Está en la página 1de 7

Cristo en Isaias

Profecías de Isaías sobre Jesús


El profeta Isaías miró a través de los siglos y vio al Mesías venidero. De todos los
grandes profetas hebreos, Isaías nos ha dado la descripción mas completa de
la historia, misión, títulos y características de Cristo. Versión RVA-2015. 
Lee También: 33 Profecías Mesiánicas y su Cumplimiento en Jesús
Historia de Cristo
Su nacimiento
Por tanto, el mismo Señor les dará la señal: He aquí que la virgen concebirá y
dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Is 7:14).
Su Descendencia
Un retoño brotará del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto (Is
11:1).
Su Unción
Sobre él reposará el Espíritu del SEÑOR: espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR
(Is 11:2).
Misión de Cristo
La Luz del Mundo
El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz. A los que habitaban en la
tierra de sombra de muerte, la luz les resplandeció (Is 9:2).
Juez
Él se deleitará en el temor del SEÑOR. No juzgará por lo que vean sus ojos ni
arbitrará por lo que oigan sus oídos (Is 11:3)
Reprobador
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y con equidad arbitrará a favor de los
afligidos de la tierra. Golpeará la tierra con la vara de su boca, y con el aliento de
sus labios dará muerte al impío (Is 11:4).
Legislador
No se desalentará ni desfallecerá hasta que haya establecido la justicia en la
tierra. Y las costas esperarán su ley” (Is 42:4).
Libertador
A fin de que abras los ojos que están ciegos y saques de la cárcel a los
presos, y de la prisión a los que moran en las tinieblas (Is 42:7).
Portador de cargas
Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.
Nosotros lo tuvimos por azotado, como herido por Dios y afligido (Is 53:4).
Salvador Sufrido
Pero él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El
castigo que nos trajo paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros
sanados (Is 53:5)
Cargador del Pecado
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su
camino. Pero el SEÑOR cargó en él el pecado de todos nosotros (Is 53:6).
Intercesor
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos.
Porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado entre los
transgresores, habiendo él llevado el pecado de muchos e intercedido por los
transgresores (Is 53:12).
Títulos de Cristo
Emanuel
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Is 7:14).
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz
Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su
hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz (Is 9:6).
Rey de Justicia
He aquí que un rey reinará según la justicia, y los magistrados gobernarán
según el derecho (Is 32:1).
Siervo Divino
He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi
alma. Sobre él he puesto mi Espíritu, y él traerá justicia a las naciones (Is 42:1).
Brazo de Jehova
¿Quién ha creído nuestro anuncio? ¿Sobre quién se ha manifestado el brazo
del SEÑOR? (Is 53:1).
Predicador Ungido
El Espíritu del SEÑOR Dios está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR.
Me ha enviado para anunciar buenas nuevas a los pobres, para vendar a los
quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los
prisioneros apertura de la cárcel (Is 61:1).
Salvador Poderoso
¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso
en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en
justicia, grande para salvar (Is 63:1).
Características de Cristo
Resplandor
Yo, el SEÑOR, te he llamado en justicia y te asiré de la mano. Te guardaré y te
pondré como pacto para el pueblo, y como luz para las naciones (Is 42:6)
Sabiduría
Y reposará sobre El el Espíritu del SEÑOR, espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor
del SEÑOR (Is 11:2)
Discernimiento Espiritual
Y le hará entender diligente en el temor del SEÑOR. No juzgará según la vista
de sus ojos, ni arguirá por lo que oigan sus oídos (Is 11:3).
Justicia
Sino que juzgará con justicia a los pobres, y arguirá con equidad por los
mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de
sus labios matará al impío (Is 11:4).
Fidelidad
La justicia será el cinturón de sus lomos, y la fidelidad lo será de su cintura (Is
11:5).
Silencio
No gritará ni alzará su voz ni la hará oír en la calle (Is 42:2).
Mansedumbre
No quebrará la caña cascada ni apagará la mecha que se está extinguiendo ;
según la verdad traerá justicia (Is 42:3).
Perseverancia
No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las
costas esperarán su ley (Is 42:4).
Sufrimiento Vicario
De la manera que muchos se asombraron de él, así fue desfigurada su
apariencia, más que la de cualquier hombre; y su aspecto, más que el de los
seres humanos (Is 52:14).
Compasión
Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros
lo tuvimos por azotado, como herido por Dios y afligido (Is 53:4).
Humildad
Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca. Como un cordero, fue llevado al
matadero; y como una oveja que enmudece delante de sus esquiladores, tampoco
él abrió su boca (Is 53:7).
Sin Pecado
Se dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos estuvo en su
muerte. Aunque nunca hizo violencia, ni hubo engaño en su boca (Is 53:9).
Poder de Salvación
A causa de la angustia de su alma, verá la luz y quedará satisfecho. Por su
conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los
pecados de ellos (Is 53:11).
Grandeza
Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores (Is 53:12).

https://recursoscristianosweb.com/versiculos-de-la-biblia/profecias-de-isaias-
sobre-jesus/
Isaías: El Cristo
Isaías, Lucas

El libro de Isaías está lleno de profecías del Mesías. De hecho, el libro de Isaías
es citado más en el Nuevo Testamento que cualquier otro libro con excepción de
los Salmos. Jesús mismo aplica las profecías de Isaías a sí mismo.
Por ejemplo, hablando con sus discipulos en Lucas 22:37, dijo: “…es necesario
que en Mí se cumpla esto que está escrito: ‘Y con los transgresores fue contado;’
pues ciertamente, lo que se refiere a Mí, tiene su cumplimiento.”
Esta era una cita de Isaías 53:12:
Por tanto, Yo Le daré parte con los grandes
Y con los fuertes repartirá despojos,
Porque derramó Su alma hasta la muerte
Y con los transgresores fue contado;
Llevó el pecado de muchos,
E intercedió por los transgresores.
Sería imposible hablar de todo lo que Isaías dice del Mesías aquí. Pero Isaías
habla del nacimiento de Jesús (Isaías 7:14), su vida de obediencia, su ministerio
de sanidad y enseñanza (Isaías 61:1; Isaías 9:2), su sufrimiento, muerte, y
resurrección (Isaías 53:7-10), y su reino futuro (Isaías 9:6-7). Isaías habla del
Mesías como el descendiente de David, y sin embargo, Dios mismo. Un juez y un
salvador.
El Cristo vendría para salvar a su pueblo de sus pecados, tomando el castigo justo
de su pueblo a sí mismo.
Pero El fue herido por nuestras transgresiones,
Molido por nuestras iniquidades.
El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El,
Y por Sus heridas hemos sido sanados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas,
Nos apartamos cada cual por su camino;
Pero el Señor hizo que cayera sobre El
La iniquidad de todos nosotros.
Isaías 53:5-6

http://en-la-biblia.com/isaias-el-cristo/
Kairós y Cronos CARLOS MARTÍNEZ GARCÍA
Isaías anuncia al Mesías
El libro de Isaías es muy relevante para reflexionar sobre algunas de las
características del Mesías y la forma en que ejercería su singularidad salvífica.

Los cristianos empezaron a celebrar la fecha del 25 de diciembre como la del


nacimiento de Cristo en el siglo IV. Ante quienes festejaban el solsticio de
invierno y la deidad del sol, los cristianos adoptaron el día y le dieron un nuevo
significado, recordando que Jesús mismo dijo que él era la luz del mundo (Juan
8:12). Hicieron una adaptación cultural que paulatinamente fue construida
teológicamente y le dieron un contenido contrastante con el origen de la fiesta
pagana. Desde entonces la Navidad puede celebrarse con distintos sentidos. Hay
una forma cristiana de festejarla, como el tiempo en que “la entrañable
misericordia de nuestro Dios nos trae de lo alto un nuevo amanecer para llenar de
luz a los que viven en oscuridad y sombra de muerte, para guiar nuestros pasos
por caminos de paz” (Lucas 1:78-79, La Palabra).
El libro de Isaías está lleno de imágenes mesiánicas. Reiteradas ocasiones
habla de luz, el amor de Dios, justicia, y paz. La de Isaías es una sección de la
Biblia muy relevante para reflexionar sobre algunas de las características del
Mesías y la forma en que ejercería su singularidad salvífica. Son muy ricas y
grandiosas las imágenes que hace el profeta del enviado del Señor para desatar
todo yugo de esclavitud (Isaías 58:6).
Alrededor del año 760 antes de Cristo nació Isaías. Vino al mundo en Jerusalén, y
su padre fue Amoz, quien no debe confundirse con el profeta de nombre similar,
Amós. Éste, originario de Judá (reino del sur), desarrolló su ministerio profético en
el reino del norte, aproximadamente en los años 760-750 antes de nuestra era.
Isaías inicia el escrito que lleva su nombre afirmando que tuvo una visión, la cual
transmite a su auditorio. Las primeras palabras del profeta son una denuncia del
estado que guardaba la sociedad del reino del sur. Esas palabras debieron
molestar a quienes las conocieron entonces, particularmente a las élites políticas,
económicas y religiosas: “ Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con
aceite” (1:5b-6).
Ante el desolado panorama que describe, Isaías anuncia que habrá un tiempo de
restitución y un reinado muy distinto a todos los conocidos. En el capítulo 2
reafirma que ha tenido una visión. Quien encabeza el reino mesianico que
visualiza “juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán
sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación
contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (2:4).
En línea con Isaías está la conocida canción de John Lennon, Happy
Christmas (War is Over), un deseo de paz y vida contra la muerte sembrada por
sangrientos conflictos bélicos. Isaías recurre varias ocasiones a la contraposición
paz/guerra y exalta la primera como marca identitaria del Mesías, quien llegará de
forma insólita para quienes esperaban impusiera su reinado mediante conquista
militar. De forma antitética a tales suposiciones Isaís dice que “saldrá una vara del
tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu
del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder,
espíritu de conocimiento y de temor del Señor […] y será la justicia cinto de sus
lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Morará el lobo con el cordero, y el
leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica
andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se
echarán juntas; y el león como el buey comerá paja” (11:1-2 y 5-7).
Los autores de los evangelios canónicos vieron cumplidas en Jesús el
Cristo las visiones mesiánicas de Isaías. Así, por ejemplo, cuando Mateo
escribió sobre las circunstancias en que se dio el nacimiento de Jesucristo,
aseguró que sucedió así “para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio
del profeta [Isaías], cuando dijo; ‘He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre Emanuel’, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo
1:22-23).
En cuanto a Marcos, justo después de sus líneas iniciales, en las que dice
“Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”, refiere lo siguiente: “Como
está escrito en Isaías el profeta: he aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz,
el cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto:
preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”. Lo que hace Mateo es citar
a Isaías, en la sección que conocemos como capítulo 40, versículo 3.
Isaías 40 inicia con tiernas palabras de consuelo, “Consolaos, consolaos, pueblo
mío, dice vuestro Dios”, que siglos después tomaría Handel para la primera parte
(titulada La profecía salvífica de Isaías) de su oratorio El Mesías. En la primer aria
de la magistral obra musical el tenor canta “Comfort ye my people”. Tras las
palabras de Isaías citadas pór Marcos el profeta hace una descripción poética de
lo que sucederá con la llegada del Mesías: “Todo valle sea alzado, y bájese todo
monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará
la gloria del Señor, y toda carne juntamente la verá […] He aquí el Señor vendrá
con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su
paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará
los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas”
(Isaías 40:4-5 y 10-11).
El evangelista Lucas también leyó a Isaías apuntando en sentido mesiánico hacia
Jesús. Cuando María recibió la noticia de que engendraría al Mesías le son dichas
por parte del mensajero Gabriel palabras sobre que deberá llamar a su hijo
Jesús/Emanuel, porque “este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin”. En lo anterior el médico Lucas estaba
citando Isaías 9:7.
El profeta Isaías vuelve a describir el anti militarismo del Mesías y su reino
de justicia, libre del dominio dictatorial. En su visión describe el fin de la
violencia que cobra vidas cotidianamente: “Porque todo calzado que lleva el
guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán
quemados, pasto del fuego. Porque un niño no es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Píncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no
tendrán límite” (Isaías 9:5-7ª). Hermosa y conmovedora la visión de Isaías.
https://protestantedigital.com/kairos-y-cronos/34837/isaias-anuncia-al-mesias

También podría gustarte