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LA MASONERÍA OPERATIVO Y LA MASONERÍA ESPECULATIVA

La cuestión del origen de la Masonería es algo compleja, pudiendo incluir varias


contestaciones. Se dan unos orígenes míticos o simbólicos tanto en la
organización de los Iniciados Egipcios, de los constructores del Templo de
Salomón en Jerusalén, de los Misterios de Eleusis, etc... De esta manera, la
enseñanza de las sociedades iniciáticas de la Antigüedad preparó, configuró y
transmitió en gran medida el ideal, el simbolismo y la forma de trabajar de la
Masonería.|
LA MASONERÍA OPERATIVA
Los orígenes de la masonería son oscuros. Para intentar explicarlos, se parte
parto de dos premisas: la masonería operativa y la masonería especulativa. Por un
lado, nos encontramos con la masonería operativa, gremio de canteros que, sobre
todo, construían catedrales góticas. Se trataba de un gremio muy cerrado, por los
conocimientos que manejaba sobre el levantamiento de catedrales y por los
códigos de comunicación que empleaban sus miembros. Hay que pensar que la
construcción de una catedral era una labor larga que abarcaba varias
generaciones. Los canteros vivían en las posadas de los pueblos, y en las horas
de descanso se reunían en una choza -de donde proviene el término logia- para
cambiar impresiones o comer. Con el devenir de los tiempos, estas construcciones
góticas proporcionaron algún tipo de conocimiento iniciático. Un grupo así, que se
mantiene tanto tiempo junto, termina derivando ineludiblemente hacia las
inquietudes del ser humano.
Los ingleses llamaban free-stone-masón (ALBAÑIL DE PIEDRA LIBRE) al albañil
que se ocupaba de la piedra de adorno para diferenciarlo del rough-masón
(ALBAÑIL ASPERO) que trabajaba la piedra bruta. Es la primera mención histórica
que derivaría en el término Francmasón (Freemason) y acabaría por designar a
los seguidores de la Masonería.
Los albañiles constructores de grandes catedrales llegaban al sitio de la obra, a
menudo de diferentes países y de diferentes lugares del país. Lo primero que
edificaban era la Logia, taller donde iban a vivir durante años, guardar las
herramientas, formar a sus aprendices, transmitir sus instrucciones y sus técnicas
gremiales en un ambiente cerrado a las personas que no habían sido admitidas
tras pasar por una ceremonia de iniciación en la que debían jurar fidelidad para
que esos conocimientos no salieran del circulo de la construcción.
Logias eran escuelas profesionales y técnicas donde se enseñaba cálculo,
geometría, física, a leer los planos, etc., cuando la mayoría de la gente era
analfabeta.
Ahí podían hablar libremente entre hermanos de cofradía gremial sin reparos,
todos pertenecían al gremio de los constructores. Las grandes obras
arquitectónicas que se desarrollaban durante años requerían una organización
precisa y reglamentada que establecía una rígida jerarquía de subordinaciones.
Debido a ello los albañiles constituían un gremio perfectamente organizado y muy
exclusivo en el que la experiencia de cada uno determinaba los conocimientos a
los que podía aspirar.
Existía un maestro albañil que dirigía las logias. En cada logia trabajaba una
docena de albañiles o masones de diferentes categorías: maestros, compañeros y
aprendices.
La admisión en el gremio exigía haber nacido libre y ser de buenas costumbres.
En su rito de iniciación, el aprendiz recibía un signo de honor con el que debía
marcar todas sus obras: los signos lapidarios. Esto duro hasta el siglo XVI.
TRANSICIÓN DE LA MASONERIA OPERATIVA A LA ESPECULATIVA
En el siglo XVII y principios del XVIII. Es un periodo de transición en el que las
sociedades masónicas fueron admitiendo miembros honoríficos, llamados
accepted masons (MASONES ACEPTADOS), cuyas profesiones eran diferentes a
las propias de la construcción. La exclusividad que suponía el control gremial fue
decreciendo con el tiempo por y la formación de nuevos albañiles fue
trasladándose a otras instituciones menos cerradas.
La decadencia de las técnicas de cantería mediante el ensamblaje de piedras y la
generalización de otras técnicas de construcción mas sencillas, supuso la
paulatina desaparición de las logias de cantería, Así, algunas logias fueron
aceptando a miembros profanos hasta ver a todos sus miembros sustituidos por
masones desvinculados de la actividad constructiva.
La pertenencia a este tipo de logias tuvo una gran aceptación por la necesidad de
muchas personas de disponer de un lugar de reflexión libre de dogmatismos y de
restricciones.
Cada vez era mayor el número de esos asimilados mientras el elemento operativo
fue paulatinamente eliminado y poco a poco los aspectos meramente técnicos de
la masonería operativa se convirtieron en algo anacrónico (QUE NO ES DE LA
EPOCA ).
LA MASONERÍA ESPECULATIVA
1717 es la fecha que se considera de inicio de la masonería especulativa, ya que
el 24 de junio es cuando en Londres se formó la Gran Logia de Inglaterra para
compactar cuatro logias de miembros exclusivamente profanos. Para dotarse de
un cuerpo de derecho encargaron inmediatamente la redacción de unas
constituciones a dos pastores protestantes: James Anderson y Teofilo
Desaguliers.
En 1723 fue publicada la primera edición de lo que será conocido como las
Constituciones de Anderson, y se convirtió en la carta magna de la masonería
universal hasta nuestros días.
Este documento es el eslabón simbólico entre la masonería operativa de los
antiguos albañiles y canteros y la masonería especulativa que ahora pasaría a ser
talleres de arquitectura interior de las personas. Es el documento más relevante de
la Masonería, ya que ordena, organiza, estructura y reglamenta la Masonería.
Este documento se compone de cuatro partes
1. Historia de la Masonería o del arte de construir

2. Las obligaciones de un Francmasón

3. Los Reglamentos Generales

4. Cuatro cantos masónicos con sus músicas.


La finalidad de la Masonería ya no es construir templos, sino edificar el templo del
amor y de la fraternidad universal a la gloria del Gran Arquitecto del Universo. Su
concepto religioso era muy amplio y vago para dar cabida a fieles de todos los
credos.
Los masones se reconocían como hermanos y defendían la igualdad de todos los
miembros. Por medio de la tolerancia, la fraternidad y la libertad intentaban acotar
los desmanes de su época, protagonizados por los fanatismos y guerras de
religión.
DIVISIÓN DE LA MASONERÍA EN EL SIGLO XIX
Las determinaciones tomadas por los Grandes Orientes de Francia y de Bélgica
en 1854, suprimiendo el artículo que obligaba a creer en el Gran Arquitecto del
Universo y en la inmortalidad del alma y de admitir a las mujeres ocasionaron en
los medios anglosajones especialmente de Inglaterra y de Estados Unidos un
verdadero escándalo. La Gran Logia Unida de Inglaterra rompió todos los lazos
con estas obediencias continentales. Se formó entonces esas dos corrientes
masónicas aun en vigor hoy, la masonería anglosajona (llamada también regular),
que solo admite hombres que creen en Dios, en la inmortalidad del alma y la
masonería latina (o liberal) que se caracterizan por interpretar liberalmente las
Constituciones de Anderson y permitir iniciar, afiliar agnósticos y ateos y dar
entrada a la mujer en los trabajos de logia. La masonería anglosajona es la más
tradicional y por tanto la que más apoyo y tolerancia, ha recibido por parte de los
poderes establecidos. En los países anglosajones y nórdicos la masonería convive
sin problemas con las religiones dominantes en cada zona que en principio no es
la católica.

La masonería latina liberal, en cambio, es más reaccionaria y comprometida


políticamente, hasta el punto de adoptar un carácter laico que exige como
requisito de acceso la supresión de todo concepto de Dios y la libertad de
pensamiento. Los anglosajones, en cambio, mantienen la creencia en el Gran
Arquitecto del Universo.

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