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“Consideraciones teóricas sobre la evaluación en la

educación”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

Puede comenzarse este escrito, y a forma de resumen, con una pregunta, ¿Qué
quiere decir evaluar a los profesores? La lectura nos habla que, de ser posible, un
profesor debe ser evaluado desde las competencias intrínsecas que posea, tenga
dichas competencias o no, al final esto puede sonar un poco vacío, pues a fin de
cuentas el profesor es evaluado con un objeto en busca de propiedades definidas
establecida previamente en una escala que busca llenar distintos estándares.

Otra forma de verlo es que el profesor es evaluado en cuanto a su relación entre lo


que enseña y lo que aprenden sus alumnos, esto claro, considerando las
peculiaridades de sus alumnos quienes nunca forman grupos enteramente
homogéneos, estos grupos generalmente tienen distintas particularidades que
hacen del quehacer docente un reto diario de distintas dimensiones.

Los dos tipos de evaluar son necesarios, pero difíciles de conjuntar pues aunque
el primero es de manera certera medible, el segundo es más bien de carácter
subjetivo, pues tiene muchas vertientes que no se evalúan a fondo, en todo caso
la conjunción de ambas es lo ideal, tratando de dejar a un lado las comparaciones,
pues estas solo traen cosas negativas a la mesa, una comparación jerarquiza y
etiqueta de formas que pueden ser irreversibles, por ello la lectura propone que la
mejor manera de evaluar a un profesor, dentro del ámbito universitario, es por
medio de la visión del alumnado, de esta manera se evalúa la relación directa
entre maestro y alumno, y se aprecian de primera mano las dificultades entre el
profesor y los estudiantes, sumando a eso debe ejercerse una autoevaluación
dirigida por los mismos profesores y si es posible una evaluación externa que
elimine cualquier mirada subjetiva de alumno o maestro.
“Evaluación formativa: Estrategias para promover el
cambio y mejorar la docencia”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

Se establece que la formación docente es uno de los problemas más fuertes que
enfrentan las instituciones de educación superior, el estudio realizado para evaluar
a los profesores dejo claro en su momento que la mayor parte de los profesores
no estaban capacitados en el área de metodología y por lo tanto no podían
establecer una relación en como esto afectaba a sus alumnos. El trabajo
presentado buscaba ser un iniciador de procesos evaluativos que ejercieran
influencia directa sobre la formación docente, esperando que los profesores lo
vieran como una ayuda en su comprensión del proceso enseñanza-aprendizaje.
Lo anterior buscaba una sola meta, hacer consientes a los profesores de como su
accionar metódico afecta el proceso y resultados de la educación que imparten.
Por medio de una evaluación formativa, se debe buscar que el profesor reflexione
sobre su quehacer docente, es decir su actuación en el aula, realizar ejercicios de
autoevaluación, y buscar transformar de esta manera sus objetivos como docente.

La autoevaluación y evaluación formativa viene a ser un esfuerzo en conjunto por


transformar una labor o tarea mediante el análisis de la misma, compartiendo,
para que, en teoría, se aprenda unos de otros y en conjunto se busquen
soluciones en la montaña de problemáticas educativas.

Dentro de los resultados de la prueba descrita en la lectura se describen


resultados claro oscuros, pues si bien estos demostraron que la evaluación
formativa influye de manera positiva en el quehacer docente, también dejo claro
que esta es una labor que necesita acompañarse de un ejercicio constante de
evaluación para corroborar con el tiempo los beneficios de la misma.
“Una alternativa para la evaluación de la enseñanza en
educación superior desde la perspectiva de los
profesores”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

La lectura comienza con el propósito de educar al lector en el simple hecho de que


el profesor, siendo un profesional de la enseñanza, es un actor principal en los
quehaceres evaluativos de la práctica docente, propone a su vez un formato de
taller donde el profesor sea participe de diseños distintos de evaluación formativa.
La evaluación se retoma como un proceso para transformar a la persona que es
evaluada, dándole un sentido de valor agregado desde que la educación debe
contribuir al mejoramiento de la persona. Fomentar la reflexión del profesor para
evaluar la enseñanza debiera ser un objetivo primordial de los sistemas educativos
actuales.
Se rescata lo que es llamado el conocimiento práctico, que no es otra cosa si no
las acciones del profesor para construir y reconstruir sus ambientes de
aprendizaje en el aula. El conocimiento práctico del profesor se presenta como
una línea investigativa propia y se basa en explorar la enseñanza desde el punto
de vista del profesor, en como resuelve su actividad usando el sentido común,
generando conocimientos sobre la forma que enseña.
Esto hace nacer otro término, el currículum de experiencia, donde especifica que
es el profesor quien hace y construye el conocimiento dentro de su aula, donde es
el primer responsable de adaptar y otorgar significado al currículum que enseña a
sus alumnos.
Es pues el profesor el encargado de dirigir los componentes de contenido, estos
es darle orientación a los contenidos enseñados, darle rumbo especifico según la
variedad y complejidad de los mismos.
La autoevaluación de dichas tareas se vuelve fundamental, y requiere la
participación de todos los actores involucrados como objetos a evaluar
acompañados de nuevo por una visión externa que dé resultados más
equilibrados y certeros en el proceso evaluativo.
“Evaluación y cambio educativo: Los debates actuales
sobre las ventajas y riesgos de evaluación”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera
La tarea educativa es precisamente el cambio, la transformación. La esencia
última de la educación consiste en producir cambios en los más jóvenes, para
convertirlos en personas adultas capaces de afrontar con garantías de éxito los
desafíos que se les plantearán a lo largo de la vida. Por lo tanto, educar consiste
en última instancia en producir y acompañar procesos de cambio personal.
La escuela entonces debe ser flexible, debe adaptarse a la diversidad de
situaciones, condiciones de partida, intereses y contextos. Debe buscar ser
descentralizada. La descentralización se ha entendido como un traspaso del
sistema escolar por parte del Estado hacia entidades territoriales menores, sin ir
siempre acompañado de los recursos suficientes y sin insistir en la regulación
estatal que debiera asegurar la prestación del servicio público de la educación en
condiciones de equidad. Debe buscar también ser autónoma, esto es basarse
fundamentalmente en evaluaciones y el seguimiento de los resultados obtenidos.
La devolución de responsabilidades tiene justificación social y política siempre que
no implique el descuido del papel crucial del Estado en la prestación del servicio
público educativo o el abandono a las simples fuerzas del mercado de un ámbito
tan fundamental de actuación pública como es la educación. Entre las principales
consecuencias que ha producido este complejo movimiento de devolución de
responsabilidades, descentralización educativa y refuerzo de la autonomía escolar
cabe destacar la aparición de una nueva demanda de rendición de cuentas en el
ámbito educativo. Los sistemas educativos reciben importantes recursos y se
espera de ellos que realicen una contribución relevante al desarrollo económico y
social.
En tiempos recientes se ha planteado un nuevo debate académico y político
acerca de la posibilidad de realizar una conducción basada en los resultados de la
educación, bajo la idea que evaluar no mejora la realidad que se evalúa, lo que
consigue es proporcionar una información tan rigurosa y detallada como queramos
para conocerla mejor y actuar en consecuencia.
“Las evaluaciones internacionales”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

Estas tienen como propósito fundamental el evaluar el funcionamiento de los


sistemas educativos, se proponen a resolver esta meta mediante el análisis de
evaluaciones, aplicado a una porción de alumnos de los países evaluados de una
forma que sea cuantificable con precisión y rapidez. La mayoría de estas
evaluaciones basa su análisis en el resultado que saquen los alumnos en el
examen, pero es de reiterada observación, que es también importante evaluar el
proceso educativo de dichos alumnos, como son las circunstancias de las
escuelas y los alumnos que toman dichas pruebas, como influyen las familias y la
sociedad sobre los resultados de los exámenes, etc.
Aunque esto último sería lo ideal, se ha presentado como algo aún muy difícil de
lograr debido a las dificultades de observación que presentan dicho tipo de
evaluación, por lo que el resultado evaluativo de la mediación entre profesor
alumno sigue siendo compleja y poco exitosa. Dicha información sigue siendo
escasa en la mayoría de las evaluaciones internacionales.
Las evaluaciones internacionales también proporcionan una idea de la variabilidad
de resultados entre escuelas de un mismo país, lo cual permite realizar un análisis
de si el éxito en una evaluación depende o no de que tan escolarizado este el
contexto donde fue aplicado. Se pueden tomar como variables del éxito elementos
tales como el clima escolar, el ambiente de estudio, y el origen social del alumno.
Los estudios marcan de manera muy importante el papel del profesor dentro del
éxito educativo, pero en muchas pruebas internacionales son casi inexistentes los
elementos que permitan evaluar la formación inicial y permanente del profesorado.
Dichos estudios también marcan la nula existencia de medios para promover,
gratificar al profesorado según su rendimiento.
Un mal uso que se le ha dado a las evaluaciones internacionales es de mediatizar
los resultados de manera que se levanten criticas sonoras ante resultados
negativos, esto es una espada de doble filo pues si bien la crítica social puede
impulsar un cambio estructural necesario, también puede significar un obstáculo
desde que la educación no es un medio de resultados inmediatos y el éxito de los
cambios generalmente se ven de mediano a largo plazo.
Con todo, las evaluaciones internacionales proporcionan datos que facilitan en
muchos casos la toma de decisiones que de otra manera seria difícil justificar.
“Las evaluaciones regionales y nacionales en
América Latina”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

Recalca la lectura que son cada vez más los países de américa latina que van
integrando sistemas de evaluaciones para integrarlos al currículum, esto como
testamento de que no se puede integrar un currículo idóneo si no es acompañado
de un sistema de evaluación coherente. El valor de estas evaluaciones incluye el
conocer la equidad alcanzada dentro del esfuerzo educativo, el conocer el origen
de cada alumno permitiría, en primera instancia, poder contextualizar las
evaluaciones aplicadas, esto último permite conocer el valor agregado que cada
escuela aporta a su contexto, ya que según la lectura de nada sirve año con año
medir solo los logros académicos alcanzados, sino que es importante diferenciar el
logro de cada escuela según su contexto sea esta rural o urbana.
Una evaluación a fin de cuentas no sirve de nada si no se comparte y analizan sus
resultados, y gracias a los avances en la informática, comenta la lectura que los
resultados de las evaluaciones pueden transmitirse en mejor tiempo y acceso al
público destinado a conocerlas, protegidas por contraseña donde solo los
interesados pueden acceder para evitar estigmatizar instituciones enteras.
Este esfuerzo en integrar la evaluación como un motor del sistema a tenidos
logros palpables, como el fortalecimiento de las instituciones pues los resultados,
de las evaluaciones, sirven como carta de defensa ante los cambios de gobierno y
su tendencia a querer cambiarlo todo. También genera una integridad de propósito
en las acciones educativas, desde que evaluar permite conocer más de los
procesos que influyen en el aprendizaje y por ende la toma de decisiones respecto
a ellos. La experiencia internacional con los organismos evaluadores le ha
permitido también a los sistemas educativos de latino América el aprender nuevas
técnicas y formas de desarrollo metodológico que abre las puertas a nuevos
modelos de evaluación, enfoques renovados y generación de instrumentos
específicos para el mejor uso de los datos escolares. Los reportes de evaluación,
por lo tanto, se vuelven más completos y comprensibles buscando ser útiles para
diversas audiencias para que su difusión y uso de resultados sea fácil de hacer y
pueda enfocarse desde una instancia formativa. Los logros de la evaluación
entonces no son cosa menor.
“Indicadores y desafíos de los sistemas educativos en
América Latina”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera
Con respecto al análisis que realiza la lectura sobre los sistemas educativos en
América Latina, comenzamos retomando la desigualdad social y educativa que
impera en muchos países latinoamericanos, no puede negarse que esta
(desigualdad social) influencia que tanto es efectiva la inserción escolar de los
alumnos, siendo la cobertura en educación después de la primaria un serio
ejemplo de cómo está ligada al nivel de ingreso económico de las familias. Es
más seguro también que un niño en escuela urbana permanezca en la escuela
que uno de escuela rural. Para tratar este desafío muchos sistemas educativos
han optado por flexibilizar la oferta educativa, pero esto no ha hecho otra cosa si
no desvalorizar la educación provocando aún más profundidad en el problema
que intentaba subsanar.
Lo anterior nos lleva a la calidad educativa, esta siempre es el resultado de una
combinación de factores escolares sociales que se relacionan entre sí, algunos de
ellos son las condiciones sociales del alumno, sus relaciones familiares, su interés
por aprender, equipamiento escolar, condiciones laborales docentes, diseños
curriculares adecuados, buena formación en los maestros, etc. Para que todo se
combine en un bien común, según la lectura, se necesitan políticas más integrales
que las que existen en la actualidad. La mitad del desafío de la calidad educativa
es pues la financiación de la misma, los países latinoamericanos asignan un
promedio de 4.7 % del PIB siempre en un planteo reduccionista, que limitan la
discusión de los recursos solo a su uso más eficiente.
Entonces para el uso más eficiente de los recursos educativos, cabe mejorar las
metodologías para recabar información y hacer la toma de decisiones más
acertada y eficaz, pues un dato, cualquier dato en sí mismo, no informa sobre
algún aspecto de la realidad, sino que es puesto en relación con un enfoque
teórico determinado que permite interpretarlo y darle sentido dentro de una
realidad.
Ahora bien, la generación de indicadores educativos no es tanto el problema, sino
su uso, o su mala interpretación, esto debería resolverse pensando en los
destinatarios de dicha información para adecuar la presentación de dichos
indicadores y reducir al mínimo la mala interpretación de los datos duros. Producir
información a través de indicadores constituye pues una vía para poder sacar a luz
pública problemáticas que deben ponerse en la agenda por resolver.

“Currículum y Evaluación estandarizada: Colaboración o


tensión”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

El conflicto entre la evaluación estandarizada y la escuela, nace de la autonomía


de estas últimas, ya que cada escuela maneja su propio currículum, hasta cierto
punto, que choca ante la descontextualización que muchas veces contiene la
evaluación estandarizada. Por ello la escuela se convierte en la clave para lograr
una conexión entre el estándar y la contextualización. Para lograrlo es
fundamental que las escuelas reciban la información de las evaluaciones lo más
pronto posible además de que la información de las mismas debe ser clara, para
generar la colaboración necesaria para apoyar cambios que se requieran en el
currículum escolar.
El autor rescata en la lectura un buen ejemplo de la evaluación estandarizada
aplicada con contextualización a los docentes citando el caso Uruguayo, donde la
evaluación docente se encamino a buenos resultados en la calidad educativa,
pero la clave para que esto fuera así se basó en minimizar el conflicto entre los
docentes y la evaluación, para lograrlo se garantizó la confidencialidad de las
pruebas, los resultados se proporcionaron rápidamente, las pruebas se
contextualizaron según la situación sociocultural del lugar de trabajo de los
maestros evaluados, y abstenerse de culpar a los profesores sin importar el
resultado de la prueba.
Otro punto donde se debe buscar colaboración es con los padres de familia, ya
que su opinión es fundamental más allá de la opinión pública, una comunión entre
maestro y padres es necesaria para que el padre conozca la situación de su hijo y
el resto de la situación escolar. Recordando que es siempre el maestro el
responsable de generar el currículum que englobara lo antes mencionado.
Es entonces el trabajo directo con las escuelas y los profesores el medio más
potente para generar discusiones sobre el currículum, estas discusiones debieran
ser constructivas y derivar en cambios en las intenciones educativas de los
planteles, siempre recordando que se debe ser realistas y ajustar las expectativas
según el contexto.
“La evaluación del desempeño docente para el
desarrollo de las competencias profesionales”
Reporte de lectura
Manuel Jesrrel Martinez Rivera

La propuesta de evaluación docente descrita en la lectura tiene como meta


articular un sistema de carrera docente que rompa con el estado aislado de dicha
carrera, convertirla de algo inmutable o egocéntrico en algo abierto a los ojos de
otros marcando siempre una evolución y aprendizaje continuo en base a la
reflexión de la práctica docente. Un sistema educativo debe priorizar mejorar la
práctica docente que a fin de cuentas se verá reflejado en un mejor trabajo en el
aula, destaca el informe Mckinsey que un sistema educativo no puede tener más
calidad que la misma calidad de sus docentes, así un buen docente dejara ver
diferencias positivas en el aprendizaje de sus alumnos, mientras que un mal
docente puede generar daños irreversibles en la formación del alumno, sobre todo
en los primeros grados de instrucción. Una buena forma de lograr una pertinente
evaluación docente es observar a los países que obtienen buenos resultados en
las evaluaciones internacionales, en estos países se selecciona a los maestros del
tercio superior de los egresados de la educación media superior, ofrecen buenos
salarios iniciales y oportunidades de crecimiento.
El autor señala que existen dos componentes que impiden un correcto uso de la
evaluación docente, el primero es la actitud de los docentes a ser evaluados, y
segundo la cerrazón del sistema educativo en cuanto a compartir resultados
abiertamente. También se debe a la confusión de conceptos sobre la evaluación,
generalmente se trata sin distinción a la evaluación formativa y a la cuantitativa de
la misma forma, lo cual hace que las personas teman a la clasificación contra la
necesidad obvia de ser bien calificado.
Un segundo error es trasladar a la docencia incentivos que funcionan a nivel
empresarial pero que no son tan aptos para funcionar en la educación ya que pen
la docencia existen múltiples sentidos de satisfacción más allá del dinero, y el no
sentirse promovido monetariamente puede acarrear sentimientos de fracaso en el
cuerpo de docentes.
Deben buscarse verdaderos incentivos más allá de los económicos, como
asensos o reconocimientos, que mejoren paulatinamente los ingresos del docente.

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