d o á l o s A p ó s t o l e s e n el
el s a c r a m e n t o d e l a confirmación presu- d i a d e P e n t e c o s t é s , s e g ú n s e l e e ( A c t . 2),
pone el del bautismo. y c o m o t a m b i é n se d a b a á l o s b a u t i z a d o s
p o r l a i m p o s i c i ó n de m a n o s de los Após-
ARTÍCULO V I I . — ¿vor ci sacramento
toles, c o m o se d i c e ( A c t . 8). S e h a de-
d e l a confirmación s e confiere l a gracia s a n t i -
mostrado en la primera parte (C. 43, a. 3),
ficante ri) ?
que l a misión ó el dar el E s p í r i t u Santo
l.° Parece que por este sacramento no tiene lugar sino con l a gracia
santifi-
n o se confiere l a g r a c i a s a n t i f i c a n t e ; p o r - c a n t e . L u e g o e s notorio q u e s e c o n f i e r e
que esta se ordena contra la culpa; y e s t a gracia e n e l s a c r a m e n t o d e l a con-
e s t e s a c r a m e n t o , s e g ú n l o d i c h o ( a . 6) no firmación (2).
se d a sino á los b a u t i z a d o s , que h a n sido A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l pri-
l i m p i a d o s de t o d a c u l p a . L u e g o por este mer efecto de l a gracia s a n t i f i c a n t e e s la
s a c r a m e n t o n o se confiere l a g r a c i a san- remisión de l a culpa : t i e n e s i n e m b a r g o
tificante. otros efectos, porque basta para pro-
2.° L o s pecadores necesitan principal- mover al hombre por todos los grados
mente la gracia santificante, por sola la hasta la vida eterna, según aquello
que p u e d e n ser justificados. S i pues por ( R o m . 6, 27): la gracia de Dios es ¡a
este s a c r a m e n t o se confiere l a g r a c i a s a n - vida eterna. P o r l o c u a l a l m i s m o S a n
tificante, parece que deberá darse á los Pablo se ha dicho (n. Cor. 12, 9 ) , te
que están en pecado, lo cual sin embargo basta mi gracia, y d e s í m i s m o dice
n o es v e r d a d e r o . ( i . C o r . 15, 10), por la gracia de Dios,
3.° L a gracia santificante no difiere soy lo que soy. Y p o r e s t o l a g r a c i a san-
en especie, puesto que se ordena á un tificante es d a d a n o solo para l a remi-
solo efecto. P e r o dos f o r m a s de l a m i s m a s i ó n de l a c u l p a , s i n o t a m b i é n p a r a au-
e s p e c i e no p u e d e n e s t a r e n u n m i s m o s u - mento y firmeza d e l a j u s t i c i a , y a s í es
jeto. L u e g o confiriéndose al hombre la c o n f e r i d a en este s a c r a m e n t o .
g r a c i a santificante por el b a u t i s m o , pa- A l 2.° q u e , c o m o d e s u m i s m o nombre
r e c e q u e p o r e l s a c r a m e n t o de la confir- a p a r e c e , e s t e s a c r a m e n t o s e d a p a r a con-
m a c i ó n , q u e n o se o t o r g a s i n o a l b a u t i z a - firmar l o q u e e x i s t í a p r e v i a m e n t e , y por
do, no s e c o n f i e r e l a g r a c i a santificante. lo t a n t o n o d e b e s e r c o n f e r i d o á l o s que
Por el contrario, dice el papa Mel- n o t i e n e n l a g r a c i a . A s i p u e s , c o m o n o se
quíades ( i n E p i s t . única, et habetur, De o t o r g a á l o s q u e n o e s t á n b a u t i z a d o s , así
Consecrat. c . 2, d i s t . 5): «en la fuente no debe darse á los pecadores adultos
» del bautismo el E s p í r i t u Santo da la sino á los reparados por la penitencia (3).

(1) Los efectos del Sacramento de la confirmación son : 1.° » externa sint acceptre per fidem gralire vel justitirc , et noia:
aumenta la gracia santificante recibida en el bautismo; 2,° da » quredam Christiana? profesionis, quibus apud homines (lis-
l a gracia especial de creer firmemente en l a doctrina cristiana, » cernunlur fideles ab infidelibus , anathema sit.—Can. VII:Si
profesarla con constancia y vivir conforme á ella (San Juan « q u i s dixerit non dari gratiam per hujusmodi sacramenta
x v , 2t>; Luc. x x i v , 49 ; Actos de los A p . LXXXI , 4 ; I I , 2 ; V , » semper , et omnibus, quantum est ex parte Ilei, cüainsirite
4 1 , 42.J 3.° imprime un carácter indeleble (Hebr. v i , 4 , 6, » ea suscipiant, sed aliquando et alíquihus ; anathema sit.-
Conc. Trld. ses. v n de Sacrament. eau. 9). (M. Ll). » Can. v m . Si quis dixerit per ipsa ex opere oporato non eon-
(2) Contra la doctrina de los novadores acerca de los efectos » ferri gratiam, sed solam fidem divina? promissionis ad gra-
de los Sacramentos, el Concilio Tridentino declaró lo siguien- » tiam consequendam suflicere , anathema sit. »
te (ses. vil. de Sacram.) Can. v . « Si quis dixerit hxc Sacra- (3) Por esto se llama sacrapienlo de v i v o s , que suponed
» menta (de la nueva Ley) propter solam fidem nulriendam estado de gracia, y si el que debe ser confirmado ha perdido
» instituía fuisse, anathema s i t — C a n . vi. Si quis dixerit non la inocencia bautismal por algún pecado grave , debe hacerse
»continere gratiam, quam significant, aut gratiam ipsam digno y capaz de recibir eficazmente este Sacramento punt-
» non ponentíbus obicem non conferre, quasi signa tantum eándose en las aguas de la penitencia. (M. Ll.)
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULOS VII Y VIII. 755

P o r lo cual se dice eu e l C o u c i l i o de O r - 2.° P o r e s t e s a c r a m e n t o l l e g a a l g u n o


leans ( h a b e t u r inter C a p i t H e r a r d i T u - espiritualmente ála e d a d perfecta (3). E s
r ó n c a n . 75 y D e C o u s e c r e t . c . 6 , d i s t . así que esta repugna á l a edad pueril.
5): « q u e v e n g a n e n a y u n a s á l a c o n f i r - L u e g o a lm e n o s n o d e b e darse á l o s
s m a c i o n , que s e les aconseje confesarse niños.
» antes, p a r a que u n a v e z purificados p u e - 3.° C o m o dice e l P a p a M e l q u í a d e s
» dan recibir el d o n del E s p í r i t u S a n t o ». (Epist. única e t habetur d e consecrat.
Y entonces por este s a c r a m e n t o se perfec- c. 2 , dist. 5 ) ; «d e s p u é s d e l b a u t i s m o s o -
ciona e l e f e c t o d e l a p e n i t e n c i a , c o m o » mos confirmados para e l combate».
t a m b i é n e l d e l b a u t i s m o ; p u e s t o q u e pol- M a s e l pelear no compete á las mujeres
la g r a c i a c o n f e r i d a e n e s t e s a c r a m e n t o por la fragilidad de su sexo. L u e g o éstas
consigue elpenitente l a más plena remi- n o d e b e n ser confirmadas (4).
sión d e l p e c a d o : y s ia l g ú n a d u l t o e s t á 4.° E l m i s m o P a p a M e l q u í a d e s dice,
en p e c a d o sin t e n e r d e e l l o c o n c i e n c i a , ó q u e ( i b i d . ) <r a u n q u e l o s b e n e f i c i o s d e l a
si t a m b i é n s e a c e r c a á é l s i n e s t a r p e r f e c - » regeneración bastan á aquellos que son
tamente contrito, con tal que se acerque » transitorios ( 5 ) , sin e m b a r g o los a u x i -
sin ficción, c o n s i g u e l aíemision d e los y> l í o s d e l a c o n f i r m a c i ó n s o n n e c e s a r i o s
pecados por m e d i o de la gracia conferida » para los que d e b e n v e n c e r ; porque l a
en e s t e s a c r a m e n t o ( 1 ) . 3) c o n f i r m a c i ó n a r m a é i n s t r u y e p a r a s o s -
A l 3.° q u e s e g ú n se b a d i c b o ( C . 6 2 , » t e n e r las luchas y c o m b a t e s d e este
a. 2 ) , l a g r a c i a s a c r a m e n t a l a ñ a d e s o b r e » m u n d o : mas e l que después del bau-
la g r a c i a s a n t i f i c a n t e t o m a d a e n g e n e r a l , » tismo, viene á morir inmaculado con-
algo efectivo q u e p r o d u c e el e f e c t o e s p e - s> s e r v a n d o l a i n o c e n c i a a d q u i r i d a , e s c o n -
cial á q u e s e o r d e n a e l s a c r a m e n t o . S i » firmado p o r l a m u e r t e , p u e s t o q u e n o
pues s e c o n s i d e r a l a g r a c i a c o n f e r i d a e n » p u e d e y apecar después d e ésta».
este s a c r a m e n t o e n c u a n t o á l o q u e e s L u e g o álos que están próximos á morir
común, a s ípor este sacramento n o s e no debe conferírseles este sacramento, y
confiere a l g u n a o t r a g r a c i a q u e p o r e l por tanto no debe darse á todos.
bautismo, sino q u e se a u m e n t a la q u e an- P o r e l c o n t r a r i o : d í c e s e ( A c t . 2,2):
tes b a b í a . M a s s i s e c o n s i d e r a e n c u a n t o viniendo el Espíritu Santo llenó toda la
á aquello especial que es a ñ a d i d o , enton- casa, p o r l o c u a l s e s i g n i f i c a l a I g l e s i a ;
ces n o es d e l a m i s m a e s p e c i e q u e l a d e l y d e s p u é s s e a ñ a d e ( v . 4 ) , y fueron todos
bautismo. repletos del Espíritu Santo. E s a s í q u e
este sacramento se confiere para conse-
ARTÍCULO V I I I . — D e b e c o n f e r i r s e e s - guir aquella plenitud. L u e g o debe con-
te s a c r a m e n t o n t o d o s (2) ? ferirse á todos los q u e están dentro l a
Iglesia.
l.° P a r e c e q u e este s a c r a m e n t o n o s e C o n c l u s i ó n . Confiriendo este sacra-
debe conferir át o d o s :p o r q u e este s a c r a - mento, para que el hombre sea promovido
mento se d a p a r a cierta superioridad, se- a la plenitud espiritual iniciada par el
gún lo d i c b o ( a . 1 y 4).' P e r o lo q u e p e r - bautismo, debe ser conferido á todos.
tenece á l a s u p e r i o r i d a d n o c o m p e t e á Responderemos que según l o dicho
todos. L u e g o este s a c r a m e n t o n o d e b e ( a . 1), p o r e s t e s a c r a m e n t o e s p r o m o v i d o
conferirse á t o d o s . espiritualmente e lh o m b r e ála edad per-

(1) Be ahí que San Alfonso y otros d i g a n , que alguna v e z de razón. (M. Ll.)
se confiere la primera gracia santificante por este Sacramento. (3) Es decir , v i r i l , puesto que la perfecta edad , hablando
(2) Costumbre era de la primitiva Iglesia , por las circuns- en absoluto , es el estado de b e a t i t u d , ó de gloria después de
tancias que sobrevenían á cada momento , administrar la con- la resurrección. (M. Ll.)
firmación inmediatamente después del bautismo y el Concilio (4) La etimología del verbo latino pugnare abraza los dos
de Laodicea (an. 3(14) en el can. 4S, convierte en ley esta cos- sentidos material y formal- A s í se pelea contra la inteligencia
luiubrc eclesiástica. El catecismo romano, empero, hace ob- y el corazón con mayor fuerza, quizá que contra el cuerpo y
servar que á todos después del bautismo se les puede adminis- en esta lucha la mujer cristiana sabe cuan necesario la es el
trar la confirmación , pero que parece no debe hacerse antes sacramento de la confirmación para no ser vencida. V. A r t . v m
o,uc los niños tengan el uso de razón , por lo c u a l , si no se al 3.° |M. Ll.)
aguarda á los doce años , no conviene diferirlo más allá de (5) Es decir, que están como de paso en este mundo, á
los siete {pat. n, n. 15.) Es potestativo d é l o s prelados fijar manera de transeúntes , porque mueren prematuramente
hoy el tiempo. Benedicto x i v en lacoiist. 1 2 9 , Eo quamvis, 9, (M.L1.) " '
del año 1745 , declara que no es licito confirmar antes del uso
756 CUESTIÓN LXXII. — A R T Í C U L O S VIII Y I X .

fecta. M a s en l a intención de la natura- » forma y del nacimiento ; por este mo-


leza está que todo elque corporalmente » t i v o se prohibe e l q u e t o m e n parte en
nace, llegue á l a edad perfecta: pero » ellos los s i e r v o s , las m u j e r e s , los an-
esto es impedido áveces por la corrupti- » cíanos y los niños. M a s los combates
bilidad del c u e r p o , q u e es p r e v e n i d a p o r » c e l e s t i a l e s , e s t á n a b i e r t o s á t o d a per-
la m u e r t e . C o n m a y o r r a z ó n es d e l a in- s s o n a , á t o d a e d a d y á t o d o s e x o ». Y
tención d e D i o s llevarlo t o d o ála p e r f e c - (in h o m . D e m i l i t i a spirit.) d i c e « ante
ción, de c u y a imitación participa esto l a » D i o s también milita e l sexo femenino;
naturaleza. P o r l o cual t a m b i é n se dice » p o r q u e m u c h a s mujeres h a n sostenido
( D e u t . 3 2 , 4) : las obras de Dios son B c o m b a t e s espirituales c o n á n i m o varo-
perfectas. E l a l m a e m p e r o á l a c u a l p e r - » n i l : h a y a l g u n a s q u e c o n e l v a l o r del
tenece tanto e lnacimiento espiritual, j> h o m b r e i n t e r i o r h a n i g u a l a d o á l o s h é -
c o m o l aperfección de l ae d a d espiritual, » roes cristianos en las l u c h a s del marti-
es inmortal, y así c o m o puede conseguir » rio, y otras h a n sido m u c h o m á s vale-
el n a c i m i e n t o espiritual e n e l t i e m p o d e » rosas q u e los h o m b r e s ». Y p o r lo tanto
la senectud, así también p u e d e conseguir debe t a m b i é n conferirse este sacramento
la edad perfecta en l aépoca de la j u v e n - á las mujeres.
tud ó d el a niñez ; porque tales edades A l 4.° q u e c o m o s e h a d i c h o e l a l m a
corporales del alma en nada l a perjudi- á l a c u a l p e r t e n e c e l a e d a d e s p i r i t u a l es
can. P o r esta razón debe conferirse á to- i n m o r t a l . Y p o r e s t o t a m b i é n s e debe
d o s e s t e s a c r a m e n t o (1). c o n f i r m a r á l o s q u e e s t á n e n p e l i g r o de
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e s t e s a - m u e r t e (4) p a r a q u e a p a r e z c a n p e r f e c t o s
c r a m e n t o se d a p a r a adquirir cierta esce- en la resurrección, s e g ú n aquello (Eplies,
lencia,no de un hombre respecto de otro, 4, 13) : hasta que todos lleguemos á va-
c o m o e l sacramento del o r d e n ; sino del ron perfecto, según la medida de la edad
h o m b r e á s í m i s m o , á l am a n e r a ' q u e e l cumplida en Cristo. Y a d e m a s H u g o d e
varón mismo perfecto tiene cierta supe- S a n V í c t o r d i c e ( D e s a c r a m . 1. 2, p a r t .
rioridad respecto d es ípropio á c u a n d o 7, c . 3) : « s e r í a d e t o d o p u n t o p e l i g r o s o
era muchacho. » si s u c e d i e r a q u e s a l i é r a m o s d e e s t a vida
A l 2.° q u e , c o m o s e h a d i c h o , l a e d a d y> s i n l a c o n f i r m a c i ó n » , n o p o r q u e n o s
c o r p o r a l n o i n f l u y e s o b r e e l a l m a (2), c o n d e n á s e m o s , á n o s e r , p o r d e s p r e c i o de
p o r c o n s i g u i e n t e aun e n l a e d a d p u e r i l (3), este sacramento ;sino porque esperimen-
puede e l hombre conseguir l a perfección t a r í a m o s e ld e t r i m e n t o d e perfección.
de l a e d a d espiritual, d e l a q u e se dice P o r lo cual t a m b i é n los niños q u e mue-
( S a p . 4 , 8 ) : la vejez venerable no es ren después d e h a b e r sido confirmados
la duradera ni la computada por nú- c o n s i g u e n m a j ' o r g l o r i a , c o m o a q u í ob-
mero de años, y d e a q u í e s q u e m u c h o s tienen m a y o r gracia. A q u e l l a autoridad
en la edad pueril, fortalecidos por e l E s - e m p e r o s e e n t i e n d e e n c u a n t o q u e n o es
píritu S a n t o , combatieron valerosamente necesario este s a c r a m e n t o á los moribun-
por Cristo, hasta derramar su sangre. d o s , p o r e l p e l i g r o d e l a l u c h a presente.
A l 3.° q u e c o m o d i c e e l C r i s ó s t o m o
A R T Í C U L O I X . — » e b o c o n f e r i r s e este
(in h o m . d e M a c h a b . ) , « e n los ( a g o -
s a c r a m e n t o e n l a f r e n t e ? ( 5)
» nibus ) combates mundanos , s e r e -
» quiere l adignidad d el a edad, d e l a 1.° P a r e c e q u e n o d e b e c o n f e r i r s e e s t e

(1) No por necesidad de media ó por necesidad de precepto , de diera recordar las palabras dicotomía, tricotomía y las referen-
modo que sin é l , no habiendo desprecio del Sacramento, no tes al origen del alma , preexistencia, traducianlsmo, gencraáa-
puedan salvarse , sino para ser mejor y para la debida con- nismo, creacionismo. V. entre otros á K. Thuman. « Las partes
gruencia. A s í dice la nota correspondiente á este lugar de la «constitutivas del hombre y sus relaciones según la ensc-
edición de la Suma de Santo Tomas, tom. 7.° Paris 1877, pag. 12, » fianza de la Iglesia católica. B a m b e r g , 1810 y el lomo ni.
y como esta palabra pudiera recordar el congruismo y la con- pág. 354 de la Dogmat. Cint. de Standemaier. (M. Ll.)
gregación de auxlliis ; pueden consultarse la Historia eclesiástica (3) V. lo dicho en la nota 2." pág. 755.
de Fleurí, con la continuación del P. Alejandro de San Juan, (4) El peligro de muerte puede ser próximo y remolo; aquí
carmelita, Angsburgo, 1783 ; la Historia controversiarum de div. parece se habla del próximo y en este caso dicen algunos, pe-
gralios auxiliis. sub SS, PP. Sixto V, Clemente XIII el Paulo V, caría gravemente el obispo que no confirmase al moribundo
Amberes, 1705 del P. Livinio Meyer (Teodoro Eleuterio) j e - que pedía este Sacramento ; mas otros apoyados en los incon-
suíta, y á T. U. M a n n h a r t , De ingenua indole gralios efftcacis, venientes y en la práctica común en contrario, lo niegan con
Thesaurus Lacharía} tomo. v . (M. Ll.) más probabilidad.
(2J Acerca de la influencia del alma sobre el cuerpo, que pu- (5) Tal ha sido la práctica constante de la Iglesia, como
CUESTIÓN LXXII. — A R T Í C U L O S IX Y X .

s a c r a m e n t o en l a f r e n t e ; p o r q u e es p e r - donde estaban ocultos y se manifestaron


fectivo del s a c r a m e n t o del b a u t i s m o , se- á t o d o e l m u n d o ; 2. p o r q u e a l g u n o e s
a

g ú n s e h a d i c h o ( C . 65, a . 4). E s a s í q u e impedido de confesar libremente e l n o m -


el s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o e s c o n f e r i d o bre de Cristo por dos causas ;por temor
al h o m b r e e n t o d o e l c u e r p o . L u e g o é s t e ó por vergüenza. L aespresion d e estos
sacramento no debe conferirse solo en l a dos signos s e manifiesta en l afrente p o r
frente. dos causas, por la proximidad de l a ima-
2.° E s t e s a c r a m e n t o s e d a p a r a e l v i - ginación y p o r q u e el m o v i m i e n t o d e los
g o r e s p i r i t u a l , s e g ú n s e h a d i c h o ( a . 1); afectos sube directamente del corazón á
y este consiste m á s b i e n e ne l c o r a z ó n . la frente ; por lo cual « los que se aver-
L u e g o este sacramento debe conferirse » g ü e n z a n se enrojecen y los que temen,
más bien sobre el corazón q u e en la frente. » p a l i d e c e n » c o m o s e d i c e ( E t h i c . 1. 4,
3.° E s t e s a c r a m e n t o s e d a a l h o m b r e , c. u l t . ° ) . Y p o r e s o s e u n g e c o n e l c r i s m a
para que confiese l i b r e m e n t e l a f e d ee n l a f r e n t e , p a r a q u e n i p o r e l t e m o r ,
C r i s t o (1). Mas de boca se hace la con- n i p o r l a v e r g ü e n z a s e d e j e d e c o n f e s a r
fesión para la salud c o m o s e d i c e ( R o m . el n o m b r e de Cristo.
10, 10). L u e g o e s t e s a c r a m e n t o d e b e A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e p o r e l
conferirse m á s b i e n c e r c a d e l a b o c a , q u e bautismo, somos regenerados á l a vida
en l a f r e n t e . espiritual, que pertenece á todo e l h o m -
Por el contrario: R a b a n M a u r d i c e b r e ; p e r o e n l a c o n f i r m a c i ó n s o m o s r o -
( D e i n s t i t . c l e r i c . 1. 1, c . 30): « e l b a u t i - b u s t e c i d o s p a r a e l c o m b a t e , c u y o s i g n o
» z a d o e s u n g i d o p o r e l s a c e r d o t e c o n el d e b e s e r l l e v a d o e n l a f r e n t e , c o m o e l l u -
» crisma e n l a parte superior d e l a ca- g a r m á s visible.
lí» b e z a , y p o r e l p o n t í f i c e en l a f r e n t e . A l 2.° q u e e l p r i n c i p i o d e l a f o r t a l e z a
Conclusión. Convenientemente el hom- e s t á e n e l c o r a z ó n , m a s e l s i g n o a p a r e c e
bre es ungido en este sacramento con el e n l a f r e n t e ; p o r l o c u a l s e d i c e ( E z e c h .
crisma en la frente mediante la señal de 3, 8) : he aquí que yo he hecho tu
la cruz. frente más dura que la frente de ellos. Y
Responderemos q u e s e g ú n l o d i c h o por eso e l sacramento de l a Eucaristía,
( a . 1), e n e s t e s a c r a m e n t o r e c i b e e l h o m - p o r e l c u a l el. h o m b r e e s c o n f i r m a d o e n
bre el E s p í r i t u S a n t o p a r a fortificarle e n sí m i s m o , p e r t e n e c e a l c o r a z ó n s e g ú n
los c o m b a t e s e s p i r i t u a l e s q u e t i e n e q u e a q u e l l o : ( P s . 103, 15), con el pan coi-ro-
sostener, c o n los adversarios de l a f e d e bore su corazón : p e r o e l s a c r a m e n t o d e
C r i s t o , á fin d e c o n f e s a r v a l e r o s a m e n t e la confirmación s e requiere, en signo de
esta fe. P o r l o c u a l es s i g n a d o c o n v e n i e n - fortaleza, respecto á otros, y por tanto
temente c o n e lc r i s m a sobre l afrente c o n se d a en la frente.
l a s e ñ a l d e l a c r u z ; p o r d o s r a z o n e s : 1. a
A l 3." q u e e s t e s a c r a m e n t o s e c o n f i e r e
p o r q u e e l c r i s t i a n o es m a r c a d o c o n e l p a r a c o n f e s a r l i b r e m e n t e , (la fe) n o p a r a
signo d e l a c r u z , c o m o e l s o l d a d o p o r e l confesarla simplemente, porque esto s e
de su j e f e , q u e d e b e s e r e v i d e n t e y m a n i - h a c e t a m b i é n e ne l b a u t i s m o , y así no
fiesto. E n t r e t o d a s l a s p a r t e s d e l c u e r p o d e b e darse en l a b o c a sino en la frente,
Humano, l a frente e s l am á s visible, y d o n d e aparecen los signos d e las pasio-
que n o s e c u b r e n u n c a p o r l o g e n e r a l ; y nes p o r las cuales se i m p i d e l alibre c o n -
por e s t o , s e u n t a c o n e l c r i s m a e n l a f e s i ó n (2).
frente a lc o n f i r m a d o , p a r a q u e m a n i f i e s t e
claramente q u e e s cristiano, c o m o t a m - ARTÍCULO X . — E l q u e e s confirmado
d e b e t e n e r s e r t e n i d o p o r o t r o ? (3)
b i é n los A p ó s t o l e s d e s p u é s d e r e c i b i d o el
Espíritu S a n t o , salieron d e l cenáculo 1.° P a r e c e q u e e l q u e e s * c o n f i r m a d o
puede verse en Tertuliano (lib. De prescrlpt. c 10) ; San Ci- sia el Sacramentnrio de San Gregorio Magno y el decreto de
rilo de Jurusalen (cath. 3 ) ; Inocent.I (ad. Discent. a. 3) y Eugenio IV á los armenios. La costumbre de los griegos de
otros. Por esto el concilio Florentino, dice, que debe conferirse ungir ademas en los ojos, en los oidos y en el pecho, no es
en la frente, sitio del pudor, para que no se avergüencen los esencial y es esclusiva solo de ellos. — M. Ll.
confirmados de confesar el nombre de Cristo. — M . Ll. (3) El nombramiento de padrinos no es esencial en el Sacra-
(1) Es decir, varonilmente, sin miedo, con intrepidez, con mento de la confirmación, pero suelen nombrarse y sus nom-
libertad cristiana, sin avergonzarse. — M. Ll. bres constan en la partida, ó en el libro que se conserva para
(2) Por consiguiente es de necessiíale sacramenti que la unción los efectos correspondientes. — M. Ll.
se haga en la frente, según determinan la práctica de la Igle-
758 CUESTIÓN L X X I I . — ARTÍCULOS X Y X I .

n o d e b e t e n e r u n p a d r i n o e nl a c o n - el c o m b a t e espiritual. E n i g u a l sentido
firmación ; porque este sacramento s e también c o m o por este sacramento se
confiere n o solo álos niños sino t a m b i é n confiere a l h o m b r e la p e r f e c c i ó n de l a
á l o s a d u l t o s : y e s t o s p u e d e n v a l e r s e e d a d e s p i r i t u a l , s e g ú n l o d i c h o ( a . 2 y 5)
p o r s í propios. L u e g o e sridículo q u e p o r eso el q u e á él se a c e r c a es sostenido
sean tenidos por otro. (por otro) p o r c u a n t o a u n s e l e c o n s i d e -
2 . ° E l q u e e s y a d e l a I g l e s i a , t i e n e r a c o m o d é b i l y n i ñ o (1).
libre acceso al príncipe de la Iglesia, que A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e a u n
es e l O b i s p o . E s así q u e este s a c r a m e n t o q u e aquel q u e es confirmado sea adulto
n o s e c o n f i e r e s i n o a l q u e e s t á b a u t i z a d o c o r p o r a l m e n t e , n o l o e s s i n e m b a r g o es-
c o m o se h a d i c h o (a. 6 ) , q u e es y a m i e m - p i r i t u a l m e n t e .
bro de la Iglesia. L u e g o parece que no A l 2.° q u e a u n q u e e l b a u t i z a d o sea
deba ser p r e s e n t a d o p o r o t r o a l O b i s p o e f e c t i v a m e n t e m i e m b r o d e l a I g l e s i a , t o -
para recibir este sacramento. d a v í a n o se h a l l a a d s c r i p t o á la milicia
3.° E s t e s a c r a m e n t o s e d a p a r a e l v i - c r i s t i a n a , y p o r e s t o e s p r e s e n t a d o a l
g o r e s p i r i t u a l , q u e s e m a n i f i e s t a m á s e n o b i s p o c o m o a l g e n e r a l d e l e j é r c i t o por
l o s v a r o n e s q u e e n l a s m u j e r e s , s e g ú n el q u e y a se h a l l a a d s c r i t o ál a milicia
a q u e l l o ( P r o v . 3 1 , 10): ¿mujer fuerte c r i s t i a n a , p u e s e l q u e n o e s t a c o n f i r m a -
quién la hallará ? L u e g o a l m e n o s l a m u - d o , n o d e b e s e r p a d r i n o d e o t r o e n l a con-
j e r n o d e b e t e n e r u n p a d r i n o p a r a l a c o n - firmación.
firmación. A l 3.° q u e c o m o s e d i c e ( C o l o s s . 3,11):
Por el contrario, e l P a p a I n o c e n c i o en Jesucristo no hay distinción entre el
d i c e : ( e t h a b e t u r . i n D e c r e t . 30 q . 4 , hombre y la mujer ; y p o r e s t o e s i n d i f e -
c. 3 ) : « s i a l g u n o h a t e n i d o e l h i j o ó h i j a r e n t e q u e e l h o m b r e ó l a m u j e r s e a n p a -
» de otro en las fuentes del b a u t i s m o , ó drinos en la confirmación.
» en la confirmación, etc.. » L u e g o así
c o m o s erequiere q u e a l g u n o t e n g a a l ARTÍCULO X I . — s o l o ci o b i s p o pue<ie
b a u t i z a d o e n l a f u e n t e b a u t i s m a l , a s í t a m - c o n f e r i r e s t e s a c r a m e n t o ? (2)
bién d e b e a l g u n o s e r t e n i d o p o r o t r o p a r a
recibir el s a c r a m e n t o de la confirmación. 1.° P a r e c e q u e n o s o l o e l O b i s p o p u e -
Conclusión. El que recibe este sacra- d e c o n f e r i r e s t e s a c r a m e n t o ; p o r q u e S a n
mento, debe ser tenido por otro, para que G r e g o r i o e s c r i b i e n d o á J a u u a r i o O b i s p o ,
le instruya y sostenga para la lucha es- ( i n P e g i s t . 1. 3 , e p i s t . 26) d i c e : « h a l l e g a -
piritual. » d o án u e s t r a n o t i c i a q u e a l g u n o s se han
Responderemos q u e , s e g ú n l o d i c h o » e s c a n d a l i z a d o , d e q u e h e m o s p r o h i b i d o
(a. 9), este s a c r a m e n t o se confiere al h o m - » á los p r e s b í t e r o s t o c a r c o n el crisma
b r e , p a r a el v i g o r del c o m b a t e espiritual. 7> á l o s b a u t i z a d o s . Y , s i n e m b a r g o , l o
M a s a s í c o m o e l q u e a c a b a d e n a c e r n e - » h e m o s h e c h o s i g u i e n d o e l a n t i g u o uso
c e s i t a d e i n s t r u c t o r e n l o p e r t e n e c i e n t e á » d e n u e s t r a I g l e s i a . M a s si h a y a l g u n o s
la conservación de la v i d a , s e g ú n aque- » que de esto se contristan, concedemos
l l o ( H e b . 1 2 , 9 ) : tuvimos á nuestros pa- » á l o s p r e b í t e r o s e n d o n d e n o h a y a
dres carnales que nos corrigiesen y los 3> o b i s p o s , e l q u e p u e d a n u n g i r con e l
mirábamos con respeto; a s í a q u e l l o s q u e » crisma en la frente á los bautizados)).
se d e d i c a n ál a g u e r r a , n e c e s i t a n i n s t r u c - M a s a q u e l l o q u e p e r t e n e c e á l a necesi-
t o r e s q u e l e s e n s e ñ e n l a s c o s a s q u e p e r - d a d d e l o s s a c r a m e n t o s , n o d e b e s e r cam-
t e n e c e n a l m o d o d e l c o m b a t e . Y p o r e s t o b i a d o p o r e v i t a r el e s c á n d a l o . L u e g o pa-
e n l a s g u e r r a s m a t e r i a l e s s e n o m b r a n c a - r e c e q u e n o e s d e n e c e s i d a d d e e s t e sa-
p i t a n e s y c e n t u r i o n e s p a r a g o b e r n a r á c r a m e n t o q u e s e a c o n f e r i d o p o r e l obispo.
otros. P o r esta razón también aquel que 2.° E l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o p a r e -
recibe este s a c r a m e n t o es presentado y c e d e m a y o r e f i c a c i a q u e e l d e l a confir-
t e n i d o p o r o t r o , c o m o p a r a i n s t r u i r l e e n m a c i ó n , p u e s t o q u e p o r e l b a u t i s m o se
(1J Por esto el padrino, según el Pontifical romano debe Confirmación, contra Focio, los modernos grupos, los valilcn-
estar con firmado : Nullus qui non sil confirmatus potosí essc in con- ses, wiclefítas y husitas, como ha declarado el Concilio triden-
firmalione patrinus. Efecto ademas de este sacramento es la tino fsess. 7, can. 3) : « si quis dixerit sanctat confirmalionis oí'*
cognación espiritual, — M . Ll. » dinarium ministvum non esse solum Episcopum, sed quemvis sifí-
(2) Es de fe que solo el obispo es el ministro ordinario de la » pliccm weerdoleni, anatliema sit».
CUESTIÓN LXXII. — ARTÍCULO XI. 759

perdonan plenamente los pecados, ya en el gotario es firmada por el Señor. Los


cuanto á la culpa, ya en cuanto á la pena, fieles de Cristo, son cierta obra divina
lo cual no tiene lugar en este sacramento. según aquello (i Cor. 3, 9): edificio sois
Pero el simple sacerdote puede por su de Dios. Son también como cierta carta
ministerio administrar el sacramento del escrita por el Espíritu de Dios ( n Cor. 3,
bautismo, y en caso d necesidad puede e
3). Este sacramento de la confirmación
bautizar también el que no está ordenado. es como la última consumación del sacra-
Luego no es de necesidad de este sacra- mento del bautismo, de tal suerte, que
mento, el que sea conferido por el por el bautismo, el hombre es edificado
obispo. espiritualmente, y escrito como una carta
3.° La parte superior de la cabeza, espiritual; pero por el sacramento de la
que es según los médicos el lugar de la confirmación, como casa edificada, se de-
razón, esto es, la facultad de pensar, es dica para templo del Espíritu Santo, y
más noble que la frente, donde está el si- como carta escrita se firma con el sello
tio de la facultad imaginativa. Pero el de la cruz. Y por esto la colación de
simple sacerdote puede ungir con el crisma este sacramento se reserva á los obispos
en el vértice de la cabeza de los bautiza- que obtienen la suprema potestad en la
dos. Luego mucbo más puede signarlos Iglesia (1); como también en la primitiva
en la frente con el crisma, lo cual perte- Iglesia por la imposición de manos de los
nece á este sacramento. Apóstoles, cuyas veces hacen los obis-
Por el contrario : el Papa Eusebio pos, se daba la plenitud del Espíritu
dice : « debe tenerse en gran veneración Santo, según consta (Act. 8). Por lo
» el sacramento de imposición de manos, cual el Papa Urbano I , dice (Epist. ad
» que no puede ser conferido sino por los omnes fideles et. habetur de consecrat.
» sumos sacerdotes, y que desde el tiem- c. 1, dist. 5): « que todos los fieles deben
» po de los Apóstoles, según lo que se » recibir después del bautismo por la im-
» lee y lo que se sabe, no ba debido ser » posición de manos de los obispos el
» jamás administrado por otros, que por y> Espíritu Santo para que sean hechos
» los Apóstoles mismos ó sus sucesores. » plenamente cristianos ».
» Porque si de otro modo se creyera que Al argumento 1.° diremos qué el Papa
» había sido, sería nulo y de ningún efec- tiene en la Iglesia la plenitud de potes-
)) to, y no se le debería contar jamas en- tad, por la que puede encomendar ciertas
» tre los sacramentos de la Iglesia ». Es cosas que son propias de los órdenes su-
pues, de necesidad en este sacramento periores á algunos inferiores : como su-
que se llama sacramento de imposición cede á ciertos presbíteros el conferir ór-
de manos, que sea dado por el Obispo. denes menores, lo cual pertenece á la
Conclusion. La colación de este sacra- potestad episcopal. Y por esta plenitud
mento está reservada á los obispos. de potestad concedió B. Gregorio papa (2)
Besponderémos que, en cualquier obra el que los simples sacerdotes confirieran
la última consumación esta reservada al este sacramento, hasta que se quitase
arte ó á la virtud suprema, como la pre- el escándalo.
paración de la materia pertenece á los Al 2.° que el sacramento del bautismo
artífices inferiores y el superior la da es más eficaz que este sacramento en
forma. El supremo es aquel á quien per- cuanto á la remoción del mal, porque es
tenece el uso, que es el fin de las obras una generación espiritual, que es la muta-
de arte : así la carta que es escrita por ción del no ser al ser. Pero este sacra-
(1) El ministro extraordinario tlcl sacramento de la confir- rr.acion á los presbíteros, mas no á los diáconos, (el papa Ino-
mación puede ser un simple sacerdote con delegación especial cencio I en su carta á Decencio se refiere solo á la imposición
àe lo Sania Sede, que tiene reserva de esta potestad y concede de manos de los diáconos sobre los energúmenos). Por el dere-
solo raras veces, como por ejemplo á los misioneros de países cho nuevo empero, solo puede delegarel Pontífice. En la misma
idólatras donde no hay aun obispo. El Santo Crisma de que Iglesia griega donde el sacerdote es el que confirma inmedia-
hag-a uso en este caso, debe haber sido consagrado, por un tamente después del Bautismo, debe considerarse este poder
Obispo. (Eugenio IV pro A r m . ; Pallancino, Kist. concil. como ejercido por una delegación general y permanente,
ti'id. i, íx, c. 7; Benedicto xiv de Synododioces. t. v n , c. 7 y 9). porque e'n el concilio de Florencia se dijo al tratar de la reu-
M. Ll. nión de las dos Iglesias, que los griegos se pronunciaron sobre
(-J Consta por certísimos documentos reunidos por ¡\lorin este particular de un modo conforme á derecho, canonicé et le-
(Exercitat. de'Sacr. Confirmât.) que por el antiguo derecho gitimé.— M. Í.L
podían los obispos de la Iglesia occidental delegar la c o n f i r -
760 CUESTIÓN LXXII.—ARTÍCULOS XI Y X I I .

m e n t ó es m á s eficaz p a r a a d e l a n t a r en e l d i s t . 5 ) « q u e l o s o b i s p o s n o c o n f i e r a n el
b i e n , puesto q u e es cierto a u m e n t o espi- » Espíritu S a n t o por l a .imposición de
r i t u a l d e l ser i m p e r f e c t o al ser p e r f e c t o ; » m a n o s sin estar e n a y u n a s » .
por cuya razón s e encomienda s u admi- 3.° E l c r i s m a e s c i e r t o s i g n o d e l a p l e -
nistración a lministro d e m a y o r digni- n i t u d d e l E s p í r i t u S a n t o , c o m o s e lia
d a d (1). d i c h o ( a . 2). P e r o l a p l e n i t u d d e l E s p í -
E l 3.°, q u e c o m o d i c e E a b a n M a u r r i t u S a n t o h a s i d o d a d a á l o s fieles d e
( D e i n s t i t u t . c l e r i c . 1. 1, c . 3 0 ) : « e s s i g - C r i s t o e n e l dia d e P e n t e c o s t é s , como
» nado e l bautizado con e l crisma en e l c o n s t a ( A c t . 2). L u e g o m á s b i e n d e b e
» vértice de l a cabeza por e l sacerdote, c o n f e c c i o n a r s e y b e n d e c i r s e e l c r i s m a eu
» m a s p o r e l p o n t í f i c e e n l a f r e n t e : á fin l a fiesta d e P e n t e c o s t é s q u e e n l a d e la
» de que e nl a primera unción s e signi- C e n a del Señor.
»fique e l descendimiento d e l Espíritu Por e l contrario , e s e l u s o d e l a i g l e -
D . S a n t o , p a r a c o n s a g r a r á D i o s u n a mo- sia, que e sg o b e r n a d a por e l Espíritu
lí r a d a ; y e n l a s e g u n d a s e i n d i c a q u e l a S a n t o (4).
» g r a c i a septiforme (2) d e l E s p í r i t u S a n - Conclusion. Debe creerse firmemente
» to viene a l h o m b r e en t o d a su plenitud que las ordenaciones en la, Iglesia son di-
» d e s a n t i d a d , ciencia y d ev i r t u d » . E s t a rigidas según la sabiduría de Cristo, por
unción está reservada á los obispos, n o cuya razón es cierto, que los ritos que
p o r q u e s eaplique áu n a p a r t e del c u e r p o la Iglesia observa en este y en los otros
que es m á s n o b l e , sino porque p r o d u c e u n sacramentos, son convenientes.
efecto más escelente. Responderemos q u e e l S e ñ o r p r o m e -
tió á s u s d i s c í p u l o s ( M a t t h . 18, 20) d i -
ARTÍCULO XII. — E l rito d o e s t e s a - c i e n d o q u e donde estuvieren dos ó tres con-
c r a m e n t o e s c o n v e n i e n t e ? (3) gregados en mi nombre, allí estoy en me-
dio de ellos; p o r l o c u a l d e b e c r e e r s e fir-
1.° P a r e c e q u e e l r i t o d e e s t e s a c r a - m e m e n t e q u e l a s o r d e n a c i o n e s d e l a I g l e -
m e n t o n o e s c o n v e n i e n t e ; p o r q u e e l s a - sia s o n d i r i g i d a s p o r l a s a b i d u r í a d e Cris-
c r a m e n t o d e l b a u t i s m o es d e m a y o r n e c e - t o , p o r c u y a r a z ó n d e b e m o s estar seguros
sidad q u e este, s e g ú n se h a dicho ( C . 65, ser c o n v e n i e n t e s los ritos q u e l a Iglesia
a. 4 ) . E s así q u e p a r a el b a u t i s m o se d e s - observa en este y otros sacramentos.
tinan ciertos t i e m p o s , esto e s ,e ld e l a A l a r g u m e n t o 1.° c o n t e s t a r e m o s q u e
Pascua y Pentecostés. L u e g o también c o m o d i c e e l P a p a M e l q u i a d e s ( h a b . cap.
d e b e prefijarse un tiempo cierto p a r a este de his. D e C o n s e c r a t . d i s t . 5 ) : « e s t o s d o s
sacramento. » s a c r a m e n t o s , e l b a u t i s m o y l a confir-
2.° A s í c o m o e s t e s a c r a m e n t o r e q u i e r e » m a c i o n , e s t á n t a n u n i d o s , q u e n o se
la d e v o c i ó n de p a r t e del q u e le confiere y » p u e d e separar e lu n o del o t r o , á menos
del que l e recibe, así también e l sacra- » q u e n o i n t e r v e n g a l a m u e r t e ; y q u e se-
mento del bautismo. P e r o e ne l sacra- » g u n los ritos el u n o n o se p u e d e perfec-
m e n t o del b a u t i s m o n o se requiere que s e » cionar sin e l o t r o » , p o r l o c u a l s e ha
r e c i b a ó c o n f i e r a e n a y u n a s . L u e g o p a r e - fijado el m i s m o t i e m p o p a r a e l bautismo
c e i n c o n v e n i e n t e l o e s t a b l e c i d o e n e l s o l e m n e q u e p a r a l a c o n f i r m a c i ó n (5).
C o n c i l i o d e O r l e a n s ( u t . c i t . a r t . 7 a l 2.°) P e r o p u e s t o q u e e s t e s a c r a m e n t o s e c o n -
d e q u e l o s « c o n f i r m a d o s r e c i b a n e l s a c r a - fiere s o l o p o r l o s o b i s p o s , q u e n o e s t á n
» m e n t ó en a y u n a s » , y en e lConcilio d e s i e m p r e p r e s e n t e s allí d o n d e los presbí-
M e a u x (ut h a b e t u r D eC o n s e c r a t . c . 7 t e r o s b a u t i z a n ( 6 ) , c o n v i n o e n c u a n t o al
(1) No, empero, para mayor validez como se ha dicho. A s í » menlorum adniinistratione adkibcri consuetos, aut conlemni, aid
el concilio de Constanza condenó el artículo 4.° de "Wiclef, » sine peecalo a ministrls pro libito oinltti, aut in novos alios pr
que decía : Si eplscopus vel sacerdos existat in peccalo mortall, non » quemeumque ceelesiarum paslorem mutari posse, anathema sil »•
ordinal, non consecrat, non confien, non baptizat » , y el concilio M. Ll.
de Trento confirmó la condenación de esta doctrina al tratar (4) Los ritos ó ceremonias de este Sacramento, unas le pre-
(sess. v n , can. xiij del Ministro de los Sacramentos.—M. Ll. ceden, otras le acompañan y otras le subsiguen, y pueden
(2) E s decir, de los siete dones, sabiduría, entendimiento, verse en el Pontifical romano. Es solo de consejo el ayuno del
consejo, ciencia, fortaleza, piedad y temor de Dios que comu- confirmante y confirmado y puede h o y conferirse el sacra-
nica el Espíritu Santo. — M. Ll. mento en cualquier dia y hora, y en el mismo palacio epis-
(3) V. las notas anteriores y téngase presente la definición copal.
del concilio tridenlino (sess. v u , can. x m ) : « Si quis dixerit, (5) E s decir, de los adultos. V. la nota 2." pdg. 755.
n receptos el approbatos Ecclesiai calholicoi ritus, in solemni sacra- (6) V. la nota 2.» p. 7S8 y 1." y 2."p. 759.
CUESTIÓN LXXII.—ARTÍCULO XII. 761

uso c o m ú n q u e s e difiriese e s t e s a c r a m e n - A l 3.° q u e s e g ú n e l P a p a M a r t i n o


to t a m b i é n p a r a o t r o s t i e m p o s . (habetur. inter. cap. M a r t . episcop. B r a -
A l 2.° q u e l o s e n f e r m o s y l o s q u e s e c a r e u s i s , c. 51 e t d e C o n s e c r a t . c . 129
hallan en p e l i g r o d e m u e r t e e s t á n e s c e p - d i s t . 4 ) e r a l í c i t o p r e p a r a r el c r i s m a e n
tuados d e e s t a p r o h i b i c i ó n c o m o se l e e t o d o t i e m p o ; p e r o c o m o el b a u t i s m o
en el e s t a t u t o d e l C o n c i l i o d e M e a u x . P o r s o l e m n e , p a r a el el c u a l se r e q u i e r e el u s o
lo cual, á c a u s a d e l a m u l t i t u d d e l o s fieles d e l c r i s m a , se confiere s o l e m n e m e n t e l a
y l o s p e l i g r o s i n m i n e n t e s , se t o l e r a q u e e s t e v í s p e r a d e la p a s c u a ; se h a o r d e n a d o
s a c r a m e n t o , q u e n o p u e d e d a r s e s i n o pol- convenientemente q u e el obispo b e n d i g a
los o b i s p o s , s e a r e c i b i d o ó c o n f e r i d o a u n el c r i s m a d o s d i a s a n t e s (1), p a r a p o d e r l o
por los q u e n o e s t á n e n a y u n a s ; p u e s t o r e p a r t i r e n t o d a l a d i ó c e s i s . A d e m a s es u n
que u n s o l o o b i s p o , s o b r e t o d o e n u n a dia m u y conveniente p a r a bendecir las
diócesis d e g r a n d e e s t e n s i o n , n o b a s t a r í a m a t e r i a s de los s a c r a m e n t o s , a q u e l en q u e
para c o n f i r m a r á t o d o s l o s h o m b r e s , si se fue i n s t i t u i d o e l s a c r a m e n t o d e l a E u c a -
señalase u n t i e m p o d e t e r m i n a d o . S i n e m - r i s t í a , a l c u a l se o r d e n a n e n c i e r t o m o d o
bargo, c u a n d o se p u e d e h a c e r c ó m o d a - todos los d emas , como se n a dicho
mente es c o n v e n i e n t e q u e s e a d m i n i s t r e ( C . 65, a. 3).
y reciba e s t e s a c r a m e n t o e n a y u n a s .

CUESTIÓN LXXIII.
Del Sacramento de la Eucaristía en sí mismo.

Consideraremos el Sacramento de la Eucaristía en sí m i s m o , en su m a t e r i a , en su forma, en sus


efectos, los que le reciben, el ministro y su rito.
Acerca del sacramento en sí m i s m o , examinaremos : 1.° La Eucaristía es sacramento ? 2.° Es uno
solo ó muchos? 3.° Es necesario p a r a l a salvación ? 4.° De sus nombres. 5.° De su institución. 6.° De sus
figuras.

ARTÍCULO I. — t a Eucaristía es sa- la perfección como dice S a n Dionisio


cramento? (2) ( E c c l e s . h i e r e , c. 4 y c. 2) (3) p a r e c e q u e
l a E u c a r i s t í a n o es s a c r a m e n t o , s i é n d o l o
1.° P a r e c e q u e l a E u c a r i s t í a n o es s a - l a c o n f i r m a c i ó n c o m o y a se h a d e m o s t r a -
cramento; p o r q u e á l o m i s m o n o d e b e n d o ( C . 62, á 1 y C . 6fr, a. 1).
ordenarse d o s s a c r a m e n t o s , p u e s t o q u e 2.° E n c u a l q u i e r s a c r a m e n t o d e l a l e y
cada s a c r a m e n t o e s e f i c a z p a r a p r o d u c i r n u e v a , lo q u e visiblemente está sujeto a l
su efecto. P o r l o t a n t o , c o r n o l a c o n f i r - s e n t i d o p r o d u c e el e f e c t o i n v i s i b l e d e l s a -
mación y l a E u c a r i s t í a se o r d e n a n á cramento, como la ablución del a g u a

(1) Es d e c i r , el J u e v e s S a n t o , por medio de las oraciones A r e o p a g i t a , t a l e s c o m o ; La jerarquía celestial, La jerarquía


prescritas. eclesiástica, Los nombres de Dios, Teología mística, Diez cartas,
(3) Es d e fe q u e l a E u c a r i s t í a e s u n s a c r a m e n t o s e g ú n h a n a u n q u e c o n t i e n e n cosas escelentes y aclaran m u c h o s p u n t o s
declarado el c o n c i l i o F l o r e n t i n o y el d e T r e n t o ( s e s s . 7 , c a n . 1 ) . de la a n t i g ü e d a d eclesiástica, son de d u d o s a a u t e n t i c i d a d , y
Esto último l e l l a m a a d e m a s cxcellcns et singulare (sess. x m e n el s i g l o x v u u n a s e r i e d e s a b i o s t a l e s c o m o L e N o u r r y -
- ni). El c o n c i l i o d e L e t r a n d e 1 2 1 5 c o n d e n ó á B e r e n g u e r
C a n
D u p i n , T i l l e m o n t , Daillé y Fabricio, d e m o s t r a r o n por i n v e s t í ,
de íours q u e n e g a b a l a t r a n s u s t a n c i a c i o n ; e l d e C o n s t a n z a ¡raciones sólidas y por u n a s a n a crítica q u e eran apócrifos y
'« U15, la p r e t e n s i ó n d e l o s h u s i l a s q u e s o s t e n í a n q u e e l
(
los a t r i b u y e n á u n a u t o r a n ó n i m o del s i g l o i v ó v . Va d e s d e
Ca
^ pertenece a b s o l u t a y n e c e s a r i a m e n t e á la e s e n c i a d e l sa-
lz
el s i g l o v i y e n el m i s m o m o m e n t o d e s u a p a r i c i ó n la v o z d e
cramento, E l d e T r e n t o á l o s l u t e r a n o s , c a l v i n i s t a s , z u i n g l i a - los teólogos o r t o d o x o s se e l e v ó c o n t r a s u a u t e n t i c i d a d y ú n i -
» etc., q u e ó b i e n s o s t e n í a n q u e la E u c a r i s t í a c o n s i s t í a s o l o
n o s
c a m e n t e los h e r e j e s m o s t r á r o n s e i n t e r e s a d o s e n s o s t e n e r l a .
611
el uso y la s u m e i o n , ó s o l o e n l a d i s t r i b u c i ó n , b e n d i c i ó n , C a r e c e n , p u e s , d e f u e r z a los a r g u m e n t o s a d u c i d o s e n el n o m -
facción, e l e . — M . L l . b r e de S a n Dionisio. — M. Ll.
(3j Los e s c r i t o s q u e llevan el n o m b r e de S a n Dionisio el
762 CUESTIÓN Lxxm..—ARTÍCULO I.

causa el carácter bautismal y la ablución clases de perfección : una que está e n el


espiritual, según lo dicbo ( C . 62 y 65, hombre mismo á la cual llega por el cre-
a. 2). Pero las especies del pan y del vino,cimiento ; y tal ¡perfección compete á l a
que caen bajo los sentidos en este sacra- confirmación. Otra es la perfección, que
mento, no producen ni el cuerpo mismo el hombre logra, por la unión de algunas
verdadero de Cristo, que es la cosa y el cosas estrínsecas que le conservan, como
sacramento, ni el cuerpo místico, que es la comida, el vestido y semejantes; y tal
la cosa solamente en l a Eucaristía. L u e g o
perfección compete á la Eucaristía, que es
parece que la Eucaristía no es sacra- la perfecciou espiritual.
mento de la nueva ley. A l 2.° que el agua del bautismo no pro-
3.° L o s sacramentos de la l e y nueva, duce algún efecto espiritual por causa
que tienen una materia, se perfeccionan del agua misma, sino por la virtud del
en el uso de esta materia, como el bau- Espíritu Santo existente en ella. Por lo
tismo en la ablución, y l a confirmación cual dice el Crisóstomo sobre aquello
en la aplicación del crisma. L u e g o si la ( J o a n . 5) ángelus Domini secundum
Eucaristía es sacramento se perfeccionará tempus, etc. (hom. 35 in Joan.) «culos
en el uso de la materia, y no en su consa- » bautizados no obra simplemente el
gración : lo cual aparece ser falso, porque » agua,.sino que cuando hubiere recibido
la forma de este sacramento son las pala- •» la gracia del Espíritu Sauto entonces
bras que se dicen en la consagración de » borra todos los pecados». Ahora bien,
la materia, como se demostrará ( C . 7 8 , lo que la virtud del Espíritu Santo es al
a. 1). L u e g o la Eucaristía no es sacra- agua del bautismo, así es el verdadero
mento. cuerpo de Cristo á las especies del p a n y
Por el contrario, dices e en la colecta del vino. D e consiguiente las especies del
de la misa (1), este tic sacramento, no pan y del vino no producen algo sino por
nos haga dignos de la pena. la virtud del verdadero cuerpo de Cristo.
Conclusión. La Eucaristía es un sa- A l 3.° que se dice sacramento porque
cramento de la Iglesia. contiene algo sagrado ; y alguna cosa
Responderemos, que los sacramentos puede ser sagrada, de dos modos; en
de la Iglesia se ordenan, para ayudar al absoluto y en orden á otro. Sin embargo,
hombre en la vida espiritual. M a s la vida hay esta diferencia entre la Eucaristía y
espiritual tiene cierta conformidad con la los otros sacramentos que tienen mate-
corporal, porque las cosas corporales son ria sensible; que la Eucaristía contiene
una imagen de las espirituales. E s evi- algo sagrado en absoluto, esto e s el
dente empero que así como para la vida cuerpo mismo de Cristo ; el agua del
corporal, se requiere la generación, por bautismo contiene algo sagrado en orden
la cual el hombre recibe la vida y el cre- á otro, es decir, la virtud de santificar y
cimiento, por el que es conducido á la lo mismo puede decirse del crisma y se-
perfección de la vida, a.sí también se re- mejantes; y por esto el sacramento de la
quiere el alimento, por el que es conser- Eucaristía se perfecciona en la consagra-
vado en ella. Y por lo tanto, como para ción misma de la materia ; más los otros
la vida espiritual fue necesario el bau- sacramentos se perfeccionan en la apli-
tismo que es la generación espiritual y la cación de la materia para santificar al
confirmación q u e es el crecimiento, así hombre: y de esta diferencia dimanaotra:
fue necesario el Sacramento de la Euca- porque en el sacramento de la Eucaris-
ristía, que es el alimento espiritual (2). tía lo que es la cosa y el sacramento
A l argumento 1.° diremos que hay dos existe en la materia misma ( 3 ) , más lo

(1J En la colecta pro vivís et de fundís que se recita durante el (3) Próxima que es el cuerpo y sangre de Cristo, masnoen
tiempo de Cuaresma, en las Dominicas ó en las misas de í'eria. la remota que es el pan y el vino : á no ser que se <Jirí' *l íl ue

M. LI. entrambas especies en cuanto contienen el cuerpo y la sangra


(2) Si no fuese un alimento espiritual no podría ser estable constituyen el Sacramento. Así dice la nota de este lugar tic
y permanente la Eucaristía y tendría razón Calvino asegu- la edición antes citada, para cuya aclaración hay quo tener
rando que la Eucaristía es la acción actual por la que se come presente las varias opiniones acerca de la esencia del Sacra-
el cuerpo y se bebe la sangre de Cristo, absurda doctrina con- mento de la Eucaristía. Unos con Gonct , Salinaticenees,
denada por el concilio de Trento (sess. 13 can. 4) conforme á Soto, etc., la colocan en las especies solamente fundadas en
las palabras de Cristo : Qui manducai me, et ipsevivit vroplermc, la declaración del Tridenlino : « Si quis negaverit in SS. E«'
[V. Bellarmino De Enchar. i, v i , e. 1). » charistia: Sacramento conlinere v e r é , realitcr, et subsla»'
CUESTIÓN LXXIIÍ. — ARTÍCULO I Y II. •763

que es la cosa fínicamente, esto e s , la liz ( 3 ) de lo que se infiere que la E u c a -


o-racia que se confiere está en el que la ristía es el sacramento de la unidad ecle-
recibe ; en tanto que en el bautismo el siástica. E s así que el sacramento lleva
carácter que es la cosa y el sacramento, y en sí la semejanza de la cosa de que es
la gracia de la remisión de los pecados, sacramento. Luego la Eucaristía es un
que es la cosa solamente, existen en el solo sacramento.
que recibe el bautismo: y la misma razón C o n c l u s i ó n . El sacramento de la Eu-
hay respecto de los demás sacramentos. caristía es múltiple materialmente , pero
uno solo formal y perfectivamente.
ARTICULO I I . — Este
Responderemos
sacramento es
q u e , como se dice
uno s o l o «i m á s t i c « n o ? ( 1 ) .
( M e t . 1. 5 , t. 9 y sig.) se llama uno, no
1.° Parece que la Eucaristía no es un solamente lo que es indivisible ó lo que
solo sacramento sino varios ; porque se es continuo, sino también lo que es per-
dice en la colecta : purifíquennos Señor, fecto, como se dice una sola casa y
los sacramentos que liemos tomado ; lo un solo hombre. A s í una cosa es una en
cual en verdad se dice por la recepción de perfección, cuando todas las cosas re-
la Eucaristía. L u e g o esta no es un solo queridas para su fin concurren á produ-
sacramento sino varios. cirla íntegramente : como el hombre se
2.° Es imposible que, multiplicado el dice que está íntegro, cuando tiene todos
género, no se multiplique la especies, como los miembros necesarios para la opera-
que uu solo hombre sea muchos animales. ción del alma, y una casa íntegra, cuando
Pero el signo es el género del sacra- tiene todas las partes necesarias para
mento, como se ha dicho ( C . 60, a. 1). habitarla. E n este concepto se dice que
Así, pues, como en la Eucaristía hay este sacramento es uno, porque se ordena
varios signos, es decir, el pan y el vino, á la refección espiritual, que es análoga á
parece por consiguiente que hay varios la corporal. Más para la refección corpo-
sacramentos. ral se requieren dos cosas á saber : la
3.° Este sacramento se perfecciona en comida, que es el alimento seco, y la be-
la consagración de la materia, como se bida que es alimento húmedo. Y por esto
lia dicho (a. 1. al 3.°). E s así que en este también para la integridad de este sacra-
sacramento hay una doble consagración mento concurren dos cosas ; la comida y
de materia ( 2 ) . L u e g o es un doble sa- bebida espirituales según aquello (Joan.
cramento. 6. 56) : mi carne es verdadera comida y
Por el contrario, dice el A p ó s t o l , ( i , mi sangre es verdadera bebida. L u e g o
Cor. 10, 17) : un pan y un cuerpo so- este sacramento encierra en verdad mu-
mos muchos todos aquellos que partici- chas cosas materialmente, pero una sola
pamos de un mismo pan y un mismo cá- formal y perfectivamente.
¡'tialiler C o r p u s e t S a n g u i n e m D. ?¡. J . C , a n a í h e n i a sit», no forman m a s q u e u n solo Sacramento , como se dice m á s
¡Ses. Lí. c a n . I j ; hierbo d i c e n , s i e l c u e r p o e s c o n t e n i d o e n a d e l a n t e e n el t e x t o .
el S a c r a m e n t o , s i g ú e s e q u e l a s e s p e c i e s s o n t a n s o l o e l s a - (3) H a s t a e l s i g l o x i v n o e s t a b a p r o h i b i d o e n l a I g l e s i a e l
cramento q u e c o n t i e n e n el c u e r p o ile C r i s t o , a n o d e c i r s e q u e u s o d e l c á l i z p a r a los fieles , si b i e n se a i l m i n i s t r a b a la E u c a - .
el cuerpo ile C r i s t o s e c o n t i e n e á s í m i s m o . O t r o s c o n S a n t o ristía bajo u n a sola especie á los e n f e r m o s , á los niños y d u -
lamas, T o u r n e l y . S u a r e z , e t c . , s o s t i e n e n q u e el s a c r a m e n t o rante la p e r s e c u c i ó n . Hubo empero en Roma herejes , como
f
'ela E u c a r i s t í a c o n s i s t e e s e n e i a l m e n L e en las especies y en los i n a n i q u e o s [ S a n León s e r m . 4 de quadr.) que comulgaban
elcuerpo ile C r i s t o p o r i g u a l , p o r q u e d e e n t r a m b a s cosas se bajo u n a sola e s p e c i e , y p a r a d e s c u b r i r l o s se m a n d ó á todos
compone el s a c r a m e n t o y C r i s t o se. c o n t i e n e e n el c o m o l a q u e c o m u l g a s e n bajo l a s d o s e s p e c i e s , p r e c e p t o q u e r e n o v ó el
parteen el t o i l o , c o m o el a l m a e n e l b o n i l i r e ; m a s n o c o m o Papa Gelasio. ¡Mas e n e l s i g l o x i v , P e d r o d e D r e s t l e y J a c o -
ubi e s l r í n s e e o á l a r a z ó n d e l s a c r a m e n t o ' , y a s í d e b e e n l e n - b e l l o y s u s p a r t i d a r i o s l u e g o los H u s i l a s , s o s t u v i e r o n el u s o
'lerse el T r n l e n l i n o . Lo c o n f i r m a n c o n el d i c h o ele S a n A g u s - del etáiz como necesario por derecho divino para todos , y
tín lie que e s t e s a c r a m e n t o tlaaba* coa niara, auibiU claiiinitorian fueron condenados e n el Concilio d e C o n s t a n z a . Renovaron
•t'i'cic, el ¡mlivisjtiili 1). A. .1. C aiirua el Sanguina... siclll Cltrixli e s t e e r r o r L u l e r o y C a l v i n o , y el C o n c i l i o d e T r e n t o ( S e s . 2 t -
Wmu am\ltii c.c íleo el hniüna ( c a n . hac es/. I * d i s t . 2 d e c o n - c. 1 ; c. 3 y c a p . 3 ; los c o n d e n ó d e n u e v o , « Si q u i s d i x e r i t e x
" " • ) V. S a n I . i g o r i o , («pin- m u r a l . I M , n . 1110). ( 1 1 . L l . ) » Dei pi-receplo vel n e c e s s i l a t e s a l u t i s o m n e s el s i n g u l i s C b r i s t i
» fnleles u t r a m q u e speeie S S . E u c h a r i s l U e Saci-amenti suinere
(IJ A u n q u e el S a c r a m e n t o ile l a E u c a r i s t í a s e c o m p o n g a d e
» d e b e r é , a n a l h e m a s i t u ; « Si quis dixerit sanclaní Ecclesiam
' l ^ e l e m e n t o s , á s a b e r - el p a n y e l v i n o , c o n f e s a m o s , e u s e -
BCalbolicaní n o n j u s t i s causis el ralionibus a d d u c l a m fuisse,
liiulus por la a u t o r i d a d ile l a I g l e s i a , n o v a r i o s , s i n o u n s o l o
» u l laicos et eliam clericos non c o n f i d e n t e s s u b pañis l a n l u m
"traíllenlo, dice el C a t e c i s m o R o m a n o ( P a l . n . P e E u c h a r i s t .
ii. Id.) » speeie communicarent , aut in eo e r r a r e , analheina sit»
( S e s . 2 1 . c. 2). E s t a d i s c i p l i n a no fue a d m i t i d a por los G r i e g o s
Í-) 0 m e j o r , u n a m a t e i - i n d o b l e m e n t e c o n s a g r a d a á saber
q u e e n s u s I g l e s i a s c o m u l g a n con el p a n f e r m e n t a d o mojado
c
' l'an q u e s e c o n v i e r t e e n el c u e r p o y el v i n o e n l a s a n g r e d e en la s a n g r e . ( V . B e n e d i c t o x i v c o n s t ; Alíala: 1745.) (¡\I. L l . (
'-'i*'», m a s p o r concomiluncia ó unión de entrambas especies
764 CUESTIÓN LXXIII.—ARTÍCULOS II Y I I I .

A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e e n l a c o m o e l b a u t i s m o e s d e n e c e s i d a d p a r a la
m i s m a c o l e c t a (1) s e d i c e p r i m e r a m e n t e salud, así también este sacramento.
e n p l u r a l : p u r i f í q u e n u o s los sacramentos Por el contrario, S a n A g u s t í n escri-
que hemos tomado ; y d e s p u é s s e a ñ a d e b i ó a l C o n d e B o n i f a c i o , c o n t r a l o s pela-
e n s i n g u l a r , este tu sacramento no sea g i a n o s ( C o n t r . d n a s e p i s t . P e l a g . 1. l , c ,
para nosotros causa de pena, p a r a m a n i - 22) : « n o p e n s é i s q u e n o p u e d e n tener
festar que este sacramento e s e n cierto » v i d a l o s p á r v u l o s q u e n o h a n partici-
m o d o múltiple, pero uno solo e n abso- » p a d o d e l c u e r p o y s a n g r e d e Cristo»,
luto. Conclusión. El sacramento de la Euca-
A l 2.° q u e e l p a n y e l v i n o s o n m a t e - ristía es necesario para la salud, porque
rialmente varios signos, pero formal y por ella se une el hombre al cuerpo mís-
perfectivamente uno solo, e ncuanto d e tico de la Iglesia, fuera de la cual no
ellos no resulta m á s que u n a sola y m i s m a hay salvación.
r e f e c c i ó n (2). Responderemos, q u e e n e s t e sacra-
A l 3.° q u e p o r q u e l a c o n s a g r a c i ó n d e m e n t o h a y q u e c o n s i d e r a r d o s c o s a s , el
la materia de este sacramento e s doble, s a c r a m e n t o m i s m o , y l a c o s a d e l sacra-
n o p u e d e deducirse sino que este sacra- m e n t o . S e ha d i c h o (a. 2.) q u e l a cosa
mento esmaterialmente múltiple, como d e e s t e s a c r a m e n t o e s l a u n i d a d del
se b a dicbo. c u e r p o m í s t i c o , s i n l a c u a l n o p u e d e ha-
b e r s a l v a c i ó n , p u e s e s n o t o r i o q u e no
ARTÍCULO I I I . — ta, E u c a r i s t í a e s d e h a y s a l v a c i ó n f u e r a d e l a I g l e s i a como
n e c e s i d a d p a r a l a s a l v a c i ó n ? (8). n o l a h u b o e n e l d i l u v i o f u e r a d e l a r c a de
N o é , q u e s i g n i f i c a la I g l e s i a , c o m o consta
l . ° P a r e c e q u e e s t e s a c r a m e n t o e s d e (11. P e t . 3). S e ha d i c h o t a m b i é n (G.
necesidad para la salvación ;porque dice 68, a. 2 ) , q u e s e p u e d e t e n e r l a c o s a de
e l S e ñ o r ( J o a n . 6, 54): si no comiereis la a l g ú n s a c r a m e n t o a n t e s d e r e c i b i r l e por
carne del Hijo del hombre, y bebiereis su e l v o t o (ó deseo) m i s m o d e r e c i b i r l o . P o r
sangre, no tendréis vida en vosotros. E s l o q u e a n t e s d e r e c i b i r e s t e s a c r a m e n t o
a s í q u e e n e s t e s a c r a m e n t o s e c o m e l a p u e d e e l h o m b r e o b t e n e r l a salvación
c a r n e d e C r i s t o , y s e b e b e s u s a n g r e . p o r e l v o t o d e r e c i b i r l o , c o m o tambieu
L u e g o s i n e s t e s a c r a m e n t o n o p u e d e e l a n t e s d e l b a u t i s m o por e l v o t o d e reci-
h o m b r e t e n e r l a s a l u d d e l a v i d a e s p i r i t u a l . b i r l e , s e g ú n l o d i c h o ( C . 68, a . 2). Sin
2.° E s t e s a c r a m e n t o e s c i e r t o a l i m e n t o e m b a r g o , h a y d i f e r e n c i a r e s p e c t o d e es-
e s p i r i t u a l . P e r o e l a l i m e n t o c o r p o r a l e s t o s d o s s a c r a m e n t o s , y e s q u e e l bautismo
n e c e s a r i o p a r a l a s a l u d c o r p o r a l . L u e g o e s e l p r i n c i p i o d e l a v i d a e s p i r i t u a l , y la
t a m b i é n e s t e s a c r a m e n t o e s n e c e s a r i o p u e r t a d e los s a c r a m e n t o s ; la Eucaristía
para l asalud espiritual. e m p e r o , e s c o m o l a c o n s u m a c i ó n d e esta
3.° A s í c o m o e l b a u t i s m o e s e l s a c r a - v i d a e s p i r i t u a l y e lfind e t o d o s e l l o s , se-
m e n t o d e l a p a s i ó n d e l S e ñ o r , s i n l a q u e g ú n s e h a e x p u e s t o ( C . 65, a . 3) : por-
n o h a y s a l v a c i ó n , a s í t a m b i é n l a E u c a - q u e p o r l a s a n t i f i c a c i ó n d e t o d o s l o s sa-
r i s t í a , p o r q u e d i c e e l A p ó s t o l ( i . C o r . 11, c r a m e n t o s s e p r o d u c e l a p r e p a r a c i ó n para
26) : cuantas veces comiereis este pan y r e c i b i r ó c o n s a g r a r l a E u c a r i s t í a . Y por
bebiereis este cáliz; anunciareis la muerte e s t o l a r e c e p c i ó n d e l b a u t i s m o e s ne-
del Señor, hasta que venga. L u e g o a s í c e s a r i a p a r a c o m e n z a r l a v i d a e s p i r i t u a l ,

(1J En la citada en la nota 5S. de las partes del mismo. (San Ligorio, opus mor. 1. vi n. 221-
(2) Por esto el concilio deTrento ( S e s . 13, c. 3} definió: «Si 25 )(M. Ll.J
» quis negaverit in venerabili Sacramento Eucharistiro sub (3) A l g u n o s Griegos cismáticos y muchos calvinistas so''
» unaquaque specie, et sub singulis cüjusque speciei parti- tuvieron que la Eucaristía era necesaria á todos los fiel»
» b u s , separatione facta, totum Christum conlineri, anatbe- necesítate medii y lo apoyaban diciendo que en la antigua
» ma sit. » Al decir separatione facía, significa que no es de fe Iglesia se daba la Eucaristía á los niños, porque la creía note-
que Cristo se contenga todo entero en cada una de las partes saria para salvarse. Mas esto no es cierto, pues la Iglesia dalia
de las especies antes de la división. Sin embargo, parece en- solo , á v e c e s , la comunión á los niños porque la juzgaba útil
teramente cierto , pues la fracción no puede hacer que Cristo y en la Iglesia latina , según Santo Tomás , para mayor re-
esté en totalidad donde antes no estaba entero. Ni pueden verencia de este Sacramento , se prohibió darlo á los niño»'
por lo mismo admitirse múltiples cuerpos de Cristo en cada A s í el Concilio d e Tren lo definió -. ( S e s . 2 i . can. 4.) • Si 1)"«
una de las especies ; pues Cristo no está en la especie á la » dixcrit parvulis antequam ad annos discretlonis pervencrint
manera que los cuerpos naturales en sus lugares, sino del » necessariain esse Eucharislitc communioncm, añadid" 11

modo que el alma está en el c u e r p o , unida toda a cada una » sit. » (M. Ll.J
CUESTIÓN L X I I I . — A R T Í C U L O S III Y I V . 765

y la d e l a E u c a r i s t í a , p a r a l a c o n s u m a - » dejen esta vida, constituidos en la u u i -


ción d e l a m i s m a , m á s n o p a r a q u e s e » d a d d e l cuerpo d e C r i s t o ».
tenga e n a b s o l u t o , s i n o q u e b a s t a t e n e r l a A l 2.° q u e h a y e s t a d i f e r e n c i a e n t r e e l
por medio del voto, c o m o e l fin s e t i e n e a l i m e n t o c o r p o r a l y el e s p i r i t u a l ; q u e e l
en el d e s e o y l a i n t e n c i ó n (1). O t r a d i f e - alimento corporal se convierte en la sus-
rencia es q u e p o r e l b a u t i s m o s e o r d e n a t a n c i a d e l q u e se n u t r e , y p o r t a n t o n o
el h o m b r e á l a E u c a r i s t í a , y d e a q u í , p o r puede servir al h o m b r e para la conserva-
el hecho m i s m o d e q u e l o s n i ñ o s s o n b a u - ción d e l a v i d a el a l i m e n t o c o r p o r a l , si
tizados, l a I g l e s i a l e s d i s p o n e á l a E u c a - r e a l m e n t e n o l e t o m a : m a s el a l i m e n t o
ristía, y a s í c o m o c r e e n p o r l a f e d e l a es e s p i r i t u a l c o n v i e r t e a l h o m b r e e n e l
Iglesia, a s í p o r l a i n t e n c i ó n d e l a m i s m a m i s m o , s e g ú n lo q u e dice S a n A g u s t i n
desean l a E u c a r i s t í a , y d e c o n s i g u i e n t e ( C o n f e s . 1. 7. c . 1 0 ) , q u e . c a s i o y ó l a
reciben l a c o s a d e e s t e s a c r a m e n t o . P e r o voz d e Cristo q u e le d e c í a : « ni t u m e
al b a u t i s m o n o se o r d e n a n p o r m e d i o d e » mudarás en t í , como el alimento de t u
otro s a c r a m e n t o a n t e r i o r , y p o r t a n t o » c a r n e , sino t u t e c a m b i a r á s en m í » .
antes de l a r e c e p c i ó n d e l b a u t i s m o , n o t i e - P u e d e alguno cambiarse en Cristo y ser
nen los n i ñ o s d e a l g ú n m o d o e l b a u t i s m o incorporado á él p o r el voto d e l a m e n t e ,
en el v o t o ó el d e s e o , s i n o s o l o s l o s a d u l t o s ; a u n sin l a p e r c e p c i ó n d e este s a c r a m e n t o .
y de c o n s i g u i e n t e n o p u e d e n p e r c i b i r l a Y p o r lo tanto no h a y paridad.
cosa del s a c r a m e n t o s i n l a r e c e p c i ó n d e l A l 3.° q u e e l b a u t i s m o e s e l s a c r a -
mismo. Y p o r e s o l a E u c a r i s t í a n o e s mento de la muerte y pasión de Cristo,
necesaria d e e s t a m a n e r a á l a s a l u d , c o m o según q u e el h o m b r e es r e g e n e r a d o e n
el b a u t i s m o (2). Cristo, por virtud de su pasión; pero la
Al a r g u m e n t o 1.° r e s p o n d e r e m o s q u e , E u c a r i s t í a es el s a c r a m e n t o d e l a pasión
como dice S a n A g u s t í n ( t r a c t . 26. i u J o a n . ) de C r i s t o , s e g ú n q u e el h o m b r e es per-
esplicando e s t a s p a l a b r a s d e S a n J u a n : feccionado en su unión á Cristo q u e h a
hunc cibum, etpotum, e s t o e s , d e s u c a r n e sufrido. P o r lo c u a l a s í como el b a u -
y sangre, « q u i e r e q u e s e e n t i e n d a l a s o - tismo se dice s a c r a m e n t o d e f e , q u e es
lí ciedad d e l c u e r p o y d e l o s m i e m b r o s , el f u n d a m e n t o d e l a vida espiritual, a s í
)) que es l a I g l e s i a e n s u s p r e d e s t i n a d o s , la E u c a r i s t í a , se dice s a c r a m e n t o d e c a -
»llamados, j u s t i f i c a d o s , s a n t o s , glorifi- ridad (3) que es el vínculo de la perfec-
»cados y fieles». P o r l o c u a l s e g ú n é l ción, c o m o s e i n d i c a ( C o l . 3 , 14).
mismo dice ( i n E p i s t . a d B o n i f a . i d h a -
bet, B e d a s u p e r i l l u d . i . C o r . 10, Cali.v
benedictionis, e t c . , v i d e d e C o n s e c r a t . ARTÍCULO I V . — ¿ S e d e n o m i n a c o n v e -
c. 131. d i c t . 4 ) , « n o s e d e b e d u d a r p o r nientemente este sacramento con muchos
5 n a d i e , q u e t o d o s l o s fieles s e h a c e n p a r - n o m b r e s ? (4)
Í ticipantes d e l c u e r p o y d e l a s a n g r e d e l
J Señor, c u a n d o s e h a c e n m i e m b r o s d e l 1.° P a r e c e q u e e s t e s a c r a m e n t o se d e -
)) cuerpo d e C r i s t o e n e l b a u t i s m o , y q u e nomina d e un modo inconveniente con
»no dejan d e t e n e r p a r t e e n a q u e l p a n diversos nombres ; porque los nombres
» y cáliz, c u a n d o a n t e s d e h a b e r c o - deben corresponder á las cosas. M a s este
ímido e s t e p a n y b e b i d o e s t e c á l i z , s a c r a m e n t o es u n o como se h a dicho

(1) Es n e c e s a r i o t e n e r l a n o i m e d i o del vola, e n c a s o d e i m - (4) S e d a n v a r i o s n o m b r e s á l a S a g r a d a E u c a r i s t í a p o r l a


nosiliiliilad d e r e c i b i r l a d e o t r o m o d o . D e a l i i q u e e l C o n c i l i o diversa significación de este S a c r a m e n t o s e g ú n el Angélico
•le Tiento f S e s v u c a n . 0 ) h a b l a n d o d e l o s S a c r a m e n t o s e n Doctor. A s í , c o n s i d e r a d a como sacrificio y s a c r a m e n t o á u n
(ronera! definió : « S i q u i s d i x e r i t S a c r a m e n t a R o v o s L e g i s n o n t i e m p o , s e l a l l a m a F.ulogia , e s d e c i r b e n d i c i ó n , s e g ú n ( i C o r .
•esse ad s a l u t o n i n e c e s s a r i a , s e r s u p e r f l u a e t s i n e e i s n u t 10) ; Pasqua ( i c o r . 5 ) ; Synaxis , ó c o l e c c i ó n d e fieles. C o n s i d e -
•íonim p . \ a m ñdeni h o m i n e s à Dco gratinili juslifi-
r ü l t í t e t s 0 r a d a s o l o c o m o s a c r i f i c i o , s e l l a m a Missa p o i q u e , t e r m i n a d o e l
0
calìonis a d i p i s c ì , l i c e i o m n i a s i n g u l i s n e c e s s a r i a n o n s i n t , s a c r i f i c i o , s e d e s p i d e a l p u e b l ' o . Sacrificio del pan y del vino, obla-
"anathema s i t . » ( M . L I . ) ción del altar etc. Acción de gracias p o r q u e C r i s t o e n s u i n s t i t u -
(-) Si ta E u c a r i s t í a n o e s n e c e s a r i a necesítate medii , lo es c i ó n dio g r a c i a s y s e o f r e c e e n a c c i ó n d e g r a c i a s . C o m o S a c r a -
"Hesitate JJÍ'ÍCCCJIÍI c o m o s e d i r á m á s a d e l a n t e . m e n t o s o l o , s e l l a m a Cena del Señor, comunión ó s i m p l e m e n t e
P) Asi l e l l a m a S a n A g u s t í n : « O S a c r a m e n t i m i p i e t a t i s - Santísimo Sacramento, ágapa, ó c o n v i t e , ó d i l e c c i ó n , tabernáculo
" «pium mutatisi ó vinculum charilalis ! q u i vult vivere, p o r e l c o n t e n i d o , Sagrario p o r e l l u g a r , Monumento p o r la e x -
'habet u b i v i v a t , h a b e t u n d e v i v a t i a c c e d a t , c r e d a t , i n - p o s i c i ó n p ú b l i c a , Viático, Sanios óleos, p o r l a m a n e r a d e a d -
•eorporetur u t v i v i f i c e t u r , h a i r e a t c o r p o r i , v i v a t D e o , d e D e o m i n i s t r a r l a , e t c . (¡\I. L l . )
l a t . 20 s u p e r E v a n g . J o a o . c a p . (i.) ( f t l . L I . )
T[
766 CUESTIÓN LXXIII. — ARTÍCULOS IV Y V .

(a. 2). Luego no debe dársele muchos camos y somos unidos los unos con los
nombres. otros por la misma ; 3. a
r e s p e c t o del
2.° L a e s p e c i e n o s e d a á c o n o c e r c o n - futuro; es d e c i r , en c u a n t o este sacra-
venientemente p o r l o q u e es c o m ú n á m e n t o e s p r e f i g u r a t i v o d e l g o c e d e Dios,
t o d o e l g é n e r o . P e r o l a E u c a r i s t í a es s a - q u e t e n d r á l u g a r en l a p a t r i a , y e n este
c r a m e n t o de l a n u e v a l e y , y es c o m ú n á sentido se l l a m a viático, p o r q u e este nos
todos los sacramentos el conferir la gra- s u m i n i s t r a e l c a m i n o d e l l e g a r á e l l a : y eu
cia que significa el nombre Eucaristía, este mismo concepto se l l a m a también
q u e es l o m i s m o q u e buena gracia. T a m - £<r/apio-TÍa ; buena gracia porque
es decir,
bién todos los sacramentos nos suminis- la. gracia de Dios es vida eterna como se
tran el remedio en el camino de la vida dice ( P o m . 6, 23) ó porque realmente
presente, lo cual pertenece á l a n a t u r a - contiene á Cristo que está lleno d e gra-
leza de viático(\); asimismo en todos cia. Se l l a m a t a m b i é n en g r i e g o y.tiih^;
los sacramentos realízase algo sagrado, esto e s , r e c e p c i ó n (asumptio), porque
que pertenece á l a naturaleza del sacri- c o m o d i c e e l D a m a s c e n o ( i b i d ) « p o r este
ficio: y p o r todos ellos comunican los »sacramento recibimos la D e i d a d del
fieles entre s í , l o cual significa el nombre » H i j o s>.
¡rúva|ií e n g r i e g o , ó comunión en latín. A l argumento 1.° d i r e m o s , q u e nada
L u e g o estos n o m b r e s n o se a d a p t a n con- impide q u e l o m i s m o s e a d e s i g n a d o con
venientemente á este sacramento. m u c h o s n o m b r e s s e g ú n sus d i v e r s a s pro-
3.° H o s t i a parece ser l o m i s m o q u e s a - piedades ó efectos.
crificio. L u e g o así como n o se dice pro- A l 2° q u e l o q u e es c o m ú n á t o d o s los
piamente sacrificio, tampoco se dice c o n sacramentos, se a t r i b u y e p o r a n t o n o m a -
propiedad hostia. sia á este p o r causa d e su escelencia,
Por el contrario, el uso de los fieles lo A l 3.° q u e e s t e sacramento se llama
tiene así "establecido. sacrificio, en c u a n t o r e p r e s e n t a l a misma
Conclusión. Convenientemente se lla- pasión de Cristo ; l l á m a s e , empero, hos-
ma este sacramento Sacrificio y Comu- tia , en c u a n t o ' c o n t i e n e a l m i s m o Cristo,
nión, Hostia y Viático, Eucaristía,, Re- que es h o s t i a d e s a l u d , s e g ú n l a espre-
cepción. s i o n d e San P a b l o ( E p h e s . 5 ) .
Responderemos, q u e e s t e s a c r a m e n t o
t i e n e u n a t r i p l e s i g n i f i c a c i ó n : 1. a
respecto ARTÍCULO V. — F U C c o n v c i i i e i i i e ia
del pasado; estoes, en cuanto es con- i n s t i t u c i ó n d e e s t e s a c r a m e n t o ? (2)
memorativo de l a pasión del S e ñ o r , que
fue verdadero sacrificio, como se h a d i - 1.° P a r e c e q u e n o fue c o n v e n i e n t e la
c h o ( C . 48, a . 3), y e n e s t e s e n t i d o s e l e institución d e este s a c r a m e n t o ; porque,
da el nombre d e s a c r i f i c i o ; 2. a
respecto como dice el Filósofo (De G r e n e r . 1. 2,
de l a cosa presente ; esto e s , de l a uni- t. 5 0 ) , « d e l a s m i s m a s c o s a s d e q u e so-
d a d e c l e s i á s t i c a , ala cual son agregados » m o s , n o s n u t r i m o s » . P e r o p o r e l bautis-
los hombres p o r este sacramento, y en m o , q u e es l a r e g e n e r a c i ó n e s p i r i t u a l re-
este concepto se denomina comunión 6 c i b i m o s e l ser e s p i r i t u a l , c o m o d i c e San
aováis, pues dice el Damasceno (Orth. Dionisio (Eccle. bierarch. c. 2). L u e g o
fid. 1. 4 , c. 14) q u e se l l a m a comunión t a m b i é n p o r e l b a u t i s m o s o m o s alimenta-
porque comunicamos por la misma con dos. P o r consiguiente, no fue necesario
Cristo, porque participamos" de su car- instituir este s a c r a m e n t o c o m o espiritual
ne y de su divinidad, y porque comuni- nutrimento.

(1J Que se da solo en artículo ó peligro de muerte, bajo autores por la dificultad de fijar el dia de la Pascua mosaica.
pecado grave según lo mandado por el Concilio I. general de Mas el concilio tridentino (sess. 2 2 , c. I) dice q u e Cristo, >«•
Ñicea. El concilio de Trento condena á los que dicen non liccre, » lebrato veleri Pascha qitod in memoriam exitm de A'.IJÍVOI i'" " ; 1 1

ul illa (Eucharistía) ad infirmos lionori/ice dcfcratur fSes. 13 c. 7) » ludo filiorum hrael ininiolabunt, novmn instiluil l'iischfi»; y ^
á menos que hubiese oposición por parte de la familia, y en_ comunmente s e opina que Jesucristo celebró la Pascuales^!
tónces se puede llevar reservadamente, ó fuese en tierra de el dia 11 del mes de Kisan, ó sea en o] primer novilunio dt
herejes. (M. Ll ) Marzo. Nuestra Pascua no corresponde h o y á la memoria u
(3) Eue conveniente, dice Santo Tomás, que la institución la institución de la Eucaristía, sino de la Resurrección dtl
de este Sacramento se hiciese en la última cena, ¡iridie quam Señor, según disposición del concilio de IS'icca del ano M
Chrislus vaterelur, como dice el Canon de la Misa ; ó sea in nocte para que no pareciera que los cristianos querían imitar 11

qua lradebalur t según el Apóstol (i Cor. x i ) . Respecto al dia j u d í o s — M. Ll.


preciso de tan admirable institución no convienen todos los
CUESTIÓN LXXIII.—ARTÍCULOS V Y VI. "761

2.° Por este sacramento los hombres » nuestra redención»; 2.° porque nunca
están unidos á Cristo, como los miem- pudo haber salvación sin la fe de la pa-
bros á la cabeza. Pero Cristo es la ca- sión de Cristo, según aquello ( P o m .
beza d e todos los hombres, aun de los 3 , 25): á quien Dios ha propuesto en
que e x i s t i e r o n d e s d e e l p r i n c i p i o d e l m u n - propiciación por la fe de su sangre. Y
do, s e g ú n se ha dicho (C. 8). L u e g o no por esto fue menester que en todo tiempo
debió diferirse la institución de este sa- hubiera entre los hombres algo repre-
cramento h a s t a la c e n a del Señor. sentativo de la pasión del Señor, cuyo
3.° Se dice que este sacramento es el principal s a c r a m e n t o en el antiguo testa-
memorial (ó recuerdo) d e l a p a s i ó n d e l m e n t o e r a e l c o r d e r o p a s c u a l . P o r l o
Señor, según a q u e l l o ( L u c . 2 2 , 19): c u a l d i c e t a m b i é n e l A p ó s t o l ( i C o r . 5,7):
haced esto en memoria de mí. E s a s í q u e porque Cristo que es nuestra Pascua, ha
la m e m o r i a t i e n e p o r o b j e t o l a s c o s a s p a - sido inmolado. E n e l n u e v o t e s t a m e n t o ,
sadas. L u e g o este sacramento no debió empero , le sucedió el sacramento de la
ser i n s t i t u i d o antes de la pasión de Cristo. Eucaristía, que es recordativo de la pa-
4.° Por el bautismo se ordena alguno sada pasión, como aquel fue prefigura-
á la E u c a r i s t í a , que no debe darse sino á tivo de la futura. Y así fue conveniente,
los b a u t i z a d o s . M a s el bautismo fue ins- que amenazando la pasión, celebrado el
tituido d e s p u é s de la pasión y resurrec- sacramento anterior instituyese el nuevo
ción d e Cristo como se ve ( M a t h ult.°). sacramento; por lo cual dice el P a p a
Luego este sacramento no fue conve- L e ó n (Serm. 7 de Pass. D o m . c. 1),
nientemente instituido antes de la pasión que « como las sombras fueron reempla-
de C r i s t o . » zadas por la realidad, las antiguas ob-
Por el contrario: este sacramento fué » servancias se escluyesen por el nuevo
instituido p o r C r i s t o , d e quien s e dice » sacramento: la hostiapasase á la hostia,
(Marc. 7, 37) : bien lo ha hecho todo. 3> l a s a n g r e f u e s e b o r r a d a p o r l a s a n g r e , y
Conclusión. Convenientemente este sa- » la fiesta legal se cumpliese cambiándo-
cramento fué instituido en la Cena, á sa- » se». 3.° porque lo que últimamente se
ber, cuando Cristo conversó por última dicen los amigos cuando se separan, se
vez en vida mortal con sus discípulos. conserva más en la memoria, puesto que

Responderemos q u e e s t e s a c r a m e n t o entonces se inflama más el afecto á los

fue instituido convenientemente en la amigos, y las cosas á que tenemos más

cena, e n l a cual Cristo conversó por úl- afecto se graban más profundamente en

tima v e z con sus discípulos ; 1.° por ra- el ánimo ; porque como dice el P a p a

zón d e lo q u e este sacramento encierra; Alejandro I (Epist. I. ad omnes'orth.

porque Cristo mismo se contiene en la c . 4): « nada en los sacrificios p u e d e ser

Eucaristía, como en el sacramento. Y D mayor, que el cuerpo y sangre de Cris-

por e s o c u a n d o C r i s t o h a b í a de apartarse D to, ni oblación alguna es mayor que

de los discípulos les dejó á sí mismo » esta », y por eso para tenerle en mayor

bajo l a especie sacramental ; como en la veneración, el S e ñ o r instituyó este sacra-

ausencia d e l emperador se manifiesta su mento al separarse de sus discípulos : y

imagen p a r a reverenciarla. E n virtud de esto es lo que espresa San Agustín, en

Jo c u a l d i c e Eusebio Emiseno ( H o m . 5, el libro de respuestas á Januario (Epist.

la Pasch. qua3 incipit; Magnitudo cailes- 54 ó 118, c. 6) : « e l Salvador, para

tium, e t c . ) : « puesto que debía sustraer » darnos á conocer mejor la profundidad

¡> á s u s o j o s e l c u e r p o que había tomado, » de este misterio, ha querido que esta

"y subir al cielo, era necesario que el » acción, siendo la última, se grabase más
11
dia d e l a c e n a n o s consagrase el sacra- » profundamente en los corazones y en

mento de su cuerpo y de su sangre, » la memoria de sus discípulos, de quie-


J
para q u e s e le honrase perpetuamente » nes había de separarse para sufrir la

^ por e l m i s t e r i o que ofreció una v e z por » pasión » (2).

('2)Es decir, según San Marcos 14 : « Prima die Azymorum Patrizi, De Evangeliis libr. 3. Roma, 1853. — M. Ll.
" fiando Pasclia immolabanl judcei, fccisse Pancha cum Discii:ulis (2) Así dice el concilio tridentino (sess. x m , c. 2) : « Salva-
B s t m
» 0 s e
a según el Levítico (Lev. 23); « menso primo, quar- » tor noster discessurus ex hoc mundo ad Palrem sacramenlum hoc
"lafaciina die mensis, ad vcsperam phase Domini est, el quiniade- » insiiluit; in quo diviiias divini sui erga hominis amoris velut cff'u-
'«t« die memis
c
hujiís solemniías Azymorum Domini est », V. T. » dit, memoriam faciens mirabilium sltorum ; et in illas sumpliqne
•768 CUESTIÓN LXXIII.—ARTÍCULOS V Y VI.

A l argumento 1.° diremos que somos la ofrenda de Melchisedech fué la figura


nutridos por las mismas cosas que son más principal de este sacramento (2).
causa de nuestra existencia, si bien no 2.° E l paso del Mar P o j o fué la figura
nos llegan del mismo m o d o ; porque las del bautismo, según aquello ( i Cor. 10,
cosas por las cuales somos nos llegan por 2 ) : todos fueron bautizados en la nube y
la generación, y las mismas, en cuanto en el mar. Pero la inmolación del cordero
por ellas nos nutrimos, nos llegan por el pascual, precedió al tránsito del Mar
alimento. L u e g o , así como por el bautis- Rojo al que subsiguió el maná, como la
m o , somos regenerados en Cristo, así Eucaristía sigue al bautismo. Luego el
por la Eucaristía, comemos á Cristo. maná es figura más espresiva de este sa-
A l 2.° que la Eucaristía es sacramento cramento, que el cordero pascual.
perfecto de la pasión del Señor, como 3.° L a virtud principalísima de este
conteniendo al mismo Cristo que padeció, sacramento consiste en que nos introdu-
y por tanto no pudo instituirse antes de ce en el reino de los cielos, como cierto
la encarnación ; sino que entonces tenían viático. P e r o esto fué prefigurado sobre
lugar los sacramentos que eran solamente todo, en el sacramento de la espiacion,
prefigurativos de la pasión del Señor. cuando el Pontífice entraba una vez al
A l 3.° que este sacramento fué insti- año con la sangre en el Sancta sancto-
tuido en la cena, para" ser en lo futuro rum, como prueba el Apóstol (Hcbr. 9).
como el memorándum de la pasión del L u e g o parece que aquel sacrificio fué
Señor y a cumplida ó perfecta. P o r lo figura más espresiva de este sacramento
cUal se dice espresamente, todas las ve- que el cordero pascual.
ces que hiciereis esto, (1) hablando en Por el contrario, dice el Apóstol
futuro. ( i Cor. 5 , 7) : porque Cristo que es nues-
A l 4.° que la institución corresponde tra pascua ha. sido inmolado, (v. 8 ) y así
al orden de la intención. M a s el sacra- solemnicemos el convite con ázimos de
mento de la Eucaristía, aunque sea pos- sinceridad y de verdad.
terior al bautismo en la percepción, es Conclusion. El Cordero Pascual fué
no obstante anterior en la intención ; por figura principal de este sacramento por
lo cual debió ser instituido antes. O p u e - tres razones: 1.°porque era comido con
de decirse que el bautismo había sido y a panes ácimos ; 2° porque era inmolado
instituido de cierto modo en el bautismo por toda la multitud de los hijos de Israel
de Cristo; por lo cual algunos habían en la luna 14, lo cual fué figura de la pa-
sido y a bautizados por el bautismo mis- sión de Cristo ; 3.° porque por la sangre
mo de Cristo, como se lee ( J o a n . 3). del Cordero Pascual fueron aquellos li-
bertados del ángel esterminador y de la
ARTÍCULO V I . — E l cordero pascual esclavitud de Egipto.
fué l a figura principal d e e s t e s a c r a m e n t o ? Responderemos, que en este sacra-
mento podemos considerar tres cosas : lo
l.° Parece que el cordero pascual no que es solamente sacramento, que es el
fué la figura principal de este sacramen- pan y el vino : lo que es la cosa y el sa-
to ; porque se dice que Cristo ( P s . 109, cramento , esto es el cuerpo verdadero de
4), es sacerdote según el orden de Mel- Cristo, y lo que es la cosa solamente, es
chisedech, puesto que Melchisedech, re- decir el efecto de este sacramento.
presentó la figura del sacrificio de Cristo cuanto lo que es el sacramento úmea-
ofreciendo el pan y el vino. Pero la es- meute, la figura más principal fué la
presion de semejanza hace que lo uno sea oblación de Melchisedech, que ofreció el
denominado por otro. L u e g o parece que pan y el vino. E n cuanto al mismo Cns-
» coleve nos sni memoriam proscipit, suamque annunliare mortem, San Epifanio (herg. 55) y por Teodoroto (Fábula baireliw-
» doñee tpse ad judicandum mundum venial »• rum. ii, (!) especio de an ti trinitarios que sostenían con su jefe
( i j Según el Canon de la Misa, equivalente á las palabras Theodoto el Cambista, que el Logos como virtud impersonal,
de San Lúeas f x x n , 19) y de San Pablo (i Corint. cap. x i , había residido en Melchisedech, en una medida superior a la
v . 23, 29J que hablaba de la institución ya efectuada. que se había manifestado en el Cristo, porque aquel había sido
(2) Acerca de Melchisedech puede verse á San Jerónimo el mediador entre Dios y los A n g e l e s , en tanto que el Cristo
Epist. 73, y al ermitaño Marcos, discípulo de San Juan Cri- no lo había sido sino entre Dios y los hombres. Fueron recha-
sóstomo en un tratado especial sobre aquel. En este tratado zados de la comunión de la Iglesia en tiempo del papa Víc-
combate también la secta de los Melquisedequianes, citada por tor (200). — M. Ll.
CUESTIÓN LXXIII. — ARTÍCULO VI. 769

to q u e h a s u f r i d o , q u e s e c o n t i e n e e n e s t e que era inmolado por toda l a multitud de


sacramento, h a sido figurado por todos los hijos de I s r a e l , en l a décimacuarta
los s a c r i f i c i o s d e l a n t i g u o T e s t a m e n t o , y luna, lo cual fué figura de l a pasión de
principalmente por e l de l a espiacion q u e C r i s t o , q u e p o r s u inocencia se dice cor-
era s o l e m n í s i m o (1). E n c u a n t o á s u e f e c - dero : en cuanto al efecto, porque por l a
to, s u figura principal fué el maná que sangre del cordero pascual fueron prote-
tenía en sí la suavidad de todo sabor gidos los hijos de Israel del ángel devas-
como s e d i c e ( S a p . 16, 20), como tam- tador, y sacados de l a servidumbre de
bién l a g r a c i a d e e s t e s a c r a m e n t o refri- E g i p t o ; y e n c u a n t o á esto se c o n s i d e r a
gera e l a l m a e n t o d o s c o n c e p t o s . P e r o e l como figura p r i n c i p a l de este s a c r a m e n t o
cordero p a s c u a l p r e f i g u r a b a l a Eucaris- el cordero pascual, que le representa
tía de tres m o d o s : e n c u a n t o a l 1 . ° p o r - bajo todos los aspectos (2).
que s e c o m í a c o n p a n e s ázimos, según C o n lo dicho quedan contestados los
12, 8) : comerán carnes
aquello ( E x o d . argumentos propuestos.
y panes ázimos, e n c u a n t o á l o 2.° p o r -

CUESTIÓN LXXIY.
De la materia de la Eucaristía en cuanto á la especie.

Debemos considerar ahora la materia de este sacramento : 1.° de la especie de la materia; 2.° de la
conversión del pan y del vino en cuerpo de Cristo ; 3.° del modo de existir el cuerpo de Cristo en este
sacramento; 4.° de los accidentes del pan y del vino que quedan en este sacramento.
Acerca del primer punto examinaremos: 1.° El pan y el vino son la materia de este sacramento?—
i° Se requiere determinada cantidad para la materia de este sacramento?—3.° La materia de este sa-
cramento es el pan de trigo? — ! . Lo es el pan ázimo ó el fermentado?— 5.° La materia de este sacra-
0

mento es el vino de la vid? —6.° Debe mezclársele agua? —I. El agua es de necesidad de este sacra-
0

mento? — 8.° De la cantidad de agua que se añade.

A R T Í C U L O I . — l a m a t e r i a de e s t e debe ser m á s bien las carnes de los ani-


sacramento e s e l p a n y el vino? (3) males, que el p a n y el vino.
2.° Este sacramento debe celebrarse
1.° P a r e c e q u e l a m a t e r i a d e e s t e s a - en todas partes. Pero en muchos paí-
cramento n o e s e l p a n y e l v i n o ; p o r q u e ses n o se e n c u e n t r a e l p a n de t r i g o , y
este s a c r a m e n t o debe representar más en otras n o se h a l l a el vino. Luego el
perfectamente l a p a s i ó n d e C r i s t o q u e l o s pan y el vino no son la materia conve-
sacramentos d e l a a n t i g u a l e y . E s a s í q u e niente de este sacramento.
las c a r n e s d e l o s a n i m a l e s , q u e e r a n l a s 3.° E s t e s a c r a m e n t o c o m p e t e á l o s s a -
materias de los sacramentos de la ley nos y á los enfermos. M a s e l vino d a ñ a á
antigua, representan m á s espresamente ciertos enfermos. L u e g o parece que no
la p a s i ó n d e C r i s t o q u e e l p a n y e l v i n o . debe ser m a t e r i a d e este sacramento.
Luego la materia de este sacramento Por el contrario: dice el P a p a A l é -
(1) En ol Lovítico fxvi) se encuentra referido, ruede con- Agnus que repite por 1res veces el sacerdote antes de la comu-
sultarse también entre otros autores modernos á J. de Maistre nión ; y eleva sobre el copón el Agnus Dei, antes de dar la co-
apéndice á las veladas de San Petersbourg, Lyon, 1830, t. n , munión á los fieles.
1>- 321 y á Stóckl, Liturgia y significación dogmática del sa- (3) Es de fe según declaración de los concilios de Letran
crificio del Antiguo Testamento en sus relaciones con la leo- (op. Firmiter) do Florencia (en el decreto de union) y de Trcn-
na del sacrificio de la nueva alianza, Ratisbona, ISIS. to (sess. x u i ) conforme con el unánime consentimiento de los
M. Ll. Santos Padres y el constante uso y práctica de la Iglesia.
(2) Por esto la liturgia de la misa ha conservado la palabra M. Ll.
SOMA T E O I Ó G I C A . — TOMO I V . 49 -
770 CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS I Y II.

j a n d r o I ( E p i s t . 1, a d o m n e s O r t h . c . 4 ) : e f e c t o c o n s i d e r a d o e n c a d a u n o d e l o s q u e
q u e <r e n l a s o b l a c i o n e s d e l o s s a c r a m e n - l e r e c i b e n ; p o r q u e c o m o d i c e S a n A m -
» t o s , s o l a m e n t e s e o f r e c e n e n s a c r i f i c i o b r o s i o s o b r e l a e p i s t . i , a d C o r . (alius
» e l p a n y e l v i n o m e z c l a d o c o n a g u a » . a u c t o r s u p e r i l l u d c . 11. Hic calix no-
Conclusión. El pan y el vino son ma- vum): a e s t e s a c r a m e n t o s i r v e p a r a l a
teria conveniente del sacramento de la » d e f e n s a d e l a l m a y d e l c u e r p o , y por
Eucaristía. » e s t o é l s e o f r e c e b a j o l a e s p e c i e d e l pan
Responderemos, q u e a c e r c a d e l a m a - » e l c u e r p o d e C r i s t o p o r l a s a l u d del
t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o , a l g u n o s e r r a r o n B c u e r p o , y l a s a n g r e b a j o l a e s p e c i e del
de m u c h o s m o d o s ; p u e s c i e r t o s q u e s e » v i n o p o r la s a l u d d e l a l m a » , s e g u u es-
l l a m a n A r t o t y r i t a s , c o m o d i c e S a n t a s p a l a b r a s ( L e v i t . 17), el alma de la
A g u s t í n ( L i b . d e h a s r e s i b u s . h a e r e s . 28), carne está en la sangre ; 4.° e n c u a n t o
o f r e c e n p a n y q u e s o e n e s t e s a c r a m e n t o , a l e f e c t o r e s p e c t o d e t o d a l a I g l e s i a , que
diciendo que los primeros h o m b r e s ofre- es constituida por l o sdiversos fieles,
c i e r o n s o l e m n e m e n t e l o s f r u t o s d e l a t i e r - « c o m o e l p a n e s f o r m a d o d e diversos
ra y d e s u s g a n a d o s . L o s C a t a p h y g i o s y » g r a n o s y e l v i n o p r o c e d e d e diversas
P e p u z i a n o s (1) t o m a b a n l a s a n g r e d e u n » u v a s » , s e g ú n d i c e l a g l o s a ( O r d . A u g ,
n i ñ o , q u e s a c a b a n d e s u c u e r p o p i n c h á n - t r a c t . 26, i n J o a n ) s o b r e a q u e l l o ( i Cor.
d o l e c o n p u n z a n t e s a g u j a s e n d i v e r s a s 10) : multi unum corpus sumus, e t c .
p a r t e s , y se dice q u e confeccionaban su Al a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e a u n -
E u c a r i s t í a , m e z c l a n d o e s t a s a n g r e c o n q u e l a s c a r n e s d e l o s a n i m a l e s sacrifica-
h a r i n a d e l a c u a l h a c í a n p a n . O t r o s l l a - d o s r e p r e s e n t a n m á s e s p r e s a m e n t e la pa-
m a d o s aquarios n oofrecían en este s a - sión de C r i s t o , sin e m b a r g o , competen
c r a m e n t o s i n o a g u a b a j o p r e t e s t o d e s o - m e n o s p a r a e l u s o c o m ú n d e e s t e sacra-
b r i e d a d . M a s t o d o s e s t o s e r r o r e s y o t r o s m e n t o , y p a r a s i g n i f i c a r l a u n i d a d ecle-
s e m e j a n t e s s o n r e c h a z a d o s p o r lo m i s m o s i á s t i c a .
que Cristo instituyó este sacramento bajo A l 2.° q u e a u n q u e n o e n t o d o s l o s p a í -
l a e s p e c i e d e l p a n y d e l v i n o , c o m o s e v e s e s , n a z c a e l t r i g o y e l v i n o , p u e d e sin
( M a t h . 26) ; p o r c o n s i g u i e n t e e l p a n y el e m b a r g o l l e v a r s e f á c i l m e n t e á t o d a s p a r -
v i n o s o n m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e e s t e s a - t e s c u a n t o b a s t a p a r a e l u s o d e e s t e sa-
c r a m e n t o , y e s t o c o n r a z ó n : 1.° e n c r a m e n t o . M a s s i f a l t a e l u n o n o d e b e
c u a n t o a l u s o d e e s t e s a c r a m e n t o , q u e e s c o n s a g r a r s e e l o t r o s o l a m e n t e , p o r q u e en
su p e r c e p c i ó n ó c o m i d a ; p u e s así c o m o este c a s o n o h a b r á perfecto sacramento.
se e m p l e a el a g u a en e l b a u t i s m o , p a r a Al 3.° q u e e l v i n o t o m a d o e n p e q u e ñ a
e l u s o d e l a a b l u c i ó n e s p i r i t u a l p o r q u e l a c a n t i d a d n o p u e d e p e r j u d i c a r m u c h o al
a b l u c i ó n c o r p o r a l se h a c e o r d i n a r i a m e n t e e n f e r m o . Y sin e m b a r g o , s i s e temiera
e n e l a g u a , a s í e l p a n y e l v i n o q u e s o n e s t e d a ñ o , n o e s n e c e s a r i o q u e t o d o s los
l o s a l i m e n t o s d e q u e e l h o m b r e u s a p a r a q u e r e c i b e n e l c u e r p o d e C r i s t o , reciban
r e p a r a r s u s f u e r z a s , s e e m p l e a n e n e s t e t a m b i é n l a s a n g r e c o m o d e s p u é s s e dirá
s a c r a m e n t o p a r a e l u s o d e l a c o m i d a e s - ( C . 80, á 12) (3).
p i r i t u a l (2) ; 2.° e n c u a n t o á l a p a s i ó n d e
Cristo , en la que la sangre e s separada ARTÍCULO I I . — ¿ R e q u i é r e s e u n a can-
d e l c u e r p o , y a s í e n e s t e s a c r a m e n t o q u e t i d a d d e t e r m i n a d a d e » a n y d e v i n o p a r a ma-
e s c o n m e m o r a t i v o d e l a p a s i ó n d e l S e ñ o r , t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o ? (4)
se t o m a s e p a r a d a m e n t e el p a n c o m o sa-
cramento d e l c u e r p o y e l v i n o c o m o s a - 1.° P a r e c e q u e s e r e q u i e r e d e t e r m i n a d a
c r a m e n t o d e l a s a n g r e ; 3,° E n c u a n t o a l c a n t i d a d d e p a n y d e v i n o p a r a m a t e n »

(1) Por haber sido la patria del Montañismo, la Mysia y la de que, consagrada la hostia, el sacerdote cayera, enfermo y
Frigia, solían llamárseles habitualmente Frigios y Catafriqios. no hubiese otro que pudiera continuar el sacrificio. (J. Ligor.
Ocupaban ordinariamente las ciudades de la Frigia, como Pe- Opus. mor. 1, v i , n. 196).
pucio y Hiyatiro, y de aquí el nombre de Pepuclanos. San Epif, (3) V. la nota respecto á este punto.
(INfer. 48, 14). V. S c h w e g l e r , El Montañismo y la Iglesia cris- (4) El sacerdote puede válidamente consagrar la materia (le
tiana del siglo segundo. Tubinga, 1811, con la crítica del libro la Eucaristía de cualquiera magnitud que sea, con tal que este
por Georgii, Kella, 1812, n . 33 p. 130. — M. Ll. presente y conserve su carácter de pan y de vino y sea perci-
(2) De aquí que la consagración de una sola especie sería bida por el consagrante. Las sinodales de las diócesis suelen
válida, pero gravemente ilícita, según declaración del Triden- marcar empero la disciplina eclesiástica acerca del particular
ino (sess. 22 y can. Conferitnus dist. 2 de consecr.), á menos M. Ll.
CUESTIÓN LXXIV.—ARTÍCULOS II Y I I I . 771

de e s t e s a c r a m e n t o : p o r q u e l o s e f e c t o s que la cantidad de materia de este sacra-


de l a g r a c i a n o e s t á n m e n o s o r d e n a d o s m e n t o se determine por c o m p a r a c i ó n a l
que los d e l a n a t u r a l e z a . P e r o , c o m o s e u s o d e l o s fieles. M a s e s t a d e t e r m i n a c i ó n
dice ( D e a n . 1. 2 , t . 4 1 ) , « e n t o d o s l o s no puede hacerse por comparación á los
» cuerpos de la n a t u r a l e z a h a y u n límite fieles q u e a h o r a s e p r e s e n t a n , p o r q u e s i
)> y u n a r e l a c i ó n d e m a g n i t u d y d e a u - así fuera, el s a c e r d o t e q u e t u v i e r a p o c o s
j> m e n t ó » . L u e g o m u c h o m á s e n e s t e s a - fieles no podría consagrar muchas hos-
c r a m e n t o q u e s e d i c e Eucaristía, e s t o e s tias : d e d ú c e s e pues, que la materia d e
buena gracia, s e r e q u i e r e d e t e r m i n a d a este sacramento s edetermina e n abso-
cantidad d e p a n y d e vino. l u t o , p o r c o m p a r a c i ó n a l u s o d e l o s fie-
2.° A l o s m i n i s t r o s d e l a I g l e s i a n o l e s les : y este n ú m e r o e s indeterminado.
ha s i d o d a d a p o r C r i s t o p o t e s t a d p a r a l a s L u e g o no puede decirse que la cantidad
cosas q u e p u e d e n s e r v i r p a r a i r r i s i ó n d e l a de materia de este sacramento sea deter-
fe y d e s u s s a c r a m e n t o s , c o n f o r m e a q u e - minada.
llo ( i l C o r . 1 0 , 8). Según el poder que A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e l a m a -
nos dio Dios para edificación y no para t e r i a d e c u a l q u i e r c o s a n a t u r a l , r e c i b e
destrucción. P e r o r e d u n d a r í a e n b u r l a d e cantidad determinada, según que s e re-
los s a c r a m e n t o s s i e l s a c e r d o t e q u i s i e r a fiere á u n a f o r m a t a m b i é n d e t e r m i n a d a .
c o n s a g r a r t o d o e l p a n q u e s e v e n d e e n e l P e r o e l n ú m e r o d e l o s fieles á c u y o u s o
mercado y t o d o e l v i n o q u e h a y e n u n a se ordena este s a c r a m e n t o no e s deter-
bodega. L u e g o n o p u e d e h a c e r esto. minado. L u e g o no h a y paridad.
3.° S i a l g u n o e s b a u t i z a d o e n e l m a r A l 2.° q u e la p o t e s t a d d e los ministros
no t o d a e l a g u a d e l m a r s e s a n t i f i c a p o r de la Iglesia se ordena á dos c o s a s ; á su
la f o r m a d e b a u t i s m o , s i n o s o l a m e n t e e f e c t o p r o p i o y a lfind e e s t e e f e c t o ; y
aquella p o r l a q u e es l a v a d o el c u e r p o d e l e s t a n o d e s t r u y e l a p r i m e r a . P o r c o n s i -
bautizado. L u e g o ni e n e s t e s a c r a m e n t o g u i e n t e si u n s a c e r d o t e se p r o p o n e c o n -
puede c o n s a g r a r s e u n a c a n t i d a d e s c e s i v a s a g r a r el c u e r p o d e C r i s t o , p o r a l g ú n m a l
de p a n y d e v i n o . fin, v . g r . p a r a b u r l a r s e ó h a c e r m a l e f i -
Por el c o n t r a r i o : lo m u c h o es opuesto c i o s , p e c a p o r l a i u t e n c i o n d e l m a l fin, y
á lo p o c o y l o g r a n d e á l o p e q u e ñ o . P e r o n o o b s t a n t e p o r l a p o t e s t a d q u e l e h a
no h a y c a n t i d a d a l g u n a d e p a n y d e v i n o sido d a d a perfecciona el s a c r a m e n t o ( 1 ) .
tan p e q u e ñ a q u e n o p u e d a s e r c o n s a g r a - A l 3.° q u e e l s a c r a m e n t o d e l b a u t i s m o
da. L u e g o t a m p o c o h a y u n a c a n t i d a d s e p e r f e c c i o n a e n e l u s o d e l a m a t e r i a ; y
tan g r a n d e , q u e n o p u e d a s e r c o n s a - a s í p o r l a f o r m a d e l b a u t i s m o n o s e s a n -
grada. tifica m a y o r c a n t i d a d de a g u a q u e la q u e
C o n c l u s i ó n . No puede decirse que la conviene á su uso. M a s este sacramento
cantidad de materia de este, sacramento s e p e r f e c c i o n a e n l a c o n s a g r a c i ó n d e l a
sea determinada. materia ;por lo t a n t o no h a y paridad.
Responderemos que algunos dijeron
que e l s a c e r d o t e n o p o d r í a c o n s a g r a r u n a A R T I C U L O I I I . — n c q u i é r c s c p a r a ia
cantidad i n m e n s a d e p a n y d e v i n o , v . g . , materia de este sacramento que el pan s e a
todo el p a n q u e s e v e n d e e n e l m e r c a d o v d e t r i g o ? (2)
todo e l v i n o q u e h a y e n u n t o n e l . M a s
esto n o p a r e c e s e r v e r d a d e r o , p o r q u é e n 1.° P a r e c e q u e n o se r e q u i e r e p a r a l a
todo l o q u e t i e n e m a t e r i a , l a r a z ó n d e l a m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o q u e e l p a n
determinación d e esta se t o m a d e su re- sea d e t r i g o :p o r q u e este s a c r a m e n t o es
l a c i ó n c o n e l fin, c o m o l a m a t e r i a d e l a r e c o r d a t i v o d e l a p a s i ó n d e l S e ñ o r ; y
sierra e s e l h i e r r o , á fin d e q u e s e a a p t a m á s b i e n , p a r e c e s e r c o n f o r m e á e s t a e l
p a r a c o r t a r . E lfind e e s t e s a c r a m e n t o e s p a n d e c e b a d a , q u e e s m á s á s p e r o y d e l
el u s o d e l o s fieles, l u e g o e s c o n v e n i e n t e cual Cristo alimentó t a m b i é n las turbas

(1) Conforme con la definición del Concilio TridenLino M conficitur sacramcntum », conforme con la tradición, laliturgia
.sess. vu, can. x u ) contra los donatistas : « Sí qttis dixerit mi- de entrambas iglesias y los concilios generales y particulares.
"iwíntni ¡u peccatQ mortali cxistcntem, modo omnia essentialia, Si la harina, empero, tuviera una pequeña adulteración i n -
"Siíro fifi sacramcntum conficiendum pertincnl, servaverit, non con- apreciable, serviría ; porque según Santo Tomás ( c. 74, a. 3,
M
/¡cerc aul conferrc sacramcntum, anathema sit ». — M . Ll ad 3) : « módica permixtio non solvit speciem', quia id quod cst
(2) Asi lo dispono la Rúbrica : « Si pañis non sit tritíceas, non » modicum, quodammodo absumilur á plurimo ». — M. Ll.
772 CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULO III.

e n el m o n t e , c o m o s e d i c e ( J o a n . 6), q u e d u r e z a d e l a a n t i g u a l e y p o r s u propia
el p a n d e trigo. L u e g o este no es m a t e - d u r e z a , y a t a m b i é n p o r q u e c o m o dice
ria propia de este s a c r a m e n t o . S a n A g u s t í n (Q. 1. 83, 9, 61) : « l a masa
2.° L a figura e s s i g n o d e l a e s p e c i e e n » d e l a c e b a d a q u e s e h a l l a r e c u b i e r t a de
las cosas naturales. A h o r a bien, h a y se- » u n a p a j a m u y t e n a z , s i g n i f i c a l a ley
m i l l a s , q u e t i e n e n l a figura d e l g r a n o d e » m i s m a q u e h a b í a s i d o d a d a d e tal modo,
t r i g o , c o m o el c e n t e n o , y el trigo sin cul- » q u e e l a l i m e n t o v i t a l d e l a l m a s e en-
tivar ó escanda, de que también se hace » c o n t r a b a v e l a d o e n e l l a p o r l o s sacra-
p a n en algunos lugares para el uso de este » m e n t o s c o r p o r a l e s ; ó b i e n s i g n i f i c a el
sacramento. L u e g o el p a n de trigo n o es » p u e b l o q u e a u n n o se h a b í a despojado
la materia propia de este sacramento. D d e l d e s e o c a r n a l , q u e p e r m a n e c í a ape-
3.° L a m e z c l a d e s t r u y e l a e s p e c i e . » g a d o á s u c o r a z ó n c o m o u n a paja.»
P e r o rara v e z se halla harina de trigo M a s e s t e s a c r a m e n t o p e r t e n e c e a l suave
que no tenga mezcla de otras semillas, á y u g o d e C r i s t o y á l a v e r d a d y a mani-
m e n o s de que s eelijan c u i d a d o s a m e n t e fiesta, y a l p u e b l o e s p i r i t u a l . P o r cuya
los granos. L u e g o n o parece q u e el p a n r a z ó n n o s e r í a m a t e r i a c o n v e n i e n t e d e este
de trigo sea la materia propia de este sa- s a c r a m e n t o el p a n de cebada.
cramento. A l 2.° q u e e l q u e e n g e n d r a p r o d u c e su
4.° L o q u e e s t á c o r r o m p i d o p a r e c e s e r s e m e j a n t e e n e s p e c i e ; s i n e m b a r g o , hay
de otra especie. P e r o h a y algunos que u n a d i f e r e n c i a e n t r e e l q u e e n g e n d r a y el
c o n s a g r a n c o n el p a n c o r r o m p i d o , q u e y a e n g e n d r a d o , e n c u a n t o á los accidentes,
no parece ser p a n de trigo. L u e g o parece y a á c a u s a d e l a m a t e r i a , y a p o r l a de-
que tal p a n no es la materia propia d e b i l i d a d d e l a v i r t u d g e n e r a t i v a . P o r lo
este sacramento. c u a l si h a y t r i g o s q u e p u e d e n s e r engen-
Por el contrario, e n e s t e s a c r a m e n t o s e d r a d o s p o r l a s e m i l l a d e l t r i g o , (como
contiene Cristo, que se c o m p a r a á u n d e l g r a n o d e t r i g o s e m b r a d o e n malas
g r a n o d e t r i g o , d i c i e n d o ( J o a n . 12, 24): t i e r r a s n a c e e l c a n d e a l ) , e l p a n hecho
si el grano de trigo, que cae en la tierra, c o n t a l t r i g o p u e d e s e r m a t e r i a d e la Eu-
no muriere, él solo queda. L u e g o e l p a n c a r i s t í a ; l o q u e s i n e m b a r g o n o parece
d e trigo es la m a t e r i a d e este s a c r a m e n t o . t e n e r l u g a r r e s p e c t o d e l a c e b a d a n i el
Conclusión. La materia propia del sa- c e n t e n o , n i e l t r i g o b r a v i o ó e s c a n d a , que
cramento de la Eucaristía es el pan de e s m u y s e m e j a n t e a l g r a n o d e t r i g o . La
trigo. s e m e j a n z a e m p e r o d e l a figura e n l o s ta-
Responderemos, q u e s e g ú n l o d i c h o l e s , m á s p a r e c e significar la proximidad,
( a . 1 y C . 66, a . 3 ) ; p a r a e l u s o d e l o s q u e l a i d e n t i d a d d e l a e s p e c i e ; como
s a c r a m e n t o s se t o m a tal materia de la q u e por la semejanza de la figura, s e ma-
los h o m b r e s se sirven m á s c o m u n m e n t e n i f i e s t a q u e e l p e r r o y e l l o b o s o n de
p a r a tal uso. E n t r e los d e m á s p a n e s , los u n a e s p e c i e p r ó x i m a , m a s n o d e l a mis-
hombres usan más comunmente del pan m a . P o r consiguiente c o n tales granos ó
de trigo ; pues el uso de los otros parece s e m i l l a s , q u e n o p u e d e n ser engendradas
h a b e r sido introducido á falta del pan de d e l a s e m i l l a d e l t r i g o , n o p u e d e confec-
t r i g o . P o r e s t o se cree q u e C r i s t o h a i n s - c i o n a r s e p a n q u e s e a l a m a t e r i a debida
tituido este sacramento bajo la especie de de este sacramento.
este p a n , q u e t a m b i é n fortifica m á s al A l 3.° q u e u n a l i g e r a m e z c l a , n o des-
h o m b r e , y significa tanto m á s c o n v e - t r u y e l a e s p e c i e , p o r q u e l o q u e h a y en
nientemente el efecto de este sacramento. p e q u e ñ a c a n t i d a d e s e n c i e r t o m o d o ab-
Y por esto su materia propia es el pan s o r b i d o p o r lo q u e es m á s considerable.
de trigo (1). P o r l o c u a l , s i h a y u n a p e q u e ñ a mez-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e e l p a n c l a d e d o s g r a n o s e n u n a g r a n cantidad
de c e b a d a compete para significar, y a la d e t r i g o , p u e d e c o n f e c c i o n a r s e p a n que
(I) Consagrar con materia dudosa, no es lícito, por lo cual adelante, porque ya se ha dedicado á Dios (San Ligor. Opus-
debe procurarse que las hostias no tengan más do quince dias, Mor. 1. v i , n. 201). No es válida la consagración con pan de
y estén hechas por personásde confianza. Consagrarsin causa maíz, habas, castañas, panizo, avena, lentejas ú otras semi-
una hostia manchada ó rota, es pecado venial, á menos que llas, porque no es el pan usual (San Ligor. Opus. Mor. 1. ">
haya escándalo, ó la fractura, ó mancha sean enormes : si des- n. 109). —M. Ll.
pués de la oblación s e notan estos defectos, puede seguirse
CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS III Y IV. 773

es m a t e r i a d e e s t e s a c r a m e n t o ; m a s s i l a es s a c r a m e n t o de fe. P e r o el fervor de
mezcla es grande v. gr. i g u a l , ó casi l a c a r i d a d se significa por el fermento,
tanto, t a l m e z c l a cambia la especie; y como se ve (Glosa interl. super illud
entonces e l pan confeccionado no será Matth. 13, 33). Semejante es el reino de
materia l e g í t i m a de este s a c r a m e n t o . los cielos al fermento, e t c . L u e g o e s t e
A l 4.° que algnas veces es tanta la sacramento debe consagrarse con pan
corrupción d e l p a n , q u e destruye su es- fermentado.
pecie, como cuando la continuidad no 4.° L o ázimo y lo fermentado son ac-
existe, t a n t o e l sabor como el color y cidentes del p a n , que no c a m b i a n su es-
demás a c c i d e n t e s s o n c a m b i a d o s ; p o r l o pecie. P e r o en la materia del bautismo,
cual d e t a l m a t e r i a n o p u e d e c o n s a g r a r s e n o se h a c e d i f e r e n c i a r e l a t i v a m e n t e á l o s
el c u e r p o d e C r i s t o ; o t r a s v e c e s l a alte- a c c i d e n t e s d e l a g u a , c o m o si es s a l a d a ó
ración n o e s t a n g r a n d e q u e d e s t r u y a la d u l c e , caliente ó fría. L u e g o no debe h a -
especie, s i n o q u e h a y e n e l l a a l g u n a d i s - cerse diferencia en este s a c r a m e n t o , de
posición á l a c o r r u p c c i o n , q u e s e mani- s i e l p a n es á z i m o ó f e r m e n t a d o .
fiesta p o r a l g u n a i n m u t a c i ó n d e l s a b o r , y Por el contrario: (In Decret. 1. 3,
del t a l p a n p u e d e c o n s a g r a r s e e l cuerpo tit. 41, cap. Litteras) se c a s t i g a « al
de C r i s t o : m a s s e p e c a por irreverencia » sacerdote que presumió celebrar misa
al s a c r a m e n t o . Y puesto que el almidón » solemne con pan fermentado, y cáliz
es de t r i g o c o r r o m p i d o , n o p a r e c e q u e d e l » de m a d e r a » .
pan c o n f e c c i o n a d o con él pueda consa- C o n c l u s i ó n . No es de necesidad de este
grarse (fieri) el cuerpo de Cristo, aunque sacramento que el pan sea ázimo ó fer-
algunos d i g a n l o c o n t r a r i o . mentado, y así es conveniente que cada
uno observe el rito de su Iglesia en la ce-
lebración del sacramento.
ARTÍCULO I V . — Debe confeccionarse
R e s p o n d e r e m o s que, acerca de l a m a -
este s a c r a m e n t o c o n p a n á z i m o ? (1)
t e r i a de este sacramento pueden consi-
d e r a r s e dos c o s a s , á s a b e r : l o q u e es n e -
1.° Parece que este sacramento no cesario y l o q u e es c o n v e n i e n t e . E s ne-
debe c o n f e c c i o n a r s e c o n p a n á z i m o ; por cesario q u e e l p a n s e a de t r i g o , c o m o se
que d e b e m o s i m i t a r en él l a institución h a d i c h o ( a . 3), s i n e l q u e n o se p e r f e c -
de C r i s t o ; y p a r e c e q u e C r i s t o i n s t i t u y ó c i o n a el s a c r a m e n t o . M a s n o es de n e c e -
este s a c r a m e n t o , con pan fermentado sidad del sacramento que sea ázimo ó fer-
porque c o m o s e l e e ( E x o c l . 12), los j u d í o s mentado, porque c o n uno y otro puede
según l a l e y c o m e n z a b a n á u s a r l o s ázi- consagrarse. E s conveniente empero que
mos e n e l d i a d e l a P a s c u a q u e s e cele- c a d a c u a l g u a r d e el rito de s u I g l e s i a en
braba en la décimacuarta luna. Mas l a celebración del sacramento : sobre lo
Cristo i n s t i t u y ó este sacramento en la cual h a y costumbres diversas en las I g l e -
antes del dia de la fiesta
cena, q u e c e l e b r ó sias ; porque dice el B . Gregorio (in re-
de la Pascua, c o m o c o n s t a ( J o a n . 13). gist, implic. i d habet Innocent. 111. De
Luego t a m b i é n nosotros debemos cele-
myster. m i s s a a . 1. 4 , c. 4 ) : « l a Iglesia
brar e s t e sacramento con pan fermen-
» r o m a n a ofrece panes á z i m o s , porque el
tado.
» Señor tomó carne sin mezcla alguna;
2.° L o s preceptos legales no deben ser » pero la I g l e s i a g r i e g a ofrece p a n fer-
observados en- t i e m p o d e l a g r a c i a . Pero » m e n t a d o , p o r q u e e l V e r b o d e l P a d r e se
el uso d e l o s ázimos fué u n a ceremonia » h a vestido de carne, como el fermento
l e g a l , c o m o s e v e ( E x o d . 12). Luego en » se m e z c l a con la harina. » Así pues,
este s a c r a m e n t o n o d e b e m o s u s a r d e p a - como peca el sacerdote en la Iglesia
nes á z i m o s . de los latinos celebrando con pan fer-
3.° S e g ú n s e h a d i c h o ( C . 6 5 , a. 1 y mentado , así pecaría el sacerdote griego
C. 73, a . 3, a l 3.°), la Eucaristía es sa- en la iglesia de los griegos celebrando
cramento d e c a r i d a d , c o m o e l bautismo con p a n á z i m o , como pervirtiendo el rito

(1) Ks de fe según la definición del concilio Florentino : » ficere deberé, unumquenique scillcet juxta suce Ecclesics sive occi-
' uefinimus in azymo sive fermetuatio pane tritlco Corpus Christi rc- » dentalis, sive orienlalis consuetudinem ».
»rocino' eonfici, sacerdolcsquc in altero ipsorum üomini corpas con-
774 CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS IV Y V .

d e s u I g l e s i a (1). Y s i n e m b a r g o l a c o s - ázimos, c u a n d o n o s e e n c o n t r a b a p a n f e r -
tumbre d e celebrar con pan ázimo, e s m e n t a d o e n las c a s a s d e los j u d í o s , según
m u y razonable. l . °A c a u s a d el a ins- se h a d i c h o ; y h e m o s y a h a b l a d o más
titución de Cristo que b a establecido este e s t e n s a m e n t e a l t r a t a r d e l a p a s i ó n del
s a c r a m e n t o el primer dia de los ázimos S e ñ o r ( C . 46, a . 9 a l 1.°).
c o m o c o n s t a ( M a t t h . 26, M a r c . 14 y A l 2.° q u e l o s q u e c o n s a g r a n c o n p a n
L u c . 23): e n c u y o d i a n o d e b í a h a b e r á z i m o , n o t i e n e n l a i n t e n c i ó n d e obser-
p a n fermentado en las casas de los judíos v a r l a s c e r e m o n i a s d e l a l e y , s i n o l a de
c o m o l o o r d e n a l a l e y ( E x o d . 12). 2.° c o n f o r m a r s e c o n la i n s t i t u c i ó n d e Cristo;
P o r q u e e l p a n es p r o p i a m e n t e e l s a c r a - y p o r e s t o n o j u d a i z a n ; p u e s d e otra ma-
m e n t o del cuerpo de Cristo, que fue con- n e r a los q u e c o n s a g r a n c o n p a n fermen-
c e b i d o sin c o r r u p c i ó n , m a s bien q u e el d e t a d o , j u d a i z a r í a n (5) t a m b i é n , p u e s t o q u e
la divinidad del mismo como veremos ( C . las judíos ofrecían panes fermentados
86, a . 1). 3.° P o r q u e e s t a c o s t u m b r e c o m - como primicias.
p e t e m á s á l a s i n c e r i d a d d e l o s fieles, q u e A l 3.° q u e e l f e r m e n t o s i g n i f i c a l a c a -
se requiere p a r a el uso de este s a c r a m e n - r i d a d p o r a l g ú n e f e c t o , esto e s , porque
t o , s e g ú n a q u e l l o ( i . C o r . 5, 7) : porque h a c e a l p a n m á s s a b r o s o y m a y o r ; pero
Cristo que es nuestra Pascua ha sido in- s i g n i f i c a l a c o r r u p c i ó n p o r l a n a t u r a l e z a
molado, y así solemnicemos el convite con m i s m a d e l a e s p e c i e .
ázimos de sinceridad y de verdad (2). A l 4.° q u e p u e s t o q u e e l f e r m e n t o t i e -
L a c o s t u m b r e d e los g r i e g o s t i e n e s i n n e a l g o d e c o r r u p c i ó n , y del p a n corrom-
e m b a r g o o t r a r a z ó n , y a p o r l a s i g n i f i c a - p i d o n o p u e d e c o n s a g r a r s e e s t e sacra-
c i ó n q u e i n d i c a S a n G r e g o r i o , y a e n d e - m e n t o , c o m o s e h a d i c h o ( a . 3 a l 4.°),
t e s t a c i ó n d e l a s h e r e j í a s d e l o s n a z a r e - p o r e s o m á s s e c o n s i d e r a c o n r e l a c i ó n al
n o s , q u e m e z c l a b a n l a s p r e s c r i p c i o n e s l e - p a n l a d i f e r e n c i a d e l á z i m o y d e l fermen-
g a l e s c o n e l E v a n g e l i o (3). t a d o , q u e l a q u e h a y e n e l a g u a del bau-
A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s , q u e c o m o t i s m o s i e s c a l i e n t e ó f r i a ; p o r q u e p o d r í a
s e l e e ( E x o d . 12), l a s o l e m n i d a d d e l a s e r t a n t a l a c o r r u p c i ó n d e l a l e v a d u r a ,
P a s c u a c o m e n z a b a e n l a s v í s p e r a s d e l a q u e n o p u d i e r a s e r c o n f e c c i o n a d o e l sa-
l u n a d é c i m a c u a r t a (4), y e n t o n c e s C r i s t o c r a m e n t o .
después de la inmolación del cordero pas-
cual instituyó este sacramento ; por l o A R T Í C U L O V . — E I v i n o «lo i a vi« es i»
c u a l S a n J u a n d i c e p r e c e d e r e s t e d i a m a t e r i a p r o p i a d e e s t e s a c r a m e n t o ? (lii
al dia de la P a s c u a , y por los otros tres
e v a n g e l i s t a s s e d i c e primer dia de los 1.° P a r e c e q u e n o s e a m a t e r i a p r o p i a

(1) Benedicto XIV en su Bula ; Etsi pastoralis de 1 7 4 2 , con- Cristiano Lupo (dess. de aclis. San León IX cap. 7 ) , pre-
dena bajo pena de perpetua suspensión d divinis, al sacerdote tende que la Iglesia lalina ha hecho uso del del ázimo desde
que no celebra según su rito (á no ser que tema el escándalo, el tiempo de los Apóstoles, como dijeron también Dlmrlo,
ó para completar el sacrificio que otro haya empezado) ; mas Ruperto , Jaime deVjtriaso. Inocencio III. El cardenal liona
esto se entiende, cuando celebra en el lugar de su domicilio; (Lib. 1 serum, lilurg. cap. 131 dice que los griegos lian cele-
pues si un sacerdote se encuentra en país de griegos, ó un brado siempre con pan fermentado, pero que los latinos en
griego en países latinos, opinan Antoine, Suarez, Tournely los primeros siglos usaron del ázimo y del ferinenlaclo, según
con el común de los teólogos, que es libre de atenerse al rito lo pidiese la oportunidad de los tiempos y de los lugares, y
que le parezca. Así pregunta también San Ligorio ( ( . p u s . que no consagraron comunmente con ázimo hasta el siglo*.
Mor. 1. v i , n. 2 0 2 ¡ . Un presbítero del rito griego que ha sido Por lodo lo c u a l , es probable que en los siglos primitivos los
nombrado el Jueves Santo pora celebrar la Eucaristía con griegos usasen también del ázimo s e g ú n la sentencia ilc Sanio
otros doce del ri to latino, ¿puede y debe consagrar con azymo? Tomás y que los latinos, hasta el siglo i x se sirviesen indis-
Responde, afirmativamente, conforme á la aprobación de este tintamente de uno y otro. Asi Tourneli (Prielut: lotn. xi de
caso por Su Santidad de 2 5 de Agosto de 1 8 1 8 . — M . Ll. Ench. q. 4 . a. 5 . ) (M. Ll.)
(2) De sinceridad contraía corrupción del pecado ; de verdad (4) Tengase presente que los judíos distinguían tres clases
contra las figuras de la antigua l e y , según interpretación del de dias : naturales, desde una media noche á la otra; fli'1'7 - 1

mismo Santo Tomás. dales, desde la salida al ocaso del sol, que distribuían en
( 3 ) Santo Thomas (in 4 . sent. dut, 1 1 . q. 1 . a, 3) Alejandro doce horas ; legales ó festivos que empezaban en la víspera del
de Nales (q. 4 de Ench. qu. 1 0 ) con otros antiguos escolásti- dia que celebraban y terminaba en la víspera del dia siguien-
c o s , fueron de parecer que la costumbre de celebrar con ázimo te. A s í , cuando San Juan dice (c. 1 3 ) que Cristo celebróla
fue propia tanto de la Iglesia griega como de la latina, hasta cena legal ante diem festum paschce , habla del dia natural, o
el tiempo del hereje Ebion que quiso unir la observancia de del artificial; mas los otros Evangelistas , del dia legal, o
la ley antigua y la nueva. Mas otros opinan de distinta ma- sea de víspera á víspera, y por esto dicen prima dieaümema
nera. Así San Sirmondo (De ázimo t. v i , opera) d i c e , que la (Math. 2G ; Marc. 1 4 ; Luc. 2 2 . ) (M. Ll.)
Iglesia latina adoptó el pan fermentado por espacio de más (5) V . la nota 1 .a

de 800 a ñ o s , pero que del S86 al 1 0 5 3 , en tiempo de Miguel (8) Es de fe según la declaración del Florentino y Trillen-
Cerulario, consagró con pan ázimo. P . Matillon, apoyado en tino (ses. s i n y x x i ) , y contra los antiguos herejes etionitas,
CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULO V. "775

de e s t e s a c r a m e n t o e l v i n o d e l a v i d ; p o r - mentó; 1.° á causa de la institución de


que a s í c o m o e l a g u a es l a m a t e r i a d e l Cristo, que instituyó este sacramento
bautismo a s í e l v i n o l o es d e este s a c r a - con el vino de la vid, como se ve por lo
mento. Pero en cualquier agua puede que él mismo dice (Matth. 26, 29) acer-
hacerse e l b a u t i s m o . L u e g o p u e d e h a c e r - ca de la institución dé este sacramento:
se e s t e s a c r a m e n t o c o n t o d a c l a s e d e v i n o , no beberé de este fruto de vid ; 2." porque
como e l d e m a n z a n a , g r a n a d a , m o r a s ú como se ha dicho (a. 3 ) , se toma para la
otras f r u t a s s e m e j a n t e s , s o b r e t o d o c u a n - materia de los sacramentos lo que pro-
do l a s v i ñ a s n o s e d a n e n c i e r t o s países. pia y comunmente tiene tal especie, y se
2.° E l v i n a g r e , e s u n a e s p e c i e d e v i n o da propiamente el nombre de vino a l q u e
que p r o v i e n e d e v i d , c o m o d i c e S a n I s i - se saca de la vid : algunos otros licores
doro ( i m p l i c . E t y m . 1. 2 0 , 3): mas no se dicen vino según cierta semejanza que
puede c o n s a g r a r s e con vinagre. Luego tienen con el vino de la vid ; 3.° porque
p a r e c e q u e e l v i n o d e l a v i d n o es l a m a - el vino de la vid compete más al efecto
teria p r o p i a d e e s t e s a c r a m e n t o . de este sacramento, que es la alegría es-
3.° A s í c o m o d e l a v i d s e s a c a e l v i n o piritual, pues escrito está ( P s . 103, 15)
puro, t a m b i é n e l a g r a z y el mosto. M a s que el vino alegra el corazón del hom-
no p a r e c e q u e s e p u e d a consagrar con bre (1).
estas d o s e s p e c i e s d e v i n o , s e g ú n estas Al argumento 1.° diremos que aque-
palabras q u e s e l e e n e n e l s e x t o concilio llos licores no se dicen propiamente vino
g e n e r a l ( h a b . i n c o n c . Q u i n i s e x t o , c . 28, sino según cierta semejanza. Puede em-
post. c o n c . Const. n i ) . « Sabemos que pero llevarse verdadero vino á aquellos
»en ciertas iglesias los sacerdotes espri- países en que no se dan las vides, cuanto
»men para el sacrificio l a s uvas y las baste para este sacramento.
» distribuyen así como su z u m o , a l p u e - Al 2.° que el vino se hace vinagre por
»blo. M a n d a m o s , p u e s , q u e e n l o s u c e - la corrupción; por lo cual no se hace
j) s i v o n i n g ú n s a c e r d o t e h a g a t a l c o s a » . volver al vinagre vino, como se dice
Y e l P a p a J u l i o I , ( D e c r e t . 7.°) r e p r e n d e (Met. 1. 8, t. 14). Y así como del pan
á algunos q u e ofrecen v i n o esprimido e n totalmente corrompido no puede confec-
el s a c r a m e n t o d e l c á l i z d e l S e ñ o r . Luego cionarse este sacramento, así tampoco
parece q u e e l v i n o d e l a v i d n o e s l a m a - con vinagre ; puede no obstante confec-
teria p r o p i a d e e s t e s a c r a m e n t o . cionarse con vino picado, como de pan
Por el contrario, así como el S e ñ o r se que está en vía de corromperse, aunque
comparó a l g r a n o d e t r i g o , a s í t a m b i é n peca el que lo haga, como se ha di-
ala v i ñ a , d i c i e n d o ( J o a n 1 5 , 1): yo soy cho (2) (a. 3 al 4.°).
la verdadera vid. Pero solo e l p a n de Al 3.° que el agraz está en camino de
trigo e s l a m a t e r i a d e este sacramento, la generación, y por tanto no tiene espe-
como s e h a d i c h o ( a . 3). Luego única- cie de vino, por lo cual no puede confec-
mente e l v i n o d e l a v i d e s l a m a t e r i a p r o - cionarse con él este sacramento. E l mos-
pia d e e s t e s a c r a m e n t o . to empero, ya tiene la especie del vino;
Conclusión. Solo el vino de la vid es porque su dulzura se advierte en la di-
la materia propia de este sacramento que gestión, que se completa por el calor
Cristo instituyó. natural, como se dice (Meteor. 1. 4 , c. 3 )
Responderemos, que de solo el vino y por tanto con el mosto puede confeccio-
de la vid puede confeccionarse este sacra- narse este sacramento (4). No deben, sin
encratilas y maniqueos, conocidos por el nombre de Aquarios; usa solo agua : le escusa empero una causa racional. La can-
porque empleaban el agua en vez del vino , y contra los mo- tidad de vino en el cáliz debe ser la suficiente para cubrir el
dernos calvinislas que pretenden sea materia apta para el fondo del mismo. (Ligor. opus mor. i. v i . n. 40S.) (M. Ll.)
sacramento cualquier género de bebida. (¡\I. Ll.) (2) Así lo dice el Misal romano : « Si vinum ceeperit acescere,
(i) Puede consagrarse con toda clase de v i n o , blanco ó » vel corrnmpi vel fueril aliquunlnni acre , conficelur sacramenlum,
tinto, nacional ó extranjero, siempre q u e s e a realmente vino B sed conficiens gruviler pecul. » Si después de la consagración
y haya seguridad de que no esté falsificado de tal manera que se duda racionalmente que el vino estaba agrio, hay que con-
destruya su naturaleza. Tío se podrá por tanto con vino de sagrar otro bajo condición , si prior materia non fueril consécrala
manzana , con cerveza, ni con vino congelado, á menos que porque la integridad del sacrificio es de derecho divino.
se haga liquidar a n t e s , según la Rúbrica del Misal ; asi san- (M. Ll.)
'gttis congeletur, involvalur calix pañis calefactis... doñee llque- (3) Solo en caso de necesidad pudiera emplearse el mosto,
Mní.» Peca (venialmente según Concina y el común de los por las heces que tiene mezcladas. Mas nb es lícito hacerlo
teólogos) el Sacerdote que en la primera purificación del cáliz, según el Ritual Romano. (M. Ll.)
me CUESTIÓN LXXIV. — ARTÍCULOS V Y VI.

embargo, mezclarse á este sacramento porque se cree con probabilidad que el


las uvas enteras, porque h a b r í a entonces Señor instituyera este sacramento, con
alguna otra cosa ademas del vino. Pro- vino mezclado con agua, s e g ú n l a cos-
híbese también el ofrecer en el cáliz el tumbre de aquella tierra ; por lo cual
j u g o del mosto inmediatamente de espri- 9,5):
t a m b i é n se d i c e ( P r o v .bebed el
m i d a l a u v a , p o r q u e esto n o es decoroso vino que os he mezclado ; 2° p o r q u e esto
á causa de l a i m p u r e z a de dicho mosto. c o n v i e n e á l a r e p r e s e n t a c i ó n d e l a pasiou
P u e d e hacerse, sin e m b a r g o , en caso de del Señor ; por lo cual dice el P a p a Ale-
n e c e s i d a d : p o r q u e se d i c e p o r e l m i s m o j a n d r o I , ( i b i d . ) : « n o d e b e o f r e c e r s e en
P a p a Julio (ibid). « S i fuese necesario, » el cáliz del S e ñ o r , ó v i n o s o l o ó agua
» esprímase el racimo en el cáliz ». » s o l a s i n o a m b a s c o s a s m e z c l a d a s , por-
» q u e s e l e e h a b e r s a l i d o l a s d o s d e l cos-
ARTICULO V I . — D e b e mezclarse agua » tado de Cristo en su pasión » ; 3.° por-
a l v i n o ? (1) q u e e s t o c o n v i e n e p a r a s i g n i f i c a r e l efec-
t o d e e s t e s a c r a m e n t o , q u e e s l a uuion
.1.* P a r e c e q u e el a g u a no debe ser d e l p u e b l o c r i s t i a n o á C r i s t o , p u e s como
m e z c l a d a con el vino ; p o r q u e el sacrifi- dice el P a p a J u l i o I en su decreto 6.°:
cio de Cristo fué figurado por la ofrenda « vemos que e l a g u a e s e l s í m b o l o del
de Melchisedech, de quien no se lee » p u e b l o , y e l v i n o m a n i f i e s t a l a sangre
(Gen. 14) que hubiese ofrecido sino p a n » de Cristo. L u e g o cuando e l a g u a es
y v i n o . L u e g o p a r e c e q u e e n este s a c r a - » mezclada con el vino e n e l c á l i z , el
mento no debe añadirse agua. » p u e b l o s e u n e á C r i s t o » ; 4.° porque
2° L a s materias de diversos s a c r a m e n - e s t o c o m p e t e a l ú l t i m o e f e c t o d e este sa-
tos s o n d i v e r s a s . E s así q u e e l a g u a es l a c r a m e n t o , q u e es l a e n t r a d a e n l a vida
materia del bautismo. Luego no debe eterna, por lo cual dice S a u Ambrosio
emplearse p a r a l a m a t e r i a de este s a c r a - (De S a c r a m e n t i s 1. 5, c . 1): « e l agua
mento. » cae en el cáliz, y brota en l a vida
3.° E l p a n y el vino son l a materia de » eterna ».
este s a c r a m e n t o . E s así q u e n a d a se a ñ a - A l a r g u m e n t o 1.° q u e s e g ú n d i c e San
de al pan. L u e g o tampoco debe añadirse Ambrosio (ibid.) así c o m o e l sacrificio
cosa alguna al vino. de Cristo es s i g n i f i c a d o p o r l a oblación
P o r el c o n t r a r i o , el P a p a A l e j a n d r o I , d e M e l c h i s e d e c h , a s í t a m b i é n e s signifi-
e s c r i b e ( E p i s t . 1, a d o m n e s o r t h o d . c . 4): cado por el a g u a , q u e b r o t ó d e l a pie-
ccen las oblaciones de los sacramentos d r a e n e l d e s i e r t o s e g ú n a q u e l l o ( i Cor.
» q u e se o f r e c e n a l Señor en las misas 10, 4 ) : y bebían de tena piedra espiritual
» solemnes no se ofrecen en sacrificio que los iba siguiendo.
» sino el p a n y el vino mezclado con A l 2° que el a g u a s e e m p l e a en el
» a g u a ». b a u t i s m o p a r a e l u s o d e l a a b l u c i ó n ; mas
C o n c l u s i ó n . Fue conveniente que el e n e s t e s a c r a m e n t o p a r a r e n o v a r l a s fuer-
sacramento de la Eucaristía se confeccio- zas s e g ú n a q u e l l o (Ps. 22, 2 ) : me ha
nase con vino mezclado con agua por educado junto á una agua de refec-
creerse que así lo estableció Jesucristo y ción. ( 2 )
por otras razones. A l 3.° que e l p a n s e c o n f e c c i o n a con
R e s p o n d e r e m o s , q u e al vino que se agua y h a r i n a , y por e s t o m e z c l a n d o el
ofrece en este sacramento, debe mezclár- vino con agua, no e x i s t e n e l u n o n i el
sele agua, 1.° á c a u s a d e s u i n s t i t u c i ó n ; otro sin ella.

f LJ Es de fe según la declaración del Tridentino : «Si alguno siendo así que hacen mención de ella los SS. Padres como Son
«dijere que el agua no debe mezclarse con el "vino al Justino , Ireneo , Cipriano , Gregorio Niseno, Ambrosio, loilas
j) ofrecer el cáliz, porque es contra la institución de Cristo, las antiguas liturgias y los concilios como el Cartaginensew
» sea anatema (Ses. 22 c. 9 . | » Y la razón la da el mismo con- del año 397, el Bracarense iv del año U75 y otros. (M. 1.1.)
cilio, « ya porque se cree que así lo hizo Cristo nuestro Señor, (21 El agua debe ser natural; debe mezclarse en el mismo
» ya también porque salió agua y juntamente sangre de su cáliz ; esta mezcla no es de necesidad del Sacramento según
» costado , en cuya mezcla se nos recuerda aquel misterio ; y el Catecismo Romano, pero debe hacerse de neccssilaleira'ccpti
n llamando el B. Apóstol San J u a n a los pueblos Aquas, se eclesiástico según u n o s , divino según el Angélico Doctor,
» representa la unión del mismo pueblo fiel con su cabeza por creerse que lo hizo Cristo al instituir la Eucaristía.
»Cristo » (Ses. 22 de Sacr. Missas c. 7.J Los luteranos y cal- (M. L1.J
vinistas tienen por cosa nueva é indiferente esta mezcla,
CUESTIÓN L X X I V . — ARTÍCULO VII.

ARTÍCULO V I I . — i » m e z c l a dei a g u a u n signo s e g ú n la cosa q u e significa. L a


es de necesidad de este sacramento ? (1) a d i c i ó n d e l a g u a a l v i n o sirve para signi-
ficar la participación de este sacramento
1.° P a r e c e q u e l a m e z c l a d e l a g u a e s por los fieles, e n c u a n t o a q u í p o r l a m e z -
de n e c e s i d a d p a r a e s t e s a c r a m e n t o ; p o r - cla del a g u a y e l v i n o , s e significa l a
q u e d i c e S a n C i p r i a n o á C e c i l i o ( l i b . 2, u n i ó n d e l p u e b l o c o n C r i s t o , c o m o s e h a
B p i s t . 3) : « e s p r e c i s o q u e e l c á l i z d e l d i c h o ( a . 6). T a m b i é n s e r e f i e r e á l o
j Señor no c o n t e n g a ni a g u a sola ni vino m i s m o e l a g u a que- salió del costado de
i) s o l o , s i n o u n a m e z c l a d e l a u n a y d e l C r i s t o p e n d i e n t e d e l a c r u z , p u e s t o q u e
i) o t r o , d e l m i s m o m o d o q u e n o p u e d e p o r e l a g u a s e s i g n i f i c a l a a b l u c i ó n d e l o s
i consagrarse e l cuerpo de Cristo con l a pecados, que se verificaba por l a pasión
Í harina sola, sino q u e e s necesario q u e d e C r i s t o . S e h a d i c h o , e m p e r o ( C . 73,
»se reúnan el a g u a y la harina ». P e r o l a a . 1, a l 3.°), q u e e s t e s a c r a m e n t o s e p e r -
mezcla del a g u a c o n l ah a r i n a e sd e n e - f e c c i o n a e n l a c o n s a g r a c i ó n d e l a m a t e -
c e s i d a d d e e s t e s a c r a m e n t o . L u e g o p o r r i a , y q u e el uso de los fieles no es de ne-
igual r a z ó n l o es l a d e l a g u a c o n el v i n o . cesidad del sacramento, s i n o a l g o c o n s i -
2.° En l a p a s i ó n d e l S e ñ o r , d e q u e e s g u i e n t e a l m i s m o (2). Y p o r t a n t o s e d e -
memoria este sacramento, así c o m o del d u c e , q u e la adición del agua no es de
c o s t a d o d e a q u e l s a l i ó s a n g r e , t a m b i é n necesidad del sacramento.
a g u a . Es a s í q u e e l v i n o q u e e s e l s a c r a - A l a r g u m e n t o 1.° d i r e m o s q u e a q u e l l a s
m e n t o d e l a s a n g r e e s d e n e c e s i d a d á p a l a b r a s d e S a n C i p r i a n o (3) d e b e n e n -
este s a c r a m e n t o . L u e g o p o r i g u a l r a z ó n t e n d e r s e , s e g ú n q u e s e d i c e n o s e r p o s i -
también el a g u a . ble l oque n o p u e d e ser conveniente-
3.° S i e l a g u a n o f u e s e d e n e c e s i d a d m e n t e . Y a s í a q u e l l a s e m e j a n z a , s e c o n -
de e s t e s a c r a m e n t o , s e r í a i n d i f e r e n t e q u e s i d e r a e n c u a n t o á l o q u e d e b e h a c e r s e ,
se a ñ a d i e s e u n a a g u a c u a l q u i e r a , y asi m á s n o e n c u a n t o á l a n e c e s i d a d ; p o r q u e
podría a ñ a d i r s e a g u a d e r o s a , ú o t r a a n á - el a g u a e s e s e n c i a l a l p a n y n o l o e s a l
loga, l o c u a l n o a d m i t e e l u s o d e l a vino.
Iglesia. L u e g o e l a g u a e s d e n e c e s i d a d A l 2.° q u e l a e f u s i ó n d e l a s a n g r e p e r -
de e s t e s a c r a m e n t o . tenecía directamente á l apasión misma
Por e l contrario, S a n Cipriano dice de Cristo; porque e snatural a l cuerpo
(ibid.), « si a l g u n o d e n u e s t r o s p r e d e c e - h u m a n o h e r i d o , e l q u e d e é l s a l g a s a n g r e .
Í sores p o r i g n o r a n c i a ó s e n c i l l e z n o o b - P e r o l a e f u s i ó n d e l a g u a n o f u e d e n e c e -
sservó esto, es decir m e z c l a r e la g u a a l sidad de la pasión, sino para demostrar el
i vino e n e l s a c r a m e n t o , p u e d e d i s p e n - e f e c t o d e l a p a s i ó n , q u e es l a a b l u c i ó n d e
•usársele á c a u s a d e s u s e n c i l l e z » , l o los p e c a d o s y e l refrigerio c o n t r a e l a r -
cual, n o t e n d r í a l u g a r si e l a g u a f u e s e d e dor d el aconcupiscencia. Y por esto e l
necesidad e n este s a c r a m e n t o , c o m o l o a g u a n o se ofrece s e p a r a d a m e n t e d e l v i n o
son e l v i n o ó e l p a n . L u e g o l a m e z c l a e n e s t e s a c r a m e n t o , c o m o e l v i n o s e
del a g u a n o e s d e n e c e s i d a d d e l s a c r a - o f r e c e c o n s e p a r a c i ó n d e l p a n ; s i n o q u e
mento. se ofrece m e z c l a d a con e lvino para m a -
C o n c l u s i ó n . Como la participación de n i f e s t a r , q u e e l v i n o per se p e r t e n e c e á
la Eucaristía por los fieles no pertenece e s t e s a c r a m e n t o c o m o e x i s t e n t e p o r s u n e -
a la esencia de este sacramento, sigúese c e s i d a d , m i e n t r a s q u e e l a g u a , s e g ú n q u e
que la mezcla del agua con el vino que s e a ñ a d e a l v i n o .
significa aquella, no es de necesidad del A l 3.° q u e , p u e s t o q u e l a m e z c l a d e l
sacramento. a g u a con e lvino n oe sde necesidad del
R e s p o n d e r e m o s que se debe j u z g a r de sacramento, n o importa e ncuanto á l a

(l) Es sólo de necesítate prtecepll, por lo cual dice el Ritual » tener la eficacia de santificar, cuando alguno uso de ellos ;
Nomano : « Si celebrane ante consccratlonem calicis adocrlad non » mas en la Eucaristía existe e l mismo autor de la Santidad
11
í'U'sse apposilam aquam, tune imponat eam et proferat verba con- » antes de comunicarse » (Ses x i n . cap. 3.) (M.L1.)
1
Ma-aìionis t si id advertad post consecrationem calléis, ÍIN/ÍO modo (3) E n la edición «laurina, ó sea de Esteban Balucio com-
'"Ppoimí, quia non est de necessitate sacramenti.

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